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Fr. gerundio.
., PERlÓmCO SATÍRICO
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Entra Fr. Gcerunjío ^¿ el tn^s
de Jallo, y prepara su iuipÜU
para espantar moiquhos y candí- >
datos* ;
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TOMO VIL . V*-j *- '.'^
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NOVENO TRIMESTBE., ^
Jwt'ío > ^5<>*í<* S ^tiimStt U 1839.
MADRID.--1840.
IMPRENTA DB MELLADO.
' PRECIO DE SVSGRICI0I9.
w^ H*«V*irD WIUOT uiMár B 1 •
Para los actuales suscritores cada tomo* • ^o»
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fiarc^lott'a , Saurí ; Barbastro, Lafita; Bilbao, García;
•Cuenca, Maria.na$ Coruña, Sotijmny* r ; Cadi», Hortal
T COiUpiítía; Ferrol, Tajonera ; Granada, Sany,; Jáen,
1), F«»lix Mnría Oror^co; Jí*rcy.,' Bueno; l<crida, Boix;
Iiogroff1o,'D. Domingo Rüíz; l^u^o, Pujol y ^lasia; León,
Paramio; Málaga , O, í/uis Carreras; Mrquinenza , adnií«
nistrador de loterías; Mondon<Mlo, ídem; Oronsc, Gorocm
^ovoa ; Oviedo, Longorla ; 'Palma , Guasp; Ronda, Fer-
nandez; Sevilla, Hidal^oy compariía; Santander, Riesgo;
Salamanca, Moran; Toledo, administración de loterías;
Valencia, Gimenn; Valladolíd , Rodrigues. Y en las
ADMlNlSTaAClONES BE CORREOS de los dcma» puntos del
reino*
Nota. En estns mismos puntos se admiten sui-;
cricioaes al periódico. >
KOVETO TRIMESTRE.
CAPILLADA 167. JULIO 2 DE 1898.
Fn. GEKUIVDIO.
Si guis diJFerit de hoc primo t rimes »>
tri anni tercii gerundiani non futura
tsse plurima narrafu digna , anath§^
ma sit*
Sí al^no dijere qne no ba d» haber
mucha .qMef^ntar de «ste primer tri-
iDCfttre del tercer áilo gerundiano, arrat-
trado «e irea<%dflio cff|||idato«
CoNc. ul Gerunb.
XÜ mes de julio.
Ka, bermanos míos; ja estamos en el Quin*
tiiis de Romulo y en el Julio de Marco Antonio
el Tríumvilo. Y nolese de paso que en esto de
bacér reíormas en todas partes cuecen babas. Lla-
mábase en el calendario romano desde el tiempo
de Hámulo el mes de julio Quiníílis y el de agos-
to Séxtilis , que es decir , mes quinto, f mes sestOp
porque esta eia la numeración que les correspon-
día empezando como empezaba el año por. marzo.
Pero vino después Marco Antonio con ínfulas de
reformarlo lodo como otro Mendizabal| y le di6
por reformar el calendario dividiendo el ano
en doce n^eses, j comenzando á contar por ene*
T0« Y dijo después : «Hombre , este Quintilis
ya no puede llamarse Quintilis ^ porque no es el
quinto, ¿Pues c¿mo le llamaremos? Qué caramba!
Yo soy ahora ministro de la guerra ^ y es la oca«
sion de dar algún honor á mi amigo y compañe-
ro de armas Julio Cesar que es el ^que á mi me
hft entonado. Cruces ya tiene bastantes : hacerle
duque de la Victoria me parece mucho... con que
voy a llamar á este mes Julio en honor de mi
amigo.» Y asi lo hizo.
Picóle después la envidia á Augusto Cesar , y
dijo : «no ; pues ahora soy yo el primer ministro,
y si mi antecesor lia hecho un obse:|uio a un ami-
go ^ yo puedo hacérmele á mi mismo sin tener
que besar las manos á nadie.» Un ministro espa<-
ñcl se hubiera hecho teniente general , pero, como
I09 romanos eran en estas cosas menos positivos
' que los españoles del siglo de Fr. Gerundio , se
cpnt^nto aqutl hermano con hacerse á si mismo
el l^onpr de d^r su noT^bre al mes Séxtilis ,lla->
mándele Augustus 6 Agosto ^omo npsotros dect«
mos. Y aqui pararon las reformas de los meses.
porqae eonUbfttáodose cada miDistro con codtcT'íí'
tir en provecho proftio'la reforma del calendario^
ja no se cnid¿ de mas. Y asi vea vds» que el
septiembre ha continuado llamándose septiembre
que quiete áecW iéptimo mes, siendo realmente
el noveno , j del miitmo modo los demás hasta
diciembre y que signí&ca mes décimo, siendo el
doce y último' del año. Todas las reformas son
asi ; cada uno reforma lo que le tiene* cuenta , j
lo demás aunque parezca mal j disuene de lo jik
reformado , no importa que siga. Por eso decía
que en punto á reformas en todas partes cueeoa
liabas y lo mismo en calderas romanas que en cal*
deras espadólas.
Estamos pues en julio: mes de la revolacioa
francesa y de las elecciones españolas.: mes por
esta parte rerolucionario«>elcc toral. En el raes de
Luis Felipe y de Fr. Gerundio: mes por eaMi
otra jFilípíco-Gerondiano , única cosa en que^iica-
so irán unidos el rey de las simpatías y el pertO*
dista de las ea pilladas. Estanuis en, el mes de los
baños y de los mosiqíitos: los franreses de la re*
pública le baut liaron con el nombre de tkermidor
por razón de las termas & baños , y con el mismo '
derecho le podía llamar yo Fr; Gerundio el mes
mosquitera por razón de los mosquitos $ que la
misma facultad concedo yo á los mosquitos que
ó los baños para dar' nombres' á meses | y no mas
potestad otorgo á traspirenaicos i*epublieanos para
alterar .la nomenclatura dé los meaes que i un
cilpirenáico reveréndisimo» monárqmoo conititQ<*
«ional y y allá os va esa- 'rjéuÜA de adjet¡T«zos^
para que veáis lo bien que dicen los adjetivos
jauto á las gerundios.
Verán vds. | hermanos mioS| cuántas cosas
van á ocprrir en este mes. Vcráfl vd«, entrar ea
^aja el dcsencajudo ej^iTÍto del centro y y Á Óa*
brera meterse en un c.-rnamon tan Inego como se
pre^enteirlos hermanos O'Donell, Cía vería y Shelljr;
Y no lo digo por pulla ^ sino tnuy formalmente y
4e todo mi corazón y con tal que lleven y como pien*
${J! f intenciones de trabajar con actividad y ener*»
^Ki f pues lo que hace allí falta son gefes qué
sepan y quieran dar linzetadas con decisión y
Biáeslria y como ha hecho cpniín^ ^sto^ días el
sangrador ^ y no andarse pon cataplasm:i$ y aguas
teipperantes de tratados y cstipnlaciones como
Yan- Halen y el* primer medico que me enipei¿ á
«síslir, que si de él me hubiera fiado ^ a estas fe«>
•ehas estalla mi ciierpo mas d^sponeertado que <^
«jércitp de Aragom Verán vds. al g^qeral Seoane
en cuanto pise ci .suelo de C¡;it{||uila aln^orzarse
a) Conde de España en rebanaduS| pomo quien se
almuerza uu^ salphichQn dé Ylch ^ y vprán vds. á
los amigóles del prófugo barón pon iv^s^ su bolla
y sus baladroqa4as presentarse hupA ¡Idamente á
«ervif; de muleta á Seoane^ en lugar dé la de palo
^ue lleva, que yQ en su caso les babia ¿Q.plan.tar
con ella unos coscorran^ que. les babian 4e Jftbe.r
á rosquillasi dáciéndoles á manera de obíipQ cttaa*
Ao confima: «1> soy la muleta de Barcelona^
p^a que te (Uuerdes de M.e?r ^ toma,*
Lo que ysm y(l«> á yer de üPgíiro (si no so
mueren antes I quQ entonce^ y^w\ otras cosas
por otro estilo ) es \qmv la fsqniculii el dia 23j
ese sinapismo ^e\ pues de julio que hará sudar á
los elec tortas el dia %i pada gota poní) una paran»
ja ; que también fue capricho del ipinistciío ir
a señalfir p»ra rl diíit de las votaciones el primer
difl. d§ panícula I j luego querrá que las plcccio-,
Bes nQ s0an acaloradas j qaniculosas. Bien que lo
liabrá dt3puestQ asi con el Gn de liac^r un obse*
quio á $anta Cristina | días de nuestra Jleina
Gobernadora I s¡n mirar qu^ po por eeo deja de
ser dia d^ ajUQO para los espacies. Y si qnierea
Tds. que siga con las efemérides del m^ú de julio,
les diré que ver^n yds, ycnír el dju %b , dia del
Sr.^ SantiiigO| ace'irimQ anti'tranpapionistii j anli«
reqaesonrro ; apóstol de vigotes^ y gran Vendí»
lujador de moros ; sageto capaz de echar Á lord
Elliot ra»s alto que las estrellas si le btibicra ido
con pretefisioines de firmar tratados y y de rajar
á Cabrera dc ipcdio á medio de un mandoble si
le hubiera propuesto lo que á Van^Haile»; pero
que Fr, Gerundio quisiera que no se b^vbiese mo«
lestado.0n matar tantos moros en Qavijo y á
•trueque de que ahora se aparecieso qn Durango
el dia de la gran batalla que se preparen , j nos
^despachase siquiera el diezmo de ficciosos : pero
«stos santos, y aleatojaes todas sos hazafias las hi*
eieron en tiempo ele entonces , y aliora parece que
les gusta estar á la gloria boba » sin dárseles un
bledo de qne por acá abajo nos estemos descor^
Dando nitserabteinente ; j sin embargo sigue Iki*
niánduse Patrón de España.
Y tu m bien les dír<f á vds. , berma nos míos,
que en e»e mismo dia 15 celebraban ios romanos
las fiestas qne llamubaa Furinales y dedicadas á la
diosii Furiua , que para que todo el mundo sepa
quie'n era esta linda vulpécula^ ban de saber vds.
que era, la diosa del robo ^ la cual debe estar roujr
satisfecha de los muchos devetos que tiene en
la patria de Fr« GerandiOy y no debe perder las
esperanzas de ver que por acá se le consagre aU
gun dia una fiesta votivar, pues no solo se tole-
ra y se consiente á.sus ma^ aprovechados dis-
cípulo^ I sino que tod»via se les acata j vene«
ra, j aun se les dá culto público. Y si es diosa
de humor como por lo común snelen serlo todos
los ladrones , debió reirse mucho el otro día cuan-
'do vio que en Madrid se daba garrote á un mi^
serablc furino por haber robado tf na ectbea y dos
tkivos , al mismo tiempo qne á \q% Jurones & .sea
ladro'ia/os de á folio m:iyor se les honra baja y
servilmente^ y si se ofrece j son los primeros
que figuran en algunas listas de candidatos ,. qué
es la cosa mas divertida y placentera qne -se pae^
de d/iscurrir ni pensar.
Y verán vds. el dia 26. ; pero aquí xie
acuerdo que si el director del ObserTatorío>s<-
tronjinico de Madrid por solo observar los mo-
vimientos físicos j naturales de los astros se vol*
vi¿ loco en términos de suicidarse hace pocos
días p roas peligro corro jo' de enloquecer si me
tomo el tral>aj*de predecir desde mi observato-
rio político los sucesos que ban de fobrevenir
cada mes y cada dia. Asi vds. verán y todos ve-
feruos lo que vaya viniendo en julio y en agos-
to^ 4 ea Quiutilisy Se^ctiUs , y Dios sobre todo.^
EL NUNCIO DE TIRABEQUE.
¿Qué tal ba pasado vd. la nocbe, mi amo?-^
Medía na mente y Pelcgrin; apeuM be podido des-
cansar un peqneño rato.—Lo siento ^ señor. Yo
también he estado bastante desvelado. Me encon-
traba al roejor dormir cuando oí una media , y
como estaba con el cuidado de traerle á vd. la
medicina | salte de la cama conoo un corzo | y fui
á mirar el reloj....— Pues jo no te he sentido bas-
ta abora. Tendrías qiie "encender luz. «-No señor;
abrí el balcón de la derecha .-^Mol becbo : te pn*
do hacer daño el relente de la noche y te espa«
«istc á recaer de tu ccfalalgfa \ en cuyo caso no
^é como nos habíamos de haber compnci^to estan-
do los dos malo^^.-^No »eñori Mffcutwiba vil sol
que calentaba ya como sí fnese al medio dia^— -
¿Pues á íjue hoia fue eso? — Ahora mismo señor.
*-^Ab picaro! Y eres tú el que bu estado desve-
lado | y no despert:iste ha^ta ahora que son ccr-
' ca de las ocho ! ; Ay Velegrín , Pelegrin , y que
csacto eres para darme las medicinas y alimentos
¿ las horas ! Si no fuera mas puntual el señor Se«
villano para los suministros del ej^'rcito | estaría*
mos lucidos, Solo mi paciencia te podia aguantar.
Tirabeque. Si como eres mi lego, fueras asisten-
te del duc|uc de la Victoria , ya te tenia fusilado
j con razon« Vamos | hombre, vamos, tráeme la
ined¡cina,-r-Aqui está, señor. Arriba ron ella. Asi
me gusta. Ahora arroparse bien. ¿Quiere vd. jel
chocolate encima 7--Uombre I tu tienes ganq^e
asesinarme,
¿Sbes lo que has de hacer? — Lo que vd*
guste, señor, — ¿Has visto los periódicos de estos
dias? -«-Si señor, — ¿Y qu^ traen? ¿Como vá la
guerra7-^No tiene novedad j gracias á Dios, — ¿Y
qué mas traen 7 - Señor , me parece que no traen
mas. — Ya estás tu un buen lector, IVIiía; coje al-
gunos de ellos, y tomate la impertinencia de
leérmelos aquí á la cabezera de la cama.
Tomó Tirabeque un rimero de periodicoB, f
puesto & leer a¿rerti que se roe qtiedaba dormld¿
Era'^cft^éiíhBa le}civd:> los sermones á los clec*
tordd: Pero en scgniJa y de improviso dáudosé
una patinada en la frente | esctani¿ «sali¿ el roÍ0|
iseftor.» — ¿Qne es eso? ¿Te ha'saiido cl premio
grande de la lotería?— -No señora la lotería le ca«
y¿ á ¿1.— ¿ Y qhiért és e'l?— Ahora lo verá vd. Y
vd. también cay¿*-^¥ no lo siento poco , Tirabe-
tque: ¿ pcro^ que qn ¡eres? La salud Radíela tiene
iconiprada.-i' No ¿5 eso, no sriior- Esenche vd;
•Ftl<? vocal'dé'fá Expedición General de esludioár¿
-—Inspección dirá,' honi bre. -¡-'Es Verdad ^ inspce*-
CTon ,' «En uíjíort tíon el Padre Báiajero General
de' lo* Bernardos,— Bíirbíijeror dirá , que no Sa«
rajéro: Has de cnidar de Itecr mejor*— «Se cuenta
i centenares los caiedrátlcós y cstñdíanteé qué
impurifica ^ aí'runiándnloii y hacidnclolcs perder su
carrera.» ■ Seuor # eato está bien leído | no' tiene
vd. que dccir.—Perb quien es ese sujeto? Habla-
rán de algún consrjero de' D. Carlos*— De quien
^bablan lo verá vd* luego: afaoVa dejeme vd. leer.
' «Era confesor de D. Sebaitfian/} le dirigia la
conciencia cuando este pérfido infante quebran*
t6 cl juramento de fidelidad que habia hecho en
favor de Isabel íí,w ¿Leo mal^ señor?— • Parece
que no: falta que leas lo quO está ahí escrito.—
' Eso vd. lo podrá confrontar después. Y escuché
vi, qti€f falta lo mejor. «Enterada Sv M. de que
los principales planes para poner á D. Carlos en
d troiio se fraguaban en palacio y principalmente
en el cvarltó i^.la princesa de fieira, ^^^^Sl^^'^
Sebastian ^ y qué los principales émpleadc^^^e su
real casa eran los mas eucaruados enemigos.' -r^
¿Encarnados enemigos dice? — Deje Vd. á ver. «En-
carnizados, r- Ya me parecía á mi.«-«Eran los mas
encarnizados enemigos de su bijai mandó formar
espediente sobre la conducta dé. todos ellos. Este
le formó D. Fermiu Gil de Lloares, entonces su<v
])erín..4.. superin.... ten superintendente gener
ral de policía del reino: j habiendo oido á diez
comísíarios de policía y á infinidad de personan
de todas cluses y categorias , resultó de este es-
|)ed¡ente9 resultó....^ Si , hombre, ja tengo gana
de saber que resultó.-*? ues escuche vd. lo que
resultó : «resultó que el mió ^ue era capellán de
Jionor.. — ¿Pero quien es ese tuyo? — Un. poco de
pachaza, mi amo , que luego lo vá vd« á saber.
« Y que Sil hermano , también capellán de hon<>r
j el señnr Bermejo, también, capellán deshonor,
j el señor Tordem , también capellán de honor,
j el señor Guilíen , también capellán de hoflot, '
y el señor Prats..,#. — ¿También capellán de hx>-
nbr? — Si señor, también capellán de honor^^^
Pues despáchate luego, hombre^ que me levantan
dolor de cabeza tantos capellanes de honor.<-4i.e-
snltó y pues ^ según las decLaracinnes de todos lof
informantes qne todos estos capellanes de honor
Jtenian el honor de wr conspiradores carlistas d«i-
clarados.— ¡ Hola , hola ! Esa es palabra mayqr.<~¿ir.
.gae' hixo en vista de eso $• M« ? Sigue } figijie. Im-^
y«ndjO| ^9 «so ^ iatcresante*— S; M. en vhXfk
de lo qtt^ resultaba del espediente , y de las tioti«
W9 que ya tenia. , lanzo de su Real capilla a to^
dos estos capellanes de honor j á mas de otrosí
sesenta empIeados^^Setermuiacion muj justa ^ y
que ri9clawaba su propia seguridad ^ la del trono
de so ««gusta Hija y el bien del estado » — Si se-*
Sor, pero el mío quedo. ^Pero ese tuyo ¿quiei^
es? Acabemos de conocerle.-— Seaor el principal^
.Y quedé i&uy caanpaiite.de capellán de booor «1
lado de S. M, A ver si discurre vd. qnien es^^m
Dinielo si quieres cuanto antes. Tirabeque , jr bq
«eas pelma , que no teu^o lo cabeza para discar*-
.sos. — Aguarde vd., que ahora so lo voj i decir,
Sali¿ Tirabeque de la alcoba , j dirigiéndose
A Qo repuesto de ea pilladas , después de haber
.;aiÉ4ado rebiiscando j revolviendo un rato , vol*
.vio j me dijo, «¿se acuerda vd. por quien le
pregunte jo en esta capillada 136 ? — Te repito^
Pelegrin , qne no tengo ahora la cabeza para ha«-
cer memoria de nada. — ¿No se acuerda vd. cujaa-*
^0 le pregunte por el Nuncio de su Santidad?—
Sil me acuerdo que me preguntaste en una oca^
^on.*»yd. pensaría que le preguntaba asi. al aire
y por falta de misterio si era hermano del .nun-
cio que había venido ]Mra don Carlos con la Prto^
eesa de Beira: y me dijo vd. ¿ que tiene que «ver
nao con otro? Ni aun se parecen en ideas: el de
, acá liberal decidido ^ el de allá, ya puedes tu «^
foner lo que será.» Pues este nuncio Hberal dm*
éRiú es él Sr, don José Rafnfréz fde "Areüano ; e<^
capellán de honor único de los capellanes. carlis«
tas que qued¿ al lado de S. M.: ese ^ ese -es e¿
mo que }0 tenia i^ pétore cuando iba lejeodo»
Ahora vuelva vd á llamarle tiíeral decidído,^^Si
le llam¿ asi por ironia, hombre \ sino que tu mtt«^
chas veces- uo entiendes los sentidos irónico*. Yi
acasd %é de 4{ mas que tm S¿ que ademas de eilar
sléttdo el receptor de la re»! capilla es uno de los
iroealeS del tribunal de la Rota ^ del cual es dé«
cano uno de los 6i) Persas^ el Sr« Rivote $ j ^sé
Prats I cu pella n de honor que has citado entre
los espulsados de la Citpilla ^ es otro de
los Vocutes de la Rota ^ de modo que en castigo
de su esputsion se esta cobrando más que doblo
8ueld> de lo que tenía en la capilla real, y ade-
mas dirigiendo nuestro^ negocios eclesiásticos. Así
anda ello , Tirabeque: y ™^^ ^^^<^ ^^^ dejemos
este asuntó, porque me desazonó , y se me aumen^
ta la ¡ndisposic¡oni« Haj ademas otras cosas res^
pecto de ese tuyo.., 4
Una cosa no mas dig'o yo, seSoí'. ¿Será posible
que sepa nuestra amada Reina Gobernadora la
hipoteca que tiene cerca de si en el hermanó' Rá»
mí rez A relia no? Porque st lo supiera >par^cfm!9f
•que no teiidrí«i mas tiempo á ivL lado Á quien 110
paede ser amigo suyo ni .dd su hija^— Cs de creer
que no lo sepa f Pelcgrín ; pero en cuanto ' iet
•esta capilUda (porque ya sabes que S. M^ nos llam-
ee el bouor de leer nuestra» capilladas) es de 99f
festfíT ffBüt né táfde:eii alejat de- su:Ud6 r ir quleí^
tSLJL^tjBiiüaX piiede aeirUi) lo mitma <|i|^.al tKOr
no.de 8«8 augaftta Hija; y ¿ la» miíliti»c¡on/es . ef
i^e sé apoja; ,.' - - .. . ; /^ j
Doce lineas.
Áqui de tu auxilio ^ Pelegrín mío: Ja baj
bido el recado de loa^ cajistas : unas doce líneas
dicen que faltan y y yo boy no tengo la cabeza
para mas ; con que baz por cubrirlas tii solo del
modo que mejor té sé alcance.— Señor ; muchajt
linias son para un legó solo : con qué tiene el
bermanó Baldomcro ocbenta mil bómbres j y to«
daviá nó bá podido cubrir la linia dé Bilbao, y
quiere vd. qué éubrá doce yo solo. En fin lo que
es por linias no quedaremos mal. Allá voy; Falta
qué salgaií retasi
¿Van bien asi ¡ señor ? Miré vd* que todasí
iHñ parilelas como laS qué bacid el general Ro^
Tomo YiU SI
n&cbe lina escarcta quebraje las piedras , y de
eada pelo nos cuelgue uq carámbano como un
cirio pasaial ; j petmita nuestra sentirá^* -de la^
Nieve6é..*»^-«*-MttcliáclLo ^ Tiral)^ue^tuJba&.ji£]:dir
do el juicio^— ^Nd señor y que le tenga tan entero
como mí iHBdrc- le párioí— No- pued«S tenerl^^ujr
cabad ouando baces . ésas impi^i¿acioj3es 4aik é^a--
ñas y tan estrambóticas* — No son estrimbóticas^
no senon Y permita S, Antoñ que dentro de dos
dias nos encontremos en mita en mita dé enero^
porque! siaá lo -v^ú maloé»— Pero hpmbre ^ ¿tanto
te ostiga el calor^ y apeilias ba.. principiado?, — Na
señor ¿ nó. es por mí ^ es porqué sí ^ Dios no envia
luego ei invierQi^^^ e^tos hombres sé me van á .
l^bKasar >viy»8 y u'ii día awanecetf hecbos carbono
^\ Atnig;oy eo^o'des en bablar cri misterio^ el
«liabW qae tei.entienda¿ Miré ya. que pedir nieves
y bíelós'eri* julioí es ocún'énciái. orijina].«i^Señor,>
todo h»Qé. falktsf•^í ^os bemos dé salvar.-— Esa es
trtrat' sftlr»mo» por frió e» ees» nueva para mi.-<-»
Sí señor ^ porqué si ao' hiela luego , nos vamos á
quedar sin, patriota¿<--r¿A quedai:nos,.sin patrio-4
tas? — iSi señor ^ porqué están tan abrasados en el
amoi' dé laí patria qué «adt^ uno' debe ser ua Lez«>
na 6 uní Vesúguioi^ Ellos n¡ sé acobardan aunque'
el caloY' Icé derrita Ids sesos ^ pí repatan.,e^ que
4o9 puede oojer'i I^alillotf ¿ Felipe ^ ni qv^^e.l^
-caigan las muías del cocbé mue^rtas de fatiga cck^
*mo le sucedió á 0* Rufino: Carilasco en Esijreiíia^f
dura pof andftr* de diay.de nocke sin descansí^
Wi ^e les dea cencerradas como á D. AodrM
Borrego eo Guaddlajara : nada les acobarda , se-
2or. — ¿P«ro á' quienes, honij^e?— Señor , ¡i los
(que Tan por esos mundos 4^ Píos á firabajar
para salir diputado?. r— Acabáramos ^ {ipmbre. Pero
¿tantos son los que salen?^lJfff!!! SI le digo i
vd.y mi amoi que estaa abrasados de palriotisma,
,Todo3 |qs dÍM salen 4« Madrid á docenas, pnos
4 caballo^ ptros.0n coche^ ptcos fn diligencia, co«-
tno nuesto amigo el Supuesto, que salió bace tres
días con una canícula de paUiottsmo,i>,n ^\ pecbc^
gtie parecía pn borno^c cocer {adrillo. Señor, se ,
abrasan estos bombres en amor de la patf ia si no
icae luego una nevada que les apague las bogueras
fie los peobos, ^ nos vamos ^ quedar sini diputa-
dos que bagan la felicidad de la nación,. Señor.,
todos los <;aminos deben estar plagados de esos
patriotas de alquitrán que se queman por mb-
jnentos *y j el que no baja salido debe , de estar
con las espuelas puestas^, como el .§r. Peña Agua*-
JO que le encontré ajer con unos espolones^ .t^«-i
spaaños como esas farras de las cortinas^
¿Y tu crees, Pelogrin, que todos esosi aspirnn-^
tcsi á diputados trabajen por serlo otra ?ez con
desinterl^s. j da^prendimientoy por ptirp patrio*
tismo?^¿Pttes qi^é yale ^l cargo de diputado,
Scñor2-~fY'alcr no vale nada j es gía^u^to , según
te dije otra vez. rn^s de 4os^ ^nos bace.— rSeñor,
déjeme vd. lo pienso un poco.
Ellos lo pretcn4cn, ¿no es verdad >. mi amo?
U.S(.-^EÍlos intrigan I ¿no es verdad, mi amo?
w-Tambien es verdad , Pelegrin, — Ellos se des-
prenden vamos I se desprende^ con desprendi-
miento de algunos maravedises por serlo > ¿ no
es verdad , mi amo? — También baj algo de eso,
Tirabeqiie.<— Ellos después salen á Intendentes 6
i Directores 6 á Contadores generales , 6 entran
en las contratas, ¿no es verdad , mi amo? — Tam-
bién snele suceder eso ^ Pelegrin.— Ahora deje*
me vd.'pftnsar un poco, señor..*. Ya lo pensé.
Digo yo Fr. Pelegrin Tirabeque, que no ven-
gan ja las nieges y las aguas y los aires j los
"granizos , y él invierno y las escarchas ^ porque
lo que abrasa y quema y enciende i estos hom-
bres no es el amor de la patria p sino él amor
de la panza.
Y digo mas , señor ; que a ninguno que lo
pretende con tanto ahinco le debian nombrar
diputado , que los hombres de bien y de talento
deben ser buscados y no andarse enseñando y
ofreciendo como las que encuentro yo todos los
dias al anochecer. --Eso, Tirabeque, dicen que
lo hacen por el alto honor de ser representan*
tes de la nación ; y esa costumbie de espon-
'tanearsé a serlo', y que en mi juicio indica no
poba presunción en el concepto de si mismo,
dicen que está muy admitida en el estrangero;
ello es que de allá nos la han importado , y haj
quien dice que es muy buena.— Pues señor ^ jo
'repulso esa costumbre estrangera, que acá en
SspaiKa , de donde yo soj, parece miij bien cuan-
do uno dice, «jo no soy digno.» Y está bien
que todoB los hombres deseen ser dignos de ser
diputados f pero de los qae van diciendo sin que
nadie se muerde de ellos , yo soy digno ^ abre-,
nuncio, señor , porque esos ¿ son muy vanidosos,
6 son de los que se abrasan en amor de la panza;
j asi digan lo que quieran los estr^ngeros , jo
ubrenuRcio. (1)
(i) a la irísta tiene mi Paternidad una alocución ira-
presa de un D. José^ María Tenorio á los electores d«
HueWa, en la cual "(sientono poder copiarla íntegra) seet-
csplica así el modesto Tenorio: ^^GimpaiSeros.... me pre-
Mnto á vosotros candidato para las próximas elecciones d«
Diputados é Cortes.... Dadme vuestros poderes , que no
tendréis por que arrepentiros. Seré el mas celoso defensor
de los intereses d^ la provincia en el Congreso , y un
agente activo, desinteresado y leal. cerca del gobierno....
£n suma..... me prometo conseguir que los niales desapa-
rejan y los deseos queden cumplidos.*.** &c.''
Por ti, mi dulce Filida
por ti lo puedo todo:
por ti el mundo entero , s\ me manda*
me atrevo á trastornar*
Hermano Tenorio , que os vá a hacer rebentar tanta
modestia* Válgame Dios, hermano Tenorio^ y que hu-
n&ildito que sois, Y no hay instrumentos ruidosos en la
¡provincia de Hucíva?
.Si—
Xa batalla de Rueda.
Un nuevo j glorioso beclio de armas acaba
^e demostrar en los campos iie Castilla de cuánto
son capaces los soldados de la patria cuando
tienen la fortuna de ser conducidos al combate
por un gefe bizarro j decidido, £1 día 23 de
junio fue uno de los de mas gloria para las armas
nacionales ^ cuanto de oprobio y bumillacion para
el enemigo. £1 bravo ^a pitan D. Jos^ Mateos,
Sargento Mayor de la plaza de Y^\^d4o^l4i ^^^^^
de esta ciudad al frente de una pequera columna
compuesta de ciento cuarenta infantes j treinta
granaderos de caballería de la Guardia , con la
cual se dirigió á la villa de Rueda ^ sita en el
interior de Castilla lá Vieja ^ distrito de la pro*
viocia' de Valladolid , en un paia llano y fértil,
famoso ppr sus vinos blabcos , que de la referida
villa toman el nombr^ anton^mástico de vino de'
Rueda. ¡Ablü £1 bacia las delicias de nuestros
refectorios,' y por entre las rendijas de la alacena
ele la alcoba difundía un aroma consolador y bal-
sámico qu c'idulzaba los ásperos «sinsabores de I^
Tida ascética y penitente ! ¡ Ionices y amargos re*
cuerdos de una felicidad pretjérita que ja no tor*
aará á ser!
Emprendió pnes el intrépido Mateos su map*
clia á la referida, villa de Rueda ^ sin que Wiirrer
drase ningún género de obstáculos ni dificultade8|
despreciando las guadañas 9on que los compañeros
de Carra molino se ocupaban en segar las maduras
luieses I resistiendo impávido la intemperie de ua
día claro y despejado y sereno^ sin respetar que
fuese domingo , dia consagrado por el señor al
descanso : pada de esto intimidó al impertérrito
Mateos f que sin detenerse á obstruir , á terraple*
nar las i^anjas y cortaduras ^ ni á allanar los valla-
dos y ribazos con que los naturales del pais ba*
bian procurado poner en estado de defensa sus vi-
ñedos I siguió por el camino real su marcba impo*
nente y marcial , íiasta avistar desde lejos las tor*
res.de Rueda.
La tropa hasta entonas ^abia marcbado ea
columna cerrada ^ pero al pisar el territorio de la
jurisdicción del pueblo qué.se íbs^ á atacar , el ge-
fe dispuso que la fuerza desplegase en guerrilla,
dividiendo {a caballería en dos mitades , y mar-,
cbs^ndo el bi?^arro Mateos á la cabeza de la prime-
ra mitad, Xfesde luego se declaró el desorden ea
el campo enemigo ^ pues al ver el. arrojo con que
avanzaban las guerrillas protegidas por una pe*
quena reserva ^ se pronunciaron en vergonzosa fu-
ga y derrota cuantos segadores y.. espigadoras, por
aquellos campos había. La caballeria avanzando
también con intrepidez por frente y flaneo» arre*
lió cuanto encontraba por delante: trigos, o^ba*
das I abenas y todo iba cediendo á la violencia de
nuestros ginetes , cuyas gorras de pelo bastaban
ftolo para llenar de estupor á ^los gallegos de la
siega y que alelados ge entregaban sin resistencia
deponiendo las boceSy abandonando las ollas Y po*
tes de campaña, j pidiendo de rodillas cuartel,
que generosamente les concedió p\ comandante
Mateos, tan bravo para vencer como gen^o«
so para perdonar. Cualidad de guerrero^ in-
dignes»
Tomadas las avenidas del pueblo , todos los
que de el salian iban cayendo en poder de núes*
tras tropas : arrieros , traginantes , propietarios
que salian á cuidar de sus cuadrillas de segado*
res,. los que iban á llevarlos las meriendas, todos
eran detenidos por nuestros valientes j provisio-
nes, brigadas, todo caia en su poder; j un te-
merario que quiso buir de las bayonetas de ios
infantes dándose^ á correr por aquellos llanos pa-
gó bien cara su temeridad , pues cargando sobre
el ocho granaderos de la guardia* , le alcanzaron
y acribillaron á cuchilladas. Este temerario era
un indócil perro que se resistió á seguir los de-
mas prisioneros.
Domina la población una altura en que hav
de tiempo inmemorial un respetable fuerte , bien
provisto de harinas , defendido por un iuteli^en-v
,le molinero ^ porque el tal fuerte es un liermosó
molino de viento ^ que como todos , se mueve
cuando hace aire y hay que moler , y cuando uoy
permanece en deplorable cesantía. Era preciso to«
mar este fuerte á todo trance , y asi lo ejecuto el
intrépido Mateos con sola su escolta ^ que después
de dar una brillante carga intima la rendición al
enharinado gobernador, el cual se rindió obligán-
dose por única condición de la capitulación á cer-
rar el molino y retirarse al pjiieblo en clase de
prisionero ) pero conservando los honores de la
harina.
Hecho esiOj/f no quedando ja un solo enemi-
■go á la espalda I cuando se hallaban como á dos»
cientos pasos de la población , el gefe de la fuerr
za mandó cargar á discreción \ y que dos parti-
das de caballería atravesasen por medio del pue-
blo al galope para intimidar á los enemigos. Nues-
tros ginetes verificaron este movimiento con el
ttiayor arrojo ¿intrepidez, difundiendo el terror .
j el espanto y desempedrando calles y arrollando
cuanto por delante encontraban , bien que ni un
solo enemigo se atreviente á disputarles un palmo
de terreno. El resto de la columna entró á pose-
sionarse de una población que merced á la intelir
geacia y denuedo del comandante ' Mateos , se
tomó sin que- costase mas sangre que la del rebel-
de perro que trató de fugarse.
Los pací ÍI1.0S habitantes de Rueda , que lle-x
nos d«L susto habiaa estado observundo los moví*
míen tos j evoluciones de la e<diinina de ataqne,
temiendo sí sería el feroz Balmaseda que, perse-
guido por las tropas del capitán general de Ma»
drid D. Francisco Naryaez en la provincia de
Cuenca , habria regresado á incofnodar la Castilla,
quedaron estupefactos 9I reconocer que las tropas
ínrasoras eran tropas de la Reina ^ y qu^^áronlo
mucho mas al yer que quien las. mandaba ers
D. José Mateos. Cundió al momento por toda
le villa la voz de que era don iosé Mateos , j
cbicos y grandes , niños y mugeresse deciap cuan*
do se encontraban: ^es don José Mateos»^ Taa
conocido cr^ ^n Rueda el tal D. José Mateos,
como que babia estado allí mas de dos veces á co-
brar maravedises.
Alentado ya el alcalde con 'éste reconocimien»
to j se dirigió al jefe de la columna invasora, y le
pregunta con entereza con qué motivo y autoriza-
ción babia de aquel modo puesto en 9onflicto al
pueblo mas sumiso á las autoridades y acaso el
mas adicto de los de Castilla á nuestras institao»
ciones : i( que contestó el bizarro gefe : «tengo ór-
denes secretas , que nadie me puede obligar á ma-»
nifestar , porque yo soy representante de Isa-
bel II , soy el capitán general y aquí no hay mas
autoridad que la mía.»
¿Y cuál les parece á vds. hermanos mios, que
era la comisipn que con tan solemne aparato bé-
liéo se preparó á ejecutar el insigne capitán Ma-
teos? Pensarán vds. que se hallaba alber^jadQ en
Wbi casa de Rueda un faccioso y 6 (fue A puebla
se. habift pronunciado en rebelión abierta eá
favor de D. Garlos.; Pues sepan vda. qiie iba i
eqmpUmentar una providencia del intendente de
Valládolid en que para bacer rtt á loa pueblo»
la dulxttra y benignidad del gobierno representa^
tÍTO y sú diferencia de lá duf<9^a y rigorismo»
dei absoluto í sé sirvió mandar cop fecba del ié
anterioi^i que en vista de los descubiertos ¿ utrar
sos por contribuciones eñ qué desdé el afio 28 4()
encontraba la villa dé, Rueda^ s^ llevará, arrestados
ai fuerU' militar de Saa Benito deyaUadaUd á wk
aicalaé ^ un regidor primero f f al sindicó procura^,
dor de cada eúio , embargando toaos los bienes á loé
concejales y q^ ^^ hs formase camisa criminal por
detentores de caudales públicos i Tan s^avecita y,
benjgna providencia lá babia de ejecutar con fuer^
fá armada el mayor de la plaza | capitán D^ José
Matfos^ qué yá ban visto vds. lo supo ba^ep á
las mil maravillase
. Asi sé entusiasma á los pueblos en fervor de la
iiiertad; asi están locos basta el delirio por ella|
píorique ¿dónde hay V una co$a ina^ bermosá qué
ver' el uso prudente que en uii gobierjQO libré «é
•báce déla fuerza arníac^^ y la gallardía y mar^
eiaí coniinentei el denuedo y arrojó con qué ei-m
iá sabe atacar uii pueblo para sacar á sus babir
tantes los intestinos^ venderles las mantas y cSr
charros dé cocina ^ y tener después la atención de
ponerles en seguridad nada menos que en un (net^
te que no pudo rendir Zariátcgúi, proporcional-^
doles la eomodid&d de estar á la sombra en inr
tiempo de tanto color , y lil)ertándo)os de loé
compromisos que siempre traen consigo los .días-'
de elecciones? ¿Y qué esperanzas no podrá fun*^
dar la patria en un gefe que con tan feliz «xito^
con tan corta fuerza j en un solo dia sembró el
terror por el campo enemigo , conquista un- mo-*>
Kno de viento , baciendo c«pit\ilar rergonzosa-^
mente al molinero-gobernador, acncbill<S un perro^
y tom6 á viva fuerza una población de cinco inifc
habitantes sin perder un solo hombre? ¡Y no há-*
Lrá un condado de Rueda oon qíie premiar á est€^
benemérito militar ! |Y con tan bravos campeo^
nes todavia Segura y Estella están en poder de lo9
enemigos ! ¿Qué han de hacer sino estarlo mien*
tras no sC encomienden las mas arriesgadas em*
presas á caudillos de lá inteligencia j bizarría
del conquistador de Rueda? Esto me hace creer,
á mi Fr. Gerundio , el que oreo pocaé eosa9|
que hay un plan en hacer que dure la guerra.
* El procurador del común y el comandante de
la milicia nacional fueron aquella noche á l«
capital á dar parte de lo ocurrido á las autorida*
«les. ¡Cosas de pueblos/ No conocen súsverda*
^eros intereses. Les están haciendo felices y to-*
davia dicen que no les oprimían tanto durantó
el gobierno absoluto.
En su vista el intendente mandó suspender
la comisión; y .di¿ orden al conquistador de Kue>^
Ha pata que üe retirase satisfeclios que heéeti
los f luses de la tropa , asegurando en su oficio
jde contestación que nunca habia sido su ánimo
causar disgustos ni. yejacioaes.i ' IcA pullos. Y.
asi es la verdad : ^1 en su providencia no man-
daba mas que se arrestara á los concejales , se
les llevara {»resos^ se les embargaran sus bienes
y se les formase causa criminal : por lo demaS|,
4^1es disgustos ¡ que disparata!
iPero el pueblo (¡como los pueblos son ton*.
tos!) Ha formado &a espediente ^ lo ba remitido
al capitán general , j puestolo todo ademas en
conocimiento del ministro de la guerra á fin de
que ponga coto ¿ semejantes desmanes. ¡ Cosas de
pueblos! no quieren que se les mole/ite. ¿Para
que' es la fuerza armada, dice Fr. Grerundio? ¿No
es ella la que manda en este gobierop libre? En
fin Veremos por doi)de lo toma el hermano Alaix^
que es bombre que no tolera que la tropa se des»
mande , ni puede ver que «e trate* á las puebloif
/uno cqn amabilidad y dulzura.
eii SU viaje áFra^
r.U
•Á Dios, Moiisidr Feiensúc ¿
á Dios 9 Fezensac amigo f .
¿con q«ié al -fin «nos has dejado : '
ápenasi entró el estío? . : - ..
Guárdete Dios j Fezenaac. ;
líbrete en todo «1 camino
Ae •; esquilones' . y ceneerxos , :
de palos y de.FáIil^oii« 1
• Y plegué á Dios , Fezensac ^
qué si has menester auxilios,
te socorran con ayudas ,
qué acá en España es lo mismo.'
Y plegué a Dio^/Tezensac,
qué si te ves eri peligro ,
cuando demandes socorro y
ifotos te d^n por auxilios.
Y si el apuro creciere,*
y redoblares tus gritos ^
na eco de simpatías
responda á tus alaridos.
Qae asi i las demandas nuestras
respondió Mole tu amigo p
cuyos votos con tus botas
liacen un juego muy lindo.
Tus botas, ab! Fezensac,
tus botas de cepio antiguo |
d6 el mismo Cid embotara
de su Durindaina el filo*
Que a íé mia juro y voto
. por mi padre S. Francisco ,
que eres | Fezensac , el bombre
mas embotado que be visto.
Tal fuerza doy á tus botas
que sí tu bubieras querido |
ni Morella ni Segura
\ : fueran ya del enemigo*
Que con babeif arrojada
sobre aquellos dos castillos |
las bombas de tus dos 'piernas^ ^
ellos se bubieran bundido*
Mas biciste de tus botas
en nuestra cuestión de auxilios |
lo que fuera in diehus iüis
la bula de Paulo Quinto* (1)
{i) Bula paitelefs cía Ja á príneípíoi del sígfo XYII pa«
fS cortar la famosa enMtion-ds Auxilios qus tenU Un dM-*
Tomo vii« 3
Que i «Ha se guarecían
Jesuítas y Dominicos ,
cual hacia ti tus dos botas
¿carlistas y cristinos.
Que mas que botas 'de piernas
eran botas de partidos,
y qtíe por ser tan pesadas
te hacían marchar torcido.
Si el andar con pies de plomo
fué siempre virtud , mi amigo,
andar con piernas dc-botas
tengolo por malum sígniim.
Como que mi Tirabeque
(el que te esctibió tan fino
aquella carta de marras)
muchas veces me habia dicho :
Que mientras fuera ^o\é
de Luis Felipe ministro,
,y acá el Monsieur de las bota»
fuera embajador de oficio ,
El piececito que cubre
zapato quinquisolino (i)
no pensaba levantar
aunque lo mandara Cristo.
Mas hoy dice que si cumplen
lo que en la cámara han díciio
apiadad amenté dividido» i Jesuítas 7 Dominicos, y. ffam
prodajo la célebre congregación llamada de Ausilios%
(1) De cinco suelas*
Méssiéures Soult j Dufauak ^1)
de'Frañclá nueyos ministros;
Hará doscientas cabriolas ,
dará ¿étecientos brincos ^
y á ti te bará mil burletas
con la lengua j el bocico.
Vete con Dios , Fezensac,
feliz iriaje , y buen camino ,
y en punto á volver jamáis :
tu amigo Mole lo dijo.
leaec
Tres PoloSí
No contento D. Juan del Diablo (alias Car*
ramolino) con trastornar todo el firmamento de la
gobernación ^ no ba parado basta traer al estrico-
te los Polos, Dijole á mi amigo D. Nicolás PolO|
antiguo y benemérito empleado de la provincia de
León (que iba de secretario del gobierno polilico
de Huelva) á su paso por Madrid : •t'aj'a vd.
(i) Lo* anxillos qit(» espHcltamentc ban ofrecido al
gobierno español en la señon del ai6 de ¡nnío*
tuantó antes á sU destino.» Fae pues mi buen Po-
lo desde León á Huelva ^ que es com.o.q.uien dice
de Polo á Polo de la España, pues dista 156 le-
guas, j al Ilegal* al eje polar de su penoso via-
ge se encuentra con sd destino ocupado ja por
otro 5 y (con una real orden diabolico-carramolinia-
na mandándole ir á la» Balearen, que es decir á
otro Polo distante otras 200 leguas^ Y hoj es ,el
dia que el Polo humano se encuentra atascado ea
Sevilla sin recursos para ha<:er su viaje polar al
antartico de las Baleares, ni para restituirse al
polo ártico de .León , donde dejó su dilatada fa-^
milia. ¿ Y habrá quien diga que bay un ministro
mas polígono^ mas poíiárquítóp mas polígloto , mas
politeísta f mas polígrafo, mas polipodio , mas po-
liedro , xniks polisílabo f mas politécnico ^ mas po/í-
pastos , ma» polisíndeton , mas polígamo j mas ptH»
lilla que Carramolino?
, I«OYE!$0 TRIMESTRE.
CAPILLADA Í69. JULIO 9 DE 1839.
Fr. gerundio.
Si auis dixerít Fr. Gerundium non
esse intriguis electoralibus ahitum us-
^ue ad ultiauun capilium capillaep
anathfma git»
Sí allano dijere que Fr* Gerundio lio
e»tá ahito de intrigas electorales liasta el
último pelo de su c-ipiliaf le planto un
porrazo que le bajo )os se90S basta el om-
h\y$!o,
Coi^c. €. Geründ.
ItfA.ÑA.NA '
BA-JA-RÁ
CHA.FA-LLA^DA
LA.PA.CA-TA
GA-RRA-SA-YA-ZA;
Maj bien , pifio , mnj bien ; lo has dicho
grandemente. Dame yn besito. — Anda^ da ud be«
0Íto ¿ Fr. Gerundio , que quiere mucho i los oi»
nos aplicados.«^Aái es !a veida;á, sonora , j mu-
cho mas cuando reúnen ^ como el de vd.^ la*.id«et»
üdad J la hermosura al despejo j aprovecUa*
miento. — Vaja , Gervasito , ahora dilo de corridO|
J)ara que le oiga Fr. Gerundio*. "/ — "-"
«ARGÜ£LLES-CALATRAVA-MENDIZABAX.*CANtE<-
RO ... ¡ ay qfle me equivoque I mí íuí á los .otros,
«Mañana bajara chafallada la pacata garra-
SAYAZA. Mamá , me había ido á4os otros.—No es
estrauo^ hijo mío; pero por eso no le quiere me*
nos este señor .—Todo al coutrario , señora ; lo
que admiro e3 las nociones tan , tempranas que
tiene ja su niuo de vd. en politica.| j lo familia-
res que le son los nombres de los personajes que
figuran en ella | cuando con ese desparpajo los
pronuncia apenas ha empezado a recibir la prime-
ra lección de la carlill^.— Crea yd. P. Fr. Ge»
rundió , que entre el loro y el m.e tienen atrona-
da la cabeza con esos nombres , porque lodo el
día se llevan repitiéndolos.
No bien habia la señora concli^dp de decirlo
cuando oigo detras de mi á un loro echar la si*
guiente carretilla: ^candidatos candidatos; Argüe-»
lies- Calatraifa'Mend¿zabal''CanterO' canfUdatos-can-m
didatos,* Interrumj)ÍQ al loro una voz^ que parecía
venir de la parte de la cociaa , y la cual ento^
naba esta copla ;
Mwidizabal y Ai-giielle«
siempre de candidatos
andan en danxa. -
«-•Señora , confieso a vd. que estoy asombra-
do de lo que oigo en esta casa. Sin duda que
esos s%ñore9 serán risita diaria de vd^^^No señor;
solo los conozco de vista • Sino que como hace
años que no se sale de eUos para candidatos 6
diputados por Madrid ^ á fuerza de oír repetir
siempre unos mismos nombres ^ el loro los jia to«
nado de memoria , el niño los ha aprendido de
oídselos 'lil loro, y la oocvrtera les suele 'cantar
sus coplas al son de los^ platos cuando friega. An^
tes pensaba yo haber pseguntadd á vd. sino ksthik
en Madrid mus que' estos 'hombres- de. que echar
mano , cuando apesar de estar ya tan. gaslad^fi
cada año se buscan los mismos^ y siempre los
mismo8¡<-^'Seuora , i eso no puedo coatestar á yd^
porque en esas cosas no Suelo meterme.
Y en esto volvi¿ el. orno á recitar sus leccio- '
nes confundiéndolo y mezclándolo todo:, •m^tñaha
hajarÍL CalatravaMentii:fabalgarrastijraui^»
OttiCÜ
cío»
ITna conquista.
"fi»
6*; Hállftse «cluAlmeiite una señora enfraoscada
*«ik' ardides j estratagemas | poqiendo en juegp as^
^eiaS| lineas j bártulos para hacer la conquístfi
'de .un Brigadier comandante general de cierta
^fo^iaeia'-j jiombre ^a maduro j que fígur¿ en la
guerra de la independencia eomo^ gefe de inteligen^
¡Aa y valor. ¡ A qa<$ estado van llegando lasr co^
sa^ y Virgen 'Santísima del Pilar !>
-^ Pero por Píos no me arrugues ^ bermanitas
nías j esas bermosas cejas que cubren esos gran*
des j pobl$ido9 párpados ,j esos hermosos j ha*,
bladores ojos! ^o miréis por Píos de mal ceño á
Fr« Gerundio^ porque es capaz de darle un sin»
güito de pena que ponga un desgraciado ter¿[iino
á su existencia gerundiana. No le sentenciéis á
muerte con yuestro resentimiento. Desenojaos j
escuchadme; escuchadme os suplico,
Habéis de saber , bermanitas de mi capilla j
de mi coraron ^ gue el brigadier citado es el
inismo Marido de la señora; ya yeisque la con*
Quista mada de especie. Con esta aelaracion ja
estaréis desenfadadas ^ si? Pero estrañar^ís qn^
una niuger se ocupe de conquistar á su marido^ j
mucho mas si os digo que ha hecho un viaje de
cincnenta leguas al efecto. Y no porqtie la ator-
mentasen celos y ni tuviese noticias ni sospechas
de que se hallase .mal entretenido^ ni buhicse re-
cibido de él desvíos 6 desdenes, nada de eso: ¡es
un plan jovellanistüll! ¿lo querréis creer? Pues
asi es como os lo digo.
Escogitando estaba cierto círculo de jovellane».
i^es cómo com [Prometer a aquel gefe de provincia
• que trabajase en su favor en ias elecciones : pen-
sárcm^ ^avilaron , meditaron y discurrieron: y
propuestos planes y desechados planes ^ al fin se
acordé enviar á 'la seíiora (qiie es también Jove-
Hauera) de plenipotenciaria cerca de su esposo
ten el diploma de tK)nquistadora y con todos los'
poderes necesarios <2rf koc, Pero el hermano bri*
gadier , liberal desde .Alpha hasta Omega , y que
asi* puede ver' á los requesoueros como el* Duque'
de la Victoria , permanece impertérrito ^ ines-
pugnable; tan- fiel marido como político conse*
cuente, dice que el himeneo y la política tie-
nen' sus de'bítos inconexos y distintos , y qu^ am-
bos los guardará bien y fielmente á fuer de buen
militar y de honrado consorte. Y aquí ha hecho
a^to y nadie le mueve.
jOh virtud digna, de elogio y remembranza!'
\0\k dkbólíe,a tnvencioii de lo? r^quesonecoSr 4^
Miradores 1. El d¡a]>lo deberéis tener en el cuerpo:
fflu^ líbranos de mal : amen Jesús.
EL CORREO DE GRACIA Y JUSTICIA.
Si supiera el Hermano Arrazola el obsequio
que yo Fr« Geruiiidio lo he di^pensadpr estos di^s^
Imposible es que no rae hubiera mandado ja el
uombramientQ de Gefe de Sección de la Secreta**
ría de su cargo ^ á pesar del óbice de no ser.
pariente suyo , ni aun remolo. Porque obsequio
es y no pequeño de parte de un Fr. tGerundip
que ni acostumbra ni ahora le perxniten sus aten-
oiones leer una cosa dos veces, haber no so^k
lo releído sino reestudiado su circular á los
Jueces de primera instancia. Pero como él se está
e.n su casa ó en su ministerio y yo. me ^stoy ea
mi celda , y ni nos vemos ni nps hablamos sino
por m^dip de la prensa ^ no ha|)rá podido ^aber
hasta ahora que yo se lo comunico por este ge-
rundiano conducto , la gracia y mérito que yo,
encuentro en dicha su circular , como que á ello
y ¿las floKS cordiales conque sigo alternaudqi
i áus'res'peotivas horas ^ es á lo que sin dada áe^
Bg,«1 ir xecobrando ia» fuerzas perdidas en mi re«v
«iente ifidisposicion\, '
Elca^o es qu€ el sábitdo último tuve el gusto
dé hublár con el Administrador general de Correos*
y Á pesar dehaberme manifestado el' mayor inte-,
T¿sy sa4isfa,c<3Íon por-mi restablecÍRiiento^ no me
ocurrió '{¡tonto de nrí! Soplico a vd. , Si? •Adminis<*
Vfador 9' tenga la bondad de dispensarme ieV ^enun»
do) no icíeí ocontó: datle'Ias gracias por la parte
acrtiva^y medicinal >que. ^ tenido en mi mejoría^
pues so pongo que si no mías , debiarel tener taiítsi
parte cuja circular, ^y que unos de* ios prijicipa«i
les fifaesí^sino 'el |^ituo»iijl de todos) que debie-»
n)íl !prbpo4)ers6 los dos ai Acordarla^ seria hacer
subía* la renta de corraos'. Porque «ontando coa
qÚB los Jueces de primera instancio entre buenos y
Biálos sean unos trescientos cincuenta ^ plus irai«
¡^íV,e y y teniendo qiue dirigir infitlibleaieute todos
los correos por lo míenos- ;dos oficios cada uno, dan],
d^ aottioift d«Lestadajr^ siu tomas que presentan las
^lec^ioues , el uno di ratamente al flainisterio , y el
otfOíal:jegeiite de i^ada audiencia respectiva, para
quejes p^iga en la hoja de servicios lainotacom^
pélente que manda la circular según su puntuali-
A^á 6 uegUgeuciai resulta que .siempre son setecien-
tos oficios mas de cargamento en las balijas cada
jorreo, que á real y medio de porte ' unos co/í
oti;os dan por la parte mas corta el . producto
ele dos mil reales semaiíules d? aurneuto ¿ la rea-
, er44r3
la i la cnal podrá venir «orno de molde á las
pobres viudas que cobrabao por Correos, y Ijiie
desde la centralización de fondos del hermano
Hom panera po )iun podido cobrar un cuarto las
infeüpesf -
Lo que envidio , yo , y eso que no es la pa-
sión de la envidia la que me domina . á mi Fray-
Gerundio f es la diversión que tiene ahora el mi-
nistro y lo entretenido que pasará el tiempo coa
la agradíable y variada lectura de setecientos ofi-
(cios á la semana $ y eso que ha tenido la. discreta
advertencia de relevar del cargo del parte electo*
Jal á los Jueces de los partidos eo que por estar
ocupados por los facciosos ni se hacen elecciones
ni residen en ellos los jueces^ que al fin siempre,
lia sido una ocurrencia feliz (1) ; si bien por otro
lado se compensa este vacío con el parte diario
q^e tendrán que dar los que se hallen en los dis-
tritos én donde ^ como por ejemplo en Aragón^
]|iay todos los días correo para la corte.
Después entrará el cotejo con los partes de
los Gefes Políticos recibidos en la Gobernación^
para ver si convienen unos con otros en la vera*
cidad de los hechos^ y si simpatizan en espíritu
(i) y en verdad que esto no está muy híen calculado,
porque el juez v. g> de Morelía , ó de cualquier parteo
del Maestrazgo, podía desde la G)ruña ó donde se halJe
dar el parte ^^Sín novedad'^ , que al cabo eso mas acr«-«
cía la teata^ de- Correos. *
'y en ideas; porque de otro modo ¿c¿ino se faa de
bacer la clasificación para las notas de las hojas
de méritos? A este fin deberán reunirse todos los
dias los ministros de los dos ramos | j colocando
cada uno entre las piernas el cesto de su respec'»
tiva correspondencia electoral , como artesón de
mondongo delante de aplicada mondoQguera , ir
cotejando partes con partes ^ j haciendo su com«
posición de logar ^ estractandoy anotando y orde«
nando , bien por el método analítico, bien por
el sintético y según el gusto ¿ sistema filosófico de
cada ministro. Si todos pasaran asi el tiempo, es^
cusabao de darse á vicios ni de andar á . pieos
pardos^
La idea de cometer a los jueces de primera
instancia el encargo de informar sobre el estado
de la tranquilidad en su partido y medidas que
se hajau adoptado para el restablecimiento del
orden | el modo con que se presenta la opinión
general sobre elecciones , candidaturas que circu«
lén j probabilidades que ofrezcan ,, resultado de
los escrutinios parciales j generales etcétera^ etee»
tera , tiene cierta novedad de primera instancia,
aii como invención de ministro de prima tonsura.
Mas para que las disposiciones del gobierno mar*
ehárau en armonía , era menester que el ministro
de la guerra pasara otra circular á los comandan*^
tes generales de las provincias paia que todos los
correos le informase del número de pleitos qué
hubiese en cada juzgado | con especificación de
Ibs civiles y Grímioáles , de Jos fallos que voy«i^
recayendo, apelaciones que se interpon ga-n , qmé-¿
Bes sean los sugetos roas pleitistas de cada patti*
do y y de que espíritu se hallan animados los es^
eribanos y procuradores, si tienen el Febrero y
el Posadilla , y sí los al-guaciles cobran por el
arancel deJUúltimo arreglo provisional de Justicia
& por el antiguo. Asi como el Sr. Primo de Ri-
vera, si quiere empezar acreditando el ministerÍQ
de Marina , debe pasar otra circular con urgen-* ^
cía á los comandantes de los departamentos para
que todos los correos directamente y bajo la res*
poasabilidad á . que se hagan acreedores por su
puntualidad 6 negligencia , le den cuenta del es*
piritu que aníiha al clero de cada diócesi , cómo
han recibido la medida del medio diezmo , si los
párrocos presentan las tazmías en los términos
que se les tiene prevenido , si los sacerdotes arre-
glan su conducta á lo que dispone el Santo Con-
cilio de Trento , y si en las conferencias morales
que celebren dominan los opiniones de Echarrí,
de Gunilíatí ó de Grossin, con cuantos mas datos
j observaciones crean conducentes para el bueu
arreglo de la marina y conservación de los mne«i
lies y arsenales. Así habría armonía y regulari-
dad en^ las disposiciones del gobierno; pero si de-
jan aiislado al señor Arrazola , la circular no pue-
de surtir todo eV efecto que se desea, por mas
que ella en si encierre todos los elementos de
vtilidad pública. . ., :. ..i.
Atribuyen algunos que se jo que miras sU
llieUras ¿ dicha circular. Yo digo que no puede
lleyar malicia alguna , sino que deb¡¿ inspirarla
un espíritu de curiosidad ^ en que asi puede in-
currir un ministro como una niuger , que yo no
estoy por la opinión de un célebre filósofo francés
del siglo diez y ocho , esto es ^ que la curiosidad
tea peculiar de perritos ^ de monos y d« mugeres;
digo y repito que, no lo es menos de ministros de
gracia y justicia. Y <Jue si otro objeto que la cu*
riosidad la hubiera dictado , por ejemplo el de in^
fluir en las elecciones , medios tenia mas directos
y eficaces , y con haber echado á volar de las
arcas de gracia y justicia unos quince mil duros,
como dicen que ha hecho su compañero el de la
desgobernacionj el camino era mas hreve^^y se
esGusaha el circulo vicioso de las circulares.
£1 cielo áé á los jueces de \ primera instancia
piernas para correr por calles, plazas y cafés,
narices para olfatear opiniones , oídos de tísicos
para oír lo que se chismea , y tiempo , holgura,
acierto y longanimidad ; y á los caballos de la
posta fuerza y robustez en la cruz y el espinazo
para resistir el cargamento del correo de Gracia y
Justicia.
^48^
GUIRIGAY y CATARATAS.
Señor , novedades tenemos; me decidí ajer T^im>
rabeque con la Gacela en la roano : le han quw
tado la vida. — Hombre! ¿á quien?— Al Guirigay p
señor. — ¿Tu qué dices? — Señor | lo que vd, oje:
aqui está el decreto. — A ver f bonibre p á ver:
léemelo. — «Enterada S. M. por su copsejo de mí*
nístros de que la salud, del estaco reclama impe«
liosamente la suspensión del periódico Guirigay,
que se publica en esta corte; j conformándose
con el parecer de Unánue... — Mucbacfio ^ ¿ c¿mo
ba de decir de Unánue j si Unánue es el primer
tenor de la opera? Vuelve á leer. — Tiene vd. razón,
señor ; dice unánime: «con él )parecer unánime del
mismo consejo ^ se ha servido resolver la suspen-^
sion de dicho periódico...* — Eso es distinto^ hom-
bre : suspender no es matar.^-Llámelo vd. hache^
señor.^Sigue y sigue. — «Hasta que , dada cuenta
á las cortes por el gobierno de esta determina-
ción... — ¡Por el gobierno de esta determinación di-
ce? — Sí señor.— No dirá asi; dirá: «hasta /^que
dando el gobierno cuenta de esta determinación á
las cortes....» — No señor; dice como yo he leído.
— Vaya, pues será defecto de redacción. Sigue. — -
«Y de los graves motivos, que le han obligado í
_ ^^ ^ --te*»—
elllf ) tfí^'Mttelrá la contreniente. De real' ordea
I» ioíaítiiiieo á vd..."^No dirá rd.^üsted dice,
étñtfjr I y iíieñ cláro.«««i'¿Pues á qu¡¿n se comuni-
««7-i^-A l0ft .gefes políticos.-» En tonceá dirá Y. S'.|
iontót^^^O' dice Usia tonto, señor que d!cé Usted
jfoo«— Eo Terdad que no sé cómo no me tieaeii
«ioe 4»ii srimpleud. Vamos I acaba de leer, -««Para
Mtifftdigeircta 7" efectos correspondrenteis. Dios
gW*de ¿' UMed seco (;t) otra re% muchos años«-a
Mira si trae fecha| no sea que se le baya' olvidado
cováb i iirrazola en ^u ^ir<tular.-^Si 5e£or| la
tittet «Ifadtíd 7 de Jé1ió.,.«
Nrate ábi , Tirabeque i J admira conmigo U
coinéidéñtía de haberse salvado dos veces el esta«
d^ A diá 7 de Julio : U una el añ¿ 22 por el va*
íor-y denuedo de los^ 'milicianos nacionales , ven*
eieAdé y escarmeo^vndo á las trepsis de la guárdiii
qne invadieron la corte cbn ánimo de ar Trancar M
libertad I j lo otr^ el alio 39 con U mverte del
Giarigay que reclaibaba imperiosau^enté la salud
dd'éstndoA. diá 7 dé* Julio. Afir^ si decia jo coa
razón en la primera capilláda^ de este trimestre
'éférán vds, hermanos mio's ^ cuántas éoéok van á
oeurrir en este mes.» 'Mira si es previsor' nuestro
gobierno Ciu^iMbo I hombre ; ayer ¿liéntras losná«
eíonales se desgaritaban en dar viVas á lá Consti^
iucioii en la plaza f inientras se paseaban dé' uá
i' \ ■ . '*" ■ ;■•■■■»■
(i) ' En verdad tya^ qaien tnu á tés %tt$% politices
«oído k uAot escribi<jntillq|.^^9ÍUfloa^.nó eSjeHrallOi,^^
|ol dM^che con uA TOA
Tomo VII» i
lado á otro lo^i^ batalloo^s j^^n^i^o Om^^n ^MU^
ba ?al^andp el eslad^. ]L.,»ar..á flos h€];^9i^r74(
^ulio del ano .22 que salvoron la 'l¡bcjr(|id ^ ^ií«|
gobierjío d^^l 7 de Julio qii^á. io^ ^i^x^-^^^^t»
}u$lo^ IftjFplvió á aalyar.cl^pii^in^ 4ÍM.i8ManiWiie)
Guirigay/ . ^^ , . .^ -;! «j- j^ : •' n^l— ..*o*>.
Parecpipe ,^1111 ai^o , .qu9 todA e90.Í4^.4tl^ cni«
por burja^ ^ y que dqfieude . ^d..; aljGiutíí^.'^.
Nada inepos q^e eso ^, Pelq^iX^ ;. QS^o^ i UieoM^ot
de defq^djBr.laa doctrifi^s, 4A p!*»r»g*17 .(í««*«ailá¿
bes q^ue^ iio.iLdefiendp ;.}as jde. »n¡ng«i^ Ij^efiódiu^
pues JO no defiendo $jnq ;|]g|ÍB 9p¡inone%.:1;;^lea c(H
mo elki^ seiin ^ ni menos, ^u .macera di? o4A(tíl las
cosas^.ni.me nieto á graduar bas^ qoe|<upt(>;ha|y:^
6 no abusÁido de la libe^Jta^d .de escribit ,pí si 1^$
últiinos becbos que denMn<;ia.sqn.4 P^\í¡ií^tPirf ^i
91 en easpyd^ serlo están.- fuera de La jurisdi^c¿oa4ci
^a prensa periódica: sino qve«<miero.so|^.i^ q;^^
haja abusado, de ella muj grave^ j.Aiuj^ipialicip'^
a 6 mujr incautamentei cuanto mayor e^ ui|,ab,u#o>
Pelegrin^ ^R^A mas fucil.e^, casltgurlex•rjc^pnn;lkle
por lo9:»»ed¡os legales que; á su ^i&pPfÁcipntiena. el
gobíei;no ^. jr el gobierno que se confiesa .imjiiojt^fir
te para Cjpjregirlos por ,los inc.dJLQS 4iHe,;l|iS;4fU:flf
le facUitan.ji j.no sabe, .apelar ?íno á \jf'j\\9}^f^,^\fy
a las medidas bruscas I ^1 afro]^Uam¡e^^to^ .dL<^.|a^
Jcye? deque se dicq d^stodio y j al AfWj ^pM^ff
dá la prueba nías lastimojía ^jl^ .. debJlÜaiLjLiL*
¡neicia qu^ se. puede disouírir f .em|ktío«» stíí catfla^
éseitaí sosjMTtbás'i encíeíitliBí U lé^iVipsidad | Xj^
^f^infüió iHélínen^ la creencia dd lado donde ¿4
btñfO ittodo 001 de ioélítiaría. Y pof^ahora sigúele-
j^eildo'< ver qué mas trae la Gaceta. '*
-- • Seíior^ aboTit sdgue: Cámara de los Comunes»
¿Lba' etilo de los C»iDuñes?-^No; clw pásalo en si*»
lébcid;'^ Luego* sigue : Tribunal de los pares, ¿Lo
)eo>7-^Tainpoco<$ de lo estrangero no leas nada.
BoMa ^fíl fid|iciaá^ de España , que son las quar
»ás HQSv importan r--^Seabr, no bay España. — ¿Có*
aso qiie no hajf^ España ^-*No hay Espüna y señor.
•^¿ Pero no trae Aoticicis de algún pueblo de Eá«
pafiá? '.^ Señor ^ na sé si estos dos pueblos que po*
ne aqiíi serán de España ^ pero yo nunca los he
•ido nombrar.— >¿Guáles son 1 ^-^ F'acantes / Biblio^
^9^a.— ¡Es posible, hombre! Trae esas gafas.
:Me puse las gafas, cogí la Gnoeta | y en efcc«
lo no traia una sola notrcia de ningún pueblo dd
la península. Si nó bubiera sido p^f el deoreto del
Ottirfgay, podía habef pasado por la Gaceta do
Attgsbnrgo traducida ál español. Pero no por eso
dejaba de llenar cinco columnas dé gruesa letra
bajo el epígrafe de Relación de las cataratas mas
nMaUes. Toma, le dije á Tirabeque; etíte'rate de
las mayores Cdtatatasqxie hay en el mundo. Abií
hallarás las famosas -cataratas del Rhin , las del
Niló, las del Ródano , las de Ioé Fó/ers ¡ las del
fíiagaroy la de PappanasSnní ^ la 'áe Pf^iWer forcé ^
la de Stauh Bach\ en fin afai verás , abi verás. ^
Tomí Trrabeque otra vez la Gaceta ¡ J ^\
cabo de madia borH me di^ : Señor , mé hé dé^'^
pjado I 7 no encuentro Un cataratai jnojuFvi
que hay : las mayores no están aqni«-r*Piie0 <4fjQé
^tienes tú noticia de algunas cataratas mas ao«»
tables que. esas? — Si señor, y no están aqiii*— -
¿Lo has leído hiea todo?— rTodo , .seftor^ siu^dif»
jar un tildis«-^¿Pues de qu¿ catacatas |iene4,.jbi|
noticia que no se hallea en esa rctlacion 7<-»Sei[ov^
de las cataratas de los ministros | que piir¿e«aie
que deben ser mayores qué la^ del Nilío j y las
diel Ruin , y las de, los Fulhros f y las del Pupa»
jraso y todas esas que cita la Gacela* Y tengo para
mi que si ño se las abate tüego ^Igun cirujano
que tenga buen estuche y buena erramientai los
que han quitado un Guirigay nos yan á metév
en otro, donde I, como dice la Gaceta, si llega*
píos á resbalar I nulla es ridenoic-^Yeo ^ Tira-
beque I que has ¿onfundido las cataratas de los
ríos con las cataratas de los ojos, las cascadas ¿
grandes saltos de agua con esa telilla blanca que
cubriendo la niña del ojo suele impedir la vista; y
aquellas y no estas son las que se describen en la
relación de la Gaceta »-^Señor, como empezaba pro«
hibiendo el Guirigay,, y el Guirigay le yendeii los
ciegos que tienen cataratas^ por eiso pensé que
hablaba de. las cataratas de los ojoá. Pero bien
dicho está lo dicho; y si le preguntan- á Tirabeque
cuáles son las mayores cataratas del mundo, siem-
pre dirá que las de los ministros , que no conteu*
tándose con s^r ellos ciegos , quieren que tambiea
Ips- d^man tengamos cataratas ^n los ojos.
€*PHiLAl>A SteO. JULIO tt DE 183».
F». GERÜ]¥DIO.
iJi 71/1V dioíérii gobternum ñon torea"
► W «ttí a/^e capeare ad gustum sane^
^tumsuuinf nosque cum sancta riostra
€achaza ^omnes suas sortes non sufftrr§A
antahema 4i/#
• Si alguno dijere que el gobierno n^
hoi^'está toreando á su satisfacción, y qu^
noptros no nos dejamos echar con nues-
tra ^anta cachaza las suertes que le aco-
moda, le estrujo entre los dedos ^ono
quien entruja nn limón.
CONC. 6. GSAÜNO.
Toros eh tarde bresca , toro6""en elia.
Fresca en efecto estaba la tarde del lunes •• era
ttna^ tarde de vice-versa \ tarde anómala , porque
Iiacer fresco en julio jr en Madrid és un fen^oM-
no tan fner»- d^ ióAÁs íis. proba%(lidad«i
Ter á D. Juan Arélalo en el nnnnférío. S¡n~éÍD^
Jmrgp lo lino j lo otro es cieTt9.^^o'9Múf^'49^
tuna, lo otro poir desgracia , conforme i la~lej.de
las coiTipensacIones. Y por clerto^qiic en la freí^
cura del día no podrá decir el ministro 'J^si^etié
nadq^ que iayoéX la mas p^rfii^e^ .|^ar^* ^etjiízo
todo lo posible por acalorarle; asi es que la gente
á eso de niediodia^-estalMi a l g o ma s de lo, OüdiiMí»
rio caliente hacia la Puerta del Sol con motiro
de la suspensión del Guirigay ; P^ro c^tc es mi
calor que pasa luego, es un. fuc^o fatuo: ntran^
Mvi (e^o Fr, Gemndius) eteoee^non eraii cuando
Ío pase y A uo, había nada.9 l]B¡eQ^lo sabe el go*
íerno , y por eso hace lo* qué ^ buce ; j bien lo ñé
JO también y por eso hago lo qne hago. Por la
tarde ya hacia fresco ; por J[a/nó,4h^ ^>'*o (afeccich»
nes astronómicas de la atmósfera del pueblo).
,,■ Ello es qyue yo Fr. Gerundio «que hahia pea*^
sudo no ver toras hasta que hubiese cortes, ani*
mado con !a frescura de la tarde y con las ina*
tnncias de algunos hermanos , ¿ice del julio se*
tierabre, asi como otrcs pep^sarán del setiembre
hacer su agosto , y me fui allá (1). Cuando lle-
gue ann no había dado principio lá discusioá, pe*
ro á muy poco hizo la sena de costumbr^e el pre-
sidente p j se abri¿ la sesión , es decir se abrió le
(I) Este éílÍ4Í sígní fies U pUta.^a toroté^ .
