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Full text of "La Homeopatía práctica 1.1908, no 2, 3, 5 (Mar-Jun, Sep-Oct)"

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SET REVISTA BIMESTRAL 








2 Organo del Instituto Homeópata de Barcelona 
a > Redactor ~ tJete: Rómulo Valls Sabater 


E i: Farmacéutico Homeópata 


Marzo-Abril de 1908 


Suscripción: 3 Pesetas al año 


REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN 


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-Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU - Ab A 
Sucesor: R. Valls Sabater 


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Unión, 8 — BARCELONA — Unión, 8 





CAJAS, CARTERAS Y BOTIQUINES 
DESDE 5 PESETAS Á 500 


Glóbulos 
Diluciones 
Trituraciones 


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Sucesor : 






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Unión, 8. — BARCELONA 







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Tinturas ia 


INDÍGENAS Y EXÓTICAS - 


Altas potencias de Jenichen 


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NOTA DE PRECIOS de medicamentos homeopáticos 








TINTURAS MADRES DILUCIONES l 
$ gramos . a Pesetas. $ gramos . a 4 Pesetas, 
O » . 1:50 » 10 » 1'50 p` 
a5 » 2 » 15 n 3 y 3 » 
30 » 3 » 30 » 2.50 » 
GO » 4'50 » 60 » A . 3:50 » 
100 » e » 100 » À 5 » 
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$ gramos. . a Pesetas. S gramos. `o . . 2:50 Pesetas. 
10 » i ; 1:50 » 10 » Dua E E » 
45 » 0 3 » 15 » : ; 3 » 
30 » i 3 » 30 n . 53 » 
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400 » 8 » 100 » A e y » 








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MARZO Y ABRIL Núm. 2 





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La Homeopatía Práctica 


Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona 


REDACCIÓN: Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU- ALA, Unión, 8.— BARCELONA 


A HA A XA A 


Redactor - Jefe: Rómulo Valls Sabater 


COLABORADORES 


Doctores: Jaime Abreu — Salvador Badía — Miguel Balari — Francisco Benavent — 
José Civil — José Galard — José A. Grifols — Enrique Laplana — Pedro 
Montañá — J. Nogué y Roca — Antonio Novellas — Angel Olivé y Gros — 
José Piqué Sabater — Jaime Peiró — Ramón Roig -- Salvador Roig — Antonio 
Roig — J. Solé y Pla — José Sabater. 











CORRESPONSALES 


Doctores: Cartier, (París) — En Antiga, (México) — H. Van der Laan, (Brasil) — 
Robledo, (Manila) — Lambreghts, (Anvers) — J. A. Fontela, (Montevideo) — 
Alvaro A., Valenzuela, lbague, (Colombia) — García López; Barrantes 
Izquierdo; Peré Raluy; Piza Roselló, de Madrid — R. Fortuny; Saqués 
Perrin; Ibañez Roig, de Valencia — Penella, (Zaragoza) — A. Chápuli, 
(Alicante) — García Villalba, (Murcia) — F. de la Peña y J. Candel, (de Já- 
tiva) — J. Cartes y T. Homedes, (de Tortosa) — Meseguer, (Orihuela) — 


Pujolar, (Olot) — Ibaz y Pou, (Vigo) — Anaya, (Cádiz) — Bengochea, 
(Tivenys) — Hidalgo Domingo, de Aracena, (Huelva) — Enrique Reus, 
de Castalla, (Alicante) — J. Ferret Robert, (Sitges) — Soler y Fargues, 


(Arenys de Mar). 


SUMARIO: 


lnstituto Homsórata pa BarceLoxa: Continuación al tratamiento del tifus, por el Dr. S. Badia. 
—Discusión, por el Dr. A. Oiivé.—Por qué no hay mas médicos homecópatas? por el Dr. Angel Olive. 
—Opoterapia, por el Dr. Antonio Novellas.—Revista de la Prensa, por R. Valls Sabater.— Los ve- 
nenos, porjel Dr. León Vannier.—Bibliografia, por R. Valls Sabater.—Noticias importantes. — 
Variedades, | 


418: | LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Instituto Homeópata de Barcelona 


CONTRIBUCIÓN AL TRATAMIENTO DEL TIPUS © 


Tema presentado por el Dr. Badia 


(Conclusión) 


Efectivamente la idea del gran cli- 
nico Bartle ha ido encontrando eco en- 
tre los homeópatas de todos los países 
estando contestes en que la Homeo- 
patía y la hidroterapia tienen numero- 
sas relaciones entre sí que son de 
grandisima importancia, que parece 
que se sostienen y completan la una 
y la otra, siendo en Alemania los cam- 
peones que dirigen el movimiento de 
unir entre sí las dos ramas del trata- 
miento los Dres. Frank d'Osterade y 
Starke de Silbelberg entre otros, pues 
la hidroterapia no introduce en el or- 
ganismo nada heterogéneo ni tóxico y 
obliga á la enfermedad á presentarse 
con más claridad y con esto permite á 
los homeópatas el poder mejor elejir 
el medicamento oportuno. 

Admitido esto en principio y como 
principio general terapéutico se com- 
prende que entre de lleno en la enfer- 
medad, de cuyo tratamiento nos ocu- 
pamos ahora. 

En un principio se empleaba el agua 
fría y helada y esta manera de usar 
ia hidroterapia tuvo gran éxito allá por 
los años 70 y 72 del siglo pasado, es- 
pecialmente entre los tifódicos que se 
presentaron en Alemania durante la 
guerra franco-prusiana y siendo yo 
médico en aquel entonces del ejército 
alemán y encargado de una sala de ti- 
fódicos en el Hospital de Sangre de 
Berlín, y por orden de:mi superior ge- 


v 





o 


(1) Véase el último número de la Revista Homeopá- 
tica Catalana correspondiente 4 Noviembre-Diciem- 
bro 1907. 





rárquico Dr. Schultze, tuve ocasión de 
comprobar excelentes resultados y es 
indudable que en nuestras salas se 
notó con este tratamiento descenso no- 
table de la mortalidad, de cuyo resul- 
tado y modo de emplearlo me ocupé 
en una de las cartas que en aquella 
época publiqué desde Berlín en el Si- ' 
glo Médico y que coleccioné en un 
volumen bajo el título de Cartas mé- 
dico-quirúrgicas sobre la guerra fran- 
cO-Prustana. 

Los médicos prácticos de todos los 
países acojieron con gusto la idea del 
baño frío, pero ensayándolo en dife- 
rentes ocasiones y en diversos climas 
no dió tan buen resultado como el que 
habíamos nosotros obtenido y creo que 
el fracaso fué debido á no haber teni- 
do en cuenta que la estadistica alema- 
na pertenecía en su inmensa mayoría 
á los soldados, gente joven y robusta 
que podía resistir impunemente tan 
potente medio y que reaccionaban per- 
fectamente. | 

La hidroterapia, arma de dos filos, 
debe ser bien conocida para sacar de 
ella el fruto deseado, mayormente 
cuando se opera sobre sujetos grave- 
mente enfermos que distan de ofrecer 
las energias vitales de las personas 
sanas ó ligeramente perturbadas en su 
funcionalismo. 

El baño frío lo'uso yo en sujetos jó- 
venes robustos no muy impresionables 
v va más ó menos dados anterior- 
mente á las prácticas hidroterápicas, 


-en los demás casos prefiero hacer en- 


trar el paciente en un baño de 28 á 30 
grados y luego hacer bajar el agua 
suavemente á 20 ó 22 grados y de du- 
ración de 15 á 20 minutos, de cuya 
práctica no he tenido nunca que arre- 
pentirme. 

En sujetos de resistencia orgánica 
dudosa y nervosismo bien declarado 





- prefiero el empleo de la sábana mo- 
jada desde 20 á 30 grados con media 
ó una hora de duración. 

Si la temperatura no es muy elevada 
que no Jlegue á los 39 conténtome en 
general, aparte de alguna ablución 
general que podemos llamar de lim- 
pieza y que produce buenos resul- 
tados, con compresas abdominales á 
20 grados y si se trata de pacientes 
con constipación ó diarrea que sean 
exageradas prefiero el semicuplo á 
20 grados de 20 minutos de duración 
aunque se tenga que repetir tres ó cua- 
tro veces al día la operación mientras 
esté el paciente en buenas condiciones 
para permitir esta maniobra. 

La práctica hidroterápica así em- 
pleada se aviene bien con los medica- 
mentos interiormente empleados v creo 
que lejos de ser antagónicos mútua- 
mente se completan en el desarrollo 
de su acción. : 

Acontece algunas veces, cuando va 
van transcurridos muchos dias de en- 
fermedad, que el paciente que ha hecho 
mucho uso de la hidroterapia cobra 
cierta aversión al agua fría, hecho que 
contrasta notablemente con el gran 
placer y satisfacción que experimentan 
en un principio, en estos casos cuando 
el paciente repugna mucho y no se nota 
ya el efecto esperado ó no hay tampoco 
necesidad de ella por no exigirlo las 
circunstancias, renuncio á su empleo 
y no he tenido que arrepentirme. 

Hay médicos que además del efecto 
que se busca tan sólo por las tempe- 
raturas, presiones, localizaciones, et- 
cétera, etc., quieren obtener efectos 
por la adición de ciertas substancias 
medicamentosas en el agua empleada, 
no tengo experiencia de ello, pues vo 
sólo empleo el agua salada en ciertas 
ocasiones cuando va sólo busco reac- 
cionar los pacientes y levantarles la 





LA HOMEOPATIA PRACTICA 1 





temperatura y la fuerza, en los demás 
casos me contento con el plan tera- 
péutico general. | 

Tenemos ya estudiado lo referente 
á los dos puntos primeros de los tres 
que nos proponemos estudiar: lo que 
falta ahora tratar es el punto tercero 
que se refiere á la pauta dietética, 
punto muy interesante y que merece 
si cabe más detenimiento que los dos 
anteriores, puesto que no faltan ilus- 
trados médicos que pretenden con la 
dietética sola obtener más triunfo que 
con la terapéutica, opinión que no 
creo sustentada por ningún homeópata 
pero que prueba de todos modos la 
trascendencia que puede tener para el 
tratamiento de esta enfermedad. 

Podriamos también ocuparnos del 
tratamiento por lossueros que por aquí 
y por allá se habla estar en uso prac- 
ticando inyecciones por diferentes me- 
dios preparadas, pero no he tenido 
ocasión todavía de ensavarlos v con- 
sidero prematuro su uso todavía. 

Sintetizando conceptos diremos que 
el tifódico debe respirar, beber, refres- 
car y comer. 

Así pues, para lo primero necesita- 
mos un cuarto despejado y grande, 
con dos camas para poderse diaria- 
mente cambiar, teniendo cuidado en 
una renovación de aire constante y sin 
peligro de fuertes corrientes. 

Beber agua esterilizada más ó menos 
adicionada de ácido cítrico, alcohol, 
según los casos, creo es necesario 
para refrescar, alimentando al propio 
tiempo. 

Para alimentarse, agua albuminosa 
en primer término y no dejarla hasta 
la saciedad, lo considero como la más 
esencial, sobre todo cuando estén los 
sintomas muy pronunciados. Pueden 
v deben también tanto para alternar y 
cambiar de bebidas, como para dar 


20 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 


gusto al paciente, usar horchatas her- | por un lado, puesto que conocéis más 


vidas, caldos vegetales en donde figu- 
ren el arroz en primer término. Dése 
va más tarde la clásica sopita de féculas 
diversas, empezando por la tapioca, 
pero á la segunda ebullición para dar 
así al principio medio digerida la pri- 
mera substancia sólida que en esta 
forma se propine. 

A medida que avanza el enfermo en 
su curación va no es dificil la elección 
de las substancias alimenticias, porque 
viene ya la tolerancia y se puede fí- 
cilmente hacer una alimentación sana 
y agradable. 

La cuestión de la alimentación es 
muy difícil de resolver y no han lo- 
grado los prácticos ponerse de acuerdo 
todavía en ninguna parte. del mundo. 
Hay eminentes médicos que opinan 
debe sostenerse á todo trance la fuerza 
del enfermo y dan desde un principio 
al paciente buenos caldos, rico vino y 
tónicos que impiden el decaimiento 
orgánico. Hay otros de iguales con- 
diciones que obran de un modo opuesto 
no propinando al paciente nada de 
estos auxilios creyendo que con ello se 
fomenta el mal. Yo he asistido á clí- 
nicas de ambos partidos y en distintas 
naciones y he podido convencerme 
que es mejor ser muy parco en pro- 
pinar alimentos mientras se sos- 
tiene fuertemente la temperatura y no 
está el estómago en buenas condiciones 
para dijerir. Creo que un prudente 
tanteo, es la mejor norma para salir 
del paso; donde la ciencia no tiene 
reglas bien establecidas, conviene in- 
clinarse siempre por la parquedad. 

Yo no dudo extrañaréis mi laco- 
nismo, tratándose de una enfermedad 
tan complicada y por lo tanto de un 
tratamiento que para ser bien expuesto 
merecería algunas páginas más de Jas 


| 


que vo la teoría microbiana, las luchas 
que con el bacillus se establecen en el 
organismo para éste defenderse del 
parásito que pretende avasallarle, vos- 
otros que conocéis bien las oscilaciones 
orgánicas y su importancia patológica 
v que habéis aquí dado muestra evi- 
dente de como sabéis manejar nuestros 
medicamentos en los distintos casos 
que habéis presentado y en fin, vosotros 
que sólo deseáis conocer mis opiniones 
para conversar íntimamente en estas 
expansiones de sabor científico que 
recordamos para satisfacción mútua y 
en provecho de la ciencia y de la hu- 
manidad, os basta lo que he expuesto, 
ojalá saquemos todos algún resultado 
positivo que contribuva al alivio de la 


humanidad cuyo fin todos perse- 
SUIMOS. 
DR. SALVADOR BADÍA 
e 
Discusión 


El Dr. Olivé se congratula de que el 
doctor Badía haya venido á exponer 
sus Impresiones sobre enfermedad tan 
interesante como la fiebre tifoidea, 
siendo como es uno de los veteranos 
homeópatas, un clínico consumado, 
quizás el decano de los médicos acti- 
vos (que militan bajo el similia en 
nuestra ciudad. Y le he oído con más 
gusto, decía, por haber expuesto al- 
gunas ideas distintas de las que yo 
profeso, pues que no pensando lo 
mismo, uno ú otro está menos firme 
en la exactitud. 

A mí me cuesta creer, en la acción 
abortiva de los colomelanos en la ti- 
lvidea, y si bien el disertante se aparta 
de las dosis muy masivas y fuerte- 
mente purgantes, de las que la casi to- 
talidad de clínicos y autores alópatas 


que os dedico, pero vuestra ilustración | protestan, ya por las fuertes inflama- 


-LA HOMEOPATIA PRACTICA 





21 





ciones tan perjudiciales que producen 

en el intestino, diarreas, hemorragias, 
etcétera, es cosa corriente ver que 
cuando en una epidemia se podía sos- 
pechar más el diagnóstico por la ana- 
logía de orígenes, las dosis abnrtivas 
no dan resultado. 

Siempre me ha parecido desacredi- 
tada é imposible la acción antiséptica 
tópica, sobre unos microorganismos 
que anidan entre las mallas del tejido 
de la mucosa gastro-intestinal, infil- 
trados en ella podríamos decir, pues el 
antiséptico pasa por la superficie, es 
absorbido poco ó casi nada v nunca 
llega á todas las tramas á donde ani- 
dan los bacilos, eso aparte de las cum- 
binaciones y variantes que sufren los 
antisépticos al ir viajando por el apa- 
rato digestivo, ya que óste no es un 
tubo de cristal: á más, tóngase en 
cuenta, que son muchos los que toman 
colomelanos al principio de todo estado 
gástrico y no obstante se les desarrolia 
la fiebre tifoidea. 

Es de creer que los muchos casos 
en que habrá visto la supuesta acción 
abortiva el disertante, eran enfermos 
en que estaba indicado el Mereurius y 
es. muy posible que si les hubiese dado 
Mercurius baja, habria logrado igual 
efecto y quizás también usándolo á 
la 30." El Mercurius tiene múltiples 
indicaciones en el aparato digestivo y 
todos hemos visto curar con su uso á 
numerosos enfermos de afecciones gås- 
tricas ó intestinales. 

Ahora ocurre otro problema á dis- 
cutir, y es, el de sí es posible abortar 
una enfermedad, es decir truucarla en 
absoluto, matarla como muere el em- 
brión en un aborto: me inclino mucho 
á creer que 110, y son de este parecer 
notables clínicos, pues lo que suc de 


O A e a O POOL O O DD DOS ROO DO DO DO DO DO OOOO O UE OO o E NN A 


es que se modifica la enfermedad, se | 


atenúa, se precipita el curso y la reso- 


lución, pero la enfermedad no deja de 
existir en un solo momento dado, así 
la vacuna por ejemplo, determina una 
viruela muy atenuada y precipitada, 
pero la enfermedad evoluciona. No he 
visto punea una tifoidea desarrollada, 
que no ofreciese dudas en el diagnós- 
tico y que abortase en absoluto; podrá 
sí, haber desaparecido la fiebre, po- 
drán menguar ó desaparecer otros sín- 
tomas y quedar muy satisfechos mé- 
dico y enfermo, pero la enfermedad 
continúa, más ó menos precipitada á 
la resolución. No dudéis, que un ex- 
ceso de celo ó prurito en diagnosticar, 
nos hace cometer muchos errores 
diagnósticos. 

Y no abortamos á las enfermedades 
porque no curamos éstas, sino afec- 
ciones ó sean los sintomas ó manifes- 
taciones que les acompañan, atirma- 
ción que no tiene que asombrar y 
menos á vosotros homeópatas, va que 
tratamos á los enfermos v no á las en- 
fermedades, damos el medicamento 
según los síntomas y manifestaciones 
de la enfermedad, ó sea las afecciones 
de ella y no según el nombre de la en- 
termedad, así por ejemplo: curamos 
la conjuntivitis escrofulosa, la otitis, el 
eczema de este discrásico, pero no he- 
mos curado la escrófula, y este indi- 
viduo al cabo de diez ó veinte años que 
no manifiesta a'ecciones escrofulosas, 
engendra hijos escrofulosos: la escró- 
fula pues no estaba curada. 

Igual sucede en las enfermedades 
agudas. En un tifódico combatimos la 
fiebre, los sintomas meningíticos, co- 
rregimos la diarrea v apartando estas 
afecciones ó la intensidad de ellas, fa- 
cilitamos el paso ó la evolución de la 
enfermedad, la precipitamos á la reso- 
lución. 

En resumen, cree el Dr. Glivé que 
curamos afecciones, no enfermedades, 


22: LA HOMEOPATIA PRACTICA 


que no abortamos á las enfermedades, 
las precipitamos ó atenuamos y que 
en los casos del Dr. Badía estaba indi- 
cado el Mercurtus, y por esto curaron, 
probablemente sin ser verdaderas tifoi- 
deas, máxime siendo en los primeros 
días dificilísimo el diagnóstico abso- 
luto. 





Instituto Homeopata de Barcelona 


Sesión del 18 de Diciembre «de 1907 
¿POR QUÉ NO HAY MÁS HOMEÓPATAS? 


Si la Homeopatía es la verdad en 
medicina, ¿por qué los médicos ho- 
meópatas son menos numerosos que 
los otros? ¿Por qué su doctrina es más 
bien repudiada por las Facultades y 
Academias? 

Esta reflexión que parece tener una 
fuerza irresistible, es más aparente que 
real y está movida las más veces por 
la ignorancia y algunas por la as- 
tucia. 

Preguntémonos con Granier: 

1.2 ¿Por qué la Homeopatía no está 
oficialmente admitida en las Faculta- 
des de Europa? Porque los médicos 
homeópatas son en pequeño número. 

2.2 ¿Por qué los médicos ho- 
meópatas son en pequeño número? 
Porqué la Homeopatía no está oficial- 
mente en las facultades. 

He aquí lo que se llama en lógica 
un círculo vicioso, un falso razona- 
miento, en que las dos partes correla- 
tivas se engrandecen y destruyen por 
la misma causa. Examinemos el pri- 
mer punto. | 

No teniendo la Homeopatía cátedras 
oficiales en Europa y existiendo en 
cambio una escuela oficial de donde 





no se puede salir médico para ejercer 
la Homeopatía, sin pasar por todos 
los cursos de otra enseñanza, se com- 
prende que las cosas vengan á pasar 
de determinada manera, pero si exis- 
tiesen aquí como en tantas regiones de 
América, Facultades de medicina ho- 
meopática oficiales, los estudiantes se 
repartirían en dos grupos y podría 
muy bien suceder que los homeópatas 
igualasen ó superasen á sus rivales. 

Desgraciadamente no es así, la Fa- 
cultad alopática tiene el monopolio de 
los títulos académicos, y por otra parte 
los profesores que tienen allí la cáte- 
dra en propiedad vitalicia y saben que 
nadie les tiene que apartar de allí, se 
entregan algunas veces á la inercia ó 
á la rutina una vez establecido su 
statu quo; no sucedería seguramente 
igual, si como en algunos países he 
visto, se tuviese á los profesores con- 
tratados por un número fijo de años, 
y sólo al cabo de éstos se les renueva 
el contrato siempre después de un 
concurso ó especie de oposiciones ver- 
dad, no como la mayoría de las que 
tienen lugar por aquí, si se cree que 
se conservan á la altura científica que 
deben estar y dominan los adelantos 
modernos. Es la manera de tener un 
profesorado verdaderamente útil, lo 
mejor de la clase, y apartar las figuras 
inútiles ó sólo decorativas. 

Otras causas influyen marcada- 
mente, entre las que citaremos el há- 
bilo que por muchos filósofos se ha 
hecho análogo al.instinto ó á un prin- 
cipio mecánico de acción. El hábito, la 
costumbre, la rutina, es para muchas 
personas una ley veneranda inque- 
brantable, mas si el hábito puede tener 
poca importancia en otros ramos del 
humano saber, tratándose del médico 
resulta verdaderamente censurable, 
pues sus actos deben obedecer á es- 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 


Te 





_tudios y razonamientos y no parecer 
mecánicos ó salidos de máquinas in- 
diferentes. | 

La prevención. He aquí otro círculo 
vicioso; muchos no creen en la Ho- 
meopatia porque no la han estudiado 
y no la estudian porque no les es sim- 
pática, porque no creen en ella. 

La edad. En unos por lo avanzada 
les parece impropio y lijero adoptar 
una nueva doctrina médica y encuen- 
tran pesado entregarse á estudios nue- 
vos y serios, en cambio otros por ser 
jóvenes dicen que ya juzgarán cuando 
tengan más experiencia. 

La posición de fortuna. Son bas- 
tantes los que ó por ser ricos ó por 
tener una buena clientela que les pro- 
duce expléndidos rendimientos, son 
incapaces de preocuparse en lo más 
mínimo para adoptar ó rechazar nin- 
gún sistema médico: ya están bien 
como están, pecuniariamente. 

Hace poco, uno de los alópatas más 
conocidos de nuestra ciudad, me de- 
cía, al terminar una junta, que si me 
hubiese conocido cuando él era joven 
se habría declarado homeópata: ahora 
tenía ya años y se ganaba un buen 
rendimiento ejerciendo como ejercia la 
Medicina. 

La negligencia. Quizás mejor di- 
riamos la pereza, pues son muchos 
_ los que han leído dos ó tres páginas 
del Organon y dicen ya tener bastante, 
se quejan de que no tienen tiempo y 
de que su clientela está ya formada y 
la deben guardar como es. Otros llegan 
á probar prácticamente, pero sólo en 
enfermos crónicos, quizás desahucia- 
dos y porque no ven milagros en la 
primera tentativa, se descorazonan. 

La aprensión. Un médico descono- 
nocido que se establezca de nuevo en 
una población puede pasar por antiguo 
en la práctica homeopática, pero el 


o a aae 
am aee aae a ea = 


33 


que ya tiene su clientela, debe tener 
gran habilidad para insinuar entre sus 
clientes el nuevo tratamiento, pues no 
se prestarán á ser objeto de sus pri- 
meras experiencias prefiriendo mu- 
cho más después de la insinuación, 
llamar á uu medico homeópata an- 
tiguo. 

El respeto humano. Este respeto ab- 
surdo para la opinión pública, abate 
muchas: veces los mejores deseos, 
neutraliza la atracción del espíritu 
hacia la verdad é hiela las aspiraciones 
del alma hacia el bien. Qué dirán mis 
amigos v mis colegas si ahora me 
hago homeópata? me tratarán de char- 
latán, de ignorante ó cuando menos de 
ligero: todos conocemos varios mé- 
dicos que se harían homeópatas si no 
fuesen estas aprensiones, les falta va- 
lor para soportar el qué dirán: que me- 
diten la máxima del célebre moralista 
cuando afirma que dos cosas se deben 
tener en cuenta para no encontrar la 
vida insoportable, y son, las injurias 
del tiempo y las injusticias de los 
hombres. 

Y por último podríamos añadir que 
los médicos homeópatas son en gran 
parte culpables, por no tener más In- 
terés en propagar la doctrina, en sa- 
crificarse por ella, en seutar cátedras 
libres y dar conferencias, en donde 
convencerían á muchos indecisos. 

«Cujusvis est errare; nullus nisi in- 
sipientis, in errore perseverare.» Cada 
uno puede equivocarse; sólo el insen- 
sato persevera en el error. Afortuna- 
damente son bastantes los que saben 
triunfar á estos obstáculos. 

Terminemos con la reflexión de 
Bouilland: «Una de las más tristes 
leyes que debe sufrir todo progreso, es 
la oposición, la resistencia más ó me- 
nos violenta. Todafreforma, como toda 
revolución científica no es realmente 


a 


aceptada, sino después de haber reci- 
bido el bautismo de su edad.» 

«No es permitido inventar impune- 
mente Cualquiera gran verdad, sobre 
todo cuando ella está en oposición con 
las ideas generalmente admitidas y 
enseñadas por los hombres que ocu- 
pan los sitios respetables. Cuanto más 
grande, profunda y fundamental sea 
la reforma, más intereses y opiniones 
. encontrará enfrente y más grande será 
la oposición que se le haga. » 

A. OLIVÉ. 


OPOTERAPIA 


e vv. 


Resumen de la Memoria leida en la 
sesión inaugural del Colegio de Far- 
macéuticos de Barcelona, curso de 
1908 á 1909, el día 22 de Enero, 
por el Dr. D. Antonio Novellas. 


. 


Nuestros farmacéuticos desgracia- 
damente, no suelen ocuparse mucho 
de lo verdaderamente nuevo y de lo 
que les ofrece campo espacioso para 
alcanzar éxitos al par que amargas 
decepciones, pues debo manifestar que 
donde se cosechan unos, se encuen- 
tran también los otros. Es preferida 
por vosotros una especialidad fácil, 
que sea comprendida por la mayoría, 
por el público, y que dé pronto ópti- 
mos resultados pecuniarios; y debo 
confesar, que si bien en primer tér- 
mino no hemos de descuidar que 
nuestra carrera es eminentemente co- 
mercial al par que científica, también 
debéis confesar conmigo que mucha 
parte de la decadencia actual procede 
de la indiferencia con que se mira todo 
cuanto siendo lucrativo requiere un 


24 ' LA HOMEOPATIA PRACTICA ` 





concienzudo estudio de cualquier cues- 
tión química ó biológica. | 

Hermoso ha de ser el día en que sin _ 
olvidarse de contar, nuestros farma- 
céuticos comprenderán la utilidad de 
poner en juego los profundos y varia- 
dos conocimientos que han debido ad- 
quirir para ostentar el título con que 
se honran, y hacerlos brillar para que 
sean respetados como es debido y po- 
der alcanzar el provecho material á 
que son acreedores. | 

Bien quisiera yo que mi modesta 
peroración, aunque desarrollada so- 
bre un punto poco conocido, estimu- 
lase á alguno para hacerle abandonar 
la vetustez y transformarlo en farma- 
céutico noucentista, como dicen ahora. 

