SET REVISTA BIMESTRAL
2 Organo del Instituto Homeópata de Barcelona
a > Redactor ~ tJete: Rómulo Valls Sabater
E i: Farmacéutico Homeópata
Marzo-Abril de 1908
Suscripción: 3 Pesetas al año
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
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-Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU - Ab A
Sucesor: R. Valls Sabater
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Unión, 8 — BARCELONA — Unión, 8
CAJAS, CARTERAS Y BOTIQUINES
DESDE 5 PESETAS Á 500
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Sucesor :
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Unión, 8. — BARCELONA
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MARZO Y ABRIL Núm. 2
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La Homeopatía Práctica
Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona
REDACCIÓN: Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU- ALA, Unión, 8.— BARCELONA
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Redactor - Jefe: Rómulo Valls Sabater
COLABORADORES
Doctores: Jaime Abreu — Salvador Badía — Miguel Balari — Francisco Benavent —
José Civil — José Galard — José A. Grifols — Enrique Laplana — Pedro
Montañá — J. Nogué y Roca — Antonio Novellas — Angel Olivé y Gros —
José Piqué Sabater — Jaime Peiró — Ramón Roig -- Salvador Roig — Antonio
Roig — J. Solé y Pla — José Sabater.
CORRESPONSALES
Doctores: Cartier, (París) — En Antiga, (México) — H. Van der Laan, (Brasil) —
Robledo, (Manila) — Lambreghts, (Anvers) — J. A. Fontela, (Montevideo) —
Alvaro A., Valenzuela, lbague, (Colombia) — García López; Barrantes
Izquierdo; Peré Raluy; Piza Roselló, de Madrid — R. Fortuny; Saqués
Perrin; Ibañez Roig, de Valencia — Penella, (Zaragoza) — A. Chápuli,
(Alicante) — García Villalba, (Murcia) — F. de la Peña y J. Candel, (de Já-
tiva) — J. Cartes y T. Homedes, (de Tortosa) — Meseguer, (Orihuela) —
Pujolar, (Olot) — Ibaz y Pou, (Vigo) — Anaya, (Cádiz) — Bengochea,
(Tivenys) — Hidalgo Domingo, de Aracena, (Huelva) — Enrique Reus,
de Castalla, (Alicante) — J. Ferret Robert, (Sitges) — Soler y Fargues,
(Arenys de Mar).
SUMARIO:
lnstituto Homsórata pa BarceLoxa: Continuación al tratamiento del tifus, por el Dr. S. Badia.
—Discusión, por el Dr. A. Oiivé.—Por qué no hay mas médicos homecópatas? por el Dr. Angel Olive.
—Opoterapia, por el Dr. Antonio Novellas.—Revista de la Prensa, por R. Valls Sabater.— Los ve-
nenos, porjel Dr. León Vannier.—Bibliografia, por R. Valls Sabater.—Noticias importantes. —
Variedades, |
418: | LA HOMEOPATIA PRACTICA
Instituto Homeópata de Barcelona
CONTRIBUCIÓN AL TRATAMIENTO DEL TIPUS ©
Tema presentado por el Dr. Badia
(Conclusión)
Efectivamente la idea del gran cli-
nico Bartle ha ido encontrando eco en-
tre los homeópatas de todos los países
estando contestes en que la Homeo-
patía y la hidroterapia tienen numero-
sas relaciones entre sí que son de
grandisima importancia, que parece
que se sostienen y completan la una
y la otra, siendo en Alemania los cam-
peones que dirigen el movimiento de
unir entre sí las dos ramas del trata-
miento los Dres. Frank d'Osterade y
Starke de Silbelberg entre otros, pues
la hidroterapia no introduce en el or-
ganismo nada heterogéneo ni tóxico y
obliga á la enfermedad á presentarse
con más claridad y con esto permite á
los homeópatas el poder mejor elejir
el medicamento oportuno.
Admitido esto en principio y como
principio general terapéutico se com-
prende que entre de lleno en la enfer-
medad, de cuyo tratamiento nos ocu-
pamos ahora.
En un principio se empleaba el agua
fría y helada y esta manera de usar
ia hidroterapia tuvo gran éxito allá por
los años 70 y 72 del siglo pasado, es-
pecialmente entre los tifódicos que se
presentaron en Alemania durante la
guerra franco-prusiana y siendo yo
médico en aquel entonces del ejército
alemán y encargado de una sala de ti-
fódicos en el Hospital de Sangre de
Berlín, y por orden de:mi superior ge-
v
o
(1) Véase el último número de la Revista Homeopá-
tica Catalana correspondiente 4 Noviembre-Diciem-
bro 1907.
rárquico Dr. Schultze, tuve ocasión de
comprobar excelentes resultados y es
indudable que en nuestras salas se
notó con este tratamiento descenso no-
table de la mortalidad, de cuyo resul-
tado y modo de emplearlo me ocupé
en una de las cartas que en aquella
época publiqué desde Berlín en el Si- '
glo Médico y que coleccioné en un
volumen bajo el título de Cartas mé-
dico-quirúrgicas sobre la guerra fran-
cO-Prustana.
Los médicos prácticos de todos los
países acojieron con gusto la idea del
baño frío, pero ensayándolo en dife-
rentes ocasiones y en diversos climas
no dió tan buen resultado como el que
habíamos nosotros obtenido y creo que
el fracaso fué debido á no haber teni-
do en cuenta que la estadistica alema-
na pertenecía en su inmensa mayoría
á los soldados, gente joven y robusta
que podía resistir impunemente tan
potente medio y que reaccionaban per-
fectamente. |
La hidroterapia, arma de dos filos,
debe ser bien conocida para sacar de
ella el fruto deseado, mayormente
cuando se opera sobre sujetos grave-
mente enfermos que distan de ofrecer
las energias vitales de las personas
sanas ó ligeramente perturbadas en su
funcionalismo.
El baño frío lo'uso yo en sujetos jó-
venes robustos no muy impresionables
v va más ó menos dados anterior-
mente á las prácticas hidroterápicas,
-en los demás casos prefiero hacer en-
trar el paciente en un baño de 28 á 30
grados y luego hacer bajar el agua
suavemente á 20 ó 22 grados y de du-
ración de 15 á 20 minutos, de cuya
práctica no he tenido nunca que arre-
pentirme.
En sujetos de resistencia orgánica
dudosa y nervosismo bien declarado
- prefiero el empleo de la sábana mo-
jada desde 20 á 30 grados con media
ó una hora de duración.
Si la temperatura no es muy elevada
que no Jlegue á los 39 conténtome en
general, aparte de alguna ablución
general que podemos llamar de lim-
pieza y que produce buenos resul-
tados, con compresas abdominales á
20 grados y si se trata de pacientes
con constipación ó diarrea que sean
exageradas prefiero el semicuplo á
20 grados de 20 minutos de duración
aunque se tenga que repetir tres ó cua-
tro veces al día la operación mientras
esté el paciente en buenas condiciones
para permitir esta maniobra.
La práctica hidroterápica así em-
pleada se aviene bien con los medica-
mentos interiormente empleados v creo
que lejos de ser antagónicos mútua-
mente se completan en el desarrollo
de su acción. :
Acontece algunas veces, cuando va
van transcurridos muchos dias de en-
fermedad, que el paciente que ha hecho
mucho uso de la hidroterapia cobra
cierta aversión al agua fría, hecho que
contrasta notablemente con el gran
placer y satisfacción que experimentan
en un principio, en estos casos cuando
el paciente repugna mucho y no se nota
ya el efecto esperado ó no hay tampoco
necesidad de ella por no exigirlo las
circunstancias, renuncio á su empleo
y no he tenido que arrepentirme.
Hay médicos que además del efecto
que se busca tan sólo por las tempe-
raturas, presiones, localizaciones, et-
cétera, etc., quieren obtener efectos
por la adición de ciertas substancias
medicamentosas en el agua empleada,
no tengo experiencia de ello, pues vo
sólo empleo el agua salada en ciertas
ocasiones cuando va sólo busco reac-
cionar los pacientes y levantarles la
LA HOMEOPATIA PRACTICA 1
temperatura y la fuerza, en los demás
casos me contento con el plan tera-
péutico general. |
Tenemos ya estudiado lo referente
á los dos puntos primeros de los tres
que nos proponemos estudiar: lo que
falta ahora tratar es el punto tercero
que se refiere á la pauta dietética,
punto muy interesante y que merece
si cabe más detenimiento que los dos
anteriores, puesto que no faltan ilus-
trados médicos que pretenden con la
dietética sola obtener más triunfo que
con la terapéutica, opinión que no
creo sustentada por ningún homeópata
pero que prueba de todos modos la
trascendencia que puede tener para el
tratamiento de esta enfermedad.
Podriamos también ocuparnos del
tratamiento por lossueros que por aquí
y por allá se habla estar en uso prac-
ticando inyecciones por diferentes me-
dios preparadas, pero no he tenido
ocasión todavía de ensavarlos v con-
sidero prematuro su uso todavía.
Sintetizando conceptos diremos que
el tifódico debe respirar, beber, refres-
car y comer.
Así pues, para lo primero necesita-
mos un cuarto despejado y grande,
con dos camas para poderse diaria-
mente cambiar, teniendo cuidado en
una renovación de aire constante y sin
peligro de fuertes corrientes.
Beber agua esterilizada más ó menos
adicionada de ácido cítrico, alcohol,
según los casos, creo es necesario
para refrescar, alimentando al propio
tiempo.
Para alimentarse, agua albuminosa
en primer término y no dejarla hasta
la saciedad, lo considero como la más
esencial, sobre todo cuando estén los
sintomas muy pronunciados. Pueden
v deben también tanto para alternar y
cambiar de bebidas, como para dar
20
LA HOMEOPATIA PRACTICA
gusto al paciente, usar horchatas her- | por un lado, puesto que conocéis más
vidas, caldos vegetales en donde figu-
ren el arroz en primer término. Dése
va más tarde la clásica sopita de féculas
diversas, empezando por la tapioca,
pero á la segunda ebullición para dar
así al principio medio digerida la pri-
mera substancia sólida que en esta
forma se propine.
A medida que avanza el enfermo en
su curación va no es dificil la elección
de las substancias alimenticias, porque
viene ya la tolerancia y se puede fí-
cilmente hacer una alimentación sana
y agradable.
La cuestión de la alimentación es
muy difícil de resolver y no han lo-
grado los prácticos ponerse de acuerdo
todavía en ninguna parte. del mundo.
Hay eminentes médicos que opinan
debe sostenerse á todo trance la fuerza
del enfermo y dan desde un principio
al paciente buenos caldos, rico vino y
tónicos que impiden el decaimiento
orgánico. Hay otros de iguales con-
diciones que obran de un modo opuesto
no propinando al paciente nada de
estos auxilios creyendo que con ello se
fomenta el mal. Yo he asistido á clí-
nicas de ambos partidos y en distintas
naciones y he podido convencerme
que es mejor ser muy parco en pro-
pinar alimentos mientras se sos-
tiene fuertemente la temperatura y no
está el estómago en buenas condiciones
para dijerir. Creo que un prudente
tanteo, es la mejor norma para salir
del paso; donde la ciencia no tiene
reglas bien establecidas, conviene in-
clinarse siempre por la parquedad.
Yo no dudo extrañaréis mi laco-
nismo, tratándose de una enfermedad
tan complicada y por lo tanto de un
tratamiento que para ser bien expuesto
merecería algunas páginas más de Jas
|
que vo la teoría microbiana, las luchas
que con el bacillus se establecen en el
organismo para éste defenderse del
parásito que pretende avasallarle, vos-
otros que conocéis bien las oscilaciones
orgánicas y su importancia patológica
v que habéis aquí dado muestra evi-
dente de como sabéis manejar nuestros
medicamentos en los distintos casos
que habéis presentado y en fin, vosotros
que sólo deseáis conocer mis opiniones
para conversar íntimamente en estas
expansiones de sabor científico que
recordamos para satisfacción mútua y
en provecho de la ciencia y de la hu-
manidad, os basta lo que he expuesto,
ojalá saquemos todos algún resultado
positivo que contribuva al alivio de la
humanidad cuyo fin todos perse-
SUIMOS.
DR. SALVADOR BADÍA
e
Discusión
El Dr. Olivé se congratula de que el
doctor Badía haya venido á exponer
sus Impresiones sobre enfermedad tan
interesante como la fiebre tifoidea,
siendo como es uno de los veteranos
homeópatas, un clínico consumado,
quizás el decano de los médicos acti-
vos (que militan bajo el similia en
nuestra ciudad. Y le he oído con más
gusto, decía, por haber expuesto al-
gunas ideas distintas de las que yo
profeso, pues que no pensando lo
mismo, uno ú otro está menos firme
en la exactitud.
A mí me cuesta creer, en la acción
abortiva de los colomelanos en la ti-
lvidea, y si bien el disertante se aparta
de las dosis muy masivas y fuerte-
mente purgantes, de las que la casi to-
talidad de clínicos y autores alópatas
que os dedico, pero vuestra ilustración | protestan, ya por las fuertes inflama-
-LA HOMEOPATIA PRACTICA
21
ciones tan perjudiciales que producen
en el intestino, diarreas, hemorragias,
etcétera, es cosa corriente ver que
cuando en una epidemia se podía sos-
pechar más el diagnóstico por la ana-
logía de orígenes, las dosis abnrtivas
no dan resultado.
Siempre me ha parecido desacredi-
tada é imposible la acción antiséptica
tópica, sobre unos microorganismos
que anidan entre las mallas del tejido
de la mucosa gastro-intestinal, infil-
trados en ella podríamos decir, pues el
antiséptico pasa por la superficie, es
absorbido poco ó casi nada v nunca
llega á todas las tramas á donde ani-
dan los bacilos, eso aparte de las cum-
binaciones y variantes que sufren los
antisépticos al ir viajando por el apa-
rato digestivo, ya que óste no es un
tubo de cristal: á más, tóngase en
cuenta, que son muchos los que toman
colomelanos al principio de todo estado
gástrico y no obstante se les desarrolia
la fiebre tifoidea.
Es de creer que los muchos casos
en que habrá visto la supuesta acción
abortiva el disertante, eran enfermos
en que estaba indicado el Mereurius y
es. muy posible que si les hubiese dado
Mercurius baja, habria logrado igual
efecto y quizás también usándolo á
la 30." El Mercurius tiene múltiples
indicaciones en el aparato digestivo y
todos hemos visto curar con su uso á
numerosos enfermos de afecciones gås-
tricas ó intestinales.
Ahora ocurre otro problema á dis-
cutir, y es, el de sí es posible abortar
una enfermedad, es decir truucarla en
absoluto, matarla como muere el em-
brión en un aborto: me inclino mucho
á creer que 110, y son de este parecer
notables clínicos, pues lo que suc de
O A e a O POOL O O DD DOS ROO DO DO DO DO DO OOOO O UE OO o E NN A
es que se modifica la enfermedad, se |
atenúa, se precipita el curso y la reso-
lución, pero la enfermedad no deja de
existir en un solo momento dado, así
la vacuna por ejemplo, determina una
viruela muy atenuada y precipitada,
pero la enfermedad evoluciona. No he
visto punea una tifoidea desarrollada,
que no ofreciese dudas en el diagnós-
tico y que abortase en absoluto; podrá
sí, haber desaparecido la fiebre, po-
drán menguar ó desaparecer otros sín-
tomas y quedar muy satisfechos mé-
dico y enfermo, pero la enfermedad
continúa, más ó menos precipitada á
la resolución. No dudéis, que un ex-
ceso de celo ó prurito en diagnosticar,
nos hace cometer muchos errores
diagnósticos.
Y no abortamos á las enfermedades
porque no curamos éstas, sino afec-
ciones ó sean los sintomas ó manifes-
taciones que les acompañan, atirma-
ción que no tiene que asombrar y
menos á vosotros homeópatas, va que
tratamos á los enfermos v no á las en-
fermedades, damos el medicamento
según los síntomas y manifestaciones
de la enfermedad, ó sea las afecciones
de ella y no según el nombre de la en-
termedad, así por ejemplo: curamos
la conjuntivitis escrofulosa, la otitis, el
eczema de este discrásico, pero no he-
mos curado la escrófula, y este indi-
viduo al cabo de diez ó veinte años que
no manifiesta a'ecciones escrofulosas,
engendra hijos escrofulosos: la escró-
fula pues no estaba curada.
Igual sucede en las enfermedades
agudas. En un tifódico combatimos la
fiebre, los sintomas meningíticos, co-
rregimos la diarrea v apartando estas
afecciones ó la intensidad de ellas, fa-
cilitamos el paso ó la evolución de la
enfermedad, la precipitamos á la reso-
lución.
En resumen, cree el Dr. Glivé que
curamos afecciones, no enfermedades,
22: LA HOMEOPATIA PRACTICA
que no abortamos á las enfermedades,
las precipitamos ó atenuamos y que
en los casos del Dr. Badía estaba indi-
cado el Mercurtus, y por esto curaron,
probablemente sin ser verdaderas tifoi-
deas, máxime siendo en los primeros
días dificilísimo el diagnóstico abso-
luto.
Instituto Homeopata de Barcelona
Sesión del 18 de Diciembre «de 1907
¿POR QUÉ NO HAY MÁS HOMEÓPATAS?
Si la Homeopatía es la verdad en
medicina, ¿por qué los médicos ho-
meópatas son menos numerosos que
los otros? ¿Por qué su doctrina es más
bien repudiada por las Facultades y
Academias?
Esta reflexión que parece tener una
fuerza irresistible, es más aparente que
real y está movida las más veces por
la ignorancia y algunas por la as-
tucia.
Preguntémonos con Granier:
1.2 ¿Por qué la Homeopatía no está
oficialmente admitida en las Faculta-
des de Europa? Porque los médicos
homeópatas son en pequeño número.
2.2 ¿Por qué los médicos ho-
meópatas son en pequeño número?
Porqué la Homeopatía no está oficial-
mente en las facultades.
He aquí lo que se llama en lógica
un círculo vicioso, un falso razona-
miento, en que las dos partes correla-
tivas se engrandecen y destruyen por
la misma causa. Examinemos el pri-
mer punto. |
No teniendo la Homeopatía cátedras
oficiales en Europa y existiendo en
cambio una escuela oficial de donde
no se puede salir médico para ejercer
la Homeopatía, sin pasar por todos
los cursos de otra enseñanza, se com-
prende que las cosas vengan á pasar
de determinada manera, pero si exis-
tiesen aquí como en tantas regiones de
América, Facultades de medicina ho-
meopática oficiales, los estudiantes se
repartirían en dos grupos y podría
muy bien suceder que los homeópatas
igualasen ó superasen á sus rivales.
Desgraciadamente no es así, la Fa-
cultad alopática tiene el monopolio de
los títulos académicos, y por otra parte
los profesores que tienen allí la cáte-
dra en propiedad vitalicia y saben que
nadie les tiene que apartar de allí, se
entregan algunas veces á la inercia ó
á la rutina una vez establecido su
statu quo; no sucedería seguramente
igual, si como en algunos países he
visto, se tuviese á los profesores con-
tratados por un número fijo de años,
y sólo al cabo de éstos se les renueva
el contrato siempre después de un
concurso ó especie de oposiciones ver-
dad, no como la mayoría de las que
tienen lugar por aquí, si se cree que
se conservan á la altura científica que
deben estar y dominan los adelantos
modernos. Es la manera de tener un
profesorado verdaderamente útil, lo
mejor de la clase, y apartar las figuras
inútiles ó sólo decorativas.
Otras causas influyen marcada-
mente, entre las que citaremos el há-
bilo que por muchos filósofos se ha
hecho análogo al.instinto ó á un prin-
cipio mecánico de acción. El hábito, la
costumbre, la rutina, es para muchas
personas una ley veneranda inque-
brantable, mas si el hábito puede tener
poca importancia en otros ramos del
humano saber, tratándose del médico
resulta verdaderamente censurable,
pues sus actos deben obedecer á es-
LA HOMEOPATIA PRACTICA
Te
_tudios y razonamientos y no parecer
mecánicos ó salidos de máquinas in-
diferentes. |
La prevención. He aquí otro círculo
vicioso; muchos no creen en la Ho-
meopatia porque no la han estudiado
y no la estudian porque no les es sim-
pática, porque no creen en ella.
La edad. En unos por lo avanzada
les parece impropio y lijero adoptar
una nueva doctrina médica y encuen-
tran pesado entregarse á estudios nue-
vos y serios, en cambio otros por ser
jóvenes dicen que ya juzgarán cuando
tengan más experiencia.
La posición de fortuna. Son bas-
tantes los que ó por ser ricos ó por
tener una buena clientela que les pro-
duce expléndidos rendimientos, son
incapaces de preocuparse en lo más
mínimo para adoptar ó rechazar nin-
gún sistema médico: ya están bien
como están, pecuniariamente.
Hace poco, uno de los alópatas más
conocidos de nuestra ciudad, me de-
cía, al terminar una junta, que si me
hubiese conocido cuando él era joven
se habría declarado homeópata: ahora
tenía ya años y se ganaba un buen
rendimiento ejerciendo como ejercia la
Medicina.
La negligencia. Quizás mejor di-
riamos la pereza, pues son muchos
_ los que han leído dos ó tres páginas
del Organon y dicen ya tener bastante,
se quejan de que no tienen tiempo y
de que su clientela está ya formada y
la deben guardar como es. Otros llegan
á probar prácticamente, pero sólo en
enfermos crónicos, quizás desahucia-
dos y porque no ven milagros en la
primera tentativa, se descorazonan.
La aprensión. Un médico descono-
nocido que se establezca de nuevo en
una población puede pasar por antiguo
en la práctica homeopática, pero el
o a aae
am aee aae a ea =
33
que ya tiene su clientela, debe tener
gran habilidad para insinuar entre sus
clientes el nuevo tratamiento, pues no
se prestarán á ser objeto de sus pri-
meras experiencias prefiriendo mu-
cho más después de la insinuación,
llamar á uu medico homeópata an-
tiguo.
El respeto humano. Este respeto ab-
surdo para la opinión pública, abate
muchas: veces los mejores deseos,
neutraliza la atracción del espíritu
hacia la verdad é hiela las aspiraciones
del alma hacia el bien. Qué dirán mis
amigos v mis colegas si ahora me
hago homeópata? me tratarán de char-
latán, de ignorante ó cuando menos de
ligero: todos conocemos varios mé-
dicos que se harían homeópatas si no
fuesen estas aprensiones, les falta va-
lor para soportar el qué dirán: que me-
diten la máxima del célebre moralista
cuando afirma que dos cosas se deben
tener en cuenta para no encontrar la
vida insoportable, y son, las injurias
del tiempo y las injusticias de los
hombres.
Y por último podríamos añadir que
los médicos homeópatas son en gran
parte culpables, por no tener más In-
terés en propagar la doctrina, en sa-
crificarse por ella, en seutar cátedras
libres y dar conferencias, en donde
convencerían á muchos indecisos.
«Cujusvis est errare; nullus nisi in-
sipientis, in errore perseverare.» Cada
uno puede equivocarse; sólo el insen-
sato persevera en el error. Afortuna-
damente son bastantes los que saben
triunfar á estos obstáculos.
Terminemos con la reflexión de
Bouilland: «Una de las más tristes
leyes que debe sufrir todo progreso, es
la oposición, la resistencia más ó me-
nos violenta. Todafreforma, como toda
revolución científica no es realmente
a
aceptada, sino después de haber reci-
bido el bautismo de su edad.»
«No es permitido inventar impune-
mente Cualquiera gran verdad, sobre
todo cuando ella está en oposición con
las ideas generalmente admitidas y
enseñadas por los hombres que ocu-
pan los sitios respetables. Cuanto más
grande, profunda y fundamental sea
la reforma, más intereses y opiniones
. encontrará enfrente y más grande será
la oposición que se le haga. »
A. OLIVÉ.
OPOTERAPIA
e vv.
Resumen de la Memoria leida en la
sesión inaugural del Colegio de Far-
macéuticos de Barcelona, curso de
1908 á 1909, el día 22 de Enero,
por el Dr. D. Antonio Novellas.
.
Nuestros farmacéuticos desgracia-
damente, no suelen ocuparse mucho
de lo verdaderamente nuevo y de lo
que les ofrece campo espacioso para
alcanzar éxitos al par que amargas
decepciones, pues debo manifestar que
donde se cosechan unos, se encuen-
tran también los otros. Es preferida
por vosotros una especialidad fácil,
que sea comprendida por la mayoría,
por el público, y que dé pronto ópti-
mos resultados pecuniarios; y debo
confesar, que si bien en primer tér-
mino no hemos de descuidar que
nuestra carrera es eminentemente co-
mercial al par que científica, también
debéis confesar conmigo que mucha
parte de la decadencia actual procede
de la indiferencia con que se mira todo
cuanto siendo lucrativo requiere un
24 ' LA HOMEOPATIA PRACTICA `
concienzudo estudio de cualquier cues-
tión química ó biológica. |
Hermoso ha de ser el día en que sin _
olvidarse de contar, nuestros farma-
céuticos comprenderán la utilidad de
poner en juego los profundos y varia-
dos conocimientos que han debido ad-
quirir para ostentar el título con que
se honran, y hacerlos brillar para que
sean respetados como es debido y po-
der alcanzar el provecho material á
que son acreedores. |
Bien quisiera yo que mi modesta
peroración, aunque desarrollada so-
bre un punto poco conocido, estimu-
lase á alguno para hacerle abandonar
la vetustez y transformarlo en farma-
céutico noucentista, como dicen ahora.
