«^«^♦«»«» ♦ + ♦♦♦♦♦♦„
^ es de ^
f JORGE BsVífPERE^®
Y GIRADO
fij Natural de la Ciudad de jgj ¿^^
Bs.Aírcs y vecino de esta *- «^ ^
íg3 Villa de Monte Grande
1
MMfe^^^
Digitized by the Internet Archive
in 2010 with funding from
University of Toronto
http://www.archive.org/details/ladivinacomediOOdant
-V
LA
DIVINA COMEDIA
DAPKÉS AHOT
B. MITRE. LA DIVINA COMEDIA.
EDICIÓN JACOBO PEUSER
BARTOLOMÉ MITliE
^Í^Í5^<^'
LA
DIVINA COMEDIA
DE
DANTE ALIGHIERI ■
TRADUCCIÓN EN VERSO AJUSTADA AL ORIGINAL
CON NUEVOS COMENTARIOS
BUENOS AIRES
Editor: J ACOBO PEUSER
Calle San Martín esquina Cangallo
1894
Es propiedad del Autor
0CT15 1968
NOTA BIBLIOGRÁFICA
STE volumen, comprende en su integridad, la
primera edición de mi traducción de la
Divina Comedia del Dante, de la cual sólo la
parte relativa al " Infierno" ha visto la luz pública.
Las otras dos partes que corresponden al " Pur-
gatorio" y al "Paraíso^' son inéditas
La primera edición fragmentaria del "Infierno"
que fué dedicada á los Árcades de Roma, se impri-
mió por vía de specimen con el siguiente título: " El
Infierno de la Divina Comedia, de Dante Alighieri.
Traducción en verso castellano, ajustada al origi-
nal. Buenos Aires^ 1889," en 8° men.
Este pequeño libro, del cual sólo se tiraron cien
ejemplares para circulación privada, fué objeto de
críticas más ó menos favorables, así en Europa
como en América, que se recopilaron en un volu-
men con el título de: "'La Divma Comedia, Juicios
críticos sobre el ensayo de traducción del Dante
por Bartolomé Mitre. París, 1 891 ". En 8°.
VI
La segunda edición, — primera completa del
" Infierno", — fué lujosamente impresa en París por
el editor Félix Lajouane, en papel especial, con
marca de filigrana, é ilustraciones compuestas y
grabadas por los mejores artistas fi'anceses. Se
puso en circulación en Buenos Aires con este título:
"El Infierno del Dante. Traducción de Bartolomé
Mitre. Composiciones de Cornéllier. Grabados al
agua fuerte, por Abot. Buenos Aires. (París)
1891". En 8".
No habiendo tenido tiempo el traductor, du-
rante su residencia en París, para dar la última
mano á la anterior edición, al corregir las pruebas,
suplió esta falta publicando en el periódico La
Ilación (de Buenos Aires), un análisis, que era la
crítica, de su propia obra, con el siguiente título:
"Fe crítica de erratas y correcciones dantescas".
Sucesivamente se publicaron dos opúsculos com-
plementarios de la magnífica edición de París, en
el mismo formato, para ser encuadernados ¡unto
con ella. El primero, intitulado: " Correcciones á
la traducción del Infierno del Dante por Bartolomé
Mitre. Con notas complementarias. Buenos Aires j
I89r\ En 8". El otro "Segundo apéndice. Correc-
ciones á la traducción del Dante por Bartolomé
Mitre, con notas complementarias. Bue)ios Aires y
1891". En 8«.
La edición de París, juntamente con sus dos
péndices anotados, constituían en su conjunto una
— vil
tercera edición correg"icla y aumentada, pero en
miembros separados. Esto hacía necesario una
nueva edición, que reuniese todo en un sólo cuerpo,
y fijase el texto de la versión del " Infierno", some-
tiendo el trabajo á una nueva y definitiva revisión.
La tercera y definitiva edición del " Infierno" se
publicó por la casa editora de Jacobo Peuser, bajo
el siguiente titulo: "El Infierno del Dante. Tra-
ducción en verso ajustada al original, con nuevos
comentarios. Buenos Aires, 1893". En 8" me-
nor. — Esta edición contenía como mil cuatrocien-
tas correcciones de forma ó de fondo, ciñendo más
la versión al texto original.
Mi ánimo, al emprender la traducción del Dante,
fué no pasar del Infierno_, y quedarme en él como
traductor, si me alcanzaba la condenación que
acompaña á los intérpretes infieles: íradiUlore-
tradüore. Pero una vez puesto á la tarea, he creído
deber llevarla hasta su terminación, bajo el mismo
plan de interpretación desarrollado en la Teoría
del Traductor j que puse al frente del ensayo de
traducción del " Infierno " y cuyas reglas son igual-
mente aplicables á las partes del " Purgatorio " y
del "Paraíso" que ahora se publican por primera
vez.
Como lo ha dicho otro intérprete de la Divina
Comedia^ que se propuso traducirla verso por
verso, reproduciendo su fondo y sus formas, los
que tienen por maestro al Dante, se honran en
vni
seguir literalmente su texto, y la severa condena-
ción del Poeta contra los traidores,, sólo alcanza á
los traductores por demás independientes, que se
emancipan de su espíritu y no se ajustan á su
letra.
Sin dar á mi versión más valor que el de un en-
sayo^ pienso que ella es hasta el presente, la más
literal y la más fiel que se haya hecho, así en cas-
tellano como en otros idiomas, y que al reproducir
según mi teoría expuesta, las formas del original
con su fisonomía propia, refleja, aunque sea débil-
mente, el estilo dantesco, conservando la precisión
de sus conceptos dentro de sus líneas, con sus mis-
mos giros y palabras, en cuanto es posible en una
interpretación en lengua extraña.
La analogía entre la lengua italiana y la caste-
llana, ha facilitado en mucho la tarea del traductor,
á la vez que el empleo de algunos arcaísmos, que
eran comunes á ambas lenguas en la época del
Dante.
teoría del traductor
E con paura il meílo in >ueiro.
(Canto XXXIV, verso 10).
NA traducción, — cuando buena, — es á su
— ^ original, lo que un cuadro copiado de
la naturaleza animada, en que el pintor, por medio
del artificio de las tintas de su paleta, procura
darle el colorido de la vida, ya que no le es posi-
ble imprimirle su movimiento. Cuando es mala,
equivale á trocar en asador una espada de Toledo,
según la expresión del fabulista, aunque se le
ponga empuñadura de oro.
Las obras maestras de los grandes escritores, —
y sobretodo, las poéticas, — deben traducirse al
pie de la letra, para que sean al menos un reflejo
(directo) del original, y no una bella mjidel, como
se ha dicho de algunas versiones bellamente ata-
viadas, que las disfrazan. Son textos bíblicos, que
han entrado en la circulación universal como la
buena moneda, con su cuño y con su ley, y cons-
tituyen por su forma y por su fondo elementos
— X
esenciales incorporados al intelecto y la concien-
cia humana. Por eso decía Chateaubriand, á pro-
pósito de su traducción en prosa del Paraíso per-
dido de Mifton, que las mejores traducciones de
los textos consaofrados, son las interlineales.
Pretender mejorar una obra maestra, vaciada de
un golpe en su molde típico, y ya fijada en el
bronce eterno de la ir mortalidad; ampliar con fra-
ses ó palabras parásitas un texto consagrado y en-
cerrado con precisión en sus líneas fundamenta-
les; compendiarlo por demás hasta no presentar
sino su esqueleto; arrastrarse servilmente tras sus
huellas, sin reproducir su movimiento rítmico; lo
mismo que reflejarlo con palidez ó no interpretarlo
razonablemente según la índole de la lengua á que
se vierte, es falsificarlo ó mutilarlo, sin proyectar
siquiera su sombra.
Cuando se trata de transportar á otra lengua
uno de esos textos que el mundo sabe de memo-
ria, es necesario hacerlo con pulso, moviendo la
pluma al compás de la música que lo inspiró. El
traductor, no es sino el ejecutante, que interpreta
en su instrumento limitado las creaciones armónicas
de los grandes maestros. Puede poner algo de lo
suyo en la ejecución, pero es á condición de ajus-
tarse á la pauta que dirige su mano y al pensa-
miento que gobierna su inteligencia.
Son condiciones esenciales de toda traducción
fiel en verso, — por lo que respecta al proceder me-
— XI —
cánico, — tomar por base de la estructura, el corte
de la estrofa en que la obra está tallada; ceñirse
á la misma cantidad de versos, y encerrar dentro
de sus líneas precisas las imág^enes con todo su
relieve, con claridad las ideas, y con toda su gracia
pristina los conceptos; adoptar un metro idéntico ó
análogo por el número y acentuación, como cuando
el instrumento acompaña la voz humana en su me-
dida, y no omitir la inclusión de todas las palabras
esenciales que imprimen su sello al texto, y que
son en los idiomas, lo que los equivalentes en quí-
mica y g"eometría. En cuanto á la ordenación lite-
raria, debe darse á los vuelos iniciales de la imagi-
nación toda su amplitud ó limitarlos correctamente
con la concisión originaria; imprimir á los giros de
la frase un movimiento propio, y al estilo su espon-
tánea simplicidad ó la cualidad característica que
lo distinga; y cuando se complemente con algún ad-
jetivo ó explanación la frase, hacerlo dentro de
los límites de la idea matriz. Por último, tomando en
cuenta el ideal, el traductor, en su calidad de in-
térprete, debe penetrarse de su espíritu, como el
artista que al modelar en arcilla una estatua, pro-
cura darle no sólo su forma externa, sino también
la expresión reveladora de la vida interna.
Sólo por este método riguroso de reproducción
y de interpretación, — mecánico á la vez que esté-
tico y psicológico, — puede acercarse en lo huma-
namente posible una traducción á la fuente primi-
— XII
tiva de que brotara la inspiración madre del autor
en sus diversas y variadas fases.
Tratándose de la Divina Comedia^ la tarea es
más ardua. Esta epopeya, la más sublime de la era
cristiana, fué pensada y escrita en un dialecto tosco,
que brotaba como un manantial turbio del raudal
cristalino del latín, á la par del francés y del caste-
llano y de las demás lenguas románicas, que des-
pués se han convertido en ríos. El poeta, al conce-
bir su plan, modeló á la vez, la materia prima en
que la fijara perdurablemente. Esto, que constituye
una de sus originalidades y hace el encanto de su
lectura en el original, es una de las mayores dificul-
tades con que tropieza el traductor. Las lenguas
hermanas de la lengua del Dante, muy semejantes
en su fuente originaria, se han modificado y pulido
de tal manera, que traducir hoy á ellas la Divina
Comedia^ es lo mismo que vestir un bronce antiguo
con ropaje moderno; es como borrar de un cuadro
de Rembranclt, los toques fuertes que contrastan
las luces y las sombras, ó en una estatua de Miguel
Ángel limar los golpes enérgicos del cincel que la
acentúan. Todo lo que pueda ganar en corrección
convencional, lo pierde en fuerza, frescura y colo-
rido. Si el lenguaje de la Divina Comedia ha enveje-
cido, ha sido regenerándose, pues su letra y su
espíritu se han rejuvenecido por la rica savia de su
poesía y de su filosofía.
El problema á resolver, según estos principios
-- XIII —
elementales, y tratándose de la Divina Comedia
considerada desde el punto de vista lingüístico y
literario, es una traducción fiel y una interpretación
racional, matemática á la vez que poética, que sin
alterar su carácter típico, la acerque en lo posible
del original al vestirla con un ropaje análogo, si no
idéntico, y que refleje, aunque sea pálidamente, sus
luces, y sus sombras, discretamente ponderadas
dentro de otro cuadro de tonos igualmente armó-
nicos, representados por la selección de las pala-
bras, que son las tintas en la paleta de los idiomas
que, según se mezclen, dan distintos colores.
El sabio Littré, — que á pesar de ser sabio, ó por
lo mismo, era también poeta, — dándose cuenta de
este arduo problema, se propuso traducir la Divina
Comedia en el lenguaje contemporáneo del Dante,
tal como si un poeta de la lengua del oil, hermana
de la lengua del oCy la hubiese concebido en ella ó
traducido en su tiempo con modismos análogos.
Esta es la única traducción del Dante que se acer-
que al original, por cuanto el idioma en que está
hecha, lo mismo que el dialecto florentino aun no
emancipado del todo del latín ni muy divergentes
entre sí, se asemejaban más el uno al otro, y dentro
de sus elementos constitutivos podían y pueden
amalgamarse mejor.
Según este método de interpretación retrospec-
tiva, me ha parecido, que una versión castellana
calcada sobre el habla de los poetas castellanos del
XIV
siglo XV, — para tomar un término medio correla-
tivo,— como Juan de Mena, Manrique ó el marqués
de Santillana, cuando la leng-ua romance, libre de
sus primeras ataduras empezó á fijarse, marcando
la transición entre el período ante-clásico, y el clá-
sico de la literatura española, sería quizás la mejor
traducción que pudiera hacerse, por su estructura y
su fisonomía idiomática, acercándose más al tipo
del original. Es una obra que probablemente se
hará, porque el castellano, por su fonética y su
prosodia, tiene mucha más analogía que el viejo
fi'anccs con el italiano antiguo y moderno, y puede
reproducir en su compás la melopea dantesca, con
sus sonidos llenos y su combinación métrica de sí-
labas hasta cierto punto largas y breves, como en
el latín de que ambos derivan.
Aplicando estas reglas á la práctica, he procura-
do ajustanne al original, estrofa por estrofa y verso
por verso, como la vela se ciñe al viento, en cuanto
da; y reproducido sus formas y sus giros, sin omi-
tir las palabras que dominan el conjunto de cada
parte, cuidando de conservar al estilo su espontá"
nea sencillez á la par de su noca tónica y su carác-
ter propio. A fin de acercar en cierto modo la
copia interpretativa del modelo, le he dado par-
cialmente un ligero tinte arcá'co, de manera que,
sin retrotraer su lenguaje á los tiempos ante-clási-
cos del castellano, no resulte de una afectación
pedantesca y bastarda, ni [)or demás pulimentado
— XV
su fraseo seí^iin el clasicismo actual, que lo (lesfitru-
raría. La introducción de alg"unos términos y mo-
dismos anticuados, que se armonizan con el tono de
la composición original, tiene simplemente por ob-
jeto darle cierto aspecto nativ-o, para producir al
menos la ilusión en perspectiva, como en un retrato
se busca la semejanza en las líneas generatrices
acentuadas por sus accidentes.
Tal es la teoría que me ha guiado en esta tra-
ducción.
El Dante ha sido por más de cuarenta años uno
de mis libros de cabecera, con la idea desde muy
temprano de traducirlo; pero sin poner mano á la
obra, por considerarlo intraducibie en toda su in-
tuición, bien que creyese haberme impregnado de
su espíritu. Pensaba que las obras clásicas de este
género, que hacen época y que nutren el intelecto
humano, debieran asimilarse á todas las lenguas,
como, variando su cultivo, se aclimatan las plantas
útiles ó bellas en todas las latitudes del globo. La
Divina Co?¡iedia es uno de esos libros que no pue-
den faltar en ninguna lengua del mundo cristiano,
y muy especialmente en la castellana, que hablan
setenta millones de seres, y que á la par de la in-
glesa,— como que se dilatan en vastos territorios,
— será una de las que prevalezcan en ambos mun-
dos. Esto, que explica la elección de la tarea, no
la justificaría empero, si existiese en castellano al-
guna traducción que reflejase siquiera débilmente
XVI
las inspiraciones del gran poeta, pues entonces se-
ría inútil, cuando no perjudicial.
Cuando por primera vez me ensayé por vía de
solaz en la traducción de algunos cantos del hifier-
no del Dante, con el objeto de pagar una deuda de
honor á la Academia de los Árcades de Roma, no
conocía sino de mala fama la versión en verso cas-
tellano del general Pezuela, más conocido con el
glorioso título del conde Cheste. Después, vino
por acaso á mis manos este libro. Su lectura me
alentó á completar mi trabajo, con el objeto de
propender, en la medida de mis fuerzas, á la labor
de una traducción que verdaderamente falta en
castellano. La del general Pezuela, elogiada por
sus amigos, ha sido justamente criticada en la mis-
ma España, por inarmónica como obra métrica, en-
revesada por su fraseo, y bastarda por su lenguaje.
Sin ser absolutamente infiel, es una versión con-
trahecha, cuando no remendona, cuya lectura es
ingrata, y ofende con frecuencia el buen gusto y el
buen sentido. Es como la escoria de un oro puro
primorosamente cincelado, que se ha derretido en
un crisol grosero. Esto justifica por lo menos la
tentativa de una nueva traducción en verso. La
mía, puede ser tan mala ó peor que la de Pezuela;
pero es otra cosa, según otro plan y con otro ob-
jetivo. Si se comparan ambas traducciones, se verá,
que á pesar de la analogía de las dos lenguas, di-
fiere tanto la una de la otra, que sólo por acaso
-— XVII
coinciden aun en las palabras. Diríase que los tra-
ductores han tenido á la vista diversos modelos.
Quizás dependerá esto del punto de vista ó del
temperamento literario de cada uno.
El único poeta español moderno que pudiera
haber emprendido con éxito la traducción del
Dante, es Núñez de Arce. En su poema la Selva os-
aira, ha mostrado hallarse penetrado de su genio
poético ; pero tan sólo se ha limitado á imitarlo. Es
lástima ; pues queda siempre este vacío en la litera-
tura castellana, que la traducción Pezuela no ha lle-
nado.
Hé aquí los motivos que me han impulsado á lle-
var á término esta tarea, emprendida por vía de
solaz y continuada con un propósito serio. Una vez
puesto á ella, pensé que no sería completa si no la
acompañaba con un comentario que ilustrase su
teoría y explicara la versión ejecutada con arreglo
á ella. Tal es el origen de las anotaciones comple-
mentarias, todas ellas motivadas por la traducción
misma, dentro de su plan, que pueden clasificarse
en tres géneros: 1° Notas justificativas de la traduc-
ción, en puntos literarios que pudieran ser materia
de duda ó controversia. 2^ Notas filológicas y gra-
maticales con relación á la traducción misma. S'^
Notas ilustrativas respecto de la interpretación del
texto adoptado en la traducción. — No entro en
citas históricas, sino cuando la interpretación del
texto lo exige, ni repito lo que otros han dicho ya. —
2
— X\'11I —
Si alguna vez me pongo en contradicción con las
lecciones de los comentadores italianos del Dante,
que con tanta penetración han ilustrado el texto en
muchas partes oscuras de la Divina Comedia, es
tributándoles el homenaje á su paciente labor de-
bido, pues con frecuencia me han alumbrado en
medio de las tinieblas dantescas que los siglos han
ido aclarando ó condensando.
Apenas habían transcurrido veinte años después
de publicada la primera edición del Dante (ed. de
1342), y ya el texto dantesco era casi ininteligible,
aun para los mismos florentinos (en 1373). Fué en-
tonces necesario que el gobierno municipal de la
república de Florencia, encomendase al Boceado la
tarea de explicarlo, y éste fué el primer comentario
de la Divina Coinedia. Han transcurrido más de
cuatrocientos años, y los comentarios continúan.
No pasa día, sin que se descubran cosas nuevas en
el ^rinsondable poema", como ha sido llamado, se
susciten nuevas dudas acerca de su sentido místico,
histórico ó moral ó se corrijan con nuevos docu-
mentos las erradas interpretaciones de sus comen-
tadores. No es de extrañar, pues, la variedad de lec-
ciones contradictorias. Por mi parte, al separarme
algunas veces de los comentadores italianos más
acreditados, he cuidado de dar las razones de mi
interpretación en las notas complementarias, que
siendo un modesto contingente para el comento
del texto original, pueden ([uizás ser de alguna uti-
XIX —
lidad como estudio.s para una correcta traducción
del Dante en castellano, de que la mía no es sino un
ensayo.
El objetivo que me he marcado, es más fácil de
señalar que de alcanzar; pero pienso que él debe
ser el punto de mira de todo traductor concienzudo,
así como de todos los extraños á la lengua italia-
na, que se apliquen con amor á la lectura del Dan-
te_, repitiendo sus palabras :
O degli altri poeti onore e lume,
Vagliami il lungo studio e il grande amore
Che m'han fatto cercar lo tuo volume.
Dante es el poeta de los poetas y el inspirador
de los sabios y de los pensadores modernos, á la
vez que el pasto moral de la conciencia humana en
sus ideales. Carlyle ha dicho, que la Divina Comedia
es en el fondo el más sincero de todos los poemas,
que salido profundamente del corazón y de la con-
ciencia del autor, ha penetrado al través de muchas
generaciones en nuestros corazones y nuestras
conciencias. Humboldt lo reconoce como al creador
sublime de un mundo nuevo, que ha mostrado una
inteligencia profunda de la vida de la tierra, y que
la extremada concisión de su estilo aumenta la pro-
fundidad y la gravedad de la impresión. Su espíritu
flota en el aire vital y lo respiran hasta los que no
lo han leído.
Bartolomé Mitre.
Buenos Aires, Enero 1889.
EL INFIERNO
PARTE PRIMERA
EL INFIERNO
CANTO PRIMERO
La selva oscura. — El Poeta se extravía en ella en medio de la noche. — AA ama-
necer, sale á un valle, y llega al pie de un monte iluminado por el Sol. — Se '
atraviesan en su camino tres animales simbólicos. — Retrocede, y se le aparece,
la sombra de Virgilio que lo conforta, y le ofrece llevarlo al linde del Paraíso í~¿e_
al través del Infierno y del Purgatorio.— Los dos Poetas prosiguen su camino. y^C^*"^
En medio del camino de la vida,
Errante me encontré por selva oscura, yr'
En que la recta vía era perdida. 3
¡Ay! que decir lo que era, es cosa dura,
Esta selva salvaje, áspera y fuerte,
Que en la mente renueva la pavura! 6
¡Tan amarga es, que es más solo la muerte!
Mas al contar el mal que allí encontrara,
El bien diré, que hallara por mi suerte. 9
No podría explicar como allí entrara.
Tan soñoliento estaba en el instante
En que el cierto camino abandonara. 12
Llegué al pie de un collado dominante.
Donde aquel valle lóbrego termina.
De pavores el pecho zozobrante. 15
DIVINA COMEDIA
Miré hacia arriba, y vi ya la colina
Vestida con los rayos del planeta,
Que por doquier á todos encamina. is
Entonces la pavura un poco quieta.
Del corazón el lago serenado.
Pasó la angustia de la noche inquieta. 21
Y como quien, con hálito afanado
Sale del mar á orillas, jadeante,
Y mira atrás con ánimo azorado; 24
Así también, mi espíritu fluctuante
Volvió á mirar el temeroso paso
Que vivo no cruzó ningún viandante. 27
Cuando hube reposado el cuerpo laso,
Volví á seguir por la región desierta.
El pie más firme siempre en más retraso. 30
Y casi al pie de la subida incierta,
Una móvil pantera hacia mí vino,
Que de piel maculosa era cubierta. ^^
Como no se apartase del camino
Y continuar la marcha me impedía,
A veces hube de tornar sin tino. 36
Era la hora en que apuntaba el día,
Subía el Sol al par de las estrellas.
Como el Divino Amor, en armonía 39
Movió al nacer estas creaciones bellas.
Y hacíanme esperar suerte propicia,
De la pantera las pintadas huellas, 42
EL INFIERNO— CANTO I
La hora y dulce estación con su caricia:
Cuando un león que apareció violento,
Trocó en pavor esta feliz primicia. 45
Venía en contra el animal, hambriento,
Rabioso, alta la testa, y parecía
Hacer temblar el aire con su aliento. 48
Y una loba asomó que aparecía.
De apetitos repleta en su flacura
Que á muchos en miseria mantenía. 51
De sus ardiente ojos la bravura
De tal modo turbó mi alma afligida,
Que perdí la esperanza de la altura. 54
Y como aquel que gana de seguida,
Al tiempo de perder llora y desmaya,
Y queda con la mente entristecida, 57
Así la bestia, me tenía á raya,
Y poco á poco, inquieta, repelía
Hacia la parte donde el Sol se calla. 60
Mientras que al hondo valle descendía,
Me encontré con un ser tan silencioso.
Que mudo en su silencio parecía. 63
Al encontrarle en el desierto umbroso,
— ^'¡Miserere de mí! — clamé afligido,
Hombre seas ó espectro vagaroso." es
Y respondió: — "Hombre no soy: lo he sido;
Mantua mi patria fué, y Lombardía
La tierra de mis padres. Fui nacido. 69
DIVINA COMEDIA
" Sub Julio, aunque lo fuera en tardo día,
Y á Roma vi, bajo del buen Augusto,
En tiempo de los Dioses de falsía. 72
" Poeta fui; canté aquel héroe justo,
Hijo de Anquises, que de Troya vino,
Cuando el soberbio Ilion quedó combusto. 75
"¿Pero por qué tornar al mal camino?
Por qué no vas al monte refulgente,
Principio y fin del goce peregrino?" 78
— "¡Tú eres Virgilio, la perenne fuente
Que expande el gran raudal de su oratoria!
— Le interrumpí con ruborosa frente. - hi
"¡Oh! de poetas luminar y gloria,
¡Válgame el largo estudio y el afecto
Que ha buscado en tus libros mi memoria! 84
"¡Oh mi autor y maestro predilecto!
De tí aprendí tan sólo el bello estilo
Que tanto honor ha dado á mi intelecto. 87
"Esa bestia me espanta, y yo vacilo:
De ella defiéndeme, sabio famoso, —
Que hace latir mis venas intranquilo!" '>o
Al verme tan turbado y tan lloroso.
Me dijo: — "Te conviene una otra vía,
Para salir de sitio tan fragoso.' 03
" La bestia (¡ue tu marcha contraría
No permite pasar por su apretura
Sino al (jue se le rinde en agonía. %
EL INFIERNO — CANTO I
"Es tan maligna, empero su magrura,
Que de apetitos y de cebo henchida,
Hambrea más cuanto mayor hartura. w
"Con muchos animales hace vida,
Y muchos más serán, hasta que encuentre
Al Lebrel que la inmole dolorida. 102
"Este no vivirá de tierra y güeltre.
Sino de amor, virtud, sabiduría,
Y su nación será de Peltre á Peltre. 105
"El salvará la humilde Italia un día,
Por quien murió Camila y Eurialo,
Y Niso y Turno heridos en porfía. ' ios
" Perseguirá do quier sin intervalo
Esa bestia feroz, hasta el Infierno,
Que de la envidia fué el enjendro malo. iii
"Mejor que tú por tí pienso y discierno;
Sigue, seré tu guía en la partida
Hasta alcanzar otro lugar eterno. lu
"Oirás allí la grita dolorida,
Y verás los espíritus dolientes
Que claman por perder segunda vida. 117
" Después verás, en llamas siempre ardientes,
Vivir contentos, llenos de esperanza.
Los que suspensos sufren penitentes, 120
"Porque esperan gozar la bienandanza;
Y si quieres subir, alma más digna,
Te llevará á celeste lontananza; 123
8 DIVINA COMEDIA
"Pues el Emperador que allá domina,
Porque desconocí su ley eterna,
Mfc veda acceso á su ciudad divina. 126
" El universo desde allí gobierna,
Ese es su trono y elevado asiento:
¡Feliz el que á sus plantas se prosterna!" 129
— "Poeta, — dije en suplicante acento: —
Por el Dios que te fué desconocido,
Sálvame de este mal y de otro evento. 132
" Llévame donde tú me has ofrecido,
De San Pedro á la puerta luminosa,
Al través de ese mundo dolorido." 135
Siguió, y seguí su marcha cautelosa.
CANTO SEGUNDO
El camino del Infierno. —El Poeta hace examen de conciencia. — Sobrecogido,
trepida en proseguir el viaje. — Virgilio le dice que es enviado por Beatriz
para salvarle. — Le relata la aparición de Beatriz en el Limbo. — El Poeta se
decide á seguirle al travos de las regiones infernales.
Ibase el día, envuelto en aire bruno,
Aliviando á los seres de la tierra
De su fatiga diaria, y yo solo, uno, 3
Me apercibía á sostener la guerra.
En un camino de penar sin cuento,
Que trazará la mente, que no yerra. 6
¡Oh musas! oh alto ingenio, dadme aliento!
¡Oh mente, que escribiste mis visiones
Muestra de tu nobleza el nacimiento! 9
"¡Oh Poeta, que guías mis acciones!
Prorrumpí, — mide bien mi resistencia,
Antes de conducirme á esas regiones. 12
" Si el gran padre de Silvio, en existencia
De hombre mortal, bajo feliz auspicio.
De este siglo inmortal palpó la esencia; 15
" Si el adversario al mal le fué propicio,
Fué sin duda midiendo el gran efecto
De sus altos destinos, según juicio, is
10 DIVINA COMEDIA
" Que no se oculta al hombre de intelecto ,
Que alma de Roma y de su vasto imperio
Kn el empíreo fué por padre electo. 21
La que y el cual (según vero criterio)
Se destinó á los grandes sucesores
Del gran Pedro en su sacro ministerio. 24
" En ese viaje digno de loores,
Púdose presentir la gran victoria
Que cubre papal manto de esplendores. n
" Pablo, vaso de dicha promisoria,
Al cielo fué á buscar la fe del pecho,
Principio de una vida meritoria. 30
" No soy Pablo ni Eneas. ¿Qué es lo que he hecho
Para que pueda merecer tal gracia?
Menos que nadie tengo ese derecho . 33
"Si te siguiera acaso por desgracia,
Presiento que es demencia mi aventura;
Más lo alcanza tu sabia perspicacia." 36
Y como el que anhelando una ventura
Por contrarios deseos trabajado,
Abandona su intento en la premura, 39
Así al tocar el límite buscado,
Reflexionando bien, retrocedía
Ante la empresa que empecé animado. 42
La gran sambra me habló con valentía:
— "Si bien he comprendido, tu alma es presa
De un acceso de nimia cobardía. 45
EL INl'IliKNü — CANTO II II
''Que á los hombres retrae de noble empresa,
Como bestia (jue ve torcidamente
Retrocede asombrada en su sorpresa. 4S
'' Disiparé el temor que tu alma siente,
Diqiéndote como hasta aquí he venido
Cuando supe tu trance, condoliente. 51
"Me encontraba en el limbo detenido,
Y una mujer angélica y hermosa,
Llamóme á sí, y me sentí rendido. 54
''Cada ojo era una estrella íulgorosa;
Y así me habló con celestial acento
Dulce y suave en su habla melodiosa : 57
"Alma noble de Mantua, cuyo aliento
" Con el renombre que los mundos Uena^
" Durará lo que dure el movimiento: 60
"Mi amigo — no de dichas, sí de pena, —
'' Sólo se encuentra en playa abandonada,
"Y desanda el camino que lo apena. 63
"Temo se pierda en senda abandonada,
"Y tarde ya para salvarle acorro,
"Según, allá en el cielo, fui avisada. 66
" Por eso ansiosa en tu demanda corro;
" Sálvale con tu ingenio en su conflicto ;
"¡Consuélame prestándole socorro! 69
"Yo soy Beatriz, que á noble acción te incito:
"Vengo de lo alto de tornar anhelo:
" Amor me mueve, y en su hablar palpito. 72
12 DIVINA COMEDIA
" Cuando ante Dios me encuentre allá en el cielo,
"Grata te haré presente á todas horas!" —
Callóse, y yo la dije por consuelo: 75
" — Alma, que las virtudes atesoras,
Y el bien mayor de todos los creados
En el mundo inferior en que no moras, 78
*' Tus mandatos me son tan agraciados,
Que me tarda cumplirlos con afecto;
Y no me digas más, serán colmados.
81
"Mas dime, ¿cómo y por qué raro efecto
Has descendido hasta este bajo centro,
De la mansión que anhela el ser dilecto? 84
" -Pues penetrar pretendes tan adentro,
" — Respondió: — te diré muy brevemente
"Por qué sin miedo alguno aquí me encuentro.
87
"Toda cosa se teme solamente
"Por su potencia de dañar dotada:
"Cuando no hay daño, miedo no se siente. qo
"Por la gracia de Dios, estoy formada,
"Que ni me alcanza la miseria ajena,
"Ni me quema esta ardiente llamarada. 93
"Virgen del cielo de bondades llena,
"Del trance de mi amigo condolida,
"Del duro fallo obtuvo gracia plena. 9c.
"Llamó á Lucía, y dijo enternecida:
" — Tu fiel adepto tu asistencia espera:
"Yo lo encomiendo á tu bondad cumplida." — 9q
EL INFIERNO — CANTO II 13
" Lucía, de bondades mensajera
"Vino do tengo, en el inmenso cielo,
" A la antigua Raquel por compañera. 102
" — Beatriz, — dijo, — como ángel de consuelo,
" Acorre al hombre que elevaste tanto
" Y que tanto te amara allá en el suelo. 105
"¿No oyes acaso su angustioso llanto?
"¿No ves le amaga muerte lastimosa
"En río que ni al mar desciende un tanto?" ios
"Nadie en el mundo fué tan apremiosa
"Cual yo lo fui á contrastar el daño,
"Después de oír aquella voz piadosa. iii
"Y vine aquí, desde mi excelso escaño,
" Confiada de tu ingenio en la cultura,
"Que la verdad expresa sin engaño." — ii4
" Después que así me hablara con dulzura,
V^olvió hacia mí sus ojos lagrimosos,
Y vine diligente en tu procura. 117
" Cumpliendo sus deseos afectuosos,
Te he precavido de la bestia horrenda
Que te cerraba el paso al monte hermoso. 120
"¿Por qué, pues, te detienes en tu senda?
Por qué tu fortaleza así quebrantas?
Por qué no sueltas al valor la rienda? 123
"Cuando te amparan tres mujeres santas
Que allá en el cielo tienen su morada,
Y cuando te prometo dichas tantas?" 126
3
14 DIVINA COMEDIA
Cual florecilla que nocturna helada
Dobla y marchita, y luego brilla erguida
Sobre su tallo por el sol bañada, 129
Así se reanimó mi alma abatida:
Súbito ardor el corazón recorre,
Y prorrumpo con voz estremecida: 132
— "¡Bendita La que pía me socorre!
¡ Gracias á tí, que, fiel á su mandato,
Con la verdad á la aflicción acorre! 135
"Me ha llenado de bríos tu relato;
Siento mi corazón fortalecido:
Vuelvo á mi empresa y tu palabra acato. i3s
" Por una misma voluntad unidos.
Sé mi maestro, mi señor, mi guía." —
Así dije, y entramos decididos, i4i
En la silvestre y encumbrada vía.
(JANTO TERCERO
Llega el Poeta á la puerta del Infierno y lee en ella una inscripción pavorosa. —
Confortado por Virgilio, penetra en las sombras de los condenados. — Encuen-
tra á la entrada á los cobardes que de nada sirvieron en la vida. — Siguen
los dos Poetas su camino, y llegan al Aqueronte. — Caronle, el barquero
infernal, transporta las almas al lugar de su suplicio á la otra margen del
Aqueronte. — Un terremoto estremece el campo de las lágrimas y un relám-
pago rojizo surca las tinieblas. — El Poeta cae desfallecido en profundo le-
targo.
Por mí se va tras la ciudad doliente ;
Por -iní se va al eterno siifriimento ;
Por mí se va con la maldita gente. 3
Movió á mi Autor el justiciero aliento:
Hízome la Divina Gobernanza,
El PrÍ7no Amor, el Alto Pensamiento, e
Antes de Tní, no hubo jamás crianza.
Sino lo eterno: yo por sietnpre duro:
y Abandona al entrar toda esperanza ! 9
Esta leyenda de color oscuro,
Que vide inscripta en lo alto de una puerta,
Me hizo exclamar: " ¡Cual su sentido es duro!" 12
Habló el Maestro, cual persona experta:
— ''Todo temor deseche tu prudencia;
Toda flaqueza debe aquí ser muerta. 15
DIVINA COMEDIA
^^Es el sitio de que hice ya advertencia,
Donde verás las gentes dolorosas
Que perdieron el don de inteligencia.''
Y tendiendo sus manos cariñosas,
Me confortó con rostro placentero,
Y me hizo entrar en las secretas cosas.
Llantos, suspiros, aúllo plañidero,
Llenaban aquel aire sin estrellas,
Que me bañó de llanto lastimero.
Lenguas diversas, hórridas querellas,
Voces altas y bajas en son de ira,
Con golpeos de mano á par de ellas.
Como en tumulto, en aire negro gira,
Siempre, por tiempo eterno, cual la arena
Que en el turbión remolinear se mira.
De incertidumbres la cabeza llena.
Pregunté: — "¿Quién con voz tan dolorosa
Parece así vencido por la pena?"
El Maestro: — "Es la suerte ignominiosa
De las míseras almas que vivieron,
Sin infamia ni aplauso, vida ociosa.
-En el coro infernal se confundieron
Con los míseros ángeles mezclados,
Que fieles ni rebeldes, á Dios fueron;
"Los (jue d(;l alto cielo desterrados,
Perdida su belleza rutilante, ^
Son por el mismo infierno desechados. '
18
21
24
27
30
33
36
39
42
EL INFIERNO — CANTO III 17
Y yo: — "Maestro, ¿qué aguijón punzante
Les hace rebramar queja tan fuerte?" —
Y él respondió: — "Te lo diré al instante. 45
"No tienen ni esperanza de la muerte,
Y es su ciega existencia tan escasa,
Que envidian de otros reprobos la suerte. 48
"No hay memoria en el mundo de su raza;
Caridad y Justicia los desdeña;
¡No hablemos de ellos; pero mira y pasa!" 51
Entonces vide una movible enseña,
Revolotear tan temblorosamente,
Que de quietud no parecía dueña. 54
Detrás de ella, venía tal torrente
De muertos, que á no haberlo contemplado,
No creyera á la muerte tan potente.
57
Luego que algunos hube señalado,
La sombra vi del que cobardemente
La gran renuncia hiciera de su estado; 60
Y comprendí de luego, ciertamente,
Era la triste secta, renegada
Por Dios y su enemigo juntamente. 63
Esta turba que viva no fué nada,
Iba desnuda, en nubes incesantes,
De tábanos y avispas, hostigada, 66
Que regaban de sangre sus semblantes,
Y á sus pies con sus lágrimas caía.
Chupándola gusanos repugnantes. 69
18 DIVINA COMEDIA
A Otro lado tendí la vista mía,
Y vi gente á la orilla de un gran río
Que en tropel á su margen acudía. 72
— "Puedo saber, por qué tanto gentío,
— Interrogué, — al paso se apresura?
Según columbro en este sitio umbrío?" 75
Y él: — ^'Lo sabrás, cuando la orilla oscura
Del Aqueronte triste, la ribera
Pisemos con la planta bien segura." 78
Temiendo que mi hablar molesto fuera,
Bajé los ojos, y calladamente
Seguimos hasta el río la carrera. si
Y en una barca, vimos de repente,
Un viejo blanco con antiguo pelo,
Que así gritaba: — "Guay! maldita gente! 84
"¡No esperéis más volver á ver el cielo:
Vengo á llevaros á la opuesta riba,
A la eterna tiniebla, al fuego, al hielo! 87
" Y tú, que aquí has venido, ánima viva,
Vete; no es tu lugar entre los muertos." —
Y viendo que suspenso no me iba, 90
Dijo: — "Por otra playa y otros puertos
^encontrarás esquife más liviano.
Que te conduzca por caminos ciertos." 93
Y el Maestro: — "Depon tu empeño vano;
No preguntes, ni turbes su jornada;
Lo quiere Allá quien manda soberano." 96
EL INFIERNO — CANTO III 19
Quedó inmóvil, barbudíi la cjuijada
Del nauta de la lívida laguna,
Con dos cercos de fuego su mirada. 99
Pero las almas lasas que él aduna,
Pálidas y desnudas baten dientes
Al escuchar su acento cada una. 102
Blasfeman de su Dios, de sus parientes,
Del tiempo, del lugar y su crianza,
Y de la especie humana y sus simientes. io5
Y amontonada, aquella grey se avanza,
Gimiendo, á la ribera maldecida
Que espera al que en su Dios no tuvo fianza. ios
Caronte, de ojos de ascua enrojecida,
Da la señal, y al río las arroja
Con el remo, si atardan la partida. iii
Como vuelve el otoño hoja tras hoja
Sus despojos al suelo, cuando rasa
El mustio gajo que al final despoja, lu
Así de Adán la pervertida raza
Obedece la voz de su barquero.
Como el ave al reclamo de la caza; 117
Y así las sombras van en hervidero
Por las oscuras ondas, y al momento
Las reemplaza en la orilla otro reguero. 120
— " Hijo mío, — prorrumpe el Maestro atento,
Los que la ira de Dios señala en muerte,
Acuden en continuo movimiento, 123
20 DIVINA COMEDIA
"Para vadear el río de esta suerte:
La justiciera espuela los desfrena,
El temor convirtiendo en ansia fuerte. 126
'' Por aquí nunca pasa ánima buena,
Y si á Caronte irrita tu venida,
Ya sabes tú lo que su diÉho suena." 129
Y aquí, la negra tierra estremecida
Tembló con furia tal, que aun el espanto
Baña en sudor mi mente espavorida. 132
La tierra lacrimosa sopló un viento
Que hizo relampaguear una luz roja.
Que me postró, y caí sin sentimiento, 135
Cual hombre á quien el sueño le acongoja.
CANTO CUARTO
Un trueno despierta al Poeta de su letargo. — Sigue el viaje con su guía. — Des-
ciende al Limbo, que es el primer círculo del Infierno. — Encuentra allí las almas
que vivieron virtuosamente pero que están excluidas del Paraíso por no lial)er
recibido el agua del bautismo. — Los grandes Poetas antiguos. — Los espíritus
magnos. — Después, desciende al segundo círculo.
Rompió mi sueno un trueno estrepitoso
Que me golpeó con fuerza la cabeza,
Y en mí volví, cual quien despierta ansioso. 3
Puesto de pie, pasada la sorpresa,
Giré los ojos en contorno mío
Por conocer el sitio con fijeza, 6
Y vi que estaba en el veril sombrío
Del valle del abismo doloroso,
Y ayas sin fin subían del bajío: 9
Era tan negro y hondo y nebuloso,
Que hundiendo con fijeza la mirada,
No alcanzaba su fondo tenebroso. 12
Mi guía con la faz amortajada,
Dijo: — "Bajemos á ese mundo ciego:
Primero yo: tú, sigue mi pisada." 15
Yo, que su palidez vi desde luego,
Respondí: — "Si el bajar á tí te espanta,
¿Quién á mi pecho infundirá sosiego?" is
22 DIMNA COMEDIA
— "Es la angustia, — dijo él — por pena tanta,
Y la piedad pintada en mi semblante;
No pienses que es temor que me quebranta. 21
"Vamos: el trecho es largo y apremiante."
Y entramos en el círculo primero,
Que ceñía el abismo colindante. 24
Aquí volvía el grito lastimero
De suspiros sin fin, mas no de llanto,
Que en aire eterno tiembla plañidero. 27
Era rumor de pena sin quebranto,
De hombres, niños, mujeres, numerosos,
Que en turba iban girando sin espanto.
30
— "Quiero sepas, que espíritus llorosos
Son esos que tu ves, — el Maestro dijo, —
Antes de ir á otros antros tenebrosos. 33
"No pecaron, ni el cielo los maldijo;
Pero el bautismo nunca recibieron.
Puerta segura que tu fe predijo. 36
"Antes del Cristianismo ellos nacieron;
No adoraron al Dios Omnipotente,
Y uno soy yo de los que así murieron. 39
" Por tal culpa aquí yacen solamente,
Y el castigo es desear sin esperanza
Piadosa remisión del inocente." 42
Un gran dolor al pecho se abalanza
Al hallar en el limbo tanta gente
Digna de la celeste bienandanza. 45
RL INFIERNO — CANTO IV 23
— " Dime, Maestro, dime ciertamente, —
— Pregunté, para estar más cerciorado,
De la fe cjue el error vence potente: — 48
"¿Salió de esta mansión algún penado,
Por méritos que el cielo le abonaba?"
Y comprendiendo el razonar velado, 51
Me respondió: — "Apenas aquí entraba,
Cuando miré venir un Prepotente
Que el signo de victoria coronaba. 54
"Sacó la sombra del primer viviente,
De su hijo Abel, y de Noé el del Arca,
Y de Moisés que legisló obediente; 57
"Con la de Isaac, la de Abrahan patriarca;
Y á Jacob con Raquel, por la que hizo
Tanto, y su prole; y á David monarca; 60
"Y muchos más á quienes dio el bautizo;
Que hasta entonces, jamás alma nacida
Subió de esta región al paraíso." 63
Sin parar nuestra marcha de seguida,
íbamos al través de selva espesa,
Digo, selva de gente dolorida. 66
Casi vencida la primera empresa,
Un fuego vi, que en forma de hemisferio
Vencía de la sombra la oscureza. 69
Sin comprender de lejos el misterio,
Bien pude discernir, siquiera en parte.
Que era de noble gente cautiverio. 72
24 DIVINA COMEDIA
— "¡Oh tú! que honras la ciencia á par del arte,
Quienes tienen tal honra y en qué nombre
De las almas la vida así se parte?" 75
Y respondióme: -" El caso no te asombre;
La fama que publica tu planeta
Se propicia en el cielo con renombre." 78
— "¡Honremos al altísimo poeta!
Su sombra vuelve á hacernos compañía" —
Clamó una voz, y se calló discreta. si
Al expirar la voz que así decía,
Vi cuatro grandes sombras por delante,
Que ni dolor mostraban ni alegría. 84
— "¡Míralos en su gloria fulgurante! —
Dijo el Maestro: — El que la espada en mano
Se adelanta á los otros arrogante, 87
"Es Homero, el poeta soberano:
El otro Horacio: Ovidio es el tercero;
Y el que les sigue se llamó Lucano. 9o
" Como cada uno cree merecedero,
El nombre que me dio la voz aislada,
Me honran con sentimiento placentero." 93
Así la bella escuela vi adunada
Del genio superior del alto canto,
Águila sobre todos encumbrada. %
Luego que hubieron departido un tanto.
Hacia mí se volvieron placenteros,
Y el Maestro sonrióse con encanto. 99
EL INFIERNO — CANTO IV 25
Mayor honor me liicieron lisonjeros;
Y dándome un lugar en compañía,
Kl sexto fui contado entre primeros.
102
Y así seguimos, hasta ver del día
La dulce luz, en cuento razonado,
Que es bien callar, y allí muy bien venía. ios
Un castillo encontramos, rodeado
Con siete muros de soberbia altura.
De un hermoso arroyuelo circundado. ios
Paso el arroyo dio cual tierra dura;
Siete puertas pasamos y seguimos
Hasta pisar de un prado la verdura. iii
Gentes de tardos ojos allí vimos.
De grande autoridad en su semblante,
Y que muy bajo hablaban, percibimos. 114
Montamos una altura dominante
Que campo luminoso dilataba,
Y que á todos mostraba por delante; 117
Y en el prado que todo lo esmaltaba
Los espíritus vi del genio magno,
Y de sólo mirarlos me exaltaba. 120
A Electra vi en un grupo soberano:
A Héctor reconocí, y al justo Enea;
Y armado, César, de ojos de milano. 123
Y vi á Camila, y vi á Pentisilea,
A la otra parte; y vide al rey Latino
Que con su hija Lavinia se parea. 120
26 DIVINA COMEDIA
Y vide á Bruto que expelió á Tarquino ;
Lucrecia y Julia y Marcia, y á Cornelia;
Y solo, aparte, estaba Saladino. 129
Y ante la luz que mi mirada auxilia,
Vi al Maestro que el saber derrama,
Sentado, en filosófica familia: 132
Todos le admiran: se honra y se le aclama,
De Platón y de Sócrates cercado,
Y de Zenón, y otros de excelsa fama: 135
Demócrito, que al caso todo ha dado
Diógenes, Anaxágoras y Tales,
Y Heráclito de Empédocles al lado; I38
Dioscórides, en ciencias naturales
El gran observador; y vide á Orfeo,
Y á Tulio y Livio y Séneca morales: i-n
Al sabio Euclídes cabe á Tolomeo;
Hipócrates, Galeno y Avizena,
Y Averroes de la ciencia corifeo. 144
Mas á todos nombrar fuera gran pena,
Y así, debo dejar interrumpido
Este discurso que no todo llena. 147
Quedó á dos nuestro grupo reducido:
Por otra senda me llevó mi guía
Del aura quieta al aire estremecido, 150
Para volver á la reij^ión sombría.
CANTO QUINTO
Segundo circulo del Infierno. -- Minos examina las culpas á la entrada, y señala
á cada alma condenada el sitio de su suplicio. — Círculo de los lujuriosos,
donde comienza la serie de los siete pecados capitales. — Franccsca de Rímini.
Así bajé del círculo primero,
Al segundo, en que en trecho más cerrado
Más gran dolor aulla plañidero. 3
Allí, Minos, horrible, gruñe airado;
Examina las culpas á la entrada:
Juzga y manda según ciñe el pecado. 6
Digo, que cuando el alma malhadada.
Ante su faz, desnuda se confiesa.
Aquel conocedor de la culpada, 9
Ve de que sitio del Infierno es presa,
Y se ciñe la cola, y cada vuelta.
Marca el grado á que abajo la endereza. 12
Presente hay siempre multitud revuelta:
Cada alma se declara ante su juicio;
La escucha, y al abismo baja vuelta. is
— "¿Qué buscas del dolor en el hospicio?
— Gritó Minos, mirando de hito en hito,
Y suspendiendo su severo oficio. - I8
2^ DIVINA COMEDIA
"¡Guay de quien fías, y no seas cuito!
¡No te engañe la anchura de la entrada!"
Y mi guía le dijo: — "¿A qué ese grito?
21
"No le interrumpas su fatal jornada:
Lo quiere así Quien puede y ha podido
Lo que se quiere. — ¡No preguntes nada!" 24
Ora comienza el grito dolorido
A resonar en la mansión del llanto,
Y el corazón golpea y el oído. 27
Era un lugar mudo de luz, en tanto
Que mugía cual mar embravecida
Por encontrados vientos, con espanto. 30
La borrasca infernal, siempre movida,
Los espíritus lleva en remolino,
Y los vuelca y lastima en su caída. 33
Y en el negro confín del torbellino.
Se oyen hondos sollozos y lamentos,
Que niegan de virtud el don divino. 36
Eran los condenados á tormentos,
Los pecadores de la carne presa.
Que á instintos abajaron pensamientos. 39
Cual estorninos, que en bandada espesa
l^n tiempo frío el ala inerte estiran.
Así van ellos en bandada opresa. 42
De acjuí, de allá, de arriba abajo giran,
Sin esperanza de ningún consuelo:
Ni á menos pena ni al descanso aspiran. 45
I'.L INI' II:RNü - CANTO V 29
Como las grullas que en tendido vuelo
Hienden el aire al son de su cantiga,
Así van arrastrados en su duelo, 48
Por aquel huracán que los fustiga.
— "Quiénes son, — pregunté, — que en giro eterno
El aire negro con furor castiga?" 51
— "La primera que ves en este infierno, —
Me dijo, — emperatriz fué de naciones
De muchas lenguas, con poder superno: 54
" De la lujuria insana las pasiones
Hizo su ley, para borrar la afrenta
Que en vida puso estigma á sus acciones: 57
"La Semíramis fué, de quien se cuenta
Que á Niño sucedió y fué su esposa.
Donde hoy el trono de Soldán se asienta. 60
" La otra que ves, se suicidó amorosa,
Infiel á las cenizas de Siqueo:
La otra es Cleopatra, reina lujuriosa." 63
Y á Helena vi, bello y fatal trofeo
De larga lucha, y víctima de amores
Al grande Aquiles, hijo de Peleo; 66
Y á Páris y á Tristán, y de amadores
Las sombras mil por el amor heridas.
Víctimas al morir de sus dolores. 69
Luego que supe las antiguas vidas.
Sentí de la piedad el soplo interno,
Quebrantado por tantas sacudidas. 72
30 DIVINA COMEDIA
— "Hablar quisiera con lenguaje tierno, —
Dije, — á esas sombras que ayuntadas vuelan,
Tan leves como el aire, en este infierno." 75
Y díjome: — "Por el amor que anhelan
Pídeles que se acerquen, y á tu ruego
Vendrán, cuando los vientos las impelan." tí
Y cuando el viento nos las trajo luego.
Interpelé á las almas desoladas:
— " Venid á mí, y habladme con sosiego." 8I
Cual dos palomas por amor llevadas
Con ala abierta vuelan hacia el nido,
Por una misma voluntad aunadas, 84
Así del grupo donde estaba Dido
Cruzaron por el aire malignoso.
Tan simpático fué nuestro pedido. 87
Y exclamaron: — "¡Oh! ser tan bondadoso,
Que buscas al través del aire impío
Las víctimas de un mundo sanguinoso! 90
'^Si Dios escucha nuestro ruego pío,
Por tu paz rogaremos en buen hora,
Pues (jue te apiada nuestro mal sombrío. 93
"Escuchando tu voz consoladora,
Diremos nuestra historia dolorida.
Mientras el viento calla, como ahora. 96
"Se halla la tierra donde fui nacida
En la marina donde el Po desciende.
Con secuaces en paz á su caída. 99
EL INFIERNO — CANTO V 31
" Amor, que el alma noble pronto enciende,
A este prendó de mi gentil persona,
Que quitada me fué, ¡cual aun me ofende! 102
" Amor que amado alguno amar perdona.
Me ató á sus brazos con placer tan fuerte.
Que como ves, ni aún muerta me abandona. 105
"Amor llevónos á la misma muerte.
— Al matador en vida, Caín espera." —
Las dos sombras me hablaron de esta suerte. ios
Al escuchar aquella ánima herida.
Bajé la frente, y el poeta amado,
— "¿Qué piensas? preguntóme, y dolorida 111
Salió mi voz del pecho atribulado:
— "¡Qué deseos, qué dulce pensamiento.
Les trajeron un fin tan malhadado!" ii4
Y volviéndome á ellos al momento,
Díjeles : — " ¡ Oh Francesca ! tu martirio
Me hace llorar con pío sentimiento! 117
'"¡Mas, del dulce suspiro en el delirio.
Como te dio el Amor tímido acuerdo,
Que abrió al deseo de tu seno el lirio?" 120
Y ella: — "¡Nada más triste que el recuerdo
De la ventura en medio á la desgracia!
4 Muy bien lo sabe tu Maestro cuerdo! 123
Pero si tu bondad aún no se sacia.
Te contaré como quien habla y llora.
De nuestro amor la primitiva gracia. 126
32 DIVINA COMEDIA
"Leíamos un día en grata hora,
Del tierno Lanceloto la aventura,
Solos, y sin sospecha turbadora. 129
"Nuestros ojos, durante la lectura
Se encontraron: ¡perdimos los colores,
Y una página fué la desventura! 132
"Al leer que el amante, con amores
La anhelada sonrisa besó amante,
Éste, por siempre unido á mis dolores, 135
"La boca me besó, todo tremante,
— ¡El libro y el autor. . . Galeoto han sido!. . .
— ¡Ese día no leímos adelante!" I38
Así habló el un espíritu dolido,
Mientras lloraba el otro; y cuasi yerto,
De piedad, me sentí desfallecido, I4i
Y caí, como cae un cuerpo muerto.
CANTO SEXTO
Tercer círculo del Infierno. — Tormentos de los glotones, en un pantano infecto,
azotados eternamente por una lluvia helada. — El Cancerbero — El florentino
Ciacco. — Reseña de algunos florentinos famosos. — Ciacco predice al Poeta las
desgracias de Florencia y su destierro. —El juicio final, la vida futura, las pe-
nas infernales y la perfectibilidad humana en el bien y en el mal. — Los dos
Poetas descienden al cuarto círculo.
Al retornar á la razón, perdida
De los tristes amantes al lamento,
Que de piedad llenó mi alma transida,
Nuevos atormentados y tormento
Miro en contorno, sea que me mueva,
Ó me revuelva ó busque abrigamiento.
Era el círculo tercio, fría greva
De eterna lluvia, habitación maldita
Dónde ninguna vida se renueva.
Grueso granizo allí se precipita,
Y nieve y agua negra en aire turbio
Pudre la tierra y todo lo marchita.
k
12
El Cerbero, animal feroz y gurvio.
Por sus tres fauces ladra de contino,
Y es de los anegados el disturbio. is
34 DIVINA COMEDIA
De negro hocico y ojo purpurino,
El vientre obeso y manos unguladas,
Muerde á las almas con furor canino. i»
Las sombras por las lluvias maceradas,
Ladran también cual can, y se resguardan
Unas contra las otras apiñadas, 21
Cuando el ataque del Cerbero aguardan;
Y al verle abrir la boca sanguinosa,
Temblorosas se esconden, y acobardan. 24
El Maestro con mano cautelosa,
Cogió tierra del suelo y arrojóla
Del Cerbero en la boca espumajosa. 27
Y cual perro que hartado por la gola
Sólo atiende á tragar el alimento,
Y acalla su canina batahola, 30
Así quedó el Cerbero endemoniado,
Que las almas aturde, con ladridos,
Que sordo ser quisiera el condenado. 33
Pasamos sobre sombras de afligidos
Que marchita la lluvia, y nuestra planta,
Hollando vanas formas de dolidos. 36
Del suelo, allí ninguno se levanta,
Y uno tan sólo se incorpora incierto
Al notar que mi paso se adelanta. 39
— "¡Oh, tú, que cruzas este infierno yerto!
— Me dijo — Reconóceme, yo era
Después de tu nacido triste muerto." 42
KL INMKKNC) — CANTO VI 35
Y yo á él: — "Tu angustia lastimera
Quizá te desfigura de tal suerte,
Que estás de mi memoria al pronto, fuera. 45
"Dime quien eres y porque la muerte
A este sitio te trajo de la pena,
Y si á la culpa cabe otra más fuerte." 48
Y respondió: — "La tu ciudad que llena
De vil envidia ya colmó su saco,
Me vio vivir allí vida serena. 51
"Los ciudadanos me llamaban Ciaco:
Por la dañosa culpa de la gula
Aquí me ves bajo la lluvia, flaco; 54
" Mas no tan solo mi alma se atribula,
Que todos estos igual pena lloran,
Por culpa igual que á pena se acumula." 57
Le repuse: — "Tus voces que me imploran
Me hacen, Ciacco, llorar con simpatía;
Mas di, sabes que espera á los que moran, 60
"En la ciudad que parte la porfía?
Si un justo tiene, y cual la causa sea
De su discordia y tanta bandería?" 63
Y él á mí: — "Tras de larga y cruel pelea
Los Blancos triunfarán por varias veces,
Proscribiendo de negros la ralea, 66
" Tres soles pasarán y entre reveses
Los Negros subirán con los adeptos
Que los halaguen; y con nuevas creces 69
36 DIVINA COMEDIA
"Por largo tiempo de mandar repletos
Al abatido oprimirán por ende, *
Con dolor y censura de discretos. 72
"Solo hay dos justos, que ninguno atiende:
La envidia, la soberbia y la avaricia
Son las tres teas que la furia enciende." 75
Calló la voz llorosa, sin caricia,
Y yo dije: — "Si quieres ser benigno
Bríndame tu palabra y da noticia 78
" De Arrigo y de Teguiao de fama digno.
De Rusticucio, Mosca y Farinata,
Y otros que bien obrar fuera el destino. 8I
" Dime si yacen en mansión ingrata;
Házmelos conocer, pues mucho anhelo
Saber si el cielo con bondad los trata." 84
— "Se hallan, — dijo, — con almas sin consuelo,
Por grandes culpas todos condenados:
Abajo los verás en hondo duelo. sz
" Cuando pises las playas anheladas
Del dulce mundo, piensa en mí, contrito;
Y no te digo más." — Y con miradas 90
Siniestras, me miró muy de hito en hito:
Cayó en el fango, doblegó la frente,
Y entre los ciegos se perdió el maldito. 93
Y el guía (lijóme: — "Tan solamente
Cuando suene la angélica trompeta
Despertarán ante su juez potente; 06
EL INFIERNO- CANTO VI 37
"Encontrarán su triste tunii)a (juieta;
Revestirán su carne y su figura,
Y el fallo eterno, oirán con alma inquieta." yy
Dejando atrás esta infernal mixtura
De lluvia y sombras, con el paso lento.
Nos ocupó tratar vida futura: 102
— "Maestro, — dije, — ¿este infernal tormento
Se aumentará, tras de la gran sentencia?
¿Será menor, ó acaso más violento?" 105
Y respondió — "Pregúntalo á tu ciencia,
Que quiere que los seres más perfectos
Sientan mejor el bien y más dolencia. ios
"Estos reprobos, entes imperfectos,
Si la alta perfección no han alcanzado.
Esperan mejorar cual los electos. " iii
Recorrimos el cerco condenado,
Hablando de otras cosas que no digo;
Y descendimos hasta el cuarto grado: ii4
Pluto está allí, del hombre el enemigo.
CANTO SÉTIMO
Cuarto círculo del Infierno dantesco, presidido por Pluto. — Virgilio y Pluto. —
La avaricia castigada.— Los avaros y los pródigos hacen rodar pesadas ma-
sas con el pecho. — Razonamiento de Virgilio sobre la fortuna y los agentes
celestes en la tierra. — Los dos Poetas descienden al quinto círculo. — La
laguna Estigia, donde yacen sumidos en el fango los iracundos. — El himno
de los tristes.
''/Pape Satán, pape Satán aleppef'
Grita Pluto con voz estropajosa;
Y el grande sabio, sin que en voz discrepe, 3
Me conforta diciendo: — "No medrosa
Tu alma se turbe, porque no le es dado
Impedir que desciendas á esta fosa." 6
Y al demonio feroz de labio hinchado
Le grita: — "Calla, lobo maldecido,
Y devora tu rabia, atragantado. 9
"No sin razón el viaje está emprendido:
Se quiere en lo Alto, do Miguel glorioso
Tomó vindicta del estupro infido." 12
Cual vela inflada de aire tormentoso,
Revuelta cae del mástil que ha flaqueado,
Así cayó en el suelo aquel furioso. 15
EL INFIERNO — CANTU Vil 39
Y descendimos hasta el cuarto grado,
Adentro del abismo doloroso,
Que todo el mal del mundo se ha tragado. is
— ¡Oh Dios! que en tu justicia, poderoso,
Amontonas cual vi, tanta tortura!
¿Por qué el fallo es aquí más riguroso? — 21
Cual de Scyla y Carybdis á la altura
Onda con onda choca procelosa,
Tal se choca esta gente en apretura. 24
Aquí una turba hallé más numerosa,
Que de una y otra parte en sus revueltas
Con el pecho empujaba clamorosa, 27
Pesos enormes ; y en continuas vueltas,
Volvían hacia atrás, cuando chocaban,
Gritando: (por qué agarras) por qtié sueltas) 30
Así en el cerco tétrico giraban
Del uno y otro lado retornando,
Y las mismas injurias se gritaban. 33
Y luego, el medio cerco contorneando,
Se chocaban de nuevo. — Yo afligido
Sentí el pecho, la lucha contemplando. — 36
Dije al Maestro: — "Por favor te pido
Me digas, si las sombras tonsuradas
Sacerdotes en vida acaso han sido." 39
— " Son vizcas, como ves, tan dementadas.
Cual fueron — dijo, — en vida torticeras,
Y en gastar su peculio inmoderadas. 42
40 DIVINA COMEDIA
"Claro lo ladran sus palabras fieras;
Y al venir de los dos puntos postremos,
Su opuesta culpa lleva á sus esferas. 45
"Esos sin pelo, que de un lado vemos,
Fueron clérigos, papas, cardenales,
Que la avaricia lleva á sus extremos." 48.
Y pregunté al Maestro: — "Entre estos tales,
¿Puedo quizá reconocer alguno
De los manchados con inmundos males?" 51
Y él: — "No podrás reconocer ninguno:
Su mala vida, si antes fueron albos,
Los cubre á todos con su tinte bruno. 54
" Eternamente chocarán no salvos,
Y aun en la tumba apretarán el puño
Los unos, y los otros serán calvos. 57
"Mal dar y mal tener si dan terruño,
Quitan el cielo, en riñas tan procaces,
Que no merecen de palabra el cuño. 60
"Así puedes ver, hijo, cuan fugaces
Son los bienes que alarga la Fortuna,
Y de que son los hombres tan rapaces. 63
"Todo el oro que está bajo la luna,
Y el que esa grey de sombras retenía
La paz no le dará siquiera á una." 66
Y yo insistí: — "Mas dime todavía:
Esa fortuna de que tanto me hablas,
¿Cómo aferra del mundo la cuantía?" 69
EL INFIERNO- CANTO VII 41
Y él sonriendo: - "¡Qué cuestión entablas!
Quiero hacerte mamar una sentencia,
¡Oh ignorante! y apúntala en tus tablas. 72
" El Sapiente, en su vasta trascendencia.
Hizo el cielo, y nombróle su regente,
Que en todo resplandece su alta ciencia. 75
"Distribuyó las luces igualmente,
Y así también al esplendor mundano
Una alta potestad dio providente. 78
"Esta, permuta vuestros bienes vanos
De gente en gente, y quita ó los conserva,
Maguer la previsión de los humanos. 8I
"A unos abate y á otros los preserva,
Según la voluntad que yace oculta,
Cual silenciosa sierpe entre la yerba. 84
"No toma en cuenta vuestra ciencia estulta,
Cuando juzga, dispone, da ó cercena.
Como deidad que solo á sí consulta.
"Ninguna tregua su carrera enfrena:
Necesidad su marcha multiplica.
Pues cada instante nueva cosa ordena.
" De mala fama el mundo la sindica,
Cuando debiera tributarle culto,
Y el vulgo la maldice y crucifica.
87
90
93
" Pero ella es buena y sorda al torpe insulto.
Leda con las criaturas primitivas,
Gira su rueda en medio del tumulto. 96
42 DIVINA COMEDIA
"Entramos á región más aflictiva:
Ya bajan las estrellas que alumbraban,
Y la jornada debe ser activa."
Cruzamos los ribazos que cerraban
Los dos cercos, y hallamos una fuente
De hirvientes aguas turbias, que bajaban
99
102
Por un barranco abierto en la pendiente:
Orillando su margen enfangada,
Descendimos por vía diferente. io5
Esta triste corriente, despeñada,
Forma en oscura playa maldecida
La laguna de Estigia nominada.
108
Yo miraba con vista prevenida,
Y vi gente fangosa en el pantano.
Desnuda y con la faz de ira encendida. ni
Golpeábanse entre sí, no con la mano,
Mas con los pies, el pecho y la cabeza,
Y se mordían con furor insano. n+
El buen Maestro dijo: — "Aquí está presa
La grey de poseídos por la ira:
Pero quiero que sepas con certeza, ii7
"Que bajo el agua hay gente que suspira,
Y la hace pulular, cual ahora vimos,
Por donde quiera que la vista gira. 120
"Del fango claman: ''Siempre tristes fuimos!
''/En aire dulce dofide e¿ Sol se alegra
" De humo acidioso en lo interior vivimos! i2.<
EL INFIERNO — CANTO VII 43
^'¡Tristes lloramos en la charca negra T —
Este himno balbuceado en voz traposa
Con el acento del dolor se integra." 126
Por el contorno de la inmunda poza
Un arco describiendo, así giramos,
Viendo la turba que en el fango goza. 129
Y de elevada torre al pie llegamos.
CANTO OCTAVO
Los dos Poetas llegan al pie de una torre elevada, y ven brillar en ella una luz
de señal á que responde otra lejana. — Flegias acude con su barca para tras-
portarlos por la Estigia á la ciudad infernal de Dite. — En el tránsito encuentran
á Felipe Argente enfangado. — Los demonios de la ciudad maldita se oponen
furiosos á su entrada. — El Maestro asegura "(jue saldrá triunfante de la prueba,
porque el auxilio divino está cercano.
Digo, que prosiguiendo la jornada,
Luego que de la torre al pie vinimos,
Fijamos en su cima la mirada. 3
Dos lucecillas encenderse vimos,
Y otra que á ellas al punto respondía,
Tan lejana, que apenas distinguimos. 6
Y aquel mar de total sabiduría
Interrogué: — "Con quiénes corresponde
Esta luz? quién las otras encendía?" 9
— "Ya puedes ver, -mi guía me responde, —
Lo que a(|uí nos espera, si ese velo
De brumas del pantano, no lo esconde." 12
Como el arco des[)¡cle flecha á vuelo,
Que el aire hiende toda estremecida.
Miré venir un frágil haríjuichuelo 15
KL INFIERNO --- CANTt) VIII 45
Surcando la laouna corrompida,
(johernado por un solo remero,
Oue gritaba: "¡Llegaste alma perdida!" ik
— "Flegiavs! Flegias! — en vano, vocinglero,
Serás por esta vez; — le dijo el guía,- -
Nos pasarás tan solo al surgidero." 21
Como quien engañado se creía,
Burlado, Flegias al tocar la orilla,
Sofocaba el furor que en sí tenía. 24
Descendió mi Maestro á la barquilla,
Y me hizo entrar después junto á su lado.
Mas sólo con mi carga hundió la quilla: 27
Así que el leño hubimos ocupado,
Fué por la antigua proa el agua abierta
Con surco más profundo y nunca usado. 30
Mientras cruzaba por el agua muerta,
— "¿Quién eres tú que vienes antes de hora?
Uno lleno de fango, clamó alerta. 33
Yo repuse: — "Si vengo, es sin demora. —
¿Mas tú, quién eres, ser embrutecido?"
Y él: - "Mírame! yo soy uno que llora!" 36
Y yo á él: — -'En luto, maldecido
Quédate con tus llantos inhumanos ;
Te conozco, aun de barro ennegrecido." 39
De la barca se asió con ambas manos,
Y el guía dijo, pronto en el rechazo:
— "¡Vete do están los perros, tus hermanos!" 42
5
46 DIVIXA COMEDIA
Luego ciñó mi cuello en un abrazo,
Y me besó diciendo: — '*¡Alma briosa
Bendita sea quien te dio el regazo! 45
" Ese que ves, un alma fué orgullosa
Sin la bondad que abona la memoria ;
Por eso vaga así, sombra furiosa. 48
"¡Cuántos reyes de necia vanagloria,
Como cerdos que buscan el sustento.
Vendrán aquí, dejando vil escoria!" 5i
— "Maestro, — dije - fuera gran contento,
Hundirse verle en el inmundo cieno
Antes de que alcancemos salvamento/' S4
— "Antes que toques puerto más sereno,
— Me dijo — quedarás bien complacido;
Tu deseo será del todo lleno." ?7
Poco después vi al ente maldecido
Despedazado por fangosa gente.
¡Momento que por mi fué bendecido!
60
Gritaban todos: — "A Felipe Argente!"
Y el florentino espíritu, furioso.
En sí propio clavaba el fiero diente. 63
Lo dejamos; y hablar de él es ocioso.
Mas un clamor golpeábame el oído,
Y abrí los ojos, y miré anheloso. 66
Y el Maestro me dijo: — "Hijo querido,
Es la ciudad de üite; en insosiego
La habita inmenso pueblo maldecido. 6^
EL INFIERNO -CANTO VIII 47
— "Ya veo sus meztjuitas, — dije luego —
Kn el fondo del valle, enrojecidas
Cual si salieran del ardiente fuego." 72
Y él respondió: — "Están así encendidas
Por los eternos fuegfos tormentosos
Que afocan sus entrañas maldecidas." 75
Cuando alcanzamos los profundos fosos
Que cierran esta tierra desolada,
Creí de fierro sus muros poderosos. 78
No sin andar aún larga jornada,
Llegamos do el remero gritó, alerto:
— "Vamos! Afuera! Estamos en la entrada!" si
Como llovidas desde cielo abierto,
Vi almas mil, gritar airadamente:
— "¿Quién es aquel, que vivo, sin ser muerto, 84
"Va por el reino de la muerta gente?" —
Y mi guía, sereno en el empeño.
Hizo señal de hablar secretamente. 87
Y gritaron, depuesto un tanto el ceño,
— "Ven tusólo. Quien tuvo la osadía
De entrar vivo á este reino, sea dueño, 90
" De retornar por la extraviada vía.
Si es que lo puede; y tú que le has guiado,
Quédate siempre en la mansión sombría."
93
Piensa corno quedé desconsolado,
Oh lector! al oír esta sentencia!
Pensé no ver ya más al suelo amado! 96
48 DIVINA COMEDIA
— "¡Oh mi guía! que has sido providencia
Al través de este mundo pavoroso,
Del peligro salvando mi impotencia, 99
"¡No me abandones! — díjele afanoso, —
Y si avanzar no fuese permitido,
Vuelve hacia atrás con paso presuroso." 102
Y él, que aparte me había conducido,
Me dijo: — "Nada temas, nuestro paso
No puede ser por malos impedido. 105
"Espera aquí: reposa el cuerpo laso;
Tu ánimo fortalezca la esperanza;
No pienses te abandone así al acaso." ios
Y fuese el dulce padre con bonanza,
Y yo quedé en soledad sombría,
Entre el sí y entre el no de la confianza. iii
No pude oír que cosa les decía,
Pero temí de pronto algún siniestro
Al ver que aquella gente se escondía. 114
Las puertas le cerraron al Maestro
Sobre el pecho, con golpe estrepitoso;
Y á mí volviendo con el paso indiestro, 117
Con mirar abatido, no orgulloso,
Al suspirar, exclama ensimismado:
"Quién me arroja del antro doloroso? 120
\ díjome: — "Aunque me ves airado,
No temas nada; venceré esta prueba.
Sea (|uicn fuere el (¡ue se oponga osado. 12^
EL INFIERNO — CANTO VIH 49
" Esa arrogancia, para mí no es nueva:
Me la mostraron en la negra entrada
Que cerradura para mi no lleva. ur,
" Viste allí la leyenda pavorosa
De muerte. Viene el que abrirá la puerta
Bajando solo á esta región sombrosa. 129
"Sigue: la fortaleza será abierta.'
CANTO NOVENO
Virgilio narra al Dante su anterior bajada á los Infiernos, y le explica los cua-
tro grados más que hay que descender. — Aparición de las Furias en lo alto de
la torre de Dite, que llaman á Medusa. — Virgilio tapa los ojos del Dante para
preservarlo de la vista maléfica de la Gorgona. — Aparición de un ángel que
interviene en favor de los Poetas y abre con un golpe de su vara las pueftas
cerradas de Dite. — Bajada de los Poetas al sexto círculo. — Los incrédulos y
los heresiarcas. — Tumbas ardientes con las tapas levantadas, donde yacen los
sectarios del error.
Mi palidez que el miedo reflejaba
Al ver que mi Maestro se volvía,
Contuvo la expresión que le turbaba. 3
Como quien oye y mira, así tendía
Su mirada, no larga en el alcance.
En niebla espesa y en la noche umbría. 6
— "Pues vencer es forzoso en este lance...
A menos que. . . — prorrumpe, — está ofrecido. . .
Mucho tarda el auxilio en este trance!" 9
Bien comprendí que estaba confundido,
Pues sus vagas palabras encerraban,
Doble contradicción en su sentido; t2
Pero, ellas, por lo mismo me alarmaban,
Y yo les di el sentido temeroso
Que tal vez más peligros ocultaban. i5
EL INMlíRNÜ — CANTO IX 51
— "¿Al fondo (le este abismo misterioso
Alguno descendió del primer grado,
Sin otra pena cjue esperar dudoso? i8
"¿Y quiénes?" — El Maestro interrogado,
Respondió : — " Pocas veces como ahora
Hemos este camino transitado. 21
" Verdad, que alguna vez y en otra hora,
Bajé al conjuro de la Ericto cruda,
De sombras, á sus cuerpos llamadora. 24
"Mi alma estaba de carne ya desnuda
Cuando ella me hizo traspasar, el muro.
Buscando un alma en la mansión de Juda. 27
"Es el cerco más bajo y más oscuro,
El más lejano de los altos cielos ;
Mas conozco el camino: está seguro.
" Este pantano con inmundos velos
Envuelve en torno la mansión doliente
Donde no se penetra sin desvelos."
Si algo más dijo, no lo tengo en mente.
Pues de mis ojos la atención llamaban
Los resplandores de la torre ardiente;
Y tres furias que súbito se alzaban,
Tintas en sangre, de espantosas formas.
Que miembros femeniles semejaban:
^0
^3
^6
39
Ceñido el vientre de hidras muy verdosas,
Y en las sienes, cual sueltas cabelleras
Cerastos y serpientes venenosas. 42
52 DIVINA COMEDIA
Y él, que reconoció las mensajeras
De la que es reina del eterno llanto,
Díjome: — "¡Guarda! las Erinis fierasi +5
"Esa es Megera, de siniestro canto;
Alecto es la otra que á la diestra llora;
Y en medio Tisifone. — Calla en tanto!" 48
Laceraban con uña torcedora
Sus pechos, y con furia tal gritando,
Que me acogí á mi sombra protectora. ,=;i
— "¡Venga Medusa! — grítannos, mirando: —
¡Será de dura piedra frío bulto.
De Teseo el asalto vindicando!" 54
— "Vuelve á la diestra, con el rostro oculto;
Porque si viene y ves á la Gorgona,
De este lugar no subirás exulto." 57
Así mi guía habló, y mi persona
Hace girar, me coge de las manos
Y mis ojos cerrados precauciona.
60
— ;Oh los que sois de entendimiento sano.
Comprended la doctrina que se encierra
De mi velado verso en el arcano! — 63
Sordo rumor que el corazón aterra
Las ondas turbias puso en movimiento,
Y estremecióse con fragor la tierra: 66
No de otro modo el encontrado viento
Que del verano mueven los ardores.
Sacude el bosque en sojilo turbulento; 69
I-L INFIERNO— CANTO IX 53
Los gajos troncha lleno de furores,
Y en polvareda los arrastra envueltos
Haciendo huir á fieras y pastores. 72
Dejóme entonces ambos ojos sueltos
Mi guía, y dijo: — "\'^e la antigua espuma
En esos humos densos y revueltos." i?.
Como las ranas cuando ven contigua
A la serpiente que se avanza astuta.
En fango ocultan su cabeza exigua, ta
Así también toda la turba hirsuta
Huyó delante de uno que avanzaba
Marchando por la Estigia á planta enjuta. 8I
Del rostro, el aire espeso se apartaba
Con la siniestra mano hacia adelante,
Y al parecer, sólo esto le cansaba. 84
Comprendí que del cielo era anunciante,
Y el Maestro, al mirarle, me hizo seña
De quedo estar, y me incliné tremante. 87
En torno suyo todo lo desdeña:
Llega á la puerta, y con varilla leve
La abre al instante, y del umbral se adueña. 90
— "¡Desterrados del cielo! raza aleve!
— Así exclamó sobre el umbral terrible, —
¿Qué loco intento esta arrogancia mueve? 93
'•La voluntad de Dios es invencible:
¿Por qué ponéis vuestro destino á prueba
Ante el que mide hasta la pena horrible? 96
54 DIVINA COMEDIA
"¿Quién contra su alto fallo se subleva?
Recordad, que pelado todavía
Cuello y hocico el cancerbero lleva." 99
Y retornóse por la inmunda vía
Sin fijarse en nosotros, con semblante
Que un cuidado más íntimo mordía 102
Que el presente que estaba por delante. —
Nos dirigimos á la ignota tierra,
Fiados en su palabra dominante, 105
Adonde entramos sin señal de guerra;
Y yo, anhelando conocer el centro
Y lo que aquella fortaleza encierra,
108
Al encontrarme de sus puertas dentro.
Giro los ojos, y una gran campaña
Llena de duelo y de tormento encuentro. iii J
Como en Arles, do el Ródano se encaña,
Y en Pola de Quarnaro, se relevan,
En el confín que á Italia cierra y baña, lu
Viejos sepulcros que el terreno elevan,
Tal aquellos sepulcros se elevaban;
Pero de más crueldad señales llevan. U7
Las llamas de uno á otro serpenteaban,
Y en fuegos más intensos abrasados
Que los que el hierro funden, se inflamaban. 120
Los sepulcros estaban destapados,
Y del fondo salían clamorosos
Los lamentos de tristes torturados. 123 ^
EL INFIERNO — CANTO IX 55
Pregunté: — "¿Quiénes son los dolorosos
Que sepultados en ardientes arcas
Hacen oír gemidos tan penosos?" 126
Y me dijo : — " Ahí están los heresiarcas,
Y turba de secuaces blasfemante,
Y que son más de los que en mente abarcas. 129
"Ahí están, semejante y semejante;
Sus tumbas más ó menos son ardientes."
Y girando á la diestra, fué adelante lu
Entre muros y tristes penitentes.
CANTO DÉCIMO
Siguen los dos Poetas su camino entre los muros y los sepulcros. — Dante mani-
fiesta el deseo de hablar con uno de los sepultados allí. — Una sombra que se
alza de uno de los sepulcros ardientes le llama. —La aparición de Farinata
degli Uberti. — Mientras habla Farinata con Dante, aparece la sombra de Ca-
valcante Cavalcanti, que pregunta por su hijo, amigo del Dante. — Vuelve á
hundirse en el sepulcro pensando que su hijo hubiese muerto. — < Sigue el diálo-
go entre Dante y Farinata, en que éste predice oscuramente su próximo des-
tierro al primero
Ora el Maestro sigue estrecha calle,
Y yo sigo á su espalda con retraso,
Entre el muro y los mártires del valle. 3
— "Suma virtud, — prorrumpo, — que mi paso
Guías en cerco impío cual te place,
Responde á mi deseo en este caso. 6
"¿Puede verse la gente que aquí yace?
Cada tapa se encuentra levantada,
Y nadie guardia á los sepulcros hace." 9
Y él: — "Cada tumba quedará cerrada,
Cuando del Josafá el cuerpo yerto
Vuelva á buscar el alma abandonada. 12
" Yacen a(iuí los que creyeron cierto
Con Kpícuro y todos sus secuaces,
Que el alma muere con el cuerpo muerto. 15
I-L INI'IERNO -- CANTO X 57
" En cuanto á l.i pregunta que tú me haces,
Y aun í'i la cjue me callas, prontamente,
Satisfarán las tumbas, cuando pases." I8
Y yo: — "Te abro mi pecho plenamente:
Si acaso soy conciso en mi discurso,
En esto sigo tu lección prudente. " 21
— " ¡ Oh Toscano que sigues vivo el curso
De esta mansión de fuego, tan discreto.
Deten en este sitio tu trascurso; 24
"Tu locuela me dice tu secreto:
Has nacido en la tierra bien querida,
De que tal vez de males hice objeto." 27
De súbito, de un arca encandecida
Salió esta voz, y yo, tímidamente,
Junto á mi guía procuré guarida. 30
El me dijo: — "Retorna diligente;
Contempla á Farinata levantado:
Entero está, mostrando cinto y frente." 33
Yo, mi rostro tenía én él fijado:
El erguía su pecho y su cabeza,
Como en desprecio del infierno airado. 36
El Maestro me impele con presteza
Hacia la tumba, y dice cauteloso:
— "En tus palabras pon gran sutileza!" 39
Al llegar á la sombra, temeroso,
Demandó: — "¿Quienes fueron tus abuelos?" —
Mirándome con gesto desdeñoso. -12
58 DIVINA COMEDIA
Yo que de obedecer tenía anhelos
No le oculté lo que saber deseaba,
Y él contrajo las cejas con recelos. 45
Luego me dijo: — "Cuando yo bregaba,
Fueron tus padres fieros adversarios: —
Tu familia por mí fué desteriada." 48
— " Si fueron exilados por contrarios,
--Le respondí — volvieron del destierro: —
Este arte no aprendieron tus sectarios." 51
Surgió del borde de aquel duro encierro
Otra sombra, mostrando la cabeza,
Y estaba arrodillada, si no yerro, 54
Cual si esperase ver, de duda presa,
Algún otro mortal; y defraudado
Viendo su anhelo, dijo con tristeza: 57
— " Tú que cruzas el mundo condenado
A que por alto ingenio has descendido,
¿Por qué no te acompaña mi hijo amado .^ 60
Y yo á él: — "No solo aquí he venido:
Ese que ves allí, mis pasos guía,
A quien tal vez menospreciaba Guido." 63
Su palabra, el dolor cjue le afligía
Revelaban el nombre del que hablaba.
Por eso respondí con tal certía. 66
I )e súbito clamó : — " ^* Menospreciaba ?
Dijiste? Mi hijo no disfruta ahora
La dulce luz que el ojo le alumbraba?" 69
EL INFIERNO — CANTO X 59
Notari'lo á su pregunta m¡ demora,
Se desplomó en su fosa, lastimero,
Y más no v¡ su faz conmovedora. 72
Pero el otro magnánimo, el primero
Que me llamara, sin mudar semblante
Ni doblar la cerviz, alzóse fiero, 75
Y continuó: — "Si un arte semejante
No aprendieron los míos en su vida,
Más me duele que el lecho atormentante. 78
'• Cuando cincuenta veces encendida
Gire su luz la reina de este imperio.
De tu arte la virtud verás fallida. 8I
"Y tú al salir del mundo del misterio,
Di ¿por qué el pueblo en leyes sin templanza
Contra los míos decretó el dicterio?" 84
Y yo: — "Por el ejemplo y la matanza
Que enrojeció del Arbia la corriente,
Se reza en nuestro templo la venganza." 87
Sacudió la cabeza, tristemente:
Y dijo: — "Solo, allí no estuve,— y cierto,
No sin razón me puse frente á frente. 90
" Empero, solo estuve en el acierto.
Cuando quisieron arrasar Florencia,
Y solo yo me opuse á rostro abierto." 93
— "¡Pueda gozar de paz tu descendencia!
— Le dije, — Mas desata prevenido
El nudo que reata mi conciencia. 96
OO DIVINA COxMEDIA
"Paréceme, si acaso bien te he oído,
Que tu vista los tiempos ultrapasa,
Aunque el presente se halle oscurecido." 99
— "Miramos, como el que es de vista escasa,
Dijo, — más solamente lo lejano.
Que aún esta luz del cielo nos abrasa. 102
"Lo que existe ó apremia de cercano,
Nuestro intelecto, á penetrar no acierta
Para saber de vuestro estado humano. 105
" Y bien comprendes, yacería muerta
Nuestra conciencia, desde el mismo instante
Que nos cerrara el porvenir su puerta." 108
Entonces, de mi culpa contristante.
Repuse: — "Le dirás á ese caído
Que su hijo de la luz es habitante; iii
" Y que si mi respuesta he contenido.
Fué, porque mi cabeza preocupaba
La duda que tú me has esclarecido." ii4
Mas viendo que el Maestro me llamaba.
Le demandé, — razones abreviando —
Decirme quien allí le acompañaba. 117
— "Más de mil - dijo — están aquí penando:
Con Federico, al cardenal contiguo,
Y otros que ni nombrar (juiero, callando." 120
Y se acostó en su tumba, y al antiguo
Poeta, me dirijo, meditando
Esta amenaza de sentido ambiguo. i2<
EL INFIERNO — CANTO X 61
Al seguir por la vía caminando,
Me pregunta: — "¿Por qué tan afligido? " —
Y sin reserva el corazón expando. 120
— " Guarda en tu mente lo que aquí has oído,
Aún contra tí, — me ordena sabiamente. —
Ora atiende, — agregó con dedo erguido. — 129
"Cuando el ojo te alumbre dulcemente
De LA que ve en el viaje de tu vida.
Tú sabrás tu destino ciertamente." 132
A la izquierda del muro, de seguida.
Tomamos, por sendero que llevaba
A hondo valle de atmósfera podrida, 135
Cuya hediondez del fondo reventaba.
CANTO UNDÉCIMO
Primer recinto del círculo sétimo, de cuyo fondo se desprenden hediondas exha-
laciones.—Tumba del Papa Anastasio.— Virgilio explica á Dante la condición
de los tres círculos que tiene que recorrer, según el orden y la gravedad de los
pecadores y de los pecados. — En el primer círculo á recorrer que es el sétimo
en el orden general del Infierno, están los violentos. — El segundo círculo, ó sea
el octavo en el mismo orden general, es el de los fraudulentos, dividido en tres
girones, en cada uno de los cuales son atormentados otras especies de violentos.
— El tercer círculo, ó sea el noveno, es el de los traidores, dividido en cuatro
departamentos concéntricos. — Virgilio explica á Dante la categoría de los pe-
cados según la distinción escolástica.
Llegamos al reborde de una altura
De peñascos enormes circundada,
Donde se encierra una mayor tortura. 3
La hediondez que del fondo reventaba
Nos obligó á buscar sitio abrigado
Tras un peñón que un túmulo marcaba. 6
— "Aquí el Papa Anastasio está enterrado,
A quien desvió Fotín de su camino." —
Este epitafio estaba allí grabado. 9
— "Conviene descender con mucho tino,
— Dijo el Maestro, — á fin que nuestro olfato
A este aire se acostumbre tan dañino." 12
— "Compensa, dije, — este momento ingrato,
— Y el tiempo aprovechemos útilmente."
Y él:— "En eso pensaba. — Oye el relato. — 15
EL INFIERNO — CANTO XI 63
" Hijo mío, este círculo doliente
Tres circuitos comprende bien graduados,
Cual los que antes bajamos en pendiente. ih
••Están llenos de espíritus malvados:
Y que te baste al verlos en su duelo
Saber como y por qué son castigados. 21
^•Toda maldad es repugnante al cielo,
Y sobre todo el fraude y la violencia
Que á otros causa desgracia ó desconsuelo. 24
"Y como vuestra humana fraudulencia
Más desagrada á Dios, los fraudulentos
Sufren en proporción mayor dolencia. 27
'' En el primero, yacen los violentos,
Y purgan tres delitos diferentes,
Divididos en tres compartimentos. 30
" A Dios, á sí y al prójimo, inclementes,
Los hombres atropellan y las cosas,
Cual te dirán razones evidentes. 33
" Muerte violenta, herida dolorosa
En sí y en los demás, y en heredajes
Ruinas, incendio, expoliación dañosa; 36
^' El homicidio, el que comete ultrajes
Hiriendo ó depredando, es tormentado
En el primer girón, según linajes.
39
"El hombre que á sí mismo se ha matado,
No le vale el estar arrepentido,
Y en el girón segundo está enclavado. 42
64 DIVINA COMEDIA
" Quien se priva del mundo en que ha vivido,
Y el que juega ó disipa patrimonio,
Llora la dulce dicha que ha perdido. 45
"Se hace violencia á Dios, cuando el demonio
Nos hace blasfemar, dando al olvido
De bondosa natura el testimonio. 4»
"Y yacen en girón más reducido
Con signo de Cahors y de Sodoma^
Los que en desprecio á Dios le han ofendido, 51
" Sigue el fraude, que muerde cual carcoma,
De que la buena fe no se recata,
Y al desconfiado de sorpresa toma; 54
"Porque es fraude alevoso, que desata
El vínculo de amor que hace natura.
En el segundo cerco se maltrata: 57
" La hipocresía, el robo, la impostura,
Lisonja, augurios, dolo, simonía,
Y rufianes, y toda acción impura. 60
" Y como el fraude aleve desafía
La ley de la natura, contra fianza
Que el mutuo acuerdo hace nacer y cría, (^^
" Bajo Ditc, hasta el fondo que se alcanza
Del universo, gimen los traidores
En consunción, perdida la esperanza." 66
Y yo: — "Son tus palabras resplandores
Que alumbran este abismo tenebroso,
Y el rigor de estos grandes pecadores. t>9
i:l infierno -canto xi 65
"Mas dime: los (jue en laj^o cenagoso,
Que lluvia y viento azotan duramente,
Y chocan en lenguaje tan furioso, 72
"Por qué no están en la ciudad ardiente
Si los castiga del Señor la ira?
Si no ¿por qué es la pena diferente?" is
Y de él á mí: — "¡Cuál tu magín delira!
Niegas la ley que todo lo calcula
Porque tu mente vacilante gira. 7s
"Olvidas la lección que se formula
En tu Etica, que encierra tanta ciencia,
Que en tres grados los crímenes regula: 8I
"Bestialidad, malicia, incontinencia.
La incontinencia acaso es más solvente?
Ofende á Dios con menos reverencia? 84
" Si meditas el punto atentamente,
Y recuerdas los tristes condenados
Que más arriba están en penitencia, 87
"Ya verás porque se hallan separados
Estos perversos, que justicia eterna
Martilla con sus golpes más airados. " 90
— "Oh sol! que sanas toda vista interna!
Es tu elocuencia para mí tan grata,
Que en dudar y saber el gozo alterna. 93
"Mas explica, — añadí, — si no es ingrata
Esta tarea ¿por qué á Dios la usura
Es más odiosa? — El nudo me desata." 96
66 DIVINA COMEDIA
— "Filosofía, enseña, al que la apura,
— Replicóme, — y en más de una sentencia, —
Cual procede en su curso la natura 99
"Del arte, en la divina inteligencia:
Y hallarás, con tu Física en la mano,
Con solo hojear su texto, la evidencia, 102
" Que el arte vuestro tentaría en vano
De ser más que discípulo obediente,
Que es cual nieto de Dios el arte humano. 105
" El Génesis lo dice claramente
En su principio: Trabajar la vida
Y progresar con ánimo valiente. ic»
" Ya ves como la usura maldecida
Viola el precepto, y más á Dios ofende.
Pues de natura la lección olvida. iii
"Mas el Carro hacia Coro ya desciende,
Y me place seguir nuestra jornada
Al ver á Piscis que al oriente asciende; 114
Que larga del tramonte es la bajada."
CANTO DUODEOJ-lIO
La bajada del sétimo círculo. — El Minotauro de Creta, guardián de los violen-
tos.— Virgilio recuerda el estado de la bajada antes de que pasase por ella
el Cristo á los Limbos del Infierno para rescatar las almas selectas. — El río
de sangre, en que yacen sumergidos los violentos contra el prójimo y los tira-
nos sanguinarios, asaetados por una legión de Centauros. — Los Poetas siguen
su camino por la margen del río sangriento conducidos por el Centauro Neso
que hace la enumeración de los tiranos. — El vado del río de sangre, acrecen-
tado por las lágrimas de los condenados.
Llegamos al lugar de la bajada,
Y es tan hondo y alpestre su barranco
Que la vista rehuye horrorizada. ?
Como el derrumbe, que de Adige al franco
De este lado de Trento, se desploma
Por terremoto ó sin apoyo franco, 6
Y de lo alto del monte en que se aploma,
Al contemplar aquel despeñadero
No ve camino alguno el que se asoma, 9
Tal la cuesta de aquel derrocadero,
En cuya cima rota está acostado
El oprobio de Creta, monstruo fiero, 12
Que en torpe y falsa vaca fué engendrado,
Y al mirarnos, mordióse furibundo,
Por impotente rabia devorado. 15
68 DIVINA COMEDIA
El sabio le gritó: — ''Engendro inmundo,
¿Piensas mirar al príncipe de Atenas
Que con su mano te inmoló en el mundo ? i8
"Anda bestia! quien cruza tus arenas,
No ha tomado lecciones de tu hermana:
Viene tan sólo á ver las grandes penas." 21
Cual hosco toro, que en su rabia insana
Rompe sus lazos al sentirse herido,
Y en brincos torpes al morir se afana, 24
El Minotauro se sintió vencido:
Y el guía me previno: — "Salva el paso
Mientras el monstruo brama enfurecido." 27
Y descendimos por sendero eriazo.
Entre espeso pedrisco que rodaba
Bajo la nueva carga de mi paso. 30
Iba pensando, y él, en tanto hablaba:
— " Tu mente acaso por las ruinas gira,
Que la domada bestia mal guardaba. 33
" Quiero que sepas, que en la antigua gira
Cuando bajara al fondo del infierno.
Rota no era la roca que te admira; 36
" Pero poco antes, según bien discierno.
Que AQUEL viniere, y hubo rescatado
Grandes almas de Dite, á lo superno, 39
"Tembló todo este valle soterrado;
Pense (|ue el l^niverso palpitara
Por el amor, que algunos han pensado 42
i:l infierno — canto xii 69
"Una vez más el mundo al caos tornara;
Y entonces fué cuando esta vieja roca
Acjuí, y aun más allá, se derrumbara. 45
" Mas mira en hondo valle, que ya toca
Nuestra planta, ese río sanguinoso
Do la violencia hirviendo se sofoca." 48
— i Ciega codicia, dementor furi oso,
Que aguijonea pasajera vida
Y se abisma en tormentos sin reposo! — 5i
Amplia fosa vi en arco contraída;
Cual la que el llano todo circundaba,
Según dijo mi escolta prevenida. 54
En torno de ella una legión giraba
De Centauros, armados de sus flechas,
Como en el mundo á caza se aprestaba. ^i
A) vernos descender por estas brechas,
Se desprendieron tres en el momento, .
Con las saetas hacia nos derechas; 6o
Y uno nos grita: — ''¿Cuál es el tormento
Que buscando venís?" — y el arco apresta
Con gesto que responde al fiero acento. 63
Y el Maestro repuso: — "La respuesta
Daremos á Quirón, no á tí, poseso
De la violencia que pesar te cuesta." 66
Tocóme el hombro, y dijo: — "Mira á Neso,
Que murió por la bella Deyanira
Y en sí mismo vengó su loco exceso. 69
70 DIVINA COMEDIA
"Ese del medio, que su pecho mira,
Es el grande Quirón, ayo de Aquiles;
El otro es Polos, que palpita en ira. 72
" Esos que en torno al foso van por miles,
Asaetean las almas anegadas
Que exceden,- según culpa, sus perfiles." 7S
Cerca ya de estas fieras agitadas,
Quirón coje una flecha con que choca
Sus barbas, que echa atrás de las quijadas; 78
Y descubierto que hubo su gran boca,
Dijo á los suyos: "Quién es el que advierto
Que mueve todo cuanto al paso toca? si
" De ese modo no marcha el pie de un muerto."
Y mi guía, que el pecho había tocado
De aquel monstruoso natural concierto, 84
Le respondió: — "Un vivo que ha bajado
Hasta el fondo del valle tormentoso,
No por placer, mas por deber llamado. 87
"Una santa, que el cántico glorioso
Suspendió de aleluya, dio este encargo:
No es un ladrón, ni soy un criminoso. x)
"Por esta gran virtud, que sin embargo
Mueve los pasos míos, dame un guía
Que de enseñar la ruta se haga cargo, 93
" Y nos indiíjue el paso de la vía,
Llevando á la gurupa este viviente.
Que no es sombra que al aire desafía." 96
KL INI' II:RN0 - CANTO XII 71
Quirón volvió Ti l;i dicstr.i prontamente,
Y dijo á Neso : — "Guárdalos cuidoso
Contra (juicn detener su marcha intente." •/;
Con tal escolta, á paso presuroso
Recorrimos aquel lago bermejo,
De condenados sitio doloroso, 102
Que á unos la sangre llega al entrecejo;
Y el gran Centauro dice: — "Son tiranos
De sangre y robo por su mal consejo,
"Que así lloran sus daños inhumanos:
Alejandro, Dionisio de alma fiera,
Que tristes años dio á los sicilianos;
105
108
"Y esa frente de negra cabellera.
Es Azzolino ; el rubio que está al lado,
Obizzo de Este, que por voz certera iii
"Se dice por su hijastro asesinado."
Y el Poeta me dijo: — "Yo te sigo:
Ve delante por Neso custodiado." ii4
A poco trecho, vi, por gran castigo
Gente anegada en sangre, que asomaba
Su lívida cabeza sin abrigo. 117
Sola, una sombra solitaria estaba,
Y el Centauro me dijo: — "Este malvado
Partió el pecho que el Támesis amaba." 120
A muchos conocí, bien que turbado.
Que asomaban no solo la cabeza,
Sino también el busto ensangrentado. 123
72
DIVIXA COMEDIA
Como el río de sangre va en bajeza
Y al pie de los Centauros solo alcanza,
Ezguazamos el vado muy de priesa.
—"Si ves que el río por aquí se amansa,
— Me dijo Neso — entiende que adelante.
Es más profundo cuanto más se avanza.
"Allá en su fondo, gime agonizante
La tiranía, y Hora su pecado
Cual conviene á su especie malignante.
"La divina justicia, así ha penado
A ese Atila flajelo de la tierra,
Y á Pirro y Sexto; y con color doblado,
"Exprime en el hervor que el río encierra,
A uno y otro Rinier su lloro hirviente,
Por pena á sus salteos en su guerra."
Y el vado repasó ligeramente.
126
129
132
135
I3S
CANTO DKCniOTEIiCIO
El bosque estéril. — \'A nido de las arpías. — Los árboles doloridos. — Segunda
zona de los violentos contra sí mismos y su castigo. — Diálogo con Pedro de
las Viñas. — Dos almas perseguidas por perros hambrientos. — Castigo de los
suicidas y de los destructores de bienes. — Estado futuro y tormento perpetuo
de los suicidas después del juicio final.
No bien el río repasara Neso,
A un bosque entramos en la riba opuesta,
Al que ningún sendero daba acceso. 3
Fosco, sin el verdor de la floresta,
Ni sus frutos, en ramas anudadas
La ponzoñosa espina todo infesta. 6
No más ásperas son ni enmarañadas
De Checino á Corneto, las sombrías
Guaridas de las fieras ahuyentadas. 9
Allí, forman su nido las arpías.
Que echaron de Estrofade á los troyanos
Con amagos de tristes profesías. 12
Tienen alas, con cuello y rostro humanos;
Vientre plumoso, pies con garras duras,
Y se quejan con gritos deshumados. is
" Antes de penetrar á otras honduras.
Debes saber, — comienza el buen Maestro, —
Que del segundo cerco las tristuras I8
74 DIVINA COMEDIA
"Te han de seguir hasta arenal siniestro;
Que si bien ves, te servirán de guía
Para dar fe de la verdad de mi estro." 21
Doquier hondos lamentos percibía,
Sin ver á nadie en torno, de manera
Que desmarrido el paso detenía. 24
Yo creo que él creyó que yo creyera.
Que las voces las daban las gargantas
De gente que á la vista se escondiera, 27
Y así me habló: — "Si de una de esas plantas
Tronchas un gajo, tú verás cuan vano
Son los presentimientos que adelantas." 30
Rompí una frágil rama con mis manos:
En negra sangre las miré bañadas,
Y el tronco nos gritó: — ¿Por qué, inhumanos, 33
"Me destrozáis?" — Y en voces desoladas,
Vertiendo sangre, repitió lloroso :
"¿Por qué me herís con manos despiadadas? 36
"Hombres fuimos en tiempo más dichoso;
Lo debieras saber, más apiadado.
Aun del alma de un áspid venenoso." 39
Tal como leño verde arde de un lado,
Y llora por el otro, y juntamente
Chirrea por el aire dilatado, 42
De tal manera el vastago doliente
Sangre y palabras á la vez vertía,
Y lo solté como quien miedo siente. 45
EL INFIERNO— CANTO XIII 75
Y mi guía le dijo:- ''VA no creía
Que laceraba tu alma, despiadado,
Porque acaso olvidara lección mía. 48
"Si su mano inconciente yo he guiado,
Fué para hacerle creer en lo increíble:
Perdona por haberte lastimado, 5i
'Y dile quien tu fuiste, alma sensible,
Para que pueda hacer en desagravio
En el mundo tu fama revertible." 54
Y el tronco dijo:— "Tú hablas como sabio
Tan dulcemente con palabras graves.
Que aun dolorido se desata el labio. 57
"Yo soy aquel que tuvo las dos llaves
Del corazón de Federico, en ansa,
Que abrían y cerraban manos suaves. co
"A todos alejé de su confianza,
Y mi oficio cumplí con tal desvelo
Que la vida gasté con la privanza. 63
" La meretriz, que impúdica en su anhelo,
En los palacios clava la mirada,
Vicio de cortes y de todos duelo, 6C>
" Inflamó contra mí la turba airada,
Y del favor del César despojado
En luto mi fortuna fué trocada. 69
"Y en mi despecho al verme despreciado,
Yo pensando rehuir mi suerte triste.
Injusto, contra mí, me he castigado. 72
76 DIVINA COMEDIA
"Por la raíz del árbol que me viste,
Juro fui siempre fiel á los favores
Del César que de honor todo reviste. 75
"Y si vuelves á ver los esplendores
Del mundo, desagravia mi memoria.
Que la envidia manchó con sus negrores." 78
— " Pues que te habla con voz conciliatoria,
Pregunta á tu sabor — dijo mi guía, —
Aprovechando la hora transitoria." . si
Y yo á él : — " Pregunta todavía
Lo que debo saber, pues persuasivo.
En mi congoja hacerlo no podría." 84
Y díjole: — " Espíritu cautivo.
Este, por mi intermedio te pregunta
Al acoger tu ruego, compasivo, 87
" Que, pues que tu alma doble ser asunta,
¿Si libre de nudosas ataduras
Puede volar del tronco á que se junta?" 90
El árbol suspiró con ansias duras,
Y convirtióse en voz aquel resoplo.
Clamando: — "Te diré mis amarguras. 93
" Cuando un alma feroz lanza su soplo
Y abandona su cuerpo. Minos fiero
La echa al sétimo grado en que me acoplo: )6
" Cae en la selva, sin lugar certero,
Allí donde el acaso la derrama.
Como grano de trigo tardatero. 99
EL INFIEIOÍÜ — CANTO XIII 11
"Surge un arbusto de silvestre rama;
Las arpías (^ue se hartan con su hoja,
Abren ventanas al dolor que clama. 102
" Como el alma del cuerpo se despoja,
La sombra buscará su vestidura
Que no es justo revista el que la arroja. io5
"Aquí la arrastrará, y en la espesura
De la selva infernal, será colgada
A la sombra del árbol de tortura. " ios
A la espera que el alma tormentada,
Prosiguiese, rumor estrepitoso
Sentimos con sorpresa en la enramada, iii
Como el que escucha cazador celoso.
Cuando siente los perros y la fiera
Y el ramaje crujir del bosque umbroso; Ii4
Que rompiendo á la izquierda la barrera
Vimos venir, desnudos y sangrientos,
Dos condenados en veloz carrera. 117
— "Ven ¡oh muerte!'' — con lúgubres acentos,
Grita el uno, y el otro grita ansioso:
— "Laño tus pies no fueron tan violentos 120
"De Toppo en el combate desastroso."
Y exánime, la sombra retardada
Confúndese con un arbusto hojoso. 123
A la espalda la selva vi poblada
De perras negras, flacas, deshambridas.
Cual lebreles, jauría desatada, 126
7
78 DIVINA COMEDIA
Que al mísero escondido, enfurecidas
Clavan el diente, y parten en pedazos,
Y arrastran sus reliquias doloridas. 129
Mi guía entonces me ofreció sus brazos,
Y me md^tró el arbusto, que vertía
Llanto de sangre por sus hondos trazos. 132
— "Jacobo Santa Andrea — le decía
A la sombra, — ¿por qué te has amparado
De mi tronco, si culpa no tenía?" 135
Habló el Maestro, y se paró á su lado:
— "¿Quién fuiste tú que por tus llagas lloras
Con la sangre que sopla tu costado?" us.
Y él respondió: - "Oh! almas bienhechoras,
Que contempláis este doliente estrago
Y miráis esas hojas voladoras, I4i
"¡Volvedlas al redor del tronco aciago!
Yo fui de la ciudad, que en el Bautista
Cambió el primer patrón, quien con su amago, 144
"Por eso, siempre, en guerra, la contrista;
Y á no ser que del Arno sobre el puente
Aun quedan sus vestigios á la vista, 147
" Al refundarla su patricia gente,
Sobre cenizas, — cjue de Atila es traza, —
Habría trabajado vanamente. i5o
— Yo en horca mía convertí mi casa."
CANTO DECIMOCUARTO
Tercer girón del círculo srtimo. — El arenal estéril y la lluvia de fuego. — Casti-
go de los violentos contra Dios, contra la naturaleza y contra el arte. — Las
sombras condenadas. — Capaneo desafiando las penas del Infierno. — Río san-
guinoso y buUente. — Virgilio explica al Dante el origen de los ríos misterio-
sos del infierno. — Los dos Poetas continúan su viaje infernal.
Por amor patrio y caridad movido,
Recogí aquellas hojas esparcidas
Y volvilas al árbol dolorido. - 3
Estamos en las zonas repartidas
Del segundo girón que va al tercero,
Y son de alta justicia las medidas. 6
Y como, bien manifestar yo quiero,
Cosas nuevas que vi, digo, llegamos
A una landa, de plantas no criadero. 9
La dolorida selva que dejamos
Le sirve de guirnalda, á par del foso,
Y el fatigado pie aquí asentamos. 12
Árido el suelo, ardiente y arenoso,
Como lo fuera el campo, que otros días
Holló la planta de Catón famoso. is
80' DIVINA COMEDIA
Oh! venganza del Cielo! tú debías
El pecho estremecer de mis lectores
Al relatar estas visiones mías! I8
Almas desnudas vi, que entre dolores
Lloraban miserables, soportando
De leyes diferentes los rigores.
21
27
Las unas sin cesar andan girando,
Yacen otras tendidas en el suelo,
Ó sentadas el cuerpo doblegando; . 24
Las del contorno, sufren sin consuelo,
Y las del centro menos, el tormento,
Pero su lengua es más intensa en duelo.
El arenal bañaba un fuego lento,
Que llovía en tranquilas llamaradas
Como en los Alpes cae nieve sin viento.
Así Alejandro contempló abrasadas
De la India en las cálidas regiones
Las tierras por su ejército ocupadas;
30
Y ordenó prevenido á sus legiones,
Á medida que el fuego les llovía,
Sofocarlo debajo sus talones. -^6
Así el eterno incendio descendía:
Cual bajo el pedernal yesca se enciende.
El arenal doliente se encendía.
.V)
De un lado y otro aquella grey se extiende
Para rehuir las llamas fulgorosas,
Y con las pobres manos se defiende. 42
EL INFIERrlO — CANTO XIV 81
— "Maestro, — ^pues (]ue sabes tantas cosas,
— Salvo (le Dite á los demonios fieros,
Le dije, — abrir las puertas sic^ilosas, 45
"¿Quién es aquel de gestos altaneros
Que el fuego desafí.i alhi tendido,
Sin quejarse entre tantos lastimeros?" 48
Como si hablara de él fuese entendido,
Al Maestro gritó con ceño fiero:
— - " Como muerto me ves tal he vivido. 51
" Bien puede Jove fatigar su herrero,
Al que el rayo le dio de punta aguda
Con que me hirió en momento postrimero: 54
" Que llame uno por uno de remuda
Su negra gente, horror de Mongibelo,
Y que grite : — Vtilcano ayuda / ayuda / 57
'• Como hizo en Flegra, en gigantesco duelo,
Que por todos sus rayos fulminado,
Nunca humillarme logrará su anhelo." 60
Con acento severo y esforzado
Dijo mi guía:— "¡Ni aún aquí depones,
Capaneo, tu orgullo desalmado! 53
"A tu arrogancia tu castigo impones:
Ningún martirio puede en su inclemencia
Alcanzar á la rabia que le opones." 06
Y vuelto luego á mí, con complacencia,
Me dijo: — "Es uno de los siete reyes,
Que á Tebas asedió, y en su demencia, 69
82 DIVINA COMEDIA
"Aun desprecia de Dios las altas leyes;
Y por su propio orgullo es castigado.
— Mas tú te cuida que la arena huelles, 72
''Rehuye el pie del círculo inflamado;
Marcha siempre del bosque por la vera,
Y sigúeme con paso recatado." 7^
Y vi brotando de la selva afuera,
Un arroyuelo de aguas sanguinosas,
Cuya vista mi pecho estremeciera. 78
Cual Bulicamo de aguas vaporosas
Que comparte entre sí la prostituta.
Cruzaba aquellas playas arenosas, si
Con márgenes y fondo en piedra bruta;
Y vi, que libres de la ardiente arena
Por allí seguiría nuestra ruta. 84
— "De todo cuanto tu cabeza llena
Desde que entramos por la puerta aciaga.
Que á nadie niega su franquicia plena, k7
"Nada verás que más pensar te haga
Como las aguas del presente río,
Que en su corriente toda llama apaga." 9o
Estas palabras dijo el Maestro mío,
Y le rogué me diera generoso
El moral alimento poríjue ansio. 93
" Kn medio al mar se halla un país ruinoso,
— Me dijo entonces, — Creta era su nombre:
Casto fué el pueblo bajo un rey famoso. 96
EL INFIERNO — CANTO XIV H3
^'De Ida el monte está allí con su renombre,
Que antes tuvo sus aguas y verdores,
Aunque al presente su aridez asombre. w
•'La cuna allí de su hijo, en sus dolores,
Puso de Rhea el maternal cuidado,
Sus llantos apagando con clamores. 102
''Dentro del monte, un viejo agigantado,
Se halla, la espalda hacia Damieta dada,
Y á Roma como á espejo está encarado. 105
"De oro puro la testa está formada;
Los brazos son de plata, como el pecho,
Y de cobre del pecho á la horcajada. ios
" De fierro el resto de su cuerpo es hecho,
Excepto un pie, que lo es de tierra cota;
Sobre el gravita, y éste es el derecho. iii
"Esta armazón, por grietas está rota,
— Excepto el oro, — y lágrimas derraman
Que la gruta perforan con su gota. ii4
"A esta parte del valle se esparraman:
De aquí, Aqueronte, Estigia, y asimismo
El Flegetón; que al cabo se derraman. n?
" Por un canal que baja hasta el abismo,
Y forman el Cocito, triste lago,
Y que muy pronto mirarás tú mismo." * 120
Yo le observé: — "Pues este arroyo aciago
Deriva así de nuestro propio mundo.
Porque solo aparece en curso vago?" 123
84 DIVINA COMEDIA
— "Esta región, va en ámbito rotundo,
— Repuso, — y vamos por su izquierdo lado
Antes de descender á lo profundo. 126
"Aun el círculo entero no has andado;
Y si algo nuevo acaso se presenta,
No debes tú quedar maravillado." 129
Y yo á él: — "¿Do Flegetón se asienta?
¿Do el Leteo, que acaso has olvidado,
Y el que con esta lluvia se acrecienta?" 132
— "Tu preguntar en mucho es de mi agrado;
— Dijo, — mas, el color del agua roja
Debe haberte por mí ya contestado. 135
" El Leteo verás, donde se arroja
Para lavarse el alma arrepentida,
Cuando la culpa ya no la acongoja. i38
"Ya es hora que emprendamos la partida
Para salir del bosque; la pendiente
Bajarás del arroyo en mi seguida, i4i
"Que allí se extingue este vapor ardiente."
CANTO DKOIMOQUINTO
Marcha de los dos Poetas por la margen de un arroyo, rodeando el s(*timo
círculo ardiente de la tercera sección del Infierno. — Castigo de los violentos
contra la naturaleza, ó los sodomitas. — Encuentro con una banda de conde-
nados.— Bruneto Latino, Maestro del Dante. — Diálogo entre el Dante y
Bruneto Latino. — Bruneto Latino predice al Dante su porvenir. — Le da
noticia de algunos doctos y literatos que le acompañan en su tormento.
Ora marchamos por la margen dura
Del sombrío arroyuelo, que humeante
Salva del fuego el agua y su cintura. 3
Cual los Flamencos entre Bruge y Gante,
Contra marea que su costa aventa,
Forman reparos, y huye el mar delante; 6
Y como los Paduanos en el Brenta,
Defienden sus hogares y sus muros,
Antes que el Chiarentana calor sienta: 9
A imagen tal, aquellos ante-muros.
Eran, si no tan gruesos y elevados.
Cual labraran artífices oscuros. 12
íbamos de la selva distanciados.
Tanto, que al revolver la vista errante.
No alcanzara sus bordes sombreados. 15
Aquí encontramos una banda errante
De condenados, que con mano alerta
Resguardaba su vista vacilante, is
86 DIVINA COMEDIA
Cual de la luna en la penumbra incierta
Contrae el ojo su movible orilla,
O sastre viejo que á enebrar no acierta. 21
Al avistar á la infernal cuadrilla,
Uno me conoció, y asió mi sayo,
Y asombrado exclamó: — "¡Qué maravilla!" 24
Yo le miraba en tanto de soslayo
Sin poder conocerle por su aspecto,
Tan renegrido estaba en su desmayo. 27
Mas de pronto alumbróse el intelecto,
Y ante su faz tostada doblegado,
Le interrogué: —"¿Sois vos mi seor Bruneto?" 'o
Y él: — "Hijo mío, sea de tu agrado
De Bruneto Latino en compañía,
Ir detrás de esas almas apartado." 33
Y dije : — '' Lo desea el alma mía ;
Y si quieres me siente yo á tu lado,
Lo haré si acaso lo permite el guía." 36
— "Hijo, — repuso, — me hallo destinado
A no parar jamás, bajo condena
De cien años de fuego continuado. 39
" Alargando un momento mi cadena.
Yo seguiré á tu sayal asido.
Como quien llora su perpetua pena." 42
Como hombre de respeto poseído
Bajé la frente, sin dejar la vía,
Por el muro del borde protegido. 45
liL INFIERNO — CANTO XV 87
— ''¿Cómo, antes de tocar tu postrer día,
Has podido lleg-ar hasta esta arena?
¿Quién — dijo, - el ser (jue en ella así te guía?" w
— "Allá en la tierra, en vida muy serena,
— Le respondí — perdíme en valle oscuro.
Antes de hallar mi edad su cuenta plena. 5i
'* Ayer mañana, retorné inseguro,
Y éste se apareció, me dio su aliento,
Poniéndome en sendero más seguro." 54
Y él me repuso : — " Allá en el firmamento
Brilla tu estrella: sigúela; tu signo
De gloria al puerto, llevará, presiento, 57
'' Al ver que el cielo para ti es benigno :
Yo te alentara, si no fuese un muerto.
Para lograr tu pensamiento digno. 60
" Ese pueblo, de Fiésola el ingerto.
Es ingrato y agreste en su natura
Y entrañas tiene de peñasco yerto. 63
"Hará para tu bien tu desventura:
Y es natural, que en tierras esquivosas
De la virtud el higo no madura. 66
"Tradiciones del mundo muy famosas
De sórdido y soberbio le han tachado :
Guárdate de sus mañas envidiosas. 69
" Te buscarán del uno y otro lado
Con avidez y honor; pero la hierba
A su pico será fruto vedado. 72
88 DIVINA COMEDIA
"De Fiésola á las bestias se reserva
Su propio pasto, sin tocar la planta,
(Si alguna en sus eriales se conserva) 75
" De las que guardan la semilla santa
De los romanos, ya que en sucio nido
Se ha convertido de malicia tanta. " 78
— " Si Dios oyese lo que al cielo pido,
— Repásele — aún ledo gozarías
De la natura humana que has perdido. 8I
" Presente están en las memorias mías
Tu cara imagen y tu amor paterno,
Cuando enseñabas, en mejores días, 84
De cómo un hombre puede hacerse eterno,
Y grato á tu enseñanza mientras viva,
Diré como en mi lengua lo discierno. 87
" Cuando tu predicción mi mano escriba.
La guardaré, para que explique el texto
Santa mujer, si alcanzo más arriba. 90
" En tanto, que te sea manifiesto
Que la conciencia tengo sosegada,
Y al vaivén de la suerte estoy dispuesto. s»^
"No es nueva á mis oidos tal llamada;
Y así, ruede fortuna, de su grado,
Y el labrador trabaje con su azada." 'x:>
Volvió el Maestro la cabeza al lado,
Y me dijo, mirando atentamente:
— "Bien has oído y bien has anotado." ^
liL INFIERNÜ — CANTO XV 89
Yo continué mi plática pendiente
Con seor Bruneto y le pedí nombrara
Los más famosos de su nej^^ra gente. 102
— "El tiempo es corto y la palabra rara,
Para tan largo cuento; pero es bueno
De unos de ellos tener noticia clara. ios
"Todos chuparon del saber el seno;
Y fueron literatos de gran fama,
Que un mismo vicio revolcó en el cieno. ios
" Entre esa turba que revuelta brama,
Está Francisco Accorso con Prisciano;
Y ese otro inmundo que atención reclama, iii
Que el siervo de los siervos soberano,
Trasladó desde el Arno á Bachigliones,
Donde dejó sus nervios el malsano. 114
"Aquí concluyo, y basta de sermones:
Quisiera ser más largo, más ya veo
Surofir del arenal más nubarrones. 117
"Gente viene que no es de mi apareo:
Te queda mi Tesoro encomendado:
Aun vivo en él; y nada más deseo." 120
Y^ se volvió, corriendo apresurado
Cual los que el paño verde de Verona
Se disputan, y en vez de condenado 123
Fuese cual vencedor tras la corona.
CANTO DECIMOSEXTO
Continuación del tercer girón del sétimo circulo. — El rumor de las aguas que
corren al Flegetón. — Encuentro con otra mesnada de sodomitas. — Tres flo-
rentinos ilustres manifiestan al Dante sus ideas sobre el estado político, moral
y civil de su patria. — Amarga respuesta del Poeta. — En el centro del círculo
el agua del Flegetón se precipita en el vasto pozo del círculo inferior. — La
soga del Poeta coa que Virgilio atrae al monstruo del Flegetón. — Aparición
del monstruo del fraude.
Llegué hasta un sitio, en que el rimbombo oía
Del agua, cual rumor de una colmena.
Que á otro círculo oscuro descendía, 3
Y VI venir por la inflamada arena
Tres sombras que corrían juntamente
Bajo la áspera lluvia de la pena. 6
Y gritaban de lejos: — ''¡Tú, detente!
Que, según por el hábito colijo.
Eres también de la perversa gente." 9
— ¡Al recordarlo, con horror me aflijo! —
¡ Miré en sus miembros las sangrientas llagas
Que el fuego abriera con afán prolijo! — 12
Dijo el Maestro: — "A esas tres almas vagas
ICspéralas al borde de esta meta,
A fin de (¡ue sus deseos satisfagas; 15
KL INFIERNO — CANTO XVI 91
" Y á no ser ele ese fuego la saeta,
Que cruza el arenal, yo te diría.
Que buscarlas sería acción discreta." ih
Las tres almas con triste vocería,
Al pararnos, en rueda se formaran,
Y sin cesar cada una se movía. 21
Cual atletas (jue de óleo se frotaran,
Buscando aventajar al enemigo
Antes que con sus brazos se enlazaran, 24
Tal se encaraban todas tres conmigo,
Girando siempre, vueltas las cabezas
A inversa de los pies, por su castigo. 27
— " Si de este horrible sitio las crudezas
Vuelve desprecio al ruego que te llama,
Al contemplarnos de miseria presas, 30
— "Una clamó, — que al menos nuestra fama.
Te apiade, y dinos, cómo aquí has venido
Con pies de vivo por infierno en llama? ?>^
"Este que ves desnudo y consumido
Y cuyas huellas piso, poderoso
Más que lo piensas, en un tiempo ha sido. 35
" Por la mente y la espada muy glorioso.
Fué nieto de la púdica Gualdrada:
Guido Guerra es su nombre asaz famoso. 39
"El que sigue en la arena mi pisada,
Es Tejazo Aldobrandi, y su memoria
En el mundo debiera ser amada. 42
92 DIVINA COMEDIA
" Y yo en cruz como víctima expiatoria,
Jacobo Rusticuccio soy, que peno
Por mi fiera mujer infamatoria." 45
De no tenerme el fuego como un freno,
Con las sombras me habría yo mezclado,
Y habríalo aprobado el Maestro bueno: 48
Temor de ser con ellas abrasado '
Contuvo el movimiento generoso
Que mis brazos llevaba de su lado. 51
Respondí: "Sentimiento tan piadoso,
Y no desprecio, inspira vuestro estado,
Que su recuerdo me será angustioso. 54
" Cuando mi guía me hubo señalado
Vuestras tres sombras, comprendí al momento
Que erais gente de nombre levantado. 57
"De vuestra tierra soy; yo siempre atento
Vuestros nombres honré y altas acciones,
Oyéndolas con grato sentimiento. 60
" Dejo la hiél, y los más dulces dones
Del fruto busco que me está brindado :
Mas debo descender á otras regiones." 63
— "|Tu alma conduzca al cuerpo afortunado;
— Repusieron, — y viva luminoso
Después de ti, tu nombre perpetuado! 66
"Mas dinos, si el coraje generoso
Nuestra ciudad habita todavía,
O si sufrió destierro ignominioso, 69
EL INFIERNO —CANTO XVI 93
"Pues Cjuillermo Horsier, (jue ha poco expía
Hn nuestra compañía, su arrogancia,
Nuevas nos da que dan melancolía." 72
— ''La gente nueva, y súbita ganancia,
Orgullo y desmesura han generado.
I Oh, Florencia, ya lloras tu arrogancia!" 75
Así exclamé con rostro levantado,
Y los tres se miraron tristemente.
Cual mira el que verdades ha escuchado. 7s
— "Si así siempre respondes á la mente
Con tan fácil palabra y noble anhelo,
^Seas feliz! — clamaron juntamente. 8I
'■ Si dejas la mansión de eterno duelo,
Al contemplar la bóveda estrellada.
Yo estuve allí^ dirás allá en el suelo. 84
^'¡Y habla de nuestra suerte malhadada!"
Y el cerco rompen, y huyen velozmente
Como si su ágil planta fuese alada. 87
No se dice un aiiten tan prontamente,
Como tardara al grupo ver perdido. —
El Maestro, partir creyó prudente. — 90
Iba tras él, y súbito el tuído
De un agua torrentuosa, que rugiente
Cerca caía, asorda nuestro oído. 93
Como el río que corre hacia el oriente
Por la siniestra falda de Apenino,
Y Aguaquieta es de Veso en la pendiente, 96
8
94 DIVINA COMEDIA
Hasta perder su nombre en el camino,
Donde Forli se llama, y luego inquieto
De nombre cambia, y baja en torbellino 99
De los Alpes, do está San Benedeto,
Rimbombando, en barranco soterrado,
Que á mil monjes daría albergue quieto, 102
Asi de un gran ribazo levantado
Caía despeñada el agua oscura,
Cuyo fragor teníame asordado. ioí
Llevaba yo una cuerda á la cintura,
Y con ella pensé ver enlazada
La onza de la pintada vestidura. ios
Cuando del cinto estuvo desatada,
Según me lo ordenara mi Maestro,
Se la entregué revuelta y enrollada. iii
Volviéndose hacia el costado diestro.
Tomó distancia, y con potente brazo
La echó en el fondo del raudal siniestro. in
Dije entre mí: — Sin duda, raro caso
El ojo experto del Maestro cela:
Algo de nuevo se prepara al paso. — 117
¡Cuan falilíle es del hombre la cautela
Que penetrar pretende lo imprevisto,
Cuando otra mente su pensar devela! 120
Dijo el Maestro: — "Acudirá bien listo:
Aquí le espero, y mirarán tus ojos
Lo que sueñas y es liueno sea visto." 12^
EL INFIERNO - CAN TU XVI 95
Siempre (|uc la verdad, en sus antojos,
Muestre faz de mentir, callar se debe,
Para no merecer tristes sonrojos: i26
Mas la verdad esta Comedia mueve,
Y por sus versos ¡Oh lector! te juro
(Que espero alcanzarán vida no breve) 129
Que vi venir por aquel aire oscuro,
Nadando, una figura, que en fiereza
Asombraría al pecho más seguro, 132
Como el buzo que asoma la cabeza,
Al desprender un ancla del escollo.
En el fondo del mar, y sube apriesa, n5
Brazos y pies en alternado arrollo.
CANTO DÉCIMOSETIMO
Descripción del monstruo Gerion, imagen del fraude. — Mientras Virgilio negocia
con Gerion el pasaje del abismo, el Dante va á visitar el último girón del
sétimo círculo. ^-Loá usureros ó sea los violentos contra sí y contra el arte
(V. canto XI). — Grupo de condenados bajo una lluvia de fuego con sacos blaso-
nados colgados al cuello. —Retorna el Dante á donde había dejado á Virgilio. —
Los dos Poetas descienden al octavo círculo en hombros de Gerion.
"¡Esta es la fiera de aguzada cola,
Que rompe montes, armas y murallas,
Que el mundo apesta y todo lo desoía!" 3
Así, al llegar á las marmóreas playas
Habló el Maestro, y ordenó á la fiera
De adelantar sin traspasar sus vallas. r.
¡Del mismo fraude vera imagen era!
La frente alzó y descubrió su busto,
Mas la cola quedó siempre hacia afuera. 9
Era su cara la del hombre justo.
En lo exterior, y cual serpiente el resto,
De aire benigno y sin semblante adusto. 12
Largo vello en el brazo sobrepuesto;
El dorso, el pecho con sus dos costados
Con pintado dibujo bien apuesto. 15
EL INFIERNO CANTO X\ il 97
Turcos y Tetaros, nunc.i más pintcidos
Panos lucieron, ni tejiera Aracna
Con más primor los suyos matizados. I8
Como se ve en la playa una tartana,
Una mitad adentro y otra fuera;
Como entre tosca gente tudescana, 21
El castor de su pesca está á la espera;
Así la bestia, entre torrente y playa
Estaba, con el medio cuerpo afuera. 24
Su cola ponzoñosa al aire explaya
Con doble dardo de escorpión, que gira,
Y que á uno y otro lado la soslaya. 27
Y díjome el Maestro: "Cuida y mira;
Rodear conviene nuestra vía un tanto
Para alcanzar la bestia que se estira." so
Tras sus huellas, bajando me adelanto,
Y unos diez pasos á derecha dimos
Por salvar de las llamas el espanto. 33
Cuando la bestia, cerca ya tuvimos,
Más adelante en la incendiada arena.
Turba yacente en el abismo vimos. 36
Dijo el Maestro: — " Una experiencia plena
Debes llevar de este profundo grado:
Ve á mirar los penados y su pena. 39
" Cuida en palabras ser muy mesurado ;
Y mientras vuelves, yo á este monstruo pido
Que nos preste su lomo reforzado." 42
98 DIVINA COMEDIA
Solitario, costeando pavorido
El sétimo girón, fui donde estaba
Sentado aquel enjambre dolorido. 45
A sus ojos la pena se asomaba;
De aquí, de allá prestábanse la mano
Contra el fuego que á todos abrasaba. 48
No de otro modo el can en el verano
Hocico y pata opone á mordeduras
De los insectos con empeño vano. 5i
Contemplé más de cerca sus figuras.
Sin conocer ninguno, tan surcado
Su rostro estaba de hondas quemaduras. 54
Del cuello de cada uno vi colgado
Un saco de color, con cierto signo
Que contemplaban ellos con agrado. ^i
Al mirarlos, siguiendo mi camino.
Un saco vi de leones blasonado,
De color amarillo y azulino. 6o
Y observando después con más cuidado,
Ánade, sobre tinta sanguinosa,
Blanco más que la leche, vi pintado. r.3
Y uno de saco blanco, en que azulosa
Noté preñada puerca, quien esquivo
Preguntóme: — "¿A qué vienes á esta fosa? 6(.
" Vete de acjuí ; y pues te encuentras vivo,
Sabe, que mi vecino Vitaliano
Á mi izquierda estará también cautivo. w
EL INFIERNO —CANTU XVII 99
"Entre esos florentinos, yo pacluano,
Con sus ecos mi oído mortifico,
Si gritan: Venga el solo soberano, 72
''Que la bolsa traerá de triple pico."
Y contrajo la boca, y sacó fuera
La lengua, como el buey lame el hocico. 75
Temiendo que el enojo se acreciera
Del que de mal talante había hablado,
Dejé á estas almas en su pena fiera. iñ
Volví á mi guía, que encontré montado
A la grupa del monstruo, y que decía:
— "¡Aquí tu fuerza y tu valor osado! «i
"No se baja por otra gradería:
Yo iré en el medio: sube tú adelante:
No nos juegue su cola felonía.'' 84
Como el que la cuartana tremulante
Mira en sus uñas pálidas, y el frío
Le hace temblar, dos veces vacilante, 87
Sentí del miedo el doble escalofrío;
Mas la vergüenza sobrepuse al miedo.
Ante un valor que confortaba el mío. 90
De la fiera en la espalda trepo quedo:
Quiero decir: ¡Estrécheme tu brazo!
Pero un sonido articular no puedo. 93
Y él, que por tantas veces con su abrazo
Me había sostenido, prontamente
Me sujetó con afectuoso lazo. 96
100 DIVINA COMEDIA
Y á Gerion le gritó: — "Baja esforzado:
Ancha es la ruta y la bajada suave:
Cuida la nueva carga que te he echado." 9j
Cual desatraca la pequeña nave,
Retrocediendo, tal el monstruo fiero,
Deja la playa que tenía cabe. 102
Donde su pecho estaba, muy certero.
Pone la cola, firme y extendida.
Como la anguila, y muévese ligero. 105
Más pavura no creo fué sentida;
Ni por Faetón, cuando perdido el freno,
Los cielos hizo arder en su caída, ios
Ni cuando Icaro, de alas en su estreno,
Sintió correr la cera derretida,
Gritando el padre: — "No es camino bueno!" iii
¡Cómo fué mi temor en la partida.
En medio de los aires, sin aliento.
Viendo solo la bestia medio hundida! ii4
El monstruo navegaba lento, lento ;
Unas veces subía, otras bajaba,
Y arriba, abajo, me azotaba el viento. 117
A mi diestra sentía (jue bramaba
El torrente bravio, y aterrado
Bajé los ojos para ver do estaba. 120
Entonces mi terror fué redoblado:
Fuegos miré y percibí sollozos;
Y contraje mi cuerpo ([uebrantado. 123
EL INFIERNO — CANTO XVII 101
Por los lejíinos gritos dolorosos,
Al girar y bajar, bien comprendía,
Eran ecos de centros pavorosos. no
Como alcón que en los aires se cernía,
Baja sin ver el ave ni al señuelo.
En círculos girando todavía, uo
Y burla al cazador en su desvelo,
Y lejos de él se aparta á la bajada,
Y con desdén y enojo toca el suelo, 132
Gerion, al pie de roca acantilada,
Nos depuso en postrera sacudida;
Y del peso su espalda descargada, 135
Partió cual flecha de arco despedida.
CANTO DECIMOCTAVO
Descripción del octavo circulo, dividido en diez valles, ó fosos circulares y con-
céntricos.— En cada una de las comparticiones se castiga una especie de
fraudulentos. — En este canto se trata de los primeros dos valles. — En uno
de estoi valles se castiga á los rufianes por manos de demonios con cuernos.
— En otro valle yacen sumidos los aduladores y las cortesanas.
Malebolge es un sitio del Infierno,
Todo de piedra, de color ferroso.
Como el circuito del contorno externo. 3
En el centro del campo malignoso
Se encuentra un ancho pozo oscuro y hondo,
Que en su lugar describiré cuidoso. 6
En diez valles divídese en el fondo,
Y de aquel pozo hasta la roca dura
Se dilata otro círculo en redondo. 9
Cual de una fortaleza la cintura
Ciñen sus fosos alternadamente,
Trazados en concéntrica figura, 12
Es su imagen inversa cabalmente;
Y como se echan puentes á sus puertas
Por donde pueda transitar la gente, 15
RL INFIERNO — CANTO XVIII 103
Así también las fosas descubiertas
Tienen ¡íor puentes rocas suspendidas,
Tendidas á sus bordes cual compuertas. is
En tal lugar, con fuertes sacudidas
Nos depuso Gerión; y del poeta,
Mis pies siguieron cautos las medidas. 21
\'olví á la diestra la mirada inquieta,
Nuevos verdugos vi, nuevos dolores
De que esta prima fosa está repleta: 24
En el fondo, desnudos pecadores;
Unos que van con paso acelerado,
Y otros vienen con pasos avizores. 27
Tal los romanos van de lado y lado
En su puente durante el Jubileo,
En dos filas el pueblo separado, 30
Para evitar de gente el hormigueo,
Y á San Pedro unos marchan rectamente
Y otros siguen al monte en su paseo. 33
De aquí, de allá, de espaldas ó de frente,
V^i demonios con cuernos, gente fiera
Las almas azotando crudamente. 36
¡Cual movían la pierna á la ligera!
