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V* **jt :
SA ^O
'HARVARD COLLEGE LIBRARY
SOUTH AMERICAN COLLECTION
THE CIFT OF ARCHIBALD CARY COOLIDGE, '8/
AND CLARENCE LEONARD HAY, *o8
IN REMEMBRANCE OP THE PAN-AMERICAN SCIENTIPIC CONGRESS
SANTIAGO DE CHILE DECEMBER MDCCCCVIII
r
i
'^
*f-
\
DE LAS
PR0Í1NC14S
[jMh.
DESDE 1810 HASTA LA FECHA
j <
PRECEDIDA DE LA CRONOLOGÍA DE LOS ADELANTADOS, GOBERNADORES Y
YIRKYES DEL RIO DE LA PLATA
I
DESDE 1535 HASTA 1810
POR
ANTONIO ZINNY
TOMO I
PROVINCIAS LITORALES
BUENOS AIRES
Imprenta y Librería de Mayo, de C. Casavalle, Editor, Perú 115
187,9
vS A r*/ / r. 1
es ^0 éü. ^
Harvard CoHege Llbmrv
Cíft of
Archibald Cary Coolldge
and
Clarence Leonard Hay
Aprll 7, 190d.
/
.i
INTRODUCCIÓN
Al emprender e) presentie ü'ahajo nos ha animado, máá
qne todo, el deseo de facilitar el camino al futuro historia-*
dor de la República Argentina. Lo que hasta. ahora
existe con el titulo de Historia Argentina no eís otea cosa
que. la de Buenos Aires. . Debemos, eijapei'o hacer algu-
nas honrosas excepciones, como se va á v^v.
3mví — Esta eft Ja primera de las provincias,, que, a«flLT
que con el modesto título de Apunten de la Hísfária civü
¿¿ Jujuí, por el doctor Joaquín Carrillo, puedsí vanagla^
:(iarsede poseer suverda4era hi^tOiTiai oonsignániio^eeil
ellos cuanto tiene .relación cpn aquella l^ana provinCÁa,
Ep^ Qpmo muy acertadamente se .dijo acerqa de dicho libra
f bien hec}io, biei^ escrito y bien pensado, :qu6 quedará,
como documento y vivirá como obra literaria* > (1) i
TjJCüMAN— Con motivo delaEsposicion dp ^óji:dQ\\eLy
con el objeto de hacer conoce^ aquella provincia en todaa
sus faces paca el inn^igrante; b¡ajo el títi^lo de Froniwu^
de Tucuman por Arsenio GramlLq, el gobernador d^^
Federico He^guera mandó publicar en 1872 u|ia Siéiúe de
artículos descriptivos y noticiosos. Es un libro de ma^
de 270 páginas qi^e contiene el desci^brimieiito y fundan
cion de Tucuman, ^tijmolc^ía de estQ nombre, la .íisonomíft
(1) Articulo biblipi^ráfíco de La Nación de 21 d^ junip AQ,1877,j)pr )don
Bartolomé Mitre. ^
IV INTRODUCCIOK
física de la provincia, meteorología, límites, historia,
división territorial, su organización política y administra-
tiva, en una palabra la obra es de sumo interés para el
inmigrante, objeto principal de su publicación, como lo
declara su autor el doctor Granillo. Sinembargo, sobre
historia, deja mucho que desear.
Catamarüa— Bajo el título de La Provincia de Cata-
marca por el doctor Fed&ico JEspeche, precedida de nna
introducción por el doctor donJoaquin Carrillo (autor de
la precedente Historia) tenemos también la historia de
Catamarca, que, ala innegable importancia de .la obra,
contiene seis capítulos de reflexiones trazados por la bri-
llaaíe pluma de oro del compañero del autor — el dootor
Carrillo — que honrarían las páginas de cualquier libro.
Salta— lina serie de artículos que, bajo el rubro « Lí-
mites con Bolivia > y « Jurisdicción histórica de Salta
sobre Tarija» publicaron en el periódico de aquella ciUr
dad, La Democracia, los señores don Juan Martin Legui-
zamon y don Casiano J. Goytia, como también la reim-
presión de los « Apuntes históricos de la provincia de
Salta^en la época del Coloniage, > aumentados por su
autor don Mariano Zorreguieta y cedidas al gobierno
ambas publicaciones, fueron éstas reproducidas en un vo-
lumen de 116—131 — XXXIX páginas en 4^, mandado im-
primir. Qn número de 500 ejemplares, en 1872, por el gober^
nador don Moisés Oliva.
No es una historia propiamente dicho, pero la obra
contiene curiosos é importantes datos que pueden apro-
vecharse con grande utilidad para la historia verdadera
ampliándola hasta nuestros dias.
Santa Pe— El señor don Urbano de Iriondo publicó,
en e\ folletín del periódico de aquella ciudad El Pueblo
de enera de 1 870, sus Apuntes para la Historia de Santa
Fe, de que se hizo un folleto entonces y una 2* edición en
1876.
Este es un importante trabajo histórico que también.
liNTEODÚCClOÑ V
¿uede aprovecharse, como nosotros lo hemos aprovecha-
do, con ventaja.
Corrientes — De esta provincia solo tenemos el opúscu-
lo que, bajo el título de La Provincia de Corrientes, dio
á luz, eii 1857, el doctor Vicente G. Quesada, el cual; ade-
más de ser los importantes recuerdos de su residencia en
aquella provincia, contiene copia de datos y conocimien-
tos históricos que nos han sido de suma utilidad y que el
historiador debe aprovechar.
No es menos interesante la « Colección de datos y do-
cumentos refereuias á Misiones como parte integrante del
territono de lá provincia de Corrientes, hecha por una
Comisión nombrada por el gobierno de ella— Primera
parte— Corrientes: 1877.»
La comisión á que aquí se hace referencia la coínpo*
nían los doctores Ramón Contreras, Lisandro Segovia y
Juan Valenzuelay el archivero don José Alsiná, la cual
fué nombrada por el gobierno del doctor Madariaga, du-
rante el ministerio del doctor Manuel Derqui, con el ob-
jeto de presentar ante el gobierno de la Nación los docu-
mentos existentes en el archivo y otros, en sosten de los
derechos de la provincia de Corrientes al territorio d6
las Misiones.
Como complemento á la precedente colección, damos á
luz el documento que á continuación se va á leer, y á qué
Bo se hace referencia en aquella, probablemente por no
haberlo tenido ala vista.
El Rey Felipe M, ordena al gobernador de Buenos Ai-
res (ZabalaJ sobre que los cuatro PueUos de indios de la
compañía de Jesús, 7nas inmediata á la ciudad de la
Asíincionlestén sujetos en adelante al gobierno del Para-
guay. -
Gobernador y capitán general de la ciudad de la Trini-
dad y Puerto de Buenos |Aires, en las Provincias del Rio
TI iiírT^qDuccio^
de la Plata: En carta de 30 de. noviembre 4^1 a&o de
1729 participasteis haber recibido el real despacho de 6
de noviembre del de 26, en que se os ordenó que en el
ínterin que no se mandase otra cosa, estuviesen debajo
del mando y jurisdicción de ese gobierno las 30 reduccio-^
nes de indios del car^o de los Padres de la Compañía, ni
el distrito, d^ la provincia del Paraguay, con plena y ab-
soluta inhibición de aquel gobierno y justicia, y en su cum-
plimiento espresasteis que luego que recibisteis dicha
]feal orden, remitisteis testimonio de ella al gobernador
del Paraguay, para que la observase, y que en su vista,
os previno dicho gobernador haberlo ejecutado así, por
otro real despacho de la misma fecha que había tenido^
espresándoos los inconvenientes q^ue causaría al comer-
cio de aquella provincia 'el que los cuatro Pueblos mas
inmediatos á la ciudad de la Asunción de los del cargo
de los referidos Padres de la Compañía no estuviesen
sujetos á aquel gobierno y que por evitar el que no hubie-j
se con los éomerci antes ni vecinos del Paraguay nuevos
motivos de inquietudes protestando sus atrasos y la gran
distancia al recurso, os pareció conveniente proveer auto,
como lo hicisteis, declarando en él que los referidos cua-*
tro Pueblos no saliesen de la jurisdicción del gobierno de\
Paraguay, á escepcion de los demás que se espresan en el
dicho real despacho, y que esto fuese solo en ínterin que
me dabais cuenta, para qu§ resolviese lo que fuese dé mi
real agrado; visto en mi Consejo de las Indias, con lo que
dijo mi fiscal de él, y consultándome en ello, he resuelto
aprobaros como os apruebo, lo que en esto habéis efec-
tuado, y en su consecuencia y para evitar los inconvenien-
tes que exponéis he resuelto asi mismo que en adelante es-
tén ios mencionados cuatro pueblos bajo del mando del
Gobernador del Paraguay, y asi lo tendréis entendido pa-
ra su cumplimiento; como también que por despacho de
este dia,. se previene de lo expresado al Gobernador de
aquella provincia, y d.e quedar en esta inteligencia me
íKtEODtréciom vii
daréis enénta en \m primeras ocadioties qne se ofrezcan.
P. de San Ildefonso á 5 de setiembre de 1733.
Yo BL Rbt^ etCi
Por mandado del Rey nuestro señor.
Dr, Migxiel de VillanuevfL.
Cirro— San Juan, S^n Luis, Mendoza-— Lo único, que
sobr^ las provincias conocidas por de Cuyo existe publi*
eado á nuestro conocimiento, es io que sigue:
1** Memoria sobre los acontecimientos mas notables en
la 'provincia Ae Mendom en 1829 y 1830; nn volumen de
204 páginas en 8** publicado^ en 1830 por la Imprenta Lan-
casteriana de Mendoza, redactado por don JoséL. Calle
y la parte militar reformada por el hoy general don Qe*
rónimo Espejo.
2° Apuntes cronológicos para servir á la historia de la
antigua provincia de Cuyo, por Damián Sudson, voM*
men de 100 póg. en 16^, dado á luz en 1852, en Mendoza.
3** Recuerdos históricos sobre la provincia de Cuyo, por
el mismo (don Damián Hudson)^ publicados en La Re-
vista de Buenos Aires.
4* $an Juan, sus hombres y sus actos en la regenera^
don argentina — Narración cíe los acontecimientos que
han tenido lugar en aquella provincia antes y después de
la caida de Rosas— Restablecimiento de Benavides, y con-
ducta de sus habitantes en masa con el caudillo restaurado
— Tomada de fuentes auténticas y apoyada en documentos
ptóWíCOs;— Santiago día Chile— octubre de 1852. Por don
Domingo F. Sarmiento.
5° Cuadros descriptivos y estadísticos de las tres^provin-
das de Cuyo por Juan Llerena. Buenos Aires: 1867.
Fueron publicados en La Revista de Buenos Aires y por
separado en un volumen de 183 páginas.
Por último, sabemos que él doctor Nicanor Larraiu
ti^ne esíqrita la H^istoria de Cuyo, desde la ^jonqui^ta,
abrazando todos los cojQOcinaientos que en c^alquie^ aen-r
tido tienen conexión con aquellas provincias.
Entrb Riós — No conocemos se haya publicado sobre
esta provincia sino los Apuntes para servir á la historia
del origen y fundación' de los pueblos de Entre-Éios'es-
tractados de documentos auténticos, por el doctor Benja-
min Victorica, en la Revista del Paraná. (1)
Riqueza JEntre-Riana por Pedro Serrano, folleto de
54 paginas en 8°, publicado en la Concepción del Ura-
guay en setiembre de 1851 y dedicado al dootor Diógenea
José de ürquiza, entonces encargado de negocios de los
Estados de Entre^Rios y Corrientes en la República
Oriental del Uruguay. (2)
He ahi cuanto en materia de historiase publicara sobre
las provincias, ^ay sinembargo muchas otras obras, co':
mo las Memorias del general Paz; Observaciones del gene-
ral La Madrid, impugnaciones á aquellas por el general
Iriarte y coronel Lugones etc. etc. todas muy ritas en da*
tos y conocimientos históricos, pero*^ ninguna de ésas ni
otras qlie pueda llamarse historia de tal 6 cual provincia.
Córdoba, la segunda provincia en importancia, pose-
yendo numerosas lumbreras de su propio suelo que ha-
brían ilustrado su historia— la Rioja y Santiago del Este-
ro no tienen aun la suya particular; si se esceptúa la
obra de Moussy, que consigna unas cuantas páginas so-
(1) La Revista del Paraná registra, sobre historia argeotine, documentos
sóbrela fundación de Corrientes por el doctor Vicente G. Quesada, docu-
mentos históricos sobre la fundación de Salta, de Ju jai, apuntes históricos
del coronel Melinn; descripción física y política déla provincia de Catamar-
ca por Beaedicto Ruzo, etc.
(2) El doctor Serrano, autor de este interesante folleto falleció en el Dia-
mante el 11 de noviembre dó 1878 y no como se nos había hecho decir en ¿a
página 70 de nuestra obra titulada Efemeridografía Argireparquiótica ó sea
de las Provincias Argentinas publicada en 1868 y que dio Jiisto motivo á
reotiñcacion en La Tribuna de abril ó mayo de 1869.
bre cadO' una de ellas, como de las demás de la Confede-
racioiu
Todas las obras arriba citadas, si bien han llenado el
principal objeto que sus autores se propusieran y que nos
han sido de dumautiiidad^para la confección de la presen-
te, nd.han satisfecho sino en parte la pública necesid.a4*
La Repúblicat Argentina, fecunda ;enhon^bres insignes»
copiosa 7 varia en aconteoimientos, memorable poi* sus
discordias y por la sangrienta pertinacia con que se
mantuvieron principios é intereses tan encontrados y (a^
mal comprendidos^ mei'ece en verdad la atención de cuan*»
tos se dedican á los estudios históricos.
Mas^ con ser aquellas y otras obras tantas en x^úmero y
por su autoridad, tan estimables, la mayor parte de, ellas
no son la fiel interpretación de los hechos, de la razón y
de Injusticia. Con las alabanzas de los propios, ^Iternaif
ias acres censuras de los estraños. Tiempo es ya de que
la historia dirima esta competencia, dando en rostro con
sus calumnias á los adversarios, ó con sus lisonjas á los
panegiristas. Dígase de parte de quien estuvo la agresión
y, hasta que punto fu^ inevitable y justa la resistencia.
Sobrepóngase el historiador á consideraciones vulgares y
mezquinos intereses de los partidos.
Nosotros no pretendemos, ni es de nuestra índole, hacer
libros cuyo estilo encante, ó cuya palabra electrice, lo
que no produciría, como no produce por lo general, sino
sensaciones del momento. Pretendemos sí que nuestras
elucubraciones, presentabas en la forma que nuestro sa-
ber y entender permite, como fruto de profundas investi-
gaciones que sin descanso y con infatigable diligencia
hacemos, para que otros, mas afortunados, adornados de
dotes de que nosotros carecemos, y aprovechando nues-
tros materiales y datos, halaguen al público de gusto deli-
cado con libros redactados en lenguage galano. Basta
eso á nuestro propósito.
Advertencia-^Como es posible que algunos datos y he-
t nrTEODfrC€ioir
chos, que pii la presente Historia se consignan, pro*
muevan rectificaciones, nos hacemos un deber en declarar
que nosotros las aceptaremos con gusto prometiendo dar-
las al público en Suplemento.
Con tanta mas razón nos imponemos este deber cuanto
que, contando con las promesas que algunos caballeros
del interior nos han hecho, esperamos datos que comple-
mentarán ó rectificarán errores en que por ignorancia ha-
yamos podido incurrir, en la parte relativa á las demás
provincias, cuyos originales se hallan en prensa y que
formarán el tomo II de nuestra Historia de los Goberna-
dores.
La Historia de cada provincia va precedida del acta de
fundación de la capital respectiva, así como del origen de
las provincias primitivas y de sus subdivisiones posteriores
hasta la fecha.
Fundación de Buenos Aikbs
<L
«JüAN DE Garay, Teniente Gobernador y Capitán Ge*
neral en todas estas provincias del Rio de la Plata, por
el muy Ilustre Señor adelantado Juan Torre^í de Veía
Adelantado, Gobernador y Capitán General, Justicia
Mayor y Alguacil Mayor de todas estas Provincias Con-
forme á las capitulaciones que el muy ilustre Señor
Adelantado Juan Ortiz óe Zarate (que haya gloria) hi-
zo con la Magestad Real del Rey T). Felipe (fué el II de
este nombre) Nuestro Señor, y á mí, por virtud de sus
poderes reales, y el dicho Adelantado Juan Torres de
Vera me tiene dados para que en nombre suyo y de S.
M. yo gobierne estas provincias y haga en ellas las po-
blaciones que me pareciere ser conveniente para ensal-
zamiento de nuestra U católica y para aumento de la
Real Corona de Castilla y de León; y así como tal Te-
niente y Capitán General y Justicia Mayor, he sido re-
cibido en todas las ciudades que están pobladas en esta
ISliMWQfiím
xi
I
díeh^'gobera^aeáon, adí por mí {H^reona como por sais
pod'eres^ he BÍáo recibido en ellas, y pueetas las justieias
de mi manoi y recibido y usajlo los dichos poderes^ de-
bajo de los cuales en todo este tieaipp, después que fui
recibido, he hecho todo lo que|me ha parecido s-er con-
veniente y necesario para el bien de esta gobeinacion,
asi en pacificar los patural^s alterados, Ctomo eo oteas
cosas que se han ofrecido; y así, por virtud de los di-
chos poderes, y en nombre de S. M., yo levantó estan-
darte ref^l en la ciiidad de la Asumpcion, y publiqué y
. mandé publicar la población de este puerto de Santa
María de Buenos Aires, tan necesaria y oonvenieote
para el bien de toda ésta gobernación y de Tucuman
y para que se entienda y se predique Nuestra Santa Fé
Católica entre todos los indios naturales que hay enas-
tas Provinciasyy asi, con celo de servir á Dios Nuestro
Señor, se asentaron en la ciudad de la ÁsumpcioQ
SESENTA SOLDADOS, y f^Q metieron debajo del estandarte
real, y vinieron y están conmigo suster^tando esta dicha
población, habiendo hecho muchos gastos de sus hacien-
das, y pasado muchos trabajos en cosas que se hau
ofrecido. Y así usando de los poderes reales que S. M.
el Jley don Felipe, Nuestro señor, dio al muy ilustre '
Señor Adelantado Juan Ortizi de Zarate (que hay:a glo-
ria) para él y para su sucesor y sus capitanes, yo en
nombre de S,. M. he empezado á repartir, y les reparto á
los dichos pobladores y conquistadores, tierras y caha-
llei'ía y solares y cuadras en qtie puedan tener sus labo-
res y crianmsde. todos ganados: las cuales dichas tier-
ra^ y estancias y huertas y cuadras, las doy y hago mer-
ced en nombre de S. M, y del dicho Gobernador, para
que como cosa suya propia puedan en ella edificar, asi
casas como corrales y poner cualquier ganados, y hacer
cualesquier labranzas que quisieren y por bien tuvieren,
y pouer cualesquiera plantas y árboles que quisieren y
por bien tuvieren, sin que nadie sé lo pueda perturbar,
1[1I
ñrfBOüvcoiOii
corno si lo hubiese heredado de su propio patrini'onio; y
como tal puedan dar y vender enagenar y hacer lo qué
por bien tuviesen, con tal qne sean obligados á sustentar
la dicha vecindad y población cinco años, como S. M.
lo manda por su real cédula, sin faltar de ella sino fue-
re con licencia del Gobernador ó Capitán que estuviese
en la dicha población, enviándoles á cosas que con-
vengan y que sean obligados á acudir, conforme rezare
la tal licencia. Donde lo sustentaren en esta ó pueda
el Capitán ó Gobernador repartirlo ó encomendarlo de
nuevo en las personas que sustentaren la dicha pobla-
ción y sii'viera en ella á S. M. Y porque conviene, por
el riesgo que al presente hay de los naturales alterados,
qiiepara ha^er siis labores mas seguros y con ' menos
riesgos de sus personas y de sus sementeras, que cada
vecino y poblador de esta ciudad de la Trinidad y puer-
to de Buenos Aires, tengan un pedazo de tierra, donde
con facilidad lo puedan librar y visitar cadadia: asi,
en nombre dé S, M. y de la manera y forma que dicho
tengo, les señalo y hago merced, en nombre de 8. M, y
en la forma que dicho tengo, sus pedazos de tierras por
la vera del gran Paraná arriba, en la forma siguiente:*
Sigue el repartimiento de la traza de Buenos Aires hecho
por él general Juan de Gara) .
8EÍÍOBB8 ALCALDES Y REGIDORES DEL PRIMER CABILDO
-NOMBRADOS POR DON JUAN DE GARAY
^ZcaZdes— Don Juan Pabon, alcalde de 1.''" voto— Don
Tomás de Castro, alcalde de 2° voto.
Regidores— Don Francisco López Rincón, don Antonio
Ayala, don Fernando de Molina, don Juan de Orue, don
Gaspar do Quevedo, don Jjuís de Hoces, don Antonio de
Monte Herrera, don Tomás Armenteros, don Juau de
Santa Cruz, alguacil mayor, y don Rodrigo Villalobos,
procurador.
INT.RDDUpCIplí; Xin
»
XíffTiicpNip-rf Yo Blateo ^aac^ez escribaao píiblipq y
de Cfi^biJ.do de esta ciudad de la.Santísima.Tfrinidad, pueyrt
to de Santa Maria de Buenos Aires, doy fé y yerdadero
testlmojiio á. Iqs que la preseute vieren, como por el libro
y autos de la fundación de esta ciud^^d,, que s^ pobló jf
fundó en el ano de inil quinientos ochenta años, y á once
dias del mes de junio, de dicho año, se hizo esta primerea
eleccio^.de alcaldes y regidores por el general Juan de
Garay: todo lo cual consta ppr los dichos autos de la fuQ.-''
dacioii de dicho año, 4 que me refiero, y de pedimento del
Tesorero Pedro de. Montalvo di es,te, fu-mado en mi
nombre, en la dicha ciudad de la S^^ntísima Trinidad ¿
once dias de] m.es de Agosto de mil quinientos noventa
y cuatro, y fijé mi firma que es tal en testimonio de ver-,
dad — Matero Sánchez, escribano de Cabildo. >
: PRELIMINAR
CBOKOLOGLa. DB los ADBLAllTADOS T QOBBRNADOBBS DBL
BIO DB.LA PLATA (!)
Don Pburo'de Mbndoza, adelantado del Rio de la Plata
porelTey de España (el .emperador Carlos V) fundó á
Buenos Aires en 1535, y se restituyó á'España lleno de
trabajos y con el sentimiento de deja^r muerto por los in
dios querandís á su hermano don Diego de Mendoza, coh
otros caballeros ilustres que había traido de España, á
donde tampoco logró volver por haber muerto en el mar.
(1) La diferencia que el lector encontrará indudablemente entre la pre-
sente Qronolqgia j las publicadas hasta la fecha proviene de qne los cronistas
hau confundido muchas veces las fechas de los nquibramieotos con, las de
las propuestas hechas por los vireyes, conArmacion delrey,y toma de pose'
sion del cargo. Por otra parte, los capitanes generales tenían por lo comuí^
sus tenientes, que ejercían el mando sobre la ciudad y jurisdicción de su
residencia, mientras ^ue aíjuellos lo ejeróíau simultánaamente sobre todo
el distvitO: de Itk gdiernacion. '
Don JoAF DE Oyólas ó AyolAs, gobernador d'el Río- de
la Plata, nombrado en 1531, por Mendoza, en virtud de
Sus facultades.
Don Domingo Martínez itb Irala, por muerte de Oyó-
las, en 1537, entró de gobernador.
Doil Alvar NuSbz Cabeza db Vaca, adelantado, desde
1541 hasta 1545, en que Buenos Aires quedó despoblado.
Don Domingo Martínez dbIrala,. gobernador, por nom-
bramiento de los oficiales reales y conquistadores, desde
1645' hasta 1657, por haber muerto Di^o Centeno, en 1548,
que había sido nombrado gobernador por el licenciado
don Pedro de* la Qazca, Tirey del Perú.
' En 1554, se trasportó de Bspa&a á estos territorios el
PRIMER ganado vacuno, y en 1580, año de la segunda' fun^.
dación de la ciudad, fueron conducidas desde Charcas á
estosi campos mas cabezas de ganado, cuya prodigiosa
multiplicación atrajo á este país á muchos hombres. El
primer ramo lucroso de comercio fuá la matanza y faena
de corambres.
Don Gonzalo de JMendoza,' nombrado gobernador, en
1557, por Domingo Martínez de Irala, hasta 1558
El capitán Francisco Ortiz ps VEi^aARA, gobernador
por ^ombramiento de los conquistadores y confirmación,
del obispo don fray Pedro de Latorre, en virtud de real
comisión, aüo de 1558. Fué capitulado y depuej^to por la
real audiencia de Charcas en 1565.
Don Juan Ortiz de Zarate, adelantado nombrado, ea
1565, por el licenciado don López García de Castro^.yijey
del Perú, en los mismos ténninos en que lo habían sido
sus antecesores, hasta 1566.
Don Felipe de Cázbrbs, oficial real interino, desde
1566 hasta 1569, en ausencia de Ortiz de Zarate, que ha-
bía recurrido personalmente á España por la confirmación
de su nombramiento.
Don Juan OR;riz de Zarate, adelantado, en virtud del
despacho del referido virey del Peni y real eoafírmacion
mTROPVCClON XV
desu nombramiento, deede 1569 que entró á desempeñar r
lo, hasta 1575 en que muriera.
Don JüAK Torres de Vera y Aragón, (yerno del prece-
dente) oidor de la real audiencia de las Charcas, quien no
vino á estas Provincias en mucho tiempo, gobernándolas
por sus tenientes generales hasta el ano de 1587 que se
retiró á esta gobernación. En 1591 renunció el adelan.-
tazgo, restituyéndose á su patrin Estepa en Andalucía.
Don Juan de GaraT; lugar teniente, quien partió de Is^
Asunción con poderes del adelantado Juan Torres de
Vera, y fundóla Ciudad de la Santísima Trinidad Piter-
to de Santa María de Buenos Aires el dia miércoles 11 de
junio de 1580, el 24 de octubre del mismo a&o hizo el reí-
partimiento de tierras fuera de la ciudad.
A los dos años de la fundación de Buenos Aires por Ga«-
ray, empezaron ya las tentativas de apoderarse de estas
regiones. En 1582, un corsario inglés— Eduardo Foun*
tain — ^intentó un desembarco en Martin García, y fué
contenido por la disposición manifestada en Buenos- Airea
abatirlo. *
Garay gobernó hasta el aüo de 1583 que £aJleció en
Punta Gorda jurisdicción de Santa Fe. (1)
Por el sistema de administración que regia este pais
desde la fundación de Buenos Aires, los gobernadores que
sucedieron al adelantado Torres de Vera, incluso este
mismo, compartían la carga con el teniente general que
nombraban, para que mandase en todo el pais por ausenr*
cía del adelantado ó gobernador; y estando éstos presen-^
tes, para ocurrir á cualquier punto en que fuese necesario
6 conveniente su presencia. La jurisdicción de los ter
nientes de gobernador no se estendía fuera del distrito de
la ciudad para que eran nombrados, comprensivo de la
campaña poblada á su alrededor; y cada ciudad de la
gobernación tenía uno de esos tenientes. Tanto los
(1) No está aua. 00 claro el afio ea que aqaidci6 la. muerte de Qaray.
XVI INTRODTJCCIOK
gobernadores como sus tenientes ejereian las funciones
de justicia mayor, y los segundos eran los gefes inmedia-
tos de las armas desu distrito, cediendo álos primeros las
espresadas atribuciones, cuando se encontraban en un
miémo punto, y en igual caso á los gobernadores arabos.
No tenían tiempo determinado para ejercer sus cargos:
así el capitán Rodrigo Ortiz de Zarate fué teniente de
gobernador en Buenos Aires, desde mu^ho antes de la
muerte de Garay hasta el año de 1586.
Los Cabildos, por su parte, administraban justicia en
primera instancia, por medio de sus alcaldes ordinarios, y
desempeñaban las atribuciones municipales propias de
la institución, en el distrito de cada ciudad.
Los oficiales reales eran los ministros de hacienda y
jtteces en lo relativo al ramo. Estaba á su cargo la real
Caja, y, sin su acuerdo, no podía disponerse de los cauda-
les públicos que recaudaban y custodiaban. Solo ren-
dían cuenta al gobernador cuando éste tenía encargo
especial del rey para el efecto, que, en tal caso, desempe^
naba la misiAn de visitador.
Los alcaldes de hermandad estaban encargados de la
policía de campaña; y había en la ciudad otros emplea-
dos subalternos indispensables para servicio público. A
esto poco mas ó menos estaba reducido entonces el sísteh
ma administrativo del país. (1)
Don Rodrigo Obtiz de Zábatb, teniente de gobernador
delegado de Garay, en 1583, en que éste salió para visitar
la provincia, cuando, una noche mientras dormía, fué
muerto con toda su comitiva por el cacique traidor Manúa.
Después de celebrar la muerte de Garay, los indios, enva-
lentonados con su sangriento triunfo, con su gefe el caci-
que guaraní Guayuzalo, electo por ellos capitán general,
resolvieron atacar, como atacai-on la ciudad de Buenos
i
(1) Véase La Revista de Buenos Aires^ tomo 1®, pág. 11 y Registro Es-
tadistico de 1S59 y 1860 y Revista de la Biblioteca por don Manuel R. Tre^
lies, de donde hemos tomado la mayor parte de eetos datos."
níTEODUCCION XVII
Aires, la que fué bizarramente defendida por el teniente
Zarate con la completa derrota de los infieles j con la
muerte de su general Guayuzalo.
De las CINCO yeguas y de los siete caballos, abandona-
dos en 1537 por los primeros conquistadores, Garay encon-
tró sus descendientes, en 1580, ya multiplicados, habien-
do sido sus soldados los primeros domadores de aquellos
potros feroces que se vieron en América; y las primeras
ovejas y las primeras cabras, que se hubiesen conocido
eu el Rio de la Plata, fueron traídas desde Charcas en
1550 por el capitán Nuflo de Chaves, después de haber
éste atravesado toda [la América hasta Lima y de regre-
so al Paraguay, de donde habia salido.
El origen de la oveja pampa en Buenos Aires se debió
al licenciado Vera f Aragón, en cuyo nombre había
gobernado Garay, habiendo introducido de Charcas
400 animales vacunos, 4000 ovejas, 500 cabras y 500
yeguas y caballos, que, diseminados en Santa Fe y
Corrientes, fueron la base de la prosperidad pastoril,
agrícola y comercial del Rio de la Plata. En cuanto
al origen de los carneros merinos, solo fueron conoci-
dos en 1813, cuando Mr. Halley introdujo desde Lis-
boa el PRIMER rebaño que se hxibiera conocido en todo
el Rio de la Plata. Sinembargo, el fin de este rebaüo
faé trágico, pues pereció casi todo, devorado por las
llamas.
En 1824 llegaron á Buenos Aires los primeros 100 car-
neros de la raza pura leonesa^ y poco después 30 carncr
ros de Inglaterra de la cria South Down, etc.
Don JuAK DE Torres Navarrete, teniente de goberna-
dor desde el año 1585 hasta el de 1587.
En este año un inglésíllamado Tomás Candish empien-
dio la toma de esta ciudad, la que se puso en e^^tado de
defensa internándose las familias: en i vista de esto, Can-
dish renuncia á su empresa retirándose.
2
XVIII INTRODUCCIÓN
Don Alonso de Vera y Aragón, llamado por su mal
gesto, cara de perro, desde 1587 hasta 1591.
Don Hernando Arias de Saavedra, paraguayo, desde
1591 hasta 1594.
Don Fernando de Zarate, nombrado por el virej de
Lima, don Andrés Hurlado de Mendoza, marqués de Ca-
ñete, fue quien confirmó la fundación de la ciudad de
Buenos Aires el 16 de febrero de 1594 y el primero que
principió á fortificar este puerto, de resultas de haber des-
pachado la reina Ana de Inglaterra tres nao?? vnn el fiu
de tomar esta ciudad, las que dieron al través de la Isla
de Santa Catalina. Falleció, á los dos años de«u man-
do, en 1595.
Don Juan Ramírez de Vblazco, marqués de Saliuíis,
ex-virey de Méjico y del Perú, presidente del supremo
Consejo de Indias, ex-gobernador del Tucumany almi-
rante de la Mar del Sur. Solo gobernó dos años, desde
1595 hasta 1597 retirándose al Tucuman, donde estaba
casado y murió allí en 1608 dejando una larga desceo-
cia.
Don Hernando Arias de Saavedra, interino, desdé
1597 hasta él 4 de enero de 1598 que se recibió, por nom-
bramiento del virey don Andrés Hurtado de Mendoza,
marqués de Cañete, cesando en 5 de enero de 1599, en
que llegó el gobernador eu propiedad, Rodríguez de Va !•
des, nombrado por el rey.
El comercio de Buenos Aires esperimentó una revolu-
ción desde principios de 1597, en que empezaron á eepor-
tarse los frutos del país, cuya estraccion había estado
prohibida ^en los once años precedentes; y aunque el rey
Felipe III, en 20 de agosto de lü02, despachó la cédula
que lo permitía, ya estaba eu práctica ese comercio hacía
6 años. I
Don Diego Rodríguez Valdés y de la Banda, destinado
al gobierno del Rio de la Plata por título espedido ea To-
ledo á 20 de junio de 1596, llegó á esta ciudad el 29
de enero de 1599. Permaneció un poco de tiempo en Bue*
nos Aires 7 pasó luego á la Asunción, donde se recibió
del mando el dia 8 de julio de 1599. Cuando se hallaba
visitando su provincia, como era de práctica, hizo su
testamento en Santa^Fe el 30 de octubre de 1600, habien-
do gobernado hasta que falleciera en 1602.
Como una muestra de la competencia que á la sazón
existía entre el poder temporal y la autoridad eclesiástica
y de la influencia que en aquellos tiempos egercía ésta
sobre aquél, véase como vino á terminar el conflicto, aun-
que solo en apariencia.
A la prohibición del gobernador Valdés para que el
obispo doctor Tomás Vázquez de Liaño no fuese recibido,
ni entrase con palio llevando las varas de él los regidores,
él rey aprobó el auto déla Audiencia de Chnrcas, resi-
dente en la ciudad de la Plata, de fecha 9 de diciembre
de 1599, mandando ádicho gobernador no lo impidiese la
primera vez que el obispo entrara en cada ciudad. Or-
denábase asimismo al gobernador no impidiese que el
obispo hiciera notificar sus pioveimienlos por medio de
notario, á lo que Valdés se había opuesto haciendo poner
eia la cárcel con prisiones al enviado del obispo; que no
impidiera la concurrencia de cualquier soldado ó criado
deü mismo goberurador al llamado del obispo; que se abs-
tuviera de tomar y abrir las curtas misivas que se envia-
ban al obispo, y otras muchas disposiciones y prohibicio-
nes exasperantes,
Dqs hechos que deben consignarse en la vida de Buenos
Aires tuvieron lugar en el año de 1601: la aparición del
PBIMBK médico que tuviera su vecindario y la de su PRiJoma
maestro de escuela. Don Manuel Alvarez se presenta al
Cabildo ofreciendo exhibircartade examen para acredi-
tar que era hotnére de ciencia en el arte de la cirujía y
conocimiento de algunas enfermedades, pidiendo se le
sefialase uii salario para asistir á los vecinos, quedando
éak>3 obligados á pagarle el valor délas medecinas^ingüen-
XX IKTRODrCOIOlir
tes y demás cosas que precisare para las tales enfermeda-
des y heridas; y don Francisco Victoria se presenta tam-
bién al Cabildo, solicitando se le señalase casa para esta-
blecer una escuela de que, desde su fundación, carecía la
ciudad, para enseñar la doctrina, leer, escribir y contar,
debiendo los vecinos acudirle con un peso mensual por
cada niño, los de leer, y los de escribir y contará dos
pesos.
Otro heclio no menos notable es el de un constructor —
don Bartolomé Ramón — del primbb molino de viento que
tuvo Buenos Aires en el mismo año de 1601,
General Francés de Beaumont y Navarra, teniente
general y justicia mayor, delegado de Valdés, y por
muerte de éste, quedó á su cargo el gobierno, desde 1599
hasta 1601, que fué residenciado, como era de práctica,
por su sucesor. Sinembargo, continuó en el cargo de
regidor hasta el 21 de julio de 1607 que se despide de sus
compañeros del Cabildo ofreciéndoles sus servicios en su
nuevo empleo de corr^jgidor de Paita.
Capitán Francisco db Barrasa, provisto por el rey Fe-
lipe III, en 1602, de acuerdo con el virey del Perú don
Luis de Velazco, marquez de las Salinas, y no pudiendo
acudir al uso del cargo de gobernador y capitán general
de las Provincias del Paraguay y Rio de la Plata, fué
nombrado en su' lugar el general Hernandarias de Saa*
vedra.
Don Hernando Arias db Saavbdra, desde el 1^ de agos-
to de 1602, en que se recibió, en virtud de orden del virey
del Perú don Luis de Velazco, marqués de las Salinas,
nombrando por su lugar teniente general á don Pedfo
Luis de Cabrera, hasta el 22 de diciembre de 1609. El
gobernador Saavedra se ausentó de la ciudad la primera
vez con destino á la Asunción á poner alguna orden en la
mucha desorden de los dias pasados ^ y otra vez al Estre-
cho de Magallanes, donde descubrió mas de 200 leguas
pobladas de indios, por quienes fué atacado y cautivado
IHTKODirCOIOK XXI
con todos los españoles que le acompañaban. A los po-
cos días tuvo la fortuna de escaparse del cautiverio, vol-
viendo con mayores fuerzas á libertar á sus soldados,
consiguiéndolo con escarmiento de los bárbaros. Em-
prendió el descubrimiento del Chaco, etc.
Comprendiendo la importancia del Archivo, el Cabildo,
comisionó (5 de febrero de 1607) al Contador Cristóval Pé-
rez de Aró&tegui, alcalde ordinario, para que hiciese el
inventario 7 mandase hacer dos llaves que faltaban ala
caja que servía de archivo y que tenía tres cerraduras y
una sola 11 ave; disponiéndose que una de las llaves estu-
viese en poder del teniente general y justicia mayor, la
otra en el del regidor de primer voto (don Juan Braca-
monte) y la tercera en el del escribano del Cabildo.
En 22 de octubre de 1607 se señalaron por el Cabildo
precedido por el capitán Simón de Valdés, teniente gene-
ral de gobernador y justicia mayor, cuatrocientos pesos
de salario alano á Gerónimo de Miranda á contar desde
el día de San Francisco (4 de octubre) pagándose por
mitad de seis en seis meses, para que, en su oficio de bar-
berO; acuda á las personas, como toda su casa y familia, á
sangrar, afeitar, echar ventosas y sacar muelas, debiendo
acudirá los conventos sin ningún salario.
La falta de papel era tal á la sazón que, necesitándolo
para la visita y, cuentas de los oficiales reales y no habién-
dolo á comprar en la tierra, elgobernador Saavedra tomó
(21 de enero de 1608) diez manos que estaban en el libio
del Cabildo, para volverlo cuando lo hubiera.
El 14 de abril de 1608, el gobernador Saavedra nom-
bró un sobrestante de la obra del Cabildo en el vecino
Juan Méndez, con 30 pesos de salario, el cual había de
existir en las tapias hasta la conclusión del edificio.
No habiendo maestro para enseñar á los niños en esta
ciudad, el 28 de julio de 1608, el Cabildo mandó llamar el
mancebo estudiante Felipe Arias de Mansilla, quien se
comprometió ante el escribano á desempeñar el cargo
XXII lKtftODU€€10lf
dándosele cuatro pesos y medio al año á los que enseñare
áleer, y los que escriben nueve pesos; todo, pagado por
tercias partes y en plata:
El 1° de seíiembre de 1608, el gobernador Saavedra
propuso y el Cabildo resolvió el establecimiento de un
pueblo en la jurisdicción de la ciudad de Buenos Aii^s
mas arriba del puerto llamado las «Dos Hermanas»,
entre esta ciudad y la de Córdoba.
El 17 de noviembre de 1608 el Cabildo concedió licen*
cia á Fernando Alvarez para hacer horno y ramada cou
destino á hacer tejas, < en el rinconcito que está atajado
con el camino que va al Riachuelo y una bari:anquera
que está robada de las aguas que estául cabo de los sola-
res de esta ciudad. >
La mensura del ejido de Buenos Aires fué practicada
por Francisco Bernal y Martin de Rodrigo, el 16 de di-
ciembre de 1608 con asistencia del gobernador Saavedra
ei. persona, y del capitán Victor Casco de Mendoza, Juan
Nieto de Humanes y Bartolomé López, en representación
del Cabildo.
El 13 de abril de 1609 se concedió licencia á Juan Cor-
dero Margales, primer herrador y albeitár, para curar
lamparones y llagas viejas.
Don Pedro Luis de Cabrera, los tres meses primeros
de 1603, durante la estadía de Saavedra en la Asunción.
Los tenientes (generales Francisco Muñoz, Manuel de
Frías, Sancho de Nebrija y Solis, el resto del año 1603
y principios de 1604; el general Tomás de Garay, des-
de mediados de 1604 hasta enero de 1605 y el capitán
Pedro Martinez de Zavala, desde enero hasta el 27 de
junio de este último año, en que se recibió de teniente de
gobernador el capitán Victor Casco de Mendoza,
General Simón de Valdbs, teniente de gobernador y
capitán general de las Provincias del Rio de la Plata,
desde el 10 de junio de 1 606.
Capitán Manuel de Frías, alcalde ordinario, teniente
INTEODÜCCIOÍÍ XXIII
general de lagobernacíon, en ausencia del capitán gene-
ral Hernandarias de Saavedra, desde el 8 de julio de
1608.
Don J}lBGO Marín Nbgron, nombrado por el rey el 16
de agosto de 1608 y recibido de la gobernación el 22 de
diciembre de 1609, en cuya fecha se recibió igualmente,
de lugarteniente de gobernador de la ciudad, don Juan
Gil de Zambrana. Su recepción fué celebrada con jue-
gos de cañas, sortija, toros y máscaras. Zambrana de-
sempeñóla lugartenencia hasta el 17 de junio de 1610
que fué suspendido por Negron y sustituido, el 21, por ^1
capitán Manuel de Frias.
En 1« de febrero de 1610 se notificó por el capitán Ma-
nuel de Frias ,8ecretar¡o del santo oficio, haber, el licen-
ciado Francisco de Trejo, comisario general de dicho
santo oficio, hecho nombramiento de familiares suyos en
el gobernador Marín Nogron, en el teniente de gobernador
capitán Juan Gil de Zambrana, Mateo de Grado, alguacil
mayor de la gobernación, Felipe de Castro, secretario de
idem-y capitán Víctor Casco de Mendoza, etc. Y el 8 de
octubre del mismo aíxo el cabildo resolvió que al comisario
del santo oficio, como huésped, en las iglesias y actos pú-
blicos donde se hallare, se le diese asiento entre el gober-
nador y su teniente y antes de los alcaldes.
El rey había prohibido terminantemente la admisión
de inmigrantes sin su espreso permiso, y como llegara á
conocimiento del gobernador Negron que se infringía ese
real mandato por algunos navios que entraban en el puer-
to de Buenos Aires con pasageros que, ó los ochaban en
tierra, en la costa, de donde iban á esconderse en las
chacras y estancias, ó lo hacían desde los mismos navios
antes de ser visitados, ocultándose en la ciudad, en las
casas, etc. y aun proporcionándoseles caballos y matalo-
tage, espidió bando (25 de marzo de 1610) imponiendo
pena de muerte á los ocultadores ó favorecedores de pa-
sageros introducidos sin la vta\ licencia; y otro (28 de
ZZIY IHTBODUCCIOV
diciembre de 1611) prohibiendo el dar alojamiento á nin-
guna persona que viniera á esta ciudad, sin que presen-
tase licencia del gobernador.
El 10 de mayo (1610) se concedió licencia á Alejandro
Taurin para poner escuela en esta ciudad, con una sub-
vención de 12 pesos al año por cada niño, acordada por
el Cabildo, por enseñará escribir, leer y contar, concer-
tándose con los padres en cuanto á los demás ramos; obli-
gándose el maestro á no faltar y á enseñar con cuidado
y puntualidad. La paga se le había de hacor en harinas,
eneros, sebos, trigo y ganados, que son frutos de la tierra,
de cuatro en cuatro meses.
Envista deque los sastres, zapateros y herreros cobra-
ban mucho por las obras de suindustriat el Cabildo presi-
dido por Frias, acordó el 30 de agosto (1610), fijarles
arancel con la obligación de recibir la mitad del precio
de las hechuras y obras que hicieran en frutos de la tierra,
como es harina, trigo, sebos, maiz, candelas, pan, vino y
tocino, y la otra mitad en plata. He aquí el arancel:
Para los sastres—Vn vestido entero de hombre, llano,
de paño raja ó rajeta, que se entiende calzón, ropilla y
capa, aunque lleve faja ó pasamano, 10 pesos.
Un jubón, 3 pesos.
Un capotillo de dos faldas, aforrado, 3 pesos.
Unas mangas de hombres, sin ojales, 1 peso, y de seda,
peso y medio.
Un gabán llano, 4 pesos; y con ribete, 8 pesos.
Un vestido de muchacho de 8 á 10 años, llano, con
capa, 6 pesos.
Una ropa de muger, llana, de raja ó rajeta, con su ribe-
te ó pasamano, 6 pesos.
Una basquina Ilana^ 3 pesos.
Un jubón de muger, llano ó con molinillo, 4 pesos.
Un faldellin con solo una [faja, 2 pesos, y siendo á la
francesa, 3 pesos.
De lo cual no escedan, pena de 4 pesos por tercias par-
IKTBODÜCCIOir XXV
tes, cámara, juez y denunciador, por la primera vez, y
por la segundadla pena doblada; y que los frutos que se
les diese sea á los precios que corrieren con la plata en la '
mano.
Para los árapaferos— Zapatos de hechura, 1 peso.
Botas llanas: 2 pesos.
Id. de camino, aforradas, con ribete, 3 pesos.
Zapatones abrochados, 1 peso.
Pantuflos con corcho, peso y medio.
Chinelas de muger, peso y medio.
Zapatillas de muger, con solo plantilla, 6 reales.
Botinas, 1 peso.
Lo que se entiende de solas las hechuras, dándoles cor-
dobán, y pagado en la forma referida y con las penas de-
claradas.
A fines de 1611 fué reformado el precedente arancel,
estableciéndose además otro para los carpinteros y herre-
ros.
El 23 de noviembre (1610) el gobernador Negron prove-
yó el puesto de primer mayor de esta ciudad en la perso-
na de Sebastian de Horduña.
Al fundarse esta ciudad, don Juan de Garay había seña-
lado para hospital y una hermita de San Martin, una cua-
dra mas arriba del monasterio de la Merced, el gobernador
Negron el 7 de febrero de 1611, de acuerdo con el Cabildo,
dispuso la construcción de dicho hospital, con una iglesia
bajo la advocación de San Martin, patrón dé esta ciudad,
nombrándose por mayordomo al capitán Manuel de
Frías, teniente de gobernador. Sinembargo, en vista de
que el sitio señalado por Garay no era el mas adecuado,
el 7 de marzo (1611) se resolvió sería |^mas útil y conve-
niente hacerlo en el camino que va al Riachuelo, que es
donde actualmente (1879) se halla, cuyo terreno fué dona-
do por don Antonio Fernandez Barrios.
Al regreso del gobernador Negron de su visita al Para-
guay, ^n enero de 1612, cuando hizo su entrada en esta
XXTi IKTROpUpClON.
ciudad, se celebraron grandes ñestas, cuyo costo ascendió
á 116 pesos que costeó el Cabildo.
£i gobernador Negrou falleció en la ciudad de Buenos
Aires el 26 de julio de 1613, entrando á ejercer la gober-
nación y justicia mayor el capitán Mateo Leal de Ayala,
que era á la sazón su lugarteniente.
Capitán Matbo Lbaíi db Átala, lugarteniente de Ne-
gron, por cuya muerte acaecicja el 26 de julio de 1613,
quedó en la gobernación de justicia mayor, hasta nueva
resolución del real Consejo de Indias, virey y real Au-
diencia de la Plata.
Capitán Manuel de Frías, delegado de Negron, des-
de el 17 de junio de 1610 hasta el. 11 de julio de 1611,
la primera vez, y la segunda, desde esta última fecha en
que se recibió nuevamente, hasta el 16 de julio de 1612,
que fué nombrado, por Negron y, el Cabildo de Buenos
Air^s, procurador general de estas Provincias cerca de la
Corte de España.
Su misión produjo la división de la gobernación de estas
Provincias en dos gobiernos, para uno de los cuales— el
de Guaira en 1618 — fué nombrado por el rey el misniu
Frías, tomando .posesión de aquel cargo en 11 de octubre
de 1€21.
General Feancisco González na'" Santa Cruz, desde
1613 hasta febrero de 1615..
. Don Feancjés na Bsaumont y Nav^vrra, interino, desde
el 8 de febrero de 1615, que tornó en Santa Fe posesión
del gobierno, hasta el 3 de mayo del mismo año.
Hkrnahdarias DB Saa\edra, 3* vez, desde el 3 de mayo
de 1615 hasta 1618 que, coutinuaudo la conquista del Pa-
raná, .iniciada por el ex-gobernador Santa Cruz, cuya
empresa fuera po^- éste encomendada á su hermano fray
Roque González de Santa Cruz, pasó al Paraguay, y di-
vidió las dos provincias del Paraguay y Buenos AireSv
Muri^ al fin j^n, Santa Fe en 1634.
La provincia del Rio de la Plata, por real cédula de 16
de noviembre de 1617, había de comprender las ciurdades
de Buenos Aires, Santa Fe, Garrientes y.|Conc^pe¡on del
Bei-mejo;la otra provincia de Guaira, teniendo por capital
la Asunción y comprendiendo á Guaira ó Ciudad Real/
Villa Rica y Santiaga de Jerex< Apegar del nombre de
Guaira, nunca se le dio otro, cesde 1618, que el primitivo
de Paraguay, cuyo primer gobernador fué don Manuel
de^Frias.
Don DiKQo DE GdKeoRA. Fué el primer gobernador de
la provincia |de Buenos Aires, independiente del Para*
guay, desde el 17 de noviembre de 1618 hasta octubre de.
1623 que falleció.
Don Alokso Psa^ai^B Salazár, natural de Santa Fe
de Bogotá, que, de oidor de la real Audiencia de Charcas
pasó por real comisión, á establecer las aduanas/del Tu-
cuman y Rio de la Plata, cuando sucedió la muerte del
gobernador Góngora, encargándosele el mando de esta
provincia interinamente por el virey de Lima^ don Diego
Fernandez de Córdoba, mar(]ués de Guadalcazar. Solo
gobernó un año, regresando al Perú. Entonces fué nom-
brado presidente de las Audiencias de Quito y Chuquisaca.
Tuvo el mando desde octubre de 1625 hbista el mism.o mes
del siguiente ano.
Don FravcIisoo db Oés^ross, desde el '18 deíoctubce de
1624hasta fines de 1631. Durante su gobierno se funda-i
ron varias iglesias^ y entre ellas la da Santo Domingo
SoriaBo, en la Banda Oriental del Uruguay.
Don P^DHo EsTjívAN DXviLA, hei*fqano del marqués de
las N*avas, desde el 06 de diciemíbre de 16|31 hasta noviem-
bre de 1637. En el primer año de su gobierno (1631) fué
tomada y destruida por los indios abipones la opulenta
ciudad de la Concepícion del Rio Bermqjo, fundada en
1685 por Juan- de Torres Navarrete.
Don Mjbndo db la Oubvá y B«ka vides, desde el ?9 de
noviembre 1687 heísfta 1640, que partió para Corregidor de
Oruro. Después d^ dejar libre de las ínv^i^iones de los
XXVm IKTftODUOCIOK
indios en los drstritos de Corrientes, construyó el fuerte
de Santa Teresa, para defensa de Santa Fe.
Don JüA.v Bernardo de la Curva y Bbnavidbz, hermano
de don Mendo, su delegado, durante estuvo ocupado en
hacer la guerra á los indios del Chaco, desde mayo has-
ta noviembre de 1640.
Don Ventura Mujica^ interino; solo gobernó siete íne-
ses desde el 16 de noviembre de 1640 hasta febrero de
1641, por haberle sorprendido la muerte.
Don Francisco Avbnda^o y Valdivia, interino, hasta el
16dejuliodel641.
Pedro de Rojas } Acbved j, interino, por muerte de
Mujiea desde febrero de 1641 hasta resolución de la Kcal
Audiencia de Charcas.
Don Andrés de Sandoval, desde el 16 de julio hasta
octubre de 1641.
Don Gerónibco Luis de Cabrera, sobrino de Hernanda*
rias de Saavedra, natural de Córdoba del Tucuman y
nieto de su desgraciado fundador desde el 19 de octubre
de 1641 hasta junio de 1646 que murió en la provincia del
Tucuman, de que era comandante general.
Don Jacinto de Laris, desde el 9 de junio de 1646 hasta
febrero de i 653.
Maestre de campo don Pedro db Baioorri Rurz, desde el
19 de febrero de 1653 hasta 1660. Defendió el puerto de
Buenos Aires de laiuvasion de los franceses que, en 1658,
pretendieron sorprenderle con tres navios al mando de
Mr. de la Fontaine, Timoteo de Osmat, por orden de Luis
XIV, rey de Francia, habiendo perdido la capitana y el
general.
Don Alonso de Mercado y Villacorta; por cédula de
13 abril de 1661 ^pasó del gobierno del Tucuman al de la
provincia de Buenos Aires. Fortaleció este puerto; me-
joró la situación de la ciudad de Santa Fe y, después de
tres años de gobierno; pasó otra vez al del Tucuman, don-
de aseguró la paz con los infieles de aquella provincia,
IUTRODÜCOIOH XXIX
ascendiendo de allí á la Presidencia de Panamá, donde
murió en 1681, con el títaio de marqués de Villacorta.
Don Jos]É> Martínez de Salazab, desde el 28 de julio
de 1663 hasta 1674. En su gobierno, se establecido en es-
ta ciudad la primera real Audiencia, que duró bcista el
año de 1673, en que fué estinguida, en virtud de real cé-
dula espedida el año anterior. Se levantó igualmente el
censo de la población, que rectifica loa datos que da As-
carate du Biscaj (1).
Don Andbbs de Robles, desde el 24 de marzo de 1674
hasta julio de 1678.
Don Jos^ dbGabbo, d^sde el 25 de julio de 1678 hasta
junio de 1682.
Fundada la Colonia del Sacramento, en 1680, por los
portugueses, enviados por el gobernador del Rio Janeiro,
don Manuel Lobo^ con una porción de emb arenaciones con
tropa, artillería, a^rtíñces j trabajadores al sosten j efectp
de la obra, fué Lobo reconvenido por el gobernador Gar-
ro. Lobo contestó que los portugueses moradores del
Brasil tenían permiso de su soberano para plantificar
nuevas poblaciones en las tierras vacías; y que habiendo
salido con, acuerdo del Ayuntamiento del Janeiro á bus-
car puerto donde establecerse, ninguno les había parecido
(1) Segan Aicarate du Biscay, Bnenos Air^s leaia, cu 1668; -400 casas
de barro, techadas de ca&a y paja, erao de un solq piso, muy espaciosas, con
huertas de naraujos, Umpneros, higueras y otros árboles frutales jr escelen -
tes legumbres. Las casas de los habitantes acomodados estaban adornadas
con colgaduras y cuadros; sus vajillas eran de plata y tenían muchos sirvien-
tes negros, mulatos, mestizóse indios, todos esclavos. £i número de hon>-
bres de armas llevar era de 600, y el de los escliivos triple de ente número,
pero que no se tenían en cuenta para la defensa, pprque no se les pernfitla
cargar armas.
La ciudad tenía por defensa un pequeño Fuerte de tieira ^obre el rio, ar-
mado de 10 cafiones de hierro, situado donde se halla actualmente la Gasa
Rosada (del gobierno nacional). Allí' residía el gobernador, con una guar-
nición á sus órdenes, compuesta de 150 hombres y ' un peqnefto cuerpo át
milíciM de recinosl (Véase B^uifta deBuen9$ «átr^i'tomolS, pág. 6.) .
Éias á propósito que aquel.» Garro áió en eegoida orden
al coinai>dan<te Antoinio de Vera Muxioa, pará'qt»e la to-
mase par asalto 7 la deemanteiase.. Las tropas de Bue-*
nos Aires tomaron la plaza el 7 de agosto de 1680.
Al ai^o siguiente (1681) fué devuelta la plaza, mediante
el tratado provincia) ajustado el 7 de mayo eu el segundo
congreso de Badajoz y Yelves.
Don JosB na Hberrra SoTOMAvoft, desde el 11 de junio
de 1682, hasta 1691.
Don AousTtK t^B R0BLB8, desde marzo de 1691 hasta
1698.
Don Juan db Vblazco y Tbjáda, interino, desde 1698
hasta febrero de 1700.
En 1^98, un aventurero, Mr. de Pointis, emprendió sa-
quear á Buenos-Aii'es, y tuvo que abandonar la empresa
en vista de la dísposiciou á resistir que manife9tai)a el
Tecindario, Al aüo siguiente (1699) los dinamarqueses
tratamn de apoderarse de la ciudad, retirándose en se-
guida ai ver 1-a disposición de los bonaerense?.
' Don MA^tJiiL Du Prado Maldonado^ desde el 6 de febre*-
ro de 1700 hasta julio de 1702.
En julio de 1701, el rey Felipe V, de España, cedió á
Portugal la <3olonia del Sacramento, de acuerdo con el
artículo b"^ del Tratado de alianza.
Maestre de campo don Alonso Juan db Vai^dbs Imclan,
desde el 3 de julio de 1702 hasta 1708.
En 1503 se habían introducido los primeros negros en
América, y en 1511 Fernando el Católico permitió su in-
troducción en mayor escala. En las Provincias del Rio
déla Plata, el gran mercado de ellos empezó durante el
gobierno de Valdés Inclan, en 1702.
Durante la guerra de sucesión, de España en que se
permitió álos franceses el privilegio de una compañía que
se llamó Asiento, pagaba 33 pesos y un tercio por cada
negro introducido; debía traer 38,000 ea la guerra y 40^000
á la paz: el privilegio era por diez años. En el tratado
nrTRODtrccíov xxxi
de UtrecH 4713, en qué áe concluyó la paz entre la Fran-
cia, España, Inglaterra y Holanda poniendo fin á la guer-
ra de sucesión, la Francia cedió ll la Inglaterra él Asiento
que los ingleses administraron en el Retiro^ actualmente
Plaza General San Martin, * '
El mismo gobernador consiguió, en 1705, arrojar á los
portugueses de la Colonia del Sacramento.
General Manuel db Velazco y Tejada, dasdé 1708
hasta una noche del mes de marzo de 1712, que, con noti-
cias de escesos que se le imputaron, fuié sorprendido por
el juez don José Mutiloa y Ahduesa., preso y remitido á
España, donde se le dio el correspondier/te castigo. ' 1*0-
dos sus bienes fueron secuestrados.
Don José Mutiloa y Anduesa, juez p^esqnisidor, envia-
do por la Audiencia de Sevilla, con el objeto dé sorpren-
der, como sorprendió, en una noche de marzo de 1712, al
gobernador Velazco, asumiendo en el acto el mando y
nombrando gefe de las armas al capitán Manuel Barran-
cos. Terminada su misión, puso en posesión del mandó
al qne con él había venido provisto gobernador, el corohel
Aroe, en mayx>de 1714. •
Coronel .Alonso de Akcs' y Soiiía,> desde'el 19 de
mayo hasta ^eá>bredel714: solo gobernó seis meses' pot
haberle sorprendido la muerte.
En este año (1714) loe portdgueses iufeD^taron apoderar»
sede Montevideo para poblarlo por su cuenta, pero fueron
desalojados poi* la/S tropas de Buenos Aires^ fundándose
entonces la dudad de San Felipe y Santiago. Por este
hecho como por muchos otros, el rey Felipe V' declaró á
Buenos Aires, el 5 de octubre de 1716 con los títulos d*e
muy noble y muy leal.
Acefalía, desde aquella fecha haáta mayo dé 1716^ á
consecuencia de la PRuaúBA guerra civil qué entonces 9t
iñiciarapor la posesión del gobierno: Esté era disputado
po^r el ingeiiieró don José &ermudefc, riombrádo interino
por el jaez Mutiloa, por t\ Cabildo que 'pretendía' no per*
XXXII IUTRODÜOCIOK
teneoer á Badie el gobierno político en aquella circunstan-
cia, sino al alcalde de primer voto, y por el capitán Bar-
rancos, qae manifestó la misma pretensión, en cuanto á
lo militar. Esta cuestión de competencia tuvo que deci-
dirse por las armas. Bermudes^ se encerró con 25 artille-
ros en la Fortaleza, y Barrancos le sitió con la caballería
hasta que el primero se vio en la necesidad de capitular.
Para evitar la repetición de estas cuestiones, el rey creó
en 1716, la plaza de teniente de rey, para suplir la falta ó
ausencia de los gobernadores.
Por cédula de 5 de octubre del mismo año de 1716, el
rey concedió el título de muy noble y muy leal á la ciudad
de Buenos Aires, según queda ya referido.
Coronel Baltasar García Ros, nombrado por el vi-
rey del Perú don Diego Guevara, obispo de Quito, des-
de el 23 de mayo de 1715, que tomó posesión del mando,
hasta julio de 1717.
El marqués de Salinas, fué nombrado, pero no llegó á
tomar posesión del gobierno.
Brigadier don Bruno Mauricio de Z abala, desde el 11
de julio de 1717. Fundó la ciudad de Montevideo con el
nombre de San Felipe y Santiago, en obsequio del Rey
Felipe y entonces reinante, dando principio en 1726, con
20 familias venidas de¡ Canarias, á las que se agregaron
algunas otras de Buenos-Aires, construyendo el fuerte
con los indios guaraníes, con los mismos que perfeccionó
el de la plaza de Buenos-Aires. En 1730 instaló el cabil-
do de Montevideo, delineándose por ingenieros la traza
de la ciudad, repartiéndose solares de 50 varas en cuadro
para casas á cada vecino, 81 suertes de Chacras y 19 es-
tancias, distribuyéndose 1600 ovejas; se repartió ropa y
utensilios á los mas necesitados; se fundó la Estancia del
^ey con 4500 cabezas de ganado vacuno y 2,080 caballos.
Se nombró cura párroco y se abrieron los cimientod para
la iglesia parroquial. En el mismo añq, 1730, recorrió
las costas de Maldonado. Zabala gobernó hasta el año
INTBODUCCION XXXIII
de 1734 y iDurió en Santa Fe, poco después de su regreso
del Paraná, en 1736 y según Funes en 1635.
En el gobierno del brigadier Zabala, el capitán francés
Estévan Moreau, después de amenazar á Montevideo
con dos navios, se desembarcó en Castillos, de donde fué
echado por las tropas de Buenos Aires, quedando Moreau
muerto.
Brigadier don Miguel de Salcedo, por ausencia de Za-
bala, desde el 23 de marzo de 1734 hasta junio de 1742.
En el mismo año, 1734, comenzaron las hostilidades con
los portugueses, poniendo sitio á la Colonia del Sacramen-
to, cuyo gobernador portugués, don Pedro Vasconcelos,
fué al siguiente año, 1735, batido y hecho prisionero por el
alférez don Estévan del Castillo, al m^indo de un desta-
camento de dragones.
Mariscal de campo don Domingo Ortiz de Rosas, desde
el 21 de junio de 1742 hasta 1745, que pasó á Presidente
de Chile, en donde, continuando sus servicios, se le dio el
título de Conde de Poblaciones.
Teniente general don José de Andonaegui, desde 1745
hasta 1756.
En vista de los presupuestos de gastos de forlificacion,
formados de orden del gobernador Andonaegui por el in-
geniero Cardóse, relativos á la de Montevideo y puerto
de Maldonado, que ascendían á la suma de 200,055 pesos
anuales, propuso (1747) al rey Fernando VI el arbitrio
de que cada dos años viniese una embarcación de 150
toneladas, con 27,000 libras de tabaco en polvo, labrado
en Sevilla y en la Habana, propio para la afición de los
habitantes de estas Provincias, cuyo consumo se gradua-
ba ascendería, en la de Buenos Aires á 15,000 libras, en la
de Tiwuman á 11,500 y en la del Paraguay á 500; á que,
agregados otros muchos artículos, que pudieran venir de
las reales fábricas para darles internación al Perú, mien-
tras se hallaba prohibida esta vía á los particulares, pu-
diera producir una buena renta, no solo para proveer á
zxziY nrTROBtrcdiOH
los espresados gastos, sino también para atenciones del
Estado.
La antecedente propuesta produjo al año siguiente
(1748) ei estanco del tabaco polvillo en estas Provincias.
El mismo año se renovó por bando público la espulsion
de residentes estrangeros con arreglo á las leyes.
Hasta el año 1751, el ramo de la Política, en Montevi-
deo, estaba confíado á su Cabildo j el de lo militar á co-
mandantes de armas veteranos. El rey la declaró en-
tonces Plaza de armas y gobierno político militar, confi-
riendo dicho empleo iil Cüionel José Joaquin de Viana. (1)
En 1752 vino de España el marqués de Valdelirios con
los comisarios competentes para el establecimiento de la
línea divisoria con la corona de Portugal, en virtud del
tratado de límites celebrado el año de 1750, de cuyas ope-
raciones resultó haberse rebelado siete pueblos guaraníes
de la parte Oriental del Rio Uruguay, por lo cual fué ne-
cesario pasase á contenerlos el gobernador Andonaegui,
en el de 1755, con un ejército de 1500 hombres, ausilia-
do de otro portugués de 1000, al mando del virey del Janei-
ro, conde de Bobadella. Los rebeldes fueron atacados y
derrotados en las Lomas de Üaibaté, con pérdida de 2500
hombres, con cuyo triunfo se allanó el paso hasta los
espresados pueblos, acuartelándose las tropas portugue-
sas en el de Santo Ángel, y las españolas en el de San
Juan, en donde permaneció Andonaegui hasta que fuá
relevado.
Teniente general don Pbdbo Antonio db Cbballos,
desde el 4 de noviembre de 1756 hasta agosto de 1766.
(1) Por muerte de don Domíugo Santos de Uriarte, que hacia de coman-
dante de la plaza de Montevideo, el gobernador Andonaegui puso ea el man-
do de ella interinamente al capitán Francisco Oorriti y al dar cuenta de ello,
en 16 de setiembre de 1749, representaba al rey lo conveniente quesería se
le nombrase gobernador político y militar. El rey, con fecha 18 de abril de
1761, resolvió como proponía Andonaegui respecto de gobernador en Mon-
tevideo, pero no condescendía en que recayese el empleo en Gorriti, sino en
el coronel Viana.
«jfTftoweeioN xxzv
Se distinguió en su espedicion de Misiones^ toma de la
Colonia del Sacramento, Rio Grande de San Pedro, Fuer-
te de Santa Teresa, Santa Tecla y San Miguel; y final-
mente en la premeditada sorpresa por el capitán inglés
Macn amara, que, con un navio y dos fragatas, pretendió,
el dia6 de enero de 1763, recuperar la espresada plaza de
la Colonia, y quien, después de dos horas y media de un
vivo y continuado fuego, pagó su temerario arrojo, incen-
diándose el navio nombrado el L&rd Clive.
Teniente general don Frakcisco de Paula BüCarbli y
Ursüa, desde el 15 de agosto de 1766 hasta agosto de
1770.
' En su tiempo tuvo lugar la espulsion de los jesuítas
de la América Meridional española. Embarcáronse
eülá Ensenada de Barragan, en la fragata de guerra
La Vénm, comandante el capitán de fragata don Gabriel
de Guerra, y en los buques particulares, ív^gMa, San Es-
tévan y bergantín Pájaro^ en número de 397 de todos los
Colegios y Residencias del Rio de la Plata, inclusas las
Misiones de Guaraníes y las de Mojos y Chiquitos.
En 1767 se sublevaron las.ti*opas españolas que guar^
Becían el Rio Grande de San Pedro en ambas bandas,
nombradas sur y norte, disgustadas de que elgobern<T,dpr
Bucareli no les enviaba pagamentos, y aunque la sedición
fué sofocada por el comandante principal don José de
Molina, en la banda del sur, costó la pérdida de la del
norte, que fué necesario abandonai , por haber deserta-
do la mayor parte de su guarnición.
Brigadier don Juan Josa dk Vebtiz y Salcedo, iíltimo
GOBERNADOR déla época colonial, desde el 25 de agosto de
1770, hasta la creación del vireinato por real cédula de 8
de agosto de 1776.
En vista de que los portugueses estondían sus estable-
cimientos de estancia hasta el Rio Icabacua, practicando
correríad mucho mas al sur, el gobernador Yertiz se tras-
ladó á Montevideo para recorrer los territorios españoles
XXXVI IHTEODÜCCIOir
de las fronteras portuguesas, con una espedicion de 1004
hombres, y consiguió por el momento desalojarlos sin no-
table oposición.
CBONOLOGÍA.
De los vireyes que gobernaron las Provincias del Rio de la
Flata, desde que fueron constituidas en vireinato, en
1777, hasta su regeneración ^política el 26 de mayo
de 1810.
1° El 15 de octuü/3 Je 17 í 7 se recibió de virej, goberna-
dor y capitán general de las Provincias del Rio de la Pla-
ta y supremo presidente de la real ^Audiencia de la Pla-
ta, el señor don Pbdro db Ceballos y C jbtbs, caballero de
la real orden de San Genaro, comendador de Sagra y Se-
net en la de Santiago, gentil hombre de Cámara de S. M.
con entrada, capitán general de sus reales ejércitos, co-
mandante general de Madrid y su distrito, consejero y
subdecano del supremo consejo de guerra.
Una espedicion española, al mando del general en gefe
de mar y tierra don Pedro Antonio de Ceballos, peimeb
virey de la Provincia del Rio de la Plata, zarpó de Cádiz
el 12 de octubre de 1776 y llegó al puerto de Montevideo
el 21 de abril de 1777. La referida ¡espedicion cojiBtaba
de 6 navios de línea, 5«fragatas, 6 buques mas de guerra y
llGtrasporteS; en que vinieron, á mas de sus tripulaciones
y guarniciones, 9316 hombres de desembarco, á que se
agregaron las tropas veteranas y de milicias existentes
en el país, {habiendo conducido desde España, para sus
gastos, dos millones de pesos fuertes en numerario.
Reforzado y servido el ejército por las milicias del país,
puestas á las inmediatas órdenes del coronel de dragones
don Ventura Caro, Ceballos marchó por tierra contraía
plaza de la Colonia del Sacramento, la cual, en pocos dias
de trincheras, fué rendida á discreción. Movía en seguida
sus reales contra el Rio Grande de San Pedro, cuando
en la mitad del camino le alcanzó la noticia de la paz,
BCTROmrOCION XXXVIt
por lo cna] regresó á tomar en Buenos Aires la posesión
de sn vireinato.
Porrea! cédula de 2 de febrero de 1778, se concedió el
comercio libre á estos puertos desde los habilitados en la
Península y la internación de efectos al Perú, creándose
las aduanas de Buenos Aires y de Montevideo.'
2** El 12 de junio de 1778, entró don Juan José Vbrtiz
Y Salcbdo (americano), caballero connendador de Puerto
Llanó,|de la orden de Calatrava y teniente general de los
reales ejércitos.
Coh el designio de formar varios establecimientos en la
Costa Patagónica y proporcionar la pesca de la ballena,
en aquellos mares, al año siguiente del gobierno de Ver-
tiz (1779), fué comisionado por la Corte de Madrid don
Juan de la Piedra, con el carácter de Intendente, para
conducir una gran porción de familias españolas pobla-
doras, que se repartieron en los puiltos de San Julián,
Puerto Deseado, San José y Rio Negro.
Esta empresa fué desgraciada respecto de los dos pri-
meros destinos, por las epidemias y mortandades.
Por el artículo 43 de la Ordenanza dej Intendentes, se
mandaba á éstos, por medio de ingenieros competentes,
la formación de mapas topográficos de sus provincias,
señalando y distinguiendo los términos dé ellas, sus mon-
tañas, bosques, rios y lagunas; en el siguiente 54, por me-
dio de los mismo8 ingenieros y dé sus relaciones indivi-
duales, se informasen particular y separadamente del
temperamento y calidades de las tierras que comprendía
cada provincia, de sus producciones naturales en los tres
reinos, mineral, vegetal y animal, de la industria y comer-
cio; y en el 55, que, con todo cuidado'y esmero, solicitasen
saberlas inclinaciones, vida y costumbres délos vecinos y
moradores de su gobierno. En cumplimiento de los cita-
dos artículos, el virey Vertiz tuvo que mendigar en gene-
ral todas aquellas referidas noticias recomendando á
su sucesor quedase iijado en la secretaría el mapa geo-
xzxTin imftOivooiOH
gráfteo de la América Meridional y el partioular instrui*
do de esta provincia, incluyendo al mismo tiempo los indi-
viduales informes suministrados por el intendente gene-
ral, que había recorrido todas las provincias del vireinato.
Este contenía seis iglesias catedrales, la de Buenos Aires^
la metropolitana de Charcas, la de la Paz, la de Santa
Cruz de la Sierra, la del Tucuman y la del Paraguay.
Tuvo el virey Vertiz fuertes y acaloradas conti'over-
sias con el obispo don fray Sebastian Malvar y Pinto,
(ascendido en 1783 al arzobispado de Santiago de Galicia)
que continuamente suscitaba disputas y tropiezos, toman-
do irregulares á imprudentes partidos, entre otros, el de
no cumplimentar al virey, como era de práctica, en el dia
del augusto nombre del soberano; retirar públicamente
sus vestiduras pontificales de la iglesia por la precisa
asistencia del virey á ella y negarse á toda contestación
de los oficios de éste; aun en distintas materias, con otras
demostraciones que solo servían de un general escándalo.
Y á pesar de todo eso, el virey Vertiz accedió á la erec-
ción de nuevas parroquias, á la sola indicación del prela-
do, sin pedirle las prescritas precedentes averiguaciones
y diligencias que comprobasen la necesidad de ellas.
Estableció una casado corrección, para el recogimiento
délas mugeres de mal vivir; la iluminación de esta capi-
tal (Buenos Aires], costeándose con la contribución de
dos reales al mes sobre cada puerta de calle; la Cuna á
Hospital de Niños Espósitos, erigida en 14 de noviembre
de 1779, á pedimento del síndico del Cabildo don Miguel
de Riglos; la imprenta, siendo la misma que estuvo aban-
donada muchos años en el real Colegio de Monserrat, en
Córdoba. (1)
(1) El doctor Martin de Monstj (finado enBonrglaRerae, Francia, el 28
de marzo de 1879, á la edad do 59 a&os) sufrió oquiyocacion al atribuir
la fundación 'del Colegio de Mouberrat al doctor Ignacio Duarte j Quirós,
fijándole la fecha de 1685, como se podrá juzgar por la relación siguientei-^
Entrando por el primer corredor de la Universidad de San Carlos, Cór^
UrTBOD^GCIOK
En la época de la sublevación del Perú (1780), encabe-
zada por don José Gabriel Coiidorcanqui, Tupac-Ama-
ru, cacique de Tungasuca, concurrió con sus acertadas
providencias á la pacificación de aquel reino. Por las
atenciones de la guerra con los ingleses^ pasó á Montevi-
deo,, donde se mantuvo hasta la paz, y entregando, en
1784, el mando de virey á su sucesor el marqués deLore-
to, se restituyó á España, donde falleció en lt99.
Fundó el real Colegio de San Carlos en 3 de noviembre
de 1783, un Hospicio para Pobres Mendigos, de que se
hallaba infestada esta ciudad, encargando de su recolec-
ción al capitán de milicias don Saturnino Alvarez.
Además de la reducción del Gran Chaco, sometió con
sagacidad, blandura y buen modo mas de 6000 indios de
las naciones mataguayas, chunupíes, málvalas y signipes.
En las fronteras de Charcas y Tarija, fundó algunas
reducciones de indios chiriguanos y chunumatas; en la
testera del Chaco y fronteras de Tucuman había 8 reduc*
ciones de mataguayos, vilelas, lules, tobas, abipones é
isistines, en número como de 5000 indios: en las fronteras
de Santa Fe, otras 5, una en San Javier, otra en San Pe-
dro, de indios mocovíes, otra de charrúas en Cayastá,
doba, se llega á un espacioso galón de lectura. A su estremo superior,
se halla una cóaaoda silla poltrona antij^na, colocada sobre madera labra*
da de realce ó sea plataforma, como de un pié de alto, y sobre ella des-
cansa el retrato de un eclesiástico de benévolo aspecto; en uno de sus
ángulos se lee la inscripción siguiente: El Illmo, doctor don Fray Fer»
fiando Tr^o y 8anc¿bria^ de la arden Seráfica^ naiural del ParagxMíy^ fué
consagrado en Quito por él señor Solis; fué Provincial en el Perú; tomó
posesión en el año de 1595 y murió en 1614\ celebró él único Sínodo y for-
mó el Arancel con la aprobación del Tribunal de Justicia; fundó la üni"
tersidad mayor de San Carlos y Monserrat en 1613, destinando á tan im-
portante obra todos sus bienes terrenales después de su muerte^ pero dando
antes 40,000 pesos á los Jesuitas para ayudar á levantar las escuelas de
Latinólas Artes y Teología. Esta disposición fué aprobada en 1622 por
los Papas Gregorio XV y Urbano VIH, y por los Reyes Felipe III y
Felipe IV. ^ (Véase The Standard áe Buenos Aires, de 29 de junio de
1870, bajo el epígrafe «Córdoba and its Sierras,» by F. R. G. S«)
XL IUTBODÜCCIOH
otra en San Gerónimo, de indios abipones, en número co-
mo de 2000: y las del Paraguay, una de indios mocovíes
también en los Remolinos, con otros de indios bayas y
guaicurúes.
Se mandó colocar un puente sobre el Desaguadero, para
la unión de éste al Rio Tunuyan. Se formaron estable-
cimientos en la Costa Patagónica, en cumplimiento de
real resolución, dejando en los puertos de San José, San
Julián y Deseado, pilastras que acreditasen la pertenen-
cia del rey de España.
Cuando el Virey Ceballos se retiró para España, dejó
formada la junta superior provincial de esta capital y las
municipales, mandadas crear en las demás ciudades, se
establecieron después del ingreso de Vertiz. A dicha
Junta estaban subordinadas las erijidas en las cuatro
Provincias del Rio de la Plata, Tucuman, Paraguay y
Cuyo; en la 1* se hallaban establecidas las municipalida-
des de esta ciudad, la de Corrientes (con Entre Rios)
Santa Fe y Montevideo; en la 2^ la de Córdoba, Santiago
del Estero, San Miguel del Tucuman, Catamarca, Rioja,
Jujuí y Salta; en la 3\ la de la misma Asunción del Pa-
raguay, y en la 4** y última, la de Mendoza, San Juan y
San Luis, todas las cuales se entendían en sus dudas»
consultas y aprobaciones con la Junta superior provincial.
3° El 7 de marzo de 1784 entró de virey don Nicolás
DEL Campo, marqués de Loreto, mariscal de campo de
los reales ejércitos y gentil hombre de cámara de S. M.
con entrada, siendo el primer Presidente de la real Au-
diencia pretorial que se fundó en esta ciudad.
En vista de que la distancia de la provincia de Buenos
Aires á la real Audiencia de la ciudad de la Plata difi-
cultaba los recursos y causaba á sus habitantes el des*
consuelo de no podérseles administrar justicia en sus
causas, con la brevedad que deseaban, por real decreto
de 25 de julio de 1782, el rey dispuso la creación de una
nueva Audiencia Pretorial y Chancillería real en la ca-
fNTBODVOCIOK XLI
pital de Buenos- Aires, señaiilándola por distrito, la pro-
vincia de su nombre, la del Paraguay, Tucuman y Cuyo.
Comunicada esta resolución por real cédula de 14 de
abril de 1783, y la remisión del sello de las armas reales
que debía servir para esta Audiencia por la de 16 de no-
viembre de 1784, se verificó su establecimiento, con la for-
mal apertura que se ejecutó á las diez de la mañana del
lánes 8 de agosto de '1785, habiendo tenido la entrada
pública del real sello el martes 9 por la tarde. El virey
marqués de Loreto, así lo dispuso, acordando con los se-
ñores regente y oidores que se solemnizase el acto con
misa de gracias en la catedral con asistencia del Tribunal
de real Audiencia, del de Cuentas y del Cabildo secular,
7, en manifestación de júbilo, se pusieron luminarias en
esta ciudad 3 dias, comenzando el domingo por la noche.
4** El 4 de diciembre de 1789, se recibió de virey el te-
niente general de los reales ejércitos don Nicolás de Aa-
&BD0KD0.
En el mismo año de 89 (20 de setiembre) llegó al puerto
de Montevideo, procedente de Cádiz, la espedicion cien-
tífica al mando y dirección del brigadier Alegaudro Ma-
laspina, con destino á dar la vuelta del mundo y hacer
varias investigaciones astronómicas, geográficas y de his-
toria natural, para cuyo efecto, en las corbetas de S. M.
C. la Descubierta y Iti Atrevida, vinieron oficiales es-
pertes y facultativos de todas clases, que practicaron tra-
bajos útiles sobre las costas del Rio de la Plata y Patago-
nes. El célebre naturalista botánico, don Tadeo Haenke,
alcanzó la espedicion, de que formó parte en Santiago de
Chile, el 10 de abril de 1790. (1)
(1) Haenke lavo la mortiñcacion de llegar á la Isla de Leou dos horns des-
pués que las corbetas habían salido de la hüila de Cádiz. A ese contras-
te, se le agregó otro. Habiéndose embarcado pnra Montevideo en un
buque del comercio, en la que, próximo ya al puerto, tuvo la desgracia
de naufragar hacia Punta de Carretas. Ocho dias hacia que las corbetas
habían dejado aquel puerto: asi le fué necesario presentarse al yirey, pidien-
XíÁi nrTBODVQCfOir
b"* El 17 de marzo de 1795 entró de virey don Pbdao
de Portugal y Villbna, caballero del orden de Santiago,
gentil hombre de cámara de S. M., con ejercicio, primer
caballero de la reina y teniente general de los reales
ejércitos.
Con motivo de la guerra con los ingleses, el virej Meló
pasó á Montevideo, donde contrajo una enfermedad de la
que murió el sábado santo 15 de abril de 1797. Su
cuerpo fué conducido á Buenos- Aires y depositado en el
Monasterio de las Monjas Gapu chimas, del que había sido
constante protector.
6° El 2 de mayo de 1797 se recibió de virey interino,
por muerte del precedente, el sub inspector general de las
tropas de este vireinato, ex-gobernador (cuarto) de Monte^
videO; don Antonio Olagubb Fbliü, caballero de la real
orden de Carlos III y mariscal de campo de los reales
ejércitos. Sucedióle en el gobierno de Montevideo ol
brigadier don José de Bustamante y Guerra, comandante
de marina, como 5^ gobernador de aquella plaza.
7® El 14 de marzo de 1799 se recibió de virey en propie-
dad don Gabbibl db Avilbs y db Fjbrro, marqués de Avi*
les y teniente general de los reales ejércitos.
£ste virey dio libertad á los indios de los Pueblos de
Misiones, adjudicándoles tierras y ganados y confirién-
doles el decreto de poseer propio peculio (1).
S"" El 20 de mayo de 1801 se recibió el mariscal de
eampo don Joaquín del Pino.
El señor del Pino había sido (2'*) gobernador de la pl#*
za de Montevideo en 1773, en que sucedió áViana.
do las órdenes j ausilioa del caso para continaar sa derrota en basca de la
espedicion, empleiiudose eu el camino en su ramo de naturalista botánico,
¿ qne estaba comisionado en el servicio de S. M. C.
(1) Damos mas adelante la Memoria del marqués de Aviles, inédita, hasta
alio ra, pasada, como era de práctica, á su sucesor, por la cual se tendrá un
perfecto conocimiento del estado de estas Provincias hasta el año de 1801.
Es también el último virey que haya tenido ocasión de pasar un documento
de esa clase, cosa que no pudieron hacer sos sucesores.
IHiranta 8a gobierno, el mas pacífico que tuviera la épo«
ca del vireÍDato, se fundó, en 1801, el primbr peri<Sdico
titulado TeUgraifo Mercantil, etc., y al año siguiente 1802,
el segundo, con el título de Semanario de Agricultura; una
cátedra de anatomía, dirigida por el doctor Febre, las de
medicina y química, por el doctor Argerich, y una escuela
particular de pintura, por don José Salas, y otra de idioma
francés.
Estas concesiones, no acordadas por ninguno desús
antecesores, prepararon el camino que necesariamente
debía conducir á la libertad de estas Provinoias, á que
concurrieron los sucesos posteriores.
El virey del Pino falleció en Buenos Aires el 11 deab;ril
de 1804.
9** El 28 de abril de 1804, por fallecimiento del prece-
dente, se recibió interinamente el sub-inspector de las
tropas, ex-gobernador intendente de la provincia del Tu-
cuman don Rafael db Sobrbmonte, marqués de Sobre*
monte y brigadier de infantería, hasta el 22 de enero de
1805, que quedó de virey en propiedad.
En este último año citado (1805) arribó al puerto de
Montevideo el portugués Antonio Machado, dueño de la
fragata nombrada c Rosa del Rio, » trayendo la vacuna,
que al punto fué propagada allí, pasándola después dicho
Machado á Buenos Aires en una negra recientemente
vacunada.
El nombre de Machado merece se perpetúe en los ana-
les de estas Provincias, para eterno reconocimiento délas
generaciones futuras.
El 8 de junio de 1806 se presentó en el Rio de la Plata
una escuadra inglesa al mando del comodoro Sir Home
Popham, con los navios Narciao, Encuentro, Diade^nOi,
Razonable y Diomedes y varios trasportes; y á las ocho
de la noche del 24 del mismo mes, estando el virey Sobre-
monte en- el teatro, recibió la noticia de que los ingleses,
al maado del general jCruillermo Garr Beresford^ se desem-
XLIV IUTBODUGCIOV
barcaban en los Quilines, después de haber sido rechaza-
dos en la Ensenada de Barragan. Al dia siguiente, 25,
operaron en efecto su desembarco, en número de 1560
hombres en el referido punto de los Quilmes.
Apoderados los ingleses de la ciudad de Buenos Aires,
el 27 de junio de 1806, el virey Sobremonte no adoptó mas
. medida que la de ponerse en camino para Córdoba, adon-
de anunciaba trasladar la capital del vireinato y ordena-
ba que las autoridades le siguiesen. No fué obedecido, y
sí destituido por su incapacidad y cobardia.
Una fuerza organizada con la mayor rapidez, en Mon-
tevideo, par.a proceder á la reconquista de la capital, á
cuyo frente se-puso el capitán de navio don Santiago Li-
niers, consiguió, con el ausilio de las fuerzas de Buenos
Aires, hacer rendir á discreción al general Beresfprd, el
12 de agosto de 1806, con pérdida de 417 hombres entre
muertos y heridos, 1600 fusiles. 26 cañones, 4 obuses y 4
banderas.
Estas se exhiben en la catedral de Buenos Aires en los
dias de gran solemnidad nacional, tales como el 25 de
Mayo y el 9 de Julio.
10. El 27 de junio de 1806, el mayor general don Gui-
llermo Carr Bbrbspord, (después lord vizconde y grande
de España); se apoderó de esta capital, á nombre del rey
de la Gran Bretaña, con una fuerza de 1560 hombres, que
entraron sin oposición, habiendo el señor de Sobremonte
brillado por su ausencia, y saboreándolos laureles de la
victoria en las provincias del interior (Córdoba).
11. El 12 de agosto de 1806, el capUan de navio don
Santiago Linibrs y Bremont se puso al frente de las tro-
pas del rey de España, y después de un vivo ataque y de
una heroica resistencia de parte de las fuerzas británicas,
logró rendirlas á discreción, apoderándose de la persona
del general Beresford como prisionero. El 14 del mismo
mes, el Cabildo, á petición del pueblo, lo nombró interina-
mente gobernador político y militar, hasta que determi-
r
nase el rej-de Espaiia, y depusQ formalmente del mando
al cobarde y desleal Sobremonte.
El 29 de junio do 1807, llegaron pliegos de España,
nombrando de virey interino al gobernador de Montevideo
don Pascual Ruiz Huidobro. Los ingleses qne se habían
apoderada de aquella plaza lo habían hecho prisionero,
por lo que recayó el mando como también el nombra*^
miento, por la corte de Espa'ña, de virey y capitán general
interino en Liniers, que también acababa de recibir el
grado de brigadier déla real armada, por ser el único
oficial de mayor graduación que no había sido juramen-
tado, recibiéndose interinamente de gobernador y capitán
generol del vlreinato y presidente de la i:eal Audiencia
pretorial, según estaba dispuesto por real orden.
Don Martín db Alzaqa, alcalde de primer voto, por la
ausencia del general Liniers que fué derrotado por la di-
visión del general inglés Craufurd, el 2 de julio de 1807,
en Miserere, con pérdida de 60 hombres muertos, 70 pri-
sioneros y 9 piezas de artillería, se hizo cargo de la defen-
sa, con toda la energía de que solo él era capaz en aquel
terrible lance.
Derrotados los ingleses, en todas direcciones, el dia 6
de julio les fué concedida por el general Liniers, una capi-
tulación que ratificó Whitelocke, efectuando el embarque
de su ejército por el Retiro, del 8 al 13, y dando la vela
para Montevideo, cuya ciudad quedó completamente eva-
cuada dos meses después.
La ciudad de Buenos Aires tuvo él tratamiento de esce-
leticia, concedido por la corte, el general Liniers el grado
de mariscal y la confirmación del mando. que investía por
elección popular, y á las felicitaciones de todos los pue-
blos del vireinato, la ciudad de Oruro se señaló haciendo
á la ciudad vencedora el obsequio de una lámina de plata,
con una iuscripcion en oro macizo, que fué solemnemente
presentada al Cabildo de Buenos Aires el 24 de diciembre
de 1807, j 06 coüeerva en el salan que hoy occrpa el Tri^
bunal de Justicia.
El 16 de mayo de 1808, en virtud de real despacha, se
recibió de virey interino don S. Liniers y Breraont, caba-
llero de la orden de San Juan, comendador de Ares en
la de Montera, regidor perpetuo de esta ciudad, %on asien-
to, voz y voto, agraciado con títulos de Castilla, libre de
lanzas y medias annatas y almirante de la real armada^
12. El 19 de julio de 1809 se recibió de virey doiji Bal-
tasar Hidalgo db Cishbbos t Latobbb, pensionado de
la real distinguida orden de Carlos III y teniente general
de la real armada en la plaza de la Colonia del Sacra*
mentó, adonde los oidores de la real Audiencia, del Ca*
bildo y demás autoridades mandaron una diputación; por-
que^ teniendo dicho virey que evacuar asuntos del real
servicio, había hecho escala en aquella plaza. Por cuyo
motLvo,nombró al regente de la real Audieucia don Lucas
Muiífoz CrBBBO, para que ocupase el gobierno político y
la superitendencia de la real Hacienda, y al mariscal de
campo don Yicbntb Nibto, para comandante de armas,
cuyo destino entró á desempeñar el 20 de julio de aquel
año (1809), en que cesó Liniers.
El 29 del mismo mes llegó á Buenos Aires el señor Cis-
neros, que gobernó hasta el 25 de mayo de 1810, en que se
instaló la Junta superior gubernativa de las Provincias
del Rio de la Plata, terminando con él, en esta parte de la
América, la dominación española, para dar lugar á la
ITACIONALIDAD ARGBNTINA.
El señor Cisneros permaneció en Buenos Aires hasta el
22 de junio, en cuya noche, á las sietey media^ fué sacado
de su casa, llevado al Fuerte y de allí embarcado con des-
tino á Europa. Con la misma fecha de su salida de esta
ciudad, pasó al rey de España su informe sobre los suce-
sos de estas Provincias hasta el 25 de mayo de 1810, que
la esposa del virev remitió á su destino y cuya copia puede
verse en la Historia de Belgrano por B. Mitre, 2' edición.
nmoDüCCioir nvn
r
Don Frahoisoo Jayibs Elio, mariscal de campo, que
había llegado á Montevideo, el 12 de enero de 1811, en la
iragata de guerra Iphigenia, procedente de Cádiz, pro-
visto de vi rey de estas Provincias, requirió desde luego á
la Junta de Buenos Aires, para que reconociese las cortes
generales, enviando el 17 (enero) al oidor de Chile, don
José de Acevedo, con varias proposiciones. Este regresó
el 24 con la respuesta de que la Junta se negaba á recono-
cer las Cortes, hasta que se tratase este asunto en el Con-
greso general de las Provincias, que debía formarse muy
pronto, según se le advirtiera. El virey Eüo, en esta vir-
tud, declaró, el 12 de febrero, que la Junta era rebelde.
£1 desgraciado general Elio tuvo uu 6n verdaderamen-
te lamentable. En consecuencia de la sublevación de
l<»s artilleros que ocupaban la fortaleza de Valencia, el 30
de mayo de 1822, de que aquél era capitán general, fué
juzgado por el tribunal militar ordinario, que presidió el
general Vil lacainpo, el 2dé junio, y sentenciado el 27 de
agosto á la pena mas ignominiosa que conocen las leyes
españolas, la del garrote. Pasada la sentencia al audi-
tor de guerra, no solo la confirmó^ sino que pidió se ejecu-
tase inmediatamente conforme á la ley marcial del 17 de
abril de 1821. Después de haber sido despojado de sus
honores, sufrió la pena de muerte el 4 de setiembre de
1S22 alas once de la mañana, por medio del garrote. El
pueblo acompañó al reo aclamando t ¡ Muera Llio I — su
sangre cimentará el edificio de la constitución I* (1)
MEMORIA DEL VIREY AVII^ÉS
Exmo. señor Virey don Joaquin del Pino.
Exmo. señor :
Este es el segundo mando que tengo la satisfacción de
entregar áV. E., cuya notoria ciencia gubernativa y polí-
(1). Estracto de carta escrita par un liberal de Valencia publicado en The
M ^ming Uhronicls de Londres de aqaella época.
XLVni IlffTttODITGCrON
tica irá corrigiendo los errores que paeda haber cometi-
do en los dos años y dos meses que he gobernado este
vireinato. Me abstuviera de formar esta relación de
gobierno, porque no me parece necesaria para el claro
talento de V. E. y sus vastos conocimientos y práctica
de estos países; pero estando mandado asi .por S. M. no
puedo eximirme de cumplir sus reales mandatos debiendo
contraerme á esponer que no tengo la satisfacción de ha-
cer á Y. E. la relación de un gobierno arreglado en todos
sus ramos, como lo estaba el de Chile, que fué el primero
en que tuve tan digno sucesor.
Este vireinato de las Provincias del Rio de la Plata
está tan en embrión que, para ponerlo en un regular giro,
se necesita bien el talento de V. E. y mucho tiempo de
gobierno para que tome un curso ordenado en todos los
ramos, y así solo por mayor hablaré algo de cada uno de
ellos, que será mas que suficiente para que, conociendo
V. E. los males de mas gravedad, pueda dedicar sus co-
natos á corregir los de mayor necesidad y urgencia; y
me contraeré á dar á V. E. una idea de los principales
objetos qne, en el corto tiempo de mi mando han merecido
con preferencia mi instrucción y disposiciones. Tales
han sido los pobladores que vinieron de España para la
Costa Patagónica. Las poblaciones de ésta, de Chasco-
miis y del Rosario; las reducciones del Chaco: los infelices
treinta pueblos de Misiones Guaraníes: el comercio marí-
timo, los estrangeros que han arribado á nuestros puertos:
la policía necesarísima de esta capital: el decadente esta-
do de la Real Hacienda en las Tesorerías de la Paz,
Oruro, Salta, Paraguay, etc.: La Minería y banco de
rescates de Potosí: la real renta de Tabaco: el real ramo
de Temporalidades y la perteneciente al de Guerra.
POBIíACION
En el año de 1778 dispuso nuestra Corte que se poblase
la Costa Patagónica, y á este ñn de cuenta de S. M. se
IKTEO)>UCCÍ<nT XLIZ
enyiat*on desde España machas familias que, por provi-
dehcia interii.a, se depositaron en la jurisdicción de Mon-
tevideo, Maldonado y Colonia del Sacramento, y algunas
en las Guardias de esla frontera, y como el único parage
de la Costa Patagónica, donde se pudo hacer Restableci-
miento fué sobre el Rio Negro, donde apenas se colocaron
muy pocos pobladores y tai^ provisionalmente, que, aun
en el dia se les están construyendo casas. Quedó por
consiguiente un grande número de estas familia^ sin uti*
lidad del Estado y con gravamen del real Erario que les
ha estado suministrando á real por las cabezas de fami-
lias y á medio real por cada individuo de los hijos de
ellas, y á algunos se les abonaba alquiler de casa, lo que
ha causado unos gastos tan enormes como inútiles al Es-
tado, que, no solamente no aprovechó en la población y
agricultura de estos campos este número de vasallos^
sino que por el contrario perdió machos de ellos, cuyos
brazos en tantos años de inacción se han hecho inertes
para el trabajo.
No han sido estos solos los daños que resultaron de la
retardación en colocarlos, sino que por las providencias
medias de situarlos interinamente no dándoles posesión
formal de terrenos, ni cerrando con claridad algunas con-
ti*atas, han rebultado un sinnúmero de pleitos sobre al-',
canees contra la real Haciendia y recursos á la corte, por
los intereéados.
Antes de llegar á este mando tenía yo alguna noticia;
en confuso de la inacción en que estaba el asunto de po-^
bladores, y comprendiendo lo necesario que era su con-
clusión luego que pasó aquel tiempo que necesita todo
gobernador que entra en un mando nuevo y que otros
asuntos de urgencia me permitieron dedicarme á este
objeto, determiné (juzgándolo por mas útil al Rey y á los
interesados) íratar de transaciones ó convenios con los
interesados y dar establecimiento en las fronteras del
Brasil á los que no admitiesen partidos racionales.
4
h ]lf7RQ]>I7C01O9
. Apesa>T de estos buenos deseos que, de contado, se diri*
gían á libertar al Rey del desembolso de cerca de 50,000
pesos que anualmente se suministraban, por razón de las
dichas asignaciones, nada podrá adelantar sino me prO'
porcionaba Dios un sujeto que tuviese disposición para
un encargo mas prolijo y molesto de lo que parecerá á
quien no se haga caríjfo de la clase de gentes con quienes
se había de contratar, y que habiendo calculado á su fa*>
Yor grandes alcances contra el Erario por las asignacio*
nes que no se habían satisfecho en los afios anteriores,
acompañados de la rudeza propia de su clase, sería indiS'»
pensable mucha paciencia y talento á parte para persua^
dirlos. Pero la divina Providencia que, por sus inescra*»
tables juicios, tan benéfica se muestra conmigo, solo por
su infinita misericordia, me proporcionó al señor don Fé*
lix de Azara, capitán de navio de la real armada, primer
comisario de la partida de demarcación de la frontera del
Paraguay, quien se hallaba en esta ciudad, sujeto en quien
había advertido un modo de pensar muy puro y cristiano,
acompañado de un verdadero amor patrio, de cuyos estí-
mulos animado, tomó gustosamente esta comisión, sin ma^
interés que el de manifestar su fidelidad al Rey y dedica-
ción al bien común, como buen patricio, incomodándose
y haciendo los gastos de viage y de su mantención y su-
balternos por países despoblados.
A poco de haber pasado á la otra Banda y publicádose
mi superior resolución de establecer por último á dichos
pobladores en Batoví^ hicieron presente algunas familias
sus achaques, otras sus edades avanzadas y otras varia^
ciones de motivos que tenían para no ir á su destino; pro-
poniendo al mismo tiempo que si les daban de contado los
alimentos correspondientes á un ano estendiéndose desde
1"" de setiembre último, fuera del alquiler de la casa, con
libertad de establecerse donde les acomodase, con las
prerogotivas de pobladores, y su derecho á salvo contra
la real Hacienda por sus créditos anteriores, darían por
eampHda su (x>ntrata eon el Bej, en lo qua coiivi^p el
señor comieioDado Az^ara, añadiendo en favor de lP3 vei^
daderamente impedidos por sus enfermedades, etc. algún
ausilio mas. Y con 7416* pesos 7 reales quedó esta tran-;
sacion hecha respecto de 156 personas de dichas familias
que recibieron el dinero que á cada uno le correspondía;
las demás siguieron al establecimiento.
Para los pobladores dependientes de Maldonado, se
comisionó á su oficial real don Rafael Pérez del Puerto,
quien hasta ahora solóme ha avisado haber concluido
esta materia con 18 familias poblsidoras. Verdad es que^
como allí se había dado en tiempo anterior á cada kpq
u&a casa formal, haya mas dificultad ^ un convenio ra^
cional y prudente, y si á este puro é íntegro paiflistríO dci
hacienda le acompañara mas resolución estaría ya con--
cluido este apunto que inútilmente ha importado millones;
teoiendo por último comprometido al real Erario por cer-
ca de los dichos 50,000 pesos anuales, de cuyo desembolso
puedo asegurar que está libre.
Cuando había principiado su comisión el señor Azara^
recibí la real orden de 18 de enero de 1800, en que S. M,.
rae manda y autoriza para establecer á las menoiouadas
familias pobladoras en donde me pareciese convenienteii
aunque no sea en 1-a Costa Patagónica, que había sido su
primer destino.
Luego que se concluyó el convenio final coii los encar*
gados al señor Azara, se dirigió éste á la frontera á prin*
cipiar unas poblaciones tan interesantes, como que ellas:
serán el único medio de contener á los portugueses, que,
á pesar de los convenios de arabas naciones, procuran
irse introduciendo en nuestros dominios, y si se continúan
por nosotros estos establecimientos, se atajarán las estrac-.
cionesque hacen de ganados los de aquella nación con
utilidad suya y perjuicio nuestro, y se impedirán al pro-
pio tiempo otros contrabandos que se introducen. En el
dia Be han establecido 80 individuos en San Gabriel de
Lu nrTBOBüoCKm
Batóví, enlas inmediaciones del Rio Ibicuí, estando ya
concluida la iglesia y nombrado capellán. Va también
á hacerse otra población en el Monte Grande, la que en
el dia se halla emprendida con el establecimiento de va-
rios pobladores, fuera de los indios libres que pagaron á
agregarse teniendo todos sus correspondientes suertes de
tierra, cuya situación esál'x otra Banda del Rio Santa
María, y se denominará la Esperanza^ bajo la protección
de San Félix. Es de advertir que, siendo nuestros pobla?
dores ca»i bárbaros y muy mal habituados, ha tenido por
conveniente el señor Azara admitir entre ellos algunas
familias portuguesas honradas, laboriosas y de mejores
costumbres, para que aso ejemplo, ó por emulación, $e
hagan de mejor conducta.
Es tan conveniente la continuación de estas poblacio-
nes, no solo en toda la frontera, sino también en el espa-
cio que se comprende entre ésta, el Uruguay y el Rio Ne-
gro, que si se concluye esta operación repartiendo entre
muchos moderadas porciones se conseguirán dos benefi-
cios, el uno estinguir los vagos que infestan aquellos cam-
pos robando ganados y mugeres, y cometiendo varios
homicidios, y el otro precisar á los gentiles, charrúas y
minuanes á desamparar aquellos terrenos ó reducirse, á.
poblaciones, libertando aquellas estancias de sus incur-
siones en cualquiera de estos casos, pero deben tener la
precaución que antes dije de repartirse entre muchos,
así por que es mas útil al Estado, que un terreno man-
tenga muchos vasallos, que no pocos, como también por-
que, siendo mucho el vecindario de aquellos campos, ten-
drán menos proporción de abrigarse en ellos los foragidos,
y en caso de invasión de infieles se hallará mas gente
próxima para reunirse y rechazarlos.
Con estas ideas, antes de haber resuelto el establecí-,
miento de las familias que vinieron de España, había
pensado cubrir las costas del Rio Negro en defensa de
los hacendados de la otra Banda, que se quejaban de las
nmtODücciov • liu
invasiones de los gentiles fundando dos poblaciones en las
cabeceras de los Rios Yapeyú y del Queguay, á cuyo fin
comisioné, con un destacamento de tropa, al capitán de
Blandengues don Jorge Pacheco, encargado de rechazar
y contener á los infieles.
Luego que recibió mis órdenes, contestó con pronta re-
signación en lo que pertenecía á operaciones militares,
pero poniendo muchos obstáculos para eximirse de for-
mar poblaciones suponiéndose, sin las luces suficientes, y
lo principal y mas sólido de sus representaciones que
siendo aquellos j)arages tan distantes de aquellas pobla-
ciones no hallaría colonos por temor de quedar* espuestos
al furor de los indios, sin fuerzas bastantes para resis-
tirlos.
Para evitar estos daños y dar algún principio á mis
ideas, se le contestó que no se pensaba hacer unas pobla-
ciones tales que necesitasen algún facultativo que las
organizase con grande exactitud, y que para trazar las
calles, según los cuatro puntos cardinales poca ciencia
se necesitaba, y que bastaría que el parage donde esta-
bleciese su real, para desde él batir la campana, fuese
principio de una población. Entre estas contestaciones y
la remisión de algunos iltiles que perdió, se iba conclu-
yendo el verano, pero por fin, resuelto que todo lo que era
antes dificultad por parte de Pacheco se allanó tanto
que prometió que, si se le acudía con los ausilios, formaría
cuatro pueblos en breve. Esta repentina mutación me
hizo advertir, aunque tarde, que yo no había penetrado
bastante lo que podía resultar dfel sistema principiado, y
habiéndose mandado que, dejándose de poblaciones, aten-
diese solo á ahuyentar los enemigos, me hallé con una
carta suya, en que rae esponía que ya era preciso hacer
una población en las inmediaciones de uno de los arro-
yos que entran en el Uruguay, porque tenía mas de 50
pobladores, que, con muchos ganados, se habían puesto
en movimiento: que de despedirlos sé le seguirían nota-
falV DTTKOinTGCIOir
bles perjuicios y que á su espedicion se le imposibilitaría
el éxito feliz, no teniendo aquel parage donde asegurar su
caballada. Además de que otros antecedentes siu la
variación total de su modo de pensar, me habían hecho
entrar en desconfianza; y el no especificar el parage pre-
ciso en que pensaba fijarle me acabó de hacer conocer
que tiene mas valor para acometer á los indios, que para
resistir otras sujestiones; como así se lo contesté con cla-
ridad, mandándole que solo hiciese ese pueblo y no aten-
diese mas que á ahuyentar los enemigos; y el teniente
gobernador de Yapeyú (á quien había mandado yo que
por su parte hiciese un establecimiento de sus indios á la
parte oriental del Uruguay) me representó oponiéndose
aloque había yo dispuesto' (deque por la parte oriental
de aquel Rio no se incluyesen los terrenos reservados,
según tenía mandado para que los poblasen los guara-
nís, á quienes en justicia pertenecen), pero Je respondí lo
contestado á Pacheco sobre que solo se formase un pue-
blo.
El alma de todos estos manejos no es otra que querer
algunos hacendados dilatar sus posesiones á lo infinito
apoderándose con usurpación de aquellas pingües tierras
que verdaderamente son de los indios.
El modo que concibo ahora con mayores luces para
lograr que tos gentiles no incomoden las tierras de la ju-
risdicción de Montevideo, 6 que las desamparen totalmea-
te, ó que se reduzcan á poblaciones, es que algunos desta-
camentos se sitúen paralelos al Rio Negro, y á proporción
de qué se vayan poblando las tierras que cubran se ade-
lante también dichos destacamentos: que los que va ha-
ciendo el señor Azara se ausilien con parte del destaca-
mento de Pacheco; y que pasando el Uruguay las fami-
lias guaranis que sea posible, según lo que éste se ade-
lante, se vayan también estableciendo sin peligro .de los
bárbaros: lo cual, verificándose, llegará el caso de que en
dos ó tres anos se logre el pensamiento; al cual he dedi-
cadó mis conatos en el poco tiempo que me ha quedado
de mando.
Si y. E. gusta continuar esta idea tan útil puede seguir
con preferencia al de cualesquiera otros el dictamen del
señor Azara.
CHASCOMIÍS
En el territorio de Chascomús, frontera al sur de esta
ciudad, se hallan establecidas muchas familias pobres por
providencias generales en tiempo del Exmo. señor Vertiz,
pero sin que se les hubiese puesto en posesión formal, ó
medidoles las tierras, ni habérseles dado título en parti-
cular, pero radicados allí unos de grado, y otros precisa-
dos han vivido conformes esperimentaudo el sobresalto
y frecuentes insultos funestos de los indios pampas. No
obstante la justicia que los recomienda y la conveniencia
pública que resulta de que las fronteras se hallen abun-
dantemente pobladas procuran espelerlos loi^ poderosos
de allí, señaladamente don Antonio Obligado, quien les
ha puesto pleito sin otro margen que el de denunciar por
realengas aquellas tierras, contando por otra parte con
la falta de valimiento de los infieles. Me parece que de-
be preferirse el establecimiento de muchos en la frontera
al de pocos, y que se deben abrir las puertas á todos los
que quieran poblar avanzando terreno con la seguridad
de la tropa destinada, }a cual debe subsistir de modo que
se halle espedita para ir adelantando al sur sin permitirse
á sus individuos se radiquen con algún interés (1).
(() LoB patriotas don Rí^mok Lara y don Jváv Sosa, reedificaron el pue-
blo de Dolores, destruido por. los indios en el año de 1821.
En 1818, estando ¿ la cabeza, 'del gobierno don Juan Martin de Pneyrre-
don, se determinó la creación de un pueblo al sur del Salado. El juez poli-
tico y militar, don Pedro Antonio Paz, tuvo órdenes para ello y reunió los
primeros elementos. El capellán don Francisco Bobles fué nombrado para
desempefiar «1 curato, y con los ausilios del gobierno y los que les prestó
hJl IXTEODÜOCION
De este modo seguro, aunque lento, se logrará al cabo
el fm que se propone el precipitado proyecto de trasladar
de una vez la frontera á la orilla del Rio Negro en la
Costa Patagónica.
RIO NEGRO DB LA COSTA PATAGÓNICA
Én el Rio Negro se establecieron algunas familias de
las que vinieron de España para la Costa Patagónica.
Desde que llegaron á su destino han vivido en cuevas
el comandante de milicias, en aquel tiempo, don Bamon Lara, construyó
una capilla en un terreno que don Julián Carmona cedió en donación.
Lo hermoso de la llanura, la fecuhdidad de la tierra, la cercanía ú. los
ii>ontes y la proporción de hacerse de buena cal trayendo los materiales de
la costa del mar; todas estas conveniencias facilitaron los medios ¿ muchas
familias para ediñcar sus ranchos en muy pocos meses. El cura se esmera-
ba mucho, y el pueblo habría progrepado; pero una incursión repentina de los
indios mató y cautivó todos sus habitantes y arrasó con el fuego sus casas,
y cuánto habían trabajado".
Largo tiempo estuvo asolada la llannra, por que nna serie de inTasiones,
casi no interrumpida, dejó poco menos que desierta la campa&a; yisoloun
pequeño reducto en las márgenes de la Laguna de Raquel, comandado por el
mencionado Lara, era toda la esperanza de los hacendados y el refugio de
tina que otra familia, que aun conservó valor para quedarse, en la fuga des-
pavorida que todos hacían hasta la capital. De todos estos penosos desastres
participó el comandante Lara; y en la despoblación de Dolores le cautivaron
toda su numerosa familia, y le saquearon su estancia de los ganados que teui^.
^.pesar de todos estos acontecimientos desgraciados, sostuvo con firmeza
el proyecto de reedificar el Pueblo; y no pudiendo por su vejez, después de
largos servicios, continuar mas en la carrera de las armas, pidió su retiro
absoluto y se le concedió sin pensión alguna. A continuación recabó del go-
bierno una autorización para reunir nuevos elementos.
Las circuustanci.as no eran las mas aparentes para semejante empresa,
porque las incursiones se hacían mas frecuentes, y todos los habitantes se
trasportaron huyendo con sus ganados al otro lado del Samborombon, Por
este lado todo se le hacia mas difícil; pero él, constante siempre en su pro-
pósito, insumió una parte de los intereses, que salvó de la invasión, en los
preparativos de la obra.
En el año 1825 principió otra vez &. poblar Dolores con tres familias, entre
las que se señaló don Antonio González, construyendo una especie de forti-
IUTBODÜCCIOH LYll
subterráneas formadas con sus propias manos; pero obser-
vando que faltaba su firmeza natural y no pudiendo su-
frir su incomodidad representaron se les construyese las
casas estipuladas en su contrata; debiendo ser estas 38,
según representó aquel comandante: informó también de
acuerdo con el ministro de real Hacienda del propio esta-
blecimiento puntualizando cuanto era menester para la
formación de dichas 38 casas, y resultó de presupuesto
como preciso gasto, el importe de 179,312 pesos.
Sabedor de esto don José de la Peña, primenpiloto de
la real armada, conocedor de aquellos territorios, propuso
construirlas dentro de cuatro años con el costo de lé,435
pesos, esto es por 160,877 pesos menos, cuya ventajosísima
propuesta se le admitió, y se halla en la obra; bien que pos-
t^iormente se le han franqueado algunos ausilios mas de
los se que encuentran pertenecientes al Rey- en aquel esta*'
blecimiento, pero no serán de tanta consideración que
rebaje el concepto primero de su singular propuesta; y de
estas casas hay ya construidas diez.
El comandante de Patagón es tiene un segundo en San
José ó en la Babia: de los Camarones, que prese^ifa el me-
jor puerto en aquellas costas. Mas al sur, en el puerto
que llaman Deseado, se encuentra otro establecimiento
fícacion, que sirvió después de refugio á todas las demás que se poblaron, y
que el administrador recogia de diversas partes de la campaña.
El año 1826 ya tettíá algunas j>oblaeiones, y ftuuquelas incursiones con-
tÍDuaban Apunto de derrotar y dispersar las fuerzas veteranas al mando de
Morel, con una matanza horrible, no por esto desmayó Laraen sus trabajos.
El Pueblo se fué agrandando cada vez mas, y ayudado por el teniente de
línea reformado don Juan Sojsa y los esfuerzos del vecino don Antonio G(m-
zalez.
Protegidas las marchas de Lara por la espedicion y demás trabajos de Ro-
sas en campaña, en l^'d4, Dolores contaba en el liliro de asiento 6Y0 familias
creddfis todas de qne se componía la población; muóhas casas de negocio
con ,bneno8 capitales,, entre las qne había algunas que pasaban de 100,000
pesos; ,un número considerable de tropas de carretas que viajaban de continuo
para la capital, llevando y. trayendo efectos.
(Véase Gaceta Mercantil de 16 de mayo de 1934.)
de la CompaHia Marítima en estado muy decadente, oomo
abandonado al desorden. La tropa allí destacada con
su comandante y capellán, lo pasan muy' mal, no sufrieii-
do otro tanto los individuos que tiene allí mismo la Gom:*
pañía.
Son adyacentes á aquella parte del continente las Islas
Malvinas, de las cuales no sacamos provecho alguno, y
únicamente por motivos de Estado mantenemos su pose-
sión mediante un comandante, que loes el de Armadilla
6 buque de giierm que guarda su principal puerto; y -aun-
que podía poblarse, su misma distancia ha favorecido el
desorden, cuyaesperiraental consideración obligó á aban-
donar la disposición de que fuese gobierno; y aunque st
logró la cría de porción de ganados considerables, desa*
parecieron furtivamente y se proveen sus habitantes de
víveres, que se conducen de esta capital, así como á los
otros mencionados establecimiento de Patagonefií.
A pesar de que estas remesas de víveres se preparan y
verifican con las formalidades de estilo, no se debe conflal*
en el proceder de los proveedores, cuya codicia es horro-
rosa, según lo he observado durante mi gobierno, después
de varios clamores de los que los han de consumir. Por
esta vigilancia sorprendí últimamente unas cuantiosas
porciones de harina, que con todas formalidades se tenían
preparadas para embarcar, las cuales fueron desechadas
con entereza y apercibimiento para que ni. aquí se consu-
miesen, como era regular.
VILLA DEL ROSARIO
En el tránsito déla Colonia del Sacramento á Monte-
video se hallan algunos pobladores de la villa que llaman
del Rosario, que aun no está formalizado, á causa de un
pleito inveterado que el hospital Bethlemítico les suscitó
como dueño de la Estancia que se denomina del Colla,
pretendiendo desbaratarla por de^ir que las de su situa-
ción se hallan comprendidas dentro de sus linderos. En
este estado litigioso, compró dicha Estancia el finado don
Manuel Medina, que consiguió de esta superintendencia
una merced subsidiaria del terreno que se pleiteaba en el
caso de declararse realengo. No obstante el derecho de
dichos pobladores se protestó que era conveniente la pro-
tección de Medina como á proyectista de salazón de car-
nes. Últimamente, debiendo rematarse la testamentaría
por reales delitos, he dictado varias providencias para
«ostener el establecimiento de dicha Villa, no solo por la
justicia que la asiste, mas también porque conviene fo-
mentar las poblaciones, y no dejar en poder de un parti-
cular aquella parte de ribera de este Rio que tiene dos
puertos ó calas perlas cuales impunemente se puede ha-
cer el contrabando.
CHACO
Desde el año 1774 claman por su reducción varias na-
ciones de indios que llevan su vida errante en el territo-
rio del Chaco, comprendido entre el Rio Fas ages ó Salado
y el Rio Bermejo. Nuestra frontera se halla sobre aquel
hasta su desembocadura en la ciudad de Santa Fe. Las
espediciones mas notables fueron las d.el coronel don
Francisco Gavino de Arias, asociado del^obispo del Pa-
raguay don Lorenzo Suarez de Cantillana, quienes en el
año de 1781 formaron dos reducciones sobre el Rio Ber-
mejo; las cuales ya no existen por falta de cuidado, siendo
así que los ausilios asignados para el fomento de las re-
ducciones del Chaco han sido abundantes; «ntre ellos, el
déla Estancia que llaman de Luna, la cual es una penín-
sula en la Laguna Ibera, jurisdicción de Corrientes. Por
su singular situación y feracidad se reputa la mas sobre-
saliente: era de los regulares jesuítas e&patriados, y ha*
Lt IBTftOBirCCIOir
biéttdose aplicado para aquel destino hau desaparecido
sus muchos ganados, y está pendiente la cuenta y razón
que debe darse de ella como de lo demás que se ha inver-
tido en aquellas operaciones del Chaco.
Últimamente, don Manuel Victoriano de León ha pre-
sentado un proyecto de establecer 30 fuertes, cada uno
con 25 hombres casados, y una villa con 100 familias
sobre la orilla meridional del Rio Bermejo, obligándose
á construirlos de su cuenta y mantener á dichos poblado-
res y tropa por el término de 10 años, cediéndosele el pro-
ducto del ramo que llaman Sisa de Salta, que, cuando
mas, produce el mantenimiento anual de 350 hombres.
Pide en recompensa, fuera de algunas preeminencias el
privilegio de poder introducir 2000 negros sin pagar nin-
gún derecho, real ó municipal, y el poder estraer del mis-
mo modo su producto en cueros á la península y de ellas
también libres de derechos á los puertos estrangeros.
Noticioso S. M. de esta proposición, y teniendo presente
otras cuatro representaciones, dos del mencionado obispo,
una del intendente y otra del Cabildo del Paraguay,
relativas al Chaco, espidió su real cédula en 22 de agosto
de 1798, mandando llevar á debido efecto otras reales
cédulas á que se refiere, y que sobre las indicadas repre-
sentaciones se pidiesen informes á los capitanes de navio
don Diego de Alvear y don Félix Azara. Los que ha
dado éste son muy exactos, bien calculados y juiciosos.
Demuestra que el proyecto de León es un sofisma mer-
cantil, con que pretende alucinar para adquirir riquezas
consiguiendo se le autorice un monopolio de cueros con-
tra el bien general de los demás comerciantes y hacen-
dados de esta provincia, viniendo á parar la cuenta que
saca, en que León se ofrece á gastar uno para que se le
recompense con diez. Al mismo tiempo, demuéstralos in-
convenientes que sé seguirían de semejante propuesta ca-
vilosa. Se comprende claramente que León es un testa de
fierro y que otros conierciantes son los interesados en él
IKTBOBüCeíOír LX|
negocio. El mismo, solicitando él informe consecuente
á la real cédula, me mapifestó que desde Cádiz le apura*
ban para que agitase este asunto.
Yo creo que si no se hubiere dejado apagar el calor con
que se protejían las reducciones del Chaco el año de 1781
se hallaría hoy avanzada nuestra frontera sobre el rio
Bermejo, cuyo beneficio hubiera sido el fruto de la activi-
dad, de la mejora dé los medios quo' se habían tomado y
sobre todo del buen trato que mandan las leyes 'dar á los
indios que se nos subordinan. La cual conducta ha sido
la menos seguida en perjuicio de la religión y |del Estado
como se manifíesta en payte con la que han sufrido los 30
pueblos de Misiones Guaranís.
MISIONES GUARAKIS
A los indios de estas Misiones cuando la espulsion de
los Jesuítas, á cuyo cargo habían estado, se creyó conve-
niente ponerlos eu una especie de tutela que no difiriese
de la que antes habían > ejercí-do los padres espulsos, y
á este fin se hiao un reglamento por el Exmo. seior don
Francisco Bucareli, que aprobó S- M., nombrando ad-
ministrador para los pueblos, con el justo fin de preca-
ver el desorden que se seguiría, si se les hubiese dejado
en plena libertad saliendo repentinamente de la clase de
menores en que habían vivido, sin usar jamás de su vo-
luntad, dependientes únicamente de la del padre misio-
nero y sin participar otra cosa del fruto de su trabajo que
el preciso alimento por lo que se les conceptuaba igno-
rantes, para los contratos de compra y venta para la di-
rección de su agricultura y demás manejos que jamás
habían tenido. Se espresa en dicho reglamento que, lue-
go que estén capaces de gobernarse por sí, se les deje
libres con.el dominio y uso de sus territoirios, Al prin-
cipio se nombraron administradores sin ;mucha atención
txii npTitoDuccKni
á la comisión importante que se les fíaba y después cuaja*
do se advi{*ti() la utilidad que dejaba á estos adininistira*
dores el tiránico é inhumano gobierno abusivo que les
sujirió la codicia, se han solicitado estos empleos con
mucho 'anheló sin que se haya conseguido ver formales
cuentas de su inversión, de los productos de las cosechas
de aquella feraz provincia, á cuyos pueblos se les hacea
cargos crecidísimos que los tienen en una deuda que no
puede comprenderse su legítimo origen. Realmente es
inconcebible que la hayan causado unos hpmbres y mu-r
geres y aun niños que trabajan por constitución, pars(
la que se llama comunidad, cinco dias de la semana, á,
quienes no se les da' vestuario regular, y solo una es-
casa ración de alimentos en los dias que trabajan, con
la cual el padre de familias ha de mantener á toda ella
los siete dias déla semana; ¿deque, pues, provendrá esa
deuda?
Los administradores generales, residentes en esta ciu-
dad que, como apoderados geierales deben remitir á los
particulares las herramientas y giíneros que necesiten,
espendiendo los frutos y efectos que trabajan aquellos in-
dios, se descuidaron en los tiempos anteriores de la regu-
laridad de las cuentas que debían presentar, y algunos
murieron con considerables descubiertos.
Los tenientes de gobernador que se establecieron en
cinco departamentos con el fln de que administrasen jus^-
ticia, muchos de ellos se metieron en el mismo reprobado
comercio de los administradores, cuidando casi todos los
de ambas clases solamente de enriquecerse con la sangre
de estos infelices, muy dignos déla atención del gobierno.
♦ Muy merecedora de compasión es tan lamentable cons-
titución, contraria á la religión, á la humanidad y al Es-
tado, al cualse le ha disminuido por estas estorsiones un
considerable número de vasallos, como se convence de
que, constando por padrones del año de 1766 que el núme-
ro de sus almas era el de 96,381, la existencia actual es de*
42,883^ ves^ltando de este cotejo la consideraUe diminu-:
oiosde 53,496, qae, añadiendo una regalar propagación,
se viene en conocimiento de la notable decadencia de sa
población, lo que^ si ño se ataja, reducirá á un desierto el
terreno que ocupan 33 poblaciones, que produciendo in-^
gentes caudales á los jesuítas, tenían pueblos hermosos ó
iglesias magníficas, y hoy se puede decir que ni uno, ni
otro se encuentra, llegando á tal estado la decadencia
que en el pueblo deYapeyú, cabecera de departamento,
há sido.préciso abandonar la iglesia por su estado ruino*
80 y coletear á laD. M. en la casa de Cabildo, que, aun-?
que por el nombre suena algo en la realidad, será una
coceubien indecente*
Teniendo mi corazón bien aflijido por las exactas noti-
ciasl qufe tenía del deplorable estado de estas Misiones, en
que estaba bien insti-uidb desde el Reino de Chile, traté
del remedio'de estos males, así porque me lo prescribe la
religión, como porque espresamente lo mandan las leyes,
y en particular las reales cédulas que con los despachos
se espiden á los vireyes, nos hacen particularísimo encar-
go dé atender á los indios.
Todas éstas consideraciones me estimularon á propen-
der al alivio de estos miserables; mas, considerando que
el medio de conseguirlo era ponerlos en su natural liber-
tad y que de verificarlo absolutamente con todos á un
mismo tiempo, podría por esta repentina mutación resul-
tar algún trastorno, á que podían ocultamente contribuir
algunos que se interesan en la continuación del opresivo
método actual; y que también^ hallándose los pueblos con
crecidos empeños no debía desatenderse la satisfacción
de ellos, dejando al juicio divino el discernimiento de la
legítíína é injusta causa de que provienen, tomé el medio
que juzgué prudente para ir logrando el intentado benefi-
cio de estos pobres indios, y fué adquirir noticias de los
indios de cada pueblo que se reputaban capaces de gober-
narse por &i, á pesar del método da embrutecerlos que se
Lxnr xKTftomrcciov
había seguido con ellos hasta ahora. A consecnenrcia de
estas noticias, espedi órdenes á los respectivos tenientes
gobernadores, mandándoles que á los indios que compren-
día la religión que les acompañaba, los pusiesen libres de
la comunidad, y á sus hijos y parientes que dependiesen
de aquella cabeza de familias, dándoles en propiedad á
cada una de ellas una suerte de tierras, que se conside-
rase competente á la manutención de su familia, compren-
diéndose chacra y una proporcionada estancia para 8u^
ganados: encargando á los curas que eeítén á la mira del
exacto cumplimiento; y que de estas tierras repartidas se
formase libro en que se asentasen individualizándolos
linderos de lo que á cada uno se distribuyese, firmaado
esa diligencia el cura: y para que no hubiese diminución
en los tributos, dispuse igualmente que cada libertado que,
por su edad y circunstancias, deba contriUuirJo^ pague un
peso anual, que es el de la tasa; y como estos pueblos en
equivalente.de diezmos satisface C{,ida uno anualmente
cien pesos con título de mayor servicio (cuyas cantidades
se invierten en sínodos de curas y sueldos de. sus tenientes)
mandé que los libertados pagasen aquella cuota que les
correspondiese, para que de niogun modo se perjudicíise
álos que. quedaban aun en comunidad, si s-e les.recarga-
b£^la parte perteneciente á los libres.
Y aunque esta providencia fué de mucha complacencia
para los indios beneficiados, como me lo manifestaron sqs
cabildos y los párrocos; pero, como en toda providencia
general no puede dejar de ofrecerse algún tropiezo, resul-
tó que, ó por mala inteligencia, por esceso de compasión
ó por algún otro motivo, tal vez dirigido ocultamente á
que resultasen algunos efectos contrarios á mis ideas, hu-
bo pueblo eu que, reconociendo el libro bautismal cuantos
resultaban parientes del agraciado, fueron puestos eu
libertad, aunque procuré corregir este abuso, no sé si ha-
bré podido remediarlo.
Hasta ahora, solo don Feliciano del Corte, teniente go-
bernadof éé Concepoioíi, i»^ li^ ertvtedo la relación dé la
dístribucia'ff dfe tierras con los nombres de los individuos,
á quienes se le&ha adjudicada. Otros tenientes, aunque
contestaion el obedecimiento; si acaso han puesto enpráe-
tica mis órdenes, no han ^omuni'Cado'en los términos que
debían y ejecutó Corte*
El teniente gobernador de Yapejú significó no tener
tierras' que distribuirles por las instrucciones de algunos
españoles que, con ocasión de ser arrendatarios^ ó solo
por serpodeitysos, se han posesionado usurpando aquellos
terrenos^ sin otro título que el de la pi:6pote!ncia y la ifide-
feñshn de Ids pobres indias, á quieiie^ todps se creen con
derecho deopifimjr, llegando á.tal estado qu^, como teogp
antwéi4ho, la parte orientaJl -del, Uruguay, que es indi^-
patablesüeatesuya, han ido .apod^v^udose-de ella; pj9rqne
en/ lOB' españoles solo reina el espíritu de.codicia. ^ ,
La ciudad de Comentes pretende esteuder i^u jurisdic-
ción; con pei^aicio deí departamento de Yapey^,. sobre
que seagueplelto, y paipai cortar en i parte los perjuicios
determiné piar providencia interina fuesen limites de am-
bas jurisdicciones las cabe.Cjera$^. y pputas délos arroyOjS
que desaguan en el Riodef Corrí^nt^ihácia 1^ parte d^l
Miriflayi.! y Ja .del pueblpde Yapeyú, d^sde dichas cabeeei-
•ras de.arnoychs, enque se jncluyen loa quj^ desaguan, en «1
RíO/MiriftájT), y ba^ta las cabeceras ^lel Arroyo Gu al eguí^y
Grande, que enfrentan oon el Saltp. Qhico, ^igui^udo ha-
cia/olnói^deate hasta I tap^á Gua^ú«
Aunque parexca intempestivo, nofptJLedo dejar de decir
áV.EJqué'he visto enálgun. papel de lasque se versan
en materia; de, indios pretender que éstos manifiesten dor
cumentos de propiedad de i9us: terrenos, cuando ellos tie-
nen á su; £ayor una posesión tan antigua como lo es la
población de €Stos reinos. Y quienes en competencia de
esto€iiHitiirales. debe manifestar legítimo título de dominio
con los españoles que .litigan>cox]i ellos, pues no trsgeron
de Espa&aljas tierras que acupan^* ó pretenden.
5
Gevca de Saato Da WQgiP Sopitmo, en al. p^vj^ígi^ ^a^l^do
P'aisandd, hayun ^tabletcimiento» de i^d^oa, (^^p^j^di^t^a
<de Yapayú que. en el dia ti^x^ 21 naturales, ooa^.^^lgunQS
ganados, y síq rallos, comj>. oteoa 100 iadipsjfp^^.; .Áxit^s
itu,YÍeKoiL su adiaÍBÍ84ra4Qjí?, . f$oaio los demas.pu^blq^. ^ $6
les quitó, según sospcclio, no por haeerio^.Uhrea, ^prna^es
•deju&ticia. sino á ñn >c|e que; w habieado .i)^d|e .que los
cuide, poder ir ahuyenüándolos lo¡seQpaf|Lolp8¡ qu^^estfia
en aquellas inmediactoaes,;.pue$ ei misecable ia(iio op.iv
mido no tiene como haoer*oir. sus. lamentos. : . •; . . . ;
Uno de los depravadle medios, de que sehati valido lo&
españoles para invadir las tierras propias, de lO^s i^dioi^,
ha sidO' denuiiciarlas' como realengas^ y.aD;teaide> jaatii^L-
caria Verdad -sin pro viden^ci'a alguna, solo, por.: haberi he-
cho el denunció, se han posesionado de ellas «de; propia
autoridad, y después se han hecho fuurtes, iradi^eamdo. ca-
isas^é introduciendo grandes tropas de gaixados: i £sto ha
sucedida eñ la Banda Oriental del Uruguay, y. también
por la parte deCerrientes y d«l Paraguay. UltimaiQeiitr9,
un emigrado francé.s, Mr. Perichon, encargadp delminii-
tro contador de esta Tesorería general, don Antonio, Cajr-
rásco, para el establecimiento de ingenios de azúcary 4e
añil, ocurrió al gobernador de Misiones, para qu€| .le per-
ihitiese posesionarse áobre el Rio Paraná, enf. tíéi^raüs <}ne
decía valdías, en la jurisdicción de aquel gobieraoi,' cuya
pretensión la remitió á mi,* por reconocer que no teiuk
facultad para semejantes pernftisos. Yo npróbélái^coii^-
ducta del gobernador, y con e»^ ocasión, uBando de mis
facultades ordin'ariasy estraordinarias, reablvi^/ declarar
isoleitinement^ que hacía merced ó loaSO pyiebGloftlde:]Míá'■
sione& de cuantas tierras padiesen encontrarle^ baldías ó
realengas dentro de sus: respectivos distritos^ oompirendi-
dos en la jurisdicción de aquel gobierno; así poiique las
leyes mandan que los indios tengan tierras con sobcA-, y
poi'qne, debiéndose repartir aquellas entre los que,:reon-
perando su libertad y demás derechos^' ae^ eaperfiüi>G^ segUr
tilTlK^DiKMmy liana
famwte un coUídi4^paibl0 aatfta^to^d^^u pobteeijon,' 00019
porque de este, pifada, wn venía aUyur; eu. sú : principio» la
invasión de los españoles, .hai9to.lqs i^iinlMrialies miamos Áé
las reducidas c^pzas.de los ipfeíices iivdjios, . á ; gujenes
dejarían sin , un paireo de tierras,, si se tpler^Si^n sjeinya^f-
tes denun.ci,as en.pl, íaterior de aquel gqbierna.' ¡Jiifti^rr
píente d^cj^ré gue l03.referid.Qs iadjíps de^n/ten^ ,t¡%
j^en prefei?en.ci3.. sobre Ida espaí^aíes, paví^laa con^pc^ii^^Rr
nea ó mercedes, de.JLí^s tierras, que Jeat disputan .é^t^x^ «coii
las mencionadas .nijalicipsas. d^nifúcis^s .ent;^bla(^s, .si
realmeni^re;snlta>sen baldías 6 realengas la^.qu^iK^ii^ur^u
jcercenarles ájas^orillfis espre^ad^is^ deí.gplíi^rnQ de jVlirr
filones, esto es por la parte del. Par aguaje,. QQxjiidi^e$.y
Banda pri?D,^l del IJrugiiay. El ^íjominf^do niini;§trp 4^
r^al HacJLen^a;tieoe.en.íablad?t de sn cuei^ta j.r^^sgp, xuR
ítijijuenciade S^ M» nnaiftena de parte de noadería^g de consr
tvuccion n^ya) y.ipar^ ^^ artillería, .en .el puerto, de. Sí^^i
José, sobre el. propio Rioi ^ar^ijá,, y como el Rey le l^ieu^
recomendada, pcurriú.pidieiicl), entre Qti;Qs a.uj^ili9í> ;(j.Uj€j
1^ tyngo jpQandados dar, que se le faciliten indios de.aquíj-j
ílos pu^bloi^.. para, peones. . Su iutento, era que yo íjispu-,
siese de ellos cprno, §in. escrúpulo se. ha., acps.tup¡ij^ra4p
íiacer, cuando: a¡e.haJi.neaesi.5adob.L;fi¿^^ para ^Igvnos,tr^T
bajosya^regularesj.ya dui'ísinios^^n iníir ó en. tierra^ esto,
^.s mandar arrea.r indios coniQ^ si fue|i,*an.,aja^m£^les silve%
tres, destinadQs,paí:a.el seryÍ9Ío;/de lq&íiQi,U'bx-^3,, uq pp^-j
siderando siquiera que Ipson, nin^^diioi^.e^^o^ique elBiey,
los recomienda en descargo de su concienciía, habiéndolos
declarado mas privilegiados que a los españoles. ,As^
pues, resolví que er comisionado de- dicho mimstro pudier
se únicamente pasar á los, .pu^bfos á coiicert^ir á los
indios que libremente quisiesen irá servir de pécmes n
la espresada faejíia, si les hiciese buena ci/enta; y que.
para concertarse con ag^úel comisionado, fí con cuales-,
quier otros, interviniese el respectivo cura,, hacié.ndol.eSj
enteAder quelpqVie mas lés importa es'írabajarpojr si-j^
M¥m IFFMDOWIOir
parasí mismos ea la agricHttnrd, iñdtDdtria y tráño^, j
que el arbitrio mas infeliz ó miserable, ^1 mas espuesto á
lá tiranía es el de peón jornalero.
To dejaré este gobierno con un gran sentimiento por no
haber confseguidÓ ver lograda lá übertíiá dé estos reco-
m'endablés vasallos del liíiy, caro amor hacia ellos tieiié
encargado en la actiilalrdad el Rey al supremo consejo
provea el remedio de tantos malefe ,dé 4^é estáS. M.ian
informado cOrao aflijido sa piadoso corazón, y en 'conse-
cuencia, me tiene maiidádo por real orden de 30 de no-
viembre de 1798, qiie por tía de ililerín y pronto remedió
espida yo (y en-adelante V. E.) las providencias que me
parezcan oportunas, para' contener los desórdenes y abu-
sos que haya en el gobierno y administración de los pue-
blos, y sin perjuicio de las que adopte S. M. par'a el suce-
sivo gobierno. Repito que, al 'dejar éstém'andó, llevara
mi corazón muy afligido, si nó tiiviera lar fbliz suerte de
entregárselo á V. E., cuyo piadoso óórazon y rectos pro-
cedimientos no necesitan para dedicarse á estirpat los
males de lais Proviüciás que el Rey le ha confiado, ma,s
que ponérselos de manifiesto, como he procutááó hacerlo
sin mas elociiencia que su sencilla i^élacion, y si cabe^i
ruBgo á V. E., con el mayor encarecimiento,' que atienda
á estos pobreci tos, con lo que (hablando á ló cristiano, y
iko seguñ la elocuencia y fundamentos de los que hoy se
llaman filósofos)" conseguirá V. E. que Dios bendiga sa
gobierno y le llene de prosperidades. *
. Por último, debo prevenir á V. E. que en la Intendencia
del Paraguay se hallan ott*os fres pueblos cóia 2000 almas:
San Estanislao, Sau Joaquin y Belén de las Misiones Je-
suítiéás, fuera de los 30 del Paraná y Uruguay, los cuales
viven én la propia esclavitud y con peor desorden, pues
no consta ée haya enterado en arcas reales el tributo que
les corresponde pagar, corriendo eu el publicó que nó son
mas que 30 los pueblos jesuíticos siendo .en la realidad
33. También existen en aquella provincia otros 11 pue-
BITAOOVOCnOtt LXU
blo$ eon maa 4e 8,0Q& alsuás que^ no solo e&tánsujetos^ á
la inhumana comunidad, 8Íno que, jnntamedite ¿e hallan
repartidos en»enc(xmien<Jas, con la obligación de servir é
ans encomenderos dos mesres al año; lo que ejecutan su*
friendo m^cha ©presión, á pesar de las. repetidas reales
cédulas, por las cuales debe extinguirse toda encomienda,
quedando jinQo?rpora<J as ala real Corona. El corto tiem-
po de mi mando no me ha permitido remediaptaíi sen^i^
blej y perjudicial abuso, que V. E. sabía isterminar.
• COIÍBRCIO MARÍTIMO
. • • I ■ « , •
■ • . • I ■ ■ , ,
Este Rio de la Plata, para eña:lquiera buen gobernador
que no tenga mas interés que el cabal desempeño de -su
cargo^ es, especialmente en el tiempo actual de guerra^ el
Rio de las congojasy desabrimientos.. Por mayor refe-
riré á y. E, algunos acaecimientos ^obre:el comercio y
concarreincia deestrangeros. >
Deseoso el Rey dé atender á las' necesidades dé esté
Reino, así en la introducción dé efectos necesaria para
su consumo, coiiao en la estraccion de frutos del país, y
para fomento de su agricultura, permitió que pudiesen
loa españoles introducir los éfdetos de lícito comerció en
jembarcadones neutrales, • desde países estrangerps, COtí
preciso retorno á España,» permitiendo al mismo tiempo
el comercio de frutos diQ-coloniaa amigas, encaiübio de
otros que se sacasen de nuestras producciones maturales.
De lo primero r<^uUé tanto abuso como que, en primer
logar, prestaban loa españoles sus non^bre&:á los estran-
geros, y ningún retorno se hizo >á España del producto dé
las introducciones ée aquí, proitestanda la; imposibilidad
de entraren puet4o:de la Península por los muchos «ene-
migos que lo impedían., y. < armando articulos sobre que
aquella condícioilL solodebe ser veriflcable , conseguida la
paz. E^ fm, fué tal el desorden en todas partes. que.S. M.
mandó en real orden de 20 de abril de 1799!qUe cesase
absolutamente el permiso, y «inembargó eonti&a<5 por baeh
taríte tiempo ^eoii pretestos de haberse hecho las espedicio*
nes en- tiempo hábil y ótros' efojios bastantes para apa*
rentar jirstíoia, auaquenopara convencer á quien conoce
los ardides' de los comerciantes que se emplean en estos
giros.
El dé frutos por frutos no se ha prohibido aun, y es orí-
gen de'iiifmitoscontrabandoS que, además de perjudicar
al Estado, i*esuUa también contra los comerciantes jui-
ciosos, que no usan de medios ilícitos.
Aunque ya el comoi^P- de negros ha cesado, queda
aun el permitido en embarcaciones españolas directa-
mente desde yacosta de África. Estos giros; siné'mbargo
de las limitaciones rigurosas de sus condiciones, han
causado mucha estraccion de dinero^ además del contra •
bando, pues permitiéndose sacar en moneda el valor de
Ifos negaros cuantos han venido en barcos nación alos j
estrangeros, después de haberlo astraido ocultamente,
hau pedido* licencia par^L ^acar su. importe, según los
asientos d^ laaduaaai con cuyo arbitrio^ ha salido del
Estado por lo menos, duplicada c.antldad de lo que cor-
r^spPAdia.
El permiso de cambios de frutos, y él comercio {ya pro-
hibido) en barcos neutrales ha ccasionado al Estado ua
perjnicio-que hoy no se siente con el dolor con que algua
día se llorará. Del mismo amor paternal del Rey hacia
suis vasallos han hecho algunos de ellos tal abuso que los
destruyen, y así mismo á los comerciii^tttes de probidad, y
lo mas sensible es ique cuanto dinero se estrae, ó con apa*
rienda de legitimidad, ó con el contrabando escandaloso,
es para fomentar á los' enemigos dé la nación, que no
hubieran podido sostener tanto* tieinpo la guerra, si no
hubieran absorbido tan enormes cantidades los iqgleses,
y si no se logra testablecer las leyes de Indias qtie trataa
de estrangeros podrán resultar los maléS' que ni aua
t}tiisiera imaginarlos. . : '
TatáBien merece lamentarse el abuso due se ha hecho^
del muy Bfenéfíco real permiso* para' coiiiJ3rar embarcacio-
nes esír anderas en lastre^ con el tlesigtiio interesante al
Estado y á ios parliculai-és, cual eS el de aumentar la
marina mei'canti}. Es grande el' núttíeTódé los perinisoa
y patentes qtie se han dado/ y qué solo'hai^ servido para
negocios (|tfe han hecho los agraciados éon los estrangeros
véndléiítiolea sus nombres y patentes, y Cuando debían
hallarse estos puertos con un crecido número de embar-^
caciones' así compradas, solo sé esperimenta su mü/
notable y escandalosa faifa, y sí áé han presentado algu-
nas, han venido' á dar 'que hacefá este gotíerno con los
cargamentos que indebidamente han conducido, volvién-'
dose á ir pa^á nO' parecer mas ó para repetir sus molestias
y perjudiciates arribadas. Por tan escandalosa espe*'
riencia, he procurado esbusaír -el cumplimiento del citado
real permiso, que, aunque en sí es muy benéfico é impor-
tante, imnca se dejará de abusar deél» por loque creo
conveniente se 'suspenda su ejecución h^asta que informa*
do S. M. ile lo funestamente acaecido, lo> modifique ó re :
suelva ótm CcíéAque sea de su soberano agrado.
• . ■ . • » .
ESTRAKOEROS
Una fragata inglesa nombrada la Dixor, que conducía
colonos á las íslas de OtahitL fué introducida en Monte-
video por nnos franceses y otros individuos de, la tripula-
ción, que se amotinaron y apoderaron de ella.
También ¡tuvieron estos aprésadores la pretensión de
vender lá presa: lo consiguieron por real decreto.
. Las níucnas inglesas que iban de pobladoras se han
depositado en la casa que llaman la Residencia, de las
cuales álgíinas se han casado en el país.
El corsa,rio fraíicés Mr. Loboset llegó á Montevideo á
principios del ano de 1799 con algunas. presas portugue-
sas pretendiendo venderlas. Sustanciada esta solicitud,
después de inuchaj8 reyertas y llevado. ávotp consultivo
el 16 de febrero del mismo aúo, se declaró que debía salir
de estos puertos coa sus presas, y que la condescendencia
qjde alegaba haberse tenido coa el mismo e^ sem^^jante
caso había sido un mero efecto de beneficen,cia de mi an-
tecesor, y por haber hecho creer que su embarcación cor-
saria era de la República, despreciándose también el
ejemplar que alegaba de iguq.1 condescendencia. CQn Mr.
Carbonell; y.hallajido,yoá mi llegada en. este (jstado. estos,
asuntos, llevé adelante lo resuelto con el dictamen del
acuerdo.y continuando aun algunos artículos a que resistí,
se despidió á Loboset en abril de 1799, y en el me^ siguien-
te salió Carbonell.
Como esta materia había sido tan controvertjida, di da
todo cuenta áS. M. en 5 de junio del propio afio, y entre
las pocas contestaciones que se han tqnidudela Corte,
logré la que contenía su real aprobación.
En el año último pasado llegó á Montevideo unp. divi-
sión francesa compuesta de tres fragatas de guerra^ que
habían hecho el oorso en las ftostas de África; Entraron
en Montevideo, á proveerse de víveres y componer uno de
los tres buques. No me es muy grata su llegada, porque
siendo una nación gobernada por unos principias tan
opuestos á los nuestros, así en materias de religión como
en lo político y civil, debía recelarse algún contagio que,
sin duda, hubiera resultado, á no ser .tan leíales estos
habitantes. Me fueron incómodos por la^ solicitudes de
querer vender sus efectos,.que les negué por no hábér que-
rido admitir resguardos á su bordo y por los muchos gas-
tos que fué preciso sufrir por el suplemento de seis meses
de víveres y los demás que se emplearon en el reparo de
los buques. Permaneció en el puerto algunos meses. A
poco tiempo de la salida de éstos, llegó otra de la misma
nación, compuesta de una corbeta y otros dos buques
menores, armados también en corso, mandados por el
ciudadano Burdióhon, de carácter moderado, y por con-
síguiente/^tl tt^pul ación ináe ^nbórdinadayisiaaquel or-
gallo de los dé la.division que le había precedido.. Fué:
preciso también suplirle cantklad de pesos para su habili*
tacion,*pevo antes que se hiciese á la mar entríS un navio
portugués, protestando escasea de vívejresS, que solicita sa-
lir en el propio dia'queBuTdichon; pretensión: raay estrar.
flay contraria á la pífácticá de los puertos' neutral fes, por
lo que aquel gobernador no se lo permitió, i . i
La entrada de este navio portugués ocasionó un nota-
ble disgusto, pues, introduciéndose hacia el puerto, sin
anticipar aviso con alguriá,' de sus embarcaciones meno-
res, did cuidado, y como pocp tiempo antes había dado
fondo aja vista del, puerto un inglés, ,que cfnvió un bote,
con protesto de cange de pnsióner6s,.se alboroto la ciudad
y con la confiision.de la voz de que ea-án .enemigos^ un
oficial de artillería, llamado don Manuel Arce, ocurrió
lleno de entusiasmo militar, á una batería que no tenía
oficial que la mandase, y recelando, según dijo, fuese ene-
migo que venía á reconocer, aquellas baterías, les" disparó
tres cañonazos, con losqu^ se dijo íiaber muerto un hom-
bre y causado algún pequeño daño en sus' jarcias; lo que
visto por e} portugués- arrió las velas y dio fondo, y luego
que hubo enírfjtdo/eri el puerto, produjo muy ágiuas quejas
del insulto á su pabellón, áunqiié por elgqtlernádbr sfe le
hicieron lo^ cargos de'bídos por su impericia militar en el
modo de introducirse en uti puerto neutral, sin el regular
anticipado aviso;.omíá|Í9in mucho mas culpabré por las dos
graves circunstancias de ser en tiempo de guerra, y ha-
liarse ei^la boc^ del rio algunos navios erien^igos. Sien-
do este asuntó delicado por robarse el respeto de las dos
naciones, tuve por conveíiieute mandar'fórníarle procesó
al oficial, y que, juzgado .éste ea consejo de. guerra de ge-
nerales, si tuviese culpa, sufriese su detida pena, y en ca-
80 que resultara absuelto, remitido al. proceso á nuestra
corte, pudiese satisfacer á la de Lisboia.
La real orden de 23.. de octubre de I799,.jque.permit®
N
YéugatL áe&trBei^ ea cueitMS ^l iproducto ¿a ^f^Watur^.^
laé émbaré^cioBies neutrales estraíBger^a; hahetho coa-
Currír éii édto« puertos muohas de ellas proporcionando de
ésfe' modo'in'evitableiaente el contrabando,, y Jas rvarias
pféteñsidíies'de müroducir efectos europeos de lícito co-
mercio; de'las cuales,: unas han;:áido maa, jr otras menos
fundadófS; por' lo (Jue he providenciado propetr^ioaalraente
y por que convenía evitar sus .introducciones clandesti-
poucU ...
' ' • • - ' • I • . . ; ■ ' ' . •
J • ;
La constitución material del terreno que ocupa esta
ciudad y su clima lluvioso, juntó con la carencia total de
Í)iedra en sus inmediaciones* hacía intransitable pus ca-
les, lo que ol)lig() á construid' al frente de las casas una
calzada de ladrillo, que facilitase el tránsito al rededor de
* . ' •?•■•< •'-.■.
cada isla, de ellas, poniéndose á su orilla unos pilares dé
madera, á. fin deque los carrüagés no pudiesen maltra-
tarla. Este arbitrio no impedía que en tiempo de lluvia
,' " •■ .■*/•(,♦ • *• ••,
se convirtiesen en pantanos todas las caljes, dincultando
atravesarlas. .
En tiempo que élExnip señor dpn,Nicolá,s de Arredondo,
con motivo de unas fiestas reales háljíá exhibido la lealtad
de este Consulado uíia cantidad (Repesos para invertirlos
en demostraeíones de regocijo, juzgo prudentemente dicho
señor que s^ emplearían con mas utilidad del público en
dar principio ái empedrar las caniles. Así se hizo, pere
solo alcanzó para construirla calzada (|ue, saliendo de
la puerta del Fuerte, abierta en dos.ramos, acaba la una
'i • L'' 'í ' "''I.'**
en la catedral y la otra al principio déla callé de San
Francisco.
No se hizo de esta obra él debido áprecm qiie merece, no
solo pov lá cdmodidad interesante dérpúblico, mas tam-
bien porque en ella se con^serva mejor la salud de los
habitantes que han padecido las enfermedades que ca'u-
saií los pantano^ y charcos, espeóíalúierite 'dentro de las
mvBOwrooioír tasm
poblacíiones j}of* las ooéaa corruptibles que de earrojáa en,
ellas, haciéndose insufrible el mal olor pestilencial. ¿Des-
pees de mi ilegadBs' deseoso que el empedrado progresaíse,
dediqué miatencion á buscar medios de vérifioarlo. 'En?^
tre tasto, maudé cegar y llenar de Baaterjales aparentes
los graneles pantano» del camino de Barracas á esta ciu-i
dad, el cuales el mas interesante al comercio,' que logna
tenerlo ya bien consolidado. Para cuya obra, comisioné
al espitan -dé milicias don Manuel Uriarte; «que supo dei
sempeñaria muy:bien y con presteza, knereciendo el aplau-
so genera); • . ^ ; i
Se hallaba; este sujeto en su comisión, cuando sotioitabds
yo otro* que, siendo también de actividad y zelo, fuese ál
mismo tiempo mas condecorado, llevase adelante la^ím-»
porfanteobm del empedrado, aliviando cíe 'esté cuidado
al gobierno, bastante recargado con los milchoÉi otros
ramos qué tiene sobre sí; y con el titulo de Intendente dé
Policía y Di^rfeCtot' del empedrado y autorizarle corf todas
lasfácultkdfes pi*ópiás y^ necesarias pitra su mejor deseín-
peño, reservando eápedirse á su tiempo la' instrucción- á
que debería arreglai-se. Fui feliz en la elección, pues
poniendo los ojos en el señor don Martin Boneo, capitaü
de navio de la real- atmada, quien, luego que'se lo pi-opuse
admitid gíistoso el encargó en 31 dé agósio dé 1798, sin
otrtt utilidad que la de contribuir á la del pilb1ió6 y com-
placerme en aceptarla; debiendo y O asegurar que no he
teUÍdo motivo de arrepentirrae de su eIeceÍN)n«.
Esta obra del ertipedrado, hasta la référídét éboda'rfe
mi'Uegada, se había sostenido con los cortón productos dé
la Plaza dé toros, los donativos voluntaHos del vecinda-
rio, lo que éste habiá cbiitribuidp pol' 'razón de los dos
reales asignados por'vara dé frente á los' propietarios de
los dos i-eale3 asignados por vara de frente á los propie-
tarios dé* los edificios de' las calles empedradas,* Id qiie
pagaba él asentista de las canchas de bolos, que debiendo
ser dos mil pesos al añé desdé el 17 de ábrildé Í78Í7, qú^
hxxrt nrTaoMTOOioii
se dio principio á su contrata, solo ha satisfecho 5284 pesos
6 reales y 3 daartillos hasta 11 de juniode 1800, én que
se le mandó cerrar las canchas y las multas <)ue se apli-
caban al empedrado. Asi, pues, para acelerar esta obra
y remover todos los obstáculos y embarazos que dificulta-
ban su adelantamiento^ gradué indispeneahle proporcio-
nar otros arbitnoa con que subvenir á los crecidos gastos
que necesariamente se habían de originar. En conse-
cuencia; dispuse pensionar todas las carretillas del trajin,
así de bueyes como de caballos, en dos reales cada una
por mes; disponiendo asi mismo pagasen cuatro pesos al
año todos los coches, calesas y carretones que ruedanen
esta capital; de cuya determinación avisé á la real au^
die^ncia, indicando á los señores oidores, que esperaba
que, no solo aplaudirían el pensamiento, sino que tam-
bién darían ejemplo por lo que pertenecía á sus respecti-
vos carruages. Así me lo contestaron, sujetándome yo
mismo á pagar lo correspondiente á los dos coches dequQ
he usado ordinariamente. Es t£^ contribución^ en el pri*
mer año de su establecimiento, pro^lujo 1860 pesos. Así
mismo resolví gravar los cafes, mesas de billar, canchas
de bochas y bolos, posadas y fondas, según su crédito y
concurrencia, habiendo llegado á prpducir este arbitrio
218 pesos mensualrpente; siendo las canchas de bolos las
mas recargadas, pues los cafés, mesas de billar y demás
casas de juegos permitidos pagan desde 6 pesos lajs de
mayor concurrencia, hasta 4 reales las de menos crédito.
También acordé, ajitar la cobranza de lo que adeudaban
los vecinos de 18 cuadras, que, habiéndose empedrado
tiempo ha, aún no habían satisfecho los dos reales que á
cada uno corre^spondía por vara de frente, ,áe cuyo débito
jse llevan recaudados 1072 pesos 4 reales.
La contribución de carretas, reducida á un real por
onda una de las que entran en esta capital con abastos y
otros frutos de estas inmediaciones, y cuatro, lasque vie-
.ueii de Santa Fe, Córbobay Mendoza, pagando lo mismo
«viiomrocioír LXXYík
eadalO 'úlulas de las é/rreas de San 3aaüiy! Mendoza^
la cual 80 •enteraba ea la real aduana como ramo mú»
nicipal de ' ^uevra establecido tel año de 1745, para de<-
fensa de la frontera, se agregó al del empedrado por der
ci-eto mío de 20 de julio de 1799, después de sustanciado
espediente ^promovido por el ilustre Cabildo,. en que filé
oido el señor fiscal de lo civil. Este impuesto se cobraba
por medio de dos guardas que corrían todavía ciudad,. y
habiéndose notado cuan susceptible era de mayores retit-
dimientos, se varió su forma de administración á propuesi-
^to del Intendente de Policia, resultando de. aquí haber
rendido enel primer año de su nuevo establecimiento
5468 pesos 7 y 1/4 reales; siendo de adviertic que en :6l
quinquenio corrido desde 1794 hasta 1798; solo rindió estp
ramo 1298 ppsos 4 y 1/2 reales al ano común. .
Como los arrendatarios de la Plaza de toros ya habiaB
cumplido el tiempo de su contrata, y por ig)tra parte «no
enteraban 'anualmente la cantidad estipulada, con nota-
ble petjuicio de los intereses del ramo del empedrado, re-
solví poneren admiaistracioii la referida Plaza por cuenta
del mismo ramo, nombrando para que coniesen con elln,
en calidad de diputados, á los rejidoi^s de este ilustre Ctí-
bildo don Antonio de las Cajigas, don Joséf Hernandeifiy
don Juan Antonio de Santa Coloma, á cuyo zelo,. notoria
eficacia y conocido amor al bien público debió el ramo dcJ
empedrado que, en las corridas que se dieron desde. eli4
de noviembrede 1799, hasta después de Pascua de.Espín-
tu Santo del año siguiente le hubiese producido estadlir
versión pública 6637 pesos 4 y 1/2 reales:deducidos todos
los gastos. Es bien manifiesta la diferencia de lo que
producía el arriendo de dicha Plaza á lo que rindió su ad.
ministracioii. Aquel solo prodaj o en 6 años y tres meses
7296 pesos, y ésta, en uno solo, se acerca á esta suma.
Desde el establecimiento de la lateñdenci a ^e* Policíaca
esta parte se han empedrado 14 cuadras y 88 varas de
otra; habiendo relevado al gremio de lancheros del grará;-
lUmiI INTROMÍOOieír
men'de Acarrear, la piedra de Ma.rtin Gdrcia, ain eBUj^eur
<Uo. alguoo,^ Bbgnvk jse dispuso al tiempo de: empeziarse el
empedrado, obligando á cada lancha á hacer un viage
^mual, cuya provideucia motivaba repetidas yembara^x^-
<db6 recursos á esta superioridad, no sieudo meuost fuuda:-
'das la^ reitera;das representaciones de loa cavreteiros, á
quiciies^eauaáiiidohles las mayores es»torsioues y perjuioi<xs
tatnbien se les precisaba á conducir la.piedra á.las ca^e^
sin la menoor remaneraciou. Estos dos obatáculos^erap
los^ que mas dificultaban- el adelantamiento de la obra,
habiendo sido necesario, para removerlos y aliviar al*
piiblico de una carga tan pesada^ comprar un barco y
tcareuar el atiiiguo del empedrado, al cual un reeio tem^
¿peral había hecho encallar en Martin García; construyén-
dose asimismo 12 carros para conducir la piedra á las
.maltes, servidor d,^ presidarios de corto delito d que estén
para cumplir, Á quienes se ha abollado dos pesos de grati-
ficación á cada uno al mes. E^tos carros^ además del
servicio iudieado^ sacan escombros y la tierra sobrante
4ue resulta ^ucasi todaslas calles que se han empedrado,
por Quyo mediq se proporciona al ramo su coj|;iservaciou,
• terraplén áudqse al mismo tieppo muchos pantanos sin el
WUor gravá.iT^en del vecindario.
' 'Las reitei^adas y encarecidas instancias de.loa vecinos
•del barrio de Mousei'i-at, para que se quítase de aquella
'^lazá el circo que se había construido en ella para la lid
¿e toldos, me movieron á decretar su demolicion^que tuvo
tfíeéto en principios de junio último; habiendo dispuesto^
en consecuencia la construcción- d^ otro en parage mas
adaptable y conveniente; ordenando al Intendente de Po-*
líeía me presentase el consiguiente plano y presupue^ito
^e e>sta obia, lo que, verificado por aquél, y habiendo sido
aprobado uno y otro, con fecha de 20 de mayo, autoricé
.al: mismo .Intendente, para que, con los fondos del empe-
drado, emprendiese la construcción del nuevo circo y
pudiese variar.: lo. que conceptuase conducente, á, cuyo
nvmwíí
'e^ñtiú ^eiió pri^'óipio >«A fines < del mjsitioinéiSj Ül^y ando-
Be gastados ^n''él,"n»8ta' e'«ta focha!/ S6,105 J)e80s 2 y 3/8
realas, en ótíye costa iió'*Í3é*(k)Mprenden 'ios laoaiireoB áe
'muchos migilerrale^ eoBáuCídos* * por ílofi'eátrodi nilos 300
pesoéqüe'peteültaiiotí á& ventaja etí'uitViaje^ dé cp»bparíaJA
pi*ó|yiA pla»af;l(íiie'hteo' el 'íéhAmpan,-^hRbj6ndo^ producido
410p^os líquídoe afavor del ramo,«una8|14dícárretadu6
^é leña; qtie toé dpár barrcos^acaban de» traer ¿él.ürugttay;
•tetiieado tídemús p^OTOida» fettperabaadaáíémezitejdeipieí-
dra eeta riberas, pues háj?' la sttfíoientefara/'enipeduaF
cuatro cuadras^ sin'qae cesen los enuimeiados bíareos sa
trajín. '• ' " * '', '• >''Jm^ -,},'>. ¡ < > • -, .-.,• .. . . .•>
.j . ■'. .
• . RKAi HAOJBNDA , .. .......
, . • r
• ' ■ • '■ t" • . ' • ■' . • • ■ » . ' • » I . ' I • . , ' ,
. . Este íapí^p taja úpite^resaiml;^ ^.lEsjta/ia jjCuyo^Wíjanejo^r
r^au^acion Qxig^q . ^lari^dad ^ exactj ^ud^ y gr^n pureza j&u
lo§ que Iptienein ásu,cargp, esenéj (^a^poiSd.^gig^'aíia ^€^1
JE6ta¡4o 7.parapoiigoja.4fi^ Jos super^^t^jic^wfps, uug., pa-
,d€iia tan enr.ed^d^, que 3i se pret^nfje.desem-edi^f'la tonjaiji-
do al.pri^icipiq (Je &\\ IjíIq, -pp creo, q^xe^ Ío .cpn^segpir^^ .1^
viday í^pliQiacipA del yirey ffias contiii.yad9..e^^el, ip^^q.
Lallave principal d^lma^^i^jp (ie,J&ef^l JS^ci^njda, ,com-
.pren.doque es €iltribun;aí,(íe cupptas-, p,ueS)§i.^j;e, es vigi-
lante y.cprrectQ en.que.íip 6eppsterg^e^la .aj>;:qbacio.a^,de
Jas.de Jas,. cajas (¡leí Jlei^^b, precedidos l9si-eí;Q^i9QÍmientjQp
.de<eUas y pra^cti^fada^jfta 4¡lig^u,cias (^tji,^^ qopvespond.ep
para no. 46jar . (jl:ejidaS)?LÍF^p{í.d,as, no res^ltagáp. qi^iebfas
íeadministraqion^ ni4/B'^ía?i,ucQÍ3irabJl.9^V^/ic. .,,^.. , , ..
, Por desgracia, de la,.Re.^l Ha^ciendf^ de ^3te vij^einatc^,
.desd^jqMesee^tq.bleci() aquí, c^l Tribuus^l.d^ (^uentas.. con
separítcipu del.de Limarse haca^doenjua atra,so tají coi^-
sidevabli^ j(]ue habiéndose .da4o ci^ent^.^ á Ic^ Cqv^te^ se au-
, mentaron mqpha^, pla?ia? qtie pi^lió.^eí.Tribufial, ofrecién-
dose con esteausilip ¿i (i^.i\^Qi*ífent^s,tjod^s4^?,9,9,eAta^^
el términP:de íre^ aip^., , ,Sp y^f^ific^ e.l jaiuneiit|() .^e subal-
ternos, pero son muchísimas las cuentas que están reza-
géidas; y habiendo padido^l nii^pio trijÍHLital xuievo y ma-
yor plazx). ^e Qstá siguiaadpel Q$pedieate p^ra su arreglo
respecto.á queS. M.,ea r^l orden de 11 de mayo.de 1799,
resolvió, que et «uperiuteudeute geaei^al, lom^^i^do motiqia
eliiúu^ejrpdeQUeataa ati^a^adaa la§ ,d,i@tribuyese entre los
contadarea majrdres propietarios, y agregaba» determi-
nando. el tiampo: en que debían darlas concluidas, sin
atraso de! las corrientes. Como el espediente no se lia
terminado, solo ke.Jbecho algunas inoí^ativaQ al Tribiua^l
para el 'breiv« despacho y yo creo que sisie hubiera omir
tido suslaiuciacLones, y el virey hubiera pne^tp en ejecu-
ción el literal sentido de la real¡órden, ya tal vez esitfifríar
mos con el dia.
Inmediatamente que me recibí del maudo quise saber
el estado en que se encontraba la Real Hacienda en este
Vii'eiiíatb, cuánta^ y cuáles eran sué' entradas y sfus de-
sembolsos ordinarios y • estraorklínarios eu cada áfto,
cuánto caudal existía en arcas y cuárito debía'haber, é
fin de quekl cartclifif mi'gobierno -pudiese demostmr los
ádelantáirilfeiitos que debía anhelar y qiíe he procurado
de todos modos; pero el Tribunal de Cuentas á quien pedí,
como correspondía, el referido estado^ níe manifestó qtié
ilb jíodía' Toiinarlopor carecer do los pi-ecisos datos, de
tal suerte' qiíe.'deáde el año del780, en que fué exigido, no
podía calentar por ningún quinquenio, ni por un aíio has-
ta la actualidad; y se contentó* con demostrarme que las
Tesorerías' y administraciones interpoladamente habían
faltado ál envfo de sus respectivos estados particulares
y generales, áácendietído á mas de 6000 los qne se echa-
ban de' 'mellos entre unos y otros. Di cuenta ál Rey de
este abandono cón'que se había mirado la observancia de
los artículos 2ÍG6,'207 y 208 déla Ordeuanza'de Intendentes
y por réál (írdén de 3 d¡ciembi*e de 1799 declarando reos
de las referidas omisiones al Tribunal de Cuentas, á todos
los Intendentes y aun' á mis antecesores, se dignó S. M.
contestarihis tomase las más estrechas providencias cotí-
tra los morosos hasta suspenderles el sueldo y aun de ofi-
cio. No hQ cesado de procurar el cumplimiento de la real
intención, asi en lo dependiente del Tribunal de Cuentas
(cuyas atenciones he estrechado) se contraigan á lo sus-
tancial, cortando y despreciando varios incidentes de su
resorte, ya de menos consideración, ya impertinentes,
como también incesantemente he reconvenido á los Inten-
dentes por aquel cumplimiento de su principal obligación
de ser zelosos del real haber en sus respectivas Cajas.
PAZ
Solo por mayor diré á V. E. que las Cajas de. la Paz
tienen un descubierto tan grande y enorme que no distará
mucho de un millón de pesos. He estimulado á aquel go-
bernador Intendente con varias incitativas para que agite
las cobranzas de las deudas, y cuando se perseguía á don
Fernando Biderio, subdelegado deOmasuyos, por el gran
descubierto de tributos en que se halla, ha pretendido
culpar á su Intendente, por lo que di comisión al señor
presidente de Charcas, para que, si afianzase la calumnia
como había ofrecido, comisionase algún ministro de aque-
lla Audiencia para la averiguación, pudiendo ser tal vea
la calumnia dirigida á demorar las diligencias con que
se le obliga al pago»
OBUBO
Las Cajas de Or uro están en tan miserable estado de
confusión y desorden que c|ida dia se enreda mas; y
mientras no se halle una persona de perfecta inteligencia
en estos manejos, que sea de una pureza incorruptible, y
que no sea fácil de seducir por otros atractivos, y á éste
se remita con toda la autoridad de'separar á los que estor-
ben,, no se conseguirá otra cosa que la continuación del
robo que. está sufriendo, la Real Hacienda y disensiones,
qué de las parcialidades se han originado.
6
LtXXn IHTBODÜOOIOH
POTOSÍ
No es menos laberinto el de la Real Hacienda de esta
. Villa, donde, además de lo coman, hay el Banco del Res-
cate, de que V. E. está bien enterado por haber servido
la Presidencia de Charcüs, y solo diré, por ser Sucesivos
acaecidos en mi tiempo, que aunque se ha deseado por
parte de este gobierno que se observe su Ordenanza pe-
culiar, todo ha sido representaciones y paralogismos, que,
aunque no han persuadido lo que se pretendía probar,
arrancaron de la Junta de Real Hacienda decretos permi-
tiendo que se hagan suplementos de á mil pesos á cada
cabeza de ingenio de los antiguos.
También después de mucho escribir y ponderar perjuir
cio6, si por haberse acabado el azogue no se trabajase:^
Jas minas, pidiendo para esto, que se designasen suplp^
PQ^ntog, á fin de que no cesase del todo el laboreo y par^
mantener los mitayos. Sobre esto se escribió, y recibie-
foa representaciones poco moderadas, que merecían otrg,
determinación que la que se tomó benigna de permitir qu^
se puedan gastar 200,000 pesos en conservación de I09
mitayos y labor de las minas Ínterin llegase azogue de
España.
Para socorrer de este ingrediente se practicaron vanas
diligencias con el Exmo. señor virey del Perú, á fin de
que socorriese áPofosí con algunos' quintales lo que veri-
ficó en cuanto pudo; pero como posteriormente á la sali-
da de las dos fragatas que lo conducían á este Rio fueron
apresados por los enemigos, no se ha recibi do alguno; ni
aun noticiado que se piense remitir., Sospecho que pue-^
' d^ llegar el caso de que cese la estcaccion de aquelloiS
metales.
No aseguro pueda haber sucedido en Potosí lo qu» se
afirma por algunos haya venido á tanta escasez el azogue
por el negocio que dicen ha hecho con ellos algún minero
de aquel asiento, á quien se supone se le .franqueaban
muclias e&ntidftdes mas de las ^ae necesitaba para su6
sainas, j dicen vendía á otros minerales con« notable uti-
lidad^ lo que habiendo sido frecuente se acabó con min-
cha anticipación el que debía existir en Potosí.
PABAGUAY
En esta provincia, como tan estraviada, se ha estado
exigiendo desde muchísimos tiempos un derecho deno-
minado de guerra; del cual ningún conocimiento se tiene
én esta superintendencia ni tribunales de hacienda. Ha
sido éste un secreto de que han sido muy exactos observa-
dores sus Intendentes, y según tengo entendido es bieh
abusivo y tiránico; pero como no todos los asuntos debe
promoverlos á un mismo tiempo el superior prudente, sino
con progresiva sucesión, no pude tomar conocimiento
necesario para cortar el abuso que es preciao reine en un-
manejó de intereses que se ha procurado ignoren las legí
timas autoridades,
Para aparentar la inversión de este ramo, se hacen
algunas incursiones en el país del Chaco tan inútiles co-
mo perjudiciales, así á los indios gentiles, á quienes hosti-
gan y obligan á ser enemigos nuestros por los continuos
males que se les causan y originan, y que, en despique,
hagan 'ataques á las^ haciendas fronterizas sin desquite,
pues no pueden ser castigados los agresores, porque sien-
do unas gentes vagantes es imposible hallarlos dispersos
por los bosques* Si se les procurase atraer con agrado
disimulándoles algo y proporcionándoles reducciones qué
tantas veces han pedido se hubiera ya logrado su total
reducción; pero esto no conviene á los intereses de
aquellos Intendentes que en queriendo incomodar á aque-
llos habitantes ó exigirles una contribución general, fo-^
mentan una espedicion contra los gentiles del Chaco,
sin contar con la anuencia de esta capitanía general, y
kamudo una' convocación de todas las gentes, aquel que
liZXXIT nrTRODIHSOTON
Ó no quiere salir ó se halla incomodado por vejez 'ó falta
de salud, ha de redimirse de la vejación pagando <^ierta
contribución, con pretesto de que sirva para otro que
vaya en su lugar.
El Cabildo déla Asunción del Paraguay elevó su queja
al Rey eu 29 de mayo de 1703, puntualizando las entradas
de este ramo de guerra, su incierta inversión, que el go-
bernador era el arbitro absoluto, y. pidiendo que se digna-
se S. M. estinguir el irregular método con que procedían
los gobernadores en la distribución y manejo de dicho
ramo, dictando sus nuevas reglas, y aunque el rey espidió
su real cédula de 18 de setiembre de 1778, para que éste
vírey le informase sobre el particular, no consta se hayia
verificado este informe; ni yo he podido hacerlo, como
deseaba, por no haberme hallado aun con todos los cono-
cimientos ciertos que he procurado: bien sé que de los qu0
tengo adquiridos deduzco que aquella provincia se halla
en un estado de esclavitud por el abuso de estas exaccior
nes.
Los ramos de Real Hacienda en el Paraguay, aunque
son de menos importancia que los de las otras Cajas rea-
les, no por eso se hallan con el orden regular de su cuenta
y razón, siendo una prueba funesta de tan perjudicial
omisión la de que por ella pudo atreverse un dependiente
de esta Tesorería general, Félix Gallardo, á falsificar
libranzas de aquellos ministros de Real Hacienda muchas
y repetidas veces, acaecidas en varios años, ascendía á
mas de 90,000 pesos el caudal que robó por tan grande
descuido.
SALTA
• Con solo haber manifestado al principio el grande reza^
go de las cuentas pendientes en el Tribunal, y que éste se
halla sin poder presentar, hasta el dia de hoy un estado
general de la Real Hacienda, no digo efectivo, pero m^aoii;
iKTJfODITOOIOK hXXXY
pop estimación regulada por algunos quinquenios que han
corrido desde su establecimieuto, con solo este antece-
dente bastaba- para venir en conocimiento de las malas
versaciones, descuidos y desórdeaes de las Reales Cajas
foráneas; y así concluyó, notando solamente en cuanto á
la de Salta, que en aquella Intendencia hay un ramo
público que llaman de La Sisa de Salta, cuya importan-
cia se regula en 60,000 pesos anuales, pero su manejo ó
inversión necesitan de arreglo, el .cual no se ha entabla-
do por falta de tiempo.
. RBAL BENTiV DE TABACOS
Esta real Renta desde su establecimiento, se ha pro-
veído de los tabacos que se cultivan en los Valles de Co-
chabamba, en Salta y en el Paraguay. Según la inme-
diación de las administraciones, se han surtido de los
respectivos tres parages, pero la provincia de la Paz, así
como otras sus colindantes del vireinato de Lima, han
usado clandestinamente de los tabacos de Yungas y Apo-
lobamba: reconociéndose que realmente son de superior
calidad, y que era difícil reprimir el contrabando, se pro-
movi<5 espediente sobre habilitar aquel surtidero, estable-
ciendo una factoría que matriculase á los cultivadores,
conviniendo ellos en los contrastes regulares. Aunque
se comisionó á don Francisco Aramburú, para que, con
los precisos conocimientos territoriales, propusiese el plan
conveniente, sobrevinieron algunos incidentes contra la
persona del referido comisionado que entorpecieron esta
importante diligencia. Con todo, posteriormente, se veri-
ficaron algunos asientos con hacendados de Yungas; pero
como no fueron bien premeditados, no han tenido mejor
éxito y se halla este asunto sin el arreglo correspondiente.
Esta Renta tan productiva al Estado, por su desorden
ha padecido en este vireinato tantas decadencias que, en
estol? últimos* tiempos, llegó la administración principal
de esta capital y lasque se proveen d^.ella á estar sin tos
correspondientes surtimientos, siendo ésta una concausa
del fomento del contrabando. Dejando ai silencio otra$
no inferiores, pero bien perjudiciales ai E&tftdo, y contrs^
yéndorae á lo que interesa su remedio, referiré la últimai
providencia que tomé paia su establecimiento, y consiste
en haber resuelto que se hiciesen en el Paraguay las con^
tratas necesarias para el completo surtimiento de todas
las administraciones; y conviniendo al mismo tiempo ha-
cer una visita principalmente de la factoría del Paraguay,
comisioné para ella al señor director de la Renta don
Francisco Barron, quien va desempeñando el encargo,
aunque con algunos tropiezos por parte de aquel Inten-
dente, quien, no obstante que permitió, como debía, la
publicación del bando, en que se convocaba á los que
quisiesen hacer contratas ofreciéndoles las exenciones que
tiene el Rey concedidas á los cosecheros y sus empleadosj,
puso dificultades en eximirlos del servicio militar, aunque
por el propio bando se concedía que fuesen exentos del
alistamiento de milicias, el cual distinguía el Intendente
de lo que es servicio militar, sutileza que no hubiese ocur-:
ridoáotro.
La introducción de tabaco del Brasil, por especiosa que
se aparente, siempre es perjudicial al Estado^ así porque^
se estrae de él el dinero, como porque proporciona muchos
contrabandos y otros negocios igualmente perjudiciales,
que por no haberse estorbado algunos de estos en los tiem*-
pos anteriores, se han seguido bastantes atrasos á la
Renta. Debe mirarse con mucha descontíanza cuanto
se proponga separándose del método de las contratas con
nuestros cultivadores en la jurisdicción del vireinato. En
mi concepto, se ha hecho notable mal con haber, hecho
gustar del tabaco del Brasil á los vasallos de S. M. eñ
estas Provincias, y no debe sufrirse el que haya quien
insista en preocupar con su uso el apetito general de los
consumidores; con lo cual conseguirían desacreditar lo9
tabacos^ qiie producen nuestras provincias pava ^nríquer
ce(r al' ésfrángero, y dar ocasión tk otros contrabandos*.
£}n cierto modo se quiso autorizarla pi-eocupftcion á favor
del tabaco del Brasil, cuando en tiempo anterior se dispu-í
so traer poirtugueses inteligentos para que beneficiasen.
el tabaco del Paraguay como el de su país. Por el prin-
cipio de su amor patriótico no se debía contar con.la bue-
na fe de estos beneficiadores, y lo cierto es qufe el proyecto
no tuvo efecto^ y se gastaron caudales de la Renta, la»
cuál los mantiene hasta el dia ociosamente, siendo, éste^
r
uno de los capítulos de reforma que encargue al referido
señor director que actúa la visita en el Paraguay, y la
proseguirá en Santa Fe y Corrientes.
Me había prdrpüesto el plan de qué continuase esta visi-
ta sucesivamente de las demás administraciones, factorías
y resg[uardo8, hasta la provincia de la Paz; pues todas se.
bailan muy mal manejadas. y en peor desorden; depen-.
diéndo estos males del desarreglo de la dirección general,
á semejanza délos que se originan del mal estedo del
Tribunal de Cuentas* Aunque S. M. comisionó al señor
oidor don José Cabeza Enriquez, para que visitase esta
dirección y administración general, estando en ella volvió
S. M. á ordenar que esta importante diligencia quedase
como correspondía, encomendada al ?ielo del virey que io
era entonces el Exmo. señor Meló de Portugal; pero nada
sbadelantó hasta que rae recibí del mai)do; ni podía yo
sin los previos conocimientos ¿eguir ó nó el plan que em- .
peí5Ó á ejecutar aquel señor oidor. Mq pareció que se
coiisulta con maa solidez él interés de las reales Rentas
de Tabacos y la verdadera constancia que había de
resultar de la premeditada visita veriíicándotte previamen-
te la referida que tengo encargada y desempeña el actual
señor director.
REAL RAMO DE TEMPORALIDADES
Las Teinporalidades ocupadas en las Provincias de
estevireinato álos ex-jesuitas fueron miradas en los pri-
LXXXYlII IKTBODVOOIOK
meros tiempos como bienes de ninguno,' pues á pesaír de
las reales disposicionee directivas de su administración,
con el descuido y abandono, se dio lugar á la confusión
dé los derechos del ramo á muchos estravíos y usurpa-
ciones. Debieron posteriormente reunir sus intereses
bajo de nueva forma en una principal administración,
residente en esta capital, con las subalternas precisas en
los pueblos del vireinato, según real orden de 7 de febre-
ro de 1796, con cuya fecha se espidió la real instrucción,
conforme á la real cédula de 18 de enero de 1789, y los
despachos para formalizar la nueva oficina, con designa-
ción de los empleados, sus facultades, obligaciones, suel-
dos y reglas de económica administración y gobierno.
Al ingreso de mi mando hallé que no se habían cumplido
estas nuevas reales disposiciones; se me presentó luego el
actual administrador principal don Pedro Viguéra, que lo
era del Reino de Chile; can cuyo motivo, combinando
los estrechos encargos de S. M. para el establecimiento
de dicha administración, bajo la nueva forma prescrita
y reencargada en real orden posterior, febrero de 1797,
con el real decreto y orden de incorporación de los restos
de Temporalidades á la Real Hacienda, espedido todo
en 19 de setiembre de 1798, para el fin de subvenir ala
estincion de la deuda nacional, bien que sin deberse inno-
var en la administración del espresado ramo y de sus re-
glas hasta otra resolución de S. M., proveí desde luego el
establecimiento detenido: y consiguientemente he espedi-
do las providencias conducentes al logro en lo posible de
las intenciones de S. M., ya en corformidad de sus realds
órdenes que se recibieron posteriormente, ya en áusilio
y protección de las representaciones del actual adminis-
trador principal de esta capital, á cuyo zelo, diligencia y
actividad se debe el adelantamiento que se ha dado á este
I amo, que al cabo de tantos años parecía que nada tenía
que fuese capaz de esclarecer ni realizarse, mas el suceso
ha acreditado lo contrario: pero sin internar demasiado
en los ádúlitos mas antiguos ni ottos complicados de espe*
cial'es circunstanciad en que es preciso saber la sobei^ana
voluntad coíno son cierta clase de esplicaciones á causas
propias 7 de pública utilidad, que no tienen la debida
autorización j perfección; pero que, á pesar de eso, con-
Tiene no innovar hasta la resolución de S. M. á quien 6e
ha instruido conforn^e los casos se han presentado.
Entre tanito no tenga la raf^on total de los fondos^ dere*
chos 7 acciones en pro 7 en contra de las Temporalidades
del vireinato, no es posible' formar un plan ó estado seguco
de la existencia 7 valor á que ascienden; es preciso con-^.
frontal 7 discernir las cargas, gravámenes 7 pensiones
de este ramo 7 deducir el liquido de sus rendimientos
páralos destinos é. que S. M. tenga ábien aplicarlos &
beneficio del Estado. Me esconstante que no:se ha. podi-
do practicar el plan por mas que lohe deseado 7 el admi-
nistrador ha tentado la formación* Muchos son los tro^*
piezos. Y todo ello prueba el desorden 7 confusión con»
que han caminado los negocios de las Temporatidadesr
en lo pasado. Con todo de haberse pagado algunas deu-
das cuantiosas que tenía el ramo atrasadas en su contra,
7 no haber sido posible establecer en tan breve tiempo el
orden de todo el vireinato, ha7 atesorados por esta admi^
ñistracioú principal 7 puestos en reales Cajas para remi-
tir á España 169,008 pesos pertenecientes á Temporalidad
des. Esto es aun mu7 corto ingreso respecto del'que por
encima se descubre, que debe aumentarse, no deca7endOv
de su zelo 7 esmero el administrador principal, sus subal-
ternos 7 ausiliares, como espero, que no decaerán» Con-
forme alas primitivas reales instrucciones, nombré para
este ramo un defensor que es letrado, á CU70 cargo está
á promover judicialmente los legítimos derechos dejas
Temporalidades; 7 por este modo se facilita mejor el des-^
pacho, sin cayo trabajo ausiliar el administrador princi-
pal no podría espedirse en los ma§ casos, ni el sef)or fis-
cal, cuya intervención en todos es necesaria hallairía
20 ^ / BTTAOiSHKUJI^.
camifio á líi brevedad estando sobrenotauera recateado
su ouíidado de tanto» rjamoe y objetos da especial atención
GUBRBA
El estado miHtái* de estas Provincias, en cnántd á troM
pas veteranas, consta de un regimiento de infantería,
cvtyú pitá ftié de fe batallones, pero su efectiva fuerza ape-
Aá'8 será de dos. Ei regimiento de Diragomes qn^, en sü
farttiaciow fué de cuatro escuádroiies, hoy se halla bieil
diminuto. Se fordaron también 8 compañías que debed
constar de 800 Blandengues^ los que tampoco se hallan
completos; sinembargo de haberse admitido en ellas algu-
nos que nd son correspondientes á la clase de que eé han
compiíeisto las dé las fronteras de esta Banda.
Toda esta tropa, ésctepto la compañia de Granaderos
d«l 8.*"^ Hatallon, y un diminuto destacamento del ínismó
dUérpO; B^e hallan en la otra Banda, empleados eú la guar*
ütcitynde Montevideo y demás puestos de aquella cosía del
Rio y frbnteriís del Brasil.
. ' Bxiéten en esta Bandtt, para el resguardo de la frontera
don los indios, el cuerpo de Blandengues, distribuidos en*
los tftriós fuertes de ella.
La frontera que corresponde á la jurisdicción de Sailtá;
Fe 8é gu^rneée con Blandengues.
La que sé sigue de Córdoba provee la guarnición de sus
Alertes éon tropa de las coínpañíás de partidarios dei su
jnríediccion.
Mendoza tiene avanzado hacia los indios infieles el
ftiette denominado de San Carlos, guarnecido con milt-
éianosy UL comandante particular que manda el de^tá*
eaiíiento y depende inmediatamente del (Comandante dé
Metidoza.
De resultas de la pasada rebelión, quedaron destacados
en la Plata, Potosí y Oruro una compañía en bada unat
de ^stíis poblaciones que se han iáó dl^srminuyead^ en en
fuerza p6r íbi» balArs iiat»Fale$> é jakái^esaaiblreis, ea'él tifa$i^
eurso de tantos añ^6. .! • •
Laa partidas de demareacíon dei Jimites con el Brasil
tieneu también unas pequeñas partidas de tropas parfir isu
au6iUo«
Aunque tenemos .varios fuertes eii.la, frontera del Bra-
sil, para conservar ilesos nuestros. teicritorios, sinembargo,!
no se descuidan los portugueses, isn irse introduciendo y
particularní>ente por los paragea inas. distantes del mar^,
donde no los hay, por. cuya dolosa máxiota. han puesto
siempre obstáculos á 1^ conclusión de deoiarcar los ,limi-.
tes aparentando siempre motivos de demora^y resultan*
donos el grave per^^uicio de los mu<^hos gastos que hace
naestro Erario ^ mantener tantos año^^ :á las partidas
empleadas en este p^bjeto. . . . i
• . . ' ■ ■ r . , ■ • .
MlIilO.ljlS
Estos cuerpos de que con tanta propiedad denominan
ausiliares los portugueses no se hallan eti el dfebidd ésta-,
do que conviene para poder cumi^hV 6u iiistifuto de* a*!!-
mentar las fuerzas tóilitares con su incorporación á Idtf''
ejércitos, ó destacamehtos que necesiten de este ausilio.
Por el actual señor sub-inspétíttír ^eneí'ál y en Virtud*
de la real órdeh de 6 de abril í "7 95, para qué, examinado
el reglamento de laá Milicias del nuevo íleino dé Gratiá-
da, se consultase si era adaptable a esté Reinó, 6 se pfO:
pusiesen las modificaciones ó Variáéíónes que se creyesen
conducentes, eu cuya virtud hizo el reglamento que le
pareció y dirigí á lá Corte, cuyas resultas no han llegado
por la larga interrupción de nuestra tíomuriícacioíi con ía
Península.
Cualquiera clase de Milicias provinciales 6 urbanas
que no tengan planas mayores vetei*anafe con sargentos
y cabos de escuadraj que cuiden dé su disciplina, serán,
inútiles,' püdiendo únicamente éabef alguna ecoiíoiiía éW
eí'númiero de éstas plazas, éonforitiü láá* cif cúñstaücias
lofi nrvftoiMiooioír
de las Provincias; pero* las que sean de frontera deben po*
nerse con mayor consideración y esmero^ porque puede
llegar machas veces el oaso de tener que juntarlas para
operar.
Hallando la práctica en las que hacen servicio actual-
mente en esta ciudad, de que en lugétr de servir cuando
les corresponde, nomb'ran unos que los sostituyan, disi-
mulé por haberlo sabido en los últimos tiempos de mi
mando y por evitar los recursos que se originarían, por-
que pretenderían rescindir los contratos pecuniarios que
habían precedido, y porque, esperando la paz próxima y
debiéndose retirar estas milicias á sus casas por sí mismo
cesaría este ábiiso, pero si eu lo i^ucesivo se han de poner
al sueldo milicianos, no se debe permitir, porque se ori-
gina de esto que la gente que el Rey mantiene como útil
para el servicio militar son. verdaderamente inútiles por
ser en lo general unos pohres indios tapes, sin valor y de
una indolencia, que se aproximad la estupidez.
