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Full text of "Fr. Gerundio"

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Fr. gerundio. 



., PERlÓmCO SATÍRICO 

í 
DE . , 






i 



Entra Fr. Gcerunjío ^¿ el tn^s 
de Jallo, y prepara su iuipÜU 
para espantar moiquhos y candí- > 

datos* ; 



» / 



TOMO VIL . V*-j *- '.'^ 

. f " ." • Y f i ■> 

NOVENO TRIMESTBE., ^ 

Jwt'ío > ^5<>*í<* S ^tiimStt U 1839. 

MADRID.--1840. 
IMPRENTA DB MELLADO. 



' PRECIO DE SVSGRICI0I9. 

w^ H*«V*irD WIUOT uiMár B 1 • 

Para los actuales suscritores cada tomo* • ^o» 

£n las provincias franco el porte • • • • • 34* 

Para *los. no suscrí tares. ••••••«•••• aA* 

Féanco' <íc porte, •••«••• .^ ,• »•. 

Xós tomos sueltos se Tenderán á» • • • , • 3ío» 

5K SUSCRIBE EN MADRID: En el despacho d« 
U calle del Príncipe, número 25* 

. * •« ^i» ■ 
PROVINCIAS: Aljncrí:», D. Ram^n Gonsales; 
Alicante, Carratalá (D. Nicolás) : Astorga , Don Matías 
Arí^is Rodrignez*; Badajoz, viuda de Carrillo f sobrinos; 
fiarc^lott'a , Saurí ; Barbastro, Lafita; Bilbao, García; 
•Cuenca, Maria.na$ Coruña, Sotijmny* r ; Cadi», Hortal 
T COiUpiítía; Ferrol, Tajonera ; Granada, Sany,; Jáen, 
1), F«»lix Mnría Oror^co; Jí*rcy.,' Bueno; l<crida, Boix; 
Iiogroff1o,'D. Domingo Rüíz; l^u^o, Pujol y ^lasia; León, 
Paramio; Málaga , O, í/uis Carreras; Mrquinenza , adnií« 
nistrador de loterías; Mondon<Mlo, ídem; Oronsc, Gorocm 
^ovoa ; Oviedo, Longorla ; 'Palma , Guasp; Ronda, Fer- 
nandez; Sevilla, Hidal^oy compariía; Santander, Riesgo; 
Salamanca, Moran; Toledo, administración de loterías; 
Valencia, Gimenn; Valladolíd , Rodrigues. Y en las 
ADMlNlSTaAClONES BE CORREOS de los dcma» puntos del 
reino* 

Nota. En estns mismos puntos se admiten sui-; 
cricioaes al periódico. > 



KOVETO TRIMESTRE. 



CAPILLADA 167. JULIO 2 DE 1898. 



Fn. GEKUIVDIO. 



Si guis diJFerit de hoc primo t rimes »> 
tri anni tercii gerundiani non futura 
tsse plurima narrafu digna , anath§^ 
ma sit* 

Sí al^no dijere qne no ba d» haber 
mucha .qMef^ntar de «ste primer tri- 
iDCfttre del tercer áilo gerundiano, arrat- 
trado «e irea<%dflio cff|||idato« 

CoNc. ul Gerunb. 



XÜ mes de julio. 



Ka, bermanos míos; ja estamos en el Quin* 
tiiis de Romulo y en el Julio de Marco Antonio 
el Tríumvilo. Y nolese de paso que en esto de 
bacér reíormas en todas partes cuecen babas. Lla- 
mábase en el calendario romano desde el tiempo 



de Hámulo el mes de julio Quiníílis y el de agos- 
to Séxtilis , que es decir , mes quinto, f mes sestOp 
porque esta eia la numeración que les correspon- 
día empezando como empezaba el año por. marzo. 
Pero vino después Marco Antonio con ínfulas de 
reformarlo lodo como otro Mendizabal| y le di6 
por reformar el calendario dividiendo el ano 
en doce n^eses, j comenzando á contar por ene* 
T0« Y dijo después : «Hombre , este Quintilis 
ya no puede llamarse Quintilis ^ porque no es el 
quinto, ¿Pues c¿mo le llamaremos? Qué caramba! 
Yo soy ahora ministro de la guerra ^ y es la oca« 
sion de dar algún honor á mi amigo y compañe- 
ro de armas Julio Cesar que es el ^que á mi me 
hft entonado. Cruces ya tiene bastantes : hacerle 
duque de la Victoria me parece mucho... con que 
voy a llamar á este mes Julio en honor de mi 
amigo.» Y asi lo hizo. 

Picóle después la envidia á Augusto Cesar , y 
dijo : «no ; pues ahora soy yo el primer ministro, 
y si mi antecesor lia hecho un obse:|uio a un ami- 
go ^ yo puedo hacérmele á mi mismo sin tener 
que besar las manos á nadie.» Un ministro espa<- 
ñcl se hubiera hecho teniente general , pero, como 
I09 romanos eran en estas cosas menos positivos 
' que los españoles del siglo de Fr. Gerundio , se 
cpnt^nto aqutl hermano con hacerse á si mismo 
el l^onpr de d^r su noT^bre al mes Séxtilis ,lla-> 
mándele Augustus 6 Agosto ^omo npsotros dect« 
mos. Y aqui pararon las reformas de los meses. 



porqae eonUbfttáodose cada miDistro con codtcT'íí' 
tir en provecho proftio'la reforma del calendario^ 
ja no se cnid¿ de mas. Y asi vea vds» que el 
septiembre ha continuado llamándose septiembre 
que quiete áecW iéptimo mes, siendo realmente 
el noveno , j del miitmo modo los demás hasta 
diciembre y que signí&ca mes décimo, siendo el 
doce y último' del año. Todas las reformas son 
asi ; cada uno reforma lo que le tiene* cuenta , j 
lo demás aunque parezca mal j disuene de lo jik 
reformado , no importa que siga. Por eso decía 
que en punto á reformas en todas partes cueeoa 
liabas y lo mismo en calderas romanas que en cal* 
deras espadólas. 

Estamos pues en julio: mes de la revolacioa 
francesa y de las elecciones españolas.: mes por 
esta parte rerolucionario«>elcc toral. En el raes de 
Luis Felipe y de Fr. Gerundio: mes por eaMi 
otra jFilípíco-Gerondiano , única cosa en que^iica- 
so irán unidos el rey de las simpatías y el pertO* 
dista de las ea pilladas. Estanuis en, el mes de los 
baños y de los mosiqíitos: los franreses de la re* 
pública le baut liaron con el nombre de tkermidor 
por razón de las termas & baños , y con el mismo ' 
derecho le podía llamar yo Fr; Gerundio el mes 
mosquitera por razón de los mosquitos $ que la 
misma facultad concedo yo á los mosquitos que 
ó los baños para dar' nombres' á meses | y no mas 
potestad otorgo á traspirenaicos i*epublieanos para 
alterar .la nomenclatura dé los meaes que i un 



cilpirenáico reveréndisimo» monárqmoo conititQ<* 
«ional y y allá os va esa- 'rjéuÜA de adjet¡T«zos^ 
para que veáis lo bien que dicen los adjetivos 
jauto á las gerundios. 

Verán vds. | hermanos mioS| cuántas cosas 
van á ocprrir en este mes. Vcráfl vd«, entrar ea 
^aja el dcsencajudo ej^iTÍto del centro y y Á Óa* 
brera meterse en un c.-rnamon tan Inego como se 
pre^enteirlos hermanos O'Donell, Cía vería y Shelljr; 
Y no lo digo por pulla ^ sino tnuy formalmente y 
4e todo mi corazón y con tal que lleven y como pien* 
${J! f intenciones de trabajar con actividad y ener*» 
^Ki f pues lo que hace allí falta son gefes qué 
sepan y quieran dar linzetadas con decisión y 
Biáeslria y como ha hecho cpniín^ ^sto^ días el 
sangrador ^ y no andarse pon cataplasm:i$ y aguas 
teipperantes de tratados y cstipnlaciones como 
Yan- Halen y el* primer medico que me enipei¿ á 
«síslir, que si de él me hubiera fiado ^ a estas fe«> 
•ehas estalla mi ciierpo mas d^sponeertado que <^ 
«jércitp de Aragom Verán vds. al g^qeral Seoane 
en cuanto pise ci .suelo de C¡;it{||uila aln^orzarse 
a) Conde de España en rebanaduS| pomo quien se 
almuerza uu^ salphichQn dé Ylch ^ y vprán vds. á 
los amigóles del prófugo barón pon iv^s^ su bolla 
y sus baladroqa4as presentarse hupA ¡Idamente á 
«ervif; de muleta á Seoane^ en lugar dé la de palo 
^ue lleva, que yQ en su caso les babia ¿Q.plan.tar 
con ella unos coscorran^ que. les babian 4e Jftbe.r 
á rosquillasi dáciéndoles á manera de obíipQ cttaa* 



Ao confima: «1> soy la muleta de Barcelona^ 
p^a que te (Uuerdes de M.e?r ^ toma,* 

Lo que ysm y(l«> á yer de üPgíiro (si no so 
mueren antes I quQ entonce^ y^w\ otras cosas 
por otro estilo ) es \qmv la fsqniculii el dia 23j 
ese sinapismo ^e\ pues de julio que hará sudar á 
los elec tortas el dia %i pada gota poní) una paran» 
ja ; que también fue capricho del ipinistciío ir 
a señalfir p»ra rl diíit de las votaciones el primer 
difl. d§ panícula I j luego querrá que las plcccio-, 
Bes nQ s0an acaloradas j qaniculosas. Bien que lo 
liabrá dt3puestQ asi con el Gn de liac^r un obse* 
quio á $anta Cristina | días de nuestra Jleina 
Gobernadora I s¡n mirar qu^ po por eeo deja de 
ser dia d^ ajUQO para los espacies. Y si qnierea 
Tds. que siga con las efemérides del m^ú de julio, 
les diré que ver^n yds, ycnír el dju %b , dia del 
Sr.^ SantiiigO| ace'irimQ anti'tranpapionistii j anli« 
reqaesonrro ; apóstol de vigotes^ y gran Vendí» 
lujador de moros ; sageto capaz de echar Á lord 
Elliot ra»s alto que las estrellas si le btibicra ido 
con pretefisioines de firmar tratados y y de rajar 
á Cabrera dc ipcdio á medio de un mandoble si 
le hubiera propuesto lo que á Van^Haile»; pero 
que Fr, Gerundio quisiera que no se b^vbiese mo« 
lestado.0n matar tantos moros en Qavijo y á 
•trueque de que ahora se aparecieso qn Durango 
el dia de la gran batalla que se preparen , j nos 
^despachase siquiera el diezmo de ficciosos : pero 
«stos santos, y aleatojaes todas sos hazafias las hi* 



eieron en tiempo ele entonces , y aliora parece que 
les gusta estar á la gloria boba » sin dárseles un 
bledo de qne por acá abajo nos estemos descor^ 
Dando nitserabteinente ; j sin embargo sigue Iki* 
niánduse Patrón de España. 

Y tu m bien les dír<f á vds. , berma nos míos, 
que en e»e mismo dia 15 celebraban ios romanos 
las fiestas qne llamubaa Furinales y dedicadas á la 
diosii Furiua , que para que todo el mundo sepa 
quie'n era esta linda vulpécula^ ban de saber vds. 
que era, la diosa del robo ^ la cual debe estar roujr 
satisfecha de los muchos devetos que tiene en 
la patria de Fr« GerandiOy y no debe perder las 
esperanzas de ver que por acá se le consagre aU 
gun dia una fiesta votivar, pues no solo se tole- 
ra y se consiente á.sus ma^ aprovechados dis- 
cípulo^ I sino que tod»via se les acata j vene« 
ra, j aun se les dá culto público. Y si es diosa 
de humor como por lo común snelen serlo todos 
los ladrones , debió reirse mucho el otro día cuan- 
'do vio que en Madrid se daba garrote á un mi^ 
serablc furino por haber robado tf na ectbea y dos 
tkivos , al mismo tiempo qne á \q% Jurones & .sea 
ladro'ia/os de á folio m:iyor se les honra baja y 
servilmente^ y si se ofrece j son los primeros 
que figuran en algunas listas de candidatos ,. qué 
es la cosa mas divertida y placentera qne -se pae^ 
de d/iscurrir ni pensar. 

Y verán vds. el dia 26. ; pero aquí xie 

acuerdo que si el director del ObserTatorío>s<- 



tronjinico de Madrid por solo observar los mo- 
vimientos físicos j naturales de los astros se vol* 
vi¿ loco en términos de suicidarse hace pocos 
días p roas peligro corro jo' de enloquecer si me 
tomo el tral>aj*de predecir desde mi observato- 
rio político los sucesos que ban de fobrevenir 
cada mes y cada dia. Asi vds. verán y todos ve- 
feruos lo que vaya viniendo en julio y en agos- 
to^ 4 ea Quiutilisy Se^ctiUs , y Dios sobre todo.^ 



EL NUNCIO DE TIRABEQUE. 



¿Qué tal ba pasado vd. la nocbe, mi amo?-^ 
Medía na mente y Pelcgrin; apeuM be podido des- 
cansar un peqneño rato.—Lo siento ^ señor. Yo 
también he estado bastante desvelado. Me encon- 
traba al roejor dormir cuando oí una media , y 
como estaba con el cuidado de traerle á vd. la 
medicina | salte de la cama conoo un corzo | y fui 
á mirar el reloj....— Pues jo no te he sentido bas- 
ta abora. Tendrías qiie "encender luz. «-No señor; 



abrí el balcón de la derecha .-^Mol becbo : te pn* 
do hacer daño el relente de la noche y te espa« 
«istc á recaer de tu ccfalalgfa \ en cuyo caso no 
^é como nos habíamos de haber compnci^to estan- 
do los dos malo^^.-^No »eñori Mffcutwiba vil sol 
que calentaba ya como sí fnese al medio dia^— - 
¿Pues á íjue hoia fue eso? — Ahora mismo señor. 
*-^Ab picaro! Y eres tú el que bu estado desve- 
lado | y no despert:iste ha^ta ahora que son ccr- 
' ca de las ocho ! ; Ay Velegrín , Pelegrin , y que 
csacto eres para darme las medicinas y alimentos 
¿ las horas ! Si no fuera mas puntual el señor Se« 
villano para los suministros del ej^'rcito | estaría* 
mos lucidos, Solo mi paciencia te podia aguantar. 
Tirabeque. Si como eres mi lego, fueras asisten- 
te del duc|uc de la Victoria , ya te tenia fusilado 
j con razon« Vamos | hombre, vamos, tráeme la 
ined¡cina,-r-Aqui está, señor. Arriba ron ella. Asi 
me gusta. Ahora arroparse bien. ¿Quiere vd. jel 
chocolate encima 7--Uombre I tu tienes ganq^e 
asesinarme, 

¿Sbes lo que has de hacer? — Lo que vd* 
guste, señor, — ¿Has visto los periódicos de estos 
dias? -«-Si señor, — ¿Y qu^ traen? ¿Como vá la 
guerra7-^No tiene novedad j gracias á Dios, — ¿Y 
qué mas traen 7 - Señor , me parece que no traen 
mas. — Ya estás tu un buen lector, IVIiía; coje al- 
gunos de ellos, y tomate la impertinencia de 
leérmelos aquí á la cabezera de la cama. 

Tomó Tirabeque un rimero de periodicoB, f 



puesto & leer a¿rerti que se roe qtiedaba dormld¿ 
Era'^cft^éiíhBa le}civd:> los sermones á los clec* 
tordd: Pero en scgniJa y de improviso dáudosé 
una patinada en la frente | esctani¿ «sali¿ el roÍ0| 
iseftor.» — ¿Qne es eso? ¿Te ha'saiido cl premio 
grande de la lotería?— -No señora la lotería le ca« 
y¿ á ¿1.— ¿ Y qhiért és e'l?— Ahora lo verá vd. Y 
vd. también cay¿*-^¥ no lo siento poco , Tirabe- 
tque: ¿ pcro^ que qn ¡eres? La salud Radíela tiene 
iconiprada.-i' No ¿5 eso, no sriior- Esenche vd; 
•Ftl<? vocal'dé'fá Expedición General de esludioár¿ 
-—Inspección dirá,' honi bre. -¡-'Es Verdad ^ inspce*- 
CTon ,' «En uíjíort tíon el Padre Báiajero General 
de' lo* Bernardos,— Bíirbíijeror dirá , que no Sa« 
rajéro: Has de cnidar de Itecr mejor*— «Se cuenta 
i centenares los caiedrátlcós y cstñdíanteé qué 
impurifica ^ aí'runiándnloii y hacidnclolcs perder su 
carrera.» ■ Seuor # eato está bien leído | no' tiene 
vd. que dccir.—Perb quien es ese sujeto? Habla- 
rán de algún consrjero de' D. Carlos*— De quien 
^bablan lo verá vd* luego: afaoVa dejeme vd. leer. 
' «Era confesor de D. Sebaitfian/} le dirigia la 
conciencia cuando este pérfido infante quebran* 
t6 cl juramento de fidelidad que habia hecho en 
favor de Isabel íí,w ¿Leo mal^ señor?— • Parece 
que no: falta que leas lo quO está ahí escrito.— 
' Eso vd. lo podrá confrontar después. Y escuché 
vi, qti€f falta lo mejor. «Enterada Sv M. de que 
los principales planes para poner á D. Carlos en 
d troiio se fraguaban en palacio y principalmente 



en el cvarltó i^.la princesa de fieira, ^^^^Sl^^'^ 
Sebastian ^ y qué los principales émpleadc^^^e su 

real casa eran los mas eucaruados enemigos.' -r^ 

¿Encarnados enemigos dice? — Deje Vd. á ver. «En- 
carnizados, r- Ya me parecía á mi.«-«Eran los mas 
encarnizados enemigos de su bijai mandó formar 
espediente sobre la conducta dé. todos ellos. Este 
le formó D. Fermiu Gil de Lloares, entonces su<v 

])erín..4.. superin.... ten superintendente gener 

ral de policía del reino: j habiendo oido á diez 
comísíarios de policía y á infinidad de personan 
de todas cluses y categorias , resultó de este es- 
|)ed¡ente9 resultó....^ Si , hombre, ja tengo gana 
de saber que resultó.-*? ues escuche vd. lo que 
resultó : «resultó que el mió ^ue era capellán de 
Jionor.. — ¿Pero quien es ese tuyo? — Un. poco de 
pachaza, mi amo , que luego lo vá vd« á saber. 
« Y que Sil hermano , también capellán de hon<>r 
j el señnr Bermejo, también, capellán deshonor, 
j el señor Tordem , también capellán de honor, 
j el señor Guilíen , también capellán de hoflot, ' 
y el señor Prats..,#. — ¿También capellán de hx>- 
nbr? — Si señor, también capellán de honor^^^ 
Pues despáchate luego, hombre^ que me levantan 
dolor de cabeza tantos capellanes de honor.<-4i.e- 
snltó y pues ^ según las decLaracinnes de todos lof 
informantes qne todos estos capellanes de honor 
Jtenian el honor de wr conspiradores carlistas d«i- 
clarados.— ¡ Hola , hola ! Esa es palabra mayqr.<~¿ir. 
.gae' hixo en vista de eso $• M« ? Sigue } figijie. Im-^ 



y«ndjO| ^9 «so ^ iatcresante*— S; M. en vhXfk 
de lo qtt^ resultaba del espediente , y de las tioti« 
W9 que ya tenia. , lanzo de su Real capilla a to^ 
dos estos capellanes de honor j á mas de otrosí 
sesenta empIeados^^Setermuiacion muj justa ^ y 
que ri9clawaba su propia seguridad ^ la del trono 
de so ««gusta Hija y el bien del estado » — Si se-* 
Sor, pero el mío quedo. ^Pero ese tuyo ¿quiei^ 
es? Acabemos de conocerle.-— Seaor el principal^ 
.Y quedé i&uy caanpaiite.de capellán de booor «1 
lado de S. M, A ver si discurre vd. qnien es^^m 
Dinielo si quieres cuanto antes. Tirabeque , jr bq 
«eas pelma , que no teu^o lo cabeza para discar*- 
.sos. — Aguarde vd., que ahora so lo voj i decir, 
Sali¿ Tirabeque de la alcoba , j dirigiéndose 
A Qo repuesto de ea pilladas , después de haber 
.;aiÉ4ado rebiiscando j revolviendo un rato , vol* 
.vio j me dijo, «¿se acuerda vd. por quien le 
pregunte jo en esta capillada 136 ? — Te repito^ 
Pelegrin , qne no tengo ahora la cabeza para ha«- 
cer memoria de nada. — ¿No se acuerda vd. cujaa-* 
^0 le pregunte por el Nuncio de su Santidad?— 
Sil me acuerdo que me preguntaste en una oca^ 
^on.*»yd. pensaría que le preguntaba asi. al aire 
y por falta de misterio si era hermano del .nun- 
cio que había venido ]Mra don Carlos con la Prto^ 
eesa de Beira: y me dijo vd. ¿ que tiene que «ver 
nao con otro? Ni aun se parecen en ideas: el de 
, acá liberal decidido ^ el de allá, ya puedes tu «^ 
foner lo que será.» Pues este nuncio Hberal dm* 



éRiú es él Sr, don José Rafnfréz fde "Areüano ; e<^ 
capellán de honor único de los capellanes. carlis« 
tas que qued¿ al lado de S. M.: ese ^ ese -es e¿ 
mo que }0 tenia i^ pétore cuando iba lejeodo» 
Ahora vuelva vd á llamarle tiíeral decidído,^^Si 
le llam¿ asi por ironia, hombre \ sino que tu mtt«^ 
chas veces- uo entiendes los sentidos irónico*. Yi 
acasd %é de 4{ mas que tm S¿ que ademas de eilar 
sléttdo el receptor de la re»! capilla es uno de los 
iroealeS del tribunal de la Rota ^ del cual es dé« 
cano uno de los 6i) Persas^ el Sr« Rivote $ j ^sé 
Prats I cu pella n de honor que has citado entre 
los espulsados de la Citpilla ^ es otro de 
los Vocutes de la Rota ^ de modo que en castigo 
de su esputsion se esta cobrando más que doblo 
8ueld> de lo que tenía en la capilla real, y ade- 
mas dirigiendo nuestro^ negocios eclesiásticos. Así 
anda ello , Tirabeque: y ™^^ ^^^<^ ^^^ dejemos 
este asuntó, porque me desazonó , y se me aumen^ 
ta la ¡ndisposic¡oni« Haj ademas otras cosas res^ 
pecto de ese tuyo.., 4 

Una cosa no mas dig'o yo, seSoí'. ¿Será posible 
que sepa nuestra amada Reina Gobernadora la 
hipoteca que tiene cerca de si en el hermanó' Rá» 
mí rez A relia no? Porque st lo supiera >par^cfm!9f 
•que no teiidrí«i mas tiempo á ivL lado Á quien 110 
paede ser amigo suyo ni .dd su hija^— Cs de creer 
que no lo sepa f Pelcgrín ; pero en cuanto ' iet 
•esta capilUda (porque ya sabes que S. M^ nos llam- 
ee el bouor de leer nuestra» capilladas) es de 99f 



festfíT ffBüt né táfde:eii alejat de- su:Ud6 r ir quleí^ 
tSLJL^tjBiiüaX piiede aeirUi) lo mitma <|i|^.al tKOr 
no.de 8«8 augaftta Hija; y ¿ la» miíliti»c¡on/es . ef 
i^e sé apoja; ,.' - - .. . ; /^ j 



Doce lineas. 



Áqui de tu auxilio ^ Pelegrín mío: Ja baj 
bido el recado de loa^ cajistas : unas doce líneas 
dicen que faltan y y yo boy no tengo la cabeza 
para mas ; con que baz por cubrirlas tii solo del 
modo que mejor té sé alcance.— Señor ; muchajt 
linias son para un legó solo : con qué tiene el 
bermanó Baldomcro ocbenta mil bómbres j y to« 
daviá nó bá podido cubrir la linia dé Bilbao, y 
quiere vd. qué éubrá doce yo solo. En fin lo que 
es por linias no quedaremos mal. Allá voy; Falta 
qué salgaií retasi 



¿Van bien asi ¡ señor ? Miré vd* que todasí 
iHñ parilelas como laS qué bacid el general Ro^ 
Tomo YiU SI 



n&cbe lina escarcta quebraje las piedras , y de 
eada pelo nos cuelgue uq carámbano como un 
cirio pasaial ; j petmita nuestra sentirá^* -de la^ 
Nieve6é..*»^-«*-MttcliáclLo ^ Tiral)^ue^tuJba&.ji£]:dir 
do el juicio^— ^Nd señor y que le tenga tan entero 
como mí iHBdrc- le párioí— No- pued«S tenerl^^ujr 
cabad ouando baces . ésas impi^i¿acioj3es 4aik é^a-- 
ñas y tan estrambóticas* — No son estrimbóticas^ 
no senon Y permita S, Antoñ que dentro de dos 
dias nos encontremos en mita en mita dé enero^ 
porque! siaá lo -v^ú maloé»— Pero hpmbre ^ ¿tanto 
te ostiga el calor^ y apeilias ba.. principiado?, — Na 
señor ¿ nó. es por mí ^ es porqué sí ^ Dios no envia 
luego ei invierQi^^^ e^tos hombres sé me van á . 
l^bKasar >viy»8 y u'ii día awanecetf hecbos carbono 
^\ Atnig;oy eo^o'des en bablar cri misterio^ el 
«liabW qae tei.entienda¿ Miré ya. que pedir nieves 
y bíelós'eri* julioí es ocún'énciái. orijina].«i^Señor,> 
todo h»Qé. falktsf•^í ^os bemos dé salvar.-— Esa es 
trtrat' sftlr»mo» por frió e» ees» nueva para mi.-<-» 
Sí señor ^ porqué si ao' hiela luego , nos vamos á 
quedar sin, patriota¿<--r¿A quedai:nos,.sin patrio-4 
tas? — iSi señor ^ porqué están tan abrasados en el 
amoi' dé laí patria qué «adt^ uno' debe ser ua Lez«> 
na 6 uní Vesúguioi^ Ellos n¡ sé acobardan aunque' 
el caloY' Icé derrita Ids sesos ^ pí repatan.,e^ que 
4o9 puede oojer'i I^alillotf ¿ Felipe ^ ni qv^^e.l^ 
-caigan las muías del cocbé mue^rtas de fatiga cck^ 
*mo le sucedió á 0* Rufino: Carilasco en Esijreiíia^f 
dura pof andftr* de diay.de nocke sin descansí^ 



Wi ^e les dea cencerradas como á D. AodrM 
Borrego eo Guaddlajara : nada les acobarda , se- 
2or. — ¿P«ro á' quienes, honij^e?— Señor , ¡i los 
(que Tan por esos mundos 4^ Píos á firabajar 
para salir diputado?. r— Acabáramos ^ {ipmbre. Pero 
¿tantos son los que salen?^lJfff!!! SI le digo i 
vd.y mi amoi que estaa abrasados de palriotisma, 
,Todo3 |qs dÍM salen 4« Madrid á docenas, pnos 
4 caballo^ ptros.0n coche^ ptcos fn diligencia, co«- 
tno nuesto amigo el Supuesto, que salió bace tres 
días con una canícula de paUiottsmo,i>,n ^\ pecbc^ 
gtie parecía pn borno^c cocer {adrillo. Señor, se , 
abrasan estos bombres en amor de la patf ia si no 
icae luego una nevada que les apague las bogueras 
fie los peobos, ^ nos vamos ^ quedar sini diputa- 
dos que bagan la felicidad de la nación,. Señor., 
todos los <;aminos deben estar plagados de esos 
patriotas de alquitrán que se queman por mb- 
jnentos *y j el que no baja salido debe , de estar 
con las espuelas puestas^, como el .§r. Peña Agua*- 
JO que le encontré ajer con unos espolones^ .t^«-i 
spaaños como esas farras de las cortinas^ 

¿Y tu crees, Pelogrin, que todos esosi aspirnn-^ 
tcsi á diputados trabajen por serlo otra ?ez con 
desinterl^s. j da^prendimientoy por ptirp patrio* 
tismo?^¿Pttes qi^é yale ^l cargo de diputado, 
Scñor2-~fY'alcr no vale nada j es gía^u^to , según 
te dije otra vez. rn^s de 4os^ ^nos bace.— rSeñor, 
déjeme vd. lo pienso un poco. 

Ellos lo pretcn4cn, ¿no es verdad >. mi amo? 



U.S(.-^EÍlos intrigan I ¿no es verdad, mi amo? 
w-Tambien es verdad , Pelegrin, — Ellos se des- 
prenden vamos I se desprende^ con desprendi- 
miento de algunos maravedises por serlo > ¿ no 
es verdad , mi amo? — También baj algo de eso, 
Tirabeqiie.<— Ellos después salen á Intendentes 6 
i Directores 6 á Contadores generales , 6 entran 
en las contratas, ¿no es verdad , mi amo? — Tam- 
bién snele suceder eso ^ Pelegrin.— Ahora deje* 
me vd.'pftnsar un poco, señor..*. Ya lo pensé. 

Digo yo Fr. Pelegrin Tirabeque, que no ven- 
gan ja las nieges y las aguas y los aires j los 
"granizos , y él invierno y las escarchas ^ porque 
lo que abrasa y quema y enciende i estos hom- 
bres no es el amor de la patria p sino él amor 
de la panza. 

Y digo mas , señor ; que a ninguno que lo 
pretende con tanto ahinco le debian nombrar 
diputado , que los hombres de bien y de talento 
deben ser buscados y no andarse enseñando y 
ofreciendo como las que encuentro yo todos los 
dias al anochecer. --Eso, Tirabeque, dicen que 
lo hacen por el alto honor de ser representan* 
tes de la nación ; y esa costumbie de espon- 
'tanearsé a serlo', y que en mi juicio indica no 
poba presunción en el concepto de si mismo, 
dicen que está muy admitida en el estrangero; 
ello es que de allá nos la han importado , y haj 
quien dice que es muy buena.— Pues señor ^ jo 
'repulso esa costumbre estrangera, que acá en 



SspaiKa , de donde yo soj, parece miij bien cuan- 
do uno dice, «jo no soy digno.» Y está bien 
que todoB los hombres deseen ser dignos de ser 
diputados f pero de los qae van diciendo sin que 
nadie se muerde de ellos , yo soy digno ^ abre-, 
nuncio, señor , porque esos ¿ son muy vanidosos, 
6 son de los que se abrasan en amor de la panza; 
j asi digan lo que quieran los estr^ngeros , jo 
ubrenuRcio. (1) 



(i) a la irísta tiene mi Paternidad una alocución ira- 
presa de un D. José^ María Tenorio á los electores d« 
HueWa, en la cual "(sientono poder copiarla íntegra) seet- 
csplica así el modesto Tenorio: ^^GimpaiSeros.... me pre- 
Mnto á vosotros candidato para las próximas elecciones d« 
Diputados é Cortes.... Dadme vuestros poderes , que no 
tendréis por que arrepentiros. Seré el mas celoso defensor 
de los intereses d^ la provincia en el Congreso , y un 
agente activo, desinteresado y leal. cerca del gobierno.... 
£n suma..... me prometo conseguir que los niales desapa- 
rejan y los deseos queden cumplidos.*.** &c.'' 

Por ti, mi dulce Filida 

por ti lo puedo todo: 

por ti el mundo entero , s\ me manda* 

me atrevo á trastornar* 
Hermano Tenorio , que os vá a hacer rebentar tanta 
modestia* Válgame Dios, hermano Tenorio^ y que hu- 
n&ildito que sois, Y no hay instrumentos ruidosos en la 
¡provincia de Hucíva? 



.Si— 



Xa batalla de Rueda. 



Un nuevo j glorioso beclio de armas acaba 
^e demostrar en los campos iie Castilla de cuánto 
son capaces los soldados de la patria cuando 
tienen la fortuna de ser conducidos al combate 
por un gefe bizarro j decidido, £1 día 23 de 
junio fue uno de los de mas gloria para las armas 
nacionales ^ cuanto de oprobio y bumillacion para 
el enemigo. £1 bravo ^a pitan D. Jos^ Mateos, 
Sargento Mayor de la plaza de Y^\^d4o^l4i ^^^^^ 
de esta ciudad al frente de una pequera columna 
compuesta de ciento cuarenta infantes j treinta 
granaderos de caballería de la Guardia , con la 
cual se dirigió á la villa de Rueda ^ sita en el 
interior de Castilla lá Vieja ^ distrito de la pro* 
viocia' de Valladolid , en un paia llano y fértil, 
famoso ppr sus vinos blabcos , que de la referida 
villa toman el nombr^ anton^mástico de vino de' 
Rueda. ¡Ablü £1 bacia las delicias de nuestros 
refectorios,' y por entre las rendijas de la alacena 
ele la alcoba difundía un aroma consolador y bal- 
sámico qu c'idulzaba los ásperos «sinsabores de I^ 



Tida ascética y penitente ! ¡ Ionices y amargos re* 
cuerdos de una felicidad pretjérita que ja no tor* 
aará á ser! 

Emprendió pnes el intrépido Mateos su map* 
clia á la referida, villa de Rueda ^ sin que Wiirrer 
drase ningún género de obstáculos ni dificultade8| 
despreciando las guadañas 9on que los compañeros 
de Carra molino se ocupaban en segar las maduras 
luieses I resistiendo impávido la intemperie de ua 
día claro y despejado y sereno^ sin respetar que 
fuese domingo , dia consagrado por el señor al 
descanso : pada de esto intimidó al impertérrito 
Mateos f que sin detenerse á obstruir , á terraple* 
nar las i^anjas y cortaduras ^ ni á allanar los valla- 
dos y ribazos con que los naturales del pais ba* 
bian procurado poner en estado de defensa sus vi- 
ñedos I siguió por el camino real su marcba impo* 
nente y marcial , íiasta avistar desde lejos las tor* 
res.de Rueda. 

La tropa hasta entonas ^abia marcbado ea 
columna cerrada ^ pero al pisar el territorio de la 
jurisdicción del pueblo qué.se íbs^ á atacar , el ge- 
fe dispuso que la fuerza desplegase en guerrilla, 
dividiendo {a caballería en dos mitades , y mar-, 
cbs^ndo el bi?^arro Mateos á la cabeza de la prime- 
ra mitad, Xfesde luego se declaró el desorden ea 
el campo enemigo ^ pues al ver el. arrojo con que 
avanzaban las guerrillas protegidas por una pe* 
quena reserva ^ se pronunciaron en vergonzosa fu- 
ga y derrota cuantos segadores y.. espigadoras, por 



aquellos campos había. La caballeria avanzando 
también con intrepidez por frente y flaneo» arre* 
lió cuanto encontraba por delante: trigos, o^ba* 
das I abenas y todo iba cediendo á la violencia de 
nuestros ginetes , cuyas gorras de pelo bastaban 
ftolo para llenar de estupor á ^los gallegos de la 
siega y que alelados ge entregaban sin resistencia 
deponiendo las boceSy abandonando las ollas Y po* 
tes de campaña, j pidiendo de rodillas cuartel, 
que generosamente les concedió p\ comandante 
Mateos, tan bravo para vencer como gen^o« 
so para perdonar. Cualidad de guerrero^ in- 
dignes» 

Tomadas las avenidas del pueblo , todos los 
que de el salian iban cayendo en poder de núes* 
tras tropas : arrieros , traginantes , propietarios 
que salian á cuidar de sus cuadrillas de segado* 
res,. los que iban á llevarlos las meriendas, todos 
eran detenidos por nuestros valientes j provisio- 
nes, brigadas, todo caia en su poder; j un te- 
merario que quiso buir de las bayonetas de ios 
infantes dándose^ á correr por aquellos llanos pa- 
gó bien cara su temeridad , pues cargando sobre 
el ocho granaderos de la guardia* , le alcanzaron 
y acribillaron á cuchilladas. Este temerario era 
un indócil perro que se resistió á seguir los de- 
mas prisioneros. 

Domina la población una altura en que hav 
de tiempo inmemorial un respetable fuerte , bien 
provisto de harinas , defendido por un iuteli^en-v 



,le molinero ^ porque el tal fuerte es un liermosó 
molino de viento ^ que como todos , se mueve 
cuando hace aire y hay que moler , y cuando uoy 
permanece en deplorable cesantía. Era preciso to« 
mar este fuerte á todo trance , y asi lo ejecuto el 
intrépido Mateos con sola su escolta ^ que después 
de dar una brillante carga intima la rendición al 
enharinado gobernador, el cual se rindió obligán- 
dose por única condición de la capitulación á cer- 
rar el molino y retirarse al pjiieblo en clase de 
prisionero ) pero conservando los honores de la 
harina. 

Hecho esiOj/f no quedando ja un solo enemi- 
■go á la espalda I cuando se hallaban como á dos» 
cientos pasos de la población , el gefe de la fuerr 
za mandó cargar á discreción \ y que dos parti- 
das de caballería atravesasen por medio del pue- 
blo al galope para intimidar á los enemigos. Nues- 
tros ginetes verificaron este movimiento con el 
ttiayor arrojo ¿intrepidez, difundiendo el terror . 
j el espanto y desempedrando calles y arrollando 
cuanto por delante encontraban , bien que ni un 
solo enemigo se atreviente á disputarles un palmo 
de terreno. El resto de la columna entró á pose- 
sionarse de una población que merced á la intelir 
geacia y denuedo del comandante ' Mateos , se 
tomó sin que- costase mas sangre que la del rebel- 
de perro que trató de fugarse. 

Los pací ÍI1.0S habitantes de Rueda , que lle-x 
nos d«L susto habiaa estado observundo los moví* 



míen tos j evoluciones de la e<diinina de ataqne, 
temiendo sí sería el feroz Balmaseda que, perse- 
guido por las tropas del capitán general de Ma» 
drid D. Francisco Naryaez en la provincia de 
Cuenca , habria regresado á incofnodar la Castilla, 
quedaron estupefactos 9I reconocer que las tropas 
ínrasoras eran tropas de la Reina ^ y qu^^áronlo 
mucho mas al yer que quien las. mandaba ers 
D. José Mateos. Cundió al momento por toda 
le villa la voz de que era don iosé Mateos , j 
cbicos y grandes , niños y mugeresse deciap cuan* 
do se encontraban: ^es don José Mateos»^ Taa 
conocido cr^ ^n Rueda el tal D. José Mateos, 
como que babia estado allí mas de dos veces á co- 
brar maravedises. 

Alentado ya el alcalde con 'éste reconocimien» 
to j se dirigió al jefe de la columna invasora, y le 
pregunta con entereza con qué motivo y autoriza- 
ción babia de aquel modo puesto en 9onflicto al 
pueblo mas sumiso á las autoridades y acaso el 
mas adicto de los de Castilla á nuestras institao» 
ciones : i( que contestó el bizarro gefe : «tengo ór- 
denes secretas , que nadie me puede obligar á ma-» 
nifestar , porque yo soy representante de Isa- 
bel II , soy el capitán general y aquí no hay mas 
autoridad que la mía.» 

¿Y cuál les parece á vds. hermanos mios, que 
era la comisipn que con tan solemne aparato bé- 
liéo se preparó á ejecutar el insigne capitán Ma- 
teos? Pensarán vds. que se hallaba alber^jadQ en 



Wbi casa de Rueda un faccioso y 6 (fue A puebla 
se. habift pronunciado en rebelión abierta eá 
favor de D. Garlos.; Pues sepan vda. qiie iba i 
eqmpUmentar una providencia del intendente de 
Valládolid en que para bacer rtt á loa pueblo» 
la dulxttra y benignidad del gobierno representa^ 
tÍTO y sú diferencia de lá duf<9^a y rigorismo» 
dei absoluto í sé sirvió mandar cop fecba del ié 
anterioi^i que en vista de los descubiertos ¿ utrar 
sos por contribuciones eñ qué desdé el afio 28 4() 
encontraba la villa dé, Rueda^ s^ llevará, arrestados 
ai fuerU' militar de Saa Benito deyaUadaUd á wk 
aicalaé ^ un regidor primero f f al sindicó procura^, 
dor de cada eúio , embargando toaos los bienes á loé 
concejales y q^ ^^ hs formase camisa criminal por 
detentores de caudales públicos i Tan s^avecita y, 
benjgna providencia lá babia de ejecutar con fuer^ 
fá armada el mayor de la plaza | capitán D^ José 
Matfos^ qué yá ban visto vds. lo supo ba^ep á 
las mil maravillase 

. Asi sé entusiasma á los pueblos en fervor de la 
iiiertad; asi están locos basta el delirio por ella| 
píorique ¿dónde hay V una co$a ina^ bermosá qué 
ver' el uso prudente que en uii gobierjQO libré «é 
•báce déla fuerza arníac^^ y la gallardía y mar^ 
eiaí coniinentei el denuedo y arrojó con qué ei-m 
iá sabe atacar uii pueblo para sacar á sus babir 
tantes los intestinos^ venderles las mantas y cSr 
charros dé cocina ^ y tener después la atención de 
ponerles en seguridad nada menos que en un (net^ 



te que no pudo rendir Zariátcgúi, proporcional-^ 
doles la eomodid&d de estar á la sombra en inr 
tiempo de tanto color , y lil)ertándo)os de loé 
compromisos que siempre traen consigo los .días-' 
de elecciones? ¿Y qué esperanzas no podrá fun*^ 
dar la patria en un gefe que con tan feliz «xito^ 
con tan corta fuerza j en un solo dia sembró el 
terror por el campo enemigo , conquista un- mo-*> 
Kno de viento , baciendo c«pit\ilar rergonzosa-^ 
mente al molinero-gobernador, acncbill<S un perro^ 
y tom6 á viva fuerza una población de cinco inifc 
habitantes sin perder un solo hombre? ¡Y no há-* 
Lrá un condado de Rueda oon qíie premiar á est€^ 
benemérito militar ! |Y con tan bravos campeo^ 
nes todavia Segura y Estella están en poder de lo9 
enemigos ! ¿Qué han de hacer sino estarlo mien* 
tras no sC encomienden las mas arriesgadas em* 
presas á caudillos de lá inteligencia j bizarría 
del conquistador de Rueda? Esto me hace creer, 
á mi Fr. Gerundio , el que oreo pocaé eosa9| 
que hay un plan en hacer que dure la guerra. 

* El procurador del común y el comandante de 
la milicia nacional fueron aquella noche á l« 
capital á dar parte de lo ocurrido á las autorida* 
«les. ¡Cosas de pueblos/ No conocen súsverda* 
^eros intereses. Les están haciendo felices y to-* 
davia dicen que no les oprimían tanto durantó 
el gobierno absoluto. 

En su vista el intendente mandó suspender 
la comisión; y .di¿ orden al conquistador de Kue>^ 



Ha pata que üe retirase satisfeclios que heéeti 
los f luses de la tropa , asegurando en su oficio 
jde contestación que nunca habia sido su ánimo 
causar disgustos ni. yejacioaes.i ' IcA pullos. Y. 
asi es la verdad : ^1 en su providencia no man- 
daba mas que se arrestara á los concejales , se 
les llevara {»resos^ se les embargaran sus bienes 
y se les formase causa criminal : por lo demaS|, 

4^1es disgustos ¡ que disparata! 

iPero el pueblo (¡como los pueblos son ton*. 
tos!) Ha formado &a espediente ^ lo ba remitido 
al capitán general , j puestolo todo ademas en 
conocimiento del ministro de la guerra á fin de 
que ponga coto ¿ semejantes desmanes. ¡ Cosas de 
pueblos! no quieren que se les mole/ite. ¿Para 
que' es la fuerza armada, dice Fr. Grerundio? ¿No 
es ella la que manda en este gobierop libre? En 
fin Veremos por doi)de lo toma el hermano Alaix^ 
que es bombre que no tolera que la tropa se des» 
mande , ni puede ver que «e trate* á las puebloif 
/uno cqn amabilidad y dulzura. 



eii SU viaje áFra^ 



r.U 



•Á Dios, Moiisidr Feiensúc ¿ 
á Dios 9 Fezensac amigo f . 
¿con q«ié al -fin «nos has dejado : ' 
ápenasi entró el estío? . : - .. 

Guárdete Dios j Fezenaac. ; 
líbrete en todo «1 camino 
Ae •; esquilones' . y ceneerxos , : 
de palos y de.FáIil^oii« 1 
• Y plegué á Dios , Fezensac ^ 
qué si has menester auxilios, 
te socorran con ayudas , 
qué acá en España es lo mismo.' 

Y plegué a Dio^/Tezensac, 
qué si te ves eri peligro , 
cuando demandes socorro y 
ifotos te d^n por auxilios. 

Y si el apuro creciere,* 



y redoblares tus gritos ^ 
na eco de simpatías 
responda á tus alaridos. 

Qae asi i las demandas nuestras 
respondió Mole tu amigo p 
cuyos votos con tus botas 
liacen un juego muy lindo. 

Tus botas, ab! Fezensac, 
tus botas de cepio antiguo | 
d6 el mismo Cid embotara 
de su Durindaina el filo* 

Que a íé mia juro y voto 
. por mi padre S. Francisco , 
que eres | Fezensac , el bombre 
mas embotado que be visto. 

Tal fuerza doy á tus botas 
que sí tu bubieras querido | 
ni Morella ni Segura 
\ : fueran ya del enemigo* 

Que con babeif arrojada 
sobre aquellos dos castillos | 
las bombas de tus dos 'piernas^ ^ 
ellos se bubieran bundido* 

Mas biciste de tus botas 
en nuestra cuestión de auxilios | 
lo que fuera in diehus iüis 
la bula de Paulo Quinto* (1) 

{i) Bula paitelefs cía Ja á príneípíoi del sígfo XYII pa« 
fS cortar la famosa enMtion-ds Auxilios qus tenU Un dM-* 

Tomo vii« 3 



Que i «Ha se guarecían 
Jesuítas y Dominicos , 
cual hacia ti tus dos botas 
¿carlistas y cristinos. 

Que mas que botas 'de piernas 
eran botas de partidos, 
y qtíe por ser tan pesadas 
te hacían marchar torcido. 

Si el andar con pies de plomo 
fué siempre virtud , mi amigo, 
andar con piernas dc-botas 
tengolo por malum sígniim. 

Como que mi Tirabeque 
(el que te esctibió tan fino 
aquella carta de marras) 
muchas veces me habia dicho : 

Que mientras fuera ^o\é 
de Luis Felipe ministro, 
,y acá el Monsieur de las bota» 
fuera embajador de oficio , 

El piececito que cubre 
zapato quinquisolino (i) 
no pensaba levantar 
aunque lo mandara Cristo. 

Mas hoy dice que si cumplen 
lo que en la cámara han díciio 



apiadad amenté dividido» i Jesuítas 7 Dominicos, y. ffam 
prodajo la célebre congregación llamada de Ausilios% 
(1) De cinco suelas* 



Méssiéures Soult j Dufauak ^1) 
de'Frañclá nueyos ministros; 

Hará doscientas cabriolas , 
dará ¿étecientos brincos ^ 
y á ti te bará mil burletas 
con la lengua j el bocico. 

Vete con Dios , Fezensac, 
feliz iriaje , y buen camino , 

y en punto á volver jamáis : 

tu amigo Mole lo dijo. 



leaec 



Tres PoloSí 



No contento D. Juan del Diablo (alias Car* 
ramolino) con trastornar todo el firmamento de la 
gobernación ^ no ba parado basta traer al estrico- 
te los Polos, Dijole á mi amigo D. Nicolás PolO| 
antiguo y benemérito empleado de la provincia de 
León (que iba de secretario del gobierno polilico 
de Huelva) á su paso por Madrid : •t'aj'a vd. 



(i) Lo* anxillos qit(» espHcltamentc ban ofrecido al 
gobierno español en la señon del ai6 de ¡nnío* 



tuantó antes á sU destino.» Fae pues mi buen Po- 
lo desde León á Huelva ^ que es com.o.q.uien dice 
de Polo á Polo de la España, pues dista 156 le- 
guas, j al Ilegal* al eje polar de su penoso via- 
ge se encuentra con sd destino ocupado ja por 
otro 5 y (con una real orden diabolico-carramolinia- 
na mandándole ir á la» Balearen, que es decir á 
otro Polo distante otras 200 leguas^ Y hoj es ,el 
dia que el Polo humano se encuentra atascado ea 
Sevilla sin recursos para ha<:er su viaje polar al 
antartico de las Baleares, ni para restituirse al 
polo ártico de .León , donde dejó su dilatada fa-^ 
milia. ¿ Y habrá quien diga que bay un ministro 
mas polígono^ mas poíiárquítóp mas polígloto , mas 
politeísta f mas polígrafo, mas polipodio , mas po- 
liedro , xniks polisílabo f mas politécnico ^ mas po/í- 
pastos , ma» polisíndeton , mas polígamo j mas ptH» 
lilla que Carramolino? 



, I«OYE!$0 TRIMESTRE. 



CAPILLADA Í69. JULIO 9 DE 1839. 



Fr. gerundio. 



Si auis dixerít Fr. Gerundium non 
esse intriguis electoralibus ahitum us- 
^ue ad ultiauun capilium capillaep 
anathfma git» 



Sí allano dijere que Fr* Gerundio lio 
e»tá ahito de intrigas electorales liasta el 
último pelo de su c-ipiliaf le planto un 
porrazo que le bajo )os se90S basta el om- 

h\y$!o, 

Coi^c. €. Geründ. 



ItfA.ÑA.NA ' 

BA-JA-RÁ 

CHA.FA-LLA^DA 

LA.PA.CA-TA 

GA-RRA-SA-YA-ZA; 



Maj bien , pifio , mnj bien ; lo has dicho 
grandemente. Dame yn besito. — Anda^ da ud be« 
0Íto ¿ Fr. Gerundio , que quiere mucho i los oi» 



nos aplicados.«^Aái es !a veida;á, sonora , j mu- 
cho mas cuando reúnen ^ como el de vd.^ la*.id«et» 
üdad J la hermosura al despejo j aprovecUa* 
miento. — Vaja , Gervasito , ahora dilo de corridO| 
J)ara que le oiga Fr. Gerundio*. "/ — "-" 

«ARGÜ£LLES-CALATRAVA-MENDIZABAX.*CANtE<- 

RO ... ¡ ay qfle me equivoque I mí íuí á los .otros, 
«Mañana bajara chafallada la pacata garra- 
SAYAZA. Mamá , me había ido á4os otros.—No es 
estrauo^ hijo mío; pero por eso no le quiere me* 
nos este señor .—Todo al coutrario , señora ; lo 
que admiro e3 las nociones tan , tempranas que 
tiene ja su niuo de vd. en politica.| j lo familia- 
res que le son los nombres de los personajes que 
figuran en ella | cuando con ese desparpajo los 
pronuncia apenas ha empezado a recibir la prime- 
ra lección de la carlill^.— Crea yd. P. Fr. Ge» 
rundió , que entre el loro y el m.e tienen atrona- 
da la cabeza con esos nombres , porque lodo el 
día se llevan repitiéndolos. 

No bien habia la señora concli^dp de decirlo 
cuando oigo detras de mi á un loro echar la si* 
guiente carretilla: ^candidatos candidatos; Argüe-» 
lies- Calatraifa'Mend¿zabal''CanterO' canfUdatos-can-m 
didatos,* Interrumj)ÍQ al loro una voz^ que parecía 
venir de la parte de la cociaa , y la cual ento^ 
naba esta copla ; 

Mwidizabal y Ai-giielle« 



siempre de candidatos 
andan en danxa. - 

«-•Señora , confieso a vd. que estoy asombra- 
do de lo que oigo en esta casa. Sin duda que 
esos s%ñore9 serán risita diaria de vd^^^No señor; 
solo los conozco de vista • Sino que como hace 
años que no se sale de eUos para candidatos 6 
diputados por Madrid ^ á fuerza de oír repetir 
siempre unos mismos nombres ^ el loro los jia to« 
nado de memoria , el niño los ha aprendido de 
oídselos 'lil loro, y la oocvrtera les suele 'cantar 
sus coplas al son de los^ platos cuando friega. An^ 
tes pensaba yo haber pseguntadd á vd. sino ksthik 
en Madrid mus que' estos 'hombres- de. que echar 
mano , cuando apesar de estar ya tan. gaslad^fi 
cada año se buscan los mismos^ y siempre los 
mismo8¡<-^'Seuora , i eso no puedo coatestar á yd^ 
porque en esas cosas no Suelo meterme. 

Y en esto volvi¿ el. orno á recitar sus leccio- ' 
nes confundiéndolo y mezclándolo todo:, •m^tñaha 
hajarÍL CalatravaMentii:fabalgarrastijraui^» 



OttiCÜ 



cío» 



ITna conquista. 



"fi» 



6*; Hállftse «cluAlmeiite una señora enfraoscada 
*«ik' ardides j estratagemas | poqiendo en juegp as^ 
^eiaS| lineas j bártulos para hacer la conquístfi 
'de .un Brigadier comandante general de cierta 
^fo^iaeia'-j jiombre ^a maduro j que fígur¿ en la 
guerra de la independencia eomo^ gefe de inteligen^ 
¡Aa y valor. ¡ A qa<$ estado van llegando lasr co^ 
sa^ y Virgen 'Santísima del Pilar !> 
-^ Pero por Píos no me arrugues ^ bermanitas 
nías j esas bermosas cejas que cubren esos gran* 
des j pobl$ido9 párpados ,j esos hermosos j ha*, 
bladores ojos! ^o miréis por Píos de mal ceño á 
Fr« Gerundio^ porque es capaz de darle un sin» 
güito de pena que ponga un desgraciado ter¿[iino 
á su existencia gerundiana. No le sentenciéis á 
muerte con yuestro resentimiento. Desenojaos j 
escuchadme; escuchadme os suplico, 

Habéis de saber , bermanitas de mi capilla j 
de mi coraron ^ gue el brigadier citado es el 



inismo Marido de la señora; ya yeisque la con* 
Quista mada de especie. Con esta aelaracion ja 
estaréis desenfadadas ^ si? Pero estrañar^ís qn^ 
una niuger se ocupe de conquistar á su marido^ j 
mucho mas si os digo que ha hecho un viaje de 
cincnenta leguas al efecto. Y no porqtie la ator- 
mentasen celos y ni tuviese noticias ni sospechas 
de que se hallase .mal entretenido^ ni buhicse re- 
cibido de él desvíos 6 desdenes, nada de eso: ¡es 
un plan jovellanistüll! ¿lo querréis creer? Pues 
asi es como os lo digo. 

Escogitando estaba cierto círculo de jovellane». 
i^es cómo com [Prometer a aquel gefe de provincia 
• que trabajase en su favor en ias elecciones : pen- 
sárcm^ ^avilaron , meditaron y discurrieron: y 
propuestos planes y desechados planes ^ al fin se 
acordé enviar á 'la seíiora (qiie es también Jove- 
Hauera) de plenipotenciaria cerca de su esposo 
ten el diploma de tK)nquistadora y con todos los' 
poderes necesarios <2rf koc, Pero el hermano bri* 
gadier , liberal desde .Alpha hasta Omega , y que 
asi* puede ver' á los requesoueros como el* Duque' 
de la Victoria , permanece impertérrito ^ ines- 
pugnable; tan- fiel marido como político conse* 
cuente, dice que el himeneo y la política tie- 
nen' sus de'bítos inconexos y distintos , y qu^ am- 
bos los guardará bien y fielmente á fuer de buen 
militar y de honrado consorte. Y aquí ha hecho 
a^to y nadie le mueve. 

jOh virtud digna, de elogio y remembranza!' 



\0\k dkbólíe,a tnvencioii de lo? r^quesonecoSr 4^ 
Miradores 1. El d¡a]>lo deberéis tener en el cuerpo: 
fflu^ líbranos de mal : amen Jesús. 



EL CORREO DE GRACIA Y JUSTICIA. 



Si supiera el Hermano Arrazola el obsequio 
que yo Fr« Geruiiidio lo he di^pensadpr estos di^s^ 
Imposible es que no rae hubiera mandado ja el 
uombramientQ de Gefe de Sección de la Secreta** 
ría de su cargo ^ á pesar del óbice de no ser. 
pariente suyo , ni aun remolo. Porque obsequio 
es y no pequeño de parte de un Fr. tGerundip 
que ni acostumbra ni ahora le perxniten sus aten- 
oiones leer una cosa dos veces, haber no so^k 
lo releído sino reestudiado su circular á los 
Jueces de primera instancia. Pero como él se está 
e.n su casa ó en su ministerio y yo. me ^stoy ea 
mi celda , y ni nos vemos ni nps hablamos sino 
por m^dip de la prensa ^ no ha|)rá podido ^aber 
hasta ahora que yo se lo comunico por este ge- 
rundiano conducto , la gracia y mérito que yo, 
encuentro en dicha su circular , como que á ello 
y ¿las floKS cordiales conque sigo alternaudqi 



i áus'res'peotivas horas ^ es á lo que sin dada áe^ 
Bg,«1 ir xecobrando ia» fuerzas perdidas en mi re«v 
«iente ifidisposicion\, ' 

Elca^o es qu€ el sábitdo último tuve el gusto 
dé hublár con el Administrador general de Correos* 
y Á pesar dehaberme manifestado el' mayor inte-, 
T¿sy sa4isfa,c<3Íon por-mi restablecÍRiiento^ no me 
ocurrió '{¡tonto de nrí! Soplico a vd. , Si? •Adminis<* 
Vfador 9' tenga la bondad de dispensarme ieV ^enun» 
do) no icíeí ocontó: datle'Ias gracias por la parte 
acrtiva^y medicinal >que. ^ tenido en mi mejoría^ 
pues so pongo que si no mías , debiarel tener taiítsi 
parte cuja circular, ^y que unos de* ios prijicipa«i 
les fifaesí^sino 'el |^ituo»iijl de todos) que debie-» 
n)íl !prbpo4)ers6 los dos ai Acordarla^ seria hacer 
subía* la renta de corraos'. Porque «ontando coa 
qÚB los Jueces de primera instancio entre buenos y 
Biálos sean unos trescientos cincuenta ^ plus irai« 
¡^íV,e y y teniendo qiue dirigir infitlibleaieute todos 
los correos por lo míenos- ;dos oficios cada uno, dan], 
d^ aottioift d«Lestadajr^ siu tomas que presentan las 
^lec^ioues , el uno di ratamente al flainisterio , y el 
otfOíal:jegeiite de i^ada audiencia respectiva, para 
quejes p^iga en la hoja de servicios lainotacom^ 
pélente que manda la circular según su puntuali- 
A^á 6 uegUgeuciai resulta que .siempre son setecien- 
tos oficios mas de cargamento en las balijas cada 
jorreo, que á real y medio de porte ' unos co/í 
oti;os dan por la parte mas corta el . producto 
ele dos mil reales semaiíules d? aurneuto ¿ la rea- 



, er44r3 

la i la cnal podrá venir «orno de molde á las 
pobres viudas que cobrabao por Correos, y Ijiie 
desde la centralización de fondos del hermano 
Hom panera po )iun podido cobrar un cuarto las 
infeüpesf - 

Lo que envidio , yo , y eso que no es la pa- 
sión de la envidia la que me domina . á mi Fray- 
Gerundio f es la diversión que tiene ahora el mi- 
nistro y lo entretenido que pasará el tiempo coa 
la agradíable y variada lectura de setecientos ofi- 
(cios á la semana $ y eso que ha tenido la. discreta 
advertencia de relevar del cargo del parte electo* 
Jal á los Jueces de los partidos eo que por estar 
ocupados por los facciosos ni se hacen elecciones 
ni residen en ellos los jueces^ que al fin siempre, 
lia sido una ocurrencia feliz (1) ; si bien por otro 
lado se compensa este vacío con el parte diario 
q^e tendrán que dar los que se hallen en los dis- 
tritos én donde ^ como por ejemplo en Aragón^ 
]|iay todos los días correo para la corte. 

Después entrará el cotejo con los partes de 
los Gefes Políticos recibidos en la Gobernación^ 
para ver si convienen unos con otros en la vera* 
cidad de los hechos^ y si simpatizan en espíritu 



(i) y en verdad que esto no está muy híen calculado, 
porque el juez v. g> de Morelía , ó de cualquier parteo 
del Maestrazgo, podía desde la G)ruña ó donde se halJe 
dar el parte ^^Sín novedad'^ , que al cabo eso mas acr«-« 
cía la teata^ de- Correos. * 



'y en ideas; porque de otro modo ¿c¿ino se faa de 
bacer la clasificación para las notas de las hojas 
de méritos? A este fin deberán reunirse todos los 
dias los ministros de los dos ramos | j colocando 
cada uno entre las piernas el cesto de su respec'» 
tiva correspondencia electoral , como artesón de 
mondongo delante de aplicada mondoQguera , ir 
cotejando partes con partes ^ j haciendo su com« 
posición de logar ^ estractandoy anotando y orde« 
nando , bien por el método analítico, bien por 
el sintético y según el gusto ¿ sistema filosófico de 
cada ministro. Si todos pasaran asi el tiempo, es^ 
cusabao de darse á vicios ni de andar á . pieos 
pardos^ 

La idea de cometer a los jueces de primera 
instancia el encargo de informar sobre el estado 
de la tranquilidad en su partido y medidas que 
se hajau adoptado para el restablecimiento del 
orden | el modo con que se presenta la opinión 
general sobre elecciones , candidaturas que circu« 
lén j probabilidades que ofrezcan ,, resultado de 
los escrutinios parciales j generales etcétera^ etee» 
tera , tiene cierta novedad de primera instancia, 
aii como invención de ministro de prima tonsura. 
Mas para que las disposiciones del gobierno mar* 
ehárau en armonía , era menester que el ministro 
de la guerra pasara otra circular á los comandan*^ 
tes generales de las provincias paia que todos los 
correos le informase del número de pleitos qué 
hubiese en cada juzgado | con especificación de 



Ibs civiles y Grímioáles , de Jos fallos que voy«i^ 
recayendo, apelaciones que se interpon ga-n , qmé-¿ 
Bes sean los sugetos roas pleitistas de cada patti* 
do y y de que espíritu se hallan animados los es^ 
eribanos y procuradores, si tienen el Febrero y 
el Posadilla , y sí los al-guaciles cobran por el 
arancel deJUúltimo arreglo provisional de Justicia 
& por el antiguo. Asi como el Sr. Primo de Ri- 
vera, si quiere empezar acreditando el ministerÍQ 
de Marina , debe pasar otra circular con urgen-* ^ 
cía á los comandantes de los departamentos para 
que todos los correos directamente y bajo la res* 
poasabilidad á . que se hagan acreedores por su 
puntualidad 6 negligencia , le den cuenta del es* 
piritu que aníiha al clero de cada diócesi , cómo 
han recibido la medida del medio diezmo , si los 
párrocos presentan las tazmías en los términos 
que se les tiene prevenido , si los sacerdotes arre- 
glan su conducta á lo que dispone el Santo Con- 
cilio de Trento , y si en las conferencias morales 
que celebren dominan los opiniones de Echarrí, 
de Gunilíatí ó de Grossin, con cuantos mas datos 
j observaciones crean conducentes para el bueu 
arreglo de la marina y conservación de los mne«i 
lies y arsenales. Así habría armonía y regulari- 
dad en^ las disposiciones del gobierno; pero si de- 
jan aiislado al señor Arrazola , la circular no pue- 
de surtir todo eV efecto que se desea, por mas 
que ella en si encierre todos los elementos de 
vtilidad pública. . ., :. ..i. 



Atribuyen algunos que se jo que miras sU 
llieUras ¿ dicha circular. Yo digo que no puede 
lleyar malicia alguna , sino que deb¡¿ inspirarla 
un espíritu de curiosidad ^ en que asi puede in- 
currir un ministro como una niuger , que yo no 
estoy por la opinión de un célebre filósofo francés 
del siglo diez y ocho , esto es ^ que la curiosidad 
tea peculiar de perritos ^ de monos y d« mugeres; 
digo y repito que, no lo es menos de ministros de 
gracia y justicia. Y <Jue si otro objeto que la cu* 
riosidad la hubiera dictado , por ejemplo el de in^ 
fluir en las elecciones , medios tenia mas directos 
y eficaces , y con haber echado á volar de las 
arcas de gracia y justicia unos quince mil duros, 
como dicen que ha hecho su compañero el de la 
desgobernacionj el camino era mas hreve^^y se 
esGusaha el circulo vicioso de las circulares. 

£1 cielo áé á los jueces de \ primera instancia 
piernas para correr por calles, plazas y cafés, 
narices para olfatear opiniones , oídos de tísicos 
para oír lo que se chismea , y tiempo , holgura, 
acierto y longanimidad ; y á los caballos de la 
posta fuerza y robustez en la cruz y el espinazo 
para resistir el cargamento del correo de Gracia y 
Justicia. 



^48^ 



GUIRIGAY y CATARATAS. 



Señor , novedades tenemos; me decidí ajer T^im> 
rabeque con la Gacela en la roano : le han quw 
tado la vida. — Hombre! ¿á quien?— Al Guirigay p 
señor. — ¿Tu qué dices? — Señor | lo que vd, oje: 
aqui está el decreto. — A ver f bonibre p á ver: 
léemelo. — «Enterada S. M. por su copsejo de mí* 
nístros de que la salud, del estaco reclama impe« 
liosamente la suspensión del periódico Guirigay, 
que se publica en esta corte; j conformándose 
con el parecer de Unánue... — Mucbacfio ^ ¿ c¿mo 
ba de decir de Unánue j si Unánue es el primer 
tenor de la opera? Vuelve á leer. — Tiene vd. razón, 
señor ; dice unánime: «con él )parecer unánime del 
mismo consejo ^ se ha servido resolver la suspen-^ 
sion de dicho periódico...* — Eso es distinto^ hom- 
bre : suspender no es matar.^-Llámelo vd. hache^ 
señor.^Sigue y sigue. — «Hasta que , dada cuenta 
á las cortes por el gobierno de esta determina- 
ción... — ¡Por el gobierno de esta determinación di- 
ce? — Sí señor.— No dirá asi; dirá: «hasta /^que 
dando el gobierno cuenta de esta determinación á 
las cortes....» — No señor; dice como yo he leído. 
— Vaya, pues será defecto de redacción. Sigue. — - 
«Y de los graves motivos, que le han obligado í 



_ ^^ ^ --te*»— 

elllf ) tfí^'Mttelrá la contreniente. De real' ordea 
I» ioíaítiiiieo á vd..."^No dirá rd.^üsted dice, 
étñtfjr I y iíieñ cláro.«««i'¿Pues á qu¡¿n se comuni- 
««7-i^-A l0ft .gefes políticos.-» En tonceá dirá Y. S'.| 
iontót^^^O' dice Usia tonto, señor que d!cé Usted 
jfoo«— Eo Terdad que no sé cómo no me tieaeii 
«ioe 4»ii srimpleud. Vamos I acaba de leer, -««Para 
Mtifftdigeircta 7" efectos correspondrenteis. Dios 
gW*de ¿' UMed seco (;t) otra re% muchos años«-a 
Mira si trae fecha| no sea que se le baya' olvidado 
cováb i iirrazola en ^u ^ir<tular.-^Si 5e£or| la 
tittet «Ifadtíd 7 de Jé1ió.,.« 

Nrate ábi , Tirabeque i J admira conmigo U 
coinéidéñtía de haberse salvado dos veces el esta« 
d^ A diá 7 de Julio : U una el añ¿ 22 por el va* 
íor-y denuedo de los^ 'milicianos nacionales , ven* 
eieAdé y escarmeo^vndo á las trepsis de la guárdiii 
qne invadieron la corte cbn ánimo de ar Trancar M 
libertad I j lo otr^ el alio 39 con U mverte del 
Giarigay que reclaibaba imperiosau^enté la salud 
dd'éstndoA. diá 7 dé* Julio. Afir^ si decia jo coa 
razón en la primera capilláda^ de este trimestre 
'éférán vds, hermanos mio's ^ cuántas éoéok van á 
oeurrir en este mes.» 'Mira si es previsor' nuestro 
gobierno Ciu^iMbo I hombre ; ayer ¿liéntras losná« 
eíonales se desgaritaban en dar viVas á lá Consti^ 
iucioii en la plaza f inientras se paseaban dé' uá 

i' \ ■ . '*" ■ ;■•■■■»■ 

(i) ' En verdad tya^ qaien tnu á tés %tt$% politices 
«oído k uAot escribi<jntillq|.^^9ÍUfloa^.nó eSjeHrallOi,^^ 
|ol dM^che con uA TOA 

Tomo VII» i 



lado á otro lo^i^ batalloo^s j^^n^i^o Om^^n ^MU^ 
ba ?al^andp el eslad^. ]L.,»ar..á flos h€];^9i^r74( 
^ulio del ano .22 que salvoron la 'l¡bcjr(|id ^ ^ií«| 
gobierjío d^^l 7 de Julio qii^á. io^ ^i^x^-^^^^t» 
}u$lo^ IftjFplvió á aalyar.cl^pii^in^ 4ÍM.i8ManiWiie) 
Guirigay/ . ^^ , . .^ -;! «j- j^ : •' n^l— ..*o*>. 
Parecpipe ,^1111 ai^o , .qu9 todA e90.Í4^.4tl^ cni« 
por burja^ ^ y que dqfieude . ^d..; aljGiutíí^.'^. 
Nada inepos q^e eso ^, Pelq^iX^ ;. QS^o^ i UieoM^ot 
de defq^djBr.laa doctrifi^s, 4A p!*»r»g*17 .(í««*«ailá¿ 
bes q^ue^ iio.iLdefiendp ;.}as jde. »n¡ng«i^ Ij^efiódiu^ 
pues JO no defiendo $jnq ;|]g|ÍB 9p¡inone%.:1;;^lea c(H 
mo elki^ seiin ^ ni menos, ^u .macera di? o4A(tíl las 
cosas^.ni.me nieto á graduar bas^ qoe|<upt(>;ha|y:^ 
6 no abusÁido de la libe^Jta^d .de escribit ,pí si 1^$ 
últiinos becbos que denMn<;ia.sqn.4 P^\í¡ií^tPirf ^i 
91 en easpyd^ serlo están.- fuera de La jurisdi^c¿oa4ci 
^a prensa periódica: sino qve«<miero.so|^.i^ q;^^ 
haja abusado, de ella muj grave^ j.Aiuj^ipialicip'^ 
a 6 mujr incautamentei cuanto mayor e^ ui|,ab,u#o> 
Pelegrin^ ^R^A mas fucil.e^, casltgurlex•rjc^pnn;lkle 
por lo9:»»ed¡os legales que; á su ^i&pPfÁcipntiena. el 
gobíei;no ^. jr el gobierno que se confiesa .imjiiojt^fir 
te para Cjpjregirlos por ,los inc.dJLQS 4iHe,;l|iS;4fU:flf 
le facUitan.ji j.no sabe, .apelar ?íno á \jf'j\\9}^f^,^\fy 
a las medidas bruscas I ^1 afro]^Uam¡e^^to^ .dL<^.|a^ 
Jcye? deque se dicq d^stodio y j al AfWj ^pM^ff 
dá la prueba nías lastimojía ^jl^ .. debJlÜaiLjLiL* 
¡neicia qu^ se. puede disouírir f .em|ktío«» stíí catfla^ 
éseitaí sosjMTtbás'i encíeíitliBí U lé^iVipsidad | Xj^ 



^f^infüió iHélínen^ la creencia dd lado donde ¿4 
btñfO ittodo 001 de ioélítiaría. Y pof^ahora sigúele- 
j^eildo'< ver qué mas trae la Gaceta. '* 

-- • Seíior^ aboTit sdgue: Cámara de los Comunes» 
¿Lba' etilo de los C»iDuñes?-^No; clw pásalo en si*» 
lébcid;'^ Luego* sigue : Tribunal de los pares, ¿Lo 
)eo>7-^Tainpoco<$ de lo estrangero no leas nada. 
BoMa ^fíl fid|iciaá^ de España , que son las quar 
»ás HQSv importan r--^Seabr, no bay España. — ¿Có* 
aso qiie no hajf^ España ^-*No hay Espüna y señor. 
•^¿ Pero no trae Aoticicis de algún pueblo de Eá« 
pafiá? '.^ Señor ^ na sé si estos dos pueblos que po* 
ne aqiíi serán de España ^ pero yo nunca los he 
•ido nombrar.— >¿Guáles son 1 ^-^ F'acantes / Biblio^ 
^9^a.— ¡Es posible, hombre! Trae esas gafas. 

:Me puse las gafas, cogí la Gnoeta | y en efcc« 
lo no traia una sola notrcia de ningún pueblo dd 
la península. Si nó bubiera sido p^f el deoreto del 
Ottirfgay, podía habef pasado por la Gaceta do 
Attgsbnrgo traducida ál español. Pero no por eso 
dejaba de llenar cinco columnas dé gruesa letra 
bajo el epígrafe de Relación de las cataratas mas 
nMaUes. Toma, le dije á Tirabeque; etíte'rate de 
las mayores Cdtatatasqxie hay en el mundo. Abií 
hallarás las famosas -cataratas del Rhin , las del 
Niló, las del Ródano , las de Ioé Fó/ers ¡ las del 
fíiagaroy la de PappanasSnní ^ la 'áe Pf^iWer forcé ^ 
la de Stauh Bach\ en fin afai verás , abi verás. ^ 
Tomí Trrabeque otra vez la Gaceta ¡ J ^\ 
cabo de madia borH me di^ : Señor , mé hé dé^'^ 



pjado I 7 no encuentro Un cataratai jnojuFvi 
que hay : las mayores no están aqni«-r*Piie0 <4fjQé 
^tienes tú noticia de algunas cataratas mas ao«» 
tables que. esas? — Si señor, y no están aqiii*— - 
¿Lo has leído hiea todo?— rTodo , .seftor^ siu^dif» 
jar un tildis«-^¿Pues de qu¿ catacatas |iene4,.jbi| 
noticia que no se hallea en esa rctlacion 7<-»Sei[ov^ 
de las cataratas de los ministros | que piir¿e«aie 
que deben ser mayores qué la^ del Nilío j y las 
diel Ruin , y las de, los Fulhros f y las del Pupa» 
jraso y todas esas que cita la Gacela* Y tengo para 
mi que si ño se las abate tüego ^Igun cirujano 
que tenga buen estuche y buena erramientai los 
que han quitado un Guirigay nos yan á metév 
en otro, donde I, como dice la Gaceta, si llega* 
píos á resbalar I nulla es ridenoic-^Yeo ^ Tira- 
beque I que has ¿onfundido las cataratas de los 
ríos con las cataratas de los ojos, las cascadas ¿ 
grandes saltos de agua con esa telilla blanca que 
cubriendo la niña del ojo suele impedir la vista; y 
aquellas y no estas son las que se describen en la 
relación de la Gaceta »-^Señor, como empezaba pro« 
hibiendo el Guirigay,, y el Guirigay le yendeii los 
ciegos que tienen cataratas^ por eiso pensé que 
hablaba de. las cataratas de los ojoá. Pero bien 
dicho está lo dicho; y si le preguntan- á Tirabeque 
cuáles son las mayores cataratas del mundo, siem- 
pre dirá que las de los ministros , que no conteu* 
tándose con s^r ellos ciegos , quieren que tambiea 
Ips- d^man tengamos cataratas ^n los ojos. 



€*PHiLAl>A SteO. JULIO tt DE 183». 



F». GERÜ]¥DIO. 



iJi 71/1V dioíérii gobternum ñon torea" 
► W «ttí a/^e capeare ad gustum sane^ 
^tumsuuinf nosque cum sancta riostra 
€achaza ^omnes suas sortes non sufftrr§A 
antahema 4i/# 



• Si alguno dijere que el gobierno n^ 
hoi^'está toreando á su satisfacción, y qu^ 
noptros no nos dejamos echar con nues- 
tra ^anta cachaza las suertes que le aco- 
moda, le estrujo entre los dedos ^ono 
quien entruja nn limón. 

CONC. 6. GSAÜNO. 



Toros eh tarde bresca , toro6""en elia. 



Fresca en efecto estaba la tarde del lunes •• era 
ttna^ tarde de vice-versa \ tarde anómala , porque 
Iiacer fresco en julio jr en Madrid és un fen^oM- 



no tan fner»- d^ ióAÁs íis. proba%(lidad«i 

Ter á D. Juan Arélalo en el nnnnférío. S¡n~éÍD^ 

Jmrgp lo lino j lo otro es cieTt9.^^o'9Múf^'49^ 

tuna, lo otro poir desgracia , conforme i la~lej.de 
las coiTipensacIones. Y por clerto^qiic en la freí^ 
cura del día no podrá decir el ministro 'J^si^etié 
nadq^ que iayoéX la mas p^rfii^e^ .|^ar^* ^etjiízo 
todo lo posible por acalorarle; asi es que la gente 
á eso de niediodia^-estalMi a l g o ma s de lo, OüdiiMí» 
rio caliente hacia la Puerta del Sol con motiro 
de la suspensión del Guirigay ; P^ro c^tc es mi 
calor que pasa luego, es un. fuc^o fatuo: ntran^ 
Mvi (e^o Fr, Gemndius) eteoee^non eraii cuando 

Ío pase y A uo, había nada.9 l]B¡eQ^lo sabe el go* 
íerno , y por eso hace lo* qué ^ buce ; j bien lo ñé 
JO también y por eso hago lo qne hago. Por la 
tarde ya hacia fresco ; por J[a/nó,4h^ ^>'*o (afeccich» 
nes astronómicas de la atmósfera del pueblo). 
,,■ Ello es qyue yo Fr. Gerundio «que hahia pea*^ 
sudo no ver toras hasta que hubiese cortes, ani* 
mado con !a frescura de la tarde y con las ina* 
tnncias de algunos hermanos , ¿ice del julio se* 
tierabre, asi como otrcs pep^sarán del setiembre 
hacer su agosto , y me fui allá (1). Cuando lle- 
gue ann no había dado principio lá discusioá, pe* 
ro á muy poco hizo la sena de costumbr^e el pre- 
sidente p j se abri¿ la sesión , es decir se abrió le 



(I) Este éílÍ4Í sígní fies U pUta.^a toroté^ . 