Cuando el primer chasquido resonaba,
El segundo y tercero nadie espera. 39
Fijé la vista en uno que allí estaba,
Y al contemplarle, tuve mi barrunto
No era primera vez que le miraba. 42
104- DIVINA COMEDIA
Como de mi Maestro estaba junto,
El lo miró, y dióme con agrado
Venia para volver hacia aquel punto. 45
Creyó esquivar el rostro el flagelado
Bajando la cabeza, en contorsiones,
Y por ende le dije: — "Tú, agachado, 48
"Si acaso no me engañan tus facciones,
Venedico eres tú, Caccianimigo.
¿Qué te trajo tan duras puniciones?" 51
Y él respondió: — "A mi pesar lo digo,
Pero me obliga tu habla, porque en ella
Percibo el eco de otro mundo amigo. 54
"Yo soy aquel que candida doncella
Entregué del Marqués á la lujuria.
Tal cual se cuenta de Guisóla bella. 57
"Muchos hay de Bolonia, gente espuria;
No soy solo: que está el infierno lleno
Muy más que de la lengua y la canturia 60
"Que dice sipa entre Savena y Reno;
Pues has de recordar, como se cuenta,
Que de avaricia saco fué su seno." (^^
Demonio armado de una verga cruenta,
T>o azota y grita: — "¡Anda, rufián maldito!
Mujeres no hay aquí de compra-venta." 66
A mi guía volvime en el conflicto,
Y á poco andar, un puente allí encontramos.
De roca, cual los que antes he descrito. 60
ÜL INI IliKNO - CANTO XVIII 105
Ligeramente, el puente atravesamos,
Y volviendo á la diestra nuestra planta,
Aquel eterno cerco abandonamos, 72
Y en la roca que en arco se levanta
Para dejar pasar los condenados:
"Contempla atento cuanta pena aguanta is
" Esa turba de sombras malhadadas,
— Dijo mi guía, — que mirar de frente
No has podido siguiendo sus pisadas." 78
Y contemplé desde el antiguo puente
Tropel de sombras por la opuesta banda,
Azotadas por látigo inclemente. 8I
El Maestro previno mi demanda:
— "Y mira — dijo, —al que camina altivo,
Sin que en sus ojos el dolor se expanda. h4
"Tiene el aspecto que tenía aún vivo:
Ese es Jason, de astucia y valor lleno.
Que á Coicos arrancó su oro nativo. 87
" Pasó después por la ínsula de Lenno,
Donde audaces mujeres inmolaron
A los hombres con fiero desenfreno. 90
"Sus palabras á Hipsipila embaucaron;
Como las de la joven, la confianza
De las otras mujeres engañaron: 93
"Sola, en cinta, dejóla en desperanza;
Y por tal culpa, sufire su destino.
Cumpliendo de Medea la venganza. 96
106 DIVINA COMEDIA
" Con él están los que de engaño indigno
Reos se hicieron. — Baste esta enseñanza
En este valle del penar condigno." 99
Llegamos á un extremo, donde alcanza
El arco con los bordes á juntarse,
Y es pilar de otro puente que se avanza ; 102
Siento de allí una grita levantarse,
Con bufidos de gente condenada,
Y unos á otros coléricos golpearse. J05
La pendiente está toda embadurnada
De sucio orín, que la nariz ofende
Y que náuseas provoca á la mirada. ios
En vano el ojo penetrar pretende
Aquella hondura, sólo percibida
De la alta roca, á cuyo pie desciende. iii
Vimos allí una turba zabullida.
Que chapoteaba en una cloaca inmunda
A estercolar humano parecida; 114
Y en medio á la asquerosa baraúnda,
Uno de ellos, que clérigo barrunto,
Con excremento su cabeza inunda. 117
— ''¿ Por qué me miras, preguntó el del unto, —
Y no á esos brutos?"--- Con el ojo fijo
Le respondí: — "Porque eres un trasunto 120
" I3e uno limpio de pelo, y bien colijo
Eres Alessio Interminei, de Luca:
Por eso en verte aquí me regocijo." 12^
EL INFIERNO — CANTO XVIII 107
Y el entonces, golpeándose la nuca,
Dijo: — "Aquí purgo la lisonja aviesa
Que con la lengua al prójimo embauca." 126
— ''Ahora, adelanta un tanto la cabeza,
— Dijo mi guía — y mira hacia adelante.
Para que tu ojo clave con fijeza 129
"Esa descabellada lujuriante.
Que se rasca con uñas de merdosa
Y se acuesta y levanta á cada instante. 132
" Esa es Tais, la puta licenciosa.
Que al decir su cortejo: "Estoy en gracia?"
Le contestó: — "Y muy maravillosa!" 135
Vamos! que tanta podredumbre sacia!
CANTO DECIMONONO
Imprecación contra la simonía. — Tercer girón del octavo círculo donde son cas-
tigados los simoníacos. — Prelados y pontífices enterrados en los antros ardien-
tes, con excepción de los últimos que tienen de fuera las piernas ardiendo. —
Suplicio del papa Nicolás III que espera para hundirse del todo la venida
de Bonifacio VIII, y anuncio de la condenación de Clemente V. — Discurso
del Dante contra los simoníacos. — Los dos Poetas continúan su viaje infernal.
¡Oh Simón Mago, oh míseros secuaces,
Que las gracias de Dios, dulces esposas,
Dones de buenos, prostituís rapaces, 3
Por plata y oro, y sus sagradas cosas;
Por vosotros, la trompa ahora retumba,
Que estáis en la tercera de estas fosas! 6
íbamos ya por la siguiente tumba,
Sobre el centro del puente, en cuya parte
¥A foso como á plomo se derrumba. 9
¡Oh gran Sapiencia, que tu tino y arte
Muestras en tierra y cielo, y el mal hondo,
Y en cuanto justo tu virtud reparte! 12
Yo vi por los costados y en el fondo,
Llena la piedra lívida de ahujeros
De igual tamaño, y cada cual redondo. 15
i:l infierno —canto xix 109
ICr.'iri, cual más ó menos, los fronteros
Del San Ju.'in ;i la {)ila del bautismo,
Fuentes de bendición, que sumideros ih
De niños pueden ser, pues que yo mismo
Uno rompí, porque uno se anegaba;
Y esto, á todos de fe sirva asimismo. 21
Fuera del borde, el pecador echaba
Las piernas y los pies vueltos arriba,
Y el resto bajo tierra se ocultaba: 24
Ambas plantas quemaba llama viva ;
Y así con fuerza muscular vibrante,
Trozar podría cuerda compresiva. n
Tal como corre un fuego, que flamante
El aceite relame, tal corría
Desde el talón al calcañal, errante. 30
En uno, más rojiza llama ardía,
Y pregunté: — "¿Por qué más torturado,
En convulsiones con más rabia ansia?" 33
— "Si quieres que te cargue hasta su lado,
— Dijo, — pues descender solo no puedes:
Él te dirá su pena y su pecado." 36
Y yo á él: — "Así cuan blando accedes
A mis deseos, sabes que no aparto
Mi voluntad de lo que das ó vedes." 39
Y luego entramos en el valle cuarto,
Tornando hacia la izquierda, que llevaba
A estrecho abismo de forados harto. 42
lio DIVINA COMEDIA
El Maestro en sus hombros me llevaba,
Y me depuso al borde de la fosa
De aquel que con las piernas se quejaba. 45
— "Seas quien fueres, — dije — alma llorosa,
Que como leño estás medio enterrado;
Habla si puedes con tu voz quejosa." 48
Yo estaba como el fraile, que inclinado
Confiesa en su hoyo al asesino reacio,
Que quiere hacer ces^r su fin airado, 51
Y él me gritó: "¿Llegaste, Bonifacio?
Ahí estás? Pues la cuenta me ha engañado;
Pensaba que vinieras más despacio. 54
"¿Tan pronto estás del oro ya saciado.
Con dolo hurtado á la divina esposa.
Que sin temor has tú vilipendiado?" 57
Cual quien oye palabra dubitosa
Que á comprender no acierta, así yo estaba
Mudo, la faz bajada y ruborosa. 60
\'irgilio dijo entonces: — "Pronto, acaba:
Dile: — No soy el que tu mente augura."
Y respondí cual él me lo enseñaba. 63
Ambos pies retorcióse en su tortura
El espíritu, y dijo en un sollozo:
— "¿Qué me quieres?" con voces de amargura.
"Si de saber quien soy estás deseoso,
Y á saberlo á este sitio hayas venido.
Sabe, (jue el grande manto esplendoroso
<)()
(.y
EL INFIERNO — CANTO XIX 111
''Como hijo (le l;i loba he revestido;
Por colmar sus cachorros de riqueza
Y embolsar, en tal bolsa me han metido. 72
"Otros están debajo mi cabeza,
Simoníacos cual yo, que atarugados
Han descendido por la grieta aviesa. 75
"Allí iré con los otros sepultados
Cuando venga el que espero, que motiva
Mis demandas y gritos irritados. 78
"Tiempo ha que el pie me escuece llama viva,
Con la cabeza abajo penitente :
El, tanto no estará piernas arriba. si
Después, vendrá del lado del poniente,
Pastor sin ley y de obras proditorias.
Que tapará á los dos en la pendiente. 84
" Nuevo Jason de que hablan las historias
Del libro Macabeo, de la Francia
Las voces le serán propiciatorias." 87
No se si me faltó la tolerancia
Al pronunciar estas palabras graves:
— "¿Me dirás qué tesoro ó qué ganancia
90
" Nuestro Señor al entregar sus llaves
Dióle á San Pedro? — Dijo solamente:
" Sigúeme, Pedro," como tú lo sabes. 93
"Ni Pedro, ni los otros, torpemente
De Matías dinero demandaron
Al nombrarle en lugar del proditente. 96
112 DIVINA COMEDIA
"Sufre, que con razón te castigaron,
Y guarda la riqueza mal habida
Que al denostar á Carlos te pagaron. 99
"Si mi lengua no fuese contenida,
Al recordar que las sagradas llaves
Tuviste en otro tiempo, en leda vida, 102
"Mis palabras serían menos suaves.
Por tu avaricia que á la tierra atrista,
Al malo leves, para el bueno graves. 105
" De tí. Pastor, habló el Evangelista,
Cuando habló de la impura que puteaba
Con reyes, en las aguas, á su vista; ios
" La que diez cuernos por honor llevaba
En sus siete cabezas, si el tesoro
De virtud al esposo le guardaba. iii
"Habéis forjado un Dios de plata y oro:
Si uno tuvo la torpe idolatría,
Vos ciento idolatráis, sin su decoro. 114
"¡Ah, Constantino! Cuánta apostasía
Produjo, no tu conversión suprema,
Sí tu riqueza en el prelado, impía!" 117
Y mientras yo cantaba sobre el tema.
Por ira ó por conciencia remordido.
Ambos pies agitó con furia extrema. 120
Virgilio se mostraba complacido,
Y pienso, mis palabras atendía,
Como verdad del hombre convencido. 123
EL INFIERNO — CANTO XIX 113
Con ambos brazos inc tomó mi j^uía,
Y me estrechó sobre su blando seno
Al remontar por la tortuosa vía. 126
Sin fatigarse, de bondades lleno,
Me condujo solícito hasta el puente
Del quinto valle, con andar sereno. 129
Su carga allí depuso suavemente,
En una roca yerma y escarpada,
Que aun para cabras fuera muy pendiente, 132
Donde otro valle alcanza la mirada.
CANTO VIGÉSIMO
Caarto foso ó valle del octavo círculo. — Procesión silenciosa délos adivinos que
caminan con las cabezas trastornadas hacia atrás. — Virgilio hace relación a}
Dante de los más famosos impostores antiguos. — La virgen Manto, funda-
dora de Mantua. — Historia y descripción de la Italia y de Mantua. — Otros
adivinos modernos.
Otros versos traerán nuevos dolores,
Dando materia á este veinteno canto,
Primero de enterrados pecadores! 3
Dominaba el abismo del quebranto,
Y vi su negro fondo al descubierto
Todo bañado en angustioso llanto. 6
Y vide gentes por el valle abierto.
Mudas llorando, como en letanía
La procesión se sigue de concierto. 9
Como la vista hasta ellos descendía.
Me parecieron todos invertidos
Desde el punto en que el cuello les nacía. 12
Los rostros hacia atrás están torcidos;
Van á tientas, marchando á reculones.
Que de ver por delante están cohibidos. 15
EL INFIliRNO — CANTO XX 115
Parálisis (}uizás ó convulsiones
De tal modo su cuerpo han trastornado?
No lo vi, y al dudar tengo razones. ih
Si esta lección de Dios te ha aprovechado,
Oh lector! pensar puedes asimismo
Si pude yo también no haber llorado, 21
Al contemplar en su fatal mutismo
Nuestro propio trasunto, que bañaba
Con lágrimas las nalgas de sí mismo! 24
Ay! en verdad su vista me angustiaba,
Y el guía á la conciencia dio su alerta
Preguntando si acaso dementaba. 27
— "Mora aquí la piedad que yace muerta.
¿Y quién es más culpable que el demente
Que juzga á la justicia grande y cierta? 30
"Alza la faz, y mira al que, á la frente
De los Tebanos, se tragó la tierra,
Cuando todos gritaban: — ¡Tenief tente! 33
^'(Por qué desertas, Anfiriao, ¿a gtierra} —
Y no paró hasta el valle en que se hacina
La culpa, donde Minos nos aferra. 36
" Pecho es su espalda en la dorsal espina.
Porque quiso mirar muy adelante,
Y por eso hacia atrás lento camina. 39
"Mira á Tiresias que trocó el semblante
De macho en hembra, y en total mudanza
Todos sus miembros abrazó el cambiante. 42
116 DIVINA COMEDIA
"Para tornar á su viril pujanza,
Las dos serpientes enroscó en su vara,
Que le dieron su antigua semejanza. 45
'* Quien al ajeno vientre da la cara,
Aronte fué, el de los Lunios montes,
A cuyo pie se alberga el de Carrara: 48
"De mármol hizo gruta en los tramontes,
Para mirar el mar, y los destellos
Del cielo en sus más vastos horizontes. 51
"Y aquélla, á quien le bajan los cabellos
Hasta los pechos, que á mirar no alcanzas
La piel cubierta con espesos vellos, 54
" Manto fué, que al través de sus andanzas
Pisó la tierra donde yo naciera.
-Ahora me place escuches enseñanzas. — 57
" Cuando de Manto el padre pereciera,
Y á la ciudad de Baco, el hado aciago
Esclavizó, del mundo fué viajera. 60
" En lo alto de la Italia se halla un lago
Al pie del Alpe, que á Germania extraña
Sobre el Tirol, con nombre de Benago. 63
" Con fuentes mil, y aun creo más, se baña.
En Camónica, valle de Apenino,
Y de Garda se estanca en la campaña. 65
En su medio el obispo tridentino
Y el de Brescia y Verona, sin reclamo.
Podrían señalar este camino. 69
EL INFIERNO — CANTO XX 117
" Peschicra se halla en el más bajo tramo,
Helio y sólido arnés (jue cubre el frente
De la tierra de Brescia y de Bergamo. 72
" Como en torno la costa va en pendiente.
Se desborda en Benago, y se esparrama,
Y en verdes prados sigue su corriente. 75
"Desde allí, río Mincio se le llama.
No ya Benago, y hacia el Po desciende,
Y en Governolo su caudal derrama. 78
"Luego en lama palúdica se extiende,
Y á la vez que su nombre se demuda,
En estío la peste allí trasciende. si
"Al cruzar por allí la virgen cruda,
Halló una tierra en medio del pantano,
Sin habitantes, de labor desnuda. 84
"Y por huir todo consorcio humano,
Para ensayar entre sus siervos su arte,
Allí vivió, y dióle el cuerpo vano. 87
"Extendidos los hom.bres á esa parte.
Reuniéronse en contorno, defendidos
Por el lago que sirve de baluarte. 90
"Sobre sus viejos huesos carcomidos.
Una ciudad se alzó, Mantua llamada.
Sin dar al nombre augurios consabidos. 93
" Por numerosa gente fué habitada ;
Luego, por Casalodi en su locura,
Por dolo á Pinamonte fué entregada. 96
118 DIVINA COMEDIA
" Tal fué el origen de mi patria, y cura
Que si algún otro lo contrario enseña,
Contra verdad no puede la impostura. " 99
Y yo: — "Maestro, tu palabra es dueña
De mi conciencia, y toda la ilumina:
Toda otra voz es apagada leña. 102
" Mas di, si entre esa gente que camina,
Alguno ves digno de ser notado.
Pues solo á ella mi atención se inclina." . 105
Y él: — "Quien á espaldas lleva barba oscura.
Fué augur de Grecia en su tremenda guerra,
Cuando de varonil progenitura ios
" Sólo el niño en la cuna quedó en tierra ;
Y en Áulida, con Calcas mandó osado,
Cortar el primer cable á la desferra. iii
'*Eurípile llamóse, y lo he cantado
En mi noble tragedia, en algún canto
Que tú sabes y el mundo no ha olvidado. lu
"Y ese que sigue, desmedrado un tanto,
Miguel Escoto fué, que ciertamente
De magia artera poseyó el encanto. 117
"Este, es Guido Bonati; aquel, Asdente,
Que á su cuero atenerse bien tjuisiera,
Y á su alesna; más tarde se arrepiente! 120
" Esas tristes, la aguja y lanzadera
Y huso dieron, por vara de adivina
Con malas yerbas y artes de hechicera. 12^
EL INFIERNO — CANTO XX 119
"Ven: ya Caín el haz de espino inclina,
Tras de Sevilla, y de la mar en la onda
Uno y otro hemivsferio determina; i26
"La luna estaba anoche ya redonda:
Recuerda que benigna te ha alumbrado
Más de una vez en selva oscura y honda!" 129
Así me habló; siguiendo lado á lado.
CANTO VIG-BSIMOPRIMERO
Quinto valle ó fosa del octavo círculo. —El lago de pez bullente. — Un diablo negro.
—Los demonios y los barateros. — El suplicio de los barateros. — Los demonios
se oponen al paso de los Poetas.— Virgilio parlamenta con ellos y le indican tm
nuevo camino. — Los dos Poetas siguen su marcha escoltados por los demonios.
— La trompeta de los demonios.
Así de puente en puente, platicando
De lo que mi Comedia no se cura,
Ambos llegamos á la cima, cuando 3
Nos detuvimos á mirar la hondura
De Malebolge, entre quejidos vanos,
Y asombrado quedé cuanto era oscura. 6
Tal como en su arsenal los venecianos
Hacen hervir la brea en el invierno,
Al carenar sus buques no bien sanos, 9
Que no navegan, y en trabajo alterno
Nuevos fabrican; sientan bien la estopa
Al que hizo largos viajes con gobierno, 12
Golpeando ya de proa, ya de popa,
Mientras que tuercen cables, labran remos
Con la mesana y artimón en topa, i5
l'X INFIERNO — CANTÜ X.\I 121
Tal, sin fuego, por arte y fin supremos,
Un espeso betún abajo hervía,
Que llenaba el abismo en sus extremos. ih
No veía su fondo, más veía
El borbollón (jue en el hervor se alzaba,
Se hinchaba y comprimido descendía. 21
En tanto cjue hacia abajo yo miraba
Mi guía me previno: — "¡Guarda! ¡guarda!"
Y del borde sombrío me apartaba. 24
Volvime entonces, como aquel que tarda
En ver el riesgo que evitar debiera,
A quien pavura súbita acobarda, n
Y aun viéndolo trepida y aun espera.
A un diablo negro vi que descendía
Cruzando por las rocas de carrera. 30
Oh! cuan fiero su aspecto parecía!
¡ Cuánta maldad en su ademán acerbo.
En su ágil paso, y ala que tendía! 33
Sobre su agudo lomo, alto y superbo,
De ambas piernas cargado, conducía,
Asiendo los jarretes á un protervo. 36
Desde el puente á los diablos les decía:
— "De Santa Zita traigo aquí un anciano:
Echadlo abajo: más hay todavía: 39
"Tiene muchos la tierra del Lucano;
Que barateros son, menos Bonturo
Que cambia el no por sí con oro en mano." 42
122 DIVINA COMEDIA
Lo echó al abismo; y el escollo duro
Volvió á subir como mastín soltado
Tras el ladrón, que corre con apuro. 45
Zabulló, resurgiendo el anegado,
Y gritaba la turba endemoniada:
"Aquí la Imagen Santa no ha colado: 48
"No como en Serchio por aquí se nada:
Si no quieres probar nuestros rejones,
Guarda de repetir otra empinada." 51
Y al pincharle con más de cien arpones,
Gritaban: — "Baila, y roba bien tapado.
Si aun lo puedes hacer entre ladrones." 54
No de otro modo, pinche aleccionado.
Hunde con tenedor en el caldero.
Carne que sobre el caldo se ha asomado. 57
— "Que no te vean, bueno considero;
— Dijo el Maestro, — y tras de alguna roca
Debes buscar algún abrigadero. 60
"No temo ofensa en lo que á mí se toca;
Ya otra vez que bajara á esta morada.
Hálleme en semejante zafacoca." 63
El puente atravesó con planta osada,
Y al borde negro de la sexta fosa
Mostró á todos su frente asegurada. 66
Con el furor y rabia tempestuosa
Que entre los perros un mendigo mueve.
Si pide caridad con voz quejosa, 69
I-L INI- 1I:RN(J —CANTO XXI 123
I
Tal la infernal mesnada se remueve,
Y endereza con furi.i sus rejones;
Mas él grita: —''Que nadie sea aleve; 72
"Antes que me toquéis con los arpones,
Que alguno se adelante; ya veremos
Si se atreven, después de mis razones. " is
— ''¡Que vaya Malacoda!" los blasfemos
Gritan todos. — Sólo uno se adelanta;
Y el Maestro pregunta: — "¿Qué tenemos? 78
"¿Piensas tú, Malacoda, que me espanta
Llegar inerme á este lugar dañino?
¿Piensas que pueda aquí fijar la planta si
"Sin el auxilio del favor divino?
Déjame continuar, que quiere el cielo
Que á otro guíe en el áspero camino." — «4
Dijo el Maestro; y el demonio, al suelo
Dejó el arpón caer, amedrentado:
— "¡No le hieran!" — gritando con recelo. s7
Y el Maestro siguió: — "Tú, que abrigado
Te hallas bajo del arco de este puente,
Ven; nada temas; todo está salvado." — 90
Corrí á él con paso diligente,
Y pensé fuese el pacto fementido
Al ver los diablos avanzar de frente. 93
Así vide un ejército rendido
De Caprona, salir lleno de susto.
Ante el contrario fuerte y prevenido. Od
124 DIVINA CO\ffiDIA
De mi Maestro á la actitud me ajusto
Sin apartar su vista de la mía,
Ni de los diablos de semblante adusto. 99
Unos gritan: — "¿Acaso convendría
Que probara el arpón?" — Y en eco fiero
Responden otros: — "¡Bien, bueno sería!" — 102
Pero el demonio, aquél que habló primero
Con mi guía, volvióse presuroso
Y dijo: — "¡Quieto, quieto, Escarmenero ! " — 105
Y nos habló tranquilo y amistoso:
— " Es necesario hacer una parada,
Pues roto el puente está del sexto foso. ios
" Mas si queréis seguir vuestra jornada,
Montad de esa caverna los peldaños
Junto á la roca donde está su entrada. iii
" Mil doscientos sesenta con seis años,
Desde ayer, con cinco horas del presente,
Cuentan esos caminos soterraños. 114
"Podéis subir por su áspera pendiente:
Mando á los míos aclarar la vía
Mientras vigilo esta maldita gente." 117
Y á la vez á los suyos les decía:
— " Alquino, Calcabrino, y tú. Cañazo,
Y Barbarrecia que á vosotros guía! 120
"Tú también, Libicoco, y Dragonazo;
Tú, Ciriato el dentudo, y Rubicente,
Con Graficán y Farfarel, al paso 123
EL INFIERNO — CANTO XXI 125
'• Id en contorno de la pez hirvicnte,
Y haced pasar á salvo al otro lado
Á estos dos, del abismo por el puente." 126
— "¡Ay, Maestro! — exclamé desconsolado —
Prescindir de la escolta mejor fuera,
Si sabes el camino antes andado. 129
•' Si es siempre tu prudencia tan certera,
No escuchas los chirridos que mascujan?
No ves su ceja que amenaza fiera?" 132
Y él:— -'Nada temas; déjalos que rujan,
Que se dirige el rechinar de dientes
Contra las almas que en la pez estrujan." 135
A la izquierda tornaron diligentes.
Haciendo* al Jefe cual señal secreta
Un apretón de lengua con los dientes, i38
Y el Jefe, de su culo hizo trompeta.
10
CANTO VIGÉSIMOSEGUNDO
Continuación del canto anterior. - Siguen los Poetas orillando el sexto circulo.
_ Tormentos de los barateros y de los que bajo el favor de los príncipes tra-
fican con la justicia. -El baratero Chiarapolo de Navarra. -Reseña de los ba-
rateros que yacen sumidos en el lago de pez hirviente. - Escenas grotescas entre
diablos y barateros. — Los Poetas se alejan del lago hirviente.
Ejércitos he visto alzar su campo,
Y desfilar y combatir pujantes,
Y algunas veces retirarse á escampo. 3
He visto corredores merodeantes,
¡Oh Aretinos! cruzando vuestra sier
Y justas en torneos muy brillantes,
Con campanas ó trompas de la guerra,
Y tambores ó señas de torreones,
Con cosas nuestras ó de ajena tierra; 9
Mas nunca vi jinetes ni peatones
(Ni navio que guíe estrella ó faro),
Marchar con tal trompeta en procesiones. 12
Los diez demonios eran nuestro amparo.
Que si se anda con santos en el templo,
Ir con canalla en el figón no es raro. I3
Y meditando en tan extraño ejemplo,
La gente (¡ue anda entre la pez montante
Desde la orilla atónito contemplo. i»
EL INFIERNO — CANTO XXIl 127
Como el delfín que en arco va nadante
índica tempestad en mar serena,
Y pone precavido al navegante, 21
Así también, para aliviar su pena
Asoma el lomo el pecador ansioso,
Y veloz cual relámpago se ensena. 24
Y como al borde de inundado foso
Sacan las ranas el hocico afuera.
Celando el grueso bulto temeroso, 27
La gente pecadora allí se viera;
Mas cuando Barbarrecia aparecía,
Se escondía en la pez á la ligera. 30
El corazón con fuerza me latía
Al ver un pecador que se atrasaba,
Como suele la rana más tardía. 33
Graficán que de cerca la acechaba,
La cazó por el pelo embadurnado,
Y una nutria en su garra asemejaba. 36
Conocía á los diablos que he nombrado.
Porque los observé muy fijamente
Cuando el jefe los hubo reseñado. 39
— "¡Rubiceno, desuella prontamente
Con tus uñas el lomo del maldito"! —
— Gritaba aquella turba maldiciente. — 42
Y yo: — "¿Quién sea el pecador aflicto
Puedes saber que se halla condenado
A estar con sus verdugos en conflicto?" — 45
128 DIVINA COMEDIA
El buen Maestro se acercó á su lado,
Y al demandar su nombre, dijo acerbo:
— "Fui en el reino de Navarra criado. 48
" A un señor entregóme como siervo
Mi propia madre, y el enjendro he sido
De un desalmado perillán protervo. 5i
"Del Rey Tebaldo familiar valido,
Me asocié con la gente baratera
Que á este buUente lago me ha traído." - 54
Ciriato cuya boca carnicera
Muestra del jabalí el cruel colmillo.
Le hizo sentir su mordedura fiera. 57
Como suele caer un ratoncillo
En las uñas de un gato, aprisionado,
Barbarrecia en sus brazos lo hizo ovillo. óo
Volvió su rostro del Maestro al lado
Diciéndole: — "Pregunta lo que quieras,
Antes que el otro le haya destrozado." — 63
Y el guía: — "Entre esas almas lastimeras,
Se halla bajo la pez algún Latino?"
Y aquel dijo: — "Poco antes que vinieras 66
"He tenido uno de ellos por vecino:
¡Ojala, sin temor de arpón ó garra
Aun nos cubriera el negro remolino!" — 69
Y Libicoco con su arpón le agarra,
Bramando: — "¡Por demás hemos tardado!" —
Y con su garfio el brazo le desgarra. 72
EL INFIERNO — CANTO XXII 129
Dragonazo las piernas le ha tomado;
l'ero su decurión, feroz mirada
Pasea en torno en ademán airado. 75
Cuando la turba estuvo apaciguada,
Al que miraba su sangrienta herida
Le interrogué con voz apresurada. 78
— "¿Quién era el que dejaste á la partida,
Cuando pisaste el borde malhadado?" —
— Y dijo: — "Fray Gomita se apellida. si
"Fué de Gallura; vaso desbordado
De todo fraude, que faltó á su dueño.
Habiendo á sus contrarios contentado, 84
" Que presos tuvo, y que por torpe empeño,
Suelta les dio de llano por el oro;
Y fué de barateros gran diseño. 87
"Miguel Zanche también, de Logodoro,
Está con él, y hablando de Cerdeña
Las dos lenguas no cesan de hacer coro. 9o
"Mas os diría, pero ved que enseña
Ese diablo los dientes, y me temo
Que otra vez quiera escarmenar mi greña." — 93
El demonio de mando allí supremo,
A Farfarel que el ojo revolvía,
Gritó: — "Vete, alimaña al otro extremo." — 96
— " Si gentes de Toscana y Lombardía
Ver queréis díjonos el condenado, —
Ellas vendrán á haceros compañía. 99
130 DIVINA COMEDIA
"Mas los demonios, que se estén á un lado,
A fin de que no teman arriesgarse;
Y en tanto aquí yo quedaré sentado. 102
"Por uno que yo soy, siete juntarse
Veréis al punto, cuando dé un silbido
Toda vez que llegaren á asomarse." — ios
Cañazo, con hocico contraído,
Movió la testa, y dijo: — "¡Qué malicia,
La que para escaparse ha discurrido!" — . 108
El otro, que ocultaba su pericia,
Repuso: — "Debo ser muy malicioso.
Cuando á otros llamo á soportar sevicia." — iii
Alquino prorrumpió, muy impetuoso:
— "Si piensas escapar y te resbalas,
No sólo á pie te seguiré afanoso: lu
"Hasta la pez extenderé las alas.
Quédate aquí: — bajemos á la cuesta. —
Veremos si á carrera nos igualas. " — 117
— '¡Ó tú que lees, verás ([ue buena apuesta!
Vuelven todos sus ojos á los lados
Y el más cruel á más crueldad se apresta. 120
El navarro, con pasos bien contados,
Fijó en tierra la planta, y con desgarro
Saltó ligero, y los dejó burlados. 123
Se alborota de diablos el cotarro.
Echándose la culpa; y tras él vuela
Alquino, que le grita: ''iy«'i te agarro!" — 120
EL INFIERNO — CANTO XXII 131
Más (¡ue las alas pudo la cautela:
Mientras el pecho de uno el aire hiende,
El otro entre la pez presto se cuela. 129
Así el pato en el agua se defiende
A vista del alcón, y el ave fiera
Avergonzada nuevo vuelo emprende. 132
r
Calcabrina, á quien mucho le escociera
La burla, aunque del lance complacido,
Con Alquino renueva la quimera. 135
Cuando en la fosa al pecador ve hundido
Echa la zarpa al propio compañero,
Y luchan sobre el lago derretido. 138
Alquino entonces, cual milano fiero
Le hunde las uñas, y los dos por junto
Descienden de la pez al hervidero. i4i
El gran calor los apacigua al punto;
Mas no pueden volar, alicaídos:
Presas están sus alas en el unto. 144
Barbarrecia, á los suyos condolidos,
Manda que cuatro diablos con arpones
Socorran á los diablos afligidos. 147
Los demonios, en grandes confusiones,
Tienden sus garfios á los dos cocidos
Entre la pez, que hervía ú borbollones; 150
Y en la pez los dejamos sumergidos.
CANTO VIGÉSIMOTERCERO
Los dos Poetas continúan solitarios su marcha. — Dante y Virgilio discurren
sobre las consecuencias de la gresca entre los diablos y el baratero. — Los
demonios furiosos persiguen vanamente á los dos Poetas, por estarles vedado
salir de su cerco infernal. — Bajada á la sexta fosa ó valle. — Castigo de los
hipócritas, que van cubiertos con pesados mantos de plomo, dorados al exte-
rior.— Coloquio con dos boloñeses de la Orden de los Guadentes. — Los Fa-
riseos perseguidores de Cristo, yacen sobre el camino extendidos en cruz,
hollados por los otros condenados de este valle en su lenta y continua mar-
cha.— Uno de los condenados les indica el modo de salir de la fosa, dicién-
doles que han ido engañados por los demonios en el camino que llevan.
Solos, callados, sin compaña fiera,
Vamos uno tras otro, lentamente,
Como frailes menores en hilera. 3
La fábula de Esopo vi presente,
Que la gresca me trajo á recordanza,
En que al topo y la rana pone enfrente. 6
Un caso y otro, tienen semejanza,
Como el hora y ahora, si se atiende
Al principio y al fin que b'ien se alcanza. 9
Y como en sucesión surge y trasciende
Una idea que es hija de otra idea,
Doble temor el corazón me prende. 12
Pensaba así: — Esta infernal ralea
Debe estar con nosotros irritada,
Pues dimos ocasión á la pelea. \$
EL INFIERNO -CANTO XXIII 133
Por SU maldad, tal vez aconsejada,
X'endfcá tras de nosotros con anhelo,
Como perros tras liebre fatigada. ih
Sentí erizarse de pavor el pelo,
Y mirando hacia atrás muy receloso,
Dije al Maestro: "¡Por el santo cielo 1 21
" Si no andamos con paso presuroso,
Pienso ser por los diablos alcanzado...
Ya los veo llegar, y estoy medroso." 24
Y él á mí: — "Si cristal fuese emplomado,
No sería la idea que te asalta,
De lo que pienso más cabal traslado. 27
" Ese mismo temor me sobresalta,
Y pues los dos pensamos igualmente.
Igual consejo del pensar resalta. 30
"Bajando por la diestra esta pendiente
Hasta llegar á la cercana fosa.
Nos salvaremos de su fiero diente."
Á esta sazón, vimos llegar furiosa
La cuadrilla de diablos, que volando.
De echarnos garra se mostraba ansiosa.
33
36
Mi guía me apretó en su seno blando,
Como madre amorosa, que despierta
En medio de un incendio, y que cargando 39
Al hijo, huye con él, y solo acierta
A salvarle, abnegada, y ni se cura,
Si de leve camisa va cubierta. 42
134 DIVINA COMEDIA
Se deslizó de la escarpada altura,
Hasta tocar el pie de la pendiente
Que cierra de aquel valle la cintura. 45
No baja por canal más raudamente
Agua que mueve rueda de molino,
Cuando hiere las palas la corriente. 48
Me llevaba estrechado en el camino,
Como á un hijo, más bien que á compañero,
A quien confiara el cielo su destino. 51
Ya en el fondo de aquel despeñadero,
Los demonios ocupan la eminencia;
Mas no tememos ya su avance fiero. 54
Por voluntad del alta providencia,
Del cerco quinto guardas enclavados,
Los encierra fatal circunferencia. si
Aquí encontramos seres muy pintados.
Que giraban muy lenta, lentamente,
Llorando, y por la pena marchitados. 60
Capa con capuchón lleva esta gente.
Cual por los monjes de Colonia usada,
Y les cubre los cuerpos y la frente. 63
Por fuera resplandece muy dorada,
Pero es toda de plomo, y pesa tanto,
Que la de Federico era aliviada. 66
— ¡Oh! cuan eterno y fatigoso manto! —
Nos dirigimos por la izquierda nuestra
De ellos al son y de su triste llanto. 69
EL INriERNU — CANTO XXIII 135
Bajo el peso de capa tan siniestra,
Y con su andar tan lento, en su mesura,
Cada paso otra sombra al lado muestra. 72
Yo dije á mi Maestro: — "Ver procura
Si hay alguno de nombre conocido,
Y caminando mira á la ventura." 7$
Uno, que habla toscana, hubo entendido,
Al punto nos gritó : — " Tened el paso,
Los que vais por el aire ennegrecido:
7H
"Puedo llenar vuestro deseo acaso."
Mi guía me miró, y dijo: — "Espera:
Sigue á compás de su marchar escaso." si
Me aparejé con dos en que advirtiera
Ansia grande de estar junto conmigo.
Aunque el peso y la senda lo impidiera. 84
De cerca, míranme como enemigo.
Sin pronunciar una palabra sola;
Y ambos parecen consultar consigo. 87
— "Este, — dicen — respira por la gola.
¿ Si son muertos, cuál es el privilegio
Que no los cubre con la grave estola?" 90
Y á mí: " Dinos Toscano, hasta el colegio
De los tristes hipócritas venido,
¿Quién eres? — sin desdén ni sortilegio." 93
Y yo: —"Nací en Florencia y he crecido
Del Arno en la ribera deliciosa,
Y tengo el mismo cuerpo que he tenido. 96
136 DIVINA COMEDIA
"¿Vosotros^ quiénes sois de faz llorosa,
Que lleva el sello del dolor impreso,
Y qué pena os irrita y os acosa?"
99
Y uno de ellos responde: — "Es tan espeso
Este manto de plomo, reluciente,
Que el cuerpo oscila cual balanza al peso. 102
" Boloñeses de la orden del Gaudente
Somos, yo Catalano, y Loderingo:
Ambos, en vuestra patria, juntamente 105
"Jueces fuimos, y el caso bien distingo:
Fué para hacer la paz, y las señales
De nuestra paz, se ven junto á Gardingo."
108
Yo comencé: — "Hermanos, vuestros males..."
Mas no pude acabar, que vi en el suelo
Uno crucificado en tres puntales. iii
Al verme, retorcióse con anhelo,
Y resoplando con furor suspira. —
Catalano me dijo: — "Sin consuelo, 114
" Ese que ahí en aflicción se mira
Al fariseo aconsejó dañino
Votar á un hombre de la plebe á la ira. 117
"Desnudo, atravesado en el camino.
Como le ves, el duro paso siente
Y el peso de los que andan de contino. 120
" Como él, su suegro yace penitente
En esta fosa, y todo aquel concilio
Que de Judea fué fatal simiente." 123
EL INllERNU —CANTO XXIII 137
Muy sorprenclidü se (juedó \'¡r^¡l¡o
Ante aquel pecador crucificado
Tan duramente en el eterno exilio; I2í>
Y dijo al fraile que tenía al lado:
— "Decidnos por favor en esta cuita:
¿Hacia mano derecha existe un vado 129
"Que salir de este foso nos permita,
Sin que guíe la marcha que llevemos
De ángeles negros la legión maldita?" 132
Al punto respondió: — "Sí, conocemos
Una roca que cerca se desprende,
Y los valles abarca en sus extremos; 135
"Pero está rota aquí, y no comprende
Todo este valle; mas de ruina en ruina
Hasta el valle cercano va y asciende." i38
Mi guía un tanto la cabeza inclina,
Y prorrumpe: — "¡Qué mal me ha enderezado
El que allá abajo al pecador domina!" ui
Y el fraile: — "Allá en Bolonia me han hablado
De los vicios del diablo, y que es doloso
Y padre de mentiras, me han contando." 144
Movió mi guía el paso presuroso,
Su faz un tanto de ira demudada,
Y al dejar aquel grupo pesaroso, 147
Sigo la huella de su planta amada.
CANTO VIGÉSIMOCUARTO
El año nuevo, el fin del invierno, la primavera y la turbación de Virgilio.— Los
dos Poetas, después de salir del sexto círculo, asqienden penosamente por las
ruinas de un puente roto hasta dominar el valle del cerco sétimo.^ — Desaliento
del Dante y animosas palabras de Virgilio. — Los Poetas descienden al sétimo
cerco y encuentran las sombras de los ladrones atormentados por serpientes
Vanni Fucci, ladrón sacrilego, picado por una víbora, es reducido á cenizas y
vuelve á asumir su anterior forma. — Confesión y predicciones de Vanni Fucci.
Cuando en el joven año se atempera
Del Sol la cabellera bajo acuario,
Y día y noche sigue igual carrera; 3
Cuando la helada, manto cinerario
Reviste á imagen de su blanca hermana,
De que es trasunto débil y precario; 6
El pastor, sin forraje, en la mañana,
Se levanta, y contempla la llanura
Blanquear toda en contorno, y más se afana: 9
Vuelve á su choza lleno de amargura.
Sin atinar qué hacer, desatentado;
Y luego ríe, y esperanza augura. ^ 12
Al ver el mundo en horas trasformado;
Y abre el redil y suelta su manada
Que hace pacer, y empuña su cayado. 15
Así encontróse mi alma conturbada
Al ver del guía la nublada frente;
Mas luego, por él mismo fué aquietada. is
EL INFIERNO — CANTO XXIV 139
Cuando alcanzamos el ruinoso puente,
N'olvióse á mí con el semblante amigo
Que al pie del monte vi tan dulcemente. 21
Abrió sus brazos, me brindó su abrigo ;
Miró en contorno, examinó la ruina;
Y ya resuelto me llevó consigo. 24
Como el que cauto en su trabajo atina,
Y de todo peligro se previene,
Así me hizo trepar á la colina. 27
Sobre movibles rocas bien se tiene,
Y al asentar el pie, me prevenía:
— "Tienta bien, por si acaso se mantiene." 30
Para los emplomados no era vía.
Pues nosotros, con peso más ligero,
Apenas si la planta se movía. 33
De haber sido más largo el derrotero.
Como lo fuera el recorrido, pienso.
Que al menos yo, quedara en el sendero. 36
Mas como Malebolge va en descenso
Hacia el pozo del centro, la avenida
De un valle al otro de aquel cerco inmenso. 39
Alterna en la bajada y la subida;
Y al fin tocó la cima nuestra planta
En la postrera piedra suspendida. 42
Oprimida sentía mi garganta,
Y faltándome el aire en los pulmones,
Sentéme á descansar de pena tanta. 45
140
DIVINA COMEDIA
— "No es bueno de este modo te apoltrones
— Dijo el Maestro, — que entre seda y pluma
No se va de la fama á las regiones. 48
" Quien en el ocio su existir consuma,
No dejará más rastros en la tierra
Que humo en el aire, y en el agua espuma.
"Arriba! sin cansancio! como en guerra
Triunfa el alma luchando por la vida,
Si vence al flaco cuerpo que la encierra!
"Más larga es de la escala la subida:
No es lo bastante haber aquí llegado
Para que mi lección sea entendida."
A estas palabras, me sentí animado,
Y alzándome, aunque sin mucho brío,
Dije: — "Vamos! que soy fuerte y osado."
Y continuamos por aquel desvío
Que era estrecho, difícil, peligroso.
Más escarpado aún que en el bajío.
Para aquietar al corazón medroso
Hablaba sin cesar, cuando un acento
Percibí que se alzaba desde el foso
No distinguí el sentido, en el momento
De alcanzar hasta el arco que se encumbra,
Mas tenía de cólera el aliento.
Miré hacia abajo; el ojo vislumbraba
Con mirada de carne el fondo oscuro,
Y así dije:— "Maestro, á la penumbra
51
54
57
60
63
66
69
72
EL INFIERNO — CANTO XXIV 141
" Llegar deseara, hasta dejar el muro
Del otro cerco, pues :\qm no entiendo
Lo (¡ue en la vana mente me figuro." 75
— "A tus deseos en silencio atiendo,
— Me respondió - pues á demanda honesta
Se contesta callando y defiriendo." 78
Estábamos del puente en la otra cresta,
Y descendimos al octavo foso,
En que su hondura queda manifiesta. si
Un enjambre allí vimos espantoso
De fieras sierpes de diversas menas,
Que aun me hiela la sangre temeroso. 84
No se jacte la Livia en sus arenas
Tener quelidrios, fáneas y lagartos,
Y cancros y culebras anfribenas; 87
Los fondos del mar Rojo, no tan hartos,
Ni las tierras pestíferas de la Etiopia
Vieron de monstruos semejantes partos! 9o
Entre esta cruda y venenosa copia,
Corren seres desnudos y espantados,
Sin esperar alivio ni heliotropia. 93
Por detrás van con sierpes maniatados.
Que en su riñon hunden cabeza y cola,
Y por delante, en nudos enroscados. %
Vemos venir errante un alma sola:
Una serpiente brava lo atraviesa
Donde la espalda se une con la gola. 90
II
142 DIVINA COMEDIA
Dos letras no se escriben más á priesa,
Cual tardara en arder el condenado
Y quedar reducido á una pavesa.
102
Su ceniza en el suelo se ha juntado,
Y por sí mismo el mísero desecho
La primitiva forma ha recobrado. 105
Los sabios aseguran, que es un hecho,
Que así perece el fénix y renace
De cinco siglos en prefijo trecho: ios
No come grano ni en la yerba pace;
Vive de incienso, lágrimas y amomo,
Y en mirra y nardo al espirar se place. iii
Como el que cae, y que no sabe cómo,
Por obra del demonio que lo estira
Ó por otras dolencias al abromo, 114
Y al levantarse en su contorno mira,
Por la pasada angustia desmarrido,
Y quebrantado con dolor suspira, 117
Tal se mostraba el pecador erguido.
Oh potencia de Dios! y cuan severa
Contra la culpa tu venganza ha sido! 120
El buen Maestro demandó quien era,
Y él respondió: — "Llovido de Toscana
Caí no ha mucho en esta gola fiera. 123
"Mi vida fué bestial, no vida humana:
V^anni Fucci Hamáronme, la Bestia,
Y en Pistoya habité cueva malsana." i2f>
EL INFIERNO — CANTO XXIV 143
Dije al Maestro: — " Imponlc la molestia
De estar (¡uedo, (jue bien le he conocido:
Fué sanguinario y torpe en su inmodestia." 129
El pecador, no obstante haberme oído,
X'^olvió hacia mí con su alma su semblante,
Por la triste vergüenza compungido. 132
— "Me duele más estar de tí delante,
Que mi miseria, — dijo, — y que la muerte
Que me arrancó del mundo bienandante. 135
"Mas fuerza es confesar, al responderte,
Que por robar los vasos consagrados
En el infierno me hallo de esta suerte; i38
"Que á otros fueron mis robos imputados;
Pero que no te huelgue mi tormento
Si sales de estos sitios condenados. ui
•'Escucha mis pronósticos atento:
Ya Pistoya de Negros se empobrece,
Y sufrirá Florencia cambiamientos ; 144
"Vapor de Marte en Valle Magra crece.
Que negra tempestad lleva en su seno.
En que la llama de la guerra acrece: 147
"Se peleará en el campo de Piceno,
Y al condensarse aquella niebla espesa,
Todos los Blancos herirá de lleno. 150
"Te lo digo por darte gran tristeza."
CANTO VIGÉSIMOQUINTO
Continuación del sétimo círculo de los ladrones. — Blasfemia y castigo de Vanni
Fucci. — Aparición de Caco. — Otros condenados. —Metamorfosis de hombres
y serpientes. — Cianfa, Añelo. Brunelleschi y Puccio Squianto.
Dejó de hablar aquel ladrón nefando,
Ambas manos alzó, hizo dos higas,
Miró al cielo, y gritó: — "¡Eso te mando!" 3
— Cual diciendo: — ¡No quiero que más digas!
Una sierpe se enrosca á su pescuezo.
— Son de entonces las sierpes mis amigas. 6
Otra sus brazos ciñe, y queda opreso:
Le envuelve por detrás y por delante,
Y como bulto inmóvil queda tieso. o
¡Ah Pistoya, Pistoya claudicante.
Que con el fuego de tu seno impuro
No extirpas la semilla malignante! 12
En los circuitos del infierno oscuro
No vi ante Dios un ente más superbo.
Ni el que cayó bajo el tebano muro. 15
Huyó después, sin pronunciar un verbo,
Y vi un centauro adelantar rabioso,
Que así gritaba:-— "¿Dónde está el acerbo?" is
EL INFIERNO — CANTO XXV 145
La iMarisnuí en su fondo cenagoso
No tiene más serpientes enroscadas,
Como él, del anca al labio espumajoso. 21
Bajo su nuca, de alas estiradas
Iba un dragón, que todo arder hacía,
Vomitando sanorrientas llamaradas. 24
— ''Este es Caco, — me dijo mi buen guía, —
Que las rocas al pie del Aventino
En un lago sangriento convertía. 27
"No sigue de los otros el camino,
Porque robó con fraude el gran rebaño
Que tenía á la mano de vecino. 30
" Puso fin á sus hurtos y su engaño
Alcides, con cien golpes de su clava,
De que diez no sintió, maguer su amaño." 33
Mientras tanto, la sombra se alejaba,
Y tres nuevos espíritus llegaron
De que la mente muy distante estaba, 30
Hasta que muy de cerca nos gritaron :
— "¿Quiénes sois?" — Y cesó la conferencia,
Que ellos tan sólo la atención llamaron. 39
Si no los conocí, por inferencia,
Al continuar hablando, y por acaso,
Tuve del nombre de uno la evidencia. 42
El uno dijo: — " Cianfa está en atraso."
Y yo, para advertir á mi buen guía.
Puse el dedo en el labio y en el naso. 45
146 DIVINA COMEDIA
Si eres, lector, de creencia algo tardía
Por lo que diga, no es extraña cosa,
Pues mi vista lo vio, y aún desconfía. 48
Espiando con mirada cuidadosa,
Serpiente con seis pies, veo que avanza,
Y á uno de ellos se enrosca presurosa. 51
Hunde las patas medias en la panza.
Con las de arriba ciñe brazo y brazo,
Y con las uñas hasta el rostro alcanza: 54
Las patas bajas, con cerrado lazo
Toman los muslos, y la cola erguida
Entre ambos mete, y roza el espinazo. 57
Jamás la yedra á un árbol adherida
Se asió á su tronco y gajos cual la fiera
Con los miembros del hombre confundida, oo
Pues derretidos cual caliente cera.
Uno y ninguno en forma y colorido
Era uno otro de lo que antes fuera, 63
Así el papiro en brasas encendido,
Se retuerce tomando tinta oscura.
Que no es negra, ni blanca como ha sido, oó
Los otros dos miraban con pavura,
Y, — "¡Cuál cambias, Añel!— ambos gritaban -
Dos no son ni uno solo en su figura!" 69
Una sola cabeza ambos formaban,
En un solo semblante se fundían,
Bien que rasgos perdidos aun mostraban. 72
EL INFIERNO — CANTO XXV 147
De cuatro brazos, dos aparecían:
Pecho, piernas y vientre al deformarse,
A miembros nunca vistos parecían. 75
El primitivo aspecto al trasformarse,
De ninguno y los dos, bulto malvado,
A lento paso comenzó á arrastrarse. 7«
Cual lagarto en verano, apresurado
Cruza el camino de otra mata en busca,
Que parece relámpago animado, si
Así, cual grano de pimienta fusca.
Lívida sierpecilla que ira enciende.
La panza de los otros dos rebusca. 84
A uno su dardo viperino hiende
Por do se toma la primer comida:
Salta ligera, y á sus pies se extiende. 87
La sombra, con la vista amortecida,
De pie la mira, y sin cesar bosteza
Como de fiebre ó sueño poseída. 90
Sierpe y sombra se miran con crudeza:
Una por boca y otra por la llaga.
Humo despiden como nube espesa. 93
Calle Lucano, que al cantar propaga
Los cambios de Sabelio y de Nasidio,
Que otro cambio los suyos deja en zaga. 96
No hable de Cadmo y Aretusa Ovidio,
Que si al uno en serpiente y otra en fuente
Su musa convirtió, no se lo ePividio; 99
148 DIVINA COMEDIA
Pues jamás dos naturas frente á frente
Trasmutaron su esencia con su forma,
Ni en materia, de modo tan repente. 102
Hombre y bestia se arreglan á otra norma:
Se bifurca en la cola la serpiente,
Y el cuerpo del herido se deforma. 105
Ambas piernas se adhieren fuertemente,
Y cierran de tal modo la juntura,
Que ni señales de la unión presente. ios
La bifurcada cola, la figura
Toma del pie con su pellejo flaco,
Y la una piel se ablanda y la otra endura. iii
Vi los brazos hundirse en el sobaco,
Y á la vez de la sierpe vi extenderse
De uno y otro costado el pie retaco: ii4
Sus pies traseros como cuerda tuerce,
Y en el hombre, aquel miembro que se cela,
En dos patas rampantes le destuerce. 117
Mientras el humo al uno y otro vela,
Al hombre la serpiente da su escama,
Y se cubre del pelo que repela. 120
El uno sobre el otro se encarama;
Y con mirada en (jue la llama ardía,
Cada cual un hocico se amalgama. 123
El erguido hacia abajo contraía
Las sienes, y la carne rebosante
En orejas y cara convertía. 126
liL INI I1:KN(J — CANTU XXV 149
Con l.'i materia posterior sobrante
Una nariz sobre la faz se planta,
Y los labios engruesan lo restante. 129
Su hocico el abatido solevanta,
Y las orejas salen de su testa,
Como sus cuernos caracol levanta. 132
La lengua que antes era unida y presta,
Se parte en dos, y la otra dividida
Se reúne, y el humo contrarresta. 135
El alma, así en culebra convertida, *
Se escapa por el valle y va silbando;
El de pie le despide su escupida; 138
Le da la espalda, y dice al otro hablando:
— '' Quiero que corra y que se arrastre Boso,
Cual yo fui por los suelos arrastrando." i4i
Vi de esta suerte en el septeno foso
De otras almas la forma trasmutada;
— Y que lo nuevo excuse lo enojoso. — 144
Si tenía la vista algo ofuscada
Y el alma absorta, empero, no fué tanto.
De las sombras no ver la desbandada, 147
Y pude conocer á Puccio Squianto,
El solo que de forma no cambiara. —
¡El otro, era una sombra que de llanto, 150
Desdichada Gaville, te inundara!
CANTO VIGÉSIMOSEXTO
Octavo foso del círculo infernal. — Los dos Poetas, desde la altura de un puente
de rocas dominan el cerco octavo. — Suplicio de los consejeros del fraude. —
Las llamas animadas que giran en torno del valle ó foso, encerrando cada
una de ellas uno ó más pecadores. — La llama que encierra á Ulises y Dio-
medes, formando en su cresta dos lenguas de fuego que hablan, es interro-
gada por los Poetas. — Ulises narra su viaje más afuera de las columnas de
Hércules,, hasta descubrir una nueva tierra y su naufragio.
Goza Florencia, de tu fama grande,
Que en mar y tierra con sus alas vuela
Y que tu nombre en el infierno expande. 3
Cinco ladrones de tu propia escuela,
Hijos tuyos, miré yo avergonzado.
Que por cierto no abonan tu clientela. 6
Mas si en el alba es cierto lo soñado,
Pronto verás el odio que te aguarda.
Como en el Prato, de uno y otro lado. 9
Y si viniese con la marcha tarda,
Como que ha de venir, toda m¡ vida
Me ha de pesar en cuanto más se atarda. 12
Remontamos la rápida subida
Sobre escombros á modo de escollera,
La marcha por mi guía precedida. 15
EL INFIERNO -CANTO XXVI 151
Seguimos solitarios la carrera,
Por entre riscos, (jue á no ser la mano
Nuestro píe remontarlos no pudiera. is
Cuando pienso en aquel mundo inhumano,
Y en lo que vi, me siento más doliente;
Mi espíritu refreno y más me afano 21
En ir tras la virtud derechamente,
Que me dio buena estrella, ó mejor cosa,
Y no debo envidiarme el bien presente. 24
Como suele el labriego que reposa.
En la grata estación en que el sol brilla
Y más tarda en venir la noche umbrosa, 27
Cuando la mosca cede á la mosquilla,
Y las lucernas todo el valle alumbran,
Campo de la vendimia y de la trilla; 30
Tal las llamas chispeantes ya relumbran
De aquel octavo cerco entre los fosos,
Al tiempo que mis pies la roca encumbran. 33
Como el que fué vengado por los osos.
El carro vio de Elias en su vuelo
Llevado por caballos fulgorosos, 36
Sin poderlos seguir en su desvelo,
Viendo solo doquiera viva llama
Que como nube remontaba al cielo, 39
Así en el valle el fuego se derrama,
Y cada llama oculta un penitente
En cuyo seno sin cesar se inflama. 42
152 DIVINA COMEDIA
Miraba absorto, al borde del gran puente,
Y de no haberme de un peñasco asido,
Al abismo cayera ciertamente. 43
Mi guía, al observarme así abstraído,
— "Un espíritu, — dice, — en cada hoguera
De lo que lo devora va vestido." 48
Respondí: —"Tu palabra verdadera
Confirma la verdad por mí sentida;
Pero además, bien penetrar quisiera 51
"Quién es aquel que en llama bipartida
Surge, como en la pira que á los manes
De Eteocle y Polinice fué encendida." 54
Y respondió:- "Del fuego en los afanes,
Ulises y Diomedes, como hermanos.
Pagan á la ira eterna sus desmanes. 57
"Lloran porque en su muro á los troyanos
Con doloso caballo abrieron puerta.
Por do salió la estirpe de romanos. 00
"Lloran el fraude, que Deidamia muerta
Aun deplora de Aquiles, su alma triste,
Y el paladión que hurtó su mano experta." 63
— "Si dentro de la Ihima que los viste
Hablar pueden, - le dije,- -yo te ruego
Y te vuelvo á pedir por cuanto existe, 60
"No me niegues hablarles desde luego.
Pues la llama de cuernos coronada
Me llama con deseos sin sosiego." (/)
i:l- INriliKNü- CANTO XXVI 153
Y él á mi: ''Tu plcfi^aria es alabada,
Y por eso la acojo complacido;
Mas debe ser tu lengua moderada, 72
"Déjame hablar, pues bien he comprendido
Lo que deseas, porcjue fueron griegos
Y tu idioma les es desconocido." 75
Al acercarse los cornudos fuegos,
Cuando al Maestro pareció oportuno,
En esta forma dirigió sus ruegos: 78
— "Vosotros los que vais de á dos en uno
Dentro del fuego, por lo que hice en vida,
Si recordáis que en verso, cual ninguno, 8I
"Fué por mí vuestra fama trascendida,
Parad, y por el fuego que atestigua
Vuestra muerte, decidnos vuestra vida." 84
El alto cuerno de la hoguera antigua
Como la llama que fustiga el viento,
Al par que estaba inmóvil la contigua, 87
Se agitó con activo movimiento.
Como al hablar lo hace la lengua humana,
Y echó hacia afuera su escondido acento: 90
— "Cuando libre de Circe la inhumana.
Que más de un año en Gaeta me retuvo,
Do antes de Eneas era soberana, 93
"Ni el cariño por mi hijo me contuvo.
Ni de mi viejo padre la ternura.
Ni el amor de Penélope me abstuvo, 96
154 DIVINA COMEDIA
"De correr por doquier á la ventura,
Por conocer el mundo como experto,
Y al hombre con sus vicios y cultura. 99
"Lánceme sin temor en mar abierto,
Con sólo un leño, y tuve por compaña
Pocos hombres, mas todos de concierto. 102
" Vi las costas del mar hasta la España,
En Marruecos, y en la isla de los Sardos,
Y las comarcas que en contorno baña. ios
"Mis compañeros, viejos y ya tardos.
Cual yo también, llegamos al Estrecho
Donde Hércules plantó firmes resguardos, ios
"Para marcar al hombre fatal trecho;
A Ceuta dejé de un lado á la partida,
Y Sevilla quedó por ei derecho: iii
"¡Hermanos que entre riesgos sin medida
"Tocáis — dije, — el extremo de occidente,
" En la corta vigilia de la vida 114
"Aprovechad la fuerza remanente!
" No os privéis de la máxima experiencia
" De hallar en pos el Sol mundo sin gente. 117
"De noble estirpe es vuestro ser esencia:
'• Para alcanzar virtud habéis nacido
"Y no á vivir cual brutos sin conciencia." 120
" De los míos el ánimo aguerrido
lista arenga conforta, y su osadía
Nadie, ni yo, la hubiera cotitenido. us
EL INFIERNO - CANTO XXVI 135
''La popa vuelta adonde nace el día,
lín alas locas vueltos nuestros remos,
Vamos siempre á izquierda en nuestra vía.
126
"Del otro polo las estrellas vemos
Kn la noche, y abajo, no aparecen
Del horizonte nuestro los extremos. 129
" Cinco lunas renacen y decrecen
Con la luz por debajo de la luna,
Desde el gran paso en que los mares crecen, 1^2
''Cuando aparece una montaña, bruna
Por la larga distancia, levantada
Cual hasta entonces no era vista alguna. 135
" Oh alegría! que en llanto fué trocada!
Que de la nueva tierra, un torbellino
Bate á proa la nave tormentada.
138
"Tres vueltas la hace dar en remolino;
Sube la popa al enfrentar la tierra,
Baja la proa, y el querer divino. I4i
"Al fin el mar sobre nosotros cierra."
CANTO VIGÉSniOSETDIO
Continuación del cerco octavo. — Otra llama animadci. — Diálogo del Dante con el
conde Guido de Montefeltro sobre el estado político de la Romana. — Guido
de Montefeltro hace relación de su vida y del consejo que dio á Bonifacio bajo
previa absolución, que fué la causa de su condenación. — Discusión casuística
entre San Francisco y un ángel negro. — Las almas condenadas y los cuerpos
vivos.
Dejó de hablar la llama enhiesta y quieta,
Y prosiguió girando por su vía
Con venia del dulcísimo poeta, 3
Cuando otra llama que á él se dirigía,
Me hizo volver los ojos á su altura
Por confuso rumor que despedía. 6
El siciliano toro dio tortura,
— Como era justo — en su primer mugido,
A quien lo modeló con lima dura, 9
Mugiendo con la voz del afligido,
Que aunque de bronce estaba fabricado,
De dolor parecía estremecido; 12
Así el acento en llamas encerrado
Con su rumor mezclaba su lenguaje,
Convertido en la (]ueja del penado. ]<^
EL INl'IERNU - CANTU XXVII 157
Mas luego (|ue hubo completado el viaje,
La flamígera lengua, claramente,
A una voz lastimera dio pasaje: is
"Tú, quien cjuiera que seas, ser clemente,
Que has dicho con el habla de lombardo:
Anda cji paz! No te atizo, penitente! 21
" Aunque me acerque á tí con paso tardo,
Mi voz escucha, por piedad te ruego:
Ya vez que quieto estoy si en llamas ardo. 24
" Si recién llegas á este mundo ciego,
Y acaso vienes de la dulce tierra
De donde vine hasta el eterno fuego, 27
"Dime si la Romana se halla en guerra:
Yo soy de la montaña que en Urbino
Desprende el Tíber, cuyo valle encierra."
Escucho atento y la cabeza inclino,
Cuando mi guía, blando me amonesta
Y me dice: — "Habíale, que es un latino."
30
33
Yo que tenía pronta la respuesta,
Le respondí, cuando callado hubo:
— " Alma infeliz á quien la llama tuesta, 36
" La Romana jamás en paz estuvo
En el alma feroz de sus tiranos:
Tiene la triste paz que de antes tuvo. 39
Los Polenta, cual siempre soberanos
Son de Rávena, y su águila atrevida
Proteje con sus alas los Cerbianos. 42
12
158 DIVINA COMEDIA
"La tierra que en su prueba sostenida
Francos mató á montones, yace opresa
Del verde león en garras, sometida. 45
"El dogo viejo y el que nuevo empieza
En Verrucchio, matando en desgobierno,
Como mató á Montaña, muerden presa.
48
"Las ciudades, Lamorne y Santerno,
Rige el leoncillo azur en nido blanco,
Que bando cambia de verano á invierno. 5i
"Y aquella á la que el Savio baña el flanco,
Que entre el llano y el monte está fundada.
De opresión y licencia es campo franco. 54
" Ora tu nombre di, tan apiadada
Cual otras almas en martirio han sido,
Y sea tu memoria prolongada." 57
La llama ardiente despidió un rugido,
Y su punta, cual lengua lanzó afuera,
De aquí de allá, y habló como un soplido:
ÍO
— " Si yo creyese, mi respuesta fuera
Dada á quien pueda retornar al mundo,
Inmóvil esta llama se estuviera; 63
«Mas como nadie, hundido en lo profundo
De este valle, ha salido vivo y sano.
Sin temor á la infamia lo difundo. 66
"Fui guerrero; después fui franciscano,
Con su cordón creyendo hacer enmienda;
Y cierto, mi creer no fuera vano, 69
EL INFIERNO — CANTO XXVII 159
"Si el grande Sacerdote ¡Dios lo hienda!
No me volviese á la primera culpa;
Y como fué yo (juiero se me entienda. 72
" Mientras que forma fui de hueso y pulpa
Que la madre me dio, la vida mía
No de león, de zorro se me inculpa. 75
" La torticera y encubierta vía
Supe tan bien, que á fuer de mis amaños
Mi nombre por la tierra se extendía. 78
'' Cuando hube entrado en los maduros años
Que la vela aferrar y atar el cable
Hacen al hombre tristes desengaños, si
"Lo que antes me agradó, fué detestable;
Y contrito y confeso, mi deseo
De remisión llenara ¡ay miserable! 84
" El Príncipe del nuevo Fariseo,
— En guerra á inmediación de Lateranos,
No con el Sarraceno y el Judeo; 87
"Que eran sus enemigos muy cristianos,
Pues ni uno en Acre renegó su creencia,
Ni fuera mercader con egipcianos, — 90
"Faltó á su fe llevado á la eminencia;
No respetó el cordón, ni la pedestre
Orden santa de ayuno y penitencia. 93
" Cual Constantino demandó á Silvestre
Para curar su lepra de Sorate,
Llamóme por mi mal, como maestre, 96
160 DIVINA COMEDIA
"Para curar su fiebre de combate:
Pidióme su consejo: hice desecha,
Porque ebrio parecióme aquel magnate. 99
" Luego dijo : — " Des tierra la sospecha:
'''Si me enseñas, te absuelvo de antemano,
" Como pueda á Penestra ver deshecha. 102
" Todo se abre y se cierra por mi mano
" En los cielos, pues tengo las dos llaves
" Que mi predecesor tuvo en desgano. " 105
" Ante estos argumentos harto graves,
Pensé que lo peor era callarme,
Y dije: — ^'¡Oh Padre! pido que me laves ios
" Del pecado que el alma va á mancharme,
" Cuando te digo : — Triunfarás de cierto
^ Con prometer sin dar en el desarm^e."" — 11 1
"Francisco me buscó, cuando fui muerto;
Mas dijo, negro querubín caído:
"iVí? te lo lleves, que me harás entuerto. 114
'''Bajar debe á mi centro maldecido,
" Porque ha dado consejo fraudtilento,
" Y ya le tengo de la crin asido. 117
" No hay perdón sÍ7i final repentimiento :
''^ Arrepentirse y reÍ7icidir no es dado:
" Contradicción no admite el argumento. " 120
"¡Pobre de mí! cual me sentí penado,
Cuando al asirme dijo: — ''/Ciertamente,
"Que tan lógico fuera no has pensado !'' 123
EL INFIERNO — CANTO XXVIl 161
"A Minos me llevó, quien imj>onente,
Ocho repliegues dio á su cola luego,
Y mordiendo la punta con el diente, 126
"Gruñó: — "¡Merece cjue lo esconda el fuego!"
Y aquí me ves perdido en el infierno,
Envuelto en liarlas sin ningún sosiego:" 129
Después de hablar siguió su giro eterno
Aquella alma quejosa y dolorida,
Torciendo al aire su flamante cuerno. 132
Trepamos del otro arco la subida,
Que cruza el foso, y fuimos adelante
Donde paga otra turba maldecida 135
El cargo de discordia malignante.
CANTO VIGÉSIMOCTAVO
Invocación al lenguaje escrito y hablado. — Evocación á los muertos. — Noveno
cerco donde son atormentados los cismáticos y promotores de discordias. —
Aparición de Mahoma y de Alí. — Reminiscencia de Fray Dolcino. — Las almas
en pena de Pedro de Medicina, Curione y el Mosca. — Beltrán del Bosnio, que
11 ev a su cabeza en las manos á manera de una linterna con que se alumbra.
¿Quién podría, ni en voces no rimadas,
Decir la sangre y llagas que he mirado,
Y de lleno dejarlas retrazadas? 3
Todo idioma, sería muy menguado,
Porque á nuestra palabra y nuestras mentes
Tanto en su seno comprender no es dado. 6
Si se adunaran las extintas gentes.
Que de la Pulla, la infelice tierra.
Bañaron con su sangre de dolientes, 9
Con el romano, en prolongada guerra.
Que tanto anillo diera por despojos.
Cual Tito Livio escribe, y no lo yerra; 12
Si á ellas se uniesen, los que en sangre rojos
Cayeron contrapuestos á Güiscardo,
Y los huesos, que aun miran nuestros ojos 15
En Ceperano, donde fué bigardo
Cada Pullense; y los de Tagliacozzo
Donde inerme triunfara el viejo Alardo; is
EL INFIERNO —CANTO \X\ III I(j3
Cuando tocios, en j^riipo lastimoso,
Presentaran sus mienil)ros mutilados,
Nada serían ante el nono foso. 21
Jamás tonel sin duela ó desfondado,
Vióse como uno allí, todo él abierto
Desde la barba al vientre, el desdichado. 2^
Su corazón se muestra á descubierto;
Sus intestinos cuelgan, y es su saco
De excrementos, depósito entreabierto. n
Le seguía al través del aire opaco,
Y al mirarme exclamó, rasgando el pecho:
— " Ve como las entrañas me resaco. 30
" Mira á Mahoma aquí, todo deshecho :
Más adelante Alí sigue llorando,
Y su cabeza abierta es un desecho. 33
"Y los otros que ves aquí girando,
De escándalo y de cisma sembradores.
Fueron en vida, y así están penando. 35
"Un diablo se halla atrás, que en sus furores
Nos parte con el filo de su espada;
Renovando cruelmente los dolores 39
"En cada vuelta á la doliente estrada;
Porque se cicatriza nuestra herida
Antes de repasar la vía andada. 42
"Mas ¿qué haces tú sobre esa roca erguida?
¿Tal vez retardas el suplicio airado
Por la culpa en el mundo cometida?" 45
164 DIVINA COMEDIA
— "Aun no ha muerto, ni viene condenado,
Dijo el Maestro. — Busca la experiencia,
No el tormento que en lote te ha tocado.
48
" Yo un muerto soy, y doile mi asistencia
Al recorrer los cercos tenebrosos:
Y como te hablo, es esto una evidencia." 51
Más de cien almas se alzan de los fosos
Para mirarme como extraño caso.
Olvidando sus golpes dolorosos. 54
Sigue Mahoma: — "Pues que estás de paso,
Y vas á contemplar el Sol en breve,
Di á Fray Dolcino, — si no quiere acaso 57
"Acompañarme aquí, — cuide la nieve
Que la vitualla ataja, pues podría
Bien suceder que el Novares la lleve." 60
Así Mahoma, al tiempo que partía
Dejó de hablarme con la planta alzada
Volviendo á andar por la doliente vía. 63
Otro, que trae la gola agujereada.
Cortada la nariz hasta la ceja,
Y que muestra una oreja mutilada, 66
Fijo me mira, pero no se queja
Como los otros, y abre su garguero,
En chorro al destilar sangre bermeja. o9
— "¡Oh tú! que exento del tormento fiero,
Y en tierra conocí que fué latina,
— Dijo — según de tu semblante infiero, 72
EL INFIERNO — CANTO XXVIII l()5
"Acuérdate de Pedro Medicina,
Si tornases á ver el dulce llano
Que de Vercello á Marcabó se inclina; 75
"Y á los dos buenos únicos de Fano,
Y Angiolelo, dirás, también á Guido,
vSi el predecir acjuí no es un don vano, 7S
" Que serán de un bajel desprevenido
Arrojados al mar frente á Cattólica,
Dentro de un saco por tirano infido. si
''Entre la isla de Chipre y la Mayólica,
Nunca verá pirata igual Neptuno
Tal crimen cometer en tierra Argólica, 84
" El traidor, cuyos ojos ven con uno,
En el país, que uno que está conmigo
No quisiera haber visto en tiempo alguno, 87
"Los llamará para tratar consigo,
Y hará tal, que ni el viento de Focara
Ni las preces los pongan al abrigo." 90
Y yo á él: — "Dime antes y declara.
Si he de ser de tus nuevas mensajero,
¿Quién tan amarga vista no deseara?" 93
La quijada empuñó d<^- un compañero,
Abrir la boca con sus manos le hizo.
Gritando: — Un mudo que mostrarte quiero. 90
'"Este exilado, á Cesar indeciso,
Aliento dio al decirle : — " Mucha espera
Nos pierde sin salir del compromiso." — 99
166 DIVINA COMEDIA
¡Cuan consternada su apariencia era,
Con la lengua á raíz despedazada,
De aquel Curión, que la movió tan fiera! 102
Con una y otra mano mutilada
Otro alzó sus muñones, y en luz hosca
Mostrándome su cara ensangrentada, ios
Clamó: — "¡También acuérdate de Mosca!
Yo fui quien dije: — ¡Acabe ¿o e^npezado f
Germen de males de la gente Tosca. " ios
— "Y muerte de tu raza!" — dije airado;
Y como loco que el dolor conturba
Se fué con doble duelo acumulado. m
Quedé á mirar la condenada turba,
Y cosa vi que me causó pavura,
Y que el sólo contarla me conturba; ii4
Mas la firme conciencia me asegura.
Como fiel compañera que da aliento
Bajo el albergue de una mente pura. 117
Yo vi cierto, y lo veo en el momento,
Un busto sin cabeza ir caminando
En medio de aquel triste agrupamiento. 120
La cabeza, del pelo iba colgando
En sus manos á modo de linterna,
Y: — "¡Ay de mí!" — exclamaba sollozando. 123
De sí mismo era tétrica lucerna,
I Y era, cual todo en uno ó dos en una...!
Como fuera no es fácil lo discierna. 126
EL INFIERNO — CANTO XXVIll l67
— Lo sabe Aquél que todo lo coaduna!
— Al pie del puente alzóse la cabeza,
Movió los labios de su boca bruna, 129
Y díjome: — "Contempla esta crudeza,
Tú que vivo visitas á los muertos,
Que en nadie más que en mí la culpa pesa. 1^2
"Para llevar de mí, comentos ciertos.
Que soy Bosnio Beltrán saber tú debes,
Que aconsejó al rey Juan en sus entuertos. 135
"Al hijo y padre convertí en aleves.
Cual David y Absalón, tan fementido,
Que de Aquitófel son las culpas leves. 138
"Por dividir lo que se hallaba unido,
Tengo así dividida la cabeza.
Principio de este cuerpo amortecido; i4i
"Y culpa y pena así se contrapesa."
CANTO VIGESIMONONO
Comparación entre los grandes dolores de la tierra y del infierno — Al salir del
noveno cerco, Dante entrevé á su pariente Gen del Bello, que se esquiva ai-
rado de su vista. — Diálogo entre Virgilio y el Dante. — Los dos Poetas entran
en el décimo valle ó foso del octavo círculo.— Tormento de los falsificadores
y de los alquimistas, devorados por llagas asquerosas. — Coloquio de los dos
Poetas con una sombra. — El volador de Siena. — Capocchio.
Con tanta gente en llaga dolorida
Mi vista estaba de dolor colmada,
Que tanta pena á lagrimar convida; 3
Mas Virgilio me dijo: — "¿Tu mirada,
Por qué sigue tan fija y tan ansiosa
En la sombra á esa turba mutilada, 6
"Que antes paseabas triste y vagarosa?
Nadie contar sus almas se imagina,
Que millas veinte y dos mide su fosa. 9
"Mas ya la luna á nuestros pies se inclina:
Corto es el tiempo que me está acordado,
Y hay más que ver en la mansión maligna." 12
— "Si bien me hubieses antes observado,
Me dieras la razón — dije á mi guía, —
Y la partida un tanto retardado." 15
EL INFIERNO — CANTU XXIX 169
\A entre tanto, su áj^il pie movía,
Caminando, sin darme la respuesta,
Mientras yo continuaba: — " lín esta impía i8
" Mansión del duelo la mirada puesta,
De mi sangre, un espíritu que llora
Pienso haber visto, y lo que culpa cuesta." 21
Dijo el Maestro entonces: — "Si deplora
Tu corazón la vista del doliente,
Mayor dolor verás: déjale ahora: 24
" Le he visto cuando estabas sobre el puente.
Que con desdén feroz te amenazaba,
Geri- Bello, llamándole la gente. 27
" Tu atención por entonces se fijaba
En el señor que fué del Altofuerte,
Y no has visto al que al lado se esquivaba." 30
— " Oh mi Maestro, su violenta muerte,
— Le respondí — que sin venganza yace
Por los que oprobio parten con su suerte, 33
" Quizás motive su desdén, y le hace
Ocultarse de mí, como lo hacía,
Y más piedad del corazón me nace." 36
Así hablando los dos en compañía,
Llegábamos del puente hasta la altura,
Do con más luz el valle se veía: 39
Y al penetrar á la última clausura
De Malebolge, vimos ya cercanos
Los conversos de aquella negra hondura. 42
170 DIVINA COMEDIA
Fuertes lamentos suben inhumanos,
Que lastiman cual puntas aceradas;
Y el oído tapé con ambas manos. 45
Valdechiana no vio nunca hacinadas
De Julio hasta Setiembre en hospitales,
Ni la Marisma y la Cerdeña aunadas, 48
Más miserias y pestes ni más males:
Tal era la infección que se exhalaba
De los corruptos cuerpos infernales. 51
Bajamos por el borde en que estribaba
El largo puente, hacia la mano indiestra,
Donde la vista el valle dominaba. 54
Y abajo vi, con su severa muestra
Del Ser Supremo el fallo justiciero,
Que da castigo á la maldad siniestra. 57
No creo fuese el padecer más fiero
Cuando de Egina el aire tan malsano
Postró doliente todo un pueblo entero, 60
Que desde el hombre al mísero gusano
Todos murieron, y la antigua gente,
— Según dan los poetas por certano, —
63
Renovó con hormigas su simiente;
Y era de ver en esta oscura fosa
Languidecer por hatos, grey doliente. 66
Quien sobre el vientre, quien de espalda posa;
Y unos sobre los otros se arrastraban
A gatas por la vía dolorosa. 09
EL INFlIiKiNU — CANTO XXIXI 171
Mudos los dos, las plantas nos llevaban,
Mirando y escuchando á los penados,
Que en vano erguir sus cuerpos intentaban. 72
A dos vi sobre el suelo, cjue adosados,
Cual una olla á otra junta se calienta.
De pies á la cabeza lacerados 75
No de un mancebo mano turbulenta
Mueve con más empeño la almohaza
Ante el amo, que espera y se impacienta, 78
Cual el uno y el otro se ataraza
Con sus uñas, moviéndose rabiosos.
Sin alivio al ardor que los abrasa. si
Rascábanse las costras pustulosas
— Cual con cuchillo escámase el pescado, —
Con uñas aceradas y filosas. 84
Y hablando al un leproso condenado
Dijo mi guía: — "Oh! tú, que te destrozas,
Y en tenazas tus manos has trocado, 87
"Dime si entre estas sombras dolorosas
Se encuentra algún latino; ¡y que le baste
Uña eterna á tus manos trabajosas!" 90
— "Latinos somos; en eterno guaste
Los dos estamos, — prorrumpió gimiendo. —
Mas, ¿quién eres, que así lo demandaste?" 93
Y el Maestro: — "Soy uno que desciendo
Con un vivo, de piedra en piedra dura,
Y mostrarle el infierno, bien entiendo." 96
172 DIVINA COMEDIA
Al oírle rompieron su apretura,
Y trémulo cada uno me examina,
Con los otros que oyeron á ventura. 99
El Maestro hacia mí, blando se inclina;
Miróme y dijo: — "A tu sabor demanda."
Y hablé obediente á voluntad benigna: 102
— "Sea vuestra memoria memoranda
En el humano mundo de la mente,
Y viva muchos soles y se expanda! 105
" Decidme quiénes sois, y de qué gente,
Si vuestro mal y lastimosa pena.
No lo impide, y habladme libremente." ios
— "De Arezzo fui, donde Albero de Siena,
— El uno dijo — asóme en fuego vivo;
Mas no es ésta la causa de mi pena. iii
"Es verdad que una vez dije por juego,
Que volar por los aires yo podría,
Y él, de muy poco seso, y harto lego, ih
" Quiso le demostrase el arte mía,
Y porque no hice un Dédalo, á la hoguera
Me echó un obispo que por hijo había. ii7
"De las diez, á la fosa postrimera
Minos me condenó, maguer mis preces,
Porque alquimista allá en el mundo fuera. " 120
Dije al Poeta: — "Son estos Sieneses,
Todos de natural tan vanidoso.
Como más no lo son ni los franceses." 123
EL INFIERNO — CANTO XXIX 173
A estas palabras que escuchó un leproso,
Me respondió: — "Cierto es, menos l'>strica
Que fué en gastos tal ve": parsimonioso; 126
"Y Nicolcás, el que la usanza rica
Del jiroflé nos dio, que en país lejano
Su simiente nativa multiplica ; 129
"Y la cuadrilla de Cación de Asciano,
Que viña y bosque disipó sin cuento;
Y Abbagliato que fué de juicio sano. 132
"Y has de saber, que el que hace este comento
Contra el Sienes, y que tal vez te asombra.
Si bien miras, tendrás conocimiento 135
" Que en la tierra Capocchio se le nombra,
Falseador de metales por alquimia;
Y debes recordar al ver mi sombra, i38
"Que á natura imité con arte eximia."
13
CANTO TRIGÉSIMO
Los males y sufrimientos en la tierra y en el Infierno. — Continuación del último
valle del octavo círculo. — Otros falsificadores por trasmutación de la propia
persona, presa de una demencia furiosa. — Mirra. — Juan Esquico. — Un falsifica-
dor de moneda. — Adán de Brescia. — Los falsificadores de la palabra. — Dispu-
ta entre el hidrópico Adán de Brescia, y el griego Sinón devorado por la
fiebre. — Diálogo entre los dos Poetas en que Virgilio reprocha á Dante entre-
tenerse en atender palabras soeces. .
En el tiempo en que Juno despechada,
Con Semele y la raza del tebano,
Mostróse como siempre malairada, 3
Atamante tornóse tan insano,
Que al ver á sus dos hijos con su esposa,
Llevados cada uno de una mano, 6
— "¡A las redes! — gritó con voz furiosa, —
¡Leona y cachorros juntos he tomado!"
Y cual zarpa tendió mano impiadosa. 9
Y á uno de ellos, que Learco era llamado,
Lo estrelló en una roca, furibundo,
Y ella se echó con otro al mar airado. 12
Y cuando la fortuna, á lo profundo
Bajó á Troya tan alta y tan osada,
Y rey y reino se borró del mundo, 15
EL INFIERNO — CANTO XXX 175
Y Hécuba, la cautiva desolada,
Después de ver á Polixena muerta,
De Polidoro vio la faz amada, 18
Cadáver triste sobre playa yerta,
Y ladró como can, con pena insana
Oscura el alma, y la razón desierta, 21
No la furia tebana y la troyana
Atormentara con más penas crudas
Los animales y la especie humana, 24
Cual vi dos sombras pálidas, desnudas,
Mordiéndose, correr á la manera
Del puerco, con sus fauces colmilludas. 27
Una alcanza á Capocchio en su carrera,
Y al nudo de su cuello el diente hendiendo
Lo hace barrer el suelo en ira fiera. 30
El Aretino, á golpe tan tremendo,
— "Este espíritu, — exclama: — es Juan Esquico,
Que así rabioso á todos va mordiendo." 33
Y" yo á él: — "Decirme te suplico,
Cual sea la otra sombra vagarosa,
jY puedas preservarte de su hocico!" 30
Y él: — "Es esa la sombra criminosa
De Mirra antigua, que el pudor violando,
Se enamora del padre, y que incestuosa 39
"Peca con él, su ser falsificando.
Porque en otra persona se transforma;
Como ese, que con ella va penando, 42
176 DIVINA COMEDIA
" Quien por yegua ganar de buena forma,
Buoso Donati se llamó, doloso.
Por testamento en ajustada norma." 45
Luego que hubo pasado el par rabioso
Que mantenía absorta la mirada,
La extendí por el cerco doloroso, 48
Y á modo de laúd mal conformada
Una sombra miré, que tal sería
Si la parte inferior fuese cortada. 51
El humor de una grave hidropesía
De su cuerpo los miembros deformaba,
Y á su rostro no el vientre respondía. 54
De arriba abajo el labio se apartaba,
Cual la boca del ético, sedienta;
Desde la barba á la nariz temblaba. S7
— "Alma que estás de toda pena exenta,
No sé por qué, del valle en el secuestro,
— Me dijo, — pasa y toma triste cuenta 60
" Del pobre Adamo, mísero maestro :
Todo lo tuve, y hoy de agua una gota
Fuera más grata en mi penar siniestro. 63
" El arroyo que el fresco valle acota,
Al descender del verde Casentino
Y en el Arno sus aguas desagota, 66
"Ante mis ojos siempre me imagino,
Y su imagen risueña me deszuma
Más (jue el mal me descarna de contino. 69
EL INriERNÜ ~- CANTO XXX 177
" La ríj^ida justicia (]ue me abruma,
Castígame por donde yo he pecado,
Y mi lamento se transforma en bruma. 72
" En Romena, por mi falsificado
Fué el dinero sellado del Bautista;
Por ende el cuerpo allí dejé quemado 75
" Más si viese que el alma aquí se atrista
De Guido, de Alejandro, ó de su hermano,
Por Fonte- Branda diera yo esa vista. 78
" Uno ha venido ya ó está cercano,
Sí no miente la voz de esta morada,
Pero ¡ay! atado estoy de pies y mano. si
"Si en cien años, pudiese una pisada
Adelantar con cuerpo más ligero,
Me echaría á la vía condenada: 84
"Le buscaría en este valle fiero;
— Bien que tenga once millas de circuito,
Y media de ancho mida por entero. — 37
"Por ellos sufro este dolor maldito;
Ellos me hicieron acuñar florines
De tres quilates falsos, con delito"
— "Te pido, — dije, — que á esos denomines.
Que cual la húmeda mano en el invierno
Humean de este valle en los confines."
90
93
— " Allí los vi cuando bajé al infierno,
—Repuso, —y nunca, nunca se han movido:
Y así estarán por tiempo sempiterno. 96
178 DIVINA COMEDIA
"Una mintió á Josefo y su marido:
Otro es Sinón en Troya mal famado:
Y es su vapor, su aliento corrompido."
99
Uno de aquellos dos, así tachado,
Golpeó con puño firme y avizoro
Del hidrópico Adamo el vientre inflado, 102
Que retumbó como tambor sonoro;
Pero, con mano por igual pujante.
Gritándole: — "Ni aún este oficio ignoro!" ios
Maltratóle furioso su semblante;
Y agregó: — "Bien que me halle aquí tullido.
Mi brazo para tí, aún es bastante. "
IOS
Y el otro replicó: — " Cuando sumido
Te hallabas en las llamas, no tan presto
Eras, como al forjar, florín mentido." iii
Y el hidrópico dijo: — "Cierto es esto;
Pero no fué tan fiel tu testimonio.
Cuando en Troya te fuera á tí requesto. " 114
— "Verdad: más no fué puro tu antimonio,
— Gritó Sinón: — si entonces he mentido.
Lo has hecho tú más que ningún demonio." 117
-—"Recuerda aquel caballo fementido,—
Repuso el otro, aquel de vientre hinchado, —
Reo por todo el mundo maldecido." 120
_"Tú, — dijo el griego — eres el más penado;
Con panza inflada, y con la lengua seca.
El mirarte y beber te está vedado." 123
EL INFIERNO — CANTO XXX 179
^' el monedero: — " lu mentir te obceca
(^)uc si padezco sed y tenj^^o humores,
A tí fiebre malijirna te reseca. I26
" Es tu cabeza presa de dolores,
Y lamer el espejo de Narciso
Bien quisieras en medio á tus ardores. " 129
La disputa escuchaba, y de improviso
El buen Maestro prorrumpió: — ''Pues! mira!
¡Que estoy por enojarme!" —Yo indeciso, 132
Al escuchar aquel acento de ira,
Por tal vergüenza me sentí turbado,
Que todavía en mi memoria gira. 135
Y como el que desgracias ha soñado.
O aún soñando desea, que falsía
Sea lo que entre sueños ha soñado, I38
Tal yo también, que ni aun hablar podía,
Con palabras mi falta no excusaba,
Y me excusaba sin saber lo hacía. i4i
— "Culpas más graves que la tuya lava,
Ese rubor — dijo el Maestro amado, —
De la virtud, que todo desagrava. 144
"Y piensa que estaré siempre á tu lado
Si otra vez te encontrases con tal gente,
Que encuentre en semejante plato agrado; 147
"Que es bajeza el oírla solamente.''
CANTO TEIGESIMOPEIMERO
La lengua de Virgilio y la lanza de Aquilas. — Aparición de los Titanes que
levantan la mitad del cuerpo sobre la octava fosa ó valle á manera de torreo-
nes de fortaleza. — Los dos Poetas dan la espalda al octavo círculo, y se diri-
gen al pozo central del Infierno que está encima del noveno y conduce á él. —
Nemrod, Efialtes y otros Titanes. — El gigante Anteo. — Discurso de Virgilio
suplicando á Anteo que los haga descender al noveno círculo. — Anteo toma
á Virgilio y Dante en sus brazos, y como un lío los hace descender al último
abismo.
La misma lengua que mordió enojosa
Y dióme de vergüenza la semblanza,
La medicina me brindó piadosa; 3
Así cuentan curaba aquella lanza
De Peleo y Aquiles al herido;
De un lado dura y por el otro mansa. 6
Dejamos aquel valle dolorido
Contorneando del cerco el alto muro,
Mudos y el pensamiento contenido. 9
Era entre día y noche, un claro oscuro,
Y en la sombra mi vista vacilaba,
Cuando un cuerno sonó con son tan duro, 12
Que todo otro sonido sofocaba;
Y el oído la vista encaminando
Atento á un sólo punto concentraba. 15
RL INFIERNO — CANTO XXXI I ^i I
Tras de l.i rota dolorosa, cuando
Carlomagno perdió la santa gesta,
No tan terrible el cuerno de Rolando. is
En mi camino, al revolver la testa,
De muchas altas torres vi semejos,
Y al guía pregunté: — "¿Qué tierra es ésta? 21
Y respondió: — "No puedes ver de lejos,
Y te ofuscan en medio á las tinieblas
De lo que tú imaginas los reflejos. 24
" Lo que lejano con engaños pueblas,
Claro verás, estando más cercano;
Apura el paso, y pasarán las nieblas. 27
(Y dulcemente me tomó las manos):
"Antes que en esta vía te adelantes,
Y se disipen tus mirajes vanos, 30
"Sabe que no son torres, son gigantes
Hundidos en la fosa, y esto explica
Que sus bustos se iergan arrogantes." 33
Como cuando la niebla se disipa.
Poco á poco la vista trasfigura
Lo que un denso vapor diversifica, 36
Así, rompiendo aquella bruma oscura,
Al borde de la fosa tremebunda.
Huyó el engaño y vino la pavura. 39
Como á Montereggión, muro circunda,
Que de encumbradas torres se corona.
Así también se alzaba furibunda, 42
182 DIVINA COMEDIA
Por mitad descubriendo su persona,
La fila de gigantes, que amenaza,
Júpiter con sus rayos cuando trona. 45
Veo una faz que al muro sobrepasa,
La espalda, el pecho y de su vientre parte,
Y á un lado y otro el brazo que rebasa. 48
Hizo natura bien dejando el arte
De procrear tamaños animales,
Pues de tales soldados privó á Marte. 51
Ballenas y elefantes dan señales
Que si bien no del todo se arrepiente,
Aun en esto, sus juicios son cabales; 54
Porque si á la potencia de la mente
Se juntara la fuerza maliciosa,
El hombre á resistir fuera impotente. 57
Era larga la faz y era anchurosa
Como la pina de San Pedro en Roma,
Y su armazón, en proporción huesosa. 60
K\ muro, como túnica le toma
Medio cuerpo, y el resto, tan erguido
De la cintura á la cabeza asoma, 63
Que en tres frisones, uno al otro unido,
P2n treinta palmos, no se alcanzaría
Donde el hombre su manto tiene asido. 66
^' ¡ Rafe le 7nai, ainec zabí a/mía/''
A gritar empezó la fiera boca.
Que allí no suena dulce salmodia. 69
KL INFIERNO -CANTO XXXI 183
Increpóle el Maestro:— "Anima loca,
vSopla tu cuerno, y con su son desfoga
La ira ó la pasión (jue te sofoca. 72
^' En torno al cuello encontrarás la soga,
Que por siempre te amarra, alma confusa,
Y que cruzada al pecho, cruel te ahoga." 75
Y mirándome dijo: -"A sí se acusa:
Este es Nemrod, y por su loca empresa,
La misma lengua el mundo ya no usa. 78
"No perdamos el tiempo, que interesa;
Porque el lenguaje que habla nadie entiende,
Y ni él tampoco lo que el nuestro expresa." si
El buen Maestro su camino emprende;
Gira á izquierda, y á tiro de ballesta
Otro gigante desde el foso asciende. 84
Quien con sus fuerzas su furor arresta,
No podría decir; pero amarrados,
Ambos brazos robustos manifiesta, 87
Por cadena, de fierros muy pesados.
Que el cuerpo cinco veces le ceñía
Desde el cuello á los miembros empinados. 90
— " Este soberbio, tuvo la osadía
De medirse con Jove, y en sí lleva
Merecido castigo, — dijo el guía. 93
" Es Efialtes, que puesto á la gran prueba,
Con gigantes los dioses espantará:
No es fácil que sus brazos más remueva." 96
184 DIVINA COMEDIA
— "Maestro, díjele, yo deseara
Ver, si es posible, al colosal Briareo
Y que su imagen por el ojo entrara.
99
Y él á mí:— "Lo verás cerca de Anteo,
Que puede hablar y que se encuentra suelto,
Y ha de bajarnos donde gime el reo. 102
"El que tú quieres ver, se encuentra envuelto
En cadenas, cual éste semejante.
Salvo el rostro feroz y más resuelto." 103
No puede el terremoto más pujante,
Al sacudir el torreón más fuerte.
Igualar el poder de aquel gigante; ios
Jamás miedo mayor sentí de muerte,
Y me la diera el pecho congojoso,
A no saber que atado estaba inerte. iii
Seguimos á lo largo de aquel foso,
Donde Anteo, su busto levantando,
Cinco brazas afuera está alteroso. ii4
— "¡Oh tú! que en aquel valle afortunado
Donde heredó Scipión eterna gloria.
Fué Aníbal y Cartago derrotado, ii7
"Leones mil tuviste por memoria,
¡Y que de haber estado tú en la guerra
De tus hermanos, lauro de victoria 120
"Coronara á los hijos de la tierra!
Bájanos hasta el hondo precipicio.
Donde el Cocito su frialdad encierra. 123
II. IMII'.KXO — CANTO XXXI 185
'• No nos dirijas ;í Tifón ni «I Tizio.
Este (jue ves, dar puede lo (|ue se ama,
Si te inclinas con gesto más propicio, 126
" Y por el mundo pregonar tu fama,
Que vivo está, y aun tiene vida larga
Si antes del tiempo el cielo no le llama. " 129
Dijo Virgilio, y el gigante alarga
Presto, las manos que Hércules sintiera,
Y entre sus brazos al Maestro carga. r^2
Virgilio que coger así se viera,
Díjome: — "Haz de modo que te prenda."
Y de los dos Anteo un haz hiciera. 135
•
Cual parece, al mirar á Carisenda
Rajo el declive, que una nube leve
Mueve en contra su fábrica estupenda, i38
Tal me parece Anteo que se mueve
Al inclinarse; y cierto, que en tal hora
Quisiera andar por vía menos breve. 141
Mas, levemente, al fondo que devora
A Lucifer y Judas, nos llevó:
Doblegado un momento se demora, 144
Y cual mástil de nave se irguió.
CANTO TRIGÉSIMOSEGUNDO
Invocación á las vírgenes que ayudaron á Anfión á levantar los muros de Tebas. —
La raza maldita de los traidores. — Entrada de los dos Poetas al noveno y
último círculo. — Dante pisa en la oscuridad con su pesado cuerpo de hombre
vivo, las sombras de los condenados que se quejan. — El lago helado donde
son atormentados los traidores enterrados desde el cuello hasta los pies. — La
Antenoria, una de las cuatro comparticiones del noveno círculo, que son la
Caína, la Judaeca, la Antenoria y la Tolomea. — Suplicio y enumeración de
los traidores á la patria, que penan en el hielo. — Al entrar á la región Tolo-
mea, Dante ve asomar dos cabezas sobre el hiele, una de las cuales devora
la otra.
»
Si tuviese una rima áspera y bronca,
Como á este triste foso convendría,
Que sustenta las rocas con que entronca, 3
Yo el jugo de mi mente exprimiría
Más plenamente; pero no me alabo,
Pues con temor doy suelta á mi osadía. 6
Empresa fácil no es, llevar á cabo
Lo más hondo explicar del universo.
Ni es de lengua que aun dice inatnina y babbo. o
Ayuda, como Anfión, pide mi verso,
A las Donas de Tebas fundadoras.
¡No sea el hecho y el decir diverso! 12
— Plebe vil, entre razas malhechoras,
¡Mejor que ser de lo que hablar es duro,
Fuerais cabras y ovejas baladoras! — is
EL INFIERNO — CANTO XXXII 187
Así que entramos en el pozo oscuro,
A los pies del gibante desdoblado,
Miré la altura del soberbio muro. is
Clamó una voz quejosa: — "¡Ay! ten cuidado!
¡Y no maltrates con tu planta impía,
La frente de un hermano desdichado!" 21
Volví los ojos do la voz salía,
Y un lago vi, que convertido en hielo,
Más que de agua, de vidrio parecía. 24
Nunca en invierno, más espeso velo
Cubrió en Austria el Danubio congelado,
Ni vio el Tañáis bajo su frío cielo, 27
Cual el que vi, que á haberse derrumbado
Sobre él Apuana y Tabernich unidos,
Sus orillas ni un ¡cricchl hubieran dado. 30
Como la rana lanza sus graznidos
Con el hocico fuera, cuando sueña
La espigadera frutos más crecidos; 33
Lívidas, do vergüenza el rostro enseña,
Yacen las sombras en el lago helado.
Batiendo el diente á modo de cigüeña. 36
Su rostro hacia los suelos inclinado,
Su boca fría, y su mirar transido,
Dan testimonio de su triste estado. 39
Cuando la vista en torno hube corrido.
Miré á mis pies, y vi dos condenados
El pelo de uno y otro confundido. 42
DIVINA COMEDIA
'•¿Quiénes sois los de pechos apretados?"
— Pregunto, — y ellos alzan sus semblantes
Y á mí tuercen los cuellos doblegados. 45
En sus ojos, que blandos eran antes,
Al asomar la lágrima, se cuaja,
Y se cierran, de hielo semejantes. 48
Cual leño á leño ciñe férrea faja,
Así los dos, revueltas sus guedejas.
Cual cabras topan con la frente baja. 51
Uno de ellos, perdidas las orejas
Por el frío, pregunta, el rostro yerto :
— "¿Por qué en nosotros tu mirada espejas? 54
'' Quiénes son esos dos, sabrás de cierto :
Donde Bisenzio su corriente inclina,
Fueron señores con su padre Alberto. 57
" Hijos son de una madre ; en la Caína
Que ora atraviesas, no hay sombra malvada
Que más merezca estar en gelatina; 60
"Ni el que Arturo mató de mano armada,
Ni Focaccia, ni ese otro condenado
Que me tiene la vista interceptada 63
" Con su cabeza, ser abominado,
Que vSassol Mascheroni se llamaba:
Si eres toscano, ya te lo he mentado. 66
" Pocas palabras, y el sermón acaba.
Fui Camición de Pazzi, y acjuí espío
A Carlin que descargue mi alma prava." 69
EL INFIKRNO -~ CANTO XXXII 189
Después, amoríltíldos por el frío
Vi rostros mil, cjuc .lun tiritando miro,
Mirando siempre aquel helado río; 72
Y mientras vamos hacia el pozo andando
Donde el peso del mundo se coaduna,
Y entre el eterno frío iba temblando, 75
No sé, si por destino ó por fortuna.
Marchando entre cabezas condenadas.
Golpeó mi pie en el semblante á una. 78
Y llorando gritó: — "Si tus pisadas
No son de Mont' Aperti la venganza.
Por qué así me maltratan despiadadas?" si
Dije al Maestro : — " Para nuestra andanza ;
Quiero salir de dudas, que en seguida
Haré cuanto me dicte tu templanza." 84
Paróse el guía, y dije á la dolida
Sombra, que horrible blasfemaba ora:
— " ¿Quién eres tú de boca maldecida?" 87
— "¿Y tú quién?" — replicó, — que en la Antenota
Golpeando vas los rostros duramente
Cual un vivo, con planta pesadora?" 90
Y respondí: — ¿Yo soy un ser viviente,
Y si grata te puede ser la fama.
Quizás tu nombre entre los otros cuente.*' 93
— ";Por lo contrario mi miseria clama!
— Replicó, — y eres tú mal lisongero
Al aumentar mi pena en esta lama." 96
14
190 DIVINA COMEDIA
Asi el cabello de aquel ser tan fiero,
Diciéndole: — "Tu nombre me confiesa
Ó te pelo y repelo todo entero." 99
— "Puedes — dice, — pelarme con franqueza;
No te diré mi nombre, y te lo juro,
Aunque estrujes mil veces mi cabeza." 102
De una mecha bien firme le aseguro,
Y empezaba á pelarle ya la coca,
En tanto que él ladraba su conjuro. ios
Mas uno grita: — "Qué te pasa, Bocea?"
¿No te basta que suene tu quijada,
Que aún ladras? Qué demonio el que te aloca?" ios
— " Ora, tu confesión es excusada,
Traidor: — le dije, — queda con tu afirenta;
De tí daré noticia no falseada." iii
— "Vete, — repuso — y lo que quieras cuenta,
Mas no olvides decir, que al lado mora
El que su lengua puso á retroventa, II4
" Y aun el dinero del francés deplora.
Llorar he visto á Buoso de Duara,
Do helada está la turba pecadora. ii7
"Y si alguno por otro demandara,
A Becchería tienes á tu lado,
A quien P'lorencia el cuello le segara. 120
" Soldanier más allá, creo enterrado.
Con Ganello, y Tribaldo, traicionero
Que entregara á Faénza al sueño dado." 123
EL INFIERNO — CANTO XXXII 191
Más lejos vimos, en glacial ahujero,
De dos sombras heladas la cabeza,
Que la una de la otra era sombrero. 120
Como el hambriento muerde el pan á priesa,
Así hundía su diente un condenado
En la nuca del otro cjue era presa. 129
Cual Tideo de rabia trasportado
De Menalipo devoró la frente.
Así roía el cráneo descarnado. 132
— "¡Oh tú! le dije, que con fiero diente
Muerdes una cabeza ya reseca,
¿Cuál es el odio que tu pecho siente? 135
" Si no es bestialidad la que te obceca.
Di quién eres. Por qué tan iracundo?
Si la lengua con que hablo no se seca, i38
La razón que tu tengas diré al mundo."
CANTO TRIGESIMOTERCERO
Hugolino narra su emparedamiento en la torre de Pisa, juntamente con sus cuatro
hijos. — Su sueño fatídico. — La agonía de sus hijos, y su muerte por hambre.
— Hugolino sobrevive á sus hijos, y ciego, desatentado, puede en ól más el
hambre que los sentimientos naturales. — Imprecación del Poeta contra Pisa. —
La región de la Toloméa donde sufren tormentos otros traidores políticos. —
Fray Alberigo Manfredi. — Branca D'Oria. — Anticipación de la pena á las
demás almas de los traidores, cuyo cuerpo permanece todavía en la tierra.
La boca levantó del fiero pasto,
El pecador, limpiándola en el pelo
Del cráneo, por detrás ya casi guasto. 3
Y comenzó: — "Quieres renueve el duelo.
Que el corazón, impío me atormenta,
Y antes de hablar, me oprime sin consuelo! 6
"Mas, si al traidor que muerdo, afrenta cría
Mi palabra, cual germen encarnado,
Hablaré como el que habla y se lamenta. 9
"No sé quién eres, ni como has bajado;
Mas por tu acento, tu eres Florentino;
Y lo pienso, después que te he escuchado. 12
"Saber debes fui el conde de Hugolino,
Y éste fué el arzobispo de Rugiero:
Ahora sabrás por qué soy su vecino. 15
F.L INPIERNO- CANTO XXXIII 193
'' Por los amaños de su j]^enio artero
Confíeme de él, y á muerte condenado,
Bien se sabe, fui, triste prisionero. ih
"Mas no sabes el modo despiadado
Que hizo la muerte para mí más cruda:
Oye, y sabrás como yo fui agraviado. 21
" Una estrecha ventana de La Muda,
— Que es hoy torre del hambre, y todavía
A otro afligido encerrará sin duda, — 2+
" Más de una luna ya mostrado había.
Cuando en sueños miré, correrse el velo
Que el futuro á mis ojos escondía; 27
"Y á éste vi, cual señor con crudo anhelo
Cazar lobo y lobeznos, en montaña
Que de Luca y de Pizza parte el suelo. 30
" Con perras flacas, dadas á esta maña.
Los Gualando, Sismondis y Lanfranco,
Corrían tras su huella la campaña. 33
"En corto trecho, con cansado tranco,
Sueño, que á hijos y padre los devora,
Agudo diente que les hiende el flanco. 36
"Al despertar, cuando asomó la aurora,
Sentí á mis hijos, que entre sueños crueles,
Pedían pan con voz desgarradora. 39
" ¡ Serás muy cruel si de mi mal no dueles.
Pensando en lo que el alma me anunciaba!
Si no lloras, ¿de que llorar tú sueles? 42
194 DIVINA COMEDIA
"Despiertos ya mis hijos, se acercaba
La hora del alimento acostumbrado,
Y entre sueños cada uno vacilaba. 45
"Sentí clavar la puerta: sepultado
Quedé en la horrible torre, y vi maltrecho
El rostro de mis hijos; y callado, 48
"¡Yo no lloraba, empedernido el pecho!
Ellos lloraban, y Anselmucio dijo:
"¡Cómo me miras, padre! Qué te han hecho?" 5i
"Ni lloré entonces, ni repuse á mi hijo;
Todo aquel día y en la noche opreso.
Hasta que al mundo un nuevo Sol bendijo. 54
" Débil rayo de luz, el aire espeso
Bañó de la prisión, y estremecido.
Vi en cuatro rostros mi semblante impreso! 57
"Mordime las dos manos dolorido.
Y mis hijos, pensando que me embiste
Hambre voraz, prorrumpen en quejido:
60
— "¡Será para nosotros menos triste
Que comas nuestra carne miserable!
Tú puedes despojarla; tú la diste." — 63
"Por consolarlos me mostré inmutable:
Quedamos todos en mudez sombría...
¿Por qué no me tragó tierra implacable? 66
"Así llegamos hasta el cuarto día:
Gualdo me dijo: "Ven ¡ay! en mi ayuda!"
Y se tendió á mis pies en agonía. 69
EL INFIERNO — CANTO XXXIII 195
"jCiualdo iiiiirio; y v^i con len^uíi muda,
Uno á uno morir los tres, hambrientos,
Kl (¡uinto y sexto día en ansia cruda! 72
"Ciego, busqué sus cuerpos macilentos...
Tres días los llamé desatentado . .
¡El hambre sofocó los sentimientos!" 75
Con ojo torvo, así que hubo callado.
Volvió á roer el cráneo con su diente,
Como hace el can en hueso destrozado. 7»
¡Oh Pisa, vituperio de la gente
Del bello país en donde el sí se entona!
Pues que tarda el castigo providente,
81
Las islas de Caprera y de Gorgona
Cierren el Arno, y cubra su corriente
Anegada la estirpe de tu zona! 84
Pues si Hugolino según voz de gente,
Tus castillos vendió, no te era dado
Martirizar sus hijos crudamente ; 87
Que á Hugo y Brigata y ambos que he cantado,
Su edad temprana, inculpes declaraba,
¡Oh nueva Tebas de crueldad traslado! 90
El lago á la distancia se ensanchaba,
Y otra turba de sombras se veía,
Cuya cabeza al dorso se inclinaba. 93
La misma queja resonar se oía,
Y su llanto, que paso no encontraba,
Sobre el helado corazón caía; 96
196 DIVINA COMEDIA
Pues la lágrima al ojo se agolpaba,
Y cual visera de cristal helado,
En los párpados dura se fijaba, 99
Bien que fuese cual callo inanimado.
Por el frío, y que todo sentimiento
En mi rostro estuviese anonadado, 102
Me pareció sentir ligero viento,
Y al guía interrogué: — " ¿Quién esto mueve?
¿No está el Cocito de vapor exento?" 105
Y él respondió: — ''Ya lo verás en breve:
Tu ojo á tu boca le dará respuesta,
Al ver la causa que este soplo llueve." ios
Y un triste que en el frío se molesta,
A los dos nos increpa: — '-Almas tan duras,
Que merecéis esta mansión funesta, iii
"Quitadme estas heladas veladuras.
Antes que vuelva á congelarse el llanto,
Que el corazón impregna de tortura." lu
— "Si quieres, — dije, — alivio á tu quebranto.
Di quien eres y tu ojo desabrigo,
O en el fondo del hielo te suplanto." 117
El respondió: — "Yo soy fray Alberigo;
Soy aquel de la fruta de mal huerto,
Y aquí cosecho dátiles por higo." 120
Y yo á él: — "Estás en cuerpo muerto?"
Y respondió: — "Que el mundo el cuerpo vea
Puede ser, pues de todo estoy incierto. 123
EL INFIERNO — CANTO XXXIII 197
" lis privilep^io de esta Tolomea,
Que con frecuencia el ánima caída
De Átropos anticipe la tarea. izr.
" Porque ablandes mi vista endurecida,
Con mejor voluntad, diré, que al punto
Que un alma cual la mía es ya perdida, 129
" Al cuerpo le es quitada, y su trasunto
\^iste un demonio atroz que lo gobierna,
Antes que llegue la hora del consunto. 132
" Y mientras su alma baja á esta cisterna.
Queda en el mundo el cuerpo semi-vivo.
Como esa sombra que á mi lado inverna. 135
"Saberlo debes, si lo has visto vivo:
Es Branca D'Oria que hace algunos años
Aquí cayó, y aquí quedó cautivo." i38
— "Creo, — le dije, — son puros engaños,
Pues Branca D'Oria vive todavía,
Y come, bebe, duerme y viste paños." ui
Y él: — "Malebolge no tragado había
A Miguel Zanchez en la pez hirviente.
Cuando esa alma perdida aquí caía; 144
"Y un demonio ocupaba el ser viviente,
Y de un prójimo suyo, alma maligna,
Que cual D'Oria pecó traidoramente. 147
"Ahora extiende hacia mi mano benigna
Y abre mis ojos." — Los dejé cerrados,
Y noble fué con él mi acción indigna! 150
198 DIVINA COMEDIA
¡Ah Genoveses! hombres mixturados,
De usos diversos, llenos de magaña,
¿Por qué no sois del mundo desterrados? 153
Junto del alma peor de la Romana,
Por sus obras se encuentra allí cautivo,
Uno vuestro, que ya el Cocito baña.
156
Y aun en el mundo el cuerpo se halla vivo.
CANTO TRIGKSIMOCUARTO
Cuarta y última esfera de.l círculo nono. — Los traidores sumergirlos en el hielo.
— líl abismo de la Judeca. — Aparición de Lucifer. — Bajada y subida dje los
dos Poetas.— El centro de atracción de la tierra. — Salida á otro hemisferio
— El riveder de las estrellas.
"^/ rey con las banderas del Infierno
Está cercano; más primero mira,
— Dijo el guía — si ves lo que discierno." 3
Como cuando entre nieblas se respira,
Ó que al anochecer la luz decrece.
Se ve un molino que á lo lejos gira, 6
Grande fábrica así ver me parece.
— Contra el viento que viene, busco abrigo,
Y mi guía á su espalda me le ofrece. — 9
Estaba (en metro con temor lo digo)
Do las sombras se ven en transparencia
Cual paja que el cristal lleva consigo; 12
Donde entre el hielo sufren penitencia,
De pie ó cabeza, en arco contraído
El cuerpo, pies y rostro en adherencia. 15
Siguiendo por mi guía conducido.
Hasta donde le plugo al fin mostrarme
A la criatura de. esplendor perdido, 18
200 DIVINA COMEDIA
Me detuvo, y atrás hizo quedarme,
Diciendo: — "Mira á Dite; es el momento
De que tu pecho de energía se arme." 21
Como quedara helado y sin aliento,
No preguntes, lector, ni yo lo escribo,
Pues que todo decir es vano intento. 24
No estaba muerto, más no estaba vivo,
Y puede imaginarse un ingenioso
Lo que es un semi-muerto y semi-vivo. 27
El que impera en el reino doloroso.
Está en el hielo, á medias soterrado;
Y más bien me igualara yo á un coloso, 30
Que un gigante á su brazo desdoblado.
¡Cuál sería de pies á la cabeza
Su gigantesco cuerpo levantado! 33
Si su fealdad iguala su belleza
Cuando contra el Criador alzó los ojos,
¡Razón hay de llorar en la tristeza! 36
Oh! qué gran maravilla en sus despojos,
Cuando le vi tres caras en la testa!
Una delante de colores rojos, 39
Y otras dos, ayuntadas con aquesta.
Que desde el medio de cada ancha espalda
vSe reunían en lo alto de la cresta. 42
La diestra, era entre blanca y entre gualda,
Y la izquierda, cual son, tales y cuales,
Los que del Nilo nacen á la falda. 45
EL INFIERNO ~ CANTO XXXIV 201
Llevan las tres, dos alas colosales,
Cuál de tamaño pájaro en el vuelo.
¡ |amás el viento infló velas iguales! 48
Kran sin plumas, más tenían" pelo :
¡Murciélago infernal! con que aventaba
Tres vientos varios de perenne hielo, 51
Con que el Cocito todo congelaba í
Por seis ojos y seis mejillas llora,
Y mezcla el llanto á sanguinosa baba. 54
En cada boca un pecador devora
Con sus colmillos, de espadilla á guisa:
De un alma es cada boca torcedora. 57
La del frente, algo menos martiriza,
Pero su garra, cual de acero dura,
La piel hace pedazos triza á triza. 60
— " Aquel que sufre la mayor tortura,
— Dijo el Maestro, — es Judas Iscariote,
Cabeza adentro y piernas en soltura. 63
De esos cabeza abajo, en otro lote.
El que pende del negro befo, es Bruto,
Que sufre sin que el labio queja brote. 66
El otro es Cacio, fuerte como enjuto.
— Mas ya la noche viene, y es la hora
De la partida, en la mansión del luto." 69
Me abracé de mi sombra protectora,
Y al tentar Lucifer un nuevo vuelo,
Su ala pisó con planta previsora: 72
202 DIVINA COMEDIA
Y en seguida pisando pelo y pelo,
De vello en vello descendiendo fuimos,
Entre la helada costra y denso pelo. 75
Cuando al anca del monstruo descendimos,
En donde el muslo á compartirse empieza,
En angustias, mi guía y yo nos vimos. 78
El puso el pie do estaba su cabeza,
Y del pelo se asió, cual si volviera
Una vez más al antro más á priesa. si
— "¡Guarda! — dijo — que no hay más escalera!
- Como hombre que perdiese ya el aliento, —
¡Partir conviene de mansión tan fiera!" 84
Por peñasco horadado en su cimiento.
Salió, y al deponerme al otro lado,
Me dio la explicación del movimiento. 87
Alcé los ojos, y quedé asombrado
Al ver arriba al infernal coloso
Que las piernas había trastornado. 90
Cual yo quedé confuso y afanoso,
Puede pensarlo el vulgo que no entiende,
Como salí del paso trabajoso. 93
— "De pie! — dijo el Maestro,— que aun se extiende,
En larga vía, el áspero camino,
Y á su jornada tercia el sol desciende." 96
No era, por cierto, un sitio palatino.
Aquel recinto, triste y desolado,
Sin luz, y el suelo duro y salvajino. 99
EL INFIERNO — CANTO XXXIV 203
— " Al dejar el abismo condenado,
— Poniéndome de pie, dije á mi jruía
Sácame del error (jue me ha turbado. 102
"¿Dó está el hielo? Cómo ese que se erguía,
Nos muestra su estatura trastornada?
Cómo la noche se convierte en día?" ios
Y él á mí: — "Tu cabeza preocupada,
Estar piensa en el centro en que me viste
Asir el pelo del que al mundo horada. I08
"Mientras que yo bajaba, allí estuviste,
Y al revolverme, descendiste, al punto
Que todo peso atrae de cuanto existe. iii
Ahora, de otro hemisferio te hallas junto,
Que es por la tierra santa cobijado.
Bajo de cuya cima fué consunto ii4
"EL que nació y viviera sin pecado:
Tienes los pies sobre la estrecha esfera
Que la Judeca forma al otro lado ii7
"Aquí amanece; allá la sombra impera;
Y este que por escala nos dio el pelo,
Está lo mismo que antes estuviera. 120
" A esta parte cayó del alto cielo,
Y la tierra, al principio dilatada.
Con espanto, tendió del mar el velo, 123
"Y á este hemisferio vino arrebatada;
Y dejando vacío el centro roto
Aquí formó montaña levantada, 126
204 DIVINA COMEDIA
"Y abajo, allá, de Belzebut remoto,
Del largo de su tumba una rotura.
Que no se vé, pero cercana noto 129
" Por el son de arroyuelo que murmura
Bajando lento con andar tortuoso,
Y en la roca ha cavado su abertura." 132
Entramos al camino tenebroso.
Para volver á ver el claro mundo,
Y sin cuidarnos de ningún reposo, 135
Subimos, él primero y yo segundo.
Hasta del cielo ver las cosas bellas.
Por un resquicio de perfil rotundo, I38
A contemplar de nuevo las estrellas.
EL INFIERNO
NOTAS Y COMENTARIOS DEL TRADUCTOR
15
EL INFIERNO
NOTAS Y COMENTARIOS (H
CANTO PRIMERO
(4-6). Ahi qtianto a dir qiial era e cosa dura
Qitesta selva selvaggia ed aspra e forte,
Che ncl pensier riniiova la paura.
I>a traducción que se corrige es la siguiente:
Decir lo agreste que era, es cosa dura,
Esta selva tan áspera y tan fuerte
Que en la mente renueva la pavura.
Esta versión ha sido criticada por quien soíítiene, que el Dante es
intraducibie, literal y poéticamente con todas sus calidades esenciales,
en lo que todos están de acuerdo; pero al citar como argumento esta
estrofa, con relación al idioma español, el ejemplo es contraprodu-
cente, y él mismo se ha encargado de demostrarlo prácticamente, al
aconsejar traducir literalmente el verso 5, tal como se pone en la
corrección: Esta selva salvaje, áspera y fuerte. Es éste uno de los
casos en que me había apartado de mi propia teoría como traductor,
teniendo que volver á ella al tiempo de revisar mi trabajo, y así, por
vía de ilustración explicaré las razones de mi primitiva versión y de
la corrección definitiva.
Era indispensable incluir en la traducción los cuatro calificativos
que el poeta atribuye á la selva: osctira^ salvaje., áspera y fuerte.
El primero está comprendido en la estrofa primera, que le da su
colorido: los otros tres, que le imprimen su doble carácter físico y
simbólico, están en la segunda estrofa citada. En nuestra primera ver-
sión, agreste .^ correspondía á selvaggia., pero la palabra estaba fuera
( I ) Los números de las notas se refieren á los versos de cada canto.
208 EL INFIERNO
de su lugar, y además de alterar el giro del original, obligaba á
omitir !a exclamación de dolor que le da su acento. Para enmendar
esta falta, no teníamos sino ser fieles á nuestra teoría, ceñirnos estric-
tamente al texto y traducirlo textualmente dejándonos llevar natural-
mente por la corriente dantesca. Esto hemos hecho, resultando una
verdadera fotografía interpretativa, por decirlo así, en que se repro-
duce la estrofa original verso por verso, palabra por palabra equiva-
lente, con su giro propio, en su forma poética, con sus acentos rítmicos
y hasta con su graciosa paranomasia de selva salvaje (selva selva^-
gia). Esto, que demuestra que el Dante es traducible en castellano,
es una muestra del paralellimc^ de los dos idiomas, que recíprocamente
se prestan con tlexibilidad, á reproducir con los mismos sonidos y los
mismos giros gramaticales, las formas externas del número y de la
rima del verso á la par de sus poéticas armonías internas,
(6). Pavura traduce fielmente /íTí/rí?/ pero tiene más fuerza que
en italiano, por cuanto expresa el pavor á la vez que la pavura.
Como lo observa López Pelegrín, y Barcia lo confirma: "un hombre,
en el momento de verificarse un terremoto, se llena de pavor: des-
pués que ha pasado, tiene pavura á los terremotos". Así dice el
Dante, dando á la palabra el sentido y la fuerza que tiene en cas-
tellano:
Che nel pensier rinnova la patira
Siendo el pavor la causa, pavura es el efecto, y éste es el que se
renueva en el pensamiento del poeta, que por un feliz encuentro
de palabras, la traducción puede expresar con más precisión que el
original.
(7). — Tanto e amara che poco e piíi morte
Este verso podría interpretarse de dos modos, refiriendo la palabra
amara á la selva ó á la empresa de contarla, que e cosa dtira.
Esta promiscuidad ó permutación de los sentidos y su combinación
con las facultades morales, es frecuente en las imágenes dantescas,
como puede verse en el verso 59 del canto primero, donde se dice:
dovc ''I Sol tace (calla) para indicar "donde el sol se pone"; ó en el
verso 28 del canto V, en que se lee: ¿n loco d" ogni luce muto^ por
"privado de luz", y en el verso 132 del canto 111: " /« mente di su-
dore ancor mi óagna"". Por esto nos hemos ajustado literalmente al
original, como en los dos citados; pues el concepto, debe con preci-
sión encerrarse en una sola palabra. Los mismos comentadores ita-
lianos del Dante lo han comprendido, y así dice Hrunone Hianchi,
NOTAS Y COMBNTAKIüS 209
explicando este verso, que ('1 enviu-lvc la Idea de que "el recuerdo
de la selva oscura es tan ainartjfo y pavoroso como cl de la muerte".
Paolo Costa, contrayéndose, á la construcción j^^raniatical de la ora-
ción, adoílte que el epíteto amara puede referirse á la selva, ó á la
dura empresa de hablar de ella. Incllnándosf á lo sep^undo, pero que,
en todo caso el sustantivo /irt'W/'íZ, se refiere á la empresa, y en ningún
caso á la selva,
(S-*M. Ma per tralar del hcn cli' i' vi Irovai
Diro deiraltre cose cli' io v' ho scorle
Scorií\ es participio del verbo scorgere^ que comprende, ver, guiar
cnn seguridad ó acierto, discernir, mostrar, acompañar, y según AH-
zeri, en su comentario analítico, significaría en la acepción empleada,
ver de lejos ó con cierto cuidado ó atención, que vale tanto como ver
con discernimiento. No he encontrado en nuestra lengua otro equiva-
lente, aunque su significado sea más restringido, sino la palabra so-
¿cric (de solercia en castellano, soler sia en italiano) derivado del
latín (soleriía, sollers)^ que sus clásicos aplican, así á la fineza de los
sentidos y la destreza manual como á la penetración del criterio, lo
mismo que á las cualidades morales y á las facultades intelectuales.
En castellano, significa, sagaz, astuto, hábil para tratar alguna cosa,
y en italiano, cuidadoso, diligente. El sentido del concepto se conser-
varía íntegro por este equivalente, que envuelve la idea de ver con
cuidado ó discernimiento ó penetración, para juzgar atinadamente de
las cosas, que es la acepción en que la emplea Cicerón. Solerte po-
dría por lo tanto suplir á scorte, en cierta medida; pero he preferido
arreglar estos dos versos en la traducción, siguiendo el orden lógico
del pensamiento del autor, al contraponer el mal al bien, modificando
simplemente el orden de colocación de los conceptos.
(20). Esta imagen, que á primera vista parece atrevida, ha sido lite-
ralmente reproducida en la traducción, por cuanto ella es, no sólo
propia, sino científica, y reconoce un origen histórico. Como lo obser-
va Camerini en sus comentarios, el Dante quiso significar en este verso,
la cavidad del corazón, receptáculo de la sangre, que por una feliz
coincidencia, en que la poesía se armoniza con la ciencia. Harvey, el
descubridor de su circulación, llaiñó: sanguinis promptuarhim et
cisterna. Boccaccio, en sus comentarios, no penetró su significado
fisiológico y pensó que era una mera figura que localizaba en un re-
ceptáculo los espíritus vitales.
(24). Este es uno de los famosos tercetos del Dante. El poeta ha
procurado encerrar toda la fuerza de su imagen en la palabra que lo
210 EL INFIERNO
cierra: jrua¿a^ que en italiano significa iuirar, y por extensión, mirar
■con atención ó con estupor. En castellano existe la palabra corres-
pondiente aguaita^ que, según Barcia, tiene por etimología el verbo
catalán aguaitar que en lo antiguo significó guarda^ de donde deri-
varía la acepción aguardar con cuidado ó sea acechar. Así, la locución
■empleada en la traducción de " mirar hacia atrás con ánimo azorado",
encierra en un circunloquio la Idea del miedo con que se mira. La
^^'^^^^ix'^i'. jadeante^ que no está en el original, corresponde á lenna
affannata (hálito afanado), y da mayor fuerza á la imagen dentro de
sus contornos preciso-s.
(25). Alguna vez sucede, que el circunloquio ó el ripio está en el
original, y la traducción lo ciñe dentro de líneas raás~ precisas por
efecto de la lengua á que se vierte, como se ve en este caso:
Cosí I' atíiino, che ancor fiiggiva.
Los comentadorc s italianos para aclarar el concepto con propiedad,
lo complementan, suponiendo una forma elíptica. Tommaseo anota:
'■'• fzcggiíiva dipaura", y Bianchi: " ancor trépidamente per l'avuta
paura ". La palabra Jltichiante^ tomada en la acepción figurada de
vacilante, y por extensión estar en peligro, que recta y genuinamente
significa irepidanie ó iréiaulOy encierra la idea del poeta conforme
con su autorizado comentario.
( 30 ). — si che il pie fermo sempre era il piu basso.
Este verso ha dado origen á tan largos como triviales comentarios.
Bianchi, amplificando el comentario de Buti, emplea no menos de una
columna de sus notas, en demostrar, que el Dante quiso significar que
descendía por una pendiente suave, en la que, á la inversa de cuando
se camina por una llanura, el pie más firme suele estar más alto que
el de movimiento, ó sea el menos firme. Fúndase para ello, en que el
poeta dice, que caminaba por una piaggia diserla, que supone el co-
mentador ser una cosía, sin advertir que piaggia en italiano, en su
acepción poética, es cualquier lugar, " qualsivoglia luogo", según la
definición de Fanfani en su autorizado " Vc^cabulario". No sintiendo
el comentador firme su paso en este terreno, admite que pueda tener
el concepto un significado moral. Ko<ii;il;i, ¡)or el contrario, entiende
que el Dante subía (che saliva), y as' lo repite íílanc. Fratlcelli, con
más acierto, y dando un doble significado á la acción, es de opinióni
que con esta frase quiso expresar la lentitud y la circunspección, con
(jue ¡iroccdía, caminatido ai subir (sit per Verla), de tal manera, que
NOTAS Y COMENTARIOS 211
el pie más firme sobre el cual };ravitaha el cuerpo, estaba sensible-
mente siempre más abajo (ju<- el otro, ci cual entretanto avanzaba
hacia arriba", y lo mismo repite l'aolo Costa.
Tomando en cuenta las alternativas de la marcha del poeta, del
texto se desprende claramente, " que subía ". Había atravesado la
selva oscura, que dejaba á su es[)alda; en seguida, descansó, y volvió
á seguir su camino por la piaggia diserta ascendiendo la pendiente
del monte, que era el término del valle que transitaba, lo que le obli-
gaba á alirmar más el pie más bajo, como sucede cuando se sube.
(Verso 28-30). Más adelante dice, que al comenzar la subida (al co-
niificíay dcir crta) se le apareció la pantera (verso 31-32), que le
obligo á retroceder, ó sea á descender (verso 36), como lo dice ex-
presamente.
Además tomando Ja palabra que determina la acción en su sentido
recto y genuino, es Indudable que subía. PeriHO^ en Italiano, es inmó-
vil, fijo, estable y por extensión, durable ó constante, como en el latín
de que deriva. Fermare^ es im[)edir la continuación de un movimiento
empezado y progresivo, y también retener, sostener, reposarse. Estas
condiciones del movimiento, combinadas con la letra del texto solo
pueden llenarse subiendo: — si (de manera que, il pié ferino) el pie
firme ó estable sobre que reposa el peso del cuerpo, (sempre era il
piü basso) siempre queda más abajo del que se mueve.
Relacionando estos antecedentes con el cansancio del viajero, po-
dría traducirse de otros dos modos, igualmente vagos:
— Afirmando al subir, tardío paso.
— Procurando afirmar el tardo paso.
Hemos preferido traducir literalmente, reproduciendo el movimiento
que describe e! verso, sea que subiera ó que bajase, pues admite todos
los significados físicos ó morales que quieran darse al concepto.
(31). Ed ecco, quasi al continciar delP erta
Una lonsa leggiera e presta molió,
Che di peí macúlalo era coperta.
Ningún comentador ha podido explicar satisfactoriamente el simbo-
lismo de esta pantera, que es, juntamente con el león y la loba de que
hace mención más adelante, una de las tres bestias que hacen retroce-
der al solitario viajero en su camino, al tiempo de ascender al monte,
bañado por la luz del Sol : Che mena driiio altrui per ogni calle''''.
Blanc, partiendo de que loma viene de latín lynx^ declara no poder
definir si se trata de una pantera, de un lince ó de un leopardo, cuando
212 EL INFIERNO
la palabra misma (onsa) señala la especie del animal. Los comenta-
dores antiguos ven en la lonsa la representación de la lujuria; en el
león la soberbia, y en la loba la avaricia; y los modernos ven en la
primera la envidia, no faltando quien acumule en ella la lujuria y la
envidia, ó le dé otra interpretación puramente moral. Hugo Foseólo,
en su "Discurso sobre el poema del Dante" fué el primero que dio á
esta alegoría el significado político que sin duda tuvo para el gibelino
de la edad media, que presentía como Maquiavelo la unidad italiana.
Según esto, las tres bestias representarían las tres principales poten-
cias, que por entonces mantenían á la Italia dividida, y obstaban al
restablecimiento de la autoridad imperial, de que era partidario, y de
la paz, que era su anhelo. Así, la loba sería (como es evidentemente)
la curia romana y el poder temporal del Papa; la lonsa^ leggiera e
presta (ágil y móvil) di -peí macúlalo ^s&útí Florencia dividida en los
partidos Blancos y Negros; el león, la casa real de Francia, á la sazón
dominante en Ñapóles, y representada por Carlos sin tierra, el cual
hizo desterrar al Dante de Florencia. Florencia detuvo la carrera po-
lítica del Dante, como la pantera lo detenía en su camino fantástico
(verso 35-38). A pesar de esto, como que en la onza ó pantera quiere
simbolizar á su patria, ve en su aparición un buen presagio, y dice que
su pintada piel es alegre ó festiva (gaielta)^ según se expresa en los
versos 40-42, lo que excluye la idea de la lujuria ó déla envidia, ó de
las dos cosas juntas, que se pretende encontrar "n la bestia. Siguiendo
esta interpretación racional, en la palabra vióvil va envuelto el con-
cepto de ligereza, de leggiera e presta^ en el doble sentido de mo-
vimiento material ó moral que tiene en castellano. (Véase nota al
verso 42).
(42). St che a bene sperar ^n^ era cagione
Di quella /era la gaietta pelle.
Gaieita^ está sustituido por pintada, que sugiere también la Idea
de alegría. Esta palabra que se adapta tan bien á la onza, como al
leopardo y á la pantera, siendo la piel de la primera pardo claro, con
manchas oscuras é irregulares, más claras por el centro; y en la se-
gunda, las pintas son como anillos, en lo que se diferencia del leopar-
do. Así, pues, //«/íZí/íZ reemplaza con ventaja á ,fí2/>//í2. Puede justi-
ficarse además la sustitución con una hipótesis. Gaietta, bien pudiera
ser gialletta, ó sea amarillenta^ ó leonada, que corresponde á los
tres animales de que se trata. Esta lección aclararía el concepto pues,
admitido que la lonza di pd maculato de que habla el poeta, sea
Florencia, giallclla, viene mejor que gaietta, si, como parece evl-
NOTAS Y COMENTARIOS 213
(lente, I.is manchas ó pintas sf refieren á los marrados partidos que á
la sazón la fHvIdían. Nos limitamos á apuntar la hip()tesls por nuestra
cuenta.
Como complcme nto de esta aiiotacicm transcribiremos, — por excep-
ción - la traducción que de los versos citados hace el conde de Cheste,
porque es sinp^ular:
Así, <iiu; á poseer irK- inuc.vc aliora
I)r, la fiera, la piel (ie manchas bellas.
Lo contrario se desprende del contexto, que el mismo Dante ex-
plana en otro pasaje, que se relaciona con este, y que ha escapado á
la atención de los comentadores italianos. En el canto XVI, versos
106-108, se dice, que con una cuerda que el ptoeta llevaba á la cintura,
pensó en tal ocasión enlazar á la onza:
/o avcva una corda intorno cinta,
E con essa pcnsai alcuna volla
Prender la lonca alia pelle dipinta.
Siendo la onza ó pantera una representación de Florencia, patria
del poeta, cuya vista le causó placer, como él lo dice, no podía pensar
en apoderarse de la piel de la bestia simbólica, pues esto implica la
intención de matarla para desollarla, sino la de cautivarla, por medio
del cordón de la penitencia, que era la cuerda que llevaba á la cintura.
(60). Todos los traductores españoles han retrocedido ante las imá-
genes del Dante, que tienen por base la trasposición de los sentidos,
principalmente el de la vista con relación á la voz, y han procurado
expresarlas por medio de circunloquios ó por palabras abstractas,
que á la vez que las debilitan, borran sus contornos concretos y co-
rrectos, despojando al poeta de su orlg^lnalidad en los modos de decir,
ya sea para pintar los objetos, ya para expresar la impresión que
producen en el ánimo. El color poético de la Divina Comedia, ó sea
el tono ^ principalmente en el "Infierno", es el claro-oscuro, que distri-
buye con intensidad las luces y las sombras, y así como se aplica esta
calificación á la gradación de las tintas en un cuadro, y por extensión
al estado vago del alma, así también puede equipararse la escala cro-
mática de la luz ó de la voz humana. Así como se dice de algunos co-
lores por demás vivos, que son gritones, puede también decirse que
son mudos ó blandos. Víctor Hugo, que es, como Dante, el poeta de
los atrevimientos en punto á imágenes, ha dicho: "Los montañeses
de las inmediaciones de la Selva Negra, tienen una especie de canto
claro-oscuro", y aunque los retóricos hayan criticado su imagen, como
214 EL INFIERNO
la del Dante, ha entrado en el lenguaje poético universal. (Véase la
nota al verso 7).
(61). — Mentre ch^ lo ruinava in basso loco
Algunos comentadores (Bianchi entre ellos) sostienen que debe pre-
ferirse la lección ruinava en vez de rovinava que los demás aceptan,
mientras que Paolo Costa es de opinión que debe ser riiornava^ y
Federico Alizeri apoya esta lección, fundándose en una razón que la
desautoriza, y es, que rtiinava es caer ó descender á un precipicio,
que es precisamente la acción que el poeta expresa y pinta con una
sola palabra.
