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Full text of "Memorial histórico español : colección de documentos, opúsculos y antigüedades que publica la Real Academia de la Historia"

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MEMORIAL  HISTÓRICO  ESPAÑOL: 


DE  DOCraeNTOS,   OPDSGULOS  í  ANTItÜEDADSS, 


ODK   PMLKU 


U  REAL  ACADEMIA  DE  U  HISTORIA. 


TOMO  xn. 


HADBID, 


rui.,===,G00glc 


D¡„i„«b,Góoglc 


CARTAS 
DE&lGUNOSPP.DELilGOlPANUDEJESDS 

mu  Ul  IKIHI  II  U  INIIWÜ 

ENTRE    LOS   AÑOS  DE    16M  Y  1648. 

0»PBSIDIDKm33DKSICTIKIBRg  DB  1640,1  mSSDKUÍRQ  081643. 


Cul,zí;.vC00glc 


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E, 


L  año  de  1641  fué  racesto  para  esta  monarqafa.  Portu- 
gal elegía  rey  y  se  separaba  de  la  «nona  de  España;  Ca- 
talana peraistia  teoaz  en  su  rebelión,  y  auxiliada  de  fran- 
ceses amagaba  invadir  las  provincias  limítrofes  y  llevar 
la  guerra  civil  á  Valencia  y  á  Aragón.  En  todas  partes  la 
fortuna  de  las  armas  nos  era  contraria,  y  la  política  del 
cardenal  Bichelieu,  política  dirigida  principalmente  con- 
tra España,  triunfaba  en  Roma  como  en  Alemania,  en  Ho- 
landa como  en  Inglaterra.  Cegadas  las  fuentes  de  la  públi- 
ca prosperidad,  exhausto  el  erario,  agobiados  los  pueblos 
con. excesivas  cargas  y  tributos,  reducidos  aun  los  parti- 
culares mas  acaudalados  A  penuria  y  estrechez  por  las 
continuas  bajas  de  la  moneda  de  vellón,  el  desaliento  se 
apoderó  de  todos  los  corazones,  y  un  descontento  sordo, 
aanque  significativo,  reinaba  en  todas  las  clases  de  la  so- 
ciedad. Ni  fué  menos  fatal  el  siguiente  de  iS.  En  Italia  d 
príncipe  Tomas  de  Saboya  abandonaba  por  completo 
nuestra  causa  y  se  pasaba  al  bando  francés;  Portugal  de- 
fendía con  éxito  sus  fronteras,  y  tal  vez,  tomando  la 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


ofenaíTa,  entraba  arrogante  por  Galicia  y  Extremadura. 
Don  Pedrada  Aragón,  derrotado  por  los  catalanes  en  el 
Valles,  caia  prisionero  con  la  flor  de  su  ejército  en  manos 
del  enemigo.  No  lograba  el  de  Leganés  socorrer  á  Lérida, 
mientras  que  en  el  Rosellon  los  ejércitos  de  Francia  nos 
arrebataban  á  Perpiñan  y  á  Salses.  Kn  )a  mar  nues- 
tras escuadras,  iaferiores  en  número  á  las  del  enemigo, 
apenas  bastaban  para  defender  tas  costas  de  la  Peninsular 
y  á  no  ser  por  la  victoria  de  D.  Francisco  de  Meló  en 
Chatelet,  victoria  sin  resultados  y  que  debía  ser  pronto 
borrada  por  el  desastre  de  Rocroy,  ni  una  sola  vez  nos 
fué  favorable  la  fortuna. 

De  la  opinión  y  sentimientos  del  pueblo  español  du- 
rante esta  crisis  peligrosa  de  la  monarquía .  es  fieV  intér- 
prete el  historiador  de  estos  tiempos  Bernabé  de  Vibanco, 
ya  tantas  veceftcilado,  y  cuyas  obra^  no  han  visto  aqn  l« 
hiz pública.  Dice  así:  . 

«  Ga  nuestros  diaa  henujs  visto  acabar  y-  anublara^  la 
gloria  militar  de  una  aaeion  que  ha  dado  que  admirar  á 
las  de  mayor  majeMad  y  grandeza,  y  toda  [K)!*  Ja  poten- 
cia y  autoridad  demasiada  que  se  dio  á  dos  privados  tan 
ruidosos  y  tan  encoairadoa  entre  sí  que  cada  uno  fuá  y  ha 
aido  la  destrucción,  no  aok)  de  esta  mooairquta  sioq^d^  to- 
do lo  demás.  Porque  dmbos  han  sido  sus  incendiarlos  y 
aseladores,  no  salo  con  el  luego,  »do  laeabien  con  los  tri- 
bntos,  pues  queolvidados  deks  leyes  inviolables  de  na- 
turaleza, se  erijan  inmortales  contra  la  aúsma.  regla  ,y 
condición  dé  los  tiempos. 

»Yo  pretendo  qne  este  mi  discurso  sea  Hmpio  cristíd 
en  que  se  miren  y  lean  los.  encarecimienlos>  y  sepan  sal- 
var los  riesgos  los  polfticos  pilotos  que  anhelan  y  áurcan 
tan  proceloso  mar,  y  tan  lleno  de  borrascas  éincertidum- 
bre.  Escribiré  desaciertos  de  mucbosy  fiddidad  de  pocos, 
vicio  de  los  mas  obligados:  lodo  eUo  no  con  el  estilo  y 


;vCooglc 


las  noticias  que  yo  quisiera,  síoo  coa  el  que  lian  podido 
las  faerzas  y  pennitido  el  caudal.  No  me  maeve  á  esto 
**  pasión  ni  envidia,  sino  un  puro  celo  de  que  los  hombres 
'  que  alcanzan  supremos  lugareS'  sean  mas  gloriosos,  no  ya 
por  la  confianza  misma  que  de  ellos  hicieron  ,  y  por  ]a 
buena  cuenta  que  dieron  de  sí,  sino  por  lo  que  supieron 
adquirir  y  aplicar  á  sos  mcjcH-as  y  estados.  Aludo  á  aque- 
llos que  tuvieron  la  tiranta  por  mayor  logro  y  afición  que 
la  conservación  del  estado  púUico;  los  que  antes  que  al 
interés  y  i»Y>vecho  del  Príncipe  miraron  por  el  suyo  y 
por  el  de  sus  allegados  y  conveniencias,  despreciando  los 
verdaderos  hombres  y  los  fieles  vasallos;  cautdando  los  ser- 
vicios, tas  hazañas  y  las  proezas ;  cubriéadolas  de  olvido 
para  que  S(^  reine  el  engaño,  se  enOaquesca  todo .  caiga 
el  aliento  y  valor  de  la  nación,  y  se  confunda  en  las  en- 
trañas de  la  tierra;  perezcan  los  hechos  de  nuestros  ma- 
yores, y  aquellos  enemigos  qve  supimos  hollar,  levanten 
ahora  el  cuello ,  y  recojan  el  fruto  de  sus  trabajos;  que  los 
que  fueron  la  causa  de  la  pérdida  de  todo  y  de  la  desola- 
ción de  la  monarquía,  gocen  el  tesoro  y  beneficios  de  ella, 
tenga  el  mejor  lugar  el  deshútre  de  la  religión  y  se  vean 
destrozar  y  arder  eu  tmnoHos  los  reinos,  abrasar  las  ciu~ 
dades,  convertirse  en  ceniza  los  templos  y  las  casas.  Vée- 
se  por  tales  iniquidades  obrar  el  cielo  prodigios  y  fulmi- 
nar amenazas;  imperar  en  el  mundo  el  ot^Uo  y  la  po- 
testad, y  i>or  el  contrario  inclinar  la  cabeza  las  virtudes, 
la  hnmild!ad,  la  benignidad ;  valerse  de  toda  la  paciencia 
y  sufrimiento  de  los  mejores  hombres,  sin  parar  el  oido 
al  uso  y  ejercicio  dé  lo  mas  licito  y  honesto  que  enseña 
el  juicio  hinnano  dotado  de  prudencia,  antes  bien  huyen- 
do el  cuerpo  á  toda  modestia ,  se  afecta  que  corra  aquello 
por  mejor  gobierno  y  esto  por  vituperio  de  la  virtud.  Pa- 
ra unos  la  necesidad  suma;  para  otros  todas  las  sumas  de 
los  bienes  y  colmos  de  riquezas,  faltando  al  fiel  y  peso 


3vGoo(^lc 


del  equilibrio.  jOh  gran  vergUenza  y  última  desateacioD! 
¡Qué  diferentemente  obramos  que  prometemos!  ¡Qué  gran 
felicidad  hubiera  sido  para  todo  el  Estado,  sí  tan  sagrada 
resolución  del  Monarca  (!)  se  hubiera  tomado  cuatro 
años  antes !  Hubiérase  asegurado  todo,  y  no  hubieran  pe- 
ligrado los  dos  polos  de  nuestra  España.  Por  aquf  se  verá 
que  la  mentira  era  el  mayor  asunto  de  nuestras  esperan- 
zas, y  así  Íbamos  fracasando  y  dando  de  un  bajío  en  otro, 
de  un  escolio  en  otro  mayor,  tanlo  que  ya  todo  pendía  de 
una  sola  tabla.  ¡Oh  felicísimo  año  de  43!  Habías. de  ser 
notado  con  piedra  blanca,  como  lo  observaron  los  antiguos 
~  cuando  sobrevenía  á  su  estado  alguna  dicha  ó  prosperi- 
dad al  común. 

nDe  esta  manera  iba  el  gobierno  y  el  orden  de  los 
Consejos  defraudado  de  su  verdadero  valor ,  y  los  minis- 
tros no  pisaban  tierra  sino  solo  aquellos  que  eran  de  la 
raza  y  familia  del  valido ,  con  lo  cual  se  ausentó  la  felici- 
dad y  faltó  la  seguridad  de  la  Monarquía.  Apeáronnos  in- 
dignamente del  concepto  altísimo  en  que  estábamos,  aun 
en  el  sentir  de  los  mas  apasionados  escritores  forasteros. 
¿Adonde  se  halló  ó  engendró  tan  grande  eoemigo  y  tan 
monstruoso?  ¿Qué  tierra  despojada  de  su  ornato  y  del  fa- 
vor del  cielo  le  produjo?  Verdaderamente  y  con  justa  ra- 
zón fué  echado  y  abatido  de  la  presencia  real,  de  las  pre- 
eminencias generosas,  del  manejo  de  los  negocios  y  de 
los  demás  beneficios  y  dignidades  reales.  El  castigo  hubie- 
ra debido  ser  igual  á  sus  méritos  para  ejemplo  de  los  de- 
mas,  y  para  que  pasase  por  las  mismas  calamidades  y  tra- 
bajos  en  que  puso  al  mayof  y  mejor  de  los  príncipes,  al 
Estado  y  á  la  monarquía  mas  bien  vista  y  admirada  de 
las  gentes.  Si  no  nos  ha  entendido  el  lector,  no  hablemos 
mas  en  términos  oscuros.  El  primero  fué  el  cardenal  de 


3vGoO(^lc 


Richeliea,  pñvado  de  Lqís  Xin,  rey  deFraaeia;  el  otro 
D.  Gaspar  de  Gazmao,  conde-daqae  de  Olivares,  privado 
del  rey  Felipe  IV  de  las  Españas.  u 

Esta  opinioQ  de  Bernabé  de  Vibanco,  formulada  en 
térmioos  oscuros  y  ampulosos  razonamientos,  la  manifes- 
tabao  ya  las  clases  todas  de  la  nación  española  de  una 
manera  clara  y  explícita ;  el  Conde-Duque  era  universal- 
mente  mirado  como  el  solo  y  único  causante  de  los  mates 
qae  afUgian  á  esta  monarquía.  Revélase  también  á  cada 
pBBO  y  de  una  manera  harto  patente  en  la  corresponden- 
cia del  P.  Pereyra;  loa  padres  de  la  Compañía,  arrastrados 
por  la  corríanle,  se  declaran  contrarios  del  prepotente  va- 
lido á  quien  miraran  antes  como  su  mas  decidido  protec- 
tor. Así  es  que  los  corresponsales  del  jesoila  aovillanOr 
primero  con  cierto  recato ,  y  mas  adelante  sin  reparo  ni 
coosideracioD  de  nii^ua  género,  se  hacen  eco  de  la  públi- 
ca opinión,  dando  cabida  en  sus  cartas  á  cuantos  rumores 
circalaban  acerca  del  Conde-Duque  y  su  administración. 
El  mismo  P.  Pereyra  recogía  con  esmero  y  custodiaba  en 
sos  cartapacios  cuantas  poesías  satíricas  se  hicieron  duran- 
te este  reinado,  ya  contra  el  privado  mismo,  y  ya  contra 
tos  que  le  asistian  en  su  fatal  desgobierno;  hallándose 
tambieD  entre  ellas  bastantes  del  célebre  conde  de  Villa- 
mediana  ,  relativas  á  una  época  anterior ,  y  algunas,  aun- 
que pocas,  del  festivo  Quevedo. 

Entre  las  cartas  de  seglares  contenidas  «n  este  tomo, 
son  dignas  de  particular  atención  las  de  D.  Juan  Idiaquez 
Issasí ,  conde  de  Pié  de  Concha  y  maestro  del  Príncipe 
D.  Baltasar  Carlos,  el  cual,  por  su  empleo  en  palacio  y 
posición  en  la  corte,  tuvo  amplia  proporción  para  saber  lo 
que  pasaba.  De  este  caballero  se  traté  ya,  aunque  inciden- 
talmeate,  en  el  tomo  s^undo  de  esta  colección  (1).  A  él 


(1)    VtaiilaspigB.30  7  51. 


3vGoo(^lc 


eacomendó  el  rey  Felipe  IV  la  crianza  de  un  hijo  bastar- 
do (1),  llamado  D.  Francisco  Fernando  lüldro  da  Austria,  , 
que  murió  de  ocho  años  en  la  villa  de  Isasst  (2)«  'á  12  de 
Marzo  de  1 634,  y  cuyo  caerpo  faó  llevado  al  roafl  {mateen 
del  Escorial.  Sua  cartas  iban  en  so  mayor  partediris^idas  al 
Duque  de  Cardona  y  de  Segorbe,  D.  Luis  Folch  de 'Cardona 
Fernandez  de  Górdote,  híjo  del  virey  de  Gataliifia;  otras 
á  un  personaje  residente  en  Sevilla,  y  del  coalta»  oblea- 
dría  quizá  el  P.  Rafoel  para  copiarlas  y  agrc^rlas  á  bo 
colección;  porque  es  preciso  no  perder  ■  de  vists  que  el 
principal  objeto  del  docto  jesuíta  parece  haber  'sido,  ségun 
ya  indicamos  en  otro  lugar,  reunir  noibicias  para  Is  bist(>- 
ría  de  su  tiempo,  y  ea  especial  de  Sevilla,  y  así  todo  pa- 
pel curioso  que  llegaba  á  sus  manos  era  al  punto  traslada- 
do á  sus  ^pMíiíeJ. 

No  son  de  poco  aiixiliopara  la  bistoria  de  éste  i'eína>- 
do,  como  también  para  ílustracioo'de  esta  correnpMiden- 
cía,  las  efemérides  qne  con  él  título  de  Atiisos  dejó  escritas 
d  docto  cronista  y  fi^il  poeta  D.  José  Pellicér  y  Tob*r ,  y 
publicó  por  primera  vez  D.  Antonio  Valt»darefi  y  SotomA" 
yor,  en  su  desordenada  y  algún  tunto  indigesta  cdleócion 
conocida  con  el  nombre  de  Semanario  ertuOto  (3).,  Por 
desgracia  la  copia  de  qué  se  sirvió  aquel  erudito  debifi  de 
estar  falla  en  ayunos  lugares  (4),  y  tan  mal  escrita  ade>~ 
más  que  apenas  hay  página  del  impreso  en  que  tw  ai  hf^- 


(1)  A6itc3.áeaa  itiHib^yaie  díjoalgoen  un» iMtft'del^]^íq^.33B;=t<H 
mo  II.  Diclia  señora  esluvo,  segua  pareoe,  casada  con  un  HanrifqCf  ttait-. 
qaés  de  Cbarelo:  lo  cual  aleja  loda  pre^ncion  de  que  su  irombre  fuese 
CAtara  (Clara]  ó  Cltiarella  (Cíatita.]  según  conjeturamos. 

(2)  El  P.  Meneaes  le  íilua.  Femando  Franeisui  dfl  Anétria,  y  diúe  qiit 
murió  en  Eybar,  de  Guipúzcoa. 

(3)  Son  los  tomos  XXXI,  XXXll  y  XXXIli  de  la  colección,  y  com- 
prenden desde  el  17  de  Mayo  de  1639,  hasta  fines  del  it. 

(i)    Véaseentroolraslaquo  ocurre  de  un  áfio  enteroeil  el  (vofo  XXxllI. 


3vGoo(^lc 


Ileii  errattks  de  mucha  consideracioa  (1).  Ae^o  ae  añade 
,  que  ocupado  A  la  sazón  Pellicer  od  escribir  sn  Idea  ád 
i  Principada  de  Cataluña  en  refutación  de  la  Bocina  pasto~ 
rü  y  otros  papeles  publicados  por  los  rebeldes ,  debió  na- 
turalmente dar  la  preferencia  á  la  guerra  del  Principado, 
donde  militabaa  sa  propio  hijo  y  hermano  (D.  Hipólito  y 
D.  Antonio),  y  á  los  saoews  de  Aragón  y  Valencia;  todo  lo 
cual  hace  su  obra  menos  útü  é  importante  de  lo  que  á  pri- 
mera vista  parece.  Esto,  no  obsiaote,  Pellicw  nos  propor- 
ciona detalles  qne  ae  buscarían  eo  vano  en  otros  historia- 
dores. 

Los  correspoosalea  del  P.  Pereyra ,  durante  los  años 
qoe  abraza  estBtMOO,  parecen  haber  sido,  además  del 
P.  Sebaetit^n.  los  PP.  Fernando  de  Algava ,  Antonio  Ruíz, 
Baltasar  Lagunilla ,  Luis  de  Erasso  y  Alonso  de  Amaya. 
Nombrado  soperior-  d^  colegio  de  Soria,  por  Mayo  de 
16iS^  este  último  hubo  de  trasladar  allí  su  dcuuicilio.pero 
aun  deede  dicho  punto  continuó  mandando  aljewita  sevi- 
llano las  caftas  que  recibía  del  P.  Martin  Montero  y  de 
otow  bermaiMwde  ValladoUd.  Son  notables  por  el  desen- 
faio  y  gracib  con  que  éatán  escritas  las  del  P.  Raogel,  je- 
suíta portu^iés  y  uno  de  los  pocos  que  eo  la  s^Mraoion 
daPortogíd  permaneeió  fiel  á  la  cocona  de  Castilla.  El  so- 
brraombre,  de  indimvt.  que  le  da  el  mismo  P.  Pereyra,  nos 


{Xi  Sirvan  áfi  ejemplo  las  siguienles  entre  las  infinilae  que  pudieran 
sefialarae:  Vanar  por  Mhmnr,  Senífeát  por  RhiDsfetdt;  Bergeria  por  Bor- 
gofta;  arh»  SttMnjfM  CirlM  de  Anitrifi  obispo  de  Sama^  par  Lame> 
go;  Santigravi  f»t  l^ndgrave;  Fray  Vietnte  de  ios  JUartira  pqi  Fiey  Vin- 
«encio  de  la  María;  Tarta  por  Faria;  Monfui  por  ModjuI;  Auanrait  por 
ánxerTOis;  Geoear  por  Gaevara;  Boron  de  Dequer  por  barón  de  Becq;  Sivi- 
cMuí  y  Swí«arot  por  awicanw;  Artou  por  Ártoie;  AttfMm  por  B*gMm;  Fm- 
liMMpí  p«r  leatáiÚGos ;  Laeota  por  JLeocata;  CueicaUñ  par  CresEentiu; 
íioytoiu  por  SojsaoDS ,  y  asi  &  aste  tenor.  Lo  mas  singular  del  caso  es  qae 
Vdladares,  6  qaiea  qoiera  cuidase  de  la  corrección  del  impreso ,  dejiso 
puar  tamallM  dii^ratM. 


3vGooglc 


hace  creer  fué   hermano  de  olro  P-  Lúeas  Raogel,   de 
quien  trata  Nicolás  Antonio,  en  su  BA.  Nova  Hispana,  lo-  ,. 
mo  I,  pág.  465,  el  cual  por  sus  labores  apostólicas  en  la 
ludia  de  Portugal  obtuvo  también  aquerdiclado. 

Demasiado  tarde  ya  para  incluirle  en  su  lugar  corres- 
pondiente, hemos  hallado  entre  los  apuntes  sueltos  del 
P.  Pereyra,  un  papel  sin  fecha  en  que  se  da  cuenta  del 
desafio  que  el  duque  de  Alburquerque  tuvo  con  et  de  El- 
bceur,  de  la  casa  de  Lorena ,  por  cansa  de  la  célebre  Ma- 
dame  de  Chevreuse,  de  quien  hablamos  ya  largamente  en 
la  introducción  al  tomo  HI  de  esta  colección.  Esta  cir- 
cunstancia nos  hizo  entonces  omitirlo  por  no  saber  qué 
colocación  darle ;  pero  como  lodo  lo  relativo  á  esta  seño- 
ra tiene  cierto  interés  dramático,  vamos  á  reproducirlo 
textualmente.  Dice  así: 

«En  Bruselas  vinieron  á  las  manos  Garlos  de  Lorena, 
duque  de  Elboeuf,  y  cuñado  del  rey  de  Francia ,  por  estar 
casado  coa  hermana  natural  suya,  y  el  señor  duque  de 
Alburquerque.  La  causa  fué  la  duquesa  de  Ghebroso ,  la 
misma  que  estuvo  cu  Madrid  estos  años  pasados  y  que . 
tan  mal  pagó  los  obsequios  y  agasajos  que  se  la  hicieron. 
Vivia  esta  señora  en  Londres,  y  por  acercarse  mas  á 
Francia,  donde  tenia  muchos  deudos  y  amigos,  y  entender 
en  el  nuncio  de  su  reconciliación,  que  dicen  tiene  muy 
adelantado ,  ó  por  otros  motivos  que  se  ignoran ,  hubo  de 
pasarse  á  Flandes,  fijando  su  residencia  en  Bruselas.  Un 
día  su  carroza  encontró  con  la  de  la  mujer  de  D.  Pedro 
Girón,  y  sobre  quién  habia  de  ceder  el  paso  hubo  compe- 
tencia entre  los  cocheros.  Adelantóse  et  de  la  Girón  lo- 
grando que  el  otro  se  arrimase  á  un  lado.  Fué  esto  en 
ocasión  que  pasaba  por  allí  cerca  su  pariente  el  de  El- 
bceuf,  el  cual  como  caballero  galante  tomó  su  demanda, 
y  esperó  al  dia  siguiente  junto  á  las  puertas  de  las  casas 
de  la  Girón  para  hacerla-un  desaire.  Ella  que  lo  supo  se 


3vGooglc 


valió  del  favor  del  de  Atburqderque,  el  cual  fué  allá 
I  acompañado  'de  sos  criados  y  hizo  cortar  la  cara  á  an  es- 

j  cudero  de  la  Cbevroso,  resultando  alguoos  heridos  mas 
de  una  y  otra  parte.  Los  duques  se  desafiaron  y  salieron 
al  campo;  pero  el  que  esta  noticia  escribió,  no  dice  quién 
fué  el  vencido.  Ya  se  sabrá.» 

Además  de  la  notabilísima  carta  que  la  duquesa  viuda 
de  Cardona  (1)  escribió  á  sus  hijos  D.  Pedro  y  D.  Antonio 
sobre  los  sucesos  de  Cataluña;  documento  muy  importante 
bajo  el  punto  de  vista  polftico,  que  prueba  cuan  bien  co- 
nocía aquella  ilustre  señora  et  genio  y  condición  de  los 
catatanes,  y  cuan  fácil  hubiera  sido  en  un  principio  atajar 
el  íaef^  de  la  rebelión,  nuestros  lectores  hallarán  en  este 
tomo  una  versión  castellana  del  papel  que  el  P.  Ignacio 
Mascareñas  hizo  imprimir  en  Lisboa  de  vuelta  de  su  em- 
bajada á  Francia  y  á  Cataluña.  Hallábase  et  jesuíta  por- 
tugués en  Barcelona  el  16  de  Enero  de  16i1,  dia  en  que 
nuestras  tropas,  guiíidas  por  el  alentado  príncipe  de  San 
Jorge  {%],  intentaron  con  mas  ardor  que  disciplina  tomar 
por  asalto  el  fuerte  de  Monjuích,  y  fueron  rechazadas  con 
notable  pérdida.  Aunque  en  términos  asaz  jactanciosos  y 
exagerados,  el  P.  Mascareñas  reñere .gráficamente  los 
sucesos  de  que  fué  testigo  ocular,  el  entusiasmo  del  pueblo 
después  de  tan  inesperada  victoria,  y  las  tumultuosas  es- 
cenas de  una  capital  entregada  á  sí  misma. 

Del  ruidoso  proceso  formado  al  duque  de  Medinasido- 
nia  y  marqués  dé  Ay^monte  por  su  complicidad  con  el 

.    de  Braganza,  y  él  atrevido  proyecto  de  sublevar  la  Anda- 


(1)    Erade  la  casa  de  Príegoyse  llimabk  Doña  CatalinaFernandei  de  . 
Córdoba.  TDvocDBtro hijos:  D.  Luis  Ramón  Folch  de  Cardona,  Aragón, 
Fernaodei  de  Córdoba  ipie  snoediú  en  el  ducado :  D.  Pedro,  marqués  de 
Pobar;  D.  Antonio  y  D.  Vicente. 

(8)    Hariú  en  el  asalta.  Era  hijo  de  Cftrloi  Caruciolo,  marqaés  da  Tor- 
recUnso,  *  quien  naeslroa  hütoríadorea  lUnuut  generalmente  Tomeam. 


3vGoO(^lc 


lucía,  coronándose  rey  de  ella  aquel  magnate,  hay  pocos 
detalles  eo  esta  correspondencia;  como  si  los  PP,  de  la  • 
Compañía  temiesen  ocuparse  de  un  asunto  tan  peligroso  y 
acerca  del  cual  corrían  extraños  rumores,  hasta  el  punto 
de  suponerse  por '  algunos  que  el  de  OHvares  estaba  de 
acuerdo  con  su  sobrino.  Es  por  cierto  notable  que  ni  la 
rídícala  protesta  y  desafío  -que  el  de  Medinaaidonia  hizo  á 
su  cuñado  D.  Joan  IV,  ni  la  acusación  fiscal  de  O.  Juan  de 
Morales,  pidiendo  contra  él  por  haberse  ausentado  sin  li-' 
cencía  de  Victoria,  ni  el  papel  que  el  reo  puso  en  manos 
del  Rey  confesando  de  plano  su  d^ito.,  aunque  echando 
toda  la  CQtp»al  de  Ayamonte,  se  hallen  entre  los  papelea 
del  P.  Pereyra,.  que  vivia  en  Sevilla  y  recogía  con  esmero 
cuanto  tenia  relación  con  su  historia.  Los  lectores ,  sin 
embaído,  hallaráo  alguna  qne  otra  carta  en  que  olvidan- 
do su  habitual  prudencia  los  corresponsales  que  en  esta 
corte  tenia  el  jesuíta  sevillano,  le  comunican  curiosos  de- 
talles acerca  de  dicho  asunto. 

P.  de  G. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Setiembre  Íl  de  1640. 


(Tom.  139,  fól.  471  v.') 


Pax  Christi,  &c.  Acaso  II^ó  á  mis  manos  la  copia  de 
UDa  carta  que  los  diputados  del  general  de  Cataluña  han 
escrito  al  Rey  nuestro  Señor,  la  cual  traducida  de  la  lea- 
^ua  catalana  en  castellano,  dice  así: 

«S.  C.  y  Real  W.  Por  carta  de  8  del  corriente,  dimos 
razón  á  T.  M.  de  la  convocación  de  brazos  que  hacíamos 
para  tratar  medios  para  la  reintegración  de  la  justicia,  paz 
y  quietud  pública,  para  mayor  servicio  de  V.  M.  Con  esta 
la  damos  de  que  de  parecer  de  dichos  brazos  ha  partido 
de  esta  ciudad  el  diputado  militar  á  las  partes  de  Gerona 
y  Ampurdan,  para  impedir  la  entrada  de  Cataluña  á  los 
soldados  sacrilegos,  y  descomulgados  por  haber  quemado 
dos  veces  el  Santísimo  Sacramento  (sea  para  siempre  ala- 
bado), que  se  hallan  enRoselton,  de  quienes  ha  ex{)erimen- 
lado  la  provincia  mayores  hostilidades  que  de  enemigo,  y 
asimismo  las  está  actualmente  experimentando  la  fídelf- 

TOMO  lYI.  I 


3vGoO(^lc 


sima  villa  de  Perpiñan,  y  condado  de  Roselion.  Asimismo 
ha  salido  el  diputado  Rea!  (í }  á  las  de  Torlosa,  Lérida  y 
de  los  soldados  que  Balai;uer,  para  impedir  la  entrada 
ahí  se  hallan,  y  cada  dia  van  llegando  á  estas  fronteras, 
por  la  parte  de  Aragón,  porque  unos  y  otros  alncoa- 
zan  han  de  entrar  quemando,  robando,  matando  y  arra- 
sando, y  haciendo  otras  acciones  de  hostilidad  con  no- 
table agravio  de  Dios,  nuestro  Señor,  y  de  V.  M.  da- 
ño irreparable  de  la  provincia  y  provinciales  y  contra- 
facción  (1)  de  sus  leyes. 

Dárnosla  también  á  V.  M.  de  que  todos  los  de  esta  pro- 
vincia están  cún  les  armas  en  las  manos  para  impedirles 
la  entrada,  resueltos  á  aventurar  las  vidas  en  defensa  de 
Dios  nuestro  Señor,  propia  honra^  vida  y  haciendas, 
coastituc iones,  privilegios  y  inmunidades  pactadas  con  sus 
primeros  señores,  juradas  por  V.  M.  y  conservadas  con 
tanta  efusión  de  sangre  de  sus  antepasados  y  propia  der- 
ramada gloriosamente  en.  servicio, de  V.  M.  y  de  sus 
gloriosos  progenitores,  y  adquisicioD  de  reitros  é  la  Real 
Corona,  asegiiraado  á  V.  M.  que  jamás  se  ha  faltado  á  la 
■  lealtad,  fidelidad  y  obediencia,  que  como  á  nuestro  Rey  y 
Seiivir  natural  le  debemos,  antes  se  ha  atendido  al  mayor 
servició  de  V^  M. ,  que  consiste  en  la  conservación  de  es- 
la  provincia,  siempre  fiel  y  leal  á  stis  reyes  y  señores, 
pnes  en  Iflp  mayores  alborotos  todos  uniforma  clamiaron  á 
yoces  ¡viya  el  Rey  nuestro  señor,  que  Dios  guarde  y  nos 
conserve  muchos  años  como  sus  reinos  han  menester !  So- 
lo, las  aflicciones  y  trabajos  én  que  los  soldados  han  pues- 
to la  provincia,  les  obliga  ahora  á  clamar  contra  el  mal 
gobierno,  porque  todos  tienen  por  cierto  que  los  soldadps 
han  obrado  sin  orden  de  quien  confiamos  nos  ama  como 


;(1|   J)i:Higtiel  JasnQDÍDlana.     . 
(1)    Está  s|n  duda  por  "Con  ira  vención." 


3vGooglc 


padre,  y  no  quiere  la  desolacioii  y  ruina  de  uaa  proviocia 
^  que  en  todas  ocasiones  le  ha  servido  con  tanta  Sneza, 
'  porque  atribuyen  sus  males  y  desdichas  á  el  Conde-Du- 
que (1),  y  á  D.  Gerónimo  de  Villanueva,  protonotario  de 
V.  M. ,  por  cuyas  manos  corren  los  negocios;  los  cuales 
por  sernos  mal  afectos,  desean  la  total  ruina  nuestra,  pues 
con  el  manejo  del  gobierno  han  ocasionado  tantas  desdi- 
chas y  hoy  tienen  envuelta  esta  provincia  y  quejosa  toda 
la  monarquía,  con  grande  peligro  de  perderse;  y  así.  Señor, 
á  estos  fidelísimos  vasallos  de  V.  M.  no  les  queda  otra  espe- 
ranza de  consuelo  sino  postrarse  á  los  reales  pies  de  V.  M . 
coa  mucha  humildad  y  obediencia,  y  suplicarle  sea  de  su 
real  servicio  mirar  con  ojos  de  clemencia  las  cosas  de  es- 
te Principado,  y  mandarlos  consolar  sacando  los  soldados 
como  tantas  veces  lo  hemos  suplicado,  y  suspondercuales- 
qoier  resolución  de  entrada  con  el  ejército ,  para  qne  po-^ 
damos  volver  á  gozar  de  la  justicia,  paz  y  quietud  que  an- 
tes teníamos.  Que  nuestro  Señor  gaarde  )aS.  G.  R.  perso- 
na de  y.  M.  largos  años  para  bien  de  toda  la  cristiandad, 
como  bemos  menester,  y  estos  sus  fidelísimos  vasallos  de- 
sean. Barcelona  y  Setiembre  i  8  de  í  eíO.-^S.  C.  R.  M;  be- 
san las  manos  de  V.  M.  estos  sus  muy  humildes  y  fieles 
va3allos.=Los  diputados  del  general  de  Cataluña.» 

Dios,  ííc.  Madrid  y  Setiembre  2T  de  ÍBiO-^Al  P.  Ra- 
fael Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


(t)  En  1641  Be  imprimió  eo  Barcelona,  en  casa  de  Jaime  Bornea,  un 
papel  mu]'  agresivo  intitulado:  Politica  del  Comte  d£  Olivaret.  Contra  polüum 
de  Cathaluíia  y  BareeUma.  Contraveri  al  wri  qw  perdió  io  principal  Cátala,  ^e. 
Sa  autor,  el  doctor  Jo9epb  Garrofa,  dirige  lodo  género  de  acusaciones  con- 
tra ti  Conde-Daqae,  A  quien  caliñca  de  inepto,  codiciosa,  y  apasionado  y 
le  atribuye  por  completo  la  causa  de  la  rebelión  catalana.  Ni  el  Sr.  Amat 
KISU& Memorias,  n\  eISr.  Coroiinas  en  su  Apéndice  le  meucionan.  Aun- 
que impresa  en  16il  la  obra,  narra  solamente  los  sucesos  acaecidos  en- 
tre el  1  *  de  Enero  y  18  de  Hayo  de  1640. 


3vGooglc 


Madrid  y  Setiembre  28  áe  1640. 
(Tom.  Íl9,ról.'tT0  V.'] 

Pax  Christi ,  &c.  Ya  dije  á  V.  R.  como  á  los  obispos  se 
les  maadó  orden  para  que  se  dispusiesen  á  acompañar  á 
S.  M.  en  la  jornada  de  Aragón.  A  los  que  se  han  excusado, 
que  son  bascantes,  les  ha  escrito  el  secretario  de  la  Cáma- 
ra una  carta  del  tenor  signiente: 

H  En  la  junta  que  S.  M.  (Díós  le  guarde)  ha  formado 
para  convocar  los  prelados  y  títulos  de  estos  reinos,  donde 
por  su  real  orden  asisto  como  secretario  de  su  Cámara,  se 
vio  la  carta  de  V.  S.  de  8  de  este,  en  respuesta  de  la  que 
S.  M.  escribió  á  V.  S.  en  23  del  pasado,  avisándole  de  sn 
jornada,  para  que  le  asistiese  y  acompañase,  en  que  res- 
ponde V.  S.  excusándose  con  sus  achaques  de  enfermedad; 
y  habiéndole  dado  cuenta  á  S.  M.  ha  mandado  escriba 
á  V.  S.  que  para  enviar  quien  represente  su  persona, 
acompañándole  con  la  gente  y  lucimiento  de  á  caballo  y 
de  á  pié  que  se  requiere,  conforme  á  la  calidad,  puesto  y 
renta  de  V.  S. ,  no  puede  haber  excusa ;  y  por  lo  tanto 
obedeciendo  esta  junta  su  real  orden,  lo  intima  á  V.  S.  re- 
cordándole las  grandes  obligaciones  de  su  sangre  y  estado, 
con  mucha  seguridad  de  que  en  ocasión  tan  precisa  no 
faltará  V.  S.  con  los  medios  mas  convenientes,  lucidos  y 
autorizados  que  acompañan  á  quien  ha  de  suplir  tan  gran 
falta;  y  que  lo  referido  ha  de  estar  ejecutado  con  la  breve- 
dad que  pide  ahora  el  tiempo  de  la  partida  de  S.  M.  Guar- 
de Dios  á  V.  S.  como  puede.  E»e  Madrid  20  de  Setiembre 
de  1640.=Antonio  Alosa  Kodarte,  Secretario.» 

Nada  mas  tengo  que  avisar  á  V.  R.  sino  desear,  como 
siempre, que  Dios  guarde  su  importante  vida  muchos  años. 


;vCoi)i^lc 


Madrid  y  Setiembre  28  de  í  640.-=Seba8liaD  tionzaIez.= 
Al  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jestis,  en  Sevilla. 

Madrid  y  Stí.iembre  SO  de  1640. 


Apeaas  se  habla  de  otra  cosa  que  de  la  jomada  de  Ca- 
taluña. Ya  parece  ser  cierta  la  de  S.  M. ,  pues  se  dice  fir- 
memenlo  que  saldrá  la  caballería.  Sábese  que  Torrecusa  se 
ha  eatrado  de  roadoo  eo  Tortosa ;  grande  acción.  La  gente 
que  S.  M.  lleva  es  muchísima,  pues  hasta  de  Oran  viene  la 
milicia,  sí»  que  quede  reservada  otra  ninguna,  ni  gran 
señor ,  ni  título  que  no  sea  llamado  á  acompañar  á  S.  M. 

La  plática  que  andaba  de  perdón  ú  asiento  en  las  co- 
sas ha  turbado  la  insolencia  de  aquella  gente,  que  agora 
de  nuevo  ha  muerto  á  un  gran  ministro  de  S.  M.  sacándole 
el  corazón;  y  no  uua  vez,  sino  dos,  pues  mataron  primero 
á  sus  ojos  á  UD.hijo  suyo,  y  la  ciudad  de  Lérida  se  ha 
levantado  ya. 

Habiendo  el  provincial  de  los  carmelitas  descalzos  ido 
á  visitar  á  Juan  de  Arce,  en  Perpiñan,  coligieron  de  sola 
esta  acción,  los  catalanes,  que  era  su  amigo,  y  otro  dia 
ofrecieron  hasta  talla  {\)  de  dos  mil  ducados  á  quien  le 
entregase  muerto  ó  vivo,  dando  señas  de  serun  hombre 
bajo,  colorado  y  cano.  Luego,  un  fraile  carmelita  descalzo, 
pidió  contra  el  gobierno  de  S.  M.  apellidando  ¡libertad!  y 
volver  por  la  patria.  Dióse  cuenta  á  S.  M.  y  ordenó  á  su 
general  que  le  quitase  el  predicar  y  le  castigase.  Escribió 
el  general  luego  eo  esta  conformidad ,  y  llegando  la  carta 


(1)  Esta  palabra  significa  en  cataUn  xtribiito,  repartimienlo,»  pero  en 
este  logar  parece  usada  ea  la  sigaificacion  de  ••aama  6  cantidad  de  dinero 
qae  se  ofíece  por  un  servicio.» 


3vGoo(^lc 


á  manos  de  los  conjurados,  le  han  escrito  que  revoque 
luego  el  tal  mandamiento,  donde  no  qne  echaran  por  tier- 
ra y  quemaran  cuantas  casas  tienen  en  Cataluña. 

De  los  de  la  Compañía  se  dice  mucho  de  la  entereza 
y  lealtad  que  raaniñestan  en  servicio  de  S.  M. ,  sin  dejarse 
llevar  de  malos  ejemplares. 

Un  jurado  de  Barcelona  es  tan  opuesto  á  S.  M.,  que  se 
dice  se  pondrá  gran  talla  para  que  le  maten. 

Dícese  que  el  rey  de  Francia ,  no  solo  no  ha  cumplido 
lO  que  prometió  á  los  de  Arras,  de  hacerlos  libres  de  con- 
tribuciones por  siete  años,  sino  que  les  ha  obligado  á  dar 
los  cuatrocientos  mil  ducados,  con  que  ha  hecho  dos  pagas 
á  su  ejército,  y  reservado  cien  mil  ducados  para  el  bola^ 
lio,  y  juntamente  les  ha  quitado  todas  las  armas^  sin  de- 
jarles otra  que  el  cuchillo  despuntado. 

A  los  hijos  y  mujer  del  cauque  de  Ari^ot  se  les  ha 
mandado  que  no  salgan  de  Madrid;  al  duque  cuando  es- 
,  taba  en  lo  último  envió  un  recado  el  Conde-Duque,  y  él 
moviendo  las  manos,  dijo:  «Deje,  déjeijos  morir.»  Dios 
guarde  á  V.  md.  muchos  años.  Madrid  y  Setieinbre  29 
delBiO. 

Madrid  y  SetimAre  30  de  i  640. 

[Tom.  IS9,  m.  4TS.] 

Pax  Christi,  &c.  Ha  salido  el  papel  que  V.  R.  recibirá 
con  esta,  contestando  á  la  proclamación  católica  que  re- 
mití en  otra  ocasión.  Es  obra  de  un  consejero  muy  cono- 
cido en  esta  corte ,  hombre  sabio  al  par  que  roor^erado. 


3vGoO(^lc 


Manifiesto  por  las  acciones  de  España  contra  Cataluña,  por 
I       D.  Alonso  de  la  Carrera,  del  Consejo  Real  de  Aragón. 

La  justificación  Real  ofendida  de  los  perturbadores  del 
bien  y  quietud  de  Barcelona,  se  ha  servido  de  declarar 
como  antes  que  empezasen  á  ejecutar  sus  errados  intentos, 
de  parte  de  S.  M.  ninguna  ocasión  se  les  habia  dado ,  ni 
ellos  la  tuvieron ,  ni  dieron  queja  de  semejante  cosa ;  an- 
tes bien ,  en  medio  de  los  extremos  aprietos  de  la  monar- 
quía, qne  el  mundo  sabe,  S.  RI.  de  la  provincia,  no  se 
tiene  noticia  haya  recibido  servicio  particular  ó  general,  y 
en  aquellos  que  la  ciudad  lé  hizo ,  casi  todo  fué  por  cuenta 
del  pleito  que  contra  ella  tiene  S.  M.Me  tos  quintos,  Ó  por 
empréstito  con  subrogación  de  rentas  en  caso  de  no  darle 
satisfacción. 

Ala  retirada  del  ejército  de  Roselion,  y  tratándose  de  su 
comodidad,  es  verdad  deseó  S.  M.  que  ia  provincia  ayudase 
con  alguna  cosa,  así'para  el  alivio  de  la  gente  cansada,  como 
tambienpara  algún  reparo  de  la  hacienda  Real  tan  trabajada 
y  apurada,  como  se  acostumbra  en  toda  Europa,  enteranien- 
te  sin  exclusión  de  ninguna  parte  ni  provincia  de  ella,  ni  del 
mismo  condado  de  Borgoña,  que  es  el  mas  exento  de  cuan- 
tos hoy  se  conocen.  Pretendióse  por  la  provincia  que  esto  era 
contra  sus  instituciones,  cosa  que  el  Consejo  Real  de  Aragón' 
entendió  de  otra  manera,  si  bien  el  agente  ordinario  de  la 
provincia  que  estuvo  aquí  dijo  á  S.  M.  y  al  Conde-Duqué 
que  allá  no  se  deseaba  mas  de  que  S.  M.  declarase  cuánto 
habia  de  ser,  que  se  ajustarían  de  muy  buena  gana  al  so- 
corro del  soldado ,  como  fuese  con  cantidad  señalada.  Hí- 
zolo  S.  M.  así ,  y  los  de  Santa  Coloma  de  Farnés ,  sin  acu- 
dir á  ios  medios  regulares  que  la  provincia  tenia  dispueg-^ 
tos  por  sus  mismas  constituciones,  de  hecho  y  contra  todo 
derecho  quemaron  á  Montrodon ;  acometieron  laá  banderas^ 


3vGoO(^lc 


reales  del  tercio  de  Moles;  sitiaron  á  Juan  de  Arce;  mata- 
roa  los  capitanes  que  hablan  pedido  víveres  en  un  mo- 
nasterio de  Gerona ;  quebrantaron  la  cárcel  de  Barcelona; 
quisieron  quemar  al  virey,  y  negáronle  el  escusar  la  entra- 
da á  los  segadores  en  Barcelona ,  degollaron  el  tercio  de 
Módena;  derrotaron  la  caballería  de  Cliirinos;  matáronlos 
jueces  de  la  Audiencia,  quemaron  y  saquearon  las  casas 
de  los  ministros  del  Rey;  apoderáronse  de  la  Atarazana  y 
fuerte  real  que  S.  M.  tiene  allí,  tomando  la  artillería,  mu- 
niciones, vestidos  y  caballos,  sin  dejarlos  sacar  como 
S>  M.  lo  liabia  mandado;  violaron  los  monasterios  de  monjas, 
matando  dentro  de  uno  un  juez,  y  otras  muchas  personas 
en  otros,  tirando  arcabuzazos  y  pedradas  á  las  imágenes, 
retablo?  y  Custodia  del  Santísimo  Sacramento  y  que- 
mando y  saqueando  las  ropas  y  casas  de  sus  generales;  solta- 
ron Un  preso  convencido  de  haber  cooperado  en  la  muerte 
del  virey,  que  se  dirá  adelante,  y  por  último  pidieion  á  S.  M. 
que  echase  el  ejército  de  la  provincia  por  los  excesos  de 
los  soldados,  cuando  hay  guerra  rota  en  Francia,  y  cuando 
S.  M.  habia  mandado  entrar  en  ella  su  ejército.  Con  que 
DO  faé  posible  conseguirlo ,  ni  tampoco  causar  con  esto, 
como  se  pretendía,  alguna  diversión  en  leparo  de  las 
grandes  fuerzas  con  que  el  Francés  cargaba  en  Flandes  y 
en  Italia,  donde  á  no  haber  recibido  esta  diversión  de  es- 
ta provincia  propia,  S.  M.  no  hubiera  perdido  nada.  Ma- 
taron últimamente  al  virey  y  capitán  general  con  atroci- 
dad y  ejemplo  no  visto,  y  deseando  el  Rey  que  ellos  mis- 
mos asistiesen  al  castigo  de  estos  delitos,  excusando  el 
meter  ejército,  añadieron  á  la  calidad  de  el  castigo  de  los 
ministros  de  justicia ,  el  deponer  al  gobernador  que  estaba 
nombrado,  el  no  hacer  canciller  al  obispo  de  Urgel,  que 
estaba  electo  por  ser  desafecto  á  los  delitos ,  y  el  no  que- 
rer pedir  perdón  ni  castigo  de  todo  esto  ni  de  otra  cosa 
maa  que  la  dicha  del  castigo  de  los  soldados  y  cabos  del 


;vCooglc 


9 
ejército,  y  sacarle  fuera  y  no  meter  otro,  como  incendia- 
riosde  las  iglesias  y  Santísimo  Sacramento,  contra  las  pro- 
banzas hechas  por  jueces  catalanes  y  con  testigos  catalanes. 
Con  que  no  le  quedaba  posibilidad  á  un  rey  justo  para  ha- 
cer to  que  pedían  contra  lo  actuado  en  los  procesos  no 
queriendo  ellos  pedir  ni  admitir  perdón;  antes  bien,  repren- 
diendo á  los  embajadores  que  aquí  tenían,  diciendo  qué 
cuanto  le  pidieron  fué  sin  orden  y  hablando  como  parti- 
culares. Este  es  el  hecho  que  consta  por  papeles  ori- 
ginales. 

De  parte  de  la  provincia  se  representaba»  los  excesfs 
de  los  soldados,  que  deben  de  ser  muchos  (i),  y  asi  esta 
es  parte  que  no  se  niega;  pero  aunque  no  la  justicia ,  se 
niega  el  proceder  desordenado  que  tiene  generalmente  la 


(1)  Son  deniáíiiado  ciertos  los  desúrdeoes  de  Doeslros  soldados,  y  prin- 
cipalmenle  los  valones  y  napolitanas.  En  una  representación  que  la  ciadad 
de  Z&ragoia  bito'á  Felipe  IV,  quejándose  de  lo  arruinado  que  estaba  el 
reino  de  resultas  délas  atrocidades,  fobos  y  violenotaa  cometidas  porlat 
tropas  que  iban  de  tránsito  á  Navarra  y  CatatuSa,  bailamos  el  siguiente 
párrafo: 

"Los  estragas  que  bicieron  los  tercios  de  D.  Gerúnimo  Tutevila,  conde 
Trieonel  [Tyrixmeli,  irlandés],  D.  Diego  Caballera  y  otros  que  bajaros  da 
Navarra  pqr  Julio  de  1639,  es  dolor  indecible,  pues  saquearon  los  pueblo^  ^ 
derribaron  las  puertas  de  los  graneros,  devoraron  y  despendieron  sus 
ftntos,  derramando  el  vino  de  las  vasijas,  y  quemando  lo  que  no  podían 
llevarse,  luiciíndoBe  conlriboir  cada  soldado  (á  mas  de  su  sustento)  con 
tres  6  cuatro  reales  diarios,  y  los  cabos  y  oficiales  con  veinte,  treinta,  y 
basta  cien  reales ;  picando  r  puñaladas  y  á  estocadas  bagajeros  y  bagajes, 
maltratando ,  liirienilo ,  estuprando  y  corlando  las  orejas  can  tan  desen- 
frenada furia  y  crueldad,  que  murieron  muchos  infelices  de  la  (tjecncion  de 
BU  iras. 

Al  mismo  tiempo,  por  Agosto,  entraron  los  tercios  de  D.  Dominga 
d'Eguia,  D.  Francisco  Castillo,  conde  de  Aguilar,  haciendo  iguales  ú  ma- 
yores iflsullos,  talando  la  tierra  y  pegando  fuego  á  los  bosques.  Vinieron 
por  ultimólos  tercios  de  infantería  de  D.  Leonardo  Moles,  marqués  de 
Hortara,  D.  Pedro  Girón  y  la  caballería  del  duque  de  San  Jorge,  y  cam&> 
.tieron.si  cabe,  mayores  atrocidades.» 


3vGoo(^lc 


malicia ,  y  no  se  ve  medio  posible,,  sído  mandar  castigar 
con  sumo  rigor  á  los  deIÍDcueQl«s,  lo  cual  se  ha  liefibo  y^ 
por  S.  M.  y  se  presenlap  infinidad  de  órdenes  anteriores  y 
postenores  para  todos  los  cabos  sobre  este  punto.  La  m,u^rte. 
de  D.  Antonio  Fluviá  se  averiguó  y  se  prendió  al  qjaladpr 
y  se  condenó  á  muerte^  pero  cuando  soltaron  al  diputado 
Xammar  (1)  y  á  todos  los  demás  presos,  le  echaron  fuera 
los  sediciosos. 

El  alojamiento  no  contra  las  constituciones,  sino  exce- 
diendo en  la  gravedad  á  ellas,  queda  dicho  ati;ás  en  qué 
consistió,  y  !o  que  dijo  el  agente  del  principado;  y  al 
P,  fray  Bernardino  se  le  dijo  el  primer  dia  qoe  le  habló  fií 
Conde-Duque,  que  si  acaso  pretendia  no  hacer  nada  con 
los  soldados  mas  de  lo  ordinario,  porque  se  deseaba  dar 
satisfaccioo.  Él  dijo  que  se  quería  hacer  de  parte  de  ta  pro- 
vincia todo  lo  posible ,  á  que  se  le  respondió  que  sobre 
aquel  punto  no  se  descontentaría  S.  M.,  porque  admitiría 
la  que  se  pudiese ,  y  lo  demás  no  se  pretendería ;  y  con 
efecto  se  ordenó  desde  aquel  dia  del  suceso  de  Sania  Co-^ 
loma  que  se  pagase  todo  por  cuenta  de  S.  M.,  así  infan- 
tería como  caballería ,  y  así  se  ha  hecho  ~ 

Que  se  quemó  el  Santísimo  Sacramento  en  Rio  de  Are- 
nas, y  que  ésto  lo  hicieron  los  soldados  de  Moles  y  ellos, 
todos  juntos.  En  esta  parte  S.  M.  mandó  al  conde  de  Santa 
Coloma  y  al  Consejo  de  Aragón  que  se  hiciese  exactísima 
información  y  se  castigase  con  toda  severidad,  y  ordeoó 
k)  mismo  el  de  la  Inquisición.  Los  catalanes  hicieron  la^ 
informaciones;  los  testigos  fueron  catalanes,  y  atguqos  del 
mismo  lagar,  en  que  también  se  omiten  á  la  información. 

El  dolor  de  S.  M.  por  este  daño  lo  ha  mostrado  en  las 
rogativas  que  ha  mandado  hacer  en  todos  sus  reinos  á  esta 

(1)    &i  el  original  Tanmatt;  pero  debe  de  serXunmar,  que  aai  se  lla- 
maba e>  diputado  militar  aquí  nombrado. 


3vGot>¿;lc 


desdicha,  ordenando  que  todas  cotmtas  rentas,  tiene  en  Ca- 
taluña Miteramente ,  y  todoa  sus  derechos  se  empleen  ea 
reedificar  las  iglesias  que  han  padecido  ,  y  que  sino  basta- 
sen ,  se  avise  á  S.  M.  las  cantidades  que  se  han  menester, 
sean  las  que  fueren,  y  el  tiempo  en  que  se  podrá  princi- 
piar la  obra,  pwque  S.  M.  remitirá  dinero  de  contado,  ato 
otra  dilación  para  que  no  pare  la  obra. 

El  suceso  de  Perpiñan ,  y  el  flecir  que  se  trató  con  ri- 
gor á  aquella  villa,  y  sin  justificación,  (y  lo  mismoae  di- 
jera cuanto  á  las  prisiones  que  últimamente  se  han  hecho 
y  otros  lances  piados  con  la  villa),  parece  que  si  lo  que 
habieran  visto  del  señor  duque  de  Cardona,  V  las  informa- 
ciones que  hubiesen  recibido  por  papeles  originales,  no 
concluyeroii  alguna  culpa  grave  en  punto  de  fidelidad, 
habrá  sido  delito  grande  y  digno  de  todo  castigo  en  los 
cabos  que  )o  hubieren  hecho;  pero  si  constare  todo  lo  con- 
trarío, parece  que  seria  desgracia  del  tiempo  en  que  hu^ 
biese  socedido ,  y  no  delito  el  que  se  habtese  cometido  en 
castigarlo  y  atajarlo,  y  en  todo  esto  se  procede  coa  justi- 
ficación innegable ,  como  lo  afirman  todos  los  del  Consejo 
Snpremode  Aragón,  en.  que  concurre  tambiai  el  regente 
principal,  y  lo  mismo  todos  los  otros  Consejos  que  lo  han  ' 
visto,  sin  que  en  ninguna  resolución  de  cuantas  S.  M.  ha 
tomado  en  estas  materías  haya  habido  ni  un  solo  voto  que 
difiera  de  lo  dicho  ni  aun  en  la  menor  circunstancia;  cosa 
rara ,  votándose  en  diferentes  pautes  y  á  un  mismo  tiempo 
por  un  Consejo  de  Estado,  en  que  concurren  tantos  votos 
por  el  Heal  de  Castilla,  que  son  diez  y  seis,  por  el  de  Ara- 
gón y  otros  diversos  ministros,  y  todos  con  papeles  origi- 
nales, y  en  contrario  que  cuanto  se  ha  hecho  y  obrado- en 
esta  materia ,  todos  son  atentados  en  contravención  á  las 
mismas  constitocicmes  de  Cataluña  y  en  otras  partes^ .  lo 
qoe  de  ninguna  manera  dicen ,  con  que  lo  tibien  por  ex- 
cluido abeolutamente  y  contra  constituciones. 