El asunto elegido y que actualmente
ocupa mi atención, pues como veréis
trabajo en ello prácticamente en el la-
boratorio, es la Opoterapia ó sea pre-
paración de ciertos residuos proce-
dentes de glándulas animales frescas.
Si hojeáis con curiosidad y pacien-
ciencia las antigúedades que nos le-
garon alquimistas y viejos farmacéu-
ticos, hallaréis como obtenían ciertos
liguidos vitales que derivaban de ór-
ganos animales, utilizándolos para cu-
rar las enfermedades de órganos se-
mejantes del cuerpo humano.
En obras más modernas, hallamos
la descripción de medicamentos ver-
daderamente opoterápicos, como por
ejemplo, en la edición última del curso
de Química de Nicolás Lemery (1740)
en que se citan los orines de vaca con
el antitético nombre de agua de mil
flores, el cerebro de niño, el polvo de
cráneo humano, los excrementos y
otras potingas que vienen á justificar
el hecho de que, aun hoy día, la gente
del pueblo se sirva de fórmulas cual
más pintoresca cual más llamativa.
Hasta los animales, perros, gatos,
- comen parte de su placenta en el acto
del parto para ayudar sin duda la evo-
lución que en aquellos momentos sufre
su economía.
Brown Sequard fué quien con la
célebre sequardina ó jugo testicular
hizo revivir bajo una forma nueva y
eminentemente científica un método
que como digo, habian usado los mé-
dicos de la más antigua época. Y en
efecto, era demasiado natural para que
no se pensara en ellos: suponer que
un órgano enfermo, desorganizado,
sería rejuvenecido por la asimilación
de la substancia sana, extraída de un
mismo órgano, en perfecta normalidad
fisiológica.
No hay que indicar que todo lo que
Brown Sequard soñaba se haya rea-
lizado, pero el hecho es cierto v si
bien hoy no es una forma corriente y
de uso vulgar, quién de vosotros no ha
oído alabar la acción de una Nefrina
ó bien los efectos de la Tiroidina?
Naturalmente que como á corolario
del problema tendríamos que presentar
una fórmula constante ¡ ara obtener
un producto siempre exacto al ante-
rior, pero aquí se nos presenta una
serie de consideraciones á cual más
importante y que hacen referencia á la
elección de la especie animal utilizable
para aprovechar sus órganos, su edad,
etcétera, y que son condiciones que
forzosamente hacen variar la riqueza
de principios activos de dichos prepa-
rados.
Además, cabe dentro de la farma-
cotecnia de la Opoterapia, el recurso de
hacer sufrir al auimal una preparación
fisiológica antes de sacrificarlo y que
consiste de una parte á acostumbrar
á la glándula específica que deseamos
adquirir, á un trabajo cada vez más
intenso, y de otra á elegir el momento
más apropósito para el sacrificio del
LA HOMEOPAT
IA PRACTICA 29
animal, cuando la glándula está más
cargada de substancias secretoras. Y
no entraré aquí en la misteriosa serle
de hechos aun no estudiados que com-
prenden la formación del profermento,
y del fermento, oxidaciones y progre-
siones que por más que la ciencia se
esfuerza en imaginar teorías seduc-
toras para explicarlos, nada de pro-
vecho se ha efectuado para deducir un
manual operatorio cierto y matemáti-
camente exacto que nos conduzca á la
obtención de productos tan sólo seme-
jantes unos á otros.
Oblicuamente al campo de la suero-
terapia, se extiende aquí el de la Opo-
terapia, pues el dia en que profundi-
zando más en ella se pueda transfor-
mar la pro-anti-toxina, en anti-toxina,
no hav duda que á la sueroterapia la
substituirá la Opoterapia antitóxica,
porque el poder antitóxico, no es pri-
mitivo de la sangre y debe provenir
de tal ú cual órgano que lo produce al
estado inactivo.
Ya véis pues que es grande la im-
portancia concedida modernamente al
estudio del funcionamiento fisiológico
de las glándulas y de la composición
de su zimógeno y que sin duda, dentro
poco seremos sorprendidos por descu-
brimientos sensacionales que tal vez
acabarán en profunda revolución esta
época de gestación evolutiva de la Far-
macología. No otra cosa que una vul-
garización de la Opoterapia ha sido la
entrada en la Materia médica de los
fermentos digestivos hoy día tan usa-
dos y que no puede negarse que han
prestado eminentes servicios.
..
o
O
> KO
ON ON
Quedamos pues en que por Opote-
rapia ó terapéutica de los jugos ani-
males se entiende aquella rama de la
9 LA HOMEOPATIA PRACTICA
Farmacología que estudia la prepara-
ción de medicamentos extraídos de ór-
ganos frescos de animales.
Pues bien, qué reglas más fijas te-
nemos para poder seguir á fin de ob-
tener tales remedios? Qué formas se
usan más en la práctica y cuál es la
nomenclatura que ha de usarse?
Vamos á esbozar brevemente todo
lo anteriormente apuntado, y daremos
fin á lo que nos proponiamos y que no
es más que trazar en síntesis un cua-
dro lo más esencial de la Opoterapia
moderna.
Y de lo que aquí diré, muy poco he
podido estudiar en obras que tratan de
estos asuntos, ya que son caras y es-
casas, y de lo poco que he leído y me
mostraron en el Laboratorio Chaix, de
Paris, cuando mi visita durante el ve-
rano de 1905 á dicha casa, he debido
sacar ideas que una vez llevadas al la-
boratorio no siempre me han dado re-
sultado satisfactorio. Sólo puedo asegu-
rar que á pesar de los repetidos ensa-
yos que llevo hechos sólo algunos jugos
se conservan activos ó 1nalterables.
Entre los procedimientos más usados
para obtener el extracto de los órga-
nos, hay el de Brown Seguard, el de
Arsonval, el de Gilbert y Carnot y el
de Mousnier.
De este último, modificado, me sirvo
yo para preparar los jugos opoterá-
picos que hasta ahora he obtenido.
La manera de obtenerlos se modifica
según quieran conservarse en estado
líquido ó bien se quieran evaporar ó
administrar al estado de órgano de-
secado, pulverizado y triturado con
azúcar de leche, dextrina, fécula ó
con cualquier vehículo apropiado.
Pero como quiera que los medica-
mentos que forman la base del siste-
ma son líquidos, creemos conveniente
dar una idea de la preparación de
er and
los verdaderos jugos terapéuticos.
El procedimiento Brown Sequard y
de Arsonval consiste en una macera-
ción glicérica de los órganos, la cual
se filtra á través de una bujía de alú-
mina y bajo una fuerte presión de gas
anhídrido carbónico. Gilbert y Carnot
preconizan su método, el cual consiste
en triturar el órgano con arena silícea,
tratarlo luego con agua acidulada con
ácido clorhídrico y después de algunas
horas de maceración se neutraliza con
lejía de sosa. De esta manera el ácido
clorhídrico en contacto con la sosa,
forma cloruro sódico, obteniéndose así
un productq ó licor propio á los usos
hipodérmico y gástrico.
Mousnier dice que después de haber
usado la filtración por la bujía con ó
sin presión, es partidario de la simple
filtración por papel, preparando su
licor por medio de un macerado gli-
cérico del órgano, al que diluye con
cierta proporción de suero fisiológico.
Nosotros hemos operado por todos
los métodos expuestos y hemos obte-
nido licores excelentes con todos ellos,
pero los preparados según el método
de Mousnier y filtrados simplemente
por papel, nunca han resultado con
perfecta transparencia: conservan bue-
na proporción de hematies y en ellos
se desarrollan con gran facilidad colo-
nias microbianas que sin duda han de
ser un peligro siempre y cuando el
producto ha de usarse en inyección
hipodérmica. De ningún modo creemos
aceptable este procedimiento y antes
nos decidiríamos por los otros sistemas.
Pero como que la filtración bajo
presión de gas carbónico requiere apa-
ratos costosos y es cara, hemos adop-
tado la filtración de los líquidos por el
aparato de Kitasato, bajo presión de
60 á 70 centímetros que es como se
opera en mi laboratorio,
Su ik, dividido en pedazos. pequeños.
Úna vez pesada se coloca -en su reci-
piente la mitad de su peso de glicerina
'anhidra y se abandona durante doce
horás, tiempo relativamente corto pero
que basta para la difusión de los prin-
cipios, solubles dado el fuerte poder
higroscópico de la glicerina, la cual
favorece la exosmosis. Se añade luego
la otra mitad del peso del órgano
de suero artificial —cloruro sódico al
750 por */, —previamente esterilizado
al autoclave á 130° y enfriado. Dejo
transcurrir 4 horas más y filtros por
papel. Inmediatamente coloco el licor
dentro del embudo del aparato de Ki-
tasato y filtro por presión por medio
de la tromba. El líquido filtrado lo
guardo en aparatos asépticos y este
licor nos representa el peso de la glán-
dula fresca.
Como se ve el procedimiento no es
largo ni difícil. Todo se reduce á eli-
minar del licor todo lo que pueda ser
séptico y luego conservarlo de modo
que guarde en lo posible su asepsia.
Los principales líquidos que se usan
son: el jugo testicular, el jugo ovárico,
el jugo de substancia gris, el pancreá-
tico, el de las glándulas renales ó ne-
frina, el medular, muscular, el de las
cápsulas suprarenales, el esplénico, el
tiróidico, el tímico, el intestinal y el
prostático.
`%
XO%
Las formas farmacéuticas que la
fantasía del moderno comercio far-
macológico ha inventado para la Opo-
terapia son infinitas. La más lógica es
la hipodérmica, por la cual los liquidos
se inyectan á la sangre sin alteración.
La vía gástrica admite el liquido sólo
å gotas, que es como debería adminis-
trarse en este caso y luego existen los
vinos á base «de jugos orgánicos, las
píldoras de jugos evaporados, etcétera,
formas todas ellas muy discutibles y
que no más citamos por ser largo su
estudio.
Traducido del catalán por
R. VALLS.
Revista ðe la Prensa
Annaes de medicina Hom. de Rio Ja-
neiro. — Toxicidad del plomo: Doctor
Marqués de Oliveira.—LEl autor dice
que fué llamado para asistir á un en-
fermo atacado de violentos cólicos con
vómitos y calambres en ias panto-
rrillas.
Admmistró Plumbum al interior,
pero produjo agravación de los sín-
tomas.
Averiguada la causa de la enferme-
dad, vínose en conocimiento que en el
conducto del agua que bebía el paciente
abundaba un polvo blanco que era el
óxido de plomo. Los calambres y los
vómitos cesaron bajo la influencia del
Veratrum album.
Polygonum en las hemorroides, por
el Dr. Nilo Cairo.—El Polygonum es
un medicamento utilísimo en las he-
morroldes dolorosas que sangran
abundantemente. El Dr. Nilo Cairo,
cita un caso que se resistió á los si-
guientes medicamentos: Mille f. Collin-
son, Aloes, Nux., Sepia, etc.
El Pol: ygonum hydropiper 3.* x, una
gota cada dos horas cura, como por
encanto, las hemorroides dolorosas y
sangrantes.
28
LA HOMEOPATIA PRACTICA
Eczema del escroto, por el Dr, Mar-
qués de Olivelira.—Trata de un caso
pertinaz de eczema extendido desde el
escroto hacia los muslos. Ensayados
un gran número de tópicos fueron
aplicados en vano, hasta que admi-
nistrado el Croton tigl. al interior curó
por completo el eczema. El síntoma
característico de este medicamento es:
Dolores insoportables al menor con-
tacto y obligando al enfermo á ras-
carse.
Allgemeine Hom Zeitung. — Metales
colloides, por el Dr. Schlegel. — Si las
atenuaciones de los metales, según se
ha venido haciendo por el método
hahnemanniano, han dado excelente
resultado en el tratamiento de un sin
fin de padecimientos, cree el autor que
los metales usados en estado coloidal
preparados por trituración y dilución
podrán dar también resultados óptimos.
El Dr. Schlegel dice que ha hecho
uso de estas preparaciones y en tantos
casos como las ha empleado le dieron
resultado excelente; como á demostra-
ción cita los siguientes casos:
1. Un caso de neurastenla en una
mujer de 25 años, ha sido notablemente
modificada por la administración de
Aurum coloidal 8.* dil. 3 gotas dos
veces por día.
2. Un niño de 5 años, atacado de
una nerviosidad excesiva yv de una
dispepsia nerviosa, es curado por el
mismo remedio.
3." Una mujer de 68 años que su-
fría gastralgias, fué curada rápida-
mente por Cuprum coloidal 8.* di-
lución.
4. Un hombre de 40 años padecía
un abatimiento pronunciado, se curó
con Argentum coloidal 8.* dil. 3 gotas
dos veces al día.
PP O E O O DO O COLO DO Dn RO
5.% Hydrargyrium coloidal 5.* dil.
decim. la emplea con éxito contra los
síntomas sifilíticos.
6. Aurum coloidal 3.* dil.
una odontalgia. |
7.2 En un caso de epilepsia grave,
los excesos han sido más separados y
menos violentos después de adminis-
trar Aurum coloidal.
curó
Medical Century, — El remedio del
asma, por Amanda Decker Holcombe.
— Dice el autor que el asma es curable
pero para ello es necesario abstenerse
de paliativos como son las inyecciones
de morfina, los eméticos é inhalacio-
nes. La curación de esta enfermedad
se obtendrá buscando con detención el
remedio que cubra la mayor parte de
síntomas.
‘Según este punto de vista, el autor
cita numerosas curas por Lachesis,
Tuberculinum, Arsénicum, Phospho-
rus, Natrum. murtat. etc.
Homeopatía de México. — Apomorph:i-
num. — Observación. — Una niña de
siete años de edad, sufrió una caída,
á consecuencia de un paso en falso,
chocando su cabeza con el pavi-
miento en la región fronto-parietal
izquierda, de una manera cruel y vio-
lenta. El examen no reveló depresión
craneana. Pudo volver por sí sola á
su casa, pero sin conciencia. Fué vista
por otros niños cuando cayó, los que
refirieron después lo acontecido.
Cuando fué vista dos horas después,
se observó el síndroma siguiente:
Se encontraba acostada en estado
de sopor, no podía hablar ni responder
cuando se le hablaba.
Estaba acostada sobre el lado que
sufrió el golpe (izquierdo).
LA HOMEOPATIA PRACTICA
Tenía accesos frecuentes de delirio
furioso, ordinariamente cada media
hora, agravados por el tacto.
Ojos fijos y vidriosos, mirando al
rededor de la pieza como si estuviese
alguno cerca de ella.
Si se la dejaba sola, quería correr
al rededor de la pieza y volver de
nuevo á la cama, con estupor conse-
cutivo.
El estado activo es precedido de
grandes esfuerzos de vómito (cerebral)
agitando todo el cuerpo; la cara fuer-
temente congestionada. Se debate y da
de golpes con los pies cuando se la
toca.
Verdaderos esfuerzos para llorar v
se arranca los vestidos solamente abajo
de la cintura.
Deseos frecuentes de orinar; el rasgo
particular en esto es que la niña exige
servirse de la vasija.
Apomorphinum 30.* una dosis, es
seguida al cabo de dos horas de un
sueño benéfico que duró seis horas;
completa curación en la mañana.
Los siguientes síntomas se registran
en los «Nuevos Remedios» de Bale,
han sido observados en los animales y
verificados por la clínica en el caso
anterior, á saber «Convulsiones epi-
leptiformes sobreviniendo por el con-
tacto; [estado tetánico, corre dando
vueltas al rededor de la pieza, escala
los muros.
Boietín del Hospital Homeópata del Niño
Dios.— Remedios usuales de la fiebre
tifoidea, por el Dr. J. Solé y Pla.—El
autor de este artículo cita los medica-
mentos que el Dr. Nash en sus carac-
terísticos, encuentra más amenudo in-
dicados para combatir dicho padeci-
mientos; estos remedios son: Baptisia,
Bryonia, Lachesis, Acidum phosphó-
n aaeeea a CD OC O E O CO CO O DO DD OOO O O O O O O O O IN
29
ricum, Rhus toxicodendron, Gelse-
mium y algún otro.
Baptisia y Gelsemium: un caso
grave ha cambiado favorablemente en
nueve ó diez días con Baptisia 30.*,
gulada por su síntoma mental clásico
y además por Gelsemium 200.* des-
pués de haber usado Bryonia. Estos
medicamentos son muy útiles al prin-
cipio.
Bryonia. Puede ser el remedio du-
rante toda la enfermedad. Bryonia
debe darse mientras persista la lengua
blanca, labios obscuros y sed, la cons-
tipación, el dolor de cabeza y el delirio
en forma benigna.
Rhus toxicodendron. Está indicado
cuando la lengua se vuelve seca y roja
en la punta, hay diarrea, si el delirio
aumenta, no pudiendo el enfermo per-
manecer tranquilo,
Acidum phosph. Se dará cuando e.
enfermo está apático, indiferente; no
tiene ganas de hablar yv responde des-
pacio; además hav diarrea amarillenta,
acuosa ó ligeramente coloreada; hasta
algunas veces blanca.
Lachesis. Es uno de los mejores me-
dicamentos en la tifoidea.
Sus indicaciones son: estupor, duer-
me con la boca abierta; lengua seca,
roja ó negruzca, la cual tiembla al sa-
carla (lo que indica gran debilidad.)
Las evacuaciones son fétidas; si hay
hemorragia es de sangre negra des-
compuesta. El paciente está agitado,
cree estar sofocado y procura no tener
nada sobre su cuello ó garganta, des-
tapándose continuamente.
Se ha visto que con este remedio á
la 200.* solución, un caso grave se ha
cambiado en benigno en venticuatro
horas.
RómuLo VALLS SABATER.
30
LOS VENENOS
AAA PP die e
= Reunidos en un elegante volumen
el profesor A. Calmette, acaba de pu-
blicar los hermosos estudios hechos
por espacio de 15 años, por él y sus
alumnos, sobre los venenos y la sue-
roterapla antivenenosa.
En cinco partes se divide la obra.
En ella el autor trata de la clasifi-
cación general, de los caracteres anató-
mico-patológicos, de los hábitos ó cos-
tumbres y de la repartición geográfica
de las serpientes venenosas. Trata
luego de la sueroterapia autivenenosa
y de las observaciones de las morde-
duras de las serpientes tratadas por el
suero y explica la recolección del ve-
neno de Cobra en los establecimientos
franceses de la India.
Las mordeduras de serpiente vene-
nosa manifiestan su acción tóxica por
dos órdenes de fenómenos; los unos
locales, afectan el sitio y regiones pró-
ximas á la herida; los otros generales,
afectan de repente la circulación y el
sistema nervioso.
Los efectos son distintos según sea
la especie de animal; si los fenómenos
locales predominan después de la mor-
dedura de las Víperas, los accidentes
generales, fulminantes, provienen des-
pués de las mordeduras de las Colú-
bridas y de las Crotalinas.
La dosis mortal del veneno varía
también según sea la especie de ser-
piente, -según el período de ayuno ó
de la muda y según sea el animal
mordido ó en experiencia.
Si 00002 de veneno de Naja son su-
ficientes para matar un covavá ó co-
nejito de indias de 600 gramos, es ne-
cesario (Y0004 gramos de veneno de
las Pelias para obtener la muerte de
un mismo animal; y basta 0'000066
LA HOMEOPATIA PRACTICA
gramos de veneno de la Enhydrina
para matar un conejito de 1 kilogramo
y verosimilmente 0'01 gramos de ve-
neno de Cobra para matar á un
hombre.
Ciertos animales al morderlos las
serpientes presentan cierta inmunidad
natural relativa: tales son la mangosta
y el herizo. El profesor Calmette estu-
dia la inmunidad adquirida ó heredi-
taria del hombre. Esta conocida desde
antiguo, se encuentra hoy día en Afri-
ca y en Asia, en donde de padres á
hijos, los indígenas siguen el oficio de
encantador de serpientes y de curan-
deros, interviniendo, preventivamente
ó curativamente por medio de inocu-
laciones subcutáneas que ellos practi-
can; va sea por medio de un polvo
compuesto de hígados y hiel de ser-
pientes machados con las glándulas
del veneno ó bien de una pasta pega-
josa compuesta de veneno y substan-
cias vegetales. Por otra parte no exis-
ten en Francia, cazadores de serpien-
tes que se inmunicen por medio de
inoculaciones graduadas á las cuales
recurren anualmente. |
Esta vacunación, pues, antigua-
mente conocida del empirismo, ha
sido empleada por el profesor A. Cal-
mette cientificamente creando la sue-
roterapia antivenenosa, procediendo,
según el método de Behring: y de
Roux por la sueroterapla antidiftérica.
Admirando la obra considerable
practicada por el profesor Calmette,
encontramos á faltar un capítulo, de
cuya importancia se harán cargo nues-
tros colegas homeópatas y que hubiera
podido llevar el nombre de: «La apli-
cación terapéutica de los venenos».
Débese á Constantino Hering el ha-
ber introducido en nuestra terapéutica
el uso de los venenos. Primeramente
se sirvió de Lachesis, después de ha-
LA HOMEOPATIA PRACTICA
ber. establecido, según el método de
Hahnemann, una larga lista de sus
efectos fisiológicos. Después, la Mate-
ria médica homeopática se ha enrl-
guecido con patogenesias nuevas obte-
nidas por la experimentación de los
venenos de Crotalus hórridus, del
Elaps corallius, de Naja trypudrans
y de Vipera.
Todos tienen efectos comunes, pero
Lachesis parece reunir, en un grado
diferente, los síntomas patogenéticos
de los otros: la tendencia á las hemo-
rragias y á la gangrena, las sensacio-
nes constrictivas y dolorosas, sobre
todo en la parte superior del tubo di-
gestivo; los desarreglos circulatorios:
debilidad en el corazón, color livido de
la piel, enfriamiento general ó parcial.
Lachesis se distingue por su agra-
vación tan especial después del sueño,
y el predominio de los dolores del lado
izquierdo. Al contrario, todas las alte-
raciones son mucho más marcadas al
lado derecho con Crotalus.
Naja se diferencia por la intensidad
de sus fenómenos nerviosos.
Elaps coral. por la sensación de
frío, Vipera por sus sensaciones de
quemadura. Todos tienen acción so-
bre las alteraciones circulatorias, dis-
minuyen la debilidad del corazón y
regularizan el curso de la sangre en
el organismo: su utilidad en el trata-
miento de los desarreglos de la meno-
pausa no hay que desmostrarla.
DR. León VANNIER.
(De la Hom. Frang.)
BIBLIOGRAFÍA
El infatigable propagandista ho-
meópata Dr. D. Juan Antiga de México
|
|
|
31
acaba de publicar un extenso folleto
titulado «Apuntes de Materia Médica y
Terapéutica Homeopática», el cual ha
tenido la galantería de remitirnos con
una atenta dedicatoria, la que agra-
decemos en el alma.
Hace va mucho tiempo que vamos
siguiendo con interés la obra de di-
fusión homeopática que va desarro-
llando el Dr. Antiga yv cada vez que
recibimos nuevas del distinguido ho-
meópata, nuestro espíritu se ensancha
al saturarse de las ideas vertidas por
él en sus escritos, enlos cualescampea
siempre su estilo, enérgico, conciso y
fluido al mismo tiempo.
En el folleto que acabamos de recibir
empieza el autor exponiendo de ma-
nera clara «Algunas reflexiones sobre
la Homeopatia», constituvendo esta la
primera parte del libro. Luego en la
segunda parte, «Materia médica» se-
ñala los síntomas patogenéticos llama-
dos característicos de un gran número
de medicamentos v termina la obra con
unos apuntes de terapéutica homeopá-
tica, formando un prontuario tan útil
como interesante. Por creerla de interés
esperamos tendrá favorable acogida
por los homeópatas.
Felicitamos al Dr. Antiga v espera-
mos no dejará de llevar nuevos mate-
riales científicos al monumento ho-
meópata que se construve para la
posteridad.
R. VALLS SABATER.
NOTICIAS IMPORTANTES
Por acuerdo del Ixstiruro Ho-
MEÓPATA, desde el presente número
La Homrobatía PRÁCTICA pasa á ser
órgano en la prensa de la citada en-
tidad científica.
32. LA HOMEOPATIA PRACTICA
Esperamos que con el concurso de
de tantos elementos de valía como
componen el INsTITUTO, Nuestra mo-
desta Revista entrará en una nueva
fase de publicación y podrá insertar
en sus columnas todos cuantos tra-
bajos originales dená luz los distingui-
dos é inteligentes homeópatas cata-
lanes.