^iQfMs ''deÍ'tor9; 'ilehtlb él prhnéfo' tn el usa 
llirt^i4lt^^^«'es'lá'J>hldbfa dé esta claié dé dipu^ 
«ftllodf '#b %^rmosk> íotú llHitiááo Jeardtiiffro. No he 
vfeÍ»lftiAi#ál'ifnás gérdá' abe el supuésM Jkrdine-* 
\chtlié iftW^ téiira^obBolMé'iitas ^ vrddi&s ée ¿ame: 
láí lf#j^ni<^'' dá dedi' éüfaocieñtas T&dás qne oclio* 
éietfltds libras^ pOFqué una libra de "carne es lo 
^\íé<ea)cále jo que térfdrán una con otra las ym- 
¿áí^'í^ulé'' tienen peitiioit deí estado. £F'tal Jardi- 
neiVnse eonocia qtre litibiá pacido á dos carrillo 
eéiá)^ -bl^uíios oltós ^^cl^esiástícos que atin"poseeh 
jili:^iríidird'de'i>enéficrbs 'i pesar dé todas las pro¿ 
fób)eí6rt^.<t^ ¿"é los eanoíie^ J'de las reales ¿rdeiiesl 
ISnée doblé ser t\ ^GSmctinr de espolias de id ¿íéhesa; 
Tenia una'éábeza édmt^ uii'Gmtide de Cspafta^^ unk 
4úe¥tíi ébitaof na • irítf j'oraxgo de aldea : daba unas 
^onftestaéúnés como un Alaix, y unos Tesoplidos 
«ditid'lJff^Pidál. Sin ra&bargo , paira 'romper las 
>^C9Stindtitl'es necesitflíbal qoeie ostigáfáii como el 
Wjá-de-.Hgtpto. 'i ' ' 

• • 'Yó' tenia delante escritos en un papé! fos nom* 
iired'di) éáda ioro J^y- fa clafsifiéation de '^s caá* 
lidádes qtre ^ había Kécbo' por *su pinta y "triizas un 
nádMiádo thléligeotet-p^«'o \io de eStbs inteligen- 
tes ^d« la" Suprema ' iíitHtgetiéia I qne sléguti mi in- 
téHjjéncia ^ínfima 'stíií'*lós que méuiDS' eiitienden 
pue^* ci'eo'que'ni ellos tnhmófs son' capaces de en* 
tender io -que dicen ^''''ííírib Thtéligéñté'en taurolo- 
gia. Láí 'iílas¡fica6lód'tlfel'tó)>«eíío Jatíinéro era: 
bueno f.Uegará. Atgif o^ ^>I¿ uoló níl eiafpécificaba 



i dúlcele i^egaHn y JO 8vim«e ftue 9alerti%^cM^y4 
los cpljittjllf;^».. Y asi era. eo.Bfc;ctOt.:i4l tai4ahAt^.p«V0 
al cabo [l^a llegando á .^9 :c^aUos, J.av^ M^^üade^ 
lante ^^ l^^ue, eUjiSjjjuisifiíja^. ,TaBi)>>««t,€tI(XI»f 
<jue 4e }fi .yicioria *9í4í>>ífii, llega f dm4fli t^4#l 
Pr0tea4knte^,pero llegarácob e^, tiempo, y ffví^ 00 
se gan^^ ?í,a<ppra en i^na.ho^aj.jffcor.qiijp^^inbm'»*! 
her ma HjO . Ba} donie r o es. hmm J llegar ¿^ D, ' jCa vloa 
lia dieho .á sus tropas que, llegará en; 8a,,aiifl¿UQ 
tin ejercito 4^: sesenta mil ísíu^ew ^ f Mr*.jf0í^ 
^¡ce por otro lado que U^gaf¿f si jTuese j ,peif ^sn» 
rio , eij farop nuestro ; pé;-^ jf«>jr »» tiefie|irt«dr:4^ 
que Ble. lo. diga la R&i)isfú,4^,JP€i^U i o{»iih> /^e7){jl 
para o^íí^ tii para npsiitritó j/^jíara , p01í;qM^ 4<*ér 
Felipe es mas marrajo «iu^.i^l, /ia|r¿¿Aeixit.-.; ¡t ¡ .; I 
, . Presen t¿se en medio de,la, plaza <í^ii^ ibum^H 
presó.n:i:io^ ^ hostilizar al toro uo p^r^Ujo^^^lkigiii* 
]iiouatrp;y.p4io.4e estos dogbitos que Uf^.-fir^eo inas 
i}u^ .pj^ra eii^tar en la.Xalda de a]gu.nsi^ >seilarat sm 
familia , ¿ para avisar si de noelie ojea algna x«ii« 
do.ejiia i^aíUu Pero el ,trastuel^ (^i quieu. Digsr^* 
vida!) .empellado en qua ha^ia, de haieer de pftiaoua 
dando siis bi:inquitos y, asi tqW^ quién tratajba de 
bat»eVse^9^ ;eoO .el toro^ Usaba ^de la libertad. 4^ lar 
drar como^^sa eualqajer cU#g^r^vis, de la Jüibfírlad 
lie escribir. .Todos nos r^iiamos^del pobre, «animailii* 
Xq y 7:.bafta, ^, toi;o diami^ j^is^i^da qi|^ le » costi 
á. Hormigp.júp testerazo i?pi|,tra la, barrera. ¡Ipuce^^a» 
le al jardinero eoo aquel: perrito lo mismo que á 
fr, :QeK:^p¿lp ton. úii^s ^ goj^queeiUosq^e. ha^ 



|^8l^j^aJP^^o^.)^sy^ppj8|^^d^ j etopf cunado ^^^l 
'^¡!^fiio)f VÍ^W^^^99 ppr ft|gjit|f|9. cepillada» ^4^ 
j q i } í| ¿i a ff ^a ^ttdffl jpi^r .iviU Hadrgndt «o ^^tw de i^oí^ 
de y ycómo (fiif^^{[idp.haber8f)aj|i;aQ,'8i| Paternidad 

]^op |e dlcj^^.\á^vvi r.cmeiicia|que^9jeríín que 1«^ 
e^este;.c||r^pli^inente2 pei:^ ^ñ{^ h^bie^ra. perdf- 
ép el Jardinero. f^¡ áijgaiáíká táiirjcs^ aj'lijibiesf 4!^* 
cg^idp_^ ^pntej^r. á aq^u^^ Bal.l»uei) illa (fue le ao* 
cU^^'^^ran^^^ ^o le «onteata^ .b^stáqtf? \tk risfi 

fi^Qdcr«e,jcp)^^,g^Qte n^Updrina, y bril^^jüela. > ,., 
•jj;mT*9^ Wp^^le la ^mercfd.al. presidente deJ 
5e9MeJQ . dj^: J^Q^^ e^ el^pi;¡mi9r eap(^4^ 

Jjiap .^l.ep^ « ij^e \ 4®9pue8 de babei;nois tenido n^ 
4i<i .llora; ii|;^ax:^and(ii el falI^o ^ de..au ..>/|toc|ue jo 
IC]^jiiqae, tjrata^ba J^e cpnmutar.^a^ ^x^r4fnpro la ppna 
dejin^erie fM^fk de confiofunieoto a una de hk$ 
)^lg;i^re# y, ¿proveer de . %apat;^ Ji ti;^^atar^loiy 
«^Q^p -lo ba 9Íd9 el candé de Q^mpomanes en Ga^ 
Jicii^ d|^8ptie$ de.b^beraele probadPi según dícen|.^ 
^.faifiQsa e%mf^ 4e conspiración £qrinada por el 
jjbef^pi;», ValdeSv^er individuó ^e la junta 



can» 



liata. £1 tal Lc^on^. decano de los espad/is, dii;eD 
Que era bpmbre.que lo entendía en ( su tiénipo..lJo 
jCfi;eo. mu j biep i también el Sr« Pérez de Gistro 
ffl:.afio 12 ep Cádiz era bom^re 'que isostenia cpo 
Eaego li^s liberlades.patriaai 7|Íu)jr está becba m 



^q*tfe })áta m1nWti'Í)Í J^^'tor¿rói ib^'liaála' qué''2á/Í8* 

•' '^ ir segiitíío ¥¿4lari<afca '£Ábr¿)[oPr''ét\:ÁU ^»áÍ 

lyálmcnie • y nó'Vo *6straft¿ 'éií •át^hclbh i lo'íf^}^ 
'íf¿hd¡aa y' píerjndVcá^a 'qiié sé* tíalfif^ ¿r "cíáafe*, 1^ 
"ciiaC'ei' fcÜ pa'í de *b'm t)"ra vecbi- 'aP^»tia¿ ' ttiattsb V^Í'AÍ 




celíW y íÍ^áWdá*Ü¿y V ¡y ^i' Kiénifíra qtl^lití'^*^*^'^^ 
•gfi^o jJaV-r^útífidh'sé coTilémptarty *ft^^ di toi que 
*ii6' lá' alorítíSíítafeaif %)sp¿cíia% 'de inÍBd'¿RdáBÍ*^¿ 
Irií'eti'fifi iqúé pódiá' KáLer hecHo ^áíf tarrf^erk 'jr 'stl 
íirhiña^pir^ietr' rf'óz'o* coWo ál^ífoV 1iotnl)i''Í^§^ 
y qSie si bübíéi^l íío'á BélgPcii^^Wtf^' Van-^HÁléi^ 
^lio eT tótíÍo*'9éfxttí','''síno su béráíánq T37JÍÍ!Ín^^ 
Vtó'düdÓ (jilfe fcublWe '^.dejado áÚi^^íaft ti tatt¿á"díp 
HUéna eáíáWt)íaí-(ébttío'fl, Pero el poBré LabradÜP, 
íífeápnes de haberle inalparaáo á' fuerza de ' tóu* 
^\ ¡ B til- io n es (le ' ^a n g ré , a qñét Laprii^ór ' q iífe *^ *t¿ia 




ítjjb al •pobrccflo"'*£a¿rádor eí'm-é^^^ 
8fi\stoque "tan in a es trame ule* qiie le '¿qrt¿ el 'UIS 
VSé la vídaáín que le álcanzaJefá uáeido.*" - '• * 



jlf^in^fejIínBbre.). jpaf8.,pQr tal |eiigo yo el pelo 
^lJíii»flft,,cu,iWH.,t<?r<?:íty:ín^>»:Cuaí^4iO la i^miáe no- 
pxpcefie. t>i.4vla.vedpd.xii .de !«&. ncuiohót. fisindto*^ 

9f i^ ' t)ii>ta fea lo.^liblaoco c»maeii.l^ terminar 
flipn, 4^), .noffibce. ]^^X9 .<^up qoQsosi»¿ .después .ma^ 
fill^jIpM .911 .1^ 4:^^ji4i$<]te^ qqe (^¿ de^eu^ríendoi 
De /M^ayofo c$Ul;a._c;iÍi&cado I .jr yds, ; )ra sqI^a 
gjtti^.Qar|faiDpHoo,1|ai9,bieu .tiene dada^i^pruebiis de 
gfigoj^¡j/^[ ¿Pu9s y-, qu¿ medjceo.. ydsj de. bh nk^Í0 
Í^l89)fiMf,,pot U,ky ieih. is^rífíra,;?.: I CíramlioU 
fpfíj.f^lifVfi\\ino ji^ sf^. .alma !. .'Después. ^ .luiberlfi 
§a^;Ri^(^ delr^pi'ifVieiP* brifHSjcr» con jlun majQff. sqlluiw 
S«^,pl9jat4 delsegifndo ei» el- tei^ii^e,. «emo si aof 
4f|))if^ l>Msc4i»do a) >'Qddcj(or d«l («vUi^r^i jr sfe 
^If bÁc^qj%arado, qu^. esJí<siba Mlu ¥»eil ferdad ^9$ 
liíijc^ftiquB.v^iiía j* /d^ l^«^t»rU A* 1^ 4wprwiüi^ 
{j^rq^e tenia el briisca ú. hocico. D^gco,,. comotis» 
Ji^bifl|^„;.«nfl$i4^r! biwueftdp ú oUepdp Ijo* rpdillof 
4#| tls^ > . preasas* . . Tpdo jel ciieirpo . tenía ja > sobdre 
Jpft^8Íp.otps.j yai.flo a^abí de. áufeirífué «por qué 
4e le fRiiedaron las patas traseráfS .en.ilas.dos m^r 
J9l|ia«)|^^o cual leíbítz^ caer otra Tet.i.Perp volvü 
«ítla.ipla^ ^ y yolyií n. saltar ^ y ,;ii?pitió;.e«lere)riv 
^«J4( s^ífi^ ochofV^fs^y Qfis«'no vi^ta.'SGasi) nunf 
e«r^,j,tai fiíe' el temor., que infun^¡¿ áJ^S gentN 
¿f^ l<i% tf{ttdi4o4>iiq#e ya^.al.se^io.aij|ag«!>de querer 
subir buiau abandonando sus plazas como.dos cs^r 
listas: d«i:r^0rte al sol^ AAia^ de la .-ayi^j^inincion 



del Cond0i-Dai|ae; Con tnibé qftf* ley '«»uMli k 
«infusión. 7 0) 4e9¿Fdetf'4o'hlUmc»»<qtií¿ á lérá^ifi^ 
eiosos f etí términos quo sí ^ halStm aTáfíízádb'ti'tt 
¡moo maft k> mirtilo éi Du¡jüe^<(xie''Cid'i^lliw'f'9li 
giin lo (}tt¿ ^ierán los de tas ííbrfífíeacibiiés ité^ 
tagoiirdia y jo cVeoqué-el tendido y D. Catión sé 
tftiédan Mñ jwite, y la coffida-^ 1^ giiéfW He 
adaban mas pronto délo qttepénáabap^ cltijUnta^^ 
tttieitto y. las i6íncb agrandes poférñéias." 
o'> Btie£}<dt»nio digo; bájof aqii^lfa 'pifl dé' b'eniíp^. 
laidnd* y- róbderaéion encabria ? él Clavelliho «na 
e'riicldad yiuna ihtolcrawciir-^ térdadérámeiiíte'XOi^ 
t^lláie^iáé ha fiel la- í:bmparí[$ jx>' a ía'ctrbdtáf 
qite'pas<$<<íl ^tf>o>4íá e) CkiveÜirh ÚA náiixdieiñx^^^ 
4os gcfes poUtieós reencárgándbleá estreebamen^o 
la mas rigarc^a impalreialidád y el mas escrtipuRií- 
'S0« ceU pi)t Uc con^ervicionf d¿ Ja'^ libertad 'i^' tik 
<&lec€Íoiflto; y 'ia intolerancia que la candida pfél 
ÍBfntttbiiac^ á'ltfH iiñstl^ticciéné^ decretas qvré les -tfa 
|MÍra que trabajen como negros por el triuilft» 4c 
sil panino* -Btos «$e libré de pieleé y circularé^ 
iifpocril;as« Mat^ León i Glair^lliño de una OstO^ 
ea<hi'á traimon\ No me gusté ; me incomoda ': fú 
qpitero quéiá.los mioisiros y á los toros qué ba« 
•ywD 8altad<oi4a; liarrera' de las lejes^ les* j^s|^é^Ia 
4oy^ y los) mate I si lo «CReceii» ¥a veo qae wtge 
^1 es|!arttíi¿ntó^ pefo{«Smo ha de ser! cOo|)e« 
Yeiuos ldd<»s á que llegue feuanio antes el" día 
-deseado;'"' 
' Bl <iciárjro llama^ Mojoso p y elas¡$cadb 'á% 



fijgera, «erA de la mUma piotá que el aat^eUtao^ 
7 ptqcO;inas6 menps de lat mismas eostombre^' 
Diferenciábase sin embargo en el traje , pues est« 
Ueyaba unos botines negros, especie de botas dé 
moütac que le subían basta media nalgí , de ma^ 
ñeca que parecia un dragón á quien le babiad 
muerto «1 caballo en 4iocion de guerra. Por lo de^ 
mas tenia también el bocico negro «omo su ant6¿ 
eesor $ .color de bocico que se mete donde no de-* 
be. Y como me babian ¿icbo , á mí Fr. Gerundíé 
i quien dicen todo lo que pasa j aun algo mas^ , 
que aquel dia babia allanado Ja policía una m^ 
pcenta^mis temores, me pas¿ si el Majoso vendria 
también de allanar la mia de ¿rden del gobiemo| 
no porque bubiese^el mas pequefio motivo ni an» 
tecedente á mi parecer, sino porque una vet 
puestas las imprentas fuera, de la lej, ¿quién pue^ 
de asegurar que ningún Mojoso meterá el bocico 
•n la súyal 

Dije que tenia las mismas costumbres que el 
CUt^Minoj porque efectivamente tanto en lo fisieo 
como en lo moral demostraba la misma educación 
y loi mismos principios. Ligero según la califica^ 
cion de mi amigo ^ salt¿ también la barrera una 
porcioo.de veces} ¡fatal modo de cundir este abu* 
•o de la fuerza !. Es desgracia , que donde quiera 
que uno vuelva la vista no ba de ver otra cosaé 
.y cuando estaba ya berido de jouerte, asombra* 
dos quedamos de verle arrancar una puerta sa* 
^ndok de quicio > jr -^«parándola cinco &* seis 

4 



pusos. Con éso ««traba ' j -«alkt ^como le Aahñ Ik 
^oá déla plaza á la entTe^lsarrera'jv de 'Ih iJaVire-- 
ra á la pjuza $ cén la minina libertad con <|iíl9 lOft 
fáccloaos. de Calalnña se «melan por eL valle - de 
Andorra de Catalana á Francia y de 'Francia é 
Cataluña^ lo-cnal tengo el honor de avisátfselo'ftl , 
hermano Valdé^y (ó al menos de recordárselo por- 
que él no lo. iguorari) á fía de» que procure- tapar 
cuanto antes aquel boquete ^ porque sin¿ >el Mo" 
/S50 que ha j allí que llaman /icr med nombré x& 
^ Poi^DSOB £s9A^A| entrará 7 saldrá cuanta» veper 
quiera. 

£1 pobr« Jlfo/ofo musiA viétima de la ouestiotí 
flectoral. Digo esto ^ porque habiéndole' llama*» 
do bacía el medio de la 'Plaza , tantas^ capan di^e^* 
ron en echarle, que haciendo los capeadores un 
completo círculo al rededor del toro , tanto q«i^ 
figuraba aquello uaa esfera de reloj cuja mooo j 
minutero eran las dos astas del animal, el uno llB 
llamaba con. capa encarnada , el otro con azul, el 
otro con. blanca ', el oiro. con verde , en. fin con éa« 
pas de todos. colores y partidos;, de forma qtie el 
infeli]; MojosQ era un elector á qtiíen todos: hala*- 
gaban con falsas promesas, y él no sabia á quiea 
dar el voto.^ ¿ Y para qué le: bu I a gabán ? Para* ser 
después sus mismo^ verdugos. Así' fué que ¿l«e 
aiooteoió, cayo, >se cebaron sobre él ^ ¡f «CAbá 
Sflis días victima. de la4edttecion y jugueW'de los 
fftrtidos>« -, ..-.{'' ■ y 

Si como iba blo. de ipfto%i btblá^a de manda** 



i9Íei)toS:d.ela.,8aiita laadre {^"^esiai lo .d^juria p^ 
el puarto y porque el c|u¡nto ha dejado, de .n^r 
ttiandamieuto de la iglesia sin gue la iglesia l^^ 
haya mandado yj pasado á ser unas yeces man* 
oainlenlo entero j otras medio maMdanaientn del 
líobitrnp sin que^.e! gobierno pueda mandarlo ni 
a enteras ni á. medias sin las cortes: pero co«^ 
IDO hablo de toros, tengo que segalr su crónica 
diciendo qnerel quinto se llamaba según la fe de 
bautismo j^/'avip ^ j en la nota del sinodal que 
Ié,na))ia ci^aininado tenia la clasificación de jBra-^^ 
VQi de modo que ja no le faltaba ^las que Uá- 
mar se D, Luís González , para que el Gefe .Poli** 
iicQ se hubiese arrojado desde el palco á prender- 
le , ja que no. logró atra(^ar|e en su casa^ ni des- 
pués lo ha conseguido por haberse acogido | se«' 
^nn dicen , á pabellón estranjero. (1) "Era toro, 
ííven ,. le hervía la sangre^ embestía sin apren* 
siop, j le m^io antqís j coi^ antes el demasiado 
ardor, dááu temperamento j algunas imprudohr 
ciás como al Guirigay. ' 

Estamos en la parte mas lastimosa^ basta qucT 
Bagamos llegado al sesto. Llamábase el scsto v 
)iítimp toro Soldado ji j decia la c^isíGcacion «aa 
iábeza» » Deseo ^ ansia , avidez ^ cupiao cupidík 

fiíi i n . II ■■» I f M H II I ■ i'i M | i ; i n mim i 

.r('i) , Di Lül» Gai^Mles Brava es el#»cfftor i<Íe U« Gfii«( 

cfír)ca4M del Gwírig^J, á quien el Gefcf pctíítíco fné i 
prender de orden deí ' gobierno la maHana díei^, el cual 
fmtUé ^ue se pudo escsfwr ^eaeolgájpDdoae . án . un ^^«rlcoá j0«| 



¿ís tenia jo de ret en Éápáüá mi sclSaio J^ 
cabeza» Los conozco de mucBo corazón ', los liay 
dé muchas jpiernas, no faltan de buen brazo, jr^ 
Bailos también que.no escasean de' manos ; perp 
un soldado de cabeza tal como 70 aprendo que 
és menester , es jusisnnente por to f{ue estoy , y0 
Fr. Gerundio • suspirando años ' hace^ £1. lunes 
creí ver cumplido mi antojo , j no veía el mo-^ 
mentó de abrirse la puerta del toril y de que s^ 
presentara d {soldado de ea¿eza. Al'fin llegj, y'«..^ 
(¡oh desgracia V) fu¿ el ]¿nico en que falló la cla« 
sifícacion del aficionado; la cabeza de aquel ioí* 
dado no pasaba 4® ser una cabeza adocenadas 
bravo ú^ pero nada mas. Y para colmo de la des« 
gracia el pobre sótdado estaba ' béridb en la nalga 
izquierda , en ci mismísimo sílip (sal ya la par te J 
^ne un comandante de un cuerpo ' de ' infáhteriác 
de línea que babia yenido el dia antes a mi' celda 
í pedir una limosna después de treinta y do3 aSós 
de servicios por la patria y por la libertad (que 
para que no se dude de la certera no ten gb in- 
conveniente^ en nombrarle eñ otra capilladaí si 
¿I quiere^. Sin embargo estaba! gordo (eltoro^ 
que el comandante bien flaco estaba el ínfelizlíl 
to cual me indicó que no podia proceder del ejer<-t 
cito del centro: en tal caso d^ norte, que están 
mejor asistidos | no sé por fué regla dé colliptilía. 
t' ' 'El pueblo luego que repard en la herida ein¿ 
pozó á grítat*: ^retirarle ^ r Hitarle. • Yo estuve 
pof decir como i^l Tío Yivo: «pueblo bárbaro 



{[hasta aqui no mas el testo del tio J^io^), ¿ j qué 
te ha de retirar un soldado! ¿A morirse de hambre?* 
Y es la verdad : si el hermoso establecimiento 
de inválidos que con tanto celo y tan buenas in- 
tencione^ logr¿ crear y arreglar el herniano E^la* 
fox 06iuviera c» otrc^ pi« ^ es deoir , sí le facili* 
taran los recursos necesarios para mantener los 
inutilizados que caben en aquellas d^entísinlas 
liabitaciones y para quienes baj hasta los unifor-* 
mes preparados , sería otra cosa ; ya podia uu 
soldado prometerse hallar un consuelo en su des-* 
gr<icia ; pero no siendo asi, y no pudiéndo gasor 
del apostolado de inválidos (son doce) que e;o é\ 
se mantienen ^ ¿á que darle un retiro qfie viene 
i ser una sentencia de mendicidad 6 de muertel 
En esto oi no lejos de mi palco voces que crecían: 
«que le retiren^ que lo manda Tirabeque.» Afra- 
deci la influencia que queriun dar al nombre qe 
Tirabeque I pero reprobe la petición* 

£1 soldado se condujo como un hcroQ: |n<|r^ 
ciz^la cruz de Isabel II y el grado de sargento, 
mejor que merecen algunos gefes las cruces j 
ffirades que se les prodigan. Yo no le vi |i^Qri|r. 
Mrque era tarde y dej^ el teatro ,^e la guerra 
para ir al teatro donde nadie se acuerda de ell^i 
€sto es I el Prado. Pero supe después que el 5^- 
dfuto habia muerto matando | <?omo debemof roor 
rir todos antes que llevar uni^ ^tuerte tonta r 
desaseada si llegasen á triunfar Ips negrof pep^o* 
&c^ ^f la inquisición (Pio|p no| libreY 

Tomo TU. S 



a66.¿ 



La circular pecmiia. 



Y bien , Tirabeque, ya ves que boy be ba« 
blado yo muy largamente sin que tu bayas toma* 
do la palabra ^ y es preciso que digas algo tam* 
bien como por via de alivio para mí. Conque 
¿que te parece que ponga en tu boca? — Señor, ea 
mi boca lo que debia vd. poner era una pera dul- 
ce 6 un poco de almíbar, 6 cosa asi.^-Hombre^ 
pareces bobo y te metes en casa: ¿te parece que 
se bizo el almíbar para la boca del lego? Decía yo 
qne podíamos poner en tn boca una circular á los 
electores ^ que es lo que está mas en boga , ¿ en 
términos parlamentarios, á la orden del día. ¿Y* 
quien sabe , bombre ? Puede que eso te valieía 
encontrarte con algunos sufragios en alguna ur- 
iia.«-Seuor, eso de sufragios y de urnias buele- 
me á cosa de difuntos; y en cuanto á lo de la 
circular , te'ngola por comida insípida y estoposa: 
solamente una que anda ya por bai , ; una circu- 
lar, mi amo, que se cbupan las uñas los electo* 



íe. «m ellar-^Pues tanta mejor, hombre; eso fa- 
vorece mi pensamiento. Ve ahí una circular que 
«taria grandemente en tu boca.— No señor, mejor 
estaría eji mí bolsillo; porque para la boca es ¡n- 
si|náa._De ^odo que una circular en el bolsillo 
ningún efecto puede hacer: las circulares son para 
circular: quietas , pata nada sitven.^Pues yo le 
aseguro á vd., mi amo , que si pudiera recoger 
todos los ejemplares de esa circular, me los me^ 
tia en el ^olsillo , y alli resquiescantimpacen; sa- 
be Dios cSando volrcrían á ver la luz del sol. 

Pera hombre; yo no entiendo eso: ser una cir^ 
cttlar tan sabrosa , que con ella se chupan las 
unas los lectores , y al mismo tiempo ser insí- 
pida para, la boca....— Y crea vd. mi amo Fray 
Geruodio, que á los electores les hacia un bien 
en quitársela, y á mi me venia bien tenería- 
Eres un pozo de misterios , hombre. Vamos, ¿y 
que circular es esa ? Es preciso que me la des i 
conocer.--Senor ! Es la circular Pecunia //// An» 
da muy lista , mi amo : se reparten muchos ejem* 
piares, y los electores acuden a ella como mos- 
cas : pero también hay vota que cuesta un ejem- 
plar muy grande : otros hay que se toman p9r 
una [futesa.— Eso no es creible , Tirabeque.— 
Señor....! / lo dice algún yaíV/am?— Pues si ea 
asi, tienes razón qué seria muy útil que desen« 
ganaras á los electores por meidío de otra circu» 
lar , porque ese medio de ganar sufragios no pue^ 
de' llevar sino miras muy siniestras, y da un 



s 



4e«qait« con «Miras*— Así es la vttA^i^ séSorr jn^' 
EO es dificil que bagan caso de la ima , porqner 
la otra I cpino hay tanta* míseFÍa ^ tiene ianto» 
atractivo..,.! — Sin embargues obligación tnja des» 
engaftarlos,— Pues voy allá , señor, traiga- poD 
lo que valga. «Electores ^ cuidado con la circular 
Pecunia \ Mirad q^ie esa Pecunia habrá sido an» 
tes vuestra , y esos mismos que »hora os dan w» 
porque les deis el voto , no p«ieden hacerlo sine^ 
con ifiteiu'ioi^ de enterarse después eienio^ Guidodo 
con los de la circular Pecunia j electores , que 
esos deben ser los' que quieren mangonear por 
rob..^. — ¿Qué ibas i decir muchacho- ?-«*^Seftory 
una verdad .«^Pero en otros liét minos, boi»fcpe«— 
Seftor ^ en uin Irgo todo está bien • y aobre tode^ 
JO responda.» Coa que, electores, ya la sri b dsr 
tmáúé» con búH da la Cirauür Pequkia! 



«J^PILLADA f61. JULIO iS !>£ I8881 

Via, GERUNDIO. 



Si'guis dixerlt venfurum /non essé 

Sí ¿%|ttfb dijere Qoc wo,b»^e «««iiír 
Ji^^o {o Que.aha}o d iré, ^ de I, primer y^f^ 
níscen le nago sorberse cinco muelas» 

Coi9C. C.^Gbrun]). 



EL FIN DEL MITI^DO. 

^Éstoféparatif ^uia nejáiiis diffn 
%Hrtfue'1iordin, '^ " 

• • 'Pues X #s^áo« asf parif dos , tfne emn- 
^o fnfii^^ <(M perc«.ifia>f «yA os !• 
air^n.de mísAs. . 

/ Trad acción libre* 

¿No 09 lo dije ; mortales y mortalas míos j 
mías? ¿"No os dije que en éste julio tenia que 



est Julias istél i'Ah i'cnaü WrBWé'cs este Julio! 
No tan terrible pcrr lo que en ¿1 sucederá , aun- 
que también os tocará ver cosas terribles ^ como 
por lo que en el voy á anunciaros. Preveo ios, 
Lermanos y bermanas , preparaos para oír ie mi 
religiosa boca una nueva fatal. ¿Estáis ya? .Pues 
bien 'i oid : .... - ; 

¡ ¡¡ EL FIN -DEL MOWK) VIENE ! ! ! 

T porque nadie pueda alegar ignorancia lo 
than<Ía Fr« Gerundio publicar «para que llegue i 
noticia de todos« Asi no os cojera desapercibidos, 
•rcomo desgraciadameote^ €ogt¿ al misionero índig- 
^no que ;boj os dirige su buniilde ^voz , á mi Fraj 
Gerundio p que babiendo entrado «1 otro dia en 
casa (1) bi^i- descuidado ) «««acontré con El fin 
del mundo sobre la inesa , sin saber c¿nio ni por 
dónde babia venido» - • 

Si y hecroanos mios ; mi fin del mundo ya He* 

g¿: tres dias bace que' fe tengo en mi poder , y 

le pongo á vuestra disposición. Consta de treinta 

y ocbo paginas én octavo , y ademas su corres- 

^ f ondiente forrito azaUCristf na. 

Paféeeme que icón esto entenderéis ya que EL 
fin del mundo es un folleto. 

Un folleto es , á\ un folleto. Pero ¡ ay que' 



(t) AcUratioo» £st« Indica. qtteS tata 8e fttéta. 



folleto ! Cada pá^^ina es una senteucía-de muejrt^i 
-jcada linea una intimafÍQu , paüa letra un puñal 
.tipográfico que se «¡lava en el corazón del qi^ 
le^. «Huid del monte salvaje,» deci. I P. Ansel- 
mo a. la joven Elodia: «huid del folleto^» dice 
Fr. Gerundio á todo el ge'nero humano* j Ay qué 
folleto! repito. En el, después de traer al estri* 
cote las Bestias de Daniel (1) y d«l Apoealipsi 
con toda sa cornamenta j sus boceas d^ fuego, 
después de mullir los huesos á Mahoma j i Na- 
^bficodottoaor , después de alumbi:arnos na coscor- 
,,ron con el ladrillo de Ezeqoiel, (S) J un pico|A7vO 
.con. el milano fie Jeremías, (3) j de darnos lui 
baño en la Piscina Probática de S. Juan , de^ufs 
en fin de mil cuentas. de sumar, restar, multi- 
plicar j dividir años , prueba el incógnito anto^r, 
al parecer mas claro que la luz del dia, que el 
fin del mundo y el juicio universal*»,^ no, haj que 
asustarse, hermanos, que algún dia había de aer«.. 
se veriñcará dentro de 21 aüo# á mas tardar, 
hacia el año 1860 lo mas tarde , di^e en .1^ pá* 
^na 2i., 

Pero en medio del snato que ni^ causó, á.ml 
Pr. Gerundio, la lectura de tan ter|lbl^ profei^ia, 
no pude menos de senti/'.uii consue][9 inefable ^al 
TislumbruC el término ^t la guerr,a. .de Esp^s^a. 



{i) Dan. cap. 7. 
a) Eceq. cap. 4* 
(3j Jerem. cap. 8« ▼• i» 



^Éírtcijíi ÍVidi^ dije para roí ; á lo "ftiénós ^fh i4 
'j[)iíyáe «taldüíar con probaVilidade's que no dúrafÍL 
tá'g6efra bías f(ue otros '21 anos cuando ihüs, T 
iBenlia él inistno consuelo qué aquel airiero astu- 
iriaiio qíié yendo de vuelta' á su ca«a eín oht*r¿ <?a 
el^píerto de Pajares a otro paiáuho y cómprbfe» 
"sor su'yo/y lia bie'n dolé pregurltado que' rio'veila- 
'ffes dejaba ^or 'el conecjo t «no'Kay cosa (^\xé "ife 
«éoritár '¿^a ,"1*6 fe-<poiidl6 el arriero' víniehte, y!'r?o 
"íjüe 'árWUt 'yo del' fítieblo' qüé^diiba qucmándbie^í'u 
'íú'^ú.-^Ml bbthbVe ; alrgVóme'dé^iíso , dljo^^KWrf- 
^¿y el Paébib regresante ^ \)orqbé 'así Ve WbflPdFa 
'todas bií clliiitHes, q'ue' él dbblb %ie UévW ¿^30 
"tfíHó modo 'pbdFa descástatlasi» 

*fil laiitíe íera ^I'aftad^"l8f50, ^ aiítés's! Z^- 

«^(^ía , Ctíatído 14 'eterno juézUartie á Juicio a*íl>» 

'"^ett erales 'y les diga: «Venid acá/bermanos ; 'río 

'bs b'abia J^d'ditíbó por Boca de hi¡ bijo .* n'estofte 

"]^áMti\ eálad' prepirados ? O creíais' acaso que . 

^'iéstóle p¿xñith lígiriíleaba'Tjnfe os esluvie'seís j>ara— 

^k/¿5 ^b L'odWa y AtñUrrío? V tu > bermano Áris- 

titabal > comandante general de la Mancba y Tb- 

"Iedo/¿qné fe' parece que quiere decir, •estotc 

**'¡}^Vátn* ^Créíds que áe mandaba en este précep- 

'*to que te lékuvíeriis 'parado en Ciudad-Real fea 

*¿a.4á de'^lá Abvquesaxle Trevilio ? ¿íío viáte cóAio 

por calarle alü paí;adoj?nlr6^en tu despacbo en 

julio de 1B59 un perro rabioso y te mordió en 

tina mano? ¿Te hubiera mordido si hubiese^ es«* 

tado ¿ caballo persigíendó *fa¿Ckúáos? Y véú ac« 



ifü "íkáiñéíi Mcnstmr Caillé, ta qm féh^ ^¥h M 

"talsíño ailo á Égfpto 'envitrdo por el general SouUj 

'¿tjtfWh'te máritiÓ tfécír al \\rey de fegípto: •esté^ 

'.té^pnrati f^ vd. este <|t]¡eto » al infamo tiem^ 

pt» 'qt^e otro ayudante úe caí ñapo (Va^Aba tle 

"Ctfbstnntinopla ul <íam|>amcuto de Hiifiz*B:ij4, y 

fes ili'éía lambí eii » tos turcos: testóle paran^^ 

"iro- deis tatnpó(^o üii paso, estaos (¡uieteeitofl^ 

-¿Gimo' se entiende? ¿ poí ventura peiiiabAis qife 

yo bsibía de tener el 'mundo m stntu quo tú^ 

*'ttó • pdtcce que 'Voáotf os queríais? Venid uéi 

"támbic'ñ \osoUos vJireiitores cié (EfÚudíos: ¿ qtl¿ 

^'liieisféis 'tanto tirárpo-pa rudos? ¿En tatitos a ñds 

no 'tti visteis tiethpo para hacer un plan de eslti- 

'dios arreglado á la é'poca y á las íi^ititocíoiies? 

¿Con 'qne el plan de Calomarde ha regido basta 

ti fin del mundo? Tarados estuvisteis como Íós 

obreros del teatro de Oriente 5 estos por no tener 

iquien'los ocnpára, y vosotros por no querer ocü- 

uparos. Pues jo os bare ahora danzar mas de lo qtie 

^.ifüisi^rais, ya que en vez de estar prepirrido», esttt- 

vfiteis parados ) y os Coniislcis el'pte í\úc btibiei'a 

▼enidomny bien á I04 soldados de A raigón. 

«El úntro qne ha entendido mi maudatOi edn^^ 
tinuafa el étenio juez, ha fíido D. Jiibn de Dio$ 
ÜVfilrtin ÁreValo ( el ^búlense qce llamabtf Fr, Ge- 
rundio), el cbal les podia decir' á I04 empicados 
lo mismo que yo he dicho -á !os'cr4:JtiaWos: •esio» 
teparátt, jaia hemtis 'díem néifue' hór(fm i eétiíá 
^siempre con el pie en él estribo i'porqtie cuando 



«nenps 09 percatáis %% encentrarais trasladadas ift 
real orden tres leguas mas allá del inGM;rnq,a^. ,Fer 
ro ven acá | hermano Juan , tu que te llamabas 

.Juan de Dios y eras el Juan de Iqs Joye\lanistas; 

. ¿te parece que los treinta mil reales que . líhraAie 
contra correos con la cláusula de por ahora jianí 
el hermano Cambronero que destinaste de ájente 
electoral en Granada, ¿te ; parece | alma de car- 
cho , que estaban allí para el ^ mientras tus em- 

. picados no cobraban j tus cesantes^ se morían . de 
hambre? ¿O pensabas que i^o habia de llegar 
este día de juicio? ¿No conopias. que una de Us 
señalcat mas autenticas de la aproximación del fin 
del mundo era haber subido tu al ministerio,? 
¿Pero será verdad , hermanos míos ^ que $e 

.verificará dentro de 21 años cuando mas tarde 

^el fin d.el mundo , como afirma el autor del ío- 

.. lletp? ¿Será verdad que /o que nazca estf qño ha 
de ser testigo de la di&olucion universal antes 
que le obligue el ayuno? Será posible que ja no 

.me queden mas que 21 anos para gecundiar^.j 
eso suponiendo que vaja librando bien de cólicas 
como ^1 de antes de anoche (que al paso que 
voy, no gano para médicos) y, de g<»lpes de 
gobierno airado? Guando reflexiono j jo Fr. ge- 
rundio , que los mas picaros son los que (gene- 
raímente, hablaodo)^ están ntas en prosperidad. 

^,que el robo y, la depredación no solo 30 de)an 

i impunes sino que se veneran y hacen prosélitos^ 
que la caridad ha desaparecido., j la virtud se 



"muere í»or las' goardiHatf recostada ábbre jergones 
despaja y me inclino á qae si. Pero cuando me 
«lenerdo qne una de las señales de la aproxima* 
-€toñ del fin del mundo dicen qne ha de ser la 
«stertlidad de las mugeres , j leo que Dcloi-es 
-Reldan , muger de Mareelino Sánchez | vecina 
del Gastor I ha alumbrado de un solo parto en 
'«1 priximo pasado junio tres ciudadanos y «na 
-ehidadana, me parece qne no. Cuando veo ios 
-jraehlos plagados de comisionados de apremio 
'^tacando el úiiimo ochavo de los bolsillos del la- 
•brador, me parece qne sí. Pero cuando leo en la 
alocution de D. Joaquin Francisco Garapuzano á 
'4di electores que «la habilidad que nos hace fal- 
' ta en materia de hacienda debe consistir en en- 
dosar á nuestros descendientes los costosos sacrt- 
fieiós que estamos haciendo para su bien futuroi» 
- me inclino á que nb. Cuando reflexiono que el 
' fin del mundo ^ según lus esciúturas ^ se ha de 
verificar por fuego j j veo como abrasa el sol 
' en estos días , me temo que si. Pero cuando leo 
que el ramo de la nieve ha debido producir en 
Valladolid en una sola puerta mas de ocfio niil 
duros (aunque lu hacienda no haya percibido mas 
que quince mil reales^ confio en que no. Cuando 
veo los teatros nacionales de la corte casi cerca- 
' tíos ^ se me figura qiie si. Pero cuando leo que 
' el jueves 18 del corriente se estrena el teatro 
del Liceo ^ se me ' antoja que no. Cuando me 
' «coerdo quo desde 1834 cada ministerio ha ido 



«Jttc ,bag9 .car^ó de le dcsbarájusUdo c|be,eslft 
-todo '^ tengb p6r cierto qab .éí. Pero ouiiidotBft- 
iétrerdo lo qiic>dena Voltüircel ano ¿1769 .| á(é»- 
:ber: «si se me pregunta ai es po$if»le ftrrnilNV 
.^adimlmente uiia diacion generalmente fcrtilí heii» 
.poudeié que ino; } ^e futtdo^en qoc dejidéiIlL 
.:gtterra de 1680 >Ha«ta hoy (cerra de tm siglo} lae 
«híl estado haciendo todo lo poMbk .j.sin JiHeícy 
•Tupcion por arruinar la Fra-tnria^ f ^^ schafi^ 
^ido consegmry» aplico yo e&lo iá Ja .pairift.jdy» 
>;Fr. . Geruiidíet'i (j entóneos n^. pareqe (}q^; ^mI* 
nCuando veo ; «(íei'tas candidatiita.sj^ •sospecbojqiQe 
>éL Pero ciíandto V0O otras ^ • todavía espero i|«fe 
^ne. :£n'fin cuiíndio repuso los;anii->erísto$'qi»^ ,>9e 
-haa ido sucediendo eu el ministerio ^ se f|)et)6« 
•gura qne d(^be;estar ya encima el ño , del miu>d^; 
;pero cuando refleaciono que a pesar de .^aul^s 
>kinti-oristos todavia el mundo.se ya mantenienilo 
i-tieso y estaba por .jurar que el autor del foUelo 
<»#e engaña ^el t^on^o un pobre li-beral , ¿ trata 4e 
¡engaüaruos á ttoftotros coüjm^s malicia quenn 
jBÍ|)istro» 

Precisamente ti tal autor deberá estar yav^Q 

: Un pie en la sepultura , porque '^sifueria ho<abre 

. /q¿ue tuviera rsperaitizas de vivir veinte y un «nes^ 

,jM> se habria aventurado á consignar semejante 

pronóstico y pues si | como mi Patennd*d cree, 

Uegaba á salirle fallido^ ¡ira 4e Dios } ^in^o 

€íir|;arian «^bre su infeUicjuecpo l$ks uñas de todos 



los Tivientes ! Aun ahora ha sido muj pradento 
eo guardar el an¿inmo ^ pues si se le conoriera, 
dudo mucho que tard«-ira eu llegar para él el fia 
del mundo. Ayer mismo me decía , a mi Fr^jr 
Gerundio , una sruoia á quien jo habia dado 
¿ leer el librito, la cual tiene un biznieto qne 
figuraba en las listas de candidatos para las 
futuras : «Si cogiera aqut-al esa itor ese, me pa- 
rece que no le dejaba un pelo en todo su cuerpo: 
¡vaya vaya! Acabarse el mundo en el año 60! 
¡Guando estará una al jnejor vivir !• 

Sin embargo I no será demás, hermanos m¡0S| 
que estéis preparados por lo qne puede suceder; 
j asi os repito el avisó de Jesu*cristo : mestote pa^^ 
ratif guia nescitis diem ñeque horam: estad sobre x 
la' suerte, porque cuando menos os percatéis ven« 
drá la de la guadaña , y si os coge en peead« 
Metiente , uo tendréis que echar la culpa á Fraj^ 
Gerundio, Por lo demás, diga lo que quiera elf 
autor deiy?/i del mundo , y cite cuantos testos lé 
parezca del antiguo y nuevo testamento, yo solo 
le contestaré con la respuesta del mismo Jesu- 
efiBio i los apóstoles que le preguntaban cuándo 
iSVia el fin del mundo: mDe dié áutem iUo ife§ 
lütfra, nemo stit nisi Paier i cuando ha de lucedtnr 
«k|.o, iofa Dios lo sabe.» 



>78= 



Carta de un gaUego. 



Puesto» a complacer , daremos también In« 
gar^ ja que tauto interés nos ha manifestado el 
autor y á la siguiente carta que á mi Paternidad 
ba dirigido un gallego , que se conoce posee bien 
el dialecto de su tierra. 

Gruña a 3Ó de san Joan de 1839. 
Meu Reverendo Frade Gerundo das Campa* 
xas. Moi señor meu ;.todo oxenero bomano que 
teña os oinco sentidos , é as tres potencias lie 
gusta escoitar as capelladas de bostede pola moi* 
ta sal que teñen ^ e porque como decimos nosou- 
tros os gallegos ^ non lie queda perro traspalleiro: 
todo 6 busca é escodriña basta no mais fondo da 
térra | é salenlle as cousas tan certas como si "lui 



apalpase coas mañs , é as vise có os olios : -e de- 
cimos nosoutros ; vaya ^ he molto saver 6 destr 
Pádre Gerondio , jjero aun ten. que savérmais. 
Como todos os días de correo deseamos ver a Ca- 
pellada^ nos rreonimos catro , óu oito atúigos, é - 
as veces á niais , tía casa de don Felipe Barreiro' 
(borne de Leo) que o ten líquido de Baldeorras' 
xnoevo , pero a nove cartós o neto , na calle de 
San Andrés desta ciudade : é despois que consu- 
mimos un básete cada un ^ sé impon silencio^ de 
modo que ñaidia bochicá ^ e entonces dase pren* 
eipio á aletura por un dos que componérnosla so- 
cedade , que lee mpy ben , e' xastre , é digoUe á 
Tostede , meu amigo > que toda á cometí v^a aprau^ 
dé y e vendice os descursos de vostede á cal me^ 
llore. O outro dia (non teño proente a Capella- 
da) falou bostede de narangadas para os r refres- 
cos do seu Tirabeque (que tamen nos gusta moito 
cando non está malo) e que cando vostede quería 
arreglarlle á doses que habia de tomar todo se 
lie volvía y \ botar y botar , botar , e nunca selle 
enchia amedida hasta que se decatou que estaba 

*rrota polo cu: eu nan puden, menos de rrírme; 
poís sepa bostede ^ meu amigo , que nesta casa 
do señor Barreiro y amáis en outra que está roais 

- adiante na calle da Cordonería donde vive 6 As- 
toreanoy que tamen ¿ ten de Baldeorras ^ sé en- 
chen tan pronto as medidas que es un pasmo. 

Bostede fegures^ que sí cada un de nosoutros 
(falo dos qvió componemos á r reunión) botamos á 



OMÍon do maTlSeiro, t^q v^n 9ser. neto d,nii;dl(^ 
ideemos decontu que batamos u;i neto, Noa sabje^ 
nnfis se peude dos bi^os (porque se equibocao cq 
^fli copas da auga ardióle ) ou se peude no 4^doy 
^^ o certa be que os do s taba rneí ros , Bar-, 
^ro., amaU o A^^tareano están rricqs coma cocbq§ 
4 iado sale da medida ; mala centella p^'u:ta ót, 
ladras tqdos y que n^ corte tamen os baj ama^a^ * 
Ca glande: xá bostede me entcnde. Sopiíco poí^A 
4U Pateriúdade teuii ¿ biiodade de ensertar n^ 
^ua Gi pellada esta cartiua que eu lie mando para 
que todo o mundo ^ ^^P^ a ver si se ne emeo* 
4aa que si o fuu p eu lio manda rej por puttp 
«QDducto moy logo y pol^ non me atrebo afrap« 
qu9ar!U ¿ carta porque todos 04 do correo v(^f 
coftoc^fi : queií Ue qpere , ^ b^r desea eif 911 ftCr* 

f^ro. M^fbfdof Q» & Ai. ^, 

Hilaos Marino^ 



. ^ mpm. 



«¿81.. 



Odoó ocüdi^ v^coxyd luicu mux^. 



Tirdliéqne (le díj^ a mi lego U .noefce del il)y, 
J'a necesito un poco de dutraccioo |. porque. apabyo^ 
de lee« XL win btt mondo | y si empieio á .penfuix 
•a éVj temo volverme loca Era pues de dictámea 
q'ne nos^faesemo» al teatro una vez que s^ eehíK cstn 
BocheMna pies» tkuera.*— ¿Y qué pieza es , seUor? 
—Una f\ve se iituU: J)9S padf es pura una hija.^^ 
^Seüoc y pa réceme que e$a comedia puede ofrecer 
poca novedad y porque cou ese titulo se están re- 
presentando todos los dias en el mundo j j aun 
Biab enrredadas á lo que jo creo f porque habrá 
kija ij^e tendrá*... Sefior, iba.á decir un disparate^ 
iN*ljp creo sin que me lo jures. Pero jo ves. qujS 
«n argumento vulgar se puede disponer con Ulft 
corohíoácioofts qttcluo solo ofrezca novedad en «os 
accidentes sino también en su esencia4— Seftor y SÍ 
Tomo vil. 6 



t¿* qiii.ere dtrm« eté mal rato , no tengo iacoQié) 
niente en acompañar a vdá 

Asi sé ejecuto^ Mas cuando llegamoá já estaba 
éttpezadsl la representación ; j lo primero qae se 
nos ofreció a los ojoé en lá escena fue un pelotoit 
dé reclutas cotí sui moi'rales á la espalda y sus 
yéstidod utriusqué fori , esto es j mis toa dé militai' 
y paisanos^ tari variados , qué el uno llevaba, el 
Í%ké^ó milita I' en la cabeza ^ el otro eií las piernas^ 
ieguii lá parte á qué correspondía íá pirimera 
prenda con vivos de qué habiaii podido íiabíHtar-' 
Sé en las roperías dé Faris^ Estaba entré ellos el 
quinto Roberto Max ^ el protagonista dé lá come^i 
dia i j comían y bebían en compañía del sargento 
éáeargado dé SU instrucción ¿ No bien sé liábíáien-' 
istdo Tirabeqiié , cuándo einpéz^ á ^oeirme i «Se^ 
Hor^ aquel parece AÍa¡i.-»¿ Qaíe'n|' hombre 7-m^ 
Aquel tói^énto j señon — Uií airé parece qnd se 
áL..é ert el fostró y pero Hada tíen^ dé pOrtieii-* 
í'Qt qué uil cómico sé parezca á ntk mtnÚ4tro»«««*« 
en lo fisonomía. — Y digor una éosa,* aenor^r E«^ 
íóé quinto^ no son áé Aravacs ni de Legánéá»^^ 
¿tin qué lo conoces tu? — £n ^ué estoá tienen za^ 
patos y y les dan dé^ comer y bebef grandéménie^ 
y aquello^ tengo entendido qué Á los nías lee Ium 
céiY oficio^ dé suelas dé zapatos los callos dié Io# 
piéi^.-^Pero tonto ^ si la* escena es en París ¿qotf 
tiene^ qu«f ver París ^ con Arairaca ni Leg^anésy ai 
tfon ntngilnO dtf los depósitos de las iwÉi6díacioa€# 
Kadrid? 



~ Ü) «kl Safarlo Mazi era o» cuitvJRftftfe 4e U' 
^Bmrsidad. ¿e Paria ^ qné cuanída cay¿ quinté 
tanJá nna nÜá dé resiiltai de nná flaqeaxáqné. 
jjQe había tenido con uoá' jo3r.eii (qve wm ai entre 
fMsrfikteali porque esto te lia dé Uaraar flaquemy 
ei^do^ aii qaé maiaoii aote^ dé geeté reboata y^ 
bieá mantenida qnéfad deg(&nté flatia)} j^ como fiie^ 
ñe lk|gado«el üeÉapó démiardiai' al áérVicKí de laÉ 
«noaát ^ JF conociese qné IM» eré ni inüj toalrciifl ni 
núiy.éc^neinioé Ueyat d mtieblécíttd aqnél s^bréi 
In: saoefailá ooitid los llevan n«e8tra$ pasiegM ao^ 
hte el cttévené ié g^neroé rae»éántíle»^ baU4 
medio dé endésarselii i «in ricO febnéáoié de ceiW 
TOsa batk^ndoaelá pasar por bija su já ^ aprovcM 
dKtndO la fel» coioeidénoiá de bálklrselé íjinerte ^ 
«oi'&birkanté una niSldie k misma eiad^ qué %9n 
Bbi>* criando én una aldea ^ j cuya ntüéflé le ht^ 
Úan 4>oi]UadD¿ Desdé nboirá digd qué .el Sr; hom-* 
biá eé el iraductoi^ déoomedial maé diefiao qné 
ké 9*Í8toi KL misase qué tradníd P¿ pilera el 
q^ne bacía eí pappl de Roberto ^ f óemé toate^ 
eaeógi^ para' sí el papel dé tener hi^^ j( \$^r 
eaiS^i^ o otno con la mei^ de sñ eduioacíon y 
■ianUniiBÍent04 £s lé»qiié;sévllaau''sa]i>eac. ser írai^ 
¿actor f octor al inis^4.iiénpo¿ ... i . 

-' Del pvimero al segníodd aotcl^ en ^u^nto U 
ir4|«icaia , toe¿ un Vals dé cúatrd partes j j. mien*- 
4raá yáiFr. Gériúadio salí a beber una .botella d^' 
eeibeaa^ nd dé lá fábrica dé. Jlír¿ Dmphiñ /el .snr 
^ésid padre de teniat j sinO de Ja 4e 44a¿ JE^rf 



Mrá 4k^MiMlrbi>* cueste eavió hi«lñrt»b 'lé ifimi 
fo ' pa^Q ixm en- el teatro ^ >q ykiee i aftós. ' Dé «odbr 
qi]«('eovet primer acto Ift-tfiltft- de lee 'dosiipadvet- 
if5 tehm más que eefs idleittei'V^y en él iégiindo. 
teüía tolpte jí ocho ' j ysi pensaba eyi ^ftaqneuiet 
^^Ttíiy «tt líiadrey que ywpov éu aparte' iio eitaini! 
pata- ellfl^i 'D^«de el prito^i^o al segifñéo'ifeto. ha*»'. 
Má müéVló* Na peleón ettSahl^ £4^Dtf>yOfe;}iábm: 
Veritieadíe la :restaoracióD , hA4»iá pescado' «t f esmi«>; 
éo de Liiis XVlll; Cátlisn X> An^le»*^:^£Biti»: 
qtre V jriaiprihéeia de Berr/'^dtfbffú A^M%^^á^ 
aaatW; ^t emdufdanó Luis* Felipe que» lahorá^^-ealf 
JTl^ildo á' Biíl>^« y a ot^DS «iúdadafioi d«l pue^r 
M6 qajB> l^'qtieriati deftfrdtiár el i^láei.májoúo 
éete stUf^fy había sido en^akaáo^ al trohó p6r estoS' 
lAmea bbniltreá-del péehlo/ jf en EflpoilK l^ibía^ 
isok ' heébo'^fiesta de al«rt¿bram¡eiito de' la *q«o 
«iM^ttf eü^sfabél i'IL Tod« éMo >l»il>ia paaada-viiaii*^ 
trM yo^béW la Botella de^ceí'vecá. .. i:\ 
i« ^Eh^^d^ifliE^gttndó 7 iilt¡lÉM))aéto (puei nri tiena 
Iflá9 4^6^'^^^) 4e presenta- Mnx ^ q«e : hacía i anos 
tenia l6 l^encin abéoluta ^ y 4^a ya. terda? wíy ^eo* 
Hiék'^ante de termometr&áí y- pard^mu^ >a.: pov 
Sii$¿altdad i Mmttréau^ 'l^^^a dotide estaba- da 
alcalde el padre de án hijd% jrcúandol «estf iba á 
iaetér-^á éqo^él en la caree) per fto %é qfit^ trave* 
'súVa, se reeón^een, se; abrázaü j se - toavdda^ i 
almolrzírr QttáSi chuletas/ Ti rsibeque que./iiiHica es^ 
Mk mtts iiteQto'^en las comedias jque cnand^ 'v« po* 
Vir4a niésá ^a¥á jaiítari ail^^ftba^ de hito éa .hilo aiof 



"%Mi pidrc^ mandttoantes.^j' obserranda qpe «i'úo 

voi'otrocomiaa, aunque aparenta]»]!' coQier^ me 
decía:- «Séilori annqae parece quA cpmon , do 

■ «orneo.— No; le dije joi los cómicos en el teatro 
•muelen hacer lo que los .ángeles que se hospíedaróa 
en caea de Abruhaa j le acompañaron a lá mesa^ 

- q«e parecia que comían j no comiaa Tealmeute*-»- 
A1i| se&or! Si hubiera cojido esas chuletas el ca- 
]»tan retirado D. Jos^ Pon p ese cnpUan que di« 

c cen que fué tan valiente y que se murió la sema* 

• aa pasuda de necesidad , ^1 laa faubierí^ ^eofido de 
Teras , j acaso no se hubiera muerdo. — Te dir¿^ 
Tirabeque; las chuletas de los teatros suelen ser 
como las libranzas del tesoro consignadas al pago 
de empleados: ni unas ni otras quitan bambre^^ 
porque unas j otras son para eDgauar.^—Mira: 
cerca de seis millones hay de existencia en la pa- 

' gaduria del departamento de (marina de Cartajena 
en libranzas espedidas por el tesoro ^ j sin embar- 
go se debe á los infelices empleados (¡pásmate!) 
cincuenta meses I Tbrqne^on libranzas incobrables 
7 de consiguiente nulas ^ con las que se insulta 
vas que se remedia la miseria de aquellos desgra»^ 
ciados espectros. Y en prueba de ello , ya que 
has citado tu el caso del capitán , \t citara yo 
también el del cnpataz de calufatcs de aquel ar* 
aenal Domingo Mosi, que á los 60 años de servi-^ 
cío acaba de morir también de nece5Ídad.«-Se- 

fior I aquí y para ante la cara de Dios digo que 
•i corriera de mí cargo la manuteacioa de los mU 



)ii9tm que íi«neB la culpa de eso,, no lesfaalik 
de dar de copicr mas que libranzas iacabrables j^ 
chuletas pintadas como las de los teatros.» 

Y aunque quise hacer potar IpL. Tirabeque el 

desenlace de la comedia ^ para que sacara fíL m%^ 

«ral del drama, dijo que fl ja. |iabia sacado basn 

• tante moral , que el mo^al §ujo fra que los mir 

•Bistres se estaban dÍYÍrlÍeudo en hacer come«. 

dias mientras los que ^^ryian al estado se m^4 

^ vian de hambre ; ellos se comian las yerdaderas 

fhulétas^ 7 se hacían pa^r ói Ubranias efeciivaf^ 



??^f^ 



JTOTSNO tRIMBSTHlS. 



CAPILLADA leí. JULIO i9 DE 1M9, 



Fr, GEBVIVDIO. 



Si quis dixerit *Fr» Gerundium f#« 
^e alt'ud f in quoeumque sensu, quam 
id quod ipse in seguengi orticuli^q 
diQturus est , anath^ma siU 

Si •IgTino dijere que Fn Gcni«díp 
es otra cosa, en ningún $cntfdo , qu^. 
lo que el mismo en eUigui^nte arlicuw 
lo dirá , bago de f a cara ^n do» 4t 
Ma^o» 

CoNc. 6. Gekund* 



Fj^, GERUNDIO M KI.ECCIOTÍES. 

V , I 

/' Twg0 prei^Bte. ?».te pie de yersa «Jesde haf^ 
5cyca de dog anos que reunidas en refre^cQ patria- 
iicQ la*. poWihüidaide» de l-eon para cel^Urar el 
|L€ial^Q de lai vola9ÍW«* ^lectaiak* ^ de^pwef 



de haberse embutido cada quisque (pleonasmo es-* 
pañol-latino) la dosis de sorbete cívico 6 de lí— 

.mon patridlico que le pedía el cuerpo, se acordd^, 
como es uso j costumbre en todos los hancjuetes 

' que llevan por objeto la salud de la patria, llamar 
las musas á recoger las sobras, ni mas ni menos que 
si fuesen ancilas de fonda ,* o firhulas de eafe. £a 
consecuencia de aquel primer ucuerdoy á pro- 
puesta de un ciudadano reffescaQte , se acordó ea 
seguida dúv el pie (que asi como en la corte se usa 
niucbo tomar la mano, en las provincias se aeos^ 
tumbra dar el pie ; se entiende , cuando se tra«* 
ta de bacer versos), Hí^oso el pbsequio de que 
diese el pie, al Geíe Político , presidente de la 
reunión, y el pie del Gefe Político fue á parar & 
Fr, Gerundio fijándole del modo siguiente: Fray 
Gerundio, e(i elecciones. Cuda una dijo sobre el lo 
que mas en mientes le reñía ; j me acuerdo tam-* 
bieu que con motivo de hallarse presente mi amí« 
-go el maragato Cordero , que a&ibaba de «er elec- 
to diputado , á todos lei ocurría empezar la coár- 
tela diciendo: «Pe Cordero Igs calzones.» ^s biea 
seguro que se le gastaron aquella noche nías quo 
en muchos meses .di? usp, ^,iuill tuvieron que su-» 
frir sus jirones corrientes por prestarse décilmen* 
te á las exigencias del consonante. / 

Poro suc'édlcí que los tres primeros" píes les 
salian ¿ todos con facilidad , y hacían entre si él 
competeote /¿ej72¿# 6 enlace: la dificultad estaba- eii 
f I cuarto , esto es , c» el pie de Fp, tié^fatidio^ 



-f«M wjd'eseDtaba'Cieinpre €oai<^ un obtlieillo qii« 
•e ioterponia al p<entamii»|o de cada uno; porqúa 
d«cían por ejeraplo ; ... 

De Cordero Ipa cakonea .. •• . ,> 

Iiaii salido diputados , 
l^r eso Us exiUtad^ft.,..» 

: T 

Aqui se encontraban eon . q«e i>. GerundU 
en elecciones no ligaba con los exaltad ots^ j el ver^ 
fo quedaba cojo. £n seguida saltaba otro..,, no 
es decir por eso que diera nadie^el salta de Lei&« 
cades ni se pusiera á bailar por alto > \ sino qa« 
prQrrumpia diciendo; 

De Cordero los calzones 
en la elección ban triunfado | 
--^ ' ' ' y el partido moderado..., 

• - •- . ■ . t 

Tampoco , exclamaban á uña . tos , .. taropoe» 
liga Fr. Gerundio en elecciones con el partido mo» 
*derado.» Entonces uno de los cor refrescan tes, h^ 
<etl impro\'isador ¿ repentista y saliéndose' de los 
calzones de Cordero , que sin duda le parecían i 
-€»tr<íebos 6 peligrosos para su musa ^ separando» 
%K>r an momento el cigarro de la boea | dijo: 
■ ' Escusamos de razunes ^ • 
qiie á lo que tengo entendido | 

no e«tá- por ningún partido ' 

Vr^ C¡erun¿io eq, eleccioiiqai 



V^niTMiBii f dijerpQ todos.» AltO| «cS^vm , ti« 
^Um^ yo ; j lenintind^wie^ j poniendo el pie 4e 
Yr. Gerundio por ^abeza de lo^ otros ^ m^ ocur- 
rió la siguiente prosa /, que floU por constar 4t 
4iei pies so puede Uama^ ^écim^^ 

Fr. Gerundio en ^lecoionfif 
un partido proclam<S| 
por el cual siempre abogó 
0B sus humildes sermones ^ 
liberales sin paciones, 
qiie apandillados, no est^n , 
rasudicSf hombres de bien, 
que rmnca se bajan Tendido s 
oste será su partido 
pqr siemjpté jamás ame^,{ 

Celebróse la decima como si hubiese sido {>ue^ 
|ia ; sobre todo el remate , por parecer á los con- 
currentes . esencialmente gerundiano. Justaukente 
poc llegar á este remate he hecho yo esta rese|3t,a 
liistórica y considerándole como un cabo que que- 
dó pendiente paira poder anudar la madeja do h^. 
i^pocas. ^ 

Época de elecciones, es. esta y conio tfpocnfdf 
elecciones <era aquella : pero C0910. Jias époq?s j|op 
al revés de l^os hueros , porque estos, son tan pa^ 
irecidos unos á otros que 90 suelen distinguirse si- 
no por el número , y aquellas son siempre tan 
desemejantes, que no bay^ ninguna igual i otra^ re» 



f||i|lta que ha épocas Tarian ^ y T^riaDdo lal tífMN* 
^8 parece que varían lo» hombres que viven en 
-las (apocas ; y no son los hombres los que variati 
sino las épocais } asi pomo aunque nos pardee que 
anda el Sol ^ no p$ el Sol el que ^e ini^^ve ^ino la 
tierra ; de inodo que la tierra es }a f po^a que se 
mueve ^ 7 el So^ el bombre que es|á quieto $ j 
con)p Fr* (rernpdio es un hombre que yive sin 
yar^ar en diferentes épocas , Fr. Gerundio viene 
- fí ser uñ Sol (1) que parece que se mueve al re^ 
4«dor de la tierra 4^ la época , y no es p\ quien 
anda , sino la tierra*-épooa , que pomo be dicho 
no se parece i los ]|meyos en la semejanza de unos 
con otros... é SeiloreSy con los huevos y la tierra 
y la época | y el sol y Fr. Qerundio he ido ha- 
ciendq aqui una tortilla revuelta , que ni nadie 
me habrá entendido, ni me he entendido yo á mi 
mismo , que es lo peor. Reconozco que me he es* 
pUcado a lo. inteligente. Perdón. 

Iba á decir que yo en aqiiell|i ^poca de elec- 
Clones nada hablé de mi ifiismo ; y ea esta habia 
pensado no habla^ ^inpopo. Perd ^omo haya visto 
mi hunildisiraay i^everendisimp pombre inscrito 
en varias listas de candidatos , ya ^e Madrid , ya 
de León , ya de Sevilla , ya de Cacees , ya de 
otras provincias I iniré el nombre^ me miré i m{ 



(1) G)mparacion mas laminosa no la discurre el miinp. 
■oaoüaan. 



•HDrifmó/me «namiüé, medita, cdtióef lo p^Ugrofd» 
ipoie e» hablar de si en estas materias | j sin em- 
^bargo dije a lo Gampuzano: «yo puedo hablar, liie* 
'go jro debo hablar;» y añadí: •J debo hablar hoj^ 
'porque mas tarde ja no será tiempo de hablar.» 

Hablo pnes , y digo hoy ai)tes que sea mas 

'^arde , que Fr. Gerundio no ha tenido parte en lat 

'listas en que fígnra su nombre. Esta declaraciim 

'fareceria inoportuna y ofícidsá , -Seoánica 6 Cabá* 

'lli^rica y sino fuese necesaria para declaraciones ul- 

'tenores. De consiguiente el honor que recibo im 

'parte de los que han tenido la bondad de acordarte 

''de mi y se lo debo todo entero á ellos: por tanto, es 

'inojor también mi gratitud. De muchas partes me 

-ba sido consultada con anticipación mi voluntad: de 

ultras ni' aun ha precedido la consulta del consentí' 

oimiento. A los que han tenido la dignación de con- 

-vultárme les he respondido: «ni lo deseo ni lo am. 

bicionO| pero lo recibo <!omo un honor. Yds. hagan 

*de Aii lo que crean deben hacer : jo haré también 

4ó que mi conciencia me dicte qué debo hacer.» A lo^ 

que no me han consultado les digo ahora esto mis* 

'mo. Venero los sujetos á quienes me bah asociadO| 

«pero JO no los he elejido ; no sd si los elt^ii'ia; i 

'algunos si , á otros acaso no. A cada candidatura 

Qoompafian diferentes- bases: generalmente ningún 

programa es malo* !Pero jo no me ligaria á otro 

programa que a hacer todo el lien posible según f 

fj} la forma que lo aconsojasen las circunstancia^ ^ 

St buscao ipatices políticos^ Fr. Gerundio «a 



Sdbe chitar. el «dbj^» no tea t{iie>i»e ett^Xmi . lloii 

qae parece que quieren farorecorle. Fr. Gerundia 

sikMr^e las pandillas que improptan^eote ae kan 

¿íGiido en llamar partidos \ se ha proaunciado eooi*: 

ira los jovellanístas I porque los. imra como «éa. 

, gran, pandillfi de especuladores tan dominada del* 

éofáritu de intolerancia y de esélusion- como Ioí 

■las pfeqoeña - asociación, de monopolistas. . Por Id* 

demaa Fr, Gerundio no reconqca ::maft partt^oií 

fna el de los qne. se proponen de buena £c aostttrl 

«er lo jurado , sostenerlo coa wdor j sostenerl*: 

eo^ amrdad, j el de los que lo convierten es men?^ . 

tira ^ y que aiinqüe disfracen áus.iiiifneioiies dtt 

destr¿»elo 9 ólil^aQ como si lo hubieran désiruidfi 

ya. Aquellos són-liiierales; estos, sobre tervileé-^ 

traidore^i £1 partido liberal es solo uno, pandir-% 

Ubs hoy muchas, monopolistas -mucbo^ $ se ha es^ 

l^o oponiendo monopolio a monopolio. Han maQ-«<. 

dado . los llamados moderados,, y Ws llamadla 

exaltados , y han alternado eu él gobierno de U 

nacioa: Fr. Gerundio ha denunciado los abusos^ 

errores y maldades it unos y otros á su Ytj^ 

tales como los ha aprendido, y Fr. Gerundio s« 

propone perseverar constontemeote en el mismo sis't 

tema. Cuando han gobernado los seudo-exaltodosi 

S^Fr.^ Gerundio se. le ha calificado de anti-fro- 

^vesista: nada le ha importado : cuando han g04^ 

bernado ¿ gobiernan Los seudo>*moderados , se ié 

ba calificado 6 califica de ultra- progresista: tam^* 

pttio le importa. Parecerá que Fr» Gerundio ?«»• 



Wa! oor ét (A quien rana; es k ifokau El q«eÁi> 
BUDCtti sin- temares ni prtíensumes ^ toi abntos del 
qoe manda , siempre parece antagosísta d^ qiMí 
manda : Fr. Gerttndio siempre parecerá del par- 
tido opuesto al del gobierno f porqué siempre se* 
x& enemigo de sus abusos: ¿qué le importa coit 
tal que ddnilnciándolos consiga ¿orregir algunos} 
También liá sido necesaria está esplioackm por A 
Hegaad día eii que sé yed precisado á cenmisi^ 
tes aetos de los mismos con quienes ahprá ^reee 
le. asociad, por mas que realmente inspiren otraj 
ésperaaiasé ¿Quí^ sabe? Algunos dé ello¿ pittdné 
¿«ilmente subir al poder: Fr^ Gerundio no; poD^ 
qué ni Ib merece ^ ni ^lé quiere s quiere sel» set^ 
el censor dé los errores en qué incurran .y' qtief 
él aprenda. Qué no sé engañen pues los electores^ 
Fr# Gerundio no es mas qué un cemor actual dé 
ios hombres dé otras candidaiiivas ^ y ud eensoaf' 
posible de los mismos coa quienes le traen asocia** 
do, según el grado en qué aquellos lo ban mere« 
cído j signen por desgractát mereciéndolo^ J eti 
qué estos acaso algún día lo merezcan | si bien noi 
Jiíensa tan melancólieaménte qué erea les puedeil 
igualar éfl desaciertos^ ni menos* en obcecación ni 
^ lo torcido de sus fínese 

Y bien f ¿deberá I*^r. Gerundio ser diputado^ 
Pregunta atrevida siné fuera porque nn^esuqt 
itti posible. Si di escuchase la ?oz del egoísmo dL^ 
ria que no. Pero esta no la' consulta ni la o^eÜ 
0}re Búlo^lm Voz del p/itriotismó | j. lé dice láülf 



IbUHi'qtié Sd! f k ^Qx de 8U coaoíenek te faitiÁcé 
én qpe no* Al. Uegat aqiii me pongo en él lugar 
dermis actores -^ j me liagflf cargo que uoá gráii: 
pai;te ^ lo6 que no me có^^ceii per5<>iiaÍoieQte^ caiK> 
Ulcaciú este modp^ de espt^siknue dé afectada mói^ 
destia^ l^ambieü sé <{'ue se.f reteodé ^t : iiiedid .diBÍ 
lá modestia } la. modeatia es et memofiaji de los 
Üp^critias. Para mi Díógeneá y Feoioir ,ú6 émtli 
ttas qtie dos faip^^rítaá ^. qvie aspir<atkao í la gloría» 
^ la ViBgolaridad ^ este con su mavtd rplo^ atfue^ 
^eja .i$i;l aUorjá j sil escuidilJÍ4 i Uii# J okso aparen» 
tabail no quereí; séj^ nad^^ -y querían seÉronské qná 
lüBwUi^* Demostráü^ qae.Fi^* GerMüdi^ no m coisf 

•' Q^tt^ó. f siü qtúzi s$- neeesitá mae , jiará seé- 
iOLú'éiúúioi públipo esldi^oy $olo> oon tal cual 
éxito j qué para séi^ uno jde dóscieatol^ (diputadofi 
Sin embargo iaá ci^alídades no sííü laa misinas¿ 
oiroá. .soa los talcmtoS |. - piros los, <»»Booímieaide 
^iié sé neeesikn^ Tal ba^y qué seré un búeri pá« 
dre.déla patrU> y acaso no serk capas dé kaf 
^rseleér con g^usto ea,úit periódico f y «tal babrá 
qué atraiga estráordÚnariam^Híe ood éús^ produe^ 
eionea qué baria M tlesgraciadd reprosentatité éá 
lá nacioui El prodigios!)^ iiúmér«l ;de «úseriboriá 
eoiá qué cueñia Fr« G)ertíttdio lé bacé creer qvúé noT 
liá errado eü U eleceioit dé ocupadon 'i esto ni 'di 
ánfogánciá ni ]tá oÉodéstiá :'«s la confenon >. frá^iei^ 
de »Bá verdad <qfié exiate¿ Fr^ . 6eru«dío en el 
(!oaf(iesd nó seria siao un dipEUadú mas- eos imifi» 



tal ¡hteiijlotiett no ba4ta«6to (>aTftlia<!ef elpbtelif' 
le neceñts fba9'| eUe mus v*» lo i}dé conoce que \»' 
&Ua¡ Esto no es mas qué otra coníeston fi^an<ift d^* 
otra realidad* Focion f Di¿genes ho ^ablá^ «sis 
loft faípóeutat fib.se-espliaíft 'ash El hofobre- ^e* 
bien no debe áreífiattdar >^^{}^ran%ás. 

Y si ^r otra parte- se balancea- el bien • q^e 
puede bffcer^on bombre de sana intención' en el 
oaso'de ti(i poder conservar riño una de'll^ dO» 
jIOBÍciones políticas y y en las circud^ancias 'dááaSy* 
•nttendo qu^- ptepoiiderá el qué podría «alirde 
ka obseinraidoiies hechas ^esée la tribuna "diO ta« 
qttigvafos üV qlM pudiese - baéer d^sdé 'la Iribunc 
parlamentaria. La tribuna parla iMett larra dUrá.,- si 
■etfuiere , nuis honor: -■ apr¿v^<^ele á quíe^^á el 
aspire. Es un enealc/k adklthré i t\et\o) íiéúiA p^ 
m.quien lo desee* •* ' /'' • 

He creído td^er bafdr earta ^e^cle df( ptofe**' 
•lOU) que p«Klrá no ser rhúiirá los lectores. Mü-^ 
«bos la interpretarán siñíe^stramenCe; lo sefitvT^ 
pero me la ba sugerido uii ^rOi^a^ eóncí^neía-^. que» 
és la vóx'quemas escucho ^^^y esto bosta á faaeerki 
ain temor* Ello es ing^fiMiri y el que báyA' leído 
flus anteriores "escritos^ oreo que nó podrá' lueno» 
de'oreer'-en su aíneeridadi - \ « " 

V .. :Pero¿qnd es e^tOy-Fn Gerundio? ¿De ondín^^ 
do aoá ese tono tqn serió y ferkinión? ¿Ut-quid 
p^rditío :hácl ¡MiTÉí qne:s¡ te f^malittis te piei^e»« 
r^Ett. e{eati>>: Fr. Getutidio (me respondo á nli 
jni#eao)^l ine.fu enf rascando isisensibletiieBjke «a 



ia formalidad: ;como lo coje uno tan á deseo! 
Pero en fin aquí viene ahora Tirabeque mas ale- 
gre que una paseua que nos dirá algo para desen- 
grasar.— Cor ríen te^ señor, qué un candidato no de« 
he tener grasa ninguna ^ que eso sé queda para 
*^ente que sé sienta en Ws eocinats eómo^o, j tto 
para gente que puede sentarse en bancos de ter- 
ciopelo .rf Mil á;^ si hffs de decir : t^ ^\^.$ valdrá 
mas que lo digas aparte^ porque sino me vas á 
engrasar el artículo.' '* ' 






I t I, .' '\:i ;> . 'I •' ■' 

■ '. . .ír< - ,' -i' ..' (■ .:[.■ ' rr. . 

.■>a. j • ;i. ) • • ■ ■ -• !'• ' 

Tomo VII. 7 



SI : ALGUNO SUPIERE ALGÚN- IMPEDÍ^ 
MÉNTO LO MANIFESTARÁ. 



íQne es eso , ton/brc? T^an jovial j tatl coii« 
tentó como venías, que paicpias nna pascua ves- 
tida de lego , y ahora tan cabizbajo y amurr¡ado« 

Amuriiado , si señor.— -Y como es eso? — Porque 

cada vez que me acuerdo que el hermano fialdo^ 
mero no se ha movido ^odavia. deJlLmurrio , me 
ent,ra una murria que no la puedo resistir, en ta- 
les términos qué lo mismo es insultarme esta 
idea..r.., siento que la alegría se me va bajando 
bajando por el cuerpo abajo hasta las sucias de los 
zsi patos. — No me disgusta eso enteramente por- 
que quiere decir que si Ja alegria te se traslada 
á los pies I te impulsará á levantar, esa patita 
que ya es de mal agüero que este tanto tiempo 
quieta é inmóvil. —Crea vd. , mi, amo, que la 
siento tan pesada , que algunas veces se me pega 



i los ladúUps como ti la suela del zapato fuera^do 
P^*- . '■ ...'..'. ^ 

Pues ea mi entender no lia^r un motÍTO para 
que. la estancia .del genera) de * la Victoria en . 
Amurrio te ocasione á ti tanta murria. Si titras 
que pasaba alli todo el estío , convengo- en qué 
tendrías razón , pero estando como estamos toda- 
vía al principio del verano; ....---Señor ^ no tan al 
principio y que ya van madurando los melocotonéá* 
—No, hombre ^ todavía no,— ¿Que no? A lo me- 
nos los melocotones reales yo le aseguro á vd. qué 
van maduros. Mire vd. si lo irán ^ cuando hace 
ja hoj mismo ocho dias que regalo la Reina iina 
frutera de ellos á Alaix» — Calla , calla , trasto; 
¿quien te da á ti esas noticias melocotoneras? 

Pero dejándonos de melocotones | que al cabo 
para nosotros todavía están verdes, ¿es jposible 
que has de estar asi tan trístote y meditabundo? 
Veo que será menester hablarte de bodas, qtie 
es la conversación mas alegre que puedo suscitar. 
—Señor.... — Que? — Que conversación dé. bodas 
allá se viene á dar con los melocotones ¿(ue ho 
están maduros , porque dá dentera como ellos .<— 
No , la boda de que yo té hablaré no te dará 
dentera : antes te llenará de gozo y de ptacer, 
>nás todavia que si fueras tu el contrayente.— 
Señor, eso poco á poco, que la caridad bien or- 
denada empieza por sí mismo. — ¿Y si te dijera 
qu^de esta boda pendía la pacíQcacion y felicidad 
de España?— Señor , veamos quienes son los fu- 



ttirbs ydnrd mi Voto.— *Pifie9 sábete qtte tfn el grad 
congrCHo europeo que so trata de celebrar para 
árrHghrr dofíiiitívaincnte los asuritos de' acá, es 
' drciV, de nuestro país , el grati proyecto tjfue se 
VU á prcítentjir á disensión según el M&rñorial de 
Buídccís a propuesta del Austria -empieza coh es» 
te arlícfrlo } 1? Casamiento de Isabel // con el hU 
Jó primos cnito de Dj Cár/oj. --Señor , PROTES- 
TO. — Pero, hombre*... — Protesto, s^d^ór^ j pongo 
todus los ímpedimeutos impedientes y diiiiníentes 
r¡u(^ tiene para los matrimonios la santa madre 
iglesia', y mas todavía sí es menester^ Y me opon- 
go coii' todas mis potencias.*.^ — ¿Y que sirven tus 
poteucius si es cosa que arreglan y disponen 
las potencias europeas? — Señor , mis potencLis 
son laS' potencias de un español , y las poten* 
cias de un español ^ en ' este asunto son mas 
que todas las potencias del mundo , y todo 
español que tenga potencias debe protestar co- 
mo yó Fray Pelegrin Tirabeque^ porque la 
cosa 'veo que va muy formal, y si no protes- 
tamos todos los buenos españoles con' tiempo , la 
boda se bará , y el dia de la boda será el dia de 
nuestro entierro : y ahora , ahora eí Cuando sien- 
to yo Vio salir diputado , que si Tirabeque fuera 
diputado , el dia que se abrieran las Cortes , an- 
tes de que S. M. empezara á leer el papel aquel 
que lee, diria yo: «Un momento. Señora; protes-^ 
to contra la boda ; que se CAse nuestra adorada 
iLeiuila con cualquier hombre honrado menos con 



ú hijo de un faccioso mas p Señora ^ porque en» 
toDce9| Seaora , es lo mismo que.,.. Señora ^ lo 
m'ismQ que tu te las tienes, Pedí o 5 y,... ya vd. 
me puede entender , Sepora.» Yo no se', mi amo, 
no se lo qne diria ; {iuede ¿ec que dijera que no 
solamente me daba dentera en los dientes esa bo* 
da, sino ..^rabien en las tripas. — Hombre, ¿d^n* 
tera en las tripas? — Si seílor , en cualquier par* 
te. Y después |ne volveria á los compañeros di- 
putados I y les diría : «comps^ñeros , hermanos, %i 
tenei» sangre española en las venas , ayudad á 
Tirabeque; y todo el que sepa algún impedimen» 
to, que lo manifieste, que esta es la mejor oca* 
«ioptt 

Pero hombre^ te acaloras, y no se por'qu¿..« 
¿Pues puede haber cosa mas hermosa que hacer- 
nos todos unos por medio de una amnistía general 
como dice el artículo 2.® del proyecto? ¿Mo. daria 
gusto ver á nuestra amada Üeina por quien tanta 
sangre se ha derramado, regalar un cucurucho de 
dulces de la boda al amigo Cabrera y otro á Pa- 
lillos, y hacer igual espresion el hijo de D. Carlos 
al duque de la Victoria , al general Rodil o á don 
Martin Zuibano? ¿ Hahria una cosa mas bonita 
que daros un be^o Fr. Saturnino y tú? — No lo 
crea vd. ^ señor 5 porque antes que llegara esc ca« 
so daria yo mil besos al Mohína con las espuelas 
que tomé en la feria , que no crea vd« que las 
tengo olvidadas, 

Y digí^ vd, > seftor]; tligame vd^ por la uapllU 



que estrené el dia de la pi'at\csion ( '¿ el liermano 
Baldomera conjugará también en ese matrimcínío? 
-—Supongo que no , hombre. ¿No véi que el tí- 
tulo de Duque dt la Fictoria es incompatible coa 
él título por ejemplo^ de Duque de Iñ Transacción? 
Yo estoj persuadido ai que nó. — Séñéí", entonces 
¿cómo QO da mas á menudo con el mazo? — ¿Que 
quieres? Dificultades que no conocefhos- desde 
aquí,— ¿Y qué mas artículos trae ese proyecto 
del Memorial | seiior? — Hombre | no todo se ba 
de hablar boy y dejemos algo para otro dia.-r^¡ Aj 
xni amo ^ mi amo! Míreme Vd. los dientes : ¿ los 
ve vd.? — Los veo ; que' ? — Nada , señor , • que con 
la boda esa ya tengo yo deutera para mucho 
tiempo. 



-«^ 



JÍOYENO TKIMESTRE. 
GAPILLÁDA 16^ JULIO 25 DE 1839. 



Fb. gerimdio. 



Si quis dixerit ex coquetis et coque-' 
ionibús aliquid bonum sperari posstg 
anathema s'U* 



Si alguno dijere que de coquetas y co«» 
quetones se puede esperar nada bucnOf le 
bailo ^una pateadora sobre sa alma qao 
le fcbientO) 

CoNC. 6. Ge&ünd. 



ISABEL II Y UNA COQUETA, 



¿Señor?— Vamos , ¿qü¿ tripa te se sale?— Se- 
Sor , nígana á Dios gracias. — Piíes entonces ¿que 
diablos buscas aqui ahora? ¿Te se ba perdido al- 
go? —Nada, señor: ¡qué mal humor tiene vd 
¡hoy I «ai amo í Quería hablar dos palabras coa 



rd.— Eso quiere decir que vienes á pedirme, por^ 
que todos los que vicneo á pedir dicen que quíe-' 
reo hablatr dos palabras conmigo; que' tiie(ftI}lo jat 
eada vez que oigo la proposición de las (los pala^ 
bras j y aun la llave del cajón se conmueve den-* 
tro del bolsillo como por galbanismo siempre que 
alguno' las pronuncia. — Le di^o a tdr , séuar^ que 
yo nb vengo abora á ^eso^ y to^ue' siento"* es en- 
contrar á vd. de tan mal bumor, — No , que esta- 
re contento con el modo de portarse de esa Co» 
queta.^Csísi casi estoy por decir que me alegro, 
señor , a ver si escarmienta vd. ¡'Cuántas veces 
le habré dicho á vd. «señor , no se fíe vd. nunca 
de coquetas ; si el diabla le tienta á vd. á tener 
un trapillo , que sea con una ^nuger susistcnte 
j de asiento que le quiera i vd. solo 9 ^ no con 
estas mari posillas vtilubles que hoy quieren á uno 
y manami á otro^ 6 por mejor decir ^ no ¡quieren 
¿ ningqnp! Sino que vd. en estas cosas no escu- 
cha á nadici y asi le sucederán á vd. esos chas- 
cos : en parte es bueno, para que vaya vd. ápren— 
diendo á vivir. , . 

Mira , Tirabeque ; la mayor prueba de pacien- 
cia que puedo dar es sufrirte tantas vaciedades. 
¿Quien sf! acuerda ahora de mügeres coquetas , ni 
de constantes I ni de subsUtentes,, ni dé TÓlubles, 
ni de cosa que lo valga? ¿Te parece que estamos 
ahora nosotros para pensar en esas cosas?— -Se- 
ñor , todo podía ser , y ya sabe vd; qiie en Ma— 
' ^rid no sobran las precauciones* — Lo que te diga 



fes que BO te liablo ahora de ninguna muge» oo«* 
quetai sípode una coqueta de guerra , cujo'pbr* 
te me tiene 'dieaazonadp.^ Señor | todas ias coqne-> 
tas dan mucba guerra y. se portan muy mal.,— *, 
¿Tu sabes lo que ion c.or))etas de guerra? -^Cor- 
betas na señor $ corbatas si; y por cierto que me 
bace buena £alta una ^ que la que tengo está ya 
bace tiempo en espectacion de retiro. 

Puds mira : corbeta es una especie^ de buque 
ligero de tres palos | las cuales , como todas las 
embarcaciones , tienen su nombre particular ; y 
una de estas, llamada Coqueta^ que tenian los fran» 
ceses en las aguas de ^an Sebastian á Santander pa<« 
ra proteger nuestras postas y hostilizar á los car- 
listas con arreglo á Ía& promesa^ de auxilios he- 
chas por el gobierno francas, ¿sabes que ha be-^ 
cbo 7 En vez de proteger á Isabel II que andaba 
ai^résando punchas pescadoras de los facciosos de 
Bermeo*.... — Seqor i ¿cuandQ hd, podido ser eso^ si 
todos los días encuentro yo de paseo á Isabel II? 
— No has de sj?r majadero , hombre ; Isabel II es 
el nombre de un vapor español que maniobraba 
en aquella costa- Pues ^o que na hecho ha sido 
proteger á los carlistas , impedir que nuestro bar- 
co los atrapárají acojerlos ella^ y en seguida darles 
libertad. Esta es la protección y los auxilios tan 
decantados que el gobierno france's nos dispensa. 

Señor , siempre dije yo que esas promesas no 
habían de ser mas que coqueterías , porque Luis 
Felipe es el coquelon mas grande que hay en el 



mundo I que no parece sino que es ^ martposo 
de ka naciones, ^o es lo que mandará él para 
auxiliarnos | coquetas; que ^por la visto el mismo 
pago dan las coquetas buques que las coquetas 
de hueles ; pero nosotros los españoles parecemos 
á aquellos amantes babiecas que aunque nc la es- 
ten pegando á ojos vistas , con una carilla alegre 
que de cuando en cuando les pongan , ya se les 
cae la baba j se quedan mas huecos que pabos 
reales } señor ^ somos mnj pabos reales los espa* 
no.les.^No, te falta razón , Pelegrin ^ j lo peor es 
que no hay escarn^ientos que bastea á deseD|a-r 
darno&i 

] Y no escarmientas , oh Espafta ,^ 
con tantas coqueterías ! 
jY no adviertes que tfe enga2a 
el rey de las simpatías 1 

Que son hasta las corbetas 
que envia en tu protección 
en nombre y porte coquetas. 
¿No ves que es un coquetea? 

Fiate, Espafia, en su alhago^^ 
alhago de coquetismo ^ 
y tu llevarás el pago , 
tiundiendote en el abismo. 



=10*-= 



A LOS ELEGTO:^S, 

del espantoso cuadro de la guerra civil ^ y consejos 
en verso heroico* declamatorio* 



■^•^- 



Eatre él fárrago de alocuciones que en la cam- 
pana electoral han visto la luz pública merece 
singular menciou un folleto que cqn el titulo ar- 
riba copiado ha publicado ayer uno que se firma 
Un ciudadano del Progreso * Su mérito literario y 
político le impone i nii Paternidad la obligación de 
dar á co/nocer al glanos trozos de esta brillante 
composición ^ ya que no podamos tener el gusto 
de copiarla integra como ella mérecia. La parte 
d^ re^i^erdfO empieza asi : 

«iSon tanto» los crudos males 
qiie desde que empezd la guerri^ 
civil ^ atroz que nos devora 
agoviau á esta Nación Ibera ; 
tal el cáncer que la carcome; 
tal la hidra que la envenena : 



Horrible la tempestad Gontinua 

que arrasa toda §u tierra 

acompañada de huracanes 

que toda ló descuadernan (1)| ^ 

y de las nubes que yomitan 

destructor granizo j piedc^ (2) ; 

espantosos ]os terretnotos 

que la faz Tibran j retiemblan (3) | 

hacen las masas se choquen , 

humanas , j rean sangrientas : 

horrorosos los volcanes >, 

de azufrosas llamas negras (í) 

que laba encendida despiden^ 

que todo cuanto tocan queman.} 

numerosas I ya sin cuento > 

encendidas arrojadas teas \ 

que la discordia siempre en pie (6^ 

mantienen de mil maneras ^ 

con tal rabia | con tal furia ^ 

que al observarlo uno aterra; 

que imposible cuadro haya 

4e ninguna fatal época 

^■■■iii ■ . ' .. 1 ■ I ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ .."W ' .M" ■ ■ I . ■ ■ ■ ■■ 

(i) £1 que no sientan dcscqaiáeriiarse su cuerpo con este 
huracán de versos , ó no tiene corazón, ó será dé bronce 6. 
piedra. 

(2) Este scSor progresista nos va á talar la cosecha. 

(3) La faK gerundiana está vibrando de risa y retiém* 
hlame otra cosa que no es faz á consecuencia de este ter~ 
remoto poético. 

(4) £n mi vida vi llamas negras. 