El asunto elegido y que actualmente 
ocupa mi atención, pues como veréis 
trabajo en ello prácticamente en el la- 
boratorio, es la Opoterapia ó sea pre- 
paración de ciertos residuos proce- 
dentes de glándulas animales frescas. 

Si hojeáis con curiosidad y pacien- 
ciencia las antigúedades que nos le- 
garon alquimistas y viejos farmacéu- 
ticos, hallaréis como obtenían ciertos 
liguidos vitales que derivaban de ór- 
ganos animales, utilizándolos para cu- 
rar las enfermedades de órganos se- 
mejantes del cuerpo humano. 

En obras más modernas, hallamos 
la descripción de medicamentos ver- 
daderamente opoterápicos, como por 
ejemplo, en la edición última del curso 
de Química de Nicolás Lemery (1740) 
en que se citan los orines de vaca con 
el antitético nombre de agua de mil 
flores, el cerebro de niño, el polvo de 
cráneo humano, los excrementos y 
otras potingas que vienen á justificar 
el hecho de que, aun hoy día, la gente 
del pueblo se sirva de fórmulas cual 
más pintoresca cual más llamativa. 

Hasta los animales, perros, gatos, 





- comen parte de su placenta en el acto 
del parto para ayudar sin duda la evo- 
lución que en aquellos momentos sufre 
su economía. 

Brown Sequard fué quien con la 
célebre sequardina ó jugo testicular 
hizo revivir bajo una forma nueva y 
eminentemente científica un método 
que como digo, habian usado los mé- 
dicos de la más antigua época. Y en 
efecto, era demasiado natural para que 
no se pensara en ellos: suponer que 
un órgano enfermo, desorganizado, 
sería rejuvenecido por la asimilación 
de la substancia sana, extraída de un 
mismo órgano, en perfecta normalidad 
fisiológica. 

No hay que indicar que todo lo que 
Brown Sequard soñaba se haya rea- 
lizado, pero el hecho es cierto v si 
bien hoy no es una forma corriente y 
de uso vulgar, quién de vosotros no ha 
oído alabar la acción de una Nefrina 
ó bien los efectos de la Tiroidina? 

Naturalmente que como á corolario 
del problema tendríamos que presentar 
una fórmula constante ¡ ara obtener 
un producto siempre exacto al ante- 
rior, pero aquí se nos presenta una 
serie de consideraciones á cual más 
importante y que hacen referencia á la 
elección de la especie animal utilizable 
para aprovechar sus órganos, su edad, 
etcétera, y que son condiciones que 
forzosamente hacen variar la riqueza 
de principios activos de dichos prepa- 
rados. 

Además, cabe dentro de la farma- 
cotecnia de la Opoterapia, el recurso de 
hacer sufrir al auimal una preparación 
fisiológica antes de sacrificarlo y que 
consiste de una parte á acostumbrar 
á la glándula específica que deseamos 
adquirir, á un trabajo cada vez más 
intenso, y de otra á elegir el momento 
más apropósito para el sacrificio del 


LA HOMEOPAT 





IA PRACTICA 29 





animal, cuando la glándula está más 
cargada de substancias secretoras. Y 
no entraré aquí en la misteriosa serle 
de hechos aun no estudiados que com- 
prenden la formación del profermento, 
y del fermento, oxidaciones y progre- 
siones que por más que la ciencia se 
esfuerza en imaginar teorías seduc- 
toras para explicarlos, nada de pro- 
vecho se ha efectuado para deducir un 
manual operatorio cierto y matemáti- 
camente exacto que nos conduzca á la 
obtención de productos tan sólo seme- 
jantes unos á otros. 

Oblicuamente al campo de la suero- 
terapia, se extiende aquí el de la Opo- 
terapia, pues el dia en que profundi- 
zando más en ella se pueda transfor- 
mar la pro-anti-toxina, en anti-toxina, 
no hav duda que á la sueroterapia la 
substituirá la Opoterapia antitóxica, 
porque el poder antitóxico, no es pri- 
mitivo de la sangre y debe provenir 
de tal ú cual órgano que lo produce al 
estado inactivo. 

Ya véis pues que es grande la im- 
portancia concedida modernamente al 
estudio del funcionamiento fisiológico 
de las glándulas y de la composición 
de su zimógeno y que sin duda, dentro 
poco seremos sorprendidos por descu- 
brimientos sensacionales que tal vez 
acabarán en profunda revolución esta 
época de gestación evolutiva de la Far- 
macología. No otra cosa que una vul- 
garización de la Opoterapia ha sido la 
entrada en la Materia médica de los 
fermentos digestivos hoy día tan usa- 
dos y que no puede negarse que han 
prestado eminentes servicios. 


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Quedamos pues en que por Opote- 
rapia ó terapéutica de los jugos ani- 
males se entiende aquella rama de la 


9 LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Farmacología que estudia la prepara- 


ción de medicamentos extraídos de ór- 
ganos frescos de animales. 

Pues bien, qué reglas más fijas te- 
nemos para poder seguir á fin de ob- 
tener tales remedios? Qué formas se 
usan más en la práctica y cuál es la 
nomenclatura que ha de usarse? 

Vamos á esbozar brevemente todo 
lo anteriormente apuntado, y daremos 
fin á lo que nos proponiamos y que no 
es más que trazar en síntesis un cua- 
dro lo más esencial de la Opoterapia 
moderna. 

Y de lo que aquí diré, muy poco he 
podido estudiar en obras que tratan de 
estos asuntos, ya que son caras y es- 
casas, y de lo poco que he leído y me 
mostraron en el Laboratorio Chaix, de 
Paris, cuando mi visita durante el ve- 
rano de 1905 á dicha casa, he debido 
sacar ideas que una vez llevadas al la- 
boratorio no siempre me han dado re- 
sultado satisfactorio. Sólo puedo asegu- 
rar que á pesar de los repetidos ensa- 
yos que llevo hechos sólo algunos jugos 
se conservan activos ó 1nalterables. 

Entre los procedimientos más usados 
para obtener el extracto de los órga- 
nos, hay el de Brown Seguard, el de 
Arsonval, el de Gilbert y Carnot y el 
de Mousnier. 

De este último, modificado, me sirvo 
yo para preparar los jugos opoterá- 
picos que hasta ahora he obtenido. 

La manera de obtenerlos se modifica 
según quieran conservarse en estado 
líquido ó bien se quieran evaporar ó 
administrar al estado de órgano de- 
secado, pulverizado y triturado con 
azúcar de leche, dextrina, fécula ó 
con cualquier vehículo apropiado. 
Pero como quiera que los medica- 
mentos que forman la base del siste- 
ma son líquidos, creemos conveniente 
dar una idea de la preparación de 





er and 


los verdaderos jugos terapéuticos. 

El procedimiento Brown Sequard y 
de Arsonval consiste en una macera- 
ción glicérica de los órganos, la cual 
se filtra á través de una bujía de alú- 
mina y bajo una fuerte presión de gas 


anhídrido carbónico. Gilbert y Carnot 


preconizan su método, el cual consiste 
en triturar el órgano con arena silícea, 
tratarlo luego con agua acidulada con 
ácido clorhídrico y después de algunas 
horas de maceración se neutraliza con 
lejía de sosa. De esta manera el ácido 
clorhídrico en contacto con la sosa, 
forma cloruro sódico, obteniéndose así 
un productq ó licor propio á los usos 
hipodérmico y gástrico. 

Mousnier dice que después de haber 
usado la filtración por la bujía con ó 
sin presión, es partidario de la simple 
filtración por papel, preparando su 
licor por medio de un macerado gli- 
cérico del órgano, al que diluye con 
cierta proporción de suero fisiológico. 

Nosotros hemos operado por todos 
los métodos expuestos y hemos obte- 
nido licores excelentes con todos ellos, 
pero los preparados según el método 
de Mousnier y filtrados simplemente 
por papel, nunca han resultado con 
perfecta transparencia: conservan bue- 
na proporción de hematies y en ellos 
se desarrollan con gran facilidad colo- 
nias microbianas que sin duda han de 
ser un peligro siempre y cuando el 
producto ha de usarse en inyección 
hipodérmica. De ningún modo creemos 
aceptable este procedimiento y antes 
nos decidiríamos por los otros sistemas. 

Pero como que la filtración bajo 
presión de gas carbónico requiere apa- 
ratos costosos y es cara, hemos adop- 
tado la filtración de los líquidos por el 
aparato de Kitasato, bajo presión de 
60 á 70 centímetros que es como se 
opera en mi laboratorio, 






Su ik, dividido en pedazos. pequeños. 
Úna vez pesada se coloca -en su reci- 
piente la mitad de su peso de glicerina 
'anhidra y se abandona durante doce 
horás, tiempo relativamente corto pero 
que basta para la difusión de los prin- 
cipios, solubles dado el fuerte poder 
higroscópico de la glicerina, la cual 
favorece la exosmosis. Se añade luego 
la otra mitad del peso del órgano 
de suero artificial —cloruro sódico al 
750 por */, —previamente esterilizado 
al autoclave á 130° y enfriado. Dejo 
transcurrir 4 horas más y filtros por 
papel. Inmediatamente coloco el licor 
dentro del embudo del aparato de Ki- 
tasato y filtro por presión por medio 
de la tromba. El líquido filtrado lo 
guardo en aparatos asépticos y este 
licor nos representa el peso de la glán- 
dula fresca. 

Como se ve el procedimiento no es 
largo ni difícil. Todo se reduce á eli- 
minar del licor todo lo que pueda ser 
séptico y luego conservarlo de modo 
que guarde en lo posible su asepsia. 

Los principales líquidos que se usan 
son: el jugo testicular, el jugo ovárico, 
el jugo de substancia gris, el pancreá- 
tico, el de las glándulas renales ó ne- 
frina, el medular, muscular, el de las 
cápsulas suprarenales, el esplénico, el 
tiróidico, el tímico, el intestinal y el 
prostático. 


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Las formas farmacéuticas que la 
fantasía del moderno comercio far- 
macológico ha inventado para la Opo- 
terapia son infinitas. La más lógica es 
la hipodérmica, por la cual los liquidos 
se inyectan á la sangre sin alteración. 

La vía gástrica admite el liquido sólo 
å gotas, que es como debería adminis- 
trarse en este caso y luego existen los 


vinos á base «de jugos orgánicos, las 


píldoras de jugos evaporados, etcétera, 


formas todas ellas muy discutibles y 


que no más citamos por ser largo su 
estudio. 


Traducido del catalán por 
R. VALLS. 


Revista ðe la Prensa 


Annaes de medicina Hom. de Rio Ja- 
neiro. — Toxicidad del plomo: Doctor 
Marqués de Oliveira.—LEl autor dice 
que fué llamado para asistir á un en- 
fermo atacado de violentos cólicos con 
vómitos y calambres en ias panto- 
rrillas. 

Admmistró Plumbum al interior, 
pero produjo agravación de los sín- 
tomas. 

Averiguada la causa de la enferme- 
dad, vínose en conocimiento que en el 
conducto del agua que bebía el paciente 
abundaba un polvo blanco que era el 
óxido de plomo. Los calambres y los 
vómitos cesaron bajo la influencia del 
Veratrum album. 


Polygonum en las hemorroides, por 
el Dr. Nilo Cairo.—El Polygonum es 
un medicamento utilísimo en las he- 
morroldes dolorosas que sangran 
abundantemente. El Dr. Nilo Cairo, 
cita un caso que se resistió á los si- 
guientes medicamentos: Mille f. Collin- 
son, Aloes, Nux., Sepia, etc. 

El Pol: ygonum hydropiper 3.* x, una 
gota cada dos horas cura, como por 


encanto, las hemorroides dolorosas y 


sangrantes. 


28 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Eczema del escroto, por el Dr, Mar- 
qués de Olivelira.—Trata de un caso 
pertinaz de eczema extendido desde el 
escroto hacia los muslos. Ensayados 
un gran número de tópicos fueron 
aplicados en vano, hasta que admi- 
nistrado el Croton tigl. al interior curó 
por completo el eczema. El síntoma 
característico de este medicamento es: 
Dolores insoportables al menor con- 
tacto y obligando al enfermo á ras- 
carse. 


Allgemeine Hom Zeitung. — Metales 
colloides, por el Dr. Schlegel. — Si las 
atenuaciones de los metales, según se 
ha venido haciendo por el método 
hahnemanniano, han dado excelente 
resultado en el tratamiento de un sin 
fin de padecimientos, cree el autor que 
los metales usados en estado coloidal 
preparados por trituración y dilución 
podrán dar también resultados óptimos. 

El Dr. Schlegel dice que ha hecho 
uso de estas preparaciones y en tantos 
casos como las ha empleado le dieron 
resultado excelente; como á demostra- 
ción cita los siguientes casos: 

1. Un caso de neurastenla en una 
mujer de 25 años, ha sido notablemente 
modificada por la administración de 
Aurum coloidal 8.* dil. 3 gotas dos 
veces por día. 

2. Un niño de 5 años, atacado de 
una nerviosidad excesiva yv de una 
dispepsia nerviosa, es curado por el 
mismo remedio. 

3." Una mujer de 68 años que su- 
fría gastralgias, fué curada rápida- 
mente por Cuprum coloidal 8.* di- 
lución. 

4. Un hombre de 40 años padecía 
un abatimiento pronunciado, se curó 
con Argentum coloidal 8.* dil. 3 gotas 
dos veces al día. 


PP O E O O DO O COLO DO Dn RO 


5.% Hydrargyrium coloidal 5.* dil. 
decim. la emplea con éxito contra los 
síntomas sifilíticos. 

6. Aurum coloidal 3.* dil. 
una odontalgia. | 

7.2 En un caso de epilepsia grave, 
los excesos han sido más separados y 
menos violentos después de adminis- 


trar Aurum coloidal. 


curó 


Medical Century, — El remedio del 
asma, por Amanda Decker Holcombe. 
— Dice el autor que el asma es curable 
pero para ello es necesario abstenerse 
de paliativos como son las inyecciones 
de morfina, los eméticos é inhalacio- 
nes. La curación de esta enfermedad 
se obtendrá buscando con detención el 
remedio que cubra la mayor parte de 
síntomas. 

‘Según este punto de vista, el autor 
cita numerosas curas por Lachesis, 
Tuberculinum, Arsénicum, Phospho- 
rus, Natrum. murtat. etc. 


Homeopatía de México. — Apomorph:i- 
num. — Observación. — Una niña de 
siete años de edad, sufrió una caída, 
á consecuencia de un paso en falso, 
chocando su cabeza con el pavi- 
miento en la región fronto-parietal 
izquierda, de una manera cruel y vio- 
lenta. El examen no reveló depresión 
craneana. Pudo volver por sí sola á 
su casa, pero sin conciencia. Fué vista 
por otros niños cuando cayó, los que 
refirieron después lo acontecido. 
Cuando fué vista dos horas después, 
se observó el síndroma siguiente: 

Se encontraba acostada en estado 
de sopor, no podía hablar ni responder 
cuando se le hablaba. 

Estaba acostada sobre el lado que 
sufrió el golpe (izquierdo). 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Tenía accesos frecuentes de delirio 
furioso, ordinariamente cada media 
hora, agravados por el tacto. 

Ojos fijos y vidriosos, mirando al 
rededor de la pieza como si estuviese 
alguno cerca de ella. 

Si se la dejaba sola, quería correr 
al rededor de la pieza y volver de 
nuevo á la cama, con estupor conse- 


cutivo. 
El estado activo es precedido de 


grandes esfuerzos de vómito (cerebral) 
agitando todo el cuerpo; la cara fuer- 
temente congestionada. Se debate y da 
de golpes con los pies cuando se la 
toca. 

Verdaderos esfuerzos para llorar v 
se arranca los vestidos solamente abajo 
de la cintura. 

Deseos frecuentes de orinar; el rasgo 
particular en esto es que la niña exige 
servirse de la vasija. 

Apomorphinum 30.* una dosis, es 
seguida al cabo de dos horas de un 
sueño benéfico que duró seis horas; 
completa curación en la mañana. 

Los siguientes síntomas se registran 
en los «Nuevos Remedios» de Bale, 
han sido observados en los animales y 
verificados por la clínica en el caso 
anterior, á saber «Convulsiones epi- 
leptiformes sobreviniendo por el con- 
tacto; [estado tetánico, corre dando 
vueltas al rededor de la pieza, escala 
los muros. 


Boietín del Hospital Homeópata del Niño 
Dios.— Remedios usuales de la fiebre 
tifoidea, por el Dr. J. Solé y Pla.—El 
autor de este artículo cita los medica- 
mentos que el Dr. Nash en sus carac- 
terísticos, encuentra más amenudo in- 
dicados para combatir dicho padeci- 
mientos; estos remedios son: Baptisia, 
Bryonia, Lachesis, Acidum phosphó- 


n aaeeea a CD OC O E O CO CO O DO DD OOO O O O O O O O O IN 


29 





ricum, Rhus toxicodendron, Gelse- 
mium y algún otro. 

Baptisia y Gelsemium: un caso 
grave ha cambiado favorablemente en 
nueve ó diez días con Baptisia 30.*, 
gulada por su síntoma mental clásico 
y además por Gelsemium 200.* des- 
pués de haber usado Bryonia. Estos 
medicamentos son muy útiles al prin- 
cipio. 

Bryonia. Puede ser el remedio du- 
rante toda la enfermedad. Bryonia 
debe darse mientras persista la lengua 
blanca, labios obscuros y sed, la cons- 
tipación, el dolor de cabeza y el delirio 
en forma benigna. 

Rhus toxicodendron. Está indicado 
cuando la lengua se vuelve seca y roja 
en la punta, hay diarrea, si el delirio 
aumenta, no pudiendo el enfermo per- 
manecer tranquilo, 

Acidum phosph. Se dará cuando e. 
enfermo está apático, indiferente; no 
tiene ganas de hablar yv responde des- 
pacio; además hav diarrea amarillenta, 
acuosa ó ligeramente coloreada; hasta 
algunas veces blanca. 

Lachesis. Es uno de los mejores me- 
dicamentos en la tifoidea. 

Sus indicaciones son: estupor, duer- 
me con la boca abierta; lengua seca, 
roja ó negruzca, la cual tiembla al sa- 
carla (lo que indica gran debilidad.) 
Las evacuaciones son fétidas; si hay 
hemorragia es de sangre negra des- 
compuesta. El paciente está agitado, 
cree estar sofocado y procura no tener 
nada sobre su cuello ó garganta, des- 
tapándose continuamente. 

Se ha visto que con este remedio á 
la 200.* solución, un caso grave se ha 
cambiado en benigno en venticuatro 
horas. 

RómuLo VALLS SABATER. 


30 





LOS VENENOS 


AAA PP die e 


= Reunidos en un elegante volumen 
el profesor A. Calmette, acaba de pu- 
blicar los hermosos estudios hechos 
por espacio de 15 años, por él y sus 
alumnos, sobre los venenos y la sue- 
roterapla antivenenosa. 

En cinco partes se divide la obra. 
En ella el autor trata de la clasifi- 
cación general, de los caracteres anató- 
mico-patológicos, de los hábitos ó cos- 
tumbres y de la repartición geográfica 
de las serpientes venenosas. Trata 
luego de la sueroterapia autivenenosa 
y de las observaciones de las morde- 
duras de las serpientes tratadas por el 
suero y explica la recolección del ve- 
neno de Cobra en los establecimientos 
franceses de la India. 

Las mordeduras de serpiente vene- 
nosa manifiestan su acción tóxica por 
dos órdenes de fenómenos; los unos 
locales, afectan el sitio y regiones pró- 
ximas á la herida; los otros generales, 
afectan de repente la circulación y el 
sistema nervioso. 

Los efectos son distintos según sea 
la especie de animal; si los fenómenos 
locales predominan después de la mor- 
dedura de las Víperas, los accidentes 
generales, fulminantes, provienen des- 
pués de las mordeduras de las Colú- 
bridas y de las Crotalinas. 

La dosis mortal del veneno varía 
también según sea la especie de ser- 
piente, -según el período de ayuno ó 
de la muda y según sea el animal 
mordido ó en experiencia. 

Si 00002 de veneno de Naja son su- 
ficientes para matar un covavá ó co- 
nejito de indias de 600 gramos, es ne- 
cesario (Y0004 gramos de veneno de 
las Pelias para obtener la muerte de 
un mismo animal; y basta 0'000066 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





gramos de veneno de la Enhydrina 
para matar un conejito de 1 kilogramo 
y verosimilmente 0'01 gramos de ve- 
neno de Cobra para matar á un 
hombre. 

Ciertos animales al morderlos las 
serpientes presentan cierta inmunidad 
natural relativa: tales son la mangosta 
y el herizo. El profesor Calmette estu- 
dia la inmunidad adquirida ó heredi- 
taria del hombre. Esta conocida desde 
antiguo, se encuentra hoy día en Afri- 
ca y en Asia, en donde de padres á 
hijos, los indígenas siguen el oficio de 
encantador de serpientes y de curan- 
deros, interviniendo, preventivamente 
ó curativamente por medio de inocu- 
laciones subcutáneas que ellos practi- 
can; va sea por medio de un polvo 
compuesto de hígados y hiel de ser- 
pientes machados con las glándulas 
del veneno ó bien de una pasta pega- 


josa compuesta de veneno y substan- 


cias vegetales. Por otra parte no exis- 
ten en Francia, cazadores de serpien- 
tes que se inmunicen por medio de 
inoculaciones graduadas á las cuales 
recurren anualmente. | 
Esta vacunación, pues, antigua- 
mente conocida del empirismo, ha 
sido empleada por el profesor A. Cal- 
mette cientificamente creando la sue- 
roterapia antivenenosa, procediendo, 
según el método de Behring: y de 
Roux por la sueroterapla antidiftérica. 
Admirando la obra considerable 
practicada por el profesor Calmette, 
encontramos á faltar un capítulo, de 
cuya importancia se harán cargo nues- 
tros colegas homeópatas y que hubiera 
podido llevar el nombre de: «La apli- 
cación terapéutica de los venenos». 
Débese á Constantino Hering el ha- 
ber introducido en nuestra terapéutica 
el uso de los venenos. Primeramente 
se sirvió de Lachesis, después de ha- 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





ber. establecido, según el método de 
Hahnemann, una larga lista de sus 
efectos fisiológicos. Después, la Mate- 
ria médica homeopática se ha enrl- 
guecido con patogenesias nuevas obte- 
nidas por la experimentación de los 
venenos de Crotalus hórridus, del 
Elaps corallius, de Naja trypudrans 
y de Vipera. 

Todos tienen efectos comunes, pero 
Lachesis parece reunir, en un grado 
diferente, los síntomas patogenéticos 
de los otros: la tendencia á las hemo- 
rragias y á la gangrena, las sensacio- 
nes constrictivas y dolorosas, sobre 
todo en la parte superior del tubo di- 
gestivo; los desarreglos circulatorios: 
debilidad en el corazón, color livido de 
la piel, enfriamiento general ó parcial. 

Lachesis se distingue por su agra- 
vación tan especial después del sueño, 
y el predominio de los dolores del lado 
izquierdo. Al contrario, todas las alte- 
raciones son mucho más marcadas al 
lado derecho con Crotalus. 

Naja se diferencia por la intensidad 
de sus fenómenos nerviosos. 

Elaps coral. por la sensación de 
frío, Vipera por sus sensaciones de 
quemadura. Todos tienen acción so- 
bre las alteraciones circulatorias, dis- 
minuyen la debilidad del corazón y 
regularizan el curso de la sangre en 
el organismo: su utilidad en el trata- 
miento de los desarreglos de la meno- 
pausa no hay que desmostrarla. 

DR. León VANNIER. 
(De la Hom. Frang.) 


BIBLIOGRAFÍA 


El infatigable propagandista ho- 
meópata Dr. D. Juan Antiga de México 


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31 





acaba de publicar un extenso folleto 
titulado «Apuntes de Materia Médica y 
Terapéutica Homeopática», el cual ha 
tenido la galantería de remitirnos con 
una atenta dedicatoria, la que agra- 
decemos en el alma. 

Hace va mucho tiempo que vamos 
siguiendo con interés la obra de di- 
fusión homeopática que va desarro- 
llando el Dr. Antiga yv cada vez que 
recibimos nuevas del distinguido ho- 
meópata, nuestro espíritu se ensancha 
al saturarse de las ideas vertidas por 
él en sus escritos, enlos cualescampea 
siempre su estilo, enérgico, conciso y 
fluido al mismo tiempo. 

En el folleto que acabamos de recibir 
empieza el autor exponiendo de ma- 
nera clara «Algunas reflexiones sobre 
la Homeopatia», constituvendo esta la 
primera parte del libro. Luego en la 
segunda parte, «Materia médica» se- 
ñala los síntomas patogenéticos llama- 
dos característicos de un gran número 
de medicamentos v termina la obra con 
unos apuntes de terapéutica homeopá- 
tica, formando un prontuario tan útil 
como interesante. Por creerla de interés 
esperamos tendrá favorable acogida 
por los homeópatas. 

Felicitamos al Dr. Antiga v espera- 
mos no dejará de llevar nuevos mate- 
riales científicos al monumento ho- 
meópata que se construve para la 
posteridad. 

R. VALLS SABATER. 





NOTICIAS IMPORTANTES 


Por acuerdo del Ixstiruro Ho- 
MEÓPATA, desde el presente número 
La Homrobatía PRÁCTICA pasa á ser 
órgano en la prensa de la citada en- 
tidad científica. 


32. LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Esperamos que con el concurso de 
de tantos elementos de valía como 
componen el INsTITUTO, Nuestra mo- 
desta Revista entrará en una nueva 
fase de publicación y podrá insertar 
en sus columnas todos cuantos tra- 
bajos originales dená luz los distingui- 
dos é inteligentes homeópatas cata- 
lanes. 

Desde estas páginas damos al Ins- 
TITUTO las más expresivas gracias por 
la distinción otorgada y prometemos 
cumplir fielmente en todo cuanto de 
nosotros dependa, ansiando cordial- 
mente que nunca más se entibie la 
unión que reina entre los que compo- 
nen el [INsTITUTO HOMEÓPATA DE BAR- 
CELONA. 

ea 

En la Junta general celebrada por 
el Insrrruro Homeóbara en Enero 
próximo pasado, procedióse á la elec- 
ción de la Junta Directiva para el co- 
rriente año de 1908, quedando consti- 
tuida del modo siguiente: | 


Sección Administrativa 
Presidente, Dr. D. Jaime Abreu. 
Vicepresidente, Dr. D. José Civil. 
Tesorero, Dr. D. José Piqué Sabater. 
Contador, Dr. D. Juan Solé y Pla. 
Secretario general, Dr. D. Jaime 

Peiró. 