Es de extrañarse que tan prolijos comentadores, siendo italianos,
hayan desconocido la etimología de la palabra, y.hasta su sentido
propio en sus diversas formas, confundiéndose á causa de esto hasta
el punto de reemplazarla arbitrariamente por otra, de significado
contr. rio.
En el verso 34 del canto V, al trazar el segundo círculo del Infierno
en que giran perpetuamente los condenados, el poeta determina su
límite poruña rzñna^ ó sea por un abismo ó precipicio:
Quando giungon davanti alia ruina
La palabra rtiina es sinónima en italiano de rovina y significa á la
vez que ruina como en castellano, una anfractuosidad, grieta, despe-
ñadero ó valle fragoso, que corresponde á sima ó barranco, y por
extensión, precipicio, abismo.
Su etimología es dudosa: unos la hacen derivar de la baja latinidad
y otros de una raíz sancrita. El Dante usa alguna vez la palabra latina
rucre (que tiene alguna analogía) en el sentido de precipitar, que se-
gún Bianchi, sólo se emplearía para expresar la acción de correr pre-
suroso. En la época de la "Divina Comedia" los provenzales tenían
ya la palabra rabina, y el antiguo francés ó lengua del <??^/, la pa-
labra ravine que se conserva aún en el moderno, bajo la forma de
ravin, con el significado de barranco ó sima. En este sentido lo usa
el poeta en los dos casos citados, y conocida la etimología de la
palabra, no es posible dudar de su significado recto y genuino. Así:
metiíre. ch'io rovinava (ó ruinava) in basso loco, significa literal-
mente (|iie se precipitaba ó descendía presurosamente de la altura
hacia el bajo, ó sea al fondo del valle, que era la rovina. Por lo tanto,
la traducción: "Mientras que al negro valle descendía", expresa cla-
ramente la acción, y aunque no con la fuerza del original, á que da
NOTAS Y COMENTARIOS 215
rellt-ve la palal)ra rovinava, pinta mejor el sitio ó paisaje, en armonía
con la índ(ílc di 1 estilo dantesco y de conformidad con lo que dice el
poeta en los versos 14 y 15, que la selva oscura estaba situada en el
vallf, limitado al frente por una colina dominante, (jue empezó á
ascender al salir de acjuella:
(Judia valle
che ))i' avea di p aura il cor compunio.
Sin tomar en cuenta este Itinerario ni estos elemc ntos filológ^ico!-, los
comentadores Italianos fundan su lección de ruinava en el verso 138
del canto XXXII del Paraíso, en que se hace referencia á esta misma
circunstancia.
Quando chinava a ruinar le ciglia
nianchi, tomando la palabra ciglia en su sentido de ceja del r<Jstro
humano, interpreta el verso de este modo: "quando cogll occhi bassi
per ismarrimento d' animo t' afírettavi a rltornar nella selva." Ciglia^
en la acepción usada por el poeta, es ceja ó sea la parte más alta de
un terreno con relación á un punto más bajo; y de ella derivan las
palabras Italianas ciglione^ que significa la parte alta de un camino^
y ciglionare levantar el terreno en los bordes de un foso. De manera
que, lo que el Dante quiso decir, y dice claramente en el verso cita-
do,— que confirma el anterior comentario, — es que descendía precipi-
tadamente por la ceja del valle.
Hay además otros pasajes que confirman este comentarlo, y cuya
correlación con la palabra ruina ó rovina en el sentido en que la
emplea el Dante no ha sido notada por los comentadores italianos.
P"n los versos 35-36 del canto XX (Infierno), se dice con referencia
á un alma maldita precipitada al abismo infernal de Minos:
E non resto di ruinare a valle
Fino a Minos che ciascheduno afierra.
O sea, literalmente traducido: — "Y no paró de rodar (ó de precipi-
tarse) hasta el valle donde está Minos, que aferra á cada uno (á cada
pecador)".
En los versos 129 y 131 del canto XXXIII, se dice, refiriéndose á
un alma condenada que es precipitada al abismo de la Tolomea:
r anima trade
Ella ruina in si fatta cisterna;
(61-63). Mentre di' io ruittava in basso loco,
Dinanzi agli ochi mi si fu offerto
Chi per lungo silenzio parea fioco.
216 EL INFIERNO
La interpretación que mantengo, y que se aparta de la de casi todos
los comentadores italianos, ha sido criticada diciendo: "que todos los
que no hablan parecen mudos", y que por lo tanto esto constituye
una notoria vulgaridad. Aparte de que hay silencios elocuentes que
no acusan mudez, no se ha tenido en cuenta al hacer esta observación
( que tratándole de un vivo sería pertinente), que entre "los todos"
no pueden estar incluidas las sombras ó espíritus, que no respiran
como el común de los mortales. Así, en el canto XXIII, el poeta hace
decir á uno de los condenados, refiriéndose á él, en contraposición de
Virgilio que no respiraba :
CosUii par vivo alP atto della gola :
Por manera "que un ser tan silencioso que parecía mudo en su si-
lencio", comprende con propiedad no solo la extinción ó suspensión
de la palabra, sino también la privación de la respiración, lo que cons-
tituye un doble silencio.
Traducidos literalmente los versos 62 y 63, dicen: "Delante de mis
ojos (dinansi agli occhij, se me presentó f/ui stjtí offerio) uno que
(cki) por (su) largo silencio (per hmgo silencio) parecía mudo {JiocoJ
ó sea con la voz apagada.
Blanc interpreta el concepto de este modo: "Dante, al ver á la dis-
tancia un fantasma, espera naturalmente como pueda venir en su
socorro; pero como éste no acude inmediatamente y permanece en
silencio, concluye, que debía ser débil ó cansado". Fraticelll dice:
" Fioco, flaco, débil ó lánguido, por haber callado mucho tiempo".
AUzeri y Paolo Costa (así como Fraticelli. sin afirmarlo), piensan que
el Dante se refería al largo silencio que se había hecho en su época
en torno de las letras antlg-uas y principalmente de las obras de Vir-
gilio. Brunone Bianchi comenta este pasaje: " Kntiéndase, me encontré
delante de uno que parecía un hombre que por largo callar hubiese
perdido el uso de la palabra".
Come se vé, estas interpretaciones tienen poca consistencia: 1° por-
que el Dante al encontrarse con Virgilio, no podía saber si hacía mu-
cho ó poco tiempo que estuviese en silencio; 2^ porque no sabía quien
era Virgilio, como lo manifista en el verso 71 de este canto, en que al
fin lo reconoce, y por lo tanto no podía hacer alusión á su obra lite-
raria; 3" porque de la construcción gramatical de la oración puede
deducirse lógicamente que todo lo refiere al momento de la aparición
[dinanzi (lí^li occhi parca) y no al pasado; 4'> porque el Dante no
NOTAS Y COMENTARIOS 21 7
tenía Idea cl.ir.i He la naturaleza de la aparición, y dudaba, al res-
pecto, como lo expresa en uno de sus versos sij^ulcntes :
Qudl che iu sil, od onibra, od nomo ccrto
5" porque no tiene sentido racional la interpretación de que parecía
Virgilio mudo ó lánj^uido á consecuencia de larp;^o silencio, pues no
hay signo visible que pueda hacer conocer la languidez ó la mudez
por efectos del largo callar, y más, refiriéndose á una sombra que ni
respiraba siquiera.
Fundado en estas consideraciones, mi interpretación es la siguiente:
"Delante de mis ojos se me presentó uno que por su prolongado silen-
cio me pareció mudo". Ksta versión es concordante ( n un todo con el
texto original, sin violentar su sentido, y es también la más racional,
si se tiene presente lo que apuntamo.s antes, que líi sombra de Virgilio,
no solo no hablaba, sino que ni siquiera respiraba, lo que trae natu-
ralmente la idea de la afonía.
(75). — Poiclie il superho Ilion fu combusto
Al exponer nuestra teoría como traductor, digimos, que al introducir
algunos modismos y términos anticuados, no era nuestro objeto retro-
traer el lenguaje de la versión castellana á la época contemporánea del
Dante, sino darle un ligero tinte arcaico, de manera de armonizarla
más con el original empleando no sólo palabras equivalentes, sino
también las mismas del original, algunas de las cuales están fuera del
uso corriente, pero que en la época del Dante eran comunes á los
dos idiomas, y se conservan en ambos con la misma acepción. Tal
sucede con la palabra combusto, y como es la primera vez que apa-
rece un arcaísmo en esta traducción, lo acompañaremos de un breve
comentario.
Como lo observa Littré: " el arcaísmo es una necesidad de todas
las lenguas, y bien empleado, una garantía y una sanción, y por no
haberse tomado en cuenta, se han condenado con poco juicio, formas
y palabras que eran necesarias''. La palabra combusto^ anticuada, es
una de ellas, que tiene el mismo valor en español y en italiano, y que
se conserva en ambos con la misma acepción. Los italianos la han
declarado arcaica porque han abandonado el uso del verbo cotubu-
rere á que corresponde. Los españoles la han declarado anticuada,
eliminándola de un grupo de pahbras en que hace falta {combus-
iión^ combustible^ combustibilidad^ comburente ,, combusto) y la
reemplazan con la palabra abrasado, que no es lo mismo ni tiene el
218 EL INFIERNO
mismo valor científico. Seg-ún la definición que de la palabra abrasar
dan los diccionarios españoles, — entre ellos Barcia — ella significa recta
y genuinamente, reducir á brasas, y por extensión, quemar. Mientras
tanto, el mismo Barcia reconoce, qué combusto participio pasivo del
verbo latino coiuburere — de donde lo tomó el español en la misma
acepción — es "abrasar del todo, quemar juntamente", de cuní con, y
de burere^ quemar. Así, pues, combusto es propiamente quemado y
consumido por el fueg-o, y en el caso empleado, un término más com-
prensivo y expresivo que los equivalentes de uso común.
(107-108) Per cui tnori la vergine Catnilla,
Eurialo, e Turno, e Nizo di f ende.
"Viril porfía" como se lee en la edición que se corrige, es una tra-
ducción libre, que omite la palabra complementaria del concepto his-
tórico (di feruie) á saber, muertos á consecuencia de heridas mortales
recibidas, luchando por la defensa ó la conquista de la umile lialíai
ó sea el antiguo Lacio cantado por Virgilio. La palabra porfía está
empleada en su doble acepción de lucha obstinada ó antagónica
en pro ó en contra de la fundación del imperio latino, á que hace alu-
sión el poeta.
(117). Tommaseo entiende que lloran la vida penal del infierno,
que es la segunda muerte. Otros entienden que piden á gritos la
muerte del alma. Esta es la versión correcta, pero que no ha sido
bien explicada. Habiendo muerto el cuerpo, el alma que le sobrevive,
es la que sufre, y es la muerte del alma, ó sea la segunda muerte, lo
que los condenados piden.
( 120). En el verso 52 del canto II, Virgilio dice al Dante, refirién-
dose á las almas que esperan su redención en el limbo, entre las cua-
les el p(»eta antiguo se hallaba:
lo era ira color che son sospesi
Como se verá en el verso correspondiente (52), hemos precisado
allí el concepto, poniendo la palabra limbo^ que resalta claramente
del texto; pero para no omitir ninguno de los modos de decir del
poeta, colocamos aquí la expresión original, aunque sea traspor-
tándola :
Los (jui: suspensos sufren penitentes
NOTAS Y COMENTARIOS
219
CANTO II
(1-4). Ilr aquí la estrofa orl^íinal que es famosa:
j^o gionio se ti'andava, c I' acr bruno
l'o^licva gli animali, che sonó in Ierra,
Dalle faiiche loro; ed io sol uno
M^apparechiava a sostener la guerra.
Thomas Grey, en su igualmente famosa elegía: "El Cementerio de
la Aldea" traducida á todas las lenguas, ha imitado esta estrofa en
los versos con que comienza, agregándole el sonido de la campana
vespertina que «anuncia la muerte del día," idea que tomó también
de los versos 1-6 del canto VIH del Purgatorio.
Era gia Vora che volgc'l dtsio
E che lo nuovo peregrin d'amore
Punge, se ode la squilla di lontano
Che paja 'I gtorno pianger che si mucre.
Hé aquí la estrofa imitativa del poeta inglés:
The cur/ew tolls the knell of pariing day ;
The lowing herd wind slowly o'er the lea;
The ploughman homewards plods his weary way
And leaves the world to darkness and to me.
Los comentadores ingleses han observado, que el final del penúlti-
mo verso de esta elegía - ^^iremblíng hope repose'^ - es uüa imita-
ción de' Petrarca, que antes había A\c\vo'. paventosse s^eme (teme-
rosa ó trémula esperanza); y Macaulay señálala reminiscencia del
sonido de la campana al morir el día "como un specimen de uno de
los más desgraciados plagios que se hayan hecho jamás"; pero no
han tenido presente el plagio ó imitación de la estrofa de este canto
que es el fundamental.
/g>- _ o mente, che scrivesti ció ch'io vidi.
En la anotación al verso 7 del canto I hemos apuntado, que en las
Imágenes dantescas es frecuente la promiscuidad ó sustitución de los
sentidos en combinación con las facultades morales. En este verso a
la inversa del caso citado, se asigna una función material á un acto
intelectual, y asi se hace "escribir á la mente lo que vio." Teniendo
presente esto al traducir literalmente la estrofa, en vez de cid ch'to
vidi, hemos puesto visiones que á la vez que condensa el pensamien-
to en una sola palabra, es más expresivo-y poético.
220 EL INFIERNO
(13-15). El concepto que envuelve esta estrofa es complicado y
algo oscuro en el original, por efecto de esa mezcla de espíritus y
cuerpos vivos de diversa naturaleza y con las mismas pasiones y sen-
saciones, combinándose en ella fantásticamente las crencias cristianas
y las reminiscencias paganas de que la Divina Comedia está llena:
Tu diez, che di Silvio lo párente,
Corruttibile ancora, ad intmortale
Secólo ando, e fu sensibilmente.
Traducido literalmente:- Tú dices que ei padre de Silvio (Eneas)
corruptible aún (hombre mortal) giró en el siglo inmortal (el mundo
de los espíritus), y que lo hizo sensiblemente (es decir, real y mate-
rialmente con todos sus sentidos corporales). "
La traducción invirtlendo el concepto, sin alterar su sentido, dice :
"Eneas, siendo aún hombre mortal ycorruiíbile) palpó {sensibil-
mente) la esencia del mundo de los espíritus" que el poeta pone en
contraposición de los sentidos corporales del hombre viviente. En
otro poeta que no fuese el Dante, sería una impropiedad hacerle de-
cir que Eneas "palpó la esencia", pero debe tenerse presente, que
las sombras dantescas experimentan las mismas sensaciones de los
cuerpos vivos, como se ve en el canto VI, en que se quejan las som-
bras que el poeta huella con su planta; y en el canto XXXII en que
las cabezas que pisa le piden que no las lastime. Mllton, imitando
estas imágenes del Dante, pinta poéticamente las llamas que no
alumbran, y las tinieblas visibles.
(17-21). Estos dos tercetos están intenclonalmente asonantados en
la traducción, como lo están en el original los dos que inmediata-
mente se suceden:
Córtese i fu, pensando I' alto effetto.
Non pare indegno ad nomo d'inlelletto :
Ch' ei fu de ir alma Roma e di su o impero
Nell' empíreo ciel per padre eletto :
La quale e il quale (a voler dir lo vero )
U' siede il snccessor del tnaggior Piero.
Como es la primera vez que aparecen mezclados los consonantes
con los asonantes en esta traducción, reproduciendo la forma del ori-
ginal, conviene dar al respecto una explicación por vía de ilustración
y comentarlo
Habiéndome propuesto reproducir la melopea del verso dantesco
NOTAS Y COMKNTARIOS 221
en manto es posible en castellano, subordinánfiola á la idea ori^^inal,
he procurado buscar la analoj^ía de sus compases rífiuicos, los acor-
des (onéiicos, los sonidos llenos y la coml)inaci()n métrica de sílabas
láridas ó aijudas y graves, que constituyen el número ó la acentuación
de las palabras. F)s la solución de un problema mecánico de versifica-
ción, ó fónico, si se quiere, de las armonías de la voz humana en sus
diversas forma?, combinadas con los instrumentos que la acompañan
la estructura del verso de los j^randes poetas tiene, como la frase
musical, su armonía propia que da su relieve á la palabra hablada.
Rossini lo ha demostrado prácticamente al traducir en notas melódi-
cas, la do'orida y al parecer prosaica queja de Francesca de Rímini :
— " Ncssun maggioy dolore che rícordarse del iempo felice nella
miseria. "
Kn los idiomas antiguos que nos han lef;ado sus g-randes modelos
poéticos, el verso era más sonoro, más musical, á causa de su rica
prosodia, y les bastaba el mecanismo que reposaba sobre la combina-
ción de las sílabas largas y breves, caracterizadas por acentos, para
producir sus pies ó compases, que se refundían métricamente en acor-
des completos. Habiendo dcbaparecldo en los Idiomas modernos, — y
principalmente en los derivados del latín — el ritmo y la cadencia de
la versificación primitiva, fué necesario suplir esta deficiencia con la
Invención de un nuevo sistema métrico, análogo, pero distinto, cuyos
recursos armónicos consisten en períodos musicales, marcados por
consonantes ó asonantes, acentos y apoyaduras, sin excluir en algu-
nos casos, pero por mero accidente, el uso de las pronunciaciones
acentuadas con las no acentuadas, artificio q'ie decide del movimien-
to del veso, aún cuando la sílaba haya dejado de tener un valor mu-
sical en las lenguas habladas.
El movimiento del verso, su número y sus pausas, obedecen á reglas
constantes que tienen su origen en la naturaleza de los idiomas y en la
organización humana, siendo la rima y la cantidad de sílabas lo más
secundario en su estructura armónica. De aquí, que el francés mo-
derno, único idioma derivado del latín que no haya adoptado para su
versificación la prosodia poética inventada por los provenzales, sea
por lo general un Instrumento insonoro en manos de sus poetas, al
que sólo Corneille ha podido arrancar algunos acentos viriles, Racine
algunos ecos tiernos, Lamartine algunas notas melódicas, Musset nue-
vas armonías, y al que Víctor Hugo con su Inspiración lírica, ha hecho
producir nuevos acordes al templar sus cuerdas, dándole la resonan-
cia de un nuevo Iniítrumento á la manera del Dante, que convirtió un
16
222 EL INFIERNO
tosco dialecto en la lenorua más armoniosa del mundo. No puede de-
cirse empero que el francés carezca en absoluto de asonantes: los
tiene, pero solamente agudos, porque sus vocablos carecen de termi-
naciones graves, en que principalmente suenan las vocales. Racine,
que pasa por el mejor versificador de la lengua francesa, en sus ale-
jandrinos tirados á cordel, que hacen vibrar las consonantes terminales
de cada verso, ensarta hasta ocho a.-onantes y seis consonantes
agudos uno tras de otro, en sus trajedias y poesías.
Así, el consonante, siendo adorno necesario de la poesía moderna
para suplir la insonoridad de las lenguas modernas, no es condición
esencial de la métrica, como lo prueba el verso blanco de los ingleses,
en que la idea resuena y su sonido repercute en el alma mejor que el
consonante. Tratándose del asonante, la cuestión es más simple por
una parte y más complicada por otra
El casteüano, el italiano y el portugués, — prescindiendo de sus dia-
lectos, - son los tres únicos idiomas hablados que tienen asonantes
graves, ó sea la semi-rima, en que se recarga la pronunciación sobre
las vocales que la producen, con independencia de las letras conso-
nantes, por efecto de las terminaciones de los vocablos de que care-
cen los otros idiomas.
En la métrica española, es una regla de sus retóricos no interpolar
los consonantes con los asonantes. Algunos poetas de nota, y entre
ellos Garcilaso, — importador de las formas de la poesía italiana en
España, y más que todos. Calderón — no se han conformado con esta
regla; pero ella subsiste convencionalmente, y su observancia es cues-
tión de mero buen gusto ó de oído. Los italianos, que cargan sobre
las vocales,— como lo observa el purista Salva, — más que los espa-
ñoles, no se han sometido á esta regla, que aún reconociéndole una
razón de ser, tiene, como toda regla, su excepción racional.
El Dante fue el primero que dio el ejemplo de emanciparse de esta
traba artificial, persiguiendo libremente la idea al través de sonidos
análogos, y á veces idénticos, cuidando del fondo más que de la forma
convencional ó retórica. La primera vez que tropecé con los conso-
nantes y asonantes apareados, persiguiendo al través de la traducción
la idea original, fué en los versos 34-36 del canto 111 del Infierno, que
el mundo entero sabe de memoria ; y después de trepidar un momento
antes de quebrantar una regla generalmente aceptada, traduje del
modo ya citado.
Con este motivo haré notar que, con excepción de dos cantos, todo
el Infierno del Dante está lleno de estrofas, en que los consonantes se
NOTAS Y COMENTARIOS 223
Interpolan con los asonantes, y á veces en una sucesión continua de
siis y siete versos, además de los asonantes y consonantes (|ue inten-
clonalinente introduce en el cuerpo de la estrofa, á lin de prolfjngar la
vibración de su nota tcnnra.
ICjem|)!os: En el primer canto se encuentian Interpolados via^ vo-
glia, pria, avtiiioglia (verso 97-100) Kn el seg-undo canto ¿ntellciio^
impero^ dcíto, vero (verso 12-22) se suceden sin solución de conti-
nuidad, así como iale^ tange, assalc y compiange. Kn el tercer canto
se encuentran, alternados ó pareados, ira, aggíra. Unta, spira, c¿nta>
viuta (verso 28-31), y estrofa de por medio, la típica, que queda ya
citada (verso 34-36).
Tara no ser por demás prolijo en un punto accidental, empero tenga
su interés literario del punto de vista de la métrica comparada, me
limitaré á señalar con sus números algunas estrofas dantescas en que
los consonantes están interpolados con los asonantes. Son lassiguien"
tes: Canto IV, verso 13-16 y 142-145. C. V, v. 85-88. C VI, verso
106-109. C. VII, v. 61-64 Canto VIII, donde se encuentran cuatro
estrofas asonantadas sobre las mismas vocales, en que hasta los con-
sonantes se duplican alguna vez, como las siguientes:
Volte ni' liai siciiria rendutla, e tratto
Non mi lasciar, dtss^ ¿o cosi disfatto :
E se V andar piíi oltre c' e negalto,
Ritroviam V orme noslre Ínsteme ratto.
E qtiel Signar che li m' avea nienato.
(Canto VIII, verso 98-105).
Más notable es aún la estrofa del canto XIX, en que se suceden sin
interrupción, uscia^ riva, sivisíra^ viva,, ministra^ giusiisia, regi-
stra, iristisia y Jiializia, ó sea dos consonantes duplicados y nueve
asonantes perfectos.
Bastan estos ejemplos para justificar en algún caso la Interpolación
discreta de los asonantes con los consonantes, reproduciendo una de
las formas del modelo, debiendo advertir, que en la traducción estos
casos son menos frecuentes que en el original, pues á excepción de
los cantos XXII y XXVI, en todos los demás los dos sonidos de que
se trata están libremente mezclados.
Sin incurrir en la materialidad del sastre chino, que reprodujo hasta
los remiendos de una pieza de ropa que se le dio por modelo, pienso
haber interpretado racionalmente el texto, al emanciparme por excep-
ción de una regla de retórica meramente convencional, sobre todo
224 EL INFIERNO
cuando persiguiendo una idea ó desenvolviendo una imagen, he pro-
curado seguir pedestremente el vuelo atrevido del poeta, subor-
dinando la forma al fondo, á fin de reproducir con más verdad la
Intención y la acción que los versos envuelven.
Parole non c¿ appulcro, dice Virgilio al Dante. Sigo el precepto
virgiliano y el ejemplo dantesco, al no pretender limar el cuño primi-
tivo de la estrofa típica.
(28). En esta estrofa, el poeta designa á San Pablo llamándole sim-
plemente Vas (V elezione; pero lo nombra en la siguiente. El traduc-
tor, en éste como en otros pasajes, ha creído no violar la regla que
se ha impuesto, al poner en el texto los nombres sub-entendldos ó
que se hallan en otra parte del texto.
(31-33). En la primera edición habíamos explanado el concepto
del original:
Ma 10 perche venirvi? O chi 'I concede?
lo non Enea, io non Paolj sonó:
Me degno a ció ne io ne altri'l crcde.
Apartándonos del texto — á que ahora nos ceñimos — habíamos
traducido del modo siguiente:
No soy Pablo ni Eneas ¿qué derecho
Tengo para alcanzar tan alta gracia
Yo de la vida lánguida desecho?
Justificábamos esta interpretación con la siguiente nota, que repro-
ducimos en esta edición definitiva, por vía de antecedente:
" Lo-> comentadores italianos han sentido la necesidad de ampliar
el concepto, un tanto vago en sí. Blanchi dice, que "comparándose á
Eneas, padre del imperio romano, y á San Pablo, fundador de la
iglesia cristiana entre los gentiles el poeta no se consideraba llamado
á ninguna de estas misiones". Roblóla apunta vagamente, que la
palabra crede, la que indudablemente se refiere á la persona del
poeta, es " a corroboramento delh noslrafede'\ Interpretación que
dejaría la estrofa sin sentido determinado. Pietro Prcd^, el último de
los comentadores, ve con más sagacidad en las palabras me degnOy
una reminiscencia del Dooiine non suiu dignus.
"Siguiendo la regla de no explanar los conceptos del original,
sino en casos excepcionales, y e^to mismo, dentro de sus propios
elementos ó según el espíritu del poema, hemos acudido al efecto á
una de las fuentes del pensamiento del poeta. Tomamos la idea com-
plementaria encerrada en el verso:
« Yo ijf l;i vida lánguido ili'secho »,
NOTAS Y COMENTARIOS 225
de otro texto (Irl iiiímuo Dante, l'.n hu lihro titulado "II Convlto"
pone por vúi de i)rüemio estas j)alabras: "Ahi jilacluto fosse al
Dispensatore DelTUnlverso, che la caj^lone della mia scu&a mai non
fosse stata: che nc altri contro a me avrla fallato, nc lo sofferto avreí
pena Ingiustamente, di esllio e di j)overta; polclié fu placeré de'cltta-
dini della bellisslma Florenza, di fj^lttarmi del suo dolce seno. Pere-
g'rlno, quasi mendicando, sonó andato, mostrando contra rala vogHa
la piaga della fortuna. Veramente lo sonó stato le^no senza vela e
senza governo, portato a diversi porli, e focl, e lltl dal vento secco,
che vapora la dolorosa povertá!"
" Puede observarse que el Dante escribía su poema á los cuarenta
años de edad, cuando en el mismo supone que emprendió su viaje
Infernal ne I 'mes so del caiuniin di nostra vila, ó sea como él mismo
lo explica en el ConvitOy á los treinta y cinco años, y que habiendo
escrito las palabras citadas á los cuarentlocho, podría tacharsf: la
explanación como un anacronismo: pero debe tenerse presente, que
en el mismo poema hace varias veces alusión á su próximo destierro,
y que andaba ya errante y pobre por el mundo "como buque sin
velas ni gobierno, juguete de los vientos" cuando escribía su "Divina
Comedia."
(52). Véase la nota al verso 5/ del canto I en que hace referencia
á este verso. La palabra litnbo no está en el texto, pero va implícita
en el concepto, según antes se explicó.
(58-60). He aquí la estrofa original:
O anima córtese Mantovana,
Di cui la /ama ancor nel mondo dura
E dtirera quaiito il moto lontana.
Con excepción de la palabra loniana, que se refiere á la prolonga-
ción de la fama del poeta antiguo, cuyo concepto está incluido en
durera quanto il tnoio^ que se traduce fielmente, todo lo demás está
reproducido por su orden, con la sustitución de aliento por fama
como correlativo de "alma noble" [anima córtese).
(72). — Atnor tni mosse, che mi fa parlare.
El verso original envuelve dos conceptos, el amor que mueve á
Beatriz, y el amor que la hace hablar, que la traducción reproduce,
acentuando en la palabra palpito la vibración del sentimiento que
mueve su labio.
«
( 78 ). Di quel ciel. ch^a minor li cerchi sui
226 EL INFIERNO
En la palabra inferior por luinor^ está comprendido el pensa-
miento cosmográfico del poeta, con arreglo al sistema de Tolomeo á
que hace referencia.
( 108 ). Su la fiumana, otide il mar non ha vanto ?
Este verso ha dado origen á variadas interpretaciones y comenta-
rios, coincidiendo empero en un punto, y es, que se trata del Aque-
ronte. El artículo la indica que se hace referencia á río determinado.
Fraticelli observa que el poeta no hace mención de ningún río en la
selva que ha atravesado, pero admite que estaba cerca del Aqueronte,
según se ve más adelante; y piensa, por lo tanto, que debe tomarse
como una metáfora en el sentido político, aludiendo á las discordias
civiles de la época del Dante, cuyas tempestades no eran menores
{^non ha vanto') que las del mar. Algunos traductores, tomando en
globo el concepto como mera comparación, creen qne debe enten-
derse, que el río á que se hace alusión tiene mayores tempestades que
el mar. Blanco Brunone, comentando este pasaje, dice que el mar no
puede jactarse ó gloriarse, de que el río en cuestión (el Aqueronte)
le dé su tributo, y que alegóricamente significa en el orden moral, el
río o torrente de las pasiones mundanas que arrastran al hombre a la
muerte eterna. Alizeri, de acuerdo con la generalidad de los comen-
tadores, en cuantQi^ que se trata del Aqueronte, que corre dentro del
centro del globo terráqueo, y que por lo tanto no tiene salida al mar,
explana el concepto, agregando ; que si bien el mar es superior ó tiene
ventaja {^ha vanio) respecto de los ríos que corren sobre la superficie
de la tierra, no así respecto del Aqueronte, porque este se derrama
en el centro de nuestro mundo, dentro alie segreie ¿r(?j^, descendiendo
al infierno para estancarse en el Cocito. Traducido literalmente el
verso dice: Sobre el río en que el atar no tiene ventaja q domi-
nio. Aunque débilmente, nuestra versión reproduce el concepto literal
del verso en el sentido general de que el río de que se trata, no
desciende hacia mar, ó lo que es lo mismo, que no puede este glo-
riarse {non ha vanio) de que le pague su tributo.
( III ). Cometo, dof>o colai parole falte.
La palabra //íz//(?ó"íz de la traducción está incluida en el sentido de
la estrofa. Más adelante, dice el mismo Dante, refiriéndose á Beatriz:
O pietosa colei che mi socarse.
NOTAS Y COMENTARIOS 221
( I \2-\ 14 ) C (iiifr()nte>i* la estrofa orlj^inal con la trarlucion.
— l'enni <j¡iaifi{iií del tttio hcato scanno
Fidatidoini mi lno fiarlare onesto
Che onora le c t/nei che ndilo l'hainio.
La palabra beaio que sería impro])la t-n castellano, está sustituida por
excclsOy pues tampoco vendría bien la de santo. \ín lo demás, el con-
cepto está reproducido, aunque no en toda su amplitud, por las pala-
bras sin engaño que no se encuentran en el orig"inal, y (pje compren-
den su sentido con relación al parlare onesto^ o sea al Ingenio recto
del poeta antlgfuo, cuyo auxilio solicita Heatriz.
( 127). Rn el orli^inal la Imagt'n está en plural . Quale i fioretli, etc.
En la traducción está en singular, y parece más propio, desde que la
comparación es personal, con relación á una sola cosa y no á varias,
como se expresa en el verso siguiente :
Tal tn¿ fec'io di mía virlute stanca.
( 135). En el verso original se dice:
che iibbidisti.
Alie veré parole che ti porse /
El concepto sencillamente expresado por el poeta está reproducido
por una metáfora, que envuelve el mismo pensamiento de trasmitir la
palabra de verdad ordenada por Beatriz, y que además, se relaciona
con el miedo que hace trepidar al poeta antes de oir el discurso de
Virgilio, que lo decide á perseverar en su empresa, obedeciendo á la
palabra de verdad.
CANTO III
( I ). Per me si va iiclla citla dolente.
La palabra ciudad, así en castellano como en italiano, tiene un sen-
tido limitado, pero en ambos Idiomas envuelve, etimológica y litera-
riamente, uno más amplio, que es el que le da el Dante, como San
Agustín en " La Ciudad de Dios" y Campanella en su " Ciudad de^
Sol". Los comentadores italianos la explican, como derivación del
latín, civiiaSy reunión ó condensación de ciudadanos en un punto
22% EL INFIERNO
dado, ú hombres que habitan una ciudad. Esta interpretación se funda
en el verso 95 del canto Xill del Purg-atorio, en que se dice, hablando
de las almas que lo pueblan :
O Jrate mió, ciasciina e cittadina
D'una vera cuta
En el presente caso, se ve que el poeta la ha empleado Inspirándose
en la concepción de San Agustín, que pone en contraposición á la ciu-
dad divina, ó sea el conjunto de los eleg-idos que pueblan el cielo, con
la ciudad mundana ó sea el conjunto de los humanos que pueblan la
tierra. Así, en el verso 128 del canto I, del Infierno, dice, refiriéndose á
Dios y á la mansión celeste :
Quivi e la sita cilta e Palto seggio.
En ese verso, hemos reproducido el mismo vocablo, caracterizán-
dole con el adjetivo divina, que estaba en la mente del autor. Ahora,
en contraposición déla "Ciudad Divina", el poeta pone la ciudad In-
fernal, ó sea la de Dite, y por eso también la hemos repetido literal-
mente, interpretando en castellano, el pensamiento original, que es, á
la vez que una alusión literaria, una antítesis religiosa y moral.
(4). Giiistisia inosse ¿I mío alto Fattore.
Este verso es á primera vista confu.-o en el original, á causa de la
palabra luossc^ que en italiano tiene distintos significados según se
emplee, y está usada aquí como verbo. Relacionándolo con los que
siguen, resulta claro el sentido de la prosopopeya, según lo han ob-
servado con perspicacia los comentadores italianos, y expresa la idea,
que la justicia movió á Dios á fabricar el Infierno. La palabra />£"<?//v/
que sigue y el simbolismo de la Trinidad con que el concepto se des-
arrolla, confirman esta interpretación lógica. La traducción, conser-
vando las tres palabras esenciales que constituyen la estrofa y el espí-
ritu del verso, suple la palabra ruossc por aliento que imprime el
movimiento, conforme al texto bíblico en que se inspira el texto
poético, toda vez que se refiere al Creador del Universo.
Longfellow lo ha traducido relacionándolo con los siguientes ver-
sos:
Jtislice incited hy sublime ere xtor;
Created me divine omnipotence,
The highest M'isdom and Ihe primal Lave.
NOTAS Y COMENTARIOS 229
(5). Fecemi la Divina Poicstalc.
VA verso está literalmente traducido, s2Í[\o gohernansa^ \iOx potes-
iantc. Aquí viene mejor que en ninjruna otra parte este vocablo anti-
cuado y en desuso, pues retlriénflose á una Inscripción que se supone
anterior á la creacl()n del hombre- mismo, la palabra más vetusta será
siempre la más apropiada.
(30). Faccvano tuniiillo, in qual s' aggira
In qiiell'aria snisa teinpo tinta,
Come Parciia quando i! ttirbo spira.
Este concepto pasa por ser uno de los más oscuros del Dante. Es
sin embar.ü^o uno de los más claros por su sentido pintoresco en rela-
ción á la idea, sobre todo, si se tiene presente el verso 23 de este
canto, cuya correlación ha írldo señalada antes de ahora por otros:
Risonavan per l'aer sensa stelle.
Los antigfuos comentadores Italianos, se dieron cuenta clara de este
concepto oscuro. Landino, el más famoso de ellos, que publicó su
obra en I48I, da la siguiente explicación: ''L'aria che é á noi, i
quali habitiamo sopra la térra, é tinta, cioé oscura, non sempre, raa
a tempo, cioé, quando il Solé e partito dal nostro heraisperio, raa pol
che ritorna, diventa lucida: ma quivi perqué no vi puo mal II Solé, é
sempre tinta. Et é conveniente cosa che chi é vinuto sempre in oscuro,
né mai operó cosa che gli desse lume di fama, sempre riraanghi nelle
tenebre." Vellotello que adicionó los comentarios de Landino, y pu-
blicó sus estudios en 1564, dice sobre el mismo tópico. "Tinta
sensa teinpo^ perqué essendo sotto térra, era cosi tinta, et oscura di
sua natura non potendovl penetrar ¡ raggi del Solé, é non era tinta per
tempo, como alcuna volta é a noi, quando é oppressa da nube, e da
nebbia, onde allora diciamo far mal tempo, et l'aria esser tinta, et
moralmente, era tinta senza tempo, perqué Tlnferno é sempre tene-
broso, non lucendovl mal alcun ragglo della divina, et illuminante
gratia, e imita Virgilio nel VI ove dice: Ibant obscuri sola subnoieiu
^er ainbras^ etc."
Los modernos comentadores italianos entienden, unos, que senza
iempo significa sin limitación de tiempo ó eternamente, lo que es evi-
dente; y otros, que la palabra tinta (femenino de negro en este caso)
se refiere así al tiempo como al aire, interpretación que carece de
concordancia.
230 EL INFIERNO
En un principio, tradujimos así:
Suenan, en aire negro; que se aspira
Sin la cuenta del tiempo, cual la arena
Que en el turbión arrebatada gira.
Ciñéndonos más al sentido del original, hemos procurado reprodu-
cir el mayor número de palabras esenciales, conservando el adverbio
seuipre: traduciendo tinta^ por íinio^ ó sea oscuro tirando á negro;
y sema teíupo^ por tiempo eterito^ que acentúa enfáticamente, como en
el original la idea de siempre.
El conde de Cheste, esquivando la dificultad, ha traducido esta fa-
mosa estrofa del modo siguiente:
Alsan rumor, en discordancia tanta,
Que el gran ámbito llenan por repentes,
Como la arena que el turbión levanta.
En estos tres versos, rellenados con tres ripios, que alteran el con-
cepto fundamental que forma el meollo de la estrofa, (pues por re-
pentes^ es lo contrario de siempre) se echan de menos hasta las pa-
labras características, que como otras tantas pinceladas del cuadro, le
Imprimen movimiento, le dan su colorido ó sugieren la idea de la me-
dida del tiempo con relación á lo eterno: ittiuulto ,aggira^ gira^ spira^
aria^ tinta^ sefnpre^ sensa teiiipo. Es como una esencia, que al ser
trasvasada, ha perdido su apariencia, su color y su perfume.
(34-36). Compárese con la estrofa original:
Ed egli a me : « Que to misero tnodo
Tengan Panime triste di coloro
Che visser sema infamia e sensa lodo.
Como se ve, el sentido de la estrofa es el mismo en el original y la
traducción con todas sus palabras esenciales, aunque no idénticas en
todas sus partes. La palabra suerie sustituida á viodo, y que vale lo
mismo en ambos idiomas (suerte, modo, manera) es más expresiva y
el mismo Dante la emplea en el verso cuarenta y ocho de éste canto:
E la lor cieca vita c tanto bassa,
Che invidiosi son rf' ogui altra sorte.
A la bajeza de la vida, de estos condenados, envidiosos de' estado
de los demás condenadoí--. ó sea ^^ *,\\ )nisero utodo ó sorte^ cual-
quiera ( ogni) que sea, viene bien la calificación de ignominiosa de
la traducción, C(/nfornu* en un todo con el espíritu del discurso de \'lr-
NOTAS Y COMENTARIOS 231
gllio. í-a ¡lalahra e.sencial i.iiscrn cii-l j)riiiu'r verso original, ha sido
trasportada al secundo de la traducción, quedando así íntej^ros los dos
versos en su fondo y en su forma. \\\ tercer verso es casi literal, con
sólo la adición áevida ociosa^ que amplifica el texto conforme al con-
cepto (|ue encierra la estrofa, acentuándolo en el mismo sentido que lo
hace el poeta en el verso 64 de este canto, cuando dice:
(Jnesti sciaurati, che vi a i non fur vivi,
(54). — Che d''ogni posa 7)ii parcva indegna,
Alj:^unos piensan que debe entenderse que la enseña ó bandera, era
indigna de toda quietud ó la desdeñaba^ ó bien que era incapaz de
ella. Lamennals, cuya interpretación ha sido adoptada por algunos
comentadores italianos, traduce así este verso: qu'e/ie me paraissait
condanmé á nc Prcitdre aucun repos. Este concepto, en otra forma,
es el que reproduce la traducción.
(64). Questi sciauraii, che niai non fur vivi.
Los comentadores italianos pretenden aclarar este concepto por
medio de un largo circunloquio, que lo diluye en palabras y lo debi-
lita: ^tnai al mondo fur nominóte ne in bene né in iuale''\ La idea
que el poeta quiere expresar es, que " vivieron como sino fueran", que
la traducción reproduce con la misma concisión y quizá con mayor
energía. — El emperador del Brasil Don Pedro II, que se ocupaba
simultáneamente de una traducción de la "Divina Comedia" en por-
tugués, al devolverme un ejemplar de mi ensayo de traducción ano-
tado de su mano, puso al pie de este verso, el siguiente, que tal vez es
más expresivo:
Turba que en vida fué cual no creada.
( 81 ). Carrera. En el doble sentido de camino que va de una parte
á otra y del curso que cada uno sigue en sus acciones, que responde á
la intención que encierra: '•'' infino al Jium.e''\
(III). Fianza., por confianza, anticuado.
(.134). Che balenó una luce vermiglia
Alguno me ha observado que el poeta dice balenó., y no fece bale-
nare. fundándose, en que lo uno es la causa y el efecto, y lo otro, el
efecto solamente.
El pronombre che, equivalente á que ó el cual en castellano, re-
suelve la cuestión. Es el viento la causa que hace relampaguear la luz
roja, aunque como lo observan los comentadores italianos, la imagen
no tenga una rigurosa propiedad científica ; pero así está escrito.
232 EL INFIERNO
CANTO IV
El Infierno dantesco, es un gran valle con su punta en el centro de
la tierra, cuya superficie le sirve de tapa. Está dividida en nueve gran-
des círculos, que de grado se van estrechando, de manera que el con-
junto ofrece en cierto modo la imagen de un anfiteatro. En las mesetas
de estos círculos (que encierran entre sus bordes un espacio muy gran-
de) se hallan ias almas condenadas. Los Poetas, siguiendo siempre á
la izquierda, recorren cierta porción de cada círculo, hasta que ven la
especie de pecadores que se encuentran allí y el género de pena, y re-
conocer algún condenado. Después, se encaminan hacia el centro, y
hallada el abra, bajan por ella al círculo siguiente, y de esta manera
hacen su viaje hasta lo hondo.
(14-16). Incontincio il poeta tutto smorio
Ed 10, che del color mi fia accorto.
Es esta una de aquellas imág-enes del Dante, apenas bosquejadas,
con un solo rasgo, y que una sola palabra acentúa como un golpe
de pincel en un cuadro lleno de sombras. La palabra smorio^ que
en italiano significa color de muerto, ó sea la palidez cadavérica
que se retleja en el semblante de Virgilio, es el golpe maestro
de este cuadro. La palabra castellana desencajado no reproduce
con toda su fuerza esta imagen dantesca. Esmoríecido^ como se
decía antiguamente, que es una forma de la palabra original, ó
aiuoraiado^ como se dice al jjresente, no significa lo mismo en cas-
tellano, pues expresa tan sólo el estado de una persona desmayada,
ó privada de sentido, y lo mismo amortiguado^ que equivale á sin
fuerzas. No hemos encontrado en nuestro idioma para dar su colo-
rido propio á este cuadro, sino la palabra amortajada^ en su sen-
tido anticuado, que es lleno de muertes, que á la vez comprende
las muertes y los muertos que se retlejaban en el rostro del poeta
antiguo, á la manera de una pálida mortaja de su sombra. Más
adelante, introducimos la palabra palides, que no se encuentra lite-
ralmente en el original, aunque implícita en la parte correlativa color,
pues stnprto significa también pálido en italiano. Así, hemos tra-
ducido:
Mi K"'^! con l'i tiiz amortajada.
Vo (jut! su pulidez \í desde luojjo.
Es la traducción de lo inimitable. La magnífica estrofa encerrada
en los versos 19-21, de este canto, que pinta una de la» Imágenes
NOTAS Y COMENTARIOS 233
mAs sorprendentes y tétricas del poema, completa el cuadro, en c|ue
la palidez del rostro del poeta antlj^uo, es el tono dominante.
(41-42). Los versos correspondientes del orijíinal, son literalmente
más restrictivos en su letra, aunque no en su sentido. La traduc-
ción está de perfecto acuerdo con el espíritu de las estrofas corre-
lativas, en que se habla de los espíritus que yacen en el limbo^
Nou peccarOy dice el poeta, y sólo están allí por no haber recibido
el agua del bautismo. Kntre ellos está el mismo Virj^llio, que dice
de sí: "/<? era ira color che son sospes¿''\ ó sea esperando su
redención. Esto corrige, de conformidad con la moral religiosa del
poema, lo absoluto del verso dantesco:
C/ic seitza spcnie vivcino in disto,
Así la palabra inocente que no se encuentra en el original, ate-
nuada por la espectativa á^ piadosa redención, está perfectamente
ajustada al espíritu y la letra del texto, conservando empero la fuerza
del pensarJento, la condición de "sin esperanza."
(43-45"). Gran duol mi prese al cor qtiando io intesi
Perocche gente di incito valore
Conobbi, che in quel limbo eran sospesi.
Esta estrofa ilustra la anterior, y en la traducción el concepto ha
sido reforzado dentro de su espíritu, poniendo en vez de gente di
molto valore^ que al poeta le causaba mucho dolor ver en el limbo,
lo que de estas palabras se desprende, es decir gente digna [di va-
lore^ de la celeste bienandanza, que estaba simplemente suspensa
{^sospesi).
(57-58). Di Moise legista e ubbidienie j
Abraaní patriarca
Di Moise legista, e V obediente
Abraaní patriarca.
Estas dos lecciones se registran alternativamente en las más autén-
ticas ediciones del Dante. Unos aplican el adjetivo de Mbbidiente ó
ubedente á Moisés, que legisló obediente bajo el dictado de Dios,
y otros á Abraham que obedeció el mandato supremo de sacrificar
á su hijo Isaac. A ambos es igualmente aplicable el dictado, y
siendo las dos versiones concordes, hemos preferido la más auto-
rizada por su forma anticuada.
(69). Oscuresa^ anticuado, oscuridad.
234 EL INFIERNO
(104). Cuento en su acepción metafórica, ó sea como lo define
Barcia, relación ó noticia difícil de explicar, por hallarse enredada
ó mezclada con otras cosas y que traduce con su oculta intención
la mente del poeta:
Parlando cose che il tacere e bello,
Si conC era il parlar cola dox''' era.
(136). Caso por acaso que es lo mismo, y reproduce literalmente
la palabra del original, que encierra con concisión dantesca la doc-
trina de Demócrito.
CANTO V
(3). La gracia de esta estrofa consiste en sus contornos gráficos
y en la antítesis que de ellos resulta en palabras condensadas. Según
la concepción del poeta, su Infierno es una gradación de círculos
concéntricos, que se suceden hacia abajo en un cono invertido. Rl
círculo mayor corresponde á la entrada: así dice Minos al poeta:
Non Cinganni r atnpiezsa deW entrabe.
Al descender el poeta al segundo círculo, éste se estrecha:
Gilí nel secando che men loco cinghia
E tanto pin dolor, che pugne a guaio.
De aquí surge la antítesis, que "en menor espacio encierra más
dolor." Las palabras pugne (ó punge) a guaio (queja como au-
llido) caracterizan el mayor ó más grande dolor, por la combina-
ción dantesca del aullido quejumbroso del perro con el sufrimiento
del hombre, que hemos traducido por las palabras "aulla plañidc-ro."
En el canto III, verso 22,, el poeta repite este tropo, refirl(*ndose
á los quejidos y grita de los condenados:
Quivi sospiri, piajili, ed alti guai.
(,")). Slavz'i Minos orrihlentente, c ringliia
En la primera edición, este verso estaba traducido del modo si-
guiente:
Alli, Minos lioirililt", jíriiñf aliito
I'or vía de curiosidad filoliigica, conservamos la nota justificando
esta tra(lucci<')n, ahora enmendada para ceñirnos más al texto.
Ahito ó d hito. Esta palabra está empleada en su sentido anticuado,
que es el que recta y genuinamente corresjionde á su etimología. En su
NOTAS Y COMENTARIOS 235
oriy;en sij^nificó fijo^ y así en un principio se dijo fito y después afitOy
que luego se convirtió en nhiío. Covarrubias en su "Tesoro", dice:
"Hito, os lo mismo (\\xq. filio que vale tanto como íijo, de) verbo figo,
ílpií,", y st'ñaia como oti^rn di-1 proverbio el juc^o del hito (|ue con-
sistía en fijar un clavo en el sudo y tirar á él con herrones ó con pie-
dras hasta acertarle. Harcla, en su "Diccionario Etimológico" á la vez
que apunta la acepción anticuada de la palabra, en el sentido de
" quieto, permanente en su lugar", desconoce su etimología, y confun-
diendo su significado figurado con el jirlmltlvo, la hace derivar de la
raíz hebrea ///Va, pan ó trigo. Cuervo, en su "Diccionario de construc-
ción " etc., la hace ilerivar con más acierto, como Covarrubias, de'
latín ñc/jís, \)or Jixus^ participio á^Jigere^ fijar, "compuesto de a^ que
es intensivo, y Ji¿o^ antiguamente lo mismo que fijo ". En su primitiva
forma áe Jiío^ está empleada en el poema del Cid, y Raynouard en su
"Lexique román", trae el adverbio añíaiuenl^ fijamente. La acepción
figurada es la que ha prevalecido para significar la hartura del estóma-
go, ó sea su embarazo por la íljeza del alimento no digerido.
La palabra hito en su forma y acepción etimológica y primitiva, no
se ha perdido en el castellano, y e? todavía de uso corriente: así se
dice á hilo^ por fijamente ; y dar en el híto^ por acertar en el punto
fijo de la dificultad ; y lyñrar de hito en hito, por fijar la vista en un
objeto; lutidar de hito, variar de asiento ó de medios de ejecución.
En cualquiera de las dos formas en que se use la palabra, sea en su
acepción antigua ó moderna, ella estaría empleada con propiedad res-
pecto de Minos, á quien el poeta representa juzgando en permanencia
(fijamente) en el segundo círculo del Infierno, y la hemos puesto como
equivalencia déla palabra siavvi que el poeta emplea, uniéndola á la
palabra rÍ7tghia (gruñe rechinando los dientes) que por no ir acom-
pañada de ningún adjetivo supone la inmovilidad, como se indica aquí
y en los versos siguientes en que lo único de Minos que se mueve, es
la cola.
(8). "L'anima mal nata tutta si confessa" está traducido por "El
alma malhadada desnuda se confiesa", dando más desarrollo al con-
cepto, de que para el juez del Infierno "quel conoscitor delle pecca-
ta", no hay conciencia oculta ó disfrazada.
(II-I2). Esta imagen gráfica, que es famosa en el retrato del Minos
dantesco, difiere de la del Minos homérico, que sólo juzgaba á los
muertos, y se acerca más al Minos virgiliano, que agitaba en sus manos
la urna fatal en que se encerraba la suerte de los mortales, cuando
el terrible juez llamaba las sombras á su tribunal para juzgar severa-
236 EL INFIERNO
mente su vida. Lo que constituye su originalidad es la singular función
de atributo caudal, cuyo número de repliegues en torno de su cuerpo
marca el número de grados del Infierno que el alma condenada debe
descender.
Cignesi colla coda tante volte
Quantiinque gradi vuol che giu sia ntessa
Esta imagen se expresa concisamente en el verso 6 de este mismo
canto, en que el poeta dice:
Giudíca e manda secondo che avvinghia.
O sea. según la colase cine al cuerpo en espiral marcando los gra-
dos inferiores (^¿W) del infierno dantesco.
En la primitiva versión, nos apartamos de la letra del texto, de
manera que la imagen resultaba más pintoresca que gráfica, más abs-
tracta que concreta, indicando que "en los repliegues de la cola va
escrita la sentencia del alma condenada", sin marcar el número de
grados que los repliegues representaban, y era como sigue :
Cada cual á su círculo endereza,
Y en los repliegues de su cola, escrita
Va la sentencia de cada alma aviesa.
En la traducción definitiva, nos hemos ceñido más al original re-
produciendo en su ordenación, las imágenes, los conceptos y las pala-
bras esenciales, con la fic^elidad posible.
(15). Es Intraducibie la concisa energía de la acción que se pinta, en
el original, con una sola palabra :
Dicono e odono, e poi son giu volte.
En la ^2\7i\)xz. giú (abajo) está encerrada toda la fuerza del concep-
to, y agregada la palabra volte que determina la acción de precipitar
hacia abajo, el cuadro queda completo. No es posible expresar esta
acción con solo dos palabras como en italiano, pero si, acercarse un
tanto á la versión al original, tomando la palabra volie (vuelta) en
castellano en su acepción de ¿nveriida, ó sea cabeza abajo, lo que dá
más relieve á la Imagen haclííndola más pintoresca.
(17). La contemp'aclón "de hito en hito", no se halla textualmente
en el original, aunque implícitamente puede deducirse del texto.
Ciridí) Minos á mu; (juando mi z'idc
Por lo tanto, este agregado no hace sino acentuar un poco más
la acción de mirar, sin alterarla ni modificarla.
NOTAS V COMENTARIOS 211
(19). Cui/o, proviene del verbo nntlruadíj cuííay ó acuiíay ó
sea afanarsf, darse mucha prisa por alcanzar .iljjfo, y así en el lenjjuaje
modrrmo se usa todavía cuitoso^ por apresuradí), cuando en el anti-
g-uo sijrniticaba apocado ó pusilánime Kstá usado acjuí como adjetivo
anticuado.
(23-24). VA sentido de las palabras que el Dante pone en boca de
Vlrí^^ilio, es el mismo de la traducción, y sólo difiere en el tiempo de
verbo.
Viiolsi cosí cola dovc sí f>iiolc
Cío que si vitóle
Literalmente: "se quiere así, allí donde se puede todo lo que se
quiere"', aludiendo al cielo cristiano
En la traducción, el poeta antlg^uo hace alusión directa al Dios de
los cristianos, y dice de él, hablando á Minos "quien todo lo ha po-
dido" además de "puede lo que se quiere", para comprender el
tiempo pasado y presente, é implícitamente el destronamiento de los
antiguos dioses de la mitolog^ía Rriej^a y romana, á quienes el mismo
Virgilio en otra parte del poema llama "dei bugiardi" (mentidos
Dioses).
(27). Traducido literalmente el texto dice: " He llegado allí donde
mucho llanto repercute" (en el sentido físico moral). Percuoiere en
italiano, es también dar golpes. Usando de un circunloquio, la tra-
ducción reproduce fielmente el sentido de la estrofa, trasladando la
palabra llanto al segundo verso, y haciendo que sus ecos unidos á
\o^ "del doliente grito" {dolenti nole) golpeen el oído y el corazón,
procurando también reproducir su armonía Imitativa.
( 34 ) . Quando gíungón davantí alia ruina
La palabra ruiíia está en el texto por rovina^ que, según queda
explicado en la nota al verso 61 del canto primero, significa en ita-
liano, á la vez que ruina, un barranco ó despeñadero, y por ex-
tensión, precipicio, abismo. En este último sentido emplea el Dante
la palabra, como límite del segundo círculo, que según la concepción
topográfica de su Infierno, debía terminar en un abismo ó precipicio,
hasta donde llegaban girando las sombras de los condenados, arras-
Uadas por el viento borrascoso y "mudo de luz" de aquel circuito. —
En la traducción se pone negro co7tfin^ que es más vago, pero que
tiene la misma precisión gráfica. — F. Alizeri, que en el citado verso
del canto I, repudia la palabra rovinare , cuyo sentido desconoce,
admite en éste, que ruina "es, á no dudarlo, {sens' allro) una esca-
17
238 EL INFIERNO
brosa y rota bajada", lo que tampoco es exacto, pues esta circuns-
tancia es un mero accidente en el abismo ó precipicio á que el poeta
se refiere.
(39). La traducción ha tenido que adoptar una forma elíptica para
encerrar precisamente en un solo ver.so el concepto comprendido en
el original:
Che la ragion sojnniettono al talento
Talento, en su acepción general, vale tanto en italiano como en es-
pañol; pero en italiano significa además deseo, tendencia, inclinación,
voluntad, y así se dice "mal talento", por rencor ó intención ofen-
siva. Literalmente el texto dice: "Que la razón sometieron {al ta-
lento) á sus tendencias, inclinaciones ó deseos" ó sea á sus Instintos.
La palabra pensamiento equivale á la de ragion (razón), en contra-
posición de los lujuriosos de que se trata.
( 45 ) . Nulla speranza li conforta niai
Non che di posa, ma di ntinorpena.
Como se ve, en la traducción está reforzado el concepto de manera
que á primera vista parecería un contrasentido, cual es no aspirar á
mejorar de suerte. Empero, la traducción está ajustada á la letra y
al espíritu del original. "Nulla speranza li conforta mai", dice el
poeta; y tan perdida está la esperanza de los condenados, que hasta la
aspiración del descanso ó de la menor pena está muerta en ellos,
porque saben que el suplicio es eterno y no tendrá fin jamás. Po-
niéndose, pues, en el caso de los condenados, el contrasentido apa-
rente tiene un sentido excepcional y abunda en la idea del poeta,
como el colmo de la desesperación que acompaña al castigo eterno.
Podría decirse ron más propiedad: "Ni menor pena ni descanso es-
peran^^ pero resultaría una redundancia.
(46). iín una de las anteriores estrofas, el Dante con referencia á
los estorninos, pinta su vuelo en sdtiera hinga e plena (bandada ex-
tendida de frente y compacta). En ésta, modificando la Imagen, pinta
á las grullas volando en sentido de bandada prolongada en fondo,
lunga riga. La expresión "tendido vuelo" de la traducción refleja
esta imagen pintoresca, aunque más débilmente.
(47). El Dante menciona primero el canto de las grullas y después
describe el vuelo á que se refiere la nota anterior. Es más lógica la
sucesión de la traducción; pero esto es accidental. En el original se
dice:
... i ^1 u van caiUaiulu lor tai
NOTAS Y COMENTARIOS 239
Como es sabido, el lai ó los lais deslj^^naban, en el sl^jlo VI He la
baja latinidad. cli'rt(»s cantos históricos, que losjujjlares y trcjveros de
la ICdad Media y del Kenacimirnto convirtieron en canciones, que
asuniiiTon una forma lírica. \\\ verso tro( álco de los antlj^uos latinos
co'tado alternativamente en la cesura, sirvió de modelo á su artlücio
métrico y asi lo usaban los trovadores provenzales. Probablemente
de aquí tomó el Dante la idea de reproducir métricamenie el canto
quebrado de las grullas, y tomó hasta la palabra del antig^uo francés
que según algunos etimologistas, viene del germánico. El /<?/' del an-
tiguo francés, corresponde por la época y por el significado con la
pa'abra del castellano antiguo cantiga (canción), á que siguió lapa-
labra anticuada cantiga, que corresponde á cántico en el moderno
lenguaje. Al traducir, pues, cantiga por lai, la traducción ha interpre-
tado histórica, filológica y figuradamente el sentido recto y genuino
del original
(59^. Algunos comentadores del Dante han si^stenido que el texto
original, en vez de
Che succedette a Niño e fu sua sposa.
debe leerse del modo siguiente:
Clie snggcr dette a Niño e fu sua sposa.
Ni la historia ni la confusa tradición de Semíramls autorizan esta
Interpretación, pues si bien .Semíramls, esposa del rey Niño, fué madre
del Rey del mismo nombre que le sucedió, nunca fué esposa de éste, y
Voltaire en su tragedia, que es el que ha ido más adelante en la
leyenda, sólo ha fundado su trama en el amor que concibió por su
hijo. Adoptando la interpretación del comentario, fácil habría sido
conciliar en la traducción las dos versiones, poniendo:
Que fué madre de Niño y fué su esposa
En la palabra madre^ iba implícita la idea de dar de mamar al hijo,
que se supone esposo de Semíramis.
Podría también decirse :
Que de ambos Niños fué madre y esposa
De este modo se combinaban de una manera vaga las dos versiones.
Hemos preferido atenernos al texto consagrado.
(65). La traducción se ha permitido aquí alguna libertad en la
construcción, pe; o ajustándose á la letra y al espíritu del original.
Elena vidi, per cui tatito reo
Teinpo si volsi.
240 EL INFIERNO
La palabra reo es la que domina en el concepto, y la que imprime
su carácter á la época en que vivió Elena. Reo en italiano, además de
su acepción conocida, tiene la de malo ó dañoso, ó sea calamitoso, y
en esta acepción la emplea el poeta al referirse á los tiempos greco-
troyanos, señalando á Elena como causa de ello en las palabras: /^^^
cui ianio reo iempo s¿ volsi, (por quien tantos males vinieron). La
palabra /í2/¿7/ de la traducción, envuelve implícitamente este concepto
y la "larga lucha", el tiempo á que se hace referencia t-n el texto.
(66). El texto dice literalmente: "Aquiles que acabó combatiendo
con el amor." En cuanto á la adición: "hijo de Peleo", es una remi-
niscencia homérica, sugerida por la rima, que parecería un ingerto
pero que está en su lugar, no solo por esto, sino también porque pue-
de asegurarse que estaba en la mente del poeta italiano, así como en
la del poeta griego al mencionar al héroe á la par de su progenitor,
como lo prueba el verso 5 df 1 canto XXXI de la Divina Comedia:
D' Achule e del siio padre esser cagione.
(86). Aire lualígnoso por aer maligno. Véase sobre esta pala-
bra anticuada de buena ley, la nota al verso 4 del canto XVIII.
(99). La analogía de la lengua castellana con la italiana antigua y
moderna, ha permitido traducir esta estrofa y algunas de las siguien-
tes, con sus mismas palabras y con su misma acentuación rítmica ó
melopea. Empero, el tercer verso, envolviendo el mismo concepto,
caííi con las mismas palabras equivalentes, difiere un tanto en su for-
ma del original.
Per aver pace co'' segnact sai
Este verso refiriéndo-e á la caída del l'o en el Adriático, traducido
literalmente, dice: "Para hacer la paz con sus tributarios ", ó sea
para aq lietar ó apaciguar su corriente. Esta Idea está envuelta en la
versión, aunque sin su graciosa cacofonía.
(101). El Dante al bosquejar este cuadro, se limitó á perfilarlo
con largos rasgos, que la tradición contemporánea completaba, y
por eso, al hacer hablar á Francesca de Rímini, sólo le hace decir.
Delta bella persona
Che mi fu tolla, e, il modo ancor nCoffende
al recorcar el modo como fué muerta por su marido, junto con su
amante. Debe tenerse presente que es la sombra de Fr^^ncesca la
que haí)la al referirse á la bella personal,, ó sea al cuerpo que ¡per-
dió ó le fué arrebatado al morir, y cjue las palabras ancor ni'offen-'
NOTAS Y COMENTARIOS 241
de^ sl^iiificaii, (iiu> aiíti siendo s()inl)ra, todavía le lastima el modo
como perdió la vida, ó como le íiit quitada. La palabra offende
está empicada en la traducción en el sentido de duc¿c\{\ que se pres-
ta en una de sus acepciones.
(103). AfHor, cWa uullo amalo amar perdona.
Ks éste uri(í de aquellos versos que salen fundidos con sus delica-
das aristas de bU molde típico, y que no es posible traducirlos sin
refundirlos y alterar sus puros contornos. Literalmente se dice en él :
"Amor, que á ninguno que es amado dispensa (^perdona) de amar"^
Es la traducción poética de un proverbio vulgar: "Amor con amor
se paga,'' ósea "Amor á amar obliga". Nuestra ¡primera verdión
fué éíita:
Amor que á amar obliga y no perdona
La analogía de las dos lenguas permite reproducirlo con mayor
exactitud aún; pero el verso típico queda siempre como un producto
inimitable de la Intuición, de la armonía y de la combinación feliz
de las palabras con el sentimiento, tal como brotó de la cabeza
que le sirvió de molde.
(118). " yí/ ieiupo de dolcí sospiri^^" está traducido aquí '•'•en el
dulce suspiro del delirio^'''' que procedió á la triste caída de los
dos amantes, por la intervención del Amor (Cupido) personificado en
la acepción en que emplea el Dante esta palabra, al marcarla con la
inicial mayúscula y referirse á él en tercera persona.
(iI9-I20). La ^^■Á\2^iX2L acuerdo está empleada aquí en el sentido
de consentimiento, conformidad, concordancia, equivalente á conce-
deiie auiore. En su origen ella tenía el mismo valor que en el len-
guaje musical: í2£r¿'r¿/^ de,>-'vado del latín cnr (corazón) centro con-
vencional de todas las armonías morales. En su acepción recta y
genulna, consagrada por el uso, acuerdo significa deliberación, acto
deliberado de voluntad, y en este sentido es que el poeta pregunta á
Francesca, por qué y como, en el tiempo de los primeros dulces
suspiros, "El amor concedió'' ó sea (Cupido) ó dio su consenti-
miento para que conociese los tímidos ó dudosos deseos no decla-
rados todavía, á que se refiere el verso que sigue:
. — Che conosceste i anbbiosi desiri?
(136). Treinanie ó ireiueute de tremar (temblar) anticuado.
Podía ponerse anhelante en vez de Ireinante ^ se ha preferido la pa-
labra original, de igual valor y más expresiva en ambos idiomas.
242 EL INFIERNO
(137). Aquí, como en lo demás del episodio de Francesca de Rímini,
el poeta se limita á alusiones ó referencias que estaban en la mente
de los lectores de la época. El libro de Lanceloto del Lago (ó Lan-
zarote como le llama Cervantes), era tan popular en los siglos XIII
y XIV en que escribía el Dante, como lo es el Quijote que acabó con
los libros de caballería, y bastaba referirse á uno de sus pasajes para
que todos comprendieran la alusión. El pasaje del libro de Lanceloto
á que se hace alusión es el siguiente: " Galeoto agregó, que todas las
" proezas de Lanceloto no habían tenido por objeto sino agradar á la
" reina Ginebra, de quien estaba apasionadamente enamorado, y exi-
" gió que en recompensa de tan nobles servicios la reina diese un
" beso á su caballero. ¿ Por qué me haría de rogar? dijo ella ; pues yo
" también lo quiero. — En seguida los tres se retiraron aparte como
" para aconsejarse. La reina ve que el caballero no se atreve á be-
" sarla, y tomándole del rostro lo besó muy largamente delante de
" Galeoto." Como se dice en el texto, aquí el libro y el autor hizo
el papel de Galeoto, cuyo nombre se ha hecho desde entonces sinóni-
mo de tercero en amores, lo que ha sugerido á Echegaray el argumen-
to del más célebre de sus dramas.
( 140). De concierto : en su acepción anticuada de locución adver-
bial, de conformidad, de acuerdo, de inteligencia.
(I4Í-I42). El circunloquio del original: " ComMo morissi", está
encerrado en una sola palabra: desfallecido, que expresa lo mismo con
mayor concisión. El último verso del terceto es idéntico, aunque no
tan armonioso; pero hemos sacrificado esta condición á fin de repro-
ducirlo en toda su Integridad literal, por ser tan conocido. En la
primera versión que de este canto publicamos, tradujimos:
Caí cual se derrumba cuerpo muerto.
Ahora queda reproducido textualmente el original con todas sus
palabras.
CANTO VI
(5 6). El movimiento de la frase que sigue la sucesión de las accio-
nes, es en la traducción el mismo del original, como puede versecora-
parándola con el texto :
Mi veggio interno, come cliio mi mox>a
E come ch'io mi roiga; e ciCio mi guati.
NOTAS Y COMENTARIOS 243
(I.^). Gurvio. Kstc ;itrll)iit(> no está c-n i'l ()rli;iiial. Kl poeta al
pintar al Cancerbero, .se Umita á Hccir:
Cerhero, Jicra criidclc c diversa,
Con tre golc canitianiciilc Inlra.
Lot, arti.stas que han ilustrado la "Divina Comedia", y entre ellos
G. Doré, pintan al Cancerbero con colmillos retorcidos, á manera de
gurvia, vocablo que además Implica la ¡dea de duro 6 férreo, apli-
cado al diente de la crudelc fiera diversa, lo que completa la ima-
jjen del poeta dentro de las líneas de su cuadro, poniendo í^tirvio
para caracterizar la diversidad Ait U^xmA'á^Q.Vá.fiera crudele.
(22). Se ha omitido en la traducción la calificación de il gran
veriuo^ en que el poeta parece haber querido asimilar la bestia infernal
á la serpiente:
Quando ci scorse Ct^rbero, // gran vernio,
Esta comparación ó alusión, ha sido objeto de difusos comentarios.
Unos la relacionan con un verso de Pulci; otros con un pasaje de
Shakespeare en "Antonio y Cleopatra" en que se menciona el histó-
rico áspid egipcio del Níilo, bajo la denominación de woriu. El Dante
tomó sin duda la palabra del nombre genérico de la especie, derivado
del latín. — Los ingleses lo tomaron del bajo alemán para aplicarlo
especialmente á la serpiente. — No hemos encontrado sentido preciso
ni colocación á esta comparación ó quizás alusión remota. Tal vez el
poeta quiso significar metafóricamente, que la mordedura del cancer-
bero,— // gran ver/no — representaba las mordeduras ó remordi-
mientos de la conciencia, pues en italiano se dice todavía: ver ¡no della
coscíensa. Paolo Costa se acerca á esta interpretación, que Fraticelli
acepta, fundándose ambos en el texto de Isaías: Vennis eorum non
iuorieiur. ( LXVI, 24). — En el canto XXXIV. el Dante emplea tam-
bién la palabra f^r/z/í? aplicada á Lucifer, por de -precio.
(52-57). El texto original envuelve una reticencia, que la traduc-
ción desarrolla, de conformidad con el discurso del condenado y de la
moral que de él deduce Virgilio:
Ma quando tu sarai nel dolce mondo,
Pregoti c/i' alia mente altruí mi rechi.
(Verso 88-89.)
Según la letra y el espíritu del texto, el pecador se muestra arre-
pentido de su culpa al contestar á la pregunta del poeta.
244 EL INFIERNO
— íí Ma dtm/ni ch¿ tu se\ che 'n s¡ dolenie
Luogo se' niessa, ed a si fatta pena
Che s^altra e niaggio, mella e si spiacente.
(Verso +6-48.)
— « Voi cittadini tni chiamaste Ciacco :
Per la dannosa colpa della gola,
Come tu vedi, alia pioggia mi Jiacco.
(Verso 52-54.)
Y á continuación agreg-a el mismo condenado :
nEd io auima trista non son sola:
Che tiitte queste a siniil pena stanno
Per símil colpa,
( Verso 55-57 ).
Es un verdadero acto de contrición, y por lo tanto, el condenado,
que había merecido la compasión del poeta, no podía decirle sino
que lo recordase en el dulce mundo, recordando á los suyos su arre-
pentimiento á la par de su culpa, que lo había conducido á tal mi-
seria.
(72). — Coíne che di ció pianga, e che w' adonti.
Algunos traductores refieren el dolor y el vituperio ó vergüenza á
los vencedores, es decir, á los negros, dueños del poder; los comen-
tadores lo aplican generalmente á los blancos^ que eran los perse"
g-uidos. El concepto está reproducido con las mismas palabras, pero
generaliza el caso, teniendo presente que en la época á que en este
pasaje se hace alusión, el Dante era uno de los que en medio de los
dos partidos que dividían á la Italia, deploraba con los discretos, los
excesos de las banderías que atligían á Florencia, como lo insinúa en
este canto en la pregunta que hace á Ciacco:
Ma dimmi, se tu sai a che verranno
Li citladin della citta partita.
CANT(3 VII
(2). Piulo Algu^o^ traducen Piutón. lo cjue es un doble error,
mitológico y dantesco, ("orno lo ob.serva ^'raticelll en sus comentarios,
el Dante no ha (juerido reoreseruar en él el antiijuo Dios del Infierno,
que en la Divina Comedia e.stá .sustituido por Lucifer. Esta especie
NOTAS Y COMENTARIOS 245
de Júpiter telúrico, que llonuro presenta unas veces como carcelero
de los es|)írltus ó romo el infierno mismo, y á que Platón d. un
sifrniücadü espiritualista, no e. el demonio del Dante. Ks Plato, el
Dios de las riquezas, y así, al anunciar su aparición al f.nal del canto
VI dice:
Quivi trovammo Piulo H gran ncmico.
El argun ento de e^te canto, en que tiffuran pródl^^os y avaros, y se
trata del oro y de la teoría de la Fortuna, demuestra claramente, que
es Pluto y no Plutón lo que el poeta ba querido decir y ha dicho, aun-
que amaljramando el simbolismo infernal y terrestre á la vez, y combi-
nándolo con sus ideas filosóficas. Según nuestra opinión, si hubiese
de buscarse la filiación moral del carácter que el poeta asigna a Pluto,
se encontraría tal ve/, en la famosa comedia de Aristófanes que lleva
ese nombre, en que el Dios ciego (como la Fortuna) distribuye
primero las riquezas entre los más indignos de poseerlas, y al reco-
brar la vista, cambia la fase de la vida humana, dándolas á los mas
dignos.
(2 bis^. Estropajosa.— VA verso original es así:
Comincio Pinto con la vocc chioccia.
Los comentadores italianos explican las palabras voce chioccia,
como equivalente de voz ronca, áspera, estridente, precipitada o
balbuciente. Como chioccia en italiano significa literalmente clueca
de aquí se deriva en esta lengua la palabra ^/^^^/^r^ (chochear).
En este doble significado está encerrada la Idea del poeta, al hacer
cacarear á Pluto como una gallina clueca, empollando los vicios que
simboliza. La traducción se ajusta á la pintura que de su boca se
hace en el verso 7 de este canto:
Poi si rivolse a quelP a enfiata labbia.
La palabra estropajosa, que se aplica en castellano á la lengua
torpe para pronunciar y que por derivación se liga con la idea de
caduco - estropajo, - refleja, aunque débilmente, la acción > la
intención del poeta.
(12). Fe' la vendetta del superbo strupo.
La palabra vendetta, entiéndese, que está empleada por el poeta
en su aceptación jurídica, expresando que el arcángel Miguel v.nd.co
al cielo del estupro, ó sea del ultraje de los ángeles soberbios que
246 EL INFIERNO
se rebelaron contra la justicia divina. — En cuanto á la palabra strupo
ó stupro las opiniones eí,tán divididas. — Según Grossi, siropus^
significaba en la b3Ja latinidad, rebaño de carneros, que viene de la
raíz teutónica, sinip. Monti, acepta esta interpretación y agrega,
que este vocablo existe todavía en el dialecto piamontés con el
mismo significado y el mismo sonido. Allzeri afirma, que en la Liguria
se emplea este término, aplicándolo por desprecio á una turba
humana. — De aquí que algunos entiendan, que el Dante hablase de
los ángeles aludidos como de un rebaño de ovejas, lo que no con-
cuerda con \si palabra superó o qne caracteriza el estyupo. — Otros
entre ellos Buti, cree que hay una trasposición, licencia frecuente-
mente empleada por el poeta, y que debe leerse siupro no struPo^
é interpreta el concepto como una violación de la virginidad divina,
por el hecho de la primera rebelión. Blanc, apoya esta opinión con
una cita de San Agustín, en que asimila la idolatría y todo lo que
pueda daiiar á la diviniíiad, con la fornicación. — Fraticelli, cree que
el poeta ha empleado la palabra en cuestión abundando en el espíritu
de la Biblia, donde la idolatría del pueblo hebreo es calificada de
adu'terio. Paolo Costa, sostiene más ó menos la misma opinión,
apoyándose en un texto de la Sagrada Escritura, en el libro de Enoc
según el cual, Miguel encadenó á los ángeles rebeldes que violaron
mujeres. — Brunone Bianchl, dice al respecto: "No desapruebo á los
que explican la palabra strupo (strup), en el sentido escritural de
defección ó infidencia á Dios". — Hemos adoptado la interpretación
más racional y generalmente admitida, con arreglo al espíritu bíblico,
acentuando el concepto con la palabra infido, ó sea infidencia á Dios
según el comentarlo de B Bianchi.
(13-15). Es difícil de traducir esta famosa imagen dantesca en su
enérgica sencillez, que pinta con un solo rasgo, un naufragio y una
situación moral :
Quali dal vento le gonfiate vele
Caggio)io aznwlíe f>oiclie I' alher fiacca,
'Jal cadde a térra la Jicra crudele.
En verso suelto, sin la traba de la rima encadenada de los tercetos,
sería tal vez posible reproducir con todas sus palabras el movimiento
del original, demostrando prácticamente el paralelismt) de la lengua
italiana con la castellana:
Contó las velas por el viento injiadas
Envueltas caen cuando flaqnea el árbol,
Tal la fiera cruel cayo en el sneh.
NOTAS Y COMENTARIOS 247
Carlylí", en su estudio soljrc el Dante comparado con .Shakespt^are,
que es uno de los capítulos de su lll)ro: " ííl culto de los h(*roes",
admira esta imag'en j)or su vfrdad ; pero la traduce mal al citarla.
Confunde las cosas, suponiendo: " (jue t-s el hucjue el que se hunde)
cuando el mástil súbitamente roto le falla." Ksta traducción hace
perder á la ímajjen el carácter de verdad, que con razón le atribuye
el orijjinal pensador Injrlós. I. o que el Dante dice pintorescamente, y
lo que moralmente quiere expresar por medio de esta Imagen es: —
que así como las velas infladas por el viento caen envueltas ó revuel-
tas cuando les falta el mástil que las sostiene, así se desplomó en
tierra el demonio Intlado por la rabia al soplo de las palabras de
Virgilio. La adición ioyiuenioso de la traducción da fuerza á la
Imagen.
(19-21). Véase la nota á los versos 34-36 del canto III, sobre la
mezcla de consonantes y asonantes. En la métrica castellana, es una
regla convencional no aparearlos: pero en la italiana no se observa,
y el Dante fué el primero que dio ejemplo, mezclando en los tercetos
de su poema los consonantes á la par de los asonantes Al seguir su
ejemplo en la traducción, hemos dado nuestras razones en la nota
citada, para edificación de los que crean ver en esto un defecto que
es intencional, y de que no faltan ejemplos entre los buenos poetas
españoles.
(48). In ciii usa avarizia il suo soperchio.
La idea expresada por activa está interpretada por pasiva: en vez
de decir que la avaricia usó en los condenados el exceso de su fuerza
— que es la idea original -se dice, para establecer la antítesis con el
concepto del verso anterior, que ellos usaron con extremo de la fuerza
de su avaricia para con los demás.
(59-61). ... questa suffa :
Qual ella sia, parole non ci appulcro.
Or puoi, figliuol, veder la carta buffa.
De ' ben che son commessi alia. Fortuna,
Per che /' uinana gente si rabbuffa.
El sentido literal del texto es, que tales riñas {suffd) sea cuales fue-
ren, no deben ser embellecidas ó adornadas {appulcro) con la pala-
bra. Textualmente, sujjía en italiano corresponde á la palabra riña
de la traducción, relacionada con la palabra bujjía del texto, que acen-
túa el sentido de este concepto. BtiJJ'a en italiano, es befa, vanidad,
248 EL INFIERNO
burla ó eng-año bajo, y también, ímpetu ó soplo violento, y en este
doble sentido está empleado por el poeta. Appulcro (del latín pulcro
ó bello) es adornar con la palabra una cosa ó un hecho. El Dante
hace alusión á la palabra' hablada, al hacer decir á Virgilio, que aque-
lla suJiTa (que caracteriza después con la palabra óuj/'a) es indig-na de
ser fijada por ella, y el traductor se refiere á la palabra escrita ó grra-
bada, pero la Idea es la misma: en el original en forma oral, y en la
traducción en forma gráfica. El Dante emplea con frecuencia en su
poema la palabra conio (cuño) en el sentido de sello de la moneda
corriente de buena ley, y esto autoriza su uso en este caso en sentido
metafórico. (Véase "Infierno" C. XVIII v. 66; Ídem C. XXX v. 115;
" Paradiso" C. XIX v. 126 y 141). Además, debe tenerse presente,
que el Dante hace hablar á Virgilio con sus reminiscencias clásicas, y
que puede ser permitido al poeta antiguo, lo que Horacio en su tiempo
encontraba lícito, cuando decía en su "Epístola á los Pisones": "¿Los
romanos prohibirían á Virgilio y á Vario, lo que fué permitido á En-
nio y a Plauto ? " No es, pues, un anacronismo ni una impropiedad
poner en boca de Virgilio este concepto, perfectamente ajustado al
texto del "Arte poética" del poeta latino, contemporáneo suyo. To-
dos los latinistas antiguos y modernos — con rarísimas excepciones de
mera forma— han traducido el famoso pasaje de la epístola de Horacio,
que se refiere á la introducción de neologismos en las lenguas [no-
7HÍna nova rerznn y noiuen stgnatum) empleando la palabra cuño.
Martínez de la Rosa, en su traducción de esta famosa epístola, sigue
el ejemplo de sus antecesores.
Siempre lícito fué, lo será siempre,
Con el sello corriente acuñar voces.
(64-65). Los comentadores interpretan de dos modos este concepto,
y varían con su ortografía su sentido. Fraticelli entiende que el Dante
se refiere: " al oro que está bajo la luna y al que por el tiempo y el
uso ha sido consumido: ¿fi^ /«". Camerini, por el contrario, supri-
miendo la coma que Fraticelli pone en giá fu, piensa, que se hace
referencia: "al oro que poseyeron en vida los condenados". H:sta es
la versión que se desprende racionalmente del texto y á la que nos
hemos ajustado, porque el oro es una de aquellas sustancias que aun-
que se gaste .en una forma, no desaparece, y permanece aliada á la
materia.
(121-124). La melopea Imitativa de los tristes que yacen en el
fango, se reproduce por sonidos análogos en el castellano, demos-
NOTAS Y COMENTARIOS 249
trandtí. como en lo^ versos 12-15 de este faiUo, el jíaralelismo de las
(ios leni^iins.
7 rís/i /iiiiiuio
Ncir acr dolcc che dal sol .v' al/ij^ra,
Portando dcnlro accidioso /uddíio :
Or ci attristiau iiclln hcllclla negra /
CANTO VIII
( 44 ). Alma hriosa. En el texto se dice alma sdegnosa. Esta pa-
labra en italiano tiene un sentido más lato que en castellano, y signi-
fica no solo desdén, sino también todo movimiento súbito de personas
ó cosas por acción externa; y así, los comentadores italianos entien-
den que Virgilio quiso significar la nobleza ó altivez de alma de[
Dante, como virtud, en contraposición de la ira, que es un vicio. La
palabra Persona orgogliosa es aplicada en la siguiente estrofa al ca-
rácter del condenado, y no correspondería por lo tanto. La palabra
briosa, que en castellano significa fuerte, valerosa, resuelta, gentil ó
gallarda, envuelve el doble sentido del italiano y comprende el pen-
samiento del autor.
CANTO IX
(18). Che sol per pena ha la speranza cionca ?
Compárese con los versos 41-42 del Canto IV y véase nuestro
comentarlo ampliando su sentido restrictivo, de acuerdo con el espí-
ritu de las estrofas correlativas, y siéndolo igualmente este verso,
su interpretación tiene que ser armónica, tanto más cuanto que en este
caso el texto es menos restrictivo. "Cionca" significa, truncada^
roia, y por extensión separada, alejada ó lejana. La traducción
"esperar dudosos" ó sea "esperanza dudosa" responde á esta inter-
pretación de la letra y del sentido,
(78). En nota anterior decíamos: que el circunloquio ó ripio está
á veces en el texto mismo, y que la traducción lo sigue, procurando
ceñirle en líneas precisas. En este caso, el fnuy parecería un ripio, no
siéndolo ni en el original ni en la traducción. YL\ muy verdosas,
corresponde al superlativo verdíssiiue del italiano:
E con idre verdissime eran cinti.
250 EL INFIERNO
CANTO X
(32-33). Vedi la Farinata che s'e driito :
Dalla chitóla in su ttttto il vedrai
Las palabras, in sti tuHo il vedrai^ perecerían indicar no solo la
parte visible del cuerpo de Farinata, sino también la entereza moral
de que dio pruebas en vida, y manifiesta en muerte, que, aun cuando
solo se mostrase de la cintura arriba, podía verse todo entero {iuito
il vedrai). Alizeri en su minucioso comento, entiende, que la profun-
didad de la fosa ardiente en que, está sepultado Farinata puede
medirse por lo que él muestra, por cuanto la distancia desde el
ombligo á la cabeza es la mitad justa de la estatura humana. De todos
modos, la expresión in ttttto acentúa la aparición, y la correspon-
diente, entero^ le da su relieve
(25) Locuela^ es la palabra empleada por el Dante, que tiene el
mismo valor en italiano y castellancj.
(66). Certia^ anticuado, certeza, Barcia no lo trae.
(79-80). Ma non cmquanta volte fia raccesa
La faccia della donna che qiii regge
La palabra gire de la traducción en sustitución de fia raccesa
(renazca) expresa la idea de la t^ucesión de cincuenta lunas ó meses.
(85-87). ... Lo strazio e I grande scetnpio
Che fece VArbia colorata in rosso.
Tale oración fa far nel tiosíro templo.
Kn este último verso, se hace alusión á la costumbre que tenían los
magistrados de Florencia de dictar sus decretas, congregados en un
templo, dando á la palcibra oración un sentido irónico.
CANTO XI
(52-54). Compárese la estrofa original con la traducción.
— La frode, ond' ogni coscienza c 7norsa,
Puo r nonio usare in coliti che si Jida,
E in (¡tif/lo che Jidanca non inihorsa.
Onde é morsa, que envuelve la idea del remordimiento, está tra-
ducido por el concepto, que luticrdc cual carcoma, (pie la implica.
La enérgica ^\\íx^%\óv\ che fidanza non iiuborsa^ y cpie rectamente
I
[
NOTAS Y COMENTARIOS 251
slyfnifioa "no echar á la propia bolsa la confianza", y por extensión
en italiano, " acoj^er con operanza ó con inccrtldumbre", está invo-
lucrada en el concepto: " dr (jue la buena fe no se recata", ampliando
la c.-iiroía dentro del nli•^^u) doble sentido: " Y al desconfiado de sor-
presa toma ".
CANTO XII
98). Cui'ffoxo, anticuado, le mismo que cuidadoso.
( 124). Bajeza, anticuado, el lugar bajo en hondura.
(I. ^5- 1. Vi). — .... Ed in eterno niiinge
Le lagrime, che col bollar disserra.
Aíungc del verbo ¡¡iU7tgere ó mugncre^ ordeñar, t-xtraer, etc Dis-
serra, del verbo disserrare,, completa el conct-pto, que comprende
la palabra descuajado. Podría traducirse textualmente este verso di-
ciendo: hales ordeñado etc., que se relaciona "con el eterno llanto"
que el hervor del río sanguinoso arranca ó descuaja á los tiranos.
CANTO XIII
(15), Deshumanos, anticuado, vocablo que está fuera del uso co-
mún sin razón alguna, y que en este caso es más expresivo que in-
humanos,, por cuanto envuelve la idea de una cosa que está fuera de
lo humano, ó sea sobrenatural, que es lo que el Dante ha querido ex-
presar en el verso correspondiente:
Fauno lamenti in sii gii alberi sírani.
(16-19). Es éste uno de los tercetos más débiles y enredados del
Dante, lo que hace difícil su correcta interpretación poética, empero
no ser esencial, por cuanto sólo se refiere al itinerario de los dos
poetas. Literalmente dice: "Y el buen maestro: — "Antes de entrar
más adelante, sabe, que estás en el segundo girón, — empezó á decir-
me,— y que continuarás por él, mientras que camines por el horrible
arenal".
E V buon maestro : — « Prima che pin entre
Sappi che se nel secando girone,
— Mi comincio a diré, — e sarai m,e}itre
Che tu verrai nell' orribil sabbione.
252 FX INFIERNO
* (20-21). La traducción es un tanto libre; pero está ajustada á la
lección más auténtica, y su sentido es el mismo. El Dante dice:
Pero rigiiarda bene, e st vedrai
Cose che darán fede al mió sermone.
En la mayor parte de las ediciones de la "Divina Comedia", se
lee: — " Cose che iorrien fede al mió sermone''\ 6 sea, " cosas que
despojarían de fe á mis palabras", que es lo contrario, y que Buti y
los comentadores italianos que han seguido esta lección, interpretan
así: — "cosas que si te las dijera, no las creerías", lo que tiene algún
sentido, aunque no sea el verdadero. Foseólo, con más penetración y
erudición, adopta la lección que seguimos, que da sentido á la estrofa^
Virgilio se refiere evidentemente al pasaje del libro III de la Eneida,
en que Eneas arranca un gajo del mirto en que se había transformado
Polidoro, y ve correr de él la sangre, pasaje que el Dante ha imitado
en este canto, magnificándolo. Para que no cjuede duda al respecto, el
mismo Virgilio hablando con el árbol de que el Dante había tronchado
un gajo, y de que veía brotar sangre, le dice al dolorido en los versos
48-49 de este canto:
Cío ch^ ha vediito, pur colla inia rima
Non avrebbe in te la man distessa.
Así, hemos traducido, ateniéndonos al texto originarlo y al espíritu
más que á la letra. ( Véase verso 48 de este canto).
{25). Este verso amanerado, que podría parecer extraño en la tra-
ducción, es una reproducción fiel del original :
lo credo ch' ei credette ch' io credesse.
(42). Compárese con la estrofa original que es una de las más
bellas del Dante:
Cotne d' un slisco verde, ch' arso sia
Dair tin de' capi, che dalP altro geme
E cigala per x>ento che va via.
Chirrea^ es propiamente cigala; y la palabra irisieinenie, apli-
cada a! chirrido, reemplaza 2^. genie.
(59). Ansa^ anticuado, asa ó argolla.
(88). Asunla, participio del verbo irregular anticuado asumir.
(99). Tardalero. lo mismo que tardío. El Dante dice: come gran
di spella {trilicum spelta de Llnneo); en castellano espelta ó escan-
da, que es una especie de trigo tardío, (jui- madura también al acaso
NOTAS Y COMENTARIOS 253
(102). Fauno dolare rii ni riolor Jiucslfa.
Lllfralim-iiti', la traducción de la estrofa es esta; ** Crece el arbusto
como planta silvtstri-: las arpías pacen en sus hojas; causan dolor (en
el árbol animado), abren ventanas (heridas, roturas, ó aberturas) por
donde los clamores de los condenados se escapan". — Respetamos en
la versión el estilo dantesco, poniendo ventanas.
( 143-150). Compárese con el texto original (jue es algo oscuro por
sus reminiscencias históricas, tradicionales y locales, además de su
concisión :
I' fui della cuta, che nel fíatista
Cangio 'I primo padronc : ond' ei per qucslo
* Sentpre con I' arte sua la fara trista¡
E se non fosse che in su/ passo d' Amo
Ritnatie ancor di lui alcuna vista,
Quei cittadin, che poi la rifondarno,
Sovra '/ cener che d' Aitila rimase,
Avrebber fatto lavorare indarno.
Su traducción literal, ajustada al giro gramatical del texto, es: "La
ciudad, que por el Bautista cambió al primer patrón (Marte) el cual
{ond' ei) por esto, siempre con el arte suyo (la guerra) la contristará
[\B.J'ayá trisia), Y si no fuese que sobre el puente del Arno aún queda
de él algún vestigio {alcuna visiá)^ los ciudadanos que la refundaron,
sobre las cenizas que dejó Atila, habrían hecho trabajar en vano".
Según algunos comentadores italianos (Fraticelli, Costa, Blanc,
Camerini,etc.) el fragmento de la antigua estatua de Marte, encontrado
bajo las ruinas después del incendio de Florencia por los bárbaros,
y colocado entonces sobre el puente del Arno, habría preservado á
la ciudad de una nueva destrucción, por cuanto era tradicionalmente
considerado como el paladión de ella. La vaguedad del texto
se presta á esta interpretación, pero ella pugna con las creencias
religiosas del poeta, pues supondría que pensaba, que Marte, su anti-
guo patrón pagano, habría protegido á su ciudad más eficazmente que
el nuevo patrón cristiano, que á esta idea respondería la adversativa:
"si no" {e si nonn fosse). Brunone Bianchi respondería á esta ob-
jección: " Era voz corriente, que la dicha estatua de Marte, fuese para
Florencia, lo que el paladión para Troya ; y era permitido al Dante
como poeta, valerse de las opiniones y preocupaciones vulgares, y
tanto más entonces, cuando pone en escena personas, que sino por
su nacimiento, por su modo de pensar pertenecen al vulgo. Así me
parece natural suponer que el Dante quiso representar en los que
hace hablar aquella raza de hombres supersticiosos é ignorantes, muy
18
254 EL INFIERNO
numerosos en su tiempo, que en vez de atribuir las desgracias de
la patria á las malas costumbres y al mal gobierno, echaban la culpa
á los astros, á los demonios y á otras ficciones."
Rossetti, según Benvenuto de Imola, citado por Bianchi, entiende
que debe darse á este pasaje un sentido totalmente alegórico, pero
apunta de paso una idea que esparce nueva luz sobre el texto : " La
ciudad, aniquilada por la fuerza é invadida por los vicios, habría sido
frecuentemente atacada por enemigos y destruida nuevamente sz no
hubiese quedado sobre el Amo alguna fortaleza de difícil expug-
nación, y un poco del antiguo valor guerrero, de que era símbolo el
avance de la estatua de Marte que se veía sobre el puente."
Alizeri, confirma en parte la última opinión de Rossetti al analizar
el verso:
Avrebber /ato lavorare mdarno
Según él, es una reminiscencia del salmo: In vanu7n laboraverunt
pui edificant eam interpretándolo así: " Es un modo de decir, que
la nueva ciudad, lo mismo que la antigua, habría sucumbido á los
ataques de sus enemigos, si algo del primitivo valor no hubiese que-
dado en un fragmento de la estatua de Marte'.
El pensamiento del autor, en nuestra opinión, es este: que Marte
en venganza de haber sido reemplazado como patrón de la ciudad, le
retiró su protección como Dios de la guerra, y que á no haberse con-
servado un vestigio de su antigua imagen, habría desaparecido el an-
tiguo espíritu marcial. Y que por lo tanto, sus refundadores habrían
trabajado en vano, porque habría sido otra vez destruida por sus
enemigos. De esta mezcla de reminiscencias mitológicas y creencias
cristianas, está lleno todo el Infierno, de manera que puede explicarse
la aparente contradicción señalada antes, y dar al concepto su verda-
dero sentido histórico. De cualquier modo que se interprete el texto,
lo traducimos casi literalmente en verso, dejando que cada uno le dé
el sentido que j)ueda tener. Por lo demás todos están conformes con
que el Dante se equivocó al poner Atila por Totila, pues aquel no
pasó del Apenino.
CANTO XIV
(14). Desesperanza^ lo mismo que desesperación: s. f. anticuado.
(115). Esparrama^ verbo anticuado, lo mismo que desparrama.
NOTAS Y COMENTARIOS 255
CANTO XV
( 4-() ). Quallc F/aimniiifr/ii ira Gu::zantc e liruggia
'JVmcndo il Jioilu che in ver lor s^az'vcuía,
Fauno lo schiertno, perche il mar si /¡infria
Esta estrofa ha dado niarpen á las más variadas y contradictorias
Interpretaciones geográficas, á causa del extraño nombre de Gussan-
ii\ — ó Cuiscanic, — unido al muy conocido de Bruges.
FraticelU, autorizado comentador del Dante, y aulor de una de sus
mejores biografías, asienta, que Gussante y Bru^gia^ son dos ciu-
dades de Flandes, distantes cinco leguas una de otra." No se conoce
tal ciudad de Gussanic.
Paolo Costa, dice en sus anotaciones: "■Guzsaníe, en alemán Wii-
sand (arena blanca), villa (villaggio) de F^landes, Inmediato al mar."
Tampoco se conoce tal villorrio de Witsand en Flandes.
Hrunone Bianchi, haciendo una variante á P. Costa, trae: "^Gussan-
te, una pequeña tierra (piccola ierra) de Flandes." Esta tierra como
la supuesta ciudad y villa del mismo nombre nadie la conoce.
Blanc, más mesurado en su comentarlo que los anteriores, establece
la cuestión dubitativamente, negando la existencia de la pretendida
ciudad, villa ó pequeña tierra; pero supone que pueda ser una isla
desconocida. " La isla de Witsand^ dice, cuyo nombre respondería
á Guizsanie^ no se conoce; pero como el mar en aquella parte pro-
duce grandes mutaciones, pudiera ser que existiese en los tiempos
del Dante." — El mismo agrega, que algunos creen que Guissante
sea la isla de Cadsand, — ó Cadzand como se lee en los mapas, —
situada sobre el mar del norte, en el punto donde el gran canal de
Bruges á La Esclusa comunica con dicho mar.
La interpretación de Cadsand^ ha sido generalmente adoptada por
los comentadores italianos y por casi todos los traductores extranje-
ros. En su apoyo se hace valer el testimonio de Lud. Guiciardini, que
residió algunos años en Flandes, y publicó en Amberes en 1567, — más
de dos siglos después de la primera edición del Dante, — su obra titu-
lada: "Descrizione di tutti i Paessi Bassi ". En ella se lee: "Aquí, fren-
te á frente de La Esclusa, se encuentran la pequeña isla de Cads andj
con una villa {villaggio) del mismo nombre, que antes fué más grande
(la isla) pero que las tempestades del mar han reducido poco á poco
casi á la mitad. Este es el mismo sitio de que hace mención en su
Canto XV del Infierno, nuestro gran poeta Dante, llamándole incorrec"
lamente, quizás por error de imprenta, Guizzante; donde todavía hoy
256 EL INFIERNO
se hacen continuamente grandes reparos en sus márgenes, á causa de
que, por su situación y por lo bajo de la tierra, la marea ó sea el
tlujo, hacia Bruges, tiene aquí grandísimo poder, sobre todo cuando
reina el viento maestro" (norte). — La descripción es exacta y la in-
terpretación geográficamente aceptable, bien que no se aduzca nin-
guna prueba histórica, aún bajo el supuesto de un error de imprenta.
G. Dalla Vedova, en su libro "Gli oríg-ine della Brenta al tempo di
Dante", í2jZÍ'2/¿/ Cameriní, explica el texto así: "Hallándose Witsand^
{paesseíto) hacia el confín occidental de Flandes dantesco, y Bruges
hacia la parte oriental, parecería que con estos dos nombres, el Dante
quiso indicar el dique flamenco, de un extremo á otro del país, en la
extensión como 120 kilómetros". Seg-ún esto, el Flandes dantesco, con
los diques que lo protejen contra la irrupciones del mar del norte, se
extendería hacia el occidente de Bruges, ó sea hacia el Canal de la
Mancha, lo que solo es geográficamente exacto hasta Ostende, y
cuando más hasta Nieuport; y esta interpretación excluiría lo que pro-
piamente se conoce con los nombres de Flandes oriental y Flandes
occidental, no comprendiendo por lo tanto, sus dos extremos, como
se asevera.
El celebrado dantista Scartazzini, sostiene con más amplitud aún,
una teoría análoga, que ha tenido la fortuna de ser adoptada en Ingla-
terra por el célebre Gladstone, quien en su ensayo titulado: "El Dante
estudió en Oxford?" asienta como artículo de fe: "El lugar que el
Dante llama Gtii 2 s anie ^ zhor a. se interpreta por autoridad que hace
ley, (la de Scartazzini) como Wilsand'". Empero, agrega á renglón
seguido, destruyendo su categórica afirmación: "El nombre de Wii-
sandh'A quedado fuera de memoria; pero el lugar parece haber estado
á 15 kilómetros ó 9 millas al sud oeste de Calais, y haber sido en
tiempos antiguos el puerto, ó un puerto, de partida para Inglaterra-
Parece que toda esta costa en aquel tiempo se consideraba dentro de
los dominios de Flandeh". físte punto singular de vista, complica más
la cuestión sin aclararla, pues los confines de Flandes á que se hace
referencia, son los occidentales por la parte de Francia, interpretación
que altera dlametralmente los rumbos entre el Flandes oriental y el
occidental, ó sea lo que propiamente se llama Países Bajos;. Aun
cuando sea históricamente exacto, que lo que hoy se denomina todavía
Flandes francesa, se consideraba como continuación del HIandts fla-
menco, Gladstone parecería ignorar, que al presente existe sobre la
costa meridional del Canal de la Mancha, un punto que conserva el
nombre de M^/Vjy7«/' á 1 7 kilómetros de Calais, hacia Boulogne-sur-
NOTAS Y COMENTARIOS 257
Mcr, (jiuí alqi'iinos jíC()j>;Tafos creen .sea el antijruo lius Poríus de los
romanos, lo que nos llevaría hasta las altas costas de la Franela, que
nlni^iina conexión tienen con las bajas de l'Mandes.
Alizerl, uno de los últimos comentadores dantescos, insinúa vaga-
mente, en el mismo sentido de Scartazzini: "Lo más probable es, que
Guasanie ó Guiz::a7Ue, sea la isla de Witsand en los conlines (?)
de Flandes, destruida súbitamente {v¿a via) por los embates del mar,
y de la que no quedan ni vestijifios". Es una suposición que no se
*unda en ning;una prueba histórica ni geoj^^ráfica, y que por su vag-ue-
dad deja la cuestión en más incertidumbre que antes.
Los únicos que sepamos se hayan apartado de los comentadores
italianos en este punto, son, el Conde de Chestey José María Carulla>
en sus respectivas traduciones en verso castellano, quienes ponen
Gante por Gussanic^ aunque sin dar ninguno de ellos la razón, lo que
hace pensar que se guiaron simplemente por la analogía del sor ido»
siendo ambos trabajos de la misma época y escuela.
Daremos por nuestra parte, las razones que nos han inducido á in-
terpretar Gussante por Gante: I'' El texto mismo de la estrofa, que
determina dos puertos de Flandes (fiammenghi) hasta donde llega
la marea (¿I fiotio) que el viento lleva á ellos (s'avve7tia)^ lo que hace
necesario reparos ó diques (schierino) á efecto de que el mar (//
tnare) del norte retroceda [se fugg¿d\ ante ellos, cincunstancias que
coinciden en Bruges y en Gante, y más aún, según la idea que en el
tiempo del Dante se tenía de la hidrografía de esos dos puntos. 2° La
analogía del nombre, que lleva la consonante inicial, y contener la
terminación íntegra que completa el nombre, prueba que en etimolo-
gía es concluyente y que no concurre enGadzand, quedando eliminado
el de Witsant, que aunque más parecido, es por lo menos problemá-
tico, y no corresponde á la nomenclatura geográfica de Flandes. 3o La
presunción racional de que el Dante, al señalar dos puntos opuestos
del país de Flandes, á que se refiere nombrándolos, quiso indicar sus
dos capitales históricas y geográficas: Bruges, del Flandes occidental,
y Gante, del Flandes oriental, que determinan dos extremos flamencos
de sus diques en el Valle del Escalda. 4** La inducción lógica de que
el Dante, el hacer la descripción de lugares determinados fuera de Ita-
lia, no pudo tener otro guía que la geografía de Tolomeo, que era la
autoridad de su tiempo en la materia, y sobre cuyo sistema reposa
científicamente su poema. 5^ El hecho histórico y geográfico, de que
en tiempo del Dante, Bruges era un verdadero puerto de mar, no ha-
biéndose cegado aun el estuario del Zwyn, que lo ponía naturalmente
258 EL INFIERNO
en comunicación directa con el mar del norte, lo que pone el nombre
de Bruges fuera de toda duda y establece un seguro punto de partida
y de comparación. 6^ Que en las ediciones de Tolomeo de la Edad
Media, adicionadas según los conocimientos de la época, — y los del
Dante no podían ser más adelantados, — Gante está representado en
las mismas condiciones hidrográficas de Bruges, aun cuando hoy se
sepa que esto no es exacto; pero situado como se halla en la con-
fluencia del Escalda con el Lys y otros ríos, más arriba de Amberes,
sostenido por la marea, los diques y obras de defensa son necesarios
como en Bruges. Puede compararse la "Nouvells geographie univer-
selle" de Reclus, con la edición latina de Tolomeo, impresa en Roma
en 1508, y la primera edición italiana de Venecia en 1548, en las que»
más de dos siglos después de la la edición de la Divina Comedia'
todavía Bruges y Gante están figurados en los mapas en comunicación
más ó menos directa con el mar y aun entre sí, tal como el Dante los
describe en su comentada estrofa.
Basta esto para justificar la lección de Gante por Gussanie, con
más fundamento racional, histórico y científico que la de Wiisant y
Gadsand.
CANTO XVI
(45). El vicio torpe de la Edad Media, — general entonces en toda la
Italia, — que expían en el infierno dantesco los condenados de que se
hace mención en este canto y el anterior, incluso Bruneto Latino»
maestro del Dante, está velado, ó más bien dicho, sub-entendido por
su notoriedad. Por lo tanto, la traducción no puede ser más clara que
el original.
La fiera moglie, piii cK'altro tni nuoce.
O sea literalmente: "La (mi) fiera mujer mehizo más mal (luinotice)
que todo lo demás ( piú ck'aUroy\ El condenado que habla da á
entender de este modo que la esquivez de su mujer, según unos, ó el
odio que le inspiró por sus malas cualidades, según otros, le indujo al
vicio torpe porque es castigado á causa de su mujer.
(Í06). Véase la nota 41-42 del canto 1, que se relaciona con esta
estrofa:
/o aveva una corda in torno cinta
E con essa f>ensai alcttna volta
Prender la lonzn alia f>elle dipinta.
NÜTAS V CUMENTARIUS 259
CANTO XVII
(21-22). B come la fra li l^edeschi luychi
Lo hevero s' asselta a far sua guerra ;
No es posihU' entender esta comparación, sin acompañarla de un
comentario. Li Tedeschi Inrchi^ ó sea, los alemanes, pesados sef^ún
unos, i^lotones seg;ún otros, es una humorada del Dante, como una
piedra lanzada en su tiempo entre güelfos y gibelinos, apuntando á los
alemanes que intervenían en las cuestiones de la Italia, pues no obs-
tante ser él mismo jjlbelino. ó sea partidario del imperio temporal
contra el papado, participaba del odio de los Italianos contra los con-
quistadores alemanes, que era también un sentimiento nacional. Es
una referencia puramente incidental que hemos traducido por "tosca
gente danubiana", que es lo que hace al caso de la comparación. —
Tra i Tedeschi^ según Caraerini y los demás comentador^-s italianos)
quiere decir á lo largo de las costas del Danubio. El autor, según
Bocacio, hace alusión al castor, que en las costas del Danubio, como
se creía entonces, escondía en el agua su cola, que es muy gruesa, y
por ser muy grasienta, impregnaba el agua con su sustancia, atrayendo
á modo de sebo á los peces, con los cuales el castor se alimentaba, lo
que es un error, como lo observa Blanc. — Solo con esta explicación
puede comprenderse la similitud que el poeta establece, entre la acti-
tud del castor y ia de Gerión, con las respectivas colas sumergidas:
Ma in su la ríva non trasse la coda.
(72-73) Cridando : Vegna ü cavalier sovrano,
Che rechera la tasca coi re hecchi.
La palabra cavalier está usada por el poeta en sentido irónico,
como calificativo de usurero, según dicen era costumbre en Florencia,
en su tiempo; y según Paolo Costa en sus notas, se refería al aplicarla,
al caballero tlorentino Giovanni Buiamonte, que era un grande usurero
y tenía por blasón tres picos de pájaro. La palabra sovrano, tal vez
responde á la intención de asignarle su puesto superior entre los usu-
reros condenados de antemano. El concepto queda claro en la tra-
ducción, aunque sin su dejo picante.
(85). Treuiíilanie, aunque parezca un arcaísmo, no lo es, y como
derivado de trémulo es más propio que tembloroso para caracterizar
el comienzo del ataque de la cuartana con sus síntomas, del modo gra-
dual que !o describe el poeta:
260 EL INFIERNO
Quale colui ck' e si presso al riprezzo
Della quartana, ch' ha gia /' unghie smorte
E triema hiito, piir guardando il rezzo.
Las palabras temblar y vacilante de la traducción, cuando sobre-
viene el acceso del frío, completan el cuadro, aunque no con la inten-
sidad del original, que pinta al trémulo doliente mirando la sombra
{^guardando ¿I resso) símbolo del frío, que los atacados miran con
horror, por una asociación de ideas y sensaciones.
( 107 ). Perche ' I del, come pare ancor, si cosse :
Hemos combinado en la traducción la referencia mitológica del
autor con la letra del texto original. El poeta hace alusión al origen
fabuloso de la formación de la vía láctea, que según el mito, señalaría
el trayecto luminoso de la caída del carro de Faetón, que hizo arder
{^si cosse)^ el cielo como se ve todavía {^co me pare ancor).
CANTO XVIII
(I). Malebolge. Esta palabra ha pasado al lenguaje común para
designar la región del infierno dantesco a^í llamada, y por eso hemos
preferido conservarla tal y cual, como lo hacemos respecto de los
nombres compuestos de los diablos, sin embargo de que se prestaban
á ser traducidos. Algunos han traducido Malebolge por Malos-Sacos.
Mejor es dejarle la denominación original que forma parte de la no-
menclatura de la topografía infernal de la Divina Comedia.
(4), Malignoso. Esta palabra de buena ley no se encuentra en
ningún diccionario español, ni aún como arcaísmo. Los puristas es-
pañoles, en su prurito de eliminar vocablos, que amortizan como an-
ticuados, sin reemplazarlos por otros equivalentes ó mejores, y excluir
los neologismos necesarios, tienden no solo á empobrecer el idioma,
sino también á inmovilizarlo como una lengua muerta, y ésta misma,
mutilada.
El adjetivo maligno^ lo mismo que /ualicioso, sólo se aplica á las
personas propensas á lo malo, ó sea á la malignidad, y metafórica-
mente, á lo que es en sí malo, perjudicial ó nocivo. Falta por lo tanto
una palabra propia, que determine la malignidad de las cosas en sí, y
malignoso es la que corresponde según su etimología, y el recto y
genuino sentido que del verbo á que pertenece se deriva.
NOTAS Y COMENTARIOS 2()l
La etimologfía de !a palabra es conocida; viene del latín /ua/c y
genitus ( malo y enijcndrado) ó sea mal j^énero ó mala cosa. Existe
el verl)o activo uiaUgna)% que expresa la acción de viciar ó inficio-
nar, y el recíproco, de corromperse y empeorarse. Kxlste también el
sustantivo malignidad^ que es no sólo propensión del ánimo á pensar
ú obrar mal, sino también la calidad que constituye nocivas determi-
nadas cosas, y así se aplica especialmente á las enfermedades.
Harcia, que excluye de su diccionario la jíalabra malignoso^ reco-
noce que "el sustantivo malignidad tiene mucha mayor fuerza que el
adjetivo maligno^" pero se limita á considerarlo desde el punto de
vista de las personas. Falta, pues, su derivado necesario á este g:rupo
de palabras, y principalmente al sustantivo lualignidad con relación
á las cosas, y vialignoso es el que corresponde. Aplicado este califi-
cativo á la sección del infierno del Dante de que se trata, es doble-
mente adecuado, si se tiene presente el valor del verbo activo y
recíproco J>¿alig?tay, ya sea en el sentido de viciar, inficionar, ya de
corromperse ó empeorarse, que es la idea que el poeta ha querido
significar en las palabras campo maligno. (Véase la nota al verso 86
del canto V y al verso 12 del canto XXIV.)
(7-9). La construcción de la estrofa original está invertida, pero el
sentido y las palabras no difieren.
Qtiel cinghio che rintane adtmque e tondo
Tra 'I pozzo e 'I pie deW alta ripa dura,
Ed ha distinlo in dieci valli il fondo.
{^^). Guisóla bella^ Ghisola bella se lee uniformemente en todas
las ediciones del Dante. Sin embargo, un erudito italiano (Isidoro
Lungo " Dante ne' tempi di Dante", 1888) ha descubierto últimamente
el testamento de la persona á que este verso se refiere, y de él resulta
que su verdadero nombre era Ghislabella ó Ghisolabella. Nos hemos
atenido á la lección consagrada que es la que sin duda estaba en la
mente del poeta al evocar la idea de su belleza á la par del recuerdo
de su desgracia.
(66). — Rufjian, qui non son femntine da contó.
Este verso ha dado origen á las más intrincadas discusiones, en que
ha intervenido hasta la Academia de la Crusca. Los comentadores
antiguos, aunque discrepen en su interpretación, están todos confor-
mes en que el poeta quiso significar, ó bien mujeres que se engañaban
ó seducían con dinero, ó que se compraban ó se vendían por él, in-
terviniendo los rufianes. Los modernos han complicado la cuestión.
262 EL INFIERNO
FratlcelH entiende: "mujeres de moneda ó de hacerse dinero con
ellas." Blanc : "mujeres que se gozan por dinero", y Camerini :
"que se obtengan con dinero". Tommaseo: "mujeres á venta".
Bianchi, comentando á los comentadores antiguos, dice: Coniare
" valía antiguamente tanto como engañar ; y conio, engaño ; pero
" este significado en tal caso me parece mei\os oportuno y más débil
** que el otro". Por último, el ya citado Lungo, el más moderno de
todos, en una difusa, disertación de más de 63 páginas, pretende
demostrar, que la palabra conio es un toscanismo que ha cambiado
de sentido con el tiempo, y que "el poeta quiso aludir por boca del
diablo, no al lucro ó tráfico de la mujer por dinero, sino el arte enga-
ñoso, al fraude para inducir á las mujeres á hacer la voluntad ajena."
Todas estas discusiones son perfectamente ociosas, y las apuntamos
por vía de curiosidad. El verso 66 dice claramente lo que dice, y si
la palabra da conio pudiese dar lugar á dudas en cuanto á su diversa
acepción en el trascurso del tiempo, las palabras fetnmine y ru-
ffian manifiestan, que se trata de mujeres que se compran ó se venden
por dinero, interviniendo en ello los rufianes. La palabra compra-
venta comprende con precisión todos los sentidos que el concepto
dantesco pueda envolver.
(127-132). No siempre puede retrocederse ante las imágenes dan-
tescas, como del cul fatto trombeíta de los diablos, ó la pintura de
Mahoma, rolto dal luento insin dove si trulla. Es necesario, pues,
tomar á Tais, con su inmunda pomada de pecadora y sin los perfumes
de nardo de la Magdalena.
CANTO XIX
( 16-21). Las estrofas originales son las siguientes:
Non mi parean meno ampi, nc maggiori,
Che qiiei, che son nel mió bel San Giovanni
Fatti per liiogo de'' ballezzatori.
IJ'nn degli qtiali, ancor non e molí' anni
Riípp^ io per un che dentro -v' anncgax>a :
E qnesto sia sitggel, ch' ogtii nomo sganni.
Se ha dicho, que el Dante, al recordar el hecho, protesta que lo
hbo por salvar la vida de un niño Inocente, y no por irreverencia
como se le atribuía. Por esto dice en el verso 21: "Y Cito sirva de
testimonio ó sello {suggel) para desengañar á todos los hombres".
NÜTiXS Y COMENTAUIUS 263
(45). I, a expresión ríe (|uejar.se con las piernas, parecería una im-
propiedad ó una inia^i^cn por dfiníis atrevida; pero no lo es en la
situación que pinta el i)ante; y j)ara que no se atribuya al traductor,
ponemos aquf el verso orijrlnal.
Di (¡uei che sí piangeva con la zanca.
(49-51). lo stava come ' I frate che confessa
Lo pérfido assassin, che poi ch' e fitto,
Richiania lui. per che la mor te cessa.
El pensamiento del poeta, en esta pavorosa escena trág^ica, es, que
estaba Inclinado y con el oído atento sobre la fosa en que se hallaba
soterrado de cabeza el pecador, como el fraile que confiesa al asesino
enterrado {/i¿¿o), que pide confesión para que la muerte cese {morie
cessa). Lo de enterrado y el cese de la muerte, no podría entenderse
sin el auxilio de los comentadores italianos, que recuerdan uno de los
bárbaros suplicios de la edad media, el cual consistía, en arrojar vivo
al criminal en un hoyo estrecho, con la cabeza abajo, y echarle poco
á poco tierra encima hasta sofocarlo: en tal extremidad, el reo pedía
confesor, y éste se inclinaba sobre la fosa para oirle, como el Dante
sobre la del pecador, y de este modo la muerte cesaba ó se suspendía.
(I06-I1I). Estos dos tercetos, claros en su letra, son confusos por
sus alusiones apocalípticas é históricas, y el sentido que les da el poe-
ta, aparece oscuro á primera vista. Deben consultarse los comenta-
dores que los explican bien. He aquí su texto:
D¿ vot, Pasior, s' accorse ' / Vangelista,
Quando colei, che siede sopra Pacqtie,
Puüaneggiar corregí a hit fu vista:
Quella, che con le sette teste nacque,
E dalle dieci coma ebbe argumento,
Fin che virtute al siio marito piacque.
(II5-II7). Véase la estrofa original donde el sentido está más cla-
ramente expresado:
Ahi, Costantin, di quanto mal f ti matre.
Non la iua conversión, ina quella dote
Che da te prese il primo ricco patre /
(118). Así lo canta también el verso original.
— E 7nentre io gli cantava cotai note.
264 EL INFIERNO
CANTO XX
(42). Cainbianie. Lo mismo que variación, met. ant,
(67-69). Compárese con la estrofa original en que la palabra befi'
decir de la traducción está oculta bajo la palabra segnar.
Luogo e nel meszo la dove V Trentino
Pastare, e quel di Brescta, e '/ Veronese
Segnar patria, se fesse quel caminno.
La palabra reclamo de la traducción, que no se encuentra en el
original, responde á la idea del poeta, de que hallándose el lugar á
que se refiere en el medio {nel niesso) de las tres jurisdicciones co-
lindantes, podrían los tres obispos bendiclrlo en común, con Igual de-
recho, ó sea sin reclamo de ninguna de las partes.
(76-78). Los elementos que constituyen la estrofa original, forman
Igualmente la traducción, con las palabras en otro orden y con la sola
diferencia de Integrar el nombre geográfico de Governolo, que el
poeta llama Governo :
Tostó che Vacqiia a correr mette co,
Non piíc Benaco, nta Mincio si chianta
Fino a Governo, dabe cade in Po.
(80). Demuda^ del verbo anticuado demudar^ en su acepción pre
cisa de variar, mudar.
(82). Virgen cruda, así llama el poeta á Manto:
Qiiindi f>assando la vergine cruda.
(I06-III). Deben leerse en el original estas valientes estrofas, que
expresan con enérgica sencillez el heroísmo de la Grecia al emprender
la guerra de Troya, cuando según la expresión del poeta, "de sus va-
rones apenas quedaron los que estaban en la cuna", al tiempo de ha-
cer cortar Calcas " el primer cable" (de la flota expedicionaria).
Qttel, che dalla gota
Porge la harha in su le spalle bruñe,
Fu, guando Grecia fu di maschi vota,
Si, che, appena rimaser per le cune.
Augure ; e dicde 'I punto con Calcanta
In Anlide, a tagliar la prima fuñe.
Pensamos que en la traducción se hace sentir la vibración del origi-
nal, aunque no con toda su energía Inicial. En lo demás, se reproducen
la acción, las imágenes, los conceptos y las palabras sustanciales. La
única adición al texto, fs la palabra á la des/erra^ del verbo anticuado
di'sferrir^ (que no trae Barcia, si bien traiga desferrar), ó sea soltar
NOTAS Y COMENTARIOS 265
las velas, ()ii<.' los puristas, como de costumbre, lian eliminado del uso
corriente, empero conservar el verbo a/virar que expresa la acción
contraria. Si se tomase la palabra anticuada desferraen la (;tra acepción
que tiene, de discordia de opiniones también sería ella projjia, puesto
que, en la diversidad de opiniones, al emprender los priegos la guerra,
Calcas cortó la cuestiíHi haciendo cortar como augur "la prima fuñe"
que sugetaba las naves expedicionarias á la jjlaya. Para expresar esta
Idea con más propiedad, si se quiere, podría decirse: "en la desferra",
en vez de "á la desferra".
( 124-125 ). lictic V confine
D'ainbc due gli cintsfieri.
Es notable este verso en que el poeta establece la esfericidad de la
tierra, con sus opuestos hemisferios, y señalando sus confines. Véase
el comentarlo á los versos 61-142 del canto XXVI, en que amplía esta
idea del universo.
CANTO XXI
(7-15). Esta animada pintura de la actividad del arsenal veneciano
en la época del Dante, que por vía de comparación introduce en su
poema, es uno de sus más acabados cuadros, que hemos procurado
reproducir exactamente con todos sus pormenores y con su movi-
miento alternativo. Tan solo nos hemos permitido introducir un de-
talle accidental: la palabra iopa. Ni es una impropiedad, ni un ana-
cronismo, como algunos pudieran pensarlo, como por ejemplo, si al
hablar de las galeras del siglo XIII y XIV, se introdujese un tér-
mino técnico correspondiente á la marina moderna. Topa^ en la época
en que el Dante escribía su poema, era una garrucha que usaban
las galeras venecianas de que habla, para izar las velas, y refiriéndose
ala mesana y al artimón de los buques que han hecho muchos via-
jes [piú viaggí) y van á emprender nuevos con buen gobierno,
está en su lugar y completa el cuadro. He aquí las estrofas origina-
les, para que puedan ser comparadas con la traducción.
Quale neW Arzana de'' Viniziani
Bolle V invernó la tenace pece,
A rimpalmar li legni lor non sani,
Che navicar non ponno ¡ e 'n quella vece
Chi fa suo legno nuovo, e chi fistoppa
Le coste aquel che piu viaggi fece ;
Chi rivattc da pro da, e chi da poppa ;
266 EL INFIERNO
Altri fa remi, ed altri volge surte;
Chi terzeriielo ed arlintoii rintoppa.
(22-28). La traducción de esta estrofa difiere de la interpretación
que le dan los comentadores italianos. He aquí el texto original y su
traducción:
— Allor mi volsi coiné I' iiom cid tarda
Di veder ^uel que gli convien fuggire,
E citi paitra súbita sgagliarda,
Che per veder non indugia ' ¿ partiré.
Bien que sea claro el sentido de estos versos, debe anotarse la ex-
traña interpretación que les dan los comentadores italianos. Fraticelli
dice: "' Cui tarda di veder, cui sembra milTanni di vedere, vale a
diré che é ansioso di vedere''. Brunone Bianchi; '•' Ctit iarda, a cut
par mill'anni, o che desidera ardentemente ". Camerini: Cui iarda^ a
cui p?.r Tora mill'anni '•. Traduciendo literalmente en prosa, paréceme
que no puede hacerse sino del modo siguiente: "Entonces, volvíme
como el hombre que tarda (ansioso en ver el peligro) lo que le con-
viene huir, á quien pavura súbita acobarda, y que para verlo, no re-
tarda, empero, su partida", ó sea que huye al mismo tiempo que mira
hacia atrás, ó que se detiene á mirar. Según los citados comentadores
debiera leerse así: "Volvíme entonces, como aquel á quien se le fi,
gura que cada hora tiene mil años cuando ardientemente desea ver,
etc". Los miLaños de los comentadores italianos están demás.
(63). Zafacoca. El original dice baraita. que en italiano significa
contienda, altercado ó contraste,, y por extensión, astucia ó engaño-
Zafacoca en castellano, significa desmoche ó descalabro, y por exten"
sión, una acción análoga, bien que en esta última acepción no la trai-
gan los diccionarios castellanos. Por lo tanto, en el lenguaje familiar
que habla Virgilio con el Dante, está empleada en la traducción con
propiedad, y también de conformidad al estilo del originaljen este caso»
(114). SoterrañoSy anticuado, que no es necesario decir, es lo
mismo que subterráneos.
(139). Ed egli avea del cttl fatto troiiibetia. Esta singular trom-
peta de los diablos, que algunos han criticado como figura de mal
género, corresponde al carácter grotesco á la par cjue terrible que el
Dante presta á los genios infernales, empezando por el mismo Minos
y Pluto. Antes habíamos traducido ette verso del modo siguiente:
HaciiMido ()«' trompeta con el ano.
Restablecemos la traducción literal, porque es característica. No se
leen en las Escrituras sagradas, imáger.es algo más crudas?
NOTAS Y COMENTARIOS 267
CANIO XXll
í ^) ./ e^caw/>o, anticuado, lo mismo que á escafe; pero á es-
J;¿ ;s m.. expresivo, porque compr.nd. no solo la acc.<. ^.
de carrera, sino la circunstancia de hacerlo en can.po ^^'^^'^ '''^^l
de .1 1 a etimoloffia de la palabra lo dice: viene de campo y el pe
Xes del latín el) 6 sea en toda la extensión del campo, determina
á la vez que la acción, el terreno ó el modo como se ejecuta.
CANTO XXIII
(6). Si hay equivocación en la cita, corresponde al autor; la tra-
ducción es textual:
in su ¿a farola d" lüopo
Dov' ci parlo della rana e del topo.
í 71-72) En el original la acción no está expresada con más clari-
dad porque comprende dos acciones simultáneas y la causa del movi-
lie;t'o aUernado! lo que hace difícil su traducción con toda ampbtud
dentro de la estrofa. He aquí el texto:
Venia si plan, che nal eravam miovi
Di compagnia ad ogni muover d' anca.
Literalmente: - "Caminaban tan despacio que nos encontrábamos
con nuevos companeros (al lado) á cada movimiento de pierna .
CANTO XXIV
(4-6). Confróntese con el original:
Quando la brina in sulla térra assempra
L' imagine di sua sorella blanca,
Ma poco dura alia sua penna tempra.
Falta solamente en la traducción la comparación rebuscada del
Dante de la helada copiando la nieve, acción que se asocia en el ul-
timo verso á la idea de la pluma ^penna) con que se copia un escrito,
noria poca duración de este instrumento para imitar o copiar (^>r-
semprare). Hay aquí un equívoco que no puede ser reproducido en
castellano: ten^pera della penne, ó sea simplemente lemperalura. se
llama así en italiano el temple ó corte que se da á la pluma para afi-
268 EL INFIERNO
narla, imag-en que se asocia con la de la temperatura del aire y cons-
tituye el núcleo del concepto, un tanto gongórico. El vocablo tra-
sunto^ comprende la idea que domina la estrofa.
( 53-54 ). — Con I' animo che vince ogni battaglia,
Se col suo grave corpa non s' accascia.
Es curioso encontrar en el Dante esta fórmula de la lucha por la
vida, que constituye el fundamento de la teoría darwiniana y de la
filosofía spenceriana.
(135). Siempre que habla ó hace hablar el Dante, del mundo ó de
la tierra, de la vida, del sol ó del aire que respiran los humanos, es
con intenso amor, acompañando el sustantivo, de los adjetivos más
tiernos: dulce, feliz, bello, etc , y esto autoriza la adición de bienan-
dante aplicado al mundo, cuando en el original él se refiere á la vida
mundanal.
Che quand' i' fui deW altra vita lolto.
CANTO XXV
(12). Véase la nota al verso 3 del canto XVIII á prepósito de la
palabra maligno. Los españoles que han proscrito este vocablo como
anticuado, conservan empero como de usf) corriente, malignante^
participio activo del verbo malignar de que en la misma nota se hizo
referencia.
(61 ). Este mismo concepto repite el poeta en varios versos de este
canto:
Né fun ne I' altro gia parea quel ch' era
( Verso 63. )
hi una faccia, ou' eran dúo perdnti
(Verso 72.)
La traducción ha procurado condensar en un verso la fuerza de los
tres, dentro de su sentido propio, sin perjuicio de reproducir los otros
en su forma modificada.
CANTO XXVI
98-99). En el original se dice:
.... o divenir del mondo esperto
E degli vizii umani e del valore.
Cultura contrapuesto á vicio, vale tanto como virtud, ó sea valore
en su sentido moral, y traduce del mismo modo la idea con su antítesis.
NOTAS Y COMENTARIOS 269
{()1-142). Las estrofas coniprrndid.is cutre estos versos, encierran
la teoría cosmológica del poeta, y lorman el complemento de la odisea
dantesca, que ensancha los límites conocidos en la antij^üedad y en la
edad media. K\ héroe homérico, sale de los contorn(»s del mar P4edl-
terráneo, y se lan/a al "tenebroso mar", en busca de la Atlántida so-
ñada por Platón, de la última Thule presentida por Séneca, para dilatar
el mundo moderno, entrevisto por R. Bacón antes del Dante (1267) y
al fin hallado por Colón, lis el descul)rimlento de un nuevo mundo,
poética y científicamente adivinado por el autor de la Divina Co^nedia
que dejando de lado las fantasías g^eográficas de Homero, con arreglo
á las enseñanzas de Pltágoras y de Aristóteles, y de Platón en parte
se pone en abierta oposición contra las opiniones de los padres de la
Ig-lesia y de la autoridad de los papas en la materia, admitiendo la es.
fericidad de la tierra, con sus dos hemisferios y sus dos polos, la conti-
nuidad de los mares, su ecuador niagnético, su atracción central y sus
antípodas, y presupone en consecuencia la existencia natural de una
nueva tierra. En estas dos palabras, está encerrada la síntesis de este
canto, que no puede dejar de ser comentado, aunque sea brevemente
en los límites de una nota, por un traductor americano del divino poe-
ma, en que "pusieron mano cielo y tierra".
Ulises, en el viaje que le hace hacer el poeta, toma por punto de
partida el Mediterráneo, dejando el África á la izquierda y la Europa
á su derecha; navega á lo largo del estrecho de las columnas de Hér-
cules, sin respetar la prevención fatal del seml-dios tirio, y se lanza al
ignoto mar:
Quando veniímno a quella foce siretta
Ov' Ercole signo i suoi riguardi
Accioche V uoin piii oltre non si metía j
Dalla man destra mi lasciai Sibilia,
Dalí' altra gia m' avea lasciata Setta.
Proclama entonces á sus compañeros, ya envejecidos después de
largos viajes en el mundo conocido, y les estimula á seguir el camino
del sol {direiro al sol), esto es, hacia adelante, siempre adelante,
hasta encontrar otro oriente en el hemisferio austral, y alcanzar el
mundo que está más allá {diretro) del astro guiador:
Non vogliate negar V esperienza,
Diretro al sol, del mondo sensa gente.
De aquí parecería deducirse, que el Dante creyera que el hemisferio
desconocido estaba inhabitado. Respetando la letra del texto, así lo
hemos traducido. Empero, el sentido verdadero parece ser, según al-
gunos comentadores, qu** con estas palabras quiso simplemente signi-
19
270 EL INFIERNO
ficar: "un mundo que se cree sin gente". Esta interpretación racional
puede apoyarse en el mismo texto del Dante. En primer lugar, é! no
consideraba inhabitable el hemisferio austral, según se creía en su
tiempo. En los versos 22-27 del canto I del Purgatorio, al referirse á
jas cuatro estrellas que vio desde lo alto de la montaña del Purgato-
rio, dice, contemplando los astros del polo opuesto — el antartico —
que ellas fueron vistas por la primera gente que lo habitó:
lo mi volsi a man desira, e possi mente
Air altro polo, e vidi quattrn slelle
Notí viste niai fitor cli' alia prima gente.
Goder pareva il ciel di lar fiammelle.
O settentrional vedovo sito,
Poiche privato se^ di mirar quelle.
Los comentadores italianos piensan, y es lo más probable, — que
por prima gente^ debe entenderse los progenitores del género hu-
mano, esto es, Adán y Eva.
Los que han ilustrado la parte astronómica de la Divina Comedia^
no han esparcido suficiente luz sobre esta visión, que señalaba la apa-
rición de la Cruz del Sud en los cielos. El P. Antonelli, que es el que
más especialmente se ha contraído á este punto, dando á la visión
celeste el significado moral que á no dudarlo tiene, pretende probar
científicamente, que el poeta adivinó la existencia de e^ta constelación
tal cual la contemplamos hoy. Esta interpretación sobrenatural, no
tiene consistencia racional.
Humboldt, con más ciencia y menos imaginación supersticiosa, ha
demostrado históricamente: lo Que los antiguos tenían otras cruces
estelares en su cielo. 2° Que en época anterior al Dante, una parte de
la Cruz del Sud era visible en Europa, y el todo ó parte de ella en la
extremidad austral de la India y al sud de Alejandría. 3»' Que en el
Almajesto de Tolomeo, las cuatro estrellas principales de que se com-
pone la Cruz, fueron confunrlidas más tarde con los pies del Centauro.
Esta exposición histórica está comprobada matemáticamente. Según
el mismo autor, en tiempo de Claudio Tolomeo, la bella estrella colo-
cada al pie de la Cruz, se elevaba aún en Alejandría á su paso por el
meridiano, hasta 6" 10 grados de altura, en tanto que hoy, en el mismo
sitio, su punto culminante queda más abajo del horizonte.
" Para divisarla actualmente, (dice el Cosmos)^ á 6** 10 grados de
altura, sería preciso, teniendo en cuenta In refracción de los rayos lu-
minosos, colocarse al sud de Alejandría á los 2I*'43 grados de latitud
norte. Los anacoretas cristianos del siglo IV, podían todavía ver la
NOTAS Y COMENTARIOS 271
Cruz del Sud á los 10" de altura desde los desiertos de la Tebaida ".
Sea que el Dante tuviera aljruna noticia de estas observaciones, ó
que por Intuición de su inj^enlo poético tuviese la inspiración de las
leyes naturales, al simbolizar en ellas las cuatro virtudes cardinales,
es un hecho, que si no vio, adivinó la Cruz del Sud, casi en el mismo
punto del cielo en que se ha determinado, y que presintió místicamente
la existencia del Nuevo Mundo descubierto por Colón, precediendo á
su descubridor, con una comprensión clara del universo.
Separándose en esta parte de la geografía homérica, que figuraba
la tierra como un disco, circundada de una masa de aguas impetuosas,
el océano. — donde se hundía el sol todas las noches, y donrie se en-
contraba la entrada del Infierno, él coloca la entrada de su Infierno
en el hemisferio boreal, y al través de las entrañas del globo llega al
austral, hasta los antípodas, mientras hace ejecutar otro viaje á Ulises
por la superficie de las aguas, atravesando la línea equinoccial
El Dante admite con la escuela pitagórica la esfericidad de la tierra,
noción que se había olvidado en su tiempo por los sabios y era com-
batida por los escritores sagrados. Siguiendo á Aristóteles, de cuya
doctrina está impregnado, tiene la conciencia de la atracción central.
Cree con Platón en los antípodas, como lo demuestra el famoso pasaje
del Canto XXXIV del Infierno, cuando dejan Virgilio y el Dante el
centro de la tierra, donde estaba enterrado Lucifer en el hielo, y am-
bos poetas asientan los pies donde antes tenían la cabeza. Habla el
Dante por boca de Virgilio:
Ed egli a me: 7u inmagine ancora
D'' esser di la dal centro, ov'' io m^ appressi
Al peí del vertno reo ch ' el mondo fora :
Di la fuste co tanto, ciianf io scesi ;
Qiiando mi volsi, tu passati al punto
Al qual si traggon d'' ogni parle i pessi ;
E se'' or sotto P emisperio giunto
Ch^ e contrapposto á quel che la gran secca
Coverchia
Qui e da man guando di la e sera.