(5J Pie de discordia es propiamente el píe de este Ver- 
so. Se me figura qu» las fibras^ celebralesi del poeta debei^ 
estar en una horrorosa discordia* 



j parte | sabida , del mundo p 

que edos matices ofrezca ^ 

tao terríficos p espantableSi 

que al mirári el cabello encrespan j^l^ 



Lue^ los pueblo^ arrasados 
y que i cenizas redujeran 
llamas voraces prendidas 
y atizadas por la ralean 
de demonios incatnados (V) , 
que carlistas bordas fieras, 
componen , no humanos seres, 
que las furias alimentan : 
el espanto y duelo causan , 
jr del número perdió cuentii (^)** 

Asi sigue basta la parlé ¿é Consejos en verso 
héróico" declamatorio , en la cuál es de admirar la 
]t>elle%a de los siguientes periodos^ 

«Pues para que esto ser pueda, 
el palenque está trazado ^ 
, del pueblo en las elecciones ; 
pampo de lucha , la arena (Jt\ $ 



' (i) Hasta, el cabello de nii p^fucá s( ha encrespa dg cpn 
tan terríficos , espantables desatinos» 

(^) £t íncatnatus es.*.* Demonía tua* 

(Z) Quiere decir que está fuera de cuenta coma ein- 
barato que cumplió los nueve meses* . . : 

(í^) De San Isidro | azul y blanca* 



55110» 
porque ele que ^. en ellos venta 
el partido liberal progresista p 
ha de resultar quede muerta 
. la esperanza del retrogrado ^ 
mucho avivar la pelea 
que pronto aniquile , destruj^i 
el de las hordas tan fieras 
del carlista furibundo | negro i 
que monlViuos como Cabrera 
acaudillan, y se sabe que (1) 
^n'stts cálculos no entran 
trausaciones ni amalgamas p 
de los que obcecados intentan , 
muchos I sin mando de tiranía ^^ 
para todos las cadenas 
imponer^ sin de moderados 
j de progresa hacer diCereneia* 

Asi I electores madrileños | 
seguid solo una bandera | 
de Constitución e Isabel j , 

para notnbrar á qyién sepa 
sostener á tan caros objetos 
j terminar pronto esta guerra 
fratricida, escandalosa 

(i) K se sabe ^ue» Esto se lUtna ^d<;¡ar co^a^o un 
^erso. Se le figuro á Cervantes ^ue ha^íh a if'ho algo cuan- 
do dijo: ^^JSn el silencio de la noche íti^ni/o.^* El 4é- 
inonío son estof poetase elfos a'borcáit vi^rsós iíeiiipr|le y 
'éáaitfdo-Iésf'ácoiiioda , i' vaya vü^ á exigirle^ |a ^esMÁ^ab» 
bilidad. 



^iié solo llegó á ser s^ria 
Jior intrigas j 'maldades 
de varias caronadas testas p ^ 

^ue ven vacilantes sus tronos 
cofe it{iíe se afirme en- Iberia 
la libertad j tome vuelo $ 
, ^ Jcomjp^ babeilo tortíado debiera , 
^^^ ^^ Vi ttardores en veintitrés 
y pasteleros de eslajepoca, 
por miras insanas , torcidas | 
á la vez cada cnaleS| no lo impidieran (1) 
■ *iri ho'lóá conocidos planes '*' ' 

'* •'"■•■'•'• 'i' •'*••'•'»•■••,« 
' •' ¥esut;kat)do el ministerio de Cea' 'i* '* ^ 
- '*^pi*éflfo verán realizados ' ' '* *' 

"^ <{ottti^a jnasa nacional inmensa $ 

«osa qué si mas de labrarnos ' 
' ' ittifestra ruina ^ vergüenza . .•..*' 

aera el que la suframos , 
habiendo ese modo de rcpiíIerU 
legal' /-noble y espedido 
de lá electoral palestra.* 
' Jqui lafirrn¿(T), 



(i) Voao a pocd, heimanoj: este veis© jh^» -nlht^^ 
|»rogresisU, y no estamo» co el cMo de amansar taoto: es 
iñenesterrun poco de tretio, sefíor poeta« . • 

(a) .peyioTcx, e« menester baSaí cuanto antes á este* 
^bce bpmbre« aun<iue sea por suscrícion : p»ra<lo<cual 
cuenten jds, con roí pArle y la de Tiirabeq«ie«.iPdbi3a mo- 



AIUé^ 



EL Tío AX. SOBBinrOi . 



... ..q 
:m r.í c 



l^sto es una cjosa de qae jo .qa tengp :\a culpad 
$i|cedo muchas veces, que entrevia .inipenpídad de 
cartas qn^.yienen^cadfii, ^^reo {mratl^^f; Gerundio, 
suele colarse alguna otra que no es.«¡>^a^|Fr. Ge- 
rundio f sino p^r^ quieu .menos se pi^4f*^,|^ lo cual 
es muj fácil al hacer, el ^apgvt^dp.en.cpr.reos I y 
nada tiene dc^ particular teujef>49 c(>|Q<^>ti§nen que 
hacer la opéracioptau dé.rejient^ l*P}^^%hago yo 
en estos casos es , inmedi^ttamente qi^c^ ad»vierto la 
equivocación ^ dii;igicself a| silgeto par<^>,qpien sea 
por medio de Tirabeque. ^uArdando^ql..5]lfbido se- 
creto , cuando sin repai-aif en el so^ri^fbff^empeza- 
do ^.Icerla»^ Pero .el otro dia abrí una , que traía 



Bo!*^ Goma se le haíi}t> íá cabeía! Y cs6<ítitf"ilW>"lía 'entra- 
do hastkitoy la canictila» Sí-^mpre tuve yó 'tragarlo qáe 
de resultas de estas elecciones iba á faabér desgracias y 
que'á «dnsecuéncia de 1» lu'eba electoral • había ^p ser ne- 
cesario aumentar algunas raciones en el hospital' d% Tnb- 
eent«8'4^Zarago«a^ '/'Válgame Dios qué ¿esgractas! 



el sello ie GoBiemo politicé de Salamanea. «018, di- 
]e; iqué sé lé ofrecerá ál Gcfe Político de Sala- 
lafoanca pars| Fr; Gerundio? Empeced á leer j ti 
que encabezaba: •Queritf o Juanito.,..» -^Tate , esto 
toó es para mi....» Miré el sobre.... y era para el 
ministro de la Goberpficíoo; : Equty^acion mas 
Singular ! Iba ja ¿ ponerla bajo otra cubierta , j 
á divigirsela al amigó Juan de Dios | cuando me 
dijo Tirabeque: «Señor^ paréceine excusado que vd» 
se mólestp en nii^ñ^ar esa carta y yo en llevarla- 
mejor sería que yd. la imprimiera ^ y de ese modo 
la leeria mejor el hermapo fninistr^ que no en esa 
letra tan garrapatos^ que trae , y el se lo agrade- 
cería á vd. y JO í^p f^hórraba u» pa^^cf.i* Me pa- 
reció oportuno el dictamen de Pele^rjn ^ y f n aten,* 
cioá fi qqe ya, no es la primera comupieaciou en- 
tre el tio y el sobrino que mi Paternidad ha pu. 
blicado , bueno será ^ ya que la casualidad lo pro^ 
porciona , que mis lectofes sigan poniéndose al 
córHénte de tan iu|e|rfsante eorresjpoDdencia. Lí| 
fearta d^pia asi* 

fií^Eierido Jutíníte: aqui me tienes hecbo ^tt 
azacán para ver de que ganemos la votada. Lot 
liberaUs también trabajan como perros , y sr no 
%e hubiera iluminado el Espíritu Santo para en«f 
viarme aqui , difunto snx^ Dios pejrdo^e i la can- 
didatura de los nuestros se la llevaba pateta. Su 
Ilmák no deja de ayudarme en lo que puede . • y 
aun la sobrina pone también en juego sus rela- 
ciones semi-episcopales : se conoce que han hecB<ü 
Tomo vil. 8 ' 



caso de tos carta». Pero todo cUo no valdría na» 
da si no estariera aquí tu tioc.j aun asi no. las 
tengp todas conmigo ; á pesar de qué| como te he 
dibo I trabajo como u o 'gañan* - 

.. El chico i(l), tan travieso como siempre) va 
despuntando muy bien (S), peifo.es ^1 laism^ dia- 
l^lillo. Sin. embargo en estando al Mo de sU :ti6> 
el irá sentando poco i poco : h'as^a^ahork todo se 
}e puede disimular , porque; jaJí travesürasi quQ 
hace no son de trascendencia y' soa- juegos^'do hk 
^dadji j JO no pienso despreyícterme de él á lo 
9).^nos hasta que se vaja soltando á escribir* fTe 
hablas de haber reido si le hubieras visto ieer la 
9ápilla4a ¿Q f^r« Geruodio que empezaba : m<^'^Ha'^ 
¡pa^. ba'j'a^ri f cha/a-Ua'da/Vovqtke como después 
^egjLiia diciendo : .«mujbien,^ niuo ^ -muj «bieo^ 
lo has dicho gr^idemente ;n^ pie' pr (aguataba á mí: 
«diga vd., iio, dirá esto por mi Fr. Gerundio '2r4 
^Pj hljO) i)q; le rc^spondia yo y .eso lo dice por 
yi| niño cualquiera. Sábete que ja vá sabiendo 
leer las cartas de su tío el ministra. Ai chico* eit 
^^tando aqui algunos aüos ja sé lo puede dedicar 
^.f^tguoa earrei^a , porque ja te he dicho -que des* 
p^nta• Por aqui se ha murmurado que habiendo 
tantos cesantes cargados de anos j ser? icios ha jas 



. (i) Este chico es un sobrino que ha enviado de oficial 
de aquel gobierno político. 

' '(^) £n electo : le cficcn á Fn Gerundio que despunta 
^ufintos cortaplumas- coja i mandamiento en la «ficipan 



lüandado al iiiSo ¿ estas* oficinas: pero bas he* 
cho bieii^ porque lo que se necesita ahora es jen* 
te jeren : y últíoiameQte has complacido a la fa- 
milia I que es lo que jo te aconsejaba en mi pri* 
mera I por lo cual te doy las gracias. 

Ayer tube carta de la familia de Papa- trigo 
(1) ; sigaen sin novedad p como igualmente los de 
Avila* He alegro que Mariquita est^ ja tan va- 
liente; dala mis afectos , j con un besito al Jo- 
vellanista del último parto (que asi llamo jo al 
cbiqoille) te desea la mejjor salud tü áqiantc tic. 
Kss Juan francisco.» 



IVueva Falinodüa* 



Y gracias si lo cuenta 
j escapa..... el desdichado ^ 
eomo el padre Supino*^ apaleadol 

Fr» Ger.Cap. ia6 del aa de mariiK 

¿Te acuerdas , Pelegrin, dé aqu^l; guardia© 
de Bilbao. ^que apaleó inhumanamente al p. $upi« 

fij P^pa-trígo en- la proYÍncia de AtÜa es el puel^l^ 
He lá naturaleza ele t^arramolíno el tío. De modb que reú- 
ne ia-fánmlía* todo ló -que les hace falla. f^i'aí .nd moviíu 
M de hambre-; trigo ^ carro , nwJino,,^y y pop liltiipp 
paparlo» ^ ' 



no por n^Fi^ de e&te anQ?-'¿De aquisil Fr. Mi- 
i;uel?. Mt-r-^o es.«--¿Qvtt pusimoA nosotros nnoc 
versos £^erca del parUcAlar?— Cierto: f a«aso te 
acordarás que di|iaiAs t^ntre oUas cosas.; 

«Siguióle ei) su cati^r¿^ 
el .Guardian furibondo , 
j un golpe le alumbró con saña fiera j¡ 
del iCuerpQ en el parpge roas iniBundc».^ 

— MeaiQperdOi^ seilor»^in9 si fuera hoy. ¿T ijuq 
ha sido de aquel guardián^ mi amo?-^AmigQ> sigue 
dando palinodia á mas j mejor. En la mañana 
del 8 de este mes mande- dar cincuenta palos 
(á cada uno^ se entiende) ¿ dos infelices labra-» 
dores yizes^inos vecinos ae( pueblo* de Abando^ 
uno de los pocos que en aquel pais se mantienen 
fíeles á nuestra Reina : j para mayor solemni- 
dad del acto ^ dispuso que se ejecutár^t en el pa- 
seo público de j&ilbao ^ animando el mismo á los 
ejecutores^ y reconvini^dolp.s toda vez que n(^ 
daban tan ftM^rte.pomo 41 quería, y deforma que 
resonár&n Jíion los gsiUis de los jcfelipes castigan 
dos en las casas inmediatas^ — Señor , /de qué or- 
den ha ¿ido ese bírbató de ese Guardian? 

Te- diré : ese supuesto Guardian d supuesta 
pr. Miguel es el £xuuiu. "Sr. o. Miguel de Are— 
chévála ^ comandante genénal db Vizcaya^ asi co- 
mo. el supuesito P. Supino á quien apaleó la prí» 
mera réz es *ixii tal Gáininde | liberal conocido t 



¿e prestigio en aquel t país ; que ja es preciso 
que los conozca el publico con sus propios nom* 
bres para major boiira j gloria de Dios , j satis- 
facción 8uja.-^Seilor) en ese casó jBSodebe tener 
miras políticas de mucba boudura*— .¿Qué miras 
politii^as ba de tener Una aceibn como' esa? No 
podría tener otras que las de desacreditar el go- 
bierno^ de la Keina , y bacer prosiélitos para don 
«Carlos. Pero ni aun este pensamiento puedo ro 
creer en el bermano Arecbavala^ sino que será un 
genio asi «paleador.^-^-No seiior } eso debe llevar 
miras mas altas. £se bombre debe aspirar á bere- 
dar un troufl. Tu es4¿s tonto ^ Pelegnn«<— No sé- 
Sor | no. esto j tonto. ¿Yá* no sabe que elSultau 
está muy malo y iL.laa ruela 6 bo las vuela? Pues 
bien y ese bermano Arrevacbavalas ¿ oomo se lla- 
me estará baciendo méritos para ver si á la muer- 
te del Sultán le proclaman los turcos por rey 
¿ emperador i como ae Uame el qfue manda en 
aquella tierra t y eso par^ceme ¿ mi que no debe* 
rá consentirlo la europa^-^Lo. que no debo con- 
sentir yo son los estesos de tu lengua.— Señor^ 
pues que no consienta tampoco «1 goSiitrno unos 
castigos para los pobcés paisanos , que solo se usa- 
rán allá en Turquía p y entonces ^o también con- 
tendré la lengua. 



«.118— 



IL riTRiomio B^is DE u mñk. 



Sisee ocuJUs egomet vidi. 

Si; yo mismo lo be visto con estos ojos ge- 
rundianos ijue tengo debajo de las cejas | que las 
«ejas mias son como los ladrones que siempre es- 
tán Bobre-ojo. 

Hermanos, ¡quien lo creyera! 
Pero lo be viste yo mismo , 
]el espaiíol patriotismo 
tsabierto con üua estera! 

Y ya si fuese una estera nüteva ! Pero , ¿ mii^ 
«bo yo me engaño ^ ó el mbeble mas indica baber 
-estado destinado para bacer camas á perros que 
para servir de cortina al Patriotismo ^ que esto 
me ban informado que representa el Genio que 
está colocado junto á la Matronii que simboliza la 
Espna sobre el p¿rtico del edificio de las cortes. 

No sé si cuando estas lineas vean la luz públi* 



ca , estárí todavía el Patriotismo del Congreso dé 
la mi.snia forma qtie le be visto, yo Fr. Gerundio, 
^n la mañana de hoy domingo. ¡Pobre Genio! In* 
felk Patriotismo í Escondido tras de un pabellón 
espartero (1) , qne solo dejaba entrever por una 
enorme rotura el escudo de las armas de l^spnni^ 
parecía un ermitaño de lo* primeros siglos retira- 
do á llorar sus culpas en una gruta rustica. Sia 
embargo el andamio de que pende la cortina es- 
tereotípica (2) demuestra que se está de obra , y 
que se trata de reformar el Patriotismo. Buena 
falta le está baciendo á la verdad, porque babiá 
quedado tan mal tratado de está última lejisla- 
tura, que de justicia estaba reclamando ya que 
le dieran una mano. Yo cada vez que pasaba por 
álliyle miraba, no podia menos de esclamar: 
«¡pobrecíto, cómo te ban puesto! 

¿Pero á qué se reducirá toda la obra que ^a- 
gan con él? Regularmente á darle un bañito : á 
lavarle la cara para el dia de Santa Cnstiua. ¡Co- 
mo si bastara esto para repararle de los desperíec 
tos que le ban causado los iiltimos moradores de 
la cisa! No basta esto , no; otra obra mas sólida 
es la que necesita el Patriotismo de las Cortes. 
Estoy por decir que se necesita un patriotismo 
■puevo ; a lo menos sin una reforma radical no 



(i) Pcríbrtdo de esparto. 
.(^) pe estera.' 



«.lie» 

pued« pasar* No pareee sino fue el tal «Bdamio 
y la tal estera se han puesta allí como «n gero* 
glificQ, por cujas roturas sale la voz del Patrio- 
tismo y de la España I que dirigiéndose á lo« elec^ 
lores I les dice : « Electores^ ya veis como nos han 
dejado los otros ^ cubiertos con una vieja ester^ 
€00^0 unos pobres mendigos^ imientras nos ade- 
centan un poco para que podamos presentarnos 
en público el dia de Santa Cristina. Electores, 
mirad lo qué hacéis en este dia ; si nombráis los 
mismos y no estrañeis vernos desnudos . el verano 
que viene : mirad á es^á estera y á este andamio: 
ellos os dicen mas^ que todas las alocuciones que 
ae os han dirigido.» 



Um tmhxHlnxti 



Todos los periódicos han estado llenando diaria- 
mente sus columnas con candidaturas de toda clases: 
eseepto Fr» Gerundio. Mas porque no se diga que 
Fr. Gerundio deja pasar la e'poca de elecciones 
siu presentar á lo menos alguna candidatura « mi 



Fajternidad ha elegido la que entre todaii ha mercT 
cido mas.sa aprobacioa ^ j ha creído roas digna d« 
ser recomendada á los electores. Esta es una que 
de la proTÍncia de Cuenca le ha aido dirigida á u¿ 
Pateroidad Revérendisiraa por diferentes condue» 
tos.. Ella ofrece una verdadera noviédad| j no da- 
do que si las demás colrrespondiesén a an tendencia, 
\9í patria se salvaría knejor que con los homhrea 
que hasta ahora la hañt gobernado* Es la siguiente. 

IPRÓVlNClA ÍDE CUENCA* 

Terna de Senadoras. 

D? Agustina YillanüeVa de Alarcon. 

D? Lorenza Morquecho. / '^ 

D5 Anselma de Frias. ' 

btputadas. 

B? Jacobita Valdes. 
D! Ebstaquita Aguirre. 
K Josefita (¿ Pepita) Albiol. 
D? Teresita Peñalver, 

K Pazecita (es decir María de la Paz) Piquero. 
D? Anita Bu r riel. 
D! Josefita (o Pepiu) Lázaro. 
. D! Isabclita Aparicio. 

' Advirtiendo que to las cand^aturas de lícim* 



bres haj la mayor dif«rgeneí&| en la dé señojps la 
mayor uniformidad ; y que por noticias extra<^ofi- 
cialed y fidedignas que ba podido adc^irir Fray 
Gerundio puede asegurar á los electores que todas 
son candidatas dé un mdrito distinguido ^ y que 
^in escrúpulo de eonciehcia se les puede dar el vo^ 
to. Y tan favorables son los informes queá Fr. Ge- 
rundio le han dado y que st entraran en el Congre^ 
so I no tendria inconveniente mi Paternidad en ad- 
mitir la presidencia de la sección Conquense. A 
mi reverencia le toca solo recomendar : los electo- 
res quedan en la libertad de obrar como lea dic- 
te su concieucii». 



/ 

KÓV£!IO TftIMESTRKé 



CAPILLADA iU. JULIO 26 DE 1859. 



Fr. GERVníDIO. 



Si quis dixtrit Joanñtm patsanwn 
^eire tjuem voiai. guare votat^ ad quid 
voiatj et guomoao, anathema siU 

— f 

Si alguno dijere que Juan paisano 
sabe 4 quién vota ^ por qué TOta , para 
qué TOta, y cómo vota, de un vota vo- 
leo le planto por veleta del pico de Te* 
nerife* 

CoNC. 6. Gerümd. 



¡Scce homo! 

NOVELA ORIGINAL. 



!Era él tío Sípion Rejas ubo de estos sencillos 
Montañeses. ^ que en tiempo de gobierno absoluto 
no son mas que simples aldeanos | pero que en 
virtud de las instituciones que felizmente nos ri" 
^etí ban ascendido á ciudadanos sin saberlo dios 



j sin salir de su aldea. Aunque era liombre xnxij 
á la rústica y tenia sin embargo tan buena pastít.». 
como si se hiibi^se encuadernado en casa de Ale- 
gría 6 de Ginesta (1) .Su edad frisaba en los 
dos cincos ; ésto és, entrado , (cokno ^1 decia , en 
los 56} justamente de la edad del Sultán Ífali«» 
moud-Khán II que acaba de fallecer abora se« 
pxTí parte telegráfico de Strasbürgo ; noticia que 
según Tirabeque ^ sería mtiy satisfactoria para el 
hermano Arechavala él apaleadox de Bilbao sino 
se bubiese anunciado al dia siguiente la elevación 
al trono de sü hijo mayor (del Sultán ^ no del 
comandante general de Vizcaya) Abdul-Medjidj 
•pevo notída que al tío Simón llejas le imjportaba 
lo mismo que la del cambio dé gobierno en los 
Bolivianos y la caída de Santa Crüz^ ni mas ni 
menos qué las ultimas que .se ban recibido d® 
los asuntos de la república de Tej^s , pues ^1 no 
eutendia|dé más tejas que las que se fabricaban 
en un tejar qué éaia ¿ la derecha de su era ^ n £ 
de mas Santa 'Crü¿ que de la Cruz Santa de la 
parroquia de sú lugar que mas de cuatro veces 
habia llevado en las procesiones por pura de«^ 
vocion. 

Vívia el tío Simón ftejas enteramente abstrai. 
do de la política ^ tanto que para ^1 Alais: y el 



(\) Acreditados cncuaderúadore» y empastadores de 
Madrid. 



Javali de Erimsnito enm una misma cosa \ incapaz 
de distinguir a Alcalá Gali^no de Juliano ap¿s«> 
tata f j i quien fuera igu»! balarle de Martinex 
de la Rosa q^e épl Tarluffe de Moliere. Era hom* 
bre asi : pero por 1q mismo y irla felitMneote en 
su aldea | ^omo ^apaso desearía ytvir Fr. Gemn«* 
dio y hastiado ya. de de política hasta por eacima 
del cerquillo , sino fuera que á laa aldeas suelen 
ir con frecuencia por yia de recreo les fBccibaosy 
gente con quien su Paternidad oo coocenia gran 

)Lie labian hablado mucbas Téqes de derechos 
del hombre | en cuyo punto se nipstraba sobrada-^ 
mente «atendido el tio Simóos porque sabia de pe 
á p4 cuánto se pagaba á las puer^s de la ciudad 
mas inmediata por ir j^ vender una fanega de cen* 
teno^ cuánto por un par de po}los y cuánto poor 
ead^ 4oc9D«^ de huevos que se in^rodogeran» Era, 
como he dicho ^ el tío Simón , hombre entendido 
j práctico en )o que él comprendía por derechos, 
de modo que cuando !• Iiablabaii de la ' dignidad 
de los derechos del ciudadano , él decia: «¡si qufr« 
siera ,Pios que la Costitucion nos quitara los de« 

rechps!f Y» se yé: el p<^bre no conocia otros, 

Y asi I que Safpnt arrendara las puercas , que las 
administrara el gobierno , 6 que las tomara el 
Preste Juan de les Indias , para el tio Rejas era 
igual , porqup I como él decia , . «á mi el tanl^ 
mas cuanto siempre me le cobran en el registro^ j 
no sé mas que estp.» 



. Era hombre i quien afeitaba 'el barbero cada 
quince dias, j el gobierno un dia si y otro no. 
So cabeza era clásica- por delante jTomántica por 
detras ; j caando se trasquilaba el pelo del sinci- 
put f solían dejárselo en escalones como ejército 
que se defiende en retirada : en lo del occiput no 
ontraba nunca la tigera , de modo* que su cogote 
era un Oi|até doáde deberian pasearse á su satis« 
Caccíon los facciosos'; v^erdaderamente mas por de- 
sidia que pop -falta de fuerza para estermtnarloS| 
porque , riámonos de cuentos ^ habiendo fuerza y 
Toluntad decidida de espulgarlos | no b&^ fragosi- 
dades que raigan. 

' £1 pobre tio Simón tenia (con perdón de Tds.^ 
en pollino / jr ademas una vaqutta que con otra 
q4ie llevaba eá aparcería con un- |)rimo suyo les 
iiacian é los dos el servicio de la labranza. El po« 
IHno casi todos los dias estaba de reten para el 
paso continuo despartidas sueltas de facciosos j 
crístinos por los pueblos de la carretera distante 
media legua de el del tio Simen. El mismo trato 
recibia el animalito de los uAos que delds otros; 
h> mismo le apaleaban á el los rebeldes que los 
contra- rebeldes; y estaba tan becbo á la -paléo^ 
gi^fía I que no se le hubiera hecho novedad ser 
destinado para cabalgadura dé D. Miguel de' Are- 
ehavala. Venía á ser un polHno de ejt^rcilfo , coya 
manutención- corria de cuenta del tio Simón Ke- 
jas I el cual por otra parte no dejaba de eoncur* 
rir cada seis dias de faena cotí'stt carro* á otro 



ptteblo «listante -tTes ld^a#, donde ^e. construia' 
una fortificación deordtivdel capitán general, que 
dentro de algún tiempo bábia de servir pura los 
facciosos para tener la ^gloria -de reconquistársela 
después á fuerza de «íiofr^ y • de ' gi'ados. Tan' 
aburrido estaba ya el pobre» polUnfr- de servicios- 
ordinarios y estracM^dinarips /que (ño aporque el 
lo hayo dioho^ pne^ en. esá^ parte e#a propiafmeu-^' 
te-p^álino' español 'y 'sufria^lag bargas cdh la irias* 
admirable resignaelon yi|>rad«ncia kiit oírsele tHía* 
* palabra auversiraniMncíiadora á la' de$o^ediencia)y 
se tragdba- Ibs. disgustos ^oMo quien ' se^ t^aga pieii- 
•fios«y Cristo :cootodosif pero s« le conoció cií el 
ffetbblaote qoe estaba HKW Cansado <}e- sufrir car^ 
gas que ^i se bobibra visto* en el lugar de Barbes 
ásegubo que no bnbiera ' á'gradecido uadW - á Lnis' 
Fdipé la; conmutación do 1» pena de mti^fte en laí 
de trabajos perpíétuos'. ''i* •* ' ' * ' 

• 'Cuando regresaba ái9ií*%£rsa el buten tío Simón,* 
ó bien- se enoon traba con ün plantón á la puerta^ 
6 bien con un atento billete en nna octavilla de 
papel can mas barias que las de su rostro , cuto 
contenido deci^ poco mas 6 menos así «Sfmoñ 
Rejas pagará eu este dia por frutos eivrles de los 
años anteriores dejando saÜsfecbas la5 -dretus de^ 
veOgadas> noventa ns;^ de no verificarlo sufrirá ett 
breve el rigor de esta comisión ejecutiva.— El cd* 
inisionado de ejecución.» Y digo que el billete es- 
t^ria poco mas ¿i menos en. estos términos ,- por- 
que son copiados á la letra de varias papelctaé 



origintUes que ttngo áU yista del» qu6 ba pasa- 
do en MedÍAa{4e Ripseca el comisionado ejecutor 
de la intendencia Júán Braña. De modo qae 
cjL PQi^re 9Íu444anq-»14^°^ Srmon no tenia mas 
rato de placer f igHalflpifnte que «n mujer la tía 
Zoila y que puaD4o reetbiaa. 94(rta do alguno de los 
hijos que teuia^ en e^ «jército ^ uno prisionero de 
liAce medio aüo cop Cabrero , f otro herido en el 
bonipi^al d^ jCafktelloa , ios coole^ solían eserllúrles 
cada (res 4 cuatro Rieses, diciendo el uno q^ esta* 
ba desovd^ J en ^\ ari|iasúb ^ j el otro qiio babia' 
deseclio la únicii camisa, para eufarse las heridas, 
Qov^ esto ol tio Simoff yiyia eonsútiusiioualmeft- 
le feli^ f. 4edÍ9^<^ los :pe«0t iatos ^ue el sistenm 
le dejiqha (i^fs, s^ si|a labores de verano > cqando 
ocurrió esto de la^ e^^oQ^iiAs» La suerte de mi 
béroe di^ un c^aia^bip^ 9^(9 v oón>o que de simple 
colono ó arrendatario qq^ .^«t;.^e cuatro malas 
heredades se copvijrti¿i9Qqfi<^ p4^jr tf^ean^q ^nt pro- 
pietario de las mejorqs^ tierras; su única yaca se 
Trivio milagrosamente en. dos vacas sin haber 
pari4<^ (oi .creo que estaba ja la áefiorii prjir re- 
produQoiooes ni alumbramientos}^ j el |io ^imon 
se enconJtró. tQ4u un xlectór con arreglo al artí- 
culo de la jej qi^e 44 derecho electivo per oqn<^- 
11o de «el que labra 9on juofta propia ^c.» No 
paro aqui la felicidad i^imonjana (i), sino^ que a 



^1^ Este 9íñ)éiWo Ukas es derivado de Simonía qae 
i tío SáfnoFtm . 



los pocos ¿ias el |>fop¡etarío de siiá tierras ^ qttn 
«iem|iré había sl&b un tirano para la cobranza de 
las rentan I sepreséfüld en su cala tnuy atento j 
fitíéra dé lo acostumbrado afable y cariñoso. «¿Cómo 
TÍf Síihoa 7— ^¿Ciiho Quiere su niercé que Vaya^ ' 
seitoT:? Vamos ttamfíéandó asina con nuestros trá- ' 
liajlÜos: pero bay salu, gracias a Dios, ¿ Y sü 
jáérc¿ y la señora éstan todos buenos? — Buenos^ 
bí. ¿Qud tal este áclo las tiérrds"? — Señor > poí ' 
este año no bay queja ^'á Dios las gracias: no de«' 
já dé cojerse algíiúí granico. ¿ Viene su Inercé i [ 
aputarme ya por la renta ?— No ^ boinbre ^ noj 
mnía meíiosí que esa: me bago cargo de los tiem-^ 
pos I y asi por 'este año ño tengas cuidado basta 
atlá a mediados dé Setiembre.— Jesús^ áeñor^ Dios ; 
se lo- pague. -^Con que ya sabrás que vamos a te^ 
ií¿i* nuevas c¿rtes en Madrid* — Señor^ alguna co- - 
sa tengo yo oído de eso. ¿Pero ello será cierto? ' 
-^'Müchb que lo es. — Pos entoncias ¿qué se faaií ^ 
he^O las otras que babia ?— Las otras las disól-* 
Ticroii* Simón ,' porque babiá eii ellas algunos' 
que ñó eran buenos diputados*— Tae'ceme I señor/ 
^e t6á ellos pódiah^er medíanlos ; >á Ib menós^ 
jíór acS á los labradoíres en taí de aliviarnos aU 
^lia cosa Como ño* tenían ofrecido j'tiénenn0S| 
si ^éate, mas cargábé.-^Dé eso se trata, Simón, de 
líótnbfiír unas corfeá' que os alivien las cargas; 
Más para eso es preciso que vosotros los electo» 
res tñifeis bien a quien dais el Voto. — ¿Y que' 
qtíiéré su merce qüc bagamos nosotros si no cd» 
Tomo VII* 9 



Hocemos i naide? Si oim) pregnjptii ,. «ros dicé^t 
que son bueno»^ otros que 9011 itial^s,; dé malíes» 
ra qae no sabe un hombre á q^aien, creer. 

Vaya,^ pues, mira ^' aquí, te .traigo .una lisia, 
de los que debes jiocibrar; to(aa| todos estos son^ 
bucnos,-r*Cuando su mercó los b¿^ ; ^sc^grdo , . sía 
serán malo», que su merce no babia.de ir á dar^ 

é * * 

nos lo peor« — Como que sou los que os bao 4Íe- 
dar )a paz. — ;; Ab señor ! Si su merce' nos lo bicie-* . 
ra.buenol— ;No lo dudes^ Simo»; j sino no tie- . 
nes mas que leer lo que dice aTii.a la cabeza de 
Iq papeleta; •.Pa^j y, alivio en cQUlribucionfis^m-, — ; 
¿Y con esta papeleta qué tengo jo q?i9 bacer?-7-. 
Esa la llevas el dia 2^ , el dia de ^anta Cristioar. 
¿^entiendes? el santo de la Reina,, bombre: ;te^ 
la llevas aqnel dia á la cabera de partido^ pi'C- 
guptas por la casa de ajur^tamientOy sube^j alli 
encontrarás unos señores á una mesa , echas la 
papeleta en una urna que. yeras^alli^.jque «e Ha- 
ma la urna 'electoral, y no tienes mas que hacer.; 
Pero ja estaré jo á la vista aquer dia. — Y díga- 
me, Sr. p.Grabiel ^aunque perdone; ¿ c¿mo. e»^ 
q.ue el aña pasado no fui .jp, ,kjlor j ogaño la 
soj ? — Tampoco este año te tocaba, ferio f potque 
KO. labran con ^uota propiaj pero eso lo be arre-*^ 
g)ado €00. el . Gefe PoUti.e9jf algunos amigf^s.^c»] 
la diputación, j 4 todos mis eofonos se os ba 
puesto como labradores propietarios^ para, que- 
podáis usar del derecho mas noble j mas grande. 
que tieae un español, cual es el nombrar dip.gija-, 



áor i CóvUií' Pero; eterno hace qtiicii ptteíc , SU'^ 
iQ0ii|iilitti«ÁÍ6g al t¡« Felipe j al tío Ásenslo que ' 
labran eoa dos juntas j fio son electores^ por« • 
^ue coa eso» no podía fo contar para qiie diet-anf 
^l.iroto ó los buenos ¿^^Señúr , to¿ ^a bien con tal ' 
de^i^tie acaso el dm de tiiañana por la aquella de ' 
89t, letar no mé echen tíiad contribtaciém^— No ten« 
gas cuidado , que en es^ oaso ya se arreglaría cor 
el Intendente que también es amigtf. V Ipor ahbrá - 
toma para refrescar hoy (y le dejó üh Tbrétio) * 
(í);*-^!^!©» s^'le pt^gtie , ¿éñor; jJesus María y Jo- 
56'!' Zoila ?'Zpila'? Sal -aci'i müger ^ q^é áe mái''^ ^ 
cha el seSor dóñ' Grabi^l.^Con qué á Dios , SU 
móHi Cuidado con estarme allí el inié'rcoles á la^ 
diez sin falta. -«Pierda sü inerte Cuidado , S^ñot^ 
y Dios le dd salú.» — Vaya su mercé con la Vir- 
gen I sfeftor don Grabicfl , dijo la tia Zoila , y c[ue ' 
nod áé muchos^ días de estos¿ 

' Admirados quedaron Zoila y Simón de la ^e-^ ' 
nerosidad de su amo^ y aquel medio duro, asi' fári ' 
innsitadamente llovido én la casay le'i infundid 
una alegría difícil de esplicar. Su primer péüsa- 
miento fiíe enviársele á uno de los h'ijós éolda- 
dos f pero después reflexionaron qué puesto qué 
]as cortes que se nombra rain iban a dar pronto" 
Id paz y Cramejívr reservarle para téíier uña fran-' 
caeliela el dia que los dos bijds volviesen i ¿asa 



(t} Meclid dtt^o rcáeTla^ó. 



Hocemos Jkjp^ -^*«#-.<— 

^^v en suceder *¿Q«e te p&reiae, Zoík? Decís el 
tía Simoii a sti muger: dáWole brincos de goxo 
el coraron, •Si esta» cortes antea de sei? noi]ii>ra- 
dda oocptoieoiao regívíatido^. medio» diaros- á-los^ 
lectores ^ ¿qup hará a .¿¡«pues?» . Y. dieron-cada^ 
tino un be&<;^.>ai Torenoi y Ip cuaiodíaroit éri tna 
cajita de lata, que había íiáo archivo de «n iauar'^ 
tqron d<5 jjójvo colorado, y ahora eoodtüuia el 
monetario ^^e Ifi tqsoreria 4^^ eludadano SiiiH>D« 

Aniai)?pi¿ 4. día de Stít Cristina: la aiiVQca.cOii: 
áus dedos dé rosa y la^tia Zoila . cotí «u$ callosas 
msino» descorrieron á un miám^i tienip^jf fiqti^lla 
Stt pabellón pateado y esta la sábana de estopa 
que la cubría j y el sol y el tio Simón puáieroa 
sus rayos y sus huesos en puntan sim.ultáneainientey 
auyentando aquel las negras sombras de la nocbe^ 
y «acudiendo este las pulgas d^ su no nada Lian* 
ca camisa* Calzóse ' el elector sus coturnos de 
cuero ciñcnddseloft hermeticíamente (1) en der-^ 
redor de. las piernas,, con^o si fuese un Mercurio 
rústico electoral \ vistióse el resto de su ínalte* 
rabie uniforme,, calóse el sombrero de cuatro es« 
laciones^ ¿uardó la papeleta en la faltriquera iz- 
quierda, no sin hacerla die¿ dobleces, como acos- 
tumbraba a hacer con las ^recetas siempre que 
iba ¿ la botica , tomó si; caduceo que era. un ro^ 



(i) £4 clf«ir , con cintas dt U iiii«iiu materia» 



^^4? ^^!^ 

'hn$to garrote de Acebo ^:, proveyóse ¿e fin íuean ^ 
aA^H^lQ Í9 'ce^iteñp pitro y de una ^úorme eebo<* 
Ik ^ quf es el alUneptorioiidiiiárío de los electores 
del ,paj3.|.>dea^^idi¿se de la Zoila| ^ encapillóse el 
ciudadano- Siiñoaá lar cabeza de partido 4:i]atro 
leguas moríales di slfiQte d« su pueblo á elegir los 
l-epre^enl^antei» de Jj^ nación. 

Xmeinpsle al pobr^conier en pa^ y <qidandQ su 
centeníp j su cebolla , n^ientras el ejéi^^^ito nacioh^ 
nal; cpine su ración ^utp y en guerra en Amur^ 
tío; dejémosle beber su 1;rago de agua de bruces 
ca un arroyo y de torrente, 4n viu iibe( ^ <{ue dijo 
profeticam^nte ^son .aplicación al tio $imon Jleja« 
el salmista Iley ^ dejeip^S que se limpie ^1 sudor 
de. su frente con la manga de la camisa, que tnas 
lia de sentir después lo que )e hagau sudar los di» 
putados y y considereixiosle en el pueblo cabera de 
colegio electoral preguntando por una urnia que 
le han dicbo quebaycnlá «asa de concejo^ don- 
de tiene ^.que meter una papeleta que dice<que Je 
lian dado j en la cual nombra los 'diputados qn^ 
Tan á dar )a pai^ a-la nación y la licencia ^b^olutíf 
á dos.bijos que tiene sirviendo 4 la Reijia, 

En fin ahi lo tienen yds, hermanos ipips; ahí 
tienen yds..al tio Simón á la puerta de la «casa, 
de ayuntamiento: jE;CCE; HOMO ! jV|;o Auf tobq 
TJN ^LECTOR ] ]Pobre Simoq Rejas J . Apenas i© 
divisa el P. Gabriel de 3U5 tierras y de la yisi-< 
ta domiciliaria, cuandcf lé sale al encuentro j 
cebándosele sobrí;^, «I iiombiOn ¿ ca/a jpesadm 



npcemo^* ' 

'' '^ ÍD»¡nu«cioa de confíapzo «« faubítfra ré)^di^ el 
fatigado' elector sino bO' a^yárct nobré d: cadb-r 
«¿o I le dice al oido* con tono áspero y'feudid: 
•Simón I Simón | (1) no es esto lo tratado ; yo 
te dije que estuvieras aquí alas díez en punto j 
•has venido á las diez y media. Simón V'por poea 
no se pierde la mesa por culpa tuja j eres' muy 
bárbaro , Simón ) si na me hubiera oeitrrido á 
mi meter papeles dobles ^ la mesa se hubiera per* 
•dido.-^Perdone sumercé y s^eapr I que traigo los 
pies llagados por llegar aina, j asi cóo todo 
no pude aguantar nías; Y en lo tocante á eso 
de la mesa, asi DioS' me salve como jo no tengo 
culpa dinguna de lo que haiga perdido ni gunáe 
en ella. ^Vamos, anda á votal* al , instaíit» , j 
aójame en paz; la culpa tiene quien se sacrifica 
-por hacer la felicidad á quien up sabts agrade? 
cerla.» 

Iba á romper -á atidar el ciudadano elector, 
cuando se vé acometido por otro patriota de 
estos que se abrasaban en mi capilluda 158 , el 
cual enseñándole un bolsillo con la derecha j 
metiéndole con la izquierda un papel en el de su 
chaleco, le dice: «paisano , meta yd. ese papel 
en la urna electoral , que- sobre hacer la felici- 
dad de la nación, yd. Jtampqco perderá nada. 



(\) K^clamacÍQii semejante á la que Cristo hiao á 5ai| 
Pedro cuando le dijo: Simón ^ Simón, ecce Suían ea^pcfi" 
vi tMts p¿ cribar 9t íicui iKiiti^4utn 6:0* . ' ,' ^ 



=iS5=-i 

'-^Slmon^ le décisf rf 4^1 hombfo'^ liaí lo qtíe 
fé tengo diclio /mira que 8Ín¿ otro áñb tío Uevüs 
las tierras.— Señor, le respondía el. bueno de Kd- 

JaS'y al del bolsillo; ^o bien KAria eso que su 

^merced inandp , ¿P^**^ "® ^^ 1*^ ^^^ ^*^^ aquí el 
'áüno don Gabriel ? — Paisano j^ 1¿ gritaba otro con 
una bota en una maño , j una candidatura en Ta 
'otra: 'eche un trago ,* que vendrá rendido' y 
*^*aí¿íilor£fdo del sol.— Ya que su merce lo .tiene tan 
'á. ma^no^ ecbaTcmo's él polvo abajó ¿ señor ,'qu'e 
parece que lo da dé buena voluntad. — Simon^ que 
'i'e pierdes; no ló bebas ^ que tra^ el veneno en 
;la otra mano.~SÍ, pero el veneno si es veneno, 
"'traelo en la disqíiierda, y yo voy é beber de lo 
'qúe*trae en lá 'deríchíi. — Paisano! paisano! grí- 
'tnbá otro ardfíeííte '|)'at^iola , que gafia desaioracfo 
'de la casa consistorial : paisano! mire yd. que ta 
cuestión es de vida 6 muerte: de su voto de va. 
péilde 'la Sí>lvacÍdn de la patria 6 nuestra riiiná; 
el ^despotismo ($' la libertad; el triunfo de las 
lliccs 6' lai esclavitud : por Dios"no proceda vd. á 
"Sar un sufragio indiscreto antes de leer esta alo** 
VtíttiSn^:* y sitió' yo le dire'á vd.' 'de memoria para 
que no se canse en leer: «Isabel ii' Constitucio- 
nal: CoKCLCSlQN DE LA GPERRA CIVIL; alivio CH 

las contriBizcionés ;. manutención del Culto y clero^ 
Electores , cuando S. M. en uso de las prerogati^ 
Tas de la cororm tubo á bjeh decretar la suspen- 
sión de los Lucrpós colegisladorcs »^--Qne di- 

(;e aquel scutn* ; mi amtf Di Gábfiel?— No le ha* 



gas caso I que, es ua Tevolucíonario.^Cuji.ditdo, 
paUaoo, qué el que le había a y A, al .oidp e9 un 
pescador-reque^oaero. 

Confundida |. atronada , embargada de . espas^ 
mo como la cabera de Garramplino cuando eotr¿ 
en el mioisterío , estaba la cabeza del tic Simón, 
al cual ya no 'se le oía mas palabra sino que 
«aquello no era para él » y que le dejaran, yol- 
Ver^e á su lugar.» Al fin i fuerza de instancias 
so anim¿ á entrar á hacer 1|sq del derecho mas 
apreciable del ciudadano; mas encontrándose, i 
la entrada con un escribiente j j preguntándole 
por la urnia donde babia de meter su papeleta^ 
le invita aquel á que tomara otra de las. que ^ 
tenia allí de mejor letra , j fe^mándoja el .ciuda« 
daño Simón y la introdujo en ,^ urna electoral, 
\to1 viéndose á su casa tan. sereno con sus anterio- 
res candidaturas , una éa la faltriquera . de . los 
calzones y otra en el bolsillo del chaleco,. muy 
satisfecho de haber nombrado unos diputados que 
traerían la paz á la nación, la licencia absplutft 
de sus hijos, la casi estincion de las contribucio- 
ves , la felicidad ca esta> yída y la bienayeotüraa- 
«a en la otra,. 

Y en las cortes muy inflado 

dirá cada diputado : . r 

f Yo ^oy aqui el resultado 

de la pública opinión,* •/ . 

Y Fr« Gerundio lo oirá^ 



se reirá ^ 

y dirá: ' 

'•Tí^Ae razoQ ^ 
testigo es el tio Simón* « 

Pero en fin , f icéii qiíe las cortes son la es- 
presion de la voluntad nacional , mientras los 
tíos Simones elígea los, ¿ÍP^^^do^y ^1 mismo tiem* 
po que las tres cuartas partes de las capacida- 
des d^ la nación no goxan del dereübo electoral; 
dicen que representan el pais , cuando el mas 
^diest^Q .fn. la. intriga es. ^1 que xeune jeqsis votos, 
con quQ yamos.^pdando^ A fuien Dios se la d^ 
San P^dro.fte h fecndiga*. 



¿coftadia bajo el tilulo de Santa JFihmena ^ f^£ 
^gadora ida la impiedad» Yeinite y tres de. estos 
cofrade» ban sido' descubiertos y mandados preo— 
jier 9 7 se etpera el resultado; 4e las declaración 
lies de estos devotos. 

¡Pobrecita santa! En buenas manos bas ido ¿ 
caer. Cuando Palillos j comparsa co}en las Filo*- 
menas de la Mancba ^ 7 se las llevan á los maxk^ 
tes I 7 hacen con ellas lo quq cuenta la historia 
que bizo él lúbrico re7 Tereo con la otra Filo- 
>]hbi»a ea el bosque de tejos '7 cipreses de la 
costa de Tracia , \ quá obsequio tan religioso y 
'tan sagrado te hacen ^ santa mia ! Cuando clavaa 
'^l puüal en el corazón del inocente párvulo como 
«bacía alarde Tereo de haberle clavado en el del 
inocente Itilo^ ¡que holocausto tan grator te 
fifrecen , santa de mi vida \ 

Esa cuanto puede llegar ^ no.el £anat¡smO| 
Bino «1 refinan^ieato de la impiedad ; á invocar 
l;os santos por patronos ó alcahuetes de sus £ere« 
afts 7 liviandades. Mi Paternina^d • espera que las 
axitoridades i de aquella, pr o vincii^. sabrán castigar 
d9gnameDti^ el ma;s horrible desacato que pued^ 
hacerse á la reügiou divina^ 



mjESHO. TRIMI^TI^JS.. 



CAPILLADA :i«5. : JULIO 30 DE iSafti; 



; r ' 



Fiu CiÉRliKWa 



•. Si quis ^ixf^rit gobUrnum inai^^ 
' táfrónicum non ctiam maCarr¿^ 
hi^t ifuctari tiihirtp anathefndMíé^' 

.. SI alguno di}er4 qUe tea «ohlertu») 

tqacafroníco tío debe ser tratado pa- 
ca rrónicam.entisj 'pcrmi-tó 'Díoi*'que 
anoche Eca y n^, a)ma'ue EC» (i P^H 'ftc 
perdone la broma)é 

: Coríc.- 6. GERtriíB. 

- • •. ■ : ■■■ '■ ""■■ * 



BARRABASATA MINISTERIALIA 

.' ^•■^' — 

Vjo. tres meses de plazo qu6 tenemos, , 
tcaántaa barrabasadas, hé? no haremos/ 
Fr* Ger* Cap. i49* 

Sic dixl , fratres} niintí cuartam ocull abríte^ 
aliríte , hermani ; vos mísmi dícite postea 
81 in profecüs siiis Gerundius aicertat. 
•Ah f catres, fratres! In primo instanli quo vidi 



'feonirocatoríaiif fclim largo plazo ÍVimcátri^/ 
{otiqüanlae , dixí / sunt trapísondacr futurs í 
¡beu qu&uta»^ qiiantiis barrabasaíatihabreíBiiis/ .'-'•'' 
jGubernationem Carrramolinus ocopat? 
¡Carramolinus ! ¿Qn!s posset credere Tianquate? 
¿Quid bonum ppt^t .^x^. .le&U Jial¿ plire ? ^ , . 
Nihilf^éit Jieutmm;.^OTí dic(t itah'fsf[jatiu|7i;. ^^^ 
Ego^ mea parte ^ melii^^etiñ caméllam 
credercm volare qiíairt f«y!W poísff'neqnaqiianí 
flacas 9uas nalgas blanda ín poltrona sedera. 
¡Cosoe^ vero mundi ! Factus.fuit íjjyp mtnister ! 
Suamqtié per freXtíátrt fec¡( ^ facítqtie ^ facíetqne^ 
BttQq^ue d^agenda^négocio ut t].v>tsque tÍcídí 
filíus intelligit :-ki>ié4e alhaja salivit ; 
cfsterá ^ftft cuenth qui retro Vcniat , arr^ef. 
! III^ aLulieasí facte (í) nütritus á cuna, 
ílté ctiájádHlis adictas , süefoqife el ipso, 
¿quid facer&fc y fr^tre» , c?um requesoníbiís ille? 
£*^ fama («i m^tíor | nientitar stia nodriza^ 
quae mihi contavit^ non pono casa de mea) 
c»t fama ^ repito , quod erat deqiye^'ptequféñof 
pro requesonis tan csecus iste roucbacbus^ ^ 
quód nulla in parte estabant de illo secnri: 
nec ¡n vasari ; nec alia in alta tablilla, 
nec Íq rinCúne. déspensaíf inaigis. oculto» 
Ule requesone semper trahebat bocicuitr ""^ 



Íi) Vuígo iecAe de Jlvila^ míiy apñréeíada ei4 Mtdfíd^ 
. • la cuftl s« hacen regalos á I» corts.^ 



Atque suam matri^iB tantam rabiare faciebat 
ist^,;§o}^s^ i .^^o<l bor¡9 .ómnibus- e$5et 
ilii predícaiido ; «^uaDÍtel Tu mihí .vidam ^ . 
vidam mihí guitas j galiise , trasto,^r$iyie3e«' 
¡Yalgal. toUh .Dqv«! Tecjqe uno die colotjuét 
ttlbí reqiiesonlg possiftupire gazna^m«». (,. 

£t coloca vil : vos mismi , hcrroanÁi vídiftti^ 
qi]¿modQ e& ins^ptí qu9 sedít illc ia poUropaj^^ 
ftEQüEsoNERQRUii. (qnoa hodie Joyel laniatas i 'or:) 
apellat yulgQ$) -florcin .^.natamque,, fa.ioamqud ■> 
8^o4lx jderjredoie Uamavíty atque focicum . 
i^^.b^j^f fsk0úv\t ^9- g^í^bin.eU seKtmo',.;; .; .• . .* 
faceré :empézav¡X diabluras , niille>4ÍablQratff 
ut e1^{:4{one^ ti(kifu£ureot requeso^UniiU 
Et ul lagraret ., Guii> g^fifi atqufi ,ejppl'eqitis . .!,. 
< fecit cbanvo^Vutaní cfuain nemo niin(|iiS[in' aujdii^íU 
¿lile reparare? J,amibaíat./Sine.ptidori5, 
íine verecundia, ^ad^dAstrana a Jque sínistram ' ,,.i 
tajóos et reveses ad modu9i espad^icbitii , 
dat f et qui. noU; gufitat^ zis tas,, abajo i^^jn ¡Uo... . t 
N¡1 detinet enm ♦>n^P».qu¡ vergueitoW «on babei 
totar,faáa»£&t 3i^a ^ adagtHS dicít| tío riego. 
Quod 1109^, ^¡](. vicjus, |>eir puertas queddi et alt«r/ 
quod ille limosnam petat cum larga, faoiilüi^ • ,. i: 
ist^ve stt;tomo;una.ia 'fírovineia prsestigii , 
meritique magni aua io carrera emplcoque^ 
atqu^ líb^ralift ait abtfqnd nota vqI taeba^ 
Qti carabina Ainbrosii in palo maogata , 
uti Calaini copls^^ illi totum importait.) . 



ireque^dntw t ruirifet , ardálqtíé TfojA faii '^úÍ/ 
atque'per* bfitííiéníi sé itiéét' Ücfúi et ¡psé¿ ' ' 

CumqubutfVosnonibrat^ éartiUaln legrtjét'dicitr 
«Bene, saffis ,• ínít'er, ctialis sit ¿fissíó'^t^á'^" ' '• 
«electoraletifi'éainpañám vides apértaftí|* ' ' "'■ 
«in inanüsI^^a'é;Dóminé/i<0!ñMen(}d tsmáiAsLÍtitktÚ4< 
•banc entrego 'tibi: ut f riufífet' iiláf Fab¿rá< T • - ' ' 
«media noj^-fanátii geííi pólitiéd'Dümqtiaitt 'j -^ 
■diBtíla stfirtt ttia»; omnia fer lícita' ha beto { ' ■ ' 
•non in-^meliminá repares «Deque péliHis f ' - ^ "^ 
«acrip<^ proptAacn I ut gastod^fa'cerisvpoiMb/ ' ' 
•Non babte'eÍHñ^tdntó, friíitráWÍ ^áfaré^álalírá^^ 
«jara intelleKfelí,' iitfnc Vade^: et cumple fioftáfoíiéaS:- 
• triunfet yéqttésóñií», artfutqüé ír^jh> Téjjltd.i; - 
¿Et eg(>i^;l fació /liérftíátiff'KbitítóiMi-' -^ 
dícite quittftóó'cttm hioffl$Wfe ¡ínm cafó&e;? í j 
l^í nec-ca^illty ñec básfef Isli cordonüs: '"' ' '• 
ad corrigen'duiii iittíd útíiíóreáSeÉ' •= • ! ' -í.^ 
latigiís cociiéri^ viel zapateri corrrrfa* ■ • '' '' ^ 
quam^tirap^défitf Cbiqtlill? tetnicé? vocaíit ¿' '- 
trallave ci^rréíy «éu Tirabeqüiá cüiórme' , '' - 
flo|íinétflími«ud»qnod babet ád deláfiosi'-'' ' 
Sed omnhi ¡ollldJolor! suíit mi^rtíihéétá Védahi>^'' * 
i?onque alfud femedium nisi patientia testat^ ^ 
atque b»rá}¿fe. ', ^ * - ^: :. '11 ^ru?) 

' ¿Et ijttíd ^e'fi«fi«> ámíeí; * ' 

dícítís (stffft etíato tiui poquíti ¿ftií bene * - "• 
se se conducunt I sed alü | fDeus'tne líbretí)?' 
¡Ob quántae quáotas ex tatis quasí pfotininis 
nuntiantur |ritbr [barrabasátae gordotte! •' 



mAibmm 

¡Quantae fee1it>r{«| ^umntiqueieBrredi de- mirét! ' ^ 
Unil'-iliii^ dltordit; «tuYditj juiciam et qniuij. 
Gredite, PisoDes; et non pondero quilatem. 
Sumu9' iq priacipio , et jaib qargatí corréi 
qua^i lagares , sive ut cólmente llenantur, (1) 
¡Tantae trapisondas ex totis partibus llegant! 
jTantse sunt intriguse quasi gefi ponunt ia planta! 
¡Tantae molis elrat triunfare requesoneros! 

Ifle coliegios ut sibi placet alterat , 
iste amenazas cnm electoribas'iisat: 
ille bayonetas enyiat populis curtís , 
iste circulareil captiosas plenas engaftis ; 
ralent se esbirris, valént se qualibet cosa*, 
ad averiguandnm pro qu¿ quicumque votavit^ 
et de eropleatis qui votum venderé nolunt 
dant ministerio partcmj^ illosque geriiigant« 
Guape, guape I bermnni; sic marcbat co^a bonita. 
Per yitam meam vos e^Xis tonti , mucbachii 
¿Vos olvidatufn tenétis esse Gerondium 
qúi toltini atisbat , cüi cbismi toti contantur,, 
totnmque ad plazam sacat cnm multo salero? 

Nm yero pensetis quod soli Carramolind . 
lías' electorales barrabasatas acbaco» 
£tiam Árrazolá, ille Arratolitá qui nunquaot 
tota sua in vita platum quebrasse yidetur, . 



(i) Nonc Atmenam ocurrí t roibi citare, 

«t dantanderem cu^ Haelva quoque LfgloBcm** 
De ccteris puntis jám jatn írctí» tabíendo. 

' Tomo, VII. 10 



ciréttkre sná peJem jiidicibut dedít '.-**. 

(de prima instancia^ ut pedein saqueiít alg^ni 

de suis-alforjisi et escribanis uniti . ^ . - 

ceterseque genti curias , tintaeqqe ^ plnmerque, . 

quos facile arrastrante ne multis illos abraset^ 

mille falcatrúas faciant in liga compacta, 

Irent cum Deo benditi ^ boni provechi^ 

liga foret eiS| sed fsiltat altera liga^ 

quae est magis negra ^ ligantur namque carliitis, 

¿cheque illis galgum } ex tali masa videte 

quae pasteli clasis , quae exirc potest ojaldre* 

Si sápere Tultis ubi istud pasat boc die^ 

currite in Astorgam si ve ad Mcdinam del Campo^ 

niultaque aira loca quae vobis fácile nombrem* 

¿Quid tibi videtur , Arrazolita bendite 7 

Semper alababo condnctan fratris laidri 
(de Alaix Ipquor) ista in civili palestra, 
lile neo intrat| nec salit (ut mibi dicunt), 
nec de alio tratat^ nisi ut raciones abunden t^ 
multaque convoca quotidie vayant ad nortem» 
«Vengaiít millonia,» est suum tema perenne. ; 
—«Non sttnt millonia ^k dicit. baciendae mÍDÍster« 
— -«Erunt per forzamü* contestat suayiter alter: 
«— '«Morientur omnés^» respondit illi Domingusz 
•^•Mortantur toti , carguent demonia «um ilUs;. 
«¿babeo ego contam nisi ut soldati manduquent? 
•¿nonquesum Isidrus , íilius sorgenti Miguelis..^? 
•Rajr de Den veniat super paisanibus totis!». 
O Isid re , non -tan borride 
exclames^ jjam que iimeo 



Be pénnolá de manibu» 
se me desprendat súbito» 
Itaque y Isidre, taceo , 
nec aliam pono litteram^ 
namque cum iniHtaribus 
sunt cban%onet9B expósitas* 



^t¥/<X/6eau« Viióccuido lüt ole. 



Una pierna tengo aquf^ 
y otra teng^o en tu tejado j 
mira si por tus amores 
estoj bien despernancado* 

Señor | vengo molido. — Me alegro f hombre; 
de tantas veces como eres tu el moledor ^ justo 
era que fueses alguna el molido. ¿Y de qué clase 
es ese molimiento? ¿es de costillas? — No señor, 
que es de pies. — Quiere decir que babras corrido 
mucbo. — Si señpr^ bastante. — Asi anda la cosa, 
Pelegrin : tu que delbias estar quieta , andas , j 



otros que debían andar, se están qtiicftos. ¿Y, qué 
agencias son las que bas traído por abí para ha- 
berte cansado tanto ?-^Señor| hb ^Mdado buscan- 
do por todo Madrid un ojo, y no le be podido 
encontrar.^ Cosa rara por cierto |^ bombre ; pues 
qu^; ¿se ban yqelto tpdos cíegoá - de repente?— 
No señor , pero yo no he encontrado el que bns* 
caba,^ Cuidado no te suceda lo que á cierto ga* 
lan con lina señorita tuerta!— ¿Que' fue, seiior? 
Cuén témelo, que después le diré que ojo era el 
que JO buscaba. 

Fue que entraba un caballero a visitar una 
señorita que tenia la desgracia de ser tuerta 5 y 
queriendo burlarse de elía en despique dé no sé 
qué desden que le había hecho, enapczo antes de 
saludarla á figurar que buscaba algo por debajo 
de las sillas y las rinconeras de la sala. Al cabo 
de un rato de esta operación pregiintóle la joven: 
«¿qué busca vd.^ caballero? — Señorita, le respon- 
dió ; buscaba un ojo que echo de menos.— I^ues 
no se moleste vd« pn buscarle , le replicó , pues 
el ojo que á vd. le ponyjene es sin djida uno so- 
bre que yo estoy sentada.» Supppgó , Pelegrin, ' 
que comprenderás toda Ja malicia de Ja alusión. — 
Parepenie quje comprendo el ojo que quería re-- 
galarle la hermana , y por el hábito que visto, 
señor^j que la tal tuerta maldito . que tenia ua 
pelo de tontii. 

Pues una cosa asi será la que á ti te habrá 
sucedido regularmeutc.*-No señor , que el oíq 



que yo he buscado debia sjer un ojo nuj gi*ande 
descara, y. no de otra parte alguna.'-^ Vamos, 
Voomo quien dice ojo de ciclope, ¿no es verdad? 
.««-rSeñor , e» una palabra^ be andado bascando 
el ojo que dicen tiene en Madrid el señor duque 
déla Victoria.**^ ; Graciosa ocurrencia, hombre! 
¿Pues sabes que est;iria divertido si tuviese un 
un ojo en • Madrid? ¿De dónde has sacado ^tu esa . 
•especie? — ^eñor, no es mia , que jo íú'ú veces he 
.oido decir del duque de la Victoria , ya antes de 
ser duque de la .Victoria , que tenia un ojo en la 
.guerra y otro, en Madrid , lo cual parecíame á 
mi que era tenerlos demasiado distantes, y acor» 
dábame de aquel cantar que dice : 

Una pierna tengo aqiii, 
y otra tengo en tu tejado^ 
mira si por tus amores 
estoy bien des per naneado. 

-*En efecto , y eso He podria traducir con 
aplicación de este modo. 

Un ojo tengo en la guerta^ 
j otro en Madrid he fijado j 
miro si por verlo todo - 
me encuentro bien desojado. 

. Pero has de saber que eso de tener un ojo 
allá j otra acá no se dice materialmente como 



pnrété que ta lo bas entendido, üino métafiSriCá*- 
mtttlic ; como quien dice q.ue sin pbrder aqaellb 
de vistai está siempre con el ojo eu acecho; t* oeU 
tn gtiet que dicen los franceses , de lo que pasa 
acá > principalmente de lo que bace el gobierno^ 
asi como sW decia de Napoleón que tenia un ojo 
en Esp'iña y otro en Rusia. — Señor , eso parcce- 
me que no es lo que mas conviene á un general, 
que debe necesitar no digo d^M ojos , sino dos* 
cientos que tuviera para atender á lar cosas dé la 
guerra s j que si endereza &eá un ojo , por fuerza 
deberá echarle de menos para 'ver lo que por allá 
pasa , que no será poco , de modo que no podra 
ver las cosas mas que á medias* Y por Otra pdrte 
tengo para mi qne los ojos de los militares no 
son los que doben acechar las operaciones del 
gpbierno.~*No vas descaminado , Pelegrin ; j esa 
es una de las cosas que con sentimiento oigo 
censurar en el ilustre Espartero. Y digo con sen** 
timieuto I por lo mismo que le apreciamos | Qomo 
«ubes y en tan alto grado com^ el que mas ^ y no 
quisiera ni que nadie tuviera porqué. oeosurarl«^ 
ni que con su conducta infundiese temores de 
planes o miras desfavorables á la gente liberal. — ' 
Pues decírselo, señor. — Eso es, decírselo; no hay 
mas que decírselo. Díselo tú|,ya que tan fácil lo 
encuentras.-^Señori yo no tendria inconveniente^ 
sino fuera que eso es mas propio de vd. — Tú que 
«ndvviste buscando su ojo, díselo , que á ti te 
pertenece.— ¿Y sí se enfada , jseñor?— '¿Por que 



i^te bá deienfadiir ^ Áiel<^dioes por el bieU do-k 
•]Mtmi ]r- /de' la apropia Tep«tecio»7r-SeSpr > la 
'.Terdsdif youo meaireiro.T-Vainps, iiaiii^re, i^tr^ 
i ve te*— Señor , me «ieo te^ . un : poco/ eímt o>-tt«í eam, 
•Lomiiré y no vales para nada. Ve ü\á. porgue no 
^se remedian muchas eosaS| porque nadie fteftiteye 
;á decicias* 



FUNCIÓN DE CONEJOS. 



í Aates de entrar en materia necesito agarrar 
. á Minerva por los cabellos , que a fé que aunque 
. se id« arranque,, á nadie- fe- iia de doler; asi cojmo 
. tamp«50 debió dolerle á Júpiter el hachado .que le 
-sacudió Vulcaivo cuando le abrió la cabeaa de me* 
dio Ár medio , de cuyo golpe nació la ¡sefiora .Mi- 
nerva ja vestida y • calzada , con su ltui*a y «u 
, cáseo ^etymo quien dice , hecha una húsar^r de la 
Priucesa, ó como el otr<o que dijo , ua D. Diego 
Leen vestido de dmsa.. ,Que el modo de 4)aíir 
que' tuvo el lal Júpiter porfío cahexa , fu^r todji- 
.via maȒaro que eldeuna mugor de Salamanca 



lUmada Eltaa Ranroi^qf^eliárá poco «as de qa 
mes hn* parido por fonto i unajTodillauaa bnrmo- 
Sft iiiia ^ qtt¿ fu^ bautizada eh el hospMioy j se le 

jraso'por nombre üamo/isiNMia^y .cuyo caso ha 
dadd > y ton ^aiion, tnucho' que discurrir i los £»• 
"eulüitf^os de aquel la ^tiudad' ^' porque al cabo el 
parto de Júpiter sabemos que es fabuloao^..pero 
el de la señora Elena Ramps es positivo. Otro 
Júpiter baj por acá que siempre estamos espe- 
rando á que para por cualquier parte , y nuuca 
acaba de parir; Lo que buce es ^ en vez de parir^ 
íparair.^- - - ... I .' • ' 

Mas ho iué para decir ésto (que esto tombiea 
lo pari yo casualmente ) para lo que be, traído 
arrastrando a Minerva desde el' jardin de Cbam*- 
beri á knl telda gernn^iana \ sino únicamente por 
dar gusto á varios amigos de los señores de la 
dirección de estudios j que no eesan de instarme 
á que diga qixe no es culpa suya la falta de un 
plan análogo al siglo y á las instituciones y como 
yo di á entender en mi artículo El fin del mundo^ 
sino del poder legislativo ^ según dijeron en su 

- esposicion al gobierno en oetubre del año 56^ co- 
mo asi fue en efecto , y delante tengo la Gacela 

' en que consta* Pero ya Ven Vds. que él decir 
abora esto no venia muy al caso que digamos^ 
cíomo iio sea la consideración . de que Minerva es 
la diosa de la sabiduria p y como tal p la patrooa 
de los institutos literarios j de los planes de es- 
tudios; lo cual no deja de ser traerla por los 'cá« 



.Í>e)lq9 ; pfro. bí^ .me lo poed^Q. agradecer Iqs di- 
jrectores I porgue mas cue^a: esto qve decir las 

. <9Qsaa cuai^do oatur^lineute y ¡(enea á.p^lo. Por.ul- 

. tiii^p esto. Ifíii^i^ ser estemporaaeo j estar fu^ra ^e 
quicio , pero mas e^stemporap^a es y mas fuem de 

viqírioio la representacíoQ del dvque de la Victoria 

.lábrela suspéastoa del Guirigay , y todo pasa 

.^rocias i DÍ9S^ 

^ ..;.Por lo demás el que ea Espai&a se hagan fies- 
tas de conejos, a- Minerva , á quien los romanos 
coBsagraban- fiestas l¡terarraS|- nada tiene de par-^ 

' ticulár , poirque'Vjomo dice Pltnio , la España es 
esencialmente^ ciuiicularia ó conejera ) pues de na- 
da' abunda tanto la España como de gazapos y 

. facciosos -| como* que boy mejor debe llamarse jEj« 
paña facciosiaria qué no cunicularia 'como la lla- 
mó el naturalista de Yeróna. 

. Impulsóme á escribir ésto articulo conejero el 
anuncio que de la función estraordinaria del últi- 
mo jueves en el Jíurdin de Minerva lei , yo Fr. 
Gerundio y en el Diario de Avisos, y de la cual 
j»e bace la descncLon siguiente. 

«A la siete y cuarto , siete y media , y ocbo 
se soltarán conejos y gazapo>s con lazos y monedas 
d^ plata Isabelinas , de un real los primeros y dos 
los segundos.» (1) 



. {i) £a;o es, cvanto mas gazapos mas ricos. Sícmpfe ba 
«íHo mi tema que la disminución y «asi desaparición de 
^eiálico que en lo general m observa no podía consistir 



' ' «Las píeths gTáhdéá Resoltarán én'e! sitio acos- 
tambrado {wira ^tkfe las persigan IdS hombres ; y 
"los gata pos «se soltarán en el gran Sftton campestre • 
'éii cnyo acto aolo se 'permitirá estar á las se&orás 
•pafa qoe los pnedan ^aiar.» (i) ' . í : 

iSi los gazapos traspasasen Ids lílüHes , (5} y 
; se 'escapasen ilél salón de las seiloras (i) los cá* 
balleros pudran perseguirlos: pero igaalmeute $i 
-alguna de^ las otras piezas se refugiase al salon^ 
pertenece ¿ las señor^is su cacería.. (5) 

¡ sino en que cvatro ^tñpos sjt nos han quedado con ello* 
Y asi lo primero qu^í desearía yo qne tratasen las futuras 
¿órtes, sería de bacef. comparecer á los ígaca pos que te 
nos han quedado con las^ monedas, y se las hicíe^ea 
soltar: y aun por eso siento que salgan diputados 
ciertos gaxapos: por sí acaso: porqne yo>dt ninguno que ka 
estado en lo gazapera me fio. 

(2) T seguramente es )a caza que mas puede interesar 
á las señoras, porqne j^a.zar gazapos y con monedas, es lo 

. qui> se llnn;a poner una pica en Flandes. Sin embargo ca— 
«adora habría que estuviera mas por la caza mayor de 
, fi4era del salón, que .por la que daiitrO se corriese* 

(3) No hay cosa mas común en los gazapos; ¿y cómo? 
• ^Avffetblemente y cuando menos se piensa. Ahora acaban 

: de traspasar ios límites unos cuantos gazapos de Carlos. V 
proceílcntcs de Navarra , y se han encaja Jo en Canfranc, 
pro vicia de Jaca, sin,:saber cómo ni p(»r^ donde: han toma' 
do muy frescamente los caudales que allí había , y no 
se s^be de ningún cazador que los persiguiese. 

(4\ Harán muy mal: yo gazapo 00 me escaparía del sa-> 
Ion dé las señoras. 

(5) De manera que Tos pobres conejos están como mu- 
chos liberales que yo conozco. Los persiguieron los carlistas 
porque eran liberales. Se refugiaron at gobierno constitU'* 
cional , y los persigue por liberales^ tambi.en. Deben ^star 
Ijestinados de todos moJos á morir cómo los conejos de 
Minerva, . • ^ , . . * 



ItOYEISO TRIMESTRE. 



CAPILLADA 166. AGOSTO 2 DE 18?9. 



Fr. fiERVl\DIO. 



Si ftdi dixerit non valere , magis 
iacére. quam tnale. loqui , anathema sit. 



.:.'j 



Si alguno dijere que no vale mas ci- 
liar qug toal hablar, le pongo una moT* 
. dasa fea. los labios.. 

CoNc. G. GéruitdI 



• CUANTO MAS SE REVUELVEN, 

, QUÉ se; YO QUÉ MAS. 



Desde aquella Rosita 
crue encubrir pretendiendo i£i cosita , 
que se ensuciaba más dijo un poct^^ (1)'^ 
¿o s¿ como tay gobierne^ que se Dieta 
a encubrir quisicosas , 
j á dar esplicaciones estoposas y 

(i) <<¿Para ^ué es encubrir*»^ &ie*V^ No hay quiia 
ao sepa este diatico espauoU 



como bace ^li 4a Caceta 
Con lo de la corbeta *"- ~ 

. llamada la Cofuetq ; 

queriéndolo cubrir : 
j como el resultado, 
es baberla^^^s^ciado^ ^ - 

^ .:. 4 .Fe. XreruQdio^iia..dado c-.. 
un pie para veir; 

Verdaderamente ésto de dar piej>ara reír Ae^ 
bé sertip' idiotismo de^ nuestra lengua^ porque 
para reír ma^s debiera darse' boca que pie; sin em- 
.bargo. q^e por mi parte puedo, asegurar que to- 
ados los dias. concurren a. mil. celda gentes que se 
ríen por Ion )3Ícs: tatito ij\iií lo knisroo fes ver en- 
trar uji.a persona , que en lugar de migarla i, ia 
cara , que es él blanco de las miraclas 'comunes, 
tenga.liecba ya costumbre de mirarles á los pies; 
j si sé los encuentro risueños ,. me bago cuenta 
de que aquella ri^a tiene que parar en llanto, 
V post risúm luctus , que^dijo el otro bermano , j 
regularmente no roe eqnivqfeo. Y es que son viu- 
daSy cesantes j retirados 'cu jos pies son dos fuen- 
tes de risa , porque por toda» partes se íes rie el 
calzado^ y'cuyos ojos son dos fuentes de lágri- 
maSy que mucbos días aborrau á Tirabeque el tra- 
bajo de regar la celda; todos personajes ^ 

^ de pies Demócritos 
j ojos HeráciitoS| 



' ' boeas famélioM 

y vientres diáfanos. 
' De huesos- dolidos y 
rostros escuálidos, 
huecos estómagos 
7 acento lánguido. 

De deudas crónicas^ ' 

de pagas ávidos , 
libres de cólicos, 
7 afectos gástricos é 

Pero V07 á Toi quisicosa , digo á la del go* 
bierno. Y es el caso que en la Gaceta del martes, 
y en su Parte oficial, leyó mi Paternidad reve- 
rendísima un documento que encabezándose «Mi-- 
viSTERio DE Marina,» ni era real decreto , ni real ' 
orden, ni circular, ni artículo de fondo , ni 
comunicado , ni parte, ni contestación , ni llevaba 
fecha-, ni firma ^ ni sé podia saber á quién per-* 
tenecia la cosa. Articulo mostreneo f es decir, sin 
dueao conocido, 7 que en caso de partición de 
bienes , de derecho deberia aplicarse, al fisco. 

Su pbjeto se conoce que es soldar de algún 
modo la mala pasada que la Coqueta francesa nos 
jog& en aquella ocurrencia con él vapor Isabel II 
de que mi Paternidad dio noticia en la capilla* 
da 163 \ todo con el fin de persuadirnos que los 
franceses nos quieren mucho , que nos ayudan lo 
que pueden , 7 que con su ayuda 7 la de Dios 
podremos ir pasando . esta vida miserable. Pero 



encubre tan desgraciadamente la quisicosa ^ que 
lo que antes se yeia per ^eadum 9t in emgmate 
ahora se yefacie ad faaem. De manera que el 
tal documento de la Gaceta le comparo yo a la 
saja de Antonia. 

Esta Antonia era .una mucbaelia ínuj remil^ 
gada que conqcL yo en Campabas , tan amiga de 
guapos como corta de .faculta4esy no intelectua* 
les f SIDO bolsilliarias ^ muchacha que por ponerse 
un guiñapo nuevo ayunaba con el mayor gusto 
semai^as enteras y aun meses : cuyo esterior pro«( 
fesaba principios diametralmente opuestos á los 
del interior; era la jovellanista de las muchachas 
del pueblo. Con estómago de eesante ostentaba 
galas de paga, corriente ^ ni mas ni menos que 
muchas Antonias que pasean por el Prado de Ma«> 
drid. Era la manzana del jardín de las Heipéw 
rides de Campazas, muy doradita por fuera pero 
hueca y vacia por dentro. En fin estítica de man^. 
tañimientos y diurética de ropas. 

Pues ' esta tal Antolia se habia hecho en un» 
ocasión una saya (que llaman en el pais) ^ en qu» 
la tela habia audado tan estirada que no podía po- 
nérsela sin que se la viese la enagua por alguna 
parte. No alcanzaba la contribución de -saya á co* 
brir el presupuesto de enaguas. Para evitar este 
déficit f observaba cuando iba por la calle el 
siguiente sistema administrativo. vCuando encon- 
traba las gentes de frente , daba un estirón á la 
saya por delante f, para cuyo fin ya procuraba 



lavarla flaj»- de, <G¡n tura ^ de lo cual resultaba qut 
qiiedaba mas rei^angada por. detras. Cuando-cioDo- 
cia que la miraban por detraf y.dab£( un tirón y 
remangaba por delante , y asif.igualmenle por los 
costeados. Pero aueedió que en una. ocasión vién- 
dose impensadamente rodeada dé gente, tanta 
prisa sedió á estirar la saja por los cuatro vien- 
tos cardinales ^ que poniéndosela por grillos á los 
pies^dejó descubiertos y en triste desamparo los 
centros todos de su máquina. Escusado es decir 
las bui'letas que sufriria la pobre Antonia (á 
^uien llamaban ya la maja -pobre) de los ciudada- 
nos y ciudadanas 4e Campazas | y priucipaljneote 
de las mozas sus coetáneas y condiscípulas de 
Tjieca y de pandero ^ que spn la labor de , manos 
y el instrumento músico que mas en boga están y 
en que mas se egercitan las jóvenes profesoras del 
pueblo de mis . ascendientes. Desde entonces en 
QampazaSf cuando.se trata de soldar una cosa que 
tiene mala soldadura | ba quedado por proverbio: 
«eso es como la saya de Antonia j^ que cuanto mas 
se estira^ mas descubre la cosa..» 

Pero no es esto lo mas chistoso del documen* 
to-saya del ministerio de Marina. Lo mas gra- 
cioso está en el articulo de fondo que se lee en 
la Gaceta del mismo dia. No tengo inconveniente, 
en copiarle integro ; porque es cortito como la 
saya de Antoni{i. Dice asi en' letras gordas, 

s.El documento que se cita en el artículo dé* 
• o&cio es de^su^io interés. Por el se maniücsta 



»!a eficaz cooperación que el goliiér^p france'i 

• presta á nuestra cansa, no solo con su /aer/c 
nsimpatia (1), sino contribuyendo á que triunfe, 
^puesto que califica de muy reprensible el que un 

• buque mercante comercie con los facciosos, añu- 
sque en efectos no de contrabando (2), lo que 

• equivale acortarles toda comunicación que e^ 

• casi una declaración de guerra, pues también nos 

• presta auxilios para los trasportes, y nos facilita 

• municiones.» 

Si como la lógica es un arte fuera un molino 
harinero , juro por la Porciúncula que celebraba, 
mos hoy dos de agosto en los conventos francis- 
canos reformados,, que cada palabríf de este arti- 
culo era una rueda maestra de consecuencias i¿- 
gicas capaz de redacir á harina de flor el enten- 
dimiento mas rudo y mas inmolible que imagina- 
ran loa siglos. Reduwámoslo á silogismos. 

Un barco francés ampara lanchas carlistas per- 
seguidas por otro barco nacional (cuidado que es- 
te hecho no se niega en el documento citado); 
pero el gobierno ffancés califica de muy reprensi- 
ble el que un buque mercante comercie con *los 
facciosos-, esto equivale a cortarles toda comuni- 



^ 



rO Simpatía robusta , musculosa, atlétíca, fortacho^ 
naV Simpatía que da una fuerte patada en la boca del e$- 

'^raTsup^co & vds. reparen en la pureza y elegancia de 
Icnguage de este artículo del gobiecpo. 



cacioQ ^ esto es casi una. declaración .de. guer- 
ra 5 luego el que tín'li'aVcb* fraifceí .pfoíeja a los 
facciosos es casi una declOTacion de guerra. 

Buena la bubisteis , facciosos ^ 
con esta.de I09 franceses : , 
ja su gooiéfno declara: 
«que muy feo le parecer 
que sus buques con los vuestros 
comuniquen y comercien, 
no tan -solo en contrabando p 
ñi tambiéif"eá;afíflerés.¿ ♦' 

Pues tibi Mt^éiiSíi'i, ' ' ' 

ct maluní'fóVaií Wfici\ ' " 

- ,^. ;.. : 7 - : • -;.. ..-o . 

Buena la bici^éKy^f1^añct^eS| ^ 
con eso de la Coqueta ^ 
buena la tenéis, facciosos; 
seffun dice la Gaceta j 
pues al gobierno de Francia 
; se ba visto cosa como ella ! 
le parece reprensible 
que andéis usando esas tretas^ 

Y esto ya veis que equivale^ 
según dice la Gaceta , 
á cortar enteramente 
relaciones y patetas; 
y esto casi casi casi...*... 
Tomo VII. li 



según dice la Gaeeta ^ 
ca^iy casi I casi, casi. ¿««I 
es declararos la guerra* 



•f , V 



Lleve ^1 diablo ^delgpHerno 
lógica tan zapatera. • 
Déjenos de simpatías | 
cooperación j pamemas; 
y yaya á Tetuan, por monas j 
que no somos tan Jiabi^cas j^ , ,, 
que con ruedas de molino 
comulguemos coniip besti^as^ 
T eso de ausilios y flautas p 
como dicen en m, tierra, 
son el recipiente en dond« 
el Di^mme labia mea» : 






ütipój^dae íi áfbt^a6u^-^i^^ 



• ' La noticia de la^ derrota del ej^reko turco ^ 
por d egipcio cansó en mi lego TíraHeque üim* 
sensación tal^ que aMg«ro no $e • la baria ina*^ 
Jdr á lord PousomBjr'y ni al barón Rmissin ^ n* 
al coiider de Meaem, ^i'al príncipe Mettermch^ ni» 
al minisfaro Halil-tBa^í ^ ni al midmo Abdül*. 
MEJiD. ¡Tal 7. tan .esqnssita es la scJasibilídad de: 
Tirabeque en asuntoia que pnedísa ' afectar á la 
gnia conuinibn ' eorapear! No'fn^ "lína» sensaesda) 
^' 'alegría y ■ codno la qtic é8perimeht& ciíand^o^ 
la accwn Ae GúaTdamino ;' ni taippoco de tristes 
za ^omo la d^ candidato qne vé le, :^á . faltandor 
la votación y stna una knpresian (profunda de po^ 
Utieá:ifitetnacional f mezclada de. emulación y de 
asombcoi^ como de quif^n conoció lirMiiil)pcírtan'*[ 
«¡a de lá obra, y venera- y ct)vi<U%'^nf(kerito dc^ 
8tt autor* Al instciiite ^le as^l^ .^V-P^n^^^íei4t4 
de anlrar en coVi»eiipondeneia con 4: ?niÍ#<no D^h^H 
Lim-Bajá, y -me pidió» ipermisotparaí.He^derp^M^}^ 
una. epístola de au^xmmo pullo 7 letra j cfUe-i^ 



cQui edi de buen grado por tener el gusto de 
ver cómo se eaplicaba y qué le ocurría decir. 