Sección Cientifica 
Presidente, Dr. D. Angel Olivé. 
Bibliotecario, Dr. D. Salvador Roig. 
Secretario, Dr. D. Pedro Montañá. 


VARIEDADES 


La casa Grau-Ala acaba de publicar 
la segunda edición desu Manual de 
Homeopatia en el cual ha introducido 
mayor número de páginas de Tera- 











péutica homeopática y ha corregido 
deficiencias que se notaban en su prl- 
mera edición. En esta que acaba de 
salir, entre otras correcciones, la más 
importante es el dar la fórmula de ca- 
da uno de sus acreditados especificos, 
con lo cual los prácticos y adeptos al . 
sistema tendrán la ventaja de poder 
usar dichos medicamentos en todos 
cuantos casos esté indicada la subs- 
tancia que los compone, aunque deje 
de mentarlo el Manual de Homeopa- 
tía, ya que es imposible contenga éste 
todas las indicaciones. El Manual de 
Homeopatía Grau-Ala forma un ele- 
gante folleto de unas 56 páginas con- 
tenidas en una bonita cubierta. 

Este folleto se reparte gratis y franco 
á todas cuantas personas se interesen . 
por la inmortal doctrina homeopática. 
Es de tanta utilidad para las familias, 


por las indicaciones prácticas que con- 


tiene, que esperamos no dejarán de 
tenerlo todos los partidarios de la Ho- 
meopatía. 





Al entrar en prensa La HOMEOPATIA 
PRÁCTICA, nos enteramos con profun- 
do sentimiento de la irreparable pér- 
dida de dos queridos compañeros: el 
doctor José Civil y el Dr. José Nogué 
y Roca. 

Ambos habian formado á nuestro 
lado en la propaganda de la Homeo- 
patia. El Dr. Nogué y Roca, polemista 
contundente y escritor distinguido ha- 
bia dirigido durante muchos años la 
Revista Homeopática Catalana. 

En el número próximo haremos una 
biografía de nuestros malogrados com- 
pañeros, pues hoy carecemos de es- 
pacio. 

Desde estas páginas, el INSTITUTO 
HomkEóPATA y la Redacción de la Ho- 
MEOPATÍA PRÁCTICA envían á las fa- 
milias de los finados el más sentido 
pésame. 

¡Descansen en paz nuestros inolvi- 
dables amigos! 





Establecimiento tipográfico de Inglada X Comp.” — Calle de Guardia, núm. 9, Barcelona 








" Abrotanum.—Para los sabañones. : 
- Apis.—Picaduras de insecto. | Rhus.— Dolor reumático, 
- Arnica.— Contusiones. 


- Mypericum.— Picaduras, dislocaciones. 








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mendado por muchos médicos en $us elínic as par- 
ticulares, es el mejor tónico-reconstituyente para 
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nutrición, corrige la mala asimilación “de los ali- 
mentos, aumenta la osificación, energía muscular 
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HOMEODATICO | 
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siguientes: contusiones, golpes. desgarraduras. 
pinchazos, cortaduras, dolor de cabeza y frente, 
lumbagos producidos por esfuerzos ú fatigas, etc. 


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más de treinta "años y el dictamen de eminencias 
médicas ha preconizado como el éxito infalible 
para la curación del Escorbuto, Caries, Dolor de 
muelas y todas las enfermedades de la boca. 


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estreñimiento ; 


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perfuma la boca. Frasco, 2 pesetas 





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Ruta. —Ulceras. 
Bellis.— Manchas congénitas. Staphisagria. —Caries dentaria. 
Caléndula.—Heridas supuradas. Symphitum.— Fracturas. 
Cannabis.—Estranguria gonorrea- i Thuja.-—Cáncer, verrugas. 
Cantharis.— Quemaduras. * Urtica urens.—Quemaduras. 
Euphrasia.—infismación de los ojos. | Verbascum —Neuralgias. 
Melianthus=.—Golpes y contusiones. Chamomjil'a.—Bolor de muelas. 
Espiritu de alcanfor (Rubini) —- Preservativo 
del cólera. : 


Midrastis.—Organos genitales Lupus. E 
Dilución de pulsatilla.—Coriza. 


Ledum.—Gota, heridas punzantes. 


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La Homeopatía Práctica 


REVISTA BIMESTRAL 


Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona 


REDACCIÓN: Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU - ALA, Unión, 8. — BARCELONA 


AA A R A 


Redactor - Jete Rómulo Valls Sabater 


COLABORADORES 


Doctores: Jaime Abreu — Salvador Badia — Miguel Balari — Francisco Benavent — 
José Galard — José (Giró Savall — José A. Grifols — Enrique Laplana — 
Pedro Montañá — Antonio Novellas — Angel Olivé y Gros — José Pique 
Sabater — Jaime Peiró — Ramón Roig — Salvador Roig — Ántonioktoig — 
Juan Solé y Pla — José Sabater. 


——_ CORRESPONSALES —— 





Docroges: Cartier, (Paris) — Juan Antiga, (México) — H. Van der Laan, (Brasil) — 
Robledo, (Manila) — Lambreghts, (Anvers) — J. A. Fontela, (Montevideo) — 
Alvaro A., Valenzuela, Ibagué, (Colombia) — Garcia Lopez; Barrantes 
Izquierdo; Peré Raluy; Piza Roselló, de Madrid — R. Fortuny; Saqués 
Perrin; Ibañez Roig, de Valencia — Penella, (Zaragoza) — A. Chápuli, 
(Alicante) — García Villalba, (Murcia) — F. de la Peña y J. Candel, (de Já- 

o tiva) — J. Cartes y T. Homedes, (de Tortosa) — Meseguer, (Orihuela) — 
Pujolar, (Olot) — lbaz y Pou, (Vigo) — Anaya, (Cádiz) — Bengochea, 
(Tivenys) — Hidalgo Domingo, de Aracena, (Huelva) — Enrique Reus, 
de Castalla, (Alicante) — J. Ferret Robert, (Sitges) — Soler y Fargues, 
(Arenys de Mar). | 


SUMARIO: 


Instrruro HomEórara pe Barcetoxa: Sesión inaugura: dedicada a Samuel Hahnemann: Memoria 

del Secretario Dr. R. Valls Sabater.—Discurso del Dr. José Galard: Sobre el corazón.—Biografia 

- del Dr. Nogué y Roca, por el Dr. Solé y Pla.—Memoria necrológica del Dr. Civil, por el Dr. Enrique 
Laplana. —Discurso del Presidente Dr, Angel Olivc.—kevista de la Prensa. —Varicdades. 


34 


Instituto Homeópata de Barcelona 





Sesión extraordinaria celebrada en 
el salón de Actos del Fomento del Tra- 
bajo Nacional el dia 26 de Abril 1908, 
á las cinco de la tarde, para conmemo- 
rar el 153 Aniversario del natalicio de 
Samuel Hahnemann, v en la que se de- 
dicó un recuerdo å los que fueron ilus- 
tres Presidente y Vicepresidente de 
dicha Corporación los inteligentes ho- 
meópatas Dres. D. José Nogué y Roca 
v D. José Civil respectivamente. 


Bajo la presidencia del Dr. D. Angel 
Olivé y con asistencia de los señores 
Reverendos D. José Portalós, en repre- 
sentación de su lustrisima Dr. Carde- 
nal Casañas. 

Sr. Secretario del Gobierno civil, en 
representación del Gobernador. 

Dr. Moncet, del Instituto Médico- 
Farmacíóutico. | 

D. Domingo Guerra, en representa- 
ción del Sr. Presidente de la Audiencia. 

Sr. Badía Andreu, por la Diputa- 
ción Provincial, 

Dr. Borrell, por el Sanatorio Marí- 
timo de San José y Boletín Hospital 
llomeópata. 

Dr. Giró, por el Hospital Homeópata 
del Niño Dios. 

Dr. Moragas, por la Academia Ho- 
meopática. 

Dr. Comet, por La Medicina Pura. 

Dr. Suriol, por la Revista Homeo- 
pática. 

Dr. Badía, por los Amigos del País. 

Sr. Román Soler, por el Keo del Co- 
mereto y Seguros y diferentes redacto- 
res de periódicos locales, el INsTITUTO 
ITHomróraTa, celebró el día 26 de Abril 
del corriente año, su sesión Inaugural, 
ante numerosa y distinguida concu- 
rrencia. 





A a A 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 


— 5 A iaeaea 





Abierta la sesión por el Sr. Presi- 
dente, el Sr. Secretario Dr. D. R. Valls 
Sabater, dió lectura á la siguiente me- 
moria: 


MEMORIA REGLAMENTARIA 


INSTITUTO HOMEÓPATA DE BARCELONA 


Curso de 1907 á 1908 





lóxcmo. SR. 
SEÑORES: 


Los que van tras las huellas de los’ 
grandes reformadores de la sociedad; 
los que pacientemente siguen el cami- 
no que van trazando los eminentes 
hombres de ciencia, los que guiados por 
un fin altamente humanitario siguen 
la fértil senda que los grandes maes- 
tros de la medicina grabaron indele- 
blemente en bien de la sociedad; por 
último, los que guiados por un noble 
anhelo aprecian y distinguen las doc- 
teinas inmortales que nos legaron sa- 
bios maestros, siempre, fija en su mente 
hállase la memorable fecha en que 
comcide el aniversario sea del natali- 
cio, sea del aciago día en que el alma 
del sabio se remontó por los azules es- 
pacios de lo desconocido. Y en dicha 
fecha, en conmemoración del célebre ó 
triste acontecimiento, dedican al malo- 
erado mentor de sus creencias, unas 
horas, para ensalzar públicamente los 
méritos y virtudes que tuvo, para que 
sirva de ejemplo á las generaciones 
actuales y venideras. | 

[sto pues, señores, es lo que trata 
de efectuar hoy el InstirurTo Ho- 
MEÓPATA de Barcelona, al reunirse en 
sesión pública inaugural de las tareas 
del presente curso académico. 

Siguiendo pues la inveterada mun- 
dial costumbre, el Instiruto Ho- 


'LA HOMEOPATIA PRACTICA 





MEÓPATA reúnese en solemne sesión 
para conmemorar el 153 aniversario 
del natalicio de Samuel Hahnemann, 
el reformador terapeuta más distin- 
guido del Universo. | 

Prueba de ello son los infinitos adep- 
tos que va conquistando cada año 
nuestra doctrina médico-homeopática. 

En España, á pesar de ser refracta- 
rios siempre á todo lo nuevo, aunque 
lleve el sello de la más estricta verdad 
científica, poco 4 poco, van haciendo 
profesión de fe hahnemanniana nue- 
vas personalidades médicas, viniendo 
á aumentar el va numeroso ejército de 
convencidos homeópatas. 

Y como no ha de ocurrir así al que 
con cariño y sin prejuicios de ningún 
género estudia las innumerables obras 
de terapéutica y farmacodinamia que 
nos legaron Hahnemann y sus disci- 
pulos y continuadores? 

-El libro científico, nuestro compa- 
ñero inseparable y á quien sin temor 
podemos analizar hasta más allá de 
sus intrincados arabescos signos es 
quien marca la preponderancia ó vir- 
tud de las doctrinas, va que su número 
está en relación directa con ellas. 

En Homeopatía el libro surge con- 
tinuamente de la estereotipia, el arte 
más colosal del progreso, para ilu- 
minar con claridad diáfana yv armo- 
niosa nuestra inteligencia. 

El libro homeópata que nos legaron 
Hahnemann y sus continuadores, en 
el transcurso de pocos años, ha hecho 
como las ondulaciones ó vibraciones, 
etéreas, se ha transmitido ó proj agado 
en todas direcciones, haciendo vibrar 
miles de inteligencias que han sim- 


patizado con las ideas por él ex- 
puestas, sirviendo esto como punto | 


de apoyo ó punto centrifugo para que 
se propagasen de nuevo con mayor 
intensidad. 





! 
| 
| 
| 


39 





La veneración que sentimos por el 
libro es infinita. | 

Le guardamos cuidadosamente y le 
hacemos partícipe de nuestras más 
caras afecciones, porque él es quien 
nos guía y nos abre la inteligencia á 
la verdadera vida, la vida de las sen- 
saciones del espíritu. 

Al libro homeópata, pues, es á quien 
debemosla activa propaganda de nues- 
tras ideas y debemos ensalzarlo con- 
tinuamente. 

El libro homeópata, disperso por 
todas las naciones civilizadas es quien 
ha llevado el polen fecundante de nues- 
tros Ideales científicos, en la lectura de 
los cuales ha germinado esplendoro- 
samente en numerosas inteligencias 
la doctrina halnemanniana v á quien 
se debe que hov, después de un siglo, 
poco más ó menos en que Hahnemann 
divulgó su sistema, éste havya adqui- 
rido mavor preponderancia que la ba- 
lumba de doctrinas médicas que 
han sido propagadas por eminentes 
hombres de ciencia, cuvos méritos, 
á pesar de ser no tan elevados como 
los de Hahnemann, sm embargo, 
dentro las ciencias médicas tienen 
tanto relieve que sería insensato v no 
exento de maldad el no reconocerlo. 

Hoy, en el siglo de los grandes in- 
ventos que evolucionan notablemente 
la marcha progresiva de las ciencias, 
no podemos sacar á relucir prejuicios 
de escuela. 

Debemos tender á armonizar todas 
las doctrinas, pues lo que actualmente 
se considera por unos como una 
utohla, quien sabe si mañana vendrá 
la ciencia á grabarle el sello de la más 
estricta razón. Sm embargo, hagamos 
constar que la homeopatía va siguiendo 
su camino lleno de policromas flores 
que la adornan y engalanan conti- 
nuamente, sin que se detenga en su 


36 LA HOMEOPATIA PRACTICA 


marcha triunfal ni sufra quebranto al 


bordear los nuevos descubrimientos 
científicos. - 

Largo y penoso trabajo sería y no 
muy propio de este lugar, el hacer un 
estudio crítico de las numerosas obras 
homeopáticas que los maestros de la 
doctrina hahnemanniana han dado á 
luz en estos últimos años, y sería para 
nosotros tarea tanto más penosa por 
las pocas condiciones críticas que po- 
seemos. A poder hacerlo; á tener su- 
ficiente empuje para intentarlo no más, 
hoy á pesar de no caber ello en el ob- 
jetivo que motiva este modesto trabajo, 
nos honraríamos sobremanera al ex- 
poner detalladamente una reseña bi- 
bliográfica de los mismos, y al propio 
tiempo ir alambicando las hermosas 
bellezas y las sublimes concepciones 
que, nacidas del cerebro de eminentes 
hombres, han sido tipografñadas en el 
libro para legarlas intactas á la pos- 
teridad. 

Hahnemann, nuestro querido maes- 
tro ácuyamemoria dedicamos hoy esta 
solemne sesión, ha sido el precursor 
del libro homeópata. A él se deben un 
sin fin de obras en las cuales hállase 
de una manera magistral sintetizada 
toda la doctrina médica que susten- 
tamos. 

Entre sus obras, las que jamás de- 
jarán de ocupar el primer rango en la 
historia de la bibliografía médica, há- 
llase el Organón ó exposición de la 
doctrina médico-homeopática, libro en 
el cual se encuentra el fundamento y 
la base sintética de todo cuanto se re- 
laciona con la doctrina y su Materia 
Medica pura, uno de los más grandes 
trabajos médicos que se han escrito 
hasta la fecha. El estudio que se hace 
en esta obra de los medicamentos y 
síntomas patogenéticos de los mismos 
constituye un trabajo tan colosal, que 





nosotros, humildes soldados de las 
filas hahnemannianas, apenas, pode-- 
mos concebir que un solo hombre, en 
el transcurso de su corta vida pueda 
efectuar un trabajo tan valioso y deta- 
lado como se encuentra en dicha 
obra. l | | 

Mientras vayan á la cabeza de los - 
defensores del similia hombres como 
Hale, Hart, Hughes, Jahr, Jousset, 
Nash, Allen, Benigausen, Espanet, 
Simón, Arriaga, Antiga y entre nos- 
otros Cruixent, García López, Alva- 
rez, Nuñez, Almató, Rino y Hurtado, 
Maná, Nogué y otros muchos, el libro 
homeópata seguirá la evolución de las 
doctrinas, flotando siempre intacto en 
sus principios por encima del turbu- 
lento hervir de las ideas. 

Saludemos pues al libro homeópata 
va que él es el .mudo testigo que nos 
pondrá en relación con las futuras ge- 
neraciones hahnemannianas, las cua- 
les no dudamos llegarán á constituir 
una legión inmensa. 


Y después de este mal pergueñado 
exordio vamos á pasar ligera revista 
de los asuntos que motivan el presente 
escrito ó resumen de las tareas efec- 
tuadas por el INsTITUTO HOMEÓPATA 
de Barcelona durante el curso que 
acaba de terminar. 

En primer término, hay que hacer 
constar que si notables fueron los tra- 
bajos presentados por los individuos de 
esta Corporación durante el próximo- 
pasado curso, en el que vamosá juzgar 
no han sido menos importantes, y si no 
fuera por las comparaciones diríamos 
que éste ha superado al anterior en 
número é importancia científica: 

Siento en este momento no poseer 
toda la erudición necesaria para trazar 





LA HOMEOPATIA PRACTICA 


-la hermosa reseña que podría hacerse 


de los mismos, pero ya que esto no es 
posible haremos unas ligeras indica- 
ciones de los más importantes temas 
- presentados. 

- Uno de los temas que más llamaron 
la atención de los individuos del 
Insrrruro fué el presentado por el 
doctor Olivé, el cual versó sobre las 
variedades de Acónttum. Expuso el 
disertante con minuciosos detalles y 
conocimientos del asunto, todas las 
variedades que se conocen de dicha 
planta, indicando los caracteres mor- 
fológicos de las mismas, pasando lue- 
go á tratar de los síntomas patoge- 
néticos del Acónito. Interesante fué 
también la disertación hecha Sobre 
este tema por el Dr. Solé y Pla, de- 


mostrando en ella los profundos cono- 


cimientos botánicos que posee. 


El Dr. Abreu, nos sorprendió agra- | 


—dablemente con su interesante tema: 
«Tratamiento dela viruela negra.»Des- 


sintomas, etiología y anatomia patolo- 
gica, diagnóstico y pronóstico, pasó á 
discutir el tratamiento, detallando va- 


37 





-hipnotismo. El disertante explicó lo 


que era el hipnotismo, su práctica y 
las enfermedades que pueden curarse 
ó aliviarse con dichas prácticas, acep- 
tadas hoy por todas las eminencias 
médicas. 

Muchísimos más fueron los temas 
presentados; para no alargar este tra- 
bajo dejaremos de mencionarlos. 

Además de estos trabajos científicos, 
fueron presentados un gran número 
de casos clínicos en cuya exposición 
campearon las dotes de clínicos y ex- 
pertos terapeutas que caracterizan ú 
sus autores, cuyos trabajos así como 
los temas irán apareciendo en la mo- 
desta revista titulada La HOMEOPATÍA 
Práctica, órgano del Instituto Ho- 
MEÓPATA. 

Respecto al movimiento de socios, 
debemos indicar con profundo senti- 
miento la pérdida de dos queridos com- 


'; pañeros, el Dr. Civil y el Dr. Nogué y 


- Roca, quienes con gran entusiasmo 
pués de exponer magistralmente los 


rios Casos por él tratados v en los cua- ' 


les obtuvo buen éxito. 

No menos interesante que los ante- 
riores fué el tema ¡presentado por el 
doctor Solé y Pla sobre los Antimo- 
niales. 

Con verdadero conocimiento quími- 
co explicó los diferentes preparados ó 
substancias en las que entra el anti- 
monio, detallando los sintomas pato- 
genéticos de cada uno de ellos. 

El Dr. Piqué Sabater, presentó tam- 
bién un interesante tema sobre la hi- 
pertrofia del útero, en el cual puso de 
relieve los profundos conocimientos 
que tiene en la especialidad. 

Interesante por demás fué el tema 
presentado por el Dr. Montañá sobre 


compartían con nosotros la penosa ta- 
rea de propagar la inmortal doctrina 
hahnemanniana. 

Hovy. el IxstiruTo HOMEÓPATA, reu- 
vidoen sesión pública para conmemorar 
el aniversario del natalicio de Hahne- 
mann, al par que lleno de satisfacción 
al ensalzar las virtudes del maestro, 
vese apenado tristemente por la eterna 
ausencia de sus queridos comprofeso- 
res, (quienes especialmente el Dr. No- 
gué y Roca, habian sido distinguidos 
clínicos y nos habían ilustrado más de 
una ocasión con sus acertados y pro- 
fundos conocimientos en la Materia 
Médica. 

Por eso, al ensalzar las glorias de 
Hahnemann, el Iustituto Homeópata 
dedica un sentido recuerdo á sus ma- 
logrados consocios, 

En el próximo pasado Enero, el Ins- 
tituto Homeópata vióse honrado con la 


38 





grata visita del distinguido socio co- 
rresponsal de Alicante Dr. D. Alfredo 
Chápuli, quien asistió un día á la se- 
sión científica celebrada por esta enti- 
dad, cediéndole galantemente la presi- 
dencia el Dr. Olivé. El Dr. Chápuli, en 


nombre de los numerosos médicos ho- : 


meópatas de la regiones Valenciana, 
Extremeña y Andaluza, dió las gra- 
cias al Instiruro por la deferencia 
con él tenida y expuso la idea que ha- 
bía flotado entre dichos homeópatas 
provincianos, de celebrar un banquete 
en el que asistieran todos los homeó- 
patas, cuya idea no pudo llevarse á 
cabo por causas de nosotros no cono- 
cidas. Por nuestra parte esperamos 
tome cuerpo la idea ya que serviría de 
lazo de unión entre los homeópatas es- 
pañoles. 

El INsTITUTO tuvo también la buena 
idea de obsequiar al Dr. Chápuli con 
un banquete, en el cual reinó la más 
cordial confraternidad. Al descorcharse 
el champaña, brindaron la mayor par- 
te de asistentes por la prosperidad de 
nuestras ideas, y el Dr. Chápuli en 
sentidas frases, dijo que nunca olvida- 
ría las atenciones que le dispensaban 
los homeópatas catalanes y que se 
marchaba gratamente impresionado al 
ver que en Barcelona había una socie- 
dad homeópata compuesta de tantos 
elementos de valía como integran el 
Insrrruro y en la cual se hace y se 
propaga la verdadera doctrina hahne- 
manniana. 

Estado económico. No puede ser 
más próspero el estado económico de 
nuestra entidad, pues cuenta siempre 
como superávit una respetable canti- 
dad capaz de hacer frente á los más 
taimados contratiempos que pudieran 
presentarse. 

Cambio de cargos. En el próximo 
pasado Enero según disponen los es- 


'LA HOMEOPATIA. PRACTICA “ 





tatutos de esta sociedad, procedióse á 
la elección ó renovación de la mitad de 
los cargos de la Junta directiva, que- 
dando constituida ésta de la manera 
siguiente: 


SECCIÓN CEBO 


Presidente: Dr. D. Angel Olivé. 
Secretario: Dr. D. Pedro Montañá. 
Bibliotecario: Dr. D. Salvador Roig. 


SECCIÓN ADMINISTRATIVA 


Presidente: Dr. D. Jaime Abreu. 
Vicepresidente: Dr. D. José Civil. 
Tesorero: Dr. D. José Piqué. 
Contador: Dr. D. Juan Solé y Plá 
Secretario grl.: Dr. D. Jaime Peiró. 


Aquí pues termina mi misión de se- 


cretario. 


Para finalizar este modesto trabajo 
réstame sólo dar las más expresivas 
gracias á mis queridos compañeros 
por la distinción otorgada ya que nin- 
gún mérito tengo para ocupar tan alto 
sitial, v á la distinguida concurrencia 
que benévolamente ha escuchado mi 
humilde labor deseando cordialmente 
que las ideas hahnemannianas floten 
por encima de todo, remontándose 
hacia los bellos horizontes desde cuyo 
sitio manden rayos de luz verdadera y 
lleguen á dominar por entero á la hu- 
manidad médica. 

He dicho. 


El Dr. Galard lee el siguiente dis- 
curso: 


Sobre el corazón 


Excmo. SEÑOR: 
SEÑORAS, SEÑORES: 
Todos los años en conmemoración 


del nacimiento de Samuel Hahnemann 
vuestro maestro venerado, el ilustre 





A PRACTICA 





fúndador dela “Doctrina , homeopática, 
florecen dos eapullos, uno en el Ins- 


Ttrryro Homeopático. de Barcelona, 
otro en la Academia del mismo num- 
bre, constituyendo la manifestación 
sentimental de los anhelos de los 
homeópatas catalanes. 

Hoy sufriréis un desengaño y no 
será porque tenga á nuestro Credo 
menos amor que mis compañeros: 
este amor bate con fuerza en mí; pero 
una niebla amortigua mis sentimien— 
tos, la niebla de mi poca elocuencia. 
No tengo alientos para pronunciar un 
discurso, el tono doctor al me falta, 


tenso tecnicismo que tan i debe 
emplearse en discusiones doctrinales. 


se la atribuyen, el corazón á los ojos 


de la ciencia es la entraña principal de 
la circulación de la sangre, la sangre 
es la primera y más necesaria condi- 
ción de nuestra vida. Este es en el 
organismo del hombre, el papel propio 
que le corresponde y la función ex- 
clusiva del corazón: no tiene otro. 

En la vida fetal, el corazón es lo 
primero que aparece cuando emplezan 

dibujarse las primeras líneas del 
cuerpo humano. A los diez ó doce 
días de vida, va se le distingue como 


cun punto rojo casi imperceptible, bien 
pronto se le notan movimientos raros 


é irregulares de una amplitud apenas 
- sensible. 


Intentaré pues una modesta confe- 
rencia y como quiera que todos desde 
la cuna somos candidatos á la multitud ` 
de enlermedades que afectan al cuerpo ` 


humano, recordándome que Hahne- 


` pecho 


mann era médico, médicos somos 
nosotros, pacientes ó futuros pacientes : 
todos, os hablaré del corazón, de una : 


de las entrañas más importantes del 
hombre, de las dolencias á que está 
predispuesto v del tratamiento «que 


le corresponde. Seré breve v lo más : 


claro que pueda. 

Ya en tiempos remotos por lo menos 
aquellos que nos refieren las literatu- 
ras griega y latina, 
nociendo al corazón el papel impor- 
tante que desempeña, lo lizo el sello, 
y por mejor decir, la entraña del valor, 
del amor, de la justa v noble indigna- 
ción, de la felicidad, del sufrimiento, 
de la caridad, del sacrificio, de la ab- 
negación; en una palabra, de todos los 
sentimientos nobles Y generosos, tier- 
nos y fuertes que engr andecen V elevan 
la hamanidad; es preciso deciros que 
el corazón humano no es tan hermoso 
como os lo habéis figurado. Si lo 
viéseis inerte y frío colocado sobre una 
mesa de disección ó dentro el a 
abierto de un cadáver, os inspirar 
repugnancia; esen ver dad un seso 
sorprendente y desagradable el que 
existé entre esta masa carnosa informe 
y el conjunto de funciones ideales que 


El corazón humano, en todas las 
formas inferiores por las cuales pasa, 
jamás deja de mandar las oleadas de 
sangre generosa y vivificadora por 
todo el or ganismo. Istá situado en el 
perlectamente reguardado v 
protegido por las sólidas murallas que 
forman las costillas. Su volumen en 
suestado normal, esaproximadamente 
como el de un puño, y visto de freute 
ó por detrás tiene la forma de un cono 
invertido muy irregular, tan irregular 
que se necesita ser muy complaciente 
para ver en él un cono, pero va no 
hay vemedio: la comparación es clá- 


Sica. 


el hombre reco- 


a e ee e e aa eene a e = 


Colocado entre los pulmones por 
encima de la linea media del cuerpo, 
viene 4 ocupar la parte media del 
pecho y tiene su extremidad inferior 
un poco inclinada á la izquierda. 