Desde estas páginas damos al Ins-
TITUTO las más expresivas gracias por
la distinción otorgada y prometemos
cumplir fielmente en todo cuanto de
nosotros dependa, ansiando cordial-
mente que nunca más se entibie la
unión que reina entre los que compo-
nen el [INsTITUTO HOMEÓPATA DE BAR-
CELONA.
ea
En la Junta general celebrada por
el Insrrruro Homeóbara en Enero
próximo pasado, procedióse á la elec-
ción de la Junta Directiva para el co-
rriente año de 1908, quedando consti-
tuida del modo siguiente: |
Sección Administrativa
Presidente, Dr. D. Jaime Abreu.
Vicepresidente, Dr. D. José Civil.
Tesorero, Dr. D. José Piqué Sabater.
Contador, Dr. D. Juan Solé y Pla.
Secretario general, Dr. D. Jaime
Peiró.
Sección Cientifica
Presidente, Dr. D. Angel Olivé.
Bibliotecario, Dr. D. Salvador Roig.
Secretario, Dr. D. Pedro Montañá.
VARIEDADES
La casa Grau-Ala acaba de publicar
la segunda edición desu Manual de
Homeopatia en el cual ha introducido
mayor número de páginas de Tera-
péutica homeopática y ha corregido
deficiencias que se notaban en su prl-
mera edición. En esta que acaba de
salir, entre otras correcciones, la más
importante es el dar la fórmula de ca-
da uno de sus acreditados especificos,
con lo cual los prácticos y adeptos al .
sistema tendrán la ventaja de poder
usar dichos medicamentos en todos
cuantos casos esté indicada la subs-
tancia que los compone, aunque deje
de mentarlo el Manual de Homeopa-
tía, ya que es imposible contenga éste
todas las indicaciones. El Manual de
Homeopatía Grau-Ala forma un ele-
gante folleto de unas 56 páginas con-
tenidas en una bonita cubierta.
Este folleto se reparte gratis y franco
á todas cuantas personas se interesen .
por la inmortal doctrina homeopática.
Es de tanta utilidad para las familias,
por las indicaciones prácticas que con-
tiene, que esperamos no dejarán de
tenerlo todos los partidarios de la Ho-
meopatía.
Al entrar en prensa La HOMEOPATIA
PRÁCTICA, nos enteramos con profun-
do sentimiento de la irreparable pér-
dida de dos queridos compañeros: el
doctor José Civil y el Dr. José Nogué
y Roca.
Ambos habian formado á nuestro
lado en la propaganda de la Homeo-
patia. El Dr. Nogué y Roca, polemista
contundente y escritor distinguido ha-
bia dirigido durante muchos años la
Revista Homeopática Catalana.
En el número próximo haremos una
biografía de nuestros malogrados com-
pañeros, pues hoy carecemos de es-
pacio.
Desde estas páginas, el INSTITUTO
HomkEóPATA y la Redacción de la Ho-
MEOPATÍA PRÁCTICA envían á las fa-
milias de los finados el más sentido
pésame.
¡Descansen en paz nuestros inolvi-
dables amigos!
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mendado por muchos médicos en $us elínic as par-
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Ruta. —Ulceras.
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La Homeopatía Práctica
REVISTA BIMESTRAL
Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona
REDACCIÓN: Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU - ALA, Unión, 8. — BARCELONA
AA A R A
Redactor - Jete Rómulo Valls Sabater
COLABORADORES
Doctores: Jaime Abreu — Salvador Badia — Miguel Balari — Francisco Benavent —
José Galard — José (Giró Savall — José A. Grifols — Enrique Laplana —
Pedro Montañá — Antonio Novellas — Angel Olivé y Gros — José Pique
Sabater — Jaime Peiró — Ramón Roig — Salvador Roig — Ántonioktoig —
Juan Solé y Pla — José Sabater.
——_ CORRESPONSALES ——
Docroges: Cartier, (Paris) — Juan Antiga, (México) — H. Van der Laan, (Brasil) —
Robledo, (Manila) — Lambreghts, (Anvers) — J. A. Fontela, (Montevideo) —
Alvaro A., Valenzuela, Ibagué, (Colombia) — Garcia Lopez; Barrantes
Izquierdo; Peré Raluy; Piza Roselló, de Madrid — R. Fortuny; Saqués
Perrin; Ibañez Roig, de Valencia — Penella, (Zaragoza) — A. Chápuli,
(Alicante) — García Villalba, (Murcia) — F. de la Peña y J. Candel, (de Já-
o tiva) — J. Cartes y T. Homedes, (de Tortosa) — Meseguer, (Orihuela) —
Pujolar, (Olot) — lbaz y Pou, (Vigo) — Anaya, (Cádiz) — Bengochea,
(Tivenys) — Hidalgo Domingo, de Aracena, (Huelva) — Enrique Reus,
de Castalla, (Alicante) — J. Ferret Robert, (Sitges) — Soler y Fargues,
(Arenys de Mar). |
SUMARIO:
Instrruro HomEórara pe Barcetoxa: Sesión inaugura: dedicada a Samuel Hahnemann: Memoria
del Secretario Dr. R. Valls Sabater.—Discurso del Dr. José Galard: Sobre el corazón.—Biografia
- del Dr. Nogué y Roca, por el Dr. Solé y Pla.—Memoria necrológica del Dr. Civil, por el Dr. Enrique
Laplana. —Discurso del Presidente Dr, Angel Olivc.—kevista de la Prensa. —Varicdades.
34
Instituto Homeópata de Barcelona
Sesión extraordinaria celebrada en
el salón de Actos del Fomento del Tra-
bajo Nacional el dia 26 de Abril 1908,
á las cinco de la tarde, para conmemo-
rar el 153 Aniversario del natalicio de
Samuel Hahnemann, v en la que se de-
dicó un recuerdo å los que fueron ilus-
tres Presidente y Vicepresidente de
dicha Corporación los inteligentes ho-
meópatas Dres. D. José Nogué y Roca
v D. José Civil respectivamente.
Bajo la presidencia del Dr. D. Angel
Olivé y con asistencia de los señores
Reverendos D. José Portalós, en repre-
sentación de su lustrisima Dr. Carde-
nal Casañas.
Sr. Secretario del Gobierno civil, en
representación del Gobernador.
Dr. Moncet, del Instituto Médico-
Farmacíóutico. |
D. Domingo Guerra, en representa-
ción del Sr. Presidente de la Audiencia.
Sr. Badía Andreu, por la Diputa-
ción Provincial,
Dr. Borrell, por el Sanatorio Marí-
timo de San José y Boletín Hospital
llomeópata.
Dr. Giró, por el Hospital Homeópata
del Niño Dios.
Dr. Moragas, por la Academia Ho-
meopática.
Dr. Comet, por La Medicina Pura.
Dr. Suriol, por la Revista Homeo-
pática.
Dr. Badía, por los Amigos del País.
Sr. Román Soler, por el Keo del Co-
mereto y Seguros y diferentes redacto-
res de periódicos locales, el INsTITUTO
ITHomróraTa, celebró el día 26 de Abril
del corriente año, su sesión Inaugural,
ante numerosa y distinguida concu-
rrencia.
A a A
LA HOMEOPATIA PRACTICA
— 5 A iaeaea
Abierta la sesión por el Sr. Presi-
dente, el Sr. Secretario Dr. D. R. Valls
Sabater, dió lectura á la siguiente me-
moria:
MEMORIA REGLAMENTARIA
INSTITUTO HOMEÓPATA DE BARCELONA
Curso de 1907 á 1908
lóxcmo. SR.
SEÑORES:
Los que van tras las huellas de los’
grandes reformadores de la sociedad;
los que pacientemente siguen el cami-
no que van trazando los eminentes
hombres de ciencia, los que guiados por
un fin altamente humanitario siguen
la fértil senda que los grandes maes-
tros de la medicina grabaron indele-
blemente en bien de la sociedad; por
último, los que guiados por un noble
anhelo aprecian y distinguen las doc-
teinas inmortales que nos legaron sa-
bios maestros, siempre, fija en su mente
hállase la memorable fecha en que
comcide el aniversario sea del natali-
cio, sea del aciago día en que el alma
del sabio se remontó por los azules es-
pacios de lo desconocido. Y en dicha
fecha, en conmemoración del célebre ó
triste acontecimiento, dedican al malo-
erado mentor de sus creencias, unas
horas, para ensalzar públicamente los
méritos y virtudes que tuvo, para que
sirva de ejemplo á las generaciones
actuales y venideras. |
[sto pues, señores, es lo que trata
de efectuar hoy el InstirurTo Ho-
MEÓPATA de Barcelona, al reunirse en
sesión pública inaugural de las tareas
del presente curso académico.
Siguiendo pues la inveterada mun-
dial costumbre, el Instiruto Ho-
'LA HOMEOPATIA PRACTICA
MEÓPATA reúnese en solemne sesión
para conmemorar el 153 aniversario
del natalicio de Samuel Hahnemann,
el reformador terapeuta más distin-
guido del Universo. |
Prueba de ello son los infinitos adep-
tos que va conquistando cada año
nuestra doctrina médico-homeopática.
En España, á pesar de ser refracta-
rios siempre á todo lo nuevo, aunque
lleve el sello de la más estricta verdad
científica, poco 4 poco, van haciendo
profesión de fe hahnemanniana nue-
vas personalidades médicas, viniendo
á aumentar el va numeroso ejército de
convencidos homeópatas.
Y como no ha de ocurrir así al que
con cariño y sin prejuicios de ningún
género estudia las innumerables obras
de terapéutica y farmacodinamia que
nos legaron Hahnemann y sus disci-
pulos y continuadores?
-El libro científico, nuestro compa-
ñero inseparable y á quien sin temor
podemos analizar hasta más allá de
sus intrincados arabescos signos es
quien marca la preponderancia ó vir-
tud de las doctrinas, va que su número
está en relación directa con ellas.
En Homeopatía el libro surge con-
tinuamente de la estereotipia, el arte
más colosal del progreso, para ilu-
minar con claridad diáfana yv armo-
niosa nuestra inteligencia.
El libro homeópata que nos legaron
Hahnemann y sus continuadores, en
el transcurso de pocos años, ha hecho
como las ondulaciones ó vibraciones,
etéreas, se ha transmitido ó proj agado
en todas direcciones, haciendo vibrar
miles de inteligencias que han sim-
patizado con las ideas por él ex-
puestas, sirviendo esto como punto |
de apoyo ó punto centrifugo para que
se propagasen de nuevo con mayor
intensidad.
!
|
|
|
39
La veneración que sentimos por el
libro es infinita. |
Le guardamos cuidadosamente y le
hacemos partícipe de nuestras más
caras afecciones, porque él es quien
nos guía y nos abre la inteligencia á
la verdadera vida, la vida de las sen-
saciones del espíritu.
Al libro homeópata, pues, es á quien
debemosla activa propaganda de nues-
tras ideas y debemos ensalzarlo con-
tinuamente.
El libro homeópata, disperso por
todas las naciones civilizadas es quien
ha llevado el polen fecundante de nues-
tros Ideales científicos, en la lectura de
los cuales ha germinado esplendoro-
samente en numerosas inteligencias
la doctrina halnemanniana v á quien
se debe que hov, después de un siglo,
poco más ó menos en que Hahnemann
divulgó su sistema, éste havya adqui-
rido mavor preponderancia que la ba-
lumba de doctrinas médicas que
han sido propagadas por eminentes
hombres de ciencia, cuvos méritos,
á pesar de ser no tan elevados como
los de Hahnemann, sm embargo,
dentro las ciencias médicas tienen
tanto relieve que sería insensato v no
exento de maldad el no reconocerlo.
Hoy, en el siglo de los grandes in-
ventos que evolucionan notablemente
la marcha progresiva de las ciencias,
no podemos sacar á relucir prejuicios
de escuela.
Debemos tender á armonizar todas
las doctrinas, pues lo que actualmente
se considera por unos como una
utohla, quien sabe si mañana vendrá
la ciencia á grabarle el sello de la más
estricta razón. Sm embargo, hagamos
constar que la homeopatía va siguiendo
su camino lleno de policromas flores
que la adornan y engalanan conti-
nuamente, sin que se detenga en su
36 LA HOMEOPATIA PRACTICA
marcha triunfal ni sufra quebranto al
bordear los nuevos descubrimientos
científicos. -
Largo y penoso trabajo sería y no
muy propio de este lugar, el hacer un
estudio crítico de las numerosas obras
homeopáticas que los maestros de la
doctrina hahnemanniana han dado á
luz en estos últimos años, y sería para
nosotros tarea tanto más penosa por
las pocas condiciones críticas que po-
seemos. A poder hacerlo; á tener su-
ficiente empuje para intentarlo no más,
hoy á pesar de no caber ello en el ob-
jetivo que motiva este modesto trabajo,
nos honraríamos sobremanera al ex-
poner detalladamente una reseña bi-
bliográfica de los mismos, y al propio
tiempo ir alambicando las hermosas
bellezas y las sublimes concepciones
que, nacidas del cerebro de eminentes
hombres, han sido tipografñadas en el
libro para legarlas intactas á la pos-
teridad.
Hahnemann, nuestro querido maes-
tro ácuyamemoria dedicamos hoy esta
solemne sesión, ha sido el precursor
del libro homeópata. A él se deben un
sin fin de obras en las cuales hállase
de una manera magistral sintetizada
toda la doctrina médica que susten-
tamos.
Entre sus obras, las que jamás de-
jarán de ocupar el primer rango en la
historia de la bibliografía médica, há-
llase el Organón ó exposición de la
doctrina médico-homeopática, libro en
el cual se encuentra el fundamento y
la base sintética de todo cuanto se re-
laciona con la doctrina y su Materia
Medica pura, uno de los más grandes
trabajos médicos que se han escrito
hasta la fecha. El estudio que se hace
en esta obra de los medicamentos y
síntomas patogenéticos de los mismos
constituye un trabajo tan colosal, que
nosotros, humildes soldados de las
filas hahnemannianas, apenas, pode--
mos concebir que un solo hombre, en
el transcurso de su corta vida pueda
efectuar un trabajo tan valioso y deta-
lado como se encuentra en dicha
obra. l | |
Mientras vayan á la cabeza de los -
defensores del similia hombres como
Hale, Hart, Hughes, Jahr, Jousset,
Nash, Allen, Benigausen, Espanet,
Simón, Arriaga, Antiga y entre nos-
otros Cruixent, García López, Alva-
rez, Nuñez, Almató, Rino y Hurtado,
Maná, Nogué y otros muchos, el libro
homeópata seguirá la evolución de las
doctrinas, flotando siempre intacto en
sus principios por encima del turbu-
lento hervir de las ideas.
Saludemos pues al libro homeópata
va que él es el .mudo testigo que nos
pondrá en relación con las futuras ge-
neraciones hahnemannianas, las cua-
les no dudamos llegarán á constituir
una legión inmensa.
Y después de este mal pergueñado
exordio vamos á pasar ligera revista
de los asuntos que motivan el presente
escrito ó resumen de las tareas efec-
tuadas por el INsTITUTO HOMEÓPATA
de Barcelona durante el curso que
acaba de terminar.
En primer término, hay que hacer
constar que si notables fueron los tra-
bajos presentados por los individuos de
esta Corporación durante el próximo-
pasado curso, en el que vamosá juzgar
no han sido menos importantes, y si no
fuera por las comparaciones diríamos
que éste ha superado al anterior en
número é importancia científica:
Siento en este momento no poseer
toda la erudición necesaria para trazar
LA HOMEOPATIA PRACTICA
-la hermosa reseña que podría hacerse
de los mismos, pero ya que esto no es
posible haremos unas ligeras indica-
ciones de los más importantes temas
- presentados.
- Uno de los temas que más llamaron
la atención de los individuos del
Insrrruro fué el presentado por el
doctor Olivé, el cual versó sobre las
variedades de Acónttum. Expuso el
disertante con minuciosos detalles y
conocimientos del asunto, todas las
variedades que se conocen de dicha
planta, indicando los caracteres mor-
fológicos de las mismas, pasando lue-
go á tratar de los síntomas patoge-
néticos del Acónito. Interesante fué
también la disertación hecha Sobre
este tema por el Dr. Solé y Pla, de-
mostrando en ella los profundos cono-
cimientos botánicos que posee.
El Dr. Abreu, nos sorprendió agra- |
—dablemente con su interesante tema:
«Tratamiento dela viruela negra.»Des-
sintomas, etiología y anatomia patolo-
gica, diagnóstico y pronóstico, pasó á
discutir el tratamiento, detallando va-
37
-hipnotismo. El disertante explicó lo
que era el hipnotismo, su práctica y
las enfermedades que pueden curarse
ó aliviarse con dichas prácticas, acep-
tadas hoy por todas las eminencias
médicas.
Muchísimos más fueron los temas
presentados; para no alargar este tra-
bajo dejaremos de mencionarlos.
Además de estos trabajos científicos,
fueron presentados un gran número
de casos clínicos en cuya exposición
campearon las dotes de clínicos y ex-
pertos terapeutas que caracterizan ú
sus autores, cuyos trabajos así como
los temas irán apareciendo en la mo-
desta revista titulada La HOMEOPATÍA
Práctica, órgano del Instituto Ho-
MEÓPATA.
Respecto al movimiento de socios,
debemos indicar con profundo senti-
miento la pérdida de dos queridos com-
'; pañeros, el Dr. Civil y el Dr. Nogué y
- Roca, quienes con gran entusiasmo
pués de exponer magistralmente los
rios Casos por él tratados v en los cua- '
les obtuvo buen éxito.
No menos interesante que los ante-
riores fué el tema ¡presentado por el
doctor Solé y Pla sobre los Antimo-
niales.
Con verdadero conocimiento quími-
co explicó los diferentes preparados ó
substancias en las que entra el anti-
monio, detallando los sintomas pato-
genéticos de cada uno de ellos.
El Dr. Piqué Sabater, presentó tam-
bién un interesante tema sobre la hi-
pertrofia del útero, en el cual puso de
relieve los profundos conocimientos
que tiene en la especialidad.
Interesante por demás fué el tema
presentado por el Dr. Montañá sobre
compartían con nosotros la penosa ta-
rea de propagar la inmortal doctrina
hahnemanniana.
Hovy. el IxstiruTo HOMEÓPATA, reu-
vidoen sesión pública para conmemorar
el aniversario del natalicio de Hahne-
mann, al par que lleno de satisfacción
al ensalzar las virtudes del maestro,
vese apenado tristemente por la eterna
ausencia de sus queridos comprofeso-
res, (quienes especialmente el Dr. No-
gué y Roca, habian sido distinguidos
clínicos y nos habían ilustrado más de
una ocasión con sus acertados y pro-
fundos conocimientos en la Materia
Médica.
Por eso, al ensalzar las glorias de
Hahnemann, el Iustituto Homeópata
dedica un sentido recuerdo á sus ma-
logrados consocios,
En el próximo pasado Enero, el Ins-
tituto Homeópata vióse honrado con la
38
grata visita del distinguido socio co-
rresponsal de Alicante Dr. D. Alfredo
Chápuli, quien asistió un día á la se-
sión científica celebrada por esta enti-
dad, cediéndole galantemente la presi-
dencia el Dr. Olivé. El Dr. Chápuli, en
nombre de los numerosos médicos ho- :
meópatas de la regiones Valenciana,
Extremeña y Andaluza, dió las gra-
cias al Instiruro por la deferencia
con él tenida y expuso la idea que ha-
bía flotado entre dichos homeópatas
provincianos, de celebrar un banquete
en el que asistieran todos los homeó-
patas, cuya idea no pudo llevarse á
cabo por causas de nosotros no cono-
cidas. Por nuestra parte esperamos
tome cuerpo la idea ya que serviría de
lazo de unión entre los homeópatas es-
pañoles.
El INsTITUTO tuvo también la buena
idea de obsequiar al Dr. Chápuli con
un banquete, en el cual reinó la más
cordial confraternidad. Al descorcharse
el champaña, brindaron la mayor par-
te de asistentes por la prosperidad de
nuestras ideas, y el Dr. Chápuli en
sentidas frases, dijo que nunca olvida-
ría las atenciones que le dispensaban
los homeópatas catalanes y que se
marchaba gratamente impresionado al
ver que en Barcelona había una socie-
dad homeópata compuesta de tantos
elementos de valía como integran el
Insrrruro y en la cual se hace y se
propaga la verdadera doctrina hahne-
manniana.
Estado económico. No puede ser
más próspero el estado económico de
nuestra entidad, pues cuenta siempre
como superávit una respetable canti-
dad capaz de hacer frente á los más
taimados contratiempos que pudieran
presentarse.
Cambio de cargos. En el próximo
pasado Enero según disponen los es-
'LA HOMEOPATIA. PRACTICA “
tatutos de esta sociedad, procedióse á
la elección ó renovación de la mitad de
los cargos de la Junta directiva, que-
dando constituida ésta de la manera
siguiente:
SECCIÓN CEBO
Presidente: Dr. D. Angel Olivé.
Secretario: Dr. D. Pedro Montañá.
Bibliotecario: Dr. D. Salvador Roig.
SECCIÓN ADMINISTRATIVA
Presidente: Dr. D. Jaime Abreu.
Vicepresidente: Dr. D. José Civil.
Tesorero: Dr. D. José Piqué.
Contador: Dr. D. Juan Solé y Plá
Secretario grl.: Dr. D. Jaime Peiró.
Aquí pues termina mi misión de se-
cretario.
Para finalizar este modesto trabajo
réstame sólo dar las más expresivas
gracias á mis queridos compañeros
por la distinción otorgada ya que nin-
gún mérito tengo para ocupar tan alto
sitial, v á la distinguida concurrencia
que benévolamente ha escuchado mi
humilde labor deseando cordialmente
que las ideas hahnemannianas floten
por encima de todo, remontándose
hacia los bellos horizontes desde cuyo
sitio manden rayos de luz verdadera y
lleguen á dominar por entero á la hu-
manidad médica.
He dicho.
El Dr. Galard lee el siguiente dis-
curso:
Sobre el corazón
Excmo. SEÑOR:
SEÑORAS, SEÑORES:
Todos los años en conmemoración
del nacimiento de Samuel Hahnemann
vuestro maestro venerado, el ilustre
A PRACTICA
fúndador dela “Doctrina , homeopática,
florecen dos eapullos, uno en el Ins-
Ttrryro Homeopático. de Barcelona,
otro en la Academia del mismo num-
bre, constituyendo la manifestación
sentimental de los anhelos de los
homeópatas catalanes.
Hoy sufriréis un desengaño y no
será porque tenga á nuestro Credo
menos amor que mis compañeros:
este amor bate con fuerza en mí; pero
una niebla amortigua mis sentimien—
tos, la niebla de mi poca elocuencia.
No tengo alientos para pronunciar un
discurso, el tono doctor al me falta,
tenso tecnicismo que tan i debe
emplearse en discusiones doctrinales.
se la atribuyen, el corazón á los ojos
de la ciencia es la entraña principal de
la circulación de la sangre, la sangre
es la primera y más necesaria condi-
ción de nuestra vida. Este es en el
organismo del hombre, el papel propio
que le corresponde y la función ex-
clusiva del corazón: no tiene otro.
En la vida fetal, el corazón es lo
primero que aparece cuando emplezan
dibujarse las primeras líneas del
cuerpo humano. A los diez ó doce
días de vida, va se le distingue como
cun punto rojo casi imperceptible, bien
pronto se le notan movimientos raros
é irregulares de una amplitud apenas
- sensible.
Intentaré pues una modesta confe-
rencia y como quiera que todos desde
la cuna somos candidatos á la multitud `
de enlermedades que afectan al cuerpo `
humano, recordándome que Hahne-
` pecho
mann era médico, médicos somos
nosotros, pacientes ó futuros pacientes :
todos, os hablaré del corazón, de una :
de las entrañas más importantes del
hombre, de las dolencias á que está
predispuesto v del tratamiento «que
le corresponde. Seré breve v lo más :
claro que pueda.
Ya en tiempos remotos por lo menos
aquellos que nos refieren las literatu-
ras griega y latina,
nociendo al corazón el papel impor-
tante que desempeña, lo lizo el sello,
y por mejor decir, la entraña del valor,
del amor, de la justa v noble indigna-
ción, de la felicidad, del sufrimiento,
de la caridad, del sacrificio, de la ab-
negación; en una palabra, de todos los
sentimientos nobles Y generosos, tier-
nos y fuertes que engr andecen V elevan
la hamanidad; es preciso deciros que
el corazón humano no es tan hermoso
como os lo habéis figurado. Si lo
viéseis inerte y frío colocado sobre una
mesa de disección ó dentro el a
abierto de un cadáver, os inspirar
repugnancia; esen ver dad un seso
sorprendente y desagradable el que
existé entre esta masa carnosa informe
y el conjunto de funciones ideales que
El corazón humano, en todas las
formas inferiores por las cuales pasa,
jamás deja de mandar las oleadas de
sangre generosa y vivificadora por
todo el or ganismo. Istá situado en el
perlectamente reguardado v
protegido por las sólidas murallas que
forman las costillas. Su volumen en
suestado normal, esaproximadamente
como el de un puño, y visto de freute
ó por detrás tiene la forma de un cono
invertido muy irregular, tan irregular
que se necesita ser muy complaciente
para ver en él un cono, pero va no
hay vemedio: la comparación es clá-
Sica.
el hombre reco-
a e ee e e aa eene a e =
Colocado entre los pulmones por
encima de la linea media del cuerpo,
viene 4 ocupar la parte media del
pecho y tiene su extremidad inferior
un poco inclinada á la izquierda.