Señor , me dijo ; ¿7 qué tratamiento daré al 
señor Ibrabim? — Dale el que te parezca ^ pues 
esto/ se^ro que cualquíéi^ <fae le des l6 recibí* 
r& bíénj'jr ^ueáló que^liá*áé áit tina carta ami*- 
tosa j de confianza ^ con el usted deberás tener 
bastante i otra cosa fuera sí le escribieras de 
oficio. — Señor, yo no quisiera faltar á la cortesia. 
Y si ftcaso voy mal en alguua cosa , vd. me hari 
elAfiNJr-ifcí'^rrégírlo ; jfwíí e»í Verda4| rsefcr? 
•rf*A-si es j Pelégrin | yo prrocuráré do dejaír ^pasff 
}aa sandeces ¡én quetaa fá«tlinente' sudes niciir* 
r*»r f. porqüls en ello se .ánfe^esa^ mi bbndr ianto 
^ofno él tuyjá».-^PueB señor ^ ^n ese eásoriíroy a 
prineipiaci :£n el nombre delPádre'^ y ilcl;.I£jd| 
j!dbl Bsjimtu Santo ; .ame». ' '-i 

. fSeiior Ibcoiitm mt dueMc ane alegraré qiV 
estás» cortSMK.rlinraa le éndtienltrea á vdE. dcspiertojí 
y)ina:flbráiid«í4«¡.» — ^Hombre ^:des{iterto y noldor^ 
mido ya^eftrxiii:pleonasma^de.mai ¿uslo ; és ana 
vepetioiou ''SUp^rflaa.«->Agáa(^díes vd. ^'seUorf que 
BO'hftbi» «cabadp la frás^ú Despierta' ^eóuili)^ y 
i>¿ d^rmiilo Mbr^k victonai, «owo'^eroosCMDbiiAi' 
loft Ibmhíne^ de por «c¿iiri-¿^Es^ ya inurih' de 
ifl^tido f bobbr^.-^SeñOr , m- >dona vft¿ Us frases 
i lo mte)or:^Vamfd», vtirttts/^íwgüei— '«Vd. señor 
Ibraliim BDÍí%iAlgo,' debe ¿«r.ée' toa sMoáosde 
Meia q^é^f afmor «cba d¿ ¿Hyior-por acá y 70 
éan'^^él^ pues eV'boinbre qué^^can cuarenta j^ cua* 



ieü mOi solÍ9áM d«prola.já ,/ñímfa -tml 7 hfte^ 
itei y> -Éfis :buI pmÍ0i>erd» j o<i pned^ -mf nof ¿^ 
«er imo> d» ibudia cabeza. Por acá Aambitfi v^r 
mos biéni ; qoeaixuque.iM» ae eogóo. di^t j aaif 
mil piísiopcros de una f ioladn, poco a {loco ge vá 
leja» y f ja el «tjro día te preae&tó eA Amnrrift 
an facciosa del 1? de Álava » jr ae eapera qua 
otras irái baciendo lo imUmo » y a»i se irá acá* 
famdjpia guersa ^ qxie llamamos por aupa el cáncer 
jtte mu damra. Usted 1 séüof . IbraKioaí mi dvienoi 
debe seguir baciendo^.mncbas de esaa^. 7 o« dude 
vd. que con el úieau^ Uifgaicá vd^ i se^ atro 
Duqae de ia Fictmiap aaoque jo f^ ^li si pof 
alU tendrán víds. iesta. clase de títul«S*«--'Annque ^ 
«o ti^eo: eses'tílulosi|. S/elfsgnoy tienen otroa 
^oiyalentesi como el de Jfo<¿¿a/7!?r > . qnjs s^gnir 
£ca vencedor) Mansor ^ .^lus qniere det^r triunfa'^ 
dor. Por cierto que estos dos títulos, se. los dieron 
allá hki^ laé^ra 480 rá otro ñtahim^ nielo del 
Saltan Jf^nkiui/ y bijo de Sebecfe,gk¿n > fnndadopr 
de esta dinistia de Sultanes. ¿Qu¿ mtraá» bombre2 
«-SeSoY y miro que .vd^ lo mismo ecba: «u ^uarto 
á espadas enando se habla de fcuíf'cos que^cuandd 
se babla de cristianos. -^Tu sigue y déjame, en paz. 
•Sí^or Ibrabim mt dbe&o j amigo ; esta solo 
se diii^e á participar á vd..... — Hombre > tu emif 
pezas abora de nuevo !-^No señor ; es que be 
iecbo punto j aparte. «Esta solo se dirije^ á par^ 
ticipar á vd. que me gusta mas el modo de pa<-, 
jcar que yd. tiene én materias de guern que '^1 



que s«. wia por ao¿ , ípnw prir /íi¿á.u*v»*-Miiclios 
por ncás so» etios ,' P«legtiü;*i^4p'ti6sv;|»p esta 
tiet-ra ¿o& oebenta ^il lokladoi l>iea • acosdicio* 
liados hace seis años que se «t4 trabajandá^ eon- 
ira treinta mil faocioBos que ilamamiwr, -y kiq liay 
moda de dar óáeota de «llo^ :< y« né> podré decir 
á vd. ea qu¿ cotisUte, pórqite soy im «pobre lego, 
pero ello debe consistir en ilgov: Por ló que n 
vd. des|>ues qü^ acabe de- despachar á esos fMKsos 
turcos que le han quedadp '^ hiciera el' faror de 
dar una- Vu4íUa por • acá;...;.-«^D«le con por acal 
— «Deje vd. I • señor, qte ya-pondr^ cutdad9i «Y 
quisiera tomar de su cuenta ^estus tur eos ' qae Ua« 
fioamos faretosos , nos hkria el mas govd^ ser- 
vicio del mundo, ,j i ma* de pagarle' lo que 
fuera deratou, se io iigrade«eriam6s mm^ho, 
porque de otro modo n)o.veo yo que esto ten- 
ga remate.' . r , . / 

«Desearla saber. si después de la batalla, 4:11a n« 
do vd. arenga á las tropas 4e su- mando, le^ dijo 
que síei {ílegraba de la ^suspensión del Gui- 
t'igay .«-^Tirabeque, eso no viene al caso^-^Fu^s en- 
tonces^ borrarlo, señor $ por eso no se incomode. 
— «Y harir vd. el favor de- decirme si sabe con 
qué fin están blauqueaudo y disponiendo los cuar- 
teles de -esta villa y corte de Madrid', puts^./wr 
(tea sé luje si viene ó no víéue para cuando se 
-abran Lis :eortes< algún Bajá con tropaS; Yo , si 
es de los que sirven con vd. , me alegrare mucho 
por U nizon que le llevo manifestado , y porque 



*^vd. no babik dé enviar la jente para meterte eoia 
las cortes , que én eso sé yo que yd. no se mete, 
pues y\l. no se cuida mas que de derrotar enemi- 
gos^ según le tiene láándado su señor padre y 
muy seiior mío Metete- AIK. — Mehemet''AU ^ bár- 
liiiro.— -SeSor I por' Dios no se enfade ^ ni H esas 
Toces: ¿tengo JO obligación á saber bablar en 
turco como yd.? — Vamos , sigue ^ y cuidado con 
los disparates. 

«Señor Ibraim mi dueño ; si yd* no lo Ueyá- 
ra á mal | le pediria un fayor^ j perdone el atre- 
'yímietito. T era que yiera yd. si babia por abi 
'acotnpdb| aunque fuera en los cuerpos de caba- 
llería desarreglada que dice mi ame que tiene 
yd... .—-Mientes^ gaznápiro. Lo qué te be dicbo 
que tiene son cuerpos de caballería irregular , lla- 
mada asi porque no tiene la misma organización 
que la caballería' re^tt&ir; pero no desarreglada 
como tu dices; el desarreglado eres tu. — Vaya 
por Dios f señor ; como yo no be estudiado tatica 
egicia...! «Decía , Sr. Ibrabim mi amigo , que me 
alegrara mucbo que tuviera yd. modo de acomo- 
dar por abi en cualquier parte una manada de 
gefes militares muy buenos que. tenemos por aúá 
desacomodados sin qne'se sepa porque, como úo 
sea porque eran muy adictos a matar facciosos. 
Anteayer ni mepos me encontré con un coman» 
dante y un capitán y cinco tenientes del regi- 
miento caballería de la Reina V de linia , que 
fueron separados del cuerpo bace siete meses 



cncipn d^ j(sií^\o^qfi ^ j \qj j?f f\ d^a qp© M ha? 
j>p4i4a .Sídji^r Ror .qjl^? c^í^^ gf }^,^ ^ a^í , jye/i Ip 
,ú)tt¡co que jd.^simes de mi| &f^}fí^f? Mft j^odfí^P 
arrancar de §Ql¡jnan-^Uix ¡¡j^p parece. g)j^. a JUtf 
ipipifjtro^Jes U^nian jr^í*» P^Í:*U?,S.®}^Wg®?)?rr!7r 
J^íaJ aoljm^jnj ti^ epr^pa ^ .m^^tepato; $p.liii)L^|^^^ 

para eso etta'vd. á la mira de tuandp ^9 Jpljs^' 
, «Di^o p^QS^ ^^e .solamente, ^i^s. 1»^ coatestado 
Alaix-Bajá : «apii^o$^ cad.^ upo jtiene ^u .jp^jiaioQ; 
i m% unos pe Ifaman blanco ^ ptrQS 9egrp; á %^ 
dos np ^e le9 pji^ede h^cer. f^aUar,» Yo dq j^^ |Í 
^s soliipanes ^e Dor allá contestarán jas!. 

« Parece .ser ^ Sr. Ib rabí m mi duepo^ que cu^n- 
4<^ ydéi sacudió la zurra á e^a jente, iba ja j^n sa- 
télite francés á decirle á yá, que se estuyiera 
quieto j que no diera un paso ni disparara jan 
tiro^ que todo se compondría buenamente. Vd. 
ha obrado cómo un sabio en adelantarse^ .porque 
lo hecho I hecho se queda y , j que se 1^ aten al 
dedo; y sí vd. hace caso de estos roed¡adoreS| 
saldrá tan lucido como nosotros los cristianos. 
Otro lapidario francés ha venido también ahora 
a tratar de no se que compostura con don Car- 
los. Crea yd. , hermano Ibrahim| que estas idas 
j venidas no me divierten nada ^ j que si el AU 

fíianzor nuestro — ¿A quien llamas el Alman- 

zor nuestro?— Al duqne de la Victoria, señor* 
¿No me dijo vd. que Alm^njMr equivalía í Vtnr 



cedpr l^^JUansor te dije ^ .íjue, qq ^¿noii^or.-rPues 
bien: «crea vd* que si.ej Mdnsor : ouje$^ro. entra 
en los enjuagaes qi:^e anda, arn^ia^do por acá esta 
jen te ^ no será estrado qu^ nos veqjnos porjailá, Y 
por si acaso ) estimari^a guc me diera yfi. las sen^s 
de su jDasa para poderle eacpntrax: ^i Ilesa el ca* 
8o d!e hacer el viaje ,, porque yo estc^j bastante 
comprometidillo con una jente qu9 g(i^sta upQS 
turlianjtes que llaman por acá boinas, ' 

jtMe baa dicbo que por allá tienen vds. unas 
casas que llaman serrallos donde haj muchas mu- 
geres. Y quisiera yo saber c¿mq se componen vds. 
para qu¡e no se alboroten , pojrque aqui tenemos 
también una (1) donde haj unas tres mil y pico 
^aunque estas ni pienso que están con el ^ismo 
fio que las que vas. tienen , ni si lo estuvieran* 
les darían las majores tentaciones , que jo fui ujn 
dia con el amo á verlas , j ^ali ni mas ni meys 
que cuaado iba á hacer egercicios espirituales en 
^1 coro de mi .convento )j y este útro dia se han 
alborotado y ha ai^o menester Dios y ayuda (ayu- 
da quierp decir por acá bayonetas ) para ponex- 
las ep paz. Dicen , que U causa fue porque las 
daban mal tabaco á trabajar. No se si será cierto, 
pero el dia que fuimos el amo y yo buenos ci- 
garros yinM>s^ tan buenos que los podria fumar 



(i) La fábrica de cigarros» 



el mismo Siíltaii i no son asi k» que renden en 
los estnnqnilloSi que jó no sé ti bacen adulterios 
6 qué diablos bacen cbn ellos. 

«También dicen que se casan yds. con mucbas 
mngeres; j esto es lo que me dá mas envidia. No 
por mi I sino porque una que tenemos aqui , que 
es nuestra Reinita Df Isabel II á quien todos 
queremo» mucbo , no encontramos con quien ca- 
sarla. Se babla mucbo de un novio que la qnie» 
rcn dar^ que es el bijo del Sultán Carlos Effen- 
~d¡| 6| como dicen vds. por alU ; que es primo 
carnal sujo. Esto es lo que dicen que están tra- 
tando un tal Ma roto-Bajá y j Elio-Bajá, de acuer- 
do con otros Bajas del partido de los cristianos^ 
j también dicen (aunque ni mi amo ni yo lo cre- 
emos) si entran 6 no entran en este negoció JEs* 
partéro-Ali j Lcon-Alí. Yo pienso que esto es 
sMamente cosa de unos pocos Solimanes que bay 
entre nosotros j que por si j ante si lo están 
arreglando con el Sultán Luis Felipe j el Sul« 
tan Nicolás |. y el Sultán — Tirabeque, tues- 
tas baciendo por llevar un bofetón. ¿Qué modo 
es ese de nombrar los rejes j los generales ? — Se- 
ñor , es por acomodarme al lenguaje egipcio: él 
bien me entiende. 

«Pues sepa vd. , S.r. Ibrabim mi dueño , que 
seria un matrimonio este muy gracioso ; porque 
tendria que bacerse á disgusto de la novia y del 
novio y y de la madre de la novia y del padre 
clfel novio , y de los amigos de la novia y de los 



áíüíügds d^r noTÍ6 ^ ^'A6i ooii' todo nos le '.quieren 
haíéér trágai^i'\ »' '^ ' : • ; - ••'■ '•-' • \ • ' \. 
~ I»Sr. Ibrabim-Bafi^ miiy Sr. mib'yi&i^diieSQ: 
Td. eMraftarí '«neón triarse con ^^ta carta sin te^ 
ner ¿níAo^d^é-éortoc^rm^'...*— Muchacho ^ Tuelves 
a empezar otra ▼éz.^Séftoc ^ ¥0f « Üeeir, al hev- 
mano Ibrabim quien soy. »Pero pongo en cono- 
'cimiénto de vd; como yo soy Fr.' Pele^rin Tira- 
*]>eqilé^ {cristiano por todoi cuatro costados^ y que 
aunque eojo', a liberal de buena intención nadie 
ine gana. Soy el lego de Fr. Genrndió á quien ya 
habrá ^d. oído n(»mbrar , porque el nombre rde m 
amo no solo suena ya basta por tierra >de egicios^ 
sino también debajo de tierra, y sino que lo diga' 
el pozo de las Minas de Uñares que le han pues* 
to por nombre Fr, Gerundio. T yo aunque soy 
iin lego déla religión cristiana, sepa.vd. que tam* 
bien soy persona que hago aire^ pues hay en Se- 
villa uoa fábrica de abanicos de un tal Carvajo, 
que se titula de Fr. Gerundio y Tirabeque^ en 
donde estoy yo pintado con el pie en el aire, y 
está también -pintada la jaula de- los pájaros gor» 
dos y flacos que traje un dia á mi amo , y otros 
gorgoríflicos de artículos mios. Del amo no digo 
nada : desde la otra noche que le llamó S. M. la 
Reina Gobernadora nuestra en el Liceo i y le 
dijo con aquella amabilidad que no tendrán entre 
todas vuestras egipcias juntas, »que tenia muchos 
deseos de conocerle» está mas hueco que un 
Ibrahim qu^ acaba de ganar una batalla* — Pele- 



:gnu. y PcüegEÍn! Cob q^ie. hfi a^í^íq ji^'lx^smáj^ 
de tocar estos puntos ^ porque no no» I9 |ic}i^f> 
xan .á pcesQucim ,(á p^wkT d^ qaf> Ae^ia u^^ ,|>re« 
-ftuncion rfteioDaft:*^ .í»9ta) , j «¿oca JÍ9 mfiur^^ Ui 
áodo de f aiifl«ii?.rr$eQpr9 ^a J9H ^q4o f «tÁ .bien.7-<- 
-Yamosy anda> And»» £i|0|ia. .lagarta ^ q^e j^ ^ 
•tiempo. 

..»Sr. likrabiin vi doeSo; coi^ jesto Uj^ ^^P9 
mf s : reconA&came ?d* por un sf r?í|dor 1 7 ipaa4p 
con franquexa todo lo que guf^e, como ao f^ 
contrario i la lej de Dtps^ J á l|i Constitución de 
1837 1 j á mis amadas ReÍDas; .7 sin ma^ ppr 
boj facubo i yd. basta pon/ers? , j$i gusta^ en ^u* 
gar del turbaojte ^a bumUde capilla. de<— .i>> Pe^^ 



nqprmó tMmwsiKñv. 

¡ • 1 lí lU i 

CAriLtADA iér; ACOStó é" tm 1«*9: 



" ^•'' ^^ •"• • í ^-- -g .- •' 

'Si í^uis aixirit noh ésse 'Simones íios 
éicuiths Simones, anatiumu sii» ' ' 

Sí VI^Qftdi 4ij«»e %wb np *#y; Slmon^í 
tíos lo mismo que tios'dímdnes, le pego 
un rejonaso que le Hago tiriBta¥.háAa él^ 



A Tü TtAiQUETB QB PARA . LIBROS, 
A TQ RÜBRINO QUB DÉ PARA. VOTOS* 



■ La. ylrimero lo^diee ei :tefoá»$ loiseftiédo lo^ 
digo JO Fr. Gerundio ^ ^ne si bo soj. veot refrán^: 
soi^oliaviibre de-muelioB refranes* Y en esto de 
refran/et* de tiot j tias^^ quinera enópáñtrar qaíen 
m^ dijeté por qué rmoa «n Espoilá: las tías han 
der>eatkr ta^ injustaorfBnte- des&rorecida!^ ^ que 
euBnSe i ano le'meieb-.en'la cárcel se Ha' dede* 



cir: »le sopla (fliireii.tiü^li'iite cia^i «pie para signi- 
ficar que «na cosa se nos. Intce taTerostanL-se áMe 
á,ttoa^ •que/iie.lo.euente á su^-tí^i» j por- úlM-, 
mo p que cuando se quiere desechar una p'ropó-*'' 
sícion y i despB^dir malpateetoñtió á Ig" per son a 
que lahace, ^,1^ b«t4e de$;Í4r.i^»á tu tia, jue te 
de para libros*';: o ¿^n m&^sjn^^ jj la^pfttáfien- 
te^ «á íu tia,» Espresion altamente injuriosa á la 
consanguinidad felirenmá ett^iRügündo , tercero j 
cuarto grado de parentesco trasversal ; calumnio^ 
sa ademas jr, temeraria I .puesto. !que supone que 
las tias no-.9Qii.«apaces de .d^r. a. 4U8 sobrinos para 
libros y coma si eMas no pudieran dar para libros ^ 
16 mismo que:'^ttra'eastaftaT^^¿ ipara lo qne mas 
eíi antojo iW.Fftuga. .. ... ^InlíJ'v/. ;. 

Defensor Fr. Gerundio de*lft igualdad de de« 
recboá'^en'foVdoá^ sekbs , como^de la nivelación de 
las cargas del estado ^ acorro "en Virtud de las 
omnímodas facultades de que por su profesiom 
gerundiana sé^bálta revestida y^aplicár ' &1 ^xo de 
\las barbíis'}r"^d^"las votaiéíofiéV" electorales otra 
refrán análogo á las prerpg|itivas varoniles j al 
asunto dominante de la epqcaí diciendo en lugar 
de, «áti^'tiaqne técke' pars: libros,* a t« sotri*. 
no que teude para vbtosj» , o i, ... ., :. (>í c^iI'í 

' Este pensaóniento me l&li»;iflsplrado''im>ri oír» 
tio' Simón i Sjajar^ de botas ^ . levita.. ! en '. lagac tile^ 
chupa j sandaliaft^áteni' mos^ de caSa de fihdia 
con borks negras en. vez .d« ganfote de aceboocon 
puno de, Ib mistmof y el cual/haidado un lesüinoiY 



nio de que tab^. hacer, ta,p b^en tip Símpn ^ eonK>, 
8p]t>re,sali.epte «!^p^n tio,^ fp^e liay hombres á qufe*«t 
nes. c.facli:a eaite, ppmiaatiyo ^.^pa^te{mjLe y áparfe, 
posé cffmp í laf osacioiie^ ^primera» deSum est /uíi 
Ta\^fi^^el,JLSLr^Q$o^fw Ca;&i^^pf|Uiw ^ qufi. Ca^rromPr* 
linq> filyctrinó colqf 6 de ipefe I^^lílipo ,en Sala^ 
manca.it -de quien mi jeYejcencia l\a heqho n^as d^, 
upa Tíiz houoKÍfiqa mei^Qi^. ,. ,,^,, 

. Df^eoso pues c;ate, señpr tip^dp dar,]vpa:prwpr:. 
b&.cp9spicaa y ¡relumbrante :deL pppp^^mo (1) 
qjie.U.dctora , va y cpje^y ¿que'^hafse? ,Tp«a^ .e^. 

*??^K?Í? T ^!^I ^fA9*:r J;d^n :^\ -}í?«t¿n e» la wat 
no 9 el sombrero en la cabeza ^ y una papeieta^ en, 

ej^^bpU^lo,, 4?tfi'?ft ^*^^^^^:*4*4^rl?í^rfí<?«ra^^ 7 
se. Tji muy frescp^fr miento^; qu^i^aci^, , un: ^*lori 
qiff fj^ asaban.los^electprc^s; se va i^ud^ndo, í^í^ma. 
im J¡q\Xo al local, de las yotacioniej» ^^torales^: ,,y. 
3^jep^o.fi)(lpoa^ de i laft. votaciones, ya, ;¿ y! q^é hi^ceí 
dice,,., «^qui estoy yo*» ¿ti que taiae vd.? le p^en. 
gnntá. Jft mes^ (4).^¿Qu¿, traigo^ Yfngp ¿ e<|ur-4, 
jjíilTjiu^. yotps.«Pprniitano8 Y..S.. qu^ le digfJO^ojr. 
qufi,y.,S. no ^s. elector,,— Pero ^/eljpjefe Siji|)p- 
rior Político de la provincia.— Por la «misma.. r%?f 

¿i^^i ¿aat— i^iiMÍéLMi»^i*<iiifl í I I M '^ II-- I jirmí'. 



' {i) o sóbrinagfÑ Esta dicen qué ha sido la pasión da 
laii tiftra»';y lá9 mitins. • ■ >*'•:•;• 

^a) ' Topo rett^Aco^etécto^aí :' miesa poi* |>resid<nte f ¿9^ 
ereV^icü de clbh ..' *^. ...,'■ . < ' . : t. 



2««"^€?,V;-S. éá él Gefé' Sirp^óf-fStífléé' áíf 
. la pi-bvílnWa , y por lá « ^^é ilb* éáí lúi^f iTb* éii 
lad'lHtBs leleétbralés iii liá'tolíb *toF ^úéí^ '1kÁc%Y 
récínmácíoif déP dérédbó<ieWéWfrf>' V. S. ^éflSl- f¿. 
háftttíladé páía dáV¿ii'Vóítt.¿.¥o'a8y iArvlft<r ¿ 
mi 'frótrín'o él Éiiírao; ^. '6. ' ÍBiíPMárfiií'C^ft- 
iholino , bijd cartrapy léj^íftínb ' ¿e^ tóí ""6^ 
-^Muj señora nuestra : ^ííiV. SI j ré'pétíirfói^ W 
tiéttfe-déTyéhVÍI ^tÜt^^éh' ¿ita pi?o^?tf¿laí;-¿BÍf^ so- 
htliío és* eí Míífstt^dé te^ giíbWaJcftn; y^ f ífi^tíír' 
lé tiétoe aqui f Sí^ -'^e le .fe'>«íoá.^:¿a8fíí'^áííiaftP 

t^í^Mino, éhñ'óT tii> i ^sé a&aKí^i^i'^ iip nipá¿ifi&' 




liai^vó1:i)»;¿^^^^'ésb ébíli^aWl3'dé^^¿fefi'^é 
fai^o:dé stí irilii^Biltcm' G<m«16'U})&8^'^c6tití''^a^Í' 

áé ^ sdbVipty «n* ^iei ^8éÍ'ilbtíAoriíá^Sj átfffqbé* 
aTit¿Vés-dé4ika«feA' qtiTséíqtf^¿%áíá'fifesc6'^ 

^Quid videtur vobis 1 ¿ Qué os parece, bobos? 
¿Ha£Í^. maA el t\si SimoiL. JLnjaa pneato^ ibe» £tsSü 
Político ? Si el tío del ministro se llamara Si- 
món , /qué sustaptivo cod;icert|ido le cua^r^rja 
mas? ¿elde Simón tio^ i el de tioiSinio»? ¿Góoib leí 

es^taipia. mejor , ^f^rie.^ <?*íf-»'.ít ^^-iffi^^^ F^^ { í® 
dicho que el tio de Carram«lino es^'natiml fo 



Papá* trigo |. pueblo de la provincia d^ Áiriia ; hó 
sé si le bautizarían ea Papa-natas^ { Fu^ná del 
Itobríuage > á lo '^e obligas ! 



LA FÁBULA DE LA CODORNIZ SENCILLA. 

_ 1 



Preso en estrecbo lazó 
t). Carlos pojMaroto, 
daba quejas al aire 
clamando por Elortio, 
' Y á Montenegro llama (1) ^ 
y en afligido tono , , 

«¡ay iConteDégroí dice ; 
es precisó ir a Élorrio. 

«Sabes que bace algún tiempo 
padezco de bipocoiídrios , 
j pienso que se curen 
con los bafios de Eiorrío, 

-^¿Estáis, señor , demeAtel^ 
Séüor p si no estáis loco , 



(í) Sq ministro de la f oeñra» 

Tomo Til. iS 



• '^'MÜíS «fuiét» en Priat^^ 
no penséis en Elotrío^ 

—El medico en Stimngé 
me aconseja lo propio ; 
Montenegro I está dicho; 
es preciso ir á Elorrio. 

—Señor y lie aquí el dictamen 
del mc^dico D. Zoilo : 

ios baños ya de Elorrío, 

—Que dañen -i aprovechen , 

fo estoy de todo^* modos 

resuelto i trasladarme 

incontinenti ¿ Elorri.o^ 
—Ved, señor, qoe es espuesto.»^ 

*— Mío es el daño todo ; 
' Dispon la marcha al panto. 

— ¿A d¿ii4<^ }& Elorrio?-<-A Etarrío. 
^ -^Mirad , Señor ^ que es punto , 

sobrado peligroso: , 

¿olvidáis que E,s partero 

Ofitá.eerca de Elorriol . 

-— Ést¿ cerca en buen hora ; 

si hay riesgo , yo \n arrostro. ' , 

No quiero mas Oaate. 

—Pues yo no quiero Ehrrifi, 
—Soy el Rey>— yp el yninistro ^ 

y de TOS no respondo 

v^en tmirtadaros íiecib 

os obstináis i EiarríPé 



^Lo mirado. -*No ol)ed^4*<iu 
.A*^¿QuieQ tnsinda aqui?«-Maroto^ 
«^¡Maroto! ¡Y ese perro 
me prohibe ir á Elorriol 

¿Qa¿ es esto , Virgen Santa? 
¡Dios mió; ¿T no estoy loco 1 
¡H¿rrio que ine encandilo! 
Me Toy I me toj á Elorrio*,\»S 

iJSLsLS c¿mo f si estoy preso? 
¡Traidorll Traidores todos. 
¡Oh Dios ! Yo me horripilo I 
Me privan de ir á Elorriol 

Cual codorniz sencilla 
preso en la jaula lloro* 
¡Que horror! ¡Traición horrenda I 
¡Qu^ horror ! ¡ Oh Elorrio, Elcrriúl 

Ven, conde de I^orella^ 
que están jugando al morro 
con su Rey estos hombres i 
ven , j llévame á Elorrio. 

Mas no, yo \vé á buscarte* 
¡Ir á buscarte ! ¿Y c¿mo7 
{Como I si esclavo gimo! 
jOb , si yo fuese á Elorriol 

¡Olíate ! ¡Mansión tétrica ! 
¡Cuanto me cerca es hirridoJ 
iH6rrio que me encaudQo ! 
¡Que me encandilo i Elorriol 

Y mientras asi le tiepeii 

I 



al pobre i). Carlos preío» > 
pliegos van y pliegos vie»c« 
de Maroto a lord Joha-Hay (1) 
que fat entterido cótoo.eaj eso j^ 
ni nadie entiende lo quebay. 

\ Ay I ayl íiyl ' 
; Eslc ?i que es Guirigay I 



Y cuando mas se sosp^ch» 
se va á ha<er la transaoidn , 
va Leon'beclie un león ^ 
j les quema la cosce,ba* ^ . 
Y a^ Ver Us boniesta<iiones 
' «jué ha/ estire León y Elío ^ 
¿Quién sueña ya en transaciones T 

Cristo mío ! 
;Este si que está buen lío / 



Y cuando por la aparienpia 
se sospecbii si Espartero. . 
estará dcrinteligenciíi 
sobre un plan tri^osiKieíonero.^ 



(i) Los señores que poseen el ingléa se tomarán el tra- 
Bafo de leer John-'Hay stgan «nena en espaüol , q«« 
no perdería en eso grail cosa»! '. .: * 



da Maroto Una prcMclama (1) ^ 
en que ec^MÓAo espumarajo ^ . . 
rebelde '«1 Duque le llama ^ 
ínhumaDo^ tQppe j .bajo. ■ ^ '. 
....{'Anda^.^.inajo ! • >;; .. 
¡ Bate -sirque está un boen.aji! 



Qae liaj aja^ jo lo aospeobo ^ 

que hay lio , se deja ver , 
y aunque en mi pobre entender 
todaVia nada bay becho ^ 
6 es Fr. Gerundio un bolonio,* 
6 viene á parar el cuento 
al séptimo sacramento (2) ^ 
' es decir , al matrimonio. 

j San Antonio! 
¡ Esto si ^ue es un demonio ! 



fi) Véase la famosa, furiosa y facciosa proclama Ma« 
votina de a3 de Julio en OroKco. 

^). Sin ^m Ua p ^o j —to»- reatrí m o niw os , p o r - no . d a fa » 
de alterarlo todo, hasta quieren invertir el orden de los 
sacramentos^ pretendiendo que el mntrínionío sea ai>tes 
del 'orden. Yo Fr.' Gerundio , tan cristiano á la antígqii 
como político á la moderna , estoy en que el Tnatrimoni& - 
'vendría muy bien en e^ lugar qnele corresponde por §tL 
tuvno : t$ decir , después 4^1 orden» " -^ 



De.flfktoaajos ^ de estos li«s ^ 

monsergas j trapisondas ^ - 

aunque son cosas mnj hoñdM 
para los cálculos mios.^ 
pienso que saldrá , saldrá,..,, 
saldtá.,.. cualquier pamplinada i 
i acaso no saldrá nada: 
eUo sino lo dirá,,., . 

«/ / ajr ! ajr! mutiU 
. $hqpiUn0omi (i) • 



O) El «igTiifipAao de fste final cíe una canción , popn^ 
IViMma en Madna, regularmente no le enteuiierán %» 






i |i* 'i'g' j 



CAPILLADA 168. ' AGOSTO 9 DE i839i 



Fr. GERUJVDIÓ. 



Si quh dixerii guod dum /fumen som 
I9a#| agua/n non iievat, ar^athema 4i$n 

Si alguno dijere qne cqando el río tac-^ 
na agna no lleva , le chapvso hasta q«4 
,44 U última boqueada. 

CONC. 6. G^RUNP* 



S^QUENTIJ $ANCTM TRANSACTIOWS 
S^CüNDUlí MEMORIAIEM. 



Ghriñ tihif Domine. — ^Esoei, borrego ;. ^&r/4 
tiUp Domine, ¿Te te fignra que estás ajju4¿iiudo á 
]iilta?«-Sei^or| como empexuba vd« asi i manera 
de evangel¡Q...«-^H^ verdad ; ¿pero ha^ pido tu 
acaso algua evangelista que se llame Memorión-^ 
Ko Mftor I pero la it^aeia par«c¡iMa« que indi- 



fNiba co9a ieráMtf lÁ>iiio^eI otfo dia me tir¿ 
Tcl. una vinagera á la eabeza porque tardrf éii Yés- 
|(<mfeií*(7 ley peiprK^cieA que fu^la, del agn^sr) por 
estar entretenido en ver pasar un faccioso del 
altar mayor para la sacristía | no quería que'alio- 
ra me^iicáfa. y4.. acaso ^ la salvadera t>or otro *• 
tant^y|íor eso resporfdj^ ¡ucgp.--^¿T mi^&>e^so 
dices que viste pasar? Ándate coi^ tiento en esas 
calificaciones , y ffiira^ 4íleír'*hr- que dices , pues 
aunque no designas persona , el que ps^só del al* 
^ar á la sa cr istía no pudo s er otro mas que el 
sacrivtMi'.v^MNb seftor y. tíú >fu¿ el sacristán | que 
fiíe ' üri* ráíonl— ¡Horntré ! ¿y í un ratón le Hac- 
inas fac^ios^p? — Si senor.y porque lo mismo son los 
&CCÍ080Í .que I03 fatones de iglesia ; unos y otros 
se refugian al filtar| y á su sombra hacen los ro« 
bol j aemaá diabluras. -^Amigo ^ no puedo negar 
que tienes la imaginación mas ratonera que be 
^onocido-^Tcngola ^ gracias á Dios , mi amo* 

"* Y* dígame | aunque- pferdone. ¿Qui¿n • es eéa 
señora seef^ei^oia .que,^q<}f^ en iodo/slq^ evange- 
lios? — ¿Qué señora , ni que calabaza? Sequentia 
8Ígnifi(!a Iq que sigue de-^v^ -evangelio ya empeza- 
do ; y asi observarás que cuando se ^mpie^a , se 
dice Inítiüm saneti ev<in^eHi\ esto és/ fñrin'clpio 
del santo' evangelio ; y citando es covitintiacioD^ 
ñec\mí3t% 'seqmntia ^ esto es «k> que sigue' do' ^i^i^- 
por eso observando la misma regla , y eti aten- 
^ion á'qW ya otro dia nos hemos ocupado de la 
sanctq/iYUnHiO€ÍQUj, h;^bi¿n'dp de hablar b^y «t eü» 



oira r «E| he di^^W '5«fttei?rm sañcim trausationis Mm 
^undf^m Memoí^cAem , «oontinuácíon deja santa 
tnMioa¿ÍQo^ segiio el Memorial ^* de Bárdeos 6 d^ 
\in Pirineos y que ambo» hablan y se ^ ocupan de 
ella. La cual por mi parte, si bíeú estoj per*« 
sqadido a qne s^ trata de hacerla de alj^un modo^ 
ne puedo creer que sea sobre las bases qne en 
pQO j otro periódico se y en consignadas. ¿A tí 
quí! te parece?r-Se6or/ á mi m^ parece ijue c^a4t 
do el río suena , agua Ueya i y que Dios me. Ubre 
de quje empiece el run<rjup , y el ruge- ruge do 
uua .cosa, y que boipbTe prevenid^ yale por d.oS|, 
j. quev ipas yale un .por si acasQ- que cien quiéi^ 
penséfif' f J que fin la confianza, está el peligro , y. 
digan lo que quieran los autores con t^m pora ueos^ 
tf^9í$ vale pepar per carta de ii(ias .que por carta 
4e menos ; que la precaución DJQS la amó ^ y á. 
los descuidados no les favorece la Jej 5 y asi 
tengo para mi que será buenp estar alerta : y 
nosotrps los periodistas debíamos estar avisando-^ 
nos : ponti^namente unps á otros , y diciendonos^ 
«centinela, {^lerta** .Forque no consistfe en la tran* 
sac^ion , señor, ^i^o en la secuencia, . , 

A|i>y bien Uie parcpe , Pelegrin, tu sistema de. 
yigilapcia por lo que pueda ocurrir; y esta vU. 
gilancia debemos dirigirla principalmente á no dar 
Ingftj' á.quie tomen los efttrangeros de su cuenta 
<l arreglo de nuestras negocios , porque en ese 
caso cuando queramos arreglarlo^, por nosotrips 
misBods JA no : podcemos, Y^ pt«{ei^ir¡a en .tai 



Mto una compoaieíoa acá inNr n^i. Eio d«l nuiJ 
ti^ímoaio..... Té iba a preguntar qa¿ te pareéis^ 
pero ja me acnerdt) que ha» ÍDaDíf6fitado no ser 
de tu alta aprobaeíon. — £b cfu^ hay^otra eosa, 
acüor ; ' que el hijo niayor ¿0 D. garlos | ¿ mas 
de ser hijo de D« Carlos (que ya oiito era baft« 
tante mérito ello en si} me* han dicho que es 
«u Borbon sin r ^ esto es | un ¿o¿0A ¿ medio l^o^ 
medio pasmado ^ ó pasmado entero ^ una cosa asi. 
■üi^Esa di&eoltad e&tá zanjada) y teniendo presen- 
te los casamenteros esa consideraéion | y la'ma^ 
eba diferencia de su edad á la de nuestra Ret« 
Jiita y parece que trataban- de que el enlace facse 
ct)n el segundo.— Y del primero ¿ que' piensan 
hacer, settot?— Al primogénito se piensa meterle 
por de desecho eñ la igie&ia y hacerle cardeoaL 
•í— ¿De un golpe , señor? Es to qué deben bacer^ 
y á su padre hacerle otro cardenal de otro golpe. 
, Es que no lo tomes á broma, TirabequCí que 
ese es el pensamiento: puesto que su cabcia no 
ha salido k proposito, para la coróína real, se (rata 
de ponerle el bonete colorado.-^Señor , jo tam* 
bien le digo á vd. fuera de brema que me alegra* 
ra verle vestido de cardenal. — ¿No te parece que 
le estarian bien él capelo y la birreta?— Grandie» 
mente , señor \ yo nó le codokco , pero debe*« 
ría estar buen mozo el cardenal Borbon sin p^^-m* 
Pues verás ahora la s^cuenda, como tu dices^ 
del 'matriuiouiu* 

lleeho el ealuce ; eomo <|ae toda habis ds ae^ 



^^|>tt9t sipartifi *%e ponibraLii ooa especie d« 
comisión ^ consejo o rejencia compuesta de sei« 
^njetusy tres carlistas j tres cibtii>os i, según la 
]base cpqrta de) prójeQto del Memoiial. de los 
I-irinéos, Estos dice que serian por parte, de los 
carlistas el infante D, Sebastian, el.general Eguía 
y el, P. Qrilo; j por parte de ios cristinos , el 
duque de. Frias ^ el conde de Qíalia i y el duque 
deja /Victoria. Este me parece á mi un pensa* 
znjento feliz para eoucluix luego y de una vez la 
gperra, y ^ver qué partido quedaba definitivas^ 
niente yepcedor. ¿Qué te parece, Pelegriu? — Sé- 
nior | ¿. ,mi no me parece muy apropósito que 
digaiQQS^^Es porqiie tu ojo político no alcanza 
Á los ful^uros continjeutes. Verás qué sencillo^ 
l^pmbre I .vc^rás. Y^rás quo.^e<rue/tcjía tau favorable 
j. taA.sat^actoria para nosotros. 

Com9> que desde luego enipezarian á. chocarse 
ipjt^res^s virreconciliables de partidos, babria ne^ 
cesa^riaiBente divergencia en. los acuerdos; ¿ la 
4ivejgenc¡a . segujrian las dispi^fas; alas dispu-, 
tjis i^f; seguiria el acaloramicuio ; al acaloramiento 
la ofensa personal 5 á la ofensa personal el reto 
6 dcs¿^fioj , y tepdrias renovado entre los seis 
representantes de los dos partidos el combate de 
los tres Horacios y los tres Curiacios ^, que puso 
término á la 'famosa guexra entré* Albanos y Ko- 
nianps , que de otro modo bubiera sido eterna 
CQiQo Ijieya trasoís de ser la nuestra. 
• . U.^Sa.dc» este caso , yestiriu el duque de Fría 



ia ttni?ofrbe de coracero , aqaél con que fe pre* 
«entafafa algunas Teces á la Kelna cuando era nií« 
bistre interino de la guerra , j empuñando una 
«spada como la que viste sacar á Lombía en \a 

Pata d^ Cubra. en fin ^ échate tu á discurrir 

lo que servirían para él un fraile, que nunca 
manejó el acero , un general sin manos ^ y ud 
principe. ... bah ^ el príncipe seria el que br diera 
algo ipie hacer , pero cuéntale también con los 
muertos. Tirabeque, este- plan de transacción 
debe ser de cabezas de mucho meollo \ To no 
Labrías calculado estas secuencias de la santa tran- 
áaccioQ !-^Senor y la verdad., parecíame que todo 
eso era una pura brotad, — Te lo aparecerá á tí, 
porque no eres diplomático, ■. .. 

Y dígame vd. señor, ¿no hay otra transacion 
que llaman sin menoscabo l-^'E&a es lá que ha. 
dado el vulgo en la aprehensión de creer que 
realmente se está tratandp entre nuestros 'genéra- 
les y los generales carlistas. Llaman sin' menos» 
cabo j porque suponen que se hará sin menoscabo 
de la dinastía y de las instituciones^ la cual podría 
consistir en cesión de fueros, reconocimiento de 
grados en los gefes enemigos y otras casas asi. 
Pero ¿crees' tu, sii|iplote^ crees tu que ni nues- 
tros generales, ni menos el duque de la Victoria, 
teniendo como tienen en su m^no vencer glorio- 
samente á los enemigos, y darnos una paz, dura- 
dera y estable , crees tu, pobre -hombre, qué ha- • 
biiiu de paW.por labnmiUafiion y el bochoriio df 



ieeit: no podemos mas, pueden tanto co»mo noso« 
tros? ¿Te puedes tu persuadir | ignorante j men- 
tecato que eres^ qne el conde de Lucbana^ duque 
de la Victoria , Grande de España de primera 
clase ^c. ^c. Sfo. ^c. había de firmar una transac* 
cion con D. Rafael Itlaroto? ¿Puedes tii conce- 
bir , lego incapaz.....— Señor y jo el lego incapaa^ 
y siolploté , y ^mertiecato , y pobre hombre , y^ 
tonto i y lo que vd. quiera , no concibo mus sino 
qne se está quieto y calla , y que si no hay nada 
de lo que se ruge , debiera sacar ¿ 1^ pación del 
cuidado y la alarma en que la tiene el rúm-nin, 
que ni él ni nosotrof ganamos nada con eso* NO| 
ese silencio no me gusta,'» 

¡Aprensiones de un lego que no entiende ni 
de guerra y ni de diplomacia! Como si no supiera 
el ilustre Duque por que calla y por qué se ^stá 
quieto! Yo apuesto una oreja á que esta aguar* 
djmdo la s,uya para dar el golpe ^ 



mA99^ 



®abttneto0 g tonitB^ 



l^or svs préñelas al hombrt ettíinémdá^ 
no tan solo por conde 6 marqnét. 



Y s\n6 , ejeniplo ni c&nto. En la capillada 161 
inserta mi I^at<;rn¡dad una carta en dialefcto ga-« 
llego, en que entre otras cosas acbacaba el car^' 
tísta á los taberneros de la Coruña , Barreiro f el 
Asturiano , falta de legalidad en la medición del 
▼¡no , 6 lo que es lo misino , defraudación en la 
medida. En el congreso de diputados acus6 so- 
Jemnemenle el general* Seoane «/ conde de Toreno 
de defraudador y dilapidador de los caudales pu* 
])licos. A primera vista parece que nada tiene que 
yer la carta de Mingos Marino con la acüsactoa 
del general Seoane ^ m el asturiano tabernero con 
el asturiano condCé Pero i. segunda vista tendrá 
mucho. 



•' 'El aÉturítinó tahmtrop j la misind In ewo^ 
profesor Barre'iro , tan Inego cOibo lleg¿ á su no«^i 
ticia la imputación quo se les liacia en dicba 
carta y berida vivamente su susceptibilidad taber- 
nacularia, se ban dirigido á mi Paternidad como 
ciudadanos pundonorosos, manifestando lo infun-^ 
¿idamente que el acusador Mingos ha tratado doi 
vulnerar su reputación y la buena fama de sus 
acreditados establecimientos , puesto que ahora 
y siempre los ban dirigido j administrado con 
la mas pura legalidad, correspondiendo digna- 
mente ¿ la confianza de sus comitentes 6 parro- 
qoianoS| con quienes lo acreditarán en forma , sí 
necesario fuere. 

El asturiana conde ba oido la acusación del 
diputado Seoane con \a impasibilidad de quien 6 
neja pónoció nunca ., ó .se pasó la mano por la 
cara i J la perdió para nunca mas morir : y no ba^ 
resoljsfedo , ni chistado ^ abierto la boca , ni toma» 
io la plojna para vindicarse de la imputación* 

El tabernero no es conde | el conde no es 
tabernero. Pero el conde esconde la cara : el ta- 
bernero no la esconde. £1 tabernero quiere acre* 
ditar que no es defraudador: al conde no le im- 
porta pasar por defraudador. EL tabernero ba 
obrado como un conde : el conde se porta como 
un tabernero. Sin embargo , del pundonoroso ta- 
bernero asturiano nadie se acordará en Asturias: 
al conde asturiano le ban dado ja en primer es-^ 
crótinio cuatro mil votos para diputado por As« 



tumi. El taB«rn«ro aatoriano egerce honradas 
iDCDte su oficio en la Coruña , y vive con econo«' 
míaí el conde asturiano se pasea por París , if 
triuiÉa y gasta don escandalosa esplendidez. Perd 
el cof^de volverá á Kspaña $ se sentará en el con* 
greso ^é España : dará leyes á España ; impone 
drá contribuciones á los taberneros de España^ 
las pagarán los taberneros de Espaiía , y el conde 
se volveri á gastarlas fuet-a de España ; y á esto* 
los llaraai:^ Grandes de. Espaila } y dirán qne lot 
diputados son la pre¿ die la EspaSa. Ellos hácení 
bien en burlarse de la España. 

Yicc-Tersas de España : faáber buido la deli- 
cadeza de los soberbios palacios de algunos pr¿<^ 
eeres p y encontrarse cobijáds en las humildes 
tieadas de los taberneros ! Entre Bafreíro y To^ 
reno , para el bombre honrado f nú es^ dificil ím 
«lección. 

- ' Por sus prendas al hombre estiitíéíofo^ , 
no tan solo por conde 6 marquéis. 



miKSm* 



Ó. 3*11011 Tontinez. 



' Cada «no de los liombrés tSoile la injty y 
D. Juan Tontinez teoia la de ser diputado* Ha« 
Uo de inelinactoned. Ea tal grado le domiDaba^ 
que yo Fr* Gerundio ^ ant¡<^ fatalista eomo boJ| 
cada \et que veia al amigo Tontine^^ c^A crei% 
en el sistema de las inclinaciones irresistibles* AU 
gunas veces se me lia figurado divisar impresa ea 
stt frente la fuerza del sino ; y ¿ la manera que 
es aprensión general de los muchachos que en el 
dorso de los grillos ^ y en la corteza qne forma 
el lustre de sus alas se ve una /{, que dicen sig* 
niñear que es el Rey de las sabandijas \ asi i mi 
Fr« Gerundio me ha parecido divisar en el ángu- 
lo facial de D, Juan Tontinez una D formada 
por las venas salientes ^ la cual debe significar 
que está en la sangre de sos venas la pasión de 
Tomo Tti* 18 



ser Diputado. Observación que a posto re i qve nm 
se encuentra en las craneoscopias de Gall ni en 
el Ensayo de la Fisiognomía de Lavater. 

Nunca habia sido diputado j abora adopta 
por lema de su. plan de campa.aa electoral el 
principio de: A- TODA COSTA: el cual le infun- 
día tanta confia{iza| oftfl|0 |)udo iuf«fidir ^«mpe- 
rador'Coftstantintj el ÍN HOe SIGNO' VtNCES 
eon que Dios fe aseguró el e'xito de las batAllas. 
Y asi como el primer emperador cristiano bizo ins« 
eribir en todas las banderas de su ejercito el sig« 
no del Lábarum , asi D. Juan Tontinez consiga 
naba en todas sus misivas á los amigos el lema de 
á toda costa. Su primer pensamiento fue inventar 

€Íato ó dej las empresas^ poitiiffas .. iiel . Saavedf»', ci^ft 
^uimo d<: bafeeit iibrir iioa;Iámijia.én,la.'táÍ!binca<*dt 
¿raba^lee de ln calle dlQ.iJVl^tfüderitits , .o bien ea 
ila.de !Gaf)gpiti,én;Í£i callé de ¡Atocha . (ealo^ áéehk 
«qae le érti"igii«l)e|»9ir¿t.adoptái;l€Í por timbre ¿n id 
ipikp«l de cartas. Seco leretrajo el. coate deiaobr^^. 
^ «e limiL¿ á iiubrajar en ' las epie tolas. 'j.-á'^po* 
iteren letia i;íias abultada eLÁ toda cosia de su 
empresa política ^ para llamar la. .atención hacia el 
l^suBÍeoto doipinante» AUí estaba el e/i/a»> qu» 
dicen los i^fSrieos. : . > r ; • •,,:.. 

- Por supuesto que fué délos .prJúserOs i dar 
sar alocución á los electores, en que. se m'ostraba 
candidiito I y sej compiometia eispontáneamauAte i 
h^c9t la feli;idAd^;^e/ pait^ Mirodd^ tirar unes scit 



batallones dtf ^emplaj-es ; es decár ^ .tinoh i «eís filitl;: 
q-ue deducidas las bajas de hpsf^iiales, esto es, los 
pliegos quebrados y los q\ie \e cebaron. á perder' 
Iqs 'pjrensistas , quedaba una fíierza efectiva de; 
cinco mil ochocientos y pico de proclamas ^ sin 
contal^ la caballeria , como dice el amante soir* 
prendido de la comedia de Las citasv Todas las. 
<3irculó'en tres correoS| j eacusado es decir qm no* 
S€ le pasarla envi-iir nn. par- de ejemplares.^á ,Fiaj. 
Gerundio para que tobicra.^U bondad de^. r^or».. 
metidarla al público. - EL-impoi-te de iin.p)H)SÍon n^t 
dejé: -de levantarle roneba , pero comí» él dectay; 
•«staiB^^ cosfis no se bacen sui. sacrificios,; y sobr^. 
todo para coger es. menester sembrar.» ,T>anto. 
senibr^iba' que ya la casa se iba quedando sin ,ua 
grano, y mientras los electores comian y. .bebían 
i cuenta de la candidatura de D. Juan TQi|tin.e2^ 
la familia de D. Juan Tontinez^ que. ya en 
tiempos normales no vio pasaba con mucho 
desahogo, iba estrechando tanto las distancias, 
que si durara mucho la iucba electoral , m# 
tomo que sncúmbiera de esteauacion. Fieles inter*^. 
pretes del á toda costa Iqs agentes electoral.es d%: 
D. J-uan Tontinez , ieibañ dejando sin quilo .con 
con muchsl destreza y suavidad* 

Quiso Dios que dieran principio las votaciones' 
y que mi D. Juan empezara á coger cada. correo cL, 
fruto de sus desembolsos i j la cosecha iid^Ju se-*, 
raentei^a. Reoibia la correspondencia y la .abría > /, 
t<mui]ido. la .pluma, iba samando los ;Bu£rqigii)s quo 



í 

srl9S=9 

hiibik -tenido en cada colegio ^ lo9 comparaba con 
los de cada candida to, sumabaí restaba^ multiplica* 
ba I y dividia ; j en esta aritmética electoral se 
le pasaban las horas muertas. Si entraba alguno jr^ 
le preguntaba | «¿c¿mo Ta , Sr D» Juan'?» ces-r 
pondia ; «no vamos mal: en este colegio tengo 
doscientos quince: en este noventa j ocho ; de es- 
te otrd^no hay noticia mas que ie la votacioa del 
primer diu ; pero tube dici y nueve. Coteje vd* 
ahora los que ha tenido este otro candidato^ que es 
eiqüe iHaB^.^'^Pero si ahora no le preguntaba á yAx^ 
por el resultado de las votaciones, señor D. Joan^ 
sino por el estado de su salud. — Há| estoy paara servir, 
á vd. La descoufíanxa la tengo en estosdos distritos: 
aquí han trabajado mucho los contrarios.-— ¿Y la 
señora c¿mo está?-^Está buena* Yo acabo ahora de 
hacer mi primer eserutinio; si quiere vd. entrete- 
nerse en hacer el suyo.... — ¿Pero de que , don 
Juan? ¿Me habla vd. de la señora? — No, hombre, 
no: de los votos de estos primeros dias: ¿ ver si 
acaso -me he equivocado yo.— ¿C¿mo es posible qne 
vd. se baya equivocado? Vaya , yo le dejo á vd^ 
cfh su ocupación. A Dios | señor D« Juan. 

Volvía mi D/ Juan Tontinez á su tarea con tan- 
to entusiasmo y tanto afán j quC para el no había 
horas de comer ni de dormir : era un camaleón 
electoral qu^ se alimentaba de votos. Cada correo 
le prnducia á él quinientas ó seiscientas opeíraciii- 
nes matemáticas; formaba sus estados generales jj 
parciales^ en cuyas casillas incluía con toda especia 



ficacáoiii(if ccñegfosi 2? candidatos; ¿sta dividida e¿ 
dop > P^^^ moderados j progresistas: 3? electores 
que tomate^ parte: Í-? número de sufragios: 5^ dia 
primero. 6* día segundo , j asi hasta ia casilla 
9?: iOf total de cada uno. No cabiéndole» el- estado 
en un pliego senciijó , pegaba otro con obleas j 
continuaba sn operación. £q esto solía preguntar*' 
le su señora: «Juan , ¿qué hora 'tenemos? --Tres 
inil j veinte, respondía él^: peco, aun faltan. « Te 
pregunto por la hora ^ hombre. «-*Há , la hora : la 
llora no la sé: se me olvida daricuerda. 

Últimamente l^izo su resumen general de ro^ 
tos f del cual result¿ haber reunido tres mil qutfr 
nientos doce^ la mitad mas dos del total de elec<* 
tores de la provincia que habían tomado parte en 
la votación. De consiguiente según las noticias. con«- 
testes de t<>dos sus correspon^les , D. Juan Ton- 
tinez era definitivamente diputado. Un terriblt 
puñetazo que un movimiento natural de alegría 
le hizo sacudir sobre la mesa de sus operasciones^ 
acompañado de un agudo grito que resonó por 
todos los ángulos j techos de la ca^a ^ alarmó á 
la familia que acudió presurosa j asustada con el 
temor de aJgana novedad. «Esposa.... hijos mios... 
tres mil quinientos doce.... ja sois felices j La 
mitad mas dos.» Y abrazando alternativamente í 
unos j otros ^ «tres mil quinientos doce !» re* 
petia. 

Los niños y incapaces todavía de penetrar la 
causa de tan inusitadas demostracioDe4| mirabaii de 



Tíg&tense rds, qáé traga para D* Juan Tóír<* 
linez. Su primer impulso fue ateútar á'su exÍ5«< 
teucia I pero felizmente se pudo evitar, Abora 
le la apoderado de él upa melancolia que hace 
temer por su vidai j j no se le oye mas esclama-, 
don que f ¡aj mis sacrificios!» 

Este es un cuento que no tiene de cuento snatf 
<giie el nombre del protagonista. 



>( l— 



V0TE3XO TRIMESTHE. 



CAPILLADA 16», AGOSTO 13 DE 1839i 



Fr. gerundio. 



Si 'guis dixérit Tirabeguem non 
posse jactan de eo guoJ quosdam 
honores triwnphi priusquam Dux 
Victorim receperitf anathema $iu 

SI al^no dijere que Tirabeque no 
puede jactarse de haber recibido cíer* 
tos bonores de triunfa antes que el 
Duque de la Victoria , le divido 1« 
cabeza del tronco como quien divida 
vn nabo» 

CoNC. 6. Geründ* 



Xia espada de honor. 



En ningún tiempo , y fíenos en los de rero^ 
lacion f pnede nadie decir : «de esta agua no be« 
beré»; porque qnien menos se piensa revuelve 
las aguas j quien fíenos se piensa las bebe. E»» 



lo inpuesto/ nadie deberá estraSar que Tirabe-" 
que haya sido el priínero á recoger los trofeos 
de la toma de Ramah'» j Guiirdamino. A^i se- 
les viene á algunas criaturas la fortuna rodada;, 
asi se les mete Dios en casa á los mas tontos; 
asi se aparee^ la madr«.de Dios á los legos^ Ti- 
rabsquey pues^ ba tenido la alta honra de ¿mpu- 
Sar antes que el Duque de la Victoria la espada 
de honor que la provincia de Santander regala al 
vencedor de Ramales y Guardamino^ al que li- 
bertó al suelo cántabra de la plaga facciosa que 
tanto tiempo llevaba talándole y destrujéiidole. 
Esta espada y alegórico signo de la gratitud, 
trabajada en la gran fábrica- platería de Marti* 
nez de esta corte y estaba ja depositada en su 
iiriiai ni mas ni meno"^ que el voto del tic Simón 
Rejas ; coa la diferencia de ser este un voto de 
bastante mas peso que el del tto Simón ; y á ma- 
nera de cadáver que va á ser conducido al cam- 
po santo encerrado en mortuoria caja de las de 
la fábrica de ta calle del Gato, asi estaba ja en- 
cajonado este cuerpo mortífero para ser condu- 
cido al campo de la gloria i i Arourrio , o doade 
se halle, Pero era preciso que lo/ viera an^tes mi 
Paternidad muj Reveueuda^ Yp accedí á la hon- 
rosa invitación que para ello se me biza j Heve 
eonmígo.á mi siempre pedisequo Tirabeque. 

Ya el esterior de la caja , en medio de. ser de 
un sencillo ^^aunque elegante embutido , empezó 
i admirar i mi buea F^le^rto^ que lajd. eutu-^ 



tiasmado en-uoa Iicrtuosa tarjsfta de plata delica- 
damente pul i mentada. I el rotólo sígnieote: «¿41 
provincia de Sanfander al Exémo. Sr. Duque d9 
la Victoria en 1839.» Señor, me decía, por fuer- 
za debe ser cosa buena esta espada , porque co- 
mo dijo el otro , «por las cajas se conocen las 
espadas.» — Eso , le conteste, creo que no ío ba-- 
brá dicbo el otro , sino tú ; al iQcíios ja que el 
pensamiento no sea nuevo 9 lo es la frase. Y lo 
que es la espada , abora lo verás. 

Abrióse la caja j se ofreció i nnestros ojos 
el digno obsequio dedicado al no menos digno 
Genetal.— rSeñor , señor ! (fué la primera escla** 
macion de Tirabeque) la espada del bermano BúU 
domero tiene dos vainaSv—Asi parece, Pelegrin: 
supongo que una será para )a gueria j otra para 
la cortc.^— Asi es en efecto, nos dijo nuestro CicC'» 
roñe: por eso la una es blanca y la otra negra.— 
¿Y que' significa eso, señor? — ¿No lo ojes , bom-. 
bre? Que es una para campaña y otra para cor- 
te. — ¿Y no significa mas, señor? — ¿Qué mas . ba 
de significar , impertinente? Y no te parezca que 
es cosa nueva el uso de las espadas de corte ó de 
ceremonia I pues según nos cuenta Mr. Velly, ya 
en tiempo de Carlos Vil usaban los franceses dos 
clases de espadas , unas de guerra ó de campaña, 
y otras puramente de gala ó de ceremonia para 
los días de corte* Con mas que ésta tiene la ven-' 
taja de poder hacer ella sola los dos servicios sio 
juas que mudarla la vajDa¿ 



Mi reverencia le toono la libertad, Inen qne 
no sin el previo permiso del encargado de su 
custodia y de tomarla en la mano para observar 
de cerca el mérito artístico de su delicado traba- 
jo. En la boja (que es de las^ mejores de Toledo) 
ie lee grabado en un frente : «Xa. :provincia de 
Santander al general Espartero:» . j en el otro; 
UtVencedQr de Ramales y Guardf^mino en 1839.« 
Fero nada de esto llamaba la atención de Tira* 
beque , que embelesado en .la. contemplación del 
puño de oro ^ asi apartiuria> de^ el los ojos coma 
dejarse arrancar los dientes. «Señor , me dccia^ 
todas estas antigüedades .que se ven aqui p¡nta«^ 
das serán gorgoriflicos.— Te bas lucido , bombre; 
no bas podido mentir mas en menos palabras* 
Porque ni son antigüedades ^ sino alegorías de la 
¿poca ; ni están pintados , sino en bajo rem- 
ueve ; ni se llaman gorgoríflicos , sino gerogli- 
fieos. 

Tís^e relieve que ves aqui ien el anverso re- 
presenta los trofeos militares del dia ^ el casco, 
la coraza , las cbarreteras , este sol del centro, 
la cruz de S. Fernando, circundada de laureles; 
todos signos del arte de la guerra. Esta corona 
que se ve en el reverso también en bajo relieve 
supongo que representará la corona mural cor-, 
respondiente a los vencedores de castillos j ciu^ 
dades.— Asi es como Ytra. Paternidad lo dice, 
respondió el profesor. 

yamos , le dije á Tirabeque } aqui tienes ua 



hatn gavilán, hombre^ ¿Q^^ es eso? ¿Td msQstaaT 
*— ^enor^ con.aves de rapiña no q.uiero chanzas, 
^No estás tu mal ave de rapiña. ¿Ve^ este vas- 
tago de roble enlatado cou su propia rama? — Se- 
ñor ) ahí será' donde tenga su nido el gavilán^ 
que i los gavilanes les gusta mucho anidar . em 
Ips robles. <ide los montes. — Álli parece que te 
has criado tu según las entendeder^is 'que descu** 
bresb Gavilanf'S^ Uaina esta parte de la, guarnición' 
de la espada que »irv;e para defender la mano-^diQi 
los golpes del contrario > y eíi e'sta. el gavilán^ j, 
la cruz catán JTormadoa-de^isste vastago ..de ri^bWi 
que ves > de oro.;f>or i su puesto, como todo eLpur^ 
ñoy pero que in^ pe;:fecta|nenie eV roble n;vtu- 
ral y 7 que entrelbeáadose con fw -propia rama > re-' 
présenla en alegoría el valor y, las virtudes cívi« 
cas.H— Señor ^ aqui hay un castillo ) este si que no. 
necesito yo de ks esplica<2Íoues de vd. para cono-, 
ccr que es el de Guardamino ; y este barco que 
se ve amarrado á él con una cadena^ llevíme! cl- 
diablo si no es aquella Coqueta francesa que an«: 
daba cruzando por las aguas de Ramales j Guar-: 
damii^o ; si ya no es alguna lancha pescadora que 
vaya a pescar sardinas á la Cucva| 6 al fuerte deL 
Morro o por allí en aquello.». — ¡Soberano señorr 
sacramentado^ y que modo de desatinar tieueS| 
Pelegrin ! Amigo^ dispense vd. á e$t6.badulaque|. 
y dispénseme á mi también mi imprudencia en ha*, 
berle traído aqui. •: J 

• ¿Te parece^ necio y mas qne uecié^ que Guarní 



3^Hnmo'«» áTgiiñ' pti«rto deniar? ¿Puw no te 
dtiele el almai de saber qoe ac^ueUa es una cordi- 
llera de elevados cerros y de los mas altos del 
pats7— Señor j en lo u ees ese castillo j ese Larco 
^. de dónde' son ?— -Supongo, le dije.', que. serán 
las arm^s de ^Santandcr.^^En efecio, dijo el her<« 
mano artisfttt': esa és lo que represen ta-n/^^Seftcry- 
81 me diera vd. lícenCfia para coger lá espada ea 
la mano. V..— No' á mí, sino á este caballero es á 
(fúÁert debes pediTseU'; si bieif eso 410 deja de ser 
y^ iRl atrevibiienrta de tu. parte que me abocbor* 
»?i i mt.^No feajf iiwonvenpiníte, dijo el aímigoy 
ert 4)lürg*jrlé- e«« '^tiéto al berfUPno Pelegrin.^ 
¿;-Por dónde V«'»sá-fi>Mtfá;'lá',trttW? Por el pomo 
se CQJe.— ¿ Cómo ^'^eüor '^ PW t&l' pomo este qne 
esta^ol^re la m^sú 1 ¿Y- qu¿ tiene que ver el po- 
mo v^n ia espada "? El pomp aquí e^tá ^ per^ la 
esfada tío se viene con el. 

•"•■;Y es que creyó' el' simplote que jel pomo que 
yo te^decia ejra un pon^o ó Frasquito que Imbia 
»obre la mesa que qui^a coiitendria el ácido ni" 
trieo y muri&tico.que dicen < iobra la disolueioa 
ée^oro. Ya quede bizc «d tender que el pomo 
eíniel pm^y ib^.'B tomarle muy fresco con la 
maño des4nida:¿--¿Qi»e va* á hacer , profano? 
¿^Quieíes ¡quedar impuro ?— ^enor , quien queda* 
rj^~im pura sería la espada y si aqaso me suda 1¿l 
mano y que:¿o '^jfOi^Toma este paño limpio^ ín<- 
felít , y no toques el áureo ponni^ sino quiere* 
fieoosítar deiárraict^ abluciones qu9 se^ua eL Le- 



ví^^ <|^«;:^c^a lo que U ::Iey.,i]o permttia * los 

T.Omóla Tirabeq-iKe), y/iompezé á bLaátlrrla con 
un AifS'. á^ ..máreiniidad • qne á mas dé ¿ejoriioi 
/»orpf)eiMl}do8 | noé híso >temor ^q fuesen nuestras 
QTfiy^^i^ nuestras narices las primerns á* probar 
jelí.biifn t^^mple de su üoja.: ])lírábánle no -m^uoiC 
^a1)iv«;ogido8 los oiiicial^de la íábrkiuyy do' so 
4»'0 otaban 'Seguros de dlg[4in;hiaiidobk d^'a^el pa^ 
jra '^los.' buevo j^ e¿trano^ adalid. «-^.« Seño tés, dijo 
«ODalta.e irapoimnJte. voz;) tengo «nteadido,: qu$r 
jtftxfiuifsdafDenle ipor.aqui.no hay ningua 'f«i4cc¡d^ 
«o^ qtue.sioó,^ aiiocá akismo suouml^ia vvéiima'de 
su temeridad. — Pero hombre, leiLiJ0J-y ai acáíMI 
|)eAiar<tdaji5aíe(riady i¿.se la babiai ^o^i6gár'?--:€ou 
lauespa^ia d« ia Yietófiai e4p4a^inunó jo no*- tran^^ 
BÍjo con:«ln]ra : .vívfeiite j. -péTque «eria urta men- 
^^. £1 40^ quiera espe¿¡ip^ín^ar' mi goueirosidadí 
que se confíese vencido , y eutonces je-tétider^^l 
brazo del perdón j la mano de la amnistía. En- 
tre tanto , «paso á Juan Dándolo^* decia imitan- 
do á Bernardo Carabello el íaniüso espadero de Ve-i^ 
necia. — Vamos, vamos, le dije j envaine vd^ seor 

Carranza. (1) ^^^ , .-; ^^, .u^ 

Y obedeciéndome sumiso , si bien con sentí* 
miento de dejarla , colocó la espada en su nicho. 



(ií) Idiotismo espaítol con que se qaTeré sígníficir i 
«no qa« temple el acaloramiento 6 deponga el enfado* 



j al tiempo qñe el amigo íbar á dejar caer la culiier^ 
ta^ lanzó Tirabeque á la espada una mirada taa 
aguda como la punta de su hoja , j luego con la 
TÍsta un 81 es no es torcida como á quien se le van 
los ojos^ al ver dejfaparecer un objeto predilecto^ 
esclamó.' «á D¡0S| hermosa mia: vas á pairar al 
brazo más •-. fuerte del mas esforzado guerrero es- 
pañol : díle'de mi parte á ese valiente , que del 
uso que qutiéra baeér de ti consiste el que ja le- 
/ vante ¿.DO. levante ría pata: dile que s^ yo de 
buena tiota que bien puede | j que le suplico 
que q.uíera:^ile que ú quiere coronas, que Ten^ 
za enemigos f j dile eór £n...< que vea que eres 
ima espEbSií y j por Dios no te convierta ent pbí^ 
meL..0:í Dios^.^.. á Dios...** 

Y $1 ccrr,á[r^e la caja , imitando mi Paternidad 
el (jeremonial usado con; bs espadas de los caba- 
lleros al tiempo de destinarles á la guerra en la 
^poca de . las cruzadas , la eché mi bendición ge^ 
l-uAdÍ£(na^M«/ j desapareció.' 



HQm 



»S09» 



AHORA ME VOY A LA HABANA. 



Ka piensen tas 4 qne he hecho por ahf aígtina 
eontrata de tabacos & cencerros tapados con Don 
Domingo Jiménez j consortes , j que habiéndolo 
ofrecido de la puelta de abajo ^ voy á traerlo del 
primer htiertúcho que encuentre á nyano derecha 
con tal que me lo den mas barato : que \no e» 
Fr. Gerundio hombre que guste de contratas 
clandestinas | porque está persuadido á que en 
contratas clandestinas siempre hay al^o que en* 
cubrir. Y aun por eso aprueba mi paternidad laí 
disposición del santo concilio de Trento en la 
materia ^ por mas que personalmebte acaso me 
trajera mas cuenta lo contrario. 

Ni crean vds. tampoco que roy á inspeccionar 
los trabajos de la comísiou regia ^ 6 i meterlet 
prisa y recordarles que los seis meses de plazo 
que para su grande obra se les concedieron^ se 
irán por la posta : que al cabo acoMumbradotf ésr* 
Tono viK 14 



tamos en esta matriz a ver conrertirie seis meses 
en seis afios y lo que va de aquí al domingo. 
Que en esta pjitria gerundiana asi haj que afia«- 
dir siempre ceros cuando se trata de tiempo, 
como hay que quitarles cuando se trata de pecu- 
nia. Y por último, en buenas manos está el pan- 
dero: amigos tiene mi Paternidad en la comisión 
r¿gia I que sabrán no dqarme mal. 

Si yo hubiese si4o compinche de Castro 6 de 
Mon I como el diputado Fernandez Villayerdei 
ú otro asi ^ ereerian vds. y con razón que iba de 
oidor de aquella nueva audiencia , ¿ de vista de 
la aduana p para poder echar i jendengne á la 
Inadre patria á beneficio de algunos maravadises 
ultramarinos de buen 'cobrar. Pero no median- 
do semejante compínchismo , ¿á que fin podrá atri- 
buirse este mi súbito é improvisado viaje? Pare- 
ce que no podrá ser otro que el de echar algunos 
sermones allende los mares. 

Pues no señor ; á' nada de eso voy. Sino que 
no habiendo toros esta temporada en Madrid, 
me voy á ver los de la Habana , que tengo para 
mi que han de ser mas divertidos que los de la 
metrópoli, según el programa que á la vista ten- 
go sobre la mea columna galbánica. Pero no: ha- 
ce mucho calor , y demasiado tostado está uno 
de este lado de la eharca , cuanto mtis ir á acabar 
de tostarse del otro ; y no es Fr. Gerundio nin- 
gún S. Lorenzo para gustar de semejantes diver- 
siones ; que yo estoy mas por Ips vasos de agraz 



.311» 

6 Tas botellas de certexa de Pombo 6 de Cerran- 
tes que por las parrillas del emperador Yaleria** 
no* Asi pues I para dar a mis lectores una idea 
de lo que podrán ser las funciones de toros en la 
Habana , me limitaré á copiar de un Diario de la 
isla <}ue tengo delante, el anuncio 6 programa de 
la última corrida de que bay noticia : la de últi* 
mos de junio de este ^fio. Dice asi : 

PLAZA DE TOROS. 

•Función estraordinaria. Corrida de muerte^ Bene-^ 
ficio de Manuel Diaz Lavi ^ que presidirá el s0^ 
ñfiir Teniente ds Gobernador se fundo.» 

«A las cinco y cuarto de la tarde (sí el tiem» 
po lo permite) Tan a lidiarse cin¿o famosos toros 
de las acreditadas haciendas de Puerto-Principe 
y Bayamo , y cebados ^en el potrero de la Saba» 
^ nilla y eséogidos por mi propia (1), "probados á 
mi satisfacción ^ y todos ellos distinguidos por 
preciosas divisas. Me atrevo a asegurar que esta 
corrida dejará nombre. (2) Los animales con que 



(i) Efo mei mihi. Ablativo dmé: «s decir por mi 
que soy Manuel Lavi* ¿Quién escogió los toros? lo ¿quién 
los ba probado? Fo 

Yo Manuel Díat Lavi , 
yo los toros escogi , 
y están probados por mí ^ 
que soy Manuel Díaz Lavi. 
^a) Y fso que no -contaba el manceba cott que habla 
úm qacdvr opnsígnada en las páginas gerundianas. 



ramos á tenerla, son unas fieras ;(1), y la cua- 
drilla empeñada en el esplendor de la fiesta^ os- 
tentará en ella su valentía, destreza é inteligen- 
cia, aquellas cualidades esclusivamente reserva*- 
das para los que nacimos bajo la mágica influen- 
cia de la antigua Gades (2) , que fue la cuna de 
los grandes maestros ^el arte. 

, CUATRO TOROS SERÁN DE MUERTE, 
uno picado , banderillado y capeado en regla (3). 
En esta .función solo he procurado presen- 
tar al público toros de ley : mucho me ha costado 
conseguirlos 9 (4) pero ya verán los aficionados 
que mis esfuerzos fueron estraordinarios , y de- 
cidido mi empeño para ofrecerles hoy un rato dQ 
completa diversión: porque cuando no hay sangre, 
descalabro y costalazos , de nada siryen estos es- 



(i) Sin maldito sentimiento de humanidad. Pero he* 
mos de ver qui^n a el roas guapo. 

(a) Esto es histórico ^ y^ poético* Y sólo le faltó haber 
añadido , «á quien los Tirios dieron el nombre de £ritréa 
7 los Cartagineses el de Gadier; si bien Bochart preten* 
de qae Eritréa era otra Isla de Cádiz.» £steparra£ito hu- 
biera añadido nuevo esplendor á la fiesta,' 

(^/ Esto es ciertisimo y no falla. Porque jRegla se lia* 
ma el pueblecíto especie de arrabal distante un cuarto de 
legua de la Habana donde está la plaza de toros : de 
manera que alli todo lo hacen en reglan 

(4) Pues ha tenido vd. mas fortuna con los toros que 
yo con los diputados , que por mas que he trabajado para 
que salgan todos de ley, sé de mas de cuatro pécoras que 
▼an á venir, y que mejores eran para que los' lidiaran lo« 
hijos de la antigua Gades en Regla , que para lidiarlo» 
en el Congreso: forque ios animales con gue vamos- d 
tenerla son unas fieras* 



pectáculos (1). La gente quiere broma (S) i J en 
medio de aquella natural simpatía que nos pro* 
fesa, desea que el toro venga á nosotros para 
admirar j aplaudir la defensa j agilidad de núes* 
tra parte (3). Ya he dicho en dos palabras lo 
que llamo una buena corrida | j lo que encontra* 
rán en la plaza los favorecedores de su humilde 
esj>ada.=Mauuel Diaz LavL 

«Las puertas de la plaza se abrirán con bas« 
tante anticipación para que el público se acornó** 
de j evitar confusión á la entrada. Los vapores 
estarán corrientes^ j correrán sin dlsmora del 
uno al otro lado. (4) 

«Entrada general 4 rs. etc.» 



(i) Lo mismo sucede en la guerra. La costalada, por 
ejemplo , que llevó el picador Sevilla cuando cayó de ñuta 
y sele dislocó la espaldilla .ya valió algo. El descalabrode 
nuestra brigada de la Ribera en Gbulilla , igualmente: 
pero esos bandos del general en ge fe y esas contestaciones 
entre León y Elío no deben valer nada según Lavi^ 
porque en espectáculos de toros y de guerra , ciando no 
hay sangre, descalabros y costalazos, es una sesería. Me 

i;usta este La vi porque se conoce que se ha penetrado de 

as gracias de su oficio; 



(a) Eso será allá: lo demás por acá todo el mundo est¿ 
por la buena armonía. Hasta el lord John-Hay parece que 
ee ha cansado ya de bromad, y no trata mas que €omer con 
ios unas y con los otros* 

<3) He aquí una simpatía idéntica" idéntica sin qui- 
tarle tajada á la. de Luis Felipe y Mr. Mole para con nor- 
sotros. En medio de la natural simpatía que nos profesan, 
desean que el toro se venga á nosotros , para divertirse 
ellos. Palabras de Jíanuel Lavú 

(4) Eso es bueho, que los vapores corran con liber- 
tad de un lado á otro.. Estos vapore» eran barcos^ 



Pues sepan já$. que el humiliU espada Sfa- 
Duel Díaz Lavi ^ á pesar de toda la erudición 
que muestra p no es mas que segundo espada^ 
que el primero es Bartolomé Igoza. Si asi es el 
Hgundo, ¿qué tal será el primero , h¿7 



ImOB baííos. 



Tirabeque I la estación de los baños se vá pa* 
0ando I y es menester que aproveches lo que res» 
ta de la temporada para cumplir con este deber 
antes que empiece i refrescar el tiempo. Yo ja 
be despachado I con que ahora faltas tu.— Ay 
mi amo | mi amo ! De cuarenta arriba dice el re- 
frán ^ no te mojes la barriga. — Mira: ese es el 
refrán ^e las personas desaseadas : como si el asiéo 
y limpieza del cuerpo no parecieran bien en cuaU 
quier edad. Ya ves cuántos mas de cuarenta años 
cuenta mi barriga | y sin embargo no solo no le 
perjudica el baño , sino que antes bien advierto 
que le aprovecha. Prescindo ahora de la grao uti« 
lidad del baño considerado higiénicamente # como 



«n medio de conservar la salud | máxime para las 
personas asiduamente dedicadas á trabajos inte* 
lectuales como nosotros , pues éí calma las agita- 
ciones del espíritu , produce cierto Reposo en el 
ánimo , vivifica los ¿r ganos de la intelección , en* 
tona los de la gestibilidad | escita el apetito , da 
agilidad j soltura á los miembros, facilita la cir- 
culación I es en fin uno de los principales reme* 
dios no solo curativos sino preservativos de los 
males físicos ^ porque la falta de policía corpo- 
ral I Tirabeque , es un manantial de corrupción j 
de enfermedades ; j ojalá que no estuviera tan 
fatalmente abandonada entre' nosotros esta parte 
de educación física j moral. 

Pero prescindiendo I como digo | de la .utili- 
dad sanitaria del baño , basta considerarle como 
un medio de limpieza j as^o para que no dudes 
en usarle ; porque como dice el Espíritu Santo: 
«la limpieza del cuerpo es_un espejo de la pureza 
del alma,» j antes que Franklin biciese de ella 
una virtud para los pueblos vírgenes de la Am¿« 
rica f ja ella lo era , porque es una virtud natu- 
ral. Pero por desgracia en España bay en este 
punto tal abandono | que pienso que babrá cuer- 
po que después de los sudores de sesenta estíos 
se vaja á la sepultura sin mas ablución que la 
Bautismal , y con una capa de tierra en que pu- 
dieran muj bien sembrarse garbanzos 6 azufaifas. 
y me parece, Tirabeque , que tu cuerpo ba de 
estar reclamando una purificación tan solemne co- 



ma la que eti dos de febrero celebra nuestra ma« 
dre la iglesia. Cuanto mas que si de resultas de 
las conferencias de lord John Haj 6 de los pla- 
nes de la política europea , llega al caso de tener 
que acogerte á la protección de tu amigo Ibra- 
bim-Bajá p necesitas irte acostumbrando a remojar 
frecuentemente el cuerpo ; porque bas de saber 
que los egipcios se bañan lo menos lo menos una 
vez cada semana | cujo día es para ellos un día 
de fiesta , j una ocasión de, lucir sus preciosas ga- 
las j elegantes atavíos : allí el uso del baño está 
prescrito por la lej del profeta; y los que se pre- 
cian de devotos al Corán bacen oración cinco Te« 
ees al dia , y á cada una d» ellas le precedí» una 
ablución de cara y manos y pies. ¿Qaé te parece, 
que babias de vivir entre los musulmanes tan de- 
jsaliaada y puercamente como entre los cris- 
tianos? 

Señor , *¿ y que baños le parece a vd. que me 
convendrían mas? — Hombre , estoy en que á ti 
le faabian de probar muy bien los de rio: creo 
que te convendría purificarte en las sucias aguas 
del semi-seco Manzanares. Bien que en los baños 
de P¿rtiiii| que son los que reciben las primeras 
9guas , parece que bay mas limpie;^ | como qns 
las cosas tanto son mas puras cuanto mas se acer- 
can á su origen» Y aunque es verdad que son los 
mas distanteS| también bay la ventaja de que ten- 
drías proporción de nadar: que el ejercicio de la 
natación^ 9«gua dicen los nuádi^^os^ siendo mode« 



radoy es mnj saludable | tónico y fortificatívo* 
No tengo presente si sabes nada r.«- Señor | nadar 
no nado muy mal, solo que me hundo al instante; 
lo cual pienso yo que puede causarlo el mucho 
peso de^mi cabeza y la desigualdad del pie cojo. 
Pero no consiste^ solo en saber nadar ^ señor , tino 
en saber al mismo tiempo guardar la ropa* Y yo 
tengo para mi que habian de venir los facciosos á 
guardármela. Y la verdad no me divertiria mu- 
tilo andar huyendo por esos campos de Dios en 
pelota I como el Juez de primera instancia de 
jSacedon , con motivo de haber ido los facciosos á 
guardar la ropí ¿ la gente de los baños : 6 que 
acaso me atraparan y me llevaran consigo , como 
han hecho otros facciosos con dos jóvenes que se 
listaban bañasdo á las puerttis de Zaragoza. No 
señor y no: al rio no voy, qi^e. está uno espues- 
to. Aun en casa sabe Dios si está uno seguro con 
ellos según va adelantando la paz. 

Pero hombre I ¿crees tú que á las puertas de 
Madrid — Señor | ¿tanto hace que se han lle- 
vado gente de las puertas de Madrid?— Ademas 
siira ; has de saber | que previendo ya eso el go- 
bierno I ha tenido el cuidado de ir acercando tro- 
pas; como que en. el Fardo, que sabes está bien 
cerca de Pórtici^ tienes ya ^ según me han dicho^ 
un batallón de la Reina Gobernadora ^ un es- 
cuadrón de coraceros , todo para proteger los 
baños: ¿qu¿| te ries? ¿Pues con que otro ob* 
jeto habrían de haber llegado esas trojuis j estar* 



se esperando otras?-*-No están malos baSos ^ as- 
üor; quien pienso que se está bañando en un 
sudor de miedo mu j superfino son los ministros, 
que sin duda creen que á la reunión de. las nue- 
vas cortes Tá á suceder otro diluvio universal^ 
6 que se vá á caer el cielo sobre ia tierra , j les 
vá á coger en medio y á hacer de ellos una tor- 
tilla ministerial. 

¿Con que vamos , no te resuelves á ir al rio? 
—No señor , que pueden venir los facciosos por 
la ropa. — Pues entonces mira^ escusas de salir de 
casa. Ahi en ese cubeto ¿ tinajón que tienes en 
^ la cocina te puedes bañar | que bastante grande 
es. Llénale de agua, témplala á tu modo , mé* 
tete I sumérgete , zambúllete y remójate ^ hume- 
décete , refréscate, lávate | limpíate y purificatOi 
que buena falta te hace. 

La^a quod est sordidum^ 
riga quod est áridum* 
.Lava lo que está sucio ^ 
riega lo que está seco. 

Dejémosle al bueno de Pelegrtn metido en su 
tinaja como otro Diágenes , que luego veremos 
qué efecto le hace la inmersión. 



1 

lYOYENO TRIMESTRE. 



n 



CAPILLADA 170. AGOSTO J6' DE 1838. 



Fr. gerundio. 



^ Si guis dixerii Fr. Gerundium non 
habere alienando neeesitatem articu" 
litum senecillum ponendi , anathema 
sit. 

■■■ 

Si algnno dijere qne mi^ Reverencia 
no tiene algunas veces precisión de poner 
elgnn otro articalito grave y seriecillo, 
le cojo entre las piernas, y le doy mas 
coscorrones que pelos tenga. 

GoNc. 6. Gerüíid. 



UNA RENUNCIA GERUNDIANA. 



Habiendo TÍsto mi Paternidad por el correo 
del martes el resaltado de las primeras yotacio* 
aes de León , acordó en sus gerundianos juicios 
dirigir por el del miércoles al Gefe político de 
aquella provincia el oficio que se copia á conti« 
nuAcion p j que sentirá que no baja llegado tan 



á tiempo como quisiera (aunque creo que sí); 
pero yo no he podido hacer otra .cosa que apro- 
vechar el primer correo y suplicar su pronta 
publicidad en los términos que se verá. 

^1 Gefe Político. 

mDel resultado del primer escrutinio general de 
elecciones de esa provincia que se me comunica por 
el correo de ayer , aparece nombrado único diputa^ 
do por mayoría absoluta D, Gabriel Balbuena (1). 
Y como haya visto al mismo tiempo que la praoin» 
da me ha favorecido con suficiente numero de su" 
fragios para entrar en segundas votaciones para 
ios cuatro restantes diputados y tres suplentes que 
la ley le señala^ me hago un deber de apresurarme 
,á manifestar a los electores <i que renuncio desde 
luego mi derecho a la segunda elección» En cuyo 
concepto ^después de tributar las mas sinceras 
gracias á los que me han honrado y pensaran hoí^ 
rarme con sus \^otosJ pueden emplearlos en el suge^ 
to que consideren mas digno. Y para que no sean 
perdidos dichos sufragios , ruego a V. 5. tenga la 
bondad de hacer pública esta manifestación por 
medio del Boletín Oficial^ .j^an pronto como la prc" 
mura del tiempo lo reclama,^ Pues resuelto como 
estoy á no alternar en el cargo de Diputado por 



(i) £«te et el escribano de mis capí Hadas. ]S2 y iS3. 



esa protnncia can el electo BuHuena y dado caso que * 
yo fuese nombrado y prefiero prevenirlo.de este modo 
a pasar por el disgusto de hacer una renuncia y que 
aunque en r(ii intención no fuese mi desaire á lii 
provincia f podria parecer lo a algunos , que acaso lo. 
interpretar att¡ asi, =pDíos guarde á K. S. Sfc 

A la comunicación oficial debo ahora añadir 
con la franqueza de quien nada temo y. con la eon* 
£anza de quien no puede ser desmentido , y oou- 
la seguridad de que nadie podrá decir sin uientira' 
que ni de patabra ni por escrito baja jo roani-*' 
festado) ni insinuado siquiera el menor deseo tii 
el mas pequeñb^ interés en ser diputado (1), que 
el solo nombramiento de Balbuena (en el cual 
Dios sabe el favor que se ha hecbo la provincia) 
creo qué basta á desatarme del compromiso en 
que pudiera ponerme con el pais que me ti¿ na-" 
eer j en que be recibido mi educación ^ la grati- 
tujd al obsequio. dé nombrarme su represeiitaote/ 
en el caso posible de suceder. Balbueoa j jo no* 
podriamos representar unos mismos intereses^' 
unos mismos principios | no podriamos represen- 
tar cqn verdad una misma provincia : ni puedo 
figurarme que un pais que tiene sobrados • moti- 
vos, para conocer los sentimientos de uno j de 
otro f crea al redactor del -Fr. Gerundio tan de- 



{i^ Sobre este partícalar me remito ¿ los sentimientot 
conátgnados en la capillada 16a. 



\ 

bil I t«ii despreocítipaído 6 tan acomodaticio ^ qve 
hubiera de amoldarse á ocupar un asiento en el 
Congreso al lado del escribano Balbuena. Apro# 
Técheles su elástica conformidad á los que no ten-* 
gan reparo en sentarse junto á é\. Yo le tendría; 
y con mis re^aLToa /andados:., jamás "he tran^ijido. 

Y cuenta que no me retraería la diverjencia 
que pueda haber en las opiniones políticas de 
cada uno ; que estas las he respetado siempre 
mucho j siempre las respetaré ; sino la distancia 
que yo aprendo nos ^separa en otras cualidadeS| 
que aunque no sean políticas | trascienden dema- 
siado á la poli tica, y egereen una influencia pode- 
rosa en el bien 6 el mal de un estado. Hablo de 
la moralidad. 