Completamente desarrollado el co- 
razón, está dividido en dos partes por 
una pared vertical, de ahí resulta la 
distinción teórica en corazón derecho 
yv corazón izquierdo. El primero se 
llama corazón de sangre negra ó 
bien corazón pulmonar; el segundo es 
el corazón de sangre roja ó corazón 
aórtico. Cada uno de estos dos co- 
razones se subdividen en dos partes 
superpuestas, la aurícula arriba y el 
ventrículo abajo. Cada aurícula co- 
munica con su ventrículo corres- 
pondiente por un orificio cerrado, 
mediante una válvula que se abre de 





40 LA HOMEOPATIA PRACTICA 


arriba á abajo, de modo que permite 
pasar la sangre de las aurículas á 
los ventrículos, pero no al contrario. 
Tanto las aurículas como los ventricu- 
los pueden contraerse y dilatarse como 
un recipiente de caucho. Cuando la 
aurícula se contrae, el ventrículo se 
dilata ó viceversa. 

Esta es la descripción seca y árida 
del corazón en sí. Para acabar de 
comprenderlo, sigámosle un instante 
en su funcionalismo. 

La aurícula izquierda acaba de re- 
cibhir una oleada de sangre fresca, roja 
y rica en substancias vivificadoras. 
La contracción empleza, la sangre 
comprimida escapa por aquella vál- 
vula que le llaman la mitral, porque 
se parece á una mitra de obispo y que 
se abre de arriba á bajo y no ofrece 
ninguna resistencia. Se dilata el ven- 
triculo y al contraerse cuando se ha 
cerrado la válvula, se precipita la san- 
gre por un largo canal, llamado ar- 
teria aorta, sube pecho arriba y, luego 
formando un cavado de derecha á iz- 
quierda baja hacia abajo por la co- 
lumna vertebral. 

La aorta se divide y ramifica hasta 
lo infinito, acabando por una multitud 
de filamentos imperceptibles que se in- 
troducen al través de todos los tejidos 
y los atraviesan en todas direcciones 
gracias á los capilares sanguíneos. 
Este es el instante en que se puede de- 
cir que la mesa está dispuesta: cada 
célula toma de la saugre su alimento, 
es decir el carbón con el oxígeno nece- 
sario para la combustión y en que al 
mismo tiempo deposita en ella las ce- 
nizas y el humo que no es otra cosa, 
como todos sabéis, que el ácido car- 
bónico. 

Desde este momento la sangre em- 
pieza á correr por un sistema de vasos 
dispuestos al través de las arterias: se 
les llama venas: tienen un tinte azu- 
lado porque en ellas va corriendo la 
sangre negra y se dirigen hacia el co- 
razón donde desemboca por tres gran- 
des canales en la aurícula derecha; 
aquí detengámonos un instante. Cuan- 
do el corazón derecho recibe la san- 


2 
cena 





` 


gre, ésta ya está parcialmente degene- 
rada porque llegando al nivel de la 
espalda ha encontrado la abertura de 
un canal que los anatómicos bautiza- 
ron con el nombre de canal torácico, 
por el cual son acarreados, digámoslo 
así, todos los productos extraídos de 
los alimentos que el estómago ha di- 
gerido, productos compuestos de prin- 
cipios vivificadores, donde hay fikri- 
na, varias sales, azúcar, materias 
grasosas, etc., ete. Tan sólo le falta á 
la sangre que ha recobrado la primera 
riqueza, saturarse de oxígeno y purit- 
carse de los residuos que arrastra y 
del ácido carbónico que la envenena. 

La auricula derecha, al recibir la 
sangre se contrae, la lanza al ven- 
trículo del mismo lado, y por nueva 
contracción de este último y gracias á 
que se cierra la válvula tricúspide, la 
sangre llega á los pulmones. Allí se 
enfría en una atmósfera de aire puro, 
recientemente aspirado y los glóbulos 
hacen su provisión de oxígeno, El áci- 
do carbónico se desprende y las ceni- 
zas y demás residuos son allí consu- 
midos. Ya tenemos otra vez la sangre 
fresca, sonrosada que vuelve á la au- 


rícula izquierda para emprender su 


nuevo viaje circular y este misterio de 
la naturaleza se verifica en cada mo- 
mento en que notamos la pulsación 
rítmica. 

¿Verdad que este corazón, esta bom- 
ba aspirante é impelente está lejos, 
muy lejos de ser el corazón que os 
habíais figurado en vuestros sueños 
poéticos? 

¿No habéis contemplado nunca el 
arrebatador espectáculo de una puesta 
de sol? El astro rey bajo su pabellón 
de púrpura y oro, baja con augusta 
majestad á esconderse tras los montes. 
El cielo todo se prepara para esta 
fiesta. El cielo azul, palideciendo, to- 
ma un tinte rosáceo de infinita delica- 
deza. Sobre este fondo suave y puro, 
resaltan mil nubecillas agrupadas en 
masas ligeras y fantásticas formando 
como coronas enlazadas entre sí al 
rededor del sol. El astro dorado, 
viendo tan magnífico cortejo, parece 























































e 
ast 















e a MES n 
E eS z 


tantas rigaézas amontonadas como un 


—fulgurantes... . 
¿2 ¿No os habéis preguntado nunca 
“2 qué son aquellas nubecillas tan her- 
+ mosas? “> 
+=. Son uma oscura é informe niebla, un 
2 poco de evaporación condensada. 

. ¿Y qué es lo que las hace tan her- 

mosas á nuestros ojos? 

Los rayos del sol que las atraviesan. 
© Lo. mismo sucede con el corazón. 
Vuestra poética imaginación lo embe- 
llece y lo hermosea. ¡Lástima, verdad, 
que este ídolo también esté predis- 
puesto á las enfermedades! | 

El corazón es una de las entrañas 
más sujetas á las plagas que corroen 
-el organismo humano. A veces enter- 
ma por simpatía, porque están ataca- 
das otras vísceras importantes, que 
tienen con él estrecha conexión, como 
los pulmones, el higado, los riñones y 

-© el estómago. Otras veces tan sólo re- 
- side en él la dolencia, inflamándose la 


en sus movimientos rítmicos ó afec- 


lugar á enfermedades tan graves como 

las miocarditis v las endocarditis que 

- sean éstas sencillas y productoras de 
embolias ó bien infecciosas, infectan- 
tes y malignas. 

- Además poca cosa conocemos de la 
máquina humana. El mecanismo del 
pensamiento y de la sensación escapa 
al escalpelo de los médicos y la fuerza 


o nuestros músculos se contraen ó se 
7 distienden, intermediario perpetuo en- 
| © tre el mundo exterior y nosotros es 
una X que no ha sido dilucidada ja- 
más. Estamos reducidos á las conjetu- 
ras, á las hipótesis, á las teorías más 
có: menos plausibles, pero que nada 
222, > viene á justificar. Por ellas solas las 
5 sensaciones demasiado fuertes pueden 
- ocasionar enfermedades del corazón. 
2.7 Señares, no quiero abusar de vues- 
+ tra paciencia, haciendo una descrip- 
+ ¿clón. por más breve que sea. de las 





> del horizohte, á través de 


iicendio inmenso, sus últimos rayos 


cubierta que amorosamente le sigue | 


tándose sus propios tejidos, dando | 


nerviosa ella misma, gracias á la cual 


6 irradia de un ex- | varias 








Y 


PS 


formas morbosas que se me 


-acuden: bastan para mayor claridad 


algunos brochazos de la Patología del 
corazón en la parte de este modesto 
trabajo consagrado á la terapéutica 


del mismo. 


Innumerables son los medicamentos 
tónico-cardiacos, diuréticos y respira- 
torios que todos los días los químicos 
inventan. Estos ren:edios tienen gene- 
ralmente la eficacia de la flor que na- 
ce con el rocio y muere con el último 
ravo de sol. Por fortuna los olvidamos, 
porque nuestros recuerdos corren en 
automóvil v los autos se suceden unos 
á otros rápidamente en la carretera 
polvorienta de la actualidad terapéu- 


tica cuoridiuna. Esta la estudiaremos 





A A A A a e a A -aa A A A e a ~ 


bajo un punto de vista más práctico y 
positivo, fundándose en el método que 
nos enseñó nuestro Maestro Samuel 
Hahnemann que carnosamente fes- 
tejamos hov. 

El hombre en este mundo es un 
condenado á cadena temporal, cadena 
más ó menos pesada v dura que todos 
arrastramos, ora con humilde resig- 
nación, cra rebelándonos airadamente 
v luchando contra todo, contra la na-. 
turaleza, contra la suerte favorable ó 
adversa y sobre todo contra nuestros 
semejantes. Lucha comercial, lucha 
intelectual, tudo es fatigarse, todo es 
obligar al corazón á latir más v más 
bruscamente como brioso corcel del 
cual herimos los ijares con férreas es- 
puelas. Fijaos como nuestras con- 
quistas al tinal de la jornada se tra- 
ducen por una pérdida de nuestrast 
energías, por un reblandecimiento de, 
nuestras entrañas, por desarreglos 
valvulares, cuvas consecuencias son 
las cogestiones y el asma por estan- 
camiento de la sangre. 

Entonces el hombre reflexiona y 
cansado de viviren la oscuridad de las 
conglomeraciones de seres á las que 
llaman ciudades, humeantes, llenas de 
envidias, huve lejos, en las montañas 
donde bate el aire puro, en los valles 
donde reina la calma santa, embel;e- 
cidos por aquellas plantas, aquellas 
flores puras y hermosas, de perfume 


A 


42 LA HOMEOPATIA PRACTICA 





dulcisimo que dan al enfermo la fuerza 
misteriosa que ellas robaran á aquella 
Naturaleza encantada. 

En los márgenes de los riachuelos, 
donde alegremente saltando murmura 
el agua de las blancas cimas que los 
rayos del sol funden, crece y se 
desarrolla el fuerte y robusto Ars 
blanc., el Crateegus oxiacanta. Su flor 
blanca como las gardenias, tiene al- 
macenada :a fu»rza de los riscos y de 
las tempestades nevadas del invierno 
y su savia tomada gota á gota por 
el hombre de corazón desequilibrado 
y cansado, le infiltra nueva reacción. 
El corazón se anima, late con nuevo 
vigor y la sangre estancada que tenía 
dolorosamente hinchadas varias re- 
glones del organismo, vuelve á su 
primer cauce, recorriendo como antes 
arterias y venas, alumbrando la es- 
peranza y las ilusiones. 

Y si tanta ha sido la intensidad 
de la irritación funcional exagerada 
que parece que el corazón no cabe en 
el pecho, que sus latidos son doloro- 
sos, que la angustia se apodera de 
todo el sér del infeliz que emociones 
muy fuertes pudo experimentar, el 
Cactus grandi florus, la fior de un día, 
de formas simétricas, cubierta de innu- 
merables y caprichosos alfileres, nos 
proporciona un remedio seguro que 
Rubini descubrió, probándolo después 
infinidad de veces. 

Ved este convaleciente después de 
larga enfermedad, lánguido y sin pul- 
so: su corazón quiere vivir y no puede, 
andando despacio como si una mano 
Invisible fuera á detenerlo, ó latiendo 
con rapidez vertiginosa. El enfermo 
sufre; extraña palidez se apodera de 
su faz y sus ojos buscan nueva vida. 
La flor roja de la herba didalera 
(Digitalis purpúrea,) y sus ricas hojas 
le darán el color que á ellas les sobra. 
La digital, administrada poco á poco 
en pequeñas cantidades, como la luz 
del sol á los ojos que por primera vez 
tienen que gozarla, resucita aquel co- 
razón débil, que conserva aún entera 
su fibra. En cambio cuantos corazo- 
nes la tienen degenerada! 


A estos no sólo se les reconoce por 
los síntomas directos de la. ausculta.- 
ción, sí que también con el. pulso par- 
ticularmente pequeño, con síncopes 
seguidos como si la vida se fuera á 
borbotones, con la respiración que se 
detiene, las hinchazones todas y sin 
forma. Para estos enfermos, florece 
en la lejana Africa el Estro fantus que 
es el bálsamo vivificador y desde las 
tierras misteriosas que en el Nuevo 
Mundo se encuentran, el lejano Po- 
niente nos lleva el Actea racemosa, de 
nombre poético y de efectos mila- 
grosos. 

A veces el corazón más desfallecido 
aún no reacciona. A su desfalleci- 
miento, se añade grave dolor que se 
corre al brazo y á los dedos; la sangre 
intoxicada no puede pasar porel riñón; 
se oscurece el cerebro y sudores vis- 
cosos y fríos hacen más crudo el as- 
pecto del enfermo. En estos estados los 
médicos homeópatas recordamos que 
en las puntiagudas y horribles muelas 
de las fieras serpientes que en miste- 
riosos bosques se guarecen, la Naia 
tripudtens serpiente amarilla y saltona 
el Crotalus hórridus y el Lachesis, se 
encuentra un remedio heróico. 

No siempre el corazón está tan pro- 
fundamente afectado y abatido. Ahí lo 
tenéis, impulsado por la fiebre, latien- 
do con doble fuerza. El enfermo tiene 
angustia, abrasándose por la - gran 
temperatura, asustado por la visión 
fantástica de la muerte. El refrigerio 
que le falta se lo dará la blanca flor 
del Aconitum nap. la herba tora; por 
eso la recogió esta en la cresta de las 
montañas que atraviesan las altas nu- 
bes y en las orillas de montañosos la- 
gos en donde las parpadeantes estrellas 
se miran. Y si el dolor se agrega á este 
mismo mal la Bryonia alba será el 
bálsamo curativo. Que la sangre tra- 
suda, privando de movimiento el co- 
razón Apis mel., la abeja, insecto que 
del mismo Acónitum quizás chupó la 
dulzura, el Arsenicum y Mercurius 
solúbilis le llevan su consuelo rete- 
niendo la savia que de las venas se es- 
capaba. 





7. “Las emociones intensas, el placer 


gustado con exceso, las penas con- 


tínuas, el surmenage, dan lugar tam- 
bién á una alteración que sin poder 
decir que es una lesión orgánica, se 
trasluce por movimientos inmodera- 
dos, por palpitaciones dolorosas. En 
unos sujetos de cara encarnada, ojos 
congestionados, con sensibilidad exa- 
gerada á la luz, á los rumores, la Be- 
lladona, hierba simbólica, les pro- 
porciona la calma; en otros, hadas 
hermosas cuvo vivir es un idilio, en 
quienes la más pequeña cantidad de 
alimento altera su corazón, la sal 
común, el Natrum murtáticum á la 6.* 
las mejora á las pocas tcmas, regula- 
rizando aquella anormalidad. 

Hay algunos tan excesivamente ner- 
viosos, con una impresionabilidad tan 
manifiesta, sobre todo por la noche, 
que un gesto, una mala mirada ó una 
presunción de malquerencia, les da 
tal disgusto, tanto late su corazón, que 
se creen verdaderos enfermos de gra- 
vedad y derramando un mar de lá- 
grimas, pasan las horas con insom- 
nio desesperante. La Ignatia amara 
á la 3.*, una sola toma cada dos horas, 
basta para calmar y llevar á este 
enfermo un sueño reparador. 

A veces este estado no es seguido; 
hay paroxismos aislados que sólo 
calma el Almizcle, Moschus 3.* óla 
Tiroidina & la 2. ó bien el /berts 
amara. 

- En otros gourmants, de cerebro poco 
sensible, las alteraciones del aparato 
digestivo hacen que enferme el cora- 
zón: la Nuez cómica, (Nux vómica,) 
con el latigazo de la estricnina los 
calma. A alguna damisela de rubia 
cabellera, presa de atonía digestiva, 
con vientre agridulce, la Némora ó 
Pulsatilla, hermosa y gentil planta, le 
apacigua sus palpitaciones y le lleva 
la energía que tanta falta le hace. 

Enfermos del aparato digestivo, pe- 
-rezosos, flatulentos, acusando palpita- 
ciones en el corazón y pesadez en la 
cabeza, en el oscuro carbón, Carbo 
vegetalís, buscan el alivio. 

Dolores pungitivos que obligan á 


"LA HOMEOPATIA PRACTICA 43 





comprimir con la mano la región don- 
de el corazón palpita quedando como 
suspendida la respiración, indican la 
Spigelia antihelmintica. 

Por las entrañas de la tierra, las 
aguas, filtrándose incesantemente, se 
asimilan elementos que llevarán al 
exterior y que el médico buscador de 


- Jos secretos de la naturaleza, utilizará 


después para sus curaciones. En ellas 
encuentra el Cloruro de barto, Baríta 
murtática, el lodo en sus combinacio- 
nes con el Arsénico y Antimonio, y 
los compuestos fosforados, que fundi- 
rán la grasa v desligarán el corazón 
del estrecho abrazo que le oprimía. 

A nuestros queridos compañeros de 
la escuela alopática, de quienes la in- 
mensa mavoría niega pura y sencilla- 
mente la eficacia de nuestros medica- 
mentos y considera su aplicación como 
inútil y ridícula, me limitaré á decirles 
que es tan anticientífico negar como 
afirmar á priori. Y como quiera que 
este axioma es cada día más aceptado 
por los espíritus tolerantes, no tardará 
en lucir la aureola de una santa her- 
mandad en las verdades eternas de 
las ciencias módicas. 

Entre tanto, su ausencia en esta 
reunión, á excepción de un ilustre de- 
legado de una corporación médica de 
esta capital, me inspira e: silencio y el 
respeto. 

En cambio, no puedo nidebo ca- 
llarme respecto algunos extraviados 
de la escuela Homeopática que, por 
ser pocos, no dejan de hacer mucho 
daño, primero á la humanidad v luego 
á nuestra doctrina. 

En mis excursiones cientificas por 
nuestra tierra v por el extranjero, les 
he oido y me ha admirado con Jules 
Simon, que gente tan honrada se con 
tradiga sin darse cuenta. Cuantas 
veces he asistido á este espectáculo 
tan espantoso! De lo que el hombre 
está menos seguro es de su espiritu. 
No tiene seguridad en sus ojos; v es 
que sus ojos y su memoria luchan 
con su imaginación. El cree ver, cree 
recordar é inventar. Eso nos explica 
la concordancia de algunos de ellos 


44 





detallando la. falsa acción terapéutica | 


de tal ó cual medicamento. - | 
El número da. testigos no signi- 


fica nada, como tampoco nada signi- 


fica su honradez ni su buena fe. Al 
contrario, la buena fe en materia de 
testimonio es un elemento sospechoso. 
Vale más luchar con la mala fe, que 
es más fácil reconocer por lo estúpido 
de sus argumentos. Cuando oigo que 
Caleárea carbónica 2000.* en una sóla 
dosis, ha curado una lesión orgánica 
del corazón y que varios lo certifican, 
me hace el efecto de aquellas mil v 
mil personas que vieron brujas en el 
aquelarre cabalgando. en una escoba 
por los aires. Entonces pienso como 
Le Bon cuando dice que si el testimo- 
nio de muchos puede ser considerado 
como prueba de algo, cabría decir que 
la bruja es el personaje cuva existen- 
cia está mejor probada. 

Por eso, me lamento de los errores 
de los médicos que bautizándose gra- 
tultamente con el calificativo engaña- 
dor de puros se exponen con la mayor 
buena fe del mundo—así quiero ad- 
mitio—á convertirse en criminales 
inconscientes. Y no quisiera herir con 
estas palabras el amor propio de los 
pseudo puristas, porque el amor pro- 
pio, según dice Voltaire, es un globo 
lleno de viento, del cual salen tempes- 
tades cuando se taladra; prefiero que 
bebiendo en las fuentes santas y ver- 
daderamente puras de la ciencia ho- 
meopática, en las obrasde Hahnemann 
bien entendidas, en las obras recien- 
tes del Norte América y de Inglaterra, 
que inspirándose en las de tanta valía 
como Allen, Clark>, Cartier v Jousset, 
se corrijan y trabajen fervorosamente 
en el surco que Dios les ha designado. 

Así lo entiende este INSTITUTO que 
sin menosprecio para las demás enti- 
dades homeopáticas de esta ciudad, 
cuenta con inteligencias que soy el 
primero en admirar; así también lo 
entiende y piensa el cuerpo facultativo 
del Hospital Homeópata del Niño Dios. 

Phocio decía á un orador griego: 
«Eres como un ciprés; alto y triste y 
no traes fruto». El InstirurTo Ho- 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 


ba maneant 





-MEÓPATA de Barcelona es aun joveri y 


pequeño: ya crecerá lo.necesario. En 


cuanto á triste, tampoco lo es, porque ' 


a 


como á joven le: corresponde. reir. y 
producir, producir durante los cursos 
anuales obras sólidas que son la mejor 
garantía de la tradición homeopática 
y la más florida corona que podemos 
ofrecer todos los años, en esta fecha, 
á nuestro maestro el inmortal Samuel: 
Hahnemann. i 
He dicho. 


Traducido al castellano por 
RómuLo VALLS SABATER 


El Dr. Solé y Pla lee en catalán la 
biografia del Dr. Nogué y Roca: 


Momoria biográhca del De, Nogué y Roca 


Hoy, celebramos el aniversario del 
natalicio, de la condensación de una 
nueva rama de la terapéutica y hov, 
también hemos de dar una nota de 
tristeza y añoranza después del risue- 
ño recuerdo que á todoses grato. De- ' 
bemos recordar al amigo, al compa- 
ñero, al que sólo hace tres años pre- 
sidió sesión solemne como esta, la 
primera que celebró el INsTITUTO, del 
cual nuestro amigo, primer Presidente, 
era el alma, era el lazo que en ancho 
circulo congregó á los verdaderos en- 
tusiastas de la Homeopatía. 

Hay entre nosotros muchos que su- 


bieron con él desde la escuela y que, 


conociéndolo en sus más pequeños de- 
talles, podrían con más galanura de 
estilo, con más acopio de datos, ha- 
cerlo recordar tal como era. El azar ha 
hecho que sea yo el que le recuerde, y 
aunque sea su más joven amigo, no 
soy por esto menos entusiasta que los 
demás. | 

El Dr. D. José Nogué y Roca, na- 
cido en la ciudad de Vich, trajo de' la 
población que fué su cuna, de la ciu- 
























































alana, la sangre de iler- 
me de lejos le singularizaba, aun 
después de años pasados en su estima- 
la Barcelona. == ¡ | 
.*+ Nacido en 1851, de familia modesta, | 
2) era niño aun, pues apenas contaba dos | 
- años, cuando llegó á la ciudad condal; | 
+ © pronto su inteligencia claramente des- | 
| +pierta y el genio inquieto y progresivo | 
.. queen todos momentos le estimulaba | 
-le hicieron buscar más ancho campo | 
que ei de la pequeña tienda que sus | 
padres establecieron en el harrio de 
Ribera. | 
Empezó sus estudios siendo muv Jo- | 
ven, y emprendidos con afán se dirigió | 
abiertamente hacia la medicina: cora- | 
zón noble y positivo, firme y no dado | 
á fantasías, no podía elegir otra carre- ; 
ra: disecaba á la escuela, como dise- | 
caba crudamente en las reuniones que 
< se celebraban en clubs donde se con- | 
gregaban las personalidades más radi- | 
“cales de la política, sobre todo referente | 
-á nuestra ciudad en las que tomó par- | 
te activa con su inteligencia y su san- | 
gre joven y vigorosa. Cerebro claro no | 
dejó de ver pronto, no el peligro. que | 
no temía, sino de observar los hombres 
del tiempo, las inconsecuencias y de- | 
saciertos que malograban el esfuerzo 
- de hombres como él generosos, y de- 1 
. sengañado se dedicó más asiduamente 
á sus estudios predilectos, y en los que 
encontraba más deleite. 
A los 22 años ejercía la carrera de | 
medicina; casado al poco tiempo y | 
- con sus padres cansados va del traba- 
jo intenso, su salud se resintió fuerte- 
mente, mucho más que por el estudio 
y desgracias de familia y por los nue- 
vos cargos que su generoso corazón 
le imponían, por las noches pasadas 
en vela, por la lucha cruel de la visita 
barata y mal pagada, cuando es pa- 
_ gada, que todo médico joven se ve 
obligado á efectuar al empezar la lucha 
por la vida; esto contribuyó á poner 
en peligro su vida y escuchando los 
consejos de sus buenos amigos decidió 
cambiar de clima y junto con sù fami- 
lia se fué á San Cugat las Garrigas 








Lataluña la savia | donde vegetó tres años reposando sino ' 


-su cerebro, al menos su salud que era 


poca. | 

Tenía 27 años y parecía haber vi- 
vido muchos más, cuando definitiva- 
mente regresó á Barcelona en busca 
de un nombre y uva nueva clientela; 
en su cara se marcaron las líneas que 
hasta su última hora surcaban su ros- 
tro v su boca contraída dejó la sonrisa 
que nunca más ví en su cara. 

De entonces data su práctica en me- 
dicina homeopática, hasta aquella te- 


: cha había seguido fielmente lo que en 


las aulas había aprendido: como tantos 
otros, burlas graciosas sólo tenía para 
los homeópatas que fueron sus condis- 
cípulos ó para los más viejos que co- 
noció en casa de la que fué su esposa. 
El Dr. Sirarol, de buena memoria, el 
Dr. Benavent aunentre nosotros, elmás 
veterano de nuestro ÍNsTITUTO, eran 


| los que primero conoció. D. Ramón 


Roig y Blanch, su compañero de estu- 


dios, los Dres. Almató, Fillat v Sabater 
| con los cuales contrajo estrecha amis- 
tad fueron quienes le dieron vida ho- 
| meopática. Al tratarlos más íntima- 


mente, un día un éxito por ellos no es- 


| perado, otro un consejo de! que fué su 


amigo el Dr. Vives, que hacia poco 
había llegado de leualada. fueron los 
que le decidieron. Por el año de 1579, 
paseaba por el ancho paseo de Gracia, 
al anochecer, en compañía del doctor 
Vives el cual acababa de quitarle el 
miedo á la pérdida de sus clientes acos- 
tumbrados á las lórmulas magistrales, 
á las nacabables purgas y á las triacas 
ingeniosas. En sus manos tenia un bo- 
tiquín y, corazón franco como era, no 
quiso negar más sin tener pruebas; 
estas podía arrancarlas de la clinica y 


| allí iba á buscarlas más para desen- 


gañarse que para aumentar sus elen- 
tes..... y al fin vino lo que era de 
esperar en iguales casos, á la duda su- 
cedió la esperanza y ésta se trocó en 
fe, una fe tan fuerte que no debía aban- 
donarle va más ni en los últimos Ins - 
tantes de su vida en que él viendo con 
claridad alentar la muerte á su alre- 
dedor, viendo como le abrazaba con 


46 


LA HOMEOPATIA PRACTICA - 





sus garras, ni un solo momento dejó ` 


de tomar las atenuaciones, las dilucio- 
nes y alguna tintura de las que hacía 
tanto tiempo administraba á sus clien- 
tes que eran sus amigos y sus hijos, 
los que más quería. . 