Completamente desarrollado el co-
razón, está dividido en dos partes por
una pared vertical, de ahí resulta la
distinción teórica en corazón derecho
yv corazón izquierdo. El primero se
llama corazón de sangre negra ó
bien corazón pulmonar; el segundo es
el corazón de sangre roja ó corazón
aórtico. Cada uno de estos dos co-
razones se subdividen en dos partes
superpuestas, la aurícula arriba y el
ventrículo abajo. Cada aurícula co-
munica con su ventrículo corres-
pondiente por un orificio cerrado,
mediante una válvula que se abre de
40 LA HOMEOPATIA PRACTICA
arriba á abajo, de modo que permite
pasar la sangre de las aurículas á
los ventrículos, pero no al contrario.
Tanto las aurículas como los ventricu-
los pueden contraerse y dilatarse como
un recipiente de caucho. Cuando la
aurícula se contrae, el ventrículo se
dilata ó viceversa.
Esta es la descripción seca y árida
del corazón en sí. Para acabar de
comprenderlo, sigámosle un instante
en su funcionalismo.
La aurícula izquierda acaba de re-
cibhir una oleada de sangre fresca, roja
y rica en substancias vivificadoras.
La contracción empleza, la sangre
comprimida escapa por aquella vál-
vula que le llaman la mitral, porque
se parece á una mitra de obispo y que
se abre de arriba á bajo y no ofrece
ninguna resistencia. Se dilata el ven-
triculo y al contraerse cuando se ha
cerrado la válvula, se precipita la san-
gre por un largo canal, llamado ar-
teria aorta, sube pecho arriba y, luego
formando un cavado de derecha á iz-
quierda baja hacia abajo por la co-
lumna vertebral.
La aorta se divide y ramifica hasta
lo infinito, acabando por una multitud
de filamentos imperceptibles que se in-
troducen al través de todos los tejidos
y los atraviesan en todas direcciones
gracias á los capilares sanguíneos.
Este es el instante en que se puede de-
cir que la mesa está dispuesta: cada
célula toma de la saugre su alimento,
es decir el carbón con el oxígeno nece-
sario para la combustión y en que al
mismo tiempo deposita en ella las ce-
nizas y el humo que no es otra cosa,
como todos sabéis, que el ácido car-
bónico.
Desde este momento la sangre em-
pieza á correr por un sistema de vasos
dispuestos al través de las arterias: se
les llama venas: tienen un tinte azu-
lado porque en ellas va corriendo la
sangre negra y se dirigen hacia el co-
razón donde desemboca por tres gran-
des canales en la aurícula derecha;
aquí detengámonos un instante. Cuan-
do el corazón derecho recibe la san-
2
cena
`
gre, ésta ya está parcialmente degene-
rada porque llegando al nivel de la
espalda ha encontrado la abertura de
un canal que los anatómicos bautiza-
ron con el nombre de canal torácico,
por el cual son acarreados, digámoslo
así, todos los productos extraídos de
los alimentos que el estómago ha di-
gerido, productos compuestos de prin-
cipios vivificadores, donde hay fikri-
na, varias sales, azúcar, materias
grasosas, etc., ete. Tan sólo le falta á
la sangre que ha recobrado la primera
riqueza, saturarse de oxígeno y purit-
carse de los residuos que arrastra y
del ácido carbónico que la envenena.
La auricula derecha, al recibir la
sangre se contrae, la lanza al ven-
trículo del mismo lado, y por nueva
contracción de este último y gracias á
que se cierra la válvula tricúspide, la
sangre llega á los pulmones. Allí se
enfría en una atmósfera de aire puro,
recientemente aspirado y los glóbulos
hacen su provisión de oxígeno, El áci-
do carbónico se desprende y las ceni-
zas y demás residuos son allí consu-
midos. Ya tenemos otra vez la sangre
fresca, sonrosada que vuelve á la au-
rícula izquierda para emprender su
nuevo viaje circular y este misterio de
la naturaleza se verifica en cada mo-
mento en que notamos la pulsación
rítmica.
¿Verdad que este corazón, esta bom-
ba aspirante é impelente está lejos,
muy lejos de ser el corazón que os
habíais figurado en vuestros sueños
poéticos?
¿No habéis contemplado nunca el
arrebatador espectáculo de una puesta
de sol? El astro rey bajo su pabellón
de púrpura y oro, baja con augusta
majestad á esconderse tras los montes.
El cielo todo se prepara para esta
fiesta. El cielo azul, palideciendo, to-
ma un tinte rosáceo de infinita delica-
deza. Sobre este fondo suave y puro,
resaltan mil nubecillas agrupadas en
masas ligeras y fantásticas formando
como coronas enlazadas entre sí al
rededor del sol. El astro dorado,
viendo tan magnífico cortejo, parece
e
ast
e a MES n
E eS z
tantas rigaézas amontonadas como un
—fulgurantes... .
¿2 ¿No os habéis preguntado nunca
“2 qué son aquellas nubecillas tan her-
+ mosas? “>
+=. Son uma oscura é informe niebla, un
2 poco de evaporación condensada.
. ¿Y qué es lo que las hace tan her-
mosas á nuestros ojos?
Los rayos del sol que las atraviesan.
© Lo. mismo sucede con el corazón.
Vuestra poética imaginación lo embe-
llece y lo hermosea. ¡Lástima, verdad,
que este ídolo también esté predis-
puesto á las enfermedades! |
El corazón es una de las entrañas
más sujetas á las plagas que corroen
-el organismo humano. A veces enter-
ma por simpatía, porque están ataca-
das otras vísceras importantes, que
tienen con él estrecha conexión, como
los pulmones, el higado, los riñones y
-© el estómago. Otras veces tan sólo re-
- side en él la dolencia, inflamándose la
en sus movimientos rítmicos ó afec-
lugar á enfermedades tan graves como
las miocarditis v las endocarditis que
- sean éstas sencillas y productoras de
embolias ó bien infecciosas, infectan-
tes y malignas.
- Además poca cosa conocemos de la
máquina humana. El mecanismo del
pensamiento y de la sensación escapa
al escalpelo de los médicos y la fuerza
o nuestros músculos se contraen ó se
7 distienden, intermediario perpetuo en-
| © tre el mundo exterior y nosotros es
una X que no ha sido dilucidada ja-
más. Estamos reducidos á las conjetu-
ras, á las hipótesis, á las teorías más
có: menos plausibles, pero que nada
222, > viene á justificar. Por ellas solas las
5 sensaciones demasiado fuertes pueden
- ocasionar enfermedades del corazón.
2.7 Señares, no quiero abusar de vues-
+ tra paciencia, haciendo una descrip-
+ ¿clón. por más breve que sea. de las
> del horizohte, á través de
iicendio inmenso, sus últimos rayos
cubierta que amorosamente le sigue |
tándose sus propios tejidos, dando |
nerviosa ella misma, gracias á la cual
6 irradia de un ex- | varias
Y
PS
formas morbosas que se me
-acuden: bastan para mayor claridad
algunos brochazos de la Patología del
corazón en la parte de este modesto
trabajo consagrado á la terapéutica
del mismo.
Innumerables son los medicamentos
tónico-cardiacos, diuréticos y respira-
torios que todos los días los químicos
inventan. Estos ren:edios tienen gene-
ralmente la eficacia de la flor que na-
ce con el rocio y muere con el último
ravo de sol. Por fortuna los olvidamos,
porque nuestros recuerdos corren en
automóvil v los autos se suceden unos
á otros rápidamente en la carretera
polvorienta de la actualidad terapéu-
tica cuoridiuna. Esta la estudiaremos
A A A A a e a A -aa A A A e a ~
bajo un punto de vista más práctico y
positivo, fundándose en el método que
nos enseñó nuestro Maestro Samuel
Hahnemann que carnosamente fes-
tejamos hov.
El hombre en este mundo es un
condenado á cadena temporal, cadena
más ó menos pesada v dura que todos
arrastramos, ora con humilde resig-
nación, cra rebelándonos airadamente
v luchando contra todo, contra la na-.
turaleza, contra la suerte favorable ó
adversa y sobre todo contra nuestros
semejantes. Lucha comercial, lucha
intelectual, tudo es fatigarse, todo es
obligar al corazón á latir más v más
bruscamente como brioso corcel del
cual herimos los ijares con férreas es-
puelas. Fijaos como nuestras con-
quistas al tinal de la jornada se tra-
ducen por una pérdida de nuestrast
energías, por un reblandecimiento de,
nuestras entrañas, por desarreglos
valvulares, cuvas consecuencias son
las cogestiones y el asma por estan-
camiento de la sangre.
Entonces el hombre reflexiona y
cansado de viviren la oscuridad de las
conglomeraciones de seres á las que
llaman ciudades, humeantes, llenas de
envidias, huve lejos, en las montañas
donde bate el aire puro, en los valles
donde reina la calma santa, embel;e-
cidos por aquellas plantas, aquellas
flores puras y hermosas, de perfume
A
42 LA HOMEOPATIA PRACTICA
dulcisimo que dan al enfermo la fuerza
misteriosa que ellas robaran á aquella
Naturaleza encantada.
En los márgenes de los riachuelos,
donde alegremente saltando murmura
el agua de las blancas cimas que los
rayos del sol funden, crece y se
desarrolla el fuerte y robusto Ars
blanc., el Crateegus oxiacanta. Su flor
blanca como las gardenias, tiene al-
macenada :a fu»rza de los riscos y de
las tempestades nevadas del invierno
y su savia tomada gota á gota por
el hombre de corazón desequilibrado
y cansado, le infiltra nueva reacción.
El corazón se anima, late con nuevo
vigor y la sangre estancada que tenía
dolorosamente hinchadas varias re-
glones del organismo, vuelve á su
primer cauce, recorriendo como antes
arterias y venas, alumbrando la es-
peranza y las ilusiones.
Y si tanta ha sido la intensidad
de la irritación funcional exagerada
que parece que el corazón no cabe en
el pecho, que sus latidos son doloro-
sos, que la angustia se apodera de
todo el sér del infeliz que emociones
muy fuertes pudo experimentar, el
Cactus grandi florus, la fior de un día,
de formas simétricas, cubierta de innu-
merables y caprichosos alfileres, nos
proporciona un remedio seguro que
Rubini descubrió, probándolo después
infinidad de veces.
Ved este convaleciente después de
larga enfermedad, lánguido y sin pul-
so: su corazón quiere vivir y no puede,
andando despacio como si una mano
Invisible fuera á detenerlo, ó latiendo
con rapidez vertiginosa. El enfermo
sufre; extraña palidez se apodera de
su faz y sus ojos buscan nueva vida.
La flor roja de la herba didalera
(Digitalis purpúrea,) y sus ricas hojas
le darán el color que á ellas les sobra.
La digital, administrada poco á poco
en pequeñas cantidades, como la luz
del sol á los ojos que por primera vez
tienen que gozarla, resucita aquel co-
razón débil, que conserva aún entera
su fibra. En cambio cuantos corazo-
nes la tienen degenerada!
A estos no sólo se les reconoce por
los síntomas directos de la. ausculta.-
ción, sí que también con el. pulso par-
ticularmente pequeño, con síncopes
seguidos como si la vida se fuera á
borbotones, con la respiración que se
detiene, las hinchazones todas y sin
forma. Para estos enfermos, florece
en la lejana Africa el Estro fantus que
es el bálsamo vivificador y desde las
tierras misteriosas que en el Nuevo
Mundo se encuentran, el lejano Po-
niente nos lleva el Actea racemosa, de
nombre poético y de efectos mila-
grosos.
A veces el corazón más desfallecido
aún no reacciona. A su desfalleci-
miento, se añade grave dolor que se
corre al brazo y á los dedos; la sangre
intoxicada no puede pasar porel riñón;
se oscurece el cerebro y sudores vis-
cosos y fríos hacen más crudo el as-
pecto del enfermo. En estos estados los
médicos homeópatas recordamos que
en las puntiagudas y horribles muelas
de las fieras serpientes que en miste-
riosos bosques se guarecen, la Naia
tripudtens serpiente amarilla y saltona
el Crotalus hórridus y el Lachesis, se
encuentra un remedio heróico.
No siempre el corazón está tan pro-
fundamente afectado y abatido. Ahí lo
tenéis, impulsado por la fiebre, latien-
do con doble fuerza. El enfermo tiene
angustia, abrasándose por la - gran
temperatura, asustado por la visión
fantástica de la muerte. El refrigerio
que le falta se lo dará la blanca flor
del Aconitum nap. la herba tora; por
eso la recogió esta en la cresta de las
montañas que atraviesan las altas nu-
bes y en las orillas de montañosos la-
gos en donde las parpadeantes estrellas
se miran. Y si el dolor se agrega á este
mismo mal la Bryonia alba será el
bálsamo curativo. Que la sangre tra-
suda, privando de movimiento el co-
razón Apis mel., la abeja, insecto que
del mismo Acónitum quizás chupó la
dulzura, el Arsenicum y Mercurius
solúbilis le llevan su consuelo rete-
niendo la savia que de las venas se es-
capaba.
7. “Las emociones intensas, el placer
gustado con exceso, las penas con-
tínuas, el surmenage, dan lugar tam-
bién á una alteración que sin poder
decir que es una lesión orgánica, se
trasluce por movimientos inmodera-
dos, por palpitaciones dolorosas. En
unos sujetos de cara encarnada, ojos
congestionados, con sensibilidad exa-
gerada á la luz, á los rumores, la Be-
lladona, hierba simbólica, les pro-
porciona la calma; en otros, hadas
hermosas cuvo vivir es un idilio, en
quienes la más pequeña cantidad de
alimento altera su corazón, la sal
común, el Natrum murtáticum á la 6.*
las mejora á las pocas tcmas, regula-
rizando aquella anormalidad.
Hay algunos tan excesivamente ner-
viosos, con una impresionabilidad tan
manifiesta, sobre todo por la noche,
que un gesto, una mala mirada ó una
presunción de malquerencia, les da
tal disgusto, tanto late su corazón, que
se creen verdaderos enfermos de gra-
vedad y derramando un mar de lá-
grimas, pasan las horas con insom-
nio desesperante. La Ignatia amara
á la 3.*, una sola toma cada dos horas,
basta para calmar y llevar á este
enfermo un sueño reparador.
A veces este estado no es seguido;
hay paroxismos aislados que sólo
calma el Almizcle, Moschus 3.* óla
Tiroidina & la 2. ó bien el /berts
amara.
- En otros gourmants, de cerebro poco
sensible, las alteraciones del aparato
digestivo hacen que enferme el cora-
zón: la Nuez cómica, (Nux vómica,)
con el latigazo de la estricnina los
calma. A alguna damisela de rubia
cabellera, presa de atonía digestiva,
con vientre agridulce, la Némora ó
Pulsatilla, hermosa y gentil planta, le
apacigua sus palpitaciones y le lleva
la energía que tanta falta le hace.
Enfermos del aparato digestivo, pe-
-rezosos, flatulentos, acusando palpita-
ciones en el corazón y pesadez en la
cabeza, en el oscuro carbón, Carbo
vegetalís, buscan el alivio.
Dolores pungitivos que obligan á
"LA HOMEOPATIA PRACTICA 43
comprimir con la mano la región don-
de el corazón palpita quedando como
suspendida la respiración, indican la
Spigelia antihelmintica.
Por las entrañas de la tierra, las
aguas, filtrándose incesantemente, se
asimilan elementos que llevarán al
exterior y que el médico buscador de
- Jos secretos de la naturaleza, utilizará
después para sus curaciones. En ellas
encuentra el Cloruro de barto, Baríta
murtática, el lodo en sus combinacio-
nes con el Arsénico y Antimonio, y
los compuestos fosforados, que fundi-
rán la grasa v desligarán el corazón
del estrecho abrazo que le oprimía.
A nuestros queridos compañeros de
la escuela alopática, de quienes la in-
mensa mavoría niega pura y sencilla-
mente la eficacia de nuestros medica-
mentos y considera su aplicación como
inútil y ridícula, me limitaré á decirles
que es tan anticientífico negar como
afirmar á priori. Y como quiera que
este axioma es cada día más aceptado
por los espíritus tolerantes, no tardará
en lucir la aureola de una santa her-
mandad en las verdades eternas de
las ciencias módicas.
Entre tanto, su ausencia en esta
reunión, á excepción de un ilustre de-
legado de una corporación médica de
esta capital, me inspira e: silencio y el
respeto.
En cambio, no puedo nidebo ca-
llarme respecto algunos extraviados
de la escuela Homeopática que, por
ser pocos, no dejan de hacer mucho
daño, primero á la humanidad v luego
á nuestra doctrina.
En mis excursiones cientificas por
nuestra tierra v por el extranjero, les
he oido y me ha admirado con Jules
Simon, que gente tan honrada se con
tradiga sin darse cuenta. Cuantas
veces he asistido á este espectáculo
tan espantoso! De lo que el hombre
está menos seguro es de su espiritu.
No tiene seguridad en sus ojos; v es
que sus ojos y su memoria luchan
con su imaginación. El cree ver, cree
recordar é inventar. Eso nos explica
la concordancia de algunos de ellos
44
detallando la. falsa acción terapéutica |
de tal ó cual medicamento. - |
El número da. testigos no signi-
fica nada, como tampoco nada signi-
fica su honradez ni su buena fe. Al
contrario, la buena fe en materia de
testimonio es un elemento sospechoso.
Vale más luchar con la mala fe, que
es más fácil reconocer por lo estúpido
de sus argumentos. Cuando oigo que
Caleárea carbónica 2000.* en una sóla
dosis, ha curado una lesión orgánica
del corazón y que varios lo certifican,
me hace el efecto de aquellas mil v
mil personas que vieron brujas en el
aquelarre cabalgando. en una escoba
por los aires. Entonces pienso como
Le Bon cuando dice que si el testimo-
nio de muchos puede ser considerado
como prueba de algo, cabría decir que
la bruja es el personaje cuva existen-
cia está mejor probada.
Por eso, me lamento de los errores
de los médicos que bautizándose gra-
tultamente con el calificativo engaña-
dor de puros se exponen con la mayor
buena fe del mundo—así quiero ad-
mitio—á convertirse en criminales
inconscientes. Y no quisiera herir con
estas palabras el amor propio de los
pseudo puristas, porque el amor pro-
pio, según dice Voltaire, es un globo
lleno de viento, del cual salen tempes-
tades cuando se taladra; prefiero que
bebiendo en las fuentes santas y ver-
daderamente puras de la ciencia ho-
meopática, en las obrasde Hahnemann
bien entendidas, en las obras recien-
tes del Norte América y de Inglaterra,
que inspirándose en las de tanta valía
como Allen, Clark>, Cartier v Jousset,
se corrijan y trabajen fervorosamente
en el surco que Dios les ha designado.
Así lo entiende este INSTITUTO que
sin menosprecio para las demás enti-
dades homeopáticas de esta ciudad,
cuenta con inteligencias que soy el
primero en admirar; así también lo
entiende y piensa el cuerpo facultativo
del Hospital Homeópata del Niño Dios.
Phocio decía á un orador griego:
«Eres como un ciprés; alto y triste y
no traes fruto». El InstirurTo Ho-
LA HOMEOPATIA PRACTICA
ba maneant
-MEÓPATA de Barcelona es aun joveri y
pequeño: ya crecerá lo.necesario. En
cuanto á triste, tampoco lo es, porque '
a
como á joven le: corresponde. reir. y
producir, producir durante los cursos
anuales obras sólidas que son la mejor
garantía de la tradición homeopática
y la más florida corona que podemos
ofrecer todos los años, en esta fecha,
á nuestro maestro el inmortal Samuel:
Hahnemann. i
He dicho.
Traducido al castellano por
RómuLo VALLS SABATER
El Dr. Solé y Pla lee en catalán la
biografia del Dr. Nogué y Roca:
Momoria biográhca del De, Nogué y Roca
Hoy, celebramos el aniversario del
natalicio, de la condensación de una
nueva rama de la terapéutica y hov,
también hemos de dar una nota de
tristeza y añoranza después del risue-
ño recuerdo que á todoses grato. De- '
bemos recordar al amigo, al compa-
ñero, al que sólo hace tres años pre-
sidió sesión solemne como esta, la
primera que celebró el INsTITUTO, del
cual nuestro amigo, primer Presidente,
era el alma, era el lazo que en ancho
circulo congregó á los verdaderos en-
tusiastas de la Homeopatía.
Hay entre nosotros muchos que su-
bieron con él desde la escuela y que,
conociéndolo en sus más pequeños de-
talles, podrían con más galanura de
estilo, con más acopio de datos, ha-
cerlo recordar tal como era. El azar ha
hecho que sea yo el que le recuerde, y
aunque sea su más joven amigo, no
soy por esto menos entusiasta que los
demás. |
El Dr. D. José Nogué y Roca, na-
cido en la ciudad de Vich, trajo de' la
población que fué su cuna, de la ciu-
alana, la sangre de iler-
me de lejos le singularizaba, aun
después de años pasados en su estima-
la Barcelona. == ¡ |
.*+ Nacido en 1851, de familia modesta, |
2) era niño aun, pues apenas contaba dos |
- años, cuando llegó á la ciudad condal; |
+ © pronto su inteligencia claramente des- |
| +pierta y el genio inquieto y progresivo |
.. queen todos momentos le estimulaba |
-le hicieron buscar más ancho campo |
que ei de la pequeña tienda que sus |
padres establecieron en el harrio de
Ribera. |
Empezó sus estudios siendo muv Jo- |
ven, y emprendidos con afán se dirigió |
abiertamente hacia la medicina: cora- |
zón noble y positivo, firme y no dado |
á fantasías, no podía elegir otra carre- ;
ra: disecaba á la escuela, como dise- |
caba crudamente en las reuniones que
< se celebraban en clubs donde se con- |
gregaban las personalidades más radi- |
“cales de la política, sobre todo referente |
-á nuestra ciudad en las que tomó par- |
te activa con su inteligencia y su san- |
gre joven y vigorosa. Cerebro claro no |
dejó de ver pronto, no el peligro. que |
no temía, sino de observar los hombres
del tiempo, las inconsecuencias y de- |
saciertos que malograban el esfuerzo
- de hombres como él generosos, y de- 1
. sengañado se dedicó más asiduamente
á sus estudios predilectos, y en los que
encontraba más deleite.
A los 22 años ejercía la carrera de |
medicina; casado al poco tiempo y |
- con sus padres cansados va del traba-
jo intenso, su salud se resintió fuerte-
mente, mucho más que por el estudio
y desgracias de familia y por los nue-
vos cargos que su generoso corazón
le imponían, por las noches pasadas
en vela, por la lucha cruel de la visita
barata y mal pagada, cuando es pa-
_ gada, que todo médico joven se ve
obligado á efectuar al empezar la lucha
por la vida; esto contribuyó á poner
en peligro su vida y escuchando los
consejos de sus buenos amigos decidió
cambiar de clima y junto con sù fami-
lia se fué á San Cugat las Garrigas
Lataluña la savia | donde vegetó tres años reposando sino '
-su cerebro, al menos su salud que era
poca. |
Tenía 27 años y parecía haber vi-
vido muchos más, cuando definitiva-
mente regresó á Barcelona en busca
de un nombre y uva nueva clientela;
en su cara se marcaron las líneas que
hasta su última hora surcaban su ros-
tro v su boca contraída dejó la sonrisa
que nunca más ví en su cara.
De entonces data su práctica en me-
dicina homeopática, hasta aquella te-
: cha había seguido fielmente lo que en
las aulas había aprendido: como tantos
otros, burlas graciosas sólo tenía para
los homeópatas que fueron sus condis-
cípulos ó para los más viejos que co-
noció en casa de la que fué su esposa.
El Dr. Sirarol, de buena memoria, el
Dr. Benavent aunentre nosotros, elmás
veterano de nuestro ÍNsTITUTO, eran
| los que primero conoció. D. Ramón
Roig y Blanch, su compañero de estu-
dios, los Dres. Almató, Fillat v Sabater
| con los cuales contrajo estrecha amis-
tad fueron quienes le dieron vida ho-
| meopática. Al tratarlos más íntima-
mente, un día un éxito por ellos no es-
| perado, otro un consejo de! que fué su
amigo el Dr. Vives, que hacia poco
había llegado de leualada. fueron los
que le decidieron. Por el año de 1579,
paseaba por el ancho paseo de Gracia,
al anochecer, en compañía del doctor
Vives el cual acababa de quitarle el
miedo á la pérdida de sus clientes acos-
tumbrados á las lórmulas magistrales,
á las nacabables purgas y á las triacas
ingeniosas. En sus manos tenia un bo-
tiquín y, corazón franco como era, no
quiso negar más sin tener pruebas;
estas podía arrancarlas de la clinica y
| allí iba á buscarlas más para desen-
gañarse que para aumentar sus elen-
tes..... y al fin vino lo que era de
esperar en iguales casos, á la duda su-
cedió la esperanza y ésta se trocó en
fe, una fe tan fuerte que no debía aban-
donarle va más ni en los últimos Ins -
tantes de su vida en que él viendo con
claridad alentar la muerte á su alre-
dedor, viendo como le abrazaba con
46
LA HOMEOPATIA PRACTICA -
sus garras, ni un solo momento dejó `
de tomar las atenuaciones, las dilucio-
nes y alguna tintura de las que hacía
tanto tiempo administraba á sus clien-
tes que eran sus amigos y sus hijos,
los que más quería. .