;vCooglc 


S.  M. ,  en  los  meses  de  Abril ,  Mayo ,  Junio ,  Julio ,  basta 
los  16  de  Agosto,  no  ha  usado  de  otro?  medios  niogunos, 
mas  que  pedir  á  la  Ciudad  y  Diputación  consejo  y  asisten- 
cia para  castigar  los  delincuentes ,  poner  en  autoridad  la 
justicia  por  la  misma  provincia  y  los  naturales  de  allí,  ad- 
virtiéndoles,  que  si  hubiesen  menester  aywJa,  se  la  daria. 
A  esto  el  Principado  ni  la  Ciudad  no  bao  dado  otra  expre- 
sión mas,  qaesolo  decir  que  tos  soldados  sean  castigados, 
y  asimismo  los  cabos  del  ejército,  y  que  este  salga  y  no 
entre  otro;  que  se  defenderán  de  los  franceses,  y  que  para 
esto  pondráo  10,000  hombres  en  campaña ,  diciendo  por 
otra  parte  qiíe  no  los  pueden  ofrecer  ni  sustentar  coutor- 
me  á  sus  constituciones.  Que  se  castiguen  los  jueces  de  la 
Audiencia;  que  el  gobernador  no  lo  sea,  porque  están  mal 
con  éí  tos  sediciosos;  que  el  obispo  de  Urgel  no  sea  canci- 
ller por  lo  mismo;  que  se  nombre  virey  de  autoridad,  y  que 
no  pueden  asegurar  la  justicia  poi*  ningún  otro  medio.  Coa 
lo  cual ,  no  hallando  S.  M.  ni  ningún  ministro  de  cuantos 
hay  en  sus  Consejos  de  Estado;  Castilla  y  Aragón ,  camino 
para  que  por  mano  de  ellos  mismos  se  asiente  la  justicia 
y  se  aseare  el  poder  enviar  virey;  habiendo  muerto  uno  á 
puñaladas,  otro  á  pesadumbres,  y  cometido  otros  mil  de- 
sacatos y  atrevimientos  como  sus  cartas  originales  lo  diráuj 
y  teniendo  al  tercero  como  encarcelado,  sin  dejarle  acción 
ninguna  de  tal  virey  en  medio  de  todas  estas  ofensas  á  su 
Real  persona ,  ó  en  sus  ministros  inmediatos  que  la  repr&r 
sentan ,  y  de  la  que  ba  causado  aun  mayor  sentimiento,  que 
es  haber  llegado  su  desacato  y  maldad  á  propalar  contra 
,  Dios  y  contra  verdad,  y  contra  S.  M.  que  era  su  real  áni- 
mo violentar  las  leyes  de  Aragón  y  Valencia ,  delito  mayor 
que  todos  juntos  por  ser  falsedad  contra  su  Rey,  y  &lsedad 
no  solo  sin  principio  ni  fundamento ,  sino  tan  contra  él,  co- 
mo piden  las  obligaciones  grandes  que  S.  M.  tiene  á  aque- 
llos reinos  que  le  han  servido  y  obligado  tan  ejemplar- 


3vGoo(^lc 


>•>  13 

f  mente,  qae  no  sólo  le  merecen  la  gratitud  ordinaria  de  pa- 
^  dre  á  hijo,  y  de  rey  á  vasallo,  sino  una  voluntad  particular 
r'  y  afectuosa  como  se  verá  mañana  en  las  Cortes  para  con- 
cederles cuanto  fuere  posible  además  de  lo  que  tienen,  y 
raoslvarles  con  su  gran  favor ,  amor  y  confianza ,  como  no 
tiene  hijos  mas  queridos  á  quien  los  antqmnga :  ha  resuelto, 
no  pudiendo  ya  sin  aventurar  la  provincia,  plazas,  puertos 
y  ejército .  por  la  guerra  que  tiene  rota  con  Francia,  alar^ 
gar  mas  su  tolerancia  como  deseara,  que  su  Real  ejército 
entre  en  Cataluña,  considerando  que  es  el  mejor  camino 
para  que  de  su  propia  mano  reciban  el  condigno  castigo 
los  sediciosos  de  Barcelona ,  como  cabeza  y  autora  de  todos 
estos  errores,  sin  quebrantar  ninguna  ley  ni  coastitucíon, 
ni  de  la  ciudad  ni  de  la  provincia,  y  esto  por  haberlo  S.  M . 
considerado  con  piedad,  mostrando  mientras  cupiese  la  in- 
terpretación de  sus  acciones,  que  hasta  aqu^  cuerpo  de  la 
Ciudad  habia  sido  violentado,  del  pueblo  airado.  Y  en  este 
caso  de  entrar  su  ejército,  ha  ordenado  á  sus  cabos  todos 
qae  aquellos  que  reconocieren  los  yerros  de  Santa  Coloma 
de  Parnés  y  de  Barcelona,  y  se  ajustaren  á  recibir  ^  á 'aaistir 
á  S.  M.  conforme  ó  las  leyes  de  la.  misma  provincia  y  sin 
alteración  ninguna  de  ellas ,  as(  en  general  como  en  parti- 
cular, no  solo  no  se  les  haga  á  los  tales  daño,  pero  ni  mo- 
lestia ni  incomodidad,  pagándolo  S.  M.  á  sti  propia  cuenta; 
y  que  cualquier  desorden ,  aun  de  aquellos  que  son  inex- 
cusables á  la  naturaleza  de  concarsos  de  mucha  gente,  se 
castiguey  escarmiente  de  manera  que  bo  suceda  en  ade- 
lante, no  contentándose  su  clemencia,  piedad  y  amor  al 
Principado  con  menos  que  concederle  lo  mismo  hasta  á  la 
ciudad  misma  de  Barcelona  que  tanto  le  ha  irritado  y  ofen- 
dido, no  pretendiendo  ni  en  ella  ni  en  ninguna  alteración 
de  l^yés,  sino  solamente  asegurar  la  justicia  para  adelante, 
y  el  poder  S.  M.  con  segura  conciencia  enviar  sn  vire^  á 
gobernar  aquella  provincia  despu^  de  haber  visto  los  tres 


3vGooglc 


u 

ejemplares  arriba  aludidos;  mas  excusando  aqae!  otro, 
GotDo  constará  particularmente  de  tas  instrüccionee  oriji- 
oales  que  Ilevau  los  cabos.         ■  .  ' 

■El  ánimo  de  este  papel  no  es  culpar  oí  absolver  á 
nadie;  es  referir  un  hecho  tan  cierto;  que  ó  consta  de  pú- 
blica y  general  notoriedad;  ó  bien  de  papeles  orijinales, 
para  que  por  esto  pueda  cada  uno  dar  la  razón  á  quien  la 
ttMie  (i). 


Madrid  y  Setiembre  30  de  16i0. 

(Toin.  119,  Ml,*70v.t¡ 

Cartas  ha  habido  de  Genova  de  2  de  este ;  dícennos  en 
eiias  que  metían  dentro  de  Turio  con  aquellas  bombas,  io- 
ventíondel  doctor  Cignoni  (2),  cada  dia  nneve  barriles 
de  pólvora,  y  que  los  franceses  iban  menoscabándose  mas 
poir  las  muchas  enfermedades  de  su  campo ,  y  por  los  mu- 
chos que  se  les  huian. 

Lsis  misrtias  cartas  dicen  que  al  Papa  le  volyieron  de 
nuevo  aquellos  recios  desmayos  que  lo  ponen  en  trance 


(!)  Una  Dola  íel  P.  Pereyra ,  de  cuya  letra  está  copiado  el  manifiesto, 
dice  asi :  "Este  papel  llegó  á  Sevilla  á  fines  de  Qctobre.»  Hémosle  inter- 
calado en  este  lagar,  por  haiiatse  entre  la  correspondencia  de  aquel  P.,  y 
con  otros  documentos  que  recojia  su  curiosidad,  sin  duda  con  el  doble 
objeto  de  escribir  unos  anales  particulares  de  Sevilla  y  generales  de  la 
monarqnla,  segon  ya  se  indicó  en  el  prólogo  al  tomo  I. 

(i)  Francisco  Zignoni  se  llamaba  este  ingeoiero  á  las  órdenes  de  Léga- 
ñas. Era  natural  de  Bergamasco ,  y  se  sirvió  en  un  principio  de  balas  hae- 
cas  donde  melia  las  cartas.  Después  fabricó  otras  mayores  (bombas),  en 
cuyo  centro  ponia  basta  quince  libras  de  pólvora.  Los  sitiados ,  sabiendo 
su  ocmtenido,  estaban  atentos  adonde  caían,  y  acudiendo  al  sitio  >«)»- 
ban  la  pólvora  qne  iba  dentro.  De  esta  manera  metió  dentro  de  la  ciudad 
salitre  y  sal  para  la  carne  de  los  caballos,  de  que  bacía  algún  tiempo  se 
matitenia  la  gente,  porque  comiéndola  sin  ella  enfermaban  ranchos. 


3vGoo^^lc 


15 
dé  moribaridoj  y  qué  lo3  médicos  habían  dicho  á  loa  Ne- 
potes le  hiciesen  hacer  testamento  y  ordenar  sus  cosas, 
porque  ana  mañana  le  hallarian ,  seguo  lo  recio  del  mal, 
muerto. 

Cartas  se  han  eécrito  por  la  Cámafá  á  todos  los  corre- 
gidores, para  que  hí^an  salir  los  hidalgos  iodispensable- 
menle,  do  siéndoles  excusa  la  de  falta  de  hacienda,  sino 
es  la  de  salud  6  mucha  edad. 

Todos  los  obispos  de  Castilla  han  ofrecido  el  venir  á 
servir  á  S.  M.,  excepto  los  de  Jaén,  Córdoba  y  Cuenca  qne 
se  han  excusado.  Hoy  entró  el  de  Orense ,  y  mañana  entra 
él  de  Cartagena. 

Piden  de  nuevo  por  el  reino,  por  via  de  empréstito, 
en  plata,  á  pagar  con  réditos  dentro  de  un  año  y  medio, 
óciiócientos  mil  ducados. 

'  Los  de  Cataluña  hicieron  de  nuevo  punto  en  sus  erro- 
res, enviando  dos  diputados  militares;  el  uno  la  vuelta  de 
Gerona  para  que  haga  gente  hacia  Rosellon,'  y  llevaba  en 
ta  bandera  por  divisa  común  un  cáliz,  una  ostia  y  este 
verso: 

Etcturge  dimüu,  tijudtea  eauíam  luom. 

y  el  otro  la  vuelta  de  Torlosa  á  resistir  al  ejército  real. 

Llamaron  á  la  duquesa  de  Cardona  á  Barcelona,  y  aun- 
que pudo  excusarse  no  lo  quiso  porque  no  la  perdiesen  el 
respeto. 

Mataron  á  Un  consejero  en  Barcelona ,  y  á  todos  sus 
hijos  hicieron  lo  mismo ,  porque  no  hubiese  descendiente 
suyo  á  qiiien  S.  M.  pudiese  hacer  merced  alguna. 

Escriben  los  catalanes  á  S.  M.  una  carta  bien  tirada  con 
estos  puntos,  de  que  si  supieran  había  vasallos  mejores 
qve  ftllos-,  hicieran  una  demostración  grande;  que  bien 
sabían  no  podían  oponerse  á  monarca  tan  gratide ,  y  qiie 
si  lo  hacían,  era  para  que  el  mundo  supiese  tenían  un 


3vGoo^^lc 


46 

príncipe  que  les  qaebraalaba  los  prívil^tos  que  les  juró, 
cuando  ellos  á  él  obedecían.  Dios,  &c.  De  Madrid  á  30  de 
Setiembre  de  16iO. 

Madrid  y  Octubre  i."  de  1640. 


Pax  Christí.  &c.  Gn  la  mia  del  28  del  pasado  mandé  á 
V.  R.  copia  de  lo  que  e!  secretario  de  la  Cámara  escribió 
á  los  obispos  (1);  boy  la  envió  de  otra  carta  por  el  mismo 
estilo  que  S.  M.  ba  becbo  escribir  á  los  grandes  y  títulos 
que  se  vienen  excusando.  Dice  así : 

«El  Rey-^-En  carta  de!  23  del  pasado  os  df  cuenta  de 
mi  jornada  ,  y  las  causas  que  me  obligan  á  ello ;  y  aunque 
basta  ahora  no  rae  babeis  respondido  que  os  estáis  previ- 
niendo para  ejecutar  lo  que  es  tan  conforme  á  vuestra  obliga- 
ción, como  irme  acompañando;  con  todo,  para  que  gocéis  de 
dicha  honra,  os  he  querido  advertir  que  saldré  de  Madrid 
á  los  primeros  de  Octubre ,  y  que  podría  yo  tener  gran  sen^ 
timiento  de  que  faltaseis  en  esta  ocasión ,  y  hallarme  obli- 
gado á  hacer  con  vuestra  persona  y  casa  tal  demostración, 
que  quede  memoria  de  este  deservicio.  Madrid,  á  29  de 
Setiembre  de  16iO.=Yo  el  Rey.» 

Algunas  de  estas  se  escribieron  el  sábado;  otras  se  es- 
cribirán lioy  y  mañana  (2). 

Adiós,  mi  buen  P.  Pereyra,  que  [p  guarde  y  conserve 
como  yo  deseo.  De  Madrid  y  Octubre  1."  de  1640.— Se- 
bastian Gonzalez.=Al  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de 
Jesús,  en  Sevilla. 

(1)    Véasela  pág.  i. 

(S)  lina  nota  marginal  de  puflo  del  P.  Rafael,  dice  asi:  «'Llegó  á  Se- 
villa  á  9  de  Octobre,  y  luego  se  dio  conocimiento  de  ella  h  qaian  c«r- 
respondia.» 


3vGooglc 


17 
Madrid  y  Octubre  2'rfe  1640. 

(Tom.  IÍ9,  MI.  íflS.) 

De  guerras  lo  que  hoy  corrió,  avisado  por  un  conñ- 
deote  de  Francia,  y  se  ha  dicho  por  cosa  cierta,  es  que 
nuestro  ejército  de  Lombardía  socorrió  á  Tarin  con  fuerza 
abierta ,  y  con  grande  daño  de  los  franceses.  Esto  se  tiene 
por  muy  cierto  (1). 

También  se  ha  dicho  por  la  misma  parte ,  que  el  señor 
Infante  ha  tomado  puesto  á  io  largo ,  a!  contorno  de  Arras, 
y  que  tiene  designio  de  recuperarla  ó  de  hacer  alguna  cosa 
de  importancia  en  las  fronteras  de  Francia. 

De  las  cosas  de  Cataluña  no  hay  mas  que  lo  que  avisé 
en  la  pasada,  á  no  ser  que  los  de  Tortosa  fueron  invadi- 
dos y  amenazados  de  los  rebeldes  de  Cataluña ,  y  se  de- 
fendieron ,  y  para  hacerlo  mejor  avisaron  al  marqués  de 
Villafranca  que  los  socorriese  con  gente ,  y  él  les  envió  600 
hombres,  con  lo  cual  los  sediciosos  se  retiraron;  y  el  de 
los  Velez  les  envió  mas  gente ,  con  que  aquella  ciudad  está 
ya  llana ,  y  es  buen  pedazo ,  porque  está  allí  el  puerto  de 
los  Alfaques. 

Nuestro  ejército  de  Aragón  iba  marchando  á  Alcañiz, 
donde  es  plaza  de  armas;  allí  se  pasará  muestra  y  se  en- 
trará á  la  mano  de  Dios  en  Cataluña:  dicen  que  la  primera 
invasión  será  en  Lérida,  buena  ciudad;  algo  fuerte,  pero 
no  lo  será  para  el  ejército  que  va,  porque  todos  los  que 
vienen  de  allá  dicen  que  no  se  ha  visto  tal  gente,  ni  tanta 


(1)  No  lo  fué  sin  embargo,  puesto  que  el  príncipe  Toipás  deSaboyaque 
estaba  dentro  de  Turin,  se  viá  precisado  á  abandonarla  en  35  de  Setiem- 
bre ,  y  á  IS  dé  Noviembre  la  duquesa  viuda  volviú  k  restablecer  en  ella 
9u  autoridad. 

Tomo  xti.  2 


3vGooglc 


en  muchos  años.  Trigo  hay  mucha  cantidad,  doscientos 
mil  cahíces,  y  de  cebada  cien  mil ,  y  todo  lo  demás  á  este 
tOQOi  Oiospermild  que  no  baya  azar,  que  será  lástima. 

ítem,  dijo  este  capitán,  que  este  ejército  babia  de  ser 
para  ganar  la  Casa  Santa ,  y  no  para  Cataluña,  que  para 
ella  2,000  hombros  y  1,000  caballos  bastaban. 

Dia  de  Sao  Gerónimo ,  ae  bendijeron  los  estandartes  de 
las  Ordeaes  militaies  en  Nuestra  Señora  de  Atocha ;  allí  se 
batió  el  Conde-Duque»  que  estaba  S.  M.  á  la  sazón  en  San 
Gerónimo  á  la  fiesta  del  Santo ;  pero  al  pasar  por  su  casa, 
juuto  ala  huerta  del  Duque,  vio  la  compañía  que  era  de 
50  caballos  de  las  tres  órdenes,  y  mas  de  100  sustitutos 
de  otros  caballeros,  y  así  entraron  en  Madrid.  El  capitaa 
de  eslA  compañía  dicen  lo  es  el  Conde-Duque,  y  que  sii 
teniente  es  el  que  la  capitaneaba  en  esta  ocasión ,  un  ca- 
'  ballero  de  Córdoba  que  se  llama  D.  Fulano  Vanegas.  De 
los  que  llevaban  los  estandartes  solo  conocí  al  de  Santiago, 
qué  era  D.  Juan  Pardo  Figueroa ,  hijo  de  Arias  Pardo,  Este 
llevaba  el  cuerno  derecho ,  y  Calatrava  el  izquierdo,  y  Al- 
cántara en  medio,  que  Mootesa  no  vino  con  ellos. 

S.  M.  no  hay  dia  fijo  de  su  salida ,  ni  la  caballería  ba 
salido,  aunque  hoy  era  dia  en  que  decían  todos  babia  de 
salir;  su  plazo  llegará  á  lo  uno  y  á  lo  otro.  Madrid  y  Octu- 
bre 2  de  1640.=Fernando  de  Las  Alas  y  Pumarino  (1).   ■ 


(I)  Es  copia  de  pufio  M  P.  Rafael,  y  es  probable  se  escribiese  k  algún 
P.  del  colegio  de  Sevilla.  El  nombre  del  que  la  escribid  está  algo  confaso; 
en  otra  carta  que  se  ioserlarA  mas  adelante  se  lee  Piemariao. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


Madrid  y  OctubTe  S  de  1640. 


Pax  Christi ,  &c.  Haa  dicho  aquí  que  los  PP.  de  la  Com- 
pañía de  Arras  no  quisieron  jurar  Gdelidad  al  rey  de  Fran- 
cia ,  y  se  salieron  del  lugar. 

De  Italia  no  sabemos  en  qué  estado  están  las  cosas,  que 
parece  estaba  el  Príncipe  algo  descuidado  en  lo  de  Ta- 
ria  (1 ) ,  si  bien  se  escribe  sustentábamos  la  plaza  arrojando 
bombas  llenas  de  harina,  cada  una  de  cincuenta  libras,  y 
dosci^itas  bombas  en  un  dia  y  nos  las  volvían. 

Estamos  con  fiestas  por  el  año  centesimo  de  la  Com- 
pañfa.  A  27  de  este  nos  honró  S.  M.  con  su  presencia,  y 
predicó  el  P.  Agustín  de  Castro ,  muy  bien  por  cierto.  A  5 
de  este  se  representará  á  S.  M.  el  diálogo  (2),  es  cosa  par- 
ticular por  la  excelencia  del  tablado  y  muchedumbre  de 
las  tramoyas. 

El  domingo  pasado,  vigilia  de  San  Francisco  (^  Borja, 
salió  una  procesión  de  la  casa  profesa,  en  la  cual  asistimos 
todos  coQ  sobrep^lices,  coa  las  imágenes  de  nuestros  sao- 
tos  beatificados  y  canonizados,  el  cuerpo  de  San  Francisco 
de  Borja,  y  autes  de  todo  un  Niño-Jesús,  que  pasmó  á  la 
gente  por  su  belleza;  de  manera  que  hubo  nueve  ó  diez 
andas.  Sacamos  también  veintitrés  estandartes,  cada  uno 
.  de  una  provincia  de  la  Compañía,  de  las  que  tienen  los  rei- 
nos y  estados  del  Rey,  y  uno  mayor  que  los  demás  juntos. 
Cuatrocientos  muchachos  excelentemente  vestidos  dieron 
principio  á  la  procesión,  y  luego  quinientos  congregantes, 


(1)    Véase  lo  que  airas  queda  dicho  en  la  pAg.  li. 
(9)   Gl  P.  Vatentin  Céspedes  de  que  se  trató  ya  en  la  Introdacoion  al 
lomo  III,  pág.  X. 


3vGoo(^lc 


asf  de  la  casa  profesa  como  del  Colegio,  y  los  PP. ,  así  de 
Madrid  como  de  Toledo,  Alcalá  y  otras  partes,  todos  con 
sus  velas;  los  demás  con  hachas  ó  hachites,  y  muchos  gran-  - 
des  y  títulos.  En  fía ,  es  la  voz  común  que  no  se  ha  visto 
tal,  y  que  sola  la  Compañía  lo  puede  hacer.  ¡Sea  Dios  beo- 
dito  por  siempre !  La  curiosidad  de  la  colgadura  y  altares  de 
las  iglesias,  ambas  del  Colegio  y  casa  profesa,  no  se  puede 
encarecer.  Aquí  va  la  inscripción  que  me  mandaron  hacer 
y  se  puso.  Ayer ,  el  señor  presidente  de  Castilla ,  dijo  misa 
dé  pontificat  en  la  profesa,  asistiendo  S.  M.;  predicó,  y 
bien,  el  P.  Francisco  Pimentel ;  hoy  ha  predicado  el  P.  Cas- 
tilla como  yo  y  todos  los  de  este  oilegio  deseamos.  Dios 
guarde  á  V.  R.  mochos  años.  Oe  Madrid  y  Octubre  3  de 
Í6iO.=Cláudio  C!emente."=AI  P.  Rafael  Pereyra,  de  la 
Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


Sigue  la  inscripción. 

Regi  sseculorum,  Deo  óptimo  máximo,  quod  societa- 
tem  Jesu  per  sanctum  Iguatium  de  Loyola ,  magno  omnis 
setatis,  ordinis,  nationis  bono,  centum  ab  hinc  annis 
conditam  servavit,  auxit. 

Christianse  Religionis  longé  latéque  propagatae  frugibus; 
vilii  profligati,  tgnorantise  depuisfe,  haereseós  et  idolatrise 
triumphatx  cxuviis ;  caslitum  consideratione ,  centuriis 
martirum,  apostolícorum  laborum  manipulis;  primigeniae. 
pietalis  reslitntae  adoréis;  omnium  scientiarum,  qtiam  viva 
voce  in  sexdecim  academiis  et  quiogentis  coUegiis,  qoam 
cálamo  in  librorum  myriadibus  traditarum,  aureolis  omavit 
Domus  professa  Madriteosis  solemnem  gratiarum  actionem: 
evoluto  primo  sseculo  pendil,  et  ineuntis  felicitatem,  Beato 
Francisco  de  Borgia.auspice,  ab  íeternitatis  arbitro  com- 
precatur. 


3vGoO(^lc 


Madrid  y  Octubre  8  de  1640. 

[Leg.' suelto,  DÚm.  1,  (61.  Si.) 

Pax  Christi ,  &.c.  Después  que  Tortosa  adoaítió  1 ,000 
mosqueteros  de  Fernaodiaa,  declarándose  por  S.  M. ,  sen- 
tidos los  demás  pueblos ,  enviaron  á  procurar  cobrarla.  No 
podiendo  hacer  esto,  intentaron  quemar  la  puente  que  está 
sobre  el  Ebro;  pero  los  ciudadanos  y  soldados  la  defendie- 
ron con  muerte  y  prisiones  de  mucbos  que  ahorcaron. 

La  cabeza  de  Francia  qu^  entró  en  Barcelona  se  llama 
Monsiur  do  Sancti  Pol.  Dicen  ha  derribado  el  convento  de 
los  capuchinos  y  otros  de  fuera  de  Barcelona  para  señorear, 
mejor  el  campo. 

No  se  acaba  de  as^urar  hayamos  socorrido  á  Turin,  ni 
que  el  Infante  fortificó  las  plazas  de  Zinas  á  Arráe. 

El  de  Medina  de  las  Torres  no  viene,  como' se  dijo. 
Añádese  que  Leganés  viene  á  gobernar  las  armas  de  Cata- 
luña, y  aun  no  se  sabe  de  su  salud,  y  queda  en  su  lugar 
D.  Francisco  Meló ,  y  dicen  que  campeará  en  Vizcaya  Don 
Enrique  Enriquez. 

Uq  dia  después  de  San  Francisco,  ó' el  mismo  ,  aco- 
metimos por  tres  partes  á  Cataluña ,  con  que  también  San 
Francisco  será  Santiago. 

Haa  llamado  de  Flandes  á  fray  Juan  de  San  Agustin; 
y  viene. 

D.  Francisco  Pacheco,  deán  de  Jaén,  queda  oleado. 

Los  galeones  se  hicieron  á  la  vela  á  26  del  pasado ,  á 
lo  que  se  sabe. 

La  caballería  sale  mañana  9. 

Hoy  es  la  segunda  vez  que  se  hace  la  gran  comedia  (1 ) 
de  los  PP.  de  la  Compañía  de  Jesds ;  viola  S.  M. 

(1)    Quizá  el  mismo  diálogo  ciudo  en  la  pág.  10. 


3vGoo(^lc 


Del  duque  de  Nochera  ha  habido  cartas  en  que  dice  le 
avisan  confidentes  de  Francia  que  el  Rey  tiene  preso  á 
Rochilu  (Richelieu). 

También  se  dice  que  el  señor  Infante  tiene  sitiados  á 
los  franceses  en  Arras,  y  tomádoles  los  pasos,  con  que  se 
espera  recobrar  aquella  plaza.  De  Madrid  á  8  de  Octubre 
de  1640. 


Madrid  y  Octubre  8  de  Í640. 

(Tom.  1*9.  fóí.  *71.) 

Hizo  et  Consejo  de  ta  Cámara  consulta  á  S.  M.  de  que 
era  imposible  que  fueran  en  esta  ocasión  sirviéndole  to- 
.  dos  los  obispos,  unos  por  impedidos,  otros  por  viejos;  y 
que  asf  se  sirviese  de  escc^er  cinco  de  ellos.  Conformóse 
S.  M.  coQ  este  parecer,  y  nombró  ai  de  Almería,  electo  de 
Badajoz,  al  de  Málaga,  al  de  Córdoba,  al  electo  de  Burgos 
y  al  de  SigUenza. 

Muchos  de  los  títulos  de  Castilla  se  han  excusado  por 
la  gran  falta  en  que  se  hallan  de  hacienda,  y  S.  M.  ha 
mandado  á  tos  que  de  estos  se  hallan  en  la  corte ,  que  se 
vayan  de  ella  á  sus  estados,  y  que  no  salgan  sin  orden  ex- 
presa, porque  quiere  S.  M.  ahorren  para  que  eo  otra  oca- 
sión que  se  ofrezca  le  vayan  sirviendo. 

Salió  el  domingo  la  caballeriza,  y  vióse  la  grandeza 
de  S.  M.  en  ella.  Cuatro  carricoches  (1)  iban  los  primeros; 
después  cuatro  literas  riquísimas,  cuatro  coches  de  á  seis 
muías,  y  otros  cuatro  de  seis  caballos,  riquísimos  todos  de 
tela  y  bordados;  cien  caballos  enmantados  con  otros  tan- 


(1)    Carro  cubierto  á  uuncra  de  galera,  de  donde  le  vino  el  nombre  du 
caro -coche. 


3vGoO(^lc 


n 
tos  mozos;  los  paijes  de  libreas  á  caballo  con  sus  venablos. 
Llevaba  el  último  el  guión  cubierto  y  s^ufale  D.  Crisbibal 
de  Gavina,  yáeste  todos  los  oficiales  de  la  casa  de  los  pa- 
jes y  caballmza;  y  36  carros  ea  que  iba  mucho  dinero,  y 
todo  el  carruaje  de  los  que  iban,  y  seis  clarines  qae  lleva- 
ban delante.  Pasó  en  este  orden  por  la  plaza  de  Palacio  y 
toda  líi  calle  Mayor  desde  Santa  María;  llegaron  al  arroyo 
del  Abroñigal,  de  donde  se  volvieron  algnaos pajes,  dos  li- 
teras, tos  cochecillos,  y  hasta  20  caballos ,  y  los  demás 
pasaron  adelante. 

Han  hecho  asiento  con  portugueses  de  ?.1 50,000  du- 
cados para  d  ejército  que  ha  entrar  en  Cataluña,  de  don- 
de avisan  que  habiendo  los  catalanes  acometido  á  un 
puente  de  barcas  que  hay  en  Tortosa,  y  noticia  tenido 
aotes  de  ello  el  deVillalraDca,  este  envió  allí  rio  arriba  á 
D.  Pedro  de  Santa  Cicitia  coa  trece  bergantines,  los  cua- 
les resistieron  tan  gallardamente  al  enemigo  que  le  obli- 
garon á  qae  se  retirasen  coa  alguna  mortandad,  castigo 
de  su  infidelidad.  Di<«n  que  al  pelear  gritaban  ¡  viva  fiar- 
cdona!  ¡  viva  Cataluña!  ¡  viva  el  rey  de  Francia !  de  don- 
de hay  aviso  de  que  tienen  cabos  que  los  mandan. 


SttiaTnanca  y  Octubre  4  6  de  1 640. 
(Leg.*  eueltp,  núm.  1.  T<3I.  59.) 

Pax  Ghristi,  &c.  Mi  bnen  P.  Pereyra :  hoy  no  se  ofrece 
otra  cosa  de  qué  avisar  á  V.  R.  sino  trasladarle  lo  que' 
un  caballero  de  la  corte  escribió  dias  pasados  á  otro  de 
esta  ciudad: 

«Señor  mió :  su  carta  de  Vmd.  de  29  del  corriente  me 
dio  mucha  pena  y  la  tendré  hasta  saber  que  esté  bueno  y 
qué  indisposición  tiene,  porque  le  consideraba  con  buena 


;vCooglc 


salud  desde  la  cura  de  la  primavera,  y  haber  vuelto  agora      i 
otra  vez  á  andar  con  medicamentos  dame  mucho  cuidado. 
Sea  nuestro  Señor  servido  dar  ^  Vmd.  laa  entera  salud 
como  puede  y  ha  menester,  y  yo  deseo  para  mf.  ■ 

Gregorio  de  Vigil  no  ha  escrito,  ni  creo  se  acordó  mas 
del  negocio  ni  de  nosotros;  ya  le  escribí ;  Dios  quiera  que 
haga  algo  para  acabar  coa  este  pleito,  que  cierto  me  da 
cuidado,  y  deseo  que  todos  salgamos  del  negocio. 

La  cobranza  de  la  señora  Doña  Úrsula  deseo  como  si 
para  mf  fuera,  y  Vmd.  hace  lo  mismo.  Será  Dios  servido 
dar  salud  cumplida  á  Vmd. ,  y  con  eso  se  negociará  todo; 
y  lo  de  Méjico  y  lo  deinás,  también  espero  que  ha  de  te- 
ner buen  suceso,  teniendo  Vmd.  salud,  que  es  lo  que  im-^ 
porta  mas  (1). 

La  jornada  de  S.  M.  (Dios  le  guarde]  se  va  dilatando, 
y  ^un  hoy  me  dijeron,  no  será  hasta  después  de  Navi- 
dad, y  las  cosas  de  uuestro  ejército  que  se  forma  en  Ara- 
gón, dicen  están  muy  adelante  y  que  con  brevedad  se  en- 
trará eñ  Cataluña ;  pero  no  se  ejecuta,  y  la  gente  tiene 
poca  espera,  así  los  que  han  de  obrar ,  como  tos  mirones 
de  cerca  y  lejos,  y  se  teme  que  se  han  de  ir  á  sus  casas 
los  mas,  porque  la  dilación  enfria  y  quita  la  cólera  y  sin 
ella  no  se  puede  pelear.  El  tiempo  nos  lo  dirá. 

Hoy  me  han  dicho  que  el  duque  de  Sesa  iba  á  Cata- 
luña á  componer  estas  cosas,  y  quien  me  lo  dijo,  que  es 
persona  de  su  casa,  me  lo  dio  por  ciOTto,  y  que  llevaba  la 
plenipotencia  para  hacer  como  dueño.  Esto  está  asf;  si  es 
motivo  de  catalanes  ó  nuestro,  no  lo  sé,  ni  menos  el  efec- 
to que  tendrá;  que  si  bien  la  persona  del  duque  es  de  tan- 
tas partes,  la  gente  es  terrible,  y  están  ya  tan  empeñados  en 
esto,  como  haber  capitulado  con  franceses  y  tomado  su  pro- 


(l)    Desde  ct  principio  de  la  carta  hada  aquí,  el  original  está  tachado  - 
Bon  dos  rayas. 


^ 


„Googlc 


95 
teccioQ  y  admitido  algunos  para  su  gobieruo,  y  conseaiido 
que  é  la  parte  de  la  Lengua  doca  (Languedoc]  esté  un  grue- 
so de  gente,  que  dicen  es  1 0,000  hombres  y  2,000  caballos, 
y  que  hayan  entrado  á  la  deshilada  muchos  por  mar  y 
tierra;  y  junto  con  esto  haber  tenido  nuestra  gente  un  su- 
ceso avieso  (1)  en  Ruyselloo  (Rosellon)  sobre  la  villa  de 
nía  que  no  se  pudo  entrar ,  habiendo  hecho  harto  para 
conseguirlo,  y  haberse  retirado  los  nuestros  con  pérdida 
.  de  gente ,  y  habiendo  herido  á  D.  Juan  de  Garay,  que  es 
quíea  allf  gobierna  las  armas  {%).  Esto  pasa,  y  lo  que  pa- 
sará no  sabemos;  pero  de  nuestra  desgracia  tememos  peor 
suceso,  y  que  se  ha  de  hacer  en  España  un  asiento  de 
guerra  que  dure  mucho,  y  las  historias  nos  dicen  que  en 
tiempo  del  rey  D.  Juan  el  Segundo  de  Aragón,  padre  de 
nuestro  rey  Católico  D.  Fernando,  se  rebelaron  los  catala- 
nes y  duró  la  fiesta  diez  años  y  medio. 

Déjese  el  discurso  aquí,  y  supliquemos  á  Dios  que  nos 
remedie  y  dé  una  verdadera  paz  para  servirle.  Su  Divina 
Majestad  lo  haga  como  puede,  y  guarde  á  Vmd.  como  de- 
Seo.  Madrid  y  Octubre  1 6  de  1 640.'=>FerQando  de  las  Alas 
y  PumarÍDO.=Señor  Lope  Rico. » 

V.  R.  me  encomiende  á  los  amigos  de  ese  colegio  y 
guárdele  Dios  como  deseo.  De  Salamanca  á  22  de  Octubre 
de  1640.=°Gabriel  Suarez  de  Toledo.» Al  P.  Rafael  Perey- 
ra,  de  la  Compañía  de  Jesiis,  en  Sevilla. 


(I)  Adverso. 
'  (2)  Don  luán  de  Garay  mandaba  1a3  tropaa  reales  en  el  Rosellon.  A 
principios  de  Oclnbre  paso  sitio  á  Illa  dentro  de  la  caal  estaba  un  oficial 
francés  llamado  Hr.  D'Aubigny,  el  cual  se  defendiú  tan  valerosamente  que 
D.  Juan  se  relirú  herido  de  un  mosquetazo,  y  también  lo  fué  el  maeso  de 
Campo  D.  Juan  de  Arce  al  inteular  romper  con  un  petardo  una  de  las 
paertu  de  la  fortalesa. 


3vGoa(^lc 


Madrid  y  Octubre  1 6  rfe  1 640. 


(Toro.  <S9.  fd).  «a».') 


Es  muy  cierto  que  esta  jornada  de  Cataluña  ha  de  ser 
mas  lai^a  de  lo  que  parece,  y  que  ha  de  costar  muchas 
vidas,  tiempo  y  ctfidados,  pues  están  ya  dentro  los  fi-an- 
cesea  en  número  de  10,000,  y  el  rey  de  Francia  publica- 
do protector  de  Cataluña,  y  hoy  ha  venido  correo  en  que 
avisan  que  las  banderas  francesas  venían  ya  la  tierra 
adentro,  y  qae  una  saetía  que  venia  de  Italia  con  un  cor- 
reo y  gente  española,  habiendo  llegado  á  un  puerto  de 
Cataluña,  creyendo  que  estaban  como  antes,  cogieron  los 
catalanes  á  la  gente  y  los  desollaron  vivos;  á  los  que  eran 
castellanos  les  sacaban  el  corazón ,  y  %  lo  llegaban  á  la 
boca,  y  las  cartas  que  venian  para  el  rey  se  las  enviaron 
al  rey  de-  Francia. 

Estas  nuevas  me  parece  serán  causa  para  que  do  sal- 
ga el  Rey. 

También  vino  aviso  de  que  cuando  el  Francés  llegó  á 
Cataluña,  nuestro  ejércilo  no  quiso  pelear,  sino  que  todos 
se  sentaron  en  el  suelo,  sin  hacer  demostración  alguna ,  y 
que  un  tercio  de  gente  que  estaba  allí,  del  duque  de  Mo- 
dena,  se  pasó  á  los  catalanes.  Dicen  que  fué  porque  pere- 
cían de  hambre,  y  que  habia  dos  días  que  no  comian  mas 
que  uvas,  y  que  en  todo  aquello  donde  nuestro  ejército 
anda,  perecen  de  hambre  las  gentes.  La  mas  de  la  qae  ha 
ido  se  vuelve. 

A  D.  Antonio  Venegas  le  ha  quitado  el  Conde-Duque 
el  gobierno  de  su  compañía,   que  ha  »do  desaire  muy 


3vGoO(^lc 


^ 


87 
grande.  Madrid  y  Octubre  <6  de  Í640.—D.  Gerónimo  Pe- 
der jque(1). 

Madrid  y  Octubre  20  (^  1610. 

(Leg.*  smllo,  núm.  I,  fúL  U».} 

Parece  dilata  S.  M.  la  jomada  á  Aragón  por  algunos 
dias.  Tortosa  está  ya  por  S.  M.  (2)  La  ida  del  duque  de  - 
Zesa  (Sessa)  á  Cataluña  se  calla,  y  dicen  es  porque  se  le 
ordenaba  facilitase  el  que  se  pusiese  en  fodo  caso  cinda- 
dela en  Barcelona,  y  que  él  se  decidió  por  lo  contrario,  y 
opina  por  que  s^an  las  cosas  como  de  antes.  También  di- 
cen que  está  becha  nna  patente  en  blanco  de  virey;  unos 
discurren  que  para  él,  otros  que  para  Nocbera  que  gobier- 
na á  Navarra ,  y  quieren  vaya  á  Aragón,  porque  el  de  los 
Velez  ha  diferido  la  entrada  en  Cataluña,  ó  por  falta  de  la 
necesaria  prevención,  6  por  esperar  lo  que  obraban  algu- 
nos medios  de  acuerdo  que  tiene  entablados ,  aunque  pa- 
rece no  se  concluye  nada,  porque,  si  bien  se  ha  dicho  que 
venia  á  ello  mi  señora  la  duquesa  de  Cardona ,  soto  es 
cierto  que  ha  venido  una  carta  suya  sobre  las  convenien- 
cias de  esto,  asegurando  que  los  catalanes  no  han  admiti- 
do ningún  ofrecimiento  de  los  muchos  que  les  ha  hecho  el 
Francés,  antes  han  esperado  siempre  y  esperan  que  S.  M. 
los  admitirá  á  su  gracia ;  y  que  si  han  recibido  á  sueldo 
franceses  ha  sido  solo  para  su  defensa ,  viéndose  tan  mal- 
tratados de  la  gente  de  guerra,  y  que  están  muchos  mas  á 


{!)  Asi  ae  halla  escrito  este  nombre  de  letra  del  P.  Rafael,  quien  co- 
paria  la  caria  para  su  colección;  pero  asi  j  con  todo  nos  inclinamos  á 
creer  qoe  ea  error  por  Fedsrki. 

[i)  Ocapóla  con  2,000  infantes  y  iOO  caballea  D.  Fernando  Miguel  de 
Teíada,  á  quien  el  marqués  de  los  Velez  enviú  desde  Zaragata  con  diclio 
intento. 


3vGooglc 


las  fronteras  ofreciéndoles  socorro  con  laicas  condicioaes; 
pero  que  sirviéndose  S.  M.  de  sacar  los  soldados  que  han 
hecho  y  intentan  tantos  estragos  y  maldades,  y  dejarles  á 
ellos  el  castigo  de  los  naturales  (á  quienes  no  perdonarán 
oada )  y  conservándoles  sus  fueros  y  demás  cosas'  como 
antes  proseguirán  en  su  fidelidad  y  servicio;  donde  no,  da 
la  carta  á  entender  que  se  valdrán  de  todo  género  de  ene- 
migos, según  )a  permisiSn  de  sus  fueros  y  privilegios.  Júz- 
gase que  se  tendrá  esto  por  flaqueza  y  que  se  ordenarán 
rompimientos. 

Han  salido  muchos  papeles  en  razón  de  todas  estas 
cosas.  Uno  lai^  dicen  que  es  de  D.  Alonso  de  la  Carrera, 
como  suyo,  con  que  ha  menester  ser  mucho  (í);  otro  del  - 
Conde-Duqne  y  otros  muchos. 

Ha  concedido  el  Reino  en  razón  de  los  fuegos,  que  to- 
dos los  repartidos  desde  ocho  reales  á  cuatro  por  cada 
mes  (2),  que  se  pague  esta  contribución  en  plata  doble 
durante  la  guerra  con  catalanes.  Tan  cierta  as,  y  tan  larga 
será. 

Ejerce  ya  el  Nuncio,  y  juzgan  algunos  que  es  para 
que  Su  Santidad  entre  á  los  eclesiásticos  á  la  parte  de  los 
fuegos  y  otras  imposiciones,  según  son  grandes  las  nece- 
sidades. 

Madrid  y  Octubre  20  de  1640. 

[Tom.  (19,  fól.  (M.) 

El  de  los  Velez  lleva  29,000  hombres,  el  de  Torrecu- 
sa  22,000  y  D.  Juan  de  Gara'y  20,000.  Dicen  que  los  ca- 

(I)    Es  el  impreso  á  pág.  7. 

(S)    Asi  en  ct  original  que  debe  de  estar  equivocado,  aieodo  como  pare- 
ce copia  de  algún  estadianlc  inexperto. 


3vGoo(^lc 


S9 
tálanos  han  tomado  un  puerto  {i)  para-  eatrarle  bastimen- 
to á  Barcelona  y  cuanto  quisieren;  que  el  de  Francia  junta 
armada,  ayudándose  frauceses  y  calatanee,  y  que  forman 
ejército  de  20,000  para  correr  la  tierra,  fuera  de  otro 
grande  número  con  que  se  guarnecen  tas  ciudades  y  villas 
ñiertcs,  y  los  naturales  sitian  el  puerto  de  Rosas ,  para  dar 
entrada  á  la  gruesa  armada  que  tiene  el  Francés  en  Tolón. 
De  Madrid  á  20  de  Octubre  de  1 6i0. 

Salamanca  y  Octubre  20  de  1640. 
{Tom.  1S9,  ful.  ÍTS.) 

Pax  Christi,  &c.  El  obispo  de  Salamanca  llegó  al  pun- 
to de  muerte;  de  ayer  acá  va  mejorando,  J  dicen  está  siu 
calentura,  aunque  no  se  deja  ver;  no  debe  de  estar  para 
ello  de  la  cabeza. 

Nuestro  P.  Rector  \\e%ó  de  Sao  Sebastiaa  y  ba  nego- 
ciado bien  y  felizmente  con  la  mujer  de  D.  Antonio  de 
Oquendo  y,  en  fin,  los  tendremos  por  fundadores  y  asf  se 
escribe  á  Roma. 

Han  venido  y  vienen  pocos  estudiantes,  y  no  ayuda 
para  que  los  haya  el  estar  aquí  por  pesquisidor  un  oidor 
de,  Valladoiid.  Dios,  &c.  Salamanca  y  Octubre  20  de 
í640.=Gaspar  Suarez  de  ToIedo.=A]  P.  Rafael  Pereyra, 
de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 

A  este  Colegio  llegó  dias  pasados  ana  carta  de  Roma 
con  la  relación  de  las  fiestas  que  nuestra  Compañía  bizo 
allí  al  Centenario.  No  la  envió  por  considerar  que  ya  la 
tendrá  V.  R.  por  otros  logares  (2). 

(I)    El  de  Cadaqaes. 

(!)  Hay  en  efecto  en  el  tomo,  al  fól.  485,  nna  carta  del  P.  Alonso 
del  Gafio,  fecha  ¿  l.'de  Oclabre,  dando  cnenta  mny  deldUada  de  lodo  lo 
ccorrido  en  dicha  futividad,  el  adorno  de  la  iglesia,  procesiones  y  demás. 


3vGoo^^lc 


Madrid  y  Octubre  23  dií  1640. 

(Tom.  «9,  fól.  Í76  v.'l 

Hallábanse  ea  París  los  embajadores  de  GataluQa(1),y 
aun  no  habían  ajustado  lo  que  deseabali,  porque  el  Fran- 
cés les  pidió  rehenes  en  seguridad  de  loa  empeños  que  le 
pedían. 

El  rey  de  Francia  en  persona  salió  á  San  Germán  ,  á 
juntar  con  su  autoridad  10  ó  12,000  hombres,  porque  el 
ejército  que  ganó  á  Arras  se  había  deshecho;  y  su  Alteza 
del  señor  Infante  se  hallaba  coo  el  suyo  muy  reforzado,  y 
temerosos  los  franceses  de  que  con  él  hiciese  alguna  in- 
vasión en  su  reino. 

El  cardenal  Ginetí,  legado  de  la  Santa  Sede  en  Colo- 
nia, camina  á  Roma  y  queda  en  aquella  ciudad  monseñor 
Machiavelo,  obispo  de  Ferrara ,  nuncio  .diputado  para  la 
paz  universal,  deque  no  hay  hoy  peores  esperanzas  que 
antes. 

Vino  correo  de  Cataluña  con  carta  paraS.  M.  en  que  le 
escriben  que  sirviéndose  de  que  nadie  sea  castigado,  que 
salga  la  gente  de  guerra  y  no  entre  otra  ni  tampoco  el  ejér- 
cito que  se  halla  en  los  confines  de  Aragón  y  ValcDcia,  y  se 
confirraen  los  oficios  á  los  que  ellos  hubieren  nombrado  en 
ellos,  que  le  darán  luego  la  obediencia  como  de  antes. 

Hubo  consejo  de  Estado  en  el  aposento  del  Conde-Du- 
que, y  se  resolvió  que  entrase  el  ejército  á  los  19  deste, 
conforme  lo  avisó  el  marqués  de  los  Velez.  Este  salió  á  los 
1 9  de  Zaragoza  y  la  artillería  á  los  1 8,  la  cual  había  menes- 

(I)   Doo  de  ellM  se  llamaba  Franeáco  de  VUaplana. 


3vGoO(^lc 


ter  siete  días  hasta  la  raya,  sí  biea  ea  ellos  no  se  necesi- 
taba de  ella.  Al  niismo  Uempo  olro  cabo  con  1 ,000  ca- 
ImiIIos  y  18,000  infantes  hace  entrada  por  Valencia.  Lleva 
d  marqués  mas  de  30,000  infantes  y  3,000  caballos  y  tí- 
tulo de  virey  y  capitán  general  del  Principado.  Nochera 
pasa  á  Aragón  y  el  de  Tavara  á  Navarra. 

Entró  monsiur  de  Espenan  (1)  en  Cataluña,  y  con  solo 
franceses  empezó  á  fortificarse  en  el  Pertús,  de  que  los  del 
Principado  empezaron  á  tener  algunos  recelos  y  hay  alguna 
disensión  con  ellos,  aunque  en  el  error  primero  están  tan 
obsliDados  como  siempre. 

Llegó  el  ordinario  de  Flaodes:  trae  el  haberse  retirado 
el  holandés,  engrosándose  su  Alteza  con  las  tropas  que  es- 
taban á  su  opósito;  y  cuentan  que  en  el  pais  decian  que  si- 
tiarían á  Arras;  porque  el  ejército  francés  después  de  ha- 
berla ganado,  sé  había  deshecho  casi  del  todo. 

De  Alemania  avisan  que  el  ejército  imperial  que  se  ha- 
llaba en  la  Hasia  (Hessia)  tenia  mas  de  60,000  hombres, 
y  que  habla  ganado  un  lugar  fuerte  y  de  grandísima  con- 
veniencia para  los  víveres,  con  que  Vanier  (Bannier) 
se  bailaba  necesitado  de  ellos  y  menoscabándose  cada 
dia  mas. 

Escriben  de  Inglaterra  que  se  hallaba  aquel  rey  aco- 
metido de  los  escoceses  que  le  ganaron  un  lugar,  y  en  su 
reino  mal  seguro  de  los  suyos,  y  obligado  á  haber  de  salir 
en  campaña  como  lo  hacia. 

De  Paris  se  dice  que  parió  la  Reina  un  hijo,  de  que 
hubo  tre»  dias  íiestas  va  aquella  corte,  y  que  en  medio  de 
ellas  llegó  la  nueva  de  haber  ganadq  á  Turin  y  salido  el 
príncipe  Tomás  juramentado  de  no  ir  nunca  contra  fran- 


(1) .  El  origiD&l  déria  •■Espernon><  perO  m  ba  corregido  conforme  está, 
pues  el  qne  entró  faé  el  gobernador  de  Lai^edoc,  ipie  el  aHo  anterior  de- 
tendió  á  Salsas.  Véase  el  tomo  III,  pág.  S94. 


3vGoo(^lc 


32 
cía  y  ser  siempre  neutral  coa  Elapaña.  No  se  tiene  eslo 
'  por  cierto,  porque  aun  no  ha  llegado  el  correo  de  Italia. 
El  nuevo  impuesto  de  los  fuegos  dicen  importa  tres 
millones  cada  año  (1). 


Málaga  y  Odvhre  30  de  1640. 

{Tom.  188,  f61.  \TJ.) 

Anoche,  á  las  once  de  ella,  llamaron  por  parte  del 
corregidor  á  un  Padre  que  confesase  á  un  herido  que  es- 
taba en  la  cárcel.  Enviáronme  á  mí  á  este  ministerio,  y 
estando  ya  en  la  calle,  me  dijo  ensecreto  el  alguacil:  «  Pa- 
dre, mire  que  vaá  confesar  a  un  hombre  que  le  han  de 


(1)  Ya  se  dijo  en  otro  lagar  que  estas  carias  están  todas  copiadas  do  le- 
tra del  P.  Rafael  en  dq  cuadernillo  cosido  á  este  tomo  (Núm.  139  de  la 
Colección),  y  que  por  lo  Unlo  es  de  presamir  no  faesen  dirigidas  á  él,  ai- 
no  á  algon  otro  Padre  del  Colegio  de  Sevilla.  También  de  vez  en  cnattdo  se 
bailan  intercaladas  peqoeSas  notas  ó  digresiones  retereoles  i>  sucesos  de 
aquella  localidad,  y  qne  el  buen  Padre  consignaba  como  dignas  de  pasar 
á  la  posteridad.  Sirva  de  ejemplo  la  sigoiente: 

■'Sevilla:  En  Sevilla  cogió  lajusliciaft  a n  hombre  por  casado  dos  ve- 
ces: sentenciólo  el  teniente  en  SOO  azotes  y  diez  años  de  galeras.  Apeld  de 
la  sentencia  i.  la  sala;  C0nñrm6  las  gaUras  y  los  azotes  en  vergüenza  pú- 
blica, por  ser  capitán.  Viéndose  condenado  se  dio  dos  pnBaladillas;  pero 
con  iodo  lo  sacaron.  Estofné  &  2l)  deüctnbre  de  1640. 

El  sábado,  víspera  de  los  santos  San  Simón  y  Judas,  entró  en  Sevilla 
el  dnqae  de  Hedinaceli;  salióle  i  recibir  una  compaQia  de  á  caballo. 

Dia  de  los  santos  apóstoles  se  publicó  edicto  de  la  Inquisición  en  que  se 
prohibió  las  defensiones  del'P.  Poza,  como  consta  por  el  edicto  queestá  al 
fln  del  tomo  deste  afio. 

Pidiósele  este  mes  de  Octubre  á  los  de  Sevilla  que  aprontasen  para 
S.  M.  S00,000  ducados  á  36  por  lOO,  y  valió  á  50  por  100. 

Valió  en  Sevilla  el  Iríjo  hasU  fin  de  Octubre  á  10, 11.18,  y  por  haber 
seca  y  no  llover,  valió  á  principio  de  Noviembre  á .  16  el  raqor. 

El  trueque  de  la  piala  ¿  50  por  100. 


3vGoo(^lc 


ahorcar  antes  que  sea  de  dia.»  Yo  reparé  en  esto,  y  por-;- 
que  ninguno,  ó  de  casa  ó  de  fuera,  culpase  después  algu- 
na acción  mía,  volví  ó' casa  y  di  cuenta  al  P.  Rector  y  la- 
ve varias  dificultades,  y  consulté  á  los  Padres,  y  todos  coq- 
vioieron  en  que  fuera  y  procurase  dilatar  la  confesión 
hasta  que  fuese  de  dia ,  y  si  no  pudiese  que  le  confesase  y 
ayudase.  Fui,  y  en  entrando  en  la  cárcel  me  dijeron  que 
confesase  á  aquel  hombre  que  babia  de  morir  dentro  de 
dos  horas.  Él  pedia  iglesia  y  decia  que  no  había  de  confe- 
sar. Yo  hice  al  alguacil  mayor  y  alcaide  de  la  cárcel  pro- 
testas de  que  aquello  no  se  podia  hacer,  y  que  aquel  hom- 
bre había  de  recibir  el  viático  con  las  circunstancias  que 
es  costumbre;  pero  ellos  estaban  muy  enteros.  Dije  que 
yo  quería  ir  á  hablar  al  Corregidor;  dijéronme  que  no  habia 
por  dónde  salir.  Hice  en  esto  grandes  instancias,  pero  sin 
fruto,  y  el  delincuente  continuaba  diciendo  que  no  se  que- 
ría confesar,  y  viendo  esto  los  alguaciles,  trajeron  al  verdugo 
para  que  lo  ahorcase  sin  confesar.  Yo  me  abracé  con  el  de- 
hncuente,  y  él  se  agarró  de  mí,  los  alguaciles  y  verdugo  pro- 
curando desasirme,  y  así  bregamos  un  rato  hasta  que  Dios 
tocó  el  corazón  del  pobrete  y  se  confesó;  y  aunque  por  tres 
6  cuatro  veces  volvían  los  alguaciles  con  el  verdugo,  yo  les 
decia  que  dejasen  confesar  á  aquel  hombre.  Pero  ellos  co- 
nocieron que  mi  ánimo  era  detener  la  ejecución  y  as(  se 
resistíeroQ  á  no  aguardar  mas.  Pidió  la  Eucaristía  el  de- 
lincuente, dijeron  que  no  se  le  podía  traer.  Dije  yo  que 
diría  misa  allí  y  lo  comulgaría.  Dijeron  que  el  Corregidor 
mandábase  ejecutase  luego  la  sentencia,  y  así  se  hizo  en 
la  plaza,  cerca  de  las  cuatro  de  la  mañana  con  páblico  pre- 
gón, y  defendidas  las  bocas  de  las  calles  con  mosqueteros. 
A  este  hombre  lo  sacaron  de  Santo  Domingo,  donde  un  al- 
guacil cuando  le  fueron  á  sacar  tiró  un  ladrillazo  á  un 
fraile  y  lo  hirió  en  la  cabeza  mal,  porque  el  fraile  queria 
á  ladrillazos,  echar  fuera  á  los  alguaciles.  Descomulgaron 


^yCcOí^lc 


31 
lu^o  al  Corregidor,  y  ayer  se  puso  entredicho  y  hoy  cejs»- 
tio.  I^  causa  de  lodo  este  alboroto  fué  que  dicen  que  este 
ahorcado,  con  otros  no  sé  cuántos  soldados  de  los  de  Me- 
lillai-  mataron  el  Jueves  á  dos  hombres  honrados  de  Mála- 
ga. Este  es  el  caso.  Málaga  y  Octubre  3Q  d^  l6iO.-*Fer- 
nando  de  Algava,  de  la  Compañía. 