ÍjU la Provincia del Paraguay hay un abuso que, por
inveterado y por otra^ razones no convenientes al Estado
S€¡ pretende hacer subsistir como ley inviolable, y es el
siguiente, con el aparentado pretesto de ser provincia
frontera del Brasil y del Chaco se hian reputado á todos
los hombres establecidos en el Paraguay por soldados, j
cuando los gobernadores han querido, con necesidad 6
sin ella, hacer entradas, en aquellos países^ gentiles, ó
figurar espedí cion contra ellos, han convocado el núnicio
de gentes que les ha siijerido el fin que se proponían, con
el estraño é irregular procedimiento de obligar al que no
podía que pusiese en su lugar quien le sostituyese ó diese
en dinero cierta cantidad; Este manejo tiene contra sí
lo primero que aquel gobernador particular no está auto-
rizado para invadir el Chaco ni otra provincia confinante
sin, y espreso permiso de esta capitanía general, que es
la que debe graduarla actualidad ó. necesidad de tales
hostilidades. Lo s^undo es contrario al método pres-
xancBooMrocuov x/cm
críto por nuestras leyes en cuanto al método de estender
los dominios deí Rey en las Atoérióas, por la* persuasión
suave y trato dulce con los gentiles, estimulándolos por
estos tan razonables medios á que formen reducciones en
que poblados reciban mas fácilmente la luz del Evange-
lio, objeto principal de nuestios reyes en la ocupación de
las Américas, y que tan repetidamente tiene mandado,
después que la esperienciaha acreditado que de una hos-
tilidad en que solo se logra el inhuttí ano triunfo de matar
20 630 miserables gentiles, resulta perpetuar el odio con-
tra los españoles, y de consecuencia alejarlos de la incor-
poración á la iglesia católica. El tercero peijüicio es
que, recibiéndose las contribuciones indebidas de los legí-
timamente impedidos de salir á la fierra, sin mas cuenta
ni formalidad, se da lugar á las sospechas de su mala in-
versión, y quejas que han llegado á los oídos del soberano,
según referí, lo que, si hubieran reflexionado aquellos go-
bernadores hubieran abolido está práctica, áuhqiie solo
fuera para evitar sospechas que pudiesen poner sombras
á sa pundonor en una materia tan delicada como la de
intereses.
Es increíble lo que se empeña el actual Intendente del
Paraguay en aparentar la necesidad que quiere tenga
aquella provincia de una incesante defensa y la precisión
de que ningún hombre pueda disíraer^se del servicio mi-
litar, haciendo decir á los comandantes en lo que pue-
de con apariencia fundar sus informes! 'Hay de esto
un ejemplo en él espediente sobré la referida visita qué
actúa el señor director de Tabacos,' á cuyas disposicio-
nes sobré contratas con aquellók' cultivadores, se há
opuesto, por resultar de ellas exonerados del' servido mi-
litar como unos 1500 hombres; siendo así que cuenta la
provincia del Paraguay como 80,000 almas, cuyo número
intenta sofísticamente reducirlo' á nada. - '
1MIV IKtCaOWMOlOll
^^01SiT^KA pB ESTA 3AKDA
La primera esteiisiojí de la campaña de esta Banda es
inc^ipaz ds poblarse de gentes y no siendo tampoco dema-
^adamente numerosos los vecindarios de los pueblos in-
mediatos. Tanapoco puede conseguirse de estas Pampas
los frutos qye dan otriii? tierras con el ausilio de la agri-
cultura, por lo que t.Q4o8 los que se hallan con facultades
se dedican á establecer en .^llas est^npias de ganados.
Para libertarlas de los. insultos deg^ntileg (jue las roben y
también pí^rg. asegurar las personas de los moradores de
la frontera d^ las irrupciones de aquellos, se estableció
¡uii cordón de fuertes, aunque muy separados entre sí, y
no sieníjp bastante el recintp que abrigan para saciar los
deseos de. los ganaderos se propuso adelantar las Guar-
dias á{ fin de aumentar el terreno para que, defendido por
ellas, se estendiesen mas y multiplicasen dichas estancias.
í]I prí?Ji ecto está formado, pero suspenso, porque sus eos*
tQj3 d^ben salir del ramo div guerra, y hoy nó tiene casi
entrada alguna por lairiterriipción del comercio marítimo.
Pste rapio se cpmpone de los dos reales que se pagan por
cada. cuero de los que se estraen. Pjasa de 80,6'0Ó peso^
la cantidad que anp^lmente se recoge en tiempo de paz,
y llegó á tener de fondo 700,000 pesos en el vireinato del
Síiuor inarqués de Loreto.
Si ll^géitU á adelantarse dichas Guardias tendrá alguna
x(\^s seglaridad pl caiftino. que comunica con Chile, porque
t9p4^'íai^ que inti^rpar i^ji^ha d^ljis líneas. de las Giiar-
(Jias.los i^idips jnY^,.sor^s, y, en mi con(?epto, deben poner-
se b^jBtapte inp[iediata|s ^nti'e sí las Guardias, para que
las patrullas que de uR^I-s á otras bataif la campaña, pue-
dc|.íi.,9pn mas facilicl^.d impedirles las hostilidades 6 corlar-
les lá retirada, si, ^ pesar de su vigilancia hubiesen lo-
grado introducirse furtivameiíte y apoderarse de ganados
ó de cautivos.
nrrrtsoDTOOiOH • é:«?
r^BPSKSA Pffl» j^m^9
Cuando se deiqlaró la guerra, se formó una Junta qi^
que íie determinó el plan de defensa, que apro;bó la Corte.,
y existe en ja sec,rpjtaría. Impup^to V. E. de él, advertirá
$u .qotitria pericia militar si es susceptible de algunas adi-
•ü'^né^^ 6 vaviaciQjjes, pues teniendo V. ]^. tantf^ esper^eu-
súfí y coipLoc¡mi|Bnto de estos países, me escuso de hftcer
reflexiones sobre lo deteiminado en esta materia.
»
Sobre lo que lleyp fefierido, solo me resta hacer l€^a si-
guientes prevenciones.
1* Que, según el estado de las reales cajas y adminis-
traciones de Aduana, Tabaco y Temporalidades de esta
capital, formado en fin de abril inmediato, se hallan exis-^
lentes en ellas tres millones, ciento sesenta y siete mil,
cincuenta y un pesos, dos y medio reales (3.167,051.
2 1/2 rs.)
2* ftw^ babiea<Jp retóqvido yo rqpipntejoaente»^!? ajimi-
niatrados pj^Fticulja^ee' de los pueblos guaraní^, Haaad.0 do
xpis or(}iQai:ias f^icultades y de las estra¡Qrdipariaj$ q.a^
paereeí dpi Rey por la; re^i^ orden dp 9,0 de .noviepibire,4/9
1798»he lleg^^dq á.eatender qjue. varios coiperqi^ntefS d^
esía capital sQlipitaré'U l^ reposición. ^^ dichp9 adminifS:
tradores pjor el iíiteréa que. upos y ofiro^ tienen 4© c^AÍÍt
nuar $us reprobivdps tráficos en perJKÍpio4<^losÍQt|8^e§es
de aquelÍpsdfisdiííhadQsq^turftles. ,
S*"^ Que teu^p dada quenta^ S, M, d^l i^e^uardp nay$||^
que he, creado eu) este íiiq (}e. la; Plata, iíidepepfji>epj;ei^de
l9..QQmandancÍ9'.genejrQ^ y pplp pon sujeción inn;edif)»t%.^
esíe gobierai.0 y Buperitendencia sub^el^f^fja, pprsua<Jii^(9
y.coBV/eneida en la experiencia de que no copyi^^e.qHí
todos los resguardos dependan de un solo comandante,
pues de aquella .otra forma se difi^^ulta;» mejor las diso-
ciaciones seer^as d^ los eontrabandistas y se fomenta
la emulación entré unos y otros empleados, sacándose el
mejor partido dcr Sus celos recíprocoíi: Y como don Airto-^'
nio Rute, á quien tengo destinado para la Comandancia
del referido Resguardo naval se ha hecho notable por su
buen desempeño aprehendiendo proporcionahnente mu-
chos tnas contrabandos que la comandancia general; así
los empleados en ésta como los contrabandistas á quienes
ha decomisado Rute, procurarán sorprender el ánimo de
T. E., á fin de qué se quite el espresado resguardo naval ó
qué se remueva de él á dicho Rute, de cuyo nombramien-
to hé dado también ps^rte á S. M. para su total aproba-
ción.
Nuestro Señor guarde á V. E. muchos años.
Buenos Aires, 21 de mayo de 1801.
El Marqués db Avilas.
El vireinato de Buenos-Aires fué por real ordenanza de
28 de enero de 1782, dividido en 8 Intendencias, y el ter-
ritorio ó demarcación de cada Intendencia con el nom-
bre dé la ciudad ó villa que hubiese de ser su capital,
residencia del Intendente, quedando las que entón^^es se
titulaban Provincias, con la denominación de Partidos y
conservando éstas el nombre que teníaü aquellas.
Una de dichas Intendencias habia de ser la General de
Ejército .y Provincia establecida ya en la capital de Bue-^
'nos Aires, y su distrito privativo todo el de aquel obispado.
Las siete restantes, qtie habían de crearle, habían de
sef" sólo dé {Provincia, estableciéndose una en [la ciudad
déla Asunción del Paraguay, comprendiendo todo el te-
xtorio de aquel obispado (1) otra en la ciudaá de San Mi*
(4) El obispado del Paraguay,' erigido ea 1647, y etiyo prinier prelado
fué doniííay Pedro de la Torre, desde 1552, compreadía 3 caratos en lacip-»
di^d: S^rario, NaestrU ^eflor» déla Aj^unciacion y $an Blas, y las Vicarias
siffqijei^ea; . yUla Bica, Caru^ati, Ñeembacú, Sajf^dq, ¡Piribebují, Capiata,
IKSBODÜOCIU»! W^ff
gue] del Taeaman, dabieiudó §er stí distrito toiojA Q\^ifip9c
do de eate nombre; (2) otra ei^ la ciudAd de Sa^ta jQrpz ,^$
la Sierra, que comprendería el lerritorio de isu obispado (3)
y otra en la ciudad de la Paz, que había de tenet todo e¿
del obispado del míemo nombre) (4) y además las PrOyin-
eias de Lampa, Carábayay A zangare; oti;a.eii la ciudad
ée MendiOza que había de comprender todo el ;tei:ritono
de su corregimiento, incluyéndose la Provincia de Cuyo;
— por el art. 4^ de la cédula declaratoria, ae varió el es-
tablecimiento de Intendencia en Mendoza; otra ep l^
eindad de Ja Plívta, cuyo distrito había de ser.ed dej ar^^p-'
bispado de Charcas, (5) escepto la VjUa d^ Potosí co^^9^^
el territorio de la Provincia de Porco, en4ue eatá situada,
y los de las de Xyhayanta ó Charcas, Atacama; láft^s,
Ohichas y T arija, pues estas 5 'provincias ¿ukbian tde .com-
ponerle del distrito privativo de la reatiante IpteadeaQÍd',
que había de situarse ^n ia espresada ;V¿Ua.
£¡4 distrito ;dejla jurisdicoion del vireinato d9 ^wno?
Carapeagua, Villa Real, Cordillera, X^g^Arop, ^AOtiago j Ci^i^elai^yi, y
ad«9á8p<)9.conyei)t08 d9.8ai^to.;Dqn9Íngo, ;8^n Francisco, R^po)ec.cÍ9ii del
{2) fi\ obispado del Tacuman, ^ri|;l4o en 14 dje mayp de 1670 y establecido
primeraiaenté ^d la ciudad de Santiago del' Estero, en la que existió ^Jiáéta
1699, que se trasladó á la ciudad de Córdoba,' y cuyo primer prelado fué don
fray Franqisco de la Victoria, comprendía los curatoa re^tq^le^ f|e {a q^f^f^»
1q« conyeatos d^ IJiintp Pomii^ó, S^n Francisco ^ la Merc,ed^ li^ yicí^riffi
Úg^i^^tefk: 0{Ufti<lgp 4?1 ^sjLero, Tucqman (Córdoba, San Miguel d^l 1*11011-
manjCu^o), Catamarca, ftiDJa, ^alta.yjújuí.
(8j £1 obisj>adoáe llanta €ru¿ de la Sierra, erigido el 5 dejuUo de 1^5,
coyó primer prelado fondón Antonio. Calderón, comprendía además, 4^ Iqs
«itratos de la oiudad, .los .aígoíentes: Fpropgp, Buena Vista, ,S^nt^ Ao?!^|
8fMÍ .Colirios» J^us del Valle Grande, Mojos y Chiq.uit08.
W,M obispado de la Paz comprendía las vicarias que siguen: Calamarca,
P^cages, Om'asuyos, Larecaja, Itabaya, Mocomoco, relechucp, Challana,
Songo, Yungas. CAucmtb, Puno yMoxo.
(6) Él arzobispado de Charcas, erigido en 20 de julio de 1609, comprea-
dialasTÍcarias 8Ígnientea:.Yan9paraes, Tomina, P|lai)fa,.0j9r<>. iPftria, Si^a*
tica, Potosí, Porco, Chichas, Chayanta, Lipes, Cochabamba, Tarija y Ca*
nmgas.
7
Aireí» comprendía la Plata, Paraguay, Coebabaiuba, la
Paz, Potosíy Oruró, Santa Fe, Corrientes,. Córdobíi, Salta,
Tucumian, Santiago, Jujuí, üatamarca, Meadozía, San
Juan y Montevideo. . ■ * . '
Ejercía la Intendencia de Buenos Aires el mismo yirey,
y las ciudades ó villas eran gobernadas por subdeilegados,
escepto los 30 Pueblos de Misiones Guaraníes, que ^ran
regidas por un adminiétrador general primero y goberna-
dor después, habiendo desempeñada eáte. cargo el capitán
de navio don Santiago Liniers, posteriormente virey de
Buenos Aires. Tenía 8 subdelegacionea, en San JügueJ,
Yapeyú y Concepción.
Por real cédula de 26 de febrero de Í58S, le& est^ba^
prohibido *á los gobernadores, corregidores y alpaldes
mayores el casarse durante dichos oai^oa en su jdiMrito.
Tenia esto por objeto el evitar recusaciones, de JdQs jueces
que sehabríau de abstener de los pleitos y negocias qM^
se'Ofrécieran, aeí como por el impedimento que lo3dei|Ldos
y parientes podrían ser parala libre y recta administra-
ción y ejecución de la justicia.
Del gobernador intendente de Buenos Aires, que lo era
al mismo tiempo el virey, dependían Montevideo, Santa
Fe y Corrientes (con Entre Rios), con un gobernador la
primera de estas ciudades y con subdelegados las dos
últimas, hasta el año de 1814, que éstas fueron separadas
formando dos provincias independientes, con un goberna-
dor intendente y con residencia en la ciudad de Corrien-
tes; la intendencia de Córdoba del Tucuman con los Par-
tidos, después Pi^vinctas, de Mendoza, San Juan, San.
Luis y Rioja, Salta, Tucuman, Santiago y Catamarca^
hasta el año de 1785, que se dividió en dos: la de Córdoba'
comprendiendo los distritos de Córdoba, Rioja y Cuyo, y
la de Salta, que comprendía los distritos de Tucuman;
Santiago del Estero, Catamarca, Jujuí, Nueva Oran y
Puna, connn subdelegado en cada uno.
|IITAOBUO€|<;)^]Í XOIX
• • f I •
OBISPADO DS BUENOS AIRES
* \
* Lás dos i^Vesiás de Buenos Ait'es y Paraguay, <Jué for^
máWn do^ oí)^spados, átítes de lá erección del ai-zobíspa-
do de lá' primera, fuéí-óíi uno solo ¿li su erección; pero el
considéiable aumento de las poblaciones de ésta Provih-
cía y lá larga distancia* de aquélla, para áclidir á laá
urgencias espirituales, llamaronlaatencíon del rey Felipe
ÍII "á solicitar del f apa Tabló V, quíeii espidió la Bula* de
fundación de este' Obispado, concedida en 1620; t/a éi*ec-
ción se verificó én 12 de mayo dé' Í6S2,' por su pHiner
obispo don fray Pedro Carranza, natural de Sevilla, quien
fálléció;enl6á2. ' ' •• « • ■ >- • .;
LoS (Általos que existían én ¡esta ¿ludad (Buenos Aires)
áolo éi^án' G,á saber: Sagi'ario-^Caüedral, cuya primera
ftfnáafeíon tíWá (tei año 1668 y la 6egqnda delude; S758
dividida en 1830, en dos parroquias, Catedral al nortei— ^
la MiEll'^ed, (1) fundalda en 16S8^yt; Catedral- al Sut—
San Ignacio (el Colegio)— San Nicolás, Conceípción^ Moll^
'Béri'lat— cnyo cufató fné^ iPandado^eíi :1769— Piedad y So-
corro; (2) Montevrde<y,' S^n Fernando d^ Maldoíñádo fuA -
(lado'Wn 1780),' fea^i Carlos dérMáldóiíadoftn 1680), Co-
lonia del Sacramento (en 1679), Espinillo (eh 1680)y Vávd*
í-tiá'léu 1680), Santo Doming-o Soriano (en 1650X Canelo-
l ■!
' ^1) Nibesl^'a Señoril 'déla Merced, ^e erigió; cou e] títulodeBaniá Bárbara
.y-sn/wpjíadpt'^fué.fi'iiy Peflrc^, liopoí Yí\ler9, v . . .• .,....;.
(?), JEsta iglesj^ (ué fjind^ Ja,, como capilla, en 1717^ ppr. don Alejandro del
Valle, pava su familia, bajo la advocación del Buen Socorro^, en \tf cual per-
mitía entrar el vecindario en los dias que se celebraba ef culto; y habiéndose
aumentado la población por esa parte de la ciudod fnó* necesaria erigir la
refbi^^a ccipUla etí jUinrocpiia^ . lo:que se •veriii¿¿ en* 1774 por el obiti()o Látor-
tcL Ki^'1798j;^l.obisiiv) ti^e y Ejiega liizo trasJf^daf la, efigie; del Señor de Ig^
Milagros, qa^eA 1a ^azop se hallaba. en una casa, particuliir^ mandando «irigir
un altar, para 6u colocación y para que sirviese de sagrario al mismo tiem-
po. Lrí el año de 1809, el nnaoo don José Martínez de Hoz emprendió la
obra de agrandar la iglesia construyendo una nueva sacristía,- basta qti^ »8d-
breñiikndo Iti révolnOíoA áe 1810, tnToqurabatidoBarfltii empresa.
S fSifiíHtftfiHíKfít
nes (en 1778), Laa Piedras (en 1780), San Isidro (en 1706),
Las Conchas, Cañada dé Morón, Sáh Vicente, Lujan, Pi-
l^r, Quilmos, Magdalena, Cañada de la Cruz, Areco, Re-
colección de San Pedro y Baradero (en 475Óf), Arrecifes.
Pergamino, San Nicolás de los Arroyos, Rosario de los
Arroyos, Coronda, Paraná, Santa Fe, Corrientes, Uí-uguay,
Qualeguay (en 1783), Gualeguaichú (en 1783) San José,
San Roque y .Caacaty.
La Provincia de Santo Domingo de Buehos Aires se
erigid el año dé 1725 con el título de San Agustin, sepa-
rándose de la de Chile. El convento se fundó por el año
de 1603.
La de San Francisco de Buenos Aires fué erigida en
1612, con el título de Nuestra Señora de la Asunción, reu-
niéndose para formarla las dos custodias del Paraguay
y Tucuman, dependientes entonces de la Provincia de
Charcas;
El CbnVento Grande dé San Pedro Tiblmo Se fundó ei
año de 1614.
El dé las Once mil Vírgenes el añb de 1600 ó poco antes
{V. Régistrb Estadístico de 1859, tomo 2^)
La Recolección de Níiestfa Señora del Pilar fué funda-
da él año de 1722.
Existíaii igualmente otros dos conventos, el grande de
S. Ramón y los Bethlemitas^ fundado el año de 1748.
El Colegió Apostólico de San Carlos de Misioneros
Franciscanos de Propaganda Fide se fundó él año de 1786
por el padre visitador general y comisario fray Francis-
co de Altoláguirre^ en virtud de real cédula de 14 de di-
ciembre de 1775.
El Monasterio de Monjas Catalinas de Buenos- Aires,
el año de 1744; las Dominicas y las Capuchinas en 1749.
El Colegio de S. Miguel para educación de niñas huér-
fanas se fundó el año de 1755 pot don Fi'ancisco Alvarez
Campana.
El real Colegio de S. Carlos fué fundado en 3 de no*
^éiáWé ñé 1Í83 por él n^^éy dátí JWaii' hsGé4ú Yottizi^ en
Virtud aévéiÁ drd«Ü (!« 31 de üifeiemtíi^ d«.lT79; Estaba
á cÁTgód^i clero kéttílATifm tóñó deperidrieiitfc ée lo» vi-
íéyés. KüUh éii él 4 bécáQ dé giAbin pái'a^ kíjos die pcír-
bres honrado^, y dos (;(yn destino para hijobd'4i'deffeeíÍdieh-
téáf de iíiiUt£tt'«á¿ Aiitériormentef en el afto de 177?« el
éspréSádó viréy é&ítáblecid, eb viiflúd de reales éédalao^
ddscátédrttd' de Lengua latlnia; nhade Poética y pvojÁedad
latina y otra de Sintaxis y Rádimehtds. Bn el de 1773,
dos óátedrás ¿é Filos^í^; en el de 17^6, tree cátedi^as de
Teología, dos de Escolástico-Dogniatida jr nda de Mbmk
Lacaba de Bjéréiciés foé fundada por ddña/ Maria An-
tonia de lá Páz^ natural de Sfetntia^ del Bstóro.
»
FÜKBACadN DB ClUDÁbBd '
1^ Buenos Aires fué fundada la 1* vez por don redro
de Mendoza el 2 de febrero de 1535; ía 2* vez por Alvar
Ñuñez Cabeza de Vaca, eii Í5Í2, y íá 3^, défidítivaméiite,
por el general don Juán de Garky, éri 1580.
^ Santiago dfel Esteró, funáádk por el géWértil Juan
Nuñez del Prado, por él año de l549, y defliiitívatíieñte
por don francisco de Aguirré en diciembre de 155^.
8^ Catamarca, fundada en 1558 por el general Juaá
Pérez de Zurítói, en él Vallé de Couando, coii él liotíabre
de Londres, de doiide, por los conünüos átáqUés de lo's
indios, en 1663, sé mudó al Vallé dé iPófnáh póV dofa Ge-
rónimo íiüis dé Cabrera, con él hombre dé Sari Jüán dé
lá Rivera, y én 1683 se trasladó íiueváménté, preVfo per-
miso del rey/ á lajá 80 legiiá^ al Sudeste, con el hOhlbl*é
de San iTernando del Vallé de Catamarcá.
4* Mendoza, fundada por el año de lb60 por dóri í^tídrb
del Castillo.
5* San Juan de la Frontera, fundadaen el Jjropio añb
que la precedente y por el inisnxo, dándosele éisé nombi*^
por ser él dia dé Bah Juan (24 de junio) j^de lá J^tóHt&ta,
por sértb del trica.
orí wnmwoffov
i '6* San' SíalV«4or4ei,JíujUvfui>4a4a;por:eífiuod9t.íí?í¡^
fué ad-iiin ada «á !¿oa ' •Qea$iQi]e3 pojr. Ipa; iadjoa hppi^lma^
caa.jn i)eedifioada.enil5a3.dft í5vd^u*del.g^íSr^Víí'ran,cw^^^
Aiigañarás: y Margúía,- aiiertdo.gobeirnfidpí: de}a Provincia
del TuiMinaaa. do¡u Jttan:Ramirí8zi-de V/^la^eo, ., . .
I 7* SanMictul p«Ií; Tiüouman, futtíladaien 4^§5,.ppi;..^
general DiegordeVillarre^Ji-.y trasladadla ai; Jugar eaqiuLe
actualmente; se hallajien 1685» pov ^l gpbe|rh|*dpi: dopFer-
nañdo Mendoza Mate* d-elt^iUB-, : ! -. ... ;,
8» CÓRDOBA^ fiiadad a 'po-v .dpn G^daiipo I^ujs ¡de Cabrei-
j>aeL6 de julio deí:l573». :< . . . , . ^ I
9* • Santal* Fb d« la 'Yera Ciniz, fundada, porielgeaqral
don Juan dé Garáy^<i5:d6 nclviémbneid^i5í73.' ■>; »..•...
10. Salta, fundada por don Gonzalo de Abreu y Figue-
roa, en el Valle de^Siancaa, y. traslíulada al lugar en don-
de hoy s^ halla, el 17 de abril de 1582, por el licenciado
Hernando de í^éViila.^ '' ' '" ^ , ' ... ; -
11. Qo;^Ri«ií.TKS,.iunda|l^flor el gobernador licenciado
don Juan Torr^$ (je V6ra y Aragón, él 3 de aBril de 1588.
12. XpD.ps. Santos Dfl la KüevaRipJa, fundada en 150l
por el gobjBF^iador don Juan Eamirez de Velazco.
13. San Luis Di: Loxol a, fundada en 1596 por Üon Mar-
tin García .Oñez djB Loyola. .
14. CoNCBPcioN ' DEL URUGUAY, fuudadá CU 1783 por el
comandante don Tomás de Rocamora, .
Por conclusión, debemoá declarar que nue3tra'préscin-
dencia acerca de T arija, Paraguay y Montevideo está f ni-
dada en que la historia déla primera se halla confundida
con la de Sal ^a^ iJe qué era tenencia de gobierno, hasta su
violenta separación de la^ Provincias. Unid as del Rio de la
Plata, como es igualmente tenencia de gobierno la ciudad
de Oran, de cuyos empleos ño nos hemos ocupado en el
presente t)f abajo, sino ele los gobernadores de proviiiciá.
Respecto del Pavagufiy, diremos que^ si bien ha formado
parte de la Provincia del Río de la í*lata has.ta 1810, con
los mismos gobernadores que tenían jurisdicción sobré
.•' '1. <■' '' y f
INTRODUCCIÓN OIU
aquél país, hasta el año de 1660, en que fué separado uno
de otro, viniendo á formar dos provincias con sus respec-
tivos gobiernos independientes, desde aquella fecha quedó
de hecho segregado como Estado, y por consiguiente, fue-
ra de la comunidad argentina. Por otra parte, tenemos
confeccionado ya sobre el Paraguay un trabajo especial
bibliográfico, que oportunamente verá la luz. Y por lo
que toca á Montevideo, ó sea Provincia Oriental, tam-
poco entra en la presente Historia, porque, si bien fué una
de las Provincias Unidas del Rio de la Plata hasta el año
de 1828, merece, como Estado independiente, un trabajo
especial para el que no estamos preparados.
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
1810-1878
< • «
LA JUNTA
tdt4--j|jlvTA cmiMBIiiVATiTA, compuesta de 6 vocales^
2 vocales secretarios y un Presidente, que lo fué el en-
tonces CoMí^NDANTE CoRNKLio Saavküra, desde el 25
de mayó — Vocales, coronel Miguel Azcuénaga— Doc-
tor Manuel Alberti, hasta enero' de 1811 que fue reem
plazada por don Nicolás R. Peña — Juan Larrea, (es-
panol)— Doctor Juan José Castelii, hasta agosto que
salió para el Perú, en representación de la Junta —
don Domingo Matheu, (español) — Licenciado Manuel
Belgranr», hasta el 2o de setiembre que salió de general
mandando la eispedicion al Paraguay — Vocal secreta-
rio, doctor Juan José Passo— Mariano Moreno, hasta
f el 24 de diciembre que fué nombrado ministro plenipo-
tenciario cerca del Brasil y la Gran Bretaña, y reem-
plazado en la^ misma fecha por don Hipólito Viei-
tes. '
El 18 de diciembre la Junta fué aumentada con los
«
12 vocales que siguen :— Doctor Gregorio Funes — Ma-
nuel Felipe de Molina— Doctor J. García de Cossio —
Doctor Manuel Ignacio Molina— don José Antonio
Olmos — Juan Ignacio Gorriti — Francisco deGiu'uchaga
— Juan Francisco Tarragona — Doctor José Julián Pé-
rez—Marcelino Poblet— Francisco Ortíz de Ocampo.
Una de las primeras disposiciones (28 de mayo de
18Í0) de la Junta, fué discernirse los mismos honores
PROVIHCIA
y tratamiento que á l^os vireyes, recibiéndolos en su
persona el Presidente de ella, y por disposición de 10
de dicieníibre quedaron estos suprimidas.
La Junta confió (15 de junio) al coronel Pedro An-
drés García la inspección de todos los fuertes de la
frontera é informar sobre su estado, medios de su me-
jora, etc.: — habilitó el rio JSÍegro cog^o ptierto menor (21
de julio: — acordó (3 de agosto) la delincación de las ca-
lles de San José de Flores : — la reglamentación y propa-
gación de la vacuna, (4 de ag:)sto) : — el levantamiento
de un censo de todos los habitantes de la ciudad, dando
á los alcaldes de barrio I^s instruciones qu<e hal^ian 4^ -
obseí-var (7 de agosto):— dictó disposiciones policiales
(9 de agosta^) sobre veredas, calles, matanza de perros,
etc. : ' la fundación (19 de agosto) de una escuela de ma-
temáticas, bajo la dircv^cion del teniente coronel Ftjiipe
Sentenach : — la creación (13 de setiembre), de la Biblio-
teca Pública de Buenos Aires, nombrando por Biblio-
tecarios al doctor Saturnino Seguróla y á fray Cayeta-
no José Rodiigiíez, y por Protector Je ella al secretario
de gobiei'iio, doctor M.iriano Moreno: — dispuso (10 dq
octubre) que lodos ¡os empleailos tiablan de formar
parte d<*l Montepío dál Ministerio :^h.ibil:itóse (|5 de
octubi-e) el puert) de la E isenadade Barragiin, dispo-
niendo m g )ras en el pueblo: — tratóse (23 de octubre)
de la catializaoion del Rio Tercero:— dictóse (2 de qo-
viembre) una disposición sobre testos y casas adecua-
das para Escuelas gratuitas:— ordenó (17 de noviembre)
la formación de bosques en los alrededores de la capi-
tal y de todas las poblaciones de la jurisdicción ;— re-
solvió (22 de noviembre) aprobar lo propuesto por el
Cabildo, para mejorar las Escuelas de primeras letras,
que estaban á cargo d*i los padres provinciffles de órde-
nes rt*lig¡i)sas, estableciendo !as jubilaciones de los
maestros, con el mismo tiempo y. con los mismos hono-
res y privilegios que disfrutaban los maestros de fácula
ades mayores.
DB BUKJIOS AIRB8 5
Aprobóse (24 de enero de 1811) la canalización del
Riachuelo y se dictó (20 de abril) un reglamento sobre
Jibertad de imprenta;
El coronel Saavedra presidió la Junta hasta el 26 de
agosto de 1841, en qué se dirijió á las provincias del
interior, quedando de Presidente de la misma su vo-
cal don Domingo Malheu.
Saavedra creyó de buena fe que su presencia en el
Alto Perú podna reparar los quebrantos de la jornada
del Desaguadero, que tuvo lugar el 20 de junio do. 1811.
Con esta idea no trepidó un momento en realizar su
s?aHda. • ^
Los gefes de][las tropas; no pocos de los vecinos de
Buenos Aires y hasta el mismo Cabildo le pidieron de-
sistiese de esa idea, pues era esponer á un vuelqo al
gobierno de la capital. Mi^s él,, firme en su propósito,
emprendió su marcha, sin prever que se trataba nada
menos que de su separación y de su destierro.
En efecto^ á los ocho dias del arribo de Saavedra á
Salta, se le hizo saber su separación del gobierno y de
la presidencia de la Junta; ordenándosele entregara el
mando de las tropas que pudiese haber reunido, del
Desaguadero, al general Juan Martin Pueyrredon,
quien acababa de llagar de Potosí, conduciendo los
caudales que había salvado de los enemigos de aque-
lla Villa, y se Conservase en Salta á ausiliar á dicho
general.
Como éste era un mero pretesto para su detención,
y en nada menos pensaba Saavedra que en regresará
Buenos Aires^ pidió y obtuvo permiso para trasladarse
áTucuman ó Mendoza, con el retiro de 45 pesos anua-
les, que se le asignaron.
Desde entonces era un crimen manifestarse amigo
de Saavedra: eran mal vistos por el gobierno cuantos
individuos tenían empleos de los que "se suponían
6 PBoymoiA
ser partidarios de Saavedra, y fueron despojados de
ellos.
Saavedra había caido realmente en desgracia, con
razón ó sin ella: no habla suceso, ni accidente alguno
desgraciado que no se le atribuyese, como autor de la
revolución de5 y 6 de abril de 1811, y en comprobación
de ello, el doctor Montengudo dijo en la Gaceta de ene*
ro de 1812 que Mr. Flemming, comandante del navio
de guerra de S. M. B., que acababa de llegar de Lima,
aseguraba haber visto y tenido en sus oíanos las comu-
nicaciones de Saavedra con la princesa Carlota, hecho
que fué desmentido por el embajador inglés, en el Ja-
neiro, lord Strangford, cuyo oficio fué publicado á su
pedido en la Gaceta de 22 de enero de 1813.
Según el general Saavedra, los que mantuvieron co-
municaciones con la princesa Carlota Joaquina de Bor-
bon, infanta de Espafia y mujer de don Juan V., rey
de Portual, y que la llamaron en 1808 y 1809, fueron
don Hipólito Vieites, don Manuel Belgrano, don Nico-
lás Rodriguez Peña, don Juan José Castelli y otros.
El general Saavedra, natural de Potosí, murió re-
pentinamente en Buenos Aires el 20 de marzo de 1829,
^ á los 68 años de edad.
1911— B. BOVIMCMI MATHEIJ, Presidente de la Junta,
en ausencia del coronel Saavedra, aparentemente co-
misionado al mando de las tropas del Alto Perú, y, en
realidad, separado del gobierno y de la presidencia,
desde el 26 de agosto hasta el 23 de setiembre^que se
operó otro movimiento en la ciudad, variando la forma
de gobierno establecida el 25 de mayo de 1810.
Los diputados de los pueblos^ que formaban parte
de la Junta, fueron mandados salir de la capital, des^
pues del motin de patricios del 7 de diciembre.
Lo único que se dispuso durante la Presidencia de
l\íatheu fué suprimir (1° de setiembre) el tribpto que
pagábao los indios á la corona de España, quedando
DB iuXKOa AttBS 7 ^
^^tingnidOi para. siempre; y la ¿reaeion- del f>rii^er
tjríunvirato, el 23 del mísiaxp mes. -
Matheu entró á formar parte de la Junta Gubei^nati*^
va, CQmo único ^lemeiito que inspirabau>vDnñan^a á ios
esp9ü[}o]es liberales que tomaron pnrtieipacion en la
revolución de 1810. La espedicion ausiüar, compues-
ta 4e¿K)0 hombres qu.e de Buenos Aires salió con desti-
no al Perúi fué costeada de su propio peculio. Fué
J^atheuquieu equipó la» flotíila, que, burlando á los e^
pafipl^s qUQ bloqueaban esta ciudad, pasó á la Banda
Oriental y consiguió prestar impojttantes servicios é
los|[j[^f6nsQre3 4ela«i|}dependeneia. El habia presidia
do, como primer director, la construcción de la fábrica
die (tilles, ^n lo que actual n^ente se oooocecon el pcMín-
briede Parque dtn Artillería. Eq aquellos difíciles
/momentos, fpuando la Jjunla s» hallaba apurada, por
finita de reoiirsQs y qon nn crédito d^doso^ la sóía^^'Ftna
de.Ma^heu bastaba.para quese le diese cuanto se pi*^
4ief;^» sin limitaQijCH» alguna. Servicios eran ástoaque
J^ilath^^u pr^3tfijba con el tínico in tenes de .propender^áia
libjSirtad (é ^odepen^c^m de la patria de sus hijos^ y dé
la suya adoptiva, y sin ostentación^ ^ aum ^^jáh^o^e
arrebatar méritos, en servicio de ésta, suyos esclusiva-
toente, por individuos mas audaces y menos escrupu-
losos. Y sin embargo, su modo de vivir y el de su
familia, entonces y después, fué sienipre un^i^p^eJode
modestia, digno dé imitación. ' ' . '1
1911— COROWEL IBr. FELICIAIVO A. CHICLA^A, |L
lfA!%*tJKIi nía S^ABRATEA Y Dr. JprA^ Wtfil''
PASMI, Triunvirato Ejecutivo, y Secretarios síh votó
doctor José Fabián Pérez, de gobierno, (hasta el l6'dé
Bovieámfcre que renunció, reemplazándole don Beroar-
dino Hlvftdavía, de guerra, doctor Vicente' López, de
-hacienda, (hastíi el Í8 de Novietnbre que renünqióVcoñ
sirjeekm á H> que^ dispusiera |^a Junta ConserVadbráj
y responsables deí»ü¿^6tos atete? etla. '' ' * '''
£1 doctor Nicolás Herrera entró á desempeflar las
funciones de secretario de guerra y hacienda el 1^ de
diciembre.
. Este triunvirato entró en sus funetones ejecutivas el
23 de setiembre, dictando (4 de octubre) penas para los
robos.
Espidió un decreto (26 de octubre) sobre la libertad
de imprenta, disponiendo al mismo tiempo la creación
de una Junta de 9 individuos con el titulo de Protecích
ra de la libertad de la Imprenta; y otro (23 de noviem-
bre) sobra seguridad individual, tal cual se baila con-
signada en las actuales constituciones nacional y
provincial.
A propuesta del Cabildo, el triunvirato creó (13 de
enero de 1812) un gobernador intendente con conoci-
miento en las cuatm causas — PoMcía, Hacienda, Jus-
^ciay. Guerra^ en que antes entendíaj) los vireyes, con
Ui estension y la forma que designan las leyes y orde-
nanzas de intendentes; y, para servir tan importante
cargo, fué nombrado e) coronel Miguel Azcuénaga, con
dos asesores de su gobierno, doctores Miguel Garba-
lio y Gregorio Tagle.
GOBEBNADORES INTENTES DE BUEM AIRES
gobernador intendente, propuesto por el Cabildo, en
vista de lo peligroso de la situación y de la necesidad
de crear un gobierno territorial, y constituido por el.
gobierno nacional en la persona de dicho coronas], con
IOS asesores doctoras don Miguel Carballoy don Gre-
gorio Tagle y con conocimiento de las cuatj^o c^i^a^-^
policía, guerra, justicia y hacienda*
/DÉ BXmMñ AlEBS 9
. El 13.de enero fué recibido y puesto en posesión del
cargo pi'o\isorianiente por el Cabildo, con todas las
formalidades del caso, ejerciéndolo hasta el 10 de fe-
brero de 1813 en que le sucedió el brigadier Balcarce.
Apesar de corresponder al gobernador intendente el
conocimiento de las cuatro causas, las atribuciones de
éste eran absorvidas pQr el gobierno de las Provincial
Unidas ó . por el Cabildo, según ¿e verá por lo que
sigue.
' El gobierno superior dispuso (31 de enero de 1812)
4ue ningún libramiento de la Intendencia se llevase á
efecto^ sin previa aprobación de aquél.
El mismo suprimió (idem) lacontadurlade la provin-
cia, ordenando al gobernador intendente circulase esa
resolución: - dictó (11 de marxo) un reglamento policial,
que, por la naturaleza de sus disppsiciones y efectos
incumj)ía directamente á la policía dé la ciudacjl:—
aeclarp(14 de agosto) al pueblo de los Quilmes libro á
toáá clase de persQuas: su territorio por de propiedad
del Estado, derogándose y suprimiéndose todos Jqs de-
rechos y privilegios que gozaban los pocos, indios que
existían en dicha población, disponiei-ido S3 comunica-
se esta resolución al gobernador intendente, para que.
la hiciera cumplir:— aprobó (20 de agosto) el estableci-
miento de dos escuelas de primeras letras, á solicitud
del Cabildo, que lag costeaba, á mas de las. cinco que
éste pagaba, una en el barrio de la Residencia y la
otra en el'de los Corrales del Miserere: — dispuso que el
gobernador hUei^dente (Azcuén^ga) comuntcasd á^ la
jCámarade Apelaciones, uim resolución (P de ¿fetiem-
bre) sobre ordenanzas de los alcaldes de barrio, susti-
tuyéndolos por paisanos; y, de acuerdo con el Cabildo,
detejí'njiíió (22 de setiembre) levantar el plano topográ-
fico delterntorio de esta provincia: — dictó un Regla-
mento praaisionctl do PolicCay crearido un intendente
geneijalde alta Policía de la inmediata dependencia
10 PMviy<aA
del gobierno ^superior y suspendiendo la referida bkiksa
que había ejercido el gobernador intendente de la ca^
pital.
Se circuló por orden del gobierno (13 de enero d^
1813) una In&truccion para Jos alpaldes debarpio.
Los secretario^ del gobierno intendencia fueron su^
cesivamente don Francisco de Paula Saiividet (hasta
el. 31 de Qctubre.de 1812) y doctor Bernardo Velez, qué
continuó con Balcarce.
^1 brigadier general Azcuénaga falleció ^i Bu^os
Aires el 19 de diciembre de 1833, á los 79 años de ^dftd-
tSia— BBICADIEB AMTOHíIO COMZAIíEZ BALCAR-
CE, (en lugar de Azcuénaga, ascendido á consejero de
Estado) desde el 14 de febrero de 1813 hasta el 16 de
abril de 1815, que el Cabildo asumió la autoridad, titu-
lándose gobernador interino.
Al gobierno intendencia cupo el deber' de mandar
publicar y circular el /;?/m/20 Nacional (cuyo autor fué
el doctor Vicente López y Planes), decretado por la
Asamblea.
El 22 de octubre de 1818 fué creada la Parroquia dé
San Pedro Telmo^ sirviendo al efecto la iglesia de la
Residencia^ para el desempeño de las funciones parro-
quiales.
El brigadier general A. G. Balcarce falleció eú Bue-
nos Aires el 5 de agosto de 1819, á los 45 años de
edad.
t$f 5.EI, CABliíiM^ presidido por don Francisco An-
tonio de Esoaladá, desde el 16 de abril, que asumió el
.mando, titulándose gobernador interino, con la es^
tensión de facultades inherentes á este cargo, á es-^
cepcion de la comandancia de armas, que quedó enco-
mendada al brigadier Miguel Estanislao Soler.
Este cajmbio fué operado á consecuencia de la revo-
lución de Fontez^uelas, que tuvo lugar en esa fecha, so -
BB BüSKOS AIBB8 11
bre que el Cabildo di6 un manifiesto, felSO del mismo*
mes, justificando aquel movimiento y cqnsiguiénte
derrocamiento del Directorio de Alvear.
Aunque el Cabildo aparecía como gobernador interi-
no, el que obtenía el gobierno intendencia de la provin-
cia era el brigadier Soler, por el hecho de ser el co-
mandante general de armas. El director . Alvarea^
previa consultada la Junta de Observación, ordenó
la subrogación de Soler, mandando bacer la eleccioiji
popularmente, en la misma forma que para el nombra-
miento de director del Estado y fijando el día 17 de
mayo para la celebración de aquel acto,
fl8flft-D. iiAfViJEii liriSBfi OLIBEM, el ecto goberna-
dor intendente de la provincia, delegado de Correos,
etc. en 19 de mayo, por el período de tres años, termi-
nando en 8 de junio de 1818. ^
EJ 30 de agosto de 1815 el gobierno intendencia cir-
culó á los alcaldes de hermandad de la campaña un
bando sobre policía:— prohibió (20 de marzo de 1816) la
matanza de vacas en todo el territorio de lo provincia,
y; — (23 de julio) la venta de bebidas al menudeo en los
almacenes de comestibles :-^nombró (28 de agosto) al
maestro mayor de plateros don Geróliimo Martínez,
para trabajar y labrar escl lesivamente las medallas,
bajo pena pecunaria por cada medalla labrada, sin or-
den del gobierno intendencia. Esta disposición fué
(19 de setiembre) derogadapor el director Pueyrredon.
El señor Olíden cesó en junio de 1818, sucediéndole el
brigadier general Rondeau, y vencidos los 4 meses
para poder abrir juicio de residencia contra el ex-go-
bemador intendente Oliden, el gobierno, á solicitud de
éste, declaró no haber motivo para tal juicio y haber
sido buenos sus servicios durante el tiempo que tuvo 4
su cargo aquel empleo, y confiriéndole los honores de
gobernador intendente honorario de provincia (12 d^
junio de 1818).
12 rBOYlUCJA
fl8^9--B. VABCKliO MAS DE IíA pkíIa, gobernador
intendente honorario de provincia, nombrado el 2 de
junio, en mérito de los servicios que habla prestado á
la patria.
1818— BBIGABIEB JOSÉ BO!VBBAlJ, desde el 8 de
junio hasta el 30 de julio, que le sucedió el géneralJ.
R. Balcarce.
La única disposición dictada por el brigadier Ron-
deau, comogobernador intendente de la provincia, fué
(julio) un bando sobre policia, mandando cumplir Io§
artículos contenidos en la Instrucción circular de 13
de enero de 1813 y prometiendo aplicar irremisible-
mente las penas que en ella se espresan, en vista del
total descuido y abandono en su observancia.
El pueblo estaba acostumbrado á mirar con la mayor
indiferencia las disposiciones que dictaba la autoridad,
sin cuidarse, en lo mas mínimo de cumplirlas, sino
citando se empleaban medidas coercitivas. Si los en*
cargados de llevar á las vias de ejecución^ aquellas dis«
posiones eran severos, ó poco condescendientes con
los infractores, entonces el gobernatite era caliHcado
de déspota y tirano. No esuba el pueblo habituado
á obedecer y á respetar la autoridad, sino cuando ésta
se hacia sentir Qon mas ó menos rigor, y lo que en un
empleado, de cualquiera categoría, era el cumplimien-
to de un deber, en desempeño de sus funciones, se atri-
buía á arbitrariedad por los que quaiian hacer su vo-
luntad.
fl8t8-GE]lEBAIi JVAM BAMOM BAIiCABCB gober*
nador intendente y comandante geiieral de campaña,
desde el 30 de julio hasta noviembre, que tuvo que
ausentarse á aquella, sustituyéndole interinamente el
coronel P. Ibañez.
En cumplimiento de orden del director Pueyrredon,
el gobernador Balcarce mandó publicar por b^ndo lo
DE BÚKNOft AlABS 13
dispuesto por aquél, en virtud de autorización del con*
greso, sobre concesión de tierras en ia nueva Uñea de
frontera, hasta la laguna de Kaquelhnincul, donde de-
bía construirse el Fuerte de San Martin, para garan-^
tir la seguridad de la ca«i paña por ese lado.
Fué igualmente €OX»¡sianadb por el referido Director,
para levantar ua empréstito^ y, usando de todo él llenó
de sus facultades y procediendo con la actividad y zelo
que demandaba la gravedad de la urgencia, espedir las
órdenes convenientes, parai queio&i prestamistas entt}-^
rasen, en la Tesorería, del Tri|[^unal del Consulado, la
cantidad que éste les había designado.
tMi9— COBOIVEL P£BBO IBAf EZ, gobernador inte-
rino, por ausencia del propietario Balcarce, durante los
primeros ^ias de noviembre, hasta el 14 del propio
mes, en que, agravándose la enfermedad de que adole-
cía, fué sustituido por el general Díaz Veiez, en la mis-
ma caiidad de interino.
fl8i9--€}fiJVEB/ÍLii EIISTOQCIO BlAz VCiiEZ, gober-
nador inteiinOj desde el 14 de noviembre, poí* enferme-
dad del coronel Ibnñez y en ausencia del propietario
Balcarce, hasta el 9 de febrero de 1820 que renunció el
caigr), sucediéndole don M. de Irigoyeh, en el gobier-
no de la provincia é intendencia de policía, de que Dia£
Velez fué exonerado, desde el ÍO de marao de 1819, en
que el congreso nacional resolvió separar la Intenden-
cia de Policía del gobierno de la provincia, nombrán-
dose provisionalmente en la capital un Juez de la
misma. ^ ,
Afines.de 1819, laxonstitucion fué solemnemente
jurada y puesta en planta, en las provincias que ha-
bían concurrido al congreso general. Ella habría
subsistido, por algún tiempo, si las dos provincias de
Santa Fe y Entre Rios, en las que el general Artigas
había hecho sentir su maléfica influenic^ia, apoyada en
14 PIOVIMOIA
SUS recurso^, y^ á mas, en los de las ardiei>tés combina-
ciones, talentos notorios, carácter emfjresario, pasio-
nes fogosas y demás cualidades estraordinarias^ que
reunía un estrangero ilustre y desgraciado, no hubie-
sen apelado á las vias de hecho, invadido á las de Bue-
nos Aires., disuelto el gobierno general y dejado el Es-
Itadoen acefalia, como el medio mas oportuno para
llevar á ejecución sus planes ulteriores, que no eran
por cierto los de la tan decantada federación^ por mas
que se vociférese lo contrarío.
El desventurado don José Miguel Carrera, que es á
quien nos referimos, fué el que tuvo la principal parte
y toda la dirección en aquella empresa. No pudiendo
sacar partido en favor de sus designios, de la univer-
sal suspicacia de Arligas, quien, en todo hombre de
talento, creía ver — y con razón — un enemigo mortal de
sus torpezas y política anti social, Carreras tuvo la
singular habilidad, después de haber estudiado >el ca-
rácter del caudillo Ramírez, de inspirarle sentimientos
de elevación, y hacer que se sublevase contiti el pseu-
do-protector, de quien era favorecido. El éxito no
pudo ser mas feliz para él, como todos saben. Arti-
gas fué derrotado por una de sus tsreaturas, y desde
entonces toda la influencia, de que él habla gozado,
pasó á su vencedor.
Carreras nev6 adelante sus planes, apoyado en la
fuerza moral y física, con que, de sus resultas, contó
desde luego el supremo de Entre Ríos.
Estos elementos, y los de Santa Fe, que obraron en^
combinación, echaron por tierra el gobierno' directo-
rial y prodiijeron la disolución del Estado. ^Ninguna
de las demás provincias — que estaban sometidas de
hecho y de derecho á la autoridad del poder central
establecido en Buenos Aires— hizo valer pretensio- '
nes' algunas. En aquellos terribles monjentos, el
Cabildo gobernador de Buenos^Aíres emancipó oficio-
•sámente á tos pueblod^ándiGáadolesqa^dibail^ en toda
libertad, para Gonsuttap por si mismos asa seguridad
-yá la defensa y conservacto'n de sus derechos.
]£l general Díaz Velez falleció en Buenos Aires el
4*^ de abril de 18a6.
• •' ■ • . •
•WMí,' gobernador de laprovineia-é intendente d^ poli-
oía, desde d 9 baste el 11 de febrero, que ^) GabHdó
asumió el mando, mo .
No tuvo, pues, ocasión de dictar disposición algu-
na, en su corto gobierno de dos dias.
.i
fl9««— Eli CABlliBO, presidido por don Estévan Rome-
ro, titulado gobernador de la provincia de Buenos Ai-
res, UR día, el 11 de febrero, en que declaró ha-
ber asumido el mando ^universal de la ciudad y
provincia; que cuidaría d^ mantener el orden en todos
los ramos de la administración, espidiendo, al efecto
todas las órdenes, que, según las delicadas circunstan-
cias dé entonces^ condujesen al mayor bien, felicidad
y tranquilidad de la provinciíi, Ínterin que, en nníón
con las demás, se estábeciesen las mejores bases de
a&Ociffcion, conforníe á su decidida y manifestada in-\
tencioft-^la/erferacíon. '
flMI«--l!BJVIBIVTE COIÉOmBIi IIÍC^UEIí BB IBIGO-
YBit, gobernador político, en comisión, y el brigadier
general Mk^ukl Bstanisi^o Soler, nombrados por el
Cabildo, dando al primero por asesor al doctor Juan
José Passo, con facultad de nombrar á su arbitrio el
secretario que le pareciese, espidiéndose por medijO de
éate^iel de&paetho de los respeótivos departamentos
desgobierno y hacienda da la provincia, y al segundo
el cargo de comandante general de las fuerzejs de mar
y tiei^xa de la provincia, cou el departameoto de guerra,
y>^evitades de proponed todas las reformas,' que ore-
16 PBOVIIICIA
y era convenientes, al Ayuntamiento^ del mismo modo
que ios oñciales generales y oabos subalternos; reser-
vándose empero la Municipalidad reglamentar et sis.-
tema de la administración publica de la provincia^ y
acordando al mismo tiempo la elección de doce electo* .
res, para el nombramiento de gobernador propietario.
fl99«-rD» JUAN PEDRO AGVIRBB, alcalde de pi^nva^
vo^to^ gobernador interii^o, entré tanto se posesionaba
del gobierno el electo gobernador provisorio don Ma-
nuel, de Sarratea.
Desempeñó el cargo desde el 16 hasta el 18 defebre*
ro,' es decir, 8 días.
GOBERNADORES DE PROYINCIA
tflit^— B. MAivvEiii Bi: : liABBATiSA, PRIMER gober-
nador y capitán general de la provincia, nombrado por
la Junta Electoral el 16 de febrero con calidad de provi-
sorio y hasta que pudiera reunirse el voto de la cam-
paña, y puesto en posesión del cargo. el 18, por.h^ll:ars€>
ausente de la ciudad, cuando tuvo lugar su elección.
£1 2S^da febrero, el gobernador Sarratea saii6 ái-la
campaña, con el objeto de conferenciar con los getes
del ejército federal^ y quedó desempeñando- interirta-
mente sus funciones, por elección de la Junta de Re-
presentantes, el gefe interino del Estado Mayor, gene^
ral Quintana.
Bl objeto de la salida del gobernador Sarratea ftié et
concluir, como en efecto concluyó el 23 del mismo mes,
en el Pilar, una convención entre él, como gobernador
de Buenos Aires, don Estanislao López, gobernador
de la provincia de Santa Fe, y don Fraooisco Ramírez/
DB BUBNOS AÍKBS 17
de la úe Entre Rios, con el fin de poner término á la
guerra suscitada entre dichas provificias, proveer á la
seguridad de ellafe y concentrar sus fuerzas y recursos
en un gobierno federal.
fl8t«— CKIVfiBAIi HlIiABlOIV D£ LA fllUNTAIVA, ge-
fe interino del Estado Mayor, gobernador interino, elec-
to por la Junta de Representantes el 22 de febrero,
durante la ausencia del provisorio Sarratea, que salió
á campaña, para conferenciar con los gefes federales,
López y Ramirez, con quienes concluyó el célebre tra-
tado del Pilar, el 23 del miámo mes.
Aprobado y ratificado, á las dos de la tarde del 24 de
febrero, el referido tratado, por la Junta de Represen^
tantes electores, senore^T. M. de Anchorena, Antonio
José de Escalada, Manuel Luis de Oliden, J. J. C. de
AnchoKena, Vicente López, VictorioGarciadeZúñiga,
Sebastian de Lezica y Manuel Obligado, el goberna-
dor Quintana, el mismo día, lo mandó publicar por
bando, con toda solemnidad y dispuso que se ilumina-
sen las calles de la ciudad, por tres noches sucesivas
de los dias 2¿, 25 y 26 de febrero, cantándose en acción
de gracias al Todopoderoso un solemne Te-Deum el
domingo 27, en la catedral, con asistencia de las corpo-
raciones de la nrovincia.
El 25 de febrero entraron los generales del ejército
federal, López y Ramirez, con el gobernador Sarratea,
y el 26 entró el ejército esterior hasta la plaza de la Vic-
toria, donde fué recibido por el espresado gobernador,
quien, después de mandar retirar el citado ejército^
que fué proclamado de un modo enérgico y militar por
su gefe, el general Soler, marchando en seguida á
sus cuarteles, pasó acompañado de éste, á la sala ca-
pitular, en donde eran esperados por el alcalde de 2"
voto, presidente del Cabildo.
La paz fué celebrada con salvas, 3 noches de ilumi^
2
Í8 PROVINCIA
nación y músicas. Por enfermedad del gobernador é
imposibilidad de concurrir en muchos de los capitula-
res, la misa de gracias no se verificó el dia designado
por el gobernador Quintana, sino eí 2 de marco.
Los amigos de la pseudo— federación acogieron á
los signatarios del tratado del Pilar, como 'á héroesi
modelo de los hombres libres, v los contrarios clama-
ban y lloraban el vilipendio de la provincia.
Apesarde hallarse de regreso en la capital el gober-
nador Sarratea, desde el 25 de febrero, no tomó pose-
sión del cargo sino el I'' de marzo, en cuyo dia cesó
Quintana.
t^to— ». illA!líV£L DE ^ARRATKA, provisorio, des-
pués, de haber celebrado la paz con los gefes federa-
les, concluyendo un tratado en la Capilla del Pilar.
El 6 de marzo, el pueblo reunido en Cabildo abierto^
en la plaza de la Victoria, manifestó no ser el goberna-
dor Sarratea de su confianza, porque> fuera de otras
causas, acababa de entregar armamento y vestuarios
al ejército federal, siendo su administración proviso-
ria y sin autoridad para negocio de tanta importancia.
En consecuencia, pedía su cese en eí momento, nom-
brándose sujeto de toda confianza pública;, que lleva-
se la administración con el pulso que las circunstan-
cias requerían.
Justificado el hecho de haber el gobernador Sarra-
tea mandado entregar armamento y municiones al
ejército federal, el Cabildo y todos los ciudadanos pre-
sentes resolvieron unánimemente la separación de Sar-
ratea y proceder, acto continuo, á elegir en su lugar
otro gobernador y capitán general, no por la Junta de
Representantes, que se hallaba incompleta, sino por
votos individuales de todos los ciudadanos. Efectua-
do estOj á las cuatro de la tarde, se dio por terminada
la votación, resultando electo por gran mayoría de vo-
DE 6TJEK08 AIR'BS 19
/ tos el general J. R. Balcarce, gobernador y capitán ge-
neral de la provincia. '
La única disposición que le fuera dado dictar á Sarra-
tea, durante este corto tiempo de sa administración,
fué la orgahizacion del ministerio provincial, adaptada
á la nueva forma de gobierno, introduciendo n una eco-
nomía compatible con las rentas de la provincia. '
El despacho de los departamentos de gobierno y ha-
cienda quedó^ desde el 1° de marzo, á cargo de un solo
secretario con 4 oficiales, para el de gobierno y con 3,
para el de hacienda, declarando cesantes todos los de-
más oficiales que servían en dichos departamentos.
fg^tO— GS::«KRAfii JÜA^ RíÍlIMO.^ UAfiiCABCli:, Electo,
en Cabildo abierto'^el 6 de marzo, hasta el 11 del
mismo mes, que fué derrocado á su vez y repuesto
Sarratea.
A los pocos minutos de tomar posesión del cargo,
anunció á los gobernadores de Santa Fe y Entre-Rios,
López y Ramirez, hallarse completamente autorizado,
para hacer cumplir y guardar el tenor literal del trata-
do de paz firmado por los 3 gobernado^'es de Buenos
Aires, Santa-Fe y Entre-Rios.
Ramirez calificó el movimiento de tumultuario y par-
to de la facción de los tiranos, é impartió órdenes á
gefes de la dependencia del gobierno, para que se
reuniesen ásu ejército, con el fin de spfocár el acto
que el pueblo de Buenos-Aires acababa de practi-
car, con la mayor dignidad.
En consecuencia, el gobernador Balcarce ofició á
Ramirez intimándole suspendiese todo procedimiento
hostil y haciéndole responsable, ante la patria, en caso
contrario, de cuantos desastres siguiesen.
El ejército federal, desatendiendo la intimación, avan^
zó. sóbrela ciudad y se situó frepte ala Chacarita de
los Colegiales, donde se le reunieron muchas partidas
20 PROVINCIA
délos fugados de la capital, haciendo sus correrías,
por medio de piquetes destacados de aquél, hasta el
interior de las calles principales.
En vista de esto, el gobernador Balcarce determinó
salir al frente del cuerpo de Aguerridos^ á cumplir su
palabra empeñada, é invitó al pueblo á reunírsele el
dia 10, en la plaza de la Victoria, donde iba á formar
las tropas, para partir. Durante su ausencia, dejó
encargado, para la defensa interior, al general Ma-
tías Irigoyen y, para el gobierno político, al teniente
coronel Miguel Irigoyen, como delegado, erijiendo al
mismo tiempo un tribunal de vigilancia, para toda clase
de personas, sin escepcion de fueros, compuesto délos
señores coronel Juan Ramón Rojas, doctor Vicente
López, don Manuel Bonifacio Gallardo y, asesor sin
voto, el doctor Miguel Villegas.
Esta disposición, dictada por Balcarce, no llegó á
ponerse en ejecución^ pues, á pesar de todas las me-
didas que adoptara, las tropas del ejército federal^ lle-
vando divisa con el lema de / Vioa la patria y lafede--
ración! y las del general Soler que se habían
incorporado á las de López y Ramírez, entraron en la
plaza de la Victoria el dia 11. El general Alvear, que
también se hallaba allí, estuvo á riesgo de perder la vi-
da, á no haberse interpuesto algunos amigos del orden
que consiguieron salvarle, no sin dificultad y aun con
peligro.
Ese fué un momento de confusión v desorden. Los
partidarios de Balcarce y de Pueyrredon corrían mu-
cho riesgo, pues los contrarios gritaban en la plaza:
ahora va á correr sangre^ ahora la van á pagar todos
los picaros partidarios de Pueyrredon, todos ^ todos ^
si, todos. Felizmente no pasó de amenazas, al menos
en el recinto de la plaza; no así en otros puntos de la
ciudad, no distante de alHy dof*de hubo algunas vícti-
DB BUENOS AIBBS 21
mas sacrificadas al furor de la malhadada y cara/e-
aeración .
Las tiendas y casas de trato y las de familia perma-
necieron cerradas, desde la mañana del 11, y á pe-
sar de haberse dictado órdenes rigurosas, para que,
á la señal de 3 cañonazos de la Fortaleza, se presen-
tasen, en la plaza dS la Victoria y calles circunvecinas,
todos los ciudadanos capaces de tomar'armas, á caba-
llo ó ápié, ninguno se presentó, sino cuando entró el
ejército JederaL
gobernador político, delegado de Balcarce, nombrado
para el caso que éste hubiese salido á campaña contra
el ejército federal, pero, como éste no diese lugar á la
proyectada salida del gobernador Balcarce, por haber
aquél estendido sus |)artidas en todas direcciones^ el
nombramiento de Irigoyen, hecho el 9de marzo, que-
dó sin efecto. Y en vez de obrar en la ofensiva, Bal-
carce no tuvo tiempo de hacerlo ni en la defensiva.
•
■^
I
48t«— B. MAMlJEIi BE SABBATEA, repuesto á las
tres y media de la mañana del 11 al 18 de marzo, hasta
el 2drtmayo, que la Junta de ReprBsentantes acordó
su cese, — tanto á virtud de sus repetidas renuncias,
fundadas en el quebrantamiento de su salud, cuanto por
otras consideraciones de conveniencia pública, — y
el nombramiento de gobernador interino en la perso-
na de don Ildefonso Ramos Mejía, como Presidente de
la Junta de Representantes.
He aquí una relación de los sucesos ocurridos desde
el 6 hasta el 18 de marzo.
Estando reunidos los miembros del Cabildo en su
sala capitular (6 de marzo), se recibió una representa-
ción en 3 distintos pliegos, fechados en la plaza de la
Victoria á 6 de marzo y suscritos por 165 individuos,
manifestando que el señor Sarratea no era de su con-
22 PROVINCIA
fianza, y además acababa de entregar armamento y
vestuario al ejército federal y pidiendo su cese inme-
diatamente.
El pueblo se agrupó, en seguida, en la sala capitular;
dióse lectura de la representación, y después de algu-
nas lijeras discusiones, el general Soler, que allí se ha-
llaba, con el gefede Estado Mavor, Quintana, pidiendo
la palabra, exhibió 2 órdenes libradas por Sarratea, con
fecha 4 de febrero, una, dirigida al comandante de la
sala de armas, para entregará don Francisco Martínez
800 fusiles de buena calidad y servicio y 800 sables de
las mismas condiciones, y la otra, para el comandante
del Parque, para entregar también, al referido Martí-
nez, 25 quintales de pólvora de fusil y 85 quintales de
plomo en balas, con calidad de dar Martínez en opor-
tunidad directamente cuenta de su inversión; esponien-
do que, aunque, por su parte, había contradicho y re-
sistido el cumplimionto de estas órdenes, no lo había
podidp lograr y se habían, verificado las entregas, loque
hacía presente al Ayuntamiento y al pueblo, allí reuni-
dos, para evitar toda responsabilidad en esta materict,
que la consideraba de suma gravedad.
Justificado así el hecho y por hallarse incompleta la
Junta, se resolvió unánimemente la separación de Sar-
ratea, yseelijió por votos individuales de todos los
ciudadanos, que debían prestarlos por su propia voz,
ante el Ayuntamiento, al general Juan Ramón Balear-
ce, quien se recibió el mismo dia 6, publicándose por
bando y circulándose.
En este estado, el Ayuntamiento, no dejando prever
el término fatal que llegaría á tener el movimiento po-
pular del5y 6 de marzo, consideró conveniente mante-
nerse reunidos en la sala capitular, con el fin de reme-
diar algunos males consiguientes á tal situación. Con
este motivo, se observó que, como á las diez de la no-
che, se rompió un fuego no interrumpido de fusilería
DK J^^KirOa AIRES $SB
. en la Fortaleza y plaza déla Victoria. Serenado, al-
gún tanto el movimiento y tomádose conocimiento.de
la ocurrencia, resultó que . la tropa de Agu^rridoSj
Casadores, Argentinos y de otvos cuerpos, que guar-
necían la Fortaleza, se habían sublevadp, marchando
para afuera de la ciudad. El Cabildo deterniinó enton-
ces hacer compai'ecer al mayor de plaza, quiejí instru-
yó haber quedado la Fortaleza pon parte de la guardia
ordinaria cívica, el primer tercio .y ixlgutios Argentí-
nosy htibiéndose evadido el general Juan Ramón Bal-
caree, con los de su comitiva por el fo$o del^ur. Su-
cesivamente, se tuvo avisos de haber partido el
cuerpo de Aguerridos, que se hallaban en su cuartel^
los dragones de la piaza^ que lo estaban en el suyo,
abandonando la custodia de los presos, que en él había,
y haber hecho lo mismo los del piquete,
El Cabildo entóncee acordó haber llegado el caso de
tomar por sí las providencias conducentes á conservar
algún orden y precaver la perpetración de espesos,
consiguientes á la falta de autoridad superior. En
consecuencia, hizo compareqer al coronel, comandante
del primer tercio cívico de infantería, don Luciano
Montes de Oca, por conducto del sargento mayor don
Estovan Bonorino, é impuesto, por dicho coronel, que
se hallaban bajo ?u mando como^ 200 hombres de su
cuerpo, se le impartieron órdenes^ para que pusiese
la tropa necesaria á disposición del Ayuntaipiento, con
el fin de cubrir los puntos abandonados masí precisos,
encargándole estrechamente evitara todo rompimiento
de fuego, disimulando cualquiera salida de tropa que
se notara, para impedir choques que causasen , desas-
tres. . > ^
. Dispuso también pasase á la Fortaleza el rejidor don
Ramón Villanueva, acompañado del mayor de pla,za y ,
el ayudante de ella, Monterola, con el fin de arreglar
Ja guardia de la Fortaleza y jecojer las llavcts ..de las
24 PBOTWCIA
habitaciones, que se encontraron abiertas, determinán-
dose el que, sobre todo, se diese parte al gobernador
Sarratea, haciéndole presente^ al mismo tiempo, que
el Ayuntamiento no tenia en aquellos momentos mas
tropas para la conservación del orden público que el
corto número de infantería cívica ya espresado; y que,
sin embargo, tomaba todas las medidas posibles, para
no abandonar la suerte del pueblo á sus propias ma-
nos, mientras que Sarratea, como gobernador de la
provincia, informado de tan inesperada ocurrencia,
viniera rápidamente á tomar el mando, á lo que, por su
parte, lo interesaba el Ayuntamiento anticipara, si le
pareciera conveniente, alguna tropa para cubrir las
primeras atenciones de la guarnición, etc., hasta que
el referido gobernador se presentara en esta ciudad á
ejercer su mando y prestar los servicios que el público
y su empleo le demandaban; c^iyo parte se le dirigía á
las tres y media de la mañana del dia 12.
Al amanecer de este dia, se recibió un oficio del gene-
ral Francisco Ramírez, que avisaba al Ayuntamiento
haberse presentado varios cuerpos de tropas, sustrai-
dos á la obediencia del general Balcarce, y que se ha-
llaba á las orillas de la ciudad, esperando solamente,
para entrar, que el Ayuntamiento le instruyese lo con-
veniente del estado del pueblo y de sus determinacio-
nes en el caso. Y teniendo en consideración que por
el parte dirijido, horas antes, al gobernador Sarratea,
ya quedaría informado dicho general Ramírez de todo,
el Cabildo ordenó se archivara el oficio, y de palabra
se contestase al conductor don Lucio Mansilla, con lo
cual y con la entrada de las tropas en la plaza, conclu-
yó el acuerdo del Cabildo,
El 14, el general Ramírez dirijió al gobernador de la
provincia un oficio, que fué comunicado orijinal al Ca-
bildo, en que aquél pedía los ausilios de armas, ves-
tuarios y municiones convenidos en el célebre tratado
I
DB BÜEÜOS AIRBS 2&
I
del Pilar y que se duplicase su número por el nuevo
servicio del ejército federal^ á saber: 500 fusiles, 500
sables, 25 quintales de pólvora etc., y que se repetiría
según las necesidades de aquel ejército, por el interés
de esta ciudad y de las dennás provincias de la Federa-
don. Pedía además un vestuario y una corta gratifi-
cación para la tropa, al arbitrio del gobernador.
Sobre este asunto de tanta gravedad y tan humillan-
te para la provincia de Buenos Aires, se convocó á la
Junta de Representantes y al gobernador, juntamente
con el Cabildo, y así reunidos, acordaron que, para
que evacuase la provincia cuanto antes, se diese á Ra-
mirez inmediatamente los vestuarios y ausiliós de di-
nero que pedia, dejando á la prudencia del gobernador
el determinarla cantidad, en vista del notorio decaden-
te estado del erario público; y en cuanto á las armas y
municiones, que se leeirtragasen en Santa-Fe ó Para-
ná, después de haber evacuado dicho ejército el terri-
torio de la provincia remitiéndolo por este gobierno á
flote ó por tierra.
Como el cuartel general de Ramírez era un asilo pa-
ra los desertores, desde soldado hasta general inclusi-
ve, se resolvió pedirá Ramírez no continuase abrigán-
dolos, en obsequio de la armonía que debía existir
entre los federales .
El 18 de marzo, el gobernador Sarratea dirigió cir-
culares á los Cabildos de las provincias, trascritas á
los gobernadores intendentes de las mismas yásus
tenientes, parala reorganización de las autoridades
nacionales, que quedaron disueltus, desde el 11 de fe-
brero, en que el Cabildo asumió el mando de la provin-
cia de Buenos Aires.
Sarratea revocó (20 de marzo) la donación de tierras,
en el Rincón* del Toro, hecha al general Eustoquio
Diaz Velez, con perjuicio de un considerable número
de familias que, de tiempo anterior, se hallaban pobla-
26 .PROViMCIA '
. das en el expresado Rincón: — dictó (22 de marzo) los
trámites requeridos para la concesión de pasaportes; —
espidió (l°.de abril) un bando sobre policía municipal,
con arreglo á las difíciles y peligrosas circunstancias
<}e la época : — suspendió (18 de abril) e\ cobro de diez-
mos en los campos de Marihuencul, hasta la resolución
de la Legislatura de la provincial:— suprimió (20 de
abril) las comandancias militares de la Ensenada, San
Fernando, San P/üdro, Baradero, San Nicolás de los
Arroyos, Pilar, Arrecifes y Canadá de la Cruz, que
quedaron ,á cargo de sus inmediatos jueces territo-
riales. •
Et 1^ de mayo se reunió la Junta de Representantes,
para acordar los graves negocios indicados en los tra—
tados de paz, celebrados por la administración Sarra-
tea, con los gobernadores de Santa Fe y Entre--Rios,
El primer paso dado por dicha corporación fué admitir
el cese en la administración del gobernador Sarratea,
confiriendo el mando de la provincia interinamente, el
2 de mayo, en la persona de don I. Ramos Mejía.
Don Manuel de Sarratea falleció en, Liraoges, Fran-
cia, el 21 de setiembre de 1849, siendo ministro argen-
tino cerca de aquella corte.
Sarratea cursó sus estudios con mucho provecho
en el colegio de Vergara, en España. Después de
una larga residencia, en Madrid, regresó á so pa-
tria, Buenos Aires, á cuya emancipación política
contiibuyó poderosamente. Fué nombrado suce—
, siva^iente miembro del P. E. en 1811; comandante
. con el título degenera!, en representación del gobier—
.. no, del ejército sitiador de Montevideo, ocupada por
los españoles; comisionado del. gobierno en 181,4; go-
bernador de Buenos Aires en 1820, ministro plenipo-
. tenciario pn Inglaterra en 1825, enviado estraordina-
. rio en Rio Janeiro en 1838; enviado estraordinario y
. ministro plenipotenciario del gobierno de Buenos Ai-
DE BUBK08 AIBBS 27
res cerca del de Francia, desde 1841, hasta su falleci-
miento en Limoges, á su regreso de un viage á los Pi-
rineos.
Sus restos fueron conducidos á París por su secre-
tario y amigo, actualmen^ ministro plenipotenciario
en aquella corte, don Mariano Balcarce, y depositados
en la bóveda de la Iglesia de St. Philippe — du-f^Roule,
hasta el 12 de julio de 1850 que llegaron al puerto de
Buenos Aires, donde se de.sembarcaron el 16 enunbo-
te de guerra nacional, acompañados del coronel José
María Pinedo, y del teniente (hoy coronel) AWaró Al-
zogaray. En tierra, fueron recibidos por el doctor Mi-
guel García, presidente de la Junta de Representantes
y de los edecanes, de todo uniforme, general Felipe*
Heredia, coroneles Antonio Toli y Ramón Rodríguez,
mayor Victoriano Aguilar y capitán del puerto Pedro
Xiraeno y los parientes del finado. El ataúd que los
conducía fué colocado en un coche fúnebre y couduci- -
do á la Recoleta, seguido de dos carruages.
fl8«0— 9. ILBKFO^VI^O RAiiOiS MEjf.^, Pi^esidente de
la Junta de Representantes, en ejercicio del P. E., por
deposición de Sarratea, desde el 2 de mayo hasta el 7
de juniOj que fué nombrado gobernador y capitán ge-
neral en propiedad, por ocho meses,.
Para obviar embarazos á la penosa administración
del gobernador, la Junta nombró un consejo cerca de
su persona, con voto consultivo, en los casos que qui-
siera oir su dictamen, cuando lo creyese conve-
nientes, y resolutivo en los que mas adelante .se indi-
can. Componíase el espresado Consejo de los señores
doctores Juan José Passo, Tomas Manuel' Anchorena
y Mariano Andrade, con dos suplente?, para los casos
de enfermedad, ausencia íi otro impedimento. legal, que
lo eran el brigadier Miguel Azcuénagay don Manuel
Hermenegildo Aguirre Lojarrota.
El gobernador Ramos Mejía no había de entromefer-
28 PROVINCIA
se en ejercer jurisdicción alguna civil ó criminal de /
oficio, ni á petición de parte, ni alterar el sistenia de
administración dejusticia, según las leyes; pero si po-
día capturaré mantener detenido, con la seguridad com-
petente, en cualquier punto déla provincia, á toda per-
sona que de otro modo la considerase sospechosa al
orden y tranquilidad del país.
No podía imponer* pechos, ni contribuciones ni au-
mentos de derechos de ninguaa clase, directa ni indi-
rectamente; pero sí empréstitos que nunca pasasen de
200,000 pesos.
aNo podía crear mas papel que el que se le había
asignado, ni nuevos empleos, ni proveer grados de co-
ronel mayor, brigadier, ni menos prebendas eclesiásti-
cas, ni aumentar sueldos; pero sí podía reformar los
empleos^
No podía celebrar tratados de paz, ni de alianza, ni
" entablar negociaciones al intento con ningún gobierno,
ni declarar la guerra, etc., etc.
Con todas esas restricciones y otras que omitimos,
el gobernador Ramos Mojla inició sus tareas adminis-
trativas consultando á la Junta de Representantes, si
se podría permitir á los individuos del estinguido Con-
greso continuar su arresto (que, para complacer á Ló-
pez y Ramírez, había sido ordenado por Sarratea) en
sus casas, ó en la ciudad, hasta la conclusión de la
causa. LaJunla resolvió fuesen puestos en libertad,
fiin el menor gravamen, los de las provincias libres, y
guardasen arraigo dentro de la provincia, los de Bue-
nos-Aires.
Ordenó (5 de mayo) la presentación de los créditos
reconocidos contra el Estado: — promulgó (13 de mayo)
la ley suspendiendo el pago de algunos créditos contra
el Estado.
Fué nombrado (18 de mayo) por la Junta de Repre-
sentantes el doctor Matías Patrón» diputado á San Lo-
DE BVfiKOS AlBES 39
renzo, en representación de Buenos Aires, en cumpli-
miento del pacto celebrado con las provincias de Santa-
Te y Entre-Rios, el 23 de febrero en la Capilla del Pilar.
Mandó tomar razón en la contaduría de los créditos
contra la provincia (23 de mayo).
^e suprimió (27 de mayo)^el derecho de alcabala en
laventay reventa de esclavos.
Arbitráronse (27 de mayo) recursos para el pago de
deudas, contraídas á nombre de todas las provincias,
en las anteriores administraciones.
El gpbernador Ramos Mejía no llegó á terminar el
período, por que hab'^a sido nombrado, pues el 20 de
junio presentó su dimisión, la que fué aceptada por la
Junta de Representantes, debiendo depositare! bastón
en el Cabildo.
Los gefes y oficiales de milicias de campaña desde el
campamento del ejército liberal al frente del Lujan^
á 16 de junio, habían dirigido, al Cabildo de aquella Vi-
lla, una representación, en que declaraban que la vo-
luntad general de la campana era que se repusiese al
general Soler en el mando de capitán general de las ar-
mas, de qué había sido despojado por el gobierno, y se
tuviese y reconociese á dicho Soler por gobernador de
la provincia. Agregaban que na reconocerían por gefes
de los departamentos de campaña, sino á los que el brij
gadier Soler nombrase; que no obedecerían mas órde-
nes que las de éste, jurando y protestando salvar el país
de los riesgos que les amenazaba la fuerza armada que
en los bandos del gobierno se les anunciaba, mantener
la alianza con las provincias vecinas, todo con el sacri-
ficio de sus vidas, si fuera necesario, y siempre á la ca-
beza de ellos á su gobernador y capitán general Soler.
En vista de esta representación, el Cabildo de Lujan
mandó reconocer ^1 brigadier Soler por gobernador y
capitán general de la provincia y lo comunicó á éste,
para su conocimiento y efectos consiguientes. Soler
30 PROVINCIA
contestó que, hallándose existente en su$ funciones la
Junta de Representantes, deseaba obtener la resolución
de ésta sobre el reconocimiento de gobernador, decre-
tado en su persona.
Entonces Soler rennitió copia de la referida repre-
sentación al Cabildo de Buenos Aires, mandando al
mismo tiempo una diputación cerca de la Junta de Re-
presentantes, compuesta del auditor de su ejército,
doctor Bernardo Pereda Saravia y del regidor de la
Villa de Lujan, don Santos Quevedo.
El general Soler creyó conveniente dirigir el oficio,
á que se acaba de hacer referencia, al Cabildo de B\ie-
nos Aires, áfin de que éste coadyuvase ala transacción
del asunto que motivaba el envío de la comisión. El
Cabildo le contestó haber acordado con la Junta de
Representantes franquearle la entrada en la ciudad,
pre\ia separación del gobernador Ramos Mejfa y diso-
lución de la referida Junta, con el fin de evitar los ma-
les y desórdenes que amenazaban al pueblo.
En efecto, el mismo dia 20, el Cabildo Brigadier,
etc. aceptó, como se habia acordado, la renuncia de
Ramos Mejía^ quedando, acto continuo, disuelta la Jun-
ta de Representantes, lo que el referido Cabildo mandó
publicar por bando.*
t890— F.L CABILDO RRIC^AmER S>r. t.Ol4 TS:il€IOS
Cívicos, gobernador y capitán general interino de la
provincia, presidido por don Juan Norberto Dolz, al-
calde de prim,er voto, desde el. 20 de junio que el ex-go-
bernador Ramos Mejía depositó el bastón en manos
de aquél, hasta el 23 del mismo mes, qué el general
Soler^ nombrado, por el Cabildo de Lujan, gobernador
de la provincia^ y aceptado por la Junta de Represen-
tantes, entró en la ciudad y tomó posesión del cargo,
prestando juramento, ante el Cabildo.
DE BUBK09 AIRES 31
liAO ISOLER, puesto en posesión del mando guberha-
- tivo de la provincia el 23 de junio, prestando juramen-
to ante el Cabildo, por haber cfwedado disuelta^ desde el
20, la Junta de Representantes.
AI. dia siguiente de su recibimieato el goberna-
dor Soler nombró al coronel Dorrego, comandante
militar interino de la ciudad y regresó con todos los
empleados de la administración ó Luj,an, adonde trasla-
dó el asiento de gobierno; )>revin¡endo al referido Dor-
- regó le dirigiese diariamente un posta, -por cuyo con-
ducto se le habían de remitirlas solicítUides particulares
que exigiesen feu resolución, devolviéndolas despacíia-
das.
Invadida la provincia por las tropas de. Santa-Fe, al
mando de su gobernador López, en unión con las de
los generales AJvear y Carrera, so preiesto d.e la resti-
tución del partido de Pueyrredon al gobiern.o, lo que
- era incierto, el coronel Borrego, en ejercicio de las
facultades de que había sido investido por el goberna-
dor de la provincia, dictó medidas de defensa, ordenan-
do la asistencia de todos los ciudadanos de la ciudad á
ejercicios* doctrinales durante dos horas diarias^ de-
biendo conservarse cerradas todas las casas de la ca-
pital y suburbios, cuya apertura se había de anunciar
por un tiro de caüon déla Fortaleza, actual casa de go-
bierno nacional.
Derrotado el general Soler en la Cañada de la Cruz,
marchó el'29 de junio en retirada, con lo^ restos de ca-
ballería que se pudo reunir y con la infantería, artille-
ría y parque, al Puente de Márquez, como punto mas
• cercano á los áusilios que podría proporcionarle \á
ciudad.
Desde el Puente de Márquez, el gobernador Soler
presentó su dimisión del mando, la cual fué admitida
el 30 de junio, reasumiendo el Óabiido el mando pólíti-
32 PROVISfCiA
co y nombrando comandante militar al general Marcos
Balcarce.
La única disposición de la administración del gene-
ral Soler fué una (24 de junio,) sobre confinación de los
diputados del disuelto congreso, debiendo presentarse
éstos en el cuartel general de Lujan, en el término de
48 horas, con apercibimiento que, de no hacerlo, se
procedería contra sus personas y bienes, aplicándose-
les las penas correspondientes á su inobediencia. Al
mismo tiempo y con la propia fecha, mandó suspender
el pago de los diezmos de la campaña, correspondien-
tes al año de 1819; y proceder al castigo de los que
perturbaban el orden, procurando por todos los medios
hacer odiosa la administración de su gobierno y sem-
brando la discordia,
El brigadier general Soler nació el 7 de mayo de 1783
en Buenos Aires^ en donde falleció el 23 de setiembre
de 1849. Fué gobernador intendente de la provincia
de Montevideo, en 1814; general en gefe de las fuerzas
de Buenos Aires, en 1814; mayor general del ejército
de los Andes, en 1816, 1817 y 1818; gobernador y capi-
tán general de la provincia de Buenos Aires en 1820;
comisionado especial cerca de los generales de las
^fuerzas portuguesas y brasileras en 1823; inspector y
comandante general de armas en 1824, gefe de estado
mayor del ejército republicano que combatió con el
imperio del Brasil en 1825, 1826 y 1827 y ministro ple-
. nipotenciario cerca del gobierno de Bolivia en, 1828.
Esta misión no tuvo efecto, á consecuencia de la revo-
lución de 1° de diciembre.
t9»o— CORO.iíEli MAMUEL DORREGO, comandante mi«
litar interino de la ciudad, nombrado el 24 de junio por
el gobernador Soler que estableció su despacho en Lu-
jan, en donde estaba acampKdo el ejército.
En ejercicio de las facultades con que se hallaba iu-
DE BÜBMOS A1BB8 33
vestido por el gobernador de la provincia, y en vista de
los difíciles circunstancias de la ciudad, á consecuen*
cia de una invasión do tropas de Santa Fe, en unión
con las de los generales Al vear, Carreras y Ramírez^
el coronel Dorrego dictó medidas de defensa, el 26 de
junio, ordenando la asistencia de todos los ciudadanos
á ejercicios doctrinales durante dos horas diarias, de-
biendo mantenerse cerradas todas las casas de abasto
de la ciudad y suburbios, cuya apertura había de anun-
ciarse por un tiro deoañon de la Fortaleza.
El coronel Dorrego, á mas del cargo de la coman-
dancia de las armas, revestía facultades para despa-
char asuntos urgentes'que no fueran de la mayor gra-
vedad ó de alto gobierno. Estos, así como los de
hacienda, quedaban reservados al gobernador Soler,
para cuya espedicion se estableció, como queda referi-
do, un posta diario hasta el cuartel general*
m9»o— EL CABILDO Brigadier de los Tercios Cívicos,
por renuncia del general Soler, reasumió la autoridad
gubernativa, nombrando al general Marcos Balcarce
comandante militar, el 30 de junio, para no dejar el
pueblo acéfalo y precaver los desórdenes y tristes re-
sultados que sufriría en aquellas criticas circunstan-
cias.
El Cabildo en vano invitaba al pueblo, hasta por
tercera y cuarta vez, á tomar las armas para su defen^
sa contra los invasores de Santa Fe, pues pocos ciuda-
danos acudían á su llamado.
4990— «KNEBAii mAbcoíí balcabce, comandante
militar, nombrado el 30 de junio por el Cabildo, á con-
secuencia de la renuncia del general Soler, hasta el 4
de julio que fué nombrado el coronel Dorrego gober-
nador y comandante general de armas.
34 . PROVINCIA
ti^»o^&KifCRiix cÁBiiOS üE alvkAr^ eleoto, el
• 1*^ de julio, gobernador y capitán geoeral de la provin-
cia, por los repicasen tan tes de la campaña, reunidos
' en la Villa de Lujan^ poMos partidos flel Pergami-
no, San Nieolásj Arrecifes, Baradero, Areco (San
Antonio y Fortin), Ekaltajcion de la Cruz, Lujaíi y Sal-
to, á virtud de convocatoria hecha pop el general del
ejército federal áoü E.* López, bajo cuya protefccion se
hallaban aquellos pueblos. £1 gobierno de Alvear
además de haber sido efímero, no fué reconocido por
la capital.
El general Alvear, por su parte, desconoció la auto-
ridad y derecho del Cabildo de Buenos Aires, para de-
saprobar su nombramiento de gobernador por los re- ^
presen tan tes de la campaña, cuyo proteol9r.se declara-
ba ser. . .
El general Alvear falieoíó en Nueva York, siendo
ministro argentino enjos Estados Unidos, el 2 de no-
• viembre de 1852, á la edad de 50 años,- < .
...
ts^e-coRO.VKL MA!\iJEL BORB^eo, nombrado por
• la Junta deRepresentaiUes, el 4 de julio, gobernador
y comandante general interino de armas.
A los dos días de estaren posesión del mando de la
provincia (6 de julio) dirigió al gobernador de Santa
: Fe, doh Estanislao López Foiiseca, una protesta con-
- ¡traías desórdenes que sus oiríuasas trapas federales
bometlan^ como lo habían hecho, matando y saqueando
por los pueblos de Moron> San Isidro, San Fernando,
y Conchas, y responsabilizándolo (á López) de las ulte-
•iirioridades.. - •/. . / .• . |
EntrB las medidas dictadas por el gobernador Dor-
. regó, para repeler la agresión del enemigo,; nonabró al
- ' brigadier Martin Rodriguez,«general de las fuerzas' de
la campana; y^ en vista de la indiferencia de los ciuda-
danos en tomar las armas, ordenó^que todo ciudadano
DB BÜB^OS AIRES S5
se había de presentar eíi la Fortaleza, en el término
de 24 horas, al teniente coronel don Miguel Marín,
bajo peaa de multas pecuniarias ó arbitrarias^ según
los casos.
Dirijió un oficio circular á los Cabildos y gobiernos
de las provincias del interior, instruyéndolas íq jos
acontecimientos ocurridos con el gobernador Lopes; de
Santa Fe, arralado y dirigido por sus af^ociados los
generales Alveiar y Carrera, é invitándolos ;á promover
la pronta y libre elección de representantes, para el con-
greso general. Entre tanto^ el país se hallaba sinvun
centro de upiop; presentaba el cuadro ínas melancóli-
co, é inutilizaba las sanas intenciones de los .verdade-
ros amantes de la libertad y el orden.
Animado de los mismos sentimientos generosos que
movieron al Cabildo á levantar la proscripción de los
oficiales que siguieron al general Alvear, que y^ antes
lo había representado el ex-gobernador Ramos Mejía,
Dorregp mandó sobreseer en aquella causa, quedando
en libertad todos los espresadqs oficiales, y ordenando
se presentasen ó incorporarse en las filas delo^ defen-
sores de la ciudad.
Habiendo salido á campaña el gobernador Dorre^o,
el 18 de julio, la Junta electoral dispuso que, en su au-
sencia, le sustituyera el general Marcos Balcarce.
Entre tanto, el gobernador Borrego, una vez ei) cam-
paña obtuvo sobre el enemigo invasor, el 2 de setiem-
bre, un triunfo en el Arroyo de Pavón. La noticia de
este triunfo fué comunicada de oficio, desde Areco, por*
el entonces coronel don Blas José Pico.
Este hecho de armas de la destrucción del ejército
federal^ en la provincia de Buertos Aires, coincidió
con la derrota de Carrera eh JocoH; y de Corro á in-
mediaciones de Mendoza.
m«9a— ciei«KRii<ii mAbcoí» BAiijCABCE, nombrado
sustituto por la Junta electoral, en ausencia de Dorrego^
36 PROVINCIA
que salió á campaña, el 18 de julio, contra el ejército
iovasor de López, Alvear y Carreras.
El gobernador sustituto, Balcarce, dictó medidas de
rigor que las críticas circunstancias autorizaban para
la defensa de la patria aflijida; entre otras, la de orde-
nar á los inválidos presentarse en el cuartel de marina,
detras de San Francisco, para tomar las armas en el
servicio de la guarnición, á los que fuesen hábiles para
ello, so pena de suspendérseles su sueldo.
Durante el corto período de la administración de
Balcarce, no solo cooperó eficazmente á la defensa de
la provincia, sino que preparó el camino para el nuevo
orden regular de cosas.
Las elecciones para representantes por la ciudad de
Buenos Aires, tuvieron lugar el 31 de agosto, y su ins-
talación el 8 de setiembre, en número legalmente sufi-
ciente de las dos terceras partes de representantes de
la ciudad y campaña. En su consecuencia, se pasó al
gobernador interino en campaña, Dorrego, el aviso
correspondiente, para que, en su virtud, prestase el
juramento de la ley, según la fórmula que se le aconn-
pañó, ante el juez territorial, tomándolo al ejército de
su cargo en la forma acostumbrada.
El gobernador sustituto Balcarce fué invitado para
prestar igualmente juramento, el dia 18 apersonándose
en la sala de sesiones, en unión con las corporaciones
civiles y eclesiásticas; debiendo prestarlo, como lo hi-
cieron^ ante dicho gobernador, en la fortaleza^ los ge-
fes militares y políticos de la provincia.
La misma Junta procedió en seguida, (26 de setiem-
bre) á la elección de gobernador interino, la que recayó
en la persona del general Martin Rodríguez; y para
que su autoridad fuese acatada y sus mandatos obede-
cidos, ella decretó severos castigos contra los pertur-
badores del orden, promotores de la insurrección, etc.
. DE BUENOS AIBKS 37
i
tS»o— BBIGADIBB MABTiiv BOBBIG VEZ, el écto go-
bernador interino por la Junta de Representantes, y
puesto en posesión del cargo el 28 de setiembre, hasta
la noche del 1° al 2 de octubre, que fué derrocado por
una revolución, que le obligó á abandonar la ciudad,
saliendo á la campaña en busca de apoyo, para soste-
ner la autoridad, á que cooperó el comandante del 5®
Tejimiento de campaña, coronel don Juan Manuel de
Rosas.
t890— Kl4 CABliiBO BBIGABIEB, ete. reasumió el go*
bierno de la provincia, el 2 de octubre, revocando el
nombramiento del general M. Rodriguez, á petición del
, pueblo y con reconocimiento del mismo Cabildo, con-
siderándosele prófugo y titulándosele ex-gobernador.
En la noche del 1° al 2 de octubre, se sublevó una
parte del pueblo acaudillado por el capitán Genaro
González Salomón y el tambor mayor licenciado Feli-
pe Gutiérrez, ausiliados con 'la fuerza cívica de la
guarnición, y permaneció toda esa noche y hasta la
mañana del 2, reunida en la plaza de la Victoria, recla-
mando contra la elección de Rodriguez, por pertene-
cer ' éste ' notoriamente á la facción del Congreso y Di-
rectorio, y pidiendo en su consecuencia que el Cabildo
reasumiese el. mando provisoriamente, hasta el nom-
bramiento de un nuevo gobernador.
Encontrando justo el reclamo, el Cabildo reasumió
el gobierno de la provincia y convocó á todos los veci-
nos de la ciudad á cabildo abierto, en la iglesia de San
Ignacio, para las nueve de la mañana del 3.
Con el fin de mantener el orden público y la ciudad
en estado de defensa, contra cualquier ataque, el Ca-
bildo nombró, para comandante de armas y del cuerpo
de cazadores, al general Hilarión de la Quintana, para
gefedela brigada cívica, al coronel Manuel Pagóla y
otros comandantes^ todo á petición del mismo pueblo
reunido en la plaza de la Victoria.
38' FROYINGIA
Ordenó igualmente el Cabildo que los recinos ilumí^
liasen la ciudad por dos noches consecutivas, para la
conservación del orden.
Entretanto, el general Rodríguez, gobernador legal
de la provincia, desde el Puente de Barracas, á 4 de oc-
tubre, se dirijió á ia Junta de Representantes, recor-
dando la promesa hecha por él, al tomar posesión del
mando gubernativo, y declarando hallarse en el caso de
protejer álos que, por los acontecimientos tumultuarios
de la noche del 1° de octubre, habían sido puestos en
seguridad, desde que las leyes no los condenaban, ni
eran sus infractores, y por consiguiente no debían ser
privados de la libertad. Declaró igualmente que él no
era prófugo, ni ex-gobernador, sino que había salido
para evitar las consecuencias de un tumulto, sin dejar,
por eso, de ser gobernador y concluyó protestando á
la Junta estar dispuesto á contener toda innovación, y
reforma que emanaran de conductos que él no reco-
nocía, bajo las mas serias responsabilidades que ias-
tantáneamente le hacía.
En la misma noche del 4 fueron citados por el Cabil-
do los siete representantes, únicos que se pudo hallar
en sus casas, á saber, los señores don Manuel Pinto,
don Francisco Antonio de Escalada, don Félix Alzaga,
don Severo Pinero, don Ildefonso Ramos Mejía, don
Santiago Rivadavia y don Viclorio García de Zúñiga.
Puesta de manifiesto la crítica situación en que se
hallábala ciudad, por cuyas calles se estaban batiendo
en guerrillas unos cuerpos con otros de la guarnición,
el Cabildo, por conducto del alcalde de primer voto,
hizo presente la conveniencia de que la Junta interpu-
,siese su autoridad y mediación entre el general Ro3ri-
guez, que, con algunas divisiones, se hallaba al sur de
la ciudad, y los gefes en oposición que ocupaban la
plaza de la Victoria.
Allanadas todas las dificultades entre los siete miem-
DE Bcravos jiiuBS 3Q
'bros de la J'uidtaiy elbomandaínt^ de ármas; dpp . Hila-
rión de la Quintana, el coronel Manuel Pagóla y. dwnás
gefesque habi^üii 3)do> llaniiadpsá.la.sala. capitula^, se
oonvino q4íi:e Id Junta, didl-ase Quantas- pi?ovideíícias
juzgara cbnvénienles' al Ilestabl^cimiá^to d^ la ^pa?. y
tranquilidad. Para ese fin, la Junta se retiiró á laguna
de la noche del 4 al convento de raonjas capuchinas
(San Juan), euyQ loQi^ofi^iaia qijielild ¿^.^Á))«i^ac^%y^
las estraondinanias eircunstanciáá requerían^ y des-
puesd^ un maduro axómed, quadaron acoi^dada^iájas
siete de la mañana del 5, las respluciones sigüien^ies:
1° ílat¡fiGaci<p^n del} nombramiento hecho anterior-
mente en. la perdona del general Rodirigü^z, debiéndo-
sele obedecer y r.éconocQr como tal. ,
2° Amqís.tfa general sobre todo3 los. sucesos pcurri-
dos, desde la noche del 1° de octubre, hast,^, el dia de
la fecha. ...
• 3"" Kl sai' puesto, en libertad inmediatament^e el coro-
nel Gregorio A. de L^ Madrid y demás oficiales. y ciu-
dadanos presos, ya sea por orden del comandante de
armas, Quintana^ ó ya por la del general Rodríguez.
Y obtenida la. contestación de éste^ el coronel Quin-
tana había de disponer se retirasen de la plaza, azoteas
y puntos avan»zados todas las tropas, á sus respectivos
cuarteles. ... * .
El general Rodríguez entró en la ciudad el dia.5, y
al dia siguiente dró un bando sobre los autores de la
conspiración, indultando de la úUinia pena á los in-
dividuos del 2^ tercio , cívico^ por haber procedido de
un efecto de su natural sencillez é irreflexión; pero
mandó perseguir á Pagóla, don José Bareá, N. Ro-
dríguez, dan Juan Balagué, capitán Genaro Gon-
zález Salomón y el tambor, mayor Felipeí Gutiérrez.
E$tos dos último^ continuaron en el tumulto hasta
la tarde del 5, los cuales fueron tomados, juzgados
sumariamente y ejecutados en la plaza del 25deMa-
40 PROVIKCIA
yo, á las diez de la mafiana del 14 del mismo mes
(octubre).
El entonces coronel don Juan Manuel de Rosas coo-
peró al restablecimiento de la autoridad legal, retirán-
dose en seguida á su estancia y licenciando la fuerza
que traia.
ft9»0-BRieABIC:B MARTIN BODRICMJEX, repuesto
el 5 de octubre, debido á la gran energía que supo des-
plegar, aconsejado por el entonces coronel Juan Ma-
nuel Rosas.
La autoridad de Rodríguez fué inmediatamente re-
conocida por las de los pueblos de la campaf^a.
Habiendo manifestado á la Junta de Representantes
su deseo de que se crease un consejo, á quien debiera
consultar las disposiciones que adoptase, compuesto
de tres personas, aquella corporación acordó acceder,
nombrándose en consecuencia á los doctores don Ma-
nuel Antonio de Castro, don José Miguel Diaz Velez y
general don Marcos Balcarce, y quedando establecido
dicho consejo desde el 19 de octubre.
Al día siguiente de quedar instalado el consejo de
gobierno, Rodríguez anunció su salida á campiaña, con
el objeto de organizar el ejército que debía escarmen-
tar á los partidarios de la anarquía y tomar otras va-
rias medidas concernientes al mejor servicio, dejando
por esta ausencia, de sustituto, para el despacho públi-
co, al general don Marcos Balcarce, con todo el lleno
de las facultades ordinarias que competían á Rodrí-
guez y reservándose las particulares y estraordinarias
que la Junta le había concedido.
El día 21 marchó á campaña con el acuerdo de la
Junta, en quien encontró la mas decidida cooperación,
para el logro de sus loables intenciones, en bien de la
tranquilidad y orden en aquellas críticas circunstan-
cias.
DE BUBN08 A1RE6 41
««••^G«iiEliil.ii ii4b<)Oí» BAiiCABCE, gobernador
sustituto, durante la ausencia de Rodríguez, desde el
21 de oc.tul;)re de 1820 hasta el 31 de enero de 1821.
El gobernador Balcarce, apenas instalado en su
puesfo, dictó importantes disposiciones arregladas á
las circunstancias, entre otras, la organización de las
fuerzas delinea, que fué encomendada al coronel don
Blas José Pico,
El rejimiento Fijo quedó borrado de la li$ta del ejér-
cito, reconociéndose en lo sucesivo con la denomina-
ción de í^ de infantería de linea; y los tres tercios cí-
vicos con la de Legión Patricia.
El pago de diezmos q^e habic^ sido abolido por el. go-
bierno de Soler, quedó arreglado de un modo conve-
niente y equitativo.
En suma, el gobernador Balcarce fué, en la capital,
. el mas entusiasta, patriótico y progresista cooperador
de la administración de Rodríguez, quien, á su vez,
cosechaba beneficios para l'a paz y futura tranquilidad
de la provincia.
El general M. Balcarce falleció en Buenos Aires el
4 de diciembre de 1832. ^
fl891-BBIC}itBIEB MABXIIV BOBBICIJfiflS, recibido,
el 31 de enero, después de su regreso de la campaña,
desde el 21 de octubre del año anterior, durante cuyo
tiempo empleó su zelo, sus esfuerzos y* trabajos por el
bien y seguidad de la provincia.
El gobernador Rodríguez, durante su ausencia de la
capital, estableció su cuartel general en el Arroyo de
Ramallo, desde donde entabló amistosa corresponden-
cia con el gobernador López, de Santa Fe, celebrando
un tratado de paz, el 24 de noviembre, en la estancia"
de don Tíburcio Bénegas, á las márgenes del Arroyo
del Medio, el cual fué mandado publicar, con toda so-
lemnidad por el gobernador sustituto Balcarce, el 27
del mismo mes.
42 PkortiííciA
El 31 de márzó, Ro(Jfrig«fe2 fft» rtcflubrado 'porr kir
Junta de Representantes, gobernador y capitán gene-
ral en propiedad y recibido en tal carácter el 3 de abril,
' por el término de tres años.
La ceremonia del reci'bimiento del gobernador Ro-
dríguez fué muy tocftntc^ porque después del borras-
coso aflo 20^ había vuelto la calma y serenidíad y auglii
raba mas felices dias. Por eso, tambiefi, el acto fué
muy solemne, al cuat concurrieron, dcompañando al
gobernador electo en propiedad, todas las corporacio-
nes, magistrados y gefes militares é la sala de sesio-
nes de la Junta, donde prestó ante s\i {iresidente, don
Manuel Pinto, el juramento de estilo.
La nueva invasión, ala provincia por Ramírez., puso
al gobernador Rodríguez en el forzoso, caso de salir á
campaña, dejando de sustituto al general Viamonte,
efectuándolo ell6 de mayo, es decir, dos dias después
de quedar Viamonte en posesión del mando igubérna-
tivo.
í99i^c;emc:baIí svam 40Sé viaho!vte, sustituto
de Rodríguez, durante la ausencia de éste en campaña
contra Ramírez, desde el 14 de mayo, hasta que, con la
casi seguridad de la próxima destrucción del caudillo
eritreriano, que era perseguido por todas partes, cesó
' la sustitución el 6 de j unió.
t8)»I— BBIGADIEB MABTIW BOBBIGVEZ, propieta-
rio, desdeel 6 de junio que, después de su campaña
contra Ramírez, reasumió el mando gubernativo, has-
ta el 14de ago3to que salió nuevamente de la capital á
. objetos de mejor servicio, delegando el P. E. en sus
ministros Rivadavia y García.
El gobierno de Rodríguez derogó (3 de agosto) el . d^e-
cretO'de 17 de aibril del8i7 que pi'ohibía el enlace de
los españoles europeos con las hijas del país;
Estableció (7 de agosto), bajo la presidencia del mi-y
DB ÉÜBKOd AtRBS 43
nistbo (Rívadavia) de ^bférno, una junta ctímptiesta
de 6 hacendados y 6 comerciantes, cuyas atribuciones
eran pr'omover y elevar al conocimiento del gobierno
cuanto pudiera contribuir al progreso del comercio é
industria y á la mejora de la agricultura:
Decretó (9 de agosto) la erección de la Universidad
de Buenos Aires: \
Ordenó (24 de agosto) la publicación del Registro
Oficial para la inserción de todas las leyes, decretos,
órdenes de un efecto general, ó que demandasen una
comunicación circular, teniéndose ' por oficialmente
publicado y comunicado todo lo inserto en el Registro
y quedando suprimida, desde esta fecha, (24 de agosto)
las publicaciones de bandos y circulai;es:
Autorizó (16 de agosto) la apertura de la Bolsa mer*
caníí7 en la misma casa que ocupaba y aun ocupa el
Tribunal del Consulado.
Acordó (28 de agosto) el eslableoinaiento de un Ar-
chivo Generaly en el que se habían de reunir todos los
distintos archivos de la capital, incluso el del Cabikb»^
y habiade situarse en parte del edificio que obupaba
el lYibunal de Cuentas, que es donde actualmente se
halla. El establecimiento y aíreglo de dicho Archivo
quedaba encargado á una comisión compuesta de don
Francisco Sauvídet, don Gerónimo Lasala y don Ma-
riano Vega. ,
Organizó (28 de agosto) la Administración de Cor-
reos y servida provisión eLlménte por Una comisión pre-
sidida por don Manuel Joaquín de Albarracín, con las
funciones de Administrador: — acordó (31 de agosto)
fuesen admitidos á mérito, en las oficinas de contadu-
ría, tesoreríay recaudacionJóvenesdeSlañosdeedad
cumplidos: — prohibió (11 de setiembre) el embargo de
carretillas para la policía, como antes se practicaba.
El tribunal militar, creado en 2 de octubre de 1817,
quedó abolido (13 de setieníbre).
44 PROVINCIA
Dispuso (21 de setiombre) que, ademárs de las horas
de costumbre, la Biblioteca Pública había cte estar
abierta desde las seis de la tarde hasta las nueve de la
noche; decidiendo al mismo tiempo que el retrato del
benemérito dignidad doctor Luis José Chorroarin fue-
\ se colocado en la primera sala de la misma: — ofreció
(23 de setiembre) dar en merced los terrenos que se
solicitasen y ausiliar á todos los pobladores con los
útiles necesarios en el territorio de Patagones, prove-
yéndolo'de un ingeniero, para dirigirla reedificación
de la fortaleza y demás obras que fueran necesarias;
el envió de un buque de guerra sobre aquella costa, á
disposición del comandante político y militar.
i8)»i— B. BEBMABBiivo BIVABAVIA^ ministro de
gobierno, y don Manuel José García, de hacienda, de-
legados del gobernador Rodríguez, durante la ausencia
de éste de la capital á objeto de mejor servicio, desde
^el 14 hasta el 21 de agosto.
i991-i-BBieABI£B MABTIM BOBBIGIJEZ, propieta-
rio, desde el 21 de agosto, que, después de una ausen-
cia de siete dias, reasumió el mando hasta el 18 de
marzo de 1822, que, de acuerdo con sus tres ministros,
determinó salir á inspeccionar personalmente los re-
gimientos de campaña, recorrer las fronteras y proveer
á todos los medios de^ su seguridad^ como también á
observar el estado de la policía fuera deía capital, de-
legando el P. E. provisionalmente en sus ministros,
Rivadaviu, Cruz y García.
Durante ese tiempo de su administración, Rodríguez
decretó (10 de noviembre) la terminación del templo
Catedral de Buenos Aires^ conforme al plan presenta-
do por el departamento de ingenieros y aprobado por
el gobierno, nombrando para administrar la obra á
don Francisco Enrique Peña: — aprobó (6 de noviembre)
la conducta del comandante de la fragata Heroína, co-
DB BUENOS AIRES 45
ronel David Jewit, con motivo del levantamiento y
conjuración en dicha fragata y presa Carlota:^
propuso (27 de setiembre) y ^fué sancionado (13 de no-
viembre) un proyecto de ley de olvido pbr opiniones
políticas, debiendo tomarse nuevanjente en considera-
ción al cumplirse 4 meses. Solo 'se difería la facultad
de regresar al territorio de la provincia, h^sta la san-
ción definitiva de dicha ley de olvido, á las 9 personas
siguientes: generales Alvear y Soler, coronel Dorre-
go, M. Sarratea, Agrelo, Pagóla, Bares, Manuel Ro-
driguez y Juan'Balagué.
Comisionó (16 de noviembre) al coronel Eduardo
Holmberg, para el reconocimiento y examen de \os for-
tines del Salto, Rojas y Pergamino, procediendo inme-
diatamente á su construcción:— suprimióse (19 de no-
viembre) la caja nacional de fondos de Sud A méríca^
establecida por decreto de 12 de noviembre de 1818:—
declaró (22 dé noviembre) que la calle en que estaba
situada la casa del finado general Antonio G. Balear-
ce llevase el nombre déoste gefe, como lo había solici-
tado su esposa dofta Dominga Buchardo, quien pre-
sentó una memoria y un plan de defensa de la ciudad
de Buenos Aires, formado por el espresado general en
el año de 1815, de su propio puño y letra, que fueron pa-
sados al director de la Biblioteca Pública para ser de-
positados en la óoleccion autógrafa mandada estable-
cer, y que se sigue hasta la fecha.
Prohibió (28 de noviembre el ingreso á la provincia
de ningún eclesiástico seglar ó regular, sin previa auto-
rización del gobierno:— dispuso (1** de diciembre) que
el cabildo de la capital habia de poner á disposición
del ministro de hacienda la recaudación de todas sus
rentas, sin escepcion alguna, desde el 1** de enero de
1882: — rechazó (2 de diciembre) del país 4 lo3 indivi-
duos que en la península española se hubiesen distin-
guido contra los derechos de sus pueblos, entre ellos á
46 PROVINCIA
I
, dou^José Maria, Ballesteros^que fué uno de Jos acto-
res que,ma3 se distioguieron en la criminal escena de
Cádiz, en marzo del año del820:— estableció la salida
y entrada de un carreo mensoal desda la capital á todas
las jurisdicciones de catnpa&a:-tdecretó (13 de diciem-
' bre) e^e[Stalbleci^miento4e dos cemey2^/Vo8 públicos al
oeste de la ciudad, dastinándose, para uno, el sitio y
edificio que Stervía antes de hospicio de niisioneros
franciscanos, y el otro habla de ser comprado en el si-
tio que el ministro de gobáerno hi^bta de elegir y que
había de llamarse de M/ser^r^:— ordena (13 de diciem-
bre), la publicación del periódico denominado Registro
EütadísíicOf desde el mes de enero de 1822, nombrán-
dose para su, redacción al doctor Vicente López y Pla-
nes:—dio un decreto (14 de diciembre) sobre los ediñ-
cios y calles de las ciudades y pueblos, disponiendo
quelas esquinas de las cuadras sean ochavadas por el
porte de un triángulo isósceles: — dictó (19 de diciem-
bre) el reglamento que debería observar el capellán del
Cementerio de Miserere (Recoleta): — promulgó (id.) la
ley por la que quedaba abolida toda especie de alcaba-
la en la provincia de Buenos Aires :>^promulgó (23 de
diciembre) la ley, por la que quedaban suprimidos los
Cabildos^ hasta el establecimiento de las municipali-
dades, administrándose la justicia ordinaria por 5 jue-
ces de 1* Instancia, 2 en la capital y 3 en la campaña,
■ y en cada parroquia un juez de paz; y quedando la po-
licía á cargo de un gefe (habiendo sido él primero don
Joaquín de Achaval), en lugar de un juez regidor, y
de 6 comisarios para la capital y 8 para la campaña.
Las parroquias de la capital eran entonces 7, á saber :
Catedral, Socorro, San Nicolás, Piedad, Monserrat,
Concepción j San Telrao.
# * « •
La Dirección de los establecimientos de educación
primaria que había estado á cargo del Cabildo, ya $u-
priípidp, quedó.al de up Inspector de educación que^ lo
DE BUBH08 AIRES 47
. fué él primero el doctor Saturnino Seguroha. 28 de di-
ciembre) é ■.' : ./
La campaña fué dividida en tres departanaentos. El
V era d^de el rio de"^MatÉinzfe aJ sur y comprendía
Quümfes, Ensenada^ Magdalena, . San Vicente, Cfifiue-
J as. Monte, Ranchos, y -Gbascomúa. El;8^; entregos
rios de Maíaxiza y Areao,-y compreodía Moron^ Lobps,
Pilar, Villaje Lujao,¡ Navarro, GuatfdiadeLuian (hoy
MerQedes),:CapiUa del Señorv San Antonio de Axeoo y
. el Fortín de este nombrev El 3° desde ej rio de Areco
basta. el Arroyo del Medio, y comprendía San Pedro,
Baradero, Arrecifes, Salto^ Pergamino^ Rojas y San
Nicolás, flores, San IsidrO;, San Ferna(ido y Coocbas
fueroíi agregadopv^ ^ ciudad.
Los juzgados de 1^ Instancia en la ciudad compren-
dían el 1"* las parroquias déla Catedral, San Nicolás,
Socorro, y las agregadas de San Isidro, San Fernando
y Conchas; y el 2*^, Jas de San Télmo, Concepción,
Monserrat, Piedad y la agregada de San José de Plo-
res'. Eri la campaña, el punto de résidenciadel primer
departamento era el' partido de San Vicente, el del 2**
la Villa de Lujan y el del 3** San Nicolás de los Arro-
yos (28 de diciembre).
Por la supresión de los cabildos, se creó el empleo
de defensor general d« pobres y menores y procura-
dor general de la provincia, (id.) e^uyo' primer funcio-
nario fué el doctor Jofté Cayetano Pico.
Por decreto de 4 de enero de 1822, quedó prohibido
en todo el territorio de laproviri<Ma hsLoev^corricla ^de
íoroSy sin permiso especial del gefe de policía, con ab-
soluta^ prohibición- de hacerlafe, sin xjíUe lositoros fue-
sen previamente díiscornados. ' .
En la misma fecha se prohibió la inhumación de ca-
dáveres eni el Ceni^nierio de la Catedral. .
. La cámara de justicia fuá ¡trasladada (& de enano) á
las oasas copsístoriates, donde actuailíúeátefiei halla.
48 PBOYIMOIA
Dictó (7 de enero) un reglamento para los changa-
dores (cargadores) y carretillas del tráBco y para las
carretillas de abasto:— declaró (23 de enero) estingui-
do el ramo titulado de Mojoriy que se recaudaba para
el cabildo:— ratificó (8 de febrero) un tratado de paz ce-
lebrado entre las provincias de Buenos Aires, Santa
Fe, Entre Ríos y Corrientes, representadas por el ge-
neral ministro de la guerra don Francisco de la Cruz;
el secretario de gobierno doctor Juan Francisco Se-
guí; el presidente del congreso provincial entreriano
don Casiano Calderón y el cura de las Ensenadas de
Corrientes doctor Juan Nepomuc3no de Goytía. Por
el artículo 15 de este tratado se estipuló que el territo*
rio de Misiones quedaba libre para formarse su gobier-
no y para reclamar la protección de cualquiera provin-
cia de las contratantes.
Dictó (8 de febrero) el arreglo de la Unioersidad de
Buenos Aires, dividida en 6 departamentos, á saber:
1** departamento da Primeras Letras:— 2"* de Estudios
preparatorios: — 3** de Ciencias exactas:— 4^ de Medi-
cina:—5^* de Jurisprudencia:— y 6° de Ciencias sagra-
. das: — prohibió (9 de febrero) la institución de dos ó
mas curas en un curato:— espidió (28 de febrero) un
decreto sobre reforma en la clase militar y espresán-
dose en una lista nominal los generales y ofíciales que
enlraban en ella, y cuyo número era: 3 Brigadieres,
8 generales, 8 coroneles, 27 tenientes-coroneles, 28
mayores, 75 capitanes, 18 ayudantes mayores, 19 te-
nientes primeros, 27 tenientes segundos y 40 subte-
nientes.
El general Marcos Balcarce, incluido en la reforma,
espuso que su empleo correspondía á la Nación, y de-
jaba su derecho á salvo, hasta que, reunida en Congre-
so, desidiese ella si estaba en las facultades del gober-
nador de la provincia incluirlo entre los que abrazaba
el decreto de éste. En virtud de esa esposicioa el go-
DE B€fin!(03 AIRBS 49
«
beniador Rodríguez f suspendió el decreto de 28 de
febrero, con respecto al general Balcarce é igualmente
los efectos de las leyes de retiro y premio, pasando el
asunto ala Junta, para su decisión.
^999-B. BEB.^AiiBli^O BIVABAVIA, ministro de go-
bierno, D. FiíANCisco DB LA Cftüz, .mjnistro de guerra
y D. Manüiíl José Gaucia, ministro de hacienda, en
ejercicio del Poder Ejecutivo por delegíipion del gober-
nador Rodrigue?, que salió á la campaña á objetos del
servicio público, y cuya ausencia duró desde el 28 de
marzo hasta el 8 de abril, en que reasumió el mando.
Las disposiciones gubernativas, eran espedidfi^s por
cada uno de los ministros en. sus departamentos res-
pectivos.
El de guerra suprimió (20 de marzo) todas las co-
mandancias militares en los puntos de la campaña,
esceptuándose los de las fronteras, donde había de re-
sidir un comandante militar.
El de gobierno dispuso (22 de marzo) que la oacuna
fuese administrada en toda la campaña en los mese^de
abril y mayo, en otpño, y de octubre y noviembre en
primavera.
Dispuso igualmente el segundo (25 de marzo) la adju-
dicación de seis premios^ tres que hablan de ser repar-
tidos el 24 de mayo y los restantes e\ 8 de julio, con-
sistentes en igual número de medallas de oro de valor
de 203 pesos cada una, distribuidos: dos por la sala de
doctores de la Universidad: dos por la Academia de
Medicina y dos por la Sociedad Literaria de Buenos
Aires.
El de hacienda dispuso (^6 de marzo) la formación
de una comisión de visita de las casas hospitalarias
que administraban los religiosos betlemitas.
El gobierno delegarfo autorizó (28 de marzo) al minis-
tro de relaoionea esteriores confiriese, como confinó,
al coronel Félix Alzaga, la comisión y poderes para
50 PROVWCIA
liquidar y obtener el pago de la deuda de los gobiernos
de Chile y Perú, resultante de los suplementos hechos
parala libertadle anibos países .por el gobierno de las
Provincias Unidas del Rio de la Plata.
Habiendo el virey del Perú, don José Laserna, es-
pedido en 11 de enero de 1822, en el Cuzco, un decret©,
eli que aprobaba el incendio efectuado por ópden del
coronel Carratalá, en el pueblo de Cangallo, ordenando
al mismo tiempo, que, para borrar hasta de la memo-
ria de los hombres la de aquel pueblo infeliz, nadie po-
dría reedificaren el lugar en que existió y mudándose
el nombre de todo el Partido á que pertenecía, el go-
bierno delegado, en oposición á esas bárbaras ¡deas, y
deseando eternizar la memoria de todo un pueblo, víc-
tima de la libertad, acordó (28 de marzo) que una de
las calles de la capital, de las asignadas para llevar
los nombres que inmortalizan las víctimas del país, se
denominaría Calle de Cangallo. Esto dio tema al poe-
ta don Juan Cruz Várela, quien consignó en su «Co-
lección de Poesías Patrióticas» de que se hablará mas
adelante, una bella composición, con el encabezamiento
siguiente: « Al incendio del pueblo de Cangallo por el
general español Carratalá, y aprobado por el vírey La
Serna en decreto de 11 de enero de 1822.»
t9t)»— BBIGABIKII M.iBTLií BOBBICIJEZ, propieta-
rio, desde el 2 de abril, que reasumió el mando guber-
nativo, después de una ausencia de 15 dias, hasta el
14 de febrero de 1823, que salió nuevamente á campa-
ña, al mando de la espedicion al sur de ella.
Esta campaña del general Rodríguez duró desde el
6 de marzo hasta el 5 de agosto, cuyas operaciones
fueron como sigue:
El 14 de febrero partió Rodríguez de la capital,
acompañado del inspector general Rondeau, y el 20
tenía reunida, en Lobos, una parte principal de la fuer-
za disponible •
» »
(
6e BUBNCVd AIRB8 51
Afínes del mismo mes se trasladó á la Guardia del
Monte, foimando un campamento con todo él ejército,
en las riberas de sus lagunas.
Acampado alH el ejército, y habiendo retíibido ausilios
que aun faltaban, se principió ¿^metodizar el orden de
la marcha señalándose los gefes de las respectivas di-
visiones. Publicóse al mismo tiempo un edicto, para
cortar ó impedir ría deserción de los tíuéi^pós dé mili-
cias, estableciéndose la pena de muerte para el deser-
tor, aprendido que fuese; la separación de cada soJda*
do de su división respectiva, sin previo permiso, era un
crimen. Cualquier soldado, que se encontrase A cier-
to número de cuadras, fuera de la línea, debía -sufrir
la niisma pena.
El 6 de marzo se dio orden, para que se pusiera en
movimiento cada división particularmente, con dipec-
cion al rio Salado, á acamp^rseen su ribera austra^l, á
fin de romper, desde allí, la campaña. Fué nombrado
general en gefe del ejército el inspector general, briga-
dier don José Rondeau, quien partió el mismo día, diri-
giendo las columnas hasta Ja ribera^ dpnde a^campa-
ron.
El'S, el gobernador y el ministro de la guerra, gene-
ral Cruz, partieron á reunirse con el general del ^érci-
to, acampando en la estancia de dop Juan Manuel. Ro-
sas, sobre la costa boreal del mismo rio, trasladándose,
el 9, á la cabeza del ejército, en la costa opuesta.
La mala calidad de las aguas obligó á, variar, de
pOsSieion á algunas divisiones, á la laguna nombrada de
Salas, 8 millas al S. S. E.
La fuerza de que se componía el ejército era como
sigue: ^
Regimiento de húsares de Buenos Aires. . , 894
Id. blandengues de la frontera 830
Caballería patricia ^ 220
Escuadrón de coloradlos. ..:.....;....'. .-. . ' 2í6
r52 • ?&0YIN01A •
Voluntarios de capipaña , 168
, N? 2 d/e id 170
N» 3 de id. . . .• 207
N" 5 de id • 163
Total caballería 1768
Batallón de cazadores — infantería 575
» •
. Artilleríja 7 piezas.. 30
Total '2423
Caballos 8000
Carretas 259
La división acantonada en la guardia de Kaquel-
huincul, al mando del teniente coronel Cajaraville, com-
puesta de 200 blandengues y de 150 milicianos del N**
1° de campaña^ se reunió al ejército en el Chapaleo-
fú. En este caso el ejército constaba de 2773 plazas.
El ejército se puso en movimiento el 10 de marzo, á
reunirse con la vanguardia y mejorar de aguada, y es-
tando acampado sobre la costa occidental de Chapaleo-
fii, resonó por todo el campo la voz: revolución en la
capital^ cuya noticia se acababa de recibir por un es-
preso del gobierno delegado. La sorpresa é indigna-
ción se manifestaba en todos los semblantes; gefes y
oficiales acudieron, en el acto, al cuartel generala inda-
gar los detalles de la asonada y el riombre de los cons-
piradores. Al informarse de los últimos, se manifestó
él desprecio con el deseo de un escarmiento imponen-
te á sus autores. Una proclama del gobernador Ro-
driguez á todo el ejército anunciando su partida y la del
ministro Cruza la capital, calmaron algún tanto los de-
seos del escarmiento; pero con el pesar de no ver rea-
lizada la empresa con la prontitud y el éxito que ella
.^.^gía.
El general en gefe quedaba con toda la plenitud del
:Wiando hasta el regreso del gobernador Rodríguez,
DR BÜBÍ(OS AIÜBS 5S
debiendo seguir las operaciones ha^ta la 'sierra.
Todo estaba pronto para continuar la marcha al diasi-
guiente, 25, cuando á las ocho de la noche recibió el
general Rondeau aviso vorbal del gobernador* Rodrí-
guez de haber recibido coniunicaciones del gobierno
delegado; que por ellas se prevenía ser innecesario in-
tegrar el gobierno para cortar'los resaltados de la revo-
kicion; que ésta sé h¿\llaba disuelta por la parte activa
que el pueblo había tomado en defensa de sus dere-
chos', á mas de la prisión que se había hecho • de una
parte de los conjurados. ' •
El gobernador y el ministro regresaron al campa-
mento en la misma noche del 84, entre los cicas y mú-
sicas que los oficiales del ejército habían dispuesto.
Establecida y asegurada cuanto era posible la nueva
frontera, el gobernador Rodríguez se puso en marcha,
el 24 de julio, por el camino conocido de Ghapaleofú
con 350 cazadores y 40 artilleros, arribando, el 2 de
r
agosto, á la Guardia del Monte y, el dia 5, á la capital;
pero no tomó posesión del mando gubernativo sino el
11, en cuyo dia cesó, por consiguiente, el gobierno de-
legado.
Durante la administración de Rodríguez, desde el 2
de abril de 1822 hasta el 14 de febrero de 1823, se dic-
taron las disposiciones siguientes:
Arreglo en la medicina (9 de abril), hasta tanto que
el establecimiento respectivo se hallase en estado cíe
corresponder á los jfines de su institución, mediante
un código dictado por personas competentes:
Creó (20 de abril), de conformidad aun proyecto de
ley, presentado á la Junta el 1® de diciembre ide 1821,
por el que solo debía tener la provincia dos rejímientos
de caballería, como parte del ejército permanente de
ella, uno de caballería con la antigua denominación de
blandéhgues de la frontera ^ cuya residencia sería
provisoriamente en la Guardia del Monte:— promulgó
54 PROVINCIA
(8 de mayo) la leaj , de olvido^ que disponía que « las
causas suscitadas por opiniones políticas, anteriores á
.aqualla fec^a^. no embarazaran á, ningún individuo el
. pleno goce de la seguridad que la ley concede, en la pro-
vincia de Buenos Ai re^, á las personas y á las propieda-
des. 1 Esta ley de olvido fué (18 de nnayo) estendida,
comprendiéndose en ella á todos los que hubieran sido
juzgados y sentenciados por delitos políticos ó causas
. de opinión, sin escepluar al padre fray Francísoo Cas-
tañeda. El'gobierno, al promulgar esta estension de la
ley de olvido, acordó (20 de mayo) que. el citado reli-
gioso, hasta la sanción de la ley s^obre la libertad de la
prensa, continuaría bfijo ía prohibición de escribir, á
que había sido sujetado por resolución legislativa de 15
de setiembre de 1821..
Dict<> (2J de mayo) el ceromoaial que había de obser-
varse (y que se observa hasta la fecha) en Jas funcio-
jies clásticas del país, desde el 25 de mayo de 1822:— es-
pidió (23. de mayo) un decreto disponiendo la tiraducciou
dql mens^aje del presidente de los Estados Unidos y el
interjBsante relato del secretario de Estado al Congre-
so de la misma República, sobre el reconocimiento de
Ja independencia de la nación argentina por los Esta-
dos Unidos de Norte América; disponiendo al misnio
tiempo que ambos documentos se publicasen, como lo
fueron, ppr pliego adicional al número 16 de\ Registro
Oficial de la provincia.
Acordó (5 de junio) que todo examen de individuos,*
pertenecientes á la Universidad, fuese público.
Mandó (1° de julio) se publicare el decreto del go-
bierno,dej Perú por el cual se declaraba la bandera v
estandarte de aquel Estado, á saber: «La bandera
'nacional del Perú se compondrá de una. faja blanca
ti:asversal entre dos encarnadas de la misma anchura,
con un sol taml^ien encarnado. ^obre la faja blanca; la
insigpía, de pri^^rencia, será toda encarnada, con un
DB BtBltOS AIRBS 55
sol blanco en el centro; y el estandarte será igual en
todo á la bandei*a, con la diferencia de las armas pro-
visionales del Estado, que llevará bordadas sobre el
centro de la faja blanca.
«La bandera de los buques mercantes será igual á
la nacional, con la diferencia de no llevaf» el sol encar-
nado en la faja del medio. >
Instruido el gobierno del objeto y servicio del Sa/i-
tuario llamado de Lujan, que no rendía servicio algu-
na y que no tenia mas objeto que el culto de tina imá-
jen, dispuso, (I** de julio) que todos los bienes perte-
necientes al mencionado Santuario y que no fuesen
de un servicio privativo del culto quedaban bajo las
inmediatas órdenes del ministro de hacienda^ quien
había de emplear en fondos públicos el valor de los
espresados bienes^ que -fuera mas útilvender que ad-
ministrar.
Desde el 1® de julio, el edificio, llamado de la Reco*
leia^ quedó destinadD á Cementerio público, ó Cemen-
terio del Norte.
Sobre los escritos que se^ presentasen á los funcio-
narios públicos, se acordó no proveer sin instruirse
previamente de que el tenor no infamaba, ni faltaba á
la consideración debida á la autoridad y á las perso-
nas; debiendo ser roto é inutilizado por mandato del
funcionario público, á quien se presentase todo escrito,
en cuyo tenor se advirtiese uno de los espresados vi-
cios.
Mandó cesar (1° de julio) la Hermandad llamada de
la Caridad en la administración de todos los bienes
que tuvo á su cargo, quedando el Hospital de Mujeres
y el Colegio de Huérfanas bajo las inmediatas órdenes
del ministro de gobierno, y el templo de San Miguel
debía entregarse al cargo y cuidado del cura de la par-
roquia respectiva.
El coronel Celestino Vidal del batallón 2^ de Cacado-
56 PROVIKCIA
re^ había sido (1822) invitado, para una conjuración que
debía estallar muy pronto, se adhiriese ó no á ella: el
coronel avisó privadamente y en el seno de la amis-
tad al gobernador Rodríguez, á quien, hasta entonces
le ligaban antiguos vínculos Üe amistad. Este avisa
á sus ministros lo que ocurría, y al dia siguiente se lo
exige una revelación, por escrito, al gobierno, obligán-
dole nombrase al ciudadana qi|e lo había invitado á la
Qonjuracion; él se niega obstinadamente, asegurando
al gobierno que le era mas fácil subir el cadalso^ que
cometer la acción infame que se le exigía. Esta resis-
tencia tuvo por premio 73 dias de prisión y la pérdida
de su carrera. El coronel Vidal, por este proceder
libró al pueblo de Buenos Aires de los horrores de la
anarquía y supo sacrificarse por no comprometer á ciu-
dadano alguno.
Con motivo de este suceso, se estendió por^el gobier-
no el acta siguiente:
< Sala del despacho del gobierno de Buenos Aires,
á 26 de agosto de 1822.--Hab¡éndose presentado el 20
del que corre, ala una y media del dia, el coronel co-
mandante de cazadores don Celestino Vidad eu el
mismo despacho del gobierno, donde se hallaban el
ministro del departamento de gobierno y relaciones es-
teriores(Rivadavia) y el de la guerra y marina (Cruz),
y habiendo pedido el espresado coronel Vidal audien-
cia separada á la misma persona del gobernador, am-
bos salieron á la galería, de donde regresaron á los
pocos momentos diciendo, el gobernador á los minis-
tros, que escuchasen la revelación importante que en
cumplimiento de su deber y de su honor, y, sobre to-
do, por la salud de la patria, quería hacer al gobierno el
precitado coronel Vidal. Acto continuo espuso dicho
coronel que había sido invitado para una revolución^
que trastornase el orden actual del país, y que para
ello debía tener una conferencia con el principal direc-
DE BüEVOd AIBBS 57
tor de la revolución, pues aun ignoraba el plan bajo él
cual estuviese ooncebída. Entonces el gobierrlo le
.manifestó que debía prestarse á dicha conferencia, pa-
ra de ella deducir lo que era tan importante:sáber para
aplicarlos medios de contenerla. En consecuencia,
y según se habla convenido, fué llamado á la Fortale-
za el espresado coronel VioUl, el 22 del propio mes; y
habiéndose apersonado efectivamente en el despacho
del gobierno, exigió del gobernado^' y del ministro de
la guerra y marina la garantía, bajopalabra de honor,
de que no se descubriría su nombre, ni causaría pet*-
juicio á particular alguno de la manifestación que iba á
hacer, según se le fué acordado del modo que lo exigió
en la primera conferencia. Entonces, á presencia de
las mismas personas, e.l gobernodor y el ministro de
guerra y marina, espuso él es presado coronel Vidal
que se le habia invitado para Imeer una revolución, la
cual estaba pendiente de solo su división, que ya se
habían anticipado las demás medidas, tales como, el
disponer y convenir con varioscapitanes de la legión
patria, y también con Ja caballería patricia: que pre-
sentando él la fuerza de su batallón no habia cosa al-
guna que crúzasela revplucion, la cual debía ejecutar*
se cuan^ ahtes, poniendo de gobernador al brigadier
reformado don Cornelio Saavedra, para contentará los
patricios,'Con quienes se decía que tenía partido, y de
ministros, de gobierno^ al doctor don Pedro Medrano,
y de la guerra, al coronel mayor don Juan Ramón
Balcarce: pero que no se había dicho, que estos indi»-
víduoséran,ó no, sabedores del proyecto; que se con-
taba con la mayor parte de la tropa y oficialeá del N** 1°
por cuanto el ceñuelq de los que componían este cuerpo
era de los soldados que en el ^ño 20, habían preso á su
coronel; que no querían hablar al coronel (Antonio)
Ramírez, por que no era hombre con quien se contaba
para batirse; y que el principal director con quién ha-
58 PROVINCIA
T)fa tehído las conferencias era el doctor don Gre^rio
Tagle; concluyendo con que uno de los primeros pa-
sos, hecha la revolución, era el de restituir al cabildo
estinguido; y por últinno manifestó el mismo coronel
Vidal, que el espresado don Gregorio Tagle le había
asegurado que en el momento que le avisase estar lis-
to su batallón, tetidrfa la cantidad de doce mil pesos á
su disposición, para gratificar la tropa. .Luego que se
retii^iel espresado coronel, el gobierno se reunió en
acuerdo con los tres ministros; y, después de varias
observaciones sobre la gravedad del asunto, resolvió
que no estaba en sus facultades el acordar, ni menos
continuarla garantía que había concedido; debiendo
por lo tanto denunciar á la sala de Representantes la
revelación que se le había hecho. A este oficio, el dia
23, fué llamado por el gobierno el espresado coronel
Vidal, y hallándose presentes, en la sala del despacho,
los ministros de los tres departamentos, se le hizo sa-
ber el acuerdo del gobierno^ y la necesidad de que
presentase un parte circun^stanciado del relato que ha*
bía hecho el dia anterior; mas escusándose á dar este
paso, esponiendo que él no quería aparecer como un
denunciante, bajo la promesa que le había hecho el mis-
mo gobierno; se le hicieron por el gobernador y por los
ministros, á su vez, las reflexiones mas claras sobre el
honor que resultaba á su persona y al ejército entero
de la revelación que había ejecutado: se apuró el con-
vencimiento para mostrarle, que el intei*és del país era
preferible á toda otra relación privada^ fuesen cuales
fuesen sus respetos; y en suma, que él no podía ne-
garse á ello sin traicionar la confianza que el gobier-
no había depositado en sus manos, dándole el mando
del cuerpo mas fuerte de la guarnición. Pero como el
espresado coronel insistiese en la negativa á dar el
parte; se le dijo, por último, que toda escusa, á mas de
hacerle poco honor, sería infructuosa, pues el gobier-»
DE BUBMOa AIRBS 59
no eátaba decidido á manifestarlo á la sala de Repre-
sentantes^ con cuyo motivo él tendría que prestar su
declaración . Habiéndose verificado ^sto mismo, en el
mismo djjBi, fué encargado, el 24, el auditor general de
guerra de levantar el sumario informativo que corres-
pondía en este caso: mas negándose á darla^ diciendo
que élno había dicho semejante cosa al gobierno, y que
éste se había equivocado en la, relación que él había
hecho: con noticia tan estraña, fueron citados los tres
ministros á las siete de la noche del mismo dia á casa
del gobernador, donde, hallándose el espresado coro-
nel Vídad, se le hicieron los cargos mas fuertes sobre
-su negativa; y las observaciones convenientes sobre
cuanto perjudicaba con élla.á su mismo honor éintere-»-
ses; mas apurándose todas las reñexiones para su
convencimiento, aseguró que no declaraba mas que
lo que había dicho, esdamando cuan ignominioso
le. era aquel paso, á que lo había comprometido el go-
bierno, por lo que tal vez antes de ocho dias. se oiría
decir que él había aparecido asesinado en las calles;
y últimamente, esforzándose mas y mas las razones,
pgira traer en el último término, dejando de todo estén-
did R unaacta en aquella misma hora, dicho coronel
contestó que su cabeza no estaba entonces para nada,
que se retiraba á pensarlo, y que contestaría. Todo
lo que ha dispuesto el gobierno se redacte en ésta, que
servirá de acta legalmente estendida y autorizada en el
dia de la fecha — Martin Rodríguez — Bernardino
Ricadavia — Francisco de la Cru3 — Manuel Garda, %
El gobierno de Rodríguez mandó suprimir el Hospi-
tal, llamado de Santa Catalina^ cuyos enfermos debían
ser y fueron trasladados al llamado militar ó de la Re-
sidencia:— Ordenó el establecimiento de dps mercados
para los frutos de la campaña, y especialmente las
pieles, uno al Oeste y otro al Sur de la ciudad; y de
acuerdo con lo dispuesto en el decreto de 35 de marzo.
60 PROVIWCiA
dictó (16 de abriJ) el Reglamento de la Universidad de
Buenos Aires para la adjudichcion de premios el 24 de
mayo y 8 de julio: -encargó (9 de julio) al ministro de
gobierno la colección de todas las producciones poéti-
cas, dignas de la luz pública, cortipuestas en la<!apital
y en todas las provincias argentinas, desde el 85 de ma-
yo.de 1810 hasta la focha de esta disposición, de la
cual habla de hacerse, como se hizo, una impresión. (1)
Promulgó (3 de julio) la ley militar^ que había de ser
revisada cada año: — resolvió (6 de diciembre) que los
alumnos de toda clase de escuelas, ó de estudios, que
se encontrasen en las horas destinadas á ellos, por las
•calles, quintas, cafés y demás lugares públicos, fuesen
conducidos á la cárcel de deudores y detenidos en ella
por el término dé 24 horas: — promulgó (24 de diciem-
bre) la ley sobre reforma del clero^ cuyo fuero perso-
nal quedó abolido, como también los diezmos, las ca-
-sas de regulares betlemitas y las menores de las
demás órdenes existentes en la provincia. Fijó el nú -
mero de relijiosos sacerdotes, en las casas de regula-
res, en 30, como máarimtin, y en 16, como mínimuny
suprimiendo aquellas, cuyo número bajase de éste, y
■
(1) Este trabcyo fué encomeadado al distinguido poeta don Juao Cruz Vá-
rela, qnien, con el título de « Colección de Poesías Patrióticas, * publicó na
libro de 353 púgiuas en los últimos días de la presidencia de Kivadavia y de
consfgoiente, muy poptenor á la batalla de Ayacacho, puesto qu* rejistra va-
rios cantos referentes á ésta, que, cofno se sabe, tuvo lugar el'9 de diciembre
de 1824/
Este libro, no se puso en venta, porque, después de confeccionado, no
agi-adó á su compilador; por consiguiente es sumameuto ruro, á diferencia
de la Lira Argentina^ cuya edición de 200 ejemplares, hecha en París,
bajo la inspección inmediata del doctor Francisco de Paula Almeyra y d«
don Ramón Díaz, abunda, relativamente, en el Rio de la Plata.
La « Golecctioo ^e Póevias Pati;ióticaa » carece de carátula y de Índice,
y fué hech^ en Buenos Airea en 1827, y, según el ojo, por la imprenta del
diario El Tiempo, y consigna composiciones poéticas, hasta enero de 1826,
de los siguientes: Vicente Lope7, Cayetano Rodrignez, Estévan de Luca,
Juan Ramón Rojas, Buenaventura Hidalgo, Juan Crisóstomo Tjafinur, Flo-
rencio Várela y del compilador, de quien hay machas.
DB BUENOS AIRES 61
. disponiendo ]o mismo respecto del monasterio de San-
ta C$italina; y todas las propiedades, muebles é inmue-
bles, pertenecientes á las casas suprimidas, fueron de*
claradas propiedades del Estado:— creó (2 de enero de
1823) el establecimiento de una sociedad de damas, ba-
jo la denominación de Sociedad de Beneficencia y á
CAjya dirección é inspección quedaban las escuelas de
niñas, casa de Espósitos, casa de partos públicos y
ocultos, hospital de mujeres, colegio de huérfaaas y
todo establecimiento público con tendencia al bieu de
losindividuos de su sexo:— espidió (id) undecreto, cos-
teando en los colegios de Buenos-Aires la educación,
vestuario y mantenimiento de 6 jóvenes de cada pro-
vincia; dos de éstos con destino al colegio de estudios
eclesiásticos y los demás á los de las ciencias físicas y
morales, y decretó (7 de enero) la construcción áo. tem-
píos en la campaña y la erección de uno en el nuevo
pueblo del Pilar.
flS93~B. BKR.líARBl.líO RIVABAVIA Y B. MíüVUEIí
jrOiiÉ garcía, ministros, en ejercicio de las funcio-
nes del P. E. por detegacion del propietario Rodríguez,
que marchó á la espedicibn del sur, el primero en
cuanto á las de gobierno, relaciones esteriores y guer-
ra, y el segundo en cuanto á las de hacienda, desde el
14 de febrero hasta el 11 de agosto, en que Rodríguez
reasumió el mando gubernativo.
En la noche deH5 de marzo se recibió en Buenos-
Aires la primera noticia pasada por el comandante mi-
litar de San Nicolás de los Arroyos don Cipriano 'Ce-
ballos de una conspiración, dispuesta en esta ciudad,
paraderrocar al gobierno de esta provincia y de la de
Santa Fe, y descubierta por el de la última. Al medio
diadeH9 se recibió una delación de que se seducía
gente para conspirar en el mes de abril siguiente. A
las diez déla noche del 19 se recibió el primer parte
oficial del comandante militar dé Morón don José María
t .
62 PROVIKCIA
Casado, comunicando que en las inmediaciones de las
Cañuelas reunía gente don Hilarión Castro, para efec-
tuar esa misma noche una revolución en Buenos Ai-
res.
El gobierno delegado se reunió en la fortaleza (ac-
tual casa de gobierno nacional) á las once de la noche,
junto con el inspector general don Ignacio Alvarez y
Thomás, haciendo citar á esa hora á los generales don
Juan José Viamonteydon Jtian Gregorio de las He-
raR,y ordenándose al batallón N^ V de fusileros (al
mando del coronel Benito Martine2)que, dejando solo
la guardia de prevención en su cuartel del Retiro, se
trasladase á la Fortaleza. Todo el ejército de la capi-
tal se puso en movimiento, situándose en puntos con-
venientes para la defensa. A las tres de la mañana
penetraron en la plaza de la Victoria, por tres puntos,
las reuniones de completados, bajo una grita est rao r-
dinaria de ¡oioa la religión y la patria! y guindos por
los caudillos don Benito Peralta, don Hilarión Castro,
don Rufino Baui^á, don José María Guerreros, don
Pedro José Viera, don Antonio Gonzafez y otros. Su
primera diligencia fué forzar la guardia de la cárcel,
poner en riberlad á varios reos, principalmente á don
José María Urien, y apoderarse de la campana déla
casa de justicia, para llamar al pueblo.
Luego que se sintió la alarma on el pueblo, concur-
rieron á la Fortaleza muchos gefes retirados y otras
personas respetables á ofrecer al gobierno sus ser-
vicios y alistarse en el Cuerpo del Orden hasta los
mismos estrangeros. A los ocho minutos de un tiro-
teo violento de parte á parte, fueron completamente
batidos los revoltosos, dejando varios muertos, heridos
y prisioneros. Estos fueron sometidos ajuicio y con-
denados á destierro unos, absueltos y puestos en liber-
tad, otros^ y 'pasados por las armas don José María
Urien, oficial retirado, y don Benito Peralta, oficial re-
DB BUfi^NOS AIHES C3
formado del cuerpo de artillería, el 9 de abril de 1823, en
la plaza ^5 cíe il/ayo* ' . \
A la energía desplegada por el gobierno, se debió el
restablecimiento del orden y de la tretnquilidad: separó ,
de la Cámara de Justicia á los doctores Gazcon y Va-
lle, reraplazándolos por los doctores Cossio y Villegas:
separó igualmente de sus puestos algunos curas^ t^les
como don Vicente Arraga y don Francisco Argerích, ^
mandando prender ¿ unos y salir de la provincia á
otros, por su conducta subversiva y ofneciendo 2000
pesos por la persona^iel doctor Tagfe y 200 por cíida
unade las demás y con el ejemplar castigo de los prin-
cipales cabecillas. Para mayor garantía y con el obje-
to de conservar el. orden, salió el coronel Borrego con
una fuerza de 200 hombres ,de' caballería, para situarse
en la campaña.
Las señoras nombradas (18 de febrero), para la for-
mación de la, primera Sociedad de Beneficencia^ fueron:
doña Mercedes Lasala, doña María Cabrera, doña Isa-
bel Casamayor de Luca, doña Joaquina Izquierdo, do-
ña Flora Azcuénaga, doña Cipriaiía Viana. y Boneo,
doña Manuela Aguirre, doña Josefa Gabriela Raiíjos^
doña Isabel Agüero, doña Estanislada Tartas de
Wright, doña María de los Santos Riera del Sar, doña
María Sánchez de Mandeville; y doña Bernardina Cha-
varría de Viamonte, bajo la presidencia de la primera.
Por renuncia de la 5* y 11*. y por ausencia de la 10*,
fueron nombradas doña María del Rosario Azcuénaga,
doña Justa Foguet de Sánchez y doña Estanislada Cos-
sio de Gutiérrez. Esta Sociedad tuvo como una de
sus atribuciones el adjudicar y repartir 4 premios el
26 de mayo de todos los años, á la moral, á la indus-
tria y 2 á la aplicación. El 1"*, de 200 pesos en dinero,
se había de adjudicar á la muger que mas se hubiese
distinguido por su moralidad y por la práctica de. las
virtudes propias. d(?l spxo y de su estado. El 2**^; de ;! 00
G4 PROVIKCIA
pesos en dinero, se habfa de adjudicar á laque mas
se hubiese esmerado en el tesón de adquií'ir, con
honradez y por medio de un trabajo industrioso, los
medios de su subsistencia, ó la de sus padres, ó hijos.
Los otros dos, de 50 pesos cada uno, destinados en es-
pecies ó útiles, á elección de la Sociedad de Beneficen-
cia, á las dos niñas que mas se hubiesen distinguido
por sus talentos y aplicación.
En marzo fué presentado por los sefiores Valentín
Gómez, José María Rojas y Francisco del Sar, y apro-
bado por el gobierno, el 16 de abril, el Reglamento para
la espresada Sociedad, el mismo que siguió rigiendo
hasta la fecha; así como fué aprobado por el gobierno
otro Reglamento dictado por los citados señores, pai-a
•la adjudicación de los premios decretados en 1** de
marzo, fijando el procedimiento que se había de seguir
y siguió. hasta la fecha y aun las arengas que, al hacer
la entrega del premio, habia de pronunciar la presi-
denta.
Las casas del Hospicio de Mercedhríos, denomina-
dos de San Rumonde las Conchas, y del convento de
San Pedro, fueron (24 de febrero) destinados á Hospi-
cios, para la educación de los niños de los pueblos y
territorio de la campaña, en las. primeras letras, bajo
la dirección de la Sociedad lancasteriana.
El 5 de marzo se decretó el establecimiento de una
Caja de Ahorros^ y el 24 de abril quedó instalada y
nombrada la Comisión directiva, disponiendo ser el
objeto de dicha institución el recibir en depósito las
sumas desde dos reales para arriba, que economizaran
los individuos industriosos que no tuviesen modo de
adelantar sus ahorros con seguridad.
El gobierno delegado (Rivadavia) encargó (5 de abril)
al prelado diocesano obligase á todos los iiídivíduos
del clero á asistir á una conferencia semanal, contraí-
da ó los puntos siguientes: I"* Moral y Rúbrica; 2"*
\
DB BUB^Oa AIBBS 65
. Oratoria^ sagrada práctica; 3° Historia eclesiástica y
• disciplina, y 4^ Derecho público eclesiástico. , Y en 19
de abril, el provisor gobernador del obispado, doctor
Mariano Zavaleta, presentó el Reglamento para las re-
feridas conferencias, el cual fué (24 de ^ibril) aprobado
- por el gobierno delegado- Este presentó, el 5 de ma-
yo, su Misnsageá la Sala d'e Representantes, haciendo
una lisonjera pintura del estado de progreso de la pro-
vincia, principalmente respecto de la multiplicación de
los establecimientos de primera educación, en la ciu-
dad y campaña, á fin de combatir la ignorancia, como
el primer enemigo de, los pueblos, que desmoraliza y
embrutece.
Ratificó (10 de junio) un tratado de alianza defensi-
va, entre la República de Colombia y el Estado de Bue-
nos-Aires, en sosten de . ^u- independencia: — suprimió
(27 de junio) las postas militares, sustituyendo las
dependientes de la Administración de Correos: — ia-
dultó (9 de julio), de la pena de muerte, á todos los que
en rebeldía habían sido condenados á ella, por autores
ó cómplices de la asonada de la noche del 19 de mar-
zo, y restituidos á la libertad y al pleno goo^ de los djB-
rechos de ciudadanos, el 25 de mayo de 1824 todos los
que fueron causados como cómplices ó autores de la ci-
tada asonada:— ratificó (23 de julio) una Convención
preliminar^ acordada entre el gobierno de Bufenos-
Aires y los comisionados de S. M. C: — fué autorizado
(id) por la Legislatura de Buenos Aires para negociar
en favor de la España, amenazada de una guerra por el
rey de Francia, Luis XVIII, la suma de veinte millo-
nes de pesos, entre todos los Estados americanos, re-
conocidos independientes. En virtud de esa autoriza-
, cion legislativa, el gobierno delegado (Rivadavia) nom-
bró (id) ministro plenipotenciario cerca de la República
de Chile, Perú y Colombia á don Félix Alzaga; cerca
del gefe de las fuerzas españolas que ocupaban izarte
66 MOtlKCIA
del teri*itórió del Perú, al general don Juan Greg>6río
de las Heras; cerca de las provincias de la carrera del
Paraguay, al doctor Juan García de Cossio; para la lí-
nea de ocupación por esta parte del Perú, con residen-
cia en el territorid de la provincia de Salta^ al general
don Juan Antonio Alvarez de Arenales, y cerca de lias
provincias interiores^ esencialmente cerca de los go-
biernos de la carrera de Cuyo^ af doctor Diego Estanis-
lao Zaváíeta.
Decretó (7 de agosto) el establecimiento de una Es-
cuela dé Agricultura pt&ctics, y un Jardín de Acíima-
taciofiy en Ta quinta denominada de la Recoleta; y ha-
biendo regresado de la campaña el gobernador
propietario Rodríguez, cesó el gobierno delegado, el
11 de agosto, diaen que aquél entró de nuevo en ej-er-
cicio de sus funciones gubernativas.
fd»8-^RRI€}itBÍER MARTIIV ROIIRlC;iJ£K, propie-
tario, desde el 11 d^ agosto de 1823, que reasumió el'
mando gubernativo, después de su espedieion al sur
cowtra lo© bárbaros, con el objeto de esten^ejf Ja fvQn-
tei*a, hasta el 16 de ¡loviembre^ que, con motivo de un
contraste esperimentado por tas fuerzas d$I gobernador
Lopez^ de 'Santá-Fe, después de haber sido atacados y
derrotados aquellos, en el puesto del difunto Gómez,
el 15 de noviembre, volvió á salir Rodríguez, con direc-
ción ¿ Lobos, acompañado de 14 artilleros y del cb-
mandante de colorados (Rosas), con 60 hombres; pero
no dejó delegado por haber regresado al dia si-
guiente.
Con el objeto de 'fijar de un modo permanente la nue-
va línea de fronteras, principiada en el año de 1823, el
gobernador Rodríguez salió, el 5 de enero del año si-
guiente (1824), á la cabeza de la espedicion, que se di-
rigió a) sur de la provincia, y, de acuerdo con la Jun-
ta de Representantes, delegó el mando, gubernativo tti
los lAínistros Rivadavia y (jarcia. '
PB WñMS AlBBS 67
Ert vista de lá necesfíQad dé poner en acción todos los
recursos qtíe el país poisée y eti el deseo d^ hacer vsíler
' fo posible las minas situadas en ías Provincias-Uni-
das, el gobernador Rodríguez espidió un áeoréto (24
de noviembre) autorizando al rtiínisff o Rívadavia, para
que promoviese la fbmiaeioñ de una sociedad en Ingla-
' térra, destinada á esptotar las minas deoro y plata que
' éiistenen teRepúbíiea. ■
Con élññ de poblaría ciudad jque^, con. el nombí?© del
general Belgrano, debió erigirse, el gobernatiop Ro-
dríg'uei ab(ori7:6 (24 de noviembre) di* hníiistto Rifada--
via-parék negociar 200 'fartílias europeas, a*í como el
envío dettíiló mas fertiiMa* morales ó íridobtcioeas,
para las nuevas poblaciones que se proyeolaba levan-
tar en el t^rritór¡6 de la provincia. ' < »
Instruido de los progresos que \k Biblioteca Pú-
blica hacía y de la influencia reai que aquel ésta-
blecimiettto tipnfa en ía ilustración ¡del país, el gober-
'nador Rodrigwez encargó '{31 -^de diciembre) '>al
BlWioteeario propusiera oportunamente itodas lü^sf tne-
dfdas ci^|id'üi(^efít6& i ace^lemr él del IkfüSEo piel pafs,
especialmente en todos Ids rianios d?e Hislor id Natural,
Química, Artto y Oíiéíó&; encargando <á la Academia
de Me^ícin^á v Ciencias exacias la fórhiaeion de una
•I
colección defnostrativa de la Geología del país yiolra
de lasave^ det mismo. Y por lo que iféispiftcta á cian-
chas^e) ministro Rivadavia quedó 'encardado- de librar
]a9 ordénese insfrticcfones necesaríais al' comandahte
de Rata^ones^ para la formación de> ona ^colección de
las mipmas. í. ! . i
El 5 de enero de 1834, el gob0madk>r Rodriguez- die-
legó el mando gubernativo en los ministros RiVadavia
y García, durante su ausencia á la campana. %
#0SÉc;ÁRCÍA, ministros de Rodríguez^ dQlegados,
' por lo que respecta á los ramos de relaciones esterió-'
;.i
68 .. :pBOXiKOU
.' res; gobierno^, guerpa y marina el priaiero,.y ppr 1<? que
: respecta á la hacienda, el segundo, desde, el. 5 de ene-
ro, que isl propietario salió á la cabeza de la espedicion
a lal sur de la ¡provincia, para fijv .de un modo perma-
: nente.lanu^aUQBade fronteras.
. El general Rodríguez llegó ai término que la ley. fijó
^ la duración de su. goUierno, acontecimiento j;nuy h9n-
' roso pkra él, porque era en su género, hasja entonces,
. el- primer ejemplo que la. historia debe. rQgÍ3trar, con
interés. : i
Una de la$ primeras . di^posicionqs del gobierno de-
legado (Rivadavi a)* fué dividir (7 d^; enero de4824) el
«
. juisgado de paz de la parroquia de la qat^dral en dos,
.aur y norte de l|a calle de la Plata, (hoy Rivaduvia)« El
mismo (Rivadavia) dictó (enero) uu . Reglamento para
Id Escaela de Partos.
' Los ciudadanos norte*iamericanos merecieron tal
consideración por las relaciones de amist^cl é identi-
dad da principios, que el mismo delegado decretó
- (a4^de febrero) ésufavor^no necesitar.de mas pa^a-
, porte, para salir del territorio, que el de} plenip<>t^i-
. cíario de su nacioii-^Rodney^
Mandó reconocer (6.de abril) al prímbi^ Có-n^ul ge«
neral de S. M. B.en el Estado de Buenos-Ai res, Wood-
i bine Parish^ y en correspondencia, nombró,^ (7 de
' abril) (por primer cónsul 'general del mismo justa-
do, en el Reino Unido de la Gran Bretaüa é Irían-
daá donjuán Hullet, quedando éste autorizado para
' nombrar vlce-cónsules en las ciudades de dicho. Reino.
Acordó (10 de abril) al mismo tiempo á los comandan-
tes de los paqitefces ingleses (que fueron los primeros)
el poder desembarcar con la correspondencia <jüe con-
dujesen^ sin esperar las visitas de ordenanza de
puerto.
La Junta de Representante^, nombró el 2 de abril af'
' general don Juan Gregorio de las Iberas góbernadof y
DB ÉÓB^OS AIRES 69*
capftan general de la'provincia, y al díifi* siguiente, 3, el
gobierno delegado, para facilitar la instrucción que
correspondía al gobernador nuevamente electo, acordó
que cada gefe de oficina formaría una esposicion com-
prendieildo las bases bajo tas cuales estaba organiza-
' da la misma, y el mélodo por menorjque se observaba
en el servicio, etc., etc.
Y el 9 de- mayo, eí gobierno delegado, en ausencia
del propietario, que se hallaba en campaña^ puso^en
-posesión del mando dé la proviocia al electo Las He-
ras.
El brigadier general Martin Rodríguez falleció en
•Montevideo al 5 de marzo de 1845. Hallándose la es-
cuadra argentina, en actitud hostil, al frente de Monte-
videc^, el benemérito almirante Guillermo Brown, espo-
niéndose á incurrir en la ira del Dictador Rosas, en ho-
menage de respeto, de dolor y de consideración por &u
antiguo compañero de glorias y de trabajos, mandó
poner á media asta los pabellones de los buques de su
•mando, como tributo á la memoria de aqud insigne
ciudadano argentino. Esta demostración, complej^a-
mente inusitada en aquella época para con los denomi-
nados unitarios, no mereció la desaprobación de Rosas,
quien se hizo el desentendido. ¡El gobierno de la Repú-
blica Oriental del Uruguay mandó se hiciese al ilustre
patricio los honores debidos á su alto rango militar, con
formación de tropas en la plaza de la Constitución^ lle-
vando las banderas enlutadas, y con asistencia del
mismo gobierno, y de lo mas selecto de la clase civil
y militar, acompañando el féretro que. fué llevado á
pulso por los coroneles José Garibaldi, Correa, Du-
pont, Thiebaut y Ordoñez y el comandante Mariano
Echenagucia, hasta la iglesia Matriz, donde se hicieren
sus exequias el dia o.
electopor la Junta de Representantes el 2 de abril, y
70 pjaov^ii^iHk
h&Uándoae ^seíate de] la provincia en ^.quc^la lecha^
fué puesjU) eo posesión del ma^do gube^aa^tívo, por el
. gobierno delegado^ «de Rodríguez» el 9 da mayo^ por
tdres ajk)^.
El 22 de diciembre delegó el gobierno en sus dps mí -
nistres Garda y Cruz, con el objeto de revistar las
fronteras y toda la campaña, regresando el 11 de ene-
ro y reasumiendo elmaodo de la provia^ia.'el 13 de di-
cha mes del síguieDte año.
Desde el 33 de ei^rero de 1825, en que el Congreso
confirió al gobierno de la provincia el ejercicio de Jas
atrií)UOfonfes del Pi'E. nacional, desempeñó Las He-
ras uúas y otras facultades, hasta ^1 7 de marzo de
lS2d, en que cesaran las autorídades proviaoLaleay qiüe-
daiido la provincia de Buenos Aires bajo la jurisdtc-
oidn del Pr^si^ente de la República, que .lo ^a don
fiermardino Rivadavia, quien habia tomado pos^sioad^
la Presidenoia el 8 de febrero anterior.
' Eliminada la provincia, desde el 7 de mar^so de 1826,
* la Junta de Representantes se reinstaló el i"* de agosto
^del siguiente año, abriendo la primera sesión coa una
brillante alocuoioo del presidente de 'la corporación,
y-el 12 del mismo mes se hizo la el'eccioil de gob^raa*-
dorde la provincia, que recayó en la persona del coro-
nal Borrego.
La nómina de los Diputados al Congreso na<j¡onal,
electos en Btienos-Aires en el gobierno de Las Heras,
erncomosigue: don Mariano Andrade^ Julián Segim-
do de Agüero, Valentín Gómez, Diego E. Zavaieta, Ma-
nuel José Gaixila, Francisco Cruífi, Juan José Passo,
Nioolás Anchoreiia y Manuel Antonio CastiH>,
FRA.icmcOnii: liACRUZ, encargados por el gobier-
no, durante la ausencia del gobernador Las Heras en
' revistarlas frontwas* y toda la campaña/ desde el 2Í
DB BU3KQ9 AIRBS 71
de4icieinbredel824hastÉtel 13deenero de 1825, que
el protpiietario rea&umió el mando de lu provincia.
Las únicas disposiciones dictadas por el gobieiino
-delegado (García) fueron algunos npnobrarnientps y el
deslinde de ia JLirisdjccion.de la Guardia .de Luj^n, á
que .mas adelante se hace referencia.
El Brigadier General Fraocisco Fernandez de la Cruz
falleció en Buenos Aires el ^3 de abril de 18^5, á los
^4 años de edad.
«99ft— GKIVEIIAL JVAIV CBEGORIO Il£ LAS HTE-
BAS, gobernador propietario, desde el 13 de enero de
1825 que reasumió el mando déla provincia, después
de una corta ausencia de 81 dias, de la capital, en re-
vistar las fronteras y toda la campaña, hasta el 7 de
marzo de 1826 que, federalizada la capital, quedó bajo
la esclusiva autoridad del Presidente déla República.
Al mes de recibirse del mando, el gobernador Las
Heras decretó (10 de junio) honores fúnebres al señor
César Augusto Rodney, primer ministro plenipotencia-
rio de los Estados Unidos, á cuyo acto concurrióla
plana mayor del ejército, los gefes de todos los depar-
tamentos y los ministros del Poder Ejecutivo: — esta-
bleció (25 de setiembre) una Comisión Topográfica com-
puesta provisionalmente del editor del' RegistrojEsta-
dístico, don Vicente López, del Prefecto de Ciencias
exactas y del Catedrático de Físico-sMatemáticás, con
2 oficiales ausiliares, la cual fué encargada de reunir
los datos para la formación del plano topográfico de la
provincia, así como déla superintendencia de todas
las mensuras de terrenos: — acordó (6 de octubre) invi-
táralos gobiernos de las provincias áque enviasen,
de cada^una, uno á mas jóvenes de veinte años cum-
plidos^ con destino á las oficinas públicas de la ciudad
dé Buenos Aires, los cuales habian de ser educados con
preferencia en las oficinas de contaduría, tesorería y
recaudaición, y en todas las secretarias:— nombró (22
V2
TBOVINCIA
de setiembre) en calidad Be ministro plenipotenciario
cerca del gobierno de la República de Colombia al ge-
neral don Carlos de Alvear, que se bailaba desempe-
ñando el mismo cargo cerca de los Estados Unidos,
y por secretario de la legación al mayor de artillería
don Tomás Iriarte. * Igual nombramiento hizo en la
persona del general don Ignacio Afvarez y Thomás cer-
ca del gobierno del Perú (18 de' octubre).
En el deber de preparar una instrucción que colocase
al cuerpo nacional en .estado de formar pn completo
juicio de laa relaciones esteriores, acordó (88 de octu-
bre) la organización de los documentos relativos á di-
.cho ramo, formando dos colecciones, ó series, una des-
. de el 11 de febrero de 1820, en que sucedió la disolución
del gobierno general hasta el 19 de setiembre de 1881,
en que se invitó á las provincias á diferir la reinstala-
ción de dicho gobierno: y la otra desde la segunda épo-
ca que fija el párrafo anterior, hasta la fecha de este
decreto, en que el gobierno de Buenos Aires dirigió Jas
relaciones esteriores.
>
El 21 de octubre ordenó que por el Ministerio de re-
laciones esteriores se formase una razón del voto da-
do por cada gobierno de provincia, sobre el lugardonde
debía instalarse el Cuerpo nacional, cuyo resultado faé
como sigue:
Por Buenos Aires 12, á saber: Paraná, San Juan,
Mendoza, Salta, Rioja, Buenos Aire?,. Misiones, Cor-
rientes, Tucuman, Santiago, Catamarca y Córdoba,
: Por Tucuman l,á saber: San Luis.
Santa Fé no comunicó su voto, sino posteriormente
dándolo por Buenos Aires.
Por decreto de 8 de noviembre, el goberi^iador Las
Heras dispuso que, en los pueblos de campaña^ en que
hubiese escuelas dotadas por los fondos públicos, se
estableciese una junia inspectora de la escuela, com-
puesta, del juez de paz del distiito y dos:Yeciups res-
i>B fitrfilros Á1RB8 73
petábles del lugar, hombrados por el gobierno, y teuya
duración en el cargo debería ser la de tres años. Las
funci(>nes de estas juntas eran las mismas, poco mas ó
menos, que las de los actuates consejos escolares.
Por una ley de 15* de noviembre sedispustí que la
' proviricia dé Buenos Arres se habfa de regir del mis
Tiix) m^odo y bajo las mismas' formas que álét sazónase
• i^egía, hasta *la píromü]gá:ciondfe }a cbhstituéíón que die-
' sé el congreso' nacional, resteKándosé empero él dere-
cho de aceptaré defeécTiar por sü pártela que éste pi^e-
sentara.
El gobierno de Las Héras dictó (eneró del^aSByel
PorniulcLrio á que deblap arreglarse los jaécdfe de paz
de la campaña, para entender las diligencias, en uso
de su jurisdicción :~establéció '(12 de enero) los lími-
tes de la Guardia de Lujan, comprendidos entre el
arroyo llamado de Baltala Ballena con síís nacientes
' hasta la laguna del Durazno; y por la parte'de la Vííla
de Lujan, siguiendo por los mojones dfr Robredo y
Rodríguez y terrenos de Noriega, hasta encontráiise
con los de San Andrés de GHles; estendiéndose por la
parte de Areco y la del Sur, hftsta los punto» que peco-
nocía entonces por límites Aatijrales:-*^di<5tó ^19 de
enero, adicionado el 26 de julio) un Reglamento^ con
el fin de regularizar las operaciones de la comisión de
inmigración^ nombrada por d^ecr^tode 13 de abril de
1824, y con el de fijar lafe bases de los contratos y las
condidones con que debían ser aitsiíiadas, así como
las ventajas á que habían de tener derecho los colonos,
queiueran conducidos con el objeto de establecerse en
esta provincia. ...
Las t:)péracioties déla espre^ada comisión ^erart: 1*
Proporcionar empleo 6 trabajos á los eifetran^erbs que
virtieran al país sin destino, ó que. se hallasen en él'áin
cólocacioh. 2* Hacer venir der Europa labradores y
artesanos de toda clase. 3* IVitroducir a^í-ícultótes ^
74 woyuKJí*
, por contratos de arrendamiento con los pnppietaríQ^ y
. artistas del país. Y 4" hacer conocer á las clases ín*
. . dMStriosas da Europa las ventajas que procoete este
pai.s para los inmigrantes y ofrecerles los servidlos de
la comisión ^ su llegada 4 Bu^pos Aires..
En celebridad;4e la instalaeiop d^ congreso geoeral
constJtuyei;tte,,que tuvp li^gar <el 16 de dicie>axbre de
. 1824| hiendo el pnqaer acontecí m/eato iipporiaqte que
señalaba el periodo tan deseado de la reorganiíi^acipa
dacional y Sfbre todo por elrtriunrCo decisivo que los
ejércitos de la independencia hablan reportado en la
• ca»paña 4^1 PerM, el 9 4e di^jiembre ,de í.8?4, eo Ja jor-
cada de Ayacvicjjo, decretó (7 de febrero) un solemne
. Te Deum en la iglesia catedral pon asistencia dertodas
las corporacipnes civiles, militares y eolesiásticas; de-
clarando dias de fiestas cívicas el 13, Í4y ;15 del misino
mes y dejando á todos los ciudadanos ep libertad de
demostrar^ en esos dias, si^s ^eptiimiéntos patrióticos,
sin mas) limites que lp%que establece la dignidad de pn
pueblo civ i lÍ2;ado.
Comisionó (25 de febrero) al canóniga ju4)Uado don
Bartolooaé Muñoz para (a reeopjlacion de todais las le-
yes y resoluciones g^oieralasque se hubiesen espedido,
desde el S5 de mayo de 1810 hasta Ja época en que se
estableció el RejisUy:} Oficial^ siendo la misma que otro
.publicó como suya, con omisión de todas las del af)o
de 1810,. parte de las de 1819, todo pl año 1820 y parte
de 1821, por disposición de Rosas^ ea cuya época se
, llevó á cabo dicha.publicacton, continuada l^asta 1*840: —
aprobó (27 de abril) la traza» que^l ingeniero de provin-
cia propuso, del plano topográfico^ de la parte esterior
. de la ciu(iad:-r-declarp. (29 de abril), sin efecto, la reso-
lución de 6 de febrero de 1822, sobre el territorio del
Partido de la. M itanza, quedando restablecido bajo los
misijaos límites que antes, tenia:— decretó (13 de junio)
un mx^cnumeiito . sepulcral en honor del ^neral Doi^in-
go F«iach:--i>rojKmI^ó (12 de jhüq) la ley ^eí^ provin-
cia aceptando lafundamental sancionada por elcongce-
.8(0 0n 28 4e eneno y autorizapjdo al gobierno para
■desenofwOar el P. E. Nacional iT-Hdapr^etó (28 de julio)
la erección de un monumento ai doctor Antonio Saei^z,
por los dÍ3Mnguidos £¡er.vie|cís jr^pdidos á su patfi^ en
]a época de la emancipación política y ppr el ¿elo ip£a-
tigable^H^ 4eap|Legó oo^^tan^nQqnte como Jiiei^r. de
la UoÍM^rsid^|i de «Bu^PO^^^ínes, así >^2pmo por ^r qno
.d^ 1<^ signatarios d^I^cttad^ lain4epiend€^ncÍ€^.xle<Ms
Pjppvjnoias-Uniiiafí delRíode la Plata»
Dispuso {16 de setiembRe)- que en todos los pueblos
de compaña se reservase» dos solareáooiQ frente ala
plaza prírTcipal destinados á la coinbtrucoioD de los edi-
ficios pü<Ufeos de escuiela, casa :de justicia y templo,
disposición que se síguifó observandchiasta .él dia^ —
^ ppoímalgó (S9 de setiembre) ia ley atitopkaodQ ;al (gobier-
no para proceder en el territorio de la iprovimeia á. la
ejecución del tratado celebrado, el 2 de febrero, entre
el' gobierno de las PrOAiñciaís-^Unidas del Rió de. la
Piata y el de S. M. B.; é igualmente (12 deoctuibore)
la ley sobre te libertad «deaultosen el territorio de la
proviocia. • ,
Para el estaí)l*ec¡ miento déla Ifnea de frontera, nom- *
feró (31 octubre) una comisión compuesta deí coronel
de coraceros don Juan Lavalie, del ingenierodon Péü^DC
Senillosay del hacendado coronel don Juan Manuel
llosas, (no bajo la dirección dé éste, ccmb dice Ange-
lis, feino bajo la del primero) con el objeto de que sa-
liesen áliaóé^ los reconacimíéntas nrtas proííjosdéfos
puntos por donde había de correr la línea déi fronitera,
apoyada em los* Fuentes- Federación (hoy Jun-ín), CHliz
de «Guerra á25 de. Mayo, Laguna Blanca y de la forta-
leza F rotee tora Argentina, en Babia Blanca."
Esta comisión empezó sus trabajos el 10 de, ¿[ícienn-
76 ' i'RovMe^A
i<l
Ire de 1826 y regresó á'Bnenos-Airtfe el SSdeetíei^o del
siguiente añol
EI'f>Tftno J)re«erttado pdf lA comisión fué aprobado
por el gobierno de la Presidenoia de Rivadavía, el 27
de setiembre de 1886.
' El gobernador'Las Heras, cómo encargado del P. E.
tiáfelónaldesde^el 23 de enero de f825, dictó varias
disposiciones qué fbi*niart la basé dé' la organización
^' nfecíotiál, tarcúaT se siguiera después p¿r str sucesor
''RivadáViá; Y sí éste, ajusto título nnfei^ece Recordarse
con veneración por haber sido el iniciador de la mayor
partedelas instituciones que el pais ostenta, seria una
> injusticia x>o recordar con iigual veneración y respeto
al doctor Manuet José García, ministro en la adminis-
tración Rodríguez primero, y ministro y cónápañero en
la de Las Heras, hasta que éste dejó de gobernar,
por los» progresos y mejoras que introdujera; y al pro--
clamará don Bernardinó Rivadavía Presidente de la
República de las Prooincias- Unidas del Río de ¡a
Plata, el gobernador Las Heras, encargado del P. E.
nacional, declaró que el espresado Presidente encon-
< 'traria vencidas! las primeras dificultades, y preparados
los elementos para la organización y defensa deltem-
tprjo, debido á la eficaz cooperación que habían pres*
, t^do los gobiernos de las provincias y idemás autorida-
. des de la República; que ej Presidefote encontraría
siempre las mismas, disposiciones en todas las pro*
. vinpias de la República, y que la de Buenos-Aires sería
sin duda la primera en dar ejemplos de obediencia y de
una coAsagraciop generosa á la causa nacional. .
Finalmente, al gobernado^ Las Heras y ¿ sus minis-
tros García y Cruz, cupo el honor de celebrar el primer
tratado qus unía á la América i don la..EspaSa> »en> la
época de su mando tuvo lugar \eiprtmera reunión na-^
. cional; bajo su mando empezó la primera guerra que
iba á decidir de la existencia nacional, en que estaban
*
. c<í>rnpP0meti4o3 loB ÍQiter0se$7 el honor de la Rc^jú^bdi-
ca. Cada uno de estos hechos basta por sí solo á dig-
nificar á un gobiernp.
El gobierno» dp. La^ Heras.y con él el de \^ provincia,
cesó el 7 de mafzo^de 1826,, á, consQQUfin<?ia de una, ley
. deí Congreso quedeclaró Ja ciud^id. de. Bu.en,o,SpA¡r»es
capital d^l Estado, la. cu^l,,cpn\^l teraipriq: pomppfin-
dido entre elpi^ento de )as Q9a(?hajS, y el de la ^nse-
pada,.y e^tre^l/Rio. (Je^la.Platay el de las ponchas
hasta el Puente da ]i^arque.z, y.de[^4^ ésíe .tirando una
Ünea paralela al Rio de la, P.iata h^s^^i dar con el de
Saniiago, qu/?dó bajo la inmediata y escli^siva direc-
ción, de la lejislalura nacional . y 'del Presiaente déla
República. ,Y mientras del resto d.^l , territorÍQ se. qr-
^an\zaba por ley especial la nueva provinQi^ de. Bue-
nos Aires, ésta tfimbiep quedó b£y,o la. dirección de |as
autoridades nacionale3,.de346 Ja i^it^da fpcl^Q^. , . .
El general Las Heras, á. los ocho días. dé cesfir en.el
ejercicio díb su^ fupcipnies ,(15 de marzo de í^826), creyó
de $u deber publicap, como publigó^ uiía hreve.^9^ppsi-
cipn, para dfir j^ su3 (fonQiudj^pos satiafaccjpn soJemne
de los graves. XQoti vos que. le impul^arpf? á.la moi^t^iA-
cante d.eterminac¡Qn de ^epnrarft^ ;4e laprQ.vippj^ de
su nacimiento. Y, después del^;» ipqchas dificultades
con q4je tuvo que juchar para $0£(tepen l^s instiruQiqnes
de la provincia, por cuya conserv^^cipu y la. de I03 4^i:e-
, cbos de sus compatriotas reclani(^ por tpdos los pije-
dios, legales,, sin que fpeaie a()endido y si.olvídados| ays
eí>fuerzos, se veía, obligado á retirarle ^ la República
de Chile, donde terminó» sufe dias el 6 .de febrero ^e
1866, á la edad de 86 ylos.
«g^o-B. BEáMARDiivo rivadjltia, desde el 7 de
marzo, en que cesaron las autoridades provinciales,
quedando la provinciade Buenos Airess bajo la juris-
diccioaderpr¿sidente de la Repúblic^, hasta el 7 Üe
julio de 1827 qué le sucedió el doótor Vicente Lopbz én
78 "HMUnifnk.
}« itfisma datégorfá <i« Ptesidente d^ Té ll«rpfib)i«a inte-
El 7 dé mar^Q.de 1826, el Presidente Rívadavia de-
claró cesante en el cjereiclo de sus fundones al go-
bierno dé Buenos Aires 7 todas fas corporaciones,
tribunales y gefes de las oficinas, etc., fueron puestera á
disf>osicion de bs ministei^ids á que correspondían. '
Encomendada la demarcación de íáicapitafá íá €0-
WiisioTí topográfica, con arreglo á la ley de 4 de marzo,
el Presidente Rívadavia ordenó (16 de marzo) que el
territorio de la ntreva provincia fuese dividido en dos
departamentos, uno al Sur y otro alNortte,
Nombró (10 de abriT), en clase de Rectoi^de la Uni-
versidad, al doctor José Valentín Gómez.
Por ley del Co^igreso prormulgáda el 21 de abril, «e
declaró que la nueva provincia seria representada en
aquel cuerpo por 10 de los 18 representantes nombra-
dos por la provincia de Buenos Airte, y los 8 res-
tantes habían de representará fa capitaf y su ter-
ritorio:— ordenó (26 de abril) el' establecimiento de
escuetas de niñas, en todos los pueblos dé ía cannfbaíla,
■ baja él misnio sistema por -^úe se regían Tas de niñas
erf ia capital. Mientras esto tenía lugar; se ¿rdeíi^'el
de fas mismas én San Niéólás de los Art^oy^, Chas-
comú!3^ y Sari José de Flores:— dispuso^ (8 de miayo)*el
establecimiento de uri nuevo mercado de frutos decon-
sumo interior en la Plaza de las Artes, actual Mercado
del Plata:— Promulgó (tSf de junio) la ley mandando
efrijir, en la Plaza de la Victoria, unr monumento, qite,
subrogando al qiie á la sazón existía, perpetuase, la
memoria del glorioso dia2,5(io mayo de 1810 y la de
los ciudadanos beneméritos, que, por haberlo prepa-
rado, debían considerarse autores de la revolución
que dio principio á la libertad ó independencia de las
Provincias Unidas del Rio de la Plata. Dioho monu-
mento habla de consistir edi una magníñca fuente de
DB Bü«V6fií AIRB8 99
bronce, (jue represénlase constantetltfeiite á la posteri-
dad et manantial de prospefridades y de glorias que
nos abrió el denodado patriotismo de aquellos ciiida-
danós ilustres. En su base se había de grabar la ins-
cripción siguiente : <LaRepúblitu Argeniináy á tos
autores de lá f evolución en ei memoretble 2S de muyo
de Í6í0. *
En lugar de ía Comisión topográfica que efXistla,
hasta la fecha, en la' capital, ordenó (26 die Junio) ün
Departamento de Topografía y Estadística, nombrando
primer gefe de él af doctor don Vicente López, primer
ingeniero, á don í'elípé Seíiilloáa, segando, ádon Ave-
lino Díaz, y secretario á dórt Agüstin Ibañez:— regló
(27 de junio) la ejecución de la ley del congreso de 18
de mayo sobFe tierras en enfitéusis, organizando el
jury establecido por dicha ley y (28í^(íe junio) la tasa-
ción de tierras concedidas .ya en enfiíéusiá, én la
provincia de Buenos Aires y estableciendo (30 de
junio) el Gran Libro de propiedad pública, á cargo
del Escribano mayor de la Presidencia nacional : — or-
denó (25 de setiembre) la formación de un pueblo en la
Chacarita de tos Colegiarles, con la denominación de
Chorroarin.
Én el gobierno del generaí Las Heras fue nombrada
como queda dicho la comisión compuesta del' coronel
de Coraceros don Jaan Lavaltó, del ingeníelo don Peli*
pe Senrllosa y del hacendada cíoronel don Juan Kanuel
Rosas, bajo la direcciotí del primero y no de éste que
se la apropió, para el establecimiento de Ib nueva linea
de frontera, cuyo plañó fué (27 de setiembre) aprobado
por el Presidente Rivadavia; en su consecuencia, éste
ordenó el establecimiento de 3 fuertes principales: el 1®
en la Laguna de ,CurálafqUetí,el 2*^ en la de la Cruz de
Guerra y el 3° en la del Potrero.
Dispuso (23 de diciembre) el establecimiento de una
escuela de niñas en la Villa de Lujan y otra eú San
90 PBOVlKlOIA .
. : Aiüoniprde Areco bajo Ia4epen€Íeacia4d la Sociedad de
» . Beneficencia:— órdanó (3de ^nero de 1827) la continua-
cj.911 de la obra del canal de San Fernando basta su
- ternj i nación, noi»brándos« administrador de dicha obra
á don Mariano Díaz:— decretó (4 de enero) se diese
mas .estepsian ^l Cennr^nteriQ d^l norte y Jardin.de
Aclimatación en la Plazuela de la Recoleta : — prohibió
(16 df febrero) el internarse en el territorio de los in-
,, flios, sin permiso del gobierno, bajo penas según el
caso: — díó (14 dejnarzo) nueva forma á la administra-
cion de la Caja de Ahorros; acordando el gremio á los
qye dejaron en ella sus depósitos por tres años y nom-
, brandase ios patrones, directores y secretario contador
de ella;-mandó (26 de. marzo) se llevase, por el pe-
partamento Topográfico y Estadístico,' un depósito
histórico y. reglamentario de los pueblos del territorio
. de la República, en un libro separado que había dé re-
gistrar; — V todos los datos auténticos qué se coñser-
vasen spbre el origen de los pueblos existentes én el
territorio de la República; 2^ todas las actas de
erección de jos pueblos que se estableciesen en adé-
lante, y 3"^ toda^ las disposiciones generales y espépía-
les que se hubiesen espedido, ó que se espidiesen en
adelante, sobre la traza y distribución de tierras en
todos y oada uno de dichos, pueblos.
Promulgó la ley del Congreso (19 de m^rzo) acordan-
' do á los veincedores de Ituzaingó un escudo de bonof,
llevando grabada en su circunferencia 1^ inscripción
siguiente; -^i¿i República á los vencedores en Itazain*
gó. En la parte interior— 50 de febrero de 1827— y
en el centro algunos trofeos militares: para el general
en gefe brigadier don Carlos de Alvear y demás oficia-
J^s generales, de oro (el del primero orlado. con una pal-
ma y un laurel); los gefés y oficiales, de plata, y desde
laclase de.,§argentos abajo, de laíon. Y el Presidente,
.Qik Fdconqciipiepto del apreipio y gratitud debido á í^qu^-
DB AVSVOS iilBBS 81
llosvBncedories, acordó á toáoslos. individuos del ejér-
cito de operaetones en el territorio del Brasil, que.se
hallaron ea la batalla de Ituzáingó, el uso del distintivo
. de ünc<5rdou de honor pendiente del bonábro izquierdo
y enlazado en el ojal de la casaca del costado derecho,
. con las.distincidnes siguientes:
EJ general engeftíl, de oro, encadenado, con.borias. y
cabetQ^deJ.mispio .metal.
. Losgenefales^^eiipisnao cordón y oab^Us sin bpr-
. >.:Los gefesycoi'don desplata, con borlas y cabetes del
■ Tüismametal. • ,
. . La ofioialidad'éi mismo cordón y cabetes sin ^borlas.
Lo8»sargento«' y cabos, cordón de seda blanco, y la
tropa,, cordotí de lana celeste. .
Adjei3Qás, á todos loa individuos de tropa^ se les ha-
bía* de abonar un año del tiempo de su empeño. .
El icoíonel. Federico Brandzen y el comaindarite . Ma-
nuel Besares, que m^irieron gloriosameate en el cam-
. ppdebjatalla,, peis>arán.3Íepiprp revista de pr^s^j^te.
Por un deoreto;de 9 de mayo,, el Presidenta Rlvada-
via ordenó el establecimiento da calles de circunvala-
cion y de sdlido; la primera con el ancho de 3Qvaras^
que había de ser la calle ^el C*^lIao desde la de la Pla-
ta (hoy i2¿(?arfaí?/a). hasta, el bajo , de la Recoleta, y la
..prolongación de la de Entre-Ríos^ desde la misma ca-
lle de la Plata hasta el camino que conduce al . Paso
Chico, .pe ]t^ calle de la Plata al norte se meando ^brir >
4 calles d^ 8Q varas de ancho cada una, que^ desde la
calle de circunvalación, condujeren á los distintos pun-
tos de la campaña: la 1* en dirección de la calle de Cor-
rientes^ la 2^ en la de Córdoba, la 3* en la de Santa Fe
y la 4* en la que quedaba á 13 cuadras de distancia de
la de la Plata^ que, no teniendo aun nombre, se deno-
minó calle del Juncal. De la calle de la PJata al Sur,
y partiendo d^ la misma calle de circunvalación, . se
6
\
82 ' ^ROVimiA -i
mand^ abrir otras 6 calles con el mismo objeto y
estension que las espresadas en el párrafo anterior, á
saber: la I"" en dirección de la caiíe de Belgrand, la
2^ en la de la Independencia, la 3^ en la de San Juan^
la 4* en la de Patagones y la 5* en la que quedaba á
19 cuadras de distancia de la de la P^ata, tacual, no
teniendo nombre, se ie llamó calle de Itusaingó.
Convencido de que sus servicios tío podían ser de
utilidad ítlguná, según lo deólarara, el Presidente Ri-
vadavia resignó el mando el ^27 de junio y aceptada su
dimisiODvcon la resolución d,e que oontlnuase basta la
elección de nuevo presidente, ésta tuvd lugaF el 5 de
julio recayendo en la persona ded doctor Vicente Ló-
pez, con lacatídad de provisorio, hasta la reiinion de
una convención nacional, con cuyatB«stalacion^ oficial-
iñente canecida, había de quedar disuetto el congreso.
Pronriulgada la ley nombrando Presidente proviso-
rio, el señor Rivadavia puso en posbsion del<^argo, el
7 de julio, al electo doctor López. '
RívádaViá entró con decisión en la nueva carrera
quelfe maiicáfa el voto' público^ y si no le fué dado su-
perar las dificultades inmensas que se le presentaron
á cada paso, cúpole la satisfacción de haber llenado su
deber con dignidad. Cercado^ sin cesar, de obstáculos
y de contradicciones de todo género,' dló á la patria,
dias de gloria que esta recuerda con orgullo, soste-
niendo sobre todo, hasta el último punto, la honra y
dignidad de la nación y dé la provincia. -No se hizo
entonces justicia á la nobleza y sinceridad de sus sen-
timientos; se la hizo la posteridad; se la hace la his-
toria.
Don Bernardino Rivadavia murió en el Brasil el 2 de
setiembre de 1845.
tgjév— Vr. vi€ENT£ LOPElí, Presidente de la Repú-
blica, interino, con mando !sobré la ex-provincia de
DB pUP^^Q9^ J^IRBS 09
capital, desde el 7 dq marzo: 4^ 1826. . . '
El doctor López ejerció el poder: interinamente desde
el 7 de julio hasta el. 12 de agosto, qjue le sucedió el co-
ropeLDorrego, como gobernador y capitán, general de
. la Proyincia y: encaUgi^tio del P. E, Nacional.. . • . ^
El.Pre^ií^ente Iu(Qxpiezi, lapenaa eutiió.ieh ^jereSidia .de
sus funciones, hizo algunos cambií)8.ejl olpersónalde
laí^dTXíiniptraoiQn; j^ntre otros,. q1. de, gfífr de^ pql icía en
Ja. persorjad^.dpp Jpí^n deliPipO) ,en ¡sp^tituciop .^el
. coronel Hipó.lito y,ide|a; relavó d^l mai/dod^l eaiépqito
de.operí^cione.s so,bre el territorio del Bi'A^^ili^l general
,Alvear, sostituy.éiidole con leJ ^gen^ral: Juan Antonio
. Lavall^a, y eiicargondodel.piQndo d,el espresndo ej^r-
'CÍto interiiíajopeatebastíi elapribodel ¡nqjiibi'ado, ^l .ge-
fe de. E.|M. genenalJosé María Pa?- . , . :
Nombró (14 de julio)~comandanfce general de las mi-
licias de caballería, existentes en el territorio de :1a
proviqci^ d© Bueno&-Air(^,> alicorpn^l deimilioia^ don
,. |uao Manii^l.Rosa^. El aopfibyamieuíio de e^tep<^ríiOina-
ge^en a^qu^llnsf circunstancia? probó semoiuy ¡mpoUtíco,
.puestOiQue, descjQ Q^e ipomento, la$ de^tinoa de Jla ppo-
;vincia, ya^ndci J^ {iepúbJic8i« qu^^daroaeolsus man-ds.