Una vez, agradecido al Dr. Vives,
hacía de ello mención, diciendo que
«con su claro talento le sacó de las te-
nebrosidades en que ejercía», y éste á
quien nombraba venerable maestro
que le inculcó la noción de que la Ho-
meopatía no era ciencia de palabras
sino de hechos, dijo en una ocasión
memorable: «gracias á los Dioses por-
que al abandonar esta vida habré te-
nido la gloria de ser el maestro del doc-
tor Nogué». |
Estudió, hizo su práctica y pertre-
chado de conocimientos y Conviccio-
nes, hasta Marzo de 13882 no empezó
á escribir artículos en defensa de lo
que ejercía, en ocasión á un discurso
del farmacéutico Dr. Andreu quien,
entre otros absurdos, decía que la Ho-
meopatía estaba expirando, daba su
último suspiro.
El malogrado Dr. Rmo y Hurtado,
decano de los homeópatas ibéricos pu-
blicaba desde el 1877, un periódico
llamado «Archivos de Medicina ho-
meopática»; salía dos veces al mes,
casi todo original ó con traducciones de
su propio director v fundador, cuando
nuestro amigo Dr. Nogué entró como
á redactor y administrador. Hemos
dicho era eu 1882 cuando empezó á
lanzarse á la vida de escritor, siguió
con su Reumatismo y la Corea, Un
Triunfo del similia, y otros y á fe que
era tiempo, pues venía á recoger la he-
rencia periodística del Dr. Rino, muer-
to en Diciembre de 1882, cuva necro-
logía hecha por nuestro biografiado,
cerró el último número de la revista
por aquél fundada.
En Enero siguiente, el del 1883, tre-
moló alta la bandera caída de manos
del Dr. Rino y publicó la Revista Ho-
meopática Catalana; casi la totalidad
de médicos de su clase formaron á su
ado.
En hermosa introducción anotaba
A O 0 OOO O PO ODO DO O OO DP O PÓ DOO O e O D DO A
A O O O a O
e g paa
que era la Revista sucesora en línea
directa de los Archivos. El espíritu ca-
talán nunca ha desmayado en nuestra
tierra; había muerto el fundador extre-
meño de origen pero enamorado de
Cataluña, la cual guarda sus restos y
habría sido vergonzoso para nosotros
el no continuar la empresa, «hacer
traición á nuestra raza», y con estas
palabras se comprende su entusiasmo
por una Revista que él empieza, que
publicó y siempre dirigió, pues fué di-
rector hasta el día de su muerte, vién-
dose en ella la evolución progresiva de
su manera de curar, el desarrollo de
su hahnemannismo de neófito, hasta
la medicina positiva de Jousset y la Ho-
meopatía más claramente manifiesta.
Su pluma era incansable, de ella
continuamente manaba su pensa-
miento; numerosos son los artículos,
en cada número de la Revista hay al-
guno; en 1884 publicó el magnifico
articulo, casi monografía; El cólera y
su tratamiento. `
Por algún tiempo publicó El Con-
sultor Homeopático y cansado de ba-
tallar, solo descansó temporalmente y
suspendió la publicación de su perió-
dico. Con su desaparición quedaron
los médicos homeópatas sin represen-
tación precisamente cuando aumen-
taban en número y era debido al indi-
ferentismo de los comprofesores. Pre-
cisamente al verse sin periódico, con
aquella quietud de sepulcro, se aperci-
bieron de lo que habían dejado perder
del trabajo ímprobo de nuestro amigo,
y entonces, uniéronse los compañeros
de terapéutica del Dr. Nogué, y fun-
daron la Revista Homeopática Barce-
lonesa. Era en Enero de 1890, el in-
cansable Dr. Nogué fué el alma de
aquel periódico como lo hatía sido
de otros. Su energía era inacabable y
en su presentación decía: «defenderé
la escuela homeopática» y añadía que
«ésta no es Iglesia cerrada, no impone
dogmas. » |
Como siempre, el artículo que enca-
bezaba la Revista era del. Dr. Nogué
y Roca: las primeras firmas que le
acompañaron fueron las de los doc-
Ro
“2 Adui fué cuando empezó, á demos-
trarse escritor característico y polemis-
ta; sabía distríbuir la ironía, la caustici-
dad, el ataque crudo nun:a insultante
pero siempre oportuno, su palabra
era un oráculo; la más firme defensa
para el ataque recibido se la encomen-
daban sus compañeros; era la cuali-
dád que todos le reconocían, no tenía
“igual. Sus artículos son innumerables,
‘no cabe nombrarlos, pues llenan todos
los números de las Revistas.
Sin embargo, su cerebro. aun no
descansaba; su ambición no estaba sa-
tisfecha, faltaba algo que él adivinaba,
en sus conversaciones con los compa-
ñeros iba echando la semilla; éstos,
generosos como él, le comprendie-
ron y en 13 de Abril de 1890, por
primera vez, en apretado haz, reu-
niéronse para recordar, como hoy, el
nacimiento del que cristalizó en forma
concreta la ley del Similia; á él se
debe el primer acto de los que celebra-
mos cada año en esta época; qué me-
jor pues que en tal día como hoy le
dediquemos un recuerdo?
Habló, y con su voz firme y su ora-
toria de convencido, decidió á los
vacilantes. Con él hablaron los docto-
res Sabater y Badia, nuestros conso-
cios, y todos los médicos homeópatas
de entonces, fundando la Academia
Homeopática, benemérita institución
-en pie aun, de la que estos fundadores
viven hoy separados. Aquella célebre
reunión fué germen de nueva planta,
fué el centro de atracción de nuevos
elementos. En ocasión precisa en que
se celebraba el acontecimiento, entra-
ron otros compañeros y uno de ellos
manifestó que no se declaraba ho-
meópata, pero que prometía estudiar
- y observar. Convencid. poco después,
éste abrazó nuestra Doctrina y escuchó
las primeras palabras de benevolencia
“de nuestro Dr. Nogué. Se constituyó
la Academia, en la cual ha seguido
continuando aquel neófito aun después
de haberse separado de la misma su
célebre catequizador.
Hay que tener en cuenta que el doc-
OPATIA PRACTICA |
ss "Vives, Cahís, Giró y Grifols. |
aeee- m m ae e e 1 A e a
47
tor Nogué, uno de los que con más
ardor trabajó, no lo hizo por interés
de ningún género; la primera Junta
Directiva la formaron los malogrados
doctores Sanllehy como á Presidente,
Grau y Civil y ios hoy compañeros
nuestros Dres. Benavent, Badía y Sa-
bater; estos cuatro últimos fueron con
él fundadores del InstriruTOo, la insti-
tución que hoy le honra.
En Octubre de 1890, junto con los
doctores Ramón Roig y José Giró
presentó un dictamen que fué apro-
bado por unanimidad, sobre la con-
ducta de los médicos homeópatas aca-
démicos en caso de epidemia de cólera;
generosa proposición aceptada por el
Excelentísimo Ayuntamiento de la
ciudad que presidía entonces el señor
don Juan Coll y Pujol.
El Dr. Nogué no «queda nunca quie-
to; todo cuanto de cerca ó de lejos te-
nía relación con la medicina homeo-
pática le interesaba, manifestándolo
claramente en los artículos publicados
en todos cuantos periódicos trabajó;
avanzaba cada día, á medida que la
lev del similia se hacia más cierta,
estudiando cuanto tenía relación con
lo nuestro y siendo su profeta, abierta-
mente lo manifestó al tratar de tradu-
cir una de las obras maestras que por
aquella fecha se publicaban (1885),
eligió sin vacilar un momento y lleva-
do por su espiritu la renombrada obra
Materia Médica Exrpertmental y Te-
rapéutica Positiva, del Dr. Jousset,
obra en dos grandes volúmenes cuya
edición está casi agotada. Publicó
también un trabajo sobre el Baccilli-
num del Dr. E. Burnett y otro lleno
de sana doctrina titulado Hahnemann,
su tiempo y su doctrina.
A los pocós años de fundarse la
antigua entidad homeopática de Barce-
lona, no reconociéndole el Dr. Nogué
el progreso que se había imaginado,
salió de ella, dedicándose sólo al es-
tudio y al trabajo.
Dos golpes, suficientes para abatir
un alma menos fuerte, recibió en este
espacio de tiempo. La muerte de su
hijo, joven estudiante de medicina,
catalán y pocos años después la-de su
madre; pero él, aunque parecia debía
abatirse para no levantarse, renacía
precisamente cuaudo hallaba oi
más firme, cuando preveía el peligro.
sl aislamiento en que vivían los
médicos homeópatas de Barcelona,
apartados por razón de procedimientos
de la única representación oficial que
entonces existía, le indujo otra vez á
probar de reunirlos, de formar un todo
homogéneo v nuevamente publicó la
Revista Homeopática Catalana, donde
i o sólo se agr uparon lo más jós enes y
brillantes de los médicos homeópatas
sino también muchos de los que car-
gados de años y de experiencia habían
formado con el primer núcleo: velin-
tidos formaron á su lado. A unos po-
día ser maestro, de otros era compañe-
ro y amigo entrañable, dándose el caso
curioso que á su lado formasen todos
Jos que vivían de la primera a de
la primitiva Academia Homeopática
Si en su quuimer articulo cese a se
declaraba solamente hahnemanniano,
en el primero de esta última serie, su
última época, la más brillante, aferra-
do al similia, faro que guiaba sus pa-
sos, aceptaba todas cuantas conquistas
se deben al humano saber, sometión—
dolas al crisol de la experimentación
para derivar de ellas la terapóutica
denominada positiva.
Notemos esta última época de nues-
tro inolvidable amigo, sin entrar en
detalles que podrían ser mortificantes
para alguien por ser aquella en que
encendiera de nuevo el fuego de la
juventud, no muy lejana, en que aun
sentía hervir la sangre impetuosa.
Fundó este Ixstiruro Homróbara de
Barcelona dándole bajo su presidencia
un empuje extraordinario, trabajando
él como el más joven de nosotros, lo-
grando reunir en la primera inaugural
hecha en este mismo salón, tantos
amigos, ta:tas personalidades, como
pocas veces se vé en actos científicos
de esta naturaleza.
quien formaba va parte de la juventud T
literaria que de pocos años á esta.
parte se distingue en el renacimiento:
ay
¿Su aim lo. mismo que so pal
bra; «volvíase más impeétuosa,. o a
“siempre alli donde había un - átaque;.
en la memoria de todos está el arti- +”
culo: Como se escribe la historia y elti-
tulado: RRemachándo el clavo, en el que
ensalzó el Dr. Sanllehy poniendo en
el lugar que se merecía y en el que
hace una brillante apología: de los
muchos médicos que le precedieron .
en la práctica y defensa de la homeo-
patia.
Todos cuantos hemos logrado que
en nuestras instituciones cientific as se
hable v escriba en catalán, debemos á
él una gran par te de aliento por. lo
que se refiererá las homeopáticas,
tanto en la antigua como en la nueva.
En ésta donde tenemos nuestra casa,
fué él quien primero habló catalán, y
en 1903 vemos su primer artículo
científico en bello catalán, catalán
castizo.
Verdad es que bajo otro concepto,
fuera de la medicina, habría logrado
hacerse un nombre publicando mu-
chas obras, todas hechas en catalán
si en su juventua, como todos los de
su tiempo, escribía en la hermosa
lengua castellana, su hijo de la ge-
neración de los nuevos patricios, le
había hecho vibrar la cuerda de la
lengua madre, asimilándose tan per-
fectamente nuestro moderno renaci-
miento que su corazón latía con nues-
tras victorias y se alteraba si la suerte ;
nos era contraria.
Hacía va cerca de un año que se
notaba su falta en nuestras reuniones;
¡cuántas veces encontrábamos á faltar
su concurso! No era el desfallecimien-
to lo que de él se apoderaba, era sólo
que se hallaba aún en la edad del
vigor y no obstante éste le faltaba.
Su espíritu era igualmente joven, pero
su cuerpo caía, la fatiga aplanaba
sus nervios de acero, desde más de.
treinta y cuatro años, corría incansa=
ble á la cabecera del enfermo para -
darle ia salud si podía, un consuelo si
otra cosa no era factible; si una hòra
le quedaba, la consagraba al estudio.
Leyendo en su despacho, ó escribien=
y €
EER e
ALIS
activa, de sí pr
1105-58 cuidaba. - | |
Cuando cansado quiso poner reme-
dio á su salud quebrantada, se com-
plicaron sus dolencias, su corazón no
pudo más, y sus amigos hemos teni-
do que presenciar impotentes su breve
enfermedad, que sin embargo respetó
aquel cerebro claro y potente. En su
lecho de muerte, aun en su último
día, plácidamente, serenamente ha-
blaba de la verdad, del error, de éxitos
v de fracasos, fiel siempre á los medi-
camentos de su botiquín, pronun-
ciando palabras de consuelo y de
amor: cuando conocía que dejaba
esta forma transitoria de ia vida per-
durable, viendo la angustia v tristeza.
que se retrataba en la cara de la que
fué su dulce esposa y de su buena fa-
milia.
Su nombre, entre nosotros perdu-
rará siempre como timbre de gloria.
- Su memoria será un recuerdo ejem.
plar,
Bien debe el INsTITUTO rendir este
homenaje á uno de sus más precla-
ros fundadores.
He dicho!
-
El Dr. Peiró da lectura del siguiente
trabajo:
MEMORIA NECROLOGICA DEL DR. D. JOSÉ CIVIL
por el Dr. Laplana
Señores: Ora de cerca, ora de lejos,
olmos con harta frecuencia los clamo-
res que suscita la mano desapiadada
de la Parca en su labor constante de
diezmar, sin apercibimiento á veces y
sin miramientos siempre, los hazes
compactos de vivientes que integran el
género humano. Es condenación que
no cabe rehuir la de la muerte. Más
que nadie lo sabemos, los que compe-
lidos por la fe en la ciencia nos consa-
.gramos de todo en todo á la ardua
misión de prolongar las vidas; puesto
siónes, ó haciendo vida
roplio era de quien” me-
Ps
i ma
¡€ _ — Q€PE-- A .--II.AAl E z-=-- - a A e a a a on rro midi o Asia A
A. RR AA
O O O O O DN
| que los arrestos de nuestros desvelos
no dejan con frecuencia entre nuestras
manos otra cosa que el fruto de las
más amargas decepciones.
Afortunadamente para nuestra sen-
sibilidad, la necesidad de la muerte lo
propio que la frecuencia, ó` mejor
dicho, continuidad con que se pre-
senta esta que podríamos llamar reso-
lución fisiológica, ha engendrado en
nosotros una especie de embotamiento
providencial que cede sólo á los vehe-
mentes impulsos que producen en
nuestro ánimo y aun en nuestro orga-
nismo los vínculos de la sangre y las
afecciones que engendran la amistad,
la simpatía, el compañerismo.
Delante de uno de estos casos, nos
encontramos en el día de hov. Nues-
tro malogrado compañero el Dr. Civil
ha bajado al sepulcro.
En el estado actual de nuestra natu-
raleza, el alma obra en el cuerpo y
por medio del cuerpo material, al cual
anima v al cual mueve como la mano
del artífice da vida y mueve á su ins-
trumento; y así como la obra participa
de la inexperiencia del artífice, asi in-
dicará las imperfecciones de la herra-
mienta: pues bien la gran herramienta,
el gran instrumento del alma á que
me refiero es el cerebro: ¡verdadero
misterio, esa pequeña masa encefálica,
á manera de pulpo lleno de nervios!
¡Qué pliegues y qué repliegues tan ad-
mirables! ¡Cuántas veces observán-
dola me he preguntado vo á mí
mismo: ¿cuál será el secreto de ese
manucordio informe, que vibra obe-
deciendo á las teclas del alma? ¡Nada
sabemos! Lo que advertimos es, que
una alteración cualquiera de esa lira
impide al alma producir las armonías
del pensamiento y de la inteligencia.
Ello era lo que preocupaba al amigo
que hoy lloramos, el darse cuenta á
veces de alguna desarmonía en sus
manifestaciones psico-fisicas, y así se
pasaron algunos meses corriendo á la
par sus temores y mis recelos sòbra-
damente fundados, para presumir que
en su cerebro se atrofiaban, iban des-
apareciendo las nobilisimas células
50
nerviosas, para dar su puesto á ele-
mentos de orden inferior, linaje de
tejido conjuntivo de los centros ner-
viosos, que todos conocemos con el
nombre de neuroglías: substitución
que da lugar á la victoria de los ele-
mentos comunes contra los especiales
del órgano, de la p:ebe contra la no-
bleza, si cabe expresarse así con frase
metafórica, siendo el resultado de la
lucha el que la muerte termine su
obra: como sucedió á nuestro compa-
ñero iniciándose la derrota, por apa-
ratosa congestión cerebral, extremada
tensión de los capilares, consiguiente
dilatación, inevitable rotura arterial y
copiosa hemorragia.
¿chamos aquí de menos al ilus-
trado consocio, al buen amigo, al irre-
prochable compañero. No se ha de
sentar va más entre nosotros. Dando,
pues, por indiscutible que la solidari-
dad profesional significa algo positivo
aun enfrente de la muerte y que la
amistad y los méritos personales de
los difuntos deben dejar huella en este
mundo ¡ndependientemente de los
cuerpos que abandonaron á la tierra;
creo que es justo, muy justo, que á la
memoria del Dr. Civil se le consagre
el tributo de un recuerdo que será
para algunos, tal vez, prenda de ad-
miración, para otros muestra de agre-
decimiento y para todos, sin duda, se-
ñal inequívoca de amistad y simpatía.
Lo único que lamento de veras es
que la tarea de fijar ese recuerdo fu-
nerario se hava confiado á mis dé-
biles fuerzas y no se haya encomen-
dado más bien á cualquiera de tantos
consocios que con alientos de águila
habrían puesto muy alto el nombre
del compañero que lloramos perdi-
do. Quizás la misma- cariñosa amis-
tad que al difunto me unía, habrá sido
causa de que á mí con preferencia á
otros se haya asignado el papel de
portavoz en este acto. Si así fuese,
sólo me toca sentir que la fibra de mi
expresión, no responda en esta cir-
cunstancia á la ternura del cariño que
le profesaba,
Bajo este concepto, me congratulo
LA HOMEOPATIA PRACTICA
de poder rendir hoy desde este - sitio
mi testimonio de admiración y aprecio
al Dr. Civil, representación genuina
entre nosotros del hombre honrado,
del tipo de fe profesional, del católico
ferviente, del modelo de bondad ina-.
gotable. |
DO ..
e. ...
e. sy
La honradez y la probidad, señores,
son cualidades que no se conquistan
por actos aislados ni con tal ó cual
manifestación en materias determina-
das. Podría decirse «que vienen for-
mando la urdimbre de la tela que re-
presenta la vida humana en sus
relaciones con todos los seres que le
rodean. Tal vez en ninguna virtud
encajan tan ajustadamente como en
la honradez aquellas conocidisimas
palabras del antiguo aforismo filosó-
fico: Bonum, ex integra causa; malum,
ex quocumque defectu. Traed, si os
place, al hombre de más intachable
conducta, al filántropo que en aras de
la simpatía de su corazón por sus se-
mejantes ha visto deslizarse por sus
manos ríos de oro destinados á apagar
la sed de los sedientos y á endulzar la
vida de los miserables y desheredados.
Como sacrificios, se habrá impuesto él
todos los imaginables, y sin otro móvil
que la bondad de su corazón habrá
convertido en vida de penalidades para
si, lo que debiera ser oasis de delicias
y una vida de suntuosidad y opulen—
cia. Su altruismo parece (que le pone
á cubierto de los tiros de la maledicen-
cia. ¡Ay de él, sien un momento de
descuido una pasión rastrera ó bien un
alucinamiento le llevase á atentar á la
fortuna de un semejante con bajeza
notoria! Esa mancha indeleble escul-
pida en su frente no permitiría ni á un
á los labios amigos que le atribuyeran
en público el calificativo de honrado.
Esta honradez tan quebradiza y que
frecuentemente provecta una penum-
bra de sospecha aun al lado de los
servicios justamente retribuídos de los
profesionales, la encontraréis siempre
segura, firme, inconmovible cn la re-
nds
|
5
«Seba biográfica: de aquel
que han hecho de la carrera un sacer-
PROGO. e o m
> He aquí. uno:de los. méritos que me
.complazto en reconocer en nuestro
malogrado compañero el Dr. Civil.
Conocidos son en la naturaleza los
fenómenos de eiertos cuerpos inertes
que movidos como por resortes secre-
tos obedecen á atracciones engendra-
das por fuerzas que no están á la vista
del hombre. Cae la piedra con fuerza
irresistible sobre la tierra porque la
gravedad la atrae; llama á si con vigor
desconocido el imán á los metales que
se hallan dentro de su radio de acción;
se apoderan los elementos químicos en
las combinaciones, de otros elementos
que están á su alcance para formar un
nuevo cuerpo. Y en la naturaleza in-
teligente y libre, también hav séres que
como si llevaran en su cerebro la ob-
sesión de un ideal, procuran poner á
contribución durante su vida para
conseguirlo, todos los recursos de su
inteligencia y todas las energías de su
voluntad. S
Fuese porque la naturaleza v la
propia idiosincrasia á ello le impelían,
ó fuese porque la conciencia profesio-
nal estimulase su recto ánimo á la di-
fusión del bien con los recursos que
la ciencia le prestaba, es lo cierto
que el Dr. Civil tuvo siempre un ele-
vadísimo concepto de la misión que le
estaba confiada, y dejando á un lado y
como cosa secundaria la idea de lucro
ue tantas inteligencias avasalla, se
edicaba con verdadero cariño al
alivio.de las dolencias humanas, con
la mira fija ante todo en el provecho
que al paciente reportara el acierto de
sus servicios. Con ese sello de una vo-
cación tan marcada se explica que ya
en su juventud se entregara con afán á
trabajos científicos, uno de los cuales
mandado á la Real Academia de Me-
dicina y Cirujía de Zaragoza le valió
el nombramiento de socio corresponsal
de la misma; que interviniese con ju-
venil denuedo en los trabajos y cam-
pañas que se habían propuesto llevar
cabo varias Academias de esta capital;
los hombres | que llegase á fuerza de constancia
inquebrantable y de una actividad
jamás desmentida á granj¡earse de sus
compañeros y de todo el cuerpo mé-
dico la estimación y confianza que
supone el nombramiento de Presidente
de la sección de fomento de la Cruz
Roja, cargo que desempeñaba á sa-
tisfacción de todos.
Su consigna profesional cra, de
hecho, estar siempre al pie del cañón
como pudiera decirse del soldado, y
es la verdad, que nunca le encontró
dormido la desgracia que le recluma-
ba. Recordad sino varios de los epi-
sodios sangrientos acuecidos en esta
ciudad desde que la hosca nube del te-
rrorismo se cierne sobre nuestras ca-
bezas para poner á prueba el valor ci-
vico de los barceloneses. Una de esas
máquinas infernales que siembran la
destrucción y la muerte estalla un dia
en la calle de Cambios Nuevos al paso
de la procesión del Corpus. Llevaba
el Dr. Civil una de las varas del palio
en aquel religioso acto y no bien se
percata de los terribles efectos produ-
cidos por el explosivo, se lanza á pres-
tar sus cuidados á las víctimas, pu-
diendo mostrar luego como testimonio
de su abnegación las manchas de san-
gre que en su frac y camisa quedaron
después de aquel luctuoso acto. Tam-
bién en la catástrofe de la bomba del
Liceo aparece prodigando á los herl-
dos consuelo yv alivio la simpática ti-
gura del Dr. Civil. Por aquellos días
en que la bandera de la Patria volvía
de allende los mares envuelta en ne-
gro crespón despuús de haber dejado
entre las manos de mercaderes giro-
nes de su glorioso lienzo y pedazos de
nuestras entrañas, venían escoltando
aquella enseña ejércitos que más que
nada parecían de cadáveres que hu-
biesen abandonado el sepulcro. Para
volver á la vida aquellos cuerpos casi
inertes parecía como que se declarase
impotente la ciencia y había que acu-
dir á todas las viriles energias de la
voluntád. Entonces fué cuando el doc-
tor Civil puso más que nunca de ma-
nifiesto su laboriosidad incansable
52
alentada de continuo por el deber que
impone el verdadero sacerdocio. No-
tables debían ser en aquella época los
trabajos profesionales de nuestro dig-
no compañero va que por razón de
ellos se le condecoró cun medalla de
oro y gran placa de honor v mérito de
la Asociación «La Cruz Roja espa-
Dola.»