Nada, digo I ni antes lo he dicho de intento, 
de los medios empleados para conducir á este 
resultado electoral, ni de las ilegalidades que, 
hayan tenido lugar en la* votación , y en que le 
toca no pequeña parte al Gefe Politicoj porque 
no es mi intento al presente apurar hasta qué 
punto haya sido ilegal la elección , sino dejar 
consignado con el carácter que debo , que yo no 
podría I ni debería, ni querría alternar en el 
Congreso con el elegido. Todo esto en la suposi*^ 
cion que la comisión de poderes sea tan poco re- 
parada, 6 tenga , hablando vulgarmente , tan an- 
chas tragaderas, que' dé el pase al acta de León, 
Asi pueS|^ mis votos les cedo de buen grado al 
Supuesto Marqués patrono é intimo amigo del eXtom 



to, ]r -que parece entrar también en •egünde es- 
crutinio. La provincia acabaría de acreditarse nom* 
brandóle también. 

Esta manifestación Catoniana me valdrá una 
contestación digna de la inculta j osada pluma 
del Diputado por León. No me importa. El pú- 
blico me conoce bien : á el por sus mismas pro- 
ducciones le conocerá* 



La embajada en el baño. 



Por el estraordinario de las embajadas de 
Tirabeque se recibieron ajer en la celda gerun- 
diana comunicaciones importantes que el público 
▼era luego. Guando lleg¿ la embajada se bailaba 
aqu^ en su baño tioajil baria un cuarto de bo- 
ra , con cuyo motivo le av¡8¿ para que saliera de 
¿1 y se vistiese luego.— Vamos , Tirabeque ; sus- 
pende por abora el bailo y vístete corriendo.— 
Señor , ¿tan pronto? — Tan pronto | sí , que hay 
a.— Ya, ya !o veo, mi amo: que emba- 



jada ei 7 no pequeña eso de mandar í un bom^ 
Lre salir del baño cuando se encuentra mas en 
sus glorias.— ¡Ola ! con que tan á gusto te encon- 
trabas, be? Pues al entrar bien te esirefneciaS| 
que te oia 70 desde la celda el castañeteo de 
dientes , efecto sin duda de la primera impresión 
que bace siempre el agua.— Asi es la verdad , se- 
ñor: porque los baños son como los ministro», 
que la primera entrada siempre causa un poqui- 
Uo de temblor 6 estremecimiento : después se va 
uno regando el cuerpo interinamente para perder 
el miedo ; pero luego que un bombre dice : «allá 
Toj» j eeba el cuerpo al agua , empicia á dar 
gusto el estar dentro j no se tiembla ja mas que 
la salida. ¡Ob! el momento de la salida es eruel, 
señor. 

Asi veo que trata» de prorogarle entretenién- 
dome eon buenas palabras: eso también es muy 
ministerial. —Es que tengo en mi favor la mayo- 
ría del agua. — ¿Y en qué tal temple está? — Está 
bien y señor: algo mas caliente que. f ria : al mrodo 
de la mayoría que se espera para las próximas 
cortes. Solo que las cortes suelen ser como el 
agua de los baños caseras^ — Hombre , tu para t^m 
do encuentras comparación eon los baños. Pues 
no te bas cebado mal comodín : como que vienen 
á ser para ti tos baños el siete de oros. — Sí señor; 
porque las cortes regularmente empiezan en buen 

temple; después van enfriando enfriando bas/a 

que depn la patria tiritando y dando ' diente eesf 



diente'Jespues ¿e daberla debilitado qae es una ^ 
cómpa^^toii. 

' VanídSi anda I anda: déjate ahora de c¿rtes 
y de conversaciones I y saí cuanto antes ^ y eojd- 
gnte y y vamos á leer el correo f que me parece 
qne hemos de tener cosas de interés.— Desengá- 
ñese vd., sérSor : el baño no se debe cortar por 
nada de este mundo^ qne asi lo aconsejan los mé- 
dicoS. Y ahora que está tino en sus glorias he- 
cho iin principe.... — Cosas y consideraciones haj^ 
Tirabequei que exigen^ aun de los príncipes mis- 
moSy. cnanto mas de un simple lego, dar un cor- 
te á esas glorias. En sus glorias estaba el rejr 
Enrique IV de Inglaterra metido en su bafio (j 
por cierto que era un poco mas c¿modo que ese 
tinajón en que tu tienes tu cor pancho zaví bulli- 
do)! y habiéndole pasado aviso de que habian 
llegado dos señoras viudas en demanda de justi- 
cia ! salió precipitadamente del baño | ' diciendole 
á su Tirabeque ^ es decir ^ a su ayuda de cáma- 
ra: «primero es hacer bien á los desgraciados 
que gozar de los placeres.» Como que en memo^ 
rta de este hecho instituyó después la arden de 
caballería del baño (1).— Señor ^ eso también lo 
baria yo sin ser rey, Y asi | si se descuelgan por 



(i) Se conoce que en aquellos tiempos, en aquellas 
tierras y can aquellos reyes tenían mas protección las 
viudas que sn esta época , en estos países y con estos mi- 
nistros. 

Tomo VII. 15 



íihí dos 6 mas viuda»^ j aun solteniSi qiie TengAri 
pidiendo justicia á Tirabeque , avíseme yd. y tae 
verá dejar el baño con la mayor presteza y apu- 
dir á consolarlas. Cuanto masque jo. pienso que 
desde. el bnfíQ se poede adr^iiiistrar justicia , por^ 
que el agua no quita de oir ni aun de hablar.--^ 
Demasiado veo que deja desembarazada el h^ibla, 
y aun mas de lo que fuera menester. -^ Ademas, 
señor, que entiendo que debe ser muj tónico j 
anudar mucho los efectos del baño el tener con 
quien hablar^ porque esto de estar aqui un li9m«' 
bre solo es muj seqo. — Alma de alcornoque, 
¿todavía ie parece muj seco, j está? entre sesen- 
ta cubos de agua? ¿Pues no mereeias que te aho- 
gara dentro del tinajón? Vamos; sal de ahi cuan- 
to antes. — Señor, tengo una pereza ! Y sacaba 

un brazo y le volvía ú meter ,de repente dicien--^ 
do: «si hace un frío fuera de casa que no se pue- 
de aguantar !^No te de cuidado , que jo te qui- 
tara la pereza^ 

Y me salí pían pianito , j tomando una her* 
rada que encontré con agua fria del pozo , volví 
co-n mucho silencio, j haciendo de la herrada 
concha, del tinajón Jordán, de Tirabeque Crista 
j JO Ff^ Gerundio de Bautista , le administré 
el bautismo de efusión , diciendo: ^ego te bautízOf 
ut totlatur tibí pigricia ; jo te bautizo á ver si te 
&e quita la pereza.» 

Buen jarro de aguar nos hecho Van«-Halen 
coando se retiro de Segura , j bien fríos nos dejo 



i todos y pero jo aseguro que mas frió se qued^ 
Tirabeque con la herrada de agua que caj6 sobre 
su cráneo j sus hombros. Un sacudimiento de 
cabellera á manera de Júpiter de los legos | fue 
el signo del sacudimiento de su pereza ; y salió 
del cubeto , cual nunca entra la verdad en los 
palacios de los re^cs^ es dfcir^ desnudo y ^¡n dis<^ 
fwif Xubri¿ii^, £001. la sábana de enjugar, y. pare«i 
cíame estar viendo en Tirabeque un bardo ó un 
sacerdote druida ^ j no le faltaba mas que voz j 
música para poder hacer* de corista en la Norma 
como uno de los a«e«ipaDvntes de Oro veso. Le 
di prisa a que se vistiese^ para q.ue viniera á ver* 
que traia el pliego de la embajada, j murmullan-^ 
do Tirabeque entre sí: «¡embajada, embajada... • 
¡No ha estado mala embajada esta!» nos resti- 
tuimos á la céi^A i abvir nuesUo correo: estrabr* 
dinario. 



•*S28^ 



El pliego de la eiiibaja4cla. 

CORTESTICION D« IbAJLRIM 1 TlKlBIQUi. 



¡ Era miff friolera lo que traía el estraór jína^ 
río! Nada menos que la contestación de Ibráhim* 
Bajá ¿ la carta de Tirabeque. «Mira , hombre, le 
dije ; ja tienes aquí la contestación de ta ami* 
go Ibrahim. ; Mira , que pronto , bombre ! ¿ No 
fe admiras?— Señor y bien arreglado deben te- 
ner el ramo de correos los egic¡0S| cuando 
tan pronto van y vienen las cartas , siendo 
asi que de Campazas que está abi á la puer- 
ta de la calle , tardan casi otro tanto. A ver qué 
dice, mi amo^ á ver ^ue dice el bermano Ibra- 
bim.-— Bien, pero no me bas de molestar con in- 
terrupciones , porque como empieces á moler ^ no 
te se puede aguantar. 



w4Ssbtmt 

«Alá U güirde, hermano Tirabeque | j fi 
Pro£eta te colme U capilla de beodicionef.-M.:» 
Mejor fuera de pesos duros , señor. — ¿Ya empe*- 
samos? Mira que luego dejo de leen -^Se¡ior|^ per- 
done y siga^ que seré parqulto en interrumpir. 
•^Pi^es cuidado, «En este momento, que es la ho»^ 
ra de la segunda or^cjon me acaba d^ leer u|i 
cristiano paisano tujOy .de los que hacen la guerra 
& mis ordenes, la ea.rt» que te «has s^rvidQ dirigir- 
me con motivo - de la rictorii^ que el Profeta sp 
digno concederme sobre el ejercitg de la Sublime 
Puerta: j en verdad que me ha dado con elhi U9 
rato 4^ placer. 

«Hacía ja tiempo que teni^ i^oticia de tu auM 
Fr. Gerundio jr de ti | por los españoles j otros 
europeos que , como te digo , militan á mis ¿rdes- 
nes ; los cúsales me s^el^n leer vuestras capilladas, 
^n que te juro por la ley do. Mahom^ que tengo 
mucho gus^o ; j me hablan de yuestros Jezt 6 
capillas como de las únicas que b^u quedadp 
desde que el seraskier Mendizabal obrando como 
si fuese el Gran Mufti p dispuso la esclaustra ciou 
de todos los Dervís españoles ^ cerceno la raciopt 
de los Ulemas f y derrib(S muchas mezquitas.^-^ 
Señor I Mahoma cargue conmigo si entiendo una 
palabra de lo que me ,dice ese hermano MusuU- 
]naan.=s¿.Otra interrupción? — Señor , ¿qué be de 
hacer sino interrumpir , si me quedo en ajunas 
de cuanto me dice?--Vaja , pues te lo interpre- 
taré. Mira: $craskier equivale i ministro entre 



Bosotros; el GrMn Mu/ti es- el samo sacérioU: 
Dervis sod los religiosos 6 frailes: ülemas los dé» 
mas eclesiásticos: 7 mezquitas las iglesias. ¿Ea- 
"tíend^ abora? — Si señor | pero jo quisiera que 
los egicios hablaran mas en oastellano , j llain¿*> 
ran al cura cura j al fraile fraile como nosotros'^ 
y no esos nombres tan revesados que no faaj 
cristiano que los entienda. En fin, siga vd.^ se* 
ilori á ver si mas adelante se espUca con mas 
claridad el Sr. Ibrahim. 

«No estrané que empezaras tantas veces ttL 
«arta I porque según me ban informado estos 
rayas (cristianos)^ en tu tierra 'empezáis mucho 
y acabáis poco. Y aun por eso tfin duda nd se 
acaba nunca esa guerra que tenéis , j que ^la'* 
mais cáncer ^ la cual lleva trazas de durar tant'o 
tiempo como medió desde' la venida . de Cristo 
basta la buida del Profeta desde la Meca á Me^ 
dina I que fueron 622 afioS| desde cuya epocá 
empezamos nosotros á contar nuestras begiras. 
En cuanto á eso de dar jo una vuelta por alié 
tan luego como acabe de despachar los pocos 
turcos que ban quedado^ no te podr^ complacer 
tan- pronto como deseas, pues aun tengo que ar^ 
reglar por acá algunos asuntos de señor padre. 
Sin embargo que las cosas se van arreglando mu j 
bien. Ya sabes que el Capitán Bajá se nos pas6 
con toda la escuadra turca , j ahora te añado 
que también se nos acaba de pasar Hafiz-Bajá- 
lo cual te dará idea de - si me be dormido sobré 



la rictoria I 6 he estado coa un ojo como un la- 
garto. No sé cuando se os ha de pasar á vosotros 
ese Marotillo-Bajá p que os esta abi dando guer- 
ra. Puedes decirle al Seraskier Espartero que 
por acá el modo de hacer . que se nos pasen Ba- 
jaás es darles buenas tundas los Ibrabiues, No le 
digas mas. 

«Sábete qne por acá unos te llamamos Gran'* 
Visir , j otros te llaman Kosrew 5a/á....— Señor, 
¿dice eso de m\ ? — De tí lo dirá , que á ti es á 
quien escribe. «Y al Gran Visir del nuevo Sul- 
tán le llamamos por burla Tirabeque^Bajá» — Se- 
lior y lea vd. bien , j lea lo que está escrito , que 
eso lo está vd. inventando de su cabeza. — Toma^ 
le'elotú ; ¿lo quieres mas claro? — Es verdad, 
seilor.— «Y consiste en que Kosrew-Bajá es cojo 
como tú (1), y ademas ejerce un ascendiente con 
el joven Sultán que tleAe disgustados á todos los 
buenos musulmanes , pues se toma con el mas 
libertad de la que debiera al modo que haces tú 
con tu amo.... — Señor, ó vd. lee lo que le aco- 
moda, ó el hermano Ibrahim se ha propuesto in- 
sultarme.— Yo leo lo que está escrito, j sírvate 
de lección lo que te dice Ibrahim, para que veas la 
fama que tienes por Egipto. Y por ahora déjame 
seguir. «Lo cual ha motivado la defección de los 



(i) L^ es tá efiecto* 



dos Bajaes que mandaban sus fuerzas de mar j 
tierra. . 

•Abara -tenemos otra novedad. Este mismo 
Tirabeque-Bajá ba dirigido á mi señor padre JVle- 
beroet-AU un escrito que empieza de este modo; 
Según el contenido de la carta que se ka dirigido 
á V^ A, (Vuestra Alteza) hace pocos días , 5. jÍ^ 
el muy magnifico , el muy formidable y muy po^ 
deroso Sultán Abdul^Med^jid^Kan^^.-^^enov^ mien- 
te ese Visir- Cojo- Bajá I y desde abora digo que 
es el musuliman ma^ adulador que tiene Maho- 
ma ; que el Sultanillo ese nuevo que baj ahora 
s^ JO que es un mucbacbuelo de pocas gijaS| 
descoloriducbo y flaco y enfermizo ^ j de poca 
testa además , en fin asi por el estilo del bijo ma- 
yor de D. Carlos ^ el que quieren bacer cardenal: 
y el llamar á un ñiquiñaque asi el muy magnifico 
y el muy formidable y el muy poderoso tengo lo por 
'una adulación muy baja ^ y muy despreciable jr 
muy cochina. Y asi, yo le sabré decir al b,ermano 
Ibrabim I quf baga el favor de no comparar á 
Fr. íelegrin Tirabeque con ese sujeto, — Esas soa 
fórmulas propias del gobierno despótico de los 
turcos, lo cual te dará baslaute idea de las ba- 
jezas porque bay que pasar en semejante clase 
de gobiernos* Abora escucha lo que sigue : 

•Esta carta se reduce á ofrecer á señor padre 
el Virrey nato de Egipto para si y en berencia pa- 
in sus bijos I con tul que retire sus tropas y re- 
nuncie i la Siria y demás países que hem9S coa* 



quistado. Pero mí seaor padre ba contestado : «4 
íu na.9 — Señor. ¿También allá en Egipto se usa 
decir «á tu tia?» — Asi lo traduzco jo j lo degmas 
aqui dice: sav berk aehmath\ que entre nosotros se 
puede interpretar ; «buenas j gordas*» 6 «á tu 
tía.» Eso (continúa) ja me lo babia propuesto, 
bace mil anos el padre de Y. A. j no lo admití 
JO, cuanto mas abora que tengo la sartén por el 
mango. Qnie me deje la Siria j la Gandía , que 
por mis puños las be ganado ^ j xlespues babla- 
remos.» Porque bas de saber Visir-Tirabeque, 
que nunca se habla mas gordo ni se puede sacar 
mas partido que cuando se acaban de ganar vic- 
torias. Puedes decírselo asi al Seraskier Esparte- 
ro: j no le digas mas. ^ 

Todos los embajadores de las grandes poten- 
cias de Europa andan zumbando como moscar- 
dones al oido de Señor padre , dicíendole que 
suspenda las hostilidades , que ellos lo arreglarán 
todo , que todos están interesados en que se con- . 
serve la jiaz general , que están dispuestos á 
sostener la integridad del imperio otomano , j 
á hacerle á el las concesiones que sean de jus- 
ticia. Señor Padre á todos les contesta con bue- 
nas palabras , pero á mí me dice por debajo de 
cuerda; Chico | tu cuando veas la ocasión avanza 
j haz de las tujas, que cuanto mas adelanta- 
dos nos coja mas raja se ha de sacar Y efecti- 
nicnte en esto de intervenciones estrañas , estoje 
por el sistema de ir ganando terreno para cuan- 



do lleguen. Puedes decírselo asi al Seraskier de 
vuestros ejércitos. Pero no le [digas mas.— No le 
digas mas I no le digas mas, j todo quiere que 
se lo diga .• ¿porqué no viene él á decírselo 
señor?— Anda pregúntaselo tú á él 

•Se ba dicho por acá que el Seraskier Arra- 
zola ba dado sú firman para la entrada en la 
la plaza de Decano del Diván de las Ordenes al 
Dragomán Castro j Orozco, y dicen los rayas 
de por acá' que si un becbo tan contra la letra 
del Coran (1) hubiera tenido lugar en los domi- 
•nios déla Puerta ¿ del Kgiplo^ no le^ hubiera 
costado al ministro (que vosotros llamáis^ me- 
nos que una penitencia de cuatro Ramadanes (2) 
j una peregrinación á la Meca como la hacen tus 
compañeros los Dervis, esto es, descalzo de pie j 
pierna; cuando no hubiera esperiment'ado un 
castigo vi^ible del Profeta. Perjo en ese pais que 
tu amo Fr. Gerundio llama de cualquier cosa, tengo 
entendido que todo pasa , j los Seraskiers hacen 
lo que les acomoda con mas libertad que en el 
imperio de Osmao. Este es un vice- versa Sultánico 
constitucional que tu acaso no conoeedias hasta 
ahora • 



(i) Querrá decir, las constituciones 6 reglamento del 

tribunal. 

(i) Ramadan lUmaa ua mes destinado por el Corta 
á rigurosos ayuno». 



'•Con respecto ¿ sernos per adj si llega el 
caso de tener que hacer ud viaje á esta tierra^ 
si eso se encrespa i y a que te de las señas de 
mi casa y puedes hacerlo cuando gpstes; y bien 
sea que me halle en Alejandría , bien en Alepo 
6 en Damasco I a cualquiera que preguntes en 
la calle p(^r la casa de Ibrahim-Bajá te dará ra- 
zou. En punto á la ocupación que te se baja de 
dar aquí ^ porque aqui nadie tiene el oficio de 
cerero (kihsert)^ pues los únicos vagos que babia ea , 
Egipto y por poder hacer á sus anchas la vida del 
hombre malo se fueron á tu tierra ^ y son cono* 
cidds con el nombre de Gitanos , sin que vuestro ' 
Dwan se ocupe de hacerlos tomar otro modo de 
y¡vi*p 5 podrás elegir entre dos que te voy á pro- 
poner. Si quieres ejercitarte en lá vida monástica 
6 de los dervísf con arreglo á tu primitiva pro» 
fesion f te podremos destinar al gran monasterio 
de Cogni en la Natolia, en donde á las órdenes 
del Hascen & Abem-Beba^ que equivale al Guar» 
dian que llamabais vosotros, ayunarás diariamen- 
te y harás oración quiííce veces al dia y te darás 

disciplinas con frecuencia , andarás descalzo -^ 

Señor I no lea vd. mas; dígale vd. de mi parte á 
ese Ibrahiip ¿ ese calabaza que no quiero nada 
con su tierra: que bien se está Tirabeque en Es» 
paita , y que ya se me quitaron las ganas de vi- 
vir entre judios 6 musulmanes.— Espera, hom- 
bre, á v^r cuál es la otra ocupación que te pro* 
pone ; 



«O sí quieres tener destino en el lerrallo, jt 
que has mostrado tenerle alguna afición....— Le% 
vd.y mi amo ^ lea yd, que parece que el señor 
Ibrabim va conociendo mejor mi genio. — |Oia! 
Eso parece que no te disgusta tanto ^ he?—«Te 
podremos hacer Capi Agí ^ esto es ^ eunaco- 
gefe de los eunucos blancos (1). — Diga vd. , se» 
ñor \ vd. que entiende el musulmán : ¿ qué es 
eso de eunuco?.<»>'Para ser eunuco necesitabas de* 
jar de ser hombre ^ j sufrir por supuesto ua ;a< 
crificio costoso. — Señor , que se vaya á paseo eje 
judio de ese Ibrabim , j dígale vd. que ahim 
en el la plaza. Ya el empezar el nombre del úes« 
tino con capi capi no me daba á mi buena señal. 
Que buen provecho le baga á quien le tiene pues- 
to. — Pues ya no trae mas que la conclusioui que 
dice asi. 

«Elige pues ; Visir^Tirabeque , lo que mas 
te acomode , y avísamelo con oportunidad. Guár- 
dete Mahoma^ como se lo queda rogando tu ami' 
go— /¿raAim.» — Guárdele á el, señor , ¿ llévele 
el diablo, que no quiero mas tratos coa IbraLim- 
Bajá (2). 



(i) Los ennucos negros tíen«n también su gefe aparte. 

(a) Alguna otra palabra de esta carta acaso no la «»• 
tenderán los mismos que posean el turco, ^ pues las nay 
tTirro-gerundianas. Esas soQ las que he tenido maa cali- 
dad o de traducir. 



NOTENO TRiaiESTRE. 



CAPILLADÁ 17Í. AGOSTO 20 DE 1839. 



Fr. OERtl^DlO. 



*$*/ quU dixerit non esse ínter in^ 
ni^rñerahiliamiraeutS ^ua in elec^ 
tionibus /acta^ sunt qucsdam atten^ 
iione gerundiana digna ^ anatht-^ 
ma sit* « - 



Sí alguno dijere que entre los ín- 
nnmerrifatcs ihilagrOs isltectofalís no 
hay algunos dignos de U» ateit^ion ge* 
rundíana , agarro un demonio y lo 
rompo la sesera cor él; 

COMC. 6* GsftUIfD* 



tino y ti|i cuáirto. 



Erase uii puetlo de cuarenta vecinos, y Lá- 
Líale rejparlidó la dipiílacioh provincial ü'n cupo 
de cincuenta yotoS ^ porque asi convenía á la 
corpo>rkeÍOD , y eñ especial á su presidente ^ qué 



era nn requesonero como uü pino. Tocábales t 
uno y un cuarto , j aqui de las dificultades a! 
1;¡i*mpo de romper la marcha para ir ¿ votgr^. ^eu- 
DÍeronse aquellos cuarenta Simones en congreso 
Simoníano f pne% la sector de los San-Simo DÍanoj 
le consta á mi Paternidad que no tiene un solo 
prosf lito eu ajuel pueblo; j trataron de, fésolrer 
el problema 6 ecuación : «c<Smo entre 40 partes, 
teniendo las partes iguales derechos p se podían 
distribuir 50 votos | quedando las partes 
iguales.» 

La operación, bien se quisiere resolver por h , 
aritmética I bien ^or el álgebra ^ bien por la geo- 
metría natural ^ pues otra no habían estudiado 
aquellos Simones^ no dejaba de ser complicada 
j difícil. Dividiéronse los dictámenes ^ como es 
de suponer , siendo unos de parecer que se echa- 
sen suertes I otros que se quintasen para ver qwen 
había de llevar dos votos ^ como medio el mas 
sencillo para evitar quejas j reclamaciones. Otros 
opinaron por la preferencia de la edad | otros 
porque se partiesen las papeletas dando á cada 
uno un cjaarto de papeleta ^ á manejra de juicio 
de Salótnoa. Los mas acomodados preferían el 
juicio ¿ie París al de Salomón- , sosteniendo qne 
puesto que el derecho electoral le disfrutan por 
las parejas de labranza , aquel que tuviese mejor 
par de vacas era el que debía optar á votación 
doble; pero á eso se oponía la dificultad de acor- 
dar imparcialmcnte el voto de prefei;encia , pues 



nadie estaba dispuesto á confesar que, suíi ,Ta4»$, 
cediesen en mérito á ningunas otras ,. j á cualr 
quiera que se hubiese destinado la manzana , bu*, 
biese sido manzana de discordia ; alli la designa* 
cion de •la mas beíla^n probablemente hubiera pro- 
micido garrotazos. En vista de esto opinaron 
unos que Ueya$én papeleta doble los que tuvie- 
sen hips de edad de, entrar en quinta ^ y otros, y? 
fué el dictamen mejor recibido*^ que supuesto que, 
en los padrones pata el repartimiento de contrU^ 
buciones se incluía á las viudas^ sin duda la di- 
putación habia contado coa ellas .para la: lista 
elec^toral. Pero era el caso y que en el pueblo no 
babia mas que cinco, viudas ^ 7 de c.onsLguient¡e 
siempre resultaban otros cinco votos de mas. 

AJ fin, antes de acabar de Tesolyerse el pun-^ 
to llegó la hora $7 como el Gefe Político les ha- 
bia' conminado con multa si no se presentaban, 
puntualmente á las 8 de la.ma-ñana á votar, aoor* 
daron mis Simones echar ¿ andac> no sin discurr 
l-ir todo el <íamino como se habrian de componet 
parQ dar el cupo de votos que he les habia pedi«« 
do , y temiepdo.no les costara , una multa si re<^ 
soltaban menos. Pero ellos fueron, $e .acercaron 
á la mesa , hicieron lo que se les mandó , y vie- 
ron después con satisfacción que sus cincuenta ha<n 
bian salido coririentes, y hoy es el día que le' haa 
consultado a Fr. Gerundio la resolución del pro» 
bleiDa : «cómo puede .ser que. cada elector salg^ 
por un voto y t^n cuario de otro., siu.dividirse en 



cuartos los votos.» Y mi Paternidad les lia W- 
yiadb el articulo del juego de los cubiletes de Ti* 
i'abéqne para que le lean. 

£l acta perdida T HAttADA EN EL TEMR0. ; 

• Preguntaban en Santander: ¿d¿n de está el acta 
original del colegio de Valdecilla? — «Aquí eslá 
iltia copia,* respondía el presidente de aquella 
laesa^ comisionado por el distrito, licenciado Hoz^ 
qiie se habia metidfir alli de hoz y de coz á pesar 
de bailarse procesado por delito de infidencia.— 
Pero la original, que es la qóe aquí hace falta, 
¿donde eslá?^E8a se perdió. — Se perdió , bé? 
Pues es menester buscarla. 
^ Y se echaron i buscar el acta electoral de 
Yla'Idecillay que debió haber quedado^ como man* 
da la lej ^ archivada. Y después de haber anda- 
db como San José y la Virgen buscando el niño 
perdido ; la encontraran también en el templo. 
Ptro este templo era la taberna del tío Gándara^ 
donde al lado de los. cueros j tinajas de vino 
descansaba aquel depósito sagrado , en que los 
ei<ud&dano« de Valdecilla habían consignado el 
m¿s sublime de los derechos del hombre. Quien 
quisiere saber otróS tnuchos miltíj^i^ds de la pro- 
trincia de Santander parecidos á este , llegando 
está' á la Corte el Gefe politico> Don Rafael Car- 
eta Hidalgo , que pddrá dar razon^ pues por sa 
allano han pasado ,* j par su rirtud se han hccU 



«.Sal* 

Les DVELoa con votos son kcnos. 

Era el dia 24 de julio: primer día de vota* 
cíoues: el S^ hahkk Díoi llaaMi3oJiáaia«i¿ U madre 
del Abulense doña Fernanda Carramqlino (q, d.D. 
g.)y y la mañana del 24 marqbabfa el entierro por 
las calles de Avila. L,p»ojos «idiosos de lo» Ajenien* 
ses buscaban en el duelo la familia pósUima d« le 
difunta^ j sclo encontraron aeompañando a la 
fúnebre comitiva tres parientes los mas remotos. 
¿Donde estarán los demás? ^e pregentaban. Con- 
cluido el funeral se dirigieron los acompañantes 
á elegir la mesa electoral... . ^ y ja encontraron 
Sentados a ella los jerdps y parientes próximos 
de la bien*dicbosa ^ que desde mu^ temprano ba^ 
bian ido a C9ger la vez. El Sr* D, Pedro Martin 
Arevalo e bijas recorriao las casas de los amigo» 
en pesquisa Á.e votos para ^1 bijo j berinajao don 
Juan de Dios. ¿A la difunta la babiao de refuei- 
tar? Y sobre todo^^ como Jeoia el Sr. don Pedro,, 
el padre de Ü. Juan: •tos duelos cát^ votos son 
lnenos,ti Benditas sean tales familias^ que asi se 
sacri&can por la felicidad electoral de syí pin)- 
pollo!' 

Otro día acaso coetínuara mi Paternidad esta< 
crónica de milagros electc>r^|[es. Por hof solameq-r 
te puedo añadir. 9^Pr<yvincia de Leon:^ 

DiPDTAno : 
D. GABRIEL, BALBÜEN A. 



Ca Bttntnm 

T LOS TRES GOBRIONES. 



Leía Tirabeque ¿ las caatro de la tarde del 
domingo la Gaceta estraordinaria que Gontenia 
las noticias qne todos desde por la mañana sabia* 
mos: pero como á las cartas que de los corres- 
ponsales de Vitoria j del ejército había mi Pa- 
ternidad recibido , les faltaba aún la certeza del 
sello oficial , nada babia querido decir ¿ Tirabe- 
que por no infundirle upa alegria acaso prema- 
tura I que si no se confirmaban los hechos^ podría 
convertírsele en un pesar que acabara con cl^ 
Divertíame jo en ver la impresión que le iba 
causando la lectura del parte del duque de la 
Victoria : cómo insensiblemente se le iban en* 
treabiendo los labios , ensefiundo los dientes, 
achicando los ojos , ensanchando los mofletes, J 
lo que es mas , elevándosele poco & poco j gra- 
dualmente del suelo el pie cojo ^ el barómetro 
de la temperatura política y de las afecciones de 
la guerra* 

Hola y PelegriO| le dije: parece que el mercu- 
rio va subiendo algún grado en el barómetro de 
tu pie,-*-¿Qu¿ decia vd. señor ?— Que parece que 
vas levantando la patíta.^IIo lo habia advertidO| 



mi atoo» Per^ bueno es. que sepü el bermano BtAr^ 
domeírd , que enando é) da algnn golpe con el 
joia^La^ naturalmente j sin sentir se le va levan* 
tanda la patita a Tirabe(|:ne»~Bien , pero ¿por 
que la vuelves á bajar tan pronto? ¿Crees qne la 
acción de Villareal no es el preludio , el princi- 
pio. ^ el udtiuni de otras no menos gloriosas que 
la babrán de seguí r?-- Señor, bueno es el prin- 
capto f porque sin él no pi^de baber fin , pero lo 
4}ue importa son la» lecuexcm^, Y asi deje vd. 
'qne baja secuencia de viclorias , j entonces tafl»^ 
bien babrá secuencia de brincos: entretanto , á 
'|nincipio de opeiraeiones principio de cabriolasF: 
•j 'esta es mi conducta y de aqui nadie me sacará* 
Y digole ¿ <vd. , mi amo, que si abora no bay 
\5ectttfncta5 , cuando á'Maroto se le surrictonan los 
SUJOS I y el Pretendiente está becbo üo palomino 
■ Aturdido I y acato |» estas fechas con el atillo al 
bombro caiAtno de* Francia ^ en fin si abora qtve 
parece que les ba tocado á ellos la vez deseílos 
lóeos y á nosoftros de entrarnos el juicio no bay 
Secuencias , no sé lo que diga , señor. — Las babrá, 
Titvbeque , no io dudes : mucbo más euando 
•todaa las comunicaciones que recibo de loa piich 
Vím eirdaifde se ha presentado el ejárcitd están 
contestes en pintarle .en el estado mas brillante de 
e(|tiipo 9 s«dK>rdmaeion , disciplina , valor y ^leei^ 
-81^11 que se ba visto en el manda, inelusas» las 
huesUB df I jmisiho Napoleón : cuando • el soldado 
lu-de en deseos de eiitrar en el combate, tanto 



me cuando bo le ti»ca tomar fiarte en las aoeio- 
hes , le dan ^asU caleo^luras y «ortúnas del aen- 
4íiiiíettto« Que asi kalúas de Ber ta tanilHen* — Se* 
fior y también yo estoy temiendo "ahát tereianas, 
pero es de resaltas dd batatism^ del etro día, que 
ya ayer .sentí unos ealafrios que me tienen coa 
un poco de miedo.-.-^Eso es tfpreision no mas; no 
tengas eoidado. 

¿Y qaá te palreéey hombre , que' te pareee de 
la toma de Tales qne oamaniea el hermano O'D»- 
•neU? No me dices nadak-í-SeilDr^ no sé si me 
equivocaré ^ porqne jal no se «paede nno fiar en 
nadie 5 pero paréceme que- él hermano O'DoneU 
ha de ser mbzo de seauaeU^l^^ ^ue es el ánico 
qne le ha dicho á Cabrera : «si tu "tieóes pelos ea 
el pecho ^ yo tambieo^^Y bien f, ¿<no» piensas- hoy 
«olemnissar de álguín modo tan fasisM- t)uevas2 ¿No 
harfo alguna demostración «o^uioaiña'^ e^ decii;» 
de^oetná^ con íi|ue celebrar esi la-mesa esi^e sor 
. cfeso? £1 otro día en cclebñdsd de lá muerde del 
cabeeiUa i'ftxih*^ me diste ¿ efttnar jperdizi^ eon. q«e 
he^ fú v^cás lo que s6a mas. ¿acomodado j ms^ 
Análogo al robjiéto del dia*^*^Seiodr.i... lo ^tüe iü^ 
parece fcnaii. análo^ ¿'Solemnijóac ía TÍetoriadcd^eO' 
itia»o O^Doaell son hnos ffmtwiew Si^au^ara doí»- 
de tos vénd¡an«.A-^Hombre)^ gestas, tonto ? O tíe^ 
Jics igana de* burlarte de mL2«*^Qáé(. iko tejgastan 
; á' vd.| señor 2 Pues no es mala ednúds^i enanlo 
¿oáli qtie>yo te pondría á vd. ..ioÍjf)ái¿rit«a eal^ 
un9^\ salttta ' fve se chupavia las «Síjii^. 



mASBtm 

N(> cdnnste» «n e«» ^ hombre ^ síqo en la estra- 
tagancua áel pensamiento i ¿ qp« anatpgia tiepen 
loft gorriones oon la victoria de 'Kiles ? Que por 
la^aiaerte áe 9evá\t me dieras p^rdi:», ja lo en* 
tienéo; pero pdra celebrar la toma de un fuerte 
en el Centro y un triunfo sobre Cat>rera dar^ne á 
iKeqar gorr¡Qne$> es una estra vagancia ori^naL— - 
No es tanto c^mo á rá. \e parece , seilor : porque 
bá de saber vd. que eon tres gorriones le repre»- 
sentarla JO á vd. los tres generales -áltimos del 
centro; es deeir| á los hermanos Oráa , Van-Halen 
j 0*Donell. — Vaya, pues mostrad c¿mo.— Le con* 
tAré Á vd. el cuento de tos gorriones ^ y yd* rerá. 

Estos eran tres gorriones^ abuelo ^> bíjo j nie* 
to. Y decíale el gorrión abuelo al gorriati bijo: 
«mira, cuando veas caer alguna piedra junto á 
ti , echa á volar , que es señal que anda cerca al* 
gan hombre que te persigue.» t^ero el gorrión hi- 
jo adelantó ja un poco mas el discurso j le dijo 
al nieto del abuelo iS hijo stijo : « mira , hijo mió, 
cuando veas á un hombre bajarse como á cojer 
una piedra , vuela al instante porque te la puede 
tirar; » á lo cual el gorrión nieto le replicó: «pa- 
dre, ¿Ij si cuando jo le vea la trae ja en la mano?« 

Ya ve vd. , señor , que el gorrión nieto , á 
pesar de ser el mas joven , (porque ja sabru 
vd. que también entre los pajaritos los nietos son 
mas jóvenes que los abuelos) , demostró tener 
mas cacumen j mas previsión que el padre j el 
abwelo.-^Bien , ¿j qué infieres de ahí?— ¿Qué 



»»6» 
infiero? Mire vd. : el hermano Marcelino , q«e es 
el privker gorrión , no voló hasta que sintió caer 
á sus pies las piedras de Cahrera« £1 hermano 
Antonio luego qne vio que Cabrera se bajaba i 
cojer piedras y echo á volar. Pero el hernaano 
Leopoldo f á pesar de ser el gorrión mas joven, 
dijo: «pues señor ^ lo mejor es ir preparados pos 
•i acaso el hombre trae ja la piedra en la inano,» 
Y asi lo ha hecho ^ y no solo ^no ha llevado pe* 
dradas , sino qne ha tirado el las piedras de los 
fuertes. Ahora ¿quien acredita saber mas, el 
gorrión nieto | ó los gorriones abuelos? -^No estás 
tú mal gorrión , marruller¿te , mas que marrulle- 
ro: tú Si que estás un buen pardal, «darnos ^ pon- 
sne lo que mas te acomode: al cabo siempre tiene 
<ino qne acomodar el guíito i tus caprichos .•« 



«247.. 



€0mnnumontB 

BEL OTRO MUNDO. 



No sé en que ha de Teñir á parar esto* No 
bastaba que por los correos de la península le 
vinieran á Fr. Gerundio sapos j culebras acerca 
de elecciones : no bastaba soportar el gasto de 
la correspondencia de Tirabeque con el Bajá de 
£gipto. Era preciso que hasta del mundo de la 
verdad le vinieran á un pobre padre con quejas 
y reclamaciones, como si en él mundo de la 
mentira nos faltara en que ejercitar sobradamente 
nuestra paciencia ; como si no hubiera demasiado 
que ofrecer á Dio*. 

Bien ajeno pues se hallaba mi reverencia de 



^U9^ 

pensar en el otro mundo , antes bien me eocon« 
traba tal cual entretenido en cosas , sino munda- 
naSj pero que á este mundo atañen y perteDecen, 
cuando me hMé^ sin éaber eiSmo ni por dónde 
vinO| con una carta sobre -la mesa que en el sello 
mostraba no ser del mundo sublunar* Que está 
visto t^ne asi como la^ ieapilladas que puntual- 
mente mi Paternidad remite A los suscritoies, 
desaparecen sin que pueda saberse dónde, asi las 
eomnnicaSci6nie« del otro inundo se aparecen sin 
saber eóüo» Viee-versas del ramo de eórceost se 
pierden ^ estravian 6 desapanecen las cajpilladas des- 
de aqui á Pozuelo^ y desdé las mansiones eternas 
llegan acá las carias sin novedad» El sello de 
¿sta era negro, y traia por timbre una cerra- 
dura f una ganzúa j una bolsa , signos para m\ 
de sospechosa signifícacion. 

Llame i Tirabeque , y le dije: «¿quien ha 
|jraid.6 léstaJcarta , Pelegrin7-r-BeSor , me respon* 
416 f no io js^.— ¿Gomo que, no lo sabes? ¿Quien 
ha entrado boy ien casa? — Nadie, señor: han 
ürenido viiúchos^ pero de puertas adentro ni un 
alma ba entrado^ — ¿Me dices la verdad7^i-*Soy 
^irabeque^ — ¿Cónaoces este sello?— Señor , esta 
«:arta es de algún ladrón ^ asi Dios me salve.— 
J4.ee aqui, ¿Ves lo qj^edicje?— ^Seuorl en el nom- 
te^ (del padre t del hi}0;t 7 dfl espíritu t santo^ 
^m^n* «Sf UMDO DE i«A v^ADAD.» Esto Viene del 
infierno, señor! no la abra vd. delante de mi por 
ift Virgen^ ^qi^e. temóme (jue ha de pegar nn es- 



tampido como uBa bomba , j sabe pios la metra* 
)la que dentro traerá. Pareceme que ja percibe 
un olorcilio á azufre que me renueva la cefiralgta 
de calveza, Y abora iáe acuerdo que cuando esta- 
ba en el baño , di abrirse j cerrarse de /golpe uu 
balcón de la celda^ j me pareció percibir una roz 
muy bronca que me decia^i « ¡Pelégrio ! ! ! ¡Cuida** 
do con entregar esta a tü amo ! Mira que sino...!» 
Señor , yo al pronto le acbaqüé á la fantástica 

de mi celebro | porque los poetas romancistas < 

«>lVomániÍGOS querrás decir. --Señor -^ románticos 
6 romancistas ¿ romanceros^ q^ tanto monta 
para mí : digo que Boléinos tener de estos sueñoa 
mi»teriosos: pero ahora ja veo que debió ser aU 
gun demonio. «..^-^¿Qné demonio ^ n¡ qu^ ocho de 
bastos? ¿Y ]^or qué no algún ángel? Pues quép 
¿el mundo de U verdad no puede ser lo mismo 
el purgatorio que el empíreo?» Y rompiendo el 
«ello coa resolucioB y abrí la carta y sia que su^ 
cediese novedad alguna^ aunque no. sin susto de 
Tirabeque ^ j vi qpe decia asi : 



Reperendisimo Padre Fr, Gerundio de Cétra^ 
iaiuheh 



•Paáre mió : jo morí agarrotado ^ no lo pue- 
do negar ; poro voto á Dios, padre , que en los 
^tres últimos dias que pasé en ese mundo encer- 



radito en Ja capilla del estaribé (i), me toma-' 
ron tan de su cuenta unos cuantos padres de al- 
mas., que me tenian , voto á Dtos^ vuelto el jui- 
cio > 7 no tuve remedio sino reconciliarme con 
los curas y con los exclaustrados, que desde en- 
tonces, por vida de Cristo , son las únicas perso- 
nas con quien me gusta conversar» Y asi, habien- 
do obtenido permbo para comunicarme coa los 
vivos por una vez, ¿á quien mejor podria yo di* 
rigirme que á V. P.? Yo bien conozco que su re- 
verencia estrañará. que el alma de un hombre 
que vivi<S bajamente j se elevé á un alto puesto 
al acabar sus dias, y cuja fama postuma no es de 
4as mas brillantes, se baja tomado tal libertad. 
Pero deberá cesar su estrañeza , padre mió, 
euando recuerde que jtambien se ha atrevido á di- 
rigirle una carta su amigo el Supuesto ij voto i 
S. Pedro que quien recibe y publica cartas del Su* 
puest9 Vivo f no deberá eitranar el recibo ni ne- 
gar la publicación de las de Paco el sastre sauur» 
to f porque el supuesto j yo, con la diferencia 
del vivo y muerto , somos iguales , 6 es mentira» 
lléveme el demonio , esa igualdad que vds. pro- 
4»laman. 

«Es el caso^ Padre Gerundio, que eomo aqoi 
sabemos todo lo que pasa en España con tanta 6 
mas anticipación que los facciosos saben las dis- 



(i) La carccL Esta gente tiene «u kiigu^ge carcelerp 
que es menester sabérselo comprender* 



foaitionen del gobierno o los proyectos de alguo 
general $ j como que aquí nos está prohibido jra 
kape\tifiníkpo mezclarnos én cosas terrenas , está 
niH), que rebieínta , con no poderse desabogar, y 
JO .le aseguro á Y. K. que estoy daáo al diablo 
con algunas cosas que me qifeman mas todavía 
que estas picaras, llamas que á las ánimas nos 
están contínuamento divirtiendo. Abora, Padre 
mío y ahora es cuando conozco yo por qué me 
apretaron el pasa- pan tres días antes de las elec- 
ciones , el dia 21 de julio , como V. P. se acor- 
dará : que once mil demonios carguen conmigo 
jsi todo ello no fue una intriga electoral de las 
muchas que ha habido* Porque sin duda temie- 
ron que yo me presentase como caadidato por 
Asturias contfi/icando conocí conde de Toreno, y 
«sa debi¿ ser la causa de enpantillarrae á este 
mundo antes con antes. 

Porque ha de saber Y. P. que yo estuve mu- 
cho tiempo en Oviedo de incógnito , concurrien- 
do á varias de sus mas principales casas , j, sien- 
do aprec¡ad<{ hasta de las .autoridades. Yerdad es 
que luego se supo quien era , y me llevaron con 
un par de charro^ (1) por tránsito de justicia 
hasta Yalladolid; pyero el varil de las guiles (2) 
se descuidó un poco ^ yo c^ootral^ice unas^ y me 



(i) Grillos. 
(a) £1 llavero. 



úechré libre en e\ pleno egereieio de mis dere? 
icl^os I liándomélas masque de paso* Perd* el Ye- 
súltado es , Padre knio , que yo ahora me Ifiallo 
áqui pndiendo aéaso estar eh el próximo 'setiem« 
kre repreáéniÍAndd la voluntad nacional. 

l*r. Gerundio, ¡estoy qué trueno^ 
porque me han apercollado ! 
;Y el señor Cdnde Toreno 
ocupará muy sereno 
el banco de Diputado! 

«Es cierto t)ué yó tib perdí después mis ma^ 
las mañas i porque en ese picaro Madrid , que es 
donde todo^ hademos nuestras proezas , volví á 
juntarme óon mis antiguos cama radas , y auna* 
dos todos tos del pantdó nos dedicábamos á sa- 
quear ya un cuarto princt-pal ^ ya ünk tienda de 
comercio j ya una boardilla de lavandera ^ lo 
cual ejectttásbamos con la soltufa del mundo; 
porque -yo j no es por aláb^tme , pero tan pron- 
to como mis ojos veían el ojo ^de una cerradurai 
hacian mis 'manos la espada .correspondiente (i). 
Bien lo acredii^a él sello de ésta carta; vamos, 
eio era párh m^ tan farntliair ^ino para el conde 
' hacer y embtoliiar im^i 'émisitm, . ' 

aPues como decia á su Paternidad, Padre 



.(i) Ganjúa , ó lU^e eacotada» 



|B<^.^) JO ipen^aba ^prc^Btürme como ' candidato 
con b ftfpélrapza Ae ^oef no me . habían de des'^ 
airar ^ bieb eo'^^uMla proviqcia y bien en otra,; 
pilo^ ademas de mis servicios ; púl^iicos anterior 
rea^ pencaba bacet una especulacioa en votos, po*; 
meado enr cti^ulacion unos residuos de bis an« 
tigaas erapreíuis. coa ántmo desganar después un 
tanto por cieáto moderado^ |)ero por vida de 
María Santísima mé valga que aquel empréétito 
forzoso que^'quise cén trabar ^on Gaviríá no me sa- 
lió tan bien como á JVfehdi^abaL el sía^o ; pues ya 
sabe y. P. que habiéndome atrapado aquel mal« 
dito salvaguardia (que juradas se las tengo, j to« 
davia me las ha de pagar) ^ en pocos dias me 
llevaron a hacer burla al publico fuera de la 
puerta de Toledo..... j Francisco Villena espi- 
chó Eso va en suerles', Padre* 

#No señor : jo aunque sea contra mi , tengo 
do decir la verdad : jo bien apiolado estoj : fui 
ladrón^ el pellejo Ib híT pagado, j laus Deo: pero 
lo que no puedo tolerar , por vida de Dios , que 
lae futo en mi mismo^ es que i unos porque si|r« 
ripiamos en pequeño , se nos ha de qespacbar en 
un periquete , j los que birlan por ina^or se 
bao de quedar ahi riendo. ]^o, Jos demonios me 
lleven ^ señor fraile , si se puede aguantar. Intri- 
gas electorales^ Padre mió. Lo cierto es que Paco 
el sastre no es diputado | porque la envidia le 

desterró déi mundo de las ihlrigas , qne sin¿ 

' fk^n fin I no quiero molestar mas ¿- Y*. P^;^ 



porque le hará falta el tiempo para otras ootas; 
Si Balseiro (1) qtte entá «qui 'á mi lado* quiere 
poner ona po^t-data, puede hacerlo. Es adjunto 
un papelito con la dirección reservada que debe 
traer su carta , por si tiene á bien -contestarme. 
A Tirabeque dígale Y. P. que tengo gana de 
verle por acá para daiie un abrazo ; :j que en- 
tretanto mande lo que guste al ánima de=s 
Francisco nilena (alias) PACO EL SASTRE. 

P« Di Confirmo lo que dice este caballero, 
Mariano . Balseiro. 



(i) Su compañero y condiscípulo de batEá$a^s y que tu* 
DO la. honra dé morir con él «n el campo del honor ea el 
jnismo día. 



BOTBl^O TRISIEStRJL 



CAPILLADA 17Í. AGOSTO 25 DE 1839. 



Fa. GERIJJVDIO. 



SI quis dixerit menstm septUim non, 
futurum este adeo feeundum^ si uotf. 
magis^ m succesibus^ quam quintilim, 
anathema siU' 



Sí alguno dijere %ne, el mes de scptílí^ 
ó setiembre no ha de ser tan fecundo, si 
n» más, en sucesos como el de quíntktt 
6 iuHo[, le pongo hecbo un S* Lázaro á 
mogicones. 

GoNC. €. GCRUND. 



CU ANIMALI HIGNENTL 

Xios ammales riñentes. 



El mes llevaba veinte días de curso | y la^ 
viudas veinte y cinco meses de hambre. El ílqjrol 
de los pobres (1) habia alumbrado las pr¡mer%i 
2iora5 de la noche, pero después emigró de Espu7 

(x) La luna , que llaman vulgarmente. 



ña como si f««8€ un general temeroso de las riva« 
lidades del omnipotente y gener^lisimo Sol. La 
noche había qoedado como U peini de Alaix^ Los 
faroles de yüia estaban como estómagos de reti- 
rados; como lámparas de conventos suprimidos^ £n 
ninguna parte se yeta js^ la 1«2 síao en las «asas 
de juego* Los ministros no hartan injusticias por- 
que dprmian como 4^ oficio. Los observadores as- 
tronómicos se habían retirado i descansar , j los 
enamorados y pretendientes quedaban haciendo 
calendarios* £n la Puerta del Sql no se mentiai 
porque no habió tln alma. Todcr e| monda se ha- 
bia ido echando, menos la deu4a^ .del estado' que 
siempre* queda en pie como un centinela.^ Los 
cátaos de Sábati'ñi ihútt diciendo : «apártate que 
yov^v V la hacienda > se eacontfaha^ sin mioistro; 
'fte ]!^<i$<ml)ti Hxh hótdbt'e para ella y no- se encon- 
traba .f pof^tte leste Mnisterio y aquellos carros 
esfan tleno^ de i nytiu v e ni entes , j ahuyentan los 
hombres desde (ejos. Los serenos y (o» gallos can- 
taban la hora ^ tíxdú tino en diferente cnerda co* 
mo 4os liberare» de }qs dos partidos. Unos j oíros 
deseaban la llegada dd día ^ los bnofr por que se 
cansaban ja de vclar-y 4«* ^r os porque se habian 
cansado ja de dormir. Los carlistas roncaban á 
ittfriz suelta I ptrr^iíe las gnárdiifts At naeibnales 
^arttaáos velatrdn por sn segurltfad. La carei^l del 
Salirdcro habla instado la lardee .anterior Ufena dü 
Visitars y regalos , porqutí los facciostts qms en día 
haLia iban a salir de madrugada gordos y lucidos 



©» |ííMIM»dQ ep,j$uaj94« 36 oía rí «ptíidQ ÍQ al-, 
.: ff» t^í^cf^rfn sigo<» d^ j»|iUar3e alU algún hato i^ 
^, eabrifidiQ loche, de pistas que eo M^dfid duermeit 
. enMaar ca^Uea ^X^^rñúQf como algubo» ééaciAtes á 
^ qiáe^es.en jiingüotl ^íim, quieren ya.' admitjr | por^' 
. fue en niogiian pli^díia pagac^ L#oi^ iBeivérro$ d# 
. Ja^lÁo^tjTatas dfl gi^biorilO OP fté oía» , p«rqiUj9 e»t 
,.. tes odisiienAii) eoitap tapudps^ Olra^; visees «I' ¿drtV 
. do()dQ al^tto perrq af«9|il>«. M j:ntahtoi»»;.de^ alg^nii 
. kdrout: Wsifef^s^é e\^ Uif ¿éic<»s .fiHí.oégidPpiaíft lá 
[ folifií^ <: ln 4el gobiero«^ dorm^i flÉÍMftdii<dp ¡rúéáfÁ 
^ reí c^fóajpar^ m cíí4it^ de poUtloii ^^U»varIo«' 
... ¿ Ifispmi^ri^^ £ti/¡iierQltodi^a,qji|i»..Íiftír para 
..^ BO s^r Aurpvéadidiof Jc^ffiíglfiQÉe; los ra^^roe .fio so«t* 
^^ hQTfphr^íi^ de leniadoii los h#iobres dé estada tobány 
^ no hujen. QqIza ÉM¡ifM«0'«eria ladrpn í t)ieii pbe^ 
ü. deiaer -gncí f«era el ajóaioMé la ili»8tÍDeKi«gbiMi' de' 
(f la.easá2 acaso el tnirB^ar no U^tátii intéocíonea' 
][. de' faltac ai úéfáléud mándamiéntoy 81^09 qué' sé 
. eonteatara' eim ()«icbeaitfaf .él |le>]aa| aat^/ q«f' 
• de todo - hajT eo' estos lioinpos y t itales iioraa • 
,, y la& erilidas asi suelea' Ttigikir las paertes* de laf 
casas eoiiio!ios ad«ai(eroá f'núi^s^s las féésM def 
' tuasAvas CronierasV:^ . ' * 

Como i^ve Ibs padres de almas po tenenos^ 

I ' hoT» segura , venúnDafl eaé'onoes Tioateqúe f éoH 

I Rev«cead<sinia pcraéna' dí&'firesiar nuesiiDos atisH< 

Üos espirituales á..ua A^Bf^úAisAa' hétmhino ^^ f io» 

Toino viu íf 



e¿aoft pitsai^ a< ái|ii«Ua liofA ^ afilante dri^ptliT 
cío del Congreso. Cuando eo esto^tia '«»kb<»¿*iiiia 
c¿fno vos débil j entréábogddki^i aeom^fiall'iai de 
un hondo suspiro que salir de ^0 .interior del edi- 
ficio parecía , y eseiamaba / «{cuándo rendí áo¡ ios 
que me ha jan de salTarÍ»«-^Salor ^ me díjo^:. Pe» 
legrío: ¿ba otdo vdé?-^Si.*^^<^ci^ será .esio^acN 
ftor? ¿Sr i»erá alguna bermana d^sventUTada de es^ 
tas tfaB ftifdan pidiendo de noche per las eaiiesi 
cülnert»» «OQ un velo como sí fueran proyüelot 
de trai»sac(etea ?-— Se me figura^* Ti«abeque> q«é 
ká de serbia v^z de la patria^ * cfue en sÁ -a|po*k 
•fis|mra por 'hombres de bien qiié vengan a sooerw 
Irerla^en^ sfi( evita y á 'salv&i«lái-«*Sellora (i^ «a« 
iMini^es Pélegtifn' en alta voiz), s« vé. es l« patiía^ 
tenga ivd. por Dios «m ppqüito^de pacitti«ia ^ que 
i|o tapdaei tw veuir IX Ga^riiei BauuJBz«A d^u- 
4odm por León f y todo se Ne«ilifM»¿drá* . 

•mPiaate á este &z^» dtj» a esleliempo^ otra 
vos ' muy: áspera I bronca ^ fuerte' y estén tieeab— 
Senerrt^ ¿es- Vfl. el qué ha bffblí^ iidiora7<^No 
f»v cíertoi;: pfues qué; ¿nooseooces^mi v€»?i¿T ae 
parece «n^a^go ipi - Yoe:¿ !«% éstese: leoo^-^iS^ory 
l^es el'leo&'.el q«ie ha i^abladbi2>r.Piies énÜBocesyo 
me vizeliqo atrás , quo, ao. quier* iiáda^«Mi - cstt 
gente. — Aguarda ,lego timido:.¿para'«uando «a el 
valor sína*para las cvaasobes;^ ^uatt|» mas que 
Mo tienes por ^ué temee.» Abtiiirdate.coaiida ulU 
en febrero me^ toc¿ á lai'-^olo ^cuchar a estos rais- 
«ses anímales y i- estiacssisAiaarhoraS', y sabea que 



|l^^e%:iip jpejreipHi niugnua normad- (á)*^P¿« 
f(iff| ¿^e0i€ lado | w sem temeraria ; volvió i repe* 
ll?r OAi^: mas Roerte Ja Uénína voz.— Sefior XeoOi 
f^lgx^6 Ti rabeij^ne 4^oa acento mtrecortado: si lé 
luera á vd; iguad cpie faoBo mi ano dé ese lado 
fupuesto que ja tiene alcona coofianta eon vd.| sé 
lo agradecería mas de lo que vd. se podrá figurar. 
£--'Tfo>.iwblo cotaligoy miserabl'é.v Hablo eon ni 
^saoipaliero. — Estoy en mt' lugai"; respondió tí 
compañero con no menosf bronca j formidable vo»« 
^^á^at» i esUe Jado | replica el primero : eistár 
^epoído: kuipillate y %e perdonar^.— Arrogante 
je#|#]|;*en deipasia ^ . replicaba el <egundtiy y tem^^. 
{iijUKa Utuionas de vmi^odor ^«— Tengo la. majoria**-* 
XPmg9^.^i gobitfriiio«>*nLe puedo d^rihar.— La pne^ 
io disolver. 

^^ Señor y itie deeia Tirabek|úe: mé pareee qné 
ii^natkO^ lá éeban do- giiapoS| j que áo va i parar 
^eii bien la fiesta.: mas valía que no» £«érai|iiis' 
i eMOf f la* dejáraraas á eHos que atiduvieraa at 
•morréw^Galla. 7 eseiicha.— «¡Miserable! bas ago* 
lado It» fueraas y^ j en lo sneesrve te lurrastfrarif 
«a la .impotencia j W abyección*— t*<N(o^ cuentas^ 
^00, lof reeulrsos de que ajan me puedo valer.—* 
^^s recursos serian la in&riga j el soborno ,^7 fA' 
poder del soborpo 7 de la intriga pas¿. 7a : porf 
4ue,.4|l puebla conoció á loatu7os, y en in trr<^' 



41) CspilWdiv 1^41*^ 



tocable fallo loi condená.í-^Mtictó)" ciietitás cini 
el pueblo, j él piíehlo &itíbeétfi-ttiá\Áeti tai ^Hi« 
nes'de minar el tirón o , y té 'abatí]Édiiai*á«I^MU 
ftár el trono! Caltimnia. Vtíéstt'o^' proyecfbs'JÍBÍ 
({tt& son de ácábár con ia libfetíadlí*^; Acabar ' coi 
la libertad ! línpoítiirav — Sí , y'taüiitkiÁ útíví-rti^ 
^ntosa I ran*a'cioriiX-Y, vosotros nóaf querréis «oñ* 
áttcir á la dnárqttU. PeN» iettt^d la» bajooetas?» 
{La anarquía ! Ihvencibtt tuerta par« eotifíkt» 

esni baydneíffs dOiifra tt0^oítdííii..k* • » • /^u/i 

' Señorv estb va inalo':*TáM]oh(^ide aqtii^ i[üK 
tata gente se- enean^.^i ^ H {Ayr'sér><éUriosoé'ilMi6 
fOdfttunA rabiiciad^ de eoálqtií^ra '4e ^los, t^iiio^ 
me que tío- 'bemoy de quedii)^ aparar coatarlo^.^ 
Bvéil ^ pnes^hár el^ofieto- jde'^inoéíád^y y- oséitaléf 
é que se den' la mano de la reeoncilíaOioB. Para 
id cuál no'tfoiled' 'mas sino (¿otuar* k ^ garrtt- del 
tMPo y llevíTrte*' bá<ita.' pdtt^rltt:ed^> ijontattio «bu li 
d»l otro, ytoegorqiae «steu Onfalft»r,«v^-«9To^ «éfeiTi 
^ejof* ^et4'4'^iAvselo desden tojos por lir qu^ipatdt 
ftttded^r;. '«fiiéilt>res ben^sy mwf |pat pareéo^que 
inondb vtdsV^hA'tttaiYot / y éstmi&> ^ispsf^és^ pM 
%'ah^corla<'d<lát^aTieia',^ y supu^sftf qw vds. co^rcft 
fá- misma^itiéíle", pues LiS liguas^^- def inticfriio té 
ihisiño cáeftf* lídbfte él uñó que é^re- el. oirí'Oj y loii 
calbres del* vtetatio» á ló* úé^ tes^aturrulkín' rgirntUs 
Triente, Intiy ifaaFjlíiriBeej ¿i^, qtíe^íese«a.vtáh. «v 
Sendo lo misrao-^ue' si fueran dos diputados, el 
uno moderado y el otro exaltado. Dense vds. las 
manos de- amigos ; y echen pejÁUoifiíá laHiat'^ f 



d¿jejQ4e ^a de^^^labr^af^^u? mb» oye&l^ le3 ha ^ 
teoer.» 

...Pareció que : sp», laag^^tade* Jcomna» liabian 
tQinado eoi «onstd^i-acíoo el eausejo de Tirabeqoe^ 
j. saliendo fiimultáneattente dos tremebundos ro» 
gídos de las, anchas fauíces de aiftb^s contendieo* 
tes , eomo si fuese una señal de .Aprobación , a^ 
menzaron á >ui|iG|arse j tomar moviipiento los 
musculosos miembroi» de c.ada uno: el.ycfo fué 
adquiriendo la. flexibilidad de. la eamey^ los ojof 
brillaron como dos i$ei^le)lag^ las suirpas se apo* 
yaron. sobi^e la base da piedra^Jos^cuerposse fi\e>p.4 
elevando^ y vueltos d® frente- uoo a otro, repi^tió 
el de la derecha: «fás^te á este J^ado.»<^Taota 
distancia hay dciiqui. ahí cómoda ahí aqui| cod.t 
test¿ el de la izquiierda.i» A cuya contestación^ 
echando á andar á «n tiempo | se encontraron eá 
medio del espacio divisorio , y cuajido esperábi^ 
mos que se álewíi^ Uí maiao de. amistad , alzó el 
de la . derecha lai garra , y aae\id|ó, tan e&altad^f 
mente a), otro, que le hizo besfir las piedras; ler 
Yantóse este y coa la ,ziirpa de la mode^racion sen 
mi-hundió una q^iijada á su ^dver^ario; los golpep 
menudeaban^ los.tugidp» mpsir^aban la ira coM 
que peleaban loS; .coi|&ba tico tas , cay4^ndo y lcvan«T 
lando alternativamente^ y maltratándose mutua-^ 
mente y sin piedad. — Vamos , Pelegrin 5 es la 
ocasión de meter paces: acércate y sepáralos. — 
Señor I sepárelos vd. que tiene mas confianza con 
ellos f que yo me retiro antes que alguno se des- 






rofcable fallo loi condena. i-=!íítti*b''^^ 
el pueblo, j él pueblo <*Otí Acérf -ti^ | |í 
nes de minar el tí-otio , ^ té ^í -I ^ 
bar el trono! Cáltimnfa. '^^ l^\ t 
<IUé son dé acabar cén ia li^/ |^ f I 
la libertad ! Impoíturav-^Í^^J f ^ 
gbrirosa lramiía'éíoii;X-Yiv|^ í 5 ' ^ 
¿ücir á la 'anarquía. ^ / í i í f ^ 
fta anarquía ! Itivé&l f I f / 
esaá baytínefffff<íOilf/l^ f *^ 

' Señor, Mbv; ¿í fqne P»^ 

**ía gente se' ^7 a nadie roas qoe 

■í« que tío- * á casa como podamos y 

^'^ r pu*- liclecn esos animales cnanta se 

» que s' ^uc el partido qoe de ello» hcmo» de 
re^'Cu/^" ^ csiá sacado. 

tMfef jgji icttnimo» en efecto, lamentando Tirabcqnc 

^ ^ ^ if « i U del perro , 7 yo la poca esperaowííe 

^itceocilisidos los leones del q.bogreso. Lo qa« 

Jl'if"^' Pasaría no lo s^. Pero ftl día siguiente Io$ 

üif^^ns ©Q ^1 n,¡5,np gítio tan pacíficos al l»^ 

<«rjr tao «érenos que nadie dírta que semejante 

•«« ^ahÍ5^ pasado , y q^e tal encono abrigan m 

.^oCra otro/. 



S, \ nCADE&O. 

'^ % * .«jesa gerundiana dé 

\ ^ rimento.de la celda , de 

consiguiente entre tantas cosas 
la uno en cuatro días si no saliera 
yt que otra á esplayarse por a^i. El mar* 
^>or la mañana babía concluido la última cor¿ 
iCccion de las pruebas de la ca pillada del día^ 
eon que en uso de mi gerundiana independencia 
me exceldé un rata, j me fu¡..,é. ¿dónde dirán 
vds, que me fui? Al picadero de los Capuchinor, 
o sea , como llaman otros, el picadero de S. Agus-^ 
tin» Toma el primer nombre del ex -convento de 
Capucbinos en que está establecido, j el segundo 
de la calle de S. Agii«tin por donde tiene la en- 
trada. Que estar los picaderos en los cooventoS| 
y buscar Fr. Gerundio por sitio de recreo no 
picadero I 

' ciertamente son dos puntov 
que cansan admiración. 



Pero la admiración' itesa á la sola reflcxíoii J,e 
.que estallos eo España y país em que donde uno 
^enos pi^nfa encuentra picaderos y donde menos 
imajina encuentra fraile^ picados^ j pon rason^ de 
que no ^es paeden lo qtie 'les diAie^*' 

Efectivamente ^ \kskj ahora en la huerta que 
fué de Gapaphinos del ]Prado^hoy jardín del 
Nueyo Recreo | un picadero de paballoS| 'á que 
coupurren I09 aficionados y aficionadas á la, eqní« 
jtacion 9 ó á adiestrar sus cabalgaduras ^ «ó á recí* 
Wr ellos lecciqi.ne9 y .j?gecjpijsirs(> pi^ p\ ^rte.de 4iien 
^dJb^lgart.Y aun^up yo Fr.., Geripdío no poseo 
mas caballo que el . de mi padre, san Fr^E||pispO| 
y por otro lado esté ya algo durp el alcacjsr de 
lais bifetos para ^ampo^as de cquitapion (y no 
porqtie no lu^ hicieran |alta ^Iganas leccioneS| 
pues soy un ginete de ,tan poco fuste que cuando 
j^oy i caballp arranco los d^ la. ^ silla á fuerza de 
agarra|*me á ellos); es dec|r| ai^nque yo pada te- 
nia que hacer alli , me iptruse allf ^ j^ se acabo. 
Acaso luenpf tienen que baper los coroneles jn« 
l^^eses y franceses que tpdos los días se pegotean 
/en los cuart^l^s generales ^e nups^ros ejércitpS| lo 
piismo que en el de D. Carlos , y nadie les i^lee 
una palabra^ con que yo hice ptro tan^, ¿Qué 
jtendrá que hacer el coronel ingles que $e ka 
agregado ahora al estado mayor del general Vái- 
das en Cataluña? BLegularmente lo mismo que 
Fr, Gerundio- ^n el <picad<9ra) piiriosear , y des- 
pués de curiosear yer si á costa de la guerra o 



Jkül picadero hacemoa un articulo detrítica cada 
pno á nuestro modo. j 

• £a efecto , no tardo en ofrecerse materia de 
sisa á.mt gernndiana imaginación. El picadero et 
un tomito en octaro ^ es decir f un puadro <fuo 
^ocnpa como la octava parte del jardio ^ cubierto 
conuQ elegante )oldO| para pre^er^r^r^e ^ps ra- 
yos del sol. Lo primero que me llam¿ la aten» 
jpifua fue una tat)}a colocada á la entrada spbr.e unt- 
pie derecho^ en la cual se leía lo siguiente: irno se 
permite pntrar e/j^ pl salan con armas, bastan ni 
£SPUELjÍS.» He aqui, (dije luego ^ un edicto 
singular. ¡En- un pieadeirp jle cajií^llos np permi-^ 
anitirse entrar con espuelas! Al instaqte xne acor^ 
fié de cuando. el ^r.Liijan^^n la legisla tora de las 
IBonstituyentea, eetrp en el salón del Congreso 
púfk .espuelas, y nadie le pcus4 de infractor d« 
Ja ley. Ji/fjs Qioorde, también de que oo hacia mu«p 
^o tiempo^ en uno de los bailes que se dieron ea 
pl Instituto español f babia visto á ma^ de un dan^ 
jU^nte bailar con. unas espuelas mas ; Lirgas que 
asadores, y con unas j^st relias como lunas, y auo 
4e mas difco, sinp de tanto resplandor; por .cier- 
to, ojie i^na de ellas tanto apego mostrp á lo ee^ 
leste^ qme poniéndose en conecto con el vestido 
azul de una seuora , y corriéndose por aquel 
borizonte de seda le bizo un raigón de mas de 
des palmos que revela ¡«te^oridadea no nada 
cerúleas. Y sin embargo .tampioeo se podo formar 
cansa el bombre del estiellado caloañar. Porque 



ni en el aaAoé de Cortes oí en el de baile Imb» 
edicto que prohibiese el uso de las espuelas, 
dbbiéndale acaso dé haber : jr en el pieadero de 
caballos , donde debería no solo permitirse , sino 
prescribirse acaso, era donde había la prohibi- 
ción. Vicetversa particular. 

Y digo <|ue acaso debería prescribirse, por- 
que aunque yo no entiendo , como he dicho , de 
equitación , nsin espuela y freno , dice el refrán, 
I quii caballo hay bueno} • Y es en mi concepto 
uno de i 00 refranes de mas verdad : porqve aun 
el caballo mas progresista ¿ andador creo que 
necesite para moderarle ciertos ímpetus j arreglar 
al gusto ó necesidad del ginete ciertos movimien- 
tos j evoluciones, tanto del estímulo de la cspue« 
la & acicate como del gobierno de la brida 6 bo- 
cado. Y la cabullería mas retrógrada 6 mas del 
statu quo puede necesitar de vez en cuando me* 
nos de e|{^ela^qtte de freno. Cuanto mas que las 
haj de geníb tan desigual , que no pudiera el 
caballero absolutamente gobernarlas sin el ausilie 
del uno y di las otras. 

Tanto tengo por cierta esta doctrina , cnanto 
observo que \6 mismo respectivamente sucede 
entre los hombres. Ahi tienen vds. á Galiana 
(salva sea la comparación), que cuando se crev¿ 
que no habría freno que bastara á contenerle, 
y aun se temia que* se desbocase en la carrera 
de la polítfc» , reeuU , si se m« permite la es- 
presion, cuauda 'menos se pensaba, y n« hay 



jr eiptielft qué le baga volrer á eíitrar en mía 
mlirelia «íq Hiera regular , qne es la qué á mi Pa« 
ternídad le gusta mas j le sienta mejor; 

Pas¿ mas adelante y j vi á la cabeza ya en la 
parte. interior del -picadero , otra tablilla en que 
se leia: RIGODÓN. Y como dentro del salón ba- 
hía sentadas algunas señoraS| sospeché si acaso 
en lugar de haberme dirigido á un picadero de 
caballos me babria metido por equivocación eñ 
alguDA escuela de baile: si bien la alfombra- no 
lo indicaba muebe ^ pues era un piso de arena^ 
mas á proposito para Calzado de herradora que 
para zapato de becerrillo 6 de raso. Ademas que 
me desengañé luego Tiendo que las primeras pa« 
rejas que se presentaron eñ aquel smrée capu- 
chino-campestre eran dos hermosos caballos , uno 
tordo y otro liegro ^ en los cuales montaron uno 
de los caballeros y otra de las señoritas^ «Al fia 
decía yo ; voy á tener el gusto de ver * bailar ri- 
godón á s los caballas ; cosa que no be visto 
jamas.» 

Di6 principio pqcs el ejercicio te<6 rico» práctico 
de la primera pareja bumano-equínai y después de 
algunos paseos en derredor del circo qne yo crei 
serian pasos preparatorios para el rigodón , di¿ el 
maestro la voz áe «^o/epe.ss^Maestro, le dije yo 
entonces 9 me parece que se ha equivocado vd* 
pues la tablilla no señala ^alopp sino rigodón.* 
Pero la pareja eibpexó i galopar con sus Ciibállof 
Xy por cierto qiie la bermanita cabalgaba á la in« 



gleta con ur desembarazo j una soltura q«e lac 
encaDt¿)^ .y á pocas vueltas^ ^ a la toz de trote, 
empezaron los yc^allo» á trotar* 

Ya entonces no pude resistir a mi curiosidad| 
7 le dije á un herinano que cerca de ini estaba: 
•diga vd. ; y dispense^ hermano : ¿cuándo toca 
4 los caballos bailar rigodón?» Una carcajada en 
que prorrumpió natura Ip^en^e me aviso de la 
indi«crecipn mia : pero después me dijo ; ncpnoz- 
co I Fr. Gerundio^ ^l Si^ntido . en que yd» pie 
bace la pregunta. En efecto , cualquiera qu^ no 
sepa que ^sto que ahora es picadero de ^aballesj 
es por las npches salón de baile ^ creerá a) leer 
aquella tablilla | que se ensefia á }os caballos á 
bailar ri^odon.f -^({á ; ¿con que esto es al mismo 
tiempo saljon de baile ? — 3npougo p continup ^ que 
me bfi . hecbo td* maliciosamente 'la pr^gunta^ 
pues ni) puedo creer que ignore yd. que este es 
uno de lo$ salones de baile del Nuevo Refrán 

E^ntoncos conocí la signiftcacion de las d^s ta* 
blillas I y sin dep)arar á aqpel hermano que mi 
preguuta habia sido mas simple que maliciosa^ 
sali riendpipe de ver qup en Madrid en el año 
5d los picaderos de caballos hipicsen al mismo 
tieiiipo de SQir^es de las madrileñas | y que don- 
de d^ dia se trota y se galop^ de nocbe se wal- 
jÉQ y se rigodonee. 



Ji.jii i i'.h i ' ■ . i' i ..> nui; lili , I ■ ■ 

CAPILLADA ITS: AGOSTO f7 DE 183»: 



•5 



Frw OERUNMO. 



»$* quis dixerit J^r* Cerundium ét 
ilrabegatm opponere -se transaeiioni', 
difimnodo sU sme uunosfi^lfo^ unatht» 
m'a sUm 

* tS$'arY|nno dijere qtíC Trt'éérttnáio "f 
Títf^fiue 6e opoiuin, kM ttaaéaoeíoii; 
con tal qu» sea 5/11 menoscabo , le arreo 
un srpan-cnantos que lia ét ir mars Ihtí 
^a««un «|^r^..,; .3 .;.., 

' ^ .CoNC« 6^ GSRÜND* 



l^S INCLINACÍONPS Dt TIICABEQUE; , 



¿Tifo te lo diJe-,fel<?gMnT ¿ííótcrdije que h 
tferioü de" Villátféal \hA 'á tcnéf sectíefieias ? Yá 
fteniefflíll^iikifio B^tdbf¿net*<ren DüViiitgery fiottibre; 
-t^qtlti de9cbnfíai>ás tafito de qne áV^i^ot^, tu qtte 
^áMm ^ue liUt^cd líftbia»dr iir de veftray ¿<!r«e» que vi 



^ 



aiBÍgOi yomná^ééi aspecto que por Mi va toiton^ 
^ la g<iierr(^ ^ jrde les progresos ijqe por otro lado 
ya haciendo el bérmánú León, pienso que hemos de 
tener ,c)trér'' dé upar nos luego dé hacer *un hunno'de 
alabanza á los dos valientes generaFes , que donde 
quiera qtie se presenta o' llenan de fótvorj ahujen» 
tan aterrado nf eiiénugo.— Señor , jo también nte 
vcx inclinaiídú á U- mismú^"^- pienso , Pelegríii^- 
que el pobre pretendiente ha de haber conocido ja 
qué a sus pretensiones se las lleva la trampa , j 
que d^ 7féaZ.il¿a^e5faflr que pensaba ser se ha con- 
y.ertido.eu «a.^fandíllo á quien- traen á mal traer 
j de eeca* en meca por aqtréHp^' andurriales hecho 
un ave tonta $¡q saber lo que le pasa.— -Afe inclino 
4 Í9 D|i$l»pf <|ieqi(^r,— ¿Nq le ti^nf^é lastima ya. Tira- 
Ípeq«o?«**Señbf ^mfe inclmait lehéiselaí , pera toda. 

j^ia; no sfla tecigo* p, „ . 

Eres muy. cruel y homhti^i'^Y sabes qne pienso 
j^ue para et /proyecto de transacción tanto ae ha 
contado con él como contigo? — Me indino á esop 
señor.— Y en ese caso ya moda de aspecto el negó* 
ció , porqué qttrete deW quC^O* habrá' eátfádd en 
ella ese proyecto descuj^^udo^del matrimonio qna 
tantas cosquillas te hacia á tí. 
^Me iVyr/jncfintf^flo á ^^e 09 )uA^.4isí^sí^é^eto, 
jpi amo.-^Tauta es. la ; co^^ai^»|iqo^ ^e «.ajinapir 
n^ñdo U nueva fisonomía quqh^n tqpiad^'da poc^ 
j^ieippo aoá. los asuntos pol^tic9ji,^,.qu^vapino<|> ^0^ 
kg^in p, qjae.el apomod amianto de q.ue so,4trAta ea* 



ttqvid que' té ^¡je' se bsm ^fí p^etioÉcúhá dé li 
dinastía y de las^ tif sf itticionedv — Me inttinó á petí¿ 
sár del misDvo- modo | señor.*-^'Aun%[tie , |^or efrá 
parlé y no reo JO eomo pueda hacerse 5i/¿ algún 
menéseabo f prin^íitalrtieTite de ias institncionei»' f 
de la dignidad nacional. — Yo también me indiné 
á que algiiQ irienoseabo han de tener q«re siifi^i^ 
Jor * ioctza , «eiior. -i- Hombre , pareces tonto ; tü 
á tédo te incli-nás igaHlmcnte.-*rSéñoi^ , cada ó'ñé 
tienef sus inclinaciones, y en inclinarse á «na eodá 
ñ 'oira es libre- todo el mondo. < *' ' ■ ' » 

Mira I Tirabeque. La prudencia y cireunspeci^ ^ 
cíon y reserva con que hay que tratar de lo» 
asuntos de trascendencia , cuando es^án todavia 
en embrión y no' ha llegado el tiempo y sazón 
de revelarlos I contando al mismo tiempo con lo 
inclin9dp que tu eres á deserarbuqbar -. cuanto^ (ái 
eohfiíuiza |é.se dice^ no me 'pel>mi^#nN''cot>6iírfe 
ahora lo que de tan imrimrlantes negocios he po- 
dido á costa de iñ'geniaríiíICtraslucir; pero el 
estado que á la vista menos lince ellos mismos 
{ire^i^ntan me,gar^cc |)a8taote, á.^disij^r esa^rnie- 
Lias d^ dos¿onfia:Hza one píciscan, C0|itinf]2^i|^n|lf 
tu JcgA imajginacl^ñ 4 y q«e te IweMt^yeír sicmpr^f 
oscuroi pebuló^Of^ ^repipto y. ♦^oralíric^ el terminj^ 
de esta lucha fata^l. Y a« soy de'dictá,mea qu^ djBr 
hcs.. ^a.decidjida^y tcsueltameij.tc levan'tíu: l^:.p^^ 
en seSal de la confianza del próximo ud ve'nimiento 
dela^az q ücloos "á ríi ma.~ SeifóY ,' *eii*Tístá ' át^ o 
que vd. díce^. yi^dela au« «aÍla > y ciie.W^uo^i'a 



jptkp y d« fejque'Bo. puedo rer^y de li^<faf;7e«' 
lod^Sy j délo que. §.• deja .entrever y de lo que al* 
giuios se Ggarau que yen j^nó ven , ME INCLI* 
no á leyantar la pata ; ¿quiere vd. mas? — BieO| 
pues levántala j verás que fileg^ia infundes ji los 
Hue la mí^an como 9I teiegrófo; de las buenas 6 
ufiajUs nueiras.-N.tief atitai^ todáVia np señor ; digo 
q^e^ne mclpM^ í levantarla ^' q|ie no ^s po<)o en 
jquien tan pts^da. j- tan reba,etf< la h» sentido; |ias- 
|t^ ahora- P^íf vd« ^ue vea un'pAfift.flids claro> j 
entonces la levarn^é/ £ntr0fátito me inclina i . le- 
yaatarla j np . mas^ 



Mn dítíT^anitíá 0ptM 



"^ Digo' un oM\ porque toó 'se" drert' qué ei ef 
fíAs^o honibré g'ofdif &i mi caplílada 87 (1)1 Iftfj 




rfe la' especie' bu máuá. Za /?¿2r y ét hombre got^dof 



He aquMos dod objetos de bulto sobre qué baa 
rodado todas las conversacionfis de estos días ea 
Madrid. Bien merecen sonar juntos , porque sc-> 
guramente son dos. fenómenos ^ que á no verlos 
no se creerían* 

Desde la llegada del Hombre gordo k la corte 
empez¿ á hablarse de él como de una rareza ^ j 
no fue mi Paternidad reverenda quien me* 
nos curiosidad tuvo de verle $ porque cansado de 
ver en España hombros flacos, y no menos can« 
sado de conocer y censurar las flaquezas de los 
hombres; flaco también jo mismo, jr con mi^ 
flaquezas correspondientes , deseaba ettcoptrar un 
hombre que no las tuviera , y D* Joaquín Goit» 
zaiez vino a Henqr cumplidamente mis deseos. 
Supe que estaba en el parador de S« Bruno , y 
me encaminé allá con Tirabeque. Habia^léido en 
los anuncios de los Diarios que tenia meaos de 
cinco pi^s de estatura , / que pesaba diez y ocho 
arrobas : yo lo había creido exageración , pero la 
presencia del hombre vino á confirmar la verdad 
de los anuncios* Ahí le tenéis , hermanos : con- 
templadle y admiraos: nada haj aqui de fabuloso.. 

Ahí tenéis esa obra exagerada de la natura- 
leza ; ahí tenéis esa producción superlativa del 
suelo andaluz (2) i ahí tenéis el círculo máximo 
de ía humanidad: ahi tenéis los cuatro reinos de 



(a) £1 herma^ao Gpnsales es natural d» Qdlx. 
Tomo VII. 18 



AndaTucía en globo. Vosotros, ¡«justos íelracto-í 
res de la tierra de Maria Santísima , tosotros, 
los que decís que en la Andalucía todo es pin- 
turitas y exageración , todo poesía j nada de 
realídttd, "confundios á la vista de esa realidad de^ 
carne, anonadaos i la presencia de ese hombre- 
prosa, enmudeced ala contemplación deesa verdad 
ventruda. Ese hombre no podía ser de otro pais. 
Escusado es que presente fe de bautismo \ demás 
cetaria pedirle su carta de procedencia. Tanta 
superabundancia , tanta prodigalidad, tul profu- 
>¡on no podia proceder sino del fértil y generoso 
suelo^de la Hética. Le ofendía á Cádiz estat se- 
parado de Gibraltar por un estrecho de agua, y 
produjo como en desquite un ancko^áe carne. El 
pais que había producido los bueyes de Gerion 
no podía descansar hasta producir á Joaquín 

González. 

Ahora es cuando creo yo que el paraíso ter- 
renal está en Andalucía , ^ que alli deben vivir 
Elias y Enoch ; pues asi como el^ ser Campazas 
el pueblo de mejor pan de Castilla es prueba de 
que el Santísimo Sacramento es natural de Cam- 
pazas (1) í asi el haber producido la Andalucía 
la obra mas voluminosa de la naturaleza huma- 
na , es prueba de que allí fue criado el primer 
hombre , y que allí está el Edén. ¡ Y á un pais 



(i) E»te «s punto y» faert de toda cuestión» 



^ue M eéplica con tanta UheráUdéi It qneríatk^ 
esclavizar Glooard 7 Palarea! ¡Qa^ absurdo! ¡Qaé 
ignorancia 4an crasa del paisl 

£1 bombre gordo fi|¿ engendrado ontre et ea« 
trapito de las armas: lo cual prueba que las ma«*. 
sas no interTÍenen en la generación ,. j que la ge«» 
neraeion ni es arte ni es ciencia ^ pues si las idu« 
sas y j las ciencias ^ j las artes bajea j se escon- 
den del ruido del canon ^ musa sUent ínter arma^ 
que dijo el poeta | la generación ni se eipanta^ ni 
se acobarda | ni se debilita* Digoio parque nocíé 
González el año 10 ^ cuando las huestes francesas 
llenaban ks fe'rtiles campiñas de Andalucía* Y. 
todo este circunloquio que yo be usado aboru no 
ba sido mas que para decir que el hombre gordo 
tiene 20 años. ¡ Que cosas ! Arguelles 7 T5reno 
pensaban entonces de un mismo modo en Gadiz) 
(cuánto se ban separado desde que el hombre 
gordo naci¿ , basta que ba adquirido diez j ocho 
arrobas de peso. 

Hijo de la libertad et hambre gordo y creció 
poco en los años del despotismo f por eso se -ba 
quedado tan pequeño: parece que el absolutismo 
no le dejaba medrar. Y como la revolución fran«^ 
cesa de julio j el arribo de D. Pedro á Portugal^ 
que fueron los preámbulos df\ recobro de nues« 
tras libertades ^ le icogieron en la edad en que se 
deja jra de crecer , es decir ^ entre los 80 j 21 
años y comenzó desde el ano 31 1 según el mismo 
me ba. contado I i aumentar en l.Atijtiid lo que en 



l0iij§;¡t«di ftí la AAtatréleu no le permitía. J)eade 
^tonclM tjEHtci M «le ha €ODtertido en sustancia^ 
¡Dichosd ¿1! A mi hie tunen cémumido tantas díspa* 
rutes tómd se han hecko« ¡Qaé difereneia de aata- 
mleias! 