^iQfMs ''deÍ'tor9; 'ilehtlb él prhnéfo' tn el usa
llirt^i4lt^^^«'es'lá'J>hldbfa dé esta claié dé dipu^
«ftllodf '#b %^rmosk> íotú llHitiááo Jeardtiiffro. No he
vfeÍ»lftiAi#ál'ifnás gérdá' abe el supuésM Jkrdine-*
\chtlié iftW^ téiira^obBolMé'iitas ^ vrddi&s ée ¿ame:
láí lf#j^ni<^'' dá dedi' éüfaocieñtas T&dás qne oclio*
éietfltds libras^ pOFqué una libra de "carne es lo
^\íé<ea)cále jo que térfdrán una con otra las ym-
¿áí^'í^ulé'' tienen peitiioit deí estado. £F'tal Jardi-
neiVnse eonocia qtre litibiá pacido á dos carrillo
eéiá)^ -bl^uíios oltós ^^cl^esiástícos que atin"poseeh
jili:^iríidird'de'i>enéficrbs 'i pesar dé todas las pro¿
fób)eí6rt^.<t^ ¿"é los eanoíie^ J'de las reales ¿rdeiiesl
ISnée doblé ser t\ ^GSmctinr de espolias de id ¿íéhesa;
Tenia una'éábeza édmt^ uii'Gmtide de Cspafta^^ unk
4úe¥tíi ébitaof na • irítf j'oraxgo de aldea : daba unas
^onftestaéúnés como un Alaix, y unos Tesoplidos
«ditid'lJff^Pidál. Sin ra&bargo , paira 'romper las
>^C9Stindtitl'es necesitflíbal qoeie ostigáfáii como el
Wjá-de-.Hgtpto. 'i ' '
• • 'Yó' tenia delante escritos en un papé! fos nom*
iired'di) éáda ioro J^y- fa clafsifiéation de '^s caá*
lidádes qtre ^ había Kécbo' por *su pinta y "triizas un
nádMiádo thléligeotet-p^«'o \io de eStbs inteligen-
tes ^d« la" Suprema ' iíitHtgetiéia I qne sléguti mi in-
téHjjéncia ^ínfima 'stíií'*lós que méuiDS' eiitienden
pue^* ci'eo'que'ni ellos tnhmófs son' capaces de en*
tender io -que dicen ^''''ííírib Thtéligéñté'en taurolo-
gia. Láí 'iílas¡fica6lód'tlfel'tó)>«eíío Jatíinéro era:
bueno f.Uegará. Atgif o^ ^>I¿ uoló níl eiafpécificaba
i dúlcele i^egaHn y JO 8vim«e ftue 9alerti%^cM^y4
los cpljittjllf;^».. Y asi era. eo.Bfc;ctOt.:i4l tai4ahAt^.p«V0
al cabo [l^a llegando á .^9 :c^aUos, J.av^ M^^üade^
lante ^^ l^^ue, eUjiSjjjuisifiíja^. ,TaBi)>>««t,€tI(XI»f
<jue 4e }fi .yicioria *9í4í>>ífii, llega f dm4fli t^4#l
Pr0tea4knte^,pero llegarácob e^, tiempo, y ffví^ 00
se gan^^ ?í,a<ppra en i^na.ho^aj.jffcor.qiijp^^inbm'»*!
her ma HjO . Ba} donie r o es. hmm J llegar ¿^ D, ' jCa vloa
lia dieho .á sus tropas que, llegará en; 8a,,aiifl¿UQ
tin ejercito 4^: sesenta mil ísíu^ew ^ f Mr*.jf0í^
^¡ce por otro lado que U^gaf¿f si jTuese j ,peif ^sn»
rio , eij farop nuestro ; pé;-^ jf«>jr »» tiefie|irt«dr:4^
que Ble. lo. diga la R&i)isfú,4^,JP€i^U i o{»iih> /^e7){jl
para o^íí^ tii para npsiitritó j/^jíara , p01í;qM^ 4<*ér
Felipe es mas marrajo «iu^.i^l, /ia|r¿¿Aeixit.-.; ¡t ¡ .; I
, . Presen t¿se en medio de,la, plaza <í^ii^ ibum^H
presó.n:i:io^ ^ hostilizar al toro uo p^r^Ujo^^^lkigiii*
]iiouatrp;y.p4io.4e estos dogbitos que Uf^.-fir^eo inas
i}u^ .pj^ra eii^tar en la.Xalda de a]gu.nsi^ >seilarat sm
familia , ¿ para avisar si de noelie ojea algna x«ii«
do.ejiia i^aíUu Pero el ,trastuel^ (^i quieu. Digsr^*
vida!) .empellado en qua ha^ia, de haieer de pftiaoua
dando siis bi:inquitos y, asi tqW^ quién tratajba de
bat»eVse^9^ ;eoO .el toro^ Usaba ^de la libertad. 4^ lar
drar como^^sa eualqajer cU#g^r^vis, de la Jüibfírlad
lie escribir. .Todos nos r^iiamos^del pobre, «animailii*
Xq y 7:.bafta, ^, toi;o diami^ j^is^i^da qi|^ le » costi
á. Hormigp.júp testerazo i?pi|,tra la, barrera. ¡Ipuce^^a»
le al jardinero eoo aquel: perrito lo mismo que á
fr, :QeK:^p¿lp ton. úii^s ^ goj^queeiUosq^e. ha^
|^8l^j^aJP^^o^.)^sy^ppj8|^^d^ j etopf cunado ^^^l
'^¡!^fiio)f VÍ^W^^^99 ppr ft|gjit|f|9. cepillada» ^4^
j q i } í| ¿i a ff ^a ^ttdffl jpi^r .iviU Hadrgndt «o ^^tw de i^oí^
de y ycómo (fiif^^{[idp.haber8f)aj|i;aQ,'8i| Paternidad
]^op |e dlcj^^.\á^vvi r.cmeiicia|que^9jeríín que 1«^
e^este;.c||r^pli^inente2 pei:^ ^ñ{^ h^bie^ra. perdf-
ép el Jardinero. f^¡ áijgaiáíká táiirjcs^ aj'lijibiesf 4!^*
cg^idp_^ ^pntej^r. á aq^u^^ Bal.l»uei) illa (fue le ao*
cU^^'^^ran^^^ ^o le «onteata^ .b^stáqtf? \tk risfi
fi^Qdcr«e,jcp)^^,g^Qte n^Updrina, y bril^^jüela. > ,.,
•jj;mT*9^ Wp^^le la ^mercfd.al. presidente deJ
5e9MeJQ . dj^: J^Q^^ e^ el^pi;¡mi9r eap(^4^
Jjiap .^l.ep^ « ij^e \ 4®9pue8 de babei;nois tenido n^
4i<i .llora; ii|;^ax:^and(ii el falI^o ^ de..au ..>/|toc|ue jo
IC]^jiiqae, tjrata^ba J^e cpnmutar.^a^ ^x^r4fnpro la ppna
dejin^erie fM^fk de confiofunieoto a una de hk$
)^lg;i^re# y, ¿proveer de . %apat;^ Ji ti;^^atar^loiy
«^Q^p -lo ba 9Íd9 el candé de Q^mpomanes en Ga^
Jicii^ d|^8ptie$ de.b^beraele probadPi según dícen|.^
^.faifiQsa e%mf^ 4e conspiración £qrinada por el
jjbef^pi;», ValdeSv^er individuó ^e la junta
can»
liata. £1 tal Lc^on^. decano de los espad/is, dii;eD
Que era bpmbre.que lo entendía en ( su tiénipo..lJo
jCfi;eo. mu j biep i también el Sr« Pérez de Gistro
ffl:.afio 12 ep Cádiz era bom^re 'que isostenia cpo
Eaego li^s liberlades.patriaai 7|Íu)jr está becba m
^q*tfe })áta m1nWti'Í)Í J^^'tor¿rói ib^'liaála' qué''2á/Í8*
•' '^ ir segiitíío ¥¿4lari<afca '£Ábr¿)[oPr''ét\:ÁU ^»áÍ
lyálmcnie • y nó'Vo *6straft¿ 'éií •át^hclbh i lo'íf^}^
'íf¿hd¡aa y' píerjndVcá^a 'qiié sé* tíalfif^ ¿r "cíáafe*, 1^
"ciiaC'ei' fcÜ pa'í de *b'm t)"ra vecbi- 'aP^»tia¿ ' ttiattsb V^Í'AÍ
celíW y íÍ^áWdá*Ü¿y V ¡y ^i' Kiénifíra qtl^lití'^*^*^'^^
•gfi^o jJaV-r^útífidh'sé coTilémptarty *ft^^ di toi que
*ii6' lá' alorítíSíítafeaif %)sp¿cíia% 'de inÍBd'¿RdáBÍ*^¿
Irií'eti'fifi iqúé pódiá' KáLer hecHo ^áíf tarrf^erk 'jr 'stl
íirhiña^pir^ietr' rf'óz'o* coWo ál^ífoV 1iotnl)i''Í^§^
y qSie si bübíéi^l íío'á BélgPcii^^Wtf^' Van-^HÁléi^
^lio eT tótíÍo*'9éfxttí','''síno su béráíánq T37JÍÍ!Ín^^
Vtó'düdÓ (jilfe fcublWe '^.dejado áÚi^^íaft ti tatt¿á"díp
HUéna eáíáWt)íaí-(ébttío'fl, Pero el poBré LabradÜP,
íífeápnes de haberle inalparaáo á' fuerza de ' tóu*
^\ ¡ B til- io n es (le ' ^a n g ré , a qñét Laprii^ór ' q iífe *^ *t¿ia
ítjjb al •pobrccflo"'*£a¿rádor eí'm-é^^^
8fi\stoque "tan in a es trame ule* qiie le '¿qrt¿ el 'UIS
VSé la vídaáín que le álcanzaJefá uáeido.*" - '• *
jlf^in^fejIínBbre.). jpaf8.,pQr tal |eiigo yo el pelo
^lJíii»flft,,cu,iWH.,t<?r<?:íty:ín^>»:Cuaí^4iO la i^miáe no-
pxpcefie. t>i.4vla.vedpd.xii .de !«&. ncuiohót. fisindto*^
9f i^ ' t)ii>ta fea lo.^liblaoco c»maeii.l^ terminar
flipn, 4^), .noffibce. ]^^X9 .<^up qoQsosi»¿ .después .ma^
fill^jIpM .911 .1^ 4:^^ji4i$<]te^ qqe (^¿ de^eu^ríendoi
De /M^ayofo c$Ul;a._c;iÍi&cado I .jr yds, ; )ra sqI^a
gjtti^.Qar|faiDpHoo,1|ai9,bieu .tiene dada^i^pruebiis de
gfigoj^¡j/^[ ¿Pu9s y-, qu¿ medjceo.. ydsj de. bh nk^Í0
Í^l89)fiMf,,pot U,ky ieih. is^rífíra,;?.: I CíramlioU
fpfíj.f^lifVfi\\ino ji^ sf^. .alma !. .'Después. ^ .luiberlfi
§a^;Ri^(^ delr^pi'ifVieiP* brifHSjcr» con jlun majQff. sqlluiw
S«^,pl9jat4 delsegifndo ei» el- tei^ii^e,. «emo si aof
4f|))if^ l>Msc4i»do a) >'Qddcj(or d«l («vUi^r^i jr sfe
^If bÁc^qj%arado, qu^. esJí<siba Mlu ¥»eil ferdad ^9$
liíijc^ftiquB.v^iiía j* /d^ l^«^t»rU A* 1^ 4wprwiüi^
{j^rq^e tenia el briisca ú. hocico. D^gco,,. comotis»
Ji^bifl|^„;.«nfl$i4^r! biwueftdp ú oUepdp Ijo* rpdillof
4#| tls^ > . preasas* . . Tpdo jel ciieirpo . tenía ja > sobdre
Jpft^8Íp.otps.j yai.flo a^abí de. áufeirífué «por qué
4e le fRiiedaron las patas traseráfS .en.ilas.dos m^r
J9l|ia«)|^^o cual leíbítz^ caer otra Tet.i.Perp volvü
«ítla.ipla^ ^ y yolyií n. saltar ^ y ,;ii?pitió;.e«lere)riv
^«J4( s^ífi^ ochofV^fs^y Qfis«'no vi^ta.'SGasi) nunf
e«r^,j,tai fiíe' el temor., que infun^¡¿ áJ^S gentN
¿f^ l<i% tf{ttdi4o4>iiq#e ya^.al.se^io.aij|ag«!>de querer
subir buiau abandonando sus plazas como.dos cs^r
listas: d«i:r^0rte al sol^ AAia^ de la .-ayi^j^inincion
del Cond0i-Dai|ae; Con tnibé qftf* ley '«»uMli k
«infusión. 7 0) 4e9¿Fdetf'4o'hlUmc»»<qtií¿ á lérá^ifi^
eiosos f etí términos quo sí ^ halStm aTáfíízádb'ti'tt
¡moo maft k> mirtilo éi Du¡jüe^<(xie''Cid'i^lliw'f'9li
giin lo (}tt¿ ^ierán los de tas ííbrfífíeacibiiés ité^
tagoiirdia y jo cVeoqué-el tendido y D. Catión sé
tftiédan Mñ jwite, y la coffida-^ 1^ giiéfW He
adaban mas pronto délo qttepénáabap^ cltijUnta^^
tttieitto y. las i6íncb agrandes poférñéias."
o'> Btie£}<dt»nio digo; bájof aqii^lfa 'pifl dé' b'eniíp^.
laidnd* y- róbderaéion encabria ? él Clavelliho «na
e'riicldad yiuna ihtolcrawciir-^ térdadérámeiiíte'XOi^
t^lláie^iáé ha fiel la- í:bmparí[$ jx>' a ía'ctrbdtáf
qite'pas<$<<íl ^tf>o>4íá e) CkiveÜirh ÚA náiixdieiñx^^^
4os gcfes poUtieós reencárgándbleá estreebamen^o
la mas rigarc^a impalreialidád y el mas escrtipuRií-
'S0« ceU pi)t Uc con^ervicionf d¿ Ja'^ libertad 'i^' tik
<&lec€Íoiflto; y 'ia intolerancia que la candida pfél
ÍBfntttbiiac^ á'ltfH iiñstl^ticciéné^ decretas qvré les -tfa
|MÍra que trabajen como negros por el triuilft» 4c
sil panino* -Btos «$e libré de pieleé y circularé^
iifpocril;as« Mat^ León i Glair^lliño de una OstO^
ea<hi'á traimon\ No me gusté ; me incomoda ': fú
qpitero quéiá.los mioisiros y á los toros qué ba«
•ywD 8altad<oi4a; liarrera' de las lejes^ les* j^s|^é^Ia
4oy^ y los) mate I si lo «CReceii» ¥a veo qae wtge
^1 es|!arttíi¿ntó^ pefo{«Smo ha de ser! cOo|)e«
Yeiuos ldd<»s á que llegue feuanio antes el" día
-deseado;'"'
' Bl <iciárjro llama^ Mojoso p y elas¡$cadb 'á%
fijgera, «erA de la mUma piotá que el aat^eUtao^
7 ptqcO;inas6 menps de lat mismas eostombre^'
Diferenciábase sin embargo en el traje , pues est«
Ueyaba unos botines negros, especie de botas dé
moütac que le subían basta media nalgí , de ma^
ñeca que parecia un dragón á quien le babiad
muerto «1 caballo en 4iocion de guerra. Por lo de^
mas tenia también el bocico negro «omo su ant6¿
eesor $ .color de bocico que se mete donde no de-*
be. Y como me babian ¿icbo , á mí Fr. Gerundíé
i quien dicen todo lo que pasa j aun algo mas^ ,
que aquel dia babia allanado Ja policía una m^
pcenta^mis temores, me pas¿ si el Majoso vendria
también de allanar la mia de ¿rden del gobiemo|
no porque bubiese^el mas pequefio motivo ni an»
tecedente á mi parecer, sino porque una vet
puestas las imprentas fuera, de la lej, ¿quién pue^
de asegurar que ningún Mojoso meterá el bocico
•n la súyal
Dije que tenia las mismas costumbres que el
CUt^Minoj porque efectivamente tanto en lo fisieo
como en lo moral demostraba la misma educación
y loi mismos principios. Ligero según la califica^
cion de mi amigo ^ salt¿ también la barrera una
porcioo.de veces} ¡fatal modo de cundir este abu*
•o de la fuerza !. Es desgracia , que donde quiera
que uno vuelva la vista no ba de ver otra cosaé
.y cuando estaba ya berido de jouerte, asombra*
dos quedamos de verle arrancar una puerta sa*
^ndok de quicio > jr -^«parándola cinco &* seis
4
pusos. Con éso ««traba ' j -«alkt ^como le Aahñ Ik
^oá déla plaza á la entTe^lsarrera'jv de 'Ih iJaVire--
ra á la pjuza $ cén la minina libertad con <|iíl9 lOft
fáccloaos. de Calalnña se «melan por eL valle - de
Andorra de Catalana á Francia y de 'Francia é
Cataluña^ lo-cnal tengo el honor de avisátfselo'ftl ,
hermano Valdé^y (ó al menos de recordárselo por-
que él no lo. iguorari) á fía de» que procure- tapar
cuanto antes aquel boquete ^ porque sin¿ >el Mo"
/S50 que ha j allí que llaman /icr med nombré x&
^ Poi^DSOB £s9A^A| entrará 7 saldrá cuanta» veper
quiera.
£1 pobr« Jlfo/ofo musiA viétima de la ouestiotí
flectoral. Digo esto ^ porque habiéndole' llama*»
do bacía el medio de la 'Plaza , tantas^ capan di^e^*
ron en echarle, que haciendo los capeadores un
completo círculo al rededor del toro , tanto q«i^
figuraba aquello uaa esfera de reloj cuja mooo j
minutero eran las dos astas del animal, el uno llB
llamaba con. capa encarnada , el otro con azul, el
otro con. blanca ', el oiro. con verde , en. fin con éa«
pas de todos. colores y partidos;, de forma qtie el
infeli]; MojosQ era un elector á qtiíen todos: hala*-
gaban con falsas promesas, y él no sabia á quiea
dar el voto.^ ¿ Y para qué le: bu I a gabán ? Para* ser
después sus mismo^ verdugos. Así' fué que ¿l«e
aiooteoió, cayo, >se cebaron sobre él ^ ¡f «CAbá
Sflis días victima. de la4edttecion y jugueW'de los
fftrtidos>« -, ..-.{'' ■ y
Si como iba blo. de ipfto%i btblá^a de manda**
i9Íei)toS:d.ela.,8aiita laadre {^"^esiai lo .d^juria p^
el puarto y porque el c|u¡nto ha dejado, de .n^r
ttiandamieuto de la iglesia sin gue la iglesia l^^
haya mandado yj pasado á ser unas yeces man*
oainlenlo entero j otras medio maMdanaientn del
líobitrnp sin que^.e! gobierno pueda mandarlo ni
a enteras ni á. medias sin las cortes: pero co«^
IDO hablo de toros, tengo que segalr su crónica
diciendo qnerel quinto se llamaba según la fe de
bautismo j^/'avip ^ j en la nota del sinodal que
Ié,na))ia ci^aininado tenia la clasificación de jBra-^^
VQi de modo que ja no le faltaba ^las que Uá-
mar se D, Luís González , para que el Gefe .Poli**
iicQ se hubiese arrojado desde el palco á prender-
le , ja que no. logró atra(^ar|e en su casa^ ni des-
pués lo ha conseguido por haberse acogido | se«'
^nn dicen , á pabellón estranjero. (1) "Era toro,
ííven ,. le hervía la sangre^ embestía sin apren*
siop, j le m^io antqís j coi^ antes el demasiado
ardor, dááu temperamento j algunas imprudohr
ciás como al Guirigay. '
Estamos en la parte mas lastimosa^ basta qucT
Bagamos llegado al sesto. Llamábase el scsto v
)iítimp toro Soldado ji j decia la c^isíGcacion «aa
iábeza» » Deseo ^ ansia , avidez ^ cupiao cupidík
fiíi i n . II ■■» I f M H II I ■ i'i M | i ; i n mim i
.r('i) , Di Lül» Gai^Mles Brava es el#»cfftor i<Íe U« Gfii«(
cfír)ca4M del Gwírig^J, á quien el Gefcf pctíítíco fné i
prender de orden deí ' gobierno la maHana díei^, el cual
fmtUé ^ue se pudo escsfwr ^eaeolgájpDdoae . án . un ^^«rlcoá j0«|
¿ís tenia jo de ret en Éápáüá mi sclSaio J^
cabeza» Los conozco de mucBo corazón ', los liay
dé muchas jpiernas, no faltan de buen brazo, jr^
Bailos también que.no escasean de' manos ; perp
un soldado de cabeza tal como 70 aprendo que
és menester , es jusisnnente por to f{ue estoy , y0
Fr. Gerundio • suspirando años ' hace^ £1. lunes
creí ver cumplido mi antojo , j no veía el mo-^
mentó de abrirse la puerta del toril y de que s^
presentara d {soldado de ea¿eza. Al'fin llegj, y'«..^
(¡oh desgracia V) fu¿ el ]¿nico en que falló la cla«
sifícacion del aficionado; la cabeza de aquel ioí*
dado no pasaba 4® ser una cabeza adocenadas
bravo ú^ pero nada mas. Y para colmo de la des«
gracia el pobre sótdado estaba ' béridb en la nalga
izquierda , en ci mismísimo sílip (sal ya la par te J
^ne un comandante de un cuerpo ' de ' infáhteriác
de línea que babia yenido el dia antes a mi' celda
í pedir una limosna después de treinta y do3 aSós
de servicios por la patria y por la libertad (que
para que no se dude de la certera no ten gb in-
conveniente^ en nombrarle eñ otra capilladaí si
¿I quiere^. Sin embargo estaba! gordo (eltoro^
que el comandante bien flaco estaba el ínfelizlíl
to cual me indicó que no podia proceder del ejer<-t
cito del centro: en tal caso d^ norte, que están
mejor asistidos | no sé por fué regla dé colliptilía.
t' ' 'El pueblo luego que repard en la herida ein¿
pozó á grítat*: ^retirarle ^ r Hitarle. • Yo estuve
pof decir como i^l Tío Yivo: «pueblo bárbaro
{[hasta aqui no mas el testo del tio J^io^), ¿ j qué
te ha de retirar un soldado! ¿A morirse de hambre?*
Y es la verdad : si el hermoso establecimiento
de inválidos que con tanto celo y tan buenas in-
tencione^ logr¿ crear y arreglar el herniano E^la*
fox 06iuviera c» otrc^ pi« ^ es deoir , sí le facili*
taran los recursos necesarios para mantener los
inutilizados que caben en aquellas d^entísinlas
liabitaciones y para quienes baj hasta los unifor-*
mes preparados , sería otra cosa ; ya podia uu
soldado prometerse hallar un consuelo en su des-*
gr<icia ; pero no siendo asi, y no pudiéndo gasor
del apostolado de inválidos (son doce) que e;o é\
se mantienen ^ ¿á que darle un retiro qfie viene
i ser una sentencia de mendicidad 6 de muertel
En esto oi no lejos de mi palco voces que crecían:
«que le retiren^ que lo manda Tirabeque.» Afra-
deci la influencia que queriun dar al nombre qe
Tirabeque I pero reprobe la petición*
£1 soldado se condujo como un hcroQ: |n<|r^
ciz^la cruz de Isabel II y el grado de sargento,
mejor que merecen algunos gefes las cruces j
ffirades que se les prodigan. Yo no le vi |i^Qri|r.
Mrque era tarde y dej^ el teatro ,^e la guerra
para ir al teatro donde nadie se acuerda de ell^i
€sto es I el Prado. Pero supe después que el 5^-
dfuto habia muerto matando | <?omo debemof roor
rir todos antes que llevar uni^ ^tuerte tonta r
desaseada si llegasen á triunfar Ips negrof pep^o*
&c^ ^f la inquisición (Pio|p no| libreY
Tomo TU. S
a66.¿
La circular pecmiia.
Y bien , Tirabeque, ya ves que boy be ba«
blado yo muy largamente sin que tu bayas toma*
do la palabra ^ y es preciso que digas algo tam*
bien como por via de alivio para mí. Conque
¿que te parece que ponga en tu boca? — Señor, ea
mi boca lo que debia vd. poner era una pera dul-
ce 6 un poco de almíbar, 6 cosa asi.^-Hombre^
pareces bobo y te metes en casa: ¿te parece que
se bizo el almíbar para la boca del lego? Decía yo
qne podíamos poner en tn boca una circular á los
electores ^ que es lo que está mas en boga , ¿ en
términos parlamentarios, á la orden del día. ¿Y*
quien sabe , bombre ? Puede que eso te valieía
encontrarte con algunos sufragios en alguna ur-
iia.«-Seuor, eso de sufragios y de urnias buele-
me á cosa de difuntos; y en cuanto á lo de la
circular , te'ngola por comida insípida y estoposa:
solamente una que anda ya por bai , ; una circu-
lar, mi amo, que se cbupan las uñas los electo*
íe. «m ellar-^Pues tanta mejor, hombre; eso fa-
vorece mi pensamiento. Ve ahí una circular que
«taria grandemente en tu boca.— No señor, mejor
estaría eji mí bolsillo; porque para la boca es ¡n-
si|náa._De ^odo que una circular en el bolsillo
ningún efecto puede hacer: las circulares son para
circular: quietas , pata nada sitven.^Pues yo le
aseguro á vd., mi amo , que si pudiera recoger
todos los ejemplares de esa circular, me los me^
tia en el ^olsillo , y alli resquiescantimpacen; sa-
be Dios cSando volrcrían á ver la luz del sol.
Pera hombre; yo no entiendo eso: ser una cir^
cttlar tan sabrosa , que con ella se chupan las
unas los lectores , y al mismo tiempo ser insí-
pida para, la boca....— Y crea vd. mi amo Fray
Geruodio, que á los electores les hacia un bien
en quitársela, y á mi me venia bien tenería-
Eres un pozo de misterios , hombre. Vamos, ¿y
que circular es esa ? Es preciso que me la des i
conocer.--Senor ! Es la circular Pecunia //// An»
da muy lista , mi amo : se reparten muchos ejem*
piares, y los electores acuden a ella como mos-
cas : pero también hay vota que cuesta un ejem-
plar muy grande : otros hay que se toman p9r
una [futesa.— Eso no es creible , Tirabeque.—
Señor....! / lo dice algún yaíV/am?— Pues si ea
asi, tienes razón qué seria muy útil que desen«
ganaras á los electores por meidío de otra circu»
lar , porque ese medio de ganar sufragios no pue^
de' llevar sino miras muy siniestras, y da un
s
4e«qait« con «Miras*— Así es la vttA^i^ séSorr jn^'
EO es dificil que bagan caso de la ima , porqner
la otra I cpino hay tanta* míseFÍa ^ tiene ianto»
atractivo..,.! — Sin embargues obligación tnja des»
engaftarlos,— Pues voy allá , señor, traiga- poD
lo que valga. «Electores ^ cuidado con la circular
Pecunia \ Mirad q^ie esa Pecunia habrá sido an»
tes vuestra , y esos mismos que »hora os dan w»
porque les deis el voto , no p«ieden hacerlo sine^
con ifiteiu'ioi^ de enterarse después eienio^ Guidodo
con los de la circular Pecunia j electores , que
esos deben ser los' que quieren mangonear por
rob..^. — ¿Qué ibas i decir muchacho- ?-«*^Seftory
una verdad .«^Pero en otros liét minos, boi»fcpe«—
Seftor ^ en uin Irgo todo está bien • y aobre tode^
JO responda.» Coa que, electores, ya la sri b dsr
tmáúé» con búH da la Cirauür Pequkia!
«J^PILLADA f61. JULIO iS !>£ I8881
Via, GERUNDIO.
Si'guis dixerlt venfurum /non essé
Sí ¿%|ttfb dijere Qoc wo,b»^e «««iiír
Ji^^o {o Que.aha}o d iré, ^ de I, primer y^f^
níscen le nago sorberse cinco muelas»
Coi9C. C.^Gbrun]).
EL FIN DEL MITI^DO.
^Éstoféparatif ^uia nejáiiis diffn
%Hrtfue'1iordin, '^ "
• • 'Pues X #s^áo« asf parif dos , tfne emn-
^o fnfii^^ <(M perc«.ifia>f «yA os !•
air^n.de mísAs. .
/ Trad acción libre*
¿No 09 lo dije ; mortales y mortalas míos j
mías? ¿"No os dije que en éste julio tenia que
est Julias istél i'Ah i'cnaü WrBWé'cs este Julio!
No tan terrible pcrr lo que en ¿1 sucederá , aun-
que también os tocará ver cosas terribles ^ como
por lo que en el voy á anunciaros. Preveo ios,
Lermanos y bermanas , preparaos para oír ie mi
religiosa boca una nueva fatal. ¿Estáis ya? .Pues
bien 'i oid : .... - ;
¡ ¡¡ EL FIN -DEL MOWK) VIENE ! ! !
T porque nadie pueda alegar ignorancia lo
than<Ía Fr« Gerundio publicar «para que llegue i
noticia de todos« Asi no os cojera desapercibidos,
•rcomo desgraciadameote^ €ogt¿ al misionero índig-
^no que ;boj os dirige su buniilde ^voz , á mi Fraj
Gerundio p que babiendo entrado «1 otro dia en
casa (1) bi^i- descuidado ) «««acontré con El fin
del mundo sobre la inesa , sin saber c¿nio ni por
dónde babia venido» - •
Si y hecroanos mios ; mi fin del mundo ya He*
g¿: tres dias bace que' fe tengo en mi poder , y
le pongo á vuestra disposición. Consta de treinta
y ocbo paginas én octavo , y ademas su corres-
^ f ondiente forrito azaUCristf na.
Paféeeme que icón esto entenderéis ya que EL
fin del mundo es un folleto.
Un folleto es , á\ un folleto. Pero ¡ ay que'
(t) AcUratioo» £st« Indica. qtteS tata 8e fttéta.
folleto ! Cada pá^^ina es una senteucía-de muejrt^i
-jcada linea una intimafÍQu , paüa letra un puñal
.tipográfico que se «¡lava en el corazón del qi^
le^. «Huid del monte salvaje,» deci. I P. Ansel-
mo a. la joven Elodia: «huid del folleto^» dice
Fr. Gerundio á todo el ge'nero humano* j Ay qué
folleto! repito. En el, después de traer al estri*
cote las Bestias de Daniel (1) y d«l Apoealipsi
con toda sa cornamenta j sus boceas d^ fuego,
después de mullir los huesos á Mahoma j i Na-
^bficodottoaor , después de alumbi:arnos na coscor-
,,ron con el ladrillo de Ezeqoiel, (S) J un pico|A7vO
.con. el milano fie Jeremías, (3) j de darnos lui
baño en la Piscina Probática de S. Juan , de^ufs
en fin de mil cuentas. de sumar, restar, multi-
plicar j dividir años , prueba el incógnito anto^r,
al parecer mas claro que la luz del dia, que el
fin del mundo y el juicio universal*»,^ no, haj que
asustarse, hermanos, que algún dia había de aer«..
se veriñcará dentro de 21 aüo# á mas tardar,
hacia el año 1860 lo mas tarde , di^e en .1^ pá*
^na 2i.,
Pero en medio del snato que ni^ causó, á.ml
Pr. Gerundio, la lectura de tan ter|lbl^ profei^ia,
no pude menos de senti/'.uii consue][9 inefable ^al
TislumbruC el término ^t la guerr,a. .de Esp^s^a.
{i) Dan. cap. 7.
a) Eceq. cap. 4*
(3j Jerem. cap. 8« ▼• i»
^Éírtcijíi ÍVidi^ dije para roí ; á lo "ftiénós ^fh i4
'j[)iíyáe «taldüíar con probaVilidade's que no dúrafÍL
tá'g6efra bías f(ue otros '21 anos cuando ihüs, T
iBenlia él inistno consuelo qué aquel airiero astu-
iriaiio qíié yendo de vuelta' á su ca«a eín oht*r¿ <?a
el^píerto de Pajares a otro paiáuho y cómprbfe»
"sor su'yo/y lia bie'n dolé pregurltado que' rio'veila-
'ffes dejaba ^or 'el conecjo t «no'Kay cosa (^\xé "ife
«éoritár '¿^a ,"1*6 fe-<poiidl6 el arriero' víniehte, y!'r?o
"íjüe 'árWUt 'yo del' fítieblo' qüé^diiba qucmándbie^í'u
'íú'^ú.-^Ml bbthbVe ; alrgVóme'dé^iíso , dljo^^KWrf-
^¿y el Paébib regresante ^ \)orqbé 'así Ve WbflPdFa
'todas bií clliiitHes, q'ue' él dbblb %ie UévW ¿^30
"tfíHó modo 'pbdFa descástatlasi»
*fil laiitíe íera ^I'aftad^"l8f50, ^ aiítés's! Z^-
«^(^ía , Ctíatído 14 'eterno juézUartie á Juicio a*íl>»
'"^ett erales 'y les diga: «Venid acá/bermanos ; 'río
'bs b'abia J^d'ditíbó por Boca de hi¡ bijo .* n'estofte
"]^áMti\ eálad' prepirados ? O creíais' acaso que .
^'iéstóle p¿xñith lígiriíleaba'Tjnfe os esluvie'seís j>ara—
^k/¿5 ^b L'odWa y AtñUrrío? V tu > bermano Áris-
titabal > comandante general de la Mancba y Tb-
"Iedo/¿qné fe' parece que quiere decir, •estotc
**'¡}^Vátn* ^Créíds que áe mandaba en este précep-
'*to que te lékuvíeriis 'parado en Ciudad-Real fea
*¿a.4á de'^lá Abvquesaxle Trevilio ? ¿íío viáte cóAio
por calarle alü paí;adoj?nlr6^en tu despacbo en
julio de 1B59 un perro rabioso y te mordió en
tina mano? ¿Te hubiera mordido si hubiese^ es«*
tado ¿ caballo persigíendó *fa¿Ckúáos? Y véú ac«
ifü "íkáiñéíi Mcnstmr Caillé, ta qm féh^ ^¥h M
"talsíño ailo á Égfpto 'envitrdo por el general SouUj
'¿tjtfWh'te máritiÓ tfécír al \\rey de fegípto: •esté^
'.té^pnrati f^ vd. este <|t]¡eto » al infamo tiem^
pt» 'qt^e otro ayudante úe caí ñapo (Va^Aba tle
"Ctfbstnntinopla ul <íam|>amcuto de Hiifiz*B:ij4, y
fes ili'éía lambí eii » tos turcos: testóle paran^^
"iro- deis tatnpó(^o üii paso, estaos (¡uieteeitofl^
-¿Gimo' se entiende? ¿ poí ventura peiiiabAis qife
yo bsibía de tener el 'mundo m stntu quo tú^
*'ttó • pdtcce que 'Voáotf os queríais? Venid uéi
"támbic'ñ \osoUos vJireiitores cié (EfÚudíos: ¿ qtl¿
^'liieisféis 'tanto tirárpo-pa rudos? ¿En tatitos a ñds
no 'tti visteis tiethpo para hacer un plan de eslti-
'dios arreglado á la é'poca y á las íi^ititocíoiies?
¿Con 'qne el plan de Calomarde ha regido basta
ti fin del mundo? Tarados estuvisteis como Íós
obreros del teatro de Oriente 5 estos por no tener
iquien'los ocnpára, y vosotros por no querer ocü-
uparos. Pues jo os bare ahora danzar mas de lo qtie
^.ifüisi^rais, ya que en vez de estar prepirrido», esttt-
vfiteis parados ) y os Coniislcis el'pte í\úc btibiei'a
▼enidomny bien á I04 soldados de A raigón.
«El úntro qne ha entendido mi maudatOi edn^^
tinuafa el étenio juez, ha fíido D. Jiibn de Dio$
ÜVfilrtin ÁreValo ( el ^búlense qce llamabtf Fr, Ge-
rundio), el cbal les podia decir' á I04 empicados
lo mismo que yo he dicho -á !os'cr4:JtiaWos: •esio»
teparátt, jaia hemtis 'díem néifue' hór(fm i eétiíá
^siempre con el pie en él estribo i'porqtie cuando
«nenps 09 percatáis %% encentrarais trasladadas ift
real orden tres leguas mas allá del inGM;rnq,a^. ,Fer
ro ven acá | hermano Juan , tu que te llamabas
.Juan de Dios y eras el Juan de Iqs Joye\lanistas;
. ¿te parece que los treinta mil reales que . líhraAie
contra correos con la cláusula de por ahora jianí
el hermano Cambronero que destinaste de ájente
electoral en Granada, ¿te ; parece | alma de car-
cho , que estaban allí para el ^ mientras tus em-
. picados no cobraban j tus cesantes^ se morían . de
hambre? ¿O pensabas que i^o habia de llegar
este día de juicio? ¿No conopias. que una de Us
señalcat mas autenticas de la aproximación del fin
del mundo era haber subido tu al ministerio,?
¿Pero será verdad , hermanos míos ^ que $e
.verificará dentro de 21 años cuando mas tarde
^el fin d.el mundo , como afirma el autor del ío-
.. lletp? ¿Será verdad que /o que nazca estf qño ha
de ser testigo de la di&olucion universal antes
que le obligue el ayuno? Será posible que ja no
.me queden mas que 21 anos para gecundiar^.j
eso suponiendo que vaja librando bien de cólicas
como ^1 de antes de anoche (que al paso que
voy, no gano para médicos) y, de g<»lpes de
gobierno airado? Guando reflexiono j jo Fr. ge-
rundio , que los mas picaros son los que (gene-
raímente, hablaodo)^ están ntas en prosperidad.
^,que el robo y, la depredación no solo 30 de)an
i impunes sino que se veneran y hacen prosélitos^
que la caridad ha desaparecido., j la virtud se
"muere í»or las' goardiHatf recostada ábbre jergones
despaja y me inclino á qae si. Pero cuando me
«lenerdo qne una de las señales de la aproxima*
-€toñ del fin del mundo dicen qne ha de ser la
«stertlidad de las mugeres , j leo que Dcloi-es
-Reldan , muger de Mareelino Sánchez | vecina
del Gastor I ha alumbrado de un solo parto en
'«1 priximo pasado junio tres ciudadanos y «na
-ehidadana, me parece qne no. Cuando veo ios
-jraehlos plagados de comisionados de apremio
'^tacando el úiiimo ochavo de los bolsillos del la-
•brador, me parece qne sí. Pero cuando leo en la
alocution de D. Joaquin Francisco Garapuzano á
'4di electores que «la habilidad que nos hace fal-
' ta en materia de hacienda debe consistir en en-
dosar á nuestros descendientes los costosos sacrt-
fieiós que estamos haciendo para su bien futuroi»
- me inclino á que nb. Cuando reflexiono que el
' fin del mundo ^ según lus esciúturas ^ se ha de
verificar por fuego j j veo como abrasa el sol
' en estos días , me temo que si. Pero cuando leo
que el ramo de la nieve ha debido producir en
Valladolid en una sola puerta mas de ocfio niil
duros (aunque lu hacienda no haya percibido mas
que quince mil reales^ confio en que no. Cuando
veo los teatros nacionales de la corte casi cerca-
' tíos ^ se me figura qiie si. Pero cuando leo que
' el jueves 18 del corriente se estrena el teatro
del Liceo ^ se me ' antoja que no. Cuando me
' «coerdo quo desde 1834 cada ministerio ha ido
«Jttc ,bag9 .car^ó de le dcsbarájusUdo c|be,eslft
-todo '^ tengb p6r cierto qab .éí. Pero ouiiidotBft-
iétrerdo lo qiic>dena Voltüircel ano ¿1769 .| á(é»-
:ber: «si se me pregunta ai es po$if»le ftrrnilNV
.^adimlmente uiia diacion generalmente fcrtilí heii»
.poudeié que ino; } ^e futtdo^en qoc dejidéiIlL
.:gtterra de 1680 >Ha«ta hoy (cerra de tm siglo} lae
«híl estado haciendo todo lo poMbk .j.sin JiHeícy
•Tupcion por arruinar la Fra-tnria^ f ^^ schafi^
^ido consegmry» aplico yo e&lo iá Ja .pairift.jdy»
>;Fr. . Geruiidíet'i (j entóneos n^. pareqe (}q^; ^mI*
nCuando veo ; «(íei'tas candidatiita.sj^ •sospecbojqiQe
>éL Pero ciíandto V0O otras ^ • todavía espero i|«fe
^ne. :£n'fin cuiíndio repuso los;anii->erísto$'qi»^ ,>9e
-haa ido sucediendo eu el ministerio ^ se f|)et)6«
•gura qne d(^be;estar ya encima el ño , del miu>d^;
;pero cuando refleaciono que a pesar de .^aul^s
>kinti-oristos todavia el mundo.se ya mantenienilo
i-tieso y estaba por .jurar que el autor del foUelo
<»#e engaña ^el t^on^o un pobre li-beral , ¿ trata 4e
¡engaüaruos á ttoftotros coüjm^s malicia quenn
jBÍ|)istro»
Precisamente ti tal autor deberá estar yav^Q
: Un pie en la sepultura , porque '^sifueria ho<abre
. /q¿ue tuviera rsperaitizas de vivir veinte y un «nes^
,jM> se habria aventurado á consignar semejante
pronóstico y pues si | como mi Patennd*d cree,
Uegaba á salirle fallido^ ¡ira 4e Dios } ^in^o
€íir|;arian «^bre su infeUicjuecpo l$ks uñas de todos
los Tivientes ! Aun ahora ha sido muj pradento
eo guardar el an¿inmo ^ pues si se le conoriera,
dudo mucho que tard«-ira eu llegar para él el fia
del mundo. Ayer mismo me decía , a mi Fr^jr
Gerundio , una sruoia á quien jo habia dado
¿ leer el librito, la cual tiene un biznieto qne
figuraba en las listas de candidatos para las
futuras : «Si cogiera aqut-al esa itor ese, me pa-
rece que no le dejaba un pelo en todo su cuerpo:
¡vaya vaya! Acabarse el mundo en el año 60!
¡Guando estará una al jnejor vivir !•
Sin embargo I no será demás, hermanos m¡0S|
que estéis preparados por lo qne puede suceder;
j asi os repito el avisó de Jesu*cristo : mestote pa^^
ratif guia nescitis diem ñeque horam: estad sobre x
la' suerte, porque cuando menos os percatéis ven«
drá la de la guadaña , y si os coge en peead«
Metiente , uo tendréis que echar la culpa á Fraj^
Gerundio, Por lo demás, diga lo que quiera elf
autor deiy?/i del mundo , y cite cuantos testos lé
parezca del antiguo y nuevo testamento, yo solo
le contestaré con la respuesta del mismo Jesu-
efiBio i los apóstoles que le preguntaban cuándo
iSVia el fin del mundo: mDe dié áutem iUo ife§
lütfra, nemo stit nisi Paier i cuando ha de lucedtnr
«k|.o, iofa Dios lo sabe.»
>78=
Carta de un gaUego.
Puesto» a complacer , daremos también In«
gar^ ja que tauto interés nos ha manifestado el
autor y á la siguiente carta que á mi Paternidad
ba dirigido un gallego , que se conoce posee bien
el dialecto de su tierra.
Gruña a 3Ó de san Joan de 1839.
Meu Reverendo Frade Gerundo das Campa*
xas. Moi señor meu ;.todo oxenero bomano que
teña os oinco sentidos , é as tres potencias lie
gusta escoitar as capelladas de bostede pola moi*
ta sal que teñen ^ e porque como decimos nosou-
tros os gallegos ^ non lie queda perro traspalleiro:
todo 6 busca é escodriña basta no mais fondo da
térra | é salenlle as cousas tan certas como si "lui
apalpase coas mañs , é as vise có os olios : -e de-
cimos nosoutros ; vaya ^ he molto saver 6 destr
Pádre Gerondio , jjero aun ten. que savérmais.
Como todos os días de correo deseamos ver a Ca-
pellada^ nos rreonimos catro , óu oito atúigos, é -
as veces á niais , tía casa de don Felipe Barreiro'
(borne de Leo) que o ten líquido de Baldeorras'
xnoevo , pero a nove cartós o neto , na calle de
San Andrés desta ciudade : é despois que consu-
mimos un básete cada un ^ sé impon silencio^ de
modo que ñaidia bochicá ^ e entonces dase pren*
eipio á aletura por un dos que componérnosla so-
cedade , que lee mpy ben , e' xastre , é digoUe á
Tostede , meu amigo > que toda á cometí v^a aprau^
dé y e vendice os descursos de vostede á cal me^
llore. O outro dia (non teño proente a Capella-
da) falou bostede de narangadas para os r refres-
cos do seu Tirabeque (que tamen nos gusta moito
cando non está malo) e que cando vostede quería
arreglarlle á doses que habia de tomar todo se
lie volvía y \ botar y botar , botar , e nunca selle
enchia amedida hasta que se decatou que estaba
*rrota polo cu: eu nan puden, menos de rrírme;
poís sepa bostede ^ meu amigo , que nesta casa
do señor Barreiro y amáis en outra que está roais
- adiante na calle da Cordonería donde vive 6 As-
toreanoy que tamen ¿ ten de Baldeorras ^ sé en-
chen tan pronto as medidas que es un pasmo.
Bostede fegures^ que sí cada un de nosoutros
(falo dos qvió componemos á r reunión) botamos á
OMÍon do maTlSeiro, t^q v^n 9ser. neto d,nii;dl(^
ideemos decontu que batamos u;i neto, Noa sabje^
nnfis se peude dos bi^os (porque se equibocao cq
^fli copas da auga ardióle ) ou se peude no 4^doy
^^ o certa be que os do s taba rneí ros , Bar-,
^ro., amaU o A^^tareano están rricqs coma cocbq§
4 iado sale da medida ; mala centella p^'u:ta ót,
ladras tqdos y que n^ corte tamen os baj ama^a^ *
Ca glande: xá bostede me entcnde. Sopiíco poí^A
4U Pateriúdade teuii ¿ biiodade de ensertar n^
^ua Gi pellada esta cartiua que eu lie mando para
que todo o mundo ^ ^^P^ a ver si se ne emeo*
4aa que si o fuu p eu lio manda rej por puttp
«QDducto moy logo y pol^ non me atrebo afrap«
qu9ar!U ¿ carta porque todos 04 do correo v(^f
coftoc^fi : queií Ue qpere , ^ b^r desea eif 911 ftCr*
f^ro. M^fbfdof Q» & Ai. ^,
Hilaos Marino^
. ^ mpm.
«¿81..
Odoó ocüdi^ v^coxyd luicu mux^.
Tirdliéqne (le díj^ a mi lego U .noefce del il)y,
J'a necesito un poco de dutraccioo |. porque. apabyo^
de lee« XL win btt mondo | y si empieio á .penfuix
•a éVj temo volverme loca Era pues de dictámea
q'ne nos^faesemo» al teatro una vez que s^ eehíK cstn
BocheMna pies» tkuera.*— ¿Y qué pieza es , seUor?
—Una f\ve se iituU: J)9S padf es pura una hija.^^
^Seüoc y pa réceme que e$a comedia puede ofrecer
poca novedad y porque cou ese titulo se están re-
presentando todos los dias en el mundo j j aun
Biab enrredadas á lo que jo creo f porque habrá
kija ij^e tendrá*... Sefior, iba.á decir un disparate^
iN*ljp creo sin que me lo jures. Pero jo ves. qujS
«n argumento vulgar se puede disponer con Ulft
corohíoácioofts qttcluo solo ofrezca novedad en «os
accidentes sino también en su esencia4— Seftor y SÍ
Tomo vil. 6
t¿* qiii.ere dtrm« eté mal rato , no tengo iacoQié)
niente en acompañar a vdá
Asi sé ejecuto^ Mas cuando llegamoá já estaba
éttpezadsl la representación ; j lo primero qae se
nos ofreció a los ojoé en lá escena fue un pelotoit
dé reclutas cotí sui moi'rales á la espalda y sus
yéstidod utriusqué fori , esto es j mis toa dé militai'
y paisanos^ tari variados , qué el uno llevaba, el
Í%ké^ó milita I' en la cabeza ^ el otro eií las piernas^
ieguii lá parte á qué correspondía íá pirimera
prenda con vivos de qué habiaii podido íiabíHtar-'
Sé en las roperías dé Faris^ Estaba entré ellos el
quinto Roberto Max ^ el protagonista dé lá come^i
dia i j comían y bebían en compañía del sargento
éáeargado dé SU instrucción ¿ No bien sé liábíáien-'
istdo Tirabeqiié , cuándo einpéz^ á ^oeirme i «Se^
Hor^ aquel parece AÍa¡i.-»¿ Qaíe'n|' hombre 7-m^
Aquel tói^énto j señon — Uií airé parece qnd se
áL..é ert el fostró y pero Hada tíen^ dé pOrtieii-*
í'Qt qué uil cómico sé parezca á ntk mtnÚ4tro»«««*«
en lo fisonomía. — Y digor una éosa,* aenor^r E«^
íóé quinto^ no son áé Aravacs ni de Legánéá»^^
¿tin qué lo conoces tu? — £n ^ué estoá tienen za^
patos y y les dan dé^ comer y bebef grandéménie^
y aquello^ tengo entendido qué Á los nías lee Ium
céiY oficio^ dé suelas dé zapatos los callos dié Io#
piéi^.-^Pero tonto ^ si la* escena es en París ¿qotf
tiene^ qu«f ver París ^ con Arairaca ni Leg^anésy ai
tfon ntngilnO dtf los depósitos de las iwÉi6díacioa€#
Kadrid?
~ Ü) «kl Safarlo Mazi era o» cuitvJRftftfe 4e U'
^Bmrsidad. ¿e Paria ^ qné cuanída cay¿ quinté
tanJá nna nÜá dé resiiltai de nná flaqeaxáqné.
jjQe había tenido con uoá' jo3r.eii (qve wm ai entre
fMsrfikteali porque esto te lia dé Uaraar flaquemy
ei^do^ aii qaé maiaoii aote^ dé geeté reboata y^
bieá mantenida qnéfad deg(&nté flatia)} j^ como fiie^
ñe lk|gado«el üeÉapó démiardiai' al áérVicKí de laÉ
«noaát ^ JF conociese qné IM» eré ni inüj toalrciifl ni
núiy.éc^neinioé Ueyat d mtieblécíttd aqnél s^bréi
In: saoefailá ooitid los llevan n«e8tra$ pasiegM ao^
hte el cttévené ié g^neroé rae»éántíle»^ baU4
medio dé endésarselii i «in ricO febnéáoié de ceiW
TOsa batk^ndoaelá pasar por bija su já ^ aprovcM
dKtndO la fel» coioeidénoiá de bálklrselé íjinerte ^
«oi'&birkanté una niSldie k misma eiad^ qué %9n
Bbi>* criando én una aldea ^ j cuya ntüéflé le ht^
Úan 4>oi]UadD¿ Desdé nboirá digd qué .el Sr; hom-*
biá eé el iraductoi^ déoomedial maé diefiao qné
ké 9*Í8toi KL misase qué tradníd P¿ pilera el
q^ne bacía eí pappl de Roberto ^ f óemé toate^
eaeógi^ para' sí el papel dé tener hi^^ j( \$^r
eaiS^i^ o otno con la mei^ de sñ eduioacíon y
■ianUniiBÍent04 £s lé»qiié;sévllaau''sa]i>eac. ser írai^
¿actor f octor al inis^4.iiénpo¿ ... i .
-' Del pvimero al segníodd aotcl^ en ^u^nto U
ir4|«icaia , toe¿ un Vals dé cúatrd partes j j. mien*-
4raá yáiFr. Gériúadio salí a beber una .botella d^'
eeibeaa^ nd dé lá fábrica dé. Jlír¿ Dmphiñ /el .snr
^ésid padre de teniat j sinO de Ja 4e 44a¿ JE^rf
Mrá 4k^MiMlrbi>* cueste eavió hi«lñrt»b 'lé ifimi
fo ' pa^Q ixm en- el teatro ^ >q ykiee i aftós. ' Dé «odbr
qi]«('eovet primer acto Ift-tfiltft- de lee 'dosiipadvet-
if5 tehm más que eefs idleittei'V^y en él iégiindo.
teüía tolpte jí ocho ' j ysi pensaba eyi ^ftaqneuiet
^^Ttíiy «tt líiadrey que ywpov éu aparte' iio eitaini!
pata- ellfl^i 'D^«de el prito^i^o al segifñéo'ifeto. ha*»'.
Má müéVló* Na peleón ettSahl^ £4^Dtf>yOfe;}iábm:
Veritieadíe la :restaoracióD , hA4»iá pescado' «t f esmi«>;
éo de Liiis XVlll; Cátlisn X> An^le»*^:^£Biti»:
qtre V jriaiprihéeia de Berr/'^dtfbffú A^M%^^á^
aaatW; ^t emdufdanó Luis* Felipe que» lahorá^^-ealf
JTl^ildo á' Biíl>^« y a ot^DS «iúdadafioi d«l pue^r
M6 qajB> l^'qtieriati deftfrdtiár el i^láei.májoúo
éete stUf^fy había sido en^akaáo^ al trohó p6r estoS'
lAmea bbniltreá-del péehlo/ jf en EflpoilK l^ibía^
isok ' heébo'^fiesta de al«rt¿bram¡eiito de' la *q«o
«iM^ttf eü^sfabél i'IL Tod« éMo >l»il>ia paaada-viiaii*^
trM yo^béW la Botella de^ceí'vecá. .. i:\
i« ^Eh^^d^ifliE^gttndó 7 iilt¡lÉM))aéto (puei nri tiena
Iflá9 4^6^'^^^) 4e presenta- Mnx ^ q«e : hacía i anos
tenia l6 l^encin abéoluta ^ y 4^a ya. terda? wíy ^eo*
Hiék'^ante de termometr&áí y- pard^mu^ >a.: pov
Sii$¿altdad i Mmttréau^ 'l^^^a dotide estaba- da
alcalde el padre de án hijd% jrcúandol «estf iba á
iaetér-^á éqo^él en la caree) per fto %é qfit^ trave*
'súVa, se reeón^een, se; abrázaü j se - toavdda^ i
almolrzírr QttáSi chuletas/ Ti rsibeque que./iiiHica es^
Mk mtts iiteQto'^en las comedias jque cnand^ 'v« po*
Vir4a niésá ^a¥á jaiítari ail^^ftba^ de hito éa .hilo aiof
"%Mi pidrc^ mandttoantes.^j' obserranda qpe «i'úo
voi'otrocomiaa, aunque aparenta]»]!' coQier^ me
decía:- «Séilori annqae parece quA cpmon , do
■ «orneo.— No; le dije joi los cómicos en el teatro
•muelen hacer lo que los .ángeles que se hospíedaróa
en caea de Abruhaa j le acompañaron a lá mesa^
- q«e parecia que comían j no comiaa Tealmeute*-»-
A1i| se&or! Si hubiera cojido esas chuletas el ca-
]»tan retirado D. Jos^ Pon p ese cnpUan que di«
c cen que fué tan valiente y que se murió la sema*
• aa pasuda de necesidad , ^1 laa faubierí^ ^eofido de
Teras , j acaso no se hubiera muerdo. — Te dir¿^
Tirabeque; las chuletas de los teatros suelen ser
como las libranzas del tesoro consignadas al pago
de empleados: ni unas ni otras quitan bambre^^
porque unas j otras son para eDgauar.^—Mira:
cerca de seis millones hay de existencia en la pa-
' gaduria del departamento de (marina de Cartajena
en libranzas espedidas por el tesoro ^ j sin embar-
go se debe á los infelices empleados (¡pásmate!)
cincuenta meses I Tbrqne^on libranzas incobrables
7 de consiguiente nulas ^ con las que se insulta
vas que se remedia la miseria de aquellos desgra»^
ciados espectros. Y en prueba de ello , ya que
has citado tu el caso del capitán , \t citara yo
también el del cnpataz de calufatcs de aquel ar*
aenal Domingo Mosi, que á los 60 años de servi-^
cío acaba de morir también de nece5Ídad.«-Se-
fior I aquí y para ante la cara de Dios digo que
•i corriera de mí cargo la manuteacioa de los mU
)ii9tm que íi«neB la culpa de eso,, no lesfaalik
de dar de copicr mas que libranzas iacabrables j^
chuletas pintadas como las de los teatros.»
Y aunque quise hacer potar IpL. Tirabeque el
desenlace de la comedia ^ para que sacara fíL m%^
«ral del drama, dijo que fl ja. |iabia sacado basn
• tante moral , que el mo^al §ujo fra que los mir
•Bistres se estaban dÍYÍrlÍeudo en hacer come«.
dias mientras los que ^^ryian al estado se m^4
^ vian de hambre ; ellos se comian las yerdaderas
fhulétas^ 7 se hacían pa^r ói Ubranias efeciivaf^
??^f^
JTOTSNO tRIMBSTHlS.
CAPILLADA leí. JULIO i9 DE 1M9,
Fr, GEBVIVDIO.
Si quis dixerit *Fr» Gerundium f#«
^e alt'ud f in quoeumque sensu, quam
id quod ipse in seguengi orticuli^q
diQturus est , anath^ma siU
Si •IgTino dijere que Fn Gcni«díp
es otra cosa, en ningún $cntfdo , qu^.
lo que el mismo en eUigui^nte arlicuw
lo dirá , bago de f a cara ^n do» 4t
Ma^o»
CoNc. 6. Gekund*
Fj^, GERUNDIO M KI.ECCIOTÍES.
V , I
/' Twg0 prei^Bte. ?».te pie de yersa «Jesde haf^
5cyca de dog anos que reunidas en refre^cQ patria-
iicQ la*. poWihüidaide» de l-eon para cel^Urar el
|L€ial^Q de lai vola9ÍW«* ^lectaiak* ^ de^pwef
de haberse embutido cada quisque (pleonasmo es-*
pañol-latino) la dosis de sorbete cívico 6 de lí—
.mon patridlico que le pedía el cuerpo, se acordd^,
como es uso j costumbre en todos los hancjuetes
' que llevan por objeto la salud de la patria, llamar
las musas á recoger las sobras, ni mas ni menos que
si fuesen ancilas de fonda ,* o firhulas de eafe. £a
consecuencia de aquel primer ucuerdoy á pro-
puesta de un ciudadano reffescaQte , se acordó ea
seguida dúv el pie (que asi como en la corte se usa
niucbo tomar la mano, en las provincias se aeos^
tumbra dar el pie ; se entiende , cuando se tra«*
ta de bacer versos), Hí^oso el pbsequio de que
diese el pie, al Geíe Político , presidente de la
reunión, y el pie del Gefe Político fue á parar &
Fr, Gerundio fijándole del modo siguiente: Fray
Gerundio, e(i elecciones. Cuda una dijo sobre el lo
que mas en mientes le reñía ; j me acuerdo tam-*
bieu que con motivo de hallarse presente mi amí«
-go el maragato Cordero , que a&ibaba de «er elec-
to diputado , á todos lei ocurría empezar la coár-
tela diciendo: «Pe Cordero Igs calzones.» ^s biea
seguro que se le gastaron aquella noche nías quo
en muchos meses .di? usp, ^,iuill tuvieron que su-»
frir sus jirones corrientes por prestarse décilmen*
te á las exigencias del consonante. /
Poro suc'édlcí que los tres primeros" píes les
salian ¿ todos con facilidad , y hacían entre si él
competeote /¿ej72¿# 6 enlace: la dificultad estaba- eii
f I cuarto , esto es , c» el pie de Fp, tié^fatidio^
-f«M wjd'eseDtaba'Cieinpre €oai<^ un obtlieillo qii«
•e ioterponia al p<entamii»|o de cada uno; porqúa
d«cían por ejeraplo ; ...
De Cordero Ipa cakonea .. •• . ,>
Iiaii salido diputados ,
l^r eso Us exiUtad^ft.,..»
: T
Aqui se encontraban eon . q«e i>. GerundU
en elecciones no ligaba con los exaltad ots^ j el ver^
fo quedaba cojo. £n seguida saltaba otro..,, no
es decir por eso que diera nadie^el salta de Lei&«
cades ni se pusiera á bailar por alto > \ sino qa«
prQrrumpia diciendo;
De Cordero los calzones
en la elección ban triunfado |
--^ ' ' ' y el partido moderado...,
• - •- . ■ . t
Tampoco , exclamaban á uña . tos , .. taropoe»
liga Fr. Gerundio en elecciones con el partido mo»
*derado.» Entonces uno de los cor refrescan tes, h^
<etl impro\'isador ¿ repentista y saliéndose' de los
calzones de Cordero , que sin duda le parecían i
-€»tr<íebos 6 peligrosos para su musa ^ separando»
%K>r an momento el cigarro de la boea | dijo:
■ ' Escusamos de razunes ^ •
qiie á lo que tengo entendido |
no e«tá- por ningún partido '
Vr^ C¡erun¿io eq, eleccioiiqai
V^niTMiBii f dijerpQ todos.» AltO| «cS^vm , ti«
^Um^ yo ; j lenintind^wie^ j poniendo el pie 4e
Yr. Gerundio por ^abeza de lo^ otros ^ m^ ocur-
rió la siguiente prosa /, que floU por constar 4t
4iei pies so puede Uama^ ^écim^^
Fr. Gerundio en ^lecoionfif
un partido proclam<S|
por el cual siempre abogó
0B sus humildes sermones ^
liberales sin paciones,
qiie apandillados, no est^n ,
rasudicSf hombres de bien,
que rmnca se bajan Tendido s
oste será su partido
pqr siemjpté jamás ame^,{
Celebróse la decima como si hubiese sido {>ue^
|ia ; sobre todo el remate , por parecer á los con-
currentes . esencialmente gerundiano. Justaukente
poc llegar á este remate he hecho yo esta rese|3t,a
liistórica y considerándole como un cabo que que-
dó pendiente paira poder anudar la madeja do h^.
i^pocas. ^
Época de elecciones, es. esta y conio tfpocnfdf
elecciones <era aquella : pero C0910. Jias époq?s j|op
al revés de l^os hueros , porque estos, son tan pa^
irecidos unos á otros que 90 suelen distinguirse si-
no por el número , y aquellas son siempre tan
desemejantes, que no bay^ ninguna igual i otra^ re»
f||i|lta que ha épocas Tarian ^ y T^riaDdo lal tífMN*
^8 parece que varían lo» hombres que viven en
-las (apocas ; y no son los hombres los que variati
sino las épocais } asi pomo aunque nos pardee que
anda el Sol ^ no p$ el Sol el que ^e ini^^ve ^ino la
tierra ; de inodo que la tierra es }a f po^a que se
mueve ^ 7 el So^ el bombre que es|á quieto $ j
con)p Fr* (rernpdio es un hombre que yive sin
yar^ar en diferentes épocas , Fr. Gerundio viene
- fí ser uñ Sol (1) que parece que se mueve al re^
4«dor de la tierra 4^ la época , y no es p\ quien
anda , sino la tierra*-épooa , que pomo be dicho
no se parece i los ]|meyos en la semejanza de unos
con otros... é SeiloreSy con los huevos y la tierra
y la época | y el sol y Fr. Qerundio he ido ha-
ciendq aqui una tortilla revuelta , que ni nadie
me habrá entendido, ni me he entendido yo á mi
mismo , que es lo peor. Reconozco que me he es*
pUcado a lo. inteligente. Perdón.
Iba á decir que yo en aqiiell|i ^poca de elec-
Clones nada hablé de mi ifiismo ; y ea esta habia
pensado no habla^ ^inpopo. Perd ^omo haya visto
mi hunildisiraay i^everendisimp pombre inscrito
en varias listas de candidatos , ya ^e Madrid , ya
de León , ya de Sevilla , ya de Cacees , ya de
otras provincias I iniré el nombre^ me miré i m{
(1) G)mparacion mas laminosa no la discurre el miinp.
■oaoüaan.
•HDrifmó/me «namiüé, medita, cdtióef lo p^Ugrofd»
ipoie e» hablar de si en estas materias | j sin em-
^bargo dije a lo Gampuzano: «yo puedo hablar, liie*
'go jro debo hablar;» y añadí: •J debo hablar hoj^
'porque mas tarde ja no será tiempo de hablar.»
Hablo pnes , y digo hoy ai)tes que sea mas
'^arde , que Fr. Gerundio no ha tenido parte en lat
'listas en que fígnra su nombre. Esta declaraciim
'fareceria inoportuna y ofícidsá , -Seoánica 6 Cabá*
'lli^rica y sino fuese necesaria para declaraciones ul-
'tenores. De consiguiente el honor que recibo im
'parte de los que han tenido la bondad de acordarte
''de mi y se lo debo todo entero á ellos: por tanto, es
'inojor también mi gratitud. De muchas partes me
-ba sido consultada con anticipación mi voluntad: de
ultras ni' aun ha precedido la consulta del consentí'
oimiento. A los que han tenido la dignación de con-
-vultárme les he respondido: «ni lo deseo ni lo am.
bicionO| pero lo recibo <!omo un honor. Yds. hagan
*de Aii lo que crean deben hacer : jo haré también
4ó que mi conciencia me dicte qué debo hacer.» A lo^
que no me han consultado les digo ahora esto mis*
'mo. Venero los sujetos á quienes me bah asociadO|
«pero JO no los he elejido ; no sd si los elt^ii'ia; i
'algunos si , á otros acaso no. A cada candidatura
Qoompafian diferentes- bases: generalmente ningún
programa es malo* !Pero jo no me ligaria á otro
programa que a hacer todo el lien posible según f
fj} la forma que lo aconsojasen las circunstancia^ ^
St buscao ipatices políticos^ Fr. Gerundio «a
Sdbe chitar. el «dbj^» no tea t{iie>i»e ett^Xmi . lloii
qae parece que quieren farorecorle. Fr. Gerundia
sikMr^e las pandillas que improptan^eote ae kan
¿íGiido en llamar partidos \ se ha proaunciado eooi*:
ira los jovellanístas I porque los. imra como «éa.
, gran, pandillfi de especuladores tan dominada del*
éofáritu de intolerancia y de esélusion- como Ioí
■las pfeqoeña - asociación, de monopolistas. . Por Id*
demaa Fr, Gerundio no reconqca ::maft partt^oií
fna el de los qne. se proponen de buena £c aostttrl
«er lo jurado , sostenerlo coa wdor j sostenerl*:
eo^ amrdad, j el de los que lo convierten es men?^ .
tira ^ y que aiinqüe disfracen áus.iiiifneioiies dtt
destr¿»elo 9 ólil^aQ como si lo hubieran désiruidfi
ya. Aquellos són-liiierales; estos, sobre tervileé-^
traidore^i £1 partido liberal es solo uno, pandir-%
Ubs hoy muchas, monopolistas -mucbo^ $ se ha es^
l^o oponiendo monopolio a monopolio. Han maQ-«<.
dado . los llamados moderados,, y Ws llamadla
exaltados , y han alternado eu él gobierno de U
nacioa: Fr. Gerundio ha denunciado los abusos^
errores y maldades it unos y otros á su Ytj^
tales como los ha aprendido, y Fr. Gerundio s«
propone perseverar constontemeote en el mismo sis't
tema. Cuando han gobernado los seudo-exaltodosi
S^Fr.^ Gerundio se. le ha calificado de anti-fro-
^vesista: nada le ha importado : cuando han g04^
bernado ¿ gobiernan Los seudo>*moderados , se ié
ba calificado 6 califica de ultra- progresista: tam^*
pttio le importa. Parecerá que Fr» Gerundio ?«»•
Wa! oor ét (A quien rana; es k ifokau El q«eÁi>
BUDCtti sin- temares ni prtíensumes ^ toi abntos del
qoe manda , siempre parece antagosísta d^ qiMí
manda : Fr. Gerttndio siempre parecerá del par-
tido opuesto al del gobierno f porqué siempre se*
x& enemigo de sus abusos: ¿qué le importa coit
tal que ddnilnciándolos consiga ¿orregir algunos}
También liá sido necesaria está esplioackm por A
Hegaad día eii que sé yed precisado á cenmisi^
tes aetos de los mismos con quienes ahprá ^reee
le. asociad, por mas que realmente inspiren otraj
ésperaaiasé ¿Quí^ sabe? Algunos dé ello¿ pittdné
¿«ilmente subir al poder: Fr^ Gerundio no; poD^
qué ni Ib merece ^ ni ^lé quiere s quiere sel» set^
el censor dé los errores en qué incurran .y' qtief
él aprenda. Qué no sé engañen pues los electores^
Fr# Gerundio no es mas qué un cemor actual dé
ios hombres dé otras candidaiiivas ^ y ud eensoaf'
posible de los mismos coa quienes le traen asocia**
do, según el grado en qué aquellos lo ban mere«
cído j signen por desgractát mereciéndolo^ J eti
qué estos acaso algún día lo merezcan | si bien noi
Jiíensa tan melancólieaménte qué erea les puedeil
igualar éfl desaciertos^ ni menos* en obcecación ni
^ lo torcido de sus fínese
Y bien f ¿deberá I*^r. Gerundio ser diputado^
Pregunta atrevida siné fuera porque nn^esuqt
itti posible. Si di escuchase la ?oz del egoísmo dL^
ria que no. Pero esta no la' consulta ni la o^eÜ
0}re Búlo^lm Voz del p/itriotismó | j. lé dice láülf
IbUHi'qtié Sd! f k ^Qx de 8U coaoíenek te faitiÁcé
én qpe no* Al. Uegat aqiii me pongo en él lugar
dermis actores -^ j me liagflf cargo que uoá gráii:
pai;te ^ lo6 que no me có^^ceii per5<>iiaÍoieQte^ caiK>
Ulcaciú este modp^ de espt^siknue dé afectada mói^
destia^ l^ambieü sé <{'ue se.f reteodé ^t : iiiedid .diBÍ
lá modestia } la. modeatia es et memofiaji de los
Üp^critias. Para mi Díógeneá y Feoioir ,ú6 émtli
ttas qtie dos faip^^rítaá ^. qvie aspir<atkao í la gloría»
^ la ViBgolaridad ^ este con su mavtd rplo^ atfue^
^eja .i$i;l aUorjá j sil escuidilJÍ4 i Uii# J okso aparen»
tabail no quereí; séj^ nad^^ -y querían seÉronské qná
lüBwUi^* Demostráü^ qae.Fi^* GerMüdi^ no m coisf
•' Q^tt^ó. f siü qtúzi s$- neeesitá mae , jiará seé-
iOLú'éiúúioi públipo esldi^oy $olo> oon tal cual
éxito j qué para séi^ uno jde dóscieatol^ (diputadofi
Sin embargo iaá ci^alídades no sííü laa misinas¿
oiroá. .soa los talcmtoS |. - piros los, <»»Booímieaide
^iié sé neeesikn^ Tal ba^y qué seré un búeri pá«
dre.déla patrU> y acaso no serk capas dé kaf
^rseleér con g^usto ea,úit periódico f y «tal babrá
qué atraiga estráordÚnariam^Híe ood éús^ produe^
eionea qué baria M tlesgraciadd reprosentatité éá
lá nacioui El prodigios!)^ iiúmér«l ;de «úseriboriá
eoiá qué cueñia Fr« G)ertíttdio lé bacé creer qvúé noT
liá errado eü U eleceioit dé ocupadon 'i esto ni 'di
ánfogánciá ni ]tá oÉodéstiá :'«s la confenon >. frá^iei^
de »Bá verdad <qfié exiate¿ Fr^ . 6eru«dío en el
(!oaf(iesd nó seria siao un dipEUadú mas- eos imifi»
tal ¡hteiijlotiett no ba4ta«6to (>aTftlia<!ef elpbtelif'
le neceñts fba9'| eUe mus v*» lo i}dé conoce que \»'
&Ua¡ Esto no es mas qué otra coníeston fi^an<ift d^*
otra realidad* Focion f Di¿genes ho ^ablá^ «sis
loft faípóeutat fib.se-espliaíft 'ash El hofobre- ^e*
bien no debe áreífiattdar >^^{}^ran%ás.
Y si ^r otra parte- se balancea- el bien • q^e
puede bffcer^on bombre de sana intención' en el
oaso'de ti(i poder conservar riño una de'll^ dO»
jIOBÍciones políticas y y en las circud^ancias 'dááaSy*
•nttendo qu^- ptepoiiderá el qué podría «alirde
ka obseinraidoiies hechas ^esée la tribuna "diO ta«
qttigvafos üV qlM pudiese - baéer d^sdé 'la Iribunc
parlamentaria. La tribuna parla iMett larra dUrá.,- si
■etfuiere , nuis honor: -■ apr¿v^<^ele á quíe^^á el
aspire. Es un enealc/k adklthré i t\et\o) íiéúiA p^
m.quien lo desee* •* ' /'' •
He creído td^er bafdr earta ^e^cle df( ptofe**'
•lOU) que p«Klrá no ser rhúiirá los lectores. Mü-^
«bos la interpretarán siñíe^stramenCe; lo sefitvT^
pero me la ba sugerido uii ^rOi^a^ eóncí^neía-^. que»
és la vóx'quemas escucho ^^^y esto bosta á faaeerki
ain temor* Ello es ing^fiMiri y el que báyA' leído
flus anteriores "escritos^ oreo que nó podrá' lueno»
de'oreer'-en su aíneeridadi - \ « "
V .. :Pero¿qnd es e^tOy-Fn Gerundio? ¿De ondín^^
do aoá ese tono tqn serió y ferkinión? ¿Ut-quid
p^rditío :hácl ¡MiTÉí qne:s¡ te f^malittis te piei^e»«
r^Ett. e{eati>>: Fr. Getutidio (me respondo á nli
jni#eao)^l ine.fu enf rascando isisensibletiieBjke «a
ia formalidad: ;como lo coje uno tan á deseo!
Pero en fin aquí viene ahora Tirabeque mas ale-
gre que una paseua que nos dirá algo para desen-
grasar.— Cor ríen te^ señor, qué un candidato no de«
he tener grasa ninguna ^ que eso sé queda para
*^ente que sé sienta en Ws eocinats eómo^o, j tto
para gente que puede sentarse en bancos de ter-
ciopelo .rf Mil á;^ si hffs de decir : t^ ^\^.$ valdrá
mas que lo digas aparte^ porque sino me vas á
engrasar el artículo.' '* '
I t I, .' '\:i ;> . 'I •' ■'
■ '. . .ír< - ,' -i' ..' (■ .:[.■ ' rr. .
.■>a. j • ;i. ) • • ■ ■ -• !'• '
Tomo VII. 7
SI : ALGUNO SUPIERE ALGÚN- IMPEDÍ^
MÉNTO LO MANIFESTARÁ.
íQne es eso , ton/brc? T^an jovial j tatl coii«
tentó como venías, que paicpias nna pascua ves-
tida de lego , y ahora tan cabizbajo y amurr¡ado«
Amuriiado , si señor.— -Y como es eso? — Porque
cada vez que me acuerdo que el hermano fialdo^
mero no se ha movido ^odavia. deJlLmurrio , me
ent,ra una murria que no la puedo resistir, en ta-
les términos qué lo mismo es insultarme esta
idea..r.., siento que la alegría se me va bajando
bajando por el cuerpo abajo hasta las sucias de los
zsi patos. — No me disgusta eso enteramente por-
que quiere decir que si Ja alegria te se traslada
á los pies I te impulsará á levantar, esa patita
que ya es de mal agüero que este tanto tiempo
quieta é inmóvil. —Crea vd. , mi, amo, que la
siento tan pesada , que algunas veces se me pega
i los ladúUps como ti la suela del zapato fuera^do
P^*- . '■ ...'..'. ^
Pues ea mi entender no lia^r un motÍTO para
que. la estancia .del genera) de * la Victoria en .
Amurrio te ocasione á ti tanta murria. Si titras
que pasaba alli todo el estío , convengo- en qué
tendrías razón , pero estando como estamos toda-
vía al principio del verano; ....---Señor ^ no tan al
principio y que ya van madurando los melocotonéá*
—No, hombre ^ todavía no,— ¿Que no? A lo me-
nos los melocotones reales yo le aseguro á vd. qué
van maduros. Mire vd. si lo irán ^ cuando hace
ja hoj mismo ocho dias que regalo la Reina iina
frutera de ellos á Alaix» — Calla , calla , trasto;
¿quien te da á ti esas noticias melocotoneras?
Pero dejándonos de melocotones | que al cabo
para nosotros todavía están verdes, ¿es jposible
que has de estar asi tan trístote y meditabundo?
Veo que será menester hablarte de bodas, qtie
es la conversación mas alegre que puedo suscitar.
—Señor.... — Que? — Que conversación dé. bodas
allá se viene á dar con los melocotones ¿(ue ho
están maduros , porque dá dentera como ellos .<—
No , la boda de que yo té hablaré no te dará
dentera : antes te llenará de gozo y de ptacer,
>nás todavia que si fueras tu el contrayente.—
Señor, eso poco á poco, que la caridad bien or-
denada empieza por sí mismo. — ¿Y si te dijera
qu^de esta boda pendía la pacíQcacion y felicidad
de España?— Señor , veamos quienes son los fu-
ttirbs ydnrd mi Voto.— *Pifie9 sábete qtte tfn el grad
congrCHo europeo que so trata de celebrar para
árrHghrr dofíiiitívaincnte los asuritos de' acá, es
' drciV, de nuestro país , el grati proyecto tjfue se
VU á prcítentjir á disensión según el M&rñorial de
Buídccís a propuesta del Austria -empieza coh es»
te arlícfrlo } 1? Casamiento de Isabel // con el hU
Jó primos cnito de Dj Cár/oj. --Señor , PROTES-
TO. — Pero, hombre*... — Protesto, s^d^ór^ j pongo
todus los ímpedimeutos impedientes y diiiiníentes
r¡u(^ tiene para los matrimonios la santa madre
iglesia', y mas todavía sí es menester^ Y me opon-
go coii' todas mis potencias.*.^ — ¿Y que sirven tus
poteucius si es cosa que arreglan y disponen
las potencias europeas? — Señor , mis potencLis
son laS' potencias de un español , y las poten*
cias de un español ^ en ' este asunto son mas
que todas las potencias del mundo , y todo
español que tenga potencias debe protestar co-
mo yó Fray Pelegrin Tirabeque^ porque la
cosa 'veo que va muy formal, y si no protes-
tamos todos los buenos españoles con' tiempo , la
boda se bará , y el dia de la boda será el dia de
nuestro entierro : y ahora , ahora eí Cuando sien-
to yo Vio salir diputado , que si Tirabeque fuera
diputado , el dia que se abrieran las Cortes , an-
tes de que S. M. empezara á leer el papel aquel
que lee, diria yo: «Un momento. Señora; protes-^
to contra la boda ; que se CAse nuestra adorada
iLeiuila con cualquier hombre honrado menos con
ú hijo de un faccioso mas p Señora ^ porque en»
toDce9| Seaora , es lo mismo que.,.. Señora ^ lo
m'ismQ que tu te las tienes, Pedí o 5 y,... ya vd.
me puede entender , Sepora.» Yo no se', mi amo,
no se lo qne diria ; {iuede ¿ec que dijera que no
solamente me daba dentera en los dientes esa bo*
da, sino ..^rabien en las tripas. — Hombre, ¿d^n*
tera en las tripas? — Si seílor , en cualquier par*
te. Y después |ne volveria á los compañeros di-
putados I y les diría : «comps^ñeros , hermanos, %i
tenei» sangre española en las venas , ayudad á
Tirabeque; y todo el que sepa algún impedimen»
to, que lo manifieste, que esta es la mejor oca*
«ioptt
Pero hombre^ te acaloras, y no se por'qu¿..«
¿Pues puede haber cosa mas hermosa que hacer-
nos todos unos por medio de una amnistía general
como dice el artículo 2.® del proyecto? ¿Mo. daria
gusto ver á nuestra amada Üeina por quien tanta
sangre se ha derramado, regalar un cucurucho de
dulces de la boda al amigo Cabrera y otro á Pa-
lillos, y hacer igual espresion el hijo de D. Carlos
al duque de la Victoria , al general Rodil o á don
Martin Zuibano? ¿ Hahria una cosa mas bonita
que daros un be^o Fr. Saturnino y tú? — No lo
crea vd. ^ señor 5 porque antes que llegara esc ca«
so daria yo mil besos al Mohína con las espuelas
que tomé en la feria , que no crea vd« que las
tengo olvidadas,
Y digí^ vd, > seftor]; tligame vd^ por la uapllU
que estrené el dia de la pi'at\csion ( '¿ el liermano
Baldomera conjugará también en ese matrimcínío?
-—Supongo que no , hombre. ¿No véi que el tí-
tulo de Duque dt la Fictoria es incompatible coa
él título por ejemplo^ de Duque de Iñ Transacción?
Yo estoj persuadido ai que nó. — Séñéí", entonces
¿cómo QO da mas á menudo con el mazo? — ¿Que
quieres? Dificultades que no conocefhos- desde
aquí,— ¿Y qué mas artículos trae ese proyecto
del Memorial | seiior? — Hombre | no todo se ba
de hablar boy y dejemos algo para otro dia.-r^¡ Aj
xni amo ^ mi amo! Míreme Vd. los dientes : ¿ los
ve vd.? — Los veo ; que' ? — Nada , señor , • que con
la boda esa ya tengo yo deutera para mucho
tiempo.
-«^
JÍOYENO TKIMESTRE.
GAPILLÁDA 16^ JULIO 25 DE 1839.
Fb. gerimdio.
Si quis dixerit ex coquetis et coque-'
ionibús aliquid bonum sperari posstg
anathema s'U*
Si alguno dijere que de coquetas y co«»
quetones se puede esperar nada bucnOf le
bailo ^una pateadora sobre sa alma qao
le fcbientO)
CoNC. 6. Ge&ünd.
ISABEL II Y UNA COQUETA,
¿Señor?— Vamos , ¿qü¿ tripa te se sale?— Se-
Sor , nígana á Dios gracias. — Piíes entonces ¿que
diablos buscas aqui ahora? ¿Te se ba perdido al-
go? —Nada, señor: ¡qué mal humor tiene vd
¡hoy I «ai amo í Quería hablar dos palabras coa
rd.— Eso quiere decir que vienes á pedirme, por^
que todos los que vicneo á pedir dicen que quíe-'
reo hablatr dos palabras conmigo; que' tiie(ftI}lo jat
eada vez que oigo la proposición de las (los pala^
bras j y aun la llave del cajón se conmueve den-*
tro del bolsillo como por galbanismo siempre que
alguno' las pronuncia. — Le di^o a tdr , séuar^ que
yo nb vengo abora á ^eso^ y to^ue' siento"* es en-
contrar á vd. de tan mal bumor, — No , que esta-
re contento con el modo de portarse de esa Co»
queta.^Csísi casi estoy por decir que me alegro,
señor , a ver si escarmienta vd. ¡'Cuántas veces
le habré dicho á vd. «señor , no se fíe vd. nunca
de coquetas ; si el diabla le tienta á vd. á tener
un trapillo , que sea con una ^nuger susistcnte
j de asiento que le quiera i vd. solo 9 ^ no con
estas mari posillas vtilubles que hoy quieren á uno
y manami á otro^ 6 por mejor decir ^ no ¡quieren
¿ ningqnp! Sino que vd. en estas cosas no escu-
cha á nadici y asi le sucederán á vd. esos chas-
cos : en parte es bueno, para que vaya vd. ápren—
diendo á vivir. , .
Mira , Tirabeque ; la mayor prueba de pacien-
cia que puedo dar es sufrirte tantas vaciedades.
¿Quien sf! acuerda ahora de mügeres coquetas , ni
de constantes I ni de subsUtentes,, ni dé TÓlubles,
ni de cosa que lo valga? ¿Te parece que estamos
ahora nosotros para pensar en esas cosas?— -Se-
ñor , todo podía ser , y ya sabe vd; qiie en Ma—
' ^rid no sobran las precauciones* — Lo que te diga
fes que BO te liablo ahora de ninguna muge» oo«*
quetai sípode una coqueta de guerra , cujo'pbr*
te me tiene 'dieaazonadp.^ Señor | todas ias coqne->
tas dan mucba guerra y. se portan muy mal.,— *,
¿Tu sabes lo que ion c.or))etas de guerra? -^Cor-
betas na señor $ corbatas si; y por cierto que me
bace buena £alta una ^ que la que tengo está ya
bace tiempo en espectacion de retiro.
Puds mira : corbeta es una especie^ de buque
ligero de tres palos | las cuales , como todas las
embarcaciones , tienen su nombre particular ; y
una de estas, llamada Coqueta^ que tenian los fran»
ceses en las aguas de ^an Sebastian á Santander pa<«
ra proteger nuestras postas y hostilizar á los car-
listas con arreglo á Ía& promesa^ de auxilios he-
chas por el gobierno francas, ¿sabes que ha be-^
cbo 7 En vez de proteger á Isabel II que andaba
ai^résando punchas pescadoras de los facciosos de
Bermeo*.... — Seqor i ¿cuandQ hd, podido ser eso^ si
todos los días encuentro yo de paseo á Isabel II?
— No has de sj?r majadero , hombre ; Isabel II es
el nombre de un vapor español que maniobraba
en aquella costa- Pues ^o que na hecho ha sido
proteger á los carlistas , impedir que nuestro bar-
co los atrapárají acojerlos ella^ y en seguida darles
libertad. Esta es la protección y los auxilios tan
decantados que el gobierno france's nos dispensa.
Señor , siempre dije yo que esas promesas no
habían de ser mas que coqueterías , porque Luis
Felipe es el coquelon mas grande que hay en el
mundo I que no parece sino que es ^ martposo
de ka naciones, ^o es lo que mandará él para
auxiliarnos | coquetas; que ^por la visto el mismo
pago dan las coquetas buques que las coquetas
de hueles ; pero nosotros los españoles parecemos
á aquellos amantes babiecas que aunque nc la es-
ten pegando á ojos vistas , con una carilla alegre
que de cuando en cuando les pongan , ya se les
cae la baba j se quedan mas huecos que pabos
reales } señor ^ somos mnj pabos reales los espa*
no.les.^No, te falta razón , Pelegrin ^ j lo peor es
que no hay escarn^ientos que bastea á deseD|a-r
darno&i
] Y no escarmientas , oh Espafta ,^
con tantas coqueterías !
jY no adviertes que tfe enga2a
el rey de las simpatías 1
Que son hasta las corbetas
que envia en tu protección
en nombre y porte coquetas.
¿No ves que es un coquetea?
Fiate, Espafia, en su alhago^^
alhago de coquetismo ^
y tu llevarás el pago ,
tiundiendote en el abismo.
=10*-=
A LOS ELEGTO:^S,
del espantoso cuadro de la guerra civil ^ y consejos
en verso heroico* declamatorio*
■^•^-
Eatre él fárrago de alocuciones que en la cam-
pana electoral han visto la luz pública merece
singular menciou un folleto que cqn el titulo ar-
riba copiado ha publicado ayer uno que se firma
Un ciudadano del Progreso * Su mérito literario y
político le impone i nii Paternidad la obligación de
dar á co/nocer al glanos trozos de esta brillante
composición ^ ya que no podamos tener el gusto
de copiarla integra como ella mérecia. La parte
d^ re^i^erdfO empieza asi :
«iSon tanto» los crudos males
qiie desde que empezd la guerri^
civil ^ atroz que nos devora
agoviau á esta Nación Ibera ;
tal el cáncer que la carcome;
tal la hidra que la envenena :
Horrible la tempestad Gontinua
que arrasa toda §u tierra
acompañada de huracanes
que toda ló descuadernan (1)| ^
y de las nubes que yomitan
destructor granizo j piedc^ (2) ;
espantosos ]os terretnotos
que la faz Tibran j retiemblan (3) |
hacen las masas se choquen ,
humanas , j rean sangrientas :
horrorosos los volcanes >,
de azufrosas llamas negras (í)
que laba encendida despiden^
que todo cuanto tocan queman.}
numerosas I ya sin cuento >
encendidas arrojadas teas \
que la discordia siempre en pie (6^
mantienen de mil maneras ^
con tal rabia | con tal furia ^
que al observarlo uno aterra;
que imposible cuadro haya
4e ninguna fatal época
^■■■iii ■ . ' .. 1 ■ I ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ .."W ' .M" ■ ■ I . ■ ■ ■ ■■
(i) £1 que no sientan dcscqaiáeriiarse su cuerpo con este
huracán de versos , ó no tiene corazón, ó será dé bronce 6.
piedra.
(2) Este scSor progresista nos va á talar la cosecha.
(3) La faK gerundiana está vibrando de risa y retiém*
hlame otra cosa que no es faz á consecuencia de este ter~
remoto poético.
(4) £n mi vida vi llamas negras.
(5J Pie de discordia es propiamente el píe de este Ver-
so. Se me figura qu» las fibras^ celebralesi del poeta debei^
estar en una horrorosa discordia*
j parte | sabida , del mundo p
que edos matices ofrezca ^
tao terríficos p espantableSi
que al mirári el cabello encrespan j^l^
Lue^ los pueblo^ arrasados
y que i cenizas redujeran
llamas voraces prendidas
y atizadas por la ralean
de demonios incatnados (V) ,
que carlistas bordas fieras,
componen , no humanos seres,
que las furias alimentan :
el espanto y duelo causan ,
jr del número perdió cuentii (^)**
Asi sigue basta la parlé ¿é Consejos en verso
héróico" declamatorio , en la cuál es de admirar la
]t>elle%a de los siguientes periodos^
«Pues para que esto ser pueda,
el palenque está trazado ^
, del pueblo en las elecciones ;
pampo de lucha , la arena (Jt\ $
' (i) Hasta, el cabello de nii p^fucá s( ha encrespa dg cpn
tan terríficos , espantables desatinos»
(^) £t íncatnatus es.*.* Demonía tua*
(Z) Quiere decir que está fuera de cuenta coma ein-
barato que cumplió los nueve meses* . . :
(í^) De San Isidro | azul y blanca*
55110»
porque ele que ^. en ellos venta
el partido liberal progresista p
ha de resultar quede muerta
. la esperanza del retrogrado ^
mucho avivar la pelea
que pronto aniquile , destruj^i
el de las hordas tan fieras
del carlista furibundo | negro i
que monlViuos como Cabrera
acaudillan, y se sabe que (1)
^n'stts cálculos no entran
trausaciones ni amalgamas p
de los que obcecados intentan ,
muchos I sin mando de tiranía ^^
para todos las cadenas
imponer^ sin de moderados
j de progresa hacer diCereneia*
Asi I electores madrileños |
seguid solo una bandera |
de Constitución e Isabel j ,
para notnbrar á qyién sepa
sostener á tan caros objetos
j terminar pronto esta guerra
fratricida, escandalosa
(i) K se sabe ^ue» Esto se lUtna ^d<;¡ar co^a^o un
^erso. Se le figuro á Cervantes ^ue ha^íh a if'ho algo cuan-
do dijo: ^^JSn el silencio de la noche íti^ni/o.^* El 4é-
inonío son estof poetase elfos a'borcáit vi^rsós iíeiiipr|le y
'éáaitfdo-Iésf'ácoiiioda , i' vaya vü^ á exigirle^ |a ^esMÁ^ab»
bilidad.