Cuando se piensa que esto fué escrito siglo y medio antes del des-
cubrimiento de la América, se extraña que un geógrafo como Malte-
Brun, haya dicho: " Entonces, (antes de Colón) la circunferencia de
la tierra era desconocida: nadie podía decir si el océano era ó no una
extensión Inmensa que fuese posible atravesar; no se conocían las
leyes de la pesantez, según las cuales, dada la esfericidad de la tierra»
212 EL INFIERNO
la posibilidad de dar la vuelta al mundo era evidente". Con cuyo
motivo, asevera el historiador Washington Irvíng: " que esperar en-
contrar la tierra dirigiéndose hacia el oeste, era uno de esos misterios
que pasan por imposibles". El texto poético responde á estas aser-
ciones de los sabios y de los historiadores, si no experimentalmente,
por lo menos por el método inductivo de Bacón, que fué el precursor
del hecho que confirmó lo que ya se creía posible, porque se sabía
teóricamente, y siendo naturalmente lógico, era no solo probable, sino
también evidente.
El texto dantesco es tan preciso á este respeto, cuanto puede serlo
un viaje imaginario, fundado en incompletas nociones y teorías cientí-
ficas aún no sometidas á la prueba del experimento.
El itinerario de Ulises al salir de las columnas de Hércules y entrar
al gran océano, es en general casi el mismo de Colón. Sigue el camino
del sol {diretro a¿ sol), aunque no precisamente de oriente á poniente,
buscando la ierra nuova sensa gente^ lo que manifiesta la creencia
de su existencia y la posibilidad de llegar á ella al través del mar. cru-
zando la línea equinoccial. Costea el África, llega al Ecuador, pierde
de vista el horizonte de la Europa que deja á popa, y ve los astros
del opuesto polo.
E volta nostra popf>a nel nrattino,
De'' renti facemnio ale al folie voló,
Sempre aquistando del lato mancino.
Tutte le stelle gia delV altro polo
Vedea la notte, e V nosiro tanto basso,
Che non surgeva fuor del marin siiolo.
Cingue volte racceso, e tante ca^so^
Lo lunie era di sotto della luna,
Poi ch ' entrati eravant neW alto passo.
Aquí descubre la nueva iierra^ y naufraga por voluntad de Dios:
Che della nuova térra un torvo nacque
E percorse del legno il primo canto.
coin " altrui piacque
Infin che V mar fu sopra noi richiuso.
No pretendemos establecer un parangón riguroso entre el viaje
imaginario del Ulises dantesco y el viaje real de Colón, que cambió
los destinos del mundo. El fiel poeta, es una fantasía basada en las
nociones científicas de la antigüedad y los conocimientos de su tiempo,
mezclada con alegorías católicas dentro del plan lógico de su poema»
al través de las entrarías de la tierra, del Purgatorio en el hemisferio
NOTAS Y COMICNTARIOS 273
opuesto al conocido, y de la asccnsicm al Paraíso en las re^^lones
siderales.
La Idea del Dante, es cosmológica, intervlnlenílo en ella la ciencia
á la par de la imagfinación. La de Colón es cosmoj)^ráfica, y aunque
errada en alj^unos de sus puntos fundamentales, entre ellos el tamaño
del j^loho terráqueo, se funda sobre el cálculo cientílico y en la prác-
tica del navej^ador. La Cf^ncepción del Dante, parecería que no iba
más allá de suponer el hemisferio austral inundado en su totalidad, y
er. su centro, como antípoda á la tierra santa, la isla y la montaña del
Purgfatorio, que vio él al salir del Infierno, y que Ulises encontró al
término de su viaje, llamándola la nueva iierra^ que es probable-
mente la única que alcanzó á presentir el poeta. Así lo hace creer la
metáfora de los versos 121-125 de este canto, al describir los fenó-
menos físicos producidos por la caída de Lucifer:
Da quesía parte cadde giu dal cielo :
E la térra, che pria di qua si sparse,
Per panra di lui fe"" del mar velo,
E venni alP emisperio nostro : e forse
Per fuggir lui, lascio qui il luogo vuoto
Quella, ch'' appar di qua, e ne risorse.
Esta montaña aislada, que resurg-e en el hemisferio meridional, en
medio de las grandes aguas tendidas como un velo por huir de Luci-
fer, es, á lo que parece, la del Purgatorio, la nueva tierra que Ulises
alcanzara á divisar en su viaje marítimo, donde naufragó, y á la que
llegaría el poeta por otro camino subterráneo.
Relacionando esta parte del poema con las teorías pintorescamente
expuestas en este canto, y acreditadas á principios del siglo XIV, vése,
que en lo general, ellas son más correctas que las del mismo Colón, á
fines del siglo XV, aún después de recibir las lecciones del sabio cos-
mógrafo Toscanelli. Colón, seis años después de su descubrimiento,
(en 1498) pensaba todavía, contra la opinión de Plinto, y siguiendo
el texto bíblico, que " las aguas eran muy pocas ", y se apoyaba en
Aristóteles para creerlo así, concluyendo por afirmar: "En cuanto en
esto del enjuto de la tierra, mucho se ha experimentado que es mucho
más de lo que el vulgo cree''. El Dante piensa por el contrario, que
había más agua que tierra, aún equivocándose.
En cuanto á las teorías y las visiones del poeta, y los cálculos y
fantasías del navegante, pueden señalarse curiosas analogías. Colón
combinando sus sueños con sus observaciones, pensaba que el Paraíso
terrestre se encontraba en la "nueva tierra", más ó menos donde el
274 EL INFIERNO
Dante ponía la montaña entrevista por Ulises, que corresponde á la
del Purgatorio después vista por el poeta, Humboldt, al combinar las
visiones, las nociones, las intuisiones y las fantasías del gran nave-
gante, y compararlas con las del gran poeta, observa: "Colón, al
colocar el Paraíso terrestre en la América del Sud, no tuvo más moti-
vos sino la abundancia de las aguas dulces que tluyen, la belleza del
clima y la caprichosa hipótesis de una protuberancia irregular de la
tierra hacia el occidente. Sería más justo conjeturar, que en la cosmo-
logía del Dante (mezcla de Ideas cristianas y árabes) esta tierra, que
no había sido habitada sino por la primera gente, y á la cual se llega
al salir del estrecho entre Ceuta y Sevilla [Sibilia e Setta del Dante)^
siguiendo primero el camino del sol y luego navegando hacia el sud-
oeste, tiene alguna analogía con la cosmología de algunos padres de
la Iglesia. Pero el Dante, lleno de erudición y de filosofía, admitía la
esfericidad de la tierra; y el Paraíso que coronaba la cima de la mon-
taña del Purgatorio, estaba situado, según él, en medio de los mares
del hemisferio austral, en los antípodas de Jerusalen".
El gran sabio alemán, que con tan vasta erudición histórica ha esta-
blecido científicamente en su "Examen de la geografía del nuevo con-
tinente", la posibilidad de que el Dante conociese la existencia de la
Cruz del Sud, no anda tan acertado, cuando afirma, — sin comprobar
su aserción, — que la cosmología de la Divina Coiaedia^ era simple-
mente una mezcla de ideas árabes y cristianas, análogas á las de los
Padres de la Iglesia. En general, su idea de la comprensión del uni-
verso es más vasta, y su filiación debe buscarse en otras fuentes. Las
nociones astronómicas y las teorías naturales de los griegos antes se-
ñaladas, parecen haber sido los guías del poeta en sus viajes imagi-
narios. Lejos de tener analogía como se dice, con la cosmología de
los Padres de la Iglesia, está en abierta contradicción con ella. Tanto
San Agustín como Lactancto, niegan rotundamente la posibilidad de
los antípodas, y la Iglesia católica adoptó esta opinión como artículo
de fe, al punto de condenarse herético por el Papa, á un obispo que
la profesaba, llamado Vigilio, la misma que Virgilio explica al Dante
en la teoría de la atracción central de la tierra, refutando á otro gran
poeta latino (Lucrecio) que la repudió. F^n cuanto al itinerario marí-
timo de la odisea dantesca, sus antecedentes históricos y geográficos
deben buscarse en las antiguas navegaciones de los fenicios y de los
cartagineses, de que Herodoto y Estrabón dan noticia, y que la ciencia
y la experiencia moderna han confirmado.
Los fenicios realizaron según tradición científicamente comprobada,
NOTAS Y COMENTARIOS 275
el prliiKT i)trlpli> dfl África vn el e-^píu io dt- tres años, pariiendo del
Mar kojo y entrando al Mediterráneo por las columnas de Hércules.
A su rej^resü'contaron los expedicionarios, (pie navegando alrededor
de la Libia, habían tenido el sol á su derecha, lo que hizo calificar la
expedición de fabulosa, siendo esto el testimonio positivo de su ver-
dad, pues como se ha hecho notar, los fenicios, después de haber
pasado el ecuador, debían necesariamente tener el astro á la dere-
cha, como lo tendría l^lises marchando al otro occidente, diretro al
so/y hasta contemplar los astros del polo austral.
Los cartagfineses á su vez ejecutaron el mismo periplo, conocido
con el nombre de Hannon, quinientos años antes de Jesucristo, sa-
liendo por las columnas de Hércules y Herrando hasta el Cabo Noun
según unos, y aún hasta el Cabo Verde, según lo más averiguado.
CANTO XXVIII
(4-6). Es ésta una de las estrofas oscuras á par que conceptuosas
del Infierno del Dante, por su concisión y sus modismos anticuados.
Ogni lingua per cerio verria ineno,
Per lo nostre sermone e per la mente,
Ch'' hacino a tanto comprender poco seno.
Literalmente: — " Toda lengua, ciertamente {ogni lingua per certo)^
vendría á menos {verria jjieno), porque {per), nuestra palabra, idioma
ó discurso {nosiro sermone)^ y la mente {la tnente)^ tienen {c hanno)^
para tanto comprender {a tanto comprender), poca capacidad (poco
seno).''
En nuestra anterior edición, generalizando el concepto del poeta, y
aplicándolo á todos los casos que puede comprender la mente y los
idiomas, la habíamos traducido del modo siguiente:
Todas las lenguas son poco abundosas,
Porque nuestra palabra y nuestras mentes
No alcanzan bien á comprender las cosas.
Ciñéndose estrictamente ahora al texto original, nos limitamos á
relacionarlo con la interrogación de la estrofa anterior, coherente con
las que se leen á continuación.
Los comentadores italianos pretenden, que por luente debe enten-
derse "falta de memoria para comprender y retener las cosas, por su
cantidad, variedad y novedad", aserta falso en sí, y que debilita el
276
EL INFIERNO
profundo sentido del concepto del poeta, que involucra, no la mate-
rialidad del recuerdo de las cosas vistas, sino la facultad de compren-
derlas y de expresarlas en el lenguaje hablado.
16). Bigardo por bugiardo. Estas dos palabras, si no idénticas á
pesar de su analogía, pueden considerarse como equivalentes. En ita-
liano es falso ó falaz. En español, bigardía^ es fingimiento, y bigardo
vago ó vicioso. Juan de Mena, que imitó al Dante en su "Laberinto"
á mediados del siglo XV, la emplea acompañándola del calificativo
áe faltrero^ (ladrón). En cualquiera de sus acepciones cuadra bien al
concepto que encierran los versos del original:
A Ceperan, la dove fu bugiardo
Ciascun Pugliese.
(22-24). La traducción de esta estrofa es escabrosa, así por sus
pormenores como por los términos empleados por e! poeta:
Gia veggia, per ntezzul perderé o lulla,
Cont ' to vidi un, cosí non si pertugia,
Rotto dal mentó insin dove si trulla.
Literalmente: — "Jamás (gia) tonel [boite) que pierde {perderé) el
fondo (messule) ó duela {lulla) abrióse asi {cosí non si pertugia)
como (un pecador) que vi abierto {rotto) desde la barba {dal 7nento)
hasta el vientre {dove si trulla, donde se pee) ". Las palabras sin
duela ó desfondado, reproducen fielmente el texto en sus detalles
siendo literal todo el resto de la traducción, con la sola excepción de
dove si trulla, que la palabra vientre reemplaza con más propiedad
y menos grosería, sin que la imagt-n pierda de su fuerza, ganando más
bien en precisión anatómica y pintoresca.
(42). Resacar: v. anticuado: sacar.
CANTO XXIX
(1-3). Con)párese con la estrofa original:
La molla gente e le diverse piaghe
Avean le litci mié si inebríate
Che dello stare a piangere eran vaglie.
Literalmente: — " La mucha gente (en pena) y las diversas llagas
(dolores) habían empapado ó colmado tanto (si inebríate), mis ojos
{le luce tnie) , que estaban deseosos de llorar {a piangere eran
V agite ) .
NOTAS Y COMENTARIOS 277
Aljíiinos traductores (clchrc-s han interpretado mal este pasaje, to-
mando al pie de la letra la palabra int'6rio/e, y no en el sentido en
t]iK* la usa el autor, que concuerda con su etimología latina, que han
desconocido. — Florentino, en su conocido texto, llustradíj ¡jor G.
Doré, traduce: "Les plaies diverses avalent tellement ciiivré me jeux
etc." Ratisbone, en su traducción en verso coronada j)or la Acade-
mia Francesa, pone: "M' avalent tellement egaré comme enibré la
vue". — Kn Italiano, ti vocablo, ¿nncbrialo^ tiene el doble sij^nificado
de ebrio, y de empapado ó colmado, y en este sentido se aplica á un
río en crecida [^gonffia) cuyas aguas se desbordan, que es el que le
da el Dante, para significar que las lágrimas desbordaban de sus
ojos. — Los comentadores italianos, interpretando la palabra en el
sentido material de ¿nauppato^ no han tomado en cuenta el ligurado
ác ^onjyiaío^ que es el que le da el autor.
Según los etimologistas latinos, ebrius viene de ^ (por ex) fuera, y
bria^ vaso ó especie de medida usada por los romanos, ó sea, fuera del
vaso ó de medida, y así, Pllnio la aplica á una fruta muy cargada de
jugo, que es la misma imagen que el Dante ha querido pintar gráfica-
mente. Tal es la idea que expresa también la palabra colmado^ equi-
valente á desbordado ó fuera de medida.
(42). La palabra conversos^ corresponde así en la traducción como
en el original á la palabra claustro {chiosira) de la estrofa, para de-
signar sugestivamente el valle cerrado ó foso y sus condenados:
Cuando noi funttno in su /' ultima chiostra
Di Malebolge, si che i suoi conversi
(63). Certano, anticuado, lo mismo que cleito. He aquí el verso
original :
Secando che i poeti hanno per fernto.
(79). Ataraza del verbo atarazar, que propiamente es morder ó
destrozar con los dientes, que en este caso se usa figuradamente por
morderse las carnes con las uñas, teniendo presente además que el
poeta las compara con la almohaza que también tiene dientes.
(91). Guaste, del verbo anticuado ^^¿aj'/íz^ (gastar) consumir. Es
la misma palabra que usa el Dante:
Latin sem noi, che tu vedi guasti
(126). El tal ves de la traducción marca la intención irónica del
verso del poeta, oculta en una alusión personal:
Che seppe far le tetnperate spese
278 EL INFIERNO
CANTO XXX
(16-21). Compárese con las estrofas originales:
Ecuba trista, misera e cattiva,
Poseía che vide Polisena morta,
E del suo Polidoro in su la ri'va
Del mar si fu la dolor osa accorta,
Porsennata latro, st come cañe;
Tatito il dolor W fe'' ¿a mente torta.
La traducción de la primera de estas estrofas es casi textual con la
sola adición de algunos adjetivos que le dan quizás más expresión,
trasladando al cuarto verso la pintura del encuentro del cadáver de
Polidoro á orillas del mar. La acción de ladrar como can, está repro-
ducida fielmente. En cuanto al concepto que encierran las palabras
forsennata y mente torta, va envuelto en las palabras de pena in-
sana de la traducción; que se completa con la adición del alma
oscura y de la rasón desierta que las acompañan según la letra y el
espíritu del texto.
(43). El Dante dice donna (hembra) en vez de la yegua de la tra-
ducción, que es la palabra que corresponde con arreglo á la alusión
histórica que hace al presentar la persona de Giann Schicchi, quien
tomó el nombre del testador Buoso Donati para heredar la yegua en
cuestión.
Per gtiadagnar la donna (yegua) de la iorm-a .
Xofma en italiano, es hato, ó manada de ganado mayor.
(54). Che ^ I viso non rispondc alia ventraia.
Debe tenerse en cuenta que se habla de un hidrópico.
(66). Desagota anticuado, lo mismo que desagua.
( 114). Requesto^ de requerir, aún cuando solo se usa en castellano
en femenino: requesia, requirimiento,
(145-148). Compárese con la estrofa original:
E fa ragion cW io ti sia senif>re allaío,
Se piü avvien che fortuna f accoglia,
Ove sien gente in simigliante piato ;
Che valer ció udire c hassa voglia,
Piato en italiano, en una de sus acepciones, es pleito y piaíto ,
plato: hemos tomado la palabra en este último sentido, que coincide
NOTAS Y COMÍ NlAKKí- 279
con la Intención del concepto. Kl piensa^ corresponde á " f a raji^lon"
— ¡-iajecny traduce con toda su fuerza en una sola palabra, ¿assa
voglia.
CANTO XXXI
(2). El texto dice: que se le ti nerón ambas mejillas.
Si che mi /irise /' una c V allra gnancia.
(114). Bien que pudiera ser permitido comparará los gigantes que
sobresalían con más de la mitad del cuerpo del fondo del abismo, con
los buques que se elevan por demás sobre las aguas muertas, la pala-
bra está empleada en el sentido arcaico de altivo^ que corresponde a
la pintura que el poeta hace de Anteo.
(136-138). Qual pare a riguardar la Carisenda
Sotto il cliinato, qiiando nuvol vada
Sovr'' essa sí, ch'' ella in contrario penda
Este es uno de los pasajes del Dante más difíciles de traducir y de
encerrar con precisión dentro de un terceto castellano, y que más tra-
bajo me ha costado vaciar en su molde, á fin de reproducir los múl.
tiples accidentes que pinta sucesivamente la estrofa original. Se hace
alusión en ella á una torre de Bolonia, inclinada como la de Pisa, lo
que da la clave de la traducción literal, que es como sigue: " Como
al mirar la Carisenda, bajo del lado á que se inclina, cuando una nube
errante pasa sobre ella, en contrario, parece que se inclinase en sen-
tido contrario (al de la dirección de la nube)". La idea del poeta es»
que al mirar hacia arriba del lado de la inclinación, cuando una nube
pasa en dirección contraria á esta, no es la nube la que parece mo-
verse, sino la torre misma, que es la misma ilusión que se experimenta,
como lo observa Allzeri, cuando una nube pasa por delante de la
luna, pareciendo ser esta la que se mueve. El movimiento de Anteo
al inclinarse, reproduce la imagen.
(144). Esta es una de las pocas veces en que el Dante hace uso de
los consonantes agudos; todo el poema, con rarísimas excepciones,
está en consonantes graves, y esta regla de buen gusto en los tercetos,
está observada en toda la traducción. En este caso, hemos reproducido
con la misma acentuación rítmica del original los sonidos agudos que
emplea en la consonancia. Compárense las dos estrofas :
280 EL INFIERNO
— Ma lievetneníe al fondo, che divora.
Lucífero con Giuda, ci poso ^
Ne SI chinato li fece dimora,
E com^ albero in nave si levo.
Es otra muestra de paralelismo de los dos idiomas, que hemos hecho
notar varias veces.
CANTO XXXII
(28-30). Cricch! es la palabra onomatopéyica que usa el Dante
para expresar el crujido de la nieve rota por una percusión, y la ira-
ducclón lo reproduce:
Com ' era quivl: che, se Tabernicch
Vi fosse su caduto, o Pietrapana,
Non avria pur dall' orlo fatto cricch.
(54). — .. ..Perche cotanto in noi ti specchi?
Del verbo anticuado espejar ^ {specchtare) que los italianos han
conservado racionalmente y que los españoles han declarado sin razón
en desuso, reemplazándolo por el circunloquio complicado y menos
expresivo de mirarse a¿ espejo. En este caso el vocablo arcaico está
usado con toda propiedad, no sólo porque reproduce la misma pala-
bra del original con el mismo significado recto y genuino, sino porque
también refleja la doble imagen del poeta. Como el condenado que
habla, tenía la cabeza inclinada, no podía mirarle el rostro á su inter-
locutor; pero, como lo observan los comentadores italianos, Fraticelli
y Bianchl, el hielo hacía las veces de espejo, y en él se espejaba tam-
bién el poeta, mirando reflejaba allí la cara inclinada del condenado,
que á su vez retlejaba del mismo modo la del Dante. — Es un verbo
que debe rehabilitarse porque hace falta en el idioma.
(60). Gelatina,, tal es la palabra de que se sirve el Dante, para dar
familiarmente (en el estilo de comedia) la idea de las almas condena-
das y fijadas en el hielo:
Degna pin d' esscr filia in gelatina.
(96). — Che nial sai Insingar per questa lama.
La/Ha,, tiene en ambos idiomas un significado análogo, aunque no
Idéntico. F2n italiano, es una depresión llana del terreno, donde se de-
positan las aguas, y en este sentido la usa el Izante, que llama estan-
que al campo de hielo de la Antenora y la Tolomea En español, es
NOTAS Y CÜMENTARIÜS 281
el cieno que -c deposita < n los terrenos íi.ijos, donde .se estanca el
agua, con arrej^lo á su etiniolü^^ía latina (como la trae Barcia ), latna^
sitio |);uitaii()so. l'i^uradamente puede aceptarse la palabra, en este
caso, en la acei)ción que tiene en los dos idiomas, pues es así como la
usa el poeta.
(104). Coca, por ciocca, coca, en español, si^ínlíica familiarmente
cabeza, y es expresión proverbial Ciocca en italiano, es un mechón
de pelo.
— E h'atti (flicii'' nvca piíi (f mía ciocca.
( 105). Conjuro^ en su sentido anticuado de jurar siniestramente.
(III). Kn el original se dice: "daré de tí noticias verdaderas"*
En la traducción se dice " noticia no falseada ". Ambos modos de
decir, por activa ó por pasiva, son irónicos refiriéndole á un traidor.
— lo portero di le veré iiovelle.
(126). Si che I' un capo aW altro era capello
La traducción primitiva que se corrige es la siguiente:
La del uno sobre otra amontonada
En la correspondiente nota explicativa de la edición de París, fun-
daba esta interpretación, en que parecía más propio tomar la imagen
de bulto, y representarla pintorescamente, siguiendo las líneas gene-
rales del original. Pensaba entonces, que solo en el original son apro-
piadas todas las palabras de que se sirve el autor para expresar con
verdad y energía todas las Imágenes y pensamientos. Hacía valer tam-
bién la circunstancia de que los comentadores italianos son de opinión,
que la palabra capello no debe tomarse al pie de la letra, y sí solo
como equivalente de coperchio^ interpretación que parece conforme
con lo que dice el mismo Dante, cuando llama al cabello: capello^
coperchio peloso del capo. También podría suponerse, que el poeta
quiso hacer alusión al capello de los cardenales, por lo amoratado
{lívido) de las cabezas superpuestas, buscando además la paranoraasía
(forma frecuentemente empleada por él) de capo^ capello y capelo.
Después de bien pensado y pesado el pro y el contra, vuelvo á la
observancia de mi teoría de traductor, de ceñinue estrictamente al
texto y reproducir literalmente sus palabras esenciales y característi-
cas, respetando en un todo el estilo dantesco. Es lo que hemos hecho
en la corrección.
(127). — E come 'I pan per f ame si manduca.
La locución d priesa, agregada en la traducción, que prolonga la
282 EL INFTERNO
Imag-en del poeta, está tomada en su acepción primitiva para darle
mayor fuerza, representando no sólo la acción de comer con hambre*
sino también apresuradamente y sin interrupción. Don Andrés Bello,
en sus anotaciones al poema del Cid, dice sobre esta palabra: " -/4
priesa, parece que al principio denotó no tanto la velocidad de una
acción, como la rápida sucesión de muchas, que se representaban
como pegadas y apretadas unas á otras, que tal es la fuerza de la raíz
latina pressa''\
(134). Reseca^ se aplica en castellano, en una de sus acepciones
figuradas, á las personas tlacas ó descarnadas. En este sentido está
usada aquí la palabra, y equivale á cabeza descarnada^ conforme
con el teyto que pinta á Hugolino devorando los sesos de Rugiero.
La' ve 'I cervel s' aggiunge colla mica.
rose
Le tempie
Che quei faceva 'I teschio e I' altre cose.
En la misma acepción empleada en la traducción, se usa aún figura-
damente en italiano, y así se dice: la secca, ó sea la muerte en forma
de esqueleto; ^ pare la luorte secca, hablando de una persona des-
carnada.
CANTO XXXIII
(3). Este es uno de los cuadros más enérgicos del Dante, que para
que produzca todos sus efectos en la traducción, sería necesario pintar
con los mismos colores naturalistas, como se dice hoy. El condenado,
limpiándose la boca en el cabello del cráneo medio consumido que
devora, es el rasgo dominante. Los elementos que componen el cua-
dro, así como sus sombras, se han distribuido convenientemente en el
mismo tono general, dentro de sus contornos precisos, en el orden en
que se combinan en el original, con algunos ligeros toques que lo
acentúan. El verso " Del capo ch' egli avea diretro guasto ", que es
la acción dominante, está literalmente traducido, reproduciendo hasta
la palabra anticuada guasio (gastado ó roído), que en castellano sig-
nifica Igualmente consumido.
(24). Este verso encierra un pensamiento apenas bosquejado, yes,
que otro condenado será encerrado en el futuro en la misma torre,
como él lo fué.
IC in che conviene ancor ch ' altri si chinda.
NOTAS Y COMKNTAJ<I()S 283
Este es el pensamiento (|Uf amplí.i la traducción, al expresar que
alq^ún atll^ido será encerrado allí del misino modo. Tal Interpretación
sr ajusta igualmente al comentario de l'^raticelll : — "convien ch'altri
si chiuda, se continuano in IM.sa le (Hvill discordie ".
(36). I. a traducción de e.sta estrofa es muy deficiente, por la difi-
cultad de encerrar con rasjro.-, pronunciarlos dentro de la estrofa las
acciones que se suceden con rapidez, y que apenas pueden perfilarse
lljíeramente en la traducción. La fatiga del lobo y los lobeznos, que
está representada por la versión "cansado tranco", corresponde dé-
bilmente á "stanchi lo padree I fij^li", que hace alusión á la situación
de Hu^olino que habla y á la de sus hijos, alusión que se diseña implí-
citamente en las palabras "lobo y lobeznos".
(52-54). Compárese con la estrofa orig^inal:
Perció non lagriinai, ne rispos' io
Tutto que/ giortio, ne la notte appresso,
Injin che I' allro sol nel mondo uscio.
En alg-unas ediciones se lee ^¿?r(7, en vez de perció^ que si bien es
sinónimo de " por esto ", no tiene la misma fuerza de la segunda pala-
bra que también significa "per lo mismo ",^cs decir, por qué estaba
empedernido su pecho, como lo dice en el verso 49, al dar la razón
de por qué no lloraba, concepto que repite en el verso 52. La tra-
ducción "ni entonces", responde á esta interpretación del texto, adop-
tando la lección más correcta. Es de extrañarse que dos comentadores
tan notables entre los italianos, como Fraticelli y Brunone Bianchi,
ponga el primero perció^ y el segundo peró,^ sin dar éste la razón de
su preferencia, como la da con acierto Fraticelli.
El bellísimo verso final del terceto está completo en la versión, con
la sola diferencia de poner bendijo por uscio (salió), de conformidad
con el espíritu del discurso y la palabra mundo, que envuelve un con-
traste entre la alegría que esparce la luz del sol sobre la tierra, y la
tristeza de la sombría torre y del alma del que habla.
(75). — Poseía, pin che il dolor, pote il digiuno.
Algunos comentadores italianos, en contradicción con otros, han
procurado interpretar este verso de manera de atenuar el horror del
cuadro. Boccacio, Roblóla, Bianchi y Camerini, opinan debe enten-
derse así: — " que más que el dolor, pudo el hambre que lo mató" ( á
Hugolino). De este modo, el sueño de Hugolino, sus presentimientos,
la exclamación patética de sus hijos:
284 EL INFIERNO
assat ci fia men doglia
Se tu mangi di noi : tu ne vesiisti
Queste misere carni, e tu le spoglia,
así corao la estreraecedora reticencia con que termina su discurso, no
tendrían razón de ser, pierden todo su efecto trágico y su terror poé-
tico, pues todo se reduce á dar á entender, que "al cabo de ocho días
de ayuno se murió de hambre!" Para decir esta simpleza, no habría
empleado el poeta los más enérgicos colores del claro oscuro de su
paleta, que pone de relieve las figuras en la sombra, ni apelar al ele-
mento dramático del fatalismo antiguo, que en los sueños y en los pre
sentimientos, envuelven un desenlace obligado de conformidad con
las palabras sugestivas que lo acompaña. Una de las razones que dan
los comentadores de interpretación, es que "la acción es inverosímil,
por cuanto un hombre, después de haber pasado ocho días sin comer
no podía tener fuerzas para comer carne cruda!" Empero, admiten,
que "tal vez el poeta quiso hacer nacer artificiosamente en la mente
del lector la sospecha de que el conde en su desesperación se comió á
sus hijos muertos". Esta es la verdión universalmente adoptada, de
acuerdo con la tradición, y ésta es la que hemos seguido, procurando
hacer más conceptuosa la reticencia, de modo de comprender su doble
intención. El sentido ampliado de la traducción es éste: — " que el
hambre pudo más que los sentimientos morales y naturales, y los
sofocó".
(93). Unos condenados tienen la cabeza inclinada hacia abajo ó
vuelta hacia arriba (canto XXXII); éstos por el contrario la tienen
levantada, pero trastornada hacia la espalda:
— Notí volla in giu, tna tutta riversata
( 108 ). Veggendo la cagion cha 'I fiato piove.
Es un modo de decir dantesco, en que la palabra piove tiene fuerza
activa, como lo observa Allzeri, en el sentido de que el aire cae allí
como la lluvia, en la región sin vapores que se describe, — es decir,
— que no está sometida á la acción del sol, como lo dice más arriba
el poeta :
Gia mi parea <tenlire alquanto vento}
Perch' io: Maestro tnio, questo che nuove?
Non c quaggiiiso ogtti vapore spento ?
Virgilio le contesta: que el ojo del mismo Dante le dará en breve la
respuesta, refiriéndose á Lucifer, que en el Coclto, al agitar sus alas
gigantescas, produce el viento que hiela el antro infernal, y cae como
una lluvia, según se describe en el canto siguiente
NOTAS Y COMENTARIOS 285
CANTO XXXIV
(II-I2j. Fistos dos versos han sido diversamente interpretados por
los traductores:
— í.a, dovc I' onihrc lulle eran copcrlc,
E traspalen cotitc festuca in vctro.
El sentido de la imaj^en es claro : las almas encerradas en el hielo se
ven en trasparencia como al través de vidrio. A este respecto no cabe
duda. Las palabras come festuca^ son las que han dado orij^en á la
diversa Interpretación. Algunos han traducido /<?/£> ^ox festuca, Orto-
lán, en su estudio jurídico literario: "La penalidad del Dante" tra-
duce así: "Las sombras aparecen en el hielo, como los fetos en una
redoma". El conde de Cheste, adoptando la interpretación de Orto-
lán, y y^onX^náo frasco por redoma, traduce así la estrofa:
Era, (y con susto el cántico acometo)
Ya do las almas todas, trasparentes
Adentro están, como en el frasco ft\ feto.
Todos los comentadores Italianos, — aunque sin dar la razón, —
entienden sin fundar su opinión, que el poeta quiso significar con estas
palabras una paja encerrada dentro de un vidrio (V. FraticelH, Bru-
none Blanchi, Camerini ). Esta es la interpretación que hemos seguido^
después de estudiarla del punto de vista filológico, poético, pintores-
co, histórico é industrial, á fin de darnos cuenta exacta de su verdadero
sentido.
La ^2\i\ixz. festuca,^ ó/estuco^ significa en italiano un fragmento de
paja, de madera ó de cosa semejante, y vale tanto como fus ce/lo ó
fuscelUno en su sentido recto y genuino. A este respecto tampoco
cabe duda, \>\x^s festuca no puede confundirse con lapalahr a. _fe/ío que
viene del latín fceius idéntica en italiano y en castellano y análoga en
todas las leguas romanas. Festuca viene también del latín, con su sig-
nificad») propio de fragmento de paja ó de un gajo tierno, y los anti-
tlguos latinos la empleaban en su tiempo en el mismo sentido, como
lo demuestra el proverbio que nos han legado: ne festtica quidetiL
(ni siquiera una paja). De aquí e\ fétzi francés (que en un tiempo fué
fesiu)^ y el hahanoyestuca^/usce/Zo, etc.
Esto basta para eliminar la interpretación de feto, dada por el conde
de Cheste y por Ortolán.
Queda una cuestión por resolver: ¿Qué relación encontró el Dante
20
286 EL INFIERNO
entre el vidrio y la paja, astilla de madera ó cosa parecida? Pensamos
— y ésta es una hipótesis nuestra — que la imag-en le fué sug-erida por
los vidrios de Venecia que ya en su tiempo se fabricaban, que más
tarde hicieron célebre de Murano, y que por imitación se fabrican to-
davía,— en que se ven encerrados dentro de una masa de vidrio, frag-
mentos de diversa especie y color, y entre ellos su:tancias veg-etales,
para demostrar la habilidad del artífice, como en la fábrica de acero de
Sheffield se encierra una paja en la hoja de una navaja, sin quemar la
paja. La comparación, aunque vulgar, tiene más verdad pintoresca y más
sentido que la del feto encerrado en una redoma, pues no se trata de
embriones, sino de formas muertas en la plenitud del anterior desa-
rrollo vital.
Conocida la filiación histórica y filológica de la palabra, y dándose
cuenta de la imagen pintoresca, la intención poética resalta de suyo
naturalmente. Las sombras condenadas yacen fijamente, — por siempre,
— aprisionadas entre el hielo, transparentándole en él como la paja
fijamente encerrada en el vidrio. i\d^n\zs, /ziscel/o implica figurada-
mente la idea de tlaco ó de seco, que corresponde al estado de las
sombras congeladas, revueltas en el hielo, y en diversas actitudes
como los cadáveres confundidos en una huesa común, según la pintura
del poeta:
Altre sonó a giacere, altre staimo críe,
Qiiella col capo, e qtiella colle piante ^
Allra, com'' arco, il volto a^ piedi inverte.
( 44-45 ). La sinistra a veder era I al, qnali
Vengan di la, onde ' / Nilo s ' avalla.
Es un modo figurativo de explicar por medio dt" una alusión indi-
recta y remota, que la siniestra cara de Lucifer era negra como lo de-
termina por incidente el poeta en el verso 65 de este canto, al mencio-
nar una de las tres caras: del nero ce//'o. La traducción literal de los
dos versos trascritos es: ** Y la siniestra (cara) que se veía era tal,
cuales son (las caros) de ios que vienen de allá donde el Nilo descien-
de", lo que significa del color de los negros habitantes de la Etiopía
en e! punto donde el Nilo tiende su origen y cae en cataratas, ó sea del
pie (') falda de las montañas africanas, qUc' en tiempo tlel Dante se creía
ser las llamadas de la Luna. Tal es la fijjura y alusión geográfico-
etnológlca que la traducción letleja, poniendo/V/Zí/íi' por s' avalla
l)ara designar el [)unto de descenso del mencionado río.
(OS). A' /' allro c Cassio, che />tir si nietnbrttto
Todos los comentadores e>tán conformes, en (¡ul- el Dante confundió
NOTAS Y COMENTARIOS 287
al Cayn Casio de la conjuracicSn contra Cesar, con el L Casio de
quien habla Cicerón en sus Catliinarlas, en que pinta al scjrundo co-
mo muy corpulento. \í\ Casio á que se hace alusión, aunque de él no se
conserve nln>;una (■l"ii;ie. es pinta<l() por todos los historiadores como
liaco y pálido. Por eso decía César, refiriéndose á el, que era uno de
esos hombres sombríos, pálidos y llacos, á quien temía. listo justi-
fica la palabra cujulo empleada en vez de lue.uhyulo, conservando
empero la idea de la fortalc/.a física y moral del personaje y fie la le-
tra del texto.
(112-115). E se' 01' so tío l\cmts/}cn<) ffiuii/o
Ch' c co)ilraf>f>oslo a qitel che la ¡rran sccca
Coverchia, sollo ' / cui colmo consnnlo
Fít I' itoin che nacqui e visse scuza peca.
Qiii c da man, quando di la c sera.
Esta estrofa, envuelve un conjunto de reminiscencias bíblicas, difícil
de resolver por la concisión del texto original sin el auxilio de los co-
mentadores italianos que la han ilustrado. El poeta imaírina, que se
halla en el hemisferio austral, contrapuesto al boreal, que cubre la
gran tierra seca, la gran secca) bijo de cuya alta ciniD {soito 'I cui
colmo) íué consunto el Hombre-Dios, que vivió y nació sin pecado.
Entiéndase: donde el Hombre-Dios fué sacrificado, ó sea en J^rusalen,
que el Dante supone ser el punto antípoda de aquel en que se encuen-
tra, como lo explica más claramente en los versos 1-3 del 2® canto
del Purgatorio; de manera que se hallaría e^te bajo la parte más cul-
minante del cerco celeste que los c )!npren^e. \^-x gr.iii SJCca. es la
"tierra árida", la Palestina, que la Escritura deno-uina así, traduciendo
Con propiedad : " tierra santa", que reproduce mis claramen te el con-
cepto. La palabra coizsunlo, derivada del latín, p. p. del verbo consu-
mir, tiene el mismo valor en ambos idiomas, y hornos procura do con-
servarla, porque se piensa generalmente, q le es una alusión al
consumiuaium est del Evangelio.
(104-113). En estas estrofas esiáa eacer'-ad js los pensamientos
sóbrela esfericidad de la tierra y atracción ceatral, de qae hicimos
mención antes, al comentar el descubrimiento de la nitovx ter ra por
Ullses, que corresponde á este punto. (V. nota 142 del canto XXVI).
He aquí el texto de estas notables estrofas, y que tienen por antece-
dente el verso 79 de este canto :
Volse la lesla o-y eglí avea le canche.
288 EL INFIERNO
Al dar Virgilio ¡a explicación de este movimiento en el punto cén-
trico del globo terráqueo, dice al Dante:
Ed egl¿ a me: Tu itnniagini ancora
Z?' esser di la dal centro, ov'' io Ȓ' appresi.
Quando mi volsi, tu passati il punto
Al qual si traggon d'' ogni parte i pesi :
E se'' or sotto V emisperio giitnto
Ch'' e contrapposlo a qiiel che la gran secca
Coverc/tia
Las estrofas siguientes se refieren á los antípodas de que nos hemos
ocupado ya, al explicar la teoría cosmológica del Dante.
( 136- IJ9). Esta estrofa tinal del Infierno del Dante, es conocida en
el mundo entero bajo la denominación, del rivedey de las estrellas:
Salinimo su, ei primo ed io secando.
Tanto ch ' io vidi delle cose belle,
Che porta il Ciel, per tin pertugio tondo,
E quindi uscimmo a riveder le stelle.
El último verso podría haber sido traducido algo más literalmente
de varios modos:
— Salimos á rever á las estrellas
— Saliendo á ver de nuevo las estrellas
— Y allí, volver á ver á las estrellas
— Y allí vimos de nuevo las estrellas
— Y tornamos á ver á las estrellas
— Y aqui vimos de nuevo las estrellas.
Hemos preferido una forma menos literal, pero más poética, que da
mayor solemnidad á este momento final, acentuando el concepto que
se reproduce, aunque no con la concisión del original. La locución con-
templar de mievo^ por riveder^ es más propia y más conprenslva que
el rever castellano, que no obstante el intensivo que le acompaña, no
tiene el mismo valor por ser limitado en su sentido,
A causa de esto, la palabra característica que Imprime su sello á
la estrofa, no puede ser reproducida en castellano con todo el sentido
que tiene en el original. El revidere latino, de que se deriva, trans-
formado en el rever español, no tiene la misma fuerza Intensiva que
el rivedere italiano y el revoir francés que se prestan á tan variadas
como expresivas acepciont-s. El rever (spaño), palabra dura y limi-
tada en su aplicación, significa simplemente volver á ver una cosa ó
volverla á examinar con cuidado. Así para expresar la Idra ck' vol-
verse á ver (los personas (|ue se (juieren, hay (pie apelar en español
NOTAS Y CüMENTAKIUS 289
al clrcimlociulo "liast.i la vista" ó "hasta más ver," en vez del afec-
tuoso y conocido n rivcdcrci lí an revoir. lie a(iuí la razcni del circun-
loquio de la traduccliin, que retleja débilmente la luz del ori;í¡nal y
el rcs[)landt)r de las estrellas á que se hace alusión.
Nuestra traducción fiel al texto en su sentido, difiere un tanto de
la lnterpretaci()n qui' le han dado los comentadores italianos y los
traductores que se han conformado con ella. Scjrún los comentadores
(Fraticelli. Hrunone liianchl y Camerlni), hay dos acciones sucesivas
encerradas en los citados cuatro versos: la visión parcial de las cosas
bellas del cielo (delle cose bellc che porta il cíel) y la de las estre-
llas, limitando el alcance de la palabra ianto (hasla 6 ha'iia tanto)
á )a primera acción, que nosotros pensamos domina toda la oración,
y se refiere en consecuencia á una sola y única acción.
Los comentadores y traductores aludidos entienden: que los poetas
subieron á lo alto de la caverna, uno en pos de otro, hasta tanto que
el Dante pudo ver por la abertura redonda de ella (el pei'tugío, que
el conde de Cheste traduce por buzón!) "las cosas bellas que el cielo
hace girar en su movimiento," limitando hasta aquí el alcance de la
palabra tatito • y que después salieron á volver á ver las estrellas,
interpretación á que se puede prestar la vaguedad del texto, que la
implica, pero no como acción distinta, sino como consecuencia de
ella y condensación del mismo pensamiento.
Si se lee con atención el cuarteto del Dante, vese que la acción
está encerrada en los tres primeros versos, y que es una sola. Basta
traducir literalmente: ^'Subimos {saliiumo su) él primero y yo se-
gundo {e¿ primo ed io secando) hasta tanto [tanto) que pude ver
(¿://' io vidi) algunas de las cosas bellas {delle cose belle) que el cie-
lo comporta {che porta il ciel) poruña abertura redonda [per un
pertugio tondoy El último verso es el resumen ó la síntesis de esta
acción única: "Y aquí, ó desde aquí {quindi) salimos {usciinmo) á
volver á ver las estrellas {riveder le stclle) ó sea le cose belle (todas)
che porta il cier' perdidas de vista desde su entrada á las rei^iones
infernales, alumbradas en parte tan sólo por la pálida luz de la luna.
Fijándose, pues, en la construcción graraaticil, se (ibserva, que en el
primer verso el poeta habla en plural: subimos {sali;uiiio)\ en el
segundo en singular {io vidi)\ en parte del segando, y en el tercero,
en particular de las cosas bellas {delle cose belle ) que vió, y en el
cuarto verso vuelve á hablar en plural {usci;n:uo), condensando el
concepto encerrado en los tres primeros versos. " Y de aq u' — ó de
allí — salimos á volver á ver (ó contemplar de nuevo) las estrellas ''
290 EL INFIERNO
Ó sea tudas las cosas bellas, antes señaladas, que el cielo comporta,
vistas ó entrevistas por la abertura, que era lo único que podía verse
en una noche estrellada.
Marco Foresi, en su libro "La Divina Comedia voltata in jarosa,"
interpreta de una macera análoga este pasaje: " Finché da un foro
tondo scorsi alcune delle belle cose che il cielo trae íi^eco nel suo
corso, e di la per il pertugio medesimc uscimo a rivedcre le stelle."
Nuestra traducción responde á esta interpretación lógica, al relacio-
nar el cuarto verso con los tres primeros en vez de aislarlo, y darle el
valor de la explosión del pensamiento de su autor al volver á ver en
contemplación el resplandor de las estrellas.
NOTA FINAL
¡Loado sea Dios y el Dante, al salir de las tinieblas, de las medias
luces, y de los reflejos pálidos de una traducción poética esclavizada
á la rima, que es una especie de tormento infernal, que el mismo
Dante experimentó, y poder contemplar el resplandor Inextinguible
de las estrellas del texto original!
Al emprender este trabajo, hacía como cuarenticinco años que yo
no escribía versos, y no conocía absolutamente un solo comentador
del Dante, lodo mi bagaje dantesco se reducía á un ejemplar pelado
de la " Divina Coii.edia"' sin notas ni comentarios, cuyo texto rae
habían enseñado á descifrar algunt-s emigrados liberales italianos en
Montevideo, hasta aprenderlo en gran parte de memoria y penetrarme
directamente de su espíritu.
Puesto seriamente á la tarea, la he llevado á termino con placer y
sin pereza, estudiando con atención todos los comentadores antiguos
y modernos, pesando el vaU^r de las palabras, y he procurado darme
cuenta racional del texto que Interpretaba con amor y conciencia.
Al comenzar la traducción del '•' Infierno''^ puse al frente del ma-
nuscrito estas palabras, con que el autor se refiere á las sombras que
se ven en trasparencia al través del hielo: ^'^ E con paura il fuetío in
meíro". Al terminar repito con él, cuando pedía poder exprimir "//
stico''' de su pensamiento con palabras no sujetas al yugo de la rima:
O^ni hvifiia f>cr certo vcrria tncno
Per lo tios/re sermone e />tr la mente,
Ch' hanno a lauto comprender f>oco seno.
NOTAS Y COMENTARIOS
291
Verso.s (,uc- los comentadores,— con más palabras que Hicc-n inc-nos
— {rli.san así: ■ "Todas las lenguas son Insulicic'ntcs, porqiu- la natu-
raleza mis:na del Icn^riiaje humano está subordinada al intciec to del
hombre, y por esta razón ellas timen pora r:,p;,ci(iad (poco .seno) así
romo la mente, para rtMnpreiider todas las C(.«sas".
But-nos Aires, Mayo I" dir I8S9.
EL PURGATORIO
PARTE SEGUNDA
EL PURG/\ TORIO
CANTO riiniiíiio
Alegoría preliminar. — El Poeta invoca á las Musas al salir de la regini infernal al
través de las entrañas del globo, en compañía de Virgilio y llegan ambos al pie
de la montaña del Purgatorio en el hemisferio austral. — Recobra ánimo nuevo á
la venida de la aurora en medio de un aire puro y un sereno cielo. — Contempla
las cuatro estrellas simbólicas de las cuatro virtudes cardinales en el hemisferio
Sud. — Los dos Poetas encuentran la sombra de Catón de Utica, guardián del
ante-purgatorio. — Coloquio entre Virgilio y Catón, y elogio de éste. — Catón
instruye á Virgilio de lo que debe hacer para limpiar el color infernal del rostro
del Dante. — Los dos Poetas descienden hacia la playa de la isla del Purgatorio
y ven á la distancia el mar. — Virgilio lava el rostro del Dante con el rocío del
Purgatorio, y siguiendo el consejo de Catón, le ciñe á la cintura un junco marino,
símbolo de humildad }• de docilidad. — El Retoñe maravilloso de los juncos del
Purgatorio.
Por correr mejor mar, alza la vela
La navecilla de mi ingenio errante,
Que atrás dejó tan borrascosa estela! 3
Canto el segundo reino, en que anhelante
Se purifica el alma y sube en vía
De llegar hasta el cielo bienandante. 6
Resurja aquí la muerta poesía.
Oh, santas Musas que me dais confianza !
Alze Caliope un tanto su armonía, 9
Y acompañe mi canto la pujanza.
Con que de nueve Urrucas el suspiro
Ahogó, de remisión sin esperanza! 12
296 DIVINA COMEDIA
Dulce color del oriental zafiro
Que en el sereno espacio difundía
El éter, hasta el fin del primer giro, 15
De nuevo deleitó la vista mía.
Fuera del aura muerta y sus dolores,
Que aún mi pecho y mis ojos afligía. is
Bello planeta que conforta amores
Hacía sonreír todo el oriente.
Velando en luz los Peces precursores. 21
Volvime á diestra mano, y puse mente
Al otro Polo, y vide cuatro estrellas
Que solo vio la primitiva gente. 24
Parecía gozarse el cielo en ellas.
¡Oh viudo setentrión entristecido,
Que estás privado de mirar aquellas! 27
Cuando su luz de vista hube perdido,
Volvime al otro Polo planetario
En que se había el Carro sumergido, 30
Y cerca, vi un anciano solitario,
Que al mirar, reverencia era debida.
Cual debe el hijo al padre originario. 33
Larga barba algún tanto emblanquecida
Llevaba, y cabellera semejante,
En trenzas sobre el pecho repartida. 36
Las santas luces de esplendor radiante
Alumbraban su rostro con su fuego,
Como si el sol tuviera por delante. 3*^
EL PURGATORIO — CANTO I 297
— " Quiénes sois, c|ue siil^iendo el río ciej^o,
Salido habéis de la prisión eterna?" —
Dijo, y la noble barba movió liic^o, 42
Y sip^uió: — "Quién os guía? que lucerna
Os alumbró en la noche cjuc allá enluta
El valle siempre negro en (jue se inferna? 45
"Del hondo abismo ¿qué su ley inmuta?
Ó ha revocado el cielo su decreto
Qué malditos, venís hasta mi gruta?" — 48
Mi guía entonces me cogió discreto,
Y con señas, con voces, y con mano,
Me hizo de hinojos tributar respeto. 51
Y luego respondió: — "Virtuoso anciano.
Yo no vengo por mí; mujer del cielo
Me ha pedido que acorra á un ser humano. 54
"Si el saber quienes somos es tu anhelo,
Lo diré con palabra verdadera.
Que al decirlo, de ti nada recelo. 57
"Este que ves, no vio noche postrera;
Por su demencia se encontró afligido.
Tanto, que en su camino se perdiera eo
"Si en su auxilio no hubiese yo acudido;
Y como no hay más vía en la jornada
Que la seguida, por aquí he venido. 63
" Le he mostrado la gente condenada,
Y mostrar los espíritus pretendo
Que purgan bajo ti, su alma manchada. 66
298 DIVINA COMEDIA
"Largo es, todo decir, y no me extiendo:
De arriba baja la virtud que ayuda
Al que vengo á tus plantas conduciendo. 69
"Que tu valer en su favor acuda:
Busca la libertad, que sabe cara,
Quien por ella de vida se desnuda. 72
" Lo sabes tú, que amarga no encontrara
En Utica la muerte, en que has dejado
La carne, que el gran día hará preclara. 75
"Ningún decreto eterno hemos violado:
Este es un vivo, y Minos no me manda.
Donde los castos ojos me han mirado 78
"De Marzia, estoy, y aún ella te demanda,
Gran corazón, la tengas por esposa.
Acoje por su amor nuestra demanda. 8I
" Déjanos ir por tu región piadosa,
De siete reinos; que este, agradecido.
De ti en la tierra hará mención honrosa." — 84
— "Marzia - dijo, — á mis ojos grata ha sido,
Mientras viví en el mundo en otra hora,
Y consiguió de mí cuanto ha querido: 87
" Si más allá del Aqueronte mora,
Yo aparte estoy del mal, por ley dictada.
Cuando salí del limbo en buena hora. 90
"Mas si te guía l^ienaventurada,
Como h) dices, ella te asegura,
Que tu demanda sea j)ropic¡ada. 93
EL PURGATORIO — CANTO I 2VV
"Anda, y ciñe (Uí un junco la cintura
De cstí mortal, y lava su semblante,
l*ara ([uiíarle tocia mancha impura. or,
"No es bueno se presente así delante,
— Con sombras (jue sorprendan la mirada, —
Del (}ue es del Paraíso el anunciante. w
"Kn torno de esta islilla, á la bajada,
Pt)r el costado que la bate la onda.
El junco crece, en playa abandonada: 102
"Ninguna planta que produzca fronda
O pueda endurecerse, tiene vida,
Cuando inflexible á percusión responda. 105
"No renovéis la senda recorrida:
El sol que nace os mostrará el camino,
Y de este monte la mejor subida." — ios
Y desapareció, y acto contino.
Miré en silencio, de mi guía al lado,
Escrutando en sus ojos mi destino. iii
— "Mis pasos, — díjome — sigue, hijo amado:
Volvamos hacia atrás, que aquí declina
Esta llanura que hemos contorneado." — va
El alba vence la hora matutina.
Que huye delante de ella, y aún lejano
Percibo el trem.ular de la marina. ii:
Seguimos solitarios por el llano,
Como quien busca la perdida estrada,
Y mientras tanto, todo es tiempo vano. 120
300 DIVINA COMEDIA
Al llegar á la parte resguardada,
Que pugna con el sol, donde el rocío
No evapora la luz de la alborada, 123
Ambas manos impuso el Maestro mío
Sobre la húmeda yerba, blandamente;
Y yo que penetré su intento pío, 126
Mis mejillas tendíle prontamente.
En llanto humedecidas; y borrado
El infernal color quedó en mi frente. 129
Llegamos hasta el borde desolado,
Donde mortal que al mundo retornara
En sus aguas jamás ha navegado. 132
Y como el buen anciano aconsejara,
Me ciñó la cintura con un junco ;
Y joh maravilla! al punto retoñara 135
La humilde planta, de su gajo trunco.
CANTO SEGUNDO
Al salir i'l sol, llega desde alta mar una barquilla impulsada por las alas de un
ángel, que viene desde la embocadura del Tiber, punto de partida de las almas
destinadas al Purgatorio. — Las almas que conduce la barca, toman tierra y
se asombran al ver que el Dante no es un muerto. — Una de las sombras, hábil
músico que iiabía conocido al Dante en vida, se acerca á éste y se entabla
entre ellos un coloquio. — Cazella hace la narración de su viaje y cediendo á
los ruegos del Dante, canta una canción amorosa del Poeta. — Mientras los dos
Poetas y las demás sombras oyen con encanto á Cazella, aparece el austero
Catón, y le reprociía ese momento de olvido. — El grupo se dispersa y los dos
Poetas corren despavoridos al monte.
Ya estaba el sol al horizonte junto,
Que cubre con su cerco meridiano
Jerusalén en su más alto punto. 3
La noche, opuesta en círculo lejano,
Sale del Ganges con la fiel Balanza,
Que al levantarse el sol cae de su mano; 6
Y del blanco y del rojo la semblanza,
Marcando el paso de la bella aurora,
Pasa al fin del dorado á la mudanza. 9
Aún cerca de la mar estamos ora.
Tal como aquél que piensa en su camino
Con deseos, y el cuerpo se demora; 12
Y como vese en cielo matutino.
De Marte, entre el vapor, la luz rojiza,
Al ocaso bañar campo marino, 15
21
302 DIVINA COMEDIA
Así me pareció venir de prisa
Una luz por el mar, y que volaba,
Tal que un ala veloz fuera rem.isa. is
A tiempo que al Maestro interrogaba
Con los ojos, noté que al observarla
Con más intensidad la luz brillaba. 21
Por ambos lados pude contemplarla,
Y vi una blanca forma reluciente,
Y abajo, otra más blanca, al remirarla. 24
Mudo el guía, miraba atentamente,
Pero al notar alada una barquilla,
Al nauta conoció distintamente. 27
Y exclamó: — "Dobla en tierra la rodilla:
Es un ángel de Dios: plega las manos!
Ministro celestial que con su quilla 30
"Desdeña el navegar de los humanos;
No emplea remos; cual celeste vela,
Su ala cruza los mares más lejanos. 33
"Ved cuan erguido sobre el agua vuela,
Batiendo el aire con eterna pluma,
Que no es mortal cual pelo que se pela." — 36
Así miro avanzar entre la bruma
Aquella ave divina de luz viva.
Tan deslumbrante, (jue su vista abruma. 39
Doblo la faz; y cntonccf) á la riba
Toca el esl^elto escjuife, tan ligero
Que apenas roza el agua fugitiva. 42
EL rURí.ATÜRIO -CANTO II 303
\'¡ene Á l:i popa el celestial nauclero,
1 )c. hcatitud el sij^no en c\ inscripto,
Con cien almas (|ue trae al surgidero. 45
/// í'x/7// /srae/j - ciunríny de Egipto!
Las almas á una voz, fervientemente.
Con todo lo demás del salmo escrito. 48
Hizo de cruz el signo reverente,
Y dejando en la playa á los viajeros,
Volvió, como al venir, rápidamente. 5i
Parecía que fuesen forasteros,
Pues asombrados, todo lo miraban,
Cual quien mira con ojos noveleros. 54
Rayos del sol los cielos asaeteaban,
Y sus certeras flechas, al poniente
A Capricornio del zenit lanzaban. si
Cuando la nueva turba estuvo enfrente,
Y todos á una voz van preguntando:
— "¿Por do al monte se va derechamente?"
co
Virgilio les responde: — "Estáis pensando
Que almas somos del sitio habitadoras;
Pero vamos también peregrinando. 63
" Hemos llegado aquí no ha muchas horas,
Por vía que es tan áspera y tan fuerte.
Que estas breñas nos son halagadoras." 60
Al verme sin el signo de la muerte,
Y respirando como lo hace un vivo.
Palideció la grey, quedando inerte. 69
304 DIVINA COMEDIA
Mas luego, como al ramo del olivo
Que levanta de nuevas mensajero,
Nadie se muestra de acudir esquivo, 72
Así corrieron con el pie ligero,
Las fortunadas almas adelante,
Olvidando hermosear su ser primero. 75
Una de ellas, llegó de mí delante,
Y me abrazó con tan cordial afecto,
Que me movió á cariño semejante. 78,
Oh, sombra vana, con humano aspecto!
Tres veces á su espalda eché los brazos,
Y otras tantas hallé solo aire escueto. si
En mi rostro de asombro vio los trazos
La sombra, y sonrióse levemente;
Y al hablarme seguí tras de sus pasos. 84
— "Sosiégate!" — me dijo dulcemente. —
Le conocí: pedí se detuviera
A platicar con él más largamente. S7
Y respondió: — "Cuando mortal yo era,
Te amé con carne; te amo ahora sin ella.
Qué haces en esta tierra lastimera?" 00
" Cazella mío, — repliíjué, -- la huella
Sigo que me haga retornar del viaje;
Pero tú, como guiado por tu estrella 93
"¿Tanto tardaste?" — Y él: — "Ningún ultraje,
Si por acaso retardó el permiso
De realizar hasta ahora este pasaje, 9l'
l.I. l'l KC.ATOKK) --(WNTO II 3U5
"El (lue pudiera hacerlo, .i mí me liizo:
Que en tres meses seji^uidos ha ]:)asa(lo
A todo aciuél (jue en santa paz lo (|uiso. 99
"Me hallaba donde el 'l'il)er es sahido,
Cuando en el mar inmenso se derrama,
Y allí benigno me acogió á su lado. 102
"Su ala, hacia el Tiber otra vez le llama,
Porque es de los espíritus la riba,
Que el A(|ueronte oscuro no reclama." — 105
Y yo: — ''Si nueva ley no te ha privado
De la memoria de amoroso canto,
Que á veces en un tiempo me ha encantado, ios
" Consuélame con tu cantar un tanto,
Porque el ánima mía y mi persona
Se ha llenado en el tránsito de espanto." — iii
— " Amor que iiella inenie mi ragional "
A cantar comenzó tan dulcemente.
Que la dulce canción aun mi alma entona. 114
Mi buen Maestro y yo, y aquella gente,
Parecíamos almas bien contentas,
Sin cuidados ningunos en la mente. 117
Sus notas escuchábamos atentos.
Cuando el viejo de cara respetuosa.
Gritó severo: — "Espíritus, que lentos 120
"Os detenéis en negligente posa,
Id al monte, limpiando la impureza
Que os oculta de Dios la faz piadosa!" — 123
306 DIVINA COMEDIA
Cual palomas que en medio á la dehesa
Trigo y zizaña tienen por pastura,
Tranquilas, sin arrullos de braveza, uó
Y que si algo las turba, con pavura
Súbitamente dejan la comida.
Porque mayor cuidado las apura; 129
Tal así, la mesnada sorprendida
El canto abandonó, y á la ribera
Corrió sin atinar en la partida. 132
— No fué menos veloz nuestra carrera.
CANTO TEUOERO
Los (los Poetas prosi};ucn su camino. — Confusión de ambos á consecuencia de
su Iiuida. — Dante, al ver cjuc su cuerpo interceptaba los rayos del sol, se
admira que Vir};ilio no proyecte su sombra y se cree abandonado por éste
— Discurso de Virgilio sobre el misterio del ?7tás allá. — Encuentran un grupo
de almas que les indica el verdadero camino y vuelven liacia atrás. — Manfre-
do, rey de Sicilia, relata su muerte y su conversión final, pidiendo al Dante lo
encomiende ala piedad de la iiija suya para abreviar su penitencia. — Deten-
ción al pie de la montaña de los condenados por la Iglesia, arrepentidos á
última hora.
Así que hubo las almas dispersado
La subitánea fuga en la campaña,
Hacia el monte que purga del pecado,
Yo me estreché contra mi fiel compaña.
¿Cómo sin él me habría conducido?
¿Quién me habría llevado á la montaña?
Me pareció de sí desavenido:
Oh, conciencia tan límpida y tan pura
Que había aún leve falta remordido! 9
Al verle detenerse en la premura
Que despoja la acción de su nobleza.
Mi mente, en un principio algo insegura, 12
Se dilató, volviendo la cabeza
Al monte que mi vista concentraba,
Y que en la tierra sube á más altura. I5
308 DIVINA COMEDIA
El sol, que en pos de mí, rojo flameaba,
Y interceptaba yo con mi figura,
Y adelante, mi sombra se mostraba. is
Pensé al mirar de lado, con pavura,
Que pudiera quedar abandonado.
Pues solo vi ante mí la tierra oscura. 21
Mas el guía, volviendo á mi la vista,
Me confortó diciendo: — "¿Tú has pensado
Que acaso como siempre no te asista? 24
"Vesper está do se halla sepultado
Mi cuerpo, que antes sombra proyectara,
Y Ñapóles á Brindis ha quitado. 27
" Si ora ninguna sombra á mí se encara,
No te admire, que no es propio del cielo
Que rayo á rayo asombre su luz clara. 30
" Para sufrir tormento en fuego y yelo
Dios del cuerpo nos da la semejanza,
Guardando su secreto á nuestro anhelo. 33
" Insensato es quien tiene la esperanza
De hallar razón en la infinita vía,
Que en uno y tres, sustancia es y semblanza. 36
" Conténtate con el humano al qiiía,
Por qué si más tuviese en atributo,
No era preciso el parto de María. 39
"Han aspirado á más, pero sin fruto,
Los que, perdiendo anhelo sosegado.
Tan solo han alcanzado eterno luto. 42
EL rURGATOR'ü — CANTO ill 309
''No .'í riatón ni Aristóteles úk' (I.kIo,
Ni ;i otros, ir iii;is allá!"-- Y .kiiií su ("rente
Incline') silencioso, asaz turbado. 45
Al pie (le la montaña, en su pendiente,
Vimos rocas tan ásperas é inciertas,
Que atajaran el pie más diligente. 48
l'Lntre Lerice y 'rurl)ia, más desiertas
No son las sendas figurando escalas.
Pues á estas comparadas, son abiertas. 51
— "Por donde este camino tendrá calas?
— Dijo el Maestro, el paso asegurando, —
Si es que se puede remontar sin alas." — 54
Mientras tanto mi rostro doblegando,
Recorría el camino con la mente,
Dentro, de mí, la altura contemplando; 57
Cuando á la izquierda apareció una gente
Que eran almas, de andar tan retardado,
Que venían muy lenta, lentamente. 60
— "Alza la vista, — dije al Maestro amado. —
He aquí quien darnos puede cierta seña,
Si es que acaso te encuentras extraviado." — 63
Miróme entonces y con grata seña
Dijo: — "Vamos, pues vienen tan despacio:
Y tú, hijo mío, la esperanza empeña." — 66
Lejos estaban con su andar rehacio,
Y después de mil pasos recorridos,
A buen tiro de piedra en el espacio, 69
310 DIVINA COxMEDIA
Vimos á los espíritus reunidos
Estrecharse á la roca titubeantes,
Como quien sitios ve desconocidos. 72
— " Oh, espíritus, selectos bienandantes,
— Dijo Virgilio — por la paz bendita,
Que espero alcanzareis perseverantes, 75
"Decidnos por favor en nuestra cuita,
Si es posible subir al alto risco;
Perder su tiempo, al que lo estima, irrita." — 7S
Cual ovejas que salen del aprisco.
Una, dos, tres, y el resto no se mueve,
Con timidez, y gesto medio arisco; si
Mas si una inicia movimiento leve,
Se detienen ó van atropelladas,
Sin saber el por qué que las conmueve; 84
De tal suerte las almas fortunadas
Formando grupo van tras la primera.
Púdico el rostro, honestas las pisadas; s"
Pero la sombra que cabeza hiciera,
Al ver la luz. en tierra interceptada,
Y que mi sombra á diestra se extendiera, 9o
Se detuvo, y quedó maravillada:
Y el resto de la banda, símilmente,
Sin saber el por qué, quedó parada. 93
"^ Debo deciros que este es un viviente, —
— El guía dijo, por calmar su anhelo, —
Y por eso oscurece el sol luciente; %
EL PURGATORIO — CANTO III 311
" Y no os asombre, pues \n (juiere el cielo,
Que pueda traspasar esta barrera.
Por espec¡;il virtud, fuera del suelo." — 99
^' a(]uclla gente digna respondiera:
— "Retroceded, marchando por delante." —
Y saludó con mano placentera. 102
Y uno de ellos, llegando á mí delante.
Así empezó: — "Quien seas no pregunto:
Mira bien si conoces mi semblante." — 105
Le miré con fijeza en su conjunto:
Rubio era, y bello y de gentil aspecto,
Mostrando un golpe, de la ceja junto. ios
Humildemente confesé mi aprieto;
No le reconocí, y él dijo: — "Cuida!
De la imperial Constanza, soy el nieto," — iii
(Y sobre el pecho me mostró una herida).
— "Soy Manfredo, — agregó: — yo te suplico,
Que si llegas á ver mi hija querida, 114
"De Aragón y Sicilia, timbre rico,
Generatriz que fué de su corona,
Le digas c]ue aún mis penas dulcifico. ii7
"Cuando fué mutilada mi persona,
Por dos fieras heridas, repentido,
Me consagré lloroso al que perdona. 120
"He muy grandes pecados cometido;
Mas la bondad de Dios es infinita,
Y en sus brazos sostiene al convertido. 123
312 DIVINA COMEDIA
" Si el Pastor de Cosenza, que en mi cuita
Mandó Clemente á perseguirme á la hora,
Leído hubiese en mi faz, la ley escrita, 120
"Mis pobres huesos yacerían ora
Quietos cerca del puente Benevento
Bajo pesada losa protectora. 129
"Hoy la lluvia los baña, y mueve el viento.
Del reino echados, junto al río Verde,
Con antorchas sin luz, por escarmiento; 132
"Pero el eterno amor, nunca se pierde
Por maldición contra la eterna gracia.
Mientras florece la esperanza verde. 135
''Verdad es que quien muere en contumacia
De nuestra Iglesia y tarde se arrepiente.
Debe sufrir su pena y su desgracia, iss
"En este sitio, treinta veces treinta.
Sobre la edad en que murió obstinado.
Si con un ruego, remisión no cuenta: i4i
"Por eso, si me atiendes con agrado,
Cuenta por candad á mi Constanza,
Como me has visto y como estoy penado, uí
"Porque la prez del mundo, mucho alcanza."
CANTO CUARTO
Guiados por las almas en pena, los Poetas suben á la montaña sagrada por un
escabroso sendero y llegan liasta el primer rellano. — Ambos se sientan á
descansar y Virgilio explica al Dante la causa del opuesto giro del sol en el
hemisferio donde se encuentra la montaña del Purgatorio, antípoda de Jeru-
salén. — Encuentro con un grupo de almas que yacen perezosamente tendidas
en una caverna. — Dante reconoce entre ellos al perezoso Bellacqua, quien le
explica que aquellos son los espíritus que tardaron en convertirse. — Peniten-
cia de los negligentes que esperan la última hora para convertirse.
Cuando por el placer ó la congoja,
Que alguna facultad toda comprenda,
El alma humana á su interior se acoja, 3
No es posible á ninguna otra se extienda,
Y esto prueba ser falsa la doctrina,
Que un alma sobre otra alma, luz encienda; 6
Porque al mirar y oir, se determina.
Cosa que el alma absorba arrebatada,
Y corre el tiempo que á medir no atina: 9
Que á una potencia afecta, la escuchada,
Y á la otra aquella que en el alma impera;
Pues una es libre, la otra aprisionada. 12
De esto tuve experiencia verdadera,
Al espíritu oyendo y admirando.
Cuando á cincuenta grados de la esfera, is
314 DIVINA COMEDIA
Estaba el sol sin yo notarlo, y cuando
Varias almas gritaron de la altura:
— "Aquí tenéis lo que venís buscando." — is
No es mayor de la viña la abertura
Que cierra el viñador con un espino
Cuando la uva negrea de madura, 21
Cual era aquel estrecho salvajino
En que yo y el Maestro penetramos,
Y las sombras nos dieron por camino. 24
De Noli á San León se va bajando,
Y en Bismantova súbese á la cumbre,
Con los pies; pero aquí, sólo volando 27
Con alas que contrasten pesadumbre;
Mas me las dio el deseo, y el buen guía.
Que era de mi esperanza única lumbre. 3o
Por una rajadura se subía,
Y era tan escabrosa su estrechura.
Que de los pies y manos me valía. 33
Cuando llegamos á pisar la altura,
Y dominar la playa descubierta.
Clamé: — "Qué nos reserva la ventura?" — 36
Y de él á mí: — "Sigue mi paso alerta.
Hasta alcanzar el punto culminante.
Donde encontremos una escolta cierta. " — 39
Y era la altura tal, que trepidante
La vista se ofuscaba, y sus costados
Como una línea á plomo del cuadrante. 42
VA, ITUCAinKIO — LA^il*--» l^
315
Yo sentí.'i los miembros extenuados,
Y dije al dulce Tadrc: - "Vuelve y mira
C\')ino arrastro mis pasos (juebrautados." — +5
--*'Hijo, — me dice, — arrástrate y respira." —
Y me mostró una peña dominante
Que en el contorno de acjuel monte gira. 4S
Me espoleó su |)alabra confortante,
Y ágatas me arrastré en su seguimiento,
Hasta pisar la roca circundante. si
Ambos tomamos al llegar asiento,
Y volvimos la vista hacia el Levante,
Que ver camino andado es un contento. 54
Miré primero el fondo colindante,
Y luego el Sol, y mucho me admiraba
Ver á izquierda su rayo centelleante. 57
Dijo el Poeta al ver que absorto estaba,
Viendo del carro las chispeantes huellas
Que entre nosotros y Aquilón pasaba:
"Si quieres penetrar bien este arcano.
Recapacita y piensa, que este monte.
Aunque opuesto á Sion y en mar lejano.
60
— "Si de Castor y Polux las estrellas
Pudieran contemplarse en ese espejo.
Que esparce aquí y allá sus luces bellas, 03
"Aun del zodiaco el resplandor bermejo
Verías de las Osas muy cercano.
Si recorriese su camino viejo.
66
Ó9
316 DIVINA COMEDIA
"Tienen ambos idéntico horizonte
En los dos hemisferios, que es la senda
Que con su carro no acertó Faetonte; 72
"Y por eso conviene que se atienda,
Que ambos montes están de opuesto lado
A fin que tu intelecto, bien me entienda. " — "5
— "Comprendo, — respondí, — que no he mirado
Con ojos claros, y ahora bien discierno
Lo que antes mi razón no hubo alcanzado. /S
"Este es el semicírculo superno
Del movimiento, el Ecuador llamado,
Que siempre está entre el Sol y entre el invierno; si
'*De suerte que - según me has explicado, —
Se acerca al Setentrión, cuando el Hebreo
Puede mirarlo del candente lado 84
"Mas si te place, colma mi deseo:
— ¿Mucho hay (|ue andar en la áspera subida,
Porque su fin ni en lontananza veo?'' — sr
Y él: — "La montaña se halla repartida
De tal manera, que el comienzo es grave,
Y más arriba, á más subir convida. %
"Más adelante has de encontrarla suave,
Y sentirás tu paso tan ligero
Como con viento en popa, anda la nave. ^^^
" Hallarás al final de este sendero
Tregua á tu afán: en tanto, '.u\uí reposa.
Y nada más, (jue esto es lo verdadero." — %
EL PURGATORIO — CANTO IV 317
Y en pos de esta palabra cariñosa
Se oyó cerca una voz c|ue nos decía:
— "Tal vez será la ruta fatigosa." —
99
Y al volvernos, notamos que salía
A la izíjuierda de un risco allí yacente,
Que ni él ni. yo aún percibido había. 102
Al acercarnos, vimos, silencioso
Un grupo de su sombra cobijado,
Como en el suelo se echa el perezoso: 105
Uno me pareció más fatigado.
Que ocultaba en su brazo la cabeza
De sus propias rodillas abrazado.
108
— "Maestro — pregunté, — qué sombra es esa
Que entre las otras es más indolente,
Cual si su hermana fuese la pereza?" m
En nosotros, la sombra puso mente,
Por debajo la pierna el ojo echando,
Y dijo: — "Sube, tú, que eres valiente." — in
Quien era entonces conocí, y aun cuando
La angustia del cansancio me afligía,
Me aproximé á su lado jadeando: ii7
Y él, la cabeza apenas si movía
Diciendo: — ¿ "Has visto el sol cuando se mueve
Y hacia el hombro siniestro el carro guía?" — 120
Su floja acción y su palabra breve,
A sonreír me había prov^ocado,
Y comencé: — "No á compasión me mueve 123
22
318
DH'INA COMEDIA
Bellacqua tu penar. ¿Por qué sentado
Estás aquí? — "Aguardas algún guía?
O es que has vuelto á tu modo acostumbrado?" 126
Y él: — "En subir yo nada ganaría:
Ángel de Dios que vela en la portada
Ir al martirio no me dejaría. 129
"Antes que al Purgatorio tenga entrada,
Dispone el cielo que transcurra un giro
Igual al tiempo de la vida andada; 132
"Y la expiación aplaza hasta el suspiro,
A menos que plegaria de alma humana
A tanta penitencia dé un respiro." — 135
— "El Sol alcanza ya su meridiana; —
— Dijo el Maestro que iba caminando, —
Ven, que la noche se halla muy cercana, 133
"Pisando de Marruecos la otra riba." —
CANTO QUINTO
i^()^ (los Poetas prosiguiriuio su niarclia por la montaña, so encuentran con una
multitud de espíritus. — La sombra proyectada por el cuerpo del Dante, lo hace
reconocer como un ser viviente. — Los espíritus, que son ios sorprendidos por
muerto violenta, y que se arrepintieron al tiempo de morir, perdonando á sus
enemigos, piden al Poeta haga memoria de ellos en el mundo auxiliándolos con
sus ruegos. — Jacobo del Cassero, Buonconto de Montefeltro y Pía de Siena,
hacen relación de su trágica muerte.
Ya las sombras se habían disipado:
Yo seguía las huellas de mi guía,
Cuando delante á mí, con dedo alzado, 3
Uno gritó : — " Ved cual apaga el día
El que á la izquierda va por el costado:
Que es viviente tal vez parecería!" 0
Volví mis ojos al que había hablado,
Y vi gran turba, ver maravillada
Que mi cuerpo la luz había eclipsado. 9
— "¿Por qué sientes el alma conturbada,
— Dijo el guía, — y tu marcha es insegura?
— Qué importa lo que diga esa mesnada!" — 12
" Sigue, y deja esa gente que murmura ;
Sé fuerte, como torre en el embate,
Que el viento no conmueve y la asegura; 15
320 DIVINA COMEDIA
Que el hombre que entre ideas se debate,
Trepida y su potencia debilita,
Y pierde su objetivo en el combate." — is
Qué podía decir con alma aflicta,
Sino decir: — ''Te sigo avergonzado.
Con rubor que perdones solicita." — 21
En tanto, y de través al otro lado,
Vi gente de la v^ía en el entronco
Cantando un Miserere compasado: 24
Al acercarse y ver que con mi tronco
Apagaba los rayos planetarios,
Trocóse el canto en un acento bronco ; 27
Y dos de ellos á modo de emisarios,
Se avanzan y preguntan asombrados:
— ''Quiénes sois? de do sois originarios?" ?o
— "Volved, — dijo mi guía á los enviados, —
Y decid que es de carne verdadera
El cuerpo de este ser. — Id sosegados. — 33
" Si por su sombra ver, estáis á espera,
Basta que os diga: le debéis honores,
Que él puede hacer la pena más ligera." 36
Nunca vi de la tarde los fulgores,
Tan pronto atravesar cielo sereno,
Ni sol de Agosto, penetrar vapores, 3'.)
Como á las sombras vi volver de lleno
Al punto de partida, y darnos frente,
Cual jinetes corriendo en desenfreno. 42
EL PURGATORIO - CANTO V 321
— " Avanzíi hacia nosotros mucha ícente,
Y vienen ;í rogar, — dijo el l*oeta : -
No te pares, y escucha atentamente. " — 45
"Alma (jue vas á la mansión selecta,
Y con los propios miembros cjue has nacido;
— Llegó clamando: — un tanto el paso aquieta: 4.s
"Mira si alguno nuestro has conocido,
Para dar en el mundo buena cuenta.
¿Por qué te vas? detente complacido. — 51
"A todos nos hirió muerte violenta:
Pecadores, al fin de última hora
En que la luz celeste nos alienta, 54
" A tiempo arrepentidos en buen hora,
En paz con Dios salimos de la vida
Invocando su gracia bienhechora." — si
Yo respondí: — "Me son desconocidas
Vuestras faces, fijando las miradas ;
Pero por vuestras almas bien nacidas, 60
" Serán vuestras demandas propiciadas,
En la paz que yo busco con mi guía.
De mundo en mundo en tierras encontradas." -
Y uno de ellos repuso: — "En ti se fía
Cada uno, sin que le hagas juramento,
Que de tu buen querrer no desconfía.
"Yo que te hablo con pío sentimiento
Te ruego que si ves el caro suelo
Que entre Cario y Romana tiene asiento.
63
66
69
322 DIVINA COMEDIA
"Me otorgues tu plegaria de consuelo
En Fano, descargando el alma mía
De culpas que aquí lloro en desconsuelo. 72
"Allí nací; después la sangre mía
Brotó por mis heridas, cuando estaba
En Antenoria, donde asilo había; 75
"Y donde más seguro me juzgaba
Matóme el duque d'Este lleno de ira,
El derecho violando que amparaba. 78
"Ah! si me hubiese refugiado en Mira
Cuando en Oriaco fuera yo alcanzado,
Gozara el aire que tu mundo aspira; si
"Mas, corrí á las lagunas desalado,
Donde entre fango y cañas ¡qué aún lo veo!
En un lago de sangre caí postrado." — 84
Y otro habló: — "Que se cumpla el gran deseo
Que te conduce á este elevado monte;
Que al mío ayudarás lo pienso y creo. 87
"Yo soy de Montefeltro: soy Buonconte:
Nadie de mí se cura, ni aún mi Juana,
Porque hoy mi baja frente, nada afronte." 90
Y yo á él: — "Qué fuerza, qué aventura
Te hizo desparecer de Campaldino;
Pues se ignora cual fué tu sepultura?" v3
Y él respondió: — "Al pie del Casentino
Hay un río (]ue llaman el Arquiano
Y sobre el Yermo nace en Apenino, 'm
EL PURGATORIO — CANTO V 323
"Y (luc pierde su nombre en el rellano:
Allí llepfué la gola traspasada
I luyendo á pie y ensangrentando el llano; 99
"Ciego, con la palabra anonadada,
Murmuré el dulce nombre de María,
Y allí cayó mi carne mutilada. 102
"Te diré la verdad, por si algún día
Ruegas por mí : Un ángel del Infierno
A un ángel celestial que me acogía, ios
"Gritó: — Me qtiitas tu lo qiie es eterno
Por tina lagrimilla en recoutpensa;
Pero este ctierpo es mío y lo gobier7to. ios
" Bien sabes que en el aire se condensa
El húmedo vapor, que agua se vuelve
Del alto frío en la región inmensa. iii
"Allí el genio del mal que el mal resuelve,
Mueve maligno el humo con el viento
Por el poder que su natura envuelve. II4
"Iba ya á oscurecer, y en un momento,
De Prato al monte nube tempestuosa
Llenó el valle, toldando el firmamento. m
"El aire se volvió lluvia copiosa,
Y al descender corrió por las pendientes
La que no se bebió la tierra ansiosa. 120
"Y reunidas las rápidas corrientes
A las del Arno, todo fué arrastrado
Con fuerza irresistible de torrentes. I23
324 DIVINA COMEDIA
" El Arquiano arrastró mi cuerpo helado
Hasta el Arno, y deshizo enfurecido
La cruz, que con mis brazos, figurado 126
"Había yo, por el dolor vencido;
Me llevó por su cauce á lo profundo,
Y entre su fango me dejó sumido." 129
Siguió un tercer espíritu al segundo:
— " Cuando descanses de tu larga vía
Y vuelvas otra vez á ver el mundo, 132
"Acuérdate de mí: yo soy la Pía:
Siena me hizo, y me mató Marema;
Lo sabe aquel, que en nuevo anillo, un día 135
Puso en mi dedo desposoiia gema." —
CANTO SKXTO
Símil de los jugadores y la situación d(d Poiíta, respecto de las almas que le
solicitan preces. — líncucntro con otras almas convertidas violentamente á úl-
tima llora. — Reseña histórica de algunas de las ánimas en pena. — Coloquio
úr. los Poetas sobre la eficacia de las preces humanas para modificar la volun-
tad divina. — Encuentro de los Poetas con Sordelo, trovador mantuano. — En-
trevista de los dos Poetas mantuanos. — Amarga y dolorosa invectiva del
Dante sobre, el estado de la Italia y sus luchas intestinas, irónicamente apli-
cada á ¡•"ioreiuia.
Cuando termina el juego de la zara,
Y el que pierde, retírase doliente,
Repitiendo las suertes que compara, 3
Con el que gana, va toda la gente;
Los unos por detrás y otros delante,
O hacen al lado muestra de presente. 6
Escucha el ganador con buen semblante,
Esquivando la mano, y va de priesa,
Y defendiéndose, sigue adelante. 9
Tal me encontraba entre la turba espesa
Volviendo el rostro al uno y otro lado,
Y librarme merced á una promesa. 12
Allí vi al Aretino, á quien airado
Con fiero brazo Tacco dio la muerte,
Y aquel que perseguido murió ahogado. 15
Suplicaban allí con mano inerte,
Novello, y el Pisano que sin vida.
Reanimó de Marzuco el alma fuerte. I8
326 DIVINA COMEDIA
V^i al conde de Orso; y su alma dividida
Del cuerpo (por malicia ó por envidia,
Según él, no por culpa cometida), 21
De Pier de Broccia, digo; (y de su insidia
Se guarde la princesa de Brabante
Para no verse en más penosa lidia). 24
Libre ya de la turba suplicante
Que oración redentora me pedía
Para alcanzar la gracia edificante, ^^
Yo comencé: — "Paréceme luz mía!
Que expresas en las hojas de tu texto,
Que un decreto del cielo no podría
" La plegaria alterar. Si piden esto,
De estos sería la esperanza vana,
O tu dicho no está bien manifiesto?" —
Y de él á mí: — "Su inteligencia es llana,
Y la esperanza de estos no es quimera
Si bien se mira con la mente sana;
" Pues el juicio supremo no se altera
Porque fuego de amor haya pagado
Lo que un alma cumplir aquí debiera.
30
33
36
39
"Y allí, donde otra cosa yo he afirmado
Enmienda no cabía, por efecto
Que Dios, del ruego estaba separado. 42
"No te es dado aclarar tan gran secreto;
Disipa toda duda, y sólo fía
P)n la verdad que alumbra el intelecto. 45
EL PURGATORIO — CANTO VI 327
'' ICnticndcs cjuc í'i Ucatriz me refería:
Tú la verás en la encumbrada meta
De este monte, sonriente de alegría." — 4»
Yo exclamé: — "Caro j^uía, el paso aprieta;
La fntiga pasó que me afligía;
Ye (|ue el monte su soml)ra ya proyecta." — 51
— "Caminaremos mientras haya día,
— Repúsome, — cuanto nos sea dado;
Pero la empresa es ardua todavía. 54
"Antes que la eminencia hayas pisado
Verás de nuevo el sol, que en el presente
No se halla por tu cuerpo interceptado. 57
"Pero diviso un alma penitente,
Sola, muy sola, que parece aguarda:
Tal vez nos ponga en vía prontamente." eo
Y al acercarnos, oh, ánima lombarda!
Como estabas altiva y desdeñosa,
Con profunda mirada, honesta y tarda! 63
Ella en tanto yacía silenciosa;
Pero dejaba hacer, fijo mirando
A guisa de león cuando se posa. 66
Virgilio, empero, se acercó, rogando
Que nos mostrase la mejor subida:
Y contestó, á su vez interrogado 69
Sobre la tierra nuestra y nuestra vida;
Y el dulce guía, apenas comenzaba
"Mantua". . . á decir, la sombra estremecida 72
328 DIVINA COMEDIA
Vino del sitio en que parada estaba,
Exclamando: — "Oh Mantuano! soy Sordelo!
Soy de la misma tierra!". . . y lo abrazaba. 75
— Oh, Italia esclava, habitación del duelo;
Nave en gran tempestad, sin su piloto;
Señora de un burdel, no de tu suelo! —
Para el alma gentil, bastó el remoto
Dulce recuerdo de nativa tierra;
Para brindar al compatriota el voto.
78
81
Mientras tu vives en perpetua guerra,
Y con tus mismas manos te destrozas.
Aun entre muros que igual foso cierra. 84
Mira, infeliz, las playas espaciosas
De tu marina, y busca si en tu seno
En parte alguna con la paz te gozas. 87
De qué sirvió que te ajustase el freno
Justiniano, si está la silla rota?
Sin él, tu oprobio fuera menos pleno. 90
Ay! gente, que debieras ser devota
Al César en su trono bien sentado.
Entiende bien lo que tu Dios te nota. 93
Ve la fiera que brava se ha tornado
Porque sólo la brida manejaste
vSin haberla de espuelas adiestrado. 96
Oh, tú, tedesco vVlljerto, (|ue dejaste
Que ella se hiciera indómita y salvaje
Porque en sus hombros nunca cabalgaste! 99
EL l'UHGATÜRIÜ — CANTO VI 329
Justa sentencia desde el cielo baje
Sobre tu sangre; y sea tan de cierto
Que á tu heredero el miedo le trabaje;
102
Pues por tí, con tu padre de concierto,
Por codicia de tierras apartadas,
El jardín del imperio fué un desierto ! ios
Ven y verás facciones desalmadas;
Mónteseos, Filipescos, Capuletos
Y Monaldos, y gentes contristadas.
108
Ven á ver á tus nobles predilectos,
Y su magaña dura y opresora,
Y ve si en Santafior se encuentraa quietos. iii
Mira á tu Roma que al presente llora
Viuda y sola, que en día y noche clama:
— Por qué mi César me abandona ahora? 114
Ven á mirar cuánto la gente se ama!
Y si piedad alguna no has sentido,
Ven á tener vergüenza de tu famal m
Oh Jove! el invocarte es permitido,
Pues fuiste por amor crucificado!
¿Tus justos ojos se han oscurecido? 120
Ó en tu profundo fallo has ordenado,
Como presagio de una suerte buena,
Que el bien por hoy nos sea denegado? 123
Toda la tierra Itálica está llena
De tiranos, tornándose en Marcelo
Cualquier villano que facción ordena. 126
330 DIVINA COMEDIA
Florencia mía, toma por consuelo
Mi digresión, que á ti nada te toca,
Merced del pueblo á su discreto celo. 129
Hay corazón que la justicia evoca,
Mas lenta de arco, y flecha no segura:
La tuya está en la punta de tu boca. 132
Muchos renuncian la común procura,
Mas tu pueblo solícito responde.
Gritando: — Yo la agarro I — y la asegura. 135
Alégrate, que á ti te corresponde;
Rica, en paz, y regida con prudencia;
— Si hablo verdad, su efecto no se esconde. — i38
Lacedemonia, Atenas, con su ciencia.
Con sus leyes antiguas, tan civiles.
Buena hicieron, un poco, su existencia; i4i
Pero tú, con tus leyes tan sutiles,
A mitad de Noviembre has alcanzado
Sin que tus leyes en Octubre enhiles. U4
Cuantas veces, en tiempo no olvidado,
Leyes, moneda, cargos y costumbre,
Al innovar gobiernos has mudado! 147
Acuérdate cuando la luz te alumbre!
Te serás como enferma, que tendida
Sobre pluma, tan sólo pesadumbre, 150
Al revolverse encuentra dolorida.
CANTO SÉTIMO
Virgilio SI* <la á conocer á Sordo.lo relatando su vida y su muerte y su gira por
el Infierno, y Sordelo le tributa su homenaje de admiración. — Sordelo da noti-
cias á los Poetas de la parte del Purgatorio que habita y se ofrece como guía.
— Próxima ya la noche, Sordelo conduce á los Poetas á un valle apartado y
tranquilo, donde encuentran á los monarcas penitentes que cantan el himno á
la Virgen en la cuarta estación de espera del Purgatorio. — Revista de empe-
radores, reyes y príncipes contemporáneos que purgan su ambición. — Dege-
neración de las casas reales de Bohemia, de Francia, de Sicilia, de Aragón,
de la Pulla y de Provenza. — Elogio de Enri(}ue III de Inglaterra, de su hijo
Eduardo y de otros príncipes Imenos.
Después de la acogida placentera,
Que renovaron ambos con dulzura,
Sordelo al guía preguntó quién era? 3
— " Antes de que viniesen á esta altura
Las almas que la gracia ha señalado,
Octavio dio á mis huesos sepultura. 6
"Virgilio soy: — no por mayor pecado,
De fe solo por falta, perdí el cielo." —
Así repuso el Maestro interrogado. 9
Cual quien mira de pronto con anhelo,
Maravillado, lo que está esperando,
Y exclama: ¿es ó no es? en su desvelo, 12
Tal Sordelo, los párpados bajando
Humildemente, de respeto en signo
De Virgilio las plantas abrazando, 15
332 DIVINA COMEDIA
Así exclamó: — "Oh gloria del Latino,
Que el poder de su lengua ha revelado!
De donde yo nací, renombre digno!
18
"¿Por qué gracia especial me eres mostrado?
Si digno soy de oirte humildemente,
¿Di si vienes del mundo condenado?" — 21
— "Por los cercos del ámbito doliente,
— Respondió,— de muy lejos he venido
Por virtud que me mueve providente. 24
"No por hacer, mas por no hacer, perdido
Tengo el cielo, por ti tan anhelado,
Y que tarde me fuera conocido. 27
"Hay abajo un lugar entenebrado
En donde no hay ahullidos ni tormentos,
Donde solo el suspiro ha resonado ; 30
" Allí estoy con los párvulos, no exentos
De la culpa que á tiempo no lavaron,
Y la muerte mordió sin sacramentos; 33
"Allí conmigo los que no alcanzaron
Las tres santas virtudes á vestirse,
Aunque todas las otras practicaron. 36
" Mas si sabes, y bien puede decirse,
Indícanos cual es mejor sendero
Por donde al Purgatorio pueda irse." — 39
La sombra: - " Auncjue mi puesto no es certero,
Hasta lo alto subir no me es vedado.
Por lo (jue puedo ser tu compañero. 42
EL PURC.ATUKIÜ - CAMO Vil 333
"Pero ;il ocaso el sol está inclinado;
De noche no es posil)le la subida,
Y es forzoso buscar sitio abrigado.
\s
" 1 lacia el lado derecho, está reunida
l^na lep^ión de sombras: si te place
A conocerlas la ocasión convida/' — 4h
— **Cómo? — dijo Virgilio, — y qué me hace
De noche caminar? nada recelo.
¿Habrá quien del camino me rechace?" — 51
Rayó Sordelo con el dedo el suelo.
Diciendo: "Cuando el sol se haya ocultado,
No ir más allá, es voluntad del cielo, 54
" No es que te sea el paso contrastado
Por otra cosa que la noche umbría;
Y lo que no se puede, está vedado. 57
"Empero, descender bien se podría,
Y recorrer la costa, en torno errando,
Mientras que nos alumbre luz del día." —
60
Virgilio, poco menos que admirado,
— "Llévanos, — dijo, — donde placentera
Pueda sernos la noche, demorando." —
63
No lejos, continuando la carrera.
Vi un barranco cavado á los extremos,
Que como un valle de los nuestros era. 66
Dijo la sombra : — " Luego llegaremos
Donde el monte un recodo manifiesta,
Y allí, que venga el día esperaremos." — 69
23
334 DIVINA COMEDIA
Entre el llano y la escarpa va una cuesta
Que por tortuosa senda que se inclina
Nos lleva donde el monte más se acuesta. 72
Grana, plata con oro, leche albina,
Esmeralda brillante en su fractura,
índico palo que el pulido afina, 75
Al lado de las flores y verdura
De este seno, su brillo apagaría.
Como en gran luz es la menor oscura. 78
Mas no solo colores esplendía:
Suavísimos olores lo impregnaban
Que misteriosa esencia difundía. . si
Salve Regina! á unísono entonaban
Almas sentadas en florido prado,
Que en aquel verde valle se ocultaban. 84
Dijo el que nos había acompañado:
— " No pidáis que os conduzca á la llanura
Antes que el sol su luz haya anidado. 87
" Mejor contemplareis desde la altura
De esas sombras los rostros y el talante,
Que bajando del valle en su procura. 90
" El que está más arriba, con semblante
De haber grandes deberes descuidado,
Y que enmudece entre la grey cantante, 93
" F'ué Rodolfo, que pudo en su reinado
Curar las llagas de la Italia, muerta.
Vendrá muy tarde quien lo intente osado! 96
IvL l'LRGATÜKIO -CANTO MI 335
" Ouien lo conforta con mirada cierta,
Ri^ió la tierra, que agua en abundancia
Da Molda al lllba, y lüba á mar abierta: w
" Otocar fué, que gobernó en su infancia
Mejor cjue su hijo Wenceslao barbado,
Que yace en lujuriosa intemperancia. 102
'• Ese Romo (¡ue se halla junto al lado
De ese de noble aspecto, tan derecho.
Murió huyendo, y el lis ha desflorado : 105
"Mírale allá cual se golpea el pecho;
Y al otro, que suspira, y que convierte
Crispada mano, de mejilla en lecho. ios
"Padre y suegro del rey que en mala suerte
Tocó á la Francia, por la torpe vida
De su hijo y rey, se duelen en la muerte. iii
" Y el que ostenta estatura tan fornida,
Y voz aduna al de nariz no escaso.
La cuerda del valor llevó ceñida. 114
"Si rey no hubiera sido tan de paso,
El joven que detrás está sentado,
Bien pasara el valor de vaso en vaso. 117
"De otros hijos, decir tanto no es dado;
Santiago y Federico reinan ora,
Pero el reino mejor no han heredado. 120
" Porque no siempre de raíz creadora
La probidad humana ha retoñado;
Que quien la da, concede al que la implora. 123
336 DIVINA COMEDIA
"De ese nasón el hijo bastardeado,
Cual los del otro que á su lado canta,
A la Pulla y Provenza ha desolado. 126
" Tanto ha degenerado aquella planta,
Cuanto más á Beatriz y á Margarita
Y á Constanza, su muerto esposo encanta. 129
"Ved al rey que vivió vida bendita,
Que sólo está: Enrique es de Inglaterra:
A este su prole en la virtud imita. 132
"Quien más abajo está, tendido en tierra
Mirando arriba, fué el marqués Guillermo,
Por quien Alejandría hace en su guerra, n.^
De Canavese y Monferrato un yermo."
CANTO OCTANO
El crepúsculo vespertino. — El himno délas almas del Purgatorio. — Bajada de dos
ángeles de espadas flamígeras sin punta, para custodiar el valle de las almas. —
Los Poetas bajan al valle para liahlar con las grandes almas en pena. — I'n-
cuentro del Dante con el Juez Niño. — Niño recuerda su vida pasada, y recomienda
su alma á las preces de su hija. — Virgilio explica al Dante el movimiento alter-
nativo de los astros en el hemisferio austral. — Aparición y huida de la serpiente
maligna expulsada por los ángeles. — Diálogo entre el Dante y Conrado Mal.is-
pina en que el segundo hace el elogio del primero y de su familia. — Predicción (le
Malaspina al Dante.
De los tiernos deseos era la hora,
Que al navegante el corazón sugiere
El día del Adiós que rememora; 3
Y al novel peregrino amor le hiere,
Si oye sonar esquila en lo lejano.
Que parece llorar la luz que muere; 6
Cuando sentí el oído como en vano,
Mirando solo una de aquellas almas.
Que atención les pedía con la mano: 9
Uniendo y levantando sus dos palmas,
\^olvió sus ojos fijos al oriente,
Como diciendo á Dios: "-'/Solo tú calmas T 12
Te lucís ante, tan devotamente
De su boca brotó con dulces notas,
Que enajenaron corazón y mente; 15
338 DIVINA COMEDIA
Y dulcemente los demás, devotos,
Siguieron entonando el himno entero,
Mirando las esferas más remotas
— Busca, lector, sentido verdadero
A esta visión de velo trasparente,
Que es fácil traspasar por lo ligero. —
18
21
Vi ejército gentil, que penitente
Después del himno, contemplaba el cielo,
Pálido, y esperando humildemente; 24
Y de lo alto bajar en raudo vuelo
Dos ángeles con fúlgidas espadas.
Sin punta, como en signo de consuelo : 27
Verdes, como las hojas renovadas
Sus alas, y la veste refulgente
Que á su espalda brotaban ventiladas. 30
Uno de ellos bajó por nuestro frente,
Y el otro descendió por parte opuesta,
Quedando en medio la piadosa gente. 33
Vi que era blonda su cabeza enhiesta,
Mas contemplar sus rostros no podía
A su esplendor mi vista contrapuesta. 36
Dijo Sordelo: — "MánJ.alos María
A custodiar el valle amenazado.
Porque se acerca la serpiente impía."
V)
Y yo, que no sabía de que lado.
Interrogué del valle los extremos,
Y me acogí á mi guía, todo helado, 42
EL PURGATORIO -- CANTO VIH 339
— " Ora, aji^rcíjrf) Sordelo,- bajaremos;
Que seréis recil)icios con adrado,
Y con las p^randes sombras hal:)larenios." - i^
Creo que ni tres pasos hube andado,
^' ;'i un espíritu vi (jue parecía
Querer reconocerme con cuidado. 48
VA aire ya la noche ennegrecía,
Pero no tanto, que no fuese dado
Discernir lo que el ojo percibía. 51
El vino á mí; yo me acerqué á su lado:
— ¡Oh, Niño, nol)le juez, cual fué mi gozo
Al no hallarte en el mundo condenado ! — 54
Y después de un saludo cariñoso,
Niño rae preguntó: — "Cuándo has venido
Al pie del monte, por el mar undoso?" 57
— "Oh! — respondí: — Por sitio entristecido,
Esta mañana vine, en primer vida.
Para la otra alcanzar arrepentido." — 60
Niño y Sordelo, mi respuesta oída,
Hacia atrás se volvieron de improviso,
Como acontece á gente desmarrida! 63
Uno mira á Virgilio; otro remiso
Se dirije á un sedente. — •' Sus ! Conrado I
Ven á ver lo que Dios por gracia quiso." — 66
Y vuelto á mí: — "Por el favor preciado
Que á Aquel le debes, que profundo esconde
vSu alto por qué; cuando hayas traspasado 69
340 DIVINA COMEDIA
" El ancho mar, y que te encuentres donde
Mi Juana está, dirás que por mí clame
Allá donde á inocentes se responde! 72
'•Pienso que ya su madre no me ame,
Pues por otra trocó su blanca venda,
Que mísera tal vez tarde reclame. 75
"Y por ella es muy fácil se comprenda.
Lo que en mujeres fuego de amor dura
Cuando el ojo y el tacto no lo encienda. 78
" No le dará tan bella sepultura
El Milanés que en Víbora se acampa,
Cual se la diera el Gallo de Galura." — 81
Así dijo, marcándose en la estampa
r3e su aspecto, su noble y recto celo.
Que al corazón en su medida alampa. 84
Mi vista ansiosa se tornaba al cielo,
Donde los astros, de amplitud decrecen,
Cual rueda junto el eje acorta el vuelo.
Y el guía: — "Á qué tus ojos obedecen?" —
Y yo á él: — "Miro esas tres estrellas
Que más acá del polo resplandecen." —
Y de él á mí: - "Las cuatro luces bellas
Que viste esta mañana, están abajo,
Y ascienden éstas donde estaban ellas." —
Mientras tanto Sordelo á sí le trajo,
Diciendo: —" Mira allá nuestro adversario."-
Y apuntó con el dedo hacia lo bajo.
ÜJ
90
')?>
96
EL PURGATORIO - CANTO VIII 341
A la partt; del valle solitario,
Ouc es sin reparo, una serpiente estaba.
(Que á l^vva tal vez le dio cebo nefario.)
'y)
Kntre yerbas y flores se arrastraba
\'\ mal reptil torciendo la cabeza,
^ lamiéndose el lomo se lavaba. 102
No vi, — decir no puedo con certeza, —
Moverse á los aleones celestiales,
Pero les vi volar con ligereza, — I05
Y de sus alas verdes las señales
Sentí en el aire, huyendo la serpiente,
Y tornar á la vez, volando iguales. ios
La sombra que acudiera prontamente
Al llamado del juez, en el asalto
No dejó de mirarme fijamente. iii
— " Que la luz que te guía á lo más alto
Me dijo, — encuentre suficiente cera
Para que subas hasta el gran resalto! 114
'• Y si quieres noticia verdadera
De Valdemagra y la región vecina,
Dilo, que allí en un tiempo grande fuera. 117
"Me llamaba Conrado Malaspina;
No el antiguo, mas fui su descendiente,
Y el amor á mi prole, aquí se afina." — 120
Y yo: — "Vuestro país no vi presente;
¿Mas cual es en Europa la demora
Que no repita el nombre reverente? 123
342 DIVINA COMEDIA
" La fama vuestra, vuestra raza honora,
Por el pueblo y los nobles aclamada,
Que hasta os conoce quien allí no mora. 126
"Y os juro, — ¡Que así pueda en mi jornada
Subir tan alto! — que á tu digna gente
La ilustrará la bolsa con la espada. 129
" Su natura y su genio providente
Hará que el genio malo no lo aparte
De la senda que sigue rectamente." — 132
Y respondióme: — "Antes que el sol se aparte
Siete veces girando en su trascurso,
Que Aries con cuatro pies monta y comparte, n5
"Será loado tu cortés discurso,
Y quedará clavado en tu cabeza.
Si el juicio divinal no cambia curso, i.w
"Con más seguros clavos y fijeza." —
CANTO xNOVENO
Al venir el día, el Poeta st; adormece y sueña que un águila lo levanta á la regi<Sn
del fuego. — Durante el sueño, Lucía lo trasporta dormido al tercer rellano de
la montaña. — V'^irgilio le muestra la puerta del Purgatorio custodiada por un
ángel. — El portero celestial permítela entrada á los dos Poetas y con una espada
resplandeciente graba en la frente del Dante siete PP, símbolo de los siete
pecados capitales, qus deben borrarse sucesivamente al ascender los círculos
del Purgatorio. — K\ ángel abre las puertas del Purgatorio con las llaves místi-
cas, una de oro y otra de plata, y deja penetrar en sus antros á los dos Poetas,
con prohibición de mirar hacia atrás.
Del anciano Thyton la concubina
Ya asomaba al extremo del oriente,
Al salir de sus brazos, blanquecina, 3
Con gemas que lucían en su frente,
De aquel frío animal en la figura
Que con la cola hiere humana gente. 6
Dos pasos daba allí la noche oscura.
Replegando al tercero lentamente
Sus alas, inclinadas de la altura; 9
Y yo, de Adam humano descendiente.
Me recliné con sueño y con quebranto.
Sentándonos los cinco juntam.ente. 12
Era la hora del quejoso canto
Que en la mañana da la golondrina,
Quizá en memoria del pasado llanto ; 15
344 DIVINA COMEDIA
En que libre la mente peregrina,
Su carne olvida y con el alma piensa,
Contemplando visión cuasi divina; is
Y en sueños, parecióme ver suspensa
Con plumas de oro, un águila en el cielo.
Con ala abierta y de mirada intensa. 21
Soñaba estar sobre aquel mismo suelo
En donde Ganimedes fué arrojado,
Y arrebatado al sumo en raudo vuelo. 24
Yo pensaba, que sitio acostumbrado
Del águila sería, en su despego
De ejercitar sus garras de otro lado. 27
Después me pareció, que en insosiego
Terrible cual relámpago venía,
Y me llevaba á la región del fuego, 30
Y que con ella arder, me parecía;
Y entonces, el incendio imaginado,
El agitado sueño al fin rompía. 33
No de otro modo, Aquiles despertado
Volvió sus ojos con inquieto giro
Al verse á extraño sitio trasportado, 36
Cuando del lado de Quirón, á Scyro
Su madre le llevó, en donde fuera
Por los griegos sacado del retiro. 39
Así también mi ser se estremeciera,
Huyendo el sueño, y pálido cual muerto,
Por el espanto, helado me sintiera. 42
i:l ri'KCAroRio - canto ix ."^45
Al lado estaba mi ^iiarclián experto:
^ a dos horas el sol, subido había,
^ in¡ rostro miraba el mar al)ierto. 45
— "No temas nada, dijo mi buen ^uía, --
Memos venido al punto deseado:
No restrinjas, dilata tu energía. 48
"Al fin, al Purjj^atorio has alcanzado:
Míralo de altas rocas defendido,
Y ve la brecha de su entrada al lado. 51
" El alba había el cielo aclarecido,
Y el alma tuya, dentro tí dormía.
Con tu cuerpo entre flores extendido; 54
"Cuando dijo una santa: — ''Soy Lucía:
Déjame levantar á ese dormido
Para ayudarle en su cansada vía.'' — 57
— "Las tres sombras allá se han detenido. —
Ella te trajo al despuntar el día,
Y subiendo, sus huellas he seguido. 60
"Sus bellos ojos en que amor lucía
Me señalaron esa brecha abierta,
Y tu sueño se fué, cuando partía." — 6?
Como quien en sí mismo á ver no acierta
Y que cambia en confianza su pavura
Cuando al fin la verdad ve descubierta; 66
Tal cambié yo, pasando la amargura.
— Mi guía entonces traspasó el cercado
Y yo seguí tras él hacia la altura. — 69
346 DIVINA COMEDIA
— Lector, bien ves que el tono he levantado
De mi asunto, y así, con mayor arte,
No extrañes lo mantenga reforzado. —
72
Presurosos, llegamos á la parte
Do el recinto mostraba una abertura,
Como la brecha que muralla parte. 75
Vi una puerta y tres gradas á su altura:
De diverso color cada una era,
Y un guardián silencioso en la estrechura. 78
Y como mi ojo, más y más se abriera,
Le vi sentado en grado soberano
Con rostro que mi vista encegueciera.
81
Empuñaba una espada en una mano,
Que en nosotros sus rayos reflejara.
De modo, que mirarla quise en vano 84
— "A qué venís aquí? — nos preguntara —
— Quién encamina vuestra marcha incierta?
Guau que no os cueste la venida cara!" 87
— "Mujer del cielo que nos guarda alerta, —
— Repuso el guía, — aquí nos ha enviado,
Diciendo: — Id á donde está la puerta^ — 90
" Que vuestro paso sea afortunado.
— Cortés nos dijo el celestial portero: —
— Podéis subir hasta el más alto grado.*' 93
Más cerca, vi que el escalón primero
Era de mármol blanco, y su tersura
Tal, que era espejo de mi cuerpo entero; 'A;
EL rURC.ATOKKí — CANTO IX 347
^ el scjj^undo, de piculra más oscura,
Kn ancho y largo de hendiduras llena,
Y de color rojizo en su tintura; */;
Y que el tercero, que el conjunto ordena,
Pórfido parecía, tan flamante
Como sangre que brota de la vena. 102
Con sus plantas sobre este, dominante
Estaba el ángel, al umbral sentado,
Que parecióme piedra de diamante. i05
Con buena voluntad, de grado en grado
Llevóme el guía, y dijo: "Solicita
Con humildad, corra el cerrojo echado." — io:s
Yo me postré ante la faz bendita.
Pedí misericordia y que me abriera,
Persignando tres veces faz contrita. iii
Siete PP en mi frente describiera
La punta de su espada, y luego: — "Lava
Estas llagas, adentro" — me dijera. 11+
Ceniza ó tierra seca que se cave
Mostraba en el color de su indumento,
Y de él extrajo entonces doble llave. 117
Una era de oro, la otra era de argento:
Con la blanca, después con la dorada,
Tocó la puerta con mi gran contento. 120
— " Cuando una llave está desarreglada.
No puede hacer girar la cerradura;
— Dijo, — y la puerta queda bien cerrada. 123
348 DIVINA COMEDIA
" Es más precisa la una y más segura,
Pero la otra requiere más prudencia,
Porque desata el nudo con blandura. 126
"Pedro me dijo al darlas: Ten conciencia
Que es inejor ptierta abierta que cerrada
Si e¿ pecador se postra en penite7tcia. " -- 129
Abrió luego la puerta consagrada
Diciéndonos: — "Tened bien entendido,
Que vuelve, el que echa atrás una mirada." i?2
Crujió la puerta con terrible ruido
Sobre los quicios del dintel sagrado,
Produciendo metálico sonido, I35
Cual no crujió el portón nunca violado.
Que en Tarpeya guardaba el gran tesoro
De que fué el buen Mételo despojado.
138
Pensé escuchar después canto sonoro,
Y música que al canto se mezclaba,
Y del Te detun latidaimis dulce coro; i4i
Y evocando el recuerdo, imaginaba,
Oir como en la tierra, vagamente.
El órgano que al canto acompañaba 144
Sin percibir las voces claramente.
(JANTO J)K0IMO
Los (los Poetas penetran al Purgatorio por una senda tortuosa cavada t^n la pie-
dra. — Suben al primer rellano que contornea la montaña á modo de comiza,
— En su tránsito admiran, entallados en mármol con arte divino, varios ejem-
plos de humildad: — la Virgen María saludada por el ángel Gabriel; David
bailando ante el Arca; Trajano escuchando el ruego de una desgraciada viu-
da.— Vienen á ellos multitud de almas que expían el pecado de la soberbia,
doblegados bajo enormes pesos que llevan sobre su espalda.
Traspasado el umbral de aquella puerta.
Que por culpa del alma es desusada,
Porque hace ver derecha vía tuerta, 3
Por el ruido sentí que era cerrada.
— ¡De haber tornado el ojo á la salida,
Que excusa á la sentencia fuera dada! — 6
Allí, subimos una roca hendida,
Que serpenteando luego se reparte,
Cual ola por dos fuerzas combatida. 9
— "Aquí conviene usar de tino y arte,
— Dijo el Maestro: — bueno es inclinarse,
Ya de una parte, ya de la otra parte." — 12
Esto hacía la marcha dilatarse;
Y el disco de la luna, ya menguante,
En su lecho empezaba á recostarse, 15
24
350 DIVINA COMEDIA
Y el barranco seguía hacia adelante ;
Hasta que al fin pisamos suelo abierto,
Del monte en un rellano circundante. I8
Yo fatigado, y uno y otro incierto
Del camino, paramos en un llano,
Más solo que una senda del desierto; 21
Desde la orilla confinante al vano,
Hasta el pie de la roca, mediria
Tres veces el largor del cuerpo humano: 24
Kn cuanto mi ojo allí volar podía
De la comiza al uno y otro flanco.
De la misma extensión me parecía. 27
Inmóviles, sin dar siquiera un tranco,
Noté que en su contorno la subida
Era todo de un mármol puro y blanco, 30
Sin presentar en su extensión salida;
Con relieves, — mas no de Palicleto, —
Que por ellos, natura era vencida. 33
El ángel, nuncio del pascual decreto
De la paz,^ que á la tierra que lloraba
Abrió el cerrado cielo con afecto, ^6
Su celestial imagen nos mostraba.
Con tal verdad, con expresión tan suave.
Que su boca en el mármol palpitaba, 39
Como si fuese á pronunciar el Ave;
Y la pura y sin mancha estaba al lado,
Que del divino amor tiene la llave, u
EL PURGATORIO — CANTO X 351
Y en sus labios tenía modelado
VA Eccc Ancilla Dei, tan propiamente,
Cual en cera se ve sello estampado. 45
— "No mires hacia un lado solamente" —
— Dijo el sabio que al lado me tenía
Fin donde el corazón tiene la gente. — 48
Y al apartar los ojos de María,
Mcás allcá de su imagen, donde estaba
El que mi incierto paso dirigía, si
Otra historia la roca presentaba.
Que me hizo adelantar con más presura
Donde mejor la vista dilataba; 54
Y contemplé en el mármol la escultura,
Del carro con sus bueyes y arca santa,
Que hacer lo que es de Dios, castigo augura. 57
Formado en siete coros se adelanta *
Toda la gente; y con sentido intenso,
Trepido entre si canta ó si no canta. 60
Creía ver las nubes del incienso,
Y aun su olor en los aires percibía,
Sin dar al Sí ni al No, seguro ascenso. 63
Aquel bendito vaso, precedía
Con humildad bailando, el gran Salmista,
Que más que rey y menos parecía. 66
A su frente, clavándole la vista,
Micol desde un palacio le admiraba
Como la esposa á quien despecho atrista. 69
352 DIVINA COMEDIA
Moví mi pie del punto en que me hallaba.
Para observar de cerca nueva historia,
Que en blanco, tras Micol se diseñaba. 72
Allí estaba historiado en su alta gloria
El valor de aquel príncipe romano
Que á Gregorio inspiró su gran victoria. i!^
Me refiero á la imagen de Trajano,
Con una viuda asida de su freno,
Bañando con sus lágrimas su mano. i^
En torno suyo todo estaba lleno
De caballeros, y águila dorada
A sus banderas daba vuelo pleno ; 81
Y la infeliz, por el tropel cercada
Parecía decir: — ^^ Señor, venganza!
Mi hijo está muerto I estoy desamparada /" 84
Y que él responde: — ^^ Guarda la esperanza
Hasta mi vuelta.'' — Y que ella: — '-'Señor mío! —
— Dice: — El dolor apura la tardanza, .. 87
" Y si no vuelves)'' — Y él: — " Un hijo mío
Te la dará." — Y que ella: — '-'Qué te tiene?
Bien de otro no aprovecha en su desvio!" — ';o
Y que él replica: — '-'Alienta! que conviene
Qtie á cumplir 7ni deber, presto me mueva!
Justicia manda, si piedad retiene" — 93
Aquel, que no conoce cosa nueva.
Esculpió esta palabra viva y clara.
Que cosa mundanal en sí no lleva. %
i:l purgatorio -canto x 353
Mientras en contemplar me deleitaba
De tantas humildades el retrazo,
Y (jue á su grande artífice admiraba; 99
— " \^iene hacia aquí, pero con tardo paso,
— Murmuraba el Poeta, — mucha gente.
Que hasta la altura nos endilgue acaso. " 102
Y mi ojo que anheloso é impaciente,
A contemplar lo nuevo era llamado,
Volvióse hacia lo nuevo prontamente. 105
No quisiera, lector, que desmayado
Vuelvas del buen propósito, si cuento
Como hace Dios pagar al que ha pecado. 108
No cuides de la forma del tormento :
Piensa en lo que vendrá, que toda pena
Tiene al juicio final su fijamento. iii
Yo comencé: — "Mi vista se enajena,
Al ver adelantar esas visiones.
Que personas no son de forma plena." — lu
Y él á mí: -"Las severas condiciones
De su tormento, las inclina al suelo,
Tanto que ver no puedes sus facciones. 117
" Pero contempla con mayor anhelo
Ese que va de piedras recargado;
En él verás de los demás el duelo. " — 120
— Oh! soberbio cristiano, desgraciado.
Que con la vista y con la mente insana,
Vas hacia atrás con paso trastornado! 123
354 DIVINA COMEDIA
Piensa has nacido en g-usanera humana,
Para formar la mariposa angélica,
Que vuela á la justicia soberana! 126
Por qué alzas gallo de soberbia excéptica,
Cuasi insecto sumido en podredumbre,
Abortado con forma cadavérica? — 129
Cual por sostén de vigas ó techumbre
Como soporte, vése una figura
Agobiada por tanta pesadumbre, 132
Que al que la mira causa pesadura,
Así también sentí mi alma afligida
Al mirar de las sombras la tortura. 135
Más ó menos cada una contraída,
Según la espalda el peso le recarga,
Llora la grey paciente y dolorida, i38
Cual clamando : — A^¿? ptiedo con la carga/
CANTO L'NDFAÜMO
Paráfrasis (kl Pater Noster de. los orgullosos <lfl Purgatorio. — Obligación de
rezar por los difuntos. — Un penitonte. indica á los Poetas el camino que deben
seguir. — Confesión de Humberto, conde de Santa Fiori. — Coloquio entre el
Poeta y Oderizo de Gubio, sobre la pintura y las letras, y sobre la vanidad
de la fama mundanal. — El provenzal Salvano que purga el pecado de la
soberbia, dispensado de la espera por un acto de ;ibntgíici.')n. — Alusión al
destino futuro del Poeta.
— "Padre nuestro que te hallas en el cielo,
No circunscrito, pues tu amor benigno
En lo infinito se difunde al suelo. 3
" Sea alabado tu poder divino
Y tu nombre, por toda tu criatura,
Que grata te tributa, incienso digno. 6
"Venga en paz el tu reino de ventura,
Porque si de tu seno no desciende,
No alcanzaremos solos tanta altura. 9
"Tu voluntad que el sacrificio enciende
Y tus ángeles cantan en su Hosanna,
Se haga en la tierra que tu amor comprende. 12
" Danos del pan la gracia cotidiana,
Porque sin ella en árido desierto
Marcha hacia atrás aquel que más se afana. 15
356 DIVINA COxMEDIA
" Y así cual perdonamos de concierto
Recíprocos agravios, tú perdona
Las culpas del humano desacierto. is
"Nuestra virtud que débil se abandona,
Del enemigo guarda y del pecado,
Y líbranos del mal que nos baldona. 21
" Esta última plegaria. Padre amado,
No es por nosotros; son nuestros clamores
Por los que allá en el mundo se han quedado." — 24
Así oran por nosotros pecadores
Las sombras con sus cargas vacilando,
Cual soñamos en sueños opresores. 27
Su peso desigual sobrellevando.
Recorren fatigadas la comiza,
La niebla mundanal purificando. 30
Si el ruego por nosotros se eterniza
Allí, ¿qué debe el hombre en este suelo
Hacer, si con las penas simpatiza? 33
Debe ayudar al triste en desconsuelo
A que las manchas de la vida lave,
Y suba puro al estrellado cielo. 36
— " Que piadosa justicia desagrave
Vuestras almas subiendo prontamente,
J^n alas del deseo como el ave! 39
" Decidme de (jué lado la pendiente
Rs más corta, y si hay otra, aunque más larga,
Y por donde es mejor la descendiente; 42
EL PURGATORIO — CANTO XI 357
'* Ponjue este compañero, con la carga
De la carne de Adam está vestido,
Y aiinciuc animoso, el peso el paso embarca " — 45
Cuando hubo estas palabras proferido
El buen Maestro tras del cual yo iba,
Un acento que me era conocido, 4h
Respondió : — " Por la diestra de la riba
Seguid, y encontraréis una bajada
Que pueda transitar persona viva. 51
'Si no fuera esta carga tan pesada
Que la cerviz abate de mi sombra
Con la faz por los suelos arrastrada, 54
" A ese que vive aún y no se nombra,
Mirara, por saber si es conocido,
Y moverle á piedad si es que se asombra. 57
f ■
"Latino, de un gran Tosco fui nacido:
Guillermo Aldobrandesqui es mi ascendiente:
— No sé si el nombre suyo, habréis oído. — 60
" La sangre antigua y gloria permanente
De mis mayores, criaron la arrogancia
Que á la madre común niega demente. 63
"Los hombres desprecié con tal jactancia,
Que por ello morí, cual sabe Siena,
Y sabe en Campagnati hasta la infancia. 66
"Humberto soy, y lo que más me apena,
Que mi orgullo á los míos ha perdido,
Y por mí sufren mal, y sufren pena. 69
358 DIVINA COMEDIA
" Por aplacar á Dios, llevo dolido
Este peso, las culpas compurgando
En muerte, que en la vida he cometido." — 72
Yo bajé la cabeza, esto escuchando,
Y uno de ellos, (no el otro que me hablaba),
Volvióse á mí, su peso soportando ; 75
Y al verme, conocióme, y me llamaba,
En mí fijando su ojo atribulado.
Mientras que con los otros se arrastraba. 7s
— "Oderizo, — le dije, — te has llamado,
La prez de Agudio, honor de la pintura,
Que se llama en París iluminado ? " ¿i
Y él á mí: — -'Vale más la miniatura
De Franco Bolones; yo no he subido
Sino en parte, de honor á tanta altura. 84
•* No habría en vida tan cortés yo sido
Para con él, pues excederle ansiaba
Por el amor del arte que en mí ardía. 87
" De tal soberbia, éste el castigo ha sido;
Y ni alcanzara pena congojosa
Si en tiempo no me hubiese arrepentido. ;o
" Oh, gloria vana, de la humana cosa!
Cuan poco el verde de tu planta dura
Cuando el tiempo no la hace vigorosa! 93
" Cimabué se glorió de la pintura
El campo mantener: — Giotto ha venido,
Y su fama so ha vuelto sombra oscura. x>
EL PURGATORIO — CANTO XI 359
**Así arrebata el uno al otro Guido,
La gloria de la lengua: viene breve
Quien á los dos espantará del nido. 99
"Es el rumor mundano soplo leve
Que de una y otra parte lleva el viento,
Que nombre cambia al paso que se mueve. 102
'• Será mayor tu fama en el momento
Que te despojes de la carne vieja,
lín vez de balbucear pueril acento ? ios
"En mil años — si Dios mueve la ceja, —
Ante la eternidad su corto espacio
A una vuelta del mundo se asemeja. ios
" Ese que en su camino va despacio.
De su nombre Toscana estaba henchido,
Que ni en Siena resuena en su palacio, iii
"Donde era el amo cuando fué destruida
Por Florentina rabia, tan superba
Entonces, y al presente prostituida. lu
" Vuestro renombre, es cual color de hierba,
Que ora viene, se va, se descolora,
Y marchita el que tierna la preserva." — 117
Yo exclamé: — "Tu palabra en mí atesora
Saludable humildad, y más me afano;
Mas ¿quién es ese que te hablaba ahora?" — 120
"Ese es, — repuso, — el Provenzal Salvano
Y aquí se halla por ser muy presuntuoso,
Que á Siena pretendió tener en mano. 123
360 DIVINA COMEDIA
" Así se va arrastrando sin reposo
Desde su muerte: tal es el presente
Que da el cielo á quien peca de ambiciones." — 126
Y yo; — "¿Cómo el que tarde se arrepiente
Cuando el término llega de la vida
Queda abajo como alma penitente, 129
"Si no es por la plegaria socorrida,
Por todo el tiempo que en el mundo ha estado,
A este ha sido acordada la subida? 132
— "Es — dijo que en la gloria de su estado
Por propia voluntad, un día en Siena,
Mostróse humildemente arrodillado, 135
" Por rescatar de la cautiva pena
A un amigo en la Francia aprisionado,
Y su sangre vibró de vena en vena. 138
"No diré más: si oscuramente he hablado
Más tarde, por los tuyos explicada
La palabra será que has escuchado. i4i
" Por tal obra ha venido á esta morada."
CANTO DUODKOniO
Los Poetas siguen su camino por el borde del circuito y Virgilio hace notar al
Dante los ejemplos famosos de soberbia castigada, diseñados en el suelo. —
A la llora del m«',<l¡o dia, aparece un ángel luminoso que les indica el camino
de la subida y que con su ala borra una de las siete PP de la frente del
Dante, — Los Poetas suben |)or una áspera escalera, y al penetrar al recinto
superior, oyen palabras de vida y de esperanza desconocidas en el infierno. —
El Dante se siente más ligero para continuar su fatigosa marcha, y Virgilio le
hace saber que la subida le será más fácil á medida que se vayan borrando
de su frente las manchas del pecado. — El Dante lleva entonces la mano á su
frente y advierte que de las siete PP estampadas por la llave del ángel de la
entrada, sólo quedaban seis.
Como bueyes al par bajo de un yugo,
Iba yo con la sombra recargada,
Hasta que al dulce guía decir plugo: 3
— "Deja sufrir esa alma tormentada;
Cada cual debe aquí con vela y remo.
Su barca dirigir bien gobernada." — 6
Alzé la frente con esfuerzo extremo;
Pero mi alma hacia abajo se inclinaba
Por pensamiento de humildad, supremo. 9
Con voluntad mis pies encaminaba
Kn pos del guía, con mayor anhelo,
Y cada cual su paso apresuraba ; 12
Cuando de pronto dijo: — "Mira al suelo,
Pues el camino te será más grato
Al ver lo que tú pisas sin recelo." — l';
362 DIVINA COMEDIA
Cual por memoria, con piadoso boato
En losa sepulcral, sobre los muertos
A flor de tierra, pónese el retrato.
18
Que hace llorar sobre los huesos yertos,
Despertando doliente remembranza,
Donde propicios ruegos son ofertos; 21
Otras efigies vi de más semblanza
Al borde del camino, figuradas
En cuanto el monte por su falda avanza. 24
La más noble criatura de las creadas
Miré, desde los cielos despedida
Como rayo, por manos irritadas. 27
Vi al Briareo con mortal herida,
Por el rayo celeste fialminado,.
Y su gran bulto, convertido en hielo; 30
Y á Palas y á Timbreo, y Marte armado,
Ver con Jove los miembros palpitantes
De titanes, en campo ensangrentado. 33
Y vi al Nemrod con ojos delirantes
De su obra al pie, mirar las locas gentes,
En Sennaar soberbios cooperantes. 36
Oh Niobe! qué miradas tan dolientes
Tuyas vi, figuradas en la estrada.
Entres dos sietes hijos fallecientes!
30
Oh Saúl! traspasado con tu espada,
Tu cuerpo muerto en Gelbué yacía,
Hoy montaña sin lluvia y desolada! 42
EL lURGATíJRIU - CANTO XII 303
Olí, loca Ara^nc! cual mci parecía
\'erte ya media araña, contristada
Por tu propia labor y tu osadía! 45
Oh, Roboan! tu imagen cincelada
Ya no amenaza: llena de aspaviento
vSe ve como en tu carro se mostraba! 4«
Representaba el duro pavimento,
Como Almeon tan caro hacer pagaba
A su madre el fatídico ornamento. 5i
Allí á Senaquerib se figuraba
Por su prole en el templo asesinado,
Y como, muerto, allí lo abandonaba. 54
El crudo ejemplo estaba allí estampado,
Cuando á Cyro, Tamyris le dijera:
Toma más sangre si no estás saciado! 57
De los Asirios la legión que huyera,
Veíase, con Holofernes muerto,
X las reliquias de su hueste fiera. 60
Tus cenizas, ¡oh Ilion! cual polvo yerto,
Y abyección y vileza á que has bajado,
Mostrábase con signo no encubierto. 63,
¿Qué pincel, qué buril sería osado
A retrazar las sombras y motivos
Que el genio más sutil haya admirado? 66
Muertos, los muertos, y los vivos, vivos:
Nadie lo vio cual yo, tan verdadero.
Cual yo lo vi, con ojos reflexivos 69
364 niVINA COMEDIA
— Ora tu ojo levanta, tú altanero
Hijo de Eva: no bajes la mirada
Para advertir que llevas mal sendero! — 72
Prosiguiendo del monte la jornada,
El sol la suya en tanto recorría
Sin ser por nuestra mente calculada ; 75
Cuando aquel que mis pasos precedía,
Exclamó de repente: — "Alza la testa:
No es caso de seguir marcha tardía. 78
" Contempla ese ángel que á llegar se apresta
A nuestro encuentro : mira como torna
Del servicio del sol la sierva sexta.
81
" De reverencia tu semblante adorna,
Porque grato te lleve hasta la altura;
Pues un día como este, no retorna." —
84
Comprendí del consejo la cordura.
De tiempo no perder, pues no era aquella
Materia que á mi mente fuese oscura. 87
A mí venía, la criatura bella
Con un blanco ropaje, y parecía
Su rostro ser cual matutina estrella. 90
Los brazos y las alas extendía,
Al decirnos: — "Subid por esas gradas
Que os llevarán por accesible vía." — 93
Oh, voces pocas veces escuchadas I
¿Por qué los hombres á subir nacidos
Dejan caer sus almas amenguadas? 96
EL PURGATORIO — CANTO XII 365
Nos mostró los peldaños derruidos,
Y con el aln me tocó hi frente,
Buen auc^urio de pasos prevenidos. 99
Como á diestra, subiendo la pendiente
Se percibe la iglesia que domina
A la buena ciudad cerca del puente, 102
Y al subir Rubaconte más se inclina
Por las escalas hechas, cuando estaba
Seguro el libro, sin la fraude indigna; 105
Así también la roca se aplanaba
Al conducir sin pena á otros girones,
Que el uno y otro lado limitaban. ios
A tiempo de llegar á estas regiones,
Beati paiíperes spiritti, cantaban.
Voces llenas de dulces emociones. iii
Cuan diversas de aquellas que sonaban
En el Infierno ! que tan dulce canto
Con los fieros lamentos contrastaban! ii4
Los escalones remontaba en tanto,
Y al subir, más liviano me sentía,
Cuando en el llano me cansaba tanto. 117
— "Qué cosa es esta, — pregunté á mi guía^ —
Que me alivia de un peso, en tal manera,
Que ya no siento la fatiga mía? — 120
— " Cuando las PP que el ángel te imprimiera,
— Repuso, — y de que guardas las señales,
Se borren, — que una ya despareciera, — 123
25
^^^ DIVINA COMEDIA
"Movido por tus fuerzas corporales,
La voluntad te alentará en la empresa,
Gozando en las fatigas naturales." —
Cual quien lleva una cosa en su cabeza
Que no sospecha, presa es de la duda,
Al ver señales que otro le endereza,
Y con el tacto su sentido ayuda,
Y busca y halla, y mano socorrida
Hace que á la visión incierta acuda,
Así la diestra levanté extendida,
Y hallé de siete PP una borrada,
Que por la llave fuérame imprimida;
Y Virgilio sonreía en su mirada.
126
129
132
135
(JANTO DECLMOTEKCJ'JUO
Sul)rn los Poetas al segundo circuid dfl Purgatorio dondi: se expia el p<;ca<lo de
la envidia. — Los pt'nitentes van virstidos con un silicio, y los ojos cosidos con
hilos de hierro. — Espíritus invisibles cruzan volan<lo i;l aire, y dan voces que
recuerdan á los envidiosos, cji-mpios de amor y de caridad en pro del prójimo.
— VA Dante es interpelado por una mujer de Siena, llamada Sapia, quií se con-
fiesa culpable por haber rogado por la desgracia <le su patria. — El Dante se
confiesa á sí mismo como propenso á la envidia y á la cólera, y promete á
Sapia recomendarla á sus conciudadanos, á c|uienes califica duramente.
Llegamos de la escala hasta la cima
Donde otra vez hasta el monte se replega,
Y donde el alma mala se sublima. ^
A otra comiza en cerco allí se llega,
A manera que lo era la pasada,
Pero en arco menor, se cierra y plega. 6
De imágenes ó señas despojada,
Con lívido color aparecía
La dura roca al largo de la estrada 9
— " Si esperamos aquí que llegue un guía,
— Reflexionó el Poeta, — ciertamente.
Muy tarde encontraremos nuestra vía." — 12
Miró al Sol en seguida, fijamente,
Giró á su diestra sobre fijo centro,
Y á la izquierda volvióse prontamente. 15
— "Oh dulce luz! en que confiado entro,
Que á los nuevos caminos nos induces,
— Exclamó, y nos guías aquí adentro! I8
368 DIVINA COMEDIA
"TÚ calientas y alumbras con tus luces,
Y si contraria causa no nos tienta
Siempre con tus fulgores nos conduces!" — 21
Cuando una milla, por humana cuenta.
Hubimos del camino recorrido,
Con ágil paso y voluntad contenta, 24
En los aires sentimos un volido
De invisibles espíritus, llamando
A la mesa de amor dulce sonido. 27
La voz primera que pasó volando,
Vinum non habent, dijo con voz clara,
Y á lo lejos sus voces reiterando. 30
Y antes que el eco blando se apagara.
Otra exclamó á lo lejos: — "Soy Oreste!" —
Sin que tampoco el vuelo se fijara. 33
Al Padre pregunté: — "¿Qué acento es este?"
— Y al preguntar, clamó una voz tercera
— " Amad al e^teinigo atinque os moleste, " — 36
Y el Maestro: — "Se purga en esta esfera
La culpa de la envidia, que fustiga
Con látigo de amor mano severa: 39
"Blanda es aquí la brida que los liga;
Y pienso lo has de ver, según colijo,
Antes que el paso del perdón subsiga. 42
"Pero ten en el aire el ojo fijo,
Y verás muchas sombras por delante
Sentadas todas en su afán prolijo." — 45
iL riKí.ATOKio — CANTO XIII 369
Abrí mejor los ojos, y anhelante
vSombras vi, (|ue vestían sendos mantos
De un color .í la piedra semejante. 48
Y oí clamar entre angustiosos llantos:
— "Ora María, por nosotros ora!
Y á Pedro y á Miguel! todos los Santos!" — 5i
No pienso que haya un alma pecadora
Que al mirar estas penas, no sintiera
De compasión la espina punzadora. 54
Cuando más cerca de ellos estuviera,
Ya tuve de cada uno claro indicio,
Y gran dolor mis ojos exprimiera. 57
Cubiertos todos con un vil silicio,
Los unos á los otros adosados,
Contra el muro sufrían el suplicio, 60
Tal los ciegos, en fiestas consagradas,
Demandan la limosna compungidos.
Sus cabezas en grupo amontonadas, 63
Para excitar la compasión, dolidos.
Agregando á la queja pronunciada
La vista que penetra en los oídos. 66
La luz tienen los ciegos apagada:
Y así á estas sombras en su noche oscura
De los cielos la luz está negada. 69
Hilo de hierro fora cual costura
Sus párpados, á modo que al salvaje
Gavilán que se doma en su bravura. 72
370 DIVINA COMEDIA
Me parecía cometer ultraje
Al mirarlos sin ser por ellos visto,
Y acudí de mi sabio al arbitraje.