La caída deRivadavia tenía un significado político
• muy pronm^piado y Iqs bpmbreg dp* lue^s y d^ eBpe-
rÍ0q<?¡anO; ^Mpierpn ponerse A Uí altura |d^ila_ ¡sitim-
'qíoíi, líftbiendo cgutíiibuido tod.os, ;^f%oaiy íroy{x,ms
al nujevo érde^de^. cosa^i iqüe traj^ ^ po*.(ie(SÍ, cotíio
una QORS^^eu^íCoift .lójica é.inevjtarbJd la . cadena, de ma-
lestque.el paif^ d6^graciadanQ[eojt^ e^drirp$.Qtarai« . >, f
, El 1? de agosto s^ rdu^-taló \í^ lejislatura Cselebrofido
la.JiHit^ de Representantes su primera s^e^ion y el djia
d2 tUYQ lugar la elección de gobernador, r esquitan do con
31 votos el cproneJ Dorr^go, quien f^ié puesto en pose-
sión del fcargo^ipor el PreBiídente López,: i^l, dio. &i-
^qient^' . •-.» ■ .'1; j.. . ■; 1'-. ' • >
B4 PBOVIKGIÁ
iii»v^eiMi»!Visii MAivtffir. BORUtec^e, electo por la
Junta de RepreseiUantes^ el 12 de agosto, y recibido
i'del cargo al dia siguiente,
y Durante el gobierno de Dorrego fueron sucesiva-
• mente sus ministros secretarlos de E5ta4o los señores
don Manuel Moreno, don Juan R. Balcarce, don José
' Randeau, don Tomas Gaidojdon íosé María Rojas y
don Vicente López».
El 18 de agosto, dia en que él Congreso celébhS su tíl-
• tima: sesión, resolvió éste recomendar á la Legislatura
'de Buenos-Aires y á so gobierno, mientras pudiera
obtenerse una deliberación^ dé las demás provincias,
lá dirección de la guerra y de las relaciones estériores;
la satisfacción y pago de la deuda, crédito y obliga-
ciones étc; la éntregapor el presidente del Congreso de
su archivo, por inventario, al de la Junta de la provin-
cia, quedando disuelto 'el Congreso y gobierno nacio-
nal.
Una de las primeras disposiciones gubernativas de
- Dorrego fué la de encargar al coronel don Juan Manuel
• Roisas la celebración de la pazcón los indios .y autori-
zarle áir preparando lo hecesario á la estension de las
fronteras del sur yfomento del puerto de Bahía Blan-
' cáete, etc.
* ' Todris las provincias, inclusa la oriental* delegaron
•en el gobierno de Buenos-Aires las facultades relati-
vas á kt dirección da la guerra y al entretenimiento de
las relaciones estériores hasta la reuntóri de la Con-
vención^ y contribuyeron al sosten de la guerra con el
Brasil remitiendo contingentes y aun reclusos; algu-
nas, cosa que no pudo conseguir el gobierno de la
Presidencia de la República, é no ser promesas y muy
'pocos hechos. La que con mas contribuyera fué la de
Mendoza, que era la que mas simpatía tenía por la
persona de Dorrego. Dicha provincia remitió, el 85 de
octubre de 1827 en la tropa-de don Ignacio Albino Ga-
DE 1I?4WM :A^ftB8 8í5
tierres, dosf oajoaes de, fu^ite^v veinte ¡Wrriles d^ pól-
vora de cañón y. ochenta cuñetes de fusU»
La priovincia Oriental^ pqr (n0dío de su colegio elec-
tora), dictó wdt ley garantizando, en la parte ,qM$ pro-
porcionalrnente le icorrespondía, con tadasi lasn^atas y
propiedades públicas^ ^l pago de capital é intecea^s de
los seis piillones de pesos /en fondos públicos, oreados
porladeBu-eBos-Aires, en. 17 de setiembre de 1827,
•con. el objeto de concurrir á losgÉ^^tps de la guerra con
el imperio del Brasil; y aun eUjíó di pu ta4oB á, la. Con-
vención nacional en las personas < 4^1 doctor José
ügartec|ie, y dqn Alejandro Chucairro.
Las denlas provincias recQnocieron, por medio de
sus Lejjslaturasrespectivair, la deuda contraída, por el
gobierno de Buenos-Aires, í^fiapzando sus. terrenos y
demás bienes de propiedad pública*
En la administración del corQuel Dorregq ^e. ppoyeo^
tóel establec¡ii)iento,d.6 un£i línea; de telégrafos, bajo
los auspicios del. gobíeri)o, desde Buenps-Aires hasta,
la boq^ del Salado, pasando por la Ensenaba de Bar-
ragan y la Punta de;! Indio.
También surgió, durante la misma administración,
una pqrcioA de periodiquií^ies, tenflentes á aa^rquizar
la provincia, colocando al gobierno, qn el ípasp de. rje-
glamentar la libertad de^ imprenta, por rpedio de wa
leyj que es. la qué ha regido y siguió rigie^dq. hasta la
actualidad.
Durante esta administración se celebró lo^ConoQ/fLcion
preliminar depas entre el gobierno de las P.rpvinQías
Unidas del Rio de la Plata y el emperador de,! Brasil
en el Rio Janeiro á 27 de agosto, ratificado ea B^enos
Aires429de setie,mbredel828, y circulada inmedia-
támbente por el gobernador Dorregpá todas las provin-
cias, las cuales recibieron la ppticia cpn muestras de
alegría^ . . , . .
Hepha la paz GOQ el Brasil, ¿edió orden de q/ueel
96 'H^&fUMíÁ •
-ejército Sé' neíirttse, Miqt?í dándoseles y ajusiándoiseles
de remate hasta fin del año 1828. Ya hablar> llegado
dlgiinas divisiones, cuando á los dos 6 tres días de su
ai^rib^o; ésfcal'tó, "el V-áé diofembre del citadla año, una i^e-
' voliicion eneabé^adaporel general don Juisin Latalje.
Las tropas' tomaron posesión de la ciudad, menos la
Fortaleza, estacionando una parte en la plaza -de la
Victoriay la otra en el Retiro, cottnocU'erpo de reserva.
El gobernador Dorrego sálró de! Fuerte por la maña-
tiá muy Itítnpr&no de! mismo' d'ia, l*de diciembre, de-
jando encarg'aiio del innando al rainistt'o de jg'obierno,
general Guido, y' tomando la dirección déla campaña
' cort 'ánimo de reunir getite y sostener su autoridad Ifegal.
Pero no se le di6 tiempo; pues, el general' L'avalle salió
á caiTipaña el día 6 á la tarde, á' la cabeza de una Rierza
como de 600 hombres, acompañado del brigadier gene-
ral Martin Rodríguez y de los coronel-es 'Rauch y La-
' ftíadrldi'con dirección á!a Guardia disil Monte, donde
• se crefa hallarse Dórre^o con parte de su fuerza. El 9
' de diciembre tuvo lugar uña batalla al oeste de la La-
guna de Navarro, donde fueron derrotadas las flierzas,
'•de Dórregb y dé Rosas. Este emprendió lafliga hasta
■ ' Saibta Fe, y aquel tuvo la desgracia de caer _pHsione-
ro, y el sábado 13 de dicieml)re, como á las tres de la
tarde fué pasado por las armas al frente de las fuerzas,
por orden del general I^avíjlle, á corta distancra del
pueblo de Navarro.
Después q[ue algunos individuos (Rosas entre ellos)
lograron engaña^y sorprender el corazón de Dorrego,
■ casi todo3 los hombres de bien qué antes lo hablau
ayudado y aconsejado, se le retiraron de su lado. Per-
sonas bien intericiortadas le aconsejaron trataseí" de
'' conjur&r la reacción qué se veía venir sobre su aámi—
nistraciori. La ley de imprenta de 8 de niayo le hizo
perder en la opinión pública. Dorrego confesó á ua
* amigoy pállente no haber sido obra suya ese proyecto
I
DB BranOB iUEBS 67
de ley y^qtre a ninguna d^ óuantaH niédidasse le kábia
obligadOy cedió con mas repugnancia. Se le aconsejó
promoviese la corrección de la ley de elecciones^ para
poderse *poner de un modo legal én el cepti^ode todos
los* partíáoBi Dorrego hizo ver los peligros ^ue ha-
bría de correr; si. no hacia graidualménte laresdlucion
de sacudir ée sil isubordinacíbxi á ciertas influencias
individtmles (Rosas), por apoyarse tahsolo en ios prin-
cipios y el talimiento de }ais.;miása3. Los iñalcs con*
sejdros yifalsQS amigos áú Dorrego fueron la^ causa
pripGÍpaV y, ({mm\ la (taica .de ;£iu mala ía^mi})í$tra-
■eian; : . ■ ••-!•:::•;- >..■
Paéypredon y Rivádavia én vano intensaron querer-
se poner en el 'centro de todos l^s partidos, ¡eí primero
con la política de ocupar á todos los hombres indi-stin-
tamente, y el segundo por l^t ley^ de olvido. No era
éste el medio natural y legal de verificarlo, ni el de po-
ner .álaftfloniásas'eln posesión del derecho mas sagrado
que les corresponde. Ellos se reservaron mezquina-
inentetoda la.fune^ta iníjiueocia que, hasta el día de
hoy, ejerceel poder ejecutivo euJafflrmaóiooidíirí^iís-
Ifi^tÍYo; y hé a^i \^, causea principal, de verse edificada
sobre cicpientos de arena, tanto 1^ estabilidad de los
gobiernos>.como la de los principios.
La den'ota del coronel Dorrego en la aedon-dé: la
Lagünd de NavafrOy:(el 9'ded¡ciembre)v *ra ítievitafele,
si se tiene en cueñt-a la fuerziei á qvie aqu'él* tenJA ique
hacer frente^ maridada por gefes y óftciaiesespcírimén-
tados ydenombradia^ tales como el general Martin
Rodriguen, los entonces coroneles La Madrid, Peder-
nera, Rojas, Aii<acleto Medina, fiogado, Joan Apóstol
Mértiaez,' A. iVega, Olatarríá, Raach, Olazábal; los
entonces ooraanda^ntes Olníos, 'Qa¿3adaypBy4)«£Í!ro; ios
entonces mayores Méndez; Smikhj Correa^ BUa, Mu-
fiiz, Caldei^on; los entonces capitanes S^a^edra.cEstra-
^, Pitredes, Cosaio, Córdoba, NuQez^Qomezy Men-
88 BEormciiL
dez, Patricio Maoiel (el genio de ía guerra^ según
La val le), etc.
El mismo día que la Gaceta publicaba el célebre
parte del general Lavalle anunciando lal gobierno de-
legado el lúgubre suceso de Navarro, don Luís Dorre-
gd hacia, en el referido diario, la invitación siguiente:
«El abajo ñrmado^ hermano del finado don Manuel
Dorrego, suplica á sus amigos se dignen asistir el vier-
nes 19 del corriente á la iglesia de San Francisco, de
ocho y media á nueve de la mañana, acompañándolo
• á honrar la memoria de su dicho hermano y & rogar á
Dios por el descanso de su alma, en los funerales que
le consagra á su efecto; sirviendo este aviso de bastante
invitacifan á todos, pues á ninguno lo hace en- particu-
, lar;
«Buenos Aires, diciembre 16 de 1828.
. cLüIB DOftEBGO. >
Los restos del coronel Dorrego fueron exhumados,
el 14 de diciembre de 1829, en presencia de la comisión
enviada por el gobierno al pueblo de San Lorenzo de
Navarro, y compuesta del camarista doctor Miguel de
Villegas, acompañado del juez de paz sustituto don
Pedro Trejo, del cura don Juan José Castafler, de don
Indalecio ' Palma y don Manuel López, del cirirjano
' doctor Cosme Argerichydel escribano mayor de go-
bierno don José Ramón de Basavilbaso. Se encontró
el cadáver entero, á escepcion de la cabeza, que esta-
ba separada del cuerpo en parte, y dividida en varios
pedazos, con un golpe de fusil, al parecer ^1 lado iz-
quierdo del pecho. Las ropas esteriores consistían
en una saba^nilla de algodón color oscuro, corbata de
seda negra, una chaqueta de lanilla escocesa, pantalón
de paño azul, botas fuertes y un pañuelo de seda ama*
<-; rillo, con que se lé cubrieron los ojos para ser fusi-
DB Bravos lAIBBS 80
lado, El 21 de diciembr©( salió del Fuerte^ á -las
cinco de la tarde, él carro conduciendo la urna, el
'■ cual iba arrastrado por ciudadanos y seguido de
medio pueblo de Bu^nósr Aires, que llenaba un espa-
cio como de 20 cuadras, y la otra . mitad ocupaba las
azoteas, balcones y ventaitós. Todas las. tropas de
linea y milicia cívica marchaban también enlutadas, al
son de músicas fúnebres, basta, el cementerio^ donde
el gobernador. Rosas pronunció la sentida y oportuna
alocudou siguiente:
«Dorregó^t víctima Jluátre d'e las disensiones civi-
les: descansa en pñz, ... La píatrla, el honor y laTBli*-
* gion han sido satisfechas hoy, tributando los últimos
honores al primer majistrado de kc' República^ sen-
tenciado á morir en elsiiencio dé las leyes. La man-
cha mas negía en la historia de los argentinos ha sido
ya lavada con las lágrimas de un pueblo justo^ agrade-*
cido y semsibíe. Vuestra tumba, rodeada en este mo-
mento de los R, R. de la provincia, de la magistratura,
de los venerables sacerdotes, de i los guerreros lie la
Independencia y dé vuestros üom.patriotaé dolientes,
forma el monumento glorioso que el gobierno de Bwe-
uos-Aires os ha consagrado ante el mundo civiliza-
do. . . .monumento qu^ advertirá hasta Jás últimas ge-
neraciones que el pueblo porteño* no ha sida cómpljce
en vuestro infortunio. .'. . Allá, ante el Eterno ¡Arbitro
del mundo, donde la justicia doo^iha, vuestras accio-
nes han sido ya juzgadas; lo serán también las de vues-
tros gefes; y la inocencia ye! crimen no serán confun-
didos'.... ¡Descanéa. en paz. éutre los justos; «. .1 A
Dios— A Dios para siempre*:»
Las trapas regresaron á Sus cuarteles á Tas nueve de
la noche. >
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I ' ' •
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4^98— GfiMEVAi. voMA^íi «IJIDQ, ministro, delegado
de Dorrego, el 1^ de diciembre, aiando tuvo lug^j; ¡una
00 MOTCRaA
I
•tevolüclon encabezada por el ejército que regresó de la
■ Banda OHental al mando del general Lavdlle!
Al salir Dorrego por la puerta del socorro de la For-
taleza, á laj3 cuatix:) y media de la mañana del 1^ de di-
ciembre dejó encargado dol mando al general Guido.
Este asoció á su colega J. R. Balcarce en el gobierno
delegado. Después dé algunas conferencias ^ entre el
general Enrique Martínez, por parte del gobierno de-
' legado, y el general que encabezó la réYoiucion, se
convino que aquel entregarla el Fuerte, Juego que fue-
' se elejido un gobierno' provisorio . En su c<>nsecuen-
ci^y $e reunió una asamblea de ciudadanos en el tem-
plo de San iFrancísco^ (San Roque) presidida por el
doctor Julián* Seguildo'de Agüero, la cual nombró al
-. geoardl Lavalle^ gobernador interino deja provincia.
. Habiéndo3e hecho aaber eata r^sqUiot^n. al gobierno
delegado, desocupó, el Fuerte el reji mi en toi del «coronel
Mariano B. Roion, los lainistros J gefós.que se haHa-
, ban adentro . '
Este gobierno delegado solo duró algunas hor^is.
f' A las cinco de la tarde se* recibió eO' la Fortaleza
Qn)a nota del genera] Laválle acompañando el acta de
' la asamblea popular reunida en San Roque y firmada
por su presidente don Julián Segundo de Agüero. Se
propuso que los que estuviesen ppr que el general La-
vallé fuese gobernador interino levantasen el sombrero
en la mano derecha,; y el pueblo todo lo levantó en el ac-
to aclamándolo: se propuso igual signo por el general
Alvear primero y por el doctor V. López en seguida, y
úose notó que ciudadano qilgunoJo hicieria: . pc^ consi-
guiente fué electo unánimemente ^1 general Lavalle f)or
. ' tal gobernador provisorio de Buenos Aires. •
Reunidos los coroneles que existían en la Portaleña,
los ministros de Dorrego les pusieron de manifiesto
' aquel documento y conduUaroo su ojpiaioo/ La<de
aquellos gefes'fué promineiada por él reconoormiento
DE aranas jiiRBs 91
del i>uevo gobierno provisdrJo, y ácla continuo se pa-
- -s6 al genero! Lavalle una nota manifestando que, ha-
llándose impuestos del acta déla asambleíi de San Ro-
' que, celebrada el dial^ y acompañada en copia iegali-
zadapor el espresado- gen'eraí, pdr la 4iye rfesültaba
electo el mismo gefe gobernador provisorio de la pro-
vincia; y que sin embargo de que la autoridad conferi-
da alseftoriLavalle^no emanaba de ia representación
reconocida como legal por nuestras instituciones pro-
vinciales, los ministros Guido y Balcáree, deseando
reiíiover 'todo conflicto para el puebl^o, retóonocfan y
mandaban reconocer en Ja Fortaleza al' réferidé gefne-
ral La\*alJe por gobernador provisorio dela*prOvincia,
quedando aquella alas órdenes del irispector general
desde ese momento. . / .
El brigadier g-eírtíertí i T. Gruido falleclió en Buenos-
Aires el 14 de setiembre de Í866, ár M.edadde 88
años. '
t8t»--€av:iirE!BAii JUAIV IíAVAIíIíE, electo . popular-
mente gobernador interino el V de di-Ci^nf^brej-, en con-
secuencia de una revolución, que estalló en la npadru-
gada del mismo dia, encabezada por el misn(ib general,
la cual produjo no solo el derrocamiento del goberna-
dor Dorrego, sino también el fusilamiento, de éste á
corta distoincia del pueblo dé Navarro,, el día 13 de di-
ciembre, despueis de una acción, e'n'que, cbmó era de
esperarse, dado el.núríiero. y condiciones de los com-
batientes de una y otra parte," fué conf^plétariniente der-
rotado él y su ^eftí, principal Rosas, quíeti lo abandonó
em'préndiendb lA fuga á'Santa Fe.
fíabieiido huido el coronel Dorrego, del Fuerte, por
la puerta del socorróy como á las cuatro y media de la
mañana, con dilección á ía campaña, para tomar las
medidas eonddcéiHes al restablecimiento de su autori-
dadi el, general Liayvalk, dejando da delegado al. genera
Brown, salió en su perse€ií<>ion; eldia ^> y aprpren-
93 PBOYIMOU
diendo á Dorrego* y Rosas, el 9, consiguió derrotarlos
completamente^ ant^s que tuvíeseo tiempo de aumen-
tar su fuerza, como ellos lo pretendían.
Esta primera campaña del general Lavalle, en la
: guerra. civil^ no pudo ser mas breve;: cual otro Julio
César, quiejí, en 3 dias, batió y destronó al rey de Pan-
to, Farnaces, escribiendo al Senado romano estas cé-
lebres palabras; üeni^ oidiy vinci; así alquél también,
en 3 dias^ batió y venció áDorrego, pero el parte que
pasara al gobierno delegado fué bien deferente. Bas-
ta saber que el coronel Borrego ,fué fusilado al fretite
del ejénoito vencedor por: orden del general .La vaUe.
Dorrego fué capturado por el teniente coronel de Hú-
sares don Bernardino Esoríbano, en las inmediaciones
de Areco, y, por orden del gobierno delegado, condu-
cido al cuartel general d^l general Lavalle, iJoüd^ dos
horas después fué anunciado el fin que le cupiera en
los términos siguientes:
Navarro, Diciembre 13 de 1828.
c Señor Ministro:
€ Participo al gobierno delegado que el coronel don
Manuel Dorrego acaba de ser fusilado, por mi orden, al
frente de los regimientos que componen esta división.
€ La historia, sqñor Ministro, juzgará imparcialmen-
te si el coronel Dorrego ha debido ó no morir; y si al
sacrificarlo á la tranquilidad de un pueblo enlutado
por él, puedo haber estado poseido de otro sentimien-
to que el dej bien público.
f Quiera persuadirse el pueblo d(? Buenos-Aires, que
la muerte del coronel Dorrego es el sacrificio mayor
qiie puedo hacer en su obsequio.
« Saludo al señor ministro con toda atención, ,
JOAliT LA.VALL9. I>
t Esonio, señor Ministro de gobierno doctor don José
Miguel Dias Veles. »
DE BnHOS AtBflS $8
Este y.los que siguen fueron los rtíínístros secreta-
rios del general Lavalle en su orden sucesivo-, los ge-
nerales Carlos M* Alvear y José María Paz y el doctor
: Salvadtor María del Carril.
El general E: López, gobernador de Santa Fé, pasó
(9 de diciembre) una circular á los de las demás 'provin-
cias, haciéndoles saber el movimiento del dia 1**, y
acompañando copia que; con fecha 2, le había despacha-
do el coronel Dorrego desde Cañuelas. Los dé Santa
Fe y Córdoba se pusieron desde luego en movimiento,
aquél para impedir el paso al 'general Paz y éste para
salirje al encuentro, én caso burlase, como, en efecto,
burló la vijilan^ia de los santafecinos. El de Entire-
Rios contestó que se pondría inmedi)Ettamente^en cami-
no con fuerza considerable. El general Quiroga, invi-
tado por López, á instigación de Rosas, no quiso
quedar atrás; dirigióse, pues, al general Luvallé, titu-
- laudóle gobernador intruso y declarándole la guerra,
para vengar la muerte del coronel Dorrego.
Rosas, entre tanto, no esluVo un solo momento ocio-
so, poniendo en movimiento á todoife los caudillos á
nombre de la tftulada federaotqn, quetantps raudales
de sangre costara á la República. El comandante sán-
tafecino Echagíie, con 500 hombres, y acompañado del
general Rosas y de los coroneles A. Pinedo é Izquierdo,
se'situó^en las inmediaciones del Rosario, intenceptan-
' do con su fuerza la correspondencia del fnteribr yapo-
• derándose de los correos.
En un encuentro que el coronel Vilelatuvo con los
santafecinos en él Arroyo del T-alá, estos fueron der-
rotados.
M9S— GKiiífiB iii «UiiiiiiBlliio BBOiViV, delegado de
Lavalle, durante el tiempo que éste permaneció en la
campaña^ contra el ex-gobemador Dorrego, desde el
6 de diciembre de 1888, bastan! 4 áe mayo de 1829/ en
94 t movimu .
que presentó aw .renuaciaj siacedíéjidole proivisoriamen-
te el mitiistro doctor CarriK
Habiendo cesiado do hecho la corriandaricia general
de milicias de campaña que desempeñaba don Jaan
Manuel Rosas, ei gobierno d^le^ado. dispuso (19 de
diciembre) se hiciese sabpr en la Oí:den del ejército .y á
; I03 gefesde los cu^erpo^de milicjas de ja. pro.víncií3t,, á
fiu.detqpf no, diesen cuipplimiento A 6rd^n .alguna que
. aquel impartiese. i .
Elgenearalidon José Maria P^z, que, al ttlando de
' una división, de acuerdo con el general Lavalle, habfa
marchado al interior, oon> el objeto de secundar en tas
provincias la nueva poJítíca iniciada en Buenos- Aii^s,
ofrcf*^*4Íái«de el Paso de Pachi, en Santa Lucía, á 16 de
diciembre,, darMk«i.Qiienta al goWerno delegado haber
. 4j'asmitíd(>á-Ia división. d^BP maDdo los boleíineifcque
detallábanlos suoe.so3 ocurridos, dfcspyeís del camJ)¡o
que tuvo lugar el dia jL^ de diciembre^ a^s^urandid ha-
ber sido reujbido coi%. placer^ y* aun* oqu enítm^smo.
El general Paz terminaba ^u comui^icocior) < felicitaHt-
. do al g9bierpo y. é la pfo.yincia de B,ueui03-Aires por
unos acQntecijnien tos que, al paso qiie f(se^uraba,u.su
tranquilidad iviterior, pTOinetían el ,.resf4¿lecim¡ento.de
, esas ,Ln$t^tucj,oaes de que dan ju^ta^nente ;era idóla-
tra,» , •
£¡1 general Soler que se ha1lat)a en Cói^oba, detrán*
sito á BóHvia,.eh carácten de ministro plenipK>teoc¡ario
cerca del gobierno de aquella. RepúblÍGa>.recibÍó:6rdBn
. del gobierno 'delegado de suspender su viaje.. .
Ep^tre tanto, Rosas, dándose Ibg aires de amigo de
Borrego, con cuya política aparentaba simpatizar co-
mo horrorizado del modo como éste terminó su exis-
tencia, apro.vwbó las Qipcunslancia3 quQle fayarecáw>»
para hacepí^esr desde entonces., el hombre ¡indiápensu-
. ble. En el sur de la provincia, Rosas contaba con los
g§fe^dotí Maíi^wel I4e$a y dotí Lui« Molina, que tea-
níaji^iUe por su ,óroUin,i de^eonoci^Qdp. I(i autorídfid
del nuevo gobierno y Uegan^osu osiadí^ha^ta mandar
á los comisionados de éste, losseñoros Anchor^na,
Díaz Velez y Gelly, se retirasen, á ia mayor brevedad,
al interior del Salado, bajo amenazas. jSsos gafes
tuvieron un. choque con un piqueteal mandrO del ma-
yor l4Ím.a, á qui^n derrotaron obJigándQl^ á cf^pitu)^r.
Se estipal<^ .que Litna, con, todqs los que I9 ^pojpapeuia-
ban, tenia el (^aso libreí para r^üf'arse.v. ÍPqco :d^.9puQS^
parte de ]a división del ooronet.Is^idro.^Suarez d^*riOitó
complétamete, en las PalmMos 4;MoUn^,y Mesa» ca-
yendo éste prisionero, eltitulado rniíúsilro de ia. guer-
ra don Mannel Céspedes y otros. Ea ^st|^ hMbe^-d^-ar*
mas se distinguierou los^ coir^fteles Mariano AQha>. y
Mariano Qaríoía^e^ teniente corionel Pringles, ,ei .m^yor
.M^liaq y ^ ciudadano doo Zenon VidíJa,, M^^, 2**
cw!iandan^e 433. la partidf^ de MolJn£b.{^é!.sej.itwciadp y
pasado por la$ armase) U d;e febi.?ero de ld29i ^ , ;
El gobernadofBrown suspei^idió (22 de diicíembre de
18^8) tos efectos de la ley de -30 de abnil ; basta la reu-
nión de lá nu^va Legislaturay declarando £ln/todosu
vigor la de 5 de mayo de Í826, en • contraposición de ¡lo
dispueisto por el fínado gobernador DorregOi
Constituya <&2 de enero de 18^) responsables 'de la
tranquilidad pública á los' comandantes. de oaüioias en
campaña, en sus respectivos distritos.
Dispuso '^ld¡ de febrero) quQ elrF^uerte, d^nonaiaado
Federación ^ tomaría el non^bre d^ Juniriy piara p,erpe-
üiarla memoria dCi la aíccÍQ»4el; 7 d^ febrero^ contra
ios anarquistas de don Manuel Mesa, que tuvp' lugar
en ladireccion de aquel FuQrtx3, ganada por la división
al mando del coronel don Isidro Suarez, quien tuvo
una parte tan decisiva en ia jornada de junin,.qqe. pre-
paró la entera libertad del Perú^ en el año 18¡g4.
El triunfo alcanzado por el corotíel .Si(areZ| en las
Palmitas, el 7 de febrero de>18iS9, tenia una' dobié im-
96 teovnfciÁ
' poHanoia; pues tho solo se derrotaba á un enemigo que,
' con las armas en la mano^ eombatf a contra la autorí-
' dad, sino también destruía la reunión de individuos,
•capitaneados por Molina, loa cuales, asociados á los
indios bárbaros^ desolaban la campaña con robos,
•'muertes y violencias de todo jénero: con las wmas en
la mano atacó y tomó el Fuerte de la Lagu4ia Blanca,
robando cuánto aUí habfa, perlenecieAte al Estado. El
• coronel Suarez consiguió apoderarse de esos malhe-
' chores,' los que, remitidos á la c&pital, fueron, 3 de
^^ellos, ejecutados en la plaza de Marte (Retiro) y los de-
más, destinados á la Isla de Martin García-
Avisado el gobi€lrno, (24 de febrero) de la» existencia
^ de u lía conspiración, mandó prender 4 los siguientes:
ciudadanos, don Tomás Anchoi^na, don Juan: José
Artchorena, don Victorio García Ziiñiga, don Bpitacío
del Campo, don Manuel Hermenegildo Ag»i*r re Lajar ro-
ta, don Francisco Agustín y don Clemeníté Wright, doc-
tor. Manuel Vicente de Maza, don José Bares y don
. José ChavaMa; militares: generales Juan Ramón Bal-
1 cartee y. Enrique Marti aez, coi'onel Tonaásde Iriartey
teniente coronel Juan José Martínez Fqutes.
Otras personas fuerou igualmente presas: las rela-
• ciones y el carácter que algunos de esos presos retes-
tian oau^ó una estraordínaria sensación' en Buenos-
Aires.
Setttenóiadosá destierro, unos lo fueron con désti-
- nó ái Montevideo, otros á la Colonia del Sacramento y
losdemárS á Bahfa Blanea. Los deie^te último punto,
confinados en él, desde el 15 de marzo, fueron puestos en
libertad, en setiembre (1829) por el comandante de Ba-
hía Blanca, don Narciso del Valle, en cumplimiento de
orden del ministro de la guerra, regresando á Buenos-
Aires, en el bergantia nacional Rio Bamba, los espre-
sados Ma:sa, Martínez Fontes, García Zúiliga, los dos
•Wright^ Bares y Chavarría.
DB BmBHOS AIBB8 ffl
Los señores don Tomáfe y dqn Juá,a Joáé Ancborena
llegaron á fines, de abril, conduoídos en el bergantín
de guerra General Roiideau^ procedente de Patagones,
• y acompañados del comandante de aquel estabiepi-
miento don Ramón Rodríguez.
' Derogó (27 de'febrtero) el decreto de 8 de agosto de
1828, espedido por Borrego, que permitió traficar por
- el puerto de Eenavidez, cuando el gobierno no estaba
autorizado para la habilitacion'de puerto alguno, cuya
resolución debía emanar del cuerpo legislajtiyo de la
provincia: y decretó (12 d6 marzo) la formación de un
batallón de voluntarios con la denominacion.íde Bata-
llon del Comercio EstrangerOj al raapdp dedoaJRamon"
Larrea, con el objeto de guardar el ór^en y tranquili-
dad pública. Ese nombre fué después variado, dándo-
sele elide Batallón de Iqs Amigos dql Orden. ,
Gon la salida á ci&mpáñadel generalJ^sé .Mairia P^z,
gefe del ejército, de la capital y encargado provisoria-
mente del ministerio de la guerra, desde el '2 de enero,
el gobierho delegado nombró (14 de marzo) comandan-
te general de aniftas de toda la^ provincia al brigadier
general Martín Rodríguez. • .. !
. El general Piaiz hizo su despedida píiWica del- pueblo
de Buenos Aires el 16 de marzo, (1829) dtá «en que partió
para el ejército. , •
Con el fin de aumentar lafuetzá de línea, para guar-
dar el cordón' de frontera de la provincia, el gobierno
dilegado decretó (18 de marzo) se levántase un cuerpo
de caballeria dé línea con el titulo de Granaderos de la
Gu'ardia^^i mando del mayor don Juan' EsiébanRo-
driguez.
Ordenó (id) se depositase en la Biblioteca' Pública,
uno de los escritos autógrafos del doctor Juan Madero^
por los importantes servicios que presíó á la patricí y
por el zeló infatigable que había rñanífestado en la pro-
98 l^BOVIHOIA
pagacian de la Vacuna, de cuyo establecimiento en
esta capital* fué el primer Administrador %
Declaró (24 de marzo) abolidos los regimientos de
milicia activa y pasiva; encargando al coronel Manuel
Rojas de la formación de ün cuerpo con la denomi-
nación de Cuerpo de la Guardia Fatriciay y dando al
regimiento d^ mijíicia pasiva el nombre de Cuerpo
de Reserva de la Guardia Patricia^ ai mando del ge-
neral Benito Martínez.
Poco después de la acdion de las Palmitas^ en que
fué completamente aniquilada la montonera, acaudilla-
da por don Luis Molina^ y en que se distinguieron los
coroneles Mariano Aoha y Mariano Guerra y en pri-
mera Ifñea el coronel Isidro Suarez, que mandaba la
división, en el rincón de Santa Fe, la división de las ca-
ñoneras y el bergantín goleta Sarand/, al mando del ca-
pitán Pedro Martínez; sostuvieron un fuego de m&sque-
teria y artiilerfa contra los santafeeinos, con alguna
pérdida de parte á parte* Esto dio lagar á una cor-
réspo>ndenc¡a oíiciai entre el gobernador López y el
coronel Leonardo Rosales, gefe de la escuadra blo-
queadora. Aquel observaba á éste que Buenos Aires
no. posef a autoridad alguna sobre la República; que, al
eooirario, las provincias desaprobaban los últimos
acontecimientos y se preparaban á la venganza; que. el
mismo Rosales dq pertenecía ni á Buenos Aires, ni á
. Santa Fe^ sino á ja nación; y que, por, consecuencia,
las órdenes de aquella provincia sola no pudieron au-
torizarlo á atacar con su división una nación estrange-
ra^ mucho menos, una provincia de la República. J^a
respuesta de Rosales fué evasiva, protestando que él
no iba para atacar, sino para proteger el comercio de
las provincias vecinas, inclusive Santa Fe, y que no
rompería el fuego sin ser atacado.
Después del contraste del Puente de Márquez, que
tuvo lugar.el 26 de abril, (cuatro dias después que la
de San Roque en Córdoba, ganada por el génerat Paz
sobre Qa¡roga)*en que el general Lavalle se tío priva-
do de su caballada, astutamente arrebatado por los in-
dios que se hallaban bajo las órdenes de Rosas, aquel
repasó dicho< Puente y se situó ^n los Tapiales de
Altolaguirre; Rosas se retiró al Pino, estancia de Pi-
nero, y López á la Villa de Lujan. '
' Ef general Lí^valle cometió una larga serie de ímpru-
dencfas, desde el 1"^ del diciembre de 1828, que fué la
primera, y el fusilamiento de Dorrego, la segunda.
La tercera fué su esceáiva confianza en presentarse
casi solo en el campamento de su mortal enemigo,
- quien mostró mas habilidad en atenderle hasta conse-
guir hiacer la paz, como se hizo, el 24 de junio, estipu-
lándose que los dos gefes contendientes depondrían el
mando de sus tropas respectivas en la persona del ge-
neral Viamonte^ en calidad de gobernador provisorio;
que el pueblo procedería á la elíeccion de sus represen-
tantes; que, reunida y abierta la nueva Legislatura, se
procedería al nomblramiento de gobernador propietario;
quei habría olvido completo de todo lo pasado, y que
ambos gefes apoyarían con su fuerza y su influjo á la
autoridad que se crease.
Finalmente, el getierál Brown, coafésanfdo con inge-
. nuidad su insuficiencia para dirigir la marcha de la
administración, en tan estraordinarias circunstancias,
rogó encarecidamente se le aceptase la dimisión que
de gobernador delegado hacía, el 3 de mayo, la que le
fué admitida, reemplazándole en el mismo cargo, al dia
siguiente, el general Martin Rodrigues^
JI990— QKmSRAL JVAM li A vaIíIíE, ^gobernador pro-
visorio, desde el 4 de mayo, que, en consecuencia de
la renuncia del general Brown, reasumió el mando de
la provincia, hasta el 7 del mismo mes, que, con. moti-
vo de haber tenido q»e Salir á campaña, tomó posesión
100 PBOYntCIA
I
del cargo, como delegado^ el brigadier general Martin
Rodríguez.
£1 mismo dia (4 de mayo) el gobernador Lavalle es-
tableció un cdnsejo de gobierno, compuesto de los ge-
nerales luán Martin de Pueyrredon, Francisco de la
Cruz, Juan Jo$é Viamonte y Tomás Guido, doctores
Manuel Antonio Castro, Diego Et« Zavaleta, Manuel
, B, Gallardo y Domingo Guzman, don Valentía San
Martin, Félix Alzaga y Bernardo Ooampo, bayo lapre-
sidiBncia del brigadier Miguel E. Soler.
En la misma fecha llegó á Buenos-Aires el tendente
coronel Juan Manuel Yupes^ en clase de parlamento,
conduciendo una comunicación del gobernador E. Ló-
pez, desde su cuartel general sobt*e el Rio de > las Con-
chas, proponiendo entrar en negociaciones de paz, ba-
jo>eI •carácter de gefedel ejército de la Union ^ como él
; misnoose titulaba. El ministro Díaz Velez contestó,
. de orden del gobernador Lavalle^ que no podia^ ni que-
ría oir proposiciones de paz, mientras el gobernador de ,
: Santa Fe pisara con fuerza armada el territorio de la
provincia de Buenos Aires, y que desconocía en López
cualquier carácternacional, porque era éste un emba-
razo para escuchar su proposición. • '
Desagradadoe con la marcha del gobierno del gene-
. ral Lavalle^ los señores Bernardino Rivadavia y*Julían
Segundo de Agüero prefirieron desertar de $u país en
• tan difíciles circunstancias, embarcándose, en los pri-
merosdias demayo, con destino á Paris.
f *
i8to-BBiGA9iEB MABTVV mOBBiaiJCSK, goberna-
dor delegado, por renuncia del general Brown y en
ausencia del gobernador Lavalle, nombrado por de-
creto del 4 de mayo del ministro de gobierno y relacio-
. nes esteriores, doctor Salvador María del Carrjl, desde
el 7 de mayo, en que aquel tomó posesión del cargo,
hasta el 36 de junio, en que, habiendo terminado la
-I
DB BtoBlfOd AtftBS lOi
guerra y regresado el gobernador provisorio Lavalle,
reasumió éste el mando.
Entre las disposiciones dictadas por el gobernador
delegado Rodríguez, una fué la de ordenar se cercasen
con un fosólos cuarteles mas poblados de la ciudad.
Según el plan, la línea de circunvalación, que debía en-
cerrar la ciudad, habfa de pasar por la calle de Euro-
pa, de una parte, y por la del Paraguay, de otra;
yendo 4 juntarse con las calles de Solis y Montevideo
replegándose sobre las de Taeuarf, Chile, Lorea y Po-
tosí (hoyAlsjna) al sur; Cerrito y Corrientes al
norte. •
Las calles de la Reconquista (hoy Defensa) Florida
(hoy Perú) y Plata (hoy Rivadavia) habían de quedar
abiertas, para servir de comunicación con el campo.
Después del combate del 16 de mayo en el puente de
Barracas, toda la ciadad se puso en alarma, declaran-
dosie ésta y sus suburbios en asamblea, á consecuen-
cia de losáuces^s extraordinarios, qu^ en esos dias te-
nían lugar. Contribuyó á aumentar el conflicto un
atentado cometidoen la noche del 21 del mismo mes,
en nuestras vaKza^, por tas fuerzas navales francesas.
Las fiestas mayas quedaron suspendidas, siendo la
primera y linioa vez que tal cosa sucediera, y no podía
ser de otro modo, desde que toda la provincia era un
campo de batalla y muy principalmente los suburbios
de la ciudad, que estaba rodeada de cantones y en lu-
cha diaria con los montoneros. '
Con motivo de haberse aproximado al pueblo un gru-
po de montoneros por el norte, después del combate
del 16 de mayo en el puente de Barracas^ se alarmó
la población cerrándose todas las casas particulares, y
de negocio y permaneciendo asi, poco masóméoos
desde el 20 hasta el 25 de mayo. Ei gobierno, por su
parte, declaró, el dia 22, en estado de asamblea la
población de la ciudad y sus suburbios^ ordenando la
íOS VEOYUfCIA:
' cla.Bsura de los tribunales, tiendas, talleres, el Banoo^
etc. etc.; solo las pulperías y almacenes de abasto po-
dían abrirse de ocho á diez deja mañana y de cinco á
seis de la tarde. Esta disposición estuvo en vigor
hasta el 4 de junio, cuando cesaron los motivos que ha-
b{an impedido al gobierno el dictarla.
£1 dia 5 de junio por la tarde, el gobernador Lavalle,
que había venido & la ciudad, con el objeto de dar sus
instrucciones al ministro Carril, regresó á su campa-
mentó, en los Tapiales, volviendo el ll con un fuerte
destacamento del ejército y de la fuerza que había sa-
lido, al mando delgefe de Estado mayor, coronel Blas
Pico, con una gran cantidad de ganado. El dia 15 vol-
. vio á salir al campo enemigo, acompañado de los se-
ñores Félix Aizaga, Mariano Sarratea y Juan A. Ge-
lly.
Las cosas seguían en ese estado de completo desqui*
ció, hasta que, á las seis de la tarde del 23 de junio,
llegó un oñcial con una orden del general Lavalle, pre-
viniendo al gobierno delegado se suspendiesen las hos-
tilidades y se retirasen las tropas y los ciudadanos de
los acantonamientos; habiendo practicado* lo mismo
Rosas, quien hizo retirar la gente de afuera, que se ha-
llaba á las inúiediaciones de la ciudad*
Al dia siguiente (24 de junio), el general Lavalle co-
municaba de oficio, desde su cuartel geiieral en la es-
. tancia de Miller, felicitando al gobierno delegado y al
pueblo de Buenosr Aires por el plausible aoóntecimien-
. to de habersido firmada la paz, poniendo término á la
.. desgraciada guerra civil que había esperimentado la
provincia.
. Esta paz solo era una tregua: mientras uno de los
cóntendientes^el general Lavalle — era [guiado dej'un
sentimiento de verdadera paz y de orden, ^el otro— Ro-
sas^obraba con refinada astucia, poniendo en juego
. toda la perspicacia^ de que era capaz, para llegar á su
DB PfJHüOe A^RBS 108
objeto^ que era preparar el camino para apoderarse del
gobierno, única aspiración queá la sazón le domÍT
caba,
r
Terminada asi ia guerra, y de regreso á la capital el
general Lavalle, el gobernador delegado cesó el 26 de
junio, reasumiendo el mando aquél.
t9)99^0c:iVEBAi4 JVAM IíAVALLc:, gobernador pro-
visorio, desde 26 de junio, que reasumió el mando gu-
1>ernati vo, después de haber hecho la paz con Rosas,
hasta el 26 de agosto, que^ en virtud de la convención
celebrada entre ambos, fué nombrado gobernador pro-
visorio el general Viamonte.
La convención, á que se hace referencia, fué firmada
y ratificada en las Cañuelas, estancia de Miller, á24 de
junio, y los artículos adicionales á dicha convención, á
la márgeri derecha ddl Rio de Barracas é 24 de agosto,
entre el gobernador Lavalle y el comandante general
de campaña don Juan Manuel Rosas.
Esa convención celebrada entre los dos hombres ad^
mirables — Lavalle' y Rosas— según unos, había de pro-
ducir muchos bienes, y según otros, muchos males.
El hecho ftié que Rosas quedó triunfante y que el ge-
neral Lavalle se colocó, y colocó á su partido y á todo
el país, en una situación muy embarazosa. Para obte-
ner un resultado semejante, mas habría valido no ha-
ber derrocado á Borrego sacrificándolo en seguida.
Las primeras disposiciones del gobernador Lavalle,
al reasumir el mando, fueron mandar poner en libertad
á lodos los presos políticos, y practicar elecciones de
representantes. ^
No teniendo el general Lavalle investidura nacional,
mandó reconocer un cónsuf general del imperio del
' Brasil en las Provincias-Unidas del Rio de la Plata,
cuando ni gobernador propietario era de la que man-
daba,
Entre tanto, ¿cómo, conciliar el reconocimiento de
104 PROTiirciA
1 1
un cónsul en las 'Provincias Unidas, en presencia de
un general en gefe de las Provincias federadas ó de la
Uniony como se titulaba el gobernador de Santa Fe,
López? Necesario 69 con venir en qtie se incurría en
los mismos errores que se censuraban en los contra-
rios, lo queequivaleá decir que ese, á la par de otros,
eran mas bien errores de la época.
Por fin, en cumplimiento délo estipulado en'la cop-
venQÍon de junio y artículos adicionales de 24 de agps-
to,.puso en posesión del mando de la provincia, dos
dias después de esta última fecha, al general Juan'José
Viámonte.
El ex-gobernador Lavalle, el que probó ser capaz
de todos los sacrificios, cuando se trataba de la patria,
elque.acababa.de hacer la paz antes que pasar por el
dolor de ver devastar el suelo por sus propíos hijos, so-
licitó, el 15 de setiembre, una licencia de ^n año, para
pasar á cualquier purfto de ultramar, á fin de que su
ausencia dejase espedito al nuevo gobierno para edifi-
, car lo que. habían destruido la sublevación en masa de
los indios bárbaros y de la multitud desenfrenada.
Al mismo tiempo que^ Lavalle salía del país para el
•esterior, Rosas recibía aumento de poder é importan-
cia sobre el de comandante general de campaña, que
equivalía á gobernador de ésta, con el nombrao^iento,
decretado á su favor, para la dirección de la población
y distribución de tierras en la nueva línea de fronteras
en el Arroyo AzuK
Desde en tónpe^., Rosas quedój dueño absoluto de la
situación, costando el trascurso de muchos años y rau-
dales de sangre para podérsela arrancar.
^1 general Lavalle no pasó á ultramar sino ala Co-
lonia del Sacramento, desde donde, en octubre delSSO^
insurreccionó la provincia de Entre-Rios, de acuerdo
con el general Ricardo López Jordán, quien llegó á ser
electo gobernador de aquella provincia el S3 de noviem-
DB B9B1I06 AIBB8 106
bre. Habiendo ésta abortado por ana reacción llevada
á cabo el 10 de diciembre por el coronel Pedro Espino^
y Barrenechea, el general Lavalle se vio obligado a
abandonar el territorio entreriano regresando á la Ban-
da Oriental, (Por una rara coincidencia^ el después
general Justo José de Urquiza, figuraba en est^ empre-
sa como secretario de López Jordán, padre, en 1830,
y un hijo de éste, con el mismo nombre y ¡apellido, fi-
guraba, en 1870, como general y fimigo del misino Ur-
qüiza, cuyo pueáto de gobernador usurpó privándosiele
déla vida.)
En enero de 1831, el general Lavalle hizo una nueva
tentativa sobre la provincia de Entre-Rios, de acuerdo
por segunda vez^ cotí' López Jordán, Hereñú, coronel
Felipe Rodríguez (a) Felipillo, Grispin Velazquez y
otros, en la cual tampoco fué feliz. Vencido López
Jordan'en las márgenes del Cíe, el 7 de marzo, sih es-
perarla incorporación del general Lavalle, que-, con
los coróneles Aniceto Vega, José Olavarría, José Ma-
ría Vilela, Thompson, Méndez, Mar/iniano Ghilavert,
Anacleto Medina y José María Píran^ había atravesado
el Uruguay con el objeto de ponerse al frente de las
fuerzas de la revolución, volvieron todos al Eistádo
Oriental .
En setiembre de 1839, se lanzó de nuevo, sin encon-
trar obstáculos, sobre Entre-Rios, donde, el 22, obtuvo
una victoria aloque, por conveniencia política 9ef dio
el nombre de 6¿ríaWa del Yeruá, sobre el coronel Vi-
cente Zapata, gobernador de aquella provincia. Las
fuerzas de ambos combatientes no pasaban de 1000
hombres . Parecía lo mas natural hacer un desembár-
co en la campaña del sur de Buenos Aires, con cuyos
hacendados se había ya puesto en comunicación; en
vez de ir á tentar fortuna en Entre-Rios, donde era muy
dudoso obtener tin éxito definitivo y donde, si Habia-un
amigOj había veinte que noloeran^ aun en el coraron
106 PEOVIUOIA
de su mismo ejército, como el coronel Chilavert y otros.
Es verdad que e« el Arroyo de don Cristóbal, con un
ejército como de 4,900 hombres y 4 piezas de artillería
obtavo, el 10 de abril de 1840, en la misma provincia
un espléndido triunfo (aunque pues<to en duda) y recla-
mado por el contrario, compuesto de 5. 300. hombres de
. las tres armas y una batería de campa&a sobre el ene-
migo, al mando de los generales Pascual Ecbagüe^
Lavalleja, Ramírez, E. Garzón y Servando Gómez, para
que éste ^ su vez, eclipsara aquella victoria de La valle
con otra de mayor trascendencia, el 16 de julio siguien-
te^ en la sangrienta batalla del Sauce Grande.
En esta acción, que dio por resultado la pérdida del
prestigio del general Layalle en aquella provincia, hu-
bo 46 muertos del ejército de éste, 33 prisioneros y
43 pasados. •
Los cadáveres de ambos ejércitos quedaron insepul-
tos y diseminados en el campo de batalla, hasta que,
por decreto de 26 de febrero de 1841, el general Echa-
güe, gobernador de la ¡provincia de Entre-Rios, mandó
fuesen trasladados lo^ de las tropas enemigas al ce-
menterio publico del Diamante y los de los defensores
de la pseudo Federación al del Paraná, colocándose
en la fachada del norte de éste la inscripción sig,utente:
. «Monumento de gratitud que la provincia, de Entre-
Rios dedica á los valientes defensores del honor é in-
dependencia nacional, que sellaron con su sangre en
la jornada del Sauce Grande á 16 de julio de,1840 —
Descansen en paz».
El 18 de mayo del mismo año (1841) se dio cumpli-
miento á esta disposición, con respecto á los áUimos,
los cuales fueron trasladados con gran ceremonia^ asis-
tiendo todas las autoridades y vecinos del Paraná.
Cuando el general Lavalle comprendió, aunque al-
go tábde,,que Buenos Aires era donde su presencia po-
dría y debía dar el resultado deseado y no Entre Rios,
DB BOBlffOfl AIBBS 107
. Tadeó (28 dé julio ) eí Paisana y, forzando la batería del
Rosario, pasó (24) bajo un sostenido fuego de cañón,
que ocasionó algunas pérdidas de ambas partes. El 5
de agosto. desembarcó- con su ejército en San Pedro,
sin el menor obstáculo. Después de acuchillar en la
cañada de )a Paja, una fuerza de Rosas que se componía
de4inos2000 hombres, al mando del coronel Vicente
González (a) Carancjio del Monte^ con solo la vanguar-
dia del ejército libertador bajo las órdenes dd coronel
Vega, elfgeneral Lavalle continuó su marchai situán-
dose,, el 23 de agosto, en Merlo. Aquí supo que las
fuerzas de Rosas eran infinitairfente superiores en nú-
mero ála& suyas, por lo que se 4ecidió á emprender la
oportuna retirada, como lo efectuó en los primeros
dias del mes de setiembre.
San Pedt*o, que hábia quedado á cargo del coman-
dante Xuan Camelino, fué heroicamente defendida con-
tra la fuerza del general Juan Pablo López, con solo
acohombres que aquel distribuyó en todas las casas de
azotea, mandados por ciudadanos. Los acantonamien-
tos estaban respectivamente bajo las órdenes de don Sil-
vería Mbraleife, actual (1SÍ79) juez de paz de la Exaltación
de la Cruz, del entonces capitán Juan Miyeres (Myérs)
que se había pasado de San Nicolás con 8 ó 10 hom-
bnes de la fuer^ del coronel Juan Antonio Garreton,
del actual' vecino del mismo pueblo doctor Norberto
Dávila, etc. Dehrotedos y muertos los individuos que
compo'f^iaín un piquete; d« tropa enemiga, que, al man-
do de su'bapitan Rodríguez, tuvo la audacia de tentar
su etitrada en la plaza, simulando una señal de rendi-
ción ó' d^ pasados por medió de un pañuelo blanco
atado «M la punta de su espada^ óontramarchó la fuer-
za de López. Libre el pueblo, el comandante Carne-
lino, acompañado del doctor Salvador María del Carril
y de los jóvenes que voluntariamente quisieron seguir-
le, recomendó su cuidado al juez de paz don Be-
m
FftOVlVOIA
nito Urraco, abandonándolo el 44 de setiembre (1840).
En efecto, difícil le habría sido vencer las numerosas
fuerzas que de todas partes se dirigían sobre Lavalle.
Pacheco, Vicente González, Juan. Pablo López, Echa-
güe, Oribe, etc., todos con fuerzas, mas ó méoos^ tra*
tab^n de incorparse unas &. otras para formar un cuer-
po de ejército respetable con que dar á Lavalle un.gofpe
decisivo.
Cuando el general Lavalle efectuó su retirada^ tí^u-
chos, que no quisieron seguirle, se presentaron^ como
pasados, al coronel Vicente González (a) Carancho del
Montey quien, no sabiendo que hacer con ellos, con-
sultó ár Rosase al respecto, y este le contestó que ews
hombres se pasaban de buena /!?, y .que aún era con-
veniente considerarlos asi, mientras se viera que no
se volvían al ej ¿tácito enemiffOy adv^irtiéadose, que la
gente pobre, que por bienio á la fuerssa habría reuni-
do Lavalle, se le iban escapando. % No así— agr^g^
Rosas de su. puño y letra — que debe hacerse respecto
de los ricos y de los que se titulabají decentes,. porque
de esos, ninguno e? bueno, en cuya virtud pebb{« sbr
PASADOS POR LAS ARMAS ÓDKGOLLADOS ^NÍ^EDl^T^MEN-
TE TODOS LQS QUE APAREZCAN DE ESA CLAS^ DfSSAUVA-
JES.»
Sobre esa retirada del general Lavalio, qup sí no
fuera justificada, como lo eSj dadas las cirounsfoncías
que la motivaron, vendría á aum^eiutar un -eslabón. mas
á la larga cadena de errores» que sus partidario^! han
juzgado conveniente callar, pero de que. la historia te-
vera le acusa y á cuyo fallo se hfibia ya sonaetido el
infortunado general,, el doctor Fíonencio Várela, cuyo
patriotismo jamás fué puesto en duda^ le dirigió la im-
portante carta, que sigue:
DB BITRlfOa A1RB8 109
aSeñor general dan Juan Lavalle. -
/ : KoDtertdeo» i 4e Octubre de 1$4Q.
«Quisiera qae volase esta carta, mi querido general:
¡ ojalá no Degve- demasiado tarden
t Nuestra causa se halla en momentos dema.%iado
críticos. Usted^ general, ha contribuidQ mucho & 0ste
estado: usted solo debe reparar lo hecho, con decÍ3Íon,
con una celeridad proporcionada á la urgencia dq las
circunstancias. I
« Engañarán á usted los qu^ no ledigan abiertamen-
te que su retirad^ de.Buenos- Aires á Santa Fe ha, sido
un golpe de muerte. p,ara la revolución; no. hay una
>^ persof^f^j una sola, general, inclusos sus hermanos de
uste^dya^uR su seasfkti^ima señora, que no hayan con-
, ;d^ado; ^biertameritie ese fup^stisimo ip^ipvímíento; y sus
cartas de ust^d; lejos de satisfacer á nadie, le h^n per-
judicado aún mas*, Lo ppor eS) general, que la espe.
. ü^umde usted de que el resultado le justifique, no ha
de realizarse jamás. : ¿Qué puede usted buscar, ni
.. hallar en 3anta Fe, que ju^tifigue el abandono de Bqe-
9o$^ALres?
c Entre tanto, general, Rosas ha tenido un triunfo
señalado con su ausencia de usted de la capital; ios
píleblíJs dé la campaña'que se hablan pronunciado por
ét ejército y que se ven abandonados antes de un mes\
han alzado un clamor de maldición contra usted, y dé
amarga desesperación: los pueblos han quedado der
sieilos, y Rosas tala las moradas de los que mostraron
sittipatías por los libeftadores.
«No comprendo, general, cómo se justificará usted
Tmora, ni nunca: — La falta de pastos, cuando Rosas
tiene pastos^ cuando los tiene Prudencio y todos; la
falta de simpatías, cuando en un 'mes había usted reu^
lio 'l^OVtWtiA 1 ^
nido mas de 800 hombres, y repartido todas las armas
que mandamos (1); la aproximación' de López, cuan-
do bastaba que usted se interpusiera entre él y Rosas;
nada de eso, nada, general, puede justificar el abando-
no de un teatro, que usted consideraba, con razón, el
teatro de los. recursos^ como el fooo déla ^eyolucíony
confto el único donde era preciso operar. » •
« Si no podía usted mantenerse delante de Rosas
¿ no era preferible, general, marchar «1 sur, á esa cam-
paña que ahora un año puso en pié 3000 cembtftientes?
El buque que mandamos aliSalado, nostrajalas mejo-
res noticias de allí, ¿cómo vacilar entre el sur y San*
ta Fe? ¿cómoídeeidit^e por ésta últi-ma?'
c Veo, general, que usted se irritará por estas recon-
venciones: que tal vez sé burlará dé ellas, porque 'tío
soy militar, sino doctor y palabra de escarnio en los
campamentos: pero, general, eso rto hará '(jfüe yo deje
' de cumplir el deber de hablar á usted la verdad, ñi Va-
riará la realidad de las cosas. Ese ha sido, general,
el defecto capital de usted, no pedir consejó^, ni oirlo de
nadie, decidir por sí feolo; y por desgracia' no si^wrpre
decide usted lo mejor. Usted es militar, buten militar,
escelente militar, bajo muchísimos res jíeotoá; pero
no bajo todos; y sobre todo, general, no es tü'^d' tlan
, I
t . I
(1) Dice et Ordyi de Baeaoa- Aires, del.qoe tomamos e$Q l^I)o doca-
iQento histórico: — « Cuando en la efusión de la umistad, Várela hablaba
de los errores que dieron por resultado la pérdida del ejército lit»ertador,
Be lamentaba siempre de qne consideraciones de lealtad sellaróil süs liibios,
para esplicar los hechos, y hacíer por lo menos la defensa do U ComMon
Argentina qae, desde MoDtendeo tmpnhiabia la renrolmcíon eontm )a. Ura-
nia; Comisión de que él era el alma y en cuya nombre escrij&ia }a calorosa
oarta que otros, y no él, han arrancando del sijilo inviolable en que la
guardó toda su vida. Ese documento y machos otros justifícarian anl^el
país á aquellos hombres que consagraron todos sus esfuerzos al derroca-
miento de la tiranía y sobre quienes pesaba ana responsabilidad qne 'acep-
tad: an, sin reserva, á pesar de que no^ra esolnsiyamente snya.
DB BUBSOS AIBBS 111
pojftico como militar (1). Por desgracia la guerra ac-
tual es mas política, mas de revolución que militar y
de éstratejia. Ite ahí la necesidad de que usted busca-
ra y oyera consejos. La tíltima evacuación de Buenos
Aires naes ciertamente operación militar: su impor-
tancia política es inmensa, domina^todo.
«-Basta, general, de reproches, hijos de mi amor á
mi patria, de mi lealtad para con usted, mi amigo; va-
mos álós objetos gravísimos que nos cercan.
cBaudin, como usted sabe, fué reemplazado por el vi-
ce-almirante Mackau, que llegó hace ahora 10 días.
Mackau pasa entre sus compatriotas, especialmente
entre los militarés^ por mas diplomático qué marino;
ignoro si con razón. Dos dias después de su llegada,
bajó á tierra y se conservó en ella, hasta ayer. En to-
dos esos dias se ha ocupado en oirlos informes de Du-
potet, del señor Martigny, del gobie^rno, de los argenti-
nos, de infinidad de personas, pero, hasta antenoche,
no había pronunciado una sola palabra, no había deja-
do traslucir anadie, ni aún áMr. Martigny, una sombra
siquiera de sus intenciones, ó designios en la cuestión.
La gran duda — impenetrable como gránde-rcra si em-
prendería de pronto las operaciones militares, ó pro-
pondría simultáneamente un arreglo pacífico. Esta
posición recibió ayer una ^variación. A medio dia
llegó un buque inglés de Buenos-Aires^ con proposi-
ciones, ó al menos con invitaciones jiara tratar, hechas
al señor Mackau. Las recibió á las 3 de la tarde, y no
habló palabra de ellas en todo ese día, ni en toda esa
noche.
« Nosotros, eiitre tanto, habíamos dado todos los pa-
(1) Lft copia del CoMtihmonal de Montevideo del 4 de octubre de 18^6,
l^rega aquí: tiYBoaas es bastante bien en ambas cosas. Esa es una
agregación hecha sin duda por el mismo Rosas. Es una infame mentira.»
(Redacción del Orden, ya citada).
112 ' PROVIKCIA
SOS imajiaábl'eSy desde que el almirante. viao á tierra,
. para que dijera lo que podí^amos escribir a usted y para
que nos proporcionase un buque que acompañase al
nuestro hasta esa. Le habíamos hecho saber por una
nota nuestra al señor Martígny las últimas demandas
de usted. Ni una palabra teníamos de respuesta. De-
": sesperado de esto, me .ful solo á. verlo yo mismo, antes
de ayer, y, en una larga conferencia, le pinté, coa, la
fuerza que pude, la situación de ese ejército, abando-
nado de la escuadra, sus necesidades, los compromi-
sos de la Francia; y le pedí que— puesto que aún no ha-
bía resuelto nada, y no podía por lo tanto combinarse
. operación de guerra — mandase al qpenos reocupjar el
Paraná por una flotilla, y nos diera prontamente un
buque, para comunicarnos con usted y remitirle algu-
nos artículos de urgeate necesidad.- El hombre mani-
festó un interés xivísimo—que no me pareció afectado
—por nuestra causa, me protestó sus simpatías por
ella, me prometió hacer cuanto su deber le permitiera,
,. . y darme respuesta sobre mi petición del buque.
€ Al dia siguiente— anteayer— recibió las proposi-
ciones, y esa noche, después de haberlas leído] me
) mandó avisar por medio del lealisimo Mr. Martigoy,
que tendríamos el buque pedido.
• Este es; general el primer acto, el primero de to-
dos, en que ha manifestado alguna intención el almi-
rante Mackau respecto de nosotros, , pues, aunque,
desdé su llegada, es^á haciendo aprestos militares, na-
da había manifestado respecto del ejército libertador,
■ f Nadie conoce, hasta este momento, ni aun Mr.
Martigny, el tenor de las proposiciones recibidas, ni su
sentido; el almirante, ayer por la mañana, escribió una
nota oficial al señor Martigny, diciéndole casi literal-
mente: € Habiendo recibido nuevamente comunica-
ción de proposiciones para un arreglo con el gobierno
de Buenos-Aires, que^ creo de mi deber no rechazar.
y que pueden dar entrada á tina negocíaicion máa ó
menos próxima, doy áLuétedeste aviso, para que lo
comunique aí gobierno de Monteyideo. > Al misnao
tiempo encargó que nos avisaran el hecho á nosotros.
«Muchos de ni;iestros amijgos ban creído que la frase
subrayada, que es traduppion literal, importa una indi-
cación; de que el s^ mirante cree adnxisibles las propo-
siqjpnes de Ross^. Yo no he podido mirarlo así; sino
únicamente que cree no podei' rehusar á to^larlas en
consideración, á entrar en una negpqiaeion que s¡e. le
propone.. . ' ...
cHoy tengo ya algunos motivos de creer mas y mas
esto mísmo^ y de persuadirme á que el propio- almí-
rantecree inverificab'le:, un arreglo. Sé, de un modo
quecreci cierto, que las proposioiones ni son deiRoaas
ni contienen cosa alguna determinada; sino que son
únicamente ofertas de Montevideo, invitando á una ne-
gociación, y asegurando que tendrá buen élxito. Por
el mismo conducto, se me asegur^i qué la diñcultad
insuperable^ para negociar, vendrá prepisamcnte de
que Rosas^ no consentirá en las exigencias relativas á
ese ejército. , Aunque tengo, esto por qierto, no puedo
responder de que no me engaño, y descoque usted no
lo ton(ie como base fija de su conducta.. Los heicfios
son: que, después de las proposiciones, se nps ha
concedíalo ej buquej y quejlos, aprestos militares po se
sqspc^nden hasta este mom^pjto. Nosotros pensanios
dar^lgun paso en protección de nuestros derechos é
intereses; aun no sé á cuál .nos decidirejoios.
«Debo agregarle que,, cuando el almirante liegos
manifestó que la presencia de usted sobre Buenos
Aires ]e hacía gran impresión : habló muchas veces
de lo ventajoso de esa posición : pero dos dias después
recibimos la noticia de la retirada que causó un vuel-
co oompjeto en sus ideas;— prinaero, por Ja universal
desaprobación que oíbv y segundo pidrque Dupotet.iavo
8
Í14 nevxmuL
ahi un hex^hx^ gravfsrmo con que apoyar los ínfóomies
qae cdk^ntra usted habfa dado.
*Otra cosa, mucho mas grave, ha tenido también, y
■ con ria2on, una pésima inftuencia. Usted había escri-
to^ 21 al señói^ Martigny pidiéndole la cooperación
armada del almirante Baudín: el 4 despachó- usted á
su hermano, cG'/í ése solo objekr¡ y el 7, tres' días tJes-
puefe^ abandona usted la provincia, y se Va á Santa Fe,
sin agrfardiar respuesta duna misión tan grave, como
ta que traía Pepe. Convenga ""usted, general,» kin irri-
tarse, en que esa conducta es inconcebibleen un gefe
4^maus^ted, yqae es capaz de desal&titar á sus mejo-
res* amigos. Por supuesto que óstées uno de los re-
pifocbes que se nos hace, y á qoe no es fácil que reis-
ponidamos satisfaxttoriam^nte, porq;iie' también es iaií*
til r^ponder cosas vaclai^ deseolido y de verdad.'
< Pero todo esto, gen^éral tiene remedio, siustedgcue-
^e remediar 1 0( yapara quererloy es; necesario que usted
Oáimbíé muchas de sus ideas. ' •
'<Lo primero', qu« se persuada usted é que necesita
Consejo, que lo tome siemphe de Tos gefés míh^taretí y
éiudadanos notable^ tfe ése ejército. Usted'ha dicho
muchas veces : t la ítESPONSABiUDAD es miá sola: no
(iuíERO GüíAíiiliE siNó POR MÍ, > crror és éste que puede
perder la revolución. La responsabilidad es de lodos,
general, y, aún cuando fuetea del ui&ted solo, ^ la
revolución se perdiera por nd seguir usted buen cami-
no, todos perderíamos, como üsted^ y cargaríamos to-
dos con las maldiciones de la patria; porque todos**^al
meíios los que piensan como yo — se dejaráui cortar el
pescue;^o, antets que echar á usted, públicamente) la
culpa de nada, mientras la lucha existe, y es menes'ter
que lodos combatan, y que todos suframos. Aconsé-
jese, general, y- $iga los consejos; usted conoce poco
ese país ^ y sei forma ideaiii exageradas del poder de
ftóSdi» y del modo dé cooibatirle* ^ -
t Lo. segundo^. cuftndp v$te(íi baya adaptojcto uw idea,
UQ plan, ejecútelq y np lo d^^^^íidiar siguieotje pqr qU'o,
ni por accidenies. TcxdQS^ paro princip^ljixeate. los
marinos franceses, q\ie han tratado..á usted d^ cerca,
le ¿cusan de no tener la menor consistencia en sus
ideas: de adoptar hoy un plan y .olvidarlo ^^ñana^ Yo
solo veo que esto es cierto en much(0^,casos* pDe^pH^s
de ansiar mese^ enteras por pa^^ar á Buenoi^/Aires,
lo hizo usted como. con. ab^ndOd^odie Corriente/ .k al
cabo de r^/^^ /t^/^s ap$na^, le aha^idorfa.qsti^d ppr.^^ta
•Fq» Llega usted áljujan: deterpruí^^ us^d ufl?^(0|Kepa-
eion que su c>a^ta.de x^teá Ua^in^ qíi^cisipfín y:Ia,su^p^n-
de usted porque llega noticia de q^ue y^^a/ Bau^^n.
M&nda ustedá Pepené proponer cpmbin¡aipipi)p^ milita-
res d^ ií>f][>^Q$a importancia/ y 3. dií^^ después ¡f^bifinfio-
na. ust^d la ppsicioa que le h^oift fQnrnida]t^|Q^>y.l%ue
debía servir de base, á las .propuestas pp^racipa^s.
Mftnda a$ted hombres al sm*^ (1) pid^ un buqiLte. con
aunasen el jalado, y ^eva.i)st^d<^in saber 4^. aq^eljps
hombres, sin comunicar con ese buqu^e quje alU i9^tVivo
pBijdiendo tiempo y ;diaerov Convenga ■ u$ted,-en qjue
esta incous^uenci^ debe dar funestos respltiaJdQs^tQa-
da peor, que empegar lo que no ha, de llevajrs^ ft cabo.
Después de eso» los que han de cooperáis icpn n^d
recelan d^ ^sa misma inconseci^epcia.
! .
(1) Lófl desgraeíados coroteles Vufeiite' Yeldes . :f VífeUm iaerotí iderro-
tadoBel 30 d« setiembre^ ceroii.'^ef la* Cal^em i^el "BtWj^ par, If^ Pampfti, .De
loa 180 hombres d^ qne ae.cQmpQDÍa.)^;.faer^ gue ^^uellojí J^fifi^ji^ao^'^tiae-
daron muertos mas de 80, incluyendo los gefjes j 7 oficiales y 74 {)rislone*
T08, mncba caballada y nna gran cantidad de correspondencia oel general
Layalle, qne cayó en poder del cbndándaifte José Mai^fa P1é¿a (iantifi¿ueño).
Eftte, luego q\ie'6upo que \Mép se hallaba en toe los prísioierbi^seí átiércó
al grupo de ¿stos y pregunii^ « ¿cmU de ustedes es Va^es?»» i lo ;()ii6 ^aitej^n-
teató: «Yo soy el desgraciado Vuldez » Inmedi^^tament^ fué maQdfido
decapitar por Plaza, de su propia orden. Este acto mereció la a^robacio^ de
Rosas. (Datoc omunicado á nosotros por el mismo Plaza, que ya i^ existe.)
(Nota del autor.)
116 novnrciA
f Por último, general; el remedio que yo veo á todo,
es que usted inmediatamente, con una celeridad de
aquellas que sorprende y desconcierta, de las que
' tienen los militares, reasuma la posición qute perdió,
marche hasta encima de Buenos Aires», tenga en jaque
' á Rosas;, apoye al sur, le subleve y no se aleje del tea-
tro en qu^ se puede combatir. '
«Yo no dudo, por supuesto, de que en el momento
' mismo en que el almirante vea que no puede arribar á
nada, como lo verá f^ronto, ha de combinarse con «s-
ted para emplear su fuerza: entonces será una inmen-
sa ventaja que esté usted cerca y pronto para enten-
derse y para obrar.
4 En fin, sus recursos de usted, chicos^ 6 grandes, ha
de hallarlos en Buenos Aires y aqui; y de ningún modo
en Santa Fe, ni en Córdoba, sepulcro de nuestros ejér-
citos y donde el nombre porteño és detestado.
€ He' concluido, general; sé que antes de llegar usted
aquí, se habrá arrebatado diez veces contra mi y mal-
tratado mi nombre con insultos: lo mismo es: no por
eso dejaré de querer su gloria, ni de hablarle la verdad,
en nombre de la patria. Sé que nó me contestará
usted fiada: no importa: eso no ha de librará usted de
• mis cartas: yo cumplo un deber hafalándole á usted
asi: usted faltará á uno de los suvos imtándose ó bur-
lándose de mí.
:< Escuso decirle sino que los íntimos y poquísimos
amigos que usted conoce, tendrán noticia de esta carta.
En público, sus operaciones de usted, su carácter, su
persona, no tienen defensor mas celoso que yo.
c He visto varias veces á su señora, está aflijida, pero
se pondrá contenta eldiae^^ que sepa que está usted
sobre Buenos-Aires, y que abandona el errado sistema
(otro consejo) de no agarrar gente por fuerza para que
luego la agarre Rosas,
t Adiós, general, etc.
f Florencio Várela.
DE BUmOd Á1RB8 H7
La carta que antecede consigna cuanto podría de-
cirse tanto sobre el personage á quien vá dirigida como
sobre el suceso que la motivara.
El 6 de setiembre, el general Lavalle levantó su cam-
pamento de las inmediaciones de Morón y continuó;su
marcha sobre el general Juan Pablo Lopez^ gobernador
de Santa Fe, y, venciendo los obstáculos que se le pre-
sentaran, se situó á dos leguas de aquella ciudad.
Esta, después de una reñida lucha de una y otra par-
te, fué tomada el 25de setiembre par el general Tomás
Iriarte, cayendo prisionero el general Garzonque man-
daba la guarnición de 700 infantes que la custodiaban,
con todos sus gefes y oñciales y 300 soldados.
La satisfacción, que esta fácil victoria Ocasionai'a al
general Lavalle, fué de coKa duración; pues, al mismo
tiempo que recibía Qomunicaci.o'nesdel general La, Ma-
drid participándole la noticia del pronunciamiento de la
provincia de Córdoba^ en favor de la causa de 1^ liber-
tad, recibía otra fatal para el ejército libertador, cual
era la de haber sido celebrada una convención de paz
e^tre el gobierno de Buenos-Aires y el almirante Mac-
kau, con cuya cooperación contaba para el buen éxito
de la revolución. . .
La estrella del general Lavalle, tan hrillantdt durante
sus campañas en la guerra de la indep^Qcjlencia^.dejó
de acompañnrle en la guerra civil, y .á pesar. de los
contrastes que, con demasiada frecuencia^ ;ibfin;supe-
diéndose, lio por eso se desanimaba, sino que seguía
siempre impertérrito en su gigantesca en^ppesa», ha^ta
vencer ó morir.en la demanda.
En el Quebracho Herrado ó Quebrachito^ jurisdic-
ción de Córdoba, el 28 de líoviembre (184P), tuvo lugar
una'^batalla, en que el ejército libertador fué compleja-
mente batido por el de \q. federación al mando del. .ge-
neral Oribe.
£1 ejército del general Lavalle se cojooponia de 41^
lié AOTrtfClA
hottibi'e^, segtin el estado preBentado con toda exacti-
tud por el coronel prisionero don Pedro JoséDiaz. En
esta batalla, el general Lav^lle perdió 2 coroneles, 2
■ tétiimites coroneles, É mayores, 6 capitanes, 3 ayudan-
J tes, 5 tenientes 1^', 4 ídem 2**% 12 subtenientes, 26 ofi-
'- cíales sin <2la$e, y como 500 hombres de tropa, todos
los que fueron hechos prisioneros. Además^ en el
.' campo de batalla quedaron como 1500 hombres, j en
poder de) enemigo 4 piezas de artilleHade á ij 2 obués,
' 22,d00 cartuchos á bala, 400 fusiles, 1370 lanzas^ 2 ban-
! deras, una imprenta, 3000 caballos, sus cajas de guer-
ra, todos los objetos de artillería, parque, vestuarios,
provisiones y artículos de guerra, toda su correspon-
• deiK^íaoflctal y privada, las familias con cuanto conté-
ttíatt un sirt número de carretas.
Los prisiortóros, remitidos á Buenos-Aires, fueron
' colocados, unos en Santos Lugares, otros en el cuartel
' del Retiro, y fli si lados parcialníente muchos de ellos,
'para conservar quilzá la moral federal, como decía
Barreiho, él delegado de Artigas, en Montevideo.
Los reatos disperso^ del ejército libertador entraron
^ ert la '^ovinela de Córdoba por las fronteras del Tio.
En los primeros días de diciembre, Laválle liego á
• Córdoba, sobre Cuya ciudad marchaba ya Oribe,
Cuándo la batalla del 'Quebracho Herrado, LaMa-
' dríd se hallal^a á corta distancia de doude tuvo lugar la
~ abciórr, dohde sé leteímió Lttvallé, pero 'al aproximar-
se él ejército de Oribe, se retiraron ambos precipitada-
mente en dilección á Córdoba. El cuartel general de
Oribe se estableció en la villa de" los Rahchos (8 leguas
" dé CórdbbajjCOtóoigualmente'los comisionados argen-
tino y francés, general Mansilla y M. Haláy. Eéte tu-
vo una entrevista con Lavalle, quien pidió algún tiem-
po para contestar las proposiciones que se le ofrecían.
Mansilla y Halay regresaron á Buenos-Aires el 26 de
' tficídínbíé {1^$4©J ^sífi^óbtehéi* contestación alguna de
DB MMd0 AIRBS UO
I
LátáHé, apésárdéhafeói'déttíürado su partida más días
de lo necesario. Entre tanto, el ejército de Oribe en-
tró en la capital de Córdoba el 19 del mismo mes, po-
niéndose desde luego ^n comunicación con Aldaoy ¿on
el gobernador Calderón, de San Luís.
Las dos banderas tomadas en la batalla del Quebra-
cho Herrado llegaron á Buenos-Aire^ el 20 de diciem-
bre (1840), cómo también la divisa que el general Lava-
lie llevaba en el sombrero. Una de ellas era azul y
blanca, hecha de lanilla ordinaria; la otra aaiil-celeste
y blanca, de seda fina, con un sol ricamente bordado
de cada lado, siendo ia misma que en Montevideo se
ccniacía con el nombre de Bandera de Mayo. La di-
visa era ancha y del mismo color y material que la úl-
tima bandera mencionada, y tenía la inscripción —
Ejército de Va/t^/ites— bordada de oro, en el centro.
El carruage del general y otros 4,' tomádí^s ert la re-
ferida batalla^ llegaron á la ciudad 4 días desp^s^24
de diciembre— y fueron depositados eñ ei patio del
Fuerte.
Un nuevo desastre vino á aumentar el catálogo de
las desgracias que perseguían al general Lavalle. En
Albigasta, rio que divide las provincias de Tucuman
y Santiago, por su limite sur. con la deCátamarca, tu-
vo, el general Lavalle la infausta noticia de la sorpresa
de la. di visión Vilela y su completa derrota en San Ca-
la (San Carlos), el 8 de enero de 1841; por el general
Ángel Pacheco. En ésté^como en muchos otros con*
trastes que tuvo el ejército libertador, la perfidia y la
traición tuvieron, la principal parte. Allí doiíde no
conseguía ventajas el enemigo, se las proporcionaba
la defección ó la traición, allanándole el camino para
asegurárselas.
En Machigasta, una columna de 400 hombres al
mando del general Mariano Acha, que desde Tucuman
iba buscando la inoorporacioii de Lavalle, fué^ en la
120 pAOVIHOU
madrugada del.20 demc^rzode 1841, envuelta en el ejér-
cito del general Aldao y completamente deshecha.
Desde ese momento, la comunicación con el general
La Madrid quedó completamente interceptada, pues
la provincia de. Catamarca, intermedia entre la Riojay
TuCuman, estaba ocupada por el enemigo.
0espues de cinco meses de permanencia en Famati-
na, departamento de la Rioja, rompió su marcha con
el objeto de operar su incorporación con La Madrid en
Tucunjan; lo que no pudo conseguir^ por haber ya éste
ocupado la capital de Catamarca, nuevo desacierto que
desbarataba todo el plan de campaf^a que, en tan din-
ciles circunstancias, se había trazado el general Lava-
. He, como único que le quedaba que practicar.
Todo le era adverso al pobre general Lavalle. Con-
tando éste^ comp era natural, con el apoyo y coopera-
ción del refractario á la federación de Rosas, gefé su-
• prerno de la coalición del norte, general Tomás
Brizuela, gobernador de la Rioja, se encontró con un
estólido, quien, lejos de obrar en ese sentido, contri-
huyó á la destrucción del ejército libertador, al triunfo
del ejército enemigo y consiguiente afianzamiento de la
tiranía, ala degollación de mil riojanos y á su propia
ruina. í Derrotado éste en Tuscun, provincia' de la
Rioja, el 11 de junio de 1841, con la pérdida de más de
100 hombres muertos, entre oficiales y soldados de su
escolta y de la del general Lavalle, no habiendo esca-
pado mas oficial que el capitán Gregorio Sándo val ,. fué>
herido en la acción de Sañogasta el 20 del mismo mes
y hecho prisionero por Germán Villafañe, asistente
del general Benavides, muriendo de resultas de su he-
rida, según unos, y ultimado por dicho asistente, se-
gún otros.
, Por último, la batalla de Famaillá en el Monte Gran -
de ó campos del Rio Colorado, en la provincia de Tu-
cuman, á 4 leguas de la capital, ganada por^ Oribe, el
DB B00NO8 AIBBS 121
19 de setiembre de 1841, fué el término de la larga
cuanto desgraciada campaña del general Lavallej
Entre los prisioneros hechos en esta acción se ha-
llaba el coronel Facundo Borda, que fué ejecutado, en
el acto, juntamente con otros gefes y oficiales. Los
generales Layalle y Juan Esteban Pedernera y don Mar*
co M. Avellaneda cortsiguieron salvarse por medio de la
fuga. Durante ésta, se suscitó una acalorada disputa
entre los fugitivos, hasta que una parte de ellos encabe-
zados por el traidor, capitán Gregorio Sandoval, domi-
nando á los demás y matando ¿dos tenientes coroneles,
un mayor y 16* soldados, hizo prisioneros al doctor
Marco Avellaneda^ delegado de La Madrid, en el go-
bierno de Tucuman, al coronel José" María Vílela; te-
nientes coroneles, Gabriel Suarezy Lucio Casas; capita-
nes Leonardo Sousa y José Espejo, etc., y, desde la
Posta de Alemania dirigió, el 26 de setiembre, una nota
al general Oribe, pidiendo indulto y ofreciendo entregar
sus prisioneros y í?ometersé juntamente con sus com-
pañeros á las órdenes de Oribe. Esos desgraciados
fueron todos inmediatamente sacrificados en el modo
ordinario de la época.
Desde su cuartel general á las inniediaéiones de
Monteros (provincia de Tucuman), á 8 de setiembre de
1841, es decir, 11 dias antes de su desgraciada derrota
en el Monté Grande^ dirigía al gobernador de Salta
una carta concebida en los términos siguientes:
« Haga usted prender á todos los canallas pertene-
cientes al primer ejército libertador, sean á no ciuda-
danos, que han fugado cobardemente para esa provin-
cia, y para justificar su vileza han ido esparciendo
noticias aterrantes. Esta es una clase de canalla que
me ha sido funesta Tnuchas veces en todo el curso de
esta guerra. Trátelos como á bandidos^ haciéndolos
poner en la cárcel pública, cualquiera que sea su inme-
recida categoría. Encargue \o rñismó al gobe^nado^
de Jujüí, por si acaso se le ocurren á usted algunos.
« Muy suyo
Juan La valle. >
El general Lavalle, después de su derrota, tomó la
dirección de Salta, siempre perseguido de cerca por el
coronel Jacinto Andrada, hasta que llegó á Jujui, acam-
pando á las nueve de la noche á la orilla de la ciudad.
Al momento Hegó el después coronel Pedro La Casa,
ayudante del general, en busca de víveres, á una pul-
pería, cuya dueña, al informarse de la llegada de Lava-
lie dijo á ha Casa que el doctor Bedoya se había nnar-
chado ese dia (8 de octubre de 1841) para Bolivia,
dejándole tas llaves de su casa^ que estaba casi frente
por frente á la pulpería; que dijese al general que, si
quería descansar esa noche con alguna comodidad,
ponía la casa á su disposición. Lavalle aceptó la hos-
pitalidad^ que debía pagar con la vida^y se trasladó á
la habitación con una escolta y los oficíales, que le se-
guían, dBjando en los suburbios como 200 hombres,
que era toda la fuerza que le quedaba.
Una vez en la casa, fué colocada la escolta en el cor-
ralón, acomodándose los demás en las piezas donde
pí^saron la nocho, A las siete de la mañana del si-
guiente dia 9, venía entrando una partida de 9 hom-
bres aUaclos al mandp del teniente coronel Fortunato
Blanco, por la calle del Comercio, con el objeto de pren-
der al doctor Bedoya, ignorando se hubiese éste mar-
chado para Bolivia^ y viendo un hombre en la vereda
con pantalón celeste, la partida atropello la pnerta,
éü el momento que la cerraban, y los soldados descar-
garon tres tiros, de cuatro armas de fuego, únicas que
llevaban.
El que cerraba la puerta era el mismo generel La-
DE ^ÜSITM AIRES 123
valle que había ocurrido á )a ala:rma dada por el: oficial
que estaba afuera en los momeDtos en que Uegeiba la
partida. Uno de los proyectiles, pasando el tableiro de
la puerta, fué directamente á herir al ge«*eral en la
garganta, quedando muerto en el sitio. La bala había
perforado el esófago.
La p^tida^ al sen^tir el movimiento de gente, voces,
ruido de armas, consiguiente á un suceso semejante,
S6 retiró sin saber lo que había hecho.
La precedente relación es conforme al parte^asado
por el coronel And rada, con fecha 13 d^ octubre. , . .
La muerte incidental del general Lavalle se pr(?4ujo
delrtiodo siguiente: ,
En el ejército del general Oribe iba arrestado, por
causas leves^ un oficial, natural de la ciudad de Jujuí,
que, al acercarse á* la provintóa, se oft*eció á salirle
adelante á Lavalle, si se le .permitía ir ;á reunir gente
en Jujjuí. Concedido el permiso, salió del ejército con
4 hombreS:, que llevaban dos t^^pceroJas y do^.lapaas.
Al llegar á las orillas del pueblo, ^e encoiitró con
otro oficial de la localidad también, pero que andaba
con Shómbresj sin prestar obediencia á ninguna auto-
ridad. Reuaidos ambos oficialas, cuya fuerz£^ total se
reducía á 9 hombres, que lleval^^n cuatro carabinas, se
pusieron de acuerdo, el uno, para ir á prender sal gefe'
político, que ya iba en camino de Humahuaca, y el
otro, para prender al doctor Bedoya, que tambie^n iba
camino de Solivia, ,circuQstancia, que ambos oficiales
. ignoraban. . La partida que debía prender á Bedoya
fué, por consiguiente, la que dio mi^erte ál general La-
valle.
El comandante Blanco^ á que mas arriba se hace
referenpia, con li^ pretensión de dará ese desgraciado
suceso^ puteramente casual, la importancia de una
gr^n victpiía, que, aunque lo era, no se debía á pericia
militar ni nada que se le parezca, pasó un parte^ en el
124 j»aoyiKQiA •
que ño tiene mas de verdad que el hecho de haber sido
un pardo porteño, de nonabre José BaACHp, cuyo tiro
hiriera de muerte al general Lavalle.
En atención á este servicio de José Braoho, se le de-
cl^ifó € benemérito de la patria en grado heroico, digno
del mas distingtrido aprecio de todos los federales^
teniente de caballería de línea, desde la fecha en que
fué muerto <el general Lavalle (9 de octubre de 1841),
con goce de 300 pesos mensuales, inclusive la ayuda de
costad y acreedora un boleto por tres leguas cuadra-
das de terreno, 600 cabezas de ganado vacuno y 1000
lanares, t
Su tercerola fué remitida al encargado del Museo'
■ dándose orden al edecán don An tonino Reyes, para
que se entregase al teniente don José Bracho un ves-
tuarie completo de oficial, una medalla de plata y 2000
pesos moneda corriente.
Al mesjusto, — el 9 de noviembre— llegó á Buenos-
• Aires la noticia de la confirmación de la muerte del ge-
neral, traida por el mayor Pablo Alemán (hijo del gene-
ral), la cual fué celebrada con una salva de 21 cañonazos
en el Fuerte y en cada uno de los buques de la escuadra
nacional, repiques en todas las iglesias déla ciudad,
cohetes^ bandas de música recorriendo las calles^ em-
banderamiento de todas las casas del municipio é ilu«
minacion por la noche.
Tal demostración significa que la importancia de la
persona del general Lavalle era muy grande.
En la contestación que Rosas dio á Oribe, cuando
éste le pasó (23 de octubre de 1841) los partes y demás
documentos relativos á los triunfos que se acababan
He obtener en el Monte Grande y Rodeo del Medio y
tíobre la confirmación dé la muerte del general Lavalle,
pedía á Oribe le remitiese una refacion nominal de (dos
que tuvieron la gloria de matar al gener'al Lavalle ene--
DB BÜBHOS AIRBS l&S
m
migo de Dit>$ y dé tos hombres^ para acordarles los
valiosos premios de honor, á que eran acreedores.
El cura del Beneficio de Tumbaya (Jujüí) don José
Antonio Duran de Rojas, á pedido del coronel Domin-
go Anfinas, sobre si le constaba que el cadáver deposi-
tado en la iglesia de aquella vice-parroquia era el del
general Lavalle y sobre cuanto supiese y hubiese oido
decir á los enemigos^ con referencia al suceso del iiia
9, á la mañana, en la capital de Jujuf , pas6 un informe
certificando que habiendo llegado los enemigos el dia
10 de octubre á las cuatro de la tarde, en 4a que, ha-
biendo llegado á su casa el general Pedernera, le pidió
permiso para depositar en la iglesia el cuerpo de un
compañero; y que preguntó él (Rojas) cuál era, Lavalle
— le dijeron los soldados que era el muerto. Pue in-
mediatamente corrió á la iglesia para cerciorarse del
caso y lo encontró en la puerta de la sacristía atravesa-
do sobre' un caballo, puesto sobre unos cajonea vacíos^
que sería sin duda para que no se les cayese por el ca-
mino; que al instante trataron de sepultarlo metiéndolo
en la iglesia; que estos infelices estuvieron en ésta, co-
mo dos horas, y habiéndoseles acercado una pequeña
partida, salieron precipitadamente en fuga, llevándose
siempreol cadáver; que eso. era lo que cerufica,ba en
obsequio de la verdad ' y de la justicia f y para glo^a
del señor Presidente Rosas lo firmaba el dia 15 de oc-
tubre^de 1841. >
Con la batalla del Monte Grande, Famajllá ó Rio Co-
lorado, á la que se siguió otra, el 24 de setiembre en el
Rodeo del Medio, en que fué igualmente derrot¿^do el
general La Madrid quedando triunfante la Federación
Unitaria^ en toda su esencia, y cbn la muerte casual
del general Lavalle, se restablecióla comunicación con
las provincias, interrumpida desde el principip de aque-
lla desgraciada campaña, de^de agpsto de 1840.
El geoeral Oribe> que había salido^ de< Bueoosr Aires
19A . ííílOYWOU
el 30 de setiemí>re.del839, con el a\?jeto d^ erapronder
la cara-pjaBa sobre el general La,valle, llevando ;^angui-
narias instrucciones, dadajj por Rosas, que él cuiíiplió
al pié de la letra, quizá con usura^ abandonó las pro-
ivincia*, después de haber obtenido innunnerables lau-
. r.ejes, teñidos en raudales de generosa sangre argenti-
, na, par4 continuar adquiriendo otros nuevos teñidos
del txiisnao color ea el Arroyo Grande (6 de diciembre
d^ 1842), ha^ta ir alentar sus reales freqte á la berói-
;cai ciudad de Montevideo por cerca d^ 9 añoá.
En el gobierno del general Mitre (en diciembre de
18^0) los restos del general Lavalle fueron trasladados
á la tierra de su nacimiento^ donde hoy yace£.;>enun
moí^umentQ mandado levantar al efucto, inmedjíito al
del desgraciado corooel Dorrego, fusilado por su.órden.
t8i9s— C}Eiiíc:i|it.L JíUAM 4pisÉÍ viJLWOMTE, nombra-
. do provisorio en la convención celebrada el 24 de agos-
to^ entre el general Lavalle y el comandante general de
campaña coronel Juan Manuel Rosas, y puesto en po-
sesión del cargo el 26.
Este empezó á hacerse espectable con su primer
triunfó, obtenido sobre el general Lavalle, y sin ser. el
gobernador de la provincia ejercía tal influencia que no
se ¿íctaba disposición alguna que pudiera contrariarle.
Lo inás original es qne basta se prescindía del" gober-
nador Víamonte, en asuntos que eran de su escluslva
incumbencia, como se verá en lo que vamos á referir.
Los comisionados derla provincia de Córdoba, don Jo-
sé M. Bedoya, don José Joaquín de la Torre y don Mar-
tin García de Zúñiga, sé dirigieran de oficio al coman-
dante general Rosas pidiéndole les señalase día y
punto, para presentar sus credenciales y manifestarle
estensamente los deseos de su gobierno por la mas es-
trecha y cordial amistad, para con la provincia de Bue-
nos-Aires. Rosas tuvo el- buen sentido de limitarse á
acusar recibo y dejar los objeto^ de la oomísion ai co-
Docimienbo del gobiena-o, como iiúnic^ y, sola autor i-
dad que kabm de presidir ta pi^ovincia de Buenos-
Aires y dar dirección á sus negocios , remitiéndoles al
mismo tiempo un ejemplar de la célebre convención de
24ídejanip.
Sin embargo, Rosas dio cumplimiento, inmediata-
mente al decreto del gobierno, prohibiendo el uso de di-
visas 6 distintivos de partido^ mandándolo, circular en
el ejército de la campaña.
Con el objeto de robustecerla acoion de lél autoridad,
el gobernador Vianfionte,. cuyo ministerio qued<> com-
puesto con los señores general T, Guido, doctor Ma-
nuelJ. García y coronel Manuel Escalada',, decretxj- el
7 de setiembre, con arreglo á la convención de 24 de -
agosto, la formapion de uu Senado, consultivo, comr
puesto de 24 ciudadanos, enerando el presídela te de la
Cámftra^ el del Senado eclesiástico, el gen€tral mas 4tn-
tiguo, el. gobernador del obispado, el prior delcon^ttla-
do, ios generales Cruz, Soler, J. E. Balear ce, M» Irigo-
yen, los doctores V. López, J. J, Passo^ P- Media-
no, F. Arana, F. Aqchorena^ etc, etc*
De acuerdo conla referida (convención, al gobernador
Viamonte decretó una nueva línqa de froo,ter& eq el
^royoAzul y campos fronterÍ2;os de la pertenencia
del Estado, acordando gracias á los que se? poblaran
enellas^ bajo:c¿ertas obligaciones <^ue se les imponía,
encoiiaendando al: comandante general de. campfiDa,
Ho^as^ á qqien correspondía, la clasiiílcacion de Iq/s po-
bladores, la elección del punto para ]|as poblaciones y
la distribución de tierras.
La comandancia general dQ campaña, que era un
verdadero gobierno sobre otro gobierno, era la encar-
gadade recibir las solicitudes^ registrando los nom-
bres de los pobladores, con la sola obligación de pasar
la corregpondiente noticia al departamento de gobier-
no, á ñn de estenderse á los pobladores, el debido titu-
lo en forma.
128 PBOYíKCiÁ : /
Al gobernador Viamonte ciapoel decretar se tribu-
ase á las cenizas del desgraciado gobernador Dorrego
los honores que no le fueron dados en los infaustos
dias de su violenta nnuerte, en la esperanza de que,
restituida la calma de los ciudadanos, la pompa fúne-
• bre no sería seguida de otros sentimientos que los de
la religión y deldolor.
El general Viamon»te, cuyo gobierno había sido crea-
do por el convenio del 24 de agosto, resignó el mando
el 1° de diciembre, pero continuó ejerciéndolo hasta el
8, que le sucedió el coronel Jnan Manuel Rosas, electo
por la Sala de Representantes, reunida al solo efecto
de proceder al nombramiento de nuevo gobernador.
t^i^s^eAftOiVGL' JiJAiv MAMiJEii ftOSAS, electo en
propiedad el 6 y puesto en posesión del cargo el 8 de
diciembre-, con las facultades estraofdinarias que j az-
gase necesarias, debiendo dar cuenta, del uso que de
ei^ta especial autorización hubiese hecho, á la primera
^ Legislatura.
Fueron sus ministros los señores general Guido,
doctor M. J. García, J.M. Rojas, y habiendo renuncia-
do los dos primeros, á consecuencia de los sucesos de
• Córdoba, fueron reemplazados por los señorea Ancho-
renay Balcarce.
El período del gobierno de Rosas debía fenecer á los
• 3 años, con arregló á la ley de S3 de diciembre de 1823.
A los pocos días de su elevación al gobierno^ ' la Jun-
ta de Representantes dictó '(17 de diciembre) una ley
declarando libelos infamatorios .y ofensivos de la ftio-
raly de^cencia pública 'todos los papeles dados á luz
por las imprentas de la ciudad de Buenos-Aires, desde
el 1*^ de diciembre de 1828, hasta la convención de 24 de
junio de 1829, que contuviesen espresiones infamantes
etc. á las personas del finado gobernador Dorrego, del
comandante general decamjpaña, coronel Rosas, délos
DB BUBKOS AIBBS
129
. gobernadores de }as provincias, etc. El decano de la
Cámara de justicia, doctor Miguel Villegas, el fiscal del
Estado, doctor Pedro J. Agrelo, el doctor Saturnino
Seguróla y tres ciudadanos mas que el P. E. nombró en
las personas de los generales Miguel Azcuénaga y Ma-
nuel Guillermo Pinto y doctor José Ugarteche, habían
de formar la comisión encargada de clasificar y for-
mar una colección de los espresados papeles. Por
otra ley de igual fecha, se aprobaba la conducta políti^
cade Rosas, como comandante general de campaña,
desde el citado 1^ de diciembre hasta el dia (8), en que
tomó posesión del gobierno; declarábasele Restaura-
dor de las leyes é instituciones de la provincia de Bue-
nos-Aires; conferíasele el grado de Brigadier de la
misma provincia, y hacía que se le reconociese bajo es-
te carácter en toda la República; condecorábasele con
un sable de oro, adornado con los símbolos de la ley, la
justicia y el valor, y una medalla del mismo metal, en
figura oval, guarnecida de brillantes, y pendiente de
una guirnalda entretejida de laurel y oliva; que en su
anverso presentase el emblema de la gratitud con el
siguiente mote: Buenos- Aires al Restaurador de sus
leyes, y en el reverso, el busto de Cincí nato^ con íos ins-
trumentos agrícolas y trofeos de la guerra^ y el lema
siguiente: Cultivó su campo y defendió la patria.
Declaró beneméritos á todos los que acompañaron á
Rosas en esta provincia como en la de Santa Fe, con
el uso de una medalla de oro, los gefes, y de plata, los
demás oficíales decapitan abajo etc.
Todo este cúmulo de distinciones quedó en lanada,
porque Rosas tuvo el buen sentido de manifestar á la
Legislatura se limitase á declarar si su conducta habla
ó no merecido la aprobación de los Representantes,
dejando á un lado títulos y rangos; esponiendo Rosas,
al mismo tiempo, que los servicios prestados por él,
hasta entóneos, no le daban derecho a remuneraciones
t.
9
130 PROVINCIA
qué no fuesen comunes con'todos lóá que cbnéurrleróh
al mismo resultado; que todas esas condecofatióneSy
sí bien mostraban la liberalidad de los Representan-
tes, < SON UN PASO PELIGROSO Á LA LIBERTAD DEL PUE-
BLo/y un motivo quizá de justa zozobrará los que iro
descendían á sü conciencia; porque nO es la primera
VJ5Z EN LA HISTORIA, QUE LA PRODIGALlDAt) DB LOS'HO-
NOREiS HA EMPUJADO A LOS HOMBRES PÚBLICOS HASTA ^EL
ASIENTO DÉLOS TIRa1^»S. >
rie ahí üná lección, dada por él mismo Rosas, que
los ciudadanos no quisieron aprovechar, sitio que se
dejaron llevar de su desmesurado entusiasmo, creyen-
do que jügában'carnaval, disfrazados de goberhantes y
gobernados, hasta que, cuando juzgaron qué ya era
oportuno echar á un lado el disfraz y asumir elpapel
que á uno y otros correspondía^ se apercibió el pueblo
qíie sé háliía ligado fuertemente por sus propias manos,
sih poderse desasir.
Continuó Rosas en el ejercicio del P. E. hasta el 25
de niarzó de 1830, que, con el objeto de proveer al me-
jor arreglo y organización de la campaña, delegó el
mando gubernativo en los ministt*os durante sü au-
sencia.
t^ft'O— B. T01l4(§Í II. BE AIVC«OBC:!Vil, B. JUAN BA-
MOIV BAIiCABCfi Y B. MAIVIJEIi JOí^É ClABCtA,
ministros encargados del P. E. por delegación del pro-
pietario Rosas, desde el 25 de marzo, con las atribu-
ciones ordinarias de gobierno y relaciones ^steriores^
el primero; las de guerra el segundo y las de hacien-
da el tercero, y las estraordinarias los tres ministros
reunidos, reservándose el gobernador propietario
hacer uso de las facultades ordinarias yj estraordina-
rias durante la delegación.
Había, pues, dos gobiernos; uno en la capital, ejer-
cido por los ministros del P. E. con las atribuciones
de tal y el otro por el gobernador propietario en cam-
DE BUENOS AIRES 131
paña, con su setretario, el doctor Maza, y ambos dic-
tando disposiciones administrativamente; cuando lo
natural y legal era que las funciones ejecutivas fueran
desempeñadas por un solo gobierno. Sin embargo, las
facultades estraordinarias autorizaban, hasta cierto
punto, esas y muchas otras irregularidades,
' La ausencia de Rosas era, no solo de la capital, si-
no aún de la provincia, pues se dirigió al Rosario con^
el objeto de Uevar á cabo su peusanfiiento ae una alian-
za ofensiva y defensiva entre las provinqias litorales,
contra el poder del general Paz, que acababa de ser
nombrado gefe supremo militar de las demás provin-
cias. El plan de Rosas se postergó, á consecuencia
de la revolución de Entre-Rios, encabezada por el co-
ronel R. López Jordán, y por la amenaza de invasión-
de la provincia de Santa Fe por el ejército de Córdoba.
Este se deshizo de un modo triste, como se verá en su
lugar correspondiente, debido á las intrigas hábilmen-
te manejadas por López y Rosas. Apesar de todo, el
cuadrilátero político proyectado por Rosas, al fin se
llevó á efecto el 4 de enero de 1831. Corrientes se ne-
gó á entrar en la alianza, pero se adhirió mas tarde.
Durante la administración del gobierno delegado, se
celebró, entre ésí^ y el de la provincia de Corrientes,"
representados por don Tomás Manuel de Anchoreha,
el primero, y por el general P. Ferré, el segundó, ún
tratado^ cuyo objeto era fórniar' una 'liga ofensiva y
defensiva entre las cuatro provincias litorales, invitan-
do á las demás á entrar en la liga, siempre" que su voto
íiiese por e\ sistema federal, palabra fascinaáora par*a
las masas del pueblo ignorante, que jamás llegó á ser
un hecho.
El Fuerte de la Federación^ cuyo nombro habíasido
sostituido, por decreto del 13 de julio de 1829, por el
de Junin, fué anulada esa disposición por el gobierno
delegado, el 9 de julio de 1830, y restablecido el primei»
■^ry.
132 PBOVIKCIA ^
nombre que se dio á dicho Fuerte desde su fundación.
Desde 1854 es conocido con la denominación de Junin
que había sido dada por el gobierno del general Lava-
He.
Habiendo regresado de la campaña el gobernador
propietario, cesó la delegación el 10 de julio fie 1830.
tsso-coBiKVEL JüAM MAwrKii BOSAf», propietario
desde el 10 de julio, que reasumió el mando guberna-
tivo en la capital, hasta el 1^ de setiembre que lo dele-
gó en el general J, R. Balcarce, por haber tenido que
salir á la campaña á continuah la organización y arre-
glo desella. No salió sino el 18 de dicho mes.
M80^C;£llíKBAIi JUAM RAMOil BALCARCE, minis-
tro de guerra y marina, delegado de Rosas, duran-
te la ausencia de éste en la campaña, desde el 18 de
setiembre, que empezó á ejercer el Poder Ejecutivo
. (aunque nombrado por decreto de 1® de dicho mes) has-
ta el 15 de febrero de 1831, que, debiendo salir á cam-
paña Balcarce, reasumió el mando de la provincia el
propietario.
1881— GEilíERÁL JUAM MAMIJEIi BOSTAS, propieta-
rio, desde el 15 de febrero que cesó el delegado Balcar-
ce, por tener que salir á campana al mando del ejército
de operaciones, hasta el 23 de marzo que resolvió sa-
lir él también, con sa secretario el doctor Maza, para
que autorizase sus disposiciones, y durante su au-
sencia de la capital, el gobierno de la provincia, en
todos sus ramos y con toda la plenitud y estension de
facultades acordadas por ley del 2 de agosto de 1830,
quedó delegado en los tres ministros Anchorena, M.
Balcarce y García; pudiendo, empero, el propietario
hacer uso de las mismas facultades.
*
MSI — D. TOmAS M. AMCHOBE.líA, B. MABCOS
BAIiCABCS: Y B. MAMUEIi JT. «ABCIA, ministros
DB BUENOS AIRBS ' 133
en ejercicio del P. E. por delegación del propietario
con facultades ordinarias, respectaágobierno y relacio-
nes esteriores, el primero, respecto á guerra^ el segun-
do, y respecto á hacienda, el tercero, y las estraordina-
rias los tres ministros reunidos, reservándose el go-
bernador Rosas hacer uso de las mismas facultades,
desde el 23 de marzo hasta el 6 de diciembre, que éste,
de regreso de la campaña, reasumió él mando.
tssi— BRIGABIEB JTVAM M. BOlí^Aí», propietario, des"
de el 6 de diciembre, que, después de una ausencia de
la capital de 8 meses y 13 dias, reasumió el mando de
la provincia, ejerciéndolo hasta el 6 de febrero de 1832,
que, no pudiendo contraerse al despacho de los nego-
cios públicos por hallarse gravemente enfermo, delegó
el gobierno en sus ministros J. R. Balcarce y Garcia,
con solo las facultades ordinarias, reservándose él las
estraordinarias.
Restablecido de la indisposición que le impulsó
á delegar el gobierno^ Rosas lo reasumió el 7 marzo
cesando en consecuencia los efectos del decreto del 6
de febrero^ por el que quedaban encargados del man-
do sus ministros.
El ejército de reserva al mando del general Juan Ra-
món Balcarce, que debía efectuar su entrada en Bue-
nos-Aires, de regresó de su campaña del interior de la
República, habiendo salido de la ciudad de Córdoba el
5 de agosto, (1831) después de haber sido proclamado
por el general en gefe del ejército confederado, don
Estanislao Lope/, fué espléndidamente recibido el dia
20.
El inspector general de armas don Lucio Mansilla,
acompañado de los generales Tomás Guido, Nicolás
Vedia y Guillermo Brown, coroneles Prudencio Rosas
Manuel Olazábal y Ángel Salvadores, tenientes coro-
neles Hernández, Montes de Oca y Pinedo y otros ge-
fes y oficiales de mar y tierra, á la cabeza de los rejí-
134 PROVINCIA
«
míentos, al mando de los coroneles Celestino Vidal,
Félix Alzaga y Agustin Pjnedo, recibió al ejército con
los debidos honores militares, formados en batalla los
cuerpos de la guarnición en la calle de la Plata (Ri-
vadavia), con gajos de olivo^ pendientes de sus armas.
El ejército de reserva se hallaba en Miserere, for-
mado en batalla y encabezado por el general J. R. Bal-
caree y su gefe de Estado mayor general Enrique Mar-
tínez.
Las fuerzas marcharon en el orden siguiente: — Ba-
tallón de artillería volante^ coronel graduado J. M.
Torres; Batallón de Cazadores del Rio de la Plaía^
coronel Félix Olazábal; Cuerpo de patricios, teniente
coronel Joaquín M. Ramiro, Cuerpo de defensores de
Buenos- Air es y teniente coronel Juan José Olleros; Ba-
tallón Guardia Argentina^ coronel Mariano Benito
Rolon; primer escuadrón del rejimientó N** 2 de cam-
paña, coronel graduado Antonio Ramírez.
Este ejército regresaba á Buenos Aires, después de
haber afianzado la paz en Córdoba, asiento del supre-
mo poder militar de las 9 provincias: Mendoza, San
Luis, San Juan, Salta, Tucuman, Santiago, Catamar-
ca, Rioja y la misma Córdoba. La mayor parte de
los generales, gefes y oficiales que en él militaron, con-
tribuyendo al anonadamiento desús pasados y futuros
compañeros de gloria é infortunios, habrán deplorado
mas de una vez aquella victoriosa compañél que los
uncía al carro de la esclavitud, que ellos mismos ar-
rastraron y cuya carga pesó sobre ellos á la parque
sobre los demás habitantes de ambas márgenes del
Plata.
El 30 de setiembre (1831) el gobernador Rosas reci-
bió felicitaciones en Pavón, con motivo de la recep-
ción de los despachos de Brigadier General^ dp que
fué portador el edecán don Bernardo Castañon.
Por ley de 25 de enero de 1830, Rosas había sido
VB ;9PPNQS . AIRBS 135
- honrado con aquella disiificion y se. había. negado á
. admitirla antes bajo el fundamento de que «ese elevado
rango ante.cedíaá los años, que contábala carrera de
su vida; que precedía á la. posesión de, Jos conocimien-
tos de un puesto consagrado á los hombres felices y
eminentes de la. milicia; que su profesión era la 4^1
arado; la agricultura y pasto^eo eran la suma, de su
poco saber práctico. > El 12 de octubre, desde Pav®n,
contestó al presidente de la Legislatura aceptando los
referidos despachos. Cuatro dias después, (16 de oc-
tubre del 1831) alas cuatro de la tarde eran fusilados^
por su orden en San Nicolás de los Arroyos, los ge-
fes que habían pertenecido al ejército del general José
María Paz^ preso en Santa Fé, y cuyos nombres son
los siguientes: coronel Luis Videla, gobernador de San
. Luis; tenientes coroneles Luis Carbonel, Ángel Alta-
mira, Luis Montenegro y su hijo de 14 años de edad,
Pedro Campero, y J. Tarragona; los mayores Pedro
Cuevas, Pedro Cuello y José Cuadras. Estos gefes
aprisionados después del convenio celebrado, el 31, de
mayo (1831), entre el gobernador de Córdoba, don Ma-
riano Fragueiro, y el coronel Pascual Ecjiagüe, gefe
Ae división del ejército ausiljar confederado, ha-
bían quedado en el Cabildo de aquella ciudad en
simple arresto, pero al regreso del ejército para Bue-
nos-Aires, fueron conducidos á retaguardia hasta San
Nicolás de los Arroyos, por resolución de los gober-
nadores López y Rosas, tomada en el Rosario, después
de una conferencia entre ambos. La orden de Rosas
cotitenia estas palabras terminantes: uLos ejecutará
V. S. á las dos horas de leérseles ésta, y no se admite
otra contestación que el aviso de ^aber cumplido con
ella. > Los gefes Cuadras y Tarragona, que habían
sido conducidos por tierra por elcoronel José Hernán-
dez, edecán de Rosas, pues los demás lo había» sido
. por agua, fueron separados de sus compañeros y lie-
136 PROVINCIA
vados al siguiente dia (17) de ejecutados aquellos por
el mismo Hernández, para serlo, como lo fueron, en el
Salto, habiendo servido sus cadáveres de alimento de
las gallinas y de los pájaros.
18819— c;es]1KBAI4 jtvahí b. BAiiCARCE, ministro de
guerra y marina, y doctor Manuel José García, minis-
tro de hacienda y relaciones esteriores, en quienes
quedaron delegadas las facultades ordinarias, durante
la enfermedad del propietarfo Rosas, desde el 6 de fe-
brero hasta el 7 de marzo, que éste reasumió el mando
de la provincia.
1888— BBIGABIEB JCAiv M. BOINAS», propietario, des-
de el 7 de marzo que, restablecido de la enfermedad
que le alejó, por un mes, de los negocios públicos,
reasumió el mando que había delegfido en sus minis-
tros, hasta el 17 de diciembrcí que le sucedió el general
J. R Balcarce.
t888~BBI«ABIEBGE.líEBAl4 JTVAM B. BAIiCABCE,
nombrado en propiedad el 17 de diciembre, por tres
años, pero no cumplió su período, á causa de la revo-
lución de los Restauradores, que tuvo lugar el 11 de
octubre de 1833, y habiendo dejado á la Junta de Re-
presentantes la libertad de deliberar sobre su continua-
ción en el mandü, se le exoneró del cargo de goberna-
dor el 3 de noviembre, que le sucedió el general
Viamonte, poniéndole en posesión del gobierno al dia
siguiente.
El general Balcarce integró su gobierno con los se-
ñores don Victorio García de Zóiliga, para el ministe-
rio de gobierno, doctor Mauuel V. de Maza, para el de
gracia y justicia, don José M. Rojas, para el de ha-
cienda, y general don Enrique Martínez, para el de
guerra, y por renuncia del primero y penúltimo los
doctores Gregorio Tagle y Francisco José de Ugarte-
che.
DB BÜBIIOS AIRB8 187
Con motivo de la suspensión de algunos periódicos,
el 11 de octubre de 1833, se desarrollaron los sucesos
que vamos á narrar, dando por resultado la revolu-*
cion de los restauradores.
La fuerza esterior, desde el día 11, iba aumentando
cada hora, mientras que la del gobierno permanecía
siempre la misma. Las privaciones de la clase po-
bre crecía por la falta de carne que, traída del Estado
Oriental, se conípraba á precio alto.
El 20 de octubre se mandó apostar una guardia de
marina en las azoteas inmediatas á la capitanía del
Puerto. Se arregló desde el Fuerte hasta la igle-
sia del Colegio un juego de señales (telégrafo) para dar
aviso del movimiento de la fuerza esterior, por medio
de un vijía estacionado en la torre.
Desde el 26 del mFsmo mes hasta el 4 de noviembre^
las calles eran recorridas por partidas que recojían á
todos los que se encontrasen, para el servicio de las
armas. El 27 hubo rumores de paz: el general Gerva-
sio Espinosa llegó á la plaza, habiendo venido por
agua. El 28 continuaron los mismos rumores con la
presencia de dicho general y de don Eustoquio Diaz
Velez en la plaza, con una misión á ese efecto. El 31
á la oración, la ciudad estaba en una gran confusión,
en consecuencia de una proclama del gobernador Bal-
caree, que manifestaba temor de un ataque aquella no -
che. El 1° de noviembre, el gobernador, á caballo,
acompañado de sus edecanes y de una fuerte escolta,
recorrió las calles hasta el Retiro. A la una del mis-
mo dia, dos cañonazos del Fuerte anunciaron hallarse
la ciudad en asamblea; las cajas batían á las armas y
se apostaban soldados en l?is torres de las iglesias»
azoteas, etc. Un piquete de marinos americanos ar-
mados fué hecho desembarcar del buque de los Esta-
dos-Unidos Lexington, y se estacionó en casa del co-
modoro Woolsey, donde flameaba la bandera de su
» 138 PROVIHOIA
nación. '■ Entre tanto, partidas de uno y otro' bando
tendían sus guerrillas en los arrabales de la ciudad.
' Por la tardé y durante todo el día, los negocios esta-
ban enteramente suspendidos; las tiendas cerradas,
no -viéndose por las calles raas que gente armada. El
2, los cañones, colocados en las boca-calles de la
plaza de la Victoria, tenían sus punterías hacia las
calles que conducen á ella, tendiéndose guerrillas por
todos los puntos qiie rodean la ciudad, y oyéndose el
continuo fuego de fusil. El 3, se sacaron los cañones
de la plaza. El 4 se elije al general Viamonte, gober-
nador y capitán general de la provincia. El 5, el ge-
neral Pinedo y el coronel Prudencio Rosas entran en
Ja ciudad con una escolta, y se hace retirar los sol-
dados de las azoteas, etc. El 6, apesar de haberse he-
cho la paz, sigue la alarma y agitación, debido princi-
palmente á la mala inteligencia ocurrida por la maña-
na^ entre una partida de las tropas del general Agustia
Pinedo, gefe de la revolución, y otra de los de adentro^
con la pérdida de algunas vidas. Por la noche la policía
ordena álos vecinos iluminen el frente de sus respecti-
vas casas. El 7, el ejército restaurador, al mando del
general Pinedo, que se componía de unos 6000 hom-
bres de caballería y 1000 de infantería, hace su entra-
da en la capital. Los gefes de Estado mayor eran
numerosos: entre ellos figuraban el general Rolen;
los tenientes coroneles Manuel Pueyrredon, Agustín
Wright, Maza, etc. y entre los gefes de caballería. Mi-
ñaña, Céspedes, Mansilla, Capdevila, Quesada, Be-
navente, Cuitiño, etc.
Desde la mañana del 7, muy temprano, la ciudad es-
taba toda en movimiento, 'las tiendas cerradas, etc; y
los ministros y cónsules estrangeros habían mandado
flamear sus banderas en sus respectivas casas. Hubo
salva y repiques de campanas de todas las iglesias,
para anunciar la presencia del gobernador,, general
"" de' BÜBÍrOS' AIEES 1^9
Viamonte, en la plaza de la' Victoria, acompañado de
los^enerales Guido, Mansilla^ Vedia, Galvan (Inspec-
tor general), etc. etc.; con el objeto de recibir las tro-
pas de la campaña, que eran saludadas, por los nume-
rosos espectadores, con entusiastas üivas^ arrojándoles
flores las señoras desde las azoteas* de la calle de la
Plata (Rh^adavia). La caballería marchaba á reta-
guardia de la infantería, y los caballos iban adornados,
unos con campanillas, rosas y otras flores, otros con
cintas etc. coloradas, llevando la inscripción / Viva la
Federación! ¡ Vivan los * Restauradores ! etc. y va-
rios de aquellos nobles animales llevaljan sobre la fren-
te pedazos de espejo. Los soldados de caballería iban
armados de carabina, sable^ pistola y lanza, con una
banderita al estremo de ésta, con sus grandes lazos y
boleadoras, y muchos de ellos con flores en las carabi-
nas. Los vestidos eran de todas clases y colores:
unos llevaban gorro colorado, otros, sombrero de copa
alta. La tropa veterana era otra cosa.
En conmemoración de la victoria de los Restaurado*
reSy oríjen de la mas tenebrosa tiranía que esté país
esperimentara, en el puente de Barracas, se hizo le-
vantar un poste con esta inscripción: < El Puente
DE LA Restauración de las Leyes. >
El general J. R. Balcarce murió en la Concepción
del Uruguay, en la estancia del Chañar, perteneciente
á su yerno el coronel Juan H. Coe, el 12 de noviembre
de 1836, á los 66 años de edad, y sus restos fueron
trasladados al cementerio déla Recoleta en Buenos-
Aires.
«838— AfiíviBBAii JtAüT jros^É viÁiioiVTv:, electo en
propiedad el 3 de noviembre, por haber sido exonerado
del cargo el brigadier J. R. Balcarce, por el término de
tres años, y puesto en posesión del gobierno el dia 4
Mel mismo mes.
El gobernador Viámónte no llegó hasta! el fin de su
140 PROVINCIA
período^ pues se vio obligado á renunciar, á causa de
las impertinentes y continuas exigencias de Rosas,
cuya voluntad imponía á todos dentro y fuera de la
provincia. Al fin le fué aceptada su dimisión, suce-
diéndole, el 1° de octubre, el doctor Maza.
Viamonte tuvo por ministros secretarios á los seño-
res general Tomás Guido, relaciones esteriores,
guerra y marina, y doctor Manuel José García, go-
bierno y hacienda, habiendo quedado suprimido el de
gracia y justicia, todo por razón de economía.
t834~DF. ii.\:vrEL V. mjlKA, Presidente de la Junta
de Representanjtes, puesto en posesión del cargo de
gobernador interino, el 1° de octubre^ por el ge-
neral Viamonte que había presentado su renuncia,
el 27 de junio, sin haberse conseguido aceptase nin-
guno de los cinco ciudadanos ^electos, á saber: pri-
mero, el general Rosas, quien renunció el cargo hasta
cuatro veces. Entonces se elijió, el 14 de agosto, al
doctor Tomás Manuel de Anchorena, el 31; á don Juan
Nepomuceno Terrero, el 22 de setiembre^ al general
Ángel Pacheco, el 25; hasta que al fin resolvió la' Junta
de Representantes que el' Presidente de ella se recibie-
se del cargo de gobernador interino, que desempeñó
hasta el 13 de abril de 1835.
Una de las primeras disposiciones del gobernador
Maza^ y á título de reformas económicas, no siendo
ese el motivo principal, sino la voluntad de Rosas, fué
el dar de baja, por no simpatizar ya con la política de
éste, los brigadieres generales J. R. Balcarce y E.
Martínez, los generales N. de Vedia, Benito Mar-
tínez, F. Olazabal, Gregorio Espinosa, T, Iriarte y
Elias Galvan; 5 coróneles, 5 tenientes coroneles, 9
sargentos mayores y 4 capitanes. La plana mayor
inactiva quedó reducida al personal de 11 coroneles,
18 tenientes coroneles, 26;sargentos mayores, 39 capi-
tanes y 57 de ayudante abajo.
DR BÜ^K08 AIRBS 141
Con motivo de la guerra en el interior, principalmen-
te entre los gobernadores de Tucuman y Salta, Here-
diayLaTorre, el gobierno de Maza comisionó al ge-
neral Quiroga, que salió de Buenos Aires e\ 18 dé
diciembre de 1834, anticipando un aviso á los gobier-
nos disidentes, en el que se les anunciaba el objeto de
la marcha del comisionado. Cuando Quiroga llegó, no
al teatro de los sucesos, sino hacia Santiago del Es-
tero, supo el trágico desenlace de la lucha con el
triunfo de Heredia sobre su contrario La-Torre, que,
derrotado y hecho prisionero, fué asesinado, como se
verá detalladamente en su lugar correspondiente—
Salta.
Quiroga, á su vez^ viniendo de regreso de Santiago,
fué asesinado y saqueado en el paragede Barranca-Yaco
entre el Ojo de Agua y Sinsacate, jurisdicción de Cór-
doba y como á 18 leguas de la capital, el 16 de febrero
de 1835. Desde el momento que se tuvo noticia de
este lúgubre* suceso, todos, porteños y provincianos,
daban, como autor del suceso, al gobernadpr de Cór-
doba, José Vicente Rinnafé, en complicidad con sus
tres hermanos. Esta afirmación tenia en su favor el
rumor que, pocos dias después de la salida de*. Quiroga
de Buenos Airos, se había difundido de haber sido
éste fusilado por el citado gobernador. Agrégase á
esto, el haber sido encontrados los papeles de Quiroga
y su secretario Ortiz, asesinado también, en poder de
don Guillermo Reinafé, el 19 de octubre (1835).
Después del asesinato del célebre caudillo riojano,
el gobernador Maza presentó su renuncia y fué electo
el general Rosas, el 7 de njarzo, pero no tomó posesión
del cargo hasta el 13 de abril.
fl9S5-BBl6A.DiER jíUAiv M. ROSCAS, nombrado el 7
de marzo, por el término de cinco años, depositándose
en su persona toda la suma del poder público de la
provincia, sin mas restricciones que las siguientes:
láSl PHOVIHCIA.
< Qné había de conservar, deí^nd^r y proteger la re-
ligión católica apostólica rorxiana;
c.Qu^.había de defender y sostenerla causa nacional
déla Federación (en el nombre) que han proclamado
todos los pueblos de la República.
« El ejercicio de este poder estraordinario había ele
durar por to(flQ el ti(?mpo que ajuicio del gobernador
elecitoXuese necesario. >
Rc'Sas no quiso aceptar sin que se esplorase previa-
mente la opinión de todos los ciudadanos habitantes de
la ciudad, espresando su conformidad ó disconformi-
dad respecto de dicha ley de 7 de marzp. En su con-
secuencia, la Junta de Representantes sancionó una
ley, con fecha 83, del mismo mes, señalando los dias
26, 27 y 28 para. esplorar dicha opinión.
Solo así fué como tomó posesión del cargo.de gober-
nador déla provincia el 13 de abril, con la aquiescen-
cia de todos, los habitantes (9320) para el ejercicio de
las. facultades estraordinarias, de cuyo uso no^estaba
OBLIGADO á dar cuenta.
Sin embargo, no faltó quien se opusiese á las tales
facultades que s^ dieron á Rosas. En la Cámara, se
las negaron don Francisco Agustín Wright, don Igna-
cio Martínez, doctor Ireneo Pórtela, general Matías
Irigoyen, don José María Fonseca, don Diego Alcorla
y don Ramón Olavarrieta. En los comicios don Juan
José Bosch, don Jacinto Rodríguez Peña, don Juan
Escobar, general Gervasio Espinosa y el coronel Aguir-
Te{^) Carlita. Y fuera de una y otros, le fueron ne-
gadas también por uno ú dos individuos allegados á
la familia del Dictador y por el general Tomás Guido,
quien tuvo el suficiente valor cívico de dirigir por es-
crito al mismo Rosas su voto negativo.
He aquí la. proclama de\ gobernador Rosas^ espedida
pn el acto de recibir el mando de la provincia, el 13 de
abril (1835). Es una pieza oficial de suma importan-
DE BÜBH08 AlBES « 143
cia, para la historia de su Dictadura, en 'la cual^ á la
vez que se piuta, con los mas negros colores, el estadp
del país, se pone de manifiesto el programa de gobier-
no, bajo el sistema federal de palabra y,de hecho^ esen-
cialmente unitario, que había de seguir, y que. fué
puesto en práctica desde aquella fecha hasta el. ventu-
roso dia 3 de febrero de 1852.
Solo trascribimos la parte de ellaique hace alí caso:
« Mis amados compatriotas:
«Cuando me he resuelto á hacer el (terrible sacrifi-
cio dé subirá la silla del gobierno, en las circunstan-
cias ficiagas en que se halla nuestra infortunada pa<-
tria: cuando para sacarla del profundo abismo de ma-
lesen que la lloramos sumerjida, he. admitido su in-
vestidura de UN PODER SIN LÍMITES, que, á pesar de
toda su odiosidad^ lo he considerado absolutamente
NECESARIO para tamaña* empresa, no creáis que haya
librado mis esperanzas á mi limitada capacidad'^ á mis
débiles fuerzas^ ni á esa estension de poder que me da
la ley y apoyada en vuestro voto, casi unánime en la
ciudad y campaña-^^ó: mis esperanzas han sido
libradas á una especial protección del Cielo, y, des-
pués de ésta, á vuestras virtudes y patriotismOi
t
t Ninguno de vosotros desconoce el cúmnlo de males
que agobia á nuestra amada patriia y su verdiadeto
origen. Ninguno ignora que una facción numerosa
de hombres corrompidos, haciendo alarde de su im-
piedad y de su infidelidad y poniéndose en guerra
abierta con la religión, la honestidad y la buena fe, ha
introducido por todas partes el desorden y la inmora-
lidad; ha desvirtuado las leyes, y hécholas insuficien-
tes para nuestro bien estar; ha generalizado los críme-
nes y garantido su impunidad; ha devorado la hacienda
pública y destruido las fortunas particulares; ha hecho
desaparecer la confianza necesaria en las relaciones
sociales y obstruido los medios honestos de adquisi-
144 PROVINCIA
cion: en una palabra, ha disueltola sociedad y presen-
tado en triunfo la alevosía y perfidia.
tLA ESPERiENCiA de todos los siglos nos ensena que
el remedro de estos males no puede sujetarse á for-
mas, y que su aplicación debe ser pronta y espedita y
tan acomodada á las circunstancias del momento
t Habitantes todos de la ciudad y campana: la
Divina Providencia nos ha puesto en esta terrible si-
tuación para probar nuestra virtud y constancia: re-
solvámonos, pues, a combatir con denuedo á esos
malvados que han puesto en confusión nuestra tierra:
PERSIGAMOS DE MUERTE al impío, al sacrílego, al la-
drón, al homicida, y sobre todo, al pérfido y traidor
q,ue tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe.
«Que de esta raza de monstruos no quede uno entre
nosotros, y que su persecución sea tan tenas y vigo-
rosa que sirva de terror y espanto d los demás que
puedan venir en adelante. No os arredre ninguna
clase de peligros j ni el temor de errar en los medios
que adoptemos para perseguirlos. La causa que va-
mos á sostener es la causa de la religión, de la justicia,
de la humanidad y del ói'den público: es la causa re-
comendada por el Todo-rPoderoso: él dirigirá nuestros
pasos, y con su especial protección nuestro triunfo
será seguro.
« Abril 13 de 1835.
«Juan Manuel de Rosas. ^
«
Al siguiente dia, 14, éste dispuso que^ en considera-
ción á que el pueblo debía dedicarse á las funciones
establecidas por la iglesia (la Semana Santa), desde el
25 podrían los buenos ciudadanos seguir demostrando
de todos modos el regocijo que habían probado les
animaba^
DK BUBK03' AIRES 1^5
■ El mismo dia sé anunció en venta el* Himmde los
Restauradores dediosido á Rosas, compuesto por Rive-
ra Indárte, música de don Estévan Massini, y adorna-
do con el reti'ato^ y también éste por separado, así
como la. ovación á, Rosas en el acto de recibir el mando
de gobernador, con la v¡,sta de la plwade la Victoria.
I)esdeel dia de la instalación de Rosas, (boraos gober-
nador, del^ provincia, priucipiaroli las demostraciones
da regocijo y adhesión á su persona y al sistem.aj>seu-
do— federal^ .primero; en la capital, en seguidfi^ e^n los
puebloSi de c^irnpana.y después, en las demás, iprovin-
QÍas,
Las guardias de honor dadas 4 Rosas, para celebrar
su elección al mando supremo de la provincia, fueron;
la 1"^ compuesta de unos 200 ciudadanos de la Sociedad
Popular ReÉtmiradora y mandada por el general! Ma-
riano-Benito Rolon, La 2*, que tuvo lugar el 20 de
abril, se. componía de 6Q gefes y oficiales, que acom-
pañaron á Rosas en la última espedicion contra lós-
indios del sur, entre Jos cuajes se, contaban Ips corone-
les Ramou Rodríguez, Manuel Corvalan y. Pedro íba-
mos, al mando del general Ángel Pacheco. Esta guar-
dia iba acompauada de 75 miembros de la Sociedad
Popular Restauradora. La 3% dada el 22 (abril), era
mandada por el inspector jeneral de armas, A. Pinedo,
formada de jefes y oficiales del ejército de la provincia.
Los generales y éoroneíes figuraban en ellacomó ca-
pitanes, tenientes, sarjentos, etc.; el coronel Joaquín
María Ramiro hacía de tambor mayor. »
El carro triunfal tirado por miembros de ía Sociedad
Popular Restauradora la acompañó hasta el Fuerte,
con el retrato de Rosas al frente.
Por la noche hubo en el Fuerte, un baile dado por
el gobernador á aquellos gefes y oficiales y sus esposas,
hijas etc.: con escJusion de las señoras denominadlas
10 '
tl
146 PROVIKOIA ,
, s unitarias. Lasseñora^s, que asistieron, llevaban la e//-
visa federal al lado izquierdo de la cabeza.
La 4», á&l día S5, era mandada por el oficial mayor
de relaciones' estepiores don Manuel de Irigoyen, y se
' componía de 12Ó empleados de la lista civil y de 50
mierntrós de la Sociedad Popular Restauradora,
La 5**, dada por eí comercio, el 5 de miayo^ compuesta
de unos 500 individuos, sin incluir los miembros de la
referida Sociedad^ en su mayor parte, era mandada por
el prior del consulado (Tribunal de Goitiercio) don Joa-
quin Jftezaval. Esta guar-dia de honor rompió la mar-
. cha desde el cuartel de Paíríc/os, en perfecto orden y
disciplina militar^ basta ed Fuerte, donde^ después de
. los discursos de etiqueta, fué presentada al gobernrador,
^ en unlBi magnifica cartera, lasuma de 30,000 pesos, co-
mo parte de la suscricion pana las viudas ó hijos de
lo!^ que pei*ecieron en la espedicjon oontra los indios.
Las inseripcioaes que aparecieron con tal ocasión
fueron las siguientes: .
* Bajo la protección de nuestro Benéfico Magistra-
do^ progresaron el Comercio^ la Agricultura y las
Artes.
€ El Comercio dé la Provincia^ á su ilustre Protec-
tor— Restauró las lej/eSy^-Venció las Tribus salva^
Jes, y se inmortalijsó.
t El Comercio Marítimo del Pueblo Porteño, d su
digno Restaurador. >
Todas las parroquias de la ;ciudad y campaña
; (siempre con el retrato de Ro^as) dedicaron .funciones
federales al Restaurador de Ia$ Leyes. La de la Mer-
ced fué grandiosa: sobrepasó á todas en lujo y magni-
ficencia; hubo máscalas, carreras, juegos de sortija,
fuegos artificiales, bailes, espectáculos de teatro. En
éstos, se caiTtó, compuesto por don José Rivera Indar-
vte, con la rí>úsíca de don Estévan Massini, el siguiente:
DE BUEirOB AIRES 147
HIMNO DE LOS RESTAURADORES-
CORO
A Iza i oh Patria ! tu frente abatida^
De esperanza la aurora lució;
Tu Adalid valeroso ka jurado
Restaurarte á tu antiguo esplendor*
\ Oh gran Rosas I tu pueblo quisiera
Mil laureles poner á tus piéi^
Mas el gozo no puede avenirse
Con el luto y tristeza que vos.
I Aguilar, y La Torre no existen I
Villafañe el invicto, murió. . • . •
Y á tu vida tal vez amenaza
De un malvado el cuchillo feroz.
CORO, etc.
De discordia la llanaa espantosa
A el pais aínenaza abrasar^
Y ál audaz demagogo se mira
La orgullosa cerviz levantar. '
¿No los ves cómo ledos conspiran?
¿Cuál aguzan su oculto puñal?
¿Cuál meditan la rliína y escarnitr
t)el intrépido y buen federal?'
CORO, etc.
Esa horda de infames |quó quiere?
Sangre y luto pretende ¡qbé horror I
Empañar nuestras nobles hazañas,
Y cubrirnos de eterno baJdon.
¡Ahí cobardérs, temblad: esenvono
Agotéis vuestra saña v rencor^
148
PBOVXKCIA
Que el gran Rosas preside á su pueblo,
Y el destino obedece á su voz.
CORO, etc.
¡ Asesinos de Ortiz y Quirogat
De los hombres vergüenza y horror,
A la tumbd bajad presurosos,
De los Ubres tenoed el furor.
Esos mismos que en Márquez vencieron
En San Luis^ Tucuman y Chacón,
Con la sangre traidora han jur^ido
De venganza inscribir el padrón.
• • . •
CORO, etc..
• • II
Del poder la Gran Suma revistes,
A la patria tú debes salvar;
¡Que á tu vista respire el honrado,
- Y al perverso se mire temblar!
La ignorancia persigue inflexible,
Al talentq procura animar;
¡ Y ojalá, que tu nombre en la historia
Una pajina ocupe inmortal !
É
CORO, etc.
En la parroquia de la Concepción^ su cura el doctor
don Juan León Farragut, terminó su panegírico á Ro-
sas con la décima siguiente:
« El cura de esta Parroquia,
Con tode^ su clerecía,
En ser Federal porfía
Y en ello tiene su gloria:
Hoy renueva la memoria,
Y en presencia del Señóse
Da un testimonio de amor.
DE BÜBNOS AfRBS 149
Pidiéndole con fe viva,
Le conceda larga vida
' Al Señor Gobernador. »
' r * #
En las de San Miguel, y San Nicolás, Concepcípr^ y
Monserrat, etc.^ las conclecoracionc^ de los frentqsi de
las casas fueron espléndidas, sobresaliendo.en.ggsJQy
lujo la casa del doctor don Dalnoacio Velez Sarsfield,
en la calle de la Plata (Rivadavia), desde . el núínero
138 hasta el 144.
' No quedó rincón de. la provincia en. donde dejafa de
haber demostraciones de júbilo por el advenimiento de
Rosas al mando de ella^ hasta en la. Sierra de Gua-
miní. ' . "
Laque tuvo lugaren el cantón de.Tapalqué, eA los
días 25^ 26 y 27 de junio, fué presidida, por el mayor
Bernardo Chavarría, con asistencia de los vecinos,
tropas é indios amigos. El discurso del cacique Ca-
chul fué como sigue:
< Juan Manuel es mi amigo^ — nunca me ha engaña-
do. Yo y todos mis indios morirán por él. Si no hu-
biera sido por Juart Manuel, no viviríamos, como vivi-
nios én .fraternidad con los cristianos y entre ellos
Mientras viva Juan Manuel, todos seremos felices y
pasaremos una vida tranquila al lado de nuestras espo-
sas é hijos. Las palabras de Juan. Manuel son lo mis-
mo que las palabras de Dios: iodos los que están aquí
pueden atestiguar que lo que Juan Manuel nos ha
dicho y aconsejado, ha salido exacto. »
Todos los demás caciques hablaron del rnisrtio mo-
do. Los de los indios Éorágas, que ^e hallaron pre-
sentes en la^esía federal de la Sierra de Güdmirií y
PuerteMayo,prestafon juramento en los término^ si- ^
guientes:— € Sobre nosotros está el Sol, que presencia
nuestras acciones; aquí está la Tierra, que oye nues-
tras palabras; y juramos por parte nuestra, de nues-
tros hijos y de.nueátras esposas qué siempre serelnos
15Q PHOVIlffCU '
amigos de los cristianos y moriremos cantes que ser
infieles á nuestro padre Rosas. »
El 31 de julio se celebró, en el teatro» una función
de aficionados en honor de Rosas. Las piezas elejidas
fueron la trajedia de « Bruto, 6 Roma Libré * y el saí-
nete t Médico Poeta. > Los pápeles de la trajedia
fueron distribuidos como sigue:
Bruto coronel Manuel Pueyrredon
Collatino t Ramón Bustos
Valerio don Pedro Romero (comisarlo de
policía)
Tito € Juan Manuel Larrazabal
Tiberio t José María Aldao
Mamilio. , . . . . < Juan Rafael Viclorica
Tribuno t Juan Moreno (después gefe
de policía)
Senadores « Pedro Ximeno^ (después Qa-
pitan del Puerto)
€ Fernando M. Cordero» (mé-
dico de policía)
f Ángel Herrero (depues comí-
1 sario del Mercado Central
y único)
« N. Robles, eto, etc.
En el sainete, don Antonio Gómez de Castro hizo el
papel de médico.
Los señores don Fernando Oyuela y don Juan Mu-
nilla cantaron un dúo, etc. y el joven Matías Amury,
en el, papel de Fama Argentina^ recitó una* Orfa com-
puesta por don José Rivera Indarte.
El producto de esta función— que sjubió á 5400 pe-
sos— fi4é destinado á la obra y reparación de la cate-
dral.
Las primeras víctimas de la célebre ley de 7 de mar-
?;afuefOíi e^ coronel Paulino Rojas, el teni^nt^ coronel
DB BüBirOB AIBBS 151
Miranda y él sargento Gati2a> que fueron fusilados en
la plaza deJ Retiro el 29 de mayo (1835), como agentes
principales en un complot de asesinar á Rosas, según
1^ Gaceta» , . .
Antes de esta ejecución, Roeas había iniciado el
primer período de su gobierno dictaioríal«^18d5 á
1840 — separando át sus destinos á todos los emplea-
dos, por unitarios unos, por no merecer su confianza
otros y borrando de la lista militar 155 gefes y oficía-
les, induyendoim médico, un cirujano, aspirantes y
pilotines.
En abril (1836) se izó, por primera vez eh el Fuerte,
una nueva bandera con las inscripciones siguientes:
€ ¡ Federación ó muerte!— ¡Vivan tos Fedérales^/ —
¡Muévanlos unitarios y !:^ y adornada con 'loa gorros
de la Libertad. -
Mandó cambiar él trage iie laá Niñas Huérfeinas,
disponiendo que t el vestido había de ser pura ei veí*a-
no, dentro de casa, de listado, que nd tuviese nada de
celeste niverde, y de zaraza, en invierno, con las* ími§-
mas calidades, debietidousarel blanco en4os día^ de
función: . esclavina punjój pañuelo de una y tercia va-
ra, en el invierno de lanilla y>Unsóy y -én el veí'ano, de
•espumilla del mismo color^ llevando un moño también
punssó ai lado izquierdo de ía cabeza en todo tiempo. >
Ordenó que la!s notas oficiales y^ todos las Solicitudes
de interés particular llevasen el encabezamiento al
frente de / Vita la Federación^ I y enseguida año tal
de la Libertady tanljos de la Independencia y tantos de
la Confederación Argentina:— el uso de la ehttapun^ó
á los preceptores, empleador y niños d^e las escuelas
pú Micas y pfttrticülarés.
Decretó que quedase abolida para Siempre lá pena
de pérdida y confiscación general' de 'bienes en todos
los casos, sin escíepcion alguna, no pudíendo aplicarse
para castigo de ninguna clase de delito^.
152 PBOvnvcrA
Dispuso que en todas las escuisias públicas del Es-
tado y particulares de ambos sexos se adoptase la for-
ma bastardilla española:
Que todo ciudadano que tuviese que prestar juramen-
' to, para servir bien y lealmente el empleo, cargo ó dos-
' tino quese le confiriese, había de jurar al mismo tiem-
- po, ser constantemente adicto y fiel á la causa nacional
de ha Federación y y que no dejaría de sostenerla y de-
• fenderla en todos tiempos y circunstancias y por cuan--
tos medios estuviesen ásus alcances:
Que las notas oñcíales fuesen dirigidas en medio
. pliego y con oblea punsó^ fundándose en que, al paso
que era gravoso al erario, embarazaba también consi-
derablemente las oficinas y aumentaba otro tanto los
volúmenes en los archivos.
Mandó cerrar toda comunicación con la provincia
de Córdoba^ no pudiendo salir de Buenos-Aires para
aquella, pero sí entrar, de$de el 31 de julio hasta el 1^
¡de octubre de 1835.
Decretó (14 de octubre de 1835) la venta, pública de
las tierras de temporalidades y fincas del Estado, que
se pudiesen enajenar.
Por ley de 22 de marzo de 1836, se acordó, por pri-
mera vez, á la población de Bahía Blanca su concur-
rencia á la representación de la provincia por medio de
un diputado, formando entonces la XIV sección de
campaña^. .
Por decreto de 14 del mismo mes quedó prohibida to-
da clase de bandolas en las plazas de la Victoria y 25
de Mayo,
Por otro de 27 de enero del mismo año se había pro-
hibido toda comunicación con el canónigo de la catedral
de Buenos^-AireSj residente en Montevideo, doctor
Pedro Pablo Vidal, por haber sido quien remitiera al
Rosario de Santa Fe y haber hecho introducir en va-
rios pueblos de* la Confederación el folleto anónimo, ti-
DB ÉÜBNOS AIBBS ; 153
tillado Federación^ Constitución y Nacionalisaciony
con el objeto de convulsionar la República, encen-
diendo en ella la guerra civil (V. Provincia de Santa
Fe.) ^
Para obtener el grado de doctor era requisito indis-
pensable acreditar previanrtente, ante el gobierno haber
sido sumiéo y obediente á sus superiores en la Univer-
sidad, durante el curso de sus estudios, y haber sido
y ser notoriamente adicto á la Cítusa neícional de la
pseudo'Federacion.
Mandó levantar (20 de mayo) un censo en la ciudad y
campaña, debiendo practicarse, como en efecto se
practicaba, igual operación todos los años, escepto el
de 1837.
Disolvió el Banco Nacional (30 de mayo), por haber
terminado la carta de su institución y estar la moneda
corriente esclusivamente garantida por el gX)bierno,
quien era deudor de ella al público: — Varió (30 de ma-
yo) los nombres de las calles de la Biblioteca, por el
de Calle del Restatn^ador Rosas (hoy Moreno)\ la
la déla Florida, por el de Calle del Perú; ésta, por el
de Calle de Representantes, y la de la Plata, por el de
Calle de la Federación, (hoy RHoddaoia).
En abril de 1849, algunas de esas calles sufrieron
variación en sus nombres', como sigue:
Calle del Restaurador Rosas, sostituida con la ins-
cripción siguiente 1 1612— Calle San Francisco.»
Esta variación, en que estaba inscrito el año de 1612,
ftié con el objeto de recordar la época de la fundación
del convento. (Hoy se denomina < Moreno. >)
' La plaza denominada antes «del Restaurador Ro-
sas,» recibió también variación, sostituyéndose por
Plaza * General San Martin^ » con la inscripción
siguiente: « Desde 12 de diciembre de 1816 — Hasta
el 12 de febrero de 1817 — Jornada db los Andes —
Pla^a 4 GfeNÉRAL San Martin. >^ Procurándose' per-
154 PHOVIKOIA
I
.' peinar en esta inscripción uno de los hechos gloriosos
y uno de los muchos servicios importantes que aquel
general rindió á la causa de la independencia de su
patria. fHoy se denomina c Monserrat»)
La calle déla Catedral fué variada con la inscrip-
cion siguiente: — « Primera fundación— 1668 - Segunda
fundación— 1753— Santa Iglesia Catedral — Calle
€ San Martin.»
Esta inscripción tenía por objeto recordar la época de
la erección del templo de la iglesia catedral, y la se-
gunda fundación, que tuvo >ugar el año de 1753, é
consecuencia del desplome acaecido á las siete de la
mañana del 24 de mayo de 1752 — Y se dio el nuevo
nombre en conmemoración, homenagey reconocimien-
to á nuestro glorioso patrón San Martin.
La calle, que antes se decía a de la Universidady
se denominó < Santa Rosa, » colocándose la inscrip-
ción siguiente;— «1816-7- Se¿íem6/'e 14— Calle c Santa
RosAj » teniendo por objeto recordar que el 14 de se-
tiembre de 1816 fué sancionada la ley que declaró á
aquella santa por patrona déla América, (Hoy Bolí-
var).
La Calle del ?5 de Mayo c fué variada del modo
siguiente:— < 1810 — Mayo 25 — Calle Mayo; en el inte-
rés de que siempre se recordase el glorioso 25 de mayo
de 1810.
En la calle antes citada < del Restaurador Rosas,»
desde la Plaza « General San Martin » al oeste, se-
varió aquella denominación, sustituyéndola por lade
t General López, > con la inscripción siguiente : —
tl829— -46n¿ 26--Galle General López» queriendo
con esá^iecha perpetuar uno de los muchos hechos del
general Estanislao López, que en tal. dia derrotam á
los del movimiento revolucionario del 1° de diciembre
de 1828 (Hoy es < Moreno > continuación).
En la Calle de Boíost hasta enco-iatrar. la de Buen
DB BUBNOS A1RB8 155
Orden, se varió, denominándola Calle Santa Clara^
con la inscpípcion: — €1806-- 12 de agosto--^ Calle
Santa Clara,» teniendo por objeto recordar que
en esa fecha ó fué cuando la heroica ciudad de Buenos
Aires, se reconquistó, por sus fieles hijos, del po-
der británico. Es de advertir que desde las cuatro
esquinas de la calle del Buen Orden hacia el oeste,
continuó denominándose «Calle Potosí, > en toda su
prolongación de este á oeste. (Hoy Ahina).
La calle de la Reconquista fué igualmente variada
con la denominación de Calle < La Defensa, > con la
inscripción:— 1807 — Calle «La Defensa, > por ser esa
calle en donde principalmente se hizo la heroica defen-
sade esta ciudad e^ el año de 1807, en que fué invadi-
da por un ejército aguerrido y valiente de 12500 ingle-
ses, compuesto todo él de tropa de línea.
A la calle que se denominaba de la Paz se le hizo
la variación de Calle La Reconquista^ con esta ins-
cripción:-- 1806— Calle La Recqnqüista; por recordar
la calle principal de la entrada triunfante de nuestras
tropas de milicias, contra las armas del poder britá-
nico en BU primera invasión á ^ta ciudad.
La de Belgrano^ desdé donde cruza la del Buen. Or-
deny en dirección al oeste, se varió en «Calle Monser-
rat, p con esta íncripcion: — c 1769 —Calle Monserrat, >
en recuerdo de aquel templo; advirtiéndose que dicha
calle, desde las cuatro esquinas de la del Buen Orden^
hacia el este, continuó denominándose Calle Belgrano
como lo es ahora en toda su prolongación de este á
oeste.
A la calle antes de Venesuela^ de este á oeste, hasta
la del Buen Orden, se le cojocó la inscripción: —
1725— C^Ue Santo Domingo, para recordar el año de
la fundación de este convento.* Desde la boca-calle
de la del Buen Orden al este continuó denominándose
^^Calle Venezuela^ como ahora se denomina toda eUa-
156 PROVIWCIA
• ■ .1
La calle de Cangallo conservó este nombre desde
las cuatro esquinas de las Artes al oeste; y desde és-
tas para el este se denominó Calle La Merced, lle-
vando esta inscripción: — 1768 — Calle < La Merced, *
para recordar la fundación de este templo. (Hoy es
Cangallo en todaéu prolongación de este á oeste.)
El gefé de policía, don Juan Moreno, á quien Rosas
encomendó la variación, á que se acaba de hacer refe-
rencia, nó pudo hallar datos ciertos de la época de la
fundación de los templos, pues la que da del de Mon-
serrat no es la de su erección, sino |a de la fundación
del curato.
He aquí una lista de todois los gobiernos provinciales
que, hasta julio de 1836, manifestaron completa con-
formidad de principios políticos, en el sentido de la
pseudo— federación:
Buenos- Aires— Don Juan Manuel de Rosas, encar-
gado de las relaciones esteriores de la República; go-
bernador, investido con el título de Restaurador de las
Leyes. Ministerio: — Relaciones Esteriores, doctor
Felipe Arana— Gobierno: — don Agustin Garrigós, en-
cargado de la cartera— Guerra y Marina; general
Agustin Pinedo, encargado dé la cartera— Hacienda: —
don José M&ría Rojas.
Santa Fe: — Don Estanislao López, gobernador, y
don Domingo Cullen, ministro general.
Entre-R'ios:— Don Pascual Echagüe, gobernador,
y don Evaristo Carriego, ministro general.
Corrientes: — Don I Rafael Atienza, gobernador, y
don Ensebio A. Villagra, ministro general.
CókDOBA:— Don Manuel López, gobernador, y don
Cnlisto María González, ministro general.
San Luis:—don José Gregorio Calderón, goberna-
dor, y don Rumualdo Arez y Madez, ministro general.
Mendoza:— Don Pedro Molina, gobernador, y don
Juan de Rosas, ministro general. '
' DB BUJSKOS AIRES 157
I
San Juan: — dan Nazario Beaayidez, gobernador^ y
don Aman Rawsou, ministro general.
R(oja: — don Jacinto Rincón, gobernador, y don
Francisco Ersilvengoa, ministro gisneral.
Catamarca:— don Fernando Villafafie, gobernador,
y don Napoleón B. Bonetti, ministro generaí,
Santiago del Estero:— don Felipe Ibarra, gober-
nador, y don Adeodato de Gongra^ ministro general.
Tucuman: — don Alejandro Heredia, gobernador, y
don Juan Bautista Paz, ministro general .
Salta: — don Felipe Heredia, gobernador, y don
ToribioTedin, ministro general.
JüJüí:— don Pablo Alemán, gobernador, y don Bru-
no Oro, ministro general.
La función del patrón San Martin, celebrada el 11
de noviembre de 1836, en el templo de la Catedral, cu-
ya obra interior acababa determinarse por la empeño-
sa asiduidad y zelo del canónigo doctor Saturnino
Seguróla, fué muy notable. Asistió á ella la comitiva
de los gefes y oficiales del ejército espedicionario del
Sur, presidida por el que á la razjon desempeñaba las
funciones de mayor general de aquel ejórcito-^Pache-
co— Este llevaba en 'sus mahos la bandera que flameó
en Choelechoel, en Balchitas y en el afamado cerro de
Payen; los dos gefes de mayor graduación, colocados
á derecha é izquierda del referido mayor general, lle-
vaban, el uno, la coraza del délebre cacique Chocorí, y
la espada de honor, acordada al genei^al en gefe por la
representacion^provincial, y el otro conducía la meda-
lla' decrelada también. por la sala al mismp general, y
el arco, las flechas y la lanza del cacique del Chaco que
rqmitió, al general en gefe de dicho ejército espedicio-
napío del Sur, su amigo y compañero el brigadier dpn
Estanislao López.
Ostentábanse á la ocasión las banderas tomadas á
los españoles por los ejércitos de esta República en
158 * t>ROTIKCIÁ
Chile, Alto y Bajo Perú, durante la guerra de la inde-
pendencia.
(Las dimensiones exactas de la catedral son como
sigue: — Largo de la iglesia^ desde la puerta principal
hasta el altar mayor — 300 pies españoles^ ó sea 100
varas Burgos, ó sea 86 metros.— Ancho de la mis-
ma,— 150 joíés españoles, ó sea 50 varas Burgos, ó sea
43 metros.— 'Alto de la cúpula^ desde el pavimento
hasta el pié de la Linterna — 132 pies españoles^ ó sea
44 varas Burgos.^ Alio de la Linterna — 18 pies, ósea
6 varas; lo cual, agregado á los 132 pies, hace el alto
total de la cúpula!^ pies, ó sea 50 varas, ó sea 43
metros.
Los artistas fueron don Juan Mariano Pisarro,
los dos hermanos Guerra, J[usto g el nfaestro Pedro^
quienes ejecutaron los adornos y pinturas de las imá-
jenes y altares y el dorado de las columnas. Los se-
ñores Mitchell y Fulfon dibujaron y ejecutaron la
obra de carpintería. Air. J. J. Fay pintó los con/e-
sionarios, las puertas de -entrada, etc. Don Santos
Sartorio fué el arquitecto principal de toda la obra.
Ordenó (26 de agosto) la entrega del Colegio (San
Ignacio) álos seis jesuítas que acababan de llegar de
Europa^ para que vivieran en él según las reglas de su
instituto, asignándoseles ppco después la cantidad de
450 pesos mensuales y facultándolos para abrir aulas
publicad.
Acordó (17 de setienibre) una medalla de oro y otra
de plata á los encargados por el gobierno de la asis-
tencia, en la Isla de Martin García, de los canarios in-
festados de una ñebre contagiosa, de la que murió ano
de los empleados al efecto, con la inscripción siguien-
te € Salvó d sus semejantes con riesgo de su vida, » en
el anverso, y en el reverso < ISSQ-^Canarios á pun^
to de perecer, > y al capellán José Acosla^ que snurió
del contagio, la misma inscripción sobre la lápida de
DB ^ÜBüTOa AIRES 159
sa sepulcro, variando las palabras con riesgo por las
de á costa.
Incitó alobispo diocesano á que los predicadores,
al fin de cada sermón ó plática, exhortasen al pueblo á
mantenerse firme en la defensa del sistema pseado--
federal (7 de diciembre) y ellos, de su cuenta, agrega-
ban laudatorias en honor del Ilustre Restaurador-^
con el fin de congraciarse su beneplácito.
Ordenó (13 de febrero de 1837) se cerrase toda comu-
nicación entre la República Argentina y las del Perú
y Bolivia, no pudiendo nadie pasar del territorio argen-
tino al boliviano, por el hecho de haber, el general
Sania Cruz, reunido ambas Repúblicas en una sola
(bajo la denominación de Confederación Perü-Bo^li-
viÁnet)^ y por los preparativos de guerra y acantona-
mientos de tropa sobre la línea divisoria de esta Re-
pública y la de Bolivia. Y el 19 de -mayo declaró la
guerra al gobierno del general Santa Cruz, por haber
violado el territorio de la Confederación, permitiendo
penetrar en él partidas de tropa de Bolivia al mando
de gefes bolivianos, destinadas á despojar por la fuer-
za á ciudadanos argentinos, de cantidades de dinero,
y por el hecho de haber ocupado el» Perú con un ejér-
cito boliviano, abusando asi de la libertad é indepen-
dencia de los Estados americanos, de que el gober-
nador Rosas se había constituido defensor. Los
efectos de esa d¡sposici(i>ñ cesaron, con la terminación
de la guerra, por decreto de 23 de marzo de 1839.
• Sobre el general José Maria Paz, que había estado
preso en la VHla de Lujan, los gobernadores de las pro-
vincias pedían su ejecución, pero Rosa^, con Itt mira
de salvarle y de atraerle quizá á su potítica, trató de cal-
mar el entusiasmo federal per^aeidienáo' a\ goberna-
dor López, de Santa Fe,* le mantuviese solo en arresto
y después le enviase ala Villa de Lujan. Alojado en la
oasa del Cabildo, se le permitió vivir con su esposa y
160
FROVIMCIA
fute atendido con la mayor considéracíoa posible, de
conformidad ásu situación, mandándosele libros por
orden de Rosas, pagándosele el consumo de vkio y
abordándosele el sueldo íntegro de general. Puesto
en libertad, el 20 de abril de 1839, Rosas le dio el rango
de general en ^1 ejército de Buenos Aires, de donde
fugó á principios de julio del mismo año (1839), de-
jando una caHa para el ministro Arana, manifestán-
dole su gratitud y asegurándole que nunca tomaría las
armas contra el gobierno argentino.
El general Juan Thomond O'Brien, participador en
la guerra de la independencia, había sido comisionado
por el presidente de Bolivia, general Santia Cruz, para
que tr'atase de formar un tratado de comercio con la
República Argentina. El objeto de este tratado era
ofrecer á las diferentes provincias, libre acceso á sus
ganados, muías y producciones naturales del pais, re-
cibiendo en cambio pesos.de Potosí. Los gobernado-
res de las provincias del interior accedieron gustosos
á la propuesta de O'Brien, manifestándose corpplja-
cidos de la acertada elección hecha en la persona de
éste. Por todas las ciudades, por donde pasaba,, des-
de Lima hasta Buenos-Aires, los gobernadoras res-
pectivos, sus antiguos compafxeros de la guerra de
la independencia, le recibían con toda clase de obse-
quios, particularmente pl de Salta, F. Heredia, qu.e Ic
dio un banquete, baile y una revista dQ tropas,
A su llegada á. Buenos Aires, O'Briea fué recibido
con tpda atención por los ministrps de Rosas, á cuya
consideración sometió el tratado convenido con las
demás provincias y á quienes mas inmediatamente
interesaba.
RosaSj desechó aquel tratado, porque habia ya de-
clarado la guerra al general Santa Cruz, cosa que
, Q' Brien ignoraba.
Habiendo así ^falladq lia negociación^ Q'Brie;i,,cuyo
DB BUBKOS AIRBS 161
fin al visitar á Buenos Aires no era otro/ resolvió
abandonar el país. Para el efecto, ocurrió á la policía
en solicitud de su pasaporte, y á la tarde del mismo
dia tuvo la visita del gefe del departamento, Víctofica,
acompañado del coronel Pereira. Estos, que iban ar-
mados, le dijeron que Rosas deseaba hablar con él.
O'Brien los siguió, y en vez de conducirle á casa de
Rosas, lo llevaron á la* Cunüy dónde fué encerrado,
metido en una celda, de la que no salió sino á ios seis
meses y 25 días. El ministro inglés, señor Mande-
ville, á pesar de sus esfuerzos, no pudo conseguir su
soltura. ,
Rosas se oponía á ponerle en libertad, alegando, por
única escusa, que la detención de O^Brien solo era por
precaución^ porque había oido decir y creía que el
objeto de su venida á Buenos Aires era el de hacer
una revolución) trayendo para efectuarla quince mil
onzas. O'Brien no llevaba encima mas que 5,000
libras esterlinas en letras sobre Londres.
El fin deO'Brien estaba ya resuelto por Rosas, á
quien el doctor Maza no pudo hacer desistir, ápesar de
tod,oslos argumentos que empleara,- hasta que éáte
refirió el hecho á la esposa de Rosas, doña Encarna-
ción, quien inmediatamente fué á arrodillarse á los
pies dol gobernador intercediendo por el preso. A es-
ta intercesión debió O'Brien solo la demora que sirvió
para su salvación.
A mediados de diciembre de 1837, llegó de PaHs
una carta del general San Martin á los ministros de
Rosas, en que se recapacitaban los servicios prestados
porO'Brien, á quien habían sido confiadas las bande-
ras que ostenta la catedral de Buenos-Aires, habiendo
estado encerrado durante once dias en una casucha en
la Cordillera de los Andes, durante una tormenta de
nieve, sirviéndole esas mismas bandejas de únicas
cobijas^ de noche, banderas que le costaron mucho sa-
]162 PBOYXNCU
crifíclo para ganarlas y mucho para coaservarlas; en
suma, San Martín terminaba diciendo que sus muchos
años de esperiencia le habilitabais á pQder asegurar
queO'Brieni era hombre incapaz de intriga ó de des-
honra.
Esta carta del general San Martin tampoco le valió
paJ^a conseguir su libertad, si bien es posible que haya
.servido para saJ.varle la vida. Fué un despacho del
lord Palmerstop, ministro de relacionas esteríores de
. la Qran Bretaña, insistiendo sobre su inmediata liber-
tad, lo que hizo se le abriesen las puertas de su prisión
en la mañana del 35 de diciembre de 1837. . £1 gefe de
policía, Victorica, le entregó la orden de su soltura,
con la condición de que había de dar una fianza de
60,000 duros, y que al salir para Inglaterra no había
de tocar en Montevideo, ni en Rio Janeiro.
Exoneró (5 de octubre de 1837) del servicio militar á
los ciudadanos que en el año de 1820, pertenecieron á la
División de Colorados que él (Rx)sas) ñnandaba, acor-
dándoles una 'medalla de plata, para, los gefes y oficia-
les, y delaten, para los demás, con ía anacronística
inscripción: t/Viva la federación /---Provincia de
Bue/ióa-'AireSy » con las armas de la Confederación
prladas; y en el reverso— t A loe Restauradores de
las Leyes en 1820. »
Los primeros restauradores no fueron los que en
1820 contribuyeron al restablecimiento de la autoridad
legal del gobernador Martin Rodríguez, sino los que,
á las órdenes del comandante, Francisco Savos, triun-
faron, cou heroica intrepidez, de los perturbadores de
la pública tranquilidad en la jornada del 7 de noviem-
bre de 1816, en las inmediaciones de Córdoba (Véase
esta provincia,) Y en demostración de i'econocimien-
to de los pueblos de la Union Argentina, el Director
Puyrredon les acordó el uso de un escudo en paño ce-
leste con letras de oro, llevando la inscripción siguien-
te: floNOR Á LOS Restauradores dbl Orden.
DB BUSNOS AIRBS i 163
Sia' embargó. dé eso> Rosaifc^ñctontí'ó mals doavanien-
te mcurrir, á sabiendas, en el anajcronisitío de titular-
se el primar restaurador y de qu« tanto hizo alarde
durante todo su gobierno, en la seguridad de que nadie
se habría de atrever á rectificarlo. Sus enemigos po-
líticos se limitaron á disminuirla importancia dé la
restaura/cion del óinlen legal en 1820, pero ninguno
manifestó tener en cuenta el anacronístxio que pdr pri-
mara ves se haoe conocer.
Como gobernador de Buettos^-Alrés, encangado de
las relaciones éstetiores de la República y poresí)ecial
autorización de los gobiernos de la Confederación Ar-
gentina, sometió ajuicio á los ótratvo hermanos Reina-
fé, por la circunstancia de haber sido uno de ellos go-
bernador de una provincia federal, formalidad de que
hizo tíomptetaprescindencia, mas adelante^ para con los
gobernadores Cullen, de Santa Fe, Briauela, de la Rio-
ja, Cubas, de Catamarca, Avellaneda,de Tucumaii, etc.,
quienes fueron bárbaramente sacrificados, sin la mas
mínima consideración. Y el 9 de octubre ordeeó la
ejecución de la sentencia de muerte eii laá personas
de los referidos Reinafé, Santos P^ez^ ato. )a«i|tores,
ejecutores y cómplices de la mortandad perpetrada^ el
18 de febrero dé li835, en ei general Juan FacuiddK^Qui-
roga, general y doctor José Santos Ortiz y ©trtís, en
Barranca-^Yaco, la <^ual tuvo lugar el 26 de octubre de
1837, en la plaz^ de la Victoria, lade uaos, y icn la de
Marte (Retiro, hoy General Ban Martin)] la da Los de-
más.
La señora doña Encarna^íion |Ezcür^a de Rosas, es-
posa del Restaurador de las Leye's, falleció en la noche
del 19 al 20 de octubre de 1838, y su cadáver, colocado
dentro de un ataúd de pino forrado dé raso blanco, con
almohada v colchón también de raiso del mismo coíór,
con tin segundo de plomo y lin tercero de caófba ¿u-
'bierto de tet*6ii:)peló negro, fué condncido en procesión
164 PBOYIVOtA
¿las 8 de la noche del 21 á la Iglesia de San Francis-
co. Las tropas, foi*madas á la izquierda de la línea de
procesión, que se estendía desde la casa de Rosas,
actual casa de gobierno provincial, hasta la iglesia,
llevaban candiles los soldados y hachones loso;ficiales.
La línea de la derecha de la procesión se componía de
ciudadanos, todos descubiertos, llevando un hachón
cada uno. El ataúd era cargado alternativamente por
varios caballeros, é iba precedido del obispo de la
diócesis, doctor Medrano, y del de Aulon, doctor Esca-
lada, los dignatarios de la iglesia y clero, inclusos los
frailéis franciscanos y dominicos, cantando la oración
de los muertos. El duelo lo encabezaban los ministros
de relaciones esteriores y de hacienda, doctores Arana
é Insiarte, y á uno y otro costado el ministro plenipo-
tenciario de S. M. B., señor Mande ville; el encargado
de negocios del Brasil, señor Lisboa; el cónsul general
de Cerdeña^ barón Picolet erHermillon, y Mr. Slade,
cónsul de los Estados-Unidos: éste y el)inglés, de todo
uniforme. Los generales Pinedo, Guido, Vidal y Ro-
lon y todo el Estado mayor del ejército iban de traje
deparada, y los generales Soler y La Madrid en el
de ciudadano. Terminada la ceremonia fúnebre, el
ataúd fué depositado en la bóveda bajo el altar mayor.
La concurrencia á este acto se calculó en número de
25000 personas y el de los que llevaban hachones pa-
saba de 1000.
El dia del entierro, fueron izadas á media asea las
banderas de los agentes estrangeros en esta ciudad,
y como señal de respeto ala memoria de la finada, los
teatros no funcionaron en 'las noches del 20, 21 y 22.
Al dia siguiente del fallecimiento de esa señora los
jueces de paz de la ciudad, por sf y á nombre de los
ciudadanos de sus respectivos distritos^ presentaron
una. petición á la Sala de Representantes, solicitando
se tributasen é la esposa del gobernador los hono-
resdesignados á los capitanes generales.
DB BÜBNOS AlBES 165
9
^ La Junta, notando que el gran ciudadano^ co-
lumna del orden y de Im liberladeSy coni^agraba á
los negocms públicos aun aquellas horas destinadas al
descanso y que durante toda la noche, en que se halla-
ba en su despacho, nadie guardaba su persona, resol-
. Tió dirigirse al Restaurador, á fin de que éste tuvie-
se á su inmediación una guardia, en precaución de
un fatal suceso, cuyas funestas consecuencias se-
rian de inmensa trascendencia á toda la República en
- general.
El gobernador Rosas, al agradecer á los Represen-
tantes la demostración del interés que los animaba por
la conservación de su existencia, defirió á aquella insi-
nuación, disponiendo que en la casa de su morada hu-
biese una gnardia de 6 hombres, que él consideró
suficiente, para llenar el objeto que aquellos tuvieron
en vista al dictar su resolución.
En el mismo año (1838) mandó cesar (17 de abril)
la casa de Espósitos y suspender (27 id) los sueldos de
los preceptores de las escuelas publicas de varones y
, niñas en toda la provincia, y denlos profesores de la
Universidad, durante el .bloqueo. Cesó éste, peroaque-
. lia disposición continuó en vigor^ hasta después de la
caida de la Restauración pseudo-federaL
Con motivo de dar cumplimiento á una ley, dispo-
niendo honras fúnebres á la señora doña Encarnación
Ezcurra de Rosas, el gobernador fué impedido de re-
. glamentar el ceremonial que habla de observarse; en
su consecuencia, el doctor Maza, Presidente de la Sa-
la, ejerció el P. E. el 15 de noviembre, de conformi-
dad á la ley respectiva, que mas adelante se cita.
fldss— Dr« MANÍTEi, v. BE MAZA, Presidente de la
Sala de Representantes, en ejercicio del Poder Ejecu-
tivo^ por impedimento del gobernador Rosas^ el 15 de
noviembre, de conformidad á la ley de 23 de noviem-
bre de 1837.
166 PROVIlKOtil
El doctor Maza eferció el Poder Ejeciuitiyo, al solo
efecto de decretar los regios honores fúnebres destina-
dos á la esposa del gobernador Rosas, iguales ó supe-
riores á los de un capitán general. El funeral se ce-
lebró, en el templo de San Francisco el 20 de noviem-
bre con asistencia del gobierno encabezando el duelo,
en seguida la Comisión de la Sala de Representantes
y la familia de Rosas, ki Cámara de Justicia y todo3 los
demás empleados de lía Administración y los ciuda-
danos invitados; el general Manuel Oribe ex-Presiden-
te de la R. O. del ü. con sus ^x-ministros; el cuerpo
diplomático estrangero, los cónsules, etc.^ etc., qon
formación de tropas desde la casa mortuoria hasta el
templo, por las calles del Restaurador (Moreno) Uni-
versidad (Bolívar) y Poto$í (Alsina); salv^ fijnebre y
el disparo de un cañonazo^ desde las doce del dia de
la víspera, cada media hora, y tres descargas durante
el oficio fúnebre. £1 ejércitb en campaña había de
rendirlos honores correspondientes, en sus respecti-
vos cantones.
La escuadra brasilera, surta en valizas esteriores,
conservó la bandera á media asta el día de los funera-
les, contestando á todas las manifestaciones de duelo,
, que hizo laartilleria de la plaza, y rindieado asi los
mismos honores que en el imperio se tributan á una
princesa heredera de la corona.
Los gobiernos de las provincias manifestaron su
acerbo dolor por el funesto aconteóimienío de haber
fallecido la Heroína de la Federación, la gran ctu^
dadana. ... la señora eséraordinaria, á quien la muer^
te debía ciertamente haber respetado^ que había hecho
grandes é importantes servicios al país y á la santa
causa de la Federación, siendo el terror de los péf<
fidos saloajes unitarios; etc, etc, etc.
El doctor Maza, secretario del gobernador en cam-
paña, ex-ministro de Gracia y Justicia, camarista juez
1>B ttmUfOB AIRES 16T
especial comisionado para el pfoteso de Barrarwja-
Yaco, presidente de la cámara de Justieía y' de la Jan-
tade Repregentantes, etc. muere asesinado eti él mis-
mo recinto de la Legislatura por el capitán Gaetan y
" Moreíra (a) el sardo, á los siete ineses y doce días de
firmar aquellos decretos.
propietario, impedido el 15 de noviembre, con motivo
délas disposiciones qu^i, pdra el funeral de su esposa,
habían de dictarse, en cumplimiento de la ley sanciona-
da al efecto; reasumiendo el gobierno al siguiente dia,
16.
En ejercicio del P. E» ó sin estar en él^ Rosas fué el
único mandatario real y positivamente que dominara
la provincia de Buenos-Aires y aun dq ía Confedera-
ción, desde el 24 de junio de 1829 hasta el 3 de febrero
de 1852, Por mas que se vea á otros figurar con el
titulo de gobernadores, lo eran solo en el nombre.
El afto de 1839 recuerda actos dolorosos, como re-
sultado de la honda división política que existia entre
los resistas y sus contrarios. Todos los herijicos es-
fuerzos de éstos fracasaron ante el gran pod^r de Ro-
sas, no solo en la provincia sino tan^bien en casi.tQda
la República. Dentro de la provincia, sus tentativas
fueron desgraciadas cuando la conspiración encabe-
zada por el teniente coronel Ramón Maza y otros, de
que mas adelante se hablará, y cuando la revolución
del Sur. Y fuera de ella, no lo fueron menos en Pago
Largo y en el Arroyo Bacacuá. Rosas tenía además
espías, bien remunerados, entre sus enemigos políti-
cos, los cuales pasaban. por muy unitarios. En carta
de 9 de junio de 1839, tomada á consecuencia de la der-
rota de Echagüe eii Cagancha (29 de diciembre de
1839) Rosas deciaáéste lo siguiente: < El sugeto con
quien la he mandado (refiriéndose á una carta) es un
unitario espía nuestro de confianza y persona de res-
168 PROVIUCIA
peto para los unitarios, por lo que ni baü de foliar que
va en esta comisión y otras importantes; y como es
hombre muy capaz de llenarlas, no seria estraño que
algo consigamos. En este sentido y en el de dividir-
los^ y tenerlos en descotníianza á unos de otros, en
confusión y desorden, tengo en Montevideo otroB suje-
tos, de quienes tampoco han de desconfiar. Quizá
también se realice una empresa .algo arriesgada que
encomendé á otro, y que ayer se presentó en la escua-
dra francesa, como fugado de ésta. Si la consigue,
puede ser que se presente á usted, según el punto en
que se halle. *
Don Domingo Cullen, ex-gobernador de Santa-Fe,
mandado derrocar por el mismo Rosas, hallándose
asilado en Santiago del Estero, en casa de su amigo el
gobernador Ibarra, fué remitido por éste, con una bar-
ra de grillos, á las repetidas instancias de Rosas. Es-
te había comisionado desde Buenos-Aires á su ede-
caíi, el coronel Pedro Ramos, para que, acompañado
de un piquete de tiradores y del clérigo de San Nicol^g
de los Arroyos Ramón González Lara, esperase la
llegada de Cullen en el Arroyo del Medio y allí lo fusi-
lase inmediatamente, dándose cumplimiento á esa or-
den el 22 de junio.
A los cinco dias, en la nophe del 27 de junk) fué ase-
sinado, en el mismo recinto de la camarade Represen-
tantes, su presidente el doctor Manuel Vicente Maza,
á quien se suponía, no sin fundamento, complicado en
una conspiración proyectada contra la vida del gober-
nador Rosas; yantes de amanecer laniañana del dia
siguiente, 28, su hijo el comandante Ramón Maza^era
fusilado en la cárcel de esta ciudad, como gefe de aque-
lla conspiración. En ésta figuraban también don En-
rique Lafuente, don Carlos B. Tejedor, don Jacinto
Rodríguez Peña, don Santiago Albarracin y don Ra-
fael Jorge Corvaían, hijo del general.
DK (BÜB170S AIRES y 169
Rosas, h\ obrar así, creyó ejercer u a acto de justi-
cia, ala vez que de clemencia, ahorrando la sangre de
muchosj caso de abrirse un proces'iS. Prefirió, pues,
sacrificar á dos amigos íntimos antes que iniciar el
tal proóesd que indudablemente habría causado mu-
chas mas víctimas.
Además de los arriba nombrados, conspiraban tam-
bién contra Rosas el mismo doctor Maza, que era el
gefe del club central y al que no todos tenían acceso,
los clérigos don Valentín San Martin y don Valeiitin
Gómez, don Gervasio Rosas, hermano del gobernador,
don Juan B. Peña y muchos pérsonages notables del
partido denominado Lomos Negros^ que eran anti-
decembristas y que formaron causa con los decembris-
tas ó antiguos unitarios. Hasta había señoras inicia-
das en lo que ya no era secreto. Faltóles el general
Lavalle y todo se desconcertó, descubriéndose la cons-
piración por denuncia hecha por el coronel Nicolás M.
Fontes, mayores Nicolás M. Fontes, Nicolás Medina y
Paulino Medina^ quienes, apar su servicio de impor-
tancia rendido á la causa de la libertad y honor del
continente americano^í) fueron recompesados . coa la
cantidad de 15,000 pesos cada uno de la Tosorería de la
provincia.
El doctor Maza pudo huir de Buenos-Aires, para lo
cual Rosas le dio tiempo de sobra y aún empleó los
medios para hacérselo entender, por conducto del cón-
sul americano Mr. Alfredo M. Sladey por otras per-
sonas bien intencionadas. Todos los indicios le mani-
festaban de un modo evidente que su vida corría
peligro con la efervescencia populctr^ de que Rosas,
según decía, no podía responder, ni evitar. Rosas
tenía en su poder, desde el 23 de junio, víspera de la
prisión del coronel Maza, las cartas que el doctor Va-
lentín Alsina y el comité argentino de Montevideo
enviaban al doctor Maza, por conducto de un diploma-
170 PROTIIÜCXA
- tico estrangero, del )a intimidad del gobernador. Maza,
^por 9u amor paternal, desoyó el sano consejo, negán-
dose á aceptar la invitación que se le'hacía de embar-
carse en uno de los buques de la estación norte^ameri-
cana en el Rio de la Piata y trasládalas» adonde él qui-
siera. Su contestación fué: «No; si lo hago, cmpeo-
t ro la situación de mi hijo, cuando- ooi obligación es
< hacer cuanto pueda por salvarlo: si me buscan, aquf
c estoy; si me matan, me metarán en mi puesto. > En
electo^ fué' mueíTta en su puesto, entre seis y siete de
la tarde (27 de junio), y su hijo, el coronel, fusilado en
la cárcel á las tres de la mañana del 28, Llevaba éste
levita negra, ch^.leoo punzó y pantalón azul con vivo
también punzó.
Mientras tenia lugar el asesinato oficial del docdor
,' Maza en el recinto de la Legislatura; en oí esterior,
frente á la casa de Rosas, actualmente casa del gobier-
. no provincial, habla un piquete como de &Q soldados de
caballería, sentados ó tendidos sobre la vereda, obs-
truyendo el paso á los {>oquisimos transeúntes que én la
sazón se veía por las calles y principalo^eate por
aquella, x
Nacido en Buenos* Aires en el año de 1779, don Ma-
nuel V. Maza cursó sus estudios en la Universidad de
Santiago dd Chile, habiéndose recibido de abogado en
edad muy juvenil. Ardiente patriota de 1810, fué cas-
tigado en Lima con una dura prisión, de orden del vi-
rey, debido ¿su entusiasmo por la naciente libertad.
Inclinado por carácter al retiro der tumulto social, la
vida del doctor Maza fué por muchos años silenciosa.
Sin embargo ejerció varios empleos municipales, has-
ta el año de 1815, que fué encargado de Jas <félebres cau-
sas revolucionarias de aquella época y miembro de la
comis¡on|de administración de justicia, que formó el
« hnportanie Reglamento que lleva este nombre.
Dos ó tresaiLos después conoció al entonces joven
PB BÜBHOd AIRES XTX
ItómSy por quien tomó paternial cariño, haéieado por
él cuanto podría haber hecho un padre bueno y sensi-
ble; ora disculpándole sus errores juveniles^ oradefen-
diéndole como abogado y amigo en una causa que sus
padres le habían promovrdk>; ya enseñándole cuanto
pudiera serle de utilidad, ya diri}ieo<io sus pasos y mo-
derando su an)bic¡on,.maQÍfesteida ya en 1880^ en que
Rosas apareció sobre lat escena pública; Al doctor
Majsa ser atribuye la cél:ebre despedida de Rosas ^ la
ciudad de Buenos- Aires, después que esta, cayó en
poder del gobernador Martin Rodríguez, en octubre del
referido año, documento suncamente bien escrito y que
tal vez fué la principal base de la innegable populari-
dad de Rosas, cuyo íntimo confidente fuera desde en-
tonces.
En 1837 fué nombrado representante del pueblo, y
ppr la sala de diputados, presidente de este cuerpo,; . y
como amigo, que era de Rosas, sufrió persecuciones
ealos conflictos civiles del año de 18S9.
En la. espedícion que en 1891 contra Córdoba» opvi-
pada por el general José María Pai:, acompañó M^za á
Rosas, en clase de secretario, trabajando labqriosa-
mente á su lado dia y noche, y casi pereció en el Rio
Cuarto á mano de los indios de Yanquetruz, en el de-
sempeño da una importante comisión quq Ro^aa lo
habría encomendado»
En 1832v fué nombrado mtaistró de gracia y justi-
cia, (único que ejerciera tal empleo), ligando su nom-
bre á la resistencia que hizo el gobierno argentino 30- *
bre la usurpación de las Islas Malvinas ó Falkland.
Sirvió algún tiempo de ministro 4^1 gobernador
J. R, Baícarce, á quien, como se habrá visto, sucedió
el general Viamonte,é consecuencia de la revolución
de los Restauradores, el 11 -^ie octubre de 1833; y
cuando éste renunció y no había quien quresiera aceptar
tan tremendo y pesado cargo eni c^queUftS diScil^s oír*
172
PaOVlHOIA
cunstancias, el doctor Maza, con patriótica resolución,
admitió el nombramiento de gobernador provisorio
con aplauso de los ciudadanos de corazón sano.
Pocos días antes de entrar Rosas á ocupar el mando
supremo, que no dejó sino derrocado (3 de febrero de
185S)^ el gobernador Maza recibió una insinuación
(mandato) de aquél, para que pusiese preso con una
barra de grillos á su hijo político el doctor Valentín
Alstna; pero Maza se limitó con dar á éste pasaporte,
' para que saliese Tdel país.
Uno de los primeros actos de Rosas, al entrar á ejer-
cer el mando, tres días después de aquella especie de
orden fué mandar salir, fuera de la República, á la hija
del doctor Maza y esposa de Alsma.
Continuando Maza en la presidencia de la Sala de
Representantes, fué norpbrado presidente del tribunal
de justicia; juez comisionado para algunas causas ar-
duas, criminales y civiles; juez especial de la causa
seguida contra los Reinafé, de cuyo plan de enjuicia-
miento, ni de la acusación él no había sido autor.
El doctor Maza fué quizá el ünioo amigo desintere-
• sado de Rosas,
Pocos meses después de ese lúgubre acontecimiento,
con el que la población de Buenos-Aires quedó cons-
ternada, estalló, en la noche del. 28 al 29 de octubre, en
Dolores y Monsalvo una revolución encabezada por
don Pedro Castelli, hijo del revolucionario de 1810,
Fernando Otamendi, Francisco Ramos Mejía, Manuel
Rico, y todos los ciudadanos mas conspicuos de la
campaña del sur, hasta el mismo hermano del gober-
nador Rosas, don Gervasio. Esta revolución , que te-
• nía por objeto derrocar á Rosas, terminó con una
acción que tuvo lugar el 7 de noviembre^ en la Laguna
deChascomús, de laque resultó que los revoluciona-
rios fuesen vencidos y tomados prisioneros los mas,
entre ellos Castelli, que fué en el ^acto decapitado y su
DB BÜSNOS AIRBS 173
«
cabeza remitidapor el coronel. Prudencio Rosas al juez
de paz de Dolores, en cuya plaza quedó espuesta á la
espectacion pública. -
Fuera de 1^" provincia, Rosas obtenía nuevos triun-
fos que afianzaban su pader cada vez mas.
En Pago Largo, provincia de Corrientes, tuvo lugar
una sangrienta batalla, qué fué ganada, el 31 de marzo,
por los generales Urquiza, Echagüe y Servando Go*
mez, sobre el ejército correntíno al mando de su gober-
nador Genaro Beron de Astrada, que murió en la ac-
ción juntamente con 1960 hombres mas, incjlusos 84
gefes y oficiales, con la pérdida, además, d-e 450 hom-
bres prisioneros, 500 fusiles, 1500 lanzas, 360 tercero-
las y otros tantos sables, 6 carros'de municiones, 4000
caballos, un estandarte y su archivo dé campaña.
En el arroyo Bacacuá, cerca da Curuzú-Cuatiá, en la
misma provincia, tuvo lugar otro hecho de armas^ el 29
de noviembre, entre una fuerza del general Juan Pablo
Jaopez {&) Mascarilla^ Á las órdenes del entonces te-
niente coi^onel JaciiUo Andrada, sobre una división, al
mando del genio de la guerra (según él general Lá-
valle) coronel Patricio Maciel, quien fué derrotado,
tomado prisionero y al día siguiente, 30, fusilado jun-
tamente óon el alférez Ramón Espíndola, por orden del
citado López, que tenía pbr máxima nó dar cuartelw'
La revolución de Dolores, por ley de 9 de noviembre,
fué declarada crimen de alta traición contra el Esta-
do y de infidelidad á la sagrada causa de la Liber-
tad y de la independencia americana y los que la
promovieron y encabezaron /a^ra de la ley^ y acor-
dando á los individuos del ejército de línea y milicia,
en premio de sus servicios, una donación de tierras de
propiedad pública, al terminar la guerra, en la forma
siguiente:
174 pROvnr€iA
A los generales « 6 legaad
A los coroneles. . % ^ • ^ . . » 5 «
A los tenientes coroneles ....* 4 «
«
A los sargentos mayores 2 c
A los capitanes. ..«* i «
A los oficiales, de capitán abajo O 3/4
A los sargentos O 1/2
A los cabos y soldados • O 1/4
Los empleados civiles se : hallaban iacluidos en la
Riiama donación, en proporción al grado militar á que
correspondían sus sueldos en la lista civil.
• Además de la citada ley, en la misma fecha» la Junta
de Representantes sancionó otra, declarando que « sus
personas y propiedades estaban á disposición del Ilus-
tre Restaurador de las Leyes, para el sosten de astas,
déla independencia nacional y de la santa causa de la
Libertad del Continente Americano. »
La vasta esteosion eje territorio, desde el Salado has-
ta el Río Quequen y esterior délas sierras del Tandil
y Tapalqué^ fué (25 de diciembre) dividida en 14 seccio-
nes con un }u2;gadode paz, 6 alcaldes y 12 tenientes en
cada una.
Fijado el dia 5 de marzo dje 1840» para la elección de
gobernador en reemplazo de Rosas, cuyo periodo ter-
minaba el 7, la Junta de, Representantes reeligió al
mismo Rosas, quien elevó, el 14, su dimisión, s|upli-
oando se le concediese el descanso que exigían sus do-
loridas circunstancias domésticas, y ccon intenso an-
helo, muy encarecida y htimilde mente ruega se elija
sin pérdida deniomento la persona que había de suce-
derle en el mando déla provincia, creando los recur-
sos con que debía contar la Administración subsi-
guiente.» La Junta le contestó que, si los Represen-
tantes se prestasen a admitir su dimisión, cargarían
con una ilimitada responsabilidad, rogándole por lo
tanto terminara la obra empezada^ en la seguridad de
DB BÜSI9O8 AIBBS 175
qu6 la Representación sería infatigable en facilitar re-
cursos que aJlanajsen los obstáculos que pudiera opo-
nerse ala marcha de su gobierno» Rosas reiteró (10
de abril) su dimisión, ofreciéndose, por respeto á los
honorables Representantes y á sus conciudadanos, á
continuar en el gobierno un semestre mas, á contar
desde el 13 de abril. La Junta aceptó el ofrecimiento
que hacía Rosas, pero siri variar por eso la ley de 5
de marzo del mismo año (1840) j declarando al mismo
tiempo que el gobernador Rosas, en el uso que hiciera
de la suipa del poder con que fué investido por la ley
de 7 de marzo de 1835, había llenado los designios que
tuvo la provincia al sancionarla. Con tal declaración,
acordándole un voto de gracias^ que era cuanto Rosas
deseaba, éste se manifestó muy satisfecho y continuó
en el gobierno, hasta el 16 de agosto que lo delegara
en el ministro Arana, con el objeto de ocuparse prefe-
rentemente de los asuntos del ejército y de la campaña
invadida por el ejército libertador, reservándose em-
pero espedirse en lo concerniente á la cuestión pen-
diente con el}gpbíerno de Francia, y sin perjuicio ele es-
pedir por si solo cualquiera providencia y disposición,
• cuando lo creyera conveniente, sobre cualquier asunto
de los comprendidos en los diversos ramos de la admi-
nistración.
ftS40— Br. FJBiilPK AMAÑA, ministro de relaciones
©steríores, delegado de Rosas, desde el 16 de agosto
de 1840 hasta el 4 de julio de 1842, por tener el propie-
tario que ocuparse preferentemente de la campaña y
del ejército, reservándose espedirse en lo concerniente
á la cuestión pendiente con el gobierno francés, y &in
perjuicio de espedir por si solo cualquiera providencia
y disposición, cuando lo creyera conveniente, sobre
cualquier asunto de los comprendidos en los diver&os
ramos de la Administración.
Después de la batalla del Sauce Grande, en la pro-
176 FBOVnJCiA
vincia dé Entre-Rios, ganada por el general Echagüe,
- el 16'de julio, sobre el ejército libertador al mando del
general Lavalle, invadió éste en agosto, la provincia de
Buenos- Aires, llegando hasta Merlo, de donde retro-
cedió precipitadamente, en setiembre, á Santa-Fe, de-
bido á una estratagema de Rosas, que se hallaba en el
partida de Morop, desde el momento que Lavalle pisó
el territorio de la provincia.
Con motivo de la aproximación del general Lavalle
á esta ciudad (Buenos-Aires); y temiendo que ella pu-
diese ser tomada, él inspector y comandante general
de armas trazó un plan de defensa, cuyo original pose-
emos y que ahora sale á luz por primera vez.