^iié solo llegó á ser s^ria
Jior intrigas j 'maldades
de varias caronadas testas p ^
^ue ven vacilantes sus tronos
cofe it{iíe se afirme en- Iberia
la libertad j tome vuelo $
, ^ Jcomjp^ babeilo tortíado debiera ,
^^^ ^^ Vi ttardores en veintitrés
y pasteleros de eslajepoca,
por miras insanas , torcidas |
á la vez cada cnaleS| no lo impidieran (1)
■ *iri ho'lóá conocidos planes '*' '
'* •'"■•■'•'• 'i' •'*••'•'»•■••,«
' •' ¥esut;kat)do el ministerio de Cea' 'i* '* ^
- '*^pi*éflfo verán realizados ' ' '* *'
"^ <{ottti^a jnasa nacional inmensa $
«osa qué si mas de labrarnos '
' ' ittifestra ruina ^ vergüenza . .•..*'
aera el que la suframos ,
habiendo ese modo de rcpiíIerU
legal' /-noble y espedido
de lá electoral palestra.*
' Jqui lafirrn¿(T),
(i) Voao a pocd, heimanoj: este veis© jh^» -nlht^^
|»rogresisU, y no estamo» co el cMo de amansar taoto: es
iñenesterrun poco de tretio, sefíor poeta« . •
(a) .peyioTcx, e« menester baSaí cuanto antes á este*
^bce bpmbre« aun<iue sea por suscrícion : p»ra<lo<cual
cuenten jds, con roí pArle y la de Tiirabeq«ie«.iPdbi3a mo-
AIUé^
EL Tío AX. SOBBinrOi .
... ..q
:m r.í c
l^sto es una cjosa de qae jo .qa tengp :\a culpad
$i|cedo muchas veces, que entrevia .inipenpídad de
cartas qn^.yienen^cadfii, ^^reo {mratl^^f; Gerundio,
suele colarse alguna otra que no es.«¡>^a^|Fr. Ge-
rundio f sino p^r^ quieu .menos se pi^4f*^,|^ lo cual
es muj fácil al hacer, el ^apgvt^dp.en.cpr.reos I y
nada tiene dc^ particular teujef>49 c(>|Q<^>ti§nen que
hacer la opéracioptau dé.rejient^ l*P}^^%hago yo
en estos casos es , inmedi^ttamente qi^c^ ad»vierto la
equivocación ^ dii;igicself a| silgeto par<^>,qpien sea
por medio de Tirabeque. ^uArdando^ql..5]lfbido se-
creto , cuando sin repai-aif en el so^ri^fbff^empeza-
do ^.Icerla»^ Pero .el otro dia abrí una , que traía
Bo!*^ Goma se le haíi}t> íá cabeía! Y cs6<ítitf"ilW>"lía 'entra-
do hastkitoy la canictila» Sí-^mpre tuve yó 'tragarlo qáe
de resultas de estas elecciones iba á faabér desgracias y
que'á «dnsecuéncia de 1» lu'eba electoral • había ^p ser ne-
cesario aumentar algunas raciones en el hospital' d% Tnb-
eent«8'4^Zarago«a^ '/'Válgame Dios qué ¿esgractas!
el sello ie GoBiemo politicé de Salamanea. «018, di-
]e; iqué sé lé ofrecerá ál Gcfe Político de Sala-
lafoanca pars| Fr; Gerundio? Empeced á leer j ti
que encabezaba: •Queritf o Juanito.,..» -^Tate , esto
toó es para mi....» Miré el sobre.... y era para el
ministro de la Goberpficíoo; : Equty^acion mas
Singular ! Iba ja ¿ ponerla bajo otra cubierta , j
á divigirsela al amigó Juan de Dios | cuando me
dijo Tirabeque: «Señor^ paréceine excusado que vd»
se mólestp en nii^ñ^ar esa carta y yo en llevarla-
mejor sería que yd. la imprimiera ^ y de ese modo
la leeria mejor el hermapo fninistr^ que no en esa
letra tan garrapatos^ que trae , y el se lo agrade-
cería á vd. y JO í^p f^hórraba u» pa^^cf.i* Me pa-
reció oportuno el dictamen de Pele^rjn ^ y f n aten,*
cioá fi qqe ya, no es la primera comupieaciou en-
tre el tio y el sobrino que mi Paternidad ha pu.
blicado , bueno será ^ ya que la casualidad lo pro^
porciona , que mis lectofes sigan poniéndose al
córHénte de tan iu|e|rfsante eorresjpoDdencia. Lí|
fearta d^pia asi*
fií^Eierido Jutíníte: aqui me tienes hecbo ^tt
azacán para ver de que ganemos la votada. Lot
liberaUs también trabajan como perros , y sr no
%e hubiera iluminado el Espíritu Santo para en«f
viarme aqui , difunto snx^ Dios pejrdo^e i la can-
didatura de los nuestros se la llevaba pateta. Su
Ilmák no deja de ayudarme en lo que puede . • y
aun la sobrina pone también en juego sus rela-
ciones semi-episcopales : se conoce que han hecB<ü
Tomo vil. 8 '
caso de tos carta». Pero todo cUo no valdría na»
da si no estariera aquí tu tioc.j aun asi no. las
tengp todas conmigo ; á pesar de qué| como te he
dibo I trabajo como u o 'gañan* -
.. El chico i(l), tan travieso como siempre) va
despuntando muy bien (S), peifo.es ^1 laism^ dia-
l^lillo. Sin. embargo en estando al Mo de sU :ti6>
el irá sentando poco i poco : h'as^a^ahork todo se
}e puede disimular , porque; jaJí travesürasi quQ
hace no son de trascendencia y' soa- juegos^'do hk
^dadji j JO no pienso despreyícterme de él á lo
9).^nos hasta que se vaja soltando á escribir* fTe
hablas de haber reido si le hubieras visto ieer la
9ápilla4a ¿Q f^r« Geruodio que empezaba : m<^'^Ha'^
¡pa^. ba'j'a^ri f cha/a-Ua'da/Vovqtke como después
^egjLiia diciendo : .«mujbien,^ niuo ^ -muj «bieo^
lo has dicho gr^idemente ;n^ pie' pr (aguataba á mí:
«diga vd., iio, dirá esto por mi Fr. Gerundio '2r4
^Pj hljO) i)q; le rc^spondia yo y .eso lo dice por
yi| niño cualquiera. Sábete que ja vá sabiendo
leer las cartas de su tío el ministra. Ai chico* eit
^^tando aqui algunos aüos ja sé lo puede dedicar
^.f^tguoa earrei^a , porque ja te he dicho -que des*
p^nta• Por aqui se ha murmurado que habiendo
tantos cesantes cargados de anos j ser? icios ha jas
. (i) Este chico es un sobrino que ha enviado de oficial
de aquel gobierno político.
' '(^) £n electo : le cficcn á Fn Gerundio que despunta
^ufintos cortaplumas- coja i mandamiento en la «ficipan
lüandado al iiiSo ¿ estas* oficinas: pero bas he*
cho bieii^ porque lo que se necesita ahora es jen*
te jeren : y últíoiameQte has complacido a la fa-
milia I que es lo que jo te aconsejaba en mi pri*
mera I por lo cual te doy las gracias.
Ayer tube carta de la familia de Papa- trigo
(1) ; sigaen sin novedad p como igualmente los de
Avila* He alegro que Mariquita est^ ja tan va-
liente; dala mis afectos , j con un besito al Jo-
vellanista del último parto (que asi llamo jo al
cbiqoille) te desea la mejjor salud tü áqiantc tic.
Kss Juan francisco.»
IVueva Falinodüa*
Y gracias si lo cuenta
j escapa..... el desdichado ^
eomo el padre Supino*^ apaleadol
Fr» Ger.Cap. ia6 del aa de mariiK
¿Te acuerdas , Pelegrin, dé aqu^l; guardia©
de Bilbao. ^que apaleó inhumanamente al p. $upi«
fij P^pa-trígo en- la proYÍncia de AtÜa es el puel^l^
He lá naturaleza ele t^arramolíno el tío. De modb que reú-
ne ia-fánmlía* todo ló -que les hace falla. f^i'aí .nd moviíu
M de hambre-; trigo ^ carro , nwJino,,^y y pop liltiipp
paparlo» ^ '
no por n^Fi^ de e&te anQ?-'¿De aquisil Fr. Mi-
i;uel?. Mt-r-^o es.«--¿Qvtt pusimoA nosotros nnoc
versos £^erca del parUcAlar?— Cierto: f a«aso te
acordarás que di|iaiAs t^ntre oUas cosas.;
«Siguióle ei) su cati^r¿^
el .Guardian furibondo ,
j un golpe le alumbró con saña fiera j¡
del iCuerpQ en el parpge roas iniBundc».^
— MeaiQperdOi^ seilor»^in9 si fuera hoy. ¿T ijuq
ha sido de aquel guardián^ mi amo?-^AmigQ> sigue
dando palinodia á mas j mejor. En la mañana
del 8 de este mes mande- dar cincuenta palos
(á cada uno^ se entiende) ¿ dos infelices labra-»
dores yizes^inos vecinos ae( pueblo* de Abando^
uno de los pocos que en aquel pais se mantienen
fíeles á nuestra Reina : j para mayor solemni-
dad del acto ^ dispuso que se ejecutár^t en el pa-
seo público de j&ilbao ^ animando el mismo á los
ejecutores^ y reconvini^dolp.s toda vez que n(^
daban tan ftM^rte.pomo 41 quería, y deforma que
resonár&n Jíion los gsiUis de los jcfelipes castigan
dos en las casas inmediatas^ — Señor , /de qué or-
den ha ¿ido ese bírbató de ese Guardian?
Te- diré : ese supuesto Guardian d supuesta
pr. Miguel es el £xuuiu. "Sr. o. Miguel de Are—
chévála ^ comandante genénal db Vizcaya^ asi co-
mo. el supuesito P. Supino á quien apaleó la prí»
mera réz es *ixii tal Gáininde | liberal conocido t
¿e prestigio en aquel t país ; que ja es preciso
que los conozca el publico con sus propios nom*
bres para major boiira j gloria de Dios , j satis-
facción 8uja.-^Seilor) en ese casó jBSodebe tener
miras políticas de mucba boudura*— .¿Qué miras
politii^as ba de tener Una aceibn como' esa? No
podría tener otras que las de desacreditar el go-
bierno^ de la Keina , y bacer prosiélitos para don
«Carlos. Pero ni aun este pensamiento puedo ro
creer en el bermano Arecbavala^ sino que será un
genio asi «paleador.^-^-No seiior } eso debe llevar
miras mas altas. £se bombre debe aspirar á bere-
dar un troufl. Tu es4¿s tonto ^ Pelegnn«<— No sé-
Sor | no. esto j tonto. ¿Yá* no sabe que elSultau
está muy malo y iL.laa ruela 6 bo las vuela? Pues
bien y ese bermano Arrevacbavalas ¿ oomo se lla-
me estará baciendo méritos para ver si á la muer-
te del Sultán le proclaman los turcos por rey
¿ emperador i como ae Uame el qfue manda en
aquella tierra t y eso par^ceme ¿ mi que no debe*
rá consentirlo la europa^-^Lo. que no debo con-
sentir yo son los estesos de tu lengua.— Señor^
pues que no consienta tampoco «1 goSiitrno unos
castigos para los pobcés paisanos , que solo se usa-
rán allá en Turquía p y entonces ^o también con-
tendré la lengua.
«.118—
IL riTRiomio B^is DE u mñk.
Sisee ocuJUs egomet vidi.
Si; yo mismo lo be visto con estos ojos ge-
rundianos ijue tengo debajo de las cejas | que las
«ejas mias son como los ladrones que siempre es-
tán Bobre-ojo.
Hermanos, ¡quien lo creyera!
Pero lo be viste yo mismo ,
]el espaiíol patriotismo
tsabierto con üua estera!
Y ya si fuese una estera nüteva ! Pero , ¿ mii^
«bo yo me engaño ^ ó el mbeble mas indica baber
-estado destinado para bacer camas á perros que
para servir de cortina al Patriotismo ^ que esto
me ban informado que representa el Genio que
está colocado junto á la Matronii que simboliza la
Espna sobre el p¿rtico del edificio de las cortes.
No sé si cuando estas lineas vean la luz públi*
ca , estárí todavía el Patriotismo del Congreso dé
la mi.snia forma qtie le be visto, yo Fr. Gerundio,
^n la mañana de hoy domingo. ¡Pobre Genio! In*
felk Patriotismo í Escondido tras de un pabellón
espartero (1) , qne solo dejaba entrever por una
enorme rotura el escudo de las armas de l^spnni^
parecía un ermitaño de lo* primeros siglos retira-
do á llorar sus culpas en una gruta rustica. Sia
embargo el andamio de que pende la cortina es-
tereotípica (2) demuestra que se está de obra , y
que se trata de reformar el Patriotismo. Buena
falta le está baciendo á la verdad, porque babiá
quedado tan mal tratado de está última lejisla-
tura, que de justicia estaba reclamando ya que
le dieran una mano. Yo cada vez que pasaba por
álliyle miraba, no podia menos de esclamar:
«¡pobrecíto, cómo te ban puesto!
¿Pero á qué se reducirá toda la obra que ^a-
gan con él? Regularmente á darle un bañito : á
lavarle la cara para el dia de Santa Cnstiua. ¡Co-
mo si bastara esto para repararle de los desperíec
tos que le ban causado los iiltimos moradores de
la cisa! No basta esto , no; otra obra mas sólida
es la que necesita el Patriotismo de las Cortes.
Estoy por decir que se necesita un patriotismo
■puevo ; a lo menos sin una reforma radical no
(i) Pcríbrtdo de esparto.
.(^) pe estera.'
«.lie»
pued« pasar* No pareee sino fue el tal «Bdamio
y la tal estera se han puesta allí como «n gero*
glificQ, por cujas roturas sale la voz del Patrio-
tismo y de la España I que dirigiéndose á lo« elec^
lores I les dice : « Electores^ ya veis como nos han
dejado los otros ^ cubiertos con una vieja ester^
€00^0 unos pobres mendigos^ imientras nos ade-
centan un poco para que podamos presentarnos
en público el dia de Santa Cristina. Electores,
mirad lo qué hacéis en este dia ; si nombráis los
mismos y no estrañeis vernos desnudos . el verano
que viene : mirad á es^á estera y á este andamio:
ellos os dicen mas^ que todas las alocuciones que
ae os han dirigido.»
Um tmhxHlnxti
Todos los periódicos han estado llenando diaria-
mente sus columnas con candidaturas de toda clases:
eseepto Fr» Gerundio. Mas porque no se diga que
Fr. Gerundio deja pasar la e'poca de elecciones
siu presentar á lo menos alguna candidatura « mi
Fajternidad ha elegido la que entre todaii ha mercT
cido mas.sa aprobacioa ^ j ha creído roas digna d«
ser recomendada á los electores. Esta es una que
de la proTÍncia de Cuenca le ha aido dirigida á u¿
Pateroidad Revérendisiraa por diferentes condue»
tos.. Ella ofrece una verdadera noviédad| j no da-
do que si las demás colrrespondiesén a an tendencia,
\9í patria se salvaría knejor que con los homhrea
que hasta ahora la hañt gobernado* Es la siguiente.
IPRÓVlNClA ÍDE CUENCA*
Terna de Senadoras.
D? Agustina YillanüeVa de Alarcon.
D? Lorenza Morquecho. / '^
D5 Anselma de Frias. '
btputadas.
B? Jacobita Valdes.
D! Ebstaquita Aguirre.
K Josefita (¿ Pepita) Albiol.
D? Teresita Peñalver,
K Pazecita (es decir María de la Paz) Piquero.
D? Anita Bu r riel.
D! Josefita (o Pepiu) Lázaro.
. D! Isabclita Aparicio.
' Advirtiendo que to las cand^aturas de lícim*
bres haj la mayor dif«rgeneí&| en la dé señojps la
mayor uniformidad ; y que por noticias extra<^ofi-
cialed y fidedignas que ba podido adc^irir Fray
Gerundio puede asegurar á los electores que todas
son candidatas dé un mdrito distinguido ^ y que
^in escrúpulo de eonciehcia se les puede dar el vo^
to. Y tan favorables son los informes queá Fr. Ge-
rundio le han dado y que st entraran en el Congre^
so I no tendria inconveniente mi Paternidad en ad-
mitir la presidencia de la sección Conquense. A
mi reverencia le toca solo recomendar : los electo-
res quedan en la libertad de obrar como lea dic-
te su concieucii».
/
KÓV£!IO TftIMESTRKé
CAPILLADA iU. JULIO 26 DE 1859.
Fr. GERVníDIO.
Si quis dixtrit Joanñtm patsanwn
^eire tjuem voiai. guare votat^ ad quid
voiatj et guomoao, anathema siU
— f
Si alguno dijere que Juan paisano
sabe 4 quién vota ^ por qué TOta , para
qué TOta, y cómo vota, de un vota vo-
leo le planto por veleta del pico de Te*
nerife*
CoNC. 6. Gerümd.
¡Scce homo!
NOVELA ORIGINAL.
!Era él tío Sípion Rejas ubo de estos sencillos
Montañeses. ^ que en tiempo de gobierno absoluto
no son mas que simples aldeanos | pero que en
virtud de las instituciones que felizmente nos ri"
^etí ban ascendido á ciudadanos sin saberlo dios
j sin salir de su aldea. Aunque era liombre xnxij
á la rústica y tenia sin embargo tan buena pastít.».
como si se hiibi^se encuadernado en casa de Ale-
gría 6 de Ginesta (1) .Su edad frisaba en los
dos cincos ; ésto és, entrado , (cokno ^1 decia , en
los 56} justamente de la edad del Sultán Ífali«»
moud-Khán II que acaba de fallecer abora se«
pxTí parte telegráfico de Strasbürgo ; noticia que
según Tirabeque ^ sería mtiy satisfactoria para el
hermano Arechavala él apaleadox de Bilbao sino
se bubiese anunciado al dia siguiente la elevación
al trono de sü hijo mayor (del Sultán ^ no del
comandante general de Vizcaya) Abdul-Medjidj
•pevo notída que al tío Simón llejas le imjportaba
lo mismo que la del cambio dé gobierno en los
Bolivianos y la caída de Santa Crüz^ ni mas ni
menos qué las ultimas que .se ban recibido d®
los asuntos de la república de Tej^s , pues ^1 no
eutendia|dé más tejas que las que se fabricaban
en un tejar qué éaia ¿ la derecha de su era ^ n £
de mas Santa 'Crü¿ que de la Cruz Santa de la
parroquia de sú lugar que mas de cuatro veces
habia llevado en las procesiones por pura de«^
vocion.
Vívia el tío Simón ftejas enteramente abstrai.
do de la política ^ tanto que para ^1 Alais: y el
(\) Acreditados cncuaderúadore» y empastadores de
Madrid.
Javali de Erimsnito enm una misma cosa \ incapaz
de distinguir a Alcalá Gali^no de Juliano ap¿s«>
tata f j i quien fuera igu»! balarle de Martinex
de la Rosa q^e épl Tarluffe de Moliere. Era hom*
bre asi : pero por 1q mismo y irla felitMneote en
su aldea | ^omo ^apaso desearía ytvir Fr. Gemn«*
dio y hastiado ya. de de política hasta por eacima
del cerquillo , sino fuera que á laa aldeas suelen
ir con frecuencia por yia de recreo les fBccibaosy
gente con quien su Paternidad oo coocenia gran
)Lie labian hablado mucbas Téqes de derechos
del hombre | en cuyo punto se nipstraba sobrada-^
mente «atendido el tio Simóos porque sabia de pe
á p4 cuánto se pagaba á las puer^s de la ciudad
mas inmediata por ir j^ vender una fanega de cen*
teno^ cuánto por un par de po}los y cuánto poor
ead^ 4oc9D«^ de huevos que se in^rodogeran» Era,
como he dicho ^ el tío Simón , hombre entendido
j práctico en )o que él comprendía por derechos,
de modo que cuando !• Iiablabaii de la ' dignidad
de los derechos del ciudadano , él decia: «¡si qufr«
siera ,Pios que la Costitucion nos quitara los de«
rechps!f Y» se yé: el p<^bre no conocia otros,
Y asi I que Safpnt arrendara las puercas , que las
administrara el gobierno , 6 que las tomara el
Preste Juan de les Indias , para el tio Rejas era
igual , porqup I como él decia , . «á mi el tanl^
mas cuanto siempre me le cobran en el registro^ j
no sé mas que estp.»
. Era hombre i quien afeitaba 'el barbero cada
quince dias, j el gobierno un dia si y otro no.
So cabeza era clásica- por delante jTomántica por
detras ; j caando se trasquilaba el pelo del sinci-
put f solían dejárselo en escalones como ejército
que se defiende en retirada : en lo del occiput no
ontraba nunca la tigera , de modo* que su cogote
era un Oi|até doáde deberian pasearse á su satis«
Caccíon los facciosos'; v^erdaderamente mas por de-
sidia que pop -falta de fuerza para estermtnarloS|
porque , riámonos de cuentos ^ habiendo fuerza y
Toluntad decidida de espulgarlos | no b&^ fragosi-
dades que raigan.
' £1 pobre tio Simón tenia (con perdón de Tds.^
en pollino / jr ademas una vaqutta que con otra
q4ie llevaba eá aparcería con un- |)rimo suyo les
iiacian é los dos el servicio de la labranza. El po«
IHno casi todos los dias estaba de reten para el
paso continuo despartidas sueltas de facciosos j
crístinos por los pueblos de la carretera distante
media legua de el del tio Simen. El mismo trato
recibia el animalito de los uAos que delds otros;
h> mismo le apaleaban á el los rebeldes que los
contra- rebeldes; y estaba tan becbo á la -paléo^
gi^fía I que no se le hubiera hecho novedad ser
destinado para cabalgadura dé D. Miguel de' Are-
ehavala. Venía á ser un polHno de ejt^rcilfo , coya
manutención- corria de cuenta del tio Simón Ke-
jas I el cual por otra parte no dejaba de eoncur*
rir cada seis dias de faena cotí'stt carro* á otro
ptteblo «listante -tTes ld^a#, donde ^e. construia'
una fortificación deordtivdel capitán general, que
dentro de algún tiempo bábia de servir pura los
facciosos para tener la ^gloria -de reconquistársela
después á fuerza de «íiofr^ y • de ' gi'ados. Tan'
aburrido estaba ya el pobre» polUnfr- de servicios-
ordinarios y estracM^dinarips /que (ño aporque el
lo hayo dioho^ pne^ en. esá^ parte e#a propiafmeu-^'
te-p^álino' español 'y 'sufria^lag bargas cdh la irias*
admirable resignaelon yi|>rad«ncia kiit oírsele tHía*
* palabra auversiraniMncíiadora á la' de$o^ediencia)y
se tragdba- Ibs. disgustos ^oMo quien ' se^ t^aga pieii-
•fios«y Cristo :cootodosif pero s« le conoció cií el
ffetbblaote qoe estaba HKW Cansado <}e- sufrir car^
gas que ^i se bobibra visto* en el lugar de Barbes
ásegubo que no bnbiera ' á'gradecido uadW - á Lnis'
Fdipé la; conmutación do 1» pena de mti^fte en laí
de trabajos perpíétuos'. ''i* •* ' ' * '
• 'Cuando regresaba ái9ií*%£rsa el buten tío Simón,*
ó bien- se enoon traba con ün plantón á la puerta^
6 bien con un atento billete en nna octavilla de
papel can mas barias que las de su rostro , cuto
contenido deci^ poco mas 6 menos así «Sfmoñ
Rejas pagará eu este dia por frutos eivrles de los
años anteriores dejando saÜsfecbas la5 -dretus de^
veOgadas> noventa ns;^ de no verificarlo sufrirá ett
breve el rigor de esta comisión ejecutiva.— El cd*
inisionado de ejecución.» Y digo que el billete es-
t^ria poco mas ¿i menos en. estos términos ,- por-
que son copiados á la letra de varias papelctaé
origintUes que ttngo áU yista del» qu6 ba pasa-
do en MedÍAa{4e Ripseca el comisionado ejecutor
de la intendencia Júán Braña. De modo qae
cjL PQi^re 9Íu444anq-»14^°^ Srmon no tenia mas
rato de placer f igHalflpifnte que «n mujer la tía
Zoila y que puaD4o reetbiaa. 94(rta do alguno de los
hijos que teuia^ en e^ «jército ^ uno prisionero de
liAce medio aüo cop Cabrero , f otro herido en el
bonipi^al d^ jCafktelloa , ios coole^ solían eserllúrles
cada (res 4 cuatro Rieses, diciendo el uno q^ esta*
ba desovd^ J en ^\ ari|iasúb ^ j el otro qiio babia'
deseclio la únicii camisa, para eufarse las heridas,
Qov^ esto ol tio Simoff yiyia eonsútiusiioualmeft-
le feli^ f. 4edÍ9^<^ los :pe«0t iatos ^ue el sistenm
le dejiqha (i^fs, s^ si|a labores de verano > cqando
ocurrió esto de la^ e^^oQ^iiAs» La suerte de mi
béroe di^ un c^aia^bip^ 9^(9 v oón>o que de simple
colono ó arrendatario qq^ .^«t;.^e cuatro malas
heredades se copvijrti¿i9Qqfi<^ p4^jr tf^ean^q ^nt pro-
pietario de las mejorqs^ tierras; su única yaca se
Trivio milagrosamente en. dos vacas sin haber
pari4<^ (oi .creo que estaba ja la áefiorii prjir re-
produQoiooes ni alumbramientos}^ j el |io ^imon
se enconJtró. tQ4u un xlectór con arreglo al artí-
culo de la jej qi^e 44 derecho electivo per oqn<^-
11o de «el que labra 9on juofta propia ^c.» No
paro aqui la felicidad i^imonjana (i), sino^ que a
^1^ Este 9íñ)éiWo Ukas es derivado de Simonía qae
i tío SáfnoFtm .
los pocos ¿ias el |>fop¡etarío de siiá tierras ^ qttn
«iem|iré había sl&b un tirano para la cobranza de
las rentan I sepreséfüld en su cala tnuy atento j
fitíéra dé lo acostumbrado afable y cariñoso. «¿Cómo
TÍf Síihoa 7— ^¿Ciiho Quiere su niercé que Vaya^ '
seitoT:? Vamos ttamfíéandó asina con nuestros trá- '
liajlÜos: pero bay salu, gracias a Dios, ¿ Y sü
jáérc¿ y la señora éstan todos buenos? — Buenos^
bí. ¿Qud tal este áclo las tiérrds"? — Señor > poí '
este año no bay queja ^'á Dios las gracias: no de«'
já dé cojerse algíiúí granico. ¿ Viene su Inercé i [
aputarme ya por la renta ?— No ^ boinbre ^ noj
mnía meíiosí que esa: me bago cargo de los tiem-^
pos I y asi por 'este año ño tengas cuidado basta
atlá a mediados dé Setiembre.— Jesús^ áeñor^ Dios ;
se lo- pague. -^Con que ya sabrás que vamos a te^
ií¿i* nuevas c¿rtes en Madrid* — Señor^ alguna co- -
sa tengo yo oído de eso. ¿Pero ello será cierto? '
-^'Müchb que lo es. — Pos entoncias ¿qué se faaií ^
he^O las otras que babia ?— Las otras las disól-*
Ticroii* Simón ,' porque babiá eii ellas algunos'
que ñó eran buenos diputados*— Tae'ceme I señor/
^e t6á ellos pódiah^er medíanlos ; >á Ib menós^
jíór acS á los labradoíres en taí de aliviarnos aU
^lia cosa Como ño* tenían ofrecido j'tiénenn0S|
si ^éate, mas cargábé.-^Dé eso se trata, Simón, de
líótnbfiír unas corfeá' que os alivien las cargas;
Más para eso es preciso que vosotros los electo»
res tñifeis bien a quien dais el Voto. — ¿Y que'
qtíiéré su merce qüc bagamos nosotros si no cd»
Tomo VII* 9
Hocemos i naide? Si oim) pregnjptii ,. «ros dicé^t
que son bueno»^ otros que 9011 itial^s,; dé malíes»
ra qae no sabe un hombre á q^aien, creer.
Vaya,^ pues, mira ^' aquí, te .traigo .una lisia,
de los que debes jiocibrar; to(aa| todos estos son^
bucnos,-r*Cuando su mercó los b¿^ ; ^sc^grdo , . sía
serán malo», que su merce no babia.de ir á dar^
é * *
nos lo peor« — Como que sou los que os bao 4Íe-
dar )a paz. — ;; Ab señor ! Si su merce' nos lo bicie-* .
ra.buenol— ;No lo dudes^ Simo»; j sino no tie- .
nes mas que leer lo que dice aTii.a la cabeza de
Iq papeleta; •.Pa^j y, alivio en cQUlribucionfis^m-, — ;
¿Y con esta papeleta qué tengo jo q?i9 bacer?-7-.
Esa la llevas el dia 2^ , el dia de ^anta Cristioar.
¿^entiendes? el santo de la Reina,, bombre: ;te^
la llevas aqnel dia á la cabera de partido^ pi'C-
guptas por la casa de ajur^tamientOy sube^j alli
encontrarás unos señores á una mesa , echas la
papeleta en una urna que. yeras^alli^.jque «e Ha-
ma la urna 'electoral, y no tienes mas que hacer.;
Pero ja estaré jo á la vista aquer dia. — Y díga-
me, Sr. p.Grabiel ^aunque perdone; ¿ c¿mo. e»^
q.ue el aña pasado no fui .jp, ,kjlor j ogaño la
soj ? — Tampoco este año te tocaba, ferio f potque
KO. labran con ^uota propiaj pero eso lo be arre-*^
g)ado €00. el . Gefe PoUti.e9jf algunos amigf^s.^c»]
la diputación, j 4 todos mis eofonos se os ba
puesto como labradores propietarios^ para, que-
podáis usar del derecho mas noble j mas grande.
que tieae un español, cual es el nombrar dip.gija-,
áor i CóvUií' Pero; eterno hace qtiicii ptteíc , SU'^
iQ0ii|iilitti«ÁÍ6g al t¡« Felipe j al tío Ásenslo que '
labran eoa dos juntas j fio son electores^ por« •
^ue coa eso» no podía fo contar para qiie diet-anf
^l.iroto ó los buenos ¿^^Señúr , to¿ ^a bien con tal '
de^i^tie acaso el dm de tiiañana por la aquella de '
89t, letar no mé echen tíiad contribtaciém^— No ten«
gas cuidado , que en es^ oaso ya se arreglaría cor
el Intendente que también es amigtf. V Ipor ahbrá -
toma para refrescar hoy (y le dejó üh Tbrétio) *
(í);*-^!^!©» s^'le pt^gtie , ¿éñor; jJesus María y Jo-
56'!' Zoila ?'Zpila'? Sal -aci'i müger ^ q^é áe mái''^ ^
cha el seSor dóñ' Grabi^l.^Con qué á Dios , SU
móHi Cuidado con estarme allí el inié'rcoles á la^
diez sin falta. -«Pierda sü inerte Cuidado , S^ñot^
y Dios le dd salú.» — Vaya su mercé con la Vir-
gen I sfeftor don Grabicfl , dijo la tia Zoila , y c[ue '
nod áé muchos^ días de estos¿
' Admirados quedaron Zoila y Simón de la ^e-^ '
nerosidad de su amo^ y aquel medio duro, asi' fári '
innsitadamente llovido én la casay le'i infundid
una alegría difícil de esplicar. Su primer péüsa-
miento fiíe enviársele á uno de los h'ijós éolda-
dos f pero después reflexionaron qué puesto qué
]as cortes que se nombra rain iban a dar pronto"
Id paz y Cramejívr reservarle para téíier uña fran-'
caeliela el dia que los dos bijds volviesen i ¿asa
(t} Meclid dtt^o rcáeTla^ó.
Hocemos Jkjp^ -^*«#-.<—
^^v en suceder *¿Q«e te p&reiae, Zoík? Decís el
tía Simoii a sti muger: dáWole brincos de goxo
el coraron, •Si esta» cortes antea de sei? noi]ii>ra-
dda oocptoieoiao regívíatido^. medio» diaros- á-los^
lectores ^ ¿qup hará a .¿¡«pues?» . Y. dieron-cada^
tino un be&<;^.>ai Torenoi y Ip cuaiodíaroit éri tna
cajita de lata, que había íiáo archivo de «n iauar'^
tqron d<5 jjójvo colorado, y ahora eoodtüuia el
monetario ^^e Ifi tqsoreria 4^^ eludadano SiiiH>D«
Aniai)?pi¿ 4. día de Stít Cristina: la aiiVQca.cOii:
áus dedos dé rosa y la^tia Zoila . cotí «u$ callosas
msino» descorrieron á un miám^i tienip^jf fiqti^lla
Stt pabellón pateado y esta la sábana de estopa
que la cubría j y el sol y el tio Simón puáieroa
sus rayos y sus huesos en puntan sim.ultáneainientey
auyentando aquel las negras sombras de la nocbe^
y «acudiendo este las pulgas d^ su no nada Lian*
ca camisa* Calzóse ' el elector sus coturnos de
cuero ciñcnddseloft hermeticíamente (1) en der-^
redor de. las piernas,, con^o si fuese un Mercurio
rústico electoral \ vistióse el resto de su ínalte*
rabie uniforme,, calóse el sombrero de cuatro es«
laciones^ ¿uardó la papeleta en la faltriquera iz-
quierda, no sin hacerla die¿ dobleces, como acos-
tumbraba a hacer con las ^recetas siempre que
iba ¿ la botica , tomó si; caduceo que era. un ro^
(i) £4 clf«ir , con cintas dt U iiii«iiu materia»
^^4? ^^!^
'hn$to garrote de Acebo ^:, proveyóse ¿e fin íuean ^
aA^H^lQ Í9 'ce^iteñp pitro y de una ^úorme eebo<*
Ik ^ quf es el alUneptorioiidiiiárío de los electores
del ,paj3.|.>dea^^idi¿se de la Zoila| ^ encapillóse el
ciudadano- Siiñoaá lar cabeza de partido 4:i]atro
leguas moríales di slfiQte d« su pueblo á elegir los
l-epre^enl^antei» de Jj^ nación.
Xmeinpsle al pobr^conier en pa^ y <qidandQ su
centeníp j su cebolla , n^ientras el ejéi^^^ito nacioh^
nal; cpine su ración ^utp y en guerra en Amur^
tío; dejémosle beber su 1;rago de agua de bruces
ca un arroyo y de torrente, 4n viu iibe( ^ <{ue dijo
profeticam^nte ^son .aplicación al tio $imon Jleja«
el salmista Iley ^ dejeip^S que se limpie ^1 sudor
de. su frente con la manga de la camisa, que tnas
lia de sentir después lo que )e hagau sudar los di»
putados y y considereixiosle en el pueblo cabera de
colegio electoral preguntando por una urnia que
le han dicbo quebaycnlá «asa de concejo^ don-
de tiene ^.que meter una papeleta que dice<que Je
lian dado j en la cual nombra los 'diputados qn^
Tan á dar )a pai^ a-la nación y la licencia ^b^olutíf
á dos.bijos que tiene sirviendo 4 la Reijia,
En fin ahi lo tienen yds, hermanos ipips; ahí
tienen yds..al tio Simón á la puerta de la «casa,
de ayuntamiento: jE;CCE; HOMO ! jV|;o Auf tobq
TJN ^LECTOR ] ]Pobre Simoq Rejas J . Apenas i©
divisa el P. Gabriel de 3U5 tierras y de la yisi-<
ta domiciliaria, cuandcf lé sale al encuentro j
cebándosele sobrí;^, «I iiombiOn ¿ ca/a jpesadm
npcemo^* '
'' '^ ÍD»¡nu«cioa de confíapzo «« faubítfra ré)^di^ el
fatigado' elector sino bO' a^yárct nobré d: cadb-r
«¿o I le dice al oido* con tono áspero y'feudid:
•Simón I Simón | (1) no es esto lo tratado ; yo
te dije que estuvieras aquí alas díez en punto j
•has venido á las diez y media. Simón V'por poea
no se pierde la mesa por culpa tuja j eres' muy
bárbaro , Simón ) si na me hubiera oeitrrido á
mi meter papeles dobles ^ la mesa se hubiera per*
•dido.-^Perdone sumercé y s^eapr I que traigo los
pies llagados por llegar aina, j asi cóo todo
no pude aguantar nías; Y en lo tocante á eso
de la mesa, asi DioS' me salve como jo no tengo
culpa dinguna de lo que haiga perdido ni gunáe
en ella. ^Vamos, anda á votal* al , instaíit» , j
aójame en paz; la culpa tiene quien se sacrifica
-por hacer la felicidad á quien up sabts agrade?
cerla.»
Iba á romper -á atidar el ciudadano elector,
cuando se vé acometido por otro patriota de
estos que se abrasaban en mi capilluda 158 , el
cual enseñándole un bolsillo con la derecha j
metiéndole con la izquierda un papel en el de su
chaleco, le dice: «paisano , meta yd. ese papel
en la urna electoral , que- sobre hacer la felici-
dad de la nación, yd. Jtampqco perderá nada.
(\) K^clamacÍQii semejante á la que Cristo hiao á 5ai|
Pedro cuando le dijo: Simón ^ Simón, ecce Suían ea^pcfi"
vi tMts p¿ cribar 9t íicui iKiiti^4utn 6:0* . ' ,' ^
=iS5=-i
'-^Slmon^ le décisf rf 4^1 hombfo'^ liaí lo qtíe
fé tengo diclio /mira que 8Ín¿ otro áñb tío Uevüs
las tierras.— Señor, le respondía el. bueno de Kd-
JaS'y al del bolsillo; ^o bien KAria eso que su
^merced inandp , ¿P^**^ "® ^^ 1*^ ^^^ ^*^^ aquí el
'áüno don Gabriel ? — Paisano j^ 1¿ gritaba otro con
una bota en una maño , j una candidatura en Ta
'otra: 'eche un trago ,* que vendrá rendido' y
*^*aí¿íilor£fdo del sol.— Ya que su merce lo .tiene tan
'á. ma^no^ ecbaTcmo's él polvo abajó ¿ señor ,'qu'e
parece que lo da dé buena voluntad. — Simon^ que
'i'e pierdes; no ló bebas ^ que tra^ el veneno en
;la otra mano.~SÍ, pero el veneno si es veneno,
"'traelo en la disqíiierda, y yo voy é beber de lo
'qúe*trae en lá 'deríchíi. — Paisano! paisano! grí-
'tnbá otro ardfíeííte '|)'at^iola , que gafia desaioracfo
'de la casa consistorial : paisano! mire yd. que ta
cuestión es de vida 6 muerte: de su voto de va.
péilde 'la Sí>lvacÍdn de la patria 6 nuestra riiiná;
el ^despotismo ($' la libertad; el triunfo de las
lliccs 6' lai esclavitud : por Dios"no proceda vd. á
"Sar un sufragio indiscreto antes de leer esta alo**
VtíttiSn^:* y sitió' yo le dire'á vd.' 'de memoria para
que no se canse en leer: «Isabel ii' Constitucio-
nal: CoKCLCSlQN DE LA GPERRA CIVIL; alivio CH
las contriBizcionés ;. manutención del Culto y clero^
Electores , cuando S. M. en uso de las prerogati^
Tas de la cororm tubo á bjeh decretar la suspen-
sión de los Lucrpós colegisladorcs »^--Qne di-
(;e aquel scutn* ; mi amtf Di Gábfiel?— No le ha*
gas caso I que, es ua Tevolucíonario.^Cuji.ditdo,
paUaoo, qué el que le había a y A, al .oidp e9 un
pescador-reque^oaero.
Confundida |. atronada , embargada de . espas^
mo como la cabera de Garramplino cuando eotr¿
en el mioisterío , estaba la cabeza del tic Simón,
al cual ya no 'se le oía mas palabra sino que
«aquello no era para él » y que le dejaran, yol-
Ver^e á su lugar.» Al fin i fuerza de instancias
so anim¿ á entrar á hacer 1|sq del derecho mas
apreciable del ciudadano; mas encontrándose, i
la entrada con un escribiente j j preguntándole
por la urnia donde babia de meter su papeleta^
le invita aquel á que tomara otra de las. que ^
tenia allí de mejor letra , j fe^mándoja el .ciuda«
daño Simón y la introdujo en ,^ urna electoral,
\to1 viéndose á su casa tan. sereno con sus anterio-
res candidaturas , una éa la faltriquera . de . los
calzones y otra en el bolsillo del chaleco,. muy
satisfecho de haber nombrado unos diputados que
traerían la paz á la nación, la licencia absplutft
de sus hijos, la casi estincion de las contribucio-
ves , la felicidad ca esta> yída y la bienayeotüraa-
«a en la otra,.
Y en las cortes muy inflado
dirá cada diputado : . r
f Yo ^oy aqui el resultado
de la pública opinión,* •/ .
Y Fr« Gerundio lo oirá^
se reirá ^
y dirá: '
'•Tí^Ae razoQ ^
testigo es el tio Simón* «
Pero en fin , f icéii qiíe las cortes son la es-
presion de la voluntad nacional , mientras los
tíos Simones elígea los, ¿ÍP^^^do^y ^1 mismo tiem*
po que las tres cuartas partes de las capacida-
des d^ la nación no goxan del dereübo electoral;
dicen que representan el pais , cuando el mas
^diest^Q .fn. la. intriga es. ^1 que xeune jeqsis votos,
con quQ yamos.^pdando^ A fuien Dios se la d^
San P^dro.fte h fecndiga*.
¿coftadia bajo el tilulo de Santa JFihmena ^ f^£
^gadora ida la impiedad» Yeinite y tres de. estos
cofrade» ban sido' descubiertos y mandados preo—
jier 9 7 se etpera el resultado; 4e las declaración
lies de estos devotos.
¡Pobrecita santa! En buenas manos bas ido ¿
caer. Cuando Palillos j comparsa co}en las Filo*-
menas de la Mancba ^ 7 se las llevan á los maxk^
tes I 7 hacen con ellas lo quq cuenta la historia
que bizo él lúbrico re7 Tereo con la otra Filo-
>]hbi»a ea el bosque de tejos '7 cipreses de la
costa de Tracia , \ quá obsequio tan religioso y
'tan sagrado te hacen ^ santa mia ! Cuando clavaa
'^l puüal en el corazón del inocente párvulo como
«bacía alarde Tereo de haberle clavado en el del
inocente Itilo^ ¡que holocausto tan grator te
fifrecen , santa de mi vida \
Esa cuanto puede llegar ^ no.el £anat¡smO|
Bino «1 refinan^ieato de la impiedad ; á invocar
l;os santos por patronos ó alcahuetes de sus £ere«
afts 7 liviandades. Mi Paternina^d • espera que las
axitoridades i de aquella, pr o vincii^. sabrán castigar
d9gnameDti^ el ma;s horrible desacato que pued^
hacerse á la reügiou divina^
mjESHO. TRIMI^TI^JS..
CAPILLADA :i«5. : JULIO 30 DE iSafti;
; r '
Fiu CiÉRliKWa
•. Si quis ^ixf^rit gobUrnum inai^^
' táfrónicum non ctiam maCarr¿^
hi^t ifuctari tiihirtp anathefndMíé^'
.. SI alguno di}er4 qUe tea «ohlertu»)
tqacafroníco tío debe ser tratado pa-
ca rrónicam.entisj 'pcrmi-tó 'Díoi*'que
anoche Eca y n^, a)ma'ue EC» (i P^H 'ftc
perdone la broma)é
: Coríc.- 6. GERtriíB.
- • •. ■ : ■■■ '■ ""■■ *
BARRABASATA MINISTERIALIA
.' ^•■^' —
Vjo. tres meses de plazo qu6 tenemos, ,
tcaántaa barrabasadas, hé? no haremos/
Fr* Ger* Cap. i49*
Sic dixl , fratres} niintí cuartam ocull abríte^
aliríte , hermani ; vos mísmi dícite postea
81 in profecüs siiis Gerundius aicertat.
•Ah f catres, fratres! In primo instanli quo vidi
'feonirocatoríaiif fclim largo plazo ÍVimcátri^/
{otiqüanlae , dixí / sunt trapísondacr futurs í
¡beu qu&uta»^ qiiantiis barrabasaíatihabreíBiiis/ .'-'•''
jGubernationem Carrramolinus ocopat?
¡Carramolinus ! ¿Qn!s posset credere Tianquate?
¿Quid bonum ppt^t .^x^. .le&U Jial¿ plire ? ^ , .
Nihilf^éit Jieutmm;.^OTí dic(t itah'fsf[jatiu|7i;. ^^^
Ego^ mea parte ^ melii^^etiñ caméllam
credercm volare qiíairt f«y!W poísff'neqnaqiianí
flacas 9uas nalgas blanda ín poltrona sedera.
¡Cosoe^ vero mundi ! Factus.fuit íjjyp mtnister !
Suamqtié per freXtíátrt fec¡( ^ facítqtie ^ facíetqne^
BttQq^ue d^agenda^négocio ut t].v>tsque tÍcídí
filíus intelligit :-ki>ié4e alhaja salivit ;
cfsterá ^ftft cuenth qui retro Vcniat , arr^ef.
! III^ aLulieasí facte (í) nütritus á cuna,
ílté ctiájádHlis adictas , süefoqife el ipso,
¿quid facer&fc y fr^tre» , c?um requesoníbiís ille?
£*^ fama («i m^tíor | nientitar stia nodriza^
quae mihi contavit^ non pono casa de mea)
c»t fama ^ repito , quod erat deqiye^'ptequféñof
pro requesonis tan csecus iste roucbacbus^ ^
quód nulla in parte estabant de illo secnri:
nec ¡n vasari ; nec alia in alta tablilla,
nec Íq rinCúne. déspensaíf inaigis. oculto»
Ule requesone semper trahebat bocicuitr ""^
Íi) Vuígo iecAe de Jlvila^ míiy apñréeíada ei4 Mtdfíd^
. • la cuftl s« hacen regalos á I» corts.^
Atque suam matri^iB tantam rabiare faciebat
ist^,;§o}^s^ i .^^o<l bor¡9 .ómnibus- e$5et
ilii predícaiido ; «^uaDÍtel Tu mihí .vidam ^ .
vidam mihí guitas j galiise , trasto,^r$iyie3e«'
¡Yalgal. toUh .Dqv«! Tecjqe uno die colotjuét
ttlbí reqiiesonlg possiftupire gazna^m«». (,.
£t coloca vil : vos mismi , hcrroanÁi vídiftti^
qi]¿modQ e& ins^ptí qu9 sedít illc ia poUropaj^^
ftEQüEsoNERQRUii. (qnoa hodie Joyel laniatas i 'or:)
apellat yulgQ$) -florcin .^.natamque,, fa.ioamqud ■>
8^o4lx jderjredoie Uamavíty atque focicum .
i^^.b^j^f fsk0úv\t ^9- g^í^bin.eU seKtmo',.;; .; .• . .*
faceré :empézav¡X diabluras , niille>4ÍablQratff
ut e1^{:4{one^ ti(kifu£ureot requeso^UniiU
Et ul lagraret ., Guii> g^fifi atqufi ,ejppl'eqitis . .!,.
< fecit cbanvo^Vutaní cfuain nemo niin(|iiS[in' aujdii^íU
¿lile reparare? J,amibaíat./Sine.ptidori5,
íine verecundia, ^ad^dAstrana a Jque sínistram ' ,,.i
tajóos et reveses ad modu9i espad^icbitii ,
dat f et qui. noU; gufitat^ zis tas,, abajo i^^jn ¡Uo... . t
N¡1 detinet enm ♦>n^P».qu¡ vergueitoW «on babei
totar,faáa»£&t 3i^a ^ adagtHS dicít| tío riego.
Quod 1109^, ^¡](. vicjus, |>eir puertas queddi et alt«r/
quod ille limosnam petat cum larga, faoiilüi^ • ,. i:
ist^ve stt;tomo;una.ia 'fírovineia prsestigii ,
meritique magni aua io carrera emplcoque^
atqu^ líb^ralift ait abtfqnd nota vqI taeba^
Qti carabina Ainbrosii in palo maogata ,
uti Calaini copls^^ illi totum importait.) .
ireque^dntw t ruirifet , ardálqtíé TfojA faii '^úÍ/
atque'per* bfitííiéníi sé itiéét' Ücfúi et ¡psé¿ ' '
CumqubutfVosnonibrat^ éartiUaln legrtjét'dicitr
«Bene, saffis ,• ínít'er, ctialis sit ¿fissíó'^t^á'^" ' '•
«electoraletifi'éainpañám vides apértaftí|* ' ' "'■
«in inanüsI^^a'é;Dóminé/i<0!ñMen(}d tsmáiAsLÍtitktÚ4<
•banc entrego 'tibi: ut f riufífet' iiláf Fab¿rá< T • - ' '
«media noj^-fanátii geííi pólitiéd'Dümqtiaitt 'j -^
■diBtíla stfirtt ttia»; omnia fer lícita' ha beto { ' ■ '
•non in-^meliminá repares «Deque péliHis f ' - ^ "^
«acrip<^ proptAacn I ut gastod^fa'cerisvpoiMb/ ' '
•Non babte'eÍHñ^tdntó, friíitráWÍ ^áfaré^álalírá^^
«jara intelleKfelí,' iitfnc Vade^: et cumple fioftáfoíiéaS:-
• triunfet yéqttésóñií», artfutqüé ír^jh> Téjjltd.i; -
¿Et eg(>i^;l fació /liérftíátiff'KbitítóiMi-' -^
dícite quittftóó'cttm hioffl$Wfe ¡ínm cafó&e;? í j
l^í nec-ca^illty ñec básfef Isli cordonüs: '"' ' '•
ad corrigen'duiii iittíd útíiíóreáSeÉ' •= • ! ' -í.^
latigiís cociiéri^ viel zapateri corrrrfa* ■ • '' '' ^
quam^tirap^défitf Cbiqtlill? tetnicé? vocaíit ¿' '-
trallave ci^rréíy «éu Tirabeqüiá cüiórme' , '' -
flo|íinétflími«ud»qnod babet ád deláfiosi'-'' '
Sed omnhi ¡ollldJolor! suíit mi^rtíihéétá Védahi>^'' *
i?onque alfud femedium nisi patientia testat^ ^
atque b»rá}¿fe. ', ^ * - ^: :. '11 ^ru?)
' ¿Et ijttíd ^e'fi«fi«> ámíeí; * '
dícítís (stffft etíato tiui poquíti ¿ftií bene * - "•
se se conducunt I sed alü | fDeus'tne líbretí)?'
¡Ob quántae quáotas ex tatis quasí pfotininis
nuntiantur |ritbr [barrabasátae gordotte! •'
mAibmm
¡Quantae fee1it>r{«| ^umntiqueieBrredi de- mirét! ' ^
Unil'-iliii^ dltordit; «tuYditj juiciam et qniuij.
Gredite, PisoDes; et non pondero quilatem.
Sumu9' iq priacipio , et jaib qargatí corréi
qua^i lagares , sive ut cólmente llenantur, (1)
¡Tantae trapisondas ex totis partibus llegant!
jTantse sunt intriguse quasi gefi ponunt ia planta!
¡Tantae molis elrat triunfare requesoneros!
Ifle coliegios ut sibi placet alterat ,
iste amenazas cnm electoribas'iisat:
ille bayonetas enyiat populis curtís ,
iste circulareil captiosas plenas engaftis ;
ralent se esbirris, valént se qualibet cosa*,
ad averiguandnm pro qu¿ quicumque votavit^
et de eropleatis qui votum venderé nolunt
dant ministerio partcmj^ illosque geriiigant«
Guape, guape I bermnni; sic marcbat co^a bonita.
Per yitam meam vos e^Xis tonti , mucbachii
¿Vos olvidatufn tenétis esse Gerondium
qúi toltini atisbat , cüi cbismi toti contantur,,
totnmque ad plazam sacat cnm multo salero?
Nm yero pensetis quod soli Carramolind .
lías' electorales barrabasatas acbaco»
£tiam Árrazolá, ille Arratolitá qui nunquaot
tota sua in vita platum quebrasse yidetur, .
(i) Nonc Atmenam ocurrí t roibi citare,
«t dantanderem cu^ Haelva quoque LfgloBcm**
De ccteris puntis jám jatn írctí» tabíendo.
' Tomo, VII. 10
ciréttkre sná peJem jiidicibut dedít '.-**.
(de prima instancia^ ut pedein saqueiít alg^ni
de suis-alforjisi et escribanis uniti . ^ . -
ceterseque genti curias , tintaeqqe ^ plnmerque, .
quos facile arrastrante ne multis illos abraset^
mille falcatrúas faciant in liga compacta,
Irent cum Deo benditi ^ boni provechi^
liga foret eiS| sed fsiltat altera liga^
quae est magis negra ^ ligantur namque carliitis,
¿cheque illis galgum } ex tali masa videte
quae pasteli clasis , quae exirc potest ojaldre*
Si sápere Tultis ubi istud pasat boc die^
currite in Astorgam si ve ad Mcdinam del Campo^
niultaque aira loca quae vobis fácile nombrem*
¿Quid tibi videtur , Arrazolita bendite 7
Semper alababo condnctan fratris laidri
(de Alaix Ipquor) ista in civili palestra,
lile neo intrat| nec salit (ut mibi dicunt),
nec de alio tratat^ nisi ut raciones abunden t^
multaque convoca quotidie vayant ad nortem»
«Vengaiít millonia,» est suum tema perenne. ;
—«Non sttnt millonia ^k dicit. baciendae mÍDÍster«
— -«Erunt per forzamü* contestat suayiter alter:
«— '«Morientur omnés^» respondit illi Domingusz
•^•Mortantur toti , carguent demonia «um ilUs;.
«¿babeo ego contam nisi ut soldati manduquent?
•¿nonquesum Isidrus , íilius sorgenti Miguelis..^?
•Rajr de Den veniat super paisanibus totis!».
O Isid re , non -tan borride
exclames^ jjam que iimeo
Be pénnolá de manibu»
se me desprendat súbito»
Itaque y Isidre, taceo ,
nec aliam pono litteram^
namque cum iniHtaribus
sunt cban%onet9B expósitas*
^t¥/<X/6eau« Viióccuido lüt ole.
Una pierna tengo aquf^
y otra teng^o en tu tejado j
mira si por tus amores
estoj bien despernancado*
Señor | vengo molido. — Me alegro f hombre;
de tantas veces como eres tu el moledor ^ justo
era que fueses alguna el molido. ¿Y de qué clase
es ese molimiento? ¿es de costillas? — No señor,
que es de pies. — Quiere decir que babras corrido
mucbo. — Si señpr^ bastante. — Asi anda la cosa,
Pelegrin : tu que delbias estar quieta , andas , j
otros que debían andar, se están qtiicftos. ¿Y, qué
agencias son las que bas traído por abí para ha-
berte cansado tanto ?-^Señor| hb ^Mdado buscan-
do por todo Madrid un ojo, y no le be podido
encontrar.^ Cosa rara por cierto |^ bombre ; pues
qu^; ¿se ban yqelto tpdos cíegoá - de repente?—
No señor , pero yo no he encontrado el que bns*
caba,^ Cuidado no te suceda lo que á cierto ga*
lan con lina señorita tuerta!— ¿Que' fue, seiior?
Cuén témelo, que después le diré que ojo era el
que JO buscaba.
Fue que entraba un caballero a visitar una
señorita que tenia la desgracia de ser tuerta 5 y
queriendo burlarse de elía en despique dé no sé
qué desden que le había hecho, enapczo antes de
saludarla á figurar que buscaba algo por debajo
de las sillas y las rinconeras de la sala. Al cabo
de un rato de esta operación pregiintóle la joven:
«¿qué busca vd.^ caballero? — Señorita, le respon-
dió ; buscaba un ojo que echo de menos.— I^ues
no se moleste vd« pn buscarle , le replicó , pues
el ojo que á vd. le ponyjene es sin djida uno so-
bre que yo estoy sentada.» Supppgó , Pelegrin, '
que comprenderás toda Ja malicia de Ja alusión. —
Parepenie quje comprendo el ojo que quería re--
galarle la hermana , y por el hábito que visto,
señor^j que la tal tuerta maldito . que tenia ua
pelo de tontii.
Pues una cosa asi será la que á ti te habrá
sucedido regularmeutc.*-No señor , que el oíq
que yo he buscado debia sjer un ojo nuj gi*ande
descara, y. no de otra parte alguna.'-^ Vamos,
Voomo quien dice ojo de ciclope, ¿no es verdad?
.««-rSeñor , e» una palabra^ be andado bascando
el ojo que dicen tiene en Madrid el señor duque
déla Victoria.**^ ; Graciosa ocurrencia, hombre!
¿Pues sabes que est;iria divertido si tuviese un
un ojo en • Madrid? ¿De dónde has sacado ^tu esa .
•especie? — ^eñor, no es mia , que jo íú'ú veces he
.oido decir del duque de la Victoria , ya antes de
ser duque de la .Victoria , que tenia un ojo en la
.guerra y otro, en Madrid , lo cual parecíame á
mi que era tenerlos demasiado distantes, y acor»
dábame de aquel cantar que dice :
Una pierna tengo aqiii,
y otra tengo en tu tejado^
mira si por tus amores
estoy bien des per naneado.
-*En efecto , y eso He podria traducir con
aplicación de este modo.
Un ojo tengo en la guerta^
j otro en Madrid he fijado j
miro si por verlo todo -
me encuentro bien desojado.
. Pero has de saber que eso de tener un ojo
allá j otra acá no se dice materialmente como
pnrété que ta lo bas entendido, üino métafiSriCá*-
mtttlic ; como quien dice q.ue sin pbrder aqaellb
de vistai está siempre con el ojo eu acecho; t* oeU
tn gtiet que dicen los franceses , de lo que pasa
acá > principalmente de lo que bace el gobierno^
asi como sW decia de Napoleón que tenia un ojo
en Esp'iña y otro en Rusia. — Señor , eso parcce-
me que no es lo que mas conviene á un general,
que debe necesitar no digo d^M ojos , sino dos*
cientos que tuviera para atender á lar cosas dé la
guerra s j que si endereza &eá un ojo , por fuerza
deberá echarle de menos para 'ver lo que por allá
pasa , que no será poco , de modo que no podra
ver las cosas mas que á medias* Y por Otra pdrte
tengo para mi qne los ojos de los militares no
son los que doben acechar las operaciones del
gpbierno.~*No vas descaminado , Pelegrin ; j esa
es una de las cosas que con sentimiento oigo
censurar en el ilustre Espartero. Y digo con sen**
timieuto I por lo mismo que le apreciamos | Qomo
«ubes y en tan alto grado com^ el que mas ^ y no
quisiera ni que nadie tuviera porqué. oeosurarl«^
ni que con su conducta infundiese temores de
planes o miras desfavorables á la gente liberal. — '
Pues decírselo, señor. — Eso es, decírselo; no hay
mas que decírselo. Díselo tú|,ya que tan fácil lo
encuentras.-^Señori yo no tendria inconveniente^
sino fuera que eso es mas propio de vd. — Tú que
«ndvviste buscando su ojo, díselo , que á ti te
pertenece.— ¿Y sí se enfada , jseñor?— '¿Por que
i^te bá deienfadiir ^ Áiel<^dioes por el bieU do-k
•]Mtmi ]r- /de' la apropia Tep«tecio»7r-SeSpr > la
'.Terdsdif youo meaireiro.T-Vainps, iiaiii^re, i^tr^
i ve te*— Señor , me «ieo te^ . un : poco/ eímt o>-tt«í eam,
•Lomiiré y no vales para nada. Ve ü\á. porgue no
^se remedian muchas eosaS| porque nadie fteftiteye
;á decicias*
FUNCIÓN DE CONEJOS.
í Aates de entrar en materia necesito agarrar
. á Minerva por los cabellos , que a fé que aunque
. se id« arranque,, á nadie- fe- iia de doler; asi cojmo
. tamp«50 debió dolerle á Júpiter el hachado .que le
-sacudió Vulcaivo cuando le abrió la cabeaa de me*
dio Ár medio , de cuyo golpe nació la ¡sefiora .Mi-
nerva ja vestida y • calzada , con su ltui*a y «u
, cáseo ^etymo quien dice , hecha una húsar^r de la
Priucesa, ó como el otr<o que dijo , ua D. Diego
Leen vestido de dmsa.. ,Que el modo de 4)aíir
que' tuvo el lal Júpiter porfío cahexa , fu^r todji-
.via maȒaro que eldeuna mugor de Salamanca
lUmada Eltaa Ranroi^qf^eliárá poco «as de qa
mes hn* parido por fonto i unajTodillauaa bnrmo-
Sft iiiia ^ qtt¿ fu^ bautizada eh el hospMioy j se le
jraso'por nombre üamo/isiNMia^y .cuyo caso ha
dadd > y ton ^aiion, tnucho' que discurrir i los £»•
"eulüitf^os de aquel la ^tiudad' ^' porque al cabo el
parto de Júpiter sabemos que es fabuloao^..pero
el de la señora Elena Ramps es positivo. Otro
Júpiter baj por acá que siempre estamos espe-
rando á que para por cualquier parte , y nuuca
acaba de parir; Lo que buce es ^ en vez de parir^
íparair.^- - - ... I .' • '
Mas ho iué para decir ésto (que esto tombiea
lo pari yo casualmente ) para lo que be, traído
arrastrando a Minerva desde el' jardin de Cbam*-
beri á knl telda gernn^iana \ sino únicamente por
dar gusto á varios amigos de los señores de la
dirección de estudios j que no eesan de instarme
á que diga qixe no es culpa suya la falta de un
plan análogo al siglo y á las instituciones y como
yo di á entender en mi artículo El fin del mundo^
sino del poder legislativo ^ según dijeron en su
- esposicion al gobierno en oetubre del año 56^ co-
mo asi fue en efecto , y delante tengo la Gacela
' en que consta* Pero ya Ven Vds. que él decir
abora esto no venia muy al caso que digamos^
cíomo iio sea la consideración . de que Minerva es
la diosa de la sabiduria p y como tal p la patrooa
de los institutos literarios j de los planes de es-
tudios; lo cual no deja de ser traerla por los 'cá«
.Í>e)lq9 ; pfro. bí^ .me lo poed^Q. agradecer Iqs di-
jrectores I porgue mas cue^a: esto qve decir las
. <9Qsaa cuai^do oatur^lineute y ¡(enea á.p^lo. Por.ul-
. tiii^p esto. Ifíii^i^ ser estemporaaeo j estar fu^ra ^e
quicio , pero mas e^stemporap^a es y mas fuem de
viqírioio la representacíoQ del dvque de la Victoria
.lábrela suspéastoa del Guirigay , y todo pasa
.^rocias i DÍ9S^
^ ..;.Por lo demás el que ea Espai&a se hagan fies-
tas de conejos, a- Minerva , á quien los romanos
coBsagraban- fiestas l¡terarraS|- nada tiene de par-^
' ticulár , poirque'Vjomo dice Pltnio , la España es
esencialmente^ ciuiicularia ó conejera ) pues de na-
da' abunda tanto la España como de gazapos y
. facciosos -| como* que boy mejor debe llamarse jEj«
paña facciosiaria qué no cunicularia 'como la lla-
mó el naturalista de Yeróna.
. Impulsóme á escribir ésto articulo conejero el
anuncio que de la función estraordinaria del últi-
mo jueves en el Jíurdin de Minerva lei , yo Fr.
Gerundio y en el Diario de Avisos, y de la cual
j»e bace la descncLon siguiente.
«A la siete y cuarto , siete y media , y ocbo
se soltarán conejos y gazapo>s con lazos y monedas
d^ plata Isabelinas , de un real los primeros y dos
los segundos.» (1)
. {i) £a;o es, cvanto mas gazapos mas ricos. Sícmpfe ba
«íHo mi tema que la disminución y «asi desaparición de
^eiálico que en lo general m observa no podía consistir
' ' «Las píeths gTáhdéá Resoltarán én'e! sitio acos-
tambrado {wira ^tkfe las persigan IdS hombres ; y
"los gata pos «se soltarán en el gran Sftton campestre •
'éii cnyo acto aolo se 'permitirá estar á las se&orás
•pafa qoe los pnedan ^aiar.» (i) ' . í :
iSi los gazapos traspasasen Ids lílüHes , (5} y
; se 'escapasen ilél salón de las seiloras (i) los cá*
balleros pudran perseguirlos: pero igaalmeute $i
-alguna de^ las otras piezas se refugiase al salon^
pertenece ¿ las señor^is su cacería.. (5)
¡ sino en que cvatro ^tñpos sjt nos han quedado con ello*
Y asi lo primero qu^í desearía yo qne tratasen las futuras
¿órtes, sería de bacef. comparecer á los ígaca pos que te
nos han quedado con las^ monedas, y se las hicíe^ea
soltar: y aun por eso siento que salgan diputados
ciertos gaxapos: por sí acaso: porqne yo>dt ninguno que ka
estado en lo gazapera me fio.
(2) T seguramente es )a caza que mas puede interesar
á las señoras, porqne j^a.zar gazapos y con monedas, es lo
. qui> se llnn;a poner una pica en Flandes. Sin embargo ca—
«adora habría que estuviera mas por la caza mayor de
, fi4era del salón, que .por la que daiitrO se corriese*
(3) No hay cosa mas común en los gazapos; ¿y cómo?
• ^Avffetblemente y cuando menos se piensa. Ahora acaban
: de traspasar ios límites unos cuantos gazapos de Carlos. V
proceílcntcs de Navarra , y se han encaja Jo en Canfranc,
pro vicia de Jaca, sin,:saber cómo ni p(»r^ donde: han toma'
do muy frescamente los caudales que allí había , y no
se s^be de ningún cazador que los persiguiese.
(4\ Harán muy mal: yo gazapo 00 me escaparía del sa->
Ion dé las señoras.
(5) De manera que Tos pobres conejos están como mu-
chos liberales que yo conozco. Los persiguieron los carlistas
porque eran liberales. Se refugiaron at gobierno constitU'*
cional , y los persigue por liberales^ tambi.en. Deben ^star
Ijestinados de todos moJos á morir cómo los conejos de
Minerva, . • ^ , . . *
ItOYEISO TRIMESTRE.
CAPILLADA 166. AGOSTO 2 DE 18?9.
Fr. fiERVl\DIO.
Si ftdi dixerit non valere , magis
iacére. quam tnale. loqui , anathema sit.
.:.'j
Si alguno dijere que no vale mas ci-
liar qug toal hablar, le pongo una moT*
. dasa fea. los labios..
CoNc. G. GéruitdI
• CUANTO MAS SE REVUELVEN,
, QUÉ se; YO QUÉ MAS.
Desde aquella Rosita
crue encubrir pretendiendo i£i cosita ,
que se ensuciaba más dijo un poct^^ (1)'^
¿o s¿ como tay gobierne^ que se Dieta
a encubrir quisicosas ,
j á dar esplicaciones estoposas y
(i) <<¿Para ^ué es encubrir*»^ &ie*V^ No hay quiia
ao sepa este diatico espauoU
como bace ^li 4a Caceta
Con lo de la corbeta *"- ~
. llamada la Cofuetq ;
queriéndolo cubrir :
j como el resultado,
es baberla^^^s^ciado^ ^ -
^ .:. 4 .Fe. XreruQdio^iia..dado c-..
un pie para veir;
Verdaderamente ésto de dar piej>ara reír Ae^
bé sertip' idiotismo de^ nuestra lengua^ porque
para reír ma^s debiera darse' boca que pie; sin em-
.bargo. q^e por mi parte puedo, asegurar que to-
ados los dias. concurren a. mil. celda gentes que se
ríen por Ion )3Ícs: tatito ij\iií lo knisroo fes ver en-
trar uji.a persona , que en lugar de migarla i, ia
cara , que es él blanco de las miraclas 'comunes,
tenga.liecba ya costumbre de mirarles á los pies;
j si sé los encuentro risueños ,. me bago cuenta
de que aquella ri^a tiene que parar en llanto,
V post risúm luctus , que^dijo el otro bermano , j
regularmente no roe eqnivqfeo. Y es que son viu-
daSy cesantes j retirados 'cu jos pies son dos fuen-
tes de risa , porque por toda» partes se íes rie el
calzado^ y'cuyos ojos son dos fuentes de lágri-
maSy que mucbos días aborrau á Tirabeque el tra-
bajo de regar la celda; todos personajes ^
^ de pies Demócritos
j ojos HeráciitoS|
' ' boeas famélioM
y vientres diáfanos.
' De huesos- dolidos y
rostros escuálidos,
huecos estómagos
7 acento lánguido.
De deudas crónicas^ '
de pagas ávidos ,
libres de cólicos,
7 afectos gástricos é
Pero V07 á Toi quisicosa , digo á la del go*
bierno. Y es el caso que en la Gaceta del martes,
y en su Parte oficial, leyó mi Paternidad reve-
rendísima un documento que encabezándose «Mi--
viSTERio DE Marina,» ni era real decreto , ni real '
orden, ni circular, ni artículo de fondo , ni
comunicado , ni parte, ni contestación , ni llevaba
fecha-, ni firma ^ ni sé podia saber á quién per-*
tenecia la cosa. Articulo mostreneo f es decir, sin
dueao conocido, 7 que en caso de partición de
bienes , de derecho deberia aplicarse, al fisco.
Su pbjeto se conoce que es soldar de algún
modo la mala pasada que la Coqueta francesa nos
jog& en aquella ocurrencia con él vapor Isabel II
de que mi Paternidad dio noticia en la capilla*
da 163 \ todo con el fin de persuadirnos que los
franceses nos quieren mucho , que nos ayudan lo
que pueden , 7 que con su ayuda 7 la de Dios
podremos ir pasando . esta vida miserable. Pero
encubre tan desgraciadamente la quisicosa ^ que
lo que antes se yeia per ^eadum 9t in emgmate
ahora se yefacie ad faaem. De manera que el
tal documento de la Gaceta le comparo yo a la
saja de Antonia.
Esta Antonia era .una mucbaelia ínuj remil^
gada que conqcL yo en Campabas , tan amiga de
guapos como corta de .faculta4esy no intelectua*
les f SIDO bolsilliarias ^ muchacha que por ponerse
un guiñapo nuevo ayunaba con el mayor gusto
semai^as enteras y aun meses : cuyo esterior pro«(
fesaba principios diametralmente opuestos á los
del interior; era la jovellanista de las muchachas
del pueblo. Con estómago de eesante ostentaba
galas de paga, corriente ^ ni mas ni menos que
muchas Antonias que pasean por el Prado de Ma«>
drid. Era la manzana del jardín de las Heipéw
rides de Campazas, muy doradita por fuera pero
hueca y vacia por dentro. En fin estítica de man^.
tañimientos y diurética de ropas.
Pues ' esta tal Antolia se habia hecho en un»
ocasión una saya (que llaman en el pais) ^ en qu»
la tela habia audado tan estirada que no podía po-
nérsela sin que se la viese la enagua por alguna
parte. No alcanzaba la contribución de -saya á co*
brir el presupuesto de enaguas. Para evitar este
déficit f observaba cuando iba por la calle el
siguiente sistema administrativo. vCuando encon-
traba las gentes de frente , daba un estirón á la
saya por delante f, para cuyo fin ya procuraba
lavarla flaj»- de, <G¡n tura ^ de lo cual resultaba qut
qiiedaba mas rei^angada por. detras. Cuando-cioDo-
cia que la miraban por detraf y.dab£( un tirón y
remangaba por delante , y asif.igualmenle por los
costeados. Pero aueedió que en una. ocasión vién-
dose impensadamente rodeada dé gente, tanta
prisa sedió á estirar la saja por los cuatro vien-
tos cardinales ^ que poniéndosela por grillos á los
pies^dejó descubiertos y en triste desamparo los
centros todos de su máquina. Escusado es decir
las bui'letas que sufriria la pobre Antonia (á
^uien llamaban ya la maja -pobre) de los ciudada-
nos y ciudadanas 4e Campazas | y priucipaljneote
de las mozas sus coetáneas y condiscípulas de
Tjieca y de pandero ^ que spn la labor de , manos
y el instrumento músico que mas en boga están y
en que mas se egercitan las jóvenes profesoras del
pueblo de mis . ascendientes. Desde entonces en
QampazaSf cuando.se trata de soldar una cosa que
tiene mala soldadura | ba quedado por proverbio:
«eso es como la saya de Antonia j^ que cuanto mas
se estira^ mas descubre la cosa..»
Pero no es esto lo mas chistoso del documen*
to-saya del ministerio de Marina. Lo mas gra-
cioso está en el articulo de fondo que se lee en
la Gaceta del mismo dia. No tengo inconveniente,
en copiarle integro ; porque es cortito como la
saya de Antoni{i. Dice asi en' letras gordas,
s.El documento que se cita en el artículo dé*
• o&cio es de^su^io interés. Por el se maniücsta
»!a eficaz cooperación que el goliiér^p france'i
• presta á nuestra cansa, no solo con su /aer/c
nsimpatia (1), sino contribuyendo á que triunfe,
^puesto que califica de muy reprensible el que un
• buque mercante comercie con los facciosos, añu-
sque en efectos no de contrabando (2), lo que
• equivale acortarles toda comunicación que e^
• casi una declaración de guerra, pues también nos
• presta auxilios para los trasportes, y nos facilita
• municiones.»
Si como la lógica es un arte fuera un molino
harinero , juro por la Porciúncula que celebraba,
mos hoy dos de agosto en los conventos francis-
canos reformados,, que cada palabríf de este arti-
culo era una rueda maestra de consecuencias i¿-
gicas capaz de redacir á harina de flor el enten-
dimiento mas rudo y mas inmolible que imagina-
ran loa siglos. Reduwámoslo á silogismos.
Un barco francés ampara lanchas carlistas per-
seguidas por otro barco nacional (cuidado que es-
te hecho no se niega en el documento citado);
pero el gobierno ffancés califica de muy reprensi-
ble el que un buque mercante comercie con *los
facciosos-, esto equivale a cortarles toda comuni-
^
rO Simpatía robusta , musculosa, atlétíca, fortacho^
naV Simpatía que da una fuerte patada en la boca del e$-
'^raTsup^co & vds. reparen en la pureza y elegancia de
Icnguage de este artículo del gobiecpo.
cacioQ ^ esto es casi una. declaración .de. guer-
ra 5 luego el que tín'li'aVcb* fraifceí .pfoíeja a los
facciosos es casi una declOTacion de guerra.
Buena la bubisteis , facciosos ^
con esta.de I09 franceses : ,
ja su gooiéfno declara:
«que muy feo le parecer
que sus buques con los vuestros
comuniquen y comercien,
no tan -solo en contrabando p
ñi tambiéif"eá;afíflerés.¿ ♦'
Pues tibi Mt^éiiSíi'i, ' ' '
ct maluní'fóVaií Wfici\ ' "
- ,^. ;.. : 7 - : • -;.. ..-o .
Buena la bici^éKy^f1^añct^eS| ^
con eso de la Coqueta ^
buena la tenéis, facciosos;
seffun dice la Gaceta j
pues al gobierno de Francia
; se ba visto cosa como ella !
le parece reprensible
que andéis usando esas tretas^
Y esto ya veis que equivale^
según dice la Gaceta ,
á cortar enteramente
relaciones y patetas;
y esto casi casi casi...*...
Tomo VII. li
según dice la Gaeeta ^
ca^iy casi I casi, casi. ¿««I
es declararos la guerra*
•f , V
Lleve ^1 diablo ^delgpHerno
lógica tan zapatera. •
Déjenos de simpatías |
cooperación j pamemas;
y yaya á Tetuan, por monas j
que no somos tan Jiabi^cas j^ , ,,
que con ruedas de molino
comulguemos coniip besti^as^
T eso de ausilios y flautas p
como dicen en m, tierra,
son el recipiente en dond«
el Di^mme labia mea» :
ütipój^dae íi áfbt^a6u^-^i^^
• ' La noticia de la^ derrota del ej^reko turco ^
por d egipcio cansó en mi lego TíraHeque üim*
sensación tal^ que aMg«ro no $e • la baria ina*^
Jdr á lord PousomBjr'y ni al barón Rmissin ^ n*
al coiider de Meaem, ^i'al príncipe Mettermch^ ni»
al minisfaro Halil-tBa^í ^ ni al midmo Abdül*.
MEJiD. ¡Tal 7. tan .esqnssita es la scJasibilídad de:
Tirabeque en asuntoia que pnedísa ' afectar á la
gnia conuinibn ' eorapear! No'fn^ "lína» sensaesda)
^' 'alegría y ■ codno la qtic é8perimeht& ciíand^o^
la accwn Ae GúaTdamino ;' ni taippoco de tristes
za ^omo la d^ candidato qne vé le, :^á . faltandor
la votación y stna una knpresian (profunda de po^
Utieá:ifitetnacional f mezclada de. emulación y de
asombcoi^ como de quif^n conoció lirMiiil)pcírtan'*[
«¡a de lá obra, y venera- y ct)vi<U%'^nf(kerito dc^
8tt autor* Al instciiite ^le as^l^ .^V-P^n^^^íei4t4
de anlrar en coVi»eiipondeneia con 4: ?niÍ#<no D^h^H
Lim-Bajá, y -me pidió» ipermisotparaí.He^derp^M^}^
una. epístola de au^xmmo pullo 7 letra j cfUe-i^
cQui edi de buen grado por tener el gusto de
ver cómo se eaplicaba y qué le ocurría decir.
Señor , me dijo ; ¿7 qué tratamiento daré al
señor Ibrabim? — Dale el que te parezca ^ pues
esto/ se^ro que cualquíéi^ <fae le des l6 recibí*
r& bíénj'jr ^ueáló que^liá*áé áit tina carta ami*-
tosa j de confianza ^ con el usted deberás tener
bastante i otra cosa fuera sí le escribieras de
oficio. — Señor, yo no quisiera faltar á la cortesia.
Y si ftcaso voy mal en alguua cosa , vd. me hari
elAfiNJr-ifcí'^rrégírlo ; jfwíí e»í Verda4| rsefcr?
•rf*A-si es j Pelégrin | yo prrocuráré do dejaír ^pasff
}aa sandeces ¡én quetaa fá«tlinente' sudes niciir*
r*»r f. porqüls en ello se .ánfe^esa^ mi bbndr ianto
^ofno él tuyjá».-^PueB señor ^ ^n ese eásoriíroy a
prineipiaci :£n el nombre delPádre'^ y ilcl;.I£jd|
j!dbl Bsjimtu Santo ; .ame». ' '-i
. fSeiior Ibcoiitm mt dueMc ane alegraré qiV
estás» cortSMK.rlinraa le éndtienltrea á vdE. dcspiertojí
y)ina:flbráiid«í4«¡.» — ^Hombre ^:des{iterto y noldor^
mido ya^eftrxiii:pleonasma^de.mai ¿uslo ; és ana
vepetioiou ''SUp^rflaa.«->Agáa(^díes vd. ^'seUorf que
BO'hftbi» «cabadp la frás^ú Despierta' ^eóuili)^ y
i>¿ d^rmiilo Mbr^k victonai, «owo'^eroosCMDbiiAi'
loft Ibmhíne^ de por «c¿iiri-¿^Es^ ya inurih' de
ifl^tido f bobbr^.-^SeñOr , m- >dona vft¿ Us frases
i lo mte)or:^Vamfd», vtirttts/^íwgüei— '«Vd. señor
Ibraliim BDÍí%iAlgo,' debe ¿«r.ée' toa sMoáosde
Meia q^é^f afmor «cba d¿ ¿Hyior-por acá y 70
éan'^^él^ pues eV'boinbre qué^^can cuarenta j^ cua*
ieü mOi solÍ9áM d«prola.já ,/ñímfa -tml 7 hfte^
itei y> -Éfis :buI pmÍ0i>erd» j o<i pned^ -mf nof ¿^
«er imo> d» ibudia cabeza. Por acá Aambitfi v^r
mos biéni ; qoeaixuque.iM» ae eogóo. di^t j aaif
mil piísiopcros de una f ioladn, poco a {loco ge vá
leja» y f ja el «tjro día te preae&tó eA Amnrrift
an facciosa del 1? de Álava » jr ae eapera qua
otras irái baciendo lo imUmo » y a»i se irá acá*
famdjpia guersa ^ qxie llamamos por aupa el cáncer
jtte mu damra. Usted 1 séüof . IbraKioaí mi dvienoi
debe seguir baciendo^.mncbas de esaa^. 7 o« dude
vd. que con el úieau^ Uifgaicá vd^ i se^ atro
Duqae de ia Fictmiap aaoque jo f^ ^li si pof
alU tendrán víds. iesta. clase de títul«S*«--'Annque ^
«o ti^eo: eses'tílulosi|. S/elfsgnoy tienen otroa
^oiyalentesi como el de Jfo<¿¿a/7!?r > . qnjs s^gnir
£ca vencedor) Mansor ^ .^lus qniere det^r triunfa'^
dor. Por cierto que estos dos títulos, se. los dieron
allá hki^ laé^ra 480 rá otro ñtahim^ nielo del
Saltan Jf^nkiui/ y bijo de Sebecfe,gk¿n > fnndadopr
de esta dinistia de Sultanes. ¿Qu¿ mtraá» bombre2
«-SeSoY y miro que .vd^ lo mismo ecba: «u ^uarto
á espadas enando se habla de fcuíf'cos que^cuandd
se babla de cristianos. -^Tu sigue y déjame, en paz.