Una vez, agradecido al Dr. Vives, 
hacía de ello mención, diciendo que 
«con su claro talento le sacó de las te- 
nebrosidades en que ejercía», y éste á 
quien nombraba venerable maestro 
que le inculcó la noción de que la Ho- 
meopatía no era ciencia de palabras 
sino de hechos, dijo en una ocasión 
memorable: «gracias á los Dioses por- 
que al abandonar esta vida habré te- 
nido la gloria de ser el maestro del doc- 
tor Nogué». | 

Estudió, hizo su práctica y pertre- 
chado de conocimientos y Conviccio- 
nes, hasta Marzo de 13882 no empezó 
á escribir artículos en defensa de lo 
que ejercía, en ocasión á un discurso 
del farmacéutico Dr. Andreu quien, 
entre otros absurdos, decía que la Ho- 
meopatía estaba expirando, daba su 
último suspiro. 

El malogrado Dr. Rmo y Hurtado, 
decano de los homeópatas ibéricos pu- 
blicaba desde el 1877, un periódico 
llamado «Archivos de Medicina ho- 
meopática»; salía dos veces al mes, 
casi todo original ó con traducciones de 
su propio director v fundador, cuando 
nuestro amigo Dr. Nogué entró como 
á redactor y administrador. Hemos 
dicho era eu 1882 cuando empezó á 
lanzarse á la vida de escritor, siguió 
con su Reumatismo y la Corea, Un 
Triunfo del similia, y otros y á fe que 
era tiempo, pues venía á recoger la he- 
rencia periodística del Dr. Rino, muer- 
to en Diciembre de 1882, cuva necro- 
logía hecha por nuestro biografiado, 
cerró el último número de la revista 
por aquél fundada. 

En Enero siguiente, el del 1883, tre- 
moló alta la bandera caída de manos 
del Dr. Rino y publicó la Revista Ho- 
meopática Catalana; casi la totalidad 
de médicos de su clase formaron á su 
ado. 

En hermosa introducción anotaba 


A O 0 OOO O PO ODO DO O OO DP O PÓ DOO O e O  D DO  A 
A O O O a O 


e g paa 


que era la Revista sucesora en línea 
directa de los Archivos. El espíritu ca- 
talán nunca ha desmayado en nuestra 
tierra; había muerto el fundador extre- 
meño de origen pero enamorado de 
Cataluña, la cual guarda sus restos y 
habría sido vergonzoso para nosotros 
el no continuar la empresa, «hacer 
traición á nuestra raza», y con estas 
palabras se comprende su entusiasmo 
por una Revista que él empieza, que 
publicó y siempre dirigió, pues fué di- 
rector hasta el día de su muerte, vién- 
dose en ella la evolución progresiva de 
su manera de curar, el desarrollo de 
su hahnemannismo de neófito, hasta 
la medicina positiva de Jousset y la Ho- 
meopatía más claramente manifiesta. 

Su pluma era incansable, de ella 
continuamente manaba su pensa- 
miento; numerosos son los artículos, 
en cada número de la Revista hay al- 
guno; en 1884 publicó el magnifico 
articulo, casi monografía; El cólera y 
su tratamiento. ` 

Por algún tiempo publicó El Con- 
sultor Homeopático y cansado de ba- 
tallar, solo descansó temporalmente y 
suspendió la publicación de su perió- 
dico. Con su desaparición quedaron 
los médicos homeópatas sin represen- 
tación precisamente cuando aumen- 
taban en número y era debido al indi- 
ferentismo de los comprofesores. Pre- 
cisamente al verse sin periódico, con 
aquella quietud de sepulcro, se aperci- 
bieron de lo que habían dejado perder 
del trabajo ímprobo de nuestro amigo, 
y entonces, uniéronse los compañeros 
de terapéutica del Dr. Nogué, y fun- 
daron la Revista Homeopática Barce- 
lonesa. Era en Enero de 1890, el in- 
cansable Dr. Nogué fué el alma de 
aquel periódico como lo hatía sido 
de otros. Su energía era inacabable y 
en su presentación decía: «defenderé 
la escuela homeopática» y añadía que 
«ésta no es Iglesia cerrada, no impone 
dogmas. » | 

Como siempre, el artículo que enca- 
bezaba la Revista era del. Dr. Nogué 
y Roca: las primeras firmas que le 
acompañaron fueron las de los doc- 














Ro 


“2 Adui fué cuando empezó, á demos- 
trarse escritor característico y polemis- 


ta; sabía distríbuir la ironía, la caustici- 
dad, el ataque crudo nun:a insultante 
pero siempre oportuno, su palabra 
era un oráculo; la más firme defensa 
para el ataque recibido se la encomen- 
daban sus compañeros; era la cuali- 
dád que todos le reconocían, no tenía 
“igual. Sus artículos son innumerables, 
‘no cabe nombrarlos, pues llenan todos 
los números de las Revistas. 

Sin embargo, su cerebro. aun no 

descansaba; su ambición no estaba sa- 
tisfecha, faltaba algo que él adivinaba, 
en sus conversaciones con los compa- 
ñeros iba echando la semilla; éstos, 
generosos como él, le comprendie- 
ron y en 13 de Abril de 1890, por 
primera vez, en apretado haz, reu- 
niéronse para recordar, como hoy, el 
nacimiento del que cristalizó en forma 
concreta la ley del Similia; á él se 
debe el primer acto de los que celebra- 
mos cada año en esta época; qué me- 
jor pues que en tal día como hoy le 
dediquemos un recuerdo? 

Habló, y con su voz firme y su ora- 
toria de convencido, decidió á los 
vacilantes. Con él hablaron los docto- 
res Sabater y Badia, nuestros conso- 
cios, y todos los médicos homeópatas 
de entonces, fundando la Academia 
Homeopática, benemérita institución 
-en pie aun, de la que estos fundadores 
viven hoy separados. Aquella célebre 
reunión fué germen de nueva planta, 
fué el centro de atracción de nuevos 
elementos. En ocasión precisa en que 
se celebraba el acontecimiento, entra- 
ron otros compañeros y uno de ellos 
manifestó que no se declaraba ho- 
meópata, pero que prometía estudiar 
- y observar. Convencid. poco después, 
éste abrazó nuestra Doctrina y escuchó 
las primeras palabras de benevolencia 
“de nuestro Dr. Nogué. Se constituyó 
la Academia, en la cual ha seguido 
continuando aquel neófito aun después 
de haberse separado de la misma su 
célebre catequizador. 

Hay que tener en cuenta que el doc- 


OPATIA PRACTICA | 


ss "Vives, Cahís, Giró y Grifols. | 


aeee- m m ae e e 1 A e a 


47 


tor Nogué, uno de los que con más 


ardor trabajó, no lo hizo por interés 
de ningún género; la primera Junta 


Directiva la formaron los malogrados 
doctores Sanllehy como á Presidente, 
Grau y Civil y ios hoy compañeros 
nuestros Dres. Benavent, Badía y Sa- 
bater; estos cuatro últimos fueron con 
él fundadores del InstriruTOo, la insti- 
tución que hoy le honra. 

En Octubre de 1890, junto con los 
doctores Ramón Roig y José Giró 
presentó un dictamen que fué apro- 
bado por unanimidad, sobre la con- 
ducta de los médicos homeópatas aca- 
démicos en caso de epidemia de cólera; 
generosa proposición aceptada por el 
Excelentísimo Ayuntamiento de la 
ciudad que presidía entonces el señor 
don Juan Coll y Pujol. 

El Dr. Nogué no «queda nunca quie- 
to; todo cuanto de cerca ó de lejos te- 
nía relación con la medicina homeo- 
pática le interesaba, manifestándolo 
claramente en los artículos publicados 
en todos cuantos periódicos trabajó; 
avanzaba cada día, á medida que la 
lev del similia se hacia más cierta, 
estudiando cuanto tenía relación con 
lo nuestro y siendo su profeta, abierta- 
mente lo manifestó al tratar de tradu- 
cir una de las obras maestras que por 
aquella fecha se publicaban (1885), 
eligió sin vacilar un momento y lleva- 
do por su espiritu la renombrada obra 
Materia Médica Exrpertmental y Te- 
rapéutica Positiva, del Dr. Jousset, 
obra en dos grandes volúmenes cuya 
edición está casi agotada. Publicó 
también un trabajo sobre el Baccilli- 
num del Dr. E. Burnett y otro lleno 
de sana doctrina titulado Hahnemann, 
su tiempo y su doctrina. 

A los pocós años de fundarse la 
antigua entidad homeopática de Barce- 
lona, no reconociéndole el Dr. Nogué 
el progreso que se había imaginado, 
salió de ella, dedicándose sólo al es- 
tudio y al trabajo. 

Dos golpes, suficientes para abatir 
un alma menos fuerte, recibió en este 
espacio de tiempo. La muerte de su 
hijo, joven estudiante de medicina, 








catalán y pocos años después la-de su 
madre; pero él, aunque parecia debía 
abatirse para no levantarse, renacía 
precisamente cuaudo hallaba oi 
más firme, cuando preveía el peligro. 

sl aislamiento en que vivían los 
médicos homeópatas de Barcelona, 
apartados por razón de procedimientos 
de la única representación oficial que 
entonces existía, le indujo otra vez á 
probar de reunirlos, de formar un todo 
homogéneo v nuevamente publicó la 
Revista Homeopática Catalana, donde 
i o sólo se agr uparon lo más jós enes y 
brillantes de los médicos homeópatas 
sino también muchos de los que car- 
gados de años y de experiencia habían 
formado con el primer núcleo: velin- 
tidos formaron á su lado. A unos po- 
día ser maestro, de otros era compañe- 
ro y amigo entrañable, dándose el caso 
curioso que á su lado formasen todos 
Jos que vivían de la primera a de 
la primitiva Academia Homeopática 

Si en su quuimer articulo cese a se 
declaraba solamente hahnemanniano, 
en el primero de esta última serie, su 
última época, la más brillante, aferra- 
do al similia, faro que guiaba sus pa- 
sos, aceptaba todas cuantas conquistas 
se deben al humano saber, sometión— 
dolas al crisol de la experimentación 
para derivar de ellas la terapóutica 
denominada positiva. 

Notemos esta última época de nues- 
tro inolvidable amigo, sin entrar en 
detalles que podrían ser mortificantes 
para alguien por ser aquella en que 
encendiera de nuevo el fuego de la 
juventud, no muy lejana, en que aun 
sentía hervir la sangre impetuosa. 
Fundó este Ixstiruro Homróbara de 
Barcelona dándole bajo su presidencia 
un empuje extraordinario, trabajando 
él como el más joven de nosotros, lo- 
grando reunir en la primera inaugural 
hecha en este mismo salón, tantos 
amigos, ta:tas personalidades, como 
pocas veces se vé en actos científicos 
de esta naturaleza. 


quien formaba va parte de la juventud T 
literaria que de pocos años á esta. 
parte se distingue en el renacimiento: 


ay 


¿Su aim lo. mismo que so pal 


bra; «volvíase más impeétuosa,. o a 
“siempre alli donde había un - átaque;. 
en la memoria de todos está el arti- +” 


culo: Como se escribe la historia y elti- 
tulado: RRemachándo el clavo, en el que 
ensalzó el Dr. Sanllehy poniendo en 
el lugar que se merecía y en el que 
hace una brillante apología: de los 
muchos médicos que le precedieron . 
en la práctica y defensa de la homeo- 
patia. 

Todos cuantos hemos logrado que 
en nuestras instituciones cientific as se 
hable v escriba en catalán, debemos á 
él una gran par te de aliento por. lo 
que se refiererá las homeopáticas, 
tanto en la antigua como en la nueva. 
En ésta donde tenemos nuestra casa, 
fué él quien primero habló catalán, y 
en 1903 vemos su primer artículo 
científico en bello catalán, catalán 
castizo. 

Verdad es que bajo otro concepto, 
fuera de la medicina, habría logrado 
hacerse un nombre publicando mu- 
chas obras, todas hechas en catalán 
si en su juventua, como todos los de 
su tiempo, escribía en la hermosa 
lengua castellana, su hijo de la ge- 
neración de los nuevos patricios, le 
había hecho vibrar la cuerda de la 
lengua madre, asimilándose tan per- 
fectamente nuestro moderno renaci- 
miento que su corazón latía con nues- 
tras victorias y se alteraba si la suerte ; 
nos era contraria. 

Hacía va cerca de un año que se 
notaba su falta en nuestras reuniones; 
¡cuántas veces encontrábamos á faltar 
su concurso! No era el desfallecimien- 
to lo que de él se apoderaba, era sólo 
que se hallaba aún en la edad del 
vigor y no obstante éste le faltaba. 
Su espíritu era igualmente joven, pero 
su cuerpo caía, la fatiga aplanaba 
sus nervios de acero, desde más de. 
treinta y cuatro años, corría incansa= 
ble á la cabecera del enfermo para - 
darle ia salud si podía, un consuelo si 
otra cosa no era factible; si una hòra 
le quedaba, la consagraba al estudio. 
Leyendo en su despacho, ó escribien= 





















y € 
EER e 
ALIS 





activa, de sí pr 
1105-58 cuidaba. - | | 
Cuando cansado quiso poner reme- 
dio á su salud quebrantada, se com- 
plicaron sus dolencias, su corazón no 
pudo más, y sus amigos hemos teni- 
do que presenciar impotentes su breve 
enfermedad, que sin embargo respetó 
aquel cerebro claro y potente. En su 
lecho de muerte, aun en su último 
día, plácidamente, serenamente ha- 
blaba de la verdad, del error, de éxitos 
v de fracasos, fiel siempre á los medi- 
camentos de su botiquín, pronun- 
ciando palabras de consuelo y de 
amor: cuando conocía que dejaba 
esta forma transitoria de ia vida per- 





durable, viendo la angustia v tristeza. 


que se retrataba en la cara de la que 
fué su dulce esposa y de su buena fa- 
milia. 

Su nombre, entre nosotros perdu- 
rará siempre como timbre de gloria. 
- Su memoria será un recuerdo ejem. 
plar, 

Bien debe el INsTITUTO rendir este 
homenaje á uno de sus más precla- 
ros fundadores. 

He dicho! 


- 


El Dr. Peiró da lectura del siguiente 
trabajo: 


MEMORIA NECROLOGICA DEL DR. D. JOSÉ CIVIL 


por el Dr. Laplana 


Señores: Ora de cerca, ora de lejos, 
olmos con harta frecuencia los clamo- 
res que suscita la mano desapiadada 
de la Parca en su labor constante de 
diezmar, sin apercibimiento á veces y 
sin miramientos siempre, los hazes 
compactos de vivientes que integran el 
género humano. Es condenación que 
no cabe rehuir la de la muerte. Más 
que nadie lo sabemos, los que compe- 
lidos por la fe en la ciencia nos consa- 
.gramos de todo en todo á la ardua 
misión de prolongar las vidas; puesto 


siónes, ó haciendo vida 
roplio era de quien” me- 


Ps 
i ma 
¡€ _ — Q€PE-- A .--II.AAl E z-=-- - a A e a a a on rro midi o Asia A 


A. RR AA 
O O O O O DN 





| que los arrestos de nuestros desvelos 


no dejan con frecuencia entre nuestras 
manos otra cosa que el fruto de las 


más amargas decepciones. 


Afortunadamente para nuestra sen- 
sibilidad, la necesidad de la muerte lo 
propio que la frecuencia, ó` mejor 
dicho, continuidad con que se pre- 
senta esta que podríamos llamar reso- 
lución fisiológica, ha engendrado en 
nosotros una especie de embotamiento 
providencial que cede sólo á los vehe- 
mentes impulsos que producen en 
nuestro ánimo y aun en nuestro orga- 
nismo los vínculos de la sangre y las 
afecciones que engendran la amistad, 
la simpatía, el compañerismo. 

Delante de uno de estos casos, nos 
encontramos en el día de hov. Nues- 
tro malogrado compañero el Dr. Civil 
ha bajado al sepulcro. 

En el estado actual de nuestra natu- 
raleza, el alma obra en el cuerpo y 
por medio del cuerpo material, al cual 
anima v al cual mueve como la mano 
del artífice da vida y mueve á su ins- 
trumento; y así como la obra participa 
de la inexperiencia del artífice, asi in- 
dicará las imperfecciones de la herra- 
mienta: pues bien la gran herramienta, 
el gran instrumento del alma á que 
me refiero es el cerebro: ¡verdadero 
misterio, esa pequeña masa encefálica, 
á manera de pulpo lleno de nervios! 
¡Qué pliegues y qué repliegues tan ad- 
mirables! ¡Cuántas veces observán- 
dola me he preguntado vo á mí 
mismo: ¿cuál será el secreto de ese 
manucordio informe, que vibra obe- 
deciendo á las teclas del alma? ¡Nada 
sabemos! Lo que advertimos es, que 
una alteración cualquiera de esa lira 
impide al alma producir las armonías 
del pensamiento y de la inteligencia. 
Ello era lo que preocupaba al amigo 
que hoy lloramos, el darse cuenta á 
veces de alguna desarmonía en sus 
manifestaciones psico-fisicas, y así se 
pasaron algunos meses corriendo á la 
par sus temores y mis recelos sòbra- 
damente fundados, para presumir que 
en su cerebro se atrofiaban, iban des- 
apareciendo las nobilisimas células 


50 





nerviosas, para dar su puesto á ele- 
mentos de orden inferior, linaje de 
tejido conjuntivo de los centros ner- 
viosos, que todos conocemos con el 
nombre de neuroglías: substitución 
que da lugar á la victoria de los ele- 
mentos comunes contra los especiales 
del órgano, de la p:ebe contra la no- 
bleza, si cabe expresarse así con frase 
metafórica, siendo el resultado de la 
lucha el que la muerte termine su 
obra: como sucedió á nuestro compa- 
ñero iniciándose la derrota, por apa- 
ratosa congestión cerebral, extremada 
tensión de los capilares, consiguiente 
dilatación, inevitable rotura arterial y 
copiosa hemorragia. 

¿chamos aquí de menos al ilus- 
trado consocio, al buen amigo, al irre- 
prochable compañero. No se ha de 
sentar va más entre nosotros. Dando, 
pues, por indiscutible que la solidari- 
dad profesional significa algo positivo 
aun enfrente de la muerte y que la 
amistad y los méritos personales de 
los difuntos deben dejar huella en este 
mundo  ¡ndependientemente de los 
cuerpos que abandonaron á la tierra; 
creo que es justo, muy justo, que á la 
memoria del Dr. Civil se le consagre 
el tributo de un recuerdo que será 
para algunos, tal vez, prenda de ad- 
miración, para otros muestra de agre- 
decimiento y para todos, sin duda, se- 
ñal inequívoca de amistad y simpatía. 

Lo único que lamento de veras es 
que la tarea de fijar ese recuerdo fu- 
nerario se hava confiado á mis dé- 
biles fuerzas y no se haya encomen- 
dado más bien á cualquiera de tantos 
consocios que con alientos de águila 
habrían puesto muy alto el nombre 
del compañero que lloramos perdi- 
do. Quizás la misma- cariñosa amis- 
tad que al difunto me unía, habrá sido 
causa de que á mí con preferencia á 
otros se haya asignado el papel de 
portavoz en este acto. Si así fuese, 
sólo me toca sentir que la fibra de mi 
expresión, no responda en esta cir- 
cunstancia á la ternura del cariño que 
le profesaba, 

Bajo este concepto, me congratulo 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





de poder rendir hoy desde este - sitio 
mi testimonio de admiración y aprecio 
al Dr. Civil, representación genuina 
entre nosotros del hombre honrado, 
del tipo de fe profesional, del católico 
ferviente, del modelo de bondad ina-. 
gotable. | 


DO .. 
e. ... 
e. sy 


La honradez y la probidad, señores, 
son cualidades que no se conquistan 
por actos aislados ni con tal ó cual 
manifestación en materias determina- 
das. Podría decirse «que vienen for- 
mando la urdimbre de la tela que re- 
presenta la vida humana en sus 
relaciones con todos los seres que le 
rodean. Tal vez en ninguna virtud 
encajan tan ajustadamente como en 
la honradez aquellas conocidisimas 
palabras del antiguo aforismo filosó- 
fico: Bonum, ex integra causa; malum, 
ex quocumque defectu. Traed, si os 
place, al hombre de más intachable 
conducta, al filántropo que en aras de 
la simpatía de su corazón por sus se- 
mejantes ha visto deslizarse por sus 
manos ríos de oro destinados á apagar 
la sed de los sedientos y á endulzar la 
vida de los miserables y desheredados. 
Como sacrificios, se habrá impuesto él 
todos los imaginables, y sin otro móvil 
que la bondad de su corazón habrá 
convertido en vida de penalidades para 
si, lo que debiera ser oasis de delicias 
y una vida de suntuosidad y opulen— 
cia. Su altruismo parece (que le pone 
á cubierto de los tiros de la maledicen- 
cia. ¡Ay de él, sien un momento de 
descuido una pasión rastrera ó bien un 
alucinamiento le llevase á atentar á la 
fortuna de un semejante con bajeza 
notoria! Esa mancha indeleble escul- 
pida en su frente no permitiría ni á un 
á los labios amigos que le atribuyeran 
en público el calificativo de honrado. 

Esta honradez tan quebradiza y que 
frecuentemente provecta una penum- 
bra de sospecha aun al lado de los 
servicios justamente retribuídos de los 
profesionales, la encontraréis siempre 
segura, firme, inconmovible cn la re- 








nds 


| 
5 


«Seba biográfica: de aquel 
que han hecho de la carrera un sacer- 
PROGO. e o m 
> He aquí. uno:de los. méritos que me 
.complazto en reconocer en nuestro 
malogrado compañero el Dr. Civil. 
Conocidos son en la naturaleza los 
fenómenos de eiertos cuerpos inertes 
que movidos como por resortes secre- 
tos obedecen á atracciones engendra- 
das por fuerzas que no están á la vista 
del hombre. Cae la piedra con fuerza 
irresistible sobre la tierra porque la 
gravedad la atrae; llama á si con vigor 
desconocido el imán á los metales que 
se hallan dentro de su radio de acción; 
se apoderan los elementos químicos en 
las combinaciones, de otros elementos 
que están á su alcance para formar un 
nuevo cuerpo. Y en la naturaleza in- 
teligente y libre, también hav séres que 
como si llevaran en su cerebro la ob- 
sesión de un ideal, procuran poner á 
contribución durante su vida para 
conseguirlo, todos los recursos de su 
inteligencia y todas las energías de su 
voluntad. S 
Fuese porque la naturaleza v la 

propia idiosincrasia á ello le impelían, 
ó fuese porque la conciencia profesio- 
nal estimulase su recto ánimo á la di- 
fusión del bien con los recursos que 
la ciencia le prestaba, es lo cierto 
que el Dr. Civil tuvo siempre un ele- 
vadísimo concepto de la misión que le 
estaba confiada, y dejando á un lado y 
como cosa secundaria la idea de lucro 

ue tantas inteligencias avasalla, se 

edicaba con verdadero cariño al 
alivio.de las dolencias humanas, con 
la mira fija ante todo en el provecho 
que al paciente reportara el acierto de 
sus servicios. Con ese sello de una vo- 
cación tan marcada se explica que ya 
en su juventud se entregara con afán á 
trabajos científicos, uno de los cuales 
mandado á la Real Academia de Me- 
dicina y Cirujía de Zaragoza le valió 
el nombramiento de socio corresponsal 
de la misma; que interviniese con ju- 
venil denuedo en los trabajos y cam- 
pañas que se habían propuesto llevar 
cabo varias Academias de esta capital; 














los hombres | que llegase á fuerza de constancia 


inquebrantable y de una actividad 
jamás desmentida á granj¡earse de sus 
compañeros y de todo el cuerpo mé- 
dico la estimación y confianza que 
supone el nombramiento de Presidente 
de la sección de fomento de la Cruz 
Roja, cargo que desempeñaba á sa- 
tisfacción de todos. 

Su consigna profesional cra, de 
hecho, estar siempre al pie del cañón 
como pudiera decirse del soldado, y 
es la verdad, que nunca le encontró 
dormido la desgracia que le recluma- 
ba. Recordad sino varios de los epi- 
sodios sangrientos acuecidos en esta 
ciudad desde que la hosca nube del te- 
rrorismo se cierne sobre nuestras ca- 
bezas para poner á prueba el valor ci- 
vico de los barceloneses. Una de esas 
máquinas infernales que siembran la 
destrucción y la muerte estalla un dia 
en la calle de Cambios Nuevos al paso 
de la procesión del Corpus. Llevaba 
el Dr. Civil una de las varas del palio 
en aquel religioso acto y no bien se 
percata de los terribles efectos produ- 
cidos por el explosivo, se lanza á pres- 
tar sus cuidados á las víctimas, pu- 
diendo mostrar luego como testimonio 
de su abnegación las manchas de san- 
gre que en su frac y camisa quedaron 
después de aquel luctuoso acto. Tam- 
bién en la catástrofe de la bomba del 
Liceo aparece prodigando á los herl- 
dos consuelo yv alivio la simpática ti- 
gura del Dr. Civil. Por aquellos días 
en que la bandera de la Patria volvía 
de allende los mares envuelta en ne- 
gro crespón despuús de haber dejado 
entre las manos de mercaderes giro- 
nes de su glorioso lienzo y pedazos de 
nuestras entrañas, venían escoltando 
aquella enseña ejércitos que más que 
nada parecían de cadáveres que hu- 
biesen abandonado el sepulcro. Para 
volver á la vida aquellos cuerpos casi 
inertes parecía como que se declarase 
impotente la ciencia y había que acu- 
dir á todas las viriles energias de la 
voluntád. Entonces fué cuando el doc- 
tor Civil puso más que nunca de ma- 
nifiesto su laboriosidad incansable 


52 





alentada de continuo por el deber que 
impone el verdadero sacerdocio. No- 
tables debían ser en aquella época los 
trabajos profesionales de nuestro dig- 
no compañero va que por razón de 
ellos se le condecoró cun medalla de 
oro y gran placa de honor v mérito de 
la Asociación «La Cruz Roja espa- 
Dola.» 

Y al llegar aquí, permitidme una 
pequeña observación. El entusiasmo 
en el ejercicio de las profesiones suele 
derivar, y esto es lo más lógico, de la 
fe que se tiene en los principios cien- 
tíficos que las motivan é informan. 
Por eso, aun prescindiendo de otros 
datos concretos que lo adveran, os he 
dicho al principio que era el doctor 
Civil modelo del hombre de fe profe- 
sional. 