75
Bien mí pensar había él entrevisto,
Y anticipando el juicio á la demanda,
Dijo: — ''Puedes hablar; mas cauto y listo." — 78
Virgilio caminaba por la banda
De la comiza, el riesgo desafiando
Porque ningún reparo la enguirlanda. si
A otro lado las sombras van penando,
Cosidas con su bárbara costura,
De lágrimas sus pechos inundando; 84
Y yo así les hablé: — "Gente, segura
De ver de lo alto la eternal lucencia,
Que vuestro anhelo con ardor procura! s7
"Que la gracia disipe en la conciencia
Las espumas, y corra puro y claro
Como un río, la noble inteligencia! 9o
"Mas decid por favor, que me es muy caro,
¿Hay en esta mansión alma italiana
A quien tal vez pudiera dar amparo?" — 9i
— "Oh hermano, acjuí cada alma es ciudadana
De una vera ciudad. Yo pensaría
Buscas tú, peregrina alma italiana." — 96
Me pareció que aquella voz venía
No lejos del lugar en (]ue me hallaba,
Y adelanté por si mejor oía. «/í
EL PURGATORIO — CANTO XIII 371
l'n alm.'i vi i\uc. entre otras esperal)a,
Sci^iin ¡)()r su actitud lo coligiera,
Pues cual ciego su barba levantaba. 102
— Espíritu que sufres y (jue espera,
— Le dije, — si á mi ruego has respondido,
Dime tu nombre y cuál tu patria era." — 105
Y respondióme: — "Yo Sienesa he sido,
Y aquí purgo con otros mala vida,
Clamando al que perdona al afligido. ios
"Sapia me llamaban, mas perdida
La razón, no fui sabia, y en los daños
De los demás gozéme sin medida; iii
'■Y no imagines que te cuento engaños:
Oye y verás cual fuera mi insania
Al descender el arco de mis años. 114
"Los ciudadanos de la patria mía
En Colle á sus contrarios contrastando,
Yo su derrota al cielo le pedía. 117
"Y Dios me oyó, sus huestes debelando
En hora amarga; y yo me complacía
Con alegría sin igual gozando. 120
" Y desafiando al cielo me engreía
Gritando á Dios: — ^'JJe tí nada yo temo!
Como hace el mirlo en bonancible día. 123
" Volvime á Dios en el momento extremo,
Y en paz con él, no habría yo alcanzado
De penitencia este lugar postremo, 126
372 DIVINA COMEDIA
"Si no me hubiese pío recordado
Pier Pettignano en santas oraciones,
Quien con su caridad me ha rescatado. 129
"Mas tú quién eres di, que tus razones
Respiran al hablar con ojo abierto,
E inquieren nuestras tristes condiciones?" — 132
— " Mi ojo será cosido cuando muerto;
Pero por poco tiempo, pues la envidia,
— Dije, — poco sentí, y esto es lo cierto. 135
" De más grande terror siente la insidia.
Mi alma allá abajo, y temo dolorido.
De otro tormento la pesada lidia." — i38
La sombra : — " Quién aquí te ha conducido ?
Piensas tornar á donde estabas antes?" —
Y yo: — "Ese que no habla me ha traído; i4i
"Y un vivo soy: son cortos mis instantes:
Dime cuál quieres que en el mundo mueva
En tu favor mis plantas vacilantes." — 144
Y ella á mí: — "Lo que escucho es cosa nueva,
Y es señal de que Dios te es favorable.
¡Tu plegaria que á Dios por mí conmueva! 147
"Yo te suplico por lo más amable.
Que á los míos, si pisas la Toscana,
Recomiendes mi fama miserable. 150
" Tú los verás entre la gente vana
Que espera en Talamone, y que cual antes
Perderá la esperanza de su Diana; 153
"Pero más perderán los almirantes."
(,!ANTO DKOIMOOÜAKTO
CoiUinu.ui<')u iK- l.i j;ira fii <1 rii rulo (K; los envidiosos. — Pn-jíuiituflo r\ l'o«tta (luien
es y de donde viene, contesta indicando las inárgtínes del Arno. — Con tal niotivo,
Guido Duca dirijft' invectivas contra las costumbres <le algunos pueblos del valle
del Amo, y predice á su compañero Rinier de Calboli las atrocidades de su nieto.
— Kn sejruida, al declarar su nombre, lamenta la degeneración de la Romana,
recordando algunos nombres ilustres de su tiempo. — Dos nuevas voces resuenan
en el aire á manera de trueno, ad virtiendo los castigos que sufren los envidiosos. —
Virgilio deplora las pasiones desenfrenadas de; la humanidad.
— " Quién es aquel que en nuestro monte gira
Sin que la muerte le haya dado el vuelo,
Que el ojo mueve y como quiere mira?" — 3
— "No lo sé, pero viene acompañado;
Pregunta tú que estás más allegada.
Invitándole á hablar con buen agrado." — 6
Dos almas, la una á la o^^ra recostada.
Así hablaban de mí por diestra mano,
Y una me habló con frente levantada: 9
— '' Oh tú, que vienes con tu cuerpo humano,
Y vas subiendo á la región del cielo.
Consuélanos con habla de cristiano. 12
" Quién eres ? cómo vienes desde el suelo ?
Nos maravilla la suprema gracia
Nunca alcanzada por mortal anhelo." — 15
— "En la Toscana, — díjeles, — se espacia
Un riachuelo que nace en Falterona,
Y en cien millas de curso no se sacia. is
374 DIVIXA COMEDIA
De sus márgenes viene mi persona :
Decir quien soy sería hablar en vano,
Que el nombre mío poco se pregona."
— "Según tu encarnación de ser humano,
Entiendo que has nacido, — me responde
El primero, — del Arno muy cercano." -
Y el otro: — "Si otro nombre corresponde
A otro río. Por qué su nombre oculta
Como terrible cosa que se esconde?" —
Y la una y la otra sombra se consulta,
Y una dijo:— "No sé; pero es condigno.
Perezca un nombre que á la tierra insulta!
21
24
27
30
" Desde el principio, en medio al Apenino,
(De que es Peloro monte destacado,
Que de abundantes aguas lleva signo) 33
"Hasta que al mar tributo le ha pagado,
Y el sol marino su vapor prodiga
A otros ríos que en él se han derramado, 36
"De virtud, cual de víbora enemiga,
Se huyó de aquel lugar, por desventura,
O por mal que en sí lleva y lo castiga. 39
"Y han cambiado de suerte su natura
Los habitantes que su valle acota.
Cual los (|ue Circe tuvo en su pastura, 42
" Entre cerdos, más dignos de bellota
Que de gustar comida de las gentes.
— Primero el Arno en pobre lecho brota, 45
EL PURGATORIO - CANTO XIV 375
"Luego encuentra al hajar cuzxos gruñentes
riuliiriios de él, y en marcha desdeñosa
Tuerce el hocico y sigue sus corrientes. 48
" Así bajando, cuanto más se engrosa.
Luego *en lobos los perros se convierten,
V.n la maldita y malhadada fosa. 51
" Cuando aguas hondas sus gargantas vierten,
Encuentra zorras llenas de malicia,
Que á cogerlas no hay trampas que lo acierten. 54
"Y nada callaré, porque es justicia.
Que alguno al escucharme tome cuenta
De mi palabra, á la verdad propicia. 57
" Tu nieto ante mis ojos se presenta
Cazando lobos en la infausta riba
Del fiero río, y que á la gente ahuyenta; 60
"De unos vende la carne que está viva;
A otro degüella como á buey añoso,
Y vende y mata y de su honor se priva. 63
" Y al salir de la selva, sanguinoso,
La deja tal, que al trascurrir mil años
No volverá á su estado, antes hermoso." — 66
Como al anuncio de futuros daños
Se turba el rostro del que escucha atento.
Bien sean ciertos ó tan solo engaños, 69
Así, de la otra sombra el sentimiento
Se revela, y el rostro se contrista,
Al escuchar aquel fatal acento. 72
376 DIVINA COMEDIA
De la que habló, de la otra solo vista,
Quise el nombre saber, y preguntado
Que les fué, con plegaria dulce y mista, 75
La sombra que primero había hablado
Así empezó: — "Mortal, tú me has pedido
Lo que no has hecho, pues no te has nombrado;
78
"Mas si el favor de Dios tan crrande ha sido
Para ti, yo seré condescendiente:
Sabe, pues, que yo soy del Duca Guido.
"Fué la envidia en mi sangre tan bullente,
Que al mirar á otro ser afortunado.
Lívida palidez iba á mi frente.
"De tal grano la paja he cosechado!
— Por qué tu corazón, oh raza humana
El mal busca, de bienes divorciado ! —
"Este es Rinier, prez y honra de la casa
De Calboli; después, nadie ha heredado
Su alta virtud y su valor sin tasa.
SI
84
87
90
"Mas su sangre no solo se ha apocado
Entre el Reno y el Po, monte y marina;
Mas noble herencia suya han disipado. 93
" Tan solo crece venenosa espina
En sus términos ya, y á paso tardo
Vendrá, si viene, planta más benigna. 96
" Dónde está Lizio y Arrigo Menardo,
Pier Traversano y de Caspiña Guido?
VA romanólo es hoy un ser bastardo! 99
EL I'L'RGATÍJRIÜ — CANTO XIV '611
" Cuátulo á HüU)!ii;i un I^^ibio hahr.i venido?
Cuándo en Firenz;i un Bernardino P'osco,
Gentil retoño en humildad nacido? 102
"No te debe admirar (juc llore, ;oh Tosco!
Cuando recuerdo á Guido de la Prata,
^' Hugolin d'Azzo! (Con razón me ofusco!) io5
''Y con Tignazo á su familia grata,
Y la raza Anastági y Traversara,
Sin herederos de graíideza innata: ioh
"Damas y nobles de virtud preclara
Que despiertan amor y simpatía,
Cuando el vicio las almas acapara! iii
" Por qué no huiste Brettinoro, el día
En que fué tu familia desterrada,
Con tanta gente, por no ser impía! lu
"Bagnacavallo es bien no engendre nada;
Y hace mal Castrocaro, y aun peor Conio,
Dando condes con alma tan malvada. 117
"Bien harán los Pagani, si el demonio
Los abandona; mas su ser impuro
Nunca dará virtuoso testimonio. 120
" Oh! Hugolino Fantoli, 3^0 te auguro
Que brillará tu nombre; que es certano
Que ningún heredero lo haga oscuro. 123
"Prosigue tu camino, buen Toscano!
Callo, mis ojos por llorar ansian :
Que al recordar la patria más me afano." — 120
378 DIVINA COMEDIA
Sabiendo que las almas bien sentían
Nuestras pisadas, su mudez notando,
Nuestras plantas confiadas se movían. 129
Y ya solos, la marcha continuando,
Tal como rayo que los aires hiende,
Sentimos una voz, así clamando: 132
Me matará citalquiera si 'jne aprehende!
Y huyó la voz, cual trueno en lejanía
Cuando se rasga nube que se enciende. 135
El clamor resonaba todavía.
Cuando otra voz más alta y angustiada.
Cual otro trueno el aire recorría. iss
Yo soy Aglaura en piedra tras formada /
Entonces me estreché con mi Poeta,
A su espalda cejando una pisada. ui
El aura en derredor ya estaba quieta,
Y él habló: — "Tal debiera ser el freno
Que al hombre tenga dentro de su meta; 144
"Mas, ciego y sordo y de apetitos lleno,
El cebo muerde que el demonio tira.
Desbocado en su loco desenfreno: 147
"Le llama el cielo y en contorno gira,
Mostrando á todos su belleza eterna,
Y el hombre al suelo solamente mira; 150
"Y os castiga (juien todo lo gobierna!" —
CANTO l)l<';(JlM(><,»riXT()
AI inclinarse el sol al occidirnte se aparece, á los Poetas un ángel luminoso que les
indica el camino para subir del segundo al tercero grado del Purgatorio en que se
expía el pecado de la ira. — Colotiuio entre el Dante y Virgilio en que el primero
le pide le explique las palabras d(í Guido respecto de la envidia y los bienes
terrestres y mundanos. — Al tocar el tercer círculo, el Dante arrobado, ve pasar
la visión de los ejemplos de memorable mansedumbre, en oposición á la ira cuya
expiación va á ver. — Los Poetas se encuentran envueltos en una atmósfera de
denso humo (jue oscurece la luz, donde penan los iracundos.
Cuanto hora tercia en su postrer momento
Y el principio del día en la alta esfera,
Siempre á guisa de niño en movimiento, ?,
Tanto distaba el sol en su carrera,
Al tiempo que á occidente descendía.
Véspero allá; y aquí de noche era. 6
La luz de lleno el rostro nos hería,
Pues girando del monte en la pendiente,
íbamos al ocaso en recta vía; 9
Cuando siento pasar sobre mi frente
Un resplandor que al mismo día anima.
Cosa, por nunca vista, sorprendente. 12
Las manos levanté del ojo encima,
Como resguardo que visión despeja,
Cuando una luz muy viva nos lastima. 15
380 DIVINA COMEDIA
Cual de un espejo ó de agua en que se espeja,
Salta rayo de luz á opuesta parte,
Subiendo en línea por igual, pareja, i8
Al que desciende, y doble se reparte,
A la inversa de piedra desplomada,
Según lo enseña la experiencia y arte, 21
Tal la luz parecióme refractada
Al herir mi pupila, y deslumbrado
Aparté de sus rayos la mirada. 24
^
— " Qué luz es esa, — dije, — Padre amado,
Que soportar no puedo, y que camina
Al parecer viniendo á nuestro lado?" — 27
"No te admire, repuso, — si benigna.
La familia del cielo, un mensajero
Manda á mostrar la ruta peregrina. 30
"Pronto verás con ojo más certero
El resplandor que causa tu conflicto,
Y te será cual nada placentero." — 33
Y vimos acercarse ángel bendito.
Que nos dijo: — "Subid esa escalera,
Menos penosa al pecador aflicto."' — 36
Y al subir, escuchamos por doquiera
Beati niísericordisf y cantaban:
Tu eres el vencedor: goza y espera. 39
Nuestros pies la escalera remontaban,
Y meditaba, al paso que iba andando,
La lección (jue sus labios encerraban; 42
EL PURGATORIO — CANTO XV 381
Y á él me volví, su juicio demandando:
— ^' Qué nos cjuiso decir el de Romana,
Del divorcio del bien y el mal hablando?" — i5
Y de él á mí: — "De su mayor magaña
Conoce el mal, (jue es natural condene
Para evitarnos pena que nos daña. 4h
"Si el bien buscáis que con el mal se aviene,
Y se comparte, hasta que al fin se extrema.
La envidia aspira cá más de lo que tiene; 51
" Mas si el amor á esfera más suprema
Levanta el alma, con ferviente anhelo
No hay inquietud que pecho humano tema ; 54
" Pues cuanto más se parte bien del suelo,
Más se acrecienta el bien de cada uno,
Y arde más caridad allá en el cielo." - - 57
— " Satisfecho no estoy, y quedo ayuno.
Cual si nada me hubieses respondido;
Pues otras dudas en mi mente aduno. 60
" Cómo un bien, entre muchos repartido,
Más enriquece á cada poseyente
Que si fuera entre pocos distribuido?" — 63
Y él respondió: — "Te fijas solamente
En pasajeras cosas terrenales,
Que oscurecen las luces de tu mente. 66
" Los infinitos goces celestiales
Difunden con amor sus resplandores
Como un rayo de sol sobre cristales; 69
26
382 DIVINA COMEDIA
"Y se dilatan, cuantos más ardores
La caridad de todos y uno enciende,
Y la eterna virtud fecunda amores; 72
''Y cuanto más el número se extiende
De los electos, más lo bueno se ama,
Como un espejo en otro, luz trasciende. 75
"Si aun mi razón á tu razón no llama,
Ya verás á Beatriz, quien plenamente
Te quitará el anhelo que en ti clama. 78
" Procura que se borren de tu frente
Como ya dos, las otras cinco llagas,
Que cicatricen lágrima doliente." — si
Iba á decir:-— "Al persuadir halagas..."
Pero de un nuevo centro en las regiones,
Se contuvieron mis palabras vagas. 84
Asaltado por súbitas visiones
Estático miré piadosa gente
Prosternada en un templo en oraciones; 87
Y una mujer que entraba presurosa.
Clamando como madre: — "Hijo querido!
Oh, como me has tenido cuidadosa! 90
"Ve á tu padre (jue triste y afligido
Como yo te buscaba!" — Y entre tanto,
Había la visión desparecido. 93
Y luego otra mujer bañada en llanto.
Destilando dolor su faz hermosa,
Cual brota del despecho ó del quebranto, 00
EL PURGATORIO — CANTO XV 383
Dijo: — '' wS¡ rieles l;i ciiulad gloriosa,
De nombre entre los dioses debatido
Y de la ciencia antorcha luminosa, 99
Vcnp^ate de (iiiicn loco se ha atrevido
A nuestra hija .'il)razar, ¡oh Pisistrato!" —
Y el buen señor, clemente y contenido, 102
Contestar con semblante blando y grato:
— "Qué haremos con acjuel que nos destriza
Si al que ama condenamos por ingrato." — 105
Gente vi, que el rencor encoleriza,
A un joven lapidar, gritando fuerte
Los unos á los otros: Martiriza! ios
Y al joven inclinarse ante la muerte
Doblando la cabeza hacia la tierra,
Y en el cielo al buscar suprema suerte, iii
Pedir á Dios, en medio á tanta guerra
Perdón para sus crueles matadores,
Con el aspecto que piedad encierra. ii4
Vuelta mi alma á las cosas exteriores
Borradas como imagen entrevista.
Comprendí no eran falsos mis errores. 117
\^irgilio me seguía con la vista,
Y al verme como á un hombre que despierta.
Dijo: — ¿"Qué tienes, que es lo que atrista? 120
" Más de una media legua en marcha incierta
Las rodillas doblando has caminado,
Cual quien con sueño ó con el vino brega." — 123
384 DIVINA COMEDIA
— "Escúchame, — le dije, — Padre amado,
Te diré lo que he visto en mis visiones,
Cuando sentí mi cuerpo quebrantado." — 120
— " Cien caretas cubriendo tus facciones,
— Repuso, — no me harían más oscura
Tu mente con sus varias impresiones. 129
"Lo que tú has visto, la esperanza augura
De que te bañes en la eterna fuente
Que de la paz difunde el agua pura. 132
"Si pregunté ¿qué tienes? no inconsciente
Lo hiciera por no ver lo que se mira.
Dejando al cuerpo andar cobardemente, 135
"Sí, por dar á tus pies, fuerza que inspira;
Que es bueno amonestar á la pereza
Que en su corta vigilia lenta gira." — 133
Absortos de la tarde en la belleza.
Seguimos, espaciando la mirada
En contra al sol que declinaba á priesa; i4i
Y por grados, cual nube condensada
Vimos venir, cual noche, un aire oscuro,
Sin encontrar guarida descansada, 144
Perdiendo, con la vista, el aire puro.
CANTO DKCmOSEXTO
Pasaje i\o. los l'oftas al traví's de torbellinos «le liuino (íspcso. — Lo3 penitentes
purgan en el circulo tercero el pecado <ie la ira, cantando el himno misericor-
dioso del Ag^niis Dei. — Uno de los pecadores llamado Morca el Lombardo,
departe con el Dante sobre el estado del alma en el mundo y le demuestra
el libre albedrío dado al hombre, independiente de la falsa influencia atribuida
á los astros sobre las acciones humanas. — Confusión de los poderes espiri-
tuales y temporales, causa de una parte de los males que aflijen á la huma-
nidad. — Mención de algunos vivientes, fieles á las antiguas costumbres. —
Anuncio del alba, precedida por un ángel luminoso.
Bruma infernal en noche nebulosa
Sin un planeta bajo pobre cielo,
Entre atmósfera densa y tenebrosa, 3
No me cubrió con más espeso velo.
Como el del humo aquel, que me picaba
Cual burdo paño de erizado pelo. 6
La oscuridad mis ojos ofuscaba,
Y mi fiel compañero me ofrecía
Su hombro amigo, y en él me reclinaba. 9
Tal como fuera un ciego en pos del guía,
Por no extraviarse ó tropezar cuitado
En cosa que lo hiriese ó mataría, 12
Iba yo por aquel aire viciado,
Escuchando al Maestro, que así hablaba:
— "Cuida de no apartarte de mi lado." — 15
386 DIVINA COMEDIA
Rumor piadoso el aire aquel llenaba,
Pidiendo en dulce paz, misericordia,
Al ángel puro que pecados lava. I8
El AgntiS Dei cantaban en su exordia
Al unisón, en modo compasado
Que parecía acorde de concordia. 21
— "Maestro, — dije — ¿qué es lo que he escuchado? "-
Y él : — "A saber lo cierto aquí se aprende,
Del iracundo el nudo desatado." — 24
— " Quién eres tú que el aire nuestro hiende,
Y de nosotros hablas todavía
Por las kalendas que tu tiempo entiende?" — 27
De pronto, así una voz me reprendía;
Y el Maestro: — "Pregunta solamente
Si de subir á lo alto esta es la vía." — 30
Yo: — "Criatura, que sufres penitente
Para tornar al Ser que te ha creado,
Llega, y oirás historia sorprendente." — 33
— " Te seguiré cuanto me sea dado,
— Repuso, — en medio de esta noche oscura.
Por el oído el ojo reemplazado." — 36
Yo comencé: — "Con esta vestidura
Que disuelve la muerte, voy arriba,
Cruzando del infierno la amargura; 39
" Y si Dios, con su gracia compasiva
Que hasta su corte llegue, quiere en suerte,
Por senda nueva para gente viva, 42
EL PURGATORIO — CANTO XVI 387
''Oí lo (juc fuiste antes de l.'i muerte;
l)¡iiu! tanihiéii si voy (lescnniinadf)
Y haz (jue con tu palabra el rumbo acierte." — 45
— ^'Lombardo fui, y Marco fui llamado;
]\\ mundo conoci, y amé en la vida
La virtud, tjue hoy es arco destemplado. 4S
"Para subir vas bien en tu corrida." —
— Así repuso y ag^regó: — "Te pido
Me ampares en la corte bendecida." — 51
— " Por mi fe, cumpliré con tu pedido;
— Le contesté,— mas tengo acá en mi mente
Una duda, sin dar con su sentido 54
" Antes me trabajaba, y doblemente
Ora con tu palabra, que concierto
Con otra que me ha dicho un penitente. 57
" Si cual dices, el mundo está desierto
De la virtud, que al vicio se pospone,
Y todo de maldad está cubierto, oo
" Dime la causa, á fin que lo pregone
Si lo alcanzo, pues ora me confundo.
Que uno en el cielo y otro abajo pone." — 63
Alto suspiro, con dolor profundo
De su pecho exhaló, y dijo: — "Hermano,
El mundo es ciego, y vienes tú del mundo. 66
"Todas las causas busca el ser humano
Sólo en el cielo necesariamente,
Cual si todo moviese ajena mano. 69
388 DIVINA COMEDIA
''Si así fuere, no habría alma consciente,
Ni libre arbitrio, y fuera una injusticia
El premio al bien, el luto al mal doliente. 72
" Las acciones del hombre el cielo inicia,
— No digo todas, y aunque así lo diga.
Os dio la luz del bien y la malicia, is
"Y libre voluntad, que se fatiga
Contra celeste influencia en lucha dura,
Pero que bien nutrida al bien obliga. 73
"Fuertes y libres, á mejor natura
Sometidos estáis, que el cielo cría
La mente libre, de que no se cura;
"Y si al presente el mundo se desvía.
La causa está en el hombre que lo inicia;
Y en verdad, te diré más todavía.
"Sale de manos de El y la acaricia
Antes de ser, á guisa del infante,
El alma balbuceando su primicia:
81
84
87
"Aquella alma sencilla es ignorante;
Mas del seno feliz de Dios nacida,
A lo que hace feliz busca anhelante. 90
"Por efímeros bienes seducida.
Se engaña, y deja los caminos buenos.
Si por freno ó mentor no es contenida. 93
"Y así convienen de la ley los frenos,
Y conviene (juien rija y cjuien discierna
De la vera ciudad la torre al menos. %
IvL I^UKGATÜRIO — CANTO XVI 389
'' Las leyes son, mas sin acción externa,
Pues si el Pastor rumea todavía.
Ya con uñas hendidas no gobierna. 99
'' Y así la gente, tal cual hace el guía,
Se harta con vanos bienes de la vida,
Buscando el pasto del presente día. 102
''Y así se ve, que el ser mal conducida,
Vicia la especie con su ser fecundo,
No la naturaleza corrompida. 105
"Roma, que un día pauta fué del mundo,
Tuvo dos Soles, que nos ha mostrado,
Del cielo y tierra el uno y otro oriundo. ios
'•El uno por el otro se ha apagado,
El báculo juntando con la espada,
Y es fuerza, todo ser mal gobernado, iii
"Pues el temor en ambos se anonada.
Si aun dudas, ve la espiga de la siega
Por su fruto en la planta señalada. 114
" El país que el Po con el Adige riega,
Centro fué de virtud y cortesía
Antes de Federico y de su brega: 117
" Al presente, seguro bien podría,
Quien por vergüenza huyera de los buenos,
No tenerlos jamás por compañía. 120
" Tres ancianos virtuosos guarda al menos,
De aquella edad, á quienes se *hace tardo
Que Dios Íes llame á días más serenos: 123
390 DIVINA COMEDIA
" Conrado del Palazzo, el buen Geraldo,
Y Guido del Castel, que se apellida
En Francia, simplemente el buen Lombardo. 126
"Hoy la Iglesia de Roma está abatida
\ Por confundir en sí dos regimientos,
Y por su peso, al fango cae rendida!" — 12Q
— "Oh Marco!, — díjele, — tus argumentos
Comprendo, y el por qué de rica herencia
Los hijos de Leví fueron exentos. 1.^2
" Pero quién es Gerardo, la excelencia,
Según lo dices, de la antigua gente,
Que avergüenza á este siglo en decadencia? " —
, I — "O me engañas ó tientas diestramente;
V^ ^ — Me replicó la sombra. — Si hablas Tosco
Sabes quien fué Gerardo ciertamente.
"No por otro dictado le conozco,
De no tomarlo del de su hija Gaya.
Seguir no puedo: Dios sea con vosco. >^
"Mira el albor que el humo negro raya
Con blanca luz, viniendo á prevenirme
Que antes del Ángel, fuerza es que me vaya," —
Dijo la sombra y más no quiso oirme.
í'c
jl2^
135
138
141
144
CANTO DÉCIMOSETIMO
SiiKn los Poetas de hi m'j;ia humareda á tiempo de ponerse el sol, — Kl Dante,
arrebatado por un nuevo éxtasis, ve en su imaginación varios ejemplos de
iracundos á quienes la pasión arrastró á grandes excesos. — El ángel luminoso
encamina á los Poetas por la escalera (jue los conduce al cuarto círculo de los
perezosos. — Al venir la noche se detienen en su marcha. — Virgilio hace saber
al Dante que allí purgan sus pecados los que fueron tibios en el amor al bien
y le explica el plan moral de los tres círculos anteriores del Purgatorio, demos-
trando que el amor es el principio de todo bien.
Si en los Alpes, lector, te has encontrado,
Entre nieblas, mirando inciertamente.
Como el topo al través de ojo velado, 3
Cuando húmedo vapor del aire ambiente
Comienza á disiparse, y que la esfera
Del sol, en él penetra débilmente; 6
Una imagen tendrás, aunque ligera,
De como al sol á contemplar volvía,
Cuando ya hacia el ocaso descendiera. 9
Emparejando el paso con mi guía,
Salimos fuera de la nube oscura
Con moribunda luz que en lo alto ardía. 12
— ¡Oh, fantasía, que en sublime altura
Nos enajenas, que ni mil trompetas
Percibe en sus arrobos la criatura! I5
392
DIVINA COMEDIA
Quién te da impulso? cómo te completas?
Muévete luz que el cielo mismo informa
Y por querer de Dios aquí concretas? —
Vi la mujer que trasmutó su forma
En avecilla, á quien deleita el canto,
Y que fué de crueldad horrible norma.
La mente mía concretóse tanto
Dentro de sí, que nada percibía
Al exterior del misterioso encanto.
Brotó después en la alta fantasía
La imagen de un crucificado fiero,
Que con mirada de desdén moría.
La imagen de una joven desolada
Surgió clamando: — "Madre! mi regina!
Por qué con ira te has tornado en nada?
18
21
24
27
En torno suyo estaba el grande Asuero,
Y Esther su esposa; el justo Mardoqueo,
Que en decir y en hacer fué siempre entero. 3o
Esta visión por si romperse veo,
Como burbuja de aire disipada
Cuando cesa del agua el gorgoteo.
33
36
"Has muerto por salvar á tu Lavina,
Y me has perdido: mi alma te lamenta
Aún más que á Turno en su funesta ruina!" — 39
Cual se disipa un sueño, en el momento
Que nueva luz los párpados golpea.
Antes (¡ue se despierte el pensamiento, 42
EL PURGATORIO — CANTO XVII 393
.\sí pasó la imaginaria idea,
Ante una luz (jue el ojo me golpeara
Con brillo que en el mundo no clarea. 45
Volvime para ver donde me hallara,
Cuando uno dijo: — "Por aquí se sube." —
Con voz (|uc mis potencias embargara. 48
Desde ese instante voluntad no tuve
vSino para buscar al que me hablaba,
Y solo en su presencia me contuve; 51
Pues así como el sol la vista grava
Y su fulgor produce incertidumbre,
Así sentí que asiento me faltaba. 54
- "De espíritu divino es la vislumbre
Que para encaminar, ruego no espera,
Y que se vela con su misma lumbre. 57
"Hace lo que uno por sí mismo hiciera:
Quien ruego espera ante peligro ajeno,
De prestar el auxilio se exonera. 60
" A ir nos invita por camino bueno,
Antes que el sol se oculte, pues tendría
En noche, que esperar día sereno." — 63
De este modo me habló mi sabio guía.
Volvemos nuestros pasos á una escala,
Y al pisar la primera gradería, 56
Siento de cerca blando golpe de ala,
Que aire á mi rostro da, y un grato acento.
Que Beati Pacifici, dulce exhala. 69
394 DIVINA COMEDIA
El reflejo del sol subía lento,
Anunciando la noche, y á otro lado
De estrellas se cubría el firmamento. 72
— "Oh, valor! por qué me has abandonado?"
Dije triste entre mí, cuando sintiera
Doblarse mis rodillas, fatigado. 75
Allí do terminaba la escalera.
Inmóviles en lo alto nos paramos,
Como nave que atraca á la ribera. 78
Yo puse mi atención por si escuchaba
En el nuevo girón algún sonido,
Y dije á mi Maestro que esperaba: si
— "Oh dulce padre! cual la ofensa ha sido
Que se purga en el cerco en que nos vemos?
Ande tu voz, si el pie se ha detenido." — 84
Y él: — "De culpa y castigo son extremos:
Amor del bien que tarde se practica,
Y tiene aquí que manejar sus remos. 87
" Y si tu mente bien no te lo explica,
Óyeme, y algún fruto hallar procura
En la lección que el caso justifica. 90
" Ni al gran Creador ni á mísera criatura
Nunca faltó el amor, — muy bien se sabe, —
O por instinto, ó bien por su natura. 93
" Lo natural no incurre en falta grave,
Y el otro, puede errar por mal objeto,
C^ vigor que lo exceda ó menoscabe. 96
1:L l'URGAKJRIÜ — canto XVII 395
" S¡ los hit'iuís primeros l)usca recto,
\' en los sep^iindos jruarda su mesura,
El placer (jue se cuicuentra no es defecto. w
" Mas si se tuerce al mal, ó no procura
vSeoruir al bien con toda su eficaciencia.
Contra su Autor procede la criatura. 102
"De :\(\uí puedes sacar la consecuencia:
De la virtud, amor es la simiente,
Y lo contrario trae su penitencia. 105
"Como el amor reside en el paciente
Que busca por su medio su ventura.
El odio contra sí no es procedente. ios
" y no puede por tanto, la criatura
Desligarse por sí del amor primo
Con un odio contrario á su natura. iii
" Queda, si bien distingo y bien estimo,
Que se ame el mal ajeno, y rebajado
De tres modos, amor nazca en tu limo. 114
"Hay quien, porque el vecino es humillado.
Espera levantarse, y que reclama
Fundar sobre su ruina grande estado. 117
"Hay quien, gracias, poder y honor ó fama,
Teme perder porque otro se levante,
Y contristado por su ruina clama. 120
"Y quien, por una injuria avergonzante
Tiene sed de venganza, noche y día,
Y es natural que el odio en él se implante. 123
396 DIVINA COMEDIA
"Ese triforme amor aquí se expía.
Ora te explicaré como se entiende
Otro que corre al bien por mala vía. 126
" Cada cual, un confuso bien comprende,
Que satisfaga su alma en lo que aspira,
Y por su logro cada cual contiende. 129
" Si lento amor su voluntad le inspira,
De su pereza purga aquí el pecado,
Y arrepentido, con dolor suspira. 132
"Ningún bien que haga al hombre desgraciado
Puede darle ventura verdadera;
Pues de fruto y raíz está privado. 135
" El amor que al exceso se abandona,
Se llora más abajo, en tres circuitos;
Mas, como tripartito se eslabona, i38
"Te dejo á ti que indagues sus conflictos."
CANTO J)E(JLMOGTAVO
No satisfecho el Poeta ton las cxpücacioiies de Viri^ilio, pregunta cómo |)ijeflen
derivar (iel amor las buiíiias y malas acciones humanas. — Virjjilio explica la
naturaleza del bien y del mal y demuestra la responsai^ilidad que se deriva
del propio albedrío. — A media noclu; los Poetas ven |)asar corriendo las almas
de los per«'.zosos, (jue recuerdan jjraniles ejemplos contrarios al vicio que pur-
gan. — Un abad de San Jeno les indica el camino y execra la elección reciente
de un sucesor suyo, prediciéndole grandes desgracias. — Dos almas cierran la
marcha de los perezosos, estimulando su carrera y recordando ejemplos de
los nocivos efectos de la pereza. — En medio de sus meditaciones, el sueño se
apodera del Poeta.
Terminado que fué el razonamiento,
El gran Doctor, atento me miraba
Para observar si estaba yo contento ; 3
Y yo, que aun de saber sediento estaba,
Fuera callaba, y dentro me decía.
Si el mucho preguntar le fastidiaba; 6
Pero él, que mis deseos percibía,
Con su amable palabra me dio aliento.
Librándome de toda cobardía; 9
Y así le hablé: — "Se aviva el pensamiento
Con tus luces, que veo claramente
Cuanta razón comporta en su elemento; 12
" Pero te ruego, alumbres aún mi mente.
Explicando ese amor que es el objeto
Del bien y el mal, alternativamente." — is
27
398 DIVINA COMEDIA
— " Mírame con la luz de tu intelecto,
— Contestó, — y verás de una mirada
Que un guía ciego, peca de indiscreto.
is
"El alma para amar ha sido creada,
Mas se complace en coáas pasajeras
Cuando por los placeres es llamada; 21
'• Vuestra aprehensión convierte en verdaderas
Las ilusiones, que al deseo incitan,
Y el ánimo seducen placenteras. 24
"Si se recogen los que así se agitan,
Inclínanse al amor de la natura,
Y el amor y el placer juntos palpitan, 27
"Después, cual viva llama que en la altura
Se mueve por la esencia que la asciende
Á donde más en su elemento dura: 30
"Así el deseo el alma noble enciende,
Y en movimiento espiritual se exulta,
Y en busca de lo amado, vuelo emprende. 33
« Ora, ya ves cual la verdad se oculta
Á la gente obcecada, que asevera
Que de cualquier amor el bien resulta; 36
"Tal vez porque pensaron que amor era
Buena materia en sí, sin ver que un signo
No siempre es bueno, puesto en buena cera." — 39
— " De tu ingenio siguiendo en el camino,
— Repuse, — (lué es amor me has enseñado;
Pero otras nuevas dudas me imagino. 42
i:i- i'URr.ATokio —CANTO xvüi 399
" Si en lo externo el amor nos es brindado,
^ él alma con el propio pie camina,
Tuerto ó derecho, prejuzgar no es dado." 45
Y él: "No más lejos la razón atina
Kn la cuestión: en lo demcás, espera
Ver á l^eatriz, poríjue es de fe divina. 4s
" La forma sustancial, sea cualquiera,
Distinta es en materia, y á ella unida
Y por propia virtud por sí se entera. 51
" La cual, cuando no opera, no es sentida,
Y solo se demuestra por su efecto,
Como en planta el verdor revela vida. 54
" Pero, de donde viene al intelecto
La primera noción, nadie la sabe.
Ni al apetito su inicial afecto; 57
" Pues, como abeja labra miel suave
Por instinto, en los actos naturales
Ni la censura ni el elogio cabe. 60
'' Lo innato, en las virtudes esenciales
Todo condensa, y bien os aconseja
La razón al tenerse en sus umbrales. 63
" Este principio, la razón refleja
De merecer del bien el don fecundo.
Que toma el buen amor y el malo deja 66
'' Los sabios que han cavado en lo profundo.
Proclaman esta innata libertad,
Y esta moral, herencia es hoy del mundo. 69
400 DIVINA COMEDIA
'■ Y aunque, de la fatal necesidad
Surja el amor que el apetito enciende,
De enfrenarlo tenéis la potestad. 72
"La más noble virtud, Beatriz entiende,
Es el libre albedrío; y pon cuidado
Recordarlo si te habla y si te atiende." — 75
La luna con el paso retardado
Que al nacer las estrellas eclipsaba,
En forma de un caldero rescaldado, 78
Contra el cielo, la vía transitaba
Que el sol inflama, cuando visto en Roma
Entre Cerdaña y Córcega bajaba si
Mi sombra amiga, de quien fama toma
Piétola, honor de la región mantuana.
Quitóme un peso que la mente abroma, 84
Pues yo, con mi razón abierta y llana,
Habiendo las cuestiones comprendido,
Sentí reposo en somnolencia vana; 87
Pero fui derrepente interrumpido
Por el tropel de tumultuosa gente
Que á nuestra espalda había aparecido. 90
Como el Ismen y Asopo, antiguamente
Vieron en Tebas multitud furiosa,
De noche, á Baco reclamar rugiente, 93
Tal corría la turba presurosa,
Tras justo amor las sombras galopando.
Con buena voluntad, no perezosa. 9o
EL PURGATORIO — CANTO XVIII 40
Muy pronto se acercó, pues siempre andando
Movióse toda aíjuclla turba extraña,
Y al frente, dos Lírit.than sollozando: •>;
— "María, corre presto ;i la montaña;
César, Lérida quiere sometida :
Sitia á Marsella y luego corre cá España." 102
— "Pronto! pronto! — gritó turba afligida; —
No perdamos el tiempo en la indolencia
Para alcanzar de gracia nueva vida. " 105
— " Gentes, que con fervor y diligencia
Purgáis vuestra tibieza, que fué en daño
Del bien obrar, tal vez por negligencia, 10-;
"Este que vive, — y cierto, no es engaño, —
Quiere subir así que luzca el día;
Mas, ¿cual de la subida es el peldaño?'' - iii
Estas palabras pronunció mi guía,
Y uno dijo: — "Seguid por el sendero
Tras de nosotros, y hallaréis la vía. 114
" La voluntad nos mueve á andar ligero,
wSin podernos parar, y así perdona
Que no sea contigo lisonjero. 117
"De San Zeno el abad, fui yo en Verona,
En los tiempos del bueno Barbaroja,
Cuyos dolores aun Milán pregona. 120
" Al borde de la tumba se acongoja
Uno que llorará su monasterio,
Y su poder que á la virtud despoja; 123
+U2 DIVINA COMEDIA
"Pues á su hijo, que es hijo de adulterio,
Y malo en cuerpo y alma, le ha donado
Del pastor verdadero el ministerio. ' — 120
Si dijo más ó si quedó callado.
No lo sé, pues ya lejos caminaba;
Pero retuve lo que había hablado. 129
Y aquel que en todo trance me auxiliaba
— "Ahí vienen dos, mordiendo su pecado." —
— Me dijo, — y me volví donde apuntaba. 132
Y los de atrás gritaban: —" Se ha tragado
El mar, la muerta gente que ha perdido
La rica herencia del Jordán sagrado. 135
"Y aquellos, que cobardes no han seguido
Con el hijo de Anquises sus consejos,
Vida sin gloria, solo han merecido." — ns
Cuando las sombras iban ya muy lejos
Que apenas si confusas se veían.
De nueva idea tuve los reflejos, ui
De la que otras ideas más nacían:
Y en alternado vagaroso ensueño
Sentí al fin que mis ojos se adormían, 144
Y el pensamiento trasmutóse en sueño.
CANTO DECBIONONO
Sueño alegórico del Poeta antes de amanecer. — Una sirena, representación d<' la
voluptuosidad y la pereza, canta su poder de seducción. — Una mujer que repre-
senta la virtud, rasga las vestiduras que cubrían el vientre fétido de la seductora.
— El Poeta despierta y sube por una escalera, siguiendo la indicación de un
ángel, que borra con su ala la mancha del pecado que en aquel cerco se purga. —
Quinto girón, donde se castiga la avaricia. — Almas que lloran tendidas boca
abajo. — Una de las almas indica el camino á los Poetas. — Confesión del Papa
que solo lo fué poco más de un mes y se arrepintió tarde del pecado de la ava-
ricia.— El Poeta tributa su homenaje á la dignidad pontificia. — El llanto que
madura la Gracia.
En la hora aquella, en que el calor diurno
Templar no puede el frío de la luna,
Vencida por la tierra ó por Saturno, 3
Cuando el geomanta ve mayor fortuna
Antes del alba, al lado del oriente.
Surgir del cielo, en la penumbra bruna, 6
Una mujer vi en sueños, balbuciente,
Manca de manos, de mirar torcido,
Color de muerte, coja y repelente. 9
Al mirarla, cual cuerpo entumecido
Conforta el sol después de noche fría.
Con mi vista, su lengua dio un sonido. 12
Después de hablar, un talle esbelto erguía,
Y su marchito rostro, embellecido,
Cual lo pide el amor, se coloreaba; 15
404 DIVINA COMEDIA
Y brotó de su boca una armonía,
Y á cantar comenzó, tan bien, que pena
De no haberla escuchado sentiría. I8
— "Yo soy, — cantaba así, — dulce Sirena
Que extravía en el mar al navegante.
¡De tal encanto tengo la voz llena! 21
" Detuve á Ulises en su viaje errante,
Y mi voz es por todos tan amada
Que quien me oye, me sigue siempre amante." — 2+
Aun su boca no estaba bien cerrada
Cuando santa mujer, vi derrepente,
Confundirla con sólo su mirada. 27
— " Oh, Virgilio ! — decía fieramente, —
Quién es esta?" — Y Virgilio se acercaba
Contemplando á la santa fijamente. — 30
Y á la otra sus vestidos desgarraba
Descubriendo su vientre en el desnudo;
Y desperté al hedor que él exhalaba. 33
Volvime al guía de sorpresa mudo,
Quien me dijo: — "Tres veces te he llamado:
Se abre la puerta de este centro crudo." —
36
Me levanté: vi todo iluminado
El sacro monte y toda su gradiente;
Y marchamos dejando el sol á un lado. 39
Seguía yo, con encorvada frente
Cual (]uien la carga del pensar concentra,
A modo de mitad de arco de puente; 42
EL PURGATORIO — CANTU XI \ 405
C\ianclo cscucIk': — " Por esta puerta se entra! " —
C'on acento tan blando y tan l)en¡^no,
Cual en vida mortal jamás se encuentra. 45
Y el (|ue me habló, con alas extendidas,
Blancas como del cisne, iba mostrando
Nuestro camino por estrecha vía; 48
Y así exclamó, mi frente ventilando :
— ^'Qiíi ¿tigentf venturoso el afligido,
Y que padece, su alma consolando!" 51
— "¿Por qué miras al suelo compungido,
— Dijo el Maestro con su voz amiga, —
Después que el vuelo el ángel ha tendido? 54
Nueva visión, — le dije, —que me obliga
A caminar así con planta vaga,
Porque mi pensamiento á ella se liga." — 57
"Has visto, — me repuso, — aquella maga
Por quien abajo lloran sin consuelo,
Y has visto conjurar su influencia aciaga: 60
"Bástate! tu talón golpee el suelo!
Vuela al reclamo que el Eterno gira
Moviendo magnas ruedas en el cielo!" 63
Como el halcón que bien el pie se mira
Del cazador al grito, y vuela apriesa
En busca de la presa que le estira; 66
Tal hice yo, subiendo con presteza
Por la estrechura de la roca hendida,
Hasta el fin, donde nuevo cerco empieza. 69
406 DIVINA COMEDIA
Ya del quinto girón en la salida,
\'eo gente que triste lagrimea,
Y boca abajo en tierra está tendida; 72
Adhcesit pavimejito anima mea I
Percibo que murmuran suspirando
Con acento que sordo titubea. 75
— "¡Oh, elegidos! que estáis aquí esperando
La justicia que alivia males duros!
Venimos la subida aquí buscando." — 73
— " Si exentos de penar estáis seguros,
Y queréis encontrar pronto la vía,
Seguid siempre por fuera de los muros." — si
En la respuesta al ruego de mi guía.
Por las palabras entrever yo creo
Que algo más en su fondo se escondía. 84
Miro al Poeta, y en su rostro leo,
Al dirigirme plácida mirada,
Que su vista responde á mi deseo. s?
Viendo que mi demanda era acordada,
Me dirigí á la infeliz criatura
Que antes por el Maestro fuera hablada, 00
Diciéndole: — "¡Oh tú, en quien madura
El llanto, la expiación que lleva al cielo,
Suspende á mi pedido tu amargura. 9.»
"¿Por qué te hallas tendido contra el suelo?
Y dime, si lo quieres, cjuien has sido,
Y si algo puedo hacer por tu consuelo." — 06
EL PURGATORIO — CANTO XIX 407
Y él á mí: — "Te diré por (jué, dolido
La espalda doy al cielo; más primero,
Sabe (}ue el sucesor de Pedro he sido.
99
'* Entre Chiavari y Sestro, su sendero
Un río cava, (¡ue su noml")re ha dado
De mi familia al título altanero. 102
" lín poco más de un mes, hallé pesado
Kl manto, que del lodo no se guarda:
Pluma es todo á su peso comparado. ios
"Mi conversión, ¡aymé! fué ya muy tarda:
Cuando elegido fui Pastor Romano,
Comprendí que la vida era bastarda; ios
"Sentí, que inquieto el corazón humano
Levantarse no puede en esa vida;
Y aspiré al bien eterno y soberano. iii
"Era hasta aquel instante, alma perdida,
Apartada de Dios; de todo avara:
Y por eso la ves aquí punida. ii4
"De la avaricia la expiación es clara
De los que están echados en el suelo.
La más cruel que el monte les depara: 117
''Como antes no miraron hacia el cielo
Por mirar de la tierra la malicia,
Nos postra la justicia, sin consuelo, 120
" Cual extingue en cada uno la avaricia
El amor hacia el bien, viviendo en vano.
Así nos tiene atados la justicia, 123
"^^^ DIVINA COxMEDIA
"Sin poder remover ni pie ni mano;
Y aun estará esta gente en tierra echada
Cuanto le plazca al justo Soberano. "
Tenía la rodilla yo doblada;
Y al empezar á hablar, mi reverencia
Por él, si no fué vista, fué notada.
126
129
135
— " Por qué te inclinas, — dijo, — en mi presencia ?
Y yo: — "La dignidad del soberano
Reverenciar me manda la conciencia."— u
— "Levántate sobre tus pies, hermano!
— Repuso,— soy un siervo sometido
Cual los demás, al solo Soberano.
"Si bien el sacro texto has comprendido,
Que dice Ñeque mibent, claramente.
Mi pensamiento habrás ya comprendido.
"No te detengas; vete prontamente,
Que el llanto que hace madurar la gracia.
Interrumpes, estando tú presente.
"Allá, una nieta que se llama Alasia,
Dejé, muy buena, si no la ha viciado
De nuestra casa el mal, por su desgracia:
"Nada más de lo mío allí ha quedado."
138
141
144
CANTO VIGKSIMO
Al separarse del rai)a Adriano, los dos Poetas siguen su marcha rodeando el
(¡uinto rellano del monte del Purjratorio. — Encuentro con una sombra afligida
que ensalza altos ejemplos contrarios á la avaricia. — El doliente espíritu les
revela que es Hugo, conde de París, padre del primer Capeto, rey de Francia, y
execra los vicios y la initiuidad de sus descendientes. — El mismo, satisfaciendo
á una pregunta, explica la disciplina moral de los avaros y de los pródigos
en el Purgatorio, donde se loan de día las virtudes contrarias, y reprenden de
noche sus vicios. — Un súbito temblor de tierra hace estremecer toda la mon-
taña, á que se sigue un gran grito, y un religioso cántico celeste. — Emoción y
punzante curiosidad del Poeta.
\ Contra mayor querer, se lucha en vano;
Y por esto, la esponja no empapada
Del agua retiré, si con desgano. 3
Mi guía, por la roca no ocupada
Siguió, y yo tras él, cual se rodea
Una muralla estrecha y almenada; 6
Pues la gente que triste lagrimea
Por el mal que en el mundo se congloba.
Por el opuesto lado nos codea. 9
Que maldita seas tú, ¡oh vieja loba!
Que con tu hambre sin fin, entre las fieras
Más presas que ellas juntas come y roba! 12
Cielo! que según dicen, tus esferas
Indican las mudanzas, ¿qué momento
Para ahuyentarla de este mundo esperas ? — 15
410 DIVINA COMEDIA
Seguíamos en tanto, á paso lento,
Y atendiendo á las sombras, percibía
Llanto piadoso y ecos de lamento.
Por ventura escuché: — "Dulce María!"
(Muy cerca de nosotros, voz de llanto,
Cual de mujer que en parto lloraría ).
18
21
Y continuar: — "Tan pobre fuiste, tanto,
Cuanto se puede ver por el hospicio
Do depusiste él tu fruto santo. ' — 04
Y oí seguidamente: — "¡Oh, buen Fabricio!
La virtuosa pobreza has preferido
A la riqueza que acompaña al vicio!" — 27
Estas palabras, gratas á mi oído,
Moviéronme á seguir con más certeza,
Al espíritu en pos de su sonido. 30
El, hablando siguió, de la largueza
De Nicolás, en pro de las doncellas,
Para salvar su juvenil pureza. 33
— "Oh ánima, — dije, — de palabras bellas!
¿Quién fuiste? Poríjue sólo tu alabanza
Das á dignas acciones que resellas? 36
" No quedará sin premio tu confianza ,
vSi vuelvo á recorrer la corta vía
De mi vida, que al término se avanza." — 39
Y él: — "Lo diré movido á simpatía,
Respondiendo, sin premio, á gracia tanta
Cual la que irradias vivo todavía. 42
EL rURGATÜRIÜ - CANTO XX 411
''Yo fui miz tic .uiuclhi mala planta
De la cristiana tierra desolante,
Que rara vez con frutos se levanta. 45
"Si de ella, Hru^e y Duai, y Lile y Gante
Se quisieran vengar, el fallo acepto,
Que es justicia (jue á Dios pide anhelante. 48
"Llamáronme en el mundo Hugo Capeto;
Hijos míos, P'elipe y Luis han sido,
Nuevos reyes de Francia con respeto. 51
"De un carnicero de París nacido,
Cuando sus viejos reyes acabaron,
Menos uno de vil sayal vestido, 54
"Del gobierno las riendas empuñaron
Mis manos, y el poder que yo hice mío
Numerosos amigos sustentaron. 57
"De la viuda corona, un hijo mío
Ceñido fué, y consagrada iguala
Mi raza, á la más alta en poderío. 60
"Mientras duró la dote provenzala,
Mi progenie, sin ser de gran valía,
Si no hizo bien tampoco cosa mala. 63
"Después se dio á la fuerza y la falsía,
Y á la rapiña, y por su mal destino,
Tomó Pontiií, Gascuña y Normandía; 66
"Y Carlos, en Italia, á Conradino
Por enmienda mató, y en su osadía,
Al cielo echó al gran Tomás de Aquino. 69
412 DIVINA COMEDIA
'"Se acerca el tiempo en que la Francia, un día
A otro Carlos envíe, por provanza
De lo que en sí su raza contenía. 72
"Armado irá tan sólo de la lanza
De Judas, y con punta tan filosa
Que de Florencia romperá la panza. 75
"No tierras, sino fama vergonzosa
Conquistará, con el pecado grave
De serle leve toda acción dañosa. 78
"El otro, sale preso de una nave,
\ ende á su hija, su precio regateando,
Como sólo un corsario hacerlo sabe. si
"Oh, avaricia, qué más vienes buscando?
Por tí mi pueblo, del honor perjuro,
Ya con su propia carne traficando! 84
"Veo, para agravar el mal futuro,
Que Alaña á flor-de-lis se ha sometido,
Y en su Vicario, á Cristo, en trance duro. sz
" Y le veo otra vez escarnecido.
Beber nuevo vinagre con sus hieles,
Y entre ladrones vivos ser herido. 90
"Y otro Pilatos, de iras más crueles.
Que nada sacia, que sin ley alcanza
Hasta el sagrado templo de los fieles. v.í
"¡Oh, Señor mío! cuando tu venganza
Q)ue se oculta en tu cólera bondosa,
Responderá á legítima esperanza? 96
EL PURGATORIO — CANTO XX 413
"TÚ me has pedido de hi sola esposa
Del Ivspíriiu Santo explicaciones,
Al invocar su esencia misteriosa: w
Nuestro espíritu, se alza en oraciones
Durante el día, y en la noche dando
\in vez de ruedos, duras maldiciones: 102
"A Pigmalion entonces recordando,
Que fué traidor, ladrón, y parricida.
Con avidez el oro ambicionando; 105
" Y la miseria ciel avaro Mida,
Castig^ado en el don que se le acuerda.
Que debe ser por siempre escarnecida; ios
"Y de Acham la renuncia se recuerda
Que robó los despojos, á quien la ira
Aun de Josué parece que lo muerda; iii
"Y á su esposo acusamos con Tafira;
Loamos la coz que escarmentó á Eliodoro ;
Y voz de infamia por el monte gira. 115
" Pülmestor que mata á Polidoro,
Y Craso, — gritan todos finalmente, —
Dmos, pites sabes, como sabe el oro. ii7
"Y hablan así, más bajo ó fuertemente,
Según la dura espuela los pensiona,
Que hace andar más despacio ó prontamente. 120
"Este sentir á todos apasiona,
Y si á mí solamente has escuchado
Es que entonces no hablaba otra persona." — 123
28
414 DIVINA COMEDIA
El alma atrás habiendo ya dejado.
Tratamos cual nos fuera permitido,
De superar la vía por un lado, I26
Cuando sentí cual mole derruida
Temblar el monte, y convertido en hielo
Quedé, como en las ansias de la vida. 129
No más se estremeció la isla de Délo
Cuando Latona en ella hizo su nido
Para alumbrar los dos ojos del cielo. 132
De un grito general el estampido
A mi guía trajera de mi lado,
Quien me dijo: —'' Serás bien conducido."-- 135
El Gloria excelsi Deo, fué entonado
Por muchas voces con amor intenso.
En medio de aquel grito atribulado. i38
Inmóviles quedamos, en suspenso,
Cual los pastores al oir tal canto,
Hasta el final de aquel temblor inmenso. ui
Luego seguimos el camino santo,
Entre sombras yacentes en la tierra.
Que proseguían en su eterno llanto. 144
Nunca dentro de mí sentí más guerra
Por descubrir arcano misterioso,
— Si la memoria mía aquí no yerra — I47
Como en a(}uel momento pavoroso:
El hablar me impedía el paso activo,
Y no pudiendo responder ansioso, 150
Con timidez seguía pensativo.
CANTO VIGEíSIMOIMíIMEKO
Al subir los (los Poetas la escala, se les aparece una sombra (\w. los acoinp.iria f;n
su marcha. — Virgilio explica su presencia y la del Dante en aíjucl lugar. — La
sombra explica á su vez la causa mística del temblor <le tierra en el Purgatorio,
producida por la alegría universal <le la liberación de un alma en pena. — El
alma rescatada es el poeta Estacio, quien hace mención de su vida y de sus
obras, manifestando su admiración por \'irgilio. — \'irgilio se da á conocer y
Estacio le tributa su homenaje.
Msa sed natural, que no se sacia
Sino en el agua de la clara fuente
Que á la Samaritana dio su gracia, 3
Me trabaja, con ánimo impaciente,
Y por la obstruida vía me encamino,
De la justa venganza condoliente. 6
Cual de Lucas lo trae texto divino.
Que apareció Jesús resucitado
A dos hombres en medio á su camino, 9
Apareció una sombra á nuestro lado.
De pie sobre la turba allí tendida.
Que hasta entonces no habíamos notado. 12
Y exclamó: — "Dios os dé paz bendecida!" —
- Nos volvimos de súbito, y Virgilio
Habló, señal haciendo, comedida: 15
416 DIVINA COMEDIA
— " Que alcances beata paz en el concilio
Donde se hace justicia verdadera,
Que me relega en el eterno exilio!" is
— " Cómo ! — dijo, con planta tan ligera
Sin ser sombras de esferas celestiales,
Venís! y quién os guía en la carrera?" — 21
Y el Doctor: — "Si contemplas las señales
Que el buen ángel guardián solo perfila,
Verás que ha traspasado sus umbrales. 24
"Mas, aquella que en día y noches hila,
Aún no había la rueca devanado
Con que el destino humano Cloto enhila, 27
"Su alma, que es de las nuestras un dechado.
No podía venir arriba sola.
Porque en sombra su ser no ha trasmutado. 30
" Por eso fui sacado de la gola
Del infierno, á mostrar estos tormentos,
Como lo haré, cual puede una alma sola. 33
"Mas dime: ¿por qué el monte en sus cimientos
Desde su blanda base estremecido.
Ha temblado entre cantos y lamentos?" 36
Esta pregunta había coincidido
Con mi deseo, y fiado en la esperanza,
Mi sed se había un tanto ya extinguido. 39
Kl espíritu dijo: — "No hay mudanza
En el monte, según ordenaciones
Que corresponden á la eterna usanza. 42
EL l'lKí.AroKIO — CANTO XXI 417
"Aquí, no se producen variaciones;
Se (la y lecibe lo (jiuí el cielo lleve,
V no más, sin extrañas conexiones. 45
" Porque a(]uí, no hay granizo, lluvia ó nieve,
Ni hay rocío, ni escarcha, cuando sube
Las tres gradas de entrada el alma leve: 48
"Tampoco espesa ni licrera nul)e,
Ni truenos, ni de la hija de Taumante
El arco-iris que inconstante sube. 51
"Ningún vapor se siente en adelante.
Después que las tres gradas se han pasado,
Do está el ángel de Pedro vigilante. 5+
"Tal vez esta montaña haya temblado
Por escondidos vientos de la tierra,
Más abajo, que aquí no han alcanzado: si
" Tiembla, si, cuando el alma que ella aferra
Purificada surge, en el momento
Que entre gritos de gozo desentierra,
60
"La voluntad da fe del sentimiento,
Y el alma libre, al trasmutar de estado.
Obedece á su propio movimiento: 63
" Este anhelo latente ha combinado
La divina justicia providente,
Con el tormento junto del pecado. (^
" Aquí echado, he penado yo doliente
Quinientos años, y ora resurgido
Por voluntad, me muevo libremente. 69
418 DIVINA COMEDIA
"Por eso tiembla el monte, y has oído
De las almas el grito de alabanza
Que piden redención al Dios querido." - 72
Satisfecha la sed de mi esperanza,
Mayor sed de beber aún me devora:
— Esto, solo, á explicar mi goce alcanza. — 75
El guía dijo: — "Bien comprendo ahora
Como la red que os ata se desata,
Y al temblar goza el alma pecadora. 78
"Pero di, por qué en pena tan ingrata
Por tantos, tantos siglos has yacido:
— De ti saberlo fuera cosa grata." — si
— "Cuando Tito, del cielo protegido
Vengó la sangre del que el mundo adora,
Que Judas Iscariote hubo vendido; 84
— " La sombra respondió, — " nombre que honora
Tenía yo en la tierra, algo famoso;
Mas la fe me faltaba salvadora. 87
" Mi canto era tan dulce y melodioso.
Que á Roma fui, yo siendo Tolosano,
Donde mi frente orló mirto glorioso. 90
" Estacio fué mi nombre, y del Tebano
Canté los hechos; mas del grande Aquiles
Con la segunda carga, pisé en vano. 93
"De mi ardor, los destellos juveniles,
Se han encendido en la divina llama,
Que iluminó la mente de otros miles. 9<
EL PURC.ATURIÜ - CANTO XXI 419
"La l^neid.'i h\á ni miincii, fin- l;i nianin;
I"ué la nodriza (|U(' niiiiio mi canto:
Sin ella no j)c's.íra ni una dracniíi, 99
^' \ ])()r halKir vivido en al^ún tanto
Cuando vivió X'ircrilio, me estaría
Otro sol más, echado en mi (juebranto." — 102
A estas palabras me miro mi guía,
Como diciendo: Calía I — más no puede
Siempre vencerse voluntad en porfía. io5
Risa ó llanto, sucede ó bien precede,
A la pasión de que uno está nutrido,
Y lo sincero á sus impulsos cede. ios
Sonriente, yo me doy por entendido,
Y la sombra su vista me endereza
Buscando en mi expresión algún sentido. iii
— "Puedas lograr en bien tu grande empresa!
Mas, ¿por qué tu semblante ha iluminado
Relámpago sonriente que interesa?" — ii4
Me sentí doblemente conturbado:
Callar y hablar cada uno me pedía;
Suspiré: mi suspiro fué escuchado. in
— "Habla sin miedo" — me ordenó mi guía
Con bondad, — y al hablarle, di mi nombre,
Dándole la respuesta que pedía." — 120
Y de este modo hablé: — "Tal vez te asombre
El verme sonreír con tanto agrado:
Quiero asombrarte más con un gran nombre. 123
^^^ DIVINA COMEDIA
126
"Este, que en las alturas me ha guiado,
Es el Virgilio, de quien tu aprendiste
Hombres y dioses á cantar osado.
" Si otro motivo á mi sonrisa diste,
Bórralo de tu mente : - estimulada
Tan solo fué por lo que bien dijiste,"— 129
Viendo á la sombra medio prosternada
El buen Doctor, la dijo prevenido:
-"Sombra soy y eres sombra: somos nada."— 132
Y ella exclamó al erguirse: - " Habrás medido
Lo mmenso del amor que el alma siente.
Pues nuestra propia vanidad olvido, 135
" Cuando en tu sombra veo un ser viviente."
( ^ ANTO V 1 GESJ i\l OSEG L' N I )0
Coloijuio entii' \'irjíilio y Kstacio sobre las coivÜtiniKis de sus almas. — Estacio
tixplica C(íiii() se lialla pur^jaiido, no el pe.rado <lc la avaricia, sino el d»*, la disipa-
ción pródijfa, vicios contrarios que se castigan en el misino lugar. — R<rlata
el mismo como se convirtió al cristianismo, inspirado por la autoridad po<'tica
del pagano Virgilio y sus misteriosas profecías de la VI* Égloga. — Los tres
Poetas llegan al sexto círculo don<le se castiga el pecado de la gula. — Encuentran
un árbol cargado de pomas, dc-ntro del cual resuenan voces (\w'. recuerdan mode-
los ejemplares de templanza.
Ya el ánj^rel t?-as nosotros se ha quedado
Del sexto giro en la áspera pendiente,
Habiéndome otra letra más borrado; 3
Y de los que justicia, en ruego ardiente
Piden con Bcati et sititint plañidero,
Ya se ha perdido el eco balbuciente; 6
Yo me siento tan leve y placentero.
Que sin fatiga, cruzo por la senda
De las dos sombras, con el pie ligero. 9
— "Amor que en otro amor su llama encienda,
— Dijo Virgilio, — dan el mismo efecto,
Por poco que su llama se trascienda. 12
"Así, cuando cumpliendo alto decreto,
Juvenal en el limbo fué sumido,
A par mía, y hablóme de tu afecto, 15
" Benévola amistad por ti he sentido.
Cuanto es posible, aun vista la persona,
Y á tu lado me siento complacido. I8
422 DIVINA COMEDIA
"Mas dime, y como amigo me perdona,
Si acaso mi palabra no refreno,
Y habíame como amigo que ra/ona. 21
"Cómo pudo encontrar dentro tu seno
La avaricia lugar, si lo ocupaba
La grande ciencia de que estabas lleno?" 24
Estacio sonreía y le miraba
En silencio, y después: —"Me ha complacido
Tu afectuosa pregunta:" — contestaba. — 27
" A veces, lo que no se ha discernido
Hace dudar, si la razón no busca
Lo que acaso verdad tiene escondido. 30
" Tu pregunta me muestra, que te ofusca
La idea de que avaro he sido en vida,
Por encontrarme en la caverna fusca. 33
" Eué por mí la avaricia aborrecida:
Y si miles de lunas he penado,
Por otra causa fué mi alma punida. 36
" Si tu acento no hubiera despertado,
— Y es bueno aquí que tu atención reclame, —
La noble indignación con que has clamado: 39
"/^ que excesos no ¿leva, sacra faine,
Del oro, el apetito á los ¡uiinaiios!
En el infierno yacería infame. 42
"Pensé entonces que mucho abrir las manos
Era exceso también, y arrepentido,
Lo deploré como los otros males. 45
EL PURGATORIO — CANTO XXII 423
"¡Oh, cuantos, por no lialxtr esto sabido,
Ante el juicio final irán pelados
Por no haberse en la vida corregido! 48
"Pues debes de saber, ([ue los jxxados
Tienen contraria falta, y j^or lo tanto
Son por i^iial justicia marchitados. 51
"Por eso he derramado amaromo llanto
Entre esas pecadoras almas sórdidas,
Por lo contrario en que pecaron tanto." — 54
- " Cuando cantaste aquellas luchas hórridas
De la doble tristeza de Jocasta,
— Dijo el tierno cantor de las Bucólicas, — si
" Que Clio acompañó con lira infausta,
Ninguna fe tu acento me revela,
Sin la cual ningún bien al hombre basta. 6o
"Y así? qué Sol, qué luz que al cielo vuela,
Te alumbró, que tan firme navegaste
Derecho al Pescador tras de su vela?" 63
Y él dijo: "Tú el primero me llevaste
Al Parnaso, á beber en fuente pura,
Y con amor divino me alumbraste. 66
" Fuiste, como quien anda en noche oscura,
Con luz radiante que á la espalda lleva,
Que á otros alumbra, y que de sí no cura. 69
"Tú anunciaste: — E¿ siglo se reimeva;
Retorcía la justicia al mutido Iminano,
Y del cielo desciende raza mtevaJ 72
424 DIVINA COiMEDIA
Por ti yo fui poeta y fui cristiano,
Y para que contemples su evidencia,
El gran diseño trazará mi mano. 75
" Ya penetrado de la vera creencia,
El mundo estaba, la que fué sembrada
Por mensajeros de la eterna esencia. 78
" Y la palabra tuya, recordada,
Con los nuevos apóstoles, en tanto.
Se armonizaba tanto, que inclinaba si
"El alma, á ver en cada fiel un santo;
Y al ser por Domiciano perseguidos,
Mis lágrimas se unieron con su llanto. 84
" Fueron por mí en la tierra socorridos,
Y practiqué sus usos y sus ruegos,
Despreciando á los otros descreídos; 87
"Y antes que con mis cantos, á los griegos
Llevase á Tebas, fui yo bautizado.
Quedando en apariencia entre los ciegos, 90
"Al paganismo en público entregado;
Y esta tibieza mía, en desconsuelo
Cinco siglos de pena me ha costado. 93
"Tú, que ante m: rompiste el denso velo
Que me ocultaba, lo (jue yo bendigo,
Dime mientras subimos, por consuelo: 96
"¿En dónde está Terencio, nuestro amigo?
Cecilio, Plauto y Varro, refractarios,
Di, si sabes, (jue sufren un castigo?" 99
KI- rURí.A rOKIO — CANTO XXII 425
"Todos, con Persio, y yo con otros varios,
---Dijo el Maestro, — cst;'iii con a([ucl griego
A ([uicMi la musa (lió seno plenario, 102
"l^n el primer girón del mundo ciego,
Hablando con frecuencia de arpel monte
Que nos bañó con fecundante riego. 105
" Eurípides está con Anacreonte,
Con Simónides y Agaton, cjue en Grecia
El laurel coronó del sacro monte; ios
"Antigone y Deifil:i con Argesia,
Y tu Ismenia, cual siempre contristadas,
Allí soportan penitencia recia. iii
" Dafne, Isifil y Tetis, que cantadas
Fueron por ti, están acompañando
A Deidamia y hermanas malhatadas." 114
Callaron ambos al seguir andando,
Fuera del paso que ya atrás quedaba,
En torno suyo atentos observando. 117
Cuatro siervas del día, relevaba
La quinta en el timón del carro ardiente,
Que á la altura su cuerno levantaba, 120
Cuando el guía nos dijo: — " Es conveniente
Seguir por la derecha con paciencia,
El monte contorneando atentamente." — 123
Aconsejados bien por la experiencia.
Confiados proseguimos en la vía,
Que señaló Virgilio con prudencia. 120
426 DIVINA COMEDIA
Los dos delante, yo detrás seguía,
Oyendo de su boca las lecci(>nes
Que el intelecto impregna en poesía. 129
Mas, de pronto interrumpen sus razones
Ante un árbol, en medio de la estrada,
Con frutos que dan suaves emisiones. 132
A modo del abeto, adelgazada
Es la parte de arriba, calculado
Para hacer más difícil la trepada: 135
De una parte el camino está cerrado,
Y cae de la alta roca un agua clara,
Que corre por sus hojas hasta el prado. I38
Al árbol uno y otro se acercara,
Cuando grita una voz allí escondida:
— "Este alimento á nadie se depara." — ui
Agregando: — "Cuidaba más María
De la boda el manjar que otros gustaron.
Que de su boca que os responde pía. 144
"Los antiguos romanos no probaron
Sino agua pura, y de Daniel severo,
Los labios torpe cebo despreciaron. 147
" Del siglo de oro en el albor primero
La bellota fué el fruto más sabroso.
Dando el arroyo néctar lisonjero. I50
"Miel y langostas, fué el manjar pastoso
Que alimentó al Bautista en el desierto;
Por eso fué tan grande y tan glorioso, 153
"Cual reza el Evangelio á libro abierto."
CANTO VIG ESIMO'l'KliCKKO
Sexto línulo. — Castigo úr. los golosos, almas extenuadas que patleccn hambre
y sed, con la vista de frutos olorosos y aguas cristalinas. — Encuentro del
Dante con Foresio Donati, muerto cinco años antes. — El Poeta se admira de
encontrarle en aquel lugar, dispensado de esperar en el ante-purgatorio, la
entrada al Purgatorio. — Foresio explica que esta gracia la debe á los ruegos
de su esposa Nella, piadosa y casta viuda. — Invectiva contra la deshonestidad
de las damas florentinas. — El Poeta da cuenta de su viaje y explica la pre-
sencia de las dos sombras que le acompañan.
Mientras mi vista, por la fronda verde
\^agaba, como suele quien espía,
Y en pos de un pajarillo el tiempo pierde. 3
El que era más que padre, me decía:
— "Hijo querido, el tiempo señalado
Conviene aprovechar durante el día." — 6
Volvime á él, y á paso apresurado,
A los sabios seguí y cuanto oía
Hacía (¡ue el andar fuese aliviado. 9
Sonó un canto quejoso en lejanía:
Doirmie, labia uteaf modulado,
Que dolor y delicia producía. 12
— "Oh padre mío! qué es lo que he escuchado?''
— Pregunto, y él: — "Tal vez sombras errantes
Que desatan el nudo del pecado." — 15
428 DIVINA COMEDIA
Tal como pensativos caminantes
Que hallan en su camino gente ignota,
Y prosiguen mirando unos instantes, is
De tal modo, siguiendo su derrota,
Al dejarnos de lado nos miraba
En silencio al pasar, turba devota. 21
Eran sus ojos como oscura cava,
Pálido rostro, y carne reducida
Que la piel con los huesos conformaba. 24
No de Eriston la carne enflaquecida,
Me figuro llegara á tal magrura.
Cuando fué por él mismo consumida. 21
Yo me dije: - "Es la gente sin ventura
Que se perdiera en Sión, cuando María
En el hijo clavó su mordedura." 30
Sin gema anillo, el ojo parecía,
Y quien leyese en sus facciones OMO,
La Eme fatal en ellas bien leería. 33
Quién pudiera pensar que olor de un pomo
Que el agua riega, en ellos produjese
Un hambre tal, á no saberse cómo? 35
Mas si el efecto sólo percibiese.
Pues la causa no me era manifiesta,
Me preguíitaba cual la causa fuese; 39
Cuando de lo profundo de la testa
Una sombr:i ni¡r()me fijamente.
Exclamando:— "Qué gracia me es propuesta.^" 1,'
EL PURGATORIO — CANTO XXIII 429
No habría conocido al penitente,
Si lo (luc su apariencia me ocultaba
La voz no lo dijera claramente. 45
Su acento mi recuerdo iluminaba,
Y en aquel ser enjuto tan cambiado.
El rostro de Foresio me mostraba. 48
— "No mires este ser adolorado.
Ni la lepra que mancha su semblante,
Ni si me hallo de carnes despojado. 5i
^' Dime en verdad, — clamaba suplicante, —
Quiénes son esos dos? cómo han venido?
Quién te ha guiado en tu camino errante?" 54
— "Ante tu faz me siento tan dolido,
— Dije, al mirarle tan desfigurado, —
Cual cuando muerto te lloré afligido. si
"Mas di, por Dios! por qué tan extenuado?
No puedo hablar, mi espíritu fluctúa
Cuando lo embarga otro mayor cuidado." — 60
Y él á mí: "La justicia que gradúa.
Da su virtud al agua y á la planta
Que queda atrás, y así nos extenúa. 63
"Toda esa gente que llorando canta
Porque halagó su boca sin mesura.
En hambre y sed, se purifica santa. 66
"El beber y el comer más les apura,
Viendo del pomo el fruto apetitoso,
Y el agua que se extiende en la verdura; 69
29
430 DIVINA COMEDIA
"Y al tornar á este sitio delicioso
Girando, se refresca nuestra pena:
— Digo pena; — más bien diría g-ozo. 72
" La voluntad que el árbol enajena,
Es la que hizo exclamar á Cristo : Eli!
Al librarnos con sangre de su vena." 7S
— "Foresio amigo: — yo le dije así: —
Después que tú pasaste á mejor vida
Cinco años no han corrido desde allí. 78
'*Si de pecar tan sólo fué extinguida
Tu voluntad, cuando llegó tu hora
Con el sano dolor que á Dios convida, 8I
^' Cómo te encuentro tan arriba ahora?
Creí que estabas abajo detenido,
Donde paga su culpa alma deudora." — 84
Y él repuso: -"Hasta aquí me ha conducido
A beber del martirio absintio grato,
•Mi Nella, por su llanto socorrido; 87
•' Por las plegarias de su amor innato.
Subir aquí me ha sido permitido,
Librándome del bajo centro ingrato. 90
" Y tanto más querida á Dios ha sido
Mi viuda, de recuerdo tan amado,
Cuanto que sola y triste, buena ha sido; 93
" Que la Barbagia de Cerdeña ha dado,
Y más mujeres púdicas abriga,
Que la Barbagia donde la he dejado. 96
EL PURGATORIO —CANTO XXIIl 431
'•Dulce hermimo! (¡uc (juieres que te diga?
\'eo un futuro tiempo prometido,
Que á la hora <.\v.\ presente pronto siga, 99
"En que será en el pulpito proliihido
A las desvergonzadas florentinas
Mostrar los scínos sin cendal tupido. 102
" Ni á bárbaras mujeres Levantinas
Fué preciso obligar el ir cubiertas
Mediante espirituales disciplinas! ios
" Si esas impuras estuviesen ciertas
De lo que el cielo les prepara aprisa,
Aullaran ya con boca bien abierta. ios
"Si mi presciencia en vano no me avisa,
Han de llorar antes que asome el bozo
En el niño que arrulla la nodriza. iii
"Ora explica tu viaje misterioso:
Que asombrada cual yo, mira esta gente.
Ver que haces sombra al astro luminoso." — 114
Y yo á él: — "Si aun guardas en la mente
Lo que fuimos los dos en el pasado,
Pienso que grato no será el presente. 117
"De la mundana vida me ha sacado
Ese que va adelante, y que rotunda
La compañera de Ese me ha mostrado. 120
— Y el Sol mostré. — "En lobreguez profunda
Mostrado me ha los verdaderos muertos,
Con esta vera carne que él segunda. 123
432 DIVINA COMEDIA
"Hasta aquí me han traído sus aciertos,
Subiendo alrededor de la montaña,
Que os endereza por caminos tuertos. I26
"El me asegura que me hará compaña.
Hasta ver á Beatriz en sitio ledo,
Dejándome al subir de la montaña: 129
"Ese es Virgilio, quien así me ha hablado:
Y el otro es un espíritu virtuoso,
Por quien esta montaña ha retemblado 132
"Al dejar vuestro reino doloroso."
CANTO VWESIMOUÜAUTO
Contiiiuari(Sn del coI()<iuio cntr« r.\ Dante y Foirsio, r.n (\w. estele, dic(r, que su her-
mana ricarda se llalla en el cielo, y se aleja, mostrando otros personajes en
penitencia, de que hace mención. — Aparición del poeta íifjnayunta de Luca,
que vaticina al Dante la simpatía de una joven luquesa durante su destierro,
manifestándole su admiración al reconocer la superioridad del sentimiento poé-
tico que ha introducido en el arte. — Los tres Poetas encuentran un nuevo
árbol cargado de frutos, vanamente deseados. — Una voz misteriosa cita ejem-
plos edificantes de la historia profana y sajíra<la contra los golosos. — Un
ángel les muestra el camino del círculo superior, y borra de la frente del
Dante la sexta P.
Ni el decir ni el hablar era más lento,
Siempre alargando las pisadas ciertas,
Como nave que sigue con buen viento. 3
Y aquellas sombras que eran dobles muertos,
Al verme vivo, admiración mostrando,
Ven por los hoyos de sus ojos yertos. 6
Yo en tanto, mi discurso continuando.
Dije á Foresio : — " Esa alma que se atarda.
Tal vez por otra causa va quedando. 9
"Mas di si sabes donde está Picarda;
Dime si ves de nota una persona
Entre esta gente que subir aguarda." —
12
— "Mi hermana, que virtud y gracia abona.
Cual la que más, - me dijo, — en triunfo alcanza
En el Olimpo, leda, su corona. i5
"Aquí, se nombra á todos sin desfianza,
Pues el hambre que á todos nos ayunta.
De todos alteró la semejanza. is
434 DIVINA COMEDIA
"Este, — apuntando el dedo, —es Bonayunta,
De Luca; y esa sombra demacrada
Que de sus huesos muestra cada punta, 21
"A la Iglesia de Dios tuvo abrazada:
Vino de Tours, y purga en el ayuno
La anguila con vernacha aderezada." — 24
Muchos otros mostróme, uno por uno,
Y todos se mostraban complacientes.
Sin torvo ceño en su semblante bruno. 27
Entre aquellos que en vano mueven dientes,
Vi á Ubaldino de Pila; á Bonifacio,
Pastor episcopal de muchas gentes. 30
Vi á Marchesi, que poi* largo espacio
Bebió en Forli, con boca más mojada,
Y que bebiendo, nunca estuvo sacio. 33
Como cuando la vista es apuntada
A una cosa más que á otra, así al de Luca
Mi atención por él mismo fué llamada. 35
Murmuraba, nombrando á una Gentuca,
Con aquella garganta que en su llaga
La divina justicia lo machuca. 39
— "Anima, — díjele, — si hablar te halaga.
Pues pareces deseosa que te atienda,
Con tu palabra mi palabra paga." — 42
— " Mujer, que aun de mujer no lleva venda,
— Comenzó, — te ha de hacer más placentera
Mi ciudad, bien que alguno la reprenda. 45
KL l'URí.ATOKIÜ - CAN lO X\1V 435
"TÚ llcvaríls ni¡ previsión certera:
Y aiin(iiie parezca (jue murmuro errores,
El tiempo te dirá (jue es verdadera.
»H
"Mas dime: ¿eres aquel que en tus all)ores
Kscril)iste unos versos, comenzando:
Vosoíros qué sabéis que son amores?'' 51
Y repliqué: — "Yo soy uno. (jue cuando
Amor inspira, con la mano traza.
Lo que en el pecho tiene palpitando."—- 54
— "Ahora percibo el nudo que me enlaza
Con Notaio y Güitone, y me retiene,
Y que el estilo nuevo me retraza. 57
"Veo que vuestra pluma se mantiene
Fiel al dictado del amor, segura,
Lo que en verdad la nuestra no sostiene. eo
" Quien pretenda elevarse á más altura,
No distingue un estilo de otro estilo." —
— Y terminó callando con cordura. — 63
Cual las aves que invernan en el Nilo,
Alguna vez forman bandada espesa,
Y luego en raudo vuelo van en hilo, 66
Así, toda la turba con presteza.
Volvió la espalda, y prosiguió delante,
Ligera, por querer ó por magreza 09
Como quien de correr se siente laso,
Y se va poco á poco retrazando
Y descansa, marchando paso á paso, 72
436 DIVINA COMEDIA
Foresio, sus pisadas retardando,
Me seguía, diciendo en voz dolida:
— " ¿ Cuándo de nuevo nos veremos, cuándo?" — 75
— "No sé, — repuse, — el plazo de mi vida;
Pero la vuelta no será tan presto
Como el deseo que á venir convida; 78
" Pues el destino me asignó mi puesto
Donde el bien cada día se despulpa,
Y á deplorable ruina está dispuesto." — si
— "Anda; — dijo, — quien tiene mayor culpa
De un caballo á la cola va arrastrado,
Al negro valle donde no hay disculpa: 84
" La bestia va con paso arrebatado,
Golpeándole por ásperas veredas,
Y lo deja cadáver destrozado. 87
" No mucho han de girar celestes ruedas,
— Y miró al cielo, — sin que veas claro
Lo que al presente comprender no puedas. 90
"Quédate, Adiós: el tiempo me es muy caro
En este reino, y mucho ya he perdido
Platicando contigo; y me separo." — 93
Cual jinete á galope, desprendido
De un escuadrón, que busca valeroso
El primer choque, por honor movido, 96
Así partió Foresio presuroso,
Y (¡uedé con mis dos acompañantes,
Grandes guías del canto más glorioso. 99
i:l ruKí.AToKio — canto xxi\ 437
Y cuando ya las soml^ras muy distantes
Mi mente sus palabras meditaba,
Sip^uiéndolas con ojos anhelantes, 102
Vi un .írbol, que en sus ^ajos ostentaba
Como el otro sus frutos, no lejano,
A tiempo que hacia un lado yo miraba: 105
Y gentes vi debajo, alzar la mano,
Y evitar no sé qué, cómo, ;ii adonde,
(Cual hace el niño antojadizo y vano, 108
A un ruego que á su ruego no responde,
Y que le hace pedir la cosa ansiada,
Cuanto más se retira y más se esconde) iii
Y á la gente pasar desengañada.
— Hasta aquel árbol la atracción nos lleva.
Que ni á ruegos ni lágrimas da nada. — 114
— JVo es este el árbol que tentara á Eva:
No os acerquéis : seguid por vuestra vía ;
Que su retoño ínás allá se eleva. — 117
Así una voz oculta nos decía;
Virgilio, yo y Estacio, con pies cuitos.
Seguimos por el lado que ascendía. 120
Y agregó: — Recordad á los malditos
Centauros, que á Teseo combatieron,
Co7i dobles pechos y hartos de apetitos ; 123
Y á los hebreos que á beber se dieron.
Que no quiso Gedeón como soldados.
Cuando en Median al llano descendieron. 126
438 DIVINA COMEDIA
Y así al pie de las rocas recostados,
Seguíamos oyendo los sollozos
De la gula, en sus tristes condenados; I29
Y al encontrar caminos espaciosos,
Mil pasos avanzamos, contemplando
Los contornos del monte, silenciosos. 132
— "Quiénes son esos tres que van pensando?" —
— Gritó una voz que á mí me estremeciera.
Como bestia espantada titubeando. — bs
Alzé los ojos para ver quien era
Y no creo que de horno haya salido
Vidrio ó metal que más rojizo fuera, i38
Cual uno, que me dijo; — Bienve^iido
El que busca la paz. Id adelante.
La vuelta dad por donde habéis subido, — \\\
Cegado por su aspecto deslumbrante,
Encamíneme en pos de mis doctores
Por el oído, en marcha vacilante. 144
Y como nunciatriz de los albores
Sopla brisa de Mayo que acaricia.
Cargada del perfume de las flores, 147
Sentí como de un viento la caricia,
Ala celeste que mi frente orea.
Esparciendo ambrosía con delicia; iso
Y una voz exclamar: — "Bendito sea
El que la gracia alumbra, y no del gusto
Del paladar el apetito humea, 1S3
"Y que apetece sólo lo que es justo." —
CANTO VIGKSIMOQUINTO
Suben los tres Poetas por la estrecha vía que conduce del sexto al sétimo circulo. —
Dante pregunta á Virgilio cómo pueden enflaíjuecerse los espíritus en un lugar
donde el hambre no favorece el apetito. — Virgilio pide á Estacio que le res-
ponda, y este explica la generación del cuerpo humano, la infusión del alma en
él por su propia virtud, y el modo de existir de ella después de la muerte. —
Llegados los Poetas al linde del sétimo círculo, lo hallan todo cubierto de lla-
mas, á excepción del borde externo. — En medio de aquel fuego, ven moverse á
los lujuriosos que cantan un himno, alabando ejemplos de castidad.
Forzoso era subir: el meridiano
Cedía el Sol á Tauro, y traspasaba
La noche opuesta el de Escorpión lejano. 3
Por lo cual, como nada nos fijaba,
Cual sucede al que sigue á la ventura,
Necesidad los pasos impulsaba. 6
Entramos del peñón por la abertura,
Y uno á uno trepamos por su escala.
Que más no permitía su estrechura. 9
Cual pichón de cigüeña mueve el ala
Cuando intenta volar, y dentro al nido
En vanos aleteos se desala, 12
Tal sentía, apagado ó encendido
El anhelo de hablar, que se suspende
Antes de articular algún sonido; 15
440 DIVINA COMEDIA
Mas, dijo el dulce Padre: — " Habla, y desprende
La flecha que la lengua te sofoca,
Y el arco de tu labio firme tiende. " - is
Y entonces con firmeza abrí la boca:
— " Cómo puede un espíritu ser magro.
Donde alimento al alma no provoca?" — 21
— " Si recordases bien, como Melagro
Se consumió, mientras ardió una brasa,
— Respondió, — no hallarías que es milagro. 24
"Y si pensases, que el espejo traza
La imagen, y acompaña al movimiento.
Comprenderás lo que á las almas pasa. 27
" Mejor responderá á tu pensamiento
Estacio, á quien le pido y á quien ruego.
Te cure de ese extraño sentimiento." —
— " Si la eterna venganza le desplego
Ante ti, — dijo Estacio al dulce guía, —
Es porque á tu deseo no me niego." —
Y continuó: — "Si la palabra mía
Tu mente guarda y á pensar te mueve,
Te alumbrará como la luz del día.
30
33
36
"La purísima sangre que no bebe
De la vena la sed, sustancia es sana,
Del banquete vital, rico relieve: 39
"Va al corazón, y á la criatura humana
Le da su forma, en carne al transformarse,
Por la corriente (jue en la vena mana: 42
EL ri;Kc.AT()r<H) canto XXV 441
"Más pura aún, (nuíjor es no nombrarse
l'^l preciso lujj^ar donde en seguida
Kn vaso natural va á derramarse): 45
"Una sangre á otra sangre allí reunida,
La m;ls activa ;'i la pasiva entona,
De su nativa fuente resurgida; 48
''Y al mismo tiempo con vigor reacciona,
Primero coagulada, luego viva
Por gestación que la materia abona. 51
"Su virtud se convierte en alma activa.
Como una planta, un tanto diferente,
Porque una, viva está, la otra se aviva; 54
"Y obra de suerte, que mover se siente
Como pulpo marino, y organiza
La potencia que lleva en su simiente: 57
" Se contrae, se dilata, y finaliza
Del corazón la fuerza generante,
Por la virtud que el cuerpo fecundiza. 60
"Mas, como el animal se hace pensante.
Aun no lo puedes ver, porque es un punto.
Que á los más sabios deja vacilante, 63
" Pues según su doctrina, no hay conjunto,
Entre el alma y armónico intelecto
Por no ver á la mente órgano adjunto. 65
" Abre tu mente de verdad al concepto,
Y sabe que en su feto, aunque latente.
El poder del cerebro es ya perfecto. 69
442 DIVINA COMEDIA
"El Gran Móvil, contempla complaciente,
Este prodigio natural, é inspira
Un espíritu nuevo, en sí completo, 72
"Que vida activa en su sustancia aspira,
Y forma un alma sola que consciente.
Se mueve, y vive, y en su centro gira. 75
"Y á fin que mi palabra entre en tu mente,
Mira ese sol que se convierte en vino
En la savia de viña floreciente.
"Y cuando de Laquesis , con el lino
La carne se consume, virtualmente
Lleva en sí con lo humano lo divino
78
8i
" Entre mudas potencias, solamente
Inteligencia, voluntad y memoria.
Obran activas más agudamente. 84
" Sin parar, en su marcha transitoria,
Pasa el alma de la una á la otra riba,
Y se orienta en su senda promisoria; 87
"Y en el lugar que Dios le circunscriba.
Potencia formativa irradia en torno
Cual sucedía con la carne viva. 90
" Cual aire vaporoso que en contorno
Otros rayos de luz en sí refleja,
De variado color, que son su adorno, 9j
" Así el aire á que pasa, la asemeja
A la forma en que estaba modelada,
Reflejando el despojo que atrás deja. 96
EL PURGATORIO —CANTO XXV 443
'' ^ lucjTo, como v¡v;i ll.unar;icla
Que del fuego acompaña el movimiento,
En espíritu se halla transformada. 99
"Sombra se llama desde aquel momento,
Y en esta nueva forma (|ue asumimos,
Se c^rp^aniza de nuevo el sentimiento. 102
"Y por eso aquí hablamos y reimos,
Y lloramos, los ayes exhalando,
Que oyes en este mundo en que vivimos, ios
"Y según las pasiones van obrando.
Placer ó afán, las sombras los figura,
Y es esto lo que admiras contemplando." — ios
En el lugar de la última tortura
Estábamos, y vueltos á la diestra
Nuestra atención otro cuidado apura. iii
En la roca, una llama se nos muestra.
Que corre cual ballesta disparada,
Y que un viento del borde la secuestra. 114
Por evitar la ardiente llamarada
Uno á uno seguimos por la vía;
-Yo, temiendo caer en la hondonada. - ii?
— "En este sitio, — dijo el sabio guía, —
A la vista se debe poner freno,
Pues errarse el camino bien podría." — 120
Y Stiimnce Deus cleínentice, desde el seno
Del incendio, las almas van cantando;
Y por mirarlas, mi temor refreno. 123
444
^^^ DIVINA COxMEDIA
Vi sombras por las llamas circulando:
— Sus pasos y los míos observaba,
Con la vista los pasos alternando. -
Y un himno entre aquel fuego resonaba,
El Virum nojí cognosco, fuertemente,
Que luego en voz más baja comenzaba.
Y al fin:- "Diana en el bosque se ha quedado
A Calisto arrojando por impura,
Que el veneno de Venus ha probado." —
Después cantaban á la esposa pura,
Y á los castos maridos, arreglados
A la ley que virtud les asegura.
Y pienso que así irán estos penados
Por el tiempo que Dios los martiriza,
Conviniendo esta cura á sus pecados,
En que el fuego sus llagas cicatriza.
126
129
132
135
138
(LVNTO \1GESLM08EXT0
Los Poetas prosiguen su camino al trav»!s del sétimo círculo, apartándose de las
llamas de los condenados, quienes se asombran al ver que el Dante intercepta
la luz del sol. — Kl Dante ve cruzar entre los fuegos dos grupos de sombras
que marchan en sentido opuesto, expiando dos especies de lujuria y que se
dan un beso al encontrarse. — El poeta bolones Guido Guinicelli habla con el
Dante y este lo saluda con respeto, como auno desús predecesores. — Guido
señala entre las almas otro poeta más digno de reverencia.— Este es el poeta
provenzal Arnaldo Daniel, quien suplica al Dante en versos provenzales que lo
auxilie con sus oraciones.
Mientras íbamos todos en hilera,
Dijo el Maestro al borde del barranco:
— -'Guárdate del abismo y de la hoguera." — 3
E^ sol que hería mi siniestro flanco ;
Descendía radiante al occidente,
Y el celeste color tornaba en blanco. 6
Yo hacía con mi sombra más rubente
Al parecer su llama; y á este indicio
Vi á las sombras errantes poner mente, 9
Sin poder aún formar del caso juicio;
Y á murmurar entre ellas comenzaron:
— ''No parece tener cuerpo ficticio!" — 12
Y poco á poco á mí se aproximaron,
Observándome siempre con resguardo,
Y sin salir del fuego, así me hablaron: 15
30
446 DIMNA COMEDIA
— "Oh, tú! que vas c.'etrás con paso tardo,
Porque tu escolta esa atención merezca,
Dime quien eres, aunque en llamas ardo; i8
" Y tu respuesta, más que á mí se ofrezca
A esta mesnada, que sedienta se halla,
Como el Indo y Etiope de agua fresca. 21
" Por qué tu cuerpo forma una muralla
Al sol, cual si no hubieses todavía
Caído de muerte en pescadora malla?" 24
Así me habló, y á dar me disponía
Ya mi respuesta, cuando fué cruzada
Por otra novedad que aparecía: 27
Por la senda de llamas, abrasada,
Gente venía en dirección opuesta,
Y fué por ella mi atención llamada. 30
Una banda hacia la otra marcha presta,
Cada sombra se besa una por una,
Y siguen su camino en son de fiesta. a
Así entre medio de su turba bruna
Se hocica confundida cada hormiga,
Que busca su camino ó su fortuna. 36
Después de una acogida tan amiga,
Y antes que el paso cada cual recorra,
Una y otra gritando se fatiga. v;
Unos claman: — " Sodoma con Gomorra!*'
Y otros claman: — ''En vaca trasformada
Pasifáe llama al toro (|ue la acorra." — 42
EL PURGATORIO — CANTO XXVI 447
Como en los Rifeos montes, en bandada
Vuelan las jrriillas [^or huir del hielo,
Y otras del sol la arena acalorada, 4í
Así la doble turl)a va en su anhelo,
Y renuevan su canto, lagrimeantes,
Con gritos de dolor y desconsuelo; 48
Y hacia mí se acercaron como de antes
Las sombras que me habían preguntado.
Con la atención pintada en sus semillantes. 51
Yo que dos veces observé su agrado,
A decir comencé: — "Oh, almas seguras
De alcanzar grata paz en otro estado ! 54
"No han quedado ni verdes ni maduras
Las partes de mi cuerpo, y aquí llego
Con mi sangre y mis vivas coyunturas. S7
"Vengo la luz buscando como ciego;
Santa mujer que me dispensa gracia
Trae el cuerpo mortal que aquí relego. 60
"Que vuestra ansia mayor por siempre sacia
Alcance de los cielos la morada.
Donde el amor con plenitud se espacia! 63
"Mas decidme una cosa, que anotada
Llevar quiero: — qué sois? qué la otra turba
Que de la vuestra marcha á la encontrada?" — 66
Tal como tosco montañés se turba
Cuando entra A una ciudad civilizada,
Y cuanto ve, le admira, y se perturba, 69
448 DIVINA COMEDIA
Así quedó la gente de asombrada;
Mas cuando el estupor hubo pasado,
Como acontece en alma bien templada, 72
Una me dijo: — "Ser afortunado,
Que al penetrar en nuestra triste vida
La experiencia en las sombras has buscado! 75
" La gente que está aparte, va afligida.
Por lo mismo que á Cesar, aún triunfando,
Reyna llamó la plebe consentida; 78
"Y por eso, Sodoina I van gritando,
Reprobando en sí mismos su delito.
Su vergüenza las llamas atizando. 8I
"Nuestro pecado es doble, hermafrodito;
Pues violamos las leyes naturales.
Saciando bestialmente el apetito. 84
"Y en aprobio á pecados tan brutales.
En cada encuentro el nombre pronunciamos
De la que fué bestial entre bestiales. 87
"Ya sabes el pecado que purgamos:
Decirte nuestros nombres bien quisiera,
Mas, tiempo falta, pues de prisa andamos. 90
"Empero, el mió te diré: yo era
Guido de Guinecelli: aquí me purgo
Por buena contrición de hora postrera."- 93
Como en el triste caso de Licurgo,
Los dos hijos (^ue hallaron á la madre.
Tal hice yo, — si bien no á tanto surgo, — %
EL l^URGATüKIÜ — CANTO XXVI 449
Al escuchar el iioinl)rt; de a(|ucl padre,
No sólo mío, de otros de ni.ís fama,
A los que el nombre de poetas cuadre, 99
Verhí de. cerca m¡ deseo inflama,
Lo miro y lo remiro laríi^o espacio.
Sin dejarme acercar la viva llama. 102
Cuando ya de mirarle estuve sacio,
Me ofrecí, respondiendo a su deseo.
Con las protestas de cordial regracio. 105
Y replicóme: "Lo que escucho y veo
Hondo vestigio dejará patente
Sin borrarlo las aguas del Leteo. ios
"Mas si habla el labio lo que el pecho siente,
Dime, cual es la causa del afecto
Que manifiestas tan amablemente?" — iii
— "Es de tus rimas, — respondí, — ^^el efecto.
Que mientras dure el uso más moderno,
Muestras caras serán del intelecto." — ii4
Y él: — "Hermano, una sombra aquí discierno,
— Y con el dedo la mostró á mi alcance, —
Que fué el fabro mejor de hablar materno. 117
"En dulce verso y prosa de romance
Fué superior, aunque hayan repetido.
Que el Lemosin en gloria se le avance: 120
" Sin mirar la verdad, va tras el ruido
El vulgo con sus vanas opiniones,
Sin dar al arte ó la razón oído. 123
450 DIVINA COMEDIA
" Así también hicieron con Guitones
Los que antes le aclamaron como egregio ;
Mas la verdad triunfó con sus razones. 126
" Ya que gozas del amplio privilegio
De subir hasta el claustro luminoso
Donde Cristo es abad del gran colegio, 129
"Reza por mí de un Pater, fervoroso,
La parte que conviene en este mundo,
En que no hay tentador pecaminoso." — 132
Después, por dar lugar, al que segundo
Muy cerca de él estaba, echóse al fuego
Como un pez en un piélago profundo. 135
Al antes señalado le hablo luego.
Antes que el fuego con la sombra gire,
Y su nombre demando en blando ruego; i38
Y en lengua habló que no hay á quien no inspire:
— Tan n¿ abelhis vosire cortes deman,
Qtí leu no n¿ puesc ni ni! voill á vos cobrire. 141
Jeu sui Arnauiz, que plor e vai chantan:
Consiros vei ¿a passada /olor,
E vei jaiizen ¿a joi qu' esper denan. 144
Ara tis prec aqttella valor,
Que US guia al sont sens freich e sens calina,
Sovenha us ateinprar ina dolor. 147
Y al fuego se arrojó, que el alma afina.
CANTO VIGÉSIMOS KTLMO
Un ángel anuncia que pata seguir más adi-.lantc. es necesario atravesar las llamas. —
El Poeta trepida, pero Virgilio lo alienta diciémlole que del otro lado está Bea-
triz.— El Poeta, en compañía de sus dos guías, atraviesa las llamas. — l'n ángel
de luz los llama y les indica la subida. — Sobreviene la noche, el Poeta se ador-
mece y tiene un sueño místico en que ve á Lía, imagen de la vida activa, cogiendo
flores en los jardines del Paraíso, quien hace alusión á la vida comtemplativa de
su hermana Raquel. — Al amanecer, los Poetas prosiguen su viaje, y llegan al Pa-
raíso terrestre. — Virgilio se despide del Dante y lo entrega á su libre albedrío.
A tiempo que su primo rayo vibra,
Donde Jesús vertió su sangre pura,
Cayendo el Ebro bajo el alta Libra, 3
Y el Ganges hace arder desde su altura,
Estaba el Sol; y al extinguirse el día,
Se apareció de un ángel la figura. 6
Alejado del fijego se tenía,
El Beati mundo cor de repitiendo.
Con sobrehumana voz en armonía. 9
Y luego: — "Animas santas, id subiendo
Mordidos por la llama fulgurosa,
Y los cantos de allá siempre siguiendo." — 12
Así dijo, y con alma temerosa,
Me sentí como el hombre condenado
A ser vivo enterrado en una fosa. 15
452 DIVINA COMEDIA
Alzé las manos y pensé angustiado,
Mirando el fuego, en la terrible suerte
De tanto cuerpo humano allá quemado. is
A mis guías volví mi rostro inerte,
Y Virgilio me dijo: — 'Hijo querido,
Tormento puede ser, pero no muerte, 21
"Acuérdate que bien te he conducido
En hombros de Gedeón, en otra empresa,
¿Qué no haré por el cielo protegido? 24
"Mil años estar puedes, con certeza,
En medio de esa llama abrasadora,
Sin que pierda un cabello tu cabeza. 27
"Y si pensaras que te engaño ahora,
Pon la mano en la llama, y la evidencia
Tendrás de que las carnes no devora. 30
"No temas del peligro la apariencia:
Acércate con ánimo seguro." —
— Y yo inmóvil, pugnando mi conciencia. — 33
Cuando me vio tan inactivo y duro,
— "Hijo mío, — me dijo algo turbado, —
Entre Beatriz y tú, se halla ese muro." — 36
Cual Píramo, de Tisbe el nombre amado,
Al tiempo de morir miró á su amante.
Cuando el moral tiñóse de encarnado, 39
Así ablandado me sentí al instante
De pronunciarse un nombre, (jue en mi mente
Florece siempre puro y rozagante. 42
EL 1'UK(,A101<1(J -CANlü XXVll 453
Virp^üio entonces nic miró sonriente,
Cual se hace con v.\ niño, (|ue halagado
Al vc;r la dulce poma, al fin consiente. 45
Y al fuego se lanzó determinado,
A l^stacio previniendo ine siguiera,
Que entre los dos se hallaba colocado. 48
Al encontrarme en medio de la hoguera,
Me habría sumergido en vidrio ardiente
Por refrescarme, tal su temple era. 51
El dulce padre, siempre providente,
Nombrándome á Beatriz, me confortaba.
Cual si la viese ya resplandeciente. 54
Escuchando una voz que allá cantaba,
Seguimos, guiándonos por sus sonidos.
Hasta subir do el fuego terminaba, 57
Vein'd, los por im padre bendecidos I
Sonó dentro á una luz, tan esplendente.
Que mis ojos sentí como perdidos. 60
Viene la noche: baja el sol ardiente:
No os detengáis ; apresurad el paso,
Mientras izo se ennegrezca el occidente. 63
Iba el sendero por peñasco eriazo.
De modo que mi cuerpo, interceptaba
Del fatigado sol el rayo escaso; 66
Y cuando en medio á la subida estaba,
Notamos por mi sombra ya extinguida,
Que el sol á nuestra espalda se acostaba. 69
454 DIVINA COMEDIA
Antes que por la noche oscurecida
La bóveda celeste se mostrara,
Envolviendo en sus sombras la subida, 72
Cada uno en un peldaño se acostara.
Pues lo áspero del monte en adelante
No dejaba subir cual se deseara. fs
Tal como hace la cabra trashumante.
Que después de pacer en altozano
Busca la sombra, mansa y rumiante, 78
Cuando más arde el sol en el verano,
Y el pastor vigilante se reclina
Sobre el cayado, mano sobre mano; 81
Y cual hace la gente campesina
Cuando ronda de noche su ganado
Guardándole de bestia asaz dañina, 84
Tal de los tres el respectivo estado:
Yo era la cabra y ellos los pa'stores,
Con la roca del uno y otro lado. 9/í
Perdidos los espacios exteriores.
Aún alcanzaba á ver á las estrellas,
Al parecer más claras y mayores. 90
Así rumiando y contemplando aquellas,
Tomóme el sueño, que frecuentemente
Traza la imagen de futuras huellas. 95
Pienso que era la hora que en oriente
Sobre el monte Citereo asoma el día,
Con su fuego de amor por siempre ardiente, ví)
EL FüKGATüRiO — CANTO XXVil 455
Y en sueños, percibir me parecía
Joven bella, vap^ando en una banda,
Corriendo flores, y que así decía:
99
— ''Si alo^^uno acaso quien soy yo demanda,
Lía me llamo, que moviendo en torno
Las bellas manos, formo una jruirlanda. 102
"Ante el espejo por placer me exorno;
Mas mi hermana Raquel solo se paga
De estar ante él en incesante adorno. 105
"En verse el bello rostro, ella se halaga,
Como yo en adornarme con mis manos;
Ella mirando, yo con lo que haga." — ios
Del alba los crepúsculos tempranos
Que al peregrino errante tanto halagan
Cuando vuelve á sus lares no lejanos, iii
Entre las sombras fugitivas vagan,
Y con ellas mi sueño, y me levanto
Al ver los grandes Maestros levantados. 114
— "La dulce poma porque anhela tanto
El incesante afán de los mortales,
Tu hambre apaciguará con tu quebranto." — 117
Así Virgilio, con palabras tales,
Habíame, y en oírle me recreo.
Con deleites, que nunca sentí iguales. 120
Con voluntad, yo el ánimo espoleo,
Y á cada paso en la áspera pendiente
Crecen en mí las alas del deseo. 123
456 DIVINA COxMEDIA
Al recorrer la escala enteramente,
La planta hollando el escalón superno,
Virgilio me miró muy fijamente, 126
Diciendo: — ''El fuego temporal y eterno
Has visto ya, hasta venir á parte
En que solo por mí no más discierno. 129
"Te he conducido con ingenio y arte:
Desde aquí tu albedrío te conduce
Por vías en que no has de fatigarte. 132
"Mira á tu frente el sol como reluce;
Las flores, hierbas y árboles frondosos.
Que aqueste suelo de si por si produce. iss
"Antes de ver los ojos luminosos
Que llorosos me hicieron auxiliarte,
Descansa en estos sitios deliciosos. 138
"No esperes ya que pueda aconsejarte:
Tu sano juicio tu albedrío abona,
Y debes por ti mismo gobernarte, i4i
"Pues te enmitro y te pongo la corona" —
CANTO VIG líSJMOOCTAVO
El Pofita penetra en la selva umbrosa del Paraíso terrestre, admirando sus bellezas
sobrenaturales. — Un rio de agua trasparente y sombría lo detiene, en su marcha.
— En la margen opuesta ve una bellísima joven que canta recogiendo flores. —
El Poeta le pide que se acerque para oir y entender su canto. — La bella joven
( que realiza la visión del canto precedente, y que según se ve después, es la Con-
desa Matilde, que enriqueció á la Iglesia) le explica las maravillas del Edén,
disipando las dudas que le manifiesta el Poeta.
De conocer por dentro estaba ansioso
La divina floresta, que templaba
Del nuevo día el brillo esplendoroso. 3
Impaciente, la planta me llevaba
Al través de aquel campo, lento, lento,
Que por doquier aromas exhalaba. 6
Aura dulce, sin leve mudamiento.
Hasta mi frente, plácida desciende,
Más suavemente que el más suave viento, 9
Y por las hojas, trémula desciende,
Inclinando los gajos á la parte
A que su santa sombra el monte extiende. 12
Y de tal modo el soplo se reparte.
Que no perturba á las canoras aves.
Que ensayan libres de natura el arte, 15
^^^ DIVINA COMEDIA
El alba saludando en cantos suaves,
Que acompañan las hojas susurrando,
Como lo hace el bordón en notas graves;
Tal cual de rama en rama van sonando
Los pinares de Quiasi en la ribera,
A tiempo que el Siroco va soplando.
En tanto, por la selva placentera
Lentamente llevóme el paso mío,
Sin poder atinar donde estuviera;
Cuando fui detenido por un río,
Qae á la izquierda, con plácida corriente
Las hierbas doblegaba en su desvío.
Era su agua tan pura y trasparente,
Como no vista acá, sin mezcla alguna,
Sin que nada escondiese su corriente;
Empero se movía bruna, bruna,
Bajo perpetua sombra, que los rayos
No penetran del sol ni de b luna.
El pie detuve ante sus bordes gayos,
Mirando más allá de la ribera
La variedad de sus lozanos Mayos,
Cuando súbitamente apareciera
Una imagen que el alma cautivaba
De admiración, y todo lo excluyera.
Sólita, una mujer vi (|ue vagal)a.
Cantando y escogiendo flor y flores,
Que esmaltaban la vía que cruzaba.
18
21
24
27
30i
33'
36:
39
42
LL rUKGATüKIÜ - CANTO XXVIII 459
— " X'irii^cMi hclL'i t|uc encienden los .imores,
vSi ¡ii/.iío por los rasj2^os del semblante
Que son del corazón indicadores, 45
" Díjrnate prosejj^uir m.ís adelante,
— Díjele, — más cercana á la ribera,
Para entenfler lo que tu boca cante. 48
"Tú me haces recordar donde perdiera
La diosa madre á su hija Proserpina,
Cuando la hija perdió su primavera." — 51
Tal cual gira graciosa bailarina
Sobre sus pies, poniendo uno delante
Y en equilibrio sobre sí se inclina, 54
Volvió hacia mí su plácido semblante
Entre el jalde y el rojo de sus flores,
Baja la vista, púdica y radiante; 57
Y tanto más su aspecto me encantaba.
Cuanto que las palabras entendía
Del canto que á lo lejos me encantaba.
60
Y al borde en que la hierba se extendía
Se aproximó, mostrando complaciente
Las luces de sus ojos que escondía. 6.v
No pienso fuera más resplandeciente
La mirada de Venus cuando herida
Fué por su hijo con mano de inocente. 66
Desde la orilla opuesta, reía erguida,
Las flores matizando con sus manos.
Que da sin germen tierra bendecida. 69
460 DIVINA COMEDIA
Ni tres pasos estábamos lejanos,
Mas, de Jerges el paso de Helesponto,
Que es el freno del orgullo en los humanos, 72
A Leandro pareciera menos pronto
Al nadar entre Sexto y entre Abydos,
Cual á mí no salvarlos pronto, pronto. 75
Ella me dijo: — "Sois recién venidos,
Y mi risa extrañáis, aquí viniendo,
Donde la estirpe humana no hace nidos:
"Y algo oscuro por eso estáis creyendo;
Pero que el salmo Dilectasti baste
Para aclarar lo mismo que estáis viendo.
78
81
"Y tú, que antes de ahora me rogaste.
Pregunta lo que quieras, que estoy presta
A cualquiera cuestión que á ti te abaste." — 84
— "El murmullo del agua y la floresta,
Mi fe, — le dije, — conciliar no puede.
Con lo enseñado por la ciencia opuesta." — 87
Y ella: — "Yo te diré como procede
La Suma causa, que dudar te hace.
Para que sombra alguna no te quede. 90
"El Sumo Bien, que sólo en sí se place,
Bueno hizo al hombre, á bienes inclinado,
Y acjuí le dio la paz (jue satisface; 93
"Mas este don perdió por su pecado.
Y en afanes, en llantos y en dolores.
Su honesta y dulce risa se ha trocado; 96
EL PURGATORIO -- CANTO XXVIII 461
" Y ;i fin (jue iio pudicscín los vapores
Que vse exhalan del ae^ua y de la tierra,
Y dilatan del inundo los ardores, 99
"Al hombre bueno inocularle í^uerra,
Ksta montaña se ha elevado tanto
Que libre se halla el .'ímbito (jue encierra. 102
"Y como el aiie gira, tanto cuanto,
— Si la esfera en (|ue gira no está rota, —
A su impulsión sólo obedece en tanto, 105
" El aire vivo en que este monte flota,
En la tupida selva que estás viendo
El son produce que tu oído nota, ios
"Con su soplo las plantas s^^cudiendo,
Y de virtud la atmósfera impregnada
En su perpetuo giro va esparciendo. iii
" La tierra por vosotras habitada
Por su cielo ó por sí, concibe y crea.
Arboles varios de virtud variada. 114
"Óyeme bien y forma clara idea:
No es maravilla, cuando alguna planta
Aun sin semilla aparecer se vea; 117
" Y has de saber que esta campaña santa
De todas las simientes está llena,
Y el fruto lleva en sí la misma planta. 120
"No surge el agua aquí de oculta vena
Por vapor que en el frío se condensa,
Y no pierde ni gana, igual y plena; 123
31
462 DIVINA COMEDIA
"Porque ella brota de una fuente inmensa
Que á voluntad del Hacedor desciende,
Y que con sus corrientes se compensa. 126
"Hacia esta parte su virtud extiende
Y quita la memoria del pecado,
Y á la otra parte sumo bien trasciende. 129
"Aquí el Leteo, y al opuesto lado
Eunóe se llama, y sólo es provechosa
Cuando junto con la otra se ha gustado. 132
"Más que todas las otras es sabrosa.—/
-- Si con esto tu sed aun no se sacia,
No puedo descubrirte ya otra cosa. 135
"Un corolario te daré por gracia,
Que no pienso te sea indiferente
Si mi palabra para ti se espacia. i38
" Los poetas que tuvo antiguamente
De oro la edad en su feliz estado,
Este jardín soñaron en su mente: 141
"Aquí inocente el hombre fué creado.
Aquí existe la eterna primavera
Y el néctar está aquí, de que se ha hablado." — 144
Yo mis ojos giré cuando esto oyera
Y á mis poetas vi, que sonreían
Escuchando lo que ella me dijera; 117
Y á la joven mis ojos se volvieron.
OAiNTO VIGÉSIMONONO
Los Poetas mnoutaii la rorriciitc <I<1 Lcteo, sij>;uiin<l<) ellos pí)! una orilla y la joven
quo los acompaña por la o|)Ucstu. — Aparición de. una procesión simbólica, á
cuyo frente, marchan siete luminares (los siete dones del ICspiritu Santo ) ; y en
seguida los veinte ancianos del Apocalipsis. — Los cánticos anuncian la próxima
llegada de Beatriz. — Aparecen cuatro animales místicos, ( los cuatro Evange-
lios), y un carro espléndido arrastrado por un Grifo de doble naturaleza, repre-
sentación de Cristo. — Siguen las cuatro virtudes cardinales, las tres virtudes
teologales, los Apóstoles San Pedro y San Pablo, cuatro grandes doctores de la
Iglesia, y finalmente San Juan, el autor del Apocalipsis.— La procesión se detiene
frente al Poeta.
Ella, con voz de amor de un alma grata,
Cantando continuó muy dulcemente:
Beati qitorum teda sunt peccata. 3
Como ninfas que van ligeramente
Por selvático sitio, y van deseando,
Unas la sombra y otras sol luciente, 6
Remontó la corriente, caminando
Por la ribera, mientras yo seguía
Por la opuesta su paso acompañando. 9
Unos cien pasos recorrido había.
Cuando noté que el río, ya desviado,
Al levante mi marcha dirigía. 12
Luego, que hubimos corto trecho andado.
Volvióse á mí, diciendo cariñosa :
— "Hermano, ve y escucha con cuidado." 15
Yo percibí una luz esplendorosa
Que se espaciaba por la gran floresta,
Y un relámpago ser me imaginaba; is
464 DIVINA COMEDIA
Pero la luz fulgúrea pasó presta,
Y como la otra más resplandecía,
Me decía entre mí: -Qué cosa es esta? 21
Circulaba una dulce melodía
En ondas luminosas, y en mi celo
Llegué á improbar en Eva la osadía; 24
Pues cuando obedecía tierra y cielo
A una sola mujer recien formada,
Rasgó imprudente el misterioso velo. 27
De haber sido más cauta y resignada,
Habría yo alcanzado las delicias
De esta mansión, en vida prolongada. 30
Mientras del goce eterno las primicias
Iba así contemplando embebecido.
Con deseo mayor de más leticias, 3?.
En el aire brotó fuego encendido
Bajo el verde ramaje, y concertante
Su rumor quedó en canto convertido, 36
— Vírgenes sacrosantas! si constante
Por vosotras vigilias he sufrido,
Y hambre y sed, yo os invoco en este instante! 39
Vierta Helicona su raudal crecido,
Y (|ue Urania me ayude con su coro
Para pensar en verso lo sentido! — 42
A poco andar siete árboles de oro
A lo lejos la vista me fingía,
En aire vago que no bien exploro; 45
EL PURGATORIO — CANTO XXIX 465
Mas al llegar á corta cercanía
Disípase el en^^año que. me afana,
Mirando bien lo (|U(^ antes mal veía, 48
Reconociendo con razón más sana
Que candelabros ante mí tenía,
Y el canto de las voces era ¡ Hosanal 5i
\\\\ alto, el bello arnés resplandecía
Mcás que la luna, en el azul sereno,
Cuando en la media noche más se amplía. 54
Inmensa admiración colma mi seno;
Miro á Virg-ilio y su mirada ansiosa
Me muestra el estupor de que está lleno. 57
Volví á mirar tan encumbrada cosa,
Que se acercaba muy pausadamente,
Más lentamente que una nueva esposa. 60
La joven me gritó:-- "Por qué así ardiente
Miras la viva luz que allí fulgura,
Y no la procesión que sigue ingente?" — 63
Y vi gente venir en derechura.
Vestida toda del más puro blanco,
Como jamás se viera igual blancura. 66
Yo, siguiendo la orilla del barranco,
En el agua mi sombra percibía
Como en espejo, por siniestro flanco; 69
Y cuando vi desde la margen mía
Tan solo por el río t-star distante.
Me detuve por ver lo que venía. 72
466 DIVINA COMEDIA
Y las antorchas vi que iban delante,
Dejando atrás el aire todo tinto,
Cual si pintaran flámula flotante: 75
En siete fajas veíase distinto
Un listón de magníficos colores
Que arco forman al Sol, y á Delia cinto-
78
Eran como estandartes, superiores
A la corta visión de los humanos.
Brotando entre diez pasos de fulgores. 8i
Iban delante veinte y cuatro ancianos.
De dos á dos, cual elegidos seres,
Y ceñían su sien lirios tempranos. 84
Cantaban todos: — "Bendecida tú eres,
Hija de Adam! por siempre bendecida
Tu belleza entre todas las mujeres!"
87
Cuando la verde senda florecida.
Que delante de mí trazó su huella,
Libre dejó la gente esclarecida, 9o
Como en el cielo, luz tras luz destella,
Cuatro animales cerca la seguían,
Coronados con hoja verde y bella. 93
De seis plumosas alas se vestían,
Y un ojo en cada pluma, que los de Argo
No más vivos ni fúlgidos serían. 96
De describrir su forma no me encargo
En verso, ¡oh buen lector! porque reclama
Mi atención, un asunto algo m.is largo. 09
EL rURGATÜR.10 —CANTO XXIX 467
Leer puedes á l^zeíjuiel, cuando se inflama
Al verlos ir de la reunión ni;'is fría,
Entre nubes y viento y viva llama. 102
Yo los vi cual los vio la profecía,
Menos las alas, lo que más se aviene
Con la visión de Juan y con la mía. 105
En medio de los cuatro se mantiene
Un carro de dos ruedas, que arrastraba
Un Grifo, que del cuello uncido viene. ioh
Sus alas á los lados desplegaba,
Sin tocar el listón de siete listas,
(Y la media, entre tres y tres quedaba) iii
Se alzaban tanto ya, que no eran vistas:
Sus aguilenos miembros eran de oro,
Y el resto, blanco y rojo, en tintas mixtas. lu
Carro no tuvo de mayor decoro
En Roma, ni Excipión, ni tuvo Augusto,
Ni aquel hijo del Sol, que con desdoro U7
Al desviarse del Sol, quedó combusto,
Cuando ruegos terrestres escuchando,
Jove mostróse en sus arcanos justo.
120
Tres mujeres danzantes van girando
A la derecha, y una tan rojiza
De confundirse en fuego flameando. 123
La otra, verde esmeralda simboliza
En sus huesos y carne; y la tercera
Cual nieve que al caer se cristaliza. 126
468 DIVINA COMEDIA
Gobierna el triple grupo la primera,
O la rojiza, y al costado de esta
La una en pos de la otra va ligera. 129
Otras cuatro á la izquierda, en son de fiesta
De púrpura vestidas, van danzando,
Y una lleva tres ojos en la testa. 132
Y tras la procesión van caminando
Dos ancianos, de traje diferente,
Pero los dos, honestidad mostrando. 135
El uno, parecía un descendiente
De Hipócrates el grande, á quien natura
Creó para bien de la más cara gente. ¡38
De lo contrario el otro más se cura,
Con una espada aguda y refulgente.
Que aun río de por medio, da pavura. i4i
Y van cuatro después, humildemente,
Y en pos de ellos un viejo, que aunque erguido
Parecía dormir profundamente. 144
Cual de los veinticuatro, es el vestido
De los siete, que en todo se asemeia
Menos que el albo lirio no han ceñido. 147
Cintos de rosas y de flor bermeja.
Se creyeran al verlos lejamente
Que ardían más arriba de la ceja. 150
Cuando el carro triunfal tuve á mi frente,
Sonó un trueno, su marcha conteniendo,
Y cesó de marchar la electa gente, 153
Las banderas su avance deteniendo.
OAxXTO TlilGESIMü
Aparición y triunfo de lU'.atriz, siinholo de, la Teología. — Desaparición de Virgilio
y dolor del Poeta. — Amonestación de Beatriz al Poeta, quien se muestra tan
confundido, que los ángeles interceden por él. — Beatriz con la severidad de una
madre y la autoridad de un juez, insiste sobre los extravíos del Dante, confun-
diéndolo con su palabra, y diciéndole que solo con el llanto del arrepentimiento
se hará merecedor del beneficio de las aguas del Leteo.
Y cuando el setentrión del primo cielo,
— Sin oriente jamás y sin ocaso,
Sin otra niebla que de culpa el velo; — 3
Que el puesto señalaba en cada caso,
— Como abajo se fija rectamente
El timón que del puerto guía al paso; — 6
De firme se asento, — la santa gente.
Que la luz con el Grifo precedía,
En paz volvióse al carro, reverente. 9
Y uno de ellos, que en medio se tenía,
Veni^ sponsa, de Líbano, cantando,
Tres veces con el coro repetía. 12
Cual beatas almas que al postrero bando
Ligeras surgirán de su caverna.
La revestida carne aleluyando, \^
470 DIVINA COMEDIA
Así, sobre la fúlgida basterna,
Respondieron: Ad vocein tanti senis.
Anunciadores de la vida eterna; i8
Clamando: Benecdüus , tu qui venís ;
Y al par vertiendo flores en contorno:
Manibus o date lilia plenis. 21
Alguna vez del día en el retorno,
La parte del oriente vi rosada,
Y la otra parte con sereno adorno; 24
Y la cara del sol nacer sombreada,
De modo, que velado de vapores
Podía sostenerse la mirada; 27
Así entre nubes de fragantes flores
Que la angélica mano vierte arriba,
Y al carro le prestaban sus colores, 30
Con blanco velo, cinta de la oliva.
Una mujer surgió, con verde manto,
Vestida de color de llama viva. 33
Y el alma mía que por tiempo tanto
No se había encontrado en su presencia,
Trémulo de placer ante su encanto, 36
Aun sin mirarla, tuvo la conciencia.
Por oculta virtud de ella nacida,
De aquel antiguo amor la gran potencia, 39
Al contemplar aquella faz cjuerida,
De alta virtud, á quien tan grande afecto
Voté en los días de la edad florida. 42
KL l'URC.ATORIÜ — CANTO XXX 471
Volvime ;í la siniestra con respeto,
Cual tierno infante corre liacia la mama,
Por miedo o de aflicciones por efecto, 45
A decir á Virgilio:— "Ni una dracma
Que no tiemble, de sanjrre me ha quedado:
Conozco el signo de la antigua llama." — 48
Mas Virgilio me había abandonado,
Virgilio, el gran Maestro, el dulce padre,
A quien ella me había encomendado! 51
Y en el vergel de nuestra antigua madre.
Mi faz por el rocío blanquecida,
Se oscureció otra vez, llorando al Padre. 54
— "Dante, no de Virgilio la partida
Te haga llorar, pues llorarás ahora
Por otra espada que abrirá su herida." — 57
Como almirante va de popa á prora
Avistando las naves que comanda,
Y que anima á su gente y se cerciora, 60
Así del carro á la siniestra banda.
Donde mi nombre fuera pronunciado,
— Ya que es fuerza nombrarme en la demanda — 63
Vi á la mujer que había contemplado
Velada entre las flores de la fiesta.
La vista dirigiendo hacia mi lado. 66
Bien que el velo caído de su testa.
Ceñido con la fronda de Minerva
No todo su semblante manifiesta, 69
472 DIVINA COMEDIA
Regia miraba, con mirada acerba,
Y mantenía erguida la cerviz,
Cual quien su ardor para el final reserva: 72
— "Mírame bien, yo soy, yo soy Beatriz!
Subiste al fin del monte la pendiente?
No sabes tú que el hombre aquí es feliz?" — 75
Cayó mi vista en medio á la corriente,
Y al verse en ella, se escondió en la hierba.
¡Tanta vergüenza se grabó en mi frente! 78
Como el hijo que piensa que es superba
Una madre, mis labios se amargaron
Con el sabor de la piedad acerba. 8I
Ella calló: los ángeles cantaron:
In te, speravi, con divinos sones,
Pero del pedes ineos no pasaron. 84
Cual de Italia en las frígidas regiones
En sus montes la nieve se congela
Cuando soplan los vientos Esclavones, 87
Y filtra al interior, si se deshiela
De algún viento más tibio á los respiros,
Como el fuego que funde la candela, 9o
Así estuve sin llantos ni suspiros.
Hasta escuchar los célicos concentos
De las eternas notas en su giro; 93
Mas luego, los simpáticos acentos
Que compasión en mi favor pedían.
Clamando: — "No reagraves sus tormentos!" 96
EL PURGATORIO — CANTO XXX 473
Los hielos tic mi pedio dtírrctían,
Y en l.íp^rimas y aÜt^nU), sollozante,
Por boca, pecho y ojos me salían. 9>
Klla, firme del carro hacia adelante,
A diestra del timón que lo gobierna.
Así le dijo al coro suplicante: 102
— " A vosotros que estáis en vela eterna,
Sin sueño día y noche, y que la vida
Veis de los siglos en su marcha alterna, 105
"Mi respuesta no se halla dirigida:
Quiero (jue ese que llora bien me entienda,
Pagando culpa y duelo en su medida; ioh
"No sólo las estrellas, por su senda
Señalan á cada hombre su destino,
Del bueno y mal influjo en la contienda: iii
"Por la largueza del poder divino
Que hace de lo alto que la gracia llueva,
Y la vista no alcanza en su camino; 114
" Ese mortal ha sido en vida nueva
Tan inclinado al bien que se demuestre,
Que dio de sí la más cumplida prueba: 117
"Pero es tanto maligno y más silvestre,
Terreno sin cultivo ó mal sembrado.
Cuanto mayor es su vigor terrestre. 120
"Algún tiempo mi rostro le ha guiado.
En la infantil edad, niña querida.
Siguiendo el buen sendero de mi lado. 123
474 DH'INA COMEDIA
" Cuando en segunda edad cambié de vida
Tan luego que su umbral hube pisado
Dióse á las otras y quedé perdida. i26
"Mi espíritu, de carnes despojado,
Aunque en belleza y en virtud creciera,
Fué para él menos grato, y olvidado. 129
"Ya no siguió por vía verdadera,
Porque imágenes falsas perseguía.
Que nunca, promisión cumplen entera. 132
"Por él rogaba en vano noche y día,
Y hasta en sueños mi voz lo amonestaba;
Pero él, por su camino proseguía 135
" Tanto cayó, que el ruego no bastaba
A salvarle de pasos tan inciertos:
Sólo ver el infierno le restaba. I38
"Por él llamé á la puerta de los muertos;
Por él, llorando, auxilio le he pedido
A quien le ha guiado aquí con pasos ciertos, ui
"Y el decreto de Dios fuera abolido.
Si el Leteo pasara, y su bebida
Gustara el pecador no dolorido, 144
"Sin costarle una lágrima vertida!"
(UNTO TlilGESIMOI'IMM VAIO
Confusión y dolor creciente del Poeta interpelado por Beatriz sobre sus extravíos.
— La imagen de Beatriz se revela más bella que nunca en los ojos del Cirifo
simbólico. — El Poeta emocionado se desmaya, y al volver en sí, es llevado por
Matilde al Leteo, en que lo sumerge. — Las cuatro virtudes lo llevan de nuevo
ante Beatriz. — Las tres virtudes teologales interceden ante Beatriz en su favor.
— Invocación del Poeta.
— "Oh, tú, que te hallas más allá del río!"
— (Dirigiendo hacia mí su voz en punta,
Cuyo filo sintiera el pecho mío, 3
Siguió Beatriz en su oración conjunta)
— "Di si mi acusación es infundada?
Tu confesión responda á mi pregunta." — 6
Tenía mi cabeza tan turbada
Y en el labio las voces tan suspensas,
Que no daba palabra articulada. 9
Esperó; luego dijo: — "Di, qué piensas?
Respóndeme: qué es lo que á tí te atrista?
No han borrado las aguas tus ofensas?" — 12
La confusión, con la pavura mixta,
Débil si] arrancaron de mi boca.
Que escuchar no era dado sin la vista. I5
476 DIVINA COMEDIA
Cual por tensión la flecha se disloca,
Y rompe cuerda y arco despedida,
Y con menos violencia el blanco toca, is
Así tesa estalló mi alma afligida,
Con lágrimas, brotando entre sollozos
La voz por emociones comprimida. 21
Ella habló:-- "Mis cuidados amorosos
Al inspirarte las acciones buenas
Que encierran los anhelos más gloriosos, 24
"¿Qué fosos detuvieron, qué cadenas
Te impidieron seguir hacia adelante.
Dejando atrás las esperanzas plenas? 27
" Qué agrados percibiste por delante.
Qué viste de los otros en la frente,
Al correr en su busca tu alma errante?" — 30
Yo después de un suspiro muy doliente.
Apenas pude contestar turbado.
Con palabra llorosa y balbuciente: 33
— " Falso halago presente me ha engañado
Extraviando mis pasos en la vida.
Después que de tu vista fui privado." — 36
Y ella: — "Tu confesión era sabida
Por el Supremo juez (jue todo anota,
Para quien no hay jamás culpa escondida; 39
" Mas si del labio del culpal)le brota,
Y se acusa contrito del pecado.
La justiciera espada el filo embota. 42
EL PURGATORIO — CANTO XXXI 477
"Ya que estás de tu error averj^onzado ;
Que tu alma débil, fuerte se convierta,
Si acaso las sirenas la han tentado. 45
'•No llores, y oye mi palabra cierta,
\'iendo como en la senda te has perdido,
Que te indicaba hasta mi carne muerta. 48
" Arte y natura, tanto no has querido
Como mi bello cuerpo, que en la vida
Me contuvo, y en polvo se ha esparcido. 51
" Después que para ti quedé perdida
Y te faltó ese goce, ¿qué otra cosa
Te sería en el mundo apetecida? 54
"Al sentir la primer saeta dolosa,
Debiste levantar la vista al cielo,
Y á mí, que no era imagen engañosa; 57
" Y no arrastrar tus alas por el suelo, '»
Ni más culpas buscar, ni á jovenzuela,
Ni á vanidades consagrar tu anhelo. 60
"Dos ó tres veces, cuando apenas vuela
Puede el ave caer, mas emplumada.
De redes y saetas bien se cela." — 63
Como niño, la faz avergonzada.
Con ojos bajos, mudo está escuchando
La reprensión de falta confesada, es
Yo estaba; y ella dijo: — "Estás llorando
Al escuchar mi acento; alza la barba,
Que mayor pena sentirás mirando." — 69
32
478 DIVÍNA COMEDIA
No con más fuerza la raíz escarba
De árbol robusto tramontano viento
Ó el que viene soplando desde Yarba, 72
Como á mí su imperioso mandamiento;
Pues al decir la barba, y no el semblante,
Bien comprendí su malicioso intento. 75
Al levantar los ojos, vi delante
Las primeras angélicas criaturas
Que detenían su aspersión fragante; 78
Y con miradas aun no bien seguras
A Beatriz comtemplé, vuelta á la fiera.
Que es solo una persona en dos naturas. si
Bajo su velo, allende la ribera,
Me pareció más grande su hermosura,
Como en la tierra más que todas era. S4
De la ortiga sentí la picadura,
Con más intensidad arrepentido,
Con más amor buscando la ventura. 87
Por la conciencia me sentí mordido,
Y vencido caí, tan desmayado
Como lo sabe la que causa ha sido. 90
Después, cuando al sentir hube tornado,
Aquella joven que encontrara sola,
Miré que me tenía á su costado. 93
Me hizo entrar en el río hasta la gola,
Mientras ella, flotando iba ligera
Cual una lanzadera, de ola en ola. 96
EL PURGATORIO — CANTO XXXI 479
Cuando me halle cercano ;l la ribera,
Aspci'i¡^cs mes, sonó tan dulcemente,
Cual recordarlo ni escril^ir pudiera. 99
La bella, con sus brazos, ])landamente
Suinergi(S mi cabeza, y estrechado
ÜbliíTOme ;í beber en la corriente. 102
Y me sació, y presentó bañado
Dentro á la danza de las cuatro bellas,
Y por las cuatro me sentí abrazado. 105
— "Somos ninfas aquí; del cielo estrellas;
Y antes de que Beatriz bajase al mundo.
Fuimos sus siervas entre todas ellas. ios
"Ver te haremos sus ojos; y el jocundo
Brillo de su mirar, las tres del lado
Te mostrarán con ojo más profundo." — iii
Y agregaron con ritmo compasado,
Al llevarme del Grifo frente á frente,
Donde Beatriz se había colocado: ii4
— "Sus esmeraldas tienes á tu frente:
Sacíate con las luces amorosas
Que han dirigido á ti su flecha ardiente."-- 117
Mis ojos con deseos ardorosos
Buscaron á Beatriz, la que clavaba
En el Grifo miradas cariñosas. 120
La doble fiera en ella se irradiaba,
Como en espejo el sol al reflejarse.
En la doble natura que alternaba. 123
480 DIVINA COMEDIA
Piensa lector, si no era de admirarse
Viendo á la bestia que se estaba queda
En los amados ojos trasmutarse. i26
Mientras que llena de estupor y leda
Mi alma gustaba aquel manjar divino,
De que nunca saciada el alma queda, 129
Adelantóse aquel sublime trino,
Que he mostrado cantando veces tantas,
Danzando por su angélico camino. 132
— "Torna Beatriz esas miradas santas
Hacia tu fiel, — cantaban, — que en desgracia
Ha movido hacia ti mortales plantas. 135
" Por gracia muéstrale tu excelsa gracia
De velada sonrisa, y que discierna
La segunda belleza que te agracia. " — I38
¡Oh, esplendor de la viva luz eterna!
Quién que se haya á la sombra reposado
Del Parnaso, bebiendo en su cisterna, 141
Podría remontar el vuelo osado
Para expresar cual tú me apareciste,
Sombra velada en cielo armonizado ua
Cuando en el aire libre te perdiste!
CANTO TliltíESIMOSEGUNDO
Continúa la simbólica procesión su marcha solemne. — El Grifo conduce el carro
simbólico de la Iglesia hasta el árbol del Paraíso, y después de atarlo á él, vuelve
al cielo con su celeste acompañamiento. — El árbol reverdece como la Iglesia
primitiva. — Beatriz se sienta sobre las raíces del árbol. — El Poeta se adormece
y al despertar ve la aparición a{)ocalíptica de la historia de la Iglesia, en visio-
nes que se suceden, hasta destruir el carro simbólico.
Estaba con los ojos tan atentos,
Que los demás sentidos olvidaba,
Tras de diez años de mirar sedientos: 3
Cual cercado de muros me encontraba,
Mirando solo el rostro sonriente,
Que á las antiguas redes me llevaba. 6
Volviéndome á la diestra derrepente,
A mi izquierda miré las tres deidades
Que decían: — " Cual mira fijamente!" — 9
Y aquella turbación que en ansiedades
Siente el ojo del sol ante el gran foco.