•Sí^or Ibrabim mt dbe&o j amigo ; esta solo
se diii^e á participar á vd..... — Hombre > tu emif
pezas abora de nuevo !-^No señor ; es que be
iecbo punto j aparte. «Esta solo se dirije^ á par^
ticipar á vd. que me gusta mas el modo de pa<-,
jcar que yd. tiene én materias de guern que '^1
que s«. wia por ao¿ , ípnw prir /íi¿á.u*v»*-Miiclios
por ncás so» etios ,' P«legtiü;*i^4p'ti6sv;|»p esta
tiet-ra ¿o& oebenta ^il lokladoi l>iea • acosdicio*
liados hace seis años que se «t4 trabajandá^ eon-
ira treinta mil faocioBos que ilamamiwr, -y kiq liay
moda de dar óáeota de «llo^ :< y« né> podré decir
á vd. ea qu¿ cotisUte, pórqite soy im «pobre lego,
pero ello debe consistir en ilgov: Por ló que n
vd. des|>ues qü^ acabe de- despachar á esos fMKsos
turcos que le han quedadp '^ hiciera el' faror de
dar una- Vu4íUa por • acá;...;.-«^D«le con por acal
— «Deje vd. I • señor, qte ya-pondr^ cutdad9i «Y
quisiera tomar de su cuenta ^estus tur eos ' qae Ua«
fioamos faretosos , nos hkria el mas govd^ ser-
vicio del mundo, ,j i ma* de pagarle' lo que
fuera deratou, se io iigrade«eriam6s mm^ho,
porque de otro modo n)o.veo yo que esto ten-
ga remate.' . r , . /
«Desearla saber. si después de la batalla, 4:11a n«
do vd. arenga á las tropas 4e su- mando, le^ dijo
que síei {ílegraba de la ^suspensión del Gui-
t'igay .«-^Tirabeque, eso no viene al caso^-^Fu^s en-
tonces^ borrarlo, señor $ por eso no se incomode.
— «Y harir vd. el favor de- decirme si sabe con
qué fin están blauqueaudo y disponiendo los cuar-
teles de -esta villa y corte de Madrid', puts^./wr
(tea sé luje si viene ó no víéue para cuando se
-abran Lis :eortes< algún Bajá con tropaS; Yo , si
es de los que sirven con vd. , me alegrare mucho
por U nizon que le llevo manifestado , y porque
*^vd. no babik dé enviar la jente para meterte eoia
las cortes , que én eso sé yo que yd. no se mete,
pues y\l. no se cuida mas que de derrotar enemi-
gos^ según le tiene láándado su señor padre y
muy seiior mío Metete- AIK. — Mehemet''AU ^ bár-
liiiro.— -SeSor I por' Dios no se enfade ^ ni H esas
Toces: ¿tengo JO obligación á saber bablar en
turco como yd.? — Vamos , sigue ^ y cuidado con
los disparates.
«Señor Ibraim mi dueño ; si yd* no lo Ueyá-
ra á mal | le pediria un fayor^ j perdone el atre-
'yímietito. T era que yiera yd. si babia por abi
'acotnpdb| aunque fuera en los cuerpos de caba-
llería desarreglada que dice mi ame que tiene
yd... .—-Mientes^ gaznápiro. Lo qué te be dicbo
que tiene son cuerpos de caballería irregular , lla-
mada asi porque no tiene la misma organización
que la caballería' re^tt&ir; pero no desarreglada
como tu dices; el desarreglado eres tu. — Vaya
por Dios f señor ; como yo no be estudiado tatica
egicia...! «Decía , Sr. Ibrabim mi amigo , que me
alegrara mucbo que tuviera yd. modo de acomo-
dar por abi en cualquier parte una manada de
gefes militares muy buenos que. tenemos por aúá
desacomodados sin qne'se sepa porque, como úo
sea porque eran muy adictos a matar facciosos.
Anteayer ni mepos me encontré con un coman»
dante y un capitán y cinco tenientes del regi-
miento caballería de la Reina V de linia , que
fueron separados del cuerpo bace siete meses
cncipn d^ j(sií^\o^qfi ^ j \qj j?f f\ d^a qp© M ha?
j>p4i4a .Sídji^r Ror .qjl^? c^í^^ gf }^,^ ^ a^í , jye/i Ip
,ú)tt¡co que jd.^simes de mi| &f^}fí^f? Mft j^odfí^P
arrancar de §Ql¡jnan-^Uix ¡¡j^p parece. g)j^. a JUtf
ipipifjtro^Jes U^nian jr^í*» P^Í:*U?,S.®}^Wg®?)?rr!7r
J^íaJ aoljm^jnj ti^ epr^pa ^ .m^^tepato; $p.liii)L^|^^^
para eso etta'vd. á la mira de tuandp ^9 Jpljs^'
, «Di^o p^QS^ ^^e .solamente, ^i^s. 1»^ coatestado
Alaix-Bajá : «apii^o$^ cad.^ upo jtiene ^u .jp^jiaioQ;
i m% unos pe Ifaman blanco ^ ptrQS 9egrp; á %^
dos np ^e le9 pji^ede h^cer. f^aUar,» Yo dq j^^ |Í
^s soliipanes ^e Dor allá contestarán jas!.
« Parece .ser ^ Sr. Ib rabí m mi duepo^ que cu^n-
4<^ ydéi sacudió la zurra á e^a jente, iba ja j^n sa-
télite francés á decirle á yá, que se estuyiera
quieto j que no diera un paso ni disparara jan
tiro^ que todo se compondría buenamente. Vd.
ha obrado cómo un sabio en adelantarse^ .porque
lo hecho I hecho se queda y , j que se 1^ aten al
dedo; y sí vd. hace caso de estos roed¡adoreS|
saldrá tan lucido como nosotros los cristianos.
Otro lapidario francés ha venido también ahora
a tratar de no se que compostura con don Car-
los. Crea yd. , hermano Ibrahim| que estas idas
j venidas no me divierten nada ^ j que si el AU
fíianzor nuestro — ¿A quien llamas el Alman-
zor nuestro?— Al duqne de la Victoria, señor*
¿No me dijo vd. que Alm^njMr equivalía í Vtnr
cedpr l^^JUansor te dije ^ .íjue, qq ^¿noii^or.-rPues
bien: «crea vd* que si.ej Mdnsor : ouje$^ro. entra
en los enjuagaes qi:^e anda, arn^ia^do por acá esta
jen te ^ no será estrado qu^ nos veqjnos porjailá, Y
por si acaso ) estimari^a guc me diera yfi. las sen^s
de su jDasa para poderle eacpntrax: ^i Ilesa el ca*
8o d!e hacer el viaje ,, porque yo estc^j bastante
comprometidillo con una jente qu9 g(i^sta upQS
turlianjtes que llaman por acá boinas, '
jtMe baa dicbo que por allá tienen vds. unas
casas que llaman serrallos donde haj muchas mu-
geres. Y quisiera yo saber c¿mq se componen vds.
para qu¡e no se alboroten , pojrque aqui tenemos
también una (1) donde haj unas tres mil y pico
^aunque estas ni pienso que están con el ^ismo
fio que las que vas. tienen , ni si lo estuvieran*
les darían las majores tentaciones , que jo fui ujn
dia con el amo á verlas , j ^ali ni mas ni meys
que cuaado iba á hacer egercicios espirituales en
^1 coro de mi .convento )j y este útro dia se han
alborotado y ha ai^o menester Dios y ayuda (ayu-
da quierp decir por acá bayonetas ) para ponex-
las ep paz. Dicen , que U causa fue porque las
daban mal tabaco á trabajar. No se si será cierto,
pero el dia que fuimos el amo y yo buenos ci-
garros yinM>s^ tan buenos que los podria fumar
(i) La fábrica de cigarros»
el mismo Siíltaii i no son asi k» que renden en
los estnnqnilloSi que jó no sé ti bacen adulterios
6 qué diablos bacen cbn ellos.
«También dicen que se casan yds. con mucbas
mngeres; j esto es lo que me dá mas envidia. No
por mi I sino porque una que tenemos aqui , que
es nuestra Reinita Df Isabel II á quien todos
queremo» mucbo , no encontramos con quien ca-
sarla. Se babla mucbo de un novio que la qnie»
rcn dar^ que es el bijo del Sultán Carlos Effen-
~d¡| 6| como dicen vds. por alU ; que es primo
carnal sujo. Esto es lo que dicen que están tra-
tando un tal Ma roto-Bajá y j Elio-Bajá, de acuer-
do con otros Bajas del partido de los cristianos^
j también dicen (aunque ni mi amo ni yo lo cre-
emos) si entran 6 no entran en este negoció JEs*
partéro-Ali j Lcon-Alí. Yo pienso que esto es
sMamente cosa de unos pocos Solimanes que bay
entre nosotros j que por si j ante si lo están
arreglando con el Sultán Luis Felipe j el Sul«
tan Nicolás |. y el Sultán — Tirabeque, tues-
tas baciendo por llevar un bofetón. ¿Qué modo
es ese de nombrar los rejes j los generales ? — Se-
ñor , es por acomodarme al lenguaje egipcio: él
bien me entiende.
«Pues sepa vd. , S.r. Ibrabim mi dueño , que
seria un matrimonio este muy gracioso ; porque
tendria que bacerse á disgusto de la novia y del
novio y y de la madre de la novia y del padre
clfel novio , y de los amigos de la novia y de los
áíüíügds d^r noTÍ6 ^ ^'A6i ooii' todo nos le '.quieren
haíéér trágai^i'\ »' '^ ' : • ; - ••'■ '•-' • \ • ' \.
~ I»Sr. Ibrabim-Bafi^ miiy Sr. mib'yi&i^diieSQ:
Td. eMraftarí '«neón triarse con ^^ta carta sin te^
ner ¿níAo^d^é-éortoc^rm^'...*— Muchacho ^ Tuelves
a empezar otra ▼éz.^Séftoc ^ ¥0f « Üeeir, al hev-
mano Ibrabim quien soy. »Pero pongo en cono-
'cimiénto de vd; como yo soy Fr.' Pele^rin Tira-
*]>eqilé^ {cristiano por todoi cuatro costados^ y que
aunque eojo', a liberal de buena intención nadie
ine gana. Soy el lego de Fr. Genrndió á quien ya
habrá ^d. oído n(»mbrar , porque el nombre rde m
amo no solo suena ya basta por tierra >de egicios^
sino también debajo de tierra, y sino que lo diga'
el pozo de las Minas de Uñares que le han pues*
to por nombre Fr, Gerundio. T yo aunque soy
iin lego déla religión cristiana, sepa.vd. que tam*
bien soy persona que hago aire^ pues hay en Se-
villa uoa fábrica de abanicos de un tal Carvajo,
que se titula de Fr. Gerundio y Tirabeque^ en
donde estoy yo pintado con el pie en el aire, y
está también -pintada la jaula de- los pájaros gor»
dos y flacos que traje un dia á mi amo , y otros
gorgoríflicos de artículos mios. Del amo no digo
nada : desde la otra noche que le llamó S. M. la
Reina Gobernadora nuestra en el Liceo i y le
dijo con aquella amabilidad que no tendrán entre
todas vuestras egipcias juntas, »que tenia muchos
deseos de conocerle» está mas hueco que un
Ibrahim qu^ acaba de ganar una batalla* — Pele-
:gnu. y PcüegEÍn! Cob q^ie. hfi a^í^íq ji^'lx^smáj^
de tocar estos puntos ^ porque no no» I9 |ic}i^f>
xan .á pcesQucim ,(á p^wkT d^ qaf> Ae^ia u^^ ,|>re«
-ftuncion rfteioDaft:*^ .í»9ta) , j «¿oca JÍ9 mfiur^^ Ui
áodo de f aiifl«ii?.rr$eQpr9 ^a J9H ^q4o f «tÁ .bien.7-<-
-Yamosy anda> And»» £i|0|ia. .lagarta ^ q^e j^ ^
•tiempo.
..»Sr. likrabiin vi doeSo; coi^ jesto Uj^ ^^P9
mf s : reconA&came ?d* por un sf r?í|dor 1 7 ipaa4p
con franquexa todo lo que guf^e, como ao f^
contrario i la lej de Dtps^ J á l|i Constitución de
1837 1 j á mis amadas ReÍDas; .7 sin ma^ ppr
boj facubo i yd. basta pon/ers? , j$i gusta^ en ^u*
gar del turbaojte ^a bumUde capilla. de<— .i>> Pe^^
nqprmó tMmwsiKñv.
¡ • 1 lí lU i
CAriLtADA iér; ACOStó é" tm 1«*9:
" ^•'' ^^ •"• • í ^-- -g .- •'
'Si í^uis aixirit noh ésse 'Simones íios
éicuiths Simones, anatiumu sii» ' '
Sí VI^Qftdi 4ij«»e %wb np *#y; Slmon^í
tíos lo mismo que tios'dímdnes, le pego
un rejonaso que le Hago tiriBta¥.háAa él^
A Tü TtAiQUETB QB PARA . LIBROS,
A TQ RÜBRINO QUB DÉ PARA. VOTOS*
■ La. ylrimero lo^diee ei :tefoá»$ loiseftiédo lo^
digo JO Fr. Gerundio ^ ^ne si bo soj. veot refrán^:
soi^oliaviibre de-muelioB refranes* Y en esto de
refran/et* de tiot j tias^^ quinera enópáñtrar qaíen
m^ dijeté por qué rmoa «n Espoilá: las tías han
der>eatkr ta^ injustaorfBnte- des&rorecida!^ ^ que
euBnSe i ano le'meieb-.en'la cárcel se Ha' dede*
cir: »le sopla (fliireii.tiü^li'iite cia^i «pie para signi-
ficar que «na cosa se nos. Intce taTerostanL-se áMe
á,ttoa^ •que/iie.lo.euente á su^-tí^i» j por- úlM-,
mo p que cuando se quiere desechar una p'ropó-*''
sícion y i despB^dir malpateetoñtió á Ig" per son a
que lahace, ^,1^ b«t4e de$;Í4r.i^»á tu tia, jue te
de para libros*';: o ¿^n m&^sjn^^ jj la^pfttáfien-
te^ «á íu tia,» Espresion altamente injuriosa á la
consanguinidad felirenmá ett^iRügündo , tercero j
cuarto grado de parentesco trasversal ; calumnio^
sa ademas jr, temeraria I .puesto. !que supone que
las tias no-.9Qii.«apaces de .d^r. a. 4U8 sobrinos para
libros y coma si eMas no pudieran dar para libros ^
16 mismo que:'^ttra'eastaftaT^^¿ ipara lo qne mas
eíi antojo iW.Fftuga. .. ... ^InlíJ'v/. ;.
Defensor Fr. Gerundio de*lft igualdad de de«
recboá'^en'foVdoá^ sekbs , como^de la nivelación de
las cargas del estado ^ acorro "en Virtud de las
omnímodas facultades de que por su profesiom
gerundiana sé^bálta revestida y^aplicár ' &1 ^xo de
\las barbíis'}r"^d^"las votaiéíofiéV" electorales otra
refrán análogo á las prerpg|itivas varoniles j al
asunto dominante de la epqcaí diciendo en lugar
de, «áti^'tiaqne técke' pars: libros,* a t« sotri*.
no que teude para vbtosj» , o i, ... ., :. (>í c^iI'í
' Este pensaóniento me l&li»;iflsplrado''im>ri oír»
tio' Simón i Sjajar^ de botas ^ . levita.. ! en '. lagac tile^
chupa j sandaliaft^áteni' mos^ de caSa de fihdia
con borks negras en. vez .d« ganfote de aceboocon
puno de, Ib mistmof y el cual/haidado un lesüinoiY
nio de que tab^. hacer, ta,p b^en tip Símpn ^ eonK>,
8p]t>re,sali.epte «!^p^n tio,^ fp^e liay hombres á qufe*«t
nes. c.facli:a eaite, ppmiaatiyo ^.^pa^te{mjLe y áparfe,
posé cffmp í laf osacioiie^ ^primera» deSum est /uíi
Ta\^fi^^el,JLSLr^Q$o^fw Ca;&i^^pf|Uiw ^ qufi. Ca^rromPr*
linq> filyctrinó colqf 6 de ipefe I^^lílipo ,en Sala^
manca.it -de quien mi jeYejcencia l\a heqho n^as d^,
upa Tíiz houoKÍfiqa mei^Qi^. ,. ,,^,,
. Df^eoso pues c;ate, señpr tip^dp dar,]vpa:prwpr:.
b&.cp9spicaa y ¡relumbrante :deL pppp^^mo (1)
qjie.U.dctora , va y cpje^y ¿que'^hafse? ,Tp«a^ .e^.
*??^K?Í? T ^!^I ^fA9*:r J;d^n :^\ -}í?«t¿n e» la wat
no 9 el sombrero en la cabeza ^ y una papeieta^ en,
ej^^bpU^lo,, 4?tfi'?ft ^*^^^^^:*4*4^rl?í^rfí<?«ra^^ 7
se. Tji muy frescp^fr miento^; qu^i^aci^, , un: ^*lori
qiff fj^ asaban.los^electprc^s; se va i^ud^ndo, í^í^ma.
im J¡q\Xo al local, de las yotacioniej» ^^torales^: ,,y.
3^jep^o.fi)(lpoa^ de i laft. votaciones, ya, ;¿ y! q^é hi^ceí
dice,,., «^qui estoy yo*» ¿ti que taiae vd.? le p^en.
gnntá. Jft mes^ (4).^¿Qu¿, traigo^ Yfngp ¿ e<|ur-4,
jjíilTjiu^. yotps.«Pprniitano8 Y..S.. qu^ le digfJO^ojr.
qufi,y.,S. no ^s. elector,,— Pero ^/eljpjefe Siji|)p-
rior Político de la provincia.— Por la «misma.. r%?f
¿i^^i ¿aat— i^iiMÍéLMi»^i*<iiifl í I I M '^ II-- I jirmí'.
' {i) o sóbrinagfÑ Esta dicen qué ha sido la pasión da
laii tiftra»';y lá9 mitins. • ■ >*'•:•;•
^a) ' Topo rett^Aco^etécto^aí :' miesa poi* |>resid<nte f ¿9^
ereV^icü de clbh ..' *^. ...,'■ . < ' . : t.
2««"^€?,V;-S. éá él Gefé' Sirp^óf-fStífléé' áíf
. la pi-bvílnWa , y por lá « ^^é ilb* éáí lúi^f iTb* éii
lad'lHtBs leleétbralés iii liá'tolíb *toF ^úéí^ '1kÁc%Y
récínmácíoif déP dérédbó<ieWéWfrf>' V. S. ^éflSl- f¿.
háftttíladé páía dáV¿ii'Vóítt.¿.¥o'a8y iArvlft<r ¿
mi 'frótrín'o él Éiiírao; ^. '6. ' ÍBiíPMárfiií'C^ft-
iholino , bijd cartrapy léj^íftínb ' ¿e^ tóí ""6^
-^Muj señora nuestra : ^ííiV. SI j ré'pétíirfói^ W
tiéttfe-déTyéhVÍI ^tÜt^^éh' ¿ita pi?o^?tf¿laí;-¿BÍf^ so-
htliío és* eí Míífstt^dé te^ giíbWaJcftn; y^ f ífi^tíír'
lé tiétoe aqui f Sí^ -'^e le .fe'>«íoá.^:¿a8fíí'^áííiaftP
t^í^Mino, éhñ'óT tii> i ^sé a&aKí^i^i'^ iip nipá¿ifi&'
liai^vó1:i)»;¿^^^^'ésb ébíli^aWl3'dé^^¿fefi'^é
fai^o:dé stí irilii^Biltcm' G<m«16'U})&8^'^c6tití''^a^Í'
áé ^ sdbVipty «n* ^iei ^8éÍ'ilbtíAoriíá^Sj átfffqbé*
aTit¿Vés-dé4ika«feA' qtiTséíqtf^¿%áíá'fifesc6'^
^Quid videtur vobis 1 ¿ Qué os parece, bobos?
¿Ha£Í^. maA el t\si SimoiL. JLnjaa pneato^ ibe» £tsSü
Político ? Si el tío del ministro se llamara Si-
món , /qué sustaptivo cod;icert|ido le cua^r^rja
mas? ¿elde Simón tio^ i el de tioiSinio»? ¿Góoib leí
es^taipia. mejor , ^f^rie.^ <?*íf-»'.ít ^^-iffi^^^ F^^ { í®
dicho que el tio de Carram«lino es^'natiml fo
Papá* trigo |. pueblo de la provincia d^ Áiriia ; hó
sé si le bautizarían ea Papa-natas^ { Fu^ná del
Itobríuage > á lo '^e obligas !
LA FÁBULA DE LA CODORNIZ SENCILLA.
_ 1
Preso en estrecbo lazó
t). Carlos pojMaroto,
daba quejas al aire
clamando por Elortio,
' Y á Montenegro llama (1) ^
y en afligido tono , ,
«¡ay iConteDégroí dice ;
es precisó ir a Élorrio.
«Sabes que bace algún tiempo
padezco de bipocoiídrios ,
j pienso que se curen
con los bafios de Eiorrío,
-^¿Estáis, señor , demeAtel^
Séüor p si no estáis loco ,
(í) Sq ministro de la f oeñra»
Tomo Til. iS
• '^'MÜíS «fuiét» en Priat^^
no penséis en Elotrío^
—El medico en Stimngé
me aconseja lo propio ;
Montenegro I está dicho;
es preciso ir á Elorrio.
—Señor y lie aquí el dictamen
del mc^dico D. Zoilo :
ios baños ya de Elorrío,
—Que dañen -i aprovechen ,
fo estoy de todo^* modos
resuelto i trasladarme
incontinenti ¿ Elorri.o^
—Ved, señor, qoe es espuesto.»^
*— Mío es el daño todo ;
' Dispon la marcha al panto.
— ¿A d¿ii4<^ }& Elorrio?-<-A Etarrío.
^ -^Mirad , Señor ^ que es punto ,
sobrado peligroso: ,
¿olvidáis que E,s partero
Ofitá.eerca de Elorriol .
-— Ést¿ cerca en buen hora ;
si hay riesgo , yo \n arrostro. ' ,
No quiero mas Oaate.
—Pues yo no quiero Ehrrifi,
—Soy el Rey>— yp el yninistro ^
y de TOS no respondo
v^en tmirtadaros íiecib
os obstináis i EiarríPé
^Lo mirado. -*No ol)ed^4*<iu
.A*^¿QuieQ tnsinda aqui?«-Maroto^
«^¡Maroto! ¡Y ese perro
me prohibe ir á Elorriol
¿Qa¿ es esto , Virgen Santa?
¡Dios mió; ¿T no estoy loco 1
¡H¿rrio que ine encandilo!
Me Toy I me toj á Elorrio*,\»S
iJSLsLS c¿mo f si estoy preso?
¡Traidorll Traidores todos.
¡Oh Dios ! Yo me horripilo I
Me privan de ir á Elorriol
Cual codorniz sencilla
preso en la jaula lloro*
¡Que horror! ¡Traición horrenda I
¡Qu^ horror ! ¡ Oh Elorrio, Elcrriúl
Ven, conde de I^orella^
que están jugando al morro
con su Rey estos hombres i
ven , j llévame á Elorrio.
Mas no, yo \vé á buscarte*
¡Ir á buscarte ! ¿Y c¿mo7
{Como I si esclavo gimo!
jOb , si yo fuese á Elorriol
¡Olíate ! ¡Mansión tétrica !
¡Cuanto me cerca es hirridoJ
iH6rrio que me encaudQo !
¡Que me encandilo i Elorriol
Y mientras asi le tiepeii
I
al pobre i). Carlos preío» >
pliegos van y pliegos vie»c«
de Maroto a lord Joha-Hay (1)
que fat entterido cótoo.eaj eso j^
ni nadie entiende lo quebay.
\ Ay I ayl íiyl '
; Eslc ?i que es Guirigay I
Y cuando mas se sosp^ch»
se va á ha<er la transaoidn ,
va Leon'beclie un león ^
j les quema la cosce,ba* ^ .
Y a^ Ver Us boniesta<iiones
' «jué ha/ estire León y Elío ^
¿Quién sueña ya en transaciones T
Cristo mío !
;Este si que está buen lío /
Y cuando por la aparienpia
se sospecbii si Espartero. .
estará dcrinteligenciíi
sobre un plan tri^osiKieíonero.^
(i) Los señores que poseen el ingléa se tomarán el tra-
Bafo de leer John-'Hay stgan «nena en espaüol , q««
no perdería en eso grail cosa»! '. .: *
da Maroto Una prcMclama (1) ^
en que ec^MÓAo espumarajo ^ . .
rebelde '«1 Duque le llama ^
ínhumaDo^ tQppe j .bajo. ■ ^ '.
....{'Anda^.^.inajo ! • >;; ..
¡ Bate -sirque está un boen.aji!
Qae liaj aja^ jo lo aospeobo ^
que hay lio , se deja ver ,
y aunque en mi pobre entender
todaVia nada bay becho ^
6 es Fr. Gerundio un bolonio,*
6 viene á parar el cuento
al séptimo sacramento (2) ^
' es decir , al matrimonio.
j San Antonio!
¡ Esto si ^ue es un demonio !
fi) Véase la famosa, furiosa y facciosa proclama Ma«
votina de a3 de Julio en OroKco.
^). Sin ^m Ua p ^o j —to»- reatrí m o niw os , p o r - no . d a fa »
de alterarlo todo, hasta quieren invertir el orden de los
sacramentos^ pretendiendo que el mntrínionío sea ai>tes
del 'orden. Yo Fr.' Gerundio , tan cristiano á la antígqii
como político á la moderna , estoy en que el Tnatrimoni& -
'vendría muy bien en e^ lugar qnele corresponde por §tL
tuvno : t$ decir , después 4^1 orden» " -^
De.flfktoaajos ^ de estos li«s ^
monsergas j trapisondas ^ -
aunque son cosas mnj hoñdM
para los cálculos mios.^
pienso que saldrá , saldrá,..,,
saldtá.,.. cualquier pamplinada i
i acaso no saldrá nada:
eUo sino lo dirá,,., .
«/ / ajr ! ajr! mutiU
. $hqpiUn0omi (i) •
O) El «igTiifipAao de fste final cíe una canción , popn^
IViMma en Madna, regularmente no le enteuiierán %»
i |i* 'i'g' j
CAPILLADA 168. ' AGOSTO 9 DE i839i
Fr. GERUJVDIÓ.
Si quh dixerii guod dum /fumen som
I9a#| agua/n non iievat, ar^athema 4i$n
Si alguno dijere qne cqando el río tac-^
na agna no lleva , le chapvso hasta q«4
,44 U última boqueada.
CONC. 6. G^RUNP*
S^QUENTIJ $ANCTM TRANSACTIOWS
S^CüNDUlí MEMORIAIEM.
Ghriñ tihif Domine. — ^Esoei, borrego ;. ^&r/4
tiUp Domine, ¿Te te fignra que estás ajju4¿iiudo á
]iilta?«-Sei^or| como empexuba vd« asi i manera
de evangel¡Q...«-^H^ verdad ; ¿pero ha^ pido tu
acaso algua evangelista que se llame Memorión-^
Ko Mftor I pero la it^aeia par«c¡iMa« que indi-
fNiba co9a ieráMtf lÁ>iiio^eI otfo dia me tir¿
Tcl. una vinagera á la eabeza porque tardrf éii Yés-
|(<mfeií*(7 ley peiprK^cieA que fu^la, del agn^sr) por
estar entretenido en ver pasar un faccioso del
altar mayor para la sacristía | no quería que'alio-
ra me^iicáfa. y4.. acaso ^ la salvadera t>or otro *•
tant^y|íor eso resporfdj^ ¡ucgp.--^¿T mi^&>e^so
dices que viste pasar? Ándate coi^ tiento en esas
calificaciones , y ffiira^ 4íleír'*hr- que dices , pues
aunque no designas persona , el que ps^só del al*
^ar á la sa cr istía no pudo s er otro mas que el
sacrivtMi'.v^MNb seftor y. tíú >fu¿ el sacristán | que
fiíe ' üri* ráíonl— ¡Horntré ! ¿y í un ratón le Hac-
inas fac^ios^p? — Si senor.y porque lo mismo son los
&CCÍ080Í .que I03 fatones de iglesia ; unos y otros
se refugian al filtar| y á su sombra hacen los ro«
bol j aemaá diabluras. -^Amigo ^ no puedo negar
que tienes la imaginación mas ratonera que be
^onocido-^Tcngola ^ gracias á Dios , mi amo*
"* Y* dígame | aunque- pferdone. ¿Qui¿n • es eéa
señora seef^ei^oia .que,^q<}f^ en iodo/slq^ evange-
lios? — ¿Qué señora , ni que calabaza? Sequentia
8Ígnifi(!a Iq que sigue de-^v^ -evangelio ya empeza-
do ; y asi observarás que cuando se ^mpie^a , se
dice Inítiüm saneti ev<in^eHi\ esto és/ fñrin'clpio
del santo' evangelio ; y citando es covitintiacioD^
ñec\mí3t% 'seqmntia ^ esto es «k> que sigue' do' ^i^i^-
por eso observando la misma regla , y eti aten-
^ion á'qW ya otro dia nos hemos ocupado de la
sanctq/iYUnHiO€ÍQUj, h;^bi¿n'dp de hablar b^y «t eü»
oira r «E| he di^^W '5«fttei?rm sañcim trausationis Mm
^undf^m Memoí^cAem , «oontinuácíon deja santa
tnMioa¿ÍQo^ segiio el Memorial ^* de Bárdeos 6 d^
\in Pirineos y que ambo» hablan y se ^ ocupan de
ella. La cual por mi parte, si bíeú estoj per*«
sqadido a qne s^ trata de hacerla de alj^un modo^
ne puedo creer que sea sobre las bases qne en
pQO j otro periódico se y en consignadas. ¿A tí
quí! te parece?r-Se6or/ á mi m^ parece ijue c^a4t
do el río suena , agua Ueya i y que Dios me. Ubre
de quje empiece el run<rjup , y el ruge- ruge do
uua .cosa, y que boipbTe prevenid^ yale por d.oS|,
j. quev ipas yale un .por si acasQ- que cien quiéi^
penséfif' f J que fin la confianza, está el peligro , y.
digan lo que quieran los autores con t^m pora ueos^
tf^9í$ vale pepar per carta de ii(ias .que por carta
4e menos ; que la precaución DJQS la amó ^ y á.
los descuidados no les favorece la Jej 5 y asi
tengo para mi que será buenp estar alerta : y
nosotrps los periodistas debíamos estar avisando-^
nos : ponti^namente unps á otros , y diciendonos^
«centinela, {^lerta** .Forque no consistfe en la tran*
sac^ion , señor, ^i^o en la secuencia, . ,
A|i>y bien Uie parcpe , Pelegrin, tu sistema de.
yigilapcia por lo que pueda ocurrir; y esta vU.
gilancia debemos dirigirla principalmente á no dar
Ingftj' á.quie tomen los efttrangeros de su cuenta
<l arreglo de nuestras negocios , porque en ese
caso cuando queramos arreglarlo^, por nosotrips
misBods JA no : podcemos, Y^ pt«{ei^ir¡a en .tai
Mto una compoaieíoa acá inNr n^i. Eio d«l nuiJ
ti^ímoaio..... Té iba a preguntar qa¿ te pareéis^
pero ja me acnerdt) que ha» ÍDaDíf6fitado no ser
de tu alta aprobaeíon. — £b cfu^ hay^otra eosa,
acüor ; ' que el hijo niayor ¿0 D. garlos | ¿ mas
de ser hijo de D« Carlos (que ya oiito era baft«
tante mérito ello en si} me* han dicho que es
«u Borbon sin r ^ esto es | un ¿o¿0A ¿ medio l^o^
medio pasmado ^ ó pasmado entero ^ una cosa asi.
■üi^Esa di&eoltad e&tá zanjada) y teniendo presen-
te los casamenteros esa consideraéion | y la'ma^
eba diferencia de su edad á la de nuestra Ret«
Jiita y parece que trataban- de que el enlace facse
ct)n el segundo.— Y del primero ¿ que' piensan
hacer, settot?— Al primogénito se piensa meterle
por de desecho eñ la igie&ia y hacerle cardeoaL
•í— ¿De un golpe , señor? Es to qué deben bacer^
y á su padre hacerle otro cardenal de otro golpe.
, Es que no lo tomes á broma, TirabequCí que
ese es el pensamiento: puesto que su cabcia no
ha salido k proposito, para la coróína real, se (rata
de ponerle el bonete colorado.-^Señor , jo tam*
bien le digo á vd. fuera de brema que me alegra*
ra verle vestido de cardenal. — ¿No te parece que
le estarian bien él capelo y la birreta?— Grandie»
mente , señor \ yo nó le codokco , pero debe*«
ría estar buen mozo el cardenal Borbon sin p^^-m*
Pues verás ahora la s^cuenda, como tu dices^
del 'matriuiouiu*
lleeho el ealuce ; eomo <|ae toda habis ds ae^
^^|>tt9t sipartifi *%e ponibraLii ooa especie d«
comisión ^ consejo o rejencia compuesta de sei«
^njetusy tres carlistas j tres cibtii>os i, según la
]base cpqrta de) prójeQto del Memoiial. de los
I-irinéos, Estos dice que serian por parte, de los
carlistas el infante D, Sebastian, el.general Eguía
y el, P. Qrilo; j por parte de ios cristinos , el
duque de. Frias ^ el conde de Qíalia i y el duque
deja /Victoria. Este me parece á mi un pensa*
znjento feliz para eoucluix luego y de una vez la
gperra, y ^ver qué partido quedaba definitivas^
niente yepcedor. ¿Qué te parece, Pelegriu? — Sé-
nior | ¿. ,mi no me parece muy apropósito que
digaiQQS^^Es porqiie tu ojo político no alcanza
Á los ful^uros continjeutes. Verás qué sencillo^
l^pmbre I .vc^rás. Y^rás quo.^e<rue/tcjía tau favorable
j. taA.sat^actoria para nosotros.
Com9> que desde luego enipezarian á. chocarse
ipjt^res^s virreconciliables de partidos, babria ne^
cesa^riaiBente divergencia en. los acuerdos; ¿ la
4ivejgenc¡a . segujrian las dispi^fas; alas dispu-,
tjis i^f; seguiria el acaloramicuio ; al acaloramiento
la ofensa personal 5 á la ofensa personal el reto
6 dcs¿^fioj , y tepdrias renovado entre los seis
representantes de los dos partidos el combate de
los tres Horacios y los tres Curiacios ^, que puso
término á la 'famosa guexra entré* Albanos y Ko-
nianps , que de otro modo bubiera sido eterna
CQiQo Ijieya trasoís de ser la nuestra.
• . U.^Sa.dc» este caso , yestiriu el duque de Fría
ia ttni?ofrbe de coracero , aqaél con que fe pre*
«entafafa algunas Teces á la Kelna cuando era nií«
bistre interino de la guerra , j empuñando una
«spada como la que viste sacar á Lombía en \a
Pata d^ Cubra. en fin ^ échate tu á discurrir
lo que servirían para él un fraile, que nunca
manejó el acero , un general sin manos ^ y ud
principe. ... bah ^ el príncipe seria el que br diera
algo ipie hacer , pero cuéntale también con los
muertos. Tirabeque, este- plan de transacción
debe ser de cabezas de mucho meollo \ To no
Labrías calculado estas secuencias de la santa tran-
áaccioQ !-^Senor y la verdad., parecíame que todo
eso era una pura brotad, — Te lo aparecerá á tí,
porque no eres diplomático, ■. ..
Y dígame vd. señor, ¿no hay otra transacion
que llaman sin menoscabo l-^'E&a es lá que ha.
dado el vulgo en la aprehensión de creer que
realmente se está tratandp entre nuestros 'genéra-
les y los generales carlistas. Llaman sin' menos»
cabo j porque suponen que se hará sin menoscabo
de la dinastía y de las instituciones^ la cual podría
consistir en cesión de fueros, reconocimiento de
grados en los gefes enemigos y otras casas asi.
Pero ¿crees' tu, sii|iplote^ crees tu que ni nues-
tros generales, ni menos el duque de la Victoria,
teniendo como tienen en su m^no vencer glorio-
samente á los enemigos, y darnos una paz, dura-
dera y estable , crees tu, pobre -hombre, qué ha- •
biiiu de paW.por labnmiUafiion y el bochoriio df
ieeit: no podemos mas, pueden tanto co»mo noso«
tros? ¿Te puedes tu persuadir | ignorante j men-
tecato que eres^ qne el conde de Lucbana^ duque
de la Victoria , Grande de España de primera
clase ^c. ^c. Sfo. ^c. había de firmar una transac*
cion con D. Rafael Itlaroto? ¿Puedes tii conce-
bir , lego incapaz.....— Señor y jo el lego incapaa^
y siolploté , y ^mertiecato , y pobre hombre , y^
tonto i y lo que vd. quiera , no concibo mus sino
qne se está quieto y calla , y que si no hay nada
de lo que se ruge , debiera sacar ¿ 1^ pación del
cuidado y la alarma en que la tiene el rúm-nin,
que ni él ni nosotrof ganamos nada con eso* NO|
ese silencio no me gusta,'»
¡Aprensiones de un lego que no entiende ni
de guerra y ni de diplomacia! Como si no supiera
el ilustre Duque por que calla y por qué se ^stá
quieto! Yo apuesto una oreja á que esta aguar*
djmdo la s,uya para dar el golpe ^
mA99^
®abttneto0 g tonitB^
l^or svs préñelas al hombrt ettíinémdá^
no tan solo por conde 6 marqnét.
Y s\n6 , ejeniplo ni c&nto. En la capillada 161
inserta mi I^at<;rn¡dad una carta en dialefcto ga-«
llego, en que entre otras cosas acbacaba el car^'
tísta á los taberneros de la Coruña , Barreiro f el
Asturiano , falta de legalidad en la medición del
▼¡no , 6 lo que es lo misino , defraudación en la
medida. En el congreso de diputados acus6 so-
Jemnemenle el general* Seoane «/ conde de Toreno
de defraudador y dilapidador de los caudales pu*
])licos. A primera vista parece que nada tiene que
yer la carta de Mingos Marino con la acüsactoa
del general Seoane ^ m el asturiano tabernero con
el asturiano condCé Pero i. segunda vista tendrá
mucho.
•' 'El aÉturítinó tahmtrop j la misind In ewo^
profesor Barre'iro , tan Inego cOibo lleg¿ á su no«^i
ticia la imputación quo se les liacia en dicba
carta y berida vivamente su susceptibilidad taber-
nacularia, se ban dirigido á mi Paternidad como
ciudadanos pundonorosos, manifestando lo infun-^
¿idamente que el acusador Mingos ha tratado doi
vulnerar su reputación y la buena fama de sus
acreditados establecimientos , puesto que ahora
y siempre los ban dirigido j administrado con
la mas pura legalidad, correspondiendo digna-
mente ¿ la confianza de sus comitentes 6 parro-
qoianoS| con quienes lo acreditarán en forma , sí
necesario fuere.
El asturiana conde ba oido la acusación del
diputado Seoane con \a impasibilidad de quien 6
neja pónoció nunca ., ó .se pasó la mano por la
cara i J la perdió para nunca mas morir : y no ba^
resoljsfedo , ni chistado ^ abierto la boca , ni toma»
io la plojna para vindicarse de la imputación*
El tabernero no es conde | el conde no es
tabernero. Pero el conde esconde la cara : el ta-
bernero no la esconde. £1 tabernero quiere acre*
ditar que no es defraudador: al conde no le im-
porta pasar por defraudador. EL tabernero ba
obrado como un conde : el conde se porta como
un tabernero. Sin embargo , del pundonoroso ta-
bernero asturiano nadie se acordará en Asturias:
al conde asturiano le ban dado ja en primer es-^
crótinio cuatro mil votos para diputado por As«
tumi. El taB«rn«ro aatoriano egerce honradas
iDCDte su oficio en la Coruña , y vive con econo«'
míaí el conde asturiano se pasea por París , if
triuiÉa y gasta don escandalosa esplendidez. Perd
el cof^de volverá á Kspaña $ se sentará en el con*
greso ^é España : dará leyes á España ; impone
drá contribuciones á los taberneros de España^
las pagarán los taberneros de Espaiía , y el conde
se volveri á gastarlas fuet-a de España ; y á esto*
los llaraai:^ Grandes de. Espaila } y dirán qne lot
diputados son la pre¿ die la EspaSa. Ellos hácení
bien en burlarse de la España.
Yicc-Tersas de España : faáber buido la deli-
cadeza de los soberbios palacios de algunos pr¿<^
eeres p y encontrarse cobijáds en las humildes
tieadas de los taberneros ! Entre Bafreíro y To^
reno , para el bombre honrado f nú es^ dificil ím
«lección.
- ' Por sus prendas al hombre estiitíéíofo^ ,
no tan solo por conde 6 marquéis.
miKSm*
Ó. 3*11011 Tontinez.
' Cada «no de los liombrés tSoile la injty y
D. Juan Tontinez teoia la de ser diputado* Ha«
Uo de inelinactoned. Ea tal grado le domiDaba^
que yo Fr* Gerundio ^ ant¡<^ fatalista eomo boJ|
cada \et que veia al amigo Tontine^^ c^A crei%
en el sistema de las inclinaciones irresistibles* AU
gunas veces se me lia figurado divisar impresa ea
stt frente la fuerza del sino ; y ¿ la manera que
es aprensión general de los muchachos que en el
dorso de los grillos ^ y en la corteza qne forma
el lustre de sus alas se ve una /{, que dicen sig*
niñear que es el Rey de las sabandijas \ asi i mi
Fr« Gerundio me ha parecido divisar en el ángu-
lo facial de D, Juan Tontinez una D formada
por las venas salientes ^ la cual debe significar
que está en la sangre de sos venas la pasión de
Tomo Tti* 18
ser Diputado. Observación que a posto re i qve nm
se encuentra en las craneoscopias de Gall ni en
el Ensayo de la Fisiognomía de Lavater.
Nunca habia sido diputado j abora adopta
por lema de su. plan de campa.aa electoral el
principio de: A- TODA COSTA: el cual le infun-
día tanta confia{iza| oftfl|0 |)udo iuf«fidir ^«mpe-
rador'Coftstantintj el ÍN HOe SIGNO' VtNCES
eon que Dios fe aseguró el e'xito de las batAllas.
Y asi como el primer emperador cristiano bizo ins«
eribir en todas las banderas de su ejercito el sig«
no del Lábarum , asi D. Juan Tontinez consiga
naba en todas sus misivas á los amigos el lema de
á toda costa. Su primer pensamiento fue inventar
€Íato ó dej las empresas^ poitiiffas .. iiel . Saavedf»', ci^ft
^uimo d<: bafeeit iibrir iioa;Iámijia.én,la.'táÍ!binca<*dt
¿raba^lee de ln calle dlQ.iJVl^tfüderitits , .o bien ea
ila.de !Gaf)gpiti,én;Í£i callé de ¡Atocha . (ealo^ áéehk
«qae le érti"igii«l)e|»9ir¿t.adoptái;l€Í por timbre ¿n id
ipikp«l de cartas. Seco leretrajo el. coate deiaobr^^.
^ «e limiL¿ á iiubrajar en ' las epie tolas. 'j.-á'^po*
iteren letia i;íias abultada eLÁ toda cosia de su
empresa política ^ para llamar la. .atención hacia el
l^suBÍeoto doipinante» AUí estaba el e/i/a»> qu»
dicen los i^fSrieos. : . > r ; • •,,:..
- Por supuesto que fué délos .prJúserOs i dar
sar alocución á los electores, en que. se m'ostraba
candidiito I y sej compiometia eispontáneamauAte i
h^c9t la feli;idAd^;^e/ pait^ Mirodd^ tirar unes scit
batallones dtf ^emplaj-es ; es decár ^ .tinoh i «eís filitl;:
q-ue deducidas las bajas de hpsf^iiales, esto es, los
pliegos quebrados y los q\ie \e cebaron. á perder'
Iqs 'pjrensistas , quedaba una fíierza efectiva de;
cinco mil ochocientos y pico de proclamas ^ sin
contal^ la caballeria , como dice el amante soir*
prendido de la comedia de Las citasv Todas las.
<3irculó'en tres correoS| j eacusado es decir qm no*
S€ le pasarla envi-iir nn. par- de ejemplares.^á ,Fiaj.
Gerundio para que tobicra.^U bondad de^. r^or»..
metidarla al público. - EL-impoi-te de iin.p)H)SÍon n^t
dejé: -de levantarle roneba , pero comí» él dectay;
•«staiB^^ cosfis no se bacen sui. sacrificios,; y sobr^.
todo para coger es. menester sembrar.» ,T>anto.
senibr^iba' que ya la casa se iba quedando sin ,ua
grano, y mientras los electores comian y. .bebían
i cuenta de la candidatura de D. Juan TQi|tin.e2^
la familia de D. Juan Tontinez^ que. ya en
tiempos normales no vio pasaba con mucho
desahogo, iba estrechando tanto las distancias,
que si durara mucho la iucba electoral , m#
tomo que sncúmbiera de esteauacion. Fieles inter*^.
pretes del á toda costa Iqs agentes electoral.es d%:
D. J-uan Tontinez , ieibañ dejando sin quilo .con
con muchsl destreza y suavidad*
Quiso Dios que dieran principio las votaciones'
y que mi D. Juan empezara á coger cada. correo cL,
fruto de sus desembolsos i j la cosecha iid^Ju se-*,
raentei^a. Reoibia la correspondencia y la .abría > /,
t<mui]ido. la .pluma, iba samando los ;Bu£rqigii)s quo
í
srl9S=9
hiibik -tenido en cada colegio ^ lo9 comparaba con
los de cada candida to, sumabaí restaba^ multiplica*
ba I y dividia ; j en esta aritmética electoral se
le pasaban las horas muertas. Si entraba alguno jr^
le preguntaba | «¿c¿mo Ta , Sr D» Juan'?» ces-r
pondia ; «no vamos mal: en este colegio tengo
doscientos quince: en este noventa j ocho ; de es-
te otrd^no hay noticia mas que ie la votacioa del
primer diu ; pero tube dici y nueve. Coteje vd*
ahora los que ha tenido este otro candidato^ que es
eiqüe iHaB^.^'^Pero si ahora no le preguntaba á yAx^
por el resultado de las votaciones, señor D. Joan^
sino por el estado de su salud. — Há| estoy paara servir,
á vd. La descoufíanxa la tengo en estosdos distritos:
aquí han trabajado mucho los contrarios.-— ¿Y la
señora c¿mo está?-^Está buena* Yo acabo ahora de
hacer mi primer eserutinio; si quiere vd. entrete-
nerse en hacer el suyo.... — ¿Pero de que , don
Juan? ¿Me habla vd. de la señora? — No, hombre,
no: de los votos de estos primeros dias: ¿ ver si
acaso -me he equivocado yo.— ¿C¿mo es posible qne
vd. se baya equivocado? Vaya , yo le dejo á vd^
cfh su ocupación. A Dios | señor D« Juan.
Volvía mi D/ Juan Tontinez á su tarea con tan-
to entusiasmo y tanto afán j quC para el no había
horas de comer ni de dormir : era un camaleón
electoral qu^ se alimentaba de votos. Cada correo
le prnducia á él quinientas ó seiscientas opeíraciii-
nes matemáticas; formaba sus estados generales jj
parciales^ en cuyas casillas incluía con toda especia
ficacáoiii(if ccñegfosi 2? candidatos; ¿sta dividida e¿
dop > P^^^ moderados j progresistas: 3? electores
que tomate^ parte: Í-? número de sufragios: 5^ dia
primero. 6* día segundo , j asi hasta ia casilla
9?: iOf total de cada uno. No cabiéndole» el- estado
en un pliego senciijó , pegaba otro con obleas j
continuaba sn operación. £q esto solía preguntar*'
le su señora: «Juan , ¿qué hora 'tenemos? --Tres
inil j veinte, respondía él^: peco, aun faltan. « Te
pregunto por la hora ^ hombre. «-*Há , la hora : la
llora no la sé: se me olvida daricuerda.
Últimamente l^izo su resumen general de ro^
tos f del cual result¿ haber reunido tres mil qutfr
nientos doce^ la mitad mas dos del total de elec<*
tores de la provincia que habían tomado parte en
la votación. De consiguiente según las noticias. con«-
testes de t<>dos sus correspon^les , D. Juan Ton-
tinez era definitivamente diputado. Un terriblt
puñetazo que un movimiento natural de alegría
le hizo sacudir sobre la mesa de sus operasciones^
acompañado de un agudo grito que resonó por
todos los ángulos j techos de la ca^a ^ alarmó á
la familia que acudió presurosa j asustada con el
temor de aJgana novedad. «Esposa.... hijos mios...
tres mil quinientos doce.... ja sois felices j La
mitad mas dos.» Y abrazando alternativamente í
unos j otros ^ «tres mil quinientos doce !» re*
petia.
Los niños y incapaces todavía de penetrar la
causa de tan inusitadas demostracioDe4| mirabaii de
Tíg&tense rds, qáé traga para D* Juan Tóír<*
linez. Su primer impulso fue ateútar á'su exÍ5«<
teucia I pero felizmente se pudo evitar, Abora
le la apoderado de él upa melancolia que hace
temer por su vidai j j no se le oye mas esclama-,
don que f ¡aj mis sacrificios!»
Este es un cuento que no tiene de cuento snatf
<giie el nombre del protagonista.
>( l—
V0TE3XO TRIMESTHE.
CAPILLADA 16», AGOSTO 13 DE 1839i
Fr. gerundio.
Si 'guis dixérit Tirabeguem non
posse jactan de eo guoJ quosdam
honores triwnphi priusquam Dux
Victorim receperitf anathema $iu
SI al^no dijere que Tirabeque no
puede jactarse de haber recibido cíer*
tos bonores de triunfa antes que el
Duque de la Victoria , le divido 1«
cabeza del tronco como quien divida
vn nabo»
CoNC. 6. Geründ*
Xia espada de honor.
En ningún tiempo , y fíenos en los de rero^
lacion f pnede nadie decir : «de esta agua no be«
beré»; porque qnien menos se piensa revuelve
las aguas j quien fíenos se piensa las bebe. E»»
lo inpuesto/ nadie deberá estraSar que Tirabe-"
que haya sido el priínero á recoger los trofeos
de la toma de Ramah'» j Guiirdamino. A^i se-
les viene á algunas criaturas la fortuna rodada;,
asi se les mete Dios en casa á los mas tontos;
asi se aparee^ la madr«.de Dios á los legos^ Ti-
rabsquey pues^ ba tenido la alta honra de ¿mpu-
Sar antes que el Duque de la Victoria la espada
de honor que la provincia de Santander regala al
vencedor de Ramales y Guardamino^ al que li-
bertó al suelo cántabra de la plaga facciosa que
tanto tiempo llevaba talándole y destrujéiidole.
Esta espada y alegórico signo de la gratitud,
trabajada en la gran fábrica- platería de Marti*
nez de esta corte y estaba ja depositada en su
iiriiai ni mas ni meno"^ que el voto del tic Simón
Rejas ; coa la diferencia de ser este un voto de
bastante mas peso que el del tto Simón ; y á ma-
nera de cadáver que va á ser conducido al cam-
po santo encerrado en mortuoria caja de las de
la fábrica de ta calle del Gato, asi estaba ja en-
cajonado este cuerpo mortífero para ser condu-
cido al campo de la gloria i i Arourrio , o doade
se halle, Pero era preciso que lo/ viera an^tes mi
Paternidad muj Reveueuda^ Yp accedí á la hon-
rosa invitación que para ello se me biza j Heve
eonmígo.á mi siempre pedisequo Tirabeque.
Ya el esterior de la caja , en medio de. ser de
un sencillo ^^aunque elegante embutido , empezó
i admirar i mi buea F^le^rto^ que lajd. eutu-^
tiasmado en-uoa Iicrtuosa tarjsfta de plata delica-
damente pul i mentada. I el rotólo sígnieote: «¿41
provincia de Sanfander al Exémo. Sr. Duque d9
la Victoria en 1839.» Señor, me decía, por fuer-
za debe ser cosa buena esta espada , porque co-
mo dijo el otro , «por las cajas se conocen las
espadas.» — Eso , le conteste, creo que no ío ba--
brá dicbo el otro , sino tú ; al iQcíios ja que el
pensamiento no sea nuevo 9 lo es la frase. Y lo
que es la espada , abora lo verás.
Abrióse la caja j se ofreció i nnestros ojos
el digno obsequio dedicado al no menos digno
Genetal.— rSeñor , señor ! (fué la primera escla**
macion de Tirabeque) la espada del bermano BúU
domero tiene dos vainaSv—Asi parece, Pelegrin:
supongo que una será para )a gueria j otra para
la cortc.^— Asi es en efecto, nos dijo nuestro CicC'»
roñe: por eso la una es blanca y la otra negra.—
¿Y que' significa eso, señor? — ¿No lo ojes , bom-.
bre? Que es una para campaña y otra para cor-
te. — ¿Y no significa mas, señor? — ¿Qué mas . ba
de significar , impertinente? Y no te parezca que
es cosa nueva el uso de las espadas de corte ó de
ceremonia I pues según nos cuenta Mr. Velly, ya
en tiempo de Carlos Vil usaban los franceses dos
clases de espadas , unas de guerra ó de campaña,
y otras puramente de gala ó de ceremonia para
los días de corte* Con mas que ésta tiene la ven-'
taja de poder hacer ella sola los dos servicios sio
juas que mudarla la vajDa¿
Mi reverencia le toono la libertad, Inen qne
no sin el previo permiso del encargado de su
custodia y de tomarla en la mano para observar
de cerca el mérito artístico de su delicado traba-
jo. En la boja (que es de las^ mejores de Toledo)
ie lee grabado en un frente : «Xa. :provincia de
Santander al general Espartero:» . j en el otro;
UtVencedQr de Ramales y Guardf^mino en 1839.«
Fero nada de esto llamaba la atención de Tira*
beque , que embelesado en .la. contemplación del
puño de oro ^ asi apartiuria> de^ el los ojos coma
dejarse arrancar los dientes. «Señor , me dccia^
todas estas antigüedades .que se ven aqui p¡nta«^
das serán gorgoriflicos.— Te bas lucido , bombre;
no bas podido mentir mas en menos palabras*
Porque ni son antigüedades ^ sino alegorías de la
¿poca ; ni están pintados , sino en bajo rem-
ueve ; ni se llaman gorgoríflicos , sino gerogli-
fieos.
Tís^e relieve que ves aqui ien el anverso re-
presenta los trofeos militares del dia ^ el casco,
la coraza , las cbarreteras , este sol del centro,
la cruz de S. Fernando, circundada de laureles;
todos signos del arte de la guerra. Esta corona
que se ve en el reverso también en bajo relieve
supongo que representará la corona mural cor-,
respondiente a los vencedores de castillos j ciu^
dades.— Asi es como Ytra. Paternidad lo dice,
respondió el profesor.
yamos , le dije á Tirabeque } aqui tienes ua
hatn gavilán, hombre^ ¿Q^^ es eso? ¿Td msQstaaT
*— ^enor^ con.aves de rapiña no q.uiero chanzas,
^No estás tu mal ave de rapiña. ¿Ve^ este vas-
tago de roble enlatado cou su propia rama? — Se-
ñor ) ahí será' donde tenga su nido el gavilán^
que i los gavilanes les gusta mucho anidar . em
Ips robles. <ide los montes. — Álli parece que te
has criado tu según las entendeder^is 'que descu**
bresb Gavilanf'S^ Uaina esta parte de la, guarnición'
de la espada que »irv;e para defender la mano-^diQi
los golpes del contrario > y eíi e'sta. el gavilán^ j,
la cruz catán JTormadoa-de^isste vastago ..de ri^bWi
que ves > de oro.;f>or i su puesto, como todo eLpur^
ñoy pero que in^ pe;:fecta|nenie eV roble n;vtu-
ral y 7 que entrelbeáadose con fw -propia rama > re-'
présenla en alegoría el valor y, las virtudes cívi«
cas.H— Señor ^ aqui hay un castillo ) este si que no.
necesito yo de ks esplica<2Íoues de vd. para cono-,
ccr que es el de Guardamino ; y este barco que
se ve amarrado á él con una cadena^ llevíme! cl-
diablo si no es aquella Coqueta francesa que an«:
daba cruzando por las aguas de Ramales j Guar-:
damii^o ; si ya no es alguna lancha pescadora que
vaya a pescar sardinas á la Cucva| 6 al fuerte deL
Morro o por allí en aquello.». — ¡Soberano señorr
sacramentado^ y que modo de desatinar tieueS|
Pelegrin ! Amigo^ dispense vd. á e$t6.badulaque|.
y dispénseme á mi también mi imprudencia en ha*,
berle traído aqui. •: J
• ¿Te parece^ necio y mas qne uecié^ que Guarní
3^Hnmo'«» áTgiiñ' pti«rto deniar? ¿Puw no te
dtiele el almai de saber qoe ac^ueUa es una cordi-
llera de elevados cerros y de los mas altos del
pats7— Señor j en lo u ees ese castillo j ese Larco
^. de dónde' son ?— -Supongo, le dije.', que. serán
las arm^s de ^Santandcr.^^En efecio, dijo el her<«
mano artisfttt': esa és lo que represen ta-n/^^Seftcry-
81 me diera vd. lícenCfia para coger lá espada ea
la mano. V..— No' á mí, sino á este caballero es á
(fúÁert debes pediTseU'; si bieif eso 410 deja de ser
y^ iRl atrevibiienrta de tu. parte que me abocbor*
»?i i mt.^No feajf iiwonvenpiníte, dijo el aímigoy
ert 4)lürg*jrlé- e«« '^tiéto al berfUPno Pelegrin.^
¿;-Por dónde V«'»sá-fi>Mtfá;'lá',trttW? Por el pomo
se CQJe.— ¿ Cómo ^'^eüor '^ PW t&l' pomo este qne
esta^ol^re la m^sú 1 ¿Y- qu¿ tiene que ver el po-
mo v^n ia espada "? El pomp aquí e^tá ^ per^ la
esfada tío se viene con el.
•"•■;Y es que creyó' el' simplote que jel pomo que
yo te^decia ejra un pon^o ó Frasquito que Imbia
»obre la mesa que qui^a coiitendria el ácido ni"
trieo y muri&tico.que dicen < iobra la disolueioa
ée^oro. Ya quede bizc «d tender que el pomo
eíniel pm^y ib^.'B tomarle muy fresco con la
maño des4nida:¿--¿Qi»e va* á hacer , profano?
¿^Quieíes ¡quedar impuro ?— ^enor , quien queda*
rj^~im pura sería la espada y si aqaso me suda 1¿l
mano y que:¿o '^jfOi^Toma este paño limpio^ ín<-
felít , y no toques el áureo ponni^ sino quiere*
fieoosítar deiárraict^ abluciones qu9 se^ua eL Le-
ví^^ <|^«;:^c^a lo que U ::Iey.,i]o permttia * los
T.Omóla Tirabeq-iKe), y/iompezé á bLaátlrrla con
un AifS'. á^ ..máreiniidad • qne á mas dé ¿ejoriioi
/»orpf)eiMl}do8 | noé híso >temor ^q fuesen nuestras
QTfiy^^i^ nuestras narices las primerns á* probar
jelí.biifn t^^mple de su üoja.: ])lírábánle no -m^uoiC
^a1)iv«;ogido8 los oiiicial^de la íábrkiuyy do' so
4»'0 otaban 'Seguros de dlg[4in;hiaiidobk d^'a^el pa^
jra '^los.' buevo j^ e¿trano^ adalid. «-^.« Seño tés, dijo
«ODalta.e irapoimnJte. voz;) tengo «nteadido,: qu$r
jtftxfiuifsdafDenle ipor.aqui.no hay ningua 'f«i4cc¡d^
«o^ qtue.sioó,^ aiiocá akismo suouml^ia vvéiima'de
su temeridad. — Pero hombre, leiLiJ0J-y ai acáíMI
|)eAiar<tdaji5aíe(riady i¿.se la babiai ^o^i6gár'?--:€ou
lauespa^ia d« ia Yietófiai e4p4a^inunó jo no*- tran^^
BÍjo con:«ln]ra : .vívfeiite j. -péTque «eria urta men-
^^. £1 40^ quiera espe¿¡ip^ín^ar' mi goueirosidadí
que se confíese vencido , y eutonces je-tétider^^l
brazo del perdón j la mano de la amnistía. En-
tre tanto , «paso á Juan Dándolo^* decia imitan-
do á Bernardo Carabello el íaniüso espadero de Ve-i^
necia. — Vamos, vamos, le dije j envaine vd^ seor
Carranza. (1) ^^^ , .-; ^^, .u^
Y obedeciéndome sumiso , si bien con sentí*
miento de dejarla , colocó la espada en su nicho.
(ií) Idiotismo espaítol con que se qaTeré sígníficir i
«no qa« temple el acaloramiento 6 deponga el enfado*
j al tiempo qñe el amigo íbar á dejar caer la culiier^
ta^ lanzó Tirabeque á la espada una mirada taa
aguda como la punta de su hoja , j luego con la
TÍsta un 81 es no es torcida como á quien se le van
los ojos^ al ver dejfaparecer un objeto predilecto^
esclamó.' «á D¡0S| hermosa mia: vas á pairar al
brazo más •-. fuerte del mas esforzado guerrero es-
pañol : díle'de mi parte á ese valiente , que del
uso que qutiéra baeér de ti consiste el que ja le-
/ vante ¿.DO. levante ría pata: dile que s^ yo de
buena tiota que bien puede | j que le suplico
que q.uíera:^ile que ú quiere coronas, que Ten^
za enemigos f j dile eór £n...< que vea que eres
ima espEbSií y j por Dios no te convierta ent pbí^
meL..0:í Dios^.^.. á Dios...**
Y $1 ccrr,á[r^e la caja , imitando mi Paternidad
el (jeremonial usado con; bs espadas de los caba-
lleros al tiempo de destinarles á la guerra en la
^poca de . las cruzadas , la eché mi bendición ge^
l-uAdÍ£(na^M«/ j desapareció.'
HQm
»S09»
AHORA ME VOY A LA HABANA.
Ka piensen tas 4 qne he hecho por ahf aígtina
eontrata de tabacos & cencerros tapados con Don
Domingo Jiménez j consortes , j que habiéndolo
ofrecido de la puelta de abajo ^ voy á traerlo del
primer htiertúcho que encuentre á nyano derecha
con tal que me lo den mas barato : que \no e»
Fr. Gerundio hombre que guste de contratas
clandestinas | porque está persuadido á que en
contratas clandestinas siempre hay al^o que en*
cubrir. Y aun por eso aprueba mi paternidad laí
disposición del santo concilio de Trento en la
materia ^ por mas que personalmebte acaso me
trajera mas cuenta lo contrario.
Ni crean vds. tampoco que roy á inspeccionar
los trabajos de la comísiou regia ^ 6 i meterlet
prisa y recordarles que los seis meses de plazo
que para su grande obra se les concedieron^ se
irán por la posta : que al cabo acoMumbradotf ésr*
Tono viK 14
tamos en esta matriz a ver conrertirie seis meses
en seis afios y lo que va de aquí al domingo.
Que en esta pjitria gerundiana asi haj que afia«-
dir siempre ceros cuando se trata de tiempo,
como hay que quitarles cuando se trata de pecu-
nia. Y por último, en buenas manos está el pan-
dero: amigos tiene mi Paternidad en la comisión
r¿gia I que sabrán no dqarme mal.
Si yo hubiese si4o compinche de Castro 6 de
Mon I como el diputado Fernandez Villayerdei
ú otro asi ^ ereerian vds. y con razón que iba de
oidor de aquella nueva audiencia , ¿ de vista de
la aduana p para poder echar i jendengne á la
Inadre patria á beneficio de algunos maravadises
ultramarinos de buen 'cobrar. Pero no median-
do semejante compínchismo , ¿á que fin podrá atri-
buirse este mi súbito é improvisado viaje? Pare-
ce que no podrá ser otro que el de echar algunos
sermones allende los mares.
Pues no señor ; á' nada de eso voy. Sino que
no habiendo toros esta temporada en Madrid,
me voy á ver los de la Habana , que tengo para
mi que han de ser mas divertidos que los de la
metrópoli, según el programa que á la vista ten-
go sobre la mea columna galbánica. Pero no: ha-
ce mucho calor , y demasiado tostado está uno
de este lado de la eharca , cuanto mtis ir á acabar
de tostarse del otro ; y no es Fr. Gerundio nin-
gún S. Lorenzo para gustar de semejantes diver-
siones ; que yo estoy mas por Ips vasos de agraz
.311»
6 Tas botellas de certexa de Pombo 6 de Cerran-
tes que por las parrillas del emperador Yaleria**
no* Asi pues I para dar a mis lectores una idea
de lo que podrán ser las funciones de toros en la
Habana , me limitaré á copiar de un Diario de la
isla <}ue tengo delante, el anuncio 6 programa de
la última corrida de que bay noticia : la de últi*
mos de junio de este ^fio. Dice asi :
PLAZA DE TOROS.
•Función estraordinaria. Corrida de muerte^ Bene-^
ficio de Manuel Diaz Lavi ^ que presidirá el s0^
ñfiir Teniente ds Gobernador se fundo.»
«A las cinco y cuarto de la tarde (sí el tiem»
po lo permite) Tan a lidiarse cin¿o famosos toros
de las acreditadas haciendas de Puerto-Principe
y Bayamo , y cebados ^en el potrero de la Saba»
^ nilla y eséogidos por mi propia (1), "probados á
mi satisfacción ^ y todos ellos distinguidos por
preciosas divisas. Me atrevo a asegurar que esta
corrida dejará nombre. (2) Los animales con que
(i) Efo mei mihi. Ablativo dmé: «s decir por mi
que soy Manuel Lavi* ¿Quién escogió los toros? lo ¿quién
los ba probado? Fo
Yo Manuel Díat Lavi ,
yo los toros escogi ,
y están probados por mí ^
que soy Manuel Díaz Lavi.
^a) Y fso que no -contaba el manceba cott que habla
úm qacdvr opnsígnada en las páginas gerundianas.
ramos á tenerla, son unas fieras ;(1), y la cua-
drilla empeñada en el esplendor de la fiesta^ os-
tentará en ella su valentía, destreza é inteligen-
cia, aquellas cualidades esclusivamente reserva*-
das para los que nacimos bajo la mágica influen-
cia de la antigua Gades (2) , que fue la cuna de
los grandes maestros ^el arte.
, CUATRO TOROS SERÁN DE MUERTE,
uno picado , banderillado y capeado en regla (3).
En esta .función solo he procurado presen-
tar al público toros de ley : mucho me ha costado
conseguirlos 9 (4) pero ya verán los aficionados
que mis esfuerzos fueron estraordinarios , y de-
cidido mi empeño para ofrecerles hoy un rato dQ
completa diversión: porque cuando no hay sangre,
descalabro y costalazos , de nada siryen estos es-
(i) Sin maldito sentimiento de humanidad. Pero he*
mos de ver qui^n a el roas guapo.
(a) Esto es histórico ^ y^ poético* Y sólo le faltó haber
añadido , «á quien los Tirios dieron el nombre de £ritréa
7 los Cartagineses el de Gadier; si bien Bochart preten*
de qae Eritréa era otra Isla de Cádiz.» £steparra£ito hu-
biera añadido nuevo esplendor á la fiesta,'
(^/ Esto es ciertisimo y no falla. Porque jRegla se lia*
ma el pueblecíto especie de arrabal distante un cuarto de
legua de la Habana donde está la plaza de toros : de
manera que alli todo lo hacen en reglan
(4) Pues ha tenido vd. mas fortuna con los toros que
yo con los diputados , que por mas que he trabajado para
que salgan todos de ley, sé de mas de cuatro pécoras que
▼an á venir, y que mejores eran para que los' lidiaran lo«
hijos de la antigua Gades en Regla , que para lidiarlo»
en el Congreso: forque ios animales con gue vamos- d
tenerla son unas fieras*
pectáculos (1). La gente quiere broma (S) i J en
medio de aquella natural simpatía que nos pro*
fesa, desea que el toro venga á nosotros para
admirar j aplaudir la defensa j agilidad de núes*
tra parte (3). Ya he dicho en dos palabras lo
que llamo una buena corrida | j lo que encontra*
rán en la plaza los favorecedores de su humilde
esj>ada.=Mauuel Diaz LavL
«Las puertas de la plaza se abrirán con bas«
tante anticipación para que el público se acornó**
de j evitar confusión á la entrada. Los vapores
estarán corrientes^ j correrán sin dlsmora del
uno al otro lado. (4)
«Entrada general 4 rs. etc.»
(i) Lo mismo sucede en la guerra. La costalada, por
ejemplo , que llevó el picador Sevilla cuando cayó de ñuta
y sele dislocó la espaldilla .ya valió algo. El descalabrode
nuestra brigada de la Ribera en Gbulilla , igualmente:
pero esos bandos del general en ge fe y esas contestaciones
entre León y Elío no deben valer nada según Lavi^
porque en espectáculos de toros y de guerra , ciando no
hay sangre, descalabros y costalazos, es una sesería. Me
i;usta este La vi porque se conoce que se ha penetrado de
as gracias de su oficio;
(a) Eso será allá: lo demás por acá todo el mundo est¿
por la buena armonía. Hasta el lord John-Hay parece que
ee ha cansado ya de bromad, y no trata mas que €omer con
ios unas y con los otros*
<3) He aquí una simpatía idéntica" idéntica sin qui-
tarle tajada á la. de Luis Felipe y Mr. Mole para con nor-
sotros. En medio de la natural simpatía que nos profesan,
desean que el toro se venga á nosotros , para divertirse
ellos. Palabras de Jíanuel Lavú
(4) Eso es bueho, que los vapores corran con liber-
tad de un lado á otro.. Estos vapore» eran barcos^
Pues sepan já$. que el humiliU espada Sfa-
Duel Díaz Lavi ^ á pesar de toda la erudición
que muestra p no es mas que segundo espada^
que el primero es Bartolomé Igoza. Si asi es el
Hgundo, ¿qué tal será el primero , h¿7
ImOB baííos.
Tirabeque I la estación de los baños se vá pa*
0ando I y es menester que aproveches lo que res»
ta de la temporada para cumplir con este deber
antes que empiece i refrescar el tiempo. Yo ja
be despachado I con que ahora faltas tu.— Ay
mi amo | mi amo ! De cuarenta arriba dice el re-
frán ^ no te mojes la barriga. — Mira: ese es el
refrán ^e las personas desaseadas : como si el asiéo
y limpieza del cuerpo no parecieran bien en cuaU
quier edad. Ya ves cuántos mas de cuarenta años
cuenta mi barriga | y sin embargo no solo no le
perjudica el baño , sino que antes bien advierto
que le aprovecha. Prescindo ahora de la grao uti«
lidad del baño considerado higiénicamente # como
«n medio de conservar la salud | máxime para las
personas asiduamente dedicadas á trabajos inte*
lectuales como nosotros , pues éí calma las agita-
ciones del espíritu , produce cierto Reposo en el
ánimo , vivifica los ¿r ganos de la intelección , en*
tona los de la gestibilidad | escita el apetito , da
agilidad j soltura á los miembros, facilita la cir-
culación I es en fin uno de los principales reme*
dios no solo curativos sino preservativos de los
males físicos ^ porque la falta de policía corpo-
ral I Tirabeque , es un manantial de corrupción j
de enfermedades ; j ojalá que no estuviera tan
fatalmente abandonada entre' nosotros esta parte
de educación física j moral.
Pero prescindiendo I como digo | de la .utili-
dad sanitaria del baño , basta considerarle como
un medio de limpieza j as^o para que no dudes
en usarle ; porque como dice el Espíritu Santo:
«la limpieza del cuerpo es_un espejo de la pureza
del alma,» j antes que Franklin biciese de ella
una virtud para los pueblos vírgenes de la Am¿«
rica f ja ella lo era , porque es una virtud natu-
ral. Pero por desgracia en España bay en este
punto tal abandono | que pienso que babrá cuer-
po que después de los sudores de sesenta estíos
se vaja á la sepultura sin mas ablución que la
Bautismal , y con una capa de tierra en que pu-
dieran muj bien sembrarse garbanzos 6 azufaifas.
y me parece, Tirabeque , que tu cuerpo ba de
estar reclamando una purificación tan solemne co-
ma la que eti dos de febrero celebra nuestra ma«
dre la iglesia. Cuanto mas que si de resultas de
las conferencias de lord John Haj 6 de los pla-
nes de la política europea , llega al caso de tener
que acogerte á la protección de tu amigo Ibra-
bim-Bajá p necesitas irte acostumbrando a remojar
frecuentemente el cuerpo ; porque bas de saber
que los egipcios se bañan lo menos lo menos una
vez cada semana | cujo día es para ellos un día
de fiesta , j una ocasión de, lucir sus preciosas ga-
las j elegantes atavíos : allí el uso del baño está
prescrito por la lej del profeta; y los que se pre-
cian de devotos al Corán bacen oración cinco Te«
ees al dia , y á cada una d» ellas le precedí» una
ablución de cara y manos y pies. ¿Qaé te parece,
que babias de vivir entre los musulmanes tan de-
jsaliaada y puercamente como entre los cris-
tianos?
Señor , *¿ y que baños le parece a vd. que me
convendrían mas? — Hombre , estoy en que á ti
le faabian de probar muy bien los de rio: creo
que te convendría purificarte en las sucias aguas
del semi-seco Manzanares. Bien que en los baños
de P¿rtiiii| que son los que reciben las primeras
9guas , parece que bay mas limpie;^ | como qns
las cosas tanto son mas puras cuanto mas se acer-
can á su origen» Y aunque es verdad que son los
mas distanteS| también bay la ventaja de que ten-
drías proporción de nadar: que el ejercicio de la
natación^ 9«gua dicen los nuádi^^os^ siendo mode«
radoy es mnj saludable | tónico y fortificatívo*
No tengo presente si sabes nada r.«- Señor | nadar
no nado muy mal, solo que me hundo al instante;
lo cual pienso yo que puede causarlo el mucho
peso de^mi cabeza y la desigualdad del pie cojo.
Pero no consiste^ solo en saber nadar ^ señor , tino
en saber al mismo tiempo guardar la ropa* Y yo
tengo para mi que habian de venir los facciosos á
guardármela. Y la verdad no me divertiria mu-
tilo andar huyendo por esos campos de Dios en
pelota I como el Juez de primera instancia de
jSacedon , con motivo de haber ido los facciosos á
guardar la ropí ¿ la gente de los baños : 6 que
acaso me atraparan y me llevaran consigo , como
han hecho otros facciosos con dos jóvenes que se
listaban bañasdo á las puerttis de Zaragoza. No
señor y no: al rio no voy, qi^e. está uno espues-
to. Aun en casa sabe Dios si está uno seguro con
ellos según va adelantando la paz.
Pero hombre I ¿crees tú que á las puertas de
Madrid — Señor | ¿tanto hace que se han lle-
vado gente de las puertas de Madrid?— Ademas
siira ; has de saber | que previendo ya eso el go-
bierno I ha tenido el cuidado de ir acercando tro-
pas; como que en. el Fardo, que sabes está bien
cerca de Pórtici^ tienes ya ^ según me han dicho^
un batallón de la Reina Gobernadora ^ un es-
cuadrón de coraceros , todo para proteger los
baños: ¿qu¿| te ries? ¿Pues con que otro ob*
jeto habrían de haber llegado esas trojuis j estar*
se esperando otras?-*-No están malos baSos ^ as-
üor; quien pienso que se está bañando en un
sudor de miedo mu j superfino son los ministros,
que sin duda creen que á la reunión de. las nue-
vas cortes Tá á suceder otro diluvio universal^
6 que se vá á caer el cielo sobre ia tierra , j les
vá á coger en medio y á hacer de ellos una tor-
tilla ministerial.
¿Con que vamos , no te resuelves á ir al rio?
—No señor , que pueden venir los facciosos por
la ropa. — Pues entonces mira^ escusas de salir de
casa. Ahi en ese cubeto ¿ tinajón que tienes en
^ la cocina te puedes bañar | que bastante grande
es. Llénale de agua, témplala á tu modo , mé*
tete I sumérgete , zambúllete y remójate ^ hume-
décete , refréscate, lávate | limpíate y purificatOi
que buena falta te hace.
La^a quod est sordidum^
riga quod est áridum*
.Lava lo que está sucio ^
riega lo que está seco.
Dejémosle al bueno de Pelegrtn metido en su
tinaja como otro Diágenes , que luego veremos
qué efecto le hace la inmersión.
1
lYOYENO TRIMESTRE.
n
CAPILLADA 170. AGOSTO J6' DE 1838.
Fr. gerundio.
^ Si guis dixerii Fr. Gerundium non
habere alienando neeesitatem articu"
litum senecillum ponendi , anathema
sit.
■■■
Si algnno dijere qne mi^ Reverencia
no tiene algunas veces precisión de poner
elgnn otro articalito grave y seriecillo,
le cojo entre las piernas, y le doy mas
coscorrones que pelos tenga.
GoNc. 6. Gerüíid.
UNA RENUNCIA GERUNDIANA.
Habiendo TÍsto mi Paternidad por el correo
del martes el resaltado de las primeras yotacio*
aes de León , acordó en sus gerundianos juicios
dirigir por el del miércoles al Gefe político de
aquella provincia el oficio que se copia á conti«
nuAcion p j que sentirá que no baja llegado tan
á tiempo como quisiera (aunque creo que sí);
pero yo no he podido hacer otra .cosa que apro-
vechar el primer correo y suplicar su pronta
publicidad en los términos que se verá.
^1 Gefe Político.
mDel resultado del primer escrutinio general de
elecciones de esa provincia que se me comunica por
el correo de ayer , aparece nombrado único diputa^
do por mayoría absoluta D, Gabriel Balbuena (1).
Y como haya visto al mismo tiempo que la praoin»
da me ha favorecido con suficiente numero de su"
fragios para entrar en segundas votaciones para
ios cuatro restantes diputados y tres suplentes que
la ley le señala^ me hago un deber de apresurarme
,á manifestar a los electores <i que renuncio desde
luego mi derecho a la segunda elección» En cuyo
concepto ^después de tributar las mas sinceras
gracias á los que me han honrado y pensaran hoí^
rarme con sus \^otosJ pueden emplearlos en el suge^
to que consideren mas digno. Y para que no sean
perdidos dichos sufragios , ruego a V. 5. tenga la
bondad de hacer pública esta manifestación por
medio del Boletín Oficial^ .j^an pronto como la prc"
mura del tiempo lo reclama,^ Pues resuelto como
estoy á no alternar en el cargo de Diputado por
(i) £«te et el escribano de mis capí Hadas. ]S2 y iS3.
esa protnncia can el electo BuHuena y dado caso que *
yo fuese nombrado y prefiero prevenirlo.de este modo
a pasar por el disgusto de hacer una renuncia y que
aunque en r(ii intención no fuese mi desaire á lii
provincia f podria parecer lo a algunos , que acaso lo.
interpretar att¡ asi, =pDíos guarde á K. S. Sfc
A la comunicación oficial debo ahora añadir
con la franqueza de quien nada temo y. con la eon*
£anza de quien no puede ser desmentido , y oou-
la seguridad de que nadie podrá decir sin uientira'
que ni de patabra ni por escrito baja jo roani-*'
festado) ni insinuado siquiera el menor deseo tii
el mas pequeñb^ interés en ser diputado (1), que
el solo nombramiento de Balbuena (en el cual
Dios sabe el favor que se ha hecbo la provincia)
creo qué basta á desatarme del compromiso en
que pudiera ponerme con el pais que me ti¿ na-"
eer j en que be recibido mi educación ^ la grati-
tujd al obsequio. dé nombrarme su represeiitaote/
en el caso posible de suceder. Balbueoa j jo no*
podriamos representar unos mismos intereses^'
unos mismos principios | no podriamos represen-
tar cqn verdad una misma provincia : ni puedo
figurarme que un pais que tiene sobrados • moti-
vos, para conocer los sentimientos de uno j de
otro f crea al redactor del -Fr. Gerundio tan de-
{i^ Sobre este partícalar me remito ¿ los sentimientot
conátgnados en la capillada 16a.
\
bil I t«ii despreocítipaído 6 tan acomodaticio ^ qve
hubiera de amoldarse á ocupar un asiento en el
Congreso al lado del escribano Balbuena. Apro#
Técheles su elástica conformidad á los que no ten-*
gan reparo en sentarse junto á é\. Yo le tendría;
y con mis re^aLToa /andados:., jamás "he tran^ijido.
Y cuenta que no me retraería la diverjencia
que pueda haber en las opiniones políticas de
cada uno ; que estas las he respetado siempre
mucho j siempre las respetaré ; sino la distancia
que yo aprendo nos ^separa en otras cualidadeS|
que aunque no sean políticas | trascienden dema-
siado á la poli tica, y egereen una influencia pode-
rosa en el bien 6 el mal de un estado. Hablo de
la moralidad.