Madrid  y  Octubre  30  de  1640. 

(Tora.  1J9.  f6l.  t77  v.'j 

Las  cosas  de  guerra,  vaya  una  que  vino  ayer  de  Ita- 
lia, y  es  que  el  armada  Trancesa  que  andaba  en  Levante 
se  atrevió  á  tanto,  qué  llegó  á  Ñapóles  y  echó  gente  en 
un  lugar  que  se  dice  Pusilipo  (1),  que  dicen  es  poco  mas 
de  una  legua  de  la  misma  ciudad  de  Ñapóles,  y  los  de  la 
tierra  lo  hicieron  tan  bien,  que  no  volvió  ninguno  de  los 
que  desembarcaron,  porque  muertos  y  presos  todos  que- 
daron allí. 

Itera:  que  las  escuadras  de  galeras  de  Ñapóles  y  Sicilia 
embistieron  el  armada  francesa,  aunque  era  de  50  navios, 
y  le  echaron  cinco  á  fondo,  y  le  quitaron  dos.  Con  uo  vien- 
to que  se  levantó  se  retiraron,  y  hay  quien  diga  que  lle- 
gó á  Marsella  y  Tolón  medio  perdida,  porque  las  galeras  y 
el  tiempo  le  hicieron  mucho  mal. 

Tuiin  le  dejó  Tomás  á  su  cuñada,  y  él  y  los  que  le 
acompañaban  salieron  en  buena  forma;  pero  ha  olido  á 
cambalache  el  dejar  la  plaza,  teniendo  qué  comer  para  dos 
meses.  Los  factores  de  Tomás  calumnian  á  Leganés  que  en 
siete  meses  de  sitio  no  lesocorrió,  ni  tenia  ánimo  de  hace- 


(1)    Dico  Presilico  ó  Pnrilipo;  pero  3c  ha  corregid'o  conforme  estA. 


D¡g,l,z.cbyGOi>^ílC 


35 

lio,  y  dicen  que  entendiendo  el  príncipe  esto,  se  acomodó  y 
salió  con  reputación.  Esto  es  lo  que  se  llama  perderse  todo 
por  mal  gobierno  y  competencias  y  cobardías  de  mi- 
nistros. 

Lo  de  Catailuña:  A  22  deste  salió  el  de  los  Veler  de  Za- 
ragoza; dicen  que  en  Tortosa  te  han  de  jurar  por  virey  de 
Cataluña,  y  co»  eso  proseguirá  la  jornada,  que  dicen  unos 
es  derecho  á  Barcelona.  Presto  se  sabi-á  adonde  hizo  sa 
viaje,  si  á  Lérida  ó  á  Berccloaa.  Lo  que  dicen  todos  m  qne 
lleva  lucidísimo  ejército  de  infantería  y  caballería,  y  5i 
piezas  de  artillería  y  mucha  prevención  de  municiones  y 
bastimentos.— Femando  de  Las  Alas  y  Pumarino  (1). 


Madiid  y  Noviembre  3  de  1640. 

(Tora.  1!9.  MI.  477.) 

Fax  C^risli,  &c.  Un  maese  de.  campo  de  los  que  asis- 
ten en  Zaragoza,  escribe  con  fecha  del  23  del  pasado  lo 
«guíente:  . 

<c  Ayer  salió  desta  ciudad  el  señor  marqués  de  los  Ve- 
loz para  Alcañiz,  plaza  de  armas  deste  ejército,  y  también 
salió  la  aj'tf Hería  con.  su  irenqiie  se  encamina  á  aquella 
parte  de  Torto»,  por  donde  se  dice  ha  de  entrar  el  mar- 
qués Cherí  (2)  de  la  Reina  con  una  parle  de  ejército  qne 


(1)  Este  Bujeta  es  el  mismo  de  quien  ya  se  imprimió  una  carU  á  pjtgi- 
nu  17.  Aqal  el  nombre  parece  ser  diferente,  según  se  halla  cscrílo  de  la 
letn  difícil  y  entreluada  del  P.  Xalael  F.  á»  ¡at  Alas  y  Pieatarina.   ' 

(2)  Enotras  partes  Cheit  y  leli,  y  aun  X«li  de  la  hoM.  Es  al  mismo 
i  qaien  mandó  prender  el  daque  de  Cardona,  por  Junio  de  1640,  de  re- 
saltas délos  desórdenes  cometidos  en  Perpifian  por  los  napolitanos  de  su 
terflio. 


3vGoo(^lc 


se  nombra  de  Cantabria,  que  lo  demás  se  dice  de  la  per- 
sona real. 

Con  los  avisos  ciertos  de  la  entrada  de  franceses  en 
Cataluña,  parece  que  estos  negocios  requieren  mayor  con- 
sideración que  la  que  hasta  aquí  pedia  el  caso  de  ir  sola- 
mente contra  catalanes.  Elsta  gente  se  ha  quitado  la  más- 
tiara,  habiendo  metido  cabos  franceses  en  su  tierra,  gol- 
pe de  infantería  y  caballería,  entregádole  con  Bosellon  á 
Illa,  Cañete  y  otros  lugares,  como  se  dice  también  del  poer- 
to  de  Cadaqués.  Me  parece  que  tendremos  guerra  paré 
mas  tiempo  que  algunos  pensaban;  mayormente  eeliando 
ya  el  tiempo  tan  adelantado  pEira  haber  de  campear,  pues 
las  aguas  y  frios  en  los  ejércitos  mas  bien  disciplinados  no 
dejan  de  causar  sus  efectos,  mayormente  en  gente  no 
acostumbrada  á  los  rigores  del  tiempo ,  pues  antes  de  lle- 
gar á  experimentarlo,  se  vuelven  muchos  y  no  en  poco 
nñmero,  porque  como  dice  un  maestro  de  Campo  que  está 
aquí,  cada  soldado  halla,  en  entrando  en  Aragón,  padre  y 
madre  y  predicador  para  persuadirles  á  que  se  vuelvan,  y 
que  esto  es  de  tal  manera ;  que  á  él  le  tuvieron  ya  casi 
persuadido.  Lo  que  puedo  decir  á  Vmd.  es  que  la  gente  y 
el  común  deste  reino  está  del  mismo  color  que  Cataluña,  y 
qae  no  hay  que  disputar  en  estas  materias  por  lo  muy  vi- 
drioso que  está  este  negocio. 

Oe  Barcelona  han  enviado  una  embajada  á  esta  ciudad 
pidiéndole  que  como  cabeza  de  esta  corona  tratase  de  po- 
nerse de  por  medio  c<tn  S.  M.  y  mediar  estos  negocios, 
pues  ellos  habían  sido  y  eran  fidelísimos  vasallos,  y  que 
si  habían  lomado  las  armas,  fué  solo  por  la  grande  ocasión 
que  les  habia  dado  el  ejército  alojado  en  aquel  Principado, 
y  que  agora  también  lo  hacían  movidos  del  rigor  con  que 
S.  M.  determinaba  entrar  á  fuego  y  sangre  aquel  Principa- 
do, y  que  ellos  están  llanos  á  la  obediencia,  con  taiito  que 
S.  M.  se  sirva  de  sacarles  los  soldados  que  están  dentro,  y 


3vGoo^^lc 


'  37 

que  se  vuelva  la  gente  de  guerra  que  está  puesta  en  estas 
froateras;  de  suerte  que  el  descaramiento  (1 )  es  tal  que  no 
puede  ser  mayor.  Esta  ciudad  ha  enviado  un  síndico  {'i]  á 
Barcelona,  á  comunicar  con  aquella  república  el  deseo  que 
tienen  de  que  esto  se  componga,  y  que  así  tomará  la  ma- 
no é  interpondrá  au  autoridad  este  reíno  para  que  S.  M. 
se  sirva  de  moderar  el  rigor  de  las  armas,  y  con  estm  me- 
dios ajustar  estas  cosas.  No  ha  venido  hasta  hoy  la  res- 
puesta que  aguardamos  por  momentos. 

El  duque  de  Luy  (Luynes)  dicen  que  está  ea  Barcelo- 
na y  monsiur  de  Spernon  (Espenan),  el  que  gobernaba  á 
Salsas  cuando  la  tomó  el  Francés,  está  en  Lérida,  y  la  va 
fortificando  muy  bien,  porque  es  gran  soldado  y  sabe  mu- 
cho de  guerras  y  fortificaciones. 

Yo  me  parto  mañana  para  Alcañiz  y  allí  aguardare- 
mos la  orden  que  se  nos  da.  Kstá  este  reino  carísimo  de 
todo  géoero,  y  no  nos  dan  una  paga ,  ni  se  baila  ningún 
alivio:  no  hay  hombre  de  porte  que  no  esté  desesperado, 
gastando  todos  lo  que  tienen  en  las  posadas.  Este  es  el 
estado  en  que  nos  hallamos. 

Esta  tarde  llegó  la  caballeriza  de  S.  M.  y  también  su- 
pimos cómo  el  duque  de  Nochera  viene  lu^o  á  gobernar 
este  reino,  y  al  de  los  Velez  han  nombrado  por  virey  de 
Cataluña.  Todo  esto  es  sin  dar  parte  á  los  catalanes. 

Dios,  &c.  Zaragoza  á  S3  de  Octubre  de  16iO.» 

No  se  ocurre  otra  cosa  de  qué  avisar  á  V.  R.  ni  yo 
tampoco  ando  muy  bueno  estos  dias,  por  lo  cual  V.  R. 
habrá  de  perdonar. si  no  escribo  tan  lai^o  como  debiera. 
Madrid  y  Noviemitire  3  de  1640.— Sebastian  González.^ 
Al  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla; 


(1)    Lo  misino  que  "descaro." 
(S)    Don  Antonio  Frantís. 


Dg,(,z..byG0O(^lc 


Madrid  y  Noviembre  i  de  1640. 

[Toui.  las,  íor.  «a.) 

Pax  Ghrisli ,  &c.  Escriben  de  Vitcaya  que  con  la  gabei* 
Duevaque  iotroduoen  ea  Francia  de  13  por  100  sobre -to« 
do  género  de  mercadurías,  había  llegado  un  juez  á  Ba- 
yona, donde  tuvo  premisas  de  que  querian  matarle, con 
que  se  arrojó  de  la  muralla.  De  aquf  resultó  reunir  algunas 
compañías  para  su  introducción,  sobre  que  ha  habido  y 
hay  grandes  diferencias. 

También  avisan  que  un  inglés  que  llegó  de  'Francia  á 
San  Sebastian ,  afirma  que  no  hay  prevención  alguna  por 
aquella  frontera,  y  que  está  revuelto  todo  aquel  reino  por 
la  nneva  imposición,  y  que  en  París  ajusticiaron  á  tres 
personas  graves  y  otros  muchos  presos  porque  querian  ma- 
tar á  Rochiliu.  .  ,     ' 

De  la  corté  no  hay  cosa  que  avisar.  Dios  guarde  á  V.  R. 
como  yo  y  todos  los  de  este  Colegio  deseamos.  Madrid  y 
Noviembre  i  de  1 6i0. 

Madrid  y  Novietn(>re  4  de  1640. 

'  (Toni.'tíB,  fúr.  ísa!) 

He  visto  carta  de  un  capitán  herido  «n  una  escaramu- 
za die  Cataluña.  Dice  tres  nuévíls:  Primera,  que  nuestro 
ejéít:ito  es  podeiYMfsit&o ,  dé  S4,000  infantes  y  3,000  ca- 
ballos, y  de  50,000  en  el  vítlor  (mejor  fuera  en  el  námera], 
que  la  multitud  anima,  y  que  nunca  pensó  Cataluña  ver 
tanto  poder.  Segunda ,  que  se  van  entrando  y  rindiendo 
lugares  y  d^oUando  las  resistencias ;  asi  lo  hicieroa  en  un 
lugar  de  buen  saco ,  donde  no  han  sido  bien  oídas  ciertas 


3vGoO(^lc 


crueldades.  Tercera ,  que  eu  Barcena  está  nn  sobrino  de 
Rocheliu  (debe  ser  sobrioo  (1)  de  algua  hermano  suyo] ,  y 
que  por  su  órdeu  y  el  de  las  cabezas,  han  eaviado  dipu- 
tados á  París  á  pedir  socorro  de  caballos  y  de  infantes^ 
QOticioBOS  de  la  pqjaoza  de  nuestros  tercios ;  pero  que  lle- 
garon larde,  porque  los  nuestros  van  con  arriscado  ardi- 
miento, aunque  los  atranca  el  rigor  del  tieínpo.  Este  ea  el 
sentido  de  aquella  carta. 

Va  del  sentido  común  y  fantaatnas.  Tomaron  ios  nues- 
tros el  Cc4  del  Alma,  paso  de  la  hostilidad  ccaitraria ,  de 
mucha  confianza.  Dicen  que  Tarragona  hizo  su  frente  y  les 
mataron  los  nuestros  400  hombres ,  con  que  besaron  las 
coces  i  los  mosquetes  y  se  rindi&ron. 

Van  con  orden  de  convidar  con  la  paz,  y  no  admitida, 
sacar  el  hierro  y  echar  la  sangre.  Todo  es  desperdicio,  por* 
que  es  nuestra  la  que  se  derrama  de  una  y  otra  parte  i  me- 
noscabos domésticos,  que  sola  la  convalecencia  pide  mu- 
chos tiempos. 

Artillería  es  mucha  la  que  llevad  los  convoyes ,  porque 
se  ya  presidiando  lo  que  se  gana. 

Hay  nueva  de  que  han  desembarcado  S,00d  caballos 
d& Ñápeles;  baraja  nueva  por  si  se  tripulase  (2)  la  primera 
con  que  se  vá  jugando. 

La  mar,  muy  del  Rey,  con  muchas  velas,  porqti^  no 
quede  nada  por  alumbrar. 

Escaséanse  las  nuevas  del  ejército  por  saoramealo.  par- 
ticular ,  nienos  las  que  traen  Igs  palomee  echadizas. 


(t)  Asi  díM  d  «niginzl,  pudieods  muy  bien  ser  error  átí  copianle  por 
••hijo.»  Acaso  seria  Honsieur  de  Saint-Pol,  paes  d'EspeDan  no  se  hallaba 
á  k  saiOD  en  Barcelona. 

[^  Asi  se  lee  en  el  original ,  pera  debe  de  ser  equivocación  por  >-se  tras- 
pillase 6  Iraqtdlase.»  El  verbo  "tiaapiHarM»  se  aaábt  por  estewurse ,  eo- 
laqaecerse ,  consumirse. 


'D¡g,l,z.cbyGOO^^Ic 


Aquel  principado  siempre  apellida  lealtad  y  libertad, 
y  miente  por  el  fuero;  andan  dos  papelitos  harto  bien  ha- 
blados. Como  están  en  pocas  manos,  no  he  podido  tirar 
de  uDO  para  remitirlo. 

Dios  DOS  dé  paz ,  que  ya  vamos  descalzando  este  año 
de  &0,  que  i  mí  me  dio  la  coz  con  todas  sus  botas  y 
suelas. 

Ayer  hubo  toros  en  el  Retiro  á  pedimento  cortesano  de 
los  dinamarcos  (1).  Toreó  Cantillana  con  destreza;  pudo 
3er  con  desgracia,  porque  después  de  haber  puesto  muy 
airosos  rejones,  le  puso  el  toro  el  suyo  á  su  caballo  basta 
la  oreja,  y  et  animal  huido,  con  mas  ferocidad  que  su  con- 
trarío, llevó  á  su  ginete  dando  saltos  y  corcobos  por  la 
plaza  coa  desvueltas',  y  al  fin  paró  coa  la  muerte.  A  otro 
toreador,  D.  Fulano  Gallo,  le  rascó  una  pantorrilla  otro 
toro,  y  lo  lastimó  no  bien ,  que  nunca  lástimas  son  bue- 
nas. Está  dos  veces  herido:  en  la  edad,  que  es  mocha ,  y 
en  la  pierna,  que  no  es  poca. 

Un  dinamarco  se  desmayó  de  ver  correr  tanta  sangre, 
y  volvió  en  sí,  con  que  le  dijeron  que  era  vino;  llevároínle 
á  priesa  un  confesor,  y  fué  lo  mismo  que  llevar  misales  al 
Turco,  porque  era  hereje.  Al  fin  vivió  sin  confesión.  De 
poco  se  mueren  los  vecinos  al  polo. 

El-señor  obispo  Salazar  está  de  tercianas  dobles  y  de 
cuidado,  porque  ya  le  tercian  los  años:  acúdesele,  Como 
es  razcm,  de  casa  con  Compañía  de  Jesús  y  consodo. 

Resucita  la  jomada,  y  dicen  será  después  de  la  Con- 
cepción. Ella  parece  la  jornada  de  los  modicot  mocUcum  et 
non  videbitis  me.  Madrid  I  de  Noviembre  de  1 640.— Lúeas 
Rapgel.=Al  P.  Rafeel  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús, 
en  Sevilla. 

Dirá  V.  R.  que  le  falté  en  el  correo  pasado;  es  verdad; 

[1]    Los  embajadores  de  Dinunarca. 


3vGoo(^lc 


pero  fué  por  bo  tnoñr  Á  manos  del  mayor  frío  que  b«  te- 
nido en  muchos  años.  Friolera  fué,  pero  pase;  que  unos 
pecan  de  frescos  y  otros  de  tibios,  y  á  decirlo  todo,  ao 
quise  que  llegasen  allá  mis  nuevas  tiritando ,  que  unas  van 
con  estufilla  y  otras  en  carnes  vivas.  Yo  he  quedado  de 
manera,  ^ne  ami  las  que  van  en  papel  no  las  he  podido 
vestir  (í) r 


Treulado  dd  escrito  que  ti  santo  mártir  Marcelo  Franeisoo 
MtUíriUi  dejó  en  ia  mono  déi  sanUe  cuerpo  de  San  Fkan-^ 
aseo  Xavier,  partiéndote  de  Goa  para  eljapon.' 

[Toia.  4ig,  ful.  41B.) 


Abríóse  por  medio  del  P.  Alvaro  Semedo ,  procurador 
de  la  China,  el  sepulcro,  y  lo  sacó,  y  el  original  lo  llevó 
á  S.  M.  (2). 


Al  Hoto  4p6tlol  del  Oriente:  escritura  ;  juruaeolo  perpetuo  de  H.  F.  H. 
(quiera  decir  Marcelo  Francisco  Ha9trilli.j 

«Mi  santo  per^rino,  querído  padre,  maestro  amado 
y  todo  mi  bien:  dejé  la  amada  Italia,  el  mundo  todo,  por 
venir  á  adorar  estas  vuestras, santas  reliquias:^  dejóos  por 
prendas  el  corazón ,  y  párteme  para  seguir  vuestras  santas 
pisadas  en  el  Japón.  Todo  me  dedico  á  vos  en  holocausto, 


(1)  Qoedan  tmu  cuatro  ¡«labraí  no  legibles  ea  á  origiiud ,  por  tulUrse 
detlraido  d  papel. 

(S)  Hilla»  eite  documento  en  el  lugar  que  dejamos  indicado,  sin  nin- 
gBOk  carta  que  le  «omp^e. 


3vGoO(^lc 


por  fa^o,  siervo  y  esclavo.  Dejóos  esla  firjnada  ooa  mi 
sangre  en  prendas  del  afecto ,  y  coaio  aacriiura  perpélsa 
que  me  habéis  de  foostrar  y  lanzar  ea  rostro  en  el  día  del 
jui(áo,  ea  la  cual  me  oUi^  de  goajdar  cuaoto  mas  puedo, 
é  imitar  vuestra  santa  vida  tn  omnUms  et  per  omnia,  y  -así 
os  lo  juro.  Solamente  os  pido  me  ayudéis  paea  la  ejeooeioa 
con  el  vuestro  beaignfsímo  favor,  y  á.que  yo  tenga  aque-' 
lia  muerte  que  tanto  deseasteis  en  Japón.  Encomiéndoos  á 
mis  compañeros,  am^os  y  parientes  y  devotos,  á  los  ene- 
migos.y -al  mandó  todo.  Padre  ftiio  muy  querido  y  muy 
amadii,  t^ed  con  vos  el  uii  corazón,  y  esta  cédala,  y 
ayudadme  ooo  vuestro  favor  p»ti  la  ejecocioft^d«  todo.— 
En  esla  casa  profesa  de  Goa,  esla  tarde  á  las  nueve  de  la 
noche  á  los  1 1  de  Marzo  de  1636.— Muy  querido  y  amado 
padre,  adiós.  Dejóos  á  vos  por  vo3.=-Marcelo.u 


Esta  firma,  en  el  original ,  está  escrita  con  su  sangre. 
£1  traslado  de  este  está  en  portugués,  sacado  de  letra  del 
obispo  de  Japón,  que  hoy  está  en  Lisboa,  y  lo  trasladó 
para  el  P.  Bernabé  de  Padilla  que  estuvo  allá,  y  me  lo  dio 
á  mí,  y  lo  puse  en  el  libro  de  la  viOa  del  santo  {i). 


.(t)  No, iMlMndose  eoU  c^rta ^  \r.  vida  del, P.  ftUnwlii,  ^eKqbiA 
Antonio  Talleí  de  Silva,  ea  evidente ,  que  el  que  envió  á  Sevilla  este  tru- 
ikdo,  debió  éácribir  otra  vida  del  santo  diferente  de  la  conocida.    ' 


3vGoo(^lc 


»3 

Cádiz  y  Noviembre  ft  de  1640. 

(Tom.  Ti»,  fól.  «8.) 

Pax  Christi ,  &c.  Nuestro  gobernador,  e!  duque  de  Ciu- 
dad-Real ,  me  enrió  á  pedir  la  posada  de  nuestra  heredad 
de  la  Isia,  para  venirse  á  dorour'á  ella  desde  la  Cartuja, 
auuque  fuese  después  de  'media  noche;  y  aunque  él  llevó 
muy  cumplidamente  lo  necesario,  envié  un  padre  y  un 
hermano  que  cuídaseo  del  aderezo  de  casa  y  mesa  y  cama 
para  él  y  sus  camaradae.  Estando  todo  dispuesto,  entre 
ooee  y  doce  déla  noche  llegó  la  falúa  al  caño  j'  que  Tiene 
á  dar  A  nuestra  puerta,  con  órdeo  que  luego  partiesen  & 
la  Cartuja  con  toda  la  comida  y  demás  aparato;  reGiie-^ 
ron  al  P.  la  causa,  y  fué  por  haber  ordenado  S.  M;  des- 
pués de  muchas  demandas  y  reepuesiaa  sobre  el  lugar  don- 
de te-  hatAan  de  justar-  los  doG  duques  del  desafio,  para 
que  el  duque  de  Medina  loshiciese-  apiigos,  que  tÜtimá-^ 
mente  se  juntasen  ■  todos  tres  en  la  Cartuja  y  echasen  la 
hora,  qoefuéá  tas  tres  de  la  tarde.  El  de  Maqueda  de»^ 
pacho  un  criado  al  duque  de  lifedin^,  que  le  agdardase 
n»  I»  ventA^que  eBtá  en  medio  del  camino,  y  \e  dio  uiía 
carta  siiya  ea  (\ug  le  decía  óocoo  se  hallaba  r^Io  de  vná 
pierna ,  y  queiió  le  era  posible  llegarse  á  la  Cartuja ,  ha^ 
cándale  este  desaire  al  de  Medina  y  riéndose  de^lo  que 
al  priitcipiO'Se  excusó  en  la  primera  orden  de  que  no  po' 
dia  llegar  al  Pmrto ,  adonde  víaiese  á  concurrir  e)  de  Ciu- 
dad-Real y  a^lí  le^lMciese  amigos;  y  aun  le  levantan  qué 
pretendia  el  de  Medina  que  ambos  ftiesen  á  Saotúcar ,  y 
a^ra,  habiendo  partido  ta  d^ereocia  con  la  Cartuja;  le 
liizo  volver  atrá$  al  de  Medina ,  el  cual  ha  sentido  mucho  el 
tiro;  y  á  la  verdad ,  auaca  ba  sido.Decesaria,  porque  sÁem- 
pre  se  han  r-arteado  y  enviado  á  vishar  los  desafiados ,  y 


3vGoo(^lc 


ellos  se  están  hechos  amigos ,  sino  que  todo  ha  sido  cum- 
plimiento de  razón  de  Kstado  aquesta  orden  de  Madrid, 
pareciéndoles  que  serian  mas  firmes  las  amistades  con  esta 
ceremonia.  Dios,  &c.  Cádiz  á  6  de  Noviembre  de  I6i0(1).=- 
Francisco  de  los  Cameros ,  rector  de  Cádiz. 


Madrid  y  Noviembre  6  de  \p\fi.  ,     , 
ITom.  119.  ML  *78,  f,*) 

Pax.  Christi,  &&  Mi  buen  P.  Pereyra.  Nada  ocurre  cte 
nuevo  desde  mi  última ,  y  así  .V.  R.  habrá  de  contentarse 
por  esta  vez  con  ese  papel  que  los.conselleres  de  Bar(!e-K 
lona  han  enviado  á  S.  M.,  disculpándose  como  puedra  dé 
su  rebelión.  Dice  asf: 

«Seáor.-=Por  los  decretos  y  cúnvocaciones  que  V.  M. 
ha  sido  servido  mandar  pobUcar,  ha  entendido  esta  su 
fidelísima  ciudad  que  con  motivo  y  causa  de  querer  r&> 
integrar  la  justicia  á  esta  ciudad  y  provínola,  quiere  V.  H. 
honrarla,  viniendo  á.los  confines  de  ella  con  bastante  nú-n 
mero  de  infantería  que  ya  viene  marchando ,  publicando 
esta  g^te  de  guerra ,  y  lamlúen  los  tercios  que  ^estíui  eu 
Rosellon,  que  han  de  acabar  matando,  devastando,  ro-. 
bando  y  quitando  honras ,  vidas  y  haciendas  á  los  provia- 
cíales  de  ella;  lo  cual  les  ha  causado  tal  conmoción,  que 
están  todos  con  las  armas  en  las  manos  para  resistir  á 
gente  tan  mala,  y  que  tanto  ha  de  ofender,  como  ofea-r 
dieron  tos  que  ya  eatraron,  á  una  provincia  que  siem- 

[D  HAy  nna  «Ucíod  de  pafio  y  lAra  del  P.  Pereyr>,  del  tenor  sígaieate: 
■•Sevilla.—El  de  Hedinaceli  vino  á  Sevilla  y  entró  en  cabildo  como  algua- 
cil mayor  por  daqae  de  Alcaléi ,  y  juró ,  y  luego  salid  t  rondar ,  prendiendo 
á  algnnos,  qnitánd(de«  las  annai  y  visitando  las  casas  de  malas  muje> 
res,  dic,  acción  que  le  cotulenaron  algunos  en  una;  peiMna  tas  grande.» 


3vGoo(^lc 


45 
pre  ha  sido,  ee  y  será  tan  teat  y  fiel  á  su  Rey  y  seüor,  y 
qiie  nunca  ha.  faltado  á  su  Real  servicio  en  168  efectos  que 
V.  M.  tiene  experimentados;  como  también  las  diligen- 
cias que  esta  ciudad  ha  becho  para  que  volviese  á  su 
punto  la  justida.  Habiendo  dado  ikoticia  de  esto,  á  V.  M. 
y  cfm  la  licencia  que  fíié  servido  dardos  de  qoe  lé  acoQ- 
aejáseiiios.,  fué  nuestro  parecer  que  mandase  sacar  V.  M. 
algunos  minÑtros  de  acá  de  quienes  está  tan  ofendida  la 
provincia ,  juzgando  esteporel  mas  eficaz  remedio,  y  no  el 
dar  custodia  y  guarda  á  sus  personas,  estando  como  están 
tas  cosas,  y  con  el  mismo  peligro  que  de  antes ,  según  lo 
habernos  experimentado  en  la  persona  del  doctor  Gerónimo 
Grau,  qué  habiéadcrie.  el  dia  antes  de  ayer  (i),  alguna 
gente  rain  dado  varías  heridas  fuera  áe  la  puerta  de  'San 
Antonio,  de  qaecorríó  sangre,  en  ocasión  de  que  yéndose 
de  la  ciudad  en  un  coche  con  su  hijo  mayor,  tiró  el  hijo 
un  balazo  con  un  pedr^al  á  esta  gente,  que  degpmes  le 
mató ,  hicimos  recoger  el  padre  en  la  casa  de  la  iglesia  del 
mismo  santo,  y  dimos.de  guardia  á  su  persona  25  mos- 
queteros' y  ana  omipañfa  de  á  caballo,,  por  la  cual  atro- 
pellando  y  rompiendo  la  moltitud ,  lo  mataron  el  dia  de 
ayer,  con  que  se  vio  el  poco  ó  ningún  fruto  que  hacia  dar- 
les guardia;  asegurando  á  V.  M.  en  vasallos  algunos  de  au 
real  monarquía  no  está  mas  asentada  ni  firme  la  fidelidad 
qae  en  los  corazones  de  efüios  sus  fieles  vasallos ,  que  con 
tanta. fíoeea  le  han  siempre  servido  y  obedecido  con  vidas 
y  haciendas,  y  no  pueden  pensar  otra  cosa  mas  de  que,  ó 
el  real  ánimo  de  V.  M.  no  está  bien  enterado  de  nuestra 


(1)  Según  Feliu,  Általes  de  Catalana,  lib.  XX,  cap.  V,  el  doctor  Grin 
ipte  estaba  escondido  en  Barcelona  desde  el  (innoipio  de  las  alteraciones, 
ftiémaerto  el  15  de  Setiembre  i  un  cuarto  delegas,  de  Bajcelona,  al  in: 
tentar  salir  de  aquella  población.  Pero  según  parece  por  esta  relación  que 
nos  merece  mayor  crédilo ,  el  muerto  en  aquel  dia  fue  su  hijo;  él  no  de- 
bi6  serlo  hasta  el  17  según  Ta^feoba  de  este  papel. 


3vGooglc 


innata  fidelidad  y  «rectos  que  en  aa  Real  servicio  tiabemoa 
aempre  obrado ,  y  de  que  en  esU  sazón  do  tiene  causa  de 
disgusto  contra  esta  proviacia ,  éf  qae  siniestras  iaforníacio* 
nes  obradas  por  el  Gonde-Ouque  y  D.  GeróniBio  de  Villa- 
niueva ,  protoootario  de  V.  M. ,-  que  sidmpre  ban  sido  mal 
afectos  á  esta  provtDcia,  han  dado  causa  á  V.  M.  de  oxtra'^ 
ñar  á  estos  sus  fieles  vasallos ,  y  de  mandar  disponer  lo  ^e 
se  ba  dicho,  corriendo  por  sfí  muy  grande  oUigacioo,  cor 
tno  á  buenos  miaistros,  el  ateoder  á  la  conservaci<Hi  de 
la  real  monarquía  de  V.  M.  y  á  la  paz  y  quietud  de  Ifis 
proviadas  pera  que  tengan  la  disposición  conveniente 
á  reustir  é  las  armas  eneniigas,  y  no  á  la  destrucción 
de  tos  vasallos  de'V.  M.  que  de  eAa  suerte  la  iconsec- 
varon  sos  serenísimos  padre  y  abuelo ,  siendo  de  SS.  MH. 
may  querida  y  honrada  esta  nación ,  no  concurriendo  en- 
tonces tan  justas  causas  de  servicios  como  a^ra,  jugado 
las  tendría  muy  justas  de  queja  de  nosotros  V.  M.,  si  de- 
jásemos de  advertílto  á  su  Real  pecho ,  y  que  es  de  muy 
grande  impwtancia  á  su  Real  corona  no  se  pierda  esta  pro- 
vincia ,  como  es  cierto  se  pondrá  en  riesgo  toda  ella ,  sien- 
do la  defensa  nataral,  como  lo  es,  para  rearatir  A\as  hos- 
tilidades que  amenazan  tos  soldados  de  V.  M.  que  están  en 
Sosellon  y  á  la  raya  de  Aragón ,  y  hemos  experimentado 
en  lasque  han  hecho  los  terciosque  están  altf  con  los  vecim» 
de  aquella  muchas  veces  fiel  viMa  de  Perpiñan,  tratándolos 
peor  qne  esclavos,  y  nseñaladamente  con  )a  quema  del 
Santísimo  Sacramento ,  qne  sea  para  siempre  alabado,  te^ 
niendo  estos  regnícolas  por  principal  blasón  tomar  á  sa 
cqrgo  el  volver  por  la  hon,ra  de  Dios,  pues  ningnno  ba 
vuelto  por  ella. 

Suplicamos  á  V.  M. ,  postrados  á  sus  Reales  pies  con 
las  lágrimas  en  los  ojos,  mande  considerar  estas  cosas,  y 
cíjmo  piadoso  y  clementísimo  padre,  mirar  á  éstos  vasa- 
llos con  ojos  de  misericwdia ,  librándolos  .de  los  trabajos 


3vGoo^^lc 


con  que  los  amenazan  los  soldados,  pues  no  han  dado  cau- 
sa de  haberlos  .dq  padecer,  mandándoles  coDteuer  y  que 
no  entren  on  estos  principados  y  condados ,  y  sacar  los  que 
están  en  ellos,  que  no  sean  menester  para  la  guarnición 
de  los  presidios;  y  asimismo  que  no  se  dé  lugar  á  resolu- 
ción de  entrada  de  cualquier  ejército  á  esta  provincia, 
par&  que  vuelva  á  goaar  áé  la.  deseada  jusiHoiit  y  paz  que 
de  antes  gozal^,-pnefi-eii  estala  voluntad  de  V.  M. 
"..La  Divina  guarda  so  real  pensan^  lüeogós  y  airosos 
moa ,  Como  lo  há  ibeoestar  la  crifitiandad-  Barcelona  1 8 
de  Seties^rede  16iO  (i).>f«De  V.  S.a  y  R.  H..  obtelienlfr- 
síDloe  y  Gdelteimos  vasallos,  quienes  sus  realies  manos  be- 
san: <»l^>s  consedíeres  de  Barcelona^™ Agrámuat,  Secre* 
tario.» 

El  manifiesto  impreso  quB'los  catalanes  han  hecho  con- 
tiene S66  fojas  de  á  cuarto, -dividido  eo  capftolds  constas 
y  DOtaA  á  la  máágfiü  de  santos  concilios  y  derechos',  cob 
autores  graves  antiguos.  Hénte  d^bo  tin.horofare  muy  .docr- 
to  y  ejemplar  que  lo  vio.  antes^  que  la  loquisIcioB  lo  man- 
dase reooga-,  que  no  parece  Qbra  de  catalanes,  uno  ^ 
ángeles  del  -ci^o ;  es  papel  de  grendi6  erudición  y  muy 
conforme  á  la  necesidad  del.  tiempo.  El  SeBof*  sea  coa  nos; 
otros  yoos  ayude.  El  título  es  et  que  ee  signe: 

.'  «Prodateaoioit  católica  ala  q}ajestad  piadosa ^' F«lipe 
elGrande.-rey  de  las  E$(fflñas  y  emperadcH'  de  las  lodiasi 
nuestro  señor;  los  Conaelteres  y  Gonaejo  de  cienta  'de  ^ 
ciudad  de  Barcelona,  año  de  1640  (2).»  !> 


(1)  .Estd  deslinído  el  papel  en  el  lug&r  qus  debió  ociquT  ^  afio,  yero 
no  hfty  duda  que  debe  atribuirse  al  de  1640 ,  en  que  pasnron  los  sucesos 
qae  aquí  se  refieren. 

(9)  Inipríimtae  ea  Baicelona  y  ma»  tarde  m  Usbaa  por  AitloaiO  AI- 
vareí,  16Í0,  4.* 


3vGoO(^lc 


Madrid  y  Nomerr^re  6  de  16i0. 
(Tom.  139.  MI.  *79.) 

Cartas  ha  habido  de  Italia  de  tos  SO  del  pasado.  Entró 
madama  la  duquesa  en  Tuñn,  y  Ma^rínl ,  que  de  Francia 
vino  á  esta  ciudad,  pasó  después  á  verse  con  el  príncipe 
Tomás,  con  quisa  estuvo  en  Rivoli  dos  días.  De  Genova 
pasa  á  Umbría  el  conde  de  Sigúela ,  á  confereodar  god  w 
Alteza ,  y  de  la  Rieua  (ate)  á  Niza  á  twiellas  con  el  Carde- 
nal,'y  ambos  hermanos  envían  acá  un  gentil-bombre ;  á 
disculparse  será. 

Escriben  de  Roma  eo  cartas  del  6  que  el  Francés  ha- 
cia lo  posible  por  la  Iregna  de  Italia,  por  desembarazarse 
de  esta  guierra  que  le  es  mas  costosa ,  y  hacella  ma»  aco- 
modada donde  mas  le  importare. 

FU  general  de  la  artillería  de  la  liga  católica  volvió  á 
recuperar  á  Vigou  en  el  Palatinado,  que  la  perdimos. 

Don  Fadrique  Enriquez  salió  en  campaña  en  la  Alsacia; 
pasó  el  lago  de  Constanza  y  va  á  Sitiar  á  Apsel. 

Üe  París  avisaron  en  las  cartas  que  trujo  el  ordinario, 
que  desde  Gascuña  fué  á  Amiens ,  á  hablar  al  Rey ,  una 
iDOÁja  benita,  y  que  preguntándola  qniénera,  le  Rabia  res- 
pondido :  «Soj  la  que  predijo  á  la  Reina  madre ,  en  me- 
dio de  sus  mayores  dichas,  las  desdichas  en  que  agora  ae 
vé.»  Que  con  esto  el  Rey  mandó  que  entrase,  y  que  le  dijo 
que  el  dia  de  San  Lorenzo  sería  Arras  (1)  suya,  pero  que 
si  dentro  de  tres  años  no  baeia  las  paces ,  que  Francia  no 
tendria  mas  reyes. 


(1)  Lalonia  de  Arria  toé  oi  10  de  Agiwlo.  Véase  la  pig.  (8S  dd  Ío- 
moIII.  


3vGoo(^lc 


La  Reina  madre,  de  quien  se  liabia,  pasa  de  Ingla- 
terra á  Utrecli,  donde  se  cree  la  acudirá  su  hijo  y  tambiea 
el  Inglés,  aunque  en  su  reino  le  quitó  cinco  mi!  florines 
que  le  daba  cada  mes,  y  está  reducida  á  tal  estrechura, 
que  de  doscientos  y  tantos  criados  que  sacó  de  Bruselas, 
hoy  se  halla  solo  con  diez  y  siete. 

Correo  llegó  de  Cataluña  con  aviso  de  no  haber  ana 
entrado  nuestro  ejército.  La  duquesa  de  Cardona  {i)  envió 
copia  de  las  capitulaciones  que  hicieron  cOn  ,FrancÍa,  que 
quiso  dalles  mucha  gente  y  ellos  no  la  quisieron ,  sino  es 
6,000  ÍDÜantes  y  2,000  caballos ,  la  mitad  agora  y  la  otra 
mitad  después  que  estuviese  á  la  frontera  si  no  se  ajustasen 
coa  su  rey ;  y  qu^i^do  el  Francés  pagársela ,  no  lo  qui- 


(I)  Viuda  del  último  virey,  por  maerle  del  cual ,  ocurrida  ea  90  de  Ja- 
lio  en  PerpiDan ,  fué  elegido  el  obispo  de  Barcelona ,  D.  Gil  Manrique,  con 
Utalo  de  Logar-Teniente;  pero  darante  el  gobierno  de  este ,  y  ann  después, 
la  duquesa  continuó  en  Barcelona  sirviendo  la  causa  del  Rey  y  procn- 
rando  con  sa  pradencia  y  mas  qae  varonil  esfuerzo ,  calmar  la  agitación 
de  los  ánimos,  mantaiiendo  correspondencia  con  el  Bey  y  su  privado. 
Ed4  de  Diciembre  de  16ii  faé  presa  jantamente  con  sus  dos  hijos,  D.  Pe- 
dro y  D.  Antonio,  en  represalias  de  la  prisión  que  en  la  curte  se  hizo  de 
los  cocoisionadoi  del  Principado. 

En  el  tom.  H  ,  7S  de  la  Bibl.  Nac,  hay  copia  de  una  de  las  cartas  que 
esta  ilostre  matrona  escribió  al  Bey,  noticiándole  lo  que  pasaba  dentro  de 
Barcelona. 

«El  deseo  de  acudir  al  servicio  de  V.  H.  me  obligA  á  venir  á  este  lugar, 
de  qne  di  cuenta  i  V.  H.  antex  de  salir  de  Cardona,  y  lo  be  procnrado 
desde  qae  llegné  con  la  fineza  ó  veras  que  debo  á  su  Beal  servicio.  Estos 
accidentes  han  ido  creciendo  cada  dia,  y  son  de  tan  mala  calidad,  qae 
si  no  vuelve  tos  qjos  V.  M.  á  esta  proñncra,  muy  apriesa  la  di  hallar  fue- 
ra de  sa  Corona;  pcrqae  entiendo  que  los  enemigos  de  V.  H.  que  pueden 
con  edos  movimientos  abrir  puerta  á  ios  designios,  obran  con  toda  pron- 
titod  y  desvelo,  y  asisten  con  todo  su  poder  á  esta  alteración.  Los  (ran- 
ceses,  como  roas  vecinos,  son  los  primeros,  y  se  adelantan  de  suerte, 
movidos  paiticularroeDle  de  SQ  interés,  que  llegarán  muy  presto  á  tener 
esta  provincia  cerrada  entre  su  rey  y  sns  armas,  j'orque  en  llegando  las 
tropas  que  envian  de  socorro  4  ponerse  en  la  frontera  de  Aragón ,  consi- 
goen  esta  dispo^cion,  y  necesitan  á  V.  M.  á  que  si  qniere  cobrar  esta  tierra 
Tomo  xti.  * 


3vGoo^^lc 


sieron ,  sino  pagarla  ellos,  y  habiéndoles  enviado  á  mon- 
siur  de  Blesis  (1  ]  para  que  los  gobernase ,  y  él  querido  la 
supr^oaa  autoridad  en  tas  armas,  no  se  la  dieron,  como 
ni  tampoco  pidiéndoles  puerto  para  las  ai-madaa  ae  ie 
coiu^dieron,  sino  es  obligándolos  á  que  solo  los  cabos 
cuando  llegasen  á  ellos,  hubiesen  de  saltar  en  tierra.  De 
Madrid  á  6  de  Noviembre  de  1640. 

Madrid  y  Noviembre  10  de  1640. 

(Tom.  )Í8,  W.  hSO  y.') 

De  Cataluña  no  hay  cosa  de  conaielo,  antes  macha 
desdicha  y  rebeldía.  El  manifiesto  que  sacaron  y  se  prohi- 
bió por  la  Inquisición,  dicen  han  despachado  á  su  Santidad 
para  que  declarase  si  era  cosa  que  tocaba  aquello  á  la  In- 
quisición ,  con  que  muestra  la  gente  todavía  su  inquietud 
y  rebeldía. 


por  armas,  la  conquistea  como  sino  hubiera  sido  dote  de  sneoroiu.  En  lanío 
que  los  enemigos  llegan  á  tomar  los  pnestoa  y  á  eslrecbar  con  el  de  estas 
coronas,  me  ha  parecido  que  debía  dar  esta  noticia  h  V.  H.,  porque  siendo 
servido,  pueda  mandar  que  se  lomen  para  el  ajustaniieiilo  de  eslía  mate- 
rias los  remedios  que  &  V.  M.  parecieren  mas  útiles  y  decentes,  asegu- 
rando á  V.  M.  que  el  tiempo  que  hay  para  esto  es  paco ,  y  que  si  la  oca- 
sión se  pasa  sin  lograrse ,  do  podrft  V.  M.  cE^arla  Mcilmenle. 

V.  M.  pwdooe  ^  mi  voluntad  este  alrerimisoto  ,  y  admita  de  mi  afecto 
este  aviso;  que  no  ine  consiente  mi  coraiiHi  dejar  de  obrar  todo  lo  que  en- 
tiendo que  puede  importar  á  sn  servicio,  aunque  aea  llegar  i  perder  la 
vida  con  este  empleo,  pues  cuando  me  faltara,  con  ser  impoñble,  el  eono<a- 
roienlo  que  tengo  de  mi  obligación ,  bailarla  en  el  duque,  que  esté  eu  el 
cido,  y  en  mi  casa  ejemplos  que  no  rae  dejarán  duda  en  acudir  al  servi- 
oio  de  V.  H.  Con  eslaa  veras  guarde  Nuestro  SeDor  la  ealólioapersonade 
V.  H.  oomo  la  cristiandad  bi  menester.  Earcelona  12  de  Octubre  de  1640. 
De  mano  propia-  El  amor  entrañado  que  esta  gente  tiene  6  V.  M.  pelea 
valerosaoiente  por  el  dolor  i  que  su  desdioha  les  compele.ti 

(1)  Llamábase  Honsiur  de  Plessis  Besancon ,  y  era  sargento  mayor  de 
batalla. 


3vGooglc 


■  Han  preso  5  un  fraile  que  llevaba  hábito  de  todas  las 
órdenes,  y  aun  designios  secretos  de  matar  á  S.  M. 

El  Conde-Duque  dijo  al  P;  Aguado  que  andaban  aquí 
unos  capuchinos  para  matarle,  agora  fueso  en  el  hábito, 
agora  en  la  profesión. 

En  Nápolés  nos  cogieron  un  bajel  que  traia  caballos  y 
otras  preseas  para  S.  M. ;  pero  desquitóse  del  hurto  el  de 
Medina  de  las  Torres  que  enviaba  el  presente,  porque 
habiendo  desembarcado  eri  un  puerto  de  Ñapóles  (1)  gente 
de  la  ariUada  fi-aiicesa ,  les  cogió  lo  que  traian  y  les  mató 
ffluctia  gente.  Lo  mismo  hizo  en  el  mar  con  las  galeras  de 
Francia  el  de  Fernandína.  También  escriben  tuvieron  otra 
refriega  los  nuestros,  de  que  salieron  con  victoria  de  des-  ' 
pojos  y  gente  muerta.  Dios.  árc. 

Madrid  y  Noviembre  1 3  de  1 640. 

,(Toni.  1Í9,  ful.  Í79  v.') 

Ha  llegado  un  coronel  de  Polonia  con  ofrecimiento  á 
A.  M.  de  3,000  caballos  prontos;  de  infantes  los  que  qui- 
siere, indiferentes,  á  su  arbitrio.  Consiste  estoen  haber  el 
Polaco  hecho  paces  fijas  con  el  Turco,  cambiándose  loa 
captivos  de  una  corona  &  otra  (gran  nueva  y  cierta,  padre 
mió}..  Ha  sido  tan  bien  recibida  como  todo  lo  que  él  trae; 
hermoso  lado  para  meter  en  brio  los  desmayos  de  nuestra 
poca  gente. 

Inglaterra  mejorada  de  nuevas ,  porque  capitulan  los 
escoceses  con  aquel  rey,  y  le  piden  no  sé  qué  niñerías  pu- 
ritanas. 

Holanda  anhela  paces  con  España ,  que  también  en  sus 
estacas  no  debe  de  haber  tocinos. 

(1)    Véase  lo  qae  ya  se  dijo  en  la  del  lomo  III,  pág.  S60. 


3vGoo(^lc 


Viene  el  confesor  del  infante  al  fomento  de  estos  tra- 
tados; estará  muy  bien  aquí.  Es  fraile  agustino  que  le  ti- 
raron con  una  mitra  por  despegarle  de  confesor ,  y  se  des- 
eolendió  de  ella. 

Leganés,  dicen,  lleno  de  flojedades  en  Italia;,  afecta 
maa  armas  de  la  Cartuja  que  cilicios  de  plomo  con  mido. 
Ya  dicen  que  va  quien  las  gobierne. 

Pronóstico  se  canta  que  este  año  se  ha  de  asentar  la 
paz  con  todos:  yo  pienso  que  así  será,  porque  han  queda- 
do tan  pocos,  que  no  ha  de  haber  con  quién  reñir. 

El  Francés  dicen  que  dice:  «Yo  le  haré  á  mi  hermano 
que  salga  del  gallinero. » 

Panó  allí  nuestra  infanta  (1),  con  que  tiene  ya  dos 


Yá  ha  empezado  el  que  puso  pié  en  Cataluña  (S)  á  ti- 
tubear en  el  empeño,  y  á  hendir,  si  no  quebrar,  la  fe  y 
palabra,  con  que  se  le  va  mojando  el  copete  al  Principado. 
Nuestro  ^ército  va  madurando  con  pasos  lentos  la  mejor 
resolución  de  los  de  adentro,  que  son  mucbos  y  no  comen 
poco,  y  eso  les  hace  vender  los  ganados  que  pueden,  con 
riesgo  de  ganar  poco. 

Hoy  han  salido  de  esta  corte  el  marqués  de  Povar  y  su 
hermano  D.  Antonio  para  Barcelona  á  la  asistencia  de  su 
madre'la  duquesa  (3).  Llevan  órdenes  {creo  epístola  y  evan- 
gelio) de  mediar  con  la  prudencia  y  el  estilo. 

El  de  los  Velez  no  ha  plantado  baterías,  sino  cai^ado 
solo  las  piezas  con  cuidado  de  que  no  se  mojen  los  fogones; 
y  V.  R.  me  crea,  qup  se  tiene  de  componer  aquesto,  por- 


(1)  Ana  de  Austria,  hijade  Felipe  III  y  hermana  del  IV,  t[DB  casó  con 
Luis  Sin  de  Francia. 

(K)    Honsiear  D'Eipenan. 

(3)  D.  Pedro  j  D.  Antonio  de  Aragón',  hijos  del  duque  de  Cardona 
difaDto. 


3vGoo(^lc 


que  hoy  solo  se  les  pide  que  se  echen  síd  partidos  á  los 
pies  de  la  clemencia  de  S.  M.  {i). 

El  admitir  armas  de  Francia,  dicen  ahora  que  uo  lo 
decían  por  tanto;  ni  ellas,  aunque  con  triunfos,  este  año 
están  menos  abolladas  que  las  nuestras,  qiie  mientras  mas' 
han  ganado,  mas  tienen  que  guardar. 

En  felsete  se  dice  que  por  alK  se  han  de  capitular  las 
concordias  de  los  dos  reyes.  Todo  se  viste  de  sacramentos. 
YeneremuT. 

S.  M.  salia  á  la  jomada  en  el  otro  correo ,  muy  aprisa 
y  con  poco  aparato;  ya  en  este  dicen  que  sale  con  pompa 
llena,  carruaje,  &c.  A  25  del  corriente  cobró  fama  esta 
nueva ,  pero  luego ,  á  los  dos  dias ,  volvió  á  su  desmayo 
la  partida.  Lo  mas  cierto  es  que  saldrá  cuando  It^ue  á 
Aragón. 

La  mar,  si  se  toma  resistencia,  ayudará  poco  á  Cataluña, 
porque  Burdeos  (2)  no  quierfc  floreos  con  aquellos  golfos. 

Esto  diga  V.  R.  allá  con  modestia  y  en  voz  baja ,  que 
es  muy  corriente  en  Madrid  que  Cataluña  no  ha  sido  pac- 
tada con  los  reyes,  porque  en  todos  sus  usajes  no  se  halla 
sino  que  se  pespuntaron  á  los  fueros  de  Aragón.  Yo  no 
creo  que  ellos  pelean  por  el  huevo ,  sino  que  creen  que 
apellidando  tanto  fuero,  se  habian  de  hallar  desaforados. 
Lo  cierto  es,  que  entre  ellos  hay  gente  cuerda ,  docta  y 
santa,  que  del  pueblo  no  se  híl  de  tomar  pulso  para  tan 
graves  accidentes ,  porque  siempre  y  de  suyo  está  alterado. 
Siempre  he  dicho  á  V.  B.  que  me  vive  esperanza  de  que 
este  disturbio  se  tiene  de  sosegar. 

El  P.  Provincial  pidió  licencia  para  salir  á  su  visita: 
respondió  el  Conde:  «Hasta  agora  no  es  tiempo.» 


(1)    Véase  lo  que  atrás  se  dijo  en  una  noU  Ae  \í  [>ág.  i9. 
(2]     Entiéndase  el  arzobispo  de  dicha  ciudad  ,  Monsicur  de  Sourdis,  que 
par  esle  tiempo  mandaba  las  armadas  de  Francia. 


3vGoo(^lc 


.   54 

El  P.  Poza  en  su  destierro :  su  causa  espaciosa  y  ca- 
llada. Pidió  licencia  para  poder  salir  al  campo  desde.  Na- 
valcarnero,  y  no  se  la  dio  el  sapto  Tribunal,  y  solo  le.  per- 
mitió poder  llegar  á  la  iglesia  del  lugar.  Todos  callao  y 
esperan  el  suceso;  él  no  escribe,  ni  puede  j  á  nadie,  por- 
que está  vedado. 

El.  señor  arzobispo  Salazar  en  su  casa,  y  suele  veijir  á 
la  nuestra ,  y  los  nuestros  frecuenlan  también  la  suya.  Está 
señalado  para  la  jornada.  Creo  irán  hasta  cinco  de  la  Com- 
Ijañía,  el  P.  Provincial  y  sus  dos  compañeros,  el  P.  Ri- 
palda  y  otro,  no  sé  quién  ,  confesor  ó  maestro  (ie  í|lgUD 
señor.  El  del  cielo  guarde  á  V.  R.  Madrid  1 3  de  Noviembre 
de  1 6Í0.=>P.  Lúeas  Bangel,  de  la  Compañía.=Al  P.  Rafael 
Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 

Madrid  y  Novienére  M  de  Í6i0. 

(Tora.  1Í9.  fú¡.  ÍSO) 

Escriben  de  Italia  que  la  provincia  de  Austria  sirve  al 
Emperador  en  las  necesidades  de  vino ,  que  importan  seis 
millones  de  florines;  la  ciudad  de  Viena  con  seiscientos  mil 
florines,  y  otras  provincias  á  este  respecto. 

Dio  libertad  el  de  Francia  al  conde  Palatino  del  Rin; 
al  despedirse  se  mostró  muy  agradecido. 

Vienen  á  Borgoña  4,000  alemanes  para  incorporarse 
con  los  naturales  á  la  oposición  del  Francés,  que  tan  se- 
diento anda  por  ella. 