Plan de defensa de la ciudad de Büenos-Aires
e/i 1840, amena::ada de un ataque de las fuerzas al
■ mando del general Lavalle,
« Convencido está el inspector y comandante general
de armas interino de que los denominados unitarios
jamás llegarár^ á dominar este país: igual convenci-
miento tiene de que el valiente y virtuoso ejército que
hoy sostiene la causa santa de la libertad é indepen-
' dertcia americana, á las órdenes inmediatas del gefe
invicto (Caseros?), del ilustre Restaurador de las Le-
* yés_, estermíhárá las fuerzas traidoras que pisan el
suelo de los libres, dirigidas por el general Lavalle,
antes que lleguen á obtener el triunfo de ponerse ala
vista de esta, capital: y mucljio mas persuadidp se halla
. d^ sus pérfidas intrigas, ni la cooperación de las fuer:(as
estrangeras les presentará oportunidad alguna para
burlar la vigilancia del mencionado virtuoso ejército
federal^ y conseguir por medio de un ataque inespera-
do ó sorpresa, apoderarse de la ciudad. Sin embar-
go, para precaverse de todo acontecimiento funesto y
ponerse á salvo de los reveses de la fortuna, que en la
guerra no pueden sujetarse á un cálculo fijo, ha que-
^ rido bosquejar el siguiepte plan de defensa, para ed re-
^'iirtofo ¿ftsó^de''ár>' atüqÜé^á^stácápltAl^ciiy&s'árxhás'hoy
- comanda, - ' '. .
< 1' Se formará im recinto de puestos fortificados
para defendei* la ciudad, que no se estienda A mas de
dos cuadras de la plaza de la Victoria, á los rumbos
- norte, sur y oé&te. • Este recinljo se defenderá con
•^ tres divi^ionesíde infantería é» el orden siguiente:
2^ La priníera! división^ qué se denomiñíará/dernorte,
- se.oonipondrá déH*^• batallón d«'GIv¡OQ$y de la fuerza
• déla GuílrdiÉidel)Pfír}mpal, qua Bq^dí^LibatallQi^ Guar-
j :d¿a At^nttfSka^ ed 4^.,Vijilaft,ti5s,de PQliQíaíyiSO/s^^enps.
«Esta división será irja,n(J«dia; p&r al genera ^Iqr-, íe-
niendo á sus ordénes. ^1 genérale., Vidal, ' . .. j,..i
3^ La 2*^ compuesta, de. 109 seneno^, ,60 tenienftes
alcaldes y 40'hoipbresdei3^rbat^llQn,f Qubripá la S;ec-
cion deloeste^ mandada por el genreral Guido, teniendo
á sus. órdenes- al general Espinosa. ; ,,, :'
4° La 3% para la sección del sur, seiconipondrá.>de
» 50 tenientes alcaldes,. 30 sdreño»*y60:cívioós del^*'
: 'batallón, y será mandada por él gedéral iRiíirz'>HUido-
i.'bro^ teniendo-ásuia.órd'enés'algenei^al G, Paz; • f í
1 5? Xa sección del/ rioi'te, comprende' desdé él' báloar-
' te nordeste dé la FiM'taléza, siguiendo < lea costa' del itio
bácia^l Eorté basta la baíIIedeiCangallOvbá^ta.llegairi á
H esqátn^ qiíe hace cruz cori' la de Maipá,^ond6 be
doblardal sur; Hasta dar coa la calle¡de la Federaoibn
{RibadcLoia}^ qdepertenéceála sección del oéste.-^^El
gefede esta, seqóibn cubrirá con preferencia ^sobíe el
frente de la Alameda (Paseo Julio) la azotea de la ca-
pitanía del puerto, can ún piquete fuerte de 40 hom-
bres. . En la calle 25 de Mayo, las azoteas n**'. It, 21,
28, 36, 38,47 y 74: en la, calle de la. Paz (Reconquts^td)
los n^^ 18, 15, 34, 35, 6Q, 51 y el templa de la Mef cdd:
en la cjüle de la Catedral (San Martin) ^ los n^% 18. y
tWíRlp/.15>{49, 25, 64, 78.y el café de¡ .Catalia.ne^' (que.ya
noiexisíe); ea Ij* QaUe del P^ni (FlQridflJ^, lQSi.n*^!»Ji7,34,
12
m
I^EOTüfCU
6D, 41, 51, 64, 72 y 57: y por último etx la callede Maipú
los n^». 15, 28, 17, 38, 48, 66 y 55. De las calles per-
pendiculares á las que acabamos de mencionar, se
' .ocuparán tan solo los centros de cada u^ia de las cua-
. . dras comprendidas, en el recinto señalado, por estar
ya tomadas su<$ esquinas. Se ejecutará esto en el or-
den siguiente: ien la calle de la Piedad los n^V 19, 32,
43, 76;81y 100,121 y 146: y en la. toUe de Cangallo los
n^^ 26 y templo de la Mercad, 62, 33,100, 75, 136 y 99.
6^ La sección^ del oeste compreDde^ desde la pláea
- de la Victoria dos cuadras al oeste por la calle de la
Federación, y tomando al sur, por la calle de Chaca-
buco, se doblará al este por la del Restaurador (hoy
Moreno), hasta llegar á la de la Universidad (Bolwar)^
que comprende á la sección del sur. El gefe de es-
V ta sección ocupará con preferencia las azoteas nume-
radas del modo siguiente: en la calle de la Federación
los n~». 55, 24, 69,40, 79^ 50, 12fry 70: en la calle de la
Viotoria los n*»^ 89> 15, 118, 29„132, 47, 136 y .5S: en .la
'CálledePotosi (hoy Ahina) los n"^. 85.y bóveda de San
Ignacio; 93 y sti frentse, 105i,6B, I09y suifrente: e(i la
calile del Restaurador los n'''*. dSiy Biblioteca, J02 y su
frente, 126, 1X13 y la esquina del. Mercado que no tiene
azotea. En las calles perpendiculares á lasi que acá-
baibos de nombrar, solóse tomarán los céntimos, por
. las raEoties dadas en el párrafo anterior^ y esto «ehará
.Jen .el órdea siguiente: en- la calle dq-Represeatantes
/Plírú;, los n*»? 17 y su frente, 61, 64, 93 y bóveda del
Consulado (Tribunal de Comercio); en la de Cbacabu-
co los n*^». 86, 23, 54, 59 y el Mercado.
7^ La sección del sur comprende desde la esquina
de la Victoria, tomando por la calle de la Universidad
hacia el sur, hasta la esquina que encuentra con laca-
He del Restaurado»*;- y desde allí, tirando al este, hasta
la costa del rio, qiie también se contar á héda el.'nor-
< ke^- hasta el baluarte sudeste de la FéPtialesa, Bl ge-
DB BVXSOS 'AIRES 1^9
'fed^ft ^éstáí'ftbfttioo: cüMaré particalurrífienit^de.oqupar
los puntb^sigüietites! en iacalie de la Universidad
los ¿*>*; 22, 37, caffé, 38, 6», 80, 77, y Í04: en 1^ de la
Reconquista (Defensa) los n«». 27, 44, 45, San Friin-
cisco, 65 y su frente, 91, 36, 111, 77, 12.7 y Santo Do-
mingo: en la de Balcarce, los n"* 6, 11, 15^ 16^ San
» 'Francisco y sa £18016,46 y 47;¡ en la de Potoí^í que ya
es perpendicular áia3iau4;efrÍQres se oouparAn la$ n^'.
I3^y capilla de Sao Roque^ 30 y 55: ^!i , la del Restaura-
dor, «1 Depósito, ' Universidad y :5&; jen U costa dal rio
' -se buscaMialptuito ma3 á propósito pana lade£$ns^
8^ Si la fuerza destinada á la deféos^ d^l r^ii^to se-
iJSbaladp.Sd aun^^p^affe» Si?( ensanchará ;^1. cuadro, basta
•dondeloperinita U fuerza (^¿oada una. de. la? seccio-
• '^®^-' '■' .'...*
' 9® Lo» medios dé ihtaligenpia para toc^o loconqer-
Hiénteal servicio de dia ó de nocihe, ya 3ea entre los
' geneoales de sección, ya^ntre ca,da uno de ellos y el
comandante de las armas, se arreglará s^gi(i,a,las dr-
cuíi^tawias. / I
10/ ^ipe(^iaciiadra.á:Van^^ard¡a del último punto de
w4a sexícion SiC ievantai'á qna barricada,* con carros,
• • • ' ' • , . » 11.--, ."'.<, »
coches, fardos ó cualquiera otra clase de estorbo, y
media cuadra á retaguardia del mismo puesto se hará
una cortadura, de njane^a que. el cuadrado quede cer-
rado é impenetrable para un goípe bruscb de caballe*-
' !!'• La reserva del ejército, compuesta de -los restos
de los cuerpos dé sértenos," 3"". batallón' de Cívicos, te-
nientes alcaldes y despiezas de ardite ría volante se
situarán en la Recoba vieja al mando inmediato del
comandante general de armas ó del general que nom-
brare. Esta fuerza cubrirá la catedral. Recoba y boca-
calles de las plazas de la Victoria y 25 de Mayo, para
ocurrir al punto que se hallase en peligro. El gene-
ral Heredía'eslaíiá en la reserva.
fóO BBOYniGI A
.1
1 1
. 18. En Ia Fortaleza 86 cubrirán los balaci^s con 30
hambres cada uno y su artillería estará enfilada á la
Alameda, 25 de Mayo, Federación, Victori^i y Balcarce,
Esta fuerza se sacará de los serenos, tenientes alcal-
des y 3*'. batallón de Patricios^ acoarteiados en' la
■ Fortaleza,
13. 'Los gefes y oñelales subalternos de ta plana
ínayor activa é inactiva, qa^hieierón servicio y; se pre-
sentasen, se distribuirán proporcionalmenté: entre las
tres secciotíes, para destinarlos á las a^bteas, asi co-
mo lo^ decididos fedeIrale^ capaces de mandar y entu-
siásniar ala defensa.
14. El hospital, parque, maestranza y provee\iuría
Se establecerán en la Fortaleza. ' El sistema de provi-
siones para cada sección, tanto en víveres como en
combustibles, para conservar la iluminación de noche
hasta dos cuadras de la linea esterior de los últimos
parapetos de cuadrado, se arreglará por el comandante
general de^ armas.
15. Los generales de sección serán proTlátós de
autorización suficiente para proporóiónarsfe todtífe los
medios de seguridad y subsistencia de la fuerza cíonfia-
daá su mando.
OBSERVACÍONBfe
' i. k . •
cUna vez sabido el ataque, las fuerzas destinadas á
cubrirlos tres recintos, así como la reserva, qcuparán
sus puestos, teniéndose presente quq siendo estos tres
recintos la fortificación con que debe defenderse la pla-
za, el gefe de las armas resolverá la oportunidad de la
concentración de los cuerpos Guardia Argentina, con
una pieza de artillería volante de á ocho, el 1° de cam-
paña acuartelado en el mismo punto del Retiro y el 4°
batallón de Pa¿nc£o^ en id^ma: el.bíitallon Rebajados
en su cuartel al oeste^ palie .d^ ^V^y% y^ ^1 batallón
DB BITElDOSr JJBB8 181
ÑedíauradoresaÍBuVyen la calle de ta Recoaquista.
Estos cuerpos^ para hacer «u concentración, lo verifi-
carán del modo siguiente: el general Rolon, gef& de los
tres cuerpos, en el Retiro, mandará en dirección á la
plaza de la Victoria el 4^ de Patricios y el V de campa-
ña con la pieza de artillería, y puestos á las órdenes del
general Soler, dispondrá éste que el 1° de campaña si-
ga ápon^rs.e á las órdenes íiel general Guido, distribu-
yendo el 4** batallón en los puntos que debe ocupar en
$u i^eccion, lo mismo ¡que el de-la Guardia Argentina.
< Los Rebajados, mandando 50 hombres al Parque,
se di3*igirá el resto hacia la f)aza, á recibir órdenes del
general Guido, quien distribuirá dicha fuerza en los
puiUos: de' su recinto.
El batallón Restauradores se moverá, como los an-
teriores en dirección á la plaza de la Victoria y el ge-
neral Hüidobro los distribuirá en los puntos de su sec-
ción, f
«La rétii'ada de la Guardia Argentina^ Rebajados
y Restauradores y si fueren atacados, la harán en cuer-
po, alejándose del enemigo lo mas que les sea posible,
sostenidos por guerrillas de 25 hombresy procurando
derramarlos por las tres calles que tiene cada uno, en
dirección al centro, con el objeto de que la fuerza prin-
cipal pueda cómodamente subir á las alturas, sosteni-
da por las guei^rillas, las que á la vez sostenidas por
aquella al tiempo de su colocación, f^ara este objeto,
es cenvemiente que en el momento de dat*se la orden de
retirada por él gefe de las armas, los generales de
sección se avancen sobre los cuerpos que ddbeñ recon-
centrarse y ordenar personalmente la retirada, tenien-
do presente que al honor de las armas de la Confede-
ración está librado el deber de repeler al enemigo,
disputándole con preferencia el terreno que invade.
< Los generales Soler, Guido y Huidobro cuidarán
'cada uno en su caso de hacer abrir con anticipación
161 movnreuL
i •
las puertas de las dasas de las azoteas; y^on reladon
'á la fuerza que Venga en reitirada y que deberá ocupar
■ la mayor estension del recinto, apostando oficiales al
efecto, y comunicando al gefe que se retira, el número
de hombres, poco mas ó meilos, que, á su juicio, debe
dejar en cada azotea. ,
»
« El gefe de las armas considera mas oportuno su
residencia, en caso de ataque, fuera de los recirttos de-
signados y es por esto qtie ha formado este plan de de-
fensa, distribuyendo las localidades al mando de Jos
genei'ales que he ha cabido el honor de. mandar interi-
namente; y apoya esta idea en el antecedente de que,
siendo de suma ventaja, en el caso que el enemigo inva-
sor tome alturas para batir los recintos fortificadas, el
privarles de víveres de subsistencia, lo mi^itio que de
la inteligencia entre sí: importa mucho mover y dirijir
á la defensa la población 'ijue queda fuéraidela lioea
trazada. Es igualmente de mucha importancia, el de-,
íendet el Parque 6 todo trí^ince, paríL cyyo efacto, á mas
de los 100 trabajadores y 50 Rebajados^ que al efecto
están destinados, se reformafó este p^nto coa alguQ<>s
' délos fieles y decididos^, federales que se reúnan al gefe
. da las armas. Al elejir eiste punto se ha tenido presen-
te, amas. de su importancia, lo conveniente que él será
para remitir á la plaza la provisión de carnes y artícu-
los de guerra indispensables y que por su localidad
están á gran distancifet. ; .
c No es menos importante estar fuera* del recinto pa-
ra disponer que el escuadrón de policía y las fuerzas
de caballería que mandan \os decididos federales de la
Sociedad Popular* ^ y que se consideran hoy, como
en número de 500 hombres, hostilicen al enemigo, si
hubiese tenido la fortuna de penetrar hasta los fuegos
de los recintos de la plaza, privándole toda clase de
recursos, asi como empeñándose en facilitarlos^ los
recintos foiTtífícaidos,
«Dé? pfesénté píari «e<!ás(carán 3 ejempláfe^ que,
firmados por el inspector y comandante general d^ ar-
mas, se destribuirán éntrelos 3 comandahteia en gefe
de se.ccion, generadles Soler, Guido- y Hüidobro/ '
« Buenos-Aires, setiembre 4 de 1840, año 31 de la
Libertad, 25 de la Indépendeticia y 11 de la Confedera-
. clon Argentina. ^ ;
«Lücto Mansillü.»
r '
Faersa (disponible para, Id sección del peste álpri^
mer toque^ de alarma. ...
100 serenos— 60 tenientes alcaldes-7-'40 hoMbfes del
3**^ batáílon de. Cívicos.
Fuerza adicional para cubrir la sección.
350 hombres del batallón /2e6a/arfo$— 700 id. 'Es-
cuadrón del n®. I"" ál mando del coronel Sá,nchez; '
' € Orden general kel dia 5 de setiembre..
Sé reconocerán por ayudantes comandantes deViñs-
pector y comandante generial de armas á Ips generales
Miguel Soler, Tomás Guido' y José Tluiz Hüidobt'o:
' y las órdenes que éstos dieren por. escrito ó de palabra
6 por el . órgano de sus ayudantes sei'án obedecidas,
como emanadas de lo acordado y dispuesto por /el ins-
pector general, para la defensa, seguridad y provisión
' del ejército de la guarnición. '^ ^
• • ■ r
Exasperado Rosas de ver que sus eperpigp^ eran
, inoaosables en tentar: todos los medios posibles ,para
derrocar!^ recurrió á las vías de hecho^^ pof piedÍQ..de
una Sociedad denominada Popular. Iiesta,ur(idora¡ ó
Mashorca (ó Mazorca), que ejerció, toda cla^ de vengan-
zas hasta el degüello de paciñcos vecinos. Cuando esa
SQciedad tuvo Inseguridad de que el ejército liberta4or
había operado su inesperada cuanto impolítica retirada
de la provipom^ puso en juego todo si;^furo^ Acu^^ndo á
• los pSieudp ^unitarios de todas las desgracias que babfa
' esperimentado el pais, sin esceptuar el asesinato de
Quir.oga y da su comitiva^ Las cárceles . se llenaron
>.' de presos^ y ^ aunque puestos en libertQ,d, solo fué p^ira
, ^er despueis (jbecaF^U.dos por los seideB de Ift tiranía.
Por un decreto de 16 de setiembre (1840), espedido
por el.gpbarj?iadon delegado Arana, con espresa auto-
rización del propietario Rosas, se disponía la oonfisca-
.ciondetodQS los biene^ muebles é. inmi¿i^bles^ dere-
chos, acciones de cualquiera clase que fuesen, en la
ciudad y Qarppaña, que perteneciesen á los salvajes
unitarios^ es decir, álos enemigos políticos de Rosas,
que, abandonando s.us intereses, emigraban con razón
ó sin ella. Sin embargo, este decídete tuvo su ejecu-
ción en el siguiente mes qctpbr^ (niQS de Jios(zs)y
época de horror, en que no había una sola persona,
sin Qscluir las de los diplpmáticos estrangeros, cuya
yi(Ja estuviese segura; época que recuerda la acymula-
. cion de delitos, fusilamientos en la cárcel, cuarteles y
. ..pontones, pl^za del Retiro y Sfintos, Lugares; atenta-
dos contra ía religión, contra la cosa pública; viola-
QÍqn del domiciliOj arrestos ilegales, violencias injusti-
^oadas: .denegación de justicia; atentado? contra la
propiedad, contra la integridad ^e las persoíias; con-
tra el honor de éstas; en une palabra, época de corrup-
ción sofcfa'í húsía la estravagancia del crimen.
El desgraciado vecino, á cuya puerta fuera á golpear
" áíjuella tespecie de íribiinal de la inquisición, conocido
' con él nombre de Suciedad Popular' Restauradora) ó
aqueíá quien, por haberse negado á facilitar una can-
tidad de dinero prestado, ó que, habiéndola prestado,
se hubiera atrevido á pedir su devolución, fuese caliñ-
cado de .safca7ea;?r7ar/o por algún miembro déla mas^
' horca, ya podía entioínendar su alma áDios, porque
DB BVmoa JUBB8 I8S
era candidato seguro áeíviotín que 3e}e\i3¡íiÁ9L'áB tocar,
ó lo que era lo misDio^ del degüello.
' Después deesas espenas de horror del mes de ootu-
bre, que los pseudo-federales denominaron Mes de
Bosas, (hasta el 29 de marzo de 4843, ^ue éste lo pro-
hibió)', en conitiemoracion do lozanos déf 1820 y, 1833,'
. en que Rosas contribuyó al 'restablecimiento del gober-
nador Martin Rodríguez y al d6 los Restauradores^ y
que sin pensarlo, conmemoraba una lúgtlbre época ^de
sangre, los franceses hiciferon ta paz con Rosas > fir-
mando una ¿onveocion que* se ' enimoce con el nombre
- deíratadoMackau.
El mismo día, 31 de octubre, de la ratificación del
referido Tratado, el gobernador delegado Arana espi-
dió un decreto imponiendo penas severas á todo íYídi-
Vlduoque altérase el feosiégb j^úblico, y la pena de
muerte: Al simple robo y heridas leves;
La Junta' de Representantes^ por» sü part¿, q'ue^ no se
cansaba de prodigar honores al Restaurador, acordó á
teosas un voto de graciaá por el s&loj patríoíisñio^ Éabi-
duria y energía ^ cort qué sostuvo la causa delwLrfer-
iadé Independencia' de ía Confederación Argentina y
de la América, en el hecho de la celebración de la cita-
da convención de pazcón el almirante Mackau, porgue
se ctínségula que él gobierno francés retírase su apoyo
á los enemigos dé la Dictadura y áfiarisaaba á Rdsas' en
el poder.
Por la victoria del» Sauce Grande, el gobernador Ro-
sará, á pesar de éi\ delegado^ espidió (17 de diciarñbre)[ un
decreto concediendo al general vent^edor, Eehagúe, una
espada guarnecida* de oro, con las armas de lá. patria
orladas, grabadas dentro de un círculo de brillalites, en
el lado esteriorde la guarnición^ con la inscripción si-
guiente:— / Vioa la Confederaeion Argentinal — Ilustre
\ defensor de la libertad- y fionor de la Gonfederacion
Argentina, y del ^Continente AméHcano. Én el lado
y
t86 . . PBOYIRÜIA .
/ interior, entibe ipaJmas dé i*el¡eye~/ JI/xí«núf/^ ios saloa-
Jes unitarios ! — Sauce. Grande julio 16 de 1840 — El
gofiierno de la Confedetacion Argentina al patrioíis^
mo y al valor.
A los generales una espada también guarnecida de
oro, pera$in'el circulo de brillantes, y en lugar de las
peilühr^s Ilustre defensor de la precedente inscripción,
esta ott^Li^Dúnodadol ardiente defensor en los campos
del Sauce brande. de la libertad y honor de Id Confe-
deraxiion A rgentina y de la América,
El uso de una m^alla de oro, para, los gefe3 y de
plata, para los oficiales, pendiente del pacho en el eos-
' tado izquierdo con cinta puo^ó^.y la inscripción:— En el
- ¡anverso — / Vioa etcJr-^Yaliente dejensor en los cam-
-; pús del Sauce Grande, de, la libertad de^ la Confedera-
ción Argentina y de la independencia del Continente
Americano. En el reverso, las armas de la patria en-
tregeroglííicos;mil¡ tares, iguaUnscripcion que la de-
: signada para el lado eslerior de 1^ espada.
P^r^los individuos de tropa, e,! uso d^ uoa medalla
^ dé metal, con esta sda diferencia en la inscripción:
Combatió por la libertad y honor amerícanOy en el va-
., lie^nta ejército vencedor en los cc^mpos del Sauce
Grande*
Y además^ de las haciendas tomadas ó embargadas
á los pseudo-unitarios, se concedió:
Ganado vacuno Id. lanat
Cabezas Cabens
Al general en gefe « .,..., 3000 300O
A los g^erales 2500 2500
A los coroneles . 4 . • . • w • . 1500 150O
A los tenientes; coroneles, lOOO 1000
.A los mayores 500 600
A los capitanes .•• 400 500
A lo^ tenientes • 300 400
<. A: los . alféreces «•«* v200 300
BB Büinroa; JLiBBS I8T
A los sargentos... V. •.•!.. 100 ' 300/
A los óabos. •..'.. .4 .80 t^
A los soldados. *.;...!.. 50 150
A Jos vencedores en lá acción' de Cayclsfá, en la pro-
vincia dé Santa Pe, (](uetiivo lugar el 86 de marzo; el
gobernador Rosas había acordado (2 de abril) al gene-
ral en gefe, gobernador de*' Santa 'Fe, don Juan Pablo
López, el bso de una rtiedallú dé oro pendiente bí cue-
llo, eti el pecho^ de üfia cinta punzó, con las arinas -de
la Confederación Argentina orladas, y la inscripción
siguiente: — En el anverso—/ Mueran los uniiaribs /^^
La provincia de Buenos-Aires al patriotismo y al
paíor—'En el reverso, entre trofeos bélicos — / Viva la
Federación ! — El gobierno de Buenos-Aires recono^
cido á Xa virtud marciaL
A los gefes, 'oficiales- é individuos de tropa, que
acompañaron á López en ía(Jüella jornada, se' acordó
una medalla de'honor, -los- primeros de plata, y los
segundos de metal, eon' iguales inscpipoioñes en la
misma forma, pendiente- de ona cinta punzó al lado
izquierdo del pecho.
A fós vencedores en el Quebrathíto contra, al gene-
ral Lavalle, el 38 de noviembre, se concedió ¡(17 de di-
ciembre) al general en.gef&,.doü'MariüeV Oribe, presi-
. . dente.í^^a/.de 1a República Oriental ¡d^l Uruguay, una
medajlade.oro orlada dq brillantes, con una cinta blan-
ca y punzó y la inscripción siguiente: — En el anverso,
eptr^ palma* djB relievcTr^/ yiva la Confederación. 4^r^
geniina/— Ilustre defensor de la libertad , y honor
de la Confederación AJ^Qíj^ntinay de la jindepen^en-
ciq del .Continente Americano: -ISsi' ^\ reverso, Jas
armas de la patria orladas — ¡Mueran las salvajes
unitarios 1—QuebrachííOy Noviembre 28 de 1840— El
Gobierno de la Conjederacion al patriotismo y al pa-
M lor. (Nunca se dio),
Alf segundx) gPfleraí^ don Ángel Pacheco,, ^^ia moda-
188 TKOvrmtk
llá también deoiH), con una cinta punzó y ia infecíripcion
siguiente: en el anverso -r-./ Víoa etcJ^^Acpeditó en los
desiertos del Quebr achilo, la dignidad y honor de los
argentinos y sostuvo con heroico ardor marcial la In-^
dependencia A mericana—Ea el reverso igual ala pre-
. cédante. (Id) ,.
, A los gefesí.una inedalla de oro y á Jos oficiales de
plalf^^ con cinta punzó, y 1^^ inscripción algo dife-
.■ rente; y 4 los. individuóos de, tropa el usq de una meda-
lla de metal. {Id.)
y además se acordó:
■
Ganado racüno Id. lanar
' ^ Cabezas Cabeeas
AI gpner^l en gefe. . ^ 3000 3000
Al segundo general. . 2500 2500
A los coroneles, •..L..., . 1500 1500
: A los tenientes GQnqneJLes, 1000 1000*
A' los mayores". • • ^ 500 . 600
j A los capitanas.,. *...*^ 4QQ ^500
A los tenientes.^ 300 400
A los alféreces 200 300
A los sargentos... ¿ lOQ 200
Aloscabos 80 180
¡ A los soldados, • 50 150
Eri celebridad de la paz hecha con el gobierno fran-
cés y de las victorias conseguidas sobre los pseudo-
'' unitarios, el gobernador Rosas espidió, en la misma
fecha (17 de diciembre) un decreto disponiendo se
solemnizase esos hechos, sin '"designar dia, con Te-
Veuniy salvas, repiques en todas las iglesias, emban-
deramiento de la ciudad, iluminaciones y formación de
tropas.
Por lev de 12 de noviembre de 1840 sé había creado
la clase de Gran Mariscal, con el tratamiento de Esce^
lencia^ elevando á ese grado al brigadier^ Rosas, « por
los heroicos servicios que acababa de prestar al país y
*
DB BIFmW^AZRBS 1)69
ala cama ffenerai ^dé Ja Independencia Amenicana,
terminando la Administración que presidia las diferen-
cias existentes éntrela Francia y laConfederacion. /
Rosas contestó pidiendo se le eximlesend^.aCieptar
tan honorífica condecoración, pues se contentaba con
el título, qué ya tenía, 'de Ilustre Restaurador de las
Leyes.
La Junta de Representantes, no solóle i^egó á ádmi^
tir,lja renuncia de ^se título, sino que fué mas lejos, dic-
tapdo (18 de dici^nabre) otra ley y agregando losde Hé-
roe del Desierto^ Defensor Heroico de la Indcfícnden-
ciaÁmericana^ ten honor dé los eminentes y singula-
res servicios qu^ en todo tiempo hiciera. á la pa^-ia, > y
el saludo oficial de toda comúnicacioii que se le diri-
giera debia ser a^ Dios guarde la importante vida de
V.E.^
Rosas insistió (27 de febrero de 1841) en no querer
aceptar, no solo esos títulos sino tanobíen; el de Gran
Mariscal,* por estar esoluidas. esas .diist¡lncioneS;en,la
RepüUieapór lailoy de 5ide n^ar2;o 4e.i813, qu^ ¿d^^^*
na el grado de ¡Brigadier cotíko el últippiPf&n.i^^eijérpito.
Al reiterar Rosas sus súplicas (1^ d^.dicÍQml)re de
1840), pacía qué se le. concediese el rBpo3P . qUe e?^i^n
6M6 infortunios doméstioés, ¡pedia 36 1 1^ peptniti^e
preparar el descanso dé siu.fátigoaa vid^ y «fcpfi^^^-
piar desde el apacible Jtoga/r de su familia, IjOkobra
gloriosa de la sabiduría inmortal ardiente. heroico
patriotismo de los honorables Representante^. >
A los vencedores en Sapcala ó San Carlos, en. la
provincia de Córdoba, sorpresa que tuvo lugar el 18 de
enero de 1841, el gobernador Rosas concedió (28 de
febrero) al general Ángel Pacheco, 2° general (de Ori-
be) del ejército de operaciones comandante en gefe de
la .división de vanguardia. en aquella soj^presa^ un
premio que. consii^tia €in unijk espada.guari^ecida d^orp,
con las armas de la patria orladas^ grabada^ ^entiro
190 . 'SBomiciA i 1
. de un círculo de briUante^^ á los gefea una .meddJIa
de oh> y á los oíioiales, de .plata, coa una cinta: punió,
y é los indivíduosde tropa^ de metal. (No* se dio).
Y además, ^
} , Ganado vacunq Id. Uoar
Cabezas ' Cabezas
Al general en gefe 2200 • 2200
' Á los coróneles......... 1300 '' 130d
A los ténierttes- cofonelé's. ' 800 ' iSOO
A ios mayores. ..■.'.'.':..■.. 400 ' 500
A los capitanes. . ." \ 300 ■ 400
A los tenientes. ,..'. 250 300 '
A los álféréceá 200 ' '250
■ A los sargentos. . ^ ...; . ' lOO' 200
Áloscabos '..:,':\',. 80 ISO •
A los soldados 50 150-
Sobre el suceso de la célebre caja infernal, ajcaecido
• en la noche del 26 de maríO' de 1841, elíector nos per-
mitirá* lo precedamos y rodeeiíioe de algumos detalles
• queserVlrándeiil«straci'Oñ''Sabi>e (a materiJÉL
Adémáé del' Ensayo MistómcQ^soli^eia' vida dé /?o-
áas, dado á luz ení la Imprenta del Eataéo poi! doQ Pe-
' dro de Angelis, en él ano d« 1830, existe QtrD,.dado;pDr
la misma imprenta, titulado Basgo^dela vida pública
■" dñ 5. E, el señor brigadier^ general fiofiJuaii Mant\el
'- de Rosas ^ ilustre restaurador de las^yes, héroe del
desierto^ defensor heroico de la independencia ante-
ricana^ gobernador y capitán, general de la provincia
de Buenos Airés-^Trasmitidos á la posteridad por
decretó de la honorable sala de representantes deAa
provincia. Buenos Aires. 184S (Pág. XXXV— 222
—IX en 40).
Ilustrados con el retrato A%\ Restaurador. Prece-
• didoá d^ tíria Iníroducoion Histórica por ei dootor
Sduardo Lahítte4 :«-,..
DB BCTM8' AIBBS 191
Lo demás de la obra consta de docomentos oficiales,
desde el 18 de diciembre de 1829 hasta el 4 de noviem-
bre de 1841, relativos todos á la -persona da Rosas,
acordándole premios^ distintíioties, etc., en remunera-
ción de sus servicios. Esta obra era mas conocida
con el título de Monumento de Gloria.
Existe otra edición hecha en Nueva Yorkj por la
Imprenta ^spañolüy en el aflo de Í84i(pág;. XXXV—
224-^Yl >en 4^), sin el retrato; pero coa i& adición de
dos decretos de fecjtia 39 de.marzode 1843,. prohién^o-
se Iiamari92i¿8 «fe Rosas sldeocíabne y los titdlós de
Nuestro. íiiistre Restaurador de ígcs Le^es etc. i '
Esta última fué distribuida én feú mayor parte en el
estrangero, y los restantes se remitrerdní á Buenos-
Aires pót* el ministro Argentino cerca áe los Estados
Unidos, general Alvear, todos los que quedaron depo-
sitados en casa deí ministro de relaciones ésteriores,
doctor Arana^ hasta el 7 de mayo de 1847^ qne Rosas
ordenó le fuesen enviados todos á-su casa^ .^'El ^ctor
Arana dio. oumpliento ^ la orden, remitiendo 2167
.ejeD[iplare& Impresos en Buenos^Aires y 34 de ' los
mandados de los Estados Unidos^ los que fueron dis-
tribuidos á diferentes personas de 3ueno8-^Aíres y del
resto de la República y de Chile.
El Mónümenta de Gloria debió aparecer irüstradQ
con tres látriihás, que hemos visto, representando las
diversas posiciones de la célebre caja infernal (\\ÍQ^
desde Montevideo había sido misteriosameiite manda-
da á Rosas, falsificándose al efecto la firma y el sello
del cónsul general de Portugal en la República Orien-
tal del Uruguay, don Leonardo de Souza Acevedo
Leite (muerto en Montevideo con el título de barón de
Sousa)y íntimo amigo del Dictador..
ISs^a Qaj£^ fué rpcf bida éa la, rada de Bueno^-Aif ps '
P9jr Mr. B^saf)> ayudante de órdenes (^ secretari/9 4el
y
, alntlii^&ntc franeés Dufíotet, poPíCüyo cktodüQto» Hefeó )i
manos de Rosas.
En Ip carta dirigida á Basan, se le decía que aquella
conlenía las medallais y diploma de la Sociedad de
j. Anticuarios de^Copenhaígue, parad PreMei:^te Bo-
Abierta eatónces. (en. lá noche del 26 de marzo de
1841)', por lahijá del Dictador, y, al grito.de estupor de
' íésfca^ cxirrieroa Tariasf persanasl á averiguar Jo; cjueocur-
<rfa;'yjse.Qnoarrtraron que la: tal caja er4 uqa-. Etíáquina
; 'ded2.dañoiles> cargados abala \y que debían> ocasionar
una esplosíon, |)or medio de cierto résortevdé percusión,
;. ligado Á la f;errwiuwL, na.h|abiendx> p¡rpduc¡ido el efecto
„vd?se£||(jío^. por . hallarse, quizá enmobi^cido^ (> por otra
^ cau^a, cuya. circunstancia, salvó varias victimas iiio-
. ceip.te?. . ,/ , ,, , ;.• .
Asi que.se hizo, publico este hechOy el cónsul. Leite-se
r tea^ladióá esta; ciudad en abril del miismo afiQ«(1841),
,eí?i«úin buqii^4e guei-nafrancés y lógnó sincerarse la»te
. IjLosaB|.n)ei'ac^ndo |X)íco después. se jle: mandar.aiQ ^us
..pasaportes, parat que saliese de Mente^Yideoi de dei^do
pasó á' este país, ea^t mismo ^aráfetaiTv - i . :'
i .: Las léminaa, 6:qué<nos referimos, seirhbajai^ciD diia y
noche por la LitograficLdelits,A.rtes^ y, cuaoflo estu-
vieron, listas, su dueño, don Lujs Aldao,.las;ren>Uió á
Rqsjas, con su correspondiente presupuesto, q^u^. as-
cendía á 100,000 pQSOS,. E^te hizo contestar, porcqp-
' (áiucto dql doctor Baldoraero García,; que ese presu-
puesto era inaceptable por ser demasiado subidO; el
costo dé aquellas, y que bastaba con, ef retrato, hecho
por* la misma Litografía, pues lo hallaba parecido.
La referida caja fué puesta en exhibición en casa
del gobernador delegado, doctor Arana, lo que dio
ocasión á las felicitaciones y preces en las iglesias de
la Confederación, jvor la milagrosa preservación de la
• iída del Restaurador iie ÍUs iéyesV Yi't tA\\ pastí íel
DB ftüBHaS ÁIBES 198
présenle griego al Museo Público de esta ciudad ^ don-
de aun se coaserva, <iamo un episodio histórico de la
guerra civil, á que todos contribuyeron con hechos
mas ó menos vituperables.
Esta intriga misteriosa y poco noble, pero solo justi-
ficable, hasta cierto punto, en aquella época de lúgu-
bre recordación, produjo como se sabe, numerosas
desgracias, y, según opinión de muchos contemporá-
neos, contribuyó no poco al segundo degüello de abril
de 1842; ocurrido, lo mismo que el primero de ¿ctubre
de 1840, en la administración del gobierno delegado
del doctor Arana, coincidencia tan notable como desa-
graciada sino fuera intencional.
Parece indudable haber sido remitida, desde Copen-
hague, una caja que contuviera medallas, diploma, etc.
dirigida al gobernador Rosas por la Real Sociedad de
Anticuarios; y se suponía que ella fué interceptada en
Montevideo, y que, ó fué sustituida por la que conte-
nía la máquina infernal, ó fué sacado su contenido in-
troduciendo en ella el- diabólico aparato.
Se tomó el nombre del cónsul Leite, conducto el mas
seguro, para que la caja llegase á su destino, sin des-
pertar la menor sospecha.
Algunos afíosdespuesde este acontecimiento (i847),
donjuán Rivera Indarte, hermano del publicista don
José, pasado al campo de Oribe desde Montevideo, de-
claró bajo bu firma^ en 4 de dipiembre, en el Cerrito,
que en 1841, se hallaba en la provincia de Entre Rios,
pero que,. posteriormente, hallándose en el Rio Grande,
recibió una carta de su hermano don José Rivera Indar-
te, previniéndole cuidase no esponerse á ser tomado
por el ejército de Oribe, pues que se le atribula haber
tenido parte en algo relativo al atentado de \^ máquina
infernal; que esto le sorprendió. mucho, porque, sa-
biendOiSU hermano que él no se hallaba en Montevideo
en la época á que se referia^sabfa también que no po- .
13
;«•
V
194 PBOTIHCIA
día comprenderle parte alguna de tal acusación, pero
que, con el deseo de saber algo, á ese respecto, ya que
no pudo preguntarlo a aquél por haber muerto sin ver-
le, lo hizo al librero don Jaime Hernández, en quien su-
ponía conocimiento sobre el asunto, mediante las rela-
ciones intimas que le ligaban, en el tiempo de la
. máquina infernal, con don José R. Indarte, y además,
que frecuentaba su librería y su imprenta; que, en
efectp, Heniandez le dijo que la citada máquina infer-
nal había estado en su casia toda una noche; que la
llevó el hermano del declarante, y de allí el mismo la
condujo^ al dia siguiente, al^inisterio, y después al
paquete que la trasportó á Buenos-Aires: que^ cenia
máquina, llevó también de la librería unos pliegos que
tenia preparados como oficios: finalmente, que doa
Jaime Hernández no quiso dar mas detalles sobre el
asunto.
Terminada la guerra civil en la República con el
anonadamiento del ejército libertador y con la muerte
de su gefe el .general Lavalle, Oribe, que se encontraba
con un fuerte ejército, escribió á Rosas manifestándo*-
le, que, de acuerdo con el deseo manifestado por algu-
nos de los principales personages de Bolivía, seria la
mejor oportunidad de operar la reincorporación de la
provincia de Tarija, ilejítim^mente separada déla Con-
federación, Rosas, contra lo que debía esperarse, en
. enero de 1842, le.oontestó que, mientras él estuvie-
se á la cabeza del gobierno general, jamás llevaría
. la guerra á Bolivia, importando poco que su forma
de gobierno fuese de unidad ó federativa; que no era
digno de la República "Argentina reincorporar á Tarija
. por la fuerza, ni reclamar nuestros derechos, en cir-
cunstancias que Bolivia se encontraba afligida y en*
vuelta en la anarquía, y que debía ser obra de la paz,
por medio de negociaciones dignas y honorables, en
que por un acuerdo quedase restituida.
DB BUBÜOS AIRBS '19^
El 5 de eftero de 1842, el gobernador Rosas mAodó
cerrar toda comunicación con los habitantes, pueblos,
puertos y costas de la República Oriental del Uruguay
sobre los rio» de este nombre y N^gro; y el 11 de abril
declaró espeditas las vías del tránsito para todas las
provincias del interior, libres ya déla guerra civil Tíon'
Ja coniplííta derrota del ejército libertador, en el Rodeo
del Medio (el 24 de setiembre de 1841) y con. la desig^ra-
ciada como casual muerte del general. Lavalle en Jujui
(10 de octubre). Sin embargo, al autorizar Rosas al
gefe de policía á despachar pasaportes y licencias 6
todos los habitantes de la provincia, escluyó á los
pseudo -unitarios, á quienes no podía éste espedirlos,
ni concedeí* licencia para salir á ninguna parte.
El P. E: de la provincia fué, desde el 16 de agostódé
1840, cuando la invasión del general Lavalle en* el ter-
ritorio de la provincia por el norte, hasta el 4 déjulio
de 1842, ejercido por dos gobernadores conjuntamen-
te^ uno, propietario— Rosas— y el oítro^ delegado — Ara-
na. Los Estados de Tesorería, mensages y la tnayor
parte de los decretos de trámite Ó de menor importan-
cia eran firmados por el delegado y casi todos los de-
más por el propietario, quien, en aquella fecha (4 de
julio) reasumió el mando.
Los degüellos del mes de abril de 1842 cesaron inme-
diatamente con una simple orden de Ro^as trasmitida
el 19," por medio de su edecán, el general Corvalan^ al
gefe de policía Victorica, estrañando que é>ste dejase de
llenar el principal desús deberes, y á los gefesRolón^
Ramiro, CuitiHó, Ximeno, Nárbona y Mái^ifió,' para
que hiciesen salir patrullas desde esa noche, pt'eñdién-
do y conduciendo á la cárcel pública, con grillos, á to-
dos los asesinos ó sosi^echososl Con esta medida,
cesaron los asesinatos como por encanto.
Poruña desgraciada coincidencia, tanto los degüe-
llos de octubre de 1840 como los de abril de 1842, tu-
196 FEOvniciA
vieron lugar durante el gobierno delegado, lo que no
importa responsabilizar á éste por aquellos hechos
sangrientos, sino llamar la atención del lector sobre
aquella circunstancia. En efecto, el doctor Arana,
gobernador delegado, no tuvo en ellos conocimiento
alguno, puesto que Rosas, desde Santos Lugares^
donde se hallaba, libraba sus órdenes, con absoluta
prescindencia del delegado, según lo dispuesto por el
decreto de 16 de julio de 1840.
fl84«>--BBl6ABiEB JíVAiv !!• BOSAS, gobernador pro-
pietario, desde el 4 de julio de 1842, que reasumió el
mando de la provincia, que siempre tuvo aunque apa-
rentemente delegado, hasta el 26 de enero de 1852 que
lo delegara en sus ministros, para no reasumirlo ja-
más. '
Avergonzado Rosas de tanta humillación y abyec-
ción de parte de sus conciudadanos, que no se cansaban
de confundirle con condecoraciones que, en verdad, él
no solicitaba^ contentándose con que no le quitasen
el bastón del mando que era su única aspiración, por
mas que reiterarla sus renuncias, que sabía no se ha-
bían de atrever á aceptar los Representantes, el gober-
nador hizo á éstos un feo desaire prohibiendo termi-
nantemente (29 de marzo de 1843) se le diese los títulos
de Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes^ Héroe
del Desierto, Defensor Heroico de la Independencia
Americana, etc. y únicamente el de gobernador y ca-
pitán general de la provincia ó el de brigadier; dis-
poniendo al mismo tiempo no se admitiese en las ofici-
nas públicas documento alguno que llevase aquellos.
^ Prohibió igualmente (11 de abril) toda clase de suscri-
ciones, como era de costunjbre, con destino á demos-
traciones públicas en honor á su persona, y celebrar
su cumpleaños; así como las palabras cimportante vida
etc.», que debían suprimirse en el saludo, limitándose
éste éitDios guardeÁV., V* S. ó V. E. muchos años.»
DB 'BUBNOS AIBBS 197
^ So pena de tres años á trabajos públicos,' prohibió .
(22 de febrero de 1844), para siempre^ el juego de car-
naval, que, no por eso, dejó de jugarse, aunque» con
decencia.
Decretó (18 de mayo de 1844) igualmente la abolición
de la costumbre del luto, en la forma usada hasta en-
tonces y después, permitiendo solamente, como signo
de luto, una lazada de gasilla, crespón ó cinta negra
de dos pulgadas de ancho, en el brazo izquierdo, en
los hombres; y en las naugeres, una pulsera negra, de
igual ancho, en el mismo brazo; pero sin prohibir por
eso el uso de los vestidos negros, etc.
El gobernador Rosas prohibió (8 de enero de 1845) la
salida de los puertos de la Confederación á todo buque
que pretendiese ir al Paraguay ó Corrientes, como
también la entrada de los que procediesen de aquellos
puntos; no reconociendo las enagenaciones de los bu-
ques y. propiedades argentinas, verificadas en Corrien-
tes ó en el Paraguay después del decreto de 7 de octu-
bre, espedido por el gobierno de Madariaga; como
también (16 de abril) la intrdduccioa de efectos y artí-
culos del Paraguay,' por cualquiera vía que viniesen.
Con escepcion de los paquetes ingleses de Europa y
los buques de guerra de las naciones amigas, mandó
(13 de febrero) cerrar toda comunicación con la ciudad
de Montevideo^ inlerin esta fuese dominada por los
pseudo-unitarios, cesando esa prohibición á la entrada
del ejército de Oribe, que nunca llegó á realizarse.
Prohibió (27 de agosto) toda comunicación con los
buques de guerra franceses é ingleses, que bloqueaban
el puerto y costas de la provincia y de la República,
modificando Ja prohibición respecto de los últimos por
haber el lord Howden levantado el bloqueo el 15 de
julio de 1847.
El general 0*Brien, de quien se habló mas arriba,
había sido comisionado por el gobierno de Montevideo,
198 PfiOViKCtA
en 1844, para solicitar la intervención de los de Ingla-
terra y Francia, sobre la independencia de la República
Oriental del Uruguay, anienazada por la invasión de
un ejército argentino, al mando del general M, Oribe,
í que se titulaba Presidente dé aquella República, y á
quien nadie mas que Rosas reconocía como tal.
Ya, el representante de la Gran Bretaña en Buenos
Aires, señor Mandeville, con fecha 16 de diciembre de
1842, es decir, diez dias después de la sangrienta bata-
lla del Arroyo Grande, y antes de la aproximación de
Oribe á las puertas de Montevideo, dirigió á Rosas una
nota, en que declaraba que la Inglaterra y la Francia
' convinieron en una intervención con el objeto de pro-
teger al Estado Oriental del Uruguay, y pedían á am-
bos beligerantes que no pasasen los límites de sus
respectivos territorios. Rosas se rió de la interven-
ción anglo-francesa, y apesar de la protesta oficial de
Mr. Mandeville, su empleado Oribe, atravesó el Uru-
guay, sucedléndose la invasión con todos sus horrores.
El agente de Montevideo fué muy bien recibido por
el conde de Aberdeen, con quien celebró una confe-
rencia, en que se convino que O'Brien presentase, como
lo hizo, una relación exacta de la carrera pasada de
Rosas, desde que fué capataz ó mayordomo de las es-
tancias de loa señores Anchorena, hasta el año de 1844.
Después de varias conferencias en Londres, con el
conde de Aberdeen, vizconde Ponsonby y sir Roberio
Peel, y en Paris, con M. Guizot, con el embajador bri-
tánico, lord Cowley, con el embajador brasilero, mar-
qués de Abrantes y con el rey Luis Felipe, y después
de haber conseguido se presentasen diez peticiones á
ambas cámaras del parlamento, firmadas por casi todos *
los banqueros, comerciantes y manufactureros de Li-
verpool, Manchester, Leeds, Halifax y Bradford, el
gobierno inglés mandó retirar á su ministro Mande-
ville, en mayo de 1845, reemplazándolo porMr/Gui-
DB BUBSOS AIRES 109
llermo Qore Ousedey, quien en unión cotí el barón
Deffaudis, inició la intervención anglo-francesa esta-
bleciendo el bloqueo en los puertos y costas de la Re-
pública.
Las escuadra» de esas dos naciones subieron el Pa-
raná, y en la Vuelta de Obligado epnpeñaron wn com-
bate, el 20 de noviembre del mismo año (1845), con las
baterías de tierra al mando del general Lucio Mansilia,
habiendo, cada una de las partes que eji él tomaron
parte, cumplido su deber, aunque con sensible pérdida
de ambas.
Desde entonces contirfuó la intervención anglo-fran-
cesa sobre la cuestión del Rio de la Plata,- sucediéndo-
se las misiones, una tras otra, desde Ouseléy^Deífau-
dis (1845) hasta la de Howden-Walewski (1847), cuando
el primero declaró retirada la intervención arihada por
parte de la Inglaterra (julio), continuando el segundo
por parte de la Francia, hasta junio de 1848.
Después de la ruptura de la negociaron Howden-
Welewski, llegó otra líiísion (1848) encomendada á
don Roberto Gore y Barón Gros, también sin resultado
alguno.
El rechazo d^ cada una de esas negociaciones obte-
nía la mas solemne aprobación de la Legislatura.
Acordó ésta (26 de agosto de 1847) se hiciesen tres sal-
vas acompañadas de repiíjues generale.s,,el 29 de agos-
to, una al salir el sol, la otra á las doce del dia y' la
últi(na al ponerse el sol, en señal de aprobación, por
parte del pueblo de Buenos Aires, representado por la
Sala de Diputados de la provincia, de lá conducta del
gobernador Rosas.
Ordenó éste (28 de diciembre de 1845) la subdivisión
del Partido de la Guardia de Lujan (hoy Mercedes),
creando otro con la denominación de Chivilcoy, seña-
lándosp por límites las Saladas, al primero, y al se-
200 PBOVIHGIA.
gundo, las Saladas y los Partidos de' Navarro y Fortín
de Areco: —
Ratificó (6 de enero de 1847) el protocolo de recono-
cimiento de la independencia de la Confederación Ar-
gentina por el rey de Suecia y Noruega.
El 18 de enero dé 1847 tuvo lugar la colocación de
la piedra fundamental de la muralla de la Alameda,
(Paseo Julio), cuyo acto fué presidido por el ministro
de hacienda, doctor Manuel Insiarte, habiendo sido la
' madrina la hija del gobernador^ señorita doña Manue-
la Rosas, (hoy señora de Terrero). Se depositó en la
obra: 1« la comunicación que pasó. el gobierno á la
Junta de Representante^ presentando los. planos; 2**
la autorización de ésta; 3^ los nombres y apellidos de
los que componían el cuerpo soberano déla provincia;
4° el de la autoridad superior de Rosas, como encar-
gado de las relaciones esteriores de la Confederación
Argentina; los tribunales de que se compone la provin-
cia^ gefes y demás notabilidades; copia de la nota fecha
3 de mayo de 1856 en que se comunicaba, por orden
superior, que el mayor edecán don Antonino Reyes de-
bía empezar á enviar ladrillos y cal, trabajados unos y
otra en el cuartel general de Santos Lugares (hoy San
Martin), con destino á la obra de la Alameda; y. por úl-
timo el nombramiento del ingeniero don Felipe Senillo-
sa para director de la obra. De todo eso se sacaron có-
, pias autorizadas por su orden y depositado en una urna
de cristal colocada en el cajón de la piedra fundamen-
tal, conteniendo los documentos y naedallas (101 de oro,
plata y cobre, desdq el año 1644 hasta el de 1845 y ade-
más un billete de cada clase de papel moneda corriente
desde 20 pesos hasta uno). Firmeron el acta las per-
sonas siguientes;— Manuel Insiart^— Manuela de Ro-
sas y Ezcurra — Vicente López— Lorenzo Torres— Mi-
guel García— Casto Cáceres— Miguel Estanislao Soler
—Mariano Benito Rolon— Felipe Heredía-^Jbsé Ma-
DB ]ÍüSílr08 J^IBBS 201
ría Oyuela— Felipe Elortondo de Palacios — Pedro Ber-
nal — Felipe María Ezcürra — Benedito Maciel — Eusta-
quio Torres— Juan Moreno— Miguel Riglos — Juan Ma-
nuel Larrazabal — Romualdo Gaete— Antonio Toll—
Juan Manuel de Luca — ^^Pedro Angelís— Victoriano
Agüilar — Ángel Herrera-^Nicasio Biedma— Bernardo
Romero-— José Narbona— Francisco Quevedo-r-Pedro
Ximeno — ^José Salguero — Ignacio Mártinez-**-Miguel
Otero— José Olaguer — Juan Antonio Argerich— Fran-
cisco Aimeyda— Eustaquio Giménez — José María Ve-
lazqLver — Julián Virón— Adolfo Mánsilla-^ Lorenzo
Roüsséan — José Graham*-W. Harris— Leonardo Son-
sa Leite Acevedo — Picolet d^Hermillon— Juan Klick —
Carlos Rodevald — Carlos Bunge— Clemente José de
Moura — José María Reybaud— Máximo Terrero— Fer-
nando García— Natal Torres — Francisco Pífteiro-^G.
Corvins ^ Pedro Xara— Víctor Silva— Narciso Martí-
nez—Bekar— Gabriel— Francisco Beláustegui— Felipe
SeníUosai.
El Paseo de la Ribera á que la Junta de Represen-
tantes había dado, por ley de 15 dé marzo de 1847,: la
denominación de Paseo de la Encarnación^ en conme-
moración del nombre de la esposa del gobernador, de
conformidad al deseo manifestado por éste, quedó sin
efecto esa resolución, dándole el nombre de Paseo Ju^
liOy que hasta hoy conserva- .
Habiendo solicitado (17 de setiembre de 1846) el go-
bernador Rosas que se hiciese una reducción -en los
dias festivos del año, y después de oir el dictamen del
Senado ^el Clero, el obispo diocesano^ doctor Medía-
no, espidió al fin, (2 de enero de 1849) un edicto supri-
miendo todos los dias de fiesta de ambos preceptos
entre semana, á escepcion del de la Encarnación de
Nuestro Señor, el de la Circuncisión, el de la Festivi-
dad de Todos Santos y el del Patrón San Martín.
{Fueron restableóidos despueáxde lalcaidá de Rosas).
i
i
302 pRoyiiraiA
Uno de los actos sangrientos del Dictador y que
quizá contribuyera á precipitar su caida, fué la cruel
ejecución de la joven Camila O'Gornrian, juntamente
con su seductor el presbítero Uladislao Gutiérrez, cura
del Socorro, la cual tuvo lugar á las diez de la maña-
ña del 18 de agosto de 1848^ en los Santos Lugares de
Rosas (hoy pueblo San Martin). Este hecho causó
horror á los hombres que se manifestaban mas adic-
tos á Rosas, y arrancó lágrimas y gritos de venganza
á las madres^ á los esposos y á los hermanos. Desde
ese momento» la opinión públicajse exarcebó y haista
los indiferentes despertaron de su letargo pronuncián-
dose contra la malhadadayfederacío/z, con sus omnímo-
das facultades. Fué un buen federal^ muy adicto ala
persona del Restaurador, quien nos dio la primera no-
. ticia de tan horrible hecho, llevado á cabo en medio
del llanto y de la consternación de los mi»mos soldados
llamados á ejecutarlo.
El gobernador Rosas suplicó encarecidamente (5 de
marzo de 1850) á ios Representantes que, al contestar
al Mensage del P. E., se dignasen oiarcar Jos hechos
en que pudiera haber errado^ lo que se habrían guar-
dado muy bien de hacer, y al mismo tiempo, atendida
su estension (457 pág.) emitir su fallo en general sobre
los qoe no mereciesen su particular atención.
La junta contestó (4 de octubre), como era de espe-
rarse, que, á vista de ese documento, todos y cada
uno de los Representantes no tenían que decir, sino
que t la República Argentina marchaba feliz y glo-
. fiosa.»
^ Cada vez que Rosas presentaba su renuncia, lo que
f^ucedía todos los años, rogando encarecidamente á la
Junta de Representantes te nombrasen un sucesor, es-
ta, lejos de aceptarla, le hacían nuevos ofrecimientos
. humillantes; y el 20 de setiembre de 1851 aceptó con el
^ mayor júbilo el desistimiento de Rosas de la última
DE Étrsirod aibbs 20S
renuncia que reiteradamente le había dirigido, decla-
rando que todos los fondos de la provincia, las fortunas,
vidijs, fama y porvenir de los Representantes de ella y
desús comitentes, quedaban sin limitación ni reserva
fi^lguna á disposición del gobernador Rosas, hasta dos
años después de terminada la guerra contra el general
Urquiza, que se había pronunciado el 1^ de mayo, y la
declarada contra el Brasil el 18 de agosto. La junta
declaró igualmente crímenes de s^lta traición ala patria
é infracción del tratado de 4 de enero de 1831, todos los
actos cometidos por el general Urqoiza> gobernador
de la provincia de Entre Riüs, prohibiendo se diese á
éste la denominación de general y tratándosele con el
merecido diotado de loco, traidor ^ salvaje unitario;
y el 9 de diciembre (1851) sancionó una ley exonerando
al Ge/e Supremo Rosas del deber de presentar el Men-
sage y presupuesto en el dia 1° de enepo próximo,: y
declarando que, mientras durase la guerra y hasta tres
años degpues de haber obtenido el triunfo sobre el ejér-
cito libertador del general Urquiza, quedaba exonera-
do Rosas, no solo de aquellos deberes, sino también
de oualesquier otros, ordinarios ó estraordinarios,. y
sin responsabilidad alguna por la postergación abso-
luta que hiciera de todos los deberes, y aceptando los
Representantes iodds las consecuencias^ de aquella
saDdon, cu-alesquiera que ellas fucs€iny haciendo de
su escluaioa responsabilidad todos los actos y dispo-
siciones del Ge/e Supremo de la República,
Después de renunciar el mando Rosas tantas veces,
negándose siempre la Legislatura á exonerarle-de tan
pesada carga, que su salud quebrantada no le permi^
tía ya soportar^ cuyo tema duró veinte años, á los que
sobrevivió otros veinte y cinco mas, la provincia de
Entr^ Ríos, por medio de su cámara legislativa, no
encoi>tró justo que tanto se abusase del joaíWoííswao y
abnegación de Rosas, exigiéndosele el prolongado
204 PBOVIKCIA
sacrificio de 17 años continuados de su vida, en servi-
cio público, y aceptó por consiguiente su renuncia, en
cuanto de aquella provincia dependía. Rosas demos-
tró entonces que sus repetidas renuncias eran una pura
farsa, apelando á las armas para castigar lo que él
consideraba una locura de parte del general Urquiza.
Este pasó el Uruguay á la cabeza de las huestes en-
tren anas, y fué á dar libertad primero á los de la plaza
de Montevideo, que, desde el 16 de febrero de 1843, se
hallaba sitiada por el general Oribe, con el mismo ejér-
cito que acababa de llegar triunfante del interior de la
. República y de Entre Ríos, pero dejando el suelo ar-
gentino regado de sangre humana.
Libre ya el Estado Oriental, de'spues de una conven-
ción celebrada con Oribe, el 8 de octubre, ó mejor dicho,
después de una capitulación del general Oribe, y resti-
tuidos todos los orientales al goce de sus derechos,
Urquiza engrosó su ejército con el que fué de aquel
y con los de la plaza; repasó el Uruguay, y atravesan-
* do el Paraná, se presentó en la provincia de Buenos
Aires á la cabeza de 27, 635 hombres de todas armas,
con 45 piezas de batalla, incluyendo las fuerzas de En-
• tre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Buenos Aires y las
oriéntalas y brasileras. En el Paraná se reunió á Ur-
quiza llevando de 1000 á 2000 caballos y una fuerza de
300 á 400 hombres, el coronel Bernardo Vicente no
Gonzales, el amigo íntimo de Rosas, cuya causa aca-
baba de defeccionar.
Rosas, que había salido de Palermo, el 26 de enero
(1851), consiguió reunir inclusas las fuerzas de la ca-
pital un ejército que constaba de 30,000 hombres, con
60 piezas de batalla, inclusas 4 máquinas de cohetes,
y ocupaba el perfil de una cuchilla que corre desde
Santos Lugares (hoy pueblo San Martin), hasta la
cañada de Morón . Con tan respetable fuerza esperó
• al ejército grande libertador en los campos de Alvarez,
DB BlTBKOfl AIRBS SOS
situándose él en Caseros, previa delegación que hicie-
ra del mando gubernativo en sus ministros.
La vanguardia del ejéi*cito de Rosas de 5000 hom-
bres, al mando del general Ángel Pacheco, después de
un pequeño choque — real ó aparente— el 31 de enero
(1852) se hizo humo y se dijo que había sido derrotada.
Algunos lo creyeron asi; otros, y entre éstos el misino
Rosas — opinaron de diferente modo, como se podrá
juzgar por lo que vamos á referir.
En la noche del 2 de febrero, víspera de la total caida
del Dictador, fué este visitado en» su campamento, en
Caseros, por el doctor Lorenzo Torres, á quien Rosas
recibió con agasajo aparentando concebir la mas hala-
güeña esperanza de triunfo. Torres, en vista de la
absoluta falta de disposición y de organización militar
que, en su tránsito hasta Caseros, había o^bpervado en
el ejército, consideró mas bien que, lejos de triunfar^
lo que le esperaba á Rosas era una derrota segura.
Después de algunas observaciones que Torres juzgó
oportuno deber hacer y á que Rosas no pudo satisfacer
sino con evasivas, se despidió aquel, desilusionado de
la decantada previsión de tan gran general, que apa-
rentaba ignorar aún la mas simple evolución. Al re-
tirarse, acompañado de Rosas, hasta la puerta, Torres
tomaba la dirección del campamento de Pacheco á lo
cual, notado por aquel, le indicó el camino que debía
seguir. «No, señor, — dijo Torres,— deseo pasar á
saludar al general Pacheco. — No, vaya usted, — con-
testó Rosas — Pacheco está loco.» Desde ese momen-
to. Torres se ratificó en su opinión de que la caida de
Rosas estaba ya decretada por la Providencia y que
ella era inevitable. ^
Cuando Rosas se despidió (26 de enero de 1852) de
su hija, le previno se retirara á la ciudad después de
recoger los objetos mas preciosos, y ante todo, los
papeles, que lé indicó, justificativos de la inversión de
006 FBOvnrciA
* los dineros públicos, que era á lo que daba mayor im-
portancia y. en cuya conservación manifestó tener
particular interés, en contraposición de los papeles
políticos, cuya pérdida ó publicación nada la inquie-
taría.,
Apesar de las instancias y ruegos de la entonces se-
ñorita dofla Manuela á su padre, para que se quedase,
delegando «1 ma»do del ejército en Pacheco, el Dicta-
dor insistió en que.debía indispensablemente poj:ierse
:: ala cabeza del mismo^ tanto porque Urquiíta habría
. atribuido su ausencia á miedo, ^cuanto porque-no tenia
confianza ei> Pacheco, ni en ninguno de sus gefes; pero
- . que podía estar tranquila y preparada á recibir los
: chasques que de hora en hora, ó con mayor frecuencia,
le iría mandando desde el campo de batalla.
Esta, que ducó mas de cinco horas, tuvo lugar, el 3
. de febrero, dando por resultarlo la completa d^rrotí^ de
Rosas, con ladispersion de toda la caballería, quedan-
do prÍ3Íon.era toda la infantería y artillería, sin que
llegase chasque alguno en todo aquel dia, cuya circuns-
tancia hizo creer á la pobre hija que su padre ya no
existiría. Confirmábala esta creencia la llegada de
varios grupos, á la ciudad, en derrota, y apesar de
. que Se le. afirmaba, con ánimo de tranquilizarla quizá,
que la acción continuaba sin decidirse, ella tuvo el buen
, criterio de sostener, con fundamento, que el éxito de la
batalla le había sido adverso y que su padre debía ha-
. ber tenido un fin siniestro.
Rosas, que no era hombre de guerra, no se movió
del campo que ocupaba para.disputar al enemigo ;el
pasagedel Puente de Márquez, como lo habría hecho
cualquiera de sus gefes, si se les hubiera encomendado
. la dirección de las operaciones. Tuvo la calma y san-
gre fría de contemplar, desde las dos de la tarde del dia
2 de febrero y solo á la distancia de 20 cuadras del
enemigo, la formación de sus legiones en actitud de
DB ÉVmOB AIRBS 907
ataque, sin mdleiátafle, dejándole vivaquear toda la no-
che con la mayor tranquilidad.
El resultado de tanta ineptitud fué — el que dejbfa es-
perarse—su completa y vergonzosa derrota.
Cuando se convenció de un modo mas que evidente
que su poder había caido y que su persona corría pe-
ligro, Rosas^ á instancias de personas interesadas en
su salvación^ abandonó el campo de batalla acompa-
ñado de- un escuadrón dé caballería y de numerosos
gefes y oficiales, haátael Hueco dé los Sauces, donde
permaneció como una hora. Allí se despidió de sus
acompañantes, á quienes agradeció el servicio que
acababan de prestarle, rogándoles al mismo tiempo le
dejasen solo. Entonces., sobre el recado de su caballo,
escribió con lápiz, su renuncia^ concebida en los térmi-
nos siguientes:
« Febreto 6 dd 1$62.
Señores Representantes:
c Es llegado el caso de devolveros la investidura de
Gobernador de la Provincia y la suma del poder oon
que os dignasteis honrarme. Creo haber llenado mi
deber como todos lofe señores Representantes, nuestros
'conciudadanos los verdaderos federales y mis compa-
triotas y compañeros de armas. Si mas no hemos
hecho en el soslén sagrado de nuestra Independencia,
de nuestra integridad y nuestro honor es porque mas
no hemos podido.
«Permitidme^ Honorables Representantes, que, al
despedirme de vosotros, os reitere el profundo recono-
cimiento con que os abrazo tiernamente y ruego á Dios
por la gloria de vuestra Honorabilidad, de todos y cada
-uno de vosotros>
c Herido en la mano derecha^ y en el campo, perdo-
/
808 ?BOViiíCiA
- nad que o& escriba con lápi2 egta nota y de una letra
trabajosa.
f Dios guarde á V. H. muchos auos.
Juan Manuel de Rosas.
En seguida, cambió su chaqueta y gorila por la de
su ayudante Loreuzo Loppz y entró en la ciudad^ co-
mo 4 las cinco d^ la tarde^ yendo directamente érefu-
gkrse en casa del enqargado de negocios de S. M. B.
el honorable capitán de la real marina don Roberto
Gore, desde donde mandó en seguida á tranquilizar
á su hija sobre su existencia, sin indicar empero su
paradero, hasta mas tarde que fué e«to verificado por
el secretario de la legación, enviado al efecto, llevando
al mismo tiempo el encargo de regresar acompañado
de la referida señora. Esta mandó decir á Rosas que
no podían salir tan pronto, porque estaba, haciendo
encajonar los papeles y disponiendo lo conveniente,
ya que tenía que abandonar su casa y su país natal.
Toda la casa estaba en completa confusión^ y como
era matura!, la señora doña Manuela lloraba y se la-
mentaba sin consuelo, no tanto por el material abando*
no de sus bienes^ que no los consideraba perdidos,
cuanto por verse en la forzosa , necesidad de dejar su
patria, parientes y .r^^^laciones, de quienes fué siempre
estimada, porque, en verdad, era muy digna del apre-
. ció de todos los que la trataban y frecuentaban su so-
ciedad en Buenos Aires, y de ser compadecida por su
difícil posición.
A las nueve de la noche, doña Manuela abandonó su
^ casa, y, acompañada del secretario de la legación bri-
tánica, fué á reunirse á su padre que la esperaba en la
, del encarga4o.de aegocios, señor Gore.
Como á las once de la nocUe del mismo día 3 de
febrero, Rpgas se emba,rcó con su hija,. acompañado
DB BtTBHQS AlBBji Qd9
• de Mp. Goré, 'dos oficialefe y seis marineras, en 1 A fra-
- gata de guerra á vapor de S. M, B. (capitana del con-
tra almirante Henderson, Ce/iíaar; la cual permaneció,
hasta el dia 9, en el puerto, desde donde aquel pudo
contemplar las demostraciones* de alegría, á que. fes-
tejando su caída, se entregaba con entusiasmo el mis-
mo pueblo, que, pocos dias antes, ofreciera todos los
fondos de la provincia^ las fortunas^ vidas, fatna y
poroenir^
La referida fragata á vapor, con sus huéspedes á
bordo, salió el citado dia 9, hasta Punta del Indio —
punto que dista como 70 millas del puerto — en dbnde
fueron trasbordados^ el 10, al vapor de guerra de la
misma nación Conflict con destino á Inglaterra, La
Centaur regresó al puerta al siguiente dia 11.
Durante el viage del Conflicto reventó una de las
calderas, ocasionando la muerte á cuatro individuos
de la tripulación. El 23 de abril llegó á Devonport,
donde desembarcó y visitó el real dock, -que es el mas
hermoso del mundo, sus espléndidos cuarteles, bospi-
tales.navales y militares, etc. El 25 llegó el Conflict
, á Plymouth, donde Rosas fué recibido oficialmente
(con una salva) por el comodoro superintendente, sir
Michael Seymour. Poco después desembarcó el ex-
- Dictador y fué á alojarse en Moorshead's Royal Hotel,
Fore-Street, Devonport, donde fué visitado por el almir
rante dePpuerto, sir John Ommanney y otros gefes de
repartición. Su equipage, que consistía en un crecido
número de cajones, fué inmediatamente desembarcado
sin la menor dificultad ni embarazo.
Con motivo de ese recibimiento oficial, como nunca se
había practicado antes con soberanos destronados y
otros personages de nota que fueron á refugiarse en
tierra inglesa, se suscitó un largo y acalorado debate
en la Cámara de los Lores; en su sesión del 29 de
abríl, es decir, cuatro días después de haber anuncia-
14
do los diarios de Plymouth la llegada del ei*D¡ctador
argentino. En dicha sesión, el conde Granville inter-
peló al secretario de las 'Colonias sobre los honores
oficiales rendidos indebidamente á Rosas. Después
de un largo discursa sobre la materia, el noble lord
terminó pidiendo por única contestación, que la noti-
cia, tal como habla sido dada por los diarios, era exa-
gerada; que los honores dispensados á Rosas lo ha-
bían sido espontáneamente; que aquella demostracipn
. no envolvía inteneíon política y que no hábia mediado
órdea del gobierno.
El conde de Malmesbury contestó no haberse dado
orden alguna por el ministerio de relaciones esterio-
resj ni haberse enviado, del departamento que presi-
día el duque de Northumberland, persona alguna con
el objeto de tributar honores oficialas al general Rosas;
que lo único que hubo, fué haber recibido de este indi-
viduo uila carta escrita ton sencillez, en que pedia
permiso para residir en ios dominios de S. M. B. tan
trant}ui lamente como fuese posible» asignándosele al
mismo tiempo una persona que viviera con él, hasta
poseer mejor el idioma inglés; que., en consecuencia,
no encontraba otra esplicacion que poder dar al mbdo
como fuá recibido Rosas por las autoridades de Ply-
mouth^ sino es que, por un sentimiento natural, hubie-
. sen querido acoger, con hospitalidad y respeto, á un
refugiado distinguido de un país estrangero; que^ por
otra parte^ Rosas no era un refugiado común, sino
uno que había manifestado gran distinción y genero-
sidad para con los comerciantes ingleses que trafica-
ban con su país, y uno, en fin, con quien el anterior
gobierno había concluido negociaciones de carácter
importante y aun firmado un tratado, en 1849; que
cualquiera que hubiese sido la conducta del ¿eneral
en la América del Sur y cualesquiera que hubiesen
sido las crueldades cometidas por ól^ lo que solo atafie
DB mmm ajrbs 211
á si\ nac?ón-¿en las quo quizá rio habla exag^sraioiop —
no era dable estigmatizarlas en aquellas circunstan-
cias.
Y después de un largo debate, en que, como se ve,
se eludía lu cuestión principal de si se habfa ó no dado
orden de hacer á Rosas un recibimiento oftciaL como
se le hizo', el duque de Northumberland contestó' que
el gobierno no babia dado órdep alguna á lia escuadra
estacionada en el Rio de la Plata, en este sentido, pero
sí, que todos los gafes de estación la tenían en.gefie-
ral, para salvar la vida en 4od09 los casos como. aquel
en que se halló Rosas; que nopudiendo éste llegar á
tiempo para tomar uno de los paquetes de la linea del
Brasil en ^io Janeiro^ áñn de trasladarse á Inglater-
ra, como era su inte^icion, y no considerando, adeniás,
segura su vida, si permanecía algún tiempo en el Bra-
"sil, no hubo mas remedio que conducirle en el Conflicto
y que, si «n eso se habla obrado mal, él (el duque) se
constituía de ello responsable. :
Con n^otivo de la ley de 29 de julio de 1857, dio- á
luz la siguiente:
«Protesta del general Rosas
SouthamptoD} tetlenibre 20 de 185T.
. . , , • . • • • í
« El Senado y Cámara de Representantes de But^nos-
Airés, en 28 de julio último, ha sancionado: • *
«Primero— Soy Reo de Lesa-Patria, por la tiranía
sangrienta que ejercí sobre el Pueblo, violando hasta
las Leyes de la Nación; por haber hecho iraicion, en
muchos casos, á la Independencia de mi patria, y sa-
crifipado á mi ambición, su Libertad y sus glorias.
« Segundo— compete á los Tribunales ordinarios el
conocimiento de loscrimeaos que he cometido.
< Tercero— Y que can arreglo al decreto, 16 de febre-
^12 noYivciA
' ' ro de 52^ que declaró de propiedad pública todos mis
bienes existentes en el Estado de BuenaS'Aires,<iueda
autorizado el Poder Ejecutivo para venderlos. >
« He leído esa Ley. ¿ El gobierno que presidió el
general Rosas, lo fué solamente de la Provincia bonae-
rense, ó lo] fué además de toda la República? ¿A
quién corresponde el fallo del que, con toda la suma
del poder por las Leyes, representó á la Confedera-
ción Argentina ante el mun4o, durante tan dilatado
periodo?-—! El juicio del general Rosas I— Ese juicio
compete solamente á Dios y á la historia; porque sola-
mente Dios y la historia pueden juzgar á los Pueblos.
Porque no hay ley anterior que prescriba ni la sustan-
cia del juicio, ni las formas que deben observarse.
Porque no pueden constituirse en jueces los enemigos
ni los amigos de Rosas, las mismas victimas que se
dicen, ni las que pueden ser tachadas de complicidad
en Iqs delitos. La Nación, por el órgano de su gobiei^
no, él Director Provisorio, declaró que los bienes del
general Rosas no podiati ser confiscados, i Que dirá á
eso su representacion'soberana, que aprobó el decreto
y demás resoluciones de su gefe supremo? ¿Decreto
y demás resoluciones que obtuvieron además el voto
esplícito de la Provincia de Buenos-Aires ? Rasgos
esclarecidos de justicia inmortal, que al devolverme
mis propiedades, honran altamente al general Ur-
quiza.
«Vuelyo ala Ley. Esta clase de crueldades au-
menta las fuerzas de la razón. Ese odio de los erro-
res es el mejor titulo que se consagra para la gloria de
la inculpabilidad, para el honor inmortal de la honra-
dez.
t No hay que esperar moderación cuando el furor
ocupa el alma. Mientras puedo, pues, decir mas acre-
ditando la sinrazón con que se me ataca, y la justicia
que me asiste^ mi primer deberes protestar aún mas
DB BDHHOS AIBBS 2iS
públicamente, incluyendo aquí también mi anterior
protesta^ que sustancialmente es como sigue:
c Sonthampton, diciembre 18 de 1858,
«Exmo. señor:
« Cuando, á consecuencia dé la orden de mi gobier-
no, he sido despojado nuevamente de mis bienes, los
estímulos de mis sentimientos y la fuerza de mis de-
beres no me permiten una conformidad. Y si los de-
rechos del hombre son los de preferente atención, me
veo constituido á reclamarlos para indemnizarme de
los males que atacan mi honor, arrancan mis propie-
dades y afligen mi estado.
«V, E- funda su resolución en las órdenes, por las
que, se dice, saqué del Tesoro Público 4,647,066 pesos
papel moneda corriente, con destino á la quinta mía—»
Palermo.
« Permítame V. E. asegurar, que, durante mi admi-
nistracion^ ninguna orden puede haber en las cuentas
de Tesorería espresando ser su importe para gastos en
mi quinta, ni en cosa alguna que particularmente me
pertenezca ó haya pertenecido. Esas órdenes, á que
V. E. se refiere, deben ser por el caudal mandado en-
tregar al coronel Hernández y á oficiales escribientes
del inmediato despacho del gobernador. En todas
ellas se dice ser ese dinero para objetos del servicio
público. No pueden ser otras. ¿Por dónde eptónces
creer que esas cantidades hayan sido invertidas en mi
quinta? Y si se ha llegado á entender que correspon-^
den á ella la porción de edifiqios y demás obras en el
terreno alquilado á don N. Muñoz por el Estado, y en
otros, es esto una equivocación, porque eso es del Es-
tado, y hecho con dinero suyo. En ello, en otros gas-
tos relativos y en esas numerosas fuerzas acuartela-
das allí, y últimamente en el ejército acantonado en el
tH PROviiroiA
¿ampo mío de Pa/ermo, fué empleado ese dinero papel
moneda, así como en otras varias necesidades del ser-
vicio público. Tengo en mi poder los documentos de
cuentas y recibos originales que lo acreditan, y podré
mostrarlos aquí á quien V. E. me ordenase. ¿ Qué
mas podré hacer hoy, Exmo. señor, sin vista de esas
órdenes, juzgado del modp mas disconforme que V. E.
ha dispuesto, en mi situación, en un pafe estrañgero,
en el retiro silencioso de mi vida privada, solo y sin
ausilios para espedirme? Mas ¿quién podrá negarlo
que es así tan cierto de notoriedad? Las circunstan-
cias, permítame V. E, decirlo, con el mas subordina-
do é íntimo respeto, son solamente los que no favore-
cen la justicia que me asiste.
« Si hubiese mi gobierno dispuesto de mis ititereses,
obligado por la necesidad, dándoseme los recibos para
el correspondiente y mas inmediato posible abono de
su importe, yo habría sentido la satisfacción de consa-
grar ese nuevo sacrificio á mi patria. Si los hubiera
solamente embargado en precaución de algún uso de
ellos hostil contra mi gobierno 6 las esclarecidas per-
sonas de su administración, me habría limitado á su-
plicarle por el desembargo, asegurándole de mi con-
ducta respetuosa y obediente. Más, cuando la orden
de V. E. me quita mis propiedades, y se apoya en he-
chos los mas vergonzosos, juro ante Dios y el univer-
so, no haberlos cometido. Lo siento amargamente, y
con toda la fuerza de mi corazón y mi conciencia, ele-
vo á V. E. esta respetuosa súplica par la revocación de
esa orden suprema y entrega de mis bienes, con el va-
lor de I05 ganados y demás de que ya se ha dispuesto.
Súplica tanto mas oWigante, Exmo. señor, cuanto no
cuento con otros medios para vivir, no tengo mas en
Arnérica, ni en Europa, ni en parte alguna, que lo que
á la vista de todos poseo en Buenos-Aires, unas tier-
ras en la provincia de Santa Fe, y lo poco que me ha
quedado por la venta de la estancia « San JMartiji » y de
los ganador que recibió el compmdor, hasta la fecha
de lá orden del juzgado. Así, la venta de ]o que me ha
quedado no me alcanza ni para la cuarta parte d^ mis
gastos» si he de vivir en una moderada comodidad de^
cente.
€ Son así mismo injustamente incluidas entre las
propiedades mías de que se me ha despojado, las cinco
casas en la ciudad y una estancia en el partido del
Monte, perteneciente á mi hija por su herencia ma-
terna.
f En tal virtud, en mérito de lo espuesto, y atento á
las consideraciones enumeradas, anteV. E. rauyxe-
verentemeate reclamo, en la mejor forma que baya
lugar en derecho, y jurando no proceder doblemente,
á V. E. reitero mi mas encarecida súplica por )a devo-
lución de mis propiedades. Si lo contrario fuere, que
no debo esperar de lajustifícacíon de mi gobierno, díg-
nese V. E. considerar y persuadirse que esta solem-
ne protesta, que en tal caso elevo, en guarda y entera
conservación de todos mis derechos, ante mi patria^
su representación soberana, mi gobierno y las nació-
nes, es solamente en fuerza de nRis sagrados deberes,
de mis necesidades, y sin perjuicio de mi sumisión y
mas profundo respeto.
«Exmo. señor
«Juan Manuel pe Rosas.
€ Esa prudencia]ha abiertoVmas el camino á las ver-
dades. No abaré ahora la voz, ni para justificar, ni
para patentizar el origen de tantas desgracias acumu-
ladas en el seno de mi patria. Para saber lo que valen
los hombres^ preciso es p>oner en balanza sus errores
y sus aciertos, sus hechos buenos como los malos.
Y no es justo se pese.n por (klitos las faltas d^ U for*
•216 IP&OVIKOIA
tuna. Pero sellado el término de mi carrera pública,
acepto, como un deber, que la religión, mis circuns-
tancias, la naturaleza y las leyes, me imponen decir
algo^ segun' pueda, en defensa de mi honor, de mis
derechos, de los actuales derechos de mi hijo y de
mi hija, después de mi muerte,
«Llegará el día en que', desapareciendo las sombras,
solo queden las verdades, que no dejarán de conocer-
se, por mas que quieran ocultarse entre el torrente
oscuro de las injusticias.
«En veinte años que la prensa del mundo sirvió á
mis enemigos de instrumento para inventarme cargos,
á nadie ocurrió imputarme el de robador del Teso-
soro público, porque nadie podía, ni puede compro-
barme este cargo, sin ser desmentido por los docu-
mentos fehacientes que acreditan lo contrario.
«¿Debía comparecer en juicio para defenderme?
¿Qué puede la justicia ante el poder violento de las pa-
siones? ¿Podía hacerlo ante los que, arrogándose,
además, una competencia que nadie les ha atribuido,
daban muestras del espíritu que los animaba?
« Me limité á suplicar^ aún á reclamar, por la resti-
tución de mis bienes. Y en caso contrario á protestar-
Pero el éxito de esta petición señaló la medida de lo
que pudiese esperar en un juicio cualquiera. No me-
reció resolución alguna. Nunca el poder justificará
el hecho de favorecer así la ceguedad inflamada de las
circfunstancias. Y si la prensa de un país estraño no
hubiese publicado mi escrito, los diarios de Buenos
Aires habrían guardado silencio.
«Ninguna situación, sea cual fuese, exime á las
almas nobles de las simpatías que nos unen al infortu-
nio, cuando el hombre libre en sus opiniones, que solo
Dios puede arrancar de su conciencia^ honra con su
conducta subordinada, y humilde sin bajeza, al gobier-
no y á la nación á que pertenece.
DE MBlsrOS AlRBS 2if
« A imitación del gobierno, los tribunales, compues-
tos en su totalidad de hombres incompetentes pdra
juzgarme, han admitido singulares demandas particu-
lares contra mis' propiedades y honradez.
«En semejante situación, no me queda otro arbitrio
que el qué ías leyes acuerdan al que,* en mi caso, no
puede defenderse, ni tiene jueces competentes ante
quienes deba ventilar sus derechos.
«Protestando, pues, en su virtud, otra vez mas, con-
tra todos los actos tendentes á mi deshonor^ el despojo
y espropiacion de mis bienes, por quienes ni tienen
derecho, puedo repetirlo, á sancionarlo, ni habilidad
legal para ejercer este derecho^ salvo mis acciones y
las acciones de mi hija al presente; y las acciones de
mis hijos después de mis dias, por las violencias de
que somos víctimas, á fin de deducirlos ante quienes
podamos y debamos, como 'igualmente los que nos
competen contra lodos los 'compradores y tenedores
de mis propiedades.
« LUmo ahora también, en completa guarda y sosten
de todos mis derechos, la consideración de los gobier-
nos, y muy principalmente del gobierno inglés y del
gobierno francés, cuando tengo motivo para creer se
trataba de la venta de mis propiedades á subditos ingle-
ses y á subditos franceses. Y es por esto, y por todo,
que me apresuro mas á publicar mis protestas, decla-
rando otra y otra vez mas, ser nulo todo cuanto contra
mi honor y mis propiedades ' acuerdan la citada ley,
los decretos de su ;*eferenc¡a, y nulas también sin nin-
gún valor ni efecto, todas cuantas ventas se han hecho
y se hicieren de algo que me pertenezca, sean quienes
fueren los vendedores, compradores y tenedores, con-
tra quienes reclamo además de todos los daños y per-
juicios que se me ocasionasen por sus ventas, ó de
sus compras al gobierno, ó á particulares, sean na-
f 16 9R0VIH0U
, cionales ó estrangeros, y sean cuales fuesen los gobier-
nos de quienes sean subditos. \
c Y aquí, en estas solemnes protestas, que bien ya
en alta voz elevo ante el gobierno del Estado de Bue-
, nos Aires, el gobierno de la Confederación Argentina
^ y las naciones, comprendo también todas cuantas ve-
. ees fuere necesario en derecho para mas valer, las pro-
piedades de mi hija por su herencia materna^ que están
envueltas en las mias, y con mas fuerza de ras^nes la
estancia del « Rosario,» con todas las tierras y demás
que le pertenecen, en el partido de la Guardia del
Monte, por la inaudita violencia y completa nulidad de
su entrega, al que me la vendió en el año de 1836, y en
su consecuencia, por la venta también absolutamente
nula^ que éste y sus herederos han hecho aun sub-
dito inglés. Y por todo lo que, también diré pública-
mente, cuando pueda, si necesario fuere, al^o mas á
los enunciados gobiernos y alas naciones.
«Juan M. de Rosas.
El documento que acaba de leerse fué reproducido
en La Tribuna de Buenos Aires del 21 de noviembre
• de 1857, precediéndolo, escrito de puño y letra de Ro-
sas^ lo que sigue:
r
«nSoQthamptOD, octubre 8 de 185T.
€ Si los señores Editores de La Tribuna se sirven
publicar la adjunta protesta, ei general Rosas les será
muy agradecido.
< Queda de los señores Editores muy atento servidor.
«Juan M. de Rosas,*
El vencedor de Caseros también, á una carta de Ro-
sas, fecha 3 de novientibre de 1852, en que le daba las
gracicis pov el desembargo de sus propiedades, dero-
gando el decreto del gobierno de Buenos Aires, de
fecha 16 de febrero del mismo afio, contestó en los tér*
minos siguientes:
San Nioolé9, mano 1$ 4e 18/^.
Señor Brigadier General don Joan Manuel de Rosas.
«Estimado amigo:
« Intimamente reconocido á la benévola carta del 3
de noviembre último, que me ha escrito usted, acepto
la sinceridad de los sentimientos que en ésta me ma-
nifiesta usted. Las consideraciones que yo haya po-
dido dispensar á su apoderado y amigo el señor '
don Juan Nepomuceno Terrero, á sus hijos y á los de
usted^ las he dispensado al infortunio y al carácter que
ha investido usted en mi país, y la derogación del de-
creto que confiscó sus propiedades ha sido un acto de
rigurosa justicia que ejercí en conformidad con mis
mas íntimas convicciones, y demasiado me creo retri-
buido por él, con que usted lo aprecie y me manifieste
' su gratitud.
« Los nobles ofrecimientos que me hace usted de
sus servicios en sus circunstancias, en el silencio y
retiro de su vida privada y en un país estrangero, son
demasiad(^ para mi, para que deje de tributarle por
ellos mi mas profundo reconocimiento y la seguridad
de la amistad con que soy de usted su afectísimo ami-
go y compatriota
«Justo José de Urquiza.»
Caido Rosas, el gobierno de la provincia según se
acaba de ver juzgó conveniente apropiarse sus bienes
como iodemd£hizaoion de los males que causó 4 la Coofe-
2¿0
PBOvnrdtA
deracion^. de que era gefe. Entre tanto, su responsabi-
• lidad ante la República, no solo ante la provincia de
Buenos Aires, pesaba, no esclusivamente sobre él, sino
también sobre muchos. Fué la gran mayoría del pue-
blo argentino quien lo elevó y sostuvo hasta el fin.
Si Rosas fué criminal contra la nación, á ésta cor-
respondía el juzgamiento de aquél
Rosas fué acusado de haber dilapidado el tesoro pú-
blico, y él espontáneamente sometió su administración
rentística al poder legislativo de la provincia: provocó
al fiscal público á que compulsase 372 espedientes que
debían existir en la contaduría general, probando la
inversión de los caudales, los objetos á que fueron des-
tinados, las personas que los administraron: ofreció
comprobar con lapresenta«;ion de títulos semejantes y
auténticos— que siempre conservó como un tesoro, ha-
ciendo igual recomendación á sus herederos, actuales
poseedores de ellos — la inversión de todas las partidas
que, no teniendo una especificación particular en los
mencionados espedientes, se le hizo por ellos responsa-
ble.
El general Mitre, entonces redactor de Los Debates^
reconoció que no había poder para juzgar al general
Rosas: que la confiscación de sus bienes era un aten--
tado; y que la dilapidación debería ser probada en jui-
cio contradictorio.
No solo eso; el general Rosas que fué el gobernante
de las catorce provincias; que representó el único go-
bierno general incontestado por la nación y aceptado
por el mundo, durante veinte años, fué juzgado y sen-
tenciado por las solas autoridades de la provincia, sin
haber dado participación alguna á las demás igual-
mente interesadas y damnificadas.
El mismo Rosas no usó de las facultades estraordi-
narias, de que fué investido por todo el pueblo de Bue-
nos-Aires y por lo^ gobiernos de las demás provincias.
DB BÜ£V08 /MBIES B2t
' en el juzgamiento y castigo de los Reinafé y cómplices,
sobre el asesinato del general Quiroga y su comitiva.
Solicitó y obtuvo, no solo la autorización suficiente de
la provincia de Córdoba, de que uno de ellos fué gober-
nador propietario, sino también la de los gobiernos de
todas las provincias, porque comprendió que, aunque
investido con omnímodas facultades^ el gobierno de
una provincia no tenia derecho de juzgaí^ al de otra, ni
mucho menos al que representaba á la nación entera
ante los gobiernos de las demás naciones, con quienes
la República Argentina estaba en i^elacion dentro y
fuera del país.
Y si se hubiera creído deber prescindir de dar parti-
cipación en el juzgamiento de Rosas á las provincias
que no concurrieron al derrocamiento de la tiranía, que,
en este simple hecho, parecían estar muy conformes
con ella; no se hallaban en el mismo caso las de Entre
Ríos, Corrientes y Santa-Fe, la República Oriental del
Uruguay, el imperio del Brasil y la parte del ejército
porteño que triunfó en Caseros; puesto que, en virtud
de. esa misma victoria, serían los que podrían tener de-
recho para juzgar al gobernante derrocado, ó ser con-
sultados por lo menos.
Terminaremos manifestando nuestra opinión, por
lo que valga, de que Rosas no fué el único responsable
de la tiranía; lo fueron á la par de él, los gobernadores
de todas, las provincias que no la ejercieron con me-
nor furor, y que se conservaron en sus puestos después
de Caseros; lo fueron también los generales y demás
gefes que la sostuvieron con cruel y fervoroso encar-
nizamiento y á sangre fría^ y, sin embargo, fueron re-
conocidos sus servicios como prestados a la nación y
respetados en sus grados. Y lo fuerou, mas que todps,
los Representantes del pueblo de Buenos -Aires que,
cuando el general Urquiza^ al frente del ejército liber-
tador, acalcaba de derrocar j, en la República Oriental d,el
iüé
t^omtttA
■ >
Uruguay, á otPo ítVand no menos, sir^o tóftd^ sangui-
nario y que con marcada ferocidad contribuyó en las
provincias del interior al afianzamiento de la tiranía
de Rosas, reprodujeron á éste t la mas activa y ar^
diente cooperación^ aceptando todas las consecuen-*
cias de la presente sanción (de 9 de diciembre de 1851),
sean las que fuesen^ y haciisndo de su esclüsiva
RESPONSABILfDAD, TODOS LOS ACTOS Y DISPOSICfONES
del Gefe Supremo de la Repüblica^ general en gefe
de sus ejércitos Brigadier don Juan Manuel de Ro^
sas.9
Este mismo, cuando aún no era tirano (1829) trató
de alejar á sus conciudadanos del camino peligroso,
por donde se le quería conducir y al que desgraciada-
mente vino á caer el país, dirigiendo á los Represen-
tantes del pueblo aquellas solemnes cuanto trascen-
dentales palabras^ que el lector habrá ya visto en la
página 130. Finalmente, Rosas fué lo que el pueblo
ARGENTINO QUISO QUE FÜIiSE !
El ciudadano chileno don Ramón Guerrero y Ver-
gara refiere su visita al ex-Dictador Rosas, el 17 de
enero de 1866, en estos términos :
« A la villa de Portvvood, situada á 3 millas del puer-
to de Southampton, me diriji acompañado del cura
católico. Después de cruzar Hin enlozado potrero,
llegué á una pequeña casa, ó mas bien dicho un ran-
cho. Envié con una criada al dueño de ella una tar-
jeta, en la cual indicaba m¡ edad, acompañándola con
una halagüeña recomendación de mi compañero cura.
Mientras se me traía la contestación, me puse a exa-
minar el esterior de la casa: y observé que estaba blan-
queada, con un jardin al frente, á la izquierda una
puerta de maderos horizontales, y á la derecha había
un callejón de cercas por el cual entraban las muías á
un corral. Luego volvió la criada y nos abrió la puer-
ta de la izquierda, diciéndonos que. podíamos entrar*
Atravesamos varias piezas, y si en ellas algo llamaba
la atención era la sencillez y limpieza. Llegamos al
dormitorio en donde se veían armarios llenos de libros,
papeles repartidos por toda la mesa, varios paquetes
y maletas que contenían documentos, segün supe des-
pués; uim ancha cama, 3 sillas, una jaula con un loro,
una chimenea dbn un reloj encima y varios otros obje-
tos insignificantes. Yo estaba viendo el título de algu-
nas obras, cuando sentí pasos; al instante entró un
hombre» á cuya preseneia temblé: era alto, robusto,
ágil, muy encorvado (presentando solo 62 años, ha-
biendo nacido el 30 de marzo de 1792), de frente espa-
ciosa, completamente calvo, nariz algo pronuncia<ia^
lai^ios algo echados hacia adelante, sin patillas ni bi-
gote^ y parecía que no se había afeitado en 5 ó 6 dias.
Estaba con un poncho de lana argentino, con cinturon
de gaucho de las pampas, espuelas de plata con gran-
des rodelas, y con zapatos muy ordinarios.
< Una vez que entró en la pieza, se quitó el poncho, y
lo colocó sobre la cama, quedando en mangas de cami-
sa, con un chaleco de pieles, y un pañuelo le servia de
corbata. Así se verá al hombre, á quien llaman el
Saloagede las PampctSy y que él se titula S. E. el: ca-
pitán general don Juan Manuel Ortiz de Rosas. Eite
hombre estraordinario vive completamente aislado,
j^más permite que se le vea, ni aun su hija doña Ma-
nuela Hosas, que solo puede visitarlo una vez al aüo,
y desconooe el idioma inglés, que no lo ha aprendido
en 13 años de resídeincia en Inglaterra. Sí un ameri-
cano logra turbar su retiro, le comunica (como lo hizo
coumigo) sus íntimos sentimientos, se engolfa en sus
desgracias, echa en cara á las Repúblicas sud-^ameri-
canas sus ingratitudes, y recordando su dominación
sobre el Plata, se le comprime el corazón, las lágrimas
se ven rodar por sus mejillas, y continúa hablando con
vozalteradaj como yo mismo lo presenció.
?24 «oyxwu .
€ Creo que las primeras palabras que me dijo, imi-
tando á Mario, fueron éstas; < diga usted d sus paisa-
sanos los sud-amer icarios j que ha visto á Rosas, >
« Habiendo preguntado por su salud, me contestó
sonriendo; ^no la cambio por Id de un moJo de 25
, aJloSy y diga usted al general Blanco que el hombre
que se anonada por la edady ofende la ley divina^ que
' se hace igual la vida del anciano y la del j oven ^ »
« A una pregunta que le hice, dijo: que de los ame-
. ricanos^ el último que habla logrado ver fué un sefíor
Caro (Calvo)y y de los chilejios un joven Cobo, cuyo
• nombre no recordaba. Yo le indiqué á Vicuña Ma-
f ckenna^ y en el acto me contestó: • no, ese es mi ene-
migo; con 15 minutos de conversación no se puede
• escribir sobre la vida de un hombre, y mas cuando
' ésta encierra ciertas vicisitudes, pero yo le perdoqo
• su precipitación. Eyzaguirre solicitó verme y hubie--
ron (hubo) algunos inconvetiientes que lo impidieron. >
i Al hablar de sus ocupaciones diarias, se lamentó
de su pobreza y añadió que trabajaba con tesón, levan-
tándose á las siete de la mañana, para iliontar á caba-
• lio y recorrer su pequeña hijuela, regresaba alas doce
• á comer, y á la una volvía á su trabajo hasta las cinco
de tarde, que fué la hora de mi visita. Después de
, cerrar, se hace dar friegas en las piernas, y luego se
' pone á escribir con lápiz, que tiene una gran cantidad
r muy bien arreglados y cortados por su criada, á fin de
no perder Hiempo. Su letra es muy clara y, puede
decirse elegante. A los 62 años de edad no tiene nece-
sidad de anteojos, y su vista es superior.
< Las obras que ha escrito en 13 años son: 1* Vin-
dicación del gobierno de don Juan Manuel RosaSy
obra que, aunque' completamente concluida, no la pu-
blica por falta de fondos: la 2* se titula « Ley Pública >
la 3* c Religión del Hombre^ > sobre cuya tema man-
tiene una larga cori^espondencia con un distinguido
DB eiFBlfQt> '^RBS 328
. aii|0r\caQQc ^4*^ «Lci QÜedcía Mé4l¡<^, > ráftie^/qua : me
. dijo, estaba ntuy descuidado por \os^ Bíiódernos, . cjue
solase ocupaban en inventar cañones myados y bu-
ques blindados. Aunque puBde decirse que íás 3
' liltimas obras «stitn ya «oticluidas, )sigae agregstddo
' datos á medida qué se le presentan. ■ ''"
« A'mas del amerioa^no, antes d4ad<y; mé dijo Rodas
. i|.iift el^úniípo amigo queVhabla tenido ha ^iáó' íóvéP^U
merston, por cuyo órgano éigobiéroo inglés le^ofrefeió
'. « utia pensión^ lo^'que:<ii¿bhazó .por toihsíderafrse'ájbto pa-
; .ral trabajar; y p(¡>r kidigoo inendigar ekipameii pafs^es-
rtrañix . Agregó: .» esúa acto éiemp^e le ttgi^t^ód^lffr'éy y
' nías 'teniendo'^ prevente^ el* ^b»ádono enq^ue rk&' fian
dej^ado las RépúbUc€ts ámeriaanaSy e^iútS'irú^frttta^ por
cuya unión trabajé tanto^ unión que habría impedido
* los aeios^ometidon par E)spañáyqm noies^Botnení'^s
\ .en^wesas^ y union\quú habría wítaéq' lá '^sitawóióPten
- que se e^vUeníra^ el ¡Paraüéiay¿ \>4'«í '««i'^^^^^tirtuó
-* . (dándome el >titkil4b de paisano)^ ^eámo s&, han^'d^á'Ún-
• didofjrds proyecíos^ que ifiamsidó ios d&'úw hófñ%re
que delira por ba liberdpcd^ xxmefHcaná, íb me p'r^^n-
. taba delante demi ejército/ y ^reinando élmu^ phófátn"
do silenció esciamaba-^/ Vivadla ind^^endenoiá%^e'
. Wca/za/--e;Despues daba el grito de / ^^iú^ia^Repúbtica
detJPlatal > ¡i »:.{■'.•;•. jriii'i ,i..¡i. j.'.íi'í •>
tMe había distraído — continuó Rosafe;~á¿)V/Hos
" áií^éllné ingratas ítepüblicá^^; "¿^'(útitnóé á loM 'Pal-
' mersltíki pbi^'ciiykrñumé^dfrijfüha'c^^^^
- n lád^ Pdlhtérstón, ' Vój/ U^ Üer á tisted 'el borrador.
i^Esta carta* me llamó' la''átéhCiori, porque 'estaba
* Concebida en' téi^mfn6s"tnüy religiosos.* jPríncipiaDa
Rosas escusándose por haberla retardado, 'y fuego
recordaba á lady Palmerston las sabias leyes de Dios,
que disponen, decía, tanto de la vida del anciano, como
iadeljóren, y esperaba que, reconociendo Ta igdáldad
íel destino,- séhabrfa serltíÜo fortalecida vólviénáo
828 ' MdTñfüíÁ ^''
«US ojos á la eterníciad* Á lord Palmerstoh <ionsidera-
' ba como ai 'bombre mas eminente de los tiempos mo-
. deraoS) asiles que^ en su .carta de pésame, dice: Las
' ocirtcLa autágrafas que poseo de^vuestrú marido será
. > la mayor gloria qmUgipeámU kyosn t Yo, sin for-
tuna ^ sin amigos y s¿npaíriú, ai^ haóf'é heisho para
. merecer l(i^:an^si0d<<¿8 ía/i^rafpde hombre f /.El ha
sidf^Jía á/tica persona que salha levantado para eotsií^S'-
tan á mié calumniadores^, m / .
, f Durante lá tecttir^ me dijo; 'J^odoy^aío' viene: al
. ca4G;*Htomó uú paquete de «artas ooHi el róliuüió tiLord
.P^lmi^stony » díciéndome^ que eran au^grafos del
hombre que apreciaba oon sioeeride^dv ^^^Elufío pa--
«aoíor^-j>r03ÍguiÓT-/ne mandó de reguló' dos fiebres y
> cuijUro faisanes j como usted va á verlo. ii> Ton(^6 un
ceocerrotH que «agitó con fuerza, y luego^a{>areoió tina
. sirvienta á ia a^e le, dirigió esta. pregunta: c^ Qué me
, ^éd (said) y^ar pasado lord "Víscount Palmerstoa f —
. .La xiriada, que era avanzada .eniédádv .cootestó.en in-
glés:\ « dos liebres y dos pares de faisane^s, » yral oír
dos; < ;^c>>dijo, fueran cuatro.^ Entonces yo ío espJi-
qu^ la palabra par, cao lo cual la mandó salir, i Llega
. . 4>. t^l pmito el ^múv de aquel persónese 4 la coétumbre
j .4^ su.j^V,eM^tud, .qbe des[hrecla. la epmod4dad de ana
campanilla, y prefiere usar un instrumentó de algalias
. libras de peso. , . .
Una v'i^z concluid^ la cvta de^ pé^i^e^ . po . rec^e^do
con qué motivo^ sacó su tqstamer^o y n^e leyó ias pri-
mera$ cláusulas. Dándose ^ titubó áQ cvifiitan gene--
ral, consigna en la primera que, en su sano juicio, que
no habla sido violentfido, y que anulaba sus testamen-
tos anteriores. En la segunda, que nombraba de
albacea á lord Viscount Palmerston, y en caso de im-
posibilidad ó muerte á la persona que desempeñase el
ipinisterio de relaciones es^eriorps., Sj^ fija en íiste
^ rúltimoá causad^ la n^pionaI/d^4:if^^'^^^.^^^fí^' %^^
son herederos nacidos en Inglaterra.
i
DB ^Upif 08. AIRES 2^7
. c Ea otra de sus cláusulas ordenaba, que su puerpo
fuese sepultado en la iglesia católica de Southampton,
debiendo ser su tumba modesta y muy bien cercada, y
hace responsable al gobierno inglés, si permite que su
cuerpo fuese trasladado de allí. (Tal vez recordaba
que hay individuos en su patria que han deseado
aventaren las Pampas las cenizas de su- cráneo.) Pide
que á su lado se coloquen los restos de su compañera
(doña) Encarnación y los de su hija, si el gobierno
argentino accede á la súplica que para el caso le haga
su albacea.
t Estando hojeando el testamento, yo divisé una
hoja de guarismos, y le pregunté á cuánto ascendían
sus^bienes — ¡Ay! — esclamó— cwaíro veces ha sido
confiscada mi fortuna^ la que no se puede tasar.
Baste decir d usted^ que el gobierno de Buenos- A ir es
me tomó $00^000 oabejsas de g,anadOy para repartirlas
en el ejército: Mis nietos ^ ingleses como son, pu^de
ser que consigan un^ cuarta ves desconfisquen mis
bienes.
t Dejando á un lado el testamento — prosiguió — si,
al abandonar la República del Platay no saqué bie-
neSy traje conmigo estos documentos mil veces mas
valiosos, — y, dirjjiéndose á una maleta, la abrió y prin-
cipió á sacar unos paquetes, de los muchos. que allí
había, muy bien acondicionados, y me dijo: « Ayer
solamente había concluido^ de arreglároslos papeles^
á fin de mandarlos á Londres á una casa de seguros.
No tayanpor casualidad á quemarse y si permanecen
aquí* — Pasóme un paquete, que tenía este rótulo:
« Correspondencia del gobierno del Plata con el
santo Padre; * y otro:, a Notas cambiadas entre el go-
bierno de don Juan Manuel Rosas y el gobierno in-
glés * — Después de colocarlos en su lugar, continuó:
€ Aquí vivo rodeado délas obras mas escojidas,* y
me in^iió á que .inspeccionara sus armarios. Entre
228 i'BoyiKCiA
otras obras, vi la Ley natural dé PüffenáoríT, las Leyes
del Plata, y en francés «Rosas y las Repiiblicas del
Plata; » no recuerdo el nombre del autor»
¡ Ah / continuó'^mi paisano; en algo debía temerse
la Inglaterra, cuando solicitó dé mí, interpusiera mi
influencia con los gobiernos de Chile y el Perú, acer-
ca de los bienes de (Santa) Cruz. Yo también siem-
pre he querido á la Inglaterra, y creo que es la única
nación con quien deben estrechar sus relaciones las
Repúblicas sud^americanas, y tener confianza en ella.
Cuando se me arrojó del Plata, los comodoros de In-
glaterra y Estados-Unidos me ofrecieron sus buques,
y aunque fueron éstos los primeros en hacerlo, no
acepté, ni entré en esplicaciones por la premura del
tiempo, sino quemé embarqué en un buque inglés.
« En este estado de la conversación, miré mi reloj, y
vj que mi visita había durado desde las cinco y diez
minutos hasta las seis y veinte minutos. Resolví^ á
mi pesar, despedirme, atendiendo á la critica situación
de mi compañero, que no comprendía una palabra de
español. Al ver Rosas nuestro ademán de irnos, nos
dijo: < esperen que voy á hacerles poner ei carro^ para
que los deje en la estación, » y^ haciendo otra vez uso
del cencerro, ordenó á la sirvienta que avisase cuando
estuviese lisio.
« Al despedirme, tomó la vela y nos alumbró la es-
calera, y aquí me apretó fuertemetite la mano. Así
dejé al hombre quemas impresión ha hecho en ríií; al
hombre cuyos hechos J^asados le representan c|>m.o la
flcíra que mas daños ha hecho al mundo de Colon; al
hombre, que, según muchos de sus conciudadanos,
ha eclipsado los crímenes de Nerón; al que ahora yace,
como él dice, abandonado de sus amigos, sin patria y
sin fortuna, llamando la atención por su caridad, su
constancia, y por el sacrificio que se ha impuesto, que
algunos atribuyen que lo hace, para purgar sus delitos.
DB BUSNOS . A^BBS 229
Aunque sea'debilidad, yo no aborrezco el tan temido
nombre de Rosas,, y. simpatizo con su desgracia actual.
« Yo le rogué que me diera el borrador de la carta
de pésame á lady Palmerston, y consintió en. ello; pero
al sacar mi cartera p^ra guardarlo, como arrepentí?
do, me dijo: c no^ nadie ha obtenido esto de Bosas. >
Volvía insistir, y fué inútil mi empeño.
< Mi iatroductor cura me habló después muy bien de
ese personage, pintándomelo como un hombre muy
católico, caritativo y generoso. Para atestiguármelo,
me contó que, estando los bancos de la iglesia en muy
mal enfado, los hizo cambiar, colocando unos muy có-
modos, habiendo además construido una galería suma-
mente valiosa. También n^e dijo que poseía una hijue-
la que tendría 800'áreas, con una magnífica casa que
le llamaban Castillo; pero que la había abandonado,
para habitar el reincho, en que yo lo. visité, construi-
< do por él mismo, con techo de cicuta y paja.
«Lo último que vi de Rosas, fué lo que él llama car-
ro: erja una especie de carretón sin toldo, donde solo
podía ir una sola persona y el tirador. En él manda-
ba buscar sus provisiones, y en caso de necesiíjlad lo
usa para ir él mismo á la ciudad.
€ Ramón Guerrero y Vergara* (Publicado ^nPl
Nacionalista de Corrientes, N®. 37, fecha 28 de abril
de 1866.
Habiéndose vulgarizado la 'creencia, fundada ó nó,^
de que el doctor Dalmacio Velez Sarsfield hubiese
: aconsejado la ejecución de Camila O'Gorman y del cu-
ra del Socorro, Gutiérrez, como arreglada á derecho,
' una señora de Buenos* Aires, á quien Rosas debía ser-
vicios de importancia, pidió á éste su. testimonio, co-
mo se verá por la carta que va á continuación, la cual,
á la vez que Rosas exonera de tan grave responsabili-
dad al citado jurisconsulto, está, acerca de otros pun-
tos, no sólollepa de contradicciones^ sino que conde-
230
PROVINCIA
na de un modo flagrante la malhadada federación
sut-generíSy que, á nombre de ella, tanta sangre se
derramara en ambas márgenes del Plata,
La referida carta es como sigue:
Señora doña N. N.
Southamptou, Setiembre 22 de 1869.
«M¡ muy querida amiga.
«Ante todo, al ocuparme de su muy querida, julio
10^ reitero á usted mi espresivo agradecimiento por el
duplicado de las doscientas libras esterlinas, 19 che-
lines y un penique.
t Los recibos para las personas que generosamente
me ausilian, los remití á usted, julio 25.
«No es cierto que el señor doctor don Dalmacio
Vejez Sarsfield, ni alguna otra persona, me abonse*
jara la ejecución de Camila O'Gorman y del cura Gu-
tiérrez.
« Durante presidí el gobierno provincial bonaerense
encargado de las relaciones esteriores, y con la suma
del poder por la ley, goberné puramente según mi
conciencia.
..Soy pues, el único responsable de todos mis acfos,
de mis hechos buenos como de los malos, de mis erro-
res y de mis aciertos. •
«Pero la justicia, para serlo, debe tener dos orejas:
aun no se me ha oido.
«El señor doctor Velez fué siempre firíne, á toda
prueba, en sus vistas y principios unitarios^ según era
bien sabido y conocido, como también su ilustrado
saber, práctica y estudios^ en los altos negocios del
Estado.
< Y lo.éran también en sus vistas y opiniones unita-
m
. Jíiaíi'fileunas otria persooías peapetQtbk&> . ItoiirNas y
/ defwpacidbd^, distinguidas.,. : .
. «Perb personas/ que no faltaron ^n. sus respetos
debidos al gobierno- ' • .. . '
' V .Aiy.cíoío ftuQfiít m¡réla3 Qp¡n¡(>ne9idleia^lftb|QSparti-
J ' dos, pi^sanaeiite po.9U)- razone^; r6^petab0./y eoiu^ide-
; raba, á esas.persona^^ tanto, mas cuaudo yo pi^jaapdi-
' j.e yí^ríaa veces: , * Obsérvase que.uní^ muy cara y do-
j . • íoüflksa ; e^pef JQOcia nos . ha- hech^ ; ver ipr^ctícan^eiOte
ser absolutamente necesario enti¡e no^otrpsjel sÍ3Jliei3na
faderaí^ 'POjrqu^^ierttrQ,,otí;as. rabones !4e s<^Udo ppder,
careicemoá totalmente de .elementos para un. gobierno
de unidad. . .,
< Obsérvese que una República federativa ^& ib mas
Quimérico y desastroso qué* pudiera imagmarise, toda
* ..vet 4}ueno se componga de Estados bien organizados
en sí mismos, porque conservaadó cada uno su sobe-
- íTaniaiéindeperiderioia/laf^erza del gobierno general,
' ' .cdm respecto al interior de la República, es casi oingu-
'/. na,<y ísu principal yi casi toda su investidura es -de
( ^iira-represéntacioii^ (ittra llevar la .voz á nombre de
.. 't<KÍois los Estados. confederados,, en sus i*elacíones con
las'iiacioiiiés estrángarasy.de consiguiente, si dentro de
cada Estado en particular no hay elraneatos^ dé poder
para maotener el orden respectivo, la creación de un
gotiérno general feáéraí representativo no sirve mas
que para el desorden parcial que suceda, y hacer que
' el eseábdetto de ü^uaítq'uiér Estado se^ derrame por tbdos
^lOs demás: '
t El gobierno g)en<ei*al en una República federativa
no une los pueblos federales; los representa unidos,
,. noes parannirlos, es para representarlos entre las
♦'' Ilaciones. . >
^ No se ocupa de loque pasa interiormente en nin-
guno de los Estados, ni decide las Qpntieqdíis que se'
sjasí^tfl^n entra si^.^ ...... m «^^
*■ V Vi
2fó
¥ROrt»tíA
'{ c Bn eli primer cuso sso\o entienden las afutorí dates
particulares del Estado,- y en el segundo la misma
coQstítuoioni tiene previsto el mpdo como se ha de for-
mar el Tribunal que deba decidir^
- ' ' /<« En una ^a^abra, la* unión y 'tranquilidad ciclan el
gobierno general, la desunios lo destruye: él es la
' coñsetiuencia, el efecto de la union^ no' la causa: y si
" es sensible su falta, és mucho mayor su cdida, porque
'nanea sucede sino convirtiendo en funesta desgracia
' y anarquía toda la Riepública. : ,
» «No habieftdo, pues, hasta ahor^ eatrie nosotros
unión y tranquilidiad, menos mal es que no exista el
gobierno general, que sufrir los terribles estragos de
^ la disolución* >í Eran esas mis vistas y opiniones en
i: todo el tiempo que presfdt al gobierno de; Buenos Ai-
■• líes, encargado de las iteláciopes esteriores de la <3on-
fedena^Mon Argentina. ^ -
«Sonbíen conocidos y publicados los consejos, en-
- cargos y órdenes de la ex^Comision unitaria en* Chi-
> le, (1) ahora no tengo tiempo para.ocuparnie de busoar
tesas publicaciones, qoe iasombi;an, aflijan y espantan
1. en sus terribles «consecuencias^ funestos! resultados.
: No es tiempo oportuno para traer á consideración ^de-
^' tenada esas inauditas matanzas. I . >
ii
Juan Manuel de Rosas.
j •
: Xa carta que antecede fué publicada por primera vez
en el « Bosquejo de la Biografía de don DalmGiQio Ye-
j. 10B, SAarsfield etc, por Sarmiento en lft75, í
1 1
" (1) BbsáA en so tíutt^, no se refiere á Ií|b pv^lietcioáes iel mAoc Sarmi^iito ,
como éste lo siipone, sino á las — « Máximas de politica y de gwsrra d/i la
Comisión Argmtií^ en Santiago de Chüe^ en 1844, publicados en los dia-
rios,
« Es nienester emplear el terror para tHunfar en la guerra,
« DfiBK DARSK MUERTE Á TODOS LOS PAISIONEROS p á ÍOÍ0B fo^ CnetáígOS'.
Con motivo de la muerte deHosa», üh diario inglés
' la anunció en los tértttinos sigiiiefítés: ^ '
« El general Juan Manuel de Rosas, iBx-Dícta<Íor ^de
lá Gonfedéracion Argentina, falleció él 14 de línáí^zo
" (18tT).á'lhs á5'éte, en su propiedad de' SWáth'ling;' á
.3millasdeSbtithattipton. ' Rósas'na'cíó el 30dé iMr-
• zo ñéVt^y óóníáftia |)0r cons?güfétittí'84 Jafloddé^^ad.
• • RéfeídíÓ durante 25 aflbs en- Southamptdrn 6 en sus ál-
* ' tédédo^es y sucunlbió de una itiflamacioh á los pültrío-
'"ñés, ápyesar de los esfuerzos del doctor John Wíbblin,
' su médico y amigo desde que pisó el.t^í-ritorio Inglés.
« Dofia Manuela Rosas de Terrero, 'hija del fattioso
Dictador,' había llegado de Londres la víspera y asistió
á los últimos momentos del padTe, de quien fué fiel
compáfleraen el destierro. ^ '' ' »
cRíDísas residió «én Inglaterra desde 1858, fecha de su
caída del poder. Desembarcó en^ S-óuthatnptiOri^or
ser dé éstáícmdad'él capitian Day que mandaba • él bu*
qiíet en qué se refugió. Déspties dé ' vivir alguíyos
años en efetá ciudad^ se retiró á la quinta dótide ha
muerto. Ésta qutrita es inmensa; Ja compró al finado
John Fleníimiiig, y gastó cuantiosas - sumas * en ador-
narla. •.•'..•>•••.
eEñ SUS últimos afloé sufría müoho de una atríiís,
pero, h pesar de lo doloroso de la enfermedad, montaba
siempre á caballo^ y sil supremo placer era recorrer
sus tierras dando órdenes á sus empleados.
, . T . ■ . r .
'/.■.. I ' .
« Debe manifestarle un brazo de fierro y no tenerse consideración con
nadie^ . , . ,
c Debe tratarse dé igual ntodo dios capitalistas que no prestan socorro,
♦ Es preciso desplegar un rigor formidable^
' «} Tod\^ loé medios de úbi:ar san buenos y deben' tmpleafie sin vacilación.
i€l>ébe imitarse á ¡os Jacobinos de la ^sa de^ Mobespierre. . ,
Jaan Gregorio Las Heras — Domio^o Oro — Donpingq F, Sarmiento — Luis
Calle, • . .11 I ■ .••'.'
(Gaceta, Mercantil^ niim. 6d20, 'fecha 4 de boviembre de
'l84ey>B!¿átf¿ie8.}
i
i
^4
paqyui^^
. ' xi:¡ljanps?mgijadel pqderll ., ,,
«Su amor algobieTuo per,sonal era tal,..q.vie nadie po-
, rdla dirijipfaei l^ palabra^; sin permiso esipecial, ó para
. contestar ásus pregOintas. Pagaba muy bien é, su^ ira-
' bajadores é inter^deotes mas quj^ josotros prppíetarios
r^^alqs) pero pololos cpcitrajliQ'ba por. di^^ .
.! . «Cadahorpbre recibía, susatanla .catidianamepte y
. ;$oIo entonces $e le* d.eQia si diebía volyer al^otrodia.
... £ala- irregularidad i|de R(¡>sas qra debida al deseQ de
^ no ligarse á.r>fidie por contrato:, sipembargo» sus em-
..pleados le duraban^ por jo gaoeral^ muchos áiias. , A
( ]a(íQiiOcbe, ¿1 tipismo examinaba los trabajos, ÍMera vera-
' <nó ó invierno,,. y Jas boiras de t|u:*ea do cada uno- er^a
' oali^qladas coi| el cQayor rigor y e:^ctitud.
< Durante muchos años,.Rpsaa y lord Palmerstonse
r viaitarbn y entraitibois o^ant^nian una oorrespo^n^^ncia
•, estwsa y nq intei:rumpjda< • . ;
Damos fin. coQr el ^qbieicno d^ Rp^^six publio^jido á
. Gontinuaoion 'Una carta que, aunque de familiai PQAsig-
nacuriosos detallas de<lo$,iiUinK)s momeotos y dispo-
( sieiodes de aquel:, cuya nombre ha, sonado tanto f.a . el
>> mundo y cuyos hechoa, d^ cualquiera ¡naturaleza que
hayan sido, le han dado celebridad. . ^
- Asi^: pued, •tríQit¿nd(>36 d^ tan famo^<> personage, el
j cooocin<ientQ:dee303 detalles no dejará de c^spertar
tanto interés comp curiosidad.
' -
c Burgess-Stbeet Farm
«SQutbampton, marzo 16 de 1877.
«Cuando recibas ésta estarás ya impuesto de que
milpobre y desgraciado padre nos dejó por mejof vida
él miércoles 14 del corriente.
« ¡ Cuál es mi aipai^guratii lo alcanzarás, pues sabes
cuanto te amaba, y haber ppurrido está desgracia en
DE BDHIIOS AIRBS 385
tu ausencia hace mi situación doblemente dolorosal
Es realmente tei*r¡ble que tan pronto Como nos hemos
separado, desgracia semejante haya venido á aumen-
tar el pesar de estar tan lejos uno de otro^ pero queda
seguro, no me abandona la energía tan necesf^ria en
estos momentos que tanta cosa. hay que disponer y
atender, todo oon mi consentimiento, y que so)i)peU^yo
tan severa prueba con religiosa resignación aconopia-
flándome el consuelo de haber estado á su lado en sus
últimos dias, sin separarme de éi. . :
tEl lunes i2 fui llamada por el doctor Wlbblín,
quien me pedía venir sin demora. El telegrama me
llegó á las cinco y media y yo estuve aquí á las diez y
media,. acompañada por EHzabeth. El doctor tne esta-
ba esperando para.espHcarme el estado del pobre tatita.
Sin desesperar del caso, níe aseguró ser "muy grave,
pues que, siendo una fuerte conjestion al pulmón, en
su avanzada edad era de temerse le faltase la fuerza, una
vez debilitado el sistema. Al dia siguiente (martes) el
pulso hab'ía bajado de ISO á 100 pülsacionéss, pero la
tos y la fatiga le molestaban mucho, á rilas de sufrir un
fuerte dolor en el pulmón derecho. Este desapareció
completamente en la tarde, . : j . . . .
,..:....; ;...• ...la
espectóracion, cada vez que tosía, era Con sangl*e, y
éste, para mi, era ün síntoma horrible, como tawAíen
la fatiga. Esa noche del martes (13) dupliqué al doctor
hablarme Mn ocultarme nada, sí él lo creía en peligro
inmediato; me contestó que no me ocultaba su grave-
dad y que temía no pudiera levantarse mas, péró ^e
no creía el peligro inmediato, ni set necesaríoconsaltar
otros médicos, y como su cabeza estaba tan despejada
y con una fuerza de espíritu que ocultaba su sufrimien-
to, embromando con el doctor, hasta la noche misma
del martes, en que hablábamos, víéperá de su muerte.
El doctor, como yo, conVSiiimos nó ser prudente ni
236
VBOYIHCIA.
f >
. ¡
necesario todavta hacer venir al sacedQte, pues su
presencia pudiera hacerle creer estar^'próxinio su fin
y que esperaríamos 'hasta ver conáo seguía el miérco-
les (14). Esa noche estuve con él hasta las dos de la
mañana con Kate, pues Mary Ann rhe reemplaza^ba con
A!i<ie, haciendo tamos para no fatigarnos. Antes de re-
tirarme,) estuvo haciendo varias preguntas, entre otras
cuándo recibiría tu carta de San Vicente y me reco-
mendó irme á acostar, para que viniera á reponer á Ma-
ry en la mañana. Todo esto, Máximo, diqhacon fati-
ga, pero con tanto despejo, que, cuando lo recuerdo,
creo soñarlo! Cuando alas spis de la mañana entró
Alice á llamarme porque Mary Ann crtjía al General
muy malo, salté de la cama, y cuando me allegué á él lo
besé t«mtas veces como tu sabes lo hacía siempre, y al
besarla la lúano la sentí ya fr¡a¿ Le pregunté c ¿ cómo
te va^ tatita?» Su contestación fué^ mirándome con la
mayor ternura^-« no sé, niña. ^ Salí del cuarto, para
decir que inmediatamente fueran por el médico y el
confesor; solo tardaría un minuto», pues Atche estaba
en el corredor; cuando entré al cuatro había dejado de
existir III Así; tú ves, Máximo mió, que sus liltimas
palabras y miradas fueron para mí, para, su hija taa
amante y afectuosa. Con esta última demostración
está compensado mi cariño y constante devoción.
f^Ahl Máximo^ qué falta me haces I si tú estuvieras
aquí, yo sola me ocuparía de llorar mi pérdida, pero no
te tengo, :y es preciso que yo tome tu lugar, lo que
hago con una fuerza de espíritu que á mí misma me
sorprende, desde que he estado acostiunbrada que,
en mis trabajos y los de mi padre, tú hicieras todo
por nosotros ! Pero Dios Todo poderoso, al mismo
tiempo que nos dalos sufrimientos, nos acuerda fuer-
za y conformidad para sobrellevarlos. Te. asegu-
ro que ha muerto como un justo! No ha tenido ago-
nía^ jBxhaló su alma tan luego que me dirigió su últi-
DB BITBIiOS AIKBS ^7
'■ Yna mirada! ni un quejido, tii un ronquido/ ni mas
que entregar quietaixiente su alma grande a,l, Divino
Creadcir. ¡Que él la tenga en su santa gracia!. Mary
estaba á su lado cuando murió, y esta probre mujer
se ha conducido con. él, hapta su última ho^ra^ con la
fidelidad que tú conoces siempre le \isí servido* .iPobre
tatita, estutvo tah feliz cuándo .n|e<^ióUegarQMO'nes!
-Las dos muchachas osíán desolada^w Madre é bija
demuestran el cariño ¡que tenían á.^su patrQi^. . Tus
pi^ediccioi'ies y las mias se cun^pli&ron desgraciada-
mente, cuando le decíamos á ta:tita que esas, salidas
con humedad en el rigor del frío le h^^l^ían de traer
una pulmonía. Pero su pasioa por el campo ha abre-
viado sus dias, pues, por su fortaleza pudo vivir .19U-
chos años mas. i
«En uno de los diasde fria espantoso (juchemos te-
nido, anduvo afuera, como de costbmbipeL hasta .tarde,
le tomó 'un resfrio^ y las consecuencias tú l^is -sabes.
¡ Pobre tatita! estoy cierto qué til ie'8eGíUré<Si^oaio.j&, tu
mismo padre, pues tus bondades para 61 bien probaban
cuanto le andabas ! ' A RodHgo, que ruegue 6 DÍ03 ^^or
el alma 4e su abuelito, que tanta predilección hacia;de
él, y que np le escriba por que no me siento con fu^drzas,
ni tengo mas tiempo que el que te dedi<fO.
«El doctor Wíbbl^n es*ni paño, de lágrimas en estos
momentos en que necesitaba utiá persona, á quien en-
cargar, las diligencias del funeral. Kate con Manuel
fueron á Ver al Ündertakerj al padre y demás; y todo
está arreglado para que tenga lugar el martes 20| y
cómo el pobre tatita ordenara en su testamento que so-
lo se diga en su funeral una misa rezada, y qáe ¿us
restos sean conducidos á su última morada sin pompa
ni apariencia, y que el coche fúnebre sea seguido por
uno fúnebre con tres ó cuatro personas, los preparati-
vos no tienen mucho que arreglar y su vojuntad será
cumplida, y en éste último irán el doctor, Manuel y el
238 MOTIMIA M>
sacerdote, y • tal vez venga el esposo !dé Eduard^ta
García, pues he tenido un telegrama preguntándome
cuándo tendría lugar el funeral,. porque quiere asistir
á él. Eduarda me ha dirigido otro díciéndomé pone á
mi disposición dos mil francos, sí necesito dinero.
Esto es un consuelo en mi añiccion.
«
<cPor supuesto que se lo he agradecido, contestando
' que, si necesito algo, á ella mejor queá nadie ocurriría,
pero que, al presente, no los necesito* \ .
«También ordena tatita que su cadáver sea enterrado
dos dias después de su muerte, pero esio ha sido im-
posible cumphYlo, pue§ el uncíertaker dijo no tenía
tiempo, porque siendo el pabre tatita tan alto era preci-
so hacfer el cájon y el de plomo, dqnde está ya hoy co-
locado; mañana vendrá el de caoba, decente solamente,
y aunque deseaba fuese> el funaral ell4nes, no puede
r ser, por ser día de Siin José, y^af^i.^eró. elmártes 20:
• Dios nuestrO' Señor le acuerde depoanpo eteroo I pn
' fin, no sepániascosás dispuestas como si tú estuvieras
' ocupado de ellas, pero, haremos cuanto podamos^ yo
por llenar mi deber filial y el doctor el tan sagrado de
amistad. Pobre. Manuel, no sabq lo que |^ pa^a^ ni
cómo complacerme y <^onsolarme.
^ «Tuya
.1-1
c Manuela de Rozas dk TEaRCRO.
The Adoertiser da sobre el entierro y funerales
de Rosas los detalles que siguen.
«Funerales al Brigadier General don Juan Manuel
de Rosas. En Southampton ( Inglaterra)
«Él funeral de S. E. el general Juan Manuel de Ro-
sas, ex-gobernador y dictador de la'Confederacion Ar-
gentina, cuya muerte en -su estancia en Swathling, el
miércoles próximo pasado fué registrado en el Adoer-
User del sábado, tuvo lugar ayer (nlártes), siendo
depositados sus restos en una bóveda del Cementerio
DB ét7lBMd''A^BS
m
^' tlftScnrthampton: E! fiíiáflo éfá'featóUco'romaSrío'y en
la tarde déliónesj éiHré 7 y 8. el' féretro fué trasladado
de su estancia á la capilla católica romana, en Bugles-
íreeíy Southan)ptc)9, donde fu^Fop , observadas las ce-
remonias usuales, peculiares de la iglesia romana,
..pf^irmaneciendo. alHí t^^positado, ^lastala mc^ñana de
ayer^ n ;Aj las onc^ hubo sei^viojocRjOiiptipto, dirigid^^por
; .01 , ffev<eirendo .p^dre Giibriel^ m Bu^m<^i^ <l^l . f eyerpndo
, tpad,r0i iMou^t^ .el párroco, ; quuien sq haljla ^ptqalioeiiite
t .pnj,^, C<Mrt¡fteate> Al iterr)fiir)ar. }ps ofiw», d^íUn pa-
rácter verdaderamente iniprp^iiVO). el féretr.<> ( cijbi^to
. fioíi iHi xn^xAo pegroyíQopuna, largia/ cruz bl?anc^)fué
. qplpcado/en uoicoche fúnfebi^e, tir^Q por icu^tro c^íia-
. ILoBciíbierbo^ dQ.ter;^ip¿>elo negro- j El.pesto.d|el cofile-
jo cons¡stji(a. w 4o$.^arruag0Sr' enliit^dos^ tirado^ por
¡idoff.p^allos, yol. del doctor Wibblúx, Fw R.,;0. S.,
• qaÍ£inil|ab{a.$Úa el .fa(taltativ;o o0!QL8.ul,lor y. ^aoiíg'O • íde
- epnfiQnMdel geüt^nil,.4urant^! (qd^Qf e-l p^r^doi de.)Su
. T^sí^^OqU pr^ f^e pajsiv .Efl.^l- primap carru^gft ítek el
\^onAeÍ4Bg^tu}ene(€ap¿tain¡s^ 4'St^í',M€yÍpr,Atía''
Amena, y; sobrino del flnadp^, , ,eJ ^dpctor. J^anue^l i'iT^r-
xcro. {ai^to.4el finado ).y^ e) rever^endo/p^dre Gabriel,
finel^^e^ndb, i|:}^n.)^s p(^rs9^nais ^e la pasa4el finado
general y del señor T-err^Q, y^n ^1 carruiage ded 4pc-
: ,tor WibbJi^^^l.d(fpt¿i?yí(M^e^PC F|Qn^ de
, . Loq|cbri3^i . ^U^.f^oios qQ,£)lf-Cenient^rioJiie,ron bre>>^s,
y ¡Cjona^. el funeral i^ra . d^, paturftli^a. e^tirictamen^e prri-
vadOx el acom{)^u^m¡ento,arl G^pien^erio j^q fi^é. tan
. p.ucneirpso, comp sÁn duda Ip babria sido en ca30 con-
tf ario.- . . .
<c El féretro era de roble inglés, delicadamente barni-
eadoy oon hermosos adornos de bronce. Seryia de
primer. trofeo ó suiéretro elisable que acompañó en. to«
da8;suiscain|>añiys al general San Martio, quien lo legó
• |H»rtestaoiieqjbo..áBo&aa4 • m
240
aE^VIKCIA
j - €*En. uníi chiapa de J^ronpe,- colpcadí^ spbr^ la tapa, y
, preciosamente ^ilumiuada, se leía la insoripcion ei-
.. guíente: . ..... ,
Juan. Manuel DE Rosas
' ^Nüúió el 30 d& marzo de 11193. Fülteúió el 14 de
^' mahodé 1877, ^A lós 83 años, H meses y' 16 diésy. '
< ' El completo arreglo^ de los funerales fué éonftado á
' k)$ sefloí^s B.Hayes éhijo, de Hig^hstheet y ha* sido
llevados á cabo', bajo su superintendencia tiersoAal' del
modo mál^ satisfactoírid. ^ i. ^ . i : i
En Btieiíos Aik*es, la señora doña Qregoriá Rosas de
Escurra, hermana del ex-Diclador, mfindó defeir tína
misa, por el descanso de su ahtia en la [iglesia d<e la
' Gottcepcibn, el B3 de marzo! del mismo año. - '
Yhabiéndoseaníunciadbelfanerál de Rosas^por.kis
hij^S! y nietos, para el diá 24 dé abril, 'en* la' iglesia
• del Cí)legio; (San^ Ignaijio) án^orécSd© númétfO de <síu-
' dadanos respetable^ invitaron por ia prensa al 'pueblo
- dé Büénos-Aires á celebrar exequias fünebMs, éte la
' iglésÜK nietropoiitarta, por las víctimas de. la tiranía,
para el mismo diaen que/aquel debía ^enér lug^f.'
Envista de esto; elgobierno de la ptovírtcía; "á feu
• vez, prohibió toda demosti^ación publica eh tn^óha
dé Rosas, bajo cualquiera forma. ^ . .'
' » En cónsébuencía, elfitríerAl'por Rosas hó se 'iéféétuó
' pero'sí porsus vWtimas, atqiíe concíírrió todo'él'pufefelo
-dé Buenos-ÁirésV^A^sééptÁat 'él't)érfeónal défáftiRos
gobiernos, provincial y nadíoiial; habiéndose Cortáegüi-
do, por este acto, que las «dos fracciones políticas, en
que tan hondamente se encontraba la provincia y aun
la República, llegasen á entenderse, acercándose una
á la otra, hasth producir una feliz conciliación entre
ambas. A este resultado contribuyeron muy eflc^z-
• mente el doctor Adolfo Alsina, hoy finado, y el general
Bartolomé Mitre^ en lo que no fueron* ajeuosJel pre^i-
DE B0BNOS AIRES 241^
dente de la República doctor Avellaneda y el goberna-
dor de la provincia don Carlos Casares, en primera
línea. , • .
ft^Sl^-'Br* JMAWIJEIi IiüÍSIABTE: j Bi^. FdlilPE
ABAiiíA, Ministros de Rosas, con las atribuciones del
P» E. delegadas, en el primero, los asuntos de.gobier-
-. no, hacienda y guerra, y en el segundo las de rela-
ciones esteriores, desde ej 26 de enero hasta el 3 de.
febrero, dia en q,ae fué derrope^da 1^ Diotadura, cpn ?u
géfe Rosas, en Caseros» Rqs^5, camo. goWrnadpr
propietario, se reservaba la facultad de j^ppedir por tsí
soIq y directamente las providencias y disposiciones
que juzgara convenientes sobre cualquier asunto ^dejla
a^ministi'acion, npmbrando al mismo tiempo á, Man-
cilla inspector y comapdante general de armas de la ca-
pital. E! gobierno. delegado no. tuvo ocasión de dictar
disposición alguna, y cayó envuelto en la deíTota del
propietario; tanipoco hizo sentir su autoridad contes-
tando á una nota oficial, que le fué dirigida por. los en-
cargados ,de. negocios de Portugal, de los Estados
., Unidos y de Inglaterra, ^obre desem^nco de tropas
q\ip se habían organizado, á fin de prot^jer á*sps . rqs-
^ pectivos nac^on^lps y; I9S establecimientos, pvjblicos
de interés general. Fué el general Lucip Mi^pj^illa,
quien, como g^fe d^ las aromas, j dio orden,, |)aJQj^u res-
ponsabilidad, al cespitan deí PuQr^q,..p^ra.qijie.perpitie-
.^e el desem|;)ar.Qo de las referidas, tropas, en,, vista, de
la indecisión del gobierno delegado, para resoJ;Yer jjpr
sí; sobre ese punto. .
Con esta autorización, el desembjarco délas tropas' j
. seefectuó en la tarde del 3 y fueron. distribuidas del
modo siguiente: las inglesas ocuparon el Banco, de ja
prpvincia, y la^ firanqe^as, la Aduapa, en protección de [
los int6f*ese^. pubJ^oos que ^np^rrabiji^n. Las casas de j
, ips'iagentes. diploiDáticos. y, de I03 Cj6asules Jfuerpn
'''.•'»'
342 ,moYiíiCJA
Agimlmentñ custodiadas por tropa§ estrarigera^, en los
] idia? 3, 4.y 5, hasta que se restableció q1 <>rden.'
En la madrugada del 4, el general Mansilla, gefe.de
las armas, se presentó personalniente en casa de los
señores obispo Escalada, don José Marta Rojas, don
Bernabé de Escalada y doctor don Vicente López, á
quienes pidió fiíesen en comisión cerca del general Li-
bertador manifestándole, que, lejos de haoer resisten-
cia, deseaba remitiese^ lo mas pronto posible^ una
■ fuerza para recibirse de lá plaza, por el temor que te-
rifá que, lo!s cinco ó seis mil derrotados que bañaban
' tódfeira ciudad, cometieren desórdenes en el pueblo,
'" ehlregándoáeal saqueo, que él (Mansilla) no podía con-
• tener. ' ' . • •
La comisión así nombrada por el' general Mansilla.
desempeñó su cometido con la mayor brevedad, mas
ño ante el general Ürquiza, que todavía no había lle-
gado ájpajermo, sino knte el' géfe de mayor ^fadua-
cioñ que allí se hall aba— ^-el coronel Gafen— quien comu-
nicó Verbalmenté la ói'den deseada; »
Lá ¿omisión á su regreso^ dio aviso del resultado de
su coriri^etido al general Mansilla, quien,' ínmediata-
nlénté disolvió la fuerza que se hallaba óbncéntrádáen
■ el í'éfcinto de lá plaza de la Victoria, retirándole iél, en
'seguida, á<iü cafea. ' ■ '' ;"'" '•
Éhtí*e- tanto^ fersa'qüeo úe ía ciudad y sraburbfos $e-
' gulation élrnayorfurór y escándaío, hasta que el pue-
blo comprendió (Jué no le quedaba otro' recurso que
defenderse. • ' • •
Es, pues, incierto que el general Mansilla hubiese
autorizado el saqueo, como entonces se dijo,' y de éuya
calumnia se justificó oportunamente publicando docu-
mentos fehacientes. '. . : .
^ r
En las primeras horas de la mañana del '4 de febfre-
' ro, la ciudad, enanacompléíaacíefa'HA, civil ó policial,
ofrécia el ¿uadró mas torribíe. ' Mátáai^ de cfióiíalférta
t L
DE B0BHO6 AIRES S48
habían invadido la capital y suburbíoS/y se éhtrégaron
impunemente al saqueo, rompiendo las puertas de las
casas de qegocio y haciendo volar á balazos las cer-
raduras.
Penetrado, por fin, el pueblo de Buenos-Aires de la
ruina total que le amenazaba, reaccionó contra el ter-
ror que hablan infundido ios ladrones y foragidosy es-
capados déla cárcel, cuando se dio puerta franca á to-
dos los que se hallaban en ella por causas políticas, y
sb inició la defensa. Estft fué auxiliada en tnucha
parte por una fuerza de caballería que el general Ür-
quiza mandó en amparo de la ciudad.
Como á las dos de lá tarde comenzó á dominarse
€l conflicto con la activa persecución y ejemplar casti-
go de los bandoleros, que eran fusilados infraganti por
Jas calles^ ó en la corcel, por cuyo albafial salía á la
calle el reguero de la sangre; tan grande fué el niiníe-
ro de los ladrones fusilados dentro xie su recinto.
4.9&:9^6]Ei|iíGl|AL JíC^TO jOi^É DC IJ1I||V|E^, Dic-
tador militar por el derecho dé la vietori^t alcanzada
.^pbfe Rosas,.el,3 de feí^rero^^en los capipos de Qev^erqs.
Luego que y^ no quedaba duda.algun^ sobre el éxito
de la hataÑa, el gpqeral Mansilla, que es^taba encarga-
4p.de l&guarnictpn de esta plaza y de 1^ cpjíservacjpn
4eji óir4e«, hizo i^aber Al cuerpo .diplon^átiQO y CiWSMiiar
que la pjaza np prese¡nt^ría resistencia alguqa; en co^n-
•í^eciienqia no bftbía motivo piara que el ej^rc^o clel gene-
ral Urquiza la ocUpase por la fuerza, desude que pp^ía
.Qonsiderarla como rendida.
En efecto, una concisión conipuesta de alguno^ indi-
ivíduos del cuqrpo CQi;i»y.la,r se dirigió, con bandera de
Parlíimento, á Palermo^ donde desempeñaron su co-
pna^tido cerca deil maypr general don B. Virasorp, en
^^yspncia del generalen ig;efe, que aun np había llegado.
El r^^to del íl^?^, 4esd? ías tr^$ ílp la taróle y (^pfi!*, la
244
PaOYIKOIA
noche del 3 al 4 de febrero, la ciudad quedó en comple-
ta acefália, hasta la mañana siguiente, en que salió
otra comisión, á que ya se hizo referencia, compuesta
del obispo de Aulon y de los señores Vicente López,
Bernabé Escalada y José María Rojas, la cual manifestó
al general en gefe del ejército aliado libertador que la
provincia se hallabi^ sin autoridades y que era de ur-
gente necesidad nombrar una para mantener el orden
y reprimir los escesos que se estaban cometiendo.
El general Urquiza inmediatamente nombró al Pre-
sidente de la Cámara de Justicie^ doctor Vicente Ló-
pez, gobernador provisorio.
Apenas ameneció el 4 de febrero, la ciudad de Bue-
nos-Aires y sus suburbios fueron, testigos del saqueo
más escandaloso que jamás esperimentara, de parte
de los mismos derrotados de la víspera, disfrazados con
la coraza de género blanco, con que se distinguía el
ejército libertador, cuyo uniforme era del mismo color
que el de Rosas, asociados á algunos vecinos y aun
mugeres. Al principio se creyó fuesen verdaderos
soldados de Urquiza,'que estaban autorizados al sa-
queo de la ciudad, mas habiendo, el doctor López, que
acababa de regresar de Palermo, participado lo que
sucedía al general libertador, pidiéndole si mismo
tiempo una fuerza para reprimir el desorden, Urquiza
accedió desde luego; pero antes de llegar la fuerza so-
licitada, el saqueo llegó á tomar un carácter alarmante,
robando hasta cargar carros y despojar de su^conteni-
do casas enteras.
En vista de esto, y cuando ya se tenía seguridad que
era un verdadero saqueo no autorizado por el general
vencedor, se armaron los habitantes, nacionales y es-
trangeros, y, recorriendo laá calles de lá ciudad, de-
fendieron sus intereses fusilando á cuantos encontra-
ban robando, hasta que se hizo selitir la autoridad, que
acababa de ser nombrada, de un tíiodo enérgico.
/■
DB Sn7B¥0e AIBBS 245
Las medidas de rigor adoptadas para con los ladro-
nes del día 4 tenían justificación en aquellas circuns-
. tancias; no así otras dictadas por el general libertador
: para con prisioneros rendidos. Después de haber .pro-
clan^ado olvido general de todos los agravioé^ el gene-
ral Urquiza no se mostró generoso,'como debiera, y mu-
cho menos en vengar resentiniientos particulares, cual
lo hiciera con' el coronel Martíniano Chilavert^ á quien
mandó fusilar por la espaldaaldiasiguiente.de \e^ vic-
toria de Caseros y colgar sil cadáver de. un árbol, sin
^ permitic se le diese sepultura.* Abufeó de Ja vicí)or¡a
con demasía, manifestando de un modo casi evidente
que los sentimientosde que venía inspirado en su cru-
zada libertadora eran mas egoístas, si bien es. innega-
ble que, por el hecho de haber derrocado la Dictadura,
adquiriera una gloria imperecedera y que las genera-
ciones subsiguientes recordarán con eterno reconoci-
miento.
El cintillo punzó, signo de degradación de la época de
la Dictadura, únicamente tolerable entre los ejércitos
beligerantes, solo durante la luchia^ ma^ no para con
los ciudadanos, sin escíuir los clérigos y las mugeres,
que acababan de arrojarlo con alegría, en la seguridad
deque su uso había caducado para siempre; ese cinti-
llo^ repetimos, fué restablecido de nuevo por el gobier-
no provisorio, solo por contemporizar con el ge.neral
qué acababa de, prestar un inmenso servicio á la provin-
cia y ala República.
Violándolos pactos ajustados en 29 de mayo y 21 de
noviembre de 1851, retuvo prisioneros 700 porteños^ de
color, que. envió á Cala, en la provincia de Entre Rios,
corao remitió también numerosos cañones^ municiones
de guerra, armamentos, vestuarios, carruages y mu-
chos otros objetos sacados del parque de esta ciudad.
El pueblo de Buenos-Aires, que-con la mayor pom-
pa y alegría reeibLera, en su entrada triunfal,! el 19 de
246
PAOVnOIA
febrero, al ejército libertador yá su general^ no filésa-
' ludado por ésttí, ni con una leve inclinación de cabeza.
Llevaba poncho blanco corto sobre la casaca militar y
pantalón con franja de oro y, formando contraste, som-
brero de copa alta con un ancho cintillo punsóy como
- para indicar que todos debían usarlo. Tampoco cum-
plimentó al gobierno de la provincia que> acompasa-
da del cuerpo diplomático, lo esperaba en la azotea del
Colifeeo, (actual teatro Colon).
Ésos y otros actos de desprecio para con el primer
pueblo de la República, revelaban en el general la
existencia de un pensamiento que, desde Entre Rios,
habia sido concebido y mal disimulado* Asi, no, solo
se enagenó las simpatías de este pueblo, que llegó
. é comprender sus planes y pretensiones, sino tam-
bién desde ese! momento, empezó á organizarse para
defender sus jlibertades y derechos, que acababa de
reconquistar.
■
t86;r-Dr. viCEMTE LÓPEZ, Presidente de la Cáma-
ra de Justipia, nombrado gobernador provisorio, el 4 de
febrero^ por el general Urquiza, en virtud de la autori-
dad que le dábala victoria alcanzada el dia antes, 3,
venciendo á Rosas en Caseros.
Fué elegido en propiedad el i3 y recibido el 15 de
mayOj hasta el 20 que, invitado por el general Urquíza
para concurrir á una reunión de gobernadores, en San
Nicolás de los Arroyos, delegó el nlando en el Presi-
dente de la Legislatura.
El ministerio que organizó el doctor López y que le
acompañó hasta el 15 de mayo, se componía de los se-
ñores doctores Valentín Alsina, gobierno, Luis José
de la Peña, relaciones esteriores, José Benjamín Go-
rostiaga, hacienda^ Vicente Fidel López, instrucción
pública, coronel Manuel de Escalada, guerra y marina.
El general Zapiolafué nombrado comandante general
de marina y capitán del puerto. Desde aquella fecha
y oó» mdtivo áel^ r en linda .disipa dos ^rihieros/y-flel
'úUitiioj qitedó órfeahizadó del' modo siguiente! dodtor
Juan Márlít Gutíierrez, gobierno y r^láeioi^es pirovlndia-
les, coronel Cafttoi Cácerés,' guerra y niárittííj bonti-
ftuaddo los detnás eh losrniidíittofe minísíerids, y teírién-
(Jp por oficiales mayores á los señores Luis L.
Dominguéz, José Toníás Guido y .Benito Caríáscci §
. por'qñciaH° del ministerio dé gobierno/, él ^lism^p que
lo h^tlla sido en .el góbiefno dé Éosás, don 'benedicto
MacíeL
No bien empuñó el l?a^ton de gobernador, cuando
se vio en la dolorosa necesidad de espedir uri decreto-
imponiendo, la pexia de muerte á los ladrorjes qua'ün-
cjiafeají jaqueando la cindadela qae debía llevarse^ como
:S^ Jlévó, á cabo, al cuarto de hora d.e ser sorprepdi^os
robando ó QWpdQ atados pof las cajles, ' s^n. dlsíjn-
clon de sexo. -
Así por, m^dio d^ esa medida tan viol^nta^ se cpnsi-
§iúó vQr:termÍpado el escándalo qon If^ mperted^ Mpás
608 pqrson^, e^xtre las cuales no, dejaron, de caen^I--
gWPQS'iflo^e^^tes. , ..' . . ¡
Los efeptpsy artículos saqueados fueron ppr. decreto
d,^'15 de.marzo.y-endido.s y proporciopalmente distri-
buido ,s^. producido, entre Jos pix)pietarios ^e aquellos.
,, fin. vista del deplora|l?le estado de ,ab^ndono en que
se llalla ba^laoasa 4^ gobiernp, antiguo Fuerte, y i^ien-
. tras se refaccionaba, la residencia . del gobierno, por
decreto del 17 de> febrer.q/ se trasladó al día siguiente
: á la casa que pertenecía á don Juan M. Rosas, donde
.am> existe, que había sido, el 16, declarada propiedad
pública, como todas, las demás existe^ites en el terri-
toi'io de la.provincia. Por otro decreto del general Ur-
qui^^i (7 de agosto) fué derogado el de 16 de febrero y
mandadas devolver á los apoderados de Rosas.
El gobernador López eximió á los españoles del ser-
vicio activo, de JasaniQas, á que estaban obligados en
246 . rooYiHciA
]a época de Rosas^ porque «eran considerados á la par
' de los nacionales; y derogó (17 de febrero) el decreto
de 16 de setienabre de 1840, por .el qae se disponía el
. : embargo de . las propiedades de los pseudc-unitarios,
.; quedando éstos reintegrados en todos sus derechos.
t¿69-e^EiVE:RAi4 iiÁ!vvei.€:vii.i.e:riiopiivto, Pre-
, sidente de la Legislatura, en ejercicio idél Poder Eje-
cutivo^ desde el 20 de mayo, en qu<í el gobernador pro-
pietario López, previa autorización de la Sala de Re-
presentantes para ausentarse de la capital, delegó el
mando de la provincia eñ dicho general, hasta el 14 de
junio que regresara, reasumiéndolo elmismo dia.
El objeto de la ausencia del gobernador López, a
quien acompañó el ministro dé instrucción pública
' doctor Vicente F. López, fué el dó asistir á un acuerdo
de gobernadores de las provincias en la ciudad de San
Nicolás de los Arroyos.
Celebrado aquel acuerdo, la Junta de Representan-
tes resolvió comunicar al Poder Ejecutivo no cumplir
ni'ejecutar decreto ú órdenes que emanasen de facul-
tades ó poderes constituidos por dicho acuerdo, hasta
' haber obtenido la sanción de la Legislatura.
Concurrieron al acuerdo de San Nicolás de los Arro-
' yos,' por invitación del general Justo José de Urquiza:
el mismo, como gobernador de la provincia de Entre-
Ríos y en representación de la de Catamarca; doctor
' Vicente López, gobernador de la de Buenos Aires; ge-
neral Benjamín Virasoro, de la de Corrientes; general
Pablo Lucero, de la de San Luis; general Nazario
Benavides, de la de San Juan; general Celedonio Gu-
tiérrez, de la de Tucuman; general Pedro Pascual Se-
gura de la de Mendoza; don Manuel Tabeada^ de la de
Santiago del Estero; don Manuel Vicente Bustos^ de
la de la Rioja y don Domingo Crespo de la de Santa
El gobernador de Salta, don Tomás Arias, el de Ju-
DB SUBNO» AilBBS 240
jul, doctor Benito Barcena y el pleoipotenciarÍQ del
gobierno de Córdoba, doctor Jo^é Genaro Carranza, 4íio
llegaron á tiempo á San Nicolás de los Arroyos, pero^
se adhirieron al citado acuerdo mas tarde suscribién-
dolo en Palerrao de San Benito el í^ de julio de 1852.
A los tres días de habersie celebr^ido aquel acuerdo
en dicha ciudad de San Nicolás, ^e celebró ot^o de los
mismos gobernadores,. a escepcion del de Entre Rips,
confiriendo al general Urquiza elemple^ A^ Brigadier
General de la Jiepública^ Argentina y una medalla de
' pro orlada de brillantes, con las inscripciones siguien-
tes:—En el anverso — La. Repúbuga Argentina á^u
Libertador Urquiza — En el reverso— Caseros^ Fe-
brero 3 DE 1852. (1)
Aunque el general Urquiza era digno de esas distin-
. clones, es sensible que los señoreas gobernadores ha-
yan dejado de conferirle de igual piodo Q\,Calif atonde
. Bagdad^ ya que de tanto poder disponían, . ^^i,^xido, \m
hecho que alguno^ de ellos ya no lo eran y disponían
sin facultad para ello, . •
ks59-^]ir. viCEMTE LÓPEZ, gobernador propietario,
desde el 14 de junio que reasumió el mando guberna-
tivo^ á su regreso de San Nicolás de los Arroyos, don-
. de, con los demás gobernadores de las provincias^ con-
vocados por el general Urquiza; se celebró un acuerdo
y se puso en ejecución sin haberlo previamente stinie-
tido á la aprobación de la Junta de Representantes,
hasta el 23 de junio que presentó su renuncia del Cargo.
Sometida ésta, á la consideración de la Junta, fué
admitida disponiendo que el presidente de la Legisla-
tura, general Pinto, quedase encargado del' gobierno
interinamen te al dia siguiente, 24 de junio.
(1) Ese acuerdo, que es de fecha 8 de junio de 1852, ha sido omitido en
la Colección de Leyes y Decretos formada por el doctor Ferreira. Ignoramos
8Í esa omisión fué intencional ó por otra causa.
960 '^arrmnA
«¿ft«i^CÍe!%«:Riiiii MAivtfiíi «irÍLiiibBMo Pimha, Pre-
sidente de la Legislatura, nombrado ¡gobehiador inte-
riDo el SS'de junio, con motivo de la renuncia del doc-
tor López qué, por su calidad/había sido aceptada.
' Aldla siguleilte, 24 de jutífo, el gehérd Pinto debía
' pr'esentaí'Sé á prestar juramento del cargo, pero no
"' llegó á efectuarse esto, porque el general Urqufzá, en
sil carácter de Director provisorio dé la Confederación
Argentina, nombrado en virtud del acuerdo dé San
ISTicolás de los Arroyos, que aun estaba en dísóusion,
asumió el gobierno de la pt*ovin'eía provisoriaítiente, y
' dartdó un golpe dé Estado, él mi^modia^S, declaró
' disüélta la Junta, prohibiendo la entrada eb \ú sala de
sesiones á los ex-miembros de elk y ordenando la
prisión y destierro dé lOs que se pronunciaron • contra
el acuerdo de gobernadores en San Nicolás, que lo
fueron los i^eñóres doctores Dalíiíacio Velez Sarsfield,
'• Ii^etiéo Pórtela y Pedro Ortiz Velez, Corortel Bartolomé
' Mitre y don MánuelTorb y Pareja, lino de los colabo-
radores del diario Los Debates. Efetos. fueron ertibar-
jcados inmediatamente abordo del vapor de guerra
«Merced,,» dejándoles la libertad de ^lejir el destinó
que inéjor les pareciese..
. Y al mandar disolver, la Sala, manifestó de oficio al
geperal Pintó que, ni Jcomo .presidente de la Junta, ni
. . como gobernador interino seria obeilecida orden algu-
. na s^ya en todo el terfitorio de la provincia de Bye-
XíQs Aires.
t^ftV-CiEIlERAL JIJI^TO JOSÉ DE VR||UIZA> en SU
' calidad, de Director Provisorio de la Confederación
Argentina, nombrado en el acuerdo de gobernadores
' en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos sin el con-
sentimiento de la Legislatura de Buenos Aires, asumió
el gobierno déla pijovincia provisoriamente, adoptan-
do medidas dictatoriales que le enagenaron las pocas
BÍmpatlfís que tenia en esta ciudad, por bázoAee muy
poderosas.
El mistno día 23 de junio, ^« que asunüiera el Poder
Ejecutivo de la provincia, el general Urquiza mandó
<iefrar todas las Imprentas, prohibiendo la impresión
de peHódicos y papeles dé cüalquiep género y haciendo
sellWi^ feüs pt^ensasy solo habilitaba una imprenta p^ra
la publicaciion de los actos gubernativos bajeóla vigi-
lancia de ún agente de policía, '
Mandó (24 dejünió) patrullar laciudaá con el í9n de
garantir eí orden y Ja tranquilidad pública,' y efdía 25,
en virtud délas facultades que le daba el Acuerdo de
. San Nicolás, que no había sido todaviaí ratificado por
las provincias interiores de la República, ni tóenos 'por
la de Buenos Aires, espidió un decreto declarando q^e,
habiendo quedado acéfala la provincia por la renuncia
del gobernador y disolución de la Sálá de Repi^sián-
tantes dictada por el mismo Director, nombraba gober-
nador provisorio al doctor López, quien, apesár de su
renuncia irreoocable^ aceptó el mismo día (25) '$u Se-
gundo nombramiento.
«959-^Br. Vi€)eivvs IíOJ^ke? nombrado gobernador
por el general Urquiza, el 25 de junio, reorganizado
su. ministerio con el mismo personal que antes tenia»
Una de las primeras disposición ei^ del gobernador
Lope^fíié mandar levantar los sellos impuestos á las
imprentas, permitiéndoseles la oontiauacion de sus
trabajos bajo ciertas condiciones^.
En virtud de lo dispuesto en el Acuerdo de San Ni-
colás, que, como ya se ha dicho^ no había sido ratifica-
do por la Junta de Representantes, espidió (22 de junio)
un decreto ordenando la elección, el 8 de agosto, de
m
dos diputados al congreso que debía reunirse en Santa
Fe. Aparecieron electos para representar á la pro-
vinoia de Buenoi^ Aires en aquel Congresí^ los d<0(ítores
L ._
252 BaovjKCiA
Salvador María del Carril, sanjuartino, y Eduardo La-
hitte, oriental de nacimiento.
Entre taúto, la situación de la provincia no era nada
halagüeña: se sentía un malestar general, y ol doctor
López que, á su elevación á la primera magistratura
. de la provincia la primera vez había merecido las sim-
patías de todos los haJbitantes, se vió^ la seguujáa vez,
contrariado y en la imposibilidad de dar un p^so ade-
lante en el buen desempeñó de la autoridad que ejercía,
, Cansado de tantas contrariedades y en vista de las
. graves dificultades de que se balla,ba rodeado por las
exigencias del general Urquiza^que no admitía control,
de un lado, y por la falta de opinión pública, del otro,
., preSQntó,el23 de julio, su dimisión que fué, el 25, acep-
tada por el ipíiisipo Urquiza, quien asumió el mando
, :de la provincia^ declarando continuar por solo el tiem-
. po preciso para el restablecimiento de las autoridades
. de la.misma.
El doctor Vicente Lope» falleció en Buenos-Aires el
11 de octubre de 1856. Desde el año de 1806; López fi-
guró en la vida pública de un modo prominente, y como
ciudadano ejemplar, como magistrado recto, estadis-
ta ilustrado, su non^bre se halla asociado á los aconte-
pmientos mas importantes y memorables de su época.
A este respecto, sus amigos tienen derecho de recla-
mar una-comparacioiv con los mas distinguidos de sus
contemporáneos; y ent^e éstos^ deben recordarse ios
nombres de San Martin, Belgrano, Balcaroe,.Rivada-
via, Gómez, Banegas, etc., étc. El hallarse asociado á
esos hombres, h^ber participado de sus consejos,
cooperado á sus empresas, merecido su confianza y go-
znd > de su amistad, sería bastante honor^ y mas que
bastante para satisfacer las aspiraciones de espíritus
ordinarios. Pero López fué aun mas feliz. Además
de esas orgullosas muestras de distinción, recibió, co-
mo aittor del Himno Nacional Argentino^ el unánime
DB BITBKOS AIBB3 ^ 263
tributo de su deferencia y homenage. De éi J^uede de-
cirse que, «aunque muerto^ todavía habla;» pues míen-
tras el patriotismo sea una virtud, aquella quinta esen-
cia del patriotismo hallará un eco responsivo en todo
pecho ingenioso, y así continuará hablando, movién-
dose, exaltando y puri-ficando hasta la mas remota
posteridad.
Cuando en el año de 1812, el general Belgrano des-
trozó la vanguardia del ejército realista en el Rio de las
Piedras (3 de setiembre), el joven don Vicente López,
oficiala sus órdenes, acampado á3 ó 4 cuadr'as al norte
de ese rio, bajo la sombra de una enorme tipa (árbol);
allí, arrobado en el delirio de la victoria dando ensan-
che á su entusiasmo, compuso la cariciort declarada
Himno Nacional Argentino « Oid Mortales, > que, co-
mo la Marsellesaóe\ Rans des vaches Suizo, comunica
nueva vida y da nuevp ser al argentino que la oye.
El pnismo Rosas, con quien, á pesar j(J)e ocup^ir el alto
puesto de presidente dei la Cámaira de Justicia, no
simpatizaba, como ^ nos consta^ no pudo menos que
respetarle, ¡por e\ solo hecho de haber sido el autor del
Himno NqicionaJL.
• I.
Sobre la tumba de López hablaron, los dootorea Ma-
nian9 Várela. y Juan María Gútierpéz.. . . i. • ;
49a»--€ltrivcBAi. JVST#' uos^É wm iJB||tiizA; Di-
rector Provisorio de la Confederaeioa, ^n ejercicio del
P. Eide la provincia, de conformidad oon «Z espíritu de
las disposiciones, contenidas en el Acuerdo de Saín Ni-
cojás^ celebrado el 31 de mayo, y por renuncia del, doc-
tor López, desde el 85 de julio hasta el 4 de sffti^ínbre.
El general ürquiza, autorizado por el Acuerdo de
San Nicolás, á nombrar un Consejo Consultivo, cena
vcuyo voto había de espedlráe, ló hizo en! las |)íersoaas
de lós ciudadano^ siguientes: '
264
PBOYIKCSA
t >
- i
Don Nicolás Anchorena, Presidente
BeffUabó Escalada.
Salvador M; del Carril.
Francisco Pico.
Ignacio Martínez.
José Barros Pazos.
Francisco Moreno.
Amancio Alcorta.
Eduardo Lahitte.
j . c Felipe Arana.
B £^1 domero Garcia.
J. Benjanaia Ooro$t¡aga-
Tomás Guido.
Elias Bedoya.
Los oficiales maVores^á cuya categoría fué pronno vi-
do el quiera 1** del ministerio de gobierno, don Bene-
dióto-Maciel, autorizaban las resoluciones que corres-
pondían á cada ministerio, bajo las órdenes del ministro
de retóciones esteriores de te Confederación^ que lo era
«1 doctor Luis J. de la Peña (f 4de febrero de 1871) .
Y debiendo pattir para la ciudad de Santa Fe, con el
objeto de instalar el congreso general constituyente^
y mienti^as^ste pesoílvía lo co.nveniente^ el general Ur-
quiza nombró (Sidc setiembre) gobeiinador proíviscirio
á su ministro de la guerra, general Galán.
El S de satiemfare se embarcó en el vapor «Countess
of Lonsdale, » acotn^pañado dé una nuimerosa. comitiva
y coii todos }o« feonores oorreáponídientes, no sin sos-
pechar que algoestraordinaiio había de acoateper, 'Co-
mo> en efecto aconteció apenas sa ausentara de esta
ciudad.
MI^9-^«IE:iiWíR4^i<#0SJ|^ mijGMDPñl. «tíilLAW, (portefio)
'^pbfirjaador provi^orip, nombrado ,pprpl general y rqui-
za^ como Director Provisprip,, gia íLUtptriKaíi^ojí piwa
ello, y en virtud del Acuerdo de San Nicolás que no po-
BE BVW06 .AiRBS 355
" díaflegétlmente regir én . la pr'ovin.oia de BueoOs^Aires,
1 el 3, y puesto en posesioi^ del cárgoi el 4 de setiembire.
El gol)ernadvr Galán, na tuvo ocasión dq hacer oqiRO-
cer su administración qae sqIo duró 7 días y al s^oia-
necer el 8** ya no tenía autoridad, que fué derrocada por
' medio de una revolución que estalló en la madrugada
dtel 11 de setiembre, es decir, al tercer dia de hábei'se
embarcado él general Urquiza en el vapbr «Cauntess
' of Lonsdále, » con destino k Santa Fe. '
Solo im decreto espidió (7 de setiemWre) el goberna-
dor Galán, y ese erar erf érente* álóíé liabi litados de Itis
• oficihás'/ ■ . ' ' ''•* ••
I ...
Erdiáll de setiembre, él general' Piran era djiéno
áei ía situación por medio, de una revolución del pueblo
4 feüvo frente sé colocara.
El general Galán, sumiso* completamente al gerieral
'Urquiza^ corí cuya política, estaba identificado, se i*esis-
tí6 constantemente á aceptar las proposiciones del go-
bierno del 11 de setiembre. . Cerca 'de la noche delítl,
se puso en retirada con dirección á Vos Santos Lugai'es
(hoy San Martin), donáe sé reunió á una fuerza entrer-
ríanáqüe obedecía sus órdenes, siguiendo su Máréha
' háciá el norte, pero hostilizado por los guardia^ íiacío-
■ n'ales al mando del teniente coronel J:. M> PelíS¿a, que
consiguió quitarle armas, óabaHos y áVguííoá equlfía-
.^l^s.. Como OJO entraba en las jniiraSft políticas de ]q:|
:^*eyolucÍ9iaadQS dar mía ba,^lía, c|i^e| ppdian;Jtia))«rlo
, efj^ctu^dp con y.enta^a, ;ii derramar las^ingre dejb^rma-
:D0!^qu,^ poco antes ' habían combati^q juntos en .Ips
csirnpp^ de jQaseros por la libertad argentina, up.hiQ^e-
roa.pniuchps esfuerzo^ para detener las fuerzas de Ga-
lán, á quien se dejó seguii\su ]9:iar9ha| 4 fíi) de que
. abandonase la -provincia, ... • , i.
La campaña quedó terxninada 0l ¡dia. lA sin: sapg}re
I fii do^ntcíag de.mngún nénero^y tod^'Jia.proy^niOla li-
266
^ROVIirCIA
Los jueces de paz, íos comandanteQ generales de los
departamentos y los demás gefes que se hallaban á la
cabeza de la fuerza pública manifestaron oficialmente
su adhesión al movimiento del 11.
«
1^99— GfiíVEBAii sOHÉi HABÍA PiBAiií, Dictador mi-
litar, gefe de la revolución popular que entalló en la
madrugada del 11 fie setiembre, quien, después de pro-
clamar al ejército, reunido .en la plaza de la Victoria,
solicitó por medio de una.npta dirigida al Presidente
de la Junta de Repi:esentíjmtes^, la inmediata, con voca-
ción de los mismos individuos que la componían,
cuando fué violentamente disuelta el 24 de junio.
La junta se reunió inmediatamente y puso en pose-
sión del niando interino de la provincia al general Pin-
. to, en la misma mañana del 11.
Esta revolución fué Ig. mas popular de cuantas ha-
yan tenido lugar y no costó una sola gota do síingre
■ ni una lágrima. El alma de ella fué el doctor Valen-
tin Alsina, quien, desde el Fuerte, (actual casa
. del gobierno nacional) dirigía todas las combinacio-
nes, arreglando y concertando con. otros ciudadanos
potables^ que allí se reunieron, las medidas que debían
adoptarse, para asegurar el éxito del movimiento, co-
iho se con^i^uió en efecto.
Presidente de la Legislatura, dísuelta por un golpe de
autoridad militar del general ürquiza, el 25 de jürtfo,
en cuya fechat fué aquél nombrado goberilador interi-
* rio, cuya investidura fué entonces desconocida, y resta-
blecida en la/nisma persona el 11 de setiembre, en que
sé creó un liuévo orden de cosas político, hasta el 31 de
octubre que se nombró gobernadoí* propietario énia
persona del doctor V. Alsina.
El gohennadór Pioto organizó su ministepio como
sigue: doctor Valentín Alsina, gobierno é instracciün
DB MfilftOS AIBB8 25?
pública, doctor Francisco de las Carreras, hacienda, y
general José María Piran, guerra y marina.
Por el nuevo orden de cosas creado por la revolu-
ción del H de setiembre, en que la provincia se des-
prendía de la dominación del general Urquiza, cesaba
éste, como era natural (24 de setiembre) en el encargo
de mantener las relaciones esteriores delegadas en
él por el gobierno de Buenos-Aires, en cuanto tuviera
relación con la pro*'incia de su mando.
4S6;»~]ir. VAI4EIVTIIIÍ ALMMA, nombrado en propie-
piedad el 30 y puesto en posesión del cargo el 31 de
octubre, por tres años, pero no llenó el período, á con-
secuencia de una revolución que estalló el 1® de di-
ciembre, poniéndole en el caso de renunciar, como lo
hizo, el 6 del mismo mes.
Uno de los primeros actos del gobierno de Alsina
fué franquear las puertas de la provincia á los ciuda-
danos alejados de ella, después de la revolución del
11 de setiembre, como medida transitoria y de circuns-
tancias.
Otro de los actos del mismo gobernador Alsina fué
el desacertado nombramiento de los coroneles Cayeta-
no Laprida é Hilario Lagos, para comandantes en gefe
délos departamentos principales de la campana y del
general José María Flores, de ministro de la guerra y
marina. Los citados coro-ieles, tomando el nombre
del ministro de la guerra, convocaron la guardia na-
cional de sus distritos respectivos y el 1** de diciembre
se pronunciaron en contra del gobierno, levantando el
estandarte de la rebelión, encabezándola d coronel
Lagos, con el apoyo moral, al principio, y material
después, del general Urquiza, que ya se había hecho
odioso para los habitantes de Buenos-Aires y contra
quien se habían pronunciado con la mayor energía y
' entusiasmo los mismos gefes rebeldes.
17
I^agos, en gu proclama de I** de diciembre, invitaba
á sus compQnaros.ííe rebelión. á queí le ayudasen á
,qtjLÍtaícel bastofi algobernadúr Alsina y proclamar por
gefe al generalJF lores ^ que figuraba entre los rebeldes,
, siendo, qO|moi era, ministro de la guerra* de la misma
admifíistracion que i^ aparentaba querer derrocar.
.DecJíirado el pueblo en asamblea, el 6 de diciembre,
. el gobernador Ateina, pintando en »us A'erdáderos co-
lores la situación del país, elevó su renuncia que la
Junta de Representantes encontró conveniente aceptar,
disponiendo que el Presideute de. la Sala, brigadier
gfeíneral P¡nto> confopme ala ley, pasase al diasiguien-
te, previo el juramento, á ocupar interiníanoente el go-
bierno. ...
tS59-1IRIGADIER QEMER.ÍlL 1I.4IVUEL GUILliER-
Ml€f PIIVTO, Presidente de la Junta de Representan-
íes, nombrado, el 7 de dicienibre, gobernador interino,
por renuncia del doctor V. Alsina, hasta el "25 de junio
de 1853, que delegó el mando en*sus ministros, á con-
secuencia de una enfermedad^ de que falleció el 28 de
junio del mismo.ano (1853).
El gobernador Pinto había organizacfc su ministerio
conio sigue: don Nicolás Anchorena, gobierno y rela-
ciones e.steriores, don Felipe Ll.avallol, hacienda, y ge-
neral Ángel PaT^heco, guerra y marnia, y habiéndose
escusado esos señores á aceptar áichos cariaos fueron
nombradosen.su lugar (20 de diciembre) los doctores
Lorenzo Torres v Francisco de las Carreras, y el mis-
mo general Pacheco, p£^r¿\ el ministepo de guerra y
m.í^irina, con retención del cargo de general en' g¡efe del
. ejército de la capital, que desempeñaba desde el 9 del
citado mes, hasta el 7 de febrero de Í853, que lo reem-
plazo el coronel Pedro José Diaz.
La autoridad dje la Junta v del nuevo gobernador fué
aparentemente recouocida por los rebeldes, encabeza-
dos por el coronel Hilario Lagosj quienes propusieron
DB W«K99 A4RBS ' 2g!9
qnfi gq^pei^siQi) d$ arm^s pam entrar en afregloa que
pusiesen deñnitíva término á la situación.
El gobernador Pinto, animado de sentimientos de
I>azy benevolencia, iaoeptó^con sinceridad las proposi-
ciones de los rebeldes, quienes obraban de mala fe,
puesto que el doctor Alsina acababa de soltar el bas-
tón de gobernador que venían á quitar.
Mientras tenfanJugar tentativas de arreglo, de bue-
na fe por parte del gobierno, y con solo la intención de
aumentar sus fuerzas moral y materialmente, de parte
' de los rebeldes, se preparó la plaza á la defensa^ zan-
jeándose las boba-calles y estableciendo palisadas en
la parte esteHor de ellas, que pomprendlaq^ una línea
desde la plaza clel Retiro, la de la Libertad, Lorea^
Concepción y calle de la Defensa, cubiertas todas ellas
y los intermedios por destacamentos de la guardia na-
cional y piquetes de tropa de Hnea. Lo^ cantones,
desde el Retiro hasta la plaza de la Libertad, estaban
guarnecidospor el batallón que mandaba el tenienie
coronel EmilioConesa y por los guardias nacionales al
mando de don Pastor Obligado, todo bnjo las órdenes
inmediatas del coroiiel B. Mitré; la plaza del Parque,
por guardias nacionales al mando de don Victorino
Agoilar; la de Lorea, por guardias nacionales y la Le-
gión Italiana al mando de los coroneles don Domingo
Sosa y Silvino Oiivieri; desde Lorea hasta la Concep-
ción, por los tenientes alcaldes al mr^ndo del teniente
coronel Nicasio Biedma; la de la Concepción, por el
batallón del coronel Juan Antonio Lezica, primero^ y
mas.tarxle, del teniente coronel Bmilio Mitre;, y desde
la Concepción hasta la calle de la Defensa y costa del
rio^ por guardias nacionales a} mando d^l coronel
Jo$$ MaiTÍa Btjistillo^. La re3erva Qstaba situada en
el centirp déla capital al niando de ]q3 coroneles Ma-
riano.EjQh<^n/^qcía, Martin. Tejerina, Martia Arenas y
. Pf^\QiMw,ifJím^ tftfda ÍDSé Hn Albariaoa. J
260 YAOVIKCIA
Agotados todos los recursos que Sé tocaron, á fin de
conseguir un avenimiento de paz y Concordia por me-
dio de vaHascomisioueSj quQ fueron enviadas cerca del
coronel Lagos, sin haber obtenido él resultado desea-
do,ni aquellas concisiones ni los cónsules de Inglater-
ra, Hood; de Francia, Van-Praet, y de Estados-Uni-
dos, Graham, que habían ofrecido su interposición
cérea de los rebeldes; ni el contra-alniiraute francés,
De Suin, que ofreciera su apoyo; ni, en fin, otras comi-
siones respetables que posteriproiente fueron enviadas
al campo de los rebeldes, situado eo San José de Flo-
res, pudieron lograr otro resultado sino la sseguridadde
que los rebeldes no querían mas arreglo que la humi-
llación de la provincia y de sus autoridades legales.
Después de haberse agotado todos los medios con-
ciliatorios, para evitar la efusioii de sangre de herma-
nos y la ruina del país, no qued6otro recurso qu^ ha-
cer la guerra con rigor^ sin omitir sacrificio alguno
para ponerse en estado de triunfar, sobre los hambres
que venían á renovar el uso del piutillo punzó, ios vi-
vas á la federación y las mueras á lo$ uni^rios.
ElS4de diciembre se inició con vigor la defensa de
la capital, mandando cerrar y prohibir toda correspon-
deucia con los sublevados del dia 1®, ^)ajo 3everas_ pe-
nas, porque así lo exigían las circunstancias.
Las estaciones estrangerasj enproteocion de sus na-
cionalesy con previo permiso del gobierno, procedie-
roii'á desembarcar destacamentos armados;' los brasi-
leros, inglesos y españoles, sin artillería, y los france-
ses con dos piezas dé montaña, para el ensopen que ios
rebeldes dieran un asalto ala ciudad, como lo anun-
ciaban, pero que no pasó de amenazas. .
Instruido el general Urqúiza de los resultados inúti-
les de las armas del coronel LHgos, contra la capital,
envió artillería y tropa para aumentar su poder.
Las fuerzas del sur del Rio Salado, reunidas en' fa-
DE WSHOa ÁlSLSB 26].
vor del gobierno por los^coroneles Faustino Vftlazco y
Pedro Rosas y Belgrano fueron^el 22 de ei>6rode 1853,
sorprendidas en el Rincón de San Gregorio y cono^yle-
tamenle dorrotadas por, otra de los rebeldes al mando
del general Gregorio Paz, en cuyo poder quedó la ar-
tillería, baga'ge^, armamento y ^la OQrta infantería que
tenían los sostenedoras de la legialid^d; el jcoronel Ro-
sas y Belgrano cayó prisionero; el coronel Agustin
Acosta pereció ahogado en el Rio Salado, huyendo de
sus perseguidores, y el coronel Velazoo fué hecho pri-
sionero y decapitado;
• La derrota dé San Gregorio y el visible apoyo que
Urquiza y el congreso de Santa Fe prestaban á la re-
belión dieron á la defensa de la capital un carácter de-
finitivamente sérip y decisivo.
A los cinco dias ^después de aquel desastre, el go-
bernador Pinto estableció (i7 de e.oero) tma juntft de
guerra presidida por él, ó tíu su defcQto por el general
en gefe Pacheco. y compuesta* del brigadier general
José María Paz, gef>eral Gervasio Espinosa y cproneles
Pedro José Días;, ministro deguerriei y malina,, y Ma-
nuel Escaladaí, para ia adopcion.de me4idas militares
que reclamasen la defensa de la capital y la seguridad
.dp la provincÍÉ|.
Em Ift misma fecha en que los defensores de Buenos-
Aires eran devrotadMSen San Gregorio, el Congresode
Santa Fe, cb el que esta provincia no estaba represen-
tada, dictaba una ley por la cuat aullprizaba al .Direc-
tor Provisorio, paraque, € empleando todas las medi-
das q.ue su prudencia : y .acendrado . patriotismo le
su/eriesejí^ hiciera cesar la guerra civil en la provincia
de Buenos-Aires, obteniendo su libr^ consentimiento
al acuerdo de 31. de mayo de 185.3 » en San Nicolás de
los Arroyos. .
En vjrtud de lo. referida autorización, el general Ur-
quiza comisionó al doctor Luis J* déla Peña cercardel
802 j^oviMOtA
gobieríio de Baenos^Aires y del üot-onel Legos» á fín de
que arreglase la cuestión províncíril, habiendo conse-
guido el enviado de aquel concluir un tratado de paz
el 9 de marzo de 1853, el cual fué ratificado por el go-
bierno de Buenos- Aires, mas no por el Direclor Pro-
misorio, que se hallaba en San Nicolás de los Arroyos,
desde donde Comuní<ió (19 de mar-Ko) su iregativeí á la
^tifícacion y su resolución de acercarse á la capital.
Ett efecto, el 27 (tnarzo de 18B3); el Director Proviso-
rio llegó á San José de Flores, donde fué í^ecibido por
el ejército federal^ á cuya cabeza sé colocó oficialmen-
te, como general en gefe de los ejércitos de la Confede-
ración.
Se iniciaron nuevas tentativas para conseguir la paz,
sin resultado ülguno en ese sentido, hasta que al fin se
Recurrió á otra clase do medios, queabreviaron el tér-
mino de la guerra.
La escuadra bioqueadora al mando del almirante
JuanH. Coe se puso á disposición del gobierno legal
de la provincia, entrando buque tras buque,ta torda del
SO de junio, en el puerto de Buenos^Arres, obtenién-
dose asi el primer triu^ifo, precursor de otro aun Mas
decisivo.
El 9 de julio apareció (con fecha I"*) publicada, fen
los .diarios de Buenos-Aires, y en hoja feoetea una
proclama del general José María Floi-es á stis com"
patriotas de la ctímpañía. Desdé la Nueva Palmi-
ra, en él Estado; Oriental, á donde se habla retira-
do, al abandonar el pafs el 8 de diciembre de 1852,
se t^Uso en comunicación dh'ectfet coii los gefes Su-
balternos é hi5M) hablar y prepat*ar, en s\i notabre,
á los oficiales y á la tropa^ hasta tener evidenrcia de
que las tres cuartas partes de las divisiones quo sitia-
ban la ciudad estaban bien dispuestas. Cuando obtu-
vo el convencimiento de qüfe abandonarían á los gefes,
íüégo íjué leís anuíicia^ su preséftclíi en fel norte de la
DE BfOaKOS'
éIíres Í0S
•cairapaña; ©n '['K>sesi<i« de xiüníero'(como 8OO',j0OO $),
. armamentó, biwj'iw^sde gneriu y \h áutoi/rzfacioii pdra
» Gonoedergracih'9 y afsceneos militares sin limitación
algíwna, y cóTiUn^'i escolta dé 1 8 hombres \% aootnpiaña-
do db\ coronel José Jóaquia Bailar, dosembarcó el d¡a
':3 dej«iiío en eA punto éonveriido, al norte. La püvBlica-
• eion de. la 'referida proelama^q^^e ¿fa^la palabí^a de ér-
• den, para que empezase la dispersicn del éjércitíO sitia-
dor compuesto de mas de 10-, 000 hombres, niosfe hizo
por ei gobiernoen la fecha acordada, silio algunos días
•dtísipties;, es decir el 9, desde cuya fecha hasta el 13 de
julio^ esas fuerzas quedaron. completamente deshechas
é iiiudtizadus.' El 14, Flores e«npezó á diésarmaryii-
cenciap la «tropa y ei di a -20 Va* no pisaba el' ter'ritbno
...delíi prQvinciBL.u» SfOlo enemigo, armado. El coiíonel
RamíOn Bustos,' fiel ala amb'Ud que le ui)ia al geileral
FloreH) segwndó los esfuerzos de¡ los defensores áe la
capital.
' El'golDernador Piíito Hotivya'el plac^ de eoiíocer ©Ij
/desenlace de los últimos sucesos,, á bausa de. su /falle-
jcimtieiito acaecido el 28 da junio de.l85ay Jiiabiendo si-
,du el ÚM'WO gobet-nante qtie hubiese muerto eii el ejer-
cicio de tale» fuociones. . • • . ' - . .;
Con fecha 30 de junio, la Legislatura .safteiónó üoa
ley acoi'dandqá la viuda é hijos, del brigadier general
. Jíinto una pepsion de 400Q pesos mensuales, CQpaq..iin
preiífiio porlosdístiogiiidos ser;VÍGÍos prestados; popel
general y pnuy esprnal mente como. Presidente .^e' Ja
.SaU»,an circunstancias difíciles de.1, pqiís*. ' ¡ .
ministro^ ddgob^rnador^'PiíUo, foí-mafído él gobiéhio
delegado, desde él '25 d^ jui'no; en (\m cayó ei^ferWo,
para morir á los 4 dias, (el 28) Wsta el =24 de juHb', en
quese'ríombró un gobernador provisorio eirla'persona
del doctor P. Obligado: • -'
'^ * . •' . ," ' . •'»'
1
264 PBOYiiroiA
Al gobierno delegado, presidido por el doctor Tor-
res, por ley de 4 de julio, cupo la gloria de preparar y
llevar acabo la completa disolucíou del ejército sitia
dor al mando del coronel Hilario Lagos, después de
un sitio de 7 meses y dias, desde el 7 de diciembre de
1852 hasta el 14 de julio de]1853 esclusive. El alma de
la política desarrollada para obtener tan feliz resultado
fué incuestionablementeel doctor Torres, que introdujo
la anarquía, con la mayor habilidad entre las fuerzas
de la paeudo federación de la época de Rosas, resuci-
tada por sus antiguos servidores y sostenedores de lú-
gubres recuerdos, á los que, como incalificable anacro-
nismo político, se aliaron los mismos que, no hacía
mucho, maldecían la Dictadura v sus secuaces.
El 24 de julio, el gobierno delegado puso en posesión
del mando de la provincia al doctor Pastor Obligado,
quien formó su ministerio con el mismo personal.
tusa— B. ivicolAs amchorgiva. electo gobernador
provisorio el 9 de julio, en consecuencia del falleci-
miento del que lo era, general Pinto, pero presentó su
renuncia indeclinable del cargo fundándose e.n su sa-
lud y en no considerarse con las aptitudes necesarias,
para desempeñarlo.
Acostumbrados los habitantes de la provincia de
Buenos-Aires y aun de las demás de la República, por
mas de 20 años, á oír sonar ciertos nombres, como sinó-
nimos de^ecíe/'a/, y otros, sinónimos del partido contra-
rio, no habían de aceptar, como no aceptaron satisfac-
toriamente, la elección de gobernador en las personas
de individuos que habían oído salvagear y anatematizar
durante tan largo lapsode tiempo, sin dejar de sentirse
heridos en lo que ellos consideraban ser su opinión po-
lítica, como única tendente á su tranquilidad y felici-
dad. Las masas ignorantes, para quienes la denomi-
nación de federal eciuivaMet k perfecto en el sentido del
DB BVBNOS AIBBS 265
bien y el de unitario en el sentido diametralmente con-
trario, eran susceptibles de ser estraviadas por los cau-
dillos de la santa federación^ y la reelección del mismo,
cuyo nombre solo dio pretesto á la revolución de di-
ciembre de 1852, ó el de cualquier otro igualmente an-
tipático, habría ocasionado nuevos trastornos del orden
público.
Fué, pues, en atención á esas consideraciones que
los Representantes se fijaron con insistencia, en el se-
ñor Anchorena, cuyo nombre^ opinión social y antece-
dentes eran una positiva garantía de tranquilidad y or-
den para esa clase laboriosa de la campaña. Com-
prendiendo Anchorena que^ á su repugnancia de acep-
tar el cargo de gobernador, se agregaba la circunstan-
cia de ser-cuestion de nombre propio, indicó al doctor
Obligado, como la persona que reunía las mismas con-
diciones'que se creían encontrar en él, sobre todo,
una, la de llevar un nombre sonoro y por consiguiente
simpático para los habitantes de la campaña. Aunque
éste carecía de un requisito legal, cual era la edad de
35 años que señala la ley de 23 de diciembre de 1823,
fué elegido en virtud de tales méritos, en lugar de An-
chorena.
Falleció éste en Buenos-Aires el 24 de mayo 1856,
Por mas de medio siglo, Anchorena hizo una figura
conspicua, como ciudadano y como hombre de Estado,
en la escena de la vida pública. Sus activos hábitos
de negocio, su recto juicio y acreditado patriotismo^
agregado á su inmensa fortuna — dejó ciento y setenta
millones de pesos papel— le dieron en todo tiempo
poder y preponderancia en los consejos públicos, que
no podian dejar de despertar la envidia de sus rivales
y las pasiones mas bajas de naturalezas inferiores; sin
embargo nadie se atrevió jamás á poner en duda la
independencia de su carácter, la pureza de sus móvi-
les, la integridad de sustratos^ ni la exactitud de su
- -pülabrar y pooos, muy pocos han tenido menos causa
papa temer el fallo del historiador imparcial.
t958--Dr. PASTOR OBl^iCíiDa, nombrado goberna-
dor provisorio el 24 de julio de 1853, hasta el 12 de
octubre, que fué nuevamente electo don Nicolás An-
chorena y, no habiendo ést*^ admitido, lo fué el mismo
Obligado, quien se recibió del cargo en propiedad eldia
l3 del citado mes de octubre.
El ministerio del gobernadbrproyisorio Obligado fué
organizado con lo^s doctores Lorenzo Torres,* gobierno
^ relaciones esteriores y Francisco aé las Carreras,
hacienáa, y brigadier general José ]\íaiía I^az^ guerra
^y marina; hasta el Í3 de octubre, que, nombrado' en
propiedad el doctor Obligado, presentaron estos sus
renuncias, reemplazándolos el doctor Ireneo Pórtela,
don Juan Bautista Peña y coronel Manuel de Escalada.
Con motivo de haber cesado la guerra, desde el 14
de julio, el gobernador Obligado espidió, al dia siguíen-.
te da su elevación, un decreto prohibiendo el uso de las
divisas con que se distinguían los sitiados de íossítia-
dores; y por otro de fecha 27 disjpuso que los cuerpos
que formaban el ejército de la capital", durante los siete
meses v siete dias de heroica lucha, llevasen en sus
** banderas, en letras dé oí-o y orlada de laurel, ia ins-
cripción siguiente: Combatió con gloria en defensa de
Buenos Aires— Años lSb2 y 1853:
Dispuso así mismo (11 de agosto) que los presos
Silverio Badía, Mailüel Troncóse, Antonino Reyes,
Fermih Süarez, Estanislao Porto, Leandro Alen,
Manuel lieiva, Ciríaco Cuitiño y Tórcuató Canales
fíjeéen juzgados, acortando los términos y pudiendo
actuar en todas las horas del dia y de la nochfe, y
aun en' los dias festivos, por actos, de que eran acu-
sados por la ópitn*on pública, coinetidos en octubre
de lí<40 y en abvil de 1842, y, por los que fueron,
algunos dé los citados presos, ajiísticiados.' •
DE ^ÜBtfOS A9RB8 ÍOt
E^abteció (21 de setiembre de 1853) una adueÁa-de
"depósito y desfpacho en la ciudad de'San Nicolás de
los Arroyos, la que había de empezar á funsionar el
1£ de octubre, desde cuya fecha existe dicha aduana.