Recordaría él, sin duda, que no es el 
hombre que más libros estudia, el que 
más sabe y adoptando para su uso la 
verdad de aquel principio Tineo ho- 
minen unius Libri, se dedicó con ver- 
dadero empeño y constancia á estu- 
diar la doctrina de un determinado 
autor, sin que eso fuera obstáculo para 
que siguiera con escrutadora mirada 
y con aplicación constante Cuantos 
remedios se ofrecían á diario con pro- 
babilidad de éxito para aliviar las do- 
lencias humanas. 

cra la brújula que oscila buscando 
la dirección del Norte, en la cual fi- 
nalmente descansa. JS] norte del doctor 
Civil era ser útil á sus semejantes y 
en su consécución empeñaba su inte- 
higencia, su celo y todos los recursos 
de su actividad. 

Yaes hora que echemos una rápida 
ojeuda sobre la vida del creyente; más 
aun, del fervoroso católico. Cuanto éste 
necesita para Integrar su carácter se 
hallaba perfectamente condensado en 
la persona de D. José Civil. La fe en 
materia de dogmas y misterios; la 
convicción profunda en la aseveración 
y profesión de los principios católicos; 
la sumisión incondicional en materia 
religiosa á la Iglesia y á su cabeza vi- 
sible y la asiduidad en las prácticas 
que se reputan obras de católico fer- 





LA HOMEOPATIA PRACTICA 


viente; todo entraba por mucho en la 


designación de su personalidad. Y todo 


eso entraba en él sin alardes de vana 
presunción y sin bajezas de respeto 
humano. | 

Dejemos á un lado, Señores, al tra- 
tar este punto, las discusiones habidas 
para determinar cuál de los sistemas 
médicos propenden más al espiritua- 
lismo. Se ha dicho con frecuencia en- 
tre nuestros comprofesionales que el 
escalpelo no es instrumento á propó- 
sito para descubrir el alma y bajo cier- 
to punto de vista se comprende la 
verdad de este aserto, como se com- 
prendería también la verdad del que 
dijera que el escalpelo es la llave que 
abre el edificio donde el alma mora. 
No porque todo hecho médico no se 
desarrolle en el ambiente en que vive 
el espíritu, cabe deducir la consecuen- 
cia de que son dos cosas enteramente 
independientes. 

Considero vo que de los elementos 
anatómicos, tejidos y sistemas, órga- 
nos y aparatos se pasa perfectamente 
por enlace al movimiento funcional; 
de éste, al principio dinámico engen- 
drador de la vida, y ya puestos en tal 
altura y al tratar de averiguar la na- 
turaleza íntima de esas fuerzas y con- 
diciones, así como las facultades que 
las desarrollan, podéis arrojar el bis- 
turí que no ha de serviros para nada 
y entregaros en brazos de la filosofía 
ó de las creencias. Para mí sería ab- 
surda la ciencia que prescindiera də 
todo en todo de la filosofía, en la que 
deben reconocer todas las ciencias 
cuando menos la posesión de los prin- 
cipios remotos y las bases de la inves- 
tigación y deducción. No pretendo con 
esto poner cátreda de doctrina, porque 
ni á mí me incumbe tal cosa, ni son 
momentos estos apropiados para ello. 
Pretendo sólo señalar la base en que 
se fundaría nuestro difunto compañe- 
ro, aun bajo el punto de vista científico, 
para formar su alma de verdadero cre- 
yente, cualidad tanto más digna de elo- 
gio en nuestros días cuanto que va 
siendo cada día más rara. 

[cra el Dr, Civil, Caballero del Santo 





Sepulcro y se gloriaba no poco de ello. 
Acudía solícito para tomar parte en 
ceremonias religiosas, públicas mu- 
chas de ellas, y eso prueba lo bien 
pertrechado que se hallaba contra las 
nabladurías de ciertos espíritus fuertes 
dispuestos á perdonarle al hombre 
todas las debilidades y aun quizás las 
bajezas, pero inflexibles para todo lo 
que es ostentación de creencias que 


bautizan irreflexiva y ligeramente con ; 


el nombre de fanatismo. No se con- 
tentaba en esto nuestro biografiado 
con lo que era deber. Añadía el im- 
pulso de su voluntad religiosa v se 
esmeraba en la práctica de ciertas 
devociones que aquilataban más la 
bondad de su alma. | 

A los dos días de guardar cama, él 


dirigiros la palabra el consuelo que 
recibiría en poder comulgar aquel día 
por ser primer viernes del mes va que 
él tenía la costumbre de comulgar to- 
dos los primeros viernes; indicación 
que, como es de suponer, acogí gus- 
toso, máxime previendo el triste des- 
enlace que llegaba á pasos agigantados. 

De modo que por sus actos y por 
sus principios fué el Dr. Civil modelo 
de católicos fervientes. 

¿Qué os he de decir finalmente de 
su bondad? Era tanta, que aun con 
perjuicio de la retribución de sus afa- 
nes profesionales se sacrificaba á ve- 
ces con exceso por aquellos de sus 
. clientes que contando con medios so- 
brados de fortuna no sabían apreciar 
lo que vale la abnegación puesta al 
servicio de la ciencia. Tanta era su 
conmiseración y paciencia para con 
sus enfermos que referían muchos de 
éstos que aun sin el alivio que les pro- 
curaba, atendiendo á su solicitud y 
amable trato le hubieran «quedado al- 
_tameute agradecidos. Bondad conna- 
tural en él que se sobreponía á la idea 
del lucro y del lucimiento, puesto que 
es bien notorio que en cuanto estuvo 
en su mano ocultó con modestia su 


nombre en no pocas circunstancias | 


que le brindaban apetecible y gloriosa 
fama. 


` LA HOMEOPATIA PRACTICA 


93 





Después de lo dicho, señores, sólo 
me resta encomendar á vuestra consi- 
deración las altas cualidades que ador- 
naban al difunto. Vosotros todos, así 
los que formáis el selecto gremio del 
Instrruro HomrorÁtTICO como los que 
integran la dignísima Academia Mé- 
dico-Homeopática, reunís muy presti- 
giosas dotes para que dejéis de reco- 
nocer donde quiera que se hallen, los 
méritos que son dignos de loa. Al 
compañero perdido es muy justo que 
se le dedique un recuerdo, base tam- 
bién de ulterior estima. Esto es lo que 
acabamos de hacer ahora. 

Y no termivaré sin recordar al Aca- 
démico Dr. Costa cuva pérdida llora- 


mos como propia, haciéndose sensible 


sin duda también en la Academia Mé- 
mismo indicó al que tiene el honor de - 


dico-Homeopática el vacio que han de- 


jado nuestros biograñados, va que, Y 


ello es opinión puramente personal, 
dados los conceptos vertidos por el 
dignísimo Sr. Presidente de la misma 
en su elocuente discurso de gracias, 
parecióme que las diferencias entre las 
dos Entidades son más ficticias que 
reales. 

¡Ojalá lo 
mente! 

Y terminada la misión que en este 
acto se me confiara, sólo me resta ha- 
cer público el testimonio de cordial 
simpatía para con los colegas difuntos, 
y expresar el deseo por vosotros tam- 
bién sentido de que Dios hava acogido 
en su seno las almas de nuestros dig- 
nísimos compañeros. 


He dicho. 


hava interpretado fiel- 


El Presidente Dr. D. Ange) Olivé, 
cierra el acto con un discurso cuyo 


resumen es como sigue: 
Excmos. É ILMos. SrEs. 


SEÑORES: 


Al obligarme mis compañeros á 
principios de este año, á ocupar la pre- 
sidencia de la sección cientifica de esta 


54 





corporación, después de haber estado 


en ella prestigios como los de los docto- 
res Nogué, y Grifols me causó gran 
pena, por creer que la falta de condicio- 
nes queen mí recaían, podrían resultar 
en perjuicio. de esta sociedad; pero 
afortunadamente me equivoqué en la 
segunda parte, v es que tal vez no es- 
taba bien imbuído de que el INsTITUTO 
vive, per se, una vida expontánea, vi- 
da intensa, que no necesita que la 
presidencia le comunique, como ha 
explicado en su bien escrita memoria 
el secretario saliente Dr. Valls Sabater, 
demostrando que la exuberancia que 
gozamos es material y moral, por una 
parte porque nos sobra dinero, cosa 
no frecuente en esta clase de corpora- 
ciones, y por otra porque al encar- 
garme de la presidencia puedo daros 
fe de que se aglomeraron tantos temas 
científicos á discutir, que fué preciso 
establecer un riguroso turno y es que 
aquí todos tenemos fe en la doctrina, 
fe razonada, fe científica, y cada día 
más, porque si no fuesen bastante 
nuestras convicciones, los estudios de 
los no homeópatas hace años que 
vienen confirmando nuestras creen- 
cias, tanto en lo que se refiere al similia 
como á la cuestión de dosis pequeñas. 

Respecto al similia podríamos citar 
tantos ejemplos, como el de Charcot, 
que se ha vulgarizado, aconsejando un 
centígramo de sulfato de quininaal día 
v durante algunas semanas para curar 
el vértigo de Menióre con los zumbidos 
de oídos, precisamente pues con un 
remedio que como sabéis dado á dosis 
mayores produce estos síntomas; así 
mismo hemos presenciado en algunos 
manicomios nacionales y extranjeros, 
hacer gran uso del Opio á dosis peque- 
ñas como tónico cerebral, v todos sa- 
béis que á dosis grandes el Opio abate 
v anula las funciones del’ cerebro: asi 
también en lacuestión de dosis, pues 
Trousseau va decía que la influencia 
de los medicamentos sobre nuestro or- 
ganismo no era toda directa, sino mu- 
chas veces dinámica, por cuya razón 
la cantidad no era siempre de gran im- 
portancia, ideas tan conformes con el 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 


o DO E DO DO DO O O O EDO DO OO CO O DO DO O CODO OO DO E TN TO O a O OT O II a eee saraan AAA 


A 





- 


dinamismo vital de Jos homeópatas, 
Robin dice hoy que Jos medicamentos- 
obran por el dinamismo, no por su 
masa, siendo actualmente ya vulgar la 

acción profunda del Radium sobre los 

organismos vivientes á dosis absoluta- 

mente infinitesimal é imponderable, y 

Le Bon nos explica que de la energía 

intraatómica libertada por la desmate- 

rialización de la materia, es de donde 

derivan la mayor parte de fuerzas del 

universo, la materia se destruye, dice, 

las fuerzas evolucionan de forma, pero 

quedan, y ved si hay diferencia alguna 

entre estas ideas y las de dinamización 

homeopática, demostrando este sabio 

las modalidades de la fuerza en dosis 

extraordinariamente pequeñas, cuando 

con yo de miligramo de metales co- 

loidales determina efectos fisiológicos 

claros en nuestro organismo, aumento 

de cambios de urea y de ácido úrico, 

v añade Cullen que la gran acción de 

los cuerpos (enzymas, oxidasas, dias- 
tasas, etc.) ó de la materia es por im- 

presión ó mejor por acción de presen- 

cia ó catalítica, manifestando Huchard 

que es el que entre otras enseñanzas 

ha vwgarizado el uso de la digitalina 

en solución al milésimo como tónico 

cardíaco, que en terapéutica deben 

usarse las dosisdébiles, infinitesimales, 

correspondiendo ya á un principio de 

disociación atómica. Tened en cuenta 

que todos los sabios que acabo de citar 

pasan por alópatas ó indiferentes, pero 

la aproximación de ellos á los princi-. 
pios homeopáticos es ya acentuadí- 

sima. 

Los ions ó fracciones de moléculas 
que las fuerzas físicas Ó biológicas 
como la electricidad, han libertado de 
sus combinaciones, con su afinidad 
exaltada poseen una energía radio-ac- 
tiva, que con la lonnización de las 
aguas minerales, demuestran la popu- 
laridad científica actual de estas teo- 
rías, que tanto tiempo hace en el fondo, - 
viene defendiendo nuestra escuela con 
las ideas de dinamismo y dinamiza- 
ción. 

El Dr. Galard ha demostrado: más 
extensamente y de un modo práctico 








gaz: y experto clínico, de pensador pro- 
túndo, dejándonos bien satisfechos del 
caudal científico que aquí nos ha abo- 
cado. = | 

La Homeopatía, con este nombre ó 
sin él, vé progresar por todas partes 
sus ideas y sus principios: no hable- 
mos de su avance en tierras extranje- 
ras y lejanas, que si es mayor que 
aquí tampoco lo podemos disfrutar del 
todo, recreémonos contemplando co- 
mo en nuestra ciudad el progreso neta- 
mente homeopático está á buena altura 
y os aseguro que el genio catalán ha 
llamado la atención en los Congresos 
homeópatas internacionales de estos 
últimos años, pues contamos con cua- 
tro periódicos de Homeopatía, algunos 
de los que como el nuestro, tienen las 
tiradas mínimas de 1,000 ejemplares, 
hay aquí otraagrupación, la Academia 
Médico-Homeopática que demuestra 
gran entusiasmo por Ja doctrina, v cu- 
ya especialización académica, permite 
(álo menos aquí sucede) que trabaje- 
mos con más bríos y más provechos, 
por la simpatía de ideas que reinan en 
detalle en cada sociedad, posee á más 
Cataluña un Instituto de inválidos del 
trabajo en Sarriá cuyo director es el 
ya venerable homeópata Dr. Ricart, 
un Hospital homeópata y un Sanato- 
rio marítimo de los que es director el 
doctor Giró aquí presente, variedad de 
Dispensarlos, seis Farmacias homeo- 
.páticas y en total un número bien cre- 
cido de médicos homeópatas. 

Los Dres. Solé y Laplana nos hau 
relatado “algunos méritos v glorias 
de los que fueron nuestros compañe- 
ros, nuestros amigos, á la par que 
maestros. Dres. Nogué y Civil respec- 
tivamente; les queríamos de veras á 
los dos, (v no habríamos hablado su 
nombre aquí si guardásemos la más 
pequeña idea de crítica censurable ha- 
cia ellos,) les respetábamos y apreciá- 
bamos mucho eu vida, les respetamos 
y apreciamos cuando la muerte nos 
los ha separado, sentimos la pérdida 
pero no nos desanimamos, antes al 
contrario, estamos dispuestos á traba- 


LA. HOMEOPATIA: PRACTICA 


A A A A PP A A e e o A a E S e 
A e e a a e a A a A A A e a A A  xK AA 


55 





į jar más, para suplir en cuanto poda- 
mos el vacío que de momento nos han 


dejado. 

Señores: obligados por el reglamen- 
to á celebrar esta sesión v por el entu- 
siasmo que sentimos como apóstoles 
de la doctrina deseando hacerla con el 
mayor lucimiento posible, comprende- 
réis cuan agradecido os queda este 
InstiTuTO á todos v á cada uno de los 
que os habéis dignuydo asistir á ella, 
comenzando por las autoridades que 
en persona ó eon representación nos 
han honrado, siguiendo las distintas 
corporaciones científicas y sociales aquí 
representadas, y á todos en general, 
doy las gracias más sinceras Y expre- 
sivas, por la satisfacción que nos pro- 
porcionais al contribuir á que este acto 
hava resultado más solemne v así 
darnos ánimo para trabajar con más 
bríos y para cumplir más aun sl cabe 
con nuestra misión, de ser siempre 
unos verdaderos v ejemplares sacer- 
dotes de la ciencia de curar. 

He dicho. 


VARIEDADES 


Como verán nuestros lectores, el presente 
número es extraordinario, con objeto de 
dar cabida á los interesantes trabajos leidos 
en la solemne sesión inaugural que celebró 
el Ixstiruro Homrórara, en el anchuroso 
salón de actos del Fomento del Trabajo Na- 
cional, donde tiene su local nuestra entidad. 

Asistieron á la misma, como leeran nues- 
tros lectores en las primeras páginas del 
presente número distinguida concurrencia 
que llenó por completo el local saliendo 
todos muy satisfechos del acto. 

De la importancia de la sesión pueden 
hacerse cargo nuestros lectores por los tra- 
bajos insertos en estas páginas. 

Ha ingresado en nuestra entidad cienti- 
fica el inteligente homeópata Dr. D. José 
Giró, director del Hospital Homeópata del 
Niño Dios y del Sanatorio Marítimo de San 
José. 


56 LA HOMEOPATIA PRACTICA 





El Instrruro HomutópaTA y La HoMEOPA- 
Tla Práctica felicitan cordialmente á tan 
distinguido compañero al venir á prestar- 
nos su valiosa cooperación en la propaganda 
de la Homeopatía. 


a 


=- Comoen años anteriores, los socios del 
Ixstrruro Homrópara, celebraron el aniver- 
sario del natalicio de Samuel Hahnemann 
reuniéndose en fraternal banquete, en el 
que reinó la mayor confraternidad y ale- 
gria, felicitándose de la buena marcha que 
va siguiendo nuestra entidad científica, el 
INsTITUTO, hoy una de las más importantes 
sociedades homeópatas que existen en 
España. | 

Terminó el acto brindando todos los asis- 
tentes por la prosperidad de nuestras ideas 
Hahnemannianas. 


Hemos recibido la interesante obra del 
Dr. Dewey: «Terapéutica Homcopática 
Práctica» que acaba de editar el inteligente 
y sabio homeópata Dr. D. Juan N. Arriaga 
de México. Por falta de espacio dejamos de 
hacer una nota bibliográfica: prometemos 
hacerla más adelante. 

Agradecemos muy de veras el envío. 


Revista 0e la Prensa 


Revista Homeopática del Paraná.— 
Preparación del Pyrogenium, por el doctor 
Diaz de Cruz.—E] Pyrogenium fué intro- 
ducido en la terapéutica homeopática por 
Drysdale. 

De día en día aumenta el cródito que goza 
oste medicamento sobre todo en la hiper- 
termia que amenaza paralizar el corazón. 

El Pyrogenium, hasta ahora ninguna 
farmacopea homeopática lo ha introducido 
en sus páginas, por lo que vamos á exponer 
su preparación. 

Para obtenerlo se coloca en una vasija 
que contenga 500 gramos de agua 200 gra- 
mos de carne privada de grasa y reducida 
á pequeños pedazos; se abandona al aire, 
día y noche por espacio de unos veinte días. 
Al cabo de este tiempo la carne se ha des- 
compuesto formando el todo una masa 
fluida, roja, espesa y fétida. Se filtra å 

















través de un paño. El líquido filtrado se 
evapora en baño maría hasta sequedad. 

El residuo forma una masa compacta y 
obscura, se tritura y se mezcla con unos ` 
60 gramos de alcohol, dejándolo macerar 
por espacio de unas dos horas. Luego se 
hierve la maceración durante cinco minutos 
y se filtra. Se deja el liquido filtrado en un 
sitio de temperatura mediana para que se 
evapore el alcohol y queda una masa dura, 
obscura de unos tres gramos de peso. 

Se agita luego este producto en 30 gramos 
de agua destilada y se filtra después de 
haberlo dejado reposar dos horas. El líquido 
de color claro ambarino que resulta es el 
extracto acuoso de Pyrogenium, al que se 
añade un doble de glicerina. Esto último 
os lo que se considera como la tintura madre 
de la que se hacen las diluciones corres- 
pondientes con alcohol. 


Tarántula cubensis en el Crup — En 
el Instituto Hahnemanniano del Brasil, el 
Dr. Juaquin Murtinho, á propósito de la 
discusión sobre el tratamiento del Crup 
dice lo siguiente: 

Voy á referir un caso. Era un niño que 
hacía cuatro días padecía una angina dif- 
térica; el fondo de la boca estaba forrado 
de neoformaciones, había tendencia de in- 
vadir la laringe. 

Prescribí Tarántula cubensis el cual 
produjo un efecto maravillosa; á los cuatro 
días curó por completo el enfermito. 

En un segundo caso que se me presentó, 
prescribí el mismo medicamento y diome 
también excelente resultado. 

La aplicación de este medicamento fué 
debido á la lectura de un periódico ame- 
ricano que trataba de estos síntomas. | 

Para esclarecer estos casos de difteria da 
lectura á un artículo publicado en Zhe 
Halnemannian Monthly en cuyo artículo 
se había inspirado para hacer uso de 
Tarántula cubensis. El autor de este arti-. 
culo escribe detalladamente algunos casos 
en que Zarintula cubensis 12.2 de dos en 
dos horas, había operado milagrosamente, 
rebajando la fiebre, desprendiendo las fal- 
sas membranas, etc. Uno de ellos al tercer 
día empezaba la convalescencia. En la mis- 
ma comunicación vienen incorporados diez 
y seis casos que fueron referidos á la So- 
ciedad Médica de Pensilvania, los cuales 
tienden á afirmar el crédito de Z'arántula 
cubensis en la difteria. 





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COQUBLUCHB (Catarro), etc. 
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l HOMBOPÁTICO 


Esta preparación es la que una experiencia de 
más de treinta años y el dictamen de eminencias 
médicas ha preconizado como el éxito infalible 
para la onración del Escorbuto, Caries, Dolor de 
muelas y todas las enfermedades de la boca. 


Frasco, 2 pesetas á 





-PURGANTE HOMEOPÁTICO 


¿Medicamento de éxito seguro contra el 
estreñimiento 


Frasco, 2 pesetas 





Reconstituyente Homeopático 


Este preparado, puramente homeopático.'reco- 
mendado por muchos médicos en sus clínicas par- 
ticulares, es el mejor tónico-reconstituyente para 
los niñes raquíticos y escrofuiosos. Hegulariza su 
nutrición, corrige la mala asimilación de los ali- 


mentos, aumenta la osificación, energía muscular ' 


y todas las actividades y tunciones del organismo. 
Frasco, 2 pesetas 





Tintura de Arnica de les Pirineos 


PREPARADA CON LA PLANTA FRESCA 


Se emplea con éxito seguro en los casos 
siguientes: contusiones. golpes. desgarraduras. 
pinchazos, cortaduras, dolor de cabeza y trente, 
lumbagos producidos por esfuerzos j fatigas, 6tce 


Frasco, 1'50, 2 y 3 pesetas 


POMADA ANTIHERPÉTICA 


Para la curación de ENFERMEDADES DE LA PIEL 
Tarro, 1 y 2 pesetas 








Dentífrico VELA 


Preparado esencialmente con substancias vege- 
tales. Fortitica las encías blanquea los dientes y 
perfuma la boca. Frasco, 2 pesetas 





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Tintura de: 


-Abrotanum.—Para los sabañones. 


Apis.—Picaduras de insecto. 
Arnica.—Contusiones. 

Bellis. —Manchas congénitas. 
Caléndula.—Heridas supuradas. 
Cannabis. —Estranguria gonorrea- 
Gantharis.—Quemaduras. 
Eupbrasia.—Iinflamación de los ojos. 
Melianthus.—Golpes y contusiones. 
Mypericuo.—Picaduras, dislocaciones. 
Mídrastis.—Organos genitales Lupus. 
Ledum.—Gota, heridas punzantes. 


Tintura de: 
Pinus.—Desviaciones de la columna vertebral. 
Rhus.- Dolor reumático, 
Ruta. —Ulceras. 
Staphisagria.—Caries dentaria. 
Sympbitum.—PFracturas. 
Thuja.—Cáncer, verrugas. 
Urtica urens.—Quemaduras. 
Verbascum. —Neuralgias. 
Chamomilla.—Bolor de muelas. 
Espiritu de alcanfor (Rubini; — Preservativo 
del cólera. 
Dilución de pulsatilla.—Coriza. 








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REVISTA BIMESTRAL, 


Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona 
Redactor - Jete: Rómulo Valls Sabater 
Farmacéutico Homeópata . 

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Septiembre - Octubre de 1908 


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La Homeopatia Práctica 


REVISTA BIMESTRAL 


Órgano del Instituto Homeópata de Barcelona 


REDACCIÓN: Gran Farmacia Homeopática Especial GRAU- ALA, Unión, 8. — BARCELONA 
A A A e 


Redactor - Jefe: Rómulo Valls Sabater 


COLABORADORES 
Doctores: Jaime Abreu — Salvador Badía — Miguel Balari — Francisco Benavent — 
José Galard — José Giró Savall — José A. Grifols — Enrique Laplana — 
Pedro Montañá — Antonio Novellas — Angel Olivé y Gros — José Piqu“ 


Sabater — Jaime Peiró — A. Pujol Bergili — Ramón Roig — Salvador Roig 
— Antonio Roig — Juan Solé y Pla — José Sabater. 


——— CORRESPONSALES 


Docrores: Cartier, (Paris) — Juan Antiga, (México) — H. Van der Laan, (Brasil) — 
Robledo, (Manila) — Lambreghts, (Anvers) — J. A. Fontela, (Montevideo) — 
Alvaro A., Valenzuela, Ibagué, (Colombia) — García López; Barrantes 
Izquierdo; Piza Roselló; de Madrid— Peré Raluy, de Mahón — R. Fortuny; 
Saqués Perrin; Ibañez Roig, de Valencia— Penella, (Zaragoza)—A. Chápuli, 
(La Unión) — García Villalba, (Murcia) — F. de la Peña y J. Candel, (de Jà- 
tiva) — J. Cartes y T. Homedes, (de Tortosa) — Meseguer, (Orihuela) — 
Pujolar, (Olot) — Ibaz y Pou, (Vigo) — Anaya, (Cádiz) — Bengochea, 
(Tivenys) — Hidalgo Domingo, de Aracena, (lluelva) — Enrique Reus, 
de Castalla, (Alicante) — .J. Ferret Robert, (Sitges) — Soler y Fargues, 
(Arenys de Mar) — Leandro Bas — Esteban Esparza — Cesáreo Barco y 
Mateo Sánchoz (Cartagena). — Manuel P. Laza Berzosa, de Valladolid. — 
Fulgencio Monner, de Tarrasa. 











SUMARIO: 


Ixsriruro HomróraTa DE Barcenona: Discurso del Dr. Olivé. — Congestión primitiva ò hiper- 
trofta del útero, tema del Dr. Pique Sabater. Discusión.—Tratamiento preventivo y curativo del 
raquitismo, porel Dr. B. G. Clark. —Terapcutica homeopática, por el Dr. E. B. Nash. —Revista de la 
Prensa, por Rómulo Valls Sabater.—Notas Clinicas, por el Dr. M. Rocha. —Variedades, 


74 LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Instituto Homeópata de Barcelona 


Sesión del 44 de Marzo de 4908. 


El Presidente Dr. Olivé abre la se- 
sión con estas palabras: 


SEÑORES: 


Estamos rodeados de un ambiente 
lleno de tristeza, respiramos pena y 
pesar por todos lados, nos encontra- 
mos hoy desolados y abatidos, pero 
justamente, pues quizás nunca la fiera 
Parca había sido tan cruel con los mé- 
dicos homeópatas de Barcelona y no 
nos había castigado tam duramente en 
pocas horas. 

En tres días, desde la última sesión, 
hemos perdido á dos de nuestros más 
respetables y queridos compañeros. 
El martes regresábamos del entierro 
del Dr. Civil y antes de las veinticua- 
tro horas moría el Dr. Nogué. Ambos 
eran ejemplares que tenian muchas co- 
sas para que se les imitase. El primero 
modelo de bondad que le hacía aguan- 
tar con calma y corresponder con dul- 
zura á las exigencias del enfermo, 
modelo de honradez, de discreción, de 
constancia en el trabajo, buscando 
continuamente el progreso de las cien- 
cias médicas y de la Homeopatía en 
particular, con una fe admirable en 
la medicina que la contaglaba á sus 
clientes, logrando un poder sugestio- 
nador hacia sus enfermos, era tolerante 
y siempre prudente con éstos así como 
con sus compañeros, por lo que era 
respetado por todos. 