Era dé rei^ al baeno de Tirabeijue pasmado 
dé ret 41 hombre prorincia ^ y no. acabando de 
comprender ((ité toda aquella maéa fnese slilida y; 
positiva I rba hacei^ de last manos ojos como buen 
español y J á toéarle si jo no le. hubiera repren- 
dido el atrevimiento. Pero el Gordú imitando a 
Cristo resucitado cuando al vef que dudaban sus 
disi*ipulos sí era uaa aparieion fantástica lo que 
Teian ^ ¿ era realmente sil maestro y les dijo ; «to- 
eádme jr ved st soy de carne y hueso como voso- 
tqroS|« asi el invitó á Tirabeque ¿ que le tocase si 
gastaba. Pero jo dé ningua modo se lo permití^ 
•Señor, ^c dijo Pelegrin , no parece sino que este 
hombre trae metidas en el vientre todas las intrigas 
electorales , según lo que le llenan j abultan.» Y 
v«olvténdose á él, «Vd.^ le diJ0| habrá sido ministro 
lo nvenos tres o cuatro veces como don Pip Pita.-» 
Lo fui muchas veces | le respondió ; pero nttnca 
lÉre d^iraba el ministerio sino una noche. — Basta 
pkra engordar , le replico Tirabeque^. con tal que 
la aprovechara vd. en hacer alguna contrata , ¿ 
le tocara á vd« dar la intendencia de la Habana d 
reponer á otro que estuviera separado (1).--Amt* 

f i) Sr. D. Domingo Jímínes, no vaya vd. á penisr qim 
ésto lo «i'«cia Tirabeque p«r yd., ^rqns ni él lalna ^«o 



go I ni bice contratas , ni di intenieA«ía§.-*^ues 
entonces ¿como engorcUi vd. Iant«?--Ha de saber 
vd. que solamente be stde ministro en el teatro, 
porque era de profesión comineo | j después fui 
apuntador. Y unt>^ y otro be tenido qne dejarlo^ 
lo primero porqne mi obesidad no pie permitia la 
agilidad necesaria para la representación} y lo se- 
gundo porque no eabift ^mi ouerpo en el agugero 
del apuntador , ni- basta }>a á cubrirme la iconcba 6 
tomarvoz: j abora gano mi vida b^^^ieñdo e| pa« 
peí de protagonista en la f»m^4iflk titilada el Hmnr 
hté Gorcío del Sr; Bretón de los Herreros , como 
pienso bficerlo ^1 domingo en el teatro d^l Piín* 
cipe* 

Pues entonces^ Je replicó otea y^% Tirabequ^^ 
eomeri yd. mucbo,-«yna cosa regalar no tnaflj^ 
le respondió. Lo que mas me gusta aon las t^^ 
duras y ensaladas, j entre eilas lo que c¿mo 
con mas gusto son los tirabeques (íl).-^eior, 
támonos de aquí , que este bombre «aera á tca* 
gar lo mismo que tragó á Jonás la bal^eii^* En* 
tre leones y bombres gordos no gano yo' para 
sustos, señor.— No tengas miedo , lego imbécil, 
que ningún bombre $e traga ^ otro ; no \aié ^de 



Td. babi«$e repuesto al bcrinano Finí líos en la Habana ni 
aunque lo supiera , tenía pnotivos para pensar nada malo, 
4e de >él ni de Td. . , 

(i) Tirabeques se llaman en algunas proYincias una 
especie de guisant^ de támaSo mayor que el de los 
fuisantM comunes» 



•er pusiUotme j láetictilosD «n tu vida.— SeSory 
paréceme que ú inQ tragara , habla jo de nadar 
en el vientre mejor qne en el tinajón del baño, 
aino fsera qne me faltaría la respiración. 

El hombre gordo se reía, porque conoció Ine* 
go la simplicidad de Felegrin y j concordabay se- 
gún decía I perfectamente su carácter con las no- 
ticias que de él ja traía. Colocada mi longilon* 
ga j demacrada humanidad al par de la robos- 
ttsima j pingüísima persona del hombre gcrda^ 
parecíamos llamados á representar la desigualdad 
con que la naturaleza distribu je sus dones 4 los 
mortales; éramos el símbolo del mucho y mal rt^^ 
partido: cualquiera que nos hubiese TÍsto diría 
qne estábamos acusando en sileucio á la divina 
providencia porque da i unos tanto y á otros tan 
poco. En moral éramos la prodigalidad j la ava- 
licia $ la opulencia j la mendicidad ; la envidia j 
)a fortnna ; sin embargo y la fortuna parecía la 
suja j era la mía ; la envidia parecía la mia j 
era la suja« En medicina éramos la hidropesía j 
la tisis. En farmacia una espátula j un tamís» En 
retórica hacíamos un antiteses ée carne. En gra- 
mática éramos el dativo j el ablativo. En. arit- 
mética la cuenta de sumar j la de restra. En mú- 
sica un boml;>o j un flautín. En maquinaria bcli* 
lica un mortero j una espoleta* En destinologia 
un intendente general militar sin conciencia j un» 
retirado d? vergüen2;a j pundonor. En física «na 
bomba j un tubo capilar. En astiojtumia un pla«» 



k0ta y ua teleicopio. £a geografía una tierra 
pingue y uoa roca escarpada. En historia de Es- 
paña D. Sancho el Craso j Felipe 2? En historia 
financiera las arcas atestadas del siglo Iff j' la 
jbolsas Tacias del 19. En religión un espiritualista 
rígido 7 ascético j un materialista de aquellos 
quorum deus ventar est» Y en tado pa recia , que 
nos haciamoB burla uno á otro; como si fue'semos 
el medio mundo riéndose del otro medio reduci- 
do por medio- de una simplificación algebraica á 
dos solas unidades. Todo esto éramoV^el hombre 
gordo y Fr. Gerundio juntos. - 

Concluida nuestra visita , nos despedimos; no 
8¡D la esperanza de volver á ver aquella huma- 
nidad cuadrada (1) en el teatro la noche del do« 
niingO| según estaba anunciado por carteles. Lleg¿ 
en efecto la noche del 25. El teatro estaba ates- 
tado de gente como el caballo de Si non (2) : no 
había una sola vacante: esto que en boca de un 
ministro -es una evasiva rutinaria para engañar ^ 
pretendientes | en boca de Fr. Gerundio , j ha- 
blando del teatro | es una verdad como un Joa- 
quín González. Sin embargo jo apuesto á que 
para el hermano Alaix | si deja de ser ministro 
no falta una vacantilla , tal como la capitanía ge- 
neral de la Isla de Cuba (3)^ que es una luneta 
\ r- 

(i) Esdtcír; 4 aquel hombre multiplÍGado por tí 
mismo, 
(a) £1 caballo de Troya. 
(Sj Qae deja vacaote «1 hermano Ezpeleta* 



prineípal decente 7 alU me las den todas. To me 
habia colocado en segunda fila como los oficiales 
cobardes. La representación dio principio con El 
día mas feliz de la vida. Asi llamaba D. Juan Be« 
navides al dia de novio. O el tal don Jnaa Bena- 
vides estaba demente ^ 6 la comedia se escribió 
cuando no habia guerra civil. Para mi Fr. Gert «1 Í0| 
que asi aborrezbo tina suegra domestica, como «na 
guerra intestina, el dia mas feliz de la vida será el en 
que se diga, si llega el de decirlo , «/a hay paz.m 
En fin , llegó la comedia de el Hambre gordo^ 
y á su tiempo salió mi hombre gordo. £1 público 
se ad'miró de ver aquella boTeda>a m bulan te, i^ue-> 
lias dof medias naranjas del templo de la huma' 
nidad que formaban su vientre j su» posas; j 
mi paternidad también quedó asombrado de ver 
la agilidad con que se movia de un lado á otro 
del escenario aquel Monoayo con piernas j nari* 
ees. Viósele rodar por las tai>las como una men- 
tira j es dec}r| como una l>oia ; en el hombre gói^ 
do hay muchas cosas que parecen mentira y sob 
verdad y al revés que en el sistenuí representativo, 
que hay muchas cosas que parecen verdad y aon 
mentira, Pero el verle rodar causaba una impre- 
sión como cuando la ^fama de Garramolíoo andaba 
rodando por los suelos ; esto es , daba risa y 
compasión á un tiempo ; en Joaquín Gorfzalez, 
|>orque se descubiia demasiada gprdura \ en Juan 
de Dios Arevalo , porque se descubrían demasía* 
das flaqueras \ Joaquín González hace con la ma« 



yor verdad la comedía el Hombre gordo de Bre^ 
ton : Juan Martin Aréyalo baccf con la majór pro* 
piedad la comedía Flaquezas ministeriales del mis- 
mo Bretón. Sin embargo , ni Bretón cuando hizo 
su Hombre gordo pensó que hubiera un bombre 
tan gQrdo como Joaquin Gonzalek^ ni cuando hi- 
zo sus Flaquezas ministeriales imaginó que hubiese 
un ministro tan flaco como Juan de Dios Martin. 
Este Bretón tiene algo de Fr. Gerundio: describe 
los hombres en profecía : preséntanse después los 
hombres en la escena , j si algo de verdad faltó 
ea la pintura pro(¿tíca| hi por carta de menoS| 
no por carta de mas. Ex hómine gordo et mmstre 
flaco constat, ergo iiu esU 

No han perdonado al Hombre gordo los es* 
tragos de la guerra civil, pues parece que faabicn^ 
do interceptado los facciosos la galera en que ha* 
cía su último viaje > le robaron lo que llevaba, 
le tuvieron con»igo algunos djas, e hicieron con 
el las gracias que acostumbran» Hagámonos cargo 
si el Hombre gordo dese&rá también la Paz. 
Por la pax suspiramos 
los gordos y los flacos ; 
la paz queremos todos , 
los flacos 7 los gordos (i). 



(i) No hay regla 4Ín esoepdon. No faltan itno4 pocos 
que engordan con la guerra y dicen: 
1 la gu 



Dure , dure la guerra , 
que bien no« va con «lia* 



m,9M^ 



La nariz moscósa. 



SeXoT , ¿con que otra vex tenemos de presi- 
dente del Senado al Sr. Mocoso de Altaniira ?— > 
MoscosO| Moscoso y Tirabeque , que no Mocoso; 
j mejor hicieras en limpiarte los tuj08| y no Ha* 
márselo á qnien no lo es, pnesto que aunque te 
parezca niño | no tiene nada de eso , antes es ja 
un venerable | aunque no lo parezca ; pero tii no 
entiendes jota de afeites^ y no lo estrano. — Señor, 
no lo decia jo en ese sentido p sino porque pensé 
que se llamaba asi. Pero por muj venerable que 
sea, |>aréceme que no lo ba de ser^tanto como el 
Sr. Tarancon, j nombrarle á él prestdenie j al 
Sr. Tarancon ficep se me bace que es un ifice-per" 
sa de presidencias muj mal visto. Cuanto mas 
que en el Senado be visto jo mucbas personas 
muj respetables que babian de parecer mejor que 
^1 en la silla de la presidencia. — Como que en 
m\ concepto ^ Tirabeque, lo único que tiene asi 
de presidencial son las narices.— Señor | aquí en« 



tr« lt>f papeles oe TÍsto ya unos Versos qué £cenf 
\A las narices del Presidente : ¿los ha hecbo rd* 
parfi ¿1?— A rer I hombre. 

Era ana gran nariz en poca ebola'^ 
¿rase una nariz como nn trinquete j 
érase una nariz cual gallardete 
que en el palo mesana se' enarbola. 

Nariz qu^ en otra parte fuera cola ; 
mas nariz que la un mortal toca j compete; 
nariz cu jo estornudo es un mosquete 
que deja patitieso al rey de Angola. 

Nariz que de los mares toca el fondo; 
nariz | no cartílago ^ sino leño ; 
hueca por dentro como cráter ^ondo* 

Si cuál es , me preguntaS| su diseño , 
mes un asa de cántaro ^ respondo , 
•y es un a/jr^ ufe cciiiíiiro su dueño.» 

No I hombre : ¿habla yo de llamar alma de 
cántaro al Sr. Moscoso 7 Aunque lo fuera, me. li- 
braría bien declamárselo. Si yo quisiera decir al- 
go de é\ p diria que habian hecho presidente del 
Senado á uno que no es senador , pues él no pue- 
de serlo mientras no le reelijan , por razoa del 
titulillo aquel que te dije en otra ocasión le ha- 
bían dado. Pero como yo nada tengo con él| callo 
mi boca y dejo que le hagan lo que quieran , con 
ley 6 sin ley. Por lo demás , ese sonetO| imitación 
del célebre de Que vedo á otra nariz, no sé quién 



le puede kaber^beclio, ni c¿mo se lia aparéciio 
ahí , ni para qué presidente se karia.-^Nada , se- 
. Sor I ese soneto no le hizo nadie | ni se bizo pr« 
ningún presidente^ y aqni se apareció por encan- 
to. Bien dicen por ahí las gentes , señor | que no 
bay peligro qw á vd» le atrapen. 



naTERO TRIMESTRVrf 



CAPILLADA iUi AGOSTO SO DE 1888íi 



Fr. gerundio. 



Si tfuis dixerit iH ñac pUaro mundm 

non esse mixta gaudia atgue dolores, 
sicut ih hát tapittada, añathemá sit 



Si alguno dSgere qne coa €st« píoivo 
mundo no ¥an mezclados los cosqs con 
los dold^es , como éü eáta cat>Uíada , lé 
sacudo nft aUlcUso que le akno lo qi|0 
csl4 debajo dal pelo» 

CoNC« 6. ÍGerund. 



QUK Á LA VlRGBN SaÑTÍsIMA DÉ LOS DoLO&Eg DIEIJS 
FERVOROSAMENTE TODAS LAS^ NOCHES 

D« CARLOS MA&IA ISIDRO DE BORBON, 



Dolorosisima j «rfligtdisimft SeSLora mía ^ que 
tan Hena dé desconsuelos j amarguras caminj- 
bait por los desieri«s d« la Palestiíia ^ huyendo 
4t la crueldad dé Héxbdes á tierra de £giptO| 



padeciendo las loAjores tribulaeionef y trabajei 
para que yo aprendiese á dejar las máximas de 
esta Babilonia del mundo y y á retirarme, al. segit^ 
To puerto de la tierra de promisión (i)$ sapli<« 
eóos f Madre amorosa y desconsolada Keina , por 
este segundo dolor | que por lo que á mi me está 
pasando infiero que debería ser el mayor y mas 
agudo de los siete cuchillos que taladraron nues- 
tro corazón : por las innumerables puntadas que 
para bordar el estandarte de Generalísima de mis 
ejércitos dio vuestra devota sierva y mi esposa 
Maria Teresa: por las cinco maypres llagas del 
cuerpo |de vuestro Santísimo Hijo ^ y por las pe- 
nas que esperimentásteis ^ando visteis á viies« 
tro querido Jesús camino del calvario cargado 
oon la cruz I y agoviada áéi mayor dolor le sa-i 
listéis al encuentro en las calles de Jerusalen. 
^ Suplicóos y ^ madre adorada y soberana reina 
mia y convirtáis vuestra vista bacía este afligido 
siervo vuestro que camina perdido y sin rumbo^ 
no por . los desiertos de la Palestina , sino por 
las ásperas breñas y escarpados riscos de Na- 
varra ; no huyendo de la crueldad de Heredes^ 

^(i) Hasta aquí S. M. Mística no hace sino^ repetir al 
píe de la letra la segunda oración del septenario que ¿ sa 
«oberana. patroBa.7 Maria Santísima de los^Dolores eotnpa-* 
so la Veneral>le Congregación y Tercera Orden de sus sier* 
^6s establecida en en U iglesia dé PP. Clérigos Menores de 
JiXra* Sr4* d^-Portaceli <U estl» Certe en el aüío-lSi^. Ad 
consta de documentos que obran en la secretaria gerundia- 
na j .4 qne me Remito* 



Hino sin poder huir de la crueldad de Maroto , y^ 
espüesto á caer 6n manos de Espartero , que es 
como tener que escoger entre Herodes j Pilatos; 
no refugiándose á tierra de Egipto, sino temiendo 
no encontrar un agttgero por donde refugiarme 
á tierra de Francia ; no padeciendo^ tribulacídues 
y trabajos por aprender á dejar las máximas de 
esta Babilonia del mundo j sino por haberme 
metido en una Liorna de que ahora no acierta 
á salir ; no por retirarme al seguro puerto de 
la .tierra de promisión , sino por querer entreme«( 
terme en una tierra de donde habia sido ignomi^ 
niosamente espulsado* 

Vos I Señora , habéis visto como me traen no 
de casa de Anas á casa de Caifas , como á rues«* 
tro divino Hijo, sino de Durango á Oñate , de 
Onate á Lesaca | de Lesaca á Vera , de Vera i 
Saótisteban , .de Santisteban á Olagüe, de Ola- 
gue i Tolosa , de Tolosa á Y ergara p de Vergara 
á donde los sajones que me cercan quieran j dfr» 
terminen. Vos , Señora , le visteis caminar en 
medio de los verdugos agoviado con el peso de 
la cruz hacia «1 monte Olivete ; jo le. veo cami« 
nar de monte en monte , sin saber cuál será el 
Olívete donde hayamos de ser crucificados. 

Suplicóos pues humildemente, Madre afligida, 
me dispenséis^ vuestros soberanos ausilios para 
que pueda llcv.ar tan crudos trabajos con aque- 
lla resignación en la voluntad divina con que Vos 
sentisteis tan iudcvibles penas ^ y pues que mis pe* 



éados lian sido la causa del lastimoso estado en 
que me veo , baced , Señora y que mediante nn 
Terdadero arrepentimiento de todos ellos merex^ 
éa de Vos , ja qne no la corona de España, 
qne conozco no estar destinada por los decretos 
eternos para mi cabeza ni la de mi hijo , pero 
qne al menos intercedáis con aqnel dirino SeEor 
que nací6 dé. Tnestras pnrisimas entrañas para 
qne por un efecto de su infinita misericordia 
nos depare nn efugio por estrecbo que sea por 
donde podamos salir de este cautirerio | si asi 
conriene para major bonra suya p gloria rnestra 
j prorecho de nuestras almas. Amem 



£od ótete dcíó'ce^ det §u|3aeáto« 



Estos Son otros siete dolores de otra especie. 
Estos . taladran el corazón de Fr. Gerufidio de 
parte a parte ^ y son para el siete puñales^ siete 
dagas f siete saetas p siete dardos , siete punzones, 
siete rejos , siete lesnas , siete clavos p siete cucbi- 



ttos f siete espadas | siete picas , siete banderillftSi 
siete laneas^ liete medias anatas , siete agujas de 
ensalmar p siete 'flechas indias p siete yataganes 

turces^ siete ; puntos suspensivos que significan 

otras tantas puntadas que penetran hasta el cea» 
tro del gerundiano corazón. D. Garlos en su pe* 
regrinaeton phr las mentes inroea los siete dohres 
de la P^irgen ; Fr. Gerundio en su «elda ofrece á 
)a Virgen los siete Mores del supuesto Virgen 
(suple Monte) : los cuales ha podido redactar en 
forma de Septenario á ejemplo det de los clérigos 
menores de Portaceli : para majror eomodidad de 
los devotos y j es cerno sigue: "> 

Primer dotor. £1 primer dolor , tni cuando 
pocos dias antes de salir de Madrid á la provincia 
de León á negocios Pectorales , fué á entrar en 
el Átencor cientifico jr literario (de que mi reveren** 
eta es indigno miembro , j solventa para su sos* 
tenimiento un durete mensual como todo socio\ 
j saliéndole al encuentro el Cónserge le dijoc 
•Caballero^ vd. no es socio de este establecimien** 
to ni paga la cuota mensual p j hace doe meses 
que, hemos tenido la tolerancia de verle intrusara» 
se en él jm /i^te/a que lo autorice. Mas fao^r sb me 
ba prevenido intimar á vd, con la política y bué«* 
nos modos quejólo bago, que no le ea permitida 
la entrada I eemo á miembro estrafio que es, y 
que de consiguiente pu^de tomar otra vez la es** 
calera y j dirigirse á donde poír mas coaveoiénte 
tenga en uso do su libertad. »asCoBtem piad , alf 
Tomo vait Í9t 



más piadosas, qiál serui el do)or y bochorno je 
aquel infeliz hermano al recibir lan cruel iQUma* 
cioul Compaiiezcéraosle , y pídaiQOft 4 ^ Y'ii'^ 
gea le aslata coa el necesario consuelo y loiigani- 
midad* 

Seguuio'd&lor. El segundo dolor fue^, cuando 
hallándose ya recorriendo el país á caza de sufra- 
gios , sufriendo todo genero de molestias y priva* 
ciones y soportando tc^o el rigor de la estación^ 
por caminos , veredas , sendas y atajos , le npti- 
ciaron que en el escrutinio hecho en uno de los 
días de votaciones en L^f>o , se .l^abífi encontrado 
dentro de la urna sagrada n^ü papeleta qfue decia: 
•El supuesto marques de Montevirjen , el conde 
de Espapa , el conde de Morella^ O* Rafael Ma- 
roto y D. Gabriel Balhueoa, todos u/ip5.»=s ¿Con- 
templad y almas cristianas , poal sería (a iatensi- 
dad do su dolpr y al ver .de «qu^Ua m^inera tan 
negra, picaresca y antilegal lacerada su acredita- 
da, aceadrsda y bieq sentada rep^t«icion! Tenga* 
mos compasión de él, y reguemos á la Yir^en se 
digne abrirle una fuente de filosofi^ , y euyiarle 
un rio de conformidadr 

Jkrcev dtiar. £1 tercer dolor, fn^ , c^apii^P . di- 
rigiéndose de (^ampooaraya á la villa do Poofer- 
rada á fafiocr uso de ^u dfrre3cb<(^ electoral, tanto 
ostigé la cabalgadura por el afán d^ HegJ^r coo 
la deseada anticipacioii , quo dando el infpUs ani- 
nral un soLemotsimo tropezón , cayo á la pairada 
del Barrio, dje la PoebLl dando tamhi^a con su 



9e%>r «n líi&i'ta y cogiéndole debajo un muslo que 
lastímos^iíieilte- fue 'opritnidO| rozado j magulla- 
do<!ís5¡Cont6inplad^ hermanos míos , cuál sería su 
angustia- 1 j aun su rabia de verse ta» mal para- 
do por la tdrpeza de aquella estúpida yegua 
(que yegua 'era la que le porteaba) ; cuál au susto 
y alteraeíon ^ cuál sobre todo el dolor que sentid 
ría en la parte lastimada , rota la tela del panta* ^ 
loB , y irota también la telícula del cadríl! Haya- 
mos conmiseración del caido , y supliquemos á la 
Virgen le cure la herida del espíritu y de la cadera. 
Cuarta delor* £1 cuarto dolor fue ^ cuando 
habiéndose presentado en el ayuntamiento de la 
referida villa a votar | escrita su papeleta (en que 
algún curioso ley¿ su mismo nombre), y al tiem- 
po de entregarla al presidente prodigando venias 
y contorsiones , esclamó uno de los electores: «al-' 
*to. y Si". Presidente ; este ciudadano no es conocida» 
por el^ctot^y nó tiene derecho á dar su sufragio eb 
este colegio. Y' áí sentido él puntóse le declaro su^ 
puesto etec(6r y no fue admitido el ex-ministro i vo- 
tar. Coatemplad, devotos^ cual sería su penayamat- 
gura al verse asi privado de lo que constituid el 
objeto de su azaroso viaje , y el blanco de sus afe(« 
nes y de sus sudores | de sus fatigas ^ cabilacioneá, 
desembolsoS| especulaciones y enredos! Ten'gámo^ 
dolor de su dolor^ y hagamos oración ár la Virj^dy 
para que le tienda ^l manto de su consuelda • 

Quinto dolor. El quinto dolor fué ^ cuando lós 
cuatrocientos ó quinientos electores qu« alli ha** 



Um, empezaron á vocear desapiadadamen^a y i 
esclamar á Toz ea grito: «faera ese malvado; 

fuera el L... que salga el 1 • Y pronunciabaa 

el vocablo entero* \ Jesús Maria j José! I! El se« 
Üor les Haja perdonado. Hasta que en efeeta 
tuvo el infetlz que desapárecer.ssCooteinplad| 
católicos f cuan acerbo seria este quinto dolor^ 
cuan grande ni confusión , j cuan eucendido sal* 
dría el color de su faz ! Compadezcámosle ^ j di- 
rijamos fervorosas preces á la Virgen para que 
le provea de serenidad j resigoacion. 

Sesto dolor. £1 sesto dolor fué , cuando se 
presentó el elector D« Joaquin Gonzales ^no A 
Hombre gordo ^ sino nn vecino de Gampo^ que- 
jándjose á la mesa de que el supuesto le babii 
querido sobornar ofreciéndole dos Toreóos por 
su voto y j otros tantos por cada uno que le ad- 
quiriese I cujas monedas podian desde luego pa- 
sar á cobrar ¿ su casa- alojamiento , la eoal sabe 
.mi reverencia cual fué^ pero no es necesario nom- 
.brar.ssGontemplad , fíeles mios , cuál seria «u pe- 
sadumbre cuando supo que en virtud de aqucllt 
declaración la mesa babia oficiado al jaes de & 
.instancia para que le formase sumaria por sobor- 
nador de electores : meditad cuánta sería sa afli- 
eion j 'su- pesar ! Tengamos lástima de su angus- 
tiosa situación , y unamos nuestros votos , sia so- 
borno f para alcanzar de la Virgen que le ampare 
j le consuele en su apuro y penalidad. 

Séptimo dolor» El séptimo dolor fué ^ cuando 



le ndtkiatoB que babiendo el iftei examinado 
tres testigos , y babiendo todos tres declarado U 
ver^d del íntetttado soborno , iba á dar auto d« 
prisión eóntra «u ex-ministerial y malbadada per- 
sona. Cuya nueva fatal Je movi^ á fugarse del 
pneUo con la mayor cautela y clandestinidad, j 
ío que es mas lastimoso , á pie, como fue mi Pa- 
ternidad á Carabancbel (fayor que j^no puedo ol-. • 
▼idar).=Contemplad, amados oyentes mios, cual 
se le aumentaría á aquel desgraciado paciente con 
la agitación del susto y con tan ingrato ejercicio 
el dolor del bueso cía , y red si bay un dolor 
comparable á su dolor. «¡O V9S omnes qui transU 
tis per viam , attendite et videte si est úolor sicut 
ddtít suusií. \0h vúsotros los que pasáis- por él ca* , 
ndno de Pon/errada , ved si habrá dolor como el 
dolor JcZ/i*^mVo íKpawro!»=Hagamos aqui una 
ireve pausa-, y meditemos áTobre la intensidad de 
tan acerbo dolor:::u: Abora lloremos su congoja y 
uBiccion^y con las láguma^ en Ioíj ojos suplique- 
mos á la Madre Santísima de los Dolores le libre 
de las persecuciones de la Justicia y le conduzca 
sano y salvo al puerto de salvación. 

Aqui puestos de rodillas y con el maybr fer- 
vor pedirá cada^unoá la Virgen la gracia ¿ gra- 
.cia* particulares que desee alcantar. 

APÉNDICE AL SEPTENARIO. 
Ociavo dolor. El octavó ¿olor es contemplar 



que hay personas . que visten leyíta ^ ¿ quienes 
suceden estas cosas, ;¡¡Y TODAVÍA NO SE 
MUEREN DE DOLOR !!! Pero ^él vive muy 
fresco, \lp4é autem ^¿vit\ i^Fivul Imo ^ero fot'^ 
sitam in Senatum ^enict (1). ¿Que si vive? Toda- 
vía le han de ver vds. avenir aI Congrego. ¡Vemeü 
¿Que si vendrá? ¿Pues no vieiie P. Gabriel BaU 
buena? 



LOS GOZOS DE TIRABEQUE,. 

DEDICADOS 



Bien^ hermano Baldomero; 
asi te quiero. 



Cada vez que alzas <fl mazo , 
y sacudes un porrazo, 
un abrazo y otro abrazo ^ 

por vida mia 
Tirabeque te daria» 

(i) Cicerón , ín Catillnami* 



Bien I hermano ;Baldoniero I 
asi le quiero. 



Cada paso que tu avanzas 
me infunde unas esperanzas , 
que.á danzas j contradanzas 

mi ^ pata indina 
ella misma se me indina. 



Bien y hermano Baldomcro f 
asi te quiero. 



Guando yeo que la espada (1) 
en pluma no fué trocada 
me baño en agua rosada , 

y con el gusto 
todo me desabara justo. 



Bien , hermano Baldomero , 
asi te quiero. 



' (i) La de U eapillada 169* 



Csftndo i9 «subas parad* 
mU capilladas te he dado^ 
pero ya habrás penetrado 

. que Peiegría 
Bo lo hacia con mal fin« 



Bien y hermano Baldomcro, 
asi te ^niero. 



Pnes ahora qne trabajas^ 
j i los facciosos descuajas^ 
ja Tes como sé hace rajas 

la musa mía, 
j alegres gozos te envia. ^ 



Bien f hermano Baldomcro , 
asi te quiero. ¡ 



Según por 4M!á se g^osa, 
^ hoy estarás en Tolosa: 
SI es cierto , di que te tosa 

«1 pretendiente , 
jr que te hinque nadie el dienta. 



Bien y In^mano Baldomero'y 
asi te quiero. 



Que el dia qne a ese gabacbo 
le des carta de despacliOy 
aqael dia me emborracha^ 

7 aunque peque, 
lo bago á fe' de Tirabeque^ 



Bien, bermano Baldomero, 
asi te quiero. 



Con tu postrera proclama 
está el carlista que brama; 
mas á mi el pecho me inflama 

tanto placer! 
j una gana de comer ••••••! 



Bien f bermano Baldomcro , 
asi te quiero. 



En ella de transaeeion 

bí siquiera babla un renglón \ 



mas 8Í la hay , y es de razón , 

yo la alabo; 
sal YO siempre el menoscabo. 



Bien ^ hermano Baldomero ; 
asi te (juiero. 



Porque hay tal hambre de paz 
que te digo con Terdad 
que es una barbaridad: 
si tu la dieras.... i 
¡ya lo vieras , ya. lo vieras ! 



Bien f hermano Baldomero ; 
asi te quiero. 



Y en mis brazos te estrechara 
y de besos te llenara 
y mi (5ara con tu cara 

apretaria , 
y hecho «n luco te diria ; 



Aj f hermano Baldomcro ! 
¡cuanto te quiero \ 



Pero no has de desmajar \ 
que si Tuelves á parar , 
sin poderlo remediar 
á las andadas 
volverán las capiUadaSf 



Que asi , hermano Baldomcro ^ 
así lo quiero» 



A esos otros generales 
que á las tropas desleales 
han dado zurras mortales 

estos diaS| 
les darás memorias mias. 



Que asi ^ hern^ano Baldotnero ^ 
asi les quiero. 



^_ 



EL OBISPO DE OBENSE 

^E$to de meter en «na misma capilla á an re» 
▼erendo Obispo j á un actot* dramático ^ al geft 
7 pastor de la iglesia de Orense j al director es- 
cénico del coliseo de Granada; el nao qne con* 
firma y ordena en el riñon de la Galicia ^ j el 
otro que hace comedias- j tragedias en el corazón 
de Andalncia , ciertamente es un género de tran- 
tacion que ni á Soult , ni á Melbourne , ni á Ma- 
roto, ni a Espartero , ni á John-Haj ni á Abdul- 
Medjid les habrá ocurrido nunca regularmente p j 
que e» propia 6 de la chola pajarera del duque 
de Frias , ¿ de la mollera estrafalaria de Fr. Ge- 
rundio. Sin embargo no haj cosa mas mas cierta 
que esta transacíon , la cual no haj que temer 
qu^ menoscabe la dinastía ni las instituciones : es 
cosa de Fr. Gerundio j basta. Y cuidado que la 
he hecho sin previo consentimiento de las partes^ 
j solo en uso de las altas prerrogativas de mi ca- 
pilla. Y no por que se parezcan en nada el cómi- 
co j el prelado; que asi se parecen ellos como se 
parece un conejo de monte i un espejo de cuerpo 
entero. Mi paternidad los conoce á ^r^ho», y pue- 



lie decir qtte el Obispó e» viejo /pequeSo j re* 
dioncliOi y" el actor joven , alto y delgado: sí es- 
to es parecerse en algo ^ ya digo yo qué Fr, Ge- 
rundio se parece al Hombre gordo. ' * ' 

¡Ay' Romea , Romea ! Bnena la lilas heclio ton 
levantar 'ese mon amento de honor que has levan- 
tado al genio del inmortal Maíquez en la plaza 
del Campillo de Granada ! esa sencilla pero ele- 
gante columna erigida á Ja memoria de aquel 
actor ilustre , honor de la escena española , por 
cuyo pensamiento te felicitábamos todos los amaib- 
tes déla gloria de las artes, y que'creíapaos hon- 
raba é inmortalizaba tanto al que le había coa,- 
cabido y realizado como al Genio á quien se con* 
sagraba. 

Buena la hiciste ^ Julián ^ , 

con el Obispo de Orense. . 

Tu estrañarás que asi piense 1^ 
pero ¡ay Julián! 

De misas te lo dirán. 
Lo que debes hacer es derribarle otra vez , 6 
bien articulo por artícelo | es decir, piedra por 
piedra , eomo iban desmoronando algunos minis- 
tros con la capa de liberales el monumento de 
nuestra Constitución , 6 bien de raiz y por el píe 
según el sistema de los carlistas d<^clarddos. Tu 
escdjgerás. Yo estoy por el último, porque soy 
apasionado de la brevedad. Y aun por eso que 
me hago cargo de que habrá muchos de mi gusto, 
procuro ser ligerito en la misa por no hnpacien- 



tar á los que. me la ojea , que 'DO haj^coflft que 
mas perjudique á.U devoción que la^pesadez^ 

Y en seguida te retiras coa tu Matilde de la 
escena en ' que tantos laureles babeis recogido^ 
tantp en los teatros de la corte^ couio< abora en 
los de la ciudad de la Albambra j .de losnijoris* 
eos recuerdas , y oA dedicareis á aprender ,ptro 
oficio. y que asi 1q reclaqia la sapa moral. Y voso- 
tras célebres y acreditadas, actrices I peritísima y 
veterana Llórente 9 graciosísimas y modernas Diei 
y Lamadrid: y vosotros^ padres conscriptos de la 
escena^ venerables prelados y maestros de artes de 
la escuela dramátici^ vosotros los Lunas y Las 
Torres y Guzmanes f, y. los López y los Campos^ 
los Fabianis y los otros: y tu también Honihre 
gordo y á quien tu próvida naturaleza ba precisa- 
do á especular con su oüctosa prodigalidad en los 
escenarios' públicos: ¡cuan sensible me es baber 
de baceros esta dura . intimación ! Mas no bay re- 
medio.* la moral pública lo reclama y es preciso. 
Es precis9 que renunciéis á vuestra prpíesjcMi , y 
que veáis de. ingenigro^ por otro lado pa^a busca* 
ros vuestra map.era d^ vivir ^ que asi ni mas ni 
meno^.i^p^ba supedj^^o, ^ Ips esclausfrado&f por- 
^quQ Uji^e^O^ moral r.f^Is^na que se ciérrenlos tea- 
tros , a5¡,/q9p)io^ rfMqlqfii/iba; Ja política , segó n la 
ppinipi^ d^ ^^eudizabail, que se cerraran los -con-? 
Ventos," ¡Coinp ba de ser , b^rmanosl Corramos 
una. misma, .suerte efolí|fisliRdo« y cómicos, y 
confiemos en la Providencia^ que asi qomo n9 



abandona i los pajaritos creo que macho míenos 
abandonará á los pajarracos* - . . 

¡Pobre de. n»i . que. habla esUdp creyendo d^ 
buena fe que el teatro era ^ mejor escuela púr 
liiica de moral. ((jLc la cual es vefda4 que se 'pvfir 
de abusar asi como se abusa de los mismos- tem- 
plos) j en esta creencia asistta j. concurría á éi 
siempre que la bolsa y las ocupaciones me lo 
permitian ! La culpa tiene ese bruto de Jovella- 
nos y que ja en d año 1796 en la Memoria sobre 
las diversiofíjes publicas que ley¿ en la Academia 
de la historia , cuando llegó al articulo Teatros^ 
Se permitió, decir: nEl^ primero j mas recomen- 
dado de todos los espectáculos : el que ofrece una 
diversión . ma^ racional , mas provechosa ^ j por 
lo mismo el mas digno de la atención j desvelpü 
del gobierno y 4fc, 

Saena la hiciste | Gerundio ^ 

con el obispo d^ Orense. .. > 

Y sino vean vds. como se ^splica^ el reyerenr 
do prelado en una pastoral qi)^.ha dítdoxon n^o^ 
tivo de hab^r^e abierto, un coli^iQp «n aquella 
jciud^id* ) 

•ríps D, ])áii}a40 IglpWft y Irt^o ppr la grar 
cia de Dios j de la Sta« Sede Apostólica obispo 
de Orense, del consejo de S. M. ^c, S¡*c. 

«Hemos llegado á entender ¿^ no sin dolor (1), 
que en el teatro de com^díüS públicas que deS" 

■ ■ I ]K ., 1 1 ■ ■ ■'' 

(i) G>n ctt« dolor no había yo contado para lo» Siete* 



^fméiadttménte aparepió (1) en esta ciudad Bác» 
algunos días , se bailaron entre los concurren tes 
'algunos pocos eclesiásticos que olvidados de sus 
*deberes -y sagrado carácter^ no recel'aron aumen- 
tar el número de las concurrente^ á ttna diver- 
sion pública , que siendo de sujo peligrosa j es» 
puesta á mucbos males espirituales j aun tempo- 
rales , pudieron causar nota j atgun genero de 
escándalo en el pueblo ^ J de- que se habla pú^ 
blicaraente.» 

• ¥ después de conminar á los ecTesiásticos que 
en lo sucesivo concurran al teatro con todas las 
penas can¿nicas^ inclusa Yá suspensión de celebrar 
(en lo cual jo no me meto al ora ^ ni le ntego It 
'fecultád f aunque babia mucho que decir sobre 
4a materia); céntinúa. 

. «Mas como nuestro minist^io se esti^ide á 
todos loa fieles bautizados de <^nalquier clase jr 
condición que sean ^ no podemos menos de excr- 
etarlos con el mayo^ interés á que se abstengan 
'de concurrir a está' clase de diversiones , como í 
los juegos púhlicos prohibid'bs por todas las leyes 
eclesiásticas y civiles (2) ^ y que ocasionaií tantos 
lÉkales y aruioan tantas Üamilias^ particularmente 
''■^ 'r ■ ' '' \ '' _■ ' 

j(i) iUto 4< a^yarecerfte pateco indicar q,ii« estaba ea 

tierra de morería y se apareció allí de la noche ¿ la nu* 

-ilana, conK> aquel; cristiano jpaisano mío , que eatanda 

cautivo en Argel se vino á las inmediaciones de León en 

una noche f cap. '28 J. 

. ( ft) Eso. es y Sr*. obíapo :. lo^ múm<i da cojacUcric al V^^ 
tro q:ue al Juego de U rolina. 



fta unos tiempos en qne la ira de Dt^s est¿ con^*, 
tra nosotros y y que sqlo la peniteacia, oraciones, 
y la conversión de nuestra vida puedct . .detener 
su mano fuerte que está estendida todavía sobr* 
Duestra España.» 

Ahora va lo mas sustancial, 

«Y para animar ¿ que sostengan'y hagan sa« 
crifício á unas inclinaciones que tal vcx estaiL 
escitando el mal ejemplo; concedemos á todas 
y cada uno de los fieles 40 dias de indulgencia w 
cada vezr que en lugar de ir á la comedia recen un 
Padre nuestro f un Ave María ^ 6 bagan un acto! 
de contrición para aplacar la ira de Dips , y con-¡ 
seguir la verdadera paz que tanto necesita la Ks« 
paña , y no desmienta el nomiire d^ f^inp lea- 
t¿lico« 

«Dado en nuestro palacio episcopal d^ Oren-^ 
se a 16 de agosto de 1839.=:Dáma3o Obispo de 
' Orense.s=Por mandado de S. S. I. el Obispo mi 
señor. Francisco Lahera , Yice-Secretario.» 

Por vida del Concilio de Trento que las in« 
dulgencias andan baratas por tierra de Orense! 
Y ya «que no le di¿ gana al limo. Sr. D. Dámaso 
Iglesias y Lago de conceder la f leñarla á los qua 
en vez de ir á la comedia rezasen ademas del Pa- 
dre-nuestro y el Ave-María un Credo j una Sal- 
Te. Ahora que critiquen á aquel Obispo de Ciu* 
daid-Kodrigo , Sr. Piscina , porque habiendo acu* 
dido á el im piolando socorro un pobre labrador 
ique habia perdido su yunta de bueyes^ el socorro 
Tomo Yii, M 



ífáé le H6 fue decretar: «ConeedemM 40 dias de 
ié'dtiIgetTda'ái que socorra á este infeliz.» Sin em-^ 
b^rgo t^eo 'qne,ha bitbido persona en Orense que 
s! hnbiéra ftñinfdo tantos Voton en las elecciones 
como- días de indulg^encla ha ganado por no ver 
comedías , seria diputado en primer escrutinio. 
* FaVeec iik|^<MbIe que en el estada actual de 
BUestVasTbyés, de nuestros teatros^ y de nues- 
tVas Costuiíibres baya quien se atreva í estraviar 
d% este fttodo lá opinión pública p y Í arraigar las 
]Sféocup4b¡6ñes de una parte d^ vúlgOr Ño 6bi- 
ifantó pién'áoque en la pastoral del Frélada liabrá 
teoido hké partid la ignorancia que la malicia^ 
fúéi i'égüíhrmente el Obispd' de Orense no babrá 
visto 'én'sU Vídft unk comedía» Dr' JTatian Romea 
podia erigirle otro monumento en obsequio á Iit 
próféccibb <|ué dispéú'sa al kt\k. 



GAPILLADA 476. gWFIBMMfi 3 DE 1«^. 

IFr. OERÜlK]>IO. 



Sífuis dixerit in istis diebus de alto 
anathema sitm 

SI alguno dijere que en estos días acier- 
ra luéia i ibaU»r ai á etodbl» ^e oirá 
coja que 4e .1^ p^, >s Xff^c^ 4( .l^u^h^ 
o de Cabrera carguen con sü estampa* 

Coifc* 6. GEatJND. 



PAX DOMtm SíT SEMÍPJSR VOBISCÜM. 

íx PAZ ©E Píos; 8í;4 sjfpMpiijí qo^f yq§p?'wji5, 

^ ür^ao^s i S|ieB y Timbéifue ; gVa«{a9.á ;Dio8 
que haj esperanza* «de que se «ierre jl temfíld de 
jADO^^SeAor i vctál^ftiM) je }«idio ai «^ dónde es* 
•4¡i «ae temf lo , é si '•i «o m vídn nombrar «ein^ 
•JAQle santo. A no ^r que sea una iglesia que ^tt* 



etmité abierta et otro día $ j con motivo de ^n* 
contraria abierta entr^ allá^ j con motivo de ha« 
ber entrado....»-*Mira| procura salir luego , por« 
que tenemos mas que hacer. — Voy , señor ; pero 
primero déjeme vd. contarle lo que vi. 

Pues señor ^ estaban haciendo una fiesta ¿.la 
Virgen , y la Virgen estaba ^ sobre^ la. custodia: 
\qné maja j qué bien vestida estaba , señor! Va« 
ja que se conoce que al tal Galiano le da el nai- 
pe para vestir vírgenes.— 'Qué ; ¿se llama Galiano 
el sacristán? Tú todo lo curioseas y averiguas^ 
bombre : nó queda pequenez que tú no indagues. 
^^]^o señor p yo no pregunté cómo se llamaba el 
sacristán I sino que di por supuesto que la babria 
vestido el $r. Alcalá Galiano , el que fué minis- 
tro.— ¿Tienes gana de bui;larle?-^Señor , ¿no di- 
eren por ahíi que Galiano na quedado para vestir 
vírgenes con motiva de no quererle ya en nin- 
guna parte para díputadot^.^V-^Vaya ; ya me lo 
parecia á mí ; chocarrerias tuyas. ¿Y es eso todo 
lo «que viste? — No señor i lo^ que vi fué dos mñas 
como de siete años vestidas de blanco colocadas 
eadá nina á su lado de la Virgen para espantarla 
las moscas con unos mosqueteros. — Mosqueros di- 
rás , que mosqueteros son una clase de soldados 
^tiguoa que serVian con loosquete , género de 
^copeta mayor que la ordioaria* -. 
.^, £n lo demás tienes raaon , Pelegrín; también 
.y O: lo he:VÍftto, Eso fué en la iglesia del ex-eon- 
.Y^emto de la Pasión. Por eiert<i que me faiM» gra^ 



'^da la oenpaeion de las dos tiernecttas espanta* 
moscas^ j el modo nuevo y original de obsequiar 
- á la Virgen , de on jo obsequio mosquil es bieii 
seguro que no se hablará en el Devocionario del 
•P. Ripa ni en la Mosquea de Villavicíosa. 

Pero ni aquel es el templo de Jano, ni pienses 
que Jatío es algún santo mártir 6 confesor de la 
fé de Cr¡sto.-«-Seria apistol, señor. — No tienes tn 
•mala cabeza de apóstol. Jan o fue el primer rejr 
de Italia I el cual después de muerto fue adorado 
^»mo una divinidad| j .Rómulo le Construyó j 
dedicó un templo ^ cuyas puertas en tieüipo de 
guerra estaban siempre abiertas y luego que se 
restablecia la paz se cerraban. De modo que allí 
3>ara signifie$ir que se gozaba de paz se decia: «el 
templo de Jano está cerrado :• y cuando se quería 
decir por ejemplo: «llevamos seis años de guer« 
ra:» se usaba -de la frase; «seis años va que^estan 
abiertas las puertas del teñólo de Jano.» «—Señora 
acá en España es al revés que allá en Roma ; que 
acá lo que haee que hay guerra se han cerrado 
una infinidad de templos; y tengo para mi que ¿i 
las juntas diocesanas no dan trazas de pagar á los 
curas mejor que hasta aqui (1)^ se han de cerrar 
otras muchas iglesias; no por causa de la paz ; si« 



(i) Suplico i lá de Gindad-Rodrigo no me Tenga con 
otra reclamación,, pae» hablo^ en geccral ; y de qaejaf de 
párrocos contra las juntas^ dloceMua» están atestados loa 
cajonei de la mesa gerundiana* 



no ppr causa dd hamJbfe de lú$ ounas^ j a«ñ de 
IcM aaoi^tttafaet ^ ^iit tso de nMotenéi«e aolo de 
lal luMtías d« la misa )iáréeeiB« á mi qae debe 
Mr poce apropóftitú para eifcftnder la fté de loi 
saGerdotes }* que las almaA deles duerpós qué üo 
están BMinteiitdbs iiif áíera rl&giiIarmeBté ^ ja sean 
l6s tíuerpos de itfisa j ^a sean cuerpos legos come 
e) mío I deben res^nlii'se áo póeoile.ki falta* de 
eígori edetnas c[ué el a&ád de lo q«le cailla f^n^ 
%ki j oreóme qtie «i los euras ctee ¿antaran k# 
misas en el .tem|>lo del Sh Saá Janó allá cu He* 
«ka «a ttéanpo de g«erra no bubieraai lenidó étt^L 
«osa mas edlsda que yantar qué hostil» romanas» 
Vtlos fanbieitin eebhdo k llave a la piierta de la 
iglesia stfl esperar |>ara ello á qne viniera I» pso; 
Y «si demdsiada vitlnd tienéa los éarlis aties* 
4rofl.«..i 

Mira ^ Tiral)éqné $ no es libere ese pfintQ el 
que jrt> sie preponía tocar > sino natcamente de** 
«irte que ^egiin Ikpdes las roces ^ noticias y aeSa* 
iesy parece sé ooerea el euspírado día de rer cérra« 
do «neim'O templo de Ja no ¿ sea el dia de la 
plib.«-SHl€rr f vd.dirá lo qoe quiera | pero jo sos- 
petim qoe icetirpre tib^ "ba de «fnédar abierto algnn 
piyr tillo dbl templo f i alguna |iaerta falsa qoe 
vaja á la sacristia ó al coro ; porque segnn mi 
escasó y oscuro modo dé ver ^ se me ha puesto 
acá en el Aagiti^ que aunque se cierre la puerta 
principal , cüartdb se trate de cerrar loa otros 
poi tlllos porque el templo ese no tendrá nna 



sola puerto , señor .r^p^c^ nada «nenos tenia «(1 
de Roma p^fv^n A^^crQyÍQ.,f*-rFuc| yejle^ abí, se- 
aor } xniUgro awí qwe ^H4p4pt fie ir^i^ 4? fierr^r 
Jas puercas cUóriaf qp f)<)s. fnponiremp^ <co^ ^igor 
nos i^.torbiUo9 en los «¡f^v^i^^cs de iii9 U^.v^t ó dp 
las ceri^dqras, Y asi pí^i^^Q q)ie fterá ivicjar i:pp- 
twr cpo np ír^rle* iperradp 44 í«>4p «R^ |»^clif 
tiempx». 

D^ tp4<w ipodnai Pelegrjn, t4 ei la n«cefi#a4, 
7 ^al el 4<!S£0 general d^ lá pas; (^qjtiiend^»^ M^^r 
preque hablo de np^ paz 4^cpTossfL f .pot^e; pi^e/i 
de otra claip ^i «erU admisible p f i au»q^i| fii^ 
admitiese al pronto ^ po4ik ^r 4ur44e^¿|), qu« 
quisiera que no se nos cajese nuDca de la boj^ 
la palabra paz: que la adoptáramos para los sa* 
ludos I de forma que cuando entrásemos en 
alguna €asa| dijésemos como antiguamente: «pai 
aea en esta casa;» que cuando encontrc^ramos 
en la calle algún conocido en lugar de de- 
cirle ^ «beso ¿ Td, la mano» le saludásemos 
«on el pax tecum del papa Inocencio III ; 6 
diciendo : «la paz sea con vd.» como acosium^ 
liraban también á saludar los bebreoss y que en 
Tez^ de darle la m'ano en señal de amistad , le 
dieramos el ¿sculo de paz.-^Señor ^ éso último 
so podria pasar sin muchas escepciones , porque 
es menester tener en cuenta la diferencia de se- 
xos y edades ; que tal rostro se podria presen- 
tar á quien se pudiese dar' sin repunancia 
no digo un ósculo sino mil; 7 tal otro que se pre- 



ftríría tin ailo 4^ guerra i arrimarle los labios: 
Siempre has de respirar por la herida , bom* 
bre. En fío los eclesiásticos no teoiamos sino re- 
petir en la calle lo que decimos al final de la mi* 
sa : •Pax domini sit semper i^obiscum : la paz ' de 
Dios sea siempre con vosotros.» Señor , 6 como 
en las misas de réquiem que es mas breve : «r«- 
^uiescant in pace^ hermano.» — Hombre^ eso bue* 
le á cosa de difuntos \ pues mira que el salado 
seria fino.— Es que asi no saludaría mas que á los 
carlistas , Beftor*-— Vaja, vaya; dijame en paz: n<i 
te puede hablar contigo. Y prepárate j vamonos 
á ver la apertura de ias Cortes que jra va siendo 



•bSIS» 



Apertura y apretaras. 



Lleg¿ f amados oyentes míos ; lleg¿ el día tan 
impacientemente aguardado de la apertura de las 
e6rtes ordinarias y eanicnlosas de 1839. Y digo 
caniculosaSp porque no pueden menos de serió 
unas cortes que empezaron á ser nombradas el 
primer dia de la canícula , j que se ban abierto 
el último dia de la canícula (1). Las elecciones 
< de estas cortes se bicieron bajo la influencia de 
dos constelaciones, la canícula y Carramolino; es 
decir y bajo dos canículas , celeste la una y terre-» 
nal la otra* Elijan. 

Pero ello es que lleg¿ este dia de esperanzas 
y tensores: este dia para el que estaba anunciado 
el desenlace de esos misteriosos sucesos: y aun la 
insinuación , ya que no la revelación oficial de 
esos grandes planes que ban traido estos dias 
trastornado el juicio de todos | tirios y troyanos. 



(i)' Veas» el tlmant^ois. 



romanos j cartaginenses , grandes j nifios ^ sena« 
dores y lavanderas. Habíase anunciado también 
que todo seria mas suc|iuoso en esta apertura qoe 
en otras ; que las Reinas irían esmeradamente ata- 
Tiadas ; que los trajes de ceremonia de las damas 
j gentiles hombres de servicio ^ las libreas ^le h>s 
lacayos^ j aun los adornos de los caballos de ti« 
ro, todo seria nuevo j del major lujo j vistosi- 
dad. Eu su consecuencia I j con arreglo á la lej 
de la armonía J de la buena consonancia | Tira* 
beque babia estrenado también sombrero nvevo 
como si fuese un diputado recien venido. Nada 
de consiguiente iba á faltar á la suntuosidad del 
acto. 

Aunque S$. MM. no habían de salir del Real 
Palacio hasta las dos» no obstante desde Us once 
de la madana que se abrieron las puf'rtas del eon« 
greso (y lo mismo fuera que se hubiesen abierto 
á las seis) foé tal la afluencia de los convidados 
y convidadas que se agolparon á entrar í coger si^ 
tio en las tribunas reservadas , que los que llega- 
ron á las once y cuarto ya encontraron cada tri- 
buna hecha «na cQsta de peces ^ entre los cuales 
DO dejaba de verse tal cual trucha á quien se po- 
dia muy bien echar el anzuelo , ya que no la red 
barredera. £1 sistema que alU dominaba y por el 
que se veía ptoaupciada la opinión , era el de aeo* 
nuídainíento: todo el mundo suspiraba por acomo- 
damiento ; pero !o btieno que tenis que no se eo- 
nocian tueros : Munagorri l»iiibkri» UevadLp allí «o 



tencer desaire: alli el que loas partido tenia era 
uo tal primó eapientis (1). Y ¿ ¡tesar de todos los 
esfuerzos que cada portero bacía para couseguir 
él ifeneral acomadafníeoto^ quedábanse muchos 
cuerpos fuera ^ como me temo que le ha de suce*< 
der á Maroto» Así es que nuos se. desertaban 6 
pasaban á otras ¿las como el coronel de húsares 
de Arlaban, y otros faosttlixaban a hs acomodadas 
Como los sttblerados de Vera. Y en verdad que 
aquellos callejones, encrucijadas, desfiladeros^ tor- 
tuosidades y revueltas del palacio del congreso 
me representan á mi el áspero y quebrado terreno 
de las provincias vascongadas , de forma que se 
puede decir que el palacio está coostniido en vas- 
cuence. Para entender el ¿rden y correspondencia 
de cada tribuna es menester «studiarlaB por prin^ 
cipios, y aun para esto se necesita una gramática 
particular y dtficil, porque casi todas son irregu* 
lares como las conjugaciones ds los verbos auxi* 
liares franceses. 

Gomo cada tribuna «staba señalada con una 
letra inicial mayúscula qae correspondía á }a. 
letra del billete de coda convidado , que era la 
consigna de las colocaciones ^ todos andaban bus- 
cando su letra; y había petsona que recorría todo 
el alfabeto sin encontrar la suya» £1 congreso de 



(i) Es decir , uh gefe lUniado el prímero-gut'pes-' 



los iabios ^tabft hecko por aquella parte una 
escuela de prímeraa letras en que loa convida- 
dos leían eomo niftos principiantes trastocando 
so ¿rdeA , j pasando de la >^ a la jP de la C 
¿ la /: los maestros eran los porteros, — «Diga 
Vd. I portero ; ¿donde está la i>7---La primera 
á la derecha; señora^ --Partero , la letra Hlm» 
Suba vd. por esa escalera | j enfrente la encon* 
trará vd.» Este método de ensfñar á leer no era 
en verdad conforme al sistema lancasteriano ^ pe- 
ro era ejL qne alli conreniac la letra de Fr. Ge> 
rundió era la X^ la que suele jngar de incógnita 
en las matemáticas i j i íé qne mas fácil fuera 
despejar cualquiera incógnita en el mas compli* 
cado problema matemático que despejar la tribu- 
na X en el Congreso» Decian que era la mejor; 
por eso babria sido la mas pretendida. 

Yo me divertía en ver cruzarse arriba y aba- 
joy á izquierda y derecha los cesantes de tribuna, 
especie de escedentes , que sobraban de los em- 
pleados tribunicios y que andaban como todos 
los cesantes, oliendo uua vacante y ensenando su 
billete de opción , 6 como quien dice, la pro- 
puesta de la dirección. ¡ Boberia i Los sitios se 
babian tomado per saltum como da abora el go- 
bierno los eiQpleoé. Aunque reinaba por aquel 
pais la mejor armonía, no dejo de haber también 
sus rompimientos. Y sin¿ que lo diga una herma- 
nita que subiendo apresuradamente una escalera 
encQntrd detenida la guarnición de su enagua 



por el pie viejo de na senador nuevo qtxe bajaba, 
el cual le hizo un girón , especie de estribo por ■ 
el cual podia caber muy bien eLpie del Hombre 
gordo. El hermano aunque . viejo se conocía «que 
era hombre de rompe y rasga. En esto no mos^ 
traba pertenecer al cuerpo conser'vad&r , Al otro 
lado vi enredarse una mantilla de tul blanca en 
el botón de la casaca de un general retirado, j 
qitedat 'preso de el un gallardete de mantilla co«. 
mo ultimó trofeo do sus glorias militares \ y 
IiQmbr0 hnbo que por bajarse á coger un abanico 
caido se Vi¿ envuelto y arrollado por fuerzas su« 
periores que le acometieron bruscamente por re* 
ta guarda., .puesta eu desorden toda su ropa , j 
deSipues de haber llevado algunas contu8ÍoneS| tu« 
to que abandonar el objetd dd su movimiento, 
•cuyo barillage fué demolido . por los pies de los 
invasores como los fuertes de Tales • • 

'Pero salgamos por un rato del Congrego, quéi 
tiempo hajr hasta las dos de volver á >el^ y ven^ 
•ganvds. •conmigo- un rato iá' la carrenr, que nd 
\esi^ ha.dé^sar. ¿No i«s dá á vds. gusto ver esa 
inmensa j lucidísima cónéurrencia en calles j bal- 
cones? ¿No se gozan vd^« de ver lá alegría de 
la espertiDza pintada en los semblan tesí? J^n ^ po» 
cas aperturas dicen que se ha vi^to tan< univer- 
sal animación. Pero la diferencia mas notable, 
según todos , es la que formaba la frialdad , el 
'indifereiitísmo y aun él disgusto dé las 'g^ntel en 
la apertura de la última legislatura. ,t con. el gus» 



to y el tnteri$9 j la animación que sé nótalia ev 
la preáente , j que formaba uu contraste como 
el de un entieirro j itna boda. Ya se vé ; tal ban 
rariado las circtnistaneíaf. El «fio pasado Espar» 
tero se paseaba de Haro i Lpfroño , j Fr. Ge- 
rundio ceosoraba suis plíseos lordmarios ; hay el 
duque de lá Viotovie duerme .en Oaate en la cama 
del Pretendieáte^ j Tíraliéque le dedica gozos 
y paoegiríeoB. El ujto^pasiido <el miedo ^6 la mal- 
dad Uio vteaírlas tn^pas deflarfaes í abrir las 
paertas del tempVo drlaf teyet , y este alio una 
joata y aMWoid|i cíaBSauca f n la heoera^r ita ñilt- 
eia naef)nBt y en ia escasa tropa de la guárnieion 
les había «nooneOndikdo «i '¿rden y traní^uüidad 
de la políIac¿MLy la e^muizacioa del aoto sin la 
íntervtfót^tDn de olgas^inraast^y sobré todo «I afio 
pasado sá.hfillaba Ff'dlietwndiofireso ed Caradian- 
chel por obra f.gttáeiii del &^nusto T£a Ftvo (1)^ 
f astp 11^ ;feJaíiiía')««<lto por^ W ettk» ..dü^'JIa- 
áitiA ob^^iti^ftdp i (todo vjvieaUr pasrs. geñxodinr á 
9«ieD QpxíyUím^ ifípé kiUa.de ;«noQdor.a{fiDí es- 
^«MT e^ #ñ0 pa«adé toiid ÉPOfirto' y iedp ikiahe ,.j 
MíM añiP ff«do '0kg«9 y rlodo sáiro 7 

(JSLpl^! Yfi se/oysosiKtf caMo^zat: cs^o «sque 
sú^n pi SS. MM. >£a ^feíáo bul» ^oa. Helas ahí 
las/dos Kebat, jobfctto dsl aasor y de las espo* 



, (i) Habrá b«|uV'« 4^^ Mja ««H»«sado á •««criUrit 
e»te mes, y no sepa qnf el Súpuf^tQ ÍTíq Vivo e^aivalt 
«al tiammiú iM^nfiiéi da filbitui¡'^ipgwk» 



ranzas délos españoles....» «SeSor, sel&or ^ toda 
la mañana buscándole á vd. sin poderle encon- 
trar ; creí que se me habia vd. perdido.» Era 
Tirabeque que se apareció en aquel momento cri- 
tico. Me alegro que bajas llegado i este tiempo, 
Pelegrin. Amigo, no nos ban engañado en el lujo 
j ostentación con que nos digerón se presentaría 
el real cortejo. — Deje vd,, señor , qtiie »o «reo de 
tanto oro como veo.—- Ya empegamos. ¿Con que 
no ves de tanto ver? — Señor , como soj tan ru- 
bio , j rebirbéra el sol en «1 oro de los vestidos, 
parece que se me conturba la vbta. ¿Son minis- 
tros todos esos que vían abí á |He y «obre los co^ 
ches, señor?-— Son los cocheros j laca jos, liombre^ 
que ban estrenado kcgr libreas nn^Vas , asi ian cu«i 
biertas de tgalonadnras de oro como las v«Sv» Pe>«* 
ro lo que mas chocaba á Tirabeque erem Los ¿pm^ 
breros nuevos de tres eandiles á masera de a^ue« 
líos velones de tres «lecfaenxs q,«e se eBeieadeii 
en las casas ricas de las aldeas colgados die na 
garfio del medio del techo en ««ches de gvaii 
sarao: de cujas puntas laterales colgaban doa 
borlas de oro , que paareciaa lasneohas enoei^di- 
das de las dos «andileías^ jai tpnata ¡delantera «la 
tenia borla, ó á aqiMtl mcjehoio tela habian ^neito^ 
¿ se le babia «eonslnntdo ja la torcida : J las epf 
cafa pelas estaban atrás : vioe-vei^a éi€araj>elari6 
j eandüero qttemoatsabh el eapaftelismo de aque- 
llos sombreros de retroceso. 

No le llamaban menos la atenrioo loS sober«t 



bioA pi^nacbos de los caballos, no tanto lotf de eo^ 
lor de rosa de los seis caballos castaños que tíra« ' 
l^n del coche de plata j nácar llamado de respe- 
to | como los azules«cristina de los ocho blancos 
que arrastraban el de SS. MM. «SeSor, me deck 
Tirabeqi)^ , ¡qué orgullosos van los caballos j qné 
llenos de vanidad ! ¡Cómo saben !• que llevan!— 
I4OS caballos j los hombres tontos. Tirabeque^ 
son los animales que mas se pagan de las galas j 
arreos. 

.A veces los uniformes viejos de los gtiardias de 
eorps que se interponían entre los coches no dejaban 
▼er los vestidos nuevos de los lacayos. Quando pa- 
garon SS. MM. por frente de nosotros le dije 
á Tirabeque : «Pelegrin , repara bien en las ricas 
eoronas que llevan las Reinas, no te se escapea 
los precibsbs aderezos de brillantes j demás lujo- 
sas presea* , sin. dejar por eso de observar los ma* 
gestnosos T'Cstidos recamados de plata j demás 
suntuosos atavíos : después no digas que te has^ 
quedado sin ver nada. — Señor , precisamente se 
me ha puesto delante esta andrajosa de esta yíu^ 
da, que apenas me deja ver \ pero aqui por entre 
las largas barbas de este retirado diviso aunque 
imperfectamente todo lo que vd. me dice. — Pues 
anda, ahora, vamos corriendo otra vez al Congreso 
¿ ver la Sesión Regia. 

- ' Fuimos en efeeto, j llegamos antes que la re* 
gia comitiva. Mi Paternidad tuvo el honor de set 
colocado en la tribuna fronteriza al trono de las 



Itelna«| al lado de las autoridades.;;.» iba 2 de- 
tír «/ de ciertas autoridadas ; • pero me acuerdo 
que una de ellas me suplicó al salir que por Dios 
no dijeta nada de las autoridadas p j quiero defe- 
rir á su tierna súplica. Tirabeque ño entr¿; no 
era /egular ; se quedó atisbando por entre la 
puerta. Y desde allí no cesaba de llamarme la 
alencion diciendome en voz baja: «Señor | desde 
aquí estoy viendo tina barajita de diputadoS| que 
si los que examinan las actas son bombres que 
cumplen con su deber, partéeme que dentro de 
tres dias no ban de ser ja diputados.**- Calla , 
imprudente. — Señor p señor. — Otra vez, bombre? 
w-Aqü^l de aquel lado tieife cara de diputado por 
soborno.» ' 

^ Húbierame comprometido el hablador de Ti- 
rabeque sino hubieran entrado tan pronto las 
augustas personas, y seguidose el mas profondo 
silencio. La inocencia y la amabilidad se sentak*on 
en el trono qne les estaba preparado, y previas 
las ceremonias de costumbre , la augusta Gober- 
nadora dio principio á la lectura del Discurso 
del Trono. Como fogueado ejercito que colocado 
frente al enemigo espera la señal del combate, 
para acometer, destrozar, desordenar y perseguir 
las enemigas huestes , asi esperaba el pueblo ma«^ 
drileño el párrafo del discurso relativo á espe- 
ranzas de próxima paz, para tirar al alto los 
sombreros , romperse las costillas é abrazos , or- 
ganizar francachelas, constituir comilonas, arre« 
Tomo vil. 21 



glar el presupuesto de fonda , dejat teiublaiidtf' 
las tiendas de andaluces y ultramarinos , arma? 
por todas partes la de Dios es Cristo , j que an* 
duvieía un gaudeamus que se meara Dios por uni 
botin« Tirabeque á su puerjta con un oido^como 
un javali no pudo contenerse sin decirme i •&eikoTf 
en un tris está ya el saber si la levanto 6 no It 
levanto.» 

Mi paternidad muy reverenda también espe^ 
raba ^ no una revelación esplícita de las negocia^ ^ 
clones de paz que pueda baber pendientes ^ pero 
si una insinuación tal como la prudencia y eir«< 
cunspeccion exijen en estos casos y en la natura-' 
leza de estos documentos. Pero el discurso ae^ 
guia I y el parrafíto no llegaba ; continuaba el 
discurso I y el parrafíto no venia: proseguía li^ 
lectura del discurlo y y no pareeia el parrafíto: 
seguia mucbo discurso^ muebo discurso. «.i. ¡qui^n 
sabe cuanto discurso seguk! y el parrafíto no ^ 
veia venir. Continuaba otro poco de discurso.. «.i. 
¡ 4=y qué cuenta tan estrecba tiene que dar i Dios 
el ministro que redactó el discurso de lo mucbo- 
que bizo leer á la amable y bondadosa Cristinal- 
Toda la bondad de esta Señora se necesita tener 
para llevar en paciencia tanto discurso ! Pues se^ 
ñor , como digo, el discurso seguia seguia por 
sus trámites regulares.... basta que por fin se acá-' 
b¿ el discu;rso^ pero el parrafíto.. ^<.. si; aguarda 
por el parrafíto, ¡cosa mas particular! Se le ba-* 
bia olvidado al escribiente copiarle del original 



fetlando le ptiíú en limpio ,. y con esta misma faW 
f& baii salido después los ejemplares impresos. 

Un frió como de tei^ciana sC apoderi de lor 
CbrasoneS Ae todos , Jr los proyectos de franca-* 
chelas, comilonas , fondas, andaluces y altramari<*' 
nos fueron retirados para tiempo mas oportuno, 
solo por la falta del parrafito. Concluida la se« 
sion en el modo ^ y ferrtia jqlié las sesiones fi^gias 
concluyen , SS. MM» salieron del salón y regre- 
saron con la r^gia comitiva al Real Palacio en el 
mismo Ofdeñ en que habían verificado Su irenidaé 

En cuanto al discurso de bs treinta y siété 
párrafos , y sin el parrafito , veremos de decir 
algo otro dia , ya que hoy ' no nos lo permite 
la cortedad de nuestro periodiquillo. Entretanto 
mi Paternidad solo añadirá hoy , que el único 
parrafito hueno que en él encuéntrales el en que 
dice S. M. «Por h que á mi toca , a nada me he 
rehusado de cuanto he creído podria contribuir al 
Bien de los españoles» A nada me rehusare en ade^^ 
lante. Mi gloria se cifra en que mi nombre vaya 
inseparablemente unido á la felicidad de este pue'^ ' 
blo heroico y generoso** Y aun la inserción de 
este pensamiento tengo entendido no se debe á 
ningún ministro | áino á propuesta espHcita de 
S. M. No obstante y si Fr. Gerundio hubiera sido 
el ministro redactor ^ uo hubiera escrito: ^A nada 
me he , rehusado^ y «^ nada me rehusaré.^ Sino: 
mNada he rehusado* y •Nada rehusaré: % porque 
asi lo aconseja la propiedad de la lengua. Estos 



9<m reparillos gramaticales que en un doenmenlfl^ 
tan interesante no podijia dejar de llamar la aten- 
ción gerundiana | j bien pudieron los ministros 
del discurso baber tenido presente que le , Ha i 
leer Fr. Gerundio* 

¿X ^exilio 3e üi/iux6e<i|ae* 



Ven f Tirabeque mío ; ven ^ lego salado y 
salitroso ; ven y dame un ósculo j un abrazo, , j^ 
•n seguida baila abi un paspi^ 6 una pastorela 
¿ solo de rigodón ¿ minué afandangado^ ó una 
figurita de baile ingles , 6 una jota aragonesa , 6 
unas boleras castellanas ; en fin aquello que tu 
poseas con mas perfección ¿ á lo que seas mas 
inclinado, — Señor , tanto me da una clase de bai- 
le como de otro ^ porque jo todos lo» poseo 
igualmente y aunque igualmente no poseo ninguno 
ni tengo mas posesión que la afición que tengo; 
porque* en lo» bailes, mi amo, pienso que hay 
que contar con dos cosas | que son la posesión de 
ellos f es decir , lo> que se llama baile ^ y la afi* 
«ion de cada uno á lo que se llama baile tam- 
bién* Lo que es por parte de la afición & in- 
clinación , como quiera llamarse, ...--> Anda , lego 
morlaco , déjate abora de nombres ni calabazas, 
y levanta esa patita luego f luego , y difnnd» 
la alegria por todos los ángulos de la peninso- 



lei....-^¿'Ptte« que hay, lelior? — Con que no ia- 

hes la novedad que haj ?— -Señor , no %é nada 

¿Pero es gorda ?^- Pues no ha de ser gorda, hom- 
l)re!'^¿Cómo el Hombre gordo señor? — Mas que 
el Hombre gordo todavía. — Señor, dígamela vd» 
y si ló merece , jo daré un brinco , aunque me 
rompa la cabeza contra el ciclo.' — Hombre, noi 
esa es demasiada altura. — Contra el cielo raso de 
la celda , señor. --Eso es otra cosa. Pues bien, 
Pelegrin , escucha j baila. 

Sábete pues , que Maroto con Si batallones cas^ 
teUános y vizcaínos y guipnzcoanos se ha pasado á 
nitestras filas f reconocido todos el gobierno de Isa^^ 
bel //.—Señor! gorda es, asi Dios me salve* ¿Pe- 
ro es eosa positiva, seSor? ¿O tendrá que an« 
dar después la rebajal — Tan positiva. Tirabeque^ 
qui^ puedes desde luego akar la, pata j dar uo 
solemne brinco , aunque te rompas la cabeía eou* 
tpa el techo, que yo te garantizo, no te dé c«ida« 
do.-r-¿De qué me garantiza vd., jíeñor? ¿De la 
rompedura de ia cabeza?— No, -hombre, de la 
certeza de la noticia •r-Pues señor, sea lo que 
quiera, allá va. Arriba, Pelegrin 

Seiior, haga vd. el favor de mirar á ver si 
me he roto algo, que yo he sentido tropezar la 
cabeza en una cosa dura que me impidió subir 
mas alto, y supongo que seria el techo: y temo-* 
me no se me haya abierto el cránio.— Pero hom« 
bre, si te faltaron mas de cuatro varas y media 
para llegar al techo; si apenas levantaste del 



suelo como CP4II d^ una cuarta escasa ..u^^-Bieii 
podrá ser | $eüor } porque jo al tiempo de saltar 
cerr^ los ojos j no sé basta qué altura subir¡a| 
pero á mi me parepió que habia tropezado en el 
<sielo raso I y aun sospeché si habria abierto en él 
upa clariboya.-r-Nada ^ hombre f nada ; ih> buho 
novedad. Ahora debes dar otro salto á ver si sn« 
bes algo mas arriba,«-Seuor , vd, perdone } que 
para ?sta noticia basta este salto ; porque tengo 
para mi que aunque ella es gorda y de buena cali* 
dad I todavía , como be dicho en el cuerpo de la 
capillada | quedan abiertas algunas puertas falsai 
del templo del seuor San Jano : deje vd. que se 
ya jan cerrando | como lo espero en Dios y en la 
J)ienvcnturada siempre virgen María , j en los 
santos apóstoles Espartero y Maroto , y entonces 
ya daré yo mas saltos que un bolatinero. T por 
ahora vaya vd. aflojando la moso^ para ir por un 
piscolabis p que me parece que bien merecido lo 
tengo, — ^No, 90, Felegrin, que te podrás embor- 
rachar, y eso uo yi^ne al caso f ni lo puedo per- 
mitir .--Scnori. bajo mi palabra de honor le airéis 
Go á vd. no coger por hoy mas que uqa me4ia 
(hispa. — Hombre, eso.,..— -Ande vd., senor^ dijese 
de reparos ^ que una media chispa en un lego i 
nadie le puede parecer mal: si fu^ra en vd« ya 
seria otra cosa. — Anda con Dios, hombre) anda 
con Dios, y coge media, y aunque sea tres eoar^ 
tas d^ chispa. 



nOTENO TRIMESTBE. 



CAPILLADA 176. SETIEMBRE 6 DE 1839. 



Fr. gerundio. 



Si guis dixerit non este justum guad 
J**r» Gerundio el Tirabegui ^ gaudium 
hrotet , ilh super respetabilisimatn pe^ 
iucam^ iste infra zapatum guinguisoli" 
numf anathema sit». 

Si alguno dijere qne iioeide rason que 
f Fr. Gerundio y i Tirabeque les brote 
la alegiia, á aquel por encima de su res- 
petable pelnea, i este por debajo de 4a 
sapato qninquisolino (ó de cinco suelas), 
la mayor tajada de su cuerpo va i ser 
fMmo U cabeaa de un alñler* 



*ET IN TERRA PAX HOHINIBUS 

^ 9ONJE VOLUNTA TIS* 



O mienten los que dicen-'qne el martes es dia 
«ciagQ, 6 el martes eu Madrid no fué martes; j; 



•i todos los martes son tan aciagos, como aquel^ 
Huevan dias aciagos sobre Fr. Gernndío y su 
capilla. El jaleo pniicip¡¿ ^or el salto de Tirabe^, 
que ; y como si la pata de Tirabeque fuera una 
botella de Lejden cargada de electricidad , asi 
se comunicó el jolgorio de su pata á las torres j 
campanarios de la corte á eso de la^i cuatro de 
la tarde , hora en .que acababa de repartirse la 
ca pillada. Aquella hora los restos sonoros que 
hablan escapado del auti-cimbalismo de Meudi* 
zabal comenzaron á tocar á gloria con tal meneo» 
que Cristo debió decir allá en sus adentros: «ton- 
to de mi y que pude haber aguardado á resucitar 
á las cuatro de la tarde del martes tres de se* 
tiembre de 1839 ^ y hubiera resucitado con toda 
broma j sol^emnidad I » ' 

Pero si no resucitó Cristo, resucitaron muchos 
cristianos con el campaneo. Unos dormian la 
siesta y se levantaron despavoridos; otros co- 
mian , y abandonaron los ranehí^^ como Palillos 
perseguido por las columnas de la Mancha ^ ca- 
yendo en poder de la criada manteles, serville» 
tas, municiones de boca y otros despojos: y hom- 
bre hubo que salió á la calle con palillos entre 
los dientes ; es decir , con dos palillos de monilar 
dientes á falta de uno , con motivo de baberle 
cogido el campaneo cuando sé los estaba lim- 
piando. A un carlista vecino mío le cogió royen- 
do un hueso , y hoy es el djiu que no ha acabado 
de roerle. Todo el mundo estaba en relaciones i 



«imultáneai , 6 anteriores^ 6 posteriores con k 
mesa ; es decir ^ 6 acababa de comefi 6 estaba cor 
miendo, 6 se disponía á comer ^ menos las viudas 
j retirados ^ que comen Inas tarde ; son gente de 
mas tono ; como que muchas veces el almuerza 
de un día le suelen suspender para la cena del 
siguiente* 

Pero ello es que la bullanga de campanas ar* 
reciaba j la jente se plantó en la calle á saber 
que novedad habia« «¿Qu¿ bay?« se pregunta^ 
ban unos á otros* — «Que Tirabeque ba levantado 
la pata, se respondían , y ha dado un salto qi:^ 
ba tropezado en el techo*» Y esta nueva bacía 
brillar la alegría en los semblantes de todos. Los 
mas no sabian nada del estraordioario que habia 
llegado al gobierno á cosa de la una comía noii«. 
cia oficial del tratado de paz estipulado entre el, 
Duque de la Victoria y Maroto. Pero el salto de 
Tirabeque j el volteo de las campanas eran ya 
para ellos bastante seguros nuncios de prósperas 
y muy importantes nuevas. La noticia oficial sin 
embargo fue cundiendo de boca en boca , asi co« 
mo la voz de que es^ba próxima á salir la Gaee- 
ta estraordinaria* 

Enjambres de curiosos impacientes se agolparon 
en un decir Jesús á la puerta de la imprenta na- 
cional : la calle de Carretas y la Puerta del Sol 
eran dos colmenas: millares de abejas, abejarones, 
abejarucos , multitud innumerable de zánganos, j, 
no pocas avispas discurrían por ella en eontiniio 



/ 



eíb33Osú0 
teorfmiento y tetolotdoy esperándola g;ao«ta MM 
traordinaria que era el panal de miel sobre ojóe« 
las que todos ansiaban devorar, Pero babian pa** 
isado cuatro boras^ j el panal no acababa de fa««* 
liricarse ^ pasaba otra bora y el panal no salía , j 
otra bora j no salía la gaceta. Entretanto loa 
abrazos , las enborabuenas p los apretones de ma« 
nos I las risas, la broma, el júbilo , la algazara j 
el Gloría in ea(ceis^s, DetK qne andaba por las ca« 
lies demostraba el ansia con qne se recibía la. prU 
mera noticia de Paz; et in térra pax hominibus bo>' 
nm vokintatts. Persona babia que lloraba de gozo^ 
pero también bubo hombre qué tanta alegría qiii« 
ISo demostrar á otro , que de»pnes de un abrazo 
tnas apretado de lo que las costillas y la tabla 
del pecbo llevaban á bien le menudeó una soba 
de cacbetes en la espalda que le dejo enteramen- 
te desconcertado. Esto me sucedió d mí Fr« Ge* 
rundió con un paisano , tan castellano vt^fo como 
liberal antiguo. «Estoy mí amigo Fr. Gerundio, 
me decía, que no me cabe el gozo en el coraaM^n .— . 
Lo conozco , le dije ,, porque le rebosa á vd. por 
lá^ manos mas de lo que jo quisiera y la caridad 
para con el prógimo buenamente permite. 

Pero aquel día su^sedió un fenómeno, que 
prueba mas que nada la sensación de alegría que 
produjo tan fausta nueva. En el sitio mas lóbre- 
go de Madrid , en un lugar donde siempre es de 
nocbe , donde todo es tinieblas * y oscuridad (j 
cuidado que nó bablo dé ningún calabozo snbtei» 



tímeo), apariecifi una aurora bor9úi (i) que le 
iluminó coa sorpresa de cuantos le vimos, £1 sitio 
iobrego y sombrío era la cara de Alaix, y la au- 
stera boreal una sonrisa í;e alegría que ahnjentó el 
pabellón neboluso de su ceño. Yo le vi cuando iba 
á las córtes^ á dar cuenta de la comunicación del 
general en gafe. 

La impaciencia por la estraordinaria crecía 
- no digo por momentos ^ sino por horas ^ pues ya 
anochecía I y la tal extraordinaria no daba trazas 
de salir. Unos sospechaban si se habrian roto de 
repente todas las prensas de la imprenta nácional| 
otros pensaban si el convenio de Espartero y de 
Itfaroto seria un protocolo de á folio, y nos da^n 
rían un tomo de quinientas fojas con su índice 
correspondiente ; habia quien aseguraba que la de* 
tención era porque la pasta no estaba enteramen- 
%6 enjuta y y clamaba porque lo repartiesen aun» 
que fuese á la rústica en beneñcío de la brevedad: 
tal otro había que apostaba las orejas á que so 
faltaba ya mas que la fe de erratas ; y no faltaba 
quien sostenía haber salido un correo de gabinete 
al cuartel general del Duque en Yergara con las 
pruebas de prensa para que las corrigiesen allí 
antes de proceder á la impresión y publica- 
<;íon. Fero todos estos juicios quedaron des va- 



Yi) Fenómeno luminoso que aparece alguna yes en el 
¡cWár 



cipio á ia partí» d«l vm^ 



tiecldof á la primera voz de «Xa éitraorSinariai 
que centenares de ciegos á quienes Dios ha do- 
tado de fuerza lie palmGn-.ea compensación de lo 
que les falta de vista ^ repetían en desacorde dia<^ 
pason. Sin embargo aun dudábamos si la darían 
dividida én tomos ^ 6 en un solo volumen. Hasta 
que tomada en las manos nos encontramos con 
tina cuartíllita suelta de treinta líneas justas de 
impresión. Loor á la rapidez tipográfica de la 
imprenta nacional. 

La gacetilla con tenia el parte del general ea 
gefe, pero faltábale la letra del convenio con Ma^ 
roto á que bacía referencia. Este nos le propor» 
¿lona'el suplemento al Mensajera del Pueblo que 
empezó á publicarse al mismo tiempo á vdz' en 
grito, sin que las gentes ni el gefe político en 
Aquellos momentos de enagetíacion se catasen de 
^a prohibición vigente de publicar penodfcos'dé 
política por las calles. Uno y otro fueron ^ no 
leidos sino devorados á la luz délos faroles, j la 
alegría creció de punto j acabó de llenar los co-' 
razones de todos, No babia boca de que no salre-« 
ran alabanzas y bendiciones al autor de este primer 
paso gigantesco para la paz. Al Gloria in excelsis 
que ya andaba se signió el Laudamus te : benedi^' 
cimus te: gratias agimus tihi. De allí á poco la 
iluminación y las músicas junto con el incesante 
campaneo, uaadieron mas y mas animación y re« 
|;ooijo al .pueblo ya entusiasmado y laco de placer. 