Dupfmte la administración del g<:>bernador Obligado,
se dictaron las leyes que le autoi^ií^aban á concqder* el
privilegio para la construcción del Ferro-carril delOtó-
• tey para contratar el alumbrado de la capital por Áiedio
del gas hidrógeno. ' '
Creó (19 de marzo de 1854) el Partido de Zarate, for-
Bfwdo de una parte del territorio del de ta Exaltación de
Ci^az, en el área de terreno que se encierra en el espa-
cio que tiene por límites al norte y nordeste al Rio Pa-
raná; al este de la Cafiaida de la Cruz, diesde su unión,
con el arroyo de la Pesquería, al sur y sadesteel mis-
mo arroyo de la Pesqi^ería, desde el punto que atra-
viesa él camino deíl Chiquero; al noiK)este y oeste 'el
RiodeAreco; y al sudoeste una recta que, paMÍe nido
del referido punto en que atraviesa el camino del Chi-
quero al menciotiado arroyo de la Pesquería, vaya á
u-nirseá la Canadá del Birgital, por la estancia de' Qfel-
ves y siga su curso ha'sta encontrar el Rio de Ánocó-en
el punto llamado Flamenco. El primer juez de paz del
nuevo Partido de Zarate fué don Gregorio Quirno.
Habiendo tenido que salir á visitar los departamentos
del norte y centro de la campaña, en cumplimiento de
la ley de 23 de diciembre da 1,823, delegó (eJ 19 dejpcxaj^
zo) en sus ministras de hacienda j de guerra y fari-
ña, y acompañándoliQ en la visita el xie gobierno y rela-
ciones esteriores d9ct9r Pórtela...
ii'líEIi Eíf^CALAHA, ministros, en ejercicio del' "go-
bierno delegado durante la ausencia del gobernador
propietario Obligado en su visita a los depat^tamentos
de campaña, desde el l^áe marzo hasta el 8 de tna^o.
Él gobierno delegado se vio en la dolorosa neófesí-
268
PROVIUCIA
dad de ordenar la deportación de algunas ciudadanos,
el arresto y diítencíon de otros y el apercibimiento de
varios, por haber estado niaquinando contra el orden
legal de cosas establecido en la provincia; como tam-
bién el cese de algunos empleados civiles y eclesiásti-
cos por su comportacion inconveniente para la paz y
tranquilidad.
Decretó la promulgación de la Constitución del Elsla-
do de Buenos-Aires para el dia 18 de abril, debiendo
los empleados prestar juramentad 18 de mayoy desig-
nando el dia 23 del mismo mes para jurarla solemne-
mente el pueblo en la capital y en los partidos de la
campaña.
Cre6 (6 de mayo) la asociación denominada «A m/^os
de la Historia Natural del Flata^ bajo la protección
del gobierno y bajo la especial de dicha asociación y
de la comisión directiva, presidida por el Rector de la
Universidad y nombrando, miembro nato de ella, al en-
cargado de) Museo y miembros fundadores los cuatro
señores doctor Francisco J. Muñiz, doctor Teodoro
Alvarez, don Manuel Ricardo Trelles y don Manuel J.
. Guerrico,
GOBERNADORES CONSTITUCIONALES DEL ESTADO DE
BUENOS-AIRES
1954— Br. PASTOR OBiiíG.iJDO, gobernador propieta-
rio, desde el 8 de mayo que reasumió el mando guber-
nativo del Estado, después de su visita á los departa-
mentos del norte y centro de la campaña, hasta el 27 de
, mayo que fué nombrado Primer Gobernador Cons-
titucional del Estado, cuyo cargo ejerció desde el
. día siguiente de su elección hasta el 5 de mayo de 1857,
continuando con el mismo ministerio, con escepcion
del coronel Escalada, que, habiendo dimitido el cargo,
fué reempla;5ado por el coronel Bartolomé Mitre^ y su-
DB BirSHOS AtBBS 26l9
cesivamente don líorberio de la Rieáírá, en íogar de
Peña, doctor V. Alsina, en lugar de Pórtela, doctor
Dalmacio Velez ÍSarsfield, (f 30 de vhavzo de 1875) en
lugar de Alsina, después de haber sido nombrados, es-
cusándose,los doctores Francisco de las Carreras, Car-
los Tejedor, Manuel María E scalada y don Domingo
Olivera.
La Legislatura dictó una ley (17 de junio de 1854)
autorizando al P. fe.j)ara que, dé las. rentas generales
del Estado, pudiese invertir, hasta un millón doscientos
mil pesos moneda corriente, en la construcción de un
muelle para el embarque y desembarque dé páéágeros
y equipages, sin cobrar derecho alguno.
Otra (28 de junio) prohibiendo el juego de lotería pú-
blica de cartones.
Otra (5 de julio) autorizando al P. E. para que pu-
diese invertir hasta la cantidad de $12.784,472 en la
construccioh de la aduana que actualmente existe.
Otra (11 de octubre) estableciendo una Municipali-
dad para la ciudad dé Buenos-Aires, en los limites de
sus once Parroquias entonces, compuesta de 21 muni-
cipales y un vice-Presidente, siendo el ministro de go-
bierno el Presidente nato de la corporación.
Cori motivo de haber sido invadido el territorio del
Estado por los rebeldes que, después de su disolución
el 14 de julio de 1853, delante de la ciudad de Éuenós-
Aires que sitiaban, fueron á asilarse en el Rosario,
el gobernador Obligado declaró (9 de noviembre) en es-
tado dé sitio (que duróu hasta el 20) todo el territorio
del Estado; nombrando (10 de noviembre) general 'en
gefe del ejército en campana al general Manuel Hor-
nos^ y gefe del Estado Mayor del mismo al entonces
coronel Bartolomé Mitre.
La invasión, desde mucho tiempo anunciada, tuvo
lugar al ñiXj compuesta de 'unos 600 hombres al mando
del general Gerónimo Costa y de los coroneles Lagos^
21Q PAOVÍHCU
Qayetancr L«{>rid|iy Baldoixiexro liarnela, J. F. Olmos,
• etc., que fueron completamente derrotados e| 8 de no-
viembre del854 en los campos del Tala-
Por esta iriuofo, la LegÍBlatura dictó una ley (11 de
noviembre) .concediendo por premio, dos pagas á to-
. dos los geíesi, oficiales y soldados de linea y nfíiüoia-
nos, que se hallaron en la acción del Tala; pasand» el
' referido premio ála^s viudas é hijos de los que habían
muerto en el campo de batalla y acoi;'dando (20 de no-
viembre) al general en gefe del ejército de operaciones,
dotí Manuel Hornos^ una espada de honor con la ins-
cripción siguiente: «La Legislatura de Buenos Aires
al vencedor del Tala, » costeada de los fondos del te-
soro público.
Después de esa invasión, se celebró el 20 y se ratifi-
0 jbI 27 de diciembre por el gobierno de Buenos-A¡res
. lia tratado entre éste y el Presidente de la Confedera-
ción Argentina, representados ppr el doctor Irineo
Pórtela, don José María Cullen y don Paniel Gowland,
. comprometiéndose á mantenerse en piaz y buena armo-
nía y disponer lo conveniente á fin de evitar nuevas
invasiones ea el territorio del Estado de Buenos- Aires.
Teniendo que salir á campaña, por asuntos del servi-
• cío, el gobernador Obligado delegó el mando en el Pre-
sidente de la páraara de Senadores, durante su ausen-
cia, desde el 88 de diciembre de t854] hasta el J7 de
enero de. 1855, en que lo reasumiera.
t§i$4^~9* FEJiéiiPfi iiii;i¥AiiliOii9 Presidente die la Cá-
mará de Senadores, en ejerció del P. E. durante \a, au-
..sencia del gobernador Obligado en la campaña, desde
. el 28 de diciembre de ^85,4 hastq. el 17 de enero de 1855.
El delegado, por un decreto dp fecha 4 de enero^ dis-
puso la concesión de un diploma de honpr, por el que
. constare haber pertenecido ai ejército de operaciones al
paando del general Horno^^ espQptuando á los gu^a^dias
DB ñSKWKOQ ' AIRES 271
nacionales que formaron parte de dfcht> ejército, por el
espacio de lin año, de todo servicio peráonatl de armas-
49ft&— Dr. PAf^Téli OBLIGADO, propietario, desde el
17 de enero qtie, después de suVFsitaá lá eam{iáña,
reasriimiei'a'el malido gabernativo del ÍÉstado, haslá el
ir dt^. febrero dé 18&6, que debiendo, s^lfr al sur tíé la
mfema, co'it consehiimjenlo'de lá Legislatu^a/ (dele-
gó éh él Presidente del Seriado. ' ' *
Por lev de 25 de enero de 1855, el R E. fué autoriza-
do para ratificar el tratado celebrado con el Presidente
de la Confederación Argentina* el 8del misAvoiftes, co-
mo cíínsecuencia de )o estipulado en el del 20 de di-
ciembre de} ano anterior, entre el comisionado del
• go^bíerno^del Editado de Bueuos-Aires/dort' Juan Bau--
tista Pena-, ministro de hacienda, y los del referido
Presidente^ doctor Santiago I>erquij tttini^iro del iíite-
' piqr, y doctor Juan del Campillo, ministro de hacien-
da de la Confederación. • • '
El góbernador'Oblrgado nombró (2*3 (fe febrero), pa-
i*a'Ta dirección de' la énseuañ¿á primarlla el primer Cón-
f?éjo de Instrucción Pública, 'fcompúestó de 10' ciudada-
nos, bajo la presidencia del Rector de la Universidad-
Dispuso (10 de mareo) la trasfácío^í áel pueblo de
■Tapalqué á las pttntas'd^l arroyo del mismo nombre.
Acordó (4 de mayo) ía susperision de toda publica-
• ci(>n ofidal* por la- imprenta' de «La Tribuna» y. toda
'impresión de cueWta del gobierno.
Síntrendó Id fieceífidad de éér tíconáejado é ílustr'á'do^
60 drstií)tas materias, el gobierno de-Obligado estabíe-
ci6(á6 de julio) lin Consejo Consultivo cuyos miembros
necesarios hiibíanMeserel obispo' diboesand, los pre-
sidente» del tribu na) Stfi-*)erior de* justicia, d^l Senado
eeie^iáMico, deb-Banoo, del D¿partumento 'Topográfi-
co, del Consejo de Obras Públicas, -de lá Facultad* de
Mediciuaj de la cooHSÍon- administrativa del' Hospital,
272 PROYIUCIA
del Consejo de Hijiene^ y de la Cámara sindical de la
Bolsa; los gefes del Departametito de Policía, del de
Escuelas y de la Mesa Estadística; el Colector Gene-
ral, el Administrador de Correos, el Prior del Consu-
lado, el Director de la Biblioteca, el Defensor general
de Pobres y Menores, el secretario de la Curia Ecle-
siástica, el Inspector general de Armas, el capitán del
Puerto, el comandante del P^irque, el Auditor de Guer-
ra, el Fiscal y el Asesor de gobierno, y además de mu-
chos otros ciudadanos.
Ordenó (11 de octubre) el levantamiento del censo de
la ciudad, fijando el dia 17 de octubre para la opera-
ción:— fué autorizado (31 de octubre) para conceder
terrenos en propiedad perpetua en los distritos de Ba-
hía Blanca y Patagones á los individuos ó familias na-
cionales ó estrangeras que pretendiesen poblarlas,
hasta cien leguas cuadradas en ambos distritos:— de-
cretó (22 de noviembre) la instalación de las municipa-
lidades en los partidos de la campaña^ lijándola para
el domingo 27 de enero de 1856, y no pudo efectuarle
en aquella fecha, por haber coincidido con la invasión
de don Gerónimo Costa y demás compañeros, del mo-
do como se va á referir.
Después de mucha vigilancia de nuestros vapores y
otros buques que cruzaban el rio, por las noticias que
se tenían de una invasión que, desde Montevideo se
preparaba con destino á Buenos Aires, el 12 de enero
de 1856 se embarcó una en aquel puerto, compuesta de
unos 200 hombres, negros y vascos españoles, engan-
chados allí, al mando del general Gerónimo Costa y de
los coroneles Ramón Bustos, Juan Francisco Olmos y
León Benitez de los individuos Jorge 'Willis, inglés
Bernardo Echegaray, N. García, ex-juez de paz de la
Lobería, Benjamín Pérez, oriental, ex-ayudante de
Oribe, por varios anos, etc.
Costa y sus compañeros consiguieron pasar sin ser
DB MSmS AtEBS 273
vistos^ Ifegahdoel 27 de enero, á Záfate, efectuando su
desembarque y toniando el pueblo por sorpresa. El
gefe de la espedicion depuso y arrestó al jtrez de paz
don Gregorio I. de Quirno, y nombró en su lugar á don
Constancio Silvano.
Por unaestraña coincidencia, muy luego dio con una
gran provisión de caballos, de que se apoderó, pene-
trando audazmente en el interior del Estado. Pasó
por la Exaltación de la Cruz, de donde procedió á Lu-
jan, de que tomó tranquila posesión. La fuerza que
traíase componía como de 800 hombres, parte negros
y parte blancos españoles, enganchados en Montevi-
deo; sin que se le hubiese incorporado un sólo vecino
de la campaña. Al tener noticia de que el coronel
JSmilio Conesa se aproximaba con su fuerza, Costa
salió, tomando la dirección del sur. Fué alcanzado en
Villamayor, partido de Matanza, donde, el 31 de enero,
quedó completamente aniquilado, y muertos, de uno ú
otro modo, el general Gerónimo Costa, gefe de la fuer-
za invasora¿. los coroneles Ramón Bustos y León Be-
nítez, el comandante Jorge Willis, el ex-juez de. paz
N. García y el joven oriental Benjamín Pérez. Se sal-
vó el coronel Juan Francisco Olmos, merced á sus an-
tecedentes liberales.
Ei gobierno del doctor Obligado se vio en la dolorosa
necesidad atan violentos estremos, cansado de las re-
petidas invasiones que mantenían en continua alarnia
á los pacíficos habitantes de la campaña, desde 1854.
Cuando la disolución del ejército sitiador, el 14 de julio
de 1853, los gefes rebeldes se asilaron en el Rosario,
de donde efectuaron una invasión el 4 de noviembre y
fuetron completamente derrotados el 8 del mismo mes
de 1854. Posteriormente, contando con el apoyo y
protección de las autoridades de la provincia de Santa
Fe y de) mismo presidente de la Confederación, gene-
ral Urquiza, repitieron una nueva invasión todos los
18
874 fiftovnreiá
géfes que estuvieron en ^1 3Ítio, al maluio dt\ general
José María Flores, quien fué derrotado el 25 de enero
en la Laguna de Cardoso, por una fuerza del coronel
Wenceslao Paunero^ al mando del mayor Antonio
Llórente. Este, en el calor de la persecución, ultrapa-
só la línea divisoria del Arroyo del Medio, penetrando
en territorio sautafecino.
Esto dio pretesto al gobernador de la veoina provin-
cia, don José María Callen, á ponerse á la cabeza de
las fuerzas (^el Departamento de San Gerónimo, con
las que marchó habita el tlosario^ con el objeto de « ven-
gar el ultraje inferido al honor de la Confederacíoo y á
su gobierno,. > habiendo antes d^eclarádose ialp(;>teDte
para impedir las invasiones que daban lugar^ 00 solo
á e$os uUrages, sino también á colocar al gobieriK> del
Estado de Buenos-Aires en Ja necesidad dQ. conservar
continuamente fija su atención sobre el uortedel Eska-
doj cau un ejército de observación que ocasionaba gas-
. tos y distraía á los vecinos dé sus pacificas tareas«
«
i8^e— B. FELIPE LiiAVALLOL, Presidente del Se-
nad(^ en ejercicio del P. E.^ durante la ausencia del
gobernador Obligado en la campaña del sur, desde el
18 de febrero, en que aquél prestara juramento de <íe-
sempefiar el cargo, hasta el 13 dé abril, que el propie-
tario reasumiera el mando del Estado.
El gobierno delegado de Llavalloí deéretó (10 de
marzo) el restablecimiento de la Academia de Medici-
na. Por otro decreto,, (17 de marzo) declaró libre y sin
limitación el ejercicio de ensayador de metales precro-
• sosúótroSj sujetándose alienar ciertas disposiciones.'
I6««— Br. PASTOB BBiiicsi^BO, propietario, desde el
13 de abril de 1856 hasta el 5 de mayo de 1857, que le
j sucedió el doctor V, Alsiiía.
El cargo de gefe del Departamento de Escuelas que
desempeñaba el Rector dé la Universidad, fué con-:
fitóo' (7 dé j*nfd d:e'Í8&B) ú\ séftor dori'ftonrtingó -F-
Sái^míeritó. . • , ..
Aprobó el Reglamento (17 de julio), presentado' por
el arzobispo Escalada, para las relaciones entre las
municipalidades y los curas de campana en la parlé
relativia al culto.
Prpmulgó.(4;.de agosto) el arancel de derechos parjro-
. quialj5S> sancionado por la Legislatura.
Dio forma (5 de agosto) al cuerpo ijiédico del ejérpi-
to, pjan<j(p sy número y atribuciones designadas ^ el
Beglamento deiéá de setienribre de ISHv .
Erigió (3 de diciepibre) el pueblo de Éelgrano en par-
tido judicial, de canípaña, bajo el mismo nombre». asig-
nándosele los límites que actualnierite. tiene.
Aprobó (18 de diciembre) el plano de la traz^i 'del
pueblo Greneral San Martin^ presentado por VaiiQS
., vecinos d? pantos Lugares,, declarando pertenecer ^\
pueblo los edificios conocidos con los nombras d^ Ca-
sas de Rosas y Crujía» n
. JDispusp lo. Gonvenieiit^ (12 de febrero), para recibir,
, ;Cual corr^ísponde, las cenizas de don Bernardino íliva-
. davia,. cumpliendo asi con el deber de tributar á su me-
ínoria los honores, debidos al fundador de todas las
instituciones que hasta entonces y aun hoy goza el Es-
tado ó Provjncia deBqenós-Aires
Decretó (3 de marzo de 1857) los lionores que corres-
pondía, tributarse al brigadiei* general Guillermo
Brown, cuyo fallecimiento tuvo lugar en dicha fecha.
El período constitucional del difícil cuanto acertado
gobieMiO'del doctor Obligado tejrrainó el 6 de- mayo, .su-*
cediéndole Alsina* . . -^ . ,
El doctor Obligado desempeñó después importantes
cargos en la*s administraciones subsiguientes ¿ la su-
ya, hasta que, gravemente eufermp, fué á buscar su
mejoría en Córdoba, donde, en vez de eso, encontró la
toü€jpte> eft iharíío' dei l«ro/ Sus-'í^estófti «raslotedóaj-á»
276
MOy|}l(}IA
. Buenos Aires, fueron recibidos! con honor y reispeto
por el gobierno del señor Castro y por el pueblo, do que
habla sido primer gobernador constitucionaK
' • .
Í9&V— Br. VALGMTIM ALSliVA, 2° gobernador consti-
tucional del Estado, electo el 3 y puesto en posesión
del cargo el 5 de mayo, hasta el 4 dé noviembre que,
con motivo de su salida á campafta por objetos del ser-
vicio público, quedó euca^gado del Poder Ejecutivo el
Presidente del. Senado.
El gobernador Alsiná organitó ^u ministerio con loa
señores doctor José Barros Pazos (f 24 de noviembre
de 1877), gobierno y relaciones esteriores; don Norber-
*to de la Riestra, hacienda, y general Matías Zápíola
(f 27 de junio de 1874), guerra y marina. Por renuncia
del'primero, fuéivbrrtbrado el córánel Bartolomé Mitre,
hasta el 10 de mayo de 1859, que fiásó á desempeñar el
de guerra y marina, por haberlo dimitido Zapiola, y
en lugar de Mitre entró el doctor Dalmacio Veleiz Sar-
field.
Nombrado el coronel B. Mitre (27 4^ mayo de '1859)
general en gefe del ejercitóle operaciones contradi de
la Confederación, al mando del general Ürquiza, íué
reemplazado por el doctor Pastor Obligado, y habiendo
tenido éste que salir á campaña quedó encargado inte-
rinamente el comandante general de marina y capitán
del puerto, coronelJuan Andrés Gellyy Obes, hasta el
26 de octubre (1859) que éste y aquél volvieron al ejer-
cicio de sus respectivas funciones.
1959— B. FfiLiPfi LLAVALLOI^, Presiden tendel Sena-
do, en ejercicio del Poder Ejecutivo, en ausencia del
gobernador V. Alsina^ que salió á campaña por objetos
del servicio público, desde el 4 de novierabi-e hasta el
21 dé diciembre de 1857.
ts^i-^-Jtau VAiiKMTirv ajlsimA^,! propietario^ desde .^1
DB BlJltKOS AIRBB 3^
^ '21 de dlíoiembré de 1859 quefeósiittitó el mando del Es-
tado, después de su visita á la campaEta, hasta el 12 d6
noviembre de* 1858, c|ue tuvo que salir de la capital,
acompañándole el nlinistrode guerra y marina coronel
Bartolomé Mitre, quedando nuevamente encargado
del Poder Ejecutivo el Presidente del Senado.
i8ft8— B. FKCUPK liiiAVAi^Leii, Presidente d^l Se*
nado, ^n ejercicio, del Poder Ejecutivo, .duí:ante la au-
. sepcia del gol;)ernadQr Alsina,.que })abfa salido á la
campañaj! desde el 12 de n<5YÍembi*e, h^is^a el 27 de, di-
ciembre.
i9ft8-Br.^Vi|.iiE:MTiM AiiSiiVA, propietario, desde el
27 de diciembre da 1858, que 'reasumió el mando ^u¿
' bei*nativó, después de un viage á lá campaña, acompa-
(ío del 'ministro de guerra y tnarind, hasta el 8 de' no-
' viembre de 1859, que se vio obligado á'p^esentarsu
renuncia qué le fué' admitida, quedando en éjeréicio del
Poder Ejecutivo el Presidente 'del Senado, el mismo
dia, con arreglo á la Cohistitucion.
íLos an^igos áel doctor Alsina, los m/snios <|üe, con
' elmeíyopenlufeia&mo, trabajaron para colocarle en la
primera magistratura de la provinfcia de s^u nacimiento,
•de laque habla sidoaíejado por la Dictadurá'de Rosas,
- féieron-lofeque le aconsejaran su deSGenso, que él Itevó
'. á cabo con toda resignación, pero también tütí un tiue-
■ vo desengaño que le abatió no pOcO. ^
La batalla' de Cepeda; perdida por el ejérjcito del Es
tado de Buenos Aires, al mando del boronel Bartolo-
mé Mitre, puso al doctor AJsina en el caso de elevar,
como elevó siT renuncia, el 8 de noviembre de 1859, á
fin de dar lugar al famoso Pactp de Union, celebrado
3 dias después, como se verá en*su lugar correspon-
diente. ♦
Falleció el 6 de setiembre de 1869, siendo senador al
Congreso> á'éuya inhumacioh asistieron toaos los
]DÍQtnbri>s ieí gpt^íemQ d^l aefior Castro; líos de la
.: A^ambleí^ Legislativa^ lo^.íel Superior. Tribunal de
JMsticia,, Ids gefes superiqpes de Ia&Qficiuag|.4^ lapro-
/vincia» la Municipalidad y un cfecidisímo número del
pueblp. Xia As^inablea Legislativa dictó una ley^ ^1 26
de setiembre deil mismo apo^ djspopiendp la erección
de un monumento, en el Cementerio del Norte y en el
recinto reservado á lús hombres ilustres, consagrado
vá su memoHay gi^abadas en ól e^s palabras:
f >
' «Al ciudadano Valentih Alsina- modelo de virtud
cívica — la Provincia de Buenos Aires consagra este
recuerdo. »
r >
tl»j|^t»^]i. FSSi^iPJE IíÍav^lIíOIi, presidente del Sena*
do en ejercicio del Poder Ejecutivo por renuncia del
.. doctor Alsina, ej 8 de noviembre, á Gonsecuencia.de
, la batalla de Cepeda, q,ue tuyo lugar eJ 23 de octubre
; ganada por el ejército ^e la Confederación, al mando de
. su, presidente el gíineral Urquiz-c^, sobre el del Estí^do
de Buenos Aires, á las órdenes del coronel B, Mitre.
:: ^9i^}Q la mediación del gobierno del Parag^ay^ repre-
,; smitadQ ppr. el-OTaistro mediador, brigadier general
Francisw .Solano López, se íyusíió.un Pació fie Union
con el Presidente de la Confederación, representado
poír los brigadieres generalas Tomas Guido, Juan JE}s-
tévaiU Pedernera, gobernador de San Luis, y dpc^or
Daniel Araoz, y el gobierno de Buenos Aires^ repre-
sentado por el doptor Carlos Tejedor y don Juan Bau-
tista í?efla,. quienes convinieron. ea la reipcprporacion
de Buenos Aires, declarándose parte integrante de la
, Confederación Argentina, por la jura de la constitución
. nacional, previa aceptación de Buenas Aires, después
de su examen por una convención provincial. En cuan-
to á los generales, gefes y oficiales del ejército de Bue-
nos Aires, que desde la revolución de l^dp diciembre
4e 1852 U^biap. sido 4ado^ de baja, quedaron, por el
DB BtrnOS AIBBS 2Td
Pacto de Union, restablecidos en su antig&edad, ran-
go y goce de sus sueldos.
Este Convenio de Paz se celebró en San José de Flo-
res á íi de noviembre de 1859, desde cuya fecha queda-
ron rehabilitados, para residir en Buenos Aires los
ciudadanos y gefes militares qne se hallaban alejados
de la provincia por sus opiniones políticas, cuyo triun-
fo no pudieron conseguir á pesar de todos sus esfuer-
zos, sin esceptuar los medios que alguiíos de ellos ha-
bían empleado con el objeto de restablecer en el poder
al mismo Rosas. . A la invitación hecha en ese mismo
sentido, Rosas tuvo el buen tino de no aceptar, contes-
tando que su carrera pública había terminado para
siempre en los campos de Caseros, el 3 de febrei'ode
1852.
La terminación de lo guerra, en que se hallaba el Es-
tado de Buenos Aires con el- general yrquiza desde
la revolución del 11 de setiembre dal^52, ptor ipedio
del Convenio de Paz, celebrado el 11 de noviembre, fué
solemnizada el domingo 20 del mismo mes, con un Te
D^UTYiy en aócion de gracias al Todopoc^erpso, en la Cá-
tedra], ácuyo acto asistió el gobierno con todas las
corporaciones y empleados qiviles y militares; forman-
do el ejé^rcito de la capital de gran parada en la. pl^za
de la Viptpria el mismo dia y á la misma hora de las
doce, eo que ^e celebrara aquel actp.
El gobierno provisorio del señor Uavallol cumplió
religio$araente jo estipulado en el Pacto del 11 de no-
viembre; p^fo ese cumplimiento del deber uo satisfizo
á algunos. El gobierno provisorio no ppdía baoer otra
cosa: el ejercito de la Confederación sie hallaba triun-
fante á las puertas de la ciudad, y engrosaban sus
filas todos los elementos dispersos de siete, años de
lucha. Ese ejército no tardó en abandonar el ^uelo
del Estado, y esos elementos, amparador por eiPaoto^
280 PBOvurciA
se aquietaron poco á poco, sin derramamiento de san*
gre/
El gobernador LlaVallol conduyó su misión el 3 de
mayo de 1860, sin dejar consumado el Pacto de Union^
por ciertas resistencias que lo entorpecían. A su su-
cesor cupoMa suerte de llevarlo á cabo.
Tqvo por ministros á los señores doctor Carlos Teje-
dor^ don Juan Bautista Peña y coronel Juan Andrés
GeJly y Obes; ;&ste, por la no aceptación del coronel
Emilio Conesa, que había sido nombrado.
i9ep— CEMEBAii BABTOLOMÉ iiiTBE, 3^' gober-
nador constitucional, electo el 2 y puesto en posesión
del mando del Estado el 3 de mayo de 1860, renuncián-
dolo el 10 de octubre de 1862.
El gobernador Mitre organizó su ministerio cómo si-
gue: don Domingo Faustino Sarmiento, gobierno, en
reemplazo del doctor Valentín Alsina, que se había es-
cusado; doctor Rufino de Elizalde, hacienda, en lugar
de don Norberto de laRiestra, que también se había es-
cusado, y coronel Juan Andrés Gelly y Obes, guerra y
marina. El doctor Eduardo Costa fué nombrado fiscal
general de gobierno. Por renuncia del primero
fué nombrado el doctor Pastor Obligado (6 de febrero '
de* 1861) hasta el 26 de marzo que, tanto éste como el
doctor Elizalde, presentaron á su vez sus renuncias res-
pectivamente, por haber sido electos diputados al con-
greso nacional en el Paraná, y al que no se incorpo-
raron á cáusá dé su rechazo. En su consecuencia, el
doctor Elizalde fué reemplazado por don Norberto de
la Riestra y el doctor Obligado quedó nuevamente
nombrado (25 de abril de 1861), cuyos ministerios ha-
bían quedado interinamente á cargo del coronel Gelly
y Obes.
El doctor Obligado renunció el ministerio, sucedién-
^ dolé el doctor Eduardo Costa (4 de febrero de 1862).
Lo que deploraba el ex-gobernador Llavallol llegó
á verse realizado á los pocos dias de la elevación del
nuevo gobernador, y era la conclusión de los trabajos
de la Convención del Estado, que'inaportaban la unión
del pueblo de las antiguas Provincias Unidas- del Rio
de la Plata.
Por el resultado feliz de esos trabajos^ eV góbernadpr
Mitre espidió (12 de mayo) un decreto disponiendo tu-
viese lugar un solemne Te Deum en acción de gracias
al -Todopoderoso, e| dia 13, en \^ Catedral, hfista donde
había sfdo acompañada la Coav^ncion desde, la casa
de gobierno, donde fué recibida por los empleados, ci-
viles y militares.
Con el i^rióttco sentimiento de recompensar á.los
servidores de la patria por sus heroicos sacri^cios, en
el aniversario del 35 de Mayo, el gobernador Mitre es-
pidió un decreto (23 de mayo) acordando tres premios
de 10,(00 pesos cada uno, al militar que prestó mejores
servicios en la reconquista y defensa de esta ciudad,
contra las armas británicas; al que prestó mejores ser-
vicios en la guerra de Ijsi Independencia, y al que los
prestó en las guerras de la libertad y que se encontra-
sen en situación mas desfavorable.
El 6de junio se celebró/en la ciudad del Paraná en^
tre jos comisionados doctor DalmaciaVelez Sarsfiéld,
por parte del gobierno de Buenos-Aires, y el coronel
doctor Bepjaipin Victoríca y doctor Daniel Araoz, por
el de la Confederación, un convento complementario y
esplicativo del de 11 de noviembre de 1859.
Terminadas las reformas sf^ncipnadas, el )^5 de se-
tiembre, por la Convención Nacional en la ciudad de
Santa Fe, la Constitución fué jurada por el pueblo el
dia 21 de octubre de 1860, en todo el territorio de la
provincia, y en la capital, ese acto tuvo lugar en la
plazadela Victoria, con Wmacion de tropas^ repique
general de campanas, salvas de artillería, músicas y
distribución de medallas conmemorativas 4b1 diau Y
182 HIOVIMIA
acto oontlnuo se erfton<) en la catedrdV un solemne
TeDeunij fin acción de gracias al Todopoderoso por la
feliz unión del pueblo argentino, con asistencia <iel
gobierno, acóm paliado de las corporaciones, eoiptea-
dos, convencionales y cuerpo consular.
El 5 de noviembre solicitóy obtuvo licencia para au-
sentarse de la provincia^ con el o&jeto de asistir á una
conferenciaá que fuera invitado por el Presidente de
•la República, doctor Santiago Derqui. Después de
haber delegado el mando gubernativo en el {^residente
del Senado^ con arreglo á la constitución, se embarcó
el 8 de noviembre en el vapor de guerra = Guardia
Nacional, emprendiendo sa viage coiii^iestino á la
Concepción del Uruguay, acompañado del ministro de
la guerra, coronel Juan Aridres Gelly y Obes, corooe-
les E. Gonesa, J..M. Albariño, I. Chenaut y W.Paíune-
irO| los edecanes, coroneles Dionisio Quesada y Juan
: Peña y otros. lEl 10 llegó á la Concepción del Uru-
guay, donde fué rpcíbido con todos los honores debidos
á su raago da gobernador de Buenos- Ai res y Brigadier
• de la Nación (elevado en octubre por ^1 gobierno na-
cional), siguiendo viage para San José, morada del ge-
neraLUrquiza, donde ya se .hallaba esperándole el Pre-
. Bidente: DerquS. • .
En San José, fué espléndidatnente obsequiado por el
general Urquiza,á quien regaló un bastón de carey,
' con puño de topado engarbado én una gran chapa de
oro, atravesado )de una faja de esmalte azul con este
lema de letras blancas: Gobbrnador Ml Éstabo de
BuKNOS-AiRES. Al dárselo, el general Mitre dijo, mas
ó menos las palabras que siguen: « Gracias á vuestro
patriotii^mo y magnanimidad, la provincia de Buenos-
Aires es parte integrante de la República, su goberna-
dor n'o poseerá mas este bastón, que señala la época de
la segregación — Os toca conservar esta prenda desegu-
^ ridad, como una conquista que habéis hecho. >
DE BUBSOa J^IRBS ^
Ei general Urquhia^ «eo' la;^ fóncionesí rcivicaa, d^aba
súemprerese baMon, ihakja bi$t6nca- qtie \e honraba
tanto eomo la espada de Cas&ros y la pluma con ^ue.
firmóla Consikucíon de -Mayo, que la Provir>eial (aotes
Estado) de Buenos- Aires acababa de jurar (el 2i'íde
octubre). (1) i . ' ^ >. !
Terminada laiconferencia, á qUe babia ^ido .invitado^
en 4a que ^e (arreg'laron varíots asuntos deinleirós na-
oional^ inolu&oeü relativo ala cuestión San Jóan^ á.cu-
yo gobernador Vírasorose envió una ncita colectiva fir-
mada por Derqui, Mitre y Urquiza^ aconsejándole :que
renunciase el puesto que ocupaba contra el í tot^ránite de
la volutttad de la provincia, se émbarcaixHi Derqui y
Mitre en e} mismo vapor^ cpn destino á la ciudad del
' Paraná, adpnde llegaron el 13 de noviembi^e. En este
punto, la persona oe Mitre despertó universal^ '^sii!n5)a*
tía. Sus gloriosos antecedente^, su juventud, lá espe-
cie de aureola óón que lé rtídfea sü siemj)re merecido
prestigio, en el apogeo como en el infortunio, cual pu-
^ blicísia, guerrero^ orador, poeta, historiador, hábil po-
lítico; su fisonomía suaVe y meláhcoíicá/' que parece
"conservar un dulce reflejó dé los;padecimientoá de la
prQScripcióh; fu porté noble y digno, sii 'circü'ii^pécta
franqueza, isu discurso fáóil y elevacio y hasta ése re-
cuerdo vivo dé la guert*a ciVil que el acaíso hizo HieVase
en la frente! 'tal vez á fin de señalarla áT las multitudes,
como un'presflelstinadoá realizar ^ las grandes ebsás,
todo contribuye á qué este personaje notable sea' apata-
doVdéspertando el más sincero entusiasmo donde quie-
ra que se presentase. * • i <.
' {}) PoiUfiormeote, eb 1867, ei seftor don JBan MutÜd de laii H^ras,
hijo x^ayer 4^1 ilustre geuer^l does^tc) nomb^ra,; hi^o j;>rQgebte¿ su. Tez, de
Qtro biistQD, -de (^rey también, al genQraf^Mitre^ sínodo Pre^ideute. de la
República, ea ci]roplin;LÍento de una cláusula testamentaria de su señO£ pa-
dre, quien lo había uEado durante fué gobernadof de Buenos-Áíres. Con
Igtial Idlspokieiofi tedUmeÁtafia, «1 inferido «efior las Seras remitió- al ge*
neral Paimero la banda ^ue «a > padre d^o^asA 6(k'%ual 4|»ota« ^ i:
&84 TROVtMíA
' " El mismo día de su llegada al Paraná, una comisión
del Cláb Socialista fué á 'entregarle el diploma de. socio
' honorario, que, por aclamación le acordara* el CZa6,
yendo á tomar posesión de su nombramiento la misma
noche.
El 3 de diciembre regresó á eista ciudad, y el 7 partió
c {>ara la Villa de Lujan^ con el objeto de asistir á la
bendición de la bandera del regimiento de guardia na-
cional dé caballería al mando del teniente coronel An-
- tonia Llórente, como padrino que era, con cuyo motivo
' pronunció, como acostumbra, una brillante proclama,
al pié de; la estatua del general Belgrano.
i .Regresé á la capital en la tarde del 9 y al dia siguien-
. te reasumió el mando gubernativo de la provincia*
t8«ia-«. MAIVUEJU OCAikpff^ Presidente del Senado, en
. ejerpicio del P. E., durante la ausencia del gobernador
. Mitre, desde el 5 de noviembre hasta el 10 de diciem-
hre.
Durante el gobierno delegado de Ocampo, el ministro
de.gobierno, don D. ^. Sarmiento, autorizado al efec-
to por el gobernador propietario^ nombró (4 de noviera-
, bria) pomisiones parala construcción de puentes, en el
,. arroyo de^alta?, en el Rio de Lujan i,, en el Salto 1,
', en la Cañada de la Cruz 1, en el Hio:de Arrecifes y en
^i Tala?, en San Andrés de Giks 1, en la Cañada del
CárijiQn de.Areoo 2y, en el Rio de Matanza.
IJiptó (6 dC' novie^ibre) una resolución sobre comi-
. saí'iofs inspectores de revista, para los cuatro departa-
mentos, Norte, Centro, Sur y la Costa: ordenó (5 de
diciembre) la erección de una escuSla en Junin, que,
desgraciadamente fué de poca ó ninguna utilidad, á
p'^sar de haberse invertido en su construcción y re-
construcción muchos miles de pesos; y mandó poner á
disposición del juzgado de paz de Barracas al Norte
una bomba para incendios, autorizando la organiza-
ción de. una compa&ia de homberasi^
DK BinmOS AIRES
28Sl
ifUMj propialarío, desde el 10 de diciembre 4^ 1860,
que reasumió el mando, hasta el 6 de julip d^ 1$Q1>
que, debiendo marchar á campaña á ponerse al frente
del ejercito, quedó en ejercicio del P, E. el Presídan-
te del Senada.
'Habiendo esperimentado la ciudad de Mendoza la
ésjiantosá catástrofe de un terremíoto, el 20 de marzo
de 1861, en que muchos quedaron reducidos á la. or-
fandad y á la mi^eria^ el gobierno del general Mitre,
reconociéndose en él deber dé ausiltar á áquelk>s des-
gractados hermanos, acordó {i"" de abril de 1861): se
levantase unasuscricíon popular encabezándola con :1a
&i;ima de 200,000 pesos; se dirigiese una circular con
el mismo objefto á las autoridades.ci viles y.militares de
la provincia y se pasase una nota á las Cámaras Legis-
lativas invitándolas á decretar un aoéilio en > favor de
aquellas desgraciadas familias. El puebla de Bue-
nos-Aires respondió dignamente al llamamiento que
se hiciera á sus filantrópicos sentimientos* '
Después de cerca de 20 años de reposar en tierra
estraña los restos del general Juan Laval le, llegaron
al fin á la tieira de su nacimiento, donde actualmente
yacen en. un monumento mandado levantar al efecto;
y habiendo el pueblo de Buenos-^Aires ' levantado 'UT)a
suscricioñ para la traslación de aquellos restos al seno
de la patria^ y autorizado el gobierno, por una }ey es-
pecial, pai*a disponer de una suma del tesoro público
con igual fin decretó, (31 de diciembre de 1860) hono-
res fúnebres cotí arreglo á la categoría y al mérito de
tan ilustre finado.
A consecuencia de deplorables acontecimientos de
que fué teatro la provincia de^an Juan, donde,, después
de la revolución que allí tuvo lugar, se cometíeroín en
ella todo género de crueldades' por la intervención del
gobierno nacional, la que, después de sacrificat* á mías
SM TAovnroTA -
•íÉré4§(y^AfhKÍS'^ la «hieftñáda del PAóH», dístíintl
^'5l¿g'trtLS dé aqúfella c¡ada<}, el lí de eneipOf de 183!; por
óráetí del <íórdi\eí Jcrafi Saá,oon»«m6 su atentado fu-
silando cr^uelmétite al respeitablé gobernador doctor
Airtanirio Atberastain, cuaiido se hallaba rendido y pri-
sionero. En uso de los derechos de provincií^ confe-
derada^ el gobiénio de Buenos Aire&se diHgió al de la
' nacíoniett demanda del co>Q<^ignQ castigo de los del in*
•cuentes-. ' Hubo muchas promebasí pero nada se cuim-
pii5, infiriendo asi un desaire ^ lapírincipól provincia
dé la Confederación. No fué esto todo; los dipotados;
' electos por pártele Buenos Aires para integrar el Con-
greso federal sufrieron: un nuevo desaire con su recha-
' 20. El gobierno, no obstante) empleó los medios opor-
tunos á fin de promoA'^&r la renovación de ios obstáculos
* qqe i-etardttban la definitiva incorporación de la provin-
' ¡cia de Buenos Aires al resto de la República; nada se
consiguió, sino la seguridad de tina próxima invasión
' del 'ejército de la- -üonfederocion al mondo del capitán
general Urquiza; .
. En consecuencia, el gobietno de Miti*e' declaró (l^de
' julio die 1861) en estado de sitio el terüitorio de la pro-
rvifueia, movilizando las milicias y saliendo el goberna-
, ' dor á campaña á tomar el mando inmediato del ejército;
y para robustecer ia base de operaciones de éste, dis-
pu66(4 de julio). la formación de una linea de fortifíca-
^ion-al esterior de la ciudad, guarnecida de tropas al
mando de la Inspección general de arttias, de.quefoé
encargado interinamente él general Juan Madariaga,
en ausencia del propietario coronel Wenceslao Pau-
nero, que también marchó á campaña, para desempe-
ñar las funciones de gefe de Estado mayor general del
ejército.
Hechos todol^ los preparativos necesarios, el gober-
dador Miti'e sulió (6. de julio) á campaña., ostableciio-
dose en Rojas. . . .■-
DB OTBVDg.AiBBS 28f
A los pocos dias, jb$ ministr^f^ plenipotenciarios Le-
fébre ^p Becour, de.Prancia,, Eduardo Thornton, <},e.la
Gran Bretaña^ y Bofena ven tijira Secano) de la Repúfeli-
. ca dql- Perú, .iniciaron (lj5 de julio) su medÍ£^cioíi opcio-
sa, tan^o al gobierno de Buenos Aires comp <al de. la
Confederación, y después de varias conferencias, no
" qi)^dó otro arbitrio. que declar?ir.rotfi 1^. negociación,
dejando á la fatalidad de las arina3 U <re$ol:ucjLo>D d$ la .
cuestión, ^
El gobernador general Qn gefe, el V de. agosto, esta-
bleció su cuartel general. en San. Nicolás de los Arro-
yos, y el mando de las armas y la defensa déla capital
fué (8 de setiembre) encomendado al ministro de guer-
ra y marina coronel Juan Andrés jGrelly y JOJbíe»; deda^
rándo30 (9 de setiembre) la provincia eñ asamblea.
Los esfuerzos de Buenos Aires en o.bseqiiio de la
paz, qu^ no pudo conseguirse sin el ;estrdpito de las
armas, fueron coronados con gloria en lo^oaBtípoa de
Payon> el 17 de setiei»bre.de 1861. E^tetriuijft^ orperó
un cambio radical en tod^üa. República; y si los efectos
no se bf cierpn sentir inmediatamente, se consiguió en-
caminar el país á upa verdadera orgaaizacion nacional
q»ue, aunque con tropiezos ,que son naturales pprJa
falta de conveniente preparación, va ciment^indose pp-
00 á poco. j';i .
El servicio de la linea de fortiñcacipn de la< ciudad
ce§ó, desde el dia 14 de octubr^, tnasladí^ndpse al par-
que las piezas de artillería qu§ se hallaban situ^da^ en
la misma, cesando al mismo tiempo todo apara^/q bél|ico
con escepcion de los ejercicios doctrinales, por batallo-
nes, que continuaron algún tiempo d^spues^ pero solo
en los dias de fiesta.
I8«t— B. MAMinGii OCAMPO, 'Presidente del Senado,
en ejercido déf-P.E.vdesde'erede j'iílio de 1861 líááa
el Í7 dé'énertf de 186S, íjue duró In ausencia' ¿íel go-
bernador Mitre en^ campaña at fíenle del ejército de ia
Í8dí ' ^OVÍKOÍA
- provincia, contra el déla Confederación al mando del
capitán general Urquiza, que fué vencido el 17 de se-
tiembre de 1861, en ía batalla de Pavón,
El gobierno delegado, cuya^lma era el ministro de
guerra y marina, coronel Gelly y Obes, segundó al go-
bernador propietario general en gefe del ejército, en to-
do lo necesario para el mayor éxito de la seguridad y
defensa de la capital.
Por ley de 5 de setiembre de 1861, las Lomas de Za-
mora fueron erijidas en partido judicial de campaña,
cuyo primer juez de paz fué don Francisco Pórtela,
desde enero dt 1862.
t^et— BRlGiUlIGR HAIITOIiOMis MITRCs, propie-
tario, desde ei 27 de enero que reasumió el mando de
la'provincia, después de la campaña contra el ejército
de la Confederación, vencido en Pavón el 17 de setiem-
bre de 1861.
Pol* ley de 11 de marzo de 1862, el gobernador Mitre
quedó autorizado para aceptar y ejercer los poderes
delegados de las demás provincias, á efecto de convo-
• car é ikistalar el Congreso Nacional á la mayor breve-
dad posible, en el punto que él desígnase; autorizándo-
dóle al mismo tiempo para proveer á los gastos
nacionales forzosamente necesarios hasta la instala-
cion de los Poderes públicos de la Naólon.
Las provincias de Córdoba, Santiago del Estero,
San Luis, Tucuman, Santa Fe, San Juan, Catamarca,
Mendoza, Jujuí y Buenos-Aires delegaron en el gober-
nador Mitre, en su consecuencia, resolvió (22 de abril)
que la autoridad delegada por los Pueblos fuera ejer-
cida bajo la denominación de gobernador de Buenos.
Aires, encargado del Poder Ejecutivo Nacional, slix--
tori;2:ando sus actos los ministros del gobierao de Bue-
nos-Aires, hasta la reunión j nueva disposición del
Congreso; y declaró cesantes los agentes diplomáticos
abredíWdó!^ picír el cadtíco gobíé^no riiabidíial úe hefcho
y de derecho. *
'El'diat 13 de julK) tuvo lugar la ín auguración de la
estatua delfuudaáorde tres Repúblicas!, vencedor de
Chacabucoy Maipú, general íoséde Skn Martín, én la
pltóa' del Retiro, para cujror áctó' acordó lo conveniente
á fin de darle toda la áo!erfvnída<l que fcorréspbridfá;'
' Nacionalibó i3 de octubre) la oficina» dé Cofrfeos'de la
Provincia dé Buenois- Aires, nombrando á don Gerva-
sio Fosadas^ su primer administrador y diirectorj "'
Acordó (10 de octubre) que ningüitpropiélflíriopoflría
cercar sus terrenos de; esttíineiajl sin previo permiso de la
Municipalidad del paítido respectivo y bajó Ciertas ibr-
malidades <)ue en el decreto de aquella fecha se deter-
minan:—Dispuso igualmente se hiciese el índice y
proyecto de la división de todos 'loi^ dfedúmentos éxis-
tentesren el Archivo general de Buenos-Aires, qué í)or
su naturaleza debieron corresponder al Archívoytíatíio-
naljComrsionando al efecto al archivieró general ^é? Ja
provincia, don Manuel Ricardo Trelles. ' • '
Habiendo sido electo Presidente de Ja República,
* el brigadier general*B. I^itre presentó^ el 10 de^octubre,
su dimisión del cargo de gobernador^ eti-trando en ejer-
cicio delP. £. el Presidente del Senado 'aF siguiente
dio» • . . . \ . ; - . ; . ^
r ,
tse9— D. viCEMTE CAZOM, Presidente del.,§^,epa4o,
en ejercicio del P. E., por rertqncia del brigadier gene-
ral Mitre, electo Presidente dé' la República^^ d.^sfje5 ^'
11 deoctubre, que tomó posesión del cargo, .basta- el
l^del mismo mes que lo trasmitió á don Mariano Sa-
avedra. '
La única función gubernativa que ejarciera el se-
ñoí* .Cazón fué la de poner en posesión del, mundo ,de
la provincia al electo, en reemplazo del rejiunciante.
i t9#««^-^ iiABff AüVO' •HJÚJkVBíbkAS ' él'éctó' ' gobernador
r
» 19
j;i
•í
•
. p<vr elj(;érmiP9 dfieíaltaba. íil.gpBsnal Mitr^ .J?«>a inte-
grar el periodo constitucional, desde el lo M QOtabre
... de 1862 l>a§l;a^l.¡^de.mQyQ|d^ 1863,, <iue fué el cato 4°
. , goji^^ri^ja^or coai^tiiUQiona^f hal^jec^o ejercido e^l cargo
,. íji#st^el3.d^.ípa}nQd^ liaee*.
. . . jÁcpíppafliáf qijle cóflap nftiflísjtcoiíj, )os 9pñ<>re3 dao Ma-
ri^np.^Vco^jtf^ yd^on JUiisJQpípHJgu^.
Un^vd^ Jas prjrnpra^ di^f^psiqioiQes . 4el ^(^rnador
^.^í^pvedrR fué (ͧ de pctfUbpa d^ i862) U weaíeioa da Una
Inspp<5píon g,ei|iar*l.dfl miUcáas,.p<*<^YÍnc¡.aJ^s^ QOOibran-
I rda fjB^r?^ di^setppeftiirU al poaaand^ote de Guardift Na-
xjpu^l.doí^ Martii} deC^iaz^^ 4^0D loa hoaores quácor-
.. í¡e3ppníipp á uo oQwaodaateigett,eps|l d^ armas*
,. ífué autorizado .(?4 ^e octubre) para invertir hasta
PMati;o millones; de pesos coa d3aiino4Ja prolongación
del Fi^rro-CarrM delOe^teihí^sta ¡ia Villa de^Meroedes,
é íny.ertir (35 de §efie!nat]|reide,1864) hast^.25,000,000 pa-
,r^Siúprpl9Qgfi.9Ípr|.bast^§il puebio de Ghivjleoy; orga-
Q^f^aiidosu dir^jQcion ppr decreto de 26 de dicieaxbre
(1862). . : . ; .
. Solicitadapopel juez depazde San Nicolás de los
Arroyos la ereacioa de otro juzgado para la campaña,
poq rei>4deaoia en aquella jcmdad, el gobernador Saa-
y€^di*a acordó (12 de enera de 1868) la .creación de .lo$
dos juzgados de paz, uno para la ciudad y suburbios,
y otro para la campaña; ambos con residencia en la
• ckidád. ■ ' '
¡Por ley dé 20 de mayp^ el Directorio del Banco fué
autorizado para establecer en la ciudad d^ San Nico-
lás^ Villa (con el nombre de ciudad desde el 3 de mar-
zo de 1865) de Mercedes y pueblo de DoloreSj'^sucursa-
le3 del Banco principal de la provincia, para depói>ito
y descuento, etc. (La de Mercedes empezó á funcio-
;;nár el 8 dé abril de 1864). '
'Por otra de fecha 8 de junio, fué autorizado para re-
fi9i¡^ocer codtio CjPiSto a&^tivo^^.iae obrw#maJttriaiM-y
■ I I
ferreHKwexproipiwdíw del fierro Oairril del l&ut, la sama
ide e51>500 libras estertinas.
Concedió (10 de junio) á la compañía del Fefro-Car-
rildel Norte, representada por don José Ródney Cros-
key,el derecho de hacer tin ramal que ligase la última
estación de San Fernando, con la embocadura del Ti-
gre.
Decretó (31 de julio) la fundación del pueblo deí Sa-
ladiilOj y (7 de setiembre) la del pueblo de T^palqué^
én íes campos de propiedad pública maróados con el
nombra dé Juárez^ en el plano levantado por el Depar- .
tamento Topográfico. La del pueblo General Lava-
Iky ert el Partido de Ajó, fué decretada el P de febrero
de 1864, el 12 la del N-iieoe de Julio, en el paragS de-
ifíOínínádo Tres Laganas\\^ú^\ pueblo de la Mar Cht-
quitüj en los terreemos « Laguna de los Padres )> (25 de
setiembre); la del pueblo de los Tres Arroyos^ en el
Partido de \& Lobería^ y el del Chañar, en el de Junin
(8 de abril de 1865), á éste se le dio (19 de junio de I
1865) la denominación de «Pueblo Lincoln. >
Deólaró (Í3 de enero de 1865) válidas las ventas de
laá tierras de don Juan Manuel Rosas.
Reglamentó (24 de febrer'o de 1865) la ley <íue esta-
bleció la división de los ocho Partidos de campaña al
irtteríor del Salado, á saber: 1** Rívadavia, sitííado
en el Rincón llamado de Nuariú, entre los ríos de. la
Platay Sartiborortibon; 2^ BíedMa, situado en q\ Rin-
tíón de Bieüma entre los rios' Salado, de la Plata y
Sambofombon; 3*" General Las Heras, situado en el'
espacio que.resultd de la nueva división de los Parti-
dos de la Mataníía, Morort, Villa de Lujan, Navarro^
Lobos Jr Cañuelas; 4° Suipachá, situado en el espacio
T5[aíe resulta de Fa nueva división de loa Partidos de la
Ciudad de Mercedes, Giles, Carmen de Areco, Chi-
Vilcoy y Navarro; 5*> y 8^ Móreíío y Merlo, donde
están situados estos pueblos; 7^ ChAcaéuco, lindando
1
4 -m
\
^ PB0TIK0I4
con el Salado, ea el espacio qüed^ja la nueva división
de los Partidos Chivilcoy/Cármen de Areco^ Salto, Ro-
jasyJuuin; 8° Ramallo, situado entre el Rio Paraná
y el Arroyo Ramallo, estableciendo al mismo tiempo y
en la misma fecha los límites délos 45 Partidos en que
. quedó dividida la provincia, al interior del Rio Salado,
á saber: San José de Flores, Barracas al Sur, Lomas
de Zamora, San Vicente, Quilmes, Ensenada, Mag-
dalena, Rívadavia, Biedma, Chascomus, Ranchos,
Monte, Cañuelas^ Lobos, General Las Heras, Navarro,
Mercedes, Suipacha, Chivilcoy^ Chacabuco, Juniíi, Ro-
jas, Pergamino, San Nicolás de los Arroyos, Ramalio,
San Pedro, Arrecifes^ Salto, Carmen de Areco, San
, Antonio de Areco, Baradero, Zarate, Exaltación de la
Cruz, Giles, Villa de Lujan, Pilar, Moreno^ Conohas,
S^n Fernando^ San Isidro, B^lgrano, San Martin,
Morón, Merlo y Matanza.
Fijó (31 de agosto de 1865) los límites de los. 27
Partidos al esterior del Rio Salado, y designó los
nombres de I03 iO nuevamente creados^ á saber:
Castelli, situado en é\ Rincón de Lopez^ entre los
Ríos de la Plata y j Salado; Tuyú, situado en el
espacio que resulta de la nueva división de los Par-
tidos de la Mar Chiquita, Monsalvo y Ajó; Ayacuoho,
situado en el espacio^de la nueva división d^e los parti-
dos de la Mar Chiquita, Vecind y Tandil; BALCARqE,
(don Antonio) situado sobre la costa de la Mar, en el
espacio que resulta de la nueva división de los Parti-
dos de la Mar Qhiquita, Tandil y Lobería; Nkgo-
CHBA, situado sobre la misma costa del Mar, com-
prendido entre los Rios Quequen Grande y Chico y
el Arroyo Cristiano Muerto; Tkes Arroyos^ situa-
do también sobre dicha costa del Mar, comprendido
entre los Arroyos Cristiano Muerto y Sauce Grande;
Arenalks, situado en el espacio que z'esulta dé la nue-
va división de los Partidos del Vecino, Pila y Ta,ndjl;
Rauch, situado en el espacio que resulta déla nueva
DB ^fCVSM A1RB8 2^
división deioá Partidos del Tandil,. Pila', Las Flores
' y Aziil; Nuevr: de julio, situado en el espacio que
deja la nueva división de los Partidos 85 de Mayo -y
Bragado, donde se halla [situado el 'pueblo Nueve de
Dispusa(5 de agosto) la formación de uii pueblo en
el Partido de Chacab'ucOy .bajó la denominación de
, Guardia Nacional^ y por ley de 25 de octubre- de 1865
el P.E, quedó autorizado para distribuir gratuitamente
- ' á los Guardias Nacionales movilizados de la campaña
' -de Buenos- Aiires, 15^000 hectáreas que habían de fór-
rnfi^r el ejido de ese ptieblo decretado en el Partido de
Lincoln:— é igualmente: (13 de diciembre de 1865) la
formación del pueblo decretado ¿n ios Tres Arroyos,
Partido de la Lobería, lo fuera sobre el de Pillahuirieo
Grande, y por nueva disposición (9 de enero de 1866)
I quedóie&tosinefeetoy ^'establecido el decreto de 8 de
-abril dé 1865.
• ,! El señor Saávedra terminó el período dé su gobier-
no, el 3 de mayo de 1866 sin haber tenido ocasión de
delegar el mando de la provincia, pues no practicó visi-
ta alguna á Ips departamentos de la campaña.
Sucedióleel doctor A. Alsina.
tses— COBOMEii DOCTOB aboIíFO aIíÑma, 5"* go-
bernador cónsUtucionál, eiecto él 2 y recibido el 3 de
zóayo, habiendo ejercido el cargo hasta el 9 de octubre
de 1868, que lo réaun<5iara, por haber sido electo Vice.-
Presidente de la República,
Compartieron las tareas administrativas con el se-
señor Alsina, en calidad de ministros, los doctores Ni-
colás íívellanedá, de gobierno, y Mariano Várela, de*
■ hacienda, hasta el mes de julio de 1868, que, con moti-
\ ' vtS déla cuestión electoral 43ara la presidencia y vice-
presidencia de la República, en qtte flguraba la candida-
tura del' ¿éneral Urqüiza, apoyada y Sostenida por el
í goberrtador Alsina, cuya candidatura estaba igualmen-
2Mi noinmmA.
te en juego por una y otra fracción política^ preflrieroa
aquellos abandonar al amigo, á quien consideraban
preTaricador deáde que se aliaba con Urquifsa, presen-
tando sus renuncias^ que fueron luego aceptadajs. El
gobernador Alsina, que estaba seguro de salir electo
vicC'-presidente de la República continuó su gobierno
con lüS doctores José Miguel Nuñez, oficial mayor pri-
* mero y ministro de gobierno después, y Dardo Rocha,
oñcial mayor del ministerio de hacienda hs^ta. el. fin.
Una de las primeras disposiciones del gobernador
Alsina fuá (11 de ^junio de 186G) la sepalracion délas
dobles funciones de juez de paz y comandante de cam*
paña reunidas en una sola persona,
t El gobernador Alsiná tuvo la gloria de fijar el valor
del papel moneda al tipo de 25 pesos por un peso
fuerte.
Debienflo salir con destino á la campaña del Sur, á
objetos del servicio público, delegó el mando déla pro-
vincia, el 14 dé marzo de 1867, en e) Ptesidente del
Senado, como lo disponía la constitucionr.
tsev.B. KVlLio CiikSTRO, Presidente del Senado,
en ejercicio del P. E., durante la ausencia del goberna-
dor propietario Alsina, desde el 14 de marzo hasta el
28 de abril.
Durante el corto gobierno delegado de*Castro se es-
tablecieron.nuevas escuelas en la campaña, proveyén-
dolas de todo lo necesario,y. se resolvió en un.espediente
sobre las salinas que se encontrasen en los terrenos
del partidora Patagones y en los de Bahía Biaiicd.
19,^1 -.COllOMElKi .n^CTOB ADOliVO AliüIIVA, pro-
pietario, desde el 22 de abril que reasumió el mando,
después de practicar una visita á la campaj^a d^l
Sur.
Promulgó (29 de julio de 1867) la ley que. declara
sef sjnftqieate.titit.lq.la.po$.es|oi]^por 40 a^o^.^swiixiter.-
DB ntmfeí ÉtkR8 ^'
íüptelon; t^Ará'loé íérréiVofs^delmiíAícl^ió dte lá düdad(-y
dte lo^S'éJi'*!)* d'é los* p'ftebfós déf éáWpáfiaV
Por léjr de SO á& ócftubf e, el í^artldó^de Netúchéá fué
divíd'rdó' en das, denoitiinartdo aí nüevü^ TdrtMo de
jWíVdi^;' y por oti*áMel31*se demarcó nuevbs» Httiíte'^ al
toühi'cípio'de'la ciudad de*Baenos^Aí'í*eQ;'tídttio sigue:
V6t tíPnrorte", él' Arroyo de MaWótiado/ desdé su étíi
faocadbraeñ él Rio de tePlatá, hiistá tocar ét- lídiUe
£0te detf (eti^eno eotvocido en el Plbiici>dfe Sourdeax,
con el nombre de Calderón;— al Oeste, tffMt llneaíque,
■■ ltflií4)andÓ^ les terrenos .conocjidod con: los nombres
AfcDrbos y Lumb\^ termítie en «Itánguto sudeste, de ejste
üUmo' terreno; yt^dead)e &Qp& por juñai Unea q^ne térmíae
ooi.el árygiilo' südoe^ter del terreno designado con el
nombre de A rroyo; y desde este punto hacia eLBíte
b%&ta.(qcfar el ángulo noroeste de^I terj^eno 4¿6¿V2;des-
de aquí^)^9direccioaai Sur, por la calle que limitialas
propiedades PafisOy BeJaJiaino, Roy y Per^ira^ ha^ta;la
ínteradpcion con lacuMei d^ la Arena;, y desde esite pup-
t0, unai reicta bastaí el. puente Alsina;— ai Sur, el. Ría-
• cbuelo .de Barracas^ hastia su eon flueujcic^ . po'n el Plata,
y al Este, ellitoraldel Piala hasta la boica dé M^ldo*
nad0k« .
Pqriun decretoi def 25 de noviembrQ, dispuso la. f^r-
mapíoo de an. Ruevopuebk)> bajóla de.nQininaQioH de
(piftiwrjr/a., iéJPi . el parage ponpcido,iq9T?/el.inon]bTe, de
Puntas^ del Arroyo Tap^lqué^ Partjdo ^el Azul; y por
o.tro de 17 deeíiepo de 1668, la de otro eq la. horqueta
q^ielOjCm^ii/el Rio Q4equen,Sjíuia4,QCpQ'Ql,^rroj5o;jDml-
ce^baJQla;4&non;iinaciqn deBrand^efi., . ;. ._
AcOir}|6'(í8 de D?arzo)qw^,para Ia^.(jUa;S 26 dé nifi,yo.y
.9 dejulio babeada .verrfi<?arse ;un;<?.^í^pfien Jiteijario,
preim^ndxpise el trabajp..iAas.pot,a,bÍe con fxnfx iffp^^\\^
deo^p/ylos otrpB dqs quenjas ;se*le spro^imase^q, ^c^qíí
unadejp^ata. Solo uno presentó un tr^aJ9 histój^ipo,
qpefuédon Eté^miilo /Avendaftp^ ipu^prito Mulfi/tcf^fí'fr^
Novanoo, cuy e^ Memoria fué publicada por cuenta del
2¡9(S. fivoY^WíA
;i M
Estado y su ^.utor distinguido con un testimonio de ho-
nor:— dispuso, (2 d,e,ahi'¡l) el estaWeciipiento de 4 es-
cuelas superiores, en Mercedes, Chivilcoy, Chascoraús
' y San Njeolas jde los Arroyos;. y la construcción de
^ediñQips para escuelas ep los pueblos del Azul, Dolo-
res, Saladillo, Ranchos y las Flores: — autorizó. (10. de
.figosto la fundación de 4 e.scuelas vecinales en «1 Par-
tido d^l Vecino:— dispuso. (3 de abril) que el Partido
, xxMíocido por de Arenales ^ se denominase en lo suceai-
, vo Ayacucho,.
Durante la adminís^rfitcion Alsina,— 1867-*68— la
' provincia esperi mentó una terrible epidemia del cóle-
ra mórbus, cuyo número dei víctimas se calculó en mas
' de 30,000 personas, en lasóla provincia de Buenos-
Aires. ••'.''..
El doctor Alstna, con igual título al de cua^uier otro
ciudadano, aspiraba á la presideneia de la República,
' del mismo modo como había aspirado á la goberna-
ción de la Provincia. Contrariado en esa aspiración,
dedicó su atención á la vice-presidencia, ya fuera con
el señor Sarmiento, ó ya con el capitán general Urqui-
za, candidatos ambos' á la presidencia y antipodas en
política. La alianza de Alsina con el último fué con-
denada, entre muchos otros redactores de la prenáa,
'por el director del Boletín Oficial de la Promncia^ doc-
tor Eduardo Wride, acusando al gobernador de traidor
' á sü fe y ásus principios. Tratóse entonces de decre-
tar la destitución del director dé ¿icho periódico. Los
ministros áon Nicolás Avellaneda y don Mariano Vá-
rela, aniigos y compañeros del gobernador, desdé el
•'principio de su administración, se opusieron á esa me-
dida. El gobernador insistió llevanflo á cabo feu reso-
lucibn, pero mediando préviartienie la separ^acion de
Ibs réferidois ministros, cuyos puestoá ocupai^onel
oficial mayor del ministerio de gobierno, don Jc^é Mi-
guel Nuñez, conio tal primtiro, y como ministro después
..V ' '. •■ • '. . -^\^.
.1
• 1
hisksrta 4qe.neniu;aQlai?e; Alsina,,p^ajrf!ciMWe de la yice-
|l^ésideQcia; de la Depiiblica, y el da igual >c^e del
iministeriQ dq hacienda, don. Dardo ¡Et^cba. ' ,i .
' Por ley da4° de julio, el gobierno da Alsinafqé a^-
tori25ad<> paira invertir ba^^l^a cqatuo lúiUones y of^edio en
iaioonstrubcioQ de>üQ.edífi0ÍQ para el ^oco de la. Pro-
vincia. . . j j
'- Por otra de fecha Sdeagoator se ^ustituyóilaí pen^
capital por la de 20 años deJ)res¡dio, como máximuiti.
Hal^j^Ador^Siiltado electa vicanpi^e^idente de la -Re-
pública, el doctor Al$ina elevó su^r¡&nuncia d^l cargo
:de gobernador el O de octubre, la que le fué adniitida
el ¡nipmodia, * .
£1 doct'^r A. Alsinra, corooejl de la imcion y mini|Stro
de guerra y marina nació e\ 14 de enero de ^320^ y; mu-
rió, á, las sjete de la tarde del 29 de diciembre de 1377,
á los 48 afios de edad. Su cadáver fué depositado. á
Ifis seisdela tarde del 3Q en una capilla ardiente en )a
iglesia metropolitana. Durante los dias 30 y 31. se man-
%tiivg la banderg. 4 T^edia asta ep todas las reparticiones
pro vijU chales y aacioaaldfe^ljabiendo permanecido cerra-
. das las, oficina^ de.la provincia.: Le fueron decretados
honores fúnebres por los ¡gobiernos nacional; y proyín-'
:,cial. Murió dejando^ como idea,, la grande obra dq la
conciliación .polítioa^á que ooncurriólealnjente con todo
su podery cpq verdadera elevación moral, y; pomo trfi-
b.ajo, la obra de seguridad de las frontera^ terrestre,
. que inició con fe bajo ii« nueyo.plan y que continuó con
.^ipers^veraneja hasta, los últimos instantes de su vida.
J^n;honoí;.suyOiS^ d,íó el nombre de calle Aísmaáia
que fué dePótoií, por haber sido la de su residéncffi.
tóes^D. 'c:iiiLM0 CASTBir, Presidente del Senado,
' en 'éjettíi'ciü'áef Poder Ejecutivo, por l^en uncía! del doc-
•tor A: Albina, desde el 10: de octubre dé 1868 hasta lel
' S dé mayo de 1869; que fué electo 6^ gobernador cOnfs-
' tiWcidAal, cüyó^j>eríbdo ékplró én iguaí • fecha de 1872 .
^ ITó pudo organizar Su mínistérióíh'tó«Ai'éí 2í ée^ otítü-
bré^ ett que fueron nombrados' eldoctot' Jutin S: Fer-
nandez, de gobierno, y dortPedvo Agote, de hacienda,
«1 prímei^o hasta mayo de 1869, en que se escüsó y fué
reeit)p4^z&do poi^ ei dootor Antonio E. ÍAaAmeVy y éste
. y el segundo hasta el fin del períkxlo constitucional de
Castro.
A hii administración' Casero la^provincia y ol pafs de-
ben:— '
El es|;ablecímíento de TramwaySy en las callas «de la
ciudad (Ley dé 24'rfe agosto de f 868)!-^
El trasporte, por el Ferro-Carril del Oeste, de las tta-
suras de la ciudad. (I^ey de 18 de novieittbre de id!:-^
El raniaí del Perro- Carril del Oéstfeha&taellpufeblo de
" Lobos. ' (Ley de id. id):—
La asignación de cien pesos fuertes para ayudar á
la espedicíon que se preparaba én Europa & las regio-
' nes potares del N'orte^ en atención' á sus resultados
¿Provechosos parala Gréográfia y otras cieiicias.
El gobierno dé San Juan, i?or niedió de un -éxhortb,
requirió (S4 de mayo de 1869) la estradícion dfef go-
bernador don Manuel* José Závalla y dfe suS ministros
^ don Isidbro Albarracirt y don Jbáé'^ Eugenio Boncel,
que habían sidb-acusadbs c por'violaciónes álacons-
tituóión y otras leyes del EstadbJ' tnal Versación de
fondos públicos; ataque á la propiedad y aótófe db ma-
la conducta» (misdefnean'oury, y el dé Bueños^^AiV'es
(Castro-rMalaver)^ previo dictamen de su á'sesor,
abundando en consideraciones de mudho peso y de
' profundo alcance polítifco,, se negó & dar'cuíilplítniento
^ ' ar referido exhorto.
Previo acuerdo celebrado con- al arzobispo, el g^r
bipraode Alsjna hab{a;aometídoiá ía I^egislatura un
prqyeqto de decreto estabjaciendo. (7 ^eX oatu^re de
. 1868),.una.nueva divi^ioo deí territprio de mijinieipío
d^ei^t^ ciudad, dn.l^ju^gjBido$ de; pQZ^^ parixx^ías» en
/
I I
^ de- Castro quedd ainx>báda aqnei prtíyeeto, ednit^etirti-
áo en íej^j promulgada ei^28 de JEmiode iSOdi.
Mí&ntras se' sancionaba )a Ley de Edmcacion Co-
mún*, feoi*ganiaó(4:0^dejülío) él Gou3ejo*de' Instmceion
Pública, designando^ sus atnbiicion^«.
Por'leyde20de jiilio^sobre la base del FoFtift- Es-
peranza situado entrq los limit68.de los Partidos del
Saladillo }^7apa1qué^¿ se creó un nuevo 'Partido^ bajo la
denominación de General Alvear.. »»
El primer censo de la República Argentina, ordena-
do por él gobierno nacional, mereció la mas decidUa
cooperación por parte del gobierno de Castró, man-
dando (19 de agosto) á los empleados de su dependen-
cia segundasen á los cof^tiisartos nacionales respecti-
vos.
El doctor Valentín Alsína; 2^ gobferñadof constitu-
cional del Estado, cayo fallecimiento tuvo' lugar el 6
de setiembre de 1869-, merfeció' que el gobierno de Cas-
tro le tiíibutasé los honoresque correspondían á tan
insigne ciudadano^ y la Legislatura dictó- una ley
(26 de setiémb^e)^ disponiendo la erección de un mo-
numento á su memoria, en el cementerio del Norte^»
Por una ley de 16 de diciembre de lí860» se acordó,
ala Guardia Nacional que hizo la campaña del' Para-
guay, una medalla, llevando en el anverso, elBi^udo
dala Provincia en el aentro, y en la circunferencia
esta inscripción: GuardíaiNacionalldeBuenas^Aii^s^
en e> reverso;Ien el centro, estas palabras: Ai aaioint/
la constanoiaj IwPtovmciaaffradeciUal y en lai circun-
ferencia éstas: Campaña delFanaguayjiñQb á*i869.
I^ara los gefes, de oro y- de plata páralos dealasi Y
al recibir las medallas^se dispuso se entregase á los
Guardia&NacionaleS'Un boleta en que constara ser ellos
acreedores atierras, en< el pueblo. Guardia. Nücíonal,
en el Partido de Ch^icabuco.
El goMesno dét señor CaetM' tuvo- lá^ fá»^ inspira-
800
PROvnrcnA.
' oion de negar (7 de mayolde 1870) el establecimiento
de una plaza de* toros en San Fernando, cojno babian
sido ya rechazadas anteriormente otras solicitudes,
de acuerdo con la )ey de 6 .de agosto de 1856, que pro-
hibe las corridas de toros en la provincia.
Se dictó una ley (9 de junio de 1870) creando
90,000,000 de fondos públicos, que deberían ser nego-
ciados dentr6¡ ó fuera de' la República, para la cons-
trucción de puentes;
.. Otra ley (22 de satiembi-a) supríniió las loteríasy las
rifas periódiqa^j prohibiendo igualmente la venta de
- billetes, loterias . y rifas estra,ngeras ó de otras pro-
vincias.
Y otra ley (17 de octubre) autorizó al Poder Ejecuti-
vo para invertir 125^000 pesos moneda corriente, ea la
. .adquisición de monedas y medallas, ofrecidas en venta
. por don Juan Cruz Várela.
El gobernador Castró acordó (28 de octubre) la auto-
rización solicitada para la erección de un templo en lo¿
terrenos del Colegio del Salvador,, en Buenos- Aires.
Ordenó (12 de marzo de 1871) la construcción de una
vía férrea á vapor ligando: la ciudad con el nuevo Ce-
, menterio de la Chacarita, con un presupuesto de dos
- millonefe doscientos veinte mil pesos moneda ícor-
riente.. .
Con motivo de. la epidemia de fiebre amarill^i que
diezmaba la población de esta ciudad, el Poder Ejecu-
tivo fué autorizado á gastar hastaf diez millones de pe^
,sos> en necesidades de la misma, tales como médicos,
boticas, alojamientos,, etc. . •
' Todos los establecimientos.públicos fueron manda-
ndo» cerrar durante la aciaga época de la epidemia de
. la fiebre .amarilla, permiaáe¿iendo en eéte estado bas-
tad 15.de junio de 187J ^.en que quedó casi estihguida,
pero no del todo.
La LegislaAura. aprobó el decreta) del gobierno, de
fecha 20 de rhapKa, qae ordisnáfeáMa ót'eación: de 'dos
Asilos dé Huérfanos, uno para'varones yotiiopara ni-
ñas. ' ' »
Lainisma acordó (24 de noTiembre) autorizará! Po-
der Ejecutivo para poner á disposición delgobierno'de
Safta la suma de diez mít pesos fuertes, para los po-
bres y huérfanos, victimas de los temblores bdurridos
en el pueblo de Oran.
La misma sancionó la ley coií igual fecha que la an-
terior,, fundando el Banco Hipotecario, que actualmén,te
existe, situado en la calle San Martin.
El gobierno de Castro aprobó (87 de diciembre) la
traza del pueblo que don José Vicente Salas trató de
fundar en el Partido de Las Heras.
En el interés de conipletftr Ija colección de manuscri-
tos de la Biblioteca Publica y de laformsjcion de un
cartulario de Celebridades Argeptin^s, nombrjó (24 de
febrero de 1872) una. comisión compuesta ¡de los seño-
res dQctor Juan María Gutiérrez (finado); brigadier
geineral B, Mitre y doctor Vicente G. Quesada.
La Admirtistr^icion Castro fué unade^s nías pco-
gpesistasqiietuvier$.la provinpia de Buenos Aires, y .en
la que sj3 realizaron ó proy wt^ron .empresas que hoy
patentizan sus beneficios; tal/^s son: .el Asilo de Huér-
fanos, la. Penitenciaria, el Ba,nco d,e la, Provincia y, el
Hipotecario^ lasUoe^ de tramways que cruzan la ciu-
dad en todas direcciones; subvenciones para, la erec-
ción 6 refacción de templos; idemparft el planteamiento
de un taller de filatura de se/ja, cuyo fruto ustepta.la
oasa de gobierno nacional en-los días de gran solem-
nidad; idem á numerpsas escuelas particulares, y crea-
ción de escuelas comunes en la ciudad y campaña^, á
saber; 2 Jardines, de \\xidi\\iQ^- (Kiiul^rgarten), en. la
ciudad) 1 en Balcarce, 1 ^m Carmen de Areco, 1 en
Chascomiís, yj^n la Exaltación de.^laCruz» 1 en Geíie-
ral Rodríguez, 3 en Las Heras, 2 en Moreno, 1 en la
802 PRMnwá
' Ma|[dat6nA^ & en.el Pilar^ 1 ea Punta €híca^ S en Ra-
' maUo; 1 en ;San Autoaioi^e . Areco^ 1 en San Martin,
8 en San Nicolás de los Arroyos y 1 en Zarate.
De&pues de haber ejercido cíl mando de la provincia
durante 3 años» 5 meses y 7 dias, lo trasmitió, con
arreglo á la cpnsUtucion.9 el 3 á^ mayo de 1872, ¿ su
sucesor dou Mariano Acosta.
tsvt— D. MARIAMO ACOSTA, 7"^ gobérnadot" constitu-
cional, desde el 3 de mayo de 1872 hasta el 10 d^ se-
tiembre de 1874, que renunció el cargo por haber sido
electo Vice-Presídente de la República.
Organizó su ministerio con los ciudadanos doctor
Federico Pinedo, gobierno, y don Práncíséo B. Made-
ro, y sucesivamente, por renuncia éste primero y de
aqyél rtias tarde, los doctorea AtWanció Alóorta^ Carlos
Saavedra Zavaletay Leopoldo Basavilbaso.
Al gobernador Acosta cupo el deber de promulgar
(14 d¿ junio de 1872) la ley en que se autorizaba al Po-
der Ejecutivo á invertir hasta Ja suftta de 200O pesos
fuertes en la erección de un monumento ala memoria
del general Gregorio A. de La Madrid: -^reglamentó
(3 de enero) la manera de espedir certificados de libe-
ración para la trasmisión de los bienes raices:--'declaró
18 de enero de 1873) que todos los habitantes de la pro-
' vincia pueden transitar su tei^ri torio üin necesidad de
licencia ni pase de las í^spectivas autoridades: -^dispu-
so (29 de enero) la delineacíon de los oaminoá que con-
duben de la ciudad á los pueblos deBelgrano, San Isi-
dro y San Femando; así como el levantamiento de
planos de los caminos generales que salen de la misma
en dirección al sur y oeste de la provincia:— aprobó (8
de abril) la formación de un Instituto Comercial é In-
dustrial, bajo la vigilancia de la comisión parroquial
que había sido del antiguo Colegio Modelo de la Cate-
dral al Sur; El mismo existe actualmente bajo ofra
' forma. ' ' ' ' •
01 JlPIUm )AIBBS dd^
Can elr^o^ ^ intrQi^ncif r^ilocmfta en la ^iUUot^ca
. i PúM'u^y .fto»),isÍQMf5..(18 íiU. febrepp) A up :fuivoioi\#río
. ipteligepjte .^n* la wateyia (dpctar Que?a4a)> >par'a.,que
hiciese un estudio de las de Europa*
A fuer de jmpárciáiidad en la > cuestión Pectoral que
durante su administración 6e debatía en' toáoslos ter-
renosvisepairó ¿aj|gunos funcionarios públicos f)ap el
i'hécbo de haberse manifestado añliados enloscírcdilos
poJüticos, que á la sazón se diáputafaan el predominio en
la referida cuestión. Esto, en cuanto á la forma, y
pqrlo que^toca 4 la realidad, los. hechos qo respondie-.
. ron 4 6s«» deseQ:T-^aprob<>,(3 de diciembre) lo$ eludios
I* y presupuestos p^ra, jla constricción del canal de San
. F^rea^do, que ii(>y es un hechp:t-fuó autp.ríjsado (Ley
. de^ d^ ^etíeoibre) para la co^i^iru^ion de una.cárpel
; y q^B, de Jqstici!^ en. Dolopepí-rpópoJe Iq, glori^. de
irij^Mgurar-coo todá'splemnid^d (24 de sei^iembrí^) la es-
tática del general Selgrano^jenla plaz^ S5 de Mayo,
donde §e hal|í^:— promulgó (16 de diqiembre) la constitu-
ción d^ la provinQÍa,.que fué^jura^a ef 35 de diciembre
de 1873, y es . la qu^ actualpc^e^itq rfge: — fomentó el es-
tal^lecimi^nto d3 bibliotecas papulares en tpda la pro-
vincia, contribuyendo con Qanit;idades, de dinero para
,^u posten y progr/cso; — reglanxentó la manera de sub-
Venpionar .esctieJas particulares, viniendo de este.noipdo
4 amneptí^r el número de líis costeabas poi^ el tesoro
p.úbUcp,. generalizando as.í la instrucción,, La'adqii-
, nistracion Aoosta fué la que mas se distinguiera go-
' h^'ee^ te, punto, . ¡ ,
Fué autorizado} ; (9 de abril) para la construcción del
. Ferro Carril y de un oa&ode desagüe en ],a Ensañada: —
declaró (2 de octubre) al pueblo de Las He^as cabeza
.de.Pai:ticloc—iprQhih|¡ó,.(lSd^ junio) la. introducción de
I ganado ^ín guia3> im^Kuiiendo peíias álos infractores:
v^aprobó (IS de ab^il) la traza del.puieblo q^e sepfo-
ry*ct*i)a formar ea:Bftm»llo, y qu» hoy ea wo. h^choy co-
3Ci4 ' ¥ii<!fVi^of Á ■'■
« 1
tño también (4 dé •setíéhit>i^e) la tiél {Aiebtb AlmiHnte
'Broion^ iniciado y elevada á lá aUüra á qtre ha llegado
par el .señor don Estevan Adrogué. Fué {14 de abril
de 1874) declarado cabraa de Partido. ■
Pué autorizado (19 de setiembre) para la creación de
un rku^vo Partido entre Quiimes y Lomas de Zamora,
vom& igualnqeote (L8>dei octubre) paca la coostrucdon
de un monumento, en.el Cehaenterio del' Norte, dedi-
cado á la memoria del general Emilio Conesa, invir-
tiendo hasta 50,00(> pesos.
Decretó (27 de agosto) la confelruc^ion de un Colegio
en San Nicolás de los Arroyos, el que actualmente es
tmjhecho:— acordó (27 de octubre) la cantidad de25O,0O0
pesos á la Sociedad de Damas d« Misericordia, para la
construcción de un Asíto de Desvalidas, é* igual canti-
dad (4 de noviiBmbre) á las de' Misericordia para la
construcción de otro Asilo de Indigentes: — autorizó el
establecimiento y esplotación de una línea' telegréfica,
de esta ciudad al pueblo déla Ensenada:— aprobó (13
de eneró de 1874) la traza proyectada para un pueblo
en el Partido de Balcarce:— prestó (28 de abril de 1874)
su acuerdo para la fundación de uA templo dedicado á
nuestra Señora de las Victoriaís.
Finalmente la administración Ácosta, á la vez' que
acordara subvenciones alas escuelas particulares, á
*la,s publicaciones cientifitas, etc., todas las asociaclo-
Tieá religiosas encontraron en el gobernador una deci-
dida protección, corrtribuyetido cóní fuertes cantidades,
siempre dentro del presupuesto, para la c^ristrüccíon
y refacción de aisilos, templos,' ^escuelas, etc. 'hasta pa-
ra la tribq del cacique Coliqueo, para la misiona los
indios, etc.
'Y además, se crearon escuelas en la ciudad, entre
ellas 2 en las cárceles públicas y^ una para sordo-mu-
dos^ que aun ftmciona, 2'Normalesde Preceptores y
P<i*eceptoras, 1 de Mugida y Decláníiíadotí^ y en 4o&'püe-
DB BÜBNOS 4IBBS 305
blos de campaña Alvear, Baradero, hasta 1, Carmen de
Areco^ Chascomús, Lomas de Zamora, Barraca á al
Sur, Almagro^ Marcos Paz, Quilmes, Rauch, San
Isidro, San Fernando, Tapalqué, Tandil, 25 de Mayo,
etc.
El 10 de setiembre de 1874 elevó su renuncia de go-
bernador de la provincia para ir á ocupar la Vice-Pre-
sidenciade la República, para la que resultó electo^
sucediéndole el coronel Alvaro Barros, á quien legal-
mente correspondía, como Presidente del Senado.
1914— C)OBOiV£ii AiiVABO BABBOi», Presidente del
Senado, en ejercicio del Poder Ejecutivo, desde el 12
de setiembre de 1874^ en que renunció el señor Acosta,
por haber resultado electo Vice-Presiden te de la Repú-
blica, hasta el l^de mayo de 1875.
A los pocos días de haber el coronel Barros empu-
ñado el bastón de gobernador de la provincia, el 24 de
setiembre, estalló una revolución del partido naciona-
lista que puso en alarma ¿ los prohombres del partido
contrario. Así fué que pusieron en juego toda la ener-
jia que las circunstancias re clamaban para vencer, sin
^consideración de ningún género.
Cúpoje, pues, la ingrata tarea de librar orden de pri-
sión contra los individuos mas conspicuos del partido
nacionalista, para quienes no hubo escondite en donde
pudieran dejar de ser descubiertos, merced á la poli-
cía secreta, en que estaban afiliados no solo individuos
de baja condición social, sino también otros que tenían
fácil ingreso en la alta y culta sociedad, y aún mugeres.
Con tan degradantes elementos se consiguió la pri-
sión de todos los que no se incorporaron al ejército
revolucionario, que tenia su cuartel general en la cam-
paña del sur de la provincia^ ó de los que no lograron
huir á Montevideo, como lo hicieron muchos.
Destituyó á todos los empleados que no inspiraran
confianza & los situacionistas; y declaró en asamblea
20
806 PROVINCIA
la guardia nacional movilizándose en toda la provin-
cia.
En una palabra, no hubo medio que dejara de em-
plearse, á fin de que la revolución fuese vencida, y lo
estaba ya jdesde el mismo momento que estalló, por
falta de dirección y peor manejo^ hasta que el general
B. Mitre, el 26 de octubre, declarándose gefe de los
ejércitos de la Revolución Argentina, fee puso en
marcha proclamando á sus compañeros de armas, por
quienes fué llamado, para protestar contra los que « se
habían apoderado de los destinos públicos por el frau-
de y la violencia » (palabras de la proclama).
Con el general Mitre á la cabeza, el ejército de la
revolución, evitando siempre un encuentro en que hu-
biese derramamiento de sangre, marchó en busca de
alguno de los gefes del gobierno que le inspirase mas
confianza para capitular con alguna ventaja. Para el
efecto, envió un comisionado cerca del gobierno nacio-
nal, con instrucciones en ese sentido, continuando en-
tretanto su marcha hasta La Verde^ estancia de Unzué,
donde un suceso inesperado hizo variar ei primrtivo
plan del general Mitre. El infortunado coronel P. Bor-
ges, con el entusiasmo que le caracterizaba y de) que
fué víctima, se arrojó imprudentemente sobre una
fuerza de 800 hombres que, al mando del teniente co*
ronel J. I. Arias, se defendió heroicamente tras los
parapetos de la azotea de aquella casa, que era una
especie de fortaleza, casi inespugnable, dando asi al
comandante Arias un triunfo que él no esperaba.
Después de este suceso, llevado á cabo contra la vo-
iuntad y resolución del general Mitre de evitar todo
encuentro que diera por resultado el derramamiento de
sangre, el ejército continuó su marcha hasta Junin,
donde se sometió el I** de diciembre, bajo una capitu-
lación que no parece haberse tenido en cuenta.
El goj>ierno de la provincia cumplió con su deber al
DB BVBH08 AIRES ^7
cooperar con todo sii esfuerzo al sometimiento de la
rebelión, secundando eficazmente á la autoridad na-
cional y los que aparecieron vencidos en las elecciones
de febrero de 1874 usaron de su derecho al protestar^
como lo hicieron^ con las armas, solo cuando no pudie-
ron conseguirlo por otros medios.
Vencida la revolución de setiembre, que, como he-
mos dicho, no fué mas que una protesta viva de la ma-
yoría del pueblo de Buenos- Aires contra la legalidad
de las elecciones de febrero, en lugar dé dar á los ge-
fes militares de aquella un fuerte apretón de mano, ál
verlos rendidos, fueron presos, sometidos á un conse-
jo de guerra, juzgados como rebeldes, sentenciados y
perdonadero indultados.
Tenemos la cltsgracia de olvidar muy pronto los he^
chos pasados que no&suministra nuestra propia histo-
ria. Vamos, pues, á recordar los principales, por
^ue son pertinentes y porque dofi^viene que sirvan de
lección moralizadora en lo sucesivo.
En 1837, unas elecciones en que hubo fraude y que
produjeron la caída de Rivadavia y la elevación de
Borrego, trajeron la malhadada revolución de 1^ de
dicienbre de 1828, encabezada por el general Lavalle^
quien, al frente del ejércij;o nacional que acababa de
regresar á la patria coronado con el laurel de la victo-
ria, alcanzado en Ituzaingó, derrocó al jefe legal de la
provincia, que lo era al mismo tiempo de la nación,'
ocupó su lugar y lo mandó fusilar, por el solo hecho de
defenderla legalidad de su gobierno^ sometiéndose La-
valle al fallo de la historia. Esta responde consignando
en sus páginas el subsiguiente gobierno de Rosas en
Buenos Aires y de los demás caudillos irresponsables
en las otras provincias de la República.
El general José María Paz, el gefe mas severo de la
disciplina militar de la República, ex^general en gefe
interino del c^rdto nacional en la Banda Oriental, con
308 PBOVINCIA
una división del mismo, marchó] á Oórdoba,. y, derro-
cando al gobernador legal Bustos, ocupó su lugar esta-
bleciéndose en|seguida un Supremo Poder Militar, de
que fué investido'por nueve provincias, en contraposi-
ción del poder nacional existente en Buenos-Aires.
Esto venía á constituir dos gobiernos argentinos con
dos ejércitos nacionales. Las consecuencias de ese
paso impolítico las verá eljlector en su lugar corres-
pondiente—Córdoba.
En 1833, otras elecciones acusadas de fraude escan-
daloso, produjeron la revolución de octubre, y con ésta
la caída del gobernador Balcarce y el triunfo de los
Restauradores y de la Dictadura, cuyo poder pesó co-
mo una bomba enrojecida sobre el pueblo de Buenos-
Aires y el de la' República, hasta el venturoso dia 3 de
febrero de 1852.
Los fraudes electorales, que tuvieron lugar después
de la caída de Rosas, son mas frescos y no deben ha-
berse olvidado;tan.prontoque necesite recordarlos; bas-
ta tener presente que son juegos muy peligrosos, pues,
si por el momento dan el fruto que se desea, tarden tem-
prano, éste produce indisgestiones ó consunciones po-
líticas, semejantes á las enfermedades hereditarias^ que
no siempre son trasmitidas á los descendientes inme-^
diatos, sino que suelen á veces saltar por sobre dos ó
mas generaciones.
Vencida lajrevolucion, según se acaba de referir, el
f gobernador Barros entró en ejercicio desús interrum-
pidas funciones normalizando la administración.
Cúpole la gloria de ser quien diera cumplimiento á
la ley de 27 de setiembre de 1869, celebrando la inau-
guración del Mausoleo levantado á la memoria del
doctor Valentín Alsina^ que tuvo lugar el 5 de abril de
1875, con toda la solemnidad que correspondía á tan
eminente ciudadano.
Aprobó (I'' de abril de 1875) las trazas de los nuevos
DB fiUBHOS AIBBS 309
pueblos denominados San Lorenso uno, en el Partido
de Merlo, y Maipú, el otro, en el de Monsalvó.
El 1** de mayo presentó su mensage á ía Legislatura
dando cuenta de su corta administración, poniendo en
seguida en posesión del mando de la provir^cia á don
Carlos Casares, electo gobernador constitucional, y
decretando el reconocimiento del doctor Luis Saenz
Pefia, electo vice-gobernador. ^
i9'yft--D. cAbIíOII^ CAi^ABKS, S'' gobernador constitii-
cíonal, desUe el i^ de mayo de 1875 hasta igual dia de
1878.
Organizó su ministerio con los doctores Aristóbulo
del Valle, de gobierno^ y don Rufino Várela, de hacien-
da, y poj renuncia del primero y nombramiento díü se-
gundo de comisario de la República Argentina en la
Esposicion deP-atis, llamó, para compartir con él su
gobierno al doctor Vicente G. Quesada, y don Alberto
Muniz, interino de hacienda, hasta que fué nombrado''
rara el mismo ministerio el doctor Bonifacio Lastra
hasta terminar su periodo el señor Casares. El doc-
tor Quesada no acompañó á éste hasta el ñn, sino que,
habiendo dimitido el ministerio de gobierno, fué llama-
do en su lugar el doctor Carlos Pellegrini.
A la administración Casares la provincia debe:
Prohibición á los escribanos de cobrar otros dere-
chos sobre terrenos fiscales que los establecidos en el
arancel de 9 de febrero de 1863. (Decreto 19 de mayo
de 1875): -
Resolución para la formación del nuevo pueblo de*
nominado San Juan^ en la Estación Altamirano, so-
bre la vía férrea que va á Chascomús. (Decreto 29 de
mayo):—
Nombramiento ^e una comisión encargada de elejir
los terrenos mas apropiados para el establecimiento
de escuelas graduadas en las parroquias de la ciudad.
810 PBOTIHOIA
(Decreto 9 de junio). Esto no produjo resultado al-
guno:—
Aprobación de un proyecto (que ya no lo es) de re-
des telegráficas entre el Departamento de Policía y las
comisarías, cérceles, etc. (Decreto 14 de junio) :-^
Aprobación de los procederes del comisionado doc-
tor Vicente G.Quesada por sus servicios en favor de
los intereses del país, durante su visita á los Archivos
y Bibliotecas en España; y autorización al mismo para
que procediese á la impresión de la obra sobre la Pa^
tagonia y tierras australes j en número de mil ejempla-
res, poniendo á su disposición el número de 300 ejem-
^plares de dicha obra. (Decreto 26 de junio):— r
Creación de un cementerio general y provisoriamen-
te el de la Chacarita. (Decreto 26 de julioj:—
Construcción de nuevo andén en los ferro-carriles
de la provincia. (Decreto 28 de julio):-*-
Construcción de un edificio para cárcel en la ciu-
dad de Mercedes, invirtiendo la suma de un millón de
pesos. (Decreto 29 de julio):—
Construcción de una casa de Justicia, Municipali-
dad y Policía en San Nicolás de los Arroyos. (Decre-
to 29 de julio): —
Nuevo empadronamiento en toda la provincia. (De-
creto 9 de agosto): —
Aprobación de la traza de un nuevo pueblo en el
Partido de Merlo, sobre la línea del Ferro-Carril á Lo-
bos, en terreno de propiedad de don Emilio Castro.
(Decreto 6 de setiembre):—
ídem del denominado Valentín Alsina, en el Parti-
do de Barracas al Sur (Decreto id.):—
ídem de la creación de otro en Suípacha, Partido
adi^rito á Mercedes. (Decreto 24 de setiembre):—
Promulgación de la Ley de Educación Gotnun de la
provincia de Buenos- Aires. (26 de setiembre) : —
Suscricion á 260 ejemplares déla Recopilación de
DB 991t]IOa AIRBS 9U
Leyes y Decretos publicada por el doctor Aurelio Pra-
do y Rojas (ya finado), desde 1810 hasta 1874 inclusi-
ue. (L. 21 de octubre):—
Creación de un nuevo Partido entre lo8 de Ranchos
y Ensenada. (L. id.): —
Coñstruccionde variar (12) líneas telegrítficas, con
autorización de invertir. hasta siete millones y m'^dio de
. pesos moneda corriente. (L. 27 de diciembre): —
Autorización para la formación de un nuevo pueblo
en el Partido de Balcarce. (Decreto 2? de junio
de 1876):-^
Aprobación para la del pueblo Brandsen, (De-
creto id.): —
' Formación del pueblo General Cortesa en los terre-
nos reservados para ese objeto en el Partido del Tor-
dillo. (Decreto 14 de octubre):
Autorización á los jueces de paz de la campana para
hacer obligatoria la destrucción de la langosta. [De-
creto 17 de octubre):—
Pro^lulgacion de la Ley electoral. (23 de octu-
bre):—
ídem de la I^ey orgánica de las Municipalidades.
• (4 de, noviembre) :—
ídem déla Ley de tierras. (15 de noviembre):—:
Reglamentación de la misma Ley, sobre la ventííide
tierra pública al interior y esterior de laili-aef dei(fc<Mn-
teras (Decreto 16 da. dibiieml}re)j-i/'j ,iol«.Ii \A) [\w)pA
AptoUó kjDrfaica£Íitoj^ las£i36<fcciofie6/de ibe^troiíQiiBíde
propiedad pública en Tres Arroyos y BaJíí»íBi^ofitito$ue
-i íiAíékáAvb\seíi^á&i^^)COh\ñHeg]Q\é^\^ ,úo>iem-
fie bheiyídácrstdideJlGídedldifií^hire ideÜBSO^ (y^\Á\ edm(S>ién-
r^/;IsBffiíl(>n>de $i25)Q00^iaen8iiató6 -ájiiols^ríitienso^d^ i4u"
r>< Far(te;la)Op6raoSc[si idecMMmffiSurft.'ílue.jdébeiitfit'miqar
>i ; (axi 'do]^> 4 mesqs^ <sdgu n i ^licasoi I K (JDecnM^ h84 1) de< en@^^
>.^hñji^^»ym\ lüfttlp&vQf^Qi )lmpm^iiiie9i^ii^i m^ iVí^n^tt; ios
812 PROYIKCIA
del 21 de abril por la familia de Rosas invitaba á un
funeral rezado en favor de don Juan Manuel, el cual
debía celebrarse en la iglesia del Colegio eK24. Al dia
siguiente apareció otro concebido en ios términos si-
guientes,
€ Al pueblo de Buenos Airb^ se le invita á asistir
el martes 24 del corriente (abril) á los funerales que
por el eterno descanso del ilustre brigadier general
don Juan Manuel de Rosas, que se celebrará en la
iglesia del Colegio :
< Creemos inútil recomendar la asistencia al pueblo
patrióíicode Buenos Aires.
€ Varios amigos del ilustre brigadier. »
, Es sabido que Rosas prohibió, no por decreto, sino
por medio de la policía, la mas mínima manifestación
de dolor por la«pérdida de un deudo que hubiese sido
inmolado por unitario. La viuda no podía llorar la
muerte de su esposo, la madre, la de un hijo, la herma-
na, la de un hermano, el hijo ó hija, la de un padre: era
prohibido llevar luto con motivo de una tal pérdida,
acompañar el cadáver de un deudo querido que hubie*
ra sido sacrificado como enemigo de la tiranía; no po-
día ser sepultado sino arrojado, al osario, y mucho
menos era permitido el mandar celebrar exequias fú-
nebres por la victima. Lejos de tan natural manifes-
tación de dolor, exigía que los miembros de la familia
de la victima considerasen aquellos actos de barbarie
como justos.
Fué, pues, un paso imprudente de parte de la fami-
lia de Rosas en invitar públicamente á un funeral, ea
presencia de los hijos de tantas víctimas sacrificadas
por la tiranía. Esa imprudencia dio motivo á que se
constituyese una gran comisión, compuesta de ciuda-
danos notables en todo sentido, entre los cuales figu*
• raban militares de la mas alta graduación, abogados
DB BÜBH08 AIBB5 313
distinguidos, comerciantes acaudalados, clérigos, re-
dactores de diario, etc. etc. é invitase al pueblo de Bue-
nos Aires para concurrir el mismo día 24, á la cate-
dral al funeral que había de celebrarse, como se cele-
bró, por las víctimas de la tiranía. Inútil es decir
que todo el pueblo de Buenos Aires concurrió á tan
solemne acto, confundiéndose los hombres de todos
los partidos, sin esceptuar lo^ del mismo Rosas.
£1 gobierno, en vista de que tan respetable y numero-
sa reunión de ciudadanos de todas las opiniones, hubie-
se promovido aquella demostración en honra de las
víctimas de la tiranía, se asoció á ella, asi como el de
la nación, ordenando que en todos los establecimientos
públicos i;e mantuviese á media asta la bandera nacio-
nal, hubiese formación de tropas, etc., en razón de que
entre las víctimas inmoladas por la tiranía estaban
comprendidos mujtitudde hombres eminentes, á quie-
nes^ por sus grados militares ó empleos cívicos corres-
pondía hacérseles honras fúnebres con arreglo á las
ordenanzas militares vigentes.
De este incidente nació la conciliación de tos parti-
dos, en la que tuvo no poca participación el gobernador
Casares y sus ministros.
Redujo (27 de abril) las suscriciones oficiales á diez
ejemplares y reglamentó la distribución de las publica-
ciones también oficiales, á lasque deben tener derecho,
por. un ejemplar, el gobernador, el vice-gobernador,
los ministros de gobierno, los oficiales mayores de los
ministerios y los gefes de las diversas reparticiones
administrativas de laprovincia^ todos los jueces supe-
riores é inferiores de la misma, el presidente de la
República, los ministros del Poder Ejecutivo nacional,
la corte suprema, los secretarios del congreso, los go-
bernadores de las provincias, la Biblioteca Nacional y
las Populares de la provincia y de toda la Rep\Jblica,
las municipalidades de la ciudad y campaña.
814 FBOVIHCIA
Aprobó (lOde jalio} la operación de la mensura y
traza de ejido del pueblo de la Magdalena, autorizando
ala municipalidad respectiva para practicaren cada
caso de escrituración las investigaciones necesarias, á
fin de establecer la verdadera superficie que se adqui-
riese; é igualmente el plano y proyecto de la traza del
pueblo de Merlo, (14 de setiembre).
Promulgó (16 de octubre) la ley en que se autoriza-
ba al Poder Ejecutivo la designación de un paraje en el
Paseo Julio para colocar la estatua de José Mazzini,
ofrecida por la colonia italiana al municipio de Buenos
Aires;»— la de 17 del mismo mes creando el « Monte de
Piedad en la provincia de Buenoá-Aires, » para présta-
mos sobre .prendas; — la del 26, creando el nuevo Partido
• de Bolívar, designándole por limites, al N. E. el Partido
de Veinte y cinco de Mayo, al S. E. el de Alvear, al
S. O. la Pampa y al N. O. el Partido de Nueve de.Julio,
y por cabeza del nuevo Partido el pueblo de San Car-
los, ubicado en el lugar del fuerte del mismp nombre;—
la del 10 de noviembre para la fundación de una colonia
ruso-alemana en el pueblo de Olavarría y en el Arro-
yo Nievas; - la del 13. de febrero de 1878 autorizando
al Poder Ejecutivo para invertir la suma de $ 50,000,
•á fin de que la provincia concurriese á solemnizar el
centenario del general San Martin; se asoció á las so-
lemnidades públicas que se celebraron el 2b del mis-
mo mes de febrero en honor de aquel gran capitán^
declarando feriado el citado dia para toda la provincia
y ordenando la asistencia de todos los enipleados de la
provincia á las ceremonias decretadas por el gobierno
nacional; el mantener izada la bandera nacional en
todos los edificios públicos de la provincia iluminándo-
se su frente por la noche durante los dias 23, 24 y 25
del referido mes de febrero. Y en el dia siguiente, el
gobernador Casares, acompañado de sus ministros los
doctores C. Pellegrini y B. Lastra^ pasó á $alu|af á
DB éÜMtfS A1BB8 816
los guérret*ós de ía indepetiíenciA y á ftístrrbbír á Jos
sargentos, éabos 7 soldados 1¿3 fondos destinados á
ese obj eto . '
Un suceso lamentable coincidió con la grandiosa
apoteosis del primer centenario 'del ilustre general Jo-
sé de San Martin, y fué el fallecimiento de su biógrafo
el eminente literato argentino Juan María Gutiérrez,
quien, después de haber presenciado con entusiasmo
aquel sublime acto^ se retiró á su casa como á las nue**
ve d^ aquella misma noche, pero para quien no amane-
ció el 26, dia en que el gobierno decretó honores fúne-
bres, á que a§istió el gobernador Casares con sus mi-
nistros Pellegrini y Lastra y todos los empleados su-
periores de las diversas reparticiones de la adminis-
tración.
. Las últimas disposiciones del gobierno de Casares
fueron, un decreto (29 de abril de 1878) prohibiendo al
Ferro-Carril del Oeste el tránsito de sus trenes á vapor
por las calles del municipio desde la Estación del Par-
que hasta la del Once de Setiembre y acordando' el
término de un año, para el cumplimiento de esta dis-
posición, que no pudo llevarse á cabo, según lo decla-
rara el Directorio respectivo en un estenso manifiesto
pasado al Poder Ejecutivo; y otro, el de 30 del mismo
mes declarando cabeza de Partido al pueblo Necochea
el terreno designado en la margen derecha del Rio Que-
quen Grande sobre su embocadura en el mar.
El gobernador Casares bajó de su alto puesto tras-
mitiendo el bastón del mando légalmente á su sucesor
el doctor Tejedor, como resultado de la conciliación
de los partidos^ á que aquél había contribuido con pa-
triotismo.
f 9V9<-Dr. CÁBLOISB. TEJTEDOB, 9"" gobernador cons-
titucional y doctor José María Moreno, vice-goberna-
dor, electos respectivamente en consecuencia de la
316
PROvnroiA
conciliactonde los partidos polflicos y puesto el pri-
mero en posesión del mando ell^ de mayo.
El gobernador Tejedor oi:ganizó su ministerio con
los señores Santiago Alcorta, gobií^rno, y Francisco
L. Balbin, hacienda, hasta la fecha de la publicación
de esta Historia. ^
PROVINCIA DE SANTi-FE
1810-1878
í .
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' I
« ^
ACTA DE mAM DE LA «AD DE SANTA-FE^'^
Yo Juan dbGabay, CapUan y Justicia Mayor en es^a
conquista y población de el Paraná y Rio de la Plata —
Digo que en el nombre de la Santísima Trinidad y de la
Virgen Santa María y de la Universidad de todos lo»
Sant03 y en nombre de la Real Magestad de « El Rey doil
Felipe nuestro señor y del muy Ilustre señor Juan Ortiz
de Zarate Gobernador y Capitán General y Alguacil Ma»*
yor de todas las Provincias de dicho rio de la Plata y por
virtud de los poderes que para ello tengo, fundo y asien-
to y nombro esta Ciudad de Santa Fó en esta Provincia
de Calchines y Mocbretaes por parecerine que en ella hay
las partes y lascossas que convienen p&ra la perpetua*^
Clon de dicha Ciudad^ de agua y leña y pastos que quiera^
y casas y tierras y estancias para los vecinos y morado-
res de ella y repartirles como su Magestad lo míandb y
asiéntola y pueblolá con aditamiento que todas las veces
que pareciese ó se hallase otro asiento mas conveniente
y provechoso para la perpetuidad lo pueda hacer Con
acuerdo y parecer de el Cabildo y Justicia que en esta
Ciudad hubiese como pareciese que al sevicio de Dios y
de su Magestad mas convenga y porque su:Magestad
Xnanda á los Gobernadores y Capitanes que assi pobla-f
sen y fundasen nuevos pueblos ó Ciudades y les dá poder
y comisión para que puedan nombrar en su Real nombre
(1) Efita Acta ^ d9 la faBdaclOQ de la antigua ciudad | <ij¡l% hoy tieae el oomf
bre de Callaste, á 16 leguas' al norte de la de Santa Fe.
320 PROVINCIA
Alcaldes y Rejídores para que tengan en justicia y buen
Gobierno y Policía las tales Ciudades ó Pueblos— assi
yo en nombre de su Magestad y de el dicho señor Gober-
nador nombro y señalo por Alcaldesa Juan de Espino-
sa y á Hordaño de Arbillo, y por Rexidores á Benito de
Morales y á Bernarao de Zalas y á Matheo Gil, y á Die-
go Ramírez y á Lázaro de Vinialbo y á Juan de Santa
Cruz; y anssi en nombre de su Magestad y del dicho se-
ñor Gobernador les doy poder y facultad para que ussea
y exerssan los dichos oficios de Alcaldes y Rexidores en
aquellas aussas y cossas conbenientes y á ellos tocantes
conforme las ordenanzas que su Magestad tiene hechas
para la Ciudad y Pueblos de las Indias para que ussea
assi de Alcaldes ordinarios como déla hermandad en to«
dos los negocios á ellos tocantes y no obstante que su
Magestad por sus Reales Provisiones manda que sean
cada año elejídos. Y «ssi cumpliendo yo sus Reales,
Mandamientos por tales los nombro y señal o--r-pero pa-
reciéndome que la elección que sea de acostumbrar hacer
sea un dia señalado como es usso y costumbre en tQjdas
las Ciudades y Reinos de su Magestad— Digo que les doy
poder y facultad en nombre de su Magestad para que
exersan y ussen los dichos oficios y cargos desde el dia de
la fecha de esta hasta el dia del año nuevo que Venra que
es el principio del año'que Reyna de mili y quinientos y
setenta y cinco; y assi mando y por ordenanza que aquel
dia antes de missa todos los años tengan de costumbre
de jimtarseen su Cabildo los Alcaldes y Rexidores con
El Escribano de Cabildo y hacer 'su nombramiento y
elección como Dios mexor les diere á entender á la ma-
nera y forma que se acostumbre en todos los Reynos del
Perú- Otro ssi mando á los Alcaldes y Rexidores vayan
conmigo y en e) conmedio de la Plaza de esta Ciudad me
ayuden á alzar y enarbolar un Palo Para Rallo para allí
en nombre de su Magestad y de El señor Gobernador
Juan Orliz de Zarate se pueda ejecutar la justicia en los
DU SANTA FB 221
delincuentes conforme á las Leyes y Hordenanzas Reac-
ios—Otro ssi nombro y señalo por Jurisdicción de ésta
Ciudad por lasarte del camino del Paraguay hasta el
Cabo de los Anegaderos chicos y por el rio avaxo camino
de Buenos-Aires veinti cinco leguas mas. avaxo de San*
ti Espiritusyassia las partes de El Tucuman cinquenta
leguas ala tierra adentro desde las Barrancas de este
Rio y'delaotra parte del Paraná otras cinquenta— Otro
ssi mando que e) asiento y repartimiento de los Solares
Cassasde los vecinos d.¿ esta Ciudad se edifiquen, y
assienten y se guarden conforme á las trazas que tengo
señaladas en un pergamino que es fecho en este assiento
y Ciudad de Santa Fé oy Domingo á quince de Noviem*-
bre de mili y quinientos y setenta y tres afiaa-^O tro ssi
en la tierra de esta ciudad tengo señalado dos solares pa-
ra Iglesia Mayor la cual nombro la adbocacion de todos
los Sancttos — Testigos que á todo Lo dicho fueron pre-
sentéis Francisco j de Zierra Maestre de campd de esta
conquista y Antonio Thomas y. . . • • . Sánchez, fecha,
dia, mes y año— Juan de Garay — por testigo Francisco
de Zierra — por testigo Antonio Thomas — Por testigo
(inteligible) Sánchez'-— Por mandado del señor Capitán
— Pedro de Esplndola Escribano nohibrado po^r la justi-
cia— ^Es copia;— Matluel L Pujato Sub-Secretario.
I ff
(Memori^ M Ministerio del Interior, afio 18^4).
Por la precedente Acta los límites de Santa Fe son: al
norte por la parte del camino del t^araguay hasta el cabo
de los Anegadizos Chicos, (1) y rio abajo camino deBue-
(1) El Cabo de los Anegadizos Chicos se hallan al norte del antigao pae*
blo de San Gerónimo (llamado también pueblo del JRey), i distancia de 80
leguas de la ciudad de Santa Fe, y como á 64 de la «itigua ciudad, donde, se
kíso el aeta de fundaciunr
Por lo demás yi^or majar ilustración sóbrelos límites naturales y consti?
tscíonalet de la provinoia de Santa Fe, puede consultarse los importantes in-
formes pasados separada y conjuntamenl« por .la oomísíon que ia pomponea
21
822 PBOvnrcu
■
nos^Aires 25 leguas abajo de Santi Espíritu (hoy Rincón
de Gaboto). Este limite se estiende de este lado del Pa*
rand. Al oeste la provincia de Córdoba, la que no se
nombra en el acta de fundación, porque al mismo tiempo
que Garay poblaba Santa Fe, Cabrera estaba poblando la
ciudad de Córdoba, sin que uno ni otro de los pobladores
supiese de la población; asi es que Garay seíSalaba aquel
rumbo de Tucuman por ser la parte que sabía hallarsa
poblada. Al este 50 leguas á la banda orienial del Rio
Paraná. Este límite fué desmembrado á la provincia
de Santa Fe, en 1814, por el Director Posadas, para es-
tablecer en aquel territorio, lo que hoy ea provincia de
Entre Rios. Sobre esta desmembración hubo una for<
mal protesta por parte de la provincia de guanta Fe«
ACTA P LA MDACiON Y MENSURA m SANTA ñ ^'^
En la Ciudad de Se^nlaf^e de la Bera Crus en veynt^
dias del mes de Fevrero de mili yceis sientos y sinquen-
ta y tres aíios (20 de febrero de 1653) Yo el Capitán
Alonsso Fernandes Montiel Besino y alcalde hordinario
en ella por su magestad en conformidad del decreto del
Cavildo Justicia y Regimiento de ella y comission ámy
dada en virtud de la que el seilor gobernador desta pro-
los sefiores don Domingo Cregpo, clon Urbano de Iriondo, don Aureliano
Argento y don Pedro Rueda, en la Memoria del Ministet'io del Interior , ya
citada.
(1) Ja trascribimos literalmente ysiavaríar en nadasn original ortogra*
fia de El Tiempo de Santa Fe, del 18 de marzo de 1866.
Al publicar este curioso documento qne el presidente del Departamento
Topográfico facilitó á la Tedaccion de aquel periódico^ lo hiiio ^ta ata akevar
en nadaBt loa mas vulgares errores y vicios de redaooíon, á fit) de conservar!»
y presentarto en toda sa original puresa*
DA i^AlITA Ffl ^38
víq^sía dló 9) dicho Cavildo p4ra la Pd^ariissioo de tier-
ras y .chacras para lavr^nssas que upa:y otro eatan» en
los autos autesedentes hisse medissioa de las tierras
seDaladas para chácaras por querdas teniemlo cad^l una
sien baras castellanas con asistencia de los capitanes
Diego Thomas de santuchos anlooto alvarez -de la vega
antoniodQ berf^.muxica el cappitan Matheo de lencinas
antoni(>Zuar0s.de aUamirano y .aloAsso Ramires y Juan
donninges pereyro personas nombradas por el dicho Carr-
VÍI40 para dicho efecto y en presencia dé otros muchos
Besinos y. moradores que gehaUarun por su deraaboá
dichas mediciones comofuerun cpppitap Miguel de Enci-
nas el y abiendose medido por cuerdas el dicho pago de
arriba de^de .si mpjon vezino se hallí^rMm siento y Mynte
y niiebe cuerdas y. media. de ft si?n v^^r^sj castellanas y
porque no se á hallado padrón que de la l.u^ iie^esarjfi
para ha.ser 9I. prese,i;i,íe aprovechándome dft los. autQÍ fe-
chos por el Cappitan diego Thomas de santuch/pfirvCí<i>-i;i
comission q,ue tuvo del Cavildo deste dicha ci^idad./ cpn-
ferido que muchas chácaras que en dichos autos 6e.pí>p|i|-
cionan po son las cu^erdas ^ntefas ^ino divididas por ^a-
tas y bentas de sus (Jueflos y que my comisa¡or)..dis39
señale á quatro y Á dos cuerda:? seguróla calidad de los
Lavradores. hisse la repartission y señalamiento, dp ¡as
chácara^ del dis^o p^go de arriv^ en ^a. forma, sigqjp^te.
Pago op arriva i
« Primeramente medy y señale desde el 'dicho iMójori
vesfeo al ejido q^atrb cuerdas á los heredéroíj del ^eñor
adelantado don Juíín alotisso dé Vera que según- las di-
ligencias sitadas párese las teniaVí en la Ciudad Biieja;
« Luego se siguen dos cuerdas de los herederos dfe
JtmH'Ruisde Qtencio y úbrid, ouerdá'd^' \c^ hered^ros'de
ainbrooia xímenejs que^nas y otras son tres ctreitkrs^. '
€ Luego se sigue el cappitan Juan RésquitV toft Ú6é
cuerdas^.'' ; ' > u .- .'• .<. • -.: / •■.i
324 PBOVIKCIA
« Lnego se sigue antonío de vargas <5on tres cuerdas.
c Luego se sigue alonsso fernandes tnontyel el mosso
oon dos cuei^das.
« Luego se sigue el cappitan geronimo rryberola con
quatro cuerdas.
«Sigúese luego Cosma sanchez con una cuerda.
« Luego se sigue el' cappitan Motheo de lencinas con
'quatro cuerdas el capitán miguel de lencinas con dos
cuerdas»
- «Luego se sigue felicíano Rodrigues con dos cuerdas.
c Los herederos de Juan dias con dos cuerdas.
« Luego- se sigue los heredeí-os de diego Lopes con dos
cnerdas.
«Luego se sigue un fulano ortis con una cuerda.
«Luego se siguen los herederos de diego suares con
. tres cuei-das. '
« Liiego se sigue el cappitan Cosme de abila con tres
•cuerdas.
« Luego se siguen los herederos de diego de balensue-
la con dos cuerdas.
TLuego se sigue el Licenciado anfonío santuchos con
dos cuerdas.
Luego se sigue Juan dé arse con doé cuerdas.
Luego se sigue alonsso ramires con tres cuerdas.
Luego se sigue Cosme sanches con dos cuerdas.
Luego sigue gaspar fernandez con dos cuerdas.
Luego se siguen los herederos de domingo hernandez
con dos cuerdas.
Luego se siguen los herederos del gobernador her-
nando arias de saavedra con quatro cuerdas.
Luego se sigue antonio de bera muxica con sinco cuer-
das con una que se le agregó de alonsso de león.
.Luego se $igue Jua^a dias g^lindo con quatro cuerdas.
Lu^go^e ^guen los. herederos de diego de ia calsada
cof> u.na ovi^rda.,
Luego se sigue Vísente moreyra con una cuerda.
\
DB 0AIITA VB 385:
Luego se sigue Pedro alvares salgero con dos cuerdas.
Luego se siguen los herederos de guistín alvares con
querda y media.
Ln^d se sigue Juan alvares hoVguin con cuerda y rrie-
dta.
Luego se siguen domingo martln y donato de orónacon
tres^ cuerdas.
Luego se sigue doifi diego de azevedo con dos cuerdas.
Luego se sigue francisco de apaVicío con dos<5uerdas.
Luego se sigue el maesUH>de campo Juan arias de sá-
abedra con dos cuerdas.
Luego se sigue el Colegio de la Compañía de^Jesus con'
dies y ochoq^uerda y media.
Luego se siguen los herederos de bartolomé sanches
con dos cuerdas.
Luego se siguen los herederos de don francisco mar-
tel "de gueman con quatro cuerdas.
Luego se sigue Pedro Medina con dos cuerdas;
Luego sé siguen los herederos de luis de aguilera con
dos cuerdas.
Luego sé sigue dófíamaría altamirano con dos cuer-
das.
Luego se sigue don Juan de laCrus con dos cuerdas.
Luego sigue francisco hernandes con dos cuerda:s.
Luego se siguen los herederos de lasaro antonio de
gueman con dos cuerdas.
Luego se siguen los herederos de Juan Sanches con
dos cuerdas.
Luego se sigue Juan de Eápinosa: '
Luego se siguen los | herederos del capitán Juan Osuna
con quatro cuerdas.
Luego se siguen los herederos del P^. graviel sanches
con iquatro cuerdas.
Conque quedan ajustadas las dichas siento y beynte
y nuebe cuerdas y media del pago de arriva y costa de
las Lagunas del Saladillo.
336 . VRórmííA
PAGO DE A Bajo
Iten se midierun las tierras de la costa del salado
grande desde suprimen mojón vesinoexido bástala Cru^
sitada del cappitan Miguel de santuchos y se hallarun
siento y dies y ocho cuerdas de a sien baras castellanas
cada una cuerda sin cañadas el uno. ny otro pago y se rre-
partierun según ios autos obrados por el cappitan diego
Thomas de santuchos en la forma siguiente:
Primeramente desde el mojón vezino al ejido di y se-
Qiale el convento del sefior sianto domingo dos cuerdas.
Luego se sigue el general doi) crisptoval de garay con
quatro cuerdas.
Luego se siguen los herederos de Miguel Rodríguez
con querda y media.
Luego se sigue antonio ZuaresaUamirano con quatro
cuerdas. . .
Luego se siguen los herederos de Juan de Arze con dos
cuerdas.
Luego se sigue dona marta cortes de santuchos con
dos cuerdas.
Luego se siguen los heladeros de francisco martines
con querda y media;
• Luego se sigue el toppitanAlónsso fernandes montíel
con quatro cuerdas.
Luego se sigue .el eáppitaü Juan gomes Resio con qua-
tro cuerdas. »
Luego se sigue Roque dé mendieta Zarate con tres
euerdaSi
Luego se sigue el cappitan hernando montiel con tres
querdas.
Luego se siguen los herederos del cappitan miguel de
Santuchos con siete cuerdas y medias.
Luego se sigue el cappitan Bernave Sancihes con tres
cuerdas.
PB SANTA FB 827
Luego se sigue Juan hernandes Romo con tres cuerdas.
• Luego se sigue el general diego de bega y frías con
cuatro cuerdas.
Luego se sigue Josef negrete con dos cuerdas.
Luego se siguen los hecederos de basualdo con dos
cuerdas.
Luego se sigue antonio albares de la bega . con quatro
cuerdas. %
Luego se sigue Juan gonsalesde atayo con tres cuer-
das. *
Luego se sigue el cappitan crisptoval de Santuchos
cqn tres querdas.
Luegt) se sigue Juan cardoso el mosso con dos cuerdas.
Luego se sigue andres belasques con dos cuerdas.
Luego se sigue don diego de acebedo con dos cuerdas.
Luego se sigue Juan domingues pereyro con dos cuer-
das.
Luego se sigue dona francisca nabarro digo crisptoval
Ximene su hijo con dos cuerdas.
Luego se sigue doña francisca nabarro con tres cuer-
das.
Luego se sigua Bartolomé de liscano con una cuerda.
Luego se siguen los padres de nuestra señora de las
me;rx:edes con doscuérdas.
Luego se sigue eKcappitan Lasaro del peso con quatro
cuerdas.
Luego se.sigue doñageronima arias de monliel con dos
cuerdas*
Luego se siguen los herederos del cappitan Juan de
osuna con dos cuerdas. «
Luego se sigue alvaro de andrada con dos cuerdas.
Luego se sigue Juan de vega con dos cuerdas.
Luego se sigue grabiel de monson con dos cuerdas.
Luego se sigue Juan gomes de salinas con dos cuer*
das.
328 PBOYUtciA
Luego se siguen lofe herederos de cpísptoval de areva-
lo con dos cuerdas.
Luego se sigue catalina muños con dos cuerdas.
Luego se siguen los herederos de Juan de Contreras y
diego de sepedacondos cuerdas^ declarase que las dos
cuerdas que están aquí nombradas para Los herederos
de Juan de Contreras y diego de sepeda son ^de catalina
muños y los señalados á lo ssussodicho sonde dichos
erederos de Juan de contreras.
Luego se sigue Alonsso Ramires con cuerda y media.
Luego se sigue doña Leonor de herrera con una
cuerda.
Luego se sigue donaPolonia.de ha Róssa con cuerda
y media.
Luego se sigue Ignacio bautista alcalde de la sania
hermaudad con quatro cuerdas.
Luego se sigue el Licenciado francisco holguin con
quatro cuerdas.
' Luego se sigue Ignacio holguin con dos cuerdas.
Luego se sigue el cappitan diego Thomas de Santu-
chos con quatro cuerdas que son las últimas al dicho lin-
dero de la Crus con que quedan ajustadas las siento y
diesy ocho cuerdas de tierra del pago de abajo.
Y en la forma referida se hissola partission de ambos
pagos de que mande haser y hisse este padrón que man-
de se arrime á los demás autos de la trasmuta y lo firme
con dichos diputados y señalados por dicho cavildo para
lias dichas medíssiones y testigos siéndolo Juan de arse
el cappitan miguelde lencinas y feliciano Rodrigues vesi-
nos y moradores desta dicha ciudad y baen papel común
por no aberllo sellado y estar mandado se usse del por el
Señor Lisenciadb don Andrés gara vito de león del ha-
vito de santiago del consejo de su magestad su oydor en
la Real audiensiade laplatay Bicitador general tiestas
provincias y passo ante my por defecto de escrivano pú-
blico ny Real —Alonsso fernandes montiel— diego Tho-
DR 6A9TA FE 839
mas de santuchos-*-Mateo de lancinad— Antonio Zuares
altaoiiracio— Alonso Raoiires gaete— Juan damingues pe-
rey ra — testigo Juan de arze — testigo Miguel.de lencinas— r
testigo feliciano Rodrigues.
YoeJcappitan crisptoval domingues de 3anabria vesi-
noy alcalde bordin ario desta ciudad de santa fee de la
Bera Crus provincia del Rio de la plata por su majestc^d
mande sacar el traslado de sussoque queda el original
en los demás papeles de la dicba ciudad ba sierto y ber«
dadero correjido y conssertado y en fee dello lo autorisso
y í}rmo ante my y testigos que lo fuerun. Thomas gaioso
y pedro peres de castro y andres de alvares del castillo
vesÍQQs desta dicha ciudad de santa fee que asy mismo,
firmarqn por falta de escrivano Piíjblico ny Real y es fe^
cboen est£^ dipl^a ciudad en beinte y un dias del mes de
abril de nüill y seissientos y sesenta y dos^ años y ba en
papel pomun por no aberllo sellado— ^Crisptoval Domin-
ges de sanabría— testigo pedro peres de Castro— testigo
Andres alvaresde Castillo— testigo thomas gayoso.
^ Santa Fe (1) debe su fundación á la necesid-ad de ase-
gurar el tránsito, Qomunicacion y comercio del Paraguay,
con el Perú x Cbile. Era.material mente imposible transi-
tar por el dilatadísimo territorio que separadlas pguas
del Paraná de la provincia del Tucuman, mucho ma^
cuando estaba poblado de innumerables tribus salvajes.
Con este objeto vino del Paraguay don Juan de Garay á
eonquistar la provincia de los indios Calchinesy Colasti-
nes. El dia 30 do setiembre de 1573 topió puerto y la
docilidad de estos indios, como la de sus vecinos los Mo*-.
coretaesy Pairindis, le facilitaron la empresa, de modo
queell° de noviembre el ij i ó. ya el sitio donde debiera
construir la ciudad. Enarboló en Cayastá ía bandera
española y la Santa Cruz, y autorizó la ciudad con el nona-
bre de Santa Fe de la Vera-Cruz, poniéndola bajo el am-
■
(1) Informe de don Urbano de Iriondo, publicado en Ul Memoria antes
citada.
830 i^BOTnrciA
paro del Mékltiio doctor San Gerónimo. Trazó en un
pergamino el plano de la ciudad y él 15 del mismo levan-
tó el acta de su fundación^ cuya copia encabeza este es-
pediente. Esta acta señala un territorio para la provin-
cia, y es el título de su propiedad. Mantiene su posición
civil; y su posición natural la ha estendido á veces hasta
los mismos términos en el acta señalados; á veces se
ha limitado en los sul>urbio8 de esta ciudad. Cincuenta
y dos años estuvieron los españoles gozando de todo el
territorio conservado á loa indios y en paz con ellos.
Pero en este tiempo los Cálchaquís unidos oon los Mogo-
mas, Naticas, Callagaes y Abiponeá destruyeron laciu*
dad de la Concepción de Buena Esperanza, fundada por
los españoles sobre el Rio Bermejo, y vinieron sobre San-
;ta Fe á]la que Hostilizaron tanto y tan atrozmente, que don
Mendodela Cueva y Benavidez, gobernador y capitán
general de la provincia de Buenos-^AireS determininó
mandar unaespedicion en su socorro, que logró ahuyen-
tarlos y les hizo 300 prisioneros. Pero luego que se re-
tiraron á Buenos-Aires las fuerzas ausiliares, volvieron
k)s indios con'tal furia que obligaron al vecindario á
trasladar la ciudad al lugar donde hoy se halla. Esto
sucedió el año de 1652, en que se d¡6 principio á la obra,
y hubiera sido imposible llevarla á cabo, si el maestre de
campo don Juan Arias de Saavedra no hubiese logrado
triunfar sobre los indios en 1657; y obligado á hacer las
paces á los Calchaqules, con que se logró dar fin á la
traslación dé la ciudad en 1660, en que contaba 87 años
de su primera población, de los que 36 había pasado en
continua guerra.
t La paz con los indios y la protección del rey de Es-
paña que, por real cédula del 31 de octubre de 166á de-
claró al de esta ciudad puerto único y preciso de las em-
barcaciones que navegasen el ;Paraná; los vecinos de
esta ciudad restablecieron sus perdidas comodidades y
haciendas. Los indios eran fieles á sus promesas, y
\
progresaba él país botablémente. El jyro^eso hubiese
sido mas Mpído; perojancargAdó pof eS gdbefnadot» y
6ap¡t*in gertéral de Buenos-Aires don Joáé de Odrr<o, el
maestre de campo don Antonio de Vera y Mujlc^ co*^
mandante de estas milicias, de hacer desalojar ae los
portuguesas las islas de San Gabriel, tuvéy que movi-
lizar las milicias con las que acampó en la Banda Orien-
tal en el parage que desde entonces ¿e llamó el Real dé^
Vera, donde reunió el ejército espafiol; ton el que asaltó'
y concluyó con los portugueses al mando del general!
don Maííuel Antonio de Lobo el 7 de agosto tíe 1*60;
Después de este triunfo regresó el señor Vera Mujica á
esta ciudad, qdé se hallaba libre de la persecüCi(»n dé ios
indios. Entonces se le encomendó'á estesefior la éour
quista de/1 Chaco por el Tucumaíi^ cuya empresa nó iuvo
efecto por las emulaciones del gobierno de aquélla pro*
vincia. Pero era tal \^ tranquilidad' de Santa Fe, que,
seguti una memoria escrita elaflo de 1780, habla mas dé
30 leguál^ al norte de esta ciudad pobladas de pingües
e^tahci^s, de las que sacaban haciendas á millares para;
las poblaciones del interior^ Corrientes y el Paraguay;.
y aun se conocen propiedades de particulares á esa altu-
ra. Pdfo el indio Notirirl {á quien el padre Lo^cano lla^
ma famoso), c^audillo de níinlero'sa parcialidiad de la na^
cioaMocóyí,quehab¡tal>a la p^rte defl Chaco que Hnda
con las froliteiras de Salta y Jiyui, cayo alrevlmie4>to ha^
bia. llegado hasta atacar la misma ciudad de Salta, por
derosámente perseguido por los españolea, * abandona
aquellas comarcas y persuadió á.los Aguilotes d^ laa
venti\|as de esta trasmigración, y coa ella se vino al paia
de los Abipones, fronterizos de esta ciudad* trayendo
consigo gran número de caballos de las estancias de los
españoles. Unidos éstos, y aprovechándose de la dis*-
tancia en que se hallaban Jos tercios de Sania Fe y
Corrientes, que al mando de don Francisco de Vera Mu-
jica,- hijo del referido don Antonioi fueron en uña espedí-
883 ' PBOVivciik
eiongeiteral,desUnados.á seguir el rio Caimán hasta la
asolada eiiidad de la Conoepcion de Buena Esperanza,
Ijrincipiapon sus hostilidades, y en 1711 hiipíeroa gran
mortandad de* estancieros y pobladores de la campaña.
Lo3 santafecinos^ con snis fieles y valientes aliados los
Calchaquís defendieron la ciudad hasta queel 4de marzo
de 1718, .50 ^antafeoinos pelearon en el Cululú, 14 leguas
d$.esta ciudad, ^ 300 indios de los que s.olo dos escapa-
iron. Pero en el misnno año, hubo una.peste general en
Ija provincia queoa^i concluyó con los Calchaquís y dies-
Xinió nuestros soldados. Con esta calamidad empezaron
Ips.indios nuevamente sus hostilidades y redujeron esta
población á ios limítqs de esta ciudad^ que fué preciso
guardar ooq paredes y fosos.
€ El gobernador y capitán general de Buenos Aires don
Bruno Mauricio deZabala, con largueza á este vecinda-
rio, mandó tropas-ausilíáres, arrna^ y municiones; y en
1726 vino en persona 4 prestarle su amparo. En el paso
de Santo Tomé, antea de pisar S. E. esta orilla, fué aco-
metida por los indios su comitiva^.laque^ ayudada de la
gente del fuerte que allí existía y de Varios santafecipos:
^ue á n^ado pasaron en su ausiilio, jmantuvieron 'un largj
cohíbate, hasta que los indios fueron derrotados dej>anclo
muchos cadáveres como los había de los nuestros.
«Entre las medidas tomadas por el señor Zafoala, la
mas acertada fué la del nombramiento de teniente gober-
nadorquehizoen la persona del ilustre santafecíno don
francisco Javier de Echagíie y Andia. Nunca (os indios
tuvieron^un enemigo mas constante' ni mas valiente. In-
trodujo en ellos el terror y después de haberlos quebrado
Con su valor, mandó auno délos muchos prisioneros que
.tenía en dstá ciudad atendidos generosamente, á propo-
nerles paces, las que quedaron concluidas en 1742, com-
pro*met}éndose los indios á reducirse en los pueblos que
íes' establecieron. No pitdo el magnánimo señor Echa-
gíie cumplir con lo qué había prometido á los indios, por-
DB SAKTA FB
333
que le tomó la muerte; pero su digno sucesor don Fran-
cisco de Vera Mujica cumplió fielmente con cuanto aquél
les había prometido, estableciendo el pueblo de San
Francisco Javier en 1743, donde hoy se conserva desti-
nado desde entonce^ á Ip^ indios Mqcoyis: en 1747 el
del Rey ó San Gerómino, á 8Ó leguas -¿fe esta ciudad,
para los Abipones, que en el año de 1824 fueron trasla-
dados al Sauce, donde residen; y después el de San Pe-
dro^ terreno de propiedad del finado señor Candioti, á 8
leguas dq est^ ciudad. No quedarojij3ja3J^dio|5sifj.rpj-
duc¡r$e^ qup partidas sueltas por los; xx^ontes de Ispjn,
l(^s que á Qqesf de^siglo pasado el t^qienie gQbier^ador
don Prudencio ]¡^an'a de Qastañaduj't, redujo á ivn pueblo
pacífico con . el nombrada Ispiíi. La prpviuci^ poseía
otra vez todd su territorio: quedó asegurado el tríui^ito
para el interior por el camino de los ¡^uncjljales y. Mar
Chiqujtaj y tanto por éste, conaopprel .d^l, Queb^pacho
Herrado se viqj^ba sin el me¡aor p.eligp, hall|án4ose nues-
tra campaña poblada de , inm.Qnsasr I^acieadas ,..«,•>>,
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TENIENTES GOBERNADORES
. DEPENDIENTES DEL GOBÍERNO INTENDENCIA DE
BUENOS AIRES
I§iO-B. PROIEMCIÓ HIJLRfjL Bfi CÍAÜTAftjLBlJY,
« teniente corontí retirado, teniente gobernador, desde
• el año de 1792 hasta el' 85 dé junio de 1810, que fué
depuesto por la Junta y sustituido 'por el alcalde de
1.*' votó Lárreehea, hasta qve se presentase el coronel
Manutíl Rul¿; á quien se habla conferido el mando.
Apesar de haber reconocido la q^itorldad de la Junta
de Buenos Aires, él 4 de junio, mandando tirar un ca-
ñonazo eff la^plaza y repicar las campahas, se le orde-
nó hiciese entrega del n^Undó, como lo hizo, al citado
Larrechea, quien, no considerándose con- las aptitudes
necesarias para el desempeño de tan difícil cargo^ en
aquellas circunstancias, pidió ser relevado, continuan-
do, entre tanto, el mismo Gastañaduy, hasta el 3 de
agosto. Al poco tiempo, se retiró éste con su familia
para Buenos-Aires.
i8tO— D. PEDRO TOMÁS BE liJLRREflDHEA, santa-
fecino, alcalde de I"*** voto, teniente gobernador interi-
no. Se recibió el 85 de junio, pero desconfiando de su
poca práctica, pidió (11 de julio) ser relevado.
l9iO— D. MEii€HOR EC^ACtüE, santafecino, coman-
¿ante de armas y teniente gobernador.
Fué nombrado interinamente el 14 de julio, mientras
se presentaba el que seguía provisto para servir aquel
gobierno, de que se recibió el 3 de agosto, hasta el 18
del mismo mes.
«
ifiíe^COBiMiBL MAivvBL BüíEy español, geCa del
Fegimientodenegrodde Buenos->Aires, teníeate gober-
nador, desde, el 18 de agosto.
El Cabildo, el cura y varios veoinos de Saleta Fe pe-
dían que don Francisco Antonio Candioti fuese coloca-
do en el empleo de teniente gobernador, pero la Junta
de Buenoa-Aiired. les contestó na poder complacerlos
por haber sido ya nombrado Ruiz, quien tomó posesión
desgobierno en dicha fecha de 18 de agosto.
Desde el 5 de setiembre, la comandancia de Entré-
Rios. que desempeñaba don José -déUrquiza, quedó
dependiendo de la tenencia de gobierno de Santa- Fe.
Cuando el general Belgrano pasó por Santa Pe, eñ 2
de octubre de 1810, con destino á la espedícion contra
el gobernador del Paraguay, don Bernai^do de Velazco,
sacó' de aquella ciudad las doscónripaílíasde lOO'Él'an-
déngues santafecrfíos, que tnandíilia M teiilerlte (hecho
capitán) Francisco Antonio Aldaoy guarnéclanf la fron-
tera, quedando éstaC "abandonada y soló defendida por
los vecinos.
Délas referidascompanIas.de Blandengues, Ileva-
dds por Éelgrano, cuyo ejéf citó fué derrotado por los
paraguayos^ no volvió mas que el sarjentó ya alférez
don Estanislao López {de 16 años de edad, después
gobernador vitalicio de la proyíncia) (1), quien 'hablen-
: . - I • • j t ¡
(1) El sargento Estanislao Lopoz, de 16 años de edad, acababa de ab^n.
donar la gnardia de nn pneblo de Misiones, donde estaba de destacamento
para ir & solicitar del general Belgrano le pertnitiese marchar con la dí?i-
▼ipion del general Máchala, qne fué la primera que phó ti terrítorie pai^a»*
guayo, e|k 1 9 de diciembre de 1810. ..... * .«
Lo« 100 Blandengues santafeclnoB sobresaTieron por sn ^enaedo y entn-
siasmo é^ los combátela de aquella azarosa eatnpaffa.
Eo él €ampichQél6, ' en «1 paso de! Tahlenarf , en el Arroyo d» IbaSesy eo *
todas partes, donde hubo peligros, se •ncontra«oü íinnei y serenos ea stü*
pfoestot. / . . . .. ;/
Cornos» sab», «no do Ip» errares mas fusestos do la derjrota quo sufríetoii
las faerzas espedicionarias 1^4 lü #Btrato&OB bseba-per el mayor general del"
336 PBOVucciA
do caf do prisionero en aquella desgraciada eampaña,
fué embarcado y llevado don- destino á Montevideo,
donde dominaban los .realistas^ y una noche^ sin ser
sentido^ se ai^rojó al agua llegando á nadó al campo del
general Rondeau.
Ruiz gobernó hasta agosto de 1818^ permaneciendo
después en la ciudad dé Santa Fe, donde murió en la
. pobreiML,
I8i»-€ORO]V£Ii JIJJIIIÍ AIÜTOIVIO PKREIRA., porte-
.ño, nombrado el .2Í^ de enero.
Ejerció el gobierno desde agosto de 1812 hasta el
1§ de ,npviepibre del mismo año.
, Erí el. interés de d$f(?íider. j^i ciudad de Santa Fe, con-
tra la escuadra española, que. acababa de invadir la
ciudad de CorrieiHes y se bailaba en la boca del rio
, jParaná.con tropa de desembarco, el gobernador Pen^i-
ra reunió un considerable número de indios armados,
. á quienes hizo entender que, conio ciudadanos, esta-
ban en el deber de coadyuvar á la común defeusa de la
patria contra sus enemigos los españoles.
Luego que se f étiro la escuadra española, los indios,
acaudillados por el cacique Manuel Alaiq[uin, y orgu-
' liosos con su título de ciudadanos, para las cargas de
tales y ño para. sus goces, empezaron por saquear una
carreta cargada de efectos, que iba con destino á San-
tiago, y continuaron robándolas haciendas de las es-
* tancias del norte, que llevaban á vender al Paraguay.
ejército, déla caballería j algunos iafantes, ea persecaclou de loa dU'^enoa
que corrían á asilarse en la capilla de Paragaarí. fe
Bata fuerza, cortada, por el enemigo, tuvo que defenderse daranie coatro
horas, diezmada por las balas, acometida por un ndmero iamensaipente supe*
rior de contrarios, y hacíemio esfuerzos inauditos por abrirse. paso al traT¿i
de^iViaxnuraUadO'Cafl9D6sj bayonetas, cajeado hechos pedazos comodón
Mamón Espinóla, ó exhaustos de debilidad por el cansancio 7 la sangre der*
ramada j. como «1 in^petnoiio j dren don Estoaislao Lopex, tan célebre después
ettla bifiorift de ka ^errasiolvilea di»laB«públka.
DB; SANTA. ?B 337
Ppnesta época hizo SU aparición el (Jespues celebre
d,on Mariano Ver^, qujen, sin ser mÜitftTj. reunió, x^n
pern)iso del gobipnics 200 hombres armados y bfcn pro-
vistos de todo lo necesario y emprendió una espedicion
contra, los indios, en enero de 1813,, la cual fué com-
pletamente derrotada, con pérdida de alguna? .vidas,
de toda la caballada y de cuanto llevaban.
Con este triunfo, los indios cobrai:on. nuevo brío,
enseñoreándose de toda la campaña; .continuándoos
. asaltos 4 las: e,^tancia$, llevándose las ¡haciendas,, sa-
queando las casas y desnudando á cuantos itomfiban,
aunque sin matar anadie.
ipfJtHntP^AíJBir Aii^.9pi4^ I4UW Bi^i|IJl&|, pprtgño,.
nombrado ^\ iS de noviembre de 1812 en relevo del co-
ronel J. A. Pereyra, ha^ta junio de 1813, .,( !.
El 3 de febrero (1ÍJ13), tuyo lugar un.bec^p deai^mas
ei^ S-an Lorenzo, del que fué testigo y. casi teatro el
convento de; San Carlos.
«
En aqu^l dia, el bizarro Rejimientodie • Granq^deros
á caballo al mando del coronel Jo^^ de San Martin,
sallado del. convento^ entibe cuyos muros se: hallaba
oculto, cayó de sorpresa sobre los españole3, .que, pn
Dúniero de S50.y con 2 piezas de artillería^ habían baja-
do atierra. Quedaron ^n el campo 50 mpprtos, 14
' prisioneros y las dos piezas do artillería. Los demás
fueron derrumbados á balazos, barranca abajo.
La patria perdió en aquel lance brillante 15 de sus
. defensores, q«e murieron, y un oficial prisioniero, á sa-
ber: 2 porteños, 2 correutinos, 3 púntanos, 2 riojanos,
2 cordobeses, 1 santiagueño, 1 montevideano, 1 chile-
noylfrancáa.
tsts— COBO.^EJL liüClilIVO 1|IGI%T11S( BJE OCJl^ por-
teño, ilombrado el 4 de jimio, hasta febrero de 1814
que, por orden del Director. Posadas, pasó al ejército
ausiliar del Perú á objeto del servicio nacioqalt
22
3S8 FBÓTikOÍA
Al poco tiettipo del gobierno de esté, llegó á la ciu-
dad de Saatft Fe dé cortiandántéde'arrrtas el coronel de
ingenieros don Eduardo Kaillítz, barón deHoImberg,
quien levantó una batería en la Chacarita, en frente del
punto donde sé reúne el rio con- el arroyo que cae al
de Ka Laguna grande, con el fin de evitar el desettibar-
que de tropas realistas.
Mas tarde, cuando ennpeza^on á aparecer en Entre-
Rros las montoneras del general Arligas, encabezadas
por don José Eusebio Héreñú, él coronel Hohnbergfué
ftiárídad o por el gobierno de SatitaFe, p&ra destruir-
las, como se dirá en su lugar correspondiente.
peruano, nombrado el ga dé febrero, en relevo del coro-
nel Montes de Oca:
• Eígt>biernd de Alvareí fué dé corta duración, "pero
• el siifiiiiente tiempo para poder quebi*ár lá maléfica in-
fluencia del Protector Artigas^x^on su sistema y<jrfera/
de las montoneras que empezaban á levantarse, enca-
bezadas por don Jo=sé Ensebio Héreñú, en En tre-»Rio?,
primero, y eh Santa^.Fé, despuíes^ según se vferá mas
adelante.
El gobernador Alvarez adquirió algunas relátíónes
'en Sántá Fe, que después ftierún de nlucha utilidad ala
causa del' Directorio; Sucedióle el cotónel Díaz Ve-
lez. • ••' í^ • - . . •
El gen eral Alvarez y Thomás falleció en Buenos-Ai-
reé el 20 de juíio de 185V á la edad de '^O años y 5 me-
ses: (1) .. : .
• • • *
t9i4-«EiVERAii EVSTOQVio DÍAZ i^BLKS, nom-
brado por el Director Posadas, en abril de 1814, hasta
él 24 de marzo* de 1815, ^que fué derrocado por una*
• ' ■ .■ • ' .
(t) Véase Bosquejo Biográfico del general dot^ Igna^,JJvarez y Ho-
másy etc. por el autor de lá prése&te SiatóricL
f ueírcsa ^6 Artígits a) mando. da HereQu^ con qui^a ajus-
tó la entrega de ciuanto estaba á su cargo^ embarcán-
. dose Q0nid/esitiiíK]|;4 QueBos .Atne^la mi^tt^94 iarde del
eapresado día 24 demaízo de 1815, .con I03. oficiajes
y soldados 3que! quisieron.
Retira'do Diez Velez, la provinéia de Santa Fe se
declaró independiente dé sii antigua metrópoli» Buenos
Aíire», y dfe kif>bediencia^el l>ií»eotoirio y ¿oiíietitia al
Protectorado de Artigas. ii 1 i i i -: .
• Al espació de tiéhnpo trascurrido desde la deposición
' del teniente goberriador Diáz' Vele2, 24 de rú&t^ó de
1815, hasta la desírtictíioh del 'genetel»Ran>irez -en
'Sttíi'Fi-áncí^cb, provincia dé Córdaba, éMO dé'julíb de
* ^182Í/fofesá»tájtecinos locterioniíTíaroii laGúerfa d&los
■ siétectfíos. . í ,.^ ..
flsiAi^iiJ FBAMcisca AmrojiíliiiCAWBiavi^i.saifttafe-
ciño, noimbrado gobeín^dOr i-rAerina,' i^l 24 ;de.mar,2jo,
pCr el Cabildo, hasta la re.uiúon delipueblo para i$legir
.gobernador én propiedad. .1:1
Proclamaído «t Protectorado de Artigas, se enarbolló,
' con to^a éole^mníidad, en medíoide la plaza,, la bandera
" de la Lib^rtadi cortífiiuesta ide • una faja' blaiüm etn^el
* 'centro^ dos celestes á )os>la()os^ Horizontales' Ipts tnee,
y uma'&fíoáfnada iqúé Iá*cra2}aíbaenbapda94 ^' .
Deáde entonces dafta lá gueifrá :de<San4a;Feoo/i Bue-
nos Aire*, que soló terminó don el tratado del iPitar^ el
$3 de fetirere'del820; y apesardeí ref¿Hdotratado,i'fee
incendió de nuevo la guerra, que duró hasta setiembt'e
del misímo año 20. ' : \i
.EM3 de abril de. 1815, >liegó'& la ciudad; de Santa ¡Fe
- el ProtéCítoT: ArtigasJ con unáescorta.de25 hombreíHiy
• "á los tras días, es decir, el 1&^ mandó avanzaría. He-
• r'eñií hasta San Nicolás délos Arroyos^ para qué bia-
tiese la fuerza de;Bueao3 Aíreselo que no. pudo. conse-
guir, por ser superior á la que él traía* ;- .1 ] . ;
340 FRÓTtlfOIA'
Herefiú se retiró entonces al Paraná, quedando en
el Rosario 60 hombres de la tropa de Artigas, al man-
' iJo de) ¿apilan Ensebio 'Gángafái(mueHa ¿n- la- acción
de Cayastáel25demarzo de 1840^ siendo coronel).
Artigas se retiró á los pocos días, llevándose consi-
go á su hermano don Manuel Artigas con.s^u tropa.
Electo Candioti, el 25. de abrii^por^el pueblo, contó-
cado al efecto,: nombró en 'seguida coma-tidan te del Ro-
sario ádon Tíburcio Benegas^ á quien consiguió sor-
prender el citado Góngpra, quien .se|, posesionó del
pueblo, sac£^ndo coatribu,qiones y sciqueando algunas
: caya§,,escu(^^p con e^l.ProfeQtor. . . . .,: »
Góngorapasó l^egp & San Nicpla^^ de dond^ no voN
ir ió Á Santa Fe hasta el año de 1840 ea. la e^^pedicioq jde
Vera, Francisco Reinafé, etc.,^ donde sucumbieron to-
dos.
Hallándose Oandiéti gravemente enfermo^da. bidro4
(>esla, y á los 72 añosd^ edad^ delegó et mando en Lar-
rechea, alcalde de 1*^ voto.
Entre tanto, el Director AlVarez, que, durante su go-
, bieírno. de Santa Fe, contrajo algunas 'relaciones de
i influencia, se dirigió al Qabildo,.proimetieBda que sise
separaba del Protectorado; de Artígasi' y permitía teder
en aquella ciudad tropa para impedir lasi que éste
quisiera hacer pasar, oóa el objeta de. ho3tílizar ¿ Bue-
nos Aires, reconocería ia independencia de la provin-
cia y al gobierno que ésta elijiese; protejjiéndole a1 mis-
mo tiempo contra los indios, á fin de asegurar su cam-
pafia, :
La propuesta fué aceptada, y hecho el acuerdo entre
el Cabildo de Santa Fe y el Director del: Estado; y c\ian-
do éste avisó al gobernador Candioti el énvfo de tropas
que iba á hacer Santa Fe, Candioti contestó, el 28
de julio, eti. términos fuertes^ oponiéudose/á aquella
medida, de cuyos^ funestos resultados aseguraba no
poder responder rf • . .■ - :
r
Bl gobeftíAdop* CaQdidti munóvel S? de ago^to de
1815, y al sepultarlo al dia siguiente^. en.laig^e^ia de
. I Santo.Ppjmiflgo, el general Yiampnte, que .había, dos
dias 9iité&, desembarcado, con 1500 hombres, le hizo
(;qnfiys:ti?ppas todos ]os honoresTPilitares correspon-
dientes á su. ráiigo: .. .4
¿8tft-^D. ÍpEBRÍÍi TOilAii^ BE IíARRECHEÁ, Santa-
fecino, delegado de Candioü^ desde Junio, Hasta eí 27
de agosto, que con la muerte de éste cesó la delegación,
recayendo el mando ea el Cabitdo, hasta la elección
" de nuevo gobernador*.
Está tuvo' Itigar de ún modo 'íómultuosó, agolpán-
dose el pueblo al Cabil(|o y proclamando á Larrechea
unos, y éí alguacil ManuelTroncoso y otros á Tárra-
' góna: •
El general Viamón te tuvo que intervenir (ion la tro-
pa,- para cbrttener al pueíbló, haciéndolo retirar de la
plaza, 'después de haber desóíriifíad'o y arrestado á
• ' Troncoso, ^qtfe fué* después ascendido á teniente coro-
nel y nombrado comandante general de armas.
l'^U-^Bw JUAHr PRANCISCia TARBACiOmA, Santa-
, fecino, electo, el a&d^. agosto de 1815,. por una Junta, de*
elector$8,,en Giiyo.niimerTO se haljpibiji el ilustrado pa-
trio.tasantafeojnq fray IJilario Torres, que en los suce-
803 pf^íticos d^JB-u^njOS-Aires había: figurado desde el
. pripcipiode Ja revolucior) del^5 de mayo de 1810, .
. . . Luego. que, Tai^ragpnft estuvo .§n,el ejercicio de sus
funciones, sp(irifLndó.qujta,r la bandera santafecjqs^ y
enarholoi^ la ,neicÍQi;ial. ■ Los miembros del Cabildo y
empleado^ de la administración de Candioti fueron de-
; pa^sto^,. restableciéndose ios que habían estado antes.
Desde esta época empezó á figurar el después céle-
í. bre. don Están isUp Lóp6Z^/(sarg^nto de blandengues
de Saleta Fe^. b^^ta el 80 de agosto de 1813 que fqé as-
QendiiiJ^'áílilfepestjy noBníbr'$4p, por blgeineralViamonte,
04¿ ' vMyfíÉtíÁí'
' tiehiente dé una cbmjüíáñfa de di^ágbrves al Mando del ca«
' pitan Mateo Fóñtuso,
' Ejsta compañía fiié apostada en Áfiapiréy J)ara asegu-
' rar la frontera de las depredaciones de los indios, así
Como se apostó otra al mando del capitán Bartolomé
Mondtagon, en otro punto de la frontera.' '
, , , Hallándoseen la ciudad de Santa Fe él capitán Fon-
: tuso, su segundo él teniente Estanislao López aprove-
. chó de esa ausencia sublevándose con la compañía el
' 3 de marzo de 1816.
Esta sublevación de López cpincidió con la desapa-
. . ricion, de 1.a ciudad, de. 4on Mariano Verja, don Cosme
, Maciel y don Javier Avalos,. pasando e] primero á unir-
. ; se ó Los.sublevados y ponerse á la cabeza de eJlos, y
los dos últimos dirigiéndose al Rincón de San José,
donde con uaos cuantos rinconero§, sqrpr^ndieroj^ una
: cañonera y el faluchp «Fama^ > que:alli astaban, que-
. dando Maciel de. comandante de ambos buques.
C4jatro días después, el 7. de marzo, se sublevó la
otra compañía de dragonas encabezada pprel sargento
Marcelino Avellaneda, yéndose á los Calchines, donde
Vera 6é hallaba coh 206 hdmbrefi de tropa, at' mandD
del coroneIJosé Ppáncisíco Rodrigttez, que había sido
enviado desde Entre-^Rios por el general Artigáis.
El destacamento dé la EstanzUélá dé Santo Domingo
'' bajo el comandantie Sáenz, fué asaltado en íá madruga-
da del 23 de marzo, teniendo que fugar el comandante
• solo, herido en lá caí^, ala ciudad, j péñéciéndo casi
^ toda su tropa, que se componía de f50 hombres.
' El general Viamonte quedó redücWó á la defensa de
la ciudad, esperando el ausilio que había pedido á Bue-
nos-Aires» y q^ue se hallaba ya en San Nicolás de los
Arroyos.
Los citados coronel J. F. Rodríguez, y Vera, de
acuerdo con los los comandantes Jtian 'Manuel Santa
Cruz, que mandaba las milicias y que sélialtaba en la
I •
ciudad^ entrarpn eni ést» en ia madrugada del, 31' de
marzo (1816), sin ser sentidos por Viamonte,, que q«e-
je}ó solo en í^us baterías.
Bl gobqrn^dor.Tarragonjay varios de sus.erpplea-
dos salieroncasi despu^dos, y^ embarcándose en lan-
qhpneSjfiigQroapar^ el Paraná: pof el Arj?9yp Negro,
sigjuíewdo hacia, íi,b-^jp. .. > .;:
Derrotado Viamonte, capituló oon Vera, al ponerse
el sol del misino' diá M, peroütiéndosele retirarse á
. Buenos-<-Aires con sus oñciales y demás personas <|ue
quisieron seguirle^ después de entregar todo el arana-
ipento y mvipioione^ que tenla^
. AI tiempo de salir de. la Adaana . p^ra embarcarse
Viamont^, después de concluida la capitulación, se no-
tó quQ casi todos ^os fusiles entregados cataban, rojtos
y que muchos, habían sido arrojadps al pozo, por lo
que Vera anuló Í8 íiupitijlacipn, poniéudolp prftsp con
sus oficiales eií:el Cabildo,
La fuerza que de San Nicolás había salido enausilio
de . Viamonle^ al njando dei . general Eustoquío Díaz
Velez y ^u 2^ el coroqel Manuel Dorrego,. ocupó la ciu-
dad del Rosario, á fines dejuli0| sin aposición algupa.
La escuadra de Buenos-Aires, compuesta de ios
bergantines « Belén >. y « Aranzazú, » dos cañoneras
y 3 ó 4 faluchos, al mandp del general Matías Irigoyen,
se hallaba ya en .la boca del rio, desde principios de
Ün piquete de unos 25 hombres^ encabi^zados por
doü Fructuoso Salva y sqs hermanos que .estaban de
guardia tn el Arroyp Negro, el 9 de agofsto, logró ;to-
mar pripipqpros al referido, general Irigoyen, al tenien-
te gobérAador Tarragona, don Jorjé Zemborain y otros
que subían el rio Paraná, en ^n lanchon; así como se
apoderó de todas Ij^s municiones y balas de cañón que
loable en el mismo lanchen.
Lp$ prisioneros fueron conducidos al c^opipamento
d44 vnúnMúL ■
dq. Andino, donde se hallaba el intruso gobernador
Vera, á quie^n fueron: entregados,
Al dia siguiente, 10 de agosto, tdmaron otro lan-
chon, en que iba un jóveti oficial (con la divisa de los
gauchos santafecinos, que consistía en uila pluma
' de avestruz puesta en el sombrero), . mandado por las
familias de Tarragona y Zemboraín, que estaban em-
barcados en la escuadra, con el objeto de averiguar la
llegada de éstos y del general Irigoyén a la ciudad.
]Este oficial sántafecino fué también remitido al campa-
mento de Vera.
La escuadrilla, compuesta de dos lanchas cañoneras,
dos faluchos y dos falúas, que se dirigía hñcia el paso
de Santo Tomé, para facilitar el pasage del ejército de
Diaz-Velez, quedó barada en el arrojro, de modo que
los buques no lo podífein subir ni bajar.
Entonces, el gobernador intruso Vera mandó desde
la bajada de Andino la compañía dé dragones á las ór-
denes del j'a capitán Estanislao López, quien, en ca-
noa, ^asó el rio tirando su caballo, y siguiéndole la
demás gente del mismo modo, á nado, con sus caballos,
Y armados unos, á pié otros, y muchos sin arma al-
guna.
En viíEita de esto, toda la gente qué estaba en los bu-
' ques, se tiró á la isla al lado opuesto, fugando algunos
en las falúas aguas abajo^y teniendo, así mismo, que
arrojarse a la isla, para huir por tierra á la bóc.a del
riOj donde se hallaban, los buques principales.^
El resultado fué que algunos fueron alcanzados por
la gente ce López y tomados prisioneros, entre éstos
algunos oficiales y los coknandantes de los buques.
En las cañoneras y faluchos no hubo sino muertos
y un solo herido, que lo era el comandante de las pri-
meras, el cual murió en la tarde del mismo día.
Los buques como á las doce del dia, fueron todos
saqiieados por los santafecinos, quienes encontraron
en ellos; á mas del armamento que sé componía de
unos 300 fusiles, lanzas, muchas municiones y 16 ca-
fioríés, ropa, fuentes de plata y onzas de oro;
Sacado el arníamento por orden del gobernador Ve-
ra, esté mandó echar á pique los buques grandes en
los" remansos del Wo.
^ El ejército de Hierra, al mando de^Dia^ Velez, des-
pués de mucho trabajo y de alguna pértlidaj toAió po-
sesión de la ciudad de Santa -Fe en la mañana del 4 de
agosto (1816). •
• Sin embargo^ estrechado Diaz Velez en la ciudad,
hasta el estremo de quedar reducido á la plaza y la
aduana, sin caballos en que hacer montar su ^nte,
sin Vacas que comer, hizo pasar su ejárbito en íá rio-
che del 30 de agosto á la isla, y ' siguió marchando 'la
madrugada del dia siguiente, 31, ala par de los bu-
ques que subían aguas arriba^ desde el frente de la
fábrica de Tarragona (actualmente el Hospital). ' "
Esa misma mañana del 31, el capitán Juan José
Obando, que ha)3fa sido apostado con su fuerza y los
indios del cacique Aláiquin,' para observar los movi-
mientos del ejército de EÍiaz Velez y hostilizarle buartto
fuese posible, dio cuenta á Vera de haber sido evacua-
da la ciudad, lá cual fué en el acto ocupada por los san-
tafecinos.
De los 100 hombres, casi lodos negros, que Díaz
Velez dejó de guardia en algunas casas, no escapó
ninguno: el que no quedó muerto, fué hecho prisio-
ñero.
El saqueo que el ejército había hecho én los 28 días
de ocupación de la ciudad y que nó pudo llevar^ á cau-
sa de ku salida precipitada, fué encontrado en la adua-
na, casa de don Manuel Maciel y de Coll.
Los prisioneros, gobernador Tarragona, Zembóráin
(éstos con una cadena)^ el comandante Rosales y de-
más oficiales que estaban en la Estatízuela déS. Fran-
' ' cxs^y fueron mapijados llevar por Vera y popar arres-
^. ta,dps en )a aduap^. £1 genexal Irígoy^n con los sol-
dados quejo custijdiabdn fué hincho llevar^ con la3fa(ní-
. Uas que aun quedábalo, al campameatOr
LiOs presos, entre éstos el goheFn^dpr Tarragona y
Zemboraín, fueron destinados á tapar las zanjas de las
^ oalle^s qu^ OÍ92 Velez b/abía mandado abrir á unacua-
. dra de )a pla^a al norte hast^ enfrente de la aduana.
. S^l héroe de 63^a,can)paíia fué.don Estanislao López,
quien, en recompensa de su valor y enerjija,, obtuvo del
gobierno e) gradu de teniente coronel y e] aojubramien-
.. t^ de comanda,nte general de arnias.
Desde esta«^poca data la poderosa influencia de Lo-
. pez en Santa Fe, lacuial fué estendiendo él mismo en el
resto déla República, de que, merced á Ro^^s, llegó á
ser .el arbitro, hasta su ipuerte.
I
Eira ministro (tesorero de la caja de .Santa Fe don Jo-
sé Ignacio de Ecbague, nombrado el 7 de> diciembre de
1815. -. ,
i
1M9-9* M^lUAli» VERA^ ¡gobernador intruso^ ele-
. vado por medio de una revqWcion contra Tarragona y
. el general Viamonte.
En abril, el gobierno de Buenos-Aires, que en San
Nicolás délos Arroyos mantenía un ejército de obser-
vación sobre Santa Fe^ en vista de que Artigas ^enia
fuerzas destinadas en protección del gobernador Vera,
bajo las órdenes» del coronelJosé Francisco Rodríguez,
mandó al deán Funes, cordobés, en comisión cerca de
aquei gobierno,
. ' El gobernador Vera aceptó el comisionado Funes,
. pero poniendo por condición^ que, f papa tratar de paz
era indispensable queconcvirries^n¿ ellp los .diputados
d^l general Artigas, y que, mientras tanto, se retirase
el eomisionadoiá San Nicolás de los Arroyos. > .
]S1 gobernador de Córdoba, dpn Jo$é iJaví er Di^z, que
tambiéaol^decfa al ProteQtcmdo.d^ Ai'tígas^ snviópor
í su parte tmicotnisionado cerca de éste, en la persona
;de don José Isas«.y-^el Híissio <t^Q i algunos a|i09 des*
pues fué ministro del general Paz y cuyo nombnamiBn-
to éste déplor6 taato-^hacié&doJe' alguna^, condultag y
ofreciéndole un contiiigejQtet si fuese neoesaHa nefor^ar
á Santa Fe' eóntra Bu^nosr Aires*
£1,5 de mayo (1816) Jlegó ¿ la dbdadde SantaFe,
'de^deétParan^l y. comisionado por Artigas^ doi^ Ra-
món Toribio Fernandez, llevando cobsigo una fuierte
escolta ai matidb del entÓQCBS capitán {después gober-
nador de Entre<^Rio6) Vicente Zapata.. El objato de la
eomísion era pedir al gobernador Vera sacase Ujna f uer-^
te contribución; llevarse el obús y demás piezas de
artitlerfa y .armamento tomado al general Viampnte;
todo en ausilio del genefal Artigas»' á , lo que Vera se
negó hasta el fin.
Fernandez entonce^ recurría á otro medio. En uha
de las conferencias ceíebradas en casa de su secretario
don Miguel Redruello, en la noche del 9 de mayd (1816)
el gobernador Vera insistía en su negativa de cederá
la exigencia del comisionado de 'Artigas, quien inme-
.diatan^üte.mandíJ prender al gobernador, remitién-
dplp preso al Paraná, en una canoa llevada C9n* ese
objeto y colocada en el rio frente á la casa de Redrue-
llo, calle de la Merced. Llegado que hubo al Paraná,
Hereñi^ mandó le remachasen una barra de grillos jy le
metiesen en un calabozo.
. f n la mañana del 10 de mayo^ Fernandez convocó
al pueblo, por bando, paraque elíjiesé nuevo goberna-
dor, pero éste s?e subl^^vó, armado hasta cpn un caílon,
é intimó á aquel hiciera inmediatamente reg;resar al
gobernador Vera.
En efecto, á las cuatro de la tarde del 11, Mego en
una canoa el ¿obarnador Vera, puesto en libertad por
HereSrá á indicEoion de Fiemaidieii (|iie aq pvdo^ meta^,
84B ' pluFfArciA'
' que dar cumplimiento al útíáeo rhaiiifestido por el
pueblo amotirvado. 'Vera faé- recibido par ta mayor
* 'pante d-e vecinos de Santa fe, de uno y ¡otro sexo, cq
' la Chacarita, desde donde fuá hecho subir eñ un coche
^ Hevado por don Manuel Andtoo, hasta la plaza, en
medio de vivas y aclamaciones.
Vera gobernó hasta el 15 de julio de i818y retirándo-
. ke en s'eguida á Buenos- Aires.
'En esta cifadkd; Vera fué invitado poret DirectoHo,
en noviembre de 1818^ para que se hiciese cargo del
ejército de Balcarce, con el objeto dé dominar la pro-
vincia de Santa Fe; pero VerÉi centtotó que jamás to-
maría las armas contra su patria; que él peleaba por la
libertad (no siendo ella atacada por nadie).
El coronel Mariano Vera murió en la acción de' Ga-
yaste, en.la misma provincia, el 26 de marzo de 1840.
t9i9--^£ii €il|^iii]lO desde el 15 dejulío, hasta el 23 del
mispipmesque López sp. nombró gobernador por si
• • ■
GOBEUNADOHBS DE PROVINCIA
LÓPEZ FOiVJ^EC^i PRIMCR GÓBCNADOR, desde el 23
de julio de 18il8, en que por si mismo sq dijo ser el go-
bernador muermo de la provincia^ hasta el 15 de julio
de 1838, en que dejó de existir^, salvo laá diferentes de-^
legaciones que se notarán mas adelante. '
* Luego que López se hizo goÍDernador, entabló rela-
ciones con el general Ai-tigas y con el gobernador del
Paraná, don José Francisco Rodríguez.
Al poco tiempo marchó á la campafla; de Buenos-
Aires, de acuerdo ccTn Artigas, dejando de delegado á
' don Luís* Aldao. *
i9iS^B.'iiUfftS AiiBA», delegado de Lopes- en' agosto,
i dura4íite IftftusencÁa de éste, que, ie e^o\xi^q aoa A;rtí-
gaSyjQai^chó ¿la(smnpa&^cle Baenos AixreSj sorpreo-
. 4lendoI^s milicias. que se estaban reuniendo y. orga-
nizando en el Pergamino, las cuales f}ig(U?oii; ^in
emíbargo^ tomó conao4& oftcialles prisíoneft^os, que re-
mitió, á Santa Fe los que fueron puestos presod ea la
. Aduana. . . • ,r . '
Desde esta época López aparece mas eo^nil^ gefe de
bandoleros y salteadores que como gobernador de una
'^vovitíéiár' ;-'*:; '^'' ^' ' :'''y '-; ; ;'
bespues de susíiazañas en el norte de ía provincia
.dé 6uenos-Aires,' siguió con sus Bl€^ndenguesy <iienni¿s
g^nte qué le acpnipañabá, los caimífíos d'ál interior,
cúya/).o7¿c¿a; hacía, arreando tropas de carretas cargá-
. das de efectos, arrias de níulas y ha.sta pasageros y
' cuanto encontraba Iq remitía á la ciudad de Santa Pe.
En una de la^caWetás que tomó, iba una banda de .
música con dobles instrumentos, que el gobierno de
"Buenos-Aires remitía al de Tucuman^ Entre los pa-
sagero.s que tdmó en el caminó y mandó á ¡Santa Fe,'
se hallaba el canónigo doctor Pedro Ignacio de. Castro
Barrp3, él doctor. Juan Facundo Zuviría y él doctor
Mariano Serrano, Se apoderó ígiialMente de las per-
sonas del bj^igaái^r general Marcos Éalcarc^, q^ue
pasaba á Chile, y de un oficiaíí Portal^ ' juieño, quienes
fueron remitidos presos á la Aduanad • "fodos los ae-
. «las quedaron en libertad, con las carretas ,y cuánjto
éstas llevaban. ' Los nriúsícos^ con sus iñstruni^erttos,
quedaron para el servició de ía próyincia;. síetiaó. la
primera música militar que tuviera Santa Fe. \ '
Él mismo coronel Juan Bautista Bustos (¿lespues go-
bernador de Córdoba) quédeTucuman* veiiia con 400
'hombres, fué atacado por López, en el F'ráilé Muerto,
derrotando completamente la caballería y salvando
•BustqSí con la iixfijptjefí^ en la glfZft d€|^4^£Í^?/'P^H?^^^9t"i
tp, que QoatiQ^ósitfando,.h^ta, qu^', coalfa notici^. qj^e
teiAro dé lá ñi^rcha de Búitcarcé, én ftoviembrev >Mn su
ejército como de 4000 hoihbr«s ^bre Santa Fe, se pu-
so López en retirada para aquella ciudad por él paso
Venciendo diiflcultades, Balcarce consiguió al fia
marchar sin oposición, estableqiendo su cuartel gene-
ral en los galpones de la Chacarita, y López al suyo en
« DoQ Mdcfaor.i!
t9t9^«EI«EBAL JÜAM BAMoAí BAI.CABC1:, goW"
nador militar, desde fines de noviembí^^ hasta el 7 de
diciembre, que desocupó la ciudad, á causa de haber
' perdido casi toda sü caballería en el ataque llevado
por el coronel R* Hortigu^rá sobre una fuerza de Ló-
pez, en las inmediaciones del Arroyo de Aguiar, ha-
llándose eü consecuencia casi á pié, sin tener que comer
y muy espuesló á verse sitiado por el referido Lo-
pez.
Bálcarce se retiró, pues, y, al pasar" por Coronela,
mandó Jp si'guiésen todas las familias que allí se halla-
ban, hasta el Rosario, donde hizo aitó su ejército, y á
principios de eneró de Ü 819 se retiró al Arroyo del
Medio, su^titi^yéndóle el general J. J! Vi'anibhte. .' \
Este hizo contratíiarchar el ejército háqiá^el Rosario,
donde éstaiDiecíó su ci^nipamento, Ijiasta'm^zo del tnis-
ipo áho 1819^ t|ue, habiendo sido completamente der-
rotada sil caballería al mando del coronel R.Hosti güe-
ra, en el Carcarañá, celebró Viamqrite ' un armisticio
con López, viéndose éste obligado á retirarse á San
Nicolás délos Arroyos.
La conducta de Viaraonte mereció la aprobación del
^ gobierrto de Buenos-Airas, quedando en paz ambaá
provincias, medíante aquel arreglo celebrado en el Ro-
sano. .
tSM-Cieivte^AL £S^^ desdé el 5
de jttlío qxié reasumió el mandó, hasta febrero d«l aflo
Carrejas y Reatñtez^ ethpúénáiú s«s tíámpafláá contra
la provineia de Buenos-Aires, laque llegó á dominar,
hasfaque, desegañado de las falsas promesas dd pri-
mero, se retiró al Arroyo del Medio, dottde» l¡6ell(3Í6*&s
inilcias que había traído.
Después de las célebres campañas dol gobernador
I^opez eo-la proyincia4eBuenps-4íf*^«94i&A4^iyWA9
cion se itídipan; 1^ en la Ganada cic Cepeda eM^ de
febreiro del830> gfanad^i por )as fuerz^as dp RamJrQZ y
LopeiZ, al mando de éste, sobre el de QueiiLO^'-Aire? á
laS'órd^neafi^lDirectprÉondeau, cuyo triunfo ^abriera
las puertas de esta ciudad á los santerífecino^ y entrena-
nos> ha^td: la miá»^ia plaza de la Victoria; ^?, en . l£| Ca-r
.- S^dade 1^ Cruz, el $8 de junio del citado añp» sobre el
ejércítQ 4el ¿enera! 3oler; i3®, en el ^ Arroyo de ? Pavoíi,
..-el 12dí9íia;gosto^ ganada.por el coronel Diorr^go. sobre
los santafecinos, que fueron derirotadds y perseguidos
hasta el Carcarañá, y 4*^ en el Gamonal (nacie.nte^Míie
PavQp) lel 2 de setiembre, en que ^1 ejércillQ de Dprre-
go iné cQpip^^^amente derrota4q por 1,0^ ^A^afeciagis,
. quedó termipada deñaitivameat^Ja guerra entre San-
taFey Buenos-Aires, á qué contribuyó noppCQ. al.en-
;. toncan eomf^nda^te don Juan M. Rpsas, . i
Hecha a&i ta paz^ las relaciones] eatre hop^zt y Rodrí-
guez, gobernador de Buen os- Aires, se estrecharían
cada vez mas conservando ambos una^ perfecta Ai*inonia^
y conil>¡íiando las mediíás mas eficaces para con^eg^ir*
la total destrucción; del sapremo Ramírez.
ftgti-llr. FiMLMClí^CO JDAQVM MÉi^Lifiípm, minis-
tro, general, delegado de López, durante lá camfjaña
de éste* en combiñc^cion con las fuerzas dÍQ Buenos
Aires y 4^ Córdoba,, contra el general íransCisbo líami-
res, desde.paayo ^áata, juliq de.lSál, teri)aip$in(Jo con la
total destrucción y muef te del, supremo.
I
^63 PBpyíMiA
tStt-«»iM&llAli CS)»VAiiil9ii.A.O liOPKJK, propi^etarío,
de^de julio, qye reasomió el mando,, después de. la
campaña contra el general entrerriano francisco Ra-
,mirez, hasta marzo de 1823, qué, con motivo de em-
; .prenderja c^nipañ^i ^obire los i)[)dio^,.efi, combinacipn
con el gobernador de Buenos Aires, Rodríguez, delegó
en el comandante J. L. Orrego.
t«#8^COilAIIÍBAMTfi jrAIV LVlS OBllB€^9 SOStitu-
to, tíurahte la ausencia del propietario López que se
'hallaba en campaña, desde marío, forniando el ejér-
■ citó con que debía marchar para el ^ur^ según el ¡plan
' acordado entre éste y el gobernador de Bpenos Aires,
general Martin Hodriguez. •
Lopeíz fué-, al iniciar la campaña, sorprendido y
' cohipletamente derrotado por los indios ranqueies, pe-
ro consiguió después, el 17 de mayo, escarmentarlos
' en sus \ misrhas comarcas, matando mas de dOO barba-
ros y haciéndoles un considerable número de prisio-
neros.
A hiediadós de junio regresó el gobernador López á
' la capital de su provincia, á fin de boriar las desave-
íienciascon Entre Ríos que se hablan aumentado en
su ausencia.
El comandante Orrégo fué después muerto por los
indióis; que le cortaron la cabeza^ llevándosela como
trofeo. / •
Í9»aí~6EiV]BñA.ii ESTAMiíSLiLO LÓPEZ, propietario,
' desdé junio que re^^umió el mando gubernativo, des-
pués de su espédicion contra los indios ranqueies, en
combinación con el gobernador de Buenos Aires, ge-
neral M. Rodríguez.
. Los representantes nombrados para el Cuerpo Na-
cional^ por 16 que á la sazón se conocía con la deno-
' ttií nación de Carrera del Paraguay, eran cotno signe:
Santa 'F^e Don José Aiiáenabar
Entre Ríos « Lucio Mansilla
' Corrientes » t . Rddro.Diaz Golodrero .í
; f ' . Eraácisco Acosta-
Misiones « Manuel Pinto
Habiéndose nombrado un representante por cada
15,000 almas, corresppndía ala Carrera del Paraguay
;6 diputados,, calculándose el" número' de armas', en
..900QQ y fraccionas d^ 8000. que no tenían representa-
cioa e» aquel cuej?po. . .
' 6lJis'f delegado de Lopezduranté la- ausenciai de es!e
•en ía campaña.' ' - • ^-^^
t99&--GÍEiVERÁii E. iiOPÉzl propietario, hasta Í826
q;oé^!e.oiseyiiGoentei é^ cfiqpp»fia»,49leggp(jk> en^el^o^ig*
roo Ecfaagüeí.
1 1 > I
1 :
f^ji«-Trf3«BQM£L pr. JPA^S^ClJAli, ECHAGüE, secreta-
jj-ijodp topez, .s\i delegadp, pbr.habér salido ^1 pro-
pietario 4 pa^rnijaha: ; . , . . : ; ; ;
MtB-^^^lteWieBiiti C3.' liOPBK) reelecto en-esHBro,! du-
rante su áu^ncia en la campaña^
¡El ge»neral López fué en agostp de 1828, comisionado
.por el. gobierno ^eneral^.cuyo gefe era el coronel Bof-
' regó, pjira haberse cargio^áel^is j^uerzas nacionales que
Á la S/azon se h(\llaban en los'puéblos de "Misiones* '
En efecto^ pasó ej Uruguay, y cuando IIjb^ó 4 aquel
destino, el general Fructuoso Rivera se negó a éritre-
gaarle el mando deaqueUas, ^ •. , . > j.
-. • Después de.varios altercados y-iOontestaíQipneSj .Ló-
pez, con su gepte y con .la que p^vdp ^ac^r ,4, jR.ivg^'al,
repasó el Uruguay retiráiodose áiSapta Fet : x .
Don Julián de Gregorio. Espinosa y . dop. í^r^uci^co
JLecbq fueron; ientéiKves (agosto)(. comisioi>^o$. por>el
. gobecnadprilj)orreg04 para que se viesen. a<?ííi Riy^r^fc y
procuraron conciliario conLoj^z,. .^ iy¡',:.,i . ./¡:, .
28
864 . : PBOnHOIAi I
tsts-cmmvBti s#; üPÁM^VAii kchAúhb^ delega-
do deiJopez; dui^ánteli^husancia de ésta en Jas Misio-
nes, en desenahpefio de ulia comisión del gobierno na-
cional, hasta setibmbr^^ que el propietaria reasumió
el mando gqbprpativp,. . ;
t8»ft~G;¿ivEBi%ii tei^lTAMlsii^o I.0PE2, propietario,
' desde setiembre qué reasumió el mandó, después 'lie
Haber desempeñado iiha misión' dfel gobierno de fiííe-
nos-Aires, encargado del Poder Ejecutivo Nácfíonál,
. caronel ftarrego, cejo^ delg^n^p^l í^ív^a que se hallan
.ba efe laá Miaiones,'ha»ttt dieieptibr^, que delegó en el
coronel Echagüe, con motivo de la re\íotuc¡pn d^l 1* ¿e
. dicho m^s, encabezada por el general Lavalle.
Mñi^-Ljcmkénmwi nip^ rAsevAt^ úcmAiQwmj delu-
do, durante la ausencia de López en el Rosaría, cuam-
do la revolución de 1^ de diciembre en Buenos Aires,
encabezada por éí.géfíefá] Lávalíé, y ía proyectada
pásaáa del general "J.^M-Pa^^cori su gente ^"la. provin-
cia de Córdoba, que entonces no se'éfeótüáfaV
-> ' En eoo^rb cesó Eehagüj^ y vqiiedairQi^-eaqc^g^dos ím[
gobierno Larrecheaíy.elj.eonQwdant0jMP4.)L<¡>pe«>, .
ts^j^-^BRiíGÁBiÉR £. lo'pk'z, t>^op1etaHp, !reasamió
'el mandó gubehiátivQ en eper6,.pára delegarlo nueva-
■' mente éh Larrechea'y sü' hermanó el. comandante Juan
. P. Lopez^ con el objetó' -de eínpréridferr ■ la campaña én
ausifióde Rosas v contra el general Lavalle. '
t990-B. P£Bno TOMÁíi BÍB XiARRECBíBil^ encar-
gado del* gobierno eft lo civil y el coniandante JiUAN Pa-
blo López, en lo militar, en enero^ por ausencia de
López en la campaña de- Bu«nos-Aire9, enuriioo con
Rosas, bonthi el general:! Lavalle ^ á^causa de la revolu-
' Cion áe\ l*»'d^ diciembre de 1888 y fftsilamieDtq delgo-
'. bémadorDofpegó; hftSta:mayo¡quei el lirofiietarió. re-
sumió el mando gubenjaüvo^ •• í » f i > i 1. t: .
D9.<ai|l9A FB 366
¡rio4QS(}a mdyo qu.^ reasumió él rxmndá; después de su
iCampafla en laí provincia de Buenos Aires, en apoyo
de Rosáis y I contra Lavalle, que terminó con la con-
Tención. (ó capitulación) del 24 de junio, en consecuen-
cia de la acción del Puente dé Márquez en los campos
de Aivarefe {86 de alaril), en que éste fué vencrdó por
aquellos. . ^
Después de esta acción, López dejó á Rosas sitiando
' ' al general Laváíle y se retiró á Santa Pe, reasumienddl
el mando gubernativo q^ue siguió ejferciéndo hastf^ él 2
" de febrero dé 1831, cuándo lo delegó, en Lárrechea, para
entrara campafia contra el general Paz, que marchaba
■ sobf^S'ánta Pe. Sin embargo, luego qué tuvo cono-
cittiíeiYto de un movimiento que acababa de verifloarse
en él Paraná en la Irnadrugada del 10 de. diciembre 'de
1830, Eopez marchó con la mayor rapidez y se sitiíÓ en
su campamento del Monte de los Padfús) á fin de a^olp-
• tar todas las medidas relativas á asegurar 1^ í^éáccion
llevada acabo con felfzéxitd'pór el coronel Pedro EÍs-
pWfo -contra López' Jordán. El 11 salió hasta la bcJca
- del rio con una compañía de carabineros, para mandar-
los desde allí al Paraná, y, al llegar á'aquel punto, re-
cibió comunicaciones que le instruían dé la contra Ve-
volufeión, regresando luego'á Santa Fe.
flékSi-^B. PBBBO Tailí4íi'BK. I>AiRI|K€HGA, dele-
gado, por ia Usencia del general López en la eampalia
contrae el^^neral Paz, desde lel 2 de febiiero, hastaijla
disolgcipn del ejército de ésfieé instalación de nuevo
gobierno en Córdoba. (V. Provincia de Córdoba).
Su ^ecr^tario aunque interino^ fué don Juan M. Ma-
ciei; . . . .
El goberfiador propietario, López, llegó á la ciudad
de Santa F^el 5 deoQtubre,.de regreso de.Córdoba,^ y
.. £iMé. recibido con eljjaayor entusiasmo, el 10 por lamá-
, {M»p^j.f4l ^uf^^2;Qi»oei)tRada^ ea codi^^ acompañado
866
pBOvnroiA^ t
} de varios gafes^ militare». SDlieran ¿ su encoentro los
! aütoridadei civiles, rhilítares y «d^siásticas y los ciu-
dadanos, y al' pasar por las calles de la ciudad, llovían
sobre él flc-res, hojas de laurel, etc.; las campanas re-
- picaban, el cañón tronaba, y era saludado comd el Li-
' bertadar\ el ángel tutelar de lapuirluy el salvador de
.. la República, i Hubo bailes y otras tiiversiones; cele-
bróse un TeDeum en la Matriz.
f 981— GE.iíKBAii. M. iiOpCK,. pmpie|l^rjo, desde e) 10
. de octubre, que ^asumió Ie| .mando. . .. i
Terrpinada la caoipaua de Córdoba .coa Ja insiala-
cion del gobernador José .Vicente Reiuafé, Qu^j'a elec-
ción produjo una seria reyerta, entre López j.^fiiroga
y que tuvo trascendencia^ según se verá mas adelante;
con el regreso y restablecimieuto 4^1 de Santiago, Ibaí'-
ra, y retirada del ejército de 3uenos-Aires, al mando
del general Juan Ramón Balcarce^ y su. segundo. el. ge-
neral Enrique Martínez, reasumió el mando gubernati-
vo, cuyas fuppioneá coutjnuó. desempeñando, ^h^sta el
2Í de noviembie de 1833, que marchó nueva,Píiente á
C£fmpana contra los indios del Chaco primero, y contia
los del desierto después, como general en gefe (en apa-
riencia), .siéndplo en realidad,. Rqs^s, que no quería
cargar solo con las responsabilidades, sino qompar-
tirlas con el mayor número posible.
' Sin embargo, od diciembrede 1831, se ausentó nae^
vameote de la provincia, ooíi destino á Entre Rios,
para tratar de reconciliará los quéretlantes Bdrrene-
chea y Espino y arreglar la disputa que á la sazón
existía entre ellos. i *
Aquí empieza la farza federal. . El' gobernador 'López
avisó (12 de mayo de 1832) ala Lejislatura haber llega-
do el término de su gobierno y la necesidad de proce-
der al nombramiento de nuevo gobernador. La Legis-
- latura rqsolvió (17 de mayo) el nombramiento de López
para el corrieate bienio y fijar éste^ idia y* kora para
. MQibirle 4I juramento- López preisentó 3u tenuncia del
cargo, el 21, y la Legislatura. ' no hi?50 lugar 4 ella.
Entonces López contestó « resignándose á consagrar
sté pequeña capacidad al gobierno de la 'prooincidy
por el corriente biéfvio^ » protestando de la manera mas
solemne? nb seguir en el mando un soló^diáy después de
concluido el referido período.
'' Y áin enibargo*'ápesar dé sus ^olenihe? protestas,
cOTitiríü'ó ejerciendo él mando gübernátiv'o de la provin-
cia, desde el 1° de julio d? J832, que. se recibió'^ ha'sta
'lia fecha dé su muerte.
En vista dé laa conJ,estaQÍones, dadagi^or algunos
gopíernps del interior, ala invitación que á nombre
de los gobiernos de ía liga, les dh'igiera, en 9 de marzo
de 1838, la Gomisjon representativa, compuesta dí*. don
'\ Domingo Cullen,.pres¡dente, don José Elias Galisteo,
ppr Entre fti9s, dpii Maniiel Leiva, por Corrientes, don
Manuel Corvalan, por Mendoza, don Urbano de Irion-
do, porTucuman, y don José Francisco Benitez, secre-
tario^ s^ dirigió é^taal gobernador López nrnoifQstan-
,. do al rpisrao tiempo que. el diputado de Córdoba,
presbítero dootor Juan Bautista Marina, no volvió de su
provincia, adonde había regresado por el término. de
, , dos meses, úi 'fué íeemplazado; elde Santa Fe fué se-
parado de la Coinision por orden del mismo goberna-
dor;-el de Entre ;Rios, Galisteo, recibió orden de su
gobierno; el deMendpísa, jCoi^^al^kn, manifestó la urgen-
. ; cia. que tenía de rietirarsjB: convencida, pues, la Comi-
sión de no quedarle cosa alguna v^as que practicará
.. b^peftciodc' la causa jiwiblicía, declara concluida su
. .:fíxi§tencia coa fecha 13 4je julio (1832)- .