Ofuscó mis humanas claridades. 12
Mas la vista aclarada poco á poco,
(Y digo poco á mucho comparado,
Que en el punto de vista me coloco) 15
482 DIVINA COMEDIA
Vi que marchaba por mi diestro lado
El ejército santo, y encararse
Al sol, por siete llamas alumbrado. I8
Cual bajo los escudos, por guardarse
Se cubre una legión, y su bandera
Fija, cuando de frente va á cambiarse; 21
Tal la legión celeste se moviera
En su giro, la marcha precediendo,
Antes que el carro su timón volviera. 24
Las vírgenes, las ruedas van siguiendo;
El Grifo, mueve el carro consagrado,
Y apenas si las alas va moviendo. 27
La que en el río habíame bañado,
Y Estacio y yo, seguimos por la rueda
Que describía un arco retardado. so
Al cruzar por la selva, sola y queda,
Que por la culpa de Eva hemos perdido,
Y al son marchando de armonía leda, 33
Cuando apenas hubimos recorrido
Tres tiros de saeta, majestuosa
Bajó Beatriz del carro bendecido. 36
Adaful Adainl clamó voz rumorosa;
Y rodearon un árbol despojado,
Secos sus gajos, sin corona hojosa. 39
Su gigantesco tronco levantado
Y su soberbia copa dilatada.
Aun al Indico hubieran admirado. 42
EL l'lKí.AI OKIO— CANK) \X\II 483
— ^' I^eato (ififo! jM)r t¡ íkj fué picada
Esta planta, tan (lalc(i por su ^usto,
Y (|ue en el vientre tórnase acedada!" — 45
En contorno de aquel árbol robusto,
Claman todos; y el Orifo biformado:
— "Así se guarda el germen de lo justo!" — as
Vuelto al tiinón (.[uc. había manejado,
Atólo al árbol, viudo de verdura,
De que en un tiempo fuera aquel formado. 51
Cual nuestras plantas, cuando el sol mistura
Con las luces del Pez, la luz que lleva,
Al irradiar en la celeste altura, 54
Túrgido el tallo, su color renueva,
Antes que sus corceles haya atado
El sol, bajo la luz de estrella nueva, 57
Así, color de rosa, asaz violado,
Vi que tomaba la marchita planta,
Quedando el árbol seco, renovado. 60
No comprendí, que el mundo no lo canta,
El himno que las gentes entonaron,
Con nota llena de armonía tanta! 63
Si pudiese expresar cual se cerraron
De Argos los ojos cuando el cuento oyera
De Siringa, que aquellos bien pagaron, 66
Copiar tal vez como pintor pudiera
Como quedé de pronto adormecido.
— Como se duerme, píntelo quien quiera! — 69
484 DIVINA COMEDIA
Del sueño, (paso el tiempo trascurrido),
Un resplandor rompió su velo vano,
Y una voz dijo: — "Arriba! pon sentido!" — 72
Como al mirar las flores del manzano,
— Cuyas flores son de ángeles sustento,
Festín eterno en cielo soberano, — 75
Santiago, Pedro y Juan, al sentimiento
Volvieron de su ser anonadado,
Al escuchar resurgidor acento, 78
Viendo que los había abandonado
De Eloi y de Moisés la compañía,
Y á su Maestro en luz trasfigurado, si
Tal fué mi despertar, y vi á la pía
Joven mujer, que fué mi conductora
Cuando en el santo río me inmergía. 84
Yo pregunté: — "Do está Beatriz ahora?"
Y ella: — "Del árbol en la raíz fecunda
Sentada está á su sombra protectora. 87
"La compañía ve, que la circunda;
Las demás, con el Grifo van al cielo.
Con más dulce canción y más profunda. " — 90
Así me habló, y en mi confuso anhelo
Más no escuché, cuando delante viera
La que embargaba todo mi desvelo, 93
Asentada en la tierra verdadera
Como custodio del sagrado plaustro.
Que atara al árbol la biforme fiera, 96
EL PURGATORIO — CANTO XXXII 485
En torno de ella le formaban claustro
Las siete ninfas, con antorcha en mano,
Que no apagara ni Aíjuilón ni el Austro. 99
— "Poco serás del mundo ciudadano,
Y gozarás conmigo eternamente
Kn la Roma itn cjue Cristo es un Romano; 102
"Pero en favor de pecadora gente,
Pon la vista en el carro bendecido,
Y lo que vieres grábalo en tu mente." — 105
Habló Beatriz, y yo á sus pies rendido,
De sus mandatos cumplidor devoto.
Miré cual me lo había prevenido. 108
No de una nube espesa el seno roto
Más raudamente el rayo despidiera
Desde el confín del cielo más remoto, iii
Cual el ave de Jove descendiera
Sobre el árbol rompiendo su corteza
Y la hoja y nueva flor que lo vistiera: ii4
Contra el carro chocó con tal rudeza,
Que lo inclinó cual nave sin fortuna
Cuando en borrasca á zozobrar empieza. 117
Después, vi guarecerse entre la cuna
De aquel carro triunfal, tan flaca vulpa.
Que de buen pasto parecía ayuna. 120
Beatriz le reprochó su torpe culpa,
Y el animal huyó muy de corrida
Cual lo pueden hacer huesos sin pulpa. 123
486 DIVINA COMEDIA
Entonces vi que el águila atrevida,
Al penetrar del carro hasta el arca,
Dejaba en él su pluma allí esparcida. 126
Con un acento que tristezas marca,
Bajó una voz del cielo que decía:
— "Qué mala carga llevas, oh, mi barca!" — 129
Me pareció que el suelo se entreabría.
Entre ambas ruedas un dragón lanzando,
Que en el carro su aguda cola hundía; 132
Y como avispa su aguijón sacando,
Así plegó su cola venenosa.
Con el fondo del carro, serpenteando. 135
Lo que quedó, — cual tierra generosa
Que el césped cubre, — aquella pluma oferta
Tal vez con intención casta v piadosa, i38
Cubrió sus ruedas, y quedó cubierta
Aquella ruina, sin que tarde tanto
En lanzar un suspiro boca abierta. I4i
Ya trasformado el edificio santo
Siete cabezas á brotar empiezan.
Tres al timón, una de cada canto. 144
Tres, como bueyes, cuernos ender(!zan;
Y las cuatro, con uno en cada frente.
Monstruos (jue con palabras no se expresan! 147
Y como roca en cima prominente,
Vi desnuda ramera allí sentada.
Girar en derredor ojo impudente. I50
EL PURGATORIO — CANTO XXXII 487
Y como por tenerla bien ^uardadíi,
A su lado mostrál)ase un i^i^ante,
Besándose en acción siempre alternada. 153
Miróme ella, lasciva y provocante,
Y en castigo, de pies á la cabeza,
La ílajeló ante mí su cruel amante, I56
Y de celos henchido, con fiereza
Arrastró por la selva el carro roto;
Y fué mi escudo aquella selva espesa isy
Que al monstruo y la ramera puso coto.
CANTO TEIGÉSIMOTERCERO
Anuncio profetice de Beatriz de que se acerca ya un vengador de la Iglesia y
que será también restaurador del Imperio. — Beatriz anima al Poeta á fin de
que la interrogue, y al contestar á sus preguntas, le ordena que escriba lo que
ha visto. — Llegada alas antiguas fuentes del Paraíso terrestre.— Beatriz ordena
á Matilde sumerja al Poeta en las aguas del Eunoes, donde junto con él se
baña Estacio. — Regenerado el Poeta por el baño se siente animosamente dis-
puesto para continuar su viaje hasta el cielo.
Deus, venerimt gentes, alternando
De tres en cuatro, dulce salmodia,
Las mujeres cantaron lagrimeando. 3
Beatriz en tanto, suspirosa y pía,
Las escuchaba, el rostro demudado.
Más que al pie de la cruz el de María. 6
Cuando hubieron las vírgenes callado,
Ella les respondió puesta de pie,
Con rostro como el fuego colorado: 9
Modictun, et non videbitis me,
Et itermn, ¡oh hermanas predilectas!
Modicmn, et vos videbetis me! 12
Llamó á las siete vírgenes selectas,
A la joven, al sabio, á mí y á Estacio,
Honrando á la pureza y los poetas. is
liL rURGATÜKlO - CANTO XXXIIl 489
Al comenzar :'i caminar, despacio,
Cuando su pie diez veces hulx) impuesto,
Sus ojos me clavó por largo espacio; is
Y con tran(]uilo aspecto: — "Ven más presto,
— Me dijo, — pues hablar quiero contigo,
Si á escucharme te encuentras bien disj)uesto." — 21
Cuando me vio junto á su lado amigo,
— Dijo : — "" Hermano, me extraña que no intentes
Interrogarme, cuando estás conmigo." — 24
Cual pasa á los que en sumo reverentes
Delante á sus mayores, balbuceando.
Se les queda la voz entre los dientes, 27
Así me sucedió, y aún titubeando
Comencé: — "Mis anhelos halagüeños
Bien conoces, ¡tan sólo en vos pensando!" 30
Y ella me replicó: — " Pues pon empeño,
En dejar la vergüenza que te apoca,
Que te hace hablar como durante el sueño. 33
"Rompió el dragón la consagrada copa.
Que fué y no es; mas sábelo el culpable,
Que á vindicta de Dios no alcanza sopa. 36
" Que tenga un sucesor, es indudable.
El águila que dio su pluma al carro,
Dejándolo despojo miserable; 39
"Lo veo, y con certeza te lo narro;
Veo á los astros por segura huella
Proseguir sin tropiezo ni desbarro. 42
490 DIVINA COMEDIA
" Quinientos diez y cinco, con estrella
Nuncio de Dios, abatirá á la impura
Y á su gigante, cómplice con ella. 45
" Como de Esfinge ó Temis, será oscura
Mi palabra, si bien no te persuades,
Porque ella turba la razón segura; 48
" Pero muy pronto el hado y las Náyades
Soltarán del enigma el nudo fuerte,
Sin daño de rebaños ni heredades. si
"Anota mis palabras, de tal suerte
Que puedas repetirlas mientras vivas,
A los vivos que van hacia la muerte. S4
"Y pon en mente cuando tú lo escribas,
De no ocultar cual es aquella planta
Dos veces muerta con sus hojas vivas. 57
" Quien la despoja, ley de Dios quebranta,
Y el que lo hace blasfema y le ha ofendido.
Pues sólo para sí la creara santa. 60
"Por morderla, tormentos han sufrido,
Por años cinco mil, sin que redima
Ni al hombre primo, el fraude cometido. 63
"Duerme tu ingenio, si no bien estima
La razón que tan alto la ha subido,
Y coposa se extiende por su cima. 66
" Si tu vano pensar no hubiese sido
Como las aguas de Elsa en su corriente,
Píramo que el moral deja teñido, 69
EL PURCATOUK) —CANTO XXXIU 491
" Por tíiiitas circunstancias solamente
Deberías saber, (jue es justo efecto
La interdicción del árbol inoralmente. 72
"Y como veo guarda tu intelecto
Nej^ro color y est/i petrificado,
Y te ofusca la luz de mi hablar recto, 75
"Quiero cjue si no escrito, esto pintado
Lleves en ti, cual peregrino ausente —
Que torna con bordón de palma orlado." — 78
Y yo: — "Como una estampa permanente
Se fija en una cera resellada,
Tus palabras se estampan en mi mente. «i
" ¿ Mas, por qué tu palabra tan deseada,
Sin que la alcance, en los espacios vuela,
Sobre mi inteligencia limitada?" 84
— "Por qué conozcas, — dijo, — que la escuela
Que has seguido, sin vuelo en su doctrina.
No es la que mi palabra te revela; 87
'' Pues la vía mundana y la divina,
Distan tanto entre sí, como la gloria
Del cielo, con la tierra que confina." — 90
Yo repuse:— "Tu imagen promisoria
Siempre me acompañó con el deseo.
Sin que olvidos recuerde mi memoria." — 93
— "No puedes recordar, porque bien veo,
— Me replicó sonriendo, — has olvidado
Que bebiste las aguas del Leteo. 96
492 DIVINA COMEDIA
"Todo humo indica fuego concentrado,
Y en tu olvido se ve, sin que haya duda,
Que otra atención tu afecto ha cautivado.
" Desde ahora, sólo la verdad desnuda
Verás de mi palabra y pensamiento,
Sin que se oculte á tu mirada ruda." —
Ya con brillo mayor, á paso lento
El Sol el meridiano iba cruzando,
Que acá y allá difiere en su momento.
Según los varios horizontes; cuando,
A manera de guardia destacada
Vi á las siete doncellas observando.
99
102
105
108
Al confín de una sombra amortiguada.
Como en los Alpes el verdor sombroso
De una selva, en sus aguas reflejada. m
Ante ellas, Tigris y Eufrates undoso
Parecían brotar de una fontana,
Y apartarse uno de otro cariñoso. ii4
— "Oh luz! oh gloria de la gente humana!
Qué aguas son las que nacen de una fuente,
Y una de otra después se va lejana?" 117
A Beatriz demandé piadosamente.
— "Pregúntalo á Matilde"— me dijo ella;
Y á ella, Matilde dijo complaciente: 120
— "De eso y aún más, de tanta cosa bella,
Explicación le di, y estoy segura,
Que aún el Leteo no horró su huellu." — 123
EL PURGATORIO — CANTO XXXIII 493
Y Beatriz: — "Lo mayor (jue se procura
De lo menor á la memoria priva,
A la mente, nublando vista oscura. i26
" Pero mira el líunoes que allí deriva:
Llévale á él, y en su onda venturosa
Haz que su flaco espíritu reviva." — I29
Y Matilde, con alma generosa,
Obedeciendo aquel llamado amigo,
Se prestó voluntaria y bondadosa: 132
La bella dona, me llevó consigo,
Y al emprender la marcha dijo á Estacio,
Con infinita gracia: - "Ven conmigo." — 135
Si tuviese lector, más largo espacio
Para escribir, yo contaría en parte.
El beber de que nunca estuve sacio. i38
Mas las hojas que el numen me reparte,
Con mi segundo canto se han llenado,
Y me contiene con su freno el arte. i4i
Yo volví de aquel río consagrado,
Como planta en que brotan frondas bellas,
Por una nueva savia renovado, 14+
Puro, y pronto á subir á las estrellas.
33
EL PURGATORIO
iNOTAS Y COMENTARIOS DEL TRADUCTOR
EL PURGATORIO
NOTAS Y COMENTARIOS
CANTO PRIMERO
( I-.* ). Per corrcnniglior acqua alca lévele
Oniai la navi'cella del mío ingegno,
Che lascia dietro a se 7nar si crudele :
Ebta alegoría encierra la síntesis del Infierno y del Pukgatorio. —
El Poeta, después del cuarto día de su tenebroso viaje al través de
las entrañas del globo, penetrando por el hemisferio boreal, llega al
austral, según queda explicado en la nota v. 61-142 del canto XXVI
del Infierno. Allí se encuentra en la isla del Purgatorio, montaña que
surge de en medio de los mares, en la forma de un cono, con once
rellanos circulares: Los cuatro primeros comprenden el ante-purga-
torio, custodiado por Catón de Útica, donde son detenidos por el
espacio de varias vidas, los que inmediatamente no son admitidos á
la expiación; y los otros siete, al Purgatorio, propiamente dicho»
donde se purgan los siete pecados capitales. En su cima se encuentra
el Paraíso terrenal. — El Poeta emplea cuatro días en recorrer el Pur-
gatorio.
( 7 ). Ma qui la moría poesía ristirga.
Este verso ha sido Interpretado de tres maneras más ó menos cohe-
rentes: la una abstracta ó moral; la otra puramente histórica; y la
tercera, al caso presente de la invocación. — Los más antiguos co-
mentadores de los siglos XV y XVI, — entre ellos Landino y Veltu-
belio, — entienden que el Dante se refería á la facultad poética, que
yacía muerta en Italia después de la irrupción de los bárbaros, á la
vez que á los muertos, en el sentido que, después de haber cantado á
los del Infierno, donte todo está muerto, cantaría á los del Purgatorio,
donde las almas resucitan. Los modernos comentadores, (Buti, Fra-
tricelli, Paolo Costa, Brunone Bianchi, Mario Foresi, etc.) entienden
498 EL PURGATORIO
por Jiioria poesía^ la poesia lúgubre, ó sea la de la muerta gente del
Infierno, muerta por siempre corporal y espiritualmente, y que se pro-
pone cantar á los muertos del Purgatorio, cuyas almas resurjen á la
gracia por medio de la penitencia, confortadas por la esperanza de
mejor vida. El verso que antecede: E cantero di quel secondo regno^
al cual se relaciona la invocación á las musas para cambiar el tono
(sonno)^ antes empleado, y la palabra qui^ {aqur\ en este lugar, con
tal motivo, en esta ocasión), indican claramente que el Poeta no se
refería á la poesía muerta en Italia, como lo explicaban los antiguos
comentadores, y sí á la poesía de la muerte, que forma el asunto del
Infierno y del Purgatorio, en su doble estado, eterno y temporario.
La palabra sugestiva, risurga, en el modo imperativo que se refiere
al tiempo presente, distingue los muertos de la región infernal de los
de la región purificadora, en la que, á la inversa de la anterior, á los
tormentos y maldiciones de los perpetuos condenados, se sucederán
las plegarias de la penitencia, cuyas almas resurjirán. Según esta
interpretación, que surje naturalmente del texto, se armoniza el doble
concepto de la invocación, que complementa la síntesis de las dos
partes del poema, encerrada en la primera estrofa, ya comentada.
Los traductores han esquivado precisar el concepto, que por su
concisión se presta á equívoca^ interpretaciones, y lo han envuelto
en vagos contornos en que la idea se pierde de vista y la imagen se
borra.
Mario Foresi, el traductor en prosa italiana de la Divina Comedia,
por lo general claro y preciso, traduce así este verso: "Ma qui fate
che la lúgubre poesia ritorni lieta", paráfrasis que no siendo del
todo correcto, debilita el concepto, generalizando su parte accesoria.
Florentino, que con su traducción ha unido su nombre á las ilustra-
ciones dantescas de G. Doré, sale del paso con un tropo: Mais qu'ici
la niorte poesíe se raltume.
El Conde de Cheste, rodea la dificultad, diluye el concepto y lo
limita en su alcance, interpretándolo á su manera, sin ceñirse á la letra
del texto:
Más cambie el verso aquí su fuerza dura.
Por último, Katisbonne, en su traducción coronada por la Academia
Francesa, ciñiéndose más al sentido y á las palabras del texto, sigue
á Florentino, borrando la palabra característica que domina el con-
cepto, (risurga) que es la que le imprime su sello:
Qu' iti la inoiti? poósie se raiiume.
NOTAS Y COMENTARIOS 499
Kn presencia (\v ostos cjt?mplos y en la imposibilidad de decir en un
solo vers(í más de lo que el autor ha dicho o lia (|uerid() expresar, he-
mos creído deber ceñirnos al texto ori>;inal, reprofluciendo todas sus
palabras en su orden l(')tii( o, auncjue variando su ccílocación, y dejar
al comentarif^ la palabra final.
( 11-12). M cui le Piche misero sentirá
T.o colpa tal, che disperar perdono.
Alusión á las nueve hermanas, hijas de Pierio, que cjesafiaron á las
n\usas á cantar, y vencidas por éstas, fueron convertidas por castigo,
t-n urracas ó picazas {piche).
( 1.^-15). Dolce color d'' oriental zafiro
Che s''accoglieva nel sereno aspetto
Dell aer puro infino al primo giro.
A esta estrofa, y principalmente al verso último, se han dado largas
proyecciones en el espacio. Según los antiguos comentadores Landino
y Veltubello, el Poeta al indicar el primo giro, se refería al mundo de
la luna, que es el primero ó el que sigue inmediatamente después del
círculo terráqueo. Los modernos comentadores (Buti, Giolani y Tom-
maseo), han aceptado esta interpretación. Lombardi y Bianchi van
más lejos aún, suponiendo que el Dante se refería al cielo girante de
las estrellas fijas en la extremidad {infino) del último horizonte. Ali-
zeri, con más mesura, limita su alcance, aclarando el texto, por el texto
mismo, y hace notar, que el Dante, al salir de las entrañas de la tierra,
no podía percibir desde la playa de la montaña del Purgatorio, sino
un horizonte limitado, no siendo posible que su vista alcanzase á dis-
tinguir el aspecto del mundo de la luna, y menos aún el de la región de
las estrellas fijas en el empíreo; y que al señalar el color de záfiro que
se contenía en el aspecto visible del aire, indicaba un límite determi-
nado, y por lo tanto, sólo se refería á la visión inmediata. Además,
puede hacerse valer en favor de esta inter[)retaclón, el v. 16 que sigue
inmediatamente y que ha escapado á la atención de los comentadores,
tal vez por su misma claridad.
Agli occhi miei ricomincio diletto.
Así, lo que el poeta vuelve á ver, {agli occhi miei ricomincio) es
el mismo aspecto sereno del aire puro de la atmósfera terrestre, per-
dida de vista hasta el momento de riveder le stelle : es una pincelada
que ilumina el fondo del nuevo cuadro, en contraposición de las tinie-
blas infernales de que acaba de salir
500 EL PURGATORIO
Poniendo, pues, de lado la interpretación relativa al mundo de la
luna, é inclinándonos á la de Alizerl, — sin excluir en absoluto la de
Lombardi y Bianchi como proyección poética, — hemos traducido lite-
ralmente las estrofas en el orden de las imágenes que se suceden sin
omitir una sola de sus palabras, aunque el verso no resulte en caste-
llano tan armonioso como pudiera ser, omitiendo algunas de ellas.
( 21 ). Velando i Pesct, ch'erano in sua scoria.
El verso está traducido ampliando la imagen dentro de su sentido y
modificando un tanto su forma, pero ajustándose á la verdad óptica y
astronómica que retleja el original pintorescamente. Es una imagen
dantesca á la inversa, en que la palabra velando^ le da su carácter,
indicando scoria^ la posición respectiva de los astros á que alude. Es
la luz mayor del planeta Venus, que vela la luz menor de la constela-
ción de los Peces que le servían de escolta, ó lo que es lo mismo, que
la precedía en su giro en el momento á que se hace referencia, es de-
cir, antes de salir el sol, cuando éste se encontraba en el signo de
Aries.
(22-24). Yo mi vohi a man desira, e posi m.ente
All altro polo, e vidi quatlro stelle
Non vista mai fnorche alia prima gente.
El Poeta miraba hacia el oriente, y al volverse á mano derecha, de-
bía necesariamente encontrar el polo antartico, cosa que sucede al es-
pectador del cielo, así en uno como en otro hemisferio. Si cupiese
duda á este respecto, los versos 29-30 que sij^uen, señalando como
opuesto el polo norte con sus constelaciones, en aquel momento, la
resolvería:
Un poco me volgendo all altro polo,
La onde il Cano era <¿\',x sparito.
Respecto de la visión sideral del Poeta en rl hemisferio sud, en que
algunos comentadores han creído ver señalada la revelación de la Cruz
del Sud, véase nuestra anotación al canto XXVI, versos 61-142 del
Infierno. En cuanto á su significación moral, ella es clara: simboliza las
cuatro virtudes cardinales: — Prudencia, — Justicia, — Fortaleza y Tem-
planza.— Por eso, en el verso 37 de este mismo canto, las llama:
quailro lüci sanie.
(31-39). Vidi presso di me un veglio solo
Li raggi delle quatlro Ittci sanie
Fregiavan si la sua facci di lume.
NOTAS ^ ( OMI MARIOS 501
Este personaje, guardián Hrl ant(--i)urjíatori(), es CatcSn de Útica, en
cjuif-n el poeta personllica al campeón fie la libertad humana, ( que él
también busca, srjrún se dice más adelante) coronánflole con las luces
eternas de las virtudes cardinales, y si- arrodilla ante él tributándole
reverencia como á un padre. I'or eso no lo coloca entre los suicidas
del Infierno, considerando su muerte como acto deHI)erado de la vo-
luntad, para no vivir en un mundo esclavo; y así lo separa de su mujer
Marcia, que se halla en el Limbo, junto con Virgilio, poniendo más
adelante en su boca estas palabras, rcs|)ecto de ella:
ür qui <li la dal mal fiuine dimora,
Piíi mover non mi puo per quella legge
Che fatta quand'io me n'usci fuera.
(v. 8.S-90).
Véase nuestras notas á los versos 120 del Canto I del Infierno.
y 41 -45 del Canto IV del mismo, en que se comenta bajo un nuevo
punto de vista, el espíritu de tolerancia humana de la moral religiosa
del Dante. Seg^ún su amplia doctrina, las jjrandes almas virtuosas de
la antigüedad, solo se hallaban en el Limbo, por el hecho de no haber
recibido el bautismo, y de entre ellas hace salir á Catón, al más vir-
tuoso de los gentiles, prometiéndole, por medio de Virgilio, la reden-
ción en el día del juicio final:
Tu'l sai, che non ti fu lei amara
In Vtica la morte, ove lasciaste
La veste ch'al gran di sará s\ cara
(v. 73-75)
( 41 ). .... movendo quelle onesle pitune.
El poeta emplea piunie^ por barba, — en una de las acepciones
latinas, — y oneste^ pe r venerable ó noble.
(72). Como sa qui per lei "vita riffiíita.
La traducción reproduce débilmente la enérgica sencillez del con-
cepto original: — " Lo sabe quien por ella (la libertad) vida rehusa".
(75 ). La veste ch'al gran di sará si cara
Veste^ por vestidura humana, ó sea cuerpo mortal del alma, que
hemos traducido por "carne," conforme al sentido figurado del texto.
El gran día á que se hace alusión es el del juicio final, y la palabra
Preclara, por chiara^ (gloriosa^ en italiano), es la equivalente en cas-
tellano y refuerza el concepto original, en su medida.
502 EL PURGATORIO
(II5-I18). L,' alba vinceva Tora matutina
que fuggia innansi, si che di lontano
Conobbi el tremolar della marina.
Humboldt, en e! "Cosmos," refiriéndose á este pasaje, dice: ''Dante
pinta de una manera inimitable, en el primer canto del Purgatorio, los
vapores de la mañana y la trémula luz de la mar que aparece á lo
lejos dulcemente agitada." — Al sabio alemán le ha sucedido lo que al
gran escritor inglés Carlyle, (véase nuestra nota al Canto VII, verso
13 del Infierno), — que al traducir uno y otro estas admirables estrofas
del Dante, han alterado su sentido, atribuyéndoles bellezas que debili-
tan sus rasgos originales. Lo que el poeta percibe (conobbi)^ es mera-
mente la luz del alba, ó sea su luz blanca, que vence la luz de la hora
matutina que la precede (color d' oriental zafiroj^ lo que excluye la
imagen de luz trémula del mar en los vapores visibles de la mañana
que supone Humboldt. Prosiguiendo los poetas su camino [no i anda-
van) perciben en lejanía (di lonlano), no la trémula luz del mar, que
no tiene por sí mismo luz, sino las ondas del mar mismo, que marchan-
do, como marchaban, por un terreno en descenso, {ad imo, ad ¿¿uo)^
en dirección á la playa, hacía visible la luz del horizonte marino, en
medio de la luz incierta del amanecer, (no de los vapores), vencida
por el comienzo de la aurora. La traducción literal del texto pondrá
más en claro su verdadero sentido: — El alba [la luz blanca) vencía
á la hora matutina (la azulada que la precede) que huía delante de
ella, de tal modo {si) que desde lejos {di lonlano) percibí {conobbi) el
tremular {il tremolar) ^^ ia marina," ( ó sea del mar mismo). El
sentido figurado de la palabra irehiolar en italiano, es un movimiento
trémulo, que en castellano corresponde á tremular, y es la que corres-
ponde á la verdad de la imagen.
CANTO II
(1-6). Gia era il Solé all'oriscrontc giunto,
Lo cui nteridian cercliio coz'erchia
lertisalein col sno />í¡t alio p/into :
E la Notíe, che opossita a lui cerchia,
Uscia di Gange /uor con la bilance,
Che lejcaggion de man quando soverchia.
Como se ha explicado en el conu-ntario correspondiente á los versos
61 - 142 dtl Canto XXVI del Infierno, según el sistema co.smológico
NOTAS Y com!«:ntariüs 5U3
(k'I D.iriti-, la inoiitana (id l'iirjíatorio era antípoda dt* Jc;riisal«''n. I'or
coiisfciKMici.i, al decir (¡ik' "el Sol s(í hallaba sobre el horizonte, cuyí)
círculo nuTÍdiano cubre á Jcnisah-n en su punto más elevado," quiere
slunilicar que el astro licitaba al lujrizonte occidental de Jerusalén,
recorriendo el arco meridiano (pie tiene su cénit en e ,te punto, y cjue
en ese momento aparecía naciente en el Purjíatorio. — I>a noche es la
personificación poética de la sombra de la tierra, en oposición al Sol,
cuya sombra á la sazón extendía en el (ianges, ó sea las Indias Orien-
tales, sujjonlendo, se^ún las nociones ^eojíráficas de la época, que el
horizonte de Jerusalén fuese un meridiano de ellas.
( 13 ). Gin mi ponente sopra 'I suol marino.
** Campo marino" por suol marino^ es la traducción literal del
texto, indicando el punto del horizonte bajo el cual se oculta el Sol
en el horizonte terrestre, limitado por la línea visible de las a^uas.
Algunos códices traen : qu¿ nel ponente en vez de Ciú^ y Brunone
Bianchi sostiene que esta es la buena lección; pero nos hemos ate-
nido al texto consagrado, pensando con Alizeri, que 6^/?/: es la palabra
que corresponde.
( 75 ). Quasi obviando cVire a farsi helle.
"Olvidando hermosear" por obliando farsi belle^ es la traducción
literal de un concepto atrevido del Poeta, refiriéndose á las almas
maravilladas por su aparición, que casi olvidaban ir á hermosearse, ó
sea á purificarse en las altas reg-iones del Purgatorio.
(114). Amor che nella menie mi ragiona.
Primer verso de una canción del Dante, comentada por él en el
Convito^ que como las demás citas latinas y provenzales, debe ser
reproducida textualmente, — como lo es en la traducción, — según la
intención del poeta.
CANTO III
( 25-27 ). Véspero e gia dov^ e sepolto
Lo corpo dentro al guale io facev' ombra :
Napoli r ha, e da Brandizio e tollo.
El Poeta, al no ver proyectarse en el suelo la sombra de Virgilio,
perdida entre los rayos del sol, se cree abandonado por él, según lo
expresa en los versos 19-21 que anteceden:
504 EL PURGATORIO
lo mi volsi dallato, con panra
ry essere abhandonato, quanePio vidi
Solo dinanzzi a nte la térra oscura.
A esto responde Virgilio, que el cuerpo suyo que en vida proyec-
taba sombra, se halla enterrado en Ñapóles, habiendo sido quitado á
Brindis donde murió; y señala de paso la hora en aquel momento, al
decir que Vesper dominaba ailí, lo que, según los cálculos astronó-
micos con arreglo á la cosmología del Dante, indicaría que faltaba una
hora para que el sol se pusiera en Itaiia, y dos horas que había aso-
mado en el horizonte del Purgatorio, y otras tantas que se había
puesto en el opuesto de J<*rusalén.
CANTO IV
(53-66). VolH a levante, ond' eravan saliti
Gli occhi primo drizai afassi lili.
Poseía gli alsai al Solé : ed amniirava
Che da sinistra n''eravam feriti.
Ben s'avvide ti Foeta, che io stava
Stupido tutlo al carro della luce
Ove tra noi ed Aquilone intrava.
Ond' egli a me : Se Castor e Polluce
Fossero in compagnia de quello specchio,
Che sti e giii del suo lunte conduce,
Tu vedrest' il Zodiaco rubecchio
Ancore all'Orse piu stretto rotare.
Se non uscise puor del camin vecchio.
Hallándose los dos Poetas en el hemisferio austral, mirando hacia
el levante, el Dante se admira de que los rayos de la luz, ó sea del
sol, le hieran por la izquierda, girando por la bóveda celeste entre
ellos y el Aquilón, á la inversa de lo que sucede en el hemisferio
boreal, en que él nace entre el astro y el espectador, quedando el
astro á la derecha. Virgilio le explica, que si Castor y Pollux, ó sea
el signo de Geminls acompañase á aquel espejo, —el sol, — que
esparce {conduce) sus luces arriba y abajo {su c giú) ó sea en los
dos hemisferios, vería el zodiaco ardiente y rojizo {rubecchio) girando
más cerca de las Osas, ó sea del setentrión.sl recorriese como siempre
{se non uscise fuor) su camino ordinario {dal camin vecchio ósea
la eclíj)tlca. Algunos comentadores sostienen que por rubecchio debe
NOTAS Y COMENTARIOS 505
rntendtrse rueda dfntada de molino {rubcccio^ en italiano moderno),
pero nos hemos atenido á la lección más autorizada,
( 124). Bellacqua^ en quien el I'oeía personiliea la pereza, fué un
tocador de citara y hábil constructor de instrumentos de música, su-
mamente perezoso.
( I3;-I.V> ). vedi ch' e tocco
Meridiau dal Solé, ed alia rivn
Copre la ttollc gia col />tc Marrocco.
Hallándose el sol en su meridiano, ( ra medio día en el Purgatorio
y media noche en Jerusalén, su antípoda; y sej^^ún el sistema geográ-
fico del Poeta, la noche debía extender su pie, ó dar su primer paso,
sobre las playas de Marruecos, que suponía en el confín del hemisferio
boreal.
CANTO V
(67-75). El que habla, es Jacobo Casero, natural de Fano, á quien
Azon VIH, marqués de Este, mandó matar en Oriaco, violando el
asilo del territorio paduano, cuya capital, — Padua, — se supone fun-
dada por Antenor,
(88-89). Buonconte, hijo del conde Guido de Montefeltro, murió
en la batalla de Campaldino, á la que asistió el mismo Dante, for-
mando parte de la caballería de Florencia. Su cadáver no fué encon-
trado El relato imaginario de su muerte que el Poeta pone en su boca,
y su redención en la hora final, es uno de los episodios más bellos de
esta parte del poema, La Juana á que hace referencia Buonconte, es
su esposa, á la sazón en vida.
(I09-III). Ben sai come nell'aer si racoglie
Quel umido vapor che in acqua riede,
Tostó che sale dove'l freddo il coglie.
Humboldt, en el "Cosmos" admira esta estrofa como descripción
físico-poética de un fenómeno de la naturaleza: — "En el quinto canto
(del Purgatorio) muestra las nubes que revientan y los ríos que se
desbordan, en el momento en que el Arno, después de la batalla de
Campaldino. arrastra el cadáver de Buonconte de Montefeltro".
( 183-136). Ricorditi di me cha son lo Pía.
Sicena mi fe, dis/aceme Maremma :
Salsi coliii, che, inanellata pria,
"íJisposato ití'avea colla sua gemnta.
506 EL PURGATORIO
Pia^ viuda de un Tolomei, se casó en segundas nupcias con un Nello.
señor de Castell della Pietra en la Marema, quien, sospechando de su
fidelidad, la dejó morir en medio de la mar aria de su castillo, según
una tradición, ó la hizo matar violentamente, según otra. En cuatro
versos, el Poeta ha inmortalizado su memoria, como la de Francesca
de Rímlni, sugiriendo la idea de su inocencia ante la posteridad en su
enigmática y concisa invocación. — Merced á la analogía de las dos
lenguas, varias veces señalada en esta traducción con ejemplos, esta
bellísima estrofa puede ser reproducida casi textualmente en caste-
llano, en cuanto es posible, en sus giros gramaticales y con la armonía
de sus acentos rítmicos. La traducción " nuevo anillo ", responde á
inanellaia pria, aludiendo al primer desposorio.
CANTO VI
( I ). Quando si parte il ginoco della zara.
El juego de los dados á que se daba la denominación de zara., se-
gún los comentadores.
(13-15). Quivi era I' Aretin, che dalle bracchia
Fiere di Ghin di Tacco ebbe la morte^
E r alíro ch'' annego correndo in caccia.
El Aretlno á que se hace referencia, fué un juez llamado, según los
comentadores, miser Benincaza, natural de Arezzo, á quien Ghino
Tacco cortó la cabeza en su tribunal, en venganza de haber pronun-
ciado una sentencia de muerte contra un hermano suyo. U aliro á que
se hace alusión en el v. 15, sería, según el comentador Anónimo del
Dante, un joven aretino también, llamado Guccio de Tarlatl, el cual
se ahogó en el Arno, según algunos comentadores, persiguiendo la
caza; según otros, dándole caza sus enemigos. Las }¡)2\2^^x2i^ correndo
in caccia han dado lugar á esta doble interpretación. Seguimos la ver-
sión más autorizada, que es la que parece históricamente comprobada,
pues según el mismo Anónimo, el hecho tuvo lugar, huyendo Tarletl
después de la derrota de Blbiena, perseguid ) de cerca por los vence-
dores, que le obligaron á arrojarse al río donde se ahogó.
(17-18). Novello (Federico) hijo del Conde Guido de Hattifosi,
muerto por un Hartoli. "El que en Pisa'\ {qiiel da Pisa) es alusión
á Farinata de los Scoringiona de Pisa, muerto por un enemigo suyo,
NOTAS Y COMENTARIOS 507
lo qiif (ii<) ocasión para (|iic' st- mostrara la foitalt'/a de alma de su
padre Marzuro, que asistií) á su entierro y perdorK) á su matador
( I<í-24). ICl conde ( )rso, personaje dudoso (|mc d l'octa se limita á
nombrar, sej^ún unos i)c*rt(necía á la familia de l(<s Abberti, y sfjrún
otros, era un hijo del conde NapoU()n de Cerhaia, muerto por su tío
Alberto da Manzona. Todo lo demás de la fstrofa y lo que sij^ue hasta
el V. 24, se refiere á fierre de la lirorhe, natural de Turcna, cirujano
del rey San Luis y valido de Kelipe III el atrevirlo, (juien por instij^a-
ciones de su seji^unda mujer, María de Brabante, lo hizo morir en la
horca.
(74). Sordcl/o, trovador did sijj^^lo XIlí, natural de Mantua, que sa-
luda á \'^ir^illo como compatriota, rasj^o de fraternidad que provoca
la dolorosa é irónica dijj^resión del I'oeta sobre el estado de la Italia
de su tiempo, haciendo su profesión de fe Cibelina ó imperialista, y que
se considera como una de las más sublimes Inspiraciones de su poema.
(96-105). El tudesco Alberto, es Alberto de Austria, hijo de Ro-
dolfo (de quien se hace más especial mención en el sig-ulente canto),
que electo emperador romano, no quiso pasar á Italia, lo mismo que
su padre. La "justa sentencia", alude á la muerte violenta del sobrino
de Alberto, Juan de Austria, quien se ne^ó á auxiliar á los Gibellnos
El heredero suyo á quien se hace referencia, es Enrique VII de Lu-
xemburgo, que electo emperador, defraudó las esperanzas de la Italia,
como sus antecesores.
(118- 119). E se licito tn' e, o sonimo Giove,
Che /os/i in térra per noi crucifisso.
Esta invocación al stiiuo Jove^ ha sido interpretada de diversas
maneras por los comentadores. Los unos, la consideran cerno una re-
miniscencia pagana aplicada al Dios de los cristianos, empleando la
palabra en su .sentido filosófico. Algunos, alambicando el sentido, (en-
tre los antiguos, Laudlno, y entre los modernos, Alizeri), entienden
que el Poeta se dirigía al sommo giovatore^ ó sea al sumo auxiliador
y redentor de los humanos, cuando le pedía su auxilio para la Italia
esclavizada. Los más, le dan un sentido etimológico, como palabra
derivada de Jehovat, empleada en la Sagrada Escritura, que significa
el Dios Padre. Pero como la invocación es dirigida á Jesús, que fué
crucificado en la tierra en la persona de su Único Hijo, hecho hombre,
es evidente, que, la invocación es á Jesucristo, y debe entenderse
Jove, por Dios en general, aplicada en particular la denominación al
Hombre-Dios.
508 EL PURGATORIO
(136- 138). Desde este verso hasta el final del canto, la invectiva
cambia de tono, convirtiéndose de amarga y dolorosa al condenar el
estado general de la Italia, en irónica y deprimente al referirse en par-
ticular á Florencia, como el Poeta tiene el cuidado de insinuarlo en el
V. 138, abundando en su ironía:
S^t'o dico il ver, r effetto nol nasconde.
(I3Ü-I32). Molti han giustisia in cor, ma tarde scocca,
Per no venir sema consiglio aW arco :
Ma il popol tuo r ha in somtno della bocea.
La traducción literal es: — " Muchos tienen la justicia en el corazón,
pero su flecha es tardía, porque no arman su arco sin meditarlo; la de
tu pueblo está en la punta de su boca". Es difícil vaciar esta mag-ní-
fica estrofa con toda su enérgica concisión en el molde castellano; sin
embargo, merced á la analogía y á la flexibilidad de las dos lenguas,
ha sido posible reproducirla con todas sus palabras esenciales ó equi-
valentes, y en su movimiento alternativo, sin alterar su estructura
original.
CANTO VII
(28). Entenebrado del verbo anticuado entenebrecer.
( 34 - 35 ). che le tre sanie
Virtit non si vestiro
Las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza, Caridad.
(63). Demorando y del verbo demorar., en su acepción anticuada
de detenerse en alguna parte, reproduciendo la palabra del original
empleada en el mismo sentido:
Che aver si fino diletto, ditnorando.
(87). Prima che' I poco Solé omai s'annida.
Este verso, que es el verso 85 en el texto, ha sido trasportado al
verso 87 de la versión, reproduciendo textualmente la imagen del sol
que va á anidarse, por ponerse, comparándolo á las aves que se reco-
gen al nido al venir la noche.
(94-95). Rodolfo de Austria, emperador electo, de quien se hace
mención en el canto anterior, por haber hecho abandono de la Italia
cuyas desgracias pudo remediar con su presencia:
NOTAS Y COMENTARIOS 509
che polca
Satinar le piaghe, c' liatnio Italia ii/ofla.
Traducido litiralmt-nti- dice:. . ."llaj^as que han muerto á la Italia",
l.üü coint'ntadori-s interpretan que pr^r "muerta", debe cntcnderbe
amorttcida, ó como muerta. La traducción reproduce el texto con
toda la fuerza de la expresión del autor.
(97-102). Oiócaro^ rey de Holieinia, yerno del emperador Rodolfo,
antes mencionado. Wenceslao es el liijo de Otócaro que le sucedió en
el trono.
(103-105). Ese Romo etc [quel ftasuito en el texto) es Felipe III.
rey de Francia, de quien se dice que "al morir Imyendo, dcslloró lo->
lices" :
Morí fuggendo e disfiorando il giglio,
por haber perdido una batalla naval bajo esa ensena, muriendo des-
pués de pesadumbre. El de "noble aspecto" que está á bU lado {beni-
gno aspeiío, dice el texto) es Enrique III, rey de Navarra, cuya hija se
casó con Felipe el Hermoso, hijo del Romo.
(I07-I0S). U altro vedette c' ha falto alia guancia
Della sua palma, sospirando, letto
Padre e suocero son del -¡nal di Francia.
Felipe III de Francia, y Enrique III de Navarra, padre el primero y
suegro el segundo de Felipe el Hermoso, antes señalados, designán-
dose ahora al tercero con el calificativo de "mal de Francia", ó sea,
como en la traducción se pone : "el rey que por mala suerte tocó á
Francia" En el laberinto de trasposiciones de esta estrofa, hemos
procurado reproducir textualmente la atrevida imagen de convertir
las palmas de las manos en lecho de las mejillas, diciendo: "Que
convierte crispada mano, de mejilla en lecho"
(II2-II4). El de estatura fornida {memdrulío^ en el texto) que canta
con el de nariz no escasa, {da¿ inaschio nasso) son: Pedro III de
Aragón, y Carlos I de Provenza, rey de las dos Sicilias. La cuerda
del valor de que se dice fué ceñido el primero, {D'ogni valor portó
cinta la corda) es una metáfora alusiva á las virtudes de que estuvo
adornado en vida.
(II5-II7). "El joven que deírás está sentado", es el primogénito de
Pedro de Aragón, que reinó poco tiempo y murió sin sucesión. La
opinión de los comentadores está dividida respecto de cual sea el hijo
de Pedro á que se hace alusión, pues dejó cuatro, no cabiendo duda
34
510 EL PURGATORIO
que se trata de uno de ellos, (de dos se hace mención más adelante)
por lo que el mismo poeta dice en seguida:
se dopo lid fose rimaso
Bene andava il valor di vaso in vaso.
Este último verso se halla textualmente reproducido en la versión.
(119). Santiag-o y Federico, hijos de Pedro III, reyes á la sazón, de
Aragón el uno y de Sicilia el otro, de quienes se dice que si hereda-
ron los reinos de su padre, ninguno de los dos posee su mejor heren-
cia, (su virtud) :
hanno i riaini:
Del retaggio miglior nessiin possede.
(125-127). Alusión á Carlos II, soberano de Sicilia y de Provenza,
hijo degenerado de Carlos (a. el Nasón) .
(128-130). Tanio é del seme siio fninor la planta,
Quanto piu che Beatrice e Margherita,
Costanza di mariío ancor si vanta.
Hemos seguido el giro elíptico del original como se ve comparando
ambos textos. El concepto que envuelve esta estrofa, (un tanto oscu-
ra así por su forma como por las indirectas alusiones históricas) ha
sido objeto de variados comentarios. En definitiva, la interpretación
que ha prevalecido, es la de Brunone Bianchi. Entiéndase: — Tanto
la planta ha degenerado de su semilla, ó sea, tanto Carlos II es infe-
rior {¡iiinof) á su padre Carlos I, cuanto más la gloria conyugal de
Constanza (viuda de Pedro de Aragón, que aun se gloriaba de su
muerto esposo) es superior á la de Beatriz y Margarita, hijas del con-
de de Provenza, casadas con dos reyes de Francia, sobre cuyos nom-
bres difieren los comentadores. En suma, un concepto depresivo para
la dinastía de Francia, personificando sus royes en sus mujeres.
(131), "El rey de vida bendita', es Enrique III de Inglaterra.
(133-136). "Quien más abajo está" es Guillermo, Marqués de Mon-
ferrato, que murió prisionero en Alejandría de la Paglla, y por ven-
gar su muerte, se .siguió la guerra á que hace alusión en los dos últi-
mos versos.
CANTO VIII
(1-6). ICra gia I 'ora, che volge 'I disto
W/' naviganti, e intcrieriscc 7 cuore
Lo di, c' han dallo a dolci amici a Dio .
NOTAS Y COMENTARIOS 511
S che io Muovo f>eref¡rin (Camore
Punge, st ode squii/a Hi lontano,
Che f>aia*¡ giortto />ian/rer, che si niitore.
Compárese la traduccicin ron las estrofas originales y véase la nota
(1-4) al cap. II (l»-l Infierno. — Estas dos estrofas son inmortales, y al
iraví^s de los siglos vibran en el oído y en el corazón de la humani-
dad, como un eco que se trasmite de generación en generación. Es
difícil reproducir en una versión su d<il)lc armonía, por lo complicado
de sus giros en su forma elíptica, y las ideas, impresiones y emociones
que envuelve, ó con las cuales se relaciona, asociadas á la hora del
crepúsculo y de la oración de la tarde. I. a traducción literal es la
siguiente : "Era ya la hora en que torna d deseo ( ó el recuerdo ) á
lü> navegantes, enterneciendo su corazón, hacia el día en que dijeron
adiós á los dulces amigos; y en que el novel peregrino es alligido
(se siente atllgido) por el amor (por el recuerdo de los que ama ó
de los seres amados que deja en su patria) si oye (sonar) esquila en
lo lejano, que parece llorar el día (ó la luz ) que muere." Hemos pro-
curado ceñirnos en cuanto es posible al original reproduciendo en su
orden y con su sentido propio, todas sus palabras esenciales, conser-
vando su armonía originarla.
El conde de Cheste, ha sido feliz en la versión de este pasaje, repro-
duciendo correctamente en castellano la armonía poética y el senti-
miento de las estrofas originales:
Era la hora en que soñar consigo
Enternecido el navegante quiere,
El día en que adiós dijo al caro amigo ;
V en que al novel peregrinante hiere
Amor, si escuclia el bronce que lejano
Llorar parece el día que se muere.
(13). Te liicis anie, etc. Primeras palabras del himno de San Am-
brosio, que la iglesia canta al terminar completas, ó sea la parte del
oficio divino en que se completan las horas canónicas del día para
conjurar durante la noche las malas artes del demonio: Te lucís ante
ierminuut^ Rcruiu creator óptimo, (Antes de finnlizar el día, te loa-
mos, óptimo Creador del universo).
(42). Todo helado etc. El adjetivo iodo^ parecería un ripio de la
traducción siendo una reproducción del verso original: TuUo gelaio.
(53). Niso Visconli, de Pisa, juez del distrito de GoUura en Cerde-
ña, uno de los jefes del partido Güelfo, á quien el Dante conoció en
512 EL PURGATORIO
el asedio de Caprona, de que hace mención en el canto XXII de)
Infierno.
(59-60"). Veni stamane, e sonó zn prima vita,
Ancor che P altra si andando acqtiista.
Prima vita, primera vida, por vida mortal.
(71). Juana^ hija de Niño, á cuyas preces encomienda su alma.
(74). Poscia che trasmutó le bianche bende.
La venda blanca, era entonces, según algunos comentadores, un
distintivo propio de la viudez, y según otros de las casadas en gene-
ral, fundándose en el testimonio del mismo poeta, que dice en el v. 43
del c. XXIV de esta X)?íxi&'. femnitna non porta benda para de-
signar una doncella. Así, debe entenderse que ¡a viuda de Niño cambió
una venda por otra venda al despojarse en segundas nupcias, y no
como lo dice Bianchi, por otra de color más alegre.
( 80 ). La vípera che i Melanessi acampa
El segundo marido de la viuda de Niño, Galeazo Vlsconti, de Milán,
que tenía por blasón una víbora en el campo de su escudo: la de
Niño, era un gallo en campo de oro.
( 86-87 ). la dove la stelle s on piu tarde,
Si come ruota piu presso alio stello.
F>n la zona circumpolar donde las estrellas se mueven aparentemen-
te con más retardo en el sentido de hacer más corto camino. Todos
los traductores siguiendo la interpretación de algunos comentadores
italianos, entienden p¿ú tarde por más tardías ó lentas en su giro, lo
que siendo científicamente inexacto está en contradición con la imagen
en que se describe gráficamente el movimiento relativo de los astros.
Una rueda en movimiento está animada de igual velocidad en todas y
cada una de sus partes, pero las más cercanas á su eje, describen un
círculo menor en el espacio. Así el Poeta, al comparar á las estrellas
polares más cercanas del eje del mundo, con los puntos más cercanos
del eje de una rueda, ha querido expresar que aquellas se mueven,
no con menor velocidad, sino simplemente que giran aparentemente
en círculo menor, ó sea, metafóricamente hablando, con más retardo
que las cercanas al Ecuador como se dice en la traducción, que decre-
cen en la amplitud de su rotación.
(89-93). Ed io a lui; -A <¡uelle Ir e face lie
Di che V Polo di qua titilo quanto arde.
NOTAS Y COMENTARIOS 513
E degíi a >ui- : I .e t/uafro cliinre sicllc
Che vído'i'i staniati, son di /a f>assc,
E (¡ueslo son saliíe ov^cron i/nc/lc
Las /r<*/í7a7/í', t>íiubi)lo (It; las tres virtudes teologales, (jue i-ej;ún
los comentadores que han Ilustrado la parte astron()mlca de la Divina
Comeiila, serían las alfas, ó sea, las estrellas más brillantes de las
constelaciones del Kridano, el Navio y el Pez austral.
Las cuatro estrellas vistas por la mañana, son las designadas en el
canto I del Purgatorio v. 23-25 y v. 37 que simbolizan las virtudes
cardinales. (Véase la nota correspondiente).
( 112-113). Trovi ncl tuo arbitrio lanía cera,
QuanC c nicsticro infino al somnto smalto.
Cera, por espíritu suficiente para ascender hasta la cúspide de la
montaña, convlrtiendo en alegoría la metáfora del verso anterior, de
la luz que debe conducirlo á esa eminencia :
Se la lucerna che ti mena in alto.
Las palabras som.'Jio smalto, han sido interpretadas de diversas
maneras por los comentadores : como alusión al esmalte de los cielos,
según unos : como prados esmaltados de verdura y de flores, según
otros. A nuestro juick), la verdadera interpretación es otra. Smalto,^
en italiano, es no solo esmalte, como lo entienden en una de sus acep-
ciones los comentadores, sino también los rellanos de las escalinatas
en los atrios de los templos ó edificios públicos, y así, el sommo
Stnalto, es el último escalón ó rellano del Purgatorio. Por eso en el
canto IX V. 52 del Infierno el Poeta pone en boca de Megera estas
palabras :
Venga Medusa, si ' I fareinmo smalto
ó sea, para convertirlo en piedra. Interpretando este verso, no han
andado más acertados los comentadores italianos Brunone Bianchi y
A'izeri, al aseverar, que esto significa que lo harían más duro que el
esmalte, lo que por otra parte no tiene sentido. La palabra equiva-
lente en castellano, es pues, la que hemos empleado : resalió^ que es
lo que sobresale en una superficie llana, y resaltos sucesivos forman
la montaña del Purgatorio, c lyas escalinatas son de piedra, hasta
llegar al último (j"<9///;//^(?) á que se hace referencia.
( 115 ). Conrado, que es el que habla, había sido señor de Luni-
giana, donde se encuentra Valdemagra.
514 EL PURGATORIO
( 118). Afina; en el texto rajfjíína. en el sentido metafórico de la
purificación por el fuego.
( 121 ). Demora^ en su acepción anticuada de morada.
( 133 ). .... Or va, che ti Sol non si ricorca
Sette volte nel lelto che il Montone
Con tutu quattro i pie copre ed inforca.
Traducción literal : — "El sol no volverá siete veces, ( siete años)
á recogerse en el lecho ( leito^ por la eclíptica ) que Aries, ( il Mon-
ione ) cubre y pisa con sus cuatro patas."
(136-138"). Checotesta córtese opinione
Tifia chiovata in tneszo della testa
Con niaggior chiovi che cT altrui sermone
Se corso di giudicio non s' arresta.
El Dante, agradecido á la hospitalidad que le fué dada por un des-
cendiente de Malaspina, durante su destierro, pone en boca de su
antecesor esta predicción, al agradecer sus palabras, que " le serán
clavadas en la cabeza con mejores clavos que ningún otro discurso."
CANTO IX
(I-I9). Este pasage es uno de los que han suscitado más discusio-
nes críticas y científicas entre los comentadores antij^uos y modernos,
respecto de su sentido mitológico y del significado de sus imágenes
poéticas, en sus relaciones con la astronomía, para determinar los
fenómenos celestes que se describan, y fijar la hora en que se pro-
ducen, sin que hasta el presente se hallan podido poner de acuerdo
los intérpretes. Lo analizaremos siguiendo el orden de las estrofas :
(1-3). I^a concubina di Titone antico
Gia s'imbiancaba al baleo acórtente,
Fuor delle braccia del suo dolee antico.
Es bien conocida la fábula de Tithon, príncipe troyano, de cuya
hermosura se enamoró la aurora, y lo arrebató al Olimpo para ha-
cerle su esposo, pidiendo á Júpiter que le diese la inmortalidad ; pero
olvidóse de pedirle igualmente la eterna juventud ; por lo que con los
años Tithón llegó un á estado tal de decre|>itud, que había necesi-
dad de fajarle como á un niño recién nacido. I'or eso le llama el
Poeta aniico., ó sea anciano.
NOTAS Y COMENTARIOS 515
Seniin esto, no cal»; du<ia de que el fenómeno que se describe es
una aurora, pero no en el momento preciso que precede a la salida
del sol, con cabellos de oro, dedos de rosa y vestiduras de azafrán y
purpura, como la i)itital)an lo^ antiíj^iios, sino la blanca aurora, envuel-
ta en blancos velos, en ese momento de luz Incierta, entre la noche
que se va y el día que viene, que se llama el alba y (|ue el Poeta ha
descrito en el canto I del Purijatorio, v. II5II6: (v. la nota corres-
pondiente.)
IJ'alha vinceba l'ora malluiina
Che ftiggia iitnanzi . .
Ksta Interpretación se confirma con el v. 2 de la estrofa: s^iiubim-
caba al balso iV o fíenle.
\ljrunos comentadores han pretendido deducir del calificativo de
concubina, que no se hace referencia á la aurora solar, verdadera
esposa de Tlthón, sino á la I.una, querida nocturna de éste, se;rún
ellos, y por lo tanto, que el fenómeno celeste que se describe es una
aurora lunar, ó sea, el crepúsculo blanquecino que en determinadas
fases precede á su salida del horizonte. Esta interpretación ha sido
considerada arbitraria, pues ningún mitólog-o hace mención de estos
dobles amores de Tithon, y adolece del inconveniente de hacer inven-
tar al Dante, una nueva mitología. Como objeción de detalle, carece
de valor filológico, por cuanto lo más probable, es que el Dante em-
pleó la palabra concubina, derivada del lat:ín cubile (cama), en su
acepción original, imitando un conocido verso de Virgilio, que la usa
en ese sentido, refiriéndose al mismo Tithon. Esta interpretación se
confirma con la letra del texto, en que se dice: que la aurora salía
/uor dellabraccia del s tío dulce amico^ ó sea, fuera del lecho de su
amante, que es lo mismo que dice Homero al comienzo del canto V de
la Odisea: "La aurora abandonaba el lecho del bello Tithon, para
llevar la luz á los inmortales y á los humanos."
( 4-6 ). Di gemme la stia fronte era lucente
Poste in figura del freddo a>ttntale
Che con la coda percuote la gente.
La frente de la aurora, ó más propiamente del alba, aparece coro-
nada de piebras resplandecientes, — de estrellas, — dispuestas en la
forma, (in figura) del frío animal que hiere ó golpea {^Percuote') al
hombre con su cola. Aquí se complican las contradicciones ¿qué
estrellas formaban esa corona? eran anuncio de la salida del sol ó de
la luna? cual es el frío animal á que se hace alusión?
516 EL PURGATORIO
El P. Antonelli, que ha ¡lustrada la parte astronómica de la Divina
Comedia^ sostiene: que las estrellas {geminen que lucían sobre la
frente de la concubina de Tithon, eran las más brillantes de la comte-
lación del Escorpión, las cuales, antes de la aparición de la luna, están
dispuestas de modo de figurar verdaderamente una sierpe, en el punto
del mundo que se supone en el poema, y en la estación y día que se
indica.
Según la cronología y cosmografía de la Divina Comedia^ perfec-
tamente comprobadas por sus referencias históricas y astronómicas, el
fenómeno celeste en cuestión tenía lugar en la noche del 7 al 8 de Abril
de 1300, y por lo tanto, en la época del equinoccio, cuando ei sol es-
taba en Aries y la noche debía alzarse en Libra, hallándose el Poeta
peregrino en el punto medio del hemisferio austral, bajo el Ecuador.
En consecuencia, las estrellas del Escorpión, debían de hacer su apa-
rición después de puesto el sol, coronando el crepúsculo de la luna.
De aquí deduce el P. Antonelli, que era de noche, y que el fenómeno
que se describe, es una aurora lunar visible en aquel momento en el
horizonte del Purgatorio.
El célebre profesor Octavio Fabrizio Mossottl, — director del Ob-
servatorio de Bolonia y fundador del primer Observatorio astronómico
en Buenos Aires, — ha sostenido la proposición contraria á la del P.
Antonelli. AI tratar de la fijación de la hora sideral, expondremos sus
razones fundamentales en pro de su teoría astronómica.
Los que han adherido á la opinión de Mossottl objetan á los parti-
darios de la aurora lunar: I** que es una novedad en astronomía tomar
en cuenta este fenómeno: 2*^ que tiene el grave inconveniente de
hacer dormir al Poeta por el espacio de once horas, — como se verá
después: 3^ que el Poeta no dice precisamente que la corona de la
aurora, — nocturna ó matinal,— la formase la constelación del Escor-
pión, sino que estaba dispuesta á modo del frío animal que hiere á los'
hombres con la cola: 4° que estando el sol en Aries, la constelación
de Piscis, se ve aparecer al oriente precediendo á la aurora : S^ que
sin excluir al Escorjnón como testimonio celeste para comprobar la
hora, el animal de fría sangre, á que se hace aluí>lón, es Piscis, ó el
pescado, que tiene su mayor fuerza en la cola. En comprobación de
que esta es la verdadera int(r[)retación, pueden citarle dos pasajes del
texto. En el canto XI del Infierno, v. 113 y 114, se anuncia la apari-
ción de la aurora, diciendo:
i pesci g'uissan su per Porisonta.
E il carro tullo sovra ¿oro g^iace.
NOTAS Y COMENTARIOS 517
Kn v\ canto I del l'urjjatorio, v. 18 21, ;tl señalarla aparición del
lucero i\r In mañana dice:
/.I) hel pianfla, clisad atnar conjorla
Faceva tullo rider róñente,
l'eiatido i />txct, c/i' erario i/t sita se o ría.
Entre los principal» s conuntadores modernos, los (¡ue han sostenido
la te(uia de Antonelli, son Hriinone Hlanchi y Alizeri. Los que más
decididamente se han adherido á la ojiinión de Mossotti son Paolo
Costa y FraticelH.
( 7-9 ). E la nolte de'passi, con che sale,
Falle avea dúo nel luogo ov'eravanio,
E ti terso gia chinava in giicso I' ale.
Esta estrofa es la fundamental, porque es la que determina la hora
sideral por medio de dos metáforas, Traducida literalmente dice así;
"Y la noche, de los pasos con que sube, había dado dos en el lugar
( del mundo) donde estábamos, y el tercero, ya inclinaba hacia abajo
sus alas."
Bajo la equinoccial, la noche tiene doce horas, y otras tar.tas el día.
Partiendo de esta base, el P. Antonelli y sus adeptos, sostienen que
debe entenderse, que los pasos de la noche á que se hace referencia,
son las horas, y que por lo tanto, había dado ya el segundo y comple-
taba el tercero, lo que equivale á decir que eran las nueve de la noche.
En tal caao, faltarían nueve horas para amanecer. A esta interpretación
se opone el texto mismo, que declara: que la noche al dar su tercer
paso, "inclinaba hacia abajo sus alas," ó sea, que declinaba en el me-
ridiano. Para conciliar esta contradicción, algunos comentadores creen,
que estos pasos deben contarse por las cuatro vigilias en que los ro-
manos dividían el tiempo nocturno, de tres en tres horas, en cuyo caso
sólo faltarían cuitro horas para amanecer. Otros han pretendido que
el Poeta se refiere al horizonte de Italia, donde apuntaba la aurora,
mientras que en el del Purgatorio era prima noche; pero la aserción
precisa: nel luogo ov'eravamo^ excluye esta interpretación concilia-
toria.
Mossotti, y los que han aceptado su teoría astronómica, sostienen,
que por pasos de la noche, debe entenderse los de las seis constela-
ciones zodiacales que señalan su ascenso y su descenso en el meridia-
no. Si la noche sube con tres pasos, con tres debe descender. Subiendo
el sol en Aries, y la noche en Libra, surgen sucesivamente, el Escor-
pión, el Sagitario, el Capricornio, el Acuario y finalmente los Peces, al
518 EL PURGATORIO
comenzar el crepúsculo de la aurora matinal. El observador — dice
Mossotli y lo repiten Paolo Costa y Fratricelli, — colocado en el centro
del hemisferio, como se hallaba el Poeta, — que esto significa nelluogo
ov'eravamo^ — verá las dos constelaciones de la Libra y del Escorpión,
que son ¿ due prinii passi con che la noUe sale sobre el horizonte
después de haber pasado el meridiano y encontrarse en la parte occi-
dental. En seguida verá la tercera constelación, esto es el Sagitario,
giá chinava in giuso l'ale^ lo que vale tanto como decir que había re-
corrido al menos su mitad. Finalmente, verá las otras tres constelacio-
nes, el Capricornio, el Acuario y los Peces, en la parte oriental. De
este modo, sólo faltaría una hora para amanecer, y así. la interpreta-
ción de esta estrofa, correspondería á la precedente y el texto se con-
ciliaria en un todo con la astronomía.
(10-12). El Poeta, vencido por el sueño, se duerme á la aparición
del alba.
(13-19). Nell ora, chi comincian i trisÜ lai
La rondinella presso alia ntattina,
Forse a memoria de suvi primi guai
In sogno m.e parea
Esta es la aurora propiamente dicha, anunciada por el canto de Fi-
lomena; entre ella, y el alba que la precede, ha transcurrido el espa-
cio de tiempo que media entre el momento en que el Poeta se duerme
y aquel en que empieza á soñar. A este respecto, no puede caber la
más mínima duda en los v. 52-53 de este mismo canto, Virgilio, seña-
lando la hora precisa de su sueño, dice al Potta:
Dianzi, nell alba que precede al giorno,
Quando Panima tua dentro dormía.
Empero, algunos comentadores piensan que del texto podría dedu-
cirse que el Poeta se durmió al levantarse la luna, y empezó á soñar
poco antes de salir el sol, pretendiendo conciliar así las dos auroras
la lunar y la solar. Alizeri dice que esta estrofa marca una evidente y
súbita transición entre la hora tercia de la noche y la última de la ma-
ñana. Más lógicos son los que ciñéndose á la letra del texto y acep-
tando la interpretación astronómica de Mossotti, dan unidad al pasaje
comentado, presentando un cuadro completo y armónico en todas y
cada una de sus partes. Por eso la traducción se ajusta á esta interpre-
tación lógica y natural, ajustándose á la vez estrictamente al texto.
NOTAS Y COMENTARIOS 519
CANTO X
( ^7y Per che si teme ufjicio ¡ton commeso
Alusión al caso del levita (3/.a, herido de muerte, por haber ohado
en violación del precepto divino, tocar el arca santa que vacilaba
sobre su carro.
( 75 >. Mosse Gregorio á la sun gran viltoria.
Según una leyenda, autorizada por Santo Tomás de Aquino, Gre-
gorio el Grande, leyendo un día la vida de Trajano quedó tan impre-
sionado por las virtudes del emperador romano, que alcanzó con sus
plegarias salvarlo del infierno, obteniendo sobre el demonio esta gran
victoria.
( 1 1 3-1 14 V quel ch'io veggio
Muover a voi, non mi sembran persone.
Estos versos de la traducción, corresponden á los versos 1 12-113
del original. El adjetivo plena está usado en su acepción anticuada
de llena, pudlendo también tomarse en su acepción moderna de
completa.
CANTO XI
^, 40-42 ). Mostrate da quel mano inver láscala
Si vapiu corto; h c'é piii d'un vareo,
Quel ne insegnate che me7i corto cala.
La palabra descendiente de la traducción, está empleada en su
sentido anticuado de bajada 6 falda.
(.91-93). O vana gloria deWuinano posse,
Ccn^Poco verde in su la cima dura,
Se non e giunta dall'etati grosse.
El concepto original sobre la instabilidad de la gloria del ingenio
humano, envuelto en la metáfora de la poca duración del verdor en
la cima de un árbol, con la restricción que la limita, se presta á una
doble interpretación. Los comentadores en general, entienden que la
Idea del Poeta es, que esa gloria no sea duradera, sino seguida de
tiempos de ignorancia, en que el progreso se detiene. Es una de las
520 EL PURGATORIO
fases, ó una de las formas á que se presta el concepto. Tomando en
cuenta este comentario racional, que comprende su síntesis, creemos,
que el pensamiento del autor, encerrado dentro de líneas más precisas,
á la vez que más amplias, es, que la gloria del ing-enio, que llega á la
más alta cima del árbol con que se compara, no persiste en su verdor,
sino hasta tanto que es coronada por otro genio superior, á menos
que sobrevengan edades estériles, ó lo que es lo mismo, hasta que el
tiempo la consagre. A esta interpretación responde la traducción,
arreglada á los ejemplos históricos que siguen.
( I4I-I42 ). che superba
Fu a quel ientpo, com'oya ¿ putta.
El calificativo de prostiluída^ en vez de la palabra cruda del
original, no le quita nada de su energía, reproduciendo fielmente el
concepto.
CANTO XII
( 78 ). Dal servigio del di Vancella sexta.
La sexta hora, ó sea el medio día, según el modo de contar desde la
aparición del sol hasta su puesta, dividiendo el día y la noche en dos
partes Iguales.
( 102 ). La ben guidata
Así llama irónicamente el Poeta á Florencia, que hemos traducido
por buena ciudad^ en el mismo sentido.
( 105 ). Ch^era sicuro 'I qtiaderno e la doga.
"En que estaba seguro el libro de registros y el tesoro". Alusión
á las depredaciones de los dineros públicos de su tiempo en Flcírc ncia.
CANTO XIII
( ^2 ). lo sonó Oresle !
Algunos comentadores italianos, «ntre ellos el P. Venturi. han en-
tendido que es la sombra del mismo Oreste la que habla, lo que no
NOTAS Y COMENTARIOS 521
tendría sentido, tratándosf di- presentar un acto de caridad y de abne-
gación. Los más nu)dern()s, con mejor retlcxión, han recordado que
estas son las palabras de Píbides, sacrificándose por su aml^ro, y que
rl Poeta pone en boca de los ándeles.
(40-42). 1.0 fren vuol csser del conlrario suoiio ;
Crido che I' udirai, per lo mió avvíso,
Prima e/ie n^iunt^hi al />asso del perdono.
Véase h)s versos 142-143 del canto XIV que se li^i^an con los
citados.
((»5-(>íi). Notí piir per lo sonar dcllc parole,
Ma per la vis/a, che non moto agogna.
La traducción de "acrregara la queja pronunciada — la vista que
penetra en los oídos", reproduce el concepto en otra forma, ciñcndose
al texto. Sobre esta promiscuidad ó permutación de los sentidos, fre-
cuente en la Divina Comedia, véase nuestro comentarlo al canto I,
verso 7, del Infierno.
(81). Perche da milla sponda s' inghirnxlda.
Enguirlanda^ del verbo anticuado enguirlandar^ lo mismo que
engfuirnaldar.
(Sv'í-Só ). o gente sicura
di veder I' alto Imne.
Lucencia^ s. f. anticuado, lo mismo que claridad ó resplandor.
(lO^i. Savia non /id, avegna che Sapia.
Juegfo de palabras del ori.ü^inal, que la traducción reproduce espla-
nando un tanto el concepto.
(151-154). Esta estrofa sería ininteligible sin su cometario. Los
Slaneses, cuya vanidad se moteja en el canto XXIX del Infierno, com-
parándola con la de los franceses, habían adquirido el pequeño puerto
de Talamone, el cual esperaban convertir en un emporio comercial, y
que el aire infestado de la Marisma les obligó á abandonar. La Diana
es un río fabuloso, que losSianeses creían corriese bajo los muros de
su ciudad, encerrando grandes tesoros, ó una fuente perdida, que según
tradición, estaba señalada en los tiempos del paganismo por una
estatua de Diana. La burla á los almirantes se refiere á las ilusiones
del puerto.
522 EL PURGATORIO
CANTO XIV
(142-143). quel fu il duro canto
Che dovria I' uom tener dentro sua -meta.
Véase los versos 40-41 del canto XIII.
CANTO XV
(1-6). Quanío, tra I' ultimar deW ora tersa
E'l principio del di, par de la spera,
Che setnpre a guisa di /andullo schersa,
Tanto pareva gia in ver la sera
Essere al sol del suo corso rimas o ;
Véspero la, e qui niezsanotte era.
Traducción literal comentada: — "Tanto, cuanto dista la último hora
tercia (de la mañana en el equinoccio, entendiéndose por líltiraa, el mo-
mento en que va á cumplirse la tt^rcera de las seis á las nueve) del prin-
cipio del día cuando aparece en la esfera, — siempre en movimiento á
guisa de niño, — tanto distaba el sol de la noche (del ocaso) en su
curso, (ó sea el espacio de tres horas) — Vesper allá (en el Purgato-
rio), y aquí (en Italia, donde escribe el Poeta) era media noche". —
Eran pues las tres de la tarde, tres horas antes de ponerse el sol en el
equinoccio. Compárese el texto original con la traducción.
K'^l)- E pin di caritate arde in q¡/el chiostro.
Chiosiro (claustro) es una palabra frecuentemente usada por el
Poeta al referirse así á las reglones infernales como á las mansiones
celestiales, asimilándolas á los monasterios, donde se reza. — F2n este
caso se refiere al cielo y así lo interpreta la traducción.
(117). lo riconobbi i ntiei non falsi error i.
Como podría parecer una contradicción decir que "no eran falsos
los errores", trascribimos el texto para que se compare con la tra-
ducción.
NOTAS Y COMENTARIOS 523
CANTO XVI
(ly). Exofdia, dil V. n. ant. cxot'dir, principiar.
(96). SfRÚn l.'t intcrprt'ta(i(')n más acreditarla de los comentadores,
deducida de un pasaje del Convilo del aut(»r, la torre de la justicia, ó
sea la torre del bien vivir civil de la ciudad de San Ag^ustín.
(9S-W). ... f>ero che il Pastor che precede
Rumiuar Puo, nía non ha iinn^hie fessc.
Entiéndese: " F21 pa.stf)r cristiano (el Papa) puede rumiar (preparar
el alimento espiritual) pero no tiene la pezuña hendida". — Este pasaje
se explica por el texto de la Sagrada Escritura. Segfún la ley de Moi-
sés, los rumiantes que no tienen la pezuña hendida, eran considerados
Impuros. Alusión al poder temporal y espiritual, según lo dice el
mismo l^oeta más adelante:
Soleva Roma, che 'I buon mondo feo,
Dúo solí aver, che I' una e I' altra strada
Facean vedere, e del mondo e di Deo.
L' un I' aliro ha spento, ed e giunta la spada
Col pastorale : e I' U7t coll' aliro insiem,e
Per viva forsa mal convien que vada.
(v. I06-III).
En varios cantos del poema se repite este mismo pensamiento, sobre
la confusión y la división del poder temporal y espiritual del Papado
católico.
(140). S' io no I togliessi da sua Jiglia Gaia.
Este concepto es ambiguo. Según algunos comentadores, la hija de
Gerardo, á que se hace referencia, fué un modelo de castidad; según
otros, fué una disoluta. —Antítesis ó ejemplo, la traducción ajustada al
texto, responde á la doble interpretación.
(141). Dio sia con voi, che pin non vegno vosco.
Vosco, pronombre personal anticuado, tomado del latín: con vos, ó
con vosotros.
524 EL PURGATORIO
CANTO XVII
^17-18). Muoveti lume, che nel del s ' informa,
Per se, o per voler che giu lo scorge.
La palabra inforiua^ — que es la misma del original, — está empleada
en la traducción en su acepción filosófica, de forma sustancial de algún
cuerpo, con un valor equivalente al que le da el Poeta, que según to-
dos los comentadores, es el de una luz celeste que toma su forma y
disposición del cielo mismo y se mueve naturalmente, descendiendo
hasta la tierra por voluntad de Dios.
(19-20). Dell' empiesza di lei che muto forma
Nell' uccell che a cantar piu si dilefta.
Alusión á la fábula de Progne y Filomena.
(25-26). Poi piovve dentro aW alta fantasía
Un criicifisso dispettoso e fiero.
Según los comentadores italianos, la palabra //¿7z;z;¿? está empleada
por el autor en el sentido de caer á plomo. El crucificado á que se
hace referencia, es Aman, ministro del rey Asuero, que se nombra
más adelante.
(38-39). ..r sonó essa che lutto,
Madre, alia tua, pria che all' altra ruina
El nombre de Turno no está consignado en el texto, pero la alusión
es tan clara, que es permitido ponerlo en la traducción.
(44). Nuova luce perciiote ' I viso chiuso.
La imagen de la percusión, para pintar todas las impresiones vio-
lentas de los sentidos, es frecuentemente empleada por el Poeta; en la
estrofa siguiente la repite:
y oslo ch' un lunie il volto mi percossc.
P2s bueno advertirlo para que no se extrañe la repetición que repro-
duce la traducción.
(121). Ed e che per ingiuria par che adonti.
Avergonzante, del verbo avergonzar, dvíclarado anticuado por la
Academia, y no reemplazado en su equivalencia, como sucede en va-
rios otros casos que se han herho notar en estos comentarlos.
NOTAS Y CONENTARIÜS 525
CANTO XVIII
( 7S-SI ). Im Luna quasi a mcsza note iardci
Facea la stella a noi parer piu rade,
Fatla com'un scheggion, che tutlC arde
E correa contra^ cicl, per quelle slrade,
Che 7 solé injlamnia allcr che quel da Roma
Tro' Sardi e corsi il -<cdc quando cade.
El Poeta llevaba cinco días de viaje : emprendido durante el pleni-
lunio, la luna debía levantarse cada vez más tarde después de puesto
el sol, y mostrarse como á la n edla noche, en la hora que se señala,
y hallarse por consecuencia en su último cuarto menguante. De aquí la
extraña Imap^en de que el astro nocturno tenía la forma de un caldero
convexo caldeado, visto de perfil. Hallándose el poeta en el hemisfe-
rio antartico, la luna, contra el curso aparente del cielo {contra' ¿ ctel)
corría de poniente á oriente por el camino del zodiaco, {Per quelle
siradc), al raiiimo tiempo que los (habitantes) de Roma {que I da Ro-
ma) veían ponerse el sol en el hemisferio opuesto, entre Córceg-a y
Cerdeña.
(83). Piéiola, antiguamente llamada Andes, lugar del nacimiento
de Virgilio, cerca de Mantua.
(100-102). Marta corsé con fretta alia inontagna :
E Cesare per suggiugiare Ilerda,
Piinse Marsilia, e poi corsé in IsPagna.
Ejemplos de celeridad en contraposición de la pereza. Por una feliz
coincidencia, esta estrofa típica puede ser reproducida en castellano
casi textualmente, con el rápido movimiento de sus giros.
(119). Sotto r imperio del bzton Barbarossa.
El Poeta llama por ironía buono á Barbaroja, de quien dice en el
verso siguiente que Milán aún lo recuerda con dolor, aludiendo á que
este emperador fué el que arrasó la ciudad.
CANTO XIX
(41-42). Come coliii che V ha di pensier carca
Che fa di se iin m.ez2o arco di ponte.
F2s decir, que iba encorvado por el peso del pensamiento, á la ma-
35
526 EL PURGATORIO
ñera de un medio arco de puente. Compárese la traducción con el
original,
(62-63). Glt occhi rivolgi al logoro, che gira
Lo Rege eterno con la ruota magna.
El vocablo logoro, traducido por reclamo del halconero, corres-
ponde propiamente á la metáfora que se desenvuelve en la estrofa
siguiente, v. 64-65.
Quale il falcon che prima a' pie si mira
Indi si volge al grido
CANTO XX
(68-69). e poi
Ripinse al ciel Toniniaso, per ammenda.
Concepto confuso, sobre el cual los comentadores no están de
acuerdo, y que la traducción reproduce con arreglo al texto, interpre-
tando la intención del Poeta. Se dice irónicamente: que Carlos de
Anjou por enmienda (de sus crímenes) hizo víctima á Conradino para
asegurar su corona, sacrificándolo; y que volvió ai cielo el alma de
Santo Tomás de Aquino, á quien se dice hizo envenenar por medio de
su médico.
( 141 ). Come i pastor che pri^na udir quel canto.
Como los pastores que oyeron por primera vez el canto de Gloria
¿n excelsis Dei^ saludando el nacimiento de Cristo, á que se hace re-
ferencia en el verso 136 que antecede.
CANTO XXI
( 36 ). Parver gridare infino a ' suoi pie /nolli?
Hasta los cimientos de la montaña, ó sea hasta el mar de donde surge
la isla del Purgatorio que sen "sus pies blandos"; imagen que repro-
duce textualmente la traducción con las palabras: desde su blanda
dase estretnecido.
NOTAS Y COMENTARIOS 527
CANTO XXII
(4<,..»S). Quatiti risiirgeratt co' crini scemi
Per V if^ttorattza, che (¡tiesta pecca
Toglie íl pcutir vivctido, e negli csiremi!
r.irn comprender el sentido dt* esta estrofa, deben tenerse presentes
los versos 56 y 57 del canto Vil del Inlierno, aludiendf) á los avaros
y á los pródigos:
(Juesti risurfferantto del sepulcro
Col pugno chiuso, e questi co ' crin inocci
O sea que los pródigos resucitarán en el juicio final sin pelo en la
cabeza,
( US - 120 ). E gia le quattro ancelle eran del giorno
Rimase addiclro, e la quinta era al temo
Dricsando pur in su I' ar dente corno.
Le qualli'o ance¿/e : las cuatro i)rinieias horas del día, relevadas
por la quinta hora en el timón del carro del sol, que se levantaba á su
meridiano, lo que corresponde, en la estación á que se hace referen-
cia, á las once y media de la mañana, habiendo cumplido la quinta
hora, como media hora de su servicio. Compárese el texto con la tra-
ducción.
CANTO XXIIl
(28-30). Ecco
La gente che perde Gerusalemme,
Quando Marta nel figlio die di becco.
La María á que se hace referencia, como lo apuntan los comenta-
dores, fué una mujer que se comió á su propio hijo, durante el sitio de
Jerusalén por Tito, seg-ún lo dice el historiador Josefo.
(32-33). Chi nel viso degli tiomini legge OMO
Bcn avria conosciuto I" em-me.
Alude á la superstición de los que creían leer la palabra oiuo^ (hom-
bre, en italiano) en el rostro humano; los dos ojos formaban las oes,
y la nariz y las cejas con las mejillas, la M. El Poeta dice que la M,
(sijT^no de muerte) podía leerse más fácilmente en las facciones de los
demacrados, estando apag^ados en ellos los ojos.
528 EL PURGATORIO
(49.) Adolorado^ del v. n. anticuado adoloriar.
(94-96). Che la Barbagia di Sar digna ascai
Nelle fem-mine sue e piu púdica,
Che la Barbagia dox/io la lasciai
La Barbagia, país semibárbaro en la isla de Cerdeña, donde la
gente andaba casi desnuda, nombre que da á Florencia para vituperar
el impudor de sus mujeres, que mostraban sus senos, según se lee más
adelante.
(103). Levantinas^ por mujeres del Levante. En el texto se lee :
Sarracine (sarracenas).
(1 19-120). Pallr'ier guando tonda
Vi si mostró la stiora di coba.
La luna, hermana del sol.
( 122 ). de' veri inorti :
Lo«- verdaderos muertos, como se reproduce en la traducción, esto
es los condenados del Infierno, donde el alma yace por siempre muerta.
CANTO XXIV
(16). Desfianza, s. f. anticuado: lo mismo que desconfianza.
(43). Feíninina e nata, é non porta ancor benda.
Queda ya explicado en otra nota que la venda ó velo era distintivo
de las mujeres casadas ó viudas, no llevándolo las solteras.
( I5I-I54 ). Beati ciii allanta
Tanto di grasia, che Vamor del gusto
Nel petto lor troppo disto non fuma,
Esnri'endo sempre qnanto e giusto.
Traducido literalmente: — " Beatos aquellos que alumbra tanta
gracia, á quienes el amor de comer y beber (del gusto) no Htnan por
demás el pecho con el luimo del deseo, y cjue solo apetecen lo que es
justo." Compárese el texto con la traducción.
NOTAS Y COMENTARIOS 529
CANTO XX\^
^ I -3 V, Ora era
Che V Solé avea lo cerctiio di merij^gc
I.asciato al Tauro e la Noltc alio Scor/>to.
Ks decir, el Sol Indicaba las dos de la tar<le en el meridiano del
Purjfalorio, mientras en rl hemisferio antípoda, eran las dos de la ma-
ñana (de noche).
(v^7-75) A propósito de este maj^nífico trozo de poesía, los comen
tadores extranjeros observan que los comentadores Italianos han exa-
gerado por demás su mérito científico, presentando con este motivo
al Pante, como un fí;ran médico y un profundo filósofo. Guingené dice
á este respecto en su Flisíoria de la Uíeraiura italiana: '"Su teoría
sobre la parte de la sanj^re destinada á la reproducción del hombre,
sobre esta reproducción, sobre la formación del alma vegetativa, > la
sensitiva en la criatura, antes de nacer, así como su desarrollo cuando
nace, y lo que es esta alma después de la muerte, llevando en el aire
que la rodea algo como un sello ó como una imagen del cuerpo que
ella animaba en la tierra; todo esto no es ni una buena física, ni de una
metafísica sana; pero en esto trozo de más de sesenta verso, se puede,
como en muchos trozos de Lucrecio, admirar la fuerza de la expresión,
la poesía del estilo, y el arte de reproducir con claridad y en hermosos
versos, los detalles más difíciles de una mala filosofía y de una física
llena de errores". La traducción ha procurado reproducir su expre-
sión, en cuanto es posible.
CANTO XXVI
(95). El Licurgo á que se hace referencia, es un rey de Nemea, que
habiendo condenado á muerte á Isipile, aya de su hijo, por haberle
dejado morder por una culebra, fué salvada por sus hijos que se
abrazaron de ella.
(96). Tal ini fec'to (tna non a tanto insurgo ).
Suygo, en la traducción: del verbo anticuado insurgir en su acep-
ción de levantar.
< 117 ). Fu vieglior fabhro del parlar materno.
530 EL PURGATORIO
Fabro, en su acepción anticuada ó sea "el mejor artífice de la
lengua materna."
(130-132'). Fagli per me un dir un paternos tro.
Quando bisogna a noi di questo jnondo,
Ove poder peccar non é pin nostro.
"Reza un padrenuestro, en cuanto lo necesitamos en este mundo,
donde no podemos pecar," es decir, suprimiendo las palabras: "no
nos dejas caer en tentación".
( 102-147) Estos versos provenzales, como toda cita en idioma
extraño, debían reproducirse textualmente, como se hace, respetando
la intención del Poeta. He aquí su traducción: "Tanto me place
vuestra cortés demanda, que no puedo ni quiero ocultarme de vos: Yo
soy Amoldo que, lloro y voy cantando; que con tristeza veo la pasada,
locura, y veo alegre la felicidad que áspero mañana. Ahora os ruego,
por aquella virtud que os guía á la cima sin frío ni calor, os acordéis
de aliviar mi dolor".
. CANTO XXVII
(1-5). Si come, quando i primi raggi vibra,
La dove V suo Fattore il sangue sparse,
Cadendo Ibero sotto ¿''alta Libra,
E Vonde in Gange di miovo riarse,
Sistava il solé, onde ^l giorno sen giva.
Los antiguos comentadores italianos Landino y Ventebello inter-
pretan este pasaje, según las nociones geográficas y astronómicas que
envuelve. El P. Vtnturi, lo declara un imhroglio grandi di pároli e
di cosiy non valsandosi pur dir aliro, se non che íramoniava il
Solé. AHzeri dice que es uno de los más Intrincados del poema, admi-
rando la poesía que encierra. Los demás comentadores se limitan á
construir la frase gramaticalmente, entrando en algunas explicaciones
a.stronómicas. F^ste es el mejor método ilustrativo. Traducido literal-
mente en su ordenación, dice así: Tal coiuo, cuando vibra su primer
rayo (el Sol, que se- nombra más adelante) allí donde su Hacedor
derramó su snnj{re (en Jerusalén, antípoda del Purgatorio) cayendo
el Ebro ( la España) bajo la alia (alta por que estaba en su meridiano)
Libra,, cuando las ondas del Ganges se encienden de nuevoy estaba
ÑUTAS Y COMENTARIOS 531
el So I, y el día se iba ya ; ó lo «luc- c-s lo misino: "el Sol nacía en
Jcru>alén, mientras se ponía cu el Purgatorio, y hallándose aquel en
Arits. la noche dehía liallarse en el si^no opuesto de Libya á la sazón
en su meridiano en el Ehro, ó sea Kspaña, confín occidental, y el
mediodía en el Gani^t-s confín oriental". Todo esto se entii nde, par-
tie-iulo (le la base cosmológica del Poeta, de que Jerusalén era antí-
poda del Purgatorio, y (jue el Ganges corriese bajo el meridiano del
Khro.
( I.W-I42). Non aspcltar mió dir piu, tic mió cenno ;
IJhero, dritto, sano e tiio arbitrio,
B fallo /ore non /are a suo seiino :
Per ch'io te sopra te corono e niitrio.
Kl sublime verso que cieira este cuarteto, podría haber sido tradu-
cido en t tra forma :
Pues potifro sobre ti mitra y corotia.
Hemos preferido emplear el vocablo del texto (te enmitro, ¿e ini-
iHo), co'iio más expresivo. La Academia P.spañola ha declarado anti-
cuado el verbo eniuiirar^ que en solo una palabra expresa uua acción
y una idea, reemplazándola por el circunloquio enrevesado y menos
expresivo de poner milra^ como sucede con el verbo espejarse^
bárbaramente reemplazado por el enredado circunloquio de mirarse al
espejo! (Véase el comentario al v. 4 del Canto XVIII, y v. 54 del
Canto XXXII del I/ifierno). La palabra mitrar no tiene el mismo valor
y la Academia solo la admite en el sentido de obtener un obispado.
¿Qué se diría si con el mismo criterio se declarase arcaico el vocablo
coronar, y se reemplazase por el pesado circunloquio de poner
corona?
CANTO XXVIII
(To- 18). Ma con piena letisia P ore prime
Cantando, riceveano intra le /oglie ,
Che temvan bordone a la sue rime
Quiere decir que el murmullo de las hojas acompañaba el canto de
líis aves, como el bordón que es el tubo más larg^o y grueso de la
cornamusa hace invariablemente el contrabajo
( 36 ). La gran variasion de ' /resc/ii inai.
532 EL PURGATORIO
Jlfayos^ por Arboles en general, recordándolos ramajes frondosos
que en la noche víspera del I* de Mayo, los campesinos italianos
acostumbraban poner frente de las casas de sus queridas.
(40 - 42). E la m'apparve
Una Donna soletta, che si gia
Cantando, ed iscigliendo fior dajiore,
Ond^ era pinia tutta la siia vía.
Esta aparición realiza la visión del canto precedente durante el
sueño del Poeta, la que según se verá en el Canto XXXIII es la céle-
bre condesa Matilde que enriqueció á la Iglesia.
(91 - 102). Lo sonimo Bene, che solo a se place
Fece I' uom buono , e il ben di questo loco
Diede per arra a lui cTetema pace.
Perche il turbar, che so tío da si fanno
U esalazion deWacqua e della térra,
Che, quanto posson diettro al calor vanno.
Air tiom non facesse alcuna guerra,
Questo monte salto ver lo ciel tanto
E libero e da indi, ove si serra.
Este pasaje ha sido mal reproducido ó mal interpretado por algu-
nos traductores y no todos los comentadores lo explican satisfactoria-
mente. En la traducción de Fiorentino, se dice: "A fin que les chan-
gements operes ci-dessous par les exhalaisons de l'eau et de la
terre, qui suivent autants qu'elles le peuventi la chaleur, ne livrassents
aucune guerre a /' houítne^ cette montagne s' eleva ainsi vers le ciel»
et elle est libre depuis le lieu oü elle est cióse" — (v. 97-103). Tradu-
cido así el texto literalmente, y tomado aisladamente el verso 100 :
Air uom non facesse alcuna guerra,
parecería indicar que el monte del Purgatorio se elevó tanto, para no
molestar al hombre con sus propias exhalaciones, ó sean las del mundo
terrenal. El conde de Cheste, tomando la palabra hombre {uotuó)^ por
hombre mortal, lo ha interpretado en ese sentido:
Los vapores del agua y de la tierra.
Que buscan siempre el fci^xñdo elemento
No diesen Al. mortal ninguna guerra.
El hombre (/' uomd) á que hace referencia el Poeta, no es el hom-
bre mortal, sino /' noiu bttoifo de que se habla en el verso 91 trans"
Grito, á quirn le dio Dios por arras, — como él lo dice, — el Paraíso
NOTAS Y COMENTARIOS 533
terrenal, "para que viviese en eterna paz" (v. 91-92) y á fin de que
chta no fui-sf turbada por las exhalaciones de la tierra, que hiciesen
guerra al hombre (/' uont buono), elevó tanto la montaña del Purga-
torio, dejándola libre de la mala Intluencia, desde el punto en que su
aire se encierra (desde la puerta guardada por el ángel de las gradas).
Esta es la razón por que ponemos en nuestra traducción hombre
bueno y no hombre simplemente ó mortal, interpretando según el
tenor mismo del texto la verdadera intención del autor.
(145-148). lo mi rivolsi addietro aliara iutto
A'mici Poeti, e vidi, che con riso
Udito avevan rultinto coslutto.
Poi alia bella donna tornai 7 viso.
Los Poetas son Virgilio y Estacio que seguían á espaldas del Dante,
sin que este lo hubiese advertido, y á estos se refiere su interiocutora,
que podía verlos cuando él no los veía.
CANTO XXIX
(3). Palabras del salmo 31, congratulando al Poeta por haber bo-
rrado de su frente las siete PP que le había estampado el ángel con
su espada.
(33). Leticias^ anticuado, lo mismo que felicidades, usado por la
primera vez en prural en esta traducción, lo mismo que está en el
texto : le tiste.
(34). Dinansi a noi tal^ quule U7t Juocco acceso. Como se ve, el
fuego encendido de la traducción, corresponde al fuoco acceso del
texto, palabra por palabra. Algunos comentadores han pretendido que
en fuocOy debía ponerse una coma, refiriendo la palabra acceso al
aire de que se hace mención en el verso siguiente. Como se dice fuego
ardiente y fuego apagado, bien pudo el Poeta decir fuego encendido
ó fuego de llamas, para distinguirlo de un fuego de brasas, etc: sobre
todo, así esta escrito y asi lo trascribimos.
(43-154). Esta procesión alegórica, inspirada por las profesías de
Ezequiel y por los salmos de San Juan, como el mismo Poeta lo dice,
(v. 105-105) ha sido uniforme y claramente interpretada por los co-
mentadores, á pesar de su carácter apocalíptico. El carro triunfal, es la
Iglesia Católica. Los siete candelabros, los siete dones del Espíritu
534 EL PURGATORIO
Santo. Los que van vestidos de blanco, son los patriarcas que creye-
ron en Cristo antes de su advenimiento. Las llamas que pintan el aire
con los colores del iris, á manera de banderolas (que algunos comen-
tadores creen que son pinceles {pennelli^^ son los siete sacramentos
de la Ig-lesia. Los ancianos coronados de tempranos lirios, son los 24
libros del Antiguo Testamento. Los diez pasos que median entre los
candelabros se supone que son los diez Mandamientos de la ley de
Dios. Los cuatro animales alados, coronados de verdes hojas, son los
cuatro Evang-elistas. El grifo, naturaleza medio humana y medio
divina, simbolizada por la formas del león y del águila, es Jesucristo.
Las dos ruedas del carro, representan el Antiguo y el Nuevo Testa-
mento, sobre los cuales gira el carro de la Iglesia. Las tres mujeres que
bailan al costado de la rueda derecha, son las virtudes teologales: la
roja, es la caridad; la verde, es la Esperanza; y la blanca la Fe. Las
vestidas de púrpura que danzan al costado izquierdo, son las virtudes
cardinales, llevando por atributo la Prudencia tres ojos en la frente.
Uno de los ancianos que marchan detrás del carro con el traje de los
discípulos de Hipócrates, es San Lucas, que fué médico. San Pablo es
el que empuña la espada aguda y resplandeciente. Los cuatro perso-
najes de aspecto humilde son los cuatro Evangelistas. El anciano que
va como dormido, es San Juan, autor del Apocalipsis, á la edad de
noventa años. Este cuadro místico, es considerado como uno de los
más espléndidos del poema humano-divino, "en que pusieron mano
cielo y tierra." La versión solo puede reproducir débilmente su rico
colorido.
(142). Humildosamenie^ anticuado, lo mismo que humildemente.
CANTO XXX
( I ). Quando 7 Settentrion del primo cielo.
El Poeta llama setentrión del primer cielo, á los siete candelabros
designados en el canto anterior, abimllándolos á las siete estrellas de
la osa Mayor en el cielo setentrlonal, llamadas también Carro mayor,
y comparando al que dirige el timón del carro místico, con el nauclero
supremo que gobierna el carro sideral.
(15). La revestita carne allelniando
En algunos textor antiguos y modernos se lee alleviando (aliviando)
NOTAS Y c:üMENT ARIOS 535
en vez He aleluyando. Hemos preferido esta versión aceptada i)or
Aüzerl, aunque desechada por Hrunone Bianchl, no obstante que la
Academia no Incluye esc vocal)lo en su Diccionario.
(29-48). ICsta luminosa aparición «le Beatriz, preparada por los
cantos anteriores, se considera, como el de la procesión que antecede,
uno de los más bellos cuadros del poema, dándole su significado la
|>asión latente que vibra en los versos del Poeta y que se acentúa con
esta explosión de reconcentrado amor ( v. 46-48), en presencia de la
amada muerta diez aííos antes.
Mcíi che firamma
Di sangue in' c rñnasa, che non Iremi;
Conosco i segni ctclV antica Jiatnma.
(90). S¡ che per f HOCO foncler la candela.
Comparación en forma de antítesis entre el aire caliente que liquida
\a nieve y el fuego que derrite la candela.
(116). Maestre^ adjetivo anticuado, en su acepción de doctor, ó
maestro. En el original se dice: ch* ogni abito destro.
CANTO XXXI
(2-4). Volgeitdo V suo parlare a -me per punta
Che pur per taglio in''era paruf aero,
Ricomincio seguendo sema cunta.
Compara el Poeta la palabra de Beatriz con una espada, que des-
pués de haberle herido de íilo, le dirige ahora su punta. La oración
conjunta de la traducción, en vez de seguendo sansa cunta del texto,
responde Igualmente á la idea del autor, de discurso agregado, unido ó
enlazado al anterior, en su acepción recta y genuina.
(13). Al quale intender per niestier la viste.
"Que entenderse no podía sin el auxilio de la vista." Otro ejemplo
de la promiscuidad ó sustitución de los sentidos, tan frecuente en el
estilo dantesco y que hemos hecho notar en otros comentarlos.
(67-69). ed ella disse: Qiiando
Per uair se^ dótente, alza la barba,
E prenderai pile doglia riguardando .
536 EL PURGATORIO
Barba, en el sentido de la parte por el todo, ó sea el rostro, y
alusión maliciosa de Beatriz al Poeta, para indicarle que ya no era un
jovenzuelo imberbe para dejarse llevar por tales devaneos, acen-
tuando el sentido irónico del concepto, que el Dante no usaba barba»
y por eso dice él mismo más adelante en el v. 75-,
Ben conobbi V velen deW argomento.
CANTO XXXII
( 30 ). Che fe' V órbita ma con minore arco.
Quiere decir al lado de la rueda derecha en el movimiento de con-
versión del carro á la derecha, que trazaba en el suelo un arco menor
que el de la rueda izquierda, ó sea retardado, como se dice en la
traducción.
(38-42). El árbol del bien y del mal, que la desobediencia de Adán
y Eva condenó á la esterilidad.
(49-51). E volto al temo ch^ elle avea tirata,
Trassello al pie della vedova frasca :
E que I di lei a lei las cío legato.
Es decir: ató el timón del carro al árbol seco de que aquel (el
timón) había sido formado en otro tiempo.
( 52-54 ). Come le nostre piante, qiiando ciasca
Giu la gran luce mischiata, con quella
Che raggia dietro alia celeste Lasca.
Quiere decir: como cuando logran ¿us^ (la del Sol) cae mezclada
con aquella (de la constelación de Aries) que va detrás^ ó sigue á
la de los celestes peces ^ ó en í)trüs términos: en la estación de la
primavera.
( 102 ). Di quella Roma onde Cristo c Romano.
Roma celeste, ó sea en el Paraíso.
(I09-I60V Los comentadores explican así esta aleg-oría. El ave de
Jüve, es el águila, símbolo del imperio. La zorra, es la heregía, Intro-
ducida por el emperador Anastasio, á la cual Beatriz pone en fuga,
como representante de la teología. Las plumas con que el águila llena
el carro, figuran los bienes dados á la Iglesia por el emperador Cons-
tantino y sus sucesores. El dragón que sale de la tierra entreabierta en
NOTAS Y COMENTARIOS 537
me-Hio «U- las ruedas del carro, es. según mu.^, la serpiente que tentó á
Kva, y .según otros. Mahoma. I. as siete cabe/as que salen del carro.
son los siete pecados capitales, representando la pereza, la avaricia, la
gula y la lujuria, las que llevan tres cuernos. La |)rosHtuta, {u?ia
puHatta scio//a^ en el texto) es la corte Romana corrompida en
tiempo del papa lionifactf) V'III, y el gigante que la abraza y la flag< la
es Felip»' el Hermoso, rey de Francia.
CANTO XXXIII
( I ). Dcns vencKunt gente, etc. Salmo I>XXViII, anunciando la
ruina del templo de Jerusalén : "Dios, vinieron las naciones á tu here-
dad, contaminaron tu santo templo: redujeron á Jerusalén en cabana,
de guardar frutos." — (Trad. del P vScio).
(13-15). Palabras de Cristo á los Apóstoles, anunciándoles su
muerte y su resurrección: — "Un poco, y ya no me veréis: y otro peco
y me veréis; porque voy al Padre." — (Evang. de S. Juan, cap. XVI,
V. XVI, trad. del P. Scio). Rl gigante, arrastrando el carro junto con
la prostituta, de que se hace mención en el final del canto anterior, es
como se ha explicado, Felipe el Hermoso, que trasportó á Avignon,
la Santa Sede manchada y el papado prostituido en la persona de
Clemente V. Beatriz, adaptando los textos evangélicos á la situación
de la Iglesia en aquella época, anuncia que la Iglesia resucitará y que
el Papado ^erá restablecido en su primitiva pureza.
( 34-36 ). Sappi che '/ vaso che 7 serpente ruppe,
Fu, e non c ; ma thi si ha colpa credda
Che vinditta di Dio non teme suppe.
El vaso, es el carro, símbolo de la Iglesia católica: y el "fué y no
es", se refiere á ella en el sentido explicado en la nota anterior. Kn
cuanto á la " vindicta de Dios, que no teme, ó á la que no alcanza la
sopa", alude á una preocupación popular, según la cual, el matador
que comía una sopa sobre la tumba de su víctima, quedaba al abrigo
de toda venganza.
^ 40-42). C/t' io veggio ceriamente, e pero il nat-ro
A dame lempo gia stelle propitiqiie
Sicuro d'' ogni inloppo e rf' ogni sbarro.
538 EL PURGATORIO
Sbarro^ en italiano, en una de sus acepciones, es impedimento ó
retención. Desbarro, en castellano, en otra de sus acepciones, es des-
liz ó desacierto. En este sentido, la traducción refleja el concepto: no
encontrarán impedimento, ó lo que es lo mismo, no se desviarán de
su cur.>o.
( 43-45 ). Nel quale ttn Cinquecento Diecce e Cinque,
Messo di Dio, ancidera la fuia,
E quel gigante, che con lei delinque.
Este número enigmático que parece una reminiscencia del Apoca-
lipsis (cap. 13) ha dado orig-en á variados comentarios. Según la
Interpretación más aceptada, este número, escrito en letras romanas,
se leería así: DVX, ó sea dux. A cual dux se hace referencia ? Según
unos á Enrique el Grande, y según otros á el Grande-la-Scala, á que
parece aludir el Dante en otro pasaje, indicándolo como á futuro
redentor de la Italia. (Canto 11 del Infierno, v. I02-III). La conclusión
final de Beatriz, no es más explícita que el Apocalipsis, prediciendo
un hecho general y no determinado, y así agrega ella misma en
seguida:
E /orse che la inia narrazione, buia
Qual Teini o Sfinge, -mente persuade
Perche a lar modo to intelleito atttiia.
( 67-68 ). E, se stali non fossero acqiia d' Elsa
L,i pensier vano intorno alia tua mente
E il placer loro un Piramo alia gelsa.
Elsa^ río de la Toscana, cuyas aguas tienen la propiedad de incrus-
tar con un tártaro y cuasi petrificar los objetos que se sumergen en él.
El símil de Beatriz, aludiendo á los pensamientos del Dante, se repro-
duce bajo otra forma en el siguiente verso, aludiendo á la fábula
Babilónica de Piramo y TIsbe, en que la sangre de los dos amantes,
tiñó de negro las frutas del moral al tiempo de morir.
EL paraíso
PARTE TERCERA
EL paraíso
CANTO PRIMERO
Invocación á Apolo. — El Poeta describe como se levantó desde el Paraíso terrenal
hasta el primer cielo, con los ojos fijos en su bienamada Beatriz. — El Dante y
Beatriz se elevan hasta el cielo de fuego. — El Poeta, no comprende cómo le es
dado volar tan alto entre cuerpos leves á pesar de las leyes de la gravedad;
Beatriz se lo explica con maternal ternura, haciéndole saber que le presta sus
alas. — El orden de las cosas morales y naturales.
De la gloria de Aquél que todo mueve
Lleno está el universo, que se esplende
En unas partes más, en otras leve. 3
En el cielo en que más su luz extiende
Estuve, y cosas vi que al relatarse
No puede ó sabe quién de allá desciende ; 6
Porque nuestro intelecto al acercarse
A sus deseos, profundiza tanto,
Que la memoria atrás llega á borrarse. 9
Pero en verdad, cuanto del reino santo
He guardado en mi mente cual tesoro,
Ora será materia de mi canto. 12
Oh, buen Apolo! tu asistencia imploro;
Que tu alta inspiración colme mi vaso,
Y acuérdame el laurel que más valoro. 15
36
542 DIVINA COMEDIA
Me ha bastado una cima del Parnaso
Hasta el presente, y ahora dos te pido
Al elevarme en mi postrero paso. I8
Penétreme el espíritu atrevido
Con que á Marsyas, el cuerpo ensangrentado
Sacaste, de su vaina desprendido! 21
Oh, divina virtud! por ti ayudado,
La sombra de aquel reino bendecido
Diré cómo en mi mente se ha estampado. 24
Caiga, oh Padre! de tu árbol tan querido,
Sobre mi frente una hoja soberana,
Que haya por ti, mi canto merecido! n
Tan rara vez con ella se engalana
El César ó el Poeta triunfalmente,
(Culpa y baldón de voluntad humana!) 30
Que debiera gozarse alegremente
La deifica deidad, cuando la rama
De Penea, corona noble frente. 33
Leve chispa produce grande llama:
Tal vez en pos de mí, mejores luces
Alumbrarán en Cirra nueva fama. 36
Oh, luminar del mundo! tú conduces
Al mortal por mil sendas; más aquella
Que junta cuatro cercos en tres cruces, 39
Con mejor curso, y con mejor estrella,
De ti conjunta, nuestra cera humana
Según sus leyes atempera y sella! 42
KL l'ARAISO— CANTO I 543
Era de noche acá, y allí mañana:
El hemisferio aquel estaba blanco,
Y el opuesto sumido en escurana, 45
Cu. indo á Beatriz, hacia el siniestro flanco
\'i que miraba al sol, más fijamente
Que un águila imperial, con ojo franco. 48
Como un rayo de luz, vuelve ascendente
Del reflector que al paso se le opuso,
O el peregrino hacia el hogar ausente, 51
Así del ojo de Beatriz, infuso
El acto repetir surgió en mi mente,
Y al sol miré con terrenal desuso. 54
Es permitido allá nativamente,
Lo que en la tierra no; pues fué creado
Cual sitio propio de la humana gente. 57
Mal resistí su círculo inflamado,
Pero pude mirar su luz, chispeante
Como hierro por fuegos abrasado.
Y súbito pensé tener delante
Día con día, cual si Dios hubiera
Ornado de otro sol, cielo radiante.
Beatriz miraba hacia la eterna esfera,
Y yo por verla, el sol no contemplaba,
Fija mi vista en ella, toda entera;
Y mi interior su aspecto trasformaba
Como Glauco al gustar marina hierba,
En igual á los Dioses se tornaba.
60
63
66
69
544 DIVINA COMEDIA
Trashumanar, significar per verba,
Es imposible; que al ejemplo baste
Al que tal experiencia Dios reserva. 72
Si yo era sólo lo que tú creaste,
Tú lo sabes ¡oh Amor! que eres gobierno
Cuando á tu luz de nuevo me llevaste! 75
En la rueda que giras, sempiterno
El deseo hacia ti, que en armonía
Dirige moderando juicio eterno, 78
Me pareció que el cielo se encendía
Con la llama del sol, cual lago extenso.
Que ni ríos ni lluvia formaría. 8I
La novedad del son, y el brillo intenso.
De conocer su causa, en mí encendiera
Deseo no sentido y más inmenso. 84
Y ella, que cual yo mismo mi alma viera.
Por aquietar el ánimo alterado.
Antes de preguntar, su boca abriera, 87
Y comenzó: — "Tú mismo te has turbado
Con tu falso pensar, y así no atinas
A ver bien, lo que mal has contemplado.
"En la tiera no estás, cual te imaginas:
Un rayo de los cielos disparado.
Corre menos que tú, que allá caminas." —
90
93
De mi primera duda desnudado
Con plácida sonrisa y dulce acento,
Por otra duda me sentí enredado, %
EL TARAISÜ— CANTO I 545
Y l¡i (lije: — "Se ;i(|uietíi en el contento
Mi grande .idminicióii ; pero me admira
Como en los aires, leve el cuerpo siento. " — '>>>
lUla, después que con piedad suspira
Vuelve hacia mí los ojos, con semblante
De madre, para el hijo cjue delira. 102
Y así empezó: — "El orden es constante
De las cosas en sí; y por tal forma
El universo á Dios es semejante. 105
" Aquí los nobles seres ven la norma
Del eterno que todo determina,
Según ley á que todo se conforma. ios
"Toda natura, al orden tal se inclina
De diversa manera, y queda abierto
El principio á que el alma se avecina; iii
"Y así navegan á diverso punto
Por el gran mar del ser, y cada una
Con el instinto que le da el acierto. 114
" Esto las lleva al fuego de la luna,
Moviendo el corazón de los mortales,
Y esto las partes de la tierra aduna. 117
" Y á más de los que son irracionales,
De su arco la saeta se endereza
A los que aman y entienden racionales. 120
"La Providencia, con igual fijeza
Con sus luces mantiene el cielo quieto,
En donde gira con mayor presteza. 123
546 DIVINA COMEDIA
" Y allá como lo manda alto decreto,
Nos lleva la impulsión de aquella cuerda,
Como flecha que apunta al bien dilecto. 126
"Es verdad que la forma no concuerda
Alguna vez con la intención y el arte.
Pues la sorda materia se hace lerda; 129
"Y así, de aquel camino se departe
La criatura, que puede ser movida
Por su libre querer hacia otra parte; 132
"Como se ve de nube suspendida
Fuego caer, si en ímpetu primero
Falsamente á la tierra es atraída. 135
**No te debe admirar, si bien infiero.
El que subas, cual baja presuroso
Un río en terrenal despeñadero. i38
"Sería el no subir maravilloso
Si quedases inmóvil en el suelo.
Vivo fuego que asciende sin reposo." — ui
Dijo, elevando su semblante al cielo.
CANTO SEGUNDO
El Poeta conforta á los que le han seguido en su viaje al través del misterioso mar
que surca con su barquilla. — Promete revelar cosas admirables á los electos que
so nutren con el pan de los Angeles. — Después de ascender al primer cielo de la
Luna, pide la explicación de las manchas que ve en ella.— Beatriz le demuestra
su error y le explica su verdadera causa según los conocimientos astronómicos
de la época del Poeta.
Oh! los que vais en pequeñuela barca,
Y ansiosos de escucharme habéis seguido
Tras de mi leño que el espacio abarca! 3
Volved la proa hacia el hogar querido,
No penetréis al piélago agitado,
Que os perdería, siendo yo perdido. 6
En estas aguas nadie ha navegado:
Guía Apolo, Minerva hinche mi vela,
Y las Musas, las Osas me han mostrado. 9
Vosotros pocos, que el gustar desvela
Del angélico pan, dulce alimento
Que aquí, si más se come, más se anhela, 12
Podéis la vela desplegar al viento,
Ln los mares mi surco continuando,
Antes que el mar lo borre en un momento. 15
548 DIVINA COMEDIA
Gente gloriosa á Coicos arribando,
Menos que lo estaréis, quedó admirada
Viendo á Jasón con bueyes ir arando. is
La sed perpetua con el alma creada
Nos lleva por el éter velozmente,
Como gira la bóveda estrellada. 21
Beatriz miraba arriba, yo su frente;
Y es más tarda la flecha presurosa
Que despide ballesta prontamente, 2+
Que yo, al mirar otra admirable cosa
Desviar el rostro, y retornarlo á aquella
Que concentraba la mirada ansiosa. 21
Y me dijo, tan plácida cuan bella:
— "Levanta á Dios tu frente, agradecido,
Pues has llegado á la primera estrella." — 30
Estar me pareció todo circuido
De nube clara, sólida, infinita.
Como diamante por el sol herido. 33
Envueltos por la eterna margarita.
Nos recibió, como agua que recibe
Rayo de luz, y el agua no se agita. 30
Si en cuerpo estaba allí, no se concibe
Como una dimensión otra reciba.
Cuando uno y otro cuerpo se percibe; 3^
Pero la llama del deseo aviva
El penetrar la esencia que trasciende,
Y en el Verbo se muestra difusiva. 42
ICL PARAÍSO ~ CANTO II 549
Lo cjuc dcnuicstr.'i (lUC en l;i fe se aprende
Sin otra prueba (jue el pensar inmoto,
V la ]ir¡nia víM'dad el hombre entiende. 45
\o respondí: — "Madona, tan devoto
Como puedo, rej^racio al vSer potente
Oue me trajo del mundo más remoto.
IH
Pero dime, si el signo es evidente,
Cuando visto este cuerpo de la tierra
Fábula de Cain sugiere en mente?" — si
Sonrióse, y luego dijo: — "Por que yerra
La opinión sin razón de los mortales,
Sin descubrir la llave que lo encierra. — 54
"No deben admirarte esas señales.
Pues ya ves que son cortas en su ascenso
De la razón las alas terrenales. 57
"Dime si piensas tú como yo pienso." —
Y yo: — "Lo que en la tierra vese vario,
Creo que es causa cuerpo raro ó denso." — úo
Y de ella á mí: — "Tu juicio aun es falsario,
Y lo verás, al escuchar atento
El argumento que te haré en contrario. 63
" El cielo octavo tiene en su elemento
Astros de varia luz, mole y esfera.
Cual se notan en vario movimiento. 66
" Si de lo denso ó raro esto naciera.
Una sola virtud fuera la esencia
Que en más ó en menos, distribuido fuera. 69
550 DIVINA COMEDIA
"Varias virtudes son la consecuencia
De principios formales, menos uno,
Y esto destruye tu razón y ciencia. 72
"A más, si fuese causa de lo bruno
Lo raro en ese cuerpo, ú otra parte
De su propia materia fuera ayuno; 75
"Este planeta, tal cual se comparte
Gordo y magno en su cuerpo fuera aquesto,
Cual volumen que en hojas se reparte.
7S
" Si lo primero, fuera manifiesto
En eclipses de sol, pues se vería
El luminar que queda contrapuesto. si
" Como esto no es así, la otra teoría
Se refuta por sí en cuanto expresa,
Mostrando de tu juicio la falsía. 84
" Si ese cuerpo, no es vano que atraviesa
Rayo de luz, el tiene un punto donde
Todo contrario cuerpo en él tropieza 87
"Por ende, aquí el reflejo corresponde,
Como el color en un cristal bruñido
Cuando detrás de sí su plomo esconde 90
"Tu dirás, que al mostrarse oscurecido
El rayo aquí proviene de que en parte
Más penetrante su refracto ha sido. 93
"A esa instancia, tu puedes contestarte
Con la experiencia que comprueba todo,
Y es fuente humana de la ciencia y arte. 00
I:L paraíso - CANTO II
551
''TrCvS espejos prepara, de tal modo,
Que dos cercanos, lejos el tercero,
l^ntre los dos promedie tu acomodo.
99
''Si á tu espalda se enciende algún mechero,
Verás cjue en todos tres la luz se enciende,
Reflejando las luces por entero; 102
" Y bien que menos grande se trasciende
En el que está de ti más apartado.
Verás como la triple luz esplende.
" Como el rayo estival acalorado
La blanca nieve funde por su efecto.
Dando el calor que el frío le ha quitado,
"De tal modo aclarado tu intelecto.
Te mostraré una luz tan peregrina.
Que te hará cintilar su vivo aspecto.
"Dentro del cielo de la paz divina
Un cuerpo gira, que virtud infunde
En todo el ser, y todo lo domina.
"En el siguiente cielo que difunde
Tantas estrellas de diversa esencia.
Propia virtud en ellas se refunde.
"En otros cielos, hay la diferencia.
Que conteniendo en sí germen fecundo
A otros fines se adaptan y otra influencia.
"Y así ves, que estos órganos del mundo,
O reciben ó dan de grado en grado,
Desde arriba hasta el cielo más profundo.
105
108
III
114
117
120
123
552 DIVINA COMEDIA
"Y considera bien como he encontrado
El camino que buscas, verdadero,
De modo de pasar tú solo el vado. 126
"De los cielos su eterno derrotero
Se atribuye á beatíficos motores.
Como al martillo la obra del herrero. 129
'' Y el cielo tan hermoso en sus fulgores,
De la profunda mente que lo mueve
Reproduce su sello en resplandores. 132
"Y como el alma en vuestro polvo leve
En diferentes miembros conformada
Hace que su potencia se renueve, 135
"La inteligencia así multiplicada
En esos astros su bondad desplega
Girando en unidad bien ordenada. iss
"Cada virtud diversa así se allega
Con el astro benigno, que la aviva,
Y cual la vida en ti, en él se apega. ui
" De la suma natura se deriva
Virtud que mixta en esos cuerpos luce.
Como leticia en la pupila viva. 144
"De aquí proviene que su luz induce
A ver diverso, no lo denso y raro,
Que es el formal principio el que produce, 147
"Conforme á su bondad, lo turbio y claro." —
(JANTO TEliCEKO
Asprcto lie la Luna, inorada ilc los (¡ue <iucbrantaron sus votos religiosos, por
lo que gozan de menor luz que los demás espíritus. — Aparición de Picarda
Donati que disipa algunas dudas del Poeta respecto de la condición de los bien-
aventurados. — Cuenta Picarda cómo fué arrebatada por su hermano de un
monasterio y obligada á casarse por violencia. — Mención de la Emperatriz
Constanza, que casada del mismo modo con un hijo del Emperador Barba-
roja, honró siempre el velo que le fue arrancado.
El sol, que antes de amor prendió mi pecho,
A su bella verdad me ha convertido,
Quedando refutado y satisfecho. 3
Y yo por confesarme convencido
Y de mi error profundo cerciorado,
Alzé la frente, para hablar erguido; 6
Mas por una visión quedé estrechado,
Que mi atención atrajo fijamente,
Y de mi confesión, quedé olvidado. 9
Como en el vidrio terso y trasparente
O bien en agua nítida y tranquila
Cuyo fondo se mira claramente, 12
Miramos nuestra imagen que vacila.
Tan tenue, como perla en blanca frente,
Y que fija de pronto la pupila, 15
554 DIVINA COMEDIA
Anheloso de hablar miré una gente,
Que en el error opuesto me indujera
Al que encendió el amor entre hombre y fuente. i8
Y apenas, sorprendido la entreviera,
--Que espejados semblantes parecían, —
Volvime presto para ver lo que era;
21
Nada viendo, volví donde lucían
Los ojos de mi guía, dulcemente,
Que entre luces ardientes sonreían. 24
— " No te sorprenda verme tan sonriente
— Ella me dijo, — si pueril te noto:
Aun no pisas la huella firmemente, 27
"Y te extravías en camino ignoto.
— Esos que ves, son seres relegados
En este sitio, por romper su voto: so
" Habíales, porque son afortunados,
Que verdadera luz que es venturosa,
Sus pies retiene con su luz atados." 33
Y á una sombra que vi más anhelosa
De hablar, me dirigí, con gran premura,
Cuasi como hombre á. quien anhelo acosa: 36
--"Oh, espíritu feliz! que con dulzura
Sientes los rayos de la eterna vida.
Que sólo el que la gusta ama y procura;
.^9
" Á decirme tu nombre, te convida
Mi buena voluntad, y quien tú fuiste." —
— Me contestó sonriendo y complacida: -12
i:\. paraíso— CANTO III 555
— "La nuestra caridad nunca resiste
A justa voluntad, (juc es como aquella
Que en la corte celeste igual existe. 45
"Mn el inundo yo fui sóror doncella,
Y si tu mente mi recuerdo guarda,
No á ti me ocultaré por ser más bella, 48
" Reconociendo que yo soy Picarda,
Que aquí moro con estos bendecidos,
Beata como ellos en la esfera tarda. si
" Nuestros afectos viven encendidos
Del Espíritu Santo en goce tanto.
En leticia á su arbitrio sometidos. S4
"Esta suerte que abajo fuera encanto,
Dada nos fué por votos claudicantes,
Que descuidamos en la tierra un tanto." 57
— "Cuan bellos son, — la dije, —esos semblantes
En que se esplende no sé qué divino,
Que trasfigura vuestra forma de antes, 60
"Por eso en recordar no fui festino;
Pero ora que me ayuda lo que dices.
Para refigurarte bien atino ; 63
"Pero si bien no sois aquí infelices,
¿No os impulsa hacia arriba algún deseo
Para ser más arriba más felices?" 66
A ella y las otras sonreírse veo.
Respondiendo después, tan dulce y leda.
Como el primer amor en su alboreo: 69
556 DIVINA COMEDIA
— " Hermano, aquí la voluntad aqueda
Virtud de caridad, que arfiar nos hace
Lo que el cielo nos niegue ó nos conceda, 72
"Y que el deseo nunca se ultrapase,
Porque de lo contrario, otra ventura
Opuesta fuera Al que hace y que deshace: 75
"Lucha tal no es posible en esta altura,
Que estar en caridad aquí es preciso,
De Dios considerando la natura, 78
"Como divina voluntad lo quiso.
Sin apartarse del divino agrado
En sus deseos corazón sumiso; si
"Y así, sembrados de uno en otro grado
En este reino, todo nos complace,
Como alto Rey lo tiene decretado. 84
"Su voluntad es la que todo lo hace:
Hacia El, como á la mar todo se mueve,
Lo que natura cría cual le place." — 87
Claro vi entonces, que allí todo debe
Ser cielo y paraíso, aunque la gracia
Del Sumo Bien, en vario modo llueve. 90
Mas cual suele ocurrir en boca lacia.
Que ora le harta un manjar y otro apetece^
Que este pide, y a([uel nunca le sacia. 93
Así, mi anhelo de mirar se acrece
El fin de acjuella inacabada tela,
En que la lanzadera desparece. 9c.
KI. l'ARAISO — CANTO III 557
— " Perfecta vida, — dijo, — mas enciela
A una nuijcr, á cuya réjala y norma,
l.n vuestro mundo vístese y vSe vela, 99
"La (jue en vida y en muerte se conforma
Ser la esposa de Dios, (jue el voto acepta,
Con caridad que á todo se uniforma. 102
" Kn edad juvenil, yo fui su adepta;
Huí del mundo, y de su hábito vestida
Juré observar la repela de su secta. 105
''Mas el hombre de especie pervertida,
Del dulce claustro me arrancó secuestra,
¡Dios sabe cuál después fuera mi vida! ios
"Y ese nuevo esplendor, que á ti se muestra
A la derecha mía, y que se enciende
En estas luces de la esfera nuestra, - m
"Lo que digo de mi, de ella se entiende:
Sóror cual yo, le fuera arrebatado
El sacro velo que su sombra extiende; 114
" Pero devuelta al mundo mal su grado
Contra las leyes de la buena usanza.
Guardó en su corazón su velo amado. 117
" La luz es esa de la gran Constanza,
En que el segundo Suabio engendraría
De su tercer varón, postrer pujanza. ' — 12c
Y en seguida, diciendo: Ave María,
Se disipó en su atmósfera cantando.
Cual peso que en las aguas descendía. 123
37
558 DIVINA COMEDIA
La vista mía la siguió mirando
Hasta que su visión hube perdido,
A mi mayor anhelo retornando, 126
Hacia Beatriz del todo convertido:
Ella me fulguró con su mirada,
Y en el primer momento, sin sentido 129
La voz quedó en mi labio retardada.
CANTO CUARTO
Dudas del Poeta acerca de Picarda y de Constanza que no rompieron sus votos
voluntariamente. — Beatriz combate la opinión del Poeta y le manifiesta el error
de la doctrina de Platón, según la cual las almas volvían á las estrellas de que
liabían nacido. — El Poeta convencido y agradecido, pregunta si los votos pueden
compensarse con otras buenas obras. — La mirada de Beatriz se enciende con
el fuego del amor divino, y el Poeta se siente deslumbrado.
Como entre dos manjares atrayentes,
El hombre, libre, hambriento de la vida,
Antes muere que hincar en uno dientes, 3
Tal sucede á la oveja, que perdida
Entre lobos, se encuentra á dos temiendo,
O perro entre dos gamos de perdida. 6
Si así callaba yo, no me reprendo,
Pues por dudas mi espíritu espoleado.
Lo que era necesario, no encomiendo. 9
Callaba, y el deseo bien pintado
En mi rostro á lo vivo se veía,
Aun más viviente que si fuera hablado. 12
Hizo Beatriz lo que Daniel un día,
La ira cruel de Nabuco serenando.
Que tan injusto en su ímpetu lo hacía. 15
560 DIVINA COMEDIA
— ''Bien veo, — dijo, ---te hallas oscilando
Entre un deseo y otro, y su atadura
Quieres romper, tu aliento afuera echando.
is
'* Si la buena intención, ~ te dices, — dura,
¿Por qué, violencia ajena que domina
Del merecer acorta la mesura? 21
''Hacia la duda al parecer te inclina
Pensar que el alma vuelve á las estrellas,
Como Platón enseña en su doctrina. 24
"Esas las dudas son con que te estrellas,
Y trataré, probando su falsía,
La que menos veneno tiene de ellas. 27
"El serafín del cielo en su valía,
Moisés, Samuel y Juan en sus peldaños,
Y todos los demás hasta María, >o
"No tienen más arriba otros escaños
Que esas almas que has visto en giro alterno,
Ni tienen ser por más ó menos años: 33
"Embelleciendo el primer cerco eterno,
Gozan de diferente dulce vida
Cerca ó lejos del soplo sempiterno. 36
"Es la esfera en que giran más tendida,
Y las vistas, tan solo son el signo
De la primera celestial subida. 39
"Y con este lenguaje te designo
Lo (jue por sensación el hombre aprende
Y íjue es materia de intelecto digno. 42
II, I'AKAISO < A.N'IO 1\ 561
'*Por eso la I'scritura condesciende
Con vuestro (uiieiidiiniento, y pies y mano
A Dios le da, auncjue otra cosa entiende. 45
"La Santa Ip^Icsia, con aspecto humano
A Miguel y á Oabriel los representa,
Y al otro que á Tobías hizo sano. 48
" Lo que Timco de las almas cuenta
Con lo que acjuí se ve no configura,
Si es que, como lo dice, tal lo sienta. 5i
"Según dice, retorna el alma pura
Hacia su estrella de donde ha salido
Al darle forma humana la natura. 5+
''Tal vez en su sentencia, otro sentido
Que no es de risa, encierre su dictado,
Que en intención pudiera ser tenido. 57
''Si honor ó improbación él ha pensado
Atribuir de estas orbes á la influencia,
Su arco, quizá algo cierto haya acertado. 60
" Tal principio, por mala inteligencia.
Como á Jove, por casi todo el mundo
A Marte y á Mercurio ha deificado. 63
"Otra duda te trae cogitabundo:
Tiene menos veneno, y su malicia
No podría llevarte á mal profundo. es
"Juzga injusta el mortal nuestra justicia,
Cuando debiera hallar de fe argumento
En lugar de una herética injusticia. 69
562 DIVINA COMEDIA
"Pero puede el humano entendimiento
Penetrar la verdad con evidencia,
Y cual deseas quedarás contento. 72
"Si esas almas pasivas de violencia,
Inertes se entregaron á la fuerza,
No hay excusa, no habiendo resistencia. 75
'^La voluntad es activa si se esfuerza,
Como la llama viva, que subiendo,
No hay violencia posible que la tuerza; 78
" Poco ó mucho su fuerza sometiendo,
Coopera á la violencia y la consiente,
Y esto hicieron, ser libres aun pudiendo. si
"En posesión de su querer consciente,
Como Mucio al tender severa mano,
O San Lorenzo en la parrilla ardiente, 84
" Habrían vuelto por camino llano.
Libres, al santo sitio antes perdido.
— Pero firme querer, no es siempre humano! — 8"
" Con esta distinción, si has comprendido
Como lo debes, tu argumento caso,
Que te habría en errores inducido. ^0
"Mas otra duda se atraviesa al paso.
Que no puedes salvar tú solamente
Sin que se agote el pensamiento laso. 93
"Cual cosa cierta te infundí en la mente,
Que beatitud y mentira no condice,
Pues siempre á la verdad tiene presente. ^.
EL paraíso -CANTO IV 5^3
"* I^ste aserto, Picard.i contradice,
Pues Constanza lloró su velo amado,
Y es bueno que tal caso profundice. 99
"Muchas veces, hermano, de mal grado,
Por huir de un pclij^ro, se consiente
Hacer lo (jue un deber nos ha vedado ; 102
'' Como Almeón, que á su padre fué obediente,
A su madre matando, sin defensa,
Y (]ue por ser piadoso, fué inclemente. ios
"Sobre este punto delicado, piensa
Que si el querer á fuerza da tributo,
No puede disculparse tal ofensa. ios
"No admite mal querer que es absoluto,
Y si consiente de temores presa,
Al retraerse coge amargo fruto. iii
"Pero cuando Picarda así se expresa,
Entiende en absoluto el albedrío,
Y yo lo otro, y la contienda cesa." — ii4
Así las ondas de aquel santo río
Que de la fuente de verdad deriva.
Dieron la paz al pensamiento mío. 117
— "Oh del Amante primo, amada! Oh diva!
— La dije, — cuyo hablar mi ser inunda
Con un fuego que más y más se aviva!
120
''No es la afección que siento, tan profunda
Que baste á compensar gracia con gracia :
Mas quien todo lo ve, respuesta infunda! ¡23
564 DIVINA COMEDIA
" Veo que el intelecto no se sacia
Si la verdad por siempre no lo ilustra,
Y que solo en sus ámbitos se espacia. 126
" Posa en ella, cual fiera en su palustra,
Cuando puede alcanzarla, y la retiene,
Sin lo cual, todo anhelo al fin se frustra; 129
" De la verdad, la duda al pie se tiene,
Como un retoño; que es de su natura
Llevarnos á la cima que conviene. 132
" Y esto me mueve, r oh celestial criatura !
A esclarecer con toda reverencia
Otra verdad que me parece oscura. 135
" Puede de buenas obras la excelencia
Compensar algún voto quebrantado.
Inclinando en el cielo á la clemencia?" — i?&
Vi de Beatriz el ojo iluminado
Por tantas chispas del amor divino.
Que volviendo la espalda desmayado, i4i
Casi perdido, la cabeza inclino.
CANTO QUJNTO
Beatriz responde ala pregunta del Poeta, disertando sobre la naturaleza del voto
V como es posible compensarlo. — Beatriz y el Poeta ascienden hasta la esfera
de Mercurio, donde se les aparecen millares de espíritus que vienen á sa
encuentro. — Uno de ellos ofrece dar al Dante las explicaciones que le pida. —
Al preguntar el Poeta el nombre del espíritu, la luz en que éste se halla
envuelto se aviva tanto, (jue no puede soportarla con sus ojos mortales.
— "Si en mis ojos flamea amor ardiente,
Como en la tierra nunca visto ha sido,
Que ante su brillo tu ojo es impotente, 3
"No te admire, porque ésto lleva unido
La perfecta visión, tal como aprende
vSu marcha el pie, por la verdad movido. 6
"Bien veo ya como en tu mente esplende
La luz divina que por siempre luce,
Y que con solo verla amor enciende; 9
"Y si otra cosa nuestro amor seduce,
Es tan solo de aquella algún vestigio
Mal mirado, que en ella se trasluce. 12
" Quieres saber, si un bien con su prestigio
Contra violado voto pueda tanto
Que al ánima asegura su litigio." — 15
566 DIVINA COMEDIA
Así Beatriz encomenzó este canto,
Y como hombre que sigue lo que empieza
Siguió el proceso del discurso santo: is
— "El don mayor que Dios en su largueza
Hizo creando, con bondad colmada,
Y para El más conforme á su grandeza, 21
"Fué el de la voluntad deliberada,
De que toda criatura inteligente
Por la gracia especial está dotada. 24
"Ora verás, juzgando con tu mente
El gran valor del voto, y si es exacto
Que Dios asiente á lo que el hombre asiente; 27
" Que al firmar entre el hombre y Dios el pacto,
Víctima voluntaria, ese tesoro
Se ofrece, como digo, por tal acto. 30
"¿Qué puede compensarlo con decoro?
Creerás hacer buen uso de lo oferto
Volviendo plomo si robaste el oro? 33
"Del punto principal, esto es lo cierto;
Mas si la santa Iglesia lo dispensa.
Lo que te he dicho quedaría incierto. 36
"No te levantes de esta mesa inmensa:
Porque el duro alimento que has probado,
Con fuerza digestiva se compensa. 39
"Abre la mente á lo que te he enseñado,
Y guárdalo entre ti, pues no da ciencia
Oír sin retener lo ya escuchado. 42
KL TARAISO — CANTO V 567
"Dos cosas corresponden á In esencia
Del sacrificio: l.i una, la empeñada;
Y la otra is la ofrecida convenencia. as
" Ksta última no (jueda cancelada,
Si no se cumple; y explicada ha sido
En lo demás con precisión sobrada. 48
" Por necesario, fuéles permitido,
A los Hebreos permutar ofrenda
Alguna vez, como lo habrás leído. 5i
''Puede que lo primero, esto comprenda,
Como materia, en lo que no se manca,
El voto permutando por la enmienda. S4
"Mas nadie de su espalda el peso arranca
Por propia voluntad, si no da vuelta,
Bien la llave amarilla, bien la blanca; 57
"Y cualquiera permuta es mal resuelta,
Si no lleva la cosa que la ha dado.
Como el cuatro en el seis, se encuentra envuelto. 60
"Pues vale y pesa tanto, lo pesado
Por su valor, que en toda fiel balanza.
Por su valor tiene que ser pagado. 63
"Mortales! no toméis mi voto á chanza:
Cumplid el voto de piedad sincera;
No cual Jefté en su cruel lealtanza; 66
"Que en decir: Uzee mal^ mejor hiciera,
Y no hacer lo peor, como un estulto.
Como el gran rey de Grecia procediera, 69
568 DIVINA COMEDIA
"Que de Ifijenia, en llanto bañó el bulto,
Y hace llorar al loco y sabio grave,
Que oyen hablar de semejante culto. 72
"Sed cristianos; que os mueva causa grave:
No seáis como pluma á todo viento,
Ni penséis que toda agua manchas lave. 75
"Tenéis el Viejo y Nuevo Testamento,
Y el Pastor de la Iglesia es vuestro guía:
Esto basta del alma al salvamento. 78
"Si os grita al oído la codicia impía.