Menguada , pobre ; mezquina y miserable ha*^ 



liera sido sin embarga la fiesta de aquella uoi 
che si solo bal>íeraQ partíeipado de ella los co- 
razones 9 7 no los e»t¿magos ; si, los estómagos 
reclanniLan sns imprescriptibles derechos á la par- 
ticipación de los regocijos patrios :, y las fondas 
« j pastelería^) se llenaron de comisiones para en- 
cargar las comidas del miércoles.* Los gefes de la 
milicia se reunieron para* acordar el banquete ci« 
vico y dispúsose que asistiese un individuo por 
clase de todas las compañias sacados á la. suerte* 
Pero en punto al festejo de panza nadie podrá 
negar la primacía á la representación nacional^ que 
aquella misma *ooche , antes que se hiciera mas 
tarde y celebr¿ sesión estraordinaria de bucólica 
en el Jardin de las Delicias: sesión cuasi -regia, 
pues que solo faltó la presencia de S. M. : por lo 
demás I los dos cuerpos colegisladores se fupdie-rf 
ron en uno. Resolución llena de sabiduría y dig- 
na de las primeras cabezas de la nación ; pues en 
punto á hacer leyes cada cuerpo obrará conforme 
al carácter peculiar que los distingue pero en pun- 
to á manducatoria es un axioma reconocido por 
todos los políticos que lo mismo come el Diputa- 
do que el Senador. En las naciones mas avezadas 
¿ la libertad sucede lo mismo. En Francia los pa- 
res y los comunes todos embuten por entre la 
barba y la nariz: en Inglaterra los lores y los di- 
putados embaulan por el mismo sistema \ y nin- 
gún bilí de reforma ha alterado jamás esta lej 
fundamental del pais. ^ 



Hi (mtoiaidftd gentndiMQft áetit la dlÜ HiAéé 
iiiitisfaccion de ver que k» Ciri^B de 1839 •# 
abren con apetencia , 'j «pie las bocas de los p«« 
dres de la patria se prtísuncian en on oiisjnoi séü-* 
tido. Ojalá que en los votos baya la Afisma tuai^ 
fprmidad qne en las tajadas p j que las urnas dé 
las rotaciones del Espírittt-Santo y doSa María 
de Aragón correspondan i la arlnotiia de las fnenM 
tes 7 platos del jardín de las Delicias, El pritber 
brindis parece que fue el de D. Fermin Caballe- 
no I que brindó : «per la libertad ; par la canfra^ 
ternidadi par Espartera y Marato: «Este brindis 
^ para lord Clarendon un desengaño de qne ai 
través que ba mostrado conocer algo la Espai&a 
durante su larga petínanencia como embajador, 
aun le quedó mucbo que estudiar en ellat es un 
bofetón para Métternicb i un jarro de agua para 
Luis Felipe ; utia nota espartana para los gabine-^ 
tes del norte : un «no hace falta qué venidas» pa« 
ra Mehemet'Ali^ j para Fr. Gerundio es una de<« 
mostración de que en política española ni nada 
baj imposible ni nada le qtfeda ya que ver, ba« 
biendo visto á D. Fermin Caballero brindar por 
Maroto. Si alguno dijefe que nos bacen falta es- 
tranjeros para arreglar nuestras desavenencias, 
que vengan al jardín de las Delicias, y oiga ádon 
Fermin Caballero brindar por la libertad y por 
Maroto , y muérase alli de vergüenza, 

£1 Sr. Quinto debió olvidarse de que el jar- 
din de las Delicias no era el Salón del CoogresO| ' 



f ünluga^fle brindis prenaneit Qn kfgo diséttr^v 
so sobre los fueros vascongados ^ que coD?endrJL 
tener niuj presente para cuando se trate de la 
materia en sesión foi'mal. Al concluir su discurso 
el diputado por Zaragoza ^ rompió ta música to^ 
cando la jota aragonesa» ; 

/ 

Todos los navarros I madre ^ 
cantau la jota navarra ^ 
y yo como aragonés 
canto la zaragozana* 

¿I Sr. Barrio Ayuso brindé «por él cKasco 
que pueden y deben llevarse todos los que bau 
llegado ¿ temer qué en la presente legislatura 
perezcan por nuestras discordias los sacrosantos 
intereses de la libertad.» Es menester conocer al 
Sr. Barrio Ayuso para penetrar todo el salero 
que encierra este brindis. ¡ El Sr« Barrio Ayuso^ 
que en tiempo de las elecciones lé daba un escalo* 
frió por coda diputado del progreso que veia sa-* 
lir I Todos estos milagros se los debemos á Ma* 
roto* 

Otros mucbos diputados brindaron | como era 
natural \ pero como no bay cosa mas desconsola* 
da que ver> comer y no catar^ en este mismo ins-* 
tan te hago levantar toda la representación na- 
cional de la mesa y me los llevo á dar una sere- 
nata á S. M, Aunque sean las doce y media d^ 
la noche , no importa j tengo yo gusto particular 



m irer i mi amigo el respetable Sr. Zumilacar^^ 
regui ecbar vivas i SS. MM. , á la CoQstitacxoB y 
» la Paz. En éualquiera otra fiocbe bubiera te- 
mido que les biciese ¿apo el relente^ especial meii-i 
te á la sección acbacosa del senado f pero en 
nocbe de sesión de Delicias no babia por qué 
temer. Dejémosles abora que se vaya cada uno a 
su casa j descansen , que ja es bora , j quiera 
Dios que algún senador no necesite andar con 
el té á vueltas | 6 con paño9 de agua j vinagre 
en el abdomen. 

La no^be del miércoles se reunieron porción 
de naturales de las provinciaaj vascongadas | para 
alebrar el fausto suceso con un festejo propie 
del país. Yo les vi dirigirse a la plazuela de pa- 
lacio precedidos de tres bandas de música , alum*- 
bradas por bacbones de cera , á cuya luz se leían 
las inscripciones de un estandarte y cuatro Iian- 
deras que llevaban : la del estandarte decía : P^t^mí 
la paz y la reconciliación i las cuatro restantes: /^x-* 
cajra ; Guipúzcoa ; Álava ; Navarra, Dejábanse 
ver entre ellos algunos j(Svenes con boinas p <{ue 
era la bandera mas espresiva de reconeiliacion. 
Seguíales un inmenso jentio. Llegado que bubíe- 
ron al frente de palacio, SS. MM. salieron i 
uno de los balcones, y ellos después de varias 
piezas escojidas de música , tocaron y cantaron 
en vascuence unos zorcicos , especie de sonata del 
pais , que agradó sobremanera. Quisieron también 
bailarlos i según tenían dispuesto | pero por 



«sfuerxos que hicieron , . bq pudieron eonsegurr 
que se abriese corrQ : ¡ tal era f tau indomable la 
afluencia de gentes que se habian agolpado ! Vis» 
ta la imposibilidad I y renunciando a la: espeíaoia 
de poder danzar » después de vivas aclamaciones, 
á las Reinas ^ á la Constitución y á la reconcilia* 
cion^ repetidos ardorosamente por el inmenso 
pueblo j soltaron una multitud de palomas coa 
lazos azules al cuello , en que se leÍA : Por la 
paz; á Doña Isabel II; Navarra ; Álava ; Guifúz* 
coa j F'izcaya. 

Los infelices animalitos 9 tan amantes de sus 
fueros como pueden serlo los vascongados^ salie* 
ron del serón en que las habían tenido esclaviza» ' 
das I ansiosas de,, tomar el vuelo de la libertadt 
pero el resoltado fué que las pobrecitas pereció* 
jon victimas inocentes del convenio de Espartero 
j de Maroto. No acostumbradas á volar de no^ 
che, 6 caian en medio de )a multitud, ¿ dabatfi 
por las paredes j resbalando por ellas eran presa 
del brazo que mas alargaba.» ¡€«ántos coneriaii 
el jueves paloma gratis i cuenta deil tratado de 
paz! Apenas ha empezado a alborear 1» aurora de 
la paz cuando ya han esperímeotodo algaaot Ja 
baratura de los comestibles* Quien dijo Pa% difé 
abandancia: en tiempos pacifico^ iOdo «1 mundo 
come. 

Una de ella^ vino á caer ¿ los pies do Tira» 
beque. Pelegrin tuvo la fortuna de oogerla TOn* 
ciendo mil dificultades , y lojendo el letrero p f 
Tomo vü. SS 



TÍsndo que era el que deeia : «A Imsk. IT:» eiei 
que se me volvía loco. Señor , es la de la Reini- 
ta; voy á llevársela ahora misroO| me decia saltan- 
do de contento. ¿Quiere vd. subir conmigo? Se- 
.Hora, señora ^aqui está. Allá voy , allá voy. Se- 
ñor, si quiere vd. venir conmigo , venga; sini 
haga lo que ie parezca , que jo no necesito á vd. 
]K|ra nada. — Mira no té se escape , Pelegrin.— 
Pierda vd. cuidado , señor. ¡ Ay que remona es!t 
Y al ir á darla uu beso^ la atrevida mano de nn 
muchacbo se la arrebaté de entre las suyas, alnm- 
brindole al mismo tiempo un pisotón que le hito 
ver las estrellas | pero lo que es la paloma J el 

* muchacho ya no, los volvió á ver. Figúrense vd^* 
eual seria la aflicción de Tirabeque al ver agoár- 
sele tan súbita é inopinadamente el objeto de sui 
mas avanzadas esperanzas. Asi fue que ya no ta?o 
gusto para nada , y por todas las funciones de 

^ los vizcaínos no da ^1 ya un bledo. 

«Señori me decia^ jnire vd. qué pago me van 
dando á mi que fui el que dio el primer salto de 
alegría por la paz. Escusado es^ señor^ en España 
de poco servirá la paz mientras no se destierre 
esta semilla de ladrones que la tienen plagada j 
le arranca á uno las palomas de la mano.» 

Este pueblo de anarquistas entregado al júbilo 
y al alborozo entraba y salia á las once y las do^ 
ce dé la noche por las puertas del real palacio, 
y le recorría con toda libei^ttd y á toda su satii- 
fe^iouy sin que vigilare el aleasar de nneitru 



Ileíiias mas que un simple centíneta a eada puerta. 
Lástima es que no viniera á verlo Luis Felipe, 
para preguntarle dos deditos de la oreja si vive él 
con esta confianza entre su pueblo. Que vengan 
todos los charlatanes estrangeros en un dia de fies- 
ta popular j vean después si se atreven á decir 
que la España no merece la libertad. 

£n todos estos dias la augusta Gobernadora' ha 
dado nuevas y repetidas pruebas de su amabilidad 
j de su amor á los españoles , pues en medio del 
contento que es natural le bajan inspirado tan 
felices sucesos no ha cesado de repetir á cuantos 
á ella han tenido el honor de acercarse estas nota* 
Lies palabras. Los españoles son mujr dignos de la 
pazx esto es lo que yo quería , que todo fuese obra 
de los españoles» 



Ya no se llaman facciosoi 
los que andan por las montañas i - 
que se llaman defensores 
de la corona de España. 

Españoles 

defensores...^. 

«^Muchacho! ¿ Qu¿ canción vienes eantandey 

Lombre? Tú sabes que esa era una de lad ean«« 

^ eiones favoritas de los realistas?-^ señor ; 7 del 



tiempo del faribundismo.^V aes me gusta la fres- 
cura. ¿ Coa que lo sabes j las canta» , eh ?-^í 
señor I la canto; porque i mi todo me sirire para 
mis cosas. Y sino dejeme vd. seguir y verá vd« 
cómo la acomodo jo al día que uo hay mas que 
pedir I sin mas que unas palabrillas que yo cam<^ 
bie; á mi modo. Escuche vd. 

Españoles , 
defensores 
de la Constitución^ 
¡Viva la ley! 
Meine lapaz, 
reine la paz y la bella unión» 

¿ Que tal ?->-Muy bien , hombre : ingenióla-^ 
mente has sustituido unas palabras á otras; y efec- 
tivamente de esa manera queda cantable en es* 
tas circunstancias. — Mejor que en las otras, señor; 
que en tiempo del realismo furioso que era cuando 
esto se cantaba , era muy común irse desgañitando 
por las calles entonando el himno patriótico de 
la paz y y al decir reíae la paz , alumbraban 
pacificamente un sartenazo al primer negro que se 
tropezara por delante; cantabsui la bella unión y 
la bella unión era desunir bellamente las costillas 
al pobre liberal que cai^ por banda. Y ahora que 
atamos nosotros sobre eUos ,,j en estos dias que 
todd ^ n||4P4p Jba andado loco por Ids calles cele« 
^randq fl tríiwiío que k^ de.^terxar la cansa det 



carlismo^ todos los palos^ j todos los trancazos 
j todas las costillas que se han roto á los carlis- 
tas ha sido deeir .* ;que rabia pasarán los carlistas! 
¡Qqe' mal rato han de llevar hoj los carlistas ! Y 
con eso quedamos tan desahogados j satisfechos 
como si los tuvíe' ramos lo mistno que tiene San- 
tiago á los moros. 

Y dM debe ser ^ Pelegrin. Esta conducta no- 
ble j generosa es la que muestra la diferencia que 
hay de serviles triunfuntes á liberales vencedores. 
Y ti/ debes felicitar al pueblo madrileñp por este 
comportamiento I e invitarle á que prosiga dando 
las mismas pruebas de sensatez , cordura j gene- 
rosidad tendiendo una mano amiga y de compa- 
sión hacia unos hermanos que han tenido la des- 
gracia de éstraviarse en su opinión y de con'fíar 
en el triunfo de una causa que Dios y la huma- 
nidad condenaban.— Pues eso es lo que quería jo 
decir no mas^ mi amo; que ellos cantaban la 
bella unión y nos moliaií á palos ; y nosotros no la 
cantamos^ y yá les damos la mano de amigos an- 
tes que ellos la pidan. 



»MS» 



en verso 9 

90» MO IS8TA& FA&A HACER VEB90S. 



jarnos , Tirabeque, es menester que hoy di- 
rijas una felicitación en verso á tu amigo el dn* 
que de la Victoria por su tratado de paz que coa 
tanta razón nos tiene á todos rebosando de pla- 
cer,— ¿Y qué le digo, señor? — ¿Qué le bas do de- 
qir , bombre? Que se ba becbo acreedor á las ben- 
diciones de todos los buenos españoles: que la le- 
tra del convenio estipulado con ]M[aroto ha llena- 
do completamente los deseos de tu amo.: que es 
jxn convenio tal, que honra, mucho al vencedor 
sin deshonrar al vencido: que solo él artículo pri- 
mero bastaba para hacer honor á las partes contra- 
tantes, j que tu amo no dejará de eseitará la repre. 
sentacion nacional á que corresponda con generosí- 
' dad á lo que en punto i fueros han consignado 
los gefes vascongados , y á la deferencia justa y 
legal que el Duque ha tenido con las cortes. To- 
do esto le puedes decir, — Pues por dicho, señor.— 
Mira qué salida ! Eso lo be dicho yo ^ que no lo 



idices ta,— Es qne tambUa 70 lo digo»*-Fero et 

menester que lo digas en vei^so y por tu estilo«-r- 
Señor I la verdad , sostengo ho^ la cabeza muj 
bueoa para hacer versos : pofque no ba hecho uno 
estos días mas que corretear poi* esa» calles^ de la 
fonda á la música^ de la música al Te Denni| de' 
Te Deuni á los toros^ estraqrdinarios : 

7 entre bromas j faranas 
se van tardes y mañanas* 

— Mira, hombre, si te salen los versos natural* 
mente. — Señor, no se como habrá salido ¿so: por 
casualidad : lo demás conozco jo que la cabeza 
está todavia un poco ahumadilla. Deje vd. que 
otro dia estará la musa mas despejada , y enton* 
ees yo felicitaré en verso al hermano Baldomcro. 
«*Bien ; pero al menos eso mismo se lo has do 
ofrecer en verso , no hay remedio. — Señor ^ si es 
cosa que vd. se empeña, allá va: 

No estrañes, hermano Duque , 
que hoy mí musa no se esplique ^ 
^ que todo me trabuque, 
¿ el verso se vaya á pique. 

Pues á U de badulaque, 
y como soy Tirabeque , 
estoy un poco peneque , 
no por apurar el zaque, 

poco á poco i 



< fiao'ei que -me tienes loco 

» ■ • : de'pkeer, 
' jr. no acierto ud verso á hacer 

j de alegría I 
•r ' (inas yo les haré otro día. 

— MagnífíeO) hombre ! estupendo !' admirahle! 
Ahora falta que oo te olvides de la promesa.— 
Señor , por mi parte no lo olvidaré lia. dificultad 
estará por parte de dofia Masa« 



ITOVENO TRIMESTRE^ 



CAPILLADA 177. SETIEMÉRE 10 DE 1839^ 



IFr. GERVIVDIO. 



Si guís dlxerit hodíe - 

in riostra Hispania 
non transisse cuaresmam 

jamque esse pascuam ; 

¡Infelix Hit! 
anathemata sufrat 

mille atgue mílle» 



SI algún pobre dijere 

que ya en España 
no pasó la cuaresma 

y hoy todo es pascua; 
sobre él, lo juro, 
caerán mil anatemas 

de Fr. Gerundio* 

CoNc* 6. Geründ. 



Sea entre todas las cosa^ 
bendito 7 revereneiado...,* 
el convenio celebrado 
entre Espartero 7 Maroto^ 
Le do7 mi voto. 



Amado! Meé m¡oft| 
Hilores j señores : 
de los íqd mera bles estravíoi p 
j entre el largo catálogo dé errores 
que de contiuo la opinión padece ^ 
7 en que incurren los hombres de continoi 
ninguno me parece 
mas craso y mas supino 
que el que boj por toda España se difundey 
j horriblemente cunde 
.en rápido progreso . . 

hasta ocupar las testas de mas seso; 
Los legos y los sabios , 
ministros y aguadores , 
los que tienen la leche entre Jos labios , 
los viejos y vetustos senadores , 
las mugeres , los hombres circunspectos p 
los diputados nuevos , los reelectos p 
cangrejos y anarquistas y 
y lo que es aun peor | los periodistas , 
todos por hecho dan que en esta tierra 
el.^é^^^mino se acerca de la guerra • 
Los poetas en versos se descuajan p 
y en himnos á la Paz de descerrajan. 
Yo pienso de ^otro modo , 
que es Fr. Gerundio singular en todo» 



, >{La paz! ¡Fatal error! Si yo estoviera 

d¿ la Reina Regente 

la humilde voz de un reverendo oyera ^ 

con acento vehemente | 

dijerala: •Señora , 

•La guerra empieza ahora^ 

«Que esa especie de Paz tan lisongera, 

«juraros puedo á fe de sacerdote 

(que aunque me veis ^^ Señora^ con bigote (1) 

y poblada patilla | 

que en gente de cordoh y de capilla 

es fuerza confesar que no está en uéo , 

no pasa de un abuso 

que hago de mi sagrado ministlirio . . 

por parecer roas serio.) 

«que esa especie de paz tan lisonjera . 

«que anda de boca en bsoca y gente en gente^ 

«esy Señora I Miveiicton de algún demente, 

«¿ del cráneo salió de algún tronera» 

« Creedme á mi, Scñdr»| 

«la guerra empieza ahora. 

«Y no est ruñéis que piense de este modO| 



(i) Le gasta en efecte mí putemídad. Y aanq«e ñau* 
chos curiosos han observado qu<* desde la énoca en que 
eropetó k ver la luz pública mi bigote dat.in Us ventajas 
de nuestras armas , y'á 6u ¡nfljencia quieren atribuir la 
conclusión de la guerra , mi Paternidad no tiene tal pre* 
sunciony porque podrá muy bien haber sido una coinci- 
dencia casual* Sin embargo me dicen que si los navarros 
-tardan en sujetarse, debo obligar á Tirabeque ¿ qote s« 
deje también su bigote* 



'« que e^ Fr. Gerundio singular en todoi 

¡ Aj ! qué de mortandades 
dejará en remembranza á las edades | 
el conveuio del Duque con Maroto! 
¡Qué de estragos sin coto ! 
¡Cuánta sángrela historia 
del héroe teñirá de la Yiotoria! 
¡ AjT cuánto de matanza 
encétTaba el abrazp que se dieron 
en signo de alianza 
cuando de Paz el. trato concluyeron! 
Que hay abrazos funestos y fatales. 
¡Ay qué de crudos males! 
¡ ay qué de mortandad p qué de degüellos 
se encerraban en ellos! 
En montes y en cabanas | 
en sotos y en mon tafias ^ 
j en rindades y en Tillas y eñ lugares 
yícttmas el «cero hará á millares! 
AUi la carabina y la escopeta 
aqui el cuchillo , el tajo y la machetai 
Ahora empieza la guerra y el estrago , 
que lo que hubo hasta aqui solo fue amagoi 
Canten otros la Paz con mil amores p 
yo oantaré la guerra y sus horrores. 
La cantaré á mi modo^ 
qfue es Fr. Gerundio singular en todo. 



Sí; temblad I iofelicesy 
poUuelos y pichones | 
conejos y faisanes y perdices p 
pabipolloS| gcilliiias y capones. 
¡Ay cuánto de esterraioio se os prepara 
á costa del tratado de Vergára ! 
Qae no habrá palomar aspillerado p 
ni corral artillado ^ 
ni gallinero fuerte 
libre de los horrores de la muerte. 
Aqui la degollina 
empezará un Cabrera, de cocina | 
bien con el corbo alfange haga el degüello^ 
bien os retuerza el cuello ^ 
para que allá un Palillos 
os mutile tajada por tajada , 
ó de su inquisición en los hornillos | 
cual si él fuese un Tomas de Torquemada 
7 vosotros hereges verdaderos, 
os ponga á asar enteros. 
Ahora empieza la guerra y el estrago ^ 
que lo que hubo hasta aqui solo fue amago: 
Canten otros la paz y sus bellezas ^ 
yo cantaré la guerra y sus fierezas. 



Ai fin el Pretendiente , 
su causa ya perdida , 
logrará escabullirse santamente | 



y en reino estraño encontrari acogija: 

que nunca falta al malo 

quien le de protección en vez de palo. 

Solo para vosotros no hay indulto , 

DI transacíon , ni fueros p ni amnistia ; 

que dó quier escurrir tentéis el bulto, 

el guante os echurá la policía. 

Que á lo que yo voy viendo p 

esta Paz se celebra manducando (1) , 

y á fe de reverendo , 

si el furor de yantar va continuando , 

no du4o.se verán por escusados , 

los pertrechos de guerra abandonados ; 

pero por lo que toca 

á artículos de boca | 

(i) Parece que en Madrid no se ha encontrado otra 
elasede festejos eon que solemnizar tos faustos sucesos del 
rVorte , que con comer mucho. Son tantas las comidas que 
ha habido estos dias en la corte , que por casualidad se 
encontrará persona que valga dos cuartos que no haya C€>^ 
mido en refectorio. Empcearon tas Cortes; 'siguió la mi- 
licia nacional; la imitó el ministerio de Gracia y Justi- 
cia ; han comido después los otros ministerios : han comí-* 
do las direcciones, han comido las oficinas, han comido 
los colegios, ha comido el Gasino, han empezado á comer 
las cofpadias, rom'*n los sargentos de la gqarnicion| col- 
men los est.-)btecímientos artísticos, han comido los vas— 
congados , hoy come el Liceo (nada digo del banquete dv 
do antes de ayer por S. M. en palacio, porque este y a/- 
gun otro de los enunciados le parecen á mi Paternidad 
cosa muy natural y muy conducente en las actuales cír-* 
cunstancias). M;i7Eana no sé quién comerá en comunidad* 
En fin, si hay^ por ahí alguna corporación que .no haya 
hecho raediodia, que levante el dedo. 

Entretanto las clases famélicas siguen con la lengua 
fn la boca. Hay viuda á quien le han crecido los dientes 
estos días cinco pies y tres pulgadas y siete lineas; á loe 



temóme se descasten de repente , 

y no ha de ser estraSo 

no hallar dentro de un año 

un triste Mú coú que engañar un diente | 

y ha de costar , lo juro, I 

una pata de pollo uu peso duro. 

Canten otros la Piíz con mil amores^ 

yo la guerra y el hambre y sus horrores ^ 

De esto que hoy Paz se llama , 
de estos cantos de gloria, 
por autor á Maroto se proclama 
6 al Duque se hace autor de la Victoria. 
Mas ¿ el juicio me engaña , 
¿ esto que llaman Paz hoy en España^ 
ni es obra de Maroto y de Espartero , 
ni de los Marotistas y 



cesantes se les han obstruido las nances en fuerza de oler 
donde guisan, y los retirados y esclaustrados están pad»» 
ciendo una dentera horrorosa. Todos comen erí celebridad 
de la Pas, y nadie se ha acordado hasta aliora de cele* 
brar la paa con la primera obra de misericordia. Solamen* 
te en el Ateneo, á. propuesta del seiiDr Martines de la 
Bosa , se acordd abrir una suscricíon de ao rs. entre los 
socios para repartir los productrs entre varios estableci- 
mientos de beneficencia. £1 hermano Martines de la Rosa 
previno en su pensamiento á Fr. Gerundio, que no pudo 
asistir 4 la sesión en que se acordó: por eliu le dá since- 
ramente las gracias. Ahoia mi Paternidad invita á que 
•• abra una suscricíon mas general en favor de las clases 
pasivas roas atratadas en sus pagos para que puedan siquie- 
ra comtr también ^ ^Igun dia. Alguno que tenga mas 
tiempo libre que mi Reverencia podrá tomarse el trabajo 
de encargarse de la suscricion para la enal puede contar 
desde luego con la pobreta franciscana de Fr« Gerundio. 



Uno i lo que yo infiero , 

un combinado plan de los fondistas^ 

Mas puesto que esta guerra se tan hermosa^ 

tan dulce y armoniosa, 

y la sangre que en ella se derrama | 

toda es sangre de Cristo, 

(que asi al vino en mi tierra se le llama^ 

soldado en esta guerra yo me alisto. , 

Siga , siga esta guerra eternamente, 

y eternamente viva 

el héroe que á los lauros de su frente 

añadió la corona de la oliva. 

La bendición reciba 

que le ecba Fr. Gerundio envuelto en llanto^ 

llanto de regocijo ^ 

en el nombre del Padre f en el del Hijo í' 

y el Espíritu t Santo^ 



»353«¿ 



amnistía T R^CONGILIACIONi 



^ Ye Fr. Gerandio de Gampazas 7 Carabancbel 
ide abajo; aquello por la gracia de Dios j esio por 
la gracia de un hombre \ único residuo de la ia» 
mitia de predicadores con capilla , gerundiador 
del prógímo dps veces por semana, ^c. ^c^ 

A todos los que la presente capillada leyerea 
ú oyeren leer, sabed: Que atendida la notable j 
balagüeña variación de circunstancias que con 
asombro 7 sorpresa de los hombres de mas nari- 
ces (inclusas las mias que son de á folio regular) 
acaba de tener lugar en este pais de cualquier co» 
sa f siempre lo que menos se piensa ; visto que la 
Paz empieza á restañar suavemente las hondas 
llagas 7 profundas heridas abiertas con la cuchi* 
lia de la guerra: en vista de que D. Fermin Ca* 
ballero brinda 7a por la libertad 7 por MarotO| 7; 
que el ex-verdugo de Málaga Moreno reconoce 7 
defiende con las armas en la mano las libertades 
patrias 7 el gobierno de Isabel II | scEales Us 
mas evidentes del triunfo de nuestra causa 7 de 
Tomo vu* 33 



la próxima j completa consolidación de la ^Pais 
siendo yo un padre de almas (aunque indigno,) j 
deseando dar ejemplo del espíritu de fraternidad 
y reconciliación que hoy debe animar á todos los 
españoles ; constituyéndome el Trasibulo (1) de 
la patria de los v ice-ver sas: 

Concedo general y completa amnistía ú olvido 
de todo lo pasado á todos y cada uno , de cual- 
quier clase y condición que sean , de los que coa 
su conducta política 6 civil han suministrado i 
mi reverencia materia para mis capillada*. Asi 
pues dando por amortizados una multitud de do- 
cumentos espresivos y fehacientes de flaquezas, 
miserias y liviandades de nuestros pr¿gimos que 
obraban en los estantes de la celda gerundiana, he 
procedido en presencia y con intervención de mí 
lego Tirabeque á la quema solemne de ellos como 
si fuesen documentos de la deuda pública , y aun 
con mas formalidad que se hace la quema de es«t 
tos en la plaza de la Constitución de esta corte» 
£n su consecuencia, 

Indidpo á todos los carlistas que al tiempo de 
la publicación de esta capillada se hallen recono- 
cidos y arrepentidos, de los malos ratos que en el 
espacio de seis años nos han dado , que no han si- 
do pocos. Y perdono hasta al^mismo'' Padre Huer^ 



(i) *£! primero que en Atenas hiso una ley de amnís- 
Ua despuet de la espuUioa de los treinta tiranos. 



^355» 

ta y '6 qnien fuese el que en uoviembre del afta 
próximo pasado puso ea el boletín de Ofiate aque* 
Ha decimita que hablando de Fr. Gerundio con** 
cluia. 

«Si tienes el cuello erguido^i f 

con mi entendimiento rudo , 
aunque te precias de agudo | 
yo te debo asegurar 
que has de venir á parar 
á las manos de un 9erdug<h^ 

Le perdono la caritativa sentencia ^ j si tiene 
verdadero dolor j arrepentimiento , le absuelvo de 
culpa j pena* 

Indulto ik los ministros ^ pasados y presentes^' 
ret rogados y progresistas | las barrabasadas que á 
jiorfia j al •ruin sea el que menos haga* ban esta*» 
do baciendo á su sabor j talante desde Cea Ber^ 
Ipudez basta San Millan* 

T ya que San Millan se tBe ba venido á la 
pluma sin saber G¿mO| perdono al que aconsejara 
a S. M. (sea quien se fuese ) el nombramiento de 
S. Millan para ministro de baciepda: en el bien 
entendido | que en este perdón bago el sacrificio 
mas costoso que se puede decir ni pensar, Pero 
BO perdonare I aunque me predicaran frailes des* 
calzoS| al bermano San Millan^ si hiciese el agioS'* 
ópteos que se susurra se intentaba hacer en el mí«^ 
niaterio de hacienda s¿ pretesto de atender á laa 

s 



iraefas urgencias del estado. Antes bien si hiriese 
(lo que no creo) este 6 cualquiera otro monopo- 
lio) le conmino desde luego con las penas mas 
severas que imponían los antiguos cánones peni- 
tenciales. 

Indulto al hérniano D. Juan de Dios Martin 
Arévalo de todos j cada uno de los infinitos pi- 
sotones qué sin aprensión maldita y sin temor de 
la bula I 7 sin mirar que Dios está en los cielos^ 
ba dado á la Constitución y á la ley electoral^ 
cortando^ rajando, tronchando , heiidiéodo j aser^ 
rando por Id maá sano de una y otra > á guisa de 
practicante locó de hospital de incurablcfs^ Le ¿n- 
dtdto hasta del delito de usurpador del sagrado 
nombre de S# M. para caluniniaf escátídálosamen- 
te á nneve ayunta mientoi de una provincia 8a« 
poniendo representaciones hechas por ellos que 
ni habían soñado en hacer* Le absuelvo de todos 
sus peeados ministeriales, descubiertos y por des- 
cubrir, y supuesto el verdadero dolor' de sus cnl^ 
pas I le ofrezco la mano de amistad y reconci- 
liación* 

Indultó at hermano Arrasóla de su circular 
circulada á loS jueces de primera instancia : j le 
indulto también del áspero, duro, pedregoso , ape- 
dernalado, crudo, desencuadernado y apepitoria* 
do lengua ge del Discurso de^la Corona : ya faese 
obra suya , como algunos piensan y yo no puedo 
creer de su claro talento y acreditada oratoria; 
ya si no lo fuese, por haberle dado el pase coa 



descrédito de la santa comunidad ministerial. T 
le indultara con mucho gusto de estos y muchos 
mas en que ofendiera a Dios ^ porque tengo en- 
tendido (j se roe ha co.ipunicado b^jo el sigilo de 
confesión) que le i^abe una pequefiu parte de la 
grand^ pbr^ de. la recoDciliacion pacida entre 
Espartero y. Maroto^ cuyo mérito ^s bastante para 
borrar cualquiera inancha ministerial de su alma| 
7 aun le doy uu millón de gracias por ello; 

Indulto á los gefes políticos de Santander| 
Huesca f Huelva ^ Almería p León y otro« de la 
misma casta , rsfl^a ^ harina ¿ cajaqa y de las mu- 
chas trapacerias que. han empleado para lograr el 
triunfo electora^ de los hombres 4e. 9^ misma cas- 
ta , ralea I calaña 6 harina. Por mi parte están 
perdonados. La comisión de acta^ hará lo que 
crea cpnforQiairse mas. con su conciencia^ 

Indulto al capitán general de Galicia del ét* 
tado en que tiene el pais con 8^000. hombres de 
tropas que es^áa i sus ¿rdenes ^ dejando que 500 
miserables facciosos se paseen y roben y talen y 
asesinen , y que Fr. Saturnino tenga á los galle-' 
gos metidos en un cañamón. Esto es por lo que 
hace hasta la fecha. La conducta sucesiva no pn- 
tra en cuenta para la presente amnistía. 

Indulto a los que b^ han divertido en, des- 
truir las -puertas^ yen1;anas y yidrieras. de mi casa 
de S. Frapcisipo el Grande de esta corte p hoy 
cuartel de la Reina Gobernadora, importantes 
muchos pesos I hacie'ndome cargo de lo eoman é 



) 

Innato que es á los cráneos espalioles' el ¿rgano 
de la destructibllídad. Por iní parte les absuelvo 
de la culpa ; pero en cuanto á la pena del pago 
de los desperfectos no está en las atribuciones de 
Txs^ ministerio el poderlos absolver. 

Indulto tt Luis Felipe y á ]NÍr« Mole de las 
simpatías. que nos ban dispensado para la conciu- 
sion de esta guerra. Y concedo indulgencia ple- 
naria al- hermano Baldomcro por haber concluida 
el tratado de paz sin intervenciones estrangeras, 
asi como cien años de indulgencia con cien cua- 
rentéiiás al hermano Maroto por haber dicho que 
para él era mas garantía la palabra de honor de 
un general español que toda» las palabras y ga- 
rantías que pudiera darle la Francia. 

Finalmente y y en prueba de que la amnistía 
de Fr. Gerundio es sincera y universal | y de 
que quiere dar un ejemplo público de reconci- 
liación y confraternidad y olvido absoluto de to- 
do lo pasado , indulto solemnemente á D. José Vi- 
gil de Quiñones, llamado marqués de Monte- Vír^ 
gen y de aquella mala pasada que me hizo (JL^ j 
^ue di6 principio á nuestras desavenencias; igual- 
mente que á su amigo el escribano Balbuena, 
ofreciéndoles no volverme a ocupar ni aun de 
sus nombres (á no ser que fuese de nuevo pro- 
vocado) j que es todo lo mas lejos que un ia* 



(i) 'Aquella cosUla de Carabanchcl. 



dulto se puede estender. Dado en lá celdA gerun* 
diaaa á iO de setiembre de 1839. 



Articulo adicioiíal. 



Esceptnánse de la Amnistía ¿^enerai genm^ 
diana los dblitos db u!ía. Estos lejos de sef 
comprendidos en el indulto ^ prevengo á las coi>» 
tes que el cor j^on gerundiano j la capilla, de Ti- 
rabeque estarán siempre amenazando á sus cabe« 
zas si las viesen descuidarse eo exigir la respon** 
sabiádad y lanzar el anatema sobre los dilapida- 
dores del estado cualesquiera que sean su clase y 
condición , pues para los delitos de uila : ¡ oidlo^ 
padres de la patria! no debe baber otra alter- 
nativa que «Ó RESTITUCIÓN Ó CONDENA- 
ClON,. 



iprimet fútíiílú. 



¿Sei&or?-^y amos, ¿qué trae« tu ahora? Vendrát 
•<Kn Atguo Ahiarae.*— 'De manera^ mi amo, gne bien 
podrá fer ohísme^^Pues rntray llegas «1 mejor 
tiempo : prceiíanrote ouanio eatal» jo peneanáo 
o«<fl«^ üASfortexi toe JoUiames. A/ve*Marfa frarioi* 
■MM«iftor3 Ub corie i mt9 cUsmes! "Hasta aki 
podia 4legiir la i^aniuu diéntelo vdi. bien, j re- 
flekíos^ <qiie «ea lelMa m»y «eiia.— Está bíeb re- 
flesiotuidiQ! f Pelegii«a s tmabo de ooneeder ^oa am« 
viétia genorvlii olvido de ^todo lo>pa«ado en con- 
seootecia fdel loemufenia de los 'hermanos Baldóme- 
vo f M^ts»Q», f h« %^ho in-n^ y raja á todos loa 
ehismes.**Senor, yd. cruce y raye todo lo qne 
quiera I pero lo que es mis chismes, haga' vd* &• 
Tor de dejarlos cónfbrme están | que pienso que 



de mh chismes no babla ningan articiilo del coii<* 
Tenio.— Están conprendídos en mi indulto ^ j es 
bastante : como qne estaba pensando disponer que 
hiciésemos una bognerá para quemarlos. Con 
que abre , abre esos cajones | y saca cuan- 
tos papeles en ellos tengas | como yo sacaré los de 
los mios j bagamos nuestra quema de docnmen» 
tos I porque lo existente basta aqui ja no se to* 
ma en consideración .^SeSor , mo vuelve vd« el 
alma al cuerpo: penseque bablaba vd; metaf¿ri^ 
camente. Esos abi están ^ ráyelos vd. o crúcelos^ 
6 quémelos | 6 baga lo que mas le acomode. 

Hola! ¿qué era lo que te ocurria? — Sefior, 
á ver á donde habiamos de colocar á un nuevo 
convidado ^ que parece viene á participar de las 
funciones y comilonas de estos dras. — ¿ Y quién 
es ese convidado?— ^Un faccioso , señor.— Pues 
bombre , á un faccioso más en cualquier parte se 
le bace sitio.— Es que es de muebo bulto , sehw, 
y con él vieoien otros mucbos convidados.— '¿Pero 
quién es él | y quiénes son ellos? Sepámoslo de 
una vez. — Es Cabrera, señor, que parece que se 
nos va escurriendo muy suavemente con unos ié 
batallones bácia Aranjuez en virtud de la Paz que 
felizmense reina en toda la península.— -Eres mas 
malo que la piedra , Tirabeque. Pero bien , ¿qué 
significa Cabrera?— Nada , señor , no es mas que 
el primer portillito del templo del Sr. S. Jano que 
le dije á vd. quedaría abierto. Esto no es mas que 
decir que la gente se apresara á bacer funciones 



lo mismo qne si éstubiera ja todo cerrado a pie» 
drá 7 á lodo , sin mirar que Tirabeque no ba 
dado mas que un salto ^ j que todavía no ba 
bailado; y cuando Tirabeque no baila ^ señal de 
qne ban quedado portillo) j no pequeños ; y sino 
abi lo está vd. viendo abora ; que no sé qué ban 
de dejar para cuando los portillos se cierren y yo 
baile. Señor , santo y bueno que la gente se ale- 
grara y se bicieran funciones , porque también yo 
di un salto que {&ens¿ que me babia roto la cabe* 
za , pero paréceme que tío tanto todavüi.'^ ¿Qw$ 
quieres I Pelegrin? Cosas de fispaila: los princi- 
pios se toman por los fines , sin mirar qut %vl 
pata no bizo mfts que pincipiar. 



NOTENO TRIMESTRE. 

■ ' ■ ^ 9 ■'* 

CAPILLADA 178. SETIEMBRE 13 DE 1839. 



Fft. GERUNDIO. 



Si quis Üixerit artes atque litteras 
non aebere etiam /estejare esperanzas 
árnica saoe Pacis , anathema sit. 



Si alguno^ dijere que las letras j las 
lirtes no debían tomar parte en los regb«- 
cijos por el adveníroícnto de la Paa su 
amiga (Dios la- traiga), le aplico la pan- 
tita de| pié al sitio donde no tiene na- 
rices. 

CONC. 6. Gl^RUND. 



LIZA artística Y LITERARIA 
VSL KJCEO UCTElMUiXO T A&TXSnCQ. 



En el jardin de las Delicias, jardín para rxA de 
amargo recuerdo desde el año pasado por este 
tiempo en que me dieron á beber una amarga 
cerveza ^ que mas que de la , fermentación de la 
cebada y el lúpulo parecía becba de cocimiaato de 



celos j pesadumbres } en ^\ jardín de las Delicias, 
dominical rtcvéú de lo!i qt^e no pasean sino en las 
fiestas de i^nardav d^spoes de dejar bien cerra* 
das las tiendas ^ j donde de resudas de snbir en 
la bolsa el papel del estado á coosecnencia de 
Bucesos pr¿spero.s | bajan los fondos de las. bolsas 
particulares, á consecuencia, d^ reunirse en él i 
celebrarlos ; alli (ue donde acordó el Liceo lite* 
rario j artístico festejar ^e una manera •etlia^ 
noble I iuhlime y elocuente» digna de un instituto 
que CAcierra en^ su seno, la flor j la nata de los 
literatos j artistas matríti^ses ^ los acaeci^mientos 
que se supone han de arraigar^ en España el ár- 
bol de la Paz , á cuya sombra, prosperan las cien^ 
cías j las artes^ 

Al efecto di.spuso; para la nocbe> del 9^ una 
función en que brillasen la variedad ^ el buen 
gusto ^ que son un, par de. alicientes que^ al que 
no le muevan j saquen de sus casillas bien puede 
decirse que tiene el alma de corcho j que ó no 
tiene coraivon ^ ó. será de. hro^nce ó. piedrsi* Y para 
hacerla mas solemne y magestuosa , se conyidó a 
SS* MM, j principales, empleados de palacio , á 
los cuerpos colegisladores ¿ á los secretarios del 
despacho I cuerpo diplomático , individuos del su- 
premia tribunal de ajusticia ^ consejeros , autorida- 
des I ayuntamiento ^ jneqes de primera instancia^ 
jefes de la guarnición y La milicia |l co ^^ ^ todas 
las personas que se Uatnau de vÍ9o ^ espidiéndose 
basta el número ^ según dicen | de unos dos mil 



quinientos billetes de convite; ésto de pábKco^ 
j eomo quien dice ^ de oficio ; que contando des» 
pues con los de devoción j compromiso que tu-* 
hieran que espender los individuos de la comisión, 
bien puede calcularse que si el número de convi- 
dados no igualaba al de los que se sometieron coa 
láaroto el dia 31 al convenio de Yergara , al 
Ifténos puede asegurarse que constituían tanta 
fuerza efectiva como los cuatro batallones j me- 
dio GuipázcoanoS que cubrian la línea de An-« 
doatn ^ 7 le reconocieron después* De kqui no 
bajo ni una cuarta de eompañia. 

La hora estaba dada á las cinco ^ que equira* 
le á decir que se quería se fuese á las siete , que 
asi nos ban enseñado las cortes á interpretar las 
horas de couvoeatoria. Y á aquella bora en efec- 
to se di6 principio al principio de la función. £1 
jardín de las Delicias está dividido en tres cuer- 
pos eomo los poderes dejL estado en el sistema 
constitucional. Es un jardin trino j uno como 
Dios. Parece que le inventó álgun teólogo para 
probar con un argumento sacado de la. naturale- 
za el dogma dé la trinidad contra los Arrianos^. 
Sabelianos j Macédonianos j toda casta de bere* 
jes que por diferentes vías le ban impugnado. Y 
si el Moisés ateniense y Platón y bubiera visto el 
jardin de las Delicias', <5reo qué bubiera acabado 
de vislumbrar , cuanto' á la razbh natural le es 
posible^ un misterio que. solo vio muy en con- 
fuso en su TiméO| j que en lugar de decir como 



dijo I «que el triángulo equilátero era la figorx 
que mas se asemejaba á la Tr¡nidad|» hubiera^i-* 
cho que lo que mas se asemejaba á la Trinidad 
era el jardin de las Delicias .* porque efeeiivameD- 
te está de tal modo dispuesto que son tres distin- 
tos jardines j un solo jardin verdadero. Qae le 
vea cualquiera^ y á ver si no me da la razón ; que 
hablen los que le bajan visto ^ y á ver si no con- 
vienen conmigo. 

Habíanse colocado én las paredes del jardín 
trinitario multitud de vasos de color dispuestos 
en forma de sexágonos, cuadrángulos y otras fi- 
guras geométricas: habia de todos los colores ^ lo 
cual en otra iluminación cualquiera no significaría 
vías objeto que el de bacer una variada y agrada- 
ble visualidad ; pero en una función dedicada «A 
LA Paz» como decían los billetes , significaba que 
allí se reunían los hombres de todos los colores 
índíslintamente á regocijarse con las noticias de 
la Paz. Al menos si no fue esta la intención de 
los que lo dispusieron, se la doy yo p que en eso 
nada pierden ellos ni yo tampoco. 

Infinidad de faroles de papel p y también de 
todos colores I pendían de las ramas de los arbo- 
]es I y una graciosa y elegante iluminación en der« 
redor de la fuente alumbraba la glorieta del jar- 
din. Tantos faroles , y precisamente para una so* 
ciedád de literatos y artistas, me recordaban la fa- 
,mosa reunión de sabios que en Tolosa de Francia 
se hizo celebre hace algunos siglos por la pariicula- 



I 
a367a 

ridad'de ébncurrir al local de sus literarias confe'< 
reocias de noclie cada nao con sn linterna 6 faroli- 
tO| lo cnal dí¿ ocasión á llamarlos la sociedad de 
los linternistas , 6 farclistas | que á todo hace la 
palabra francesa lantermstesi aun adoptaron des- 
pués los socios por distintivo una cinta en que se 
leían Lucerna in ñocte. Yo buscaba el distintivo que 
habrían adoptado mis consocioS| j solo vi que al- 
gunos de ellos (los que recibian y acomodaban) 
llevaban al ojal del frac una roseta de que salián 
dos cintas de raso una encarnada j otra amarilla 
iguales a la divisa que traen los toros de Doña 
María de la Paz Silva ^ de Villar ubia de los ojos 
d^ Guadiana. Pero no bajr que echarlo á mala 
parte ^ que san los colores de la bandera na- 
cional. ' • ' 

Lo que no espresa la historia es si en los fa- 
roles de los literatos de Tolosa se leia como en 
muchos de los nuestros : Sello de oficio; á mrs. 
Año 1837 : lo cual demostraba la materia de que 
habían sido construidos. Asi como tampoco reza 
la leyenda que hubiese alli como en las Delicias 
ciertas basijas de barro ma's anchas que hondaS| 
que tienen el mismo nombre que el sitio desti- 
nado en los teatros de Madrid para las mugeres: 
dentro de las cuales ardían grandemente iinas 
lamparillas que nadaban en un lago de sustan- 
cia derretida , que por el olor no nada grato que 
desde muy lejos fuertemente transcendia demos- 
traba haber sido mas bien gordura de animales 



que obra de abejas (1). Pero en cambio de eso. 
tampoco faltaban grandes hacbones de cera en 
elegantes candelabros. Y en verdad qne aunque 
el cielo estaba sereno, no lo estaba tanto que con la 
miajita de ambiente que corría no cajese sobre aU 
gunos^no diré aguaceros, pero si agua-cerasp 6 sea 
gotas derretidas que el ambientillo enviaba a las 
bojas de los pr¿ximos arboles , de los cuales caían 
sobre cualesquiera objetos que . debajo estubtesen. 
La culpa la tienen los que allí se pusieron sin 
bacerse cargo que el que está debajo de boja dos 
veces se moja. Ello es que bubo frac que sali¿ 
becbo un roquete de sacristán Cn nocbes de ti- 
nieblas j días de monumento. 

Veíanse de trecbo en trecbo del jardín gran- 
des cortinas trasparentes; en unas se leían ins« 
cripciones poéticas alusivas al objeto de la fnn* 
cíon j en otras diferentes alegorías 6 emblemas 
dé los sucesos que la motivaban. Entre ellas 11a- 
Jñ6 mí gerundiana atención una que representaba 
el acto de darse las manos el Duque de la Vic- 
toria j Maroto á presencia de ambos ejércitos. A 
juzgar por la gente qtie tenia aquel cuadro , diría 
cualquiera que los batallones pasados eran lo menof 
cuarenta j que el pretendiente se babía quedado 
escueto i sin perjuicio de verse en el mismo cua« 



(i) Me parece que no se puede decir mas rebosada- 
mente que eran una* cazuelas de sebo. > 



1ro el t^en de artillería yj h^sta las^qaiitinerasy 
Lo admirable es qne todo fue obra de. una mana-, 
na. Esto solo pudo bacerlo un Villaan^il f. .«{ue es 
bombre que en .dps minutos ba^ce un batallón y 
en un cuarto de bora improvisa im ej^xc^ito de 
cuarenta, mil bombreS| j. le arma , jr ..equipa 'ea 
^uatro pinceladas : como que jro le. be .visto ba- 
cer de una pincelada un ayudante ^cou baston| y^ 
de otra una banda de tapibores redoblando* . 

Perp todo ello^ I09 vasos de colojr , los faroles^ 
las bacbaS| los flameros, los t rasparen j|es^4a3 ios* 
cricciones^ los árboles^ las flores ^ las música s, 
todo formaba en los tres jardines un copjuato tan 
agradable , vistoso j estraño ^ que dq es fácil po- 
deño describir , y en cujo. pintoresco y s\iblime , 
cuadro competian la laboriosidad de los socios ar« 
tis tabeen el buen gusto del que le dirigióf ¡Cómo 
se trabaja en tiempo, de paz! Todo.e^to fue obra 
de do^ dias «^ . ' ; , , 

Pero falta la vida del cuadro. El paraiso, taja 
bello comp salió de las manos del criador ,, esta- 
ba como desairado basta que le animó la presencia 
de . Adán y Eva. El árbol de las doradas manza* 
naSy el mismo árbol de la vida bub¡era,,sido un 
árbol melancólico y de muerte ^ sin un bombre y 
unamuger que juguetcaseu en derredor, , cuanto 
mas los árboles de las Delicias cuyas manzanas 
eran faroles , y cuya vida eran ¡candilejas de 
aceite. Pero Gracias á Dio» y á. Espartero oru-r 
xaban por las <?alles del Jardin de U Santísima 
Tomo vil* 24 



iÉnSro» 

Trinidad bastantes centenares de Evas, no desnu- 
das sirtó muy elegantemente vestidas. Gomo que 
el acuerdo del Liceo había becbo á las modistas 
pasar dos dias y dos noches sin levantar cabeza; 
desde que se anunció la sesión estraordinariá ni 
babian pegado ojo , ni soltado aguja, porque no 
era regular que una sefiora liceista se presentara 
aquella noche en la sesión de la Paz con un vestido 
que y^, la hubiesen visto; paz sin vestido nuevo 
hubiera sido una paz poco decorosa. Y ningana 
convidada hubiera asistido al certamen literario j 
artístico de la noche del 9 sin añadir á los arti- 
cules del convenio de Vergara 6 bien un sombrero 
de paja de arroz adornado de una rama de verde 
oliva, como símbolo de la paz , ¿ bien un vestido 
de muselina guarnecido de encaje , como símbolo 
de cualquier cosa ; 6 cuando menos sin tomar en 
casa de Bruguera siquiera un chai con dibujos 
arabescos. Por moderadas que sean sus opiniones 
le importará una higa el que los progresistas 
de las nuevas cortes se. hayan apoderado de la 
mesa sin dar entrada en ella á un solo moderado. 
Con tal que no le falte el chai ó lá capota para 
la sesión del Liceo, ¿qué le importa que sea 
presidente Calatrava y primer secretario Caba- 
llero ,6 que lo sea el preste Juan de las Indias? 
En prueba de lo ocupadas que todas las modistas 
estarían baste decir que deseando mi Paternidad 
estrenar también algo aquella noche, corrió Tira- 
beque* tédo Madrid sin poder encontrar quien 



le hioese tin dobladillo á un pañuelo de la ma-* 
Bo que había tomado. 

A un lado de la plaiceta se liabia colocado un 
teatrillo pof tattl f que asi como Cabrera traslada 
el lealro. de la guerra donde menos se piensa, 
también el Liceo traslada su teatrito donde no se 
podid' pensar , que es á un Jardin« Representóse 
en ^l la' comedia No mas^ muchachos }* mas propio 
Lublerá sido No mm facciosos ^ pero en fin aqué^ 
lia ja estaba ensayada y 7 ésta todavia no ésta 
csicritá| lo cual no dejaba de ser un inconvenien- 
te; La ejecución correspondió á las sobresalientes 
diáposieiones que yan desplegando todos los indi-^' 
viduos de la- seceion dramática del Liceo; 7 la 
lenorítai Gallardo maneja admirablemente los dos- 
satos; es decir , bixo los papelea de Aquiles j 
Gerónimo con la misma/ gracia , propiedad y soú 
tura que el de Anita< No se manejó mal Maroto 
para desempeñar tan diferentes y delicados pá-* 
pelés^ como tubo que desempeñar eo el drama po* 
litico cuyo desenlance ba empegado ; pero aun le ' 
aventaja la señorita Gallardo, y eso que todavia 
no tiene pelo de barba< 

Concluida la comedia , la sección de música, 
cantó diferentes y animados himnos a la Paz , y 
yarios socios de la de literatura leyeron composicio- 
nes poéticas alusivas al misino objeto, excep- 
to yo Fr. Gerundio , que despUics que todos ha« 
l>ian cantado á la Paz , me dio por llevar la con-» 
traria y cantar á la guerra ; pero al cabo de la 



jornada todos vinimos a encontrarnos como bveno^ 
arrieros. Entre tanto en los salones de baile se me- 
neaban grandemente las tabas, porque bendito sea 
t)ios f babia jen te para llenar todos los locales; en 
cada sitio dominaba^ una Musa ^ y las aficionadas 
andaban de una en otray declinando prácticamente 
el musa musas , pero algunas sesacercaban dema- 
siado al dominus donuni , y dr^ome qne á mas 
de dos les declinarian después en casa uu sermo 
sermonis. 

Se élev¿ también un globo aerostático, dentro 
del cual subieron varios poetas^ Todos nos quedamos 
con tanta boca abierta , bajando nuestros cogotes 
en razón directa de lo que empinábamos nuestras 
barbas. Y á la manera que cuando los galillos se 
bailaban entretenidos en ver la gloriosa ascen- 
sión del SeiLor se llegaron aquellos dos hombres 
vestidos de blanco y les dijeron: viri gáUlü^ ¿V'd 
statis aspicientes in caluml» asi podian también 
habernos preguntado á nosotros: Hombres del Lí*) 
teo ¿qué hacéis mirando al cielo? I 



Que cuando sube un globo 
el que mas y el que menos desempeSa 
el gran papel del bobo, 
cual niño á quien se enseila 
el pájaro sin jcela 
para bacerle después una mamila. 



Yo íambicft le miraba embancado desde un 
i^siento de piedra sobre el cual me había puesto 
en pie para verlo mejor. Pero lo que jo envi* 
diaba mas era la dicba de los poetas que deu^ 
tro del globo iban ^ y á quienes veía elevarse 
sobre las nubes basta confundirse con las estro*, 
lias i asi es que cuando perdí de vista al globO| 
ao.pude menos de esclamari 

j Ob dicbosos vosotros , que hasta el cielo 
r^montab vuestro vuelo! 

Y me baj¿ Mas al bajar puse sin querer mi 
]ne derecho sobre el pie de otro que detras de mi 
estaba,*»; Caramba ^ Fr. Gerundio , que me ha 
hecho vd. Ver las estrellas! esclam¿. — ^Perdone 

yrá.f mi amigo • ¿Pero vd. por aqui , herma- 

ao? (1) — ¿Qu¿ he de hacer , padre mió? ¿Había 
de faltar aun acto como este ? — Es que no le 
liacia á vd. en la tierra.— ¿Pues d¿nde me supo* 
nia vd.| Fr. Gerundio ? — Le suponía á vd. cerca 
ja del cielo. Daba por sentado que sería vd. uno 
délos poetas que han subido en el globo.* AlU 
:van mis pensamientos ^ como los de otros cons&- 



(i) Era uno da loi poeUf mas distinguidos del Lieee. 



essS743^ 

cjos nuestros ei\ diferentes compusíciones poéticaS| 
pero nosotros nos hemos quedado acá abajo.—' 
Ah ! le dije ; ahora conozoo lo qne es un poeta: 
sus pensamientos se elevan hasta ^1 cielo> j á él 
le pisan en la tierra sí se descuida : 6 bien sin 
querer como fr. Gerupdio i é bien -queriendo co- 
mo otros que no son Fr. Gerui^dioy 

Aquello^duró has^ las ím^A^ ^ l^ ^^^^^^i 
no se' hasta mantas fue' porque mi reverencia se 
retiro á una hora cristiana» Lo que puedo decir 
es que rciup la mas completa jovialidad , 1» mas 
ai^moniosa j fraternal alegria. Lo único que faltó 
para completar Ja función fue la presencia de 

la AUGUSTA PROTECTORA T SÓCIA DEI< LlCEO la 

Reina Gobernadora que no pudo asistir porque 
tenía despacho. La culpa la tenían los vasconga- 
dos^ regularmente estaría concediéndoles los fue* 
ros. Lo único que padecip^en el jardín fueron los 
bojes y las murtas ^ que aunque no eran poetas^ 
fueron pisoteados á satisfacción* Pero no hay que 
tener lástima al dueño del jardín ; no lo perderá; 
todo entrará en el presupuesto: cada yervecita 
que se pisara^, no le ha de salir al Liceo por me» 
nos .de un real \ cada ramito de boj que estropea* 
ramos rae parece que no nos baja de un pesito* 

Al día siguiente comieron en el salón del 
mismo jardín como unos setenta líoeístaS| que li- 
teratos j artistas también saben hacer sacrificios 
cuando la patria lo exije, j dejar las plumaS| bu- 
liles y pinceles por io& cuchillos, tenedores'; cu« 



cbaras. Mi paternidad sintió no poder asistir i la 
comida; pero aun lleg¿ £ los brindis, á las im« 
provisaciones, al regocijo político, £ ta algazara 
po^frica I al escopeteo pacifico-literario , á los 
abrazos de fraternidad , , j sobre todo apn alcasió 
el Champagne y los quesitos helados^ 



¿B376c!rf 



¿/£ didcav/óp de ^i/iutueciae. 



¿Qui¿n7— •AbrOy Pelegrin; ¿no me conoces?— 
jlesQs^ mi amo! No le conocía á yd. en la voz: 
partéeme que viene vd« un poco ronco. — No aera 
estranoy Tirabeque', porque en estas reuniones 
patrióticas de comer siempre tiene uno que esfor- 
zar un poco la voz, j cuesta mas trabajó que le 
oigan un brindis' á la Paz que echar un sermón 
de Animas.— 'Seilor^ baga vd* la gracia de 80|'ilaD- 
me aqui al ojo derecho , que al tiempo de abrir 
la puerta no sá qu¿ se me metió en la ni&a.— 
;De&cuidate novte alumbre 70 en el que no tiene 
niñi^. ¿Piensas, lego procaz, que me habré acbis* 
pado JO como tu? — Se&or, tal es á veces el amor 
de la patria, que cree yo que llega á embriagar 
como el vino; j en ese sentido acaso podía vd« 
venir un poquillo alegré. 



Vamos ; y tú qué te has heelio mientras h« 
estado yo fuera? — Casi nada , señor 5 enredar.-^ 
¿Y qué has enredado? — Casi nada , señor : ahi 

he enredado un discnrsillo nada , casi ^o es 

nada.--» Pero bien^ lo que sea , ¿por qué uo lo he 
de ver yo ?— Si vd. quiere , véalo, señor, que 
nada tiene de particular. -^Veamos ^ hombre, vea« 
anos. 

«Hermanos senadores y diputados.* 

«Ya tenia gana de echaros el ojo desde el 
l>alconcillo de los tiquígrafor y de veros sentados 
en corro en esos bancos tratando de lo que tiene 
cuent^i á la nación. Según sea vuestro porte , asi 
me portaré yo con vosotros. Al acecho estoy. 

«Mis lalaciones con las potencias estrangistas 
Tan bien* Tengo pocas, pero buenas. Con Metete^' 
jálü estof en grande. Me gusta el hermano por«i 
^né tose gordo. Las cinco grandes potencias jan- 
tas no han bastado á meterle el resuello. A su 
hijo Ibrahim-Bajá mi amigo ya le he dicho, que 
se esté por allá al lado de su padre , que aqui ya 
no nos hace falta, porque veo que basta «1 her« 
mano Baldomcro para dar cuenta de los mame» 
lucos \que le van quedando á Mustafá-Preten- 
diente. Antes bien le he dicho que si esto>se ar« 
regla pronto, nos van á quedar sobrantes unos 
ciento cincuenta mil soldados cristianos f que son 
•tros tantos demonios abonados par& darse un pa- 
seo el día que se les antoje hasta entrarse, si es 
menester, por la Puerta Otomana* 



«Me bago cargo que á Luis Felipe y í Mr. 
pensamiento les habrá sentado como un dolor de 
muelas el que los hermanos Baldomcro j Rafael 
SQ hayan dado los cinco , y hayan arreglado la 
cosa por buenas como un par de españolAzos 
campechanotes , sin dejar á ningún estrangerista 
meter el hocico en nuestra casa. 

«Hermanos diputados: supongo que no . Ten- 
dréis á pescar. Igualmente confío en que no pen- 
sareis meteros a agentes de negocios como mas 
de cuatro de lo# de la anterior legisllimenta. Y 
os encargo , hermanos | por las 55 llagas de mi 
padre San Francisco. ••••«-^Tirabeque, aquí has 
puesto dos cincos por uno.— 'Señori déjelo yd. 
correr asi, que lo he hecho por recalcárselo mas, 
y á san Francisco aunque le ponga ciento, no le 
duelen.— >Y os encargo p repito , que no me va^ 
yais á ciscoletear por los ministerios sino cuando 
tengáis que tratar negocios de interés general 6 
de vuestras provincias , y para eso me habéis die 
ir en cuerpo y no uno por uno* Sobre todo, her* 
manos; los dias de audiencia no me entretengáis 
á los ministros como hacian los de la anterior 
legislamenta, porque los pobres pretendientes que 
BO tienen mas que aquel dia para hablar al mí* 
nÍ8trO| os echarán mil maldiciones y harán bien, 
y yo os daré -cien capilladas y haré mejor • 

«Señores diputados del congreso de las cortes? 
vais á disolver albora la cosa de los fueros» No os 
encargo mas sino que seáis caballeros con quien 



lo lia sida con vosotros. Ya entenderéis que I«, 
caballerea que os pido es la generosidad. 

«Sé que el gobierno á imitación de mi amo. 
Fr. Gerundio ya.á nombrar una comisión para 
que baga un proyecto de amnistía» Hermanos , en 
este punto solo tengo que advertiros que en el 
ancbo saco déla amnistía no me dejéis por Dios 
entrar las atrocidades Palilleras j Cahrerúnas-. 
ítem ma« , la gente de uñís largáis ; ya veis como 
mi amo no tiene reparo en reconciliarse con sus^ 
mayores enemigos^ pero en cuanto á lo de ráp€^ 
me el queso no transíje, — Y tanto. Tirabeque: co- 
mo que no solo los perdono , sino que estoy dis- 
puesto á tenderles los bracos olvidando diferen- 
cias políticas y resentimientos personales que 
puedan mediar ; censúrelo quien quiera : asi me 
lo aconsejan la religión y la ley natural. Pero en 
cuanto á lo que llamé delitos de uña , si con ellos 
estuviesen mancbacips | no solo no me be recon- 
ciliado ^ sino que ni podría reconciliarme jamás: 
por eso los'esceptué, Y me alegro que bayas toca- 
do este punto por contestar á ciertas interpreta- 
ciones que se ban becbo, Abora sigue^ 

«Hermanos Padres.»— .¿Como es eso? ¿berma- 
nos padres?— Si señor: padres de la patria y ber- 
manos míos. ^Hermanos padres : vosotros los que 
Tenis abora de los pueblos, traeréis unas inten- 
ciones como unos eorderitos de lecbe. Pero sa« 
liendo de las cortes, y bajando por la izquierda,, 
y subiendo después por el Pradp arriba , daréis 



de Rocieos con una faente que llaman la dheUs^ 
cuyas aguas atontan á los hombres j los cambian 
enteramente* ¡Cuidado con beber de ellas, herma» 
nos ! Porq[tte sin¿ cuando volrais á vuestra tier- 
ra, 00 os conoce la madre que os pari^, j las in«* 
tenciones de corderos las eomi¿ el lobo. 

«Hermanos diputados : tendremos juicio? Mu- 
ebo me temo que no. (1) 

Señores senadores del senado , j diputados de! « 
congreso: llama el amó á la puerta, j lo dejo aqu* 
mismo: otro dia seré mas largo.» 

\ 






(i) La sesión de ayer lu empesado á ¡astificar loi 1 
de Tirabeque. 



nOTEKO TRIMESTRE. 
CAFILLADA 179. SETIEMBRE 17 DE 183ft| 



Fiu G£Rüm>IO. 



Sí quis dixérit sacrjsias et tnonagui-» 
líos non haber e motiva magna ád rt^ 
picandum in gloriam, anath^ma sUm - 

monagaillos no tienen nkotívos poderosos 
para repicar 4 gloria, sea tratado como 
herege, y désele con la puerta de la igla-i 
tia en los hocicos* 

CoNC. 6. GSRÜND. 



Laúdate eum in cimhalis benesonantibus ; 
laúdate eum im cimbalis jubilatíonis. 

Salmo i$o 7 último* 

Alabadle con címbalos sonoros ; 
con campanas de jnbilo alabadle. 

Versión de Fr. Gerundio* 

Alégrate ^ sacristán , 

, el de la Higuera de Vargas p 

cesen tus cuitas amargas , 



j empiece el dán^dalan-dan ; 
sacristán^ 

... Al vuelo eclia(l las campanas^ 
sacristanes j monagos ^ 
sdegrense las sotanas^ 
j con vuestras ^cHstanas 
soplad abundantes tragos. 

. Laúdate eum in cimbalis benesonantibus ; 
laúdate eum in cimbalis jubila tionis* 

Alabadle con címbalos sonoros; 
CMi €»a«{«aaafl de .júbilo alabadle* 

Alaben las campanas ) 
alaben al bbmbron ; 
alábenle diciendo . 
dolón I dolón ^ dol¿n« 

Laúdate éum in cimhalis benesonantihus. 

Lo primero es \6 primero i antes de todo es 
menester espUcar quien es el sacristán de la Hi- 
guera de Vargas i que después que se sepa quien 
es él y dice, quien es el otro ; porque aqui hay dos 
ellos ; uno el sacristán que ba de repicar | j otro 
el eum a quien ban de alabar las campanas , con 
la esplicacion del por qué j para qué» 

Higuera de Vargas ^ pues ^ debe ser un pue- 



blecito de la proTÍa«k de Badajoz (al menos asi 
lo indica el sello del correo)| j el sacristán de 
aquel pueblo se llama Lorenzo Portales (al menos 
asi se firma ^/). Por cierto que es muy proba- 
ble que ni Higuera de Vargas ni Lorenzo Por- 
tales figuraran en el mundo político sino hubie- 
ra un Fr. Gerundio á quien todo le yiene bien, 
y que asi se mete en una aldea de Estremadu^ 
ra como en la capital de la '|Turqu¡a europea ; i 
cuya capilla asi le sirve un Lorenzo Portales co-' 
mo un Lorenzo Arrazola , y que lo mismo se en« 
tra por los portales de Lorenzo que por el salón 
de* ilustres senadores* 

Pero también es cierto que ni yo mismo bu^ 
biera acaso sabido que Lorenzo Portales el sa<^' 
cristan de Higuera vivía en carne humana en et 
mundo sino hubiera recibido en el último correo 
^\ siguiente comunicado suyo. 

«Rmo. P. Fr. Gerundio: después de desearle 
la mas cabal salud que yo para mi deseo , en 
compañia de su doméstico Tirabeque , paso á pé-^' 
dir encarecidamente á V. P. por mi, y á nombre 
de todos los sacristanes (I), perdonsíndo la satis- 



(i) Con qué poder£S represente Lorenso Portales i to^ 
dos los sacristanes , yo no lo sé. Podrá ser que hayan ce<^ 
lebrado para ello su congreso ó concilio sacrístanesco. Y 
digo congreso ó concilioy porque una junta de sacrís-^ 
tañes tema que ser nna asociación mixti^fori coipo }qs 
Goneílios de Toledo , que hacían á cortes y á copcilios. % 
me fondo para esto en el doble carácter ^ religioso y jpo* 
liticoy que los sacristanes representan» 



facción y haga entender en ^1 modo qné mas con- 
Tenga í las nuevas cortes ^ que según noticias 
van 1 tratar al instante del arreglo del clero, 
que nosotros los sacristanes no queremos esta^ 
desarreglados I j que asi cuando hagan el arreglo 
de los curas bagein también el de los sacristanes j 
monaguillos y y según las clases en que se pongan 
los curatos por número de almaS| pongan también 
las sacristías^ ]íues nunca se trata de estos ministros 
inferioreS| que son tan , necesarios como los curas, 
pues sin ellos ¿que son los curas? ¿ni qué son los 
íceles ni las iglesias? (1) Y en virtud de lo desar* 
reglados que estos están en renta | pues unos tie« 
nen 1500 reales y otros tal vez con mas trabajo 
que estos por tener mas almas en su parroquia 
solo tienen 320 ; y siendo Y. P. un caballero tan 
^onecido en todo el reino y fuera de el , tan 
religioso y amigo de lo justo (2), reclamo á Y* 
Ijbna. en nombre ^e otros muchos para que haga 
yer á las nuevas cortes , ¿ ¡unta que trate de es- 
te arreglo, lo hagan también de los sacristanes y 
monaguillos , cuántos sacristanes debe ten^r cada 
parroquia «y cuántos monaguillos , y la. renta que 



(i) ¿Quid le^es sine rhorihus proficiunt? ^Qaé apro- 
Techan las leyes sin las bapiiMS tostuinbres? decía Cicerón. 

guc son los curas , ¿que son los fieles y las iglesias sin 
sacristanes? dice, ¿ e)eiiiplo dé Ciceion, Lorenzo Por- 
tales* Y le sobra la razón basta por encima del bonete. 

(a) Gracias, amado Lorenzo, gracias. Estinvando los 
fayores* 



iéimlgm»r^i%^t^nQ*í j «p. to diejeii. ,eomó esUiii 

i«m«i' va^^iitl^ f:y lo que v^tid^á á «iit^et ^ si^Q 
kacjíttr diclio attc¿o^ii «ejrá que loa curaa tendrají 
qtt4,baiHdr;>de«aQmta]i»e9^ qué nwicA sé acúetdM 
dio^de ouandóilo/iUMk (1). P^íifti<>4 pues endaf 
teti4ameat« á V^ Kin9« ^««^ . ' 

ijy ' J' . . ^ .:/:í* _ - - ; ■ .A 

Pae* bient^.i^ ' L." 

Alc'grate ^ saúriftian ^ ; 
él d<i^ la Higü^ta de Vargas f r 
teñen tas cUit^ amargan 
y etpfiÉi^ éi daR-^daUn<»da^l . , 
sacristán é 

Alaben laá.caínpánaá^ . ., 

- . ^ aiaben Al-Uoitotron ^ 

alábenle diciendo , . ^ 

dol^n I dolon , dol¿n< 
Lattdate eM/i^4Í.c» /,: ' 

*íortuná de aadrístan í En U tnanána deí IS 



n ii l iiJ I iniJuil ' "" 



(i^ Esta és ut^a pulía de Lorenzo á tos cüraj j qué üd 

.apone e* qu* los cura, han »»do antes »*;^¿"»"S»« ^ '« 
"íutido! que luego qué ineten, conió- sliéfe» dccÍTse, U 
ba^rirenelCíilUrya no se actiérdañ de d que CuerOn. 
F.te dicho de Lorenío, aplicable á todai laS demás cU- 
^añt^tJo,^^^ m^^^^H *«is- inora! 

d« la qué él misma creería* Añ ' ' 

Tomo yiu aS 



fas886^ 

i^hU mi Patéfiíiaad el céxM»' dtf ^tremiidimiy* 
f^xhítéi su comünieaÜoyyén'el^iáiMno dia «pa^ 
jfétíé já un PuoTZCtb DE tirr'pa^.a, ^l séstenimUnm 
io ¿él culto y' ihnnúieHeituí dd cbPé*'ñtm9íáaf por 
siete diputados , en el cual se leen estas notable^ 
párhbtas : 9 EH étias (los presupuestos ) te ha de 
comprender cuanto corresponda M cuiio f* é*ht 
númstrosDBSDEEt VENERAfiLK PRELADO 
HASTA EL ULTIMO ACÓLITO.» i 

Alégrate' sacristas . • . -. 
el de la Higuera de Vargas f * 
cesen tus cuitas anlanrgas p- ' 
j empine el dan^^daláa^toMp»* ' 

Pero lo particular es que el primer firmante 
de este proyecto €s el alto y el grabda , el esten- 
so f el incomensurable Z>. 'Jmün AhHsréz y Mei^ 
Mzabal. 

Alaben las campanas |' I 

alaben al bombrooi I 

" alábenle diciendo y ' | 

- doMa^ dol¿B| doUii._ J 

O' , ' ... i 

; Laúdate xüm in dmbdlis éeaesoniuuiius , 
I laúdate sdm in cimbcdis Jubilationis* 

Alabadle con címbalos sonolroft ; 
con campanas de júbilo alabadle. 



Y hé aquiqui^n era el eum , el otro ¿I de los 
dos ellos que babia« Y h¿ áqui ejmd en «ste país 
de los TÍGe*yersas el que se tenia por menos -cui- 
dadoso de lo que al culto j sus ministros atañe 
jr .pertenece , es el primero á ctiidar qué se provea^ 
j. asista competentemente desde el vemraUe prec- 
iado hasta el último acólito , basta á los wiiniHros 
ittferwes que llama Lorenzo Pórtale^* . . 

Laúdate sum in dmbalis henesonantihús» 

Pero no es esto lo que mas admira^ no' es esto 
en lo que yo Fr* Gerundio mas me congratulo; 
no ea eito por lo que deben repicarse las campa*' 
ñas para alabar j bendecir al bermano Juan el 
Magno y sino el espíritu de unción religiosa con* 
. qno esta redactado el preámbulo ^el proyecto de ' 
decreto | el catolicismo que todo él rebosu j aun 
oharréai como lo acredita el siguiente pár- 
rafo: 

«Guando la lej constitucional no nos'ttiandase 
^e cada cual debe concurrir á los gastds ^ublí^ 
eos, en proporción de sus babores ; no hákienda un' 
espaiid que no profese la divina religión de v/eiu-*' 
cristo j es tan evidente como posítiro quf los gas- 
tos de su culto j el mantenimiento de-sus^ minis- 
tros tienen que sufragarse por todos los Isvc reci^' 
bimos los consuelos de esta religión santa , j que 
por lo tanto no puede establecerse otra base que la 
dé la poblaeion<» ■ 



laúdate tJDH. in cimbahs juíikttiomt. 

Y ettiO OIro : «Se repite con sobrada razón 
qne el fitcblo españ»! ear. enñnen te meóte católico, 
y honr^aneote apegado al decoro , y aan al es- 
plendor del culto venerando de sus padres.» Y 
mas abajo : Comprometida la bonesta existencia de 
los pastores j directores de sus aireas , de esos 
ministros del Altísimo que derramaban en las ía- 
milias el bálsamo de los consuelos celestiales , en- 
señándoles . á practicar todas las virtudes de la 
religión cristiana.» Y todavía mas abajo: «Cree- 
mos que nuestro proyecto de lej colma los de- 
seos del pueblo ^ salisfaee las necesidades del cul- 
to , y pone ¿sus ministros fuera de todas las con* 
tingeoeías qi^ey pudieran perturbar la paz'de su én» 
vidiahle estada ^ ¿ arrebatarles la parte mas*pe-^ 
quena del prestigio que deben tener para, prove- 
cbo de la sociedad.» 

Abora, digan vds. , picaros murmuradores, 
digan Tds» abóra que Mendizabal es judio , que 
babia bombre ya que no le faltaba mas que decir 
que le babia visto el rabo ; murmuren yds, de un 
bombie , que no solo se muestra eminentemente 
católico ^ «¡no que llega basta á envidiar el estado 
célibe j focifico de los ministros del Altar , lo 
que equivale a decir que si pudiera bacerse cura 
y no tublera impedimento matrimonial , se abriría, 
una corona como un plato^ lo cual confirma y cor» 



robora lo. qae mi Paternidad dijo ya de '¿i en la 
capiUada 11 de León feeka 15 de junio de 1837, 
á que me remito. 

Alaben las campanas , 
alaben al hombron, 
alábenle diciendo ' 
dol6n f dol6n , dol6n. 

Lo cierto es qne el proyecto no le disgusta á mi 
Reverencia^ j creo en mis [cortos alcances gerun« 
dianos | que aunque al sostenimiento del culto j 
clero se podria proveer por un método aun roas 
iencillO| cual es el que se practica en las provin- 
cias vascongadas ^ de donde algo nos convendria 
tomar en materias dé administración ^ creO| digo, 
que es lo menos imperfecto j mas racional que 
sobre el asunto basta abora ba salido | j que una 
vez suprimido el diezmo ^ á los párrocos no les 
disgustará tampoco la intervención que les dá á 
caáa uno en su mismo pueblo ^ descartando esas 
juntas diocesanas con quienes tan mal | j con 
razón , se avenían. 

Aun b^ llegado á ma« la fortuna del sacristán 
de Higuera, Al dia siguiente de su comunicado 
presenta también el gobierno á las cortes su pro* 
yecto de ley sobre contribución de culto y clero. 
Todos ban sido á dar por el palo del gusto á Lo- 
renzo Portales. ,¡ Fortuna de sacristán ! Sin em- 
bargó I entre los dos proyectos , del gobierno / 



Ae la éoiriísioD , me parece que Lorenso Portales 
,jr con i él los, stíenstaaes que representa han de 
optar por el segando. 



IfOS prófugos. 



Lleno de miedo ya el pobre , 
y de su miedo la prueba ^ 
tnns que en el rostro pintada , 
diz que en la ropa la lleva. 

Cual colmena va cargado 
'. de una cosa que no es cera , 
aunque lo llamea cerote- 
vnlgarmente en nuestra lenguaé 

Con el Credo' va en la boca^ 
mas nunca entero le reza ^ 
temiendo al «su único hijo» 
le llegue la hora postrera. 

Atontado va sin duda, 
■ ' j :en su . alelad^ c^besa 



cada ñonle e« ua CalrariQ^ ; . 
cada loca una Tar pe ja>.. 

TemUasdOi ra el desdiebado 
que loa •i^t8mo& que le cercan . _ 
6 en aJquél le crucifiquen , 
6 qtíe le despenen de és^tt. 

Sin rumbo cief to camina . 
la Magestad de las ' selvas ¡ 
aqui cae I allí levanta , 
acá hocica^ ,.aUá tropieza. 

Ni encuentra quien le de aliento | 
ni quien le consuele encuentra , 
que si 'él ya lleno de su&tc^, 
no YA. menos ¿a de Beira^ 

Al fía lan^a el des<gi:aciado • 
por desabogp á su p^na 
un piroloii^ado suspiro 
que al oído llega de ella*: ... 

^ —r{G4flí^?-r— ¿Teresa?— ¿Suspiras? 
-*-¿Qoé.be de liacer , María Teresa? 
—-¿Itleras. miedo? — Calla ^ hermosa , 
no nos oi^an. y' nos pierdas, 

•^¿Qaiénlo lia de oír ^ Carlos mió? 
•—Espartero y que anda cerca. 
Mira:atxá&.^ ¿ver si viene* 
— oFaltay CárloSy que me atreva. 
. — ¿Teresa?— ^Cá ríos ^ ^né quieres? 
•—Acércate aqui á la oreja. 
¿D¿nde ños lleva esta gente? 
^— Falta I Carlos ^ que lo sepa. 



^Pienao qíie vntpo» yéndUlos, 
ir^Temien4oetloj (|ue nos fandan, 
--¿Sabes 44n4<> no» IkaU^fmot? 
^"Yo °P ponoKco esfca iternit 

r-Y dime ; ¿qu^ M de Cirilo? 
— ^ Aj , Qárlos ! Se fue Alagedla 
poD £rn>,--{C4ai6l ;Qa¿ )ui$ ¿icbo!? 
jAsi con te4as sus l^irae!- 

¿Con erre ^nibÍ4»n dijnte? 
— Digo qtie se fu¿ Alameda 
inas nq cpn £rr«, con i^rrO|^ 
JErrq el ministro de Hacienda. 

¿Me enteiidiste bien ahora? 
— l^o estrafies no Xt (»iten4lera| 
que el tnt^dP embota el old«í 
y 8^ confunden |a4 ledras (4)r 

—¿Y donde fueron?— A Fríiiicia, 
r— Fiepsp yo , Maria 7«resa ^ 
que el irnos también á Fri^iieia^ 
nos ba 4^ ten» iqas cuf n^, 

¡Aj Ciarlos! pienso |o mismo |f 
I y ojfilá q*^e *?r pudiera J 
—¿Pues quien nos lo impidé^^-^f Carlos^ 



(i> T^ad^ tiene Aé partícqlar eqalqalerl^ mala intelí^ 

f encía de D. Garlo«f en cuanto 4 percibir la f«ga de Fray 
lírÜQ Alameda en conapait^a de Erro ^ pqrque como ¿I dí- 
{*# muy bien : «1 miedo embota el oído y bace confundir 
as letras y de xonaig-iiienU U4 palabra 9* 



j Cárloí imoSJ ! —¿Qué í Teresa? 

•*-rQtte t¡«iieii toiBftdo 9I paso 
esos demonios de Vera ,*- \ 
j á ^uántod pasaif maltratan ^ 
¿ astriñan ^^ saqueimi^^ • 

Moreao íne fusilado (%) 
por la canalla proterv«a y 
j al in tendente. Kíaisi. 
le cortaron- }a i^abe^^a; 

Ia pufjtiesa 4® Graoa4a 
solt¿ 8^1 pasar laflí pesetas^ 
y con BUS ni^as Jiicieroii 
Ic^ ^e con viejal no Mcieran^ 

A las d^ Neg ri j Bgoia 
hicieron tambíeii la fiesta | 
que .ni no b^^reto salvaron ^ 
ni un pendiente ei| una oreja. 

También Tri&tani escapaba i 
y al llegar a la frontera 
los mismos que le esicoU^ban 
como ua Ada^i me lo dejan. 

Carlos I no pasa una raUi 
que uo espulgue la caterva^ 
que el soldado no asesine | 
6 Ecl^evarria no prenda, 



(a) Seffora , lo qae «s este- wtélite ya calciilaba jo que 
no había de morir i capilladawi átnonteraKoi. 



•— TtrtsáU^ no delire» y 
no sneSes I María Ter««a ; 
mis mas fieles servidores 
{lian ifi hacer esas torpezas ! 

Los que mi Jtrono defienden | 
los que p0r la. fe pelean ^ 
7 la religión >dftyina 
Ueran en las. bayonetas ; 

Y Echevarría y inn ministro 
que el cáliz y la patena 
con sus consagradbis manos 
todos los dias maneja •...! 

¡Qué horror! qué horror! Imposible! 
Teresita, no lo creas; 
te engailan, esposa mia.... 
**Vetey Carlos , á..*..-~Teresa! 

¡ Qué genio tienes muger ! , 

parecas una pantera. 
Y mira no hables tao alto^ 
que anda IBspartero muy cerca* 

Pero bien , Teresa mia ^ 
dado caso que>asi sea, 
¿ piensas que se han de meter 
con su Hejr y oon> su Runa ? 

—Carlos y poco los: conoces ^ 
eres | Carlos , muy babieca. 
«»¿£ues qué- recurso ^ muger , 
en este trance nos queda? 

¿Te parece que. á la Virgen , 
Creneralisima auestra | 



'de los Dolores le bagamos - 

uoa devota novena? 

— ¡,La Yirgen de los Dolores! ^ 
¡Pues me tiene bien contenta! 
Cierto que la Generala 
ba lucido su estrategia. • 

Teresita ; no blasfemes. ' 
— ^Tu eres , Garlos , quien blasfemaré 
«—Teresa í no bables tan alto , 
que anda Espartero muy cerca. — 

Y discurre tu un remedio 
para salir de eslas penas ^ 
que para inventar recursos 
no está por boy mi cabeza. 

— Consulta; con Montenegro. 
«— Hija, bablando con franquczay 
no me inspira gran confianza 
el ministro de la guerra. 

—Pues con Yillarreal consulta. ' 
— Si be de. ser franco , Teresa , » 

tengo yo< acá mis ^recelos 

que quiera Dios no nos venda! 

— -Pues Zartátegui 6 Elío . - 
nos dirán lo que convenga. 
^-Si , si: como con Maroto 
no estén en correspondencia....! 

— Pues , Carlos y ¿de quien te fias? 
— De nadie, María Teresa. 
Y mira no^ bables tan alto , 
que anda Espartero muy cerca. 

) \ 



•^¿Con que de nadiéZ^De nadie» 
—Esto lo llevo pateta. 
«-Teresa , por mas Ueyado 
no diera media peseta» 

¿T de mi te fiarás ? 
—Éso.... de modo 7 manera. ..i; 
— ¿(Mmo qu¿?— Chiton, señora! 
que andA Espartero muy cerca. 

mm-^CQu qne de mi no te fias 7 
¿—Cuando mas | seüora » i mediafl* 
Que ha sido vd, para mi f 
señora Beira^ mn^ beira. 

Mi perdición ba rajado 
desque vd, vino á esta tierra^ 
¡que ojalá no hub^iese puesto 
janeas las plantas en ella ! 

Yd, anim¿ á Maroto 
á que hiciese lo de Estella ; 
lrd« que con Fr, Cirilo 
en relaciones secretas.. ••• 

^-Señor D«_ Carlos, su ruina 
acháquela a su impotencia. ^ 

—¡Impotente yo , señora I 
Solo para yd. \é fuera. 



En estos diálogos iban 
sus Jáagestades excelsas, 



•I Rey Wlio unsoliman, 
hecha nil veneno la Reina. 

Cuando en esto que divisan 
á la luz de las estrellas 
unos bult os que creyeron 
ser hombresN con bayonetas* 

•^•¡Ay Garlos! Somos perdidos ! 
•^Somos perdidos y Teresa. 
—Espartero nos atrapa. 
X— Sus avanzadas son estas.» 

T contando ya los dos 
llegada su hora postrera ^ / 
se reconcilian , se abrazan , 
se aprietan , chupan y besan» 

Y despidiendo una voz. 
entre ahogada y lastimera , 
invocan á Yillarreal ^ 
piden que i auxiliarlos venga. 

^Junta el general sus tropas^ 
los ejércitos se aprestan p 
que entre infantes y caballos 
eran doscientos cincuenta. 

El campo se reconoce, 
y los bultos que se vieran. ¿i., 
los hombres eran encinas , 
las ramas las bayonetas. 



No estralíará Fr» QerAodio 
que lo qi\9 al Kejr de la^ selvas 
le pint^.elijtpnces el miedo , 
sea realidad á esta fecha^ 



tmVJHO TRIMESTRE. 



GAPILLADA 180. SEITIEMBIIE ». AE 1888U 



Fr* GERmDIO. 



■ { 



... - .f j 



Stf guis dixxeit Fratrem Gerundiunk 
noWnUhére fiares pr&yétá,Kanaiherñt£ 



$í alguno dijere que.Fr; Gerundio no 
lieñé narr]i!e9i!«> pro(ct«i,< le^^Ofugo et >otíé*^ 
po como un & Lásaro. ^ 

r Co]9C. 6. Gerdnd. 