í • : j El gob^rrnador López, en atención al silencio de algu-
nías pjoViuciásá la invitación de9de marzo y. al' modo
' • como sé espidieron' lúí5 otras — Santiago, Tueu»man,
I.. San Luis y la R¡ojai^mai>ifeBió que nada mas restaba
sirio:que Id Comisión declarase^ comíO ya lo habla he-
cho^ termiilados sustrabajos*
1933— B. bomihígo cullEíIF, (de origen inglés» natu-
ral de Lanzarote en las islas Canarias) ministro secre-
tario de López, su delegado» desde el 21 d^ aoviembre,
hasta el 20 de diciembre^ por ausencia del mismo co-
mo propietario en la campaña sobre los. indios del Cha-
co. Fué su ministro secretjaríó don Juan José Mor-
cillo.
Él 10 de dicienibre salió el general López con una
fuerza de 1500 hombres. A ésta fuerza se reunieron
algunas tropas de Córdoba y San Luis para obrar ba;
jó sus órdenes. EV gobierno de Corrientes también
concurrió á esa empresa con aúsilio.de caballos, en lu-
gar de un contingente de tropas que' había ofrecido y
con el que dejó de contribuir, por las medidas alar-
mantes que adoptaba el Dictador del Paraguay, rps-
'' pecto dé aquella provincia.
:i9#s^coi%eBAii K. iiOPKZ, propietario, desde el 20
da diciembre que reasumió el mando gubernaüvo,
• después de su campaña sobre los indios del Chaco,
hasta julio.
En 1835 fué investido, á imitación del de Buenos Ai-
•res, con facultades ESTRAORDiNARiAfi, como si las
' necesitara, cuando ya las tenía y siempre las tuvo, sin
que nadie se las diera, desde el ano de 1818, en que se
■ nombró gobernador él mismo, hasta que dejó de serlo
• Sólo con su muerte.
A los pocos díds (26 de diciembre de 1834) de haber
salido el general Quiroga de Buenos-Aires, como me-
diador cerca de los gobernadores Heredia, de Tucu-
man, y La Torre, de Salta,'el de; Santa Fe, López, pre-
venía al coronel Francisco Reinafé, comandante de la
. jurisdicción inmediata á Barranca-^Yaco, lugar del fía
trájico del gefe riojano, avisándole. I** la fecha de la
' 'isáUioíia dé étete áÁ Sueños Aire»i(lJS de Idicierhbbe) S^ el
' numeró deí individuos que 4e «iboitipañaban; 3^ la tiÁse
' dé vehículo en que viajaba; 4'^ia'8eguríáaddeíquid'ásu
-'Suelta había de i^ervirsé de'la/)ó«to; 5"^ la* tra.v8sía< de^
Barmnca-Yaco, i<íiie- habla de «egóir Quiroga; 6" la
récomendacionf de dficialJssde eoftfianza, que ^resiallta-
' ron eompltcadios én el' a^áriniató del generai Quiroga y
• ebmitívajT^'y illtimóí la frai»e 'muy signifloativa epi-
■ piteada por Ldpe«, ^cartáddleohaíedejuHo de4831,
- dírigfdadesde 06rdoba á ¿u iomigo Rosas^ ton motivo
- de IftíéíeccioR de gobéníador de dicha* proviiicia y cuyo
' tenores ccmio sigue: c Esté indieaque el general'Qui-
• roga aspira á levantar su persona ' sobre todos Jos' po-
deres de la nación, y eso no le ha de ser muy fácil
conseguirlo; para verlo esta bl tibmpo. » He¡ahí
ik sentencia* de muerte dcjl c)audiUo de los «Llaiijos, de-
cretada por López y ejecutada'por los Reinafé;
* * r
^SSi^T-^ií^MUMlveo ^VLi^iBW^ d^le^r^do de ]Lopez, d^es-
. ..de e] 13 de marzp hastía diciembi'é, por la necesida<íen
; . que é^te^e b^Uaba .de retirarse por .algup tjerapo de Jos
negocios públicos, para restablecer su salgd. . ,. .
tS3ft— brig/^iiíbr Ei^TAivi!»Li%.0 LC^plcz^ propieta-
rio, desde diciembre^ que reasumió el mando, hasta ju-
lio de lS36, que 16 delegó nuevamente, en su ftiinistro
don Domingo Cullen. ' _
Los gobernadores Rosas y López, de aciierdo am-
bos, arribaron á un perfecto esclarecimiento del origen,
de los autores y conductores del folleto titulado J^éde-
racion~Constítucíon — Nac'ionalíjsacion, escrito éim*
preso etn.M^Qtevideo» aunque sin ÍDdica,cioa de, impr^^-
ta, con el fin d€! hac^r creer que 16 (ué en Buejuos Aires,
burlariidp la vigilancia de sus. autoridades.
Esa produccfíon, q^e Ra$,as llamaba incendiaria, fué
remitida d^sd<^ MQQtevi4eo aa :octubi:ei ¡delSS^, >por el
C8#ó9Ígo doa Pedro Pablo Vidal) dirj^iéndola ceiTada
(800 üPMfnrciiiM
* y'rotuláda á'loá gobernadores^ de Us provincias del
' ióterionyáotros fuocíonapios públicos de ellas, por
}!- intermedio dé un &njdto conocido en eltRosaiio, á fin
' de que la enviase así al maestpo de posta de los Cem-
I : Itds;, don Jqan AlvareZj m elcaiaaino que debfan llevar
los correos .al interior. Este vecino del Rosario, igno-
< randoiel ¡contenido de* lo& paquetes, Jos envió á dicha
. posta; allí fiteron entregados ai cortr^o don Francisco
. Ródtíguez por eí referido! Alvarez; exigiendo de ésfceun
' ' certíñoado, por estar dichos paquetes fueif a del mar-
chamo de la administración de Correos» Así marcba-
'i^ónálaspiíovinoias del interior,, cuyos. gobernadores
los devolvieron (de miedo federal) Á los de Buenos Ai-
res y. Santa Fe, llagando algunos de esos paquetes,
:í auh sin haber .sido abiertos. Tal era el terror que los
áo%^íésAQ\2i pseudo-Federacion infundían hasta á
los mismos gobernadores.
Tanto los paquetes como el certificado quedaron de-
' positad-os en la imprenta de la Gaceta^ para que Itfe
' viesen todos los qiíe quisieran. Los reféridois paque-
tes estaban todos con sobrede una mishla letra, la cual
\ era bien conocida.
líl conttinidQ del pitado folleto coincidía con algunas
,fr^seS( del Moderador^ periódico, de Montevideo, re-
dactado por el doctor Ángel Navarro (catamarqueño)
con la colaboración del doctor Julián Segundo de
.,AgiÍero,.dpn Francisco Pico., don Valentin Alsinay
don Manael Bonifacio Gallardo, pidiendo una amnistía
qu§ concentrara lo^ partido^, y. matara para siempre el
germen de la discordia.
fg^Á-^B. á»oii!i!^GO.€tJLL£!v, ministró general de Ló-
pez, "delegado, én julio, por auéenbia del propietario
qufi tuyo que salir á asaltar una toldería dé'itidios, que
se' aproximaba á ía ciudad de Santa Fe.
Habiendo' llovido desdé que salió hastct sü'regreso,
contraje^ un fuerte resfriado que díó' origen á 'una tisis
pülmondV; ^^ V^^ jamás piído mejorar, apesatr deí haber
sido aisÍBtido por un médico hábil eomo el doqtor Ijep-
par, mandado por el gobernador RoBás^ á fíaes' de
dlciertibí'e. Por consejo del citado faíc!ultativo^.l{,opez
se tfasiadó' con su futtiUííi & Biienos Aires^ el 10|de
enérd del afio siguiente, 1837, para ourárS(e> regr^ean-
^ do áloi>tres hueses énel míjsmomal estado, d^^ salud.
J9S9— «KIVI6ÍIAL csSTAÍvig^iiAO i^^PBS,, propietdñ'o,
de^e agosto que reasumió el inundo, de regrefio de
Ja Cíimpafta contra l,os indios, hasta epero de 1837, (jue
* debiendo. auseintarse dp la provincia cpn. destino á Sue-
ños Aires, por cpusejo del médico Leppar> delegó nue-
vamente ^n su secretario general CuUen.
18SV--1I. ]»• citiLLKlr, ministro de Lope¿, su delegado,
desde enero hai^ta mediados dé abril, que duróla, au-
sencia del gobernador propietario' Ló^e'z en su viaje
á Buenos Aires, adonde Itegó el 43 deeh^ro^ y déídon-
de salió, de regreso á su pr6vJncía, el 5 de abril; y
como la enfermedad de éste no< presentase! mejoría
alguna, continuó Callen ' desempeñando el 'gobierno
hasta ¡mayd.de 1838, que, cqn n)otíivo ^el bJoqueo fran-
ce6y fué comisionado cerca del gobierna de Bu,ej;ios
Aires, como se verá: mois adelante.
i989--BBlGA]|l£tl fiíSTAIVllSLAO IíOPÍ:^? prtípiéta-
. no,' desde mayo qué reasumió el' mando hasta s'ü falle-
cimíeríto. * ' • .
■
. . Pe regreso, de Bu^no^ Aires, á cuya ciudad llegó el
13 de enero de 1837, habiétido áído espléndidamente
recibido con formación de tropas, embátideraihi^lnto
de calles, músiqas, etc,, en medio de una concnri^éncia
de mas de 25000 almas, y én la cual permaneció hasta
el 5 de labril del misino año, que efeóáife su salida con
iguales demostraciones de entusíasííio y afecto fédéhal^
el goteruador Lopéz ño pudo desde htegb tomáí pose-
sión del mando á tlíiasá del mal estado de sd sarud.
- 1
I
'^' ¡Él objeto d^ SQ v^ageá Buenos > Aires! ha\>ia sido el
dé someterse á^ un- sistema de ouraucioa form^i^ y liejos
■'^'de conseguirio; se agravó mas bien $u enfermedad.
^ : I^uesto él bloqueo á toáosles puertos del litoral del
Plata; el 23 de marzo de i838i por la escuadm france-
sa 'at 'raatido^ del almiráríte/Le^Blane, y cortado por
consiguiente el comercio conloa pueblos del' interior
por los ríos Paraná y Uruguay, López, aunque muy
enfermó, Teá'sq mió' el' gobierno y comláionó á sti mi-
nistro secretario Cullen,d' que,'trasl¡adándose áBue-
t)ó3 Aires,, tratase con el gobernador Rosas déúnar-
reglo 'con él almirante francés^ "previniéndole que, si
Rosas sé re^iétiáá ese arreglo, pásase inmediatamente
á la escuadra bloqueadora y llevando credenciales al
[efecto, .80 en teadi esa dii'ecta^eivta con. el ^efe de ftllf^
para facilitare) comercio 4^ los pueblos ({\ie esíaban en
pG^, con la Francia* .
''Esta comisión costó -cara & CiiUen, á quien Rosas
nunca plerdoñó,, por fraberla-oonsiderado, de buena ó
mala fe-, cómo iniciada por el mismo cotoisioíiado y no
Comoui^ia emanación deLoper.
Ese'^aso era' en verdad altrevido y de «ftuy seiias
•consecuehcías para la política 4e Rosas, quien debía
ver en él lina ruptura del tratado del litoral y con 'ella
la inevitable caida déla DJctadiirí^..
Ijuosas prescindió de López,] cuyo fin vela próximo,
y juró vengarse, como se vengó de Culleu, cuando
aqueld^sapareciera. ,
. bwrante esta comisión de C4illen, la enfermedad de
López se agravó^ de manera que tuvo que renunciar el
gobierno y murió eii la tarde 4el 15 de Junio de 1838.
Hasta ,entói)ce?> Rosas y López dominaban las pro-
vincias á su voluntad; con la muerte de éste^ solo que-
daba una voluntad en toda la República— 1^ de Rosas.
A nonibre de la provincia de Buenos Aires y costea-
ido ppr su tesoro y con el a^enüipientp dql gpbierno de
' ' Santa Pe, secblocó iinfnonbiúentóídé mármoi sobre el
sepulcro en que deseánsan los restos del ^e^erlil Lo-
pea^. ' Bi Tionabre de éste había de inscribirse en la
pirámide de la plaza de la Victoria en cadauYia de tas
ñestas civíc^ de Buenos Airesi '. '
He aquí la inscripción . que se gravó en la lápida del
sepulcro acordado á' La< ni enioria del geoér^nl (Estanis-
, lao L(>plez: —
,• • I" •• '"i-, '
* • I • i • I
€1846— Octubre 22*- • v .. 1
El ExMo. seSor Brigadier fDE la "Níacion don
Estanislao López
Como gobernador y capitán general de la provincia
de Sania Fe, esclarecido guerrero de la libertad, hé-
roe glorioso de la Confederación; y vencedor en. rne-
morables batallas, le rindió servicios eminentes— X30n
sus fieles aniigos y compañeros los generales Echaque
Y Rosas libertó' la República de ía anarquiaT-t^or el
honroso tratado de paz del 22 de noviembre de 1820,
celebrado en la estancia de Benegas á la margen occi-
. dan tal del Arroyo, del Medió — Comandó en gefe.el ejér-
cito nacional confederado, salvó á las provincias *4^ la
impía traición dé los Salvagés Unitarios, y Sostuvo el
pronunciamiento de ellas por *éí "^sistema de gobierno
federal- ífi su glpria. militar^, ni ¿u elevada posición
pudieron canibiár jamás su sencillez republicana— Na-
ció el 22 de novienabre de 1756-^Murió, el 15 de jutiio
de 1838.
Descansa del Empíreo éá las mansiones,
Btt el seno de Dios; hombre querido !;-^
La Libertad te debe sus blasones*, •
Y lóis tiranos su postrer gemido*-
Rosa^^ lel compañero de tu gloria,
Consagra eáta' inscripción á to :memoria« >
La>cánrQifa pública de Lopez^bájo bl punto de \'isla
dé la política que abrazara, 1^ dio un nombre asaz
. conspicuo en los anales de la República, .como ufiade
: las priocipales columnas' de la causa pseudo-federd^
en sociedad y apoyo de su amigo Rosas. También
t\xh\xtihQt)ibré afortunado y y esta sala circunstancia,
'ya.seii én la vida pública ó yaén la privada, tieneiSiem-
pre un efecto talismánico, haciéndole digno del elogio,
que no faltó quienjle hiciera — de que fué un hombre de-
cididamente hábil.
Cuatro días después de ía muerte del general Lo-
peZj'süesposa'dofía Jpsefa Rodriguez de Lopéz, diri-
gió á Rosas una carta en quedaba los detalles deles
. últimos momentos del finado, y Rosas, en su contesta-
cion, le decía q^íe el general. López había sido su M
amigó y compañero en las épocas náa's criticas; que,
mientras sus amigos particulares elojíában sus cuali-
'dades, personales, la República deploraría la pérdida
.' de un ilustré patviota, el valiente defensor de isus le-
yes y uno de los mas renombrados fundadores del
. pacto de alianza que'arrancara á la nación de las rui-
nas de la discordia civíf. . .
I • . . ' ' • í • •
El.capjtan Eliott, comandante del buque de S. M. B.
Fly, á su regresó^. en abril dé 1837, 4e Santa Fe, adon-
do habia ido espresamente para vjsitar á López, se es-
. presó, respecto de éste^ en los términos siguientes:
« Sentina abandonar la América ^el Sur sin ver aun
homb/e tan notable, cuya aípariencia y lenguaje deno-
taban al paíriota y al hombre de juicio. »
Vamos & enumerar los principales hechos que dis-
tinguieron'ál general Estanislao Lo J}ez, desde el pri-
mer dia -que sentó plaza como voluntario para com-
batir por la independencia nacional. ,
Acababa de darse el grito dei libertad en BpQnos Ai-
res el 25 de mayo deilSlO^ cuando repercutiendo su
eco en los corazones de los patriotas sa^ntafecinos, fue-
ron 6stos lo9 priixieros que, i^gaodando ái sus herma-
nosde Buenos Aires^ se alistaron voluntariamente «n
•número de 100 pare^ engnosár la columna q«e & la • 6i'-
den del' general Beigrano, debia ¡dan libertad al Para-
guay. Entre éstos^ se hallaba en primera Jíoea el jó*
Ven! López, el--cual, ¡en ,1a leíase, de cabo fué en el
contingente.de Santa ;Fé, haciendo gpar te dé. J^ tepedi-
cion libertadora. mí;!
Venoidó Bé]granoen< la desgraoiada jornadalde-Ta-
cuarri (9 de marzo de 181|.), el daho (López cayó [prisio-
nero, fué llevado á Montevideo y puesto pre^(ft;ábor4o
- .de la fragata ¿:Q guerra. QspaOqlaf Flora» ftindea^la á
lasa^on en la bahfa. de N^outevideo. . El general Rqp-
dedu, al* mando del ejército argentino, ^itiabc^ la
plajiaen que .e3.tat)an encerrados los españqle^, pin-
tonees el cabo. López . concibió el atrevido, prpyecto de
fugarsQ de la fragfiía « Floi;fi, », é incjorporarse al ejér-
cito .sitiador de los pa(iriota^;i y p^pai ponerlo e;n pr4<<t i-
. .<^a^ aprovechando .de,ua^.npche tenebix)s^,y fi^ borras*
I.cay burla^ldo'U vigilancia .dal centinela de proa,^ j^e
apoderói de un^boyu y,,arpoján4Qse al qíxar,. logró ; ga-
i::nar;lap¡laya'del.qampQ sitiador á las inm^diacíipnes
.; del Arroyo Seco, teniepido para? esto que nadar jfms
dQ mediadegua. Elbte hechQ de estr^ordíáar^Q. ^rrqjo.
le valiéi elg<:ado de.alfierez que le cox^ñrió inmediata-*
. luenteel general .Rpndeau. '< , ,
. Rendido Montisvideú á las. armas de la. patria, (2Q, 4e
junio de 1814),iél alférez López regresó ó su su^ioiJOja-
tal. Desde entonces siguió una serie no interrumpida
de combates y victorias, unas veces en defensa de la
independencia nacional, otras, endefensad^lo que- ét
. consideraba los deretíhoá die s'u provinda natal, y otras
contra los bárbaros del' desierta que amenazaban la
ciudad de Santa Fe y a'los cuales redujo'á'laitíáSncom-
* píela ímpotertdiá* J ' < . ... '
^ • * Én la catopafía éCHAtk^él imperio' ^del \6rásil, Lopéz
366: 'tRúnsmJL
, \i
mandaba u6a<fcoLuimna de) ejército . iiaciQníLl y recibió
r.e\ encango de invadir las Misioaesi)raskleraSv cumplien-
do valerosamente esta orden, sin que bubiesse pelJ|;ro;al
cual no se arrojara para conseguir el desalojo del ejér-
cito imperial de la parte qiie. ocupaba. Este triunfo,
unido á la victoria del ejército nacional en el Rio
'6nandei:diÓ poF'resultado la libertad al £stado Orien-
tal del Uruguay.
' > EMe¿tor. conoce ya todos los deaiá3h^hos que die-
ron ^1 general López U importancia, que tiene <en la
iiistoria. • í= * ! . ,
' ; A'los 20 anos, lá Legislatura sanctonó (18de diciem-
'bre de 1857) uiía ley di^pdnfiefido l¿ erección de una
festatua, al general López, en la plaza principal de la
capital de Santa Fe, sobre una columna de mármol,
llevando grabada de alto relieve, ensus cuatro frentes,
las inscripciones siguientes: 1** La estampa de este
decrfetór-^a** El pueblo santafécinfo aV promotor de su
indépeftdeneia' local:^— ^3* Todéel síentido iestual del ot-
tíctflo 4f del Tratado cuadrilátero de 4 de enero de 1881
• —4^ La época de su i>a4al¡cioy el día en que falleció.
' Abierta' «n todos los 'departamentos de la prt>vino¡a
' üttía suscripción esporttánea al objeto de recolecfear fón-
' dos-pará-satisfaceré los gastos- de este monumento,
"el'Póder Ejecutivo, éjereidóála isazOn por su hermano
el general Juan Pablo López y el ministro deé^fe doc-
tor Juan Franícisco Seguí debía satisfacer, dei tesoro
toúWíéo, el déficit que' resultara al Heno deH presq-
pnedtoi.' •
• ( •
tSMin-n. 40i^JÉi$i4fAt»€;A.iiiSTJB09 y¡Qe-presidenie de
Jl^ Ljegislatura, pombrado, gobernador interi^ip, el ib
i dQjMn>p,.á<;ftpsa dal. estado grave de /enfermedad y
.pe^!ÍgrQÍnrpÍií<eiite ilenmertedpLopez, .y en agsencia
de don Domingo CuUen, que había ^idp nombrado en
^^l^ráqtí^- d^igpbpüfíia^ftr Píovj^Qrip.y, que se, ;h«líaba
DB^iAMTÁ/lH 3QS:
¿la ^ú&tow áu^eviftef ^tf''diiretío9Í)A^iresí/éh<>CQmisíic>iiide
' López, c5¿rca d¿ RosÉKSi'como endarg^do dé )aá i^aalo-
nes eisteriores de^la Repiibiíce^ . • i ' ' i >
El general liopéz dajó de existir en la tarde del áiís-
modiálS de junio. '^ i. . .¡i
El seQor Qalísteo cóbiunicó este aéoirtécimíento
afgíoberiíádár'deBuenbs Aires, quién,' con' 'feóha 80
del ínismó iries (junio), le diriglió uríá-cártk deípfeáiWe,
espidiendo ,^ ñfíisttib diaüh decretó, ^'é\ «ijüe) -t^áe-
seabáó pregentar*. una prueba áelíaláda dfe ' sus ¡sfenti-
miéntosde gratitud y dfe respetó Méia el esclarecido
ciiidadánó á quien la Répúbíicfet y' su s^ntrí taiistx'féde-
raí* débert ía'n eminentes y distinguido» servicios^, or-
denaba sé'celebteeii exequias reKgiOsas'én íái calédr^al
'dfe'fíúéhos Aires, con asistencia dfel gobierno, dé'•^as
autoridades bivjtós y Wilitarefe y la de 16s' ciudadanos
irivítacíos por la autoridad! > '"' ''
• !í ■ •_» i / ( ' • • ! I
f*
i MA^-^-A.' «oiÉkxiíG» c viüi^Kiv, noiDQibredo. int/sri^o §115
. de^^anio^: feeha.de la muerte. de Lop^^^i perq Da.s¡e ^e-
'•cibi^,ípóríhaUatiáí5 áusQotQ 0n ;Buejp,as Airps,'. i^ipp en
*¡ ■ OuándJo Cullenfl'e^í?as<ó de Buenios, Aíireis. 4ió,cuflftta
I vepbalinhenie dei vesultado dedacpmisjioxi., qu^^íe baqia
enbciiteiidadoiél &iado gobernador L^pez^^il^iQ^^^
de Representantes,-maniíCastatid(b muchas prppu^st^y
ofertas veAtftjo^fis para la prpv^i,ie¡a; di^iSanla. ^Fe,j que
. se le: habían.h&cbo ^niByeupp^; Aires; ¡p)?^S no p^r, lio-
sas,.pue3tp;queií)iQ.pjvdQ.poBs^guiruaa tr^nsaQcypn dpn
;loa.franQe8e?¿. viniandp á. quedar en nada su cpniisípn
ceroa'^ Rpsjasy! rPgre.sando á .Sj^iita F.e 4 l^s flPcos
dias de.h^ber.reoibidp lanoticja de la muer.te djí LgpQz,
qu.e le fií4cqmunipí^4^ por el gobernador interino pa-
En vista del resultado obitfepidp;í>ftr,/¿;uljpp..y, .dej^^e-
'.seoinaotfe&tedo ptír»^os.gefftfty,ppqÍ<ilQS| jVftl^ai)Pfí,jy de
S68 .BRa.niniCU
.'i 'i
tnüieias, la.Gámapá de^ R«f^resiecitanteB )e pcHpnbró go-
bernador d-e la provincia, en cuyo carácter fué recono-
cido por todas las provincias, menos por la de Buenos
Aires y ,Entr.e Ríos, cuyDs gobprnacjores, Rosas y
Echagüe, trabajaban por su deposiqion, y ^Cullen pop
, ^ost^enerse en el gobié^rnO;, basta que, con el deseo de
.;evjtar vn.a,gue;rr^ pn la p^ovinciade si^ adopción, se
, . VÍA ob|l¡gadp. .á;'jBp|4nc¡jar, conno renunció^ eí 15 de se-
. tiembjre, perp^anQpiendQeippero en Santa ^e.
Viendo eu,llep que qI general Juan Pablo López (a)
. ^ASfar¿íía, hermano del finado gobernador, se aproxi-
maba spbre la ciudad de Santa Fe, y que el gober-
- .nador Echagüe^ de Entre Rios, se preparaba á invadir,
. sin poderlo resistir, é implicadp por otra parte, en los
sucesos ppUticos de la época, fugó el 29 de setiembre
_á Córdoba, d© donde pasó á Santiago del Estero, en
donde permaneció asilado en casa de su compadre y
amigo el gobernador Ibarra.
' ' Este^ á instancias é instigaciones de Ro39kS, 1^ remi-
tió preso con un a. barra de grillos yunafuerJte escolla,
'hasta el Arroyo del Medio, donde ftié recibido por el
coronel Pedro Ramos, edecán del gobernador Rosas,
' ¿juieh^ de órd^n de estele fuéiljóalif el82de junio de
1839, previos los ausílios espirituales que le fueron
suministrados por el clérigo Lara^ llevado al efecto
'. desde San Nicolás de los Arroyos.
El' crimen de Cullen á los ojos de Rosas, no fué otro
queet secretó de que aquel era poseedor acerca de la
muerte 'de Qlííroga, en 1835, la cuaima la vez que se
realizaba el deseo del Dictador^ sequitaba del medio
á un formidable enemigo, que no habría descansado
hasta ver, ó el* país constituido, ó la total caída de éste
qíjé á ello se oponía, como yá lo había* manifestado en
su carta en contestación á otra del caudillo riojano un
aneantes de su trájieofim = : . ,
' 'El mismo Ibart'á no habría traicionado su amistad
«
I
DE SAljTXA ^B 369
para con CuUen á no habei^e empleado la intriga^ con
la.J!Dayor perfidia^, por Rosas^ interesado en la total
desaparición del secretario de E. López, y por Gon-
dra, consejero del gobernador de Santiago y confía
dente del Dictador, según se verá por la siguiente:
Carta inédita de Rosas á Ibarra^ en 1839 j pidiendo
la entrega de CuUen^ bie/i asegurado^ con dos barras
dé grillos y con la suficiente custodia ¿ • •
i;;!;;^^'^■:.^^^^^"^^'.'.*;!'/////////.;;^///.;"'.".'.*(i)
mas pérfido y espantoso, puesto que apesar del asilo
y protección que le ha dispensado, ha transado y Ueva-
do á ejecución las (rebeliones que han tenido lugar en
Córdoba, Santa Fe, etc., las maniobras de Catamarca, ,
la ida de Pedro N. Rodríguez alli con pasaporte de us-*
ted, la política de los nuevos gobiernos de Tucuman y
Salta, y todo ló demás funesto al sosiego y crédito del
país que há tenido lugar, sin qqe basten á' contenerlo,
ni los ejemplos que se le han opuesto, ni los triunfos
que se han sucedido, ni el punto de vista en que á us-
ted k> ha colocado. Los documentos fehacientes que
comprueban. todo esto están también en mi poder, y de
ello no debe usted dudar ni un solo momento desde
qué yo se ló aseguro. Y crea us ted que esto lo sabía
yo aun antes de la rebelión que tuvo lugar en. aIguno3
miserables á quienes logró también engañar en la
provincia de pórdoba, y que no habría sucedido así; si
nuestro compañero don Manuel López se hubiese pe<-
netrado de este enorme atentado, y ahorcado á ubos
cuantos unitarios de copete, como el tal Rodríguez,
que llevaban adelante las maniobras de CuUen. Así
es que en carta fecha 24 de febrero y 2 de marzo, le
dije: t No ha debido usted estrañar mi 3Ílencio en una
época en que no puedo dar abastó en el despacho, ni
- . j ' . ;
(1) Valtaa B%uia«|;MJAbra« por háben^ estraviado el Origiiud.
24
870 ÍBDtÍKClA
áüñ á los asuntos mas vitaleáj y 'lÁucho lAá^ cuando
mi corazón dolorido desde la itreparáble pérdida de
mi amante compañera, me tiene tan justamente ator-
■ mentado* El motivo que ha tenido lugar en el punto
que me éspresa,»segun me comunica Usted en sus dos
últimas, es obra de las maniobras 4e Cullen á conse-
cuencia del bloqueo del puerta del í^araná, y de la dis-
■ posición que dice tiene el cabecilla Rivera á invadir al
» Entre Rios. Por el presente correo escribo sobre el
• tal malvado CuUen al compañero Ibarra, que sin duda
aun nó'locouoce, ni el mal que causa á la ^tranquilidad
de la República su conservación en Saqtiagoá su lado.
. Sobre dicho motín ya digo á usted de oficio^ qué ade-
más de haber marchado de esta un fesQuadron' de linea
á incorporarse al amigo don Júad Pablo López, le
remito á usted en toda precaución adjunto uq oficio,
para que, §i fuese necesario, baje á incorporársele el
cuerpo d(e ausiliares que está, en San Luis. £1 oom-
pañero Ibarra parece que no está dispuesto á entregar
al traidor gallego facineroso Cullen; pues ha escrito
al señor López, actual gobernador de Sania Fe, <|ue
sin desconocer las razones en' que fundamos nuestro
reclamo, se ve en la necesidad de isalvarlo^ mantenién-
dolo á su lado eh estado de completa nulidad. Si esto
es asi, y el señor Ibarra después de recibir mi corres-
pondencia insiste en lo misitaoy lapermanencía-deltal
Cullen alliy en! el estado actual de aquellos pueblos
con las íiuevas administracionesy los envolverá sin
duda ninguna y pronto, en la anarquía mas aitoladora
y espantosa, derramándose en pbreióaes la sangre de
feus hijos. >
€ Usted futida su recomendación en que Cullen fué
compañero y colaborador del gfán López, y deposita-
rio de sus confianzas, -én ló que piadece mucha equi-
vocación, por no estar en ciertas interioridades reser-
vadas qu^ no se trasoendíAu .en^ el púbUoa* U$t^d
''sa^ que e) sefíop^LópeK* no era hombre de pápele^, y
' qud no tenia em- 'Santa Fe, fuera délseñotr Schagúe^
' hoiubre de bufete de quien pudiese confiarse para el
. despacho de su mimsterioí^ Estp le obligó á llaiBar
á Gullen^ porque sínembargo de que le conocía, y de
qú^ sabia qneiera nairado en Montevideo y ^¡^i por .un
- cacHafáSySin crédito ni reputaoíori que le diese, alguna
'" respetabilidad^ eanfiaba en qiie &u vigilapoiay . la mia,
y sobre todóy el temor que nuestros respetos le infun-
dirían, serian un freno que lo contuviese de oometer
' Cualquiera felonía. Apert^ibido yo de todas estas ra-
zones, p^0(3uraba darle toda I? importancia posible,
'haciendo figurar en esto los justos respetos á-quó de
mi parte era acreedor el seftor Lopéz; pero nunca per-
día de vista sos pasos, y oqando nO ^ran en Jia direc-
ción que debían llev£^r, le salía al enou^atiro.
^ « Slntre tfi^nto, éste hoi)ibre funesto no cesaba de l\a-
^rnos la guerra, y traicionar al ibeRor Lopes, al señor
' Bchogoe y á mi, en cuanto podia. Para cal mar} las di-
Musiones 'Ocurridas en el Entre Rid^s el año 31» le pí*o-
puBo^in plan de 'asesinato ál aeñor Hojas, et)Vtado. de
eiste gobieríno cerca dpi de Santa Fe, cuyo plan fué re-»
^sadp con asco y una seria íocrepaQion por di<^o
señor.
.\<€uando dicho Qon3ÍsÍQ.i;kyado estaba ea Santa Fe,
trébjajdba:inQe$&nt0mente ^a<?rear prevenciones con-
tra él, lo queconQaidQporel geñqr L.ope?:, fgó motivo
paraque ^Igun tifti?ipp tuviese algo alejado de $í, al tal
- ' ' € Cuando se odebvó allí el tratado de 4 de enero de
dibho año, la copia que mandó ratificada para este gp-
biemoy venía exacta; y las otpas dos, en que este go-
bierno debía poner su ratificacipn, venían variadas^en
^ oontextod« algunos artículos iBobre puntos sustan-
cíales que habían sido discutidos con especialijdadj y
- 4Úb embargo deiquaiesitavAnedad&if^ ^^vada.por as-
872 ^ rBovixeiA'
plicaciones pnestaá en los idos ^jebiplared al tiempo de
esténderlaratificaaion^ siempre haba algún encuentro
entre los dos gobiernos delegados :de está y aquella
provincia, que yo procuré deslía^cer.
t Cuando don Pedro Ferré, goberniador de Corrien-
tes entonces, pasó á este gobiernocon fechai22 de junio
del año 38, el célebre oficio de torpes insultos y des-
vergüenzas^ que no fué ^ntestadíO, y ^ [Publicó en jurn
; cuaderno con varias intpugoaciones puBlicadas en los
periódicos de ésta ciudad, y con IO0 documentos concer-
nientes al caso, el bribón Cullen, tan leJQ3 de acoiajo-
, darse á la conducta que :Dbsery<> el seftpr López, por
j necesaria cofisecuencia de nuestra jamistfid^, se ^gtre-
. chó mas en relacionen intimas con Feriré,
i Cuando en tiempo del gobierno 4e don Jiüan Ra-
món Balcarce los unitarios se quisienoñ alzar con la
patria, persiguiéndome á ral y á todo el que era verda-
deramente federal, bajó á ésta, estando yo en la espe-
dicion al desierto, paró en casa del 6x-(^nónigo don
Pedro Pablo Vidad, uno de los mas revoltosos unita-
rios, ridiculizó cuanto piido mi empresa, lisongeó con
esperanzas á los sublevados asf^irantes^ les sacó por
este medio cuanto les quiso pedir/ y -se fué después fes-
tejanda las desgracias del país.
' « Cuando se estaba tramando el espantoso asesinato
del señor Quiroga, el señor Pancho Reinafé bajaba á
cada paso á Santa Fe, y se le hada creer al señor Lo-
' pez que venia é hablar sobre una tropa de ganado qjue
el gobierno de Santa Pele habia encargado comprase
.á una señora de Córdoba, y á la sombra de estos via-
* jes los Reinafé hacían correr después por todas par-
tes en las provincias, que aquel. asesinato habia de
quedar callado, por que había sido hecho por inteligen-
cia con el señor López. Así fué que^ avisado este $e-
' ñor! por mf de la voz que se procuraba baeer correr por
todaQ partesy y que también corría en ésta ciudad^ dan-
DV'MKTAVS 873
do por fundamento los espresados viages de Francis-
co Reinaféj me contestó que los viages hablan sido
ciertos^, que él los estrañaba pop inútiles y sin objeto,
''(Jue los reclamase y que por mi aviso venía á conocer
elñn malignó con que se hablan hecho. Yo, al mo-
mento, me apercibí de que en esta parte nuestro com-
jiañero el señor López había sido traicionado por.Gu-
llen; pero me callé por que asi convenía en aquella
ocasión, y afiancé mi juicio: primero, cuando vi que
habiéndose usted entonces e^edido tan dignamente en
térmicos quele hará á usted y'al sfefíor Gondra eterno
honor, Cullen le hizo firmar al seflor López Ja carta de
reprobación que á usted escribió, llamándole al mismo
tiempo á la unión con los Reinafé, carta sobre laque
Uamé ia atención del señor López tan luego como llegó
á mis manos. ^ Segundo, cuando leí la nota que el
mismo Cullen hizo también firmar al señor :Lopez,
«visando á Reinafé el recibo del oficio con que le re-
mi tía el sumario falso que formaron. Tercero, cuando
babiéfido el tal unitario Pedro N. Rodrjguez sido co-
locado de gobernador por los Reinafós y demás uni-
tarios de Córdoba, Cullen hizo firmar al señor Ló-
pez una carta para, mi en que lo elojiaba como el mas
aparente, y que. habiéndole :yo contestado en sentido
•jabsolutameilte disconforme; convino conmigo el señor
López, oomo en tpdo Jo antierior indicado, 3in duda
porque sa penetró. de los manejos de Cullen.. Cuarto,
por^uecuando se escapó el Pancho Reinafé, se vino
.3in detenerse un instante al Rosario, en donde, encon-
.tro ya preparado el lanchon que salló conduciéndolo
á la Banda Oriental» Y cuando si^dotan fáicil descu-
brir qui^n habria preparado dicho lanchon, y habiendo
. yo pedido esta indagación al señor López, nada se hi-
zo, ni se me habló después de este asunto. Todo, á
consecuencia de las asquerosas feroces maniolyas de
Cttllen.
874 PBOfboiA. :
'4 OUando el «xca'nóntgo Vidal emigfó de aqiá á
Montevideo, conservó con él, como siempre, lamas es-
trecha anfíistad y relación, y por el Rosario introdujo
aquel á todas las provincias el iaipres<;> incendiario que
usted recordará. Como me fuese remitido por todos
los gobiernos sin dejarlo correr, y varios de ellos me
' hubiesen noticiado con datos cierto? por'dónde y cómo
había sido introducido» no le quedó mas arbitrio que el
esclarecer el hecho y publicarlo, haciendo ver qne cas-
tigaba al agente deestaintroduccion^ p^ro de un modo
que no pasó de puro aparato» Entre rtanto, prohibida
en todas las provincias toda clase de comunicación con
dicho Vidal, él siguió s^s relaciones con él como siem-
pre*
c Cuando estuvo el mismo inmundo CuUen ia áUitaa
vez en estaciudad, su conducta fué la mas insolente,
atrevida y anárquica. Sepuso en i^elaciones por es-
crito con los agentes franceses, después de declarado
el bloqueo, y á ocultas de este gobierno, contra cuya
- malucha política echaba pestes, diciendo á los ümtarios,
á cuyo bando han pertenecido siempre todos sus anU-
gós, queyael señor López estaba aburrido hasta lo
sumó conmigo, y que él arreglaría pronto todas «slas
cosas. Y entre tanto que no perdía oportunidad deco-
i*ieter ésta y otras maldades para anaA^quizar el país, no
oesó un soío momento desde ^ue nuestro compañero el
' i^efíor Eehaígue fué encargado de n^anda^r la provincia
de Entre Rios, de calert laHe ia cabeza al señor López,
- cofitraaquel beneméritb argentino^ fragttando chismes
y cuentos, y haciendo queel sehor López se espresase
contra él 6on dicterios ios mas irritantcís, así fué que
por mais que trabajé siempre en reconcíFiarloB, y por
mas que élseñor EchagQe se prestó siertipre deferente
á cortar estas desavenencias y disgustos, porque
respetaba mucho al señor López, y se complacía de su
amistad, jamás pude arribar al logro de tan ímiporlaín-
. tQ, ol^jet9,^ porque el tel hombre njialvado CuUea estaba
atizaado ,á -todas horas y en todos momentos el fue-
. . go de la di^cor4¡a entre apeabas personas..
< He l^epbo áusted esta narración para quq ae per-
suada de que el salva^g unitario CuUen jamás fué
, amigo 4^ nuesiro ilustre filiado compafiero el señor
López n¡ menos su compañero y colaborador. . T!ué
i3iiemprp uttlgjista, aparqui^ta bribón, unitario y ?im-
bicioso por todos costados que andaba siempre estu-
diando cómo traicionarnos, y cómo anarquizar la
República; pero que teni-amos que tolerarlo en el
puesto qine Qcupaba pior las razones que he indicado á
usted, mas sin perderlo de vista para atajarle en todas
su^ intrigas y maquinaciones.
«El tal Manuel Leiva es otro malvado unitario. A
este lo pilló el señor López ahora años en una revolución
que le quiso háoer en Sania Fe, y por esto se veía de
. ambulante ocioso en aquella ciudad; pero por la misma
escasez de hombres lo llamó después para oficial del N
Hjiflij^t^riO;, y cuando dicho señor vino á curarse á esta
ciudad^ lo trajo qonsigo como amanuense, sin embargo
de que conocía lo malo que era. Bajo de este concepto,
preguntándole yo al señor López, ¿ por qué traia aquel
hombre sabiendo lo que era? me contestó: lo traigo
conmigo .^ \^er. si de este modo lo hacemos bueno. Me
ciailéj por no perjudicar mas su importante salud^ ya
_ fl^uy agravada entonces.
;, . « Nft me estiendo rajas.porque ya va demasiado lar^a
■estaiCarta,. y creo t^ajijier dicho á usted lo bastante para
. .quese^p^netr^ de ja delicadeza y grave trascendencia
. 4^e3t9 negoqio; pues no puedo ni por pin, solo instante
. cr^rque u^tediquíara comprometer su honor y buen
, nonpbr^f (¡fuijusiame/ite merecido^ ni menjos e^poi}er
.. fil crédito de la cau^a federal j y La unión y tranqui-
, lidud \de. las provi/iqias, por salvar ,á un malvado ,
desde que sepa lo que fiSy y se penetre^, como debe joe-
§7© PRÓTÍVOIA
netrarse, de los gratísimos males que causará ala
República sino lo remite inmediatamente bien asegU'-
nado con dos barras de grillos^ y con la suficiente
custodia^ al gobierno encargado dé las relaciones
esteriqres^ ó al de Santa Fé.
€ Reitero á usted mis íntimas espresiones de afecto ;
y deseando su mejor salud y acierto, cuando mas le es
necesario en la marcha ^de su administración, quedo
suyo fino atento amigo.
\ Firmado—
Juan M. de Rosas.
Ibarra, en nota de 4 de junio,, contestaba á Rosas
diciéndole que le remitía bien asegurado con grillos y
con una custodia de 25 hombres á don Domingo Cullen,
y que el único á quien éste pudo seducir en Santiago,
que era Bonifacio Albornoz, había ya sufrido la última
pena de la ley.
El 8 de junio (1839) entró en la provincia de Córdoba,
cuyo gobernador M. López lo comunicaba á Rosas en
nota de igual fecha.
El entonces teniente coronel Juan Pablo López, dea*
de el Rosario á 18 de .setiembre de 1838 se' dirigió á
sus conciudadanos manifestándoles haber vuelto á la
provincia con la determinación de sostener sus dere-
chos hollados por un aventurero estrangero (refirién-
dose á Cullen), quien, ala muertedel gobeirnador E.
López, su hermano, se imaginó tener derecho de asu-
mir autoridad sobre ellos. Que Cullen quería vender
la provi)icia á los implacables onemigós de lei federa-
ción, y entre otras víctimas destinadas al sacrificio era
él (López,) que, por cierto, habría llevado é cabo, si
no se hubiera escapado dé sus garras y refugiádose
bajo la protección del distinguido don Juan M. Rosas^
firine amigo de los santafecinos.
Cuando López $d dirigió á ^us conciudadanos eii el
sentido que acaba de verse, ya había preparado el
camino que condujera al resultado deseado por él, de
. acuerdo con Rosas. Así, el mismo dia, ( 18 de setiem-
bre ) algunos vecinos de Santa Fe elevaron una pieti-
' cipn á}a Camarade Representantes, esponiendo que,
por< un largo periodo, la provincia había gozado de.la
paz bajo el paternal gobierno del general E. López,
pero que, á la g^zon^ un español europeo, un estranjero
advenedizo^ aprovechando de las consideraciones (que
el finado Lopdz le dispensara, asumía la autoridad
sobre los santafecinos y n^ant^nía secreta inteligencia
con los enemiga!^, por lo cual, pedían su separación*.
En consecuencia, la Cámara dictó una ley deponien-
do á Culien y nombrando en su lugar ai teniente doro-
. nel Juan Pablo López, quien hizo el papel de renunciar
el eargo^ pero tuvo que aceptarlo^ espidiendo en se-
guida una proclama, en que, aludiendo á la conducta
de Cuiten, que d^cía estar en comunicación coa Los
revolucionarios del 1^ de Diciembre, que hablan sido
descubiertas sus intrigas y que las provincias de Bue-
nos 'Aires, Entre-Rios y Santa Fe,~ó mas bien dicho
/íosas— estaban resueltas y habían conseguidoi derro-
oarle, venía á revelar el secreto que le habia confiado
Rosas, cual era hacer aparecer la espresion del pueblo
santafeoino en la caída de Culien y no su única y rega-
lada voluntad de que ella tuviese lugar.
El misino dia ( 18 de setiembre ) en que eso teiifa lu-
gar, el general Echiagl\e, de acuerdo con Rosaé^ dirigía
una'clrculará algunas provincias, pidiendo á los gober-
nadores respectivos hiciesen todo esfuerzo para'pren-
der á CuUen y remitirlo á Santa Fe para ser juzgado.
Como López hiciera saber á Rosas quéCüllen rse
había salvado de la venganza de las leyes ofendidas
con la fuga, > Rosas le contestó que, de conformidad
á su pedido, iba 'á dirigir circulares á los gobiernos
378 : WKnWCU
: ()e proviñciía para que trataráe de prenderlo^ hax^iendo
al mismo tiempo á Cullen los cargos siguientes :
cQue el foragido inmando unitario reo de lesa
América^ áon Domingo Cullen procuró suscitar una
ienjemistad funesta oontra Ibarra y ministro Gondra.
. Que patrocinó á los asesfnos de Barranca-^ Yaco, pro-
• curando obtener su impunidad. Que intentó salvar á
. los Reiikafé^ proponiendo quedase lea un misterio ese
' alentado, promovido por él mismo. . Que no pudiendo
conseguir su intento, se esforzó en detener su castigo
! promoviendo demoras, suscitando disootifodfmádad y
desacuerdos entre Lopes gr Rosas. Que contrastado
en estas maquinaciones, pugnó aún por^efttorpecer y
enredar ese negocio, alegando protestos fútiles para
evitar el joicio legal de los Reinafé/ Que conferenció
' y acordó en Santa Fé con don Francisco Reínafé, y
• que üullen persuadió á López que los reiterados via-
' ges de aquel y sus comferencias tenian por objeto
asuntos de su particular interés y del servicio, míen-
' 'tras que por otra parte los Réinafé, de acuerdo con
Ciilíen, hicieron correr en las provincias que a<juel
< asesinato habla sido hecho de inteligencia] coa López.
Qué no pudiendo salvar á los Reinafó, Cullen pidió el
reconocimiehtó, eo clase de gobernador provisorio de
Córdoba, de don Pedro Nolasco Rodríguez, con quien
teníi^ corréspondenoid; y se entendía. Que clasificado
debidamente el referido Rodríguez por Rosas, iasisiió
' Cullen todavía, con ^ objeto de proiQO ver desacuerdo
; entre RosaB y López, empeflandp gesteen sostener
k Rodríguez» Que puso en j^ego resortes que fueron
destruidos por Rosas, insinuando éste. hábilmeQj^. á
. auaniigo López la perfidia de ^Cullen. Qmc ppo|;^ió,
. ^ombinó y llevó á efecto la fuga de Francisco Reinafé,
por el partido del Rpsario. Qjue todavía, después de
¡ esto, se atrevió á proponer ,sinembargo el reconoci-
mieaio de Rodríguez; .hasta que en fuerza de la sabia
!)pottticA da Rosas; que: hieieiraí ia)pro^jon en López,
abandonó Gallea el equipa Que pr^^vró ^rusmistadr ¿
luo^Z oon el Restaurador^ ¿ aquel con EduagQe y á
éste con Rosas. Que tendió la red á Qoiroga coa el
, pvopósitQ de enemistarle con Rosas, <^omo la l^abf a
tendido ¿. Lopez:. Que -arrojó la idea de ^ si^pi^ada
cojmstítucion pacional mucha antes de la. verdadera
Oiportunidad. ^ue traicionó á López. Que en di^*
iiotas ocasiones se esforzó en haqer pi:evail,ecer cpoi(ra
Echagüe calumnias y deatribas, con tendencia á i^esa-
cre(iitarlo y fomentar la discordia entre los campeo-
nes de la Confederación., ^ue dirigió sus tiros contra
XJrguiza, Que fué el principal instrumento en la cons-
piración contra la independencia de la Confederticíon
y del Continente americano, anunciada desde Londres
por don Manuel Moreno én 1833. Que en conforniidad
á ese plan alentó contra la vida del ílestaurador y que
existían datos para creer quie envenenó lenta y gradual-
mente á López. Que concibió y pro^aáo la felonía de
hacer*pedazos y quemar el tratadt!) corijla Grran Breiaña.
. "Que ligado ¿ón el general Beron de'IAstrada, xjon'spiW
contra la independencia de la Confedeí*aCión 'en'cond-
birlacion con los franceses y Rivera. Que ¿e mancío-
■ mutió con don Pedro Noláfecó 'Rodríguez, O roño y
Sííías para anarquizar la firovinciA de Ctfrdóba. Que
fué 'públicamente acuáááo por Iba^rá de haber' 'í^a-
^kdo en'láanttago'una rébefion en 'tíombihación'.'^'on
los franceses y con Rivera por medio de Juan Paíblo
''Dttiboué'y BkynifeíeioAlbot^íioz.i i !• ; . /.
I • i .
#«a9-B. ^OBÉ i3Lf AS CMiiMVESO^ ministro general
. daCuüei)^ nombrado interino el 16. de setíembrai por
renuncia^de éste.
4
., Galisteo no pudo evitar la guerra, decretada ys^ por
el gobernadior de Entre Ríos, don Pascual Ecb^igüe,
que quería colocar a su hermano don José María, y por
Rosas, interesado en colocar al general Juan Pablo
«
Lopez^ con qaien sé había entendido y á quien dio di-
nero y apmaitteiíto, á fln de que no hubiese goberna-
í dor de provincia hechura de otro sino de él, y á su en-
' tero servicio y ciega obedrencia.
' Los comandantes Pedrd Rodrigué^ del 'Fresno, San-
'• tiago Oroflo y el mayor José'ManuelÉchagQe, que eran
' afectos ádullen, tuvieron lin fuerte choque co n el co-
ronelJ. P. López, el 2 de octubre en Bl Tala y en ei que
éste triunfó, habiendo' muerto don J. M. Echague, y fu-
V gado Oroño y Rodríguez del Fresno.
Luego que López entró en la capital, puso preso al
^ ' gobernador Gal isteo, y lo mandó á Buenos Aires, á
^ disposición de Rosas, en cumplimiento de las instruc-
ciones dadas por éste á aquél .
Latrop^^ que López llevó de Buenos Aires, regresó
^n seguida, arreando cuantos caballos y ganado pudo,
por ser de los que los saqtafecino3 habian llevado de
esta ciudad el año 1820. . .
El general Echague, á |su vez, queriendo hacer ver
que 41 no valía menos que López, r^i el que lo man-
. daba^ entró en la ciudad de. Santa Fe á la cabeza de
. unos 700 hombres, practicó un paseo militar al riede-
dor de la plaza como en triunfo, y lue^o mandó acam-
' par en 1q$ Seib.aSy don^íe permanecieron unos cuantos
dias, carneando cuantos payillos, vacas lecheras y
bueyes gordos había en las. chacras y estancias inme-
diatas, r
Antes de retirarse á.Ei^tre.Rios, ^chagüe hiíso pasar
al Paraná la artillería, armaiyientos, municiones, ves-
tuarios y hasta géneros en pieíafe, que él flnadd gober*
rlador Estanislao López tenía depositado en la Adua-
na, donde habla establecido su parque.
' La musa de la poesía nó quedó ociosa con respecto
álós acontecimientos políticos de Santa Pe, pues apa-
recie'ron varias y, entre ellas, las siguientes :
D9 Wf%A FB ^
.....(:.
.DESPEDIDA PEL BATALLOH CÍVICO DÉ ENTRÉ klDS AL
\, . . BELXQ SEXO DE SANTA FE
{ 1 r • 1 ' ' ' ' ■ ' ' 1 ■ • • . f
1 I ' •
Santafecinas hermosas ! ■
Adiós.. . que nos separamos. ,*. .'
Adiós. . . . pues, qUe ya nos vamos, . ' ' '
Adiós... ninfas caríííosas; • ' '
Adío-s. .•.jóVfries virtuosas,' ' ', •' '
' Aáios. .. qiie el, destino atMz ' ' " • ' •'
■ "'No'ssepara'piuy.veló'á, '"'■•. '' "
**"' De tan preciosas 'd'eldadeé/ * ' '"" ''
' 'Ailibs..':. herniosas beldades.'..' ''
Adiós.' . . queridas [.... Adioá'I ;'. . !
i)* ♦ '
iMi»^CoA*i«OL ^wjkm PAttiiQ LOPBK^' (hermáhotdel
[finado, don B^taníislao), colocado en el : góbiornó el
14 de octubre, poi^uAa revoluoion qU6 ^IDiótado'r Iro-
sas prepafó al ex-gobernadop Domingo OuUen.
A la nulidad de este personage (López), ' se agrega,
no sólo los males que oiéásionó al pals^' cuando -estaba
• i en samano el evlüairlod^ t^oóperandó á la desaparición
'déla tiranía, ^íno que también bu ihfaósrta adniinistra-
cíondebe ser recordada óon^mad 6 menos hocroi^, por
' los Óre»{^o, ' ios Comasf, lo^ Safludó,'l^á^ Iturraspe, los
•í Freiré,' los Gaíisteo, ios RodrígtíéZ' del Fr»e<}ittí, Jos
Oroño, los Correa, ilos BayOj 4o&'Oentdn¿>^ etc., etc.,
engrillados y encarcelados unos, sacrificados otros y
' *^rOsc¿rítod*los demás; ' - ; . : i^ í í . «i
'Al despedirse López dé Buenos Aires^ eni24 da 9.e-
tieibbre, lo hizo pór'medio de un aviso qoe fu^inseHo
en. la sección correspondiente, sin merecer una pala-
bra'desparte de Rosás^, á quien también sirviera. ^
' • El í coronel "Mariano Vera (ex^gobernador de Santa
Fe)'que se hallaba* en Corrientes, fué tnvitfido poijel
general Lavalle jiara operar trna'infvasioii á Samta Fe
• .por el (übáooy donde aqoel reunió algunas [lartidas de
OOZ ' FBIBYIKvIA*
I
I
indios que llevó consigo. Estos se sublevaron, luego
que vieron las tropas de López cerca del Arroyo de
Cayastá, el 26 de marzo de 1840, lo que dio á López
un triunfo seguro con la completa, derrota de Vera y
muerte de éste y de su escribiente ó searetario don José
Pino y de los tenientes corpni^les. Eusébiq GtV^gora y
Francisco Aguiíar, e| inayQr, Mari^uó Be^^nji^ez, los
capitanes Mariano Pízarro, N. Alvftrado y -Qayetano
Basaldua (fusilado ,ea e) acto.)- £1 cpronel Francisco
Reinafé, cordobés, hermano de Ips que fueron fusila-
dos en la plaza de la Victoria ^1 25 de, octubre 4^ 1837,
como complicados ^p el asesinato del general Quiroga,
se ahogó en el arroyo. . ! . . /
Por esta ímjoorto/ifó jornada en favor de la federación
:de B;CM^a,i d^n^ éete» pori^ ^^H'gQiiQCQi J. P* Lq(>«i
el uso de uf]^a medaila de oro pendieo^feial éueilo^ en el
p^ohOy detUua cinta púazóy coa l^^&^rpas de la Confe-
deracion^iorla^a, y la inactripcion siguiente : c La Pro-
vincia de BUi^osi Aií'es- al patriotismo, y al valor))— En
el re vdr30^ entre trofeos bélicos— < | Viva . la Federa-
cionl — El gobierno de fiueao$ Aires reoonoeído ó la
virtud, ibarcialji )»ló$ gefes yoficicfles Otrf^ de honor,, de
ple^ta^.y los individuos .^e tropa^ de metal> con iguales
inscripcÍQQiss^ en lt^¡ misma forma, penidiente. de una
tinta puntó .al lado ií^uierdo 4el pedu>: coateedfts por
el tesoro it la provincia de' B uenqs. Aires.
I.
tsao— coROMEL JOSÉ RAHOsv lUBJiíiiEiSy delega^o^
en- setiembre^ ; durante Id. atiae^ícia d&l propietario
( Lopéz^ comp general en ^fe del ejército alia4o de
>>4>peraoionescontraiel general Lavalleí quien, después
de haber derrotado 6 Eieha^üe en Efttrer-Rios^ iayadió
:1a proivincia de Buenos Aires^por Saa Pe<ilr<>, .tapiado
; por Lopéz á la: fuerza, desde donde é^te se pusg jen
'Coin4jWHci^GioncoaiBoBas4 ¡ .
. ;• Há^aqpi Jimodevlos< moiiifatoüaeaiqufi Lúpéa piiflo
prestar bÁ VéMadero eerviáo ala libeirtiad de U' R^^ú-
blica y no Bolo dejó de haoerto; sfnóquecóttfribciyó
n^ad bien at añaneiámíeftto de ta tiránk con mais san-
griento encarnizamidnto;
*" Lia intriga y la' mala fé estaban á la sazón en i^u apo*
geio, y íuePoD puesias en juego por Rosas y Lopéz,
haciendo* una víctima inocente «n ^ persona del jó^n
6antafB¿í/io Viána, 6oúductdrde unacorpespoqde'ncia^
en ^üe se.fíagia un pian de ataque á Lavalle; <ie
acuerdo 6on Lofie?..
Ocupadla la ciudad de^Saata Fé^ de orden del general
i^^rvátlb por don Pedro Roidrigúez del ^Fresno,* fueron
•:pre80s por'éstéi el^oternadór delegado Meñdá&|! el
gefó de ios cÍTÍeos [conniel fiugenio Oarzon !y los dfí*
cíales orientaiesque áe hal'labao fortificados en la ciu-
dad y que se hkbian rendido. ^
Estos erají en número de 9, el general (farzon, el
. corooel Antonio. Ao^ña,. el teoiente coronel (después
general) Andrés Gomes, .el capitán Juan >Acaña> hijo
del segundo, y oitx>s. ,
Atadada la cítidád pok* é! ejército UberUdór, sibndo
gefede la plaaa él general Garzón,- y reducido á' la
Aduana; único puntó '^e defensa que le qúédtíbtí/W
presentó un parlamento de Ródk'íguez del Fréístio
intimándole i^endi'cíon, que no ' fué comtesftado, Cbn
éste motivo, en reunión de geféS y oficiales, sé'iie-
solirió enviar una comisión. 'corhpuésta deFcdronel
•Atíuña, su hijo eh'éapítán y el 'teniente' coronel Gó-
mez, quiches pasaron á tratar' con el gefe de los con-
trarios, qué' ya sé hallaba en posesión de lá pla^a.
' Eáte;"^ que á la sazón sé hallaba muy alíerado por
hafbérséle desbandado su tropa en el saqueo de la cíü-
tiadi' dónde' no se oía mas que el ruido y e las puertas y
Ventáhas, que, poi* todas parteé,' derribaban sii^ tol-
dados, oyó á Acuña y le dio, por ■única feontéstátílón
tpm, eú el perantono jlérmihb út- un coiárt^ de hora.
384 pmmKQU
. 4«pu3Íefl(eii.las cusmas y se entregasen & discreción.
. A.cuña pas6 á dar. cueata de' esto á Garzón y volvió por
segunda .vez á la plaza; con algunas observaciones.
Habló otra vez con Rodríguez del Fresno, quién le
dijo ; f Coronel Acuña, en prueba de mi amistad para
.'.con el general Garzón,. le concedo á él y á sus oficiales
. el que' salgan con los honores.de la guerra.»
Al ponerse el sol^ salieron todos de la Aduana con
sus armas y como á las ocho de la noche se les pre-
sentó en su alojamiento el general Tomás Iriarte á
. notifican á Garzón y denüás compañeros que erati pri-
! sioneros á disbreoion, pcies que el gefe (Rqdrigaez
del 'Freísno^i) que había . entibado en la plaza^ ne teiiia
• facultades para hacerles hinguna concesión. Garzón
.contestó á esto, diciendo: c El coronel Acuña, gefe
del Estado mayor de la plasta, arregló una capitulación
: con el que la ocupó,, y si éste se escedíó en sus fa-
cultades, concediéndoles lo que' no podía cumplir,
suya era Ja responsabilidaid, pues yo ni mis oficiales
podemos ser la victima de la indisciplina de usted. »
Els indudable quei, en la ipañana de ese dia (29 de
;setiembjre) losgefes reunidos se dirigieron > al general
;.Layalie 3olicitand,o se niaaqLase ejecutar á los gefes
, prisioneros, el cual contestó: «¿Por qué no los han
.^ muertpi ustedes cuancU>' ;los toptiaron^ en Santa-Fé?
¡Ajan tengo sobce mi coraron. la muerte de Dovregoll!»
Garzón y sus corppañeros continuarpn algunas
.. semapas ^n su prisión completamente ÍBcomii^icados.
. . El dia después de lafoma dé la ciudad^ lo^ gefesdel
primer ejército libertador^ reunidos en el vivac del
.coronel Vega, acprdaron nombrar una comisión con
objetcxde pedir al general en gefe que los prisioneros
. general Garzón, gobernador Méndez y demá? gefes y
oficiales fuesen conducidos al campo del ejército é in-
m^djiatamepte fusilados.
,;. En; efecto» la comisión, presidida por el coroael
/ Vegfii, .1^ pr^eotó al general Lcpiralle ai^te qufen;recla-
mó la ejecución de los prisioneros. El general en gefe
oyó con inquietad tal solicitud, y cediendo, á la fuerza
irresistible de la necesidad, pronunció el fallo fatal :—
« Si, señores, los prisioneros serán fusilados. *
Inmediatamente se libró orden para que la Legión
. Avalos condiyese al cuartel general al gobernador
Méndez, á Garzón y demás gefes y pficiaJes. En se-
guida, el general Lavalie, que se hallaba en su pequQfia
tienda de campaña, hizo llamar al coronel Ju^n EU^s,
. V á quien dijo ;< « Amigo piio, luego que lleguen lo^ pri-
sioneros, hágalos usted colocar cerca de aquí y que 3e
les mantenga con seguridad. Estoy un poco enfermo:
. dé usted orden de que no entre nadie á mplestf^rme,
pues quiero descansar. •
Una hora después, llegó la Legión Avalos Qon los
prisioneros, á quienes al coronel Elias hizo situar á
corta distancia del cuartel general, eu mqdio de un
circulo de centinelas» . ,
Llamado de nuevo el coronel Elias,, por el ^Deral
en gefe, que se. hallaba sentado en su cama, y.fdesp^es
ú^ algunos instantes de mucho silencio, ]o rpTnpiOédte
diciendo:; c Querido amigo, ^por una ligereza, taj >í^z
. vituperable, prometí hacer fusilaj: á ip$ prisian^ros.
He reflej^ionado con juicio sobre este negocio^ y? por
. mas que conozco la justicia con que se uie ha, exigido
este sacrificio, no puedo resolverme á él — Yo, noi h^
nacido para ser un tirano, y no me avergüenza de decir
Á usted que^ si, cediendo á las exigencias de la aolua-
lidady aunde la necesidad, inmolase á esos desgracia-
dos, mañana lloraría como una vieja. Algo mas ¿por
qué hemos de mancharnos con los mismos crímenes
del tirano?.... No, amigo mió. Nosotros debemos
ser terribles^ formidables sobre el campo de batalla y
allí es donde debemos mostrar á nuestros enemigos
nuestra superioridad y ascendiente:. pef*Q depues ^el
' * 26 /
¿olüT* áé\ cottifeáte • tJebeiños ser áérii^Iblesi htimano^ y
• geiíerosos'. Él general Gar¿on y slis cónipafieros de
infoKunio son hijos del pueblo* oriental, pertenecen
* álasfamilias mas distinguidas del liueló quesirvede
asilo á nuestras familias y amigos. Sí los sacrificá-
semos, cargarían . ellos con el anatema de toda* una
'- nación y sería ei blanco de sü odio. El mismo prfesi-
dentie Rivera, fenemigo de e^os" desgraciados', desdfe" el
*' momento que* snpieraquei batían éido inmolados óbe-
' dieciendó 'á lak dtif'as leyes dé la te J)résalia, nos ¿aluiii-
' ttiaífa ^ dirfa que él'an víctimas rnfócéntds de^ uñ otfio
'oculto háciáteu país.' Vaya "ü^ed, amiéo mío, díga
algeriéral GárMn qué niély ni ^us compañeros tienen
nada qu'e temer por su suerte, pues'se Haflán'colocia-
dos bajo la salvaguardia del' ejército Hbertador; que
Serán conducidos á Santa-Fe, mientras Sé prepara el
buque que debe llevarlos á Corrientes, y' qne cuenten
con que haré cuanto esté en mis manos para hacerles
olvidar que se hallan prisioneros. >
Cotí tan placentera nueva, el coronel Ellas corrió al
sitio donde se hallaban los prisiónéroiá ieigpepando
tranquilos Ife suerte que les estaba reservada. Los
abrazó (eran sas antiguos amigos ) diclémdóles: «Se-
ñores, me cfabe' la Satisfacción' de ser el'portadorde
' úha nueva demasiado grata, pues vengo á anunciarles
({\íe nada debe inquietarlos por su suerte. El general
' én ¿efe meenvia á decir á Ustedes qué serán* conda-
cidos' á Santa-Fe mientras se prepara el buque qae
debe llevarlos á Corrientes, y qué cuenten -con que él
hará cuanto esté en su mano para hacerles olvidar qne
se hallan prisioneros. No quiero ocultar A ustedes
que fueron conducidos aquí para ser fusilados, porque
así lo reclamaba el ejército. Las crueldades del tirano
'•exigían la represalia, pero el general Liavalle sobre-
poniéndose á toda consideración, ha obedecido la voz
deiá'humañidáKÍ ynohaqtierído imitái^ádif enemigo.
A él solo son ustedes deudores de la vida >
fué encairgárió de' llevarlos á Santa Fé/ cotí la éfden
espresa dé traltarios eoñ la consiniei^eícion f tespeto
qaé su (íesgraciá exigía. El general en gefe escribió
con el mismo objeto' al comandante gieneraF Hotfrignéz
d^l Fresno, pudriéndose asegwrar que jamás prisione-
r<ys fueron tratados con wia« g^nerosintad (1)
(sftfttafeoino.) gobernador accideirtal / y comandíinte
general dl3 la cíisvdad desde el 2d de setiembre hasta el
16 de noviembre, qi^e dpró la ocupaiei^ooi de la ciudad
de Sasta Fe por el ejército del general Lavalle, bajo
C(ib^a...pratecoioK> goberjDió aquél.
Sobre el ataque y toma de la ciudad, preferjipQS
trascribir la^ relación q.ue el mismo coronel Rodríguez
del Fresno hiciera^ y es como sigue: (2)
«El ejército libertador al man4o de don Juan ¿avalle
pasó el rio Salado ea persecuaion délas fuerzas ene-,
migas,. y tuvo una petjuefia escaramuza, el 26, de se-
tiembre de 184Q, en el pampo de la cliacra de García.
Dispersos los enemigos^ continuó el ejército hasta la
chacra' de Andino, donde acampamos, hasta el dia
siguíentCy q^ue, impuesto el general Lavallepor algunos
vecinos que la capital de Santa Fé estaba fortificada y
traía'ban dé defenderse, me líamó y me despachó con
íú, Legión Méndez para que insiníiasé elaíaque, arro-
llando unas guerrillas que eslabaa tendidas, a una
legua de la capital'^ al mando deí coronel Paláo. Siei)-
áo la hora avanzada y no pudíendo continuar por serme
desconocidas las fortificaciones que había en lá capital
me retiré á! hacer noche sobre la costa de la Laguna.
(1) Estracto» del « Episodio de lo^ gtierra civil » por el coronel dou Juan
Elíáa^ put^ricadp en La Revista dtl Faraná^ dirigida, por el doctor cTon Vi-
ente* G; QViesadW. ' ' •
9^8 riLOViNCiA
:< Al' dia,sígui6nte, .emprendí nuevamente la^marcha
..sobre la capital y encontré en las orillas de la ciudad
. un piquete de infantería de Ilnea^ una pieza de artille-
. rí^, y alguna caballería, que no me resolví á atacar
por la desventaja del arma. Mandé entonces al tenien-
.t(5 Zarco a decir al general, que estaba á dos leguas
de distai^cia; .qoeipe mandas^ una 0 dos compafíias
de infantería y dos piezas de artillería. Me contestó
-que mandaba el batallón 10*, cuatro piezas de arti-
llería, al mando del comandante Manterola y algunos
'tiradores de caballería-, toda esta fuerza á las órdenes
del general Iriarte. Esta tropa se presentó allí sin
' aparecer el general que indicaba, y por los otros gefes
supe que quedaba á retaguardia con una pequeña par-
tida.
< Acordamos, entre el coronel don Pedro José Díaz,
el comandante Manterola y yo, dar principio al ata-
que,' disponiendo que algunos cuerpos atacasen por
distintos puntos las fortificaciones que estaban fuera
de la plaza. Logramos con éxito hacer desalojar los
puntos mas avanzados, hasta que, llegada la noche
fué preciso retirarnos^ suspendiendo el ataque para
'renovarlo al siguiente dia.
c Reunida toda la fuerza en la quinta del señor don
José EJchágQé, á diez cuadras de la plaza, acampamos
y allí encontramos al general Iriarte. Se convino que
el batallón al mando del coro nel Diaz marchase por Ja
costa del rio dándole al efecto un práctico que le con»
dujese; la caballería debía atacar por las calles que
seguían al norte y conducen á la plaza. Yo tomé to"
dos los tiradores santafecinos, una compañía de infan-
tería y una pieza de artillería á las inmediatas órdenes
del comandante Manterola, dando vuelta por el po-
niente para tomar el sur de la plaza. Me acerqué en
esta nharcha á la fortaleza llamada la Aduana^ hice
tirar dos tiros de cañon.á bala rasa á unageüte que se
presentó sobre una azotea de la fortaleza; continué
hasta tomar la callé que conduce á la plaza por el sur,
y á la distancia de cuatro cuadras de una trinchera
que 'ieníau sobre la plaza, rompió el fuego riueátra
píe^a sobre ella. Tomé entonces algunos tiradores y
una mitad de infantería con el objeto de posesionarme
de la torre de San Práncisfco, para dominar el fuego
que desde ei Cabildo podría hacer el enemigo! En
San Francisco se rindió la pequeña tropa enemiga ^ue
esWftba allí situada, y quedé dueño del convento, po-
niendo algunos tiradores eh la torre para que hiciesen
fuego sobre el cabildo.
«Dueño de este punto, pasé por un costado déla
plaza como á una cuadra de ésta, á verme con el'tíóro-
nel Diaz con el objeto de indicarle qtie era preciso
tomar el convento de la Merced, situado en la misma
plaza principal. Esto se ejecutó echando abajo una
puerta y rompiendo una pared del lado de atrás del
convento, para entrar sin ser atacado por los enemi-
gos. Entramos eh los claustros y encontramos que
en la misma torre estaban algunos infantes enemigos
que nos hicieron algunos tiros y prendimos dos hom-
bres; una vez dentro, colocamos el batallón en latnis-
ma iglesia, cuya puerta principal da álaplaza! Allí
permaneció hasta que llegó la hora del ataqué general,
que debía tener lugar media hora después, tiempo
indispensable para prevenir á los gefes delaáeñal.de
ataque para marchar todos sobre la plaza' principal.
Previne que los repiques en el templo de San Fran-
cisco sería la señal del ataque general. Un cuarto de
hora antes, estando yo en S^n Francisco, fui preve-
nido por un oñcial d^l batallón dé Diaz ^ue habfem
puesto una pieza de cañón apuntando sobre la misma
puerta de; la iglesia de la Merced y á muy corta di»li.an-
ciadeésta. Entonces volví á verme con el oapoiiel
Díaz y le indiqué que pusiera sobre-. él coro, en ldri(vfen-
(890 . p]»av«ffli4
> t^mfi q^^ mif^hf^n i& U plaf^a^ {seís tircujpres^, para que
iantes.de Abrir la puerta, una vez hecha la señal, hi-
ciese fiiego sobre los artilieros, . sobre Iqb cuales la
. pufíjberia diBbía ser certera por la posición que éstos
, 0cupali>ian> y Ja que no le^ permita cüfender $in utilizar
¡^ pí^za.
# Sali.de aquí y £gi! á San Francisco para dar la se-
ñal del ataque, y dada, fué atebada ia plaza en la que
|oB enemigos hiiCÍeroQ na^y poca resistencia, rindién-
dose á discrectoiO. Las fuerzas de Ja pla;sa estabap á
las íf) mediatas órdenes d^l general Qí^jirzoQ, quien se
retiró en el acto, con mucha calma á la fortaleza ó
, Adviana, distante tres cuadras de la pla^a, donde se
enconitrabael corone} Méndez, gobernador interino.
«AUíaseguráron las puertas con el objeto de retirarse.
Acordé con elx^oronel Diaz, en el acjto qup supe esto,
que marchase con su batallón y dos piezas de artillería
é intimase rendición. Situada esta fuerza auna cua-
dra de la plaza, mandó el coronel Diaz.al tepiente don
Rufino Várela, como parlamerjtario, á intimar rendi-
ción^ la que se efectuó» garantiéndoles la vida.
f La noche del dia de ja toma de la ciudad se pre-
sentó ex? la capital, de.qu^ éramos ya dueños, el gene-
ral Iriarte, á quien vi recien después de la conferencia
en la quinta de Echagüe.
Pasaron los prisioneros — general Garzón, coronel
MendeZy Acuña y algunos otros, Quyo$ nombres no
recuerdo, á una casa particular que les concedió el
coronel Diaz, por súplica dte Garzón, habiéndome
dicho esto y estundo el general Iriarte, le manifesté
que convejíía que esos prisíbaeros pasasen al Cabildo
; icon su compefente custodia para su seguridad, y se
resolvió mandar al comandante Man.tei>o)a para que lo
ejecutaste. Garzón suplicó que deseaba permanecer
esa noche en la casa en que estaba, qtí.e mas bien se le
doblase la guardia. No se aceptó y pasé yo y el gene -
^vWl IrÁar^e.áA^t^fi^a ^.ofi^^f^síAl^aMGfaiíjzWi,! íyiaAlídft i es-
presamos qu^ debía ,pfisar. a,l C^bild<?y tranq.MÍl¡aáü.49le
. ;y d4odale í^^guxidad por su y¡<ia* .: ' ».
M^ retiré á mi casa después de asegurar los prisio-
.. Qerqi^, donde me e,(icontré con el ayudanta del gea^ral
. I^f^valtejj d,on Pedro ;4,acasaü5quieajD?k^ entregó ^naííCf^r-
. ta dei mismo geK>eraI, eiü Ia< que me d^ía que hiciese
']x3. posible por pasar ^1 dia siguiente á su c^mpp^ que
. tenía n(iucHq' que^habUr coíipiiga. Efectivament0j ; al
djLa^igijiient^xne puse en marcha y lo encontró ten la
^.lomf^ d^ la iy|^6^c4ra de A'adlno; s^ntadq sobre su moqtu-
j ,ra. ho saiurié,. y la primera pregunta que \k\zo t^éy
si quedaban los prisioneros asegurados* . ••
— f Le donftéstéque sí.
..•j*-f ¿ Están todavía con mucho cogote f rae dijo. '
r,- • — íNo les falta, le. contesté. ' •
« fíablatrexáos después, ime dijo eV g^ner aly por ahora
se iráustedÁ la capital, ordenará al mayioirde plfrza
--jáállgefeienoargado de'lá' bqstodíá dé Ibs: piris'i^n'eroSy
que los entregue al comandante Avalos, quien llevará
mis instriiceíones sobre. la>naan era de traerlos". Aquí
-ItS: bajaré el' <?ogfate.i!>
Llegó efectivamente el íceimandan te Aivalós cóñsu
. €«QuadroD,'á quién el mayor de plaza entregó ios pri-
sioneros. Me' aseguran que fueron alados, pero! yo
• . nO (o-he parasen eá-ado por no éste^r en esos • momentos
. /Qu la, piapía. • ': • .. •« •• •. ,\: •' ..• ■:••' =
«Sabedora mi hermana doña Joaquina RodHguez
MÍdeCuHen que condueiaff lofe prisionerok tí' ¿jército y
• tettierosadé que fuesen ejecutados, sé dirigió al '^étte-
fat Lavalle, esteríbiéndole que pedía por lá'vrdádel
general Garzón, á quien debía grandes séi'vitíióía iáu-
rapte lo» larga per sequcion 4§ Rosas contra su marido
don Domingo Cullen, á quien fusiló, embargándole
. ^pdos Srus^bieixes. Elg^ei^l'Lavp.11^ en ateaci^fi.'l.
. los hechos que refería la $i^j>)icaiite, acciedi^. ái f U;peti-
Í92 Pt^YtítClA
' tióí), peró una vez 'concedida la vida á Garzón, los otros
fueron favorecidos con la misma gracia.
« Entonces devolvió los prisioneros con una partida
á las órdenes de uno de sus ayudantes, quien me en-
<
tregóuna carta del mismo general, en la queme d^-
cla, que erajyo quien debía juzgarlos como santafecino y
gefe de la ciudad, puesto qué conOcfa los males que
* babian hecho con su resistencia.' Inmediatamente los
hice pasar al misnio calabozo en que habían estado,
• donde permanecieron perfectamente bien atendidos,
'- hasta la evacuación de la capital por nuestras fuerzas
llevánáoiós entonces en mi división. Los llevé para
entregarlos al general en gefe.
« Efectivamente, así lo hice, presentando yo mismo
el prisionero general Garzón al general en gefe> quien
estaba dentro de su tienda sentado sobre su montura
. con un asado ensartado en un palo delante de él, del
I que comía.
«— iGéneral, le dije^ aquí tiene V. E. al eeneral Gar-
zón.
c El general lo hizo pasar adelante, y le dijo.
^ — € ¿Aceptará usted, general, esta pobre mesa? ha-
ciéndole un ademan amistoso.
— «Con mucho gusto, general, contestó Garzón.
Hemos venido escasos de comida en la marcha,
r Entonces me'despedí, y fui á hacer acampar mi divi-
sión en el lugar que el general en gefe me había seña*
lado.
<iTai es el conocimiento personal de los sucesos de
. que he sido testigo, respecto al ataque y toma de San-
ta Fe en 1840 y los incidentes con los prisioneros —
Paraná 1861. >
Pedro Rodríguez del Fresno.
194^— «KMERAL JVAM IíAVALle, dictador militar
por la fuerza de la^ armas, de setiembre á noviem*
bré'lO, ert qaé, Tierido que nó' era posíMe sostenek^e
en presencia del ejército del general Oribe, cuyas par-
tidas recorrían las costas áel Salado, sac6 de la ciud^id
dé Santa Fe toda la gente que pudo, de grado ó por
fuerza, emprendiendo en seguida su ttiárciha hacia
Córdoba ^or el Paso de Aguirre— sigúiend'o efl nriisíno
camino que había HdVado E. López en su retirada^del
Fraile Muerto á Santa Fe— habiendo antes puBsto en
libertad y restabldcido eU el gobierno al coronel Mén-
dez ell6 dé noviembre. » .1
4
M40— cOBUivcsii aosÉ RAMOiv NEiviiES, delegado
de Lope¿, restablecido por el general Lavalle al aban-
donar la ciudad de Sania Fe y emprender su marcha
para Córdoba, en 16 de noviembre.
El dia después de la toma de Santa Fe, los gefes del
primer ejército libertador acordaron nombrar una qo-
roision encarada de pedir al general Lavalle que el
gobernador Méndez, el general Garzón y todos los
gafes y oficiales tomados prisioneros fuesen conduci-
dos al campo del ejército é inmediatamente fusilados;
fundando esta solicitud en el derecho de represalias.
Se libró orden, compya se ha dicho>p;^ra que la Le-
gión Avalos condujese al cuartel á dichos prisioneros.
Sin embargo, lejos de llevarse á cabo lo que ios
gefes pedian, el gobernador Méndez y damas prisio-
neros fueron, por orden del mismo general Lavalle
llevados á Santa Fe y tratados con la consideración y
respeto que su desgracia exigía.
t6í4#-€;KMfe:BAii s. P. LOPKS, propietario.
Después de la batalla del Quebracho Herrado ó Que-
brachito,, en la provincia de Córdoba, perdida por el
ejército del general Lavalle, el 28 de noviembre, Oribe
unido á ^opez, siguió al gefe del ejército libertador^
l^astaque éste entró en la ciudad de Córdoba, de.c^on-
9H ,?BpTia}«A
r de fué. obligado ,¿ i^aljr^ la luQn^f), 46|¿ndoIe tjomarel
_ camina para la Ríoja.
í En la^ inxpediaciones de lajurisdiQcron de Córdo-
ba, López se.sept^ró do Oribe, regre&aodo á, San^ Fe
i •sin toda la gente que había llevado^ porque el coronel
, Jacinto Andradano quiso s.egqirlo .y quedado! e 9ola-
I píente algunos oficiales y íropa,
' López, disgustado con Rosas, 'convino on c^ebrar
-iuh tratado con* ei getieral J; M. Paz, gobernador de
Entre-Rios, (en febrero de 1848); y con el gene^al Fer-
ré, gobernador de Corrientes, que á la sazón se halla-
' baen el Paraná, para arreglar y continuar 'ía guerra
' contra Rosas, comisionando al efecto á don Urbano
■ dé Irlóndo, cefca de los citados gobernadores, el 26
(febrero de 1842).
Nada pudocon seguir Iriondo, porque Ferré y Paz
' estaban en desinteligehcia, de que resuító que éste se
embarcase ' én un líinchon (abril de 1*849), yéndose á
^ Corrientes,, dé donde paá6á las^ Misiones brasileras, y
aquel se retirara con su ejército á su provincia,
' Luego comisionó López á don í)omingo Crespo
cerca del general Fructuoso Ri Vera para hacer algún
alrregló, en el sentido de llevar la guerra á Buenos Ai- ,
• res contra Rosas, lo que lahfipoco tuvo efecto, á causa
de que ya pisaban la-provincia de Santa Fe, marchan-
do sobre la Capital, Oribe, con su ejército, por el cami-
no de Córdoba, y Echagüe, con una fuerte división, por
'' el de Buenos Aires.
Fué entonces cuando López se pronunció abierta-
mente (abril de 1848) contra Rosas, á quien^ después
de tanto salvágeár -á sus'*ex-eñemigGte'tíoHtrcos, cali-
ficó' á su antiguo aniigo dé traidor impío ^ bárbaro,
' • fkr'ojs, y de ambicioso y desáhage u/iitarcOy y no con-
siderándose con fuei^zas suficientes para dar una ba—
* talla, sé dispuso á s'eguir la guerra de decursos, ha-
' clendode su ejéróito dos divisiones^ una á su inme-
^ato mM^, y íft Qtro a} del oorqnel 3»aUftgo Owfto.
Ebte fué derrotado, en- él Paso de Agiiírríi por . wia
fuerza de Oribe al mando del coronel Jacinto A.ndrqtda,
di$)^a^aiído con su g^ntia di^peFsa, h^sta el Paso del
Rubio, m Corrientes.
En vi^tQ.de eso, López fugó para el wi^mo punto
el 17 de abril de 1842.
Andrada, triupfn^Dt^, dagoUd á cqaatos enpontró,
dist)ersos ú ocultos por los montes, y. OfibQ ©(itró, el
18, en la ciudad de Santa Fe.
0 1
A94«-B|U«AJ0J|C|I iMLJimpiu «A|«E, dictador ix^ili-
tar, por la fuerza de las aroaae, el 16 de abril, en cuyo
' dianojgibró gobernador provisorip e^ geperal Bcba-
güe, pasando en sieguidaá Entra-Rips, conelp^b^eto
. de emprender una nueva Qampaua contra el gi^ne^al
Fructuoso Rivera.
1949— ge:«i:baIí Br. PAi9itiJ)l.ii ECHJiGUE, nom-
brado provisorio/ por el general Oribe, el 18 de abril,
y electo en propiedad pl j.0 de juUq de 1842, hasta q1 7
de julio de 1845, que tuvo que huir desnudo y despa-
vorido, guareciéndose en las Islas, en consecuencia de
la entrada, por sorpresa, del gobernador derrocado y
titulado legal Juan Pablo López, en la ciudad de San-
ta Fe.
Oribe y Santa Cojomq, se ocuparon 'entonces en de-
capitar á cuantos 3e eonsideraban enemigos. Igual
tíiÉvrtirio sufrieron varios. vecinos del Hosariq, C.oronda
y campaña, que se presentaron rendidos 6 que' fueron
egcontrados ocultos.
Al emprender Oribe su marchs^ á Entre-Ríos,, contra
Rivera, dejó en Santa Fé á Santa Coloma, cuyos he-
chos se conservaron en la nvemoria de los santafecinoSí
hasta el 3 de febrero de 1852, después del triunfo de
Caseros, cuando Santa Coloma fué sacado del templ^
d© Balvaper^ ó Salinag y mandado decapitar ppp e
' doctor Juan Francisco ^feguí-, áüntaféoíno, en venganza
' de los hechos que se le atributan, como perpetrados por
élsobre sus comprovincianos.
El gobernador Echagüe publicó, en 1843, un iudultoá
todos los enemigos de Santa Fe,^y aun envió comisio-
niadoá, para que' los persuadiesen á volver á sus ca-
sas.
Muchos sé' acogieron al indulto y fueron respetados
en sus vidas y propiedades:
fl945'-€;EiVEBAii JiJAW PABLO LÓPEZ, titulado go-
bernador legal ; quien entró en la ciudad* por sorpresa,
el 6 de julio de 1845, tomando acto continuo posesión
del mando gubernativo, hasta el 12 de agosto que fué
' derrotada su vanguardia, compuesta de 800 hombres,
y ocupada la Capital por las fuerzas del general Echa-
güe.
Antes de fugar, Lope^ encargó de la mayoría de la
plaza de la ciudad á don Estanislao Zeballos.
be acuerdo con el general Paz, que se hallaba en
Corrientes, como Director de la guerra, López pasó el
Chaco y sorprendió á la división de Santa Colomo,
que estaba en la chacra de Andino, de la cual muy
raro fué el que escapara vivo.,
Como hombre público, el general López era una
completa nulidad. No se le conoce una sola medida
política ni un solo acto administrativo que merezca
siquiera mención. No le debe el país un solo servicio
que le haga digno de consideración de ninguna de las
fracciones políticas, en que la República estuvo dividida
durante tantos años, si se esceptúa el sitio de Mon-
tevideo y lacampaOade Ca.seros, de que López formó
parte, como une» de los muchos beneméritos argen-
tinos.
i§á&-D. ESTAHKiiito ziCBAiiliOl», encargado de la
mayoría de la plaza de la ciudad de Santa Fe, nom-
DXr* flAirVA..» 389;
brado, en agodtoporel generalJ. :P. Xopez» ouaindo
éste emprendió la fuga^ a1 ten^ noUcia d^. la ^derrota
de su vanguardia; hasta el 12 del mismo. :ine{s^ ^ ique
fué restablecido Eclxagüe.
1845— c^EiVEBAii PAiSCUAii KCHAC^Ui:, propietario,
restablecido el 12 de agosto, á consocliencíá de la der-
rota y fuga del general J. P. López, perseguido por
todos lados por las fuerzas del gobierno, haátá tener
que abandonar parte de la artillería y del depósito de
efectos para vestuario, que él había adquirido.
El gobernador Echágüe, después de esa sorpresa
de López que le arrebató el gobierno, de que quedó
privado durante 36 dias; continuó ejerciendo el mando
gubernativo tranquilamente, hasta el 15 de Octubre
de. 1851, que lo delegara en Iriondo, para salir á cam-
" paña contra el general Urquiza.
fl«6t-*BD:v VBBAüíO B£ iBiOfVBO^ Juez de I"" Instan-
cia, delegado de Echague, con las.facultades .estraor-
diñarlas, en lo civil, y el gefe de Estado mayor Coro-
nel Manuel Febre,. encargado interinamente de!la
ÍDépeccion general, po<r ser de la entera confianza de
Echague, quedó jíiombrado para di^spíacbar eíjlofliiJi-
lar, el 15 de octubre de 1851, por ausencia del propie-
tario en revistar los cuerpos del ejército, situados én
varios puntos de la provincia á consecueacia delpuro-
.nuncíamianto del general Urqui^, el .1^ de .mayo,
contra Rosas.
En la noche del 9 de diciembre (.1851 ) estalló /én.jel
. Rosario una ^sublevación, en la idivision del cororiel
Serrano, deque un 9arget)io de la del coronel Santa
Coloma dio aviso á éste, á quien se trataba de.matfir^
•lo mismo queá aquél y al capitán A.raodd« Con tal
aviso,. Santa. Coloma eií el acto formó cuadro de áu
división, y. al rato de.haberlo hecho»,, le cargáronlos
: subleivados, 4.qui/en recibió con JUtes liras de: artillería
1
\
30S- fRóTiimiw '
y haoiéndoleb fiíego de tercieroíáí y fusil he^tmvep^^
sarlds com|{)letámemequedáadid algunos maertos én el
champo y muichos heridos.
La sublevación se inició por unos gritos del alferez
Pacheco, á |o que se le contestó con un tiro de bala
que dio con él en tierra, ultimándolo con su espada el
alférez Federico González. Serrano y éste se escapa-
ron del campo, como pudieron, yendo at cuadro de
Sant^^ Coloma.
Los sublevados, viendo la resistencia de la división
de éste, y con las. caballadas de que se. habían antes
apoderado, :§e pudieron en fuga hápia el Dianaante, por
las Islas,, qpedando como 50 hombres delreginíiiento
núm,. 2 en el: escuadrón del capitán Arnojd.
, En la madrugada del 10 los sublevados fueron per-
seguidos por tres escuadrones montados, en los úni-
cos caballos que pudieron encontrarse, al mando de
Arnold, quien los acuchilló completamente dbl^igán-
doles á dejaren su fuga^ la tnaíyor parte de las caballa-
das y cuanto llevaban, pero fueron á engrosar las filas
del ejército libertador del general Urq^iza.
Así, la provincia de Sattta Féj, lejos de contribuir al
derí'oeamiénto de la Dictadura, mas bien puso ol>stá-
ciülos que fueron vencidos sin dificultad atgnna, pofxjtíe
laépboA del reinado del terror en ía Repúblikia Argen-
- tina tocaba» ya inevitablenvente á su ftn.
ElejércitJo de Eotne-Rios empe:Zó á pasar el Paraná,
por el Diamante { Punta Gorda, ) el 23 de dicíennbíre, y
i aldia siguienüe 2i4, la provincia se pronunció contra
Bichagñe y á favor del general Urquiíja, dando oí í?a;s á
' éste y mueras á Rosas, con gran sorpresa de ramchós
que creían ya en la inmortalidad de Rosas^
> En el momentO' en que Eehagüe vio que el ejército
Hberlador se aproximaba á Coroftda y que tavo notí-
cia'de ia insurrección dé la' ciudad de Santa Fe, mar-
chó coa' sa ejército^ que se compQnia de^ unos 700
segü5r'pór' los cantiípbs 'hasta lá pfovinfcfa dé Buenos
Aires, adonde llegó con imos doscientos hombres, que
fueron incorporado? n\ (ejército de Rosas. '
' Eóhagüe sacó de Santa Fe, y lldvó consigo, todos' Vos
papeles que tenía en su despacho de gobieriío, á escép-
cion de cuatro libros en blanco, ' srendoló tínico qíie
éficontfó el" delegado Iriondo y pasó á ¿a *6ti<iesor
1 1
ftSst^-iK nómfitoo CBlesi^ft^ jiombradd iriteríAo el
^<ie,'djdembre'de)18&Í:yyecono€Ulo CQiño-táL. . i
Luego que Crespo se recibió del gobierno, feíBpeta-
. roaá prbsentáFaeleitodósilos qiiey saliéndd de sui pri-
mera sorpresa^ a^andoaabaii -al. señor. Echagüéy los
cuales eran destinados á sus réspeetivosi puestos; y.al
ocurrir á la Tesorería se enqontró con que solo había
en caja. catorce realcé: * "
• Crespo tuvo, pues, que tocar' otros arbitrios, pat'a
poder llenar esa necesidad. , •
Orgaíiízada la Junta de Repreáeritanteís, s'e nombhó
gobernador propi'etárí o al misino 'Crespo' en 'dicieitíbi'e
'de 1851. ;; .'
• Ai ^óco tiempo (ie^'er éste noriibrado ¿n oropíddad,
el general Juan Pablo López, á su regreso de la cafrti-
pañ^que terminó en Caseros, hizo una revolución., el
6 de julio, en el Rosario, invocando, el noml^re d.ei
.general Urquiza. Tomó, presos al juez de paz don
Marcelino Bayo ^(después gobernado^) y aj coman-
dante.da campana general Santiago Oroño, empren-
diendo en seguida su marcha sobre la caixital y lie-
vaqdo consigo á los presos.
Con la falsa noticia de haber sido derrotada la fuer-
. za que ,el gqb^rpador Crespo mandó sobre.Lppez y
cpn, la# qi^e i^ste ^nnárphaba triuu|apte sóbrenla capitf^l,
C;l¿e9pq;pri^sentósu,reqviQCÍa.ante la Siula de R€\pre3e(i-
tantes. Dicha renuncia quedó en la nada por la subfe-
. ; v^cion de la fuerza de Lopez^ el 11 del mismo mes, y
. , por la fuga de éste casi solo á la provincia de Córdoba.
López y su sobrino el teniente coronel Luis Hernán-
dez, cómplice suyo en la citada revolución, fueron
tomados y puestos en la cancel engrillados en la capital
de Eiitre-Rios, hasta marzo de 1854, en que aquél con-
. siguió hacer su evasión.
El, doctor Juan Ftancisco Seguí, abogado de López,
hizo una brillante defensa; y atendiendo á los (titula-
dos) méritos y seroicios del acusado, fué éste ele-
• vado el S de enero de 1855, al rango de brigadier gene^
ral de los ejércitos de. la Confederación, con antigüedad
-'del*í de enero.
Invitado Crespo á la reunión de gobernadores en .la
cíiadad de San Nicolás de los Arroyos, delegó el man-
' dQ gubernativo en Leiva.
1859— Br. MAWiJEii iiisi¥A, ministro general, delega-
, do, durante la ausencia del propietario Crespo al
acberdo de gobernadores reunidos en San Nicolás
de los Arroyos el 31 de mayo, por|inyitacion del gene-
ral Urquiza, vencedor de Rosas en Caseros.
Reasumió el mado en junio, habiendo la Legislatura
declarado como ley déla provincia el aciierdo de San
. Nicolás.de los Árjroyos.
1(85)9—11. DOMiiVGO CBE l^PO, propietario, desde ju-
nio, que reasumió el' mando, después del acuerdo de
* San Nicolás de los Arroyos, á que asistió con los
~ gobernadores de algunas provincias hasta el i^ de d¡-
' ciémbre dé 1854. Tuvo por ministro general al doctor
" Manuel Leiva.
El general Juan Pablo López (a) Mascarilla, con una
' fuer¿a que tenía reunida en las Saladas, promovió
una revolución, deponiendo y aprisionando al coman-
'dante militar del Rosario, don Marcelino Bayo y al
"géiñeralen jgefe de las fuerzas de la provincia,. don San-^
DB SAVVA FK 401
tíd^ Ordftb.' ^ Al pofierse en inarcha. López para Santa
Fe á derrocar al gobernador Crespo, lleyando<u)DS¡go
á los ¿•eféridos Bayo' y Oroño presos, se sublevó el
comandante Lenzína con la mayor parte de la fuerza
de López, habiendo sido Leilzina segu^ido del coman-
dante Juan Pío González y el mayor Ángel Caballero,
coa lo3 oficiales á sus órdenes. López quedó en
campaQa cQrí solo: 50 individuos de tropa« .
El coronel Luis Hernández, que, segundándolas
disposiciones de López, había dirigido: el movimiento'
anárquico, ^escribió ea el acto al general Urquiza ma-
nifestándole la conveniencia de que el gobernador
Crespo denunciase, en yist^ del espíritu de las tropas,
y .endargándose el mismo -Heroandezn de dirigir el
asuntó, á fin de evitar la efusión desangre. «
La conducta de López y Hernández fué desaprobada
por el general Urquiza, repuestas las autoridades der-
rocadas, y perseguidos aquellos por el general Orofio
á la cabeza de 600 hombres de caballería. Hernández
fué. alcanzado por el comandante Jutiñ Pío Rodrignéz
en Monge, en donde quedó completattieínte derrotado
escápandocon tres hombres en dirección al oeste"; y
López, hayefido en la misma dirección, dejó en poder
del mayor Zelada im carro, en el que ^llevaba* algunos
caudales pertenecientes al erario de te provincia.
I I
«Si^t'-itow MAfiwlsii |li£ivA, delegado de Crespo, du-
rante la fl^useooja de éste ea julio con motivo de un
movimiento que, tuvo lugar el día 5, en elde[>artámento
del Rosario, por el que fueron depuestas y presas sus
autoridades, don Marcelino Bayo, comandante del
punto y don Santiago Oroño, comandante general, y
con la intención de pedir la renuncia del gobernador
Crespo.
Los gefes dql movimiento eran los comandantes
Luis Hernández y Juan A. Fernandez^ . quienes pusíe-
26
'402
ron ala calp62aidél:j<iepartain«atq áál Rosario al gene-
iralJiíaTi Pablo Lppez; . El 11 dís julio todo <|ti6(j[ó ter-
minado oonla sublevacipn /de lamente que tenia óste
reunida; en circunstanciaos ^ue bqi ponia en roaiH^ha
con dirección á Santa Fe,, desde las Saladas, en donde
se encontraba. . > .
Después de sus 'servicios ' prestados al país, como
ministro d-el gobierno de Santa- Fé* primero, y del de
Entre^RÁos mastardé^ el doator . Leiva falleció en la
ci'udad del Páraiiá^ en: Ios[ ultimáis dias.de agosto de
> 1879; 4 la avanzadii ^ad de masde SO años.
I f
\ i
flSif'A'^ii. B. CBSSPO^ propietario 'hasta, el 20 de iio«
viembFe,kiu«, durante su ausetidia á lai ciudad del Ro-
sario á asuntos de importancia y urgentes del servicio
público, delegó el. mando en dpu R. AÍdaOj reasumién-
dolo el 28 del mismo mes y qoRtíimaddo en él hast^ el
IP' de. enero de 1855. :i . / . '
>tS54.*n^»iiifLmMi:«T£ BICA.BIÍO A.iiiiii.o, delegado,
desde.el 20 4e noviembre dj^ 1854, en que elpro¡pietar¡o
Crespo s(3 jausentó á J^ ciudad del í^osí^r^^ . con
motivo . d^l eptie djqlio, eii que á )a píi^oa se^íiallaba
, .el Estado, de Buenos Aire^cpn l^ Qcíinfpd^r^Qipp.de las
13.;provipfija9,. , ; • , •>
Nombrado don José María Cullen gobernador pro-
pietario él i*" de diciembre y hailándaBeénte jatisexite eB
la ciudad de Buenos Aires, comisionado pon el gobier-
' no de la Coi^ifederaoion, para la i^atlñoaciofn del tratado
' de paz, acordado entre ambos g^biernos-^el. del Estado
de Buenos Aires» y el de la Coinfederacion-*-fué desig-
nado don Domingo Crespo-, para desempeñar el cargo
interinamente,- durante la aus<encia de dqoel,* y no
aceptando éste, fué sustituido desde el 1** de qaero de
' 1855,. por eimismo doo R^Aldao, quien^ootUiouQ.en ei
gobierno, hasta el 13defebnero« i
• «1 t^dei4ÍQÍéiDbire¡dálB&4> y duR^nto (8m /i^»s^n6mi en
• Buenos. Atresv aliondi¿(bábliíi 3Ído cpfnis^pn^clp por el
• I ^bierao de hk.Confed^racton, ^pai^a Isk iOOHiqIii^úpiq y
. ';^aiti6caócioh .del tratado de. pQ^t'.^cordwio. el ^ d<^|dí-
ciembre, entre el Estado de Buenos Aires y laCoRfode-
ríTafiiqp„'.fqé!nQflvbr«4í> (IaP .ttoiíjjngp.p^sp^, qi|iíen no
•• fluiwíipeírtf^.;,9Jepdpeq|(Jince».^$)íst¡Awd9,,pop dpp,Hi-
..,,«^rdq AWap^.qpe ^ hailabft ya ;?ft) §j¡eji'p^9¡J9 <Í8 ,l/i^§i. f»fn-
i,cione?.del.)^ecutiyp,4es4fi.eí 30,Íia^,e(l ?8 de ii.Qyie.m-
)-.l)t>n«>tL'?n calidad de-díleg^cU)- d?i,Píe3|ío,. y ^ la.de .iate-
. ¡ rinp de^^de, y^l J^°'d* ep;^ro hasta, ,^1 i^ d« f^ero efl que
■,!.Q«llen tóíp<S;p,(p^esipií 4^iííap(Jp,gifbern^f'jyp.4^ la
Fueron sus ministros sucesivamente los vdoptppes
. Juan Francisco Segiii y Severo íxonzalez, ' '"* *
- ^C!u»t)é^y<iüyd>m{iifst^€i enáí desde priiiolpioe hasta iiihe-
diadod^'éd' ffcívíéffifbl^é) dumntel.euyo 1iBII|p^:|^Illrialle-
-^''i«lá^e}4)|iopfet|lnVéf> ]a ciudad* d«(<Ro¿wrf<!^^i0ft^bse-
- ^^16 d« Id^ i4l«6réi^és de la'looalidddv^nt^ibuíyend^ á
' Iii'hftá]Í^¿8lél6ndeobmé^deí|)<úb ilBfHre
'*tott;fe,' Wéonátpucéion déíítemplO,'*ft qa6'S€''¿iiáürlbíó
• eoii'Sd'biTZalg de- oí^o, y elg&nferafl^Ur^iiifsa oori igual
" ^c&tífldadí'*'}a'm6!n%ui^'tieri^páíf«áiMnto, ptK^ye^AAda
s por los ingenieros Bustinza y Bfy*h. Segitti ie( plano
'^^préieMúitfpóP éstof^Vtféfeerhtn tiemaWarfei iw Jiinites
del ferrkorío, ^u nfítirraleía fíáicá; calidad d<e f^sl*s y
~- Éiútofeí'b de haéiteiidafe, eonténiéfiidb también uña r^fee-
fla dé tódáS'las lagunas y af^royo^', stii^' nrtclerftéfe y
< -'diésagOe, las propiedades que atraviesan yHas tierras
que bañan, y íáldéméiS el deslifiVá'e dé laj^risdiúciott de
• ' loé distritos y de toda chase de estabfectmientósi '
I ' ' , i -. ■ i f i t <•' ■ I
«i»»«^»« Mii^ifelfüklkfAKliriiitliPÍKipr^pieteír^^, de§de
medift*»» 4ftflO?3íWfer,?Lfltt*iiI<^!*ml6,^J»Wdfl, bftpta
' • ^ doctOrSevét^ QúmaUZ'^ pbvñisikrtémáb ({\ie' «jíoaer-
• áe; en *cáittip»afta ' paira révinÜtear él' honor ^aeionaly el
< ée\á provirfcia'de Santa Fe^ oUrajádó por Jas fueczas
■ ' dé B'tienos • AÍrés lanzadas • sobre el territorio deft Ro-
•* 'Sairío.^y-' '. ^* ■'■/•'• ' ■•'':'-"' . •'^:' ; ". • ,' ' •• ' -
* =; ' Éíi$efi(* Callen^, a&éplaéfe de trabéf^^ ^afecíarádo- ?m-
'potdnÍB^^al^á ítópédfrla^^^^^^ inváyiíínés debdéel
"-ítosíávíd; 'cotilo la dérj^etiérál JoséMtíríáí'lóres,- átoi-
"' 'qüiláÜa err la mláhla- fécT^ dé' Iá;aélagácitJrí (25 de
'étiérb'), éTí la' Lág'utia'de' Oárd¿so'' pói^ una ñitetóá del
;; edrórtél W*. Pautiero,' 'h¡¿d"úTi' i¿lii^ ^dé'fo?c^''j^kra
'" «reVínditar el iiói^órriác^óíilal y éldéilá provincia Me
su mando * (Veá3e Provincia de Butnos Ai^es^
Los emigrados de Buenos AireSj asilados en el
» Rosario^: babiíHV U.iia<li4Q ^\ W yiti>WQr4e) €^^^0^:^^^
- .fueron bompIetán^efitedesibecb^B t^OniunAsfHepssUtpDr-
.teña.p^rstguiéiidaioshaateiel Avrctyoide) S#iU6e<.
i. tíaoráü : EboM^lo^i doo/ >iNípasio> Qrofip^í «1 jgojbe|!n<^or
. iíGHllenííiond0o<J. ésteijftl «oopfilnd^pt^ de .SfluVjQejf^pinio,
; : i4oivSilv0$ir^iF€fbW.qMeirpHniese,tQ4íisJa^i/uQr?fi^
.j; íjiJ n)and^fiwn;lft'»aypn acti .^íft,péÍ5diíía»de
.r:>eH>níeüfííp,. par^,mwxjl<ari4^*^€»gar: el ul4rag^,\ qpp. no
...«VÍt<>.p«í>Vi¿/^iíoteft<rM<V í ^ ' .i i -. . »;. . : ^ . .;
- i.Cpww) ^l Qbjrtft 4e líi^ fiuerz^spprtci^íi^pp; era piro
. ,qj^idl d» p&V^^gm 4ilpS;WlvpSQfSPi^?t4iiPl?Ugarios á
... intQrü^r^eien.íeir te|?r¿tpriO:$ajriM«ftÍftí^»,floa!traipQftrfiba-
/ ^Qpip^í§dia,tan^bftqía^f^sqcupa^^e:laíprpy¡a<fia^
.;. £sle.aQtofuéinjÍeirpretadoi;ppr.,et general ^gaot^^go
jíQfQñp^.cQmo un triiiijjifo,,sinM.ei)rc|p^i3ap§ro¿?i^ hubiesen
ido \Qs,agr^aQres s¿n hab/erloff hj^pho sfalir .por la fuerpa.
Después de esta insigne victoria sans coup férir^^
' regresó 'ef^obérn€(SdF^^C<iHef)ia^lit éHjJi^ ei 3»«^te
-^Hoche!, réfaii^efmiéHdo^'eiliitfáhdo^ál'^ígui&nio^^jh?;. • «*
BB^.BabHTAilffX 40&
' i *£an i iDotífvOi i dé i íbs\ frecuentes deoticfsitmcioi^es hos- -
Ukai papa;don!Buienbs.Atne9.9 d^n Juan Mao^el Ro-
8aSy en una conversación que sobre la';$í|uacianrdel
Rio de la Plata tuvo con una persona de su relación
= qtr'é' lé había Visitado ^rfSduíhñhí|jtdñ/iti^'lte4';decitr?
^''' "^Buériró Aíffes: débé'declaraHáe'¡iWé{iéiidíenté,4l¿he
•/ttído^ Ibs eléthétltbá^^iró *í)ú^déh eoWálitUii^ una riábión;
^V^^bíácionf nürtiéraslá 'cdtí propórcióVies* *dé ^dh'tóplílo
ac^écerilíátnientó; <ion fuerza!^ y lÍQiVtas que seguirán el
• 'íhifeirió 'áésíát^tííló', ana vez'qrfé' sé'^íicUda dé' íá 'f éraWa
y faMdidító'fcOtoíyííteaciotii ktí' ijue 'k^ tiene-rt'énvdelta
las provincias, siempre descontentas por envidia, y
mas cuestión que las agite, $Lno e^ su opio iníp'qleute
contra Buenos Aires y la de ,disputarsé el puesto de
gOD.ernador de. I.a provincia. Este codiciado empleo
dc^rá .mil pesos, ¡de, rentas al que lo disfrute, el cual
regularmente acaba por ser ¿cuéaííó.de haber robado
los cuatro realeo ae la renta de la provincia. ^
c^^ueiíós^ Aires d'e'be tónvar poí'Tírñités al'súr'el Éís-
treclio (J^e Magallanes y al oeste'de la rínea qye projíe-
gen ios jfu erales; por él norte ^podría' llegar sacesiva-
ipepté hasta\eí Chacoi,^ Sápta Cóloma y GópzaVez
habían .¿déíantádo muclió eso. Éslá^Qstepsíon .de íér-
ritorio es, mas. que sunciejite para la$ necesidades, de
una respetable naóion en Europa y en America. >
•'terinó, .d§|égádo''dé Cuíldn, desdé el'25' áe '¿nercy, q|üe
' é^te tu^b qi/é ^ótíéhsé en ' (Ciampaflá párá 'rééhftfióít^'lás
* %erkfe d'e BüéftU; Ait^^/lqüe/éiV'ét'cál^^^d^^
ctóíoh á '\ó¿ iiiVa$bi*e¿ del RósáWD,'TrabÍan ^ncit^ádo
' éiV'éStá''proVÍnteiá.¡ " ' ''' • ¡'" ' •''• ;■ ' '^ ' í, ;• '■;^' -^
El. 30 del misrñb rt'éSTéasurtiíó el rtiandb 'el ¿obéb-
níádló^^^Cltll^tí;dfeíegrésó desú'g^^^ dáteipafíi^ éh la
'<í(ie'ttb tuvo ei* ¿érsto dé sfehlil' uti' ^dto* tir^cr- ' ril' {kyiiek^ ^n
5tíé%o^odks'?aí fáciiftaáeS quWel'liírhiSth) dblíhíeridr,
doctoifS. Déin{iiij le ^eonArierá: poifa itnpraávr.el contigo
' áiÓB mfidác&s aij/^sóresy nó 4o9 de Sihta Fé sino kis de
' BuedOsíAkesí -
• » • II ■
t94«r^B^ JOfi^É HABÍA; cciiíJBW^, propietario desde el
, 30 de enero que r/easuqi¡<^ elmando, de regresa de su
• campaQaj san$ coup férir^ cosit^ve^n^a íúqvtí^ porttSíü,
'haf;tae|14de abril que sfe ause^t43e de la capital á
- objetos del servicio público, delegando nuevamente en
j 6i| .miiutstro general joterino.doqtor Severo. González.
; &l¡do(^;torJuanF•. Seguí filé su jcaii^strogecber*al.
i
^Hie^l^r.ñwiVÍáúo Gró^vzAiiEZ, midístfo généfal ifi-
lei^íno, d¿lqgaclo deCuIleil, durahl^ laaüséntílfird'é éste
,de la capital^ aesde el 14 fie abril.
Apenas regresara el señdr'Culleil á.la óapii&t,.éé-
pidíó un decreto (24 de abril dé/Í856) íhstiiiiyéndo
una comisión en la ciudad del Rosario, presidida
por el gefe político del departamento, para recibir, hos-
pedar y proporcionar á los inmigrantes el mas pronto
litil acomodo, según la protésica, arte ó industria
le oada uno. La comisión era compuesta de lós Se-
ñores siguientes: presidente, el gefe político don Jáciii-
lo Corvaíañ: vocales, don Marcelinuí Bayo, don Pedto
.Ramírez, don Federico Ortiz^ don Tomás A. f^éñaloia,
don Cayetanb,CárboneH y don Ezequiel N. Paz.
I^ftiHTl». JflISÉ M.,C|Pl4^i;i»^.prppietafip^.. desde fines
.,,de abril hasrta el- 18; de julio de 1856, en que estaltó un
; movipaie^U^ reyoluoionano, que puso á, Cullenenla
..necesidad de presentar surenunoia^ la.qu^ no fuécon*
. siderada Ji^íjtima por ^1 gobjerno de, 1^ Confedera:CÍon,
á causa de haber sido ella elevada á la Legislatura
. provincial ^n ipedio ú^ una asonada* .
. .^1 dia sigiLneQtej:.19^ se réuaieroa.lps príncipes
. ciudadanos en asamblea popular, coa. el. ojbjeto de^coo*
.aiderar la dimisión d^doa L^y Cidlem del carga de
/
DR/. SitílTA; IB 401*
gobernador deiü i piróViBeiBv y 'habiendo rehusado la
iliayoría' de diputddóB cnnétitijírse 'et> sesión, enbon-
traron aoertaclo'el proceder de OuU en eubdar sü dínaiii-
sien, eligieron 7' proel arnarón .gofeernrtdoí*!j)rov¡9orio ,
«ü brigadier general Juíin Pablt>.L,opezj pprtodo el tíem-
- pft que trascurrí e;Pa, hasta ;U promulgíMi^iqrt (Je lí^ cpus-
títoeiC^iD. prQviji^ial jr nambramie^ljo .d^í fim© .d^bi^^ d^-
' Bpmpftñar ^quql aargp en.prppie4í^dí , . ;
^ El. iniéfOftQ die» l&,)IiQpe2;,. pro<?laina4Q'^gpbQnnadior
1 pDovisortO, didgió una proclama al. pueblOi man justan-
do el sentimiento qu^-Je animfi^ra al¡.colQcars.eiaJ fr,ente
de losdestinoís del pueblo santafecino y esponiendo
óuáKserítf JEiii9ar(dit«deE9iiLg^foiemGL ir^p .v.nv Wf <- <
El goKiei^Abi. nacibíial db la Gonfedet^acíon asiitttió
la posición que la constiíWcíon le áSJgfiabá, enivífífudo
^'éjtí' eortiiSíon ál mir^íé^ro de la 'gíi!i^rrái geiWral'JÍ M.
* Qái¿n;íá éfeétó de ^üe/^rel^resén tanda é^a'-auldridád,
■tatílase las'medlda'á' i^édesatias pai^á léfríViinár lii sitúa-
cíóií ianortrial ert que se encoinraba Itt provincia." '
' '^ 'Él géiiébar Gaían, 4rtcOntmndo en LopéZ' buena dis-
' plosyieioiV piara llevar' Adelante la misión qae le firera
^•éntioníértdadá, díelegó en él la misma aúfloridád de que
•iba ihvo9tido,'á ftn de'que se pu&iese ^eiif fyercicio de
tellá Kásta el l^stabledirtíiénto^ dfe los poderes públicos
que cmistí luda ñ'eflgobierHO. • "* ' ' -
Cqn tal ihotÍTo'^ dejó :enstis manoáJa penünciá que
'elgoberíiador Cullenüe entregara^ para ponerla ^én las
'deMa"']Li6gislatura, d&ndole^el bur^o: coirreépondteríte
eta' debida oportunidad', r . :
" 'El' núefVo comfisidfrádo» nacional y gobernador Lóp^z
■^mantféátdalgobieríío iiacioftal las seriad dificultades
-*qo4»ncómi'aba, 'pubstoqiie faltaba elpodét legfisi^tivo
' dé !a provincia', fjoif el: hecho de ho quererse reunir Ibs
- (iiádttdahOB qué tó fot^mában, funddhdt>áe en la falta
•de garairtífís piara sus» d^liberaslones,' - j- . i : < i- v
- vBntónééS el ' rtiinisti^o^ del interíoí* ddcflOf'Derqul se
4D8 PROTnroI^
trasladó á la ciudad de Santa. Fe, plenamente autori-
zado por el presidente de la Confederación^ con el ob-
'jeto'de tomar las disposiones' necesarias, para remo-
ver las diñcultades que López indicaba.
En esa virtud facultó especialmente al general Ló-
pez, para que, á nombre del gobierno nacional, convo-
case la provincia para el 2' de agosto, al objeto de
nombrar representantes á una nueva Legislatura, que
deberla instalarse con ' el carácter de constituyente y
que habla de ejercer sus funciones hasta la época en
que debia renovarse la anterior.
■
.iSfte-BBiGADica GEiVBAAL JíVAiv w^ ii0PBC, ele-
gido prpvisorio por el pueblo el 18 de julio y posesio-
nándose el siguiente di a 19.
A los primeros anuncios de una revolución, el gober*
nador Cuilen se ausentó de la provincia sin delegarla
autoridad que él investía y dejando en manos del presi-
dente de la Legislatura uaa nota que sq suponía ser
su renuncia. Con este motivo procuró reunirse dicha
corporación sin haberse podido conseguir que los
miembros que la componían concurriesen á sesión en
simple mayaría siquiera, para tomar en consideración
la nota mencionada, cuya circunstancia prolongaba el
estado de acefalía, en que quedaba la provincia.
En este estado de cosas, el vecindario de la capital y
de las poblaciones mas inmediatas levantó un acta
declarando renunciados los poderes de los reprentan-
tes, por el no uso de sus facultades en los tíaóntentos
del con dicto, y nombrando entre tanto gobernador
provisorio de la provincia al mismo gjeneralJ. P. López.
El gobierno nacional, por conducto de sus comisio-
nados, el general Galail primero y el doctor Derqui en
seguida, con conocimiento de los hechos, habían' dele-
gado la autoridad que investfan\ en el mi&mo general
López, quien acreditó aparentemente la mayor adbe-
laAutoridaid nacioonli v . . , r , . .i .,: » • . -
I8i^«-Dr. sohA de am^ivabab, delegado de Lopez,
ba¡9ta!el 26 da oc^br «rqií^M^ par .medioydftrWW^ríYOni
liicíón, denrot^ado y arra'sítf^o^ p^ro pu6$it<^«lrvUbert¡E|d
i y restablecido aJ sjg»ianie dia. ^ i , ..,> , :-> H
tfffte-^o^fl¡ivf:L BMÍ|Ri^iv^ .|ll^pMpiJ«:^i?, elevado ¡al
,jnándogubernat¡vQ| interina po^m^^^^^^ 4^ ji'narevqlfi-
cion encabezada por él mismo, el 2o de octul)r6d^é ,1|..i^^y
.sorprendiendo al gobernador dele^adp ^menabí^ru al
ministro don J. F. .^eg^I, aí gefe ¿"e policía Be^sualdo
y al coronel Ramírez' géfe de la jguardía naciorial de
caballería. ' .. *
^ , Perturbado así el orden póblico, el gdbi¿rfio!napio-
nal de ía' Confederación comisionó omniniodamenté al
ministro del interior doctor S. Dérquv quien consiguió
. reBtableee]> kis aiitot^^dadeeja^lf^ d^J^V^^^ii^íPQr, 9l|
motia militar,, mandando iprnediatarneiite (pqqer en
libertad las per^ona^i qu^ ha^i^fi /apri^ioQa^q ^q^ x^x9*
lucionaríos, , ; . , . , A /\
El gobierno, iotenifiA crieado ppr la reyoIocrQn y, ios
aiítoras principales de ésta evacuaron i.}a üifi^A,ea}a
. madrugada del 27 de oqtul^re C^apdQ: p9ira distin^s
■pUtttOS. , ■ . ....... •. .1 :».•; ..,. , ..' ( .,;.
M3¡k^^pr. SÁiVTlAGp pEB^íii, ministro del m^endr,
en comisión del gobierno nacional de la CgAfederácion,
en ejercicio del P. E. de la.provfhcia, a consecuencia
de una revolución encabezada poí^í corohel'Máríaño
Ro^riguez, en 26 dé' octubre, hasta el res¡tabíe(5íriiiento
del. gobernador delegado. ; .
>
rio, desde enero que reasumió el mando hasta el 29
de mayo que se';*ÍBÉusehtó cbtf tfestfñb ífí Iftoíjarfo,' dele'-'
gandfaéhélcanómgoAmenábár/ '''¡ - - '^ ^^"i ^
4m
^MMiVdlÁ :'f
ié»r^AWMNHi^ nr» i9mmib m« ^itnHivAéAiiy dele-
gado de López, que salió el 29 dé^im^yo^deLl^l para el
RosarÍQ. . ,
Mlfí«:MBMl¡^ABllieÍI ^lOAIV rjILBE» iiOPÉK, pno^SK»-
i^b, d09<ie}^flio qa^vTeas^nnffó Gl mando d<e:laprayÍR0iá,
hasta que, teniendo qu^sialir &'Oamf)aAa,/en comisioin
, del gobierno de la Confederación, para la organización
",(4í?légO;' ¿[ iSl dé^h'ÓVÍeittbi^é "d'e Í85á, =feti* él cbrodél
''í^'rÉÍffaV *''''''"''*''' '' ••'•■"■ • j« V;¡' .' ' • -' •
, El áeneral López tuvo por b.asQ de áii gobierno él
despilfarro Yjla persecuxiíaA, tenaz y sjsternadá a. sus
^ opositores ^pól'i ticos : no reconocía' más ley pari^i diri-
gir su gobierna que su. voluntad : autorizaba el pílíage
, Y la depradacion én Ja provincia de Biíeudá Aires: hizo
un gobierno opresor. , , ,
t«ft»-^€lMr«!i«íi ttOl^fVll* 1I4ÍI14L PBAI^A, Wcé-
*^préSldéhte^I* de lai'Leg'islaturA,' pof impedimeató del
•^pí'eferdéilífe^ doctófiAttiertaba?r, delegado del jgbnbí^al J.
P. López, que salió acampana, de acueráo conelg*)-
"Wet-rttó'MÍelBÍ Oohifedek-ádrón, para la-org-Anízá^on de
''ioS cán^iésj'ííiilitadé^es de las Uheasfn¿nteriz«á; áe^--
^•aié él 49^ (9é. ildvié^l!)ré dé iSóSi'ha-éta ¿I 30=de agosto
de 1859, que fué nombrado en propiedad, pfesta^fydo
^ Juramento camotal, el 4 de setiembre y continuando
en deseiiípeíio ,dal friándó gubbrtiári^íf/ hasta elT de
febrero de 1860, que^ con niotiyo ^e ifL yiéita general de
JOS áfepartamenfos, dé\e¿ó eríer'canónígp' Amenábar.
. El gopernador Fraga fue ^acompañado en sus. tareas
administrativas, en calidad de mii^istr9 general, por
don Carlos B. Seguí, y sucesivamente por don Urbano
..i<Je¡4rippde:y.íbrig%dÁ^ «fi^pq^ral RecJrO: V^^S^t
'! f
(ii: '•• j-N. 1
gado de Fraga, duraq((^}j^, ausencia de. jéste á l£^ visita
W^»-rrf?«»o;*,Ei. .R1l,^^i^.^0,. If ^^ifÍA, .ff .^^A^.prop^e-
Rs
á'é^^lóá^ki^ '-lá^'. "MMtií ' ^ - A)iibi«Á!*.lÍÍt,' 'del-
gado de Fragd;<'Ué!áde él «í'éré"itikyé<,l«(tfe«e»t$^(iU«r<á
"^atníJM . ' i^óTíidídRkdtt' ■ ^iít ¡.el' ^élnfeflrf "í/- 'P'."Lójpez,
-UrftiitiftttS ¿(¡jttfeHa'eWl'éFartesíWlde'ÍSté'é! -r^Aéíjéífiio
''aki^áitióíaf?dl8e0;'h(«rtá éí'30'tíéf*é{sitt6!hifeS flé^írti-
-hítf, ^h'^á'é e! \SWíl)í¿fel<ld'réSSaibF6''éf ^tfatM#:"='' '''•"'^
"^ fíl'¿fe'n*efáblfáfi'Pablóli6iJeíi,'(<ffetteWífehdti'él tóífehio
póéyto'qíie; fertihíénofeBáBb "«é' Fa "OtíHiírWé^óiV'éiiífriHó
"6o'f"'t^á^'ánó'á;'VoMó"á v¿!éf^tí'déí rfi'femó'ihédl*"de
'5ué se' Váííb 'autos pdrá áiib¥p"tíl ^(jMei-rtó ; lábl^i'^^s
■'-pfoyéfet'ofe y ppáeh^'óHes'iiu'edái'ah ttiííadás, ftiMÍSh-
te lá'atíjvidad-y 'emitida gó1!)éVnado^ PVi'gá/ qtfe'éiál^ó
6 'i)ái^á s}é'fnV^r€J«
>'uvái* áia libertad afe^sü'provinfelá 'fht M¿^Ré|^ú6flfck,
•y*tüV¿ la'áéfeg^áéfí' dé i'eciMp'ih!áp¡fáéi6A¿'s'¿)drS bBi'ár
•'éíísfentrdtftióhtrtirf'ó'."'-"!^"- ■'!"'"• ^ -'■"' ■'■" ""•'••'■'
-' • í;ráñ'o'tó60'W¿"fócurído éh-révóIitóftfiVe^'í^rftíof^ó
-'tíó'H'lá í^i4W íeVWUcffótf 4e '"C^rtíobá. "íyiró 'ító"iré^feiaa
y anonadada, y los autores de ella encontraronfiéí^b^o
^'éh M'¿Wi'?dJilÍ'/íáfeióliáí;-]^dÜíüe'é!^ri'>ámlfeos ti^'^re-
-liídéiilé'dé'ítílleptfblldá. Aééeá'^'Ml^ífríífá dé'l^i'RIbK
ique lo^fd 'sóíbl^é{iorrefire á las autbi-idkdég'lé^ales;
"Vuééióílá ilé Sárrta Fe éh -él «osarlo, ¿(uélfüé iibfófeáda
«1 nacer, ladfe'Sáfr'Liif^ '(^^liéitüvóel ftisftfd'Wtí.'yiior
.,#í»oj?^,fie,3ppjj^o^|^^tfi;^^uj^^^^||,0j.,t|j5^
41^ 'V%amuk
.1 •
las iftsttiudioms étt c4 miBluoidiávjep'iiBe séaloanuj^a
>unUrtüiiíb^brfH«iiit6>eniei séMidoide liaites baáéssdUcks
é inconmovibles^ el mismo dia en qoéilds'patotioteS'de
ision
íi6e-»
lerar la iiniqnj'a qye e$tacontríDüvo con toao su póáá*.
A íán p¿tnótícb'fin^ concurrieron íiiuy^
"los doctores' í)atttaacíó V.élé¿ Sarsftétd, Salvador Márla
del Carril, Benjamín Victorica y el doctor Juan F^art-
-4sRqSfg»ii.. U9% dfl«ASfíiHtí^ly-fts;^J^X;pnvant^^^^
i;Sí»;RlegAroa^o¡dosftlf>ío^de U nmyftrlft.; , ; . - r-
r.R€Ái,eBp(t)rf , pasftronf.W íK>nM€inciQr|*Ie8jd^ Bh.?P^ AÍ-
.jfes >y amicbofi Jif^efrale^dQ ^w^.prc^ifiíicia.*, ¿.laciudiid
del Par>^iá^^9n4e¡rHfigflror>.el.87.; l>^¡end.9,^ reqí-
,,cj*li^ta,.Ai:gp^;tinop ,ji por jo^míis,.r?3petabíp.y (iJ3Í;n-
.,gií¡(íp,íj[9 .aiq|\i,ellíai.c¡u4a4.v En^íJ. gíqb,' tpoíairoix la
^j)^lai)ra los.&eíion5i5.S;^miei}lQ, Seg,uí^^.'V^ Caí-
-,i;i|;,y,4^Qt<^^.Gutierr,e2:i,y,.en ^pdio. ^e.los apl^u$osí y
• yíy^siu.ujiipq .y atpueblp (le^ Biienos Aires, la al4-
^,gpiageri9^afj(qé aniarg^^É^ 'pqr.la qpjóbp. , M}eat.ras.^l
. py|pil:^o,.da)i)a, un/a., serénate ^ ,gj^neral ; ÍPedern^pa,./pl
_ jcor,qn6J B^Id9rfleroX?,na¿J9i, puaal,,eq,man(>, griitp y^-
riají^ .veq^s^.i«;;Viueraa los.asesiipqsi: de Vijlanjayor!
¿iPH^ri^pbJjg^ql ¡¡afuera A^Qlef^^^^ Éj pue-
blo con su buen sentido respóndalo, á,.i^go? gfi,tos saI-
. y««^.9¡0Q- 5Ab¿do?.;y..grito?;^e, i;epr<;¡^ba,Qto^
• /:PÍ^.ft^">PVO cpn^u^ deber .j^^rpsit^ní^q. $ loaperiurb^-
- '.(El.rfV.de„pctHbre,.r9gr^^rop :A,Jpup,n.os j^jrps los
^{jppv^ncipríAJe^jpoj^t^prqvinpiaipeíaíprA^^^
„toanÍps ó lajjura de lacoastitiicioií,.q\i9„.segun el con-
^ viBn¡Q.4e 6 de juniQ^. debía ¡tener lugáí ^ Jos 45 dias .de
,. t^rmiwd^ítsjas^sesiop^s .d,^ láj.CvnjVppcipn.,.'
i8Íé0-C0BbtvÍBii áo^Kivbé' m'. 'fi¿íí'4¿a, propietario.
-i'de9de«l iBOida.jfaáOi quó..cé0#o«ó»da'il4(l(t^p«|iaj la
'i<>eua>'qhe4ó!i])8oi6eada>cda<leK aptiesf/dctelgeHaral' Jiían
Pablo López y demás perturbadores del órdeitl nea-
'^ ■ iskiMíendo «1' manUo ^éfbernatiivoyon qu^continiKS!, has-
-'itaqtde, eombatida p6r< la i^rensa JiberáV.delüRoefairio y
del Parfiná, elevó su renuncia el 5 de notVieitibhe^vde-
, clarando no poder continuar un momento mas en e)
'; tiiátttfó de ÍÁ 'ptd^iíéh,-^ét^yñaHe^ áftéíHdd» d#«lít*i
• • 'éiñfei^iriédAa'Véi^iíanehté'i;^ "' -''^''^ ■''' •-•"''"' ' '•!' -'>
f ■ "Cón'éiste'ttidíiW; # pffeÉlÍa«tte"éé 'lá' lié¿}stótéra,
''• /ifdfa'-'^'áfahiWráo iJó^isl 'cdtiwo'éó'*''lá'AíákhH>íeÍBi! jkra
""<^h)^l|-^ri cohsider&cfótí i^ae\\i¿ retíütíciÁ;>^ tob '¿«lán-
'' (ló"énfM faitrlbüclcmé^'dél clbdb')3réSídé(it¿''lf¿>cK¿(¿Ion
' ^e'lbB' ihiembrü^'dé lá Sáláén* Jetead,' 'Sé'nlel^krdrn <b1-
• gúnos' á'&ésCxt^ tiaibto thák ¡iak)M ojüe' la A^ihbiéfé{''le-
gíslativa estaba convocada por el Podéi^fij6'dÜtíWy^ara
, . Sm embargo. seacepto.ei9 da diciembre^ suceqién-
doIe don Pascual Rosas por ^T tiempo, qiie^ Taltaba,
f ararCumplir el trienio por que fué ñpmDrá¿ó'^eÍ'¿oro-
nel Froga— febrero de ISídi. í .. i . l
Inmediatamente salió de Santa F^e*/pa^aiVao^W^l^ára-
- . ; íQyídftfliiSU/ íft$í4€^fií^, 4^Qmyfi^l, i;pf ppín^í^ili^4pse
i:Mg0ft«^ífte;pJ»Íci^F>a,,.,vfi?»e9|U?,d^^^ qqtosj4fi ?^ aj^pii-
nistracion. .i.c.mwI'j i,: i;i<iíigv>
, / :iii3isip^plífe9:in&ai()tárei$afitos,de Jo&iiMrAU^^
/ ' cos4d Sa4^to.F.e fuerpn^n^^güpiun p^rí^diap cleli3qsap
, . fm .redactado fOí'ieUoqtpitiBTWi^xQ^rrwg* (Si^fo-
.,idQs,üitídiias.Mfttini/Strf^con^4«^i^P3r«ltJ^ '!:• \fiWi y
coronel iFragan-'Eotr^eHos^ i^iÍiU^re3^p4§i|CQi*r^«P9n-
^>! déncía ta:miñmd^\Mlif^¡Q^'^n^t^\i^^uÍfií%^ M\Í9^ y
. fib^nialab l4H¡#Aji4»p«fiHc^Aa W^s-
i
*4t4 H'PMwnciAi'f
i>í ' iljQdg^érabs'HiQlsifUisntegéísiiudíeitiíti bi •organi-
'' £acidYi'dr4ófi p«ip6leB slubsisterítesí oatpló^dpsi y eon
-■'••Itidlccl/ • * *-•'■' • ' 'íii'i.'? '. ,'.'•.!.,
*' ' •' Bl Qtírone} Praga'fftUeoiá &I 4^ id» .setiembre ¡di». 1871
< «én^Bu^nc^si Aires, «n dofidp.Habfa nácidd el i"* de, mur-
'-'•za'ddíl'815. n -í» «' i'» í i-' .•.!'•: ■..•• '• ' . .MM '•
de diciembre de 1860, en que .suci^ió. 4 ^r{^(^ \^^^ el
j.- 4P I* .^V»Mft. dfi ¡PiBLvpj;», gfwj^d^.^f.n 4qjí§íi?tial>re,JMír el
-,:y«'^cH<? 4e,3Mm»<«i A'rei? ^. iff^náo de. ^^1^, gqb!?rflfk.dor
.= Í^W^rMMre, sobne.^l.de, |ft:,Qíi^fed,?f'f|CÍon,..al,¡.d^ 4on
i,.J,;J,.4e.yrxiJi¡?p, deió;d?;4^eg«d9.á.49»\. M^Wí> .í^o*
- ¡nva^ W.M/c9Jpitftl. yJff/»u4ejí^Fit^íP,9fl to?, .4? 3an José y
En la misma fecha (4' de dicji^^l^;;^^ 4^, i.$6^y.) | por
El gobernador Rosas jLuyp por muiisfcro ali^otítor
^'éi-^]|i..'iÉJiiáiiAÉé cMkJlíé/-délégEÍdd'-d4'doh -|>a$«ual
' 'libsás^'^ut^h fué déi'rtí(hi<td'(k)lfi"«reiftoiy>tarftoshiMn-
-■•*féá'dfe Pos ettiilgi'aao«d<!Buénoi4-Atrts¿ én láCtíliada
•'■'¿fó' CSbhiéÉ; %I'«8'*i rtbvielrtíft-e^'d'éi 186lV-ftjg*hdd .en
seguida al Chaco.. .i!..i'"ii -
- i : < I iCo¥ti¿(¿' 'tiy«rTÍtísU>, «I fiíd^'dibiémbre, ^ i g^iwcil V.
-•> Fldi^e^ qué iáiüivdad'de-Ssnta Pé'río -opOütiAfcsUtencia
~ ' álgtMía álttstuéi'za^ dé-6«6nos Áires^ que se limitaba
'áiottséfvav'ét'drddné'ii kipoblaoionv Et^eaeral F(o-
i ¥ei' Ho l4o<ki«*eié'ladetegfi(eíon' hidob*p«rdoti IPásaual
-"9U)stis<, :pdh)tíe; emtínaba 4é un ' «deniigo ' en armes y
'. j^qtlé-, <le9]^uéB'd(^liiat>ei^«omproiitetiddi4<su pvoirincia
•'■^'■étí iJk«aigUéVn8(^áésk^i>06Á/ bísKiiAbañdi^iví d«>8u:goiiier-
no buscando en los sal0Ei¿8d4<9l'!dMÍei4oi«l' apojroiilue
DliMMTiAiPB Í«ÍK>
iCOAtl1á.-elll>S;lH)4;gl^ftía!de|^n.ctaMijQ,|C9lnl9^lá'(lüe.bizo
i.b»etn,eW<>ot6e6. , ■, ■ / ., ,- .:a -'■■!■'■ .ii-i-'<!i'íí .-i)
Flores nombró pi>r .«tsnsJgui^nte^ti^i^^-flidiBii^re
:. 6|dQp T(»ro<is !CiJHw<i-fln'clMe,dP«ífí:PPJttÍQp;dela
■.niiní>. ;-.;¡)^,.-, .ii;, .>/,■ .■ > ,' /■^j ,.i !■ .'.^-.i.!- , H-n
"Í9«í:i-W. V¿MAly■CTtllié'jlíi''Hbmbp9db';'á^ideá)¿íy^l-
■'■*tífte' aé '1861','§'éfe 'jiólitifib/T)¿'f k) 'bH^á^íér^fe-eiiéral
" "VWnaticioTlBres.'gefé'áel íy'^'tÜ^rpo (^'eí éj^Wlíbwélue-
tí'ósáireít.'t^Huhfentó ért'PáVtTri.'lle ^tfeHdo'cbti.él'ié^he-
ral Mitre ó causa de T4 'áC6'fafi&"dp'iut¿rícl6c(é¿;jí¿'ga-
" ''té'á 'éh la^-pKpItal 'y d^paKam¿¿'t^s'^e"S'ari'3b¿'é'y San
GréH¿fi!mó,' ,ábaiidón'ádós*'fiáh la fdga'^clíí'^íiii'í'aspual
' 'Rosas ;liás'^éí '^.dcl'f^ikiji'ó'M^-Q^^^^
• CVilien' la 'eíl^tl reqíi'eridá ¿>EÍr^ .ó'C^'óar 'er bú'e'^l'o' de
■ ''go'b'^rriadoi', 'firé-rtómbrádcí lii'bVlábPitf dbh'D."firdVj)0,
■■■■recltíiéñdbs'd'eFhl ■'■-' ■^'' ' '--'''i'"- -■"- .^'¡"Mn'.
Fué secretario de la gefntut'tt 'íií>1ltí^'gllicgíi^mdo
Quintín -Vitdlfl.i'"ir'v ,r:e,3.:."» ntyittis't .ca~ ri>«4i
TBE, gobernador 'de Buéaos'AÍrps j giiiiei-at en gefe
, de sp ejército,.' vícLoríoso feíiJlaDE^talla de Pavón, qtiien,
póV haber ca^ufcaild de Jiéctio y derecjio los poderes
, . DÚbr(cos,(iU|eyegí^n la provincia y en yirttid del pére-
cíioque^qiielia victoria ¡é^acórdaí>a,,pj«?i"L'¡6 la autori-
dad'míli tarde la provincia,' nombrando" gób"erñaaor
. - proviso^i»,^ el'3& d6 áMá&ihi^iVtM I>«m¡l<g(9Ci««pO^
i-quieit' «e recibidJdel cat-gO' él 31 def'mísmb meb'bon
'(odasolémnid&d Tcon loshonlwres deMws^-íufe ^Hiie-
ron rendidos pot ufi' biaCaitlo'ii'deI-<ej'éncitoi«lc)<Bydnos
; Aires, degran R^í.^l^da, g(^a sipúsky barjde^a
. : Su.,s?^crí:ta|'^ó,^íi Cfimp,^iiaj^ue^_^cfor^,jípsé,l^ía
"■ (ÍLit¡¿rre^;'^;.,;,,,;;;,^,^ , ¡.uiru ;-m.Í'>>,!-ÍJ-. ,liJ,.¡.r,
'«ftéi^«//MnlilVétt'^aíeé»'4rr'htiMMd'''ííób^ador
-4!6 : PMTWnA'
v< prbvisoifiQ^ 6l 96' y pueatoaw pdsieeiori diil tMrgt tk 31
' ^<ds>djciémbre del^,' por elbrigodier gBiterat B. Mi-
tre, gobernador de Buenos Aires y getier a) en gefe de
suejéhcftb.itriuiífámfe en RAvcm.
' ' En Virtud de uha ley de f%oha 19 de febrero dé 18&2,
quedeclat-ócwfclucos de hechoy dedferecho los pode-
res públicos de la provincia, que existían el llde
^ oelwbre (|e 1861 j fué nombrado en propiedad un gober-
, ..nador pijQpielartú,, ej )S1 de febrero, en la perdona de
, don pQtrJQio Ci#llen, por el tórm'uio de ires años, rsci-
bi^iidose éste el 23, tiesta ouya fdctia ejerció Crespo el
mando giibernetivo provisorio.
^1; mismo dia de su rgpepcion, ef seíior Crespo nom-
bró ministros al .doctor. Joaquín Gratiel y licenciado
Quintín Valle 'y'cuatro dii\s después al , coronel Luis
I Lamas, §efi político del Rosario, quedando reconoci-
das tp^s.la^ aUtoridadeSqueexlstíaaen aqueldepar-
lamento, cuyos empleos' hablan sido credos por las
^ . leyes de la provincia., ■ : '
18«t— D. PATBICI» CVLLEN, gobemsdót < Constitu-
cional, docto. Qn prop¡e(j£id^or la i^samble.a legislativa
', el 21 de fub'rerÓ 3e iBpa y ' recibido el "^3 del mismo mes
' y afio, hasla ^1 5 de ajjril, qué, debiendo ausentarse de
la capital por asuntos' del sei;vícib pi^blico, delegó el
mando gubernativo én'don José María Ectiagüé.
' - Su ministro secretario ^eiieral fué el doctor Joaquín
Granel, sucediénidole el'doctor José MaHa Zuvirja.
fMé9-^n.jM>»A HAKiA. BCBüCGii, teniente coronel,
.delegado de ' doft p. Cullen, durante la ausencia de
- .ésM de ;k( oapital, desde el 5 hasta el 19 de abril, en que
el propietario reaáumió el mando gubernativo.
18«9— S. . PATRlC^lé CDLLEM, propietario, desde el
I9de abril de 1862 que,'desptiés'de su ausencia de la
capital, reasumiera el mando gubernativo.
Coütiauó eií «jercicío d^ s^s fuucioaes ¿asta el 4 il^
díiáembra <|uey teniendo que salín á una eápedicion
contra los ioláios^dél Cbaeo, dék|g;6 el mbndo en su ; mi-
nistro general el doc^r Zuviria.
De regreso de su espedicion, el 2. de enero de 1863^
reasün^ió él mando para- del^árlo. nuevamente, el mis-
mo diaeñ la persona de don Jos4 Mai^ía Echague.
Durante su goi^id^no, tuvo .lugar: (9; de:'90viembre
de 1*862) la solemne instataoidn del Cólegioj de* la. inma-
culada Conéépoioil; establetíido por los padres de la
Compa&fa ée Jesús don Jbaqbi'n Subrez, supé[i?idcgtoe-
ral, don Pedro Viñay reótori del Colegio, Aoh José . Re-
petti, diO>|) María^^.Ruedaj dor^ AntORÍQ.Garcez.;
'Dictóse Tuna ley { 11' de noviembre!} declarando nulas
y sin ningún valor l^gal. todas las enajenaciones dé las
tierras de propiedad pública verificadas en subasta
pública deádé 1^55 hasta aquella fecha/ ' "'• ^ ; • "•
Ci^lebrose (2 de (Jiciembre) un contrató de coloni-
. zacipn agrícola con Ips' señores Werner y C*. en re-
presentación de una sociedad protectora dé los emi-
grantes de Francfortsóbré el Main,. Alemania. ',
tset— Dr. JOSÉ había zvvibIa; 'ttninisti'O general,
Relegado de. CuUen, derante la ausencia de éste en
jUna espedicíon contra los' indios del Chatio,; deSde el
. 4 do diciembre de 186? hasta el 2 de eneró de 1863. ''
t)eclarada la necesidad de reformar la constitución
provincial, promulgada el* 30 de agosto dé 1856^ él go-
, bernador delegado Zuviria prpmulgó (6 de. diciejnbre)
la ley convocando uiiá convención" act hócJ que se'^hs-
taló 40 dias después, ^ cual san^cionó,. el 12 de febrero
de 1863,, \^. [pjaeya copÉjtituciori qqe hojj^ ^*¡ge en ,1a pro-
vincia, y que fué promulgada el 25 del ráis,mo mes por
eljgobern^doí' propietario Culíen, ^
. Solicitadp pqr pl g^biernQ. nacional ^n infofinei aíper-
.ca dejóla. cftli0)ite$ qrigin^rio§ de laiproy^nipia de Sienta
Wy \\m\^% 4ejSus ariUgijAS pppesio^ei^^ liWJti^? 4e^, su
416 TMmmciíL
m
acflo^l posesioi); y «nagenaciones de tierras iiecbas,
después de la jura de ta constitucibii nadbnal^ por los
gobiernos de la provincia eñ los &erriU)ríos .veciabs á
la frontera ó en la fro>nterá misma, » el delegado Zuvi-
ría nombró en comisión (9 de diciembre) á doa Domin-
go Crespo, para qoei^iformase sobre, los límites origí-
lurríos; ai doctor A urriiano : Argento:, sobre< los de
«ntigua posesión; ft don Urbano de Iríondq^ sobre Jos
de posesión actual y al doctor Pedro Rueda, sobre lo
deniáis, ^ociando (22 de diciembre) & dicha comisión
al brigadier general Pedrea Ferrol
Promulgó (90 de diciembre) tina tey - estableéíeqdo
una oficina de Topografía y Estadistioa para levantar
el «enso de toda la provincia, etc^^
t8«S^D. PATUICIQ CHIililIIV» prop^etarTlOt
De regreso de su espediciojQ contra los indios del
Chaco, reasumió el mando gubernativo el 2 de enero
de 1863 y el mismo dia salió de la provincia dejando
de delegado á don José Icaria Ectiague. .
Tuvo por ministro general al doctor Gerónimo L. del
Barco, desde junio^
tS«s-rB. JíOSÉ MiLBlA UCHACHÉ, delegado de Ca-
llen, durante la ausencia de éste por asuntos urgentes
del servicio público, desde el 2 de enero hasta el lÉ del
mismo mes en que el propietario reasumió el mando.
#
fges— D. PATBICIO cnDLLEW, pt*opietario, desde el 15
de enero, que reasumió el maqdo, hasta el 12 de febre-
ro de 1864, que lo delegó en don Nicasfo O roño.
El doctor Joaquín Granel desempeñó las funciones
de ministro general interino.
No pudiendo el gobérríador Callen por causa de en-
fermedad, trasladarse á la ciudad del Rosario y asis-
tir á la solemne inauguración del ^Ferro-^Carril Getítral
Arj^tttmo^ para la que filé invitado por al Presidente
doctor J, Mi.: £ elidirla) panaiqioi&lo^^ispneeasttaiM^áeistíeri-
do en su nornbre á aquel acto, que tuvo lugar el 20 de
' abrir de 1863, háfoi^^o decorado ^e «este dvíéaf *fe
toda la provincia, los días' 17 6: 21 de difcbo mes. • *
19«4— 11^ lvi€A«i0 OBttdO^ delegado de Gullen desde
' el ISde febrero hasta el 31 de mayo, en qiseel projpie-
tarioi^alduinióef] m^ndo ^guDePMittvo. ' >
El doctor Joaquin^^nel Qeaedmpfttié eomo 'inií>is«
tro secretario general de gobierno.
. En el corto- tiempo, que, el señor .Oróüo ejerrció, el
gobiertió delegado, se introdiyeron m^j9ras cviyos be-
jf^eficips se van pálpandb.hasta el presente. . ,
Mientras la capital de la provincia, á pesar de Jas
repetidas convocaciones del gobierno para que el piíe-
Uopraetioaae ^sui^:<^leQ(^a4i% p^r^<3te/fe#k mtíüimwfi
fliivn&cipal, Sab vLoraQp^ . Villa ¡€ondtitoai/d«i. jf. ,^an
Gerónimo eoi tcaí^OiQ : ea ej gpce dei e&^ ^n&ñm> durante
el gobierno de Oroño.
En el áfio 1862^ él V: E. ha«a decíarado no dey«r"fe
íims 'pequeña dCuda'; habiéhdo cútjaplido' todas áus
oblij^cionéa y pagado eí* Servicio to¿6 dé su ádmíi^is-
fráoionf. JLarenta, en 1863, haibí a duplicado éi-baen
auttientoj habiéndose cerrado el año ^oftómido con
urt sobrante dé 776 peste 73 y medio centavos. - El
gofbíerno cumplió reli^ó^mente hasta' el ó^Hinlo'de
sus compromisos, habiendo «JS^agado lodo ^1' sertício
admiftístpatívo,' hecho mejoras importantes y Méndido
á necesidades estraardinaría» de la provincia , sina^e-
eurrir*á^n«v6r^s íqipuesio», debido soloá lavegulari-
idad de la isecaudaoion y ala moiralidad 4e los empliea-
dos. :■-.'•': ' .. , • . í. ,.■ .;
La inistruocion Dública recij^ió i«i|)ul80 >edn ia:crea-
eion dé escuelas* y CQítejvos. • « '• -
Ademán * de la& mejoms materlaftes, inieiadM. iinAs y
430 pao^rarciA
llevadas á cabo otras, '«ñ la* Administtracion Qroño, la
provincia de Santa-Fe jamás gozó de mayor lit^ertad.
t9«4--DOlir PATBICI0 CVliiidiv» propietario, desde el
31 de mayo hasta el 15 dejunio^ en que, hallándose
imposibilitado para continuar personalmente en el
ejercicio del P. £. y teniendo que ausentarse de la
capital por.moti.vos de enfermedad, delegó el ejercicio
del mando gubernativo en el presidente de la Legis-
latura, don José María Echagüe.
t9«4— D. SOHÉ^ había echagvg, nombrado dele-
gado desde el 15 de junio, hasta principios dé julio, por
enfermedad del propietario P. CuUen.
Fué su ministro general el ciudadano don Tomás
Puíg.
t8«4— D. PATBICI0 CViiiifilhy propietario, desde jalio
que reasumió el mando basta el 32 de febrero de 1865
que lo trasmitiera á su sucesor don N. Oroño.
IMft— D. iviCAMO 0BOffp, electo en propiedad, el 8
de febrero y puesto en posesión del cargo el 22 del
mismo mes, hasta el 9 de enero de 1^68^ que^.habiéndose
ausentado sip previa licencia de la Legislatura, como
lo dispone la constitución, asumió el P. E. el doctor
J. B* Graña^ presidente de aquel cuerpo. Tuvo por
ministros álos señores Juan del Campillo, Emiliano
García y Tesandro Santa-Ana.
Habiendo estallado en Córdoba^ el 16 de agosto de
1867, una revolución encabezada por el inspector de
guardias nacionales de aquella provincia don Simón
Luengo, el gobernador Oroño marchó, para contribuir
á sofocarlo á la cabeza de 2,800 hombres.
La actitud hostil y rebelde ejercida por el maj^or
Nicolás Denis, con una fuerza como de 500 hombres
de caballería de la frontera norte de la pro vincia, co-
DB 8AHTA FB 421
locó al gobernador Oroño en. el caso de requerir, oomo
requirió/ la intervención nacional^ el !^2cie diciembre
de 1867.
Dos días después, el 24 de diciembre, estalló en el
Rosario una revolución, declarándose entonces Oroño,
él 6 de febrero de 1868, en ejercicio del rdando desde
aquella ciudad^ dónde, en esta última fecha, fué tras-
ladada la residencia de las autoridades provinciales,
hasta el 37 de enero de 1868, que^ á la aproximación de
las fuerzas nacionales al mando del ministro de la
guerra, general Julián Martínez, los revolucionarios
abandonaron las inmediaciones del Rosario.
Este restableció "éñ sus respectivos puestos todas
las autoridades que funcionaban antes del movimiento
sedicioso del 24 de diciembre, encabezado por el coro-
nel Patricio Rodríguez. Sin embargo^ la rebelión no
fué dominada en toda la provincia, sino el 14 de febrero
de 1868, en que el gobernador Oroño quedó repuesto
en el libre ejercicio de su autoridad constitucional en
toda ella.
Entre tanto^ los doctores José Benito Grana y
Simori de Iriondo, que encabezaban la resistencia á la
autoridad del gobernador Oroño, en la ciudad de San-
ta Fe, protestaron su obediencia al gobierno general,
representado por su comisionade nacional el doctor
Eduardo Costa, y aceptaron su cesación {del gobierno
de hecho, que el primero de ellos había asumido por
la ausencia de Oroño, á cuyo gobierno se sometieron.
Mientras Oroño disponía lo conveniente, quedó encar-
gado de la conservación del orden público, en aquella
ciudad y departamentos adyacentes, el respetable ciu-
dádano don Domingo Crespo, desde ell2 de febrero,
en que se sometieron Grana é Iriondo.
El gobernador Oroño fué uno de los mas progresis-
tas que tuviera la provincia. Dictó disposiciones bené-
ficas en el sentido de poblar y colonizar el territorio
m 1 1»R6tlMffA
' det Chaeo^ asrtableeiehdo fortines de 4í en 4 le^iñs; y
por una ley 'de fecha ^- de agosto de 1866^ el P. E.de
]a provincia quedaba autorizado para conceder:tér^enos
en propiedad perpetua eq lo$ . cantones de Súnchales,
. CavastacitOj etc. El antiguo cad)ino de los Súnchales,
Ido'SahtaFe á Santiago del Gstero, distante, eomo ^
- leguasideüno á otro punto^ siéo^do las viad rectas en-
tre las capitales de las dos provincias^: fué» por los
' esforz^iídos empeños de Oroflo y del gobierna de- San-
• tiagO) rehabilitado para su s^urá y fácil comunicación.
Al arrancar de Saata Fe, este caitoino tómala direc-
ción noroeste y va á buscar lá proximidad de las lagu-
nas, esteros y bañados de dos Porongos y!ix)r'tanto
se acerca áios territot^ios del Chaco, en posesión de
• los indios^ para enderezarse á Santiaígo. Con las
guerras eiviles se despobló toda esta linea y 'quedó
< abandonado el camino de los Súnchales, asi como los
' hermosos campos que atraviesa. Hoy es otraicosa.
En el gobiernode óroño se dictó la ley de matrimo-
nio civil para la provincia, la cual encontró mucha
. oposición, y muy principalmente entre las damas cor-
. dobiesas protestando que, como veifdaderas católicas
no admitirian jamás otras dootrlnas sobre el matrimo-
. nio que las enseñadas por la iglesia católica^ appstó-
-: lica^romana^ etc., etc. Las señoras y señoritas cordo-
besas tanto se escandalizaron de aquella ley que
publicanon en la prensa de aquella provincia una Ma-
nifestación dirigida al, bello sexo dala República
sobre él matrimonio civil.
Era. este* un paso demasiado agigantado para la
provincia de Santa-Fe.
El gobernador Oroño terminó 3 u período legal el 23
de febrero de. 1868, puoediéndole don Camilo Aldao.
Tuvo por minÍ3tro general al doctor Juan del Campillo
y en seguida aLdoctor Emiliano García.
I8«e-D. TIBVBCIO AiiDAO, presidente dé la Muni-
otpátiáad, delgada de OroOo, durante }a aUssíncia 'de
'■ésie & CpPOQda, adonde faé cot> el objeto de inaugurar
tos trabajos dbl edificio para la gefatára política^ pa-
tsaffidot «a seguida al Ras^ríoá aauJitQs; dtal. servicio
' público^ desde el 15 de enero hasta el 12.de oíai^^o de
' 1866/que 0l propietario reasumió el mando gtiberna-
• tiVO.. r
- La 2^ vez» durante la ausencia del mismo propieta-
. rix>'á dít^ho punto, para la inauguraicioa del ediiñcio ya
terxniaado, con destino á Juzgado |de paz y Muiiiicipa-
lUdad, desde, el 12 de octubre áe 1866.
La3f:vez, 19 de enero do 1867, durante, la ausenoia
del -propietario Oroño de la capital.
.. ' La 4^^ ye7o en 11 de julio hasta el 1^ de setiembre de
.1867, durante la ausencia del propietario Oroño en
. Córdoba, adonde marchó al frente de una fuerza, con el
Oibjeto de sufocar una revolución, que había edtalli^do
en aquella ciudad, encabezada por el inspector general
'. de guai*diaís nacionales don Simop Luengo; hasta el 2
. de setiembre del mismo alio, en,.qup el propietario
reasumió e) mandó gubernativo de la provincia.
. •'•<■■ ...
t9,e9-tB» JpSÉ üil^mA CCiiLEM, delegado de Oroño,
desde el 26 de dicienfibre, en que se ausentó el propie-
tario de la capitaL á consecuencia de la revolución del
24, hasta el 6 de febrero fie 1868, que éste decretó
aliento del gobierno la ciudad del Rosario, donde ejer-
ció las funciones gubernativas, aun antes de la fecha
onque lo decretara. ,
Los coroneles José' Rodríguez y Nicolás Déniz, con-
juntamente, y él doctor Simoñ de Iriondo, por separa-
do, en un manifiesto dirigido por ellos al público,
fechado en Santa-Fe á 27 de diciembre (1867) declara-
tofl. que . sus trabaj^ps electorales^ con feliz éxito, asus-
, taron aj gobernador Oroño, colocándole en el camino
de la violencia,, como único medió de contrarestarlo.
La persecución se hizo entonces tiránica, huyendo
^4 TBOTIMIA
•los ciudadanos á los campos cerca de los estableoi-
míentios dé Rodríguez y Déniz, quienei^ios protejieroa
proporcionándole reses y caballos. Bn vista de esto,
el gobernador Orofío organizó'tropaB que al maadode
Avales fuese á batirlos. AquelÜs >e amenazaron y
éste huyó hasta la fortaleza en donde fué sitiado el
gobernador. El pueblo de Santa-Fe fué entonces á
incorpforarse á las ñias de los rebeldes; aunque no
se consideraban tales Iqs coroneles Rodríguez y Déoiz,
y en obsequio de^ la tranquilidad pública y en el
deseo de evitar los males que á la ciudad acarreaiiía
' el asalto que éstos preparaban, aceptaron la mediación
de algunos ciudadanos, dando por resultado un con-
venio que salvaba la dignidad del góbiernoy la de ellos,
y garantía la libertad del sufragio con la delegación
del mando en la persona de don José María Cullen,
que, bajo su fe de. caballero, nunca desmentida, pro-
k metió al pueblo.
Los señores Rodríguez y Déniz aseguraban, bsgo'su
ñrma, haber hecho un perfecto uso de su derecho al
tomar las armas en su sosten, como ciudadanos, des-
de que el gobernante les coartaba ese derecho.
En ese caso, los revolucionarios de 24 de setiembre
de 1874 tuvieron masque derecho, cuando, después de
solicitar justicia que les fué negada, protestaron con
las armas en la mano contra el fraude y la falsifica-
ción mas escandalosa de que se tenga mremoria en los
anales electorales de la República.
Para complemento de. desgracia, el cólera se había
desarrollado de una manera terrible. La ciudad de
Santa-Fe, cuya población no alcanzaba ala sazona
600Ó almas> perdía diarianx^nte de 20 á 30 personas.
tses^Dr. JOíSjB BjBMTO gbaíIa, presidente de la
Camarade Justicia, quien, en ausencia de Of oño, sin
previa licencia déla Lejislatura, como lo dispone la
DB^ 0AlltA FB 425
Consíitucíóti, d'Suniió'eí PoderE^ecutivoei 9 de eaeilo,
acdmpjaftcido del doctor Simón de iriondo, en calidad
detniñfiátro.
Este fué 'u!Y pretesto paria legalizar el trUinf o de Ma
' revolución dél»24 de -diciembre die 1867, fin el^Rosário,
manifestado por la resistencia armada al deéenlbarco
del gobernador Oroño y dé la fuerza' nacional..
La autoridad del doctor >Grafia fué considerada ite-
jítimapor el comisionado nftcional doctor Francisco
Pico. • • '• ' *
^.^§ doctores Grana y S. Iriorído', que se; encpntra- •
ban á la cabeza déla resistencia de la autbridad del
gobernador Oroño en la ciudad de Santa-Fe 'y depar-
tamentos adyacentes, al' fin se sometieron eri2 de fe-
brero, reconociendo al gobernador 'Constitucional por
la interposición del nuevo. comisionado nacional doc-
tor Eduardo Costa; quedando, entre tañto^ encargado
del orden público don IJomirigo Crespo, én los puntos
donde alcanzábala autoridad de Grafía, desde la cita-
da fecha 12 de febrero hasta nueva disposición del
gobernador.propíetario. '"
El ministro en comisión del gobierno nacional, doctor
Pduardo Costa^' acordó con los sediciosos la anula-
x;ion de todo k» practicado durante el gobierno del doc-
tor Graña^ iiíclusíve' las elecciones de electores y el
nombramiento de gobernador, el 8 de febrero, én la
persona de don; Mariano Ciábal. «
El dpctor Grana no llegó á vivir hasta él fin del ftño,
pues bajó á la tumba! en la madrugada del lO'dé di-
cieqibre, y el dia 23 tuvieron lugar en la iglesia matriz
' de lá capital de Sarita-Fe lós^ funerales acordados/ por
el gobierjió del doctor Irióndo, delegado de Cabal,' á
cuyo acto concurrieron lók' empleados 'de lá'Ádnliinis-
tracion,
f9ii«— *. li0MiW(BO CHKSro, encargado de la conser-
vación del orden público, el 12 de febrera de 1868, por
49S ri%R0TBlQlA.
. ' tu «)ceMiái en qoe reoia & quedar l^k ciuidad de Santa^Fe
• y lios depailtamielitcis ladyaeenles de< 3an Gferónimoy
San José, con el sometimiento del gobernador de hecho
'. dofetori G^ñlaálaautoiridad lagitima deOr;0ño.
. Esteeticargc^del mandoqüe don P«. Cre3po ejerció
' desde ei 12 de. febrero/, le futé^ conferido por el comisio-
nado nacional doctor :E» Costa^ basta .taioto dispusiera
io con:yeDiieikte el gobeenAdor constitucional >OrQ&o.
18118— D. CAMILO ALDil^O, nombrado provisorio ieil 23
. de , febrero, dia en qucy por habei* terminado. O rof^o su
,. pe^íodQ legal, se reqibió previo juramento que prestó
. ante! la Legislatura^ y> como ésta careciese de quorum
^egai, pi'estó fiuevó juramento, una ve* llenado este
.. req^uisito exigido, por el. comisionado nacional doctor
E. Costa^ el 37 de febrero, desde cuya fecha quedó
, reconocido por; lag i^utoridades.nacionales.y provincia-
les,, como tal gobernador de ía provincia.^'
3in embarga» el (jopaísionado nacional Cos.ta, en vis-
■ ta deque el gobernador interinó C. Aldao, homt)rado
al solo objeto de mandar practicar y presidir las elec-
. cipne^,. se perpetraba en una interinidad que no esui-
. ba prevista poír la Constitución y el puebía se vela
defrau.t^ado en ui>o desu^ maa legítimos y valiosos de-
. rechas, negándose ba^o pretestos inadmisibles á hacer
, ^l^convacatoria, ^ 7 de,nt^arzo espidió un decreto con-
vocando al pueblo de la prpyinci.a el 22 del mismo á ele-
. gjr.los. electores que habían de nombrar el gobernador
- propietario, r^tiráadQse de ía provincia el 28 del citado
V mes.
_ • • • « , '
Elgoi^ernadpr Alcfaacpntiaw.ó^n el q¡ercic¡o desús
funcioaeSj como interino,, J;i^a el 7 de ayil^ en que,
. Faunidarlajant€i€ilecto.ra), nombró gobernador consti-
tucional á don Mariano Cabal, por el término de tres
años, cesando por consiguiente la interinidad.
Tuvo pdr ministro al^ée^tor Pedra AutAajr dafitor
EoíiiHáno García;
i
/
DE/ MHYA.> VS 4ín
■«•flf-^Bu ÉiJkBMiiia CJi^üAtiy' nombrado' ea phypiedad .
el 7 de abril por el término de tres años,* y. puesto en
posesión del cargo el mismo dia, habiendo nombrado
tttimsfroé¿neráIal(fo'(ftt)fSÍ!ñorffleíffófi»^ '•
•": Él ¿eftorCabai hablasítJo electo él « <íé febrero, peíro
• está eíeócibn y ' lét de eleetdres- füteron anuladas cómo
inconstitucionales, por el estado de asamblea en qae se
eftcontraba laprpvincia, b as ta^q^ue^tLívp Jugar el some-
timiento de las fuerzas ,de la jprovlncía á la áutonaaa
nacional, representada por el ministro en comisión
■ <lodtar Eduardo Co^tacií . ' • : • ov *
Etl9 de julio del^6 e) miandaen don Pascual Ro-
sas, gefe poUtrca del Rosariov por haberse ausentado
de la capital, acompañado del ministro Iriondo hasta
' el 5 de agostó qué lo reasumiera. * *
El gobernador Cabal habfa salido con el objeto de
conseguir armasy el cambio de los gefes de la fronte-
ra, según se aseguraba.
■ ... *
t9ss— D. iPAHCVJUi Bas^A.4ir delega4Qt de. Cabalar du-
rante la ausencia de éste, desde el 19 de julio, en que,
con' autorización de la Legislatura^ salió de' la^re«^
vincia con su ministro general el. doctor Simón de
IrsDiido, por asuntos de interés público, hfistael 5 de
' agosto.
tses— B. MABIAMO CABAL, gobernador constitucio-
..]ial„ desde el 5 de agc^to^^e peasunaió el. maEMlo^
hasta setienibre qua se ausentó, para Buenos Aires,
. 4€^ dpnde regresó' el 10 de diciembre, pí^rtiendo en se-
guida para el Rosario, . , .
tses^Dr. smAír DE iBiOiiíBé, ministro general, de-
lgado de Cabal, durívnt^ la ausencia de éste^ desde se-
. ' tiembre da 1868 hasta el 16 dé febrero de 1869. .
ti¿'é0— B. «ABtAKOCÁBAl, propietario, desde el 16
dé febrero dé 1869 que reásui!nió él marido hasta el
428 PROTIVOIA
25 de diciembre que volvió 'á ausmtarse delegando en
su ministro.
» •
I8e9— Dr. siiilMí Bp HUONBO, delegado de Cabal,
.desde el 25 de diciembre hasta el 2 de marzo de 1870,
qiie durólaausenciadel propietario Cabal á la visita
de campaila etCs
f sir^^D. MABIAWO CABAL, propietario, desde el 2 de
* marzo que reasumió d mando.
18V«— Br. SIMÓN BB IBIONBB, ministro general, de-
legado de Cabal, que salió á campaña, desde él 28 de
diciembre, hasta elU de febrero de 1871.
^ isvi— B. MABIAMO cabaij, propietario, desde el 11
de febrero, en que reasumió el mando gubernativo,
hasta el 7 de abril en que terminó su período legal, su-
cediéndole el doctor Iriondo.
Como se acaba de ver, el señor Cabal fué el gober-
nador mas andariego que se conoce.
■ * '
tsvi^Br. SIMÓN BE iliiOivBO, propietario, desde el 7
de abril hasta el 12 de octubre^ que, ausentándose con
permiso para la ciudad de Córdoba, delegó desde el
Rosario, en el gefe político de este departamento, don
Servando Bayo.
tsvi-B. SEBVAi«BO BAYO, gefe poHtico del departa-
mento del Rosario, delegado de Iriondo, desde el 12 de
octubre, en que éste se ausentó á la ciudad de Córdo-
ba, con el objeto de asistir á la apertura de la Esposi-
cion Nacional, hasta el 5 de diciembre,
tsvt^Br. íSiMOM Bi: IBIONBO, propietario^ desde el
5 de diciembre, en que, habiendo cesado las causas
que motivaron su ausencia de. la prpvincia^ reasumió
el mando gubernativo,. que ejerció hasta que, debiendo
DBi0AK/VA » 439
ausentarse noeTamenietlé la capital, ló ilelegó, el27
de enero de 1873^ en su jniníbtro general de gobierno,
doctor Argento.
i^svit-^^Hr* AUBEi^iiMO A^c^SiMTiO;, miqlstro general,
. delegado de Iríbndo^ desde eiá!7 (jé enero, en que éste
. ^se5ausent(i, h^^ta el 24 de febrero, ^ue Cjesó ^la. delega-
ción, po^, haber reasiamido el mando, gubernativo el
propietario . *
«8Vt.— Br. üoioM DK iBiOMDjD, propietario; desde ¿1
I - ^ de febrero,, en que, después de sii visita á l&cam-
paña, reasumió el mando, hasta el 14 de mayo.
Con motivo (Je la rebelión de Entre-Híos, tiivp que
ausentarse de la capital y puso en posesión del mando
al vice-gobernador Comas el^ 30 del mismo mes de
1873, reasuiiiiéQdolQ^l 8;(}e yav^q. . ,
• i < ■« •
:i
f ^9 1— D.. iM-BiANiO COMA.)», , \ice-;gbbérnad()r, nom-
brado el 7 de abril de Í87Í y puestp en éfercicío del P.
E. el 14 de. mayo de 1872,. cph. rtiotívó de la Visita del
gobernador Iriondo á la campaña.
El 30 de marzo de 1.873| el señor Comas ejerció 9^-
gundfi vez el P. E. p^r ausencia ,d^í gobpmadoi*, en
servicio q^cipn^l, con mpt;iyo de ia reb^Jjo^ de En4re-
Riosi, hasta el 8 de junio. . . ; s
18VS— Br. MMOiv DE 1BI0!VBO, gobemador propieta-
rio, desde el 8 deji\QÍoque reasumjió el mando .de 1^
provincia hasta el 7 de a^nl, ^^ V^7Í) V^^ teir^i^póí, su
período legal, sucediéndole Bayo.
El doctor Pedro L. Funes fué su ministro general
hasta el 24 de enero de 1874 qué rertundó el Mrgo. * *
• >. : >. " .■■.'■• . • • ; • • .t '1 1 íM !•••.••
MV4— D. liERVAMlll|,Ji41fO,.g0bief!nadQI! y D« JIJAN
M. Zavalla, vice-gobernador, puesto el primero en
posesión del maodo de^la? {iraYÍaeía..ei ?^ daiobrü^
. t874^ en (jiue Sucedió ra;l:ilo6tori Iriondo^ basta; el- ? de
4sM) A^BoeauíJUii
L octubre. db 1875 /que^ téméndo que desempeñar, nna
cDiiiisioa, se ausenta) ¿6:; la capital anitrando en «|ter-
cicio el segundo.
Tuvo por ministros al doctor Melquíades Salva, y
el doctor Manuel D, Pi-icarro, hafeta' junio <ié* 1875 que
entró á deséínpefiár el cargo el doctor Auréliano Ar-
gento; á' quien Sucedió como -mihistfo^ general' él doc-
tor Pedt-o L. Pilntó;'de¿de^ el 30 de octubre 1877.
I .. »
tWA-A. JíUAM ppAMüEL sbavaIíLA,^ vice-gobema-
dor, ^rí ejercicio del PbdeY .Ejeciilivb/ en ausencia del
gobernador Bayq en comisión^' desde' óctabrb dé 1874
hasta eri9,4e* marzo, de 'ié76.' . ' '
El ciudadano dbn Meíqúiades'SalVa fué sü ministro
. general. . , ' '
t9'y6--B.'fii:BVANii0 IftAVCí, propiatarioi^ 4esde eM9
de mar^o que, de regreso de la comisión (jue le había
. >¡do conferida por decrétó dé 7, lie octfibre 'de 1874,
reasumió ei nianído, hasta él 7 <Íe tüárzo de 1876 que
en su ausencia, entró el vice-gobernádór,
Mvs-D. jíVATV m; «AVAlüa; vicfe-gdbemador; des-
' déel 7 de marzo de 1876, en ^^ue, por ausencia del go-
üerhador Bayo, dé!^ capital; eütrfi eri ejtercicio del
Poder Ejecutivo de la provincia, hasta el* 3 de abril
del misüip aflp,
t8V'e~1i. s«:iivAMDO IftAiro, gobernador^ desde el 3
^ de ábtfldé 1B76, t}ue reasumió el mandón hasta el 7 de
abril de 1877, que delegó en eí v¡eé*-gobernadór. .
' ". ... ■• ■ . • •
' . .1
■ I I
19 7 y-tA. .#UA2ii m^ ai AiVAiux A, TÍQergobernia£l<M*i. ^Qi^jer-
cicio del Poder Ejecutivo, desde abril, en ausencia de
; tiayd dé la capital j ^aéta jlSo.
i&lvdesdeijulio quid reasainió e} taando.jiaBta^l de
DB SAKTA FB 431
abril de 1878 que terminó su período legal^ sucedién-
dolé el doctor Iriondo.
«9VS— Dr. siiiOM US IBIONDO, gobernador propieta-
rio, y DON Manuel EcHAGüE, vice-gobernador, desde
el 7 de Abril, que aquel tomó posesión del mando por
el período constitucional, sucediendo á Bayo, á quien
habia precedido.
Organizó su ministerio con I03. señores don Pedro
C. Reina, gobierno, y don Wenceslao Escalante, ha-
cienda, justicia, culto é instrucción pública.
Hasta la fecha (setiembre de 1879) en que va 4 la
prensa la presente Historia^ el doctor Iriondo sigue
en el gobierno de la provincia.
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PROVINCIA DE ENTRE-RIOS
1810-1878
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lfi\teifFÍto>:ip de.pí)tr,eríliq^^ (Hyi^ido casi á. su n^itad
la jurisdicción de Santa-Fe, y la del Üry^uay áBu^^^pj^
4ir^'^ • , : , ... • ' ". ^'
,,¡.Hal)i^d9.ítc^eQÍ^9. u,^ pao.^í^w los partidos 4é E.ntre-
^ifi^x 9^*783,. ^l yÍFey,4e, Buenos Aires, don Juan José
¿^•yerUsi djspHí^o, qif^ el. ayu^^p te mayor del. pe^imientp
d,^,Pif^g¡9i\9^ d^ ^ÍH^^psaj, 49n TPíiíiás de Rocámo^^a, pa-
m^AV^Pmm'^f^í^^^^^y: pro.9.^eí; ai arresto de lo?
reos, encargándole al mismo tiempo la formación de
í^ífiM'^ pl.^p pp.ortuno para asegurar lap£^ entre los' roo-'
ra^pjes d^ Ja -comarca,
, Líáprimer^ díl¡genc¡£v del comisionadlo fué formar pa^-
dypnQ^.d,9jas familias ó h^pitah^ en loscin-
.^lo partidor deno^iinados por los rios de su inmédiacioti
i<?Mf!(í^,^^^ Gaa/^^¿<i^c^ Arroyo delaChu
de agostó der mismo año (1782) los informes res'pe9ti-
vps, que,s.e estra viciaron en las oficinas del gobierno' de
^uenps' A^iíéfJ' Sin embargó,' pÓl' la éontestacíori del
viréy, de ^chá4 dé' rfoyiem6ré del citado añOj^ consta e!
réóiAod'^ ¿|ichóá documentos y su resolución adoptada^
la'c'ual se reducía en los términos siguientes: : >
Coíhisióñábásé al espl*eSado Rocamorá la plantiflca-
clori de las poblaciones,' despachando á sds órdenes
ágrimensorqiielás deliríease, con copias de un modela
Seguido en lá erecfcipii de otros pueblos nuevos, ydis-^
|í£blá af mísaío tiempo' que íos coMsionadPS dd justicia
436 PROYDfCIA
del Paraná y 'Nogoyá debían estarle subordinados^ con
independencia de los jueces de'la ciudad de Santa-Fe.
En cumplimiento del espresado encargo, el comisio-
nado Roti^iflóra, pa^ó Al ¡vf^íqy sqi ^e^vpi^/í¡ií[^ft^f en 18
de lebrero de 1783, acompañando el plano del terreno
elegido para la fundación del primbr pueblo ó villa, en
el partido de Gualeguay Grande, que mereció la aproba-
ción del virey (8 de inarzo) y se denominó San Antonio*
de (j'ualegúay, con Í.5Ó 'vecinos y ctin'suls atitoridadfes,
qué cohéiátian en alcalde!, 'regídói*es, escribano y coman*
daníé de milicias. ' ' ' . i. . -^ . ..
Trasladóse en seguida al partido denominado del Uní*
guay ó Arroyo de la China',; y fundó' un nüeyó pueblo
bajó la denominación de Nuestfa Set¡,ora de laGoncep-
ciori del Uruguay, habiendo repartido 133 sitios, sobré
lo cual pasó su tercer infórnáe en 85 dé junio de 1783, con
la aprobación del virey, qué le fué concedida en 12 de
julio.
Después de adoptar algunas providencias para el ade-
lanto del establecimiento de la población de lá Concepción
del Uruguay, el comisionado Rdcamora pasó al par-
tido de Gualeguaichú, donde en 20 déj octubre del
misnao año (i783), fundó el tercer pueblo ó villa con el
nombre de San José de GUateguaychú, habiendo' repar-
tido 85 sitios parja casas ;ik)3 póbládoi'es qu^hábia* rea-
mdo.
Con el caníjb^o de virey, que se efecto en febrero da
1784, sustituyendo á Vertiz el marqués de ÍLoreto, se
suspendió la erección de las villas prpyectadas. en los
departamentos de Paraná y Nogoyá, eni virtud de haber
ést^ conferido comisioa á Rocamora para trasladarse á
Montevideo, dejando el mando militar del partido de
GualegLiaichiJ Á don Fraiicisop Ornf\aech;éa. Este no
ad0lantó uadaeu el ftJQrci,pÍQ dq su? cooaisJLpnes, por Jo
cual elmismo n^^rq^é^ de Lojfeto. dj^puso^,.ea 13.^ de di-
ciembre de 1785, regresase á Éntre-Rios ejerciendo e
DB ENTRB RÍOS 437
mando de sus partidos, el ayudante mayor don Tomáb
deRocamora.
El 3 dej^fibr^il de 1785, jpasó][éste un informe al. vj-
rey, mctnifestando^ «quq lanueya villa de la Concepción
del UfjVgufiy,, antes Arroyo de Ja China;,, lío, babia pade-r
cido notable decadencia; que la de San Jos¿ de Guale-
g.uaichu, que empezaba á. cuajar á su . salida, no liabíá
adelantado^ üii paso; pero qiie lá' dé Gualégúáy,que era
antes Ja mas adelantada, íiabía ¡iadecidó total atraso,
pues, se hablan vuelto varios dé los'/poblád6res'"¿óli
abandono de sus casas á sus antiguos álbéí^ues én el
canipo, á viyir una vida diversa de Ja que proporciona lá
sociedad, á que apn nq habían tomado güáto. »
En €^1| mismx) inforoie aftadía que en el partido del
Paraná, donde se hallaba, se hacia muy necesario' el
pronto arreglo del pueblo y la organización proyectada
para la administración de justicia, que no podia espe-
dirse por un juozpedánjBO, que quería depender de los de
Ja ciudad' dq Santa fe. Oue aun más urgentes eran
agúale^ arreglos en el pe^Vtido de Nogó'yá^' porcüáritbéil
las cqstas del norte, arroyó arriba, no áe había conoció
do la justicia, qqé eran uñ asilo de foragidos que se 'em-
boscaban y burlaban toda vigilancia, abrigando' contra-
bancfistas y, otros malévolos, de cuyos frfecuéhíes honli-
cidios y otros sucesos hizo una pintura itiuy viva y eficaz
para escitar al gobierno ^ p(?ner él más pronto rem'edio,
lo que sé coús¿guir'la coíi lós propuestos' establecimien-
tos. Que el estado de lá iglesia de estos Jjueblos era nlise-
rable; que los desórdenes eran inevitables por defecto de
nó' haber cárcel., áégUra, y proponía que los medios de
ocurrir á estas y otras úr¿eheiasque,'lós impuestos rññ^
nicipales que la ciudad de Santa Fe tenía establecidos éh
lít ciudad de Paran^ y'Nogóyá,' se ésteiidiesen á todos
ios cinco partidos de Entó-Riós en general, para que su
producto cediese en cada uno á beneficio de sus res-
pfectivas otras y obligáclohes^comunéfB; qtii^ la- madera,
« : •> -• . I
438 pBoviirciA
leáa y efectos del país pagasen impuesto dé éstráccíoh^
que se arreglasen aranceles, se uryformaseh los pesos y
mediáas, sé faicíiitasd el'caíAinó á los pfóbladbfeS ^ra
aplicarse al curtivo de tiernas y "éria dé 'gáhéidófe, cuj^
logro, aunque difícil, nó éí'a impOi^ítíiB si sfe&o^té'áía con
tesón.
,Ningun£f providencia tp<Yió el virey pat^a el adelantó dé
las fundada$v¡Úas y fprmaciónde las proyectadas, con-
tinuando Rooamora en inac^jio'n y con limitadisis faculta-
des hasta abril; de 1786, en que, con motivo del suicidio
de urii reo, el corpandahte Rocamora fué relevado por él
teniente co'ronel^ don Juan Francisco Sbmalo, quien se
recibió del mando de los partJdosde*Erilre-TRios el 20 de
mayo del mismo año, "en lá Villa dé Oüál^ay. \i)
. En virtud de la ley de 21 d^ abrij de lfe/3, ^üe áísponíá
la Ilecopilacion de las leyes y decretos dictados en la
provincia desde el 10 de setiembre de 1814 hasta el 31 de
diciembre de 1872, el gobierno d^l doctor LeonidasEcha-
gile nombró, en 30 de juli<j del naismo año, una comisión
con tal encargo.
JEsta comisión, al .presentar, en á de octubre de 1873^
los materiales para el primer tomo déla Recopilación,
comprendiendo el período desde el Qñol82l. inclusive,
dijo que» «apesar de lá mas prolija inspección practica-
da en los aj:chivos general, y particulares áe afgunas
oficinas, no había podido encontrar documento alguno
que importe una disposición y que se refiriese á la época
anterior al mencionado aAo .H: que continuaría sus in-
vestigaciones para llenar su cometido etc.»
Tenemos noticia de que él señor don Olegario Aridracté
(1) y^se íLaBevieUi 4el Forana^ de la que ;bemoa tQPMdo Ub d»toi re-
latWoB á las fandaciones de los pueblos de Entre-Rios.
<^
DS BHTBS BIOS
439
posee los papeles de Ramírez y de los caudillos 6 gober-
nadores, recogidos en el propósito de escribir su his-
toria.
Consecuente con el plan que nos hemos trazado de
presentar los nombres de [los gefesde las provincias,
cual(};^^; <{j|tÍg] há^a V^^
eran conocidos, áesde 1810, con su historia respectiva,
damos principios por los -coooiandantes de los Partidos
de Entre-Rios, cuyo poder y autoridad equivalían á los
de los gobernadores ó tenientes gobernadores, como el
léct0r tenár^ ocasión á¿l4croWocer.' " .' ' '' ; * '*'
■ \ Lá.'6ánÓa Oriental,' Entré-Rtoá y CórViertte>i íbrmablan
una áe las. t^róvincjíis-tJiíidas con íá (jeñóénínación de
Próüincia Oriental del Rio de la Ptatáy regida por un
gobernádbr.iátenden'té, hasta que, por '.decreto de 10 de
setiembre de !í814, espedido por el Director iPósadas, se
formó, la Pravincia deEníne-Rio^, teniendo porTíñjítés,
al nontCj^l'á'Unéa quis, elitre tos !Ríos Paraná y Uruguay,
forma 9I KÍo dé Corrientes,, en su cohflíiehcia óoh aq^ufel,
hasta ía'del ÁrVoyo Xguaraclil^ y este mismo Arrojo
concede Curuzú-r-.Cuatiá, hasta, s^ confluencia óon el
Mitinay, en ms mmeicliácíóries ílél Uruguay; al ;ésíey, el
tJrüguay,"'ír ^'l stif y oeste, el Paraná; y por capitár ^de
esta Provincia la Villa de la Concepción del Uruguay,
jiué^^ncia pqrcpns^gyr'ente separado- este territorio (Én-
tTfrüm y Corfientofi^,) M la iatendencia da Bucam
Aiptesy^de^ue^ 'hasta el afio tSii, ^dependía.
ErtíéW, líts^iHas, defnótntftatía^ Bajada' tíieflPairaná y
'Uruguay fueron elevadas al rango dé viflas, capitales dé
la provincia de Entré-Rios, y el ^6 de agosto de 1826, eq
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COMANDANTES DE IOS fARTffleS DE ENTRE-liOS
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1810— D. s6»ú DE VBfíiJUái, (l) . (padre del después
^enjeraj y go^ernadpr í. J.fla Urquiza,) comandan-
, te del. Partido de la Concepqon 'del Ur^uguay, desde
1804 y de los Partidos, dé Entre^EÜQS y .tíajjo Ja oepiep-
(Jenciá dé la tenencia de gobierno de Santa Fe,, de orden
de la Ju^ita de Buenos Aires, desde el 5 de setiembre
del&lO. /' . ./
Continuó sirviendo el mismo empleo hasta el 4 de
octubre, que, á. su solicitud, fué exonerado dé la co^
' m'andancia por el generfil Bélgr^no; trai^mitiéndola, el
19, á su sucesor.
í,a junta fué (8 de julio) reconocida y ¡felicitada por
' el. Cabildo de la ponceppion del Uruguay, j2) bfrecien-
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' {\) El 6 de mayo cíe 1860, el gobernador ^ostb José de tJrquizá, dl'sposo
lá traslablon de los resiÓB'dé txa padrea don' JosS de'TTrqnlza y dofia Cándida
Giireia'deUhiaísa j de aua hermanos don Jasn Jo#é' jr dolía Ana de 'Urqni^
za, desde Buenos Aires, 7 ^k>9 del pitm hermano !el gobemador Cipñanode U.,
^^ habían f ido, frfuladadoii dfi la. ciudad ^e ^ífo^pyá, 4oQde.peireci¿^ ylcfima
d^la guerra civil, y quedaron depositados ei| el edificio de. \% cpmtuidmieía
del puerto, en una urna cineraria, qué fué in.corporad^ á la comitiva fúnebie
liasU el TTruguay . ' - . v . , 1 ; i
(2) El pueblo de la Concepción del Urngaay, centro de la aduijitstraéion
política, comercial y administrativa de osa parte de Entre-Rios, coyas rela-
ciones abrazaban todo el alto Uruguay, hasta las provincias de Corrientes y
Misiones, fué fundado, como ya se dijo, por el comandante Tomás deBocamora
en 1783. Por decreto de 10 de setiembre de 1814, espedido por el Director
Posadas, la Villa Concepción fué declarada capital de lo proSrincia, hasta el
afio 1821 que el gobernador Mansilla trasladó la capital á la ciudad del Para-
ná. En 1826, i moción del diputado al Congreso provincial del Parianá, don
DB «rafts^sios 441
do ii&andar su.«dí]|raÉadDK jp-'difttaiiéo ia«i«ttapofiíci#iefli
(tonyéúienies para solemnizar «su recooocimierltow:
' El; comandante Urquiza babia. Jaddptadc todaa ks
-' medidas recoimendada8 por la Jaiítaymandankioireooger
' 'áríñasi'y desertores en el << Partido ,< inipidiecidp :tpda
correspondenorá entre el'Pái^aguay y Montervidso/ etc.;
^ peíro cuando se le comunicóos dei8etíembre)y por la
Jtinta', que ;la Coi;nandahb¡a>dé>£fltr>e^Riqs dependía de
"la Tenencia de gobierno de Santa Fe^ presentó (^3 de
~ id.) la tienuncia 'detempleo ét^eexDísa de susdolencias^
contiiiiíando empero preQtan<9:0 semricio «un después
' éé haber ¿ido aceptada pdr la Junta (el: 4 de ootábré) y
• 'daftdó tiüiiípHrtiiehtd' <& 'órdenes recibidas -antprior-
- nienté^dfelfeinlsmá Juma; . » .; >
i8tO~Dr. SOHÚ MIOCEI^ JMAft!lffi)fti«Xy<^<>maa>49Bte,
• desde el .IS^dei'Octubi^ev'que fué e^on^ejcMoi d|e }ff Co-
, /nuciQdancíaidoQ Jfoaé liri%uiza,i á<sjU|isol|piia4^ , i
. ( :j En la Misma fecha fué oomisioai^do .po1^ i;)/ general
• Bél^ana pa,ra.disQÍpUnar Jaa miliicias d<% Ja,(ilQ.i^iQppQÍon
I delUmguay .y f íf fo>Y)«ír /« n^ala ,§emiUadel ^r^migo,
Müeo^itiendo todp ^jiTopeo sp^pechoso á di,spo§ÍQÍ9P(lel
t'Q?tiiente,goherqadoTdíi.SaJata»Fe». . . ,.,,,!
( r
i8i4--eoBOrvÉEi HiiiA^BiOM DE L A QVBiít AivA,' nom-
brado euf (|^4»i^mandaAtor gfnefjjil, i)»$taagpf to^ 4^e
• ¡{leisueedió el entiSqee$. coronel B^J. PioQ^, comPigober-
nadnr intendente interino*
i JasItt'JoáS tdtt XJt^nimiSu^ elerada por ktSgl» a\ rango 4e cfadad, y oliAndo
«ll'lflil, £qé e} gen^ffd ]?^i»&i»i eleytíd(^ *l. gobjerno d^. 1^ . pr^nipctfs la (Jon-
iqep<|ifiQ .YoXi^ó i 3ec ^ Jf( reapi^lj p^r, Ber el bgar donde paciera el después
libertador de ^ iiraníaá Sa' padre, cornaádan^b ^el partido en 1804, era un
Tecíno . 7 rico propietario, establecido á tres leguas al norfe de ra ciudad de
lá Concepción, sobre la niárgen'íslqiííerda'deliirrOyo q\M llenv hoy su nom-
^t^, A ^binédiác&otieÉ!del'p«»d'd«42Mttinó)ái-#CbloD», donde Aonlse.dtsonbre
tU ¡trabajo, ;edtp?9:]a9ptnin^»4Í1y€Atre9;lo9,f^Qnto^ M piedra deuna yasta
4tí »moaiiBOBL .
bernador ítiteaiAeivteiKiterího ipbr-al DÍPCFcter. Posadas
ién'/i%(!>feto.>détl8i4,j haBtai;ei.4 di «K^ifembre que fué
' )nomfanaÍGk!k'éLGnQnt)nel f J Jí iViarabnte^ 4cnienclo t)ar «se-
Isor^y 8eúrétatT¡o<ailKÍodior.Bennard(» VfeleSy t|iLe. íaii^bia
' . sido obmhradd desde ^eL 38*éé ^setiemibirOi
Ouaftdbieé teckienteftotonel iasé Melíen».oon)ÍBÍeM(^ado
" píMt «ei'iDireotUr Posadas/ (S4iAe!agi(dí$toj ¡parra bacerse
' !cáit^o *de la iconHiadáneíaigenwál 4^ 1^^ üoitícm^de
finirót^ioa^ éon ila.ói^an daifoiürtanaUfiiCjUJitro r^í-
OQo^entoay • «en lai.Gonoak^iCÍoa.del U^ruguayi el goberna-
doi^Piop le informó4B la ía>posíbilida4 d^ ilevar á cabo
«afieasa»lejíifto^por elb^d^ de.inGrubor^í^^^^A que
se encontraban los paisanos^ isdstQfíidp^ipor lascE^on*
toñeras del general Artigas que frecuentemente ama-
" ' Meliañ hizo sos ^iisayos, pism; sin hvtéú Resaltado.