Y al llegar aquí, permitidme una
pequeña observación. El entusiasmo
en el ejercicio de las profesiones suele
derivar, y esto es lo más lógico, de la
fe que se tiene en los principios cien-
tíficos que las motivan é informan.
Por eso, aun prescindiendo de otros
datos concretos que lo adveran, os he
dicho al principio que era el doctor
Civil modelo del hombre de fe profe-
sional.
Recordaría él, sin duda, que no es el
hombre que más libros estudia, el que
más sabe y adoptando para su uso la
verdad de aquel principio Tineo ho-
minen unius Libri, se dedicó con ver-
dadero empeño y constancia á estu-
diar la doctrina de un determinado
autor, sin que eso fuera obstáculo para
que siguiera con escrutadora mirada
y con aplicación constante Cuantos
remedios se ofrecían á diario con pro-
babilidad de éxito para aliviar las do-
lencias humanas.
cra la brújula que oscila buscando
la dirección del Norte, en la cual fi-
nalmente descansa. JS] norte del doctor
Civil era ser útil á sus semejantes y
en su consécución empeñaba su inte-
higencia, su celo y todos los recursos
de su actividad.
Yaes hora que echemos una rápida
ojeuda sobre la vida del creyente; más
aun, del fervoroso católico. Cuanto éste
necesita para Integrar su carácter se
hallaba perfectamente condensado en
la persona de D. José Civil. La fe en
materia de dogmas y misterios; la
convicción profunda en la aseveración
y profesión de los principios católicos;
la sumisión incondicional en materia
religiosa á la Iglesia y á su cabeza vi-
sible y la asiduidad en las prácticas
que se reputan obras de católico fer-
LA HOMEOPATIA PRACTICA
viente; todo entraba por mucho en la
designación de su personalidad. Y todo
eso entraba en él sin alardes de vana
presunción y sin bajezas de respeto
humano. |
Dejemos á un lado, Señores, al tra-
tar este punto, las discusiones habidas
para determinar cuál de los sistemas
médicos propenden más al espiritua-
lismo. Se ha dicho con frecuencia en-
tre nuestros comprofesionales que el
escalpelo no es instrumento á propó-
sito para descubrir el alma y bajo cier-
to punto de vista se comprende la
verdad de este aserto, como se com-
prendería también la verdad del que
dijera que el escalpelo es la llave que
abre el edificio donde el alma mora.
No porque todo hecho médico no se
desarrolle en el ambiente en que vive
el espíritu, cabe deducir la consecuen-
cia de que son dos cosas enteramente
independientes.
Considero vo que de los elementos
anatómicos, tejidos y sistemas, órga-
nos y aparatos se pasa perfectamente
por enlace al movimiento funcional;
de éste, al principio dinámico engen-
drador de la vida, y ya puestos en tal
altura y al tratar de averiguar la na-
turaleza íntima de esas fuerzas y con-
diciones, así como las facultades que
las desarrollan, podéis arrojar el bis-
turí que no ha de serviros para nada
y entregaros en brazos de la filosofía
ó de las creencias. Para mí sería ab-
surda la ciencia que prescindiera də
todo en todo de la filosofía, en la que
deben reconocer todas las ciencias
cuando menos la posesión de los prin-
cipios remotos y las bases de la inves-
tigación y deducción. No pretendo con
esto poner cátreda de doctrina, porque
ni á mí me incumbe tal cosa, ni son
momentos estos apropiados para ello.
Pretendo sólo señalar la base en que
se fundaría nuestro difunto compañe-
ro, aun bajo el punto de vista científico,
para formar su alma de verdadero cre-
yente, cualidad tanto más digna de elo-
gio en nuestros días cuanto que va
siendo cada día más rara.
[cra el Dr, Civil, Caballero del Santo
Sepulcro y se gloriaba no poco de ello.
Acudía solícito para tomar parte en
ceremonias religiosas, públicas mu-
chas de ellas, y eso prueba lo bien
pertrechado que se hallaba contra las
nabladurías de ciertos espíritus fuertes
dispuestos á perdonarle al hombre
todas las debilidades y aun quizás las
bajezas, pero inflexibles para todo lo
que es ostentación de creencias que
bautizan irreflexiva y ligeramente con ;
el nombre de fanatismo. No se con-
tentaba en esto nuestro biografiado
con lo que era deber. Añadía el im-
pulso de su voluntad religiosa v se
esmeraba en la práctica de ciertas
devociones que aquilataban más la
bondad de su alma. |
A los dos días de guardar cama, él
dirigiros la palabra el consuelo que
recibiría en poder comulgar aquel día
por ser primer viernes del mes va que
él tenía la costumbre de comulgar to-
dos los primeros viernes; indicación
que, como es de suponer, acogí gus-
toso, máxime previendo el triste des-
enlace que llegaba á pasos agigantados.
De modo que por sus actos y por
sus principios fué el Dr. Civil modelo
de católicos fervientes.
¿Qué os he de decir finalmente de
su bondad? Era tanta, que aun con
perjuicio de la retribución de sus afa-
nes profesionales se sacrificaba á ve-
ces con exceso por aquellos de sus
. clientes que contando con medios so-
brados de fortuna no sabían apreciar
lo que vale la abnegación puesta al
servicio de la ciencia. Tanta era su
conmiseración y paciencia para con
sus enfermos que referían muchos de
éstos que aun sin el alivio que les pro-
curaba, atendiendo á su solicitud y
amable trato le hubieran «quedado al-
_tameute agradecidos. Bondad conna-
tural en él que se sobreponía á la idea
del lucro y del lucimiento, puesto que
es bien notorio que en cuanto estuvo
en su mano ocultó con modestia su
nombre en no pocas circunstancias |
que le brindaban apetecible y gloriosa
fama.
` LA HOMEOPATIA PRACTICA
93
Después de lo dicho, señores, sólo
me resta encomendar á vuestra consi-
deración las altas cualidades que ador-
naban al difunto. Vosotros todos, así
los que formáis el selecto gremio del
Instrruro HomrorÁtTICO como los que
integran la dignísima Academia Mé-
dico-Homeopática, reunís muy presti-
giosas dotes para que dejéis de reco-
nocer donde quiera que se hallen, los
méritos que son dignos de loa. Al
compañero perdido es muy justo que
se le dedique un recuerdo, base tam-
bién de ulterior estima. Esto es lo que
acabamos de hacer ahora.
Y no termivaré sin recordar al Aca-
démico Dr. Costa cuva pérdida llora-
mos como propia, haciéndose sensible
sin duda también en la Academia Mé-
mismo indicó al que tiene el honor de -
dico-Homeopática el vacio que han de-
jado nuestros biograñados, va que, Y
ello es opinión puramente personal,
dados los conceptos vertidos por el
dignísimo Sr. Presidente de la misma
en su elocuente discurso de gracias,
parecióme que las diferencias entre las
dos Entidades son más ficticias que
reales.
¡Ojalá lo
mente!
Y terminada la misión que en este
acto se me confiara, sólo me resta ha-
cer público el testimonio de cordial
simpatía para con los colegas difuntos,
y expresar el deseo por vosotros tam-
bién sentido de que Dios hava acogido
en su seno las almas de nuestros dig-
nísimos compañeros.
He dicho.
hava interpretado fiel-
El Presidente Dr. D. Ange) Olivé,
cierra el acto con un discurso cuyo
resumen es como sigue:
Excmos. É ILMos. SrEs.
SEÑORES:
Al obligarme mis compañeros á
principios de este año, á ocupar la pre-
sidencia de la sección cientifica de esta
54
corporación, después de haber estado
en ella prestigios como los de los docto-
res Nogué, y Grifols me causó gran
pena, por creer que la falta de condicio-
nes queen mí recaían, podrían resultar
en perjuicio. de esta sociedad; pero
afortunadamente me equivoqué en la
segunda parte, v es que tal vez no es-
taba bien imbuído de que el INsTITUTO
vive, per se, una vida expontánea, vi-
da intensa, que no necesita que la
presidencia le comunique, como ha
explicado en su bien escrita memoria
el secretario saliente Dr. Valls Sabater,
demostrando que la exuberancia que
gozamos es material y moral, por una
parte porque nos sobra dinero, cosa
no frecuente en esta clase de corpora-
ciones, y por otra porque al encar-
garme de la presidencia puedo daros
fe de que se aglomeraron tantos temas
científicos á discutir, que fué preciso
establecer un riguroso turno y es que
aquí todos tenemos fe en la doctrina,
fe razonada, fe científica, y cada día
más, porque si no fuesen bastante
nuestras convicciones, los estudios de
los no homeópatas hace años que
vienen confirmando nuestras creen-
cias, tanto en lo que se refiere al similia
como á la cuestión de dosis pequeñas.
Respecto al similia podríamos citar
tantos ejemplos, como el de Charcot,
que se ha vulgarizado, aconsejando un
centígramo de sulfato de quininaal día
v durante algunas semanas para curar
el vértigo de Menióre con los zumbidos
de oídos, precisamente pues con un
remedio que como sabéis dado á dosis
mayores produce estos síntomas; así
mismo hemos presenciado en algunos
manicomios nacionales y extranjeros,
hacer gran uso del Opio á dosis peque-
ñas como tónico cerebral, v todos sa-
béis que á dosis grandes el Opio abate
v anula las funciones del’ cerebro: asi
también en lacuestión de dosis, pues
Trousseau va decía que la influencia
de los medicamentos sobre nuestro or-
ganismo no era toda directa, sino mu-
chas veces dinámica, por cuya razón
la cantidad no era siempre de gran im-
portancia, ideas tan conformes con el
LA HOMEOPATIA PRACTICA
o DO E DO DO DO O O O EDO DO OO CO O DO DO O CODO OO DO E TN TO O a O OT O II a eee saraan AAA
A
-
dinamismo vital de Jos homeópatas,
Robin dice hoy que Jos medicamentos-
obran por el dinamismo, no por su
masa, siendo actualmente ya vulgar la
acción profunda del Radium sobre los
organismos vivientes á dosis absoluta-
mente infinitesimal é imponderable, y
Le Bon nos explica que de la energía
intraatómica libertada por la desmate-
rialización de la materia, es de donde
derivan la mayor parte de fuerzas del
universo, la materia se destruye, dice,
las fuerzas evolucionan de forma, pero
quedan, y ved si hay diferencia alguna
entre estas ideas y las de dinamización
homeopática, demostrando este sabio
las modalidades de la fuerza en dosis
extraordinariamente pequeñas, cuando
con yo de miligramo de metales co-
loidales determina efectos fisiológicos
claros en nuestro organismo, aumento
de cambios de urea y de ácido úrico,
v añade Cullen que la gran acción de
los cuerpos (enzymas, oxidasas, dias-
tasas, etc.) ó de la materia es por im-
presión ó mejor por acción de presen-
cia ó catalítica, manifestando Huchard
que es el que entre otras enseñanzas
ha vwgarizado el uso de la digitalina
en solución al milésimo como tónico
cardíaco, que en terapéutica deben
usarse las dosisdébiles, infinitesimales,
correspondiendo ya á un principio de
disociación atómica. Tened en cuenta
que todos los sabios que acabo de citar
pasan por alópatas ó indiferentes, pero
la aproximación de ellos á los princi-.
pios homeopáticos es ya acentuadí-
sima.
Los ions ó fracciones de moléculas
que las fuerzas físicas Ó biológicas
como la electricidad, han libertado de
sus combinaciones, con su afinidad
exaltada poseen una energía radio-ac-
tiva, que con la lonnización de las
aguas minerales, demuestran la popu-
laridad científica actual de estas teo-
rías, que tanto tiempo hace en el fondo, -
viene defendiendo nuestra escuela con
las ideas de dinamismo y dinamiza-
ción.
El Dr. Galard ha demostrado: más
extensamente y de un modo práctico
gaz: y experto clínico, de pensador pro-
túndo, dejándonos bien satisfechos del
caudal científico que aquí nos ha abo-
cado. = |
La Homeopatía, con este nombre ó
sin él, vé progresar por todas partes
sus ideas y sus principios: no hable-
mos de su avance en tierras extranje-
ras y lejanas, que si es mayor que
aquí tampoco lo podemos disfrutar del
todo, recreémonos contemplando co-
mo en nuestra ciudad el progreso neta-
mente homeopático está á buena altura
y os aseguro que el genio catalán ha
llamado la atención en los Congresos
homeópatas internacionales de estos
últimos años, pues contamos con cua-
tro periódicos de Homeopatía, algunos
de los que como el nuestro, tienen las
tiradas mínimas de 1,000 ejemplares,
hay aquí otraagrupación, la Academia
Médico-Homeopática que demuestra
gran entusiasmo por Ja doctrina, v cu-
ya especialización académica, permite
(álo menos aquí sucede) que trabaje-
mos con más bríos y más provechos,
por la simpatía de ideas que reinan en
detalle en cada sociedad, posee á más
Cataluña un Instituto de inválidos del
trabajo en Sarriá cuyo director es el
ya venerable homeópata Dr. Ricart,
un Hospital homeópata y un Sanato-
rio marítimo de los que es director el
doctor Giró aquí presente, variedad de
Dispensarlos, seis Farmacias homeo-
.páticas y en total un número bien cre-
cido de médicos homeópatas.
Los Dres. Solé y Laplana nos hau
relatado “algunos méritos v glorias
de los que fueron nuestros compañe-
ros, nuestros amigos, á la par que
maestros. Dres. Nogué y Civil respec-
tivamente; les queríamos de veras á
los dos, (v no habríamos hablado su
nombre aquí si guardásemos la más
pequeña idea de crítica censurable ha-
cia ellos,) les respetábamos y apreciá-
bamos mucho eu vida, les respetamos
y apreciamos cuando la muerte nos
los ha separado, sentimos la pérdida
pero no nos desanimamos, antes al
contrario, estamos dispuestos á traba-
LA. HOMEOPATIA: PRACTICA
A A A A PP A A e e o A a E S e
A e e a a e a A a A A A e a A A xK AA
55
į jar más, para suplir en cuanto poda-
mos el vacío que de momento nos han
dejado.
Señores: obligados por el reglamen-
to á celebrar esta sesión v por el entu-
siasmo que sentimos como apóstoles
de la doctrina deseando hacerla con el
mayor lucimiento posible, comprende-
réis cuan agradecido os queda este
InstiTuTO á todos v á cada uno de los
que os habéis dignuydo asistir á ella,
comenzando por las autoridades que
en persona ó eon representación nos
han honrado, siguiendo las distintas
corporaciones científicas y sociales aquí
representadas, y á todos en general,
doy las gracias más sinceras Y expre-
sivas, por la satisfacción que nos pro-
porcionais al contribuir á que este acto
hava resultado más solemne v así
darnos ánimo para trabajar con más
bríos y para cumplir más aun sl cabe
con nuestra misión, de ser siempre
unos verdaderos v ejemplares sacer-
dotes de la ciencia de curar.
He dicho.
VARIEDADES
Como verán nuestros lectores, el presente
número es extraordinario, con objeto de
dar cabida á los interesantes trabajos leidos
en la solemne sesión inaugural que celebró
el Ixstiruro Homrórara, en el anchuroso
salón de actos del Fomento del Trabajo Na-
cional, donde tiene su local nuestra entidad.
Asistieron á la misma, como leeran nues-
tros lectores en las primeras páginas del
presente número distinguida concurrencia
que llenó por completo el local saliendo
todos muy satisfechos del acto.
De la importancia de la sesión pueden
hacerse cargo nuestros lectores por los tra-
bajos insertos en estas páginas.
Ha ingresado en nuestra entidad cienti-
fica el inteligente homeópata Dr. D. José
Giró, director del Hospital Homeópata del
Niño Dios y del Sanatorio Marítimo de San
José.
56 LA HOMEOPATIA PRACTICA
El Instrruro HomutópaTA y La HoMEOPA-
Tla Práctica felicitan cordialmente á tan
distinguido compañero al venir á prestar-
nos su valiosa cooperación en la propaganda
de la Homeopatía.
a
=- Comoen años anteriores, los socios del
Ixstrruro Homrópara, celebraron el aniver-
sario del natalicio de Samuel Hahnemann
reuniéndose en fraternal banquete, en el
que reinó la mayor confraternidad y ale-
gria, felicitándose de la buena marcha que
va siguiendo nuestra entidad científica, el
INsTITUTO, hoy una de las más importantes
sociedades homeópatas que existen en
España. |
Terminó el acto brindando todos los asis-
tentes por la prosperidad de nuestras ideas
Hahnemannianas.
Hemos recibido la interesante obra del
Dr. Dewey: «Terapéutica Homcopática
Práctica» que acaba de editar el inteligente
y sabio homeópata Dr. D. Juan N. Arriaga
de México. Por falta de espacio dejamos de
hacer una nota bibliográfica: prometemos
hacerla más adelante.
Agradecemos muy de veras el envío.
Revista 0e la Prensa
Revista Homeopática del Paraná.—
Preparación del Pyrogenium, por el doctor
Diaz de Cruz.—E] Pyrogenium fué intro-
ducido en la terapéutica homeopática por
Drysdale.
De día en día aumenta el cródito que goza
oste medicamento sobre todo en la hiper-
termia que amenaza paralizar el corazón.
El Pyrogenium, hasta ahora ninguna
farmacopea homeopática lo ha introducido
en sus páginas, por lo que vamos á exponer
su preparación.
Para obtenerlo se coloca en una vasija
que contenga 500 gramos de agua 200 gra-
mos de carne privada de grasa y reducida
á pequeños pedazos; se abandona al aire,
día y noche por espacio de unos veinte días.
Al cabo de este tiempo la carne se ha des-
compuesto formando el todo una masa
fluida, roja, espesa y fétida. Se filtra å
través de un paño. El líquido filtrado se
evapora en baño maría hasta sequedad.
El residuo forma una masa compacta y
obscura, se tritura y se mezcla con unos `
60 gramos de alcohol, dejándolo macerar
por espacio de unas dos horas. Luego se
hierve la maceración durante cinco minutos
y se filtra. Se deja el liquido filtrado en un
sitio de temperatura mediana para que se
evapore el alcohol y queda una masa dura,
obscura de unos tres gramos de peso.
Se agita luego este producto en 30 gramos
de agua destilada y se filtra después de
haberlo dejado reposar dos horas. El líquido
de color claro ambarino que resulta es el
extracto acuoso de Pyrogenium, al que se
añade un doble de glicerina. Esto último
os lo que se considera como la tintura madre
de la que se hacen las diluciones corres-
pondientes con alcohol.
Tarántula cubensis en el Crup — En
el Instituto Hahnemanniano del Brasil, el
Dr. Juaquin Murtinho, á propósito de la
discusión sobre el tratamiento del Crup
dice lo siguiente:
Voy á referir un caso. Era un niño que
hacía cuatro días padecía una angina dif-
térica; el fondo de la boca estaba forrado
de neoformaciones, había tendencia de in-
vadir la laringe.
Prescribí Tarántula cubensis el cual
produjo un efecto maravillosa; á los cuatro
días curó por completo el enfermito.
En un segundo caso que se me presentó,
prescribí el mismo medicamento y diome
también excelente resultado.
La aplicación de este medicamento fué
debido á la lectura de un periódico ame-
ricano que trataba de estos síntomas. |
Para esclarecer estos casos de difteria da
lectura á un artículo publicado en Zhe
Halnemannian Monthly en cuyo artículo
se había inspirado para hacer uso de
Tarántula cubensis. El autor de este arti-.
culo escribe detalladamente algunos casos
en que Zarintula cubensis 12.2 de dos en
dos horas, había operado milagrosamente,
rebajando la fiebre, desprendiendo las fal-
sas membranas, etc. Uno de ellos al tercer
día empezaba la convalescencia. En la mis-
ma comunicación vienen incorporados diez
y seis casos que fueron referidos á la So-
ciedad Médica de Pensilvania, los cuales
tienden á afirmar el crédito de Z'arántula
cubensis en la difteria.
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nutrición, corrige la mala asimilación de los ali-
mentos, aumenta la osificación, energía muscular '
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Gantharis.—Quemaduras.
Eupbrasia.—Iinflamación de los ojos.
Melianthus.—Golpes y contusiones.
Mypericuo.—Picaduras, dislocaciones.
Mídrastis.—Organos genitales Lupus.
Ledum.—Gota, heridas punzantes.
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Pinus.—Desviaciones de la columna vertebral.
Rhus.- Dolor reumático,
Ruta. —Ulceras.
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Verbascum. —Neuralgias.
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REVISTA BIMESTRAL,
Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona
Redactor - Jete: Rómulo Valls Sabater
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Septiembre - Octubre de 1908
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Suscripción: 3 Pesetas al año
REDACCIÓN Y ADMINISTRACION
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Sucesor: R. Valis Sabater
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£400 > ...... 80 » 800 » ...... F. »
Año I SEPTIEMBRE Y OCTUBRE Núm. 5
LLAES TS AO LEI IT TII T55 EEF EJT EXE AEE LIS TEY CYS TI TOE KIS COT ET O OF Tti DES Si UE TLE EE CU KU BE L TS a A A T E aa DURADO OO ATA O AUN Y UE A A MUA A IN ME
La Homeopatia Práctica
REVISTA BIMESTRAL
Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona
REDACCIÓN: Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU- ALA, Unión, 8. — BARCELONA
A A A e
Redactor - Jefe: Rómulo Valls Sabater
COLABORADORES
Doctores: Jaime Abreu — Salvador Badía — Miguel Balari — Francisco Benavent —
José Galard — José Giró Savall — José A. Grifols — Enrique Laplana —
Pedro Montañá — Antonio Novellas — Angel Olivé y Gros — José Piqu“
Sabater — Jaime Peiró — A. Pujol Bergili — Ramón Roig — Salvador Roig
— Antonio Roig — Juan Solé y Pla — José Sabater.
——— CORRESPONSALES
Docrores: Cartier, (Paris) — Juan Antiga, (México) — H. Van der Laan, (Brasil) —
Robledo, (Manila) — Lambreghts, (Anvers) — J. A. Fontela, (Montevideo) —
Alvaro A., Valenzuela, Ibagué, (Colombia) — García López; Barrantes
Izquierdo; Piza Roselló; de Madrid— Peré Raluy, de Mahón — R. Fortuny;
Saqués Perrin; Ibañez Roig, de Valencia— Penella, (Zaragoza)—A. Chápuli,
(La Unión) — García Villalba, (Murcia) — F. de la Peña y J. Candel, (de Jà-
tiva) — J. Cartes y T. Homedes, (de Tortosa) — Meseguer, (Orihuela) —
Pujolar, (Olot) — Ibaz y Pou, (Vigo) — Anaya, (Cádiz) — Bengochea,
(Tivenys) — Hidalgo Domingo, de Aracena, (lluelva) — Enrique Reus,
de Castalla, (Alicante) — .J. Ferret Robert, (Sitges) — Soler y Fargues,
(Arenys de Mar) — Leandro Bas — Esteban Esparza — Cesáreo Barco y
Mateo Sánchoz (Cartagena). — Manuel P. Laza Berzosa, de Valladolid. —
Fulgencio Monner, de Tarrasa.
SUMARIO:
Ixsriruro HomróraTa DE Barcenona: Discurso del Dr. Olivé. — Congestión primitiva ò hiper-
trofta del útero, tema del Dr. Pique Sabater. Discusión.—Tratamiento preventivo y curativo del
raquitismo, porel Dr. B. G. Clark. —Terapcutica homeopática, por el Dr. E. B. Nash. —Revista de la
Prensa, por Rómulo Valls Sabater.—Notas Clinicas, por el Dr. M. Rocha. —Variedades,
74 LA HOMEOPATIA PRACTICA
Instituto Homeópata de Barcelona
Sesión del 44 de Marzo de 4908.
El Presidente Dr. Olivé abre la se-
sión con estas palabras:
SEÑORES:
Estamos rodeados de un ambiente
lleno de tristeza, respiramos pena y
pesar por todos lados, nos encontra-
mos hoy desolados y abatidos, pero
justamente, pues quizás nunca la fiera
Parca había sido tan cruel con los mé-
dicos homeópatas de Barcelona y no
nos había castigado tam duramente en
pocas horas.
En tres días, desde la última sesión,
hemos perdido á dos de nuestros más
respetables y queridos compañeros.
El martes regresábamos del entierro
del Dr. Civil y antes de las veinticua-
tro horas moría el Dr. Nogué. Ambos
eran ejemplares que tenian muchas co-
sas para que se les imitase. El primero
modelo de bondad que le hacía aguan-
tar con calma y corresponder con dul-
zura á las exigencias del enfermo,
modelo de honradez, de discreción, de
constancia en el trabajo, buscando
continuamente el progreso de las cien-
cias médicas y de la Homeopatía en
particular, con una fe admirable en
la medicina que la contaglaba á sus
clientes, logrando un poder sugestio-
nador hacia sus enfermos, era tolerante
y siempre prudente con éstos así como
con sus compañeros, por lo que era
respetado por todos.