Sed hombres, y no estúpida borrega,
A quien pueda mofar gente judía. si
"No cual cordero hagáis, que se despega
Del pezón de la madre y que lascivo
Consigo mismo retozando brega. " — 84
Esto dijo Beatriz, como lo escribo;
Y volvióse después toda anhelante
Hacia el punto del mundo que es más vivo. í^7
Y su silencio, al trasmutar semblante,
Silencio imponen á mi ardiente anhelo
Que ya nuevas cuestiones ve delante. 90
Como saeta que en su raudo vuelo
Hiere, cuando aún la cuerda no está quieta,
Así alcanzamos el segundo cielo. 93
Leda Beatriz, al alcanzar la meta
De la luz de aquel cielo reluciente,
Más luminoso pareció el planeta. 96
l.L l'ARAISO- CANTO V 569
Y si la estrella se lii/.o sonriente
¿Qué podría yo hacer, (jue por natura
Soy nuulahle mortal innatamente? 99
("orno en una pesquera quieta y pura,
Se precipitan peces nadadores,
Kn lo (|ue cae buscando sn pastura, 102
Así miré venir mil esplendores
A nosotros, y en cada cual se oía:
Ved qiíioi viene á acrecer miestros amores. 105
Kse enjambre de sombras que venía,
Se mostraba colmado de leticia
En el claro fulgor que se esparcía. ios
Piensa, lector, si lo que aquí se inicia
Se interrumpiera, cual te angustiaría
No ver el fin de la eternal caricia. iii
Y podrás estimar la simpatía,
Si el tuyo y mi deseo parangono,
Cuan ancioso de oírlas estaría! 114
"¡Oh bienaventurado! á quien el trono
Del triunfo eterno dado es ver por gracia,
Sin hacer de milicia el abandono! 117
"La luz que en estos ámbitos se espacia
Nos ilumina. — Di lo que deseas,
Y en nuestra ardiente caridad te sacia." — 120
Oh caridad, que armónica flameas!
Tú me hablaste así! Beatriz diciendo:
— "Puedes creerlas cual si fuesen deas." 123
570 DIVINA COMEDIA
— " Que tenéis vuestros nidos estoy viendo,
En vuestra propia luz, pues la mirada
Resplandece en tus ojos sonriendo. 126
"Mas quién eres no sé, oh alma elevada.
Ni por qué permaneces en la esfera.
Que se esconde al mortal, de luz velada!" — 129
Esto dije, mirando á la lumbrera.
Que primero me hablara con amores,
Y aun más luciente de lo que antes era. 132
Como el sol con sus propios resplandores
Se oculta por su luz, cuando consume
Con su calor, del aire los vapores, 135
Mas gozosa de nuevo se reasume
Dentro á su rayo la figura santa,
Y encerrada en la forma que así asume, i38
Habló, como el siguiente Canto canta.
CANTO SEXTO
El físpiritu interrojíado por el Poeta, le manifiesta que e.s el emperador Justiniano.
— Relata los altos lieclios de la historia romana, de que el águila imperial es
símbolo, V <jue declara injuriada por güelfos y gibelinos al adoptarla por en-
seña de guerra. — Agrega que la estrella de Mercurio está habitada por los
que hicieron grandes cosas por el pensamiento y por la acción, dejando renom-
bre y progenie. — Para vengar la memoria de Romeo, primer ministro del
conde de Provenza, Raimundo Berenger, mal pagado por éste, hace el elogio
de aquél.
— " Constantino, del águila la insignia,
Contra el Sol la volvió; que antes siguiera
Al héroe antiguo que ganó á Lavinia. 3
''Por cien años y cien, se mantuviera
En el confín de Europa, venerada,
Cerca del mismo monte en que naciera. 6
''Bajo la sombra de ala consagrada
Al mundo gobernó de mano en mano,
Hasta que fué á mis manos entregada. 9
"Yo César fui; he sido Justiniano,
Que por querer del primo amor que siento,
Limpié las leyes de su exceso vano. 12
" Antes de realizar tan noble intento,
Una sola natura veía en Cristo,
Y lo creía, con tal fe contento. 15
S12 ÜIVINA COMEDIA
"Mas el Santo Agapito, que provisto
Fué cual Sumo Pastor, con fe sincera
Me hizo ver lo divino en Jesucristo. is
Creíle; y lo que el Santo me dijera,
Cual tú lo ves, hoy veo claramente,
Pues de dos cosas, una es verdadera. 21
" Así que de la Iglesia fui creyente,
A Dios plugo inspirarme voluntario.
La grande obra á que díme enteramente 24
"De las armas di el mando á Belisario,
Cuya diestra del cielo fué conjunta,
Marcándome reposo necesario. 27
"Ya he contestado á tu primer pregunta;
Pero hay una cuestión que se interpone,
Y me obliga á seguir, porque se ayunta; 30
"Para mostrarte no hay razón que abone,
A quien combate el sacrosanto signo,
Si se lo apropia ó bien si se le opone. 33
"Ve por cuantas hazañas se hizo digno
De reverencia, desde aquel momento
En que marcó Palante su destino. 36
"Bien sabes tú, que en Alba tuvo asiento
Por tres siglos, peleando por su gloria
Y al fin tres contra tres con noble aliento. 39
" De las Sabinas sabes bien la historia,
Y de Lucrecia, y de los siete regios
Que en contorno dictaron la victoria. 42
RL l'AKAISO- CANTO VI 573
"Sabes, (juc los romanos más ej^^regios
La contlujeron contra Pirro y Hreno,
Y otros reyes de graneles privilegios. 45
'* A c'l le deben 'i orcuato, y Quinto el bueno
De inculta cabellera, y Fabio y Decio,
La fama de que el mundo se halla lleno. 48
" Los Árabes domó en combate recio,
Que de Aníbal en pos Alpes cruzaron,
Donde bajas ¡oh Po! de monte Helvecio. 51
A su sombra, muy jóvenes triunfaron
Pompeyo y Escipión; y en la colina
Donde naciste tú, muchos lloraron. 54
* Después que plugo á voluntad divina
Dar al mundo, de paz día sereno,
Roma en manos de César lo consigna. 57
"Lo que hizo el signo desde el Vaz al Reno
Lo vio el Iser, el Era, lo vio el Sena,
Y los valles del Ródano en su seno; 60
" Y lo que hizo saliendo de Ravena,
Pasando el Rubicón, fué de tal vuelo,
Que la lengua y la pluma se refrena. 63
"Y las huestes llevó de España al suelo;
Luego á Durazzo; y en Farsalia dando,
Hasta el caliente Nilo sintió el duelo. 66
"Hacia el Simois y Antandro retornando,
— Tumba de Héctor, que hoy son ruinas troyanas, —
Por mal de Tolomeo fué volando. 69
38
574 DIVINA COMEDIA
"Vino, y cual rayo de alas soberanas
Venció á Juba, corriendo al Occidente,
Al sentir las trompetas pompeyanas. 72
''Por lo que hizo este signo prepotente,
Casio con Bruto abajo están ladrando,
Lloran Peruza y Módena doliente. 75
"Y aun Cleopatra la triste está llorando,
La que huyó del peligro, y por despojo
Al áspid entregó su seno blando. ts
"Con él corrió hasta el linde del Mar Rojo;
El mundo fué con él pacificado,
Y del templo de Jano echó el cerrojo. 8I
"Pero este signo de que tanto he hablado,
Y hecho había, y haría en lo futuro.
En el reino mortal que ha dominado, 84
" Aparece pequeño y aun oscuro
Si en el César tercero se le mira
Con ojo claro y con aspecto puro; 87
" Que la viva justicia que me inspira,
Le concedió, llevándole en su mano.
La gloria de vengar del cielo la ira. oo
"Y admírate, su esfuerzo soberano
Hizo á Tito tomar digna venganza
De la venganza del pecado humano. 93
"Y cuando el diente del lombardo alcanza
A la Iglesia á morder, bajo su auspicio,
Carlomagno venciendo, es su esperanza. 9(,
KL l'AKAISO -CANTO VI 575
''Ora puedes juzjrar por este indicio
A los (jiie antes juz^riiá y he condenado,
Causas de tanto humano maleficio. w
"Uno, al signo con lises ha afrentado,
Y el otro se lo apropia por su parte;
Que es difícil saber cual más culpado. 102
'-Que siga el Gibelino y siga en su ai ce
Bajo otro cielo, que no ampara el cielo
Al quG de la justicia marcha aparte. 105
'* No abatirla pretendan en el suelo
Carlos, ni Güelfos; teman á su garra
Que á más valiente león dejó sin pelo. 10»
"A veces la justicia al hijo agarra
Por la culpa del padre; y no se cura
Que trueque en lirio el águila su garra. iii
"Esta pequeña estrella se rodea
De espíritus benéficos y activos
Que dejaron en pos fama y ralea; ii4
" Que cuando por terrenos atractivos
Los deseos desvían á la gloria,
En menos luz quedan aquí cautivos 117
"Si la paga con la obra meritoria
Medimos, encontramos la leticia
Siempre igual, por igual consolatoria. 120
"Aquí se endulza en vivida justicia
Nuestro afecto, tan libre de pasiones.
Que no puede torcerlo la nequicia. 123
576 DIVINA COMEDIA
"Diversas voces forman dulces sones:
Y así en diversos grados se concita
La armonía celeste en sus regiones. 126
" Y dentro á la presente margarita
Luce su luz Romeo: su obra buena,
La gente ingrata declaró maldita. 129
" Empero, el provenzal de su condena
No se ha reído: que quien mal camina
Así mismo se busca daño y pena. 132
"Cuatro hijas tuvo, cada cual regina;
Raymundo Berenger, quien las hiciera,
Fué una humilde persona peregrina. 135
"Torpe consejo á su señor moviera,
A pedirle sus cuentas á ese justo,
Y por diez, siete y cinco desvolviera. 138
"Fuese pobre, cuando era ya vetusto,
Y si el mundo supiera su valía,
Al mendigar su pan triste y augusto, i4i
"Más de lo que lo ensalza, ensalzaría."
CANTO SÉTIMO
Las palabras de. Justiniano hacen nacer nuevas dudas en el ánimo del Poeta. — Le
parece extraño que Jesucristo haya merecido ser crucificado, y que los judíos,
culpables del pran crimen, hayan sido castigados con justicia. — No alcanza por
qu '• Jt'sús escogió ese modo extraordinario de redención. — Beatriz le convence
de la justicia de una y otra cosa, revelándole el secreto de la doctrina, y le habla
de la inmortalidad del alma, y de la resurrección de la carne.
Hossamia, sanius Deus sabaóth,
Snperillustrans claritate tua
Felices ignes horuin malaoth! 3
Así canta y en rueda continúa
Ante mi oído y vista la sustancia
En que una doble luz se perpetúa. 6
Y movidas al par en consonancia,
Como chispas las sombras pasar veo,
Y súbitas perderse en la distancia. 9
Yo dudando, no sé ni lo que creo,
Y me digo entre mí: Oh, Beatriz mía!
Mi sed apaga! sin tu voz flaqueo! 12
Mas el grande respeto que sentía,
Apenas pronunciado el B y el Iz,
Como á un hombre dormido me oprimía. l=>
578 DRiNA COMEDIA
De tal estado me sacó Beatriz,
Y comenzó, radiante en su sonrisa,
Que haría con su fuego á un ser, feliz. is
— " Según segura inspiración me avisa,
Pena y justa venganza juntamente,
Tu comprensión mantiene aun indecisa. 21
"Mas yo te alumbraré la oscura mente:
Escucha bien, que la palabra mía.
De una grande verdad te hará presente. 24
"Por no sufrir el freno que regía
Su voluntad, el hombre no nacido,
Perdiéndose, su prole perdería. 27
"Y así, el género humano sumergido
Vivió por muchos siglos en error,
Hasta que el Verbo Santo fué venido. so
"La natura divina del Creador,
A la humana natura unió en persona,
Por movimiento de su eterno amor. 33
"Atiende, y bien con mi razón razona:
Está natura á su Hacedor unida,
Cual fué creada, su bondad abona; 36
" Mas fué por ella misma despedida
Del Paraíso, porque incautamente
Dejó la senda de verdad y vida; 39
"Así la pena de la cruz pendiente,
Si en el orden humano se mensura,
Impuesta fué cual nunca justamente. 42
EL paraíso - CANTO Vil 579
" \ ninp^una pudiera ser más dura
Mirando ¡í la Persona (juc sufría
^' (jui- hal)t.i asumido tal natura.
45
'•!)(; i^ual causa otro efecto provenía
Que al Judío y á Dios plugo una muerte,
Que al conmover la tierra, el cielo abría. i«
''Y así, no debe extraño parecerte,
Que se diga, (jue fué venganza justa,
La que después vengó justicia fuerte. 51
"Mas veo que en tu mente más se ajusta
V\\ nudo, y de la duda al bamboleo,
Hn ella la verdad no bien se incrusta. 54
'*Tu dices: — Lo que escucho bien lo creo,
Mas por qué, Dios quisiera, me es oculto,
Darnos tal redención, eso no veo. — f^i
" Este decreto, hermano, está sepulto
A los oíos de ser inteligente
Que en las llamas de amor aun no es adulto. 60
'• Como en este misterio, ciertamente
Mucho se mire y poco se discierna,
Su gran razón haré más evidente. 63
" La divina bondad, que de sí externa
Todo rencor, y ardiendo en sí cintila,
Y así desplega su belleza eterna,
66
" Lo que directamente ella destila
No tiene fin, porque jamás se mueve
Su sello, cuando próvida sigila;
69
580 DIVINA COMEDIA
"Lo que por su virtud de lo alto llueve,
Libre es del todo, por no estar sujeto
A otra causa menor lo que promueve, 72
" Lo semejante, le merece afecto.
Que el santo ardor que en todo resplandece,
Vivifica la causa y el efecto. is
" Con estos dones su virtud acrece
La humanidad: si la criatura falla.
De su innata nobleza desmerece:
" El pecado del todo la avasalla,
Y más se aleja de aquel Bien divino.
Cuanto en ella su blanca luz desmaya.
78
81
"Y no recobra su frescor prístino.
Si de culpa el abismo no es colmado;
Que mal placer, tiene el dolor condigno. 84
"Cuando el humano germen fué manchado,
Su dignidad perdió con esos dones,
Y fué del Paraíso desterrado, 87
"Que recobrar no puede; y si te pones
A meditar con suma sutileza
Llegarás á dos solas conclusiones: 90
" O que Dios por sí mismo, y por largueza
Perdonará por sí, ó el hombre mismo
Rescatará en la pena su flaqueza. 93
" Fija tu ojo en el fondo del abismo
Del eterno pensar, en cuanto es dado,
Y escucha mis razones asimismo. 9c>
EL I'AKAISÜ— CANTO VTí 581
" Kl hombre en su iiatur.'i limitado,
Mal poilía pajrar con la obediencia,
Aun postr;indose humilde y humillado, Q9
''Cuánto se alzo soberbio en su presencia;
Y por esto, la culpa no ha podido
Kl hombre rescatar en su impotencia ; 102
"Y (jue al juicio de Dios ha convenido
X'^olver al hombre á su plenaria vida,
Y si una di^o, dos he comprendido. ios
" Mas siendo la obra tanto más querida
Cuánto más al obrero representa.
De su bondoso corazón nacida, ios
" La divina bondad que al mundo alienta,
Procediendo por esta doble vía,
Al rescataros se encontró contenta. iii
'* Entre noche final y primo día,
Nunca un acto más alto y más grandioso
Se vio, ni se verá, ni se podría; ii4
"Porque al darse, fué Dios más generoso.
Habilitando al hombre á rescatarse,
Que en perdonar la falta bondadoso. 117
"De otro modo no pudo compensarse
A la justicia, si de Dios el Hijo
No se hubiera humillado hasta encarnarse. 120
"Ora quiero llevar tu anhelo fijo,
Volviendo al punto á que de nuevo llego
Y veas por qué senda te dirijo. 123
582 DIVINA COMEDIA
" Dices : Yo veo el aire, el agua, el fuego,
Y la tierra con todas sus mixturas,
Venir á corrupciÓ7i, perderse luego. I26
"Estas cosas creadas, fueron puras;
Y siendo lo que digo verdadero,
Contra la corrupción fueron seguras. 129
"Los ángeles, oh hermano! y el sincero
Mundo en que estás, han sido bien creados,
Y gozan puros de su ser entero. 132
" Mas los cuatro elementos ya nombrados,
Y las cosas que engendran y retienen,
Por creada virtud son informados. 135
"Creada fué la materia que contienen,
Y su virtud informativa, y tantas
uantas estrellas y potencia tienen. I38
r^
"El alma de los brutos y las plantas,
Y la sustancia que la mueve, gira
Bajo la influencia de las luces santas. \\\
" Mas por sí misma nuestra vida inspira
La alta bondad, que de ella la enamora,
Con un anhelo que jamás espira. 144
"Y de esto puedes deducir ahora.
Vuestra resurrección bien meditada.
Como la humana carne nació en su hora 147
"Y en los primeros padres fué creada." —
CANTO OCTAVO
El culto de Venus en la antigüedad.— Sube el Poeta á la estrella de Venus, que
ejnbcllece con su luz d Beatriz, y admira la felicidad d«; los que fueron inflama-
dos por la pasión del amor y la dominaron. — Viene á su encuentro Carlos
Martcl, joven heredero de la corona de Hungría, qnien le pinta la índole per-
versa de su hermano Roberto, contraria á la de Carlos II, su padre. — Dante
le interroga sobre las causas que hacen degenerar á los hijos. — Carlos Martel
le revela lo próvida que es la naturaleza y le manifiesta el error de los que
descuidan sus saludables indicaciones.
Creía el mundo en su profano ciclo,
Que la bella Ciprina, los amores
Presidía, brillando en su epiciclo. 3
Y así, le tributaba los honores
Del sacrificio y voto agradecido,
La antigua gente imbuida en sus errores, 6
Que veneraba á Dione y á Cupido,
La una por madre, y otro por ser hijo.
Quien en las faldas se sentó de Dido. 9
Y de Venus, como antes ya se dijo.
El nombre daban á la blanca estrella,
Que en pos ó antes del sol es astro fijo. 12
De como pude levantarme hasta ella
No lo se, pero vi que iluminada
Por su fulgor, era Beatriz más bella. is
584 DIVINA COMEDIA
Como chispas de viva llamarada,
Ó voces ora graves, ora tiernas,
Se notan en cantata concertada, is
Contemplo en esa luz muchas lucernas
Girar en alternados movimientos,
Según las hieren luces sempiternas : 21
De fría nube nunca raudos vientos,
\ istos ó no, bajaron tan festinos
Que parecieran tardos y muy lentos. 24
Al ver los luminares peregrinos
A nosotros venir, rompiendo el giro
Que comienza en los ángeles divinos, 27
En pos de aquellos que delante admiro,
Sonó el Hosanna tan divinamente.
Que desde entonces á escucharle aspiro. 30
Uno de ellos paróse á nuestro frente.
Solo, y me dijo: — "Aquí todo te asiste:
Goza en el goce de esta noble gente,
33
'' Que entre celestes príncipes existe,
Y que de giro en giro te promete.
Lo que en el mundo alguna vez dijiste: 36
" Voi^ che intendeno ti terzo ciel movete!
Y es tanto nuestro amof para tu agrado.
Que hace que el giro nuestro aquí se aquiete.''
39
Después que reverente hube mirado
Los ojos de mi guía y mi Señora,
Y que fui por sus luces confortado, 42
liL 1'.U<A1S0 — CANTU MU 585
Volvime hacia la luz tan j)rom¡sora,
Y tan solo: Quien eres) la voz mía
Articuló, si 1)ii'n halagadora. 45
Oh ! cuánto y cómo vi que se acrecía
Su brillo, en nuevo goce transportado
Al escucharme hablar, con alegría! 4«
Y radiante me habló: — "Corta morada
Hice en el mundo: de haber larga sido,
Harta desgracia fuérame evitada. 51
^ Esta leticia de que estoy circuido,
Me envuelve con su velo esplendoroso,
(Cuasi animal que en seda está escondido). 54
"Mucho me amaste en vida, cariñoso:
Yo, si hubiera vivido, te brindaba,
Más que la hoja y la flor, fruto jugoso. ^i
'' Toda la izquierda orilla en que se lava
Hl Ródano y el Sorga mixturado,
Por su señor más tarde, me esperaba; 60
'• Y aquel cuerno de Ausonia, rematado
En Bari, y en Gaeta y en Cretona,
En que al mar, Tronto y Verde es derramado. 63
'* Ya en mi frente brillaba la corona
De aquella tierra que el Danubio riega,
Cuando playas tudescas abandona: 66
'• Y la bella Tinacria, á donde llega
En Pachino y Pilero sobre el golfo.
El humo denso con que el Euro brega, 69
586 DIVINA COMEDIA
" Sin que el Trifeo sople en el regolfo ;
Sus monarcas legítimos tuviera,
Hijos de mí, de Carlos y Rodolfo, 72
" Si el mal gobierno al pueblo no moviera
A sacudir el yugo y lo indujese
A gritar en Palermo: /Muera/ Muera! 75
"Si estos casos mi hermano preveyese,
La Cataluña pobre y avarienta
Es probable no tanto protegiese; 78
"Porque en verdad, contra sí mismo atenta.
Quien de nada se cuida, y que su barca
Recarga más, si el peso no sustenta. si
" De rica estirpe y de natura parca.
Precisaba tener una milicia
Que no cuidase del dinero en arca." — 84
Yo le repuse: — "Crece la leticia
Que me infundes, señor, pues pienso y creo,
Que se termina el bien en quien lo inicia, 37
"Y tú lo sientes como yo lo veo,
Y es por eso tu hablar tanto más grato,
Cuanto discierne el divinal deseo. 90
"Bien que feliz, mis dudas aun combato.
Que al escucharte nacen nuevamente,
Como de dulce germen, fruto ingrato."
93
Esto á él, y él á mí: — "Si bien patente
La verdad te mostrase á tus razones,
La espalda dieras á que das la frente. 9c
KL I'AKAISO— CANTO \ 111 5H7
'' l'.l l)ieii (juc rejT^ocija estas regiones,
l^n (jiie feliz te eK;vas, providente
Difunde en grandes ciclos, grandes dones: </)
"Y no vela por ellas solamente
l'.n su mente, por siempre en sí perfecta,
Sino t.iml)ién por su salud inmanente; 102
"Pues lanzada de su arco la saeta,
Predestinada hacia su fm se inclina,
Como flecha que al blanco va directa. 105
'' De otro modo, la luz que te encamina
Produciría su contrario efecto,
Y su obra, en vez de un acto, fuera ruina. ios
"Y esto no puede ser, si el intelecto
Que mueve estas estrellas no ha fallado,
Creando en su origen orden imperfecto. iii
"Dime si bien tus dudas he aclarado?" —
Y yo: — "No más: pues veo claramente,
Que natura no falla á lo creado." — 114
Siguió hablando: — "Sería procedente
Que en la tierra viviese el hombre aislado?" — -
(Yo contesté: — "Oh no seguramente.") — 117
— " Sería bien, no ser al hombre dado
Trabajar según varia competencia?
No; que otra cosa el mundo te ha enseñado." 120
\ de aquí, deduciendo una evidencia.
Concluyó: — "Y así surge de esta base
Cual de una raíz, variada consecuencia. 123
588 DIVINA COMEDIA
"Que uno nace Solón ó Jerjes nace;
Otro Melquizedet, de otro el destino
Es ver volar al hijo que se abrace. 126
"La natura en acción, estampa el signo
En la cera mortal, con tino y arte,
Sin distinguir morada en su camino. 129
" De esto proviene que Esaú se aparte
Del germen de Jacob; y que Quirino,
Hijo de padre oscuro, se dé á Marte. 152
" La natura engendrada, en su camino
Repetiría un tipo semejante,
A no prevalecer poder divino. i?5
"Ya ves atrás lo que antes por delante;
Y para darte de mi amor la prueba,
Daréte corolario que te enmante. I38
" Siempre que la natura se subleva
Contra su ley, como cualquier simiente,
Fuera de su región, la muerte lleva. I4i
''Si el mundo no apartara de su mente
Del proceder nativo las razones,
Siguiéndolo tendría buena gente. 144
Mas vosotros, desviáis á devociones
Al que nació para ceñir la espada:
Y hacéis un rey de quien os da sermones: 147
"Y así marcháis por senda descarriada." —
CANTO NOVKNO
Desaparece Carlos MarU-l, |)romiiiii;m(l<> -^u última palabra. — Aparición de Cuni-
cia, hermana del tirano Ezzelino III cl Romano y predice las calamidades
que amenazan á la Marca de Trcviso y á los Paduanos, <lenunciando la traición
del impío obispo de Teltro. — El trovador Fulqucto de Marsella, poseído de un
grande amor como el Dante, le muestra el alma de la cortesana de Jericó, que
salvó á los judíos en la conquista de la tierra prometida. — Este gran recuerdo
se ha borrado del espíritu de los que no estudian las falsas Decretales, como
fuentes de riquezas mal habidas, y abandonan el Evangelio y los Doctores de
la Iglesia que sólo prometen felicidades celestes.
Después que así me habló, bella Clemencia,
Tu buen Carlos, narrando los engaños
Que tendría su noble descendencia, 3
Dijo al fin:— "Calla y deja andar los años!"
Y así, sólo diré que justo llanto
Ha de pagar vuestros injustos daños. 6
Y el espíritu envuelto en fuego santo,
Volvióse á las celestes claridades
Del sol, que con su bien nos llena tanto ! 9
Oh almas oscuras, llenas de impiedades.
Que apartáis de la luz vuestros amores,
Con frente erguida en vanas vanidades! 12
Entonces, uno de esos esplendores
Vino á mí, con anhelos de acudirme.
Mostrándolo en sus luces exteriores. 15
39
590 DIVINA COMEDIA
La vista de Beatriz, que siempre firme
Estaba sobre mí, su caro asenso
En su mirada pareció infundirme. I8
— " Concede á mi querer pronto compenso,
Beato espíritu, — dije, — y dame prueba,
Que pueda reflejar lo que yo pienso." — 21
La luz, que para mí aun era nueva,
Desde el profundo foco en que cantaba,
Habló, como una luz que al bien nos lleva: 24
— " En la Itálica tierra triste y prava,
Que en llanuras se extiende, entre el Rialto,
Y las fuentes del Brenta y de la Piava,
"Un collado se eleva, no muy alto,
Allí, donde bajara una centella.
Que fué de la comarca el sobresalto.
27
30
"De esa misma raíz nací yo en ella:
Me llamaron Cunicia, y hoy refulgo,
Vencida por los fuegos de esa estrella. 33
"Yo aquí serena mi perdón promulgo
Con mi brillo, y su causa no me altera,
Aunque extraño tal vez parezca al vulgo. 36
" Contempla de mi cielo esa lumbrera
Que en el mundo dejó merecimiento,
Y antes que el nombre y que su fama muera, 39
"Cinco siglos tendrán su cumplimiento:
— Ve si debe el mortal ser excelente,
Legando nueva vida con aumento. 42
KL rAKuVISO— CANTO IX 591
" No piensa así la turba (jiic al presente
Adije y Tap^liamento allá circunda,
^ ni por castijrada se arrepiente ; 45
" Mas la palude que al Paduano inunda,
Roja hará el agua que á Vizancio baña,
l*ues del deber rompieron la coyunda; 48
Y do el Cañau con Sila se acompaña,
Hay un señor, con frente enhiesta y alta,
(Jue por cogerle, alguna red se amaña. 51
" Y Peltre llorará la horrible falta
De su Pastor, tan cruda y tan impía,
Que por más crimen no se ha entrado en Malta. 54
" Que ancha cuba la sangre llenaría
Del ferrarense ! y quien no fatigado.
Pesarla onza por onza intentaría! si
"Sangre que hará verter el preste airado
Por servir á su bando ; que estos dones
Son del país regalo acostumbrado. 60
" Altos espejos hay que sin nociones
Tronos llamáis, que el fallo justiciero
Reflejan, y hacen buenas mis razones." — 63
Y aquí calló, con ademán ligero
Por otro objeto su atención llamada,
\'olviendo al coro que ocupó primero. 66
La otra luz que me fuera señalada
Resplandeció preclara ante mi vista,
Como preciosa piedra en luz bañada. 69
592 DIVINA COMEDIA
Por el placer, allá fuego se aquista,
Como la risa aquí, y en el infierno
La sombra que á los reprobos revista. 72
— " Dios todo ve, y tú ves en lo eterno,
— Dije, — espíritu beato; así que nada
Se oculta á ti del gran pensar interno; 75
"Tú que mezclas tu voz, armonizada
Con esas luces de eternal chispeo.
Cada una de seis alas enmantada, 78
"Por qué no satisfaces mi deseo?
Mi alma no esperaría tu demanda
Si yo me altruase como en ti me veo." — si
— "El mayor valle donde un mar se expanda,
— Me respondió el espíritu brillante, —
(Fuera del que en la tierra es la guirlanda), 84
" Entre dos continentes, sol delante,
Comprende espacio tal, que el meridiano
Trasporta al horizonte confinante; 87
" De ese valle yo he sido litorano,
Entre Ebro y Macra, por camino corto
Que al Genovés divide del Toscano; 90
"Bajo él entre un acaso, y casi un orto.
Está Bugía, tierra en que he nacido :
Su agua entibió la sangre que comporto. 93
"Por Fulco fui en el mundo conocido;
Y con mis luces se imprimió este cielo
Como yo fui por ^llas imprimido. 9o
EL i'ARAISO — CANTO IX 593
"No ardió con mus amor la liija de Helo,
Con menjrua de Siíjueo y de Creüsa,
Cual yo, mientras hlanciuear no vi mi pelo. 99
"Ni ardió mcás Rodopea, á quien ilusa
Demofonte engañó, ni Alcides, cuando,
Ni aun devanar por su Jolé rehusa. 102
" No se arrepiente el alma, que gozando,
Horra culpa, que al alma no retorna;
Goza en quien todo ordena vigilando. ios
" Aquí se admira un arte que se adorna
Con la virtud, mostrando el Ijien qne viene,
Y que del cielo hasta la tierra torna. ios
"Y á fin que tu ansia de saber te llene,
De las cosas que ves, en esta esfera,
Seguir más adelante me conviene: iii
"Quieres saber quién guarda esa lumbrera
Que en este cielo junto á mí cintila,
Cual luz que en agua pura reverbera? ir
" Has de saber que dentro, está tranquila
El alma de Roab, de otras conjunta,
Sobre la cual más esplendor destila. 117
" En este cielo á que la sombra apunta
De vuestro mundo, bendecida su alma
En el triunfo de Cristo quedó asunta. 120
" Bien merece ser puesta como palma
En un cielo, marcando la victoria
Que conquistó, clavado en palma y palma. 123
594 DIVINA COMEDIA
129
132
"Que ella favoreció la primer gloria
Cuando pisó Josué la Tierra Santa,
Que el Papa apenas guarda en la memoria. i26
"En tu ciudad se cultivó la planta
Del que olvidó al Autor de los autores,
De cuya envidia viene pena tanta,
"Que da y esparce las malditas flores,
Los corderos y ovejas extraviando,
En lobos convirtiendo los pastores.
"Por eso, el Evangelio abandonando
Y sus doctores, falsas decretales
Estudian, sus ganancias anotando. i35
"De esto se ocupan Papa y Cardenales,
Sin pensar que al venir á Nazareto,
Voló Gabriel con alas inmortales. 13»
"Pero en el Vaticano, lo selecto
Que Roma tiene, sacro cementerio
De Pedro y de su ejército perfecto, ui
"Libre al fin quedará del adulterio." —
CANTO DKCMMO
MI I'octa crloln a el oí ilcii jxi ficto con t\nr Dios creó i;l Universo. — El Poeta y
Beatriz ascicndon al cuarto ciclo, <|Ui: t's c.l <1«;1 Sol. — Alli se encuentran ro-
deados por las almas resplan<li'cientes de los Doctores de la ciencia divina. —
Doce de los espíritus más brillantes del planeta, forman en torno del Poeta
una corona. — Uno de ellos, que se manifiesta ser Santo Tomás de Aquino, le
revela el nomlire de los otros bienaventurados, que admiran la belleza de la
mujer que va á conducirle al cielo.
Mirando al Hijo en el amor intenso,
Que eternamente al uno y al otro inspira,
El motor inefable de lo inmenso, 3
Cuanto en la mente y en el ojo gira.
Todo ordenó, tan justa y sabiamente.
Que cuanto más se mira, más se admira. 6
Alza, lector, conmigo, humilde frente;
Contempla en las esferas esa parte.
De dos cercos el punto divergente; 9
Y allí, comienza á contemplar el arte
Del gran Maestro, que en sí mismo se ama,
Sin que sus ojos de su hechura aparte; 12
Contempla cual de allí se desparrama.
El cerco oblicuo de planetas guía,
Para servir al mundo que los llama: is
596 DIVINA COMEDIA
Si no marchase por oblicua vía.
La virtud de los cielos fuera en vano,
Que en la tierra gran fuerza moriría, is
Y si su recto curso, más lejano •
O menos fuese, desde tal momento
Fallara todo el existir mundano; 21
Puedes, lector, quedar en quieto asiento
Ante tanto prodigio, pensativo;
Que sin fatiga, quedarás contento: 2+
Toma la copa en que por ti prelibo:
Vuelvo al trabajo que mi mente apura
En la materia que obediente escribo. 27
El ministro mayor de la natura.
Que el sello celestial en todo asienta,
Y el tiempo con sus luces conmensura, 30
En la parte que arriba se comenta.
Conjunto á sus espiras circulaba
Donde la hora más pronto se presenta. 33
En aquel punto fijo me encontraba;
Y como pensamiento que sorprende,
vSin saber cómo y cuándo me elevaba, 36
Y mi Beatriz, cual ser que se desprende
De lo bueno á mejor, súbitamente,
vSin medjda del tiempo, leve asciende. 39
Cuan bella estaba, de por sí luciente,
Al entrar en el Sol, c^ue la envolvía
Sin mudar su color, luz esplendente! 42
HL rARAISO — CANTO X 397
N¡ arle iii iiii^rnio iiiia^iiiar podría,
No (lijío (lescril)¡r larita l)elleza:
— PiHules creerlo, y por mirarla ansia. 4S
Que nuestra fantasía en su bajeza
No se eleve, la cosa es bien sencilla,
Pues nadie mide el Sol en su grandeza. is
Cuanta familia del Gran Padre brilla,
Que con solo mirarse á sí se sacia
Al verle crear tan grande maravilla! 51
Y así Heatriz me habló: — 'Al Sol regracia
De los (juerubes, al brillar visible
Ante tus ojos por inmensa gracia!" S4
Nunca pecho mortal fué más sensible
A la piedad, cual fuera yo movido
Con tanta gratitud como es posible, ■ 57
Cuando esa voz repercutió en mi oído;
En El puse mi amor tan solamente.
Y se eclipsó Beatriz en el olvido. 60
No le desagradó; más bien sonriente
Mi mente iluminó con su sonrisa,
Y pude verlo todo claramente. 63
Miro una luz fulgente, que indivisa
Nos rodea, formando una corona.
Que más que en luz, en voces se armoniza. 60
Así á veces á la hija de Latona,
Vemos ceñido en aire condensado
1^1 círculo trazado por su zona. 69
598 DIVINA COMEDIA
En la corte celeste he contemplado
Tantas joyas, tan ricas y tan bellas,
Que de aquel reino trasportar no es dado; 72
Y el canto de las luces es de aquellas.
— Quien no puede volar hasta su cielo,
Espere un mudo que les hable de ellas. 75
Cantando, aquellos soles en su vuelo
Giraron en contorno con tres vueltas.
Como en el polo estrellas en el cielo. 78
Parecían cual jóvenes esbeltas,
Que al bailar, se detienen esperando
Que la música indique nuevas vueltas. si
Del seno de uno de ellos brotó: — "Cuando
El rayo de la gracia en que se enciende
El verdadero amor que crece amando, 84
" Y que multiplicado en ti resplende,
Te ha traído subiendo esta escalera
Que el que sube una vez siempre la asciende; 87
" Quien á tu sed el vino no ofreciera
De su redoma, libre no sería:
Agua estancada en su corriente fuera. 90
"Quieres saber que planta es la que cría
La flor de la guirnalda iluminada
Que circunda á la bella que te guía. 93
"Yo fui cordero de la grey sagrada
Que conduce Domingo, por camino
li)n que engorda la oveja no extraviada. 96
KL PARAÍSO - CANTO X 599
"Kl (juc tenjT^o á ni¡ diestra por vecino,
Mi lu'iinaiio f'iM' y iiiaí-stro ; y este, Alberto,
(iraiule en Colonia: — yo Tomás de Acjuino. w
''Si de los otros (juieres estar cierto,
()uc. mi palabra siga tu mirada,
Girando por el cerco de concierto. 102
"\'e de Graziano el ánima inflamada
Oue por eximio en uno y otro foro
Tuvo en el Paraíso grata entrada. io5
" El otro, que es ornato de este coro,
Fué el Pedro, que cual viuda desvalida,
Donó á la Santa Iglesia su tesoro. ios
" La quinta luz, más lúcida y más bella,
Respira tanto amor, que todo el mundo
Se alegrará tener noticia de ella. iii
" Vn saber ella encierra, tan profundo,
Que si lo verdadero es verdadero,
No surgirá en la tierra su segundo. ii4
"Al lado resplandece otro lucero.
Que penetró la angélica natura
Siendo carne, con ánimo certero. 117
"La luz pequeña, que sonríe quieta ^
De la creencia cristiana fué abogado,
Y de él San Agustín hizo lectura. 120
" Ora, si tu atención me ha acompañado
De luz en luz, debes estar ansioso,
Quien es la octava luz que no he nombrado. 123
600 DIVINA COMEDIA
''*De ver el sumo bien se halla gozoso
El espíritu noble, que ha mostrado
Las mentiras de un mundo mentiroso. 126
" El cuerpo de que fuera separado
Yace en Cielduro, y desde allí ha venido
A esta paz, santo mártir desterrado. 129
"Mira arder el espíritu encendido
De Isidoro, de Beda, y de Ricardo
Que entre los hombres, gran varón ha sido. 132
" Ese otro que contemplas con retardo, '
Es la luz de un espíritu pensante
Que su día final halló muy tardo: 135
" De Sigerio es la luz, siempre brillante,
Que en la calle de Fuarre, como es fama,
Silogismo verdades, enseñante." — i38
Aquí, como reloj que en su hora llama
A maitines de Dios la casta esposa
Para adorar al que su amor inflama, i4i
En que una y otra rueda cadenciosa,
Fija el puntero, y el tin-tin sonando.
Se llena el alma de emoción piadosa; 144
Así la excelsa rueda vi girando,
Y cantar á la vez con voz tan tierna.
Que solo escucha el coro venerando, . 147
Donde se goza de la paz eterna.
CANTO UNDÉCIMO
Insensatez de la actividad de los mortales. — Dudas del Poeta que resuelve To-
más de Aquino. — El Santo relata al Poeta la vida ejemplar de San Francisco
de Asís. — Elogio de Santo Domingo. — Consejos de Santo Tomás al Poeta.
Oh! de mortales insensato anhelo,
Que persiguiendo falsos silogismos
Arrastráis vuestras alas por el suelo ! 3
Uno estudia derecho, otro aforismos ;
Un otro se dedica al sacerdocio;
Otro á fundar por fuerza despotismos. 0
Y quien al robo, ó al civil negocio;
Quien en el goce de la carne envuelto,
Se fatiga, viviendo otro en el ocio; 9
Mientras que yo de ligaduras suelto.
Subiendo al cielo con Beatriz, espero
En la gloria inmortal quedar absuelto. 12
Volvió á su posición cada lucero,
Fijándose en un punto de la esfera
Como cirio fijado en candelero. 15
Y sentí que me hablaba la lumbrera
Que antes me habló, y grata sonriendo
Con más intensidad resplandeciera: I8
602 DIVINA COMEDIA
— "En este claro rayo en que me enciendo,
Veo, mirando hacia la luz eterna.
Tu pensamiento, y su razón comprendo. 21
" Dudas, y quieres que mejor discierna,
Pues mi palabra tu razón asorda,
Y sólo entiendes una lengua externa. 2+
" Lo que te dije de la oveja gorda,
Y de aquel ser que nO tendrá segundo.
Distinga bien tu inteligencia sorda. 27
"La providencia que gobierna al mundo,
Con tino tal, que ante su solo aspecto
La vista nunca alcanza á lo profundo, 30
" Por mantener unida al ser dilecto
La esposa del que en grito de agonía
Su sangre dio, con divinal afecto, 33
Y fuese, siempre fiel y siempre pía.
Dos campeones la dio con sus favores,
Que sus guardianes fuesen y su guía:
36
"El uno, con seráficos ardores;
El otro fué en la tierra la sapiencia
Que el querub coronó con esplendores v)
" De uno hablaré, pues de ambos la excelencia.
El elogio del uno, ambos comprende.
Que un mismo fin, buscaron en conciencia. 42
"Entre el Tupín, y el río que desciende
De la colina del piadoso Ubaldo,
De alta montaña, fértil cuesta pende; 45
EL paraíso — CANTO XI 603
" Y entra .í Perii^i.i v.\ frío y el rescaldo
Por su Puerta del vSol, y á espaldas llora
Rajo su yuí^o, el de Nocera y Ciualdo:
"Allí donde la cuesta trepadora
Declina, vino al mundo un sol ardiente,
Como en el Ganges se levanta ahora:
4«
51
" Quien de palabra designarle intente.
No diga Asís, pues quedaría corto.
Porque hablando en verdad, es un oriente. 54
"Aun no lejano el resplandor de su orto,
Comenzó á propagarse por la tierra
De sus grandes virtudes el conforto. 57
" Joven aún, con su familia en guerra,
A una mujer amó, que como á muerte,
La mano del placer cierra su puerta: 60
" En espíritu, dióle vida y suerte,
^/ corain patre para siempre unido,
Amó á su esposa con amor más fuerte. 63
"Esta, privada del primer marido.
Mil cien y un años, en desdén y^ obscura
Había sola sin amor vivido. ee
"En vano un día la encontró segura
Con Amidas, la voz, que aun amorosa
Infunde en todo el mundo la pavura; 69
"Fué en vano que constante y valerosa.
Cuando María al pie quedó en tristeza
Acompañase á Cristo en cruz gloriosa; 72
604 DIVINA COMEDIA
" Y para hablar con menos oscureza,
El nombre te diré de esos amantes :
Francisco el uno, la otra la Pobreza. 75
" Su concordia y su plácidos semblantes,
Su amor de vanidades al resguardo,
La piedad reflejaban inspirantes; 78
"Tanto, que el venerable San Bernardo
Se descalzó, buscando paz dichosa,
Y aun corriendo pensó llegar ya tardo; sí
"Oh, ignorada riqueza, tan preciosa!
Descalzo Egidio sigue, con Silvestro,
Y van hacia el esposo por la esposa! 84
" Y juntos van el padre y el maestro,
Con la pobreza y con su pobre gente
Que de humildad ceñía ya el cabestro. 87
" No sonrojaba su apacible frente
El que de un Bernardón el hijo fuera,
Ni el ser mirado desdeñosamente. 90
"Ante Inocencio, su misión severa
Regiamente explicó, y el Padre santo
Su sello puso á religión austera. 93
»
"Cuando la pobre gente creció tanto.
En pos del ser que á la virtud incita.
Que merece del cielo dulce canto, 96
" Con segunda corona fué bendita
Por Honorio Tercero, (¡ue inspirado
Fué por Dios, como gran archimandrita. 99
EL paraíso — CANTU XI 605
" DevSafiandü el martirio, denodado,
Del gran Soldán ante la faz superba,
De Cristo predicó el apostolado.
102
''La gente halló su conversión acerba,
Y él volviendo á sus lares afanoso,
Se dio al cultivo de italiana yerba. I05
''Entre el Arno y el Tíber peñascoso.
Cristo le impuso su postrera estigma,
Que dos años llevó cuerpo glorioso. ios
" Y cuando Aquel que de su humilde cima
Lo levantó, y halló merecederos
Sus santos hechos de la sacra estima, iii
"A sus hermanos, fieles herederos,
Recomendó la esposa dulce y pura,
Amándola con votos verdaderos: ii4
"Y de su gremio, su alma de ventura,
Al retornar á la mansión primera,
Su propio cuerpo fué la sepultura. 117
"Quién después de él en alta mar pudiera,
Como colega, mantener la barca
De Pedro, por la ruta más certera?
120
"Ese fué después del, nuestro patriarca;
Y quien sigue su regla en lo que manda,
Puede decir que la merced embarca. 123
" Pero el rebaño quiere nueva vianda,
Y por glotón, bien suceder podría.
Que por diverso campo al fin se expanda. 126
40
606 DIVL\A COMEDIA
" Que oveja que del pasto se desvía,
Y que errante se aleja del rebaño^
Vuelve al redil de leche ya vacía; 129
"Pero hay ovejas que temiendo el daño
Se estrechan al pastor; mas son tan pocas,
Que se pueden cubrir con poco paño. 132
" Ora, si mis palabras bien evocas,
Y me has oído con el alma atenta,
Y en tu mente lo dicho no revocas, 135
" En parte, tu ansia quedará contenta.
Viendo donde la planta se desgaja,
Y como el de correa toma cuenta; i38
"Que sólo engorda, aquel que bien trabaja." —
CANTO DUODÉCIMO
Al ti',1 minar su discurso Santo Tomás de Aquino, otra corona de espíritus circunda
á la primera á la manera de los arcos del Iris. — Uno de los espíritus del nuevo
círculo luminoso, que es el franciscano San Buenaventura, hace el elogio de Santo
Domingo, en agradecimiento del de San Francisco, hecho por Santo Tomás.
— San Buenaventura explica al Poeta quiénes son las ánimas de su orden que
gozan de la bienaventuranza en la mansión del Sol.
Al apagarse el postrimer acento
De la llama elocuente de aquel Santo,
La gran rueda se puso en movimiento; i
Y así que su armonía giró un tanto,
Por otra nueva rueda fué cercada,
Uniendo giro á giro y canto á canto. 6
Canto que vence á musa renombrada,
Y hasta la dulce voz de la sirena.
Como la luz á imagen reflejada. 9
Cual dos arcos en nube alta y serena
Paralelos se prestan sus colores,
Cuando á su mensajera Juno ordena, 12
Naciendo de los rayos interiores.
Como ecos de la ninfa enamorada.
Que amor extingue como el sol vapores, 15
608 DIVINA COMEDIA
Y que es presagio de promesa dada
Al buen Noé por la potencia eterna:
La tierra no será jiunca inundada! is
Así la doble rosa sempiterna,
Giraba alrededor como guirlanda
Uniéndose la externa con la interna. 21
Y cuando el canto de la doble banda,
Y que su danza circular radiante,
Con ley tan placentera como blanda, 24
Se detuvo en su vuelo concertante,
Como dos ojos que el placer conmueva
Se abren y cierran en un mismo instante, 27
Sopló una voz una lumbrera nueva.
Que como aguja á la polar estrella
Mi vista de su lado al punto lleva ; 30
Y me dijo: — "El amor que me hace bella
Al otro jefe á comparar me mueve
Con San Francisco que á la par destella. 33
"Al uno y otro congloriarse debe:
Por una misma causa militaron,
Poniendo sus virtudes de relieve. 36
"Las falanjes de Cristo que se armaron
A tanta costa, en pos de su bandera,
Antes de combatir se acobardaron; 39
"Cuando el Emperador que siempre impera
Acudió en protección de su milicia.
Por gracia, no cjue así lo mereciera: 42
KL I AKAISO — CANTO Xll 609
"Dos campeones armados de justicia
A su Itsposa le dio, para adcjuirirse
La voluntad del pueblo más propicia. 45
"Donde al soplo de Céfiro á expandirse
Comienza en su estación la nueva fronda
De que mira á la Europa revestirse; 48
"No lejos donde el mar estrella la onda,
Tras del cual cuando el Sol á Cáncer llega
Alguna vez su luz al hombre esconda, 51
" Está la afortunada Calaruega,
Bajo la protección del gran escudo
Que león vencido y vencedor allega. 54
" Allí nació el Apóstol, que nervudo
Fué de la fe cristiana fiel atleta,
Manso al amigo, al enemigo crudo: 57
" Su temprana virtud fué tan completa,
Que apenas á la vida despertado
Desde el materno seno fué profeta. 60
" Con la fe por esposa, bautizado
En la sagrada fuente de su ciencia
Con recíproca gracia fué dotado. 63
"La madrina que diera su adquiescencia,
En sueños, vio los frutos admirables
Que dejaría como rica herencia. 66
" Y colmado de dones inefables
Un ángel fué á la tierra á bautizarlo
Con el nombre de cosas impecables, 69
610 DIVINA COMEDIA
"Domingo se llamó; y hay que nombrarlo
Como al cultivador del bien, que Cristo
En su viña eligió para ayudarlo;
" Que vióse que era familiar de Cristo,
Pues su primer amor, de manifiesto
En el consejo se inspiró de Cristo.
"Despierto y mudo, de rodillas puesto,
Muchas veces hallólo su nodriza
Cual si dijera : — Yo nací para esto !
"Félix! tu hijo tu nombre simboliza!
Madre feliz que te llamaste Juana
Nombre que de venturas es premisa!
" Ir pidió contra el mundo claudicante,
Y del germen porque él ha combatido
Hay veinte y cuatro plantas por delante.
78
81
" No para el mundo en estudiar se afana
Al Ostiense y Tadeo : su conciencia
Nutre el maná de la verdad cristiana. 84
"En poco tiempo, gran doctor en ciencia.
Se contrajo á la viña saludable.
Que se emblanca por causa de indolencia.
87
"Se presentó á la sede venerable.
Antes benigna al pobre, hoy sin clemencia.
— Ella no: quien la ocupa miserable. — 90
" No dispensas pidió ni fraudulencia.
Ni provisión de la primer vacante;
Non décimas qtice sunt del pobre herencia:
*)3
»0
EL TARAISO -CANTO XII MI
"De alta doctrina y voluntad nutrido,
Su apostolado se inició tremendo
(\ial torrente de lo alto desprendido, 99
" Las espinas heréticas barriendo,
Y con ímpetus siempre poderosos
Los obstáculos todos fué venciendo.
102
"De él brotaron arroyos abundosos
Con que el huerto católico se rie^a,
Donde brotan arbustos vigorosos. 105
''Si el poder de una rueda á tanto llega
De la lorlesia en la vio^a victoriosa
Al defenderse en intestina brega, ios
" Ya podrás comprender cuan poderosa
Es la virtud, antes de mí ensalsada
Por Tomás con palabra cariñosa. iii
"Mas la huella por la órbita trazada
De aquella santa rueda, se ha borrado,
Y en maleza la planta fué trocada. lu
" Su grey, de su camino se ha desviado,
Y en vez de proseguir fiel y derecha
Vuelve el talón hacia el camino andado. 117
" Muy pronto dará muestra la cosecha
Del mal cultivo, en la zizaña impura
Que del arca del grano se desecha. 120
" Quien haga hoja por hoja la lectura
De nuestro libro, encontrará una carta
Donde se lea : — Me conservo ptira. 123
612 DIVINA COMEDIA
"Mas no será en Cásale ni Aquasparta,
Porque allí se interpreta la Escritura,
Que uno la esquiva y otra la coarta. 126
"En vida, me llamé Buenaventura
De Boñoregio, que en piadoso estado,
De siniestros afectos no hice cura. 129
" Aquí están, Agustín é Iluminado,
Los primeros descalzos miserables
Que á Dios con el cordón se han propiciado, 132
"De Hugo de San Victorio inseparables:
Y Pedro Mangiador; y Pedro Hespano,
Que dejó doce libros memorables. 135
"Natán profeta; el metropolitano
Crisóstomo, y Anselmo; y el Donado
Que en el arte primero puso mano. iss
" Rabán también está, y brilla al lado
El abate Joaquín ; el Calabreto,
De espíritu profético dotado. ui
"A ensalzar á un apóstol tan perfecto
Me mueve la inflamada cortesía
De Fray Tomás y su decir discreto, 144
"Y toda esta celeste compañía."
CANTO DKOIMOTKUCEIiO
El Poeta describe la doble danza de los espíritus bienavcnturadoá délas dos {(uir-
naldas luminosas, que compara con las veinte y cuatro estrellas más brillan-
tes del cielo. — Santo Tomás desvaniH'e otra duda del Dante, y le explica, que
ai decir que Salomón no tendría segundo en sabiduría, tal proposición no
comprendía ni á nuestro padre Adán ni á Jesucristo. — Se explica, como la
Escritura enseña, que la naturaleza de Adán fué la sabiduría encarnada con
todas las perfecciones, y la de Jesucristo creada y perfectísima en sí. — I^o
exhorta á no precipitarse en sus juicios, dejándose llevar por vanas apariencias.
Quien quiera comprender lo que he mirado,
Que retenga en su mente mis visiones,
Cual firme signo, en el peñón grabado: 3
Quince estrellas del cielo en las regiones
Que se imagine, de esplendor sereno,
Que en los aires difundan radiaciones; 6
Que imagine aquel Carro, á quien el seno
Basta de nuestro cielo, noche y día
Girando su timón de luces lleno; 9
Que se imagine el cuerno, todavía.
Que del eje proyecta el raudo vuelo,
Y que de la alta esfera es centro y ¿uía, 12
Formar de sí dos signos en el cielo.
Cual de la hija de Minos la corona
Cuando sintiera de la muerte el hielo; 15
614 DIVINA COMEDIA
Y SUS luces mezclar la doble zona
En sus opuestos giros, de manera
Que el doble movimiento se escalona;
18
Y se tendrá una sombra bien somera
De la constelación y doble danza
Que circulaba en la celeste esfera; 21
Porque difiere de la humana usanza,
Cuanto la marcha lenta del Quiana
Del astro que en los cielos más avanza. 24
Allá se canta, — no canción profana, —
De tres Personas divinal natura,
Y en una, la divina con la humana. 27
Cumplió el canto y la danza su mesura.
Fijándose las santas luces de oro,
Felices en gozar de otra ventura. 30
Rompió el silencio del divino coro
La luz, que antes contó la santa vida
Del gran pobre de Dios y su tesoro:
33
— "Cuando la paja se halla dividida
De la simiente en el granero puesta,
A nueva trill i caridad convida. 36
" Crees que en el pecho, do salió la cuesta
Que á primera mujer dio su semblanza,
Y cuyo paladar tanto nos cuesta;
39
"Crees que en aquel, que traspasó la lanza,
Y (jue antes y después ha rescatado
Toda culpa pesada en su balanza; 4í
i-:l i'AKAiso— c/nto XIII 615
''(\iaiUo á natura humana dar es dado
l^n luz intelectual, les fué ¡níundido
Por la virtud (jue á entrambos ha formado; 1=;
" Por eso debe haberte sorprendido
Cuando te dije que el saber más hondo
]ín la quinta lumbrera está escondido. 48
"Fíjate bien, que á tu pensar respondo,
Y la verdad de lo que te he afirmado
Verás, como su centro en un redondo. 51
''Lo inmortal, ó á morir predestinado,
Es sólo el esplendor de aquella idea
Que nuestro Dios, amando, nos ha dado; 54
"La viva luz del foco que flamea
Sin que jamás del Uno se desuna
En el amor que el trino y uno crea, 57
" Por su virtud su radiación aduna
Espejada en sus nueve subsistencias.
Que eternamente permanece en una. 60
"Cuando baja á las últimas potencias
Gradualmente su acción disminuyendo,
Ya no son sino breves contingencias.
"Y que esas contingencias son, entiendo,
Las cosas generadas, que produce
Con germen ó sin él, cielos moviendo:
" La forma á que su cera se reduce,
No es igual, pero siempre en su diseño
El ideal más ó menos se trasluce.
63
66
69
616 DIVINA COMEDIA
"Y así se ve brotar de un mismo leño
Según su especie, mala ó buena fruta,
Como vosotros con diverso ingenio. 72
" Si la cera que en forma se trasmuta
Se asimilase la virtud suprema,
Mostraría su sello sin disputa; 75
" Mas la natura sólo da su esquema.
Tal como pinta consumado artista
Que maneja el pincel con mano trema; 78
"Mas si de ardiente amor la clara vista,
De la prima virtud le estampa el signo,
Toda la perfección consigo aquista. si
"Así el hombre primero nació digno,
Dotado de animales perfecciones,
Y la Virgen parió bajo su signo. 84
"Doy aquí la razón á tus razones:
Que la humana natura no ha formado
Dos criaturas colmadas de más dones. 87
"Si tu pensar no hubiese penetrado.
Aun dirías, con labio vacilante:
Cómo fué Salomón sm par creado ?
Disipará tu duda en el instante,
Pensar en la razón que le moviera
Cuando le dijo Pide, al demandante.
"Y si aún mi explicación oscura fuera,
Verás que rey, pidió sabiduría
Para ejercer su potestad entera:
^)Ü
')()
EL paraíso — CANTO XIII ()17
"No por saber la fuerza y la cuantía
De motores del cielo, ó si necesse
l^>s contingencia, (') si iiecesse cría. 99
" Y no, si est ciare primitm uioiiují esse,
O si en el semicírculo cai)ría
Un triángulo que recta no tuviese. 102
" Esto anota y lo que antes te decía,
Y á la regia prudencia que comparo,
Que apuntaba, verás, la flecha mía. io5
"Y si al Surse levantas ojo claro,
A los reyes verás me he referido,
Que si son muchos, uno bueno es raro, ios
" Con esta distinción fija el sentido,
Que á tu creencia dará su firme aplomo
Sobre el padre común y el Dios querido. iii
" Y esto sirva á tus pies siempre de plomo
Para ir con lentitud, como hombre laso,
Entre el sí y entre el no, mirando el como. lu
" Entre los mentecatos, el más baso
Es quien afirma ó sin criterio niega,
Lo mismo un caso, que el contrario caso; 117
" Y de este modo la razón se plega
Con el juicio vulgar á falsa parte,
Y el amor propio al intelecto ciega. 120
" A veces, otro de la orilla parte
A pescar la verdad con que no acierta,
Y vuelve peor, porque le falta el arte. 123
618 DIVINA CO^-ÍDIA
"De esto al mundo le dan la prueba cierta,
Con Parménides, Briso con Mebiso,
Sin encontrar su rumbo en marcha incierta; 126
"Y Arrio y Sabelio, y todo aquel que quiso
Herir como una espada la Escritura,
Haciendo tuerto lo que recto se hizo. 129
"Necia es la gente por demás segura
En juzgar, como aquel que todo estima
En vasto campo con razón madura. 132
" He visto á veces en ingrato clima
Árbol silvestre en apariencia yerto
Mostrar después las rosas en su cima; 135
"Y he visto buque, al parecer muy cierto,
Correr del mar el líquido camino,
Y naufragar al penetrar al puerto. i3á
"No crean, doña Berta ó seor Martino,
Si ven á uno robar y á otro ofrecerse,
El fallo penetrar del juez divino: i4i
"Que uno puede salvarse, otro perderse." —
CANTO DECIMOCUARTO
TiTCcra coroiui (K- los BicnaviMiturados. - Beatriz lis pide. <jiuí revelen al Poe.ta
el misterio de la resurrección de la carne. — Uno de los espíritus accede al pe-
dido de Beatriz y le explica la gloria de que gozan. — Sube el Poeta al quinto
cielo, que es el de Marte. — Sobre dos rayos dispuestos en forma de cruz, vuelan
en lodo sentido haciendo oir hiinnos melodiosos, las almas radiosas de los
Cruzados, que sufrieron el martirio por la fe de Cristo y por su Iglesia.
Del centro al borde, y desde el borde al centro,
Muévese el agua en el redondo vaso,
Según se impulse desde fuera ó dentro. 3
Así en la mente se produjo el caso.
Como lo digo, luego que atendiera
Al glorioso Tomás, en mi embarazo: 6
Por la similitud, que proviniera.
De la voz de Beatriz y de aquel Santo
A la que hablar después así pluguiera: 9
— ''Este hombre ha menester en su quebranto.
Si no lo dice, pues ni piensa ahora,
Que raíz de verdad alcance en tanto. 12
" Muéstrale si la luz, con que se enflora
Vuestra sustancia, siempre inextinguible.
Eternamente brillará cual ora; 15
620 DIVINA COMEDIA
" Y como, al revestir forma visible,
En el día final, resucitada.
Contemplar su fulgor será posible." — is
Cual á veces en danza concertada
Se anima la alegría bulliciosa.
Con cadencia y con voz más agitada, 21
Así al oír esta oración piadosa.
La alegría en las almas se acrecienta
Girando al son de nota melodiosa. 24
Quien por temer la muerte se lamenta,
Para subir á lo alto, no concibe
Como la lluvia eterna el alma alienta. 27
El Uno, el Dos y el Tres, que siempre vive,
Y reina siempre en Tres, en Dos y en Uno,
No circunscrito, y todo circunscribe, 30
Ensalzó por tres veces, cada uno
De los seres, con tanta melodía.
Que á gran virtud, sería justo muño. 33
Y escuché, que la luz de mayor día
Del círculo menor, con voz modesta,
— Tal vez cual la del ángel de María, — 36
Respondía: -"Cuan larga es la gran fiesta
Del Paraíso, nuestro amor ardiente.
Será por nuestras luces manifiesta. 39
" Su claridad, nace de amor ferviente;
vSu artlor de la visión; y aquella es tanta.
Cuanta es la gracia cjue la gracia aumente. 12
EL paraíso —CANTO XIV 621
" Cuando otra carne más gloriosa y santa
Revista nueva vez nuestra persona,
Más grata será al Ser que todo encanta; 45
" Porque se acrecerá lo que nos dona
1^1 sumo Bien que en esta luz nos tiene,
Cxratuita luz que al Bien se acondiciona; 48
" Porque crecer á la visión conviene,
Y crecer el ardor que aquella inflama,
Y en el ardor crecer que de ella viene; si
'' Mas cual carbón que lanza viva llama,
Y que lo envuelve en viva incandescencia,
Y conserva su forma entre la flama, 54
" Así el fulgor que envuelve nuestra esencia,
Nuestra carne, hoy en tierra sepultada,
Mostrará en luminosa trasparencia. 57
" Su intensa luz parecerá atenuada
A los sentidos de la carne inciertos,
Y con su vista el alma deleitada. " — 60
Un Amen, en los célicos conciertos,
Me pareció escuchar, cual si anhelasen
De nuevo revestir sus cuerpos muertos. 63
Y tal vez, no por ellos suplicasen.
Sino por padre ó madre, ó prenda cara.
Antes que en llama eterna se abrigasen. 66
Entonces vi, con luz brillante y clara.
Un resplandor surgir de la primera,
A guisa de horizonte que se aclara. 69
41
622 DIVINA COMEDIA
Como del día en la hora postrimera,
El cielo al presentar nueva apariencia,
Se duda de si es falsa ó verdadera, 72
Así me apareció la nueva esencia
De otras almas, girando centelleante
Fuera de la otra gran circunferencia. 75
Oh, de Espíritu Santo, luz radiante
En toda su verdad! y cuan candente
Venciste mi pupila vacilante! 78
Mas Beatriz, siempre bella y sonriente
Se me mostró; y esta visión querida
Hoy no podría renovar la mente. si
Mi vista por Beatriz fortalecida,
Me hizo ver, que por ella trasladado.
Remontaba á una esfera bendecida. 84
Bien percibí que estaba levantado.
Por el ardiente brillo de la estrella.
De un rojizo color, no acostumbrado. 87
Y con el habla que es en todos bella,
Una en todos, si á Dios rinde holocausto,
Al contemplar la gracia que destella, 90
Aún no en mi pecho el sacrificio exhausto
Conocí la eficacia de mi ruego
Que era acogido en su momento fausto: 93
Entre dos rayos rojos miré luego
Aparecer tan grandes resplandores,
(Jue yo exclamé: / 6^// Hclión, lie aquí tu fuego! ^x^
EL rAKAISÜ — CANTO XIV 623
Cual blancos astros majrnos y menores
Tiende cic un polo al otro centelleantes,
Galasia, confundiendo á los doctores, '/)
Los dos rayos de Marte, rutilantes,
1^'orman constelación del sacro signo
Que en el círculo trazan sus cuadrantes. 102
Aquí mi ingenio y mi memoria inclino:
En aquella gran cruz, flameaba Cristo,
Y ante tan gran modelo, nada es digno 105
Mas quien carga su cruz, y sigue á Cristo,
Disculpará que el numen se reprima
Al ver en su árbol, relumbrar á Cristo. ios
De un cuerno al otro y desde el pie á la cima,
Se mueven vivas luces, cintilando
Al encontrarse y condensarse encima. iii
Así, variadas formas renovando,
En la tierra se ven cambiar de aspecto
Los átomos que en grupo van girando ii4
En el rayo de luz, que cruza recto
La sombra, en la estación acalorada,
Donde el hombre se entrega á sueño quieto, 117
Y como giga y arpa bien templada,
Con muchas cuerdas dan dulce sonido.
Bien que la nota siéntase apagada; 120
Dentro del luminar aparecido
Resonaba en la cruz tal melodía.
Que arrobaba, sin ser el himno oído. 123
^^"^ DIVINA COMEDIA
Que era en loor yo bien lo percibía,
Porque el Risurgz e vinci me llegaba,
Como al que oye y no entiende una armonía.
Y todo, de tal modo enamoraba,
Que en mi vida mortal, ninguna cosa
Más dulce ni atractiva recordaba.
Mi palabra es tal vez desamorosa,
Si parezco olvidar los ojos bellos
Hn que el deseo mío se reposa;
Mas si se piensa que esos vivos sellos
Cuanto más suben dan más luz incisa,
Y aun vuelto no me había yo hacia ellos,
De lo que yo me acuso, tendré excusa,
Al procurar decir lo verdadero,
Pues el santo placer no se recusa,
Porque se hace, subiendo, más sincero.
126
129
132
135
I3S
CANTO DECIMOQUINTO
Del brazo de la cruz formado por los espíritus resplandecientes del quinto cielo, se
desprende una luz que dirije al Poeta palabras paternales, y le declara (jue es su
tatarabuelo Cacciagüida. — Se liabla de la genealogía de su familia, de las anti-
guas costumbres patriarcales de Florencia, en contraste con los vicios y discor-
dias, y de los modernos. — El espíritu, ;il relatar sus servicios, dice que formó
parte de la segunda cruzada predicada por San r>ern:u do, y que ganó el marti-
rio, combatiendo por la fe de Jesucristo.
Benigna voluntad, en que se licúa
Siempre el amor que rectamente inspira,
Como en el mal la voluntad inicua, 3
Silencio puso á la armoniosa lira,
Aquietando sus cuerdas con la mano.
Que en el cielo las templa y las estira. 6
No había sido mi plegaria en vano,
Cuando la rueda de ánimas, atenta.
Me brindaba su goce soberano ! 9
— Bien merece el mortal que se lamenta.
Corriendo tras de cosa que no dura.
La suerte que en la vida le atormenta!— 12
Como en aura serena, quieta y pura
Trascurre una centella pasajera
Agitando la vista, antes segura, is
626 DIVINA COMEDIA
Que una estrella creyérase viajera,
A no ser que en el punto donde asciende
No falta estrella alguna de la esfera; is
Así del brazo que á la diestra extiende
Hasta el pie de la cruz, corriera un astro
De la constelación que en ella esplende: 21
Sin desviarse la perla de su rastro,
Discurrió por la lista iluminada
Como luz encerrada en alabastro. 24
Tal la sombra de Anquises, bienamada,
(Si hemos de creer á la más alta musa)
Corrió á Eneas en plácida morada. 27
O sanguis nieiisl o super infusa
Gratia Deil sictii tibí, cui
Bis unqttain cceli janna reclusa) 30
Así la lumbre habló y á ella volví:
Y luego hacia Beatriz volví el semblante,
Y asombrado quedé de cuanto vi: 33
Ardía una sonrisa tan radiante
En sus ojos, que estar me imaginaba
De la gracia en el cielo confinante. 3í.
El alma, cuya lumbre me encantaba
Su oración prosiguií), más de manera
Que no pude entender lo que me hablaba; 3)
No porque oscuro su lenguaje fuera,
Sino por lo sublime del concepto,
Que no se alcanza en la mortal esfera. 42
VA. rAKAISO — CANTO XV 627
Y cuando el arco del ardiente afecto
Desprendió la palabra, (jue fijada
1mi el blanco ciuedó de mi intelecto, 45
Entendí que decía emocionada:
— "Bendito seas tú! Tú, Trino y Uno!
Que has protegido á mi progenie amada!" 48
Y prosiguió: "Cuan largo y grato ayuno,
Desde que leo en este libro magno,
Inmutable en lo blanco y en lo bruno, 51
"Has satisfecho al fin, ¡oh caro hermano!
Gracias á la mujer que te ha subido
En sus alas al cielo soberano ! 54
•
" Tú crees, que tu pensar á mí ha venido
Por reflexión de Dios, como radiante
El uno, en seis ó cinco se halla incluido ; 57
" Por eso no me pides suplicante
Que te diga quien soy, cuando gozoso
Aun más que la otra, brillo en este instante. 00
"Y en verdad; lo pequeño y lo grandioso
De esta vida, se espeja en el espejo,
Que alumbra el pensamiento vagaroso; 63
"Pero el sagrado amor, de que no alejo
La vista siempre fija, me asaéta
Como dulce anhelar, que da consejo. 66
" Ora, en tu voz segura, alegre y quieta.
Suene la voluntad, suene el deseo.
Que mi respuesta el cielo la decreta." — 69
628 DIVINA COMEDIA
Miro á Beatriz, y en su sonrisa leo
Que sin hablar penetra mi conciencia,
Y exclamo, dando vuelo á mi deseo: 72
— "Dotados por igual de amor y ciencia
Por la Igualdad suprema y primitiva
Gozáis del equilibrio en su presencia; 75
" Porque el sol, de sus llamas fuente viva
Os dio calor y luces siempre iguales,
A semejanza de su llama activa; rs
"Mas, querer y saber, entre mortales.
Por razón que tenéis bien manifiesta,
Tienen alas con fuerzas desiguales. sí
"Esta desigualdad me ha sido impuesta
Como á mortal, aunque mi mente espacio
Para asistir á la paterna fiesta; 84
" Y te suplico á ti, vivo topacio.
Adorno de esta joya tan preciosa.
Dejar mi pecho con tu nombre sacio!" — 87
-- "Hoja de mi árbol! cuanto tiempo ansiosa
Mi alma esperó. — Yo tu raíz he sido" —
— Así me dijo el alma luminosa. — ^^o
Y prosiguió: "Aquel de que ha venido
Tu cognación, cien años sin consuelo.
Del monte el primo borde ha recorrido. 03
"Ha sido mi hijo, y fué tu bisabuelo,
Y es justo que tu abrevies su fatiga
Con meritorias obras en el suelo. %
EL paraíso — CANTO XV. 629
" l^'lorencia, en viejo muro que aun la abriga
Donde aun se oye sonar la Tercia y Nona,
\'ivía en paz, de la modestia amiga. 99
" No gastaba collares, ni corona.
Ni sus damas, calzados ó cintura.
Que brillasen aun más que la persona. 102
'' Aun era para el padre una ventura
Una hija tener, porque venía
Con los años, la dote en su mesura. ios
"La casa sin familia, no existía,
Ni pudo Sardanápalo mostrarle
Kl lujo que en sus cámaras cabría. ios
" No pudo á Montemal sobrepujarle
Ucalatayo, que como ha vencido
Para subir, bajar ha de costarle iii
"He visto á Relinchón, andar ceñido
De cuero y hueso, y asomar la esposa
Ante el espejo, rostro no teñido. lu
"Y á los Vequios y Nervi, ser preciosa
Una piel, de bordados no cubierta,
Y á sus consortes rueca laboriosa; 117
" Felices, cada cual tenía cierta
La tierra de su tumba, y aun ninguna
Su cama, por la Francia halló desierta. 120
" Una velaba al lado de la cuna
Consolando á los niños en su idioma.
Que á padre y madre en un amor auna; 123
630 DIVINA COMEDIA
*^La otra, los hilos de su rueca toma,
Haciendo á la familia algún relato
Del Troyano, de Fiésola ó de Roma. 126
" Creo entonces hallar fuera insensato,
Una Cangüela, un Lapo Saltarelo,
Cual hoy, una Cornelia, un Cincinato. 129
" En tal estado, de virtud modelo,
Y en tal ciudad del cielo bendecida,
Me hizo María huésped de su suelo, 132
" Por tierno grito maternal movida,
Y en vuestra antigua pila bendecido,
Nací á la vez Cristiano y Cachagüida. 135
"Mis hermanos, Morón y Elíseo han sido;
Mi mujer vino á mi de Val de Pado,
Y de esta fuente viene tu apellido. i38
" Serví bajo el imperio de Conrado,
Y caballero fui de su milicia,
Y por mi bien obrar, gané su agrado. ui
" Seguíle á combatir á la malicia
Del impío, que usurpa torpemente,
Por culpa del Pastor, vuestra justicia. lu
"Y fui por mano de tan torpe gente
Desatado del mundo aquel, falaz,
Cuyo amor es de vicios la simiente, 147
"Y vine del martirio á Santa paz." —
CANTO 1)K(!1M0SEXT0
VA l'oiUa cxpcriiniMita on el rielo i-.l sintimicnto luunaiio de la nobleza íIc la san-
;;;rií. — Interroga á su tatarabuelo sobre sus antepasados y sobre la eondición
de los habitantes d(í Florencia en su tiempo. — Cacciagüida le contesta y
estigmatiza á los nuevos habitantes, que han hecho degenerar la antigua ciu-
dad, introduciendo en ella la discordia. — El Poeta pone en boca de su ante-
pasado palabras severas contra sus enemigos, que lo habían desterrado de su
patria.
Oh, nobleza de sangre con pobreza!
Que de ti se gloríe tanta gente
En la tierra tan llena de flaqueza, 3
Ya no me maravilla ciertamente;
Que allá do el apetito se modera,
En el cielo, llenaste tú mi mente! 6
Bien sé que tú eres capa pasajera,
Que si no se remienda cada día
La cercena del tiempo la tijera. 9
Con el VoSj que era en Roma primacía.
Aunque no siempre fuera acostumbrado,
Recomencé con la palabra mía; 12
Y Beatriz, que se estaba á mi costado.
Reía, como aquella que tosiera
De Ginebra al galán enamorado. 15
— "Vos sois mi padre, — así yo prosiguiera, -
Vos prestáis á mi labio la energía;
Vos me eleváis á más sublime esfera. is
632 DIVINA COMEDIA
"Entran en mí torrentes de alegría:
Mi mente llenan ríos de leticia,
Que goza en contener el alma mía; 21
"Habladme, pues, oh paternal primicia,
De vuestros padres, y de aquellos años
Que señalaron la primer puericia. 24
"Decidme, cuáles eran los rebaños
Entonces de San Juan, y entre la gente
La digna de ocupar estos escaños." — 27
Como el carbón se torna más ardiente
Al soplo de los vientos, vide, aquella
Luz esplender más amorosamente, 30
A mis ojos mostrándose más bella;
Y me habló con acento dulce y suave.
Que en el moderno hablar no se resella: 33
— "Desde aquel día en que se dijo el Ave,
Al parto, en que mi madre, mujer santa,
vSe alivió con mi ser, del peso grave, 36
"Marte, quinientas veces se adelanta
Con más ochenta y tres en su carrera,
A encenderse del León bajo la planta. 39
"De mi familia el sitio en que naciera
Era en Florencia su postrero sexto,
Que en vuestras fiestas marca la carrera. 42
"Baste de mis mayores decir esto;
Quienes fueron, de donde procedieron.
Mas callar, que el decirlo creo honesto. 45
liL l'AWAISO— CANTO XVI 633
"IvOS (juc entonces llevar armas pudieran
Entre el puente de Marte y el Bautista,
Vn quinto de los de hoy acaso fueran. 48
"Mas, la ciudadanía, que ora es mixta
Con Figuinos, Certaldos y Campéanos,
Era í^enuina en el más bajo artista. si
" Más valiera tenerlos más lejanos
A esos hombres, y haber por colindantes
Los pueblos de Galluzzo y de Trepianos, 51
"Que sufrir los olores repugnantes
De los villanos de Aguillón y Signa,
En materia de estafa penetrantes. 57
"Si en gente cada día menos digna,
César, en vez de una madrastra puerca.
Tuviera madre con amor, benigna, 60
"El Florentino que se vende y merca
Hubiera retornado á Semifontes
Donde su abuelo mendigaba, cerca; 63
"Montemurlo, sería de sus contes;
Estarían los Cirquios en su Ancona,
Y en Valgraba quizá los Buendalmontes; 66
" Que á fuerza de mezclar tanta persona,
Las ciudades se ven indigestadas.
Como el cuerpo que cebos amontona. 69
"Cae el toro entre ovejas encegadas,
Y á veces una espada, tan solo una,
Corta más y mejor que cinco espadas. 72
634 DIVINA COMEDIA
"Si ves, los de Urbisaglia y los de Luna
Que se han ido, y cual yace en decadencia
De Sinigaglia y Chiusi la fortuna, 75
" Verás como se acaba la existencia
De las familias en la vida inerte,
Y verás su destino en evidencia. 78
"Todas las cosas vuestras llevan muerte,
Y si hay entre ellas, más durable alguna,
Vuestra corta existencia no lo advierte. si
" Como bajo el influjo de la luna
El mar cubre la playa ó se retira.
Así trata Florencia su fortuna; 84
"Y por eso no es cosa que se admira
Lo que diré de excelsos Florencianos,
Cuya escondida fama nadie mira. 87
" A los Hugos yo vi, los Catalanos,
Filipis, Creció, Ormanes y Alverigios,
P2n decadencia, grandes ciudadanos; 90
"Y ancianos vi rodeados de prestigios,
Junto con los vSannella á los del Arca,
Y Ardingos, Soldanieris y Hostigios. 93
" Sobre la puerta que al presente abarca,
De nueva felonía tnnto peso,
Que hará muy pronto naufragar la barca, 96
" Los Raviñani vi, quien su deceso
Dieron al conde (niido, y los que el nombre
Del alto Belinchón llevan impreso; 99
EL paraíso — CANTO XVI 635
" Pressa ganaba en el gobierno, agnombre,
Y doraba su espada Galigayo
En su pomo grabando su renombre. 102
"(irande era la columna ya del Vayo;
Grandes los Gallos, vSacjuios y Berucios,
Aunque después adulteró el estayo. io.=>
" La cepa que dio origen á Calfucios
Era grande también, y se sentaban
En las curules, Sizios y Arrigucios. ios
"Oh, cuan nobles entonces se mostraban
Los hoy caídos, con las bolas de oro
Que á Florencia con glorias enfloraban! iii
" Esto hacían los padres con decoro,
Mientras los hijos en la iglesia vaca.
Van á buscar engorde en su tesoro. 114
" La raza que hoy, como dragón ataca
Al fugitivo, y que le muestra el diente
Al corderillo, y que con él se aplaca, 117
" Ya aparecía entre tan pobre gente,
Tal que no plugo al Ubertín Donato,
Se la diera su suegro por pariente. 120
" Camposacco, vivía en el Mercato,
De Fiésola venido, y ya se viera
Buen ciudadano, á Juda y á Infangato. 123
"Y diré, cosa increíble y verdadera:
Por breve puerta á la ciudad se entraba,
A que daban su nombre los de Pera. 126
636 DIVINA COMEDIA
" Todo aquel que la enseña levantaba,
Del gran Barón de alto renombre regio,
De Tomás en la fiesta tremolaba: 129
" De aquí, de su milicia el privilegio.
Bien que después al pueblo se reunían
Los que han dorado su blasón egregio. 132
"Gualderios, Importunis, ya existían,
Y sin tanto vecino que le ha entrado.
Aun los del Burgo, quietos estarían. 135
" La casa que tus males ha causado.
Por el justo rencor que se ha encendido,
Y vuestra paz por siempre ha desterrado, i38
" Gozaba de un honor bien merecido.
Oh, Buendelmonte! cuánto mal trajiste
Desdeñando el consorcio apetecido! ui
"Feliz aun fuera mucha gente triste,
vSi Dios te hubiera sumergido en Ema
La primer vez que á la ciudad viniste! 144
" Pero faltaba á su marmóreo emblema.
Que de Florencia guarda el viejo puente,
Víctima hacerla de su paz postrera. -147
"Con los nombrados y otra mucha gente
Vide á Florencia en plácido reposo,
Cumpliendo sus destinos felizmente; 150
" Y con ellos al pueblo, que glorioso
Y justo, enarbolaba blanco lirio.
Que invertido cual símbolo oprobioso, 153
"Trocó en rojo la guerra en su delirio." —
CAiNTO DECIMOSETIMO
El poeta interro^ja á su antepasado sobro las predicciones que acerca de él le
fueran hechas en el Infierno y el Purgatorio con palabras veladas. — Caccia-
güida las confirma anunciándole su destierro y los pesares que le esperan por
las asechanzas de sus enemigos. — El Poeta manifiesta su anhelo de proclamar
ante el mundo las verdades que le han sido reveladas. — Cacciagüida lo exhorta
á perseverar en este propósito, diciéndole, que después del amargo sabor, la nu-
trición de su palabra será sana.
Como acudió á Climene á cerciorarse
Faetón, lo que en su contra había oído,
Y que aun hace á los padres cautelarse, 3
Tal me encontré, y así fui comprendido
Por mi Beatriz, y por la eterna lumbre
Que para hablarme habíase movido. 6
Ella me dijo: "Que el deseo alumbre
Tu mente, y á la llama dé salida
En que la interna estampa se vislumbre. 9
"Lo que puedes decir, cosa es sabida;
Pero di la gran sed que á ti te afana
Para ofrecer á tu alma la bebida." — 12
— "Oh cara planta mía, soberana!
Como en triángulos ven humanas mentes
Dos obtusos incluir, y es cosa llana, 15
42
638 DIVINA COMEDIA
" TÚ ves claro las cosas contingeates,
Antes de ser en sí, mirando al Punto
Que los tiempos sin fin tiene presentes. i8
"Mientras que estuve de Virgilio junto,
En el monte en que el ánima se cura,
Y al descender al ámbito difunto, 21
"Me anunciaron en mal, suerte futura;
Bien que con resistencia yo me siento
Cubo de piedra á golpes de ventura; 24
"Pero tendría mi ánimo contento
Si preveyese la fortuna mía,
Que dardo que se ve, viene más lento." — 27
Así á la luz que antes me hablara pía
Díjele, confesando humildemente
Mi sentir, cual Beatriz me lo pedía. 30
No con ambajes, que á insensata gente
Enviscaba, cuando aun no redimiera
El cordero de Dios al inocente, ^ 33
Sino con lengua clara y verdadera,
Me repuso la luz, de amor paterno
Irradiando sonrisa placentera: 36
— " Contingencia, que fuera del cuaderno
De la materia humana se desprende.
Pintada tiene el ojo del Eterno; 39
"Pero su acción sobre ella no se extiende,
Sino como la vista en que se espeja
Nave en corriente que veloz desciende: 42
EL paraíso— CANTO XVII 639
"De a(iuí, (lUc como hiere vuestra oreja
Del órgano la música, he sentido
El destino que el tiempo te apareja. 45
" Como salió de Atenas compelido
Por su madrastra el hijo de Teseo,
De Florencia saldrás entristecido. 48
"Lo que se busca y (juiere, claro veo,
Y pronto ha de lograrlo quien lo piensa
Donde á Cristo se merca en regateo. si
" La inculpación agravará la ofensa
Con su grito; mas luego la venganza
Hará de la verdad justa defensa. 54
" Tú dejarás cuanto el amor alcanza,
Que es este el primer dardo disparado
Que el arco del destierro en pos nos lanza. 57
"Tu probarás entonces, cuan salado
Es el ajeno pan, y cuan penosa
La escalera que sube el desterrado. 60
" Y lo que hará tu carga más gravosa,
Será la imbécil, la perversa gente
Que acompañe tu vida dolorosa. 63
"Tan ingrata será como inclemente,
En tu contra; mas ten por ev^idencia,
Que la vergüenza marcará su frente. 66
" Su torpeza será prueba y sentencia,
Que su condena cierta se adelanta:
Tu premio, lo hallarás en tu conciencia. 69
640 DIVINA COMEDIA
" Tu refugio primero en pena tanta
El afecto será del gran Lombardo,
Que porta sobre Escala el ave santa. 72
"Y será tan benigno su resguardo,
Que á Ja inversa del uso, tu pedido
Al favor otorgado, será tardo. 75
" Con él verás á un [príncipe nacido
Bajo el influjo de marcial estrella,
Que será por sus hechos aplaudido. 78
" Su nombre entre las gentes no descuella,
Pues 'nueve años no cuenta todavía,
Que en las esferas su destino sella. si
" Antes que el Gaseo enrede en su falsía
Al gran Enrique, despreciando el oro
Mostrará su valor y gallardía. 8+
"Grande en magnificencia y en decoro,
Sus enemigos le serán propicios,
Y sus lenguas, de aplauso serán coro. 87
"Él te dispensará sus beneficios:
Por él, de la riqueza, hoy pobre gente.
Gozará bajo válidos auspicios. ';o
"Y esto de él además guarda en tu mente;
Mas no lo digas . . . " — y me habló de cosas
No creíbles, aun vistas de presente, — 93
Agregando:— "Hijo mío, he ahí las glosas
De lo anunciado á ti, con las insiiHas
Que te ocultan las horas tenebrosas. ^><>
EL TARAISO CANTO XVII 641
"Deja á tus compatriotas sus envidias,
Que será su existencia prolongada
Hasta ver castigada sus perfidias." — 99
Calló el ánima santa, reposada,
Luego que hubo tejido la gran tela,
Cuya urdimbre por mí fué preparada. 102
Yo empezé, como el hombre á quien desvela
La duda, y se aconseja de persona
Que mira y ama, y que escuchar anhela: 105
— "Veo, oh padre, que el tiempo me espolona
Y viene contra mí su golpe á darme,
Que es grave al que cobarde se abandona. ios
"Y así, de previsión es bien que me arme,
Pues si la patria pierdo, con mi canto
Otra patria mejor puedo ganarme. iii
"Allá en el mundo del eterno llanto,
Y allí del monte en la sublime altura
En que me guiara la que admiro tanto; 114
"Y en los cielos después, de lumbre pura,
Aprendí muchas cosas que atestiguo.
Con sabor, para muchos, de amargura; 117
"Y si con la verdad me muestro exiguo,
Temo puedan juzgarme sin decoro
Los que á este tiempo llamarán antiguo." — 120
La luz que revestía mi tesoro
Sonreía más bella y más corrusca
Como un rayo de sol se espeja en oro. 123
642 DIVINA COMEDIA
Y repuso: — "Conciencia que se ofusca
Por vergüenza que en otros ó en sí mira,
Has de golpear con tu palabra brusca: 126
"No importa! apártate de la mentira
Y tu visión entera manifiesta,
Y á otros deja rascar sarna con ira. 129
" Tu palabra, al principio harto molesta
Al paladar será; mas nutrimento
Al cuerpo le dará cuando digesta. 132
"Tu voz tendrá la fuerza del gran viento
Que sacude las cimas empinadas,
Y esto dará á tu honor más valimiento. 135
" Para eso, en estas ruedas estrelladas,
Y en el monte y el valle doloroso,
Te han mostrado las almas elevadas; i38
" Que el ánimo de aquel que espera ansioso.
No fía en el ejemplo que se esconda
En origen oscuro ó sospechoso, i4i
"Y que á su íntimo anhelo no responda." —
CANTO DECIMOCTAVO
Cacciagüida señala á su nieto otros grandes espíritus que combatieron por su fe. —
El Poeta asciende al sexto cielo que es el planeta Júpiter, inorada de los que
distribuyeron con rectitud la justicia en el mundo. — Las almas bienaventuradas
forman con sus luces letras movibles, que reproducen las palabras de la Biblia
predicando la justicia. — Otros resplandores nacen de los primeros y dibujan
una águila imperial. -Invectiva del Poeta contra la simonía pontificia.
En silencio gozaba de su Verbo
Aquella luz bendita, y yo gustaba
El mío, entre lo dulce con lo acerbo ; 3
Y la mujer que á Dios me encaminaba,
Me dijo: — "Reconcentra el pensamiento
Ante Aquel que las culpas todas lava." — 6
Me vuelvo al son del amoroso acento
Sin que un punto mi rostro se desvíe
Del alma á que abandono el sentimiento; 9
No que de mi palabra desconfíe,
Sino porque gravitan en mi mente
Ideas que requieren quien las guíe. 12
Y podría decir tan solamente.
Que contemplándola, mi ardiente afecto
Libre de otro deseo al fin se siente. 15
644 DIVINA COMEDIA
Mientras gozaba del placer directo
De lo eternal, de mi Beatriz el viso
Me hace gozar con el segundo aspecto, is
Venciéndome con luminoso hechizo;
Y ella me dijo: — "Vuélvete y atiende
Que mis ojos no son el Paraíso." — 21
Cual suele suceder, que se trasciende
El afecto en la vista, cuando es lanto
Que por todo el espíritu se extiende, 24
Así en las luces de aquel fuego santo,
De Cachagüida conocí el anhelo
De aleccionarme todavía un tanto; 27
Y á decirme empezó: — "Del quinto cielo
El árbol que se nutre de su cima.
Siempre con frutos con su verde velo, 30
" Los celestes espíritus anima.
Que antes de acá venir, tuvieron fama
Y las musas cantaron con estima. 33
"Ora ve de la cruz la blanca llama.
Que al nombrar á cada uno, diseñarse
Veras, como la nube que se inflama". 36
Al nombrar á Josué, desarrollarse
En la cruz resplandor súbito veo,
Que un acto fué nombrarle y el mostrarse. 39
Al señalar al alto Macabeo,
Otro vi, sobre si mismo girando,
Peonza (¡ue el goce bate en su volteo. 42
EL paraíso— CANTO XVIII 645
Así, de Carloniap^no y de Rolando
Kl resplandor sec^uí yo con la vista,
Cual cazador, alcón í\uq va volando. 45
Tras Guillermo, Reinaldo se presenta,
Y el grande Godofredo ante mi vista.
Con Roberto Guiscardo de alta cuenta. 48
La luz paterna con las luces mixtas.
Mostró que el alma que me había hablado,
Era en el canto celestial artista. 51
Volvime entonces hacia el diestro lado
Por ver lo que Beatriz me prevenía,
Con signos ó en palabras expresado ; 54
Y en sus ojos tan pura luz ardía,
Tan llena de placer, que su semblanza
Sus otros resplandores excedía. 57
Y como el hombre que más dicha alcanza
Obrando el bien, cuando de día en día
En el camino de virtud avanza, 60
Yo advertí que mi vuelo se extendía
En el arco del cielo dilatado.
Mirando que Beatriz se embellecía. 63
Y así, como el semblante sonrojado
De blanca virgen, su color perdido
Pronto retorna á su primer estado, 66
Pasé de pronto al cielo emblanquecido
Del sexto cielo, en candido albores
Por su celeste seno recibido. 69
646 DIVINA COMEDIA
Vi la estrella Jovial con sus fulgores,
Irradiando el amor que reverbera,
Palabras ngurar en resplandores. 72
Cual aves que de un río en la ribera,
Congratulándose de sus pasturas
Forman cerco ó vuelan en hilera, 75
Así en su luz las célicas criaturas
Voltijeando cantaban y formaban
La D, la I y de L las figuras. 78
Primero al son de su cantar volaban,
Luego, al trazar sus signos esplendentes,
Detenían el vuelo y se callaban. si
¡Diva Pegasea, que á mortales mentes
Llenas de gloria eterna, y la existencia
Haces durar del genio entre las gentes, 84
Que tu luz ilumine mi copxiencia,
Al descifrar tus letras inmortales,
Y que muestren mis versos tu potencia! 87
Trazando consonantes y vocales
Por cinco veces siete, sus letreros
Brillaron en las luces celestiales.
Diligite justiiía, los primeros,
Con el nombre y el verbo bien distinto:
Qui judicatis terram, los postreros.
<X)
03
Después, en la M del vocablo quinto,
Se ordenaban, y á Jove convertían
En argentino globo de oro cinto. %
KL l'AKA ISO — CANTO XVIII 647
Y hacia lo alto de la M descendían
Otras luces, que al tiempo de posarse
Cantaban, creo, al bien (¡ue las traía. 99
Después, cual dos tizones al chocarse
Dan origen á súl:)ito chispeo.
En que suelen los necios augurarse, 102
Mil luces resurgir en torno veo,
Una más densa y otra más somera.
Según el sol la enciende en su sorteo. io5
Y quieta en su lugar cada lumbrera,
De aquel foco de luz ha renacido
Testa y cuello de una águila altanera. ios
Quien la trazara, guía no ha tenido ;
El es su guía, que la vida alienta.
Con la propia virtud que forma el nido. iii
La otra legión de luces que contenta
Cual corona de la M se mostrara,
Al moverse la imagen complementa. 114
Oh dulce estrella! cuánta piedra rara
Me mostró, que del mundo la justicia
Es la joya que el cielo nos depara! ii7
Ruego pues á la mente en que se inicia
Su fuerza y su virtud, que el humo impuro
Sople del fuego que su rayo vicia.
1 20
Y que otra vez fustigue brazo duro
Al que compra y que vende en medio al templo.
Que señaló con el martirio el muro. 123
648 DIVINA COMEDIA
¡Oh milicia celeste que contemplo!
Ruega por los que están allá en la tierra
Descaminados por el mal ejemplo! 126
Con espadas se hacía antes la guerra;
Ora se hace, de aquí de allá, quitando
El pan que el Padre bueno dá á la tierra. 129
Tú que escribes tan solo traficando,
Piensa que Pedro y Pablo han padecido
Por esa vid que estás tú marchitando. 132
Tú me dirás : — Yo gozo en el delirio
Del oro del Bautista solitario,
Que una danza pagó con su martirio : 135
Pedro y Pablo no son de mi santuario.
(^ANTO DECIMONOVENO
Hablu el ala simbólica (juc contiene en si muchas grand<;s almas. — Su palabra
articula el Vo y el M/o y sus conceptos envuelven el A^os y el Nuestro. —Res-
ponde á la duda oculta del Poeta, sobre si el hombre puede salvarse sin bau-
tismo. — Resuelve la cuestión por la negativa, pero agrega, que muchos que son
cristianos, serán en el jucio final, tratados con más severidad que los paganos. —
Señala á una multitud de malvados soberanos europeos que se hallan en este
caso, asimilándolos á las bestias feroces.
Ante mí, con las alas desplegadas
La bella imagen vi, que trascendía
El goce de las almas concertadas. 3
Un rubí cada cual me parecía.
Por los rayos del sol tan encendido,
Que en mis ojos ardiente refringía. 6
Lo que era, descubrir no es permitido,
Porque nunca se ha escrito ni se ha hablado,
Ni fué por fantasía comprendido, 9
Que del águila el pico á mi costado
Articulaba con el Yo y el Mío,
Nos y Nuestro^ concepto meditado. 12
Y comenzó: — "Por ser tan justo y pío
Exaltado me veo en alta gloria,
Que vence todo anhelo con su brío. is
650 DIVINA COMEDIA
" En la tierra he dejado mi memoria,
Que bien que aplauda la malvada gente,
No sigue las lecciones de la historia." —
18
Cual de muchos carbones brota ardiente
Sólo una llama, mil y mil amores
Brotaban de la imagen esplendente. 21
Y así yo proseguí: — "Perpetuas flores
De la eterna leticia, que por uno
Juntos me hacéis sentir vuestros olores, 24
" Poned fin, respirando, al grande ayuno
Que largo tiempo padecí en el suelo,
Sin hallar para el alma pasto alguno. 27
" Sé bien que la justicia es luz del cielo.
Que si se muestra en el divino espejo.
Miráis vosotros al través de un velo. 30
"Ved cuan atentamente me aparejo,
A escuchar, pues sabéis cuanto he dudado;
Duda que antes de tiempo me hizo viejo." — 33
Como alcón del capillo libertado.
Aletea, moviendo la cabeza.
Galano al emprender su vuelo osado, 36
Así aquel signo muestra su belleza
En la divina gracia entretejido.
Con cantos que los cielos embelesa; 39
Y habló después así: — "Quien ha medido
Con su compás los mundos, y en su esfera
Lo visible y lo oculto ha comprendido, 42
EL PAKAISU — CANTO XIX 651
" No h.'i podido sellarlos, de manera
En todo el universo, (jue su Verbo
Del todo lo inlinito comprendiera; 45
" Y esto se muestra en el j^rimer superbo,
Suma de perfección de la criatura,
Por no esperar la luz, cayendo acerbo; 48
'*Y es natural cjue la ínlima natura
No pueda con los bienes ser colmada
Con lo que es infinito en su mesura. 51
" Por eso, vuestra ciencia limitada,
Débil reflejo de su grande mente,
Que en sus creaciones con amor fulgura, 54
"No sea por natura tan potente,
Que su principio intrínseco discierna,
En la extensión del Ser omnipotente. 57
"Por eso, en la justicia sempiterna,
Sólo alcanza el mortal meditabundo
Lo que la vista que en la mar se interna, 60
" Que en su orilla, no alcanza lo profundo,
Sin penetrar en el inmenso seno
En que se oculta misterioso mundo. 63
" Sólo da luz el resplandor sereno
Que no se enturbia; lo demás es niebla,
O sombra de la carne, ó su veneno. 66
"Bastante he disipado la tinieblgí
Que te escondía la justicia viva.
Con esa duda que tu mente puebla. 69
652 DIVINA COMEDIA
"TÚ piensas: — Nace un hombre allá en la riba
Del Indus, sin que nadie en sus regíosles
Ni hable de Cristo ni su nombre escriba. 72
" Tan bueno en sus deseos y en acciones
Cuanto puede pedirlo el cristianismo ,
Vive puro, sin malas intenciones. 75
" Muere sin fe, m^uriendo sin bautismo.
Dónde está la justicia que condena?
Dónde la culpa está del paganísimo ? 78
" Quién eres tú que alta justicia ordena,
Y á millones de leguas ver pretende,
Cuando lo más cercano ve con pena? si
" Al que por sutileza bien no entiende,
No es maravilla turben dudas tales.
Si en la Santa Escritura no lo aprende. 84
"Pobres mentes! terrestres animales!
La prima voluntad de esencia buena,
Encierra en sí los bienes celestiales. 87
"Todo lo justo con su ser consuena;
Ningún bien natural así la tira;
Porque, radiante, todo bien ordena." — 90
Como en su nido la cigüeña gira
Después que á sus polluelos alimenta,
Y su prole la mira y la remira, 93
Al levantar mis ojos, tal se ostenta
La imagen cuyas alas misterialcs
Agita al pensamiento (|ue la alienta. 96
KL l'AKAISO — CANTO XIX 653
Circulando y cantando dice: — "Tales
Como mis ecos, ;'i quien no me entiende,
« Tal es el juicio eterno á los mortales. " — w
Quietas las luces que la luz enciende
Del líspíritu Santo, en el emblema
Que aun la fama de Roma al mundo extiende, 102
Prosigue : — " Nunca á la región suprema
Subió un mortal sin adorar á Cristo,
Antes, ó en muerte sobre cruz postrema; 105
"Pero muchos que gritan Cristo! Cristo!
En el juicio final, aun menos prope
De él estarán, que el que negara á Cristo. ios
"A esos cristianos damnará el Etiope,
Cuando las almas formen dos colegios,
El uno siempre rico, el otro inope. iii
" Qué no dirán de vuestros guías regios.
Los Pérsicos, al ver el libro abierto
Que atestigüe sus torpes sacrilegios?
114
"Allí la culpa se leerá de Alberto,
Consignada por pluma que condena,
Que del reino de Praga hará un desierto. 117
" Y se verá el dolor, del que en el Sena
Por moneda de ley falsificada.
Diente de javalí sufrir en pena. 120
"Veráse la soberbia no sacisítía.
Que á Inglaterra y á Escocia con su furia
Halló estrecha su tierra limitada. 123
43
654 DIVINA COMEDIA
"Veráse la molicie y la lujuria
Del rey de España, y del Bohemio indigno,
Cobarde rey, que su blasón injuria; 126
" Y a) Cojo de Sión, juicio condigno,
Marcar una virtud con I cumplida;
Y á mil vicios, con M poner signo. 129
"Veráse la avaricia envilecida.
Del que en la isla del Etna tiene asiento.
Donde Anquises finó su larga vida; 132
"Y por mostrar su poco valimiento.
Su registro, con letras mutiladas.
Será, de gran maldad, breve comento; 135
"Y veránse las obras condenadas
Con que su indigno tío, con su hermano,
Dejaron dos naciones deshonradas; i38
"También del rey Noruego y Lusitano;
Y del de Regia, el nombre ha de inscribirse,
Que el cuño adulteró del Veneciano. ui
"Fuera Hungría feliz, si prevenirse
Pudiese de tiranos; y Navarra
Pudiera en sus montañas resistirse. 144
" Y es de liberación segura el arra.
Que se quejan Nicosia y Famagosta,
De la bestia, que echándoles su garra 147
"Del flanco de las nestias más se acosta." —
CANTO VIGÉSIMO
Calla i'l águila, y as! como se ilumina líl cielo, cuando desciende el Sol, con el
resplandor de las estrellas en que brilla su luz, según se creía en tiempo del
Poeta, de tal manera nuevas voces se hacen sentir en su silencio. — El águila
vuelve á hablar y muestra las grandes almas antiguas que encierra en si, ha-
ciendo su elogio. — Explica al Poeta, como algunas almas que él había creído
paganas, tenían su lugar en el ciclo, por haber muerto en la fe de Cristo.
Cuando el astro que al mundo todo alumbra,
Del hemisferio nuestro ya desciende,
Y se consume el día en su penumbra, 3
El cielo, que antes, él tan solo enciende.
Aparece alumbrado derrepente
Por muchas luces, en la que una esplende. 6
Este aspecto del Sol vino á mi mente.
Cuando el signo del mundo y de sus duxes,
En su silencio fué más elocuente. 9
Oh cielos! yo miré tan vivas luces
Aun más brillantes, entonar un canto.
Que en mi memoria, vago reproduces! 12
Oh dulce amor de sonriente manto!
Cual ardían tus chispas inmortales.
Que solo anima pensamiento santo! 15
656 DIVINA COMEDIA
Cuando las bellas gemas celestiales
De que la sexta luz está incrustada,
Apagaron sus sones celestiales, is
De un río de corriente despeñada
Sordo rumor me pareció que oía,
Indicando su fuente levantada. 21
Si en cítara se forma la armonía
Por el mango, y así, como de fuera
En la zampona el viento se la envía, 24
Tal, impaciente por secreta espera.
El rumor, como en caña perforada.
Por el cuello del águila subiera; 27
Y convirtióse en voz articulada,
Y en palabra después, tan elocuente,
Que dentro al corazón quedó grabada: 30
— " La parte que en mí ves, que en sol ardiente
Fija águila mortal, — así empezara, —
Importa que ahora mires fijamente. 33
" De los fuegos que asoman en mi cara
Y en ojo y testa como luz cintila.
Esa es la luz más alta y más preclara. 36
" La que tengo en el medio por pupila.
Fué el cantor del Espíritu más santo,
Que el Arca en triunfo trasportó tranquila. 39
"Ora el valor conoce de su canto.
En cuanto su obra bien se le asemeja,
Y fué remunerado en otro tanto. 42
EL TARAISÜ- CANTU XX 657
"De cinco (jiie son arco de mi ceja,
La cjiíe al pico cercana es manifiesta,
\'^n¿ consuelo de viuda que se queja. 45
" Ora conoce al fin, cuan caro cuesta
Al Cristo no seguir, con la experiencia
De aquella dulce vida y de la opuesta. 48
" El que sigue en igual circunferencia
Que en mis ojos describe arco superno.
Su vida prolongó con penitencia. 5i
"Ora sabe, que el juicio del Eterno,
No se trasmuta, aunque el ferviente ruego
Postergue abajo su decreto eterno. 5+
" Conmigo y con las leyes, viene luego.
Quien con buena intención mal fruto ha dado,
Cuando al Pastor cediendo, se hizo Griego. 57
"Hoy conoce que el mal que se ha imputado
Al bien que procuró no le es nocivo
Aunque por él el mundo está arruinado. 60
" El que miras del arco en el declivo,
Guillermo fué, cuyo país le llora,
Llorando en Cario y Federico vivo. 63
"Hoy reconoce, como se enamora
El cielo del buen rey, y su semblante
Tiñe con el fulgor que lo colora. 66
"¿Quién pensara que en mundo tan distante.
El troyano Rifeo, en lo redondo
De mi ojo, quinta luz fuese brillante? 69
658 DIVINA COMEDIA
"Ora conoce bien, que quien lo hondo
No puede ver de la divina gracia,
Jamás alcanza con su vista al fondo." — 72
Tal como alondra que su vuelo espacia,
Canta primero, y luego el canto cesa
En el dulce gorgeo que la sacia; 75
Me pareció la imagen ver impresa
Del eterno placer, que rectamente
Las cosas á sus fines endereza. 78
Bien que fuese mi duda trasparente,
Cual un color el vidrio manifiesta,
Sin poder enfrenar labio impaciente, 8I
De mi boca salió: — "¿Qué cosa es esta?" —
Como quien se descarga de un gran peso;
Y vi relampaguear con luz de fiesta 84
El ojo del águila en nuevo acceso:
Y respondióme el signo bendecido,
Un término poniendo á mi embeleso: 87
— "Veo que cuanto he dicho lo has creído.
Porque lo digo, sin saber consciente.
Cual suele creerse en lo que está escondido. ')o
"Haces, como el que el nombre de una cosa
Aprende bien, más no su cualidad.
Si otro no se la explica sabiamente. 93
^'' Regmcni ccclortim se abre á la piedad
De ardiente amor y vivida esperanza.
Venciendo la divina voluntad; ?6
KL PARAÍSO- CANTO XX 659
"No del hombre soberbio ;i semejanza:
Véncela porque así (luiere ser vinta,
Y vinta vence por su bienandanza. 99
" Te asombra ver la luz i^rimera y (|u¡nta
En mi ceja, cual signo bendecido
Que en la región angélica se pinta. 102
"No de profanos cuerpos han salido,
Sino cristianos, ya de alma creyente,
En martirio futuro ó ya sufrido. 105
"Una, desde el infierno, cual viviente.
Tornó á sus huesos; nunca vista gracia,
Premio acordado á la esperanza ardiente. 108
" Esperanza tan viva en su eficacia.
Que por Dios su plegaria fué acogida,
Moviéndole á piedad su pertinacia; iii
"El ánima gloriosa, revertida
A su carne, que poco la guardara.
En El creyó, siendo su voz oída; lu
"Y creyendo tal fuego la inflamara
De santo amor, que en su segunda vida
Mereció que en los cietos se gozara. 117
"La otra, en gracia de linfa bendecida,
Que brota en fuente, que humanal criatura
Saber no puede donde fué nacida, 120
"Todo su amor le dio con alma pura,
Y Dios, de gracia en gracia, así le abriera
La vista á santa redención futura; 123
660 DIVINA COMEDIA
"Y al creer en ella, desde entonces fuera
A su piedad, hediondo el paganismo,
Y el vicio reprobó justa y severa; 126
" Y lavara su antiguo gentilismo.
La bella triada de Ja diestra rueda,
Más de mil años antes del bautismo. 129
"Oh predestinación! cuan lejos queda
Su oculto origen y final decreto.
Que alcanzar su razón ninguno pueda! 132
" Y tú, débil mortal, sé circunspecto
Al juzgar, pues nosotros que á Dios vemos
No conocemos todo el ser electo. 135
"Y este ignorar, por dulce lo tenemos,
Pues nuestro bien, con este bien se afina,
Y lo que quiere Dios, también queremos". — i38
Y fué así como el águila divina
Aclaró con su luz mi corta vista,
Y me brindó la suave medicina. i4i
Y como á buen cantor buen citarista
Bien acompaña con vibrante cuerda
En que mayor placer el canto aquista, 144
Así cuanto escuché, se me recuerda.
Que yo vi las dos luces benedictas,
Tal como el parpadeo se concuerda, 147
Mover con la palabra sus Uamitas.
CANTO VIGÉSI]\IOPRTMP]RO
Del cielo de Júpiter, sube el Poeta guiado por Beatriz al sétimo ciclo de Saturno. —
Allí encuentra á los solitarios que se han dado ú la vida contemplativa. — Ve una
altisima escalera de oro, como la de Jacob, por la que suben y bajan llamas
ardientes. — Coloquio entre San Damián y el Poeta, respondiendo el primero á
algunas preguntas del segundo. — Imprecación contra los malos sacerdotes.
Volví á fijar mi vista en el semblante
De mi Beatriz, y mi alma toda entera
Llenaba su atractivo dominante. 3
No sonreía, y dijo: — "Si sonriera.
En cenizas tu ser convertiría.
Como á Semele incauta sucediera. 6
" Por esta escala, la belleza mía,
En el palacio eterno más esplende^
Como lo has visto cuanto más subía; 9
"Tanto, que á no templarla, más se enciende,
Y tu mortal potencia, á sus fulgores
Rama sería que centella prende. 12
" En los sétimos y altos resplandores
Te hallas del signo del León ardiente,
Que en la tierra proyecta sus colores. 15
662 DIVINA COMEDIA
"Pon el alma en tus ojos; que tu mente
Espejo sea al ver á la figura,
Que en ese espejo mirarás patente." — I8
Quien supiera, cuan dulce la pastura
Era del rostro con su aspecto beato,
Al tener que admirar otra hermosura, 21
Comprendería cuánto me era grato,
Al compensar aquel placer divino,
Obedecer al celestial mandato. 2*
En el globo que gira cristalino,
Con el nombre del padre venerando,
Que en la tierra extirpó germen maligno, 27
De áureo color sus luces irradiando,
Una escalera vi, tan levantada,
Que al mirarla, mi vista se perdía. 30
Y miré descender de grada en grada
Tanto esplendor, como si aquella lumbre
Fuese la luz del cielo concentrada. 33
Tal como las cornejas, por costumbre,
Al calentar sus alas ateridas
Cuando del sol asoma la vislumbre, 36
Vuelan, en varia dirección movidas,
Juntas volviendo al sitio acostumbrado,
Y otras por los espacios van perdidas, 39
Del mismo modo el resplandor sagrado
De aquellas luces, vino unidamente
Hasta que se fijara en cierto grado. 42
líL l'AKAISQ -CANTO XXI 663
L.'i m;is cercana .1 mí, tan reluciente
Se puso, cjue yo dije en nií, pensando:
— I^ien veo el grande amor que por mí siente. 45
Mas como la (¡ue indica el cómo y cuándo,
Del hablar y callar, se estuvo quieta,
Venciendo mi deseo, no demando: 48
Ella benigna, ve mi ansia secreta,
En Aquel de (jue toda luz procede,
Y dijo: — "Tu deseo ardiente acjuieto." — 51
Y comencé: — " Hien sé que sólo puede
Mi pobre merecer, ser atendido
Por la que la pregunta me concede! 54
" Oh espíritu que te hallas escondido
En tu leticia! — di qué simpatía
Tan cerca de mi lado te ha traído? 57
"¿Por qué no suena aquí la sinfonía
Del concierto eternal del Paraíso,
Que otras esferas llena de armonía?" 60
— " Es tu oído mortal, como tu viso :
— Repuso. — En esta esfera no se canta,
Por causa que en Beatriz apaga el riso, 63
"Yo desde lo alto de la escala santa
He descendido por hacerte fiesta.
Con esta luz celeste que me enmanta, 66
"Sin que más grande amor me haga más presta;
Que igual amor cada una en sí contiene.
Como su viva llama manifiesta. 69
664 DIVINA COMEDIA
"Mas la alta caridad que nos retiene
Siervas de aquel que todo lo gobierna,
En la suerte que observas nos mantiene." — 72
— ''Bien veo, — dije yo, — sacra lucerna.
De como el libre amor todo concierte
Obedeciendo á providencia eterna ; 75
"Bien que en mi juicio á comprender no acierte.
Como vienes á mí predestinada
Entre las almas de tu propia suerte." — 78
Con mi última palabra pronunciada
El foco de la luz giró en su centro,
Cual piedra de molino, apresurada.
81
Después dijo el am.or que estaba dentro:
— "La luz divina sobre mí gravita
Penetrando en la luz en que me encuentro; 84
"Y su virtud que mi visión excita.
Tanto me exalta sobre mí, que veo
La suma Esencia, ingénita, infinita. 87
" De aquí proviene el gozo en que flameo,
Porque á mi vista, cuanto más se aclara,
Mayor fulgor de caridad poseo. 90
" Pero del cielo el alma más preclara.
El serafín ({ue está junto á Dios mismo,
A tu pregunta nada contestara. 93
"La respuesta se oculta en el abismo
Del eterno saber, (jue es tan profundo,
Que su fondo no alcanza el humanismo. 96
KN paraíso — CANTO XXI 665
"Y esto dirás al retornar al nuindo,
A fin (jue mente humana no presuma
Misterio penetrar del cielo oriundo. w
" La mente, (¡ue acjuí es luz, abajo es bruma.
¿Qué extraño cjue el mortal sea impotente
A comprender lo que es de Esencia suma?" — 102
Ante modo de hablar tan imponente,
Prescindiendo de inútiles cuestiones.
Le pregunté su nombre humildemente. 105
— " Entre playas de Italia, dos peñones
Se levantan, no lejos de tu patria,
Más altos que los altos nubarrones, ios
"Formando giba, que se llama Catria:
Consagrada, á su pie se halla una hermita,
Donde el culto de Dios tuvo su patria." — iii
Así recomenzó la luz bendita.
Prosiguiendo después: — "Con fervor vivo
Allí á Dios entregué mi alma contrita. 114
"Mi alimento fué el jugo del olivo,
Feliz pasando del calor al hielo.
Entregado al placer contemplativo. 117
" Abundante cosecha daba el cielo
A ese lugar, que hoy es un yermo vano,
Y que en un tiempo fuera fértil suelo. 120
" En aquel sitio, fui Pedro Damiano,
Y Pedro Pecador viví en la casa
De la Virgen á orillas del Adriano. 123
666 DIVINA COMEDIA
" Mi existencia mortal era ya escasa,
Cuando cubierto fui con el capelo,
Que hoy de malos á peores se traspasa. 126
"Vino Cefas, y el vaso del consuelo
Del Espíritu Santo, y mendicantes,
Se hospedaron descalzos en el suelo. 129
"Los modernos pastores, son paseantes,
Que para andar precisan de sostenes.
Que carguen con sus carnes abundantes. 132
Cubriendo con su manto palafrenes,
Bajo una piel, dos bestias van andando.
— ¡Oh paciencia que tanto te contienes!" 135
A esta voz, muchas flámulas, girando,
Bajar de grada en grada, vi animarse.
En cada nuevo giro, más brillando, iss
Y en torno de aquella ánima agruparse.
Lanzando un grito de fragor tan lleno,
Que no puede con nada compararse, i4i
Y que me anonadó cual sordo trueno.
CANTO VIGKSIMOSEGIJNI )0
San Bi'iiito se presiMita al Poiíta en el cielo de Saturno y le designa algunos desús
compañeros, dados como él á la vida contemplativa. — Le dice que su Orden
es á la saz(Sn letra muerta, entre sacerdotes avaros y desgenerados. — 'Ascen-
ción del Poeta á la octava esfera de las estrellas fijas. — Beatriz y el Poeta
penetran en la constelación de G»'minis, bajo la cual naciera el Dante. —El
Poeta contempla desde aquella altura el camino recorrido, los planetas que gi-
ran, y al mundo con sonrisa de menosprecio.
En mi estupor volvime hacia mi guía,
Como el niño en sus cuitas siempre corre
A buscar el amparo en que confía; 3
Y cual madre amorosa que socorre
Al hijo desolado, con anhelo,
Y tierna voz que á la desgracia acorre, 6
Me dijo: — "Qué no ves que este es el cielo,
Y que en el cielo cuanto existe es santo,
Y lo que se hace es por devoto celo? 9
" Cuanto te habría conturbado el canto,
Con mi sonrisa, juzgará tu oído,
Si un justo grito te conmueve tanto ! 12
" Si su plegaria hubieras entendido
Tú sabrías el voto de venganza.
Que antes de tú morir, será cumplido. 15
"La justiciera espada, en su hora alcanza,
Tarde ó temprano: al que la teme fiera,
Y al que la anhela lleno de esperanza. is
668 DIVINA COMEDIA
" V^uelve tu vista á la divina hoguera,
Y verás los espíritus famosos,
Que he de mostrarte dentro de su esfera." — 21
La contemplé con ojos anhelosos,
Y cien esferas vi, que mutuamente,
Confundían sus rayos luminosos 24
Y como aquel que en sus deseos siente
Clavado el aguijón, y que trepida,
Entre callar y hablar osadamente, 27
Estaba yo, cuando la más lucida
De aquellas perlas, hacia mí se vino,
De colmar mis deseos complacida. 30
Y hablóme así, su centro diamantino:
— "Si el amor vieses que en nosotros arde,
Tu pensamiento hallara su camino. 33
"Y á fin de que la espera no retarde
Tu gran viaje, daréte la respuesta.
Ya que en hablar te muestras tan cobarde. 36
"El monte, que á Cassino tiene en cuesta,
En los antiguos tiempos, tuvo encima,
Idolátrica gente mal dispuesta. 39
" Yo fui el primero que llevé á su cima,
La palabra de Aquel que trajo al mundo
La verdadera fe que nos sublima; 42
"Y su germen en nu' fué tan fecundo,
Que liberté á los pueblos circundantes
Del culto impío c^uc sedujo al mundo. as
I:L l'AKAISO — CANTO XXII 669
"Esas otras lumbreras contemplantes,
Varones fueron, cuyo ardor primario
Flores fecunda y frutos confortantes. 4«
" Aciuí ves á Romualdo, a(juí {\ Macario ;
Y á mis hermanos, que en las obras nuestras,
Almas y pies llevaron al santuario." — 51
— " El afecto, — repuse, — que demuestras
Hablándome con plácida semblanza.
Cuya bondad veo en las luces vuestras, 54
"Han dilatado tanto mi confianza.
Como el sol en la rosa, cuando abierta
Ostenta de su savia la pujanza; 57
"Y así, te pido oh padre! que revierta
Tu luz su gracia, y que me digas pío,
Si puedo ver tu imagen descubierta. " — 60
Y de él á mí: — "Colmado á tu albedrío
Será tu anhelo en la final esfera,
Y los deseos todos con el mío. 63
"En su perfecta madurez, se entera
Toda esperanza allí; donde inmutable
Todo gravita donde siempre fuera, ce
"Que entre polos no está, ni es confinable;
Y nuestra escala la extensión abarca
Que á tu mirada penetrar no es dable: 69
"Hasta la grada que su altura marca,
Cuando cargada de ángeles se viera,
Sólo la vio Jacob, el gran Patriarca. 72
44
670 DIVINA COMEDIA
"Mas hoy, para subir esta escalera
No mueve el pie ninguno, y la Orden mía,
Es sólo en el papel mancha rastrera. 75
"El muro que los claustros circuía,
Hoy es caverna, y son los capuchones
Sacos llenos de harina de avería. 78
"Mas la usura no tantas maldiciones
De Dios merece, cuanto el torpe fruto
Que trastorna del fraile las pasiones. si
" De la Iglesia la ofrenda, es el tributo
Debido á pobre grey, que pan demanda,
Y no el hartazgo de apetito bruto. 84
" Es la carne mortal por sí tan blanda,
Que no es bastante buen comenzaraiento,
Pues al nacer la encina no da glanda. sz
"Pedro empezó sin oro y sin argento;
Y yo, con oraciones, con ayunos ;
Y Francisco fué humilde en su convento. 90
" Si ora ves el principio de cada uno
En su regla, verás (|ue en su camino,
Lo que era blanco convirtióse en bruno. 93
" Ni aquel milagro del poder divino,
Que torciera el Jordán y el mar desviara.
Remediaría vicio tan dañino." — 96
Así dijo la luz que se engolfara
En la masa de luces, cjue reunida,
A los espacios cual turbión volara. 99
EL paraíso — CANTO XKII 671
Mi dulce jj^Liía, siempre prevenida,
A una señal me hizo subir la escala,
Por su virtud mi pesantez vencida. 102
Nada en la tierra en rapidez iguala
A mi ascención en vuelo reposado.
Como si el aire me llevara en su ala. 105
Pueda, oh lector! no más al cielo amado
P2n triunfo retornar, yo que en mi ruego
Lloro golpeando el pecho, mi pecado, ios
Si no es verdad, que cual tu dedo al fuego
Pronto acercas y esquivas, yo en el signo
Predecesor de Tauro me vi luego. iii
Astros gloriosos que el poder divino
Impregnó de virtud, yo reconozco
Que mi ingenio lo mide tu destino ! lu
Con vosotros nació, se hundió con vosco,
El padre universal de toda vida,
Cuando sentí al nacer el aire Tosco. 117
Después, por alta gracia concedida
En la alta esfera que girando os lleva.
Por vuestras puertas encontré salida. 120
Mi alma á vosotros con amor se eleva
Por el premio alcanzar de la virtud.
En el trance en que el alma se renueva: 123
— " Próximo estás de la final salud ;
— Clamó Beatriz, — y debe tu mirada
Penetrar con intensa plenitud. 126
672 DIVINA COMEDIA
"Antes de ir á región más encumbrada,
Mira hacia abajo, y mira cuanto mundo
Dejé á tus pies, en rápida jornada, 129
"Para que ofrezcas corazón jocundo
A las etéreas almas, que triunfantes
Vienen movidas de placer profundo." — 132
Yo, por las siete esferas circundantes,
Giré la vista, y contemplé este globo
Y sonreí ante su vil semblante. 135
Y soy prudente cuando no me arrobo,
Y más me humillo, porque así lo piensa
Quien en verdad pueda llamarse probo. 138
La hija vi de Latona en luz intensa,
Sin esa sombra que su faz contrista,
Que no es cual yo creía, rara y densa. i4i
Y el resplandor, que no hay quien lo resista
Oh Hiperión! vi de tu hijo, y en su esfera
A Venus y á Mercurio ante mi vista. 144
Y contemplé cual Júpiter tempera
A Saturno y á Marte, claro viendo,
Los círculos que marcan su carrera. 147
Y los siete planetas vi luciendo.
Cuan grades son, y cuanto son veloces,
Y sus distancias al girar midiendo. 150
Los eternos Gemelos, en su vuelo
Me mostraron la Tierra, que orgullosos
Miran los hombres, y encontré consuelo 153
De Beatriz en los ojos bondadosos.
CANTO VIGE8IM0TERÜER0
Alborada celestial. — ApariciiHi triunfal di-. J«:sucristo, acompañado de la \ irjjen
M aria 0.11 medio de la coitc celestial. — La luz del Hijo de. Dios quita la vista
al Poeta, pero al ascender al Empíreo puede contemplar claramente las mara-
villas del Paraíso. — El Arcángel Gabriel, en forma de llama, baja á coronar á
la Virgen, la que se eleva gloriosa arriba de todos los Santos.
Cual ave atenta en el follaje, donde
El nido tiene de la prole amada,
Cuando la noche toda cosa esconde, ^
Por gozar de su vista, enamorada,
Y procurarles luego la pastura,
— Duro trabajo que á su instinto agrada, — 6
De un alta rama pósase en la altura,
Y con ardiente afecto aguarda el día,
Que anunciará del alba la blancura; 9
Erguida así, mi encantadora guía.
Miraba hacia aquel punto de la esfera
Donde aparenta el sol marcha tardía. 12
Viendo que pensativa se estuviera,
Me hallé cual quien desea vacilando,
Y sus ansias aquieta con la espera. 15
Pero sentime más tranquilo, cuando
Entre la larga espera y lo previsto,
Vi que el cielo venía ya aclarando, is
674 DIVINA COxMEDIA
Y ella me dijo: — ^ "Mira aquí de Cristo
La falanje triunfal, que ha cosechado
El fruto que en los orbes tiene aquisto."— 21
Me pareció su rostro iluminado,
Con dulces ojos de leticia llenos,
De un modo tal, que no es para expresado! 24
Como en los plenilunios más serenos
Con las estrellas en fulgor eternas
Diana sonríe en los celestes senos, 27
Yo vi sobre millares de lucernas
Un sol que á todas ellas encendía.
Como el nuestro las lámparas supernas. 30
Y por la viva luz trasparecía
Aquel brillante sol, con luz tan clara,
Que afrontarla mi vista no podía. 33
Pero Beatriz, mi dulce guía cara,
Me dijo: — "Esa sublime refulgencia
Es fuerza de quien nadie se repara. 36
" Es aquí la potencia y la sapiencia,
Que abre camino al Cielo y á la Tierra,
Colmando de las almas la apetencia." — 39
Tal como fuego que la nube encierra,
Al dilatarse, porque allí no cabe.
Contra su propia ley, baja y s.; aterra, 42
Mi mente así, con nutrición tan suave,
Se dilató con impetuoso brío,
Que mi recuerdo, retrazar no sabe. 45
EL i'AKAlSü — CANTU XXIII 075
''Al)rc tus ojos: míranui cu.il río:
Lo (]ue h.'is mirado te hace tan potente,
Que puedes ver hasta el aspecto mío. " — 4h
Yo estaba, como aquel que se resiente
De olvidada visión, y que procura
Renovar con esfuerzos en la mente, 51
Al escuchar tal nuncio de ventura,
Que en el libro del pecho consignara
Como imborrable letra que perdura. 54
Si la voz de Polimnia me ayudara
Con el fraterno coro de armonía,
Que alimenta su leche dulce y cara, 57
Ni cantar un milésimo podría
De la sonrisa de esplendor divino
Que su celeste aspecto embellecía. 60
Por eso, el Paraíso que adivino
Debe saltar el místico poema,
Como quien halla roto su camino; 63
Y quien estime el ponderoso tema,
Que una espalda mortal dobla y enarca,
No ha de increparle, porque débil trema. 66
No es travesía para frágil barca
El mar que surca la atrevida prora,
Ni de nauclero de fatiga parca. 69
Y ella: — "Tanto mi rostro te enamora.
Que no ves el jardín, que peregrino,
Bajo los rayos de Jesús se enflora? 72
676 DIVINA COMEDIA
"La rosa que encarnó Verbo Divino
Aquí está con los lirios perfumados,
Cuyo aroma señala el buen camino." — 75
Sumiso á sus consejos venerados
Mi flaqueza mortal vencer procuro,
Levantando mis ojos arrobados. 78
Como en rayo de sol que hiende puro
Nube espesa, se ven las bellas flores
Del prado antes envuelto en aire oscuro, si
Así vi multitudes de esplendores
Bañados de altos rayos fulgurantes,
vSin el principio ver de sus fulgores. 84
Oh virtud! que tus rayos emanantes
Alzaste pía, dilatando un poco
El campo de mis ojos vacilantes!
87
El nombre de la flor que siempre invoco
Mañana y noche, despertó el anhelo
De contemplar el más brillante foco, 90
Cuando con ambos ojos, vi sin velo.
El cuál y el cuánto de la viva estrella,
Que al mundo vence y que venera el cielo. 03
Bajó por el espacio una centella,
Formando cerco á guisa de corona,
Y la ciñó, girando en torno de ella. 96
La melodía (juc más dulce enton.i
La voz humana, y más el alma tira,
Trueno sería en la celeste zona, 99
EL paraíso — CANTO XXIII 677
Comparaclíi al sonar ele a(}U(ílla lira,
Que coronaba el límpido zafiro
Con (jue el cielo más claro se enzafira. 102
— "Soy el Amor anj^clico, (]ue espiro
Del vientre puro, el goce que concentras,
Que albergue fué de universal suspiro. I05
"Y giraré, Reina del Cielo, mientras
Sigas á tu hijo, y se ilumine el día
Porque en los cielos superiores entras." — ios
Así la circulante melodía
Cantaba, y las lumbreras en su canto
Ensalzaban el nombre de María. iii
Aquel orbe, de mundos regio manto,
En que la llama del Amor se aviva
De Dios potente al soplo sacrosanto, 114
Tan lejos se halla de terrestre riba
En límite sin fin, que su evidencia,
De lo infinito estaba más arriba; 117
Y era pobre de mi ojo la potencia
Para seguir su coronada llama.
Que obedecía á divinal influencia. 120
Tal como niño, que después que mama
Los tiernos brazos á la madre tiende,
Al dulce impulso que su seno inflama, 123
Así, cada fulgor su luz extiende
Hacia la cima, con sublime afecto
Que la luz de María más enciende ; 126
678 DIVINA COMEDIA
Y al extasiarme en su divino aspecto,
Cantan Regina Ccelí, dulcemente,
Con voces que al pensarlo me delecto. \ii
Oh, cuánta es la abundancia proficiente
De aquellas arcas, ricas más que el oro.
Que al mundo dieron tan feraz simiente! 132
Allí se vive y goza del tesoro
Ganado en el destierro con fe pía,
De Babilonia despreciando el oro; 135
Allí el Hijo de Dios y de María
Triunfa, y triunfan bajo él en su victoria,
Los electos que le hacen compañía, i38
Y el que tiene las llaves de tal gloria.
CANTO VIGKSIMOCUAIÍTO
La cena pascual. — Beatriz suplica á los Santos viertan sobre el Poeta el celeste
roció que aclara la inteligencia. — Los Espíritus manifiestan su alegría girando
en torno de Beatriz á la manera de los cometas. —Del círculo más luminoso
sale San Pedro, y accediendo al ruej>o de Beatriz interroga al Poeta sobre
diversos puntos arduos de la Fe. — Ll Poeta resuelve las cuestiones, dando las
razones de su creencia. — La luz del gran Apóstol bendice cantando al Poeta
teólogo y gir;i tres veces en torno suyo.
— " Oh consorcio selecto en la gran cena
Del Cordero pascual, cuya comida
Siempre y por siempre el apetito llena; 3
"Si de Dios por la gracia consentida,
Este mortal merece su alimento.
Antes del tiempo fijo de la vida, 6
"Satisfaced su inmenso sentimiento;
Dadle el rocío de las almas quietas,
Que os refrigera, y que es su pensamiento." 9
Beatriz dijo; y las ánimas selectas.
Globos que sobre su eje van rotando,
Difunden luz á guisa de cometas. 12
Como las ruedas de un reloj girando,
Que en la primera que se pone mente
Quieta parece, y otras van volando, is
Así los ígneos globos, diferente —
mente danzando, muestran la riqueza
De su luz, más ó menos lentamente. is
680 DIVINA COMEDIA
De aquella en quien noté mayor belleza,
Vide salir un fuego venturoso,
Que ninguno quedó de más clareza ; 21
Y de Beatriz en torno, fulgoroso
Giró tres vec^s, con cantar tan divo,
Que hasta he perdido su eco delicioso; 24
Y la pluma lo salta y no lo escribo;
Pues no hay palabra ni pincel potente,
A describirlo ó á pintarlo vivo. 27
— "Oh santa hermana que con ruego ardiente,
Devota pides; por tu dulce afecto!" —
Dijo la bella luz resplandeciente. 30
Y callando, el Espíritu perfecto
Hacia Beatriz le dirigió el respiro,
Que antes le hablara como á ser dilecto. 33
Y ella: — "Gran luz del gran Varón que admiro,
A quien Dios en la tierra dio las llaves
De esta mansión, de santidad retiro! 36
"A éste, en los puntos más ó menos graves
Puedes tentar, sobre la fe sincera,
Que te hizo andar sobre la mar cual sabes. 39
"Si ama el bien, si bien cree y bien espera,
No se ocuha, pues tienes por delante.
Espejo fiel de la verdad entera. 42
" Pero si de este reino es habitante
vSólo quien tiene fe, glorificarla
Debe este ser, con voz vivificante." — 45
EL l'AKAlbU— CANTO XXIV 681
Como contiene el bachiller su parla
Mientras el maestro pone su problema
Pensando en la cuestión sin aclararla, 48
Me armaba de argumentos sobre el tema,
Mientras ella le habló, para estar presto
A responder á la cuestión suprema. 51
— "Di, buen cristiano, y pon de manifiesto:
(Qité es la fe)'' — Yo á la luz alcé la frente,
Ante la luz que preguntábame esto; 54
Y me volví á Beatriz, quien prontamente
Me hizo señal para que yo expandiese
Afuera el agua de mi interna fuente. 57
— "Si la gracia permite me confiese,
— Prorrumpí, — con el alto Primipilo
Que El claramente mi pensar exprese!" 60
Y proseguí: — "Como en veraz estilo
Tu caro hermano ¡oh padre! lo ha enseñado,
— El que contigo puso á Roma al hilo, — 63
" La fe, es en sustancia lo esperado
Y argum.ento de cosa no presente.
— Pienso que bien su esencia he demostrado." — 66
Y escuché: — "Bien está, si claramente
Sabes, por qué la fe se ha definido
Sustancia y argumento juntamente." — 69
— "El Bien profundo, — repliqué advertido, —
Que aquí me ofrece el cielo en su apariencia,
A los ojos del hombre está escondido. 72
682 DIVINA COMEDIA
"Su ser, sólo comprende en su creencia,
Y como su esperí^nza ella contiene.
Deduce de sustancia la existencia. 75
"Con tal creencia, al hombre le conviene
Silogismar, con nuestra corta vista.
Puesto que intento de argumento tiene." — 78
Y escuché: — "Si el saber que allá se aquista.
Hubiera tal doctrina comprendido,
No habría ocupación para el sofista." — 8i
Sopló el amor en fuegos encendido,
Y prosiguió: — "Muy bien la ley y el peso
De tu moneda comprobada ha sido. 84
" Mas dime si en tu bolsa tienes eso." —
Yo repuse:— "Tan lúcida y rotunda.
Que tiene de virtud el cuño impreso. " — 87
Salió la voz de aquella luz profunda:
— " ¿De dónde viene esa preciosa joya
Sobre la cual toda virtud se funda?" — 9o
Y yo: — "Lluvia sin fin que desarrolla
El Espíritu Santo, y que profusa
Del viejo y nuevo cuero el texto apoya, 93
"Es silogismo y es verdad inconcusa,
Grabada en mí con tal convencimiento,
Que toda otro razón parece obtusa." — 96
La luz:— "Del viejo y nuevo Testamento,
Q)uc luz ó qué intuición te ha revelado
Que contenga el divino pensamiento?" — 99
EL l'ARAISO — CANTO XXIV 683
Y yo: "Ser pruch.i de verdad nic ha dado
\'A\ sus obras nativas la natura,
Que liierro sobre el yuníjue no ha forjado." — 102
Respondido me fué: — "¿Quién te ^segura
Que tal obra existiera? liso es lo mismo
Que probar por lo mismo que se jura."— 105
— '•Si el mundo convirtióse al Cristianismo,
— Repliqué, — sin milagros, ese es uno
Que vale por centenas asimismo; ios
" Pues que viniste tú pobre y ayuno
A sembrar en el campo buena planta,
Que viva fué y hoy es silvestre pruno." — iii
Y esto acabado, de la Corte santa
Por las esferas resonó un Laudamos ,
Con melodía, como allá se canta. 114
Y aquel varón que en tan diversos ramos
Me examinara, y conducido había
A sus últimas hojas con reclamos, 117
Así recomenzó : — " La gracia pía
Que tu mente alumbró, te abrió la boca,
Y la has abierto tal cual se debía; 120
"Si bien confirmo la verdad que evoca,
Es menester decir que fe te asiste
Cuando tu labio la verdad invoca. " — 123
— "Santo padre! que ves lo que creíste
Cuando al Santo sepulcro penetraras,
Y á más jóvenes pies te antepusiste!" 126
684 DIVINA COMEDIA
— Comencé, — " Quieres tú que en formas claras
Exprese la razón de mi creencia,
Y su razón y forma no separas: 129
"Yo respondo: De Dios creo en la esencia;
Uno y eterno, que los cielos mueve,
Inmóvil, con amor en su volencia. 132
" No necesito prueba que lo pruebe,
Física ó metafísica, ni ensalmo;
Me la dá la verdad que pura llueve, 135
" Por Moisés, los profetas y los salmos,
Y el Evangelio con su sacro texto.