Los  de  Arras,  pérfidos  é  infieles  á  su  rey,  en  forma 
de  ciudad  fueron  á  la  de  Ainiens  a  besar  la  mano'  al  rey 
do  Francia,  yá  darle  la  obediencia  y  vasallaje  y  ofrecerle 
gente  y  dinero  para  la  conquista  de  Darpenan ,  villa  poco 
distante  de  aquella.  No  se  logró  su  intento,  porque  el  Car- 


^vCcQí^lc 


._J 


denal  Infante  degolló  2.000  franceses  y  prendió  machos, 
y  no  se  sabe  por  qué  aquellos  pérfidos  quieren  mas  el  mal 
trato  y  correspondencia  que  les  hacen,  que  el  bueno  y 
amor  que  les  teniaa,  porque  en  un  sarao  que  tuvieron  las 
(kmas  de  Arras  con  tos  franceses,  las  gozaron  y  forzaron 
sin  poderlo  rÑnediar ,  y  temerosos  de  que  se  mejoren  los 
tiempos,  hacen  una  ciudadela  en  aquella  ciudad  donde  tra- 
bajan 2,000  gastadores  y  1,500  hombrea  y  500  carpinte- 
ros, y  escriben  se  acabará  muy  presto  la  fóbríca. 

MatAo  se  murmuró  en  Italia  la  pérdida  de  Turín,  y 
de  los  ministros  superiores  se  habla  variamente  en  esta 
pérdida. 

La  armada  francesa ,  que  lleva  diez  y  ocho  galeras  y 
siete  galeoDffl,  nav^ó  la  vuelta  de  Occidente ,  si  bien  en 
Levante  no  hizo  su  ilustrísimo  canditlo,  el  venerable  arzo- 
bispo de  Burdeos,  mas  que  piratear,  pues  todo  se  ocupó 
en  robar  los  bajeles  que  navegaban  descuidados,  sin  dejar 
nadaá  loscosarios'de  Argel,  Túnez  yBiserta. 

Dióse  la  plaza  de  capitán  de  la  guardia  tudesca  al  mar-" 
qoés  de  Povar,  hijo  del  duque  de  Cardona  difunto,  y  con- 
sejero de  Guerra ,  y  á  su  hermano  D.  Antonio  de  Córdoba, 
además  del  Consejo  de  Ordenes ,  ta  de  Inquisidor  general  y  - 
2,500  ducados  de  ayuda  de  costa ,  y  estos  dos  cabatlet-os 
van  á  Barcelona  á  asistir  á  su  madre,  la  duquesa  de  Car- 
dona (1 ) ,  para  composición  de  las  cosas  de  Catalana ,  de 
que  se  espera  se  tendrá  un  grande  ajustamiento,  enviando 
á  su  Excelencia  poderes  bastantísimos  para  el  cumplimien- 
to de  todo,  que  es  cosa  que  se  desea  mucho.  De  Madrid  y 
Noviembre  U  de  I6i0  (2}. 


(I)    Véase  pág.  52, 

{2j    Escribióse  á  ]»  cimtralacion  de  Sevilla. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Noviembre  M  de  \  640, 

iTum.  1S9,  ful.  Í80.¡ 

Pax  Christi,  &c.  Por  treinta  dias  va  el  carruaje  de 
S.  M.;  parece  que  no  se  ha  de  detener  mas  tíempo. 

Gd  todas  partes  vaa  registrando  por  los  Taegos,  aunque 
se  hallan  grandes  diñcultades  en  la  ejecución. 

A  todos  los  grandes  del  Andalucía  han  enviado  á  pe- 
dir á  500  hombres ,  y  aunque  es  fácil  el  pedir ,  no  será  fá- 
cil el  juntarlos. 

Para  que  vea  torear  el  embajador  de  Dinamarca ,  hay 
toros  en  el  Retiro ;  que  dijo  deseaba  su  amo  le  avisase  có- 
mo andaban  los  caballeros  con  los  toros,  pues  que  le  ha- 
cia novedad. 

Ea  Barcelona  se  muestran  arrepentidos  de  sus  yerros, 
y  han  castigado  á  los  culpados  en  la  muerte  del  virey 
Santa  Coloma.  Encamínase  para  allá  el  de  los  Vtíez ,  que- 
dando á  la  raya  el  ejército. 

Monsiur  de  San  Pol,  que  gobernaba  á  Lérida,  quiso 
osar  de  la  suprema  autoridad  en  ella :  enfadáronse  los  ve-* 
cinos,  y  hubo  de  escaparse  á  uoa  de  caballo. 

Asentáronse  seis  millones  y  quinientos  mil  ducados  en- 
tre portugueses  y  genoveses,  y  luego  ha  de  haber  otro 
asiento  de  tres. 

De  Flandes  avisan  que  el  de  Orange  propuso  á  los  Es- 
tados que  estando  tan  poderoso  el  rey  de  Francia ,  sería 
bien  se  pusiesen  á  su  protección ,  á  que  le  respondieron, 
mostrándose  muy  sentidos,  que  á  necesitar  de  ella,  nin- 
guna les  estaba  tan  bien  como  la  de  España ;  y  habiendo 
enviado  á  Breda  y  Bei|5eniopsen  (Berg-op-Zoom)  cinco 
compañías ,  dicen  las  gacetas  de  Amberes  que  los  de  aque- 
llos presidios  rompieron  las  armadas  y  desarmaron  la  gen- 
te. DeMadnd  á  Í4  de  Noviembre  de  1640. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


Madrid  y  Noviembre  16  de  1640. 

(Toro.  (M.  ful.  8S8.) 


Pax  Cbrísti,  &c.  De  nuevo  lo  qne  hay  es,  que  S.  M. 
manda  que  se  vendaa  todos  los  oficios  de  las  Indias ,  de 
qoe  el  Consejo  de  Indias  se  da  por  agraviado  y  ha  repli- 
cado á  S.  M. ,  y  el  presidente  Castrillo  se  echó  á  sus  piós 
pidiéndole  que  exceptuase  las  Indias;  pero  no  hay  reme- 
dio, y  así  á  la  futura  sucesión  de  todo  andan  ea  compe- 
tencias. Los  inconvenientes  qne  tiene  ello  se  lo  dice. 

El  P.  Cristóbal  de  Acuña  habló  á  S.  M.  y  presentó  na 
mapa  de  lo  que  vio ;  ha  sido  bien  recibido ,  y  el  Conde  está 
bien  iaformado ,  y  como  no  saben  de  las  materias ,  cual- 
'  quier  razón  les  satisface.  Yo  he  concebido  muy  graves  di- 
ñcuttades;  la  una  que  4,000  l^uas  de  navegación  en  el 
rio  de  Orellaua  es  mucho  millar  de  leguas,  y  número  que 
sobra  para  bujear  toda  la  América ;  veinticinco  reinos  dis- 
tintos es  mucho  número  de  reinos,  sí  no  es  que  se  cuen- 
tea naciones  ó  pueblos,  que  comunmente  son  muy  limi- 
tados; muchas  minas  de  oro  y  plata  que  promete  es  tam- 
bién mucho,  máxime  no  habiendo  salido  del  rio  por  tierra, 
sino  navegado  siempre  de  priesa,  y  no  habiendo  visto  ea 
las  Indias  muestra  de  esto  ninguna,  antes  suma  desnudez 
como  los  del  Paraguay,  que  todos  son  cerros  y  mucha 
multitud  de  árboles  de  cacao,  de  cuya  madera  se  servían 
para  los  ranchos;  y  últimamente  la  fortaleza  que  ha  hecho 
en  el  rio  contra  los  enemigos  que  quisieren  conquistar  aque- 
llo ,  con  ser  la  boca  del  rio  de  ochenta  leguas  y  de  tanto 
fondo,  que  por  todas  partes  pueden  entrar  navios.  Pero 
todo  esto  es  poco  con  lo  que  hoy  me  dijo  D.  Juaa  de  Solór- 


3vGoO(^lc 


zaoo  (1),  y  es  que  un  caballero,  D.  Fulaoo  de  Bohorques, 
ha  hallado  en  esta  misma  conquista  un  monte  de  oro  en  lo 
superior  del  rio,  que  el  P.  Acuña  no  vio;  y  este  caballero 
y  los  del  Consejo  lo  tienen  por  ente  de  razón ,  y  de  lo  que 
mas  se  rien  es  que  D.  Juan  de  Illicera,  presidente  de  Char- 
cas, lo  escribe  al  mismo  Consejo,  cuya  carta  vi  vo  en  casa 
de  D.  Lorenzo  Ramírez  {de  Prado). 

El  P.  Acuña  no  imprime  nada ,  porque  as(  se  lo  han 
mandado  para  que  no  lo  entiendan  los-  holandeses  que  yo 
lo  tienen  corrido,  y  tienen  mas  noticia  dq  ello  que  nadie  (2). 

Santander  y  Novi&nbre  17  de  1640. 

(Leg.°  auelto,  núm.  i,  ful.  308.)- 

Pax.  Cbristí ,  &ic.  Ui  P.  Rafael  Pereyra.  En  esta  provin- 
cia se  pasó  un  P.  profesoí'  de  la.  Compaofa  .á  la  neligion  de 
los  prenostraLeases ;  h»  .estado  allá  algunos  mese^  y  no  le 
agrada  la  dicha  i-eligion ;  pretende  ahora  volvere  á  la  nues- 
tra ,  y  hácetile  resistencia  por  no  ser  Sujeto  á  propósito  para 
ella.  No  sabemos  en- qué:  parará. 

Agradó  tanto  en  Madrid  la  comedia  del  P.  Valeatín  (S), 


(1)  S.  Juan  de  Solorzaoo  Pcreira ,  caballero  del  hibUo  de  Suilíago,  cé- 
lebre  jurisconsnllo  y  escnlor  de  Indias. 

(S)  Esta  caria,  copiada  de  mano  del  P.  Rafael ,  tiene  al  Ad  una  noia 
del  lenor  sigoíente:  «Esta  carta  escribJA  de  Madrid  el  P.  Antonio  Rail 
qse  ba  estado  en  el  Paragaay  y  Perú  mas  de  2¡t  aQos,  y  ha  nacido  allá  y 
andado  mucho  ea  aquellas  partes.  — No  es  pues  dudoso  la  escribiese  el 
P.  Antonio  Ruiz  de  Honloya,  célebre  por  sus  trabajos  en  la  lengua  gua- 
raní (Vocabulario,  Arte  y  Catecismo),  y  sn  conquista  espiritual  de  Para- 
guay que  imprimió  en  Madrid  en  este  mismo  afio  y  en  el  anterior.'* 

En  cnanto  al  P.  AcoDa,  es  el  mismo  que  en  16il  publicó  en  Madrid: 
Nvew  áeievirimienU)  dtl  grm  rio  de  las  Áviazor¡a> ,  libro  con  exceso  raro  por 
haberse  sin  duda  lirado  de  &  muy  pocos  ejemplares. 

(3)    YéasG  la  pág.  19. 


3vGooglc 


que  desearon  llevarle  allá,  no  á  que  se  quedasCj  sino  á 
holgarse  unos  quince  días.  No  le  dio  licencia  el  Provincial, 
y  así  se  quedó. 

Muchos  dias  há  que  se  espera  correo  de  Roma :  no  aca- 
ba de  venir.  Hay  muchos  rectorados  vacos,  y  el  provin- 
cialato  espirará  presto.  Dicen  que  lo  será  Pedro  Pimentel, 
aunque  anda  la  voz  también  por  otros. 

Dos  leguas  de  kqui  tralaa  de  fabricar  galeones.  Ha  ha- 
bido no  sé  qué  difer^cias  sobre  log  astiUeros,  y  auoca  aoa- 
bao  lí>8  dimes  y  diretes,  y  ia  mar  desamparada ,  y  el  Fran- 
cés previniendo  ya  toda  su  armada.  Ello  todo  anda  mal; 
Dios  lo  mejore. 

La  fuodacion  que  hizo  D.  Antonio  de  Oqueado  en  Sao 
Sebastian,  ya  va  muy  adelante  (1).  Hannos  «atre^do  ya 
mas  de  veiale.  mil  ducados  en  dinero. 

El  gobernador  de  aquí  aunca  acaba  de  irse:  debe  de 
topar  en  d'tiempo.  Lo  cierto  es,  que  ya  no  tiene  qué  ha- 
G^  aquí;  porque  mientras  duran  estos  malos  temporales, 
segura  tenemos  la  costa. 

Mucho  nos  hemos  holgadú  con  las  nuevas  de  V.  R.-  de 
los  navios  que  han  venido :  harto  ohocolate  habrá. 

De  la  Bahía ,  me  dijo  un  inglés  que  estaba  muy  mal 
parada ,  y  que  el  Holandés  ha  quemado  buena  parte  de 
ella.  V.  R.  me  avise  lo  que  hay  en  esto,  que  debe  de  ser 
mentira. ' 

No  hallo  otra  cosa  de  qué  avisar.  Nuestro  Señor  guar- 
de á  V.  R.  Santander  y  Noviembre  á  17  de  1640.^Luis 
de  Herasso.— Al  P.  Rafael  Pereyra ,  de  la  Compañía  de  Je- 
sús ,  en  Sevilla. 


(1)    YéHM  el  lom.  Ul,  págs.  (80  r  481. 


D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


60 

Cádiz  y  Noviembre  18  de  1640. 

(Leg'suello,  DÚtD.  1,  fúI.  Hi.) 

Pax  Christi,  &c.  Mi  P.  Hernando  de  Mendoza.  Obede- 
ciendo el  orden  de  V.  R. ,  que  en  esto,  como  en  todo  lo 
demás ,  puede  mandarme ,  sin  tocar  en  los  ranchos  favo- 
res, que  por  ser  V.  R.  quien  es  y  lo  que  debe,  me  hace; 
digo,  mi  padre,  que  el  duque  de  Medina,  como  pienso 
apunté  ya  á  V.  R.,  había  propuesto  al  Consejo  el  no  venir  al 
Puerto,  y  después  de  muchas  demandas  y  respuestas,  vino 
orden  apretada  de  que  todos  se  juntasen  en  la  cartuja  de 
Xeréz  (1).  El  de  Medina,  pues,,  dio  aviso  álos  duques.  Sa- 
lieron el  de  Ciudad-Real,  yelde  Maqoeda,  cuando  ya  et  de 
Medina  habia  salido  de  Sanlúcar,  le  hizo  un  propio,  el  cual, 
con  cuidado,  no  le  dio  la  carta  hasta  la  venta ,  en  que^ 
decia  cómo  quedaba  indispuesto  de  una  pierna ;  y  á  la 
hora  señalada  tenia  en  la  Cartuja  al  proveedor  general 
D.  Juan  de  Otañez,  con  poderes  para  efectuar  las  amista- " 
des  en  su  nombre.  El  de  Medina  se  volvió,  y  en  entrando 
en  Sanlúcar,  tomó  el  de  Maqueda  su  falúa  y  se  partíó  por 
el  rio  á  la  Cartuja,  adonde  con  aviso  suyo  secreto,  le  es- 
peraba sin  volverse  el  de  Ciudad-Real.  Comieron  juntos, 
y  sabiendo  el  de  Medina  estaban  allí,  vino  á  toda  diligen- 
cia. El  de  Maqueda  se  estuvo  en  la  celda  del  Prior  con  el 
de  Ciudad-Real,  hasta  que  Ufando  cerca  de  la  celda,  le 
salió  á  recibir.  El  de  Medina,  dice  quien  estaba  delantei> 
se  arrojó  casi  hasta  el  suelo  por  abrazarle.  Levantólo,  di- 
cen, con  gran  majestad  el  de  Maqueda.  Se  hablaron  un  rato 


(I)    Véase  la  caria  del  P.  Francisco  de  loa  Camcn»,  pig.  43,  donde  si 
tralA  ya  del  desafio  y  encuentro  de  estos  dos  stores. 


3vGooglc 


61 

como  en  amistad,  sobre  muy  asentada ,  estrecha  entre  los 
dos  duques  que  se  desafiaron.  El  de  Maqueda  dijo  que  ha- 
bía de  ir  acompañando  al  de  Ciudad-Real  y  tenerle  por 
huésped  en  el  Puerto,  y  al  de  Medina  que  también  le  acom- 
pañaría .  con  que  se  fueron  los  dos  duques  al  Puerto  y  el 
de  Medina  se  volvió  á  su  casa. 

Otras  circunstancias  callao  coa  artificio,  si  bien  no  ex- 
cusan decir  no  fué  sulo  uno  el  desaire  para  el  de  Medina. 
Otra  vez  convidó  el  de  Maqueda  al  de  Ciudad-Real ,  y 
luego  volvió  el  de  Ciudad-Real  por  él  para  traerle  de 
asiento  á  Cádiz ,  donde  queda  disponiendo  el  armada  que 
llegó  con  los  vasos  que  están  acá  y  las  urcas.  El  almirante 
Castro  que  fué  con  Oquendo,  y  es  general  de  la  escuadra 
de  Galicia,  es  convidado  todos  los  dias  del  de  Ciudad- 
Real. 

Ahora  todo  es  aprestos  de  municiones ,  bastimentos 
de  trigo  y  cebada  para  la  Coruña ,  para  lo  que  han  embar- 
gado todos  los  navios. 

En  mí  carta  supliqué  á  V.  R.  me  dijese  su  parecer  en 
el  caso  de  la  obligación  de  cumplir  con  la  manda  del  ca- 
nónigo Delgado;  no  me  dice  V.  R.  nada. 

Esa  lámina  del  libro  se  quedó  acá  por  descuido;  ahí 
va,  y  vea  V.  R.  si  me  manda  otra  cosa,  y  sírvase  de  de- 
cirme sí  llegó  allá  este  mi  caso  que  iba  en  la  misma  car- 
ta, &c.  Cádiz  y  Noviembre  18  de  1640.=Josepb  Vatlejo.-» 
Al  P.  Hernando  de  Mendoza ,.  de  la  Compañía  de  Jesús,  en 
Sevilla. 


3vGoo(^lc 


¡Madrid  y  Noviembre  48  de  Í640. 
(Leg.*  «uetlo,  núm.  I,  ful.  tts.) 


Carla  de  la  duquesa  de  Cardona  escrita  á  D.  Pedro  de  Ara- 
gón ,  margues  de  Povar ,  y  á  D.  Antonio  de  Ara^n ,  sus 
hijos. 

Hijos  mios:  En  esta  carta  os  daré  cuenta  del  estado 
présenle  de  estas  cosas,  sin  dejar  niñería  alguna  de  cuan- 
tas 86  ofrecen  ,  para  que  con  mas  particularidad  entendáis 
c4mo  estamos ,  y  podáis  discurrir  con  mas  fundamento  en 
lo  que  mas  importa  al  servicio  del  Rey.  Hoy  há  cinco  me- 
ses que  mataron  al  virey  (Dios  le  tenga  en  él  cielo),  con 
cuya  muerte  se  halló  perdido  este  pueblo  y  sin  justicia, 
porque  D.  Ramón  Caldes,  que  sirvió  el  o6cio  de  goberna- 
dor, por  lo  sucedido  en  Santa  Coloma  de  Farnés  no  osaba 
salir  en  público,  aunque  se  lo  instó  la  Qudad,  ofreciéndole 
su  asistencia,  y  sin  duda  ponia  á  perder  su  vida.  El  ve- 
guer no  tenia  autoridad  conveniente ,  y  aunque  le  llama- 
ron y  asistieron ,  no  pudó  autorizar  e!  cargo  como  conge- 
nia en  tiempo  que  era  menester  autoridad  y  maña,  y  mu- 
cho de  entrambas  cosas. 

Algunos  días  después  vino  vuestro  padre  (que  haya 
■  gloria)  á  este  lugar,  y  se  detuvo  en  él  sotos  tres  dias,  por- 
que el  fracaso  de  Perpiñan  alteró  tanto  á  toda  Cataluña, 
que  para  sosegarla,  como  deseaba,  pareció  forzoso  remediar 
el  mayor  sentimiento.  El  haber  de  acudir  á  aquella  villa 
hizo  que  dejase  á  Barcelona  sin  remedio,  que  le  hablan  ya 
sentido  con  su  sola  persona,  pues  lu^o  que  llegó  salieron 
los  ministros  en  público;  y  si  bien  lo  llevó  mal  el  pueblo, 
no  fué  de  manera  que  fes  perdiesen  el  respeto,  ni  sin  co- 


3vGoo^^lc 


nocimiento  del  modo  con  que  satisfacer  la  queja  y  ablan- 
dar los  ánimos,  Pero  ,  como  he  dicho,  el  haber  de  acudir 
á  Perpíñan  impidió  estos  efectos  del  gran  servicio  del  Rey 
y  de  toda  la  quietud  de  esta  provincia. 

Allá,  en  Perpíñan,  tovo  la  materia  mas  resistencia  de 
la  que  el  duque  ent^idió  antes  de  salir  de  aquí,  porque  no 
creyó  que  ei  restituirá  los  de  la  villa  á  la  libertad  que  ha- 
bían tenido  siempre,  podia  Lener  di&cultad:  que  asegu-. 
raban  qu&  cualquier'  recelo  que  de  ellos  se  pudiese  tener, 
lo  disiparía  en  primer  lugar  su  fidelidad,  y  luego  el  es- 
lar  tan  sin  fuerzas  y  tan  quebrantados  por  los  muchos  tra- 
bajos en  que  se  han  visto,  y  los  haü  reducido  ai  estado  que 
Pedro  sabe  mejor  c<»i>o  testigo  de  vista. 

Todo  lo  qoe  al  duqoe  le  sucedió  allí  hasta  su  muerte, 
Pedro  lo  sabe ;  y  los  efectos  que  en  Cataluña  causó  aquella 
jomada,  fueron  estos.  Persuadíanse  todos  que  los  soldados 
le  obedecerían  como  ó  virey ;  pero  como  después  vieron 
la  dilación  y  la  dificultad  que  tenia  el  remedio  de  aquellas 
cosas,  levantaron  el  pensamiento  para  discurrir  que  aque- 
llo que  los  soldados  habian  obrado  era  con  orden  de  Ma- 
drid, ó  á  lo  menos  con  aprobación  de  lo  hecho.  Así,  pues, 
fueron  pensando  en  que  les  esperaban  aun  mayores  desdi- 
chas si  d  ejército  del  Rey  se  acrecentase,  y  también  ex- 
perímentaroQ  que  si  se  ejecutaban  algunos  rigores  para^ 
ban  luego  en  blanduras ,  y  que  en  tanto  ta  piedad  de  sn 
príncipe  tenia  lugar  y  ocasión  de  emplearse,  y  que  muchas 
amenazas  se  han  desvanecido  antes  de  llegar  á  la  ejecu-  ' 
cioD.  Estaban  suspensos  todos  y  eran  varios  los  discursos,  . 
y  aanque  creían  totalmente  aquellos  que  les  persuadían  su 
ser  y  probanza ,  no  se  resolvian  del  todo  con  tos  de  su  te- 
mor; pero  en  tanto  alai^ábase  mucho  el  odio  contra  los 
soldados  por  ser  los  mas  inmediatos  á  su  daño,  y  se  per- 
Buadian  á  qae  no  habia  que  dudar  de  su  mala  intención 
y  de.seo  de  acabar  esta  provincia. 


3vGoo(^lc 


Con  estos  discursos  iba  crecieodo  la  insi^encia  por  falta 
de  justicia  por  todas  partes;  porque  ni  el  duque  dí  nadie 
pudo  eatender  gq  su  administracioo ,  habiendo  ya  desde  el 
desastre  de  Santa  Coloma  de  Farnés  perdido  la  autoridad 
en  Barcelona ;  y  así  es  que  en  todo  el  Principado  la  libraba 
cada  particular  en  sus  armas,  y  sucedían  casos  muy  tristes, 
y  se  levantaba  un  pueblo  contra  otro,  y  las  campaña»  con- 
tra los  lugares  grandes,  y  en  un  mismo  lugar  una  caite  con- 
tra otra.  Ya  sabéis  que  son  ejemplo  de  esto  Manresa,  Es- 
parraguera, Vique  y  otros  muchos  lugares  de  Cataluña ,  y 
Barcelona  dentro  de  ella,  y  lo  que  fuera  intentaron  los 
villanos  en  quitarle  tos  mantenimientos,  que  esto  fué  oca- 
sión á  que  se  formasen  dos  compañías  de'á  caballo  de  Pi- 
nos y  de  Ardeóa,  que  salían  á  batir  la  estrada  para  segu- 
ridad de  las  vivanderas. 

Cuando  I  se  pasaba  la  vida  en  estas  confusiones,  coioen- 
zanon  á  venir  avisos  de  Madrid  en  que  se  advertía  qne 
S.  M.  tomarla  muy  fuertes  resoluciones  contra  el  Principa- 
do, basta  quererlo  despoblar,  trayendo  ejemplos  de  algu- 
nas provincias  de  Alemania,  con  las  cuates  e/i  este  tiempo 
se  ha  usado  castigo  semejante.  Fueron  estos  avisos  repe- 
tidos ,  y  la  disposición  de  estas  cosas  iba  acreditándolos, 
porque  en  Aragón  se  formaba  ejército ,  y  acrecentábase  el 
de  Rosellon.  .Nombró  S.  M.  por  virey  al  obispo  de  Barce- 
lona, prelado  muy  benemérito  de  la  Iglesia.  Pedía  lá  con- 
fusión en  que  estábamos  virey  de  mas  resolución  .y  de  mas 
autoridad  en  lo  temporal,  y  asf,  luego  que  murió  el  duque, 
discurrían  muchos  de  esta  manera :  que  sí  S.  M.  nom- 
braba por  virey  alguna  persona  de  resolución,  queria  el 
asiento  de  estas  cosas  por  medio  de  paz;  y  si  nombraba  el 
obispo  de  Barcelona  queria  que  se  aumentase  la  confusión 
del  Principado,  y  acabar  con  él  de  una  vez. 

El  suceso  de  libertar  al  barbero  que  estaba  en  ia  cár- 
cel, hizo  evidencia  de  esto;  porque  habiéndole  aconsejado 


3vGoo(^lc 


la  Ciudad  que  ie  prendiese ,  ofreciéudole  su  asistencia ,  y 
los  diputados  de  la  misma  suei'te ,  no  se  valió  de  ella  con 
la  prudencia  y  resolución  que  convenia,  porque  de  hacerlo 
así  usara  de  la  ocasioa  con  destreza ,  y  diera  á  conocer  que 
Barcelona  podía  bien  hacer  lo  que  Tortosa  ha  hecho ,  que 
no  ba  sido  mas  que  tener  la  justicia  la  asistencia  de  los 
reidores  de  la  Ciudad  con  deseo  de  aquietarla.  Lo  mis- 
mo la  tuviera  el  obispo,  si  se  acertara  á  gobernarlo  como 
conveaia ,  echando  primero  el  fundamento  de  la  autoridad 
de  la  justicia ,  pero  sin  tener  aun  ninguna ,  ¿cómo  se  po- 
día acometer  la  empresa  de  lo  que  habia  de  obrarse  después 
de  experimentada  la  obediencia?  Esto  lo  ha  hecho  la  expe- 
riencia, porque  habiendo  ahora  la  Ciudad  formado  uniones, 
está  ya  tan  quieta,  que  reuniéndose  un  motin  para  ir  á  casa 
del  Atatiné,  boticario  del  marqués  de  Villafranca,  las  unio- 
nes le  echaron  y  prendieron  al  proveedor  del ,  y  ¡wr  la 
mañana  amaneció  en  la  cárcel  dado  garrote  y  escrito  en 
el  pecbo  su  delito  y  sin  que  nadie  se  atreviera.  Pero  an 
freno  el  pueblo ,  irritóse  con  el  castigo  de  un  delito  que  á 
tantos  tocaba,  y  que  forzosamente  había  de  tener  aquel  su- 
ceso ;  prevaleció  la  infame  plebe ,  y  acobardóse  la  gente 
honrada  mas  de  lo  que  solía.  Desconfiaron  todos  por  últi-r 
mo  de  la  clemencia,  y  temiendo  el  rigor  tantearon  sus 
fuerzas  en  lo  que  primero  procuraron  unirlas  convocando 
á  toda  Cataluña.  Cuando  á  los  que.  se  hallaron  aquí  en  Bar- 
celona los  hubieron  juramentado  á  comparecer,  y  á  los 
que  venían,  uno  á  uno  los  iban  reconociendo,  ó  con  la 
persuaden  ó  en  las  juntas  con  la  autoridad  de  la  mayor 
parte ,  el  mal  se  hizo  general  y  la  rebelión  ^guió  adelan- 
te. De  esta  suerte  han  convenido  todos  en  una  resolución; 
.unos  por  haberse  empeñado  poco  á  poco  desde  el  princi- 
pio, y  temer  por  esto  el  castigo;  otros  por  no  confiar  de 
que  se  guardase  en  él  diferencia  de  personas,  y  creyendo 
que  tan  desdichados  se  verían  los  unos  como  los  otros, 
Tomo  xvi.  5' 


3vGoO(^lc 


para  lo  que  les  hacia  grande  fuerza  ver  que  los  ministros 
que  tístabaa  perseguidos  por  servir  al  Rey  no  eran  asis- 
tidos ni  favorecidos  de  S.  M.  con  alguna  muestra  de  agra- 
decimiento, y  que  muchos  que  deseaban  servir  al  Rey, 
no  habian  sido  oídos  ni  aconsejados  de  lo  que  debian  ha- 
cer. Últimamente  otros  habia  que  su  mala  intención  k» 
llevaba  á  desear  novedades,  y  á  esperar  de  ellas  lo  que  no 
pueden  de  su  virtud  y  merecimientos.  Estos  son  los  que 
inventan  las  mentiras  para  conmover  la  plebe  y  aprecentar 
la  malicia  en  todos;  y  como  para  ello  hallan  disposición, 
obran  mucho  en  daño  de  lo  que  conviene,  que  es  tener 
libre  la  razón  de  todo  achaque  de  perdones  particulares. 

Unidosdesta  suerte,  todos  en  un  sentir,  y  conocien- 
do que  su  poder  no  llegaba  á  defenderse  de  los  qércitos 
de  S.  M. ,  volvieron  los  ojos  A  los  franceses  que  tan  á  mano 
están ,  y  tan  deseosos  de  nuestra  ruina ,  y  de  menguar  la 
grandeza  de  la  casa  de  Austria,  dándole  por  los  cimientos 
que  es  España. 

El  cardenal  Ricbelieu  sé  con  toda  seguridad  que  se 
alegró  estraüamente  cuando  vio  que  esta  provincia  pedia 
socorro  á  su  rey,  y  confesó  que  nunca  lo  habria  creído,  y 
en  las  particularidades  con  que  mostró  su  alegría ,  se  co- 
noce que  es  mucho  lo  qae  espera  de  estas  alteraciones. 
Espenan  despachó  á  toda  diligencia  á  Richelieu  un  mensa- 
jero con  dos  libros  destos  qué  han  salido,  con  título  de 
Proclamación  Católica,  y  aquel  se  lo  ha  estimado  por  ga- 
lantería de  muy  buen  gusto,  y  han  aplaudido  mucho  en 
Francia  los  primeros  capítulos  en  que  se  funda  gran  parte 
de  la  libertad  de  esta  provincia,  por  las  coDdiciODes  con 
que  se  eatr^ó  á  Garlo-Magno,  y  los  privil^os  con  que 
la  confirmaron  Ludovico  Pió  y  Garlos  Galvo.  Plassis  di- 
jo aquí  que  á  su  rey  tocaba  hacer  que  se  les  guardasen  sus 
privilegios ,  pues  se  los  habian  dado  á  esta  provincia  sus 
pn^nitores. 


3vGoo(^lc 


De  todo  este  discurso  podréis  entender  coán  profonda- 
meote  se  ha  entrado  en  los  corazones  de  los  provincianos 
la  idea  que  no  ha  de  entrar  esjército  del  Rey  en  Cataluña,  y 
que  el  impedirle  la  entrada  no  puede  ser  sino  con  la  ayuda 
de  los  franceses. ,  Y  asimismo  que  el  conciéi-to  con  S.  M. 
para  sesear  esta  alteración,  ha  de  ser  con  las  condiciones 
que  ellos  se  han  persuadido,  y  que  han  de  dejarlos  en  se- 
pridad  cumplida.  Así  van  graduando  sus  desdichas  de 
esta  manera:  el  mayor  mal  es  que  entre  e)  ejército  del 
Rey;  el  menor  mal,  repelerlo  con  el  socorro  de  franceses; 
porque  cuando  no  les  suceda  como  desean ,  por  ío  meóos 
eatiendea  que  han  de  tener  salvas  las  vidas  y  las  honras. 
El  bien  entre  estos  males  hallan  que  es  el  concertarse  con 
S.  M. ,  y  esto  lo  desean  siendo  con  las  condiciones  y  se- 
s;iiridad  que  ellos  creen  que  les  Conviene.  Persuadirles  lo 
contrarío ,  no  es  posible  ni  seguro ,  porque  contra  su  ex- 
periencia y  discursos  no  hay  razón  poderosa ,  sino  obras 
coa  que  experimenten  que  con  todo  efecto  y  verdad  se 
trata  de  haceries  bien. 

Hasta  aquí  os  he  dichoso  que  me  parece  destos  suce- 
sos pasados  y  del  estado  presente;  ahora  os  diré  mi  sentir 
eu  los  pasos  que  este  negocio  ha  de  dar  de  aqu(  adelante, 
y  lo  trataré  pasando  por  los  lances  que  se  han  de  ofrecer 
y  la  forma  con  que  han  de  ir  sucediendo.  Ll^  el  correo, 
y  respóndeme  S.  M.  que  no  es  servido  de  que  se  trate  aquf 
deeoncierto;  pierden  estos  proTiocianos  la  esperanza  de  mi 
mediación;  cmfírmanse  en  que  no  hay  otro  recurso  que  el 
de  la  fuerza;  enriao  los  Tienes  á  Francia  (que  partieron 
ya  de  aqaf  el  viernes  pasado);  entran  los  franceses,  ahora 
al  principio  solos  3,000  infantes  y  1 ,000  caballos ,  mas  en 
sabiendo  que  el  ejército  de  S.  M.  ha  entrado  por  las  fron- 
teras de  Aragón,  pedirán  los  otros  3,000  infantes  y  i, 000 
caballos.  Vendrá  la  armada  de  mar  á  estos  puertos  con 
S,000  infantes,  s^an  dicen  los  franceses  que  suele  aquella 


3vGoO(^lc 


armada  traer,  y  cuando  de  ordinario  no  sean  tantos ,  para 
venir  aquí  serán  mas.  Con  que  hay  en  Calaluña  y  sus  cos- 
tas 16,000  franceses,  y  de  respeto  tendrá  el  Francés  en 
su  pais ,  junto  á  la  frontera ,  otro  grueso  de  gente ;  y  como 
S.  M.  con  la  asistencia  de  estos  ejércitos  no  podrá  acudir  á 
Italia  y  Flandes  con  tanto  poder  como  antes,  dará  lugar  al 
Francés  á  que  pueda  retirar  el  suyo  y  traerlo  aquí.  Consi- 
derad ahora  que  en  pais  estrecho  como  este,  se  han  de 
topar  los  ejércitos  luego ,  y  puede  suceder  uno  de  dos  ca- 
sosTó  que  el  ejército  del  Rey  quede  vencedor  y  ventajoso, 
ó  que  lo  quede  el  de  esta  provincia.  En  el  primer  caso,  ya 
se  vé  que  lu^o  clamaráo  aqui  porque  entre  mas  gente  de 
Francia ,  y  por  muclia  que  sea ,  onnca  les  parecerá  sobra- 
da. Eq  el  segundo ,  con  el  deseo  de  echar  al  ejército  del 
Rey  y  acabar  presto  con'  la  guerra ,  que  creerán  que  pue- 
de ser  larga  por  la  experiencia  que  tienen ,  pedirán  mas 
gente,  y  así,  de  cualquiera  manera,  sin  hacer  ninguoa 
fuerza,  el  rey  de  Francia  meterá  aquí  un  poderoso  ejér- 
cito. Si  á  estos  discursos  se  añade  que  los  que  entrarán  se- 
rán mas  entendidos  qoe  los  naturales  de  este  Principado, 
y  que  las  ocasiones  serán  muchas,  fácilmente  se  hallará 
que  sabrán  valerse  de  ellas,-  y  persuadir  lo  mucho  que  im- 
porta que  entre  mucho  socorro  de  Francia. 

Ahora  se  da  á  entender  que  los  6,000  infantes  y 
2,000  caballos  que  llaman  auxiliares ,  y  está  tratado  que 
entren,  han  de  ser  pagados  al  sueldo  del  Principado.  Es- 
to importa  mucha  suma  de  dinero ,  y  es  sobrecaí^  in- 
tolerable, y  habiendo  de  pagar  por  otra  parte  la  provincia 
sus  levas  y  su  infantería,  han  de  desear  todos  mucho,  y 
los  plebeyos  particularmente,  que  se  alivien  esLas  tallas,  y 
esto  lo  coos^uirán  entr^ándose  totAlmente  ai  dominio  del 
Francés;  haránlo  muy  apriesa,  y  nadie  podrá  dudar  que 
ahora  en  los  principios  no  les  den  aun  mas  de  lo  que  pedi- 
rán. La  nobleza  ha  experimentado  muchas  supercherías  de 


3vGoo(^lc 


la  plebe,  y  reconociendo  que  aun  cuando  fuese  posible  que 
esta  provincia  quedase  con  seguridad  de  República,  ñola 
tendrian  ellos  de  que  un  dia  no  los  degollasen  á  todos,  ó 
por  lo  menos  no  los  redujesen  á  servidumbre  miserable, 
desearán  siempre  vivir  debajo  del  imperio  de  un  prín- 
cipe; y  así,  por  diferentes  intereses,  vendrán  plebeyos  y 
nobles  á  concurrir  en  un  mismo  parecer  de  entregarse  á 
un  príncipe.  Teniendo  el  rey  de  Francia  aquí  ejército  po- 
deroso, será  muy  fácil  entregarse  á  él,  y  el  obligarlos  con 
buen  tratamiento  á  que  se  vuelvan  á  Rey,  no  Berá  posible, 
y  verán  que  con  lo  mismo  que  habían  ofendido  á  S.  M., 
.  tendrán  obligado  al  rey  de  Francia,  y  querrán  mas  el  pre- 
mio de  su  mano  que  el  castigo  por  la  del  Rey. 

Añadid  á  todo  esto  la  codicia  con  que  nairan  los  esta- 
dos de  los  señores  para  repartirlos  entre  sí ,  y  veréis  cuánto 
mas  apacible  se  representa  al  deseo  de  los  bombres  el  se- 
guir al  Francés,  que  el  quedarse  en  la  obediencia  del  Rey. 
Y  no  penséis  que  han  de  pasar  muchos  años  para  que  lodo 
esto  suceda ,  que  antes  de  salir  este  en  que  estamos  puede 
cumplirse  todo;  porque  ya  se  considera  aquí  el  gran  riesgo 
que  hay  de  que  entrando  armas  francesas  sujeten  esta  pro- 
vincia. Así  los  que  miran  con  ambición  y  codicia  los  suce- 
sos venideros,  comienzan  á  decir  que  el  trato  hecho  con 
franceses  es  dañoso,  porque  solo  es  abrirles  puertas  para 
que  ellos  después,  de  sola  su  autoridad,  se  hagan  dueños 
de  esto,  y  den  á  este  principado  la  ley  que  quisieren.  Que 
mejor  seria  obligarlos  ante^  dándoles  lo  que  ellos  se  han  de 
tomar,  ceneertando  loa  pactos  de  la  entrega  en  la  forma 
que  conviene  al  Principado,  y  asegurando  con  ellos  la  per- 
petuidad y  observancia  de  sus  leyes. 

De  esta  suerte  discurro  esta  parte ;  ahora  vuelvo  á  la 
otra ,  de  que  ll^a  el  correo  y  manda  S.  M.  que  se  haga  el 
concierto,  y  lo  primero  es  menester  persuadirlos  con  las 
obras  que  S.  M.  desea  su  bien,  porque  no  se  fiarán  de  bue- 


3vGooglc 


Das  razones  ni  de  palalM'as  solas ;  las  obras  han  de  ser  ase* 
gurarles  realmeste  del  moTÍmiento  de  las  armas,  y  retirar 
el  ejército  que  les  causa  miedo,  y  luego  disponerme  yo  á 
snfrir  muchas  impertinencias  como  lo  he  hecho  ya,  porque 
há  ya  mas  de  1 5  que  les  d(  el  papel,  pidiéndoles  propusie- 
sen medios,  y  hasta  hoy  no  me  han  respondido ;  antes  han 
apretado  sus  tratos  con  los  franceses  y  nombrado  los  rehe- 
nes, acudiendo  con  todo  cuidado  á  esto;  y  en  adelante, 
antesqae  se  concluya  el  trato,  habré  de  sufrir  y  disimalar 
mucho,  pero  al  fin  llegaremos  á  tratar  los  medios.  Lo  mas 
difícil  ha  de  ser  ajustar  el  panto  de  la  seguridad,  dudando 
esta  gente  de  todo ,  hasta  de  la  palabra  Beal ;  y  alai^ándose 
con  muchos  discursos,  de  que  los  que  mas  escrupulosos 
son  vienen  á  concluir  que  S.  M.  ha  de  servirse  mandar 
de  que  todos  los  castillos  de  Cataluña  tengan  gobernadores 
y  guarnición  catalana ,  y  oigan  su  parecer  en  una  consti- 
tución que  dice  que  los  alcaides  de  los  castillos  sean  cala^ 
lañes;  si  bien  nnnca-esta  constitución  se  ha  entendido  con 
Perpiñan  y  Rosas ,  porque  el  castellano  de  Perpiñan  es  te- 
niente de  capitán  general  de  los  condados  de  Rosellon  y 
Gerdaña,  y  la  fortaleza  de  Rosas  nunca  se  ha  tenido  per 
alcaidía ,  mientras  la  justicia  ordinaria  de  la.  villa  fué  ad- 
ministrada por  el  alcalde  coa  título  de  bayle.  Pero  há 
muchos  dias  que  la  consabida  villa  ganó  que  la  bailfa  fue- 
se separada  de  la  alcaidía,  y  así  por  esto,  como  por  no  ser 
posible  que  plazas  tan  grandes  y  tan  importantes  admi- 
tan limitación  en  ia  calidad  de  los  alcaides,  hace  bas- 
tante tiempo  que  unas  veces  son  catalanes  y  otras  de 
las  demás  naciones  de  España ,  y  asimismo  en  Perpiñan 
y  Rosas.  Yo  les  suelo  decir,  que  en  este  punto  hagamos  la 
razón  de  compañero,  y  que  si  ahora,  no  siendo  dueños  de 
las  plazas,  hemos  llamado  á  los  franceses,  ¿qué  se  podrá  es- 
perar de  nosotros  en  otra  semejante  ocasión  si  las  tuvié- 
semos á  nuestra  disposición?  Y  aun  dudo  yo  que  se  hallase 


3vGoo^^lc 


71 
catatan  qiie  quínese  encargarse  de  ninguna  de  las  Tortale- 
zas  con  sola  guarnición  catalana,  cuando  la  guerra  está  tan 
viva,  pues  el  defender  una  plaza  con  bisónos  no  puede  pa- 
rar sino  en  un  suceso  como  el  de  Salsas.  En  los  otros  cas- 
tillos de  Catalana  siempre  han  sido  catalanes  los  alcaides, 
y  parece  que  la  constitución  se  ba- entendido  con  ellos. 

Otros  dos  puntos  hay  que  se  pueden  prevenir  por  parte 
de  S.  M.  y  quedar  llanos  antes  de  concluirse  el  trato.  El 
uno  es  el  reparo  de  las  iglesias  quemadas ,  á  que  obliga 
á  S.  M.  su  piedad  y  devoción,  y  el  ser  muy  propio  de  su 
pecho  católico;  que  las  iglesias,  no  solo  en  sus  reinos,  pe- 
ro aun  en  los  extraños,  con  su  liberalidad  y  celo  se  des- 
agravien y  reparen;  y  no  es  cosa  de  gran  costa,  que  con 
menos  de  diez  mil  escudos  se  podrá  hacer,  ó  á  lo  menos 
ponerlas  en  estado  de  que  sean  servidas  y  estén  con  de- 
cencia. El  otro  es  la  queja  de  los  ministros,  que  se  reduce 
en  los  de  garnacha  á  cuatro,  que  son  Magarola,  Pucho, 
Hasso  y  Mir.  A  estos  puede  S.  M.  hacer  merced  porque 
'  soQ  personas  muy  beneméritas ,  y  que  darán  muy  buena 
cuenta  de  sí  en  cualquier  puesto,  y  puede  S.  M.  hacer  can- 
ciller de  este  principado  ai  regente  D.  Juan  Magarola  y  dar 
su  plaza  á  Magarola ,  su  sobrino ,  y  los  hará  contentos  á  en- 
trambos, porque  há  macho  que  ellos  lo  desean.  Luego  que- 
da otra  regencia,  y  habiendo  lugar,  como  lo  hay,  para  el 
fiscal  en  la  de  Valencia,  quedaria  la  fiscalía,  y  añadiendo  á 
esta  la  regencia  de  Cerdeña ,  viéaese  á  tener  cuatro  plazas, 
sin  hacer  ninguna  violencia  á  las  materias,  con  que  premiar 
á  cuatro  ministros  que  lo  merecen,  y  se  desembaraza  S.  M. 
deste  punto  para  el  concierto  de  los  ministros  de  capa  y 
espada.  Solo  se  ofrecen  D.  Ramón  Caldes  y  D.  García  de 
Guardtola,  y  á  estos  puede  S.  M.  hacerles  merced  de  otros 
empleos,  en  que  á  buen  seguro  den  satisfacción  de  sí,  que 
es  mucho  lo  que  han  padecido  en  esta  ocasión. 

El  perdón  general  ya  se  deja  entender  cuánto  lo  de^ 


3vGoO(^lc 


sean,  y  como  es  fundamento  de  todo;  y  si  me  decis  cómo 
se  pueden  disimular  delitos  tan  grandes,  os  respondo  que  en 
el  mundo  no  se  castiga  nunca  sino  los  pequeños;  porque  cuan- 
do estos  crecen  tanto,  que  ó  ha  de  destruirse  la  República  ó 
se  haa  de  perdonar  los  delitos,  en  todas  edades  se  ha  usado 
el  perdonarlos,  considerando  que  de  no  hacerlo  así  surge 
perderse  la  República ,  y  quedar  los  delitos  de  una  mane- 
ra y  de  otra  sin  castigo.  Si  hemos  llegado  ó  no  á  este  es- 
tado, sacadlo  del  discurso  que  hasta  aquí  está  hecho;  pues 
con  la  guerra  ha  de  ser  esta  provincia  del  Francés  luego 
en  el  principio  de  ella,  y,  quedarán  los  delitos  de  la  misma 
suerte  sin  castigo.  Las  materias  de  Estado  son  como  la  ca- 
lentura ética,  que  al  principio  es  fácil  de  curar,  y  difícil  de 
conocer  y  al  ñn  imposible  de  curar.  Esta  enfermedad  ha 
llts^ado  á  este  postrer  estado;  tuvo  su  tiempo  en  qne  fué 
difícil  de  conocer  y  fácil  de  curar.  Cuando  Sania  Coloma 
de  Parnés  comenzó  el  movimiento,  pasóse  aquella  ocasión, 
y  los  qije  entonces  eran  remedio,  ahora  son  muerte. 

Un  amigo  vuestro  me  ha  dicho  que  ha  leido  una  cosa, 
que  por  contentarme  mucho  y  ser  á  propósito  de  lo  que.voy 
discurriendo ,  la  diré,  y  es:  qne  para  as^iirar  un  príncipe 
á  una  provincia  de  quien  tiene  poca  seguridad,  no  hay  sino 
tres  medios.  El  primero,  irse  á  vivir  á  ella.  El  segundo, 
destruirla;  y  el  tercero,  dejarla  en  sus  leyes  y  costumbres 
y  gobernarla  á  su  modo,  haciendo  cuenta  que  amigos  se  la 
guardan,  contentándose  de  esto  y  de  no  sacar  otro  interés 
ninguno.  Veamos  ahora  cuál  de  estos  tres  medios  es  posi- 
ble aquí;  yo  no  alcanzo  que  lo  sea  otro  mas  que  el  lUtimo;  y 
para  en  adelante  la  seguridad  tiene  dos  fundamentos.  El 
primero,  que  las  costumbres  y  las  inclinaciones  de  Catalu- 
ña y  de  las  otras  provincias  de  España  no  son  disconformes, 
sino  muy  parecidas,  y  solo  les  desagrada  aquí  el  serido- 
mínados  y  oprimidos  en  la  libertad  que  han  gozado  hasta 
hoy,  y  viéndose  asegurados  de  este  rie^o,  ninguna  otra 


3vGooglc 


cosa  deseas,  ni  aman  i\  olro  príacipCi  ni  tienen  inclinación 
ni  comodidad  en  otro  género  de  gobierno,  ni  se  agradan  de 
novedades  sino  de  vivir  en  su  rincón  oon  certeza  de  que 
la  haceoduela  que  tieneD  es  suya ,  y  que  la  gozan  de  su 
voluntad.  El  segundo  fnndamento  es  que  tienen  aborred- 
tnieoto  Á  tos  franceses,  así  por  ser  las  naturalezas  diseon- 
forraes,  mrao  por  las  niaohas  guerras  que  han'  tenido  estas 
do&oaciones,  y  los  daños  que  redprocamentehan  recibido 
unos  <ie  otros;  y  si  ahora  los  buscan  no  es  por  mayor  bien 
sino  p^r  menor  mal.  Yo  les  he  líegadoá  dfi^ecer  una  eosn, 
y  es,  que  pues  at  rey  de  Francia  le  dan  rehenes  para  segn-*- 
rídad  de  cuatro  hombres  que  han  de  entrar,  que  yo  que- 
daré aquí  por  rehenes,  y  mis  estados  también  para  seguri- 
dad de  lo  que  el  Rev  les  ofreciere  (que  á  todo  esto  hemos 
llegado);  y  esto  ha  sido  hablando  con  persmas  quetienen 
la  mano  én  el  gobierno  de  la  Diputación  y  Ciudad ,  aun- 
que en  forma  de  Reino  y  Ciudad  hasta  ahora  no  me  han 
respondido. 

Todo  esto  me  obliga  á  entender  que  el  mayor  servicio 
del  Rey  es  ajustarse  con  sus  vasallos;  y  cuando  conudero 
tantos  daños  como  de  no  hacerlo  pueden  venir  á  padecer, 
me  rindo  á  que  si  no  es  qne  Dios  dispone  nnestro  castigo 
por  este  medio,  no  puede  nadie  aconsejar  á  S.  M.  que  no 
acabe  tantas  desdichas  antes  de  su  principio;  y  pues  pue- 
de acabarlas  con  la  tolerancia,  hágalo:  que  no  lo  hará  sin 
ejemplo,  ni  será  el  medio  tan  dificultoso  qoeeu  los  agios 
venideros  falten  príncipes  grandes  que  le  imiten.  Todo  esto 
que  en  muchas  veces,  he  pensado,  os  escribo  de  una  vez; 
estimadme  la  voluntad  con  que  lo  hago. 

Va  ahora  el  capítulo  de  las  nuevas,  y  quiero  comenzar 
hablando  del  muelle,  en  donde  han  labrado  parapetos  para 
poner  guarnición  de  artillería,  con  qne  impedir  mas  fácil-> 
mente  la  desembarcacion  á  los  que  quisieren;  limpian  tos 
fosos,  y  de  la  tierra  que  sacan  forman  terraplenes.  Tam- 


3vGoo(^lc 


bien  tos  parapetos  los  ponen  en  esta  forma,  y  hacen  fosos 
á  los  lienzos  que  miran  á  la  mar.  Tienea  ya  cdsi  acabada 
una  carretera  para  subir  á  Monjuy;  fortifican  arriba  el 
monte.  Plasis  (Plessis)  les  ha  dicho,  que  bien  fortificado,  es 
menester  jHira  ganarle  un  ejéi'cito  en  tierra  de,  60,000 
hombres,  y  una  armada  en  la  mar.  Para  la  quietud  de  la 
Ciudad  la  han  repartido  en  barrios,  y  eú  cada  uqo  de  eálos 
han  señalado  cierto  niimero  de  gente  distribuida  por  diat, 
y  esta  tiene  obligación  de  rondar  su  día  señalado,  desde 
el  medio  dia  del  uno  hasta  el  medio  día  del  siguiente.  No 
puede  salir  la  ronda  de  su  cuartel  sino  para  socorrer  al 
otro  cuando  lo  pida;  y  de  esta  manera ,  dándose  las  manos 
unos  á  otros ,  pueden  juntarse  hasta  1 ,500  hombres ,  en 
que  están  personas  de  todos  estamentos,  y  los- caballeras 
son  cabos  de  las  rondas ;  desarman  á  todos  los  que  tlevaii 
armas  de  fuego,  sin  otra  pena  que  tenerlas  perdidas,  y  lo 
mas  algunos  dias  de  cárcel.  Con  esto  está  quietfeimo.el  lu^ 
gar,  y  la  justicia  se  administra  en  nombre  del  Rey  por  el 
veguer  y  los  promens  {1 ). 

£1  otro  día  condenaron  á  ahorcar  á  un  hombre  que  en 
el  último  motín ,  entrando  en  San  Agustin  á  buscar  á  las 
personas  contra  quien  se  habia  levantado,  habia  echado  uo 
lazo  al  cuello  al  prior  de  aquel  convento,  para  (diligarle  con 
esta  valeolía  á  que  dijese  dónde  estaban  los  retraídos  ó  á 
perder  la  vida,  y  así  fué  Dios  servido  que  e)  delincuente 
la  perdiese  y  no  el  prior. 

El  conseller  de  Caldes  entró  pocos  dias  'há  á  las  nueve 
de  la  noche;  venia  mal  aplaudido  de  la  Ciudad,  y  acumu- 
lándole el  vulgar  delito  de  traidor  á  la  tierra,  levantóse 
la  voz  contra  él  cerca  del  Hospilálj  y  acudió  á  ella  la  mís- 
.;i^  ma  randa,  cuyo  cabo  era  un  procurador;  pero  como  el 

|— 

1^   (1)    Pronten  csii  por  prohomens  ó  prohoms ,  que  en  catalán  equivale  & 
;TtiODibrede  pro,  príncipil,  notable. 


3vGoO(^lc 


coDsener  traia  coaipaafa  se  puso  en  defensa ,  y  á  Jos  pri- 
meros tiros  mataron  uno  y  derribaron  dos ,  y  de  los  suyos 
quedó  herido  otro,  con  que  le  pareció  al  motio  no  seguir- 
le; Fué  á  apearse  á  la  casa  de  la  Ciudad  donde  le  espera- 
ban sus  compañeros,  y  poniéndole  guardiaá  en  la  saya  le 
dejaron  en  ella.  Hasta  hoy  no  hemos  visto  otro  efecto  de 
esta  entrada. 