El Dr. Civil sentía y ejercitaba el
heroismo en la profesión, como lo de-
mostró en las vigilias de su muerte.
El Dr. Nogué era el modelo del ge-
nio, de la iniciativa, del talento clen-
tífico y de la grandeza de espíritu, el
que ha sido más activo en la literatura
homeopática española en estos últimos
veinte años; su fecundidad literaria
era inagotable, su pluma cuando en-
traba en polémica era un dardo pun-
zante, terrible, aterrador, sus escritos
siempre valientes, claros, precisos, su
oratoria absorbente y dominante, se
imponía. |
Todos recordamos la abnegación y
la buena fe con que el Dr. Civil dis-
cutió en nuestras sesiones, mientras
su salud se lo permitía, en las prime-
ras épocas que estaba fundada esta
sociedad, así como el modo dignísimo
y con que ilustración el Dr. Nogué
presidió duraute dos años nuestras se-
siones.
Lamentemos nuestras pérdidas y
que el buen ejemplo de uno y otro
compañero, nos sirvan de estímulo
para suplir el vacío que dejan en
nuestra Corporación, así como en el
pueblo catalán.
La sesión se levanta en señal de
luto.
Instituto Homeopata de Barcelona
Sesión del 8 de Abril de 1908.
Congestión primitiva 0 hipertrofia del útero
SEÑORES:
Hoy, bajo el imperio de las ideas
pasteurianas, la mayoría de autores
sólo admiten en el útero, al lado de las
desviaciones y tumores, las afecciones
inflamatorias asignando á priori un
origen infeccioso á todas las afeccio-
nes genitales, admitiendo que la con-
gestión es una modalidad clínica ó
una fase de la metritis crónica. Sin
embargo, ciertos ginecólogos como
LA HOMEOPATIA PRACTICA
Siderey, Doleris y Richelot, se apartan
de tal tendencia, volviendo á la opi-
nión de los viejos clínicos, dando á la
congestión su antigua importancia de
individualidad clínica bien definida.
Scauzoni dice: «Muchos estados de
grosor de la matriz se les cree infla-
matorios, no habiendo nada de infla-
mación en el sentido extricto de la pa-
labra. Son desórdenes de nutrición
cual se observan en otros órganos á
consecuencia de hiperemias venosas
de larga duración.»
De acuerdo con tales maestros cree-
mos que los desarreglos fisiológicos
producen la congestión y esclerosis
del útero y hay que distinguir de tal
estado uterino, la metritis crónica que
constituye un estado morboso.
Congestión no quiere decir metritis,
pues normalmente, una vez al mes y
por varios días, toda mujer en su acti-
vidad genital suíre una congestión
útero-ovárica; ahora bien, que la con-
gestión resulta campo abonado y pre-
para la infección no cabe dudarlo,
pero ocurre como con la congestión
pulmonar que nunca es la neumonia
hasta tanto que interviene el elemento
microbio.
Fijando bien nuestra idea nos ocu-
paremos de todo estado congestivo del
útero, agudo ó crónico, cuya causa no
es de origen infeccioso.
La etiología nos marca perfecta-
mente ambos estados, pues concurre
en la congestión la ausencia total de
infección al originarse ciertos desarre-
elos y lesiones bien manifiestas.
Hay mujeres predispuestas á la con-
gestión útero-ovárica va por tempe-
ramento, edad, funcionalismo genital,
herencia, por estado mental y sobre
todo la gran familia de las artritico-
nerviosas, y ello se comprueba con el
análisis de sus orines, practicándolo
75
en el intervalo de los períodos, las
que pudiéramos designar con el nom-
bre de génito- mentales, eretalgias
(eretomanías) y ninfomaníacas; las
primeras sufren una aberración pla-
tónica espiritual con el objeto de su
amor y las segundas que comprende
su estado tres períodos, que no es el
presente momento oportuno exponer,
sienten un deseo inconcebible más
material que psíquico.
Ya que hicimos hincapié en el artri-
tismo ¿debemos buscar la causa en el
mismo? Casi siempre contestamos
atirmativamente. Su patogenesla nos
enseña que el artritismo nervioso
busca los órganos genitales con pre-
ferencia por su predisposición á las
roturas vasculares y reflejarse en
ellos de consiguiente la congestión
hemorrágica, lo que prueba que sl no
constituve la causa, siempre ejerce su
acción especial en los órganos útero
anexos y siendo el artriismo una dis-
trofia ó aberración de la nutrición con
eretismos nerviosos, circulatorios y
tendencias congestivas y la cavidad
pelvi-abdominal excesivamente rica
en vasos y nervios, de aquí la impor-
tancia y frecuencia de las hemorra-
cias uterinas, lo propio que las vu-
merosas conexiones que se establecen
entre el sistema simpático v cerebro-
espinal explican la trabazón casi
constante de los desarreglos del apa-
rato genital con los de los aparatos
urinario Y digestivo.
Aparte de lo manifestado con res-
pecto al artritismo, la menstruación,
condición fisiológica que provoca una
congestión á veces violenta y que por
la distensión de las vesículas de Graaf
puede considerarse como el tipo listo-
lógico de las hemorragias neuro-
páticas, pues prolongándose la con-
gestión no cesa la hemorragia, la
76 LA HOMEOPATIA PRACTICA
cual puede ser entretenida por otras
causas, como vestidos exagerada-
mente estrechos, corsés, fatigas, excl-
taciones sexuales y en particular por
la constipación; teniendo en cuenta lo
poderosamente que influye la edad
(pubertad y menopausa) prolongando
la congestión, podríamos apellidarla
enfermedad de evolución.
De lo dicho se desprende la expli-
cación de los dos sintomas constantes
que integra la congestión, la hemorra-
gia y el dolor. Autores hay que creen
en hipótesis vesiculares, otros vaso
motoras, roturas, athevomas, aneuris-
mas capilares y hay quien cree en la
preponderancia de las acciones ner-
viosas. Sin querer tratar de analizar
dichas opiniones por no hacerme
pesado y separarme con ello de la
cuestión, Creo por mi parte que
obedece dicha congestión á la in-
fluencia de una de las causas enume-
radas, prolongando la congestión
periódica normal y que el elemento
nervioso siempre juega un papel im-
portante; en suma, un desarreglo
neuro-vascular.
El cuadro clínico de la congestión
comienza insidioso, progresivo y sin
temperatura alrededor de las reglas
en la pubertad ó en la menopausia.
Sus sintomas generales son: cefalal-
gia, gastralgia, dispepsia, disuria y
constipación pertinaz de vientre, dolor
en los riñones y en el bajo vientre,
peso, histeralgia, melancolía, obesidad
y en general todos los síntomas del
neurosismo artrítico.
Locales: útero tumefacto á la palpa-
ción y al tacto no tan consistente como
en el fibroma, mas blando, movible y
sin dolor, salvo en el caso de retro-
flexión.
Su cavidad es grande, 11 y 12 cen-
tímetros con el histerómetro, de modo
que hay grosor de las paredes y dila-
tación, cuello característico pálido” ó
rosa, de color, duro, pequeño, ó bien
uniformemente congestionado rojo vi-
vo, pero jamás violado propio, este
color de la metritis del cuello aguda ó
crónica y no doloroso al tacto, sin ci-
suras, úlceras ni moco-pus, leucorrea
y sí alguna vez hidrorrea, Anexos y
parametritis, ovarios y trompas pue-
den manifestar neuralgias histéricas
pero sanos é indoloros.
Su funcionalismo fisiológico se pre-
senta en forma de menstruación pro-
longada y abundante, sobre todo en la
pubertad y menopausia, neuralgias
ováricas, lumbares, etc., y catarro por
hipersecreción, glándulas, (útero gl-
gante.)
La metritis se diferencia por su
fiebre inicial, purulencia y estado del
cuello, el fibroma por su proceso es-
clerósico y tumoración bien deslinda-
das aparte de sus sintomas proplos.
Prescindiré de toda diferenciación,
con otras afecciones, por seros de
sobras conocidas y por considerar
suficientemente englobado el cuadro
clínico que me proponía exponer á
vuestra consideración.
Como para el tratamiento de esta
afección tiene una importancia capita-
lísima la evolución clínica de sus le-
siones, á la vez que gran valor diag-
nóstico; haciendo su pendant diremos
que la esclerosis infecciosa pasa por
estados sucesivos de hipertrofia pri-
mero y atrofia ó mejor induración des-
pués. ón la diatesis fibrosa, al contra-
rio, su evolución es continuamente
hipertrófica y no se observa jamás,
como en la metritis crónica, destruc-
ción de tejidos, pues la fiebre uterina
persiste en su integridad hipertrofián-
dose.
De todo lo expuesto se desprende:
£
-LA HOMEOPATIA PRACTICA
que los medios terapéuticos empleados
para combatir la congestión chocan con
el tratamiento anti-infeccioso propio
de las metritis y ello puede ser la piedra
de toque preciosa para el diagnóstico.
En la metritis aguda, el tratamiento
aséptico y antiséptico, con el reposo
en la cama, es la regla establecida en
buena terapéutica, en la congestión
resulta dicho tratamiento malo la ma-
yor parte de las veces ó completa-
mente inútil, pues de una parte, el
reposo retardando las combustiones,
aumenta la acidez del organismo por
trasformación incompleta de las subs-
tancias azoadas y produce un estado
congestivo en las vísceras predis-
puestas á ello, el decúbito dorsal so-
bre todo cuando hav retroversión ó
flexión, determina una congestión por
hipostasis. De manera que la vida al
aire libre, un ejercicio moderado v
por consecuencia la sobre-actividad
orgánica han de ser altamente benefi-
ciosas en tales casos y además jugan-
do el artritismo papel tan principal,
que duda cabe que el tratamiento de
los artríticos ha de sernos favorable,
sometiendo por tanto á dichas enfer-
mas á un régimen higiénico y dieté-
tico apropiado; rusticación, supresión
de trabajo exagerado, excitaciones, lec-
turas impresionables y veladas donde
se rinde culto á los placeres sexuales.
Al lado del ejercicio se recomien-
da la Kinesitherapia (masage y gim-
nasia) fricciones con una franela en el
vientre, masage sueco y la cintura hi-
pogástrica en ciertos casos. i
La hidroterapia presta muy buenos
servicios en forma de duchas frías á
las de naturaleza apática y deprimida,
calientes y prolongadas ó la ducha es-
cocesa á las de eretismo nervioso y
muy sensibles, baños alcalinos, de
asiento y ducha perineal.
¡€qEOOÓQÓQOQKK— ca oae 5 5 1 5
RR IAN IN e
~
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La electroterapia casi siempre re-
sulta perjudicial por la excitación ner-
viosa que produce.
Excelente resultado se obtiene con
la cura. hidro-mineral alcalina, bicar-
bonatado-sódica v cioruro-sódica, en
Francia Nervis, Plombiers, Bagnales
de lOsne, Boyat, Vichy Vals, en Es-
paña Vichy Catalán, Vallfogona v en
su defecto la cura alcalina á domicilio.
Hay que luchar finalmente con la
constipación de vientre por medio de
enemas sin presión exagerada, una de
las mejores fórmulas es el aceite de
olivas con infusión de Chamomilla.
Dichos enemas calientes han de cons-
titulr un verdadero lavado intestinal,
para ello estando la enferma en decú-
bito dorsal v la pelvis levantada, se
introduce por al recto v á bastante
profundidad una sonda de Nélaton
adoptada á un tubo de cautehouc, ha-
ciendo de manera que el líquido pene-
tre lentamente, al cabo de una ò dos
horas se practica otro lavado con agua
esterilizada ó simplemente hervida al
objeto de extraer las materias disgre-
gadas con el lavado lubrificante.
Hay que someter á tales enfermas á
una alimentación apropiada, evitando
el exceso de vino, bebidas alcohólicas,
café, carnes v todo lo que favorezca la
constipación y sobrexcite los nervios,
prescribiéndoles un régimen lacto-ve-
getariano en lo posible, carnes blancas,
pocas bebidas y éstas templadas.
Mucho se abusa en estas enfermas
de las inyecciones vaginales, cauteri-
zaciones, taponamientos, ete., sin efec-
to alguno curativo por la ausencia en
tales casos de Infección, ulceración ni
erosión siquiera.
La glicerina, por su propiedad os-
mótica, en las formas catarrales con
hidrorrea, pues determina la descon-
gestión del órgano.
78 LA HOMEOPATIA PRACTICA
La dilatación del cuello y las irriga-
ciones rectales calentes á lo Reclus
con sonda de doble corriente de Budin
nos darán excelente resultado. No des-
cribiré la dilatación del cuello ni las
irrigaciones de doble corriente por ser
de todos conocida su técnica y sí diré
algo sobre la aplicación de la glicerina
por medio de la columnización de la
vagina, que consiste en un tapona-
miento completo de los fondos de saco
y de toda la vagina, con lo cual se ob-
tiene un molde cilíndrico al rededor
del cuello que le sostiene y distiende
las paredes de la vagina. Se emplea
para ello torundas de algodón hidró-
filo impregnadas de glicerina, las que
están en contacto del cuello; se em-
pieza por atraer el cuello hacia abajo
y adelante con unas pinzas adecuadas
ó de cuello, llenando de algodón el
fondo de saco posterior á causa de la
frecuente retroflexión, se pasa luego
dicho algodón por todo el rodete del
cuello, cuidando de sostener los tapo-
nes con un hilo ai objeto de facilitar
su extracción y se rellena la vagina
con gasa esterilizada rigurosamente
aséptica y se deja por espacio de cua-
renta v ocho horas; hecha dicha co-
lumnización con habilidad, resulta
muy tolerable é inofensiva, debiendo
ser retirada por el mismo médico, pu-
diendo repetirse tres Ó cuatro veces
durante los períodos intermenstruales.
Nada diré de los pesarios en los casos
de retroflexión por ser mal soportados
por la enferma y de resultado nega-
tivo su aplicación. Y en último caso
cuando todo tratamiento fracasa v los
desarreglos persisten amenazando ver-
dadera gravedad, se preconiza por al-
gunos la histerectomía vaginal total y
la ovariotomía abdominal con resul-
tados casi siempre fatales si se tiene
en cuenta la naturaleza artrítica de las
enfermas y la facilidad que por me-
tastasis la congestión pasa á otro ór-
gano importante para la vida.
Ya en el terreno de nuestra terapéu-
tica, á todos se os alcanzará la riqueza
de recursos con que cuenta nuestra
doctrina en tales casos y como preten-
do que todos vosotros aportaréis un
buen caudal de conocimientos que
vuestra clara inteligencia y práctica
médica os abona, me limitaré sólo á
exponer los pocos que á mi entender
me han dado buenos resultados siem-
pre que la indicación lo ha requerido.
Piscidia erytrina y Viburnum pru-
ni folium en los casos de menorragia
activa y dolorosa, como moderadores
y sedantes del sistema nervioso, en
extracto fluído á dosis de 15 á 20 gotas
al día.
Hamamelis, cuando la congestión
es hemorrágica por su poder vaso-
constrictor y descongestionante, tam-
bién en extracto fluido 15 gotas al día.
Calomelanos primera ó segunda tri-
turación decimal, en los casos de dis-
pepsia copróstasis con constipación.
Pulsatilla 6.* dilución en casos de
útero cardíaco, débil circulación y
todos los síntomas tienen agravación
nocturna.
Platina 3. dilución, ninfomanía,
reglas abundantes, espesas con sensi-
bilidad genital dolorosa (histeralgia
ovárica).
Nux vómica 6.* dilución, enferma
de morbidez exagerada, abuso de alli-
mentos condimentados, dispepsia,
constipación, insomnio con eretismo y
prolapso uterino.
Thuja oc. 3." decimal, delor gene-
ral, gastralgias flatulentas después de
comer, vaginismo, dolores en el vien-
tre, sobre todo en la fosa ilíaca 1zquier-
da, periné y ano. |
Con ello doy por terminada esta
o»
«PE,
3 L y
y ye E bd
exposición que no tendrá valor alguno
hasta tanto que le prestéis vuestra
valiosa cooperación.
He dicho.
J. PIQUÉ SABATER.
Discusión
El Dr. Olivé explica que para exa-
minar el cuello uterino hay que secar-
lo primero con gran cuidado con algo-
dón á fin de no levantar bruscamente
las secreciones mucosas que le cubren
- y producir una pequeña hemorragia
que impediría el examen visual, así
como hay que evitar durante el trata-
miento todas las causas de excitación
para la sufriente, instituir un régimen
apropiado al temperamento de ia en-
ferma, alimentación nutritiva pero no
fuerte ni irritante.
Las inyecciones vaginales calientes
clorurado-sódicas 3 por 1.000 ó bicar-
bonatadas sódicas, más cargadas, dice
que á más de limpiar la vagina pueden
descongestionar el cuello uterino, pero
da un resultado más decisivo la bola
de algodón bien empapada de glicerina
como ha preconizado el Dr. Piqué
colocada encima mismo del cuello y
con un hilo para su fácil extracción,
lo que debe colocarse con el especu-
lum para evitar que se escurra antes
de llegar á sitio, colóquese con prefe-
rencia por la noche; la glicerina pro-
duce una deshidratación de los tejidos,
un escurrimiento que descongestiona
los capilares ingurjitados y modifi-
cando así la circulación capilar evita
que la enfermedad se eternice; también
se aconsejan pequeñas inyecciones de
glicerina dentro del cuello uterino. Se
pueden asociar á la glicerina la Calén-
dula, el Hidrastis, La Belladona, el
Hamamelis según las indicaciones y
' HOMEOPATIA PRACTICA
79
también he usado el lodo si la enferma
es escrofulosa y la enfermedad muy
rebelde; las inyecciones intra-uterinas
de los mismos medicamentos, pueden
ser útiles en algunos casos. Para el
uso de los tópicos hay que tener muy
en cuenta si la congestión es crónica ú
aguda, pues en este último caso la
irritabilidad uterina es mucho mayor
como puede también ser después de
un cansancio, fatiga de un exceso, Ó
sexual.
Téngase siempre presente la idio-
sincrasia de la enferma como decía el
doctor Piqué, si es escrofulosa ó sifili-
tica, hepática ó cardíaca, si sufre de
constipación por almorranas ó si tiene
vicios de régimen, serán datos muv
utilizables para la elección del medica-
mento.
A más de los acreditados medica-
mentos indicados, recordaré Actea rac.
que tiene entre sus indicaciones, con-
gestión uterina y estado nervioso refle-
ju de afecciones uterinas, mucho más
acentuado que en Pulsatilla, es un
remedio más de lado derecho como
indicaba el Dr. Peiró v que con la
metritis crónica tiene una trilogía bien
determinada: aparato genital femeni-
no, sistema nervioso cerebro-espinal y
reuma errático. Collinsonnta, tiene
infarto uterino crónico, ligero prolapso
del útero con hemorroides y consti-
pación, metritis con gran debilidad
digestiva, y dolores nerviosos reflejos
de afecciones del útero. Helontas en
mujeres muv abatidas á igual que su
sistema nervioso. Lilium tigri, en
casos de congestión uterina secunda-
ria, metritis crónica, prolapso con an-
teversión, después, del parto el útero
queda infartado sin recobrar su tama-
ño y da prolapso.
Viburnum op. que ha recomendado
el Dr. Abreu Chamomilla, Hamamelis
-80
v Caulophitum Origanum prestan muy
buenos servicios en estos infartos ó
congestiones uterinas.
Tratamiento preventivo y curativo del raquitismo
por el Dr. Byron G. CLARK
El raquitismo es una falta general
de nutrición del organismo, que re-
tarda el crecimiento y el desenvolvi-
miento natural, que impide ó retarda
la osificación, la dentición, debilita los
huesos, rebaja y atrofia los ligamentos
y músculos, etc. Puede ser hereditario,
entre otras varias causas, debido á los
antecedentes morbosos de los padres.
Cuidando á éstos, pues, se puede
evitar y combatir preventivamente toda
evolución raquítica en los descen-
dientes.
Calcar. phosph. deberá ser admi-
nistrado á la madre, pero este ha de
ser el único medicamento empleado;
los antipsóricos como el Sulphur da-
rán muy buen resultado. Numerosos
son los padres que antes de casarse
padecieron gonorrea insuficientemente
curada, cuyos gérmenes latentes tie-
nen un gran influjo sobre el organis-
mo de los hijos.
Dice luego el autor que la mayor
parte de las perturbaciones digestivas
que presentan los recien nacidos son
causadas generalmente por la presen-
cia de una hernia umbilical.
Respecto al tratamiento, cada caso
debe ser considerado en sí mismo y el
remedio que se administre debe cubrir
los síntomas que se presenten.
Aloes. —Antipsórico cuyos síntomas
presentan gran analogía con las de
Sulphur. Conviene especialmente
cuando se eleva la temperatura, con
labios secos, lengua roja y seca, sed;
LA HOMEOPATIA PRACTICA
cuando hay diarrea, peor después de
mamar, peor por la mañana y con el
tiempo húmedo. Ventosidades en el
vientre y dolores antes y durante la
evacuación. El niño ó enfermiio está
impaciente y le desagrada todo, llo-
rando por cualquier causa.
Barila carbónica. —Conviene á los
niños con adenopatías ganglionares,
niños débiles mentalmente y física-
mente; desean estar siempre acosta-
dos; no tienen apetito. Diarrea con
deseos Iimperiosos, recto doloroso, con
expulsión de ascárides ó lombrices.
Transpiración abundante durante el
sueño, sobre todo del lado izquierdo
del cuerpo y de la cabeza; olor fétido
de la transpiración de los pies, con he-
ridas entre los dedos (Sulphur), sudo-
res, sobre todo por la tarde.
Calcárea carbónica.—Fauces abier-
tas, sudores profusos de la cabeza, den-
tición retardada, con apetito enorme,
diarrea con vermes, sudores de los
ples pero de olor menos fuerte que los
de Bartía y Sulphur. |
Calcárea fluórica.— Conviene más
que Calc. carb. en el tratamiento de
las adenopatías é induraciones gan-
ghonares, sobre todo cuando hay ten-
dencia á la supuración. Cura las in-
famaciones periósticas que suelen ir
acompañadas de una sensibilidad tal
que el paciente no puede soportar ni
el peso del abrigo ó ropa.
Phosphorus. — Útil en los casos
avanzados, dando mejor resultado ad-
ministrándolo á diluciones elevadas.
Alumina, Natrum mur., Silicea y
Sulphur son medicamentos que dan
muy buen resultado en el raquitismo
siempre que se den á diluciones más
bien elevadas, si se quieren obtener
resultados rápidos y duraderos.
Trad. de R. VALLS SABATER.
Rev. Hom. Brazileira.)
LA HOMEOPATIA PRACTICA
Terapéutica Homeopática
De la interesante obra del Dr. E. B.
Nash, traducida por el Dr. Antiga v
editada por el Dr. Arriaga de México,
copiamos los siguientes capítulos con
objeto de que se hagan cargo nues-
tros lectores del valor inapreciable de
dicho libro, caracterizado por su utili-
dad práctica.
BARITA CARBÓNICA
Este es uno de los principales re-
medios entre los llamados anti-escro-
fulosos, y no se deje de leer lo que
escribí acerca de este asunto (escró-
fula) en el capítulo de Sulphur. Es uno
de los medicamentos que tiene su prin-
cipal indicación como Calcárea ostreas,
en la constitución del enfermo.
Afecciones en los niños raquíticos,
débiles de cuerpo y espíritu, que no
crecen, predispuestos á los infartos
ganglionares. El crecimiento tanto
mental como físico, es defectuoso. La
debilidad de la mente puede llegar al
idiotismo ó á la imbecilidad.
También se adapta á los ancianos
con debilidad mental y fisica, que va-
cilan y tiemblan y se conducen como
niños, y es asimismo útil en la apo-
plegía senil ó cuando hay marcada
tendencia á ella. Para la pérdida de
memoria en dichos individuos se 1gua-
la con Anacardium, y si todo lo ex-
puesto es verdad, no hay que dudar
de que Bartta carbónica es un reme-
dio valiosísimo en ambos extremos de
la vida.
El marasmo infantil ó senil cae den
tro de su amplia esfera terapéutica, y
en el marasmo de los niños hay que
escoger entre él y Sílicea, Abrotanum,
Natrum mur. Sulphur, Caleárea y
Iodium. En todos estos remedios en-
81
contraremos emaciación del recto del
cuerpo, pero el abdomen está gran-
demente abultado; con todos estos re-
medios el niño puede tener un apetito
voraz; come mucho, pero adelgaza ho-
rriblemente de día en día á causa de
una asimilación defectuosa.
Existen notables puntos de seme-
janza entre Barita carb. y Silícea,
como es el sudor fétido de los pies. La
cabeza es desproporcionadamente
erande en relación con el resto del
cuerpo, ambos tienen agravación por
el tiempo húmedo y en ambos se en-
cuentra la sensibilidad al frío en la ca-
beza, pero Silicea tiene la diferencia
importante del diagnóstico «sudor
abundante de la cabeza» igual al de
Caleárea ostr. que no se observa en
Barita carb. No hay en Srlícea aque-
lla debilidad mental que es constante
en Bartía y por el contrario el niño es
voluntarioso y amigo de contradecir.