En Guj^légiiálóltü^W fufé 'Má^ 'feliz; y én iQualeguay,
Nóígéyá' y Saj^á 4é\ FaralAá' emcbntró MeKau una
• acálbk'áída' ' '(^ó^rcfOt^ 4 todo üiia^to emttú aba deliro-
*íféy^o•¿efrtt^ill; Al i^gfeátírt-'atürtiguciyydtóde donde
' dítt cuenta ^1 gobíierti'ó que su péfrtoaiienóik en Ettine-
Rios era infructuosa,' se 'étt^olrtró ¿on ^\ coronel Via-
moníe que iba á relevar al gobernador Pico.
doi^ ifi tendente j - nombrado el 4 de tioií^eftibre pwr»el* Di-
rector Posadas, en reemplazo del íoarondlíB;«Ji.tPiao»
Derrotado completamente por Artigas el coronel
! MbuíM Borrego f-^ti']á aceito 'de tAveiKmgvá, !,€ki k
BaitdaÜrferttál, con toda la división íq«e había ¿acá*
dó dé .Montevideo^ el gober'n^dor Viátao'nte mandó á!
teriieníei coronel Meíiañ pasase iñmédiáíamente el
.Urug(iay>'Con 300 ^hombres, para .protejer á los disper-
soé, ^o q>ü« éste ^jeeutó s^ituándose en Paysandíi^ aa
don^dé f ecfíbié ^1 <3omandftnfte ée gi^áimderos á«libai'i0
don José Matías Zapiola con algunos offtbfaleÉ y parte
~ igaBpsq.üe^^fO» lasc.oron.^les VíiiaenegroyHor^^
;q«e V^rastóa^s'^^ál^ AFfby8'ldfe'íá!«^^ ^^fe^Stíde
pááárb^n á^ufehtjfe AíréS; ' ^ ' - ' ■ - ' ' ' '^
repasase el rio y, sfn pérdida de motttóñW^ "ftíéfté^^n
lio de unos 100 dra-
m^uerá
«(fabábíi.ad|^, llagar d^iBuen9& Airas, saíerdr|' á éam-
. p^ñ^ ftlíBnc^eptrpjtjLe^.f^os ^rtigulstas, ^^ í|os '(j'ue,^. des-
pués de sostener el fuego jipr, mas :de ¿na hpra, cpn-
siguieron alcanzar y deshacer compTélamente eii el
t9If^€9BOJ!V^|U.#0«K fSV^KBIO HE||C^V, C^lldltlo,
cpoao.uíio de taqtp^ que ¿omeifíabáq las. ¿ífeí'entes |(e-
,gly5V,a? 1^ pTbviiici^ •: • ,; , . ' ;; ; ,; V;. '.
Xrwnfante Aruga?. de Ipa. repetidos ejérQuos mkn-
dados ,por el gobierpp de ^enos Aires a la Banda
Orienta] enjipesá 4 suscu^r 34. sisteíxia fedelral sui^ae-'
jwru en • Pntre-Rio$, pcotegienao las^, montoneras que
. encabezítbftdoii J. Eusepio Hereñu. , .,
..El.gobierno ^eíSanta Fe- de que & lasazon dependía
^l^tre-HioSp,.(i^^pach|ó al coronel Federico Qolmberg
.{barón j^^ilitz) con u nájdi visión conopuesta de la com-
^pfliñía de ÍBIaridénjg'ues de acjueíla ciudad ál .íñáricio' de
:SM capiian Pedro Paolo MófciTlo y alguhá .Iropa'nias
, dj^'^flpí^ps Aire¡3^.,para aéstVujr a(j[ueíla^ montoneras.
Los eótre-riájiós mandados . por ílerieñú y pro^^gí-
. áo^ ppr .él general Artigas'^ . áerrotarón ' á llolmberg
- completamente, cerca de Va* Villa de í^áráii^/ tornan-
do prisionero á éste y batá^dolé algunÓslomlbres,, en-
tré éstos el capi^n .Morcillo. . ..
iDesde entói^cesj, Hereftu qüédü, en. posesión iieT*](^ít-
rái^áj, bajcjí, elpróiécto^ado'' d^é Artigas, (iécíáráhápse
independiente, Tiasta íí^icieniltré de i'6i^, qué sé síutJlfevó
P, contea : ^l . ppotecíqri , .sometf ,éfldof(ft al . Pirefitojijio . Su
. .cápmplp fué;imiif^lo.ppr,.au9 subardinados don Eva-
risto Carriego, su segundo, el. poiuandant? Gervasio
.¡!Corr(epi: ep. Oua|^.iflty; >4.9n Gxregorio Samaniego, en
n(Gualeguíii^l[iú,,pii cuy^ proteccioa marQhfi d^ JÍueiios
n.Alir0s juna .f;&pe4Í9Íop, p|^ owwip d-el ooronel Luciano
„ Jloníep de Oca, j , ,:
' '^jo el ppoíectoradd délos genérale^ Artigas y'Rami-
^ r^z, eí cuál desde la' derrota del ^ general Marcos Bál-
' cáróe éa''él Saucesito, el iS de ttiái-ió de 1818,:quedó
r duefio' absoluto de^Éntre-feiósl ' • ■ . .
1818— OEIVEBAL t*BAlV€IS€0 BA.MIBEZ9 (unO de ios
flue, el Jl de febrero de 1811, en medio de las ba-
yonetas, dieron el , grito de libertáa en 'fa B&ftda
Oriental y el feÍntre-R¡os^' ocupado por el ejercito es-
pañol ,al rxiando.de Michelena), SúpréTnoEntre-Riano
', íia$^a elí6'daj|uIio'de:|.$21. en qué^ después d¿ inan-
terier qn Jaque tódó el^itoral, ya federado don el gene-
jral Artigas, á^qüien concluyó por derrotar ^ ahuyentar
* í)a'rá siempre, ya con ergob^i^n ador Estáiiislao, López,
..de Sfi^ta Fe, (^ ya, en pn, oor álsolo, fué derrotado
^ por fu^rzas/del gene^al'Príinélsdó Bedoya^ jgobernador
sústitutb de Córdoba,"al mando del teniente de drágo-
', iiés, santkfepíno, José Maldonádo. Queriendo salvará
* su* Delfiná, Ramírez qu?dó muerto de un pistoletazo
^' en Sari Francisco, á inmediaciones del Rio Sétíó^ jtiris-
'^dicción de, Córdoba. Su cabeza envuelta éniih cuero
•decárfleró, füéremUidá, dér^alo, ¿i su antiguó' ami-
go y aliado, en susanárquigás proezas contra Buenos
Airés- el general E.. López, quien la envíÓ" al' Cabildo
de Santa Fe, cóñ orden dé que. ^e la hície.se enribalsa-
,m^r^ y y en una jaul^ de hierrü,^ la mandase colocar ea
. la iglesia matrivEtcúrá'de ésta, don Gregorio Aguiar,
no^q^uiso ponsentjr ^p tan salvaje de^Bacato.. El yabil-
n'mfstíi'^úoB 4»
Lope¿Vg^uaiidárf4olk ferf ík^óááá de góWéíw, 'tíáét»»í¿e,
al regresar éste á la ciudad, y á irrfffádttñ diél'gdbér-
nador de Buenos Airea, dvaMartin Rodríguez, la man-
dó enterraren el Cementerio de la Merced.
gobernador de aquella provincia doa Nicasio Orofio
hiso presente de ella al de Entre-Rios, don José M.
conserva eoieslü ,pf i>váfl^ft¡ <«xn(io uft fya^ppíi ij^q^ief fjo,
pofihabei^ peiftetiecido , á :U4W I de spg ; .<íUti9tf/e3 ugw-
•reros^ji^.' .' í. :. ,nj .;i p íj ?•:.,,,• ' . 'in I;-.. •.;. í.j:
* Ránri{rezn0'^rageriet^iy'su>geR6Dail8toideb6*9v¡i(ri-
; gen áitd prineipio^pOp^af^'F^ues^ Üésde.el pnimer ^fe
<]aettiVó(tá|)róvidoia^' todos eren, apellidkdoslgenera-
' les.' LÉt9 deao(6ina6iotíes'dei'gaberiiaddn< éigen^nalten
aquella época;' eran Mnóiiimos;'ífhéii)si.cómi(D¡'4foni)R.
López Jordán q'áfe' le^ suoedi6y ídonl^dcioi.Malnlsílla,
' «qoei sucédlóXá^ésiié, 'fáieron 'tralados/ipromÍBcniaDiente
^egénei^áíed'feoniO sÍ4iÓnlmd^dégbbebiiado*i::: ^nnoj
A eáto seíálgrega q^^^^túúiam'^B^ptiháiibVgtaiúiml'
litát^de' ca^táh general' idepróvmdiaseya'eiitóbees,, y
liá^tá Ifi¿é{)dca' 'cfonstítuéioíiál' de»paéé da^la Mcyáft>de
Ilostó,^máreJ)fifra%lédelgéfterÉÜato;'' =• i i n r ¡i»
t^iM^««»ÉfiatiU« < iik€A*iÉVtt iiMñES- jóniíiAiir^j/ ; $ anti-
guo haeémdfiide y unó^de/ los qUe^ieltllde febreirolide
18(tl( dieron ¡al gDÍto Ide libertad^en BQtpaTRÍQ3)>iaupK-
' mo delegado de: s^«faeIlnA«l^Mmllt«Hnaí)e^ geaM^^
ftamirez, durante* I^ ausenoia ¡^^iéste j*en su. úitiina
campafia,q(lre'tepiDÍnócoa su mudcte^; -i.ii. • • - !•
' "Batidb Lbpez'í6^dkúy*^é'úmk¥Ír&^^
mérito 'áéh\5i'ti^úkf y ipdt áÓñ'iósé'Btítíe^iO'HMmú] se
vio olbHg^db á áb^áónfal"^ éfi t]^ié^^>pa6and<^á láiBkn-
♦ • I
• I » . ' . , '
"1
<' dárité db tftí i^gfmi^nt^kte i4if!aWtorH stí&moL^%Q&i}iaaí'
''^Yilfds^^étí ^^citidád del>Paírtíná,«€bb el qjMj se)8ubleiv(^ el
23 de setiembre contra don R. López Jordaa^ Má»u-
. mÍMdd ^^áaiperso^a el vntbmdo* j^(>^ití^ }^' in^ del
' 1 ^<Jep«»taní dn to tíei iParaná , jj» ^irpv^5Cír¡i(^ t idíi Pofeerí^ios,
-ii con» :ipHítiribi de general eof®efp.iíibto^4^^ 3^ flcqb^ri^a-
íi >d(m projsriéoDidydeBdbo.elí 88.4A)¡9«tí4Wv!Pff^;la«^.:^íl6
.^iaed&ci«iiibva^éírti^^lecU>(ed4)m)!{)i^d^d.K> \ i. .
. • ' ¡ I ¡ -üh^neéaí . Maoi^ilW ctomOr' g#fe. ^^ lú^r^iilp ^^enta-
o;ídoo4e>4áa .ppo^ofaia»•ldeMRw^^e7ftiQ^,^yl QoffnÍ«rnÍftf^ y
como gofpebnadoifdQ la^p¡pimfi»w JptR<¡>4iBfli* .<?í«¥?»ía
-iítfrtíiielnáh»hitej>tes.i¿Q íB«^r6rí^Íq%^^^.j)i.í#s^.d,Qf^
V .dimite, i (ni05O3iilaiíOft:4e.wnw^ M\hfff/k^ ^Ül Hfthtan
mIjqsM^ idislieUas |dumirtfintíi¡Jíft\hftía^..prfttefit0i5«do
del general Joséi.:eR(3riMi^awii4rtigft%..jí.,j(i^iÍp. g^
suprema del general Francisco Ramirez.
-t nii;$aj^ M?§HMeM»«6e jnatnMjeiiiii Q^
'>i'd^iti<amij|»baJj[£tábde'lpi pcóvíociaiji vesUráisMjdé su^go-
*9b{0mci; eíBdedíciembh» de'ilSSl^ eL^ilriaier íCQti^eso
/I ^Q^Títi^al >díeiiBtitre4>Ri<DS)>.cuyb iprÍBieRyb£|a|to6 norñ-
i>':bt^árId'gobera£tdoR{pr<ftpietmiíe pDn dosiañoa^neci blin-
dóse solemnemente! fdal :Garga :tíkl9. d^l;q)iainQ lo^s.
- r: tftiííW^X WMJfii W^ li^j^mpift^ 9ftft?l^llUQÍx^ dp Ift pí^a^incia
DB' wnwm líos 411
' U(m qtie c^ttiaoioiiÜ^iaBdlisácbípAK «jOBSjgailnitfa*!-}»^}-
' < innraá^^c^súlev^t^ctanp iobignáa «fepaotiddds-eáildi-
- 'lUáfaurtiofalaras.. Dec^6<jpii& el aeUoldakt'pitoíwncia
. > : iscda OB esoudoi ovalado y ftdtáadd'OMoL'on' oórém ^or
. -ol'eaBtajydlos^ámósde láiure^i^ deotnoo Ei.i&^<»di-
:-i 'váUdothoritoatálmco4e^9dc>isi«iiariéleé>irM^o)ar6$ '<ton
t 4k)3 manos «itvelasadas. • Bñ el {^apenor^cde! mmor
' «fifenlñQn^'conaiiia'eiBtraHa.-dGiptáta' en campó ^rana,
j.. «oo «bta in^^n^ídiiidistribbida>t)nifi^ok>i)ad8BMÍn^
-' la]>árte4éi «r^ñba^ilftoiBÍNoiAi ^ >BNTii!B»Ri8É»«t^ el
.' infenor/da toayor cstoiíaiojuiecuq uit: sol de Qfoíén;«ain-
itfíUférdfi.'. i P(Hf «afi^Hia dle él,' eftailDsiQíiipcidnslilisiri-
buida del mismo modo— Union, Libbrtaqw SüAkza.
.. ,t.?<^l«yi(í^ K A,«(W|1i>ifi^ ^ejrfrl<QflR8ÍiUjBríftt9ifecha
- ..^*í jtfnift 4e i?A^..«í p^lft.dfiil^i^^^Pap^qá,
; :<H^Piitft}. de 1^ •í?|K)v¡í^, qví^flí 9 s^ .ai<Hi«íi<?q<>| 1* pri^^ra
. ! ^<W«»?í«CM>n^.;4;,,W?. W ^c*,.Tpf^|^n(^^i/l^^l^,.«do
tra Sefiora del Rosario, .<íi;Q?^|?d<) |w:^,pft^^^l^q ,q^^.se
, ,b.^b;A I d,^ c,^^^ef d*. UA ffí,9^p, ^ídifla^ig,. HR Regidor
,, pobres:^' Otr9 ?? WíJíjores y ^r^*^lí?P jp^^^on^í^i^ la
villa íl), ~ • /
. . •í)^^,:^^??^ f l,||^\xftvn^Qr,;Wa9SÍHa„?ft{a^^ft^t/^,p<^ el
-i 9ÍÍÍ«^'íi^.íPí?ífrrer. 1.9, pxayAíicij^ ;f-_q^^^emi^ 9^, el
- m^^ AWPz^«o^9ri^%4fi.^ft'*Íft'F?.».<*P.toíí4P(el
. .. p^sppg£f,di9;}ír\a,ií>jí4v.>ff^i r^flexipp Sppi?^;l93 W>ti?(os
,y fi«i^fV»^n|tosi .9i]i(lJUjQ^,^¿?tril?^l]|% lft,e^aipc/op, ^q Jos
- ' ' . • i • ' * ■ - : . . i , '• ■ • I • • , ' • > ¡ • . J t " • • 7 ( •■ ( / . ! > ' • I i . ;
M8 itBinmfiíA i
• idflf zmosgéMto tapibiaa sohre el modo pooo /^xacte; éotno
- sp ioobrabaq, ^el gobernador iMto^Ula mo* trtepid^ en ca-
Uñewtilouxuyy lo otro deinjusticíayi.y de- injusticia que
récala.sobraJa clase útil y noble del. Estado^ cuallo les
la de: hacendados ^ labiiadoréH; ' En su , ooiisecueucia,
el20de enero, de i828/deoIaró abolido» Ibs dieamoé^en
. la f roViacia >de Entne**Rios; y páranlos, que t quisieran
; desplegar siu celo religioso de&tinando» al culto ma
MiObilaciontde>cualqüiéi| género^ ' el gobierno pombró una
' . coauBÍolft/ iOóiDjHiesta i idd[< i cooiáadánté j j ue^ de : cada
diei^rtaialeato; exicargada da adíAitir áqueliás obtaoio-
aesi destinando su^ producto única y esolusivamente á
. ia£&brjGa fdel templo r de lá respectiva' Villa,' ó* curato
cabedera;!/ . ./ .. ■ ' ;
El 18dé máfó¿¡»de 1823 sofreí tó^ y obtuvo pertniso
' del congreso cntreriaho^ítrá áusetóárSe de? lá provin-
cia por pocos días, á fin dé traíaír 'feóñ el gobietno'de
Buenos Aires asiiiitos dé itñpbrliandia^ ' r^lalWos ála
próviricia oriental,' TiombránilcJsé'^dtítlah'le sa kuséntia
• ályá tíítadoéorbner Sofías. ' . ¡i . .' i
' ;• ünk.vez^^ue hübo;lfén'á^d'¿ 'ei'bb^^^^^^
Büérios Aires, el generar Máhiiífaáé^ó' efe e^ta'ciuáad
él 5fié aVril! dé ^l¿23¿on' destinóla' su provincia, W
tierra. A los cuatro dias, es /l^cir, el 8, régifesó re-
' péhtííiütlieilfó, ■ cü^a ' n'óvedad' jjiüáo en ' éspectkcion
unáparte del pueblo. El niotiSro d8 feu ^rfegifés-o á Biie-
Tíds'Airéá 'ftife'éstef'él gobei^hadoi^'íáostitátó'de Sfin-
ik Fe,* dóri* Juan' Luis Órrego,'' estaba* en' tíeístíciierdo
con él4é Érttre-Rios; febbVéla premiación 'jafef aüsi-
lio pedido por 16¿ inoíttevldéanos. Llegó' a tal estre-
mo la desinteligencíd ertt^é Mánsílfa y Orrégó^ tjue
éste feoíidibíó lá necesidad de k}uéáe'hici'esé' una ^ devo-
lución en Entre-Rlóá, •pára'^ derribar* á* aq^nel: de -su
puesto. Aprovechándose de su ausencia, mientras se
l^aU'abá en Buenos Aires, se djíe'ron ios piji meros pasos
de un . tra^tofnp . político. Él doc^qr .- Segi^(, míni^frQ
DB'ltim» BIOS <i49
é
- seérétario del gobierno dd Santa Fe, escril^id'ál'gober-
- nador Solas, sustituto de Mansilla, habiéndole presen-
te que se deseaba tener una entrevista cbit' él. Solas
contestó entérminos ^ue hizo concebir á[ Segtit náhíiber
rieágo alguno' en la entrevista. En sucdhsecuenbia,
pasaron el Patena don JtraníVázqfuez' Feijóo^ 'Spcretario
' deíacomlsioh de- Montevideo, ^ lin tal Baliejafe^ . los
mismos que fueroiy afiresados ipor el sustituto ide Man-
silla. Este regresaba á su piiovmcia, cuandd en las
~ inmediaciones de San Ntoolá^ de* Ibsi Anrosfos : tuvo
^ caHa de la Bajada en que se íe avisaba de k) ocurrido
' ydequo cruzaban tres lanchonesy con' él objeto 'de
apoderarse de su persona. Con este avisoíyi JOtiro mas
que recibiera, regresó áBuenos Aiires, haciendcelmis*
• media 8 sii viageporagua á Entre Rios/ •• ?-
Notando desafección en algunos díscolos yí retró-
grados díe la provincia para con su persona-^' pov la
crrcuhfetancia de no. ser oriundo de Entre Ríos> Man-
silla presentó, el 26 de abril ' de 1823, su dimísíoh del
cargo, que no le fué admitida, reconociendo a^i los
servicios que á la provincia había prestado.
En el gobierno de Mansilla $e prohibió! el- tranco
de esclavos (11 de^marzo de 4822;) se reglaibentó la
'libertad de imprenta (8 de marzo;) se declaró el pabe-
llón que debía usarse en la provincia, siendo et nacicoal
Qon los colores azul y blanco, y designó el sello prbvin-
•cial (12 de maráio.) Fu¿ Manfeilte dondécorardó con
una medalla de premio acordada( por el 'Congreso de
Entre^Ríos en la mañana del- 16 de Jutti<^(1822,) í dia
en que tuvo lugar la jura del Estatuto Provisoria Coiis-
• tituéíonal y entrega de la referida medalla át'goberna-
.' dor. ■ •■■•.•', •- í- - . ...
El general Mansilla terininó el pértodó "dé su feliz
gobierno el 10 dé febrero áe 1824, y, aunque fué''réelecto
j^l siguiente die, renunqió el car^, para ng, ^ejgir QÍ
•fiiaesto preqedente^que. por ' desgracia no sp¡^p¿óve-
4fiO mmsMu. >
ohó'^déqü^ un gobaroftntd stq perpetui^&e ea ei man*
do^Qomo sticedió.GOn todos loB posteriores gqherna-
I dores de ía santa causa de la federación: Lopez^ el
de Santa Fe y el de Córdoba, Echagüe^ Urquis^, Gu-
tierrezy Benavides, Aldao> ^ucero^ Saravia, Iturbe,
etc., que sólo deja>roii de serlo too su muerte ó d^rro-
cados^n el estrépito de las armas. Admitida que le
fué sil dimisión indeclinable^ le sucedió legaimente^ el
12, el coronel Juan León Solas.
El general MansiUa tu^'o por secretarios de su go-
bierno al doctor P. J. Agr^io^ prifciero^ al general
Nicoiás de Yedia en seguida y á don Domingo de Oro
algún tiempo. .
< Cuatro dias desipáes, el Coilgreso eotreiriano declaró
al general Mansilla benemérito en grado heróioo, ax^or-
dándole 6,000 pesos y una suerte de estancia en premio
de sus buenos servicios; y el 2í de febrero (1824) el ge-
n&ts^ fué nombrado en comisión para negocíai* un em-
préstito en Buenos Aires, por considerársele ei mas
apto por sus luces'^ su espedicioia en los negocios mas
graves, que laesperiencia.de dos afios de administra-
ción le hicieron adquirir; por su celo, su desinterés y
sus relaciones, con la propensión de beneficiar la pro-
vincia de su adopción y el mas digno de ser preferido
á otro alguno.
En octubre del mismo año fueron nombrados dipu-
tados al Congreso general constituyente el espresado
general Mansilla y el teniente coronel Evaristo Car-
riego, comandante general del departamento del Uru-
guay,
Fínalmente,^ el general Mansilla, que había sido
además uno de los guerreros de la independencia,
falleció en la ciudad de su nacimiento— Buenos«-Air es
—-de la fiebre axñarilla,. el 11 de abril de 1871.
tstt— coBOMUí^ jr^tiv lifiAUí soiiAS, sustituto, du-
ránt'é la ausencia del propietario Mansilla en recorrerla
pirOvnicM^ 6Qt0||4er. personalmente endila^^nlef^ieirre-
* glo^ dé etlaii ^n el sentidQ da la Teforma^ iniciacjc^ el 23
de setiembre de 1821, fdcha de su feliz proo^uacia*-
Xníento«
Habiendo Mansilla solicitado y obtenido permiso pa-
-> ra pasar á Buenos Aires, con el objeto de tratar . con
e] gobieiFno general asuntos relativos al estado de los
negocios con el barón de la Laguna, general Federico
Lecor, y sobre un empréstito de 18,000 pesos, quedas
encargado interinamente del gobierno Solas, desde
el 15 de marzo hasta mediados de abril de 1823. Y por
último ei 12 de febrero de ^824 sucedió en propiedad al
genera) Mansilla. quien habia reasumido, sin querer
éste permanecer un solo dia mas en el gobierno aunque
. . fué.reelect9; baste el 21 de noviembre (1824) que soli-
citó y obtuvo permiso el gobernador Solas para au-
sentarse, con destino á San Kicolás de los Arroyos, á
ñn de celebrar una conferencia con lo^ diputados al
Congreso Nacional, antes.de la instalación de éste,
delegando el mando en el coronel P. Barrenechea.
El gobernador Solas eligió para su secretario de go-
bierno en los tres departamentos, al sargento ínayor
Domingo de Oro, y en su administración se prohibió
para siempre, en Entre-Ríos, elestablecimieníode con-
ventos ó cases monásticas de cualquier género que fue-
ran (17.de enero de 1885). Oro presentó y le fué acep*
tada la renuncia de su cargo el 27 de mayo del mismo
aQo reemplazándole el oficial 1° don Manuel de Bied-
ma«
de Solas, durante la ausencia de éste á San Nicolás
de los Arroyos, desde el 21 de noviembre, hasta ef 6
de diciembre. .
A#tá^ceiiéi]M!lír tiEMIiv noMiJMf pQopietatio^ desdi» el
6 de dieienábrede Id^ii-^^e^despuee de sia regresa de
452 . ptoníicnL
Sáií Nicolás d'é l(te Am^oyos, réa^irmió é\ mátido,' hasta
' -^er 15 de dícifenribré déi áí^uiehte* aho -que fué' electo el-
' g'érrei^aMLbpez Jordah.^ •' ' ••- • ' • ' - ' '■ -
Anulada la elección de éste, fué reelecto ^1*21 del
' '■ Áiísmtt ' itiéy, ' 'despufei ' dé' hábfe? ^iáó ^ho^ilteádó por
^'' iin'^ füeVzá'aTmadéi^ que se -héiWa'Siftu&abííett» ei- Arro-
' yó'de'Ia Chrnk'[Co1lcrépcíion 'dfeHJfUguay] y qú& la en-
\ cabezábá don ' Mátéo Qarcfá ¿úñiga,' él riiismo JOfcfian
; y Gontf'eras. ■ ^ ' ■
I ' I
3Í 9«ii-fe£i^c:BAl^ BICÁBBO, kiOfe^CSE Mltf BAkí, elec-
to el tó' de" diciémby*e de 1825; y 'anulada- ¿u'eléccion
en atencidh'áTas'cirfeunétáncias qué laTmtóíaníncon-
' . veniente. . .....
. ,' , Estd protestó^' !él 20 de febrero^ 1[l8¿6) áTegándo por
.. razón el haber^ el ¿pronel Solas,.. coinetido actos vío-
;^. le;ií9S j^tMmuItuarios/en'el Paraná', cápíts^r dé Ja pro-
,..yincia, .flesde el l5: Hasta él Í8 de diciembre, para
hacqrse reeleglp gpbernádor pór'lá'fuerza. 'En cónse-
^^ cuQnci^a de ,este nombramiento que anulaba sii elección,
. Lo.pez .Jordán se puso en ' armas aescónociéndo su
• autoridad, hasta que borla intervención (príMera)
nacional, encoóxendada al coronel Manuel dé Escalada,
se acordó el restableciñniíento de. Solá^, cbh la condi-
ción'dpqiie, reconocida su autoridad^ habla de^renun-
ciar e) mandó, como jo efectuó eí 3; de * abril (1.826,)
r .depositándolc|en'elCop'gres^odélá.prbviilbiar ^Retiñido
* éste eí día 4, procedió á'fa elecciorf aé gobernador pro-
visorio, recayendo ésta en el comandante del departa-
» ;
desde el 4 de abril de 1826, que, por renuncia del Coro-
nel Solas, fué nombrado proviscJl-io, 'hásia el'Si' de
I .eáorO'de 1827^ .qu!e,,«kr§ttfc)iez, »ríaíeQíá[**.ríW^*iiiSÍ^Ja
i/Cualmfu6.adeptadfV8lnpelí2^7(,.qcieÍAPmtera.rfí. ^jPlyió,
' •aUdoct(W'rFrfaaoi^q9|.piom^¡o.j4)y^?z, .,, , v; ..|, ^j , ,^
Continuó empero egerpiendp..^) jnw^o gHt(ernf^^|vo
; hast^.^K^íd^mariíO, quel^^^uGj^^iói.eí corpne^ Iijiateo
■•. Glar^íí,:Z6p¡gaM." ;■ v^ .'...,.. . ;' . . ;|
jAI' éocoriel Zafmta.Cíabe. lagíorift de hfibQninÍGÍftdo
una reunión. 'ée; gdbéirn adobes; dé. CJovrientQSj Da(ida
Ofipntui, MísioEres y &l á^Ktúre, R¡oá>.eQ'6l.Afrqyp ,de
'• Ia Cfciwav'á'finéaídja bctubre de 1826j con el objeto de
Confferéncíaf sobrelapemisáonidé t4rQpas de cdbaileitío,
<^ pará'^rrgro^arel ejéfoito nftolonal y para allanar ^gu«
' nas^dFñcoltade9 qué sé' presentaban , habiendo obieimdo
el mejóf resaltado, para el büeá éxito de la guerrfe»
Durante una corta ausencia de algunos diast^anw^ro
d^ 1827, quedó de gobernador delegado el coronel R.
' López foMr^.^^ - ■• '-<^ ' v^" .. -.-r^í: >-r:^i
Al cómuniQar él Cpngi'eso DboV'íii^íál 'ál'¿bbferna*dor
Zápátp haber sido electo García Zúñiga,''/quién^' debía
tomar posesión del mando el 1° de 'iriarzo. se Té' 5me-
naba, con fecha 87 de febrero,, ^dqpositase él oaston en
manos de su presidente don Jpsé, Miguel llomérQ y se
desprendiese d¿ lá autoridad que se le habla confiado
y que con dignidad y delicadeza había deVeríipe'ñado.
Zapata contestó qué, desde el recíbírníéritio dé su jgo-
bierno, se le hiid entender .óue 'él fca^fó>iqü^'\js0 su
antecesor no pertenecía al 'gobierno dé la ptóviticia,
.smo,á un sujeto particular., En vista. d^^ ésto, y Riendo
déíbi^z^o^á necesidad que él gobernador salíéiíte se
presentase en la sala de sesiones con el' bastón qu^ la
RpppQS.eptaqion. había. puesto en $us^ manos,* 'corrió el
* §.írp¿oló. de- la.^uXQrídad que ejercía y, qué áébíá pasar
alél^cto eui el. acto de recibirse del pando, ke pi'evjno
/Á, Zsíve^tfL sal^í^itasé (Jel poder dpndp se hallaba el espre-
'sadp bo^sipn^ \)á\o la promesa de qiue. en' c4sq df perte-
,/netí?fiv..A ,^^.1'R^^^^ 'l?^í'feíW, s^ríá;^ioqad^^
valor por el Erario publico. ,
46i ^aótikttlA
kséV-fiEKíBliAli' IIICABB4I £*É^lS^MfeliAW, dele-
gado de Zapata, durante una óortá ausencia de éste en
los primeros dias d¿ enero. ^
Él Congreso de Entre-Ríos habta dictado una ley, el
19 de diciembre de 1836 autorizando la circulación de la
* moneda papel del Banco nacioifiat, y el gobernador
delegado López Jordán llamó la atención de aquel
cuerpo sobre el descontento y a.Ianna geúqral que se
había observado en el vecindario, al extremo de hacer
' temer una insurrección sino se suspendía el cumpli-
miento de aquella ley hasta mejor oportunidad. En
su conséxsuancia^el congreso de la provincia la derogó
el 13 de enero prohibiendo la circulación del referido
papel moneda.
1899— coBOivEii MATEO GABCiA ziJíVi(}A^, desde el
. fS de marzo., eíi que tomó posesión del mando guber-
nativo en propiedad, hasta el 2 de agosto, que, ausen-
tándose á la Qiudad del Uruguay, . delegó en el general
tiopez Jordán. Tuvo por secretario de gobierno al te-
, niente coronelJosé M^. Echeandia.
Los alborotos del Paraná terminaron momentánea-
mente, luego que tomó posesión del gobierno don
Mateo Garc¡a„ quien puso arrestados al coronel Solas y
, al comandante Barrenechea, porque se consideraban
:los autores de los movimientos.
También mandó poner una- barra de grillos á un
ex-frailadp Palacios por los mismos motivos y porque
atacaba CQn anónimos al gobernador de Santa-Fe,
López.
García gozaba de la opinión general de la provincia.
Este promulgó (4 de marxode 1827) una ley por la cual
la provincia de Entre-Rios no aceptaba la constitución
sancionada por el Congreso nacional el ¡84 de diciem-
bre de 1826^ y declaraba suspensos los poderes de sus
diputados en Congreso, luego que se les comunicara
e3ta resolución.
Sin embargo, la Legislatura declaraba hallarle dis-
puesta á sostener á todo trance la guerra con el. jenape-
rador del Brasil, ofreciendo á las demás de la Ri^púbiica
áu amistad y activa cooperación en íavor de su inde-
pendencia y común libertad.
Durante la ausencia de García' Zúñiga en el interior
de la provincia, desde el 14 hasta ^1 30 de junio (1827),
quedó de delegado el coronel R. López Jordán y en el
despacho el mismo secretario Écheándia; y segunda
' vez, desde el 2 hasta el 20 de agosto, que tuvo que
partir parala ciudad del Uruguay en servicio público.
jatV—eEMKBAli BICABDO liOPEZ JOBDAIV, dele-
'^ gado de García Zúñiga, la primera vez clel 14 al 30 dfe
junio, y la segunda del 2 al 20 de agosto, que duró la
ausencia de éste en la ciudad del Uruguay^ en servicio
público.
tstv—coBOivEii MATEO OABCiA, propíetaHo, desde
el 20 de agosto, que reasumió el mando gubernativo^
hasta el 15 de setiembre que estalló un movimiento
revolucionario, encabezado por el capitán Tomás Cóse-
res (cuya cabeza fué puesta á talla y ejecutado después,)
contra el gobernador García, el cual quedó sufocado;
pero el 27 estalló otro, acaudillado por el coronel Blas
' Martínez, que obligó á García & dejar el mando, te*
niendq que ceder á la fuerza, y embarcándose para
Santa-Fe el 1 1 de octubre»
istv^cOBomsii i^iCKiVTE ZAPATA, elegido prQvi-
seriamente por la Legislatura, el 27 de setiembre, en
consecuenciade la revolución encabezada por el coro-
nel Blas Martínez.
. El general Fructuoso Rivera, que se hallaba en San-
ta-Fe, invitado por el gobernador É. López, se embar-
có á las doc^de ia noche del propio día 27 de satíembr»^
en que estáiló aquel movkxií'eato^ y obtuvo concüiacion
456 VMmsiíik.
de los ánimos y obediencia al nuevo gobernador Za-
pata. ' ' .
Eistóíejerció el mando tgubernativo hasta el 16 (Je di-
ciembre de 1827, que lo entregó en manos del presi-
dente de la Legislatura^ hiendo en seguida depositado
en manos del coronel León Solas.
Al gobernador Zapata, cupo el haber raüfipado (15
de octubre)' un tratado de perpetua alianza ofensiva y
defensiva^ celebrado éntrela provincia de Corrientes,
representada por el oficial mayor de su secretaría don
Juan Mateo Arrióla^ y la de Entre-Rios, por su minis-
tro secretario don José María Echeandía.
.. -' :• ' • . •
't9«gí-*t€fD|BilliV£i^ «íEO» jiOii^ii, electo . en propiedad
por dos. anos el 16 de diciembre; suspendido en 24 de
juino del año siguiente, y sustituido interinamente por
el coronel Zapata.
Acompañóle como ministro secretario don Celedo-
nio J: d^l^Castillo.
El á4 de junio de 1828 se declaró .una conspiración
contra el gobierno, encabezada por el comandante del
Parque Juan de Santa María— el mismo que había
foimado otras análogas en Tucuman — y sostenida por
elcomandante del 2*^ departamento capitán Tomás Có-
seres, quienes se apoderaron de la persona del gober-
nador Solas, encarcelándolo y desobedeciendo todas
'las autoridades.
La perturbación del orden hizo que las familias y
el comercio huyeran de la ciudad de Nogoyá, donde
estaba acaíñpado el coronel Solas con un ejercito de
nias de 1500 hombres.
Er gobernador Solas fué acusado de intruso en el
ejercicio de la autoridad y de malversación de los fon-
dos del Estado. ♦
comandante. ;de la fortaleza de la capital, dict^ador re-
DB BnnM laos 467
volodoínário/désde el 24 de juoio^rquQse (fiubleyó eoin*
tra la autoFídád.deKgoberaador Solas^á qu^er) pu3o
en ari*e9to, asi cómo al teniente coronel Blas|. Martínez
y cuatro oficíales mas. Ei misn^o dia oomunic((^ ó la
Comisión Peímeinente del Congre^p>,ppQvinxj¡al. haber
encargado del roando de la fuerza al. coronel P^. Bar-
renechea, rBservánd,ose Santa María lo político hasta
la r€6olu<sion legislativa. c,
Este último en unión con el teniente, poronel Tomás
Cóseres y c^pitan^s José María del Castillo é Ildefonso
Burgos acusaban al gobernador Sola^. de intruso, pi-
diendo se declarase nulo su nombramiento por ilegal;
y el,congreso en¡ mérito dcrtal acusación, apqrdó haber
lugar á la formación de pausa que p^clarecjese 1^ con-
ducta del gobernador Solas^ nombrando interinamente
al coronel V. Zapata. .
Í8t8— CORÓ.YEL PEBBO BíIlBREÍVECH^SA, gQber-
: nador militar del Paraná, puesto por el comandante
Juan Sania María, á consecuencia de una revolución
que éste hiciera el 14 de junio, procediendo en Se-
guida á lá prisión del gobernador Solas, hasta e| 29
dejunio, en que, nombrado interingei coronel V. Za-
pata, tomó posesión del cargo, cesando aquél en con-
secuencia.
tst8— cOBOmsii vice^vTE záLPA^Tit;, nombrado pro-
visorio, entrando ert ejercicio, . desde el. 29 de junio,
mientras durase la causa del propietamo;Solas,< que
fué preso, como también los coroqele» Pedro Barre-
nechea, Blas Martínez y varios otros* • :
El gobernador Zapata. se( recibió del mando proviso-
rio de la provincia, en virtud de elección dehcongreso
entreriano, mas estaba inerme y solo. era gobernador
nominal. Don Juan Santa María mandaba con las
mismas armas con qud había derribado ¿ Solas; co-
metiil tropelías y escesos de> todo género; tiranizaba
45d notnroxA
hdsla al mismo gobefhadoi^y le dirigía órdenes por
' escrito, para que ejecutase sus caprichos.
AI ñn se vio Zapata en la necesidad de redimir la
autoridad que se le había confiado. Bajo de un pretes- •
to^ salió á la campaña, acompañado de Barrenechea,
con el objeto de escitarlo á su favor.
Entre tanto, en la noche del 20 de junio de 1828, fué
sorprendido el comandante Santa María y encadenado.
En el mismo acto Solas, que permanecía rigurosamen-
te preso, fué puesto en libertad y proclamado goberna-
dor por una parte de la tropa, que acababa de ejecutar
el movimiento. i
En la mañana siguiente, 21 de junio, se reunió el
congreso provincial, intimó á Solas que cesase en el
ejercicio de la autoridad y se mantuviese arrestado en
su casa: asi lo cumplió quedando el presidente del
congreso entreriano don José Miguel Romero, á la
.cabeza de la autoridad en la ciudad.
El comandante Tomás Cóseres, que había concurrido
á dirigir al congreso la representación en que se pedía
. el enjuiciamiento del general Solas^ y que algunos días
después saliera á la campaña, según queda dicho, en-
tró en la ciudad con su gente.
El 23 de junio por la mañana entró igualmente el
coronel Zapata, se hizo cargo del gobierno y dobló las
' pnsiot\es á Santa María. Solas fugó entonces á No-
' goyá, en donde había quedado Barrenechea,. y dirigió
una carta amistosa á Zapata, protestándole que solo el
temor le había separado de la ciudad, pero que espera-
ría en aquel punto las resultas del juicio decretado por
el congreso. Al mismo tiempo, varios vecinos de No-
goyá dirigieron á este cuerpo una representación
' garantiendo la persona del coronel Solas, y solicitando
seles permitiese permanecer entre ellos.'
En la tarde del 24 de junio, el comandante Cóseres
S6a>campó cerca de la ciudad, y desde su campamento
DBXV9MIMI08 4fi9i
solíeitó tambiextdel eoogtleso 6d sobreseyese en la
oausadeSdlas.
Ocupábase do ésto la Sala y anunciábase ^ laciu^
dad^ por bando, que el orden se hallaba <u>nso]id)adOj
cuando eatró la división de Cóseres^ y puso eo prisión
al gobernador Zapata*
£1 congreso, desde luego^ decretó el sobreseimiento
énla eauÉa de Solas, y su reposi^áoa en todos sus
derechos.
En ei Paraná gobernaba prQvisoríameate el coronel
'Pedro fiarreneclíea, puesto por Santa M^ría^
£1 gobierno de Zapata, desdie. el24dejunip hasta
Igual idia de julio, fué considerado ■ instruso . por su
sucesor el propietario Solas.
Tuyo por secretario de gobierno, hacienda y guerra »
al señor don Manuel Leiva, y habiendo tenido urgente
nepesidad de salir de la ciudad en comisión de Zapata
ocupó el cargo interinamente don Casiano Calderón,
durante la ausencia de aquél. ^
Elmismodia (24de julio) en que el congreso de la
provincia declaró nula la acusación hecha contra don
Juan León Solas, el comandante Tomás Coseros diri-
gió un movimiento revolucionario contra Zapata^ á
quien puso en arresto, comunicando este acto en se-
guida á la cámara. Esla, en vez de condenar tal pro-
cedimiento,'lo aprobó autorizando á Cósércs plena-
•' mente para tomar cuantas medidas consideraba nece-
sarias al objeto del sosiego pábÜco.
»
tsüs-^CAB^ivnii' I4B01V fiHMiiis, propietariOi restable-
cido, el 24 de julio por el congreso de la provincia, el
cuál declaró nula la acusación hecha contra su con-
ducta, buena opinión y fama, pero, como se hallase
en Nogoyá euanda recibió la revolución legislativa,
ao tomó pQsesioA del cai^ sino .0l89«
Los tumultuosos del 84 de janio fueron soonetidos á
' im x^ons^ó de guofraiyiójcioiflw^
46^ ' tmoiynreiui.ia
'r 'Con0SCej:íclón défías díisposidiónes ida efeóta tran-
sitorio, las únicas de interés general, di étadas-ea la
" Ádmi-ñistraciort'SéHfts, liasta el'SSde obtabre/ fueron: el
estableéítitfieníto de dereicíios de tránsito á 'los frutos
' y mdrcaderfasde^MlaíónéS' y Corrientes á la Provin-
cia Oriental y el nonibramientodel doctor Juati Fran-
' ciscó Segui, para representar la prorvin cía en la Con-
vención nacional. Y habiéndose arisedtado silencio-
samente de la capital, con destino á Gualeguaíchú, el
gobernador Solds, qued'ó, en dquellia. fecha, .(£3 de
octubre) dedélegadoel cotnjnel P. Barrenedhea^cómo
' óoiiiáhdánte general' del departAniénto I"* general, de
conformidad al ' deóréto legislativo de 17 de ditíiembre
de 1826.
flS)»$TrC4mo:vEÍ4 Pi:,imo.WAi|i|Kiv;¥:fDH£4L, delegado
. de SoUsjj durante .la .ausencia silencÍQsa, de este en
dirección á Gualeguíjiichú, d^esde el 23 de octubre hasta
el 12 de diciembre. ...... ,
:Laley d^l7 d^.d/ciemWa de 1826. disponía que en
;. k)s<5a30s de ausiejicia.del gobeniac^or fuera d^ la capi-
tal, era autoriziada en ,1o político el coniandante geijeial
del.departamento,del Paraná, quedando de. gobernador
delegadjO pon todas las, atribuciones .del, propietario,
asocifl^adose al secretario del gobierno, ó ^n su defecto
al d^U^r. departamento principal, con la obligación de
. dar cuepta, de. todas s^ pp^aciones. |á su regreso.
Reconvenido el delegado Barrenech^^a por pu omisión
en dar cumplimiento á las disposiciones espedidas
po^ \ú Re preséntacióíi- provincial; 3e 'lim itórár pasar -U
revoliKjio'ú «de* ésta al gobernador propielano, pomo
haberle dejado 'instrucción alguna al ausentarse. La
citada ley de 1826, habiendo .sido observada posterior-
mentia por el góbi^snio propietaribj ftié derogada por
otra de 2 de setiembre d^l«829^ debiendo éste; eti'caso
de aüí^ncia d^ 'la capitá),' deleigar el rtiaiüdoi en^el co-
^ manfiante^neiui éel dippaftameniaDí ' ¡[Jiel' P^raná-yr solo
ias ieasó^l de .i3£(lir J fiibra ( da la; pCQvijiiiHaL/ 6 iij[(^:g|^9rra
serían mas éstensivas sus fáícaite(i«tí5Asegu.njlo eKigie-
• ¿rafíiltó'Oirconstiañciasc-j •.•■•■^;*: • • ..;: ■.">»■•. ..-.'• '
'-ií>* -li ''í''i' ' 'i ' ' 'i I*'*. ' '.''<'JiM''''J'l i(*«'
desde el 12 de diciembre que entró; nueva^enlQ en
ejercicio del mando de regreso de lo interior de la
* i'pi^oviacU .^¿siiififipcpdirMM é»si?etOiTipm!^i|»ft4P»dfij|Agar
-'•do, . como la dipponáiilá. ley¿ «» Teniendo : qucf rSftlir
• liuévdmentei á los pu6blos;de/l9^»pF0.V.i«cia,:íl/¿0íde
• « : o(f tutore. de 1829^1 el gdberrí ddor .Sellas .. detegé j ai wando
en el coronel" Batrréneehea, {latoa \ob^^ jasuntoeiieíviles,
de acqiertló! cod .la ley de 2 A&i setíerntoe d^liinismo
añoi(1^0}. ■ í>: i.i,. .•.'(1^ i. ;i*'jji.:, .» «•5ii":r'j¡* íi ■
buraDíte 'su ifvísita/iSolas .ordeñó aL. delgado lOon
i 'fedQai84da;oc4ubn6^ .c}ueláiViUadeMatan9a'S0;d^no-
íiipinase en lo sucesivo «-Vít<tOí?ia.j^ .>. . i . ' ., í ..
V El 4 de dicÍQmbne,raasuiaió.'ef lüMoidQjiq^^Qoqtinuó
. ejerciendo. :hasta. el i 1& de dioie^brev que (^unlplió^ el
-i /\»mio por el que había «ido nombrado, i, :•(:(-
I áe Solas, dqsde §1 20 de octubre íiá^ta él 4 ¿e diciem-
bre- , . ...
nombrado íeiii: ppopiodád éhl5' da* didiéíníibrel'aoeptaaQdo
léái.
t60*-^lÉ!V£aiti4 ti«tO!«rfSOL/LiS, pbp : f enuncia de Se-
••-^gUí^ pr^eseritatía y aceptad* ellÓ de dicí^mbré:í' (¡Jowti-
*í' tíu6Jíéj«»oiéndo el gobiérrio htísta q^ftefué peetetJto^ra
el bienio -d^'lSaeí y- 4831'. = ^ -• !'• ^'^ >• ••' / '■ •-"•:••' ••
ii> ^iBVl^derrtóvltímbViE^déaSBOtóé dBpíi^éétdí^o^^los ^rin-
' ieá^lesigéftósd^^ki>pmii(i¿da^ á ¡sabet^ii' KioaVdo^ López
Me wMfmnuí'
Jotátíñf Pedro l^spiíío, Felipe Rodríguez (a) FeUpillo,
Edgardo Vi tlagra,i Justo José de Ujrquiza> Miguiel Aee-
Védo y Pedro Atzaméndi^
En consecuencia, el gobernador Solas se vio obligado
á abandonar la provincia emigrando á Santa Fe, adonde
llegó el 16 de noviembre acompañado de Taborda j de
uDos 100 entrénanos.
tss#^^coii«VKii PteDBO MikBmBMBcmmiLf nombra-
do provisorio el 19 de noviembre, por bollarse en aee-
fafía )a provincia; y, desconooida su autorídady fué
derrocada á los 3 días y obligado á renunciar, ocupan-
do 6u lugar el general I^opez Jordaiu
Luego que «I gobernador de Santa Fe, E. López, tovo
conpcimiento del cambio de gobierno pidió fld. de no-
viembre} á ios gefes que encabezaron el movimiento
manifestasen st éste era dirigido en sosten da la causa
de los denominados nnitarícís ó simplemente tenía por
objeto el Cambio de person^a, pero siguienda él siste-
ma de ps9Udo federación. A la contestación [21 de
noviembre] de los espresados gefes sobre que el movi-
miento era puramente provincial contra la administra-
ción.del ex-gobernador Soláis y al comunicar Barres
nechea su nombramiento, asegurando su amistad at de
Santa Fe, éste se tranquilizó felicitando á la provincia
de SotFe-Bios por tan acertado nombraEíaieqt^; asi cot
mo por el restablecimiento de la tranquilidad*
49S«— qc:ivs:bíIl|4 bicabbo IíOPEZ jíobuaiv, nom-
brado el 22 de noviembre y derrocado á su vez el 10
de diciembre por el coronel Pedro 'Espino, su mismo
delegado^ persiguiéndole hasta su completa derrota, y,
obligado á abandonar el territorio de la provincia, se
refugió. eU) Paise^ndú^: Banda Oríentalj juntaoiente (son
el coronel Anacleto Medina y alguna tropa.
Lope^ Jordac^, qve había elegido para secretafio al
Comandanta Justo. Jotsó de Urquisa^i partioíp^ ú&y-
im wumuL sios 168
bemaklo^de Santa Fq nn c^ev^oíon til ]naiidQ^«iaiitfQSr
tandó 3u confianzA d6()uQéste eiviiáriaque el 6x*gober-
nador Solas^-cpn sud ^ecuace^, asilados -eil «iqudla
eiudad, volviesen á pertoi^bar el 6i*den eataUecido ái la
sae6ñ en la provincia. Sin embargo, don Estanislao
Lopes dbigió uo oficio al congreso de Entre-Riosy á
quien manifestaba ser un motivp de escándalo la. insur-
reccíoQ de los gefes antes mencionados contra su le-
gitimo gobierno. Tanto m^s alairmadp se hallaba^Lo-
pez cuanto que la provincia aliada de Eqtre^RioQ había
sido hollada por los revolucionarios del 1** de diciembre
[1828], cosa que no coosentíflian jamás las provisciaB
litorales. El general López agregaba que» comb la
alianza q^e existía entra ambas provincias le daba! de-
recha iái inltérvetiir en Ibs. últíitioSi acontefimíefiítds^ páro-
ponía la desocupación del departamento de la capital
del Paraná perlas gefe^y fuerzajEi venidas del Uru-
guay; la libertad de todos lo^ presos políticos y el
nombramiento d^l gobierno provisorio delajcoofian-
zadel pueblo entreriano y 4e la de )os gobiernos alia-
dos. A esto, el congreso def Entre-Riose, por mediof de
su presidente don Torjbío Orti?, decli^ró que: era* su
firme resolución defender el sistema federcUi y soli-
citaba el restablecimiento del órdeo^de coínupic^cíon
y armonía, en que hasla e;}tónces hablan marqhado
ambas provincias.
El movimiento estalló sin combinación a,lguif a,i y su
gobierno misto no sistemaba los hombres ni las cosas;
sin dirección^ porque no había quien fuera capaz de
llevar el timón, y sin recursos, porque la plata empe-
zaba á disgustar á la tropa, por ser moneda falsa,
cuya circulación impidió el gobernador de Cóirdoba,
general Paz, mandándola recojer y remitir ¿.Montevi-
deo, en chiguas de cerda. : '
La gente con que López Jordán salió dei Fa-raná le
ahandoiió; entonces solp trató de esqapari .efe<}tu4n-
dold acompahado de cuatro liombresl
464 -" ^M'mmA
*
MaoL.COiifoiinBii pisiib« iB^rato, delegado de López
Jordán, en ausencia de éste, ellOde diciembre, habien-
do declarado en esta misma fecha que el gobernador
"legal era Barpenechea, -cuya renuncia fué impuesta, y
• que el nombramiento de López Jordán había sido he-
.• cho sin pleha libertad y si i en inédio de las bayonetas
- y del imjííerio de la'espada» •
'La Legislatura; el mismo día 10, derogó aquel nom-
'* bramiento, haciéndolo nuevamente jen la persona de
^ Bárrenechea.
tÍ8a^-€#RO]«Eii PEDRO BARBEiVKCtHE: A, restable-
cido el 11 de diciembre, en coSnsecuencia de una reac-
• cion operada el dia antes por el coronel Pedro Espino,
- á quien López Jordán habia dejado de dele^doeñel
mando gubernativo.
EÍ 7 de enero de 1831, el gobernador Barrénechea
pasó á Santa Fe, acompañado de varios personages de
■ consideración de la misma provincia de Entre-Rios, y
escoltado poreí batallón de* pardos, conocido con el
• distinguido nombre de Veteranos del Orden, precedi-
^ dos de lia música del Paraná. No nombró delegado,
pdr haber sido su ausencia de corta duración.
^^ El 3* dé marzo tuvo que salir nuevamente á campaña
' contra el general LaValle y don Ricardo López Jordán,
delegando el mando gubernativo eñ él teniente coronel
J.'LdeVera. ' *
I ■ , » , . ,
é ■
1 •
Í¿8l~^Eñít:BAt RICARDO iiOI^fiZ jorbíliv, ñom-
"brádo . gobernador, el 24 dé febrero, por Velazco, her-
" m^LUÓdel coronel qué áervía con Espino, quién cayó
*.én' poder del entonces capitán Crispih Velazquez.
Lopéz Jordán fué completamente derrotado por el
coronel P.. Barrénechea, él 13 de marzo, cerca de
' Nogóyá, fugándó'aquél en la acción con solo un negro
"' y pasando á la Banda Oriental en una canoa. Seis dias
DB BHTEB BIOS 466
antes había sido derrotado en la Laguna de los Tronr
eos, por el Cié.
1881— TEIVIESMTK COBOIVEL 4ÍOSÉ IGIVACIODE V£-
BA, delegado de Barrenechea, durante la ausencia
de éste en campaña contra el general Lavalle y López
Jordán, desde el 3 hasta el 7 de marzo.
t88t--€OB01VEIi P. BABBEMECHKA, propi^tario,
después de su campaña contra el general Lavalle y don
Ricardo López Jordán^ que terminó el 7 de marzo con
la derrota de éste en la Laguna de los Troncos, por el
Cié, y con la faga del mismo después de su segunda
derrota el 13 de marzo cerca de Nogoyá.
«
t98i--€OBOivEii PEDB# ESPIMO, inspector general
de armas de la provincia, nombrado interino, el 11 de
julio, por enfermedad del propietario Barrenechea.
La misma Legislatura que había elegido al coronel
Espino le destituyó el 13 de diciembre, declarando el
nombramiento del 11 de julio, hecho en su persona
como ilegal y nulo: 1** por haber sido arráncadp y
dictado por la fuerza; 2^ por haber sido nombrado
antes del fenecimiento del bienio constitucional, cuan-
do se hallaba en el mando el coronel Pedro Barrene-
chea, sin ningún impedimento legal; 3° por no tener la
*edad de 35 años que previene el Estatuto, y 4* porque
NO SABIA ESCRIBIR.
La verdades que Espino no era querido del pueblo,
ni tenía en él confianza el general E. López, goberna-
dor de Santa-Fe, quien, de acuerdo con algunos veci-
nos del Paraná, le hicieron revolución, . viéndose
entonces obligado á pasar, casi solo, el Uruguay.
El mismo dia en que Espino tomó posesión del
mando espidió un decreto nombrando ministro de go-
bierno á don Toribio Ortiz, en lugar de don Cálisto
Vera, que fué destituido saliendo desterrado con desti-
no á Buenos Aires,
80
..^
9
466 FROYJVCIA
iStti-coiMivKiiPstiMi^itAiiWDMKCnsA, elegida de
nuevo á consecuencia de la deposición del coronel
Espino, en que aquel tuvo parte, protegido por el go-
bernador de Santa Fé, E. López, con una fuerza que
ést^ mandó á las órdenes dtl coronel José Manuel
Méndez.
La eleccioii de Barrenechea no figura en el Registro
Oficial d^ Entre^Rios, lo que ha^ee sea^lia considerada
como^riula.
t^Vii— 9. fOBIBlO OlITUKi delegado de Espino^ desde
el 29 de novienjbre, que había salido á campaña, y
nombrado provisorio el 13 de diciembre, á consecuen-
cia de U deposiciQu de Espino, cuya autoridad fué
desconocida por la Legislatura*
Ejerció el mando guberuativo hasta el 1° de marzo
de 1832 que le suoedió don Pascual Echagüe .
ts^^m-^KHiKBAi^ nr«. P^^íiCVA.!^ EClLCCil/E» (santa-
fecino,) nombrado en propiedad ei 22 de febrero y
recibido el J,"* de marzo^ previa licencia de su gefe el
gen,ei:al E. Lo.pez^ gobernador de S^ntaFe.
t^QS frecuqn.les cambios de gobierno, Qon perturba-
c\i^^ del, orden públi.cp, ya por i^na Cigiiisa, ya por ot,ra,
pero, 3iprppre con perjuicip de la qqmunidad, dieron
, ijnotivq á que s^ confírmese áEchagpe eltitulo die Ras-
TAURADOR DEL SosiEGO PÚBLICO, ba,sl,a que^ derrotado
. en Caaguasú, el 28 de aoyi.embre de 1841^, se trasladó á
. BueíK)s,-AÍJ'e6, cuyo gobernador, Rosas, conociendo el
carítcter sumiso de aquél, .condición que ,6 la sa^on se
. , exigía para ser gobernador federal, le destinó al go-
bierno de la provincia^ cuando tuvo lugar el pronun-
ciamiento de] general Juan Pablo López (a) Mascarilla,
contra Rosas. (Véase Provincia dQ Santa Fe^ pág.
Dojí Celedonio J. del Castillo formó parte d^l gobier-
no de Echagüe, como secretario interino, suc^di^ndo-
1
f
DE/ BRnuL:mios SS&
«
-i' tó>d4>A .Tovibib;Ovtizfaaai:kBl:d0 «fe díle^mkr#;dddig9l,
que^i^arreDoxQcift de ést&€ué oío^b^rado en 3u.)>ug£ir el
corciiGl Evaristo Carriego, hasta oetiiiibi?éide 1836, y
Gastitlo por segunda tez desde.tnerohastíb noviembre
de t837, y desde estafeciha el oficial 1° don: Cayieíjano
Romero. . i.,
t883-Borv TOBiBio ÓBTjz, ministrjcr gen^ráf,' déle-
, gadiO de Échagüe,, durante la visita de éste á^ló'spue-
,bíós dé la provincia, desde él 2 de ilaarzó hasta' fin éíá* de
Junio, en qué el propietario reasumió' el.nianao. '"'
'fté8S-^B^BAi.jPÁ«€tJAKi BCBHkQCi:^ ipropiísta^vio,
desde fíacjs de junio que regresó de su ,yí^it^\ 4\)os
püal^los de la f^irovinola, hasta el 28 de octDbr6y.que
-* voLVíó. álsaliry dejando .de delegado; /i9d .<^odQfiand9rnte
• . igenejral Pbdko Barnenechea, de acuerda.con la ley;,
. ^ \A i^nida disposi^n de interés g$,n^ral dictaba,
durante los citados meses de la AdministrapÍQíijjde
i Eí^bagüe, f^é ^^\^^ ley, promulgada el 216 de julip,- puto-
r¡Z!9,mdo al gobierno parala yeut^de la ca3a d^l Estado
^IM? í^)l^ Sftzon ocupaba; y el cuartel contigup, como
. .asi njisníola.casadeíla pia¿;i.i¡i.u,eva,,qiu;e fijé(4eil finado
, Cambajal. -CftaeJ producido déla \p^r^ta 4^,.dip}>os
. edifiK^i^ había de iconstriítt'pe una, casia d^pente,y,.pó-
jpaoda para el despacho dq ¡gobiemW y .pa^ia IA; te^/:ena
>: geneifal, teniendo <s|u fr^nt^ ala plaza mayor en Jj^fíja-
dadd^l Paraná. : ,. "íh .
|j».8af-;€0B01IEL ]^EBBp ^ IkBBEIVECHE A.,, delegando
de Ecíia^ue, durante la ausencia de éste en" óa'nipáña,
desde el 23 de octubre hasta fines.de noviembre,, auto-
• ■ . ' ... ,
rizado. para dar pase á las leyes dictadas por ¿rcuer.po
. íegíslaliyp y para objécionar las que no íes .pareciesen
convenientes.
Durante el gobierno delegado de BárrenecKeia/se
verifiQÓ (27 de octubre) la reforma dé varios artlcuíos
aél'ÉstátutO'PrDviiébrio.- ' ' ' «<
468 PROVIMIA
tdss-^oeivisBÁL 1^. tfscHJCQofe/pfopiét^io^ desde fi-
' nes de noviembre que regresó de la óampafia^ hasta ei
Í5 de diciembre, que fué reelecto por otro bienio.
Sin ausentarse EchagQe de la capital ni nombrar
delegado, aparecía como tal el coronel Barrertechea, el
mismo que promulgó la ley de 18 de enero de 1834,
acordando a Echagüe el grado de coronel mayor.
, También se le acordó [8 de febrero] el uso de una
. naedalla de oro en fprma díptica de dos pulgadas de
longitud, teniendo por geroglíficb una paloma con las
alas estendidas y lin ramo de olivo en el pico, y á los
píes de.ella esta inscripción horizontal: Al pacificador
' dala Provincia y -Su Representación, En el reverso
déla medalla y á espaldas de la paloma, dos palmas
cruzadas y bajo de éstas la inscripción:— Ai ^'oifrerwa-
• dor Echagüe su descendencia varonil inalienable. La
medalla habia de ir sostenida por un lazo de bri-
llantes.
Con el fin de evitar las tropelías que en el puerto de
Buenos Aires se habían cometido con varios buques
de la provincia de Entre-Rios, cubiertos con el pabe-
llón azul y blanco, que era el de la Nación, el gober-
nador Echagüe sometió á la Legislatura y obtuvo la
sanción de una ley reformando el Estatuto Provisorio
constitucional de 12* de ^ marzo de 1822, sobre que,
habiendo cada provincia adoptado un pabellón parti-
cular^ la bandera azul y blanca que hasta entonces
(diciembre de 1833) ha cubierto la provincia no se usa-
ría en lo sucesivo en las fortalezas, puertos, ni buques
de su dependeneia, ni menos en su ejército: que solo
se habia de usar de un pabellón tricolar con tres fajas
horizontales, debiendo ser* blanca la del centro, azul
y colorada la de los lados, poniéndose en la parte su-
perior la azul hasta la mitad de la bandera y el mismo
escudo en el centro.
Todos saben que, á pesar ^e que cada provic^ia te-
DB ¿UTRft Ríos 499
nia un pabellón distínto/la de Buenos Airen adoptó, el
nacional, que es el azul y blanco.
Con motivo de !a invasión del territorio de Corrien-
tes por fuerzas paraguayas, se celebró ún acuerdo, el
20 de febrero [1834], entre los gobernadores de las pro-
vincias litorales del rio Paraná, ¿ saber: por la de
Santa Fe, el ministro de gobierno don Domingo Cullen,
por el gobierno de Entre-Rios, el de igual clase don
Toribio Ortiz, y por el de Corrientes, el sargento ma-
yor dpn Mateo Arrióla, con el objeto de cooperar
. en defensa del territorio invadido con los recursos y
elmeqtos necesarios. El comisionado de Entre Rios
ofrecía á nombre de su gobierno cooperar con 600
hombres con la brevedad posible. Este acuerdo pe
celebró en la ciudad del Rosario del Paraná, capital de
EntrCfRios, y fué aprobado por don Estanislao López,
. gol^ernador de Santa Fe, pero no consta su ratifica-
ción por el de Entre-Ríos.
•Creóse (6 de marzo) el empleo de juez ó gefe de Po-
. liciapara las ciudades del Paraná y Uruguay, supri-
miéndoselos de defensores de menores á sueldo; asi
como el establecimiento de una escuela de primeras
letras en el pueblo de San José d,e Feliciano y otra en
Villaguay (19 de setiembre): — igualmente (20 de julio
de 1^5) un pueblo en el litoral del rio Paraná en el
lugar denominado Cabayú Cualiá GrandCy con el Utu-
lo de Villa de Nuestra Señora de la PaZy con una
área de una legua cuadrada:— reformóse (3 de agosto)
el reglameto general de diezmos: — reglamentó las ho-
ras del despac)io ordinario en las oficinas de la admi-
nistración, debiendo ser de siete ádoce desde el 1**
de noviembre hasta el 31 de marzo, y de ocho déla
mañana á la una de la tarde en los demás meses:—
dispuso (17 de febrero 1836) que los gefes y oficiales
etc. en servicio activo usasen bigote;— fundóse ^n el
paraje conocido con el nombre de Punta Gorda un
4^ !l>ftOV»CIA ^<:
• 'pueblo con )á'denomiin<dck>n de Dianiótnte {4:"^ d^iiiiayo),
bajo la protección d&Sají FranetSúo t/ao/pr, ;compren-
; idieodo el área de sQi pítenla ÍQ, .leguas icuadrQ^as sobre
: la tíbera.del rloPuraná.
' i El gobernaá'W Echagüe probibift -{3 de manió) á los
habitantes dé la provincia toda comuiiicaciDn con el
'í^cártóñigo doctor Pedro Pab lo Vid-aK ' . :.: .
''•' Habiendo 'áparedido tin folleto titulado jP(»¿/0^'ac/í)/i—
Gbñstltucioh- Nácibnalbaciony pcíblicado én Monte-
vídeo por* el espresado canónigo, y cuyú circulación
quedaba' encomendada á los ciudadanos adictos á la
Causa no prendo federal^ al general don Enrique Mar-
tines, emigrado en la provincia de Entre*Rios lé fué
' intimada por ddn Cipriano José de Úríjiuiía, géfó de
' polibíá de la Concepción del Uruguay, de ór'den del
'góbieiriisldor' Echagüe, que en 'él término de'24 ' horfcis
debeHa'salir del térriton^ de Entre-Ríos, por haber
infringido el derecho de asiló distribuyendo aquel fo-
lleto y otros /)a/)des calificados de incfendiaPíOs> ten-
■ ' deíirtes á perturbar el árdeii piíbíico y comprompter la
' ' pFoviúrcia con los detnáis gobiernos confederados.
'La provincia,, por medio de uba ley dé su Législ'úta-
rá dp fecha 16 de nriarzo (1836), adoptó las' palabras
] ((I«^edéracioii, Libertad y Fuer¿a» para su escudo.
Designó (21 de julio de 1836) eJ.lema dé yipa ía Fe-
:ra<;i.on eiptreriana (desde 1814}, de la independencia
j (desde 1816) y de la Confederación Argentina (desde
1830):r-fué autorizado (27 de julio) para la construc-
QÍon de un templo en la capital del Paraná; como
igualmente (21 de febrero de 1837),. para conjFerir grados
militares inclusive el de coronel rpayor, reservándose
jaiegi^l^tvira la facultad dg acordar el grado último de
brígadie^, que lefuót^otiferido el 27 del miBmd nves de
ffebrero.
El 12 de agosto de 1836, el gobernadbr Bchigüe
habia prohibido se proporcionase á los rebeldes de la
, Panda Oriental armas^ municiones ni caballos, ni otra
cualquiera clase de cooperación, só pena de ser el
contraventor separado para siempre de la sociedad
entreriana y considerado como traidor á lá República,
perturbador del orden público y castigado hasta con
la última pena-^jt el. 28 de may.o.del siguieal,e apLo lo.
declaró en toda su fuerza y vigor, adoptando medidas
para evitar se comunicase ^ la provinoia la anarquía
. .promovida en. aquel Estado por los gpneralí^s Rivera
y L^ív«.lle;— nombró (desde Gualeguay á 6 de julio) 90-
. ronel mayor de los qércitos déla provincia al coronel»
J.J.de UrquÍ2ja, Debe advertirse que las disposiqío-
nes del .gobernador Echague no siempre eran fechadas
en la ciudad del Paraná, capital de la pr'oyincjia, piies
, también lo eran á veces en otroa pueblos ó ciudades co-
, mo Victoria, Urqguay, Gualeguay,.como en eí presente
casQ, Santa Rosa de Villaguay, Alcaraz, eto., pero sin
firma de secretario. ,1^
Fué (12 de agosto de 1836) plenamente' autorizado
o0n tod$s l^s facuUarde3 ordioarias y esttraordinarias
para tomar la^ medidas conducentes á evitar, y con-
trarestar cualquiera tentativa de los revolucionarios
de la Banda Oriental^ de acuerdo con las que el gobier-
no general (RoBag) juzgara . conveniente ejecutar; é
igualmente (2 de diciembre de 1837), hacer venir de
Europa algunos «religiosas de \a Componía de* Jmu»
. para tnaestfos* En ' la' misma fecha^ la Legislatura
concedió á Echagíie el título de íluitre Restaurador
delSo&iego Público por los servicios que había pres-
tado á la provincia desde que fué elevado á la pritaera
itiajisti^aturéKiééllii.^
¿1 15 de diembre de 1837 fué el general Echagüe
472 PBOvnieíA
reelecto por otros cuatro años^ cuyo periodo llegó á
terminar, en igual fecha de 1841, sucediéndole el gene-
ral Urquiza.
1884— €OBO:V£L PEDBO BABllEIVliCHEÜi, delegado
. de EchagQe, en enero, para autorizar el grado de coro-
nel mayor conferido entonces á EchagOe, continuando
éste en sus funciones como propietario y aquél como
delegado en, esos y otros casos.
1896— €OBOIV£L KVABISTO CABBIECUI, ministro
secretario, delegado de Echagüe, desde «1 17 marzo
hasta mediados de mayo. /
Al delegado Carriego cupo el promulgar la ley (29
de marzo) designando el parage denominado el Molino^
& tres cuadras de la plaza principal del Paraná, para
la formación de otra con el nombre de Echagüe y una
calle que, partiendo de ésta, llegase hasta el puerto
con el nombre de Alameda de la Federación.
Promulgó (5 de abril) la reforma del Estatuto Pro-
vincial en la parte relativa á la organización de los
Tribunales de Justicia, suprimiéndose además líis
comandancias generales de departamentos y conser-
vando solamente un comandante general en la fron-
tera del Uruguay, cuyo nombramiento había de ha-
cerse por el gobierno, en vez de serlo por el Congreso
como antes: — dictó (14 de abril) un reglamento para
los establecimientos mercantiles existentes ó que en
adelante se levantasen en la provincia.
1880— COBOIVEL vi€Ki«T£ ZAPATA, delegado de
Echagüe, durante la ausencia de éste á fines de abril,
con el objeto de conferenciar con el gobernador Rosas
en Buenos Aires, adonde llegó el 1** de mayo.
1886— GEIVfiBAIi PAM^VAL KCflAQVK, propietario
desde mayo, que reasumió el mando, después de su
í
DE BHTBB BIOS 473»
visita á Buenos Aires, á donde habia ido, con el objeto
de« celebrar una conferencia con el gobernador Rosas;
t8B8*^€OBOi«£L viCEiVTE xüiPATA, delegado de
Echagüe, que se hallaba .en el Uruguay, y otros pueblos
de la provincia y aquél en el Paraná, dictando ambos
disposiciones gubernativas, alternativamente^ desde
noviembre, pudiendo decirse que la provincia de Entre-
Rios tenía dos gobernadores.
t98fl--€;EIVfiBilLL PASCV/LL fiCHAGVC!, propietario
hasta el 9 de marzo que salió á campaña, delegando
en Zapata.
» ■
«f9Bfi*-€#BONnBii ^VICENTE ZAPATA, delegado de
EchagQe, desde marzo hasta el 8 de setiembre, que,
teniendo que salir á campaña, la Sala autorizó al minis-
tro tesorero general de hacienda, doctor Vicente del
Castillo, para entender con los gobiernos amigos en
asuntos de la guerra.
Después de los desembarcos efectuados en el ar-
royo de Nancay, puerto 'de Landa y Gualeguaichú, y
acordadaslas 'operaciones militares entre el general
Lavalle ygefe de la estación naval en las aguas del
Uruguay, La Lande Calan, halléndose la Legión
perfectamente montada ya, se le comunicó la orden
general, por la que se prescribía á los Legionarios, el
orden, el silencio, la obediencia y el respeto absoluto
que debían guardar para con las personas y i]^opieda-
des de los habitantes.
También se hizo circular una proclama enérgica, cu-
yo objeto era el de anunciar al pueblo entreriano el
arribo de los libertadores, é invitarlos á tomar las
armas para combatir contra la tirania de Rosas, rom-
per las cadenas de la esclavitud que tenian atadas las
manos de sus hijos y restablecer en el pueblo argen-
tino el imperio de la ley.
El jgobierrto de lá provincia, desdé la primera tioticia
de la presencia de Jos libertadores, hafoia ordenado la
concentración de todas las fuerzas en la Villa de Nogo-
■ '^ráj'disscui'lando fa guarda de las costas deí Uruguay, y
el hacer alejar Tas caballadas, y á esta torpe conducta
debió la Legión la ocu{)acion pacifica de los diferentes
puntos en qiVc habla tocado.
El gefe y ^oficia les de la escuadrilla francesa partie-
ron el mismu dia (20 de setiembre de 1839) para siis
buques con el .objeto de ir á^ocup^^r los puntos que se
había 0.Qordado guaráar> para impedir la comunicación
del ejército der general Echagüé, que se hallaba en el
Estado Oriental, con Entre- Rios.
£n fin, la Legión .aépu9Q en movimiento faaciendo
. marchas forzadas -hacia el interior del pais.Los ha-
bitantes suministraron cuantos aúsilios se les pidió,
tos queftieron pagddod ene! duplo de su valor.
'.•■ Amaneció el dia 92 de setiembre y repentinamente se
presenta á la vista de los 433 Legionarios el ejército
enemigo, fuerte de 160(i hortibres, llevando á su cabeza
al' gobernador Zapata. Este avanzó para comb&tir c^m
: ese puñado de valientes; la Legión marchó á recibir
tí ataque con impetuoso Corage, y el enemigo; deshe-
cho, Hedo de espanto, huye eri dispersioíi á ocultar su
miedo en los bosques, perdiendo «en esta batalla del
Yeríiá mas de 100 hombres, entre muertos, heridos y
' prisioneros; mientras que la Legión solo tuvo que de-
plorar la muerte de un oficial y 4 soldados.
Después de la batalla, se dio la orden general si-
. guientej
• • • .
iCtiartd general sobre el campo dé batalla del Yeruáj
seüembre 22 de 1879.
«OaoBN GENERAL-^ ¡Soldados! Vuestra conducta en la
batalla ha escedido á mis esperanzas, y os habéis es-
^ois.lo^ byqn9s1hijop.de la patria,. lo.sf., firmen appyos
. de la l¡hertad^Repibid;par. mi prgaiio el tosti^^nío
..<J¡e Ingratitud -Oíipional., , : ;.' , , ... . /; / •
fl88S-Br. VICIS.^'TE BEL €A!»lP«tilLO,' delegáX^O'de
Zapata, desde el 8 de setiembre hasta el 31 de octubre,
que duróla ausencia del coronel Zapata en. cájrñpáua.
rfs$é-.€pROJ%'¿L'v/¿i^i^A'T.%, deíéeiado ,iJe EcHfilgííe,
desde el, 31 de, ocRibi:e qiVe fegfesó;deia' catü^áhá,
hastáel Íde.sétl^fhbre de 1840, qííe;' ^br aütófización
de Échágüe/ general eñ'gefe del'eféVcito d¿* opei^ácío-
. nes de la Coijfederacion Argentina, nombró goberna-
.dor ínterinoaLgefe político de la ciudad del Uru^Ucjiy
dpD Cipriano José de. Ürqiiiza. .
• P upan te esta campaña, de l^chagüe tuyo lú^ar la der-
rota áe )éste en Oa^arjcha, entr^ íoá ajrrpyos déla v!ir-
. g^n y Cagancha, á4 leguas de S^n.Jos^ y Í7,de,Mon-
vi^eo, ei 20 d^ diciembre de J8S9. * ; , . ' ,
]fn kt retirada de 1^ división ^1 pciai) do, del" general
. . Urquiz,a. el 1'* de enero de- 1840, habiéndose éste ari;o-
ijadojí} Ur^gii^yp^r^ pasar á la provincia de Entr^e-
Rips, el teniente'don. MíguelGerónimo. GÓTizále^, al
; yeir ¿sil gefe en inminente peligro, en medio de las
í^gua^, por hftber perdido* su Kíaballo, voló con sus
cojmpañeros á salvar á su gene^ftl ó perecer coil él;
, vence., la distarícia.que los separaba y con ríesgo.de
pu vida, presepta su caballo & Urquiza, Je. ayuda
á luchar oontrfi las olas fdel caudaloso. rijO., ^hasta
pisar, la costa, entrpri^na, y consigue de este, modo
salvar la existepcia del futui:p vencedor de. Rqs^s en
Caseros. Por tan señalado servicio, la Legisíatara
• dictó- una ley nuev"# ^fK^ c^t*]^ue9 <J7-de m^tm ie iAí»^
• , adjudicando ad,re(eri<jU> GaBSfiIe¿ una'm:edalla<cb aro
476 PBOVIKCIA
del peso de una onza, figura ovalada, con las inscrip-
ciones siguientes: en el anverso— «La Provincia de
Entre-Rios á la fidelidad y al heroísmo» — en el reverso
— «¡Viva la Confederación Argentina! — ¡Mueran los
salvajes unitarios!;» acordándosele igualmente una
pensión vitalicia de 600 pesos anuales desde la fecha
de la referida sanción.
1840— D. CIPBIAIVO JOSÉ DE IJBf|IJIKA, gefe polí-
tico de la ciudad del Uruguay, gobernador interino,
nombrado por el delegado Zapata/ el 4 de setiembre,
en virtud de autorización del propietario Echague,
Restaurador del Sosiego Público, hasta el 9 de di-
ciembre que reasumió éste el mando gubernativo.
1840— GEiVERAii P. ECHAGUE, propietario, desde el
9 de diciembre^ que regresó de campafia'cuando reasu-
mió el mando gubernativo, ejerciéndolo simultánea-
mente con su delegado Zapata, hasta el 15 de octubre
de 1841, que -fué nombrado el general Urquiza.
Al descender Echague del gobiej'no, que ejerció
como propietario por el período de 9 años, desde el 1®
de marzo de 1832, hasta el 15 de octubre de 1841, la
Sala de representantes de Entre-Rios confirió á su
hijo mayor don Leónidas, el empleo de capitán de
artillería, y Echague solicitó que, en vez de ese empleo
le acordase la gracia de que su hijo fuese educado á
espensas del erario de la provincia^ cuya gracia le fué
concedida. Sin embargo, habiéndole sido acordada
la misma gracia por el gobierno general, Echague
renunció la conferida por la Sala, Esta asigrjó tam-
bién al Restaurador del Sosiego Público 200 pesos
mensuales por todo sueldo, mientras residiera en cual-
quier punto de la República Argentina.
i»40— COBOMEii VICEIÜTE BAPATA, delegado, du-
rante la ausencia del propietario Echague en campaña
D^ KHTBiR.llIOS 4^17
OQntra el genqral Lava}le que ijnvad^ó la provincia de
Eotre-Ríqs.
Eq conmemoración de la Convención de paz, cele-
brada entre el gol^ierno francés y el de la Confedera-
ción Argentina (Tratado Mackau)^ el gobernador pro-
pietario Echagüe espidió un decreto estableciendo tres
, dias festivos en cada año con la denominación ,de Cftr-
n^a tolendas, de octubrej, (día 29.de octubre 4^1840,
fecha de la referida Conyencion). .
iSdt-^GKMEBÁJL QUISTO JOSÉ BIS VR4|V1ZA, hom-
' Irado en propiedad el 15 de diciembre, y desde el Ar-
royo Grande, donde se bailaba, contestó, cóii fecha 20,
aceptando el cargo, y, no pudíendo apersonarse en la
c^pital^ á prestar el juramento de ley, en rezón de ha-
^ liarse á la cabeza 4^1 ejército y estar la provincia
amagada por las fuerzas de los generales Paz y Rive-
ra, la Sala de Representantes le exoneró de concurrir
nombrando una comision-de su seno á recibirle, en pre-
sencia de la división de su mando, el espresado jura-
mento. A los pocos dias (24 de diciembre) la Legisla-
turas dictó una ley invistiendo al gen€(ral Urquiza del
qso de las facultades estraordinarias durante la guerra
. civil.
1841— cÓROMEii Vicente zapata, nombrado por
. la Legislatura, el 31 de diciembre, provisorio, á causa
de haber caducado Echague como propietario y Zapata
como su delegado, en aquella fecha, hasta el 3 de ene-
ro de 1842, que el propietario Urquiza desde Puntas,
delegó el mando gubernativo en él, por tener que aten-,
der á la defensa de la provincia contra los denomina-
dos unitarios. Zapata nombró á don Cipriano J. de'
Urquiza, ministro general del gobierno delegado.
Después de la batalla de Caaguazú, ganada por el
general Paz, el 28 de novienibre de 1841, el presidente
de la Repúbliqa Qríental del Uruguay, general. F. Ri
*478 ' íBOtwciÁ'
' • Wrá' pátó él Üi*üg«ay'det' Í5' AÍSO^da eflefo^dé 1842,
con un ejército de 3,000 hombres de las Ires armas; y
' . obrando rió abajo pOr la costa con la actÍTÍdad de un
"' rayo, lo^ró en 8dras hacer evacuar la provincia alas
" fuerzas delgeneráí Ui^quiza, que, con un restó, de 600
' ^ei^scnas, entre familias y tropa, pasó á la costa occi-
dental del Paraná- por la isla de Pavón, dejando en
pódef del vencedor muchos prisioneros y pasados,
todos sus bagages yeomo TOOÓcabiaiHoSv *
El 28 de enero de 1842, el delegado Zapata tuvo, Pues,
que ábapdoriá'r sii puesto^ emprendiendo la fuga y
^. dejando la provincia en acefalla.
l8At-SABGÍ:MlrO M AYOM l^^lIBO PABli'a i»««i:f,
electo p^'Xívisorío, el' 29 de ené^o, por la Legislatura,
por lá fuga del delegado Zapata el dia antes, á confie-
* ' cuencra de la batalla de CJaa.¿üazü (28 de novieimbre
' 'de 1841), ganada por el general Par. '
Urta división al mando del general Vicente Ramirez
ocupóla üapital, después de haber aniquilado peque-
flaís montoneras que quisieron impedirle el- paso.
El general Paz hizo sii entráda^en e\ Paraná el 4 de
febrero. Dos dias antes el gobernador Seguí hdbia
sido autorizado por la Legislatura para declarar la
gueij'ra al gobernador de Buenos Aires, Rosas, hasta
hacerlo descender del usurpado" mando' (lo qiXe noVra
cierto) y de su influencia eñ los negocios püblico$; y el
11 fué iuvestidói con las facultades ekíraordínarias para
llevar adelante la guerra que se acababa dé declarar
contra el mandón de Buenos Aires.
' • " • • • ■ ' .
El ministro que' Seguí iiombró fué el doctor Floren-
cia Antonio del Rivero, y el lema adoptado por el go-
%iei'riv)provisorio fué el de: Pa¿r /a, Libertad, Consti-
tución t
'Autorizado. por la ley de la provincial de fecha 20 de
febrero, el gobernador, Seguí decretó \& admisión de
toda bandera estranjera eri los puertos de la provincia
D9 WSftW nios 419
enlospm Paraná y Uruguay, ylo^ buqtt^s y mer-
cancías eslranjeras. serian en tqdo pomo nacionales.
• S<egut ejerció el mando provisorio hasta el 12 de' mar-
zo que presentó y fué aceptada ,su reniincia^ ea razón
de que Jas circunstancias en que se hallaba la provincia
demandaban fuese presidida por un gefe militar que,
adoptando medidas rigorosas, pusiese en perfecta se-
I guridad la libertad que había recobrado. En suconse-
queoQia^ la j^epr^^eotaciop de la prQyiacia,..^io^bró
el ¥ais»Q dia, al g^i^erfíil Pw, gQbwMidpr de la pro-
vincia por el tienupo de^iguado;§n .^l.SJíitAtutp refor-
mado, contándose de^de.el i2 d^ enerci. . . i
nombrado por la Legislatura el Í2 de marzo, pero dispo-
niéndose Jlegalmente que su gobierno empezase á bon-
tar desde el 1*^ de enero.
Nombró de ministros á jos doctores Antonio Floren-
cio del Rivero. y Sapíiago Derqiíi, y e]ei''<?ió;e| Pp.der
Ejecutivo de. la provincia ha^ta, e.l 27 deimai;zo, que
lodejegó en,.Segu,í, , , ,
^ El dip ante§ de lareacjcion qiíe se operó] en la.piudad
del Paraná, la que dio por rebultado la prisión d^í go-
bernador (^el^gadp Seguí y de sus pficiales—S dei abril
— el propietario Paz fué derrotado. yei:gpnzósa.mente
cerqa de Npgoyá^ ppr algunas montonera^ formadas en
Montiely encaihezadas por pl entonces, GQro«el Crispin
Velazquez.
E.^ta derrota y la desavenencia, entre Ferré y Paz,
obligaron á las tropas correntinas á desocupar el ter-
ritorio y á Paz á abandonar la provincia, que. (juedó en
acefaüaj, hasta el 4 del mismo mes (abriji), en que la
Sala de Represan tan tes asumió el majudo de ella.
En la? conferencias que tuvieron lugar en el Para-
ná entre los cuatro goberaadores J. P. López, de Sapta
Fe, Seguí y Paz de.Enírer'Eios^ y Ferré 4^ Corrientes,
eií ifodas poma^ ^st(í nuevos obstóculos, j)orqup .habla
\ *
480 PROVIKOIA
prometido á sus correntinos que no hablan de pasar
de allí. El hecho fué que (a anarquía que existia en-
tre aquéllos era tan grande que cada uno tiró por su
lado, engendrando asi la división que redundó en per-
juicio de todos. Mientras ellos se entretenían, per-
diendo un tiempo precioso en disputas sobre si eran
galgos ó podencos, el lobOy sediento de sangre, se pre-
cipitó sobre la presa j la acabó de desgarrar en la
batalla del Arroyo Grande (6 de diciembre), para pasar
en seguida á continuar la guerra de eslerminio frente
á la heroica ciudad de Montevideo.
La única disposición que el gobernador Paz llegó á
dictar, durante su corta administración, fué un decre-
to, de fecha 26 de marzo, suspendiendo las comandan-
cias militares de los departamentos de la provincia,
pero que no pudo tener efecto.
1849— SABGEMTO MAYOB PKBBO P. SE^Vf, dele-
gado de Paz, desde el 27 de marzo hasta el 3 de abril,
en que, una fuerza compuesta de paisanos avanzó la
. plaza del Paraná y en el momento se unió á ellos la
guarnición aprehendiendo y encarcelando ai goberna-
dor Seguí y á sus oficiales.
Después de la batalla de Caaguazú, que, como se
sabe, tuvo lugar el 28 de noviembre de 1841, el gene-
ral Paz nombró al capitán Tomás Vázquez, cordobés,
que en la Punilla (Córdoba) se había sublevado en
1830, juntamente con el vecindario de aquel punto, con-
tra el comandante anti-rosista don Luis Navarro, con
el encargo de formar una nueva escolta de todos los
provincianos prisioneros que se habían tomado en la
batalla. Cuando empezó á formar la espresada es-
colta, comisionó al soldado Cosme Peñaflor, para que
invitase á la tropa á sublevarse contra el general Paz
habiéndolo conseguido. Preparada en parte la suble-
vación, el diá2deabril (1842,) entre nueve y diez déla
'noche y en momentos que todo el ejército liberal
[db^9)ii;bb moa 4^
lüjiarchabq cqiji d|^stinjO,,al Cié, á l^sf voces i)ifp difrade
^¡Vívft r^wstrQ üusíf.e Restaurador de las.^ leyes^l—
/Afuerq/ieíci/ii .dif> vuelta la esiQolta de ,%u ma^do,
. sienclo cargadi^ por el; qorqnel Indalecio Cherj^ujt^ /Con
el cuadro de oficíales que tenia bajo s^ mando^ . pero
fué éste rephazflido, cunsiguiendOi hacer, un tiro de pis-
tola que hiriera áOhíenaut en el brazo-. En segi^^a,
se fué al Paraná, cuyas fuerzas, habían proclamado la
pseudo-feideracion, , , '
Por ^sos y ofiies análogos servicios, felcapiteq Váz-
quez filó declarado beiieniérito de Ib patriaren gitedo
heroico y ascendido á mayor con él gqce.de 400 pe^os
mensuales, mandándosele entregase .é;000 pbsoa^.^na
medalla de oro^ úr\ vestuario de oñoia)^. un docUiOoieinto
. póf 500 cabezas de ganado vacuno,, otro, por i ^000
lanares y.oth>!por.3 leguas de tíerna;i : i
1 1
:flftM-:IiA fi^AIíA jpB BaBPlIlBIíaSIVVANTBfi^, pi;&$idida
por el doctor. Ff*anQÍsco!PipciísÍQ ,Alvarez, .c\iifa..vip^rio
del Paraná, que, en vista de la acefalia en que se ha-
^. Ilába )a fCapkal y ^ gran part» áe llt^provinieia, eoii'ka
fú^ áe las^aütóHdade» denotoítíodas-UoitariíasiJ :yíCon
la • dep'osifeion ' y ' prisión de! delegado Seguí-, afromió
' intérifiámente ^I iñándo gu4>ernativo, él'4 de abiríty^hasta
el 7 deítnismo'ínés, qaé eügeivéral Urquiz»>q*<ídéí de
derecho, restécbleícído ¡én^ el poder. : . •. r.j- ..lí
' • Él Presidenta de la Sala, doctor Al v,atei:,5Cob4íiiuó
ejerciendo el P. E. en él Parai^á,' hasta el 16 deíaliril,
que el propietario Urquiza, desde su campamento en
el Tortelero, comüriicaria' el nombramiento d&* sá ji'e?-
mano don C J. de Urqu¡zá,.como gobernador' d^le-
gado.; .,.,;,_
La primera resorucion déla Salá^ espedida el liiismo
dia 4, fué la de decretar que los desterrados poHa
án^teríof administración pudiesen restituirse ál* seno
¿e sus familias. ' * "^
"J^EÓVfKCÍA
«!
r ' I
t •■;
'•'Ló nías orígíiíál que^ubedfá; düraAléeícorto trem-
pode ésta anómala administración, era que las réso-
Iliciones dé la LegísFalura iban firmadas popel dóotor
AlVaréz y el' doctor Mafiuel'Victório díe Andrade, como
presidente y áécretarió, cjuíenes las comunicaban
al RE; rjue se óomponfíí de las mismas personas,
mandándlolas publicar con el currespondiente cúm-
plase. ' • '"'• • • ' ' ■ t. 'i ! • 1 .
El presbítero doctor Alvares, dürá vicario de la par-
roquia del Paraná^ ¡del^g^dó eclesiástico y pr^didente
del Coñgrésp dé la provincia, ex-í-encárgadodelos ne-
goiciósde la praVineta de£ntreRiÓ8) falleció el 17 de
Julio dta 1848. A lofs 4 meses jdslxwy ^e le hicieron
>96temr>es exequias ensupárroquiapor órdea delen-
tdnces; goberuador* delegado Crespo, autoidzádq al
efecto por elpr(»pretárib Upquizii,maiidándosecok)car
una hermosa lápida de mármol^ en la fosa elegida para
^ el ññado, b^w Ta inscripción que el ^o6i%fiio díftpustiMí
* y qué fuera costeada ]Í)or el teéoro de la provincia.
- . . .r ' , . .' r . , • j
t9iM-riiw CiM|iANO jaSJB D£ i>RgiJ:i;M^ qiipistno y
• hermailodel general^ nombrado por ^a .'Comisión jper-
. manéate gorberuadordeiegado» ^ l&jdej (abril^ y^ auaque
^ ell8.d6.se;tiembi'e;eleyaiasureJ9unqUt, iPO je ñié ésta
ficep^de^ iCputinuando por ¡consig^im^te en el -cargo
hasta después de. iaibatallardel^Arrcyy.o Gre^de (Q^de
< . dieiembre) . y ' del restabLebimieota del. gobernador de
. Corrierileá, don Pedco.B. C^bral. •
1948— GEIVEBAL JUISTO JT. BE VBQIJ12A, propieta-
rio, desde febrero que reasumió eJ mando gubernativo
hasta julio que marchó á la campaña de la Banda
Oriental, delegando por segunda vez en su hermano
' ■ • ' /-«'. 'i' ••' ••' r ■'■••.I. It
. .don Cipriano. ... i j
IfQS .ejércitos contend^ntes en la bataUa del Arroyo
Grande se componían^ por una parte pe unos vfiOO
hopdbres al mando de Oribe y sus gefes áe división
D9 iSKPA» fiiOS ^
i , euí^B XJrtjwwíCQD Jaflifw0fü¡6s:*e Ips,f)W<^^EFt(f«;9>^da,
,ii:Bi4rMqat<jaonzftIeft(,FlQrefl.y LapriíIftibaip.-Siííi^^'íJfines
Pacheco é Ign^io: Oribe, coa Us, ^elgep^r^ S^ryiti;ido
Gómez y de los coroneles Ramos, Maza, Costa, Rin-
cón y hommgñéz; y pbt la'btt^«abtM!^B,í)W>^hoitíMm
y 16^eza3 de ai*tlllei1^ at mando de Rivera; segundado
' '■ por los genérales AYató^, Aginar, Galvánry RBOtireZ'
■ ■ y los cororíelés Luna, Chílabért, Mendozaj Hprrtos,
' Lafft/idera', Blanco^ Henestrt)eá, «te. iLá-tiórdidv^el
ejército de Rivet-afU<fr^(:omoide JÍ^400mütírto'S; mírelos
' ' cdalesél'gbnérál AvÁta^' y'teÁcoroiidieiiBbéi:!, IHenes-
■ '■^ti^aVMé^dÓJíáiiy el BfeOMétairiddetfeíaneraiiJj.Pi ^o-
■' íiéz-'MiJriHó y iftÁs' de 60 feefes y ofloiaM/ain codtar
•■• iosqueisayerdn déápuea-én laipefsecucioni- - ,■ ■ y
' , ' Séyeíferláíiiiié tan gránd'é (áéé ajiittihcJ'tté Riveraique
"'■^e'SéóóytlráíírtstiielO'^ dhaqUetaWdtwl*;«offlbr¿ro,
chaleco y espada, dejando taíntiTtíMén'pódef^bliehe-
;' 'mífed'ef materlal'dá su ejéftíifó, SU 'flrtííleriift/1,500
'y'' prisiórt'erbs. '^'-■'•■'■'•■''' •-■■ ■■■■• f- '■:■ :,• '■■ .■■ ■ |
t^'ué/iipá baíaJlíi níuy rénida. ■ "< ' i ■ ' ■'■■••
' 'EÍ 3 de feW^ro del843;' los gotrferriíb^ Aé'Ktkre-
íllos y Corrierites celebríiróii üti trtitrt'(íó','''cfüytJíí'¿rti-
.culos principales téiidía'Á.'á fijar 1Ó'^ limitas' cié/ iitia y
' otra pró,vi/iciá,' hasta 'qü'é hubiéíé" lifi'hádVd'di'reglo,
'_ ynlGsrips'Giíai^qüJ^róy JÍtoccit'eíá.'fíl'áííiJollna'ííftea, ,
'■'desde las'^íiiitrtS"í¿l'^l'''háslá'1tis ífel '1^;—^\'&'^M'ri¡g&
''áelgob'íérnode Comeníés'al de 'Ejitre'Riós de 300^600
cabezas de ganado vaciihó de ínái*c'a y 20,6O0 yégüa-
f ;-rizqs;:T-:3°/la.,reñpii<;ip,.por parte d^ é^is, á'¡ los derQ-
...ChoB qwetenl^ á lp?;60^0í)0 pesos'platp^ 80,000 rases
-Tfpcutia» y 50,000 yeguaiiUa?, que poír e( tratado de 1839
- , seieomptomsíié é jentreggr ,1a proyincií de Corrienles
■ „áUHÍeiEi))Jl0-íRiO»;r^4''eU^rnt9í]ió de, Misiones había
de tener en el Congreso de Corrientes do^ ¿'pi^ta^o^ y
^■habjia¡¡dejieg«ii!.alcíu'gpdel gc^effliqde dif^ ^pvln-
.. eía,Lbsst#,guí,-r9Mn¡dH |aH^9pre5Wi,t¿};ipp n^piphí^l,de
'4ÉA ^"''t»BOVW«lAí »
' 'íáCoirfedéWiói(rti,sé tíiscutiéffetn bs derechos ^ue tu-
[ Viiéséií fós riíiáiónéW)* lá feü exJsledciai coírio proTÍnfeia,
"' 6 áiUés si tuviese la poWaciün duficieütel ' ■
• ' ' w ' };. j • - • 't • '1
' : hermano.ei g0oer;aly;d^Sf}e|Jul,ip 4^ ii^ Iiasta 26 de
iéneiVi de 1844 qi^íué AsesÍQ)ad7, en &^ residencia' de
. «Nogáyá^ eh..cUyÉ^.pUztt/fuer:OH ^^e^cuitados, ej 26. de
iví agosto 4^1. rní^mo ftño^ lo^ prinpipal{^i^ ase^npsf^psé
;- • Atttunez, Quintin ]^.¡? yj Joffé Aíaítipez.. . . i . ,
• ' El l^da di4ií$mbre de|1849, j^ .repr^esent^ipn d^ la
( {)rcfiÍDkih. mandó' erigir mií mQQujtnpQl(^J^]fi)el;H*^«Q.9ue
' fucí oikdepbsitados k|s.f^^to9.deji-V?^^goJ^ernd^or dele-
gado, con 'la inscripción ;siguj,^nte;. ¿.Ia jEIgnorabléS.
. ;.;de la,p^.Y¡pp¡fl.deE;ntfe-^0i?.4 |^ ipepona. del^digno
^í'iVwftí^^r^^^^íi^P^^'.^^^or. poberpadp'p, Delegado dea
,., qipria.nqj.,líi;(iuii;^,í.. .,.•;, ,..[,.' [ . ,^ . .;
f I. , I Y ej;-^ (iPi .W^yo de» ;l^p, s^3 r^?t9s /M^rQhf, por dis-
posición de su hermano el gobernador CQi^stUucii;>nal
J. J. de Urquiza, co^c^i^cid^os. ^,1^ iglesia parroquial
^ idQ'.fla J;eirjistalft4^ capital, ^póncepcipn ^qel Uruguay,
. ;.¡4oncle,q^e4%iPqp conservados,. despü.es de las éxécj^ijias
. fúnebres c(>n;$agradas á, su membr^ia! ,
' , .l,ii> nnq y.otrp^ctos^ Jjehicierpn Ipis honores milita-
]i.^^^ i^^m^ip^ m. i^ ÓF^^^^^m p^Hjár; feí ; ejercitó á
^. J.Qg, .Qapi tañes gejíi^ralescpn manaQ, llevando. Ips em-
.. .pl^adpgci^vilesy. n¡íilitares lutóené^ brazien.íbs ^las
iyp A^\ e$príísÍBLdb mes, de mayo (lS60J . ,'
Í944~tt. ÁivTÓMi¿ CRlisíl»*, ¿lectd^i^óvisorío "él 30
\ de* ^iierode 184Í4, á^confeécu'eVitiia díeMaí' muerte de don
Cipriano J. dé Urquiüa y-dnríañtó lá áosencia del p^o-
pí^tario* él i^fenerál, en ik éampáña -contra el ejército de
' ' ¿!órfientés,'^al ínahdóüé'lds genei?áItís-Ptítt» MaUariaga
;' 'EVié dé diciembre de' 1^45^ el gérl^ml '<Jiiqu¡zk fué
**;' i^éelecto por ótí-oscuátró aflós/t^ef^b' codtldübfttdb Gres-
* »
Upo -coqw i 4etegiwlp,i»««>bi»4onBWY»«>jWJ^iPftr.aflij^
' Otra vee^t dorante la áasqBuñaidei.mtí3inb propieiiía^rio»
-' ehiií846v paraisu mislrfn de (iaz^riiUi^iipawfomYíoMt 4e
-< Atcárac eon eIi¿ob8riiadoi^)JoáquíiiiMadai;idgai(dc Cor-
• ' luientes/ i^Qnielí objeio^de-oonaegiMir la4u(K)rpbíraGto»>de
esta provincia en la Confederación. ...{'iii.;. ¡u
, . 'Otm''ifl0Zvf>6Uiaada^L'S«A«ral Urcmiza ^ní)pr^n(}!^^ su
I liltian Gampafia eníCorrímies^ CO^it??^ -lasj ge^r^^e^Joa-
quin y Juan MadariagaviiterinÍflanfÍQ;H9í>p,jUíTCopííple¡ta
j a«itat»<^.é*tos/ertíei¡Iíote^rp.dQ;YíiEMWs^ ál27 4€!no-
'Orél»p0 e^ñtinuóien.el mísiiMp eargo aun moiiHoidas-
pues del regreso del propietario U rq u izar 4:1a;: prevín*
' ^úideiBntre4lío^y'didtkn(]oi¿3lédt8p0si)ci^ su
' etiáW^lJgftnijHa! eW Cftlíi, Giía+egaáyohÜ, Bta;y laiihíiyór
-^ár4e'4é|lai&'der^ele^do do«no'dp tas^del propiertanio;
- ^bín %t^ñ d&ininistrp,:^^e i8l<2l7id6'jtiiio dé l¿48v>qkie
.'fdénfombradoíecirdiqhaepráciep eü coronel Jos^iMigoel
« ' • : BMS-de :dic)bmbtre< ide> 1653i» iü6ireelectti»p(D9'iQtiro8 ; 4
i añOQj & oontab (dé!sde ^^1 V^ évmtvBfTi^ de 1854i^ > ígübf^nain-
i7áo>3ítqxiU4neatoBDte ceb :Cir€isf(ü^;^coino^ delgado íéJsíte
:iy odoio pmpietario.aqihíi', haí^ elA^éj^ mupti^rdtiúi*'
iitMnoiaftd'citadoiientque^ fjeidepalizada la ppQi^iQÍa,'QC|$ó
el gobierno .plid>^nxMaiy'pkra<dáD'viiáoimi«nto\aliomxat>-
- riál >déíl«t C^rféderaoiotii con lanpHrpepa PfíBsiidtíicia
^•div^laimismé^de ()&e fu6 ánvestídofel ógénmfaíl'»UiqHÍKa.
'nhpdeñej ípttdsy^decirse'^qtier en* la |)(roviii«(¡a de'tÓntre-
r íEttoi^'^kigtíjpi nidos gobernadores/ ooo el» tlturio^de pho-
'^^iéto^ió'Uno^ y'^c<)ifi^e) áé 'dé]t)gááoíht¡fib: cuando no!<er»
- *Z«liiá»4V*o{feráiIC»6§pbvi/ 'f ^'"' ''-U''! ^' <'«'■ •' :! í^-J / or.
Es indudable que Urquiza no estaba del todot'de
t^ftter do> mú' la ^fíGdÜio^ de Rósas^ desda Ja<;piafi|ada de
' ' Hi éiáótf ádrá' ttrtj^loí-^tínbésa cótí^l ^ócmvoY; déspoes del
' ' ¿óTÍfiblilfeMe' Obli^ado^ y temeVofsó' de verse descubierto
' eh'itrpil'an dedeslí^ái^se'del Dibtador pdr la improidea-
cia de los emigrados argentinos, quiso adormeoer la
' rígítaqcia' deBlasás^remitiéndok dos cdmunioaoiones
<que,le fueron dirigidas^ desde Montevideo y rotuMcs
* al cotnandánté níflitar de i.Ou&laguaichú> coronel Ho-
isendo M, Fraga; pretendiendo' haícertas. p^i^ac qoiqo
apócrifas. . I . ! ; . j . .
'" Bipartido ai$tí<^os$stá, con sus pasosp desacertados,
* 'se derMtabét por sf ^olaoímentando cada vez 'isas fel
' 'podfel' que trataba de derrocar* ' ' :> i
^' Poseemos cb^Ya^ autorizada ¡dé ana^ oórpei^oiideiieía
entre Urquiza y Rosas, que pone de 'ttiáfiniestd la de-
' sihtellgenciaientre el (primero y BahAgfte^ por quien
-íBPa vigiliada. . ; « . : . , .
i; En bl Rosario sa' de^ públioainente ^Ui» Ufquiza
vhabia/dado vuelta elpomho} que lo4o$ los en traíanos
. eran ánti^rosistaft;! qbe nadie podiaí salir de eiqueU^ciu-
' djad óód dirección 'á*Entre-Rio8;qtt]e, para podetrto con-
i'segbir^ era necesario sacar ' pasaportar pdm* aikota Fe;
que los buques llegados de Montevideo á dicho panto
t fueren enielactoeúi burgados por iikrdériidel goi)ierno,
é' igualmenite el!cai^;ainent<i i^ue conducían;.' que en
Eiitre«>Ri<», seicarg^ib^r la divisa celeste, • porqué erftn
' 'ánti^rosistas yx|ite no se debíaitocar en eaaí provincia;
«'<pie,eh Buenpa! Aíreéise' gt'itó públicamente en .mía
* «retreta ¡rnmraielíraMor]UfqUia€Lt.^c\. <
i' Si éste' ha se. pronunció entonces :(i846)'C0li4fa Ro-
isási )á^ culpa lué; de los sefiot'es Madariaga,: qu0- no
tuvieron la paciencia de esperar la oportucúdad de ' dar
- el golpe Éeguro y no com^eter el error de precipitarse,
, <j6mo 6^ había hacho aotes^oo pequeña^ partidas de
50 y 100 hombres, para caer víQtim^^' df^ sa impcud^Q-
• feiaj -j : ;. ,. i '- í .1 I ^' : i I - : • ^ ' ••
•^ (Jpcpii^a^: ¡cofaM :esperiiheoiado: eá Ift ipolítita de «que-
..:^Ja.^^luDo^te,ba-eq práctica yiftleccionadQ eq Iqs. me-
dios que h|ab|a de. ejpíxplear,para triqnfítr,, contrarips
-pn u<i todo á los ;qu8, los aqtbrosistas lacoi^tumbRf ban
-vempj^arj Qop perjuicíQ de lacausfi.y con la ruin.a..^e
i^uS'persofia^, prefinió aparentar «que era uno de Ips
ipuy l^les amigos, de Rosas,, Quya cpuducta e^toba
dispuesto á conaerQ^^fielmep.teen>^^alquier|DLépoca^^
. ( Iiosa$.noluéejagána(Iq con tales prprnesas. de üde-
• .f^idad^ip^^ 9i' aparentar ^. su yei^, CQp^ar en; la .bu^na ^
(ifeda. Un^j^ai pop/|iue <ej>aqueHas. cirqun^taiicia3y\po
:]6 q^p^i^eníareiqíper;. cpn el bombre^ipa^ l^^pQr|ta^te^.qpe
i fe:i8egiju\daba y también, el únípp qap^fs 4^ dar.com.él
•. ,^.tiewa. ;. ,•■ ... . ..: . ; . ,
' ' Urquiza nodesoqnoc^ eso; así fué que-tuvo i^ue^diir
,>aAn pirn^háE» ivf e(y \poaUivaBáé ^6U adkeaion áJa v^a
\Maúsa' de i& fáiejoobcion y^die 8u leáJAadiail pnifdapmfi'
dadanode la Confederación Argentina y def^n^Qr'iVÍe
' Ifí- indejfie^dt^nqia fanierica/ha,^ qua lU^idí^ atacaba. . ' i
Por qtra paríe> Ja i^m presa de derrocar á Ro^a^ tira
de tal magnitud que solo un-prestjgip$o gobarnft4pr,fl^
i>prpvjÍQCÍ4^.COq.up:pQderoso ej¡ércUo ^sus órd^pe^ po*
. idia/acometer, yi.no.h^bia otro /dentrbde tod^ Ifti í^c-
; pú,bUc^,pi fuella de ella, ^inoréj generaJ Urqqi^,, y
; <&<eíí(»§eiepc^rpia^bai cuando.el tratado de, ¡^Jjcajr^z,
. ,floipQ.n^ei0aoffftv Sttpl0afi^ébien,in§d¡tad.9jj'jqp9r-
iiHjapaenta d^s^^r/'qiladci y, mejor; .refd jzado; por^ ; ,^o
. i^íf^bmi tq v9 al. ^í j?,03^ita 4pe todos 'pon;0,9^.n>, e| ^pi^emo-
rabie (iía 3 de febrero de 1852, alg9'tapde ¡en^ y^^i^^fíd,
^ jpero lí^.culpa fdié. de los qije ,habiendo tpodido, prestar
.ef)c^z cooperaciop y evitar el sacrificio d© Tm.evas. víc-
ti.cDa^j Gontribify^rpn á que se naalógrara una bella
^oportunidad, prolongando la época de la Dictadura y
produciendo sin necesidad un Vences. *
,. Afjoqup ;fCQ$as¡aada ignoraba, qi le «opyeñja, rom-
jl)pr,epn i^a geíe/ie. la, imppríaAQic^ rde.Urquizíi^ 'para
^8 vkoríMík
clisimular mejor tuvo éste Ja enerva de manifestarse
riéséntido, por la ingratitud con qué sus innegables ser-
vicios á \a: pseudo— federación eran tniradbs.
^''^ Por medió del mayor don Juan Castro, enviado cer-
ca'de Rosas, en jimio de 1S46, el general Urquiza es-
puso sus qaejas manifestando que por parte de Santa
Fe sé hacían tentativas contra la provincia de Entre
* Ríos para desmoralizarla, principalmente en el depar-
' tamento de la Bajada, que líiuy frecuentemente desde
' Santa Fe se hacían depredaciones ¿ los' vecinas de
Entre-Rios, dé ganados, caballos y otros artículos y en
especial por el comandante de'Coronda; que esta con-
ducta databa át mucho tiempo atrás, considerando
complicado en ella al gobernador Echagüe; que estas
tentativas eran infructuosas, porque afortunadamente
el general Urquiza las había cruzado y pedia cruzarlas,
pero que sin ' embargo quería ponerlo en noticia de
Rosas.
El hecho eá qiíe en Santa Fe se decía que el general
' Urquiza se lilabíá vuelto en c o rit'r^a porque Ios-franceses
lo habían comprado:
El Dictadob Rosas, al mismo tiempo que pedía á
ÉcHágOe informase * y ' diese las • ésplicaéiónes condu-
centes avalorar los sucesos de que se quejaba él general
' Ürqufza, le incitaba á que se riolocase én actitud hostil
y aun puesto én alarma á Oribe, cómo que parecía in-
' dudable que Urquiza sé proponía'yá á* pronunciarse
' contra 'Roáas, y viéndoíe descubierto, lo postergó
' hasta ihejdr ocasión.
Él alférez don Juan Bautista Carvallo', de lá escolta
del general Urquiza en el cuartel general en Cala á 31
de octubre de 1846, ante don Alejándi'o Azula, declaró
entre otras cosas, lo que sigue: (jue 'fué preso en Co-
ronda por el comandante del pueblo don Silverio Bra-
vo^' que allí filé interrogado por el coronel don Manuel
Febre '('edecán dé EchagOé) ame'ñázándoío, á fin que
' ^ét\^vk4é'^i évÁtím á Mduoirtftl*
' guhos^óflcíialesy'trópk'y'Mnckiyó díeróndolei qiiie íya
et*h tiempd que istí desehgaftasen Ibs 'erítre^KanoB.de
'^ q üé el pftgo ' ^ ue dftba' Urq iñzá-á kor 'busnoa < pátf íolas
* 'federales era eottartes la cabetsai «que eD 30i 4c setreib-
''bre'(1846) fué puesto en» líbferitaíd -por el. < gobernlidor
^ Echagde, y ilatbadO'á su presenciadle dijío: ésta que
''l^eñtfael habi^rlo tenido predo# causa de^'UDsmBilinfor-
' me, peí'o que contase' e4)b'6a I amistad^ paes qua-s^bfa
eráuii decidiido ^atri'Ota' federa)^ y quepor loanisciiio
' ño qlierfá pasai^ á Entre-Ríos aporque iba á-^enteilse,
puéis qué él itíg^atc Üi^uiza tmblatraioíoniadt!^ ja^bausa
' nacional y se hábfa vendido^ lio^ franceses, asegufán-
* AÓIé' qué tenía documentos qae lo jtístifiéabah^^ condhi*
yó por dfeciVhií ¿Yo sequé usted s»lvóá\'Urquíza\eirla
^ batalla de Cajgáilctíá, y óon lo que le ha; dé* corréspon-
'^def escon cortárld^lacabeea, si'trstedf pelé {iresenta.
' Ahora locreo á usíted un verdadero amfgó'<miov ypor
' ío tnfsiho voy á tenerlo á hii iado:'' qn^ habiandbesta-
db de visita en casa >dé -don José Mária Echagfte' se
encontrabais allí el'Coínávidafíte don* &Hverío!iBpavby
el mayor don Nicolás Garmendi«ii le pré^glintó el« pri-
' mero > si^siermpre qu>¿r}aa i ios entre^ñaiti^si é^r9J<4her-
" mano ;dk>Q PasGoal;^ «á Í0( que>fel -declarante contestó
afirmativamente, pues qaec}ainajl)oa|)or;ét);qfteie9i(ón-
-iee8.díjo»don Joi^é. Mwn,: ,«pflr€> ^J^í^eaf ;4..¿[fxni^z|t no
neoe3Í(<amos mas soldadas q^^^ \o»' mismps ^pU^^^^ia-
. nos», agrejgando que bíibífi: en.Eíxtrei-^ío^im^pfj^^
* 'hombresipara gobernar^ indicando al .coi;ofíftI G^ftr/sa:
. qud.en seguida ledíjo que, si ^e ^tt^evia-á pa^ar4 yer
á sus cuñados los capitanes iMeadiéta y A algunos
otros amigos para impdnérljes .de qqe Uii^quiz^v habla
' «desertado de ila causa aanericana y ver. ¡jdet) ¡peonar que
( «líos se- haUaiban; y babiéodolé^cpo testado ^1 defíjaria^n-
i tetaflrmativamente, le dijo qae ^m^y<^ Paes it^rnbifen
lo'drefa anrigo, pées-que siempir6:ljiabia itrabiyi^lp por
• isu-íherinanA al i9eneral;.p(Mrt!iUffl9i^le Qs^gacé que rio
i ■' íbaiá conjuntar cion el . goberoailpr i (Ecbagüe);^ Á ña de
' Imaodarlaj dándola algup.dínera: que,{|oB Jasé Ma-
r-Tia dip, por ticoQiilUsiaii i^oordandO' Garmeadia y
- 'Bravo, ^ui8' ürquiea estaba, eolgaldoy q^ue pronto Tea-
I dntaiabajo, pue^ idei Estado Oriental iban 4 pasar
: iperaas abatirlo^ poi^que era un traidor que ' se,babfa
nréndídotáilos franoeseSy-y repitió queor^ífinQ fuesen
.inieoeaarias mas tKopas.: para hacerlo desaparecer que
• ¡lasmismas j en^ref i^nae^.pjorquek to^osdp detesUfban.y
r daibaban pdrsajhermañQ don. P^acual; qae varias
/;4io¿he¿^ta ;ía retretaiSé grUi^i ¡Afuera ^l$qbpfLge Ürqiu-
'iaa.¡/ilo9 .sahagiefi]6nirehh'i^xjfm/; .p^rp xjiíe (jlfta.J.coé
' .Miajria Eobagtte dijo.qae no giilasen ,,/mupra/i . Ips [sal-
tvages.entrú'iiíanb»J &inov ¡fíluai^a^fL tr/nifioi] , sg^loage
Aunitanio^ J^íí^\j4tsó' de Urq.uisa/.'.,qu^r se..d^cfa,f:ón
.'generalídád.qufeíoyadia.p^rel Chac!á¡el genisral Urqui-
z^ con él rejército correr) Uno, llqvanflOfen i^u^qoínpaQía
als'alvagé (geoeral). Jqa^n. Pa>^o .Lopez^ cuya, noticia
-> alaiTinó! éobre iA^rvera;. 4aquel)^ , poblacjop. y ^ kt q</e
/ debiflidarcréditorei general rEabagQe, pQrquepusocn
- a^afnbleattodaiaprOiVincmv .;^ ',.,,..
' >'E^to9hechosque:acftbanaoddie refariüinoson cono-
cidos'^sinío por }6s> que* tuvieron papte.'en< ellos,, pues
sáfení'áÜuK'p^r primera vez;
'^ • fif general Ur(i|l!Í¿d, descttbíéftó en sisUeíitatlvas ti-
■ ' ránicidas,, riolé'qiiétló tóas f ¿medio qtie óontinuar s«5-
" Iteriitíhdó lapseadb^fedemcibn' de Rósasy cooperando
•' á'^lá tli^arilá éh 'todo sentida,' hasta el' !*• de mayo de
'1851; qilé) preparado pahiárroBtHar laiiúera sítuaoiou *
en ^ué se ¿clocara, tuvo la feliz inspiración de pronun-
ciarse contra el Dictador deila Repúblíoa.'
^ : Habiendo 'hecho la acertada elección de ¡secretario
én la jpérsoha del ilustrado sahtafeetno ' doetóp Juan
Frahcisíco'Segut, empezó por declarar que/ la provincia
rbai^utufa sü i^bei^imtd/ eobo!fi)sto4afe<teiiii, aboliendo
* Élsf^ fué (el- priif¿e^ ;go\pe >de éiueírte dado contra 4a
I' '-<
liítíjór dirigido ^ pamprad4ieir.su caída j I • m
'•' . Otrbgoílpé asestado <ión más tfrto aün', quéitoaréalka
• la fñíciaiióh'dWla^iievaéra ^oMÜcál^dé ilá*€é^^
cioh, Wé él'dé¿^toV-«é' i^e(!ra6cÍóivtffePi*éfetídtí''SégíiI,
• fespáaido en la Wfetriá fé(íhá''dél p'rbñlünéfaínléñtd'tll^
'Mitik)fb\)* TÍ)¿tíiIkKA^DO ^ódeteriétheYí^té'á láf«É déla
• ttéjítíbllcfe, ké Ife'AWiéWca'y^ déí 'Mahdo, ^qtró;' ^ttítvf^a
" eiitttt.' ■ íítóñbr gobérfeadbf ¡y eítííiHttYi ^geiíék-ál' « tíe Bírtfifi¿s
' !í^h*és/ ferigaáiSf díínítratf Mattueí déja^áás/
mitfapor mas tiempo con^tínuar al frehtié d!é tostiégó-
^'óló'dipú^liclcís/dlrfigjdddd \dí» relá^dionesiesteriÓPesiy los
<>ietdutitósí gétfisrales db'pasy guerra VleJá Confederación
'^ApgehtSda; qoü con repétrdas^^ikistaneías había pedido
. á la hahorable<'Le9Íslattd*a deáquellaprovíneiá (Bue-
nos A.iried)i seie éxtÁüei^áédél mando stüprei^ao desella
'bomilfiidandaá'lM gbbieráos confederados SO: iJl^aWii--
! iie^'hiea^láeion dejkitar á c£lb(íy'j!af<)fit)ai.ténqnbia>de
los altos poderes delegados en su persona por tedaá y
.fCáda'4fnadelas« proñfindiasí'tiutei integrad la^Jlepública;
- tqney, m\teM al general rfioaa^ la« : a»teíf iores! int^íaitA-
f^ones^iparist quelpet'ndafkaoiese bmel lulgar.que^(Mupaba
: érdtÜEiltafiá la coHsiisíáratíiQn^ebídlPi.á siwísalifyíjityu^cyy'
/perairiiainbteQiijlacruina total i de^l/)Si interesas naicsio-
. ^afets tjúk élnúsibo toífUsahú, no. poder ^íeridercímiB,
í aetíVidad' que^ ellos dénoiaildan; ' que bt*a teóér ufta triste
i \ idea da - la ü uistnada, berijioa y célebre Gonfed/snieáon
Argei^tiriar el saponerid incapaz» sin.^l.<gen^^l/B((>sps
:á sa^^cabeza^iclQíSOfiteneilsueK j^inoipíos. orgámoto,
i IcrtJEir y íouitíntar ¡ ins^ituctcfnei tutblairesí» nkejoirandí) su
' ' láotBali fltodí y iápnobcini ando «u porten üt; gl oriolst)^ Tüs^r*
4^ ^'^(fimimk :<•!
^^hiJDs; y eitirtetade otras' hó meiiost grav^s'COÁsrclera-
cior>es, ERA LA. VOLUNTA D<d6l*puebfé efrtreriaao rsn-
i;kttQiíir el |€^^rci)eiÍQ 46; las^faoiil^^lSi. ¡nherepites 4 su
i lerritóriaL 8ober4nÍ9i, ddlegf^clWi en ,1% :pei;$ociiadQl ex^n^p.
señorgobernaddr y jCapítanogeoer^l de. Quinos :Airep,
/ l>ar« eJi cultiva 4^ 1^3 rel^iqnqSi ^sterioreis.y d¡r£f<5cion
.deJa?,íiiegocio^,(Íe.paz y gu^r/-^ 4^ Ijar^^ppíedjeracipn
iArg^ntipft, lepi yirtu4 ¿ei ,U'al,fdo..p^a,4rilíá.^rp d^ l^s
• ¡prpvinqifts Utprale3, fech^4de ^p^ri^j^e^.lSpJj.y^gíie.una
;.y^ i[flfr)ifej¥tad^ ^ |^ aibrft Y^Jiíjitad4e,la pxtqvinoia
^4^, BAtrerBios¿..9m9da[bf és^e.ep.^i^ud de entpi|^4er8e
I .din^fftamenU pou: jos. :dení\¿^;.,jg9biepa,9^. deJí jpfiundp,
,,,li^st« tftntp fl.iie,..cpngr^a4^J^P.Á?ajq^
. ^a^ 4einás proYp<pias. ^]r/naAAi?,.fq^^e.4^üfiiJbivaaie9^^
• . He ahr lo q;u6 níadie < 9e; habrt%;^1irevidc»'Ai4^<^*^
I Rosas- en : la Répüblíeaiisino^on Ifts- elrj^a^ en la.mano
( lyboqtaildo!,oomaíCO0£abalein^l>eeA'elgaij^^ftl (Ji^i^,
'Oórk las: simpatiáa de los.hotnbires Jüberaies del país,
i icón la oipinioa &tmey decidida^ de. lapppvip^.de^Eti-
>trev^Rios-y con lai coopei^aoion 4siai'd6 Gorienle$». de
' ¡la.BepúblióaiOrieiitial del •Ufugü.ay y del impepía del
• * «
; 'En ; seguida anuncró (35 de. maj/[o)^á lo6^ pueblos
" dé ia Repúblróa'(qt(eibaá'etkij)render la oampdfla oqn-
ip4 Bosa^/ celebrando -al eléotoy ql S^ de Tnayo, un
Convenid i^ntre ' el' Bráaíli la República Orióbfal del
^Uiruguay ' y Eíniré-fiio»; papaíünaiáliairzaiofénsrva, y
JídfefensiVav qua fué\ ratificado i por «ei -gseneraiüUrquíea
• el 23íd®jal¡'o;-^Mandó :(16!d8 Julio) -eiñgir* nnb'édlurana
i ei^ihonoi^idé) general ^an Maríiiny 'en^l centró^ de la
pjtafjaípfinoipal d6'lai^^ttarde)a!pr<)ivíncia,< inderibién-
. doBei an eUáii^&nombpaa detodae iasvlatDrias»coB que
(^fíane6 la independencia ¡de supatria^r^iDecláPó^lTi de
J tflio)> libres > íiet ( serviqio • -activo^ ari dampélicila & ilos súb-
i ¡idiidsBl^pafio)e$(iáafH()Qmoi.el MJfo<c|a|afi fíQlfíjp^ yeráe
: 'r,víil^sidb:)a|)r6^Qeía.y ea YÍH<j^4jto4(>» lo^/pMeUpq de
I la^{9nban(8i.dB noVJettobre.) AJ^8kt6i,un4 .C0A)iYidJ¥^on
' parar eátabieoer él rmddo /de. sati^foeat' ^os .dj^t^er^^ ,€|? la
tj Alianza , celebrada. fjpr.Eatrer-Rios jr.Qorrieut^s ,von
el^Brasil y la RepwhUoa:,Qcipotal:delí;lJr4j¡g)4i^y:,(2Ji^de
noviembre.)
CóWcédio (8 de obtubré) una capitulación al general
Or^be, reconociendo sus servicios como hechos ala
"' naéibn toríentel del"t)rugtiáy;''üédáráñdc(' qu^Ja^resis-
'■[ tónfe{^'hMá'1&'Íníeív^n^íoniih¿ló'-fi»án'tíéS¿'Ítiécon
' ;fá=iáey (ÍeM¿rdn'déi^'l& ih<letí|&ti tfi^' fííjÜélíii ftepú-
'blicá/y£[üe ¿fattle^g^^leá tódo'$ íosacíofe ¿übérnáíiVos
-• ^-''-^-le^éíetbidBs ¿n'éi'f^"^'^'^^'-^'^'- ^^-^-^ ''-^•-
^táe^k de\ é'si^i^e.sadt) '
ya'.laR¿|)iÍblióff Oí
' '.éneín'ígQ,4él "g&tiefti\ 'tMbfe qué ánÍ''r¿pWfeénlktíá. el
•' sislemáy'lós hecí)¿á ay.^u'cbmitent'é íí!rfsaá-ér'¿¿íie-
' , íaíX^rfliiiz^ repasó erÜru'gdáy.ly éoú'íá Véfoiüdíittldel
' "cáyo'y si'n'e^cdnitrár. nóídm rkkiiiéhúik'M sá'Mn-
sito 'déá'áe-él fara'n'áí, él !<< dé febf^b áém>2\ & la
' ÜshétSL M ¿jéhói'tcr aliado ' libéMádorj acá^pK^ sobi<é el
arroyo del.DÜríizrio. " EP Aiá ' í 'á ' láá' düatró'dfe 1á rta-
""flahá irtdt'bhé Y átíár¿íp6' fíente 'al 'ái'i'óyo (fó'Mdi'on, á
' Wíiiu'te' típu^M'cferbuál isé' hallaba '6l>'6aUiípatileiito
' ' • eñeíní^b, ' , £>.iii-ánté, ¿1 ' tií^ Tá Váhgüai'día íitrñkó ^ ene-
¡ inigpl 'y; ^1 ejército ¿é préiJfti-6'áli¿ofnfbáté:' ''Al'¥tí^ar
'iá aürpra íiél'>;már<jfríí éhbü^cadel énériii"^ iqUd lo
espéráliaeh él ca'rtipb dé Óaseró'sj' ücüpáiWío pósiéío-
' , nies dom^iianíeá. 'Al riaceTBr¿bl,'"él¡gfe'ñérfel'üi*q'úiiza
, proclaiiió áViejétóto, Concluyendo báti ¿síáfé palabras:
' . ' .«Ya estal'á cerca' dé iSuíeátís Aire^, j^ al ftktíi&'dQ
. vuestros 'énátóifeÜS; dohdie corátítlti^eís 'ppr íá "ríbértáÜ y
• ■'iagtoria.' ■ '' ' ■ "■ ''■''' ' •• '' '■■ • '• '"■ "'^
. sM, «Sí>Ídado3:,3Í' el iüranb y" sus escia^oA álk. •¿ypfet;iin.
Wi ^í»»B.wmíüPi
t •
éilsé'fíiacl ál itíúiíéb (|üte k>ídíiii'V>etKdblM^( y/iífla ^tbria
pR^i^ ttfi M(^m^to ^ Ingrata « coti< ziganos Ido liosoti^os,
bukóaidá -vuestro general ea -el campó 'dé batalla^ porque
el ctfmpó de batalla :i^s el punto de reunión ; de los sol-
dados dehejéi^dto aliado; donde debemos todos vencer
ó morir! É^ té es él deber que qb' impone, ¿nonibre
de la pátríaj tuestro general y aiúigo»
Jü/5T0, í. vDB ÜHQÜIZA.
.^;. A !^;iPOQ?^.^ra;?,;í^^ com^t^,..,elf^jé^cUp(^e:Ro5as
,. ^epronuhció/eri; completa y vergonzpsai derrota y, la
./;. v^ytQna pQ.rpnj^ (je ^Ipna al. general U rqui*a )f al grande
;. jÉ{i¿rcitp; aliado. 4^ sii mando. La tiranía quedó sepul-
.,; M9^ir.i^W^^tad.n^{^^,^
Apenas l^pgó,^ Entr^Ríos,!^, noticia de tan fauBío
,/ }i9pnteí?¡níien.to,\cuap(íp.p| gobernador delegado jtres -
{^ declai;ó .fest|yQs trqs diaa fledicadps á ^e^te^ar aq^uel
triuni(o^ y l,a(Represen{a.cipQ jle la provincia reconoció,
^ qj^e el,gjít)^ml. yr,quiza, y los esror/.ados campeones
. . q.i^,Ie^coijí^paparo'p'én /lií gloriosa jornada del, día 3 de
y\ fgbnerpj h^b[an merepiáalpian de )ft, patria,', ácprdánd^ole
:up yotio d^. ,grac¡as ppr^.taiji señalada yictortria y en su
-.;»effPQpa,ftl,;Pá^r^ilOiTen ,
/ ^ . í;ii4ip¡,eflabr^dq ISS^, e^ í^ft^ral tlr^^uika fué, ¿bino
, , j^,sej^a:.4¡cbo^ refilactp p^p/lp^ .c^uatrp, aóos ^ue de-
..WgPft^lpy^.^.Cftntar dásele pll^de enero 'del si^árente
.^ , aOp^y debi^«^g) .apersonarse en la capital á, prestar el
, ji^ramepjto,,. y .habiendo manifestado su. imposibilidad
.. 4? pre^^^i*^® pa^^ llenfiwr e.sé requisito legal^ la Re-
/ ^pirepqntp^íj^on pcpvíncial nombró^ una comisión de|su
: ,^^9iA fi|fVd^!fl^®í trasladándose al' cuartel j^enjBral de
I ' , S^t]| Jíps^^ residencia^ djfj.ürqniia, le tornase, copio lo
; ibifta^-á ¿larftm^nip.fle'l^^^^^^^^ minis-
tro secretario de gobierno ál general José Miguel
..Galán, .continuando siempre Crespo .como gotern ador
de égado, I hasta que, nombrado el génefat Ur^uiza
' y;féá^T^\\^^^ Á^tííáh6JeWÍtíéá[s\x
e'sifeñsion^ ¿esb éí gobierno provincial en 'él djároício
de, sus .funciones. *
^dit9^fiErMEBit.i« J4M1É- iiifiIliDi¡.'tíAtiiiiiV4- húdí^tpo ¡ge-
neral de gobierno, delegada dfil delegado. Cjrbsqf]K)lr4u-
rietnie la ausencia de éste de la capital, desde el 29 de
■ . in'ayó'tíSSta.élitfaejíiM^^ qü&^f'easímil6Wesp6í'«
' " ÉíbHfeááíérgeherfelGáiáli dejó'delBxktfrléji'kóVi^^^
''' tré^de I86íl,.siendb re^i^éstetitártte tic^el Üé^ttÁiiwkito
' '¿¿f't^ái^aná' eñlátCátíAi^' íégislatrva'de^'^lé'íiíbvi^^^^
'^ 'Sü¿ éiéqíiík fúttébreá' fisérúú' éeÍelírtíatt^'d>4^»Mi.
'' '^ cl6mbr¿,del mfemo'añ<y/en lÁ* iglesia'- t^Vtíititiitirafe la
"* tí(^ciap<^óúMÜru^\jAjy'c6n asistétiéiüi'éfól-éiiftWÍces
• gobernador de lájik^orí'ndfej^éne^a!-^!^^
todds'tós'éhíijieadbfe cWiieS'y'^^^^ ''"' = • ^ ^>
iéé«-t»¿ AWf^aMo ciUcMMiv dblega4a ¡dq . PniAilza,
' desde e):M dB ¡ú rúo de. d849^ qUd^i 4e^()ftl^ i^ .il^^,<j;qrta
ausencia déla dapital^.neásbmió tí^imúnéohWii^V^que
dontitmó durante las campafi&s liteiftadotM .boQtriíiJos
« ) genérales Oribe y Rosas, 1a:prumsp4) quei.tajfiaftHió ^1 8
'de octubre )dé- 1851 en/et.CerckD, JlMfrAbHt» iQr^'«i^, y
lasiagundai eli B^dQ febrero d6< 185^,..^ Ci^^rpari :4iro-
' • Mnóíá>dd Buenos I Air6$>J :«.. *^' I.. ¡ ■ .1, [ i l,;í^(>.t
' Y por úMí^a l\eziy . dlubíadte ta fiiU&^iie» ^Mi gW^^ral
• TJ^uizaén sui aaimptAacCeiiit^a (^ pi[f]|vinQÍ4((|^. ^^f;9os
'Aires, 14; DonaecAiexiai^ 4e^ l^ijiTQvolupiQn del^l^.d^^se-
tierobrede. 1852yCODUnviandí> sien;^^'!^ .difitflLpido á\^o^
isiifiooea ambios gobern^d^fie^r-WrqMJza, y;, Crespo—
hasta elSá.de* in^i^zo^: fde 1884 /en quje:c^^^^l ,gpb|Í€(|rno
: provincial por ^halboír sida fedeijalizi^a ta¡ pr^viucja*, ; .
: M£ata.o^f;ÁiftUófededralia«tda>baeitc^,qu?>,i4/9¡qofífo(T^^^
. ea^Qtía.»!^ Qdn6Utq(Mí$]^Q^[S4.p?ia^a)ó^l<<^id¡9,:a|^^
.; il860iW8a|rftagjOidi5,capi*íii4í.la |^ijqi4f;iqjajj^.;^fl4re-
.. Jüo»^ te cikdftd4«il^:09iíMpfii9A:»4í};;yf;Hg»Wí>íi'fiPíM^
I la (ü^puajapjpinecítorPoi^adf^&ien déicreto 4e. 10 de se-
.., tiíBpLbr,^ . de xl^tí, fiecha ,de la erección en prpvíncias
; 4n4^peijLdÍ9a.ta$^.4®í]PS fewforios de Jlntre-Rios y Cor-
rientes.
El señor Crespo, gefe de una distinguida familia, fa-
lleció eb ia^itidflKd^del Rananá-^ 8n agosto : d« .187^^ á kt
- ¡édad-de taásde'9dañós. ' • ,
. .:Pí;esJ4entp4® '^!Cpnfe(Jber^9Íon Argentina en ejercicio
, I ¡ daji; Ppfler Ejecutivo nacional y del territóiriQ de toda la
.j ;p^p.A^ir\^i§L.jfe4pr^lK2fiday sujetja'ále^jijiri^dicio.n intnedia-
. 1 jia dallas, ai) ^Pfiflf^dQS nacionales, en todos, los ramos
, : dftSi(afi^i,nistracion, desdedí 22 de marzo' hasta el 24
dpfligpsf^,,qu6,el gei]eral Úrquiza reasumi<5, la pp^si-
< ;.denqia<^;:lf^Cpr)^ederacÍ9n, l^n.quQ cqntinuó hastc^ el
8' de enero de \^b5 q^^se ausentó* de la capital para el
interior del territorio federalizado, Desde la citada
fécha| e) Vice^prasidentaaCarrii'^entró. á.€Íeiieen;el Padv
Ejeciitíxró' hai&H eí 24 de rtiáyó. :Por i^ 4^ vte, del 23 de
agosto al 3d de cetubre del mismo afio: 5^ vez, del. 29
-• ufe hoviembrbal'Sdde^febP^o del866¡ 6*;.y8Z, dfiM8
' 'deiíiítt*XO'al47 demayo:» *7^Aíez,0d6l ' 14 > de^ tDctubre de
X 185© tíl 13 dé abcU'de'185T: 8*- vtí2,íd^l Side dotobre de
• " 1857 ál tñáe mayó de 1868: 8^' vez; d di 4 de octubre de
1858 al 14 de julio de 1859: lO^yí ultima Tez, del 80 de
' idAiéuYbre ^ 1859 al á9 de febrero de ti8d0^ que; el gene-
' ípáHJi*c(ülzá entíó eñfejércicioíidel Poder Eje^utjvo de
"Ta Confederación, eti que c'oiitltiuó hasta el ¡855 de a5ril,
' qtie, de'sfedérálízada la provincia, y reihstalada en- su
Vaíigb 'de capital de la misma' dudad déla Concepción
del Oreígüay (*=d6 abril de • 1860), : de adUerdo eon el
decretó del. ¿►iVefetor de las Prov¡«cias -üíiidasdel Rio
-de la Plaia, fecha tO deiSetíembré de 1814, fué nombra-
' d'o él rtfsrAo general igbibernador de la* provincia^ de
'Ciiyocárgbtómóikoéeslónelíl^ dé mayo > presta ndoju-
' ^'fametítb^títe'látioilveíiciün Cdnsítitáybnte^lá misma.
DB EUTBB BIOS 497
Sancionada la Constitución de la provincia el 15 de
febrero y aprobada el 29 del mismo mes del año 1860,
fué promulgada y jurada solemnemente en toda la
provincia el 10 de abril.
GOBERNADORES CONSTITUCIONALES
i^eo--GEiVERiii4 JUSTO JOí^É BE VBQVIZA, nom-
brado gobernador constitucional el 25 de abril, toman-
do posesión del cargo el 1** de marzo de 1860, hasta el
5de julio del mismo año, que solicitó y obtuvo licen-
cia de la Legislatura para pasar á Buenos Aires,
adonde había sido invitado, juntamente con el Presi-
dente déla Confederación, doctor S. Derqui, por el go-
bernador de dicha provincia, general B. Mitre, con el
objeto de solemnizarlas fíestas Julias,
Fueronsus ministros sucesivamente el doctor Luis
José de la Peña, el coronel Ricardo Lopea Jordán,
don Manuel Leiva y don José Maria Dominguez.
Una de la primeras disposiciones del gobernador
Urquiza fué (1^ de Mayo de 1860) decretar honores fú-
nebres á su hermano don Cipriano J,, que fué asesina-
do el 86 de enero de 1844, siendo gobernador interino
de la provincia.
Invitado por el gobernador de Buenos Aires, getie-
ral B. Mitre, solicitó y obtuvo licencia el gobernador
Urquiza para ausentarse de su provincia y asistir á la
función del 9 de julio (1860) en esta ciudad, delegando
el mando en el Presidente de la Cámara de Diputados,
general Manuel A. Urdinarrain.
ii»«#— «fiMESBAii MAUVfiíj A. VBBiNJLBBJLiw, pre-
sidente de la Legislatura, en ejercicio del Poder Ejecu-
tivo de ¡a Provincia, de acuerdo con la Constitución,
durante la ausencia del general Urquiza, en la ciudad
de Buenos Aires, acompañado del Presidente Derqui
82
408 PROTIUCIA
desde el 5 hasta el 27 de julió^ en que éste réasupiiera
el mando gubernativo.
«
tseo— CilPlTAM GEI%EBAI< Jí. J. Bc; VBIBVIEJL, go-
bernador constitucional, desde el 87 de julio, que, des-
pués de su regreso de la ciudad de Buenos Aires, á
' cuyas funciones Julias habia asistido por invitación
del gobernador de Buenos Aires, general B. Mitre,
hasta el 25 de junio de 1861, que, habiendo obtenido
licencia para salir de la provincia, con el objeto de po-
nerse al frente del ejército de la Confederación contra
el de la provincia de Buenos Aires, quedó en posesión
del cargo el presidente de la Legislatura, como lo
dispone la constitución.
li^eft — GKÍVEBAIi H.411VC2L ANfaMIO CttlDÜVAB-
BillM, presidente de la Legislatura, durante la ausen-
cia del gobernador ürqitiza en campaña contra la
provincia de Buenos Aires, desde el 25 de junio, hasta
el 2 de diciembre, en que reasumiera éste el mando
gubernativo.
Al gobernador Urdinarrain cupo la gloría de pro-
mulgar (í^ de diciembre) la ley por la cual la provin-
cia reasumiera la soberanía en toda su plenitud, hasta
la reorganización de la Nacioit bajo la Constitución
federal jurada; declarándose en paz con todas las pro-
vincias.
El general Urdinarrain dejó de existir el 25 de julio
de 1869.
iseft— CAPITAM GEMEBAL Jí. Jí. BE VB||V1ZA, go-
bernador constitucional, desde el 2 de diciembre de
1861, que, después de su derrota en Pavón, reasumió
el mando gubernativo hasta el 22 de mayo del año si-
guiente, en que, teniendo que ausentarse del territorio
de la capital, quedó en posesión del mando de la pro-
vincia don Juan Barafiao. ,
DEOEUrTIlB BOÍOS ^ 408
i8«i-:-B* mAm mLMAMAmi presidente de. la .Comi^o^
pepmaneinté, eti defecto, del de la Legislatura que se
hallaba aumente y en ausencia del gobernador Urquiea,
desde el 22 de mayo, hasta el 11 de junio, en que éste
reasumiera el mando.
t9ea*-€APiTAM GEMERAi. J. J. BE VBQVijEut., pro-
pietario, desde: el lldejunío^en que reasumió el «qando
guberaativo, hasta que, Qon motivo de la' rebelión del
coronel Beron, en la Paz, tuvo que ay^eptarse nueva-
mente, el 20 de diciembre, dejando interinamente en
el cargo al presidentefde la Legislatura.
La salida del gobernador Urquizai el 21 de junio,
con las fuerzas. que había mandado reunir en Nogoyá
y Villaguay, fué á consecuencia de que el coronel
Beron había fusilado por bu orden al sargento mayor
Birrinchin^ sublevándose á la vez contra el gobierno .
nacional.
Al llegar el general Urquiza á las inmediaciones de
la Paz, el coronel Beron y el alcalde AlViso, que eran
los complicados en el asesinato de Birrínchin, se le
presentaron, con lo que quedó terminado aquel niotin.
Tanto Beron como Alviso fueron remitidos al Paraná
para ser juzados por el juez competente.
El general Urquiza permaneció en la Paz hasta
dejar completamente tranquilo jaquel departamento.
t8eai— GEiXíEBAii BICABBQ i^OPEZ JOBBAiv, presi-
dente de la Cámara Legislativa, nombrado interino,
durante una breve ausencia del propietario Urquiza,
con el objeto de someter á la obediencia al rebelde
coronel Beron, desde el 20 de diciembre de 1863, hasta
el 2 ^e enero 'del año áiguiente. -^
Acompañaron al gobernador López Jordán, los mis-
mos ministros del propietario^ don Manuel Leiva y
don José María Dpminguez.
600 PROVINCIA
t9«4— CJLPITAW «EMfittAIi J. J. BB TB^VIEA, pro-
pietario desde el 2 de enero que regresó,despues de ha-
ber llenado satisfactoriamente el objeto que motivó su
ausencia, hasta el 1^ de mayo que terminara su período
constitucional^ sucediéndole Dorainguez.
Tuvo por ministros á éste último y ádon Manuel
Leiva.
Dos dias antes (28 de abril) de trasmitir el mando
gubernativo á su sucesor, la Legislatura de la provin-
cia sancionó una ley declarando haber, el capitán gene-
ral Urquiza, primer gobernador constitucional de la
provincia, merecido bien de la patria y acordándole un
voto de gracias; tratamiento de Escelentia^ durante
su vida, dado por todaslas autoridades de la provincia
en los actos oficiales; erección, en la Plaza nueva al
norte de la principal, de una columna sobre laque se
había de colocar una estatua del general, grabándose
á su pié: Discite d me virtutem bellique laborem, y
en el sócalo de la columna la presente ley; y denomi-
nándose «Plaza General ürquiza» des4e el dia en que
se colocase la estatua en la plaza nueva. Sin embargo
esta ley fué derogada por otra de 18 de enero da 1875.
1864— B. JOSÉ M. Bom.iíGUEZ, 2"" gobernador cons-
titucional,',electo el 24 de abril y puesto en posesión del
cargo el 1® de mayo de 1864, hasta principios de agosto
de 1866, que, teniendo que ausentarse á Gualeguay á
la inauguración del Ferro-Carril «Primer Entre-Riano,
quedó en ejercicio del P. E. de la provincia don J.
Barañao. Fueron sus ministros el doctor Nicanor
Molinas y don José J. Sagastume.
'^Uno de los primeros actos del gobernador Domín-
guez fué promulgar (2 de mayo) la ley de 28 de abril
sobre la erección de una estatua al general Urquiza.
Otro fué promulgar, en la misma fecha, la ley
creando una inspección y comandancia general de mi-
licias de la provincia y nombrar al general Urquiza
DB SVTRB BIOS 501
gefe de ella, con la dotación de un edecán, un oficial
secretario v un ordenanza: v cuando éste marchó á
campaña, con motivo de la guerra del Paraguay,
le reemplazó interinamente el brigadier general Ma-
nuel A. Urdinarrain.
I8ee— D. JVAiv BABA^Aa, presidente déla Comisión
' ' permanente, en ejercicio del P. E. déla provincia, en
ausencia del propietario Domínguez, que pasó á Gua-
leguay á la inauguración del Ferro-Carril fPrimer
Entre-RianOjf desde mediados de julio, hasta princi-
pios de agosto.
i8ee— B. MOHÉi MiiBiA BOMiiKGiJEX, propietario,
desde agosto que, de regreso de la inauguración del
Ferro-carril € Primer Entreriano, » en Gualeguay has-
ta el 14 de junio de 1867, durante cuya ausencia, quedó
en ejercicio del P. E. el presidente de la Comisión per-
manente. ' ^
El gobernador de Santa Fe N. Oroño, en el in-
terés de que desapareciese todo cuanto pudiera recor-
dar las antiguas disensiones entre aquella provincia y
la de Entre-Rios, comisionó, en setiembre de 1866, al
doctor Martin Ruiz Moreno, para que pusiese en ma-
nos del gobernador Domínguez, acompañada de una
nota, la moharra de la lanjsa del general Francisco
Ramírez y como « un valioso recuerdo que debp ser con-
servado en Entre-Rios, por haber pert^ecido á uno
de sus ilustres guerreros, »
1869— B, JUA!V BABA^MO, presidente de la Coniision
permanente, en ausencia del de la Cámara Legislativa
y en la del gobernador propietario Domínguez, desde
el 14 de junio, hasta el 19 de agosto, que éste reasu-
mió el mando gubernativo.
tsev— B. éonti haría BomMGiiEE, propietario, des*
de el 19 de agosto que, después de la ausencia de 35
502 PBOvnrciA
dias de ia capital , reasumió el mando, hasta el 1"* de
mayo de 1868, que termiaó su período constitucional,
sucediéndole el capitán general Urquisa.
t8e8--€APiTAM GE.^EBAL s. J. BE UBQUlZA, go-
bernador constitucional, electo el 24 de abril y puesto
en posesión del cairgo en propiedad el 1° de mayo, has-
' ta el 20 de octubre, que, teniendo que ausentarse de la
capital por asuntos del servicio público, delegó el man-
do gubernativo en el presidente déla Legislatura,
Fueron sus ministros el doctor Nicanor Molinas y
don José J. Sagastume^ y por renuncia del primero
(mayo 1869) don José Romualdo Baltoré.
'fjges— B« FiBEii í^^AGASTVMc:, presidente de la Le-
gistura, delegado del propietario Urquiza, durante la
ausencia de éste por asuntos del servicio público, des-
de el 20 hasta el 26 de octubre, que reasumió éste el
mando gubernativo.
i»«f^— CAPITAM GElWEBAEi Jí. J. BE VBQIJIZA, pro-
pietario, desde el 26 de octubre, que, después de su
ausencia de la capital por asuntos del servicio publico,
reasumió el mando, hasta el 2 de abril de 1869 que vuel-
ve á ausentarse de la misma, delegando el mando gu-
bernativo en don Juan Baraílao,
iseo— B. JUAM BABASao, vice-presídente I"" de la
Legislatura, delegado del general Urquiza, durante la
ausencia de éste, desde el 2 de abril hasta el 13 del
mismo mes, que éste reasumió el mando gubernativo.
tseo— €APITAIVGE!%EBAl4 S. Jí. BE UBQSJIXA, pro-
• pietario, desde el 13 de abrilj que, después de la au-
sencia de 11 dias de la capital, reasumió el mando
gubernativo, hasta 11 de abril de 1870, que fué alevo-
samente asesinado en su palacio de San José, en la
Concepción del Uruguay, capital de la provincia, por
DB* BHTBB BIOS 503
un^ partida que oapitaoeaba don Simón Luengo^ á
los gritos de ¡ Viva el general Lopes Jordanl
Sobre la peíFSona del general Urqui^a, puede consul-
tai*se^ además de los diarios y periódicos de la época,
los opúsculos siguientes:
1** Klgun tiempo cerca de Urquisa en la campaña
oriental-^ Imprenta oriental (de Oribe) — 1851. — (No
tiene el afio^ pero se sabe que fué^despqes de la revo-
lución del V de mayo de 1851) (pag. 14 enS**.).
2* Misterios de San Josó, escenas de la vida del ge^
neral Justo J, de Urqui^a, esplicadas y comentadas
porJaañ Coronado — Buenos Aires: Imprenta de la
Sociedad Tipográfica— 1866, — (2 tomos con pags. 112
128— en 8°).
3® A ntecedentes para el proceso del tirano de Entre-
Ríos Justo José de Urquisct^- Colección de artículos
fubiióados en •El Pueblo*. — Buenos Aires: Impren--
ta Republicana — í867-*-Por don Evaristo Carriego.
(Fueron acusados por el general Urquizay defendidos
por el doctor (finado) Manuel G. Argerich) (pág. 115
en 8°).
4^ La Candidatura Urquisa ante la historia de
sus propios hechos. — Contraveneno político —¡Por
«Un verdadero argentiwo* (Don Juan Coronado) —
Buenos Aires: Imprenta Republicana— iS&7 — (págs.
39 en 12^).
5"* Candidatura para lá futura Presidencia de la
República Argentina, por Toribio Arauz ^Uruguay ,
Mayo 30 de í8Gd— Imprenta de la Prensa Entre-
Riana (pág. 27 en 8^).
6** Candidaturas presidenciales — Los únicos candi-
datos convenientes y necesarios para la República
Argentina, por «Un ciudadano argentino» (Doctor
Martin Avelino Pinero, canónigo dignidad)— JSae/¿os
Aires: Imprenta deíPíate— 1868— (pág. 47 en 4°.
7*" Manijiesto del general Urquisa. Publicado en
604 PBOVIHOIA
La Nación Argentina áe\ 27 de mayo de 1868, bajo el
epígrafe Una gran traición,
8^ Carias camóíarfas entre el general Mitre y el ge-
neral ürquiza, publicadas en el precitado diario del 28
del mismo mes y año.
9** Justo José de Urqai^a — Su carrera militar y su
gobierno — Su carácter y sus riquezas — La Gaceta de
Comdyagua (Honduras) del 21 de julio de 1870.
i8V0— B. FIDEL !9AGit!9TVME, presidente de la Cá-
mara Legislativa, en ejercicio del Poder Ejecutivo,
por muerto violenta del gobernador ürquiza y, con ar-
reglo al artículo 38 de la constitución, desde el 12 hasta
el 14 de abril, y, desde esta fecha, delegado del gober-
nador provisorio López Jordán, en ausencia de éste que
marchó á campaña, con el objeto de ponerse á la ca-
beza de las fuerzas de la provincia contra el comisiona-
do nacional, que se hallaba con tropas de desembarco
en la embocadura del rio Gualeguaychú, por orden del
Presidente de la República que habia declarado,, el 2
del nr^ismo mes, la provincia en estado de sitio. El 21
de mayo fué conducido preso al vapor de guerra ar-
gentino jEs/>ora, comandante Obligado, poc orden del
coronel Francisco Elias.
Después de haber estado 48 horas en el espresado
vapor, se le trasladó al trasporte de guerra Venecia,
comandante Rodriguez,|quelo¡condujo á'Buenos Aires,
donde, bajo promesa de su palabra de honor, perma-
neció hasta segunda orden. La causa de su detención
fué el haberse negado á firmar la nota de intervención
que el doctor Diógenes Ürquiza, hijo del general occi-
so, le remitiera desdeña bordo déla cañonera francesa
Decidéey y en la suposición de que tuviese alguna par-
ticipación en el asesinato del gobernador de la provin-
cia, sobre cuyo hecho probó haber sido completamente
inocente.
DB BXTBfi BIOS 506
i9ir«-.QKM£RAE Bi€AiiB0 üopcss J0BBAM, nom-
brado interinamente por la Legislatura, el 14 de abril,
en virtud de presión que sobre ella ejerciera una fuerza
revolucionarla, encabezada por el mismo.
.Este nombramiento fué desconocido por el gobierno
nacional, quien lo calificara de il^egal, á causa de haber-
se verificado , bajo el estupor producido en los espíritus
con el asesinato del general Urquiza^ por la Legislatu-
rajvisiblemente y en favor de quien se presentara acep-
tando sobre s( la responsabilidad del asesinato del
referido general.
El gobierno nacional se había limitado al desconoci-
miento de López Jordán, como gobernador de Entre-
Rios, hasta él 26 de abril, que, en vista de que éste se
lanzara abiertamente en la rebelión, llamando á la guer-
ra, contra la autoridad nacional, á los habitantes de la
' provincia^ para oponerse á ella coalas armas, declaró
*reos de rebelión contra la nación, á los que obedecían
al gobernador López Jordán poniendo un fuerte ejército
en la provincia y ordenando la movilizacioa de la guar-
dia nacional de las de Sainta Fe y Corrientes.
Laego que se recibió del mando gubernativo,^! gene-
ral López Jordán comunicó su nombramiento al go-
bierno nacional, cuya autoridad acataba, prometiendo
que las relaciones de ambos gobiernos serían mante-
nidas con toda cordialidad en la esfera que marca la
constitución, que según declaraba, seria su única guia.
Obligado á defender la provincia, que había puesto en
pié de guerra un ejército de naturales de la misma pro-
vincia y cuyo número no bajaría de diez á once mil
hombres, tuvo que salir acampana, delegando el man-
do gubernativo en el Presidente de la Legislatura F.
Sag^stume.
La guerra de Entre-Rios quedó terminada con la
batalla de Ñaembé, el 26 de .enero de 1871, ganada por
el ejército correntino al mando de su gobernador don
! Satitiago Batbiene, El general López Jordán habSa
invadido la provincia de Corrientes en protección del
gobernador derrocado don Evaristo Lopess, y deshe^'
cho completamente Su ejército, quedando en poder de
Baibiene toda su artillería, que constaba de 8 piezas,
mas de 20 carros de bagajes y municiones, mas de 400
prisioneros, 7 banderas, todos sus fusiles, como 300
hombres muertos en el campo de batalla, entre éstos el
coronel Simón Luengo, que el lector verá figurar en
nuestra Historia de los Gobernadores de Córdoba. En
la tenaz persecución, que hasta la costa del Rio Cor-
rientes se hizo A las fuerzas de López Jordán, queda-
ron muertos quinientos individuos^ mas^ elevándose
• asi la cifra de los muertos á 800. Entre los gofes y ofi-
' cíales tomados prisioneros en el campo de batalla se
hallaban el teniente cioronel don Juan Bautista Leguí-
zamon, los mayores don Basilio Galeano, don Mateo
Mena Barrete y don Joaquín Maria Rodríguez^ un ca-
' pitan y 11 tenientes y alféreces.
El general López Jordaii consiguió salvarse entón-
ees, pero después de dos invasiones á la provincia,
en mayo de 1873 y en noviembre de 1876 y ée otras
tantas derrotas, la primera en el an*oyo Don Gonzalo,
el 9 de diciembre de 1873 y la segunda en Alcaracito,
el 7 de diciembre de 1876, en que fué vencido por el
general Juan Ayala, cúpole la desgracia de ser tomado
á los dos ó tres dias de un modo tan triste como casual,
en la provincia de Corrientes, por un alcalde Zarate y
sometido á la justicia ordinaria. Sufrió una larga
prisión primero en la ciudad del Paraná y en seguida
en la del Rosario, hasta el 12 de agosto de 1879 que,
ausiliado de su esposa, operó su evasión, disfrazado
de muger, embarcándose en un buque con destino á
Montevideo, y trasladándose de allí al Brasil, en donde
actualmente se encuentra, según se creía.
DR BHVBB EIOS 607
neral en gefe del ejército de obsérracion primero^ y
de todas las fuerzas puestas en oámpaña, desiie el 17
de abril basta el 20 de junio, que fué exonerado de las
atenciones civiles que sobre él pesaban, á. ñn de que
pudiese contraerse esclusivameute á las operaciones
militares.
j^El 23 de julio fué reemplazado por el brigadier gene-
ral Juan Andrés Grelly y Obes, ordenándosela clausurít
de lodos los puertos de la. provincia desde la misma fe-
cha; habiendo sido autorizado el gobierno nacional para
intervenir, abriendo un crédito suplementario por dos
mi llenes de pesos fuertes para atender á los gastos que
se hicieran en sofocar la rebelión, que amenazaba la paz
general y declarando en estado de sitio lap. provincias
de Corrientes y Santa Fe.
El 22 de diciembre se nombró al general José Mapift
Arredondo en reemplazo de Gelly y Qbes, con.aumento
de fuerzas, concurriendo al efecto las provincias de
Buenos Aires, Córdoba y Santiago del Estero con
un batallón de 300 plazas y un regimiento de caballería
de 400^ cada una.
El gobierno y la cámara rechajj^ron en términos
comedidos, y de acuerdo con la constitución provincial,
la intervención nacional no solicitada, por no consi-
derarse necesaria, puesto que los poderes públi<:|os de
la provincia estaban funcionando con regularidad.
ISVO— B. APOLIIVARIO BE!VÍT]BZ, nombrado proviso-
rio, el 20 de junio, por el gobierno nacipual, con el ob-
jeto de descargar al general E. Mitre de las atenciones
civiles que pesaban sobre él y á fin de que pudiese con-
traer csclusivamente su atención, á las operaciones
militares ,como general en gefe del ejército nacionl en
laprovincia de Entre-Rios.
1891— Br. FBANCifiK^o PICO, interventor nacional,
608 FBOTIHOIA
nombrado el 13 de marzo de 1671, cuando ya estaba
terminada definitivamente la guerra en Entre-Rios,
pero no entró en ejercicio de sus funciones sino el 1**
de abril, decretando la convocatoria al pueblo á elec-
ciones de diputados á la Legislatura y de electores
para gobernador propietario; levantamiento del estado
de sitio en que se hallaba la provincia.
El 11 de mayo, el Comisionado nacional Pico de-
claró instalada la Legislatura por el período^ constitu-
cional, acontar desde el l'^ de may©, en que empezó
sus servicios preparatorios.
Terminó su misión el 14 de rhayo, en que puso en
posesión del mando gubernativo de la provincia al
•gobernador constitucional, electo el dia antes, don
Emilio Duportal.
f 9irt— B. EHIiilO BVFOBTAii, gobernador constitu-
cional, nombrado por la Legislatura el 13 de mayo y
puesto en posesión del cargo al dia siguiente, hasta el
2 de agosto, que, habiendo obtenido licencia para au-
sentarse déla provincia, delegó en el presidente de la
Legislatura. •
El señor EHuportal no volvió "á ocupar su puesto
de gobernador, sino que lo renunció el 29 del citado
agosto. *
El gobernador Duportal había nombrado ministros
secretarios á los doctores Leónidas Echagüe y Félix
Amadeo Benitez, los cuales continuaron con el dele-
.. gado Espíndola.
1991— B. JVAW A. Elí^Pf!VBOLA, presidente de la Cá-
mara Legislativa, delegado de Duportal, en ausencia
de éste, desde el 2 de agosto, hasta el 31 del mismo
mes, que, habiendo sido aceptada la renuncia que del
cargo hiciese éste, fué nombrado el doctor L. Echa-
. güe.
DB BKTBB EIOS 509
19Vf-Br. liKOiviBilji KCHAGUs:, electo en propiedad
el 89 y puesto en posesión del cargo el 31 de agosto,
hasta el 18 de junio de 1872, en que, teniendo urgente
necesidad de ausentarse del territorio de la provincia,
delegó en el presidente de la Comisión permanente.
. El oficial mayor don José Lino Chorruarin fué
nombrado ministro interino de gobierno, hasta el l4 de
setiembre (1871) que entraron á desempeñar el cargó
de ministros secretarios el doctor Ángel M. Donado y
don Secundino Zamora, el doctor Juan B. Ferreira y
doctor Ramou Febre.
«
189)»— D. SALVAIMIR ESPELETA, presidente de lia
Comisión permanente, delegado de Echagüe, en au-
sencia del Presidente de la Legislatura, desde el 18
junio hasta el8 de julio, que reasumió el mando guber-
nativo de la provincia el propietario, después de 80
días de ausencia de la capital.
r
189)»— Br. liEONiDAí» ÉCHACílJE, propietario, desde
el 8 de julio, en que reasumió el mando gubernativo^
después de una ausencia de 20dias, hasta el 28 de se-
tiembre que, con motivo de la visita de ley á los depar-
tamentos déla provincia, delegó en el presidente déla
Comisión permanente.
18.9)»— B. SALVABpR ESPELETA, presidente de la
Comisión permanente, en ejercicio de las funciones
anexas al Poder Ejecutivo, en ausencia del presiden-
te de la Cámara Legislativa, durante la ausencia del
propietario Echagüe en lá visita de los departamen-
tos de la provincia, de acuerdo con la ley, desde el
28 de setiembre hasta el 15 de octubre^ en que. éste
reasumiera el mando gubernativo.
t89;»~Br. iiEOi«lBAi» ECHAeVE, propietario,desde el
15 de octubra que regresó de su visita á los departa-
mentos de Vilíaguay^ Concordia y Colon, hasta el 15
de junios. de 1874 .que tuvo que |i|»|wtaf^ de miev^
del territorio de< la )>rovinoia en diligencia iirgente.de
interés público ala ciudad de Buenos Aires, dejando
en ejercido del Poder Ejecutivo al presidente de la
Legislatura.
j|^T#— P* SALTAPpa KiSPjBI^ETA, presidente de la
Cámara L^islativa, en ejercicio del Poder Ejecutivo de
, Ja provincia, en ausencia del gobernador propietario,
desde el Í5 de junio, hasta el 7 de julio que reasumió
el mando.
;i694— Hr. i^EieiviPAfi^ ECHAGVfi, propietario^ desde
el 7 de julio que í^asumió el mando gubernativo, des-
pués de su ausencia de 22 dias de la capital, hasta el
. ?0 de agosto qye se ausentó de nuevo, con el objeto
de practicar la v¡3¡ta á los 4^partanjentos, para que
estaba aritorizado por ley, delegando entre tanto en el
presidente de la Legislatui^a.
i 9ir4--li. SAiLViUlOB iBSPJEi^ETAf presidiente de la
Legislatura^ eq ejercicio del Poder Ejecutivo, en au-,
sencia del gobernador propietario^ desde el 20 (ie agos-
to, hasta el 15 de diciembre^ que reasumió el mando
•el propietario.
^;87«|-Dr. i4C:o:viPAfi( KCHiUC^UE, propietario desde
^ el 15 de diciembre que regresó de su visita á los c^e—
partamentos, hasta el 23 del mismo mes que delegó
nuevamente en el mismo, á causa de haber tenido que
pasar hasta la ciudad de Gualeguaichú por asuntos del
servicio.
1894— B. SALTADOR Elí^PKliETA, presidente de la
Legjslatura, en ejercicio del P. E. durante la ausencia
del gobernador propietario Echagüe, á la ciudad de
Gualeguaichú por asuntos del servicio, desde el 23 de
diciembre hasta el 31 del mismo mea.
DB míTUB IBIO S i&dl
'M^I^^Hé». ^ÉMMwmiM ÉiCHkcwE, ^opletário, desde
el 91 de dicieitibre qiie reasiíoiió el mando gubék^nitivo
después de haber llenado :sti comisión á la ciudad de
Guaíeguaiobá, hasta el 17 de abril de 1875, que se au-
sentó nuevamente áe. la capital, para acompañar al
Presidente de la República, con el objeto de ¡asistir
■á la; inatiiguracio«) deJ Fen^o-rCarril de Fedeamcíon á
- Monte Caseros. \ .'-
t89ft~Br. JOSÉ R. Íbaltoré, presidente de la Cá-
mara Legislativa, en ejercicio del P. E., en ausencia
del gobernador Echague^ desde el 17 de abril hasta el
25 del mismo ipe.s.
isv^— Dr. liEOiviDA.» £€HACílJ]B. propietario, dbsde
el 25 de abril quq regresó dé la inauguración del Perro-
Carril de Federación á Monte Caseros, hast^ el 1^ 'dé
mayo, que terminó su período constitucional', áuce-
diéndole el doctor Febre.
En 27 de enero de 1870, la Legislatura había dic-
tado una ley acordando un premio de !8Í)0 onzas de
oro ála persona que redactase la mejor biogáfía del
general Francisco Ramírez, el Supremo Eníre'Riáno,
la que quedó derogada por otra de 19 dé enero de 1875.
Por ley de Í8 de abril de 1869 fee háWá dispuesto
mandar colocar, en el recinto delá cámara legislativa,
el retrato del general Urquiza y por otra de 29 de abril
de 1864 se mandaba erigir una columna para que fuese
colocada una estatua del mismo general; ambas que-
daron derogadas por otra de 18 de enero de 1875.
i99ft-BF. l(.%iioiv F£BR]E, electo en propiedad y
puesto en posesión del mando de la provincia el l**de
mayo, habiendo organizado su ministerio coa, los seño-
res doctor Juan B. Ferreira y don Majauel de Tegainos
Pinto, hasta el 15 de febrero de 1878 que, habiendo
éstos renunciado, quedaron eabargados.d^ ^ oafteras
512 PROTUfOIA
los oficiales mayores don Joaquín Auli y don Pedro
M. Espinosa. Sin embargo el 13 de setiembre del
mismo año entró á desempeñar el ministerio de go-
bierno el camarista doctor José Romualdo Baltoré,
continuando el oficial mayor Auli con la cartera de
hacienda.
El 10 de diciembre de 1878 se ausentó de la provin-
cia para pasar hasta Buenos Aires y durante su ausen-
cia quedó encargado del P. E. el [presidente de la
Cámara Legislativa.
El 24 de noviembre de 1^76, el gobernador Pebre
descubrió el sangriento plan que el general López
Jordán y sus agentes deblaii poner en ejecución en la
capital de la provincia á las diez de la noche del citado
mes, con el designio de cambiar la situación de Entre-
* Ríos. El golpe quedó neutralizado con la prisión de
cuatro individuos^
No obstante esto, el general López Jordán se introdu-
. jo en la provincia el 25 con cuarenta y tantos hombres,
pero fue batido por 35 guardias nacionales del comi-
sario Franco y obligado á abrigarse en los montes del
Pospos y dejando dos muertos en el cnmpo de acción.
El mismo dia25 fué sitiada .la plaza de Gualeguay
por otra fuerza de trescientos ,y tantos individuos pa-
sados del Estado Oriental, unidos á otros que habita-
ban las islas de Gualeguaichú. Las autoridades de
la ciudad se sostuvieron hasta el 28 en que llegó el co-
ronel José Francisco Antelo con una columna de 800
guardias nacionales, cuya presencia puso en fuga á
los sitiadores, que repasaron el rio Gualeguay y fue-
ron á asilarse en las impenetrables islas de ese depar-
tamento.
Por la frontera de Corrientes habian invadido la pro-
vincia 200 hombres mas, los que fueron perseguidos
y obligados por el coronel Guarumba á repasarla.
Apesar de las repetidas tentativas de revuelta el doc-
DB ENTRE RÍOS 513
tor Febre pudo trasmitir tranquilamente el basto n de
gobierno á su sucesor.
t978-~D. MATEO PARERA, presidente de la Legisla-
tura, en ejercicio del Poder Ejecutivo de la provincia,
en ausencia del gobernador Febre que había pasado á
Buenos Aires, desde el 10 hasta fines de diciembre de
"^ 1878.
f S99_Dr. RAMOlí FERRÉ, propietario^ desde fines de
diciembre que reasumió el mando, de regreso de Bue-
nos Aires adonde le llevaron asuntos particulares,
(hab¡£^ndo sido recibido y conducido en la mañana del
11 de enero de 1879, hasta su casa por el general Roca.)
El primero de mayo de 1879 trasmitió tranquilamen-
te el bastón de mando á su sucesor el coronel José
Francisco Antelo.
t899-€OROilIEL JOí^É FRA^€11»€0 AI^TECO, electo
en propiedad y puesto en posesión del* mando el 1° de
mayo, acompañándose de los doctores José Romual-
do Baltoré y Tiburcio Alvarez Prado, en el caráctej-
de ministros.
88
PROVINCIA DE CORRIENTES
1810-1878
^ ' ;
I 1
1 I
FUNDACIÓN DE CORRIEÑIES
El (lia3 dé abril de Í588, Domingo de la Resurrección
de Lázaro, estando aquellos territorios ocupados por
dagalastes, ebírayas, y^unéles, prentonqs, tapes, char-
rúas, rnocovís, abipones, vuelas,' bnneles, maures, che-
renos, chaguayasques y otros infinitos de lás naciones
guaraní y guaicurú, en una y ótrja costa del gráu río
Paraná; aportó, desde la ciudad Asunción del Paraguay,
capital entonces de la provincia, en las inmediaciones
de la costa; abajo, á distancia como ciiárto de le'gun, en
el p.arage nombrado de Árazátf, el adelantado, lióenciádo
don Juan forres de Vera y Aragón, gobernador y capi-
tán general de las Provincias del Rio deja Plata, con 28
hombres^ según unos (1) y de sesenta y tantos -según
otros. '
*
Inmediatamente de su, desembarco en el puerto de
Arazatí, subió la barranca, que hoy se llama la calle
Ancha de la Columna, y eligió el parage para la plan-
teacion de la ciudad. Formjó un fuerte de palos y ramas
é hizo construir las habitaciones que provisoriamente los
cobijase. Cortaron ¡en el bosque un urundey y forma-
ron toscamente una Cra^: que colocaron á cierta distancia
de la entrada de la pausada. La Cruz, como se sabe,
era el signo de posesión que tomaban en nombre del
monarca español (á lá sazón Felipe . II) . •
(1) Segnn el psdre GkíeYant, el^ níkneró'.do pobláiores era de 60, otros
lo sefialan eu 28 y algunos eq sesenta y tiintos.
/
518 PROVINCIA
La Cruz había quedado en su mismo lugar, con un
pequeño oratorio, que con el tiempo áe fué cayendo en
ruinas.
En 1730 se construyó la actual Iglesia de la Cruz, adon-
de se llevó, con gran pompa el madero^ testigo auténtico
del milagro obrado para con los primeros conquistado-
res. El palo era de urundey; se le sacó todo lo que
estaba carcomido por los afios y los fieles se repartieron
eí polvo y las astillas. El interior estaba perfectamente
3jano y.fprní^ la Cruz actual que se venera en el altar
mayor déla Capijla.
En esta cerenfionia que habla atraído un gran número
de devotos de Entre- Rios, del Paraguay y de Santa Fe,
el reverendo padre fray Nicolás Zambrana, de la orden
de predicadores, pronunció el panegírico en que relataba
los hechos y la historia de la propagación de la fe en
aquellas comarcas.
Durante la procesión se cantó, compuesta por el mis-
mo padre, la leyenda siguiente:
CORO
Pues nos diste esta señal
De paSy defensa y honor ^
. Por la Santa Cru^, Señor,
Líbranos de todo mal,
. I
Cuando los ¡conquistadores
Se vieron atribulados
De ejército infiel cercados,
Los sacaste vencedores,
Dándoles un celestial
[ Esfuerzo y marcial ardor.
Por la Santa Cras, Señor ^
Líbranos de todo mal.
DB COBBniHTBS 519
II
V
I
Veinte y ocho solo fueron
En número los soldados
Y aunque de seis mil sitiados.
Ocho dias resistieron,
Sin hambre, sed, ni señal
De cansancio ni dolor^
Por la Santa Cruz^ Señor,
Líbranos de todo mal.
III
Esta resistencia hizo
Creer á los combatientes,
Que nuestros padres valientes
Tenían algún hechizo;
Qué este hecho sin igual
No era efecto del valor,
Por la Santa Cruz, Señor y
Líbranos de todo mal.
IV
Luego se determinaron
A quemar al hechicero,
Y para hacerlo, primero
Mucha leña amontonaron.
Quiso su encono brutal
Dar muestras del gran furor,
Por la Santa Cruz, Señor^
Líbranos de todo mal.
La lefia ardió presurosa
Y cuanto mas la aumentaban
A la Santa Cruz miraban
500 PBOYIHCIA
Mas reluciente y hermosa.
Pero el indio irracional,
No así aplacó su irfencor,
Por la Santa CPíl^, Señor y
Líbranos de todo mal.
. .'VI .
Por ocho veces volvieron
A practicar nuevas pruebas,
Haciendo fogatas nuevas
Y el mismo milagro vieron,
Al cabo un lance fatal
Llenó á todos de pavor,
.Por la Santa Oruz^ Señor.y
' Líbranos de todo maL
VII
Porque á los gue atizaban ,
El fuego un rayo mató
Y á los demás los dejó
Tales que á huir no atinaron,
Y en una angustia mortal
Cercados de reaplahdor,
Por la Sania Cruj^ Señor ^
Líbranos de todo mal.
VIII . .
El bautismo á grandes voces
Con ansias y con gemidos
Pidieron arrepentidos
De haber sido tan feroces.
Cobrando un amor filial
A su insigne bienhechor,
' Por la Santa Cruz^ Señor ^
Líl)rano$ de iodo mqL
DB CÓRBIBKTBS 521
IX •
%
f
Desde entonces se quedó
La tierra pacificada,
La nueva ciudad fundada,
Y todo á vos se debió.
Sois, ó Cruz! su principal
Caudillo y conquistador,
Por la Sania Cruz, Señor,
Líbranos de todo mal.
X
Sois de esta noble ciudad
Protectora, honor y gloria, ^
Paz, saluda luz y victoria,
Defensa y felicidad,
Su escudo y antemural,
Su esfuerzo, brillo y valor,
Por la Santa Cru^^ Señor,
Líbranos de todo mal.
XI
De maravillas que asombran
Obra en vos. Dios! copia Sjanta.
Que con razón la Cruz Santa
De milagros te nombnó
Si á tu impulso celestial
Cede el mal, cede el dolor,
Por la Santa Crus, Señor ^
■
Libranoi de todo mal, (1).
(1) Véase El Comercio de Corrientes de 1» de mayo de 1856; como igual-
mente La Revista del Paraná, en que además de la Historia de la funda-
cien, se registra el padrón de repartición de tierras.
522 paoYinOiA t
La Capilla levantada entonces por los españoles, exis-
te hasta el día, con la denominación de la Cru2 Mila-
grosa^ aunque reedificada en 1808 y lleva el nombre de
Iglesia de la Crujs.
La población que fundaron á los '27^ 43' latitud la
denominaron San Juan ció Vera de las Siete Corrientes^
establecida bajo el patronato tutelar de San Juan Bau-
tista. Diéronle el nombre de Vera, en honor del funda-
dor, y de las Siete CorrienteSy por las siete rapidísimas
corrientes que forma el rio Paraná^ frente á la ciudad.
Los indios sometidos fundaron, en 1615^ el pueblo de
laPuray Limpia Concepción de Itatí, bajo la dirección
del reverendo padre fray Luis Bolaños, compañero dé
San Francisco Solano.
Erigióse ^Cabildo en sujetos españoles hijos dalgos,
cuyos primeros vocales de justicia y regimiento fueron
Francisco Garcia de Acuña, Diego Ponce de León, Juan
de Rosas^ Martin Alonso de Velazco, Héctor Rodríguez,
Alonso González, Estévan de Vallejo, Francisco de León,
Diego Nantera, Francisco Rodríguez Cabrera y Pedro
López de Enciso. Se nombró escribano, para autori-
zación de instrumentos públicos y reparto de tierras y
solares, en la persona de Nicolás de Villanueva, con el
título de escribano público de Cabildo y gobernación.
Desde 1588 se veneró el Milagro de la Cruz todos los
años el dia3 de abril, hasta 1805, que el obispo don Beni-
to Lúe y Riega, en la visita á la diócesis, trasfirió al dia
3 de mayo, fiesta déla invención de la Santa Cruz en Je-
rusalen, en quese celebra hasta la fecha, para^evitar que
se reuniesen las ceremonias religiosas de la Semana
Santa con la festividad de la Cruz. Esta figura en las
armas de la provincia.
COMANDANTES Dfi ARMAS
i sie-o. NSOBO FO.iíBK¥iiiiiA^' comandante de. ar-
mas, basta agosto, que se comunicó al Cabildo la reso-
lución de la Junta de Buenos Aires de que se presen-
tase en la capital, quedando en su lugar de comandante
don Ellas Galvan.
TENIENTES GOBERNADOBES
i^ie— e^BOiVEii ELf A9 GALVArv, correntino, nom-
brado teniente gobernador y sub delegado de Real
Hacienda interino, en julio, por la Junta Gubern^itlva
de Buenos Aires, de euya jurisdicción dependía, y re-
cibido el 8 de octubre de la tenencia de gobierno, pero
sin las formalidades debidas á su categoría, por ha-
berse presentado á la sazón, frente á la ciudad de Cor-
rientes, lina escuadrilla paraguaya compuesta de 5
embarcaciones con tropa y una espedicion f)or tierra.
El 17 de abril de 1811, se ausentó el teniente gober-
nador Galvan, por haber quedado la ciudad de Cor-
rientes bajo la dominación de los españoles, hasta el
16 de mayo, en que el comandante Blas de Rojas se
declaró por la Junta de Buenos Aires^ desarmando
mas de 100 europeos, á quienes prendió y puso em-
barcados, con lo que quedó reconquistada la ciudad.
%
524 PROVINCIA
Í9I1~D. AIVGEXi FEBIVAWDEZ BLAMCO, desde e) 17
de abril, en que desapareció Galvan, á consecuencia
de la ocupación de la ciudad de Corrientes por los
europeos, á cuyo servicfio aparentaba estar, firmando
cuanto se le presentaba en contra de la Junta dá Bue-
nos Aires, hasta el 16 de mayo, en que se pronunciara
á favor de la misma el comandante Rojas.
iSit—D. JOAQVIH' LEGAli Y CÓBDOB A, paraguayo,
quien, nombrado interinamerttc por los europeos, se
pronunció á favor de la Junta de Buenos-Aires.
' Solo gobernó algunos meses.
1911— B. cAblom casal, porteño: gobernó el resto
del año 1811 y principios de 1812.
1919— COBO.líTBL EVÍ^EBIO VAI.BCIlC€lBO, Oriental,
enyiado de^de; Bii^rfoís Aires 9on el objeto de restable-
cer la tranquilidad perturbada con los frecuentes cam-
bios de gobierno.
Fué nonibrado por el gobierno de Buenos Airn<?,
habiendo ejercido la tenencia de gobierno, hasta el 3
, I -
de agosto que le sucedió el coronel Luzuriaga.
isi9-COBO.%c:l TOBlBio 1.1JZVB1AGA, peruano, du-
rante cuyo gobierno fué edificado el' Cabildo, que
actualmente existe, á espensas del vecindario.
l^ia^COBOIVEIi JOSIÉ E^EOIV BOMIliGIJEZ, mendo-
cino, teniente gobernadpr, nombfadoel Sdejulio, hasta
el año de 1814, que fué derrocado por el óoronel Juan
Bautista Méndez, que mandaba la fuerza veterana de
la capital de Corrientes, de acuerdo con el general
Artigas;
Vencedores las revolucionarios, Domínguez se em-
barcó para Buenos Aires, á cuyo gobierno obídecía.
Méndez dependía de Artigas, por cuya federación se
^
DE GORRIBKTES 525
hal^a^ya pronuuciado en el mismo año de 1814 En-
tre-Riosy Santa Fe.
«dlA— COROMC:ii JPtíAM BAVTIÍ^TA 1I1£{VdÉz, coiren-
tino.
Pósesioriádo éste del gobierno con el derrocamiento
de su antecesor Domínguez, proclamó el Protectorado
de Artigas, negándose, de acuercl,o con éste y con su
círculo, á aceptar la alianza y fraternidad de Buenos
Aires.
Al pronunciarse Perrugoría contra Artigas, aban-
donó Méndez la capital, refugiándose ^ la sombra del
Protector.
t9i4-^€9RO.lí£li Ci^íVABO PfiRUGOBRl.t^ corren Lino,
■ enviado por Artigas, con una pequeña escolta y con
sus poderes, para representarle.
• ¡Estaba de acuerdo con pl gobierno de Buenos Aires
y apareciacomo agente del protector A.rt¡gas, por cuya
orden instaló el primer congreso provincial presidién-
dolo él mismo. . :
Declarado el general Artigas por el Director Posa-
das, traidor á la patria y fuera de ia ley, y ofreciendo
un premio de 6,000 pesos al que lo presentare vivo ó
flfnuerto, él y le gobernador Perrugorría, invocando los
derechos del pueblo, cuyos intereses eran distribuidos^
sus familias arruinadas, sus campos talados por los
secuaces de Artigas — Cano y Antonizo — reunió fuer-
zas^ de acuerdo con don Juan Ángel Fernandez Blan-
co; disolvió el Congreso y marchó á campaña contra
los tenientes del Protector. ^ .
En los campos dé Colodrero, en la Costa delirio Batel,
tuvo lugar un encarnizado combate con una fuerza al
mando de don Blas Basualdo, superior en i)úmer,o, en
el cual Perrugorría fué derrotado, como era consi-
guiente, tomado en el campo de batalla, remitido á
Artigas y ejecutado por orden de ésto.
526 PROVIKCIA
1914-1». JtíAW A!¥G£L FttSHIiAlVDfiZ BLAMCO, COr-
rentíno.
Por decreto del dire<jtor Posadas, de fecha 10 de
setiembre de 1814, el territorio de Corrientes fué se-
parado de la intendencia de Buenos Aires, de quien
hasta entonces babiadependidOy y creada la provincia
de Corrientes con un gobernador intendente, teniendo
por limites al norte y al oeste el rio Paraná hasta la
línea divisoria de los dominios portugueses; al este, el
rio Uruguay, y al sur Is^ misma línea, que, entre los
rios Paraná y Uruguay, forma el rio de Corrientes en
su confluencia con aquel, hasta la del Arroyo Aguara-
chí, y este mismo Arroyo con el de Curuzú-Cuatiá,
hasta su confluencia con el Miriñav, en las inmediacio-
nes del Uruguay; y por capital de la provincia laciudad
de Corrientes, pero en tiempo de guerra y siempre
que lo exigiese la necesidad, el gobernador intendente
había de residir en el pueblo de la Candelaria.
fl$i4— CORO.^EL £Uí»CBio V4lIíDCMEGR9, nombra-
do por el director Posadas, el 4 de noviembre, debien-
do ponerle en posesión de la intendencia el Cabildo
de la ciudad de Corrientes.
fl9iA-*^TJBIVIEl«TIS COBOi^EIi ^OHJÉ fiilIiV^, COrrCii-
tino.
Después del triunfo de don Blas Basualdo,en los cam-
pos de Colodrero, en la costa del rio Batel, marchó
éste á la capital, en la que entró sin resistencia alguna.
Tomó y fusiló á Añasco, y por su sola orden nom-
bró á Silva gobernador, cuyo nombramiento mereció
la confírmaoion del general Artigas.
Tuvo lugar un pronunciamiento encabezado pop los
hermanos Escobar, á favor del gobierno de Buenos
Aires, de acuerdo con don Gabriel Casco. Este los
traicionó protegiendo á los gefes artiguistas del depar-
DB 'GORKIBKTBS 527
tamentodeSanLuis, inutilizando asi el movimiento y
restableciendo á Silva en el gobierno.
tsflft— B. FRAN€iíM)0 ¿K pacIíA abaujo, corren-
tino.
i9ia— D. ^tñ^\ BAUTISTA MBMBCZ.
Los correntinos, que no podían soportar el pesado
yugo que los oprimía con los régulos y pro-cónsules
del Protector, y con especialidad los Escobar y los
Araujo, que trabajaban sin cesar por los principios
que sostenía Buenos Aires, trataron de deponer á
Méndez; pero fueron descubiertos en ¡sus tentativas y
enviados al general Artigas, quien restableció á Mén-
dez en el gobierno, operándose entonces la alianza
del general Francisco Ramirez, gobernador de Entre-
Rios con el protector.
En consecuencia de disposiciones de éste, Méndez
ordenó un enrolamiento general en la capital de Cor-
rientes é hizo marchar la fuerza á campaña, al mando
del coronel José Francisco Vedoya, por quien fué lue-
go depuesto.
fl9t«-*GEJ!IÍEB4LL AEVBBÉÍ» TACVABf, é AliBBJEM-
TBABTI€L%9, indio misionero correntino, natural de
Santo Tomé, comunmente conocido "^w Aiidresito.
i9iv— KL CABIliBO, investido con la primera magis-
tratura de la provincia por el coronel J. F. Vedoya,
después de la deposición y prisión del coronel Méndez.
i9iS— COBOIVEL" JOISÉ FBAMCIfSCO VEBOYA, ¿Or-
rentino.
Puesto en campaña, enviado por Méndez al mando
de la fuerza levantada efi la capital, Vedoya se pronun-
ció contra aquel, despachando inmediatamente al te-
niente Bennardino González, cerca del gobierno de
Buenos Aires.
528 . rooviNCiA
Aclamado coronel por su fuerza ai hacer el pronun-
ciamiento, Vedoya contramarchó sobre la capital: de-
puso á Méndez, encerrándolo en un calabozo, é invistió
al Cabildo con ía primera magistratura. En Seguida
nombró un congreso de diputados de todos los depar-
tarilentos déla provincia, por el cual Vedoya fué ele-
gido gobernador, estableciendo desde luego relación
directa con Buenos Aires.
ABTiGÁfS, (natural de Santo Tomé).
El general Andresitó invadió la provincia de Cor-
rientes con 2000 indios, sorprendiendo la población
que emigró para Buenos Aires por las arbitrariedades
que temían de los indios.
Pronunciado Vedoya que mandaba la^ tropas de
Corrientes, á favor de Buenos Aires, uniéndosele el
Cabildo y muchos de los vecinos principales, el gene-
ral Andresitó (hijo adoptivo de Atrigas), recibió orden
del protector para marchar sobre la ciudad tomando
posesión de ella, lo que realizó con sus indios. Estos
hicieron su entrada tranquilamente y con el mayor'
orden hasta la plaza, de donde fueron en seguida diri-
gidos á sus cuarteles y el general con sus oficiales
pasaron á oír misaá la iglesia de San Francisco.
Coríio una hora después, Andresitó, acompañado de
sus oficiales, de su secretario Mejias (peruano), del
gobernador Méndez con su séquito, y precedido de una
banda de música, se dirigió á hacer una visita á la fa-
milia de Cartwright, la cual duró como tres horas. De
allí pasó á bordo de la capitana, que estaba fondeada
frente á la aduana, con el objeto de ver al almirante
Pedro Campbell.
A la noche siguiente en que se posesionó de la ciudad,
todos los miembros del Cabildo^ incluso el alcalde de
I*** voto, Cabral, fueron llevados con grillos á bordo de
la capitana, pero debido á la intercesión del respetable
DB COBttIBVTES 529
vecino inglés Mr, PosHethwai tes, padre déla señora
deCartwright, consiguieron el ser puestos en libertad.
Ándresito estableció su cuartel general en la casa
del coronel Vedoya, y tlespues de levantar una con-
tribución con que poder vestirá su gente, que estaba
andrajosa y alguna de ella con chiripá solamente, y de
equiparla con decencia, dio dos ó. tres funciones, á
que invitó á lodos los vecinos principales. Estas fun-
ciones consistían en una especie de comedias ó dra*
mas, representados por los indios que habían sido
enseñados por los jesuitas. Los corr^ntinos no qui*
sreron asistir, porque miraron la cosa con desprecio,
pero Andresito, aconsejado ó inducido por su secr.eta-
rio Mejias, tomó su venganza.