Nada, digo I ni antes lo he dicho de intento,
de los medios empleados para conducir á este
resultado electoral, ni de las ilegalidades que,
hayan tenido lugar en la* votación , y en que le
toca no pequeña parte al Gefe Politicoj porque
no es mi intento al presente apurar hasta qué
punto haya sido ilegal la elección , sino dejar
consignado con el carácter que debo , que yo no
podría I ni debería, ni querría alternar en el
Congreso con el elegido. Todo esto en la suposi*^
cion que la comisión de poderes sea tan poco re-
parada, 6 tenga , hablando vulgarmente , tan an-
chas tragaderas, que' dé el pase al acta de León,
Asi pueS|^ mis votos les cedo de buen grado al
Supuesto Marqués patrono é intimo amigo del eXtom
to, ]r -que parece entrar también en •egünde es-
crutinio. La provincia acabaría de acreditarse nom*
brandóle también.
Esta manifestación Catoniana me valdrá una
contestación digna de la inculta j osada pluma
del Diputado por León. No me importa. El pú-
blico me conoce bien : á el por sus mismas pro-
ducciones le conocerá*
La embajada en el baño.
Por el estraordinario de las embajadas de
Tirabeque se recibieron ajer en la celda gerun-
diana comunicaciones importantes que el público
▼era luego. Guando lleg¿ la embajada se bailaba
aqu^ en su baño tioajil baria un cuarto de bo-
ra , con cuyo motivo le av¡8¿ para que saliera de
¿1 y se vistiese luego.— Vamos , Tirabeque ; sus-
pende por abora el bailo y vístete corriendo.—
Señor , ¿tan pronto? — Tan pronto | sí , que hay
a.— Ya, ya !o veo, mi amo: que emba-
jada ei 7 no pequeña eso de mandar í un bom^
Lre salir del baño cuando se encuentra mas en
sus glorias.— ¡Ola ! con que tan á gusto te encon-
trabas, be? Pues al entrar bien te esirefneciaS|
que te oia 70 desde la celda el castañeteo de
dientes , efecto sin duda de la primera impresión
que bace siempre el agua.— Asi es la verdad , se-
ñor: porque los baños son como los ministro»,
que la primera entrada siempre causa un poqui-
Uo de temblor 6 estremecimiento : después se va
uno regando el cuerpo interinamente para perder
el miedo ; pero luego que un bombre dice : «allá
Toj» j eeba el cuerpo al agua , empicia á dar
gusto el estar dentro j no se tiembla ja mas que
la salida. ¡Ob! el momento de la salida es eruel,
señor.
Asi veo que trata» de prorogarle entretenién-
dome eon buenas palabras: eso también es muy
ministerial. —Es que tengo en mi favor la mayo-
ría del agua. — ¿Y en qué tal temple está? — Está
bien y señor: algo mas caliente que. f ria : al mrodo
de la mayoría que se espera para las próximas
cortes. Solo que las cortes suelen ser como el
agua de los baños caseras^ — Hombre , tu para t^m
do encuentras comparación eon los baños. Pues
no te bas cebado mal comodín : como que vienen
á ser para ti tos baños el siete de oros. — Sí señor;
porque las cortes regularmente empiezan en buen
temple; después van enfriando enfriando bas/a
que depn la patria tiritando y dando ' diente eesf
diente'Jespues ¿e daberla debilitado qae es una ^
cómpa^^toii.
' VanídSi anda I anda: déjate ahora de c¿rtes
y de conversaciones I y saí cuanto antes ^ y eojd-
gnte y y vamos á leer el correo f que me parece
qne hemos de tener cosas de interés.— Desengá-
ñese vd., sérSor : el baño no se debe cortar por
nada de este mundo^ qne asi lo aconsejan los mé-
dicoS. Y ahora que está tino en sus glorias he-
cho iin principe.... — Cosas y consideraciones haj^
Tirabequei que exigen^ aun de los príncipes mis-
moSy. cnanto mas de un simple lego, dar un cor-
te á esas glorias. En sus glorias estaba el rejr
Enrique IV de Inglaterra metido en su bafio (j
por cierto que era un poco mas c¿modo que ese
tinajón en que tu tienes tu cor pancho zaví bulli-
do)! y habiéndole pasado aviso de que habian
llegado dos señoras viudas en demanda de justi-
cia ! salió precipitadamente del baño | ' diciendole
á su Tirabeque ^ es decir ^ a su ayuda de cáma-
ra: «primero es hacer bien á los desgraciados
que gozar de los placeres.» Como que en memo^
rta de este hecho instituyó después la arden de
caballería del baño (1).— Señor ^ eso también lo
baria yo sin ser rey, Y asi | si se descuelgan por
(i) Se conoce que en aquellos tiempos, en aquellas
tierras y can aquellos reyes tenían mas protección las
viudas que sn esta época , en estos países y con estos mi-
nistros.
Tomo VII. 15
íihí dos 6 mas viuda»^ j aun solteniSi qiie TengAri
pidiendo justicia á Tirabeque , avíseme yd. y tae
verá dejar el baño con la mayor presteza y apu-
dir á consolarlas. Cuanto masque jo. pienso que
desde. el bnfíQ se poede adr^iiiistrar justicia , por^
que el agua no quita de oir ni aun de hablar.--^
Demasiado veo que deja desembarazada el h^ibla,
y aun mas de lo que fuera menester. -^ Ademas,
señor, que entiendo que debe ser muj tónico j
anudar mucho los efectos del baño el tener con
quien hablar^ porque esto de estar aqui un li9m«'
bre solo es muj seqo. — Alma de alcornoque,
¿todavía ie parece muj seco, j está? entre sesen-
ta cubos de agua? ¿Pues no mereeias que te aho-
gara dentro del tinajón? Vamos; sal de ahi cuan-
to antes. — Señor, tengo una pereza ! Y sacaba
un brazo y le volvía ú meter ,de repente dicien--^
do: «si hace un frío fuera de casa que no se pue-
de aguantar !^No te de cuidado , que jo te qui-
tara la pereza^
Y me salí pían pianito , j tomando una her*
rada que encontré con agua fria del pozo , volví
co-n mucho silencio, j haciendo de la herrada
concha, del tinajón Jordán, de Tirabeque Crista
j JO Ff^ Gerundio de Bautista , le administré
el bautismo de efusión , diciendo: ^ego te bautízOf
ut totlatur tibí pigricia ; jo te bautizo á ver si te
&e quita la pereza.»
Buen jarro de aguar nos hecho Van«-Halen
coando se retiro de Segura , j bien fríos nos dejo
i todos y pero jo aseguro que mas frió se qued^
Tirabeque con la herrada de agua que caj6 sobre
su cráneo j sus hombros. Un sacudimiento de
cabellera á manera de Júpiter de los legos | fue
el signo del sacudimiento de su pereza ; y salió
del cubeto , cual nunca entra la verdad en los
palacios de los re^cs^ es dfcir^ desnudo y ^¡n dis<^
fwif Xubri¿ii^, £001. la sábana de enjugar, y. pare«i
cíame estar viendo en Tirabeque un bardo ó un
sacerdote druida ^ j no le faltaba mas que voz j
música para poder hacer* de corista en la Norma
como uno de los a«e«ipaDvntes de Oro veso. Le
di prisa a que se vistiese^ para q.ue viniera á ver*
que traia el pliego de la embajada, j murmullan-^
do Tirabeque entre sí: «¡embajada, embajada... •
¡No ha estado mala embajada esta!» nos resti-
tuimos á la céi^A i abvir nuesUo correo: estrabr*
dinario.
•*S28^
El pliego de la eiiibaja4cla.
CORTESTICION D« IbAJLRIM 1 TlKlBIQUi.
¡ Era miff friolera lo que traía el estraór jína^
río! Nada menos que la contestación de Ibráhim*
Bajá ¿ la carta de Tirabeque. «Mira , hombre, le
dije ; ja tienes aquí la contestación de ta ami*
go Ibrahim. ; Mira , que pronto , bombre ! ¿ No
fe admiras?— Señor y bien arreglado deben te-
ner el ramo de correos los egic¡0S| cuando
tan pronto van y vienen las cartas , siendo
asi que de Campazas que está abi á la puer-
ta de la calle , tardan casi otro tanto. A ver qué
dice, mi amo^ á ver ^ue dice el bermano Ibra-
bim.-— Bien, pero no me bas de molestar con in-
terrupciones , porque como empieces á moler ^ no
te se puede aguantar.
w4Ssbtmt
«Alá U güirde, hermano Tirabeque | j fi
Pro£eta te colme U capilla de beodicionef.-M.:»
Mejor fuera de pesos duros , señor. — ¿Ya empe*-
samos? Mira que luego dejo de leen -^Se¡ior|^ per-
done y siga^ que seré parqulto en interrumpir.
•^Pi^es cuidado, «En este momento, que es la ho»^
ra de la segunda or^cjon me acaba d^ leer u|i
cristiano paisano tujOy .de los que hacen la guerra
& mis ordenes, la ea.rt» que te «has s^rvidQ dirigir-
me con motivo - de la rictorii^ que el Profeta sp
digno concederme sobre el ejercitg de la Sublime
Puerta: j en verdad que me ha dado con elhi U9
rato 4^ placer.
«Hacía ja tiempo que teni^ i^oticia de tu auM
Fr. Gerundio jr de ti | por los españoles j otros
europeos que , como te digo , militan á mis ¿rdes-
nes ; los cúsales me s^el^n leer vuestras capilladas,
^n que te juro por la ley do. Mahom^ que tengo
mucho gus^o ; j me hablan de yuestros Jezt 6
capillas como de las únicas que b^u quedadp
desde que el seraskier Mendizabal obrando como
si fuese el Gran Mufti p dispuso la esclaustra ciou
de todos los Dervís españoles ^ cerceno la raciopt
de los Ulemas f y derrib(S muchas mezquitas.^-^
Señor I Mahoma cargue conmigo si entiendo una
palabra de lo que me ,dice ese hermano MusuU-
]naan.=s¿.Otra interrupción? — Señor , ¿qué be de
hacer sino interrumpir , si me quedo en ajunas
de cuanto me dice?--Vaja , pues te lo interpre-
taré. Mira: $craskier equivale i ministro entre
Bosotros; el GrMn Mu/ti es- el samo sacérioU:
Dervis sod los religiosos 6 frailes: ülemas los dé»
mas eclesiásticos: 7 mezquitas las iglesias. ¿Ea-
"tíend^ abora? — Si señor | pero jo quisiera que
los egicios hablaran mas en oastellano , j llain¿*>
ran al cura cura j al fraile fraile como nosotros'^
y no esos nombres tan revesados que no faaj
cristiano que los entienda. En fin, siga vd.^ se*
ilori á ver si mas adelante se espUca con mas
claridad el Sr. Ibrahim.
«No estrané que empezaras tantas veces ttL
«arta I porque según me ban informado estos
rayas (cristianos)^ en tu tierra 'empezáis mucho
y acabáis poco. Y aun por eso tfin duda nd se
acaba nunca esa guerra que tenéis , j que ^la'*
mais cáncer ^ la cual lleva trazas de durar tant'o
tiempo como medió desde' la venida . de Cristo
basta la buida del Profeta desde la Meca á Me^
dina I que fueron 622 afioS| desde cuya epocá
empezamos nosotros á contar nuestras begiras.
En cuanto á eso de dar jo una vuelta por alié
tan luego como acabe de despachar los pocos
turcos que ban quedado^ no te podr^ complacer
tan- pronto como deseas, pues aun tengo que ar^
reglar por acá algunos asuntos de señor padre.
Sin embargo que las cosas se van arreglando mu j
bien. Ya sabes que el Capitán Bajá se nos pas6
con toda la escuadra turca , j ahora te añado
que también se nos acaba de pasar Hafiz-Bajá-
lo cual te dará idea de - si me be dormido sobré
la rictoria I 6 he estado coa un ojo como un la-
garto. No sé cuando se os ha de pasar á vosotros
ese Marotillo-Bajá p que os esta abi dando guer-
ra. Puedes decirle al Seraskier Espartero que
por acá el modo de hacer . que se nos pasen Ba-
jaás es darles buenas tundas los Ibrabiues, No le
digas mas.
«Sábete qne por acá unos te llamamos Gran'*
Visir , j otros te llaman Kosrew 5a/á....— Señor,
¿dice eso de m\ ? — De tí lo dirá , que á ti es á
quien escribe. «Y al Gran Visir del nuevo Sul-
tán le llamamos por burla Tirabeque^Bajá» — Se-
lior y lea vd. bien , j lea lo que está escrito , que
eso lo está vd. inventando de su cabeza. — Toma^
le'elotú ; ¿lo quieres mas claro? — Es verdad,
seilor.— «Y consiste en que Kosrew-Bajá es cojo
como tú (1), y ademas ejerce un ascendiente con
el joven Sultán que tleAe disgustados á todos los
buenos musulmanes , pues se toma con el mas
libertad de la que debiera al modo que haces tú
con tu amo.... — Señor, ó vd. lee lo que le aco-
moda, ó el hermano Ibrahim se ha propuesto in-
sultarme.— Yo leo lo que está escrito, j sírvate
de lección lo que te dice Ibrahim, para que veas la
fama que tienes por Egipto. Y por ahora déjame
seguir. «Lo cual ha motivado la defección de los
(i) L^ es tá efiecto*
dos Bajaes que mandaban sus fuerzas de mar j
tierra. .
•Abara -tenemos otra novedad. Este mismo
Tirabeque-Bajá ba dirigido á mi señor padre JVle-
beroet-AU un escrito que empieza de este modo;
Según el contenido de la carta que se ka dirigido
á V^ A, (Vuestra Alteza) hace pocos días , 5. jÍ^
el muy magnifico , el muy formidable y muy po^
deroso Sultán Abdul^Med^jid^Kan^^.-^^enov^ mien-
te ese Visir- Cojo- Bajá I y desde abora digo que
es el musuliman ma^ adulador que tiene Maho-
ma ; que el Sultanillo ese nuevo que baj ahora
s^ JO que es un mucbacbuelo de pocas gijaS|
descoloriducbo y flaco y enfermizo ^ j de poca
testa además , en fin asi por el estilo del bijo ma-
yor de D. Carlos ^ el que quieren bacer cardenal:
y el llamar á un ñiquiñaque asi el muy magnifico
y el muy formidable y el muy poderoso tengo lo por
'una adulación muy baja ^ y muy despreciable jr
muy cochina. Y asi, yo le sabré decir al b,ermano
Ibrabim I quf baga el favor de no comparar á
Fr. íelegrin Tirabeque con ese sujeto, — Esas soa
fórmulas propias del gobierno despótico de los
turcos, lo cual te dará baslaute idea de las ba-
jezas porque bay que pasar en semejante clase
de gobiernos* Abora escucha lo que sigue :
•Esta carta se reduce á ofrecer á señor padre
el Virrey nato de Egipto para si y en berencia pa-
in sus bijos I con tul que retire sus tropas y re-
nuncie i la Siria y demás países que hem9S coa*
quistado. Pero mí seaor padre ba contestado : «4
íu na.9 — Señor. ¿También allá en Egipto se usa
decir «á tu tia?» — Asi lo traduzco jo j lo degmas
aqui dice: sav berk aehmath\ que entre nosotros se
puede interpretar ; «buenas j gordas*» 6 «á tu
tía.» Eso (continúa) ja me lo babia propuesto,
bace mil anos el padre de Y. A. j no lo admití
JO, cuanto mas abora que tengo la sartén por el
mango. Qnie me deje la Siria j la Gandía , que
por mis puños las be ganado ^ j xlespues babla-
remos.» Porque bas de saber Visir-Tirabeque,
que nunca se habla mas gordo ni se puede sacar
mas partido que cuando se acaban de ganar vic-
torias. Puedes decírselo asi al Seraskier Esparte-
ro: j no le digas mas. ^
Todos los embajadores de las grandes poten-
cias de Europa andan zumbando como moscar-
dones al oido de Señor padre , dicíendole que
suspenda las hostilidades , que ellos lo arreglarán
todo , que todos están interesados en que se con- .
serve la jiaz general , que están dispuestos á
sostener la integridad del imperio otomano , j
á hacerle á el las concesiones que sean de jus-
ticia. Señor Padre á todos les contesta con bue-
nas palabras , pero á mí me dice por debajo de
cuerda; Chico | tu cuando veas la ocasión avanza
j haz de las tujas, que cuanto mas adelanta-
dos nos coja mas raja se ha de sacar Y efecti-
nicnte en esto de intervenciones estrañas , estoje
por el sistema de ir ganando terreno para cuan-
do lleguen. Puedes decírselo asi al Seraskier de
vuestros ejércitos. Pero no le [digas mas.— No le
digas mas I no le digas mas, j todo quiere que
se lo diga .• ¿porqué no viene él á decírselo
señor?— Anda pregúntaselo tú á él
•Se ba dicho por acá que el Seraskier Arra-
zola ba dado sú firman para la entrada en la
la plaza de Decano del Diván de las Ordenes al
Dragomán Castro j Orozco, y dicen los rayas
de por acá' que si un becbo tan contra la letra
del Coran (1) hubiera tenido lugar en los domi-
•nios déla Puerta ¿ del Kgiplo^ no le^ hubiera
costado al ministro (que vosotros llamáis^ me-
nos que una penitencia de cuatro Ramadanes (2)
j una peregrinación á la Meca como la hacen tus
compañeros los Dervis, esto es, descalzo de pie j
pierna; cuando no hubiera esperiment'ado un
castigo vi^ible del Profeta. Perjo en ese pais que
tu amo Fr. Gerundio llama de cualquier cosa, tengo
entendido que todo pasa , j los Seraskiers hacen
lo que les acomoda con mas libertad que en el
imperio de Osmao. Este es un vice- versa Sultánico
constitucional que tu acaso no conoeedias hasta
ahora •
(i) Querrá decir, las constituciones 6 reglamento del
tribunal.
(i) Ramadan lUmaa ua mes destinado por el Corta
á rigurosos ayuno».
'•Con respecto ¿ sernos per adj si llega el
caso de tener que hacer ud viaje á esta tierra^
si eso se encrespa i y a que te de las señas de
mi casa y puedes hacerlo cuando gpstes; y bien
sea que me halle en Alejandría , bien en Alepo
6 en Damasco I a cualquiera que preguntes en
la calle p(^r la casa de Ibrahim-Bajá te dará ra-
zou. En punto á la ocupación que te se baja de
dar aquí ^ porque aqui nadie tiene el oficio de
cerero (kihsert)^ pues los únicos vagos que babia ea ,
Egipto y por poder hacer á sus anchas la vida del
hombre malo se fueron á tu tierra ^ y son cono*
cidds con el nombre de Gitanos , sin que vuestro '
Dwan se ocupe de hacerlos tomar otro modo de
y¡vi*p 5 podrás elegir entre dos que te voy á pro-
poner. Si quieres ejercitarte en lá vida monástica
6 de los dervísf con arreglo á tu primitiva pro»
fesion f te podremos destinar al gran monasterio
de Cogni en la Natolia, en donde á las órdenes
del Hascen & Abem-Beba^ que equivale al Guar»
dian que llamabais vosotros, ayunarás diariamen-
te y harás oración quiííce veces al dia y te darás
disciplinas con frecuencia , andarás descalzo -^
Señor I no lea vd. mas; dígale vd. de mi parte á
ese Ibrahiip ¿ ese calabaza que no quiero nada
con su tierra: que bien se está Tirabeque en Es»
paita , y que ya se me quitaron las ganas de vi-
vir entre judios 6 musulmanes.— Espera, hom-
bre, á v^r cuál es la otra ocupación que te pro*
pone ;
«O sí quieres tener destino en el lerrallo, jt
que has mostrado tenerle alguna afición....— Le%
vd.y mi amo ^ lea yd, que parece que el señor
Ibrabim va conociendo mejor mi genio. — |Oia!
Eso parece que no te disgusta tanto ^ he?—«Te
podremos hacer Capi Agí ^ esto es ^ eunaco-
gefe de los eunucos blancos (1). — Diga vd. , se»
ñor \ vd. que entiende el musulmán : ¿ qué es
eso de eunuco?.<»>'Para ser eunuco necesitabas de*
jar de ser hombre ^ j sufrir por supuesto ua ;a<
crificio costoso. — Señor , que se vaya á paseo eje
judio de ese Ibrabim , j dígale vd. que ahim
en el la plaza. Ya el empezar el nombre del úes«
tino con capi capi no me daba á mi buena señal.
Que buen provecho le baga á quien le tiene pues-
to. — Pues ya no trae mas que la conclusioui que
dice asi.
«Elige pues ; Visir^Tirabeque , lo que mas
te acomode , y avísamelo con oportunidad. Guár-
dete Mahoma^ como se lo queda rogando tu ami'
go— /¿raAim.» — Guárdele á el, señor , ¿ llévele
el diablo, que no quiero mas tratos coa IbraLim-
Bajá (2).
(i) Los ennucos negros tíen«n también su gefe aparte.
(a) Alguna otra palabra de esta carta acaso no la «»•
tenderán los mismos que posean el turco, ^ pues las nay
tTirro-gerundianas. Esas soQ las que he tenido maa cali-
dad o de traducir.
NOTENO TRiaiESTRE.
CAPILLADÁ 17Í. AGOSTO 20 DE 1839.
Fr. OERtl^DlO.
*$*/ quU dixerit non esse ínter in^
ni^rñerahiliamiraeutS ^ua in elec^
tionibus /acta^ sunt qucsdam atten^
iione gerundiana digna ^ anatht-^
ma sit* « -
Sí alguno dijere que entre los ín-
nnmerrifatcs ihilagrOs isltectofalís no
hay algunos dignos de U» ateit^ion ge*
rundíana , agarro un demonio y lo
rompo la sesera cor él;
COMC. 6* GsftUIfD*
tino y ti|i cuáirto.
Erase uii puetlo de cuarenta vecinos, y Lá-
Líale rejparlidó la dipiílacioh provincial ü'n cupo
de cincuenta yotoS ^ porque asi convenía á la
corpo>rkeÍOD , y eñ especial á su presidente ^ qué
era nn requesonero como uü pino. Tocábales t
uno y un cuarto , j aqui de las dificultades a!
1;¡i*mpo de romper la marcha para ir ¿ votgr^. ^eu-
DÍeronse aquellos cuarenta Simones en congreso
Simoníano f pne% la sector de los San-Simo DÍanoj
le consta á mi Paternidad que no tiene un solo
prosf lito eu ajuel pueblo; j trataron de, fésolrer
el problema 6 ecuación : «c<Smo entre 40 partes,
teniendo las partes iguales derechos p se podían
distribuir 50 votos | quedando las partes
iguales.»
La operación, bien se quisiere resolver por h ,
aritmética I bien ^or el álgebra ^ bien por la geo-
metría natural ^ pues otra no habían estudiado
aquellos Simones^ no dejaba de ser complicada
j difícil. Dividiéronse los dictámenes ^ como es
de suponer , siendo unos de parecer que se echa-
sen suertes I otros que se quintasen para ver qwen
había de llevar dos votos ^ como medio el mas
sencillo para evitar quejas j reclamaciones. Otros
opinaron por la preferencia de la edad | otros
porque se partiesen las papeletas dando á cada
uno un cjaarto de papeleta ^ á manejra de juicio
de Salótnoa. Los mas acomodados preferían el
juicio ¿ie París al de Salomón- , sosteniendo qne
puesto que el derecho electoral le disfrutan por
las parejas de labranza , aquel que tuviese mejor
par de vacas era el que debía optar á votación
doble; pero á eso se oponía la dificultad de acor-
dar imparcialmcnte el voto de prefei;encia , pues
nadie estaba dispuesto á confesar que, suíi ,Ta4»$,
cediesen en mérito á ningunas otras ,. j á cualr
quiera que se hubiese destinado la manzana , bu*,
biese sido manzana de discordia ; alli la designa*
cion de •la mas beíla^n probablemente hubiera pro-
micido garrotazos. En vista de esto opinaron
unos que Ueya$én papeleta doble los que tuvie-
sen hips de edad de, entrar en quinta ^ y otros, y?
fué el dictamen mejor recibido*^ que supuesto que,
en los padrones pata el repartimiento de contrU^
buciones se incluía á las viudas^ sin duda la di-
putación habia contado coa ellas .para la: lista
elec^toral. Pero era el caso y que en el pueblo no
babia mas que cinco, viudas ^ 7 de c.onsLguient¡e
siempre resultaban otros cinco votos de mas.
AJ fin, antes de acabar de Tesolyerse el pun-^
to llegó la hora $7 como el Gefe Político les ha-
bia' conminado con multa si no se presentaban,
puntualmente á las 8 de la.ma-ñana á votar, aoor*
daron mis Simones echar ¿ andac> no sin discurr
l-ir todo el <íamino como se habrian de componet
parQ dar el cupo de votos que he les habia pedi««
do , y temiepdo.no les costara , una multa si re<^
soltaban menos. Pero ellos fueron, $e .acercaron
á la mesa , hicieron lo que se les mandó , y vie-
ron después con satisfacción que sus cincuenta ha<n
bian salido coririentes, y hoy es el día que le' haa
consultado a Fr. Gerundio la resolución del pro»
bleiDa : «cómo puede .ser que. cada elector salg^
por un voto y t^n cuario de otro., siu.dividirse en
cuartos los votos.» Y mi Paternidad les lia W-
yiadb el articulo del juego de los cubiletes de Ti*
i'abéqne para que le lean.
£l acta perdida T HAttADA EN EL TEMR0. ;
• Preguntaban en Santander: ¿d¿n de está el acta
original del colegio de Valdecilla? — «Aquí eslá
iltia copia,* respondía el presidente de aquella
laesa^ comisionado por el distrito, licenciado Hoz^
qiie se habia metidfir alli de hoz y de coz á pesar
de bailarse procesado por delito de infidencia.—
Pero la original, que es la qóe aquí hace falta,
¿donde eslá?^E8a se perdió. — Se perdió , bé?
Pues es menester buscarla.
^ Y se echaron i buscar el acta electoral de
Yla'Idecillay que debió haber quedado^ como man*
da la lej ^ archivada. Y después de haber anda-
db como San José y la Virgen buscando el niño
perdido ; la encontraran también en el templo.
Ptro este templo era la taberna del tío Gándara^
donde al lado de los. cueros j tinajas de vino
descansaba aquel depósito sagrado , en que los
ei<ud&dano« de Valdecilla habían consignado el
m¿s sublime de los derechos del hombre. Quien
quisiere saber otróS tnuchos miltíj^i^ds de la pro-
trincia de Santander parecidos á este , llegando
está' á la Corte el Gefe politico> Don Rafael Car-
eta Hidalgo , que pddrá dar razon^ pues por sa
allano han pasado ,* j par su rirtud se han hccU
«.Sal*
Les DVELoa con votos son kcnos.
Era el dia 24 de julio: primer día de vota*
cíoues: el S^ hahkk Díoi llaaMi3oJiáaia«i¿ U madre
del Abulense doña Fernanda Carramqlino (q, d.D.
g.)y y la mañana del 24 marqbabfa el entierro por
las calles de Avila. L,p»ojos «idiosos de lo» Ajenien*
ses buscaban en el duelo la familia pósUima d« le
difunta^ j sclo encontraron aeompañando a la
fúnebre comitiva tres parientes los mas remotos.
¿Donde estarán los demás? ^e pregentaban. Con-
cluido el funeral se dirigieron los acompañantes
á elegir la mesa electoral... . ^ y ja encontraron
Sentados a ella los jerdps y parientes próximos
de la bien*dicbosa ^ que desde mu^ temprano ba^
bian ido a C9ger la vez. El Sr* D, Pedro Martin
Arevalo e bijas recorriao las casas de los amigo»
en pesquisa Á.e votos para ^1 bijo j berinajao don
Juan de Dios. ¿A la difunta la babiao de refuei-
tar? Y sobre todo^^ como Jeoia el Sr. don Pedro,,
el padre de Ü. Juan: •tos duelos cát^ votos son
lnenos,ti Benditas sean tales familias^ que asi se
sacri&can por la felicidad electoral de syí pin)-
pollo!'
Otro día acaso coetínuara mi Paternidad esta<
crónica de milagros electc>r^|[es. Por hof solameq-r
te puedo añadir. 9^Pr<yvincia de Leon:^
DiPDTAno :
D. GABRIEL, BALBÜEN A.
Ca Bttntnm
T LOS TRES GOBRIONES.
Leía Tirabeque ¿ las caatro de la tarde del
domingo la Gaceta estraordinaria que Gontenia
las noticias qne todos desde por la mañana sabia*
mos: pero como á las cartas que de los corres-
ponsales de Vitoria j del ejército había mi Pa-
ternidad recibido , les faltaba aún la certeza del
sello oficial , nada babia querido decir ¿ Tirabe-
que por no infundirle upa alegria acaso prema-
tura I que si no se confirmaban los hechos^ podría
convertírsele en un pesar que acabara con cl^
Divertíame jo en ver la impresión que le iba
causando la lectura del parte del duque de la
Victoria : cómo insensiblemente se le iban en*
treabiendo los labios , ensefiundo los dientes,
achicando los ojos , ensanchando los mofletes, J
lo que es mas , elevándosele poco & poco j gra-
dualmente del suelo el pie cojo ^ el barómetro
de la temperatura política y de las afecciones de
la guerra*
Hola y PelegriO| le dije: parece que el mercu-
rio va subiendo algún grado en el barómetro de
tu pie,-*-¿Qu¿ decia vd. señor ?— Que parece que
vas levantando la patíta.^IIo lo habia advertidO|
mi atoo» Per^ bueno es. que sepü el bermano BtAr^
domeírd , que enando é) da algnn golpe con el
joia^La^ naturalmente j sin sentir se le va levan*
tanda la patita a Tirabe(|:ne»~Bien , pero ¿por
que la vuelves á bajar tan pronto? ¿Crees qne la
acción de Villareal no es el preludio , el princi-
pio. ^ el udtiuni de otras no menos gloriosas que
la babrán de seguí r?-- Señor, bueno es el prin-
capto f porque sin él no pi^de baber fin , pero lo
4}ue importa son la» lecuexcm^, Y asi deje vd.
'qne baja secuencia de viclorias , j entonces tafl»^
bien babrá secuencia de brincos: entretanto , á
'|nincipio de opeiraeiones principio de cabriolasF:
•j 'esta es mi conducta y de aqui nadie me sacará*
Y digole ¿ <vd. , mi amo, que si abora no bay
\5ectttfncta5 , cuando á'Maroto se le surrictonan los
SUJOS I y el Pretendiente está becbo üo palomino
■ Aturdido I y acato |» estas fechas con el atillo al
bombro caiAtno de* Francia ^ en fin si abora qtve
parece que les ba tocado á ellos la vez deseílos
lóeos y á nosoftros de entrarnos el juicio no bay
Secuencias , no sé lo que diga , señor. — Las babrá,
Titvbeque , no io dudes : mucbo más euando
•todaa las comunicaciones que recibo de loa piich
Vím eirdaifde se ha presentado el ejárcitd están
contestes en pintarle .en el estado mas brillante de
e(|tiipo 9 s«dK>rdmaeion , disciplina , valor y ^leei^
-81^11 que se ba visto en el manda, inelusas» las
huesUB df I jmisiho Napoleón : cuando • el soldado
lu-de en deseos de eiitrar en el combate, tanto
me cuando bo le ti»ca tomar fiarte en las aoeio-
hes , le dan ^asU caleo^luras y «ortúnas del aen-
4íiiiíettto« Que asi kalúas de Ber ta tanilHen* — Se*
fior y también yo estoy temiendo "ahát tereianas,
pero es de resaltas dd batatism^ del etro día, que
ya ayer .sentí unos ealafrios que me tienen coa
un poco de miedo.-.-^Eso es tfpreision no mas; no
tengas eoidado.
¿Y qaá te palreéey hombre , que' te pareee de
la toma de Tales qne oamaniea el hermano O'D»-
•neU? No me dices nadak-í-SeilDr^ no sé si me
equivocaré ^ porqne jal no se «paede nno fiar en
nadie 5 pero paréceme que- él hermano O'DoneU
ha de ser mbzo de seauaeU^l^^ ^ue es el ánico
qne le ha dicho á Cabrera : «si tu "tieóes pelos ea
el pecho ^ yo tambieo^^Y bien f, ¿<no» piensas- hoy
«olemnissar de álguín modo tan fasisM- t)uevas2 ¿No
harfo alguna demostración «o^uioaiña'^ e^ decii;»
de^oetná^ con íi|ue celebrar esi la-mesa esi^e sor
. cfeso? £1 otro día en cclebñdsd de lá muerde del
cabeeiUa i'ftxih*^ me diste ¿ efttnar jperdizi^ eon. q«e
he^ fú v^cás lo que s6a mas. ¿acomodado j ms^
Análogo al robjiéto del dia*^*^Seiodr.i... lo ^tüe iü^
parece fcnaii. análo^ ¿'Solemnijóac ía TÍetoriadcd^eO'
itia»o O^Doaell son hnos ffmtwiew Si^au^ara doí»-
de tos vénd¡an«.A-^Hombre)^ gestas, tonto ? O tíe^
Jics igana de* burlarte de mL2«*^Qáé(. iko tejgastan
; á' vd.| señor 2 Pues no es mala ednúds^i enanlo
¿oáli qtie>yo te pondría á vd. ..ioÍjf)ái¿rit«a eal^
un9^\ salttta ' fve se chupavia las «Síjii^.
mASBtm
N(> cdnnste» «n e«» ^ hombre ^ síqo en la estra-
tagancua áel pensamiento i ¿ qp« anatpgia tiepen
loft gorriones oon la victoria de 'Kiles ? Que por
la^aiaerte áe 9evá\t me dieras p^rdi:», ja lo en*
tienéo; pero pdra celebrar la toma de un fuerte
en el Centro y un triunfo sobre Cat>rera dar^ne á
iKeqar gorr¡Qne$> es una estra vagancia ori^naL— -
No es tanto c^mo á rá. \e parece , seilor : porque
bá de saber vd. que eon tres gorriones le repre»-
sentarla JO á vd. los tres generales -áltimos del
centro; es deeir| á los hermanos Oráa , Van-Halen
j 0*Donell. — Vaya, pues mostrad c¿mo.— Le con*
tAré Á vd. el cuento de tos gorriones ^ y yd* rerá.
Estos eran tres gorriones^ abuelo ^> bíjo j nie*
to. Y decíale el gorrión abuelo al gorriati bijo:
«mira, cuando veas caer alguna piedra junto á
ti , echa á volar , que es señal que anda cerca al*
gan hombre que te persigue.» t^ero el gorrión hi-
jo adelantó ja un poco mas el discurso j le dijo
al nieto del abuelo iS hijo stijo : « mira , hijo mió,
cuando veas á un hombre bajarse como á cojer
una piedra , vuela al instante porque te la puede
tirar; » á lo cual el gorrión nieto le replicó: «pa-
dre, ¿Ij si cuando jo le vea la trae ja en la mano?«
Ya ve vd. , señor , que el gorrión nieto , á
pesar de ser el mas joven , (porque ja sabru
vd. que también entre los pajaritos los nietos son
mas jóvenes que los abuelos) , demostró tener
mas cacumen j mas previsión que el padre j el
abwelo.-^Bien , ¿j qué infieres de ahí?— ¿Qué
»»6»
infiero? Mire vd. : el hermano Marcelino , q«e es
el privker gorrión , no voló hasta que sintió caer
á sus pies las piedras de Cahrera« £1 hermano
Antonio luego qne vio que Cabrera se bajaba i
cojer piedras y echo á volar. Pero el hernaano
Leopoldo f á pesar de ser el gorrión mas joven,
dijo: «pues señor ^ lo mejor es ir preparados pos
•i acaso el hombre trae ja la piedra en la inano,»
Y asi lo ha hecho ^ y no solo ^no ha llevado pe*
dradas , sino qne ha tirado el las piedras de los
fuertes. Ahora ¿quien acredita saber mas, el
gorrión nieto | ó los gorriones abuelos? -^No estás
tú mal gorrión , marruller¿te , mas que marrulle-
ro: tú Si que estás un buen pardal, «darnos ^ pon-
sne lo que mas te acomode: al cabo siempre tiene
<ino qne acomodar el guíito i tus caprichos .•«
«247..
€0mnnumontB
BEL OTRO MUNDO.
No sé en que ha de Teñir á parar esto* No
bastaba que por los correos de la península le
vinieran á Fr. Gerundio sapos j culebras acerca
de elecciones : no bastaba soportar el gasto de
la correspondencia de Tirabeque con el Bajá de
£gipto. Era preciso que hasta del mundo de la
verdad le vinieran á un pobre padre con quejas
y reclamaciones, como si en él mundo de la
mentira nos faltara en que ejercitar sobradamente
nuestra paciencia ; como si no hubiera demasiado
que ofrecer á Dio*.
Bien ajeno pues se hallaba mi reverencia de
^U9^
pensar en el otro mundo , antes bien me eocon«
traba tal cual entretenido en cosas , sino munda-
naSj pero que á este mundo atañen y perteDecen,
cuando me hMé^ sin éaber eiSmo ni por dónde
vinO| con una carta sobre -la mesa que en el sello
mostraba no ser del mundo sublunar* Que está
visto t^ne asi como la^ ieapilladas que puntual-
mente mi Paternidad remite A los suscritoies,
desaparecen sin que pueda saberse dónde, asi las
eomnnicaSci6nie« del otro inundo se aparecen sin
saber eóüo» Viee-versas del ramo de eórceost se
pierden ^ estravian 6 desapanecen las cajpilladas des-
de aqui á Pozuelo^ y desdé las mansiones eternas
llegan acá las carias sin novedad» El sello de
¿sta era negro, y traia por timbre una cerra-
dura f una ganzúa j una bolsa , signos para m\
de sospechosa signifícacion.
Llame i Tirabeque , y le dije: «¿quien ha
|jraid.6 léstaJcarta , Pelegrin7-r-BeSor , me respon*
416 f no io js^.— ¿Gomo que, no lo sabes? ¿Quien
ha entrado boy ien casa? — Nadie, señor: han
ürenido viiúchos^ pero de puertas adentro ni un
alma ba entrado^ — ¿Me dices la verdad7^i-*Soy
^irabeque^ — ¿Cónaoces este sello?— Señor , esta
«:arta es de algún ladrón ^ asi Dios me salve.—
J4.ee aqui, ¿Ves lo qj^edicje?— ^Seuorl en el nom-
te^ (del padre t del hi}0;t 7 dfl espíritu t santo^
^m^n* «Sf UMDO DE i«A v^ADAD.» Esto Viene del
infierno, señor! no la abra vd. delante de mi por
ift Virgen^ ^qi^e. temóme (jue ha de pegar nn es-
tampido como uBa bomba , j sabe pios la metra*
)la que dentro traerá. Pareceme que ja percibe
un olorcilio á azufre que me renueva la cefiralgta
de calveza, Y abora iáe acuerdo que cuando esta-
ba en el baño , di abrirse j cerrarse de /golpe uu
balcón de la celda^ j me pareció percibir una roz
muy bronca que me decia^i « ¡Pelégrio ! ! ! ¡Cuida**
do con entregar esta a tü amo ! Mira que sino...!»
Señor , yo al pronto le acbaqüé á la fantástica
de mi celebro | porque los poetas romancistas <
«>lVomániÍGOS querrás decir. --Señor -^ románticos
6 romancistas ¿ romanceros^ q^ tanto monta
para mí : digo que Boléinos tener de estos sueñoa
mi»teriosos: pero ahora ja veo que debió ser aU
gun demonio. «..^-^¿Qné demonio ^ n¡ qu^ ocho de
bastos? ¿Y ]^or qué no algún ángel? Pues quép
¿el mundo de U verdad no puede ser lo mismo
el purgatorio que el empíreo?» Y rompiendo el
«ello coa resolucioB y abrí la carta y sia que su^
cediese novedad alguna^ aunque no. sin susto de
Tirabeque ^ j vi qpe decia asi :
Reperendisimo Padre Fr, Gerundio de Cétra^
iaiuheh
•Paáre mió : jo morí agarrotado ^ no lo pue-
do negar ; poro voto á Dios, padre , que en los
^tres últimos dias que pasé en ese mundo encer-
radito en Ja capilla del estaribé (i), me toma-'
ron tan de su cuenta unos cuantos padres de al-
mas., que me tenian , voto á Dtos^ vuelto el jui-
cio > 7 no tuve remedio sino reconciliarme con
los curas y con los exclaustrados, que desde en-
tonces, por vida de Cristo , son las únicas perso-
nas con quien me gusta conversar» Y asi, habien-
do obtenido permbo para comunicarme coa los
vivos por una vez, ¿á quien mejor podria yo di*
rigirme que á V. P.? Yo bien conozco que su re-
verencia estrañará. que el alma de un hombre
que vivi<S bajamente j se elevé á un alto puesto
al acabar sus dias, y cuja fama postuma no es de
4as mas brillantes, se baja tomado tal libertad.
Pero deberá cesar su estrañeza , padre mió,
euando recuerde que jtambien se ha atrevido á di-
rigirle una carta su amigo el Supuesto ij voto i
S. Pedro que quien recibe y publica cartas del Su*
puest9 Vivo f no deberá eitranar el recibo ni ne-
gar la publicación de las de Paco el sastre sauur»
to f porque el supuesto j yo, con la diferencia
del vivo y muerto , somos iguales , 6 es mentira»
lléveme el demonio , esa igualdad que vds. pro-
4»laman.
«Es el caso^ Padre Gerundio, que eomo aqoi
sabemos todo lo que pasa en España con tanta 6
mas anticipación que los facciosos saben las dis-
(i) La carccL Esta gente tiene «u kiigu^ge carcelerp
que es menester sabérselo comprender*
foaitionen del gobierno o los proyectos de alguo
general $ j como que aquí nos está prohibido jra
kape\tifiníkpo mezclarnos én cosas terrenas , está
niH), que rebieínta , con no poderse desabogar, y
JO .le aseguro á Y. K. que estoy daáo al diablo
con algunas cosas que me qifeman mas todavía
que estas picaras, llamas que á las ánimas nos
están contínuamento divirtiendo. Abora, Padre
mío y ahora es cuando conozco yo por qué me
apretaron el pasa- pan tres días antes de las elec-
ciones , el dia 21 de julio , como V. P. se acor-
dará : que once mil demonios carguen conmigo
jsi todo ello no fue una intriga electoral de las
muchas que ha habido* Porque sin duda temie-
ron que yo me presentase como caadidato por
Asturias contfi/icando conocí conde de Toreno, y
«sa debi¿ ser la causa de enpantillarrae á este
mundo antes con antes.
Porque ha de saber Y. P. que yo estuve mu-
cho tiempo en Oviedo de incógnito , concurrien-
do á varias de sus mas principales casas , j, sien-
do aprec¡ad<{ hasta de las .autoridades. Yerdad es
que luego se supo quien era , y me llevaron con
un par de charro^ (1) por tránsito de justicia
hasta Yalladolid; pyero el varil de las guiles (2)
se descuidó un poco ^ yo c^ootral^ice unas^ y me
(i) Grillos.
(a) £1 llavero.
úechré libre en e\ pleno egereieio de mis dere?
icl^os I liándomélas masque de paso* Perd* el Ye-
súltado es , Padre knio , que yo ahora me Ifiallo
áqui pndiendo aéaso estar eh el próximo 'setiem«
kre repreáéniÍAndd la voluntad nacional.
l*r. Gerundio, ¡estoy qué trueno^
porque me han apercollado !
;Y el señor Cdnde Toreno
ocupará muy sereno
el banco de Diputado!
«Es cierto t)ué yó tib perdí después mis ma^
las mañas i porque en ese picaro Madrid , que es
donde todo^ hademos nuestras proezas , volví á
juntarme óon mis antiguos cama radas , y auna*
dos todos tos del pantdó nos dedicábamos á sa-
quear ya un cuarto princt-pal ^ ya ünk tienda de
comercio j ya una boardilla de lavandera ^ lo
cual ejectttásbamos con la soltufa del mundo;
porque -yo j no es por aláb^tme , pero tan pron-
to como mis ojos veían el ojo ^de una cerradurai
hacian mis 'manos la espada .correspondiente (i).
Bien lo acredii^a él sello de ésta carta; vamos,
eio era párh m^ tan farntliair ^ino para el conde
' hacer y embtoliiar im^i 'émisitm, . '
aPues como decia á su Paternidad, Padre
.(i) Ganjúa , ó lU^e eacotada»
|B<^.^) JO ipen^aba ^prc^Btürme como ' candidato
con b ftfpélrapza Ae ^oef no me . habían de des'^
airar ^ bieb eo'^^uMla proviqcia y bien en otra,;
pilo^ ademas de mis servicios ; púl^iicos anterior
rea^ pencaba bacet una especulacioa en votos, po*;
meado enr cti^ulacion unos residuos de bis an«
tigaas erapreíuis. coa ántmo desganar después un
tanto por cieáto moderado^ |)ero por vida de
María Santísima mé valga que aquel empréétito
forzoso que^'quise cén trabar ^on Gaviríá no me sa-
lió tan bien como á JVfehdi^abaL el sía^o ; pues ya
sabe y. P. que habiéndome atrapado aquel mal«
dito salvaguardia (que juradas se las tengo, j to«
davia me las ha de pagar) ^ en pocos dias me
llevaron a hacer burla al publico fuera de la
puerta de Toledo..... j Francisco Villena espi-
chó Eso va en suerles', Padre*
#No señor : jo aunque sea contra mi , tengo
do decir la verdad : jo bien apiolado estoj : fui
ladrón^ el pellejo Ib híT pagado, j laus Deo: pero
lo que no puedo tolerar , por vida de Dios , que
lae futo en mi mismo^ es que i unos porque si|r«
ripiamos en pequeño , se nos ha de qespacbar en
un periquete , j los que birlan por ina^or se
bao de quedar ahi riendo. ]^o, Jos demonios me
lleven ^ señor fraile , si se puede aguantar. Intri-
gas electorales^ Padre mió. Lo cierto es que Paco
el sastre no es diputado | porque la envidia le
desterró déi mundo de las ihlrigas , qne sin¿
' fk^n fin I no quiero molestar mas ¿- Y*. P^;^
porque le hará falta el tiempo para otras ootas;
Si Balseiro (1) qtte entá «qui 'á mi lado* quiere
poner ona po^t-data, puede hacerlo. Es adjunto
un papelito con la dirección reservada que debe
traer su carta , por si tiene á bien -contestarme.
A Tirabeque dígale Y. P. que tengo gana de
verle por acá para daiie un abrazo ; :j que en-
tretanto mande lo que guste al ánima de=s
Francisco nilena (alias) PACO EL SASTRE.
P« Di Confirmo lo que dice este caballero,
Mariano . Balseiro.
(i) Su compañero y condiscípulo de batEá$a^s y que tu*
DO la. honra dé morir con él «n el campo del honor ea el
jnismo día.
BOTBl^O TRISIEStRJL
CAPILLADA 17Í. AGOSTO 25 DE 1839.
Fa. GERIJJVDIO.
SI quis dixerit menstm septUim non,
futurum este adeo feeundum^ si uotf.
magis^ m succesibus^ quam quintilim,
anathema siU'
Sí alguno dijere %ne, el mes de scptílí^
ó setiembre no ha de ser tan fecundo, si
n» más, en sucesos como el de quíntktt
6 iuHo[, le pongo hecbo un S* Lázaro á
mogicones.
GoNC. €. GCRUND.
CU ANIMALI HIGNENTL
Xios ammales riñentes.
El mes llevaba veinte días de curso | y la^
viudas veinte y cinco meses de hambre. El ílqjrol
de los pobres (1) habia alumbrado las pr¡mer%i
2iora5 de la noche, pero después emigró de Espu7
(x) La luna , que llaman vulgarmente.
ña como si f««8€ un general temeroso de las riva«
lidades del omnipotente y gener^lisimo Sol. La
noche había qoedado como U peini de Alaix^ Los
faroles de yüia estaban como estómagos de reti-
rados; como lámparas de conventos suprimidos^ £n
ninguna parte se yeta js^ la 1«2 síao en las «asas
de juego* Los ministros no hartan injusticias por-
que dprmian como 4^ oficio. Los observadores as-
tronómicos se habían retirado i descansar , j los
enamorados y pretendientes quedaban haciendo
calendarios* £n la Puerta del Sql no se mentiai
porque no habió tln alma. Todcr e| monda se ha-
bia ido echando, menos la deu4a^ .del estado' que
siempre* queda en pie como un centinela.^ Los
cátaos de Sábati'ñi ihútt diciendo : «apártate que
yov^v V la hacienda > se eacontfaha^ sin mioistro;
'fte ]!^<i$<ml)ti Hxh hótdbt'e para ella y no- se encon-
traba .f pof^tte leste Mnisterio y aquellos carros
esfan tleno^ de i nytiu v e ni entes , j ahuyentan los
hombres desde (ejos. Los serenos y (o» gallos can-
taban la hora ^ tíxdú tino en diferente cnerda co*
mo 4os liberare» de }qs dos partidos. Unos j oíros
deseaban la llegada dd día ^ los bnofr por que se
cansaban ja de vclar-y 4«* ^r os porque se habian
cansado ja de dormir. Los carlistas roncaban á
ittfriz suelta I ptrr^iíe las gnárdiifts At naeibnales
^arttaáos velatrdn por sn segurltfad. La carei^l del
Salirdcro habla instado la lardee .anterior Ufena dü
Visitars y regalos , porqutí los facciostts qms en día
haLia iban a salir de madrugada gordos y lucidos
©» |ííMIM»dQ ep,j$uaj94« 36 oía rí «ptíidQ ÍQ al-,
.: ff» t^í^cf^rfn sigo<» d^ j»|iUar3e alU algún hato i^
^, eabrifidiQ loche, de pistas que eo M^dfid duermeit
. enMaar ca^Uea ^X^^rñúQf como algubo» ééaciAtes á
^ qiáe^es.en jiingüotl ^íim, quieren ya.' admitjr | por^'
. fue en niogiian pli^díia pagac^ L#oi^ iBeivérro$ d#
. Ja^lÁo^tjTatas dfl gi^biorilO OP fté oía» , p«rqiUj9 e»t
,.. tes odisiienAii) eoitap tapudps^ Olra^; visees «I' ¿drtV
. do()dQ al^tto perrq af«9|il>«. M j:ntahtoi»»;.de^ alg^nii
. kdrout: Wsifef^s^é e\^ Uif ¿éic<»s .fiHí.oégidPpiaíft lá
[ folifií^ <: ln 4el gobiero«^ dorm^i flÉÍMftdii<dp ¡rúéáfÁ
^ reí c^fóajpar^ m cíí4it^ de poUtloii ^^U»varIo«'
... ¿ Ifispmi^ri^^ £ti/¡iierQltodi^a,qji|i»..Íiftír para
..^ BO s^r Aurpvéadidiof Jc^ffiíglfiQÉe; los ra^^roe .fio so«t*
^^ hQTfphr^íi^ de leniadoii los h#iobres dé estada tobány
^ no hujen. QqIza ÉM¡ifM«0'«eria ladrpn í t)ieii pbe^
ü. deiaer -gncí f«era el ajóaioMé la ili»8tÍDeKi«gbiMi' de'
(f la.easá2 acaso el tnirB^ar no U^tátii intéocíonea'
][. de' faltac ai úéfáléud mándamiéntoy 81^09 qué' sé
. eonteatara' eim ()«icbeaitfaf .él |le>]aa| aat^/ q«f'
• de todo - hajT eo' estos lioinpos y t itales iioraa •
,, y la& erilidas asi suelea' Ttigikir las paertes* de laf
casas eoiiio!ios ad«ai(eroá f'núi^s^s las féésM def
' tuasAvas CronierasV:^ . ' *
Como i^ve Ibs padres de almas po tenenos^
I ' hoT» segura , venúnDafl eaé'onoes Tioateqúe f éoH
I Rev«cead<sinia pcraéna' dí&'firesiar nuesiiDos atisH<
Üos espirituales á..ua A^Bf^úAisAa' hétmhino ^^ f io»
Toino viu íf
e¿aoft pitsai^ a< ái|ii«Ua liofA ^ afilante dri^ptliT
cío del Congreso. Cuando eo esto^tia '«»kb<»¿*iiiia
c¿fno vos débil j entréábogddki^i aeom^fiall'iai de
un hondo suspiro que salir de ^0 .interior del edi-
ficio parecía , y eseiamaba / «{cuándo rendí áo¡ ios
que me ha jan de salTarÍ»«-^Salor ^ me díjo^:. Pe»
legrío: ¿ba otdo vdé?-^Si.*^^<^ci^ será .esio^acN
ftor? ¿Sr i»erá alguna bermana d^sventUTada de es^
tas tfaB ftifdan pidiendo de noche per las eaiiesi
cülnert»» «OQ un velo como sí fueran proyüelot
de trai»sac(etea ?-— Se me figura^* Ti«abeque> q«é
ká de serbia v^z de la patria^ * cfue en sÁ -a|po*k
•fis|mra por 'hombres de bien qiié vengan a sooerw
Irerla^en^ sfi( evita y á 'salv&i«lái-«*Sellora (i^ «a«
iMini^es Pélegtifn' en alta voiz), s« vé. es l« patiía^
tenga ivd. por Dios «m ppqüito^de pacitti«ia ^ que
i|o tapdaei tw veuir IX Ga^riiei BauuJBz«A d^u-
4odm por León f y todo se Ne«ilifM»¿drá* .
•mPiaate á este &z^» dtj» a esleliempo^ otra
vos ' muy: áspera I bronca ^ fuerte' y estén tieeab—
Senerrt^ ¿es- Vfl. el qué ha bffblí^ iidiora7<^No
f»v cíertoi;: pfues qué; ¿nooseooces^mi v€»?i¿T ae
parece «n^a^go ipi - Yoe:¿ !«% éstese: leoo^-^iS^ory
l^es el'leo&'.el q«ie ha i^abladbi2>r.Piies énÜBocesyo
me vizeliqo atrás , quo, ao. quier* iiáda^«Mi - cstt
gente. — Aguarda ,lego timido:.¿para'«uando «a el
valor sína*para las cvaasobes;^ ^uatt|» mas que
Mo tienes por ^ué temee.» Abtiiirdate.coaiida ulU
en febrero me^ toc¿ á lai'-^olo ^cuchar a estos rais-
«ses anímales y i- estiacssisAiaarhoraS', y sabea que
|l^^e%:iip jpejreipHi niugnua normad- (á)*^P¿«
f(iff| ¿^e0i€ lado | w sem temeraria ; volvió i repe*
ll?r OAi^: mas Roerte Ja Uénína voz.— Sefior XeoOi
f^lgx^6 Ti rabeij^ne 4^oa acento mtrecortado: si lé
luera á vd; iguad cpie faoBo mi ano dé ese lado
fupuesto que ja tiene alcona coofianta eon vd.| sé
lo agradecería mas de lo que vd. se podrá figurar.
£--'Tfo>.iwblo cotaligoy miserabl'é.v Hablo eon ni
^saoipaliero. — Estoy en mt' lugai"; respondió tí
compañero con no menosf bronca j formidable vo»«
^^á^at» i esUe Jado | replica el primero : eistár
^epoído: kuipillate y %e perdonar^.— Arrogante
je#|#]|;*en deipasia ^ . replicaba el <egundtiy y tem^^.
{iijUKa Utuionas de vmi^odor ^«— Tengo la. majoria**-*
XPmg9^.^i gobitfriiio«>*nLe puedo d^rihar.— La pne^
io disolver.
^^ Señor y itie deeia Tirabek|úe: mé pareee qné
ii^natkO^ lá éeban do- giiapoS| j que áo va i parar
^eii bien la fiesta.: mas valía que no» £«érai|iiis'
i eMOf f la* dejáraraas á eHos que atiduvieraa at
•morréw^Galla. 7 eseiicha.— «¡Miserable! bas ago*
lado It» fueraas y^ j en lo sneesrve te lurrastfrarif
«a la .impotencia j W abyección*— t*<N(o^ cuentas^
^00, lof reeulrsos de que ajan me puedo valer.—*
^^s recursos serian la in&riga j el soborno ,^7 fA'
poder del soborpo 7 de la intriga pas¿. 7a : porf
4ue,.4|l puebla conoció á loatu7os, y en in trr<^'
41) CspilWdiv 1^41*^
tocable fallo loi condená.í-^Mtictó)" ciietitás cini
el pueblo, j él piíehlo &itíbeétfi-ttiá\Áeti tai ^Hi«
nes'de minar el tirón o , y té 'abatí]Édiiai*á«I^MU
ftár el trono! Caltimnia. Vtíéstt'o^' proyecfbs'JÍBÍ
({tt& son de ácábár con ia libfetíadlí*^; Acabar ' coi
la libertad ! línpoítiirav — Sí , y'taüiitkiÁ útíví-rti^
^ntosa I ran*a'cioriiX-Y, vosotros nóaf querréis «oñ*
áttcir á la dnárqttU. PeN» iettt^d la» bajooetas?»
{La anarquía ! Ihvencibtt tuerta par« eotifíkt»
esni baydneíffs dOiifra tt0^oítdííii..k* • » • /^u/i
' Señorv estb va inalo':*TáM]oh(^ide aqtii^ i[üK
tata gente se- enean^.^i ^ H {Ayr'sér><éUriosoé'ilMi6
fOdfttunA rabiiciad^ de eoálqtií^ra '4e ^los, t^iiio^
me que tío- 'bemoy de quedii)^ aparar coatarlo^.^
Bvéil ^ pnes^hár el^ofieto- jde'^inoéíád^y y- oséitaléf
é que se den' la mano de la reeoncilíaOioB. Para
id cuál no'tfoiled' 'mas sino (¿otuar* k ^ garrtt- del
tMPo y llevíTrte*' bá<ita.' pdtt^rltt:ed^> ijontattio «bu li
d»l otro, ytoegorqiae «steu Onfalft»r,«v^-«9To^ «éfeiTi
^ejof* ^et4'4'^iAvselo desden tojos por lir qu^ipatdt
ftttded^r;. '«fiiéilt>res ben^sy mwf |pat pareéo^que
inondb vtdsV^hA'tttaiYot / y éstmi&> ^ispsf^és^ pM
%'ah^corla<'d<lát^aTieia',^ y supu^sftf qw vds. co^rcft
fá- misma^itiéíle", pues LiS liguas^^- def inticfriio té
ihisiño cáeftf* lídbfte él uñó que é^re- el. oirí'Oj y loii
calbres del* vtetatio» á ló* úé^ tes^aturrulkín' rgirntUs
Triente, Intiy ifaaFjlíiriBeej ¿i^, qtíe^íese«a.vtáh. «v
Sendo lo misrao-^ue' si fueran dos diputados, el
uno moderado y el otro exaltado. Dense vds. las
manos de- amigos ; y echen pejÁUoifiíá laHiat'^ f
d¿jejQ4e ^a de^^^labr^af^^u? mb» oye&l^ le3 ha ^
teoer.»
...Pareció que : sp», laag^^tade* Jcomna» liabian
tQinado eoi «onstd^i-acíoo el eausejo de Tirabeqoe^
j. saliendo fiimultáneattente dos tremebundos ro»
gídos de las, anchas fauíces de aiftb^s contendieo*
tes , eomo si fuese una señal de .Aprobación , a^
menzaron á >ui|iG|arse j tomar moviipiento los
musculosos miembroi» de c.ada uno: el.ycfo fué
adquiriendo la. flexibilidad de. la eamey^ los ojof
brillaron como dos i$ei^le)lag^ las suirpas se apo*
yaron. sobi^e la base da piedra^Jos^cuerposse fi\e>p.4
elevando^ y vueltos d® frente- uoo a otro, repi^tió
el de la derecha: «fás^te á este J^ado.»<^Taota
distancia hay dciiqui. ahí cómoda ahí aqui| cod.t
test¿ el de la izquiierda.i» A cuya contestación^
echando á andar á «n tiempo | se encontraron eá
medio del espacio divisorio , y cuajido esperábi^
mos que se álewíi^ Uí maiao de. amistad , alzó el
de la . derecha lai garra , y aae\id|ó, tan e&altad^f
mente a), otro, que le hizo besfir las piedras; ler
Yantóse este y coa la ,ziirpa de la mode^racion sen
mi-hundió una q^iijada á su ^dver^ario; los golpep
menudeaban^ los.tugidp» mpsir^aban la ira coM
que peleaban loS; .coi|&ba tico tas , cay4^ndo y lcvan«T
lando alternativamente^ y maltratándose mutua-^
mente y sin piedad. — Vamos , Pelegrin 5 es la
ocasión de meter paces: acércate y sepáralos. —
Señor I sepárelos vd. que tiene mas confianza con
ellos f que yo me retiro antes que alguno se des-
rofcable fallo loi condena. i-=!íítti*b''^^
el pueblo, j él pueblo <*Otí Acérf -ti^ | |í
nes de minar el tí-otio , ^ té ^í -I ^
bar el trono! Cáltimnfa. '^^ l^\ t
<IUé son dé acabar cén ia li^/ |^ f I
la libertad ! Impoíturav-^Í^^J f ^
gbrirosa lramiía'éíoii;X-Yiv|^ í 5 ' ^
¿ücir á la 'anarquía. ^ / í i í f ^
fta anarquía ! Itivé&l f I f /
esaá baytínefffff<íOilf/l^ f *^
' Señor, Mbv; ¿í fqne P»^
**ía gente se' ^7 a nadie roas qoe
■í« que tío- * á casa como podamos y
^'^ r pu*- liclecn esos animales cnanta se
» que s' ^uc el partido qoe de ello» hcmo» de
re^'Cu/^" ^ csiá sacado.
tMfef jgji icttnimo» en efecto, lamentando Tirabcqnc
^ ^ ^ if « i U del perro , 7 yo la poca esperaowííe
^itceocilisidos los leones del q.bogreso. Lo qa«
Jl'if"^' Pasaría no lo s^. Pero ftl día siguiente Io$
üif^^ns ©Q ^1 n,¡5,np gítio tan pacíficos al l»^
<«rjr tao «érenos que nadie dírta que semejante
•«« ^ahÍ5^ pasado , y q^e tal encono abrigan m
.^oCra otro/.
S, \ nCADE&O.
'^ % * .«jesa gerundiana dé
\ ^ rimento.de la celda , de
consiguiente entre tantas cosas
la uno en cuatro días si no saliera
yt que otra á esplayarse por a^i. El mar*
^>or la mañana babía concluido la última cor¿
iCccion de las pruebas de la ca pillada del día^
eon que en uso de mi gerundiana independencia
me exceldé un rata, j me fu¡..,é. ¿dónde dirán
vds, que me fui? Al picadero de los Capuchinor,
o sea , como llaman otros, el picadero de S. Agus-^
tin» Toma el primer nombre del ex -convento de
Capucbinos en que está establecido, j el segundo
de la calle de S. Agii«tin por donde tiene la en-
trada. Que estar los picaderos en los cooventoS|
y buscar Fr. Gerundio por sitio de recreo no
picadero I
' ciertamente son dos puntov
que cansan admiración.
Pero la admiración' itesa á la sola reflcxíoii J,e
.que estallos eo España y país em que donde uno
^enos pi^nfa encuentra picaderos y donde menos
imajina encuentra fraile^ picados^ j pon rason^ de
que no ^es paeden lo qtie 'les diAie^*'
Efectivamente ^ \kskj ahora en la huerta que
fué de Gapaphinos del ]Prado^hoy jardín del
Nueyo Recreo | un picadero de paballoS| 'á que
coupurren I09 aficionados y aficionadas á la, eqní«
jtacion 9 ó á adiestrar sus cabalgaduras ^ «ó á recí*
Wr ellos lecciqi.ne9 y .j?gecjpijsirs(> pi^ p\ ^rte.de 4iien
^dJb^lgart.Y aun^up yo Fr.., Geripdío no poseo
mas caballo que el . de mi padre, san Fr^E||pispO|
y por otro lado esté ya algo durp el alcacjsr de
lais bifetos para ^ampo^as de cquitapion (y no
porqtie no lu^ hicieran |alta ^Iganas leccioneS|
pues soy un ginete de ,tan poco fuste que cuando
j^oy i caballp arranco los d^ la. ^ silla á fuerza de
agarra|*me á ellos); es dec|r| ai^nque yo pada te-
nia que hacer alli , me iptruse allf ^ j^ se acabo.
Acaso luenpf tienen que baper los coroneles jn«
l^^eses y franceses que tpdos los días se pegotean
/en los cuart^l^s generales ^e nups^ros ejércitpS| lo
piismo que en el de D. Carlos , y nadie les i^lee
una palabra^ con que yo hice ptro tan^, ¿Qué
jtendrá que hacer el coronel ingles que $e ka
agregado ahora al estado mayor del general Vái-
das en Cataluña? BLegularmente lo mismo que
Fr, Gerundio- ^n el <picad<9ra) piiriosear , y des-
pués de curiosear yer si á costa de la guerra o
Jkül picadero hacemoa un articulo detrítica cada
pno á nuestro modo. j
• £a efecto , no tardo en ofrecerse materia de
sisa á.mt gernndiana imaginación. El picadero et
un tomito en octaro ^ es decir f un puadro <fuo
^ocnpa como la octava parte del jardio ^ cubierto
conuQ elegante )oldO| para pre^er^r^r^e ^ps ra-
yos del sol. Lo primero que me llam¿ la aten»
jpifua fue una tat)}a colocada á la entrada spbr.e unt-
pie derecho^ en la cual se leía lo siguiente: irno se
permite pntrar e/j^ pl salan con armas, bastan ni
£SPUELjÍS.» He aqui, (dije luego ^ un edicto
singular. ¡En- un pieadeirp jle cajií^llos np permi-^
anitirse entrar con espuelas! Al instaqte xne acor^
fié de cuando. el ^r.Liijan^^n la legisla tora de las
IBonstituyentea, eetrp en el salón del Congreso
púfk .espuelas, y nadie le pcus4 de infractor d«
Ja ley. Ji/fjs Qioorde, también de que oo hacia mu«p
^o tiempo^ en uno de los bailes que se dieron ea
pl Instituto español f babia visto á ma^ de un dan^
jU^nte bailar con. unas espuelas mas ; Lirgas que
asadores, y con unas j^st relias como lunas, y auo
4e mas difco, sinp de tanto resplandor; por .cier-
to, ojie i^na de ellas tanto apego mostrp á lo ee^
leste^ qme poniéndose en conecto con el vestido
azul de una seuora , y corriéndose por aquel
borizonte de seda le bizo un raigón de mas de
des palmos que revela ¡«te^oridadea no nada
cerúleas. Y sin embargo .tampioeo se podo formar
cansa el bombre del estiellado caloañar. Porque
ni en el aaAoé de Cortes oí en el de baile Imb»
edicto que prohibiese el uso de las espuelas,
dbbiéndale acaso dé haber : jr en el pieadero de
caballos , donde debería no solo permitirse , sino
prescribirse acaso, era donde había la prohibi-
ción. Vicetversa particular.
Y digo <|ue acaso debería prescribirse, por-
que aunque yo no entiendo , como he dicho , de
equitación , nsin espuela y freno , dice el refrán,
I quii caballo hay bueno} • Y es en mi concepto
uno de i 00 refranes de mas verdad : porqve aun
el caballo mas progresista ¿ andador creo que
necesite para moderarle ciertos ímpetus j arreglar
al gusto ó necesidad del ginete ciertos movimien-
tos j evoluciones, tanto del estímulo de la cspue«
la & acicate como del gobierno de la brida 6 bo-
cado. Y la cabullería mas retrógrada 6 mas del
statu quo puede necesitar de vez en cuando me*
nos de e|{^ela^qtte de freno. Cuanto mas que las
haj de geníb tan desigual , que no pudiera el
caballero absolutamente gobernarlas sin el ausilie
del uno y di las otras.
Tanto tengo por cierta esta doctrina , cnanto
observo que \6 mismo respectivamente sucede
entre los hombres. Ahi tienen vds. á Galiana
(salva sea la comparación), que cuando se crev¿
que no habría freno que bastara á contenerle,
y aun se temia que* se desbocase en la carrera
de la polítfc» , reeuU , si se m« permite la es-
presion, cuauda 'menos se pensaba, y n« hay
jr eiptielft qué le baga volrer á eíitrar en mía
mlirelia «íq Hiera regular , qne es la qué á mi Pa«
ternídad le gusta mas j le sienta mejor;
Pas¿ mas adelante y j vi á la cabeza ya en la
parte. interior del -picadero , otra tablilla en que
se leia: RIGODÓN. Y como dentro del salón ba-
hía sentadas algunas señoraS| sospeché si acaso
en lugar de haberme dirigido á un picadero de
caballos me babria metido por equivocación eñ
alguDA escuela de baile: si bien la alfombra- no
lo indicaba muebe ^ pues era un piso de arena^
mas á proposito para Calzado de herradora que
para zapato de becerrillo 6 de raso. Ademas que
me desengañé luego Tiendo que las primeras pa«
rejas que se presentaron eñ aquel smrée capu-
chino-campestre eran dos hermosos caballos , uno
tordo y otro liegro ^ en los cuales montaron uno
de los caballeros y otra de las señoritas^ «Al fia
decía yo ; voy á tener el gusto de ver * bailar ri-
godón á s los caballas ; cosa que no be visto
jamas.»
Di6 principio pqcs el ejercicio te<6 rico» práctico
de la primera pareja bumano-equínai y después de
algunos paseos en derredor del circo qne yo crei
serian pasos preparatorios para el rigodón , di¿ el
maestro la voz áe «^o/epe.ss^Maestro, le dije yo
entonces 9 me parece que se ha equivocado vd*
pues la tablilla no señala ^alopp sino rigodón.*
Pero la pareja eibpexó i galopar con sus Ciibállof
Xy por cierto qiie la bermanita cabalgaba á la in«
gleta con ur desembarazo j una soltura q«e lac
encaDt¿)^ .y á pocas vueltas^ ^ a la toz de trote,
empezaron los yc^allo» á trotar*
Ya entonces no pude resistir a mi curiosidad|
7 le dije á un herinano que cerca de ini estaba:
•diga vd. ; y dispense^ hermano : ¿cuándo toca
4 los caballos bailar rigodón?» Una carcajada en
que prorrumpió natura Ip^en^e me aviso de la
indi«crecipn mia : pero después me dijo ; ncpnoz-
co I Fr. Gerundio^ ^l Si^ntido . en que yd» pie
bace la pregunta. En efecto , cualquiera qu^ no
sepa que ^sto que ahora es picadero de ^aballesj
es por las npches salón de baile ^ creerá a) leer
aquella tablilla | que se ensefia á }os caballos á
bailar ri^odon.f -^({á ; ¿con que esto es al mismo
tiempo saljon de baile ? — 3npougo p continup ^ que
me bfi . hecbo td* maliciosamente 'la pr^gunta^
pues ni) puedo creer que ignore yd. que este es
uno de lo$ salones de baile del Nuevo Refrán
E^ntoncos conocí la signiftcacion de las d^s ta*
blillas I y sin dep)arar á aqpel hermano que mi
preguuta habia sido mas simple que maliciosa^
sali riendpipe de ver qup en Madrid en el año
5d los picaderos de caballos hipicsen al mismo
tieiiipo de SQir^es de las madrileñas | y que don-
de d^ dia se trota y se galop^ de nocbe se wal-
jÉQ y se rigodonee.
Ji.jii i i'.h i ' ■ . i' i ..> nui; lili , I ■ ■
CAPILLADA ITS: AGOSTO f7 DE 183»:
•5
Frw OERUNMO.
»$* quis dixerit J^r* Cerundium ét
ilrabegatm opponere -se transaeiioni',
difimnodo sU sme uunosfi^lfo^ unatht»
m'a sUm
* tS$'arY|nno dijere qtíC Trt'éérttnáio "f
Títf^fiue 6e opoiuin, kM ttaaéaoeíoii;
con tal qu» sea 5/11 menoscabo , le arreo
un srpan-cnantos que lia ét ir mars Ihtí
^a««un «|^r^..,; .3 .;..,
' ^ .CoNC« 6^ GSRÜND*
l^S INCLINACÍONPS Dt TIICABEQUE; ,
¿Tifo te lo diJe-,fel<?gMnT ¿ííótcrdije que h
tferioü de" Villátféal \hA 'á tcnéf sectíefieias ? Yá
fteniefflíll^iikifio B^tdbf¿net*<ren DüViiitgery fiottibre;
-t^qtlti de9cbnfíai>ás tafito de qne áV^i^ot^, tu qtte
^áMm ^ue liUt^cd líftbia»dr iir de veftray ¿<!r«e» que vi
^
aiBÍgOi yomná^ééi aspecto que por Mi va toiton^
^ la g<iierr(^ ^ jrde les progresos ijqe por otro lado
ya haciendo el bérmánú León, pienso que hemos de
tener ,c)trér'' dé upar nos luego dé hacer *un hunno'de
alabanza á los dos valientes generaFes , que donde
quiera qtie se presenta o' llenan de fótvorj ahujen»
tan aterrado nf eiiénugo.— Señor , jo también nte
vcx inclinaiídú á U- mismú^"^- pienso , Pelegríii^-
que el pobre pretendiente ha de haber conocido ja
qué a sus pretensiones se las lleva la trampa , j
que d^ 7féaZ.il¿a^e5faflr que pensaba ser se ha con-
y.ertido.eu «a.^fandíllo á quien- traen á mal traer
j de eeca* en meca por aqtréHp^' andurriales hecho
un ave tonta $¡q saber lo que le pasa.— -Afe inclino
4 Í9 D|i$l»pf <|ieqi(^r,— ¿Nq le ti^nf^é lastima ya. Tira-
Ípeq«o?«**Señbf ^mfe inclmait lehéiselaí , pera toda.
j^ia; no sfla tecigo* p, „ .
Eres muy. cruel y homhti^i'^Y sabes qne pienso
j^ue para et /proyecto de transacción tanto ae ha
contado con él como contigo? — Me indino á esop
señor.— Y en ese caso ya moda de aspecto el negó*
ció , porqué qttrete deW quC^O* habrá' eátfádd en
ella ese proyecto descuj^^udo^del matrimonio qna
tantas cosquillas te hacia á tí.
^Me iVyr/jncfintf^flo á ^^e 09 )uA^.4isí^sí^é^eto,
jpi amo.-^Tauta es. la ; co^^ai^»|iqo^ ^e «.ajinapir
n^ñdo U nueva fisonomía quqh^n tqpiad^'da poc^
j^ieippo aoá. los asuntos pol^tic9ji,^,.qu^vapino<|> ^0^
kg^in p, qjae.el apomod amianto de q.ue so,4trAta ea*
ttqvid que' té ^¡je' se bsm ^fí p^etioÉcúhá dé li
dinastía y de las^ tif sf itticionedv — Me inttinó á petí¿
sár del misDvo- modo | señor.*-^'Aun%[tie , |^or efrá
parlé y no reo JO eomo pueda hacerse 5i/¿ algún
menéseabo f prin^íitalrtieTite de ias institncionei»' f
de la dignidad nacional. — Yo también me indiné
á que algiiQ irienoseabo han de tener q«re siifi^i^
Jor * ioctza , «eiior. -i- Hombre , pareces tonto ; tü
á tédo te incli-nás igaHlmcnte.-*rSéñoi^ , cada ó'ñé
tienef sus inclinaciones, y en inclinarse á «na eodá
ñ 'oira es libre- todo el mondo. < *' ' ■ ' »
Mira I Tirabeque. La prudencia y cireunspeci^ ^
cíon y reserva con que hay que tratar de lo»
asuntos de trascendencia , cuando es^án todavia
en embrión y no' ha llegado el tiempo y sazón
de revelarlos I contando al mismo tiempo con lo
inclin9dp que tu eres á deserarbuqbar -. cuanto^ (ái
eohfiíuiza |é.se dice^ no me 'pel>mi^#nN''cot>6iírfe
ahora lo que de tan imrimrlantes negocios he po-
dido á costa de iñ'geniaríiíICtraslucir; pero el
estado que á la vista menos lince ellos mismos
{ire^i^ntan me,gar^cc |)a8taote, á.^disij^r esa^rnie-
Lias d^ dos¿onfia:Hza one píciscan, C0|itinf]2^i|^n|lf
tu JcgA imajginacl^ñ 4 y q«e te IweMt^yeír sicmpr^f
oscuroi pebuló^Of^ ^repipto y. ♦^oralíric^ el terminj^
de esta lucha fata^l. Y a« soy de'dictá,mea qu^ djBr
hcs.. ^a.decidjida^y tcsueltameij.tc levan'tíu: l^:.p^^
en seSal de la confianza del próximo ud ve'nimiento
dela^az q ücloos "á ríi ma.~ SeifóY ,' *eii*Tístá ' át^ o
que vd. díce^. yi^dela au« «aÍla > y ciie.W^uo^i'a
jptkp y d« fejque'Bo. puedo rer^y de li^<faf;7e«'
lod^Sy j délo que. §.• deja .entrever y de lo que al*
giuios se Ggarau que yen j^nó ven , ME INCLI*
no á leyantar la pata ; ¿quiere vd. mas? — BieO|
pues levántala j verás que fileg^ia infundes ji los
Hue la mí^an como 9I teiegrófo; de las buenas 6
ufiajUs nueiras.-N.tief atitai^ todáVia np señor ; digo
q^e^ne mclpM^ í levantarla ^' q|ie no ^s po<)o en
jquien tan pts^da. j- tan reba,etf< la h» sentido; |ias-
|t^ ahora- P^íf vd« ^ue vea un'pAfift.flids claro> j
entonces la levarn^é/ £ntr0fátito me inclina i . le-
yaatarla j np . mas^
Mn dítíT^anitíá 0ptM
"^ Digo' un oM\ porque toó 'se" drert' qué ei ef
fíAs^o honibré g'ofdif &i mi caplílada 87 (1)1 Iftfj
rfe la' especie' bu máuá. Za /?¿2r y ét hombre got^dof
He aquMos dod objetos de bulto sobre qué baa
rodado todas las conversacionfis de estos días ea
Madrid. Bien merecen sonar juntos , porque sc->
guramente son dos. fenómenos ^ que á no verlos
no se creerían*
Desde la llegada del Hombre gordo k la corte
empez¿ á hablarse de él como de una rareza ^ j
no fue mi Paternidad reverenda quien me*
nos curiosidad tuvo de verle $ porque cansado de
ver en España hombros flacos, y no menos can«
sado de conocer y censurar las flaquezas de los
hombres; flaco también jo mismo, jr con mi^
flaquezas correspondientes , deseaba ettcoptrar un
hombre que no las tuviera , y D* Joaquín Goit»
zaiez vino a Henqr cumplidamente mis deseos.
Supe que estaba en el parador de S« Bruno , y
me encaminé allá con Tirabeque. Habia^léido en
los anuncios de los Diarios que tenia meaos de
cinco pi^s de estatura , / que pesaba diez y ocho
arrobas : yo lo había creido exageración , pero la
presencia del hombre vino á confirmar la verdad
de los anuncios* Ahí le tenéis , hermanos : con-
templadle y admiraos: nada haj aqui de fabuloso..
Ahí tenéis esa obra exagerada de la natura-
leza ; ahí tenéis esa producción superlativa del
suelo andaluz (2) i ahí tenéis el círculo máximo
de ía humanidad: ahi tenéis los cuatro reinos de
(a) £1 herma^ao Gpnsales es natural d» Qdlx.
Tomo VII. 18
AndaTucía en globo. Vosotros, ¡«justos íelracto-í
res de la tierra de Maria Santísima , tosotros,
los que decís que en la Andalucía todo es pin-
turitas y exageración , todo poesía j nada de
realídttd, "confundios á la vista de esa realidad de^
carne, anonadaos i la presencia de ese hombre-
prosa, enmudeced ala contemplación deesa verdad
ventruda. Ese hombre no podía ser de otro pais.
Escusado es que presente fe de bautismo \ demás
cetaria pedirle su carta de procedencia. Tanta
superabundancia , tanta prodigalidad, tul profu-
>¡on no podia proceder sino del fértil y generoso
suelo^de la Hética. Le ofendía á Cádiz estat se-
parado de Gibraltar por un estrecho de agua, y
produjo como en desquite un ancko^áe carne. El
pais que había producido los bueyes de Gerion
no podía descansar hasta producir á Joaquín
González.
Ahora es cuando creo yo que el paraíso ter-
renal está en Andalucía , ^ que alli deben vivir
Elias y Enoch ; pues asi como el^ ser Campazas
el pueblo de mejor pan de Castilla es prueba de
que el Santísimo Sacramento es natural de Cam-
pazas (1) í asi el haber producido la Andalucía
la obra mas voluminosa de la naturaleza huma-
na , es prueba de que allí fue criado el primer
hombre , y que allí está el Edén. ¡ Y á un pais
(i) E»te «s punto y» faert de toda cuestión»
^ue M eéplica con tanta UheráUdéi It qneríatk^
esclavizar Glooard 7 Palarea! ¡Qa^ absurdo! ¡Qaé
ignorancia 4an crasa del paisl
£1 bombre gordo fi|¿ engendrado ontre et ea«
trapito de las armas: lo cual prueba que las ma«*.
sas no interTÍenen en la generación ,. j que la ge«»
neraeion ni es arte ni es ciencia ^ pues si las idu«
sas y j las ciencias ^ j las artes bajea j se escon-
den del ruido del canon ^ musa sUent ínter arma^
que dijo el poeta | la generación ni se eipanta^ ni
se acobarda | ni se debilita* Digoio parque nocíé
González el año 10 ^ cuando las huestes francesas
llenaban ks fe'rtiles campiñas de Andalucía* Y.
todo este circunloquio que yo be usado aboru no
ba sido mas que para decir que el hombre gordo
tiene 20 años. ¡ Que cosas ! Arguelles 7 T5reno
pensaban entonces de un mismo modo en Gadiz)
(cuánto se ban separado desde que el hombre
gordo naci¿ , basta que ba adquirido diez j ocho
arrobas de peso.