El  modo  de  gobernarse  en  las  materias  de  la  guerra 
es  juntando  brazos,  no  como  en  las  Cortes  repartidos  en 
eclesiástico,  militar  y  real,  sino  todos  juntos  en  un  brazo 
como  acostumbran  cuando  los  diputados  los  convocan  para 
juntarse.  Con  ellos  hay  una  treinta  y  seseaa ,  que  es  como 
Consejo,  de  Estado ,  y  estos  tienen  á  su  cargo  el  manejo  de 
las  cosas  públicas.  La  Ciudad  tiene  una  veinticuatrena 
para  el  mismo  efecto ,  y  estas  dos  juntas  se  comunican ,  y 
cuando  están  acordadas  proponen  la  materia  en  él  brazo, 
y  allf  se  vota  a»stiendp  siempre  el  conseller  en  cap ,  el 
cual,  hecha  la  proposición,  siguiendo  en  esto  la  costum- 
bre, se  va  á  la  casa  de  la  Ciudad  y  junta  algunos  promis- 
cuos de  los  que  entran  en  ella,  y  confieren  y  resuelven  tA 
voto  del  consell^,  el  cual  se  vuelve  al  brazo  y  vota;  en  esta 
ocasión  siempre  prevalece  su  parecer.  Son  tantos  los  que 
del  brazo  van  á  la  casa  de  la  Ciudad  óé  la  promenia,  que 
lo  que  alK  se  resuelve  ya  es  coa  mayor  parte;  y  asi ,  en 
volviendo  ál  brazo  se  hace  siempre  lo  que  en  la  Ciudad  se 
resuelve.  Hay  junta  de  Guerra,  de  Hacienda  y  contra  reni- 
tentes, qne  es  como  junta  de  obediencia  ó  de  ejecución ,  y 
en  cada  una  de  estas  juntas  entra  alguno  de  la  treinta  y 


Abora  aoaba  de  ll^r  aviso  que  el  ejército  del  Rose- 
llon  ha  quMnado  toda  la  villa  de  Aullas,  y  solo  ha  perdo- 
nado la  casa  de  D.  Felipe  Albert,  su  señor.  Han  llevado 
maniatados  los  hombres  á  Perpiñan ,  y  á  las  mujeres  que 
se  hablan  retirado  á  la  Iglesia ,  les  han  quitado  basta  la  ropa 


3vGoo(^lc 


que  traían,  con  que  se'  coofírmaráD  en  su-opiaion  de  que 
el  ejército  hará  lo  mismo  en  todas  las  partes  que  pudiere. 
Nuestro  Señor  os  guarde  muchos  años.  Barcelona  á  8  de 
Noviembre  de  16iO.™Doña  Catalina  Fernandez  de  Córdo- 
ba ,  Duquesa  de  Cardona. 

Yalladolid  y  Noviembre  20  de  1640. 

(Toen.  (89,  rúl.  ti6.) 

Pax  Christi,  &c.  Las  nuevas  que  hay  de  Roma  son,  que 
han  venido  provistos  varios  rectorados,  pero  hasta  ahora 
no  se  han  publicado  quiénes  son  los  agraciados';  diez  ó  do- 
ce se  esperan,  con  lo  cual  habrá  varías  mudanzas.  En  sa- 
biendo los  que  son  yo  avisaré  á  V.  R. 

Lo  que  hay  de  Cataluña  es ,  que  nuestro  ejército  ha 
entrado,  y  al  entrar  por  un  rio,  que  no  sé  el  nombre, 
empezaron  los  catalanes  á  tirar  arcabuzazos,  y  como  vie- 
ron era  lauta  gente  los  del  Rey,  volvieron  las  espaldas,  y 
una  vieja  que  oyó  esto ,  se  subió  á  una  torre  y  tocó  alar- 
ma, y  un  sddado-de  los  nuestros  le  tiró  un  mosquetazo, 
con  que  la  echó  de  la  torre  abajo.  Dicen  que  se  compon- 
drá aquello  de  buena  manera. 

Al  marqués  de  los  Velez  le  pusieron  en  Madrid  muchos 
capftulüs ,  por  no  haber  entrado  antes  teniendo  órdeo  de 
S.  M. ;  pero  se  espera  que  de  todo  saldrá  bien.  También  se 
sospecha  que  el  Francés  tiene  algún  ejército  escondido 
hasta  ver  lo  que  sucede  en  Cataluña. 

El  P.  Francisco  Pimentel  escribe  que  va  acompañando 
al  Conde-Duque  en  la  jornada  del  Rey ;  pero  hasta  ahora  no 
sabemos  de  cierto  que  haya  salido.  No  lo  creemos  porque 
El  P.  Rector  ha  de  ir  allá  con  el  conde  de  Benavente.  Hasta 
que  se  partan  no  les  doy  crédito. 


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77 

Esa  relación  de  las  fiestas  de  la  casa  Profesa  de  Madrid 
eovio  á  V.  R. ,  y  aunque  ha  venido  la  del  Colegio  de  cua* 
tro  pliegos,  impresa,  no  la  he  podida  coger  porque  nü  vi-* 
DO  mas  de  una ,  y  esa  la  hao  enviado  á  otra  parle  (1  ]. 

El  marqués  de  lavara  (S)  pasó  ayer  por  aquí  con  mu- 
cha gente,  por  virey  de  Pamplona! 

De  la  comedia  que  envié  á  V.  R.,  no  me  dice  si  la  re- 
■cibió,  y  qué  le  ha  parecido. 

Lo  que  traia  el  P.  Puebla  lo  cogió  et  arzobispo  de  Bur- 
deos con  las  demás  cajas  de  los  procuradores  de  Andalu- 
cía, Méjico  y  los  demás  de  España,  que  veaian  de  por  jun- 
io en  unos  bajeles.  El  P.  Rector,  aunque  se  ha  acordado  de 
V.  R.,  no  le  han  dejado  nada. 

De  las  Indias  ha  venido  el  P.  Acuña  á  Madrid  (3),  y 
ha  descubierto  allá  mucha  tierra  nueva  y  de  mucha  rique- 
za para  el  Rey,  y  viene  por  gente  para  ella,  y  se  espera 
que  negociará  bien  con  S.  M. ;  y  con  esto  no  digo  mas  de 
que  V.  R.  me  dé  muchas  saludes  al  P.  Rector,  y  demás  de 
eaeCol^o,  y  á  V.  R.  guarde  Nuestro  Señor  como  deseo. 


(1)  Alude  sin  duda  á  la  que  se  publicd  con  este  titulo:  Trtalad«  de  fustal 
faedColtgioie  laCoj*paliiaÍtJesii  de  Madrid,  hito  este  ofto  d«  KtO  of  Jin 
tí  primer  ñglo  de  nt  fandaeio»,  fól.,  8  bojas.  Otra  hay  maa  oona  y  dife- 
rente de  la  anterior,  cuyo  titulo  es :  Rtianilm  de  lat  loUmiut  fialai  que  la 
tata  Profeta  de  h  C<mpaAÍA  ie  Jesit  Aim  en  la  imperial  villa  y  eórU  ie  Ma- 
drid ai  oAo  centíiimo  y  primero  siglo  de  lu  fandatimi  en  este  aOo  de  16iU,  fo- 
lio, 4  hojas. 

(2)  En  oira  copia  qne  w  halU  en  el  leg.'  auello,  nñin.  1,  fól.  228,  se 
lee  "Torrecnsü" ;  pero  debe  ser  equivocación ,  pues  Pellicer  en  sn»  Áñtos 
(6  de  Noviembre  de  1640),  dice:  -Parlió  el  sefior  marqués  de  Tavara  á 
ejercer  en  Navarra  el  oficio  de  virey."  Los  marqueses  de  Tavara  taoian  el 
Apellido  Pimentel.  .  . 

(3)  Este  F.  Acuña  IChristóbal]  de  la  Compafila  de  Jesús,  es  el  que 
en  1639  fué  al  descubrimiento  del  rio  de  las  Amazonas.  Hasta  el  aflo  de 
1141  00  salió  á  loi,  en  la  imprenta  del  Reino,  su  interesante  descripción 
de  aquellas  regiones. 


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78 
Valladolid  y  NoviMubre  20  de  í6iO.=Antooio  de  Villa- 
nueva.»=AI  P.  Hafael  Pereyra ,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en 
Sevilla. 

lUadrid  y  Noviembre  20  de  1640. 

{Tom.  489,  ful.  480  V,') 

Doy  á  V.  R.  nuevas  que  acá  esgrímea  unas  con  otras, 
y  para  puriñcar  las  que  son  ciertas,  es  necesario  llevarías 
al  mas  apretado  examen.  De  ninguna  soy  autor;  soy  rela- 
tor de  muchas  y  las  mas  apuradas^  porque  allá  V.  R.  dé 
mas  barata  la  credulidad  que  otros  lo  misterioso,  con  que 
siempre  responderé  aun  en  lo  que  no  es  capaz  de  sacra- 
mento humano. 

Nuestro  ejército,  en  puntual  número  computado,  es 
de  30,001)  inrantes,  sin  los  caballos.  Ya  está  dentro  de  los 
términos  de  Catilluña,  en  cuyos  lugares  lleva  órdeo  el  de 
los  Velez  de  dar  pregón  abierto  ofreciendo  perdón  y  cle- 
mencia de  parte  de  S.  M.  á  los  que  pasaren  á  su  campo,  y 
á  los  que  resistieren  meterles  las  armas  con  todo  rigor. 
Así  se  hizo  en  un  lugar  que  cortó  un  puente  del  rio  para 
que  no  pasasen  los  tercios:  avanzáronse  al  agua  mocho 
número  por  parte  descuidada,  cañonearon  á  ios  villanos 
que  se  retiraron  á  las  tierras,  y  los  del  lugar  sintieron  el 
daño  con  mucho  saco,  destrozos  y  muertes.   . 

La  artitlerfa  que  lleva  es  tanta,  que  se  tiene  por  mucha, 
y  se  dice  que  para  las  baterías  sobraba  la  mitad,  y  en  fra- 
caso menos  venturoso  se  aventuraban  muchos  cañones 
fuertes  (í ). 

Hay  voz  de  que  á  Spernon  {Espenan)  le  han  muerto 

(1]    Asi  dice  la  copia  de  mano  del  P.  RaCael. 


3vGoo(^lc 


79 
los  de  Cataluña,  porque  los  apellidaba  de  traidores  eo  los 
capítulos  de  paz  ood  S.  M. 

A  seis  escudos  pide  la  asoldada^  rey  de  Francia,  Bíea- 
do  siempre  cuatro  ei  conrieate  precio,  y  esto  ha  metido 
discordia,  dicen,  en  los  coDciertos. 

Lérida  estuvo  toda  una  noche  en  arma  y  vela  contra 
d06  borricos  que  pasaron  cerca,  y  les  pidieron  el  nombre, 
y  ellos  no  lo  supieron  dar  porque  nunca  supieron  leer  ní 
escribir;  y  fué  esto  tan  cierto  que  el  francés,  cabeza  de 
aquel  tercio,  estuvo  en  calzas  y  jubón  toda  la  noche,  has- 
la  que  al  amanecer  conocieron  ser  gente  de  paz. 

AIK  es  cabo  un  fraile  de  la  Victoria  con  su  sotana  á 
media  pierna,  que  ha  sido  soldado  en  Flandes,  y  hácenlo 
por  tener  antes  la  victoria  dentro  que  la  guerra. 

En  Tortosa  se  habla  buho  un  reencuentro  de  mas  de 
cinco  horas  entre  cataianes  leales  y  los  otios,  en  qne  nó 
murió  mas  que  uno  y  medio  de  entrambas  partes,  y  es  el 
caso  que  se  tiraban  con  pólvora  y  no  coa  balas,  con  rui- 
do y  sin  piota  {<),  como  dice  el  portugués;  voló  alabo,  que 
nadie  quiere  de  verdad  reciprocarse  en  el  daño  de  su 
sangre. 

Tortosa  está  con  magníficos  honores  y  exenciones  de 
S.  M.  por  su  fineza,  y  les  ha  relevado  e)  quinto  que  pa- 
gaban sus  vecinos,  llamándola  noble,  lealisima  y  ejemplarí- 
sima  ciudad. 

De  la  nobleza  de  Barcdona,  que  es  mucha ,  se  espera 
gran  demostraoion  en  los  decretos  del  Rey.  Trátase  de 
verdad,  de  convMiienies  pactos,  y  al  cabo  se  esfuerza  esta 
esperaioa,  con  que  piden  les  quiten  los  tercios  de  waloDOB 
y  modeneses,  que  ban  aifto  los  mas  insolentes  de  nuestro 
ejército ,  y  ansí  en  todas  sus  cosas  tos  fueros  y  no  los 
huevos. 

(1)    LnminnoqiM  polola  ú  bals. 


;vC00glc 


A  la  princesa  de  Caritíano  ge  le  da  permisión  para 
qae  se  vaya,  porque  oo  han  gustado  en  la  corte  las  postre- 
ras hazañas  del  principe  Tomás. 

El.marquésde  Povar,  su  hermano,  y  D.  Francisco  An- 
tonio de  Alarcon  que  van  á  Cataluña,  aun  no  han  partido. 

.Avívase  la  voz  de  las  paces  con  Holanda. 

El  viernes  va  S.  M.  á  Loecbes  á  la  traslación:  de  las 
monjas  dominicas  al  gran  convento  de  la  señora  condesa 
de  Olivares.  Los  reyes  están  buenos.  Su  jornada  mas  des- 
pacio que  nunca;  pero  nunca  se  despide. 

La  causa  del  F.  Poza  (i),  en  el  mismo  estadoaunque  con 
nueva  circunstancia  de  carta  de  Su  Santidad,  en  que  agra- 
dece al  señor  Inquisidor  general  la  eficacia  y  tesón  de  este 
negocio,  si  bien  acá  vivimos  sin  recelo  por  la  s^uridad 
del  Padre.  iVIadrid  20  de  Noviembre  de  1 6iO.=-P.  Lucas 
Rangel.=-Al  P.  Rafael  Pereyra ,  de  la  Compañía  de  Jesús, 
en  Sevilla. 

Madrid  y  Novien^re  20  de  1640. 

(Tom.  (19,  MI.  431.1 

Decretos  bajaron  á  los  Consejos,  en  qoeS.  M.  deciá 
partía  á  Aragón,  porque  el  marqués  de  los  Velez  avisaba 
se  deshacía  aquel  ejército ,  cuando  para  los  sueldos  se  le 
hablan  enviado  350,000  ducados,  y  que  así  cumpliesen 
los  Consejos  lu^o  con  lo  que  se  le  repartieron  de  juros. 

Juró  Povar  del  consejo  de  Guerra  y  tomó  posesión  de 
laguardia.  A  D.  Antonio,  su  hermano  (i),  no  quiere  la  In- 
quisición admitirle  por  mozo;  el  Rey  lo  desea,  y  se  han 


(1)    Estaba  detenido  en  an  convento  desde  Setiembre  de  e»te  aljo. 
(S)    Los  dos  hijos  del  daque  de  Cardona,  de  qním  se  trató  en  otro  1 
gut,  Viáe  supra,  y  también  tom.  III,  pigs.  468  j  478. 


3vGoo(^lc 


becho  juntas  sobre  esto,  y  no  ha  faltado  qnien  diga.qae 
en  lina  de  ellas  se  resolvió  qne  el  Tribunal  supremo  do 
era  iDquiaicion  sino  Consejo ,  y  que  asf  podía  entrar  en  él 
como  consejero. 

Han  tnaodado  pasar  al  conde  de  Castríllo  todos  los  qoe 
hacen  levas  con  remisión,  con  órdeo  que  se  castigue  á  los 
que  ao  haíi  cumplido.  Dios,  &c. 


Madrid  y  Mwtemfire  27  de  <640. 


De  nuevo  hay  muy  poco,  porque  de  Cataluña  hay  po- 
cas cartas  con  cuidado  de  que  acá  no  se  pabtiquen  1í^  co- 
sas: lo  mas  cierto  es  que  S.  M.  manda  atojar  nuestro  ejér- 
cito en  Valencia,  para  que  los  de  Cataluña  maduren  su  re- 
solución con  mas  tiempo  y  gasten  dinero  y  esperas,  que 
aunque  corre  esta  cuenta  también  por  nosotros,  tiene  mas 
rentas  S.  M.  que  Barcelona,  y  está  con  menos  cuidados  de 
que  se  le  podrán  acabar. 

Los  holandeses  piden  con  mucho  aprieto  paces  y  la 
protección  deS.M.  para  hacerse  república,  eon  muchas  mas 
conveniencias  de  esta  monarquía,  restitución  de  plazas,  so- 
corro de  bajeles  para  escolta  de  nuestras  flotas,  &c.  Motí- 
vanse  para  ello  de  la  inconstancia  del  Francés,  hoy  pu- 
jante  y  unido  con  el  príncipe  de  Orange,  q^uien  debe  sin 
duda  de  afectar  (1)  corona  de  Holanda. 

El  embajador  de  Dinamarca  está  ya  despachado  con- 
mucha  utilidad  de  España  y  suya.  Está  maldbdo  aquel  rei- 
no con  Holanda,  y  ésta  teme  mucho  la  desunión. 


(1)  Es  decir,  intenta  ser  rey  de  Holanda. 
.Tomo  XVI. 


.v,Goo(^lc 


Hoy  ha  corrido  voz  que  500  bandoleros  llevaron  á  sus 
hijos  y  mujeres  en  reJienes  al  marqués  de  los  Velez,  ofre^ 
ciéndole  la  entrada  en  Cataluña  y  ana  en  Barcetona  con 
resguardo  de  6,000  infantes.  No  se  deseutiirbia  bien  esta 
nueva,  ni  el  motivo  que  hayan  tenido  estos  500  alzados 
para  tal  demosiracioa. 

La  jornada  de  S.  M.  dicen  será  sin  cuándo  ni  cómo. 

El  procurador  de  la  China  entró  anoche  en  este  cole- 
gio con  ana  proligfsiroa  barba  cana,  y  por  pr^untarle 
no  había  hombre  que  no  se  le  fuese  á  las  barbas.  Ma- 
drid y  Noviembre  27  de  1640.—P.  Lúeas  Rangel.= Al  Pa- 
dre Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


Zítfra  y  Diciembre  4  de  1640. 


(Tom.  1!9,  ful.  *8Í  V.*) 


Hoy  llegó  á  esta  villa  (1 )  uo  hombre  que  viene  de  Portu- 
gal, y  dice  que  llegando  á  Monjaraz,  lugar  de  aquel  reino, 
ya  de  noche,  oyó  gran  repiq^ue  de  campanas,  y  entrando 
en  el  lugar  vido  muchas  luminarias  y  cuadrillas  de  hom- 
bres, unos  con  tamborilillos  y  otros  con  otros  instrumentos 
diciendo  todos  ¡Viva  nuestro  Rey  Ü.  Juan!  y  saliendo  por 
la  mañana,  dice  este  hombre  que  habia  et  mismo  alboroto 
y  en  medio  de  todos  la  Justicia  y  los  mas  graves,  y  que 
Ufaron  algunos  á  él  y  le  dijeron:  «Df,  castellano,  jviva 
el  Rey  D.  Juan, »  forzándolo  con  amenazas ,  y  llegando 


(1)  EsU  caria  ae  halla  entre  los  apuntes  que  para  sa  oso  hacia  el  Pa- 
dre Rafael,  y  tiene  un  epígrafe  del  tenor  sigaienle:  Carla  del  goivnuioT  áe 
Zafra  á  tm  eabaUtro  Sf  Smita. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


83 
aquel  día,  que  fué  antes  de  ayer,  á  otro  lugar,  que  es  Mo- 
rón y  el  último  de  Portugal,  habla  lo  mismo  con  muchos 
regocijos,  y  dice  que  le  dijeron:  «Ya  no  hay  pechos  en 
Portugal  y  podréis  venir  libres,  que  este  nuestro  Rey  nos 
los  qnita  todos,»  y  que  iban  correos  á  todos  los  lugares 
para  la  misma  prevencioa.  Dios  me  saque  en  paz  de  esta 
raya.  Agora  juzgue  Vmd.  nuestras  desdichas,  y  ruéguele 
nos  Ubr^  de  esta  enrermedad  lusitana,  que  nos  coge  muy 
cerca  y  por  lo  que  á  mí  toca  ua  poco  mas  apretadamente, 
qlie  estoy  casi  dentro,  y  Dios  me  guarde  á  Vmd.  felices 
años.  Oliva  &  de  Diciembre  de  1640. 

Este  es  el  aviso  que  anoche  tuve,  y  hoy  ha  habido 
otros  diferentes;  con  todo  no  he  querido  dar  crédito  hasta 
que  llegue  la  estafeta  de  Lisboa;  sí  entonces  lo  fuere,  pon- 
dré todo  este  estado  en  armas  y  cumpliré  mi  obligación. 
Vmd.  no  me  dé  por  autor.  Dice  «sf: 

«  Mas  aprieta  aun  la  nueva.  Levantado,  dicen,  está  Por- 
tugal y  nuevos  avisos  hay:  ya  tratamos  de  dejar  las  capas; 
dicen  está  coronado  el  de  Bergaoza,  y  es  mayor  señal  tar- 
dar ya  mui^o  la  estafeta;  no  la  deben  de  dejar  venir.» 

Otro  aviso  dice:  «Ya  Vmd.  sabrá  cómo  sehalevantado 
Portugal  y  el  duque  de  Ber^nza  coronado  por  Rey;  ayer 
.  salid  de  Víllaviciosa  á  Lisboa,  dicen  á  coroDarae. 

La  señora  infanta  la  metieron  en  un  convento;  al  se- 
cretario,del  consejo  de  Portugal  to  mataron  y  al  arzobispo 
de  Braga  lo  tienen  cercado.  Estamos  atónitos,  y  nos  dicen' 
que  (Vivencia  está  aun  peor.  Hay  grandes  traiciones  y 
cuentan  que  con  cuatro  ca^as  se  mandó  pregonar  por  rey 
de  Portugal  y  ba  levantado  banderas.» 

Dios  lo  remedie  y  guarde  á  Vmd.  como  deseo.  De  esta 
villa  de  Zafra  á  4  de  Diciembre  de  16&0. 


3vGoo(^lc 


8i 

Madrid  y  Diciembre  4  de  1640. 

(Tom.  189.  MI,  í8!y.°} 

En  cuanto  á  lo  de  Inglaterra  y  Escocia,  digo  que  nn 
P.  inglés  que  vino  agora  poco  ha  de  Inglaterra,  á  quien  he 
comunicado  y  hablado,  me  ha  dicho  que  el  Rey  está  en 
Jorque  (Yorck),  que  es  en  la  raya  de  Inglaterra  y  Escocia 
con  40,000  hombres;  el  escocés  de  la  otra  parte  con  otros 
tantos,  y  aun  alguno  afirma  son  mas  de  50,000. 

Los  escoceses  tienen  tomadas  dos  plazas,  y  el  Rey  es- 
tá algo  temeroso,  no  tanto  de  las  fuerzas  del  escocés,, 
cuanto  de  \á  poca  seguridad  que  tiene  de  los  mismos  ia- 
gteses,  particularmente  de  los  protestantes  y  puritanos,  de 
que  hay  grande  abundancia  en  aquel  reino;  de  los  puri- 
tanos porque  favorecen  en  todo  lo  que  pueden  A  los  esco- 
ceses; los  otros  por  estar  poco  gustosos  con  el  Rey  por  los 
tributos  grandes  que  ha  intentado  poner  en  el  reino  por 
causa  de  esta  guerra.  Los  católicos  son  muy  pocos ;  con 
que  el  Rey  ha  tomado  resolución  de  juntar  parlamento,  en 
que  creo  saldríín  los  escoceses  y  protestantes  con  todo  lo 
que  quisieren  en  materia  de  poder  y  de  no  admitir  tribu- 
to ninguno.  . 

De  irlandeses  tiene  el  Rey  25,000  infantes  y  5,000  ca- 
ballos en  los  confines  de  Irlanda,  hacia  la  parte  de  Esco- 
cia. Todos  son  católicos  finísimos,  y  el  lugarteniente  de 
general  es  el  conde  de  Antrin,  católico  y  que  casó  con  la 
duquesa  de  Buckingan,  porque  por  no  disgustarles  no  ha 
querido  el  Rey  nombrar  lugar-teniente  general  ni  poner- 
les uno  que  sea  inglés  ó  escocés,  reservando  en  sí  el  título 
de  general.  De  estos  ninguno  hasta  agora  ha  entrado  iti  en 
Inglaterra  ni  en  Escocia,  aguardando  la  resolución  del  Rey. 


Dg,l,z..byG0O^^lc 


En  lo  de  la  veüida  del  dinamarco  (1),  embajador,  di- 
cen que  fué  á  ofrecer  á  S.  M.  navios  y  marineros ,  de  que . 
hay  harta  necesidad,  (pero  no  hay  que  &ar  la  nav^acion 
de  España  de  herejes,  por  mas  amigos  que  sean)  con  lal 
que  S.  M.  les  acuda  con  cierta  cantidad  de  dineros,  y  no 
será  pequeña.  Siempre  vienen  estos  á  llevarnos  la  plata. 
También  dicen  que  lo  hacen  por  la  guerra  con  el  Holandés, 
y  por  estorbarle  el  paso  á  una  isla  que  es  del  rey  de  Di- 
namarca, de  donde  sacan  madera  para  las  naos.  Dicen  que 
lo  que  piden  ha  sido  bien  recibido.  Madrid  y  Diciembre 
4  de  1640.=P.  Pedro  Vitus(2). 


Madrid  y  Diciembre  iO  de  i 640. 

(Toa- 119.  M.  )0(8-H.) 

Pax  Christi,  &c.  Esta  escribo  mas  de  priesa  de  lo  que 
yo  quisiera,  por  haber  tenido  una  ocupación  precisa  que 
me  ha  llevado  casi  todo  el  dia. 

Correo  ordinario  y  extraordinario  ha  venido  de  Flan- 
des.  Con  él  avisan  como  continuándosele  al  señor  Infante 
sus  tercianas,  le  acabaron;  tuvo  88 ,  murió  á  9  del  pasado 
coa  grande  sentimiento  del  país  que  le  amaba  muy  tierna- 
mente (3).  Dejó  por  gobernadores  en  el  ínterin  que  S.  M, 
enviaba  quien  lo  hubiese  de  ser,  a)  marqués  de  Velada,  á 
D.  Francisco  de  Meló,  al  presidente  Boaa  (i)  flamenco ,  al 


(t)    Véase  la  pág.  81. 

(2)  Asf  parece  lewae  en  la  copia  del  P,  Rafael  ¿será  ViruéeT 

(3)  Segnn  BaDo9,|PonivfMf,  Parle  VI,  cap.  6.*)  la  muerte  del  cai'denat 
Infaole  fué  comanmente  alriboida  á  haberle  los  médicos  espaDole»,  contra 
el  parecer  de  los  de  aquel  país,  sangrado  mas  de  lo  que  convenia,  de  cu- 
jas resnIUs  el  vulgo  qoiso  apedrearlos. 

(i)    Roose  parece  haber  sido  su  verdadero  nombro. 


3vGoo(^lc 


conde  de  Pontana,  flamenco,  y  al  arzobispo  de  Malinas,  y 
por  contentar  á  las  naciones,  nombró  en  sexto  lugar  á  don 
Andrés  Cantelmo,  napolitano.  Ha  sido  la  elección  de  los 
seis  raay  aplaudida  y  estimada  de  todos. 

Su  testamento  se  trajo  con  el  extraordinario;  deja  al- 
gunas memorias,  y  ración  y  gajes  á  lodos  loe  criados,  y 
á  S.  M:  por  dueño  de  todo  para  que  haga  y  deshaga  con- 
forme juzgare  ser  mas  conveniente,  alterando  ó  mudando 
como  mejor  le  pareciere ,  y  esto  con  palabras  mny  afec- 
tuosas y  muestras  de  grande  amor  y  sumisión ,  tan  llOTaa 
de  ternura  y  sentimientos  que  sacaran  lagriméis  al  corazón 
mas  duro.'Lloró  tantas  el  Príncipe  por  su  tic  (1),  y  por  el 
amor  que  en  su  testamento  mostraba  del  sentimiento  que 
llevaba  de  no  haberle  podido  servir ,  que  no  habia  modo 
de  acallarle  ni  consolarle.  No  menos  lo  han  mostrado  ' 
SS.  MM.  lo  mucho  que  le  estimaban  y  querían  en  las  de- 
mostraciones que  han  hecho. 

Dejó  por  testamentarioa  en  Flaodes,  tres  de  aquel  país, 
y  en  España  al  señor  Conde-Duque,  al  gobernador  del  ar- 
zobispado (de  Toledo),  al  presidente  de  Castilla ,  y  á  au 
confesor  fray  Juan  de  San  Agustín.  Abriéronle  para  embal- 
samarle, y  tenia  parte  de  ios  hígados  podridos  y  el  cora- 
zón no  teaia  figura  de  tal,  sino  de  una  bejiga  llena  de  uo 
humor  aguoso.  Mandó  depositarse  en  la  capiUa  real  al  lado 
de  su  lia,  y  que  su  entierro  se  haga  en  el  sagrario  de  To- 
ledo, para  asistir  muerto  en  su  iglesáa,  ya  que  vivo  no  \o 
pudo  hacer.  Metióse  el  cuerpo  después  de  embalsamado  eai 
un  ataúd  de  terciopelo  carmesí  de  fuera,  y  dentro  de  te- 
la de  oro  carmesí;  la  cabeza  sobre  una  almohada  de  la 
misma  tela;  á  la  parte  de  arriba,  donde  correspondía  el 
rostro,  tenia  una  vidriera  grande  de  cristal.  Hfzoee  el  de- 


(1)    Entiéndase  D.  Baltasar  Carlos,  iiijo  de  Felipe  IV,  ypor  consigaien* 
te  sobrino  del  cardenal  Infante. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


pósito  coa  la  grandeza  de.aCM3mpañainiento,  &c.,qtie  me- 
recía tal  peraona,  y  al  tiempo  de  poserle  donde  había  de 
estar,  el  canciller  de  Brabante  hizo  el  depósito,  y  hecho 
metieron  el  atavd  ea  uDa  caja  de  plomo  coo  su  inscrip- 
oion  en  bronco,  y  esta  metieron  en  otra  de  madera  y  le 
pusieron  al  lado  de  su  tía;  eeto  es  por  intyor  lo  que  acer- 
ca dieato  se  ha  avisado. 

Bl  dia  siguiente  juraron  fidelidad  los  gt^madoras  y 
se  dispiKíeroa  algunas  cesas  conTenieiftes  al  buen  gobier- 
no y  eMado  de  loe  países. 

Don  Francisco  de  Meló  se  volvió  al  ejército  con  d  cual 
hace  espaldas  á  ios  cercadores  de  Hera  (Ayre)  (1 ).  Está  en 
San  Omer  fortificando  una  puerta  por  donde  estaba  urdi- 
da la  traición  que  avisé  (3),  y  pra  acudir  desde  allí  á  lo 
que  se  ofreciere.  ■       . 

De  Alemania  avisan  como  el  archiduque  Leopoldo 
se  ha  entrado  en  el  estado  d^  rebelde  duque  de  firansvic 
(BriiBswick).  Fué  esto  tan  de  repente  qóe  llegando  á  la 
principal  plaza  del,  que  es  forlfsíma,  y  cercándola  la  co- 
gió desapercibida.  Enviólos  interpresa  se  ríadiesen,  y  pi- 
dieron tres  días  de  término.  Concediéronles  bcáo  tres  horas, 
y  viéndose  sin  gente  oi  bastimentos,  deliberaron  de  en- 
tregarse por  DO  caer  en  la  índignacioo  de  S.  A.  y  rendida 
la  principal  plaza  se  rindió  lo  mas  del  pa(s,  y  en  él  que- 
da ahora  alojado  e)  ejército  imperial. 

Ha  sacado  el  Emperador  un  edicto  en  que  ofrece  per- 
don  general  á  todos  los  rebeldes  reduciéndose  á '  su  servi- 
cio, y  ofrece  además  volverles  los  bienes  que  por  esta  cau- 
sa se  les  hubieren  quitado,  aunque  esto  es  con  limitación 
de  tiempo,  así  del  rebelión,  (señalando  el  año  desde  el  cual 

(1)  Ayre  se  entregó  kl  de  Dicieabre.  Hxbfanki  lomado  loa  franceses 
eo  3fi  de  Julio. 
{Í\   No  se  bdla  en  la  colflcñon  la  -(larta  á  que  alude  el  f.  Sebastiíaii. 


3vGoo(^lc 


Se  eatiendeel  tiempo],  como  también  la  época  ea  que  la 
dicha  reducción  se  ha  de  hacer  para  los  qae  quisieren  go- 
zar del  indulto. 

Ha  sido  esto  de  grande  utilidad ,  porque  ya  andan  los 
alemaDes  desavenidos  con  los  snecos  y  á  veces  llegan  á 
las  manos,  y  cada  dia  se  pasan  barones  y  personas  de  ca- 
lidad al  servicio  del  Emperador,  y  todos  toman  calor  para 
venirse  al  Imperio,  unos  porque  los  suecos  no  les  pagan 
lo  que  les  habían  ofrecido;  otros  porque  viniendo  á  defen- 
derlos habían  á  todas  manos  robado  amigos  y  enemigos, 
y  con  estos  sentimientos  se  muerden  lo  mejor  que  pue- 
den, y  así  DO  hay  que  6arse  los  unos  de  los  otros,  que  es 
lo  mejor  que  podía  saceder. 

A  las  veinticuatro  horas  como  en  Toledo  se  supo  la 
muerte  del  señor, cardenal  Infante,  se  juntó  cabildo,  y  se 
dispuso  todo  el  gobierno  del  arzobispado.  Salió  el  deao 
píM-  presidente  del  Consejo  arzobispal;  oidores  cuatro  ca- 
nónigos, y  mas  dos  que  sé  quedaron  por  orden  del  cabildo 
de  los  qae  tenia  el  señor  Infante  y  otro  de,  loa  oidores  en- 
viaron por  vicario  de  Talavera;  á  otro  por  vicario  de  AI- 
caraz;  á  un  Don  Fulano  Vaca ,  por  vicario  de  Madrid;  es 
canónigo,  como  también  el  Dr.  Terrones,  que  es  visitador 
de  Madrid;  vicario  de  Toledo  hicieron  al  que  lo  .era  de 
Alcalá,  y  á  Alcalá  enviaron  otro  canónigo  por  vicario.  A 
esta  traza  se  han  despachado  todos  los  demás  oBcios ,  sin 
que  haya  habido  ninguno  que  se  haya  mudado,  sino  ha 
sido  á  los  dos  del  Consejo  arzobispal  (1). 


[1)  Hay  en  el  Unno  dos  sonetos  á  la  maerle  del  Infante  Cardenal,  escrí- 
loa  de  lelrá  del  P.  Pereyra,  y  sin  nombre  de  anlor.  Muchos  fueron  los  in- 
genios espafioles  qne  por  este  tiempo  cantaron  las  victorias  ú  lloraron  U 
temprana  muerte  del  hermano  de  Felipe  IV,  siendo  mny  contados  loa  poe- 
tas de  la  corte  y  de  otras  partes  en  cnyas  obras  no  se  encaenire  algnn 
soneto,  elegía,  endechas  fúnebres  ú  otras  composiciones  ¿  su  memoria.  Gi- 
laremos  wlre  otros  al  licenciado  Gregorio  Kodrigues,  quien  en  ftciles 


D¡g,l,z.cbyC00(^IC 


89 

De  Portugal  no  se  sabe  hoy  haya  oovedad  alguna,  ni 
de  nuestra  parle  ni  de  la  suya. 

De  Cataluña  solo  hay  que  se  tomó  el  fuerte  de  Saló(1), 
á  cuyo  abrigo .  estuvo  la  armada  fVsDcesa.  Había  dentro 
36  hombres;  tomóse  á  escala  vista;  murió  el  cabo  y  otros 
cuatro;  á  los  demás  trogeron  presos:  eran  loa  ma^  catala- 
nes. Acudió  de  Reus  UQ  cabo  francés  con  400  caballos; 
escaramuzó  con  los  nuestros  qae  eran  solas  dos  compañías, 
á  cuyo  abrigo  se  retiró  la  infantería  que  había  ido  á  este 
efecto,  sin  pérdida  oioguna.  Quedaron  en  el  fuerte  80 
hombres  coa  bastimentos  para  dos  meses.  No  sabiendo  del 
suceso  el  cabo  francés,  se  llegó  al-  fuerte  para  ver  sí  nece- 
sitaban de  alguna  cosa;  fué  recibido  con  algunas  cai^s  de 
mosquetería  que  mataron  y  hirieroD  algunos  üranceses  y 
caballos,  y  una  pelota  se  llevó  un  capitán  y  otros  tres  ó 
cuatro  soldados. 

IVo  ha  venido  hasta  ahora  carta  de  S.  M.  del  socorro 
de  Perpiñan,  aunque  se  tiene  por  cierto  está  ya  hecho. 

Dfcese  le  han  despachado  correo  al  archiduque  Leo- 
poldo dándole  él  gobierno  de  Flandes  y  el  arzobispado  de 
Toledo.  Cualquiera  cosa  merece,  y  tiene  esto  grandes  coo- 
veaiencias,  mas  hasta  ahora  no  hay  cosa.  Adiós,  mi  padre, 
que  guarde  á  V.  R.  De  Madrid  y  Diciembre  10  de  1640.= 
Sebastian  González.— Al  P.  Rafael  Pereyra.  de  la  Compa- 
ñía de  Jesús,  en  Sevilla. 


octavaG  epilogó  sus  irinofos  y  cantó  snii^  virtndes:  lagrwuu  de  las  Mium 
i  las  gloriosas  ceniaiídeliuMo  Sci^(m  de  Austria,  Alcides  de  España,  Terror 
it  Frtmiia,^e.,tl  serenisimo  cardenoi  hfaníe,  D.  Feí-rumdo  áe  Avslria.  Alca- 
lá, por  Anlonift  Vazquei,  1 6i9.  4.*  Rodrignez,  qae  era  hijo  de  Hadñd  y 
profesor  de  HfldiciñB  de  la  UniverBÍdad  de  Alcalá,  (Véase  &  Baena,  Bgog 
ie  Maárii,  II.  S73,  dedioú  sa  obra  4  D.  Luis  de  Raro  y  P&i,  bijo  del  con- 
dede  Caslñlh,  D.  García  de  Haio  y  Avellaneda. 
(1)  Fué  la  (orna  de  este  fuerte  el  13  de  Noviembre;  mandaba  nnestras 
tropas  el  oaes»  de  Cunpo  p.  SiiMn  Hascareñas,  caballero  portugués. 


3vGoO(^lc 


Madrid  y  IHeiembre  H  de  4640. 


Pax  Chrísti ,  &c.  De  Italia  ^iio  bay  nueva  ninguna,  aun- 
que ha  venido  correo  de  Roma.    . 

De  Flandes  llegó  el  ordinario.  Con  él  avisan,  que  vi- 
niendo el  bija  del  rey  de  Dinamarca  con  3^000  Infantes  y 
700  Caballos  en  socorro  del  aeñor  Infante,  pasando  é\  con 
la  caballería  por  la  Frísia,  los  holandeses  le  armaron  una 
celada  y  le  desbarataron,  y  pidiéndote  se  diese  d-  coaMel, 
(su  padre  niéino  tenian  guerra  con  ellos,,  y  no  d^ían 
hacérsela  pasando  de  paz  pot  su  tierra),  le  mataron  con 
lo  mas  de  la  caballería.  Blscapó  la  infaDterfa|MV  baber  ido 
por  otra  i^rte.  Este,  dicen,  es  hijo  natural  del  de  Dina- 
marca y  los  holandeses  necesitan,  &c.  Él  tendrá  -cuidadb 
de  satisfacerse  de  este  agravio. 

Piooiomioi  vuelve  con  gente  á  Flandes  á  asistir  al  se- 
ñor Infaote. 

Los  imperiales  degollaron  1,000  suecos  en  la  Vesfalia. 

Murió  de  peste  el  conde  de  Longavila.  general  del  rey 
de  Francia  en  Alemania. 

Hay  aviso  está  junta  la  dieta  de  Alemania,  y  que  to- 
dos los  potentados  han  acudido  á  ella,  unos  personalmen- 
te, otros  por  procuradores.  Dfcese  el  fin  principal  es  espe- 
ler  los  extranjeros  de  Alemania,  y  en  orden  á  esto  se  han 
enviado  legados  á  los  suecos  de  parte  de  la  Dieta,  para  qué 
conSeran  de  las  coadiciones  con  que  han  de  salir ;  donde 
no  que  todos  los  coligados  renunciaran  cualquiera  confe- 
deración con  ellos,  y  protestan  hacerles  guerra  hasta  es- 
pelerlos  de  todo  el  Imperio. 

También  dicen  que  los  holandeses,  han  enviado  comi- 


3vGooglc 


•arios  á  Colonia,  para  asentar  paces  cod  el  Emperador,  y 
para  que  el  Emperador  trate  de  acordarlos  con  el  rey  de 
España;  no  sé  si  esto  es  tan  cierto.  Gl  Nuncio  fué  el  otro 
dia  á  hablar  á  S.  M.  de  paria  de  Su  Santidad  para  interce- 
der por  los  catalanes;  fué  bien  recibido  y  oido  porque  llegó 
en  buena  ocasión,  y  se  entiende  se  acomodará  aquello  sin 
ll^^ar  á  mas  rompimiento ,  si  otros  accidentes  no  lo  es- 
torban. 

Tres  dias  bá  llegó  aviso  de  Portugal  de  cómo  hablan 
muerto  al  secretario  Vasconcelos,  cortádole  las  narices, 
orejas,  manos  y  pies,  y  echádole  por  las  ventaoaa  de  Pa- 
lacio abajo;  que  habían  alzado  por  rey  al  duque  de  Ber- 
ganza  y  tomado  todos  los  castillos  del  reino  y  puertos  el 
mismo  dia;  que  á  la  seiíora  Infanta  la  retiraron  á  un  cod- 
veato  acompañándc^a  mucha  parle  de  la  nobleza.  Esta 
nueva  se  ha  sabido  por  Badajoz,  y  por  otras  dos  partee. 
Han  faltado  los  correos  ordinarios  del  regaló  que  á  S.  M. 
se  traía.  El  sentimiento  es  cual  V.  R.  se  podrá  imaginar 
de  todos.  Dios  lo  remedie  y  guarde  á  V.  R. ,  á  quien  agra- 
dezco las  encomiendas  de  Juan  Fernandez  que  fué  pun- 
tual en  darlas.  De  Madrid  y  Diciembre  ii  de  16&0.="^- 
bastian  Cionzalez.-»AI  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía 
de  Jesús,  en  Sevilla. 

De  Portugal  no  ha  venido  hoy  expreso  de  ningún  con- 
fidente que  hable  del  caso  á  S.  M. ,  sí  bien  es  desgraciada- 
mente cierto  y  con  circunstancias  que,  aunque  no  se  sabe 
el  pormenor  de  ellas,  tienen  muchas  probabilidades  y  no 
nos  están  bien. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Diciembre  W  de  1640. 


Pax  Christi,  &c.  Dia  de  San  Andrés  {1)  se  conjuró 
Portugal,  y  á  «oa  hora  se  levantaron  muchos  pneblos 
aclamando  rey  al  duque  de  Bera;anza.  Coronóse  él  y  su 
mujer:  cúlpanla  á  ella  mucho,  y  dicen  fué  atizadora  de  es- 
ta acción  que  recusaba  el  marido,  k'%  de  este  ,  dícese  que 
todos  los  duques  y  otros  muchos  tflatos  y  nobles  se  retira- 
roa  de  la  conjuración  á  lugares  fuertes,  mostrándose  ser- 
vidores de  S.  M.  y  contrarios  a(  tirano,  y  que  la  duquesa 
de  Aveiro  ha  hecho  gente  contra  el  de  Bet^anza.  No  hay 
carta  de  Portugal;  todas  son  de  nuestras  fronteras. 

Han  quedado  todos  aquf  aturdidos  con  esta  nueva:  vi> 
no  en  ocasión  que  Su  Santidad  envió  por  mano  del  Nun- 
cio carta 'áS.  M.,  en  que  te  pide  afectuosamente  perdone 
á  los  catalanes,  porque  se  le  habian  ido  á  echar  á  los  pies 
de  su  Beatitud  para  que  hiciese  esta  intercesión.  Luego 
remitió  S.  M.  orden  á  toda  priesa  para  que  luego  Se  com- 
pongan las  diferencia»  de  Cataluña,  con  que  sacará  de 
alH  40,000  hombres,  los  mas  floridosqaeba  visto  España, 
y  marcharán  á  Portugal,  antes  que  tengan  socorros  ni  lu- 
gar de  fortificarse. 

A  la  señora  infanta  gobernadora  llevó  la  nobleza  de 
Lisboa  con '  acompañamiento  y  grandeza  á  uo  convento. 


(1)  Una  nota  marginal  de  pnfio  del  P.  Pereyra  dice  lo  signienle:  ••En 
17  de  Diciembre  de  16i0  se  pregonó  en  Sevilla  que  todos  los  vecinos  re- 
gistren las  anuas;  qne  todos  los  capitanes  arbolen  sus  banderas,  ;  qae  se 
ponga  una  compafiia  de  guarda  en  el  alhAnd^a  que  guarde  el  armería  de 
la  cindad. 


3vGoo(^lc 


93 

El  marqués  de  la  Puebla,  dicen  anos  que  ae  retiró  á  un 
castillo;  otros,  que  le  detuvieron  ea  él  los  portugueses.  Era 
bieo  quisto  y  le  trataron  con  respeto;  á  Vasconcelos  ma- 
taron. Madrid  y  Diciembre  1 1  de  1 640.==P.  Baltasar  de 
Laguniila,  de  la  Compañía.  Al  P.  Rafael  Pereyra,  de  la 
Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


Madrid  y  DicterrAre  18  de  1640. 

(Leg.°  saello,  núm.  i.  fdl.  as.) 

Pax  Cbristi,  &c.  Correos  ordinarios  de  Portugal  no  ban 
venido  ningunos,  ni  aun  extraordinarios,  de  personas  con- 
Gdeates,  que  el  temor  de  perderse,  no  teniendo  á  vista 
quien  pueda  darles  favor,  los  bace  estar  recelosos  y  cautos. 
Halos  habido  de  las  fronteras ,  y  en  ellos  dicen  que  les 
obligó  á  apresurar  lo  que  tenian  maquinado  dos  años  an- 
tes, el  esfuerzo  que  de  acá  se  puso  en  que  la  gente  noble 
viniese  á  acompañar  á  S.  M.  con  deseo  de  desvanecer  los 
designios  de  algunos  de  quien  ae  tenia  poca  satisfacción. 
En  fin,  la  sustancia  es  la  que  tengo  avisada;  dfcese  que 
aun  no  estaba  la  materia  tan  sazonada  como  era  necesa- 
rio, para  salir  con  su  intento,  que  siendo  lan  grande,  pide 
mncbas  disposiciones. 

Lo  que  abora  hay  de  nuevo  de  Portugal,  es  lo  siguien- 
te: D.  Fulano  Mascareñas  (1 ) ,  virey  que  había  sido  del 


|t)  Es  D.  Feroando  Mascaranhas,  conde  de  U  Torre,  de  qnien  ya  se- 
hab\ó  varias  veces;  pero  lo  qae  aqnl  dice  el  P.  Gonuleí  está  en  contra- 
dtccioK  con  lo  que  refieren  Seyner  y  otros  historiadorea.  Dice  este  escri- 
tor, qne  se  halló  en  el  alzamiento  de  Lisboa  y  faé  preeo  par  bs  subleva- 
dos, que  D.  Femando  Mascareñas  fué  el  qne  redujo  al  castellano  y  lo  hizo 
entregar  la  fortaleza  prometiéndole  en  nombre  del  nnevo  rey  ana  quinta 


3vGooglc 


94 
Brasil  y  estaba  preso  en SanGian  por  no  haber  dado  tari 
buena  caeota  como  del  se  esperaba ,  sabiendo  la  revuelta 
de  Li^joa,  y  enviándole  el  duque  de  B^gánza  perdón  y 
grandes  ofertas,  él  y  los  del  castillo  dijeron  nd  oonocian 
otro  señor  ni  rey,  sino  á  S.  M.  del  rey  D.  Felipe.  Alzó  ban- 
deras por  S.  M.  de  noche,  y  animó  la  gente  que  había  áia 
defensa:  tienen  ios  del  castillo  municiones  y  alguna  gente 
y  bastimentos  para  este  mes.  Luego  avisaron  al  goberna- 
dor de  la  Coruña  les  enviase  socorro,  lo  cual  se  hará  sien- 
do Dios  servido,  y  si  este  puesto  se  conserva,  tendrán  bien 
que  hacer  los  amotinados.  Hale  S.  M.  perdonado  y  manda- 
do quemar  el  proceso  que  contra  él  se  iba  haciendo,  con- 
firmándole las  mercedes  hechas  que  se  le  habían  revocado, 
y  ofreciéndole  otras  de  nuevo. 

Está  también  por  &,  M.  Viana  (í ),  y  ya  con  socorro  de 
gente,  víveres  y  municiones  enviadas  de  Galicia.  Tam- 
bién lo  están  la  cigdad  dé  Oporto,  Aveyro  y  su  tierra 
y  Setubal.  Aquí  se  entró  la  duquesa  de  (Aveyro)  con 
600  hombres  de  pelea  y  con  sus  dos  hijos,  declarados 
por  S.  M.  Están  la  cabeza  de  los  Manndes,  que  es  el 
marqués  de  Villa  Real,  et  duque  de  Caminha,  el  marqués 
de  Govea,  los  Mascareñas  y  otros,  y  muchos  mas  se  de- 
clararan en  viendo  á  nuestra  gente  en  las  fronteras.  En 
contra  están  los  Melos,  cnya  cabeza  es  el  de  Ferreyra,  y 
otros  dos  señores  parientes  del  daque,  á  quien  signen 
otros  allegados  y  mucho  vulgo,  y  con  la  facilidad  que  hoy 


qae  faé  de  Diego  Saarez,  un  hibilo  de  Cristo  y  8,500  ducados.  '•Viclorio 
Sivi,  escritor  extranjero,  dice  á  este  propósito;  '-ll  fortissimo  casiello  di 
S.  Giovanne,  situato  longhi  de  dieci  niiglia  da  Lisbona  allim  bocea  tara 
d«l  Porto,  ticoperíi  la  soa  liberta  col  sborso  di  qnaranta  mtla  creuti  falto 
da  Portagbesi  a  qnel  gobernatore.  Mtrcwio.'^  lib.  I,  pég.  Ii3, 

(1)  Bl  castillo  de  Viana  faé  el  ánico  que  hixo  regular  defenw,  no  ha- 
biéndose rendido  el  gobernador  hasta  que  se  le  acabaron  las  roonicionw. 
Seyoer,  lib.  III,  cap.  IX. 


3vGoo(^lc 


le  aclamao  mañaaa  íe  dejarán^  en  viendo  corren'  ríe^o  su 
vida  y  hacienda. 

Lo  de  Cataluña  está  muy  ceroa  de  ajustarse,  y  la  oca- 
sioa  presente,  además  de  que  obligaá  elki,  es  en  sazón  que 
las  armas  de  S.  M.  están  ventajosas  en  Cataluña.  Era  fuer- 
za pasar  para  ir  á  Tarragona  una  montaña,  cuyo  camino 
es  estrechísimo ;  llamante  Coll  de  Balaguer.  Aquí  se  ha- 
biaa  hecho  mochas  y  may  buenas  fortifícaciones ;  además 
de  la  fortaleza  del  sitio,  tenia  2,000  hombres  de  presidio. 
Acometieron  los  nuestros  por  tres  partes;  ganaron  el  pues- 
to con  muerte  de  250  catalanes,  y  prisioneros  serian  300; 
tomáronles  siete  piezas  de  artillería,  y  el  bagaje  con  todo 
lo  demás  «[ue  teniaa.  Los  1,500  restantes  huyeron  alas 
sierras;  Pasó  el  ejórcito  hasta  Tarragona ,  donde  estaban 
capitulando  con  la  ciudad;<tle  allí  á  Barcelona  es  camino 
llano  y  antes  estará  todo  compuesto,  que  así  ha  ido  la  or- 
den. Esto  queda  en  este  estado. 

'  De  Flandes  se  dice  con  grande  fundamento  se  trata 
muy  de  veras  de  treguas  ó. paces,  y  que  fray  Juan  de 
Saa  AgDstin  ha  veoido  á  tratarlas.  No  gustan  ios  flamen- 
cos de  tener  por  vecino  a)  Francés,  y  dicen  que  el  te- 
nerlos por  amigos  do  es  para  que  eJlos  medren ,  sino 
para  interesar  el  cuando  ganaren  á  Arras.  Salió  ud  pas- 
'  quín  en  Holanda,  y  la  letra  era  Amieta  usque  ad  Arfas, 
aludiendo  al  amioasusqw  ad  arat. 

Han  hecho  virey  de  Sicilia  al  almif^nte  de  Castilla,  y 
le  mandan  parta  laego  coa  toda  su  casa. 

Aquí  hay  presos  algunos  portugueses  (f)  y  apretados 
dicen  hay  indicios  de  que  tenian  alguna  noticia  de  estas 
revueltas. 

A(Ü(»,  mi  padre,  que  guarde  á  V.  R.  y  le  pague  el  fa- 


Hi   Enlre  elloa  an  hijo  del  secretario  Liicena,  de  quien  <ie  hablará  mas 
adelante. 


3vGoo^^lc 


vor  que  me  hace;  ya  tengo  avisado,  me  dió  sus  enco- 
miendas de  V.  R.  Sebastiao  Fernandez,  y  fué  puntual  en 
obedecerá  V.  R.  De  Madrid  y  Diciembre  18  de  1(>40.« 
Sebastian  Gonzalez.=AI  P.  Ra&el  Pereyra,  de  !a  Compa- 
ñía de  Jesús,  en  Sevilla. 


Madrid  y  IHáetiAre  22  de  1640. 

(Ug°  suelto,  Dúiu.  i.íál.  «76.). 

Pax  Christi ,  &c.  Uno  de  los  hermanos  de  este  ccdegio 
acaba  de  recibir  una  de  Lisboa  con  fecha  del  13,  y  para 
que  V.  R.  Vea  cómo  proceden  en  sus  locuras  los  portugue- 
siños,  la  trasladaré  íntegra.  Dice  así: 

«  Ya  tengo  avisado  á  Vmd.  del  estado  que  tienen  las 
cosas  de  este  reino,  el  desabrimiento  y  ceguedad  que  ta- 
víeroQ  en  ejecutar  lo  que  jamás  se  creyó  de  gente  que 
con  tanta  afición  hizo  demostraciones  de  fidelidad,  con  un 
asombro  que  es  imposible, descifralto  en  razones;  supuesto 
(la  malicia  llevó  la  preñez  consigo  y  despidió  lo  que  hasta 
agora  no  se  ha  oido  de  vivientes)  que  tal  temeridad  y  re- 
solución no  dejará  de  ser  castigada  de  su  Di\ÍDa  Majestad 
y  del  Rey  nuestro  Señor  (que  Dios  guarde  muchos'años); 
porque  el  aplauso  y  aclamación  tan  vivaque  hacen  «oo'su 
nuevo  rey  emprestado,  es  de  tal  suecte,  que  noches  y  dias, 
sin  tratar  de  otros  entretenimientos,  andan  con  las  sona- 
jas y  folias  en  las  manos,  cantando  que  su  Mesías  ha  Ue- 
■  gado,  y  que  se  les  ha  cumplido  ya  la  profecía  del,  rey 
D.  Alfonso  hasta  la  décimasexta  generación,  y  de  D.  Egas 
Cutino  (Coutinho)  su  secretario  (1 ),  cuyas  estatuas  mandó 


(1)    Parece  debió  decir  Egas  Knnes.  que  faé  ajo  de  Alfonso  Henriqaei, 
primer  rey  de  Porlugal. 


3vGoo(^lc 


hacer  de  broice  doradas,  y  están  puestas  en  el  Rocío  y  pla- 
za principal  de  esta  ciudad. 

Tieaea  á  mi  señora  la  princesa  en  un  convento  con 
30  soldados  de  guarda,  y  al  conde  (1)  de  la  Puebla,  se- 
cretario Ascaray  y  á  algunas  otras  personas  de  cuenla  en 
el  castillo  con  diez  compañías. 