A la mañana siguiente de una de esas funciones,
dia de un sol abrasador, mandó tocar llamada á son
dé caja, y todos los vecinos demás importancia de
la ciudad, con escepcion de don Isidoro Martinez,
Duriiii y Postlethvvaites, fueron conducidos á la plaza,
donde se Ie^ mandó arrancar el pasto que en ella ha-
bía, anivelarla y asearla de un estremó á otro, basta
dejarla como nunca se vio antes ni después,
s Durante los siete meses (desde octubre de 1818 haá-
ta abril de 1819) que Andresito estuvo en posesión de
la ciudad, no hubo mas que un robo hecho á un ten-
dero, cuyo perpetrador, a la'' simple demanda del iiite-
resado'interpuesta ante el general Andresito, fué públi-
(Jámente azotado én la plaíá.
Andresito catstíga'ba por lo general, no álos soldados
sino á los oficiales, porqué decía que si éstos cumpHan
. su deber, aquellos habían de hacer ío mismo.
Andresito no cargaba espada, por ha|;)er perdido la
suya en una acción que tuvo con los portugueses, en
octubre de li^l6,. y había determinado.. oo. volver á.om-
gar otra, hasta no ganarla coa hooor. No obstad te,
siempre que se enfadaba,' sus ofícialeis al instante de*
S4
• 530 ' PBOYINCIA
. senvainaban La suya presen ttodosQl^i ó Se preparaban
!á hacer uso de el)ad á la voz de mando d6 ^\x gefe.
Gomoi uu año después, Andi^esko y sus indios fueron
i'derrofcados en Itacuruby por los portMgu eses, tomados
prisioneros -y conducidos á Rio Janeii'o, donde éstos
'•: quedaron inuy luego en libertad y aquél permaneció
'. priaiónerio hasta- que taiiirió. al poíJó tiempo.
Con $u derro|ta, la tribu de. los guaraníes quedó casi
: amqailada2:ena una raza in<2Kfeosivai» amable y muy bien
« dispuB^á. ' Los mas sabían leer, escribir y tocar algún
instrumento; muchos de ellos bftstados ó tres.
• 'Aíídresito era caáado con unja muger muy hacen-
* dosa; amabl'í y algo bonita. Era hombre dé buen cora-
zón y de mejor instrucción que'^lo que podía esperarse,
habiendo «;t<Jo educado en Montevideo. iCúpóle la
d6^grácia dé tener á su lado» uin hombre muy perverso,
•en la per$oria^eísa secretario Mejias,' áqniensedebe
. tddoft'los máieá que hizo Andresito, siempre en estado
de beodez, é: inducido por aquél. El fin de Mejias fué
él morir ASfesinaido en una celada en- que se le hizo
• caer. •■:•••.:.
Apoyado ^n el pgder del general Ai>dr^sito Artigas,
ponsiguió Mepdei; s^lii^* de la prisión en que, lo había
. encerrado el coronel Yédoya, j restablecido en el
. Wudp- '/••• \. ;••• ..*._'
Asegurado éste en si^; puesto, Andr^sitp regr^síj á
su^ .chozas ó campamento.,, quedando desd^ entonces
j . alanzada la. alianza del triunvirato /^c/Vaí de la, época:
Rámir^2^YT-Art¡^5i— Me.nd¡.z..
• > ■
i»f9— Hí PBsmi CíIlMpbísea^ (inglés,) almirante de
liaiei^uaclra artiig4ai¡sta; i. : .
^ EstB iodivíétuoi, con otro ing^lés; J^ian Tomás A&det,
\
sei.dístío'9QÍeron 1 und y otro en> sus heohos nef^ndos^
siendo tan feroces óotüko los. mismos indios, y jDor"
algún tiempo el azote de Corrientes^ donde no había
lamas fnfnifína seguridad.* -• -• ^
Solo citaremos algunos actos salvages de estos íArdi-
viduos, como una prueba de su ferocidad.
Los Escobar, don José Luis y don Donlingo, fueron
sorprendidos y derrotados por A¿det^ en un ehciierltro
que tuvo lugar cerca de Gbya, el 5 de máyodéí8l9,
quedando ambos muertos y recibiendo áon^pptiimg^^
27 lanzazos antes que rendirse. Las cabezas d^,est9S,
conducidas á la capital, fueron puestas en e^hi^ioion
. en^a pla^a pública. ,
Los hermanos de esas desgraciada^, victimas, ^on
Miguel y don Ángel Escobar, lograron fugar al Para-
guay, eon la esperanza de obtener protección deláifei
tador Prahció, pero éste los hiandó füsildr, al poco
tiempo. ^
Campbell huyó ál Paraguay al mismo tiempo éjue
Artigas, y aunque se te hiz<» saber que dibbfa conside-
rarse prisionero, se le permitió ejercer su ofictó de
curtidor en Ñeembücú, donde vivió ti*aiiquiló.Dfe éükn-
do en cuando armaba camorras coli los pa^agUáy6s,
por quienes tenía antipatía, como se verápói* eí acto
que sé va á reférlK
En Una ocasión, siendo almirante dé la éscüádi'a'''de
' Artigas y comanáanie de marina, capturó ún badue
paraguayo. Cuya tripulación hizo desembarcar éh'áo-
y a, ordenando flieséíí todos nevados á ürt WgaMéyjg-
nadópara su ejecución y en veí: de debapitlir^Jóá, Cbhio
se creía, mandó se leiá cortase las írensas i)ói^'riíanó'*de
verdugo don un hacha bien añlada. En ese* estado jos
envió al í^araguáy.
Gefe supremo del Entre-Rios y CóffíetitM, frottAj^a-
682 ' FBOviaMiiA ' '
' do'poin sí miñiñOiy despuies de la^ destrucción y es^a-
" triacion de su amigoi y cdíada Artigas: .
fl^te— €»BiVEiiAii BICARD9 liOPEX ^ARUAM^ Supre-
..^pjO delegado de Ramírez, hasta <jiie, pon la derrota y
muerte deépte, en julio de 1821, en lo^, campos de Cór-
.. doba,,s.^guo se verá en nuestra Historia de los Gober-
^ naclpres ^de ^^nve-R'ip^, se ausentó de la provincia, de
oíg^aado^á^u vez eri Carriego. . .
kéAí^biíAiviiAÉTig ey4ri!9tO e.AiiftiGGO, cor-
•' rbntirto; cortiahdante dé armas deila provincia, delega-
"dódte López íordan.
Fué depuesto por la influencia de dí^Mi Juan Ángel
■ ' Fernandez Blanco y don Nicolás Atienza.
, cqrrentjpo, nombrado pirovisorio por el ¡pueblo. '
Fué elevado al mando el 12 de octubre de .18¡?1, dia
..m^mprabU parala, provincia de Corriente-s porque,
desdid.esia fecho. data. ^u .v6iida,dera ind^pí£ND[¿ncia>, H
' bréfudosQ de . la .anarquía, que desde la emiancipacion
. ¡J^doniÍQaba^.yrecup.e.raDdo.sus derechps políticos de
^7^nQsde los caudillos que la usurparon.
,.,..j A. la libertad de la provincia contribuyeron los gene-
rales Mansillay E. López, gobernadores d-e Entre-Rios
. : y Santa Fe, pronunciándose el primero en la ViUja del
, .Paifaná el g3 de. setiembre,. contra JLope;z Jordán, d^l e-
^ ¿Ado ^^ su )ierm.f^np materno eí general Ramirez,
quien terminó su borrascosa vida él 10 de julio, en San
.Franciscp, á ipí^íedi^'iipnes.del Jflio Seco, provincia
. de jCórdpbaj por .la vanguardia del g[eneral Fraiicisco
Beclpya, g'obernador delegado, de Córdoba, al mando
del teniente de dragones santafeciuo José Maldo^ado.
El coronel Atienza obtuvo el mando interino, hasta
. t^íifQqqe, r^ujú4osJ934¡Ru^^qpiiV9l9.^d¡e^^^
-^
/
DBAOOBBdmRrBB 638
rentino, nombrado interino hasta el 'año de ISiSéijque
fué reelecto .en propiedad^ sucediéndole en 1824, el
'. 'génerál'Perré: ■ "^' ' '^.^íy rs .-ur;: ?/ .i;> -¿:^vs
ib«í€*-^€íewc2RA.ti' -P1S9RO FERRiÉr, (promovida^á^bri-
' gadiep el 3tde rnayo:ide{t855)corpeñ¿¡ín(T/electcl ynee-
■ lecto en propiedad, gobernador ifiitondenlte!'j/< Cdrpílan
* genei^a), él'27 de diciembre de- 18^, hasta el 254'$ • <li-
dembre de 1828 qire dimitió 'el gobierno, ^ií: ¡i ii :í
í^ Durtíriteielgorbfénvo del general Ferré se ^drói -princi-
pio, en enero de 1825, á la publicacion-det RegifeíPoiOfi-
cial de la provincia y los estados de las entradas y sa-
^ "'^lídás del'íesorfí; 'á !á^uí>dacítwi de*á1g«rfafeí*viííasf ^4.
' * ' Trató, de establecer tin peíriódico^, 'p€ro ñú pudo cón-
'•■¿efguirlokirio eírí el per'fodcl'dé -fea següntió' gobUt^no,
óónrio sé verá" mas adelantéi ' • ' ' • i'^^-i » í'Jíü
' 'Bn' vista 'de lósiifliíohvenient'és^qcré el' gbbifefrm)^ tofca-
■ ' 'ba confrééiVencfa ^ara la ptí'blí(3a<íion de íés'dlsposit^io-
nes oficiales por medios de los bandos ácóStónnbradbs,
el gobernador Ferré espidió (13 de febrero de 1825) un
decret9 ordenando que esa ' pubncacióh senabTa'ae
; nacer en 16 sucesivo por medio del ayudante de plaza
y escribano, acoriipanados dé un tamlbor,' tocan do/<^ste
una corta llamada en las esquinas (Jonde hubi.éra , de
fijarse el edicto ó" bando, y procedieíidd en isegulda á
fijarlo. . • , .: .. ,
El 25 de abril 71825) eí gobernador Ferré ■tuvo que
salir á campana á objetos de interés publico, y'dili'an-
, te su ausencia delegó el. gobierno en el i'ns'peó'tót* gene-
' raí de armas; córóneTBlanco. '
t^g&^C^OBioníKi^ ÍuA)i;#OÁÉ^BiiA(V€aVín^P^<^<^^ ge-
neral de alrmias, delég^ido de Ferré, desde elíodeabril,
durante la ausencia de éste en campaña dj tt^'^to^ de
interés público."' ' - ' i í ' ' •' ^(^
No existe b<D^¿s tañará' dé' la leehai deLrcigv eso del >pro-
\
SfS4 smoTjmeuL
K
\
• pietenÍD» aixr embarga ccetmos (|ue fué á príiicipios é^
• : JU{SÍ0«.
fl89ft— GKNKHAiiP.FKBllÉ, propietario» desde junio,
que reasumió el gobierno, hasta el 22 de octubre que, á
eolisécuencía de on moTimieota subversivo ejecutado
pardos compafliaa del escuadrón d<e dragones, tuvo
que salir de )a capital, á fin dQ impedir los males que
.aqüet suceso pudiera origini^r contra el arden y la
tranquilidad' públiba. Durante su aus^ncíia delegó el
maqdo militar en el mayor de plasa y el político en el
; atcaldou mayor.
i9»i»-«» juahí JFKILIIPI: «1LMIA#^ mayor de plaza
y donToMÁsSAEMZ dk Cavja, alcalde mayor^ dele-
tgados de'Fqrré, con el qiandode la, ciudad, en lo mi-
litar el primero y en lo político eL s^undo, con solo
la faiQultad.de resolver y determinar lo^ ' asunips de
despacho diario y de reglamento, desd^ el 22 de octubre
hasta, pjtrincipios dQ noviembre.
iJs«i^.^.^EMEiiÁii w. FEHRÉ, propietario^ desde prin-
cipio de noviembre, que reasumió el mando, hasta me-
, diados de octubre de 1826 que delegó nuevamente en el
, referido Gramajo, por haber tenido (jue salir á campa-
ña, á causa de la guerra con el Brasil, habiendo esta-
blecido su cuartel general en Curuzú-Cuatiá.
La facultad del delegado quedaba limitada al despa-
cho de los asuntos diarios y de reglamento.
Lc^ Qmision del popel moneda corriente tuvo su ori-
gen en una ley de la provincia de fecha 13 de mayo de
1826.
En esite mi^mo año se levantó el plano para la delir
neacion de las calles de la capital por don. Narciso
Parcbappe.
En vista de la capitalización de Bue^DtOS Aires y la
ipücbrte violenta de la prúvihctai coa U ley fundamental
DB 'aOBawvTBS SSSk
de 23de énerO' de;l8iia^;sftncÍQnad(^;poi*;6l;Q(P#gr^pp,ge-
neraliconstituyehté, que garanUa 6.t0dQ$ e^^n^o^de
goberna^s¿ por sus ^propias mstitücion^y; la Juntiitiide
la protincia, aulor¡a6 al Poder EjeíCtifcíva para- 'dofiwl-
tar al pueblo sobre la forma de gobi'erno que. ConríAütes
habíaide adoptar. Eo su Ci>i>secqer}c/p>.;ei^:gd(2j 4}cjem-
brede 1826, los gefes.y oficiales, e^ajftúfn^FOjde.S^rpp-
nidos en el campamento d^ Ia$^^ tropas. i<^l^'p^ov,ipgja^
:sobre el Arroyó. Grande, dieron. tpdpa ^.,vo>¿ pp|í' )la
! forjna de gobierno federalj. l/j^ pueblos fíe. S/^n.íÍQgue,
GoyaySanJosó de las Saladas,! jo efe|ctv)aron,.Ql.^ia
\&j votando lil por la fedér^oio^) ^ 1 por el\%íst§jp3^de
unidad;» y eo laqapital de Coréente?, ^wvjo lu§af e) D¡ijs-
mo procedináiento, el dia l?,.y \dip ppr xe3filfc^9,66
votos por la federwioJí y ninguno pQ^,|^l.u^¡c}a(J, ^..jy,
Al año siguiente, .la L^gislaHM'a^j)r^?i4\da;íftqf^el
doctor Ju/B® Francisop Cabr^lj diot^ (8 dejulJ!oX{^Jft^(¿y
que fué promulgada^eh dui 3.p.Qr<<^l gQfciev'í?'a(ífi,rJP,qrA'é,
decUr^-ndo que la provincia^ <me pptabí^ .fy^f^ ^^^
pacto g^eneral de asociación, y. separís^da. enteramente
del congreso titulado nacional^ no recojípce ni recono-
cerá, obligación alguna de las qu.e de cualqníer'rnodo
quisiera contraer con otros Estadps^ ^^^ca$o tuviese
contraidas aquel, gobierno bajo el car^ctejr ijacional.
.El ,9 de octfibre de 182!7 se sometijejron al .ga^ieruo de
Corrientes^ los pueblos. de S^on .Miguel^ Jluestra^Se-
. ñora de Loreto, que. hasta entonces formaban parte
de.lpque se conocía con el nombre de .provincia de
•Misiones^ á pesar del ya citaqo decreto "djcl director
; Posadas, defecJbalO de satiembre'.de 18Í4.
Aunque la denominada pnovinqj^ dv^l^isippes tuyo
representación, en él CoDgre3o Pí,^9Íona,l, perp?.au€ice
$ubsyistenie la protesta del gol^íeruQ fjip Cqrri^tps ma-
nifestí^da por resolución legisjaliva de iP^de abril 4©
El dia4de mayo de 1828, elgobernad<Hr. Fer^rócon-
I
636 PBOVIHOIA
cutTÍd con todas las oorporacíoned y el pueblo al lugar,
en que, los fundadores de la ciudad, erigieron el pri-
mer santuario y depósito del simulacro de \a Sq/itisi-
ma GruZy á cuya conmemoración hizo en dicho dia
solemne colocación de una Columna.
La arquitectura de ésta es regular y de un orden
compuesto; su altura de 9 varas, desde la base hasta
la cúspide, que remonta en un globo. Tiene dos plan-
chas grabadas y embutidas en la misma: la primera
que mira al oriente, tiene por trofeo una Cruz en campo
de fuego, rodeado de nubes y orleada con el siguiente
mote: tDextera Domini fecit vírtv^tem. Salmi 117
vers. 16.9 — Al pié de la Crtus se halla la inscripción
siguiente:— tjFZ Pueblo correntino erige este monu-
mento en testimonio de su GRATirtJD al soberano
autor de los portentos, por los que su diestra omni-
potente se dignó obrar á faúor de sus padres en el
memorable dia 3 de abril de 1588 /'
La segunda plancha, que mira al occidente, tiene por
trofeos parte del cuerpo de un monstruo, armas y otras
insignias militares, con la inscripción siguiente:— «jFZ
mismo pueblo correntino, en homenaje de su augusto
respeto, á la memoria de sus veinte y ocho ilustres
progenitores en el dia ^ de abril de 1828."
La Columna está circunvalada de una balaustrada
en el centro mismo de la primera capilla, que los des-
cubridores erigieron á la santísima Crus^ sita en el
monte de Arazatl. Desde la iglesia actual de la Cruz
bástala Columna, se abrió un camino de 20 varas de
ancho, siguiendo Vumbo recto hasta el rio Paraná,
que tendrá 1700 varas de largo; quedando la Columna
en medio de una plaza de 100 varas de diámetro.
A los cinco dias de bajar del gobierno (30 de diciem-
bre de 1828) el ex-gobernador Ferré fué sometido á
juicio de residencia, observándose la práctica prescri-
ta y teniendo presente la Constitución del Estado. La
i
DB OOERUKTBS 597.
duración del juicio había de ser por él tiempo dedos
meses.
t9te--B. JíU.%N F£iiiPE GHAMJkMO^ iCorrentino^ te-
niente coronel mayor de plaza, delegado de Ferré,
durante la ausencia de éste, desde mediados de oc-
tubre, primero, en su cuartel general de Curuzú-Cuatiá
y en seguida en el Arroyo de.la.China (Concepción
del Uruguay), donde se reunieron los gobernado-
res Zapata^ de Entre-Rios, Ferré, de CorrieDtes,
'Rondeau,de la Banda Oriental y Aguirre de Misiones, f
con el objeto de conferenciar sobre remisión de tropas
de caballería para engrosar el ejércilo nacional y para
allanar ó transar algunas dificultades gue se presenta-
ban. La espresada reunión tuvo el mejor resultado',
. habiendo cabido el mérito de la iniciativa; en tan im-
portante negocio, á la provincia de Entre-Rios.
Durante el gobierno delegado de Gramajo'la provin-
cia fué invadida (5 de noviembre) por los brasileíros.
En su consecuencia, tanto el delegado como el propie-
tario, que se hallaba en campaña á la cabeza de una
columna compuesta de 12 escuadrones de ihilicía acti-
va, adoptaban al efecto enérgicas providencias Contra
. . los invasores.
fsts— B. PEDBO Dio:viüiO CabbaIí, correntíno,
nombrado en propiedad el 18 y puesto en posesión del
cargo el 25 de diciembre de 1828, hasta el 18 del mis-
mo mes del año Í830, y tuvo por ministro á don Euse-
bio Antonio Villajíra.
A principios de mayo de 1830, el gobernador Cabral
tuvo qué ausentarse de la capital á la Villa dé San
Roque, delegando el gobierno en el teniente coronel
Juan Felipe Gramajo, hasta principios de julio (Jue
lo reasumiera.
Apesar del delegado, que existía en ía capital; desde
la villa de San Roque, el gobernador Cabrál ratificó; en
5$8
PBOVIXOIA
17 de mayo de 1830, el tratado. celebrado el 3 del mismo
mesyaño, enel Paraná, capital de Enlre-Rios, entre
el coronel Pedre Barrenechea, por parte de Entre-Ríos,
y el general Pedro Ferré, por la de Corrientes, en con-
secuencia de los celebrados él 23 de febr.ro, en la ciu-
dad de Santa-Fe, v el 23 de marzo, en la de Buenos
Aires, con el objeto de formar una liga ofensiva yde-
fensiva entre las cuatro provincias litorales.
19a#--T£IVlfiI%TC: COROIVISIi JÍUAM FELIPE GRA-
MAJtf, juez de policía, delegado, durante la ausencia
del propietario Cabreil en San Roque, desde principios
•de mdyo hcista el 18 de diciembre de 1830.
1980— G£IVJBR.%L PEDRO FERRÉ, electo en propie-
dad,, desde el 18 de diciembre de 1830, en que tomó po-
sesión del mando déla provincia, hasta el 19 dediciem-
. bre de 1833, que, apesar de haber sido reelecto por
cuatro veces, dimitió el carga otras tantas. Fué su
ministro el antes citado Villagra.
El 16 de mayo de 1831, fué necesaria la presencia del
gobernador Ferré en campaña, por cuyo motivo de]e¿;ó
el mando en el teniente coronel juez de policía, don
Juan Felipe Gramajo.
En setiembre del mismo año fué igualmente necesa-
ria su presencia en campaña y delegó, en el mismo, el
mando de la capital, para los asuntos diarios y de re-
glamento.
Por tercera vez, su presencia fuQ urgentemente re-
clamada por asuntos de interés general del pais, en
Ids provincias dq Santa-Fe^ y Entre-Rios, desde el 1**
de febrero hasta el 20 de marzo de. 1832, durante cu-
ya ausencia quedó delegado el mando de la provincia,
en todalaplenitud y estension, en el propio Gramajo.
El general Ferré, como priniernegociadur, adhirió
y aceptó el tratado de alianza ofensiv^a y defensiva ce-
lebrado entre las provincias litorales, en la ciudad de
DB t <so»l^By tM 589
Santa-Fe, «1 4de eúero d0 1831, y apesar de Jiaberse
suscitado, en 1832, diferencia 4e opinionetsísobreprin-
ibiplos' y derechos nacionales, 0ntre la provincia de
Cofrientes y la de Buenos Aires, coatingí) con ésta
como con^odas la.s demás . sus fratern^es relacio-
nes, t, ,
Hallándose indispuesto al estrenlio de no serle posi-
ble continuar desempeñando los negocios públicos de
su cargo, con la coutraécion que' éste .demandaba, el
general Ferré^ el 27 de abril de 1833, delegó el go-
bierno en el teiiiente .oorónel Manuel Antonio: Ferré,
hasta que; restablecido, lo reaisumió el 2 de j.uJ¡D'del
mismo año.
En octubíe de 1833, el gobernador Ferré reclamó el
'Cumplimiento del tratada de 4 de enero de 1831 áobre
ila necesidad de hacei- efectiva ta alianza ofensiva y
d^fen^iva áqué s^ ligaroa las cuatro provincias lito-
rales. • i\
Fundábase^l gobernador Ferré en que, después de
haber ocupado el tei^ritorio de los pueblos orientales
del Paraná, que abandonaron tas fuerzas paraguayas,
sucéBió que, el 21 de setiembre (1833), abordaron en las
costas de Corrientes unas cuantas canoas, sorpren-
diendo y llevando por la fuerza cuatro mujeres que la-
vaban ropas en la ribera, siendo victimas algunas de
ellas. Posteriormente sobrevino otro incidente que
fijó la atención del gobíei^no de Corrientes sobre miras
súbvereivas, que dejaban ver la intención que abrigara
el Dictador del Paraguay. El 20 de octubre (1833) 18 ó
20 canoas sorprendieron un pequeño piquete compues-
to dé 18 hombres sobre la misma costa, y á la distan-
cia de ocho ó nueve leguas de la capital.
' Este último acontecimiento tuvo lugar después que
los indios guayanás y alguilos del pueblo de Trinidad^
que sé hallaban baja la obediencia del Paraguay, pasa-
ron á esté lado en= ntímero de ciento y tantas familias.
54o pftóvnrcu'
que desde entonces' quedaron bajo la protección del
gobierno de Comentes.
Este supo también que el dictador Francia había
sacado al general José Artigas ael lugar de su confi-
nación, trasladándolo á uno de los pueblos misioneros,
con el especial encargo de arreglar y disciplinarlos
indios capaces de hacer el servició de campaña en
hostilidad de la provincia de Corrientes y, caá tal de-
signio, fijó su residencia en Itapuá, etc., etc.
El motivo de las ocurrencias que» desde antes; se
observaron entre la provincia de Corrientes y la del
Paríkguay, según los mejores datos^ arranca del dere-
cho antiguo ó de las disposiciones regias que, á los
gobernadores del Paraguay, unían la intendencia de
quinoe pueblos de Misiones y el departamento de
Candelaria^ sito» al sur de las márgenes del Paraca,
con sus pueblos adher entes, Santa Ana, Loreto, San
Ignacio, Corpus, etc., que estuvieron sujetos. al go-
bierno civil y eclesiástico: del Paraguay. Los suce-
sos, de la guerra ocurrida en tijempo del general Arti-
gas, y seguidamente la del emperador del Brasil,
causaron la ruina de esos pueblos; pero el Dictador
del Paraguay fundó luego una guardia al sur del Pa-
raná, en los Mmites que dividían la antigua provincia
de Misiones con la de Corrientes^ cuya línea divisoria
es conocida por Tranquera deLoreto y Paso de San
Ignacio. Dentro de estos límites estaban las estan-
cias pertenecientes á los pueblos del norte del Para-
ná, Itapuá, Trinidad, San Cospi?, Jesús y varios
otros. Tales fueron los motivos para las anteriores
desavenencias entre las dos provincias; pero con res-
, pecto á las últimas bostilidades por -el dictador Fran-
cia y quellap^abau tanto la atención á Ja fecha de esta
. noticia, la verdadera causa, según, parece, fué una in-
vasión obrada por una fuerza correntina sobre el Fuerte
de Itabaité y haber impedido el .comercip que de San
Borjase dirigía al pueblo de Itapuá.
Entre otros cargos dirigidos 4 Ferré, se le hacia el
de Uftber siempre mirado con odio la causa pseudo
federal^ manifestando. (Ferré) un disgusto el mas es-
. pUoito por ios triunfos deQuiroga y manteniéndole en
relación con el general Paz> hasta que se convenció
queéste no^podíá vencer. Se entrañaba que el general
Ferré, que no prestó ni un solo servicio a la causa de
la independencia, hablase de. 23 años de :Una revolu-
.ciofl. que no conoció,, ni quiso,, porque siiempre fué
. eoemigio de la liberlajd: que, esducado en . apa escuela
la menos á propósfito para adoptar principios liU^rales,
Ferré se acostumbró á mirar siempre con odio la in-
troducción de todo lo que, en algún sentido, pudiera,
a su juicio, mejorar la industria de su p^Í3, et.Q* etc.
La diferencia de opiniones sobre principios nacio-
nales, entre la provincia de Corrientes y la de Buenos
Aires, á que se acaba de hacer referencia, surgió Qon
motivo de una carta del diputado de Corrieptes don
Manuel l-eiva, en la Comisión representativa de los
gobiernos de la liga litoral, denunciada por el gene-
ral Qujroga, como ofensiva á Buenos Aires, é que ni
^e hacía aparecer absorviendo las rentas naciona-
, les, como patrimonio suyo, sin q:ue las provincias
que componen la República Argentina, tuviesen cono-
cimiento de ellas, ni de su inversión en 22 años de eman-
cipación de.la qntigua metrópoji.
El gvJbernador Forré trataba de demostrar que la
opinión de su diputado Leiva, respecto á las rentas
nacionales, era exata^ y que en nad^. se habíft des-
, viado, ./ ,
Con motivo de ésta .cuestión, .el gabeitnadpr .Fe"
pré dirigió (13 de abril de 1832) una circulará los /go-
biernos délas provincias del. interior^ cuyo espíritu y
tendencias pueden sintetizarse en las. siguientcís pala-
, bras de la misma:
tNo ignora usted que pasó el tiempo en que ios
542 2»ltOVlllOIA
desengaños venían á perder su tnjtuenciay estrellán-
dose contra los deseos desarreglados dé un poroenir
maravilloso. ...... Basta ya de alucinarnos y pues el
estado de aislamiento y eúque se pretende sumir á los
pueblos y solo puede producir ventajas á la' provincia
que y en cierto modo y se ha hecho arbitraria del tesoro
nacíonaly contra el voto público de aquellos^ (los go-
biernos litorales y demás aliados)*
Esa circulan y Id contestación de Ferré á Rosas, pro-
vocaron largas y profundan deflexiones de la prensa
de la época. . -
Habiendo algunos puesto én duda la nacionalidad
del general Ferré, creyéndosele español, se averiguó
y resultó ser correntino. En el último tercio del siglo
pasado, vino de Cataluña á Buenos Aires don Juan de
Alsina, con su esposa y ocho hijos, todos solteros, 4
varones y 4 mujeres: todos casarort en América.
Una de estas hijas, doña Juana Francisca, madre de
don Pedro Ferré, casó' eri Buenos Aires y tuvo en esta
ciudad su primer hijo,* hermano mayor de don Pedro.
Después doña Juana Francisca, con una hermana y
dos hermanos, fué á Corrientes, donde todos ellos se
avecindaron, quedando los otros 4 en Buenos Aires.
Entonces nació en Corrientes' dott Pedro.
De acuerdo y con consentimiento del obispo y vica-
rio apostólico de la diócesis, fueron erigidos en curatos
independientes tas antiguas vice-parroquias de San
Antonio de Mburucuyá, Concepción de Yaguareté Co-
ra, Nuestra Señora áei Pilar de Curuísú-Cuatiá y Santa
Rita dé la Esquina.
Logró Ferré ver concluidas, durante su administra-
ci0o» las obras de los cuarteles y casas de seguridad,
DB^ COBBIBXCTBS t^^
coma las de Ya^aareié-Coráy Saa Luis del Palno^ar^ así
como la del nuevo mercado y la casa de los Ríepresen-
tantes de la provincia. i
Regularizó la admÍDÍ$tracion del departamente de
policía y la administración de correos.
ContÍHuó empleando con feli:^ éxito las medidas de
paz y conciliacian con los indígenas de las tribus inme-
diatas del Chaco, pasando éstos casi diariamente á la
capital a hacer sws cambios, y guardando mucho Or-
den.
Apesarde haber sido investido con las fat^ujtades
estraordinarias, el gobernadc»r Ferré no se vio en la
fieeesidad de hacer uso de ellas, sino para cae^ttgar y
ei^carmentar á los famosos' oriminales que atentaban
^oñti*a la propiedad y \^ vida de los habitantes.
Además, á la administración Ferré, hasta 1633, la
provincia de Corrientes es deudora de las mejoras que
á continuación se espresan:
Ocupación del territorio de las Misiones orientales
del Paraná, abandonadas por las fuerzas paraguayas,
como parte integrante de la República Argenüaa;.
Establecimieutos de educación primaria, ^n todp^ la
. campañft, . ,
Establecimiento de una Sociedad Inspectora^, com-
puesta de beneméritas y dignas patriotas, para la, edu-
cación de Iras mfias.
Reedificaciondeltemplo déla Villa de Goya, trasla-
dado de su anitiguo lócal^ cuyo piso menos fírme> i)abia
falseado los cimientos del que se habla fabricado en
1827.
Terminación del de Caacaty.
Nueva construcción del de San Antonio de Mburu^^
CüVáL ■''-''
Reedificación de la iglesia del pueblo del Sauce»
Próxitiia terminación de la del nuevo pueblo* de Pa-
yubre. '
I
544 PROVINCIA
Ca^as de aduana y resguardo^ edifícgdas nuevamen-
te en Bella Vista.
Terminado el período de su feliz administración á
entera satisfacción de sus conciudadanos, el goberna-
dor Ferré trasmitió el bastón del mando, con toda
tranquilidad, el 85 de diciembre de 1833, á su sucesor
él coronel Atienza.
Al bajar del gobierno, la Sala de representantes de
la provincia, condecoró á Ferré con el grado de Bri-
gadier^ asignándole al mismo tiempo una pensión
atiual de 1500 pesois.
UñASOj juez de policía, delegado de Ferré; el solo dia
16 de mayo, que éste tuvo que salir á campaña coa
urgencia.
En 6 de setiembre del mismo año, quedó nuevamen-
te de delegado dol mando *de la capital, para el despa-
cho de los asuntos diarios y de reglamentó, reserván-
dose el propietario el derecho de dictar, como en efec-
to dictara, disposiciones referentes al resto de la pro-
vincia y de interés general y permanente.
Fué, pues, durante esta segunda delegación que,
hallándose en Bella Vista, en 80 de setiembre^ espidió
un decreto habilitando dicho puerto en los mismos
términos que lo estaban la Villa de Groyay la Esquina.
Por tercera vez> quedó de delegado, durante la
ausencia de Ferré en las provincias de Entre-Rios y
Santa Fe, por asuntos de interés general, desde 611"*
de febrero hasta el 20 de marzo de 1832.
FEBRÉ, delegado, durante la enfermedad del propie-
tario general Ferré, que se hallp imposibilitado de
prestar la debidfi contracción que demandabfiel cargo,
desde el 27 de abril hasta el 2 de julio de 1833.
OÍ . CeAQ.J[^TBS ;646
j. rentino, electo en propiedad el. 19, y puest¡o ep. ;Pfise-
sion del mando el 25 de'diciembre de 1$33, ^li ciiya
' fecha entró á ejercer ,el cargo, hasta el 6 de d¡c¡Qn(i,bre
de :1836y habiendo iSÍdo.reelectO) continua jh^sta el 19
de mayo de 1837 que, por enfermedad, d,ele¿j6.9l iflfin-
do en el teniente coronel juez de policía Gramajo.
/ 'El progreso ihkterial de la* provincia, durárftefá'ttS-
minístracion ' del gobernadot* ' Atienia, rto préáehta
nada de notable^ sobre que se pueda' llarhar^la arfen-
cion; pero sí en cuanto á los principios políticos tjufe la
distinguen, sobre todo en una época en que el faroi" de
. Isl federación no había llegado aun á su ^sangriento
/¡Apogeó. , ' . ; '■' / ' ^
Cábele al gobernador Atiénza la triste gloT*¡a'fle inci-
tar á la efervescencia popular en sus proclafnás' al
ejército, á quien advierte que « la Facción militar, es
la mas.inícuaque alumbra el Sol sobré la Tierra^ y
' . que era preciso esférminarla totalmente/ para que
'haya paz, orden, sosiego y prosperidad.» ' ' *
Fué nombrado nuévanoente el 7 de. febrero de 1837,
confiriéndosele al mismo tiempo el grado de cordnel
mayor, para.que continuase en el marido,, há^t'a la 're-
forma déla constitución. * '' '
Cesó qon su muerte,. 4ue tuvo lugítr él 2 de aicíem-
: bre del mismo .¿ño, y durante sus ausencias en las
, , visitas de Iqs departamentos de campaña y su enfer-
medad quedó desempeñando las funciones ^e deleg^^'j^o
el señor Gramajo.
. ; . Elflaiqi^tro de Atieuza fué Viílagra. , r, .. .. *.•
fSSe— D. JUAHí iPELlPE gbaéíÁjío, cotxe ^¿^^^^ tg^
nien^ coronel, juez de polida,,delejgadojde A^jenza la
1* vez; durante la visita de ésteá í(>s <íepa^.¿ 'j^^j^j.pg'¿Q
campaña, desde el 2j5.de niarzo hasta e\ 4 ¿^ mayo de
, 1836, la 2* por lá misma causa, desdó pi 9Q#ipoatÍAm
86 '
64S MovnfOiÁ •
- breliasta el 2» de octubre 'del citado año (1836) y la 8"
durante la permanencia del propietario Atienza en la
' frontera del Uruguay y durante su enfermedad, con-
tinuando después del fallecinniento de éste, hasta el
' • 14 de diciembre, que fué nombrado el coronel Beron
' de Astrada.
.t^l|.lf^-^OROIVC:ii «JBMARO B£llOF|I DE ACTUADA,
(correntino) nombradp interino y puesto en posesión
,j , 4el cargo el 14 de diciembre, hasta el 15 de enero de
j ,1838, /}ue fué electo en propiedad, habiendo désempe-
. ' ñádo el gobierno de la provincia hasta el 31 de marzo
< de 1839, con don Pedro Diaz Cólodrero, de ministro.
De todos los gobernadores de provincia, fué el pri-
. . mero que levantara el grito de libertad contra el dic-
tador Rosas, pronunciándose el 20 de enero de 1839, en
Avalos, donde tenía reunido su ejército, que no ba-
jaba de 5000 hombres.
El 28 del mismo mes lanzó un bando de guerra
contra Buenos Aires, declarando que la provincia de
Corrientes se emancipaba, dasde ese momento, de todo
vínculo á la influencia del Dictador, y revocando la
aprobación dada á la conducta de éste, referente á la
cuestión francesa, que atrajo sobre todo el litoral ar-
gentino el vigoroso bloqueo por la escjadra de aquella
nación, desligándose por este acto, de la política que
.seguía Rosas relativamente ala F/ancia. Con igual
fecha, dirigió el gobernador' B. de Astrada un estenso
manifiesto á los pueblos argentinos, invitándoles á
emanciparse de los lazos que oprimían servilmente sus
libertades, y esplicando los motivos que habían indu-
cido á la provincia de su mando al dar este importante
paso.
En marcha sobre el ejército entre-riano que manda-
ba el general Pascual Echague, él de Corrientes fué
' (31 de marzo) sorprendido en Pagó Largó, por la van-
* guardia de aquél, ál mando del general íusío José de
Urquiza, y completamente derrotado, dejando éft- el
campo de batalla y.durante lá persecltclorí 1960 mtiér-
los, entre ellos su gefe el gobernador Bero|^ de As-
trada y 84 gefes y oficiales. Además, cayeron en poder
del enemigo como 1300 prisiorreros, de los que Urqui*
za man-dó degollar mas de 800 y quedando vivos solo
450; 500 fusiles 150<« lanzas, 360 tercerolas 'y otros
tantos sables, 6 carros de municiones, 40Ó0 caballos,
• un estandarte y el archivo de campaña del desgracia-
do gobernador B. de Astrada. ' ' /
Tuvo éste por ministro general de su gobierno á
donPedreDiaz Colodrero.
En reparación (tardía) de tan sensible cuanto prema-
tura é irreparable pérdida como la de aquel patriota,
el general Urquiza propuso, en 1857, al gobierno na-
cional del Paraná, y fué acordada cual era de espe-
rarse, una pensión mensual alas hermanas del finado
gobernador.
MAJíO, juez de policia, d^Iegiido de Beroñ de Astráda
durante la visita ordinaria á los departamento^ de
campaña; desde el 19 de mayo hasta el 2' de juinio, la
1* vez, y la 8* desde el 14 de setiembre de 1838 hasta
el 2 de abril de 1839, que^ por el falleciiniento deB. de
Astrada, fué nombrado el general Ferré. í>
El teniente coronel Gramajo, patriota de 1810, ocu-
pó por el largo espacio de mas de 14 años el puesto de
gefe de policia, el de contador y vista interv^ntorví el
de representante, la presidencia de la CánilarB de Jus-
ticia, diferentes ramos de la magistratura ]\idicíal y
repetidas ocasiones y en diferentes época^^ coní>P|Se
acaba de ver, fué delegado en su persona el mando gu-
bernativo de la provincia. Falleció en Corrientas, ciu-
dad de i^u nacimiento, el 26 de febrero djel856. ,;
El entonces gobernador doctor Fu jo), recQnocidoal
mérito de tain lBintigup< patriot^^j djspuso , se le hiciesen
.. los.honofe? füaebres qq» jel raugPJ/ poippí^ cpusiguíen-
L tes á su griüduacloja. ,
«S«9-;-Gs;iV]Bl!iA|L PKiiRo::Fi:9pÉ5 electo gobernador
. proYÍ3orip.j^, puesto eiiippsesion del inaudo <le la pro-
vincia el 2 de abril, hasta el 5,,qii|e, siendo su presen-
; ciaurgent^ente. reclamada en la campaña por el im-
perio de lasfcircnnstancie^s, delegó en el coronel M. A.
Ferré el mando de la provincia p^ra todos los asuntos
diarios y de reglam3nto.
El desarrollo que tuvieron los sucesos posteriores
ala batalla de Pago Largo no dieron entonces lugar
á la delegación..
Al general Ferré cupo la desgracia de promulgar (10
de abril) una ley que puede decirse arrancada por la
fuerza^ declarando al ex-gobernador Beron de Astrada
(cuándo ya no existia) decaído de los honores con que el
congreso provincial habia condecorado su persona á
^;:Siji ingreso al mando; y nulos todos los actos ejecuta*
idos.por su administrapion, con respepto á la guerra
. que habla» emprendido, qontra la, provincia de Entre-
.. Rjos; y piity especialmente el pacto de alianza que
. habia celebrado Beron con el general Rivera.
' Síd embargo, de salvó Ferré de poner su nombre al
pié de la humillante convención á que mas adelante se
. bac^ re&rencia, celebrada en Curuzú-Cuati^ t 30 de
I abril (1839) entre el general Echagüey el congreso de
' laprovinda, y rutíñcada por aquiél en. la costa del Mo-
^ ooreláenlamisma fecha, y por éste, seisdias después^
f' La última disposición firmada por "el gobernador
* provisorio general Ferré fué uri decreto, de fecha 9 de
• Jfí^ayo, poniendo en posesión de! mando de la provincia
áfiu hermano el coronel, que desde antes de esa fecha
figuraba como gobernador delegado. Estas son irre-
gularidades disculpables para la época.
i¿80--ClieiviÉ1ilAi4 paÍscvaíl '¿cvÁcitnB, ano^dé los
'genei ales del ejército sostertédor dé ítt ikdtpertdéhtia
^ delá Con federación, dtótadór militar; desde lá fééha
de la vietoí^ia' de -Pago L^rgo, allcanzadá por áqtíel
ejército^ el3í de marzo dfí 1^39; hasta ^eVS dé mítya/
Esta víctonmclostóá la proviiicia tls C(MÍ*ientes^, por
tratado estipulado en Curuzú-Cuatíáel 20 dé' abril ^de
1839, cotí el vencedor, una contribución de 60,000^J^esos
fuertes, 80,000 cabezas de garfado- vacunó y 50,00()*ye-
guas, conio indemnización de los gaé^toS dé la gufert*a.
Este tratado fué modificado éri^Viíla Neréva á 9 dé fe-
brero de 1843. • • . - ' . . ,1 ..;i.fl ./
El general triunfante.se hizo dueño de todas, Ji|j
propiedades correntines: dividió su territorio^ Cele|)r(
. tratados.cop el.cuerpp representativo:. §xig¡,<^, .4^ pxp^'
to caudales que no existían, ni podían existir. )5||.»^s
cajas del Estado; porque el comercio, aliento vital (Je
- la sociedad, estaba.paralizado y agoQÍzcmte; papa;aaMr
. de tal conflicfiD, fué necesario imponen contri buci^iles
hastaen laolaáe menesterosa» :. : : . ,.:,>
Los horro<r!es oometidóá enCorrientesipor él veiíae-
dor, no presentan ejemplo en la historia, la pluma se
resiste al decir q'ie, prisioneros rendidos érafn dego-
llados por a'n'tojo, y pacíficos' labradóreá' qaethaaos
vivos por entretenimientpi ' '^
Corrientes' recordaba el dia 31 de marzo dé l&39'como
el destinado para el colmo de sus desgracias. '*
La historia dé los escándálo's y délos crímenes data
desde esa época funesta, como la de la;desmoi*ali^acion
general.
Al fin, el pu0*blo Qorrentino rompi.6 las ;ieeden6ts-4a0
lo ligaban por medípde un mQviipi^to quQ,efQ^tu6i el
6 de octubre, en que, dp un, solo ígpjpe-.y en todos los
puntos de la provincia, fueron dier^opadas Ic^s dóbijes
autoridades paestas en vigilancia $pbre.éri.r ^p >
En asas mismas circunstanpia$,¡unacQÍiww%d9 ar*
400 PilOYlKOIA
;. gentinos al mando del general Lavalle^ que, rompiendo
,; Ifts aguas del Uruguay había desembarcado en Ñancay,
Pqerip de Landa y Qualeguaichú, vence y triunfa
. de los agentes del Dictador. El gobernador delegado
' de Euíre-Rios, coronel Zapata, es conipleíameote der-
rotado, el 22 de setiembre en el Yeruá, por el general
Lavalle*
Este» después del triunfo del Yeruá, marcha á la
/ frontera de Corrientes y ofrece sus servicios al gobier-
no, surgido de la revolución del 6 de octubre, para res-
. tabl^oer á la provincia en el goce de sus derechos y
vengar los agravios del Pago Largo.
t9S0— B. üAiwirEL AIVTOWIO F£BBÉ, correntino, des-
de el 8 de mayo que sucedió á Echagüe, hasta el 16
del mismo .mes que delegó el mando gubernativo en
I Cabral.
iMfi^B. PBBR0 BiBiviüiB CABBAii, correntino, de-
legado de Ferré, desde el 16 hasta el 22 de mayo, en
que, por renuncia de Ferré, fué nombrado el mismo
'Cabral interinoy el coronel Romero en propiedad.
Í899— COBOIVBJIi JOSÉ AWTOIVIO BWMBBO, corren-
tino, nombrado en propiedad, desde eJ 22 de mayo, en
que fué electo pero no tomó posesión del mando gu-
. bernativo sino el 6 de julio, hasta el 23 del mismo mes
que el estado de conmoción de la campaña hizo urgen-
temente necesaria su salida, dejando de delegado á don
J. M. Vedoya.
Su ministro secretario fué don Justo Diaz de Vivar.
li^S9— bÍ JUAN üAMVBL VEBOYA, delegado de Ro-
mero, desde el 23 de julio, hasta el 6 de octubre que,
habiendo sido la Legislatura convocada estraordina-
riamente y destituido á éste^ á petición del pueblo^ fué
nombrado el general Ferré, á quien Vedoya puso en
po'seeíion del gobierno.
DB noMimmB ^:
visorio desde el Gida octulbra» en que,jtainó^po3e5Í^n
del manda gubernativo, eaOQn^^QUQPcift, de J.aid^^itu-
óicKD de su predecesor el coronel Rornero; y ejep^.f n
propiedad el 25 de' noviembre de 1839, epn f4cM.Ha(i^s
estraordinarias, para salfir^ la/ provipQia,, cqan^Q el,la
sola hacia frente 4 todo ^l pqder de Rosa$<
• Ejerció ei. poder h46tae)14de diciecnbre4s JAÍ2, en
que fué derrocado ácQnsecu^ncia de la o^atall^ de) AJr-
• ¡royo Grande, que tuvo liigór el 6 de dicho flies daj94^
el triunfo 4 l^sainias/ederaí(93. ' > j
La Legislatura sancionó, el 10 da ocjtuhr^;; (ÍQ39),
unkiey por laque sé anuldban todas / las leyes y pAO-
videncias dadas anteriormente por Qopde^enderj^pn
ei poder del vencedor del Pago Largo^ que las e:s^tg¡a.
El 12 de octubre (1839)^ el. gobernador Ferré coíi?i-
deró :necesaría3u presencia en. la campaña, delí^ganilo
el mandoén el coronel Ferré* ; ,;
Desde la Villa de Goya, San Roque, etc. ej goberna-
dor propietario dictaba disposiciones con prescinden-
cia del delegado; entre qtras un decreto (31 de oqtu.bre)
ordenando al ejército de la provincia el uso.d&la 4il^ísa
bi-cotor con qué se presentara en Ck>prienjtes la Legión
Argentina Libertadora y derogjando por CQOsigi^'^Ste
. él de 2^ de febrero de 1837, que objigabd el U3P^d^.la
divisa punzó con la inscripción FederaciQn <} Muerte.
Otro, dividiendo el despacho, de gobijQrno Qn;dos.n)e-
" áas, una para eiramode haciencía y relacipnes este-
' riores; y otra para el de guerra y gQbieroo,.y npni|?r^n-
do para desempeñar ambos ramos iá don Manuel
Ley va- ' ' !
Él I"" de enero de 184Ó, el. gobernador Ferré, desd^
Villa de Sao Roque, declaró la guerra al dictador Ro-
sas y solo á éste, pero do ningún modo á ios dem49
pueblos y ciudadanos de la República, organizando uu
ejército que fué confiado al general Lavalle, y del que
562 ^^MtfPfmciA i^
''solo régresarcín algunbis' reatos un aña áesivues, á trar*
^' Tés del Ohaco, al mando díel coronel Salas.
•' Vamos á' dar tina relación de los sucásQS que tuvíe-
''FOn lugah dtiratUe^ la adl^ninístracion Ferré hasta di-
"ciembre de 1840/ habiendo sido sus ministros el antes
^"Citado Lteyvá ó Leiva y don José Manuel Isasa.
En el corto periodo de .4 meses^ después del pro-
^'nuhciámiento del 6 de octubre de 1839, $e organizo un
" ejército fuerte en su número que garantía los derechos
' de la províricija! y daba todas las probabilidades de
triunfar de los enemigos, como !o aseguró su general
'enrgefe, Lavalle/corí motivo de. la invasión del gober-
" ni^dor de Santa Fe, don^ Juan Pablo Lope^y que huyó
' 'aterrado de su actitud guerrera.
' Apesar de "una seca eslr^órdinaria que; en k) mas
fuerte de los calores dificultaba aglomerar los ele-
* mentos de movilidad para la tropa; de- lo completa-
mente destruidas que estaban las caballadas reunidas
'^ en el ejército, por láá marchas y contramarchas, que
* se hablan hecho durante la invasión del;;espresado go-
bernador López; apesar de todo eso, nada faltó para
* equipar 4000 soldados que era el total del ejército
liberladdr, abriendo su campaña sobre Entre- Ri os, el
' 27 de febrero de 1840, y llevando todos los elementos
' 'nécefsarios para terminarla con suceso. Responden
de esta verdad sus triunfos hasta los suburbios de la
capital de Entre-Rios.
Cuando el ejército libertador estaba para marchar
al territorio enemigo, (1) el general Lavalle .meditó y
(1) Al marchar de Corrientes el primer ejército libertador, el general
(iavalle dio la siguiente — «Orden geperal— £1 general en gefe del ejército
libertador, á nombre del gobierno legal de la provincia de Buenoá Aires,
que suceda al del tirano Rosas, acuerda á todos los individuos «i ae asistieron
ala victoria delYeruá (22 de setiembre de 1889), como una recompensa na-
donal el^stintivo de un kzo de los colores nacionales, que deben llevar en
ej^ante^bmzo izquierdo. ...
• «Lavallk. »
DB eoBBnmTBS Q&S
oomuüicó al' gobernador Ferré,, con grandes reoo-*
= tneñdacionés, unaetnpresa que debía mandar^y diri-
gir por el Chaco sobre Santa Fe, el coronel iM^riano
V«ra, interesándose en que se le ausiliase con una
' fuferza de indios, qa« debería incorporarse.á ia del ejér-
" cito qoeel gobierno de Corrientes pondría á las órde-
nes del citado coronel Vera;» El ^gobernador Ferré
' proporcionó al gefe empresario los elementos que- pú-
jelo, autorizándolo para vjerificarlay para que ^buscase
^ hoinbres, que voluntariainente quisierfen 'Seguirlo, ba-
• 'bí endose 'negado, desde el principio á librar élrdenes
para engrosar la espedicion con los hijos de la provin-
cia. Organizada asi la fuerza, pasó el Paraná y con-
' tinu6 sus operaciones que dieron un lamentable rjs^ul*
- tado— el completo descalabro de la empresa y la des-
graciada muerte de su gefe.
Como loda )a fuerza ' que eátaba á las óf deoes del
general Lavalle debía marchar al territorio enemigo,
Ferré organizó una divisional mando del. general Vi-
cente Ramírez, compuesta da '600 hombres/ para' que
guarneciese la frontera de C^'rientes por* la parte del
Guaiquiraró, que estaba desamparado. Esta- fuerza
fué puesta también á las órdenes del genesal Lavalle,
quien no la consideró necesaria, pero se conservó lle-
nando su primer objeto con el nombre de cuerpo de
•reserva.
Sin embargó, los recursos de la provincia, por mas
garantías que ofrecieran los esfuerzos de sus compa-
triotas, no eran suficientes para tan ardua y difícil
' empresa, aun con los leg¡onai:ios de Maiiin García,
que generosamente prometieron el sacrificio de su
sangre. Así, para asegurar el término de una lucha^
de que dependía la suerte déla Kepública, el goberna-
dor Ferré buscó cooperación y ausilios fuera do la pro-
vincia. Encontrólo uno y lo otro en los agentes de la
Francia, l^quzedes levantaron inmediatamente el blo^
554 PBovmiA
' queotiélos puertos de iaprotincia^ dieron protección
ial^ comercio y auxiliaron generosamente al ejército
libierthdor/ i .
' 'El gobierno oriental ofreció sus recursos y sus sol-
dados; piara segundar la guerra qiue Corrientes habia
dedai^ado al Dictador de Bueno^ Aires y sus sostene-
' dorfes, don fecha 1° de enero dé 1840,
-' Con los ausilios de la Francia y la protección ^e su
esetiadra, que sjurcaba el Paraná, al ejército libertador
- marchó sobre Enlre^RiOfl, sin haber aun recibido los
que había de franquear el Estado Oriental del Uru-
guay^ ' .
Con anticipación, el gobernador Ferré había buscado
la amistad de los republicanos rio grandeoses^ quienes
hicieron el ofrecimiento de algunos elementos de guer-
ra, cuyo recibo se frustró por' un acto impolítico del
general La valle, que Ferré tuvo que prudenciar, á fin
dé que no tuviese los. resultados funestos que pudo
haber ocasionado en aquellas circunstancias.
Luego que se vio desembarazado, Ferré dirigió sus
comunicaciones á los gobiernos del interior de la Re-
pública, por la vía del Ohiüco, escitáadolos á seguir la
. marcha y la política que Corrientes sostenía; instru.
y^ndoles de ella y de su posición niilitar.
El Presidente del Estado Oriental, general Rivera,
mandó un enviado suficientemente autorizado, para
acordar el modo como debía hacerse la guerra, prome-
. tiendo segundar la empresa marchando en persona á
; la cabeza de su ejérciio, socorrer y completar el equi-
. podeí ejército libertador y. hacer todos los gastos que
• : deinandas0 la guerra.
Por esa negociación, dos ó tres mil soldados que
acababan de triunfar en Cagancha, pobre Echague, y
grandes recursos que nec^ariamente debían negociar-
se del estrangero, parque eran indispensíibles yse^ca-
recia de ellos, iban §. aumentar el poder del ejército
/
DE CM1UrB)ITB6 555'
libértedor. V nó obstante', el 'general Lavalle} mftueto-
ciado por algunos genios i imprevisores, inquietos y
aspirantes, que huncsa faltaron durante-aijtiieHa desgra-
ciada época de luto y de sangre, desaprobó la negocia-
ción clasificándola de contraria al honor naciorfial.t El
general Lavallecqnfiaba demasiado ^n au , patriotismo,
ynomedia.lamegnitujd.de la empresft (Je derrocar Ja
tiranía, error que co.stée!! afianza miento de ós^a por
otros .once años mas^ coa su largp ^^quito de. victi-
mas y de díesgracjas. ;.. .
Más ,que honor nacional, fué una cuestión deoom-
peten<iia éntrelos genepalés Lavalley RÍYera,.á que:fie
agregó la llegada del general Paz al ejército, Uamado
por el'goberñaidor Ferré- desde la Colonia,, doiade se
hallaba, des^pu'es de $u evasión del poder de Rosas.
La conducta del general La\ialle,. en esta- emergen-
oía, hi¿o cambiar enteramente la política del gobíei^o
oriental, cuya cooperación habría dado á la< cruzada
libertadora un resultado bien distinto del ^ue desgra-
ciadamente se esperimenfara^i . ,/• ..
Esperando el pueblo correntíno recibir el premio de
tantos sacrifioios; vidas y sangre, en la noclie del¡3 de
agosto de 1840 se pre$entó al gobernador Ferríí en la
capital de Corriente^, el general Vicente cRamirez,
enviado |>or el general Lavalie.. Conducía comuni-
caciones de éste, en que, dando parte de>ía acción
del 16 de julio en las- puntas del Sauce, Grande, y
ponderando la heroicidad que en está, comd en las
anteriores del paso de la Laguna y la de Dloh!. Cris-
tóbal, habiao desplegado loa soldados .4^ Ja* pro-
vincia, pedía í. nuevos iausilios, que el g^fieraí Ra-
mirez debía oonducir por el Moooret4; mas' éste aI
mismo tiempo informó al gobernador Ferré que el ge-
neral La valle, bajo un plan .premeditado había hpcho
sacriñcar las victimas que perecierpn en el' Sauce^ y
qui$ luego, ^upopiéqdose .derrotado^ dejó .al i epemigo
,, ' •
556 pEOYDreíA
dueño del campo y de toda la provincia de £ntre-R¡os,
que, con poca escepcion, reposaba bajo la garantía del
ejército, después de. haberse adherido á los libertado-
res, y se había lanzado con el mismo ejercitóla este
lado del Paraná.
En vista de esto, el gobernador Ferró espidió una
proclama el 4- de agosto (1840), declarando al general
Lavalle desertor dé la provincia.
En ese mismo dia (4 de agosto) el gobernador Ferré
principió á tomar medidas de defensa y de seguridad,
'pues era de esperarse que EchagQe, duefto de la pro-
vincia que mandaba^ invadiese á Corrientes, foco del
poder de los libertadores.
Con el ñn de dar impulso & las órdenes libradas
para la reunión de las milicias y reanimar á los habi-
tantes de la campa&a, Ferré marchó en persona el 6
del mismo agosto y dispuso que el general Paz, que
acababa de llegar á la provincia con algun^os gefes y
oficiales del ejército libertador, tomase la dirección
que llevaba el mismo Ferré. El 9 se incorporó éste á
Paz, quien puso en sus manos una comunicación del
general Lavalle, en que, deplorando la situación del
ejército, avisaba á Ferré su pasage á esté lado del
Paraná, porque su posición, su conciencia^ su honor y
las luces de sus compatriotas, que lo rodeábanlas! se
lo habían Aconsejado para salvar el ejército y la revo-
lución; asegurando que Echagüe se hallaba en la abso-
luta imposibilidad de invadir á Corrientes en mucho
tiempo.
Dos dias antes (7 de agosto) de incorporarse Ferré
á Paz, había recibido aviso de la invasión de Bailón
Cabral pDrel Guaiquiraró y en seguida la del indio
Tacuabé por el Mocoretá.
El 10 (agosto) hizo el nombramiento del general Paz,
• elevado después á brigadier de la provincia, encargán-
dole del mando del ejército que iba á formarse, siendo
DA' 0(AEUiK7BB 567
esté ei plantel del ejéifoito y su. prímeit goldado^ pues
aun no habían concurrido' los CQntitígeBtdS de los de-
partamentos,
Gabral no pasó del Sauce, y Tacuabó (muerto des-
pués en Caaguasú) que^ mas. atrevido, avanzó ha^ta la
Cruz, fué completamente .deshechoy arrojado. e0 dis-
persión fuera 'der territorio, con gran pérdida d^ los
que lo hablan acompañado. .
Habiendo recibido comunicaciones del gobierno de
Tucuman instruyendo de la sanción de 7 de abril (1840),
en que se separaba de la política del gobernador de
Buenos Aires, retirándole la autorización para entrete-
ner las relaciones estetiores y uniformando &u pronun-
ciamiento ai de Corrientes, el gobernador Ferré mandó
una persona de confianza por la via del Chaco basta
Salta, con correspondencia para su gobierno, cuyo
pronunciamiento por la mi^ma causa de la libertad era
ya conocido, para el de Tucuman y demás provincias
de la República.
En el mismo año 1840, el congreso general delaprO'
vincia sancionó (16 de diciembre) una ley constitucional
disponiendo que la provincia de Corríeútes no podría
ser el patrimonio de ninguna persona ó familia; ni go-
bernada por ninguna persona ó corporación con cfsu^ul-
tades estraordinarias y suma del poder público.
Otra (17 de diciembre) asignando al general en gefe,
don JuanLavalle^ gefes y oficiales del ejército liberta-
dor 100 leguas cuadradas del territorio en la parte aus-
tral del Rio Bermejo, en 10 leguas de frente y 10 de
fofidoi desde dos leguas de su confluencia coa el Rio
Paraguay.
• Ese territorio había de ser distribuido por el general
en giefe del espresado ejército á los gefes y oficiales que
se hubiesen distinguido por sus servicios en la lucha
contra él tirano de la 'República; reservándose el gene-
ral Lavalle para su propiedad 10 leguas á su elección.
668 T^ftotqwmAí'
' '• :Iguftl kieá dé teri^no «obre el m¡ arrio frente j fondo,
-' á Tttiedir, defefdeél límite de la donación, fué asignada
al gobernador Ferré, general Lavalle, gefés y oficiales
que hubíesefí merecido dií5tincioh por su valor y ser-
vicio en aquella guerra; - asígnándgse en propiedad, al
gobernador Ferjé, 10 leguas- cuadradats de diclxo terri-
' torio^ é' su tleocion; igual área al general en gefe del
ejército de reserva brigadier don José María Paz.
• Y otra (17 de diciembre) sobre que las causas civiles
, . y criminales habían de sesr. juzgadas por el poder judi-
ciarioeto. : ' i ' : .
•• ' En #841, el gobernador Ferré ratificó (23 de agosto)
• el traltádo de amistad, comercloy ñaregatíion, celebra-
do éoii el gobierno de la Repúblió'a del Paraguay, en la
capital dé 1¿ Asunción, el 31 de julio (1841), asi como el
tratédo provisorio sobre limites. .
Cuando Echagüe invadió la provincia (en setiembre)
él congreso de Corrientes dictó una ley (1° de octubre)
sujetando al enrolamiento en los cuerpos cívicos de la
mistná los estranjeros residentes en su territorio, du-
rante la invasión del eneniigb, que no respetaba las
y fortunas pi • ¡las vidas de los pacíficos habiíaiites; y has-
ta las matronas corren tinas. dirJgieroQ una exhortación
si Batallón Cívico del Orden que marcltóel 15 ¿en-
grosar \ak filas del. ejército de- reserva» «I mando de
. don Miguel Virasoro, a que. vengasen U sj^mgre de
sus hermaííos derramada en Pago Largo (31 de marzo
(de 1839)i despXies de rendidas pOF los {j^neralesBcba-
..güe, ürqoiza y Servando Gómez,.
' ' • Con el objeto dederrocar al dictador Rosas, se ajustó
en la Villa de Saladas á 5 de noviembre entre el go*
bernadorde Santa Fe, general Juan Pablo López, Re-
• presentado, por el coronel José Ramón Ruiz Moreno,
, suenviiado eístraordinario, y. el doctor Santiago Der-
qui,comi^iooado especial; del.de la provincia .de Cor-
. rietttesi. - ... .
Dtf oeitiftMiiTBS 869
- Ew 1841, éb gobernador Fer*r6 opganíaó .an Díievo
ejército que' pus<!) bajo la direcciotí del igeuepal Jbsé
^Mária Paz, con el que éste^ invadiió la provincia de
• Éntfé-Rios, áesfi^ues de haber alcahzado .una insigne
victoria en Caáguaícú el 28 dé novienihiré, sobre el del
general Echágüe, que fué< completamente derrotado,
cohpérdidade muchos hombres muertos^ mAiá de^TOO
prisioneros- mas de 40 gefes y oftciales y el •mfim«tro
de EJchagüe, Benitez, cojí su archivo, etc. Ese mjsnm
. ..ejércitOjj victorioso entón.ces; puesto después á lasór-
^eqqs del general Fructuoso Rivera, fué á su yezder-
rotadp en el Arroyo Grande, el 6 de dipiembre de 1842.
Apenas Jlegp á Corrientes la notiqia de tan dqlor9SO
. desastre, Ferré sacó hacia las J^omas el bafallon Guar-
.. dia Republicana^ hasta cjue en la mañana del 14 de
diciembre, consiguió embarcarse^ acompañado de don
; Ferrpin Pampin,, doctor Juan José Alsina^ comandante
,. . Miguel Virasoro^ Santiago Méndez^ Joaquín y Nepo-
^luceao Goitia. \ ,
Después de una larga serie de infortunios y de.su-
, cesos los mas desgraciados, sin que se hubiesen podi-
. do evitar. por el genio mas previsor, pues no ^stal^an
., en las cosas síqo en los hombres, los que, fati^íidos ó
., cprroratpidos no cumplían, pon, svi deber, Ppr otra parte,
.; la falta de elismentos ppr la pobreza de las prQyi()Cias,
., sobre, todo la imposibilidad de ppder crear infantería,
hizo que el ejército libertador no hubiese podido yenper
á los del dictador al mando de Oribe, Pacheco, Áldao,
etc. Los individuos pert-enecientes á la provincia (ib
Corriente^, que, después de la batalla del Rodeó del
'' Medio^ lograron pasar la Cordillera de lóá Andes,
desde Valparaíso se dirigieron, con fecha SO de no-
' viembre (1841), al gobernador Ferré, ofreciendór pres-
' tarde nuevo su':$ Servicios á su" patria contra la tiráríía,
^ ¿i s^e les propórción¿iba los níediós para' tt'asládlai^éfe á
'■ ' s'u: p'rovinciá natal- Al efecto, comisit)naron di tíoNíhel
"560 FMmnmA: ,
Baltap, para que informase á Felré de todDCuadto ha-
bía > sucedido. £1 númeroide los individuos, á que se
hace refereocia, erau 62, á áaber: coronel Jos4 Donaíngo
A val os; capitán Ramón Fei*iiandez, tenientes Juaii Nu-
. ;ñez,i Daniel López y José fiernardo Acuña; . alféreces
, Carmen fiarnos, Gosmd Darpiau! Encina, Paulino
Duartey Manuel fienitez, Ju^n Antonio Alfonso y Cirilo
. Nufiez; 7 sargejntos^ 8 cabos y 36 sbldados.
't$89-€OBOMEL ÜfAMrfiL AMTÓ.IÍlOlFfiBBÉ, delega"
do' del general Ferré, su hermano, la primera vez
desde el 12 de octubre (1H39), durante la permanencia
del propietario en canjpafia, ocupado en la organiza-
ción del ejército libertador contra la Dictadura de
Rosas; la segunda en mayo de 1840, durante la visita
del propietario á los departamentos de campana, co-
mo lo establécela carta constitucional; la tercera,
desde junio hasta setiembre de 1841, en la ausencia
del propietario de lá capital para la organización del
ejército que puso al mando del genei^alJ. M.Paz, y la
cuarta desde el 26 de febrero hasta el 31 de marzo de
1842, mientras se organizaban los ejércitos destinados
á. libertar el pais de lá tiranía, que, lejos de propender
á su desaparición, la afianzaban cada vez mas, no por
falta de patriotismo y valor, que sobraban, sino siem-
pre por falta de armonía y unidad de acción, y por la
' anarquía y espíritu de emulación que existía en los
mismos gefes entre sí.
t949--D^ PEDBO DIOMISIO CilBRilL, electo el 14
de diciembre, en consecuencia del triunfo del Arroyo
Grande para las arpias /ecíera/^s, y ri.validada su au-
toridad p^r. la Legi:?latura el.l5 de marzo, hasta el 11
de abril de 1843, que huyó abandonj^ndo su -puesto,
dp temor, de un amago de reacción, como en efecto
tuvo ^ugar dos dias después (el 13 de abril), encabeza-
do por el coronelJosé Antonio Vira^oro (asesinado en
1859, estando de gobernador de San Juan.)
Dfi GÓftRIBKTfiS 561
Una de las primeras disposiciones del gobernador
Cabral fué espedir un decreto declarando reos de alta
trafc^on é la patria y, como tales, fuera de la ley al
general Ferré, etc.
El tratado estipulado, el 20 de abril de 1839, en con-
secuencia del sangriento triunfo de Pago Largo por las
eivma^ pseudo' fedérale i y (31 de marzo del citado año),
fué (9 de febrero de 1843) modificado así: el gobierno
de Corrientes había de entregar al de Enlre-Rios
300,000 cabezas de ganado vacuno de marca y 20,000
yeguarizas, renunciando éste último á los 30,000 p2Sos
plata, 80,000 reses vacunas y 50,000 yeguarizas que
por dicho tratado se comprometió entregar. Se con-
vine igualmente que los límites de ambas provincias
serian hasta un nuevo arreglo, los rios Guaiquiraró y
Mocoretá^ tirando una línea desde las puntas del 1°
hasta las del 2°, y que el territorio de Misiones habla
de tener en el Congreso de Corrientes dos diputados
y seguirá cargo del gobierno de la provincia, hasta
que, reunida la Representación nacional deia Confe-
deración, se discutieran los derechos que los misione-
ros tuviesen, ó antes si su población fuese suficiente
para su existencia, como provincia*
He aqui cómo el obispo diocesano doctor don Ma-
riano Medrano felicitó al gobernador Cabral, al tener
noticia de su elevación.
¡VIVA LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA!
El Obispo Diocesano. ,
BaenoB Aires, febrero 14 dé 1643 —
Afio 34 de la Libertad, ^gTde I a ludepea-
^ denciay 14 de la Confederación Argenliua.
AlExmo. señor Gobernador y Capitán General déla
Provincia de Corrientes don Pedro Dionisio Cabral.
»
« Cuando en el retiro de nuestra habitación lamen-
36
562 p^oyi»fiíA
tábamas el triste estado de esa provincia/ á que la ha-
bía reducido el refractario y desnaturalizado gefe
(Ferró) que había usurpado el gobierno, tuvimos el
mayor contento al saberque, por una. aclamación gene-
ral había sido V, E. elegido para ocupar legítimamente
la primera magistratura; y esto de un modo inespera-
d<;) por el tiempo y por las circunstanciad: todo mani-
fiesta haber sido esta obra privativa del Cielp; y es por
esto que nos apresuramos á felicitar á V, E. por tan
feliz acontecimiento; pues que con este próspera acaso,
la justa causa de la Confederación Argentina habrá
concluido con mayor brevedad lo que taqto ha de-
seado, volviendo ¿sus hijos á ocupar sus hogares y
bendecir á Dios de haberlos librado de derramar su
sangre á que estaban dispuestos para poner á su pa-
tria en la libertad que con tan justos derechos reclama.
«Nosotros no dejaremos de importunar aJ Cielo coa
nuestros votos á íavor de V. E. lo mismo que de toda
esa provincia á quien [siempre hemos mirado con par-
ticular predilección»
«Dios guarde á V. E» muchos años.
«Exmo. señor.
cMar^ano Obispo. 9
Por la lectura del documento .que antecede, se verá
que el Prelado de Buenos Aires, separándose de' la
dedicación religiosa y de la abnegación del mundo, tan
propios de su carácter y de su misión, sacrificaba sus
mas sagradas obligaciones. «
Por ley de 17 de marzo de 1843, don Pedro D. Ca-
bral fué investido con las facultades estraordinarias;
para que pudiese arrancar de raiz todo germen de la
influencia del partido liberal y estrechar los vínculos
de fraternidad con todas las provincias de la Confede-
ración. Y el 20 el gobernador Cabral, de acuerdo coil
la referida ley, espidió un decreto declarando al gene-
\
DB/. CORBTBNCTES ^
i ..fal» ¥%fri, á feapiapüda y.á:todos4os qú/e;Cugar(M>-d^ la
provincia, traidores y como tales faera delá iey;. y
• ' mandando bonfiscarsus propiedades, ipiar^r compensar
- álgwn tanto lá -enorn^e deuda con' que habían írecajffga-
* d;oai:pa¡sj .■.•■_.. •:.•.•!.;- . . ..•
Có'nsecueñte oon el sistema político de í^ época, el
gobernador Cabral, todo lo federali:saba\ á los escua-
^ dronés (Jé Lomaá'dfó la denominación. de /Sfe.síaai^cítíA
res de la Federación,' B,\ cuerpo de vi'gtl'áníe'á, Od'tüthiha
Ferfdrary al Batallón Guardia Republícá'ñaC, '(/wártf/a
.. Cfvica Fedfií^ah — espidió un decreto (4 dQ eiiírp de
1843) ¡pí^ndanido usar la divisa colorada, coii lema Íj/§-
deral. que habiasido abolida por Ferré en 31 (íe octn-
^ ^;^e dp 1839;— otro (8 de enero) mandando embargar los.
i , hi^x)/5sc|eJp^ individuos que salieíroa de la ■proVínaía,
; s^p e^pecí^l perrpisp del gobierno'. . . . » . /
_— '*' '''■'^■''''^•lá'
: El proauHciamienitp de Corri^pt^s ,por }a /ederaccpn
..j?0 esttaba.; afianzado, ap,esar del triuiifq qél. ArrÓA^o
• vGrande, por lü que^l general Oribe jde^pachó.urmco-
, lumna de.3W0 hpnjbr.es á las Qr^ene^ del. general "^r-
iqiiÍK0^para operar de acuerdo.con el jgQbernadpf Cabdal
y pirestianieia protección que fuese .«eQ^^ari^,, Üí*<5[ujza
fijó su cw^rtel general en Villanueva el 8 de en0.ro, .cypra
/ imevc^fuíÁ'federííLlmente recibida enJacapiial,,^d|orn^da
de banderas federales, músicas por las calles, S:aIvAs,
; r«piíqu^$í, vivías á JI4 püji^f^f deracioa, a| /?í?sí(ia/wV^^ de
iaS'%(as, lÚL.QfiAjte, á líi:quí>^^ al g'^b^í^nadoj: pabr¿^l y
.4 !tQ4(^4. i^:paedd4Q f(idera{ü^s\ ,y •anatema3..^¿^ P^fPfte
á los generales Rivera y Paz yátod^^ los upjtj-r^pjírj.s^^s.
El 14 de enero (1843) salió de la .c*'vpital eJl^ob^rna-
dor Cabral á'muy coir*la 9list^u]i:uvdf^ la ca;,npií.na^ con
dirección al cuartel ge^j,qr^l de JLJj;(¡|jiiiza, páf:i^;(íeL(^brar
con éste una ent^'(?.vi^^i,.' arengíw:.4' lo^^' escuadrones
Restauradores de la i^fidemQCQn y áiSo\\'ev\o^¿ y, ha-
biendo regresado el 20, reasumió el rp;m.do. El mismo
día nombró éiáou íu^to ÍDiaz d(3'.VlV¿^''iiiiftrs!tro de
I
564 PROVIKCIA. .
guerra y relauciones esteribres y á doa Teodoro Gauna
de gobierno y hacienda.
Ei gobernador Cabral, al solo amago de la reacción
que tuvo lugar el 13 de abril, fugó dos dias antes, de-
jando la ciudad en acefalla de gobierno. En -su conse-
cuencia, fué nombrado donjuán Baltasar Acosta.
194^— B. jiJl»TO DlAX Bc: VIVAR) correntino, minis-
tro, delegado de Cabral, desije el 14 hasta el 20 de enero,
que duró la ausencia de éste en la campaña.
1843— B. JVAiv BALTAlSABACOSTAy electo goberna-
dor' prpvisorió, por la fuga de Cabral dejando el go-
bierno en acefalla, desde* el 13 de abril' hasta el 1^ de
agosto, que fué derrocado por el coronel Joaquin Ma-
dariaga, quien clasificó de ilegal la elección de Acosta.
Al fugar Cabral, el congreso déla provincia ci%yó
que el gobernador Acosta podría, si no contener el
furor de los enemigos^ al menos los desafueros consi-
guientes á un pueblo acéfalo. Su elección, pues, de
gobernador, fué oportuna en aquellos momentos. La
elevada misión del coronelJoaquin Madariaga era sal-
var la patria; la del gobernador Acosta custodiarla mo-
mentáneamente. Con la repulsa de Madariaga á la
proclama de Acosta de 13 de abril quedó terminado su
gobierno. ' . ^
Hé aquí la lista délos' individuóis que pasaron el
Uruguay el Í0 dermarzo de 1843, con el objeto de con-
vulsionar algunos departamentos^fronteVizos de ía pro-
vincia, cómo lo" verificaron^ •
Mayor Andí*és Ri carde
Capitán Manuel A. Acosta
Soldados Silvestre Ricarde
' € Sirifóroso Caballero
« ' í^afecual Bermudéz.
; Lista npii^ina^ de. los g?fes, ópciales y tropa; que el
31 de marzo de 1843, se lanzaron del Estado brasilei-o
DE. GO&BUfiHTBS ^
; l¡mítPofe;á libertar su patria délos degaellos que en
- ella se* practicaban; bajo la. influencia, del tirano de. la
República^
Comandante en gefedela áivision, teniente '.coronel
Joaquín Madariaga, • •
Tenientes coronelps Juan Madariaga (1)
c c .. Bernardino Lqpez , '
c « . Martin Tejerina
Mayor , , ¡ Plácido López
Capitán Comandante,
de Guías Juan Gregorio Acuña
Capitanes Zenoo Peréz
c Juan José Méndez
« Antonio Madariaga
€ Mercedes Careaga
< Victoriano Alemí
'a Cecilio Carreteas
« JoséVallejos*
Tenientes Manuel Vallejos
c . Juan Pedro Baez'
< José León López
€ ^ Justo Segovia
€ Agustin Maidana
ff Marcelino Bejarano
c Isidi*o Ríos.
. Alféreces Juan Chamorro ' '
"c Valentín Roniero
< Juan. Montenegro. ' (Falleció
de enfermedad) y 12 sargentos, 1 sargento trompa, 2
trjonipas, 9 cabos y 57 soldados.
Lifeta de los individuo^, á quienes el mal tiempo,' que
Feinó en el Uruguay el 31 de marzo áe 1843,' impidió
(l) Llegó á ser general, y, después de' varios servicios, quo prestara á íaV
causa de' la libertad contra él ^despotismo, fijo su resideDcia én'Büéaos Ai-
res, habiendo^ fallecido repentinamente en ' el pQieblb ' de Sao Justo en la no-
che, del l9 al 20 de jupio de 1879. .' ' '
M6 • PMfTsamA
I
' venir con K^ que ese'dia pasnron á HbéHár du patHa;
poro qú&\6 éfedturon el 2 de abril delmisaiO'afio /suan*
do se serenó aquel rio:
Alfépfez ■''''• MürtuelRojaB^ .j^
Cabo Teodoro PortWo ' ' ■ " '
Soldadbs - Sinforrano Lopex *•
« Juan Farlas
, « Juan Rojas
< Jacinto Benitez.
Después de la batalla de Vences, eí pueblo siíuado
en la Barra de Yatal^ sobre el Uruguay, ciiyo nombre
era, como lo es hoy, Paso de los Libres, en conmemo-
ración de ios 108 patriotas liberales que acofnpañaron
á los Mádariaga, fué por un decreto de don Ben-
jamín Vírásoro, fecha 27 de enero de 1848, cambiado
por el de Restauración, con prohibición de poblarse
' en todo aquel distrito ninguno de los referidos 108 pa-
triotas, y con la ór^en de fijarse un poste infame en el
punto por dqude Qstos pasaron, con la inscripción si-
guiente: En 184á Joaquín Madariaga, caudillo de
ladrones, traicionó a la pQtria y la hundió en todos
los horrores de la anarr/uía.fi
Por Jey jde 12de setieml^re (1843) el Poder Ejecutivo
había sido autorizado parala erección de un pueblo en
el Rincón de San Jorge á inmediación de la confluencia
del Arroyo Yatay. y el Uruguay, con la denominación
de P(fso efe los Libres, iiiusiya, al que en su cercanía
ejecutaron por dicho rio \os libertadores de l£^ provin*
ciá. Posteriormente y con fines políticos tuvo aUer-
nativan)ente el nombre de RestaUracionL y aquél, el
cual se, qoiperva hiista la fecha.
1843— €OBO!VEI^ JO^QIJIlí II.IlDAIIIACSA, titulado gO-
bernador libertador de Corrientes desde el 1^ de agosto.
Compí general eu g-efe del ejército, Madariage^ decla-
ró ilegal la elección de Acosta, heoia ix)r sola 4 repre-
Dl^ COáRIBKTBS 567
sentantes, sin mísipn alguna y decretó una nueva elec-
ción en toda la provincia para un congreso ge-nisral
estraordinario, con poderes para elegir gobernador.
Reunido el referido congreso, el 31 de agosto, le nom'
bró gobernador provisorio, con la facultad de hacerla
paz y la guerra, mientras durara la que á la sazón exis-
tía contra el tirano de la República Argentina:
El 21 de setiembre fué nombrado en propiedad y re-
cibido del cargo en tal carácter el 24 del mismo mes,
hasta el 87 de noviembre de 1847, qué fué derrotado á
la Cabeza de su ejército en el Potrero ó Rincón de Ven-
ces por el general Urquiza.
Derrocado Madaríagaen virtud de aquella batalla, se
reinstaló el 12 de diciembre, el congrev^o general de
1843, quien eligió nuevo gobernador titulado federaL
El congreso general estraordinario, á nombre de la
provincia de Corrientes que representaba, deseando
mostrar su gratitud á los libertadores que supierQn
concebir en un pais estraño la idea de libertar ¿u patria
de los ti,ranos que la oprimían, y lanzarse denodada^
mente al Uruguay^ á efectuar tan sagrada misión, ^san-
cionó (19 de setiembre) una ley (promulgada el 24)
disponiendo que, todos los que acompañaron ^l general
, eugefe á pasar ^l Uruguay, llevarían una medalla pen-
diente de una cinta azul y blanca, al lado izquierdo del
pecho con la inscripción, por' el anverso —t Libertó la
patria 30. de agosto de 1843,» y por el reverso— cPro-
« oincia de Corrientes»; los soldados, hasta sargento
inclusive, de metal ordinario; los oficiales subalternos,
de plata; los geies, de oro; la del general en gefe, del
mismo metal, orlada en brillantes: ascenso aun grado
efectivo mas del que tuviei*on en el ejército el 6 de
. dieiiembre de 1842, y además un vpremio en dinero á
c-ada uno de los libertadores.
La. provincia de Corrientes fué la única,, que,, duran-
te la ominosa. Dictadura, depuso la-.^spre^ipn de
568 FBOVIlfGIA
. SU profundo dolor sobre los manes del general Lava-
lie. El gobernador Madariaga, encardado de la obli-
gación de dar cumplimienlo auna ley sancionada, el
14 de setiembre de 1843, por los Representantes de la
provincia, é iniciado por los gefes del ejército, de cpn-
formidad con el sentimiento del pueblo correntino,
mandó celel?rar en toda la provincia, el 10 de octubre
una misa solemne de honras por el descanso eterno
del finado general,, con asistencia de las autoridades
. civiles y militares, y con el deber de llevar luto por
ochodias, v rindiéndole los honores debidos á su ran-
go de brigadier general.
El cura de la matriz, don Juan Antonio Acevedo,
pronunció una oración fúnebre que conmovió al audi-
torio, principalmente cnando recordó el infortunado
fin del general en el último pueblo de la República
Argentina.
Los ministros del gobernador Madariaga fueron don
José Inocencio Márquez y don Gregorio Valdés.
i9á3-D. s. BALTAÍ9AB ACOSTA, presidente del con-
greso general estraordinario, en ejercicio del Poder
Ejecutivo en calidad de delegado de Madariaga, por
ausencia de éste en su cuartel general en Villanueva,
desde el 27 de octubre y habiendo tenido que salir el
propietario de la provincia sobre Entre-Rios, fué
nombrado, el 13 de diciembre, por la Legislatura
gobernador provisorio. Tuvo por ministro general á
don Gregorio Valdés, así como don Juan Pujol mas
tarde, hasta el 23 de febrero (1844) que, siendo ne-
I cesarios' sus servicios á la inmediación del general
en gefe libertador en campana, gobernador Madariaga,
fué nombrado secretario sustituto de guerra y relacio-
nes esteriores, el asesor general y auditor de Guerra
doctor Juan José Alsina.
Con motivo de la renuncia que del cargo de secreta-
rio de guerra y relaciones esteriores presentara don
DB ; COEEIÜNTltS 5^9
Juan Pajoly conBuUandcrla economia^iecesarm en las
' críticas circunstancias porqpeá la sazoñ pasaba la
provincia, el gobernador Acosta espidió un decreto
(31 de mayo de 1844) derogando el de 25 de octubre del
' año anterior, que creábalos secretarios para el despa-
cho y un asesor de gobierno y auditor general de guer-
ra, y nombrando uno solo en la persona de don Grego-
rio Valdés.
t9A4— ClENERAIi JOAQIJIIV IIAIIARIACIA, propieta-
rio, desdó julio hasta el 7 de junio del siguiente año,
que, con motivo de su salida á campaña delegó de
nuevo en sus dos ministros Valdég y Márquez.
Apesar de su regreso de Villanueva^ en mayo, no
reasumió el mando sino en julio, á causa de haberse
hallado enfermo, razón por la cual, antes de retirarse
á la i^apital, con el objetQ de restablecer su salud,
nombró general en gefe del ejército libertador á su
hermano don Juan.
El ejército correntino que^ al mando de éste invadió
la vecina provincia^ fué, el 17 de enero, batida por, el
general Eugenio Garzón, en las Puntas del. Palmar; á
inmediaciones del Arroyo Grande en la Concepción.
El de Madariaga se componia de unos 2000 hombres,
dividido en 14 escuadrones y el de Garzón, de 1300.
Tanto uno como otro se disputaban el triunfo, pues, al
siguiente dia» 18, una división del ejército libertador
recorrió el campo de batalla, sembrado de cadáveres,
en su mayor parte del enemigo, la victoria no fué com-
pleta' para los correntinos como la de Caa-Guazú, á
causa de la noche y la falta de infantería que lo im-
pidiera.
Un mes después, el 18 de febrero (1845), todos los
empleados de la provincia fueron obligados a llevar en
el sombrero la divisa de guerra del ejército.
\
6?0 MóvnrcrA ■
' Qrcs, iininiistros de Madariaga, delegados durante la
ausencia en:oampaQa del propietario^ desde el 7 de
junio hasta el 5 de julio.
Fué durante el gobierno delegado que se confirió (4
de julio) el eoí^ileo' de coronel mayor de los ejércitos
de )á patria alooroncl Joaquín Madariaga.
1845— GElíERAIi JOAQVIIV MADARIAGA, propieta-
. rio, d^sde.el 5 de julio que reasumió el mando, hasta
fipes del mismo año, que lo delegó en don Juan Bal-
tf^sar Aposta, poi; haber salido ácanipaña con el objeto
dacooperar con el Director de la guerra^ general Paz,
á la organización del grande Ejército Aliado Paci/i-
[' cadopy aon arreglo á \as estipulaciones del tratado de
alianza ofensiva y defensiva, celebrado en la Asunción
. del Paraguay, el 11 de noviembre, contra el goberna-
dor Rosas y sus sostened^ores.
Este ejército se componía de dos cuerpos: el 1^, á las
inmediatas órdenes del Director de la Guerra, era el
de la provincia y demás tropas de la Union Argentina,
y el 2^, comptueslo de una Columna paraguaya, á las
del general Fmnciscó Solano López. Don Juan Ma-
dariaga fué nombrado, por el gobernador su herma-
no, general de vanguardia. •
El bloqueo que hacía al puerto de Montevideo la fuer-
za naval argentina dejó de existir desde fines de julio,
y' fué puesto por los gobiernos aliados de Inglaterra
y Francia, representados por Guillermo Gore y barón
Deffa'udis, el 18 de setiembn^, sobre los puertos de la
provincia de Buenas Aires. Esta medida facilitóla
navegación de los rios ParanYi y Uruguay, principal-
mente éste, y puso en comunicación directa ar comer-
cio* estraiigero con los puertos de Corrientes y Para-
guay, afunque no sin vencer algunas dificultades.
Durante el año de 1846, el gobernador Madariaga
tuvo que ausentarse de la capital, con alguna frecuen-
ckty por lo qíieicylereíó q1 jg:obietDo.de^eSíftdo dop J^p.
Acosta.
tisfe— Íd. jija:v 'ÁAtTAHAK AtJOi^TA^/ (lélegádb de
Madariága, deSdé e¡\ V hasta el 29 de a^oátb, haíbíéndo
' ejercido el mismo cargo en otras ocasiones 'diitóhte
éste año. ... i
. 5)n una de éílaé, el 4. de abril, de acuerdo' con Mada-
riaga, decretóla' süspensiori del general Í^Azéneínian-
' ' áo del ejercitó de la provincia, como Directór'db la
guerra, quedando 'dicho ejército alas inmediatas' ór-
denes del g'obei^rtador propietario. '' ' '
Éste era un iliiévo deíéacíerto agregado al íai^goca-.
tálogo de ellos, que, desde el pr^íncípio de 1á 'guerra, fué
la máxima tc^'n^fan te délos titulados unííarios: dferro-
tábanse por sí solos, facilitando el triunfo fatl enérñilgo
que lo aprovechaba cori'lai decapitación de ellos, fein
ofrecértela méfior resistencia'. '' '' ■ ^
Verdad es que el genérat Paz, con toas de 12,000
hombres se' retiró hiiyenfld priecipítadanyenfte de) ejér-
cito dé Ül'quízái en Laguna Limpia, él 4* de febrero de
1846, cayendo pr*isionepo, linico', el gen-eral Juan Ma-
• dáriagtl, hermano del gobernador;
Este g^neiül, ¿il caer del caballo y poniéndose de
rodillas, tlecía á los soldados: «A"0 me maten que soy
• el'ffeneral Mádartagü>^ eii momentos que Melgaba el
' coronel José Antonio' Virasor^, quien le oráetríy que
fee quitase la espada y se pusiese en pié, para'Ilevafrlo
' á presentar al general Ürquiza, Pero no quisó levan-
tarse sin que'aMes'le prometiese Vírasoro,' qu-e. le
stóvárfa la vfda. ürqurza íe recibió con amabilidad y
" ló ti'ató bien. Hubo ofrecimientos nada nobles, cgya
• réíáciort no son de interés para la historia. :
Este cohtrábité de' ftiwHia dio origen' a) ¡ruridoso
tratado de Alcaraz, eí cual fracasó por imprudencia
dé los ¿ehoí*éis ^^iadát»iagá,'iqaíénes, á Jüegar pbr su
'coírespóhdencíacoíi ehgeíiwal Or^ufiáj pubUoáda en
•la Gaeeta Mercantil, no jugaban limpio para con el
general Paz.
I La.destitucionae éste hizo cumplir un deber frater-
nal;, á costa de cerca de seis años ni?is dé tiranía y dé
. una s.aijgrien la batalla, con pérdida de pumerósas y
preciosas vidas, dinero y un tiempo valioso; cuando
es evidente que podia haberse evitada. ■
.AI coronel José. Antonio Virasoro, según queda di-
cho,, debió, su e;s:istencia el general Juan Madariaga;
pues^ cuando éste cayo prisionero en la Laguna Lim-
pia, aquél, olvidando los antiguos rencores, le tendía
el brazo pc^ra salvarle, en los momentos en que los
vencedores iban á lancearle.
,-: ..En; contraposición, Virasoro^ ásu vez hubo de. ser
r age^iqaflo por un tqil Villalba^ que hal?ía sido bien
1. ,pa^o.y mandado al efecto ppr un ingrato.
El Tratado de Alearan incorporaba la. provincia de
«. Oorrientesé las den\áSide la. Confederación^ bíjjo las
- condiciones del pacto de 4 de enero de 1831, y las esti-
( pulacíones de aquél, sostenidas con r^l^gularídad, eran
demasiado, nocivas al sistema arbitrario del gobernador
de Buenos Aires. El pacto de Alcaraz no contenía
cláusulas humillan tes, abnegación ¡de derechos, ni
compromisos odiosos contra la seguridad de, los ar-
gentinos que seasilaser? en Corrientes— era; en una
' I palabta, la esprc^ion de la conveniencia de dos pue-
* .; blos ' con relacioií al esta(Jo político de la República; —
resultado de los esfu.erísos dQ dos gobiernos en obse-
, quio de la paz. y la armonía. Rosas no quiso prestar
jsu: asentimiento á aquel; honrosa Tratado, y pasando
j, . poi; sobpe.las consideraciones debidas al general ürqui-
za, gobernador de EntrerRios^ manifestó su desagrado
y propuso nuevas bases para aju star otro, que,.á su
. ver, ¡e^a el quecon venía acordar. .
< H|é aquí Ip& detalles dejo ocurrido en abril de . 1846.
{ El generalPaz jtijvoítviao secreto de .pierias negocia-
oioi)Q$¡que)^)SQgüian ^ntre el g^neraLUrq^uiza, y^ pl go-
berntiiior Mad^riaga, y . teí]¡ieroso de que.prodújesien
un arreglo .amigable., trató de emplear \os medios de
que no llegara» Á dar^senoejante res^pltado. . ;
Al efecto,. escribió ó los miembros mas ii)fluy erices
del congreso proyincial, V, sin ninguna dificultad consi-
guió'atritéraelos 4 s^ favor. El congreso resolvió, {xu^s^
deponer ¿ Madar|a.ga y nombrar. qn su lugar vn.gb-
beruadór que; fuese mas simpáMco á.lacttus^ que sos-
tenía el general Paz; pero, antea de promulgar su deore-
toy i solicitó 'de .éste un dest&camQpto d.e';tr()pa. .p^ra
j s<t>stener su autoridad.. Paz imued^iatani^a^e at^nji^ió
&'Su>pedidOiy ipoi'o antes de /quQtla ¿TQpa Ueg^irta;» lyíaiclu-
riaga, sabedor de lo qde sucedía^ le ganóíia d€|\^n.^ei¡'a.
En consecuencia, el 2 de abril, $e apq^eró éste de tpdos
los miembros refractarios y del ministro Marque^^^.que
e^^taba ligado can ellos, y los mandó presos á uo ptie-
' bla inmediato* ^ , .
En seguida, la ciudad fué puesta bajo laley marcial,
. y/el gobernador Madaríaga salió .de la. ciudad a^n el
objeto de ataca* la: (5qlcfmna:jqwe mantíaiba 'el. gjan^ral
Avalos, enviado/porPaz, en protección del congreso;
pero la tropa, compuesta.de cprrentioosten isu mayor
parte, una frapcioju se pa^ó-áMadariagay i.la ptfNqi se
dispersó sin. disparar un (irq. fin la <?onfusio»..que
subsiguiólos miembros del oongresiQ. reoobra^pQ ^u
libertad, fugando al Paraguay, ., , . , ',,1
Después de e§to, el gobernador 'Madariaga regresó
á ia ciudad para, restablecer el órden^ locuaJi, una yez
'efectuado y nombrado á don Baljtaáar: Aconta deliega-
ídó,' Volvió á salir para reorganizar las fuepías de i la
prorvinciai i : . , ,:. . [
El primer acto del gobernador delegado* Soó. esp^ir
un decreto destítuyendoá Paz ^del mando del' ejército
y de I-a díreecíonde laguerra¿> -^ - ■ 1 1 ; . . , /
El general: Paz se ^hallaba en .VHlanueva ^edn para*
/•
güájroi^ cfáisJésclflsivííntérttei pues'lQs^cftrreritiwos fue-
ron á engrosar l¿s fila* de Máfdariága. • Éí óottridíonia-
dó paraguayo en. Corrientes manifestó su* creftTicía de
que tan luego como • sn gobierno tuviera conocimiento
' dé estaá oóürrencia^, mandaría retirar sus tropa».
' ' I>¡ez meses llev-abía'' de tregua Co<;^rí'^nt«s;r desde el
' convenio deí Alearan fa'gbatb de 1846), cmindo el gene-
hil Urquiífa ■denunció la guer'ra eit^ juríiode 1847. Cinco
mil guerreros se reünierori á su' primer'iqagísirado, al
g^fé de Ñanddy, el venc^or de la Lkgoaa Brava. (6 de
mayo del843, con 108 hombres coaira i40D0, al madido
del general' rosista Bartolomé Ramírez), y la poUa«^
ciotí t^dft se-ptisó ed movimí^Dto :eofn;ioi ¡impuisaida
poruna'eáCitacion^eléctKica; Todos respiraban guerra,
y ul estruendo maroiai de una ^aiiaiott. guerrera, del
' <aanto de los libres contra los 84)steaedore8 .de la Dic-
tudut^a, repetido de boca eb boca, todos giilaba» j cA
la lid, argentinos, guerra y muerte, al cobarde ti-
rano !•#..•:;.». ..,'••■.'. i '. "
' Dfespiies de delegar el mando en' don Gregorio Val-
dés/el geaercil Madariaga, el 14 de noviembre (L847),
desde $u cuartel genera^^en marchpt, i costa de Sonta
Lucía, mandó se reconociese como primer edecán al
corónel^José Ignacio Serrano^ ooiwo ayudantes al te-
niente corortel Castor de í.*dón^ al miayor Antón ino Pe-
drea, al capitán Jnaa Vicente Pampin y á los alféreces
Tomás Acuña y Saturno^Pncheitat ' :
El gobernador delegado, á «u vez, resuelto ó la últi-
ma deAinsa, el 18 de noviembre* noiabróái ¿euiente
. coronel 'Plácido. Lope¿^ corúañdánte'en.geEe de toda la
fuer2^ide la capital y deparlamentp flejüLotmas: declwó
todas las fuerzas en asamblea y en vigor la ley marcial.
£i35, aivA)08'^érclto8 se haUabaínjaiUnoiei frente del
otro, y d ^7 tuvo üugitl' la^butalla/eni. el. Rin4ton.de
Vences, que fué desgraciada paifa CopríeftteSi por cuyo
^desiasti'ft todos Idb enemigos, dé la pdeudo*federacion
DB CplWPIfTES 5,75
ab^ncioni^rQr)Iaproyincia.j'y la capi^l £u,é:QQupadai reí
88, ppr don Miguel Virasoro.
1847—0. gre;go«IO vaIíDéS, ministro, ' delegado^
durante la ausencia del propietario Madariaga, en carn-
pana desde agosto, contra el ejército del general Ür-
Cjuii^a. que había invadido la proviíiciaá lá cabeza^de
un fuerte ejército, aunqueínferioren nugaéro^l córrén-
mo.
Derrotado Madariaga, su delegado eniprendió . la
fuga el 28 de noviembre, es decir,' el día después *de
la batalla de Vences. ",
11949 — c^BOiveii MttíVEii TiBAftOfta, no»>brado
provisoriamente por Ife Representación permahente^ el
28 de noviembre (hasta el 14 de diciembre), en conste- ^
cuencia de la fuga del delegado Valdés y del propie-
tario Madariaga, que fué 'derh)tado el día antes (27)
en el Potrero de Venceá, puüto bien fortifieiado y dis-
tante 50 leguas de la cípital, con pérdida de toda su
ejército, que se componía de unoá 4,400 hombpes y 12
piefzas de artillería, bajo las- órdenes del coronel Car-
los Paz, que fué tomado durante la perseeuoíón, des-
pués de la acción, así como I05 <^oroneles Mamael
Saavedra, Cesáreo Montenegro y Castor de León» y
fusilados los cuatro en el acto. Sin incluir éstos*,* el
número de gefes, oficiales é individuos de Irópá, toma-
dos prisioneros el día de labsUalIa, se compí>nla de-.S^de
los primeros, 71 de los segundos y 1240 dejos tíHímos.
' El fusilamiento de- los cuatro gefes nieíxjiortaiíos
tuvo lugar un mes despüea de" la batalla de "VeilOte,
por orden escrita del gobernador Miguel Virásóro,
quien había desJ)arramndo partidas ert tddafe direccio-
nes, en persecución de los derrotítdos . ■ • ' "
Hallábase el general Urquiza en las fronteras de
Entre-Rios cuando recibió ún chasque. (Bautista Mái-
dana, natural del departamento de Mercedes, Corrien';^
576 PBOvmoiA
tes) del coronel M. Saavedra, pidiendo indulto para él
y sus tres compañeros. Después de la derrota de Ven-
ces, Saavedra se había refugiado en los bosques de la
provincia. El general Urquiza contestó satisfactoria-
mente por medio de don Vicente Montero, que le
acompañaba, y cuando esperaba ver llegar al coronel
Saavedra, recibió la noticia [de que el comandante Jo-
sé Escobar, (a) Ga U'Escóbar yAo había hecho fusilar
por orden escrita del gobernador provisorio Virasoro.
Escobar tuvo que presentar entonces dicha órden^
para librarse del castigo á que iba á ser sometido.
Lo mismo sucedió con el coronel Carlos' Paz.
Saavedra había pertenecido al primer ejército liber-
tador y mandó el Escuadrón Yeruá en la batalla del
Quebracho y la izquierda en Famaillá. Después de
es^s sucesos 4esgi'aciados, acompañó al general La-
valle; y á la cabeza del Escuadrón Libertady com-
puesto del sur y norte de Buenos Aires,- se halló en la
. batalla de Ingavi (23 de diciembre de 1841).
El general Urquiza, en su parte, fechado ^i su cuar-
tel general en Avales, á23 de diciembre de 1847 y pu-
blicado en la Gacete Aferca«í/Í, decia: «En la activa
i persecución que, por diferentes cuerpos y partidas del
ejército, se les hizo é. los satoag.es unitarios^ derrotado
' en Ja memorable jornada del Potrero de Vences, se
les tomaron como 900 prisioneros á mas de los que
espresaba mi segundo parte, entre ellos los traidores
. saloages unitarios titulados coronales: comandante
general de artillería Carlos Paz, gefe de división Ma-
nuel Saavedra, gefes de partidas en.losMoníes de
Payubre, Cesáreo Montenegro y el titulado teniente
coronel Castor de León; estos cuatro fueron inme-
diatamente FU$I^ADÓ$. » (1)
(1) Véase además el último articulo escrito por el doctor Florencio Vá-
rela para el número 726 del Co^nerdo del Flota de Montevideo, del 20 de
marzo de 1848. '
/
DB eowmxTES 577
El corofeel don Pedro J. MartineL pública líim car-
;. ta (1) retattvámante á los hechos subsiguientes á la
referida batalla.
. . En ella,. empieza por .decir que .en Vences no.se fusí-
. ló un solo, gefe ú oficial del ejército, correntino después
de la batalla; que todos los prisioneros en número de
mas de 4000, fueron respetados, y algunos, á despe-
cho de exigencias de gefes que pedían se les fusilase;
y al mismo coronel Martinez, por haber evitado la
TÍspera de la acción, hallándose de servicio entre líneas,
que se pasaran al general Urquiza su batallón y parte
dei Republicano y y por ser entre-riano al servicio de
sus enemigos. Que á la par de él^ se salvaron los co-
roneles Francisco Olmos, José Luis Avalos y Ensebio
Palma, comandantes Pedro Mansilla, Ignacio Benavi- ^
dez, Ramón Sánchez y Pimentel, capitanes Vírasoro,
Antonio Soto, ayudante Mariano Piedrabuená, tenien-
tes Manuel Gil, Wenceslao Martínez, alféreces Ciria-
co Torres y Agustín Ma¡dana,'etc. etc., y agrega:
«El coronel (Carlos) Paz no nriurió atado á un árbol,
ni lanceado como se asegura, murió en la persecución
después de la batalla, y bien distante del campo en que
se peleó.
«El coronel Saayedra fué muerto por el mismo ofi-
cial que conducía el indulto del general, por enemistad
personal entre ambos: me consta que al recibir el se-
sefior general 'Urquiza esa noticia, se irritó sottre
manera, pues estimulaba al infortunado Saavedra y
porque había autorizado á todos sus gefes para indul-
tar á los enemigos y no para quitarles la vida; y creo
que eloficial que eso hizo se llamaba Gali, de la escol-
ta del gobernador entonces de Corrientes.
«El comandante Castor de León tampoco fué lancea-
■
(1) Véase 7j% Tribuna de Buenos Ai^es núro. 5634, fecbn 24 de jqÜo
d« 1869.
87
678 pEimarciA
- do/ ni atado á un árbol, como se dice, foé muerto por
sus mismos soldados, cuando él se dirigía para la
frontera brasilera, seis 6 siete días después de Ven-
ces ' . . . .
i84ir^€OBOiVE:i4 BEiiiJ/lMiii¥iRASORO, correntino,
nonííbrado en propiedad, el 14 de diciembr'e'por el con-
greso general de 1843, reinstalado el 12 del espresado
mes, á consecuencia del triunfo obtenido el 27 del mes
anterior en el* Rincón de Vences, por el ejército titula-
do federal al mando del general Urquiza.
Este nombramiento^ hecho en la persotia de Vira-
soro^ fué á causa de haber fallecido el que se consi-
deraba gobernador federal legal, don Pedro Dionisio
Cabral, que había sido derrocado, en abril de 1843, por
el coronelJosé Antonio Virasoro, hefmano del titula-
do federal don Benjamín.
Uno de los primepos actos gubernativos de éste fué
declarar, en 8 de enero de 1848, reos de alta traición á
la patria y fuera de la ley á los generales Joaquin y
Juan Madariaga y á don Gregorio Valdés.
Al despedirse del gobernador Virasoro y del pueblo
correntino^ el general Urquiza, en prueba de sa cari-
ño hacia la provincia^ ordenó, desde su cuartel general
en el Paso de Borda, Rio Corrientes, se entregasen al
eX'Uniíar io covonéi Miguel Virasoro 49 gefes y oficiales
y 1915 individuos de tropa, incluso el Batallón Union
con su banda de música, que habían sido tomados pri-
sioneros en la jornada de Vences; como también 6
piezas de artillería completa con 300 tiros á bala y
' metralla, 300 fusiles y 30,000 cartuchos, de los que
fueron igualmente tomados en la espresada jornada,
para que el citado coronel M. Virasoro, á nombre del
dictador Rosas y del general en gefeUrquiza^ pusiese
dichos prisioneros, armamento y municiones á dispo-
siciorQ del gobernador de Corrientes; reservándose
> DI» C0BRIBI9TBS 579
Ur^uiza un número de gefes (Pa2, Saavedra, Monte-
negro y León), oficiales y tropa prisioneros y algunos
pertrechos de guerra, tomados en la acción de Venceg,
á fin de ofrecerlos al gobierno general de la Confede-
ración (Rosas), como trofeos de aquella victoria.
Por tan importante servicio, el congreso general de
la provincia acordó al general Urquiza una espada de
honor con esta inscripción en su hoja « Corrientes
agradecida al Héroe Vencedor en Vences.^
La provincia de Corrientes contaba á la sazón, en
sostén de la titulada Federación^ 11 coroneles, 45 ge-
fes, 463 oficiales y 6963 soldados, que el gobernador
Virasoro puso á disposición del encargado de las
relaciones exteriores de la República.
A los cuatro dias de entrar Virasoro en ^ercicio del
mando gubernativo, la representación provincial le
confirió el empleo de coronel mayor de los ejércitos
de la patria.
El gobernador Virasoro fué derrocado el 3 de julio
de 1852, en la persona de su delegado el teniente coro-
nel Domingo Latorre, con gran satisfacción y júbilo de
unanumerosa parte del pueblo correntino, á pausa de
las arbitrariedades que se decía haber, practicado du-
rante su gobierno/erfera/.
El gobernador B. Virasoro tuvo por ministro al antes
citado Gauna.
184$— TCMIEIWE COBOniCIi BOipiIVGO] IíATORBE,
correntino^ nombrado delegado el 24 de mprzo, duran-
te la ausencia del propietario Virasoro en la campaña,
con el objeto de organizar las milicias, hasta que éste
regresó ej 1*» de mayo, reasumiendo el mando guber-
nativo el mismo dia.
ÍS49-GEIVERAI. «ENJAiiiiv i^lRAfi^aRO, propieta-
rio, desde el 1^ de mayo^ en que reasumió el mando
gubernativo, después de organizar las milicias de la
580 PBOTiirciA
campaña, hasta el 5 de setiembre que salió de nuevo
por temor de invasión por el lado del Uruguay.
Durante su ausencia, en esta ocasión, quedó de dele-
gado su hermano don Miguel; la segunda vez, desde el
27 de agosto de 1849, que el propietario salió á visitar
los departamentos de campaña, y por tercera vez, en
1850, que volvió á salir con el mismo objeto, quedando
siempre de delegado'su referido hermano.
El 3 de marzo de 1851 se ausentó de nuevo, con el
objeto de marchar, como mayor general, en la cruza-
da libertadora contra Oribe y Rosas, la cual terminó
con la caida del primero el 8 de octubre del mismo
año, y con la del segundó en Caseros, el 3 de febrero
de 1852.
El 9 de julio de 1848^ el gobernador B. Virasoro dio
cumplimiento al decreto de la Legislatura de 20 de di-
ciembre de 1847, colocando en la Sala de Sesiones^
con toda solemnidad, el retrato del gobernador de Bue-
nos Aires^ don J. M. Rosas, encargado de las relacio-
nes esteriores, paz y guerra de la Confederación.
En el njismo año, envió la espada de honor decre-
tada por la Legislatura para ser presentada en nombre
déla provincia, como un testimonio de aprecio y gra-
titud, al gobernador de Entre- Rios^ general en gefe del
ejército de operaciones de la Confederación Argentina,
con ocasión de la jornada de Vences, que dio por re-
sultado la anonadación del poder de los anti-rosistas
de la provincia y su reincorporación al seno de la
Confederación. j
El gobierno del Paraguay, cuya conducta no era
nada pacifica con el de la provincia de Corrientes^ obli-
gó, con fuerza armada en 1846 y 1849, á desalojar la
Isla argentina de Apipé, á un considerable número de
vecinos pacíficos, que allí se ocupaban en el>corte de
maderas; incendiando las ya beneficiadas y causando
un quebranto considerable á los infelices que seocu-
DB oo&ftimrTBS 581
' paban en aquellas labores, sin que por parte del go-
bierno de Corrientes hubiese precedido un motivo que
pudiera provocar tales actos.
Posteriormertte, los paraguayos se apoderaron de
Santo Tomé, hasta que una fuerte columna de las tres
armas, al mando del general Garzón, enviado por el
general TJrquiza, cuyo ausilio fué solicitado por el
gobernador Virasoro, los hizo retirar á la Tranquera de
San Miguel,
Las mejoras materiales llevadas á cabo por la Ad-
. ministracion Virasoro son:
Construcción de una iglesia enteramente nueva en el
pueblo de la Esquina. ,
La de otra en el de Curuzú-Cuatiá, formada de un
edificio particular, comprado por el Estado para el
efecto.
Refacción de las de Bella Vista, San Roque., Sala-
das, Caacaty, Yaguarelé-corá, Mercedes, San Antonio
y Capilla del Señor.
Construcción de un cuartel nuevo en San Miguel y
, reparación de análogos edificios en otros pueblos de
la campaña.
Construcción de una casa en la Villa de Goya, sobre
la ribera, parala capitanía del puerto.
La capital también esperimenló algunas mejoras en
materia de edificios públicos^ entre ellos la columnade
la Cruz, que fué refaccio/iada á la moderna, cercada
con un enrejado de hierro, delineándose en su local
una plaza habiéndose abierto, desde el puerto que le
• corresponde, una calle ancha que sigue á la parte del
este, destinada para el recreo público.
Al gobernador Virasoro la provincia de Corrientes
es deudora del beneficio de un establecimiento de ins-
trucción pública que, con la denominación de Colegio
Argentino^ \\en6 si\ misipn de un modo satisfactorio,
prestando servicio á la juventud correntina, hasta la
882 PBOYIIIOIA
fundación del actual Colegio nacional. La dirección
del espresado Colegio . Argentino estuvo á nuestro
cargo durante dos años, hasta la malhadada invasión
paraguaya, el 13 de abril de 1865, habiendo continuado
dos meses y medio después, en lucha con la Junta Gu-
bernativa, que no se atrevió á mandarlo cerrar, pero
sí á colocarnos en el caso de presentar nuestra renun-
ciay abandonarla ciudad, para salvar nuestra vida,
que estaba en peligro, según consta por documento que
obra en nuestro poder.
1949-COBOMEL MIGUEL VIBASOBO, nombrado de-
legado el 5de setierfibre por haber tenido que salir el
propietario á campaña, temiendo que la provincia
fuese invadida por el lado del Uruguay.
El mismo Virasoro quedó de delegado segunda vez,
durante la ausencia del piiopietario en visitar los de-
partamentos de la campaña, desde el 27 de agosto de
1849, y por la misma causa la tercera vez en 1850.
Durante el gobierno delegado de don Miguel Vira-
soro, en 1849, se mandai^on quemar todos los docu-
mentos emanados de los gobiernos titulados unitarios,
cuyo acto viene á oscurecer la verdadera historia do-
cumentada de aquella época.
1961— TfiWIEiVTE COBOIVEL DOMIMeO LATOBBE,
provisorio desde el 3 de marzo de 1851^ durante la
ausencia del propietario B. Virasoro, como mayor ge-
neral en la cruzada libertadora contra Oribe y Rosas,
que terminó con el derrocamiento de ambos dictadores,
en 8 de octubre del mismo año eh la Banda Oriental,
el primero, y en 3 de febrero de 1852 en Caceros, en la
provincia de Buenos Aires, el segundo.
Latorre continuó en el gobierno hasta el 3 de julio
de 1852, cuando, nombrado en propiedad por haber
sido depuesto el propietario B. Virosoro, ausente en
la campaña libertadora contra la tiranía, dimitió, el
DB HOBBIBHTBS 588
ear^o^ basta Segunda vez, admitiéndosele la renuncia
el 5 de julio, en cuya fecha fué noiínbrado en su lugar
don Luis Molina en propiedad, é interino don M.
A. Ferré, hasta que ocurriera el propietario A tomar
posesión del cargo.
I95«-*1I. ii;>%ivUGiiilLiVTO.lílOFp:RRÉ, nombrado pro-
visoriamente el 5 dejulio, ha^ta que don Luis Molina,
que, habla sido nombrado en propiedad, tomase pose-
sión del mando gubernativo.
Ferré ejerció el Poder Ejecutivo hasta el IX de julio,
es decir 6 dias, sinembargo habiendo renunciado don
Luis Molina, continuó aquel en la misma calidad de
provisorio, hasta el 25 de agosto que íe sucedió el
doctor Pujol.
í»5«— B. liirift MOiiiNA, nombrado en propiedad el 5
de julio, pero hallándose ausente de Corrientes, envió
Su dimisión del cargo, fundada en poderosas razones,
*y aceptada ésta el 10, continuó en el mando el referido
Ferré, en calidad de provisorio, desde el dia sigbiente,
11, hasta que le sucedió el doctor Pujol, el 23 de agosto.
GOBERNADORES CONSTITUCIONALES
SSiit— Dr. JCAiv FIJJOL, correntino, iclecto en propie-
dad el 25 de agosto de 1852, desde cuyo dia entró en
posesión del car^o, hasta el 26 de diciembre de 1856,
que fué,nomDrado primbr gobernador constitucional
por tres años; terrpinando su período el 26 de diciem-
bre de 1859, sucediéndole el canónigo Rolap.
Gobernó, pues, seis años y cuatro meses, he^biendo
584 psovuroM
tenido por ministro^ ádon Gregorio Valdés, don Wen-
ceslao Diaz Colodreroy donTibuPcio B. Fqnseca.
Bajo su administración, venciendo numerosas difi-
cultades, nacidas déla militarización de la provincia
por los dos bandos que estaban en continua lucha, se
di6 forma regular á la organización interna; se gene-
ralizó la enseñanza primaria; se fomentó la coloniza-
ción; se formó el catastro de la provincia; se liquidóla
deuda pública existente desde 1839; se monumitíeron
todos los esclavos residentes en la provincia; se orga-
nizaron los correos; se creó la municipalidad, la con-
tribución directa, e,tc. etc.
El gobernador Pujol^ al tener noticia de la invasión,
áque mas adelante se hace referencia, dispuso el acan-
tonamiento, en la frontera de Mocoretá, de una columna
suficiente á someter, á la autoridad pública, al general
Juan Madariaga, gefede la proyectada espedicion, ya
fuese que se presentase en el territorio de la provincia,
oque intentara hacercon fuerza correntina una guerra
á lade Entre-Rios, con quien Corrientes estaba en paz.
Hé aquí una breve relación de la citada invasión.
Una columna compuesta de correnlinos y entre-ria-
nos, en dos secciones, una al mando inmediato de
Madariaga, y otra á la del coronel Manuel Hornos,
zarpó de. Buenos Aires el 10 de noviembre d,e 1852.
La primera atacó el día 21, la ciudad del Uruguay,
donde fué batida, huyend o su gefe cobardemente, pre-
senciando el combate^ desde el vapor, sin participar
de sus peligros y dejando ahogar á mas de 50 de sus
compatriotas que intentaban, á nado, asilarse en los
buques de su trasporte. Muchos lograron tomar la
costa oriental é islas inmediatas. De éstos, 106 logra-
ron pasar á Paysandú; otros á Mercedes y Fray
I Bentos. El gobernador Pujol inmediatamente despa-
chó oficiales munidos de los medios de vestirlos v
conducirlos á su provincia.
DB ^SORttlBlIfPBS 686
La' segunda, habiendo desembarcado en'Gualeguay-
chú, y en la imposibilidad de reunirse á la primera,
cuyos restos iban en faga para Buenos Aires^ conti-
nuó sus marcháis hasta la frontera de Corrientes,
donde se sometió á la atitoridad respectiva. Disuelta
esta columna, los correnliños que habían sidc» llevados
con engaño, fueron mandados al seno de sus familias.
Los entrénanos, con escepción de 17 hombres, re-
gresaron vüluritariamente á Entret-Rio8¿ bajo la gene-
rosa garantía de\ su gobierno, y elcohonei Hornos
salió del territorio de la provincia al del Estado Orien-
tal. Con esto, el orden quedó restablecido en la pro-
vinpia, pero dejando el amargo recuerdo de la sangre
correntina hecha verter por un gefe, cuya rectitud y
amor á la justicia y al orden le dirigieron en conso-
nancia con estos antecedentes, á proponer la sentencia
de muerte contra un general que prestara verdaderos
servicios á la causa del orden y la reorganización na-
cional. Felizmente esa sentencia no se llevó á ejecu-
ción, merced al decidido esfuerzo de un benemérito
ciudadano que operó su evasión.
La jura de la constitución de la provincia tuvo lugar
. el 14 de diciembre de 1856, con toda solemnidad, pre-
sidiendo el acto el gobernador Pujol^ quien fué nom-
brado, como ya se dijo mas arriba, primer goberna-
dor constitucional por 3 años.
El gobernador Pujol tuvo que delegar el mando sicí-
te veces, durante su gobierno: la !• desde el 14 de oc-
tubre de 1852 hasta el 10 de enero de 1853, que se
ausentó de la capital, con el objeto dé visitar algunos
pueblos de la campaña para conocer sus necesidades
y proveer á ellas. La 2% desde el I"* de marzo de 1853,
hasta el 16 de abril del mismo año, por haber salido á
restablecer el orden que había sido perturbado en el
departamento de Pay-Ubre. La 3% desde el 31 de hia-
yo hasta el 47 dé setiembre, con motivo de la rebelión
#*
686 imoviMiA
delcoroúBl José BerDn. Iua4*:.désdé el 10 de junio de
1854 hasta el 18 de eneró de 1855, con el objeto de prac-
ticar sil visita á los departamentos de la campaña,
como lo dispone la constitución. La 5^ desde el 6 de
marzo hasta el 10 de abril del último año nombrado,
con motivo de la rebelión del general Nicanor Cáceres.
La 6* desde el 82 de diciembre de 1855 hasta el 31 de
enero de 1856, con el objeto de visitar algunos pueblos
de la campaña. La 7* y última vez, desde el 20 de no-
viembre de 1857 hasta el 9 de diciembre del mismo año,
por tener que salir á su visita constitucional, deádeel
16 de octubre hasta el 17 de diciembre de 1858,
t96t— B. JUAIV BALTASAR ACOSTA, delegado de
Pujol, que salió á visitar algunos pueblos de la cam-
paña, cuyas exigencias [deseaba proveer, desde el 14
de octubre de 1852 hasta el 10 de enero de 1853.
. El honorable ciudadano Acosta desempeñó en varías
ocasiones el gobierno delegado de la provincia, á satis-
facción de los propietarios, cuya confianza les mere-
ciera, grangeándose al mismo tiempo el aprecio de sus
conciudadanos.
Ocupó diversos puestos, y llamado á desempeñar el
cargo de senador al Congreso nacional, tuvo que hacer
renuncia de él, á causa de una grave enfermedad de
que sucumbió en mayo de 1856. ^
ñ^én-^n. eBEGOBkO vai^béS, correntino, secreta-
rio general, delegado de Pujol, desde el 1° de marzo
hasta el 16 de abril, que duró la ausencia del propieta-
rio en su salida á campaña, con el objeto de restablecer
el orden que había sido alterado en el departamento
de Pay-Ubre (hoy Mercedes.)
Y por segunda vez, desde el 31 de mayo hasta el 17
de setiembre, en consecuencia de la rebelión del coro-
nel José Beron, que hizo necesaria la presencia del
gobernador propietario en el teatro de los sucesos.
DB OOBBIBKffBS &87
tSB4— H, MAiviJKii AMTanio FEBRÍS, delegado de
Pujol desdé el 10 de junio de este aflo (1854), hasta el
18 de enero de 1855, que duró la ausencia del propíe-
iario en su visita constitucional á los departamentos
de campaña.
Y por segunda vez» desde el 6 de marzo hasta el 10
de abril de 1855, con motivo déla salida del propieta-
rio Pujol nuevamente á campañai á consecuencia de
la rebelión del general Nicanor Cáceres, quiqp, derro-
tado y perseguido, se refugió en la provincia vecina
de Entre-Rios, sometiéndose á las autoridades na-
cionales de la Confederación, que alli residiaa á la
sazón.
El gobernador Pujol, desde Goya y la Esquina, du-
rante la delegación de Ferré, dictaba disposiciones
gubernativas á la par del que ejercía el Poder Ejecuti-
vo en la capital.
I9S5— B. PESBRODiAZCOLODaERO, correntino, de*
legado de Pujol, durante la ausencia de éste ala cam-
paña, con el objeto¡de visitar algunos pueblos, desde
el 22 de diciembre de 1855 hasta el 31 de enero de 1856,
en que reasumió el mando.
1857— €JlIIÍÓMI«0 DOCTOB JOSÉ HABÍA BOLOM,
correntino^ presidente de la Legislatura, delegado
de Pujol, desde el 20 de noviembre, hasta el 9 de di-
ciembre, con motivo de la visita de éste á algunos de-
partamentos de la campaña, como lo dispone la cons-
titución.
Y por segunda vez, con motivo de la nueva salida
del propietario á otros departamentos que no habían
sido visitados, la cual duró, 'desde el 16 de octubre
hasta el 17 de diciembre de 1858, en que reasumió el
mando, continuando en él hasta terminar su período
legal.
Electo S"* gobernador constituciona}, fué puesto en
588 PBdníroiA
posesión del cargó el 25 de diciembre de 1859, hasta el
8de diciembre de 1861 que lo dimitió, á consecuencia
de una revolución encabezada por gefes militares na-
cionalistas, quienes pedían su descenso del mando y
á la cual él no pudo dominar. .
Prefirió dejar de ser gobernador antes que ver der-
ramarla sangre desús compatriotas por causa suya.
Sin embargo, tan noble cuanto humanitario sentimien-
to fué desmentido por los hechos; puesto que, al mes
de bajar del gobierno, por no ver derramar sangre^
se le sorprendió, con otros, conspirando en favor del
general Urquiza, cuyo poder había caducado con ia
batalla de Pavón, el 17 de setiembre de 1861, y, apre-
hendido por el gobierno provisorio de Ruda, fué em-
barcado en el vapor Buenos Aires, con orden de salir
de la provincia, dejando empero ásu elección el lugar
de la República adonde quisiera ser conducida. El eli-
gió el Paraguay, donde terminó sus dias.
Fueron sus ministros don Luciano Torrent, don
José Luis Garrido y don José J. Rolon.
i9eo— D. AiVTOMio l»l.%K de VIVAR, correntíno, pre-
sidente de la Legislatura, en ejercicio del Poder Eje-
cutivo provisoriamente, desde el 3 de setiembre hasta
el 7 de noviembre, queduró la-ausencia del propieta-
rio Rolon fuera de la provincia, pasando hasta el Pa-
raná^ cerca del]gobierno general déla Confedaracion.
1801— D. MAfvvEL JOSÉBmA, correutino, presidente
de la Legislatura, quien, de acuerdo con lo que dispo-
ne la constitución, í§e recibió del Poder Ejecutivo el
mismo dia 8 de diciembre, en que el doctor Rolon pre-
sentó su renuncia del cargo de gabeniador, que le fué
impuesta por los gefes militares que se hablan rebela-
do contra su autoridad.
Ruda fué gobernador un solo dia (el 8) en que renun-
ció el cargo, y parte de aquel (el 9), en que puso en
DB COBlUByTBS 5SSt
posesión del mando gubernativo á sq sucesor Pam-
pin.
tseí— D. JO!^É PA1IPIIV9 correntino, vice-presidente V
de la Legislatura electo provisorio el 9 dé diciembre
de 1861, en que fué puesto en posesión del mando, y
en propiedad el 10 de febrero de 1862, por el tiempo
que al doctor Rolon faltaba, para cumplir su período
constitucional — el 26 de diciembre de 1862— hastacu-
»
ya fecha ejerció el gobierno de la provincia.
Como al mes después de la elevación de Pampjn al
mando provisorio, se produjo la alarma en la frontera,
á consecuencia de la aglomeración de armamento en
los puntos limítrofes de Entre-Rios y la reunión de
fuerzas por el general Urquiza en el Arroyo Grande
con el intento de repeler las justas exigencias del ge-
neral B. Mitre, en la reorganización de la República y
de la nacionalidad argentina.
Para garantir, pues, la seguridad de la provincia y
el triunfo de la revolución, el gobernador Pampin, el
16 de enero de 1862, tuvo que declarar, como declaró,
>en estado de sitie», todo el territorio de la provincia, el
uso del pasaporte, la movilización de las milicias y
organización del ejército*
En 9 de mayo de 1862, el gobernador Pampin salió
á visitarlos pueblos de Mercedes y Curuzú-cuatiá, lle-
vando consigo al general Cáceres, á quien colocó sobre
aquellos pueblos, teatro de las hazaflas de éste^ cuyo
proceder harto conocido hizo temblar á los habitantes
de esos lugares.
Tuvo pop ministros al doctor Juan Ensebio Torrent,
don Wenceslao D. Colodrero y don Pedro Igarzabal,
y durante su visita á la campaña, le acompañó como
secretario don J. Benjamin de la Vega.
Una de las primeras disposiciones del gobernador
Pampin (17 de diciembre de 1861) fué declarar caducos
de hecho y de derecho losspoderes públicos de la na-
5d0 PEOvnrcTA
cion, que habfftn sido abandonados por el doctor San-
tiago Derqai, ex-presidente de la República, y del
general Juan Estévan Pedernera, ex-více-pres¡dente en
ejercicio del Poder Ejecutivo nacional, quedando la
provincia en plena posesión de su soberanía y en paz
con la de Buenos Aires, como lo había estado con to-
das las demás de la República.
i^st— B. PEBRO iGABXABAii, presidente de la Le-
gislatura, delegado de Pampin, desde el 6 de mayo,
que el propietario salió á la visita de los departamen-
tos de campaña, como lo dispone la constitución pro-
vincial.
tS«»-B. MANUEL IGIVACIO LAGBAf A, correntino,
3*' gobernador constitucional, desde el 25 de diciembre
de 1862, en que tomó posesión del cargo, basta igual
fecha de 1865, en que terminó su período legal^ pero
con alguna interrupción, como se verá mas adelante.
Los ministros, que tuvo, fueron el doctor Juan José
Camelino y don Antonino Segovia.
l8S4-^Br. ém»lk BAMMmviBAl., corr^ntíno, presiden-
te de la Legislatura, delegado de Lagraña, durante la
ausencia de éste á. Bella Vista, desde ei 25 de agosto
hasta el 3 de setiembre^ en que reasumió el mando
gubernativo.
t9«4->B* MAIVCEB i* liACiBAívA, propietario desde el
3 de setiembre que reasumió el mando gubernativo^
después de una ausencia de 8 días eu Bella Vista,
hasta el 13 de abril (jueves santo) de 1865, que se vio
obligado á abandonar la capital, á consecuencia-de una
invasión paraguaya y ocupación de Corrientes, por
sorpresa y sin declaración de gu^rra^ después del
apresamiento, de un modo pirático» de los vapores ar-
gentinos Gualeguay y 25 de Mayo,
Lá ciudúd <ixíéá6 én acefalfa de ^bierno durante el
dia 13 con su noche hasta las seis de la mañana si-
guiente, que toínaron posesión de ella las fuerzas para-
guayas al mando del general Roblas»
i9«5— «ENEliAii WKIVCE9LAO ROBI^KIS^ (paragua-
yo), gobernador militar, bajo las órdenes del Presi-
dente del Paraguay, mariscal Francisco Solano Ló-
pez, en la capital, desde el 14 de abril, (viórneg santo)
que fué ocupada la ciudad, hasta el 19 del mismo mes,
en que, reunido el Consejo municipal, presidido por
don José Antonio de los Santos, se nombró una Junta
Gubernativa, compuesta de los triunviros don Teodo-
ro Fauna, don Sinforoso Cácenes y don Víctor Silvero.
El desgraciado general W. Robles, 2* gefe del tira-
no López, fué injustamente fusilado en m^edio del cua-
dro de todo el ejército paraguayo por traidor; y sü
traición consistía en no haber permitido el saqueo de
tres dias que estaba prescrito á la ciudad de Corrientes
y por no haber entregado, sin leer una correspon-
dencia que se le había dirigido por los fieles al gober-
nador legal,
igen— JIJWTA crBEBiVATiVA, compuesta del triunvi-
rato Víctor SiLVEao, Sii*^f*oroso Cáckres y Teodoro
Gauna (correntinos), en la capital y parte de la campa-
ña, hasta donde dominaba el ejército invasor paragua-
yo, desde el 19 de abril, en que fué nombrado
aparentemente por el Consejo municipal^ presidido
por don José Antonio de los Santos y en realidad por
el presidente López, del Paraguay, hasta el 22 de oc-
tubre, que fué desocupado el territorio del Estado de
Corrientes,
El 25 de mayo, después de un reñido combate entre
la fuerza que guarnecía la ciudad de Corrientes, en
protección de la Junta, y otra argentina y brasilera al
xn^do del general WeQQe^ao Paunf ro^ en La gatería a
^^ PROYIXCIA
dondjQ $ste operó so deseinbarco, oc\ipan(}o la plaza, el
triunvirato, acompañado dpi ministro paraguayo José
Berges— quien, al ver la actitud bélica de las fuerzas
libertadoras, dijo;^jf todtq se perderá menos el honor» —
se hizo humo, hasta el 27 de mayo, que, reembarcan-
do sus fuerzas, retrocedió, aguas abajo, hasta la Esqui-
na, punto limítrofe con la provincia de Entre-Rios.
• Entonces, reapareció el gobierno del triunvirato ejer-
ciendo medidas de rigor sobre los habitantes que
manifestaron su simpatía por los aliados^ entre ellos
se hallaba el autor de esta Historia, Aun con los pa-
cíficos indios que se proveían de víveres tranquilamen-
te en el mercado de Comentes, según era su costumbre
$e ejerció una horrible matanza en las calles de la
ciudad.
tsei^—GEii'GBilLii iVfiivCEl»L.\0 PAVüEBO, goberna-
dor militar, quien, á consecuencia de la ocupación de
la capital por el ejército aliado, el 25 dtí mayo, ejerció
el poder hasta que evacuó la ciudad reembarcando su
fuerza durante la noche del 26 al 27, en dirección á la
Esquina.
1805— D. piA^vUGL I. IíAQBAÍía, propietario, ambu-
lante durante la ocupación paraguaya hasta el 22 de
octubre, que, evacuada la provincia, entró en la capi-
tal y continuó ejerciendo el mando gubernativo hasta
el 25 de diciembre en que espií'ó el ppríodo legal de su
gobierno.
1905— B. KVARiSTOLOPEZ^ (correntino) gobernador,
y DON Juan Vicentk Pampin, vice gobernador, electos
el 25 de diciembre, pero hallándose ausente en esa fe-
cha y por renuncia de éste, devuelta por los términos
inconvenientes eh que estaba concebida, fué nombrado
el doctor Vidal, el 10 de enero dé 1866.
igiu«*Br. j#»É UAMOM VIBAI4, presidente de la Le-
DB COIUUBKTBS 593
gislatura (y Vice-^goberaador de la provincia, nombrado
el 10 de en^ro de 1866, por renuncia de don J. V.
Pampin) en ausencia del gobernador electo don Eva-
risto López, se recibió del mando gubernativo el 26 de
diciembre^ desempeñando el cargo hasta el 10 de ene-
ro de 1866.
i^ee^-B. EVARISTO iiOPEZ,,4^ gobernador constitu-
cional, electo el 25 de diciembre de 1865^ y hallándose
á la sazón ausente de la capital no se recibió sino el 1®
de enero siguiente.
Fueron sus ministros los ciudadanos Wenceslao
Diaz Colodrero y Pedro C. Reina.
A los tres dias de su elevación, López tuvo que au-
sentarse po^ motivo del servicio público, hasta «1 18
de enero que reasumiera el mando. Durante su au-
sencia ejerció el Poder Ejecutivo el vice gobernador J.
' R. Vidal.
Pocos meses después estalló una revolución.
En la noche del 14 de setiembre, el doctor don Félix
Amadeo Benitez, [con 12 hombres, se posesionó del
Cabildo, Policía y Cuartel^ obligando al primer ma-
gistrado de la provincia á salir huyendo en las altas
horas de esa noche, en ropas menores. Dirigióse al
departamento de las Lomas, donde consiguió que 30
hombres de caballería se lanzasen sobre los revolucio-
narios, en su apoyo, los cuales fueron derrotados, de-
jando caballos y recados. Por la tarde, con mas
elementos, él gobernador López, por intermedio del
vice gobernador Vidal, inició negociaciones entrando
en transacción con los revolucionarios.
Esa descabellada revolución^ que solo duró 13 horas,
lejos de debilitar la autoridad de López, no hizo sino
fortalecerla y ^v pié para que él tomara, como tomó,
enérgicas medidas contra los que ninguna parte tuvie-
ran en el moíin, encarcelando á unos y desterrando á
otros.
88
694 PBOvnroxA
Terminada la célebre asonada del doctor Benitez,
embarcándose éste con don Eudoro Díaz de Vivar, tos
capitanas Acufia y Mnlvido, el alférez Sebastian Ca-
sares y otros, el gobernador López hizo su «itrada
triunfal á las 4 de la tarde del 15 (setiembre)^ acompa-
ñado de 180 hombres y [con mucho pueblo/ocupando
la plaza. El traje del gobernador, al entrar en la ciu-
dad, fué saco negro, sombrero d^ paja, pantalón colo-
radb, bota granadera y unas espuelas de plata, como
de seis libras. El ministro, doctor Colodrero arengó
al pueblo y con esto y una serenata terminó la revolu-
ción.
El gobernador López, durante su administración, no
se hajió al frente del Poder Ejecutivo por mas de ocho
meses, en diferentes ocasiones, á saber: la 1*, desde el
13 hasta el 18 de enera de 1866, según queda dicho mas
arriba; la 2*, desde el 27 de abril hasta el 9 de mayo; la
3*, desde el 2 hasta el 16 de octubre; la 4* desde el 23
de noviembre hasta el 31 de enero de 1867; la 5* desde
el 30 de marzo de 1867 Imsta junio, por temor del
cólera, de que habían aparecido algunos casos en
la capital, y la 6* y última, desde el 24 de setiembre
hasta el 3 de diciembre, que pasó á Goya p&ra asistir
á la función de la Patroná de aquella ciudad.
Los ministros de López fueron los doctores Deside-
rio Rosas y Wenceslao Díaz Colodrero.
■ >
t9ee— Dr. JOSÉ RJLiiO!V vniAii, vice-gobernador, en
ejercicio del Poder Ejecutivo, la 1* vez, desde el 13
hasta el 18 de enero, que se ausentó López por moti-
vos del servicio público.
La 2* vez y con el mismo motivo, desde el 27 de abril
hasta el 9 de mayo.
La 8* vez y con igual motivo, desds el 2 hasta el 16
de octubre.
La 4* vez, desde el 23 de noviembre de 1866 hasta el
31 de enero de 1867.
LÁ«^ veí, dtesdeel Sddfe «lartd á¿ 1867 baste ju-
nio, que el gobernador López se ausentó para* Góya,
por haber aparecido en la capital algunos <iai^6s de
c61erói.
La 6* vez, d^sde el 23 de setienibre del ttiismo año
(1867)^ que se ausentó López á' la ciudad de Goya,
acompañado de su familia y de la banda dé música,
con el objeto de asistir á la funcioilde la Patróna de
aquella ciudad, hasta eld de diciembre que regi'esara,
reasumiendo el mando guíwhativo:
.1
t#«v-*o. is VAM8TO I4INPB», propietario,. dedd|$ e^ 3
vde diciembre que reasumió el mando^ . h^sfiE^ el 81 de
mayo de 1868 que 'se vio obligado á renunciar, á con^
secnericia de una revolución. ^ .^ ^5
Esta estalló en )a nfoche dellé de setiembre, aa&do
pfcr ¿•eáültado la prisión dél gobernador y su renuncia
forzada. ' "
Las fuerzas del gobierno revolucionario á las órde-
nes del coronel Ocampo se pi^ésenta'ron éú Mercedes
contra las del general Nióañor Cácerés, eii fedsteii del
gobernador legal Lopex. Tuvo íugar un corhbate, en
' que fué derrotado Ocampo qué huyó á los montes, de
Pay-Ubre> donde fué activamente perseguido. Bl re-
sultado de este encuentro fué el que el general CáCehes
dominara algunos departamentos déla j^r'ovitíciá^ diri-
giendo su marcha sobre Id capital: La coiiducta de
Cécéres.no mereció la aprobación* del gobierno nacio-
nal, por cufanlo, siendo un gefe de la nación al mando
de fuerzas dé lá misma, las había empleado en fomen-
tar la guerra civil en la provincia cuyo orden le fiíera
encomendado. '
El gobernador E. López, cuando se vió' líbfe, acom-
pañado de su Secretario don José Hernaudez^^ reclamó
suderfecho aj gobierno déla provincia y sustituyó á
Cáceres, declarado rebelde, traidor 6 la nación y ¿Q^er-
tor de! ejército, poniéndose él á la cabeza de las fuer-
^ I
-{ zqsde iV.provin^ia, ,^ r^otík^nd^' suf ai(toridít<3lj9sur-
, El;gpbierpa <¡le .Lopp2s, jd^íeinte; ,\o^ dos a|io^ j meflio-
que estuvo en posesión de é^ dejó como un recuerdo
. . ínr^pierecederp, ¿a.^wii^aíífii^/ de» sq ojívi.do^ abandono,
jqsterildd^d/alísolMtfi^.delsef!vick)púbíí¡co, á fip de hacer
j resaltar n^a^.l^.d^e. su suQespr oon^itucional Gua3ía-
.,, viflo. . Pr^$c¡ndinaio§,dej la; administración prpvisoria
4e Escobar, y Xorrent, impueste^ por las circunstan-
cias políticas, qu^ bÍQieron necesaria su consagra-
ción al restablecimiento del orden en la provincia y
- ^ej^arárla para techaxarlatnvasJóivde^Bntre^Ries tu
' * ajibyo dfeLopez. : » ' - ' ■ '
tses— D. FBAMCiSCOM. jG/Sf/QBi^ily (porrentiao) pre-
sidente dp la Legi^atura, en;.ejercic,lo del Poder ^Eje-
j cut¡¡yq,.ep 27j(;^^mayQ, en yir^ud (i,e l^a r<enjurfpia forjada
de don Evaristo López y hallarse vacante el. cargo ¿de
yice-gobernador. .,:. ., ,.^. ; • • ;, ..
. . ■ . Aconipíkñár9.nle con>p ministros el; doctor J:uan La-
¡.. graiTay 49^'^-í*®SorÍ9P^njpin. . ■. _ \.:. .
,. El gqb^rnadpr E^pbftr oq fu-é recpnpcjdo por el
. gen;eralC^cer,es, quien sq pi^^o en; aw^s, contra su
. ,autorid£»d, sostenida PQf las fuerzas del coronel Ocam*
.po que fué derrotado. •, . ; ; ,
. . No hab|ie?ndp qi^eridp. í,a X^egislatura aceptarla ren'un-
. t cia.de J^Qpe¿,el gpberuador £sQobár espidió un idecireto
desli^tuyendo ép masa á lo$ miembros de. aquella cor-
poraQÍon y destituyéndose a sí mismo. como prepideote
. de ella, ^\} cuy9 cíirácter ejercía Isl autoridad qua invíes-
No obtante,' Escobar continuó como ! gobernador
. constitucional. t .;, ,,. .i ' i i .. . '
't¿es--]ií. VirTOHIO TORRÍ^mt, (correntíno)^ presiden-
^ tédéla Legislatura Jen ejercicio derPodier Ejecutivo
'de lapr^ovfncia, hasta el 25 'de diciembre, que^, electos
• los señores ' dobtdr JóSé Jrfi^ueií iOná^távlno, para '^o- ^
bernador, y coronel Sai)t¡agO''B'a}bÍéfóé, "jímpa ' H-fée-
- ¿oberríador, ' fo* püééto éti 'pose^iofi del'lcfátgdel pri-
'"¿ñero*!* '* ' * •' ''■ ^ ' » ■■' - i.m'-- . (,!♦!!•»• ;..*
• ' ' Los'séñoi^es'docttílr JoáéL^iiS Cabi^ál yátti Juáh V.
Pampin acompañáirorí al gobertJádoí* To^i^ferft, ení-^tí^li-
•''dAddeinínMi*ó*ísé<ireta^^^^^ ' =' '^'^ ' »' '' - ' '
ioe^^Hr; J€i(^ iii4¿iJESii'dJAi»TÁ^ki«o^ (borren tino)
• électo'gobeiína'dop,y el coronel.Santiaig-o Báiibienei vice-
• gobernadórr e'l 25 de diciembre. dé ISBSy-^ y.euejéirbício,
- des^efestafeoba, el I**, hasta él 12 de febi^eró de 1869,
>que se- ausentó del territorio de la provincia par asdn-
tos dé grave ihtecés'púWiciOí ; « j! ; í ,
Su ministro fué el dootof Juan José Camelino y suce-
sivamente el doctor José Luis Cabral y don Doroteo
• GonzáTez Vídeftí.^- "^^ "'^^^ ' •'* .i:^?'¿^.-*» ^-^ -t
fl.t . J .'- I .'•'>' 4./' '1 'Í! ,.♦...!
tséeUeoRonuBii <»^N]riA.«o baubieijiíe;, ! (óorréntibo)
' vice-gobérnadoí eü ejercicick del Poder Ejecutivo i el
,12 de febr^ero en ausencia del g<>bepnador;GMaátaviho,
- ba'&tá/ei .27. del; miento meísi^ueiéste riasüinió el maiiido.
Fueron sus' nrtiilistiíos él doctor Liaahdro .Segoviá y
i don Valentín Virasoro.
k9|Bi^-^lljr. jifiSíÉ i|[iOVc;ii,€^irA.i»TAifi{VO^' gobernador
propietario, desde el pT^^.f^birero que^^ 4^píi©s eje una
corta fluencia fiel ^erritorip, 4e la,próvinc^aipo^ a99ntos
.. de grave interés pv^blicq¿ reasumiá.plí. mando gul^er-
. ¡nativo, basta. que, no en,contrap.do;^Vappyo..necQsario
en la Legislatura^ para; f<j^9,stau?*ar el tpoiplu ,de líj^t ,R?o-
ral pública, curando la llaga que arrebataba las fuer-
zas det pueblo^ su proSfSdridad y vida,» pt^3j$6ftMj»^
dOide sétienibré, sd renLincía,jqueino fué ádnjitida'haííta
ellSíde octufarie/despiaesi de habencápédido, 8- d&as
antes, un decretó 'poriiend-oer^ posesidn'del Poder Eje-
' cfutivó al více-goberhador Baibíexie^i éní'vista» de la
^
fmwmm^
increada oposícioQ qae le hacía fa Camarade represen-
tantes de la pj:ovinQÍa.
Con)i>artieron, coa el gobernador Guastavino, las
tareas administrativas, en calidad de ministros, los
seApnes doctoires Ji^an JQsé. CamelinOi Jossé Luis Ca-
bra\, y doa Doroteo Gpnzalez Videla.
El gobernador Guastavinp, con la acertada elección
del doctor Camelino para ministro, fué de constante y
activa labor administrativa en todos los ramos, habien^
do prestado su atención preferente al de instrucción
I^blica, que se hallaba en. un estado de dolorosa de-
cadencia desde él gobierno de don Evaristo López, —
1866 basta 27 de (mayo de 1B68— ya oreando nuevas
escuelas ó ya comisiones inspectoras de escuelas y so-
lares en varios puntos de H campaña.
t8e»— COBONKIi SANTIAGO BAIBIHIVE, vice-gober-
nádor, en ejercicio del Poder Ejecutivo de la provincia,
desde el 11 de octubre, en que, despnes de haber
reasumido el ca^go el gobernador Guastavino y antes
de obtener resolución de la Legislatura, espidió un
decreto poniendo en posesión del mismo al viee^go-
bernador, quien continuó ejerciéndolo hasta concluir el
período del renunciante, como lo dispone la ix)nstitu-
cion. ' /
Organizó su ministerio con los seftores doctor Li-
Sandro Segovia y don Juan V. Pampin.
Con motivo de tener que saHr á campaña hasta Cu-
ruzú-cuatiá, donde existía la anarquía, el gobernador
Baibiene delegó el mando en el presidehte de la Legis-
latura, con arreglo á la constitución.
fts«0fr*]».FEBROiGABZABAii, (correntino) presiden*
te de la Legislatura, en ejercicio d^ Poder Ejecutivo,
desde el SI de noviembre hasta el 8 de enero de 1870,
por ausencia del vice-gobernador Baibiene en campa-
ña^ coa el objeto de e&ctuar la visita die K» departa-
DB OORRiaHTBS 699
menlos de la frontera láur: restablecer la.coocofdia en
los ánimos y el, respeto á la autoridad en Güruzú-
ciiatíá, víctima, desde muchos años atrás, del mas
completo desgobierno.
Acompañáronle los mismos ministros Segovia y
Pampin.
1890— COBOHEL süVTiAGO BAiBifiíve, vice^góber-
nador, en ejercicio del Poder Ejecutivo, deáde el 8 de
enefro^ en que lo reasumió, de regreso dé sü visita
á algunos depaftaraentosí de lá campaña, hasta él 27
de abril, que, con motivo del asesinato del general
Urquiza, gobernador' de Entre-Ríos, vencedor de la
tiranía en Caseros, ex-presjdente de la confederación,
salió á campaña á la cabeza de dos batallones delinea
que estaban en Corrientes, reasumiendo nuevamente,
el 21 de junio, el mando gubernativo.
* Fueron sus ministros el doctor Juan Lagrañá, don '
Juan E. Martínez, don Valentín Virasoro y don Juan
V. Pampin.
• ' El 29 de agosto, salió BaíWefie nuevanníeMetíe la c*
pital á objeto d?l servicio público, habiendei quedado
en ejercicio del Poder Ejecutivo, las dos veces qu'e- se
ausentara, el Presidente de la Legislatura don Pedro
Igarzabal.
A principios dq 1871 reasumió el mando hasta ^1
. 13 de febrero que salió á campaña contra el general
Lope?; Jordán, que había invadido la provincia y qiie
fué completamente derrotado en Naembé, -habioido
regresado victoriosp el 10 de junio, en que reasumiera
nuevamente el mando.
i dve— D. PEDRaiGABZAJiAii, Presidente de la Le-
gislatura, en ejercicio del Poder Ejecutivo, desde el
27 de abril que el vice^gobernador Baibiene áalió á
campaña con motivo delas^sinato del general Urquka,
600 PEOTIVOLá.
hasta el 81 de junio; y por 2* vez, desde el 29 de agos-
to de 1870 hasta principios de 1871.
El señor Igarzabal falleció el 11 de febrero de 1871.
iSVt--B. GBEGOBIO CEBAiiiiOS, (correntino) vice-
presidente 2** de la Legislatura, en ejercicio del Poder
Ejecutivo por fallecimiento de don Pedro Igarzabal,
vice presidente 1**, desde el 27 de abril que el vice-
gobernador Baibiene marc|ió á campaña contra las
fuerzas invasoras al mando del general Ricardo López
Jordán^ que fué completamente derrotado (el 26 de
^ enero de 1871) en Ñaembé, hasta el 10 de junio que
reasumió el mando gubernativo el referido Baibiene.
1991— CBBOiVEii SAMTiiiGO BAIBIEIVG, vice gober-
nador, desde el 10 de junio, que reasumió el mando
gul¡>ernátivo, después de haber contribuido á la com-
pleta derrota del general R. López Jordán (26 de enefo)
en Ñaembé, hasta el 7 de octubre que se ausentó de
nuevo.
1991— B. FiíiEMOiv BIAS BK YiVAB, (correntino).
presidente de la Legislatura, en ejercicio del Poder
Ejecutivo, desde el 7 de octubre en que salió á campa-
ña el vice-gobernador Baibiene, hasta el 25 del mismo
mes en que éste reasumió el mando gubernativo.
ISVl-COBOMCIi i»AIVTIA€UI BAIBIENE, vice-gobeiv
nador, desde el 25 de octubre, en que, después de una
ausencia de 18 dias, reasumió el mando gubernativo,
líasta el 25 de diciembre, que, espirando el periodo
legal de su gobierno lo trasmitió al electo doctor
Agustin P. Justo.
lí^vi— Br. AGVSTiM PESBBB JUSTO, electo goberna-
dor, en ejercicio del Poder Ejecutivo y coronel Manuel
DE Jesúb Calvo, vioe gobernador, desde el 25 de di-
ciembre de 1871 hasta el 9 de enero de 1872, habiendo
V.
DB C0BBIBHTB8 001
organizado su ministerio con los ciudadados doctor
Juan Lagraña, gobierno, y don Valentin Virasoro ha-
cienda.
En la madrugada del citado 9 de enervo, el coronel
Desiderio Sosa, traicionando al gobierno, redujo á
prisión al gobernador Justo, á su ministro Lagraña y á
don EudoroDiaz: de Vivar.
La revolución de Corrientes coincidió con la invagislon
de López Jordán en Entre-Rios.
Desde el dia 7, el gobernador Justo tuvo conocimieiito
de haber estallado una revolución en el departamento
de Curuzú-cuatiá', encabezada por el coronel don Va-
lerio Insarrualde; en su consecuencia, en la misma
fecha espidió un decreto movilizando la guardia na-
cional de la provincia y nombrando al coronel Santia-
go Baibiene, comandante en gefe de las milicias reuni-
das al sur del rio Corrientes, y al vicé-gobemador,
coronel Calvo, comandante eu gefe de las milicias, mo-
vilizadas al norte.
Estando el doctor"Justo preso en la comandancia de
armas, se le permitió alejarse habita cierta distancia,
vigilado por una guardia. Tenía ya hablado un bote;
como empezaba á oscurecer, pudo saltar á él sin ser
notado, el dia 12, empezando á vogar 'con presteza.
Dióse entonces la voz de alarma y salieron á darle
caza los botes de la capitanía.
El gobernador Justo tuvo que remar con sus propias
manos, para poderse escapar. En seguida, los botes
de la capitanía emprendieron un registro sobre los
buques que se tiallaban en el puerto. No habiéndolo
encontrado en los buques recorridos, se dirigieron á
la cañonera italiana Confianza, donde se hallaba el
gobernador, acompañado de su ministro don Valentin
Virasoro, don Filemon D. de Vivar, presidente de la Le-
gislatura y 10 oficiales de la guardia nacional, pero el
capitán contestó á los perseguidores que les hariafue-
602 . PRQTIKOIA
' ^o i^i intentaban penetrar en el bu<)ue, coa lo que em-
prendieron estos su retirada. El 25 se trasbordó al
trasporte da guerra brasilero Inhauma y el 27 llegó
al Rosario, habiendo pedido la intervención nacional,
para evitar la efusión de sangre.
El P de febrero :Se presentó en Buenos ^ires, solici-
tando de nuevo la intervención nacional, que le fué
negada por caltas razones de conveniencia pública. La
falta de una ley que autorice la movilización de las mi-
. Helas sin dar lugar á recriminaciones y conflicto de
atribuciones, y consideraciones derivadas de circuns-
tancias locales, aconsejaronr al Poder Ejecutivo dejar
librada á su propia acción las disensiones de Corrien-
tes, producidas por elecciones de dudosa legitimidad,
para no comprometer las rentas y la paz de la Na-
ción.» (1)
Estas doctrina^, cuan bellas son en teoría, estaban
ea abierta oposición con la práctica; pues, elecciones
de dudosa legitimidad hubo no pocas, si no todas,
desde 1810 hasta 1# fecha, sin esceptuar la época de
Rosas. Este había juzgado conveniente exonerar al
pueblo de \a.^carga de emitir su propio voto sobre los
candidatos que no fuesen la espresion de su voluntad.
Era, pues^ un medio cómodo y económico de practi-
car elecciones.
En la época del Dictador, como en todas las épocas,
para llenar las formas legales, basta que el pueblo ha-
ga ostentación del ejercicio de su derecho concurrien-
do el dia señalado por la ley ó por el gobierno á depo-
sitar cada ciudadano su voto; si el resultado de la vo-
tación no es la espresion de la oligarquía ó el deside-
rátum del leader de la fracción política que contara
con el apoyo oficial, no hay necesidad de tener en
cuenta el voto del ciudadano.
(1] Véase el Mensage del Presidente de la República, presentado al Con-
greso en mayo do 1872.
DE ' CmfiüVTBS 608
El heobo fué qué ]a^ altas facones de óonoeniencia
pública prolongaron la guerra civil en, Corrientes, con
todo so séquito de desastres. Después de varios en-
cuentros, en San Gerónimo, en que hubo 100' muertos
entre ías fuerzas de lafrevolucian, fuerte d6 3000 b.Ofn-
bres, y la del gobernador legal, de 4000, al man.do.del
coronel Santiago Baibiene?, la rebelión: obtuvo un triunfo
decisivo^ El 4'dé marzo.{1872), ealos campos de Apos-
ta, á media legua del enipédrado, en 1^ Cabana del
Tabaco, tuvo lugar una sangrienta batalla^ .dispersán-
dose la caballería del ejército legal y. triunfando. la
infantería; pero, falto de miuiiciones, fué obligado Bai-
biene á capitular. Este desgraciado suceso costó el
ejército de Baibiene la pérdida de mas de 150 hombres
muertos; como 400 heridos, entre éstos, el doctor Juan
LagrañB, (habiendo muerto de las heridas el 13 /del
mismo mes), y entre aquellos los 12 gefes siguientes:
José Vicente Gómez, uno de loi^héroe3 de la defensa
de Curuzú-cuatiá; Caro MartiaeZy Ángel Martínez,
Celedonio Ojeda, Marcos Nuñe2> Juan y Sinfoiroso
Valen zuela, hermanos, José Carreras, Pedro Igarza-
bal, hijo del mártir, (en San Gerónimo), Zenon Correa,
Manuel José Silva, Ángel Niella y N. Borda; y de los
de la revolución, el Ma^or Suarez y los Cfapiíane&Ava-
los y Aguirre.
El combate empezó alas dos y terminó á las cnajtro
de la tarde, con la rendicioq del cpronel Baibiene y
toda su infantería y los principales gefes de caballería.
El coronel Desiderio Sosa, gefe de la revolución,
dio libertpid á todos los prisioneros, conducta que no
mereció la aprobación de los otros gefes. Baibiene,
por disposicion.de Sosa, tuvo que ausentarse de la pro-
vincia por algún tiempo.
A los cinco dias después del combate, que no se
evitó por Jas altae rabones de conveniencia pública^
llegaron á Corrientes, comisionadas por el gobierno
6D4 PE&nmeiA
nacionaljlosseflores doctot' Santiago Cortióez, entón-
i ees contador mayor de la' Nación y actual presidente
de la Contaduría y ^1 poronel (hoy general y minis-
" tro ,de la guerra) Julio Roca, en oportunidad para in-
formar al gobierno nacional del desenlace de ios suce-
' 'sos. • - ' •■ .. ' • ■ ' •
< Por una triste coincidencia, en la misma fecha de
la llegada de la comisión óacronal á Corrientes (9 de
marzo) el juez de paz del depai'tamento de Curuzú-cua-
tiá, daba un edicto imponiendo el uso del célebre
Cintillo colorado, en estos términos:
tEi Jue:: dt Fas del Departamento.
I
• » i •
«Por el presente edigto se ordena atodo Ciudadano
Argentino recidente en esta Villa y su de partameéto
sin esegcion de Categoría, se coloque el Cintillo, punzó
previniendo que desde manada 10, del corriente á todo
á aquel que setorae cirt ella, cera conducido á disposi-
ción del Gefe Militar— Cruetes Mzo 9 de 1672.
«José Francisco Maciel.
Jaez de Paz.
f *
A pesar de todo, el doctor Justo sostuvo su dere-
cho al gobierno de Corrientes, pero sin resultado
práctico. '
En el Congreso, el doctor Justo no fué mas feliz.
• En la sesión del 17 de agosto (1872), en que fué interpe-
' fado el ministro de guerra y marina, el senador por
Corrientes^ doctor Torrent, haciendo una reseña de
' los servicios del coronel Baibiene, que, bon las armas,
defendió el gobierno legal del doctor Justó hasta caer
vencido, trató de probar que Baibiene fué víctima de
una hostilidad directa y premeditada de parte del go-
• biérho nacional^ á quien hizo cargos de haber ayuda-
do á la revolución de Corrientes. '^
t#'aí»--€aBllw»ifi ACS^iiNBiuo ft^4» dicjtadqr revoj
.. lucionflirio/^ala Qapitiil, desde el 9 di^.en;arp,qu6 derro-
có al gobernador legal^i doctor Justo, apoderándose, de
SU/ persona y de la^ d^ sus minÍ3tros, h^sta mediados
. del mismo mes cjue declinó ^1 mando dictatorial en un
triunvjrí^to, pero permaneciendo dueño[de la situación.
Después de la batalla del Tabaco, de que se habla
'm*as arriba, el coronel Sbsá, que fiabla puesto en juego
todos sus elementos en favor de la oandidatura del dbc-
• tor Josío, con quien fué tan incoíisecuentey Intentó ha-
' cer una contrarevolucion, 16 que soló sirvió^ para afian-
zar ía situación. '
cpmpuestp de los señores* GjaijGOiírio Pampin, Tomás
Vedoya Y Emilio Díaz, desde'enero hasta marzo, que
los gefes déla revolución dispusieran, exonerar á los
. dosrúltiipos, quedan4p en consecuencia al^ frente del
,. gobierno provisorio el,primero,en la capital.
'í8Vi9-CÍOBOI«C:L ÍIAIVtJÉrii'Í»E"J£íSÍJ{»-€ALVo^' vice-
* gobernador de la provincia^ en ' ejerc'iéía del PoAer
' Ejeeutfvóén campaña, áconsecóeiiciade la revolución
del 9 de enero y prisión del gobernador Jürsfo, de'áde
el 11 del mismo mes hasta fines de febrero, que, libre
éste^ reasumió el gobierno Ijega^fen la ciudad de Goya.
El vice-goberhador Calvó, durante su ' iambliláúte
ádministraciotl^ hacía refrendar sus disposiciones ofi-
ciales por don Saturnino Plores, elevado á la categoría
de oficial mayor de la secretaria^ mientras la capital
se conservará en poder de la sedücion.
481»— Br. íílCIIIjstíiv p. smíWTQ, gobernador legal en
campaña, desde el 20 ó 21 de febrero que reasumió el
mando hasta el 4 de marzo, que, derrotado su ejército,
á las órdenes d*5l coronel Baibiene, en' la batalla del
Tabaco, cerca del Empedrado, tuvo qae abandonar^ la
' pt'óvipcia.
606 VBWntciA
tdV9— 11. «BCscMmio PÜM^^Mj nombfado por Ioi^-gi->
fes de la revolución gobernador provisorio, en la capi-
tal, habiendo tenido por ministros secretarlos élos doc-
tores Mariano Castellano y Genaro Figueroa, y por
renuncia de éste, al doctor Fidel Saenz de Cavia,
desde marzo hasta el 9 de mayo que le sucedió Gelabert.
1»V» — B. VIC^IJKIi l^ICTOBIO (¿EI^ABEBT f B.
iB^i:iV€KSli^O F. CABBAL, gobernador y vice-go-
bernador,^ electos el 8 de mayo y pueato en posesión
. del Poder Eiecutivo el prirnero el 9 del mismo mes,
hasta el 25 de setiembre, que^ habiéndose ausentado de
la capital á objeto de asistir á la fiesta de Caacatí y
practicar una br*eve visita á algunos otros departemen-
tos de la campaña, quíídó en posesión del mando el
segundo.
El gobernador Gelabert tuvo por ministros secreta-
rios sucesivamente, á los señores doctor Mariano Cas-
tellanos, y durante la enfermedad dé éste, el fiscal doc-
tor Emilio Diaz, doctor Manuel Derqui, doctor José
Benjamin de )a Vega, don Manuel Fernandez, don
. José María Cabral Alpgin y Meló y don Ángel í'ern^n-
dea Blanco, •
t^tt— B. i^cSiKCE^íiLAO F. CABBAii, vice-goberña-
dor, en ejercicio del Poder Ejecutivo, en ausencia del
gobernador Gelabert en U campaña^ desde el 25 de
setiembre hasta mediados de octubre.
. Apenas dejara la silla del gobierno, el señor Cabral
salió de la capital con el objeto de visitar su estableci-
miento de Yuquerí, donde tuvo la desgraciado ser ase-
sinado el 30 de enero da .1873^ dándose por motko
. opiniones políticas,
1999— B. MiGUEii V. (:ei;.abc:bt, gobernador propie-
. tario, desde mediados de octubre que reasumió el
mando, hasta el 14 de julio de 1873, que, previa li-
DB COl(klHKlBS 607
cencía de la Legislatura, i^e ausentó de la capital por
tres meses y medio. * .
■
1898— D. TOMÁS vé:doya, presidente de la Legisla-
tura, en ejercicio del Poder Ejecutivo, por muerte del
vice-gobernador Cabral y en auseacia de Grelabert,
. desde el 14 de julio hasta el 31 de octubre*
1898— D. M, V. C}Ei4AttERT, propietario,' desde el
31 de octubre que reasumió el mando gubernativo has-
ta el 25 de dióiembre de 1874 que terminó su período
legal, entrando á ejercer el Poder Ejecutivo el presi-
dente de la Legislatura.
1894 — D. AiVTOivio ^CABRAii, presidente de la Le-
gislatura, en posesión del mando gubernativo, desde el
25 de setiembf^e de 1874, por haber terminado el paría-
do* constitucional y hó haberse podido efectuar la
elección de electores, é^ causa de la revolución » del 24
de setiembre, habiendo continuiadoal frente del Poder
Ejecutivo haáta el 28 de febrero ds 1875, que le sucedió
don Juan V. Pampin.
Asoció ¿ su gobierno en calidad de mínistrOr al
doctor Mariano Castellanos. , . .
igvií^B. JiJüM VfCiEMTB p^jJWPiiv, (correntino), y
Dr. José Luis Madariaga, (correntino) vice-goberna-
dor, electo? el 28 de febrero de 1875..
El primero ejerció el Poder ejecutivo de la p)rovin -
cia dJesde aquella fecha hasta su fallec¡mie«to, que
acaeció el 9 de marzo de 1876, y por ausencia d^l vice-
gobernador Madariaga, del preside,nte y yiee-pre;si'
dente 1° déla Legislatura, entró á ejercer el marido*
gubernativo el viqe-presidente 2*" de la misma don Be-
nito Vilegas, desde dicha fecha, 9 de marzo.
El señor Pampin organizó su ministerio con los se-
ñores doctor Juan M. Rivera, gobierno, y doctor Ge-
naro Pigueroa, hacienda é instrucción pública, y por
608 PBO YJHf cía
renuncia de éstos e\ doctor José L. Cabral, en reenipla-
zo del primero y á don Nicanor G. de Cossio, en lugar
del segundo.
tdve-D. BENITO viiiLEGAí», (correntino)^ vice-
presidente 2** de la Cámara Legislativa, en ejercicio del
Poder Ejecutivo, por muerte del gobernador J. V.
Pampinyen ausencia del vice-gobernador Madariaga
y del presidente 1°, desde el 9 hasta el 23 de marzo de
1876 que lo asumió el vice-gobernador.
Los señores Cabral y Cossio, ministros del finado
gobernador Pampin, continuaron en sus respectivos
departamentos, con el gobernador Villegas y su suce-
sor Madariaga.
f
r
ts'KB-^j^w^. M^HÉi liCis ;míijiaiiia«a, (correntino) vi-
^ ce-gobernador, en ejercicio del Poder Ejecutivo, desde
el 23 de marzo de 1876 hasta el 25 de diciembre de 1877
que trasmitió el mando gubernativo al doctor Manuel
Derqui, su ex-ministro general, electo juntai)nente con
el doctor Felipe Cabral, para gobernadores, y don
Wenceslao Fernandez y doctor Juan Estévan Martinez,
para el cargo de vice-gobernadores.
Los doctores Derqui y Cabral, electos por dos frac-
ciones políticas, en que estaba dividida la provincia,
prestaron juramentó de gobernadores, ante sus res-
pectivas juntas electorales el 25 de diciembre de 1877;
pero el gobernador saliente Madariaga hizo la trasmi-
sión del Poder Ejecutivo en el primero, que era el can-
didato oficial, desconociendo la legalidad del segundo
y del doctor Martinez.
Esta conducta del ex-gobernador Madariaga dio mo-
tivo de protesta de parte de Cabral y Martinez con
amenazas de perturbación d^l orden, en toda la provin-
cia.
La elección de Derqui, protestada por medio de las
DB> 0OtlRIflK*rBS
ééi»
aindas poíreotisiderarla ilegal/ ftfé visfbletnérfté iínpo-
.pillar. .":• ... , ■ '"•' '» - •• '•'*''''.' '
... Ddrqui solicitó la intei>verici6í> nacional.' Acordaída
lésta^ fueron comisioDados los noinistro* doctor José
Marta Gutiérrez, de justicia, culto é instí*áccíón jiú-
. blioa,; y doctor Victorino de la Plaza, de hacienda, en
carácter de mediadores oficiosoá; cerca de ambos par-
tidos disideptes. .
Tqdos los esfuerzos de los ministros mediadores
í^eroa infructuosos, pues la revolución estallóel 2
, :de,febrerod¡e 1878, embarcándose- en segaiáa elminis
. trp Gutiérrez paraj Buenos Aines y permaneciendo el
otro ministro mediador;, hasta nueva órderi del presi-
, dente Avellíaneda. ' • :
* > '
. Mediante ciertas promesas dp^ éste; comunicadas á
.loarevoluicríoharios, por eoííáuoto del ministro Plaza,
V 3e ^btu\x> el aparente desarme de éstoé.
(. Sin em^arjgoj' libre la proviitciáf de la intervención
Jíaeioiial, se:prbdn)o un fuerte choque, én Ifran, él 18
de [febrero de 1878^ entre las f»erzás de la' revolución,
al m^ndo de los coroneles Mareos Azcona (gef^ de
ella), Eustfiquio Acuflay Reguera, y las deJgóbiér-
;.nQ titilado lega^l del doctor Dérqui, alas 6rdei>es de los
.porpneleS:X4UCÍano Cáceres • j Onofre Aguirre^ el cual
fué adverso á las de ésto$y que fueron muertos en la
persecución,. ; . . ■
. Los otros ministros del gobernador Madariaga, én
.rjeemplazo dedpn J. L', Gabral y N. G. deCossio, qtie
habían renunciado, fueron el doctor Soveno Fernandez
y don Sebastian Alegre. El doctor Derqui, qoé'fué él
último ministro nombrado, renunció el cargo el 12 de
noviembre de 4877, e« decir, poco rftcfe de ñn fnes dé'
la elección de gobernador . '
• 1 , , . • . . '• . . . . . ■! I
ñfi?9%*^J»é. JMAittfil^ B£B«VI^ puesto en posesión del
i]^9^p(}i^ do lia pitovincia, el'25 de dicicmbre,¡poít^a pre-
39
6(10 . iBaoTivoiAx
dQ^esoT; eji dootor M^Klarif^ga,. con tría: la voluntad de a
mayoría del pueblo correntinooque protestó, por la vía
pacíQc^, primero, y wti' laa armas, despu68,ihastá el 22
d^ febrero de.l<S78 que puso á^disposicion: de urlode
los dos .QoD;i.isÍQnA(}o3 nacionalesidoctor iVietarino de
Ja Plaza, (el otro que;Io era el doctor- José M¿ Gutiérrez
. se habí a. ya retirado) que había quedada solo, toda la
guardia nacional movilizada por Derqui, para sofotor
la. rebelión ó protesta armada contra su elección.
Retirado el coiíaísionado, por orden del gobierno na-
. cional, .eL.gpberaadoT' Derqui se vio esti^e&hado cada
dia^xias por Iqs revolucionarios, basto que, pen^eguido
en su último atrincheramiento, dentrode \k capital, no
pudo menos que comprender que su eleodbn no haMa
sido la espre^ion del {Mueblo. Gorireatihoj desde qiié no
^encqntfab^ ep la provincia quien defienadiera bu gobier-
no. Sus defensores, ios coroneles LocianofOáceres y
PnpfraAguirire^ [habían sucumbido' en la persecución
que se lias hiciera después, de sju . derrota, ^^el 18^ de
febrerp^ en Ja citada batalla de Ifran. <
Su ministerio fué compuesto sucesl varéente de los
doctores: Fidel SaenaCavia'v D'ésideríb. Rosas.
El doctor Derqui dirigió, el 18 de rfiayo de 1878, á
Jos gobernadores.de las provínolas una bircular an'uií-
ciándoles que «graves asuntos dé interés publicóle
obligaban á trasladarse á Buenos Aires por pocos
^ diaSj quedando ea ejercicio del Poder Ejecutivo, du-
rante su ausencia ql vicerpresídente déla Legislatura*»
: En afei^to» el día antes espidió un decreto en el sen-
tido acriba espresado.
1 1
1999— iir. iricrimiivo i^m la pIíASA, ministro iu-
terventor nacional, quien, eavi^tadequb teldes&rme
de las fuerzas revolucionarias no se verificaba con
lealtad^ no haciendo enitreg^ depila' Bol^4*mi¿n0toA. ?lé
los moschos que tenian^* > seg»n se deoíaij, ^ú ít dé fiíar-
DB/eouinnES eif
'siO,^en auícfsuréóteri espidió oa decrfeto- declarando re-
.,.bel4)9^/^4)0.d.c}s:los qlíe se mantuvieran en -armas y otro
vno»br«inido,gcfe'pollüco'y.iinilítar de Bélía Vistiay San
Roque, viniendo así á ejercer autoridad de carácter
- pravíacial'y con' absoluta prescindericiá* de la autoridad
Al fin fué mandado I*etíra^e^doct]o^P1á^&, dejando
á la provincia en completa libertad para dirimir la
cuestión, que terminó con la definitiva caida del doctor
Derqui, á quien se trataba de afirmar en el gobierno,
apesar de todas las resistencias; pero prevaleció el
buen sentido.
tgVS—B. AUGUSTO DÍAZ COLODBEBO, vice>-presi-
dente I** de la Legislatura, en ejercicio del Poder Eje-
cutivo, por ausencia del vice-gobernador (don Wen-
ceslao Fernandez, que tuvo el buen tino de alejarse
del incendio) y del presidente de la Cámara de dipu-
tados, desde el 17 de mayo que el doctor Derqui
espidió su decretOj manifestando el deber en que se
hallaba de ausentarse de la provincia por unos dias.
El doctor Desiderio Rosas continuó en el cargo de
ministro con el señor Colodrero.
1899—0. MAMUEii AMTOMIO F£BBÉ, presidente de
la Legislatura, en ejercicio del Poder Ejecutivo, hasta
el 15 de octubre que entró en posesión del mando
el vice-gobernador» doctor Juan Estevan Mariinez.
1898— Dr. JUAM ESTE VAM MABTINEZ, vice-gober-
nador, electo dos veces por el colegio electoral, y pues-
to, la 2* vez, en posesión del mando de la provincia el
15 de octubre, por hallarse ausente en Buenos Aires el
doctor Felipe J. Cabral, gobernador electo en la misma
fecha,
1898— Br. FELIPE j. CABBAii, gobernador consti*
tucional, nombrado el 15 de octubre y puesto en pose-
í^2
ratviMftA
j^ion.del cargo el 8 de noviembre, habiendo <noftibrado
jnínistros^ ios señores doctor ManuelJ. Matitíita, go-
. biernQ, y^oa Valen tiu Vi rasoro, hacienda é infetra^ción
Hai^ta la fqcha do la publioacioii de la* presenté His-
toria, octubre de 1879, el doctor Cabral continúa en el
, ¡gobierno de íla provincia de Corrientes^
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Cronología de loa* Tirteyes— '1776 4 MÍO. ..*.'.,' i ,.. . . x^xn
AÍemoria-dei virey mtircfuéií def Atiléft, eli 1801. • .'•'.'. . , xltii
Üiytsion del viremato. .'.•.*.■. . .*.*•'.*. . • • xori
Obispado- de- Buenos Aires ". *. *. *. '. . '. . *. '. . . .• xcix
Fnndaciüu dé ciudades. '. '
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PROVINCIA DB'BÜBNOS A1BB8
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La Junta : ■'. ' ■. .'^- .-....•.•..•. y\y . : \\\ 'í:
Domingo Mátheu. . * ..•.'.•.*. . .' .* . , . . . . *.' ^
Trionvirato.
• •
• •
• •
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« •
V
• •
Q^BBBNAPORBa XHTBKDBXTU .
* I ,
Miguel de' Azcuénnga, 8
Antonio G. Balcarce 10
El Cabildo. . . \ /.'.>;•••. ^ . ; '.'• '.'•'. '?A\)i»16, 30,83, 37
Manuel Luis de Oliden 11
Mkreelitíd Dta^ dé Tá Pe&a. - . . ...•..-.•.•.•. . . .' 12
José.Rondeaü .... ; ^ V . ' . . ;•'.'.. . 12
Joan Ramón Balcápce 1^, 19, 80, 132<, 186, 850 '
Pédío Ihafie» . ; ...,•.•..'. . ; 18 '
Ettstoqttó Díaz Velez . . . . . . . . .... • ." . 13, 888'
614 ÜIDIOB
Fio.
Miguel de Irígojen .••.... 15, 21
Juan Pedro Aguirre. ...• 16
GOBERNADORES DB PROVINCIA .
•1 i : r' / I
Manael de Sarratea ....'...'.; 16, 18, 21
Hilarión de la QuÍQtana - 17,441
Ildefonso Ramos Mejía. ...».- 27
Miguel B. Soler 81
Manuel Dorrego 32,34,84
Marcos Balcarce 83, 85, 41, 132
Carlos de Alvear ^. „ . 3^
Martin Rodríguez. '. '. *. , . \ . \ . sV, 40,41,42,44, 50, 66,100
Juan José Viámónté. .'.'.'.. ..'.'.*.. 42,' 126, 139, U%.
Bernardino Rivadiivi 7 J(ai;>iiél José Gárciip. Í4,'49^,^Í, 67, 7jO, 77, ;130».U?
Francisco de la Cruz . . . • » .. . .»-t. . • . « • . 40, 70
Juan Gregorio de km Heras. \ .. . , ,.,..-, ••,.,♦ > . 60, 71
Vicente López. ............. 82, 246, 240, 251
Tomás Guído\ . \ . \ '. . .*...*. ....... . . 80
Juan Lavalle . '. '. . ...... '. . . . „ 91„ 00„;03,:392
Guillermo Brown. 08
Juan Manuel Rosas 128, 182, 186, 141, 167, 108
Tomás Mannel de Ancborena. 130, 132
Mannel V. de Maza • 140, 165
Felipe Arana . . • .. .!j . ^^ . • '•••,•! 1 /•:••» j-- • "í • • • ^"'^i ^41
Manuel Insiarte ..'.'.'., 241
Justo José de Urquiza 243, 250, 253, 477, !l82
Manuel Guilíermo Piíito * . . ' . ......". 248, 25fií 256, 258
José Miguel Galán. * .' . .* . .* .* .' . .* .... . . . 254^405
José María Firaii. '.'..■.'.'. • . 256
Valentín Alsína •,:.-.• .257,276,277
Lorenzo Torres, Frandsi^de'las^Otfrrá'as y 'Jbs¿ María' )^z . . 268, 479
Nicolás Anchorena 26i
,,; .,, GppBRNADORBS CONSTIT^CIONAUS.
Pastor Obligado - ; 5»6;. 36»^ 271, 274
Jua^ Bautista Pefi^ y. Manuel escalada. . . ..... ..... * . . 2&7
Fiaipe MavaU^l . v ,.;.. 270, . 274,. 2Í!6^ 2Í7, 278
Bartolomé Mjtr^ ...... • ^^0, 285, 2«8, 415
Manuel (Ocampo . . . .».'... 284, 287
ífSMttÉ 61 5
> . Pío.
ViioeDt» €azou. ^ * - ^ . . . •. •. ,•.•••..•. .' ."'. 289
Mariano JSa^yeiJra, •»..•«• i < •' • '. ^. ... . 2S9
A.fK>lfo ^l8¡Da« **..... w •..•.♦;.••• . 49íJ, 294
BimUo Castro .....•.•,•.;... 294, 497
líariano.Aooflta # i s> ; ; '. . . . .802
Aharo Barros^ •••• ...t; i /.-.:;'. '. '.'1306
Qáilos jOasasts, i> j .••••/ ^ • ¿ ¿ .;#•' . .^09
QáarloaíTfejedór .•.•....' 316
'♦ ' ♦
PAOVINCIÁ db sakta fb
• •
Aétb d« ^ndaclon* dtf la' ciudad de Santa Fe. . .'. . • • , f319
Áctk Jr ihenimra ..••.».. . * '.'•., . .822
•' • . . -
TBHIBNTBS GOBBEKADOBBS.
• •
Pradencio M. de GasUtiadáy. , . . . . / . ... v ^ * /-.W
Pedro ^ornáa de Lafrecbea . ... . . . . . . .^84^341^.864
tóelchbr EcKagÜe. * . .".'••.. . .. . ...» ^ • •^^84
Manuel Raíz .'•',*.. ¿ *.< » 88/&
Juan Antonio JPereira 4 » • . » f. djS6 .
Antonio íjUÍB^Beruti. » • -; • é 887,
Luciitno Montes dé Oca. • •...•• •' * W
Ignacio Alvares' y eliomis * . • . . ...»'. ,^388,
Eusioquió Diaz Yelez ,,.,-«.>...• ,v 888:
Francisco Antonio Candioti « f • 889
• • .»•♦•• •
Juan Francisco Tarragona ..«•••.*• 841.
Mariano Verá . • • ,846
El Cabildo. *.".'.. . '..'•...•... 848
•
A I
GOBBBHADOBBS- DB PROVINCIA'' . '
EsUnislao López. . ,4 «, ^ MS^.iS&l^tiSSSfS^ 8^«8ft4) 856, 858, 359, 861
Luis Aldao 348
Joan Bamon Balca.rce . ... • . , •'«>•*•• *"K •■ 4 • • . 850 '
Francisco J. Kiklison •...«•• 851
Juan Luis Orrego. *. .^,f .* « » «. »• • < ^« </«. w> • • • • 852
Pascual Ecfaagüe. .... 353, 354, 395, 466, 467, 468, 472, 473, 476
DfíiD^ngo Cullen . ,. . • .. 358, 359,.860/86l4<967,897
Jopí,Elia8 GalÍ8.teo. . ......... ......... .\. ^ * . 8W¿'379
JnflAPablp IfOpez . . . 881, 8d8»80fiv40i, (100,410
Fia.
Joftá Ramón Méndez . ...•.•.. ^ •« ^ ^ ««; >. S82, 89S
Pedro Rodríguez del FresnQ t • t <•••••#' '^ ' w • . 887
JuAn Lavalle • ^ ..*»•.»#«'•'« . 99Z
Manuel Oribe ^ ••••••.' . 896
Eataníslao Zeballos ...•,, » » . . . 806
Urbano de Iriondo » . ^ . 897
Domingo Crespo . . ^ . . ^ , 399,400)402,415,496
Manuel Leiva ^ . « « .. ^ .. . .400, 401
Ricardo Aldao • 402
José María Cuiten 408, 406, 423
Juan Francisco Seguí. • . • . . • '. . • • 403
Severo González ,. ,. • . « • ,> ^ ^6| 406
José de Aménabar .*.'•*. ... , . . , . .^ * 409,410,411
Mariano Rodríguez «1 .' • .' .' 409*
Santiago Derquí 409
Rosendo María Praga. •". ' ; ^.' . :' V : .''V'\ . .410,411,412
Pascual Rosas * . ^ • . ,. ^ 414, 427
I ^ '
Mañano Comas* .'.'.'•'.'.'..'.'.•'• \ ^ . .. 414, 429i
Tomás Cuiten. .♦ ,• .• . .* .•.*.•.•.*. . . i , . • . 415
Bartolomé Mitro .• .- • .•.•.•.*.'.■.*. .* .' . . .. „ .. 461
Patricio GuUen • .• . .• .' . .' . .' . .* . .' . 'Z .;,4lé, 418,420.
José María Bchagtte. •.•.'.•. ..■.*.*...... 4l6, 418, 420.'
José María ZuTÍría . .•.•.*.'.■.*.*. .* .' . ... . , . 417,
Nicasio Orofio.- .♦ ., . .' . . . .' . . . ,'/.,' • • *19, ^20
Tiburcio Aldao . .• . . .*.'.. .' .' . '. ....'. ,. . . 422
José Benito Grana . ■ . .•.♦.•.•..•.'.:..; T ^. '..'.• 424
Camilo Aldao.- .•.•..■.•..•.•. .' .'\' ! . '". , \' ', 426,
Matrano Cabal. • ...-..■.•. . . .' . ."..'. .427, 4*28
Simón de Iriondo. ..• .' ..'.•.• .427. 428, 429, 4,31 ^
Setwtodo Bayo ..•..-.•.•. . • . ...'.•. . 428, 429, 4J0 '
Anreliano Argento . . « 429
Jnan Manuel Zavalla . * ..-.^ • • ; . > «.v ^' ^'^^
I*ROVIKCIÁ DB fiytRB RIOB •
Fundación de loa Pueblos de Entre Kos • . • . . . - . . .486
• • • • ■ •
... 00MA1IDANTB8 DB LOS PARTIDOS
José de Urc(u¡áa • • . ' * • ♦ •.•••.•.•.•••..*. . 440
José Miguel Díaz Velez • . • . ¿ . ' . •441
Hllarioo ¡de fai Quintana. ' / ...*.•.*. ... . .441
Fio.
i
Blas José Pico ....•..♦ •442
Jjian . Joe¿ Viamonte 4 ^ «i • .^442
José Ensebio Herefíú •••••• i» •• 443
José Francisco Rodrigaez «... 444
FraoGÁsoo Ramirez . . • • . ,• .• . • :444, 531
I^icardo López Jordán. ..... 545, 452, 454, 455. 462, 4i64, 5&2
■ ■ •
GOBBRKADORBS DE PROVINCIA
Lncio Mansilla 446
Joan León Solas. ......... .. .. 450, 451,. 456, 459, 56^
Pedro Barrenechea . • . . 451, 457, 460, 461, 462, 464J 466, 467, 472
Vicente Zapata . 452, 465, 457, 472, 473, 475, 476, 477
Mateo García de Zúñiga. 454, 455
Jnan Santa María *....•.. 456
Pedro Pablo Seguí . ..'.., .461,478,480
Pedro Espino 464
José Ignacio de Vera . • . * • . ■ . . • . \ '. ^65
Toribio Ortiz .466
Pascual Echagüe. ......: 466/467, 46», 472,*475, 476, 549
Btarísto Carriego 472, 532
Vicentedel Castillo . . ; ; '..'.. . .476
Cipriano J. de Urqniza. ;..........: 476, 482, 484
Jnsto'JosédeUrqniza ; ; . . . . 477, 482, 497, 4»8, 499, 500^ 602
José María- Paz ........:..;...... 479
La Sala de 'Representantes. .......-;...';.. 481
Antonio Crespo ;.;..:.'...... 484
José Miguel Galán .;...';. 496
Salvador María del Carril; ; i . ; . . . .•.•.•.■... 496^
GOBERNADORES CONSTITUCIONALES
Manuel Antonio Urd i narrain .' '. . . . 497, 498
íuan Barafiao. '...'.. .499,501,502
Ricardo López Jordán (hijo) .'.....' 499, 605
José María pominguez. ¿00, 501
Fidel' Sagastume . . . .' ;.'... 502, 604
Emilio Mitre ..:....: '•..... 507
ApolInaHo Bénitéz '. *. ; . .:.... .507
Francisco Pico :.:;... 607'
Emilio Daportai .........;;: .' • . .... 808
- ' ■ '40
6Í8 fi^tta
Fio.
Jaa» Espinóla. •.♦.•.♦.•. ..•.•.•.•. . • . • 608
LéonidaB EchegOe ....'.*...*..'.... 509, 610, 611
Salivador Ecpelett. •. . . . 609, 610
José R.- Baltoró • . 611
Ramob Febre. •....•..♦.. •. •. •.•.•.... 611, 513
Mateo f&rtfi • .' .'•....•...•.. 618
José Francisco Antelo . , ' 613
PROVINCIA DE CORRIBKTBS
1
FaudMcíóii ... t ...•....■.;. • 617
* , • • . 1 • • •
CÓMANDANTEÍ3
• ...
Pedro FondeVila .'..., 628
T •
TB|(IBNXB3 GOBERNADORES .
Elias Oalvaa *...., 628
Juan Aagel Fernandez Blanco 62á, 626
Joaquín Legal y Córdoba • 624
Carlos Casal .624
Ensebio Vajdenegro. ,<,..-...... 62.4, 626
Toribio Lnzuriaga . • . , 624
José León Domínguez , «••• 624
Juan Bantista Méndez 626, 627, 630
Genaro Perugorria .••..*•• 626
Jo4é Silva 626
Francifco de P. Araujo • 627
Andresito 627, 628
El Cabildo. ..'.'..'.'...'.'::.... 627, 630
José Francisco Vedoya ....•>. 627
Pedrq Campbell 630
Francisco Ramírez 631
Ricardo López Jordán • 632
Evaristo Carriego 632
Nicolás Ramón de Atienza. * • 632
Juan J. F. Blanco ¿G3
P^o Ferré 538, 634, 638, 648, 651
Jnan Felipe Gramajo. 634, 63*7, 638, 544, 645» 647
Pedro Dionisio Cabraí 537, 650, 660
,
ivvjuup 619
Fio.
Manuel Antonio Ferré 544, 550, 560^ 593, 587, 611
Rafael León de Atienza •..,..«« 54$
Genaro Beron de Astrada ..».< ^46
Pascual EchagÜe. , 549
José Antonio Romero » . • ..550
Juan Manuel Vedoya « . • • 550
Justo Diaz de Vivar • . • ; . 564
Juan BalUsar Acostar 564, 56^ 571, 536
Joaquin Madariaga ..•..# 560, 569 ^ 570
Gregorio Valdés 7 José I. Márquez 570, '575, 536
Miguel Yirasoro * 575, 582
_ *
Benjamin Virasoro , 578, 579
Domingo Latorre 579, 582
Luis Molina 583
eOBBRNADORBS CONSTITUGIONALBS
*
Juan Pujol.. . 683
Pedro Diaz Colodrero 587
José María Rolon 587
Antonio Diaz de Vivar 588
Manuel José Ruda 588
José Pampin ' . 589
Pedro Igorzabal 590, 598, 599
Manuel Ignacio Lagrafin 590, 592
José Ramón Vidal 590, 592, 594
Wenceslao Robles. . - 591
Junta Gubernativa ó Triunvirato. 591
Wenceslao Paunero 592
Kvaristo López 692,693,596
Francisco Escobar 596
Victorio Torrent • ^96
José Miguel Guastavino 597
Santiago Baibiene 597, 598, 599, 600
Gregorio Geballos 600
Filemon Diaz de Vivar 600
Agustín Pedro Justo 600, 605
Desiderio Sosa 606
Junta Gubernativa ó Triunvirato 605
Manuel de Jesús Calvo 605
Gregorio Pampin 606
Mignel Victorio Gelabert 606, 607
620
fVDlClS
PlG.
Wenceslao F. Cabral 606
Tomás Vedoya . 607
Antonio Cabral 607
•Tuan -Vioente Panipin * 607
Benito Villegas 608
José Luis Madarisga ' •' .* 608
Manuel Derqui 609
Victorino ¿é la Plaza . ; 610
Augusto Díaz Colodrero 611
Juan Efltevan Martinez , 611
Felipe J. Cabral 611
t •
ADVERTENCIA
El tomo segundo da principio con la Cronología His-
tórica de loB descubridores, conquistadores y gobernado-
res de la antigua Provincia del Tucuman, desde el año
de 1542 hasta el de 1810 y continúa con la Historia de
los gobernadores hasta la fecha.
FIN DBL TOMO PRIMBRO
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