Hijo de la libertad et hambre gordo y creció
poco en los años del despotismo f por eso se -ba
quedado tan pequeño: parece que el absolutismo
no le dejaba medrar. Y como la revolución fran«^
cesa de julio j el arribo de D. Pedro á Portugal^
que fueron los preámbulos df\ recobro de nues«
tras libertades ^ le icogieron en la edad en que se
deja jra de crecer , es decir ^ entre los 80 j 21
años y comenzó desde el ano 31 1 según el mismo
me ba. contado I i aumentar en l.Atijtiid lo que en
l0iij§;¡t«di ftí la AAtatréleu no le permitía. J)eade
^tonclM tjEHtci M «le ha €ODtertido en sustancia^
¡Dichosd ¿1! A mi hie tunen cémumido tantas díspa*
rutes tómd se han hecko« ¡Qaé difereneia de aata-
mleias!
Era dé rei^ al baeno de Tirabeijue pasmado
dé ret 41 hombre prorincia ^ y no. acabando de
comprender ((ité toda aquella maéa fnese slilida y;
positiva I rba hacei^ de last manos ojos como buen
español y J á toéarle si jo no le. hubiera repren-
dido el atrevimiento. Pero el Gordú imitando a
Cristo resucitado cuando al vef que dudaban sus
disi*ipulos sí era uaa aparieion fantástica lo que
Teian ^ ¿ era realmente sil maestro y les dijo ; «to-
eádme jr ved st soy de carne y hueso como voso-
tqroS|« asi el invitó á Tirabeque ¿ que le tocase si
gastaba. Pero jo dé ningua modo se lo permití^
•Señor, ^c dijo Pelegrin , no parece sino que este
hombre trae metidas en el vientre todas las intrigas
electorales , según lo que le llenan j abultan.» Y
v«olvténdose á él, «Vd.^ le diJ0| habrá sido ministro
lo nvenos tres o cuatro veces como don Pip Pita.-»
Lo fui muchas veces | le respondió ; pero nttnca
lÉre d^iraba el ministerio sino una noche. — Basta
pkra engordar , le replico Tirabeque^. con tal que
la aprovechara vd. en hacer alguna contrata , ¿
le tocara á vd« dar la intendencia de la Habana d
reponer á otro que estuviera separado (1).--Amt*
f i) Sr. D. Domingo Jímínes, no vaya vd. á penisr qim
ésto lo «i'«cia Tirabeque p«r yd., ^rqns ni él lalna ^«o
go I ni bice contratas , ni di intenieA«ía§.-*^ues
entonces ¿como engorcUi vd. Iant«?--Ha de saber
vd. que solamente be stde ministro en el teatro,
porque era de profesión comineo | j después fui
apuntador. Y unt>^ y otro be tenido qne dejarlo^
lo primero porqne mi obesidad no pie permitia la
agilidad necesaria para la representación} y lo se-
gundo porque no eabift ^mi ouerpo en el agugero
del apuntador , ni- basta }>a á cubrirme la iconcba 6
tomarvoz: j abora gano mi vida b^^^ieñdo e| pa«
peí de protagonista en la f»m^4iflk titilada el Hmnr
hté Gorcío del Sr; Bretón de los Herreros , como
pienso bficerlo ^1 domingo en el teatro d^l Piín*
cipe*
Pues entonces^ Je replicó otea y^% Tirabequ^^
eomeri yd. mucbo,-«yna cosa regalar no tnaflj^
le respondió. Lo que mas me gusta aon las t^^
duras y ensaladas, j entre eilas lo que c¿mo
con mas gusto son los tirabeques (íl).-^eior,
támonos de aquí , que este bombre «aera á tca*
gar lo mismo que tragó á Jonás la bal^eii^* En*
tre leones y bombres gordos no gano yo' para
sustos, señor.— No tengas miedo , lego imbécil,
que ningún bombre $e traga ^ otro ; no \aié ^de
Td. babi«$e repuesto al bcrinano Finí líos en la Habana ni
aunque lo supiera , tenía pnotivos para pensar nada malo,
4e de >él ni de Td. . ,
(i) Tirabeques se llaman en algunas proYincias una
especie de guisant^ de támaSo mayor que el de los
fuisantM comunes»
•er pusiUotme j láetictilosD «n tu vida.— SeSory
paréceme que ú inQ tragara , habla jo de nadar
en el vientre mejor qne en el tinajón del baño,
aino fsera qne me faltaría la respiración.
El hombre gordo se reía, porque conoció Ine*
go la simplicidad de Felegrin y j concordabay se-
gún decía I perfectamente su carácter con las no-
ticias que de él ja traía. Colocada mi longilon*
ga j demacrada humanidad al par de la robos-
ttsima j pingüísima persona del hombre gcrda^
parecíamos llamados á representar la desigualdad
con que la naturaleza distribu je sus dones 4 los
mortales; éramos el símbolo del mucho y mal rt^^
partido: cualquiera que nos hubiese TÍsto diría
qne estábamos acusando en sileucio á la divina
providencia porque da i unos tanto y á otros tan
poco. En moral éramos la prodigalidad j la ava-
licia $ la opulencia j la mendicidad ; la envidia j
)a fortnna ; sin embargo y la fortuna parecía la
suja j era la mía ; la envidia parecía la mia j
era la suja« En medicina éramos la hidropesía j
la tisis. En farmacia una espátula j un tamís» En
retórica hacíamos un antiteses ée carne. En gra-
mática éramos el dativo j el ablativo. En. arit-
mética la cuenta de sumar j la de restra. En mú-
sica un boml;>o j un flautín. En maquinaria bcli*
lica un mortero j una espoleta* En destinologia
un intendente general militar sin conciencia j un»
retirado d? vergüen2;a j pundonor. En física «na
bomba j un tubo capilar. En astiojtumia un pla«»
k0ta y ua teleicopio. £a geografía una tierra
pingue y uoa roca escarpada. En historia de Es-
paña D. Sancho el Craso j Felipe 2? En historia
financiera las arcas atestadas del siglo Iff j' la
jbolsas Tacias del 19. En religión un espiritualista
rígido 7 ascético j un materialista de aquellos
quorum deus ventar est» Y en tado pa recia , que
nos haciamoB burla uno á otro; como si fue'semos
el medio mundo riéndose del otro medio reduci-
do por medio- de una simplificación algebraica á
dos solas unidades. Todo esto éramoV^el hombre
gordo y Fr. Gerundio juntos. -
Concluida nuestra visita , nos despedimos; no
8¡D la esperanza de volver á ver aquella huma-
nidad cuadrada (1) en el teatro la noche del do«
niingO| según estaba anunciado por carteles. Lleg¿
en efecto la noche del 25. El teatro estaba ates-
tado de gente como el caballo de Si non (2) : no
había una sola vacante: esto que en boca de un
ministro -es una evasiva rutinaria para engañar ^
pretendientes | en boca de Fr. Gerundio , j ha-
blando del teatro | es una verdad como un Joa-
quín González. Sin embargo jo apuesto á que
para el hermano Alaix | si deja de ser ministro
no falta una vacantilla , tal como la capitanía ge-
neral de la Isla de Cuba (3)^ que es una luneta
\ r-
(i) Esdtcír; 4 aquel hombre multiplÍGado por tí
mismo,
(a) £1 caballo de Troya.
(Sj Qae deja vacaote «1 hermano Ezpeleta*
prineípal decente 7 alU me las den todas. To me
habia colocado en segunda fila como los oficiales
cobardes. La representación dio principio con El
día mas feliz de la vida. Asi llamaba D. Juan Be«
navides al dia de novio. O el tal don Jnaa Bena-
vides estaba demente ^ 6 la comedia se escribió
cuando no habia guerra civil. Para mi Fr. Gert «1 Í0|
que asi aborrezbo tina suegra domestica, como «na
guerra intestina, el dia mas feliz de la vida será el en
que se diga, si llega el de decirlo , «/a hay paz.m
En fin , llegó la comedia de el Hambre gordo^
y á su tiempo salió mi hombre gordo. £1 público
se ad'miró de ver aquella boTeda>a m bulan te, i^ue->
lias dof medias naranjas del templo de la huma'
nidad que formaban su vientre j su» posas; j
mi paternidad también quedó asombrado de ver
la agilidad con que se movia de un lado á otro
del escenario aquel Monoayo con piernas j nari*
ees. Viósele rodar por las tai>las como una men-
tira j es dec}r| como una l>oia ; en el hombre gói^
do hay muchas cosas que parecen mentira y sob
verdad y al revés que en el sistenuí representativo,
que hay muchas cosas que parecen verdad y aon
mentira, Pero el verle rodar causaba una impre-
sión como cuando la ^fama de Garramolíoo andaba
rodando por los suelos ; esto es , daba risa y
compasión á un tiempo ; en Joaquín Gorfzalez,
|>orque se descubiia demasiada gprdura \ en Juan
de Dios Arevalo , porque se descubrían demasía*
das flaqueras \ Joaquín González hace con la ma«
yor verdad la comedía el Hombre gordo de Bre^
ton : Juan Martin Aréyalo baccf con la majór pro*
piedad la comedía Flaquezas ministeriales del mis-
mo Bretón. Sin embargo , ni Bretón cuando hizo
su Hombre gordo pensó que hubiera un bombre
tan gQrdo como Joaquin Gonzalek^ ni cuando hi-
zo sus Flaquezas ministeriales imaginó que hubiese
un ministro tan flaco como Juan de Dios Martin.
Este Bretón tiene algo de Fr. Gerundio: describe
los hombres en profecía : preséntanse después los
hombres en la escena , j si algo de verdad faltó
ea la pintura pro(¿tíca| hi por carta de menoS|
no por carta de mas. Ex hómine gordo et mmstre
flaco constat, ergo iiu esU
No han perdonado al Hombre gordo los es*
tragos de la guerra civil, pues parece que faabicn^
do interceptado los facciosos la galera en que ha*
cía su último viaje > le robaron lo que llevaba,
le tuvieron con»igo algunos djas, e hicieron con
el las gracias que acostumbran» Hagámonos cargo
si el Hombre gordo dese&rá también la Paz.
Por la pax suspiramos
los gordos y los flacos ;
la paz queremos todos ,
los flacos 7 los gordos (i).
(i) No hay regla 4Ín esoepdon. No faltan itno4 pocos
que engordan con la guerra y dicen:
1 la gu
Dure , dure la guerra ,
que bien no« va con «lia*
m,9M^
La nariz moscósa.
SeXoT , ¿con que otra vex tenemos de presi-
dente del Senado al Sr. Mocoso de Altaniira ?— >
MoscosO| Moscoso y Tirabeque , que no Mocoso;
j mejor hicieras en limpiarte los tuj08| y no Ha*
márselo á qnien no lo es, pnesto que aunque te
parezca niño | no tiene nada de eso , antes es ja
un venerable | aunque no lo parezca ; pero tii no
entiendes jota de afeites^ y no lo estrano. — Señor,
no lo decia jo en ese sentido p sino porque pensé
que se llamaba asi. Pero por muj venerable que
sea, |>aréceme que no lo ba de ser^tanto como el
Sr. Tarancon, j nombrarle á él prestdenie j al
Sr. Tarancon ficep se me bace que es un ifice-per"
sa de presidencias muj mal visto. Cuanto mas
que en el Senado be visto jo mucbas personas
muj respetables que babian de parecer mejor que
^1 en la silla de la presidencia. — Como que en
m\ concepto ^ Tirabeque, lo único que tiene asi
de presidencial son las narices.— Señor | aquí en«
tr« lt>f papeles oe TÍsto ya unos Versos qué £cenf
\A las narices del Presidente : ¿los ha hecbo rd*
parfi ¿1?— A rer I hombre.
Era ana gran nariz en poca ebola'^
¿rase una nariz como nn trinquete j
érase una nariz cual gallardete
que en el palo mesana se' enarbola.
Nariz qu^ en otra parte fuera cola ;
mas nariz que la un mortal toca j compete;
nariz cu jo estornudo es un mosquete
que deja patitieso al rey de Angola.
Nariz que de los mares toca el fondo;
nariz | no cartílago ^ sino leño ;
hueca por dentro como cráter ^ondo*
Si cuál es , me preguntaS| su diseño ,
mes un asa de cántaro ^ respondo ,
•y es un a/jr^ ufe cciiiíiiro su dueño.»
No I hombre : ¿habla yo de llamar alma de
cántaro al Sr. Moscoso 7 Aunque lo fuera, me. li-
braría bien declamárselo. Si yo quisiera decir al-
go de é\ p diria que habian hecho presidente del
Senado á uno que no es senador , pues él no pue-
de serlo mientras no le reelijan , por razoa del
titulillo aquel que te dije en otra ocasión le ha-
bían dado. Pero como yo nada tengo con él| callo
mi boca y dejo que le hagan lo que quieran , con
ley 6 sin ley. Por lo demás , ese sonetO| imitación
del célebre de Que vedo á otra nariz, no sé quién
le puede kaber^beclio, ni c¿mo se lia aparéciio
ahí , ni para qué presidente se karia.-^Nada , se-
. Sor I ese soneto no le hizo nadie | ni se bizo pr«
ningún presidente^ y aqni se apareció por encan-
to. Bien dicen por ahí las gentes , señor | que no
bay peligro qw á vd» le atrapen.
naTERO TRIMESTRVrf
CAPILLADA iUi AGOSTO SO DE 1888íi
Fr. gerundio.
Si tfuis dixerit iH ñac pUaro mundm
non esse mixta gaudia atgue dolores,
sicut ih hát tapittada, añathemá sit
Si alguno dSgere qne coa €st« píoivo
mundo no ¥an mezclados los cosqs con
los dold^es , como éü eáta cat>Uíada , lé
sacudo nft aUlcUso que le akno lo qi|0
csl4 debajo dal pelo»
CoNC« 6. ÍGerund.
QUK Á LA VlRGBN SaÑTÍsIMA DÉ LOS DoLO&Eg DIEIJS
FERVOROSAMENTE TODAS LAS^ NOCHES
D« CARLOS MA&IA ISIDRO DE BORBON,
Dolorosisima j «rfligtdisimft SeSLora mía ^ que
tan Hena dé desconsuelos j amarguras caminj-
bait por los desieri«s d« la Palestiíia ^ huyendo
4t la crueldad dé Héxbdes á tierra de £giptO|
padeciendo las loAjores tribulaeionef y trabajei
para que yo aprendiese á dejar las máximas de
esta Babilonia del mundo y y á retirarme, al. segit^
To puerto de la tierra de promisión (i)$ sapli<«
eóos f Madre amorosa y desconsolada Keina , por
este segundo dolor | que por lo que á mi me está
pasando infiero que debería ser el mayor y mas
agudo de los siete cuchillos que taladraron nues-
tro corazón : por las innumerables puntadas que
para bordar el estandarte de Generalísima de mis
ejércitos dio vuestra devota sierva y mi esposa
Maria Teresa: por las cinco maypres llagas del
cuerpo |de vuestro Santísimo Hijo ^ y por las pe-
nas que esperimentásteis ^ando visteis á viies«
tro querido Jesús camino del calvario cargado
oon la cruz I y agoviada áéi mayor dolor le sa-i
listéis al encuentro en las calles de Jerusalen.
^ Suplicóos y ^ madre adorada y soberana reina
mia y convirtáis vuestra vista bacía este afligido
siervo vuestro que camina perdido y sin rumbo^
no por . los desiertos de la Palestina , sino por
las ásperas breñas y escarpados riscos de Na-
varra ; no huyendo de la crueldad de Heredes^
^(i) Hasta aquí S. M. Mística no hace sino^ repetir al
píe de la letra la segunda oración del septenario que ¿ sa
«oberana. patroBa.7 Maria Santísima de los^Dolores eotnpa-*
so la Veneral>le Congregación y Tercera Orden de sus sier*
^6s establecida en en U iglesia dé PP. Clérigos Menores de
JiXra* Sr4* d^-Portaceli <U estl» Certe en el aüío-lSi^. Ad
consta de documentos que obran en la secretaria gerundia-
na j .4 qne me Remito*
Hino sin poder huir de la crueldad de Maroto , y^
espüesto á caer 6n manos de Espartero , que es
como tener que escoger entre Herodes j Pilatos;
no refugiándose á tierra de Egipto, sino temiendo
no encontrar un agttgero por donde refugiarme
á tierra de Francia ; no padeciendo^ tribulacídues
y trabajos por aprender á dejar las máximas de
esta Babilonia del mundo j sino por haberme
metido en una Liorna de que ahora no acierta
á salir ; no por retirarme al seguro puerto de
la .tierra de promisión , sino por querer entreme«(
terme en una tierra de donde habia sido ignomi^
niosamente espulsado*
Vos I Señora , habéis visto como me traen no
de casa de Anas á casa de Caifas , como á rues«*
tro divino Hijo, sino de Durango á Oñate , de
Onate á Lesaca | de Lesaca á Vera , de Vera i
Saótisteban , .de Santisteban á Olagüe, de Ola-
gue i Tolosa , de Tolosa á Y ergara p de Vergara
á donde los sajones que me cercan quieran j dfr»
terminen. Vos , Señora , le visteis caminar en
medio de los verdugos agoviado con el peso de
la cruz hacia «1 monte Olivete ; jo le. veo cami«
nar de monte en monte , sin saber cuál será el
Olívete donde hayamos de ser crucificados.
Suplicóos pues humildemente, Madre afligida,
me dispenséis^ vuestros soberanos ausilios para
que pueda llcv.ar tan crudos trabajos con aque-
lla resignación en la voluntad divina con que Vos
sentisteis tan iudcvibles penas ^ y pues que mis pe*
éados lian sido la causa del lastimoso estado en
que me veo , baced , Señora y que mediante nn
Terdadero arrepentimiento de todos ellos merex^
éa de Vos , ja qne no la corona de España,
qne conozco no estar destinada por los decretos
eternos para mi cabeza ni la de mi hijo , pero
qne al menos intercedáis con aqnel dirino SeEor
que nací6 dé. Tnestras pnrisimas entrañas para
qne por un efecto de su infinita misericordia
nos depare nn efugio por estrecbo que sea por
donde podamos salir de este cautirerio | si asi
conriene para major bonra suya p gloria rnestra
j prorecho de nuestras almas. Amem
£od ótete dcíó'ce^ det §u|3aeáto«
Estos Son otros siete dolores de otra especie.
Estos . taladran el corazón de Fr. Gerufidio de
parte a parte ^ y son para el siete puñales^ siete
dagas f siete saetas p siete dardos , siete punzones,
siete rejos , siete lesnas , siete clavos p siete cucbi-
ttos f siete espadas | siete picas , siete banderillftSi
siete laneas^ liete medias anatas , siete agujas de
ensalmar p siete 'flechas indias p siete yataganes
turces^ siete ; puntos suspensivos que significan
otras tantas puntadas que penetran hasta el cea»
tro del gerundiano corazón. D. Garlos en su pe*
regrinaeton phr las mentes inroea los siete dohres
de la P^irgen ; Fr. Gerundio en su «elda ofrece á
)a Virgen los siete Mores del supuesto Virgen
(suple Monte) : los cuales ha podido redactar en
forma de Septenario á ejemplo det de los clérigos
menores de Portaceli : para majror eomodidad de
los devotos y j es cerno sigue: ">
Primer dotor. £1 primer dolor , tni cuando
pocos dias antes de salir de Madrid á la provincia
de León á negocios Pectorales , fué á entrar en
el Átencor cientifico jr literario (de que mi reveren**
eta es indigno miembro , j solventa para su sos*
tenimiento un durete mensual como todo socio\
j saliéndole al encuentro el Cónserge le dijoc
•Caballero^ vd. no es socio de este establecimien**
to ni paga la cuota mensual p j hace doe meses
que, hemos tenido la tolerancia de verle intrusara»
se en él jm /i^te/a que lo autorice. Mas fao^r sb me
ba prevenido intimar á vd, con la política y bué«*
nos modos quejólo bago, que no le ea permitida
la entrada I eemo á miembro estrafio que es, y
que de consiguiente pu^de tomar otra vez la es**
calera y j dirigirse á donde poír mas coaveoiénte
tenga en uso do su libertad. »asCoBtem piad , alf
Tomo vait Í9t
más piadosas, qiál serui el do)or y bochorno je
aquel infeliz hermano al recibir lan cruel iQUma*
cioul Compaiiezcéraosle , y pídaiQOft 4 ^ Y'ii'^
gea le aslata coa el necesario consuelo y loiigani-
midad*
Seguuio'd&lor. El segundo dolor fue^, cuando
hallándose ya recorriendo el país á caza de sufra-
gios , sufriendo todo genero de molestias y priva*
ciones y soportando tc^o el rigor de la estación^
por caminos , veredas , sendas y atajos , le npti-
ciaron que en el escrutinio hecho en uno de los
días de votaciones en L^f>o , se .l^abífi encontrado
dentro de la urna sagrada n^ü papeleta qfue decia:
•El supuesto marques de Montevirjen , el conde
de Espapa , el conde de Morella^ O* Rafael Ma-
roto y D. Gabriel Balhueoa, todos u/ip5.»=s ¿Con-
templad y almas cristianas , poal sería (a iatensi-
dad do su dolpr y al ver .de «qu^Ua m^inera tan
negra, picaresca y antilegal lacerada su acredita-
da, aceadrsda y bieq sentada rep^t«icion! Tenga*
mos compasión de él, y reguemos á la Yir^en se
digne abrirle una fuente de filosofi^ , y euyiarle
un rio de conformidadr
Jkrcev dtiar. £1 tercer dolor, fn^ , c^apii^P . di-
rigiéndose de (^ampooaraya á la villa do Poofer-
rada á fafiocr uso de ^u dfrre3cb<(^ electoral, tanto
ostigé la cabalgadura por el afán d^ HegJ^r coo
la deseada anticipacioii , quo dando el infpUs ani-
nral un soLemotsimo tropezón , cayo á la pairada
del Barrio, dje la PoebLl dando tamhi^a con su
9e%>r «n líi&i'ta y cogiéndole debajo un muslo que
lastímos^iíieilte- fue 'opritnidO| rozado j magulla-
do<!ís5¡Cont6inplad^ hermanos míos , cuál sería su
angustia- 1 j aun su rabia de verse ta» mal para-
do por la tdrpeza de aquella estúpida yegua
(que yegua 'era la que le porteaba) ; cuál au susto
y alteraeíon ^ cuál sobre todo el dolor que sentid
ría en la parte lastimada , rota la tela del panta* ^
loB , y irota también la telícula del cadríl! Haya-
mos conmiseración del caido , y supliquemos á la
Virgen le cure la herida del espíritu y de la cadera.
Cuarta delor* £1 cuarto dolor fue ^ cuando
habiéndose presentado en el ayuntamiento de la
referida villa a votar | escrita su papeleta (en que
algún curioso ley¿ su mismo nombre), y al tiem-
po de entregarla al presidente prodigando venias
y contorsiones , esclamó uno de los electores: «al-'
*to. y Si". Presidente ; este ciudadano no es conocida»
por el^ctot^y nó tiene derecho á dar su sufragio eb
este colegio. Y' áí sentido él puntóse le declaro su^
puesto etec(6r y no fue admitido el ex-ministro i vo-
tar. Coatemplad, devotos^ cual sería su penayamat-
gura al verse asi privado de lo que constituid el
objeto de su azaroso viaje , y el blanco de sus afe(«
nes y de sus sudores | de sus fatigas ^ cabilacioneá,
desembolsoS| especulaciones y enredos! Ten'gámo^
dolor de su dolor^ y hagamos oración ár la Virj^dy
para que le tienda ^l manto de su consuelda •
Quinto dolor. El quinto dolor fué ^ cuando lós
cuatrocientos ó quinientos electores qu« alli ha**
Um, empezaron á vocear desapiadadamen^a y i
esclamar á Toz ea grito: «faera ese malvado;
fuera el L... que salga el 1 • Y pronunciabaa
el vocablo entero* \ Jesús Maria j José! I! El se«
Üor les Haja perdonado. Hasta que en efeeta
tuvo el infetlz que desapárecer.ssCooteinplad|
católicos f cuan acerbo seria este quinto dolor^
cuan grande ni confusión , j cuan eucendido sal*
dría el color de su faz ! Compadezcámosle ^ j di-
rijamos fervorosas preces á la Virgen para que
le provea de serenidad j resigoacion.
Sesto dolor. £1 sesto dolor fué , cuando se
presentó el elector D« Joaquin Gonzales ^no A
Hombre gordo ^ sino nn vecino de Gampo^ que-
jándjose á la mesa de que el supuesto le babii
querido sobornar ofreciéndole dos Toreóos por
su voto y j otros tantos por cada uno que le ad-
quiriese I cujas monedas podian desde luego pa-
sar á cobrar ¿ su casa- alojamiento , la eoal sabe
.mi reverencia cual fué^ pero no es necesario nom-
.brar.ssGontemplad , fíeles mios , cuál seria «u pe-
sadumbre cuando supo que en virtud de aqucllt
declaración la mesa babia oficiado al jaes de &
.instancia para que le formase sumaria por sobor-
nador de electores : meditad cuánta sería sa afli-
eion j 'su- pesar ! Tengamos lástima de su angus-
tiosa situación , y unamos nuestros votos , sia so-
borno f para alcanzar de la Virgen que le ampare
j le consuele en su apuro y penalidad.
Séptimo dolor» El séptimo dolor fué ^ cuando
le ndtkiatoB que babiendo el iftei examinado
tres testigos , y babiendo todos tres declarado U
ver^d del íntetttado soborno , iba á dar auto d«
prisión eóntra «u ex-ministerial y malbadada per-
sona. Cuya nueva fatal Je movi^ á fugarse del
pneUo con la mayor cautela y clandestinidad, j
ío que es mas lastimoso , á pie, como fue mi Pa-
ternidad á Carabancbel (fayor que j^no puedo ol-. •
▼idar).=Contemplad, amados oyentes mios, cual
se le aumentaría á aquel desgraciado paciente con
la agitación del susto y con tan ingrato ejercicio
el dolor del bueso cía , y red si bay un dolor
comparable á su dolor. «¡O V9S omnes qui transU
tis per viam , attendite et videte si est úolor sicut
ddtít suusií. \0h vúsotros los que pasáis- por él ca* ,
ndno de Pon/errada , ved si habrá dolor como el
dolor JcZ/i*^mVo íKpawro!»=Hagamos aqui una
ireve pausa-, y meditemos áTobre la intensidad de
tan acerbo dolor:::u: Abora lloremos su congoja y
uBiccion^y con las láguma^ en Ioíj ojos suplique-
mos á la Madre Santísima de los Dolores le libre
de las persecuciones de la Justicia y le conduzca
sano y salvo al puerto de salvación.
Aqui puestos de rodillas y con el maybr fer-
vor pedirá cada^unoá la Virgen la gracia ¿ gra-
.cia* particulares que desee alcantar.
APÉNDICE AL SEPTENARIO.
Ociavo dolor. El octavó ¿olor es contemplar
que hay personas . que visten leyíta ^ ¿ quienes
suceden estas cosas, ;¡¡Y TODAVÍA NO SE
MUEREN DE DOLOR !!! Pero ^él vive muy
fresco, \lp4é autem ^¿vit\ i^Fivul Imo ^ero fot'^
sitam in Senatum ^enict (1). ¿Que si vive? Toda-
vía le han de ver vds. avenir aI Congrego. ¡Vemeü
¿Que si vendrá? ¿Pues no vieiie P. Gabriel BaU
buena?
LOS GOZOS DE TIRABEQUE,.
DEDICADOS
Bien^ hermano Baldomero;
asi te quiero.
Cada vez que alzas <fl mazo ,
y sacudes un porrazo,
un abrazo y otro abrazo ^
por vida mia
Tirabeque te daria»
(i) Cicerón , ín Catillnami*
Bien I hermano ;Baldoniero I
asi le quiero.
Cada paso que tu avanzas
me infunde unas esperanzas ,
que.á danzas j contradanzas
mi ^ pata indina
ella misma se me indina.
Bien y hermano Baldomcro f
asi te quiero.
Guando yeo que la espada (1)
en pluma no fué trocada
me baño en agua rosada ,
y con el gusto
todo me desabara justo.
Bien , hermano Baldomero ,
asi te quiero.
' (i) La de U eapillada 169*
Csftndo i9 «subas parad*
mU capilladas te he dado^
pero ya habrás penetrado
. que Peiegría
Bo lo hacia con mal fin«
Bien y hermano Baldomcro,
asi te ^niero.
Pnes ahora qne trabajas^
j i los facciosos descuajas^
ja Tes como sé hace rajas
la musa mía,
j alegres gozos te envia. ^
Bien f hermano Baldomcro ,
asi te quiero. ¡
Según por 4M!á se g^osa,
^ hoy estarás en Tolosa:
SI es cierto , di que te tosa
«1 pretendiente ,
jr que te hinque nadie el dienta.
Bien y In^mano Baldomero'y
asi te quiero.
Que el dia qne a ese gabacbo
le des carta de despacliOy
aqael dia me emborracha^
7 aunque peque,
lo bago á fe' de Tirabeque^
Bien, bermano Baldomero,
asi te quiero.
Con tu postrera proclama
está el carlista que brama;
mas á mi el pecho me inflama
tanto placer!
j una gana de comer ••••••!
Bien f bermano Baldomcro ,
asi te quiero.
En ella de transaeeion
bí siquiera babla un renglón \
mas 8Í la hay , y es de razón ,
yo la alabo;
sal YO siempre el menoscabo.
Bien ^ hermano Baldomero ;
asi te (juiero.
Porque hay tal hambre de paz
que te digo con Terdad
que es una barbaridad:
si tu la dieras.... i
¡ya lo vieras , ya. lo vieras !
Bien f hermano Baldomero ;
asi te quiero.
Y en mis brazos te estrechara
y de besos te llenara
y mi (5ara con tu cara
apretaria ,
y hecho «n luco te diria ;
Aj f hermano Baldomcro !
¡cuanto te quiero \
Pero no has de desmajar \
que si Tuelves á parar ,
sin poderlo remediar
á las andadas
volverán las capiUadaSf
Que asi , hermano Baldomcro ^
así lo quiero»
A esos otros generales
que á las tropas desleales
han dado zurras mortales
estos diaS|
les darás memorias mias.
Que asi ^ hern^ano Baldotnero ^
asi les quiero.
^_
EL OBISPO DE OBENSE
^E$to de meter en «na misma capilla á an re»
▼erendo Obispo j á un actot* dramático ^ al geft
7 pastor de la iglesia de Orense j al director es-
cénico del coliseo de Granada; el nao qne con*
firma y ordena en el riñon de la Galicia ^ j el
otro que hace comedias- j tragedias en el corazón
de Andalncia , ciertamente es un género de tran-
tacion que ni á Soult , ni á Melbourne , ni á Ma-
roto, ni a Espartero , ni á John-Haj ni á Abdul-
Medjid les habrá ocurrido nunca regularmente p j
que e» propia 6 de la chola pajarera del duque
de Frias , ¿ de la mollera estrafalaria de Fr. Ge-
rundio. Sin embargo no haj cosa mas mas cierta
que esta transacíon , la cual no haj que temer
qu^ menoscabe la dinastía ni las instituciones : es
cosa de Fr. Gerundio j basta. Y cuidado que la
he hecho sin previo consentimiento de las partes^
j solo en uso de las altas prerrogativas de mi ca-
pilla. Y no por que se parezcan en nada el cómi-
co j el prelado; que asi se parecen ellos como se
parece un conejo de monte i un espejo de cuerpo
entero. Mi paternidad los conoce á ^r^ho», y pue-
lie decir qtte el Obispó e» viejo /pequeSo j re*
dioncliOi y" el actor joven , alto y delgado: sí es-
to es parecerse en algo ^ ya digo yo qué Fr, Ge-
rundio se parece al Hombre gordo. ' * '
¡Ay' Romea , Romea ! Bnena la lilas heclio ton
levantar 'ese mon amento de honor que has levan-
tado al genio del inmortal Maíquez en la plaza
del Campillo de Granada ! esa sencilla pero ele-
gante columna erigida á Ja memoria de aquel
actor ilustre , honor de la escena española , por
cuyo pensamiento te felicitábamos todos los amaib-
tes déla gloria de las artes, y que'creíapaos hon-
raba é inmortalizaba tanto al que le había coa,-
cabido y realizado como al Genio á quien se con*
sagraba.
Buena la hiciste ^ Julián ^ ,
con el Obispo de Orense. .
Tu estrañarás que asi piense 1^
pero ¡ay Julián!
De misas te lo dirán.
Lo que debes hacer es derribarle otra vez , 6
bien articulo por artícelo | es decir, piedra por
piedra , eomo iban desmoronando algunos minis-
tros con la capa de liberales el monumento de
nuestra Constitución , 6 bien de raiz y por el píe
según el sistema de los carlistas d<^clarddos. Tu
escdjgerás. Yo estoy por el último, porque soy
apasionado de la brevedad. Y aun por eso que
me hago cargo de que habrá muchos de mi gusto,
procuro ser ligerito en la misa por no hnpacien-
tar á los que. me la ojea , que 'DO haj^coflft que
mas perjudique á.U devoción que la^pesadez^
Y en seguida te retiras coa tu Matilde de la
escena en ' que tantos laureles babeis recogido^
tantp en los teatros de la corte^ couio< abora en
los de la ciudad de la Albambra j .de losnijoris*
eos recuerdas , y oA dedicareis á aprender ,ptro
oficio. y que asi 1q reclaqia la sapa moral. Y voso-
tras célebres y acreditadas, actrices I peritísima y
veterana Llórente 9 graciosísimas y modernas Diei
y Lamadrid: y vosotros^ padres conscriptos de la
escena^ venerables prelados y maestros de artes de
la escuela dramátici^ vosotros los Lunas y Las
Torres y Guzmanes f, y. los López y los Campos^
los Fabianis y los otros: y tu también Honihre
gordo y á quien tu próvida naturaleza ba precisa-
do á especular con su oüctosa prodigalidad en los
escenarios' públicos: ¡cuan sensible me es baber
de baceros esta dura . intimación ! Mas no bay re-
medio.* la moral pública lo reclama y es preciso.
Es precis9 que renunciéis á vuestra prpíesjcMi , y
que veáis de. ingenigro^ por otro lado pa^a busca*
ros vuestra map.era d^ vivir ^ que asi ni mas ni
meno^.i^p^ba supedj^^o, ^ Ips esclausfrado&f por-
^quQ Uji^e^O^ moral r.f^Is^na que se ciérrenlos tea-
tros , a5¡,/q9p)io^ rfMqlqfii/iba; Ja política , segó n la
ppinipi^ d^ ^^eudizabail, que se cerraran los -con-?
Ventos," ¡Coinp ba de ser , b^rmanosl Corramos
una. misma, .suerte efolí|fisliRdo« y cómicos, y
confiemos en la Providencia^ que asi qomo n9
abandona i los pajaritos creo que macho míenos
abandonará á los pajarracos* - . .
¡Pobre de. n»i . que. habla esUdp creyendo d^
buena fe que el teatro era ^ mejor escuela púr
liiica de moral. ((jLc la cual es vefda4 que se 'pvfir
de abusar asi como se abusa de los mismos- tem-
plos) j en esta creencia asistta j. concurría á éi
siempre que la bolsa y las ocupaciones me lo
permitian ! La culpa tiene ese bruto de Jovella-
nos y que ja en d año 1796 en la Memoria sobre
las diversiofíjes publicas que ley¿ en la Academia
de la historia , cuando llegó al articulo Teatros^
Se permitió, decir: nEl^ primero j mas recomen-
dado de todos los espectáculos : el que ofrece una
diversión . ma^ racional , mas provechosa ^ j por
lo mismo el mas digno de la atención j desvelpü
del gobierno y 4fc,
Saena la hiciste | Gerundio ^
con el obispo d^ Orense. .. >
Y sino vean vds. como se ^splica^ el reyerenr
do prelado en una pastoral qi)^.ha dítdoxon n^o^
tivo de hab^r^e abierto, un coli^iQp «n aquella
jciud^id* )
•ríps D, ])áii}a40 IglpWft y Irt^o ppr la grar
cia de Dios j de la Sta« Sede Apostólica obispo
de Orense, del consejo de S. M. ^c, S¡*c.
«Hemos llegado á entender ¿^ no sin dolor (1),
que en el teatro de com^díüS públicas que deS"
■ ■ I ]K ., 1 1 ■ ■ ■''
(i) G>n ctt« dolor no había yo contado para lo» Siete*
^fméiadttménte aparepió (1) en esta ciudad Bác»
algunos días , se bailaron entre los concurren tes
'algunos pocos eclesiásticos que olvidados de sus
*deberes -y sagrado carácter^ no recel'aron aumen-
tar el número de las concurrente^ á ttna diver-
sion pública , que siendo de sujo peligrosa j es»
puesta á mucbos males espirituales j aun tempo-
rales , pudieron causar nota j atgun genero de
escándalo en el pueblo ^ J de- que se habla pú^
blicaraente.»
• ¥ después de conminar á los ecTesiásticos que
en lo sucesivo concurran al teatro con todas las
penas can¿nicas^ inclusa Yá suspensión de celebrar
(en lo cual jo no me meto al ora ^ ni le ntego It
'fecultád f aunque babia mucho que decir sobre
4a materia); céntinúa.
. «Mas como nuestro minist^io se esti^ide á
todos loa fieles bautizados de <^nalquier clase jr
condición que sean ^ no podemos menos de excr-
etarlos con el mayo^ interés á que se abstengan
'de concurrir a está' clase de diversiones , como í
los juegos púhlicos prohibid'bs por todas las leyes
eclesiásticas y civiles (2) ^ y que ocasionaií tantos
lÉkales y aruioan tantas Üamilias^ particularmente
''■^ 'r ■ ' '' \ '' _■ '
j(i) iUto 4< a^yarecerfte pateco indicar q,ii« estaba ea
tierra de morería y se apareció allí de la noche ¿ la nu*
-ilana, conK> aquel; cristiano jpaisano mío , que eatanda
cautivo en Argel se vino á las inmediaciones de León en
una noche f cap. '28 J.
. ( ft) Eso. es y Sr*. obíapo :. lo^ múm<i da cojacUcric al V^^
tro q:ue al Juego de U rolina.
fta unos tiempos en qne la ira de Dt^s est¿ con^*,
tra nosotros y y que sqlo la peniteacia, oraciones,
y la conversión de nuestra vida puedct . .detener
su mano fuerte que está estendida todavía sobr*
Duestra España.»
Ahora va lo mas sustancial,
«Y para animar ¿ que sostengan'y hagan sa«
crifício á unas inclinaciones que tal vcx estaiL
escitando el mal ejemplo; concedemos á todas
y cada uno de los fieles 40 dias de indulgencia w
cada vezr que en lugar de ir á la comedia recen un
Padre nuestro f un Ave María ^ 6 bagan un acto!
de contrición para aplacar la ira de Dips , y con-¡
seguir la verdadera paz que tanto necesita la Ks«
paña , y no desmienta el nomiire d^ f^inp lea-
t¿lico«
«Dado en nuestro palacio episcopal d^ Oren-^
se a 16 de agosto de 1839.=:Dáma3o Obispo de
' Orense.s=Por mandado de S. S. I. el Obispo mi
señor. Francisco Lahera , Yice-Secretario.»
Por vida del Concilio de Trento que las in«
dulgencias andan baratas por tierra de Orense!
Y ya «que no le di¿ gana al limo. Sr. D. Dámaso
Iglesias y Lago de conceder la f leñarla á los qua
en vez de ir á la comedia rezasen ademas del Pa-
dre-nuestro y el Ave-María un Credo j una Sal-
Te. Ahora que critiquen á aquel Obispo de Ciu*
daid-Kodrigo , Sr. Piscina , porque habiendo acu*
dido á el im piolando socorro un pobre labrador
ique habia perdido su yunta de bueyes^ el socorro
Tomo Yii, M
ífáé le H6 fue decretar: «ConeedemM 40 dias de
ié'dtiIgetTda'ái que socorra á este infeliz.» Sin em-^
b^rgo t^eo 'qne,ha bitbido persona en Orense que
s! hnbiéra ftñinfdo tantos Voton en las elecciones
como- días de indulg^encla ha ganado por no ver
comedías , seria diputado en primer escrutinio.
* FaVeec iik|^<MbIe que en el estada actual de
BUestVasTbyés, de nuestros teatros^ y de nues-
tVas Costuiíibres baya quien se atreva í estraviar
d% este fttodo lá opinión pública p y Í arraigar las
]Sféocup4b¡6ñes de una parte d^ vúlgOr Ño 6bi-
ifantó pién'áoque en la pastoral del Frélada liabrá
teoido hké partid la ignorancia que la malicia^
fúéi i'égüíhrmente el Obispd' de Orense no babrá
visto 'én'sU Vídft unk comedía» Dr' JTatian Romea
podia erigirle otro monumento en obsequio á Iit
próféccibb <|ué dispéú'sa al kt\k.
GAPILLADA 476. gWFIBMMfi 3 DE 1«^.
IFr. OERÜlK]>IO.
Sífuis dixerit in istis diebus de alto
anathema sitm
SI alguno dijere que en estos días acier-
ra luéia i ibaU»r ai á etodbl» ^e oirá
coja que 4e .1^ p^, >s Xff^c^ 4( .l^u^h^
o de Cabrera carguen con sü estampa*
Coifc* 6. GEatJND.
PAX DOMtm SíT SEMÍPJSR VOBISCÜM.
íx PAZ ©E Píos; 8í;4 sjfpMpiijí qo^f yq§p?'wji5,
^ ür^ao^s i S|ieB y Timbéifue ; gVa«{a9.á ;Dio8
que haj esperanza* «de que se «ierre jl temfíld de
jADO^^SeAor i vctál^ftiM) je }«idio ai «^ dónde es*
•4¡i «ae temf lo , é si '•i «o m vídn nombrar «ein^
•JAQle santo. A no ^r que sea una iglesia que ^tt*
etmité abierta et otro día $ j con motivo de ^n*
contraria abierta entr^ allá^ j con motivo de ha«
ber entrado....»-*Mira| procura salir luego , por«
que tenemos mas que hacer. — Voy , señor ; pero
primero déjeme vd. contarle lo que vi.
Pues señor ^ estaban haciendo una fiesta ¿.la
Virgen , y la Virgen estaba ^ sobre^ la. custodia:
\qné maja j qué bien vestida estaba , señor! Va«
ja que se conoce que al tal Galiano le da el nai-
pe para vestir vírgenes.— 'Qué ; ¿se llama Galiano
el sacristán? Tú todo lo curioseas y averiguas^
bombre : nó queda pequenez que tú no indagues.
^^]^o señor p yo no pregunté cómo se llamaba el
sacristán I sino que di por supuesto que la babria
vestido el $r. Alcalá Galiano , el que fué minis-
tro.— ¿Tienes gana de bui;larle?-^Señor , ¿no di-
eren por ahíi que Galiano na quedado para vestir
vírgenes con motiva de no quererle ya en nin-
guna parte para díputadot^.^V-^Vaya ; ya me lo
parecia á mí ; chocarrerias tuyas. ¿Y es eso todo
lo «que viste? — No señor i lo^ que vi fué dos mñas
como de siete años vestidas de blanco colocadas
eadá nina á su lado de la Virgen para espantarla
las moscas con unos mosqueteros. — Mosqueros di-
rás , que mosqueteros son una clase de soldados
^tiguoa que serVian con loosquete , género de
^copeta mayor que la ordioaria* -.
.^, £n lo demás tienes raaon , Pelegrín; también
.y O: lo he:VÍftto, Eso fué en la iglesia del ex-eon-
.Y^emto de la Pasión. Por eiert<i que me faiM» gra^
'^da la oenpaeion de las dos tiernecttas espanta*
moscas^ j el modo nuevo y original de obsequiar
- á la Virgen , de on jo obsequio mosquil es bieii
seguro que no se hablará en el Devocionario del
•P. Ripa ni en la Mosquea de Villavicíosa.
Pero ni aquel es el templo de Jano, ni pienses
que Jatío es algún santo mártir 6 confesor de la
fé de Cr¡sto.-«-Seria apistol, señor. — No tienes tn
•mala cabeza de apóstol. Jan o fue el primer rejr
de Italia I el cual después de muerto fue adorado
^»mo una divinidad| j .Rómulo le Construyó j
dedicó un templo ^ cuyas puertas en tieüipo de
guerra estaban siempre abiertas y luego que se
restablecia la paz se cerraban. De modo que allí
3>ara signifie$ir que se gozaba de paz se decia: «el
templo de Jano está cerrado :• y cuando se quería
decir por ejemplo: «llevamos seis años de guer«
ra:» se usaba -de la frase; «seis años va que^estan
abiertas las puertas del teñólo de Jano.» «—Señora
acá en España es al revés que allá en Roma ; que
acá lo que haee que hay guerra se han cerrado
una infinidad de templos; y tengo para mi que ¿i
las juntas diocesanas no dan trazas de pagar á los
curas mejor que hasta aqui (1)^ se han de cerrar
otras muchas iglesias; no por causa de la paz ; si«
(i) Suplico i lá de Gindad-Rodrigo no me Tenga con
otra reclamación,, pae» hablo^ en geccral ; y de qaejaf de
párrocos contra las juntas^ dloceMua» están atestados loa
cajonei de la mesa gerundiana*
no ppr causa dd hamJbfe de lú$ ounas^ j a«ñ de
IcM aaoi^tttafaet ^ ^iit tso de nMotenéi«e aolo de
lal luMtías d« la misa )iáréeeiB« á mi qae debe
Mr poce apropóftitú para eifcftnder la fté de loi
saGerdotes }* que las almaA deles duerpós qué üo
están BMinteiitdbs iiif áíera rl&giiIarmeBté ^ ja sean
l6s tíuerpos de itfisa j ^a sean cuerpos legos come
e) mío I deben res^nlii'se áo póeoile.ki falta* de
eígori edetnas c[ué el a&ád de lo q«le cailla f^n^
%ki j oreóme qtie «i los euras ctee ¿antaran k#
misas en el .tem|>lo del Sh Saá Janó allá cu He*
«ka «a ttéanpo de g«erra no bubieraai lenidó étt^L
«osa mas edlsda que yantar qué hostil» romanas»
Vtlos fanbieitin eebhdo k llave a la piierta de la
iglesia stfl esperar |>ara ello á qne viniera I» pso;
Y «si demdsiada vitlnd tienéa los éarlis aties*
4rofl.«..i
Mira ^ Tiral)éqné $ no es libere ese pfintQ el
que jrt> sie preponía tocar > sino natcamente de**
«irte que ^egiin Ikpdes las roces ^ noticias y aeSa*
iesy parece sé ooerea el euspírado día de rer cérra«
do «neim'O templo de Ja no ¿ sea el dia de la
plib.«-SHl€rr f vd.dirá lo qoe quiera | pero jo sos-
petim qoe icetirpre tib^ "ba de «fnédar abierto algnn
piyr tillo dbl templo f i alguna |iaerta falsa qoe
vaja á la sacristia ó al coro ; porque segnn mi
escasó y oscuro modo dé ver ^ se me ha puesto
acá en el Aagiti^ que aunque se cierre la puerta
principal , cüartdb se trate de cerrar loa otros
poi tlllos porque el templo ese no tendrá nna
sola puerto , señor .r^p^c^ nada «nenos tenia «(1
de Roma p^fv^n A^^crQyÍQ.,f*-rFuc| yejle^ abí, se-
aor } xniUgro awí qwe ^H4p4pt fie ir^i^ 4? fierr^r
Jas puercas cUóriaf qp f)<)s. fnponiremp^ <co^ ^igor
nos i^.torbiUo9 en los «¡f^v^i^^cs de iii9 U^.v^t ó dp
las ceri^dqras, Y asi pí^i^^Q q)ie fterá ivicjar i:pp-
twr cpo np ír^rle* iperradp 44 í«>4p «R^ |»^clif
tiempx».
D^ tp4<w ipodnai Pelegrjn, t4 ei la n«cefi#a4,
7 ^al el 4<!S£0 general d^ lá pas; (^qjtiiend^»^ M^^r
preque hablo de np^ paz 4^cpTossfL f .pot^e; pi^e/i
de otra claip ^i «erU admisible p f i au»q^i| fii^
admitiese al pronto ^ po4ik ^r 4ur44e^¿|), qu«
quisiera que no se nos cajese nuDca de la boj^
la palabra paz: que la adoptáramos para los sa*
ludos I de forma que cuando entrásemos en
alguna €asa| dijésemos como antiguamente: «pai
aea en esta casa;» que cuando encontrc^ramos
en la calle algún conocido en lugar de de-
cirle ^ «beso ¿ Td, la mano» le saludásemos
«on el pax tecum del papa Inocencio III ; 6
diciendo : «la paz sea con vd.» como acosium^
liraban también á saludar los bebreoss y que en
Tez^ de darle la m'ano en señal de amistad , le
dieramos el ¿sculo de paz.-^Señor ^ éso último
so podria pasar sin muchas escepciones , porque
es menester tener en cuenta la diferencia de se-
xos y edades ; que tal rostro se podria presen-
tar á quien se pudiese dar' sin repunancia
no digo un ósculo sino mil; 7 tal otro que se pre-
ftríría tin ailo 4^ guerra i arrimarle los labios:
Siempre has de respirar por la herida , bom*
bre. En fío los eclesiásticos no teoiamos sino re-
petir en la calle lo que decimos al final de la mi*
sa : •Pax domini sit semper i^obiscum : la paz ' de
Dios sea siempre con vosotros.» Señor , 6 como
en las misas de réquiem que es mas breve : «r«-
^uiescant in pace^ hermano.» — Hombre^ eso bue*
le á cosa de difuntos \ pues mira que el salado
seria fino.— Es que asi no saludaría mas que á los
carlistas , Beftor*-— Vaja, vaya; dijame en paz: n<i
te puede hablar contigo. Y prepárate j vamonos
á ver la apertura de ias Cortes que jra va siendo
•bSIS»
Apertura y apretaras.
Lleg¿ f amados oyentes míos ; lleg¿ el día tan
impacientemente aguardado de la apertura de las
e6rtes ordinarias y eanicnlosas de 1839. Y digo
caniculosaSp porque no pueden menos de serió
unas cortes que empezaron á ser nombradas el
primer dia de la canícula , j que se ban abierto
el último dia de la canícula (1). Las elecciones
< de estas cortes se bicieron bajo la influencia de
dos constelaciones, la canícula y Carramolino; es
decir y bajo dos canículas , celeste la una y terre-»
nal la otra* Elijan.
Pero ello es que lleg¿ este dia de esperanzas
y tensores: este dia para el que estaba anunciado
el desenlace de esos misteriosos sucesos: y aun la
insinuación , ya que no la revelación oficial de
esos grandes planes que ban traido estos dias
trastornado el juicio de todos | tirios y troyanos.
(i)' Veas» el tlmant^ois.
romanos j cartaginenses , grandes j nifios ^ sena«
dores y lavanderas. Habíase anunciado también
que todo seria mas suc|iuoso en esta apertura qoe
en otras ; que las Reinas irían esmeradamente ata-
Tiadas ; que los trajes de ceremonia de las damas
j gentiles hombres de servicio ^ las libreas ^le h>s
lacayos^ j aun los adornos de los caballos de ti«
ro, todo seria nuevo j del major lujo j vistosi-
dad. Eu su consecuencia I j con arreglo á la lej
de la armonía J de la buena consonancia | Tira*
beque babia estrenado también sombrero nvevo
como si fuese un diputado recien venido. Nada
de consiguiente iba á faltar á la suntuosidad del
acto.
Aunque S$. MM. no habían de salir del Real
Palacio hasta las dos» no obstante desde Us once
de la madana que se abrieron las puf'rtas del eon«
greso (y lo mismo fuera que se hubiesen abierto
á las seis) foé tal la afluencia de los convidados
y convidadas que se agolparon á entrar í coger si^
tio en las tribunas reservadas , que los que llega-
ron á las once y cuarto ya encontraron cada tri-
buna hecha «na cQsta de peces ^ entre los cuales
DO dejaba de verse tal cual trucha á quien se po-
dia muy bien echar el anzuelo , ya que no la red
barredera. £1 sistema que alU dominaba y por el
que se veía ptoaupciada la opinión , era el de aeo*
nuídainíento: todo el mundo suspiraba por acomo-
damiento ; pero !o btieno que tenis que no se eo-
nocian tueros : Munagorri l»iiibkri» UevadLp allí «o
tencer desaire: alli el que loas partido tenia era
uo tal primó eapientis (1). Y ¿ ¡tesar de todos los
esfuerzos que cada portero bacía para couseguir
él ifeneral acomadafníeoto^ quedábanse muchos
cuerpos fuera ^ como me temo que le ha de suce*<
der á Maroto» Así es que nuos se. desertaban 6
pasaban á otras ¿las como el coronel de húsares
de Arlaban, y otros faosttlixaban a hs acomodadas
Como los sttblerados de Vera. Y en verdad que
aquellos callejones, encrucijadas, desfiladeros^ tor-
tuosidades y revueltas del palacio del congreso
me representan á mi el áspero y quebrado terreno
de las provincias vascongadas , de forma que se
puede decir que el palacio está coostniido en vas-
cuence. Para entender el ¿rden y correspondencia
de cada tribuna es menester «studiarlaB por prin^
cipios, y aun para esto se necesita una gramática
particular y dtficil, porque casi todas son irregu*
lares como las conjugaciones ds los verbos auxi*
liares franceses.
Gomo cada tribuna «staba señalada con una
letra inicial mayúscula qae correspondía á }a.
letra del billete de coda convidado , que era la
consigna de las colocaciones ^ todos andaban bus-
cando su letra; y había petsona que recorría todo
el alfabeto sin encontrar la suya» £1 congreso de
(i) Es decir , uh gefe lUniado el prímero-gut'pes-'
los iabios ^tabft hecko por aquella parte una
escuela de prímeraa letras en que loa convida-
dos leían eomo niftos principiantes trastocando
so ¿rdeA , j pasando de la >^ a la jP de la C
¿ la /: los maestros eran los porteros, — «Diga
Vd. I portero ; ¿donde está la i>7---La primera
á la derecha; señora^ --Partero , la letra Hlm»
Suba vd. por esa escalera | j enfrente la encon*
trará vd.» Este método de ensfñar á leer no era
en verdad conforme al sistema lancasteriano ^ pe-
ro era ejL qne alli conreniac la letra de Fr. Ge>
rundió era la X^ la que suele jngar de incógnita
en las matemáticas i j i íé qne mas fácil fuera
despejar cualquiera incógnita en el mas compli*
cado problema matemático que despejar la tribu-
na X en el Congreso» Decian que era la mejor;
por eso babria sido la mas pretendida.
Yo me divertía en ver cruzarse arriba y aba-
joy á izquierda y derecha los cesantes de tribuna,
especie de escedentes , que sobraban de los em-
pleados tribunicios y que andaban como todos
los cesantes, oliendo uua vacante y ensenando su
billete de opción , 6 como quien dice, la pro-
puesta de la dirección. ¡ Boberia i Los sitios se
babian tomado per saltum como da abora el go-
bierno los eiQpleoé. Aunque reinaba por aquel
pais la mejor armonía, no dejo de haber también
sus rompimientos. Y sin¿ que lo diga una herma-
nita que subiendo apresuradamente una escalera
encQntrd detenida la guarnición de su enagua
por el pie viejo de na senador nuevo qtxe bajaba,
el cual le hizo un girón , especie de estribo por ■
el cual podia caber muy bien eLpie del Hombre
gordo. El hermano aunque . viejo se conocía «que
era hombre de rompe y rasga. En esto no mos^
traba pertenecer al cuerpo conser'vad&r , Al otro
lado vi enredarse una mantilla de tul blanca en
el botón de la casaca de un general retirado, j
qitedat 'preso de el un gallardete de mantilla co«.
mo ultimó trofeo do sus glorias militares \ y
IiQmbr0 hnbo que por bajarse á coger un abanico
caido se Vi¿ envuelto y arrollado por fuerzas su«
periores que le acometieron bruscamente por re*
ta guarda., .puesta eu desorden toda su ropa , j
deSipues de haber llevado algunas contu8ÍoneS| tu«
to que abandonar el objetd dd su movimiento,
•cuyo barillage fué demolido . por los pies de los
invasores como los fuertes de Tales • •
'Pero salgamos por un rato del Congrego, quéi
tiempo hajr hasta las dos de volver á >el^ y ven^
•ganvds. •conmigo- un rato iá' la carrenr, que nd
\esi^ ha.dé^sar. ¿No i«s dá á vds. gusto ver esa
inmensa j lucidísima cónéurrencia en calles j bal-
cones? ¿No se gozan vd^« de ver lá alegría de
la espertiDza pintada en los semblan tesí? J^n ^ po»
cas aperturas dicen que se ha vi^to tan< univer-
sal animación. Pero la diferencia mas notable,
según todos , es la que formaba la frialdad , el
'indifereiitísmo y aun él disgusto dé las 'g^ntel en
la apertura de la última legislatura. ,t con. el gus»
to y el tnteri$9 j la animación que sé nótalia ev
la preáente , j que formaba uu contraste como
el de un entieirro j itna boda. Ya se vé ; tal ban
rariado las circtnistaneíaf. El «fio pasado Espar»
tero se paseaba de Haro i Lpfroño , j Fr. Ge-
rundio ceosoraba suis plíseos lordmarios ; hay el
duque de lá Viotovie duerme .en Oaate en la cama
del Pretendieáte^ j Tíraliéque le dedica gozos
y paoegiríeoB. El ujto^pasiido <el miedo ^6 la mal-
dad Uio vteaírlas tn^pas deflarfaes í abrir las
paertas del tempVo drlaf teyet , y este alio una
joata y aMWoid|i cíaBSauca f n la heoera^r ita ñilt-
eia naef)nBt y en ia escasa tropa de la guárnieion
les había «nooneOndikdo «i '¿rden y traní^uüidad
de la políIac¿MLy la e^muizacioa del aoto sin la
íntervtfót^tDn de olgas^inraast^y sobré todo «I afio
pasado sá.hfillaba Ff'dlietwndiofireso ed Caradian-
chel por obra f.gttáeiii del &^nusto T£a Ftvo (1)^
f astp 11^ ;feJaíiiía')««<lto por^ W ettk» ..dü^'JIa-
áitiA ob^^iti^ftdp i (todo vjvieaUr pasrs. geñxodinr á
9«ieD QpxíyUím^ ifípé kiUa.de ;«noQdor.a{fiDí es-
^«MT e^ #ñ0 pa«adé toiid ÉPOfirto' y iedp ikiahe ,.j
MíM añiP ff«do '0kg«9 y rlodo sáiro 7
(JSLpl^! Yfi se/oysosiKtf caMo^zat: cs^o «sque
sú^n pi SS. MM. >£a ^feíáo bul» ^oa. Helas ahí
las/dos Kebat, jobfctto dsl aasor y de las espo*
, (i) Habrá b«|uV'« 4^^ Mja ««H»«sado á •««criUrit
e»te mes, y no sepa qnf el Súpuf^tQ ÍTíq Vivo e^aivalt
«al tiammiú iM^nfiiéi da filbitui¡'^ipgwk»
ranzas délos españoles....» «SeSor, sel&or ^ toda
la mañana buscándole á vd. sin poderle encon-
trar ; creí que se me habia vd. perdido.» Era
Tirabeque que se apareció en aquel momento cri-
tico. Me alegro que bajas llegado i este tiempo,
Pelegrin. Amigo, no nos ban engañado en el lujo
j ostentación con que nos digerón se presentaría
el real cortejo. — Deje vd,, señor , qtiie »o «reo de
tanto oro como veo.—- Ya empegamos. ¿Con que
no ves de tanto ver? — Señor , como soj tan ru-
bio , j rebirbéra el sol en «1 oro de los vestidos,
parece que se me conturba la vbta. ¿Son minis-
tros todos esos que vían abí á |He y «obre los co^
ches, señor?-— Son los cocheros j laca jos, liombre^
que ban estrenado kcgr libreas nn^Vas , asi ian cu«i
biertas de tgalonadnras de oro como las v«Sv» Pe>«*
ro lo que mas chocaba á Tirabeque erem Los ¿pm^
breros nuevos de tres eandiles á masera de a^ue«
líos velones de tres «lecfaenxs q,«e se eBeieadeii
en las casas ricas de las aldeas colgados die na
garfio del medio del techo en ««ches de gvaii
sarao: de cujas puntas laterales colgaban doa
borlas de oro , que paareciaa lasneohas enoei^di-
das de las dos «andileías^ jai tpnata ¡delantera «la
tenia borla, ó á aqiMtl mcjehoio tela habian ^neito^
¿ se le babia «eonslnntdo ja la torcida : J las epf
cafa pelas estaban atrás : vioe-vei^a éi€araj>elari6
j eandüero qttemoatsabh el eapaftelismo de aque-
llos sombreros de retroceso.
No le llamaban menos la atenrioo loS sober«t
bioA pi^nacbos de los caballos, no tanto lotf de eo^
lor de rosa de los seis caballos castaños que tíra« '
l^n del coche de plata j nácar llamado de respe-
to | como los azules«cristina de los ocho blancos
que arrastraban el de SS. MM. «SeSor, me deck
Tirabeqi)^ , ¡qué orgullosos van los caballos j qné
llenos de vanidad ! ¡Cómo saben !• que llevan!—
I4OS caballos j los hombres tontos. Tirabeque^
son los animales que mas se pagan de las galas j
arreos.
.A veces los uniformes viejos de los gtiardias de
eorps que se interponían entre los coches no dejaban
▼er los vestidos nuevos de los lacayos. Quando pa-
garon SS. MM. por frente de nosotros le dije
á Tirabeque : «Pelegrin , repara bien en las ricas
eoronas que llevan las Reinas, no te se escapea
los precibsbs aderezos de brillantes j demás lujo-
sas presea* , sin. dejar por eso de observar los ma*
gestnosos T'Cstidos recamados de plata j demás
suntuosos atavíos : después no digas que te has^
quedado sin ver nada. — Señor , precisamente se
me ha puesto delante esta andrajosa de esta yíu^
da, que apenas me deja ver \ pero aqui por entre
las largas barbas de este retirado diviso aunque
imperfectamente todo lo que vd. me dice. — Pues
anda, ahora, vamos corriendo otra vez al Congreso
¿ ver la Sesión Regia.
- ' Fuimos en efeeto, j llegamos antes que la re*
gia comitiva. Mi Paternidad tuvo el honor de set
colocado en la tribuna fronteriza al trono de las
Itelna«| al lado de las autoridades.;;.» iba 2 de-
tír «/ de ciertas autoridadas ; • pero me acuerdo
que una de ellas me suplicó al salir que por Dios
no dijeta nada de las autoridadas p j quiero defe-
rir á su tierna súplica. Tirabeque ño entr¿; no
era /egular ; se quedó atisbando por entre la
puerta. Y desde allí no cesaba de llamarme la
alencion diciendome en voz baja: «Señor | desde
aquí estoy viendo tina barajita de diputadoS| que
si los que examinan las actas son bombres que
cumplen con su deber, partéeme que dentro de
tres dias no ban de ser ja diputados.**- Calla ,
imprudente. — Señor p señor. — Otra vez, bombre?
w-Aqü^l de aquel lado tieife cara de diputado por
soborno.» '
^ Húbierame comprometido el hablador de Ti-
rabeque sino hubieran entrado tan pronto las
augustas personas, y seguidose el mas profondo
silencio. La inocencia y la amabilidad se sentak*on
en el trono qne les estaba preparado, y previas
las ceremonias de costumbre , la augusta Gober-
nadora dio principio á la lectura del Discurso
del Trono. Como fogueado ejercito que colocado
frente al enemigo espera la señal del combate,
para acometer, destrozar, desordenar y perseguir
las enemigas huestes , asi esperaba el pueblo ma«^
drileño el párrafo del discurso relativo á espe-
ranzas de próxima paz, para tirar al alto los
sombreros , romperse las costillas é abrazos , or-
ganizar francachelas, constituir comilonas, arre«
Tomo vil. 21
glar el presupuesto de fonda , dejat teiublaiidtf'
las tiendas de andaluces y ultramarinos , arma?
por todas partes la de Dios es Cristo , j que an*
duvieía un gaudeamus que se meara Dios por uni
botin« Tirabeque á su puerjta con un oido^como
un javali no pudo contenerse sin decirme i •&eikoTf
en un tris está ya el saber si la levanto 6 no It
levanto.»
Mi paternidad muy reverenda también espe^
raba ^ no una revelación esplícita de las negocia^ ^
clones de paz que pueda baber pendientes ^ pero
si una insinuación tal como la prudencia y eir«<
cunspeccion exijen en estos casos y en la natura-'
leza de estos documentos. Pero el discurso ae^
guia I y el parrafíto no llegaba ; continuaba el
discurso I y el parrafíto no venia: proseguía li^
lectura del discurlo y y no pareeia el parrafíto:
seguia mucbo discurso^ muebo discurso. «.i. ¡qui^n
sabe cuanto discurso seguk! y el parrafíto no ^
veia venir. Continuaba otro poco de discurso.. «.i.
¡ 4=y qué cuenta tan estrecba tiene que dar i Dios
el ministro que redactó el discurso de lo mucbo-
que bizo leer á la amable y bondadosa Cristinal-
Toda la bondad de esta Señora se necesita tener
para llevar en paciencia tanto discurso ! Pues se^
ñor , como digo, el discurso seguia seguia por
sus trámites regulares.... basta que por fin se acá-'
b¿ el discu;rso^ pero el parrafíto.. ^<.. si; aguarda
por el parrafíto, ¡cosa mas particular! Se le ba-*
bia olvidado al escribiente copiarle del original
fetlando le ptiíú en limpio ,. y con esta misma faW
f& baii salido después los ejemplares impresos.
Un frió como de tei^ciana sC apoderi de lor
CbrasoneS Ae todos , Jr los proyectos de franca-*
chelas, comilonas , fondas, andaluces y altramari<*'
nos fueron retirados para tiempo mas oportuno,
solo por la falta del parrafito. Concluida la se«
sion en el modo ^ y ferrtia jqlié las sesiones fi^gias
concluyen , SS. MM» salieron del salón y regre-
saron con la r^gia comitiva al Real Palacio en el
mismo Ofdeñ en que habían verificado Su irenidaé
En cuanto al discurso de bs treinta y siété
párrafos , y sin el parrafito , veremos de decir
algo otro dia , ya que hoy ' no nos lo permite
la cortedad de nuestro periodiquillo. Entretanto
mi Paternidad solo añadirá hoy , que el único
parrafito hueno que en él encuéntrales el en que
dice S. M. «Por h que á mi toca , a nada me he
rehusado de cuanto he creído podria contribuir al
Bien de los españoles» A nada me rehusare en ade^^
lante. Mi gloria se cifra en que mi nombre vaya
inseparablemente unido á la felicidad de este pue'^ '
blo heroico y generoso** Y aun la inserción de
este pensamiento tengo entendido no se debe á
ningún ministro | áino á propuesta espHcita de
S. M. No obstante y si Fr. Gerundio hubiera sido
el ministro redactor ^ uo hubiera escrito: ^A nada
me he , rehusado^ y «^ nada me rehusaré.^ Sino:
mNada he rehusado* y •Nada rehusaré: % porque
asi lo aconseja la propiedad de la lengua. Estos
9<m reparillos gramaticales que en un doenmenlfl^
tan interesante no podijia dejar de llamar la aten-
ción gerundiana | j bien pudieron los ministros
del discurso baber tenido presente que le , Ha i
leer Fr. Gerundio*
¿X ^exilio 3e üi/iux6e<i|ae*
Ven f Tirabeque mío ; ven ^ lego salado y
salitroso ; ven y dame un ósculo j un abrazo, , j^
•n seguida baila abi un paspi^ 6 una pastorela
¿ solo de rigodón ¿ minué afandangado^ ó una
figurita de baile ingles , 6 una jota aragonesa , 6
unas boleras castellanas ; en fin aquello que tu
poseas con mas perfección ¿ á lo que seas mas
inclinado, — Señor , tanto me da una clase de bai-
le como de otro ^ porque jo todos lo» poseo
igualmente y aunque igualmente no poseo ninguno
ni tengo mas posesión que la afición que tengo;
porque* en lo» bailes, mi amo, pienso que hay
que contar con dos cosas | que son la posesión de
ellos f es decir , lo> que se llama baile ^ y la afi*
«ion de cada uno á lo que se llama baile tam-
bién* Lo que es por parte de la afición & in-
clinación , como quiera llamarse, ...--> Anda , lego
morlaco , déjate abora de nombres ni calabazas,
y levanta esa patita luego f luego , y difnnd»
la alegria por todos los ángulos de la peninso-
lei....-^¿'Ptte« que hay, lelior? — Con que no ia-
hes la novedad que haj ?— -Señor , no %é nada
¿Pero es gorda ?^- Pues no ha de ser gorda, hom-
l)re!'^¿Cómo el Hombre gordo señor? — Mas que
el Hombre gordo todavía. — Señor, dígamela vd»
y si ló merece , jo daré un brinco , aunque me
rompa la cabeza contra el ciclo.' — Hombre, noi
esa es demasiada altura. — Contra el cielo raso de
la celda , señor. --Eso es otra cosa. Pues bien,
Pelegrin , escucha j baila.
Sábete pues , que Maroto con Si batallones cas^
teUános y vizcaínos y guipnzcoanos se ha pasado á
nitestras filas f reconocido todos el gobierno de Isa^^
bel //.—Señor! gorda es, asi Dios me salve* ¿Pe-
ro es eosa positiva, seSor? ¿O tendrá que an«
dar después la rebajal — Tan positiva. Tirabeque^
qui^ puedes desde luego akar la, pata j dar uo
solemne brinco , aunque te rompas la cabeía eou*
tpa el techo, que yo te garantizo, no te dé c«ida«
do.-r-¿De qué me garantiza vd., jíeñor? ¿De la
rompedura de ia cabeza?— No, -hombre, de la
certeza de la noticia •r-Pues señor, sea lo que
quiera, allá va. Arriba, Pelegrin
Seiior, haga vd. el favor de mirar á ver si
me he roto algo, que yo he sentido tropezar la
cabeza en una cosa dura que me impidió subir
mas alto, y supongo que seria el techo: y temo-*
me no se me haya abierto el cránio.— Pero hom«
bre, si te faltaron mas de cuatro varas y media
para llegar al techo; si apenas levantaste del
suelo como CP4II d^ una cuarta escasa ..u^^-Bieii
podrá ser | $eüor } porque jo al tiempo de saltar
cerr^ los ojos j no sé basta qué altura subir¡a|
pero á mi me parepió que habia tropezado en el
<sielo raso I y aun sospeché si habria abierto en él
upa clariboya.-r-Nada ^ hombre f nada ; ih> buho
novedad. Ahora debes dar otro salto á ver si sn«
bes algo mas arriba,«-Seuor , vd, perdone } que
para ?sta noticia basta este salto ; porque tengo
para mi que aunque ella es gorda y de buena cali*
dad I todavía , como be dicho en el cuerpo de la
capillada | quedan abiertas algunas puertas falsai
del templo del seuor San Jano : deje vd. que se
ya jan cerrando | como lo espero en Dios y en la
J)ienvcnturada siempre virgen María , j en los
santos apóstoles Espartero y Maroto , y entonces
ya daré yo mas saltos que un bolatinero. T por
ahora vaya vd. aflojando la moso^ para ir por un
piscolabis p que me parece que bien merecido lo
tengo, — ^No, 90, Felegrin, que te podrás embor-
rachar, y eso uo yi^ne al caso f ni lo puedo per-
mitir .--Scnori. bajo mi palabra de honor le airéis
Go á vd. no coger por hoy mas que uqa me4ia
(hispa. — Hombre, eso.,..— -Ande vd., senor^ dijese
de reparos ^ que una media chispa en un lego i
nadie le puede parecer mal: si fu^ra en vd« ya
seria otra cosa. — Anda con Dios, hombre) anda
con Dios, y coge media, y aunque sea tres eoar^
tas d^ chispa.
nOTENO TRIMESTBE.
CAPILLADA 176. SETIEMBRE 6 DE 1839.
Fr. gerundio.
Si guis dixerit non este justum guad
J**r» Gerundio el Tirabegui ^ gaudium
hrotet , ilh super respetabilisimatn pe^
iucam^ iste infra zapatum guinguisoli"
numf anathema sit».
Si alguno dijere qne iioeide rason que
f Fr. Gerundio y i Tirabeque les brote
la alegiia, á aquel por encima de su res-
petable pelnea, i este por debajo de 4a
sapato qninquisolino (ó de cinco suelas),
la mayor tajada de su cuerpo va i ser
fMmo U cabeaa de un alñler*
*ET IN TERRA PAX HOHINIBUS
^ 9ONJE VOLUNTA TIS*
O mienten los que dicen-'qne el martes es dia
«ciagQ, 6 el martes eu Madrid no fué martes; j;
•i todos los martes son tan aciagos, como aquel^
Huevan dias aciagos sobre Fr. Gernndío y su
capilla. El jaleo pniicip¡¿ ^or el salto de Tirabe^,
que ; y como si la pata de Tirabeque fuera una
botella de Lejden cargada de electricidad , asi
se comunicó el jolgorio de su pata á las torres j
campanarios de la corte á eso de la^i cuatro de
la tarde , hora en .que acababa de repartirse la
ca pillada. Aquella hora los restos sonoros que
hablan escapado del auti-cimbalismo de Meudi*
zabal comenzaron á tocar á gloria con tal meneo»
que Cristo debió decir allá en sus adentros: «ton-
to de mi y que pude haber aguardado á resucitar
á las cuatro de la tarde del martes tres de se*
tiembre de 1839 ^ y hubiera resucitado con toda
broma j sol^emnidad I » '
Pero si no resucitó Cristo, resucitaron muchos
cristianos con el campaneo. Unos dormian la
siesta y se levantaron despavoridos; otros co-
mian , y abandonaron los ranehí^^ como Palillos
perseguido por las columnas de la Mancha ^ ca-
yendo en poder de la criada manteles, serville»
tas, municiones de boca y otros despojos: y hom-
bre hubo que salió á la calle con palillos entre
los dientes ; es decir , con dos palillos de monilar
dientes á falta de uno , con motivo de baberle
cogido el campaneo cuando sé los estaba lim-
piando. A un carlista vecino mío le cogió royen-
do un hueso , y hoy es el djiu que no ha acabado
de roerle. Todo el mundo estaba en relaciones i
«imultáneai , 6 anteriores^ 6 posteriores con k
mesa ; es decir ^ 6 acababa de comefi 6 estaba cor
miendo, 6 se disponía á comer ^ menos las viudas
j retirados ^ que comen Inas tarde ; son gente de
mas tono ; como que muchas veces el almuerza
de un día le suelen suspender para la cena del
siguiente*
Pero ello es que la bullanga de campanas ar*
reciaba j la jente se plantó en la calle á saber
que novedad habia« «¿Qu¿ bay?« se pregunta^
ban unos á otros* — «Que Tirabeque ba levantado
la pata, se respondían , y ha dado un salto qi:^
ba tropezado en el techo*» Y esta nueva bacía
brillar la alegría en los semblantes de todos. Los
mas no sabian nada del estraordioario que habia
llegado al gobierno á cosa de la una comía noii«.
cia oficial del tratado de paz estipulado entre el,
Duque de la Victoria y Maroto. Pero el salto de
Tirabeque j el volteo de las campanas eran ya
para ellos bastante seguros nuncios de prósperas
y muy importantes nuevas. La noticia oficial sin
embargo fue cundiendo de boca en boca , asi co«
mo la voz de que es^ba próxima á salir la Gaee-
ta estraordinaria*
Enjambres de curiosos impacientes se agolparon
en un decir Jesús á la puerta de la imprenta na-
cional : la calle de Carretas y la Puerta del Sol
eran dos colmenas: millares de abejas, abejarones,
abejarucos , multitud innumerable de zánganos, j,
no pocas avispas discurrían por ella en eontiniio
/
eíb33Osú0
teorfmiento y tetolotdoy esperándola g;ao«ta MM
traordinaria que era el panal de miel sobre ojóe«
las que todos ansiaban devorar, Pero babian pa**
isado cuatro boras^ j el panal no acababa de fa««*
liricarse ^ pasaba otra bora y el panal no salía , j
otra bora j no salía la gaceta. Entretanto loa
abrazos , las enborabuenas p los apretones de ma«
nos I las risas, la broma, el júbilo , la algazara j
el Gloría in ea(ceis^s, DetK qne andaba por las ca«
lies demostraba el ansia con qne se recibía la. prU
mera noticia de Paz; et in térra pax hominibus bo>'
nm vokintatts. Persona babia que lloraba de gozo^
pero también bubo hombre qué tanta alegría qiii«
ISo demostrar á otro , que de»pnes de un abrazo
tnas apretado de lo que las costillas y la tabla
del pecbo llevaban á bien le menudeó una soba
de cacbetes en la espalda que le dejo enteramen-
te desconcertado. Esto me sucedió d mí Fr« Ge*
rundió con un paisano , tan castellano vt^fo como
liberal antiguo. «Estoy mí amigo Fr. Gerundio,
me decía, que no me cabe el gozo en el coraaM^n .— .
Lo conozco , le dije ,, porque le rebosa á vd. por
lá^ manos mas de lo que jo quisiera y la caridad
para con el prógimo buenamente permite.
Pero aquel día su^sedió un fenómeno, que
prueba mas que nada la sensación de alegría que
produjo tan fausta nueva. En el sitio mas lóbre-
go de Madrid , en un lugar donde siempre es de
nocbe , donde todo es tinieblas * y oscuridad (j
cuidado que nó bablo dé ningún calabozo snbtei»
tímeo), apariecifi una aurora bor9úi (i) que le
iluminó coa sorpresa de cuantos le vimos, £1 sitio
iobrego y sombrío era la cara de Alaix, y la au-
stera boreal una sonrisa í;e alegría que ahnjentó el
pabellón neboluso de su ceño. Yo le vi cuando iba
á las córtes^ á dar cuenta de la comunicación del
general en gafe.
La impaciencia por la estraordinaria crecía
- no digo por momentos ^ sino por horas ^ pues ya
anochecía I y la tal extraordinaria no daba trazas
de salir. Unos sospechaban si se habrian roto de
repente todas las prensas de la imprenta nácional|
otros pensaban si el convenio de Espartero y de
Itfaroto seria un protocolo de á folio, y nos da^n
rían un tomo de quinientas fojas con su índice
correspondiente ; habia quien aseguraba que la de*
tención era porque la pasta no estaba enteramen-
%6 enjuta y y clamaba porque lo repartiesen aun»
que fuese á la rústica en beneñcío de la brevedad:
tal otro había que apostaba las orejas á que so
faltaba ya mas que la fe de erratas ; y no faltaba
quien sostenía haber salido un correo de gabinete
al cuartel general del Duque en Yergara con las
pruebas de prensa para que las corrigiesen allí
antes de proceder á la impresión y publica-
<;íon. Fero todos estos juicios quedaron des va-
Yi) Fenómeno luminoso que aparece alguna yes en el
¡cWár
cipio á ia partí» d«l vm^
tiecldof á la primera voz de «Xa éitraorSinariai
que centenares de ciegos á quienes Dios ha do-
tado de fuerza lie palmGn-.ea compensación de lo
que les falta de vista ^ repetían en desacorde dia<^
pason. Sin embargo aun dudábamos si la darían
dividida én tomos ^ 6 en un solo volumen. Hasta
que tomada en las manos nos encontramos con
tina cuartíllita suelta de treinta líneas justas de
impresión. Loor á la rapidez tipográfica de la
imprenta nacional.
La gacetilla con tenia el parte del general ea
gefe, pero faltábale la letra del convenio con Ma^
roto á que bacía referencia. Este nos le propor»
¿lona'el suplemento al Mensajera del Pueblo que
empezó á publicarse al mismo tiempo á vdz' en
grito, sin que las gentes ni el gefe político en
Aquellos momentos de enagetíacion se catasen de
^a prohibición vigente de publicar penodfcos'dé
política por las calles. Uno y otro fueron ^ no
leidos sino devorados á la luz délos faroles, j la
alegría creció de punto j acabó de llenar los co-'
razones de todos, No babia boca de que no salre-«
ran alabanzas y bendiciones al autor de este primer
paso gigantesco para la paz. Al Gloria in excelsis
que ya andaba se signió el Laudamus te : benedi^'
cimus te: gratias agimus tihi. De allí á poco la
iluminación y las músicas junto con el incesante
campaneo, uaadieron mas y mas animación y re«
|;ooijo al .pueblo ya entusiasmado y laco de placer.