Algunas  piezas  de  fierro  bao  comprado  de  navios  ex- 
tranjeros, que  están  en  este  puerto.  Han  ahorcado  al  ca- 
pitán Juan  Clancen  (2)  Ochin,  de  Dunquerque,  que  estan- 
do por  S.  M.  quiso  hacerse  á  la  vela  acreditando  asf  su 
fidelidad.  También  abordaron  las  dos  galeras  de  S.  M.  que 
estaban  en  el  puerto,  y  metiendo  dentro  de  una  de  ellas 
150  soldados  mas,  después  de  baber  llevado  al  capitán, 
los  marineros  pegaron  fuego  ai  peñol  de  la  pólvora  y  con 
todos  los  soldados  se  volaron  en  frente  de  Buena  Vista, 
pecando  fuego  á  un  galeón  que  tos  sublevados  armaban, 
y  á  on  patache  que  habia  venido  últimamente  del  río  de 
Janeiro  cargado  de  azúcares,  los  cuales  llegaron  quemados 
á  la  playa,  donde  no  pudieron  ser  socorridos,  acudiendo 
la  multitud  á  ver  un  suceso  de  tanta  admiración  y  tan  ex- 
traño que  lo  tienen  por  mal  agüero. 

Han  mandado  que  todos  los  gallegos  salgan  de  Lisboa 
y  los  tengan  en  ta  ciudad  de  Oporto  y  Viana,  por  cuanto 
son  sospechosos,  diciendo  que  el  mas  vil  de  ellos  se  ha  de 
vengar  del  nuevo  rey. 

Asimismo  han  mandado  matar  todos  los  perros  que 
se  hallen  en  la  ciudad,  por  cierto  pronóstico  y  otros  agüe- 
ros que  han  sido  revelados  al  obispo  por  un  judío  que 
aquí  está,  llamado  Mendichafarra , '  que  es  el  privado  que 
hoy  tiene  eV  nuevo  rey,  y  de  quien  mas  se  fta,  casado  con 


(1)   Léase  «mirqans.o 
(9)    No  se  lee  bien  este  nombre. 
Tomo  zti. 


3vGooglc 


una  mora  qiie  por  música  y  hechicera  está  en  Palacio  coa 
aplauso  de  todos  los  fidalgos. 

Antes  de  ayer  se  trujo  un  pescado  que  se  llama  som- 
brero, y  se  manifestó  en  lo  público  de  esta  ciudad ,  y  le 
cogieron  enfrente  de  Peniche,  que  por  ser  monstruoso,  re- 
feriré &  Vmd.  de  algunas  parlicalaridades  de  éi.  Su  mayt»' 
grandeza  será  de  un  buey,  cuya  piei  está  á  manchas  de 
azul,  negras  y  coloradas;  la  cabeza  de  un  feroz  caballo  con 
cuatro  ojos,  tos  dos  de  ellos  en  la  elevación  de  la  frente  y 
los  otros  encima  del  pescuezo:  cúbrete  á  modo  de  capote, 
un  pabellón  de  escamas  coa  que  le  tapa  la  frente;  extra- 
ña maravilla  de  la  naturaleza-  La  boca  es  desmesurada 
con  siete  órdenes  de  dientes,  sin  lengua  en  la  boca ,  cua- 
tro  manos  con  sus  alas.  El  cuerpo  viene  á  ser  de  la  forma 
del  delfin;  y  la  extremidad  de  la  cola  tiene  lana  y  otras 
particularidades:  tiene  barbas  y  bigotes  de  la  forma  de 
ballena,  que  por  no  cansar  á  Vmd.  no  diré  mas  por  aho- 
ra; en  otra  ocasión  enviaré  la  pintura  de  él.  Sobre  esto  se 
habla  variamente  con  muchos  girolfOcos  y  con  notable  con- 
fusión. ¡Quiera  Dios  pare  con  bien!  que  harto  trabajo  ten- 
drán los  desdichados  cuando  oigan  et  sonido  de  las  cajas 
de  los  ejércitos  de  S.  M. ,  y  con  esto  estamos  dudosos  de 
que  nos  dejen  salir,  supuesto  que  los  dias  pasados  se  re- 
solvió la  plebe  á  capamos  y  quitarnos  las  orejas  y  narices 
á  tos  que  murmuraban  del  nuevo  rey,  con  que  estamos  to- 
dos los  castellanos  como  los  padres  de  las  cuevas,  sin  po~ 
deroos  TSr  ni  hablar,  j  A  este  punto  ha  llegado  este  mise- 
rable reino !  Habrá  cuatro  dias  que  amanecieron  ahorca- 
dos ocho  portugueses  y'  seis  mujeres;  no  se  sabe  por  qoá 
causa,  ni  qué  han  hecho,  ai  nadie  se  atreve  á  preguntarlo. 

Anoche  se  prendió  fuego  á  la  alfóndiga  y  se  quemó  la 
mayor  parte  de  los  azúcares  y  ropa,  y  los  mercaderes  han 
pedido  el  daño  y  el  nuevo  rey  los  mandó  poner  en  la 
cárcel. 


3vGoO(^lc 


.1 


Las  levas  qiie  se  hacen  son  para  Caatromarin  y  Gei- 
ves.  Los  mas  de  los  oSciates  no  trabajan,  por  decir  quie- 
ren morir  en  ta  guerra,  y  es  gusto  verlos  cou  la  sotaoilla 
de  bayeta,  como  si  fueran  á  dar  algua  pésame.  En  6d,  es- 
to ha  de  parar  en  pedir  misericordia  á  S.  M. ,  pues  los  biea 
entendidos  conocen  haber  sido  sin  fundamento  su  locura. 

Aquella  buena  pieza  de  Jaén  entr^ó  el  castillo ,  ha- 
biéndole podido  defender  hasta  que  le  entrase  el  socorro, 
y  los  pobres  que  cogieron  dentro  de  él  los  raparon  y  echa  - 
ron  á  galeras.  Hoy  se  hallan  aquí  24  navios  de  guerra,  y 
con  ellos  dicen  que  han  de  enviar  una  buena  armada  á 
la  India,  y  que  han  de  recobrar  ^Brasil  y  todas  las  costas 
de  Etiopia;  que  esperan  socorro  de  Francia,  y  han  mandado 
que  los  judíos  puedan  vivir  lil:^eme&te  con  insignia  de  tales 
y  con  su  donativo  sustentar  la  guerra.  Hay  tan  pocos,  que 
si  no  vienen  los  que  están  por  allá,  no  es  mucho  lo  que  po- 
drán dar. 

Doña  Francisca  de  Mendoza,  natural  de  esa  ciudad, 
que  estos  dias  pasados  llegó  aquí,  la  tengo  en  mi  casa  re- 
cogida, porque  andaba  estragada,  y  la  noche  de  la  acla- 
mación del  rey  nuevo  un  Vicente  lavares  la  cortó  la  cara, 
y  la  dieron  once  puntos,  que  ha  quedado  tan  desfigurada 
la  pobrecilla,  qne  de  pesadumbre  temo  no  se  muera.  Yen- 
do allá,  la  llevaré  conmigo. 

Escribiendo  esta,  se  revolvió  la  gente  de  la  ciudad  á 
ver  el  nuevo  rey,  que  salió  en  cuerpo  á  la  ribera  de  las 
naos  con  dos  obispos,  para  que  echasen  la  bendición  al 
castillo. 

No  se  ofrece  otra  cosa  con  lo  mucho  que  pudiera  decir, 
supuesto  que  han  listado  (1  ]  los  muchachos  de  doce  años, 
y  sino  son  oficiales,  no  hay  quien  tome  las  armas.  Guarde 


(I)    Gslá  sin  dudft  por  t>apunUr  ú  poner  en  Iblo.» 


3vGoo(^lc 


Dios  á  Vmd.  Lisboa  13  de  Diciembre  de  16iO.«Rodrigo 
Ibañez  de  Mendoza  [i). 

Nada  mas  tengo  que  avisar  á  V.  R.,  cuya  vida  guarde 
Dios  como  yo  y  todos  ios  de  aquí  dese.imos.  Madrid  á  22 
de  Diciembre  de  í  640.— Sebastian  Gonzalez.-=AI  P.  Ra- 
fael Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


Madrid  y  Diciembre  27  de  1640. 

Pax.  Christi.  &c.  Con  las  nuevas  que  cada  dia  vienen 
de  Portugal  anda  la  gente  muy  alborotada,  yel  sábado  que 
se  contaron  17  del  presente,  el  señor  Conde-Duque  de 
orden  de  S.  M.  juntó  en  la  sala  de  aadieocia  á  todos  los 
prelados  y  caballeros  portugueses  que  residen  en  esta  cor- 
te, y  pasan  de  80,  y  después  de  sentados  les  dijo  como 
S.  M.  le  habla  mandado  que  les  refiriese  la  solevación  de 
Portugal,  según  los  avisos  que  se  tenian  basta  aquel  dia. 
Principió  el  Conde  por  abominar  el  nombre  del  duque  de 
Bragauza  por  la  detestable  traición  suya  hecha  á  un  rey 
tan  grande,  tan  pió,  y  tan  justo,  contra  todas  las  leyes  di- 
vinas y  humanas;  de  cuya  benigna  Majestad  había  siempre 
recibido  aquel  hombre  {que  aun  este  nombre,  dijo,  no 
merece,  sino  el  de  bruto  irracional)  todas  las  honras  y  mer- 
cedes que  habia  pretendido,  pasando  de  aquí  á  decir  mu- 
cho contra  la  duquesa ,  su  mujer,  por  la  parte  que  se  de- 
cia  había  tenido  en  esta  precipitada  resolución  de  su  ma- 
rido, no  obstante  lo  que  deponía  un  criado  suyo  de  ha* 
berla  visto  muy  triste  el  día  que  los  portugueses  los  co- 
ronaron en  Villaviciosa.  Anadió  que  en  consideración  á  la 
injuria  que  dicha  mujer  habia  hecho  i  la  esclarecida  san- 


(1)    Este  último  apellido  está  algo  dudoso  en  la  copia,  qae  no  es  de  ma- 
no del  P.  Gonsatez. 


3vGoo(^lc 


101 

gre  de  los  Guzmaues,  habia  escritu  al  Duque  de  Mediaa- 
sidouia,  su  hermano. (1),  quemase  luego  el  libro  donde 
estaba  escrito  su  nombre  y  nacimieuto,  para  que  uo  que- 
dase rastro  ni  memoria  suya. 

De  esto  pasó  el  Conde  á  decir  que  S.  M.  y  ministros 
se  aplicaban  coa  incesante  cuidado  al  remedio  de  estos 
daños  coD  el  deseo  de  alienarlos  en  su  nacimiento,  y  que 
necesitaba  que  cada  uno  de  los  presente?  le  diese  su  pare- 
cer poi'  escrito,  con  la  seguridad  de  que  en  ningún  tiempo 
les  podria  perjudicar  el  decir  libremente  lo  que  sentían, 
pues  les  juraba  por  la  vida  del  Rey,  nuestro  señor,  que 
todo  quedaría  en  sumo  secreto,  así  por  requerirlo  la  ma- 
teria, como  por  obviar  los  inconvenientes  que  podian  re- 
sultar de  lo  contrario,  y  que  el  que  no  ae  atreviese  á 
escribir  lo  que  se  le  ofrecía  ae  fuese  á  S.  E. ,  y  que  él 
mismo  por  su  mano  iria  escribiendo  los  votos  de  ca- 
da uno. 

Entonces  tomó  el  Conde  en  la  mano  dos  papeles  que 
coDteoian  los  avisos  ({ue  estos  días  han  traído  los  correos 
despachados  por  los  corregidores  de  Badajoz  y  de  Valen- 
cia de  Alcántara,  que  en  suma  confirmaban  en  lo  esen- 
cial todo  to  que  se  decía  de  la  elección  y  coronación  del 
rey  de  Portugal  en  la  abominable  persona  del  de  Bragan- 
za,  ejecutada  y  aceptada  á  2  de  este  mes  en  Vitlavíciosa, 
aidonde  fué  con  el  pueblo  de  Lisboa  el  conde  de  Vimioso, 
áendoel  primero  que  le  hincó  la  rodilla  y  le  besó  la  mano 
como  á  rey,  y  que  si  bien  deciaQ  que  el  marqués  de  Ferrey- 
ra  habia  hecho  lo  mismo,  no  había  sido  entonces  sino  des- 
pues,  y  qu^  según  los  avisos  de  estas  últimas  cartas,  estos 
dos  caballeros  habían  formado  dos  trozos  de  gente  de  6,000 


(1)  DoQa  Luisa  Haría  Francisca  de  Guzmao,  esposa  del  duque  de  Bra- 
gania  era  hija  del  octavo  daqae  de  Medinasidonis  D.  Juan  Manuel  de 
(luimaii,  hermana  de  D.  Gaspar,  noveno  duque,  y  prima  del  Conde-Duque. 


3vGoo(^lc 


102 
infantes  cada  uno  para  la  defensa  de  la  parte  dej  reino  que 
confína  á  Castilla. 

Asinusmo  les  dijo  como  estando  preso  de  orden  del 
Rey  nuestro  señor  en  el  castillo  de  San  Giao,  qae  está  á  la 
entrada  del  puctrto  de  Lisboa,  D.  Femando  Abscareñas, 
caballero  portugués  de  gran  lama  y  valor,  fingieron  los 
traidores  una  carta  de  su  mujer,  en  cuyo  nombre  iba  es- 
crita, en  que  le  daba  cuenta  de  la  soievaciou  del  pueblo 
sucedida  aquel  día  en  la  ciudad,  y  que  pasaba  á  tanto  el 
empeño  de  la  plebe,  que  decían  que  solo  la  presencia  de 
D.  Femando  Mascareñas  podia  aquietarlos,  porque  le  ama- 
ban de  manera  que  estaban  resueltos  á  ir  á  atacar  el  cas- 
tillo para  darle  libertad. 

Que  considerando  D.  Femando  la  falsedad  de  esta  car- 
ta, se  fué  con  día  ai  gobernador  del  castillo ,  y  te  dijo  que 
todo  loque  coQlenia  era  tan  en  contra  del  servicio  de  S.  M. 
como  podia  conocer,  y  que  lo  que  parecía  que  le  convenía 
era  poner  en  orden  sus  cosas  para  la  defensa,  y  que  aun- 
que él  estaba  allí  preso  por  S.  M. ,  se  reaoívia  á  morir  ea  so 
real  servicio  contra  los  rebeldes  de  S.  M. 

Después  de  comunicadas  á  los  presentes  las  den»s 
nnevas-  recibidas  de  Portugal,  concJuyé  d  Conde  por  decir 
que  lo  que  conveDia  al  servicio  de  Dios  y  del  Bey,  nuestro 
señor,  era  que  cada  uno  procurase  aplicarse  por  su  parle 
(como  de  tan  fíeles  y  leales  vasallos  lo  esperaba  S.  M.) 
á  cualquier  género  de  remedio ,  que  viese  podia  aer  de 
provecho. 

También  les  pr<^Hisa  viesen  lo  que  se  babia  de  liacer 
para  as^urar  en  servicio  de  S.  M.  la  gente  portuguesa 
que  estaba  en  el  ^ércilo  de  Cataluña,  pues  entendía  que 
el  de  Bere;anza  habia  enviado  emisarios  secretos  para  cor- 
romperlos y  hacer  se  pasasen  al  enemigo. 

Concluida  la  plática,  el  arzobispo  de  Evora,  que  ocu- 
paba el  primer  lugar  de  los  señores  portugueses,  respondió 


3vGooglc 


á  S.  EL  en  nombre  de  lodos,  que  cada  uno  pensaría  en  lo 
que  S.  M.  ordenaba,  y  que  airviéadoae  de  concederles  im 
breve  espacio  de  tiempo  resp<Hiderian  y  dirían  lo  que  se 
les  <A«cía  con  toda  la  atención  que  requería  la  imporlan- 
cie  de  la  materia,  y  con  la  fidel^ad  que  debían  á  su  Beal 
serricio  y  á  sus  obligaciones. 

También  refirió  el  Conde  las  demandas  y  respuestas 
que  pesaron  este  verano  por  cartas  entre  S.  E.  y  el  de 
Berganza,  en  razón  de  lo  que  S.  M.  le  babía  escrito  para 
qoe  le  acompañase  y  sirviese  en  la  jornada  de  Catalana,  á 
que  siempre  mosti'ó  repugnancia,  excusándose  unas  veces 
con  los  empeños  de  ai  bacíenda,  y  otras  con  que  deseaba 
saber  sí  S.  U.  le  continuaría  en  Castilla  las  honras  y  pre- 
eminencias que  le  hacia  en  PoKugal,  á  que  el  conde  le  ha- 
bía respondido  con  mucba  amistad,  qve  como  tan  servi- 
dor suyo,  le  aconsejaba  que  por  ningún  caso  se  excusase 
de  acompañar  la  Real  persona  de  S.  M.  en  una  ocasión  en 
que  lo  hacían  todos  los  españoles,  y  que  en  cuanto  á  las 
honras  y  preeminencias  que  S.  M.  le  haría,  no  dudaba  de 
que  serian  las  mismas  que  le  había  siempre  hecho  en  Por- 
tugal, y  que  cuando  S.  M.  estuviese  para  salir  de  todas  ma- 
neras viniese  á  acompañarás.  M.,  aunque  no  fuese  más  de 
cuatro  ó  cinco  jornadas,  y  que  para  lo  demás  podía  exca- 
sarse  de  atguna  falta  de  salud,  y  que  ent4»eee  le  sirviese 
coD  una  compañía  ó  media  de  caballos  i  cargo  de  algún 
deudo  suyo,  que  sígoiese  á  S.  M.  en  su  nombre. 

Que  cuando  el  de  B^ganza,  en  fiíensa  de  dichas  ma- 
nes, hizo  este  verano  leva  déla  geote  que  había  de  correr 
por  su  cuenta  en  el  ejército  de  Cataluña,  escrihióal  Conde 
diciendo  que  se  hallaba  tan  fallo  de  dineros,  que  no  po^ 
día  cumplir  con  ella,  si  no  se  le  hacía  algún  socorro,  y  que 
S.  E.  le  mandó  20,000  escudos,  oorao  se  vería  por  la  car^ 
ta  de  pago  que  allí  tenía  y  mostró  á  los  presentes.  Que 
despaes  de  esto  el  Duqne  escribió  al  señor  Conde-Duque 


3vGoO(^lc 


recodóte  le  enviase  uaa  persona  de  toda  confiaoza,  á 
quien  pudiese  declarar  muchas  cosas  que  no  convenia  ni 
debía  avisar  por  escrito,  y  que  para  dicho  efecto  se  le  en- 
vió á  D.  M^uel  de  Salamanca ,  secretario  de  Estado  de 
S.  M.  en  Flandes,  cerca  la  persona  del  señor  Infante,  en 
hábito  de  soldado,  fingiendo  que,  iba  á  pedir  una  ayuda  de 
costa  al  Duque,  de  cuya  comisión  volvió  D.  Miguel  con 
tantas  prendas  de  satisfac;ioa  que  aseguraban  lo  que  se 
temía  de  este  hombre  tan  horrendo,  cuyo  castigo  esperaba 
que  Dios  nuestro  Señor  dispondría  como  tan  grande  mal- 
dad merecía. 

No  tengo  hoy  mas  de  que  avisar.  Dios  guarde  á  V.  R. 
como  yo  y  todos  los  de  aquí  deseamos.  De  Madrid  á  2T  de 
Diciembre  de  't640.<='Sebastian  Gonzalez.=AI  P.  Rafael 
Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


Madrid  y  Dicien^re  31  de  i6iO. 

(Leg.*  Euello.  Düm.  I.  fúL  1(7.) 

Pax  Christ!,  &c.  Días  pasados  vino  aquí  carta  de  un 
Padre  de  Lisboa  para  otro  de  este  -Colegio,  en  que  le  cuen- 
ta muy  al  por  menor  el  lastimoso  suceso  ocurrido  en  aque- 
lla ciudad  et  sábado  1 .°  de  Diciembre,  y  días  sucesivos,  y. 
la  negra  traición  con  que  los  subditos  de  aquet  reino  se 
han  levantado  contra  su  señor  natural,  proclamando  rey 
al  rebelde  duque  de  Rei^anza;  y  aunque  ya  V.  R.  sabe  por 
m(  y  por  otros  una  buena  parte  de  lo  sucedido  allí,  quiero 
con  todo  trasladarla.  La  carta  dice  así: 

a  Sábado  primero  día  del  mes  de  Diciembre,  á  las  nue- 
ve de  la  mañana,  llegaron  á  Palacio  ocho  fidalgos  portu- 
gueses en  un  coche,  y  apeándose  rompieron  la  guarda  ex- 
terior que  para  su  persona  tenia  D.  Miguel  de  Vasconcelos, 


3vGoo(^lc 


secretario  det  reino.  Subiendo  después  al  salón  con  mu- 
chas pistolas  y  armas  de  fuego,  disparando  y  haciendo 
grande  estruendo,  se  dirigieron  hacia  el  aposento  donde 
estaba  el  secretario.  Opúsoseles  la  guardia  tudesca,  de  los 
cuales  mataroa  con  sus  pistoletes  á  uno  é  hirieron  muy  mal 
á  dos.  Al  ruido  salió  del  escritorio  el  secretario  Adrián 
de  Salazar  (1),  y  les  preguntó  qué  queríao;  pero  uno 
de  los  ñdalgos  le  puso  una  pistola  á  los  pechos  y  le  dijo 
se  retirase  si  qneria  vivir,  y  que  no  se  espantase  por  qa- 
da  de  lo  que  viese  ú  oyese. 

De  alU  pasaron  al  aposento  de  Miguel  de  Vasconcelos, 
que  al  ruido  se  escondió  en  ana  alhacena;  á  otros  tres  que  ~ 
con  él  estaban  hirieron  muy  mal.  Buscáronle  por  todas 
partes,  y  no  hallándole  ibaa  ya  á  retirarse,  cuando  una 
criada  que  tenia  le  descubrió,  indicando  á  los  conjurados 
el  lugar  en  que  estaba.  Sacáronle  á  fuera,  y  le  tiraron  con 
sus  pistoletes,  matándole  sin  dejarle  siquiera  lugar  para 
pedir  confesión;  arrojándole  luego  por  una  ventana  que 
caeá  la  plaza  de  Palacio.  Por  allí  mismo  tiraron  sus  bie- 
nes, plata,  joyas  y  tapicerías,  y  todo  cuanto  hallaron.  Un 
ganapán  le  cortó  un  dedo  por  quitarle  una  sortija  que 
llevaba;  desnudáronle,  sacáronle  ios  dientes,  arrancáronle 
los  bigotes  y  barbas,  y  diéronle  machas  cuchilladas,  cor- 
tándole ambas  orejas  que  después  andaban  mostrando  y 
pregonando,  y  larabien  la  cabeza  que  no  pareció.  En  di- 
cho logar  quedó  insepulto  el  cadáver  del  infeliz  secretario, 
haciendo  la  plebe  escarnio  de  él,  hasta  que  el  domingo  por 
la  mañana  D.  Gastón  Coutinho  mandó  que  le  enterrasen 
debajo  de  un  escaño  do  1ü  Misericordia. 

Hecho  esto,  otro  grupo  de  los  conjurados  se  fué  á  las 
casas  del  secretario  que  están  al  Chafariz  del  Key,  en  bus- 

|l]    Asi  dice  el  original,  pero  debe  de  estar  equivocado  por  i-Sarasa.» 

D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


ca  de  so  hermano  el  deán  de  Braga,  el  coal  tuvo  tiempo 
para  escapar  en  hábito  de  mujer;  olro  hermaoo  suyo,  el 
obispo  de  Leiria,  que  estando  en  su  iglesia  tuvo  aviao  del 
caso,  se  fué  á  un  convento  y  se  escondió. 

A  un  mismo  tiempo  ae  levantó  la  plebe  cerrando  las 
puertas  de  Palacio,  por  cnya  causa  ee  levaatarcm  los  Con~ 
sejos,  procuraado  cada  uno'  huir  de  aquel  tumiüto;  hasta 
el  arzobispo  de  Braga,  que  estaba  en  la  sala  de  golnerao, 
se  fuéá  la  capilla  de  Palacio.  El  pueUo  lodo,  y  ea  parti- 
cular los  clérigos  y  frailes  comenzaron  á  apellidar  \  Viva 
Dueslro  rey  D.  Juan,  el  duque  de  Bei^oza!  Los  vecinos 
cerraban  sus  tieadas,  y  sallan  á  la  calle ,  unos  á  caballa  j 
otros  á  pié,  con  sus  espadas  y  broqueles  y  armas  de  Ale- 
go, liacieadolos  mismos  apellidos'sin  que  nadie  los  contra- 
dijese. A  esto  ayudó  no  poco  el  aodar  por  las  calles  no 
hombre  á  caballo,  armado  de  punta  en  blanco,  qiie  se  su- 
ponía ser  el  diiq«e  de  Bei^aoza,  precedido  de  tu  dérigp 
que  llevaba  un  Cristo  en  las  manos ,  y  seguido  de  infinita 
chusma  que  docta  á  voces :  «  Este  es  d  tiempo  que  hemoe 
de  salir  de  las  tiranías  de  los  castellanos:  ¡Viva  nuestro 
rey  D. Juan  1  • 

También  contribuyó  mucho  al  alzamiento  el  haber  ido 
aquella  mañana  á  Palacio  el  arzobispo  de  Lisboa,  en  pro- 
cesión, con  toda  la  clerecía,  animando  alas  gentes  y  -eafor- 
zándolas  áque  dijesen  ¡Viva  el  rey  D.  Juan!  loctml  norió 
mas  á  la  plebe  y  particularmente  que  un  Cristo  que  Hevatia 
al  pasar  por  ddante  de  San  Antonio,  que  está  cerca  de  la 
Iglesia  Mayor,  dicen  que  se  le  desclavó  un  brazo,  aunque 
algunos  piensan  y  con  razón  que  el  mismo  arzobispo  se  lo 
desclavó  (1),  para  mover  mas  al  pueblo,  diciendo  á  voces 


(1)  Uevabu  en  la  mano  un  Cristo  y  con  U  derecha  iba  qnielando  el 
gentío,  diciendo:  [Paz,  Paz!  que  todo  es  para  mejor,  y  este  señor  nos  la 
dará.  Dijo  lodo  aquel  puebla  qne  al  entrar  de  la  calle  Utyot,  d  sanio 


3vGoo(^lc 


«  Este  es  milagro  y  obra  de  Dios,  que  tengamos  re;,  y  que 
ansÍTiva  el  nuestro  rey  O.  Juan!*  £1  dicho  arzobi^  rnaa- 
dó  repicar  todas  las  campanas  -de  Lisboa,  y  los  conjurados 
soltaron  á  cuantos  presos  habia  eu  las  cárceles. 

Al  raido  y  tumulto  salió  S.  A.  &  la  ventana,  y  dijo  al 
pueblo  á  roces  que  se  aquietase,  y  viendo  que  oo  se  cal- 
maba, mandó  abrir  las  puertas  y  salió  para  ir  á  tranquili- 
zar el  tumnlto  eo  persona;  mas  encontróse  con  varios  6dal- 
gos  que  se  lo  estoiiiaroa  poniéndole  pistolas  al  pecho:  apar- 
tándolas de  sí  S.  A.  les  dijo  con  mocho  valor  «¿Qué  hacéis? 
¿Qué  tenéis?»  Y  ellos  respondieron  que  tenían  rey.  «Sí 
por  cierto,  dijo  ella,  que  tenéis  rey,  ámi  señor  y  vuestro.» 
No  decimos  eso,  repusieron  ellos,  sino  que  tenemos  al  du- 
que de  Bergaaza  por  nuestix)'  rey, »  y  queriéndoles  S.  A. 
persuadir  á  que  advirtiesen  las  obligaciones  con  que  habían 
nacido,  y  la  lealtad  con  que  si^pre  sirvieron  á  S.  M. ,  la 
atajaron  diciendo  que  no  era  aquel  tiempo  de  razones, 
pues  no  habia  remedio,  que  se  retirase  á  sú  cuarto ,  y  no 
diese  lugar  á  que  el  pueblo  hiciese  alguna  demasía.  Entró- 
se pues,  y  pusiéronla  guardas  á  la  puerta,  y  también  al 
marqués  de  la  Puebla,  secretario  Sarasa,  D.  Pedro  de  la 
Mota,  y  demás  criados  particulares  de  S.  A. 

Aquella  mañana  deshicieron  el  cuerpo  de  guardia  en 
«1  que  no  habia  gente  por  haberse  subido  la  nuestra  al  casti- 
llo. También  aquella  misma  mañana  se  llevaron  toda  la  ca- 


Cbristo  habia  desclavado  la  mano  derecha,  como  echando  bendiciones  al 
¡Rteblo,  y«sta  se  sfinnó  por  verdadero.  Pero  los  mifrmos  portHguetes-(y 
no  personas  vulguesl  aflraiaroa  quena  r^gioso de nna árdea  gr&ve  babia 
.paralo  al  arzobi^  el  Chrisio  en  ta  mano,  ;  que  era  el  mismo  que  él  des- 
clavaba cnando  el  Viernes  Sanio  predicaba  las  pasiones.  Esto  oí  repetir  en 
ocasiones  diferentes,  y  en  un  convento  muy  grave  lo  refirieron  [  con  mn^ 
cha  riaa]  anos  caballeros;  y  si  bien  lo  uno  y  lo  otro  paede  ser  ú  no  ser 
verdad,  de  todo  hago  y  se  debe  hacer  poca  atención.  Bíitoria  del  tevmila- 
mürUo  de  Portugal  por  el  maesiTo  Fr.  Aubma  Seyver,  (fe¡  órdw  áe  San  jljw. 
ün.  [Zaragou  164i}  lib.  III,  cap.  III. 


D¡gfl,z.cbyG0O(^lc 


balleriza,  y  losÜdalgos  aadabau  á  caballo  moDUdos  en  los 
caballos  de  respeto;  babíeudo  asioiismo  robado  alguna 
plata  del  marqués  de  la  Puebla. 

Juntos  los  fídalgos  aquel  mismo  dia  ea  el  coarto  de 
S.  A.  nombraron  gobernadores  del  reino  á  los  arzobispos 
de  Braga  y  de  Lisboa  hasta  la  llegada  del  futuro  rey.  In- 
mediatameote  juntaron  consejo  á  que  concurrieroo  el 
marqués  de  Govea  que  antes  de  entrar  en  Palacio  pidió 
licencia  á  S.  A.  que  se  la  dio,  por  sí  podia  aquietarlos. 
Concurrieron  también  el  Inquisidor  general ,  el  conde  de 
Castañeda,  D.  Miguel  de  Almeida,  el  vizconde  de  Ponte 
de  Lima,  el  conde  de  San  Lorenzo,  y  por  secretario 
Francisco  de  Lucena. 

Los  fídalgos  pidieron  á  S.  A. aquel  mismodiasábado,que 
del  castillo  de  Lisboa  no  se  tirase,  ni  saliese  gente,  y  S.  A. 
dio  para  ello  orden  por  fuerza.  Det  primer  consejo  de  Es- 
tado que  bicierou  resultó  que  saliesen  las  milicias  y  sitia- 
sen el  castillo;  que  para  que  se  rindiese  no  se  necesitaba 
mag  que  quitarles  la  comida  un  dia.  S.  A.  lo  que  deseaba 
era  que  aunque  enviaba  las  dichas  órdenes  y  también  que 
no  se  fortificasen,  que  no  las  obedeciesen  é  hiciesen  toda 
resistencia  posible;  pero  tanto  la  apretaron  que  fíié  m^es- 
ter  las  diese  y  muy  terminantes,  diciéndola  los  fidalgosá 
voces  que  la  habían  de  entrar  á  matar  con  todos  sus 
criados. 

El  mismo  dia  fueron  con  dos  galeras  á  embestir  los 
navios  que  en  el  rio  babia  de  la  corona  de  Castilla,  y  tra- 
jeron preso  al  almirante  de  ellosquese  llamaba  D.  Estaban 
de  Olisle  (1)  con  dos  capitanes,  y  pidieron  á  S.  A.  diese 
orden  para  que  se  entregasen;  y  ella  se  excusó  diciendo  S.  A. 
al  secretario  Sarasa  y  á  otras  personas  que  dijese  al  aliui- 


(I)    Asi  ea  el  original;  pero  quizá  luya  de  leerse  ••Olile.i 


3vGoo(^lc 


raote  que  se  fuese  aquella  noche,  y  él  lo  ofreció,  aunque  le 
costase  la  vida;  pero  los  tidalgos,  no  fiándose  de  que  S.  A. 
habia  diclio  que  les  entregase»  las  galeras,  volvieron  á  re- 
plicar que  les  diese  de  nuevo  la  orden,  la  cual  dio  aunque 
deseando  nosecumpliese.  Fueron  allá  las  fidalgos  y  les  qui- 
taron los  tiros,  velas  y  jarcia. 

Bste  mismo  dia  despacharon  dos  carabelas,  la  uiia  á 
Cataluña,  dándoles  aviso  del  levantamiento  para  que  no 
se  compusiesen  con  S.  M.,  y  no  contentos  con  ser  traido- 
res levantando  rey,  procuraron  incitará  los  demás  vasa- 
llos á  que  lo  hiciesen  también,  pues  habiendo  el  Dr.  Mar- 
cial de  Andosilla  Varastegui  pedido  pasaporte  para  Gas- 
tilla,  sabiendo  que  era  navarro,  le  prometieron  2,000  du- 
cados de  renta  eclesiástica  si  lograba  alborotar  y  levantar 
el  reino  de  Navarra.  La  otra  carabela  fué  por  D.  Duarte  de 
Portugal,  que  estaba  en  Alemania,  avisándole  viniese 
luego. 

Todo  este  dia  estuvo  el  cuarto  de  S.  A.  lleno  de  fidal- 
gos  coa  armas  de  fuego,  diciéodola  mil  desvergüenzas.  Ha- 
llábase esta  mala  en  cama,  y  la  asistían  el  marqués  de  la 
Puebla,  secretario  Sarasa,  el  obispo  Mansueto  y  D.  Pedro 
de  la  Mota. 

El  día  siguiente  que  fué  domingo,  pidieron  de  nuevo 
á  S.  A.  diese  orden  para  que  se  entregase  el  castillo  de 
Lisboa,  cosa  que  sintió  mucho,  coatestando  que  antes  mo- 
rirla que  mandar  se  les  entregase  aquella  fuerza ,  y  los 
fidalgos  recibieron  tanto  enojo  de  su  respuesta,  que  ame- 
nazaron echar  por  la  ventana  al  marqués,  de  la  Puebla  y 
secretario  Sarasa,  por  cuyo  consejo  se  gobernaba  S.  A. 

fistaba  el  castillo  enteramente  desproveído  (1),  sin  mas 


(I)  De  los  2,00(1  boiftbres  que  le  gu&rnectan  se  habían  sacado  mas  de 
l.SM  para  la  gnerra  de  Cütalufla.  Otro  tanto  sacediá  con  la  torre  de  San 
Gian  qne  también  quedó  desgnarnecida. 


3vGoo(^lc 


pólvora  que  ocho  qjinlales,  ni  mas  comida  que  la  que  su- 
bían cada  dia  de  abajo.  Estaba,  además,  abierto  por  to- 
das pai-tes  y  muy  mal  fortificado.  De  los  iOO  soldados  que 
lo  gudrneciaa  los  mas  eran  portugueses ,  ó  casados  con 
portuguesas;  el  resto  la  escoria  que  quedó  del  tercio  que 
se  maiídó  á  Cataluña.  El  goberuador  que  se  llamaba  don 
Luis  del  Campo  (1),  y  era  teniente  de  maese  de  Campo 
general,  se  halló  acaso  aquella  mañana  eu  el  castillo.  Lue- 
go envió  á  S.  A.  un  ayudante  suyo  vestido  de  estudiante 
con  un  billete  en  que  le  decia  cuan  desproveído  se  halla- 
ba de  toda  munición,  y  principalmente  de  comida,  que  no 
la  habian  probado  sus  soldados  aquel  dia  ni  el  anterior,  por- 
que de  los  bodegones  que  antes  la  serviao  no  la  quisie- 
ron subir,  estando  el  castillo  cercado  de  mas  de  6,000 
hombres  de  todas  armas. 

Aun  entonces  coatestó  S.  A.  que  si  habia  camino  para 
la  defensa  no  coosentiria,  ni  auo  á  riesgo  de  su  vida  y  la 
de  sus  criados,  que  la  fuerza  se  entregase;  pero  visto  el 
apuro  en  que  se  hallaba,  cob  parecer  de\  maese  de  Campo 
general  D.  Diego  de  Cárdenas,  lo  mandó  entregar. 

Las  capitulaciones  fueron  que  se  entregaría  á  D.  Al- 
varo de  Ábranles,  quien  lo  tendría  en  nombre  de  S.  M.  el 
Rey  Felipe  IV,  con  guarnición  portuguesa,  y  previo  el  plei- 
to omenaje  hecho  en  manos  de  los  arzobispos  de  Braga  y 
de  Lisboa.  La  guarnición  saldría  con  sus  armas  de  fuego, 
cuerdas  encendidas  y  balas  en  boca ,  y  se  lea  daria  em- 
barcación s^^ra  para  ir  á  Cádiz  á  otro  puerto  de 
España. 

El  mismo  dia  domingo  hicieron  á  S.  A.  que  desocupa-^- 
seel  Palaoio,  y  que  viese  adonde  queria  ir.  S.  A.  respon- 


.  (1)  Esle  no  era  mas  que  lonieale  gobernador;  el  propietario  se  llamaba 
D.  Tomis  Meiia,  el  cual  se  hallabí  k  la  aaion  aa^enlB  por  haberte  man- 
dado S.  M.  que  fuese  unos  dicen  á  Catatufia,  otros  á  Flandes. 


3vGooglc 


dio  que  á  Castilla;  pero  el  luaea  la  llevaron  por  ráar  á  los 
palacios  de  Xobregas,  y  la  pusieron  una  compañía  de 
guardia. 

Hecho  esto  quisieran  llevar  presos  al  castillo  de  Lisboa 
á  todos  los  mÍDÍstroa  y  oficiales  de  S.  M.  iDiercedió  por 
ellos  S.  A.  y  diéronles  sus  casas  por  cárcel.  Estos  fueron 
e)  maese  de  Campo  general  D.  Diego  de  Cárdenas,  en  cu- 
ya casa  posieroa  una  compañía ;  el  maese  de  Campo  don 
Cristóbal  Bocanegra  con  seis  soldados;  otros  seis  á  don 
Luis  del  Campo,  y  á  los  demás  veedor  general,  proveedor 
generaly  juez  de  coutrabaado  (1),  otros  dos  tantos,  que 
todos  estáu  con  rigorosas  órdenes. 

El  domingo  2  de  Diciembre  pidieron  á  S.  A.  diese  ót- 
dea  para  que  se  entregasen  los  castillos  de  B^ea  y  San 
Gian,  y  n^odose  á  ello  S.  A.  fueron  allá  y  los  sitiaron, 
tomando  luego  los  de  Belén,  Cabezaseca  y  Cascáis,  los 
cuales  Qo  tenian  soldados  ni  artilleros  sino  portugueses. 

A  los  seis  del  dicho  mes  entró  en  Lisboa  el  duque  de 
Berganza  con  grande  acompañamiento  de  títulos  y  ñdal-^ 
goe,  aunque  llovió  muchísimo,  habiendo  hecho  antes  y 
después  lindos  dias;  y  habióndole  saludado  un  navio  in- 
^^,  se  desmandó  una  bala  que  mató  un  caballo  y  hirió  á 
un  lacayo.  Besáronle  la  maño  los  arzobispos  de  Braga  y  de 
Lisboa  y  demás  clero  que  se  hallaba  en  Lisboa,  y  además 
los  tribunales  coa  los  títulos,  fidalgos  y  sus  primogénitos.  Á 
la  noche  hubo  luminarias  que  se  continuaron  por  dos  días. 

AlaSae  al  día  siguiente  viernes,  el  entredicho;  no  se 
sabe  con  qué  autoridad.  Este  mismo  dia  S.  A.  envió  á-  lla- 
mar al  arzobispo  de  Lisboa  y  le  propuso  de  tres  cosas  una: 
1.'  Que  se  le  permitiese  mandar  correo  á  Castilla.  2."  Que 


II)  Don  Tomás  (flbio  Calderón,  l>.  Diego  de  la  Rocha  y  D.  Fernando 
Alfiade Castro,  nutor.  del  libro  intitulado;  Yeriadara  roñm  de  Evada,  LÍ8- 
bQB,  1616,  i.' 


;vC00glc 


se  le  diese  bagaje  para  partir  ella  y  sus  criados.  3.*  Que  se 
diese  pasaporte  á  todos  los  ministros  y  oüciates  de  S.  M. 
Hasta  ahora  do  haD  respondido  á  ninguna. 

El  dia  11  prendieroa  á  un  lacayo  de  S.  A.  que  decían 
quería  irse  á  Castilla,  y  estrecharon  mas  la  prisión  de  ella 
y  de  sus  criados. 

El  12  se  tuvo  noticia  de  haberse  rendido  todos  los 
castillos  de  esta  ribera,  como  son  Setubal,  y  Oteo  (Outon); 
rindiéronse  á  los  rebeldes,  exceptuando  los  de  Braña  y 
San  Juan  de  Oporto,  que  hasta  ahora  no  se  sabe  se  hayan 
rendido.  También  se  rindió  el  de  San  Gian,  cuyo  gober- 
nador D.  Fernando  Cobos  de  la  Cueva,  sobornado  con  ]a 
quinta  del  señorío  de  Vasconcelos  que  renta  2,000  duca- 
dos anuales,  le  entregó  á  los  rebeldes,  todo  negociado  por 
D.  Fernando  Mascarenhas  (1)  que  se  hallaba  preso  en  di- 
cho castillo  y  fué  el  que  le  pervirtió.  Tenia  cuando  se  rin- 
dió con  ISO  quintales  de  bizcocho,  300  de  pólvora,  y 
9,000  balas.  Da  por  disculpa  que  todos  los  artilleros  eran 
portugueses,  asi  como  la  mayor  parte  de  los  soldados. 

Han  nombrado  tos  rebeldes  cinco  embajadores:  el  obis- 
po de  Lamego  para  Roma;  á  Francisco  de  Meló ,  montero 
mayor  para  Francia;  á  D.  Antonio  de  Almada  para  Ingla- 
terra; á  TrÍ3taD.de  Mendoza  para  Flandes;  á  Jorge  de  Helo 
para  Cataluña. 

Los  promovedores  de  toda  esta  traición  fueron  el  arzo- 
bispo de  Lisboa,  y  D.  Fraacisco  de  Faro ,  y  D.  Gastón 
Coutinho,  que  después  se  les  juntaron  hasta  ifí  mas.  Co- 
menzóse á  trazar  cuando  S.  M.  mandó  enviar  por  gober- 


(I)  El  conde  de  La  Torre  aotes  nombrado,  que  de  resnitaa  de  no  ha- 
ber CDmplido  con  su  deber  en  la  jornada  del  Brasil .  ge  bailaba  procesado 
y  preso  en  dicbo  castillo.  Véase  la  carta  del  P.  Gronialeí,  ptg.  9S,  donde 
ya  hicimoe  notar  la  contradicción  cpie  acerca  de  este  panto  se  advierte 
en  la  relación  del  baen  jesntta. 


D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


nador  de. las  armas  ea  Milán  al  duque  de  Bergaoza,  ahora 
tres  años,  y  se  concluyó  cuando  se  sacó  de  Portugal  el  ter- 
cio para  Cataloaa,  y  se  efectuó  á  1."  de  Diciembre  según 
dejamos  dicbo. 

Lo  que  se  sabe  de  cierto  es,  que  algunos  titulóse  fidal- 
gos  aon  afectos  á  S.  M.,  y  que  en  la  ocaúon  lo  mostra- 
rán; pero  que  ahora  no  se  atreven.  Dícese  que  retendrán 
á  S.  A.  y  demás  criados  basta  tanto  que  los  Sdalgos  y  sol- 
dados que  hay  en  Cataluña  y  en  Castilla,  Tuelvao  á  Portu- 
gal. También  dicen  que  quieren  hacer  represalia  del  diner 
ro  y  plata  labrada  que  tienen  S.  A.  y  su^  criados,  y  demás 
ministros  de  S.  M. 

Han  echado  los  rebeldes  varios  bandos:  pena  de  la  vi- 
da al  castellaDO  quo  lleve  espada  ú  otras  armas;  igual  pe-t 
na  á  los  soldados  portugueses  del  castillo  y  oavfos  que  no 
se  presentaneo,  y  que  á  los  castellanos  que  quisieren  tomar 
servicio  con  ellos ,  se  les  den  dos  pagas  adelantadas;  tos 
que  no,  qñe  puedan  irse  á  Castilla  con  pasaporte,  y  sola- 
laeate  de  cuatro  en  cuatro. 

En  Í3  del  dicho  mes  enviaron  á  llamar  á  fray  Man- 
sueto, confesor  de  S.  A.,  y  le  dijeron  la  propusiese  si  queria 
trasladar  su  domicilio  al  convento  de  Sanctos  {i ),  con  toda 
su  servidumbre;  oft'ecieroQ  socorrerla  con  lodo  lo  necesa- 
rio, y  que  á  sus  criados  se  les  daria  pasaporte.  A  esto  res- 
pondió S.  A.  que  si  lo  decian  por  no  darla  lo  necesario, 
que  vaideria  todas  sus  alhajas  y  las  de  sus  criados. 

El  sábado  4  5,  á  tas  once  del  dia,  llevaron  al  duque  de 
fiergauza  á  coronarse  á  la  iglesia  mayor,  adonde  ie  espe- 
raban los  arzobispos  de  Braga  y  de  Lisboa.  Iba  vestido  de 
paño  n^ro  bordado,  con  el  Toisón  y  oadena  de  oro,  som- 
brero n^ro  con  pluma  blanca  y  ferreruelo  de  seda,  con 


(I)    Lleváronla,  según  parece,  á  la  casa  de  un  hidalgo  janla  al  convenio 
de  Sin  Francisco  de  XohregnK,  fuera  de  1,írI)m. 

Tomo  xyi.  .  « 


3vGoo(^lc 


uD  cetro  de  oro  en.  la  mauoy  montado  en  qd  caballo  cas- 
taño oscuro,  enjaezado.  Las  varas  d^  palio  llevaban  caa- 
tro  fídalgos  de  los  roas  príncipalefi ,  y  tres  pajes  sostenían 
!a  falda  del  feprfnielo.  Delante  iban  doce  reyes  de  armas 
con  ropas  de  terciopelo,  b^dadas  en  ellas  las  armas  del 
reino,  con  muchos  clarines,  y  la  principal  nobleza  oob  los 
gentiles-hombres  de  su  cámara,  en  cuerpo,  con  ricos  vesti- 
dos y  cadenas.  Detrás  la  infonterfa  con  arcabuces,  mo^~- 
qnetes  y  pjcas.  De  esta  manera  llegó  á  la  iglesia  mayor 
que  Maman  La  See  y  alU  le  coronaron,  y  conclmda  la  ce~ 
remonia  que  dnró.mas  de  dos  horas,  le  llevaron  con  e) 
mismo  acompañamiento  por  la  Platería  al  Terrero  do  Fazo, 
donde  estaba  dispuesto  un  tablado,  y  sabiendo  en  él  le  ju- 
raron por  rey,  diciendo;  ¡  Viva  el  rey  D.  Juan  IV  de  Por— 
togal!  hecho  lo  cual  se  metió  en  Palacio  por  un  pasadizo, 
y  ll^ó  muy  mojado  él  y  su  comitiva ,  por  haber  llovido 
mucho  aquel  dia. 

Dicen  que  cuando  llegó  al  duque  la  noticia  de  q^ie  en 
Lisboa  le  habian  alzado  por  rey,  se  turbó  y  saspendió,  y 
que  la  duquesa,  su  mujer,  le  dijo:  ¿Qué  es  eso?  y  qae  co- 
mo él  la  contase  lo  ocorrido,  dijo  que  si  no  queriair,  ella 
iría  á  Lisboa  y  llevarla  á  so  hijo,  para  que  le  corotiasen, 
y  gobernaría  entre  tanto  que  tuviese  edad.  La  dicha  du- 
quesa entró  en  Lisboa  dia  de  Navidad. 

El  secretario' Sarasa  tiene  en  su  poder  un  traslado  dq 
la  carta  que  el  rebelde  escribió  á  S.  M.  diciendo  que. por 
ser  tan  llano  el  derecho  que  tiene  al  reino  de  Portugal, 
había  admitido  la  corona  que  te  olirecíaa,  y  que  si  S.  M. 
DO  se  quería  allanar  á  consentirlo ,  para  de  esta  manera 
evitar  muchas  mof^tes,  le  desaSaba  en  campaña,  cuerpo  á 
cuerpo,  con  armas  iguales,  ó  qne  saliesen  sesenta  castella- 
nos contra  otros  tantos  portugueses,  y  que  donde  no  pro- 
curaría entrarse  hasta  Madrid  con  grueso  ejército. 

Han  hallado  en  los  almacenes  gran  cantidad  de  lodo 


3vGoo^^lc 


géaero  de  armas,  y.  de  ellas  han  enviado  mas  de  300  car- 
gas á  las  fronteras  de  Castilla,  y  á  Villaviciosa  que  hacen 
su  plaza  de  armas.  Han  tomado  igoalmente  lodo  el  dinero 
que  había  en  las  cajas  reales,  y  enviado  á  Cataluña  para 
que  se  vengan  todos  los  soldados  portugueses. 

El  4  S  de  este  llevaron  preso  al  castillo  de  Lisboa  A  To- 
más Ivio  (1  ]  .de  Calderón ;  no  se  sabe  por  qué  causa.  Esto 
es  lo  que  de  Portugal  nos  avisan,  y  aunque  es  de  presumir 
esté  V.  R.  ya  avisado  de  todo  por  otros  conductos,  no  he 
qiierido  dejar  de  trasladar  la  carta  de  nuestro  hermano  de 
allá,  porque  sobre  ser  muy  detallada,  parece  verídica.  Ma- 
drid y  Diciembre  34  de  1640.— Al  P.  Rafael  Pereyra,  en 
Sevilla. 

(l|    Ed  otras  ptrles  Ibio,  Ibbio,  y  Oybio. 


Pg,l,ze.byG0O(^lc 


ANO   DE   1641. 


Madrid  y  Enero  T  de  16i4. 


lTom.lS9,f(Sl.  *7»v.*) 


Pax  Ghristi»  &c.  A  este  colegio  llegó  días  pasados  una 
carta  escrita  por  uno  de  los  nuestros  que  está  en  el  Bra- 
sil. Venia  la  carta  para  el  P.  Montiel,  difunto,  y  asi  el  pa- 
dre Rector  la  abrió  y  nos  la  dió  á  leer.  Dice  así: 

Viaje  (ü  Paraguay  de  los  PP.  de  la  Con^ñia. 

«Daré  cuenta  á  V.  R.  de  nuestro  viaje  y  de  lo  suce- 
dido en  -él  hasta  ahora.  Salimos  de  Lisboa  á  1 ."  de  Febre- 
ro, en  compañía  de  nueve  navios  ingleses  que  nos  acom- 
pañaron lo  que  fué  necesario,  para  desviamos  del  pdigro. 
Hfzqnos  síempr^,  buen  viento  hasta  la  ifaea,  que  parecia 
veníamos  por  un  rio,  y  aití  con  los  calores  de  aquel  para- 
je comenzaron  á  enfermar  algunos  PP. ;  pero  no  hacían 
cama,  pareciendo  ser  aun  reliquias  del  mareamiento.  Pasa- 
mos de  aqael  parajeen  pocos  dias,  y  con  buen  tiempo  He- 


3vGoi>^ílc 


gamos  á  la  altura  del  rio  Jaaeyro  que  eslá  en  M  grados  de 
esta  parte  de  la  línea,  donde  ya  eran  mas  los  enfermos,  y  la 
eofermedad  se  descarria  mas;  pero  con  las  esperanzas  de 
vernos  pronto  en  aquel  paraje,  y  que  nos  podriamos  H^ar 
á  Buenos  Aires  en  ocho  dias,  sí  Dios  hacia  e)  tiempo,  tíos 
conformábamos  todos;  pero  comenzóse  á  mudar  el  tiempo 
con  la  luna  nueva,  de  manera  que  ya  no  era  si  no  una 
continua  tormenta,  unas  veces  á  popa  otras  á  proa.  Con  esta 
diversidad  llegamos  á  28  grados,  donde  los  enfermos  eran 
ya  1 2,  y  algunos  peligrosos ;  y  en  este  paraje  sobrevino 
lat  temporal ,  que  decian  los  pilotos  que  no  lo  habian  vis- 
to jamás  en  20  años  que  navegaron ,  otros  que  en  30.  Los 
enfermos padecian  mucho,  porque  como  estaban  flacos,  y 
no  podían  dormir  con  los  balances  del  navio,  fué  necesario 
olear  á  dos,  que  el  Viático  no  fué  posible  dárselo  aquel  dia, 
aunque  pocos  antes  habian  comulgado  por  causa  déla 
tempestad.  Allí  se  nos  murió  el  P.  Juan  Soller,  flamen- 
co, hombre  verdaderamente  religioso.  Con  todo ,  aunque 
kss  enfermos  sentian  ver  que  uno  de  sus  compañeros  babia 
muerto,  con  la  esperanza  de  que  estábamos  cerca ,  y  de 
que  et  tiempo  se  mudaria,  se  alentaban,  y  aunque  el  tiem- 
po no  se  mudaba,  con  todo  llegamos  á  3i  grados,  con 
grande  contrariedad  de  los  vientos  y  mares.  Atli  nos  veía- 
mos ya  como  en  casa,  porque  solo  nos  faltaba  un  grado, 
que  eran  S8  leguas,  para  coger  la  boca  del  rio  de  la  Plata; 
pero  Nu^tro  Señor  no  quiso  que  este  año  entrásemos  tan 
presto,  porque  allf  tuvimos  varias  ráfagas  de  vientos,  unos 
á  la  capa  y  otros  á  popa,  y  no  durando  se  mudaron  por 
proa  con  una  mudanza  invariable,  hasta  que  el  Lunes  san- 
io 2,  á  las  ocho  de  la  mañana,  se  levantó  tal  borrasca  que 
no  se  puede  decir  cómo  estaba  el  mar,  y  andaban  las  olas 
por  las  naves,  y  con  ser  el  navio  bien  alto  de  popa,  no 
pudiendo  sufrirlas  á  la  capa,  viéndonos  á  cada  momento 
cabiertos  de  ellas,  fué  necesario  huirlas  á  popa,  desandan- 


D.,i,z..b,  Google 


do  lo  que  habiamoa  andado  k»  días  anteriores,  y  coa  ve- 
nir á  popa  el  navio  m  arrojaban  ano  las  olas  por  )a  popa. 
Aquí  le  »Qs  murió  otro  padre  que  Saé  Aotoolo  Musílla, 
ilameoco;  e^a  buen  religioso,  &o. 

nI>ui'(Jnos  esta  leaipestad  tres  días,  huyóndpla  siempre  á 
popa,  y  desandando  en  un  día  lo  que  tai  muchos  habíamos 
andado;  los  enrermos  iban  empeorando  cada  día  mas,  y  los 
9aD03  como  los  acudiaa  iban  amenazando  caer;  el  tiempo 
siempre  en  sus  ti'ece,  con  que  juzgaron  los  pilotos  que  era 
imposibJie  pasar  adetante,  y  así  fué  necqsario  poner  La  proa 
al  rio  Janeyro.  Entramos  aquí  el  domingo  de  Cuasimodo, 
donde  nos  recibieron  los  PP.  portugaceea  cí»  notable 
amor  y  caridad ,  acudiendo  á  loe  enfermos  coa  ledos  los 
remedioa  po^bles.  Fué  Nuestro  Señor  servido  i}ue,  aunque 
llegaron  &  la  muerte,  quedaron  con  vida,  y  están  ya. sin 
peligro;  uno  de  ellos  ftié  mi  compañero. 