El Dr. Civil sentía y ejercitaba el 
heroismo en la profesión, como lo de- 
mostró en las vigilias de su muerte. 

El Dr. Nogué era el modelo del ge- 
nio, de la iniciativa, del talento clen- 
tífico y de la grandeza de espíritu, el 
que ha sido más activo en la literatura 





homeopática española en estos últimos 
veinte años; su fecundidad literaria 
era inagotable, su pluma cuando en- 
traba en polémica era un dardo pun- 
zante, terrible, aterrador, sus escritos 
siempre valientes, claros, precisos, su 
oratoria absorbente y dominante, se 
imponía. | 

Todos recordamos la abnegación y 
la buena fe con que el Dr. Civil dis- 
cutió en nuestras sesiones, mientras 
su salud se lo permitía, en las prime- 
ras épocas que estaba fundada esta 
sociedad, así como el modo dignísimo 
y con que ilustración el Dr. Nogué 
presidió duraute dos años nuestras se- 
siones. 

Lamentemos nuestras pérdidas y 
que el buen ejemplo de uno y otro 
compañero, nos sirvan de estímulo 
para suplir el vacío que dejan en 
nuestra Corporación, así como en el 
pueblo catalán. 

La sesión se levanta en señal de 
luto. 


Instituto Homeopata de Barcelona 


Sesión del 8 de Abril de 1908. 


Congestión primitiva 0 hipertrofia del útero 


SEÑORES: 


Hoy, bajo el imperio de las ideas 
pasteurianas, la mayoría de autores 
sólo admiten en el útero, al lado de las 
desviaciones y tumores, las afecciones 
inflamatorias asignando á priori un 
origen infeccioso á todas las afeccio- 
nes genitales, admitiendo que la con- 
gestión es una modalidad clínica ó 
una fase de la metritis crónica. Sin 
embargo, ciertos ginecólogos como 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





 Siderey, Doleris y Richelot, se apartan 
de tal tendencia, volviendo á la opi- 
nión de los viejos clínicos, dando á la 
congestión su antigua importancia de 
individualidad clínica bien definida. 

Scauzoni dice: «Muchos estados de 
grosor de la matriz se les cree infla- 
matorios, no habiendo nada de infla- 
mación en el sentido extricto de la pa- 
labra. Son desórdenes de nutrición 
cual se observan en otros órganos á 
consecuencia de hiperemias venosas 
de larga duración.» 

De acuerdo con tales maestros cree- 
mos que los desarreglos fisiológicos 
producen la congestión y esclerosis 
del útero y hay que distinguir de tal 
estado uterino, la metritis crónica que 
constituye un estado morboso. 

Congestión no quiere decir metritis, 
pues normalmente, una vez al mes y 
por varios días, toda mujer en su acti- 
vidad genital suíre una congestión 
útero-ovárica; ahora bien, que la con- 
gestión resulta campo abonado y pre- 
para la infección no cabe dudarlo, 
pero ocurre como con la congestión 
pulmonar que nunca es la neumonia 
hasta tanto que interviene el elemento 
microbio. 

Fijando bien nuestra idea nos ocu- 
paremos de todo estado congestivo del 
útero, agudo ó crónico, cuya causa no 
es de origen infeccioso. 

La etiología nos marca perfecta- 
mente ambos estados, pues concurre 
en la congestión la ausencia total de 
infección al originarse ciertos desarre- 
elos y lesiones bien manifiestas. 

Hay mujeres predispuestas á la con- 
gestión útero-ovárica va por tempe- 
ramento, edad, funcionalismo genital, 
herencia, por estado mental y sobre 
todo la gran familia de las artritico- 
nerviosas, y ello se comprueba con el 
análisis de sus orines, practicándolo 


75 





en el intervalo de los períodos, las 
que pudiéramos designar con el nom- 
bre de génito- mentales, eretalgias 
(eretomanías) y ninfomaníacas; las 
primeras sufren una aberración pla- 
tónica espiritual con el objeto de su 
amor y las segundas que comprende 
su estado tres períodos, que no es el 
presente momento oportuno exponer, 
sienten un deseo inconcebible más 
material que psíquico. 

Ya que hicimos hincapié en el artri- 
tismo ¿debemos buscar la causa en el 
mismo? Casi siempre contestamos 
atirmativamente. Su patogenesla nos 
enseña que el artritismo nervioso 


busca los órganos genitales con pre- 


ferencia por su predisposición á las 
roturas vasculares y reflejarse en 
ellos de consiguiente la congestión 
hemorrágica, lo que prueba que sl no 
constituve la causa, siempre ejerce su 
acción especial en los órganos útero 
anexos y siendo el artriismo una dis- 
trofia ó aberración de la nutrición con 
eretismos nerviosos, circulatorios y 
tendencias congestivas y la cavidad 
pelvi-abdominal excesivamente rica 
en vasos y nervios, de aquí la impor- 
tancia y frecuencia de las hemorra- 
cias uterinas, lo propio que las vu- 
merosas conexiones que se establecen 
entre el sistema simpático v cerebro- 
espinal explican la trabazón casi 
constante de los desarreglos del apa- 
rato genital con los de los aparatos 
urinario Y digestivo. 

Aparte de lo manifestado con res- 
pecto al artritismo, la menstruación, 
condición fisiológica que provoca una 
congestión á veces violenta y que por 
la distensión de las vesículas de Graaf 
puede considerarse como el tipo listo- 
lógico de las hemorragias neuro- 
páticas, pues prolongándose la con- 
gestión no cesa la hemorragia, la 


76 LA HOMEOPATIA PRACTICA 


cual puede ser entretenida por otras 
causas, como vestidos exagerada- 
mente estrechos, corsés, fatigas, excl- 
taciones sexuales y en particular por 
la constipación; teniendo en cuenta lo 
poderosamente que influye la edad 
(pubertad y menopausa) prolongando 
la congestión, podríamos apellidarla 
enfermedad de evolución. 

De lo dicho se desprende la expli- 
cación de los dos sintomas constantes 
que integra la congestión, la hemorra- 
gia y el dolor. Autores hay que creen 
en hipótesis vesiculares, otros vaso 
motoras, roturas, athevomas, aneuris- 
mas capilares y hay quien cree en la 
preponderancia de las acciones ner- 
viosas. Sin querer tratar de analizar 
dichas opiniones por no hacerme 
pesado y separarme con ello de la 
cuestión, Creo por mi parte que 
obedece dicha congestión á la in- 
fluencia de una de las causas enume- 
radas, prolongando la congestión 
periódica normal y que el elemento 
nervioso siempre juega un papel im- 
portante; en suma, un  desarreglo 
neuro-vascular. 

El cuadro clínico de la congestión 
comienza insidioso, progresivo y sin 
temperatura alrededor de las reglas 
en la pubertad ó en la menopausia. 

Sus sintomas generales son: cefalal- 
gia, gastralgia, dispepsia, disuria y 
constipación pertinaz de vientre, dolor 
en los riñones y en el bajo vientre, 
peso, histeralgia, melancolía, obesidad 
y en general todos los síntomas del 
neurosismo artrítico. 

Locales: útero tumefacto á la palpa- 
ción y al tacto no tan consistente como 
en el fibroma, mas blando, movible y 
sin dolor, salvo en el caso de retro- 
flexión. 

Su cavidad es grande, 11 y 12 cen- 
tímetros con el histerómetro, de modo 


que hay grosor de las paredes y dila- 
tación, cuello característico pálido” ó 
rosa, de color, duro, pequeño, ó bien 
uniformemente congestionado rojo vi- 
vo, pero jamás violado propio, este 
color de la metritis del cuello aguda ó 
crónica y no doloroso al tacto, sin ci- 
suras, úlceras ni moco-pus, leucorrea 
y sí alguna vez hidrorrea, Anexos y 
parametritis, ovarios y trompas pue- 
den manifestar neuralgias histéricas 
pero sanos é indoloros. 

Su funcionalismo fisiológico se pre- 
senta en forma de menstruación pro- 
longada y abundante, sobre todo en la 
pubertad y menopausia, neuralgias 
ováricas, lumbares, etc., y catarro por 
hipersecreción, glándulas, (útero gl- 
gante.) 

La metritis se diferencia por su 
fiebre inicial, purulencia y estado del 
cuello, el fibroma por su proceso es- 
clerósico y tumoración bien deslinda- 
das aparte de sus sintomas proplos. 

Prescindiré de toda diferenciación, 
con otras afecciones, por seros de 
sobras conocidas y por considerar 
suficientemente englobado el cuadro 
clínico que me proponía exponer á 
vuestra consideración. 

Como para el tratamiento de esta 
afección tiene una importancia capita- 
lísima la evolución clínica de sus le- 
siones, á la vez que gran valor diag- 
nóstico; haciendo su pendant diremos 
que la esclerosis infecciosa pasa por 
estados sucesivos de hipertrofia pri- 
mero y atrofia ó mejor induración des- 
pués. ón la diatesis fibrosa, al contra- 
rio, su evolución es continuamente 
hipertrófica y no se observa jamás, 
como en la metritis crónica, destruc- 
ción de tejidos, pues la fiebre uterina 
persiste en su integridad hipertrofián- 
dose. 

De todo lo expuesto se desprende: 


£ 


-LA HOMEOPATIA PRACTICA 





que los medios terapéuticos empleados 
para combatir la congestión chocan con 


el tratamiento anti-infeccioso propio 
de las metritis y ello puede ser la piedra 
de toque preciosa para el diagnóstico. 

En la metritis aguda, el tratamiento 
aséptico y antiséptico, con el reposo 
en la cama, es la regla establecida en 
buena terapéutica, en la congestión 
resulta dicho tratamiento malo la ma- 
yor parte de las veces ó completa- 
mente inútil, pues de una parte, el 
reposo retardando las combustiones, 
aumenta la acidez del organismo por 
trasformación incompleta de las subs- 
tancias azoadas y produce un estado 
congestivo en las vísceras predis- 
puestas á ello, el decúbito dorsal so- 
bre todo cuando hav retroversión ó 
flexión, determina una congestión por 
hipostasis. De manera que la vida al 
aire libre, un ejercicio moderado v 
por consecuencia la sobre-actividad 
orgánica han de ser altamente benefi- 
ciosas en tales casos y además jugan- 
do el artritismo papel tan principal, 
que duda cabe que el tratamiento de 
los artríticos ha de sernos favorable, 
sometiendo por tanto á dichas enfer- 
mas á un régimen higiénico y dieté- 
tico apropiado; rusticación, supresión 
de trabajo exagerado, excitaciones, lec- 
turas impresionables y veladas donde 
se rinde culto á los placeres sexuales. 

Al lado del ejercicio se recomien- 
da la Kinesitherapia (masage y gim- 
nasia) fricciones con una franela en el 
vientre, masage sueco y la cintura hi- 
pogástrica en ciertos casos. i 

La hidroterapia presta muy buenos 
servicios en forma de duchas frías á 
las de naturaleza apática y deprimida, 
calientes y prolongadas ó la ducha es- 
cocesa á las de eretismo nervioso y 
muy sensibles, baños alcalinos, de 
asiento y ducha perineal. 


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La electroterapia casi siempre re- 
sulta perjudicial por la excitación ner- 
viosa que produce. 

Excelente resultado se obtiene con 
la cura. hidro-mineral alcalina, bicar- 
bonatado-sódica v cioruro-sódica, en 
Francia Nervis, Plombiers, Bagnales 
de lOsne, Boyat, Vichy Vals, en Es- 
paña Vichy Catalán, Vallfogona v en 
su defecto la cura alcalina á domicilio. 

Hay que luchar finalmente con la 
constipación de vientre por medio de 
enemas sin presión exagerada, una de 
las mejores fórmulas es el aceite de 
olivas con infusión de Chamomilla. 
Dichos enemas calientes han de cons- 
titulr un verdadero lavado intestinal, 
para ello estando la enferma en decú- 
bito dorsal v la pelvis levantada, se 
introduce por al recto v á bastante 
profundidad una sonda de Nélaton 
adoptada á un tubo de cautehouc, ha- 
ciendo de manera que el líquido pene- 
tre lentamente, al cabo de una ò dos 
horas se practica otro lavado con agua 
esterilizada ó simplemente hervida al 
objeto de extraer las materias disgre- 
gadas con el lavado lubrificante. 

Hay que someter á tales enfermas á 
una alimentación apropiada, evitando 
el exceso de vino, bebidas alcohólicas, 
café, carnes v todo lo que favorezca la 
constipación y sobrexcite los nervios, 
prescribiéndoles un régimen lacto-ve- 
getariano en lo posible, carnes blancas, 
pocas bebidas y éstas templadas. 

Mucho se abusa en estas enfermas 
de las inyecciones vaginales, cauteri- 
zaciones, taponamientos, ete., sin efec- 
to alguno curativo por la ausencia en 
tales casos de Infección, ulceración ni 
erosión siquiera. 

La glicerina, por su propiedad os- 
mótica, en las formas catarrales con 
hidrorrea, pues determina la descon- 
gestión del órgano. 


78 LA HOMEOPATIA PRACTICA 





La dilatación del cuello y las irriga- 
ciones rectales calentes á lo Reclus 
con sonda de doble corriente de Budin 
nos darán excelente resultado. No des- 
cribiré la dilatación del cuello ni las 
irrigaciones de doble corriente por ser 
de todos conocida su técnica y sí diré 
algo sobre la aplicación de la glicerina 
por medio de la columnización de la 
vagina, que consiste en un tapona- 
miento completo de los fondos de saco 
y de toda la vagina, con lo cual se ob- 
tiene un molde cilíndrico al rededor 
del cuello que le sostiene y distiende 
las paredes de la vagina. Se emplea 
para ello torundas de algodón hidró- 
filo impregnadas de glicerina, las que 
están en contacto del cuello; se em- 
pieza por atraer el cuello hacia abajo 
y adelante con unas pinzas adecuadas 
ó de cuello, llenando de algodón el 
fondo de saco posterior á causa de la 
frecuente retroflexión, se pasa luego 
dicho algodón por todo el rodete del 
cuello, cuidando de sostener los tapo- 
nes con un hilo ai objeto de facilitar 
su extracción y se rellena la vagina 
con gasa esterilizada rigurosamente 
aséptica y se deja por espacio de cua- 
renta v ocho horas; hecha dicha co- 
lumnización con habilidad, resulta 
muy tolerable é inofensiva, debiendo 
ser retirada por el mismo médico, pu- 
diendo repetirse tres Ó cuatro veces 
durante los períodos intermenstruales. 
Nada diré de los pesarios en los casos 
de retroflexión por ser mal soportados 
por la enferma y de resultado nega- 
tivo su aplicación. Y en último caso 
cuando todo tratamiento fracasa v los 
desarreglos persisten amenazando ver- 
dadera gravedad, se preconiza por al- 
gunos la histerectomía vaginal total y 
la ovariotomía abdominal con resul- 
tados casi siempre fatales si se tiene 
en cuenta la naturaleza artrítica de las 





enfermas y la facilidad que por me- 
tastasis la congestión pasa á otro ór- 
gano importante para la vida. 

Ya en el terreno de nuestra terapéu- 
tica, á todos se os alcanzará la riqueza 
de recursos con que cuenta nuestra 
doctrina en tales casos y como preten- 
do que todos vosotros aportaréis un 
buen caudal de conocimientos que 
vuestra clara inteligencia y práctica 
médica os abona, me limitaré sólo á 
exponer los pocos que á mi entender 
me han dado buenos resultados siem- 
pre que la indicación lo ha requerido. 

Piscidia erytrina y Viburnum pru- 
ni folium en los casos de menorragia 
activa y dolorosa, como moderadores 
y sedantes del sistema nervioso, en 
extracto fluído á dosis de 15 á 20 gotas 
al día. 

Hamamelis, cuando la congestión 
es hemorrágica por su poder vaso- 
constrictor y descongestionante, tam- 
bién en extracto fluido 15 gotas al día. 

Calomelanos primera ó segunda tri- 
turación decimal, en los casos de dis- 
pepsia copróstasis con constipación. 

Pulsatilla 6.* dilución en casos de 
útero cardíaco, débil circulación y 
todos los síntomas tienen agravación 
nocturna. 

Platina 3. dilución, ninfomanía, 
reglas abundantes, espesas con sensi- 
bilidad genital dolorosa (histeralgia 
ovárica). 

Nux vómica 6.* dilución, enferma 
de morbidez exagerada, abuso de alli- 
mentos condimentados, dispepsia, 
constipación, insomnio con eretismo y 
prolapso uterino. 

Thuja oc. 3." decimal, delor gene- 
ral, gastralgias flatulentas después de 
comer, vaginismo, dolores en el vien- 
tre, sobre todo en la fosa ilíaca 1zquier- 
da, periné y ano. | 

Con ello doy por terminada esta 





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exposición que no tendrá valor alguno 


hasta tanto que le prestéis vuestra 
valiosa cooperación. 
He dicho. 
J. PIQUÉ SABATER. 


Discusión 

El Dr. Olivé explica que para exa- 
minar el cuello uterino hay que secar- 
lo primero con gran cuidado con algo- 
dón á fin de no levantar bruscamente 
las secreciones mucosas que le cubren 
- y producir una pequeña hemorragia 
que impediría el examen visual, así 
como hay que evitar durante el trata- 
miento todas las causas de excitación 
para la sufriente, instituir un régimen 
apropiado al temperamento de ia en- 
ferma, alimentación nutritiva pero no 
fuerte ni irritante. 

Las inyecciones vaginales calientes 
clorurado-sódicas 3 por 1.000 ó bicar- 
bonatadas sódicas, más cargadas, dice 
que á más de limpiar la vagina pueden 
descongestionar el cuello uterino, pero 
da un resultado más decisivo la bola 
de algodón bien empapada de glicerina 
como ha preconizado el Dr. Piqué 
colocada encima mismo del cuello y 
con un hilo para su fácil extracción, 
lo que debe colocarse con el especu- 
lum para evitar que se escurra antes 
de llegar á sitio, colóquese con prefe- 
rencia por la noche; la glicerina pro- 
duce una deshidratación de los tejidos, 
un escurrimiento que descongestiona 
los capilares ingurjitados y modifi- 
cando así la circulación capilar evita 
que la enfermedad se eternice; también 
se aconsejan pequeñas inyecciones de 
glicerina dentro del cuello uterino. Se 
pueden asociar á la glicerina la Calén- 
dula, el Hidrastis, La Belladona, el 
Hamamelis según las indicaciones y 


' HOMEOPATIA PRACTICA 


79 





también he usado el lodo si la enferma 
es escrofulosa y la enfermedad muy 
rebelde; las inyecciones intra-uterinas 
de los mismos medicamentos, pueden 
ser útiles en algunos casos. Para el 
uso de los tópicos hay que tener muy 
en cuenta si la congestión es crónica ú 
aguda, pues en este último caso la 
irritabilidad uterina es mucho mayor 
como puede también ser después de 
un cansancio, fatiga de un exceso, Ó 
sexual. 

Téngase siempre presente la idio- 
sincrasia de la enferma como decía el 
doctor Piqué, si es escrofulosa ó sifili- 
tica, hepática ó cardíaca, si sufre de 
constipación por almorranas ó si tiene 
vicios de régimen, serán datos muv 
utilizables para la elección del medica- 
mento. 

A más de los acreditados medica- 
mentos indicados, recordaré Actea rac. 
que tiene entre sus indicaciones, con- 
gestión uterina y estado nervioso refle- 
ju de afecciones uterinas, mucho más 
acentuado que en Pulsatilla, es un 
remedio más de lado derecho como 
indicaba el Dr. Peiró v que con la 
metritis crónica tiene una trilogía bien 
determinada: aparato genital femeni- 
no, sistema nervioso cerebro-espinal y 
reuma errático. Collinsonnta, tiene 
infarto uterino crónico, ligero prolapso 
del útero con hemorroides y consti- 
pación, metritis con gran debilidad 
digestiva, y dolores nerviosos reflejos 
de afecciones del útero. Helontas en 
mujeres muv abatidas á igual que su 
sistema nervioso. Lilium tigri, en 
casos de congestión uterina secunda- 
ria, metritis crónica, prolapso con an- 
teversión, después, del parto el útero 
queda infartado sin recobrar su tama- 
ño y da prolapso. 

Viburnum op. que ha recomendado 
el Dr. Abreu Chamomilla, Hamamelis 


-80 


v Caulophitum Origanum prestan muy 
buenos servicios en estos infartos ó 
congestiones uterinas. 


Tratamiento preventivo y curativo del raquitismo 


por el Dr. Byron G. CLARK 


El raquitismo es una falta general 
de nutrición del organismo, que re- 
tarda el crecimiento y el desenvolvi- 
miento natural, que impide ó retarda 
la osificación, la dentición, debilita los 
huesos, rebaja y atrofia los ligamentos 
y músculos, etc. Puede ser hereditario, 
entre otras varias causas, debido á los 
antecedentes morbosos de los padres. 

Cuidando á éstos, pues, se puede 
evitar y combatir preventivamente toda 
evolución raquítica en los descen- 
dientes. 

Calcar. phosph. deberá ser admi- 
nistrado á la madre, pero este ha de 
ser el único medicamento empleado; 
los antipsóricos como el Sulphur da- 
rán muy buen resultado. Numerosos 
son los padres que antes de casarse 
padecieron gonorrea insuficientemente 
curada, cuyos gérmenes latentes tie- 
nen un gran influjo sobre el organis- 
mo de los hijos. 

Dice luego el autor que la mayor 
parte de las perturbaciones digestivas 
que presentan los recien nacidos son 
causadas generalmente por la presen- 
cia de una hernia umbilical. 

Respecto al tratamiento, cada caso 
debe ser considerado en sí mismo y el 
remedio que se administre debe cubrir 
los síntomas que se presenten. 

Aloes. —Antipsórico cuyos síntomas 
presentan gran analogía con las de 
Sulphur. Conviene especialmente 
cuando se eleva la temperatura, con 
labios secos, lengua roja y seca, sed; 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





cuando hay diarrea, peor después de 
mamar, peor por la mañana y con el 
tiempo húmedo. Ventosidades en el 

vientre y dolores antes y durante la 

evacuación. El niño ó enfermiio está 
impaciente y le desagrada todo, llo- 
rando por cualquier causa. 

Barila carbónica. —Conviene á los 
niños con adenopatías ganglionares, 
niños débiles mentalmente y física- 
mente; desean estar siempre acosta- 
dos; no tienen apetito. Diarrea con 
deseos Iimperiosos, recto doloroso, con 
expulsión de ascárides ó lombrices. 
Transpiración abundante durante el 
sueño, sobre todo del lado izquierdo 
del cuerpo y de la cabeza; olor fétido 
de la transpiración de los pies, con he- 
ridas entre los dedos (Sulphur), sudo- 
res, sobre todo por la tarde. 

Calcárea carbónica.—Fauces abier- 
tas, sudores profusos de la cabeza, den- 
tición retardada, con apetito enorme, 
diarrea con vermes, sudores de los 
ples pero de olor menos fuerte que los 
de Bartía y Sulphur. | 

Calcárea fluórica.— Conviene más 
que Calc. carb. en el tratamiento de 
las adenopatías é induraciones gan- 
ghonares, sobre todo cuando hay ten- 
dencia á la supuración. Cura las in- 
famaciones periósticas que suelen ir 
acompañadas de una sensibilidad tal 
que el paciente no puede soportar ni 
el peso del abrigo ó ropa. 

Phosphorus. — Útil en los casos 
avanzados, dando mejor resultado ad- 
ministrándolo á diluciones elevadas. 

Alumina, Natrum mur., Silicea y 
Sulphur son medicamentos que dan 
muy buen resultado en el raquitismo 
siempre que se den á diluciones más 
bien elevadas, si se quieren obtener 
resultados rápidos y duraderos. 

Trad. de R. VALLS SABATER. 
Rev. Hom. Brazileira.) 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Terapéutica Homeopática 


De la interesante obra del Dr. E. B. 
Nash, traducida por el Dr. Antiga v 
editada por el Dr. Arriaga de México, 
copiamos los siguientes capítulos con 
objeto de que se hagan cargo nues- 
tros lectores del valor inapreciable de 
dicho libro, caracterizado por su utili- 
dad práctica. 


BARITA CARBÓNICA 


Este es uno de los principales re- 
medios entre los llamados anti-escro- 
fulosos, y no se deje de leer lo que 
escribí acerca de este asunto (escró- 
fula) en el capítulo de Sulphur. Es uno 
de los medicamentos que tiene su prin- 
cipal indicación como Calcárea ostreas, 
en la constitución del enfermo. 

Afecciones en los niños raquíticos, 
débiles de cuerpo y espíritu, que no 
crecen, predispuestos á los infartos 
ganglionares. El crecimiento tanto 
mental como físico, es defectuoso. La 
debilidad de la mente puede llegar al 
idiotismo ó á la imbecilidad. 

También se adapta á los ancianos 
con debilidad mental y fisica, que va- 
cilan y tiemblan y se conducen como 
niños, y es asimismo útil en la apo- 
plegía senil ó cuando hay marcada 
tendencia á ella. Para la pérdida de 
memoria en dichos individuos se 1gua- 
la con Anacardium, y si todo lo ex- 
puesto es verdad, no hay que dudar 
de que Bartta carbónica es un reme- 
dio valiosísimo en ambos extremos de 
la vida. 

El marasmo infantil ó senil cae den 
tro de su amplia esfera terapéutica, y 
en el marasmo de los niños hay que 
escoger entre él y Sílicea, Abrotanum, 
Natrum mur. Sulphur, Caleárea y 
Iodium. En todos estos remedios en- 


81 





contraremos emaciación del recto del 
cuerpo, pero el abdomen está gran- 
demente abultado; con todos estos re- 
medios el niño puede tener un apetito 
voraz; come mucho, pero adelgaza ho- 
rriblemente de día en día á causa de 
una asimilación defectuosa. 

Existen notables puntos de seme- 
janza entre Barita carb. y Silícea, 
como es el sudor fétido de los pies. La 
cabeza es desproporcionadamente 
erande en relación con el resto del 
cuerpo, ambos tienen agravación por 
el tiempo húmedo y en ambos se en- 
cuentra la sensibilidad al frío en la ca- 
beza, pero Silicea tiene la diferencia 
importante del diagnóstico «sudor 
abundante de la cabeza» igual al de 
Caleárea ostr. que no se observa en 
Barita carb. No hay en Srlícea aque- 
lla debilidad mental que es constante 
en Bartía y por el contrario el niño es 
voluntarioso y amigo de contradecir. 

La semejanza con otros medica- 
mentos, además de los señalados, son 
tan numerosos que no emprenderemos 
aquí la comparación, pero sí nos ocu- 
paremos de señalar los más importan- 
tes rasgos que distinguen á Barría. 

Además de la acción intensa que 
tiene sobre el sistema glandular en ge- 
neral, presenta una afinidad especial 
por la garganta, más todavía por las 
amigdalas que se inflamau grande- 
mente, hinchan y supuran á conse- 
cuencia de la más insignificante expo- 
sición al frío, siendo, por lo tanto, uno 
de los más valiosos agentes terapéu- 
ticos en los individuos con amigdalitis 
crónica. 