La semejanza con otros medica-
mentos, además de los señalados, son
tan numerosos que no emprenderemos
aquí la comparación, pero sí nos ocu-
paremos de señalar los más importan-
tes rasgos que distinguen á Barría.
Además de la acción intensa que
tiene sobre el sistema glandular en ge-
neral, presenta una afinidad especial
por la garganta, más todavía por las
amigdalas que se inflamau grande-
mente, hinchan y supuran á conse-
cuencia de la más insignificante expo-
sición al frío, siendo, por lo tanto, uno
de los más valiosos agentes terapéu-
ticos en los individuos con amigdalitis
crónica.
Se consigue á veces, con su admi-
nistración, hacer abortar un ataque
de amigdalitis y con una dosis oca-
sional á largos intervalos á potencia
muv alta, desterrar la tendencia á ella
(Psorinum.)
32 LA HOMEOPATIA PRACTICA
Pero, semejante á Lachesis, Lyco-
podium, Phytolac. y otros medica- .
mentos, hay que preseribir conforme
á todas las indicaciones. Barita es so-
lamente útil para modificar la tenden-
cia á la amigdalitis crónica, como lo
es para el ataque agudo.
Se encontrarán ocasionalmente en
los periódicos casos de tos crónica en
los niños, con amigdalas hipertrofia-
das, curados con este remedio. La cu-
ración de la tos depeude de un modo
evidente del poder del remedio sobre
la constitución que sostiene la hiper-
trofia de las amigdalas, porque aparte
de esto nunca lo he considerado un
buen agente para la tos. En la tons
litis aguda ó crónica que se presenta
á consecuencia de la supresión del
sudor de los pies, pensaremos inme-
diatamente en Parita; no obstante, Si-
licea tiene más transtornos á causa de
dicha supresión que ningún otro me-
dicamento v Silicea no demuestra las
mismas afinidades y simpatías por la
garganta que Barila carb.
Terminaremos con Barila, porque
si bien es cierto que es un remedio de
gran valor, su campo de acción no es
muy amplio. Algunos de estos reme-
dios, recompensan lo corto de su es-
fera de acción, por su utilidad en di-
cha esfera y Barita pertenece á este
grupo.
IODIUM
Es otro de los llamados remedios
anti-escrofulosos.
He aquí algunas de sus pocas indi-
caciones caracteristicas:
1.* «Diatesis escrofulosa: condi-
ción caquéctica con debilidad profunda
y gran demacración.»
2.* «Hay una notable é indescrip-
tible sensación de debilidad y pérdida
del aliento al subir las escaleras. »
3.7 «Hambre canina; come mucho
v á menudo, pero pierde en peso con-
tinuamente.»
4.* «Se siente aliviado durante la
comida ó después de comer.»
"5.* «Atrofia y adolorimiento de los
senos.» i
6.* «Hemorragia interna abundan-
te; cáncer del útero.»
7. «Leucorrea crónica que es tan
abundante y corrosiva que destruye
los lienzos. » |
$. «Infartos ganglionares, espe-
cialmente mesentéricos y tifoideos. »
9. «Crup membranoso, respira-
ción sibilante, con ruido de sierra, tos
seca perruna, en especial en los niños
de ojos y pelo negros; el niño se
agarra el cuello con las manos al.
toser.»
10.* «Agravación por lo general
en habitaciones calientes. »
Esta es la fisonomia de Jodium en
cuatro palabras.
El hambre canina aliviada por co-
mer, con demacración progresiva, es
lo primero en importancia. El alivio
por comer, no sólo se refiere á la sen-
sación del hambre, sino de todos los
demás sufrimientos, pues, únicamente
se siente bien ó mejor cuando está co-
miendo. No importa si es tisis pul-
monar, mesentérica ó general, pues si
este síntoma se presenta claro, Jodium
en todos los casos ha realizado impor-
tantes curaciones.
He curado muchos casos de bocio
con Jodium C. M. cuando estaba in-
dicado, administrando un polvo todas
las noches durante cuatro consecu-
tivas, después de la luna llena, en el
menguante. Sólo en un caso no logré
ni impedir el desarrollo, ni obtener cu-
ración. |
Algunos se sonreirán al leer esto,
pero no los enfermos curados. La apli-
p A Y
NE
> a
a,
MEOPATIA (PRACTICA 88
taéión foctalen los infartos gangliona- | Movimiento de abanico en las alas
res no tiene objeto y es peligrosa.
| -BROMIUM
= Es un elemento experimentado y
clasificado por Hering. Es muy im-
portante en las afecciones laríngeas,
asi como para las escrofulosas y tu-
berculosas de los ganglios. Es muy
sabido ya, que obra mejor en las per-
sonas de ojos azules, pelo rubio, cejas
ligeras, piel fina y delicada, mejillas
sonrosadas, niños escrofulosos. Se re-
cordará cuan exactamente opuesto en
cuanto al temperamento, es Jodium,
que también es uno de nuestros prin-
cipales remedios anti-escrofulosos. En
las afecciones ganglionares, hay tres
remedios en los cuales no se piensa
tanto como debería ser, Carbo ani-
malis, Conium y Bromíum, y en los
tres los ganglios están duros como
piedras y tienen tendencia á cance-
rarse. En Bromíum los dolores no son
tan característicos, pero en Conium y
Carbo anim. hay dolores lancinantes,
cortantes ó quemantes, muy parecidos
á los del cáncer.
= En la difteria, donde el Bromium
ha realizado algunas maravillas, las
membranas se forman primero en los
bronquios, tráquea ó laringe, se ex-
. tienden y propagan hacia arriba, jus-
tamente lo opuesto que hace Lycopo-
dium, en el cual primero se forman en
la nariz y se propagan de arriba abajo.
En el crup membranoso hay gran-
des estertores de mucosidades como
en Hepar, pero ninguna expectora-
ción, pareciendo haber gran peligro
de asfixia por acumulación de muco-
sidades en la laringe. En los bron-
quios (Antim. tart.)
Sensación de tela de araña en la
cara (Bartta, Graph. y Borax.)
de la nariz (Antim. tar., Lycop.)
Hipertrofia del corazón debida á
gimnasia (Caustic.)
Dismenorrea membranosa (Lache-
sis, Cannabis.)
CIMEX LECTULARIOS
Tiene un síntoma característico que
ha sido bien comprobado: «Sensación
como si los tendones fueran muy cor-
tos.» Hay á veces una contracción de
las piernas, las cuales no pueden esti-
rarse. Esto ha sido comprobado en las
fiebres intermitentes, y el otro día,
hace muy poco tiempo, el Dr. Brewster
de Siracusa me habló de un caso en
el cual fué guiado por este síntoma.
Un hombre estaba guiando un ca-
ballo quisquilloso que al fin se desbocó
con él. Pensando dominarlo lo dejó
correr, y cuando se cansaba lò obli-
gaba á correr más, hasta que al fin lo
hizo subir una colina de algunas mi-
llas de largo. El camino en el cual esto
sucedía, era muy malo y el hombre
estaba cansado y golpeado de sus
asentaderas y piernas, que como con-
secuencia tuvo que permanecer en su
casa por algún tiempo, terminando al
final esta molestia en una especie de
contracción permanente de los tendo-
nes de los miembros inferiores. Ningún
remedio lo aliviaba, pero el buen doc-
tor recordó un caso de fiebre intermi-
tente que había curado hacía veinte
años guiado por este sintoma. Le dió
una dosis de Cimer á la 600* de
Jenichen con resultado inmediato y
curó el caso. «Honor á quien honor se
debe», aunque sea á un chinche de la
cama.
COCECUS CACTI
Anotaremos el Coccus cacti, pequeño
insecto que infecta las plantas de la
s4 o LA HOMEOPATIA PRACTICA
especie del Cactus en México y en la
América Central.
Se han notado buenos efectos en el
tratamiento de algunas enfermedades
del aparato respiratorio.
La tos ferina con expectoración de
mucosidades blancas, filamentosas y
pegajosas. Estas mucosidades vienen
en gran cantidad y frecuentemente se
acompañan con náusea y vómito,
pareciendo que el moco se desprende
del estómago. A veces el catarro
bronquial continúa á la tos ferina con
la misma clase de expectoración y
entonces este remedio realizará un
buen servicio. Esto es todo lo que vo
conozco acerca de sus virtudes ab usu
in morbts.
(De la obra Jndicaciones caracteris-
ticas de Terapéutica Homeopática del
doctor Nash.)
Revista de la Prensa
Revista Homeopática Brazileira.—Bap-
tisia en la viruela. Dr. Richard
Hughes.—El Dr. Eubulus Williams,
es médico de un gran asilo de niños
en Bristol. En 41872, se desarrolló
una epidemia variolosa, siendo ataca-
dos unos 300 niños. Todos habían
sido vacunados en su Infancia pero
ninguno fué revacunado. El resultado
de esto fué que ninguna criatura me-
nor de tres años fué atacada por la
viruela; que entre la edad de tres á
once años 43 únicamente fueron ata-
cadas, y de las cuales ninguna murió;
en cambio, todos los demás atacados
hasta el número 300, tenían de 11 á
18 años que es la edad más elevada
que se tolera en el asilo.
Pues bien, de 185 enfermos tratados
-con los medicamentos ordinarios (Tar-
tarus emet., Vacerninum, Thuja), falle-
cieron 19; de 72 tratados solamente con
Baptista, ninguno falleció y eso que
presentaron desde un principio los mis-
mos caracteres de gravedad que los
otros y algunos aun mayor. Tres de
ellos tuvieron hemorragia, dos de la
vagina v otro de la nariz, pero todos se
restablecieron sin presentar otro sínto-
ma de gravedad; en cambio con el otro
tratamiento todas las pérdidas de san-
gre fueron seguidas de muerte. Mu-
chas veces, dice el doctor Williams,
Baptista aborta la molestia y siempre
evita la postración, mejora el apetito,
impide la descomposición (como lo
prueba ia ausencia de las exhalacio-
nes fétidas habituales) y evita que las
pústulas dejen la característica marca.
Solamente en dos casus tratados con
Baptista, á los dos meses del resta-
blecimiento, se reconocía alguna que
otra marca.
Hace tiempo indiqué ya á Baptisia
como uno de los más positivos reme-
dios en la fiebre inicial de la viruela.
Los resultados que acabo de indicar
muestran una conexión mucho más
íntima entre este medicamento y la
enfermedad, animándonos á perseve-
rar en su uso durante todo el curso
del padecimiento.
La estadistica del Dr. Williams, es
la única que poseemos, en gran escala,
para comparar el éxito del tratamiento
homeopático, en la viruela.
Bajo el tratamiento ordinario, la
mortalidad entre los vacunados va
de un 5 por 100 á un 8 por 100, y
entre los no vacunados alcanza la
cifra de un 37 por 100. Estos son los
resultados obtenidos en el Hospital
varioloso de Londres.
El Dr. Williams, no ha perdido
ningun caso durante el tiempo en que
.
la. primera vacunación se muestra aún
eficaz, ó sea entre los 3 y 11 años.
Después de este período, cuando los
enfermos ya -no eran tan protejidos
por la vacunación, su mortalidad fué
de 19 en 257 casos, esto es, el 7'5 por
ciento. Hemos de convenir pues, que
es en extremo valiosa la comparación
hecha entre el tratamiento homeopá-
tico y alopático de la viruela, en este
hospital de variolosos de Londres.
El Dr. A. Rigo, dice sobre el parti-
cular:
La Homeopatía dispone de un medio
eficacísimo para curar la viruela,
puedo afirmarlo por experiencias repe-
tidas que tengo hechas; cuando se
aplica en tiempo oportuno, puede sim-
plificarse y hasta hacerla abortar,
administrándolo en el período de inva-
sión ó prodrómico, siempre y cuando
.se tenga datos suficientes para diag-
nosticarla desde un principio. El re-
medio de que trato es la Baptista
tinciórea.
En efecto, este medicamento, admi-
nistrado en el segundo día de fiebre
inicial, época en que generalmente no
han aparecido aún las vesículas papu-
losas de la viruela, puede atenuar
considerablemente, y aun extinguir del
todo, el exceso térmico y todos los
demás fenómenos que acostumbran á
acompañarla, como son: cefalalgia,
vómitos, dolores en los lomos, (ra-
quialgia etc.,) es decir que dentro de
las 24 horas después de la primera
dosis de medicamento, la temperatura
desciende á su estado normal, el pa-
ciente se encuentra más aliviado de
los síntomas que le afligían, pudién-
dose juzgar como curado sl no fuera
por la erupción papulosa, más ó me-
LA: HOMEOPATIA PRACTICA
PP o a e 5 5 5 5 5 5
85
nos abundante, del rostro, la cual es
muy distinta, no dejando ninguna
duda respecto su naturaleza.
El paciente, libre de este modo de
los fenómenos graves, pasa al segundo
período de la enfermedad, multipli-
cándose las vesículas, en mayor ó
menor número, transformándose en
muy poco tiempo en pústulas, las
cuales se secan con rapidez, dejando
en la mavor parte de los casos de
manifestarse la fiebre concomitante de
supuración pustulosa.
Fs en verdad digno de admirarse
la rapidez con que actúa dicho medi-
camento, siendo tan poderoso que por
si solo, puede devolver al organismo
la salud perdida.
Antes de tener noticia de las venta-
jas reconocidas por el Dr. Williams,
á dicho medicamento, empleaba otros,
como son el Tartarus emet., Vacct-
ninum, Thuja, cada uno de ellos,
propio para determinado periodo de
la enfermedad, así es que me servia
del Vaceininum para facilitar la erup-
ción del Tartarus emet. en el periodo
de supuración, y de Thuja para ace-
lerar la desecación de las pústulas, y
aun cuando con estos medicamentos
obtenía ventajas incontestables, en
ninguna de ellos observé virtudes
suficientes para lograr de por sí, la
completa curación de la viruela.
Therapentist & Hom. Envoy. — Kali
phosphórteum en la parálisis. — El doc-
tor Kinnett, recomienda calurosamente
el empleo de dicho medicamento en la
parálisis. El autor relata un caso de un
joven afectado de parálisis de los bra-
zos y piernas, diagnosticado como In-
curable, el cual se curó radicalmente
al cabo de tres meses de tratamiento por
medio del Xali phosph. 3.* NX, veinte
86 LA HOMEOPATIA PRACTICA
centígramos cada cuatro horas. En este
caso se alternó dicho medicamento
con Magnesia phosphórica 3.* X, tam-
bién en la cautidad de veinte centígra-
mos cada cuatro horas, porque el pa-
ciente presentaba alguna vez ligeros
temblores musculares de la cara.
Homeopathic World.— Lycopodium en
los dolores del brazo derecho.
Dicho medicamento á la 30.* dilu-
ción se muestra muy eficaz en los do-
lores que persisten después de la in-
fluenza. Esta consideración ha guiado
al Dr. Mac Nish para usarlo en el tra-
tamiento de un dolor rebelde del brazo
derecho, el cual existia después de
tres años en una enferma que padeció
recientemente de influenza.
Lycopodium 30.* dió buen resul-
tado.
Echinacea, tintura, mezclada con
tres partes de agua, constituye un ex-
celente tópico contra las contusiones
que amenazan supurar y también con-
tra las que están en supuración.
Neuralgia facial y su tratamiento. -—
La veuralgla facial, debida á nume-
rosas causas, como es natural, no es
suceptible de curarla por medio de un
tratamiento único.
Es necesario pues, individualizar
cada caso y estudiar bien la constitu-
ción del enfermo.
Sin embargo, muchas neuralgias
faciales poseen sintomas análogos:
agravación regular en ciertas horas,
exasperación al menor tacto, alterna-
tivas de calor en la cara, y de frio
intenso. En estos casos puede obte-
nerse un buen resultado y una cura-
ción rápida con Thuja 3.* y China 3.* i
alternadas, 15 gotas en 200 gramos de
agua, una cucharada cada hora.
0 Pharol da homeop. de Río Janeiro.—
Sulphur, en el asma.—LEl Dr. Chamer,
en un artículo del citado periódico,
dice que Sulphur es el medicamento
más aproplado para combatir los casos
inveterados de asma. Expone un caso
clinico de un sujeto adulto que pade-
cía asma crónico desde su infancia, el
cual curó radicalmente con dicho me-
dicamento. Fsta cura coincidió con
una erupción de la piel, habiendo
prescrito para su curación el Hepar
sulphuris. |
En estos casos, Sulphur, ha de ser
administrado en diluciones allas.
(De Journal Belge d Hom.)
RómuLo VALLS SABATER.
NOTAS CLÍNICAS
por el Dn. M. Rocua
Hace poco tuve que prestar socorro
á dos enfermas de menorragla, consi-
guiendo la curación con medicamentos
diferentes en un espacio relativamente
corto. |
Primer caso. E... de unos 35 años,
bien constituida, casada. Experimentó
últimamente irregularidades en su
menstruación que llegaron á sobre-
saltarla.
Un farmacéutico dióle una poción
de ergotina que hizo su efecto.
Sintiéndose mal solicitó mi presen-
cia. Cuando la visité la encontré acos-
tada. Aparte del flujo sanguíneo que
databa ya de varios días, y del abati- .
miento resultante de ello, nada de
anormal noté en ella.
La sangre era negra y salía en coá-
gulos.
Siendo este uno de los sintomas de
Croccus sativus, recetéle una poción con
algunas gotas del citado medicamento
á la 3.* dilución. El resultado no podía
ser mejor; á las pocas horas cesó la
pérdida de sangre. En seguida dile
una dosis de China 6.*%; las reglas sl-
guientes han sido regulares.
Segundo caso. F... de 40 años,
soltera, mal nutrida.
Debido á la pérdida abundante de
sangre, la cual duraba hacía algunos
días, vino á visitarme.
Declaró que hacía mucho tiempo
experimentó desarreglos menstruales,
quejándose de gran debilidad, accom-
pañada de vértigos y zumbidos de
oídos y de hormigueos en los miem-
bros inferiores. Poco adelanta refe-
rente á los caracteres de la sangre,
añadiendo que había tomado algunos
remedios caseros.
El examen objetivo demostró pali-
dez general y escoriación de las mu-
cosas. Ninguna lesión en el útero y
sus anexos. La auscultación del cora-
zón demuestra anemia y el pulso es
bastante débil.
Aconsejo guarde cama y dólle una
poción de Secale cornut. 3.* Es el me-
dicamento más apropiado para el caso.
Tres días después vuelve á consul-
tarme más animada y alegre. Había
cesado la hemorragia el mismo día
que empezó el tratamiento. Reforzó la
curación China y una alimentación
reparadora, la cual necesitaba la en-
ferma.
Después de algún tiempo vino con
un niño á mi consultorio, confirmán-
dome que seguía muy bien en su es-
tado de salud.
LA HOMEOPAT
IA PRACTICA 87
Ahora dos palabras sobre dichos
medicamentos.
¿Por qué Croccus sat. en el primer
caso y Secale en el segundo, si se tra-
taba de un mismo padecimiento? Es
una pregunta, que naturalmente se
hará quien no conozca Jas sutilezas
de nuestra terapéutica. r
En ambos casos tratábase de una
hemorrogia uterina. En el primero, ve-
mos á la paciente sana, fuerte, cuya
sangre se escapa en coágulos, de co-
lor negruzco, caracteristica de Croc-
cus sativus; en cambio en el segundo
la paciente es flaca, anémica, tiene
vértigos y hormigueos y su sangre es
fluida v roja, síntomas que entran en
la esfera de Secale. China, viene luego
como medicamento clásico, reparador
excelente de las pérdidas sanguíneas.
R. VALLS SABATER.
(Trad. Rev. Hom. Brasileira).
VARIEDADES
Como en años anteriores, á prime-
ros de Octubre el Ixnstrrero Ho-
MEÓPATA DE BARCELONA, Volverá á ce-
lebrar sus interesantes sesiones sema-
nales, en su local social, Fomento del
Trabajo Nacional. Esperamos, que,
después de esa temporada de descanso,
los socios del INsTITUTO, acudirán con
más bríos á exponer eu el seno de la
sociedad numerosos temas científicos,
para poder dar una muestra de lo ue
puede hacerse, cuando la unión es
perfecta y se suman las energias de
todos para lograr con éxito la propa-
ganda de la doctrina hahnemanniana.
88
La HomEoPATÍA PRÁCTICA, desde
este número, se honra en incluir como
á corresponsales, á los distinguidos
_homeópatas Dres. D. Manuel P. Laza
Berzosa y D. Fulgencio Monner, de
Valladolid y Tarrasa respectivamente.
En el imperio ruso va haciendo es-
tragos el cólera morbo asiático, una
de las plagas más terribles que azotan
á la humanidad. Aunque el peligro
está lejos todavía, con muy buen cri-
terio el Gobierno ha tomado prudentes
medidas para evitar sea nuestra patria
invadida por tan traidora epidemia,
Siendo esto de actualidad, creemos
conveniente insertar la siguiente nota
que se publicó en uno de los diarios
más populares de Barcelona, cuando
hace ya muchos años, fué invadida
nuestra querida ciudad por el cólera,
Héla aquí:
VACCININUM
en el tratamiento del cólera morbo
Como preservativo: Para los adultos
se prescribirán 6 glóbulos media hora
antes de cada comida; para los niños
de diez á doce años, 4 glóbulos y para
los menores de esa edad 2 globulillos
á las mismas horas.
Como curativo: En los primeros mo-
mentos de la invasión ó cuando prin-
cipia la diarrea premonitoria, se pon-
drán en medio vaso de agua 50 gló-
bulos de Vaceininum, agitándolos bien
para que se disuelvan y se tomará una
cucharada cada tres minutos, hasta
que cese la diarrea. En el caso de que
la primera dosis no fuera suficiente,
se repetirá la operación tantas veces
como sea necesario hasta que el mal
desaparezca.
Si se quiere tomar la dilución liqui-
da, basta una gota por cucharada de
LA HOMEOPATIA PRACTICA
A A A
agua cada tres minutos. El mal que-
dará dominado. Al día siguiente se
prescriben dos tomas del medicamento
y una toma al inmediato.
Como preservativo bastan 3 gotas
en un vaso de agua, tomando tres cu-
charadas al día.
Es indispensable observar un régi-
gimen higiénico riguroso.
En el próximo número, si es que la
invasión colérica va siguiendo su des-
tructora labor, insertaremos un inte-
resante trabajo, en el cual daremos
á conocer lu terapéutica prescrita
por los más distinguidos autores ho-
meópalas.
Esperamos que con acertadas me-
didas sanitarias se logrará dominar la
invasión colérica, caso de que tuvic-
ramos la desgracia de ser visitados
por tan mortifera epidemia.
R. VALLS.
Visto el éxito obtenido per el prepa-
rado «Purgante Homeopático», la casa
Grau-Ala, ha decidido prepararlo en
gran escala, eligiendo al mismo tiempo
un bonito y elegante envase de cristal.
Por consiguiente, la farmacia Grau-
Ala, tiene el gusto de participar á sus
numerosos clientes, médicos y particu-
lares, que, con objeto de que puedan
ensavar dicho preparado, todo pedido,
de dos más frascos, se bonificará
con un 25 por 100 de descuento.
El «Purgante Homeopático» es el
preparado homeopático más perfec-
cionado contra el extreñimiento, cuyo
uso, puede asegurarse, no produce
ningún trastorno en el organismo más
delicado, siendo de fácil tomar por su
bonita forma globular y por su gusto
insípido.
Su precio es el más limitado: 2 pe-
setas frasco.
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estreñimiento
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Este preparado, puramente homeopitico, reco-
mendado por muchos médicos en sus clínicas par-
ticulares, es el mejor tónico-reconstituyente para
los niñcs raquíticos y escrofulosos. Reznlariza su
nutrición, corrige la mala asimilación de los ali-
mentos, aumenta la osificación, energía muscular
y todas las actividades y funviones del organismo.
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siguientes: contusiones. golpes, desgarraduras,
pinchazos, cortaduras, dolor de cabeza y frente,
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Apis.—Picaduras de insecto.
“Arnica. -——Contusiones.
Mellis.— Manchas congénitas.
Calénduls.—Heridas supuradas.
Camnabis,—Estranguria gonorrea.
Cantharis.—Quemadoras.
Eupkhrasia —ioflamación de los ojos.
Helianthus,—Golpes y contusiones.
Hypericam.-—Picaduras, dislocaciones.
MHidrastis.—Organos genitales Lupus.
Ledum.—Gota, heridas punzantes.
|
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|
|
Tintura de:
Pinus.—Desviaciones de la columna vertebral.
Rhus.- Dolor reumatico.
Ruta.—Ulceras.
Staphisagria.—Caries dentaria.
Sympbitum.—Fracturas.
Thuja.— Cáncer, verrugas.
Urtica urens —Quemaduras.
Verbascum —Neuralgias.
Chamomilla.— Dolor “de muelas.
Espiritu de alcanfor (Rubini)—
del cólera.
Dilución de pulsatilla.—Coriza.
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