«Después  que  descansamos  pareció  coaveniente,  que 
pues  traíamos  ios  taatos  de  la  bula  de  la  libertail  dé  los 
indios,  ae  intimase,  y  aunque  se  recelaba  que  no  la  reci- 
birían btea  los  de  la  tí^ra,.  por  tener  mui^s  delloa  in- 
dios, con,  todo  pareció  conveniente  poner  ahora  algún  re- 
medio, eii  el  ÍQteriQ  que  el  P.  Autonio  Ruiz  (de  Montoya) 
venía  con  los  demás  recaidt^  [i).  Así  se  hizo;  pero  se 
ha  levantado  costra  uosotros  y  el  colegio  todo  el  pu^Io. 

¡>De  lOi  sucedido  ea  esta  va  relación  aparte.  Cíuarde  ttos 
4  V.  a.  Del  Rio  á  Janeiro  15  deJunJode  164G.Lodentás 
está,  adelante  á  cuatro  hojas  (2),  de  lo  que  pasamos  en  et 
rio  Janeyro  y  otros  colegios.=P.  Francisco  IMaz  Tanco, 
procurador  genera!  del  Paraguay. «Al  P.  Domingo  Montiel.» 


(1)    Véase  el  lomo  111,  pág.  3? 
(3)    No  se  halla  en  el  lomo. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Knero  15  de  16H. 

(Leg."  suelto,  fól.  1.) 

Pax  Chrisli,  &c.  Con  cuidado  me  liene  et  no  haber  te- 
nido estoa  dos  correos  carta  de  V.  R. ,  sabiendo  por  el  úi- 
tjmo  que  recibí  quedaba  indispuesto;  pesarfame  mucho  si 
el  mal  fuese  de  calidad  que  se  haya  continuado  con  él  la 
falta  de  salud;  V.  R.  la  tenga  tan  cumplida  como  sus  sier- 
vos deseamos. 

De  Cataluña  ha  H  dias  que  no  viene  correo,  y  á  todos 
nos  tiene  con  grande  cuidado,  porque  no  se  sabe  si' esta 
dilación  es  por  bien  ó  al  contrario.  Mentiras  corren  mu- 
chas, y  ninguna  con  fundamento;  unos  dicen  se  ha  dado 
batalla  y  que  han  muerto  17,000  de  ambas  partes;  otros 
que  en  Barcelona  habia  habido  motín  y  reñido  unos  con 
otros  y  prevalecido  la  parte  de  S.  M.  y  que  se  trataba,  de 
acuerdos;  otros  que  les  habian  entrado  6,000  franceses  de 
socorro;  y  que  en  las  montañas  tenian.  mucha  gente  le- 
vantada para  cogernos  en  medio,  cuando  el  sitio  se  pu- 
siese. Nada  de  esto  tiene  probabilidad  ni  hay  carta  que- 
diga  cosa  ninguna,  y  así  se  cree  son  hablillas  de  gente 
novelera  que  gusta  de  dar  materia  para  que  cada  uno  ha- 
ble seguQ  su  sentimiento. 

De  Portugal  no  hay  novedad.  Dícese  que  al  que  esta-, 
ha  elegido  para  general  de  las  armas  se  ha  vuelto  loco; 
DO  es  mucho  siendo  de  la  tierra  que  es,  además  que  ya  lo 
ba  estado  otras  dos  veces  (1). 


(1)  Parece  aludir  al  conde  de  Viaúoso,  de  quiea  dice  Seyíier  (Lib.  111, 
«p.  3.°,  pág.  80. )  ■'Luego  salía  &  gobernar  las  fronteras,  general  de  todas- 
En  el  modo  de  gobernarse  se  babló  con  diferencia;  unoi  le  bailaban  acha- 
coso, oíros  le  daban  por  sano." 


3vGoo(^lc 


1Í0 
Tres  compaáías  de  caballos  de  á  60  cada  uoa  pasaron 
por  cerca  de  Madrid  para  Portugal,  y  500  infantes. 

Por  Madrid  pasaron  70  cargas  de  mosquetes  y  12  de 
frascos  para  Badajoz.  De  otra  ciudad  cerca  de  Badajoz  les 
llevaron  300  mosquetes. 

Dicen  se  va  de  todas  partes  enviando  gente.  Oíosnos  dé 
paz,  que  el  reino  está  apuradísimo. 

El  señor  Presidente  va  llamando  á  todos  los  señores  y 
pidiéndoles  la  gente  que  podrán  llevar  acompañando  á 
S,  M.  Cada  uno  ofrece  como  puede,  sin  saber  muchos  de 
ellos  de  dónde  se  ha  de  sacar  la  costa  de  lo  que  mandan. 

Habia  en  Badajoz  un  frayle  portugués,  no  nombrando 
partes,  dominico,  y  parecióle  no  era  bien  estar  en  Casti- 
lla, teniendo  ya  en  Portugal  por  rey  al  Duque.  Saltó  las 
bardas,  y  cogiéronle  los  nuestros  camino  de  Portugal.  Es- 
tá preso  y  dicen  le  van  averiguando  la  vida,  y  se  teme  no 
la  deje  en  la  demanda  antes  de  ver  al  que  tanto  desea. 

Otro  de  la  misma  religión  predicó  en  la  frontera  de 
Badajoz  tomando  por  tema  « .1  Domino  factum  est  itíud, 
et  est  mirabile  in  oeulos  nostros, »  exhortándolos  á  llevar 
adelante  lo  que  hablan  comenzado.  Quejas  hay  también  de 
los  nuestros,  mas  creo  lo  mas  de  ello  es  sin  fundamento  (1 ), 
aunque  también  habrá  quien  haya  dado  ocasión  á  que  se 
diga  son  los  de  la  Compañía  como  los  demás. 

No  hay  otra  cosa  de  qué  avisar  á  V.  R.  á  quien  nues- 
tro Señor  guarde  y  dé  la  salud  que  deseo.  De  Madrid  y 
Enero  15  de'1641,=Sebastian  Gonzalez.=Al  P.  Rafael 
Pereyra,  de  la  compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


[1)  Es  sin  embargo  un  hecho  averiguado  que  los  PP.  de  la  Compañía 
fueron  los  que  mas  contribayeron  con  sos  predicaciones  y  so  propaganda 
á  la  rebelión  de  Porlnga).  Véase-  á  Seyner,  Levantamitaio  de  PorUigal,  li- 
bro 11,  cap.  IV  y  V. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Febrero  i  de  16i1. 

(Toffl.  itg,  rol.  6tl.) 

Pax  Chrísti,  &c.  Malas  nuevas  tenemos  de  Cataluña ,  y 
quiera  Dios  que  en  adelante  no  sean  peores.  El  26  del  pa- 
sado el  marqués  de  los  Velez,  que  después  de  tomar  á 
Martorell  había  avanzado  sobre  Barcelona,  resuelto  á  con- 
cluir de  una  vez  con  la  sedición  y  sus  fautores,  mandó 
atacar  por  varios  lados  el  fuerte  de  Monjuy  que  domina  el 
puerto  y  la  ciudad.  Loe  nuestros  acometieron  como  leo- 
nes, trepando  por  aquellas  breñas;  pero  el  mismo  arrojo  y 
Valentía  con  que  se  portaron  les  fué  funesto,  porque  ha- 
biendo perdido  sus  mejores  caudillos,  hubieron  de  desistir 
de  la  empresa  y  retirarse  á  sus  acantonamientos. 

Hay  quien  dice  que  el  ejército  real  está  deshecho;  pero 
no  creo  haya  fundamento  bastante  para  asegurarlo.  Otros 
dicen  que  nuestra  pérdida  ha  sido  grande,  contándose  en- 
tre los  muertos  ó  heridos  á  dos  sobrinos  del  marqués  (1), 
al  duque  de  Sau  Jorge  (2),  á  D.  Diego  de  Cárdenas,  don 


(I)  Don  AdIodío  y  D.  Diego  Faxardo,  sobrioos  del  marqués  de  los 
Veleí. 

(!)  Sognn  Bafios  en  sa  Poniifieai  (Parle  VI,  cap.  YIII),  el  doque  de 
San  Jorge,  hijo  de  D.  CArios  Caracciolo,  marqués  de  Torrecasa,  no  mnrió 
como  aqui  se  dice  en  á  asalto  de  Uonjuy,  sino  junto  á  nna  de  las  pner- 
las  de  la  ciudad:  oHandúle,  dice,  el  de  las  Velez  que  con  nn  batallón  de 
corúas  cargase  &  los  que  se  retiraban,  y  el  duque  lo  ejeculA  con  lanío  va- 
lor, que  llegó  con  los  mismos  contrarios  mezclado,  y  &  pistoletaios  y  cn- 
chilladas.  i  entrar  con  ellos  dentro  de  la  ciudad,  hasta  pasar  el  rastrillo 
déla  paerta,  donde  herido  de  seis  balazos,  tuvo  valentía  para  retirarse, 
mnriendo  poco  después  para  dejar  eterna  fama  ¿  la  familia  de  los  Carao  - 
ciólos  en  los  28  afios  de  su  edad." 

Además  de  los  nombrados,  quedaron  sobre  á  campo  de  batalla  ó  heridos 


3vGooglc 


122 
Rodrigo  Pimentel  y  oíros.  He  visto  cartas  del  ejércilo  qu« 
ha  lecibido  uq  P.  de  este  colegio,  y  no  cabe  dada  de  que 
si  los  rebeldes  se  porian  de  este  modo,  noa  dará  mas  que 
hacer  Cataluña  (1)  de  lo  que  en  un  principio  se  esperaba, 
y  mas  estando  Portugal  como  esLá.  Adiós,  mi  buen  P.  Pe- 
reyra,  guárdele  Dios  y  déle  toda  la  salud  que  yo  le  deseo. 
Madi-id  y  Febrero  i  de  161t.=Sebastian  Goneala%:t=Ai 
P.  Rafael.  Pereyray  de  la  GoinpatLí»  de  Jesús,-  en.S«TÍJla. 

Madrid  y  AbrU  i  de  \M^ . 

(Toiu.4a9,  fpi.  65.; 

Pax  Chrisü,  &c..  No,  hay  nobicias  de  Poi',tugai;  paro 
ayer  se  dyo  por  la  corte  habian  preso  i  h,  PedrO;de  la  Mo- 
la Sarmiento,  el  luayordonao  de  la  señora  luíanla  (2),  que 

D.  Fadrique  y  D.  Mucio  Espalafoni,  hermanos,  I).  García  Cavaiiillas,  don 
Femando  Ctiirínog,  comi§sno  general,  D.  FarB&ndo  Rivero,  D.  FerDaudo  Te- 
jada, D.  Juan  de  QnifSoneg,  D.  Fadriqae  de  Berrera  y  el  conde  de  Tyrone, 
irlandés:  todos  oficiales  de  graduación  que  se  habian  distinguido  en.  las 
campañas  de  Italia  y  Flandes. 

(1)  En  Barcelona,  en  caj^a  de  Gabriel  Nogués,  impresor  de  aquella  ctn- 
dad,  salió  á  luí  una  Breue  y  terdadera  relañoii  de  la  rnúrada  del  marqué»  de 
lot  Veliz  «R  Cataluña  y  la  retirada  de  saejércilo  de Jtarceltma.  También  m  da 
eaerita  de  ludo  lo  contenido  (sie)  en  el  monU  de  Monjuy  y  llano  de  YalldjmceUa: 
16il,  {.*  cuatro  hojas.  A  pesar  de  llamarse  wrdadera  es  tan  exagerada 
como  las  mas  de  las  que  por  aquel  tiempo  publicabau  los  sublevados. 

(i)  En  el  lomo  E!.  79  de  la  Biblioteca  ¡Nacional,  que  contiene  varios  do- 
cumoDlos  y  papeles  relativos  al  levan laraiento  de  Portugal,  se  baila  ua  pa- 
pel queescribiá  este  D.  Pedro  La  litóla  en  jusliQcacion  de  los  cargos  que 
coii  esle  motivo  se  le  hicieron.  Es  documenlo  íobremanera  curioso  y  del 
cual  resulla  que:  ••  El  mismo  did  del  levantamiento  de  Li^íboa,  1  °  de  Di- 
r.ieiabre  de  16iU,  por  la  tarde,  fué  notificado  h  la  princesa  Margarita  .que 
desocupase  el  Palacio,  ¿  6n  de  preparar  el  aposento  para  el  duque  de  Ber. 
ganza.  S.  A.  respondiú  que  dándola  carruaje  para  vanir  á  CaitiUa  coa  to- 
da su  familia,  ae  partiría  luego,  a  to  cual  se  opusieron  los  rebeldes  docla- 


D¡g,l,z.cbyC00gfc 


vino  aquí  á  negociar  con  et  Coude-Duque  la  voetta  de  la 
InfanUí  de  Castilla.  He  procorudo  inckgar  de  un  Padre 
que  debe  saberlo,  que  hay  de  cierto  ea  el  caso,  y  háme 


rando  que  mienlras  S.  M.  no  pusiese  en  libertad  ios  nobles  porluguesea 
que  estaban  presos  en  Madrid,  no  habría  modo  para  que  ella  saliese  de 
Porlogal,  S.  A.  hoBo  pues  deceder  4  la  fuería,  y  traatodarge  i  Gobregu 
(XobregajJ  el  tunes  3. 

Sobrevinp  después  la  ppision  del  marqués  de  la  Puebla,  y  la  del  conde 
de  Bayncte,  caballerizo  mayor  de  la  Priiicesa,  y  las  negociaciones  que 
el  P.  Mansueto,  sa  confesor,  enlabió  con  Francisco  de  Ln cena  y  con  el 
arzobispo  de  Lisboa ,  dirigidas  todas  á  conseguir  que  alguno  de  los 
criados  de  S.  A.  pasase  k  la  corte  de  Madrid  y  viese  á  S.  M,  para  que 
enterado  de  lo  que  los  rebeldes  pedían,  determinase  lo  que  se  bobia  de 
hacer.  Acudieron  loa  rebeldes  á  las  proposiciones  del  P.  Confesor,  y  habien- 
do S.  A.  nombrado  á  este  padre,  i  D.  Bemardtno  Foglea,  sa  secretario  de 
cámara,  y  al  conde  de  Baynete,  su  caballeriza  mayor,  tos.  miníEttos  del 
duque  de.  Berganza  no  se  conformaron  con  dicho  nombramiento,  por  ser 
aquellos  italianos,  de  coy<is  resultas  fué  nombrado  D.  Pedro  de  la  Mota, 
.  autor  de  este  papel,  y  et  S  por  la  maílana  saiíó  de  Lisboa  por  la  pos'.a. 
En  Badajoz  adónds  llegó  el  dia  10  al  anochecer,  fué  detenido  por  el  go- 
bernador, conde  de  Frigitiana,  quien  le  obligó  áque  le  mostrase  las  carias 
que  llevaba  de  S.  A.  para  S.  H.  y  para  el  Conde-Duque,  y  babjéndolas  leído 
se  hs  tomó  para  mandarlas  i  la  corte,  preguntándole  «"lemas  qué  notiisias 
sabía  para  cotnaaicartas  por  el  mismo  conducto.  Estas  D.  Pedro  se  n^ 
á  dar,  asegnraodo  qoe  annqaele  corlasen  la  cabesa  no  se  las  dariaá  nadie 
úoo  á  S.  M.  solo,  pues  tales  eran  sqs  instmceiones. 

El  IS  llegó  D.  Pedro  á  la  corte  (por  haberse  detenido  de  resultas  de 
unas  calenturas);  subió  al  cuarto  del  Rey,  le  besó  la  mano  y  con  testó  alas 
preguntas  particulares  qoe  le  hizo  acerca  del  levantamiento  de  Portugal  y 
del  estado  en  qa«  quedaba  el  raino.  Entonces  D.  Pedro  preguntó  á  S.  M. 
si  había  visto  la  carta  de  creenpia  de  la  Princesa,  que  desde  Badajoz  en- 
vió el  conde  de  Frugiliana,  y  S,  M.  dijo  que  si,  y  continuó  discurrien- 
do con  él.  y  preguntándole  acerca  de  varios  puntos  relacionados  con  el 
principal,  como  son:  1  *  Las  cansas  que  babian  precedido  en  cuatro  aftos 
por  las  cuales  se  pudo  temer  la  resolución  que  los  rebeldes  halrian  toma- 
do. 2,'  Todo  lo  obrado  en  el  levantamiento  de  Lisboa,  y  muerte  del  secre- 
tario Miguel  de  Vasconcellos,  prisión  de  la  Princesa  y  demás  ministros. 
3.°  El  estado  en  que  quedaban  los  humores  de  aquel  reino,  i."  Lo»  medios 
de  reducirlo,  y  en  qué  disposición  hahian  de  entra»  alti  las  armas  do  S.  M . 

Mandó  tuegoS.  M.  formar  una  junta  compuesta  de  tos  cardenales 
Borja  y  Espinóla,  el  Padre  confesor,  el  obiapo  de  Málaga,  duque  de  Vi- 


3vGoo(^lc 


dicho  que  este  D.  Pedro  de  la  Mota  vino  aquí  enviado 
por  la  señora  Princesa  desde  el  convento  de  San  Francisco 
de  Xobregas,  donde  la  tienen  presa  los  rebeldes.  Traía  co- 
misión de  negociar  la  libertad  de  los  caballeros  portugue- 
ses que  están  aquí  detenidos,  y  conseguida,  los  sediciosos 
dejarían. venir  á  Castilla  ó  adonde  quisieren  á  dicha  seño- 
ra princesa,  al  marqués  de  la  Puebla,  á  D.  Diego  de  la 
Rocha,  D.  Tomás  de  Ibio  Calderón ,  D.  Fernando  Alvia  de 
Castro,  el  veedor  general  y  otros  varios  caballeros  que  allí 
están  presos  desdu  el  principio  del  alzamiento.  Hubieron 
de  creer  que  el  tal  D.  Pedro  era  mas  afecto  de  lo  que  con- 
venia á  los  portugueses,  por  ciertas  expresiones  malignas 
que  dicen  le  oyeron  decir  del  señor  Conde-Duque,  y  del 
gobiei'BO  de  Suarez,  y  dieron  con  él  en  la  cárcel  habién- 
dole preso  en  su  casa  el  alcalde  Mendizabal. 

De  Cataluña  no  hay  tampoco  nada  que  avisar.  Las  co- 
sas quedaban  como  dije  en  mi  última.  Dios  guarde  la  per- 


llahermosa,  conde  de  Castrílla,  marqnés  de  loe  Balbases,  D.  Nicolás  Cid  y 
el  protonotario  Villanueva,  por  secretario,  loa  cuales  llamaron  k  iolerro- 
gacian  al  dicho  D.  Pedro. 

A  postreros  de- Marzo  faé  preso  D.  Pedro  por  un  alcalde  de  carie  lla- 
mado D.  Gregorio  de  Mendizabal,  y  formádole  causa  per  delito  de  le- 
sa majestad.  Los  principales  cargos  eran  quo  puesto  qne  babia  dicho  va- 
rias veces  gae  na  poótan  las  cosas  dejar  devenir  al  estada  qne  OTntíron  rtsfceto 
fie  los  moios  Valamievtot  qve  t-ierlos  miníslros  de  o^I  r«ÍRO  Aonan  d  'sm  «a- 
larales,  era  claro  qne  sabia  la  coojuracion.que  se  tramaba,  y  qne  ola  acá 
y  allá  las  quejas  de  ios  portQg'ieses ,  y  puesto  que  no  babia  dado  cuenta 
de  ellas  á  la  Princesa  ni  á.  S.  M. ,  era  criminal  kus. 

Reducíase  el  segundo  áque  después  de  baber  venido  á  esta  corle  ha- 
bía xiempre  obrado  eoma  voz  dtuuí^o^  por  los  rebeldes,  y  amo  proearador 
suyo,  dando  á  entender  no  había  sido  »n  tavsa  el  levatOamiento,  y  ealpando  á  oí- 
gvnos  mmistroi  de  S.  M. 

Al  fól.  607  del  dicbo  tomo  Eí.  7fi,  eslíi  la  acusación  fiscal  de  D.  Grego- 
rio del  Castellar,  castellano  del  castillo  de  Santa  Cruz,  del  puerto  de  Car- 
tagena, por  haber  dejado  escapará  Juan  Bodrigaez  de  Vasconcelos  jSosa^ 
conde  de  Castelmiltor  en  la  corona  de  Portugal,  que  estaba  allí  preso  por 
haber  iulenlado  una  sublevación  contra  ol  rej  de  Castilla  en  16Í1. 


3vGoo(^lc 


125 

soaa  de  V.  R.  con  la  salud  que  yo  deseo.  De  Madrid  á  2  de 
Abril  de  1 641  .=SebasliaD  González.— Al  P.  Rafeel  Perey- 
ra,  de  la  Compaüía  de  Jesús,  en  Sevilla. 

Madrid  y  Mayo  1 4  de  1 641 . 

[Leg.*  suelto,  núm.  1,  fól.  tu.) 

Pax  Chrisli ,  &c.  No  podré  significar  á  V.  R.  cuánto  me 
he  coasolado  con  ver  letra  suya,  que  la  tenia  muy  deseada, 
porque  con  ella  be  salido  del  cuidado  grande  en  que  su 
enfermedad  de  V.  R.  me  tenia ,  que  ha  sido,  según  por 
acá  me  han  significado,  peligrosa.  La. salud  estimara  yo 
harto  el  podérsela  dar  á  V.  R.  con  las  mías ,  que  presto 
la  tuviera  V.  R.  muy  á  medida  de  lo  que  podía  desear; 
mas  los  sucesos  han  sido  tan  poco  afortunados,  que  no  juz- 
gué era  tiempo  de  darle  á  V.  R.  nuevas  ocasiones  de  sen- 
timiento cuando  las  suyas  le  tenian  tan  apretado;  'además 
que  no  hay  cosa  ni  la  ha  habido  que  decir  se  pueda  con 
seguridad,  porque  aon  innumerables  las  mentiras,  y  tales, 
que  fuera  necesario  reformar  cada  correo  lo  que  se  hu- 
biera dicho  en  el  antecedente ,  y  no  siendo  de  gusto,  me- 
jor es  dejarlo  hasta  que  Dios  quiera  que  se  mejoren  los 
tiempos. 

De  Alemania  hemos  tenido  muy  buenas  nuevas ,  si  son 
ciertas.  Ah[  las  remito  á  V.  R.  impresas  (1),  que  son  aun 

(1)  No  se  halla  en  el  tomo  im^eso  alguno  con  referencia  á  las  cosas 
de  Alemania ,  pero  tenemos  k  la  vista  una  Belaeion  verdadera  de  la  felicísima 
ñdoria  que  kan  dcaMada  el  serenisimo  seiior  arehidu^ue  Leopoldo  y  el  duqae 
Picolonini,  generaies  itl  oajiMlisimo  Mftor  «nprroiJor  di  Alemania  íonlra  la* 
«rnat  de  íVoneio,  Sueeia,  Lin^grave  de  Bessia  y  (rocíos  de  Wytíniar.  RejU- 
Tae  la  muer*  de  ios  gmerales,  prisión,  de  oíros  do» ,  p/aíoí  rewperradas ,  ricos 
iispqjaa,  y  oíros  buenos  sucesos  que  desde  mediados  de  Abril  hasta  los  frimeros 
ii  Jm£o  desU  año  de  16i0  hda  conseguido  los  católicos  imperiaU'S.  Sevilla ,  por 
Juan  Gómez  de  Blas;  1640,  i.",  dos  tiojas. 


3vGoo(^lc 


186 

mas  moderadas  que  las  que  se  han  dicíio.  Puede  ser  lo  ifo-, 
preso  sea  lo  mas 'ajustado,  y  lo  que  ha  corrido  tei^  me- 
nos fundamento. 

A  lo  dicho  añado  que  dos  días  há  llegó  correo  de  Ita- 
lia, con  el  cual  r^aite  el  conde  de  Siruela,  gobernador  de 
Milán,  una  carta  que  ha  tenido  de  D.  Fadrique  Enriquez, 
en  que  le  dice  que  el  general  Banier  (1)  de  la  gente  de 
Suecia,  quedaba  ya  preso  con  su  mujer  y  casa ,  y  con  otros 
muchos  oGcíales  y  personas  de  importanéia,  y  tolaltñenle 
deshecha  su  gente.  Hasta  ahora  no  ha  venido  avko  deato 
directunente  á  S.  M.,  aunque  se  tiene  por  muy  probable, 
por  ser  el  aviso  de  persona  de  tanta  cuenta,  y  que  rende 
á  ocho  leguas  de  Batisbona ,  donde  se  hace  la  Dieta. 

Parto  á  Aiemania  la  marquesa  de  Flores  Dáviia,  por 
camarera  de  la  spñora  Emperatriz.  Va  en  su  compañía  el 
P.  Pagani ,  acompañándola  por  orden  de  S.  M. 

De  Flaodes  no  hay  cosa  particuiar ,  sino  qite  los  holan- 
deses están  recelosos  del  príncipe  de  Oi^nje,  y  t^nen  se 
les  quiere  alzar  con  el  señorío  de  Holanda  ,  fiado  en  el  am- 
paro del  Francés  y  del  rey  de  Inglaterra ,  con  qai»i  pre- 
tende emparentar  casando  á  m  hijo  mayor  con  una  de 
sus  hijas. 

Los  Estados  de  Flandes  ofrecen  á  S.  M.  20,000  infao-  ' 
tes  pagados  á  su  costa  y  por  su  mano  para  guerra  defen- 
siva ,  no  ofeosiva.  Esto  han  pretendido  en  otras  ocasiones, 
y  ahora  se  ha  juzgado  por  conveniente  e?  concedérselo. 

El  conde  de  Egmon  (2),  rebelde  de-Flandea,  que  hoy 
está  en  Francia ,  escribió  á  varias  ciudades  de  Flandes 
exhortándolas  á  levantarse  en  esta  ocasión;  dícese  que  in- 
ducido de  Rocheliu,  y  que  las  ciudades  remitieron  las  cartas 


(1)  No  fué  Bannier ,  sino  SchUng ,  otro  general  aneoo,  e)  que  ca^  pii 
síonero  en  estit  facción. 

(2)  Léase  »Egmont'<.  bijo  del  que  mandó  degollar  el  duqne  da  Alba. 


3vGoo^^lc 


<S7 
al  señor  Cardeaat  Infante,  haciendo  mil  lofertas  de  ser  líe- 
les y  estar  8Íeii^M<e  obedientes  á  S.  M.  Creo  les  ha  dañado 
mucho  el  no  haber  hecho  con  los  de  Arras  cosaningana  de 
cuantas  capitularon,  antes  todo  lo  contrario;  y  así  es  de 
creer  qne  aquellos  babitastes  escami^tados  en  «abeta  as;»- 
ñi  mirarán  por  la  saya  para  no  verse  ofS'íiuidoB  tan  vil- 
mente Domo  hoy  lo  están  los  de  Arras. 

Dícese  (esto  no  es  cierto ,  más  ba  corrido  así) ,  qne  en- 
viando el  rey  de  {Vaiieia  un  ^an  convoy  de  víveres,,  mu- 
melones  y  dineros^  para  la  pa^  de  los  soldaifos  de  Arras, 
tuvieron  aviso  tos  nuestros ,  les  salieron  al  camino  y  se  k» 
quitaron,  y  el  dinero  dioen  pesaba  da  áen  mil  ducados. 
L(»  de  Arras  tuvieron  aviso  y  salió  la  maiyor  parte  del 
presidio  á  ver  si  ptjdia  quitar  la  presa  á  loe  nuestros.  Eil 
esla  ocasión,  á  los  del  pudilo  tes  parecáó  era  buen  tiempo 
de  librarse  de  la  canalla  francesa ,  y  se  amotinaron,  afinque 
sin  cabeza  ni  orden,  y  sin  acudir  á  la  guarda  de  las  puer- 
tas. Tuviei^ni  noticia  dd.  raolin  los  que  hablan  salido,  y 
volvieron  á  toda  diligencia  y  procuraron  quietar  á  los  bur- 
gueses ,  que  á  mas  no  poder  lo  hubieron  de  hacer.  Dicen 
prendieron  á  a%tta<»  de  los  qne  mas  se  señalaron  para  cas- 
tigarlos, y  escsarmentar  á  los  demás. 

De  Italia  hay  nuevas  qne  el  señor  principe 'Tomás  ba- 
lúa  ya  salido  en  campaña ,  y  que  se  arrimaba  hááa  Chi- 
vas eon  deseo  de  entrar  en  Turin. . 

Háse  dicho,  no  sé  si -con  bastante  fundamento,  que  los 
de  Turín  babian  degollado  el  pmsidio  francés  y  metido 
presidio  nuestro.  Si  esto  fuese  así,  grande  seria  la  dicha 
del  Príncipe.,  en  tan  pocos  diaa  haber  acediado  con  cosa, 
de  tanta  importancia. 

La  duquesa  de  Saboya  ha  hecho  edictos  contra  el  prín- 
cipe Tomás,  y  los  ha  mandado  publicar  en  los  pueblos  que 
están  á  su  devoción  ,  declarándole  por  rebelde  y  traidor,  y 
lodo  lo  demás  que  á  esto  se  sigue.  El  Príncipe  ba  publioBdo 


3v  Google 


428 
otros  ea  el  Piamoate  ea  contra  para,  satisfacer  á  los  de 
aquel  Estado,  retaliando  á  la  duquesa  bastaotemeote. 

De  la  guerra  de  Portugal  (1  ]  no  hay  cosa  particular  sino 
la  junta  de  gente  que  cada  día  va  Uegaodo  á  Badajoz  y  á 
otras  partes,  y  que  los  portugueses  están  muy  mal  con- 
tentos por  hacérseles  intolerable  la  cai^a  con  las  imposi- 
ciones y  falta  de  comercio.  Cogiéronles  ios  de  Dunquerque 
diez  y  ocho  navios  que  iban  á  Holanda,  de  mercaderes; 
dicen  que  con  mercadurías- y  cantidad  de  joyas  para  traer 
armas  y  moniciones.  Avisa  esto  un  Padre  que  hoy  está  en 
Dunquerque,  como  quien  lo  habia  visto,  aunque  no  espe- 
cifica la  cantidad  ó  valor  de  lo  que  llevaban. 

De  Cataluña  lo  qué  hoy  hay  es,  que  los  franceses  y  ca- 
talanes se  resolvieron  á  cercar  á  Tarragona  por  mar  y 
tierra;  por  mar  acudió  el  de  Burdeos  con  sus  galeras  y 
navios;  por  tierra  parte  catalanes  y  parte  franceses;  dicen 
serán  como  2,000  caballos  y  hasta  9,000  infantes.  Los 
nuestros,  dejando  bastante  recaudo  en  la  ciudad,  salieron 
á  la  campaña',  y  se  puso  gente  qi  la  marina,  y  los  demás 
acudieron  á  hacer  rostro  á  Jos  catalanes  y  franceses;  die- 
ron estos  muestras  de  acometer,  y  los  nuestros  los  reci- 
bieron, de  suerte  que  á  pocos  lances  volvieron  las  espal- 
das y  sin  querer  pelear  se  pusieron  en  cobro. 

El  de  Burdeos,  cuando  llegó  á  la  marina,  echó  alguna 
gente  en  tierra,  y  tomó  dos  pueblos  abiertcis;  mas  los 
nuestros  que  la  salieron  á  defender,  los  arrojaron  de  tos 
dichos  pueblos  con  muerte  de  i  50  franceses,  y  fueran  mas 
á  no  haber  sido  tan  diligentes  en  embarcarse. 

Hoy  ha  llegado  correo  de  Cataluña  ó-Valencia  de  como 
hablan  llegado  veinte  bajeles  de  Nápolés  y  diez  y  siete 


(1)  Mandaba  ya  naeslras  tropas  D.  Federico  Colonna ,  principe  de  Bu- 
ten  y  condeglable  de  Ñapóles,  h  qaien  el  Rey  nombró  virey  de  CataluGa 
en  reemplazo  del  de  los  Velez. 


3vGoO(^lc 


galeras  con  les  de  Sicilia.  Traen  4,000  soldados  para  echar 
ea  tierra  y  800  caballos,  pagados  los  soldados  por  ocho 
meses:  todo  esto  es  cierto. 

Pocos  dias  antes  desto  habia  llegado  el  de  Luanes  coa 
cuatro  galeras  y  muy  buenos  oficiales  de  guerra.  Dicen 
pasan  de  ciento  los  maeses  de  Campo ,  sargentos  mayo- 
res, capitanes,  y  otros  oficiales  menores  que  consigo  trae; 
créese  le  ocuparán  en  Cataluña  hasta  que  aquello  se  aco- 
mode, que  aun  hay  boy  personas  qne  cfeen  que  aquello 
se  ha  de  componer. 

Adiós,  mi  padre,  que  guarde  á  V.  R.  y  dé  la  vida  y 
salad  que  deseo.  De  Madrid  y  Mayo  I  4  de  1641  .—Sebas- 
tian Gonzalez.=Al  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de 
lesús ,  en  Sevilla. 

RatiAona  y  Mayo  24  de  1611. 

Victoria  del  Emperador  (4). 

Antes  de  ayer  han  cogido  las  armas  imperiales  cinco 
legnas  de  aquí  (2),  al  general  Schlang,  sueco,  que  este  in- 
vierno hizo  sitiar  á  esta  ciudad.  Cogiéronle  con  toda  la 
gente  que  tenia,  con  todas  las  mujeres  y  bagaje  y  mí(s 
de  4,600  caballos,  entre  ellos  800  polacos  qne  se  habian 
baldo  del  Emperador  y  servían  al  enemigo.  Ayer  los  tra- 
jeron á  esta  ciudad  presos,  esto  es,  los  cabos  y  capitanes, 
y  su  entrada  fué  un  espectáculo  admirable.  Aludiendo  á  loá 
triunfos  de  los  romanos  antiguos,  entraban  delante  los  es- 
tandartes que  ellos  hablan  perdido,  y  tos  traia  una  corn- 
il) Al  margen  de  esla  relación  qae  está  copiada  de  Ibtra  del  P.  Batael, 
NhalU  nna  nota  que  dice:  "El  P.  Alvaro  Arias,  austentede  GspaSa,  OM 
envii  i  Roma  esla  relación." 

(!)    Bn  Beubor,  adonde  se  babia  retirado  después  de  haber  sido  apr- 
prandido  por  Picolomini. 

Toio  ZTi.  9 


3vGoo(^lc 


pacía  de  ooratas,  toátja  armados,  y  cada  estandarte. eotre 
dos  deatos,  y  estos  con  rus  espadas  deludas.  Luego  se- 
guían los  prisioneros  en  hileras  de  seis  en  ms;  en  la  pri- 
mera el  general,  catorce  coroneles  y  el  príncipe  Darlac; 
y  luego  seguian  los  demás,  Lodos  é¡  caballo.  Depoes  .destos 
tres  compuñfas  de  corazas  bien  armadas  con  $us  trompe^ 
tas  y  atabales.  Locando  todos  con  grawie  ruido.  Lu^jo  se- 
guían tres  carrozas  todas  llenas  de  damas,  qu«  por  gran 
favor  y  galantería  del  príncipe  Leopoldo,  hermano  del 
Emperador ,  á  quien  se  rindió  toda  esta  gente,  les  maadó 
hacer  toda  cortesía  «n  que  tes  tocasen  á  un  pelo ,  y  se  les 
diese  todo  lo  necesario.  Cerraban  la  marcha  triunfal  otra 
compañía  de  corazas.  Lleváronlos  ó  las  casas  donde  le^  tenían 
prevenidas  guardas  para  sus  personas;  pasaron  poi:  delante 
de  Palacio  porque  el  Emperador  los  -quiso  ver  de  una  venta- 
na; subieron  arriba  á  un  grande  salón  los  (}$Landartes  ga- 
nados, y  luego  cuando  el  Emperador  salió  de  vísperas,  se 
los  tenian  tendidos  en  el  suelo,  y  S.  M.  G.  pasó  por  cima 
dellús,  rindiendo  á  Dios  infínlLas  gracias  por  tan  singular 
bepoficio. 

El  despojo  es  muy  considerable  por  los  muchos  caJM- 
llos,  artillería  y  bagaje,  municiones  y  otros  pertrecbos. 
Halló  el  señor  archiduque  en  dinero  4»0,000  hóngaroe  de 
pro.  A  los  polacos  que  se  habían  huido  los  enviaron  á  Hun- 
gría á  trabajar  en  las  fortificaciones,  y  fueron  é  ¡ño  atados 
como  galeotes.  A  las  cabezas  y  cabos  deelos  los  arcabucea- 
ron. Todos  los  demás  tornaron  al  servicio  de  S.  M.  Cesárea, 
que  va  éigui^ido  á  Banier;  y  hoy  llegó  aviso  que  le  ha- 
bía deshecho  la  retaguardia  y  tomado  doce  piezas  de  ar» 
tillería,  muchos  prisioneros  y  bagaje.  Todos  los  que  el  ene- 
migo Baoier  tiene  llegarán  á  i  2,000 ,  y  los  imperiales  pa- 
san de  35,000.  Esto  de  Roma.=EI  P.  Asistente. 


3vGoO(^lc 


Caso  extraño  en  Roma  (i). 


Lm  entbi^adorea  del  Imperio,  Espina  y  Franiíia,  oonit 
bran  oonsecaüvameste  cidaaño  ud  olérígo  (fue  Il^aDufe 
CoDsietorio,  y  que  per»  aquel  año  se  vÍ8te;oasi  como  tcstn- 
denal  para  entrar  en  los  consistorios.  Tocó  «le  aoo  elide 
Fraocia  elDotQbrarle^yde  tíanpo  mqiemonatacé.hk'Hidd 
el  que  kis  eoobi^adores  han  qnerido.  Fué  ei  Dai»niscali<de 
Eelne  (2)  al  cardenal  Francisco  Barbermo,'  nepote -de  iUr4 
btoo  Vm,  Y  le  propuao  uno.desudevocioa',  á  que  le  ves* 
pondió  aqael  qee  no  podia  «er  porque  isu  Beatitod  liabib 
resuelto  nombrar  en  adelante  al  qne  quisiese,  como  fuese 
Dacional  de  aquella  corona,  puea  los  embajadores  JO'po^ 
diaa  haber  adquirido  derecho  en  tb  que  nunca  te  Imvie/- 
ron.  Instóle  de  que  no  quisiese  dBSttonsolalte,  haeíeodo 
que  en  so  tiempo  perdiera  aqnelia  preeminencia,  j  bomd 
no  bastase,  salió  y  volvió  á  otra  and^eaeia,  eá  queMon'-i- 
tendió  lo  mismo,  y  qoe  «a  Beatitud  t^ia  nunbradvií 
DD  francés  llamado  Cár4o6  Abstoito,  capellán  del  conde 
Castelvillani.  Llamóle  el  embajador,  hablóle  y  díjoi»  qub 
si  servido  de  su  rey  coweitja  no  aceptase  lo  qne  et  Papa 
le  qtiería  dar,  porqae  si  lo  hioiese,  desde  luego  le  deda-> 
faba  iMir  rebehk.  farecióle  al  cJérigo  que' del  empaño  ^ue 
hacia  le  sacarían  los  Barbarinos,  y  habiendo  estado  'io*< 
deciso  enero  y  labrero ,  lo  admitió  por  mareo.  Cuando  ha* 
jaba  del  Consistorio ,  delanie  de  faodos  los  cardeoalee ,  «nt 
tro  un  hombre  en  el  patio  del  Sacro  Palacio  y  con  «n  bas- 
tón qoe  llevaba  ie  dio  de  palos,  y  le  echó  en  el  suelo,  donde 


(1)    Una  nota  de  mano  del  P.  Pereyra  afikde  ovino  en  Mayo  de  1641." 

(S)    D'Estreés. 


3vGoo(^lc 


132 
le  paleó  y  le  dio  de  puñaladas  dejándole  por  muerto ,  de 
donde  se  retiró  á  doscientos  mosqueteros  que  le  estaban 
haciendo  guarda,  y  todos  juntos  fueron  á  casa  del  conde 
de  Castelvillani ,  y  no  hallándole  en  ella  se  la  saquearon  y 
volvieron  á  la  del  embajador,  que  ya  para  entonces  estaba 
prevenido  y  tenia  rastrillo  en  su  puerta  con  cuerpo  de  guar- 
dia, habiendo  aeodido  en  su  defensa  todos  ios  france- 
ses que  habia  en  aquella  corte.  Quedaron  todos  de  aquesto 
tan  admirados,  que  su  Beatitud  dio  permiso  para  que  todos 
los  embajadores  de  príncipes  tuvieran  cuerpos  de  guardia, 
y  ast  también  los  cardenales  y  señores  romanos ,  cadn  uno 
los  mas  que  pudiesen ,  y  de  San  Ángel  y  Monte  Cabalo 
envió  300  soldados  al  conde  de  Castelvillani  para  su  guar- 
da. Avisan  mas ,  dicen  que  decía  el  embajador  francés  que 
este  era  so!a  el  principio ,  y  qne  aun  le  faltaba  por  hacer 
lo  mejor ,  y  que  en  Roma  no  se  habia  de  n^jociar  con  re- 
verencias, sino  á  palos,  y  que  le  estaban  temieodo  ma- 
cbo.  Y  hay  cartas  de  Florencia  que  avisan  que  salió  el  em- 
bajador de  Roma  y  se  filé  á  Cataro ,  que  es  del  daque  de 
Parma , '  donde  «npezó  á  levantar  gente ,  y  que  se '  le  iban 
juntando  franceses ,  y  que  e!  conde  de  Castelvillani  se  pa- 
seó con  trescientos  mosqueteros  por  delante  de  la  casa  del 
dicho  embajador,  de  lo  que  este  se  sintió  mucho,  y  porque 
salió  de  aquella  corte  prometiendo  vengarse,  habiéndose 
citado  al  Conde ,  y  ofrecfdole  qué  si  decia  quién  le  oUigó 
á  hacer  aquel  desacato,  qaé  lo  perdonarían ,  su  Beatitud 
de  Urbano  VIII,  sabiéndolo,  prendió  al  conde  en  San  Án- 
gel, y  añaden  los  cortesanos  que  lo  hizo  porque  no  se  su- 
[áese  lo  que  el  embajador  deseaba :  este  es  el  caso. 


3vGooglc 


138 

Madrid  y  Mayo  11  de  Itiil. 

(Tom.  r9B,  Wl.  iH.) 

Pax.  Chrisii ,  &c.  Después  de  escrita  la  que  fué  el  cot~ 
reo  pasado,  recibí  otra  de  Y.  R.  del  mes  de  Abril,  y  esü~ 
mo  como  debo  me  haya  V.  Rj  favorecido  con  las  primeras 
estrenas  de  su  salud  dando  maestras  della  con  hacerlo 
de  mano  propia;  sea  por  muchos  años  tan  cumplida  co- 
mo deseo. 

Vo  estoy  de  partida  por  ocho  dias  á  un  pueblo  de  un 
hermano  mió  que  está  cinco  leguas  de  Madrid ,  y  antes, 
para  tener  yo  buenas  PascuQS ,  quise  darlas  á  V.  R.;  sean, 
pues,  tan  felices  como  deseo. 

El  papel  que  V.  R.  me  pide ,  remito ,  y  otro  con  él, 
que  he  sacado  con  suma  dificultad,  y  hoy  que  escribo  esta 
me  le  tienen  prestado  para  copiarle.  No  he  remitido  á 
y.  R.  cosa  de  mas  estima;  contiene  la  acusación  del  fiscal 
á  Miguel  de  Molina  (1  ],  al  cual  prendieron  con  el  secreta- 


(1)  Véase  la  p4g.  107  del  tomo  III ,  donde  se  reñrió  ya  k  pñaion  dsl 
uereurío  del  Nuncio  y  de  su  escribiente,  qaa  es  el  iDwno  Migqel  Holina 
mencionado  en  eete  lugar.  El  alcalde  D.  Juan  de  Quiñones,  quefué  el  w-, 
cargado  de  sn  privón ,  publicó  en  16i3  un  libro  muy  curío»o  y  buscado 
coQ  el  gigaiente  litulo:  TraUtáo  de  fiüsedades  y  ielilot  que  oometw  Miguel  i» 
Moima,  ij  M^ítoo  que  ti  h\m  átü  en  etta  oorte.  Cimlime  ioetriw  legales^  fo- 
fütM),  kiUoria.  y  razoa  de  Etlai»,  variat  nalertM  y  latiifaeema  jmblieM. 
Madrid,  por  Francisco  Martinoz,  1648,  i.° 

De  las  mismas  declaraciones  del  reo,  resulta  que  fué  natural  de  Cuen- 
ca, hijo  de  padrea  plebeyos,  que  anduvo  en  la  escuela  en  laCompalUa  de 
JeansdeaqueUaciudad,  y  e8ludi6  AiteseoAl^á.PreaoenlC28p«r(»érti) 
ecubeleco  y  estafa  que  le  fué  probada  en  la  curte,  fué  sentenciado  k  gúa^ 
ras,  y  cautivado  por  los  moros  de  Zalé  en  16S7.  A  au  vuelta  á  Espafia, 
enlrú  de  contador  en  casa  del  eonde  de  Saldafia, 'donde asistió  desde  163S 


3vGooglc 


rio  del  Nuncio  pasado  que  se  llamó  D.  Lorenzo  Goqui  (2). 
Verá  V.  R,  la  relación  mas  rara  de  embustes  que  ha  oido  en 
su  vida ,  y  de  las  mayórei  belTaquerfas  y  traiciones  que  se 
pueden  imaginar.  Remílome  á  lo  escrito ,  y  con  eslo  V.  R. 
se  quede  con  Nuestro  Señor  qaé  le  dé  muy  alares  Pascuas 
y  muchos  años  de  vida.  De  Madrid  y  Mayo  17  de  í  6M  .— 
SeJDBsIian  <Gonzatei:<^At  P.  RsÜRd  Pereyra,  de  la  CoiUpa- 
Rf*'da  Josúfi-',  enSevilb.'   '     •      ■     .. 

"'"",''      Madrid  y  Mayó '^  de  1Hi.  ' 

[Leg.'  sueKo,  núm.  1,  fól.  6.) 

"'Páx  Ghrifili,&c.  El  correo  pasado  remití  á  V.  R!  él  ^a- 
pét  que  en  esta  última  nie  pidé;  si  acaso  esotro,  V.R.afise, 
que  no  sé  se  hayan  impreso  mas  Sobre  el  asunto ,  y  süpH- 
cole'  áo  éüvie  nunca  con  qué  comprarlos,  porque  me  obli- 
gará Á  mostrar  mas  sentimiento  det  que  ahoi^  sígniStío. 


k  ]  Bn.  ffii»  luego  oonoeinÍBito  con  el  nuncio  de  so  SantMiul ,  Gi^endo 
ser  oficial  y  criado  de  Andrés  de  Rosas ,  secretario  del  Consejo  de  Estado, 
y  habiéndose  gaasdo  la  confianza  de  Lwenzo  Caqui,  empeiú  ¿  fabricar 
cartas  y  papeles  de  Estado,  falsificando  las  Gnnas  del  Conde-Duque  y  otros 
AfAisiros  y  consejeras.  Asi  ílngiO  que  el  Rey  y  el  Emperador,  á  instiga- 
eionea  del  Concte-Dttque ,  maqninabu  ta  mverle  de  Urbano  Vill  y  dal 
cwrdenol  Riebelieti ,  para  lo  ewA  iiiventé  decretes  del  Rey  y  CBrtas-  ds! 
Gonde-DuqM.  Bajo  el  disfrax  qoe  te«nú  de  oBctal  del  Gonesje  ie  BsUáv 
Btijia  CMsDltfis  é  iiMriccienes  (m  nNiteri*B  da  h  mayor  trueenAencis  po- 
IHíca,  Mmo  I»  ocupación  del  Pismonte  por  tes  franceses;  inUtigeiiü»  dá 
Mrdenal  de  Saboya  y  del  principe  Tonas  sa  hermano;  sitio  del  Casd  de 
Honferrato;  muerte  alevosa  que  se  babia  6e  dar  al  duque  de  Saxa-Wñ- 
mar;  cavtM  seeretas  dd  principe  de  Conde  y  ihiqaeik  (te  Chavrense;  ca- 
pUolMíwM  M  dnifne  de  Nódena,  y  otros  eiBbetee«8  enya  snumeracio» 
y  ^fetalte  consta  de  sn  nltima  dedaraenn ,  U  víspera  de  su  suplicio,  fu* 
fofi  k  primen»  de  Agosto. 

f%],   Decift  -iCogni»,' pero  itAn  d»  ser  «•Cofiiri.n  Et  nunekt  se  tlamabít 
LbAteMt»  Cankp^i. 


3vGoo(^lc 


¥o  lo  hago  coD  gush),  y  V.  K.  muestra  con  eeo  no  te  ten- 
go de  servirle,  y  se  engaña,  que  en  cosos  de  mas  monta 
deseo  mostrar  lo  qae  á  V.  R.  eatinao  y  debg. 

Otro  papel  iba  de  mi  letra,  de  un  pliego  casi,  que  es 
la  aoosBcion  qm  el  Fiscal  puso  á  Miguel  de  Molina,  al  que 
preDdieis:)^  con  el  aecretarío  del  Nuncio  por  espía,  grande 
embustero.  Arfseme  V.  R.  «  lo  recibió  y  hágale  trasladar, 
(fue  hoy  me  matan  por  él,  y  como  no  hay  otro,  le  desean 
mach<K  ver,  y  quisiera  darles  en  esto  guato.  He  ofrecido  .el 
.  pedirlo  áV.  R.,  ó  un  traslado;  sírvase  V.  R.  de  que  se  me 
remita,  que  lo  redbirá  á  mucha  caridad. 

Correo  vino  de  Flandes;  coa  él  avisan  que  lo  qoe 
á  V.  R.  escribí  de  la  rota  de  los  suecos  es  cierto,  y  que  les 
iban  siguiendo  e)  alcance  y  que  los  mas  de  los  soldados  de 
Banier  se  habían  pasado  al  Enlperador. 

También  avisan  que  hírijia  babido  ua  disgusto  entre  «I 
general  del  duque  de  'Báviera  y  Picolomini,  y  qae  el  her- 
mano del  Emperador,  sabiendo  se  hablan  desafíado,'  les 
mandó  prender  y  loa  remitió  al  Emperador. 

ítem,  que  el  hermano  del  rey  de  Polonia  se  venia  i 
Flandesá  ser  teniente  del  señor  Cardenal  Infante,  y  qne  traía. 
4,000  caballos:  los  1,000  eran  polacos  y  los  3,000  cosacos. 

Cuatro  señores  están  hoy  rebeldes  al  rey  de  Frititcia  que 
son:  el  cond0,de  Soyson  (Soiseon),  duque  de  Guisa,  duque 
de  Vandoma  y  duque  de  Bullón  (Bouillon):  todos  estás 
retirados  eo  Sedan,  que  es  una  plaza  muy  fuerte  del  de 
Billón,  en  los  confines  de  Flandes.  Quiso  el  Rey  tomársela 
y  cogerlos  á  ellos;  pusiéronse  en  la  protección  del  Sr.Jn- 
ftinte  ofreciéndole  le  servirían,  y  que  los  socorriese  -coa 
gfflite.  El  Sf.  Cardenal  envió  uo  trozo  de  caballera  hacia 
SedM,  la  cual  estuvo  emboscada  hasta  que  el  ejército  dé 
Fraucia  se  acercó  y  entonces  se  descubrieron  los  naeetros, 
con  lo  cual  los  franceses,  viendo  tenian  socorro,  se  retiraron 
la  tierra  adentro  y  d^ietieron  de  la  empresa.  £1  de  Bu- 


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136 

Iloa  ha  dado  a)  Sr.  Infante  un  hijo  en  rehenes,  y  ha  ido  á 
Lieja  para  levantar  gente  con  que  servir  al  Sr.  Infante.  Los 
demás  se  están  en  Sedan,  y  ofrecen  entregar  la  plaza  a  se 
vieren  oprimir  del  rey  de  Francia. 

A  los  holandeses  les  han  tomado  los  de  Dunquerque 
ocho  navios  mercantiles  con  cantidad  de  mercadurías,  tri- 
go y  vino.  No  se  dice  cosa  alguna  en  razón  de  prepara- 
mentes  de  guerra  que  se  hagan  en  Holanda,  y  creo  están 
muy  recelosos  del  de  Orai^e,  que  se  les  quiere  alzar  por 
señor. 

En  Flandes  se  va  levantando  de  la  gente  de  aquellas 
provincias,  veinte  mil  hombres  para  la  defensa  de  la  tier- 
ra; esto  es,  á  costa  del  país;  los  cabos  ha  de  poner  el  señor 
Cardenal  Infante. 

De  Italia  no  se  ha  sabido  cosa  alguna  de  nuevo,  sino 
que  con  la  gente  del  príncipe  Tomás  se  había  ya  jun,tado 
la  qne  trvyo  de  Lombardía  el  cardenal  Trivulcio.  milanés. 

ítem,  que  el  de  Parma  andaba  inquieto,  y  que  el  de 
Módena  le  había  corrido  la  tierra  y  cogido  grande  canti- 
dad de  ganado  mayor  y  menor,  y  Hevádoseto. 

Cada  día  vienen  avisos  de  que  la  armada  que  venía  de 
Ñapóles  estaba  ya  en  camino,  y  que  había  llegado  á  Mallor- 
ca. Tres  dias  há  decían  eslaba  en  los  Alfaques,  y  todo  creo 
es  sin  fundamento,  pues  no  tiene  S.  M.  otro  aviso  eino  solo 
que  habla  partido. 

De  Cataluña  há  dias  no  se  sabe  cosa  particular  de  que 
poder  avisar;  solo  se  ha  dicho  que  ■  cuatro  canónigos  de 
Monzón  trataban  de  entregar  el  pueblo  y  castillo  á  tos  de 
Lérida.  Que  cogieron  al  uno,  y  que  los  otros  tres  hablan 
huido,  y  que  los  aragoneses  enviaban  á  las  fronteras  gente 
de  guerra  para  defenderse,  por  si  les  hacían  alguna  inva- 
sión por  allí. 

Lo  que  V.  R.  dice  de  Portugal  no  hay  hasta  ahcnti 
nada,  sino  solo  aviso  de  que  están  poco  gustosos,  y  el  du- 


3vGooglc 


<37 
que  de  Bei^nza  receloso,  y  que  no  sale  en  público  como 
solia,  y  tiene  mas  giiarda  de  la  que  al  priacipio  osaba.  Todo 
está  hasta  ahora  en  calma;  veremos  cómo  se  diiq>ooe. 
Dios  lo  remedie. 

Por  la  falta  de  agua  se  han  hecho  varias  prevenciones, 
y  no  debemos  de  merecerla,  pues  Dios  no  la  envía.  Sacóse 
el  cuerpo  de  San  Isidro  y  llevóse  á  Santa  María;  fué  pro- 
cesión general,  é  iban  en  ella  los  Consejos  todos  y  la  Villa, 
y  lo  mismo  se  hizo  para  volver  el  santo  á  su  casa. 

Los  PP.  del  Carmen  calzado  hicieron  otra  el  dia  si- 
guiente como  se  sacó  el  santo,  á  las  cinco  de  la  mañana, 
Á  Nuestra  Señora  de  la  Almádena,  donde  hicieron  su  ro- 
gativa con  misa  y  io  demás  que  se  acostumbra.  £1  mismo 
dia  y  á  la  misma  hora  la  hicieron  á  Nuestra  Señora  de 
Atocha  los  PP.  de  San  Francisco. 

A  los  nuestros  les  pareció  convenia  se  hiciese  alguna 
demostración  en  esta  ocasión,  y  así  se  resolvió  sacásemos 
el  cuerpo  de  San  Francisco  de  Borja  y  fuésemos  en  proce- 
sión con  él  á  las  Descalzas.  Hfzoae  el  domingo,  saliendo  las 
tres  congregaciones  delante  con  so  estandarte  y  hachas; 
laego  iba  nuestro  guión  y  hasta  ciento  y  cincuenta  de  los 
nuestros  cantando  las  letanías.  Luego  iba  el  esfótndarte  del 
saoto ,  que.  llevaba  el  duque  de  Villahermosa ,  á  quien 
acompañaban  todos  los  señores,  y  s^íase  el  cuerpo  del 
santo  en  su  urna  de  plata,  que  es  muy  rica,  en  un  carro 
hecho  á  propósito  para  este  efecto.  Remataba  la  procesión 
el  obispo  de  Elua  revestido  de  pontifical ;  hoy  la  tornare- 
mos á  traer. 