Que escribisteis vosotros, seres almos! i38
"Creo en las Tres Personas, y con esto
Creo en su esencia, que es tan una y trina,
Que lleva el sttnt y el est de manifiesto. 141
"Y la profunda condición divina
De que me ocupo, en mi cabeza sella
Con su sello, evangélica doctrina. 144
"Este principio que en mi hablar destella
Y me tiene en sus llamas encendido,
En mi cintila como en cielo estrella!" 147
Como el señor que escucha complacido,
Y que abraza á su siervo gratulando
La noticia feliz que le ha traído, 150
Así en torno, bendíjome cantando
Por tres veces, á tiempo que callara
La apostólica luz, á cuyo mando 153
Dije lo dicho; tanto le agradara.
CANTO VIGÉSIMÜQIJINTO
AlusiiSn del Poeta á su pooiiui sacro en que pusieron mano cielo y tierra, á m
(destierro, y á su coronaciim futura en la fuente de su bautismo. — El apóstol
Santiago examina al Poeta sobre la Esperanza y le pone tres cuestiones. —
Beatriz contesta á una de ellas y el Poeta á las otras dos. — San Juan Evange-
lista se une á los Espíritus del Apóstol Santiago y de San Pedro. — El Evange-
lista le hace saber c¡ue solo su espíritu se halla, en el cielo, porque solo el
Cristo y la Virgen María han podido subir en cuerpo hasta los cielos. — Arro-
bamiento del Poeta, que al contemplar á Beatriz cjueda enceguecido.
Si aconteciera que el poema santo
En el que ha puesto mano cielo y tierra,
Y ha largos años me enflaquece tanto, i
Venciese la crueldad que me destierra
Del bello aprisco, en que dormí cordero.
Enemigo del lobo que hace guerra, 6
Con otro pelo y canto más austero,
Como poeta, ceñiré en la fuente
De mi bautismo, mi laurel postrero: 9
Su agua la fe me dio del inocente,
Y entrado en Dios, por ella mereciera
Los tres giros de Pedro bendiciente! 12
Entonces, vi venir una lumbrera
Del cerco do saliera la primicia
Que de Cristo primer vicario fuera, I5
45
686 DIVINA COMEDIA
Y mi Beatriz, colmada de leticia,
Clamó: — "Contempla al gran Varón que asoma,
Por quien allá visitan á Galicia." — I8
Como cuando se posa la paloma
Con su pareja^ y en su amor se expande,
Y dulce arrullo, circulando toma; 21
Tal el uno glorioso, y otro grande,
Con beatíficos giros se acogieron,
Alabando el manjar que el cielo mande. 24
Congratulados, hacia mí vinieron,
Y corain ine, cada uno quedó fijo.
Con fuegos que mis párpados vencieron. 27
Sonriendo Beatriz, entonces dijo:
— 'Tnclita vida, que la gran largueza
Del Templo, celebró con regocijo: 30
"Haz sonar la Esperanza en esta alteza:
Tu sabes, que tres veces la has mostrado
Por Jesús á otros tres en su terneza." —
33
— "Alza la frente, y mira asegurado;
Que lo que viene del humano mundo,
Debe en aquesta luz ser madurado." — 36
Este conforto, el luminar segundo
Me dirigió; y entonces vi los montes,
Cuya luz me sumiera en lo profundo.
39
— "Pues alta gracia (juiero que tú afrontes
A nuestro lunperador, antes de muerto
En el aula secreta, con sus Contes, 42
i:l lARAisü— canto XXV 687
"Para (jiie veas con su brillo cierto
La lísperanza {\uc tanto os enamora,
Y confortes con ella al mundo incierto. 45
"Dime, qué es ella y como tu alma enflora?
Cuál es su origen? cómo á tí te viene?" —
Así me habló la luz deslumbradora. 48
Y aquella pía que de sí me tiene
Dando á mis alas vuelo tan pujante,
Mi respuesta, solícita previene: si
— " No se cuenta en la igrlesia militante
Hijo que más espere, como escrito
Está en el sol que brilla por delante. 5+
"Por eso, fuele dado desde Egipto,
Que á ver Jerusalén aquí viniera.
Antes del plazo militar prescripto. 57
"Las otras dos cuestiones, en tu esfera
Bien se saben, que son para que cuente
Cuanto su gran virtud te es placentera. 6o
" El puede resolverlas llanamente
Sin jactancia mundana ni sabionda.
jQue la gracia de Dios llene tu mente!" — 63
Como el alumno que al doctor responda
Sin trepidar, en punto en que es experto.
De modo que á su ingenio corresponda, 66
Dije: — "Esperanza, es esperar lo cierto
De la gloria futura, que produce
Gracia divina en mérito no incierto. 69
688 DIVINA COMEDIA
"En muchos astros esta luz reluce,
Y el que desde su altura me la envía
Es el sumo cantor del sumo Duce. 72
^'- En ti esperen, — nos dice en su Teodía, —
Los que saben ¡oh Padre! tu alto nombre/
Puede acaso ignorarlo la fe mía? 75
" Su lluvia derramaste sobre el hombre,
Que has destilado en este pecho, lleno
Con tu Epístola santa y tu renombre." — 78
Mientras que hablaba, dentro al vivo seno
De aquel incendio, tremolaba un lampo.
Cual relámpago brota en fuego pleno. si
Y espiró: — "El Amor con que aún me alampo,
Que á su virtud mi espíritu somete,
Desde que con la palma dejé el campo, 84
"Quiere que en ti lo infunda y te delecte;
Y rae agrada saber tu pensamiento:
¿Qué es lo que la Esperanza te promete?" — 87
Y yo: — "El antiguo y nuevo Testamento
Lo dicen." — Y él: — "Pues dilo." — Yo en seguida:
— " En las almas, de Dios el sentimiento, 90
"Dice Isaías: Cada cual vestida
En su tierra será con doble veste;
Y es su tierra esta pura y dulce vida. 93
"Y el texto de tu hermano está conteste
Cuando á blancas estolas se refiera,
Y esta revelación nos manifieste." — 96
EL TARAISO — CANTO XXV 689
Y antes cjue estas palabras concluyera,
Un Spcroif />/ U\ arriba oía,
Que al coro celestial le respondiera. 99
lín seguida una luz resplandecía,
Que si un cristal así Cáncer tuviera,
En el invierno, un mes sería un día. 102
Como entra en danza, virgen hechicera,
Haciendo á nueva esposa los honores,
Y en su inocencia nada más espera, ios
Así la luz brotada de esplendores
Vino á las dos, girando en su cadencia
Con el intenso ardor de sus amores, ios
Y al canto se mezcló por complacencia:
— Inmóvil, mi Beatriz ante su aspecto,
Callaba como novia en su inocencia. — iii
— "Este es quien sobre el pecho, con afecto
El Pelícano nuestro puso, y fuera
Sobre la cruz á grande oficio electo." — \\\
Beatriz, estas palabras profiriera,
Inmóvil siempre, con la vista atenta.
Contemplando la espléndida lumbrera. 117
Como aquel que mirar al sol intenta
Y piensa que es el sol el eclipsado,
Sin ver la luz que de su ser se aumenta, 120
Así quedé ante el fuego, deslumhrado,
Y una voz escuché:- "La luz te ciega.
Buscando aquí lo que jamás ha estado. 123
690 DIVINA COMEDIA
" Tierra en tierra es mi cuerpo, mientras llega
Aquel momento en que se colme el plaustro
De los electos que el Eterno allega. 126
"Con doble estola en el divino claustro,
Solo hay dos luces con sublime giro:
Sépalo el mundo desde el norte al austro." — 129
A estas palabras, á los fuegos miro
Detenerse, cesando el dulce canto,
Que el trino daba en celestial respiro; 132
Como los remos bogan, entretanto
Ruge la tempestad, y el movimiento
Paran, si se oye un silbo en el quebranto. 135
Ay! cuanto de mi mente fué el tormento
Al volverme á mirar á mi Beatriz!
No la pude mirar en el momento, i3s
Bien que á su lado, en mundo tan feliz! -
CANTO VIG K8IM0SEXT0
San Juan Evangelista dirige la )/alal)ia al Poeta, deslumbrado por su luz, y lo
examina sobre la virtud to.ologal de la Caridad.— El Poeta diserta con argu-
mentaciones filosóficas y textos sagrados sobre la naturaleza del amor divino,
y la corte celestial aplaude sus conclusiones. - El Poeta recobra la vista, rea-
nimado por las luces de Beatriz. - Aparición de Adam, quien responde á las
cuestiones del Poeta, precisando la época de su nacimiento en el Paraíso, la
causa de su destierro, y el idioma primitivo.
Mientras que vacilaba enceguecido
Por la luz que me había deslumbrado,
Sonó un respiro en el atento oído, ?>
Diciendo: — "Si en tus ojos se ha apagado
La luz que por mi luz fuera consunta,
De hablar y razonar no estás privado. 6
"Comienza, pues, y dime adonde apunta
El alma tuya, y ten por cierto y fía,
Que tu vista extraviada no es difunta; 9
"Pues la criatura que tus pasos guía
En estas luces, tiene en su mirada
La virtud de las manos de Ananía. " — 12
Y yo: — ^Que presurosa ó retardada,
A su placer, abra estas vivas puertas
Por donde entró su imagen adorada! 15
692 DIVINA COMEDIA
•' Las dichas que en el cielo son ofertas,
Es el Alfa y Omega, y su escritura
Mi amor descifra con sus luces ciertas. " — is
Y aquella voz que me infundió pavura,
Y que la causa fué de mi ceguera,
Hacerme razonar aun más procura, 21
Diciéndome: — "Con fina cernedera
Debes cernir, y hacia que blanco pones
Los puntos de tu flecha en esa esfera." — 24
Y yo: — "Por filosóficas razones,
Y autoridad que desde aquí desciende.
Tengo del grande amor las impresiones. 27
"Que el bien, en cuanto bien por tal se entiende,
Encendiendo el amor, más lo sublima,
Cuanto mayor bondad en sí comprende; 30
" Y así, la esencia pura que lo anima
En cada bien en que su acción renueva
Sea un rayo de luz que la reanima; 33
"Y por eso es forzoso que se mueva
La inteligencia amando, y que discierna,
La verdad, que verdad tiene por prueba. 36
"Esta verdad la tengo por eterna,
Porque el primer amor la ha demostrado
En toda la sustancia sempiterna; 39
"Y lo enseña el Autor que no ha fallado.
Cuando dijo á Moisés, por darle aliento:
Que iodo es bueno te será mostrado. 42
i:l takaiso -canto xxvi 693
" Tú lo enseñas también, con alto acento,
De tu Evangelio en el sublime arcano,
Que es en el mundo el grande fundamento." — 45
Y me observó: — "Por intelecto humano,
Y gran autoridad con (¡uc concuerda,
Consagra á Dios tu amor más soberano. 48
•'Pero dime si sientes otra cuerda,
Que á Dios te arrastre, y di con claros sones
Con cuantos dientes ese amor te muerda. " — 51
Bien penetré las santas intenciones
Del águila de Cristo en sus alturas.
Dirigiendo hacia el bien mis confesiones. 54
Y así recomencé: — "Las mordeduras
Que convierten á Dios el alma entera.
Son de mi caridad señales puras; 57
"Que el ser del mundo, y el que Dios me diera.
La muerte que sufrió porque yo viva,
Y lo que todo fiel conmigo espera, 60
" Con la predicha conoscencia viva,
Al sacarme del mar del amor muerto,
Me han conducido á salvadora riba. 63
" Las frondas que enfrondecen todo el huerto
Del Hortelano eterno, yo amo tanto
Cuanto los bienes de su seno abierto. '' —
66
Así que hube callado, un dulce canto
Resonó por el cielo, y mi Señora,
Repitió con el coro : — Santo / Santo /
69
694 DIVINA COMEDIA
Como una luz despierta punzadora
Al que duerme, y temprano le amanece,
Hiriendo la pupila vibradora, 72
Y que despierto lo que ve aborrece,
— Tan necia es la vigilia inesperada! —
Hasta que el juicio sano se esclarece, 75
La vista por Beatriz me fué lavada
Con los rayos que su ojo despedía.
Alumbrando mil millas su mirada. 78
Vi que con más poder que antes, veía, '
Y estupefacto, pregunté quien era
Un cuarto resplandor que percibía. si
Dijo Beatriz: — "Desde esa gran lumbrera
Contempla á su Hacedor el alma prima,
Que la prima Virtud formó primera." 84
Como gajo del árbol, cuya cima
Dobla el viento al pasar, y se endereza
Por la propia virtud que la sublima, 87
Tal hice yo, doblando la cabeza,
Mientras me hablaba; pero más seguro
De hablar sentí el deseo, con viveza, 90
Clamando: — "Único fruto, que maduro
Nació en el mundo, ¡Oh padre primitivo.
Del hombre en el pasado y el futuro! 9.'
"Con cuanto el hombre tiene de expresivo.
Te suplico comprendas el desvelo
En (jue por escucharte me desvivo." — oo
EL I'ARAISO - CANTO XXVI 695
Suele animal cul)¡ert() por un velo,
Al moverse, mostrar por lo (]ue ansia,
Manifestando al exterior su anhelo: 99
De tal manera el alma se movía,
Dejando traspirar por su cubierta.
Cuanta era en complacerme su alegría. 102
Y respiró: — "Sin que me sea oferta
Tu voluntad, mejor que tú discierno
La cosa que tú tengas por más cierta; 105
" Porque la veo en el espejo eterno,
Que en sí refleja todo lo creado.
Sin que en él se refleje nada externo. ios
" Quieres saber desde qué tiempo he estado
En el jardín sublime, que tu guía
Subiendo excelsa escala, te ha mostrado; iii
"Qué tiempo lo gozó la vista mía;
Cuál de la ira de Dios la causa ha sido
Y el idioma que entonces se entendía: ii4
"No ha sido por gustar fruto prohibido,
Causa primera de mi largo exilio,
Si no el haber su ley desconocido. 117
" Allí donde Beatriz te envió á Virgilio,
Por cuatro mil trescientos y dos giros
Del sol, ansié por ver este concilio; 120
"Le vi girar en luces de zafiros
En su camino, novecientos treinta.
Exhalando en la tierra mis suspiros. 123
696 DIVINA COMEDIA
"Del idioma que hablé perdióse cuenta
Antes de aquel trabajo inacabable
Que de la gente de Nemrod se cuenta; 126
"Porque ningún efecto razonable
Por voluntad del hombre, es duradero,
Si Dios no lo hace para siempre estable. 129
"Hablar es en el hombre don primero,
Mas deja el modo á la humanal natura,
Como le plazca, libre por entero. 132
"Antes de caer á la mansión oscura,
Uno, llamóse al Bien que el bien contiene,
Y que aquí me circunda de luz pura: 135
" Después llamóse Klí, y esto conviene
Porque la usanza humana se fecunda,
Como la hoja del árbol que va y viene. i38
"En el monte que se alza en mar profunda,
Puro viví, y en vida deshonesta,
De la hora prima, hasta la que es segunda, hi
"Si cambia el sol cuadrante en la hora sexta." —
(^ANTO VIGESIM08ETIM0
Despm's de un himno cantado por las voces del Paraíso, San Pe.dro, inflamado
de piadosa indignación, anatematiza á sus avaros suc(;3ores, compariindolos
con los Santos Pontífices de los primeros siglos de la Iglesia. — La indigna-
ción hace resplandecer el color rojo en toda la corte celestial inflamada por
la palabra del Apóstol. — El Poeta, girando siempre con la constelación de
Los Gemelos, se eleva al Noveno cielo ó Primero Móvil, donde no hay dis-
tinción de lugar ni de tiempo. — Las celestes bellezas de esta esfera, mueven
á Beatriz á lamentar la codicia de la familia humana, de que son culpables
los malos monarcas.
— "Gloria al Padre y al Hijo y Almo Santo!" —
El Paraíso con amor cantaba,
Y se embriagaba mi alma al dulce canto. 3
A universal sonrisa semejaba
Lo visto, y me embriagaba su belleza,
Que en el oído y en la vista entraba. 6
¡Oh inefable alegría de pureza!
¡Oh de paz y de amor eterna vida!
¡Oh sin afán, segura y gran riqueza! 9
Ante mis ojos contemplé encendida
Una cuádruple luz, y la primera
Que antes me hablara, más esclarecida; 12
Mas su color cambió de tal manera
Como si Jove se tornase en Marte,
Que ave que muda pluma pareciera. 15
698 DIVINA COMEDIA
La sabia Providencia que reparte
Celestes cargos, á las luces de oro
Puesto había silencio en toda parte, is
Cuando escuché : — "Si yo me trascoloro
No te asombre, mortal, porque á mi acento
Verás cambiar color á todo el coro. 21
"El que en la tierra usurpa mi alto asiento,
(Mi asiento sí, que es como sede vaca
Ante el Hijo de Dios que mira atento); 24
"Mi cementerio ha convertido en cloaca
De sangre y podre, tanto que el malvado
Que del cielo cayó, su rabia aplaca." — 27
De aquel color, que el sol trasparentado
Tiñe la nube, tarde y de mañana.
Se mostró todo el cielo iluminado. 30
Cual casta dama, de conciencia sana.
Que oye el relato de una acción impura,
De sí segura, con rubor se afana, 33
Tal de Beatriz, cambióse la figura:
— Así debió eclipsarse el firmamento
Cuando espiró Jesús en su amargura. ~ 36
El grande Apóstol prosiguió el comento,
Pero con voz en sí tan demudada,
Cual fuera del color el cambiamiento: 39
— "No la esposa de Dios, alimentada
Con sangre mía y la de Lino y Cleto,
Fué para ser por la codicia usada; 42
EL l'AUAISO — CANTO XXVII 699
"Sí, ¡)()r i]^()z.ir (le :H|uel vivir perfecto,
De Calixto, de Pío, Sixto, Urbano,
Con sant^re y llanto derramando afecto. 45
"No fué nuestra intención que á diestra mano
De mi heredero, un j^^rupo se pusiera,
Y dividir en dos, pueblo cristiano; 48
"Ni que las llaves que mi Dios me diera
Se convirtiesen en pendón impío.
Que contra el bautizado combatiera; 51
"Ni que pudiera ser el sello mío
Signo de ventas torpes y mendaces,
Que me causan rubor y dolorío. 54
" Con capa de pastor, lobos rapaces.
Se ven de aquí por los amenos prados!
Oh defensa de Dios que inerte yaces! 57
"Veo á Cahors y á Guaseo, preparados
A beber nuestra sangre. Oh buen principio;
Cuáles serán tus fines malhadados! 60
"Mas la alta Providencia, que en Escipio
Dio á Roma un defensor, gloria del mundo,
Socorrerá su grande municipio. 63
"Tú, hijo mío, que triste y vagabundo
Volverás á la tierra, abre la boca,
Y no me ocultes tu pesar profundo." — 66
Cual helado vapor que se desfloca
Baja en forma de copos, cuando el cuerno
De la cabra del cielo al sol ya toca, 69
700 DIVINA COMEDIA
Así el éter espléndido y superno
Ornarse de vapores vi, triunfantes,
Pero ascendiendo, con el coro eterno. 72
Yo seguía los fuegos deslumbrantes
Siguiéndolos en su esplendor alado,
Hasta perderse en luces más distantes. 75
Beatriz, viendo que mi ojo desmayado
Se dirigía en vano á la alta cima,
Me dijo: — "Mira atrás lo que has andado." — 78
Después de ver la tierra en la hora prima,
Vi que había ya el arco contorneado,
Que vá del meridiano á nuevo clima. 8I
Vi el estrecho de Gades, que esforzado
Franqueó Ulises, y luego la ribera
Donde Europa fué á Jove, peso amado. 84
Y mucho más al descubierto viera
En los espacios; pero el sol ya había
A otro signo llevado su lumbrera. 87
Mi enamorada mente, que seguía
La imagen de Beatriz en su hermosura,
A ella volvióse, y vi que más ardía. 00
Si el arte puede así cual la natura
Encantar nuestros ojos por la mente.
En carne humana ó en vivaz pintura, 93
Es nada, todo visto juntamente,
Ante el placer divino que sintiera
Al contemplar su rostro sonriente. 96
EL paraíso — CANTO XXVII 701
Por la virtud que su mirar me diera,
Volé de Leda desde el bello nido,
Hasta alcanzar veloz celeste esfera. 99
Aquel cielo elevado y extendido,
Ks tan igual que ni aún decir podría
Dónde mi vuelo se hubo detenido. 102
Beatriz, que mis anhelos comprendía,
Me habló animada de sonrisa leda,
Que Dios gozarse en ella parecía: 105
— " La ley del mundo que en la tierra queda
Tiene su centro, y el contorno mueve,
Comienza y fina aquí su inmensa rueda. ios
"En este cielo, todo lo promueve
La mente divinal, que amor trasciende
Con el impulso que de lo alto llueve. 111
" De luz y amor un cerco lo comprende,
Cercando á los demás, y ese precinto
Sólo el que lo ciñó su nudo entiende. 114
" Solo él se mira en su girar distinto,
Con tal exactitud, como dispuesto
Se halla en el diez, el dos que forma el quinto, 117
" Ora te quedará de manifiesto
Como el tiempo, sus raíces y sus frondas
Puede extender en tan inmenso tiesto. 120
" Oh vil codicia que el abismo ahondas
Del mísero mortal, en que pereces
Sin levantar los ojos de sus ondas! 123
46
702 DIVINA COMEDIA
"La voluntad humana, bien florece;
Mas la continua lluvia la marchita
Y la savia del árbol se empobrece. 126
"La inocencia y la fe, tan solo habita
En el pecho infantil; pero cada una,
La barba al asomar, se debilita. 129
"Quien, balbuciente aún, primero ayuna,
Y la lengua al soltar, después devora
Cualquier comida y en cualquiera luna; 132
"Quien, balbuciente, que á la madre adora
Y la escucha, cuando habla y cuando crece
Muerta quisiera ver su genitora; 135
"Así, la hija del sol, blanca aparece
En su primer aspecto de mañana,
Y su piel en la noche se ennegrece.
138
"Y has de saber que allá en la tierra insana,
Nadie tiene el timón de su gobierno,
Y así naufraga la familia humana: i4i
"Y antes que Enero salga del invierno.
Por la céntima, abajo descuidada,
Ha de rugir el cerco sempiterno, 144
" Que la fortuna allá tan esperada,
Pondrá la popa donde está la prora,
A su camino recto enderezada, 147
"Y el fruto bueno nacerá en su flora." —
CANTO VIGESLAIOCTAVO
El Poota, despm's de contemplar extasiado á Beatriz, vuelve sus ojos hacia un
punto brillantísimo, y ve nueve circuios en torno de él, de los cuales, los más
inmediatos son los más luminosos y los más rápidos en su movimiento. — Este
Punto, <jue asi se designa en el poema, por antonomasia, es la divina Esencia. —
Los círculos (jue roilean al Punto, son los órdenes angélicos, divididos en tres
gerarquías ternarias. — Beatriz explica cómo el orden de los cielos, concuerda
con el orden de los círculos gerárquicos. — Enumeración de los coros angélicos
y de sus oficios, y explicación de su naturaleza según la doctrina de San
Dionisio.
Después que el paraíso de mi mente,
Habló contra la vida desalmada
Del mísero mortal en el presente,
Como el que en un espejo reflejada
Ve una luz que se enciende á su reverso,
Sorprendiendo su mente y su mirada,
Y mira atrás por ver si el vidrio terso
Le dice la verdad, y que concuerda
Con ella ve, cual música con verso,
Así, — mi fiel memoria lo recuerda, —
Hice, los bellos ojos contemplando
A que me atara del Amor la cuerda:
12
Cuando al volver los ojos, vi tocando
Los míos, aquel cielo, cielo inmenso,
Que en los vastos espacios va girando, 15
704 DIVINA COMEDIA
Un punto vi, de resplandor intenso
Cual punzadora luz que un centro afoca,
Y deslumhrado, me dejó suspenso. is
La estrella que de acá se ve más poca,
Luna sería colocada al lado,
Como estrella y estrella se coloca. 21
En espacio, tal vez aproximado,
Al anillo en que el sol su luz destiñe,
Entre vapor opaco y condensado, 24
Un ígneo cerco que aquel punto ciñe.
Giraba tan veloz, que habría vinto,
El veloz movimiento que restriñe. 27
Y este arco, otro tenía por precinto,
Y un tercero des{)ués, y á más un cuarto,
Y un quinto, más un sexto en pos del quinto; 30
Y un sétimo además en el reparto,
Que la sirviente que obedece á Juno
En su arco magno encontraría aun harto; 33
Y así el octavo, el nono, y cada uno
Más tardo se movía, según era
Su número distante más del uno ; 36
Y se inflamaba en llama verdadera
El más cercano de la chispa pura,
Porque más se encendía en la primera. 39
Al mirar mi sorpresa, con dulzura
Me dijo así Beatriz:— "De ese alto l^unto
Depende el cielo, y toda la Natura. 42
LL i'AUAlSÜ — CANTO XXVIll 705
"Mira el cerco (juc más le está conjunto,
Y sabe, cjue si gira velozmente,
Es que el amor se afoca en ese punto. " — 45
Y yo á ella: — "Si el mundo, símilmente
Estuviese ordenado, de esta esfera
Hallara lo (|ue dices, evidente; 48
"Mas del mundo sensible, en la carrera.
En sus giros, es tanto más divina,
Cuanto más de su centro se halla fuera. 51
"Disipa, pues, de mi alma la neblina,
En este angelical y sacro templo
Que en el amor y con la luz confina. 54
"Necesito saber, como el ejemplo
Y el ejemplar, no marchan de igual suerte,
Que en vano yo sin penetrar contemplo." — 57
— " Que tus dedos no basten á solverte
Ese nudo que nadie ha desatado,
Ni lo intentó, no debe sorprenderte." — 60
Dijo ella, prosiguiendo: — "Pon cuidado
En mis palabras, y tendrás conciencia.
Si piensas, en su gran significado. 63
" La mayor ó menor circunferencia
De los cercos corpóreos, no depende,
Sino de la extensión de su alta influencia. 66
"Mayor bondad, más garande bien comprende,
Y más salud, en cuerpo mayor cabe,
vSi una igual perfección en él trasciende. 69
706 DIVINA COMEDIA
"Así esta esfera, que es principio y llave
De todo el universo, corresponde
Al cerco que más ama y que más sabe. 72
'•Por eso tu medida no responde
A su íntima virtud, que en apariencia
Tan sólo ante tus ojos se arredonde. 75
"Tú verás la final correspondencia
Del más á más, y del mayor al menos,
En cada cielo, en su alta inteligencia." — 78
Como quedan brillantes y serenos
Los espacios del aire, cuando blando
Bóreas los llena con sus vientos buenos, 81
Purificándolos, y disipando
Las nubes, y la esfera ríe bella,
Sus bellezas eternas ostentando; 84
Yo así también, con las razones de Ella,
La escondida verdad mis ojos vieron
Como se ve en los cielos una estrella. 87
Y apenas sus palabras concluyeron,
Como chispeante hierro encandecido,
Chispas de luz, los cercos despidieron.
Era aquel un incendio desmedido:
Su número de chispas redoblado,
l^^n tabla de ajedrez no es contenido.
Un Hosana en los coros fué cantado
Al Punto, que en el ubi, en sus confines
Los puso donde siempre se han hallado.
90
"■n
yo
i:l i'ARAiso— canto xxviii 707
La (jue en mí ve, como en los altos fmcs,
Me dijo: — "ICn esos círculos primeros
Los querubes has visto y serafines, w
" Que en sus órbitas vuelan tan ligeros,
Por semejarse al Punto, cuanto es dado
Volar á los angélicos luceros. 102
" Los amores que en torno se han formado,
Se llaman Tronos del divino aspecto
Porque la prima terna han circundado. io5
"Y has de saber que es tanto más su afecto,
Cuanto su vista en la verdad profunda
Penetra más, y aquieta el intelecto. ios
"Y aquí se muestra bien como se funda,
Que la dicha del bienaventurado
Es la visión, que amor, solo secunda. iii
" Y ese mirar que mide, solo es dado
Al que merece, por bondad divina,
Y que procede así de grado en grado. 114
"Y ese ternario que también germina
En esta Primavera sempiterna.
Que Aries nocturno su verdor no arruina, 117
" Con trinada de Hcsana desinvierna.
De tres órdenes, triple melodía,
Que cual el primo, su delicia interna. 120
" De estas Deas la triple gerarquía.
Virtud, Dominación y Prepotencia,
En el orden tercero se gloría. 123
708 DIVINA COMEDIA
"En la doble ternal circunferencia
Los Príncipes y Arcángeles que giran
Loan sin fin con Angeles su Esencia;
'•Y así ordenados, hacia arriba miran,
Abajo influyen, y hacia Dios llevados,
Unos á otros con amor se tiran.
126
129
" Dionisio, con ardor, en sus dictados,
Al contemplar este orden angelorio,
Tal como yo los tiene designados. 132
"De esta doctrina discrepó Gregorio,
Pero más tarde, con el ojo abierto,
Rióse de sí en el celeste emporio. 135
"Y si tan gran secreto ves, despierto,
Mortal aún, no admires ni me admiro,
Pues quien todo lo ve lo ha descubierto, I38
"A Paulo, abajo, en su celeste giro." —
CANTO VIGESIMONONO
Beatriz, dcspm's ún contemplar el Punto divino, previniendo los deseos del Poeta,
le explica como los ángeles fueron creados por Dios, la división de la milicia
celeste en dos legiones, y como una parte de ellas se reveló contra su autor,
mostrándole los ángeles que recibieron el premio de su fidelidad. — Refuta Bea-
triz la opinión de algunos teólogos sobre el origen de los ángeles. — Impre-
cación de la misma contra los predicadores de su época, que traficaban con
falsas indulgencias y alimentaban su rebaño con fábulas y viento, en menos-
cabo de la leligión verdadera. — Unidad y reproducción délas sustancias angé-
licas en Dios.
Cuando entrambos, los hijos de Latona,
Bajo el signo del Aries y la Libra
En un mismo horizonte forman zona, 3
Cuanto fugaz su brillo se equilibra,
Hasta que el uno ú otro corta el cinto,
Y al cambiar de hemisferio se delibra, 6
Tanto, con rostro de sonrisas pinto,
Calló Beatriz, el Punto contemplando
Por cuyas luces me sintiera vinto. 9
Y comenzó: — "Yo digo, y no demando,
Lo que quieres oir, porque lo he visto.
Donde el uóz termina y todo quando. 12
"No por hacer de bien mayor aquisto,
Que posible no es, pues sus fulgores
Pueden al esplendor, decir: subsisto; 15
710 DIVINA COMEDIA
" El, en su eternidad sin precursores,
Como le plugo y de los tiempos fuera.
Partió el Amor eterno en nueve amores. is
"No que al principio en inacción yaciera,
Pues no tuvo jamás horas contadas
De Dios sobre estas aguas la carrera. 21
" Materia y formas juntas depuradas,
Procedieron de acciones siempre iguales.
Cual flechas de arco triple disparadas. 24
"Como en el vidrio, en ámbar ó en cristales.
Venir, mostrarse, rayo reflejado,
Son acciones y efectos iniciales, 27
"Así el triforme efecto combinado,
De la potencia de su Autor nacido.
Súbito brota en rayo condensado. 30
" Concreado fué tal orden y construido
Con las sustancias, puestas en la cima
Del mundo, en sólo un acto producido. 33
" La potencia pasiva está en la sima,
Y está en el medio la potencia activa.
Ligando lo de abajo y lo de encima. 36
"Gerónimo escribió que en primitiva
Edad, fueron los ángeles creados.
Antes que en tierra la criatura viva; 39
" Lo contrario está escrito en los traslados
De la l^^scritura y de su texto santo,
Y lo verán tus ojos alumbrados; 42
KL lAKAISO —CANTO XXIX 711
'• Y aun l.'i razón comprende un tanto cuanto,
(Jue no es posible fuesen los motores
Sin perfección .1 prexistir por tanto. 45
'' Sabes ya donde y cuando estos amores
Fueron creados; y estos fundamentos
Pueden satisfacer tus tres ardores. 48
" Antes que veinte cuenten tus alientos,
De los ángeles creados, una parte
Turbó los terrenales elementos. 51
"La otra quedó, y se amaestró en el arte
Que tú disciernes, con tan gran delicia,
Que de su giro nunca se departe. 54
" La caída, obra fué de la malicia
Del soberbio, que en ámbitos infestos
Enterró por castigo la justicia. 57
" Los que mirando estás, fueron modestos,
Por celestial bondad edificados,
Que para su obra los creó dispuestos. 60
" Por sus méritos fueron exaltados
Con gracia iluminante, y en su acierto
Son por la firme voluntad guiados. 63
" Y no quiero que dudes, que es lo cierto,
Que recibir la gracia es meritorio
Si la recibe el corazón abierto. 66
" Ya la ordenanza de este consistorio
Comprenderás, si oíste con cautela.
Sin requerir más largo relatorio. 69
712 DIVINA COMEDIA
"Pero como se enseña en vuestra escuela,
Que tiene en sí la angélica natura,
Memoria y voluntad que la desvela, 72
" Más te diré, para que veas pura
La verdad en el mundo oscurecida,
Con equívocos textos de lectura. 75
" Estas sustancias, en celeste vida.
Ven extasiadas la divina cara,
De quien ninguna cosa está escondida. 78
" Por eso, su mirada no repara
En nada más, ni en recordar se empeña,
Ni de su pensamiento la separa. si
"Allá en la tierra, sin dormir se sueña,
Y unos creen y otros nó lo verdadero;
En unos culpa, ó de vergüenza seña. 84
" Por eso no marcháis por un sendero,
Eilosofando: la ilusión trasporta
A lo que trae la mente al retortero. 87
" Y esto, tanto en el cielo en sí comporta
Mayor censura, que cuando es pospuesta
La divina Escritura que se entorta. 90
" Allá no piensan cuanta sangre cuesta
En el mundo sembrarla, y cuanto place
Quien humilde su letra manitlesta. 93
" Cada uno, extrañas invenciones hace,
(^)ue cunden en corriente asaz revuelta.
Predicando h>angelio, cjue deshace. %
liL l'AKAISO — CANTO XXIX 713
"Uno dice: La luna se (lió vuelta
En la pasión de Cristo, y se interpuso
Entre el sol y la tierra en noche envuelta.
99
"Que la luz se escondiera, otro supuso,
Y que al Indo, la España y la Judea,
El eclipse alcanzara circunfuso. 102
" No es tan grande de Bindos la ralea
En Florencia, cual fábulas por año,
Que aquí y allá el pulpito vocea; 105
"Y las pobres ovejas del rebaño,
Tornan del pasto pacidas de viento.
Sin ser excusa el ignorar el daño. ios
"Cristo no dijo á su primer convento:
Andad y predicad al mundo chanzas:
Dio á los suyos verdad por fundamento. iii
"De sus bocas brotaron enseñanzas
Del Evangelio, y por su fe luchando,
Hicieron sus escudos y sus lanzas. in
"Ora, el predicador habla chanceando,
Y con tal que la gente bien se ría,
De nada cuida, el capuchón calando: 117
"Si supiese que pájaro se cría
El vulgo entre sus pliegues, ciertamente
En tales perdonanzas no creería. 120
"Y esto hace que en la tierra se acreciente
La estulticia, que cree sin testimonio.
Cualquiera promisión inconsistente, 123
714 DIVINA COMEDIA
"Para el cerdo engordar de San Antonio;
Y otros, peores que cerdos, que han pagado
Con moneda de falso testimonio. 120
" Pero del grande asunto me he apartado,
En el caminj^ que la luz orienta,
Que el tiempo es corto y nos está contado. 129
" La copia de estos ángeles se aumenta
Si más y más se sube, y no hay locuela
Que con lengua mortal pueda dar cuenta. 1^2
" Al recordar lo que Daniel revela,
Verás que en sus millares de millares,
Un infinito número se cela. 135
"De primitiva luz los luminares,
De manera diversa combinados
Difunden esplendores tutelares; us
" Y por ella los ángeles bañados.
El amor acompaña su dulzura,
Diversamente ardientes ó templados. i4i
" Contempla en su largueza y en su altura
Del Eterno las luces rutilantes.
Que si en muchos espejos se fractura, 144
"Es uno siempre en sí, cual ora y antes."
CANTO TlüGESIMO
Desaparece gradualmente la danza angélica en torno del Punto. — Vuélvese el
Poeta hacia Beatriz, cu)-a belleza se acrecienta. — Beatriz le dice que está en el
Empíreo, y le promete la vista de los Angeles Bienaventurados. — El Poeta ve
delante de sí un río de luz que corre entre márgenes dií flores primaverales, de
que brotan chispas luminosas que se posan sobre las flores y retornan á la
corriente. — El Poeta ve una gratlería en forma de rosa en cuyas hojas se
sientan lo Bienaventurados. — Beatriz le muestra un trono preparado para
Enrique VII, cuyas magnánimas aspiraciones contrariaron los italianos.
Como á millas seis mil en lo lejano
Arde allá la hora sexta, y este mundo
Su sombra inclina, cuasi al lecho plano, 3
Cuando el centro del cielo, más profundo
Comienza á ser, tal que una que otra estrella
Muestra apenas su brillo moribundo ; 6
Y como viene la sirvienta bella
Del sol después, cerrando el firmamento
Hasta el astro final que más destella; 9
Así el triunfo, que loa en su contento
En torno al Punto, porque fui vencido,
Y circunscribe propio movimiento, 12
Ante mis ojos pareció extinguido;
Y á buscar de Beatriz la vista amada.
Movióme amor y estar enceguecido. 15
716 DIVINA COMEDIA
Si toda mi alabanza condensada
Pudiese presentar con su riqueza,
Poco sería, ó no sería nada.
18
Trasladar no es posible la belleza
Que contemplé, y aún vivo persuadido
Que sólo Dios comprende su grandeza. 21
Me doy en este trance por vencido,
Pues jamás escribiendo sobre un tema
Autor grave ó risueño más lo ha sido; 24
Que como el sol deslumbra ojo que trema,
Cuando recuerdo su sonrisa beata.
La mente ofusca con su luz suprema. " 27
Desde aquel día en que la vi tan grata
En esta vida y en aquella vista.
Mi canto de su amor no se desata. 30
Mas no es posible que mi musa insista
Su belleza seguir poetizando,
Con el último esfuerzo del artista. 33
A canto más sonoro encomendando
El loor que mi trompa no le diera,
Voy mi difícil obra terminando. 36
Con gesto y voz de quien hablando impera,
Comenzó: — "Ved del cielo la luz pura:
Ya del más grande cuerpo estamos fuera! 3^í
" Luz de la mente, llena de ventura.
De verdadero amor y de leticia,
Que trasciende doquiera su dulzura. 42
1:L TAUAISÜ — canto XXX 717
"Verás del Paraíso la milicia
En dos legiones, y una con su aspecto
En el día de la última justicia." — 45
Como súbito lampo en su trayecto
Rompe la vista y de poder la priva,
Sin cjue perciba ni el más grande objeto, 4s
Así una circunfusa luz muy viva.
Ciñó mi vista con fulgente velo,
Perdiendo la potencia sensitiva. 51
— "Siempre el amor que da la paz del cielo,
De este modo saluda al bienvenido
Para encender la vela de su celo." — 54
Al entrar estas voces en mi oído,
Y en el pecho me hubieron penetrado,
A más altura me encontré subido; si
Por nueva vista me sentí alumbrado,
De modo tal, que contemplar pudiera
El resplandor más vivo en lo creado. co
Entonces, vi fluyente una lumbrera.
Que corría cual río entre dos ribas,
Pintadas de admirable primavera. 63
De aquel río brotaban chispas vivas.
Que salpicaban las brillantes flores,
Como en oro y rubí, luces activas. 66
Embriagadas después en los olores,
Se sumergían en la luz fluyente,
Alternando sus varios resplandores. ' 69
47
718 DIVINA COxMEDIA
— "El gran deseo que te anima ardiente
De mirar lo que ves con vista clara,
Si á ti te place, á mí es complaciente. 72
•'A beber de esas luces te prepara
Antes que tus deseos sean sacios. "--
— De mis ojos el sol, así me hablara. — 75
" Este río que ves y estos topacios
Que entran y salen, y el verdor sonriente.
Son de otro ser sombríferos prefacios. 7»
"Pueden verse cual son muy fácilmente,
Y si td no lo ves, es que turbada
Tu vista, á penetrarlo no es potente." — si
El infante, tan pronto la mamada
No busca más ansioso al despertarse,
Cuando ha pasado la hora acostumbrada, 84
Como yo, por mejor ver espejarse
Mi vista ansiosa, en la fluvial hoguera.
Que encierra la virtud de mejorarse. S7
Y al par que de mis ojos la visera
Mojaba en ella, vi que redondeada
En vez de larga, ante mis ojos fuera. 90
Y como vése gente disfrazada
Al mostrarse con máscaras depuestas,
Aparecer de pronto trasformadas, 93
Tal se cambiaron en mayores fiestas
Las flores y las chispas que yo vide,
Y ambas cortes del cielo manifiestas, 96
ÜL paraíso -CANTO XXX 719
jOh grandeza de Dios, por (juien yo vide
Alto triunfo del reino verdadero!
Dame fuerza al decir como lo vide! 99
Hay en la altura, celestial lucero
Que el Criador sólo muestra á la criatura,
Que en paz se goza en verle por entero: 102
Se desarrolla en circular figura,
Tanto, que su normal circunferencia,
Fuera en torno del sol larga cintura: 105
Un solo rayo tiene en apariencia,
Que del Móvil primero es el reflejo,
Del que toma su vida y su potencia. ios
Cual colina que mírase al espejo
Del agua de su pie, por ver su adorno.
Con sus yerbas y flores en bosquejo, iii
Así sobre la luz que gira en torno,
En gradería inmensa, reflejadas
Vi las almas, del mundo de retorno. 114
Y si en ínfimo grado, están bañadas
De tanta luz ¡cuánta la luz sería
De esta rosa en sus hojas dilatadas! 117
No en su amplitud mi vista se perdía.
Pues comprendía el goce soberano
En el cuánto y el cuál de su alegría. 120
Allí, no hay nada lejos ni cercano.
Pues donde Dios, sin mediador gobierna,
No se aplica la ley del mundo humano. 123
720 DIVINA COMEDIA
El oro de la rosa sempiterna,
Que en gradas se dilata, al Sol ofrece
Su perfume en tributo, y nunca inverna. 126
Como al que quiere hablar y que enmudece,
Beatriz á sí me trajo, y dijo: — "Mira,
Cuanta candida veste aquí aparece! 129
"Nuestra ciudad en los espacios gira!
Mira esa gradería tan colmada,
Que poca gente más tener aspira! 132
"La gran silla que llama tu mirada
Por corona que tiene sobrepuesta,
Antes que goces cena bienhadada 135
"Será ocupada por el alma honesta,
Del alto Enrique, que á la Italia triste
Procurará ordenar, aun no dispuesta. i3s
"Esa ciega codicia que os enviste,
Os asemeja al niño, que maligno.
Aun muerto de hambre, á la nodriz resiste. hi
"Será prefecto en tribunal divino.
Uno, que en plena luz ó en el secreto,
No marchará con él por un camino. 144
"Mas de su santo oficio, alto decreto
Pronto despojará, siendo enterrado
Con el mago Simón por su defecto, 147
"Y el de Alaña será más soterrado."
CANTO TKKiHSIMOriUMKIJO
I-.l l'oi'ta, extasi;nlo, contempla en «oda su j^Ioria, t;ii su rosa mística, la forma
del Paraíso. — Al volverse hacia (Jondíí- estaba Beatriz, para p(ídirle que le
expli(iue sus dudas, ve que ella lia desaparecido. -• San Bernardo le muestra
el trono en que está Beatriz sentada al lado de Raquel, en recompensa de sus
virtudes. — El Poeta levanta hacia ella sus ojos y le agradece haberle guiado
por los dos reinos, y le ruega que guarde su alma en la gracia que le ha
propiciado. — San Bernardo invita al Poeta á fijar sus ojos en las maravillas
del jardín celeste, y le señala la más hermosa de las criaturas. — El Poeta ve
á la reina del cielo rodeada de ángeles, y su fcílicidad es tan grande, que no
se atreve á describirla.
En forma candidísima de rosa,
He contemplado la milicia santa,
Que con su sangre, Cristo hizo su esposa; 3
Mas la que vuela, y arrobada canta
El esplendor de Aquel que la enamora,
Y la bondad que al cielo la levanta, 6
Como multitud de abejas que se enflora.
Una vez y otra vez torna afanada
Donde su miel dulcísima elabora, 9
A la gran flor bajaba, engalanada
Con tantas hojas, resurgiendo arriba,
Donde tiene su amor siempre morada. 12
Eran sus rostros como llama viv^a,
Sus alas de oro, y lo demás tan blanco.
Que ni la nieve á tal blancura arriba ; 15
122 DIVINA COMEDIA
Y al descender así, de banco en banco,
Esparcían la paz y los ardores
De Dios, batiendo el ala por su flanco. \\
Interpoladas, como en flor las flores,
Y el Punto, aquella multitud volante,
No me impedía ver sus resplandores; 21
Porque la luz divina y penetrante
En los orbes, según cada uno es digno,
A eclipsarle, jamás nada es bastante. 24
Aquel reino seguro y tan benigno.
Habitación de antigua y nueva gente.
Sólo en un punto ve de amor el signo. 27
Oh, trina luz! solo astro refulgente
Que cintilas, los ojos encantando!
Mira al mundo afligido, dulcemente! 30
Si el Bárbaro, de playas arribando
Que Hélice alumbra siempre cada día
Con el hijo que al lado va rotando, 33
De Roma ante la gran soberanía
Se asombraba mirando el Laterano,
Que á las cosas mortales excedía, 36
Yo, que al divino ser, del ser humano,
Hasta el eterno tiempo era venido
Desde Florencia, pueblo justo y s: no, 39
De cuan grande estupor sobrecogido.
Quedar debí, ante el sublime ejemplo.
Que ató mi lengua, y asordó el oído. 42
KN l'ARAISO — CANTO XXXI 723
Cual peregrino (jue llegado al templo
Donde le lleva un voto, está pensando
Describirlo al regreso, así contemplo 4S
La viva luz, mi vista levantando,
Que paseo vagante por las gradas,
Ora arriba, ora abajo, circulando. 48
Faces veía en caridad bañadas.
Reflejos de otra luz, y con su riso
De todas las virtudes adornadas. si
La forma general del Paraíso
En su extensión había contemplado,
Mas sin fijarme en término preciso. 54
Por ardientes anhelos reanimado,
Busqué los ojos de mi dulce guía,
De tantas maravillas asombrado. 57
En vez de la que ver me prometía,
Un anciano encontré de noble aspecto
Que blancas vestiduras revestía. eo
Sus ojos difundían, del electo
La benigna leticia, y silencioso,
Me miraba como á hijo, con afecto. 63
— " Dónde ella está? " — le pregunté yo ansioso. —
El me repuso : — " Por llenar su anhelo,
He dejado mi sitio luminoso. 66
"En el sumo ternario de este cielo,
Está sentada en trono refulgente,
Porque fué de virtudes un modelo." — 69
724 DIVINA COMEDIA
Mis ojos levanté súbitamente,
Y la vi que se hacía una corona
Con luces que irradiaban de su frente. 72
Del suelo nuestro en la más alta zona,
Ni aun el ojo del buzo tanto dista
Cuando á los hondos mares se abandona, 75
Cuánto distaba de Beatriz mi vista.
Aunque bien distinguiese su semblanza,
Pues no la interceptaba cosa mixta. 78
- "Mujer! en quien florece mi esperanza!
Tu, que por mi salud al limbo fuiste,
En el Infierno dándome amparanza! si
" En cuanta cosa tú mirar me hiciste,
De la virtud que me has comunicado,
Reconozco la gracia que te asiste. 84
"Yo era un esclavo: tú me has libertado,
Y me has puesto en la vía en que me ayude
Para alcanzar el término anhelado. 87
"Que tu magnificencia mi alma escude
De todo mal, para que torne sana
Cuando del cuerpo humano se desnude." — )o
Así le hablé; y aquella tan lejana
Cual parecía, sonrió y miróme:
Luego volvióse á la eternal fontana. ^;3
El santo anciano, dijo: — ^ " Porque tome
Tu pie mortal el salvador camino,
Movida ella de amor, aquí mandóme. 96
EL i'ARAlSü — CANTO XXXI 725
'•\'uele tu vista en el jardín divino,
Y (]ue vuele encendida y sin retardo,
Hasta alcanzar el esplendor genuino. 99
"La Reina de los Cielos, por quien ardo
Con todo amor dispensará su gracia,
Porciue yo soy, sabrás, su fiel Bernardo." — 102
Y como aquel que viene de la Croacia,
De Verónica á ver la imagen nuestra.
Por su fama, y de verla no se sacia, ios
Y se dice entre sí, mientras se muestra :
— Jesucristo, Dios mío verdadero I
Es verdad que asi fué la. cara vuestra) ios
Así yo contemplando aquel lucero
De viva caridad, que en este mundo
Saboreó dulce paz, justo y severo. iii
" Hijo de gracia, este vivir jocundo, —
— Así me dijo, — no ha de serte noto
Mirando solamente á lo profundo. ii4
'•Mira esos cercos, en lo más remoto,
Hasta ver en su trono á la Regina,
De que este reino es subdito devoto."— 117
Y al mirar, como en hora matutina.
Brilla más del oriente el horizonte
Que hacia la parte donde el sol se inclina, 120
Vi como en valle que limita un monte.
Con mis ojos, brillar en la alta esfera,
Una luz superior como en tramonte 123
726
DIVINA COMEDIA
Y como donde el Carro ver se espera,
Que mal guió Factonte, más se inflama,
Y aquí y allí, toda otra le)^ supera, 126
De este modo, el pacífico oriflama.
Avivado en su centro, se reparte,
Debilitando en torno toda llama; 129
Y tendiendo sus alas á esa parte
Angeles vi, volando con encantos,
Distinto cada cual en brillo y arte; 132
Allí vi con sus juegos y sus cantos
Reir á una belleza, que leticia
Era á todos los ojos de los Santos. 135
Si tuviese en decir tanta divicia
Cual para imaginar, nunca pudiera
Ni el bosquejo tentar de esta delicia. 138
Cuando Bernardo vio que yo pusiera
Toda mi alma en la luz resplandeciente,
Y el amor en sus ojos más ardiera, 141
Mi fervor se hizo más y más ardiente.
Cy\NTO TRIGESIMOSEGUNDO
San Bcriuirdo coiUin.'ia explicando al Poeta, el orden en que t'.stán colocados los
Bienaventurados en el inmenso anfiteatro de la Rosa mistica. — La Rosa está
dividida en dos mitades, en (,'uyo centro se eleva el trono de. la Virgen. —
A los pies del trono está Eva, y más abajo, las mujeres Judías. — Frente
al trono, se halla el de San Juan Bautista, y más ahajo, los asientos ocupados
por San Francisco. San Benito, San Agustín y otros Santos- — Estos asientos
dividen la Rosa como por un muro de separación, entre los Santos que creye-
ron en Jesucristo, antes y después de la Redención. — Una parte de la Rosa
está ocupada por los Niños, y San Bernando explica al Poeta por qué los ino-
centes tienen un lugar en ella, señalándole los Santos más considerables que
forman el cortejo de la gloriosa Virgen.
El Doctor, contemplando gracias tantas,
Dejó brotar su gran sabiduría,
De labios santos, con palabras santas: ^
— "La llaga que cerró y ungió María,
Abrió y pungió esa mujer hermosa.
Que á sus plantas sentada se extasía. 6
"En el tercer estado, está gloriosa
Raquel, y entre las hojas se levanta
Con Beatriz cual lo ves, y esplendorosa, 9
" Judit, Rebeca, Sara, y cual se encanta
La bisabuela del cantor doliente
Que en la Escritura el Miserere canta. 12
"De grada y grada en la floral pendiente,
Están los que uno á uno iré nombrando,
Entre hoja y hoja cada cual sedente. 15
728 DIVINA COMEDIA
" Hasta el sétimo grado remontando,
Y bajando, se ven á los Hebreos
La flor en dos mitades separando; ih
''Porque según de Cristo los deseos
Vivieron en su fe, y forman muro
Que divide á los santos corifeos. 21
"De la flor en el círculo maduro,
Están entre los Santos elegidos.
Los que creyeron en Jesús venturo. 24
" En esos hemiciclos, distribuidos
Están los que en el gran advenimiento
Fueron por Jesucristo redimidos. 27
"Y como en torno del glorioso asiento
De la Reina del Cielo, los escaños
Forman un celestial compartimiento, w
"Así en frente el gran Juan, que en tristes años,
Siempre santo, sufrió martirio y pena,
Y en el infierno padeció dos años; 33
"Y más abajo, en su grandeza plena,
Francisco, Benedicto y Agustino,
Y la falange que las gradas llena. m>
" Admira el alto proceder divino,
Que la fe vieja y nueva tiene en cuenta,
Y les da en su jardín igual destino. <y
"Abajo de acjuel grado en que se ostenta
La línea de las dos circunscripciones,
Nadie por propio mérito se sienta, 42
EL PAKAISO — CANTO XXXII 729
•Mas por el de otro; en ciertas condiciones,
Que ^on almas del cuerpo separadas,
Sin libertad inicial en sus acciones, 45
" Bien lo muestran sus faces delicadas,
Y el eco de sus voces infantiles,
Si por ti son bien vistas y escuchadas. 4»
'Fu duda veo, empero la sigiles:
Yo te desataré las ligaduras
De esos tus pensamientos tan sutiles. 51
"En la amplitud de estas regiones puras.
Es todo lo casual desconocido,
Como el hambre, la sed, las amarguras; 54
" Porque el orden eterno establecido
En cuanto ves, se amolda justamente,
Como el anillo que va al dedo unido; 57
'* Mas la inocente, festinada gente,
No penetra á esta vida sme causa,
Por virtud más ó menos excelente. 60
" El Rey que esta región rige con pausa,
Con tanto amor y con placer perfecto,
— Sin que ose nadie penetrar la causa, — 63
"Las almas todas con su ledo aspecto.
Creadas á su placer, de gracia dota
Diversamente: — y bástete el efecto. 66
"Y esto, evidente la pasión denota
De los gemelos de la Biblia, aquellos,
Que en el vientre materno la ira azota. 69
730 DIVINA COMEDIA
" Que así, cual da color á los cabellos,
De tal luz los corona la alta gracia,
Para dar á la frente sus destellos. 72
"Tan sólo por bvondad que los congracia
Ocupan esas gradas, diferentes
De la primer merced por eficacia. 75
"Bastaba en otros siglos precedentes
Para salvarse, sólo la inocencia,
Y la fe de los buenos ascendientes; 78
"En tiempos posteriores de existencia
Al dar vuelo á los niños, les conviene
Por la circuncisión, darles potencia; sí
"Mas cuando el tiempo de la gracia adviene.
Sin el bautismo candido de Cristo,
La inocencia en el hombre se detiene. S4
" Ora, mira la faz que más á Cristo
Se asemeja; y su luz tan clara y pura,
Puede, sólo, ayudarte á ver á Cristo." — S7
Sobre ella vi llover tanta dulzura,
Que esparcían los ángeles flotantes.
Creados para volar á tanta altura, 90
Que cuanto había contemplado enantes,
De tanta admiración no me colmara
Ni me mostró de Dios los semejantes, 93
Como el amor primero que bajara
Cantando: Ave María gratia plena!
Y extendiendo las alas, la mirara. )b
KL I'AKAISO — CANTO XXXII 731
Respondió .1 l;i divina cantilena
Todo el celeste coro enternecido,
Resplandeciendo con su luz serena. w
— " Oh, Santo Padre, que por mí has (¡uerido
Por prestarme tu auxilio bondadoso,
Descender de tu asiento esclarecido, 102
"Qué ángel es ese, que al mirar gozoso
A nuestra Reina con su faz divina.
Parece iluminar fuego amoroso?" — 105
Así busqué enseñanza en la doctrina
De aquel que se hermoseaba ante María,
Como ante el sol la estrella matutina. ios
— "Toda cuanta belleza y gallardía,
— Repuso, — tiene un ángel en el alma,
En él está como la luz del día. iii
" El á María le ofreció la palma,
Cuando el Hijo de Dios, quiso piadoso
Cargar con los pecados de nuestra alma. 114
"Mas sigue mi palabra cuidadoso,
A fin que con tus ojos patentices
Los patricios de reino tan piadoso. 117
" Los dos más encumbrados y felices.
Por estar cerca de la Reina Augusta,
Son de esta Rosa cuasi las raíces. 120
"El que á la izquierda de ella más se ajusta.
El Padre fué por cuyo osado gusto.
La especie humana tanto acíbar gusta. 123
112 DIVIXA COMEDIA
"El que á la diestra está, padre vetusto
De nuestra Iglesia, las sagradas llaves
Confióle Dios en su jardín venusto. 126
"Y el que antes de morir vio en tiempos graves
Las conquistas de Cristo y de su esposa,
Con su lanza, y sus clavos y sus llaves, 129
"Está á su lado; y á su lado posa
El guiador, bajo el cual vivió del mana
Gente ingrata, rebelde y veleidosa. 132
" Sentada frente á Pedro, está Santa Ana,
De contemplar á su hija tan contenta,
Que con ojo extasiado, canta ¡ Hosanal i?5
"Y junto al más gran padre, allí se ostenta
Lucía, que en tu trance de amargura,
Para salvarte á tu Beatriz alienta. i.^s
"Pero tu sueño estático te apura:
Pongamos punto, y como el sastre haremos,
Que mide por el paño la costura. ui
"Al primo Amor los ojos alzaremos.
Para que viéndolo, la luz penetres,
De sus rayos profundos y supremos. 144
"Y á fin que por acaso no te enhetres,
Y al extender tu vuelo ultrapasarte,
Conviene que con pío ruego impetres, 147
Gracia, de la que puede aquí ampararte;
Y tú me seguirás con afecciones,
Sin que de mí tu corazón se aparte." — i5(
Y comenzó sus santas oraciones.
y
(JANTO TlilGÉSLMOTKUOERO
Plegaria de San Bernardo á la \ir>íen, paraTrascando la Salve, para que acuerde
á Dante la gracia de contemplar la visión de Dios, y sacar saludables leccio-
nes de lo que ha visto. — El Poeta siente que la potencia del rayo visual
aumenta en él, y su vista, al penetrar en la eterna luz, percibe en un triple cir-
culo, los tres colores simbólicos del misterio de la Trinidad. — En el circulo
central, ve la efigie humana, pero sin poder comprender cómo se combina la
naturaleza mortal con la divina. — Un súbito y nuevo resplandor de la gracia, le
hace comprender lo que no podría por sí ni repetir á los mortales, armonizán-
dosela voluntad humana con la divina.
— ^' Virgen y madre, la hija de tu hijo,
Aka y humilde como no hay criatura,
Del acuerdo eternal término fijo! 3
"Tú ennobleciste la humanal natura,
Tanto, que en su grandeza el Hacedor,
No desdeñó encarnar su propia hechura. 6
'' Se reanimó en tu vientre el santo amor,
Y á su calor, en paz eternamente.
Ha germinado esta divina flor. 9
"Tú eres la meridiana refulgente
De caridad aquí, y allá en el suelo
De esperanza mortal la viva fuente. 12
" Señora, es tan valioso tu consuelo,
Que quien pide merced, si á ti no corre,
Es cual volar sin alas, vano anhelo. 15
48
734 DIVINA COMEDIA
"No sólo tu bondad pía socorre
A quien demanda: á veces generosa,
Al que no pide con amor acorre. is
''En ti misericordia y luz piadosa;
En ti magnificencia; en ti se aduna
Cuanto perfecto encierra alma bondosa. 21
" Este ser, que desde ínfima laguna,
La vida espiritual ha recorrido.
Por sus gradas subiendo, una por una, 24
"Ruega, le sea en gracia concedido,
Poder mirar con ojo levantado,
A la última salud, fortalecido. 27
"Y yo, que en contemplarla me he abrasado,
Por él pido con voto más ferviente,
Que no en vano su gracia haya implorado; 30
" Y disipes las nubes de la mente
De su mortalidad, y esplendorosa
Pueda ver su ventura claramente. 33
"También te ruego, Reina poderosa.
Que sus afectos se conserven sanos
Después de una visión tan portentosa;
36
"Y le guardes de caer cual los humanos!
Mira á Beatriz con todos los electos,
Juntos conmigo levantar sus manos." — 39
Los ojos venerados y dilectos.
Fijos en el cjue oraba, demostraron,
Que acogía en sus preces, sus afectos, 42
liL paraíso — CANTO XXXIII 755
Y hacia la eterna luz se enderezaron;
Que ojos mortales, se^ún creen y creo,
Nunca tan claramente penetraron. 45
Y yo, que el fin de mis anhelos veo
Tan próximo de mí, coino debía,
Apago en mí las llamas del deseo. 48
Bernardo me apuntaba, y sonreía,
Porque mirase arriba, pero ya era
Yo por mí mismo, lo cjue en mí quería; si
Pues mi vista, más fija y más sincera,
Mis y más se extendía penetrante
En la alta luz eterna y verdadera. 54
Vi con mayor poder más adelante,
Lo que á la lengua y á la vista excede,
Y postra la memoria vacilante. 57
Como al que ve entre sueños le sucede.
Que en pos del sueño la impresión pasada
Queda en la mente, sin que más le quede; (o
Tal estoy, cuando casi disipada
La visión, todavía me destila
Dulzura al corazón de ella emanada. 63
Así ante el sol la nieve se deshila ;
Así el viento se lleva en hojas leves
Las sentencias que lanza la Sybila. eo
Oh, suma luz, que en las alturas mueves
Los mortales conceptos; da á mi mente
Un poco del poder con que me eleves; 69
736 DIVINA COMEDIA
Y haz que mi lengua sea tan potente,
Que al menos una chispa de tu gloria
Pueda dejar á la futura gente; 72
Que al retornar un tanto en mi memoria,
Y hacer mi verso un poco resonante,
Acrezca en su concepto tu victoria. 75
Pienso que de aquel rayo penetrante
La viva luz me habría desmarrido
A no apartar los ojos al instante;
78
Mas recuerdo, que fui más atrevido,
Al encarar de cerca el gran aspecto
Del supremo valer indefinido. si
Gracia abundante, que como á un electo
Me ha permitido ver la luz eterna.
Hasta perder mi vista por completo! u
En su profundo ser, vi cual se interna
En un volumen por amor atado
Cuanto el vasto universo descuaderna; sz
Sustancia y accidente, combinado
Todo de modo tal, que forma un todo
De que es vislumbre lo por mí narrado. 9o
La forma universal miré en su modo,
Según lo pienso, que en contentos largos.
Esto al decir, aun gozo sobre todo! 93
Un instante fué en mí los mil letargos
De veinte y cinco siglos de la empresa
En que Neptuno vio la sombra de Argos. 96
EL lARAISO — CANTO XXXIII 737
Así la mente, llena de sorpresa,
Mirando inmóvil, con fijeza atenta,
Cuanto más mira ardiente, se embelesa.
99
Y de tal modo aquella luz me alienta.
Que dejarla de ver por otro aspecto.
No hay humano poder cjue lo consienta; 102
Por cuanto el bien, que es del querer objeto,
Se encierra en ella; y fuera de su llama,
Es defectuoso lo que allí es perfecto. 105
Ora que su presencia no me inflama.
Es mi recuerdo como el de un infante
Que se baña la lengua en lo que mama. ios
No que vanase el único semblante
De aquella viva luz que contemplaba.
Que es siempre igual como la vi delante, iii
Sino porque mi vista se esforzaba,
Haciendo ver en sólo una apariencia
Lo que en mí y no en ella se mudaba. ii4
En la profunda y trasparente esencia
De la alta luz, tres cercos percibía^
De tres colores, de una continencia. 117
Uno de otro, el reflejo parecía.
Como dos iris, y el tercero un foco
Del fuego que en los dos resplandecía. 120
No alcanza mi palabra á lo que evoco,
Para pintar las celestiales llamas,
Y es tanto, que no basta decir poco! 123
738 DIVINA COMEDIA
Oh luz eterna, que en tu luz te inflamas,
Que te comprendes, y de ti entendida
Tu solamente te sonríes y amas! 126
Aquella irradiación de ti nacida
Aparecía en ti, cual reflejada.
Por mis ojos mortales percibida. 129
Dentro de sí, con su color pintada,
Parecía del hombre la figura,
Y en ella mi atención quedó clavada. 132
Cual pensativo geómetra procura,
Sin hallar el principio que le mueva,
Del círculo encontrar la cuadratura; 135
Así me hallaba ante visión tan nueva,
Queriendo comprender cual se adunaba
La imagen, con el cerco y con su prueba. i3s
Con mis alas, tan alto no volaba,
Cuando mi mente nueva luz hería,
En que su voluntad se condensaba: I4i
Faltó la poderosa fantasía ;
Mas movió, como rueda por sus huellas,
Deseo y voluntad, en armonía, 144
Kl Amor que al Sol mueve y las Estrellas.
riN l)K LA DIVINA COMKDIA
EL PARAÍSO
N0TA8 Y COMENTARIOS DEL TRADUCTOR
EL paraíso
NOTAS Y COMENTARIOS
CANTO PRIMKRO
(^1-?). I.a gloria di Colui che /tillo muove.
Per ¿universo penetra, e risplandc
Iii una parte pin, e nietto altrove.
Ksta estrofa, como la primera del Purg^atorio, encierra la síntesis
del Paraíso. El Poeta, con arreglo á la doctrina astronómica y teoría
geocéntrica de Tolomeo, coloca la tierra inmóvil en el centro del unt-
verso; y en torno de ella, y en órbitas circulares y concéntricas, hace
girar con velocidad creciente los cielos de la Luna, de Mercurio, de
Venus, del Sol, de Marte, Júpiter y Saturno, á que sigue la esfera
octava de las estrellas fijas, y el Noveno cielo móvil, y finalmente el
Empíreo, que permanece inmóvil en el espacio infinito. Transportado
por la misma fuerza que hace girar los cielos, y guiado por la luz
siempre creciente de los ojos de IBeatriz, que lo acompaña, el Poeta se
eleva sucesivamente de uno á otro cielo, y en cada uno de ellos se le
aparecen los Bienaventurados que gozan, según su naturaleza en vida,
de la propia de cada planeta, la cual es mayor ó menor, según se
hallen más ó menos distantes del foco de la luz de Dios, con cuya
viíión final, en la íorma simbólica de la Trinidad, en que aparece la
figura humana divinizada, termina la última parte del poema.
(19-21 ). Entra nel pello mió, e spira ttie,
Si come qnando Mai'syas traesti
Delta vagina delle menihre sue.
Florentino, el traductor de la Divina Comedia, ilustrada por Doré,
dice al anotar esta magnífica estrofa: " Toda la atrocidad del suplicio
de Marsyas, desaparece en los sublimes versos del Poeta. En vez del
horror y de la repugnancia que se experimentaría ante la imagen del
Sátiro, mcj.,trando sus músculos rígidos, sus entrañas al desnudo, sus
742 EL paraíso
carnes sangrientas, se siente uno poseído de admiración por el Dios
todopoderoso, que saca de su envoltura el alma del profano, como se
saca de una vaina la hoja de una espada."
(37-42). Surge á mortali per diverse f o ci
La lucerna del mondo ; tna da quella
Che quattro cerchi giunge con tre croci,
Con miglior corso, e con migliore stella
Esce congiwita, e la mondaria cera
Piii a sito modo témpora e sugella.
Algunos comentadores han tratado de explicar los cuatro cercos que
reunidos forman tres cruces, dándoles una significación mística ó
alegórica. La interpretación astronómica es la que ha prevalecido-
Entiéndase: el punto de intersección en que se reúnen cuatro círculos
celestes, á saber: el horizonte (por donde asoma el Sol, la htcerna del
mondo^ á que se hace referencia), el del Zodiaco, el del Ecuador, y
el de Coluro equinoccial, que entrecortándose, forman las tres cruces
en la estación de primavera. La cera mundana^ es según unos la tie-
rra, y según otros,' la carne mortal, ó el alma humana. La traducción
responde á estas dos últimas interpretaciones unidas ó separadamente.
(45 ). Escurana^ s. f. anticuado, lo mismo que oscuridad.
(70). Trasumanar. Esta palabra fué inventada por el Dante, para
expresar una idea que estaba en su conciencia y que él mi>.mo declara
no poder expresar con palabras:
Trasumanar, significar per verba
Non si potria : pero Pesempio basti
A ciíi r esperieiiza grazia serba.
ha palabra trashumanar, significaba en la mente del Poeta, el pasaje
del estado humano al estado divino, asimilándose en un todo á Dios,
ó sea la deificación del Hombre. Es la inversa del Dios hecho hombre:
el hombre convertido en Dios. Lucrecio, — el poeta antiguo que más
analogía tiene con el )3ante, por el carácter enciclopédico de su obra,
-al cantar el triunfo de la doctrina de Epicuro, que suprimía los
pavores de la muerte y de la vida eterna del alma, á la vez que supri-
mía á la providencia, exclama: "La superstición fué pisoteada, y su
derrota nos hizo Iguales á los Dioses". — En apoyo de su razonamiento
invoca como prueba, la experiencia. El Dante hace lo mismo, Invo-
cando la experiencia como argumento definitivo de hecho. En las
estrofas anteriores (v. 67-69) dice: que la sola vista de Beatriz trans-
figurada y divinizarla, lo penetró con su espíritu celeste, como á Glau-
NOTAS Y COMFNTARIOS 743
co, ((invertido en Dios marino por el solo h' cho (i(; ^-ustar una hierba
misteriosa que hacía revivir á los peces:
Nel sao asf>i-//o ial r/cii/ro mí /ci,
Qual si Je* Glauco ucll irusiar de II erha,
Ch 'I Je ^ cousorto iit ttiay dcírli allri Dei.
y SRre^a después en los v. 12- 75, que solo el Amor del cielo que
todo lo c^obierna, ó sea la Gracia, que reserva tal experiencia á los
electos, sabía lo que quedaba en él de humano, en aquel momento en
que se sentía espiritualizado y como divinizado por su luz:
S' 10 ¿fa sol de tne qual me creaste
Novellainente, Amor che 'I Ciel governi,
Tu 'I sai, che col tuo lume mi levaste.
No pudiendo explicar /¿^r verba la metamorfosis, el poeta cristiano,
lo mismo que d poeta ateo, apela ig^ualmente á la experiencia, citando
como ejemplo ó comprobante, una fábula pagana ; pero haciendo
intervenir la Gracia especial de Dios, reemplaza el razonamiento por
la fe, al asimilar el hombre á Dios, trashumanándolo, ó sea deificán-
dolo por asimilación.
CANTO II
( I - 3 ). O voi, che siete in piccioleita barca,
Desiderosi d' as collar, seguí ti
Retro al mío legno che cantando varea.
Alusión á la alegoría que sirve de introducción al primer canto del
Purgatorio.
(16-18). Que' gloríosí, che passaro a Coico,
Non s' ainmiraron, com.e voi /arete,
Quando Jason víder fatto hífolco.
Parecería que el Poeta continúa la metáfora de la estrofa anterior,
comparando el surco que abre el labrador eu la tierra, con el de su
barquilla en el mar. La reminiscencia mitológica con que la adorna,
es incompleta en la traducción, lo mismo que en el texto. Los Argo-
nautas no se admiraron tanto de ver á Jason arando con bueyes,
cuanto porque lo hacía domando bueyes que despedían llamas por
las narices, al abrir los surcos en que sembraba los dientes del dra-
gón, de que debían brotar hombres armados. Por esto dice, que los
744 EL paraíso
que le sigan, se admirarán más al verle surcar el ignoto mar en que
los invita á navegar. Podría traducirse este verso completando el
ejemplo mitológico, pero hemos preferido seguir fielmente el texto, en
vez de poner:
Viendo á Jasotí arar, bueyes domando.
(34), La eterna margarita: así llama el Poeta á la luna. El
vocablo significa en italiano lo mismo que en espaSo), perla, y tlor á
la vez. En el canto VI de esta parte, v. 127, vuelve el Poeta á desig-
nar la luna con la denominación de presente tnargheriia (V. la nota
correspondiente ).
(42). Come riostra natura in Dio s'' tinio.
La alusión á la encarnación del Verbo, es clara, para demostrar
místicamente, como un cuerpo penetra en otro, unificándose; y por
eso nos hemos creído autorizados á poner la palabra misma, aplicán-
dole un adjetivo que la acentúa dentro del concepto.
(48). Regracio: verbo a. anticuado, lo mismo que agradecer, y
que es la misma palabra del texto.
'51). Faii de Cain, favoleggiare allriti.
Hemos traducido "fábula de C'^ín" en el sentido en que el autor
usa la \)2\^\iX2. favoleggiare (contar fábulas) aludiendo á la supersti-
ción popular de que se ha hecho mención en el canto XX del Infierno,
que hacía ver en las manchas de la luna, á Caín cargando un haz de
espinos, superstición á que alude también Shakespeare en '' El sueño
de una noche de estío."
(75-7S). Fora di sua 7nateria si digiitno
Esto piaticia; o si come comparte
Lo grasso e il magro, cosí qiieslo
Nell sito volunte congerehbe carie.
La respuesta de Beatriz á la prej^unta del Poeta respecto de lo
raro y denso de las manchas del sol, es tan especiosa como sutil; y
las comparaciones son tan vulgares, que la metáfora final es rebus-
cada; por eso reproducimos la estrofa original, á fin de que se la com-
pare con la traducción que la reproduce con las mismas palabras.
(95). Instancia : esta palabra está empleada en la traducción, en
el sentido del bnguaje escolástico que tiene en ti original, signifi-
cando una ré¡)llca :
Da i/uisla instancia puo deliberarli.
NOTAS Y COMENTARIOS 745
(lOI). Kn el tt'xto //// ¡uiiíi'. \/A |);il;il)ra mechero de l.i traduc-
ción, en el sentido de tomar la parte por el todo, como sucede en bra-
sero, que reprenta á la vez la idea de las brasas y del receptáculo que
las contiene.
112 115), Dentro dal cid ci»ila divina f>acc
Si gira un corpa, nclla cui vtrtuit
L'csscr di lutlo su conlcnio giace
Lo segucnie
El cielo de la eterna paz es el Empíreo; — el cuerpo que gira en él
es el primer cielo móvil; — el siguiente es el octavo cielo. (V. la nota
primera del Paraíso).
(118). Los otros cielos, (Gl¿ aliri girón, en el texto) son los siete
cielos inferiores: Saturno, Júpiter, Marte, el Sol, Venus y la Luna.
(139). Allega: verbo anticuado, en su acepción de unir ó juntar
que es la misma en que se emplea en el texto la palabra equivalente,
kga.
CANTO III
( 1 ). El Sol^ etc., Beatriz llamada así por antonomasia en el texto.
(7). Estrechado, del v. anticuado estrechar, en su acepción de
detener, contener, retener. En el original: che relenne.
(18). Alusión al Narciso de la fábula, que tomó un retlejo por la
realidad ; e! Poeta, á la inversa (all error contrario corsi^ dice el
mismo) tomó por retlejos las imágenes que vio girar entre la blanca
atmósfera de la Luna.
(46). Sóror doncella: en el texto, vergine sorella.
(49). La que habla, es Picarda, hermana de Foresi, de quien se
hace mención en el canto XXIII del Purgatorio. Monja en un convento
de la orden franciscana, fué sacada de él por su hermano, que la hizo
casar con un noble florentino,
(63). Refigurarte : v. a. anticuado, en su acepción de reconocer ó
recordar la figura de una persona. En el original se emplea la misma
palabra, con el mismo significado:
Si che raffigurar nt'e piii latino.
En cuanto á la palabra latino^ empleada varias veces en el poema,
ha sido interpretada por los comentadores como fácil ó agradable,
apoyándose en un pasaje del Conviio del mismo Dante, que así lo ex-
plica. La traducción se arregla á esta interpretación autorizada.
746 EL paraíso
(96). Encie/a^Xz misma palabra del texto. Inventada por el Dante;
no se encuentra ni en el diccionario italiano ni en el castellano; por
carecer de equivalente, la hemos conservado en la traducción. — Ella
significa en la intención del Poeta, asignar más alto cielo, ó penetrar
más en los cielos, acercándose al Empíreo, centro de Dios.
(105). Secta^ por orden monástica, es la misma palabra del origi-
nal, que podría parecer extraña en boca de un católico.
E promissi la vía della siia seiia,
\ 118). "La gran Constanza" que se nombra, arrebatada al claus-
tro como Picarda, fué la hija de Roberto de Sicilia, que casó con el
Emperador Enrique V, hijo de Federico Barbaroja, de quien tuvo á
Federico II, tercero y último monarca de la casa de Suabia. A ella
alude Picarda cuando dice en el v. 1 10.
Cío ch'io ti dico di me, di se s'iniende.
(123). Come per acqtia aipa cosa grave.
Como un objeto pesado se hunde en el agua. La traducción repro
duce textualmente la imagen.
CANTO IV
(9). No encomieitdo^ equivalente al ne comuendo del texto» en su
acepción anticuada de recomendar ó alabar una cosa, que es la misma
que le da el Poeta.
(64-66). Ratisbonne, el traductor del Dante en verso francés, dice,
comentando este pasaje: " A primera vista parece que debe ser lo
contrario, porque se trata de saber, como la violencia extraña puede
disminuir el valor de una voluntad que permanece en sí buena, lo que
pone en cuestión la justicia de Dios. Pero el Dante lo explica. Como
no se puede dudar de la justicia divina, esta dificultad se convierte en
un motivo de*adoración, en un argumento de fe, mientras que si se
entiende mal la doctrina de Timeo, sobre el regreso de cada alma á
su estrella, se aparta de la ortodoxia dogmática y se cae en la herejía.
Así se explica de una manera clara este pasaje, que todos los comen-
tadores y traductores han juzgado Inexplicable, y que no requiere
grande esfuerzo para comprender"
(89). CasOy del verbo casar, en su sentido jurídico, que es el mismo
del original: rargoniento casso.
NOTAS Y CÜMliNTARIOS 747
CANTO V
(16). Encontenzó: anticuado, del verbo encomenzar, lo mismo que
comenzar.
(45). Convcncnctas. s. f. anticuado, equivalente á convenio, ajuste
ó concierto, que es el sentido que en el orijj^lnal se da á la palabra
convenensa.
{^^2)). Manca: del verbo a. anticuado mancar^ en su significado
de faltar ó dejarse de liaccr una cosa por falta de alguno. En el texto:
che non se falla.
(57). E de lia chiave biatica e della gialla.
Alusión á las dos llaves de oro y i)lata del ángel de la puerta del
Purgatorio. (C. IX)
(66). Leallansa^ anticuado, lo mismo que lealtad.
(83). En el texto: lascivo,^ lo mismo que en la versión. Esta pala-
bra ha promovido dudas entre los comentadores. En definitiva, ha
sido interpretada en su acepción latina, de exultante ó vivaz. Con el
mismo significado está empleada en la traducción, en su acepción
anticuada de goce inmoderado de alguna cosa.
(87). Hacia el sol. En el texto:
Aquella parte ove 'I mondo e pin vivo.
(117). Prima che la milisia s'' abaitdoiuti.
Milicia., por vida, en el sentido con que el Poeta la repite varias
veces, que es el mismo que le da la Escritura: "Milicia es la vida del
hombre. (Lib. de Job).
CANTO VI
( I - 3 ) . Poscia que Consiantin I' Aqiiila valse
Contra il corso del del, ch' ella seguio
Dietro all' antico che Lavina tolse.
Alusión histórica á la traslación de la sede del imperio romano á
Constantinopla, y su primera fundación. "^Después que Constantino
hizo volar el águila contra el curso del sol, (de occidente á oriente)
que (antes) habia seguido al (héroe) antiguo (de oriente á occi-
dente), que quitó á Lavinia", etc.
748 EL paraíso
(,31-?^). Perche tii veggi con guanta ragione
Si muove contra il sacrosanto segno
E chi r apf>ropia, e chi a liii s' oppone.
El "sacrosanto sijrno" es el águila del imperio romano, y la alu-
sión, á los que van contra él. bien sea que se lo apropien ó lo com-
batan, se refiere á los güelfos y gibelínos, como más claramente se ve
al fin del canto. (V. la nota á los versos 100- 106)
( 38 - 39 ) . indino al fine
Che tre e tre pugnar per lid ancora.
Alusión al combate de los tres Horacios contra los tres Curiados.
(46-47). Onde Torquato, e Quinzio che dal cirro
Negletto fu nomato, e Deci, e Fabi.
El Quinto de cabellera inculta á que se hace referencia, es Cin-
cinato.
( 92 - 93 ) . Pnscia con Tito a far vendetta corsé
Della vendetta del peccato antico.
Alusión á la ruina de Jerusalén en venganza del primer pecado, ó
sea del de la muerte de Cristo por los judíos.
( 100- 106 >. Véase la nota á los versos 31 - 33, que se relaciona con
éstos.
( 112 ). Cuesta picea la stella si correda.
El planeta Mercurio S¿ coyreda^ ae adorna. En la traducción, "se
rodea".
( 123 ). Torcer giainntai ad al cuna nequicia.
Latinismo introducido en la lengua italiana por el Dante, con su
significado primitivo de malicia, perversidad, corrupción. En caste*
llano no ha sido adoptado, pero lo autoriza el hecho de haber sido
empleado en el mismo caso por el Director de la Academia Española.
( 127 ). li dentro a la presente margherita.
Margarita, por luna, denominación latina dada á la perla, y que
se conserva en español, aplicándose en la nomenclatura científica al
nácar. (V. la nota al v. 34 C. II, de esta partea.
{ I2S ), l.ttce la luce di Romeo
Pudiera parecer un pleonarmo el " luce su luz" de la traducción,
que no es sino una reproducción del original.
NOTAS Y COMENTARIOS 74'V
( 13<s ). Che gU assegnó setie c cingue Per diece.
Literalmente, .sij>fnifica fie devolver doce por diez, como se pone
en la traducción, ciñcndose á la letra del texto: "por ^W^z volvió
siete y cinco", que suman doce.
CANTO VII
(1-3). Este terceto está compuesto de palabras hebreas y latinas,
tomadas de textos de los rezos de la I<rlesia. Su traducción es: "Salve,
Santo Dios de los ejércitos, que iluminas con tus claridades, los felices
esplendores de estos reinos,"
(25-27). Per non soffrire a la virtii che viiole
Ffeno a suo prode quell' nom che non nacque,
Dannando se, danno luiia sua prole.
V uoiu non nacque^ en la traducción, "hombre no nacido," por
no haber nacido de madre, esAdam.
(40-45). La pena dunque che la croce porse,
S' alia natíira asunta si misnra,
Nulla giainai si giusia^nente morse ^ I
E cosí nulla fu di tanta ingiura,
Guardando alia Persona che sofferse,
In che era contralla tal natura.
Concepto complicado y ¿sutil, que requiere aclaración Construyase:
La pena impuesta en la Cruz (á consecuencia del pecado de Adam de
que se habla en la estrofa anterior), si se mide con arreglo á la natu-
raleza humana, ninguna fué más justamente sufrida (juorse)/ y así
(también) ninguna (pena) fué más Injusta ("di iania ingitira) s\ se
atiende á la Persona (Jesús) que la sufrió (el Hombre Dios) en
quien estaba unida la naturaleza humana con la divina.
(60). Nella Jia^na d' amor non e adulto
Adulto^ por crecido dentro de las llamas de la caridad, traducido
literalmente su sentido.
(64). Esterna., del verbo anticuado estemar^ en su acepción de
manifestar alguna impresión interna, por actos externos.
(120). GU Angeli, frate, e H paese sincero.
La palabra sincero de la traducción, está empleada en el mismo
49
750 EL paraíso
sentido del original en su acepción arcaica de puro, de lo que no tiene
mezcla de otra materia extraña.
(135). Da creata viriii sonó informati
Informados^ del verbo infortnar^ en su sentido filosófico de forma
sustancial de alguna cosa, como en el original.
(137). Creata fu la viriute informante.
La traducción conforme con el original en el sentido explicado en
la nota anterior.
CANTO VIH
( 24 ). O visibile o no, tanto festini
Festinos en el texto y/esiinos en la tradución, en el sentido de
prontos ó rápidos. La Academia Española trae festinación, como sus-
tantivo, y ha declarado anticuados los adverbios fesiina/Jiienfo y fes-
itnOy empero haya prevalecido el último en el uso común.
( 37 ). Vot che intendendo il terso ciel tnovete
Es el primer verso de una canción del Dante inserta en el ConvUo^
que por esta circunstancia hemos mantenido textualmente en la lengua
en que fué escrita. Su traducción literal, es: "Vos que hacéis mover
el tercer cielo."
(49). El discurso que comienza en este ver^o
Cosí fatta, mi dt'sse: II rnondo mt ebbe,
se supone pronunciado por la sombra de Carlos Martel, rey de Hun-
gría, hijo de Carlos II, rey de Ñapóles, con quien el Dante dice vivió
en Florencia en íntima relación, aunque algunos comentadores lo pon-
gan en duda.
(54). Quasi animal di sua seta fasciato.
No es necesario advertir que se alude al gusano de seda; y si se
reproduce el texto, es para que se vea que la traducción es una repro-
ducción textual.
( 126 ). Che, volando per Vacre, iljiglio perse.
Alusión al padre de Icaro, viéndolo perecer volando en los aires.
(133). La natura generala, en el texto, que se traduce por natu-
NOTAS Y COMENTARIOS 751
raleza enjjondraHa, en el sentido que tiene en el orljrinal, de hombre
naciilo de hombre, como una planta de la semilla de otra planta, á
diferencia de la naturaleza de lo increado.
(138). Zi////Ví2///¿', del verbo enmantar^ en su acepción de i)oner
manto, que la Academia Española ha declarado arcaico, reemplazán-
d(ílo por una perífrasis, como en el caso de espejar, enmltrar, etc.
CANTO IX
( I ). El Poeta se dirige á Clemencia, hija del rey Carlos Martel, y
mujer de Luis X, rey de Francia, que vivía al tiempo de escribirse
estos versos.
( 29 ). La onde scese gia unafacella
La facela á que se hace alusión metafóricamente, es el tirano
Ezelino, condenado del Infierno, (Canto XI) hermano de Cunicia, que
es la que habla, y de quien vuelve á hacer referencia en el verso 31 :
Z?' una niestna radice nacqui, edio ed ella ;
{"^2). Refulgo^ del verbo anticuado refulgir, lo mismo que res-
plandecer.
(40). Questo centesinti anno ancor s' incinqiia
Esto se escribía antes de terminar el año 1500, y puede entenderse
que se refería al año 1500 ó bien, á cinco siglos más de aquella fecha,
sucesivos ó multiplicados, que todo es lo mismo, pues la idea es ua
largo período de siglos, como lo entienden los comentadores.
(46). Palude^ anticuado, lo mismo que laguna.
(54), Malia^ alusión á una torre, — María, según otros, — situada
á orillas del lago Bolsena, donde se encerraba á los clérigos, reos de
delitos capitales. El delito á que se hace referencia, es el del obispo
de Fieltro que incitó á matar á muchos refugiados ferrarenses, vio-
lando la fe de la hospitalidad.
(82-88 ). La maggior valla iti che /' acqua si sp anda :
Tra discordanti liíi, conlra ti Solé
Tronío sen va, che /a meridiano
La dove P orizzonte priafar siiole
Di quella valle fii' io lilorano.
752 EL paraíso
El Mediterráneo, que los antiguos creían ser el mayor de los mares,
y al cual el Dante, según las noticias geográficas de su tiempo, daba
90*^ en vez de 50°, suponiendo así que se extendía tanto, que el cerco
que en un principio es su horizonte, se convertía luego en su meri-
diano.
( 130 ). Produce e spande il maladetto fiore
Los florines de Florencia, que llevaban estampada la tlor de lis.
CANTO X
( 9 ). Dove I' un moto aW altro si percuote
En el punto donde el ecuador se cruza con el zodiaco.
(107). Quel Pieirofu, etc., -Pedro Lombardo, famoso teólogo.
La comparación al parecer remota, que completa la estrofa, alude,
según los comentadores, al proemio de una de sus obras, en el cual
dice que ofrece á la Iglesia su corto don, como la viuda del Evange-
lio de que hace mención San Lúeas en el cap. 2L
(113). "Si lo verdadero es verdadero". En el texto: si ¿I vero e
vero. Esta estrofa se refiere á Salomón.
(115). Este es San Dionisio Areopagita. •
CANTO XI
(46). Rescaldo^ anticuado, lo mismo que rescoldo.
(57), Conforto^ anticuado, lo mismo ^wq confortación
(138). " El de correa": II corrcgger en el texto, aludiendo á la
correa que llevan ceñida á la cintura los dominicanos.
CANTO XII
( 12 ). Quando Ginuoiie a siia ancellajuhe
Iris, mensajera de Juno, la misma á que se hace alusión en la estrofa
siguiente, prolongando la mctiífora y ligándola con el fin del diluvio.
NOTAS Y COMliNrARIÜS 763
( 54 ). /'/ che soffg^iacf i I ¡íone f soggiaza.
Alusión al escudo de armas de España, cuartelado de leones y de
castillos, en que uno de los leones está arriba, y otro abajo.
( 9t) ). I)tl qual t¡ fascian ventiqtiatli'o piante.
Los veinte y cuatro santos que forman la doble j^uirnalda de res-
plandores que circunda á Beatriz y al Poeta.
( 106). Se tal fu I' utia mota della biga.
Nueva alusión á la metáfora varias veces repetida del carro que
representa la Iglesia, y en este caso, los santos y doctores de la Re-
ligión, siendo una de sus ruedas Santo Domingo y la otra San Fran-
cisco.
(121). chi cercassc a foglío a faglio
Nuestro volunte, ancor trovcria carta.
Carta en la traducción, lo mismo que en el original, por hoja de
un libro.
CANTO XIII
( I - 3 ). Imma£ini chi bene entender cupe
Quel, oh' io or vedi (e retengna /' intage
Mentre ch' io dico, coiné ferma rupe)
Este pasaje ha sido interpretado de dos maneras diferentes bien
que análogas, por los comentadores y traductores. Unos entienden
que la idea del poeta es: que se retenga la imagen con la misma fir-
meza que si estuviese grabada en una piedra; otros, que ha querido
significar: que la mantenga con la misma firmeza que un peñón en su
equilibrio ó centro de gravedad. Fratlcelli dice al respecto: '"'•Chi
cu^e (voc. latina) chi desidera intender bene quello, ch'io ora vide
(e mentre ch'io lo narro, ne ritenga I' i.uage (l'image come ferma
rí¿/¿?), tenacemente in se scolplta." — Brunone Blanchi, lo explica
dándole el doble sentido: — "E ritegna V irnage^ etc., entiéndase:
"impresa en la mente, (ó esculpida) como en la piedra, de modo que
no se remueva en la mente, " Paolo Costa lo entiende más ó menos
como Fraticelll, en el sentido figurado de " imagen tenazmente escul-
pida." Camerlni se limita á reproducir el antiguo comentario del
Landini y del Vellutello, que es vago, y sólo se refiere á la visión de
los astros y no á la imagen misma. Mario Foresi, en su arreglo en
754 EL paraíso
prosa italiana de la Divina Comedia, lo interpreta lo mismo que
Paolo Costa: "l'imagene tenacemente scolpita." Alizeri, cinéndose
más á la letra del texto, lo comenta de este modo: '■'■ E riiegna (In
va^nic) r tmage [P imagine cioé ch' ei de fingere a sé medesimo)
tnemre ch'io dico (durante il mió diré) come ferma rupa^ (non
meno salda di quel che una rupe stia in propio sitio ". Florentino
traduce: " Et grave en luí, comme sur un rocher. " — Ratisbonne en su
traducción en verso, desfigura la imagen como de costumbre, trasla"
dándola de la piedra al hierro:
et reiiens bien Vintage
Gravé en ton esprit comme un trait sur du fer.
El conde de Cheste traduce de una manera algo equívoca, pero si-
guiendo de cerca el original:
y él procure
Guardarlo, al decir yo, cual firm.e roca.
Interpretando el concepto de guardar el recuerdo de una imagen
como una piedra mantiene su estabilidad, podría traducirse de dife-
rentes modos, pero resultaría siempre una imagen violenta, relacio-
nando la Inmovilidad con la persistencia de la memoria. Nos hemos
decidido por la Interpretación más racional y más acreditada.
(4-21). Compendiando en prosa las visiones siderales comprendi-
das en estas estrofas, léase: "Imagínese primeramente quince estre-
llas de primera magnitud, en seguida las siete estrellas del carro ó de
la Osa mayor, y finalmente, las dos estrellas que terminan la osa me-
nor, que suman las 24 estrellas á que se hace alusión, las cuales reu-
nidas forman dos coronas concéntricas de Ariadna, convertida en
constelación, y se tendrá una sombra de la constelación que en torno
circulaba en doble danza".
(37-39). Tu credi, che nel peto, onde la costa
Si trasse, per formor la bella guancia,
II cui palato a iutto 'I mondo costa.
Esta estrofa, encierra en Italiano un juego de palabras que por una
feliz coincidencia, es posible reproducir literalmente en castellano,
merced á la mayor analogía de las dos lenguas en su origen. Cuesia>
(í<?«r////£2^ sustantivo derivado del latín ¿TOÓ /í7, tenía el mismo signifi-
cado en español en el tiempo en que escribía el Dante y aún se con-
serva un vestiglo de este arcaísmo, en la locución adverbial de "á
cuestas", ó sobre las cobtillas. La palabra cuesta^ en su acepción ver-
bal, no requiere explicación. Semblanza^ en su acepción de semejanza
reemplaza tal vez con ventaja, á la bella guancia del texto.
ÑUTAS Y COMENTARIOS 755
(65). Generados^ arcaísmo, del werho /^encfar^ engendrar.
(67). Trente^ del verbo antlcuador iremery á que se refiere la nota
al V. 136. C. I del Infierno.
(115). Raso, anticuado, bajo, que suljsiste todavía en Pan baso.
En el oríjílnal : abasso.
( 108). Dona Beria ó seor Martin \ etc., son nombres tomados al
acaso, como zutano y mengano, como expresión del vulj^o de los
creyentes en materia de sortilcg^ios.
CANTO XIV
(13). Ditegli se la luce., onde s'injiora
Se enflora.^ lo mismo que en el original, del verbo enflorecer, de-
clarado anticuado por la Academia Española, sin reemplazarlo con
ningún equivalente, teniendo así que acudir para expresar la idea, á
la complicada perífrasis de "engalanar con flores".
<^ 33 ). Che ad ogni nterto saria giusto jniciio.
Muño, de niunus^ latinismo Introducido por el Dante en el italiano»
y que sólo se cita como recuerdo literario, en su acepción de donativo
ó recompensa, razón por la cual lo hemos mantenido textualmente. En
castellano se encuentra su raíz en munifice y en munificencia.
(39). r^j"/¿z, lo mismo que en el texto, en su sentido poético de
vestido.
(99). Gatasta^\o mismo que en el texto, nombre griego dado á la
Vía láctea.
(100-102). Si costellati faceam nel profoíido
Marte che' raggi il venerabil segno
Che fan giunture di quadranti in tondo.
Los dos rayos de Mane á que se hace referencia en el verso 95 de
este canto:
M apparvero splendor dentro a dtie raggi.
Estos dos rayos que se cruzan ó se reúnen {^che fan giunture) iox-
man la cruz vista en la profundidad («^/ //'¿>/(2'«<¿'o) de la redondez
de Marte, como en un círculo cortado por dos diámetros equidistantes,
se forma su cuadrante {di quadranti in tondo).
(109). " De un cuerno al otro," etc. — Di corno in corno en el texto*
De un extremo á otro de los brazos de la cruz.
756 EL paraíso
(139). Perche si fa, montando, pin sincero.
Sincero en la traducción como en el original, en la misma acepción
explicada en el v, 130 del c. VIII.
CANTO XV
( I ). Licua^ latinismo del verbo anticuado licuar^ en su acepción de
derretir.
(9-10). Moniemalo^ó Monte-Mario, altura desde donde se divisan
los principales edificios de Roma, como de Ucalatogo los de Flo-
rencia.
(28-30). Traducción: " Oh tú, sangre mía! Oh superabundante gra-
cia de Dios! A quién como á ti se abrirán por dos veces las puertas
de los cielos ?"
( 56-57 ). cosí come rata
Dair un, si conosce il cingue e' I sei
Compárese con la traducción.
( 1 19-120). ed ancor nulla
Era per Francia nel letto deserta.
Según los comentadores, porque entc^nces los maridos no dejaban
desierto el tálamo por ir á comerciar á Francia, como sucedía en
tiempo del Dante.
CANTO XVI
( 14-15 ). Los comentarios son variados. Según unos, la doncella de
Ginebra tosió ( como está escrito ) cuando dio á Lanceloto el primer
beso, cometiendo la primtra falta ( al primo fallo ). Según otros, en
señal de animar al amante á dar el beso. No falta quien interprete, que
la doncella tosió para advertir de su presencia á los amantes, que se
hallaban juntos en su cámara.
(36-39). Al sttn León cinquecento cinquanta
E trenlajiate venne questo Joco
A rinfianintarse soltó la siia pianta.
Asi determina Cacclaguida, antecesor del Dante, el día de su naci-
miento, á contar desde el día de la salutación angélica á que hace rete-
NOTAS Y COMüNTARIÜS 757
renda In estrofa ¡interior. ICntióndase as{: "Desde el nacimiento de
Cristo, habían transcurrido 550, más 30, ó sea 5K0 revoluciones del
planeta Marte, y sií-ndo los años de Marte casi el doble de los solares,
se sljínlilca (jue Cacclaji^uida debió nacer á fines del sij^jo undécimo ó
principios del duodécimo. " La imaj^^en de reencenderse bajo las plan-
tas del León, significa, simplemente, volver á esta constelación zo-
diacal.
(79). Enccgadas : del adjetivo anticuado, encegado^ oscuro ó
nejjro.
(100). Agno7nbre: anticuado; lo vsví^vao q;}\c^ renombre,
( 105 ). Estayo^ anticuado, lo mismo que destajo^ en su acepción de
obllg^ación contraída. En el texto staío^ en el mismo sentido.
( 143 ). Ema^ riacho que hay que pasar para llegar á Florencia.
(145). Alusión á la estatua de Marte en el puente viejo de Floren-
cia, de que se ha hecho referencia en el Infierno.
(152-154). Los antiguos estandartes de Florencia, llevaban lirio
blanco en campo rojo; pero durante la guerra intestina, se cambió
en rojo sobre campo blanco.
CANTO XVII
(32). Enviscaba: del verbo anticuado enviscar,, untar con liga las
ramas para cazar vivos los pájaros. En el texto: s' invescava.
(54). La dove Cristo tutto di si merca.
Regateo en la traducción; vocablo declarado anticuado en su sen-
tido de vender y revender disputando sobre el precio, que es de uso
común.
(71-72). El gran Lombardo, es Escaligero de Verona, que llevaba
por divisa una escala surmontada de águila. El joven príncipe de
quien se hace mención especial en las estrofas siguientes, es según los
comentadores, Can-de-la-Escala, que en el canto II del Infierno, se
indica como futuro libertador de la Italia.
(82). Antes que el Gaseo : en el texto : Ma pria che '/ Guasca^
V alto Arrigo. Alusión á Clemente V, nacido en Gascona, á quien el
Poeta acusa de perfidia respecto de Enrique VIL
(106). Espolona,, AiA y ^xho anticuado espolonear^Xo mismo que
espolear.
758 EL paraíso
(122). Corrusca : adjetivo anticuado, viva, activa, animada. En
el texto, en la misma acepción : si fe' prima corrusca.
CANTO XVIII
( 17 ). Viso^ en su acepción anticuada de visia. En el original, viso^
por rostro.
(40-42). E al nome delFalto Macabeo
Vidi muoversi un altro roteando ;
E letizia era ferza del paleo
Imagen atrevida, en que se compara el movimiento giratorio de
¡a luz de una grande alma, con un juego infantil, inspirada (como lo
apunta Alizerl ), por un verso de Virgilio. La traducción literal es:
"Al nombre del alto Macabeo vi moverse otro (resplandor) girando;
y la leticia era el látigo de la peonza. "
( 76-78). OrY) or\ or\^ in sue figure
Las tres primeras letras de las palabras de ia Escritura, cuyo texto
se cita en el v. 91-93 de este canto. En cuanto al significado especial
que el Poeta da á la M final, y sobre la cual se concentran las luces,
(y. 94-99 ) señalaría, según algunos comentadores, la primera letra
de la palabra Monarquía^ como punto de partida del águila imperial
que de ella va á surgir, según lo describe en los versos 106-109, y se
recalca en el v. 113,
(105). Si come il Sol, che /' accende, sortille.
Sortille, del texto, envuelve la idea de la más ó menos luz del sol
que á cada espíritu toca en suerte. El vocablo sorteo de la traducción,
modifica la forma de la idea, refiriéndose al acto que precede á la
suerte de cada alma
( 130-136). Invectiva al Papa Bonifacio (según algunos comenta-
dores, y á Clemente V, según otros) que se interpreta de este modo:
"Tú ( Papa ) que sólo escribes bulas de excomunión para cancelarlas
á precio de oro, piensa en Pedro y en Pablo, que murieron por la viña
que tú arruinas y que viven aún ( en el cielo). Bien puedes tú de-
cir: Yo deseo (ó amo) tanto al que quiso vivir solitario en el de-
sierto (alusión á los llorínes con la efigie del Bautista ) y que una
danza llevó al martirio, que no conozco ni al Pescador ( San Pe-
dro) ni áwSan Pablo."
NOTAS Y COMENTARIOS 759
CANTO XIX
( 95 ). MisierialeSy anticuado, misteriosas.
( 107 ). Che saranno in gindicio assai men prope
Prope^ latinismo que responde á la idea de propicio.
(109). Dannaráy del verbo anticuado daiunar., condenar.
(IJI). Inope, anticuado, de inopia, pobreza, escasez.
(II5-II7). Alberto de Austria, hijo de Rodolfo de Hapsburgo, de-
vastador de la Bohemia.
(IT8-I20). Alusión á Felipe el Hermoso, rey de Francia, falsifica-
dor de moneda, á quien mató un jabalí en la caza.
(125). Alúdese al rey de España Alfonso X, llamado el Sabio, y á
Wenceslao, rey de Bohemia, de quien se hace mención en el canto VIII
del Purgatorio.
(127). Carlos II, rey de Puya y de Jerusalén, llamado el Cojo, de
quien se decía, que solo tenía una virtud, que era la generosidad, en
cambio de mil vicios; y por eso el águila que habla señala la única
virtud con una I romana que representa el número I, y sus vicios con
la M, inicial de mil.
(145). B creder del ciascun, che gia per arra.
Arra, ó arras, anticuado, prenda de compromiso, en el sentido
amargo de que está impregnada esta virulenta sátira contra los papas
y monarcas reinantes entonces en Europa, que compara con las bes-
tias feroces. Nicosia y Famagosia eran ciudades principales de la
isla de Chipre, tiranizadas por Enrique II (que por divisa llevaba en
su escudo un león), que se quejaban de la garra de la bestia que los
oprimía y que iba á la par de las demás bestias coronadas; y esa
queja de los pueblos, era, según la intención del Poeta, el arra que
debían tener todos por segura prenda de próxima liberación.
CANTO XX
( 12 ). O do Ice a7Jtor, che di riso Vanmanti
Literalmente: Oh, dulce amor! que te enmantas de sonrisas. Véase
sobre la palabra enmantar la nota al canto VIII, v. 138.
760 EL paraíso
(45). La vedovella consoló del figlio.
Alusión á la acción de Trajano de que se hace especial mención en
el canto X del Purgatorio. La estrofa siguiente se refiere también al
mismo, que según la tradición popular, fué sacado del Infierno después
de 500 anos de penar, por la intercesión de las plegarlas de San Gre-
gorio, como se dice más adelante.
(49-54). Exequias, rey de Judá, que pidió quince años de vida para
arrepentirse de sus pecados y obtuvo esta gracia.
(55-60). El emperador Constantino.
(61-66). Guillermo III, rey de Sicilia.
(98). Vinta^ latinismo anticuado, lo mismo que en el texto:
Ma vince lei pet che vnole esser vinta.
(146). Benedictas^ anticuado lo mismo que beneditas ó bende-
cidas.
CANTO XXI
(63). Riso^ anticuado, risa ó sonrisa.
(66). Bmuania. Véanse las notas á los versos 138 del canto VIII
y V. 12 del canto XX.
CANTO XXII
(86). Comensatniento, arcaico, comienzo.
(87). Ghianda^ anticuado glande, \í^\\o\2l.
(88). Argento^ anticuado, plata.
( H5). Vosco^ anticuado, vos.
CANTO XXIII
(12). El medio día, cuando la marcha del Sol parece más lenta.
En el texto:
Sotto la quale il sol mostra iiun Jretta
NOTAS Y COMENTARIOS 761
(30). Cotnc fa il iios/ro ¡c ~,<is(e siipcrnc.
líl verso Hr la traducción es idéntico al de la del conde de Cheste,
que hemos adoptado. Con frecuencia hemos coincidido con el traduc-
tor español en algunos versos, (pie por la analo^^ía de los idiomas se
pueden traducir literalmente ó no pueden ser traducidos de otro modo.
En aljíunos casos le hemos debido, como en este, versos felices, con
giros apropiados, y el hallazgo de consonantes recónditos, autorizán-
donos con su ejemplo, como director de la Academia Española, el uso
de algunos arcaísmos y latinismos SI en la traducción del "Infierno" le
hemos criticado con alguna severidad, sin pretender que nuestra obra
sea mejor que la suya, y sí solamente distinta, debemos reconocer que
su traducción de las dos últimas partes de la Divina Comedia, y sobre
todo en algunos pasajes del Purgatorio, es muy superior á la de la
primera parte.
Con este motivo debo consignar aquí un recuerdo que hace honor al
noble carácter del conde de Cheste Cuando durante mi corta perma-
nencia en España, fui nombrado miembro de la Academia Española, el
ilustre conde, al enviarme mi diploma, lo hizo acompañándolo de una
atenta carta y de un rico ejemplar de la última edición del Diccio-
nario de la Lengua Castellana. Al manifestar yo mi agradecimiento
al Señor Núñez de Arce, que fué quien puso en mis manos estos docu-
mentos, no pude menos de decirle que agradecía tanto más tal proce-
der, cuanto que el conde de Cheste debía estar resentido conmigo, por
la manera como había juzgado su versión dantesca. El Señor Núñez
de Arce me contestó haberle oído decir que aun cuando lo hubiera
tratado con severidad como traductor había sido como historiador
justo con sus ascendientes, y que por esto me estaba agradecido. Se
refería á su antepasado, el General D. Joaquín de la Pezuela, el ven-
cedor de Vilcapugio, Ayohuma y Sipe Sipe, imparcialmente juzgado en
nuestra Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina.
(66). Enarca^ anticuado, del verbo enarcar, arquear,
(123). Delecto^ del verbo anticuado delectar^ equivalente á de-
leitar.
CANTO XXIV
(16-17). Cosí quelle cavolle üifferente-
MENTE da7isando, dalla sua ricchessa.
Nos hemos ceñido en la traducción á la forma métrica del original,
de cortar el adverbio, que es una imitación de la hipometría latina.
762 EL paraíso
Algunos poetas españoles se han permitido usar de esta licencia poé-
tica: entre ellos Fr. Luis de León, Calderón y Jovellanos, siendo bien
conocidos los versos del primero que dicen así:
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando.
(21). Clareza^ anticuado, claridad.
(56). Expandiese^ del verbo expander., vocablo declarado anti-
cuado por la Academia, no obstante conservar los sustantivados y
adjetivados que con él se relacionan, como son: expansión^ expansi-
ble^ expansivo., expancimienio^ expansibletnenie y expansibilidad.
No habría que observar á esto, si al desterrar la palabra fundamental,
madre del grupo de palabras á que ha dado origen, se la reemplazase
siquiera por una madrastra; pero ni eso. Así, al definir la palabra ex-
pansión., se vé obligada á reconocer á la madre que reniega, dicien-
do: " Expansión: Física: acción y efecto de extenderse ó dilatarse. *'
( Definición incorrecta, como varias otras de la Academia, por lo que
respecta á la acción y al efecto, pues expansión es la acción, y expan-
siniiento el efecto, como en rendición y rendimiento). Moral: ca-
rácier expansivo^ amistad expansiva. '' — Barcia limita su significado
reduciéndolo á la cualidad de esponjar, no obstante reconocer que su
forma etimológica es expandere., del latín, lo mismo que la Academia,
Domínguez amplía más la definición metafórica, dentro de su sentido
recto y genuino: " Movimiento y demostración de ternura, sensibilidad
y afectuosa confianza. " — Así pues, desterrada del idioma la palabra
expansión^ no existe en el idioma español, ninguna otra que pueda
expresar la acción de la dilatación de los cuerpos físicos ó de los afec-
tos del corazón, no obstante conservarse todos los retoños de la raíz
primitiva.
( 59 ). Comincia ' ¿o, daW alto primipilo
PrimipUo., así se llamaba el primer centurión del antiguo ejército
romano. PrimipUos Prior (el primero de los que llevan dardo) de.
nominación que el Poeta aplica á San Pedro.
(63). Che mise Rotna teco nel buen filo.
En la traducción " puso al hilo ", con arreglo al modismo español,
al hilo^ ó sea sin interrupción ó en la dirección de alguna cosa.
(94). Conclusa., anticuado, como incluida ó contenida.
(149). 6^^¿7/«/a«í/£;, del verbo anticuado gratularse.^ darse el para-
bién, que en su acepción religiosa se conserva en el sentido de ale-
grarse ó conjplacerse.
NOTAS Y COMENTARIOS 763
CANTO XXV
( 7 ). Con altra voce oviai, con altro vello.
La palabra vello ha dado origen á variados comentarios y numero-
sas interpretaciones. Como en la estrofa anterior, el Poeta se compara
á un cordero {agnc/lo) en medio «' lupi che gli fanno guerra^ algu-
nos comentadores sostienen, que prolongando la comparación, debe
entenderse vello por lana. Otros Insinúan que debe entenderse en el
sentido Horaciano, de mudar de pelo, ó sea de encanecer, lo que pa-
rece más natural puesto que el Poeta se hallaba en el linde de la
vejez. A esta Interpretación responde la versión.
(17-18). Santiago de Compostela. á quien el Poeta denomina'/
Bayone.
(31). Alteza^ anticuado, lo mismo que altura, eminencia, etc.
(38). En el texto: and'' io levai gl¿ occhi a' motiti^ refiriéndose á
los montes de luz que antes lo habían deslumhrado.
(42). Conies^ anticuado, condes.
( 57 ). Ansí che il inílilar gli sia prescritio.
Se repite la alusión á las palabras del Evangelio: "Milicia es la
vida ", etc.
(95). La dove traita delle Manche stole.
Alusión á un pasaje del Apocalipsis de San Juan, cap. VII: '• Estos
que están ante el trono, cubiertos de estolas (vestiduras) blancas ".
(lOO-IOI) Peseta ira esse un lume si schiari,
Si, che, se il Cancro avesse un tal cristallo,
II verno avrebbe un mese d'un sol di.
Cristal por estrella. Es decir: Si la constelación de Cáncer tuviese
una estrella tan clara (como la luz á que se refiere en la estrofa an-
terior) tendría un mes de día continuo, por cuanto en el inviernoi
cuando el Sol se pone, aparece Cáncer en el cielo, y vlce versa, cuando
Cáncer se pone, aparece el Sol, de modo que en el supuesto, sería un
día sin noche, desde el 21 de Diciembre hasta el 21 de Enero.
(II2-II4). El Pelícano es Jesús, que con su sangre regeneró al
género humano, y el que puso sobre su pecho al morir, es San Juan,
á quien desde lo alto de la Cruz le confió el alto oficio de que sirviera
á su madre como un hijo.
764 EL paraíso
CANTO XXVI
(61). Conoscencia, anticuado, conocencia ó conocimiento.
(97-99). Tal volta itn animal coverto broglia
Si, che Vaf/etto convien, che si paia,
Per lo seguir, che face in lid la invoglia.
El Tommaseo critica esta Imagen por baja, suponiendo que el
Poetase refiere á un animal Irracional; y Alizeri la defiende como
sublime, entendiéndola del mlsn-.o modo. Los demás comentadores la
aceptan tal cual, explicando lo que de por sí no pide explicación,
porque la Imagen es gráfica. Nosotros entendemos, que en la palabra
animal, el Dante, no sólo ha querido comprender todos los seres ani-
mados, como en el verso 2 del canto II del Infierno :
Toglieva gli anitnai, che sonó in térra.
Debe entenderse en el sentido que tiene en el v, 88, c. V del In-
fierno, en que Francesca de Rímini, dirigiéndose al Poeta, le dice: O
animal gracioso. Es tanto más razonable esta interpretación, que se
ha ocultado á los comentadores, cuanto que la comparación se refiere
á Adam, el primer hombre creado; y la palabra affetto, que caracte-
riza el movimiento, indica claramente que se alude á un movimiento
revelador de un sentimiento, que sólo es propio del ser racional. La
palabra 2/^/(3!, de la traducción, reemplaza el invoglia (envoltura) del
texto, que tiene más latitud
(I4I-I42). Dalla pritn'ora a qitella ch' e seconda.
Come V Sol muta quadra alPora sesla.
Estando dividido el día en cuatro cuadrantes de la esfera, el pri-
mero se completa en la hora sexta, y por tanto, habiendo pasado ésta
el Sol, se dice que eran las siete del día, á que se refiere el primer
verso. Alude á la antigua opinión de que Adara sólo permaneció
slele horas en el Paraíso, ó como se dice en el texto: "desde la pri-
mera hora df'l día, hasta la primera del segundo cuadrante."
NOTAS Y COMENTARIOS 765
CANTO XXVII
(54). Dolorío^ anticuado, dolor.
(143). Per la centestna, clCe laggiti negletta.
I. a céntima que sej^ún la expresión del Poeta se descuidaba contar
en el mundo, es la centósima parte del día, que con arreglo al calen-
dario Juliano, era la diferencia que resultaba entre el año civil y el
año solar, error que fué corregido por el calendario Gregoriano. La
frase de Beatriz, en sentido figurado, es interpretada por todos los
comentadores, como Indicando corto trascurso de tiempo.
CANTO XXVIII
(75). Arredonde^ á&\ verbo anticuado arredondar^ redondear.
En el texto:
Dclle sustanzie che fapaion tonde.
(121). En el texto: le tve Dee^ para indicar las tres categorías an-
gélicas, según un pasaje de San Juan.
CANTO XXIX
(1-7). La idea es: tan corto espacio de tiempo como el que puede
durar la presencia simultánea del Sol y de la Luna bajo el mismo
horizonte, respecto del punto del hemisferio en que la una surge y el
otro se pone; ó lo que es lo mismo, que cambiando la una ó el otro
de hemisferio, se delibra ó se liberta del cinto que la ciñe, según la
expresión metafórica del texto. El giro dantesco, que hemos seguido,
es complicado, y debe compararse con su versión.
Quando ambe due li figli di Latona
Coverti del Montone, e della Libra,
Fanno delPoriszonte insieme zona,
Tanto, col volto di riso ripinto.
En este último verso se traduce ripinio^ por pinio^ anticuado, lo
mismo que pintado.
SO
766 EL paraíso
(103). En el texto: Non ha Firense ianti Lapi e Bindi^ nombres
comunes, que son dimintuivos de Jacobo y Albino, para designar la
vulgaridad.
(120). Perdonansas^ a.nticüa.dOj perdones.
( 135). Determinato numero si cela.
De celar, ant, derivado del latín, en la acepción de encubrir, ocultar.
CANTO XXX
( 1-9 ). Forse seimila miglia di lontano
Ci ferve Pora sesta, e questo mondo
China gia l'ombra, quasi al letto piano,
Quando al messo del cielo, a noi frofondo,
Comincia a farsi tal, che alcuna stella
Per de ''I par ere injino a quesío fondo;
E come vien la chiartsima ancella
Del Sol piu oltre, cosi il cié I si chinde
Di vista in vista tnfino alia piu bella.
Pasaje complicado, así por sus giros cuanto por la diversidad de
sus remotas referencias, que hace sumamente difícil su traducción lite-
ral. El Poeta, para dar una ¡dea de como desaparece ante sus ojos el
coro angélico del triunfo de Cristo, que lo deslumbra primero y lo
enceguece después, lo compara á la desaparición gradual de las es-
trellas al amanecer. Para ello, toma al remoto sol en su cénit en
contraposición de la sombra que proyecta la tierra, y pinta con varia-
dos colores la hora que precede al nacimiento del día, que es la que
quiere determinar. He aquí su texto analizado: — "Tal vez (ó, poco
más ó menos) á seis mil millas de distancia {di lontano) arde la hora
sexta, (la del mediodía), y este mundo (la tierra) casi inclina ya su
sombra al lecho llano (al horizonte, hacia el poniente): — Cuando en
medio del cielo (el cielo octavo de las estrellas fijas) para nosotros
tan profundo (porque está tan alto) comienza á hacerse tal (tal ó
más profundo, que es decir, á aclararse) de modo que algunas estre-
llas comienzan á desaparecer y no pueden verse desde el fondo (te-
rrestre):— Y como viene después (ó, más allá) la clarísima sierva del
sol (la aurora), y cierra el cielo de estrella en estrella, hasta (cubrir
ó apagar) á la distancia la más bella (la más resplandeciente)."
Para la inteligencia com¡)leta de este pasaje, léase la siguiente expli-
NOTAS Y COMENTARIOS 767
ración de Brunone lilaiu hi, que concuerda con la de todos los comen-
tadores: "Para encontrar con precisión la hora indicada, debe tenerse
presente, (jue la circunferencia de la tierra cri entonces estimada en
20,400 millas, de las cuales el sol recorre 850 en cada hora. SI, pues,
la 4'' parte de 20,400 es igual á 5,100, y el mediodía se halla distante
de un determinado lugar, tal vez (ó poco más ó menos) unas seis
mil millas, en tal caso, faltarán para la primera hora del día, distante
un cuadrante de la hora sexta del cuadrante, como 900 millas, que el
sol recorrería en poco más de una hora. Por medio de toda esta perí-
frasis, viene á decirse en definitivo, que faltaba cerca de una hora
para la salida del sol."
(25). Tretne^ del verbo anticuado trer)¿ey, \7ív\2ls veces anotado.
(-'"4). Per far disposto a siia Jiarnnia il candello
Esta metáfora ha sido tachada de poco noble con relación al asunto,
traduciendo algunos, ciyio por candela^ lo que altera su verdadero
sentido, que es encender la vela hermana en la llama del amor divino.
(61-69). E vidi lume in forma di riviera, '
Fulvido di fulgori, inira due rive
Dipinte di mirabil primavera.
Di tal Jiumana uscian faville vive y
E d'ogni si niescean ne' fiori,
Quasi rubini che oro circonscrive.
Poi, com.e inebríate dagli odori,
Riprofondavan se nel miro gurge ^
E s' una entrava, un* altra usciane fuori.
A propósito de este magnífico trozo de poesía, dice Humboldt en el
Cosmos : "Al entrar á los bosques del paraíso terrestre, el poeta re-
cuerda la selva de pinos de Ravena {^la pineia in sul lito di
Chiassi)^ donde resuena en las cimas de los árboles el canto matinal
de las aves. Esta imagen natural contrasta con el río de luz que corre
en el paraíso terrestre, " este río de que brotan chispas vivas, que se
posan sobre las flores de la ribera, y en seguida, como embriagadas
por sus perfumes, vuelven á hundirse en el admirable abismo, al mismo
tiempo que brotan otras". Podría creerse que esta ficción es un recuer-
do del raro y singular espectáculo que presenta la fosforescencia del
océano, cuando del choque de las ondas se desprenden puntos lumino-
sos que se levantan sobre la superficie de las aguas, y convierten toda
la líquida llanura en un mar de estrellas en movimiento."
(88-89). E Si covte di lei bevve la gronda
Delle palpebre mié
768 EL paraíso
Gronda en Italiano, significa á la vez, alero de techo y visera de
gorra : en este último emplea la palabra el Poeta para designar por
analogía las pestañas "viseras de sus párpados.''
(94-99). La triple repetición del vide {vidi) en los consonantes en-
cadenados de los dos tercetos señalados, es una reproducción del
texto original:
Cosí mi si cambiara tn maggior feste
Le Jiori e le faville, si di' io viDi
Ambe le corti dil Ciel mani/este.
O isplendor di Dio, per cui lo vidi
U alto trionfo del regno verace,
Dammi virtude a dir com^ io lo VlDi.
(141). Nodris^ anticuado, nodriza ó madre.
(147) Alusión á Bonifacio III, nacido en Alagna, de quien se hace
mención en el canto IX del Infierno.
CANTO XXXI
(7). Enflora^ vocablo declarado arcaico, y antes anotado.
(15). Arrió a y del verbo anticuado arribar^ equivalente á subir^
ensalzar^ levantar.
(29). Cinli/aSy íorma. ZTCzlca. de ciníi/acián^ brillo, equivalente á
esclntilización.
(81 ). Amparanza^ anticuado, amparo.
( 7-12 ). St come schiera d" api che 5' infiora
Una fiata, ed una si ritorna
La dove suo lovore s* insapora.
Los textos difieren en cuanto al verso 8: unos traen: una fiaia^ ed
una^ y otros, una fiata ed alira. Ambas lecciones expresan un doble
movimiento alternativo material y místico, y así lo reproduce la ver-
sión.
CANTO XXXIl
(4-6 ). La pinga, che Marta richiusc cd itnse,
(Judia, ch* e tanto bella e da sitoi f>iedi
E cülei che /' aperse e che la punse.
NOTAS Y COMENTARIOS 769
Alusión á ICva. " La lla^íi cju*' Marí;i ( erró y vinjjió, níjuclhi ( mu-
jer ) tan bella que está á sus pies es la que la abrió y |)un}rjó. " —
Fungió { |)unse ) dt'l verbo /^w«(^/>, en su aceprióti de punsar, decla-
ra(lo arcaico, y que sólo se conserva en el sentido metafórico de herir
las i)aslones del ánimo ó el corazón.
( 70-72 ). Pero, secoiido il color de ' capcllt
Di cotal grazia /' altisinio lunie
Dignatnenle convicn che í' inca/yelll.
Son diversas y contradictorias las Interpretaciones que los comen-
tadores dan á este terceto. El anterior, se refiere á los g^emelos de la
Biblia, Jacob y Esaü, que desde el vientre de la madre pugnaron á
cual nacería primero. Como el uno fué rubio y el otro de pelo oscuro,
el Poeta parecería significar, que por estas señales se conoce la com-
plexión del hombre, y por tanto, las Inclinaciones de su ánimo. De
aquí que algunos hayan pensado, que la ¡dea del Poeta era que Dios
distribuía la gracia infusa, según el color de los cabellos, idea ab-
surda y en contradicción con las doctrinas profesadas por el mismo
Poeta. La interpretación más racional, que ha prevalecido, es la que
se ajusta á los versos anteriores que la confirman:
La mentí tutte, iii suo lieto cospetto
Creando, a suo piacer di grasia dota
Diversamente
Así, debe entenderse metafóricamente, que la altísima luz, conviene
que dignamente se corone en las cabezas {s" incapetli) con la (más
ó menos) gracia infusa de que han sido dotados por Dios, según sus
disposiciones naturales." A esta interpretación responde la versión.
( 82 ). Adviene^ del verbo neutro anticuado, advenif , equivalente á
venir ó sobrevenir.
(121). Ajusta^ en el texto, aggiusta^ latinismo empleado por el
Dante, en el sentido de proximidad {juxta).
CANTO XXXIII
(64). Cosí la nevé al sol si disigilla
Deshiía por disigilla. Habiéndose publicado antes un fragmento
de mi traducción de este canto, el Sr. Rafael P>agueiro, en la revista
"Artes y Letras," hizo el siguiente comentarlo: "El Sr. Mitre ha en-
770 EL paraíso
centrado esa palabra, — deshila, — mucho menos metafísica que la del
original: si disigilla, (se desella), es decir, pierde la forma, puesto
que el sello es la garantía de la forma, y la nieve bajo el sol se
líquida, y por consiguiente, se deforma." La misma palabra había
sido empleada antes por el conde de Cheste en su traducción, y
hemos coincidido en la interpretación, porque en castellano, deshilar,
significa, no sólo sacar hilo sde algún tejido, ó reducir á hilos alguna
cosa (imagen á que se prestaba la nieve liquidada ), sino también
destilar ó echar gota á gota, siendo esta la acepción en que está em-
pleada la palabra. Fácil habría sido traducir literalmente el verso
dantesco, con el sentido metafísico que le da el Poeta, empleando el
verbo sigilar^ en el sentido de sellar que tiene en castellano, y que
consignamos por vía de variante ó corrección:
Asi la nieve al sol se desigila. /
(94-96). Un punto solo ni" e maggior letargo.
Che venticinque secoli alia impresa,
Che fe ' Nettuno ammirar P ombra eP Argo.
Este cómputo, marca la fecha en que el Dante escribía su poema,
veinticinco siglc s después de la empresa de los Argonautas.
(117). Coniinencia^ en su acepción anticuada de coniinente.
(133-135). Qual e il geómetra che tutto s'affige
Per mistirar lo cerchio, e non ritrova.
Pensando, quel principio ond' egli indige.
La palabra cuadratura de la traducción, no la trae el texto, pero
se halla implícita en él.
índice
PRELIMINARES
PÁGINAS
Nota Bibliográfica '. V- VIII
Teoría del Traductor IX XIX
EL INFIERNO (Primera parte)
Canto I.— La Selva oscura I — 8
> II. -Beatriz y Virgilio 9— 14
> III.— La Puerta del Infierno.— Aqueronte y Caronte 15— 20
> IV. - El Limbo y los Grandes Poetas 21— 26
> V. — Minos. — Francesca de Rímini 27 — 32
s, VI.— El Infierno del Cancerbero 33 — 37
> VIL— Plato.— La Estigia 38— 43
> VIII.- La Ciudad ardiente 44— 49
> IX. — Las Furias y el Ángel 50 — 55
T) X. —Los Sepulcros ardientes y Farinata ^d — 61
> XI. — La Escala de los Pecados 62 — 66
> XII.— El Minotauro, Los Centauros y el Río de Sangre 67 — 72
» XIII.— La Selva dolorosa 73— 78
» XIV.— La Lluvia de fuego 79— 84
> XV.— Bruneto Latino y el Dante 85— 89
> XVI.— El Flegetón 90— 95
> XVII.— Gerión 96—101
T> XVIII.— Malebolge 102-107
> XIX. — Los Papas Simoniacos 108 — 113
> XX.— Los Adivinos 114— 119
» XXI.— Los Demonios 120—125
» XXII.— El Lago de pez hirviente 126— 131
> XXIII. — Los Hipócritas y los Fariseos -. 132 — 137
> XXIV. — Las serpientes y los ladrones sacrilegos 138 — 143
» XXV.— Metamorfosis infernales 144—149
> XXVI. — Las llamas animadas.— El viaje de Ulises 150 — 155
> XXVII.— Guido de Montefeltro I56-I6I
» XXVIIL— Mahoma y los Cismáticos 162—167
112 ÍNDICE
PÁGINAS
Canto XXIX.— Impostores y Alquimistas 168—173
> XXX.— Los Falsificadores \T^—Yjf^
> XXXI.— Los Titanes 180—185
> XXXII.— Los Traidores 186— 191
í XXXIII.— Hugolino y sus hijos 192—198
» XXXIV.— Lucifer.— Las Estrellas I99_204
APÉNDICE AL INFIERNO
Notas y Comentarios del Traductor 205^291
EL PURGATORIO (Segunda parte)
Canto I.— El ante-purgatorio.- Catón de Útica 295—300
II.— El viaje de las almas. — El cantor Casella 301—306
III. — El monte del Purgatorio. — Manfredo de Sicilia 307—312
IV. — Subida del Purgatorio. — Los perezosos 313 318
V.— Circulo de los violentos. — Muerte de Buonconte. —
La Pía 3I9_324
VI.— Eficacia del ruego.— Sordello y Virgilio. — Invectivad
la Italia 325-330
VII.— Un valle del Purgatorio. — Grandes almas en pena.—
Conrado de Malaspina 331 — 336
VIII. — Continuación de las grandes almas en pena.»-La ser-
piente tentadora 337 — 342
IX.— La puerta del Purgatorio 343 343
X. — Primer círculo del Purgatorio donde se expía el pecado
de la soberbia. — Los escultores divinos 349—354
XI, — Paráfrasis del Pater Noster.—'La.s vanidades mundanas 355—360
XII. — Ejemplos de soberbia castigados. — Segundo círculo
del Purgatorio 361 — 366
XIII.- Suplicio expiatorio de los envidiosos. — Ejemplos de
Caridad 367—372
XIV.— El valle del Arno.— Castigo de otros envidiosos 373—378
XV. -Grandes ejemplos de mansedumbre. — La región del
humo 379- 384
XVI. — Tercer círculo del Purgatorio donde se expía el pecado
de la ira 385—390
XVII. — Cuarto círculo del Purgatorio. — Las almas perezosas.
— El principio del bien y del mal 391 39ó
XVIII. — Ejemplos de actividad y de pereza contrapuestos 397 — 402
XIX. — La sirena de la voluptuosidad y la pereza ante la vir-
tud.—Quinto gii(')n do los avatientos 403—408
XX.— Almas que lloran el pecado de la avaricia.— Ejemplos
de pobreza y generosidad.- Hujfo Capeto y su des-
cendencia 409 — 414
ÍNDICE 773
PXgiwas
Canto XXI.-i:stacio y Virgilio 415—420
> XXII. -Penitencia y rcdciuión df. Estacio. — Sexto círi-ulo del
Purgatorio en qm; so expia la Jíula. — Ejemplos de
sobriedad 421— 42r)
> XXIII. -Castigos de la gula.— Toresio y el Dante.— Invectiva
contra la deshonestidad de los vestidos femeninos. . 427 — 432
» XXIV.- Bonagiunta y el Dante — La vieja y la nueva poesía. 4.Í.3 — 438
> XXV. — La generación humana y las formas de las almas.—
Sétimo circulo en (jue se purga entre llamas el pe-
cado de la Lujuria 439 — 444
> XXVI. — Castigo de los lujuriosos. — El poeta provenzal Amoldo. 445—450
> XXVII.— Llegada al Paraíso terrestre 451—456
> XXVIII.— El Paraíso terrestre y sus leyes físicas 457—462
> XXIX. — La procesión simbólica 463 — 468
> XXX.— El triunfo de Beatriz 469—474
> XXXI.— Beatriz y el Dante.— El Leteo 475-480
> XXXII. -Simbolismo de la Iglesia Romana 481—487
> XXXIII. — Las fuentes de los ríos del Paraíso Terrenal.— El Euo-
noe.— Conclusión del Purgatorio. — Las estrellas 48S -493
APÉNDICE AL PURGATORIO
Notas y Comentarios del traductor 495 —538
EL PARAÍSO (Tercera parte)
Canto I. — Ascensión del poeta y de Beatriz al primer cielo 542 — 546
> II.— El cielo de la Luna 547—552
> III. — Las almas que violaron sus votos 553 — 558
> IV. — Las almas y las estrellas. — Compensación de obras
malas y buenas 559 — 564
> V.— La esfera de Mercurio SdS — 570
T> VI. — El Emperador Justiniano y el Águila Romana 571—576
> VIL— La redención de la Cruz 577 — 582
» VIII. — La estrella de Venus 583 — 588
> IX. — Cunesia y la Marca de Treviso 589 - 594
> X. — Los Doctores de la Divina Ciencia. — Santo Tomás de
Aquino 595-600
» XI.— San Francisco de Asis 601— C06
» XII. — Santo Domingo de Guzmán 607—612
» XIII. — La danza celeste de las luces de los Bienaventurados. . 613 — 618
» XIV.— El quinto cielo de Marte y los Mártires de la fe 619—624
T> XV. — Cacchiagüida, antecesor del Dante 625 — 630
» XVI.— La antigua Florencia 631—636
> XVII. — Predicciones históricas y sobre el destino del Poeta. 637 642
» XVIII.— El Planeta de Júpiter 643—648
774 ÍNDICE
PÁGINAS
Canto XIX. — El Águila Romana.— Explicación de la fe de Cristo.. . 649 — 654
» XX. — Continuación del Canto anterior óv'íS — 660
3> XXI. — Sétima esfera de Saturno. — La Predestinación 661 — 666
» XXII. — San Benito y su orden. — El signo de Géminis 667—672
» XXIII. — Gloria de Jesucristo y de la Virgen María 673-678
> XXIV.— San Pedro y el Poeta 679—684
» XXV. — El Apóstol Santiago y San Juan Evangelista 685 — 690
» XXVI.-La Caridad.— Adam 691—696
» XXVII.— San Pedro y los Pontífices 697 -702
T> XXVIII.— El Punió luminoso.— 'L.'d. milicia de los cielos. — El or-
den de los cielos 703—708
> XXIX.- El génesis de los Angeles. -El Empíreo. — Los ríos de
luz 709—714
» XXX. — La forma del Paraíso. — San Bernardo. — El jardín ce-
lestial 715—720
» XXXI.— La Rosa Mística 721—726
» XXXII. — Los Espíritus Angélicos. — Triunfo de la Virgen María. 727 — 73
» XXXIII. — Salutación á la Virgen María. — Visión final. — El Miste-
rio de la Trinidad. — Armonía de la voluntad y de
las Estrellas. — Fin de la Divina Comedia 733 — 738
APÉNDICE AL PARAÍSO
Notas y Comentarios del Traductor 739—770
EIÍ15ATAS Y COKKKCCIONES
PAGINA
\liRSO
DONDE DICE
I.KASE:
18
74
Interrogué
Interrogúele
60
lOI
mas
más
67
4
franco
flanco
155
120
siempre á izquierda
á izquierda siempre
157
24
ves
ves
165
77
Y Angiolelo
A Angiolelo
190
97
Asi
Así
30S
16
que en pos
en pos
308
17
Y interceptaba
Interceptaba
309
43
é
fué
319
I
Ya las sombras se
disipado.
habían
Ya estaba de las sombras
alejado.
338
30
brotaban
flotaban
342
131
lo
la
371
109
Sapia 7ne
Sapía
392
22
concretóse
concentróse
400
81
bajaba
bajaba, {punto)
437
II3-II7
No es este el árbol <
7ue tentara á Eva:
No os acerquéis : seguid por vuestra vía .
Que su retoño más allá se eleva.
Léase :
El árbol que mordido fué por Eva
Arriba está: seguid por vuestra vía:
Este es retoño del que allá se eleva.
471
59
Avistando
Revistando
544
71
al ejemplo
el ejemplo
585
172
punto
puerto
550
77
magno
magro
563
103
Alm.eón
Alméon
565
10
nuestro
vuestro
581
121
llevar
llenar
587
123
Cual de una raís
Cual de raíz
588
126
abrace
abrase
592
91
acaso
ocaso
616
72
ingenio
ingeño
619
12
en tanto
un tanto
658
85
El ojo del ,
acceso:
águila en nuevo
En el ojo del
acceso :
663
51
aquieto
aquieta
669
66
pesar
pensar
720
7
como
cual
águila otro
ADDENDA
Impresa la hoja de la Fe de Erratas;, se. ha notado el siguiente error, que debe
corregirse :
I^n la página 728, verso 17, donde dice :
Y hajatido, se 7<cn á /os Hehreos
Debe leerse:
Y bajando, se ven á las Hebreas
En consecuencia, la estrofa que sigue en la misma página, versos IQ-2I, debe
también corregirse del modo siguiente, para (jue corresponda á la rima :
Porcjue según de Cristo las ideas.
Vivieron en su fe, y forman muro
Que parten sus escalas y preseas.
\
^''
■^.:>
PLEASE DO NOT REMOVE
CARDS OR SLIPS FROM THIS POCKET
UNIVERSITY OF TORONTO LIBRARY
BRIEF
0001443
¿i'
V'JSJFi.
^^!r^
: >w