Se consigue á veces, con su admi- 
nistración, hacer abortar un ataque 
de amigdalitis y con una dosis oca- 
sional á largos intervalos á potencia 
muv alta, desterrar la tendencia á ella 
(Psorinum.) 


32 LA HOMEOPATIA PRACTICA 





Pero, semejante á Lachesis, Lyco- 


podium, Phytolac. y otros medica- . 


mentos, hay que preseribir conforme 
á todas las indicaciones. Barita es so- 
lamente útil para modificar la tenden- 
cia á la amigdalitis crónica, como lo 
es para el ataque agudo. 

Se encontrarán ocasionalmente en 
los periódicos casos de tos crónica en 
los niños, con amigdalas hipertrofia- 
das, curados con este remedio. La cu- 
ración de la tos depeude de un modo 
evidente del poder del remedio sobre 
la constitución que sostiene la hiper- 
trofia de las amigdalas, porque aparte 
de esto nunca lo he considerado un 
buen agente para la tos. En la tons 
litis aguda ó crónica que se presenta 
á consecuencia de la supresión del 
sudor de los pies, pensaremos inme- 
diatamente en Parita; no obstante, Si- 
licea tiene más transtornos á causa de 
dicha supresión que ningún otro me- 
dicamento v Silicea no demuestra las 
mismas afinidades y simpatías por la 
garganta que Barila carb. 

Terminaremos con Barila, porque 
si bien es cierto que es un remedio de 
gran valor, su campo de acción no es 
muy amplio. Algunos de estos reme- 
dios, recompensan lo corto de su es- 
fera de acción, por su utilidad en di- 
cha esfera y Barita pertenece á este 
grupo. 


IODIUM 


Es otro de los llamados remedios 
anti-escrofulosos. 

He aquí algunas de sus pocas indi- 
caciones caracteristicas: 

1.* «Diatesis escrofulosa: condi- 
ción caquéctica con debilidad profunda 
y gran demacración.» 

2.* «Hay una notable é indescrip- 
tible sensación de debilidad y pérdida 
del aliento al subir las escaleras. » 





3.7 «Hambre canina; come mucho 
v á menudo, pero pierde en peso con- 
tinuamente.» 

4.* «Se siente aliviado durante la 
comida ó después de comer.» 

"5.* «Atrofia y adolorimiento de los 
senos.» i 

6.* «Hemorragia interna abundan- 
te; cáncer del útero.» 

7. «Leucorrea crónica que es tan 
abundante y corrosiva que destruye 
los lienzos. » | 

$. «Infartos ganglionares, espe- 
cialmente mesentéricos y tifoideos. » 

9. «Crup membranoso, respira- 
ción sibilante, con ruido de sierra, tos 
seca perruna, en especial en los niños 
de ojos y pelo negros; el niño se 
agarra el cuello con las manos al. 
toser.» 

10.* «Agravación por lo general 
en habitaciones calientes. » 

Esta es la fisonomia de Jodium en 
cuatro palabras. 

El hambre canina aliviada por co- 
mer, con demacración progresiva, es 
lo primero en importancia. El alivio 
por comer, no sólo se refiere á la sen- 
sación del hambre, sino de todos los 
demás sufrimientos, pues, únicamente 
se siente bien ó mejor cuando está co- 
miendo. No importa si es tisis pul- 
monar, mesentérica ó general, pues si 
este síntoma se presenta claro, Jodium 
en todos los casos ha realizado impor- 
tantes curaciones. 

He curado muchos casos de bocio 
con Jodium C. M. cuando estaba in- 
dicado, administrando un polvo todas 
las noches durante cuatro consecu- 
tivas, después de la luna llena, en el 
menguante. Sólo en un caso no logré 
ni impedir el desarrollo, ni obtener cu- 
ración. | 

Algunos se sonreirán al leer esto, 
pero no los enfermos curados. La apli- 





p A Y 
NE 
> a 


a, 





MEOPATIA (PRACTICA 88 


taéión foctalen los infartos gangliona- | Movimiento de abanico en las alas 


res no tiene objeto y es peligrosa. 
| -BROMIUM 


= Es un elemento experimentado y 
clasificado por Hering. Es muy im- 
portante en las afecciones laríngeas, 
asi como para las escrofulosas y tu- 
berculosas de los ganglios. Es muy 
sabido ya, que obra mejor en las per- 
sonas de ojos azules, pelo rubio, cejas 
ligeras, piel fina y delicada, mejillas 
sonrosadas, niños escrofulosos. Se re- 
cordará cuan exactamente opuesto en 
cuanto al temperamento, es Jodium, 
que también es uno de nuestros prin- 
cipales remedios anti-escrofulosos. En 
las afecciones ganglionares, hay tres 
remedios en los cuales no se piensa 
tanto como debería ser, Carbo ani- 
malis, Conium y Bromíum, y en los 
tres los ganglios están duros como 
piedras y tienen tendencia á cance- 
rarse. En Bromíum los dolores no son 
tan característicos, pero en Conium y 
Carbo anim. hay dolores lancinantes, 
cortantes ó quemantes, muy parecidos 
á los del cáncer. 
= En la difteria, donde el Bromium 
ha realizado algunas maravillas, las 
membranas se forman primero en los 
bronquios, tráquea ó laringe, se ex- 
. tienden y propagan hacia arriba, jus- 
tamente lo opuesto que hace Lycopo- 
dium, en el cual primero se forman en 
la nariz y se propagan de arriba abajo. 

En el crup membranoso hay gran- 
des estertores de mucosidades como 
en Hepar, pero ninguna expectora- 
ción, pareciendo haber gran peligro 
de asfixia por acumulación de muco- 
sidades en la laringe. En los bron- 
quios (Antim. tart.) 

Sensación de tela de araña en la 
cara (Bartta, Graph. y Borax.) 


de la nariz (Antim. tar., Lycop.) 
Hipertrofia del corazón debida á 
gimnasia (Caustic.) 
Dismenorrea membranosa (Lache- 
sis, Cannabis.) 


CIMEX LECTULARIOS 


Tiene un síntoma característico que 
ha sido bien comprobado: «Sensación 
como si los tendones fueran muy cor- 
tos.» Hay á veces una contracción de 
las piernas, las cuales no pueden esti- 
rarse. Esto ha sido comprobado en las 
fiebres intermitentes, y el otro día, 
hace muy poco tiempo, el Dr. Brewster 
de Siracusa me habló de un caso en 
el cual fué guiado por este síntoma. 

Un hombre estaba guiando un ca- 
ballo quisquilloso que al fin se desbocó 
con él. Pensando dominarlo lo dejó 
correr, y cuando se cansaba lò obli- 
gaba á correr más, hasta que al fin lo 
hizo subir una colina de algunas mi- 
llas de largo. El camino en el cual esto 
sucedía, era muy malo y el hombre 
estaba cansado y golpeado de sus 
asentaderas y piernas, que como con- 
secuencia tuvo que permanecer en su 
casa por algún tiempo, terminando al 
final esta molestia en una especie de 
contracción permanente de los tendo- 
nes de los miembros inferiores. Ningún 
remedio lo aliviaba, pero el buen doc- 
tor recordó un caso de fiebre intermi- 
tente que había curado hacía veinte 
años guiado por este sintoma. Le dió 
una dosis de Cimer á la 600* de 
Jenichen con resultado inmediato y 
curó el caso. «Honor á quien honor se 
debe», aunque sea á un chinche de la 
cama. 


COCECUS CACTI 


Anotaremos el Coccus cacti, pequeño 
insecto que infecta las plantas de la 


s4 o LA HOMEOPATIA PRACTICA 


especie del Cactus en México y en la 
América Central. 

Se han notado buenos efectos en el 
tratamiento de algunas enfermedades 
del aparato respiratorio. 

La tos ferina con expectoración de 
mucosidades blancas, filamentosas y 
pegajosas. Estas mucosidades vienen 
en gran cantidad y frecuentemente se 
acompañan con náusea y vómito, 
pareciendo que el moco se desprende 
del estómago. A veces el catarro 
bronquial continúa á la tos ferina con 
la misma clase de expectoración y 
entonces este remedio realizará un 
buen servicio. Esto es todo lo que vo 
conozco acerca de sus virtudes ab usu 
in morbts. 

(De la obra Jndicaciones caracteris- 
ticas de Terapéutica Homeopática del 
doctor Nash.) 


Revista de la Prensa 


Revista Homeopática Brazileira.—Bap- 
tisia en la viruela. Dr. Richard 
Hughes.—El Dr. Eubulus Williams, 
es médico de un gran asilo de niños 
en Bristol. En 41872, se desarrolló 
una epidemia variolosa, siendo ataca- 
dos unos 300 niños. Todos habían 
sido vacunados en su Infancia pero 
ninguno fué revacunado. El resultado 
de esto fué que ninguna criatura me- 
nor de tres años fué atacada por la 
viruela; que entre la edad de tres á 
once años 43 únicamente fueron ata- 
cadas, y de las cuales ninguna murió; 
en cambio, todos los demás atacados 
hasta el número 300, tenían de 11 á 
18 años que es la edad más elevada 
que se tolera en el asilo. 


Pues bien, de 185 enfermos tratados 





-con los medicamentos ordinarios (Tar- 


tarus emet., Vacerninum, Thuja), falle- 
cieron 19; de 72 tratados solamente con 
Baptista, ninguno falleció y eso que 
presentaron desde un principio los mis- 
mos caracteres de gravedad que los 
otros y algunos aun mayor. Tres de 
ellos tuvieron hemorragia, dos de la 
vagina v otro de la nariz, pero todos se 
restablecieron sin presentar otro sínto- 
ma de gravedad; en cambio con el otro 
tratamiento todas las pérdidas de san- 
gre fueron seguidas de muerte. Mu- 
chas veces, dice el doctor Williams, 
Baptista aborta la molestia y siempre 
evita la postración, mejora el apetito, 
impide la descomposición (como lo 
prueba ia ausencia de las exhalacio- 
nes fétidas habituales) y evita que las 
pústulas dejen la característica marca. 
Solamente en dos casus tratados con 
Baptista, á los dos meses del resta- 
blecimiento, se reconocía alguna que 
otra marca. 

Hace tiempo indiqué ya á Baptisia 
como uno de los más positivos reme- 
dios en la fiebre inicial de la viruela. 
Los resultados que acabo de indicar 
muestran una conexión mucho más 
íntima entre este medicamento y la 
enfermedad, animándonos á perseve- 
rar en su uso durante todo el curso 
del padecimiento. 

La estadistica del Dr. Williams, es 
la única que poseemos, en gran escala, 
para comparar el éxito del tratamiento 
homeopático, en la viruela. 

Bajo el tratamiento ordinario, la 
mortalidad entre los vacunados va 
de un 5 por 100 á un 8 por 100, y 
entre los no vacunados alcanza la 
cifra de un 37 por 100. Estos son los 
resultados obtenidos en el Hospital 
varioloso de Londres. 

El Dr. Williams, no ha perdido 
ningun caso durante el tiempo en que 


. 





la. primera vacunación se muestra aún 

eficaz, ó sea entre los 3 y 11 años. 
Después de este período, cuando los 
enfermos ya -no eran tan protejidos 
por la vacunación, su mortalidad fué 
de 19 en 257 casos, esto es, el 7'5 por 
ciento. Hemos de convenir pues, que 
es en extremo valiosa la comparación 
hecha entre el tratamiento homeopá- 
tico y alopático de la viruela, en este 
hospital de variolosos de Londres. 


El Dr. A. Rigo, dice sobre el parti- 
cular: 

La Homeopatía dispone de un medio 
eficacísimo para curar la viruela, 
puedo afirmarlo por experiencias repe- 
tidas que tengo hechas; cuando se 
aplica en tiempo oportuno, puede sim- 
plificarse y hasta hacerla abortar, 
administrándolo en el período de inva- 
sión ó prodrómico, siempre y cuando 

.se tenga datos suficientes para diag- 

nosticarla desde un principio. El re- 
medio de que trato es la Baptista 
tinciórea. 

En efecto, este medicamento, admi- 
nistrado en el segundo día de fiebre 
inicial, época en que generalmente no 
han aparecido aún las vesículas papu- 
losas de la viruela, puede atenuar 
considerablemente, y aun extinguir del 
todo, el exceso térmico y todos los 
demás fenómenos que acostumbran á 
acompañarla, como son: cefalalgia, 
vómitos, dolores en los lomos, (ra- 
quialgia etc.,) es decir que dentro de 
las 24 horas después de la primera 
dosis de medicamento, la temperatura 

desciende á su estado normal, el pa- 
ciente se encuentra más aliviado de 
los síntomas que le afligían, pudién- 
dose juzgar como curado sl no fuera 
por la erupción papulosa, más ó me- 


LA: HOMEOPATIA PRACTICA 


PP o a e 5 5 5 5 5 5 


85 





nos abundante, del rostro, la cual es 
muy distinta, no dejando ninguna 
duda respecto su naturaleza. 

El paciente, libre de este modo de 
los fenómenos graves, pasa al segundo 
período de la enfermedad, multipli- 
cándose las vesículas, en mayor ó 
menor número, transformándose en 
muy poco tiempo en pústulas, las 
cuales se secan con rapidez, dejando 
en la mavor parte de los casos de 
manifestarse la fiebre concomitante de 
supuración pustulosa. 

Fs en verdad digno de admirarse 
la rapidez con que actúa dicho medi- 
camento, siendo tan poderoso que por 
si solo, puede devolver al organismo 
la salud perdida. 

Antes de tener noticia de las venta- 
jas reconocidas por el Dr. Williams, 
á dicho medicamento, empleaba otros, 
como son el Tartarus emet., Vacct- 
ninum, Thuja, cada uno de ellos, 
propio para determinado periodo de 
la enfermedad, así es que me servia 
del Vaceininum para facilitar la erup- 
ción del Tartarus emet. en el periodo 
de supuración, y de Thuja para ace- 
lerar la desecación de las pústulas, y 
aun cuando con estos medicamentos 
obtenía ventajas incontestables, en 
ninguna de ellos observé virtudes 
suficientes para lograr de por sí, la 
completa curación de la viruela. 


Therapentist & Hom. Envoy. — Kali 
phosphórteum en la parálisis. — El doc- 
tor Kinnett, recomienda calurosamente 
el empleo de dicho medicamento en la 
parálisis. El autor relata un caso de un 
joven afectado de parálisis de los bra- 
zos y piernas, diagnosticado como In- 
curable, el cual se curó radicalmente 
al cabo de tres meses de tratamiento por 
medio del Xali phosph. 3.* NX, veinte 


86 LA HOMEOPATIA PRACTICA 





centígramos cada cuatro horas. En este 
caso se alternó dicho medicamento 
con Magnesia phosphórica 3.* X, tam- 
bién en la cautidad de veinte centígra- 
mos cada cuatro horas, porque el pa- 
ciente presentaba alguna vez ligeros 
temblores musculares de la cara. 


Homeopathic World.— Lycopodium en 
los dolores del brazo derecho. 

Dicho medicamento á la 30.* dilu- 
ción se muestra muy eficaz en los do- 
lores que persisten después de la in- 
fluenza. Esta consideración ha guiado 
al Dr. Mac Nish para usarlo en el tra- 
tamiento de un dolor rebelde del brazo 
derecho, el cual existia después de 
tres años en una enferma que padeció 
recientemente de influenza. 

Lycopodium 30.* dió buen resul- 
tado. 


Echinacea, tintura, mezclada con 
tres partes de agua, constituye un ex- 
celente tópico contra las contusiones 
que amenazan supurar y también con- 
tra las que están en supuración. 


Neuralgia facial y su tratamiento. -— 
La veuralgla facial, debida á nume- 
rosas causas, como es natural, no es 
suceptible de curarla por medio de un 
tratamiento único. 

Es necesario pues, individualizar 
cada caso y estudiar bien la constitu- 
ción del enfermo. 

Sin embargo, muchas neuralgias 
faciales poseen sintomas análogos: 
agravación regular en ciertas horas, 
exasperación al menor tacto, alterna- 
tivas de calor en la cara, y de frio 
intenso. En estos casos puede obte- 
nerse un buen resultado y una cura- 





ción rápida con Thuja 3.* y China 3.* i 


alternadas, 15 gotas en 200 gramos de 
agua, una cucharada cada hora. 


0 Pharol da homeop. de Río Janeiro.— 
Sulphur, en el asma.—LEl Dr. Chamer, 
en un artículo del citado periódico, 
dice que Sulphur es el medicamento 
más aproplado para combatir los casos 
inveterados de asma. Expone un caso 
clinico de un sujeto adulto que pade- 
cía asma crónico desde su infancia, el 
cual curó radicalmente con dicho me- 
dicamento. Fsta cura coincidió con 
una erupción de la piel, habiendo 
prescrito para su curación el Hepar 
sulphuris. | 

En estos casos, Sulphur, ha de ser 
administrado en diluciones allas. 


(De Journal Belge d Hom.) 
RómuLo VALLS SABATER. 


NOTAS CLÍNICAS 


por el Dn. M. Rocua 


Hace poco tuve que prestar socorro 
á dos enfermas de menorragla, consi- 
guiendo la curación con medicamentos 
diferentes en un espacio relativamente 
corto. | 

Primer caso. E... de unos 35 años, 
bien constituida, casada. Experimentó 
últimamente irregularidades en su 
menstruación que llegaron á sobre- 


saltarla. 


Un farmacéutico dióle una poción 
de ergotina que hizo su efecto. 

Sintiéndose mal solicitó mi presen- 
cia. Cuando la visité la encontré acos- 
tada. Aparte del flujo sanguíneo que 
databa ya de varios días, y del abati- . 





miento resultante de ello, nada de 
anormal noté en ella. 

La sangre era negra y salía en coá- 
gulos. 

Siendo este uno de los sintomas de 
Croccus sativus, recetéle una poción con 
algunas gotas del citado medicamento 
á la 3.* dilución. El resultado no podía 
ser mejor; á las pocas horas cesó la 
pérdida de sangre. En seguida dile 
una dosis de China 6.*%; las reglas sl- 
guientes han sido regulares. 

Segundo caso. F... de 40 años, 
soltera, mal nutrida. 

Debido á la pérdida abundante de 
sangre, la cual duraba hacía algunos 
días, vino á visitarme. 

Declaró que hacía mucho tiempo 
experimentó desarreglos menstruales, 
quejándose de gran debilidad, accom- 
pañada de vértigos y zumbidos de 
oídos y de hormigueos en los miem- 
bros inferiores. Poco adelanta refe- 
rente á los caracteres de la sangre, 
añadiendo que había tomado algunos 
remedios caseros. 

El examen objetivo demostró pali- 
dez general y escoriación de las mu- 
cosas. Ninguna lesión en el útero y 
sus anexos. La auscultación del cora- 
zón demuestra anemia y el pulso es 
bastante débil. 

Aconsejo guarde cama y dólle una 
poción de Secale cornut. 3.* Es el me- 
dicamento más apropiado para el caso. 
Tres días después vuelve á consul- 
tarme más animada y alegre. Había 
cesado la hemorragia el mismo día 
que empezó el tratamiento. Reforzó la 
curación China y una alimentación 
reparadora, la cual necesitaba la en- 
ferma. 

Después de algún tiempo vino con 
un niño á mi consultorio, confirmán- 
dome que seguía muy bien en su es- 
tado de salud. 


LA HOMEOPAT 


IA PRACTICA 87 





Ahora dos palabras sobre dichos 
medicamentos. 

¿Por qué Croccus sat. en el primer 
caso y Secale en el segundo, si se tra- 
taba de un mismo padecimiento? Es 
una pregunta, que naturalmente se 
hará quien no conozca Jas sutilezas 
de nuestra terapéutica. r 

En ambos casos tratábase de una 
hemorrogia uterina. En el primero, ve- 
mos á la paciente sana, fuerte, cuya 
sangre se escapa en coágulos, de co- 
lor negruzco, caracteristica de Croc- 
cus sativus; en cambio en el segundo 
la paciente es flaca, anémica, tiene 
vértigos y hormigueos y su sangre es 
fluida v roja, síntomas que entran en 
la esfera de Secale. China, viene luego 
como medicamento clásico, reparador 
excelente de las pérdidas sanguíneas. 


R. VALLS SABATER. 
(Trad. Rev. Hom. Brasileira). 


VARIEDADES 


Como en años anteriores, á prime- 
ros de Octubre el Ixnstrrero Ho- 
MEÓPATA DE BARCELONA, Volverá á ce- 
lebrar sus interesantes sesiones sema- 
nales, en su local social, Fomento del 
Trabajo Nacional. Esperamos, que, 
después de esa temporada de descanso, 
los socios del INsTITUTO, acudirán con 
más bríos á exponer eu el seno de la 
sociedad numerosos temas científicos, 
para poder dar una muestra de lo ue 
puede hacerse, cuando la unión es 
perfecta y se suman las energias de 
todos para lograr con éxito la propa- 
ganda de la doctrina hahnemanniana. 


88 





La HomEoPATÍA PRÁCTICA, desde 
este número, se honra en incluir como 
á corresponsales, á los distinguidos 
_homeópatas Dres. D. Manuel P. Laza 
Berzosa y D. Fulgencio Monner, de 
Valladolid y Tarrasa respectivamente. 


En el imperio ruso va haciendo es- 
tragos el cólera morbo asiático, una 
de las plagas más terribles que azotan 
á la humanidad. Aunque el peligro 
está lejos todavía, con muy buen cri- 
terio el Gobierno ha tomado prudentes 
medidas para evitar sea nuestra patria 
invadida por tan traidora epidemia, 

Siendo esto de actualidad, creemos 
conveniente insertar la siguiente nota 
que se publicó en uno de los diarios 
más populares de Barcelona, cuando 
hace ya muchos años, fué invadida 
nuestra querida ciudad por el cólera, 
Héla aquí: 


VACCININUM 


en el tratamiento del cólera morbo 


Como preservativo: Para los adultos 
se prescribirán 6 glóbulos media hora 
antes de cada comida; para los niños 
de diez á doce años, 4 glóbulos y para 
los menores de esa edad 2 globulillos 
á las mismas horas. 

Como curativo: En los primeros mo- 
mentos de la invasión ó cuando prin- 
cipia la diarrea premonitoria, se pon- 
drán en medio vaso de agua 50 gló- 
bulos de Vaceininum, agitándolos bien 
para que se disuelvan y se tomará una 
cucharada cada tres minutos, hasta 
que cese la diarrea. En el caso de que 
la primera dosis no fuera suficiente, 
se repetirá la operación tantas veces 
como sea necesario hasta que el mal 
desaparezca. 

Si se quiere tomar la dilución liqui- 
da, basta una gota por cucharada de 


LA HOMEOPATIA PRACTICA 


A A A 





agua cada tres minutos. El mal que- 
dará dominado. Al día siguiente se 
prescriben dos tomas del medicamento 
y una toma al inmediato. 

Como preservativo bastan 3 gotas 
en un vaso de agua, tomando tres cu- 
charadas al día. 

Es indispensable observar un régi- 
gimen higiénico riguroso. 

En el próximo número, si es que la 
invasión colérica va siguiendo su des- 
tructora labor, insertaremos un inte- 
resante trabajo, en el cual daremos 
á conocer lu terapéutica prescrita 
por los más distinguidos autores ho- 
meópalas. 

Esperamos que con acertadas me- 
didas sanitarias se logrará dominar la 
invasión colérica, caso de que tuvic- 
ramos la desgracia de ser visitados 
por tan mortifera epidemia. 

R. VALLS. 


Visto el éxito obtenido per el prepa- 
rado «Purgante Homeopático», la casa 
Grau-Ala, ha decidido prepararlo en 
gran escala, eligiendo al mismo tiempo 
un bonito y elegante envase de cristal. 

Por consiguiente, la farmacia Grau- 
Ala, tiene el gusto de participar á sus 
numerosos clientes, médicos y particu- 
lares, que, con objeto de que puedan 
ensavar dicho preparado, todo pedido, 
de dos más frascos, se bonificará 
con un 25 por 100 de descuento. 

El «Purgante Homeopático» es el 
preparado homeopático más perfec- 
cionado contra el extreñimiento, cuyo 
uso, puede asegurarse, no produce 
ningún trastorno en el organismo más 
delicado, siendo de fácil tomar por su 
bonita forma globular y por su gusto 
insípido. 

Su precio es el más limitado: 2 pe- 
setas frasco. 


Establecimiento tipográfico de Inglada & Comp.* — Calle de Guardia, núm. 9, Barcelona 








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Remedio infalible para su curación 


Caja, 2 pesetas 


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 Dentifrico Universal 


HOMBOPÁTICO 
Esta preparación es la que una experiencia de 


: más de treinta años y el dictamen de eminencias 


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Dentífrico VELA 


médicas ha preconizado como el éxito infalible 
pará la curación del Escorbuto, Caries. Dolor de 
muelas y todas las enfermedades de la boca. 


Frasco, 2 pesetas 


PURGANTE HOMEOPÁTICO 


Medicamento de éxito seguro contra el 
estreñimiento 


Frasco, 2 pesetas 





Reconstituyente Homeopático 


Este preparado, puramente homeopitico, reco- 
mendado por muchos médicos en sus clínicas par- 
ticulares, es el mejor tónico-reconstituyente para 
los niñcs raquíticos y escrofulosos. Reznlariza su 
nutrición, corrige la mala asimilación de los ali- 
mentos, aumenta la osificación, energía muscular 
y todas las actividades y funviones del organismo. 


Frasco, 2 pesetas 





Tintura de Arnica de los Pirineos 
PREPARADA CON LA PLANTA FRESCA 


Se emplea con éxito seguro en los casos 
siguientes: contusiones. golpes, desgarraduras, 
pinchazos, cortaduras, dolor de cabeza y frente, 
lumbagos producidos por esfuerzos ó farigas, etc. 


Frasco, 1'50, 2 y 3 pesetas 


POMADA ANTIHERPÉTICA 


Para la curación de ENFERMEDADES DE LA PIEL 
Tarro, 1 y 2 pesetas 








Preparado esencialmente con substancias vege- 
tales. Fortifica las encias. blanyuea los dientes y 
perfuma la boca. Frasco, 2 pesetas 





MEDICAMENTOS PARA USO EXTERNO 


Tintura de: 

Abrotanum.—Para los sabañones e 

Apis.—Picaduras de insecto. 
“Arnica. -——Contusiones. 
Mellis.— Manchas congénitas. 
Calénduls.—Heridas supuradas. 
Camnabis,—Estranguria gonorrea. 
Cantharis.—Quemadoras. 
Eupkhrasia —ioflamación de los ojos. 
Helianthus,—Golpes y contusiones. 
Hypericam.-—Picaduras, dislocaciones. 
MHidrastis.—Organos genitales Lupus. 
Ledum.—Gota, heridas punzantes. 


| 
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Tintura de: 
Pinus.—Desviaciones de la columna vertebral. 
Rhus.- Dolor reumatico. 
Ruta.—Ulceras. 
Staphisagria.—Caries dentaria. 
Sympbitum.—Fracturas. 
Thuja.— Cáncer, verrugas. 
Urtica urens —Quemaduras. 
Verbascum —Neuralgias. 
Chamomilla.— Dolor “de muelas. 
Espiritu de alcanfor (Rubini)— 

del cólera. 
Dilución de pulsatilla.—Coriza. 


—Preservativo 


Todas estas tinturas se venden en frascos á 1'50, 2 y 3 pesetas 





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