- ' Ditidi4os ñ\t ^tte «stafcBtt- 
los Gerundios j Ibs legos. 



, , C^odo Kay^ ^í^eDeiites , puntos ¿ .que atender 
no liaj réipedip «ípp djvjid^r las fuerzas. Imitando 
p^os. la, estrategia 4e,lqs m^s hábiles j^eneralesy nos 
4^Ti4iipos Timl^etj^e j^ mi Kma. persona en do^ 
cuerpo^ I de lo« caaV^s nifo ai mando de Tirabec[ue 



es400a9 

emprendió stt marcliá^á' jornadas '<Íoj¿B por la pla« 
xaela de Sta« Catalina | j el otro a m¡9 inmediatas 
<rde«es'póiÜA dé Sto^.I]bfalIllj;o;.'i£^óLtillliQMttlc- 
ciones d e qu e á tod a costa penetrase con su cuerpo 
en el castillo encantado del Espíritu Santo $ y yo 
•^resoelte^.á ^tra:r cpUr- el Q>ip ^Q la casa fuerte.de 
BoiM María de ^ragob : ..ainbfS iton eluntbjeto de 
baeer un reconocimiento. £1 ¿xito correspondió 
á nuestras acertadas '^dfS^iosiCTDnes : las guardias 
no opusieron la mas pequeña resistencia , y uno 
y otro aor" apodersfinoy r ■ jrtfB^ "del edificio del 
Con gresoL ,, y^^ , de el .^^l^^^iidfi'* . Jlecho nuestro 
reconocimiento y logrado el obj^t» de las opera- 
ciones de ^qn^I dra'7^1tol?imps a ocupar nuestras' 
primeras.^ posiciones ^ concentra^Oonos en la celda 
gerundiana ' - ^'- ^ '-^ ^»4 

Vamoí^^ Tirabeque^ le dijeí ¿Qu¿ habla por 
el Congreso?-^ Había diputados , señor «-^ ¡ Mira 
qué agudeza ! Habría facciosos ^ si te parece. — 
Señor I facciosoá ja#taAles<;no:| ¡p^t^, ex-facciosos, 
nada tendría de pariictilfti4)p4»rqH0isegii« ha dicho 
el Sr. Duque de Rivaft: ea el S^mdp •Puede ser 
que el año que .piene. esté ^sentado.: ^en- estos escaños 
ehjue es ya un generoLdíIa Heino.» Y eso pien«< 
so JO que lo diría por Maroto. — Per<f qué ¿has 
estado ei^ el ISenado támÍ)Íen7'Mó séñor^ perd nun- 
ca falta quien bcidente á'úñdí de lo qué pasa.^ 

¿Y en qué Isitio estu&iste? Cstarias eñ la tri- 
buna de taquígrafos ^ pues^aúñ^ue no lo eres (a 
pesar dé'qüé los rasgón d)e in pítima fnás. perecea 



signos taquigrafíeos que trazos de caiigrafia), co^ 
sao parte integrante de la redacción te hartan 
sitio en ella, — Si senpr , pero este ano esta :aque« 
lio muy apretado.^Eso fácilmente se remedia 
^on poca obra que se liaga,-**»Ali señor, la^ obras^ 
<K)mo dicen en nuestra tierra, se \í^jx de bacer do 
las sobras \ j mal pueden las corees tener sobras 
ipientras no sci desempeñen de sus trampillas»-**» 
¡Como y Tirabeque! ¡Qué espresion es esaj — Se» 
Sor f quiero decir , mientras no salgan de las 
cuentas quo tienen de muj antiguo con los ar^ 
quitectos , pintores , estereros , albaniles y otros 
^artistas ¿ artesanos que trabajaron para habilitsu: 
los palacios de las cortes.— -Eso es otra cosa; iino 
es que se hallen en descubierto con los que pu<r 
sierbn sus conocimientos , sus enseres ¿ su trabajo 
para la^ habilitación de los edificios, y otro que 
tengan trampas; Esta es ro^^^que solp se permite 
aplicar á gente villana j personas de baja itlase;^ 
entre sugetos de elevado carácter y alta esfera se 
llaman compromisos , ó cosa asi. Ademas que 
quien está mas en descubierto es el Senado desde 
que fue estamento de ilustres Proteres \ «sosa mujr 
propia de este pais de vice-yersas , en que cuanto 
la persona es mas ilustre ^ suele tener entabladas 
mas relaciones de cargo y data con los que ^n 
servirles se emplean, 

Pero esto es un incidente estraño á nuestra 
cuestión , y que no se porque le has suscitado, 
Dime, dime, pues^ loque viste ^n el Congreso,*^ 
Tomo Til* 26 



Seflor, los ministros no estaban aU(.— To lo ereo; 
como que estaban todos en el Senado.-— Diga vd* 
señor; ¿y el ministro de Marina llevaba aquellos 
zapatos de baile que llevo el otro dia al Congrew 
so?— ¿Con qué a unois zapatos de calzador , como 
los que uso jo por casa 9 llamas zapatos de baile? 
¡Que' inteligencia y que criterio tienes, hombreí 
Sábete que esos zapatos^ que sin duda recuerdas 
por el afán de criticar las cosas mas pequeñas, 
fon una prueba de que el ministro de Marina es 
bueno \ porf|ue eso quiere decir que un ministro 
de Marina debe estar siempre dispuesto á desnu- 
darse fácilmente para echar el cuerpo al agua tan 
pronto como la necesidad lo exija. Pero vamos, 
¿qué fué lo que se trató en la sesión de boj?—-' 
Señor , allí presento el conde de las Navas na 
proyecto de ley, que decían que era propio de un 
dragón.-— ¡Hombre!! — Si señor, como vd. lo oye. 
Y aanque él no deja de enfadarse algo y da sos 
manotadas fiTcrtes en el 'banco cuando habla p á 
mí no me parece tan dragón como todo, eso , que 
yo le he visto muchas veces fuera de las cortes, 
j me parece un señor muy llano y de un genio 
muy divertido. 

Asi es en efecto, Pelegrin. ¿Pero qué clase 
de proyecto era para decir que fuese propio de 
un dragón? — :Señor, él pedia que á los ministro» 
que infringieran la Constitución, se les cortara 
la cabeza. «Ministro, decía él, ^infringiste la 
Constitución ? Pues abajo cabeza y no hay m&s.» 



SLÍtíAP^ fifis ¡qim infiQÍDgrieraa la ConftttAaeion los 
medía por un rasero, j ájtodos les recetaba igvtaX* 
SR$i4ll!l4i^>gaUptímby ^r esc} 6ÍD duda deeiba <|ue 
cyrafuüajfy de dragpih». . • 
. V A^rii.yjEl; te .-«otiieodp |/ hombre. Diríaa Dra^'i 
^€tíftir^>^4''^gQtk^ t«í9 /referencia á Dracon , le- 
giSkWioi} Átenieoso.| que farsí. toda clase de deli^. 
tOía^>' áo^. mUmo V3v.e».¿j^ue graves , estableció la , 
j^m^ jd^ muerte ;. j«^ quien dijo Herodico^ .usan-; 
dp.^^i^ ^9l^pio¡inji^pto# .4el,i»ismo retfü^Qaiíio. quP: 
til ^aa usado p<^r,igaQrA^ia á equivocaciou, «que. 
Wijl^QS- de Di^acoA.f ra4. 9tas bien Je jes d^ drii-: 
gQ^^que de ho|ubre*i» .Cuya -severidad ad<^pt4.pasal 
fl]^ ^yes. dicho Ijeipislador, porque _decia que «n; 
ini; fOüpeplo no babia delito tan pequeño, que no^ 
Bfiere^iera la peua de. muerte , y que no .imponía. i 
Qtra;Kaj^ )ps dQUtpa.;gnave&^ porque tampoco «sa?-' 
i)jOci« Qtra mayor qtm« k.de muerte. Pues.iníra.. 
a^L .009 fsste rigor;ismq /^^ todo , sábete qu^ tubo. 
]j¡fa^ga tpfta pppu}aridÍ4i)d ea At^nas^ que ¿sabea^ 
cómo murió? — No señor.— Pues sábete que murió- 
una. nocbe ea lel tef^ro, xee^biendo aplausos del 
jlU^blaj abogado ei^ibre los. Sombreros;^ gorros jrt 
capa^ique tiraban $d^alto y ,U caiaa eq^íiaa, Qm^ 
qu« podrá aer qil^e! el pe^ide de las Navas aspire á 
tener. una* muerte igq^ln^j^nte popular, j... alegre ^i 
4¿ en pr<oclamar la misma severidad an la^s jley.^s. 
de España. — Señor , ji<> jiiecesita de aia, que ya el 
otro dia en la pla£&_ de tpxQS i;r^..que le aboga- 



ban entre loé víxcftiiM^s* j «iá«Ni¥fo%^ iégtín^^^flíérlé 
proiclamtibaii • entre lo<loé > y 1^ ^bian «éii ^ botá«« 
bros j id Tolfian' it bajar* '''• ' 

LoabW>eSy Tirabeque^ 4 celo déKÜdhde' eü 
babor propuesto al Congrego- <(^é^ proyecta 'dtt^l^jT 
de responsabilidad íirica. y^matofiaV á.ioi minis- 
tros qae quebrantan \á \^f 4él ^s^áofff^ qjae la- 
responsabilidad moral y 4<^'hioqOr «ó bá Hüslíiido 
á> contenerlos en sus demi(sísí»4. Yo la desearla tan^ 
to' eomo él , y- la naeton éiátílai* porqué tul iiii<- 
nistrt> no abuse impunemente del podier ; tieso 
sed de ver algún eseartllieiíi(«\^erte y ejemplah 
Pero sobre ser nn absurdo^ ' pretender qué tbd<íf 
los delitjod sean eastigados con un«l riiisma pena 
la ley de! responsabilidad material en los minñ- 
tros I eomo dice, el célebre Mr^ Pagés | et taú 
irrealizable I y en la altertíativá de tener- iHta lejr 
mala ^ ¿ de no tenérlfi> o« :)>i%feribIo (dice) est» 
último. Cuanto mas que ud mO parece esta la 
mejor ocasión para pedir tíiyeé tan seTeraft^ cnaBi^ 
do no se trata mas qué de paz « f ol'vido de lo 
pasado. 

Diga yAí ^ seilor; y fot ú Senado ¿qvé ba-^ 
bia?-^N£ida y Pelegrina—- ¿Como que nadá^ sefior? 
.— E4 déeín..s»Iba á cijntarle lo de D. Martin de 
loa Heros ^ euatído biri¿ mis oidós un Oainpan^ 
general* Se me puso en la mente que se babría 
cumplido mi pifofecia $ tomd< el sombrero y d 
bastón , y tsali a averiguarlo^ 



.muMBam 



¿CON <JUE' YA SE FUÉ? 
« = ¿CON QHE! YQ ACERTÉ ? 






•' UM'Í n-j '. ' ■ ■ •. f -. , , ■ ■' ' ' . ;' ;! 

. '/¡(I fth .0'; r •"^•; /'/r.'í.'.'".: i ■•.''' ■ - ■',[ 

\ .i^^v^Jís^^ ¿qnéjikixye^aA ^» la que hay>, que tan 
il^l(P^^c^.iir^elve;.y4>'?-rTnyeo ficá , > Felegrin mip, 
. qoé ,^ef)úc, gana 4e Aecharte!^ vista .^ncima. E^- 
.fie;ipt4e.espp brazos. cuaiítQ puedas yjppmo si te íuc'^ 
Jijira .4TrMcifici|if»—^Poro $e&.ory ¿ y con que fin ine 
.^af^l^.^vd. eao!^-«Tu estiéndelos , y Luego te lo 
j^iri». Y^j^inhien e^tendei^^ loft mios, y, hat cuen- 
ta qiO^^sógi^s, yo^^el Salvador y tu el buen la- 
.j^r.qn.'rr^^Ar , eso- poco, á, poco : m4nden)e vd* Ha- 
cer cualquier papel menosel de laxljron-^ n^ ma\o 
,BÍ*bu^f)o-^ porque. CAJoliendq^ a cosa de ladroni» 
cip , del . ^jpr .ren^e^í^ yo,,-^Válganie Dios, bom- 
.tre,5 uctíñe entiendes .^ Quiero que e^itepdamqs 
, ambos los braxps. chanto p^acdan, dar .de si pasa 
e^tr^cbarnos despees con ellos m ú tu agente, i»— 
^^tlqii q|«i%i|?8.para abarajarnos | H^^^-ttes qué no<- 



vedad hay y señor? S¡ es cosa de alegria , diga4 
meló vd. luego , y cuente vd. con que le abraza- 
ré como si tuviese yd. 18 años , y esa cara en 
lugar de tener arrugas j barbas fuese un rostro 
con una tez mas reluciente que una camuesa ma- 
dura y y en Tez de gorro blanco y peluca tubiese 
yd, uno», riz^í uégroí ífue4jG^r llegaran basta las 
corbas. Con que asi dígame vd. qué novedad hay* 
—¿Qué ndvedád báv áb¿' bdbér , boih|)re ? Que 
acerté como si me bubiera iluminado el espíritu 
Santo ; porque ya je /ae.— Pero señor^ ¿quién se 
fué, y en qué acertó vd.7— ¿Quién se ba de baber 
ido f torpe 7 D. Carlos , que ya está en Francia 
fugitivo y pidiendo un albergue por amor de DioS^ 
*''■' Wó'sé éüal fué' íñüé pí^n'fbV ¿í dééií'iáio 6 
t^Valatizarse a mí Tíra^beqtre/ y' abrazhftó^íyoh ntítk 
"decisión y ixnu fuenray qué creí- qtie-dfclFf. ^fe- 
'TÚndío y sulégo iba S Yesiilliár una sola peirs^nac 
El grupo era digno 'del pineíel de-Gióya.''^Titábe- 
'qué, que ine rebientás,'no te~ alegres ''''taTQtb'.íí*-» 
'Señor, íio'lo puedo í'éiriédlalrVJf éíf^ésté'moAen^ 
to me sienta con' utías 'fuéi*zaí^'fcoBfO''ftVr Sá'ii^on^ 
' — Que itíe lEÍbbga vd/>^fi€Íñbr''Sarison'é*^i¿ncírb'rií« 
'to;- nb'aprié^' vdl'Wtítb:;' ^" '■* r t '^f'V^' • ' '-' 
" Al fin quiso' Dios- que úíH^ ié]&T^k'¡ jr^^^w-píi- 
'áie^e^l-espirár con libeílád;í¿2.PSi'o''Béíí(/r,^^fe8-cósá 
^'ségurii 1á tiotícia?— ¿I^-áes^Tfltf IW ha? d^' M, boiít- 
%rúy /i iiéaMde leerlo e'Á' la» VtfrtfeS'iñ'ii 
•Tlíaix? Vtí'aqui/^uW xjb^^ia'í^ pá'rté'^Wfícirfl que 
"ái álonÍTiistro dfe Eaftjídto^él^"c6n8iir'WS¿ M. &i 



^±±407» 
Sajrona cotí fecha del 14v: «Excmo. seilor^aaMiiy 
«eñor mió: (i) recibo en este momento (ocho de 
..la noche) un propio de mi activo encargado en 
^inboa , en que me dice lo siguiente.... — Señor^ 
¡un. propio eu que me dice lo siguiente!— VamoS| 
déjate ahora de censurar el lenguaje: el que es- 
cribe de priesa no está para reparar en la cor- 
^recci^n del estilo. Eso se queda para el seiíor 
Ramonet en el Senado , que todos los reparos 
que pone á la contestación del discurso de la co- 
cona son grs^maticales ^ que na pareee sino que 
ha sido dómine titular de algún pueblo. Y déjame 
aeguir. «Ahqra que son las cuatro j cuarenta y 
cinco minutos de la tarde.....— Señor^ eso fue a 
las cinco menos cuarto que llamamos acá en Es* 
paña. — ¿Quieres callar, hombre? «Ha entrado 
D. Carlos, acompañado por el Sr. Subprefeeto, 
y este con sombrero en la mano.... — Señor , pa- 
réceme que á los cónsules no les debe dar mn« 
cbo el naipe para esto de dar partes al gobierno: 
¿qué necesidad tenia de decir si el señor Perfecto 
llevaba el sombrero en la mano, 6 le llevaba en 
lut cabeza'? Bien que q^ucrrá indicar , que la 4arde 
estaba templada ^ . jr que no lluvia como estps 
días en Madrid , porque sino ja hubiera cuidado 
íel Sr. Perfecto no solo de ponerse el sombrero 
sino también de llevar paraguas.^— Mira, nohjis 



(i) Aquí M le ólyidó: «7 de^ iodo mi aprecios 



8e ser trítieon ni impertinente t ademas ¿qxié sa<« 
bes tú lo que significará el sombrero en la matio? 
— Seftor^ bajeas de fot ros y nada ittas.^^Apofeo 
rato después ha recibido este seftor general Hatis- 
pe et parte del espresado comandaiite en'qiie con- 
^rma la entrada del pretendiente en Ainhoa , j 
dormirá está nocbe en Saint Pee.**..* £1 conde 
Negrí, el ferot* Merino | Guibeláldé y otroS mn- 
cbos geféSy curas I frailes ^c* están llegan- 
do Sl esta. Todo lo qtte ^c.» «i^fixcmo. Sr.=i 
B. L. M. de V* E.^:=S. A. S* S. Agustín Fernán* 
dez de Gamboaé (!)• 

Ea ; ya Ves eotuo acerté en mi pron^atko do 
la espillada áltimat ya ves qtíe decía: 



Nn estrañará Fr. Gerundio 
que lo que al rey de las sel tras 
le pÍDt¿ entonces el miedo 
sea realidad á esta Jecka», 



' >Y lo era en efectos yo lo escribí óon fecba 1^ 
y el id bas visto que llego aquí la noticia db 
baberse verificado el 1^ a las euatro y cuarenta y 



hU« 



(i)r Aquí le falt¿: ^^A hk P» de la seííorá con fino» 



tíneo teinntoi de la tarde. Es decir, minntb quA 
6 menos | porque la entrada no la baria precisa- 
mente en tin iniauto,-»SeSor | parece vd« brujp 
algunas veces , asi tMos me salre^-^Yamos | d¿j«M 
te de l>í^njer{aS| y disponte á solemnizar con, ott 
regocijo domestico y propio de ti| carácter taa 
fausta y. decisiva nueva.-*-»Seüor i toy es dia de 
techar las piernas al aire,— Me alegro que est^ 
de: ese ^ensam¡ento»«-Espéreme rd, uapeoo, que 
inieltd al instante» 

Asi fue que no tard¿en Tolrer con un graa 
«Jicote en la boca y un violin en la mano. — Mú* 
chacho^ ¿tu para qui^n traes eso, hombre? ¿Ti 
de ddnde te ha Tenido ese instrumento?— Señor, 
bace tiempo que le tenia yo echado «1 ojo en esa 
|>rénderia que está ¿ la vuelta de la esquina de 
la calle del Prado , y desde luego formé intención 
decidida de alquilarle para eate dia. Con que así 
t¿mele vd« 'y t¿queme ahi cualquier" cosa ^ que y» 
ai son qufe me tocan bailo «---^Pero hombre , si yo 
^6 po^eo este instrumento ni Cristo que lo fuuf- 
d¿.—* Vamos , señor ^ no se haga «1 pequeño y que 
bien me «cuerdo de las disciplinas y castigos de 
pSLtizai y coro que le costo á v<^ cuando era noví« 
cid el'andar tocando el vigoloncito á la hora de 
sic^ta'y que era el que mas le incomodaba al Pii- 
dre Maestro de estudiantes^«^Es verdad que allá 
'efíi mis juventudes aprendí lo que se llama á ras^ 
'car algo) tocaba el Mambrá^ la Cachucha^ la her« 
moia Palmira y alguna otra canción moderna y 



.'ée gwto; pero ya pTobablemente ho Klie deoirdat^ 
Tanibífn llegué á iQcat algnn otro yaUeeíUo; 
^qnseret bailar yal^7 — Se$or^el valse tengo foten- 
Jüflo^ q«e yioo de Franela , y bo estoj yo por 
Jbailea de la. tierra de Mr« Mole« — Hombre , abora 

• me acuerdo que también .tocaba' /a contradamza de 
Jbs 4:aiaüos^ iqmeres bailarla ?—Seuof , bagase 
rrd* cargo qqe aunque lego ^ aodo cou . dos pies 
tbijfeooa;¿,n^lqs.:;y asi yea vd4 si se acuerda por 
abi de unas boleras para gente humana^ y que sean 
lespsñolas por * todos cusiría cp&tados , y aeompá- 
-ikelas-cou algfinas coplas^ y dése prisa que ya loa 
]p¡^s ke jÉe e^táa bacieodo cígua* 
, Púseme. a afinar el Tioliiiy euyas duerdaa est»- 
¿bani.mas desacordes que (loo batallones -de Nayap- 
rjía^ apreté lak olavijaOs eomo aprieta el gobierno á 
Jas cortes pora* la tesoln^ion. de la eaestion de 
faeror: las pocas cefdas .que al arco babían qoe- 
db^doseiband-esprendieqdo apeoaslas tocaba | como 
<aolda4oa: . :^nfladoa de . servir Ja causa perdida del 
•pretendiente , y fallábale la pez, que es á un yio- 
'lin contó .la rabión áija.soldado» «Tirabeqae^ aqui 
•ialta la pez.««-Senor , si sirve- lo mismo el aebo 
•de vela , pronto lo tra¡|;o ^ y aun si es mejor la 
cera vir^n ., también be de tener una poca.— 
Hombro, 90 seas majadeo i anda, baja en un ins« 
, tan te á la botica que está al lado , y ^ide dos 
cttartP4.dc pez griega: e9tfetaQto discurriré yo 
^dguaa c0pU^ — Señor , si es. pez estrangera, no la 
pUlo ) ;yo. qjHkiero que sea, ímIo espaaoL-^No es 



X 



Iqtie sea e8trattgera/'boiií|yí^y''^im*<ftlé1i¿ llama ari^ 
Fué Tirabeque , wAt\6'&'%MÍt %^ la ligereza 
de un gamo, unt¿*Aél:ftfceí'd<$H^él¡ti'^^>j después 
de algún preludio di p^iticí^{|ji:^c|jéi^r las bole^ 
Tas j Tirabeque á bailarláiS'y^'iMoirir^á^ndolas de 
las siguientes coplas*, qAe,ii'ii«>^(ftS-btteqaS| tienen 
en su favor baberse escrítitKíetiiidie^tiiihtutos como 
las Memorias del Conde Bostopchine. 

yira el invicto Duque 

Oflnorj'jj.' •; <piní>JI:«MSQldjÚa#>^ /io i.-ú orrj'r:;.;- .Rj;fe*i 

fcí »'•■"• '%' w:^, ?•!.'♦• "¡r.-í O',-:'! 7 8.;ií",í f. •. ; r.uob 

. , / • Ciña sus sienes ' " . 
.Oü^'.r >: ,í v,i V r/ :- -ij vji.í ^, Tír> .írr •;.. ■ ^ .-. n> 
* la oliva entretegida 

• ^ . , con los laureles. , } " 

•/jq ?'. '; • •. •]> 10Y L : j' ¡b^b .■,r::, ■ «íil^-,» ^-^ 

Loor i los gt^«fereros'l'!?u'i>;'» 
qué enemil combatés-rcu oiñ 



por la patirla :veTtÍBBMi : 



-.f, 



:> 



preciosa sangre;? -v^ /[ /: ': 7 

Y noy que ban cencido , 
abrazan generosos 
. , , al enemigo. ' r i • ^ 



Et>i;j. -.^ JO. 



{ Gete»>4e los pvlidM . 






Qaéf ¿te cansas ya? Pronto, 1«> d^as | Jiomlre. 
—Señor , ntf> W^é tteeaiQféy' mo( q«^ íaa coplai 
esaS| aanq[ne dicen Io:iibe;d»beitcdMÍr| partéenme 
demasiado serias j poco animadas^, j. jo qneiía 
qne cantara vd« otras nuk$ a^^gres y $e. mas jalé». 
—Yaya , pnes discnrre ta algnva de tu genero , j 
yo caotarií otras después. — A rer qñí tal le pa^ 
rece á vd. esta ^ señor. 

Si se acab¿ la guerra ^ 

carambaoj^tdtf^T ^of ¿ -r- '^ T 
fu¿ porpláSfisioipatíasrT) 3f;p 
de Mon8nbr'MoUéi..T r{ -/« 
y ¡va la broma ^ «« ^..^.-ííjaí 
por Monsieur PaniorriUa$ 
Ta esta cabriola. . ^ • 

Corriente , hombre : pues aKa' yoj yo tambiem 

Ahora hace dos aüoa 



que D. Garlitos 
a Madrid .aaomaha (. : 

loa bigotitoa* 
Y hoy el pobrete - í^ 
en feioQ estrafio busca 
quien le dé albergae¿> . 

TlEAlEQÜE,; . 

Sr. D. Lw!Sdipe, 

muj seábr nio > - < 
allá está ya el mancebo i- 

cuidáo conmigo! 
No sea la co^ 
que entre por una pneitta«> i. 
y salga por otra, . cu . 

. Fr{ Gerüudio. 



No temas i Tirabeque,. ' 

no temas ^ bobo , 
qne hacetnios ya no pueden 

con él el coco,' 
Qne teman ellos , 
si llenan las narices 
á Baldomcro. * 

TiaABZQDB. 

* Mil ocbo- cientos frailes , 



jála, mucbaelia! ' • n 

con cuitrocieatos caras 

fneron á Francuu 
Y otros no entraron , 
porque* en Vera loft soyo# - 
los yendimiaron. - 

Fa« GEmmiBío., 

Metternicb y Ponsbnkf; 

con Nesselrrodc v 

pueden sus protocolóte 

hacer cartones* • •- 
Qué acá en £span% 
como somos, aansinai ' - 

já no hacen falta. : / • 

,TiaAB»QfíE..,-. 

El que quiera casarse ^. ,. 

después de viejo, , . 
que |)p|pt)^re á Fr* Cirilo 

casamentero.- , , 
Que con D. Carlos, 
se lució coipo hay yinas _ 

el tal Prelado. , ^f-,. 

Señor I me fatigo d^ cantar j bailar á un 
tiempo; ya sudo como un pato. — Eso es muy 
bueno para la salud j Tir^bequ^HiSigue otro poco. 



/ 



que ltt«g4Í 0cfaáráft- una coptta 7 quedarás * eoiiifK 
dicen en nuestra tierra | como un reloj.-^Señor/ 
T«nga laegOf qae boeoa falta me está hacieai«i 
do ya. 

Heeho cargo de la razou coil que Tirabeque 
pedia ya un refrigerio , ie mandé ir por unas co^> 
pas y unos yizcochos ^ y puestos los dos mano á- 
mano cada uno de un lado de la mesa ^ nos refo- 
cilamos patrióticamente como dos patriarcas. Ti-'^ 
rabeque embaulaba vizcochos y envasaba copas 
que no se daba vagar lo solido con lo liquido, y 
no parccia sino que acababa de ser cangeado de 
un depósito de prisioneros de la facción : yo por 
mi parte lo bice como un músico instrumental 
j vocaU Y por último siguiendo la moda de los 
brindis y digimos altérñativamente.=sFr. Gerun- 
dio.=3A la paz y concordia entre todos los espa- 
ñoles.=sTirabequé.asA los auxilios e&caces de tiuis 
Felipe y á los votos y simpatías del otro danzan- 
te.sssFr. Ger.aBsA la Constitución , á Isabel II y 
a la Reina Gobernadora.asTirab.^ssA. las botas de 
Monsiur Feseqsaque.=Fr. Gcr. — Al invicto Du- 
que de la Victorií^, al valiente ejército español.= 
Tirab.=:A las trampas que babrá contraído don 
Carlos, y á lo que se tirarán de la oreja los que le 
prestaron la pecunia.=:Fr . Ger.=tA que Cabrera 
y sus vándalos reciban luego el merecido de sus 
atrocidades.saiTirab.=;A qne D, Carlos y D* Te- 
resa anden á pellizeos sobre quién ha tenido la 
culpa de verse asi^sssFr. Ger.':=:A que todos coo- 



á la eoAMdidaáoii*de la obm déla' paa 
tan Veatnrofamaite eBipezada.«»Tirab.s«A que 
kf cortes teng— • tengan*-* jaico«« jaicio , j no 
nos lo eclu.** echen á per««.*der« 

El humillo del Jeres se le habia subido ya al 
cerebro ; trabébasde la lengua | j no pndo echar 
brindis el pobre Pelegrina 



NOVENO TRIMESTEE. . 



CAPILLADA Í9L SETIEMBRE ^ DE 16991 



Fiu GERUNDIO. 



»SÍ yi/ií diiferit /V, Gtrundium prop-^^ 
Urea ifuod pulset violinem, ideo tocare 
vhlonem , ataue negothun educationit 
juventutis oblitum habere , anátbtr» 
ma siu ' 

Sí alguno > dijere que Fr* Gerundia 
porque toque el violm, ha de tocar tam- 
bién el violón , y que tiene olvidado <»l 
punto de educación de la juventud , le 
Saco á vender por trasto viejo á la feria* 

CoNC. 6. Gerund. 



ivúC/ Dliei4/(X/ SocttUI/(X/- 



«Los impioB de estos tiempos' ecban en cara a 
nuestros antepasados reyes su crueldad j su igno- 
rancia por baber establecido el tribunal dé la inqui- 
sición , que tiene por objeto la conseryacibn de la 
ÍB ^ tal cual la hemos recibido de Jesucristo nue»^ 
Tomo VII. 27 



tro divino Salvador j de los ap¿stol6i ; todo lo 
cual forma eo mi concepto el elogio mas completo 
qae oe ^aede hacer de estos piadosos monarcas. 
Nosotros si qne tenemos bastantes motivos para 
derramar Sobre esos hombres infames todas las 
maldiciones de los condenados. Ellos , ¡ malditos 
sean ! nos han arrebatado con la fe j la relijioa 
el mas precioso don que el mismo Dios puede ha- 
' cer á las criaturas. Ellos han arrancado del seno 
de nuestra sociedad el pudor, la hombria de bien^ 
la fidelidad | el amor de Dios que es el principio 
de la sabiduría ; y ellos en fin , mil veces maldi« 
tos sean , nos han arrebatado la esperanza de una 
eterna felicidad.» 

Quien bien siembra | bien coge , dice el refram 
6 tradticífíndolo en antiguo : como sembráradeSy 
cogeredes. Y asi es la verdad , que quien sem- 
hré nispolas será muy tonto si piensa coger acei- 
tunas ; j quien planta nabos no espere cosecha de 
dátiles. Esto , sin leer i Mr, Bozier ^ lo sabe cual* 
quier tío Anguarina de los dominios españoles. 
Del mismo modo , si buena doctrina enseñáredes, 
buenos discípulos sacar edet ; porque la doctrina es 
¿los entendimientos lo que la cebada á las tierras» 
fi bien bay entendimientos en que mas parece 
que se ha sembrado \\, cebada á almuerzas que la 
doctrina á granos ; pero eso consiste en que haj 
cerebros de pan llevar como las tierras de labor. 
Por lo demás los entendimientos son los campos 
de tuitivo del alma , la lemilla la doctriqa p j los 



labra4ores los directores 6 maestros. T el buen 
maestro que buena doctrina siembre ^ buen fruto 
se debe prometer cuando la semilla crezca j ma<» 
dure en los entendimientos de sus alumnos. 

Por'' eso no ba ido tan deseaminado D. 'Mar^ 
_tin de los Heros (que si por la clase de cosecha 
que en las tierra^ de su entendimiento debe ba« 
ber se le hubiese de nombrar^ tengo para mi que 
debería llamársele D. Martin de los ^Yeros)| por 
eso p digo I no ha ido tan descaminado en echar 
de meno^ en el Discurso de la Corona un párrafo 
en que se nos enterase de los adelantos de la edu- 
cación de la Reina niüa , en que se nos dijese qué 
tales sugetos son sus maestros j directores , j qué 
doctrinas enseñan á S. M. Porque podría acaso, dirá 
D. Martin , tener un maestro de lengua castellana 
como por ejemplo el Sr. Ramonet, que se entren 
tuviese en enseñarla si la palabra normal es deri* 
yada del francés 6 del latín ; sí la palabra bra^ 
vura aplicada á nuestros soldados debe sustituir- 
se por (valentía 6 bizarría ^ si está bien dicho ¿/6- 
crepitad senil , y otras máximas profundas dé 
huen gobierno | ¿nicas en que ha lucido el Sr. Ra« 
monet sus talentos oratorios y conocimientos poli- 
ticos^ en el Senado. Y todo ¿para qué? Para diri-' 
gir este mismo atildadísimo señor dos días des- 
pués un discurso á S. M. á nombre del tribunal 
especial de Guerra j Marina , en que cada perio- 
do es la imagen de un batallón indisciplinado; 
cada miembro parece que ha sufrido una carga de 



«almlleria , j cada colon pad«e« dos dislocaciones 
f tres fracturas» Abi está en los periódicos det 
22 , en donde cualquiera puede ver hasta d6nde 
llega la corrección terminológiea del nuevo Ne-» 
brija senatorio. 

O podria ser un director' como el 'Duque Ae 
KiFa9| que tratase de inclinar el ánimo de la jo- 
ven Reina á regular una pensión á su tío don Car- 
los , como pareco trabaja por persuadirlo á otros 
Senadores | y para lo cual los anda catequiíiando* 
O * podria ser como el intruso presidente de la» 
Narices j la Peluca , que asi reprende á un Sena^» 
dor que no babla i su gusto como áe reprende a 
un chiquillo de la escuela. O podria ser como el 
mismo Sr. Heros que fue el reprdidido | que asi 
divaga en sus discursos como caminante que {>ier« 
de el camino en noche oscura. O en fin , podria 
ser' ún maestro^ como el de la segunda clase de 
latinidad de los estudiosde S^ Isidro de ésta corte, 
que enseña á los niños.... Mas lo que les en8e-> 
na ahí lo pueden vds. ver puesto entre comas en 
t! principio de este articulo. 

Porque es de saber p hermanos míos y que ese; 
trozo de buena doctrina entrecomado es copia de 
una de las oraciones 6 composicícfnes (1^ dictadas 
por dicho benemérita maestra á sus discipalos 



' . (i) Éul U« lUioMS aquí loi gr'amáticos cit la t«ciK^^ 
Ivgia» 



^n» las traáncéianti que m acostumbra tD Ui 
fiulas 4^ lo& estudios de Gramática. ¿Yds. ven U 
^tteita doctrina qae en la pracioncita se ensena? 
Pues son las mismísimas ideas que el mismo pro* 
fesor vierte en otras diferentes composichmes que mi 
|>ateruidad tiene á la vista, y asi dicen los mucha-' 
Morque son todas las que les dicta. Yo nada ten^ 
go con D. Pedro ]QarrioS| el profesor inqi;isito<- 
ml de S. Isidro, ni le conozca siquiera , ni este 
articulo le pongo por el (y eso que el hombre 
debe tener un genio como un perro rabioso, por« 
que ya ven yds, que cada mAldipion que ?c|ia i 
los que no están por inquisición como é\ levan* 
ta la tierra), sino porque bay muchos Pedros 
Barrios al frente de las escuelas { y si el gobier* 
no y las autoridades consienten que se imbuyi^ 
á los j6yenes en la buena doctrina de O. Pedra 
Barrios , no será de estratiar que poír mucho que 
progrese^ las luces , y por buenos LibritQS, para 
los niños que escriba el Sr. Aíartinez de la Kosa^ 
baya muchachos que se pongan de rodillas de-* 
lante del escudo de piedra de la inquisicion^ que 
se ve en el frontispicio desuna de las principales^ 
casas de ~Na vallar ñero como si fuera alguna ima-. 
gen de la divinidad. 

Por lo demás, pierda cuidado el $r, BarrioSj^ 
que la esperanza de la eterna felicidad no e& 
pinguna pera para que. nadie pueda arrebatar^ 
Tiosla de la mano , ni ningún pañuelo para que 
-^5 le puedan sacar del bolsillo : es justamentsi 



lo que nadie puedt «rrancar al' boibbre , como dt 
no lo reonncie por si mismo, Y do solo no pue*» 
de nadie arrebatarnos ]a esperanza de )a eterna 
felicidad ^ sino qne es un deber riguroso del cris- 
tiano el no perderla. Pero no nos metamos abora 
en disertaciones teológicas , que ni es ese nues- 
tro instilato I ni merece tanto el profesor de la 
inquisición j las muldic¡ones« 



■ja — 



€1 tlümo brin&is* 



Tirabeque ?— Señof ?— Ven ac¿* -«- ¿ Mándeme 
vd. mi amo?*-¿Pasó ya la mona?-* ¡Q^é cosas 
tiene vd. | señor ! Si me pa»6 al instante : apenas 
me quedé asi un poco traspuesto por unas diea j 
seis boras , que será lo mas que babré dormidO| 
y ya me levanté mas despejado, que un cesante, 
^más que yo entiendo que mas me rindi¿ el ejer- 
cicio del baile que la pintilla 4{ue bebii— Con q«e 



iqviiere deeir qne ya estás en ta cftbal juicio.-^ 
£ettor ; si vd. no está satisfecboi llame vd. p^ri^ 
tos qoe me reconozcan á ver si me ha quedado 
ni un rastro ni una reliquia de aquella mieja de - 
«vahído que me ,díó á la cabeta. — No estuvo mal 
vahído por cierto. Pero ello es que te sientes en 
.disposición de contestarme á lo que te pregunte 
.•in divagar? — Señor ^ haga vd. la prueba.«- Bien, 
pues ahora vamos á cuentas. 

Dime: ¿qué te han hecho las cortes? — Señor, 
já mi las cortes! — A tí las cortes , sí. — Señor ^ á 
jmi DO me han hecho nada.-*-¿Y cómo fue el 
-ultimo brindis que echaste el otro dia?— Señor, 
el útimo brindis... el último bripdis me parece que 
le eché bebiendo una copa. ^-Lástima es no darte 
ahora á beber por un zapato roto por la gracra.- A 
qué fué| á qué le dedicaste es lo que te pregunto^ 
—Señor , jo de ^esas cosas en cuanto pasan del 
.gaznate abajo ya. do me vuelvo á acordar mas.— r 
Xiée aquiy legó indisciplinado, lee aqui , y mira i 
qué ¡brindaste, lee en esta última pagina.=a«A 
que las cortes tengan juicio y no noá lo echen á 
. perder. •aB¿Qué motivos tienes tu para temer que 
las cortes no tengan juicio , di? ¿En qué han de- 
mostrado hasta ahora no tenerle? ¿No han apro*' 
bado unánimamente el convenio de Yergara? ¿No 
ban acordado de conformidad un voto de agracias 
si ilustre genera} en gefe y al valiente ejército 
de su mando? : ¿No han presentado proyectos de 
grandes economías, de arreglos administrativos, 



4e .recompensas por< servicios hechos á la patria 
y otros no nenos útiles y reoomeodables? ¿No ..s» 
snuestran dispuestos ¿ conceder los fueros á las 
provincias vascongadas en todo lo que no sea in- 
iBompii tibie con la Constitución del estado? ¿No 
han anulado ja algunas de las actas , de- cuya^ 
ilegalidades tu te quejabas? ¿Fue» qué |nas 
quieres? Si un día el 5r. López se subió un poto 
á la parra ; si al Sr, Benavides 'se le hincho un 
poco lacena y se le e^^altó algo la bUis^ si el 5«- 
ñor Calatrava dej6 ladear la silla de la presiden- 
cia un poquito masa un lado que a otroy ¿es bas- 
tante motivo este pora pensar que las cortes no 
hayan de conducirse con la sen^tez que todos 
deseamos? \ Ay Pelégrio , Pelegrin ! Tu me has de 
comprometer un dia con tus brindis. 
' ' ¡Cómo me rio de vd. señor! — Eso es ; á la 
indiscreción a&ade ahora U insolencia ^ si te pare« 
«e.^^Lea, mi amoj lea un poco mi|s abajo , y ha^ 
ga cuenta que todo lo que ha dicho st lo llevó el 
aire : ¿qué dice, ahí , señor mio?s=3«£l honiillo de 
Jerez se le habia subido ya al cerebro; trababa- 
sele la lengua.. ..s=sSeñor| ¡y de un htindis echado 
fOT ui) lego cuando ya no está para decir Muñ€^ 
gorri claro va vd. á hacer tanto misterio! Y otra 
cesa, señor: si se trata de apurar la materia, ¿le 
aoomodaria á vd* mas que ' hubiese dicho: saB«A 
que las cortes rio tengan juicio?» sasY si quisiera 
a'pretarle á vd* todavía mas eVergo ^ también po- 
diia decirle que el^ brindis astaba bien «chado^ 



puesto que corteé ha habido qué empeiaroii coa 
tanto juicio como estas , j acabaron poco menos 
que como ios entremeséis } j que nunca está de- 
más manifestar que se está alerta ; y que indicar 
un deseo no es hacer un cargo y y que por bieil 
dispuestos que vengan los diputado», á la entra- 
da del Prado está la. Sra^ Cibelis en el mismo sí* ' 
tío que en:otras legislaturas^ j que al fin se can- 
ta la gloria^ y que por fin y postre si á rigor se'vá 
bien echado está mÍ9 brindis. 

Elocuente has estado>. Tirabeque^ mas de lo 
que de costumbre tienes , y de personas de tu 
clase se puede esperar. Y me alegro de haber oí- 
do de tu boca esas esplicaciones; porque has dé 
saber y Pelegria mío , que ha herido mucho á al- 
gunos diputados de la mayoría tu último brindis, 
interpretándolo por un cargo 6 al menos por iina 
sospecha dirigida á ponerla en > mal lugar ^ como 
que ha habido diputado, entusiasta tuyo hasta 
ahora , que al leer tu brindis arrojiS el sombrero 
con indignación; y como yo soy el que etl estos 
casos cargo con la responsabilidad , parece que 
decía: «vaya, á Fr, Gerundio le ha ganado, el 
ministerio.» — Señor, por fuerza debe ser mas le- 
go que yo ese diputado , ó el agua de la Cibelis 
le ha hecho mas daño que á mi el humillo del 
Jerez.— Asi debe ser , Tirabeque ; y bueno será 
aprovechar esta ocasión para decir ( aunque sea á 
oosta de repetirnos, por si se hubiese olvidado) 
que Fr« Gerundio ni es de las cortes, ni es del 



gobierno I tino de quieo en su cons^pío siga «na 
marclia mas acertada. Que execra i loa qae #a 
venden 6 son capaces de venderse al poder , ya tea 
bajo las formas de ministerio , ja bajo las formas 
de una mayoría , sólo por ser mayoría 6 solo por 
ser ministerio .' qne ningún ministerio , ningnnas 
cortes tienen bastante que darle en precio de sh 
conciencia y de su buena reputación; de consi- 
guiente no le pueden comprar. Que sus aciertos é 
sus errores son suyos , escliisivamenie suyos : sm 
única influencia es su razón y su deseo del bien: 
esta ha sido desde que escribe ; esta será mien- 
tras escriba. No ha tratado de desvirtuar las es- 
peranzas que pueda infundir la mayoría de estas 
cortes: no tiene motivos para ^llo : al €^ontrariO| 
los tiene para esperar de las buenas intenciones 
9e los amigos qiie se honra de contar en ellas. Pero 
si aquellas fallasen^ (lo que no cree^ pero que 
tampoco tiene por imposible )| las censurará con 
la. misma independencia con que ba censurado 
otras cortes y y con que censurará al gobietno. Si 
de esta manera se da en interpretar las cosas, se- 
rá menester hacer una profesión de fe cada qui&« 
ce dias. 



MitecBi 



.m» 



LAS FERIAS . 

DEL PRIMER AÑO DE PAZ, 



Dos acontecimientos habían tenido Ingar en la 4 
peniosala que habian lleriado de asombro al mun- 
do entero: el inesperado cuanto feliz desenlacé 
de la guerra del Norte^ j el nombramiento de don 
Dionisio Alcalá Galiano j>ara la dirección gene- 
ral de tabacos de Filipinas. Lo primero había 
pnesto á los 'torys ingleses furiosos como toros es* 
pañoles ; lo segundo había escandalizado hasta- d ^ 
las cigarreras y que es la gente que menos te es- 
candaliza de nada de este mundo» 



Este tra «I tstado de las cosai cuando lleg4 
el tiempo de las ferias de Madrid. Habían con- 
cluido los escrutinios electorales para diputado^ 
nuevos | j empezó él escrutinio general de trascol 
▼iejo^. Cada casa de Madrid se ^qpvirti^ en no co- 
legio electoral. En las elecciones ie diputados se 
clamó mucho porque se echara mano de, gen te nue- 
va ; ^e quería constitucionale» de esta- época ; en 
las elecciones de muebles dominó el espirita de( 
viejo liberstUsmOi se buscaba trebejos contempera- 
neos de Juan de Padilla, Estas feí'ias son entera- 
mente opuestas á las -doctrinas del Correo nacional. 
Sin embargo I en ellas es donde se ve concillado, 
el espíritu de libertad con el espirita religiojSQi 
aunándose en admirable concordia los monan^ei^tos 
de las comunidades de Castilla con los utensUioa de 
las comunidades de los frailes. Ellas son un Me- 
- morandam de nuestras antiguas leyes y costum- 
bres I y si Martínez de la Kosá hubiera estudiado 
en estas ferias antes de hacer el Estatuto y acaso, 
hubiera salido otra co$a muy ^diferente. 

Ellas, son también un recuerdo de laf confe- 
siones públicas de los primeros tiempos de la 
iglesia. Se ve ¿, los muebles . en toda sa fealdad 
como se veía entoi^ces á los pecadores con todos 
sus vicío8% Los hay .que salen todos loa años i 
confesarse a una plazuela ^ meramente por cum- 
plir, con la feria como los malos cristianos por 
cumplir, con la pascua; pero Vuelven á casa impeni- 
tentes | y en vez.. de corregirse para «tro auo^ al 



eontrarío salen con nuevos vicios , con nnevaf 
manclias, cada vez mas escandalosos , cada vez 
mas nefandos I dignos solo del fuego del infiernO| 
6 al menos del fuego de la cocina.' 

Para conocer este ano el estado político de 
nuestra España no necesitábamos de gacetas es- 
traordinarias , ni de saber cuánto han subido los 
fondos en la Bolsa \ no hay mas que salir á las 
ferias y ver la abundancia de muebles pertene- 
cientes á las comunidades religiosas que se han 
]pres<&ntado este año , pafa inferir que la causa de 
D. Garlos ha muerto. Los Carlistas con la espo- 
sicion publica de estos trebejos han querido de- 
cir t «ahí tenéis nuestras esperanzas : si queréis 
darnos algo por ellas í bien ; sin¿ paciencia.» Sin 
embargo^ quisiera que hubiesen sido mas cautos 
eñ el orden de colocación ^ porque no me gusto 
ver y como vi el domingo en la plazuela de las 
Descalzas , un S. Bernardo de cuerpo entero co- 
locado sobre una' mesa entre soperas , platos^ va- 
sos> botellas y chocolateras: lo cual puede traer 
reminiscencias dé poca sobriedad en los hermanos 
de aquella regla. Por supuesto que ; c<$mo habiaa 
de faltar en la fe^ia otros S. Bernardos recibiendo 
en Ib boca la leche de María Santísima ^ que no 
»é Cuándo hemos de dejar de ver este cuadro que 
tan poco favorece á la decencia, y tan poco copf<rr- 
itie es al espíritu de la verdadera religión! BJen 
que no es estraño que se encuentre^ eri las ferias 
cuando creo que hay uno muy patente en el sa- 



Ion de S. Isidro ea que se celebran los jutcioe de 
jurado aqui en Madrid. Donde se juzgan los abu- 
sos de prensa se toleran los abusos de pintura. 

Otros mucbos frailes se ven en cada puesto^ pe- 
ro esto nada tiene de particular: el atrevimiento 
ha sido el del franciscano que se presentó en la 
romeria de Bara caldo (Vizcaya) ocho dias después 
del convenio de Yergara muy campante con sus 
mugrientos . hábitos I j que tuviese frescura para 
contestar á los que le reprendieron «que se ha- 
llaba en territorio de Garlos Y. » Estos hermanos 
tienen gana de camorra. Unas uionjitas vi tambiea 
á la entrada de la calle de bordadores metidas, 
en un escaparatito de cristal ^ 6 sea compendio 
de celda en octavo menor. Ya me acuerdo haber 
YÍsto el año pasado este mismo esjcaparate , pero 
este ano me parece que hay algunas monjitas me- 
nos: habrán muerto acaso : quiera Dios no haya 
sido de hambre. ¡Las pobrecitas* están tan tristesl 
Solo una observé algo mas resuelta que las otras, 
que parece que les estaba diciendo : « conspláos, 
hermanitas mias , que ya el ministro de la Gober- 
nación prometió en las cortes el dia 20 que jnos 
pagaría relijiosamente nuestra pensioncita.» Pero 
ni por eso mostraban consolarse las demás., y es 
que no deben inspirarles la mayor confianza las 
palabras de Garramoliuo. 

AUi mismo he visto un cuadro que representa 
el cenáculo, y debajo habia pintado en otro cua-^ 
dro un gran gallo \ y sucedia que como el segua^. 



do sobrepusiese por tu paite soperior la Inferior' 
del primero | el pico del gallo venia á caer justa* > 
ineute sobre el plato del salvador ^ y parecía que 
le estaba comieado la cena. Ya si con mil diablos 
bubiera pilcado en el del picaro Judas ^ J le hu- 
biera dejado sin una tajada siquiera ^ me bubiera 
alegrado muchísimo ; porque no hay una cosa que= 
mas sienta que las raciones que se comen los trai- 
dores. 

£n la plazuela de S. Miguel llamó mi gerun- 
diana atenciqn una Dolorosa colocada sobre un 
cajón de castañuelas. En mi vida vi la alegria tan 
cerca del dolor. Y en frente debajo de una espe- 
cie de tienda de campaña un sable de caballería 
colgadx) entre dos Cristos , uno de marál y otro 
de madera. Pa recia tienda arreglada por el cura 
Merino. Nada digo de las Concepciones , de los 
S. Gerónimos, de los Felipes Quintos y Fernan- 
dos Séptimos que hay tirados por los suelos, 
porque esto es una compasión.— ¿Me quiere vd. 
tomar estos cuadros? Me dijo el ten iero seña- 
lándome á una colección que delante amontonada 
tenia.'— Los veré primero, le repoudí. — Recono- 
eílos en efecto, j encontré dos que no me dis- 
gustaron. — Este par de ellos, le dije, llevare sil' 
yd* me los arregla.-— No señ<>r , si vd. los toma 
todos, se los podre arreglar, pero separados no 
los vendo. — Pero cristiano, le repliqué: si no ha- 
cen juego unos con otros : si los hay catre ellos, 
nnos viejos I y otros detestables, y no encuentro 



sínodo» que me acomoden, y aun uno , violo por^ 
que tiene alguna relación con el a>unto que re» 
presenta el otro | ¿ por qué be de cargar -con to« 
do« indistintamente ?*-yd. hará lo qne guste, me 
repuso y pero jo i me deshago de todos, ¿no 
vendo ninguno. — Pero venga vd. acá , santo. Yoj 
á hacerle á vd. yer su sin razón con un ejem- 
plo palpable. Suponga vd. que estos cuadros son 
los ministros ; si entre ellos haj uno 6 dos qne 
merecen conservarse por razones de política 6 de 
conveniencia , j los otros ni lo merecen ni hacen 
honor á los primeros , ni conviene por ningún es- 
tilo conservarlos, ¿no seria una necedad empe- 
üarse en que todos ó ninguno ? — Dígame vd. , ca- 
ballero, 7 perdone vd. el atrevimiento: ¿es vd. 
Fr. Gerundio acaso 7— Servidor de vd. — En el 
ejemplo lo he conocido. Vd. es muj dueño de 
llevar los que le acomode , y de dejar los que na 
sean de su gusto.— Gracias , hermano , gracias (le 
dije): po quiero quitar á vd. la venta de la co« 
lección , pero crea vd. que no dándolos por sep- 
rado, dificilmente hallará vd. quien entre en ellos. 
No haj un puesto de sables, carabinas, lan- 
zas , mochilas y demás útiles del soldado en que 
no baja al mismo tiempo infinidad de guitarras, 
bandurrias y otros instrumentos músicos. Como 
si aquello quisiese decir que el soldado esfKi- 
ñol, en teniendo su guitarrilla, ni siente hambre, 
ni' siente fatigas, ni siente nada. Bien lo han 
acreditado los navarros en Bajona ; que i pesar 



¿é liailarse fagitivós en reino éstrafió^ medid iéi^ 
iittdós 7 medio iiiuértóá dé battibre y dé cansancio^ 
lié por éstí batí dejado dé tadgar sus guitarrilhiii 
j cantar sus éoplas y arda Bayona^ Loé frántéséj 
se hkfk qtiedádb palmados ; y qué vajra que tajá 
íApiú ÍVanCéá Hiéri alimentado ^ desimantado 7 ves- 
tido á decirles algo i qaé pn'édé qué lé den con 
Iti gtlitarta en Íoá hocicos 7 le envien á résuci-í 
tat á París, 

Esté adb há beclid él ajttntamíénto una inno- 
táétotí radi6at éh ÍM ferias j tt'asladáhdólas de lai 
calle dé Aícaiá ala í^laza Mayor ^ éii donde há 
l^locadó simetríeaá jr éuriosas hileras dé cajóne- 
rU para las tiendas con sus tres templetes éii 
medio , en los cualéS hondea la bandera náéionaí* 
Las ventajas 6 desventajas dé ésta reforiüá , y 
. lá cuestión de fueros de las provincias vascon- 
gadas son los dod caballos de batalla dé las dis« 
óúsionesi de estos días en Madrid. Sobre Id pri- 
mérd oí el domingo lina acaldradisimá disputa 
#11 un corro dé señoras^ dcfendiéndd unas la.co- 
ínodidad del mayor desahogo dé la plaza sobré 
el estrecho pased' qué quedaba en la calle dé 
Alcalá i ataéando otras la medida por la éomo« 
didad del sol^ y sobre todo por la desigual- 
dad del empedrado del piso. Hubo acaloramien- 
tos ^ interpelaciones'; cargos |- replicas/ réctiá- 
¿aciones dé hechos ^ satisfacciones ^c. ; pero al 
cabo no se decidió el punto ^ porque no eran stí-í 
fieiénte número dé diputadas para hacer lat léy 
Tomd iriíí 3fí 



\ 



Lo que si lopUco al a juntamiento té que modifi-^ 
jue Inego los fueros del empedrado con algunos 
carros 4e arena ^ porque sino yamos á quedar 
todos despeados. 

En uno de los cajones haj un moro ven- 
diendo dátiles j no se que otras cosas | con su 
turbante j demás aprestos moriscos. Asi que le 
vi¿ Tirabeque , esclamó lleno de alborozo ^ señor» 
el diablo me lleve si no es mi amigo Ibrabim- 
Bajá que ba Tenido á bacerme una visita. H¿ 
Sr. Ibrabim^^ Sr« Ibrabim? allá yoj.» Y quería 
ir desde luego á darle un abrazo. Pero las aven- 
turas feriales de Tirabeque no caben ja en esta 
capillada^^ 



ROVBKO TRIMESTRE. 



CAPILLADA 189. SETIEMBRE S7 DE 18S»« 



Fr. GERmOIO. 



htestrif qui in j}rimo ítetqbris incipU^ 
hon kxiturum', este Frm Gerundiüm m^-i' 
iioribus trapis vestitum.^tbs^ue Mqué 
pretii augmento , anathema $ii* 

' SI ktgniío dijere (|iie deéde el próxfmé 
tnme&Ue, que dá j^riitcijpiaien^i.® de oo» 
tubre, no ha de salir Fr* Gerundio en Xt^* 
ge ináé elegante y esto éé , en mh\ot papel 
y de^puyor ibaree^/sin qat ¿ lot ttté4:ri«*i 
tpres lee cueste uñ ochavo mas que ahora^ 

. sí ei Varón, le echo ¿ presidio, 
ai eé heinbi'a, lá echo a galeras* 

CojfG. 6. Ge&üñi».* V 



: «I ¿Conque ségün éso ño lia recibido vd. m\ uU 
tiitiB iiarta?^Ya mé lo estaba yo temiendo, porqué 
me parece que vd. debe tener un genio coiño tink 
]pÍBiienta« Pero na tenia yd. necesidad de tenllf 



dísf ruado i 7 de ponerse á Tender cns eirvelai 
(qae no me parecen de la peor calidad , j ana 
por el lamafto del fmto se me fignn qne los eí- 
melos del Egipto deben ser majores qne los 
de esta tierra , j eso que por acá los hay mnj 
bien cr^ci^ps^; digo qne no tenM vd. necesidad 
de Moersi» á veivier esiis c¡|-4glis»,y esat zapatillas 
j esos gorros para ocultar quien es, porque de 
cualquier modo YÍdíaria vd. seguro por España^ 
como no fuera que tropezara yd. con Mnselim« 
Cabrera, que «fe no perdoaa ni á moros ni á 
cristianos. — ¿?ero <)pé es loqpe vd. me dicci es- 
pftftol ? To no entiendo k vd. tina palabra. Ni yo 
he recibido carta de yd. nunca, ni sé quién es yd* 
tampocof — 'Aiif e yd. , Sr. Ibrabim \ no se moleste 
vd. en diainraiar ) porque ^te que] está aqui es el 
api o y 7 pqéde ydf ejipUcar^e con toda confianza. 
««»Yo no me llamo Ibrabim sinO Aben-Joseph. — ^Ese 
lera el nombre suppesto que habVá yd. traido en 
el pasaporte» , pero aqui repito, que no hay necesi- 
dad» ya de dJlfrUces y ocultaciones. ¿Leyó yd. el 
discurso que dirigí á las cortes en la capillada 178? 
-—Yo no he leido eso.— Pues allí hablaba de la 
segunda carta qae he escrito A iM., en la cual le 
decía : «Siga yd. por ahora^ al lado de su padre, 
que aqui ya no nos hace falta, porque basta el 
hermano Baldomcro para dar ciusnta de )o8 po- 
cos mameluco^ que le bao quedado ¿ MustaCí* 
Pretendiente.» 

. Pero ya que yd» ha yenido í nada hay perdido 



-te437« 
^ por eso; y lo qué importa ahora es que deje vd, 
esa tienda de ciruelas y alpargatillas i 7 se yenga 
á alojar i nuestra celda , que el amo tendrá mu- 
cho gusto en éllo.'-^¿Que deje la tienda yo? dijo 
Ahen-Josepht por vida del profeta que Sois hien 
de. fiar los cristianos españoles | pues aun estando 
en ella necesito mas cuidado con yuestros mucha- 
chos para que no me roben el genero, 'que con 
los árabes del Asia. — Asi es , Sr. Ibrahim^ que 
las roanos de nuestros muchachos se pegan á cier- 
tas cosas como si fuesen hechas de goma arábiga. 

Y diga yd., Sr. Ibrahimt ¿con que parece que 
las potencias ya no están conformes en lo que 
han de hacer con la Puerta del Turco y con su 
padre de yd.? No lo estrañp ^ amigo; porque 
también por acá hay de esas cosas. Siete son los 
individuos de la comisión de los ^aetos y cuatro 
yan por un lado y tres por Otro; y sin duda es 
que como los fueros son vizeainOs j lias concor- 
dancias son también TÍzcainas% 

Hubiera Tirabeque proseguido eif tan orijinal 
conyersacion con el moro que está' en la plaza 
vendiendo dátiles (que Os á' lo que 4\ Ifema ciruej* 
las)^ y hubiera puesto mas y lUüs^ én confusión al 
pobre Aben-Joseph, sino me hubiera yo esforzado 
á persuadirle que no era tal Ibi*ahiíiíi ni tal calaba- 
za* Con lo que logré separarle bien á pesar suyo 
de aquel sitÍ0| y fuimonos depues á dar una yueU 
•ta por los detnas puestos de ferias. 

En el primero^ que so encuentra Subiendo por 



frente de b pUu la primer calle a la izquierda 
doblando después una esqQina, j tirando en s»« 
guida á la derecha liasta entmr en una plazue« 
)eta que haj entre dos calles junto i unas casas 
nueras con balcones j otras mas TÍejas de dos j 
tres pisos | algunas de ellas con boardillas j otras 
con entresuelo, me llam¿ desde luego la aten-d 
^ion una targetíta colgada de un^s espuela^ ^ue 
decía. 

Aprended, pueblos, en Mat 
}o qae va dé un año á otro; 
dad lo que queráis por Mas^^ 
que ni pollino ni potro 
necesito ya para eUa$^ 

«Tirabeque ^ estas espuelas parecen las tuyas^ 
«-SeSor, no lo parecen sioo que realmente lo son. 
f— ¿T para qu¿ bas traidq aquí este par de ber* 
manas?^No señor , no son bermanas. Las Dos* 
Hermanas es un fuerte de Navarra que ba ido a 
tomar abora el bermano Rívero, que creo que es 
el único que quedaba por rendir en aquella tierra^ 
T aun por eso que alli ja no qqeda nada que ba- 
cer, y que abora viene el bermano Baldomcro a cer« 
car el portillo que en el templo del Sr. S. jíano tiene 
abierto el sacristan^uelo de Tortosa, por esp be 
traido yo k vender las espuelas que tomé en las 
ferias del ano pasado» Y las puse esa cuarteta pa«- 
ra qne por ^k^s vea toda el mando la diferiencÍ4 



«439» 
^e ha 7 de un áSo a otro. ¡Cosas de la santa pro« 
ridencia^ sefior! £1 año pasado por este tiempo 
compra esas espuelas por temor de que D* Cár« 
los j SQ jeote nos hicieran tomar pipas por ahi 
adelante, j este año ha necesitado el apretar las 
snjas si qniso que no le echara el guante el her* 
mano Baldoniero. 

Y diga y mi amo, ¿qué le parece de la cnarte^ri 
ta? ¿No son cinco pies de verso que parecen cin» 
co manos de reloj según lo bien que marcan el 
«ompás?-^ Por eso no es cuarteta , sibo quintilla 
6 quintetO| porque consta de cinco pies. No está 
muj mal ; solo que repites la palabra ellas nada 

^ menos que en tres versos.-«0¡ga vd., señor; y aun 
por mi hubiera puesto en cada pie una espuela, 
que esa me parece que e» la ley de la caballeria. 
Por lo demás demasiado he hecho si siendo ellas 
dos solamente, las hago servir para tres pies. 

Al decir esto reclinó el cuerpo sin precaución 
sobre uno de los pies derechos de la tienda, y 
desplomándose sobre él con todos sus trastiváis, 
*e vi¿ como Sansón envuelto entre las ruinas del 
templo que él mismo derribara. £1 pobre Tira* 
beque andaba á gatas buscando .salida por entre 
las sinuosidades de aquella Pompeya de muebles 
yiejos, sin poder atinar con ella. Al fin después 

' de un largo rato , en que sufrió mil contusioneS| 
rozaduras y coscorrones salió : con un brasero de 
azófar por sombrero | una marmita colgada del 
brazo y una brida enrredada entre las piernas^ lo 



nmil fqe cqusa de qup al salir trop»árii en «nos 
lablone* de libros que cerca había ^ y los derriba-? 
ra al si|elp| (enieudo después qn^ pasar por enei^ 
ina de ellos cayendo j leyaptando como «{aiea 
^nsina síq \u% por un monlioA de escombros. 

Aquí fueron ini& a paros \ paes el tendero tri* 
naba j votaba , diciendo que po seiiU^^ el traa^or» 
no de los muebles | sino que le habia atropellado 
i:¡ncp Concepciones y estropeado lo menos sei»- 
dientas yirgenes de las once mil que tenia en qb 
fsuadro ; J que era menester que le indemnil^ra 
de los ddnos y perjuicios. El Übrerq por otia 
parte pedia el resarcimiento de los suyos » J' en 
verdad que alli b^bia becbo Tirabeque aun mM 
daño que en la otra parte.— Hermano , no se aea* 
lore yd,| le dij^i que á vd. np le ^x^vi perjuicio, 
Diga yd* en qn<f consiste cI daño que se le. ba 
irrogado.— E¡n primer lugar| unos Emperadores r^ 
manos que me b^ descuadernado. —¿Cuánto yalian 
los emperadores rQmanos?-r-A tres reiiles cada 
uno* — Alto abl f dijo Tirabeque f que si alguno 
babia bueno | también bubo otros que no yaliaa 
ni tres maravedís. — Calla tu esa boca , y déjame i 
mi* ¿Qne' mas? Diga vd.— Un TaUeiran4 nueyo.-^ 
Miente yd-» ^efior librero 6 scfior Mollera^ que 
Talleyrand no podia ya con Iq$ calamones cuando 
innr¡¿| y aunque se bubiers^ muerto ant^s no bu- 
biéramos perdido mucbo.— ¿Quieres cf^llar, bom* 
bre? Siga yd, , bermano , siga vd. y entiéndase 
"yd* solo conmigo,-^ Unas Enfermedades de ojos^ j 



HDAS Verdades eternas , tasada cada una éñ enatrQ 
reales y ,medio.^--Oiga vd.'i se^or mió; vd. debe 
3er. un Hereje como una loma; las verdadlps eter^ 
ñas wpa yd,| seor librero^ qae valen mas qne vd. 
y si|S libros , y que no haj precio en que poder 
tasarlas cuanto m^s en cuatra rs« y medio ; y Jas 
enfermedades de los ojos busque yd» qq m^díeo 
que se las cure y con eso yerá yd. mejor \g que 
tiei)^ ep ^ij Henda. 

If^ baga yd. caso de este simple , le dije ^ y 
yaya yd. diciendo y que el satisfai^erlo corre iie 
mi cuenta.— Un Espirita de C^r^c^ntes qne me ha 
pisado.— Sei|or ^ no crea yd? á ese hombre : ¿á 
donde lig yisto ¿I en toda su yida que los espíri- 
tus se puedan- pisar? Biei> digo yo qué sí no es 
hereje, no debe faltarle mucho. -^Dos Escribanos 
perfcGtos 6 rs.— Seftor 1 ¿escribanos andan en el 
pegocÍQ? Pifes no necesitamos míjis que uno p^va 
que le i)[ieta á vd* donde le cueste mas trabajt^ 
^alir de e«^s cuentas que á mi de debajo de 'la 
ptra tiend$^.--Unas Caüsfis de fa duración de la 
guerra civil enEp€^ J un M^^rfinez de la Rosa^ 
tasados en...^ — 3e$or , ayerigue yd. primero si es 
todo lina ob'ra y no sea que qi|iera poner dos to- 
mos por uno»«w-yaya, tu déjaqosá nosotros.— Unos 
JFf^rosde Fhcafa,,9''-^(^né\ ¿me be met¡d<) yo por 
yenturii con los fueros?— -Con los fueros' vd. si 
seftpr y demonia piies ^ que ensima yd. de ellas el 
pie derecha me puso ^ y con tres pns^s el dafto 
yd. en ellos que biso P9 me paga | no ; que fue« 



ros destruir > mo por Dios santa que ni al ferro 
•de ellas me tocar , no ; súsio de hombre ^ con esas 
•sapatasos que trae ir mis fueros i pisar , si! — 
Buena la has hecho y Tirabeque y rizcaino el ten« 
deco y los fueros le pisaste? En buena me has 
.metido.— Seüor I no le crea vd., qne no he llega- 
ndo á ellos ni con dos varas. — ¿C4mo que no, de« 
• moñia pues? ¿Yo mentiras desir?=3Y agarrando 
el libro de los Fueros , se le tiró á Tirabeque a 
la cara. Este que se vi6 de aquélla manera trata* 
do , agarró unos Decretos de las \cortes , j se los 
arrojó al vizeaino á la cabeza , dici^ndole : «toma» 
vizcaino duro | que jo no me metia con tus fae- 
ros.» 

La pelea se fue enardeciendo y y como no te» 

nian a mano otra cosa que arrojarse que libros» 

Tolaban de cabeza a cabeza los Kempís y los Qum» 

to^Curcios , las Ordenanzas de caialleria y los Or^ 

diñarlos de la mtsa que era una gloria. El tende* 

To pegó á Tirabeque en un ojo con una Mística 

' ciudad de Dios , y Pelegrin rompió al tendero las 

narices con un Tratado sobre la pacuna. La cosa 

iba tomando un carácter imponente ^ y no sé en 

, qué hubiera parado á no haberme puesto jo por 

.inedio ^ no sin que. me alumbraran cada uno por 

su lado, el uno co^n un Lunario perpetuo y el otro 

con un Crisol de crisoles en pergamino del siglo XV. 

Al fin conseguí que se hiciese una estipulaeion de 

. paz I y satisfechos al tendero por un cálculo pm« 

. denci^l los daños ocasionados por Tirabeque, ar« 



ránqué á éste de allí, y nos diríjimo9¿ otro pnetto* 
Aqui se encontró Pelegrín con nn conocido» 
• Ola, hermano | le dijo ; ¿corre de cargo de vd, 
la Tenta de estas baratijas?-— No ^ le respondió; 
antes bien ellas 7 jo lo estamos al de este ami« 
go*-«¡C¿mo! ¿es vd. ahora dependiente 9uy6 
acaso ? — No , sino qjie estoy de venta jo tam- 
bién.— >¡ Cómo vd. de venta ! — Si señor : vd. sabe 
que estoy cesante desde el año 23 sin mas delito 
que el haber sido siempre liberal, y me parece 
qi^e jes suficiente tiempo para sacarme á vender 
por trasto viejo: único recurso que ya me queda^ 
y este buen hombre ha tenido* la bondad de en- 
cargarse de la comisión.» Me hizo gracia la ocur* 
xencia del cesante ^ si bien por otra parte me couf 
iDovió su suerte, tanto comb me llenó de indig- 
nación la conducta de un gobierno que á tal es- 
tado reduce á antiguos y beneméritos servidoreS| 
mientras por otra parte está fiando lor destinos 
¿ muchachuelos qub mejor que manejfindo espe- 
dientes que no entienden estarían jugando con los 
muñecos de las cobachuelas, ó tocando por las 
calles el tamboril de ferias mientras duermen la 
siesta los papas. 

íbamos á continuar nuestra revista ferial , pe- 
ro yo me acordé que me faltaba todo el rezo del 
dia inclusos los maitines , y me retiré á mi celdi- 
ta á cumplir con tan sagrada obligación. Tirabe- 
que por allá quedó corriendo otras aventaras^ 
que no sé si querrá contarnos después* 



LAS LANAS DEL SACRISTÁN. 



Si lat mujeres cuando están gráiñdas en b- 
tin 6 en cinta en castellano (que no sé i}uíen 
diablos discurrió este modo de esplicar las cosas 
como no fuera algún tejedor i pasamanero) su- 
pieran lo que con ei tiempo había de ser lo que 
llevan en ^ yientre| se Tolveriau locas la mitad 
de ellaS| unas de contento j otras de pesar. Por 
que tal habrá que piense que el ternero que ha 
de salir no ha de pasar de un pelafustán mama- 
callos como supongo yo que es su padre ^ j este 
mismo venga á ser con el tiempo una de laa pei^ 
sona mas vbibles del mundo. Por ejemplo , ¿co« 
mo pensaría la ndadre de Sixto V., mujer que era 
de un guarda de vinas | que sü hijo había de ser 
Sumo Pontífice? Y no ha j qij(e decir que vale 
aquello de: «por mi dinero papa le quiero; « por- 
que eso es una bebería; si tal valiera^ todo el 
mundo tendría hijos papas , ¿ á lo menos rejes, 
según la cáiirera á que tubiese m^ inclinación. Y. 



madre . habrá por el contrario que sit ndo Retfl^ 
pensará, que lo que alambre ha de ser un rej 6 
al menos un Principeí j acaso el cachorro que 
naci^ príncipe 6 rey viene con el tiempo á parar 
en un pobre pelele. Príncipe naci¿ por ejemplo 
Dionisio 11 de Siracusa -, j andando el tiempo si 
quiso tener un zoquete de pan, tubo que cojer la 
férula I y ponerse á ensenar el rnusa^ musa! á los 
muchachos deCorinto: y gracias, que Reyes he- 
mos tenido nosotros qué si se hubieran visto en 
el caStO del hermano Dionisio | no hubieran podi- 
do ponerse á enseiiar ni siquiera á hacer palotea 
para ganar la torta. 

Por eso >digo que si las madres supieran lo 
que traen ep la cinta p seVvolverian locaa unas de 
alegría y otras de pesar > esto prescindiendo ya 
de cuando esperan alumbrar un niño como un sol 
y resuba que sale una mola eomo un tajo de pi- 
car carne* Hablo solamente de cuando ha advenid 
do ya al mundo una criatura hecha y derecha^ 
que se llania hombre^ y que nadie sabe lo que 
aquel hombre será y á que puesto le conducirá la 
fuerza deV sino como á D<, Alvaro el 4^ la come« 
día. Madre ha habido en nuestra España, que no 
solo cuando estaba en cinta sino después ya da 
haber bautizado al fruto de su vientre y puéstole 
por nombre Ramón , lo mas lo mas que pensaría 
sería que iba á dar de mamar á un borrego que 
con el tiempo, si la fortuna les soplaba á él y sus 
padres , podría ser sacristán de una parroquia & 



tnedió r»6ionera de la catedral de Tottosá , per6 
nunca se- pud» figurar que el lobetno que la es- 
trujaba el fiezoa llegase a llamarse un. día Ra-* 
M0M Ip Rey, de Aragón ^ Valencia y Murcid¿ 

Vaja ^ qué si es cierto que e\ sacristán ¿e 
Tortosa p aquel estudiantitlo de naraja en mano y 
jarro en boca ,^ se ha heebo proclamar Rej .de la 
Corona de Aragón , segan cartas de aquellas pro- 
▼íiicias aseguran ^ digo jo Fn Gerundio que me^ 
reee una corona solo por la origillalidad j la no- 
vedad del pensamiento. Pensamiento qué niugufl 
pensador pudo pensar que ni por pienso nadie lo 
pensara. Porque reyes-obispos no bay duda que 
se bao visto ya ; y aun mas, basta rejes«cnra^4 
abi esta- D. Ramiro de Aragón (abora no está abi| 
pero quiero decir que estuTU ) que aunque eíSL 
Obispo de Tarragona y Barcelona , no se llaina-« 
ba Rey- Obispo , sino» sin duda por humildad Kej-^ 
Sacerdote o Rey*Guraé Reyes-MolAges igualmente^ 
testigo D. Ordoño IV de León llamado él Mala 
(bien que en este punto yo. le apuesto al hermano 
Ordeño: que por buena pacora que fuese ^ bien le 
puede dar quince y mano el danzante D*. Ramov). 
Pero lo que es un Rey-Sacristan«..«.... ^ eso p di-* 
gáse lo que se quiera, es nuevo, y tiene tres pe^ 
los el discurrirlo. Ya se vé, ál diria: «ese Garlú^ 
ebos 6 ese calabaza ha sido un badulaque que no 
vale para detras de la lumbre (no, y en esto es 
menester dar 1^ razón á S. M. D. Ramón I : á ca-« 
da uno cuando la tiene) : yo á lo menos soy un 



( ■• 



Iioaubre eomó ub leopardo (hasta aquí ?a teDieii«' 
do raxon S. M.)| capaz de arrancar lat entrafbta* 
á María Sao—., (cbig.... no haj que desbocartCi 
señor Rey ; no porque no sea vd. capaz de liacer«>. 
lo^ sino porque eso^no está bien in tute sacristas) 
con que jo debo bacer mejor Rej que el otro pa«-« * 
guato* Yo be gastado bonete ^ con que ahora Ta- 
mos á ver qué tal sienta una corona en esta tes** 
ta. Papa.... pcbis.... bien podia hacerme Papa de 
Aragón I pero eso seria introducir un cisma en la 
santa iglesia de Dios » por cuyo esplendor Uero' 
ofrecidos tantos holocaustos y hechas^tantas bar* 
baridades; con que mejor es hacerme Rey. Pues'' 
señor, muchachos, de hoy mas llamarme Ramón !«• 
y Magestadi sino os fusilo como si fuerais cristinos.» 
.Yo u Ret.» 

Pero tenga la bondad^ 
Sr. D. Ramón Primero, 
de aguardar su Magestad, 
mientras que llega Espartero 
i ponerle la corona 
en persona. 

Pero no querrá Dios que aguarde , porque es- 
te Jason de los sacristanes TortosinoS tiene ya su 
vellocino de oro depositado donde poder gozar' 
con tranquilidad espiritual del fruto de sus reli« 
glosas rapiñas \ pues según escriben de Paris tiene 
en aquel banco miWm j medio de duros , con mas 



óttoé cuarenia mSU&nes de realeo en CrenoVá pró^ 
ccdentes de Unas que ha enviado allá. Ahora 
¿qoé lea |iarece á vda* de lasf lanas del sncristant 
¿A eniotoa pobfe^ corderos habrá trasquilado pa- 
ra juntar tantos vellones? Algo mtlcha lana me 
parefe^ pero jaun suponiendo que ha^at ün poco 
de exajeracion, sienip|[;e resultan algunas doeena^ 
de vellocinos (es decir| de millones^ que éstos foe^ 
ton siempre los vellocinos deoro), qtíe constitujení 
léfobteiía evangélica del sacristaa-ftejf j c^pie dis* 
frutará tranquilamente despneá de haber sem- 
brado la H^pafta de huesos j de Sangre leal. El 
color alegre de k sátira sé cambia aquí eu negní 
tiúta de indignacidii^ 

¡Pueblos 9 desgraciados pueblosí Ite ahí lo qoe^ 
sofl eátos llamados defensores del altar y de la íé 
que por seia a&os | 6 han logrado teneros sedncU 
dos I 6 han trabajado por seduciros^ 



i l saü 



kü4ll»i' 



£cü eópo/doc/ dfr (D« Qáxtoó. 



Una ires i|«e iiD«no# la Sosdnpá ¿a i|>«fetr 
atta página de a«er«> ¿e las gloifaf ial ptiímipe 
tMito ^ hallada en $u ioHtaiúúo de ftltíiaade y ea 
menester que la naeíon pienáé m 4a|ja tk dastibo 
de qne et meriecodor letté iajanAe tneniMBMiit^^ Y. 
como todo ciudadaiio tiene la lilMiisiad dr anjiür 
ans pensamientoa por xtudiú de Ja prama^ y de 
proponer lo que mas crea conducir á la memoria 
y, ensalzamiento d^ lof bflchos h0TÍifífi$ de los hi« 
jos de esta nación ilt^lMi |po vfr. Gerundio de 
Carabanchel^ tan )iijii ét Mfk «eopn el mas hijo da 
ilTomo vit« S8 



in madre 9 soy de parecer (valga por loqneqnie* 
ra mi humilde voto) qne en primer lugar debe 
ponerse en la alcoba de la casa-alojamiento de don 
Carlos en Elizondo una inscripción que diga* 

En esta alcoba durmi¿ 
un principe perseguido , 
pero fué tan desprendido 
jcnandp este suelo dejó , 

Que por, no Uev^arse nada , . 
se fue tan mondo j lirondo |-. 
que en la alcoba de lUizondo 
dejó el pobrete la espada* 

Pero en rigor de verdad 
no fue generosidad, 
sino efecto del pavor. - 
¡ Viva el valor I 

En segundo lugar ^ supuesto que el Duque 
de la Victoria p qu^ es quien la posee| tiene otras 
espadas que- la gratitud j el reconocimiento a los 
beneficios que nos han reportado sus heroicos he- 
chos de armas le han dedicado , debe en mi con* 
eepto hacer el sacrificio de ceder ia espada de la 
úleeka' para colocarla en la armería real en un si- 
tío de preferencia con un rótulo que podrá decir. 

' > Vírjea hicelacanipailay 

alijen á Carlos serví , 
• foy vírjeni vírjen vplví , 



—451» 

JO soj la Yírjeii de España, 

Yo SOJ mas que Durindaina, 
pues sangre aquella vertió | 
j por no verterla jo 
nunca salí de la vaina. 

Sí al buque de la Victoria j al gobierno les 
acomoda este pensamiento gerundiano, creo que 
será uno de los monumentos patrios que honren 
la galeria de trofeos nacionales tanto como I« 
Lonró la espada de Francisco L 



ÍNDICE 

de los artículos contenidos en este 
noveno trimestre* 

PAG11ÍAS4 

El mes de julio •••; •»..,« ¿ * • x . ^ ;, • 5, 

£1 nupcio de. Tiriabeque,., •••«•««•• 4 .11 

Doce iíneas., , é, i •> • *.•>,*•* 4 ••••«' • * 17 

Que 00 abrasan estos bombres, ,•,*,»««. 19 

La batalla de Rueda. . ., ,« ^ ,« * 4 ^ ..* , . • • 2á 

Fr. Gerundio á Mr, J^eftensaQ^ (poesía^). « « 32 

Tres polos, •••••.••««•«. ^ «<•«, • 55 

ÍMa-ña<-na-ba«ja-rá-«b9^fa-lla»dá ^fd*. • • « 57 

Una conquista. ,•••.«.. « • ,.<••• , ¿O 

£1 correo de Gracia y Justicia, ,»•«%•« . ^ 

Cfuirigaj j cataratas. * • • « « i 4 . ^ . « «; ^ w M 

^oros en tarde fresca y toros eo elU« , • « t , % 

La circiihr pecunia, ^ « • • ^ • • • ^ * * « r • f ^6 

£1 fin^ del iiiun<]io« ., «. «.. «•«•>«•«•• • ^ 60 

tiarta de uq gallego* •^. •« ^^ «•••«• «t 78 

jbos padres, para una bija..... • 4^ • , * 4 « « ¿i 

JP'r. Gerundio 09 elecciones; • • « # • * « «.« 87 
Si alguno supiere algún inip0diiiieuto lo ma« 

nifestará, «i.,/, .•'..^..«««•«yt 96 

Isabel II y una Coqueta, •••,•,. 4 • « « t 1Q|^ 

Recuerdo á los electores.. ,.«>.* ^ • . , ^^ , 107 

£1 tío al sobrino. •,#,*#«•,«•« i «^ • IIS 

Nueva palinodia. é*.« •«.««..««.,«% » 115 

£1 patriotismo detrás de la estera. » • • • « 118 

V|ia candidatura» . • . «.• *... * 1 • • • 12Cl 



¡Ecce homo! Nótela orijinaL. • • i 113 

Santa Filomena. « ^ • . . • 138 

Barrabasata ministetíalia , (poesía.). . • • • • 141 

Tirabeque buscando un ojo! . « • . 147 

Función .de conejos en el jardín de Minerva. 551 
.Cuanto jnaa se ' revuelve.... Que se yo q«¿ 

mas. .' , ... * ..•".... 155 

Tirabeque á Ibraim-Baji •••••..•. 4 • 103 

A tu tia que te dé para libros ^c. ..... . 173 

La fábula de la codorniz sencilla ^ (poesía.) 177 
^Sequen tia sanctae transationis secumdum me- 

morialem. ..' •••••••••• 183 

• Tabepnepo» y -conde».- •'.- • • • • . * 190 

D. Juan Tontinez. ... 193 

La espada de lK>nor. .... .. • ••'•••• • 201 

Ahora me voy á la Habana . • 4 . •. 209 

Los baños .•.•..%...-.••••••••••• 214 

Una peouncía gerundiana. • • • • .^ . . • • . 219 

La embajada en el^baüo a • • « . . • 223, 

El pUege de la embajada p contestación de 

Jbrabim á' Tirabeque*. ••« é ...,•.• • 22S 

Uno j -un «uarto. • . '• ¿ . i • . . • 237 

£1 acta perdida y bailada en el templo • • • 240 

Los duelos^con votos son menos 241 

La secueuota y los tres -gorriones .•••... 242 

Comunicaciones del otro mundo. 247 

Gil animali rignenti. Los animales rinentes. 254 

El pieaderow^ ••......«.•..•••••. 263 

Las inclinaciones de Tirabeque . v^» • . ^ . . 269 

Ub otro hombre gordo. • . .» • • 272 

La nariz moscosa .w ..••.... ¿ ••••• • 2ft% 

Oración* de D. Garles á la Virgen de los IX>- 

lores . i ..... 285 

Los siete dolores del supuesto 288 

Apéndice al septenario. • .. • • • • 29^ 

Los gozos de Tíraque dedicados ai Duque 

de 4a Victoria,- ,,.• ... .v% . . ..... 294 



El obispo de Orense y D. Julián Romea • • SOS 

Pax Domine sit semper vobiscam . • 300 

Apertura y apreturas é««*« 317 

El salto de Tirabeque. .«•• •«•• 323 

Clona in excelsis Deo ^c 324^ 

Ofrecimiento de versos j¡*c. . • • • • 4 • • • • 347 

Sobre el convenio de Versara (poesía) • • . 345 

Amnistía y reconciliación ••• ••• • 353. 

Artículo adicional ••••*• «•••• 359 

Primer portillo . « . • • • i • • • 360 

UtA artística y literaria del Liceo literario 

y artístico ••••*• 363 

El discurso de Tirabeaue. • • • é • • 376 

IxmdeUe eum in cimbalis ^e, • • • é « • • • • 381 

Los prófugos (poesía). ••• •••••«•••• 390 

Divididos diz que estaban ^c. .»••.•••• 399 

ÍCon que ya se fue? « * • • 405 

<a buena doctrina ••••*«.4 é.* 417 

El ultimo brindis. «•• «••••••• 422 

Lias ferias del primer afio de paz ••••«.. 427 

Tropelías y coscorrones # • • • • 435 

ILias lanas del sacristán, •••«•••««i**. 444 

La espada de D. Carlos • • • • • • 4 449 









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