Menguada , pobre ; mezquina y miserable ha*^
liera sido sin embarga la fiesta de aquella uoi
che si solo bal>íeraQ partíeipado de ella los co-
razones 9 7 no los e»t¿magos ; si, los estómagos
reclanniLan sns imprescriptibles derechos á la par-
ticipación de los regocijos patrios :, y las fondas
« j pastelería^) se llenaron de comisiones para en-
cargar las comidas del miércoles.* Los gefes de la
milicia se reunieron para* acordar el banquete ci«
vico y dispúsose que asistiese un individuo por
clase de todas las compañias sacados á la. suerte*
Pero en punto al festejo de panza nadie podrá
negar la primacía á la representación nacional^ que
aquella misma *ooche , antes que se hiciera mas
tarde y celebr¿ sesión estraordinaria de bucólica
en el Jardin de las Delicias: sesión cuasi -regia,
pues que solo faltó la presencia de S. M. : por lo
demás I los dos cuerpos colegisladores se fupdie-rf
ron en uno. Resolución llena de sabiduría y dig-
na de las primeras cabezas de la nación ; pues en
punto á hacer leyes cada cuerpo obrará conforme
al carácter peculiar que los distingue pero en pun-
to á manducatoria es un axioma reconocido por
todos los políticos que lo mismo come el Diputa-
do que el Senador. En las naciones mas avezadas
¿ la libertad sucede lo mismo. En Francia los pa-
res y los comunes todos embuten por entre la
barba y la nariz: en Inglaterra los lores y los di-
putados embaulan por el mismo sistema \ y nin-
gún bilí de reforma ha alterado jamás esta lej
fundamental del pais. ^
Hi (mtoiaidftd gentndiMQft áetit la dlÜ HiAéé
iiiitisfaccion de ver que k» Ciri^B de 1839 •#
abren con apetencia , 'j «pie las bocas de los p««
dres de la patria se prtísuncian en on oiisjnoi séü-*
tido. Ojalá que en los votos baya la Afisma tuai^
fprmidad qne en las tajadas p j que las urnas dé
las rotaciones del Espírittt-Santo y doSa María
de Aragón correspondan i la arlnotiia de las fnenM
tes 7 platos del jardín de las Delicias, El pritber
brindis parece que fue el de D. Fermin Caballe-
no I que brindó : «per la libertad ; par la canfra^
ternidadi par Espartera y Marato: «Este brindis
^ para lord Clarendon un desengaño de qne ai
través que ba mostrado conocer algo la Espai&a
durante su larga petínanencia como embajador,
aun le quedó mucbo que estudiar en ellat es un
bofetón para Métternicb i un jarro de agua para
Luis Felipe ; utia nota espartana para los gabine-^
tes del norte : un «no hace falta qué venidas» pa«
ra Mehemet'Ali^ j para Fr. Gerundio es una de<«
mostración de que en política española ni nada
baj imposible ni nada le qtfeda ya que ver, ba«
biendo visto á D. Fermin Caballero brindar por
Maroto. Si alguno dijefe que nos bacen falta es-
tranjeros para arreglar nuestras desavenencias,
que vengan al jardín de las Delicias, y oiga ádon
Fermin Caballero brindar por la libertad y por
Maroto , y muérase alli de vergüenza,
£1 Sr. Quinto debió olvidarse de que el jar-
din de las Delicias no era el Salón del CoogresO| '
f ünluga^fle brindis prenaneit Qn kfgo diséttr^v
so sobre los fueros vascongados ^ que coD?endrJL
tener niuj presente para cuando se trate de la
materia en sesión foi'mal. Al concluir su discurso
el diputado por Zaragoza ^ rompió ta música to^
cando la jota aragonesa» ;
/
Todos los navarros I madre ^
cantau la jota navarra ^
y yo como aragonés
canto la zaragozana*
¿I Sr. Barrio Ayuso brindé «por él cKasco
que pueden y deben llevarse todos los que bau
llegado ¿ temer qué en la presente legislatura
perezcan por nuestras discordias los sacrosantos
intereses de la libertad.» Es menester conocer al
Sr. Barrio Ayuso para penetrar todo el salero
que encierra este brindis. ¡ El Sr« Barrio Ayuso^
que en tiempo de las elecciones lé daba un escalo*
frió por coda diputado del progreso que veia sa-*
lir I Todos estos milagros se los debemos á Ma*
roto*
Otros mucbos diputados brindaron | como era
natural \ pero como no bay cosa mas desconsola*
da que ver> comer y no catar^ en este mismo ins-*
tan te hago levantar toda la representación na-
cional de la mesa y me los llevo á dar una sere-
nata á S. M, Aunque sean las doce y media d^
la noche , no importa j tengo yo gusto particular
m irer i mi amigo el respetable Sr. Zumilacar^^
regui ecbar vivas i SS. MM. , á la CoQstitacxoB y
» la Paz. En éualquiera otra fiocbe bubiera te-
mido que les biciese ¿apo el relente^ especial meii-i
te á la sección acbacosa del senado f pero en
nocbe de sesión de Delicias no babia por qué
temer. Dejémosles abora que se vaya cada uno a
su casa j descansen , que ja es bora , j quiera
Dios que algún senador no necesite andar con
el té á vueltas | 6 con paño9 de agua j vinagre
en el abdomen.
La no^be del miércoles se reunieron porción
de naturales de las provinciaaj vascongadas | para
alebrar el fausto suceso con un festejo propie
del país. Yo les vi dirigirse a la plazuela de pa-
lacio precedidos de tres bandas de música , alum*-
bradas por bacbones de cera , á cuya luz se leían
las inscripciones de un estandarte y cuatro Iian-
deras que llevaban : la del estandarte decía : P^t^mí
la paz y la reconciliación i las cuatro restantes: /^x-*
cajra ; Guipúzcoa ; Álava ; Navarra, Dejábanse
ver entre ellos algunos j(Svenes con boinas p <{ue
era la bandera mas espresiva de reconeiliacion.
Seguíales un inmenso jentio. Llegado que bubíe-
ron al frente de palacio, SS. MM. salieron i
uno de los balcones, y ellos después de varias
piezas escojidas de música , tocaron y cantaron
en vascuence unos zorcicos , especie de sonata del
pais , que agradó sobremanera. Quisieron también
bailarlos i según tenían dispuesto | pero por
«sfuerxos que hicieron , . bq pudieron eonsegurr
que se abriese corrQ : ¡ tal era f tau indomable la
afluencia de gentes que se habian agolpado ! Vis»
ta la imposibilidad I y renunciando a la: espeíaoia
de poder danzar » después de vivas aclamaciones,
á las Reinas ^ á la Constitución y á la reconcilia*
cion^ repetidos ardorosamente por el inmenso
pueblo j soltaron una multitud de palomas coa
lazos azules al cuello , en que se leÍA : Por la
paz; á Doña Isabel II; Navarra ; Álava ; Guifúz*
coa j F'izcaya.
Los infelices animalitos 9 tan amantes de sus
fueros como pueden serlo los vascongados^ salie*
ron del serón en que las habían tenido esclaviza» '
das I ansiosas de,, tomar el vuelo de la libertadt
pero el resoltado fué que las pobrecitas pereció*
jon victimas inocentes del convenio de Espartero
j de Maroto. No acostumbradas á volar de no^
che, 6 caian en medio de )a multitud, ¿ dabatfi
por las paredes j resbalando por ellas eran presa
del brazo que mas alargaba.» ¡€«ántos coneriaii
el jueves paloma gratis i cuenta deil tratado de
paz! Apenas ha empezado a alborear 1» aurora de
la paz cuando ya han esperímeotodo algaaot Ja
baratura de los comestibles* Quien dijo Pa% difé
abandancia: en tiempos pacifico^ iOdo «1 mundo
come.
Una de ella^ vino á caer ¿ los pies do Tira»
beque. Pelegrin tuvo la fortuna de oogerla TOn*
ciendo mil dificultades , y lojendo el letrero p f
Tomo vü. SS
TÍsndo que era el que deeia : «A Imsk. IT:» eiei
que se me volvía loco. Señor , es la de la Reini-
ta; voy á llevársela ahora misroO| me decia saltan-
do de contento. ¿Quiere vd. subir conmigo? Se-
.Hora, señora ^aqui está. Allá voy , allá voy. Se-
ñor, si quiere vd. venir conmigo , venga; sini
haga lo que ie parezca , que jo no necesito á vd.
]K|ra nada. — Mira no té se escape , Pelegrin.—
Pierda vd. cuidado , señor. ¡ Ay que remona es!t
Y al ir á darla uu beso^ la atrevida mano de nn
muchacbo se la arrebaté de entre las suyas, alnm-
brindole al mismo tiempo un pisotón que le hito
ver las estrellas | pero lo que es la paloma J el
* muchacho ya no, los volvió á ver. Figúrense vd^*
eual seria la aflicción de Tirabeque al ver agoár-
sele tan súbita é inopinadamente el objeto de sui
mas avanzadas esperanzas. Asi fue que ya no ta?o
gusto para nada , y por todas las funciones de
^ los vizcaínos no da ^1 ya un bledo.
«Señori me decia^ jnire vd. qué pago me van
dando á mi que fui el que dio el primer salto de
alegría por la paz. Escusado es^ señor^ en España
de poco servirá la paz mientras no se destierre
esta semilla de ladrones que la tienen plagada j
le arranca á uno las palomas de la mano.»
Este pueblo de anarquistas entregado al júbilo
y al alborozo entraba y salia á las once y las do^
ce dé la noche por las puertas del real palacio,
y le recorría con toda libei^ttd y á toda su satii-
fe^iouy sin que vigilare el aleasar de nneitru
Ileíiias mas que un simple centíneta a eada puerta.
Lástima es que no viniera á verlo Luis Felipe,
para preguntarle dos deditos de la oreja si vive él
con esta confianza entre su pueblo. Que vengan
todos los charlatanes estrangeros en un dia de fies-
ta popular j vean después si se atreven á decir
que la España no merece la libertad.
£n todos estos dias la augusta Gobernadora' ha
dado nuevas y repetidas pruebas de su amabilidad
j de su amor á los españoles , pues en medio del
contento que es natural le bajan inspirado tan
felices sucesos no ha cesado de repetir á cuantos
á ella han tenido el honor de acercarse estas nota*
Lies palabras. Los españoles son mujr dignos de la
pazx esto es lo que yo quería , que todo fuese obra
de los españoles»
Ya no se llaman facciosoi
los que andan por las montañas i -
que se llaman defensores
de la corona de España.
Españoles
defensores...^.
«^Muchacho! ¿ Qu¿ canción vienes eantandey
Lombre? Tú sabes que esa era una de lad ean««
^ eiones favoritas de los realistas?-^ señor ; 7 del
tiempo del faribundismo.^V aes me gusta la fres-
cura. ¿ Coa que lo sabes j las canta» , eh ?-^í
señor I la canto; porque i mi todo me sirire para
mis cosas. Y sino dejeme vd. seguir y verá vd«
cómo la acomodo jo al día que uo hay mas que
pedir I sin mas que unas palabrillas que yo cam<^
bie; á mi modo. Escuche vd.
Españoles ,
defensores
de la Constitución^
¡Viva la ley!
Meine lapaz,
reine la paz y la bella unión»
¿ Que tal ?->-Muy bien , hombre : ingenióla-^
mente has sustituido unas palabras á otras; y efec-
tivamente de esa manera queda cantable en es*
tas circunstancias. — Mejor que en las otras, señor;
que en tiempo del realismo furioso que era cuando
esto se cantaba , era muy común irse desgañitando
por las calles entonando el himno patriótico de
la paz y y al decir reíae la paz , alumbraban
pacificamente un sartenazo al primer negro que se
tropezara por delante; cantabsui la bella unión y
la bella unión era desunir bellamente las costillas
al pobre liberal que cai^ por banda. Y ahora que
atamos nosotros sobre eUos ,,j en estos dias que
todd ^ n||4P4p Jba andado loco por Ids calles cele«
^randq fl tríiwiío que k^ de.^terxar la cansa det
carlismo^ todos los palos^ j todos los trancazos
j todas las costillas que se han roto á los carlis-
tas ha sido deeir .* ;que rabia pasarán los carlistas!
¡Qqe' mal rato han de llevar hoj los carlistas ! Y
con eso quedamos tan desahogados j satisfechos
como si los tuvíe' ramos lo mistno que tiene San-
tiago á los moros.
Y dM debe ser ^ Pelegrin. Esta conducta no-
ble j generosa es la que muestra la diferencia que
hay de serviles triunfuntes á liberales vencedores.
Y ti/ debes felicitar al pueblo madrileñp por este
comportamiento I e invitarle á que prosiga dando
las mismas pruebas de sensatez , cordura j gene-
rosidad tendiendo una mano amiga y de compa-
sión hacia unos hermanos que han tenido la des-
gracia de éstraviarse en su opinión y de con'fíar
en el triunfo de una causa que Dios y la huma-
nidad condenaban.— Pues eso es lo que quería jo
decir no mas^ mi amo; que ellos cantaban la
bella unión y nos moliaií á palos ; y nosotros no la
cantamos^ y yá les damos la mano de amigos an-
tes que ellos la pidan.
»MS»
en verso 9
90» MO IS8TA& FA&A HACER VEB90S.
jarnos , Tirabeque, es menester que hoy di-
rijas una felicitación en verso á tu amigo el dn*
que de la Victoria por su tratado de paz que coa
tanta razón nos tiene á todos rebosando de pla-
cer,— ¿Y qué le digo, señor? — ¿Qué le bas do de-
qir , bombre? Que se ba becbo acreedor á las ben-
diciones de todos los buenos españoles: que la le-
tra del convenio estipulado con ]M[aroto ha llena-
do completamente los deseos de tu amo.: que es
jxn convenio tal, que honra, mucho al vencedor
sin deshonrar al vencido: que solo él artículo pri-
mero bastaba para hacer honor á las partes contra-
tantes, j que tu amo no dejará de eseitará la repre.
sentacion nacional á que corresponda con generosí-
' dad á lo que en punto i fueros han consignado
los gefes vascongados , y á la deferencia justa y
legal que el Duque ha tenido con las cortes. To-
do esto le puedes decir, — Pues por dicho, señor.—
Mira qué salida ! Eso lo be dicho yo ^ que no lo
idices ta,— Es qne tambUa 70 lo digo»*-Fero et
menester que lo digas en vei^so y por tu estilo«-r-
Señor I la verdad , sostengo ho^ la cabeza muj
bueoa para hacer versos : pofque no ba hecho uno
estos días mas que corretear poi* esa» calles^ de la
fonda á la música^ de la música al Te Denni| de'
Te Deuni á los toros^ estraqrdinarios :
7 entre bromas j faranas
se van tardes y mañanas*
— Mira, hombre, si te salen los versos natural*
mente. — Señor, no se como habrá salido ¿so: por
casualidad : lo demás conozco jo que la cabeza
está todavia un poco ahumadilla. Deje vd. que
otro dia estará la musa mas despejada , y enton*
ees yo felicitaré en verso al hermano Baldomcro.
«*Bien ; pero al menos eso mismo se lo has do
ofrecer en verso , no hay remedio. — Señor ^ si es
cosa que vd. se empeña, allá va:
No estrañes, hermano Duque ,
que hoy mí musa no se esplique ^
^ que todo me trabuque,
¿ el verso se vaya á pique.
Pues á U de badulaque,
y como soy Tirabeque ,
estoy un poco peneque ,
no por apurar el zaque,
poco á poco i
< fiao'ei que -me tienes loco
» ■ • : de'pkeer,
' jr. no acierto ud verso á hacer
j de alegría I
•r ' (inas yo les haré otro día.
— MagnífíeO) hombre ! estupendo !' admirahle!
Ahora falta que oo te olvides de la promesa.—
Señor , por mi parte no lo olvidaré lia. dificultad
estará por parte de dofia Masa«
ITOVENO TRIMESTRE^
CAPILLADA 177. SETIEMÉRE 10 DE 1839^
IFr. GERVIVDIO.
Si guís dlxerit hodíe -
in riostra Hispania
non transisse cuaresmam
jamque esse pascuam ;
¡Infelix Hit!
anathemata sufrat
mille atgue mílle»
SI algún pobre dijere
que ya en España
no pasó la cuaresma
y hoy todo es pascua;
sobre él, lo juro,
caerán mil anatemas
de Fr. Gerundio*
CoNc* 6. Geründ.
Sea entre todas las cosa^
bendito 7 revereneiado...,*
el convenio celebrado
entre Espartero 7 Maroto^
Le do7 mi voto.
Amado! Meé m¡oft|
Hilores j señores :
de los íqd mera bles estravíoi p
j entre el largo catálogo dé errores
que de contiuo la opinión padece ^
7 en que incurren los hombres de continoi
ninguno me parece
mas craso y mas supino
que el que boj por toda España se difundey
j horriblemente cunde
.en rápido progreso . .
hasta ocupar las testas de mas seso;
Los legos y los sabios ,
ministros y aguadores ,
los que tienen la leche entre Jos labios ,
los viejos y vetustos senadores ,
las mugeres , los hombres circunspectos p
los diputados nuevos , los reelectos p
cangrejos y anarquistas y
y lo que es aun peor | los periodistas ,
todos por hecho dan que en esta tierra
el.^é^^^mino se acerca de la guerra •
Los poetas en versos se descuajan p
y en himnos á la Paz de descerrajan.
Yo pienso de ^otro modo ,
que es Fr. Gerundio singular en todo»
, >{La paz! ¡Fatal error! Si yo estoviera
d¿ la Reina Regente
la humilde voz de un reverendo oyera ^
con acento vehemente |
dijerala: •Señora ,
•La guerra empieza ahora^
«Que esa especie de Paz tan lisongera,
«juraros puedo á fe de sacerdote
(que aunque me veis ^^ Señora^ con bigote (1)
y poblada patilla |
que en gente de cordoh y de capilla
es fuerza confesar que no está en uéo ,
no pasa de un abuso
que hago de mi sagrado ministlirio . .
por parecer roas serio.)
«que esa especie de paz tan lisonjera .
«que anda de boca en bsoca y gente en gente^
«esy Señora I Miveiicton de algún demente,
«¿ del cráneo salió de algún tronera»
« Creedme á mi, Scñdr»|
«la guerra empieza ahora.
«Y no est ruñéis que piense de este modO|
(i) Le gasta en efecte mí putemídad. Y aanq«e ñau*
chos curiosos han observado qu<* desde la énoca en que
eropetó k ver la luz pública mi bigote dat.in Us ventajas
de nuestras armas , y'á 6u ¡nfljencia quieren atribuir la
conclusión de la guerra , mi Paternidad no tiene tal pre*
sunciony porque podrá muy bien haber sido una coinci-
dencia casual* Sin embargo me dicen que si los navarros
-tardan en sujetarse, debo obligar á Tirabeque ¿ qote s«
deje también su bigote*
'« que e^ Fr. Gerundio singular en todoi
¡ Aj ! qué de mortandades
dejará en remembranza á las edades |
el conveuio del Duque con Maroto!
¡Qué de estragos sin coto !
¡Cuánta sángrela historia
del héroe teñirá de la Yiotoria!
¡ AjT cuánto de matanza
encétTaba el abrazp que se dieron
en signo de alianza
cuando de Paz el. trato concluyeron!
Que hay abrazos funestos y fatales.
¡Ay qué de crudos males!
¡ ay qué de mortandad p qué de degüellos
se encerraban en ellos!
En montes y en cabanas |
en sotos y en mon tafias ^
j en rindades y en Tillas y eñ lugares
yícttmas el «cero hará á millares!
AUi la carabina y la escopeta
aqui el cuchillo , el tajo y la machetai
Ahora empieza la guerra y el estrago ,
que lo que hubo hasta aqui solo fue amagoi
Canten otros la Paz con mil amores p
yo oantaré la guerra y sus horrores.
La cantaré á mi modo^
qfue es Fr. Gerundio singular en todo.
Sí; temblad I iofelicesy
poUuelos y pichones |
conejos y faisanes y perdices p
pabipolloS| gcilliiias y capones.
¡Ay cuánto de esterraioio se os prepara
á costa del tratado de Vergára !
Qae no habrá palomar aspillerado p
ni corral artillado ^
ni gallinero fuerte
libre de los horrores de la muerte.
Aqui la degollina
empezará un Cabrera, de cocina |
bien con el corbo alfange haga el degüello^
bien os retuerza el cuello ^
para que allá un Palillos
os mutile tajada por tajada ,
ó de su inquisición en los hornillos |
cual si él fuese un Tomas de Torquemada
7 vosotros hereges verdaderos,
os ponga á asar enteros.
Ahora empieza la guerra y el estrago ^
que lo que hubo hasta aqui solo fue amago:
Canten otros la paz y sus bellezas ^
yo cantaré la guerra y sus fierezas.
Ai fin el Pretendiente ,
su causa ya perdida ,
logrará escabullirse santamente |
y en reino estraño encontrari acogija:
que nunca falta al malo
quien le de protección en vez de palo.
Solo para vosotros no hay indulto ,
DI transacíon , ni fueros p ni amnistia ;
que dó quier escurrir tentéis el bulto,
el guante os echurá la policía.
Que á lo que yo voy viendo p
esta Paz se celebra manducando (1) ,
y á fe de reverendo ,
si el furor de yantar va continuando ,
no du4o.se verán por escusados ,
los pertrechos de guerra abandonados ;
pero por lo que toca
á artículos de boca |
(i) Parece que en Madrid no se ha encontrado otra
elasede festejos eon que solemnizar tos faustos sucesos del
rVorte , que con comer mucho. Son tantas las comidas que
ha habido estos dias en la corte , que por casualidad se
encontrará persona que valga dos cuartos que no haya C€>^
mido en refectorio. Empcearon tas Cortes; 'siguió la mi-
licia nacional; la imitó el ministerio de Gracia y Justi-
cia ; han comido después los otros ministerios : han comí-*
do las direcciones, han comido las oficinas, han comido
los colegios, ha comido el Gasino, han empezado á comer
las cofpadias, rom'*n los sargentos de la gqarnicion| col-
men los est.-)btecímientos artísticos, han comido los vas—
congados , hoy come el Liceo (nada digo del banquete dv
do antes de ayer por S. M. en palacio, porque este y a/-
gun otro de los enunciados le parecen á mi Paternidad
cosa muy natural y muy conducente en las actuales cír-*
cunstancias). M;i7Eana no sé quién comerá en comunidad*
En fin, si hay^ por ahí alguna corporación que .no haya
hecho raediodia, que levante el dedo.
Entretanto las clases famélicas siguen con la lengua
fn la boca. Hay viuda á quien le han crecido los dientes
estos días cinco pies y tres pulgadas y siete lineas; á loe
temóme se descasten de repente ,
y no ha de ser estraSo
no hallar dentro de un año
un triste Mú coú que engañar un diente |
y ha de costar , lo juro, I
una pata de pollo uu peso duro.
Canten otros la Piíz con mil amores^
yo la guerra y el hambre y sus horrores ^
De esto que hoy Paz se llama ,
de estos cantos de gloria,
por autor á Maroto se proclama
6 al Duque se hace autor de la Victoria.
Mas ¿ el juicio me engaña ,
¿ esto que llaman Paz hoy en España^
ni es obra de Maroto y de Espartero ,
ni de los Marotistas y
cesantes se les han obstruido las nances en fuerza de oler
donde guisan, y los retirados y esclaustrados están pad»»
ciendo una dentera horrorosa. Todos comen erí celebridad
de la Pas, y nadie se ha acordado hasta aliora de cele*
brar la paa con la primera obra de misericordia. Solamen*
te en el Ateneo, á. propuesta del seiiDr Martines de la
Bosa , se acordd abrir una suscricíon de ao rs. entre los
socios para repartir los productrs entre varios estableci-
mientos de beneficencia. £1 hermano Martines de la Rosa
previno en su pensamiento á Fr. Gerundio, que no pudo
asistir 4 la sesión en que se acordó: por eliu le dá since-
ramente las gracias. Ahoia mi Paternidad invita á que
•• abra una suscricíon mas general en favor de las clases
pasivas roas atratadas en sus pagos para que puedan siquie-
ra comtr también ^ ^Igun dia. Alguno que tenga mas
tiempo libre que mi Reverencia podrá tomarse el trabajo
de encargarse de la suscricion para la enal puede contar
desde luego con la pobreta franciscana de Fr« Gerundio.
Uno i lo que yo infiero ,
un combinado plan de los fondistas^
Mas puesto que esta guerra se tan hermosa^
tan dulce y armoniosa,
y la sangre que en ella se derrama |
toda es sangre de Cristo,
(que asi al vino en mi tierra se le llama^
soldado en esta guerra yo me alisto. ,
Siga , siga esta guerra eternamente,
y eternamente viva
el héroe que á los lauros de su frente
añadió la corona de la oliva.
La bendición reciba
que le ecba Fr. Gerundio envuelto en llanto^
llanto de regocijo ^
en el nombre del Padre f en el del Hijo í'
y el Espíritu t Santo^
»353«¿
amnistía T R^CONGILIACIONi
^ Ye Fr. Gerandio de Gampazas 7 Carabancbel
ide abajo; aquello por la gracia de Dios j esio por
la gracia de un hombre \ único residuo de la ia»
mitia de predicadores con capilla , gerundiador
del prógímo dps veces por semana, ^c. ^c^
A todos los que la presente capillada leyerea
ú oyeren leer, sabed: Que atendida la notable j
balagüeña variación de circunstancias que con
asombro 7 sorpresa de los hombres de mas nari-
ces (inclusas las mias que son de á folio regular)
acaba de tener lugar en este pais de cualquier co»
sa f siempre lo que menos se piensa ; visto que la
Paz empieza á restañar suavemente las hondas
llagas 7 profundas heridas abiertas con la cuchi*
lia de la guerra: en vista de que D. Fermin Ca*
ballero brinda 7a por la libertad 7 por MarotO| 7;
que el ex-verdugo de Málaga Moreno reconoce 7
defiende con las armas en la mano las libertades
patrias 7 el gobierno de Isabel II | scEales Us
mas evidentes del triunfo de nuestra causa 7 de
Tomo vu* 33
la próxima j completa consolidación de la ^Pais
siendo yo un padre de almas (aunque indigno,) j
deseando dar ejemplo del espíritu de fraternidad
y reconciliación que hoy debe animar á todos los
españoles ; constituyéndome el Trasibulo (1) de
la patria de los v ice-ver sas:
Concedo general y completa amnistía ú olvido
de todo lo pasado á todos y cada uno , de cual-
quier clase y condición que sean , de los que coa
su conducta política 6 civil han suministrado i
mi reverencia materia para mis capillada*. Asi
pues dando por amortizados una multitud de do-
cumentos espresivos y fehacientes de flaquezas,
miserias y liviandades de nuestros pr¿gimos que
obraban en los estantes de la celda gerundiana, he
procedido en presencia y con intervención de mí
lego Tirabeque á la quema solemne de ellos como
si fuesen documentos de la deuda pública , y aun
con mas formalidad que se hace la quema de es«t
tos en la plaza de la Constitución de esta corte»
£n su consecuencia,
Indidpo á todos los carlistas que al tiempo de
la publicación de esta capillada se hallen recono-
cidos y arrepentidos, de los malos ratos que en el
espacio de seis años nos han dado , que no han si-
do pocos. Y perdono hasta al^mismo'' Padre Huer^
(i) *£! primero que en Atenas hiso una ley de amnís-
Ua despuet de la espuUioa de los treinta tiranos.
^355»
ta y '6 qnien fuese el que en uoviembre del afta
próximo pasado puso ea el boletín de Ofiate aque*
Ha decimita que hablando de Fr. Gerundio con**
cluia.
«Si tienes el cuello erguido^i f
con mi entendimiento rudo ,
aunque te precias de agudo |
yo te debo asegurar
que has de venir á parar
á las manos de un 9erdug<h^
Le perdono la caritativa sentencia ^ j si tiene
verdadero dolor j arrepentimiento , le absuelvo de
culpa j pena*
Indulto ik los ministros ^ pasados y presentes^'
ret rogados y progresistas | las barrabasadas que á
jiorfia j al •ruin sea el que menos haga* ban esta*»
do baciendo á su sabor j talante desde Cea Ber^
Ipudez basta San Millan*
T ya que San Millan se tBe ba venido á la
pluma sin saber G¿mO| perdono al que aconsejara
a S. M. (sea quien se fuese ) el nombramiento de
S. Millan para ministro de baciepda: en el bien
entendido | que en este perdón bago el sacrificio
mas costoso que se puede decir ni pensar, Pero
BO perdonare I aunque me predicaran frailes des*
calzoS| al bermano San Millan^ si hiciese el agioS'*
ópteos que se susurra se intentaba hacer en el mí«^
niaterio de hacienda s¿ pretesto de atender á laa
s
iraefas urgencias del estado. Antes bien si hiriese
(lo que no creo) este 6 cualquiera otro monopo-
lio) le conmino desde luego con las penas mas
severas que imponían los antiguos cánones peni-
tenciales.
Indulto al hérniano D. Juan de Dios Martin
Arévalo de todos j cada uno de los infinitos pi-
sotones qué sin aprensión maldita y sin temor de
la bula I 7 sin mirar que Dios está en los cielos^
ba dado á la Constitución y á la ley electoral^
cortando^ rajando, tronchando , heiidiéodo j aser^
rando por Id maá sano de una y otra > á guisa de
practicante locó de hospital de incurablcfs^ Le ¿n-
dtdto hasta del delito de usurpador del sagrado
nombre de S# M. para caluniniaf escátídálosamen-
te á nneve ayunta mientoi de una provincia 8a«
poniendo representaciones hechas por ellos que
ni habían soñado en hacer* Le absuelvo de todos
sus peeados ministeriales, descubiertos y por des-
cubrir, y supuesto el verdadero dolor' de sus cnl^
pas I le ofrezco la mano de amistad y reconci-
liación*
Indultó at hermano Arrasóla de su circular
circulada á loS jueces de primera instancia : j le
indulto también del áspero, duro, pedregoso , ape-
dernalado, crudo, desencuadernado y apepitoria*
do lengua ge del Discurso de^la Corona : ya faese
obra suya , como algunos piensan y yo no puedo
creer de su claro talento y acreditada oratoria;
ya si no lo fuese, por haberle dado el pase coa
descrédito de la santa comunidad ministerial. T
le indultara con mucho gusto de estos y muchos
mas en que ofendiera a Dios ^ porque tengo en-
tendido (j se roe ha co.ipunicado b^jo el sigilo de
confesión) que le i^abe una pequefiu parte de la
grand^ pbr^ de. la recoDciliacion pacida entre
Espartero y. Maroto^ cuyo mérito ^s bastante para
borrar cualquiera inancha ministerial de su alma|
7 aun le doy uu millón de gracias por ello;
Indulto á los gefes políticos de Santander|
Huesca f Huelva ^ Almería p León y otro« de la
misma casta , rsfl^a ^ harina ¿ cajaqa y de las mu-
chas trapacerias que. han empleado para lograr el
triunfo electora^ de los hombres 4e. 9^ misma cas-
ta , ralea I calaña 6 harina. Por mi parte están
perdonados. La comisión de acta^ hará lo que
crea cpnforQiairse mas. con su conciencia^
Indulto al capitán general de Galicia del ét*
tado en que tiene el pais con 8^000. hombres de
tropas que es^áa i sus ¿rdenes ^ dejando que 500
miserables facciosos se paseen y roben y talen y
asesinen , y que Fr. Saturnino tenga á los galle-'
gos metidos en un cañamón. Esto es por lo que
hace hasta la fecha. La conducta sucesiva no pn-
tra en cuenta para la presente amnistía.
Indulto a los que b^ han divertido en, des-
truir las -puertas^ yen1;anas y yidrieras. de mi casa
de S. Frapcisipo el Grande de esta corte p hoy
cuartel de la Reina Gobernadora, importantes
muchos pesos I hacie'ndome cargo de lo eoman é
)
Innato que es á los cráneos espalioles' el ¿rgano
de la destructibllídad. Por iní parte les absuelvo
de la culpa ; pero en cuanto á la pena del pago
de los desperfectos no está en las atribuciones de
Txs^ ministerio el poderlos absolver.
Indulto tt Luis Felipe y á ]NÍr« Mole de las
simpatías. que nos ban dispensado para la conciu-
sion de esta guerra. Y concedo indulgencia ple-
naria al- hermano Baldomcro por haber concluida
el tratado de paz sin intervenciones estrangeras,
asi como cien años de indulgencia con cien cua-
rentéiiás al hermano Maroto por haber dicho que
para él era mas garantía la palabra de honor de
un general español que toda» las palabras y ga-
rantías que pudiera darle la Francia.
Finalmente y y en prueba de que la amnistía
de Fr. Gerundio es sincera y universal | y de
que quiere dar un ejemplo público de reconci-
liación y confraternidad y olvido absoluto de to-
do lo pasado , indulto solemnemente á D. José Vi-
gil de Quiñones, llamado marqués de Monte- Vír^
gen y de aquella mala pasada que me hizo (JL^ j
^ue di6 principio á nuestras desavenencias; igual-
mente que á su amigo el escribano Balbuena,
ofreciéndoles no volverme a ocupar ni aun de
sus nombres (á no ser que fuese de nuevo pro-
vocado) j que es todo lo mas lejos que un ia*
(i) 'Aquella cosUla de Carabanchcl.
dulto se puede estender. Dado en lá celdA gerun*
diaaa á iO de setiembre de 1839.
Articulo adicioiíal.
Esceptnánse de la Amnistía ¿^enerai genm^
diana los dblitos db u!ía. Estos lejos de sef
comprendidos en el indulto ^ prevengo á las coi>»
tes que el cor j^on gerundiano j la capilla, de Ti-
rabeque estarán siempre amenazando á sus cabe«
zas si las viesen descuidarse eo exigir la respon**
sabiádad y lanzar el anatema sobre los dilapida-
dores del estado cualesquiera que sean su clase y
condición , pues para los delitos de uila : ¡ oidlo^
padres de la patria! no debe baber otra alter-
nativa que «Ó RESTITUCIÓN Ó CONDENA-
ClON,.
iprimet fútíiílú.
¿Sei&or?-^y amos, ¿qué trae« tu ahora? Vendrát
•<Kn Atguo Ahiarae.*— 'De manera^ mi amo, gne bien
podrá fer ohísme^^Pues rntray llegas «1 mejor
tiempo : prceiíanrote ouanio eatal» jo peneanáo
o«<fl«^ üASfortexi toe JoUiames. A/ve*Marfa frarioi*
■MM«iftor3 Ub corie i mt9 cUsmes! "Hasta aki
podia 4legiir la i^aniuu diéntelo vdi. bien, j re-
flekíos^ <qiie «ea lelMa m»y «eiia.— Está bíeb re-
flesiotuidiQ! f Pelegii«a s tmabo de ooneeder ^oa am«
viétia genorvlii olvido de ^todo lo>pa«ado en con-
seootecia fdel loemufenia de los 'hermanos Baldóme-
vo f M^ts»Q», f h« %^ho in-n^ y raja á todos loa
ehismes.**Senor, yd. cruce y raye todo lo qne
quiera I pero lo que es mis chismes, haga' vd* &•
Tor de dejarlos cónfbrme están | que pienso que
de mh chismes no babla ningan articiilo del coii<*
Tenio.— Están conprendídos en mi indulto ^ j es
bastante : como qne estaba pensando disponer que
hiciésemos una bognerá para quemarlos. Con
que abre , abre esos cajones | y saca cuan-
tos papeles en ellos tengas | como yo sacaré los de
los mios j bagamos nuestra quema de docnmen»
tos I porque lo existente basta aqui ja no se to*
ma en consideración .^SeSor , mo vuelve vd« el
alma al cuerpo: penseque bablaba vd; metaf¿ri^
camente. Esos abi están ^ ráyelos vd. o crúcelos^
6 quémelos | 6 baga lo que mas le acomode.
Hola! ¿qué era lo que te ocurria? — Sefior,
á ver á donde habiamos de colocar á un nuevo
convidado ^ que parece viene á participar de las
funciones y comilonas de estos dras. — ¿ Y quién
es ese convidado?— ^Un faccioso , señor.— Pues
bombre , á un faccioso más en cualquier parte se
le bace sitio.— Es que es de muebo bulto , sehw,
y con él vieoien otros mucbos convidados.— '¿Pero
quién es él | y quiénes son ellos? Sepámoslo de
una vez. — Es Cabrera, señor, que parece que se
nos va escurriendo muy suavemente con unos ié
batallones bácia Aranjuez en virtud de la Paz que
felizmense reina en toda la península.— -Eres mas
malo que la piedra , Tirabeque. Pero bien , ¿qué
significa Cabrera?— Nada , señor , no es mas que
el primer portillito del templo del Sr. S. Jano que
le dije á vd. quedaría abierto. Esto no es mas que
decir que la gente se apresara á bacer funciones
lo mismo qne si éstubiera ja todo cerrado a pie»
drá 7 á lodo , sin mirar que Tirabeque no ba
dado mas que un salto ^ j que todavía no ba
bailado; y cuando Tirabeque no baila ^ señal de
qne ban quedado portillo) j no pequeños ; y sino
abi lo está vd. viendo abora ; que no sé qué ban
de dejar para cuando los portillos se cierren y yo
baile. Señor , santo y bueno que la gente se ale-
grara y se bicieran funciones , porque también yo
di un salto que {&ens¿ que me babia roto la cabe*
za , pero paréceme que tío tanto todavüi.'^ ¿Qw$
quieres I Pelegrin? Cosas de fispaila: los princi-
pios se toman por los fines , sin mirar qut %vl
pata no bizo mfts que pincipiar.
NOTENO TRIMESTRE.
■ ' ■ ^ 9 ■'*
CAPILLADA 178. SETIEMBRE 13 DE 1839.
Fft. GERUNDIO.
Si quis Üixerit artes atque litteras
non aebere etiam /estejare esperanzas
árnica saoe Pacis , anathema sit.
Si alguno^ dijere que las letras j las
lirtes no debían tomar parte en los regb«-
cijos por el adveníroícnto de la Paa su
amiga (Dios la- traiga), le aplico la pan-
tita de| pié al sitio donde no tiene na-
rices.
CONC. 6. Gl^RUND.
LIZA artística Y LITERARIA
VSL KJCEO UCTElMUiXO T A&TXSnCQ.
En el jardin de las Delicias, jardín para rxA de
amargo recuerdo desde el año pasado por este
tiempo en que me dieron á beber una amarga
cerveza ^ que mas que de la , fermentación de la
cebada y el lúpulo parecía becba de cocimiaato de
celos j pesadumbres } en ^\ jardín de las Delicias,
dominical rtcvéú de lo!i qt^e no pasean sino en las
fiestas de i^nardav d^spoes de dejar bien cerra*
das las tiendas ^ j donde de resudas de snbir en
la bolsa el papel del estado á coosecnencia de
Bucesos pr¿spero.s | bajan los fondos de las. bolsas
particulares, á consecuencia, d^ reunirse en él i
celebrarlos ; alli (ue donde acordó el Liceo lite*
rario j artístico festejar ^e una manera •etlia^
noble I iuhlime y elocuente» digna de un instituto
que CAcierra en^ su seno, la flor j la nata de los
literatos j artistas matríti^ses ^ los acaeci^mientos
que se supone han de arraigar^ en España el ár-
bol de la Paz , á cuya sombra, prosperan las cien^
cías j las artes^
Al efecto di.spuso; para la nocbe> del 9^ una
función en que brillasen la variedad ^ el buen
gusto ^ que son un, par de. alicientes que^ al que
no le muevan j saquen de sus casillas bien puede
decirse que tiene el alma de corcho j que ó no
tiene coraivon ^ ó. será de. hro^nce ó. piedrsi* Y para
hacerla mas solemne y magestuosa , se conyidó a
SS* MM, j principales, empleados de palacio , á
los cuerpos colegisladores ¿ á los secretarios del
despacho I cuerpo diplomático , individuos del su-
premia tribunal de ajusticia ^ consejeros , autorida-
des I ayuntamiento ^ jneqes de primera instancia^
jefes de la guarnición y La milicia |l co ^^ ^ todas
las personas que se Uatnau de vÍ9o ^ espidiéndose
basta el número ^ según dicen | de unos dos mil
quinientos billetes de convite; ésto de pábKco^
j eomo quien dice ^ de oficio ; que contando des»
pues con los de devoción j compromiso que tu-*
hieran que espender los individuos de la comisión,
bien puede calcularse que si el número de convi-
dados no igualaba al de los que se sometieron coa
láaroto el dia 31 al convenio de Yergara , al
Ifténos puede asegurarse que constituían tanta
fuerza efectiva como los cuatro batallones j me-
dio GuipázcoanoS que cubrian la línea de An-«
doatn ^ 7 le reconocieron después* De kqui no
bajo ni una cuarta de eompañia.
La hora estaba dada á las cinco ^ que equira*
le á decir que se quería se fuese á las siete , que
asi nos ban enseñado las cortes á interpretar las
horas de couvoeatoria. Y á aquella bora en efec-
to se di6 principio al principio de la función. £1
jardín de las Delicias está dividido en tres cuer-
pos eomo los poderes dejL estado en el sistema
constitucional. Es un jardin trino j uno como
Dios. Parece que le inventó álgun teólogo para
probar con un argumento sacado de la. naturale-
za el dogma dé la trinidad contra los Arrianos^.
Sabelianos j Macédonianos j toda casta de bere*
jes que por diferentes vías le ban impugnado. Y
si el Moisés ateniense y Platón y bubiera visto el
jardin de las Delicias', <5reo qué bubiera acabado
de vislumbrar , cuanto' á la razbh natural le es
posible^ un misterio que. solo vio muy en con-
fuso en su TiméO| j que en lugar de decir como
dijo I «que el triángulo equilátero era la figorx
que mas se asemejaba á la Tr¡nidad|» hubiera^i-*
cho que lo que mas se asemejaba á la Trinidad
era el jardin de las Delicias .* porque efeeiivameD-
te está de tal modo dispuesto que son tres distin-
tos jardines j un solo jardin verdadero. Qae le
vea cualquiera^ y á ver si no me da la razón ; que
hablen los que le bajan visto ^ y á ver si no con-
vienen conmigo.
Habíanse colocado én las paredes del jardín
trinitario multitud de vasos de color dispuestos
en forma de sexágonos, cuadrángulos y otras fi-
guras geométricas: habia de todos los colores ^ lo
cual en otra iluminación cualquiera no significaría
vías objeto que el de bacer una variada y agrada-
ble visualidad ; pero en una función dedicada «A
LA Paz» como decían los billetes , significaba que
allí se reunían los hombres de todos los colores
índíslintamente á regocijarse con las noticias de
la Paz. Al menos si no fue esta la intención de
los que lo dispusieron, se la doy yo p que en eso
nada pierden ellos ni yo tampoco.
Infinidad de faroles de papel p y también de
todos colores I pendían de las ramas de los arbo-
]es I y una graciosa y elegante iluminación en der«
redor de la fuente alumbraba la glorieta del jar-
din. Tantos faroles , y precisamente para una so*
ciedád de literatos y artistas, me recordaban la fa-
,mosa reunión de sabios que en Tolosa de Francia
se hizo celebre hace algunos siglos por la pariicula-
I
a367a
ridad'de ébncurrir al local de sus literarias confe'<
reocias de noclie cada nao con sn linterna 6 faroli-
tO| lo cnal dí¿ ocasión á llamarlos la sociedad de
los linternistas , 6 farclistas | que á todo hace la
palabra francesa lantermstesi aun adoptaron des-
pués los socios por distintivo una cinta en que se
leían Lucerna in ñocte. Yo buscaba el distintivo que
habrían adoptado mis consocioS| j solo vi que al-
gunos de ellos (los que recibian y acomodaban)
llevaban al ojal del frac una roseta de que salián
dos cintas de raso una encarnada j otra amarilla
iguales a la divisa que traen los toros de Doña
María de la Paz Silva ^ de Villar ubia de los ojos
d^ Guadiana. Pero no bajr que echarlo á mala
parte ^ que san los colores de la bandera na-
cional. ' • '
Lo que no espresa la historia es si en los fa-
roles de los literatos de Tolosa se leia como en
muchos de los nuestros : Sello de oficio; á mrs.
Año 1837 : lo cual demostraba la materia de que
habían sido construidos. Asi como tampoco reza
la leyenda que hubiese alli como en las Delicias
ciertas basijas de barro ma's anchas que hondaS|
que tienen el mismo nombre que el sitio desti-
nado en los teatros de Madrid para las mugeres:
dentro de las cuales ardían grandemente iinas
lamparillas que nadaban en un lago de sustan-
cia derretida , que por el olor no nada grato que
desde muy lejos fuertemente transcendia demos-
traba haber sido mas bien gordura de animales
que obra de abejas (1). Pero en cambio de eso.
tampoco faltaban grandes hacbones de cera en
elegantes candelabros. Y en verdad qne aunque
el cielo estaba sereno, no lo estaba tanto que con la
miajita de ambiente que corría no cajese sobre aU
gunos^no diré aguaceros, pero si agua-cerasp 6 sea
gotas derretidas que el ambientillo enviaba a las
bojas de los pr¿ximos arboles , de los cuales caían
sobre cualesquiera objetos que . debajo estubtesen.
La culpa la tienen los que allí se pusieron sin
bacerse cargo que el que está debajo de boja dos
veces se moja. Ello es que bubo frac que sali¿
becbo un roquete de sacristán Cn nocbes de ti-
nieblas j días de monumento.
Veíanse de trecbo en trecbo del jardín gran-
des cortinas trasparentes; en unas se leían ins«
cripciones poéticas alusivas al objeto de la fnn*
cíon j en otras diferentes alegorías 6 emblemas
dé los sucesos que la motivaban. Entre ellas 11a-
Jñ6 mí gerundiana atención una que representaba
el acto de darse las manos el Duque de la Vic-
toria j Maroto á presencia de ambos ejércitos. A
juzgar por la gente qtie tenia aquel cuadro , diría
cualquiera que los batallones pasados eran lo menof
cuarenta j que el pretendiente se babía quedado
escueto i sin perjuicio de verse en el mismo cua«
(i) Me parece que no se puede decir mas rebosada-
mente que eran una* cazuelas de sebo. >
1ro el t^en de artillería yj h^sta las^qaiitinerasy
Lo admirable es qne todo fue obra de. una mana-,
na. Esto solo pudo bacerlo un Villaan^il f. .«{ue es
bombre que en .dps minutos ba^ce un batallón y
en un cuarto de bora improvisa im ej^xc^ito de
cuarenta, mil bombreS| j. le arma , jr ..equipa 'ea
^uatro pinceladas : como que jro le. be .visto ba-
cer de una pincelada un ayudante ^cou baston| y^
de otra una banda de tapibores redoblando* .
Perp todo ello^ I09 vasos de colojr , los faroles^
las bacbaS| los flameros, los t rasparen j|es^4a3 ios*
cricciones^ los árboles^ las flores ^ las música s,
todo formaba en los tres jardines un copjuato tan
agradable , vistoso j estraño ^ que dq es fácil po-
deño describir , y en cujo. pintoresco y s\iblime ,
cuadro competian la laboriosidad de los socios ar«
tis tabeen el buen gusto del que le dirigióf ¡Cómo
se trabaja en tiempo, de paz! Todo.e^to fue obra
de do^ dias «^ . ' ; , ,
Pero falta la vida del cuadro. El paraiso, taja
bello comp salió de las manos del criador ,, esta-
ba como desairado basta que le animó la presencia
de . Adán y Eva. El árbol de las doradas manza*
naSy el mismo árbol de la vida bub¡era,,sido un
árbol melancólico y de muerte ^ sin un bombre y
unamuger que juguetcaseu en derredor, , cuanto
mas los árboles de las Delicias cuyas manzanas
eran faroles , y cuya vida eran ¡candilejas de
aceite. Pero Gracias á Dio» y á. Espartero oru-r
xaban por las <?alles del Jardin de U Santísima
Tomo vil* 24
iÉnSro»
Trinidad bastantes centenares de Evas, no desnu-
das sirtó muy elegantemente vestidas. Gomo que
el acuerdo del Liceo había becbo á las modistas
pasar dos dias y dos noches sin levantar cabeza;
desde que se anunció la sesión estraordinariá ni
babian pegado ojo , ni soltado aguja, porque no
era regular que una sefiora liceista se presentara
aquella noche en la sesión de la Paz con un vestido
que y^, la hubiesen visto; paz sin vestido nuevo
hubiera sido una paz poco decorosa. Y ningana
convidada hubiera asistido al certamen literario j
artístico de la noche del 9 sin añadir á los arti-
cules del convenio de Vergara 6 bien un sombrero
de paja de arroz adornado de una rama de verde
oliva, como símbolo de la paz , ¿ bien un vestido
de muselina guarnecido de encaje , como símbolo
de cualquier cosa ; 6 cuando menos sin tomar en
casa de Bruguera siquiera un chai con dibujos
arabescos. Por moderadas que sean sus opiniones
le importará una higa el que los progresistas
de las nuevas cortes se. hayan apoderado de la
mesa sin dar entrada en ella á un solo moderado.
Con tal que no le falte el chai ó lá capota para
la sesión del Liceo, ¿qué le importa que sea
presidente Calatrava y primer secretario Caba-
llero ,6 que lo sea el preste Juan de las Indias?
En prueba de lo ocupadas que todas las modistas
estarían baste decir que deseando mi Paternidad
estrenar también algo aquella noche, corrió Tira-
beque* tédo Madrid sin poder encontrar quien
le hioese tin dobladillo á un pañuelo de la ma-*
Bo que había tomado.
A un lado de la plaiceta se liabia colocado un
teatrillo pof tattl f que asi como Cabrera traslada
el lealro. de la guerra donde menos se piensa,
también el Liceo traslada su teatrito donde no se
podid' pensar , que es á un Jardin« Representóse
en ^l la' comedia No mas^ muchachos }* mas propio
Lublerá sido No mm facciosos ^ pero en fin aqué^
lia ja estaba ensayada y 7 ésta todavia no ésta
csicritá| lo cual no dejaba de ser un inconvenien-
te; La ejecución correspondió á las sobresalientes
diáposieiones que yan desplegando todos los indi-^'
viduos de la- seceion dramática del Liceo; 7 la
lenorítai Gallardo maneja admirablemente los dos-
satos; es decir , bixo los papelea de Aquiles j
Gerónimo con la misma/ gracia , propiedad y soú
tura que el de Anita< No se manejó mal Maroto
para desempeñar tan diferentes y delicados pá-*
pelés^ como tubo que desempeñar eo el drama po*
litico cuyo desenlance ba empegado ; pero aun le '
aventaja la señorita Gallardo, y eso que todavia
no tiene pelo de barba<
Concluida la comedia , la sección de música,
cantó diferentes y animados himnos a la Paz , y
yarios socios de la de literatura leyeron composicio-
nes poéticas alusivas al misino objeto, excep-
to yo Fr. Gerundio , que despUics que todos ha«
l>ian cantado á la Paz , me dio por llevar la con-»
traria y cantar á la guerra ; pero al cabo de la
jornada todos vinimos a encontrarnos como bveno^
arrieros. Entre tanto en los salones de baile se me-
neaban grandemente las tabas, porque bendito sea
t)ios f babia jen te para llenar todos los locales; en
cada sitio dominaba^ una Musa ^ y las aficionadas
andaban de una en otray declinando prácticamente
el musa musas , pero algunas sesacercaban dema-
siado al dominus donuni , y dr^ome qne á mas
de dos les declinarian después en casa uu sermo
sermonis.
Se élev¿ también un globo aerostático, dentro
del cual subieron varios poetas^ Todos nos quedamos
con tanta boca abierta , bajando nuestros cogotes
en razón directa de lo que empinábamos nuestras
barbas. Y á la manera que cuando los galillos se
bailaban entretenidos en ver la gloriosa ascen-
sión del SeiLor se llegaron aquellos dos hombres
vestidos de blanco y les dijeron: viri gáUlü^ ¿V'd
statis aspicientes in caluml» asi podian también
habernos preguntado á nosotros: Hombres del Lí*)
teo ¿qué hacéis mirando al cielo? I
Que cuando sube un globo
el que mas y el que menos desempeSa
el gran papel del bobo,
cual niño á quien se enseila
el pájaro sin jcela
para bacerle después una mamila.
Yo íambicft le miraba embancado desde un
i^siento de piedra sobre el cual me había puesto
en pie para verlo mejor. Pero lo que jo envi*
diaba mas era la dicba de los poetas que deu^
tro del globo iban ^ y á quienes veía elevarse
sobre las nubes basta confundirse con las estro*,
lias i asi es que cuando perdí de vista al globO|
ao.pude menos de esclamari
j Ob dicbosos vosotros , que hasta el cielo
r^montab vuestro vuelo!
Y me baj¿ Mas al bajar puse sin querer mi
]ne derecho sobre el pie de otro que detras de mi
estaba,*»; Caramba ^ Fr. Gerundio , que me ha
hecho vd. Ver las estrellas! esclam¿. — ^Perdone
yrá.f mi amigo • ¿Pero vd. por aqui , herma-
ao? (1) — ¿Qu¿ he de hacer , padre mió? ¿Había
de faltar aun acto como este ? — Es que no le
liacia á vd. en la tierra.— ¿Pues d¿nde me supo*
nia vd.| Fr. Gerundio ? — Le suponía á vd. cerca
ja del cielo. Daba por sentado que sería vd. uno
délos poetas que han subido en el globo.* AlU
:van mis pensamientos ^ como los de otros cons&-
(i) Era uno da loi poeUf mas distinguidos del Lieee.
essS743^
cjos nuestros ei\ diferentes compusíciones poéticaS|
pero nosotros nos hemos quedado acá abajo.—'
Ah ! le dije ; ahora conozoo lo qne es un poeta:
sus pensamientos se elevan hasta ^1 cielo> j á él
le pisan en la tierra sí se descuida : 6 bien sin
querer como fr. Gerupdio i é bien -queriendo co-
mo otros que no son Fr. Gerui^dioy
Aquello^duró has^ las ím^A^ ^ l^ ^^^^^^i
no se' hasta mantas fue' porque mi reverencia se
retiro á una hora cristiana» Lo que puedo decir
es que rciup la mas completa jovialidad , 1» mas
ai^moniosa j fraternal alegria. Lo único que faltó
para completar Ja función fue la presencia de
la AUGUSTA PROTECTORA T SÓCIA DEI< LlCEO la
Reina Gobernadora que no pudo asistir porque
tenía despacho. La culpa la tenían los vasconga-
dos^ regularmente estaría concediéndoles los fue*
ros. Lo único que padecip^en el jardín fueron los
bojes y las murtas ^ que aunque no eran poetas^
fueron pisoteados á satisfacción* Pero no hay que
tener lástima al dueño del jardín ; no lo perderá;
todo entrará en el presupuesto: cada yervecita
que se pisara^, no le ha de salir al Liceo por me»
nos .de un real \ cada ramito de boj que estropea*
ramos rae parece que no nos baja de un pesito*
Al día siguiente comieron en el salón del
mismo jardín como unos setenta líoeístaS| que li-
teratos j artistas también saben hacer sacrificios
cuando la patria lo exije, j dejar las plumaS| bu-
liles y pinceles por io& cuchillos, tenedores'; cu«
cbaras. Mi paternidad sintió no poder asistir i la
comida; pero aun lleg¿ £ los brindis, á las im«
provisaciones, al regocijo político, £ ta algazara
po^frica I al escopeteo pacifico-literario , á los
abrazos de fraternidad , , j sobre todo apn alcasió
el Champagne y los quesitos helados^
¿B376c!rf
¿/£ didcav/óp de ^i/iutueciae.
¿Qui¿n7— •AbrOy Pelegrin; ¿no me conoces?—
jlesQs^ mi amo! No le conocía á yd. en la voz:
partéeme que viene vd« un poco ronco. — No aera
estranoy Tirabeque', porque en estas reuniones
patrióticas de comer siempre tiene uno que esfor-
zar un poco la voz, j cuesta mas trabajó que le
oigan un brindis' á la Paz que echar un sermón
de Animas.— 'Seilor^ baga vd* la gracia de 80|'ilaD-
me aqui al ojo derecho , que al tiempo de abrir
la puerta no sá qu¿ se me metió en la ni&a.—
;De&cuidate novte alumbre 70 en el que no tiene
niñi^. ¿Piensas, lego procaz, que me habré acbis*
pado JO como tu? — Se&or, tal es á veces el amor
de la patria, que cree yo que llega á embriagar
como el vino; j en ese sentido acaso podía vd«
venir un poquillo alegré.
Vamos ; y tú qué te has heelio mientras h«
estado yo fuera? — Casi nada , señor 5 enredar.-^
¿Y qué has enredado? — Casi nada , señor : ahi
he enredado un discnrsillo nada , casi ^o es
nada.--» Pero bien^ lo que sea , ¿por qué uo lo he
de ver yo ?— Si vd. quiere , véalo, señor, que
nada tiene de particular. -^Veamos ^ hombre, vea«
anos.
«Hermanos senadores y diputados.*
«Ya tenia gana de echaros el ojo desde el
l>alconcillo de los tiquígrafor y de veros sentados
en corro en esos bancos tratando de lo que tiene
cuent^i á la nación. Según sea vuestro porte , asi
me portaré yo con vosotros. Al acecho estoy.
«Mis lalaciones con las potencias estrangistas
Tan bien* Tengo pocas, pero buenas. Con Metete^'
jálü estof en grande. Me gusta el hermano por«i
^né tose gordo. Las cinco grandes potencias jan-
tas no han bastado á meterle el resuello. A su
hijo Ibrahim-Bajá mi amigo ya le he dicho, que
se esté por allá al lado de su padre , que aqui ya
no nos hace falta, porque veo que basta «1 her«
mano Baldomcro para dar cuenta de los mame»
lucos \que le van quedando á Mustafá-Preten-
diente. Antes bien le he dicho que si esto>se ar«
regla pronto, nos van á quedar sobrantes unos
ciento cincuenta mil soldados cristianos f que son
•tros tantos demonios abonados par& darse un pa-
seo el día que se les antoje hasta entrarse, si es
menester, por la Puerta Otomana*
«Me bago cargo que á Luis Felipe y í Mr.
pensamiento les habrá sentado como un dolor de
muelas el que los hermanos Baldomcro j Rafael
SQ hayan dado los cinco , y hayan arreglado la
cosa por buenas como un par de españolAzos
campechanotes , sin dejar á ningún estrangerista
meter el hocico en nuestra casa.
«Hermanos diputados: supongo que no . Ten-
dréis á pescar. Igualmente confío en que no pen-
sareis meteros a agentes de negocios como mas
de cuatro de lo# de la anterior legisllimenta. Y
os encargo , hermanos | por las 55 llagas de mi
padre San Francisco. ••••«-^Tirabeque, aquí has
puesto dos cincos por uno.— 'Señori déjelo yd.
correr asi, que lo he hecho por recalcárselo mas,
y á san Francisco aunque le ponga ciento, no le
duelen.— >Y os encargo p repito , que no me va^
yais á ciscoletear por los ministerios sino cuando
tengáis que tratar negocios de interés general 6
de vuestras provincias , y para eso me habéis die
ir en cuerpo y no uno por uno* Sobre todo, her*
manos; los dias de audiencia no me entretengáis
á los ministros como hacian los de la anterior
legislamenta, porque los pobres pretendientes que
BO tienen mas que aquel dia para hablar al mí*
nÍ8trO| os echarán mil maldiciones y harán bien,
y yo os daré -cien capilladas y haré mejor •
«Señores diputados del congreso de las cortes?
vais á disolver albora la cosa de los fueros» No os
encargo mas sino que seáis caballeros con quien
lo lia sida con vosotros. Ya entenderéis que I«,
caballerea que os pido es la generosidad.
«Sé que el gobierno á imitación de mi amo.
Fr. Gerundio ya.á nombrar una comisión para
que baga un proyecto de amnistía» Hermanos , en
este punto solo tengo que advertiros que en el
ancbo saco déla amnistía no me dejéis por Dios
entrar las atrocidades Palilleras j Cahrerúnas-.
ítem ma« , la gente de uñís largáis ; ya veis como
mi amo no tiene reparo en reconciliarse con sus^
mayores enemigos^ pero en cuanto á lo de ráp€^
me el queso no transíje, — Y tanto. Tirabeque: co-
mo que no solo los perdono , sino que estoy dis-
puesto á tenderles los bracos olvidando diferen-
cias políticas y resentimientos personales que
puedan mediar ; censúrelo quien quiera : asi me
lo aconsejan la religión y la ley natural. Pero en
cuanto á lo que llamé delitos de uña , si con ellos
estuviesen mancbacips | no solo no me be recon-
ciliado ^ sino que ni podría reconciliarme jamás:
por eso los'esceptué, Y me alegro que bayas toca-
do este punto por contestar á ciertas interpreta-
ciones que se ban becbo, Abora sigue^
«Hermanos Padres.»— .¿Como es eso? ¿berma-
nos padres?— Si señor: padres de la patria y ber-
manos míos. ^Hermanos padres : vosotros los que
Tenis abora de los pueblos, traeréis unas inten-
ciones como unos eorderitos de lecbe. Pero sa«
liendo de las cortes, y bajando por la izquierda,,
y subiendo después por el Pradp arriba , daréis
de Rocieos con una faente que llaman la dheUs^
cuyas aguas atontan á los hombres j los cambian
enteramente* ¡Cuidado con beber de ellas, herma»
nos ! Porq[tte sin¿ cuando volrais á vuestra tier-
ra, 00 os conoce la madre que os pari^, j las in«*
tenciones de corderos las eomi¿ el lobo.
«Hermanos diputados : tendremos juicio? Mu-
ebo me temo que no. (1)
Señores senadores del senado , j diputados de! «
congreso: llama el amó á la puerta, j lo dejo aqu*
mismo: otro dia seré mas largo.»
\
(i) La sesión de ayer lu empesado á ¡astificar loi 1
de Tirabeque.
nOTEKO TRIMESTRE.
CAFILLADA 179. SETIEMBRE 17 DE 183ft|
Fiu G£Rüm>IO.
Sí quis dixérit sacrjsias et tnonagui-»
líos non haber e motiva magna ád rt^
picandum in gloriam, anath^ma sUm -
monagaillos no tienen nkotívos poderosos
para repicar 4 gloria, sea tratado como
herege, y désele con la puerta de la igla-i
tia en los hocicos*
CoNC. 6. GSRÜND.
Laúdate eum in cimhalis benesonantibus ;
laúdate eum im cimbalis jubilatíonis.
Salmo i$o 7 último*
Alabadle con címbalos sonoros ;
con campanas de jnbilo alabadle.
Versión de Fr. Gerundio*
Alégrate ^ sacristán ,
, el de la Higuera de Vargas p
cesen tus cuitas amargas ,
j empiece el dán^dalan-dan ;
sacristán^
... Al vuelo eclia(l las campanas^
sacristanes j monagos ^
sdegrense las sotanas^
j con vuestras ^cHstanas
soplad abundantes tragos.
. Laúdate eum in cimbalis benesonantibus ;
laúdate eum in cimbalis jubila tionis*
Alabadle con címbalos sonoros;
CMi €»a«{«aaafl de .júbilo alabadle*
Alaben las campanas )
alaben al bbmbron ;
alábenle diciendo .
dolón I dolón ^ dol¿n«
Laúdate éum in cimhalis benesonantihus.
Lo primero es \6 primero i antes de todo es
menester espUcar quien es el sacristán de la Hi-
guera de Vargas i que después que se sepa quien
es él y dice, quien es el otro ; porque aqui hay dos
ellos ; uno el sacristán que ba de repicar | j otro
el eum a quien ban de alabar las campanas , con
la esplicacion del por qué j para qué»
Higuera de Vargas ^ pues ^ debe ser un pue-
blecito de la proTÍa«k de Badajoz (al menos asi
lo indica el sello del correo)| j el sacristán de
aquel pueblo se llama Lorenzo Portales (al menos
asi se firma ^/). Por cierto que es muy proba-
ble que ni Higuera de Vargas ni Lorenzo Por-
tales figuraran en el mundo político sino hubie-
ra un Fr. Gerundio á quien todo le yiene bien,
y que asi se mete en una aldea de Estremadu^
ra como en la capital de la '|Turqu¡a europea ; i
cuya capilla asi le sirve un Lorenzo Portales co-'
mo un Lorenzo Arrazola , y que lo mismo se en«
tra por los portales de Lorenzo que por el salón
de* ilustres senadores*
Pero también es cierto que ni yo mismo bu^
biera acaso sabido que Lorenzo Portales el sa<^'
cristan de Higuera vivía en carne humana en et
mundo sino hubiera recibido en el último correo
^\ siguiente comunicado suyo.
«Rmo. P. Fr. Gerundio: después de desearle
la mas cabal salud que yo para mi deseo , en
compañia de su doméstico Tirabeque , paso á pé-^'
dir encarecidamente á V. P. por mi, y á nombre
de todos los sacristanes (I), perdonsíndo la satis-
(i) Con qué poder£S represente Lorenso Portales i to^
dos los sacristanes , yo no lo sé. Podrá ser que hayan ce<^
lebrado para ello su congreso ó concilio sacrístanesco. Y
digo congreso ó concilioy porque una junta de sacrís-^
tañes tema que ser nna asociación mixti^fori coipo }qs
Goneílios de Toledo , que hacían á cortes y á copcilios. %
me fondo para esto en el doble carácter ^ religioso y jpo*
liticoy que los sacristanes representan»
facción y haga entender en ^1 modo qné mas con-
Tenga í las nuevas cortes ^ que según noticias
van 1 tratar al instante del arreglo del clero,
que nosotros los sacristanes no queremos esta^
desarreglados I j que asi cuando hagan el arreglo
de los curas bagein también el de los sacristanes j
monaguillos y y según las clases en que se pongan
los curatos por número de almaS| pongan también
las sacristías^ ]íues nunca se trata de estos ministros
inferioreS| que son tan , necesarios como los curas,
pues sin ellos ¿que son los curas? ¿ni qué son los
íceles ni las iglesias? (1) Y en virtud de lo desar*
reglados que estos están en renta | pues unos tie«
nen 1500 reales y otros tal vez con mas trabajo
que estos por tener mas almas en su parroquia
solo tienen 320 ; y siendo Y. P. un caballero tan
^onecido en todo el reino y fuera de el , tan
religioso y amigo de lo justo (2), reclamo á Y*
Ijbna. en nombre ^e otros muchos para que haga
yer á las nuevas cortes , ¿ ¡unta que trate de es-
te arreglo, lo hagan también de los sacristanes y
monaguillos , cuántos sacristanes debe ten^r cada
parroquia «y cuántos monaguillos , y la. renta que
(i) ¿Quid le^es sine rhorihus proficiunt? ^Qaé apro-
Techan las leyes sin las bapiiMS tostuinbres? decía Cicerón.
guc son los curas , ¿que son los fieles y las iglesias sin
sacristanes? dice, ¿ e)eiiiplo dé Ciceion, Lorenzo Por-
tales* Y le sobra la razón basta por encima del bonete.
(a) Gracias, amado Lorenzo, gracias. Estinvando los
fayores*
iéimlgm»r^i%^t^nQ*í j «p. to diejeii. ,eomó esUiii
i«m«i' va^^iitl^ f:y lo que v^tid^á á «iit^et ^ si^Q
kacjíttr diclio attc¿o^ii «ejrá que loa curaa tendrají
qtt4,baiHdr;>de«aQmta]i»e9^ qué nwicA sé acúetdM
dio^de ouandóilo/iUMk (1). P^íifti<>4 pues endaf
teti4ameat« á V^ Kin9« ^««^ . '
ijy ' J' . . ^ .:/:í* _ - - ; ■ .A
Pae* bient^.i^ ' L."
Alc'grate ^ saúriftian ^ ;
él d<i^ la Higü^ta de Vargas f r
teñen tas cUit^ amargan
y etpfiÉi^ éi daR-^daUn<»da^l . ,
sacristán é
Alaben laá.caínpánaá^ . .,
- . ^ aiaben Al-Uoitotron ^
alábenle diciendo , . ^
dol^n I dolon , dol¿n<
Lattdate eM/i^4Í.c» /,: '
*íortuná de aadrístan í En U tnanána deí IS
n ii l iiJ I iniJuil ' ""
(i^ Esta és ut^a pulía de Lorenzo á tos cüraj j qué üd
.apone e* qu* los cura, han »»do antes »*;^¿"»"S»« ^ '«
"íutido! que luego qué ineten, conió- sliéfe» dccÍTse, U
ba^rirenelCíilUrya no se actiérdañ de d que CuerOn.
F.te dicho de Lorenío, aplicable á todai laS demás cU-
^añt^tJo,^^^ m^^^^H *«is- inora!
d« la qué él misma creería* Añ ' '
Tomo yiu aS
fas886^
i^hU mi Patéfiíiaad el céxM»' dtf ^tremiidimiy*
f^xhítéi su comünieaÜoyyén'el^iáiMno dia «pa^
jfétíé já un PuoTZCtb DE tirr'pa^.a, ^l séstenimUnm
io ¿él culto y' ihnnúieHeituí dd cbPé*'ñtm9íáaf por
siete diputados , en el cual se leen estas notable^
párhbtas : 9 EH étias (los presupuestos ) te ha de
comprender cuanto corresponda M cuiio f* é*ht
númstrosDBSDEEt VENERAfiLK PRELADO
HASTA EL ULTIMO ACÓLITO.» i
Alégrate' sacristas . • . -.
el de la Higuera de Vargas f *
cesen tus cuitas anlanrgas p- '
j empine el dan^^daláa^toMp»* '
Pero lo particular es que el primer firmante
de este proyecto €s el alto y el grabda , el esten-
so f el incomensurable Z>. 'Jmün AhHsréz y Mei^
Mzabal.
Alaben las campanas |' I
alaben al bombrooi I
" alábenle diciendo y ' |
- doMa^ dol¿B| doUii._ J
O' , ' ... i
; Laúdate xüm in dmbdlis éeaesoniuuiius ,
I laúdate sdm in cimbcdis Jubilationis*
Alabadle con címbalos sonolroft ;
con campanas de júbilo alabadle.
Y hé aquiqui^n era el eum , el otro ¿I de los
dos ellos que babia« Y h¿ áqui ejmd en «ste país
de los TÍGe*yersas el que se tenia por menos -cui-
dadoso de lo que al culto j sus ministros atañe
jr .pertenece , es el primero á ctiidar qué se provea^
j. asista competentemente desde el vemraUe prec-
iado hasta el último acólito , basta á los wiiniHros
ittferwes que llama Lorenzo Pórtale^* . .
Laúdate sum in dmbalis henesonantihús»
Pero no es esto lo que mas admira^ no' es esto
en lo que yo Fr* Gerundio mas me congratulo;
no ea eito por lo que deben repicarse las campa*'
ñas para alabar j bendecir al bermano Juan el
Magno y sino el espíritu de unción religiosa con*
. qno esta redactado el preámbulo ^el proyecto de '
decreto | el catolicismo que todo él rebosu j aun
oharréai como lo acredita el siguiente pár-
rafo:
«Guando la lej constitucional no nos'ttiandase
^e cada cual debe concurrir á los gastds ^ublí^
eos, en proporción de sus babores ; no hákienda un'
espaiid que no profese la divina religión de v/eiu-*'
cristo j es tan evidente como posítiro quf los gas-
tos de su culto j el mantenimiento de-sus^ minis-
tros tienen que sufragarse por todos los Isvc reci^'
bimos los consuelos de esta religión santa , j que
por lo tanto no puede establecerse otra base que la
dé la poblaeion<» ■
laúdate tJDH. in cimbahs juíikttiomt.
Y ettiO OIro : «Se repite con sobrada razón
qne el fitcblo españ»! ear. enñnen te meóte católico,
y honr^aneote apegado al decoro , y aan al es-
plendor del culto venerando de sus padres.» Y
mas abajo : Comprometida la bonesta existencia de
los pastores j directores de sus aireas , de esos
ministros del Altísimo que derramaban en las ía-
milias el bálsamo de los consuelos celestiales , en-
señándoles . á practicar todas las virtudes de la
religión cristiana.» Y todavía mas abajo: «Cree-
mos que nuestro proyecto de lej colma los de-
seos del pueblo ^ salisfaee las necesidades del cul-
to , y pone ¿sus ministros fuera de todas las con*
tingeoeías qi^ey pudieran perturbar la paz'de su én»
vidiahle estada ^ ¿ arrebatarles la parte mas*pe-^
quena del prestigio que deben tener para, prove-
cbo de la sociedad.»
Abora, digan vds. , picaros murmuradores,
digan Tds» abóra que Mendizabal es judio , que
babia bombre ya que no le faltaba mas que decir
que le babia visto el rabo ; murmuren yds, de un
bombie , que no solo se muestra eminentemente
católico ^ «¡no que llega basta á envidiar el estado
célibe j focifico de los ministros del Altar , lo
que equivale a decir que si pudiera bacerse cura
y no tublera impedimento matrimonial , se abriría,
una corona como un plato^ lo cual confirma y cor»
robora lo. qae mi Paternidad dijo ya de '¿i en la
capiUada 11 de León feeka 15 de junio de 1837,
á que me remito.
Alaben las campanas ,
alaben al hombron,
alábenle diciendo '
dol6n f dol6n , dol6n.
Lo cierto es qne el proyecto no le disgusta á mi
Reverencia^ j creo en mis [cortos alcances gerun«
dianos | que aunque al sostenimiento del culto j
clero se podria proveer por un método aun roas
iencillO| cual es el que se practica en las provin-
cias vascongadas ^ de donde algo nos convendria
tomar en materias dé administración ^ creO| digo,
que es lo menos imperfecto j mas racional que
sobre el asunto basta abora ba salido | j que una
vez suprimido el diezmo ^ á los párrocos no les
disgustará tampoco la intervención que les dá á
caáa uno en su mismo pueblo ^ descartando esas
juntas diocesanas con quienes tan mal | j con
razón , se avenían.
Aun b^ llegado á ma« la fortuna del sacristán
de Higuera, Al dia siguiente de su comunicado
presenta también el gobierno á las cortes su pro*
yecto de ley sobre contribución de culto y clero.
Todos ban sido á dar por el palo del gusto á Lo-
renzo Portales. ,¡ Fortuna de sacristán ! Sin em-
bargó I entre los dos proyectos , del gobierno /
Ae la éoiriísioD , me parece que Lorenso Portales
,jr con i él los, stíenstaaes que representa han de
optar por el segando.
IfOS prófugos.
Lleno de miedo ya el pobre ,
y de su miedo la prueba ^
tnns que en el rostro pintada ,
diz que en la ropa la lleva.
Cual colmena va cargado
'. de una cosa que no es cera ,
aunque lo llamea cerote-
vnlgarmente en nuestra lenguaé
Con el Credo' va en la boca^
mas nunca entero le reza ^
temiendo al «su único hijo»
le llegue la hora postrera.
Atontado va sin duda,
■ ' j :en su . alelad^ c^besa
cada ñonle e« ua CalrariQ^ ; .
cada loca una Tar pe ja>..
TemUasdOi ra el desdiebado
que loa •i^t8mo& que le cercan . _
6 en aJquél le crucifiquen ,
6 qtíe le despenen de és^tt.
Sin rumbo cief to camina .
la Magestad de las ' selvas ¡
aqui cae I allí levanta ,
acá hocica^ ,.aUá tropieza.
Ni encuentra quien le de aliento |
ni quien le consuele encuentra ,
que si 'él ya lleno de su&tc^,
no YA. menos ¿a de Beira^
Al fía lan^a el des<gi:aciado •
por desabogp á su p^na
un piroloii^ado suspiro
que al oído llega de ella*: ...
^ —r{G4flí^?-r— ¿Teresa?— ¿Suspiras?
-*-¿Qoé.be de liacer , María Teresa?
—-¿Itleras. miedo? — Calla ^ hermosa ,
no nos oi^an. y' nos pierdas,
•^¿Qaiénlo lia de oír ^ Carlos mió?
•—Espartero y que anda cerca.
Mira:atxá&.^ ¿ver si viene*
— oFaltay CárloSy que me atreva.
. — ¿Teresa?— ^Cá ríos ^ ^né quieres?
•—Acércate aqui á la oreja.
¿D¿nde ños lleva esta gente?
^— Falta I Carlos ^ que lo sepa.
^Pienao qíie vntpo» yéndUlos,
ir^Temien4oetloj (|ue nos fandan,
--¿Sabes 44n4<> no» IkaU^fmot?
^"Yo °P ponoKco esfca iternit
r-Y dime ; ¿qu^ M de Cirilo?
— ^ Aj , Qárlos ! Se fue Alagedla
poD £rn>,--{C4ai6l ;Qa¿ )ui$ ¿icbo!?
jAsi con te4as sus l^irae!-
¿Con erre ^nibÍ4»n dijnte?
— Digo qtie se fu¿ Alameda
inas nq cpn £rr«, con i^rrO|^
JErrq el ministro de Hacienda.
¿Me enteiidiste bien ahora?
— l^o estrafies no Xt (»iten4lera|
que el tnt^dP embota el old«í
y 8^ confunden |a4 ledras (4)r
—¿Y donde fueron?— A Fríiiicia,
r— Fiepsp yo , Maria 7«resa ^
que el irnos también á Fri^iieia^
nos ba 4^ ten» iqas cuf n^,
¡Aj Ciarlos! pienso |o mismo |f
I y ojfilá q*^e *?r pudiera J
—¿Pues quien nos lo impidé^^-^f Carlos^
(i> T^ad^ tiene Aé partícqlar eqalqalerl^ mala intelí^
f encía de D. Garlo«f en cuanto 4 percibir la f«ga de Fray
lírÜQ Alameda en conapait^a de Erro ^ pqrque como ¿I dí-
{*# muy bien : «1 miedo embota el oído y bace confundir
as letras y de xonaig-iiienU U4 palabra 9*
j Cárloí imoSJ ! —¿Qué í Teresa?
•*-rQtte t¡«iieii toiBftdo 9I paso
esos demonios de Vera ,*- \
j á ^uántod pasaif maltratan ^
¿ astriñan ^^ saqueimi^^ •
Moreao íne fusilado (%)
por la canalla proterv«a y
j al in tendente. Kíaisi.
le cortaron- }a i^abe^^a;
Ia pufjtiesa 4® Graoa4a
solt¿ 8^1 pasar laflí pesetas^
y con BUS ni^as Jiicieroii
Ic^ ^e con viejal no Mcieran^
A las d^ Neg ri j Bgoia
hicieron tambíeii la fiesta |
que .ni no b^^reto salvaron ^
ni un pendiente ei| una oreja.
También Tri&tani escapaba i
y al llegar a la frontera
los mismos que le esicoU^ban
como ua Ada^i me lo dejan.
Carlos I no pasa una raUi
que uo espulgue la caterva^
que el soldado no asesine |
6 Ecl^evarria no prenda,
(a) Seffora , lo qae «s este- wtélite ya calciilaba jo que
no había de morir i capilladawi átnonteraKoi.
•— TtrtsáU^ no delire» y
no sneSes I María Ter««a ;
mis mas fieles servidores
{lian ifi hacer esas torpezas !
Los que mi Jtrono defienden |
los que p0r la. fe pelean ^
7 la religión >dftyina
Ueran en las. bayonetas ;
Y Echevarría y inn ministro
que el cáliz y la patena
con sus consagradbis manos
todos los dias maneja •...!
¡Qué horror! qué horror! Imposible!
Teresita, no lo creas;
te engailan, esposa mia....
**Vetey Carlos , á..*..-~Teresa!
¡ Qué genio tienes muger ! ,
parecas una pantera.
Y mira no hables tao alto^
que anda IBspartero muy cerca*
Pero bien , Teresa mia ^
dado caso que>asi sea,
¿ piensas que se han de meter
con su Hejr y oon> su Runa ?
—Carlos y poco los: conoces ^
eres | Carlos , muy babieca.
«»¿£ues qué- recurso ^ muger ,
en este trance nos queda?
¿Te parece que. á la Virgen ,
Creneralisima auestra |
'de los Dolores le bagamos -
uoa devota novena?
— ¡,La Yirgen de los Dolores! ^
¡Pues me tiene bien contenta!
Cierto que la Generala
ba lucido su estrategia. •
Teresita ; no blasfemes. '
— ^Tu eres , Garlos , quien blasfemaré
«—Teresa í no bables tan alto ,
que anda Espartero muy cerca. —
Y discurre tu un remedio
para salir de eslas penas ^
que para inventar recursos
no está por boy mi cabeza.
— Consulta; con Montenegro.
«— Hija, bablando con franquczay
no me inspira gran confianza
el ministro de la guerra.
—Pues con Yillarreal consulta. '
— Si be de. ser franco , Teresa , »
tengo yo< acá mis ^recelos
que quiera Dios no nos venda!
— -Pues Zartátegui 6 Elío . -
nos dirán lo que convenga.
^-Si , si: como con Maroto
no estén en correspondencia....!
— Pues , Carlos y ¿de quien te fias?
— De nadie, María Teresa.
Y mira no^ bables tan alto ,
que anda Espartero muy cerca.
) \
•^¿Con que de nadiéZ^De nadie»
—Esto lo llevo pateta.
«-Teresa , por mas Ueyado
no diera media peseta»
¿T de mi te fiarás ?
—Éso.... de modo 7 manera. ..i;
— ¿(Mmo qu¿?— Chiton, señora!
que andA Espartero muy cerca.
mm-^CQu qne de mi no te fias 7
¿—Cuando mas | seüora » i mediafl*
Que ha sido vd, para mi f
señora Beira^ mn^ beira.
Mi perdición ba rajado
desque vd, vino á esta tierra^
¡que ojalá no hub^iese puesto
janeas las plantas en ella !
Yd, anim¿ á Maroto
á que hiciese lo de Estella ;
lrd« que con Fr, Cirilo
en relaciones secretas.. •••
^-Señor D«_ Carlos, su ruina
acháquela a su impotencia. ^
—¡Impotente yo , señora I
Solo para yd. \é fuera.
En estos diálogos iban
sus Jáagestades excelsas,
•I Rey Wlio unsoliman,
hecha nil veneno la Reina.
Cuando en esto que divisan
á la luz de las estrellas
unos bult os que creyeron
ser hombresN con bayonetas*
•^•¡Ay Garlos! Somos perdidos !
•^Somos perdidos y Teresa.
—Espartero nos atrapa.
X— Sus avanzadas son estas.»
T contando ya los dos
llegada su hora postrera ^ /
se reconcilian , se abrazan ,
se aprietan , chupan y besan»
Y despidiendo una voz.
entre ahogada y lastimera ,
invocan á Yillarreal ^
piden que i auxiliarlos venga.
^Junta el general sus tropas^
los ejércitos se aprestan p
que entre infantes y caballos
eran doscientos cincuenta.
El campo se reconoce,
y los bultos que se vieran. ¿i.,
los hombres eran encinas ,
las ramas las bayonetas.
No estralíará Fr» QerAodio
que lo qi\9 al Kejr de la^ selvas
le pint^.elijtpnces el miedo ,
sea realidad á esta fecha^
tmVJHO TRIMESTRE.
GAPILLADA 180. SEITIEMBIIE ». AE 1888U
Fr* GERmDIO.
■ {
... - .f j
Stf guis dixxeit Fratrem Gerundiunk
noWnUhére fiares pr&yétá,Kanaiherñt£
$í alguno dijere que.Fr; Gerundio no
lieñé narr]i!e9i!«> pro(ct«i,< le^^Ofugo et >otíé*^
po como un & Lásaro. ^
r Co]9C. 6. Gerdnd.
- ' Ditidi4os ñ\t ^tte «stafcBtt-
los Gerundios j Ibs legos.
, , C^odo Kay^ ^í^eDeiites , puntos ¿ .que atender
no liaj réipedip «ípp djvjid^r las fuerzas. Imitando
p^os. la, estrategia 4e,lqs m^s hábiles j^eneralesy nos
4^Ti4iipos Timl^etj^e j^ mi Kma. persona en do^
cuerpo^ I de lo« caaV^s nifo ai mando de Tirabec[ue
es400a9
emprendió stt marcliá^á' jornadas '<Íoj¿B por la pla«
xaela de Sta« Catalina | j el otro a m¡9 inmediatas
<rde«es'póiÜA dé Sto^.I]bfalIllj;o;.'i£^óLtillliQMttlc-
ciones d e qu e á tod a costa penetrase con su cuerpo
en el castillo encantado del Espíritu Santo $ y yo
•^resoelte^.á ^tra:r cpUr- el Q>ip ^Q la casa fuerte.de
BoiM María de ^ragob : ..ainbfS iton eluntbjeto de
baeer un reconocimiento. £1 ¿xito correspondió
á nuestras acertadas '^dfS^iosiCTDnes : las guardias
no opusieron la mas pequeña resistencia , y uno
y otro aor" apodersfinoy r ■ jrtfB^ "del edificio del
Con gresoL ,, y^^ , de el .^^l^^^iidfi'* . Jlecho nuestro
reconocimiento y logrado el obj^t» de las opera-
ciones de ^qn^I dra'7^1tol?imps a ocupar nuestras'
primeras.^ posiciones ^ concentra^Oonos en la celda
gerundiana ' - ^'- ^ '-^ ^»4
Vamoí^^ Tirabeque^ le dijeí ¿Qu¿ habla por
el Congreso?-^ Había diputados , señor «-^ ¡ Mira
qué agudeza ! Habría facciosos ^ si te parece. —
Señor I facciosoá ja#taAles<;no:| ¡p^t^, ex-facciosos,
nada tendría de pariictilfti4)p4»rqH0isegii« ha dicho
el Sr. Duque de Rivaft: ea el S^mdp •Puede ser
que el año que .piene. esté ^sentado.: ^en- estos escaños
ehjue es ya un generoLdíIa Heino.» Y eso pien«<
so JO que lo diría por Maroto. — Per<f qué ¿has
estado ei^ el ISenado támÍ)Íen7'Mó séñor^ perd nun-
ca falta quien bcidente á'úñdí de lo qué pasa.^
¿Y en qué Isitio estu&iste? Cstarias eñ la tri-
buna de taquígrafos ^ pues^aúñ^ue no lo eres (a
pesar dé'qüé los rasgón d)e in pítima fnás. perecea
signos taquigrafíeos que trazos de caiigrafia), co^
sao parte integrante de la redacción te hartan
sitio en ella, — Si senpr , pero este ano esta :aque«
lio muy apretado.^Eso fácilmente se remedia
^on poca obra que se liaga,-**»Ali señor, la^ obras^
<K)mo dicen en nuestra tierra, se \í^jx de bacer do
las sobras \ j mal pueden las corees tener sobras
ipientras no sci desempeñen de sus trampillas»-**»
¡Como y Tirabeque! ¡Qué espresion es esaj — Se»
Sor f quiero decir , mientras no salgan de las
cuentas quo tienen de muj antiguo con los ar^
quitectos , pintores , estereros , albaniles y otros
^artistas ¿ artesanos que trabajaron para habilitsu:
los palacios de las cortes.— -Eso es otra cosa; iino
es que se hallen en descubierto con los que pu<r
sierbn sus conocimientos , sus enseres ¿ su trabajo
para la^ habilitación de los edificios, y otro que
tengan trampas; Esta es ro^^^que solp se permite
aplicar á gente villana j personas de baja itlase;^
entre sugetos de elevado carácter y alta esfera se
llaman compromisos , ó cosa asi. Ademas que
quien está mas en descubierto es el Senado desde
que fue estamento de ilustres Proteres \ «sosa mujr
propia de este pais de vice-yersas , en que cuanto
la persona es mas ilustre ^ suele tener entabladas
mas relaciones de cargo y data con los que ^n
servirles se emplean,
Pero esto es un incidente estraño á nuestra
cuestión , y que no se porque le has suscitado,
Dime, dime, pues^ loque viste ^n el Congreso,*^
Tomo Til* 26
Seflor, los ministros no estaban aU(.— To lo ereo;
como que estaban todos en el Senado.-— Diga vd*
señor; ¿y el ministro de Marina llevaba aquellos
zapatos de baile que llevo el otro dia al Congrew
so?— ¿Con qué a unois zapatos de calzador , como
los que uso jo por casa 9 llamas zapatos de baile?
¡Que' inteligencia y que criterio tienes, hombreí
Sábete que esos zapatos^ que sin duda recuerdas
por el afán de criticar las cosas mas pequeñas,
fon una prueba de que el ministro de Marina es
bueno \ porf|ue eso quiere decir que un ministro
de Marina debe estar siempre dispuesto á desnu-
darse fácilmente para echar el cuerpo al agua tan
pronto como la necesidad lo exija. Pero vamos,
¿qué fué lo que se trató en la sesión de boj?—-'
Señor , allí presento el conde de las Navas na
proyecto de ley, que decían que era propio de un
dragón.-— ¡Hombre!! — Si señor, como vd. lo oye.
Y aanque él no deja de enfadarse algo y da sos
manotadas fiTcrtes en el 'banco cuando habla p á
mí no me parece tan dragón como todo, eso , que
yo le he visto muchas veces fuera de las cortes,
j me parece un señor muy llano y de un genio
muy divertido.
Asi es en efecto, Pelegrin. ¿Pero qué clase
de proyecto era para decir que fuese propio de
un dragón? — :Señor, él pedia que á los ministro»
que infringieran la Constitución, se les cortara
la cabeza. «Ministro, decía él, ^infringiste la
Constitución ? Pues abajo cabeza y no hay m&s.»
SLÍtíAP^ fifis ¡qim infiQÍDgrieraa la ConftttAaeion los
medía por un rasero, j ájtodos les recetaba igvtaX*
SR$i4ll!l4i^>gaUptímby ^r esc} 6ÍD duda deeiba <|ue
cyrafuüajfy de dragpih». . •
. V A^rii.yjEl; te .-«otiieodp |/ hombre. Diríaa Dra^'i
^€tíftir^>^4''^gQtk^ t«í9 /referencia á Dracon , le-
giSkWioi} Átenieoso.| que farsí. toda clase de deli^.
tOía^>' áo^. mUmo V3v.e».¿j^ue graves , estableció la ,
j^m^ jd^ muerte ;. j«^ quien dijo Herodico^ .usan-;
dp.^^i^ ^9l^pio¡inji^pto# .4el,i»ismo retfü^Qaiíio. quP:
til ^aa usado p<^r,igaQrA^ia á equivocaciou, «que.
Wijl^QS- de Di^acoA.f ra4. 9tas bien Je jes d^ drii-:
gQ^^que de ho|ubre*i» .Cuya -severidad ad<^pt4.pasal
fl]^ ^yes. dicho Ijeipislador, porque _decia que «n;
ini; fOüpeplo no babia delito tan pequeño, que no^
Bfiere^iera la peua de. muerte , y que no .imponía. i
Qtra;Kaj^ )ps dQUtpa.;gnave&^ porque tampoco «sa?-'
i)jOci« Qtra mayor qtm« k.de muerte. Pues.iníra..
a^L .009 fsste rigor;ismq /^^ todo , sábete qu^ tubo.
]j¡fa^ga tpfta pppu}aridÍ4i)d ea At^nas^ que ¿sabea^
cómo murió? — No señor.— Pues sábete que murió-
una. nocbe ea lel tef^ro, xee^biendo aplausos del
jlU^blaj abogado ei^ibre los. Sombreros;^ gorros jrt
capa^ique tiraban $d^alto y ,U caiaa eq^íiaa, Qm^
qu« podrá aer qil^e! el pe^ide de las Navas aspire á
tener. una* muerte igq^ln^j^nte popular, j... alegre ^i
4¿ en pr<oclamar la misma severidad an la^s jley.^s.
de España. — Señor , ji<> jiiecesita de aia, que ya el
otro dia en la pla£&_ de tpxQS i;r^..que le aboga-
ban entre loé víxcftiiM^s* j «iá«Ni¥fo%^ iégtín^^^flíérlé
proiclamtibaii • entre lo<loé > y 1^ ^bian «éii ^ botá««
bros j id Tolfian' it bajar* '''• '
LoabW>eSy Tirabeque^ 4 celo déKÜdhde' eü
babor propuesto al Congrego- <(^é^ proyecta 'dtt^l^jT
de responsabilidad íirica. y^matofiaV á.ioi minis-
tros qae quebrantan \á \^f 4él ^s^áofff^ qjae la-
responsabilidad moral y 4<^'hioqOr «ó bá Hüslíiido
á> contenerlos en sus demi(sísí»4. Yo la desearla tan^
to' eomo él , y- la naeton éiátílai* porqué tul iiii<-
nistrt> no abuse impunemente del podier ; tieso
sed de ver algún eseartllieiíi(«\^erte y ejemplah
Pero sobre ser nn absurdo^ ' pretender qué tbd<íf
los delitjod sean eastigados con un«l riiisma pena
la ley de! responsabilidad material en los minñ-
tros I eomo dice, el célebre Mr^ Pagés | et taú
irrealizable I y en la altertíativá de tener- iHta lejr
mala ^ ¿ de no tenérlfi> o« :)>i%feribIo (dice) est»
último. Cuanto mas que ud mO parece esta la
mejor ocasión para pedir tíiyeé tan seTeraft^ cnaBi^
do no se trata mas qué de paz « f ol'vido de lo
pasado.
Diga yAí ^ seilor; y fot ú Senado ¿qvé ba-^
bia?-^N£ida y Pelegrina—- ¿Como que nadá^ sefior?
.— E4 déeín..s»Iba á cijntarle lo de D. Martin de
loa Heros ^ euatído biri¿ mis oidós un Oainpan^
general* Se me puso en la mente que se babría
cumplido mi pifofecia $ tomd< el sombrero y d
bastón , y tsali a averiguarlo^
.muMBam
¿CON <JUE' YA SE FUÉ?
« = ¿CON QHE! YQ ACERTÉ ?
•' UM'Í n-j '. ' ■ ■ •. f -. , , ■ ■' ' ' . ;' ;!
. '/¡(I fth .0'; r •"^•; /'/r.'í.'.'".: i ■•.''' ■ - ■',[
\ .i^^v^Jís^^ ¿qnéjikixye^aA ^» la que hay>, que tan
il^l(P^^c^.iir^elve;.y4>'?-rTnyeo ficá , > Felegrin mip,
. qoé ,^ef)úc, gana 4e Aecharte!^ vista .^ncima. E^-
.fie;ipt4e.espp brazos. cuaiítQ puedas yjppmo si te íuc'^
Jijira .4TrMcifici|if»—^Poro $e&.ory ¿ y con que fin ine
.^af^l^.^vd. eao!^-«Tu estiéndelos , y Luego te lo
j^iri». Y^j^inhien e^tendei^^ loft mios, y, hat cuen-
ta qiO^^sógi^s, yo^^el Salvador y tu el buen la-
.j^r.qn.'rr^^Ar , eso- poco, á, poco : m4nden)e vd* Ha-
cer cualquier papel menosel de laxljron-^ n^ ma\o
,BÍ*bu^f)o-^ porque. CAJoliendq^ a cosa de ladroni»
cip , del . ^jpr .ren^e^í^ yo,,-^Válganie Dios, bom-
.tre,5 uctíñe entiendes .^ Quiero que e^itepdamqs
, ambos los braxps. chanto p^acdan, dar .de si pasa
e^tr^cbarnos despees con ellos m ú tu agente, i»—
^^tlqii q|«i%i|?8.para abarajarnos | H^^^-ttes qué no<-
vedad hay y señor? S¡ es cosa de alegria , diga4
meló vd. luego , y cuente vd. con que le abraza-
ré como si tuviese yd. 18 años , y esa cara en
lugar de tener arrugas j barbas fuese un rostro
con una tez mas reluciente que una camuesa ma-
dura y y en Tez de gorro blanco y peluca tubiese
yd, uno», riz^í uégroí ífue4jG^r llegaran basta las
corbas. Con que asi dígame vd. qué novedad hay*
—¿Qué ndvedád báv áb¿' bdbér , boih|)re ? Que
acerté como si me bubiera iluminado el espíritu
Santo ; porque ya je /ae.— Pero señor^ ¿quién se
fué, y en qué acertó vd.7— ¿Quién se ba de baber
ido f torpe 7 D. Carlos , que ya está en Francia
fugitivo y pidiendo un albergue por amor de DioS^
*''■' Wó'sé éüal fué' íñüé pí^n'fbV ¿í dééií'iáio 6
t^Valatizarse a mí Tíra^beqtre/ y' abrazhftó^íyoh ntítk
"decisión y ixnu fuenray qué creí- qtie-dfclFf. ^fe-
'TÚndío y sulégo iba S Yesiilliár una sola peirs^nac
El grupo era digno 'del pineíel de-Gióya.''^Titábe-
'qué, que ine rebientás,'no te~ alegres ''''taTQtb'.íí*-»
'Señor, íio'lo puedo í'éiriédlalrVJf éíf^ésté'moAen^
to me sienta con' utías 'fuéi*zaí^'fcoBfO''ftVr Sá'ii^on^
' — Que itíe lEÍbbga vd/>^fi€Íñbr''Sarison'é*^i¿ncírb'rií«
'to;- nb'aprié^' vdl'Wtítb:;' ^" '■* r t '^f'V^' • ' '-'
" Al fin quiso' Dios- que úíH^ ié]&T^k'¡ jr^^^w-píi-
'áie^e^l-espirár con libeílád;í¿2.PSi'o''Béíí(/r,^^fe8-cósá
^'ségurii 1á tiotícia?— ¿I^-áes^Tfltf IW ha? d^' M, boiít-
%rúy /i iiéaMde leerlo e'Á' la» VtfrtfeS'iñ'ii
•Tlíaix? Vtí'aqui/^uW xjb^^ia'í^ pá'rté'^Wfícirfl que
"ái álonÍTiistro dfe Eaftjídto^él^"c6n8iir'WS¿ M. &i
^±±407»
Sajrona cotí fecha del 14v: «Excmo. seilor^aaMiiy
«eñor mió: (i) recibo en este momento (ocho de
..la noche) un propio de mi activo encargado en
^inboa , en que me dice lo siguiente.... — Señor^
¡un. propio eu que me dice lo siguiente!— VamoS|
déjate ahora de censurar el lenguaje: el que es-
cribe de priesa no está para reparar en la cor-
^recci^n del estilo. Eso se queda para el seiíor
Ramonet en el Senado , que todos los reparos
que pone á la contestación del discurso de la co-
cona son grs^maticales ^ que na pareee sino que
ha sido dómine titular de algún pueblo. Y déjame
aeguir. «Ahqra que son las cuatro j cuarenta y
cinco minutos de la tarde.....— Señor^ eso fue a
las cinco menos cuarto que llamamos acá en Es*
paña. — ¿Quieres callar, hombre? «Ha entrado
D. Carlos, acompañado por el Sr. Subprefeeto,
y este con sombrero en la mano.... — Señor , pa-
réceme que á los cónsules no les debe dar mn«
cbo el naipe para esto de dar partes al gobierno:
¿qué necesidad tenia de decir si el señor Perfecto
llevaba el sombrero en la mano, 6 le llevaba en
lut cabeza'? Bien que q^ucrrá indicar , que la 4arde
estaba templada ^ . jr que no lluvia como estps
días en Madrid , porque sino ja hubiera cuidado
íel Sr. Perfecto no solo de ponerse el sombrero
sino también de llevar paraguas.^— Mira, nohjis
(i) Aquí M le ólyidó: «7 de^ iodo mi aprecios
8e ser trítieon ni impertinente t ademas ¿qxié sa<«
bes tú lo que significará el sombrero en la matio?
— Seftor^ bajeas de fot ros y nada ittas.^^Apofeo
rato después ha recibido este seftor general Hatis-
pe et parte del espresado comandaiite en'qiie con-
^rma la entrada del pretendiente en Ainhoa , j
dormirá está nocbe en Saint Pee.**..* £1 conde
Negrí, el ferot* Merino | Guibeláldé y otroS mn-
cbos geféSy curas I frailes ^c* están llegan-
do Sl esta. Todo lo qtte ^c.» «i^fixcmo. Sr.=i
B. L. M. de V* E.^:=S. A. S* S. Agustín Fernán*
dez de Gamboaé (!)•
Ea ; ya Ves eotuo acerté en mi pron^atko do
la espillada áltimat ya ves qtíe decía:
Nn estrañará Fr. Gerundio
que lo que al rey de las sel tras
le pÍDt¿ entonces el miedo
sea realidad á esta Jecka»,
' >Y lo era en efectos yo lo escribí óon fecba 1^
y el id bas visto que llego aquí la noticia db
baberse verificado el 1^ a las euatro y cuarenta y
hU«
(i)r Aquí le falt¿: ^^A hk P» de la seííorá con fino»
tíneo teinntoi de la tarde. Es decir, minntb quA
6 menos | porque la entrada no la baria precisa-
mente en tin iniauto,-»SeSor | parece vd« brujp
algunas veces , asi tMos me salre^-^Yamos | d¿j«M
te de l>í^njer{aS| y disponte á solemnizar con, ott
regocijo domestico y propio de ti| carácter taa
fausta y. decisiva nueva.-*-»Seüor i toy es dia de
techar las piernas al aire,— Me alegro que est^
de: ese ^ensam¡ento»«-Espéreme rd, uapeoo, que
inieltd al instante»
Asi fue que no tard¿en Tolrer con un graa
«Jicote en la boca y un violin en la mano. — Mú*
chacho^ ¿tu para qui^n traes eso, hombre? ¿Ti
de ddnde te ha Tenido ese instrumento?— Señor,
bace tiempo que le tenia yo echado «1 ojo en esa
|>rénderia que está ¿ la vuelta de la esquina de
la calle del Prado , y desde luego formé intención
decidida de alquilarle para eate dia. Con que así
t¿mele vd« 'y t¿queme ahi cualquier" cosa ^ que y»
ai son qufe me tocan bailo «---^Pero hombre , si yo
^6 po^eo este instrumento ni Cristo que lo fuuf-
d¿.—* Vamos , señor ^ no se haga «1 pequeño y que
bien me «cuerdo de las disciplinas y castigos de
pSLtizai y coro que le costo á v<^ cuando era noví«
cid el'andar tocando el vigoloncito á la hora de
sic^ta'y que era el que mas le incomodaba al Pii-
dre Maestro de estudiantes^«^Es verdad que allá
'efíi mis juventudes aprendí lo que se llama á ras^
'car algo) tocaba el Mambrá^ la Cachucha^ la her«
moia Palmira y alguna otra canción moderna y
.'ée gwto; pero ya pTobablemente ho Klie deoirdat^
Tanibífn llegué á iQcat algnn otro yaUeeíUo;
^qnseret bailar yal^7 — Se$or^el valse tengo foten-
Jüflo^ q«e yioo de Franela , y bo estoj yo por
Jbailea de la. tierra de Mr« Mole« — Hombre , abora
• me acuerdo que también .tocaba' /a contradamza de
Jbs 4:aiaüos^ iqmeres bailarla ?—Seuof , bagase
rrd* cargo qqe aunque lego ^ aodo cou . dos pies
tbijfeooa;¿,n^lqs.:;y asi yea vd4 si se acuerda por
abi de unas boleras para gente humana^ y que sean
lespsñolas por * todos cusiría cp&tados , y aeompá-
-ikelas-cou algfinas coplas^ y dése prisa que ya loa
]p¡^s ke jÉe e^táa bacieodo cígua*
, Púseme. a afinar el Tioliiiy euyas duerdaa est»-
¿bani.mas desacordes que (loo batallones -de Nayap-
rjía^ apreté lak olavijaOs eomo aprieta el gobierno á
Jas cortes pora* la tesoln^ion. de la eaestion de
faeror: las pocas cefdas .que al arco babían qoe-
db^doseiband-esprendieqdo apeoaslas tocaba | como
<aolda4oa: . :^nfladoa de . servir Ja causa perdida del
•pretendiente , y fallábale la pez, que es á un yio-
'lin contó .la rabión áija.soldado» «Tirabeqae^ aqui
•ialta la pez.««-Senor , si sirve- lo mismo el aebo
•de vela , pronto lo tra¡|;o ^ y aun si es mejor la
cera vir^n ., también be de tener una poca.—
Hombro, 90 seas majadeo i anda, baja en un ins«
, tan te á la botica que está al lado , y ^ide dos
cttartP4.dc pez griega: e9tfetaQto discurriré yo
^dguaa c0pU^ — Señor , si es. pez estrangera, no la
pUlo ) ;yo. qjHkiero que sea, ímIo espaaoL-^No es
X
Iqtie sea e8trattgera/'boiií|yí^y''^im*<ftlé1i¿ llama ari^
Fué Tirabeque , wAt\6'&'%MÍt %^ la ligereza
de un gamo, unt¿*Aél:ftfceí'd<$H^él¡ti'^^>j después
de algún preludio di p^iticí^{|ji:^c|jéi^r las bole^
Tas j Tirabeque á bailarláiS'y^'iMoirir^á^ndolas de
las siguientes coplas*, qAe,ii'ii«>^(ftS-btteqaS| tienen
en su favor baberse escrítitKíetiiidie^tiiihtutos como
las Memorias del Conde Bostopchine.
yira el invicto Duque
Oflnorj'jj.' •; <piní>JI:«MSQldjÚa#>^ /io i.-ú orrj'r:;.;- .Rj;fe*i
fcí »'•■"• '%' w:^, ?•!.'♦• "¡r.-í O',-:'! 7 8.;ií",í f. •. ; r.uob
. , / • Ciña sus sienes ' " .
.Oü^'.r >: ,í v,i V r/ :- -ij vji.í ^, Tír> .írr •;.. ■ ^ .-. n>
* la oliva entretegida
• ^ . , con los laureles. , } "
•/jq ?'. '; • •. •]> 10Y L : j' ¡b^b .■,r::, ■ «íil^-,» ^-^
Loor i los gt^«fereros'l'!?u'i>;'»
qué enemil combatés-rcu oiñ
por la patirla :veTtÍBBMi :
-.f,
:>
preciosa sangre;? -v^ /[ /: ': 7
Y noy que ban cencido ,
abrazan generosos
. , , al enemigo. ' r i • ^
Et>i;j. -.^ JO.
{ Gete»>4e los pvlidM .
Qaéf ¿te cansas ya? Pronto, 1«> d^as | Jiomlre.
—Señor , ntf> W^é tteeaiQféy' mo( q«^ íaa coplai
esaS| aanq[ne dicen Io:iibe;d»beitcdMÍr| partéenme
demasiado serias j poco animadas^, j. jo qneiía
qne cantara vd« otras nuk$ a^^gres y $e. mas jalé».
—Yaya , pnes discnrre ta algnva de tu genero , j
yo caotarií otras después. — A rer qñí tal le pa^
rece á vd. esta ^ señor.
Si se acab¿ la guerra ^
carambaoj^tdtf^T ^of ¿ -r- '^ T
fu¿ porpláSfisioipatíasrT) 3f;p
de Mon8nbr'MoUéi..T r{ -/«
y ¡va la broma ^ «« ^..^.-ííjaí
por Monsieur PaniorriUa$
Ta esta cabriola. . ^ •
Corriente , hombre : pues aKa' yoj yo tambiem
Ahora hace dos aüoa
que D. Garlitos
a Madrid .aaomaha (. :
loa bigotitoa*
Y hoy el pobrete - í^
en feioQ estrafio busca
quien le dé albergae¿> .
TlEAlEQÜE,; .
Sr. D. Lw!Sdipe,
muj seábr nio > - <
allá está ya el mancebo i-
cuidáo conmigo!
No sea la co^
que entre por una pneitta«> i.
y salga por otra, . cu .
. Fr{ Gerüudio.
No temas i Tirabeque,. '
no temas ^ bobo ,
qne hacetnios ya no pueden
con él el coco,'
Qne teman ellos ,
si llenan las narices
á Baldomcro. *
TiaABZQDB.
* Mil ocbo- cientos frailes ,
jála, mucbaelia! ' • n
con cuitrocieatos caras
fneron á Francuu
Y otros no entraron ,
porque* en Vera loft soyo# -
los yendimiaron. -
Fa« GEmmiBío.,
Metternicb y Ponsbnkf;
con Nesselrrodc v
pueden sus protocolóte
hacer cartones* • •-
Qué acá en £span%
como somos, aansinai ' -
já no hacen falta. : / •
,TiaAB»QfíE..,-.
El que quiera casarse ^. ,.
después de viejo, , .
que |)p|pt)^re á Fr* Cirilo
casamentero.- , ,
Que con D. Carlos,
se lució coipo hay yinas _
el tal Prelado. , ^f-,.
Señor I me fatigo d^ cantar j bailar á un
tiempo; ya sudo como un pato. — Eso es muy
bueno para la salud j Tir^bequ^HiSigue otro poco.
/
que ltt«g4Í 0cfaáráft- una coptta 7 quedarás * eoiiifK
dicen en nuestra tierra | como un reloj.-^Señor/
T«nga laegOf qae boeoa falta me está hacieai«i
do ya.
Heeho cargo de la razou coil que Tirabeque
pedia ya un refrigerio , ie mandé ir por unas co^>
pas y unos yizcochos ^ y puestos los dos mano á-
mano cada uno de un lado de la mesa ^ nos refo-
cilamos patrióticamente como dos patriarcas. Ti-'^
rabeque embaulaba vizcochos y envasaba copas
que no se daba vagar lo solido con lo liquido, y
no parccia sino que acababa de ser cangeado de
un depósito de prisioneros de la facción : yo por
mi parte lo bice como un músico instrumental
j vocaU Y por último siguiendo la moda de los
brindis y digimos altérñativamente.=sFr. Gerun-
dio.=3A la paz y concordia entre todos los espa-
ñoles.=sTirabequé.asA los auxilios e&caces de tiuis
Felipe y á los votos y simpatías del otro danzan-
te.sssFr. Ger.aBsA la Constitución , á Isabel II y
a la Reina Gobernadora.asTirab.^ssA. las botas de
Monsiur Feseqsaque.=Fr. Gcr. — Al invicto Du-
que de la Victorií^, al valiente ejército español.=
Tirab.=:A las trampas que babrá contraído don
Carlos, y á lo que se tirarán de la oreja los que le
prestaron la pecunia.=:Fr . Ger.=tA que Cabrera
y sus vándalos reciban luego el merecido de sus
atrocidades.saiTirab.=;A qne D, Carlos y D* Te-
resa anden á pellizeos sobre quién ha tenido la
culpa de verse asi^sssFr. Ger.':=:A que todos coo-
á la eoAMdidaáoii*de la obm déla' paa
tan Veatnrofamaite eBipezada.«»Tirab.s«A que
kf cortes teng— • tengan*-* jaico«« jaicio , j no
nos lo eclu.** echen á per««.*der«
El humillo del Jeres se le habia subido ya al
cerebro ; trabébasde la lengua | j no pndo echar
brindis el pobre Pelegrina
NOVENO TRIMESTEE. .
CAPILLADA Í9L SETIEMBRE ^ DE 16991
Fiu GERUNDIO.
»SÍ yi/ií diiferit /V, Gtrundium prop-^^
Urea ifuod pulset violinem, ideo tocare
vhlonem , ataue negothun educationit
juventutis oblitum habere , anátbtr»
ma siu '
Sí alguno > dijere que Fr* Gerundia
porque toque el violm, ha de tocar tam-
bién el violón , y que tiene olvidado <»l
punto de educación de la juventud , le
Saco á vender por trasto viejo á la feria*
CoNC. 6. Gerund.
ivúC/ Dliei4/(X/ SocttUI/(X/-
«Los impioB de estos tiempos' ecban en cara a
nuestros antepasados reyes su crueldad j su igno-
rancia por baber establecido el tribunal dé la inqui-
sición , que tiene por objeto la conseryacibn de la
ÍB ^ tal cual la hemos recibido de Jesucristo nue»^
Tomo VII. 27
tro divino Salvador j de los ap¿stol6i ; todo lo
cual forma eo mi concepto el elogio mas completo
qae oe ^aede hacer de estos piadosos monarcas.
Nosotros si qne tenemos bastantes motivos para
derramar Sobre esos hombres infames todas las
maldiciones de los condenados. Ellos , ¡ malditos
sean ! nos han arrebatado con la fe j la relijioa
el mas precioso don que el mismo Dios puede ha-
' cer á las criaturas. Ellos han arrancado del seno
de nuestra sociedad el pudor, la hombria de bien^
la fidelidad | el amor de Dios que es el principio
de la sabiduría ; y ellos en fin , mil veces maldi«
tos sean , nos han arrebatado la esperanza de una
eterna felicidad.»
Quien bien siembra | bien coge , dice el refram
6 tradticífíndolo en antiguo : como sembráradeSy
cogeredes. Y asi es la verdad , que quien sem-
hré nispolas será muy tonto si piensa coger acei-
tunas ; j quien planta nabos no espere cosecha de
dátiles. Esto , sin leer i Mr, Bozier ^ lo sabe cual*
quier tío Anguarina de los dominios españoles.
Del mismo modo , si buena doctrina enseñáredes,
buenos discípulos sacar edet ; porque la doctrina es
¿los entendimientos lo que la cebada á las tierras»
fi bien bay entendimientos en que mas parece
que se ha sembrado \\, cebada á almuerzas que la
doctrina á granos ; pero eso consiste en que haj
cerebros de pan llevar como las tierras de labor.
Por lo demás los entendimientos son los campos
de tuitivo del alma , la lemilla la doctriqa p j los
labra4ores los directores 6 maestros. T el buen
maestro que buena doctrina siembre ^ buen fruto
se debe prometer cuando la semilla crezca j ma<»
dure en los entendimientos de sus alumnos.
Por'' eso no ba ido tan deseaminado D. 'Mar^
_tin de los Heros (que si por la clase de cosecha
que en las tierra^ de su entendimiento debe ba«
ber se le hubiese de nombrar^ tengo para mi que
debería llamársele D. Martin de los ^Yeros)| por
eso p digo I no ha ido tan descaminado en echar
de meno^ en el Discurso de la Corona un párrafo
en que se nos enterase de los adelantos de la edu-
cación de la Reina niüa , en que se nos dijese qué
tales sugetos son sus maestros j directores , j qué
doctrinas enseñan á S. M. Porque podría acaso, dirá
D. Martin , tener un maestro de lengua castellana
como por ejemplo el Sr. Ramonet, que se entren
tuviese en enseñarla si la palabra normal es deri*
yada del francés 6 del latín ; sí la palabra bra^
vura aplicada á nuestros soldados debe sustituir-
se por (valentía 6 bizarría ^ si está bien dicho ¿/6-
crepitad senil , y otras máximas profundas dé
huen gobierno | ¿nicas en que ha lucido el Sr. Ra«
monet sus talentos oratorios y conocimientos poli-
ticos^ en el Senado. Y todo ¿para qué? Para diri-'
gir este mismo atildadísimo señor dos días des-
pués un discurso á S. M. á nombre del tribunal
especial de Guerra j Marina , en que cada perio-
do es la imagen de un batallón indisciplinado;
cada miembro parece que ha sufrido una carga de
«almlleria , j cada colon pad«e« dos dislocaciones
f tres fracturas» Abi está en los periódicos det
22 , en donde cualquiera puede ver hasta d6nde
llega la corrección terminológiea del nuevo Ne-»
brija senatorio.
O podria ser un director' como el 'Duque Ae
KiFa9| que tratase de inclinar el ánimo de la jo-
ven Reina á regular una pensión á su tío don Car-
los , como pareco trabaja por persuadirlo á otros
Senadores | y para lo cual los anda catequiíiando*
O * podria ser como el intruso presidente de la»
Narices j la Peluca , que asi reprende á un Sena^»
dor que no babla i su gusto como áe reprende a
un chiquillo de la escuela. O podria ser como el
mismo Sr. Heros que fue el reprdidido | que asi
divaga en sus discursos como caminante que {>ier«
de el camino en noche oscura. O en fin , podria
ser' ún maestro^ como el de la segunda clase de
latinidad de los estudiosde S^ Isidro de ésta corte,
que enseña á los niños.... Mas lo que les en8e->
na ahí lo pueden vds. ver puesto entre comas en
t! principio de este articulo.
Porque es de saber p hermanos míos y que ese;
trozo de buena doctrina entrecomado es copia de
una de las oraciones 6 composicícfnes (1^ dictadas
por dicho benemérita maestra á sus discipalos
' . (i) Éul U« lUioMS aquí loi gr'amáticos cit la t«ciK^^
Ivgia»
^n» las traáncéianti que m acostumbra tD Ui
fiulas 4^ lo& estudios de Gramática. ¿Yds. ven U
^tteita doctrina qae en la pracioncita se ensena?
Pues son las mismísimas ideas que el mismo pro*
fesor vierte en otras diferentes composichmes que mi
|>ateruidad tiene á la vista, y asi dicen los mucha-'
Morque son todas las que les dicta. Yo nada ten^
go con D. Pedro ]QarrioS| el profesor inqi;isito<-
ml de S. Isidro, ni le conozca siquiera , ni este
articulo le pongo por el (y eso que el hombre
debe tener un genio como un perro rabioso, por«
que ya ven yds, que cada mAldipion que ?c|ia i
los que no están por inquisición como é\ levan*
ta la tierra), sino porque bay muchos Pedros
Barrios al frente de las escuelas { y si el gobier*
no y las autoridades consienten que se imbuyi^
á los j6yenes en la buena doctrina de O. Pedra
Barrios , no será de estratiar que poír mucho que
progrese^ las luces , y por buenos LibritQS, para
los niños que escriba el Sr. Aíartinez de la Kosa^
baya muchachos que se pongan de rodillas de-*
lante del escudo de piedra de la inquisicion^ que
se ve en el frontispicio desuna de las principales^
casas de ~Na vallar ñero como si fuera alguna ima-.
gen de la divinidad.
Por lo demás, pierda cuidado el $r, BarrioSj^
que la esperanza de la eterna felicidad no e&
pinguna pera para que. nadie pueda arrebatar^
Tiosla de la mano , ni ningún pañuelo para que
-^5 le puedan sacar del bolsillo : es justamentsi
lo que nadie puedt «rrancar al' boibbre , como dt
no lo reonncie por si mismo, Y do solo no pue*»
de nadie arrebatarnos ]a esperanza de )a eterna
felicidad ^ sino qne es un deber riguroso del cris-
tiano el no perderla. Pero no nos metamos abora
en disertaciones teológicas , que ni es ese nues-
tro instilato I ni merece tanto el profesor de la
inquisición j las muldic¡ones«
■ja —
€1 tlümo brin&is*
Tirabeque ?— Señof ?— Ven ac¿* -«- ¿ Mándeme
vd. mi amo?*-¿Pasó ya la mona?-* ¡Q^é cosas
tiene vd. | señor ! Si me pa»6 al instante : apenas
me quedé asi un poco traspuesto por unas diea j
seis boras , que será lo mas que babré dormidO|
y ya me levanté mas despejado, que un cesante,
^más que yo entiendo que mas me rindi¿ el ejer-
cicio del baile que la pintilla 4{ue bebii— Con q«e
iqviiere deeir qne ya estás en ta cftbal juicio.-^
£ettor ; si vd. no está satisfecboi llame vd. p^ri^
tos qoe me reconozcan á ver si me ha quedado
ni un rastro ni una reliquia de aquella mieja de -
«vahído que me ,díó á la cabeta. — No estuvo mal
vahído por cierto. Pero ello es que te sientes en
.disposición de contestarme á lo que te pregunte
.•in divagar? — Señor ^ haga vd. la prueba.«- Bien,
pues ahora vamos á cuentas.
Dime: ¿qué te han hecho las cortes? — Señor,
já mi las cortes! — A tí las cortes , sí. — Señor ^ á
jmi DO me han hecho nada.-*-¿Y cómo fue el
-ultimo brindis que echaste el otro dia?— Señor,
el útimo brindis... el último bripdis me parece que
le eché bebiendo una copa. ^-Lástima es no darte
ahora á beber por un zapato roto por la gracra.- A
qué fué| á qué le dedicaste es lo que te pregunto^
—Señor , jo de ^esas cosas en cuanto pasan del
.gaznate abajo ya. do me vuelvo á acordar mas.— r
Xiée aquiy legó indisciplinado, lee aqui , y mira i
qué ¡brindaste, lee en esta última pagina.=a«A
que las cortes tengan juicio y no noá lo echen á
. perder. •aB¿Qué motivos tienes tu para temer que
las cortes no tengan juicio , di? ¿En qué han de-
mostrado hasta ahora no tenerle? ¿No han apro*'
bado unánimamente el convenio de Yergara? ¿No
ban acordado de conformidad un voto de agracias
si ilustre genera} en gefe y al valiente ejército
de su mando? : ¿No han presentado proyectos de
grandes economías, de arreglos administrativos,
4e .recompensas por< servicios hechos á la patria
y otros no nenos útiles y reoomeodables? ¿No ..s»
snuestran dispuestos ¿ conceder los fueros á las
provincias vascongadas en todo lo que no sea in-
iBompii tibie con la Constitución del estado? ¿No
han anulado ja algunas de las actas , de- cuya^
ilegalidades tu te quejabas? ¿Fue» qué |nas
quieres? Si un día el 5r. López se subió un poto
á la parra ; si al Sr, Benavides 'se le hincho un
poco lacena y se le e^^altó algo la bUis^ si el 5«-
ñor Calatrava dej6 ladear la silla de la presiden-
cia un poquito masa un lado que a otroy ¿es bas-
tante motivo este pora pensar que las cortes no
hayan de conducirse con la sen^tez que todos
deseamos? \ Ay Pelégrio , Pelegrin ! Tu me has de
comprometer un dia con tus brindis.
' ' ¡Cómo me rio de vd. señor! — Eso es ; á la
indiscreción a&ade ahora U insolencia ^ si te pare«
«e.^^Lea, mi amoj lea un poco mi|s abajo , y ha^
ga cuenta que todo lo que ha dicho st lo llevó el
aire : ¿qué dice, ahí , señor mio?s=3«£l honiillo de
Jerez se le habia subido ya al cerebro; trababa-
sele la lengua.. ..s=sSeñor| ¡y de un htindis echado
fOT ui) lego cuando ya no está para decir Muñ€^
gorri claro va vd. á hacer tanto misterio! Y otra
cesa, señor: si se trata de apurar la materia, ¿le
aoomodaria á vd* mas que ' hubiese dicho: saB«A
que las cortes rio tengan juicio?» sasY si quisiera
a'pretarle á vd* todavía mas eVergo ^ también po-
diia decirle que el^ brindis astaba bien «chado^
puesto que corteé ha habido qué empeiaroii coa
tanto juicio como estas , j acabaron poco menos
que como ios entremeséis } j que nunca está de-
más manifestar que se está alerta ; y que indicar
un deseo no es hacer un cargo y y que por bieil
dispuestos que vengan los diputado», á la entra-
da del Prado está la. Sra^ Cibelis en el mismo sí* '
tío que en:otras legislaturas^ j que al fin se can-
ta la gloria^ y que por fin y postre si á rigor se'vá
bien echado está mÍ9 brindis.
Elocuente has estado>. Tirabeque^ mas de lo
que de costumbre tienes , y de personas de tu
clase se puede esperar. Y me alegro de haber oí-
do de tu boca esas esplicaciones; porque has dé
saber y Pelegria mío , que ha herido mucho á al-
gunos diputados de la mayoría tu último brindis,
interpretándolo por un cargo 6 al menos por iina
sospecha dirigida á ponerla en > mal lugar ^ como
que ha habido diputado, entusiasta tuyo hasta
ahora , que al leer tu brindis arrojiS el sombrero
con indignación; y como yo soy el que etl estos
casos cargo con la responsabilidad , parece que
decía: «vaya, á Fr, Gerundio le ha ganado, el
ministerio.» — Señor, por fuerza debe ser mas le-
go que yo ese diputado , ó el agua de la Cibelis
le ha hecho mas daño que á mi el humillo del
Jerez.— Asi debe ser , Tirabeque ; y bueno será
aprovechar esta ocasión para decir ( aunque sea á
oosta de repetirnos, por si se hubiese olvidado)
que Fr« Gerundio ni es de las cortes, ni es del
gobierno I tino de quieo en su cons^pío siga «na
marclia mas acertada. Que execra i loa qae #a
venden 6 son capaces de venderse al poder , ya tea
bajo las formas de ministerio , ja bajo las formas
de una mayoría , sólo por ser mayoría 6 solo por
ser ministerio .' qne ningún ministerio , ningnnas
cortes tienen bastante que darle en precio de sh
conciencia y de su buena reputación; de consi-
guiente no le pueden comprar. Que sus aciertos é
sus errores son suyos , escliisivamenie suyos : sm
única influencia es su razón y su deseo del bien:
esta ha sido desde que escribe ; esta será mien-
tras escriba. No ha tratado de desvirtuar las es-
peranzas que pueda infundir la mayoría de estas
cortes: no tiene motivos para ^llo : al €^ontrariO|
los tiene para esperar de las buenas intenciones
9e los amigos qiie se honra de contar en ellas. Pero
si aquellas fallasen^ (lo que no cree^ pero que
tampoco tiene por imposible )| las censurará con
la. misma independencia con que ba censurado
otras cortes y y con que censurará al gobietno. Si
de esta manera se da en interpretar las cosas, se-
rá menester hacer una profesión de fe cada qui&«
ce dias.
MitecBi
.m»
LAS FERIAS .
DEL PRIMER AÑO DE PAZ,
Dos acontecimientos habían tenido Ingar en la 4
peniosala que habian lleriado de asombro al mun-
do entero: el inesperado cuanto feliz desenlacé
de la guerra del Norte^ j el nombramiento de don
Dionisio Alcalá Galiano j>ara la dirección gene-
ral de tabacos de Filipinas. Lo primero había
pnesto á los 'torys ingleses furiosos como toros es*
pañoles ; lo segundo había escandalizado hasta- d ^
las cigarreras y que es la gente que menos te es-
candaliza de nada de este mundo»
Este tra «I tstado de las cosai cuando lleg4
el tiempo de las ferias de Madrid. Habían con-
cluido los escrutinios electorales para diputado^
nuevos | j empezó él escrutinio general de trascol
▼iejo^. Cada casa de Madrid se ^qpvirti^ en no co-
legio electoral. En las elecciones ie diputados se
clamó mucho porque se echara mano de, gen te nue-
va ; ^e quería constitucionale» de esta- época ; en
las elecciones de muebles dominó el espirita de(
viejo liberstUsmOi se buscaba trebejos contempera-
neos de Juan de Padilla, Estas feí'ias son entera-
mente opuestas á las -doctrinas del Correo nacional.
Sin embargo I en ellas es donde se ve concillado,
el espíritu de libertad con el espirita religiojSQi
aunándose en admirable concordia los monan^ei^tos
de las comunidades de Castilla con los utensUioa de
las comunidades de los frailes. Ellas son un Me-
- morandam de nuestras antiguas leyes y costum-
bres I y si Martínez de la Kosá hubiera estudiado
en estas ferias antes de hacer el Estatuto y acaso,
hubiera salido otra co$a muy ^diferente.
Ellas, son también un recuerdo de laf confe-
siones públicas de los primeros tiempos de la
iglesia. Se ve ¿, los muebles . en toda sa fealdad
como se veía entoi^ces á los pecadores con todos
sus vicío8% Los hay .que salen todos loa años i
confesarse a una plazuela ^ meramente por cum-
plir, con la feria como los malos cristianos por
cumplir, con la pascua; pero Vuelven á casa impeni-
tentes | y en vez.. de corregirse para «tro auo^ al
eontrarío salen con nuevos vicios , con nnevaf
manclias, cada vez mas escandalosos , cada vez
mas nefandos I dignos solo del fuego del infiernO|
6 al menos del fuego de la cocina.'
Para conocer este ano el estado político de
nuestra España no necesitábamos de gacetas es-
traordinarias , ni de saber cuánto han subido los
fondos en la Bolsa \ no hay mas que salir á las
ferias y ver la abundancia de muebles pertene-
cientes á las comunidades religiosas que se han
]pres<&ntado este año , pafa inferir que la causa de
D. Garlos ha muerto. Los Carlistas con la espo-
sicion publica de estos trebejos han querido de-
cir t «ahí tenéis nuestras esperanzas : si queréis
darnos algo por ellas í bien ; sin¿ paciencia.» Sin
embargo^ quisiera que hubiesen sido mas cautos
eñ el orden de colocación ^ porque no me gusto
ver y como vi el domingo en la plazuela de las
Descalzas , un S. Bernardo de cuerpo entero co-
locado sobre una' mesa entre soperas , platos^ va-
sos> botellas y chocolateras: lo cual puede traer
reminiscencias dé poca sobriedad en los hermanos
de aquella regla. Por supuesto que ; c<$mo habiaa
de faltar en la fe^ia otros S. Bernardos recibiendo
en Ib boca la leche de María Santísima ^ que no
»é Cuándo hemos de dejar de ver este cuadro que
tan poco favorece á la decencia, y tan poco copf<rr-
itie es al espíritu de la verdadera religión! BJen
que no es estraño que se encuentre^ eri las ferias
cuando creo que hay uno muy patente en el sa-
Ion de S. Isidro ea que se celebran los jutcioe de
jurado aqui en Madrid. Donde se juzgan los abu-
sos de prensa se toleran los abusos de pintura.
Otros mucbos frailes se ven en cada puesto^ pe-
ro esto nada tiene de particular: el atrevimiento
ha sido el del franciscano que se presentó en la
romeria de Bara caldo (Vizcaya) ocho dias después
del convenio de Yergara muy campante con sus
mugrientos . hábitos I j que tuviese frescura para
contestar á los que le reprendieron «que se ha-
llaba en territorio de Garlos Y. » Estos hermanos
tienen gana de camorra. Unas uionjitas vi tambiea
á la entrada de la calle de bordadores metidas,
en un escaparatito de cristal ^ 6 sea compendio
de celda en octavo menor. Ya me acuerdo haber
YÍsto el año pasado este mismo esjcaparate , pero
este ano me parece que hay algunas monjitas me-
nos: habrán muerto acaso : quiera Dios no haya
sido de hambre. ¡Las pobrecitas* están tan tristesl
Solo una observé algo mas resuelta que las otras,
que parece que les estaba diciendo : « conspláos,
hermanitas mias , que ya el ministro de la Gober-
nación prometió en las cortes el dia 20 que jnos
pagaría relijiosamente nuestra pensioncita.» Pero
ni por eso mostraban consolarse las demás., y es
que no deben inspirarles la mayor confianza las
palabras de Garramoliuo.
AUi mismo he visto un cuadro que representa
el cenáculo, y debajo habia pintado en otro cua-^
dro un gran gallo \ y sucedia que como el segua^.
do sobrepusiese por tu paite soperior la Inferior'
del primero | el pico del gallo venia á caer justa* >
ineute sobre el plato del salvador ^ y parecía que
le estaba comieado la cena. Ya si con mil diablos
bubiera pilcado en el del picaro Judas ^ J le hu-
biera dejado sin una tajada siquiera ^ me bubiera
alegrado muchísimo ; porque no hay una cosa que=
mas sienta que las raciones que se comen los trai-
dores.
£n la plazuela de S. Miguel llamó mi gerun-
diana atenciqn una Dolorosa colocada sobre un
cajón de castañuelas. En mi vida vi la alegria tan
cerca del dolor. Y en frente debajo de una espe-
cie de tienda de campaña un sable de caballería
colgadx) entre dos Cristos , uno de marál y otro
de madera. Pa recia tienda arreglada por el cura
Merino. Nada digo de las Concepciones , de los
S. Gerónimos, de los Felipes Quintos y Fernan-
dos Séptimos que hay tirados por los suelos,
porque esto es una compasión.— ¿Me quiere vd.
tomar estos cuadros? Me dijo el ten iero seña-
lándome á una colección que delante amontonada
tenia.'— Los veré primero, le repoudí. — Recono-
eílos en efecto, j encontré dos que no me dis-
gustaron. — Este par de ellos, le dije, llevare sil'
yd* me los arregla.-— No señ<>r , si vd. los toma
todos, se los podre arreglar, pero separados no
los vendo. — Pero cristiano, le repliqué: si no ha-
cen juego unos con otros : si los hay catre ellos,
nnos viejos I y otros detestables, y no encuentro
sínodo» que me acomoden, y aun uno , violo por^
que tiene alguna relación con el a>unto que re»
presenta el otro | ¿ por qué be de cargar -con to«
do« indistintamente ?*-yd. hará lo qne guste, me
repuso y pero jo i me deshago de todos, ¿no
vendo ninguno. — Pero venga vd. acá , santo. Yoj
á hacerle á vd. yer su sin razón con un ejem-
plo palpable. Suponga vd. que estos cuadros son
los ministros ; si entre ellos haj uno 6 dos qne
merecen conservarse por razones de política 6 de
conveniencia , j los otros ni lo merecen ni hacen
honor á los primeros , ni conviene por ningún es-
tilo conservarlos, ¿no seria una necedad empe-
üarse en que todos ó ninguno ? — Dígame vd. , ca-
ballero, 7 perdone vd. el atrevimiento: ¿es vd.
Fr. Gerundio acaso 7— Servidor de vd. — En el
ejemplo lo he conocido. Vd. es muj dueño de
llevar los que le acomode , y de dejar los que na
sean de su gusto.— Gracias , hermano , gracias (le
dije): po quiero quitar á vd. la venta de la co«
lección , pero crea vd. que no dándolos por sep-
rado, dificilmente hallará vd. quien entre en ellos.
No haj un puesto de sables, carabinas, lan-
zas , mochilas y demás útiles del soldado en que
no baja al mismo tiempo infinidad de guitarras,
bandurrias y otros instrumentos músicos. Como
si aquello quisiese decir que el soldado esfKi-
ñol, en teniendo su guitarrilla, ni siente hambre,
ni' siente fatigas, ni siente nada. Bien lo han
acreditado los navarros en Bajona ; que i pesar
¿é liailarse fagitivós en reino éstrafió^ medid iéi^
iittdós 7 medio iiiuértóá dé battibre y dé cansancio^
lié por éstí batí dejado dé tadgar sus guitarrilhiii
j cantar sus éoplas y arda Bayona^ Loé frántéséj
se hkfk qtiedádb palmados ; y qué vajra que tajá
íApiú ÍVanCéá Hiéri alimentado ^ desimantado 7 ves-
tido á decirles algo i qaé pn'édé qué lé den con
Iti gtlitarta en Íoá hocicos 7 le envien á résuci-í
tat á París,
Esté adb há beclid él ajttntamíénto una inno-
táétotí radi6at éh ÍM ferias j tt'asladáhdólas de lai
calle dé Aícaiá ala í^laza Mayor ^ éii donde há
l^locadó simetríeaá jr éuriosas hileras dé cajóne-
rU para las tiendas con sus tres templetes éii
medio , en los cualéS hondea la bandera náéionaí*
Las ventajas 6 desventajas dé ésta reforiüá , y
. lá cuestión de fueros de las provincias vascon-
gadas son los dod caballos de batalla dé las dis«
óúsionesi de estos días en Madrid. Sobre Id pri-
mérd oí el domingo lina acaldradisimá disputa
#11 un corro dé señoras^ dcfendiéndd unas la.co-
ínodidad del mayor desahogo dé la plaza sobré
el estrecho pased' qué quedaba en la calle dé
Alcalá i ataéando otras la medida por la éomo«
didad del sol^ y sobre todo por la desigual-
dad del empedrado del piso. Hubo acaloramien-
tos ^ interpelaciones'; cargos |- replicas/ réctiá-
¿aciones dé hechos ^ satisfacciones ^c. ; pero al
cabo no se decidió el punto ^ porque no eran stí-í
fieiénte número dé diputadas para hacer lat léy
Tomd iriíí 3fí
\
Lo que si lopUco al a juntamiento té que modifi-^
jue Inego los fueros del empedrado con algunos
carros 4e arena ^ porque sino yamos á quedar
todos despeados.
En uno de los cajones haj un moro ven-
diendo dátiles j no se que otras cosas | con su
turbante j demás aprestos moriscos. Asi que le
vi¿ Tirabeque , esclamó lleno de alborozo ^ señor»
el diablo me lleve si no es mi amigo Ibrabim-
Bajá que ba Tenido á bacerme una visita. H¿
Sr. Ibrabim^^ Sr« Ibrabim? allá yoj.» Y quería
ir desde luego á darle un abrazo. Pero las aven-
turas feriales de Tirabeque no caben ja en esta
capillada^^
ROVBKO TRIMESTRE.
CAPILLADA 189. SETIEMBRE S7 DE 18S»«
Fr. GERmOIO.
htestrif qui in j}rimo ítetqbris incipU^
hon kxiturum', este Frm Gerundiüm m^-i'
iioribus trapis vestitum.^tbs^ue Mqué
pretii augmento , anathema $ii*
' SI ktgniío dijere (|iie deéde el próxfmé
tnme&Ue, que dá j^riitcijpiaien^i.® de oo»
tubre, no ha de salir Fr* Gerundio en Xt^*
ge ináé elegante y esto éé , en mh\ot papel
y de^puyor ibaree^/sin qat ¿ lot ttté4:ri«*i
tpres lee cueste uñ ochavo mas que ahora^
. sí ei Varón, le echo ¿ presidio,
ai eé heinbi'a, lá echo a galeras*
CojfG. 6. Ge&üñi».* V
: «I ¿Conque ségün éso ño lia recibido vd. m\ uU
tiitiB iiarta?^Ya mé lo estaba yo temiendo, porqué
me parece que vd. debe tener un genio coiño tink
]pÍBiienta« Pero na tenia yd. necesidad de tenllf
dísf ruado i 7 de ponerse á Tender cns eirvelai
(qae no me parecen de la peor calidad , j ana
por el lamafto del fmto se me fignn qne los eí-
melos del Egipto deben ser majores qne los
de esta tierra , j eso que por acá los hay mnj
bien cr^ci^ps^; digo qne no tenM vd. necesidad
de Moersi» á veivier esiis c¡|-4glis»,y esat zapatillas
j esos gorros para ocultar quien es, porque de
cualquier modo YÍdíaria vd. seguro por España^
como no fuera que tropezara yd. con Mnselim«
Cabrera, que «fe no perdoaa ni á moros ni á
cristianos. — ¿?ero <)pé es loqpe vd. me dicci es-
pftftol ? To no entiendo k vd. tina palabra. Ni yo
he recibido carta de yd. nunca, ni sé quién es yd*
tampocof — 'Aiif e yd. , Sr. Ibrabim \ no se moleste
vd. en diainraiar ) porque ^te que] está aqui es el
api o y 7 pqéde ydf ejipUcar^e con toda confianza.
««»Yo no me llamo Ibrabim sinO Aben-Joseph. — ^Ese
lera el nombre suppesto que habVá yd. traido en
el pasaporte» , pero aqui repito, que no hay necesi-
dad» ya de dJlfrUces y ocultaciones. ¿Leyó yd. el
discurso que dirigí á las cortes en la capillada 178?
-—Yo no he leido eso.— Pues allí hablaba de la
segunda carta qae he escrito A iM., en la cual le
decía : «Siga yd. por ahora^ al lado de su padre,
que aqui ya no nos hace falta, porque basta el
hermano Baldomcro para dar ciusnta de )o8 po-
cos mameluco^ que le bao quedado ¿ MustaCí*
Pretendiente.»
. Pero ya que yd» ha yenido í nada hay perdido
-te437«
^ por eso; y lo qué importa ahora es que deje vd,
esa tienda de ciruelas y alpargatillas i 7 se yenga
á alojar i nuestra celda , que el amo tendrá mu-
cho gusto en éllo.'-^¿Que deje la tienda yo? dijo
Ahen-Josepht por vida del profeta que Sois hien
de. fiar los cristianos españoles | pues aun estando
en ella necesito mas cuidado con yuestros mucha-
chos para que no me roben el genero, 'que con
los árabes del Asia. — Asi es , Sr. Ibrahim^ que
las roanos de nuestros muchachos se pegan á cier-
tas cosas como si fuesen hechas de goma arábiga.
Y diga yd., Sr. Ibrahimt ¿con que parece que
las potencias ya no están conformes en lo que
han de hacer con la Puerta del Turco y con su
padre de yd.? No lo estrañp ^ amigo; porque
también por acá hay de esas cosas. Siete son los
individuos de la comisión de los ^aetos y cuatro
yan por un lado y tres por Otro; y sin duda es
que como los fueros son vizeainOs j lias concor-
dancias son también TÍzcainas%
Hubiera Tirabeque proseguido eif tan orijinal
conyersacion con el moro que está' en la plaza
vendiendo dátiles (que Os á' lo que 4\ Ifema ciruej*
las)^ y hubiera puesto mas y lUüs^ én confusión al
pobre Aben-Joseph, sino me hubiera yo esforzado
á persuadirle que no era tal Ibi*ahiíiíi ni tal calaba-
za* Con lo que logré separarle bien á pesar suyo
de aquel sitÍ0| y fuimonos depues á dar una yueU
•ta por los detnas puestos de ferias.
En el primero^ que so encuentra Subiendo por
frente de b pUu la primer calle a la izquierda
doblando después una esqQina, j tirando en s»«
guida á la derecha liasta entmr en una plazue«
)eta que haj entre dos calles junto i unas casas
nueras con balcones j otras mas TÍejas de dos j
tres pisos | algunas de ellas con boardillas j otras
con entresuelo, me llam¿ desde luego la aten-d
^ion una targetíta colgada de un^s espuela^ ^ue
decía.
Aprended, pueblos, en Mat
}o qae va dé un año á otro;
dad lo que queráis por Mas^^
que ni pollino ni potro
necesito ya para eUa$^
«Tirabeque ^ estas espuelas parecen las tuyas^
«-SeSor, no lo parecen sioo que realmente lo son.
f— ¿T para qu¿ bas traidq aquí este par de ber*
manas?^No señor , no son bermanas. Las Dos*
Hermanas es un fuerte de Navarra que ba ido a
tomar abora el bermano Rívero, que creo que es
el único que quedaba por rendir en aquella tierra^
T aun por eso que alli ja no qqeda nada que ba-
cer, y que abora viene el bermano Baldomcro a cer«
car el portillo que en el templo del Sr. S. jíano tiene
abierto el sacristan^uelo de Tortosa, por esp be
traido yo k vender las espuelas que tomé en las
ferias del ano pasado» Y las puse esa cuarteta pa«-
ra qne por ^k^s vea toda el mando la diferiencÍ4
«439»
^e ha 7 de un áSo a otro. ¡Cosas de la santa pro«
ridencia^ sefior! £1 año pasado por este tiempo
compra esas espuelas por temor de que D* Cár«
los j SQ jeote nos hicieran tomar pipas por ahi
adelante, j este año ha necesitado el apretar las
snjas si qniso que no le echara el guante el her*
mano Baldoniero.
Y diga y mi amo, ¿qué le parece de la cnarte^ri
ta? ¿No son cinco pies de verso que parecen cin»
co manos de reloj según lo bien que marcan el
«ompás?-^ Por eso no es cuarteta , sibo quintilla
6 quintetO| porque consta de cinco pies. No está
muj mal ; solo que repites la palabra ellas nada
^ menos que en tres versos.-«0¡ga vd., señor; y aun
por mi hubiera puesto en cada pie una espuela,
que esa me parece que e» la ley de la caballeria.
Por lo demás demasiado he hecho si siendo ellas
dos solamente, las hago servir para tres pies.
Al decir esto reclinó el cuerpo sin precaución
sobre uno de los pies derechos de la tienda, y
desplomándose sobre él con todos sus trastiváis,
*e vi¿ como Sansón envuelto entre las ruinas del
templo que él mismo derribara. £1 pobre Tira*
beque andaba á gatas buscando .salida por entre
las sinuosidades de aquella Pompeya de muebles
yiejos, sin poder atinar con ella. Al fin después
' de un largo rato , en que sufrió mil contusioneS|
rozaduras y coscorrones salió : con un brasero de
azófar por sombrero | una marmita colgada del
brazo y una brida enrredada entre las piernas^ lo
nmil fqe cqusa de qup al salir trop»árii en «nos
lablone* de libros que cerca había ^ y los derriba-?
ra al si|elp| (enieudo después qn^ pasar por enei^
ina de ellos cayendo j leyaptando como «{aiea
^nsina síq \u% por un monlioA de escombros.
Aquí fueron ini& a paros \ paes el tendero tri*
naba j votaba , diciendo que po seiiU^^ el traa^or»
no de los muebles | sino que le habia atropellado
i:¡ncp Concepciones y estropeado lo menos sei»-
dientas yirgenes de las once mil que tenia en qb
fsuadro ; J que era menester que le indemnil^ra
de los ddnos y perjuicios. El Übrerq por otia
parte pedia el resarcimiento de los suyos » J' en
verdad que alli b^bia becbo Tirabeque aun mM
daño que en la otra parte.— Hermano , no se aea*
lore yd,| le dij^i que á vd. np le ^x^vi perjuicio,
Diga yd* en qn<f consiste cI daño que se le. ba
irrogado.— E¡n primer lugar| unos Emperadores r^
manos que me b^ descuadernado. —¿Cuánto yalian
los emperadores rQmanos?-r-A tres reiiles cada
uno* — Alto abl f dijo Tirabeque f que si alguno
babia bueno | también bubo otros que no yaliaa
ni tres maravedís. — Calla tu esa boca , y déjame i
mi* ¿Qne' mas? Diga vd.— Un TaUeiran4 nueyo.-^
Miente yd-» ^efior librero 6 scfior Mollera^ que
Talleyrand no podia ya con Iq$ calamones cuando
innr¡¿| y aunque se bubiers^ muerto ant^s no bu-
biéramos perdido mucbo.— ¿Quieres cf^llar, bom*
bre? Siga yd, , bermano , siga vd. y entiéndase
"yd* solo conmigo,-^ Unas Enfermedades de ojos^ j
HDAS Verdades eternas , tasada cada una éñ enatrQ
reales y ,medio.^--Oiga vd.'i se^or mió; vd. debe
3er. un Hereje como una loma; las verdadlps eter^
ñas wpa yd,| seor librero^ qae valen mas qne vd.
y si|S libros , y que no haj precio en que poder
tasarlas cuanto m^s en cuatra rs« y medio ; y Jas
enfermedades de los ojos busque yd» qq m^díeo
que se las cure y con eso yerá yd. mejor \g que
tiei)^ ep ^ij Henda.
If^ baga yd. caso de este simple , le dije ^ y
yaya yd. diciendo y que el satisfai^erlo corre iie
mi cuenta.— Un Espirita de C^r^c^ntes qne me ha
pisado.— Sei|or ^ no crea yd? á ese hombre : ¿á
donde lig yisto ¿I en toda su yida que los espíri-
tus se puedan- pisar? Biei> digo yo qué sí no es
hereje, no debe faltarle mucho. -^Dos Escribanos
perfcGtos 6 rs.— Seftor 1 ¿escribanos andan en el
pegocÍQ? Pifes no necesitamos míjis que uno p^va
que le i)[ieta á vd* donde le cueste mas trabajt^
^alir de e«^s cuentas que á mi de debajo de 'la
ptra tiend$^.--Unas Caüsfis de fa duración de la
guerra civil enEp€^ J un M^^rfinez de la Rosa^
tasados en...^ — 3e$or , ayerigue yd. primero si es
todo lina ob'ra y no sea que qi|iera poner dos to-
mos por uno»«w-yaya, tu déjaqosá nosotros.— Unos
JFf^rosde Fhcafa,,9''-^(^né\ ¿me be met¡d<) yo por
yenturii con los fueros?— -Con los fueros' vd. si
seftpr y demonia piies ^ que ensima yd. de ellas el
pie derecha me puso ^ y con tres pns^s el dafto
yd. en ellos que biso P9 me paga | no ; que fue«
ros destruir > mo por Dios santa que ni al ferro
•de ellas me tocar , no ; súsio de hombre ^ con esas
•sapatasos que trae ir mis fueros i pisar , si! —
Buena la has hecho y Tirabeque y rizcaino el ten«
deco y los fueros le pisaste? En buena me has
.metido.— Seüor I no le crea vd., qne no he llega-
ndo á ellos ni con dos varas. — ¿C4mo que no, de«
• moñia pues? ¿Yo mentiras desir?=3Y agarrando
el libro de los Fueros , se le tiró á Tirabeque a
la cara. Este que se vi6 de aquélla manera trata*
do , agarró unos Decretos de las \cortes , j se los
arrojó al vizeaino á la cabeza , dici^ndole : «toma»
vizcaino duro | que jo no me metia con tus fae-
ros.»
La pelea se fue enardeciendo y y como no te»
nian a mano otra cosa que arrojarse que libros»
Tolaban de cabeza a cabeza los Kempís y los Qum»
to^Curcios , las Ordenanzas de caialleria y los Or^
diñarlos de la mtsa que era una gloria. El tende*
To pegó á Tirabeque en un ojo con una Mística
' ciudad de Dios , y Pelegrin rompió al tendero las
narices con un Tratado sobre la pacuna. La cosa
iba tomando un carácter imponente ^ y no sé en
, qué hubiera parado á no haberme puesto jo por
.inedio ^ no sin que. me alumbraran cada uno por
su lado, el uno co^n un Lunario perpetuo y el otro
con un Crisol de crisoles en pergamino del siglo XV.
Al fin conseguí que se hiciese una estipulaeion de
. paz I y satisfechos al tendero por un cálculo pm«
. denci^l los daños ocasionados por Tirabeque, ar«
ránqué á éste de allí, y nos diríjimo9¿ otro pnetto*
Aqui se encontró Pelegrín con nn conocido»
• Ola, hermano | le dijo ; ¿corre de cargo de vd,
la Tenta de estas baratijas?-— No ^ le respondió;
antes bien ellas 7 jo lo estamos al de este ami«
go*-«¡C¿mo! ¿es vd. ahora dependiente 9uy6
acaso ? — No , sino qjie estoy de venta jo tam-
bién.— >¡ Cómo vd. de venta ! — Si señor : vd. sabe
que estoy cesante desde el año 23 sin mas delito
que el haber sido siempre liberal, y me parece
qi^e jes suficiente tiempo para sacarme á vender
por trasto viejo: único recurso que ya me queda^
y este buen hombre ha tenido* la bondad de en-
cargarse de la comisión.» Me hizo gracia la ocur*
xencia del cesante ^ si bien por otra parte me couf
iDovió su suerte, tanto comb me llenó de indig-
nación la conducta de un gobierno que á tal es-
tado reduce á antiguos y beneméritos servidoreS|
mientras por otra parte está fiando lor destinos
¿ muchachuelos qub mejor que manejfindo espe-
dientes que no entienden estarían jugando con los
muñecos de las cobachuelas, ó tocando por las
calles el tamboril de ferias mientras duermen la
siesta los papas.
íbamos á continuar nuestra revista ferial , pe-
ro yo me acordé que me faltaba todo el rezo del
dia inclusos los maitines , y me retiré á mi celdi-
ta á cumplir con tan sagrada obligación. Tirabe-
que por allá quedó corriendo otras aventaras^
que no sé si querrá contarnos después*
LAS LANAS DEL SACRISTÁN.
Si lat mujeres cuando están gráiñdas en b-
tin 6 en cinta en castellano (que no sé i}uíen
diablos discurrió este modo de esplicar las cosas
como no fuera algún tejedor i pasamanero) su-
pieran lo que con ei tiempo había de ser lo que
llevan en ^ yientre| se Tolveriau locas la mitad
de ellaS| unas de contento j otras de pesar. Por
que tal habrá que piense que el ternero que ha
de salir no ha de pasar de un pelafustán mama-
callos como supongo yo que es su padre ^ j este
mismo venga á ser con el tiempo una de laa pei^
sona mas vbibles del mundo. Por ejemplo , ¿co«
mo pensaría la ndadre de Sixto V., mujer que era
de un guarda de vinas | que sü hijo había de ser
Sumo Pontífice? Y no ha j qij(e decir que vale
aquello de: «por mi dinero papa le quiero; « por-
que eso es una bebería; si tal valiera^ todo el
mundo tendría hijos papas , ¿ á lo menos rejes,
según la cáiirera á que tubiese m^ inclinación. Y.
madre . habrá por el contrario que sit ndo Retfl^
pensará, que lo que alambre ha de ser un rej 6
al menos un Principeí j acaso el cachorro que
naci^ príncipe 6 rey viene con el tiempo á parar
en un pobre pelele. Príncipe naci¿ por ejemplo
Dionisio 11 de Siracusa -, j andando el tiempo si
quiso tener un zoquete de pan, tubo que cojer la
férula I y ponerse á ensenar el rnusa^ musa! á los
muchachos deCorinto: y gracias, que Reyes he-
mos tenido nosotros qué si se hubieran visto en
el caStO del hermano Dionisio | no hubieran podi-
do ponerse á enseiiar ni siquiera á hacer palotea
para ganar la torta.
Por eso >digo que si las madres supieran lo
que traen ep la cinta p seVvolverian locaa unas de
alegría y otras de pesar > esto prescindiendo ya
de cuando esperan alumbrar un niño como un sol
y resuba que sale una mola eomo un tajo de pi-
car carne* Hablo solamente de cuando ha advenid
do ya al mundo una criatura hecha y derecha^
que se llania hombre^ y que nadie sabe lo que
aquel hombre será y á que puesto le conducirá la
fuerza deV sino como á D<, Alvaro el 4^ la come«
día. Madre ha habido en nuestra España, que no
solo cuando estaba en cinta sino después ya da
haber bautizado al fruto de su vientre y puéstole
por nombre Ramón , lo mas lo mas que pensaría
sería que iba á dar de mamar á un borrego que
con el tiempo, si la fortuna les soplaba á él y sus
padres , podría ser sacristán de una parroquia &
tnedió r»6ionera de la catedral de Tottosá , per6
nunca se- pud» figurar que el lobetno que la es-
trujaba el fiezoa llegase a llamarse un. día Ra-*
M0M Ip Rey, de Aragón ^ Valencia y Murcid¿
Vaja ^ qué si es cierto que e\ sacristán ¿e
Tortosa p aquel estudiantitlo de naraja en mano y
jarro en boca ,^ se ha heebo proclamar Rej .de la
Corona de Aragón , segan cartas de aquellas pro-
▼íiicias aseguran ^ digo jo Fn Gerundio que me^
reee una corona solo por la origillalidad j la no-
vedad del pensamiento. Pensamiento qué niugufl
pensador pudo pensar que ni por pienso nadie lo
pensara. Porque reyes-obispos no bay duda que
se bao visto ya ; y aun mas, basta rejes«cnra^4
abi esta- D. Ramiro de Aragón (abora no está abi|
pero quiero decir que estuTU ) que aunque eíSL
Obispo de Tarragona y Barcelona , no se llaina-«
ba Rey- Obispo , sino» sin duda por humildad Kej-^
Sacerdote o Rey*Guraé Reyes-MolAges igualmente^
testigo D. Ordoño IV de León llamado él Mala
(bien que en este punto yo. le apuesto al hermano
Ordeño: que por buena pacora que fuese ^ bien le
puede dar quince y mano el danzante D*. Ramov).
Pero lo que es un Rey-Sacristan«..«.... ^ eso p di-*
gáse lo que se quiera, es nuevo, y tiene tres pe^
los el discurrirlo. Ya se vé, ál diria: «ese Garlú^
ebos 6 ese calabaza ha sido un badulaque que no
vale para detras de la lumbre (no, y en esto es
menester dar 1^ razón á S. M. D. Ramón I : á ca-«
da uno cuando la tiene) : yo á lo menos soy un
( ■•
Iioaubre eomó ub leopardo (hasta aquí ?a teDieii«'
do raxon S. M.)| capaz de arrancar lat entrafbta*
á María Sao—., (cbig.... no haj que desbocartCi
señor Rey ; no porque no sea vd. capaz de liacer«>.
lo^ sino porque eso^no está bien in tute sacristas)
con que jo debo bacer mejor Rej que el otro pa«-« *
guato* Yo be gastado bonete ^ con que ahora Ta-
mos á ver qué tal sienta una corona en esta tes**
ta. Papa.... pcbis.... bien podia hacerme Papa de
Aragón I pero eso seria introducir un cisma en la
santa iglesia de Dios » por cuyo esplendor Uero'
ofrecidos tantos holocaustos y hechas^tantas bar*
baridades; con que mejor es hacerme Rey. Pues''
señor, muchachos, de hoy mas llamarme Ramón !«•
y Magestadi sino os fusilo como si fuerais cristinos.»
.Yo u Ret.»
Pero tenga la bondad^
Sr. D. Ramón Primero,
de aguardar su Magestad,
mientras que llega Espartero
i ponerle la corona
en persona.
Pero no querrá Dios que aguarde , porque es-
te Jason de los sacristanes TortosinoS tiene ya su
vellocino de oro depositado donde poder gozar'
con tranquilidad espiritual del fruto de sus reli«
glosas rapiñas \ pues según escriben de Paris tiene
en aquel banco miWm j medio de duros , con mas
óttoé cuarenia mSU&nes de realeo en CrenoVá pró^
ccdentes de Unas que ha enviado allá. Ahora
¿qoé lea |iarece á vda* de lasf lanas del sncristant
¿A eniotoa pobfe^ corderos habrá trasquilado pa-
ra juntar tantos vellones? Algo mtlcha lana me
parefe^ pero jaun suponiendo que ha^at ün poco
de exajeracion, sienip|[;e resultan algunas doeena^
de vellocinos (es decir| de millones^ que éstos foe^
ton siempre los vellocinos deoro), qtíe constitujení
léfobteiía evangélica del sacristaa-ftejf j c^pie dis*
frutará tranquilamente despneá de haber sem-
brado la H^pafta de huesos j de Sangre leal. El
color alegre de k sátira sé cambia aquí eu negní
tiúta de indignacidii^
¡Pueblos 9 desgraciados pueblosí Ite ahí lo qoe^
sofl eátos llamados defensores del altar y de la íé
que por seia a&os | 6 han logrado teneros sedncU
dos I 6 han trabajado por seduciros^
i l saü
kü4ll»i'
£cü eópo/doc/ dfr (D« Qáxtoó.
Una ires i|«e iiD«no# la Sosdnpá ¿a i|>«fetr
atta página de a«er«> ¿e las gloifaf ial ptiímipe
tMito ^ hallada en $u ioHtaiúúo de ftltíiaade y ea
menester que la naeíon pienáé m 4a|ja tk dastibo
de qne et meriecodor letté iajanAe tneniMBMiit^^ Y.
como todo ciudadaiio tiene la lilMiisiad dr anjiür
ans pensamientoa por xtudiú de Ja prama^ y de
proponer lo que mas crea conducir á la memoria
y, ensalzamiento d^ lof bflchos h0TÍifífi$ de los hi«
jos de esta nación ilt^lMi |po vfr. Gerundio de
Carabanchel^ tan )iijii ét Mfk «eopn el mas hijo da
ilTomo vit« S8
in madre 9 soy de parecer (valga por loqneqnie*
ra mi humilde voto) qne en primer lugar debe
ponerse en la alcoba de la casa-alojamiento de don
Carlos en Elizondo una inscripción que diga*
En esta alcoba durmi¿
un principe perseguido ,
pero fué tan desprendido
jcnandp este suelo dejó ,
Que por, no Uev^arse nada , .
se fue tan mondo j lirondo |-.
que en la alcoba de lUizondo
dejó el pobrete la espada*
Pero en rigor de verdad
no fue generosidad,
sino efecto del pavor. -
¡ Viva el valor I
En segundo lugar ^ supuesto que el Duque
de la Victoria p qu^ es quien la posee| tiene otras
espadas que- la gratitud j el reconocimiento a los
beneficios que nos han reportado sus heroicos he-
chos de armas le han dedicado , debe en mi con*
eepto hacer el sacrificio de ceder ia espada de la
úleeka' para colocarla en la armería real en un si-
tío de preferencia con un rótulo que podrá decir.
' > Vírjea hicelacanipailay
alijen á Carlos serví ,
• foy vírjeni vírjen vplví ,
—451»
JO soj la Yírjeii de España,
Yo SOJ mas que Durindaina,
pues sangre aquella vertió |
j por no verterla jo
nunca salí de la vaina.
Sí al buque de la Victoria j al gobierno les
acomoda este pensamiento gerundiano, creo que
será uno de los monumentos patrios que honren
la galeria de trofeos nacionales tanto como I«
Lonró la espada de Francisco L
ÍNDICE
de los artículos contenidos en este
noveno trimestre*
PAG11ÍAS4
El mes de julio •••; •»..,« ¿ * • x . ^ ;, • 5,
£1 nupcio de. Tiriabeque,., •••«•««•• 4 .11
Doce iíneas., , é, i •> • *.•>,*•* 4 ••••«' • * 17
Que 00 abrasan estos bombres, ,•,*,»««. 19
La batalla de Rueda. . ., ,« ^ ,« * 4 ^ ..* , . • • 2á
Fr. Gerundio á Mr, J^eftensaQ^ (poesía^). « « 32
Tres polos, •••••.••««•«. ^ «<•«, • 55
ÍMa-ña<-na-ba«ja-rá-«b9^fa-lla»dá ^fd*. • • « 57
Una conquista. ,•••.«.. « • ,.<••• , ¿O
£1 correo de Gracia y Justicia, ,»•«%•« . ^
Cfuirigaj j cataratas. * • • « « i 4 . ^ . « «; ^ w M
^oros en tarde fresca y toros eo elU« , • « t , %
La circiihr pecunia, ^ « • • ^ • • • ^ * * « r • f ^6
£1 fin^ del iiiun<]io« ., «. «.. «•«•>«•«•• • ^ 60
tiarta de uq gallego* •^. •« ^^ «•••«• «t 78
jbos padres, para una bija..... • 4^ • , * 4 « « ¿i
JP'r. Gerundio 09 elecciones; • • « # • * « «.« 87
Si alguno supiere algún inip0diiiieuto lo ma«
nifestará, «i.,/, .•'..^..«««•«yt 96
Isabel II y una Coqueta, •••,•,. 4 • « « t 1Q|^
Recuerdo á los electores.. ,.«>.* ^ • . , ^^ , 107
£1 tío al sobrino. •,#,*#«•,«•« i «^ • IIS
Nueva palinodia. é*.« •«.««..««.,«% » 115
£1 patriotismo detrás de la estera. » • • • « 118
V|ia candidatura» . • . «.• *... * 1 • • • 12Cl
¡Ecce homo! Nótela orijinaL. • • i 113
Santa Filomena. « ^ • . . • 138
Barrabasata ministetíalia , (poesía.). . • • • • 141
Tirabeque buscando un ojo! . « • . 147
Función .de conejos en el jardín de Minerva. 551
.Cuanto jnaa se ' revuelve.... Que se yo q«¿
mas. .' , ... * ..•".... 155
Tirabeque á Ibraim-Baji •••••..•. 4 • 103
A tu tia que te dé para libros ^c. ..... . 173
La fábula de la codorniz sencilla ^ (poesía.) 177
^Sequen tia sanctae transationis secumdum me-
morialem. ..' •••••••••• 183
• Tabepnepo» y -conde».- •'.- • • • • . * 190
D. Juan Tontinez. ... 193
La espada de lK>nor. .... .. • ••'•••• • 201
Ahora me voy á la Habana . • 4 . •. 209
Los baños .•.•..%...-.••••••••••• 214
Una peouncía gerundiana. • • • • .^ . . • • . 219
La embajada en el^baüo a • • « . . • 223,
El pUege de la embajada p contestación de
Jbrabim á' Tirabeque*. ••« é ...,•.• • 22S
Uno j -un «uarto. • . '• ¿ . i • . . • 237
£1 acta perdida y bailada en el templo • • • 240
Los duelos^con votos son menos 241
La secueuota y los tres -gorriones .•••... 242
Comunicaciones del otro mundo. 247
Gil animali rignenti. Los animales rinentes. 254
El pieaderow^ ••......«.•..•••••. 263
Las inclinaciones de Tirabeque . v^» • . ^ . . 269
Ub otro hombre gordo. • . .» • • 272
La nariz moscosa .w ..••.... ¿ ••••• • 2ft%
Oración* de D. Garles á la Virgen de los IX>-
lores . i ..... 285
Los siete dolores del supuesto 288
Apéndice al septenario. • .. • • • • 29^
Los gozos de Tíraque dedicados ai Duque
de 4a Victoria,- ,,.• ... .v% . . ..... 294
El obispo de Orense y D. Julián Romea • • SOS
Pax Domine sit semper vobiscam . • 300
Apertura y apreturas é««*« 317
El salto de Tirabeque. .«•• •«•• 323
Clona in excelsis Deo ^c 324^
Ofrecimiento de versos j¡*c. . • • • • 4 • • • • 347
Sobre el convenio de Versara (poesía) • • . 345
Amnistía y reconciliación ••• ••• • 353.
Artículo adicional ••••*• «•••• 359
Primer portillo . « . • • • i • • • 360
UtA artística y literaria del Liceo literario
y artístico ••••*• 363
El discurso de Tirabeaue. • • • é • • 376
IxmdeUe eum in cimbalis ^e, • • • é « • • • • 381
Los prófugos (poesía). ••• •••••«•••• 390
Divididos diz que estaban ^c. .»••.•••• 399
ÍCon que ya se fue? « * • • 405
<a buena doctrina ••••*«.4 é.* 417
El ultimo brindis. «•• «••••••• 422
Lias ferias del primer afio de paz ••••«.. 427
Tropelías y coscorrones # • • • • 435
ILias lanas del sacristán, •••«•••««i**. 444
La espada de D. Carlos • • • • • • 4 449
,•' ll'
j^jliin;'.-;;,Mii.U
.üiiiil'"
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j.it'' .•
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