1  Ayer  pareció  habia  de  llover,  s^un  estaba  el  cielo,  y 
cayeron  algunas  gotas  de  agua;  mas  hoy  está  muy  sin  talle 
de  llover.  Sea  Dios  bendito,  que  está  toda  esta  tierra  mny 
necesitada  y  falta  de  agua. 

Aquí  hubo  toros  por  San  Isidro;  fueron  buenos  y  no 
hubo  desgracia  de  consideraciou. 


3vGoo(^lc 


13S 
A  Dios,  mipadre,  qae guarde  áV.  R.  y  le  dé  la  vid* 
qbe  deseoi  De  Madrid  jiMAyo  2B' de  16i1.~^baatiaB 
González  =^At  P.  Rafael  Peneyn,  de  la  -Compaítía  de  Jesús, 

en  Sevilla.  ... 

£tsí»oa  y  Julio  80  de  1 6H . 

(tomo  (01,  fól.  tS3.) 

ttélacioD  (1)  del  suceso  que  el  P.  Maestro  Ignacio  Mas- 
careñas,  de  la  Compañía  de  Jesús,  tuvo  en  la  jornada  que 
hizo  é  Cataluña  .por  mandado  de  S,  M.  el  Rey  D.',  Juaa 
el  IV,  nuestro  señor,  á  los  1  de  Enero  de  1641,  impresa 
en  Lisboa  en  portugués,  y  traducida  én  castellano  por 
el  P.  Rafael  Pereyra  el  año  de  1 6i3  que  tÍqo  á  sus  manos. 
Contiene  varios  sucesos  y  casos  acontecidos  al  dicho 
Padre. 


(1)  Hállikse  eslii  relación  de  linra  del  P.  Pereyra,  so  Irsánctt»',  enln  ]á< 
eoTtai  del  aOo  1643,  peio  refiñéudoae  en  ella  iDcesos  del  ato  i^l.  iM  tu 
iwecido  coavenieme  ponerla  en  este  lagar. 

El  origiaal  portuguéa  aa1iú  á  loz  en  LUboa,  en  la  imprenta  de  Lorenco 
deAnters,  16il,  4.°,  con  el  tUalo  de:  Rtla¡ao  do  suecesio  qae.ltvtítajoflittia 
í¡n  {^á  Calolanha  fvr  óntem  de  S.  M.  et  rey  D.  /san  ó  ¡Y  wmd  tmAor,  £• 
likro  sobremanera  raro.  £1  P.  Ignacio  Maicarenbas  fué  hijo  de  D.  Fer- 
nando Hariines  Mascarenhas,  comendador  de  Mertola  en  la  orden  de 
Cristo,  y  de  Dolía  Haría  do  Lencaslre.  También  escribió:  Jtaiida  'del  ínctüa 
tey  B.  Jmhi  tí  19  át  Porutgal,  y  Otros  papeles,  como  puede  verse  en  Bar* 
bosa,  BiblKUca  ¿tuílawi,  tomo  11 ,  pág.  544. 

Después  de  este  papel  signe  otro  también  escrito  de  maoo  del  P.  Pe. 
reirá,  con  el  titulo  de:  "Discurso  político  sobre  el  haberse  de  dejar  á  la  co- 
rona dé  Pnrtagal  á  Angola,  Santo  Tomé,  y  HaraGon,  pedidoi  les  altos  y 
poderoeos  Estados  deflokada,  y  por  el  doOler  Fraaciico  de  Andradfl  hvj- 
ton  (Leytao),  embajador  extraordinario  en  los  mismos  Estados,  por  la  ma- 
jestad del  rey  D.  Juan  el  IV,  aaestro  señor,  y  de  su  Consejo  y  sa  oidor, 
eii  Palacio.  Lisboa,  afio  de  I6i3.'i  No  hemos  creidú  necesario  el  impri- 
mirle. 


3vGoo(^lc 


SeSúT:  <tl>e3()iieBqu6  partí  de  éste  reino  para  el  prin- 
cipado de  GAtálu&B,  á  doDtte  V.  M.  itieeavió,  experimenté 
delalauertela  Pirovidentía divina c(m que  Bios lo tomaibe  á 
sá  caenta;  que  me  df  por  obligadd  á  hacer  esta  breve  rela^ 
ciíM  pftra'V;  M.  y  para  conanrio  de  loe  qtíe  ta  leyeron,  y 
JQDfaAéDtd  para  réfrAsentar  á  Y.  M.  como  Padre,  Rey  y 
S^r tineelro, kiá riesgos  deque  Sflte  a^or  me'Hbr6,  yld 
protección  y  amor  con  que  se  empeñó  á  nuestro  reiao  de 
INwtUgal,  para  que  no  mostrándonos  ingratos  á  tantos  be- 
neficios recibidos ,  de  nuevo  le  sepamos  obligar  pura  i*»- 
ciMr  otros  mayores. 

Levé  el  ferro  (<]  de  este  puerto  de  Li^oa  á  los  7  de 
Enero.' anlemes,' y  d«sde  Bélen  en  otm  Iones  U  d^  mis^ 
ns6,  fiorDo  coobentirht  el  tiempo  mas  presto;  mas  vino  tan 
al  justo  para  nuestro  intento,  que  A  salir  coa  la  siguiente 
mmrea;  probablemente  perdiera  el  suceso,  que  despoes  ex- 
perimenté como  9B  verá.  La  nao  genovesa  en  que  yo  iba  con 
f6  pitkñs  por  banda,  llevaba  gente  de  mar  y  guerra  hasta 
61' bonlbre¿,'que  todos  ellos  estaban  acostumbrados  y 
adiestrados  para  una  y  otra  cosa, 
' "  Miércoles  i6  del  mismo  pasamos  él  cabo  de  San  Vi- 
cente, Á  donde  vimos  la  primera  nao  de  turcos  que  noB 
quiso  reconocer,  y  así  lo  hicieron  otras  seis  en  diferentes 
psrrcg«s!  mas  como  sintieron  en  nosotros  ánimo  de  espe- 
rarios  y  recibirlos  con  la  fruta  que  llevábamos  para  eso, 
Kstlngando  las  velas  y  agoardándolos,  se  contentaron  coa 
reconocer  la  fuerza  y  no  trataron  de  experimentarla.  De 
mayor  maña  usó  con  nosotros  «n-  nayfo,  que  en  el  jueves 
sigorefíte  descubridos  &  lo  largo,  el  cual  parecía  mercan- 
til, y  nada  de  menor  fberr^  que  el  nuestro.  Este  moatrd 
sobretarde  que  solamente  trataba  de  seguir  su  derrota! 


IV)    L^tniíMo  qfltt'tevar  A'lbvaKÚr  las  «kCias. 


3vGoO(^lc 


uo 
empero  eo  anocheciendo  hizo  su  caoiino  y  derrota,  la  en 
que  nosolros  íbamos,  y  oomo  largase  todo  d  trapo,  al  sa- 
lir.de  la  luua  eelaba  ya  coa  oosotros,  que  serfa  á  la  uaa 
de  la  Docbe,  y  cuando  dimos  fe  de  él ,  estaba  á  meaos  de 
tiro  de  mosquete.  Apercibímonos,  y  sio  estar  toda  la  arti- 
llería á  punto,  volvimos  sobre,  ellos  fiados  en  la  virgen  de 
Europa,  que  hablamos  ya  pasado  y  saludado  aquella  no- 
che; mas  como  e!  pirata  no  hizo  su  presa  repentina,  que 
era  lo  que  delenninaba,  se  acogió,  y  nosotros  pros^nimos 
adelante. 

Para  saber  y  experimeatar  totalmente  la  fortuna.del 
mar,  tuvimos  dos  días  de  calma  después  de  haber  pasado 
el  Estrecho,  y  luego  nos  dio  un  huracán  de  viepto  tan  fu- 
rioso y  perseverante,  que  en  veinticuatro  horas  no  pudi- 
mos aguantar  los  dos  papahigos  sobre  el  medio  mástil.  Coa 
esta  tempestad  deshecha  descaecimos  sobre  la  isla  de  Ma- 
llorca, y  hubo  muchos  pareceres  que  nos  acogiésemos  á 
ella,  suponiendo-  e^ar  por  Cataluña;  maa  Dios  dos  libró  de 
este  siniestro  pensamiento,  sabiendo  que  en  la  ejecocioQ 
de  él  estaba  nuestra  perdición ,  pues  así  esta  isla  como  las 
dos  mas  vecinas  estaban  por  Castilla. con  presidio,  adonde 
sin  falta  fuéramos  muy  mal  hospedados. 

Viernes  %i  del  mismo  mes,  después  de  haber  visto  y 
descubierto  á  Nuestra  Señora  de  Moaserrat,  aportamos  á 
Barcelona,  viendo  la  noche  antes  machos  fuegos  que  gira- 
ban de  Monjuich,  como  que  llamaban  al  navio  que  habían 
vͣto  de  dia  y  coaocido  la  bandera  genovesa.  No  faltaron 
votos  que  llegásemos  á  tomar  lengua  y  saber  allí  lo  que 
pasaba  en  Cataluña ,  y  fué  merced  de  Dios  no  hacerlo; 
porque  era  el  ejército  castellano  el  que  por  allí  estaba  alo- 
jado, y  pensaba  iba  la  uaoen  su  favor,  y  por  eso  la  lla- 
maban. Ancoramos  eo  la  ensenada  de  Barcelona,  y  tan  de- 
bajo del  baluarte,  que  desde  él  nos  quisieron  tirar  pen- 
sando era  navio  en  favor  de  Castilla,  por  ser  geoovés;  por 


3vGoo(^lc 


tres  veces  pusieron  el  botaruego  á  ta  pieza  sin  qoerer  esta 
tomar  fuego,  hasta  que  cesaron  de  su  determinación,  es- 
perando el  esquife  queya  enviábamos  del  navio,  á  saber 
el  estado  de  las  cosas;  y  .como  los  remeros  al  principio 
orasen  lo  que  llevaban  en  el  navfo,  y  solamente  dijesen 
que  iban  Á  hacer  aguada,  que  era  el  orden  que  llevaban, 
no  fueron  creídos  de  los  franceses  y  catalanes  que  esta- 
ban en  la  playa,  antes  los  prendieron  y  quisieron  dar  trato 
de  cuerda ,  hasta  que  confesaron  que  venta  el  navio  de 
Portugal,  y  traia  embajador  del  rey  D.  Juan  el  IV  al  dicho 
principado  de  Cataluña;  y  viendo  los  franceses  que  los  del 
esquife  insistían  en  la  nueva  que  daban ,  después  de  ser 
amenazados  si  así  no  fiíese,  dejando  parte  de  ellos  presos, 
se  vinieron  con  la  otra  parte  á  bordo  del  navfo  con  mos-^ 
quetes  y  mecha  calada;  y  estando  ya  cerca  del  navfo  co^ 
menzaron  á  dar  gritos;  «¡amigos ,  amigos,  no  hay  que  te- 
mer, que  Dios. es  con  nosotros!»  No  gusté  yo  nada  con  oir 
él  lenguaje  castellano  en  este  paso;  mas  en  breve  se  co- 
menzaron á  declarar  antes  de  subir  al  navio,  contando  todo 
lo  que  pasaba:  es  á  saber,  estar  Cataluña  entr^ada  at  ^éy 
cristianísimo,  el  cual  hacía  quince  días  era  hecho  conde  d& 
Barcelona,  de  la  misma  manera  que  antes  lo  estaba  et  rey 
de  Castilla,  y  también  me  dijeron  que  el  ejército  de  Castilla 
qneria  dar  batalla  el  dia  siguiente,  y  de  la  disposición  que 
había  de  parte  á  parte. 

Sabiendo  lo  que  pasaba,  envié  luego  recaudo  á  la  Dipu- 
tación de  como  había  llegado  á  aquel  puerto  y  del  negpdo 
á  que  venia;  y  que  visto  el  aprieto  en  que  toda  la  ciudad 
se  hallaba  tan  grande ,  que  no  me  dilatase  la  licencia  de 
poder  desembarcar.  Luego  la  Diputación  envió  dos  hidal- 
gos principales  con  grande  acompañamiento  en  una  fragata 
bien  aderezada  para  acompañarme,  excusándose  de  no  vcf- 
nir  ellos  en  persona,  por  la  causa  que  tenian  entre  roanos. 
En  la  playa  tenian  carrozas,  y  una  principal  en  que  yo 


.;Coi)i^lc 


í*3 
Tuesebasáa  una  casa,  que  en  brev&  sq  aderezó,  paxa  agasa^ 
jarme  y  hospedarme;  ni  traté  dedeleneroae  en  «lia,,  sino 
que  á  la  mísota  hora  salf  é  publiear  io  que  por  ffiatog»} 
pasaba,  y  eoo  eso  animar  aquella  gente  que  esUba^oo- 
lableniente  descaecida,  y  con  lo  que  yo  Jes  decía  cobraban 
áftimo  y  valor  increíble. 

Muchas  erafi  las  causas  para  Iqs  cataliffies,  de  Barcer- 
loua  principalmente,  estar  desmayados;  la  principal  ««"fl 
porque  ü  ejército. castellano  que  veian  delante  dq,sJconst7 
taba  de.  mes  de  S&,000  entre  iofantes  y  ú&  i  caballoi  en 
los  cuales  había  «oucbofl  soldados  viejos  y  eiercitadoe,:  y 
lo»  o*tatan«a  vo  llegaban  á  S.OOO  iafanLosv 'gwld-.bi-n 
soña,  en  lo$  onale»  habifi  1,3P0  fraopeses;  I09  30P.«raa.(Je 
á  caballo ,  que  pocos  dias  antes  babian  llegado.4'a  owsa 
de  ser  tan  pocos  los  franceses  era ,  qqe  los  caitalaoes  -no 
se  querían  sujetar  &  Francia,  sino  cuando  mas  no  pudie- 
sen: tan  Seles  vasallos  fueron  delrey  .Felipe,  qitf¡  por  mas 
estorúones  que  en  su  gobierno  se  les  haÜan.hecho,  minr-^ 
cQ  bastaron  estas  para  perderles  ellos  el  Boior  y  desJ^r 
de  pedir  misericordia:  y  sieiuio  esta  tan  debida.  b¡«u  sñ 
deja  ver  la  cegnera  y  obstinación  de  quien  no  se  la  quería 
conceder,  y  trataba  solo  de  .concluir  y  acabar  con  ^lo9j 
■■  Había  tan  pocos  catalanes  en  Bafceiona ,  por  -hah^ 
huido  muchos  que  dudaban  de  la  conservación  de  Cata-p 
luna,  y  tener  la  mayor  parte  de  su  ejército  en  M^rtor^,  d 
donde  esperaban  al  marqués  de  losVelez;  mas  este  por  car- 
tas qoe  tuvo  de  traidores  de  Btircelona,  corbí  ó  MartoreU, 
y.acometió  á  Barcelona,  pensando  hallar  las  puertas  abier- 
tas. Desanimaba  también  á  los  catalanes  los  cBuchoe:  trai- 
dores que  entre,  sí  tenían,  que  en  toda  parte  hay  de  «ata 
ótala  fruta,  y  \&  mayor  desgracia  era  que  loe  principales 
eran  de  quien  cáenos  se  podían  fiar;  porque  -ooaiO:eBtoSil&t 
nian  mayores  dependencias  en  Castilla,  por  bu  inler^'pror- 
pio  vendían  hasta  la  misma  patna,  como  lo  hici^íou  ntiH 


;vCooglc 


clio»,  y  peor  que  todos,  un  espitan  qae,ia  IHtiutaeíoO'liabm 
pu^to  «a  MoD}uiDh .  para  defensa  de.  aqual  padtasl^o,  úb 
que.depiBadla  la  seguridad  ó  cautiverio  déla  ciudad.  Este, 
puf^s,  dos  días  astea  de  la  pelea,  dejó  la  díaha  pkuta  y  ñb 
bino  BM  noche  ;á  la  parte  de  loa  enemigos,  d^aedo  lo&  ikk 
daoU>s  y  triacberaa  en  digpostotoa  que  con  facilidad  ae  pu-^ 
dws^a  tomar,  y  la»  pieaas  de  artillería  caradas  de  nitraD- 
jas.y  Bfena  para  que  dq  pudiesen  haoer  daño;  loquecatiaá 
grande  desmayo  en  toda  la  ciudad,  viendo  que  aqneliofi 
que  eomo'hijo»  eias  queridos  la  habían  de  defender,  la 
ofeodian  mas  y  le  haoiaQ  Diayor  guerra.  Por  otra  parte,. 
viendo  que  un  caballero  francéa  llamado  Mr.  de  Spereaa 
(Esponfu»),  en  q«ien«i)os  mueho  se  fittbaa,  ios.halMa  de- 
jado.ooa  .lod-^3,Q00  f^aoceaes-que  tenia,  de^es  do  baber' 
rocibtdoiel  tueldo,  y  qob  do  teoiaa  de  dónde  les  viniese 
socorro,  esUi  loa  hizo  desmayar  de  suerte,  que  ya  casi  sa 
daban  por  vencidos. 

A  este  tiempo  quiso  la  divina  bondad  que  yo  desamn 
bardase,  y  que  luego  ee  publicase  en  la  ciudad  la  eekr 
bajada  que  V.  M.  enviaba  á  aquel  Principado,  la  oiwl  mu- 
chos no  podían  creer ,  y  así  me  VBQHa  &  buscar  pbrei 
inbrnwrae,  y  yo  á.  ellos  por  las  murallas  y  fortalezí^'  para 
decírselo,  y  ellos  no  acababan  de  creerlo.  Pedían  la  oavta 
de  treencia  de  V.  M.,  no  menos  para  reverenciarla  y 
ponerla  sobre  la  cabeza,  como  lo  hacian,  como  para  cer- 
tificarse de  lo  que  oian  y  no  acababan  de  creer;  y  la 
causa  de  tanta  iocredulidad  nacía  de  que  allá  no  sabiaa 
de  cierto  nuestra  felicidad,  y  la  merced  que  Dios  nos 
había  hecho  á  1 .°  de  Diciembre,  porque  el  barco  que  par- 
tió de  Lisboa  con  la  nueva  á  Cataluña,  fué  cogido  pof  los 
castellaaos,  y  estos  solo  esparcieron  unas  noticias  confusas 
y  nuevas  Viciadas,  haciendo  á  Portugal  con  motín  y  disen- 
siones y  no  con  Rey.  Empero  cuando  de  mí  supieron  que 
lo  teníamos,  y  que  era  tal,  y  deseaba  tanto  asistirles  que 


^yGocjí^lc 


me  enviaba  solamente  á  darles  la  nueva  y  &  asegurarles 
de  todo  el  favor  y  auxilio  que  podían  desear,  y  que  por 
las  partes  de  Castilla  que  con&nan  con  Portugal  tratábamos 
de  ir  desbaratando  al  castellano  con  grueso  ejército ;  que 
todos  estábamos  coa  firmeza  en  primero  dar  la  vida  que 
desistir  de  la  empresa,  y  que  así  do  tenían  qué  temer,  ni  en 
el  castellano  habia  fuerzas  para  defenderse,  cuanto  maa  para 
insistir  y  acometer;  con  esto,  y  con  lo  mas  que  les  dije  co- 
braron tal  áitimo,  tal  brio  y  esfuerzo  los  catalaoes,  que 
parecían  leones;  y  para  que  todos  se  vistiesen  del  mismo 
valor,  mandaron  que  corriese  la  palabra  por  el  ejército, 
murallas  y  trincheras  de  que  tenian  socorro  de  Portugal,  y 
lo  demás  que  les  habia  yo  dicho  antes.  A  cada  paso  me  pe- 
dían varios  que  de  nuevo  venian  se  lo  tornase  á  repetir, 
dándose  fú  parabién  unos  á  otros  de  la  merced  que  V.  H. 
les  habia  hecho,  y  á  m(  todas  tas  gracias,  por  ser  quien  les 
habia  traído  tan  gentil  nueva,  deseando  nada  menos  quesa- 
berla  veinte  dias  antes  y  estar  mas  vecinos  á  Portugal  para 
merecer  tener  á  V.  M.  por  Rey  y  Señor  suyo ,  como  anti- 
guamente eligieron  sus  antepasados  por  rey  de  Cataluña  á 
D.  Pedro  III,  condestable  de  Portugal,  maestre  de  Avís, 
hijo  del  infante  D.  Pedro  y  nieto  del  rey  D.  Juan,  de  glo- 
riosa memoria. 

Coo  esta  prevención  fueron  acometidos  del  castellano 
sábado (1) por  la  mañana  alas  siete;  fué  la  pelea  muy  reñida 
y  dudosa  la  victoria;  roas  fué  Dios  servido  darla  al  catalán 
con  tal  ventaja,  que  quedó  ganando  catorce  banderas  que 
yo  mismo  vide  no  solo  ganar,  mas  poseer  y  guardar,  con 
las  muertes  y  despojos  adquiridos  que  la  tal  victoria  pedia. 

En  las  particularidades  de  la  batalla,  puesto  que  en 


(1)  Es  decir,  el  26  de  Enero  de  1641,  diadel  desastroso  asalto  de  Man- 
juich  por  nuestras  tropas ,  de  que  ya  se  \fiíUi  en  otro  lugar.  Véase  la 
pagina  121. 


3vGoo(^lc 


145 

líKla  ella  fuf  testigo  de  vista ,  y  no  de  los  que  mas  lejos 
asistieron  á  ella ,  no  me  entrometo,  mí  por  no  ser  eso  lo 
que  profeso  en  esta  breve  litación,  como  porqne  ya  por 
otras  constará  á  V.  M.  primero.  Solo  lo  que  digo  es  que 
bien  considerado  lodo,  á  dos  causas,  después  de)  poder 
y  misericordia  de  Dios,  se  puede  atribuir  esta  milagrosa 
victoria:  la  primera  al  brio  y  esfuerzo  que  estos  héroes  co^ 
braron  con  la  merced  qne  V.  M.  les  bizo  en  enviarme  con 
la  embajada,  y  con  lo  que  de  mf  oyeron;  la  segunda  la 
piedad  y  celo  cristiano  con  que  toda  aquella  ciudad  supo 
recurrir  á  Dios  y  á  su  patrona  Santa  Eulalia,  estando- el 
Santísimo  Sacramento  descubierto  en  todas  las  iglesias,  en 
las' cuales  se  bacian  fervorosas  oraciones  que  combatían  el 
cielo;  y  si  quisiéramos  poner  la  tercera  causa  de  esta  vic- 
toria, ha  de  ser  los  rdigiosos  y  mujeres ,  porque  aquellos, 
ópor  traer  las  conciencias  mas  ajustadas,  temían  menos 
el  riesgo  y  peleaban  con  mas  valor ,  ó  por  entender  mejor 
la  justa  causa  de  la  defensa  de  la  patria,  trataban  mas  de 
defenderla,  no  exceptuando  á  ninguno  de  las  armas  y  ejer- 
cicio militar.  A  un  capucbinoof  yo  decir, estando  á  caballo 
vestido  de  armas  blancas,  con  carabina  y  pistolas  (y  te- 
níanlo por  santo):  «ya  dejo  dos  muertos,  y  véngomeá  re- 
formar para  los  demás;»  y  un  religioso  eremita  de  la  or- 
den de  San  Agustio,  dicen  los  capitanes  que  viaieron  de 
allá  qne  matara  á  mas  de  dos  docenas  con  la  espada.  Pues 
tas  mujeres  (debe  de  ser  por  Santa  Eulalia  ser  su  patrona 
y  capitana)  no  es  creíble  el  ánimo  y  valor  que  mostraban; 
unas  con  las  armas,  otras  suministrando  lo  necesario  para 
la  guerra  y  r^alo  de  los  soldados,  á  quien  ellas  regalaban 
no  solamente  de  palabra,  sioocon  la  obra,  no  tótceptuán-' 
dose  de  este  valeroso  ejercicio ,  ni  aun  las  mas  nobles  *é 
ilustres;  y  finalmente,  andaban  asi  ellas  como  ellos  tan  en- 
carnizados en  la  sangre  castellana,  que  no  se  contentaban 
con  derramarla  cuanto  podían,  sino  que  caída  cual  pretentfi^ 


3vGoo(^lc 


traer  recuerdo  y  'memoria  de  los  que  dejaban  muerlos,  y 
en  las  eradas  traían  espetadas,  cuál  las  orejas,  cuál  las 
parices,  cuál  las  lenguas  castellauas.  No  parecía  esto  de- 
masiada fineza  de  los  catalanes  á  vista  de  la  qoe  usó  coa 
ellos  el  marqués  de  los  Velez  en  Gambríls;  porque  después 
que  tos  cutalapes  allí  se  ríodíeroD  á  partido,  los  hizo  salir 
por  uaa  ciáiaga  y  coq  falsa  fe,  siendo  el  trato  que  se  rencüa 
á  partido,  ¿  sangre  fría  los  mató,  no  perdonando  á  muje- 
res QÍ  niños,  ejercitando  en  ellos  crueldades  nunca  vistas; 
ni  perdonó  á  lo  sagrado  en  esta  ocasión,  porque  ahcnsó 
los  templos,  después  de  haberlos  saqueado,  y  quemó  los 
sagrarios;  en  fin,  no  perdonó  ni.á  los'saoLos  de  Cataluña. 

Acabada  esta  victoria  se  retiró  el  castellano  vergonao- 
saDjeote;  la  causa  ni  ellos  la  saben  dar ,  ni  yo  escribirla; 
mas  sé  que  lanía  ganado  las  ürincheras  dé  Monjuidí  vale- 
rosamente, y  que  la  mayor  parte  del  ejército  iba  avan- 
zando á  hacer  lo  mismo,  y  que  unos  treinta  cataiíUMa  que 
salieron  de  refresco,  diciendo  «ya  viene  socorro  de  Porta- 
gal,  ya  llega  el  de  Francia,»  enflaquecieron  taalo  é  los  c|ts- 
tellanos ,  que  todos  perdieron  el  ánimo.  Machos  rodaban 
por  los  montes;  muchos  se  mataban  unos  á  otros ,  despoes 
que  se  libraron  de  Monjuiph,  rompiendo  loe  fQsos;Y  puen- 
tes para  que  los  nuestros  na  les  fuesen  daado  atas  «ai  las 
espaldas.  Huy^on  por  último  y  lo  desampararon  todo: 
quedamos  reci^i^do  los  despoyos  de  la  viotoria,  y  la  me- 
jor parte  de  ellos  consagramos  á  Dios  y  á  la  Vfi^en  su 
madre,  ea  cuyo  día,  y  por  cuya  íaAercesion  vencimos  á 
Boestros  enemigos. 

Volví  á  boca  de  noche  á  dar  el  parabién  á  la  Diputa- 
ción, así  del  Principado  como  de  la  Ciudad,  y  ellos  me  la 
daban  á  mí,  queriendo  que  á  mi  llegada  y  embajada  en 
tan  sazonado  t^mpo  se  debiese.  Estaban,  empero,  tockis 
temerosOB- que  el  ejército  castellano  se  tornase  á  reformar, 
awujHe  tan  distante  de  nosotros,  y  Dosotroa  con  superior 


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partido  por  ir  llegándola  soldadesca  de  Martorell.  Con  todo, 
pedia  oira  vez  el  enemigo  acometer  pretendiendo  restaurar 
la  honra  perdida;  deseaban  socorro  de 'Francia,  el  cual  no 
podian  pedir  por  tierra,  por  impedírsete  el  ejército  con- 
trarío; ni  por  Utar,  por  oo  tener  al  presente  embarcación 
alguna  que  poder  enviar  mas  que  dos  galeras  sin  chusma 
del  rey  Felipe  que  quedaron  en  el  puerto  cuando  SQ  le- 
vantó Cataluña.  Viendo,  pues,  la  miente  necesidad  y 
cuánto  dependía  nuesti'a  conservación  del  buen  suceso  de 
Cataluña,  y  que  ya  habia  cumplido  con  mi  embajada,  y 
dado  las  cartas  para  los  capitanes  y  principales  portague- 
ses  del  ejército  castellano,  me  ofrecí  á  la  empresa  de  ir  con 
mi  navio  á  Marsella  y  traer  ei  socorro,  porque  sin  yo  ir 
nunca  el  genovés  llegara  allá,  ni  el  socorro  viniera,  y 
aempre  á  mí  'se  me  tendría  por  mas  á  propósito  para  sa- 
berles representar,  como  testigo  de  vista,  el  estado  de  Bar- 
celona, y  el  en  que  dejaba  áPortügal,  que  fué  también  lo 
que  me  movió  á. hacer  la  jornada,  porque  los  franceses 
hasta  entonces  no  sabían  lo  cierto  y  ajustado,  antes  les 
habían  dicho  muchas  mentiras  los  castellanos. 

No  pienso  merece  esta  acción  censura  contra  el  valor, 
como  alguAoe,  que  deben  tener  en  la  lengna  lo  qoe  les  falta 
en  las  obras,  quisieron  decir;  porque  qníen  eAtró  ea  Bar-' 
celona  antes  de  haber  pelotas  y  balas,  y  asistió  por  las  mu- 
rallas y  trincheras  en  cuanto  las  bobo,  ñi  se  salió  de  la 
ciudad  sino  despnes  de  no  haberlas'  y  el  enemrígo  retirarse, 
bien  maestra  que  no  huía  de  ellos,  y  que  el  salir  entonces 
á  otros  nrágoé  mayores  soto  era  por  remediar  el  no  ha- 
berlos tan  presto  en  Portugal,  y  lo  cierto  es  que  en  esto  y 
en  todo  lo  demás  tuve  siempre  por  delante  de  tos  ojos  el 
mayor  servicio  de  Dios,  de  V.  M.  y  bien  de  este  reinó',  y 
en  esta  acción  píenlo  que  lo  mostré  mas  qne  en  todas. 

Con  estos  intentos  me  embarqué  y  d(  á  la  vela  el  do- 
mingo siguiente.  Sobrevínome  Inego  calma ,  y  treis  leguas 


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de  Barcelona  estuvo  el  navio  surto  por  dos  dias,  estando 
sobre  el  ferro;  aquí  me  vf  en  el  mayor  peligro  de  la  jor- 
nada, porque  estando  en  est-a  dicha  calma ,  llegó  el  duque 
de  Fernandina  con  sus  galeras  para  soconer  al  ejército 
castellano,  y  con  verlo  nosotros  desde  el  navio  y  contar  las 
galeras,  él  milagrosamente  ó  no  nos  vio  ó  Dios  lo  movió  á 
no  acometernos,  que  á  hacerlo  tenia  la  presa  en  la  mano, 
por  ser  las  galeras  muchas  y  bien  pertrechadas  de  gente. 
Acabada  esta  calma,  vino  un  pié  de  viento  tan  grneso'  y 
tan  recio,  que  nos  vimos  en  grandísimo  riesgo  en  el  golfo 
de  León;  por  lo  menos  .juzgó  el  capitán  y  deroas  oficiales 
del  navfo  que  era  imposible  el  aportar  á  Marsella,  ni  á 
puerto  alguno  de  Francia,  porque  ya  estábamos  de  la  otra 
parte  de  Saboya  á  que  dimos  vista,  y  solo  podíamos  an- 
corar cuando  mucho  en  Monaco  6  Genova; "  y  como  Mo- 
naco fuese  de  la  confederación  de  Castilla,  y  Genova  puerto 
Ubre,  parecióme  mejor  desembarcar  en  Genova,  y  de  allí 
por  tierra  tomar  á  Francia,  que  me  decían  era  muy  fácil; 
con  estos  pensamientos  aportamos  á  Genova  á  les  6  de 
Febrero. 

Escasamente  habíamos  lanzado  el  ferro ,  cuando  la 
ciudad  se  comenzó  á  desembarazar,  y  á  venir  todos  en  bar- 
quitos á  bordo  para  saber  nuevas  de  Portugal,  que  de  lejos 
habiao  ya  conocido  el  navio  por  genovés,  y  sabían  de 
dónde  venia,  y  ño  menos  deseaban  saber  las  nuevas  de 
Barcelona;  que  como  en  Genova  hay  muchos  apasionados 
por  Castilla,  y  estos  sabían  la  ventaja  que  el  ejército  cas- 
tellano llevaba  al  catalán,  ya  se  hacían  con  la  victoria  al- 
canzada. Mas  como  tes  dijésemos  habia  sido  al  revés,  á 
unos  se  les  caía- el  corazón  á  los  pies,  y  los  mas  no  lo  po- 
dían creer;  menos  se  podían  peraiadir  en  la  conformidad  y 
común  consentimiento  con  que.V.  M.  fué  aclamado  y  ju- 
rado por  Rey  en  todas  las  ciudades,  villas  y  lugares  de  este 
reino  y  de  los  Algarbes,  porque  también  de  esto  no  tenían 


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449 
sino  unas  noticias  muy  confusas  y  viciadas  por  envidiosos 
cast^laoos,  que  no  querían  conceder  esta  nuestra  felicidad; 
maB  solo  le  llamaban  un  levantamiento  coafuso  y  dividido 
como  el  antiguo  de  Alemtejo. 

Luego  que  me  desembarqué  no  me  olvidé  de  escribir 
á  Marsella  el  estado  de  Barcelona  para  granjearle  socorro, 
y  así  envié  algunas  Otras  cartas  de  la  Diputación  y  de  los 
capitanes  franceses  que  allá  estaban ,  en  las  cuales  todas 
representaban  el  aprieto  en  que  sepodian  ver.  Importaron 
-  tanto  estas,  que  luego  el  cardenal  de  León,  que  entonces  se 
hallaba  eu  Marsella^  y  el  mariscal  gobernador  de  la' Pro- 
venza,  enviaron  seis  navios  cargados  de  armas,  y  gente  y 
vestimentos,  con  que  los  catalanes  de  Barcelona  cobraron 
Duevo  aliento,  y  de  todo  se  dieron  por  s^uros ,  y  mucho 
mas  con  haberles  ido  otro  socorro  después  del  dicho,  y  en 
seguida  otros  varios,  hasta  salir  el  arzobispo  de  Burdeos cod 
su  armada,  lo  cual  aseguró  todo,  impidiendo  y  tomando  los 
socorros  que  el  castellano  quería  entraren  Cataluña,  de  las 
cuales  presas  yo  ví  por  'mis  ojos  la  que  tomaron  en  un  solo 
dia,  que  constaba  de  cinco  navios  grandes,  dos  galeras  y 
una  pollaca  (polacra) ,  cargadas  todas  estas  embarcaciones 
de  trigo  y  bastimentos  hasta  el  tope;  y  después  de  estas  hizo 
otras  muchas.  Así  que  yo  quedé  en  Genova;  mas  con  las 
cartas  qué  de  allí  envié  á  Marsella  se  obró  la  s^uridad  de 
aquel  principado  de  Cataluña,  como  si  yo  allá  fuese,  y  esto 
hizo  que  en  Barcelona  no  hubiese  mas  pelea  que  aquella 
en  que  yo  asistí. 

Con  las  nuevas  que  estos  genoveses  apasionados  de 
Castilla  me  oyeron  (si  bien  no  deja  de  haber  también  mu- 
chos y  muy  amigos  de  Francia  y  apasionados  de  Portugal] 
me  cobraron  tal  aborrecimiento,  que  lu^o  en  el  semblante 
lo  mostraban,  y  con  las  palabras  y  gestos  manifestaban  el 
sentimiento  del  corazón.  Para  mayor  desgracia  roia  me  fue- 
ron á  alojar  y  hospedar  en  un  raesoo,  en  el  cual  en  un 


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ISO 
cuarto  estaban  alojados  muchos  castellanos,  criados  del 
marqués  de  Leganés,  que  allí  esperaban ,  vinieado  de  go- 
beruará  Milán.  El  cual,  siendo  tan  empai'eDtado  en  G^ova, 
veaian  muchos  de  estos  genoveses  á  hacer  consultas  con 
los  castellanos,  y  todos  ellos  llevaban  á  mal  verme  entrar 
y  salir  por  la  Qusma  puerta,  y  mayor  enfado  tes  dio  cuando 
comenzaron  á  rastrear  que  yohabia  sido  enviado  porV.  M. 
á  Barcelona  eon  oficio  de  embajador ,  lo  cual  yo  negaba 
con  disfraz,  y  en  eso  mas  me  confirmaban,  antes  tenían 
para  sí  que  aun  pasaba  á  Roma  con  negociación  de  la  mis- 
ma ifnportancia,  y  después  de  matartne  pretendían  tomar 
los  papeles  que  llevaba  de  V.  M.  para  hacer  plato  de  ellos 
i  Castilla,  como  hicieron  ayunos  capitanes  portugueses,  y 
mas  que  capitanes  en  el  ejército  castellano  de  tas  cartas 
que  les  envié  en  que  les  Qfrecia  el  pasaje  é  intimaba  las 
órdenes  de  V.  M. ,  graogeando  con  eso  puestos  aventaja- 
dos y  deshacerse  et  tercio  de  portugueses. 

Comenzaron,  pues,  estos  confederados  de  Castilla  atrai- 
oionadamente  á  hacerqie  celadas  en  que  cogerme;' la  pri- 
mera fué  que  me  enviaron  un  milanés  muy  lucido  y  bien 
puei^que  hacia,  y  muy  bien,  la  figura  de  haber  Sido  en 
Alemania  del  servicio  del  infante  D.  Duarte,  que  Dios  nos 
traiga,  y  luego  juraba  que  no  deseaba  otra  cosa  sino  ir  á 
buscarlo  á  Portugal ,  adonde  ha))ia  ya  pasado  (estas  nae- 
vas  que  entonces  oorrian  en  Genova  no  eran  verdaderas), 
porque  habia  recibido  de  su  Real  mano  tantas  y  tales  mer- 
cedes él  y  su  padre ,  que  estaba  dispuesto  á  dar  la  vida 
en  su  servicio;  empero  que  temia  á  los  castellanos  y  apa- 
sionados de  Castilla  que  lo  podían  coger  y  maltratar,  y  me 
pedia  que  le  diese  consejo  y  lo  amparase;  pues  si  bien  no 
era  portugués  en  la  sangre,  lo  era  tanto.en  el  afecto.  Cau- 
tiváronme, confieso,  sus  razones:  advertí  lo  qne  me  decía  y 
naturalmente  me  compadecí  por  verle  en  el  mismo  riesgo, 
puesto  que  fingidamente,  en  que  yo  me  veia;  hícete  que  tor- 


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151 

Dase  á  la  noche  para  -hos  comunicar  y  tomar  consejo  oon  mt 
genovés  que  me  mostraba  buen  afecto,  yá  las  coaas  de  Por- 
tugal no  menor  estima.  Viato  entonces,  por  estar  yo 
hieo  acompañado  de  gente,  no  poder  ejecutar  su  mala  in- 
tención, tornó  á  boca  dé  noche  y  delante  del  genovés 
trató  SD  causa,  que  nt^otros  pret^adimos  remediar  cuanto 
fué  poaiMe;  mas  como  le  traía  otra  muy  diferente',  y  con 
maia  iotencioa,  y  él  viese  mas  gente  de.  la  que  qndría  para'  . 
ejecutarla,  no  se  deliberó  (1)  hasta  que  le  hicimos  levantar. 
Al  dia  siguiente  vino  á  estar  conmigo  un  pobre  tudesco, ' 
qnese  ¿onfesabs  criado  de  aquellos  castellanos  que  estaban ' 
en  Ib  misma  posada,  ó  para  decir  mejor,  ángel  disfrazado 
que  tomaba  á  sn  cuenta  .mi  gaarda  y  defensa;  este  mé  dijo 
como  sus  amos  y  otros  de  la  ciudad  trataban  coa  calor  de 
matarme,  y  que  á  eso  hablan  enviado  el  día  antes  un  mi- 
laaés  llamado  D.  Migo^  de  Navas,  capitán  de  corazas,  ei 
caal  con  capa  de  hacerse  del  servicio  del  infante  D.  Doar le 
venia  armado  oon  dos  pistolas,  dejando  á  la  pneria  de  ta 
posada  diez  hombres  anúados  para  su  defe<»a,  coo  an  ca^' 
bailo  bien  aderezado,  y  que  este  había  dado  por  excusé  de 
no  haberme  muerto  á  los  que  lo  enviaban,  él  estar  yo  con 
el  geaovés  y  haber  criados  Á  la  poerta.  Agradedle  yo  esta 
memoria  y  merced  que  me  hacia ,  y  con  promesa  de  satis- 
^cérsela,  le  pedí  que  de  nuevo  viese  si  habia  -dé  qué  avi- 
sarme  mas,  y  que  lo  hiciese.  Ann  entonces  pensaba  yo 
era  esto  embuste  para  ganar  dinero;  empero  ei  buen  tu^ 
deseo  volvió  á  la  tarde  diciendo  qae  sos  amos  sabían  que 
yo  era  hermano  de  un  conde  que  habia  estado  en  el  Brasil 
y  í^ra  estaba  en  una  plaza  gobernando  por  orden  de  V.  M., 
y  que  era  además  pariente  de  los  rebeldes  de  mayor  con^ 
sideración  contra  Castilla,  enviado  por  V.  M.  A  Catalofia  á 


loque  ••rewlvid  ú  alroviá.» 


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152 
negocios  de  ímportaDcia;  y  que  ea  el  camino  de  Boma  (adon- 
de pensaban  qne  yo  iba)  me  esperaban  para  matarme,  y 
que  en  la  posada  trataban  lo  mismo.  Con6rméme  raloaces 
en  ser  verdad  lo  que  me  decía  el  tudesco,  y  en  la  mer- 
ced que  Dios  rae  habia  hecho  eo  librarme'  del  atraicionado 
milaQés,así  como  de  la' buena  voluntad  que  esta  gente  me 
tenia,  y  mucho  mas  por  ver  que  aquellos  hombres  me  te- 
nían puesta  guarda  y  vela  y  espías  para  donde  quiera  que 
yo  fuese  y  saliese,  la  cual  fielmente  me  acompañaba  y  traía 
á  la  vista,  y  asf  con  traje  mudado  yo'  y  mí  compañero  nos 
reclamos  á  otra  casa  oculta.Y  no  fué  pequeña  mei^edde 
Dios  hallaría  y  poder  ll^ar  allá,  escapando  de  las  guardas 
y  centinelas  que  me  tenían  puestas,  de  tas  cuales  era  con- 
sentidor un  mozo  que  yo  llevaba,  el  cual  me  tenia  vendido- 
Mil  juicios  se  echaban  sobre  esta  mí  ausencia;  unos  me  ha- 
cían ya  partido  á  Roma,  otros  á  Francia,  y  conforme  pen- 
saban asf  enviaban  gente  para  alcanzarme  por  mar  y  tierra. 
Una  embarcación  enviaron  bien  guarnecida  de  gente  ar- 
mada al  golfo  de  la  Especie  (Spezzia)  en  mi  basca,  pen- 
sando pasaba  á.Roma:  empero  ella  se  hundió  y  se  ah(^- 
ron  40  hombres  que  dentro  iban. 

En  este  tiempo  llegó  el  marqués  de  Leganés  de  Milán, 
y  con  su  libada  crecieron  las  diligencias  con  grandes  pro- 
mesasde  dinero:  500  doblones  se  Ufaron  á  ofrecer  á  quien 
me  descubriese;  todos  los  patrones  y  pilotos  de  la  ribera 
estaban  cohechados  para  que  me  entregasen ,  porque  les 
constaba  no  haber  yo  pasado  de  Genova,  y  como  Carlos 
de  Oria  (según  mi  perseguidor]  fuese  gobernador  de  las 
galeras  de  Castilla  y  mandase  toda  la  marinería,  todos  le 
obedecían  y  deseaban  dar  gusto.  Sabiendo,  pues,  el  mar- 
qués de  Leganés  que  yo  estaba  d^tro  de  Genova ,  me  fué 
él  mismo  á  pedir  en  persona.  Fuese  al  Senado  diciendo  que 
yo  era  traidor  á  Castilla,  y  enviado  por  V.  M.  á  Barcelona 
por  embajador;  que  era  bien  que  como  rebelde  me  entre- 


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gase  al  rey  de  Castilla,  y  asf  desu  parte  lo  pedia  y  requería: 
empero -el  Senado  )e  respoadió,  que  si  yo  era  persona  de 
tanta  estima  y  calidad  que  V.  M.  me  ocupaba  en  oficio  de 
tanta  consideración  como  era  ser  embajador  suyo,  que  no 
era  bien  qne  ellos,  agraviasen  á  tal  persona  y  á  tal  Rey, 
siendo  la  Repdbtica  á  lodos  libre;  y  ai  yo  no  era  e)  qiie  él 
decía,  no  parecia  tampoco  raK)n  para  que  ellos  entregasená. 
un  inocente:  si  bien  es  verdad  que  no  faltaron  algunos  que 
votaron-  qne  me  entr^asen.  Tornií  él  á  iistar  segunda  y 
tercera  vez,  mas  no  lebastó  ni  importómas  que  la  primera; 
trató  entonces  de  poner  su  indnstríay  violencia  para  babenae 
á  las  manos,  haciendo  las  diUgencias ,  multiplicando  prome- 
sas y  fulminando  amenazas  contra  quien  me  amparaba ;  y 
porque  pensó  que  un  genovés  líoo  y  noble  me  amparaba; 
le  mandó  confiscar  40^000  ducados  quu  tenia  de  renta  en 
Nápolea,'y  ó  otro  que  no  tenia  hacienda  trató  que  la  sa- 
tisfaciese con  la  vida.  Mas  lo  que  á  mí  mas  me  escandalizó 
Tué  cierto  portugués  qoe  con  él  venia,  á  quien  yo,  por  serjo. 
'  traté  cuanto  pode  de  reducir  y  ganar;  este  fué  el  que  mas 
me  persiguió  y  andaba  en  mis  alcances  por  complacer  al  de 
Luanes.  Viendo  yo  que  se  iba  descubriendo  la  posada  donde 
estaba,  y  que  podían  maltratar  á  los  que  me  amparaban, 
coa  su  beneplácito  me  mudé  pasados  ocho  días  de  esta 
casa  á  la  de  un  cl^go  virtuoso ,  y  de  esta,  pasados  tres 
di9s,  á  otra  de  an  caball^t)  que  no  temia  ni  debía;  en  fin, 
aun  aquí  se  supo  adonde  estábamos,  y  con  ser  persona 
grave  y  de  respeto,  le  venían  á  cercar  la  casa  de  dia  y  de 
nocfaecon  soldados  de  po^a  para  que  no  pudiese  salir  de 
ella:  tanto  que  vine  4  hacer  queja  en  nombre  de  V.  M.  al 
Senado  de  la  violencia  que  se  me  bacía,  adonde  fui  bien  oído 
y  respondido,  ofreciéndome  guardas  en  mí  defensa,  y  todo 
lo  que  me  fuese  necesario,  con  la  cual  diligencia  qne  hice  en 
k\  Senado,  cesó  algún  tanto  el  demasiado  v^ar  sobre  mí. 
Haciendo,  puesj  de  la  necesidad  virtud,  y  viendo  hallarme 


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en  Genova,  adonde  hay  muchas  arinas,  de  que  twsolros 
tanto  uecesitáhaDQOS,  hice  ccm  algunos  mercaderes  que  eo- 
viasen  acá  copia  de  ellas,  como  enefecto  viaieron,  dirígtdss 
á  Juan  Bautista  Laviosa,  mercader  geoovés  de  rála  ciudad- 
Entretanto,  sabiendo  de  tres  navios  holandeses  que  estaban 
para  partir  i  cargar  desala  la  isla  cteIbisa,lo8fldtéé  Uiám 
para  que  me  pasiesen  en  la  primera  tierra  de^Erancitt,  y 
así  me  embarqué  despaes  de  haberlo  coooertado,  á  loa  21 
de  Marzo  á  medio  dia,  llevando  en  miguarda  baata  el  na- 
vfo  doe  compañías  de  soldados  bien  armados  y  bien  pa- 
gados ,  con  que  quedaron  los  caateltanos  j  sus  secuaces 
bien  corridos  y  avei^nzados,  los  cual^  hacían  ya  ia  pre- 
sa tan  suya,  que  publicaron  tenerla  ya  en  sis  nianOs,  y  de 
Castilla  me  enviaron  á  bizcar  por  dos  veces  cou  mas 
acompañamiento  de  alguaciles  y  ministros,  délo  que  yo 
deseaba,  y  aai  di  por  bien  empleado  el  enfado  de-  cuareota 
y  dos dias  de  sepultara ,  por  veilos  tan  frustrados  en  sus 
ínl^idoa.  En  Florencia  supe  babian  preso  á  varios  port1^^ 
gueses  pasajeros ,  porque  teoian  algunas  señalesjde  iae  que 
de  mí  habían  dada 

En  otros  muchos  riegos  y  persecucioaos  no  menores 
para  sentir  me  vi  en  esta  tierra,  y  por  las  que  paad,  y 
mucho  mas  por  atizar  los  pot-tugueses,  aun  efltandoen  otras, 
que  por  la  sangre  y  patria  debían  obrar  de  otra  manera, 
cuando  no  fuese  por  satisfacer  y  pagar  .al  deseo -qae  tes 
mostré  de  los  reducir  y  ganar  en  Portugal.  De^o  de  oom^ 
brarlos  á  V.  M.  por  no  causar  enlodo,  como  también  por 
»o  avergonzarlos  de  nuevo  á  ellos,  que  me  consta  eetán 
hoy  bien  corridos  y  alcanaádos.de  verse  con  la  ocasión 
perdida,  arriesgados  á  no  tener  otra  como  la  que  tuvieroa 
para  echar  mano  de  ella;  aok>  digo  que  eo  el  medio  de 
tantas  petsecttcíones  siempre  di  mi  venidS'  por  bien  em- 
fdeada;  antes  de  nuevo  me  volvieraámeter  entre  ellas  por 
el  servicio  de  V.  M.  y  mayor  bien  de  este  reino;  «i  me 


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finito  jamás  la  confianza  de  que  Dios  me  libraría  de  todas 
coo  BU  milagrosa  Providencia,  como  lo  hizo,  pues  eraa  por 
UD  Rey  y  reioo  que  ét  tiene  tomado  por  su  cuenta. 

De  Géaova  vine  á  Cabalario,  primera  tierra  de  Fran- 
cia, corriendo  toda  la  Provenza  y  Leagoadoc,  adonde  |os 
franceses  me  rédbian  en  los  brazos,  y  no  cesaban  de  ala- 
bar á  los  portugueses  por  lo  qoe  habian  hecho,  en  par- 
ticular el  arzobispo  de  Burdeos,  que  hallé  en  Cadaques  con 
su  armada,  el  cual  se  mostró  muy  deseoso  de  con  ella  ve- 
DÍr  á  servir  á  V.  M.,  alegando  que  sabia  muy  bien  loa 
puertos  de  Portugal  y  Castilla,  por  las  muchas  veces  que 
de  lejos  los  había  corrido;  y  no  es  creíble  cuánto  los  fran- 
ceses generalmente  deseaban  venir  á  servir  á  V.  M.,  tanto, 
que  si  yo  tuviese  comisíOD  para  eso,  pudiera  traer  muchos 
de  millares,  así  de  á  caballo  como  de  á  pié. 

De  aquí  me  volví  á  Barcelona  á  coger  el  fruto  de  tas 
cartas  que  habia  enviado  al  ejército,  y  de  nuevo  hice  im- 
primir la  carta  de  creencia  que  llevaba,  y  la  provisión  . 
de  V.  M.,  locua!  todo  se  esparció  por  el  ejército,  para  que 
á  todos  los  de  él,  principalmente  á  los  portugueses,  cons- 
tase de  la  verdad  y  se  pudiesen  venir;  y  sin  duda  todos  se 
vinieran  si  su  tercio  no  se  reformara  por  los  otros  caste- 
llanos, mas  con  todo  ese  aprieto  los  principales  cabos  y 
capitanes  se  vioieroa  pasando  á  la  instancia  de  las  cartas 
que  les  envié,  exponiéndose  á  grandes  riesgos  por  venir  á 
servir  á  V,  M.,  por  lo  que  merecen  grande  alabanza  y  ser 
remunei;«d()s  de  la  Real  mano  de  V.  M.:  y  es  de  notar  que 
con  ser  las  que  escribí  en  el  ejército  tantas ,  que  pasaroo 
de  treinta,  todas  y  cada  una  de  ellas  fué  dada  en  mano 
propia  del  capitán  ó  soldado  para  quien  iban;  lo  que  no 
atribuyo  tacto  á  diligencia  humana,  cuanto  á  Providencia 
Divina.  Con  parte  de  ellos  me  vine  á  Burdeos,  para  desde 
allí  darles  pasaje,  el  cual  di  Á  mas  de  doscientos ,  espe- 
rando á  los  demás  que  viniesen;  y  porque  tuve  noticia  que 


3vGoO(^lc 


156 
Tarragona  estaba  ya  tomada  por  Fraacia,  y  que  de  la  parte 
de  Barcelooa  estaban  pasados  de,  doscieatos  portugueses 
venidos  ya  del  ejército,  envié  á  mi  compañero  el  P.  Paalo 
dd  Acosta  para  que  los  trícese  á  todos  y  veairuos  con 
la  armada ; ,  mas  pcHi^ae  yo  hallé  entre  tanto  ocasión  de  una 
carabela  que  de  la  Bóchela  partia  para  esta  ciudad ,  me 
embarqué  en  ella  con  nueve  capitanes,  cuatro  alféreces  y 
los  demás  soldados  que  actualmente  tenia,  que  serian  mas 
de  cincuenta,  armándolos  primero  á  todos  con  mosquetes 
y  pistolas  para  la  ocasión  que  se  ofreciese,  pues  así  serian 
mas  bien  recibidos  eñ  este  reino ,  facilitándome  todo  el 
riesgo  del  camino  el  deseo  que  tenia  de  echarme  á  los  pies 
de  V.  M.,  que  Dios  nos  guarde,  para  propagación  de  la  fe 
católica  y  grandes  aumentos  de  sus  estados.  Lisboa  á  SO  de 
Julio  de  16i1.=lgúacio  Mascareñas. 

Madrid  y  Julio  ■! .'  de  1 641  - 

(Leg*  «aelio,  núm.  i,  fól.  365.) 

Copia  de  carta  que  envió  D.  Martin  de  Velazqnezá  Don 
Sebastian  Méndez  de  Cabrera ,  cura  de  la  iglesia  del  señor 
San  Vicente  de  esta  ciudad,  su  primo;  fecha  en  Barcarrota 
á  1."  de  Julio  de  1641.  Este  caballero  está  por  capitán  y 
gobernador  de  Barcarrota  (1 }. 

La  guerra  de  Portugal,  señor  primo,  está  ya  declarada 
sin  tiempo,  porque  segun  las  disposiciones  de  arriba  se  ha- 
bía dejado  para  Octubre  por  la  falta  de  gente,  que  á  la  hora 
presente  consta  por  la  Contaduría  de  Mérida  no  haber 
mas  de  4,000  infames  de  Extremadura  y  3,000  6  poco 
mas  forasteros.  Estos  7,000  son  infantes,  y  habrá  además 


(1¡    El  original  dice  "Valoarrola." 


z.cbyC00glc 


4,000  caballos  ó  poco  mas,  en  que  se  incluye  mucha  no- 
bleza, y  han  de  ser  dé  mucha  ímporlancia,  porque  en  Por- 
tugal hay  gran  falta  de  caballerfa.  Los  vecinos  de  Olivencia 
teaian  sus  sementeras  en  Castilla,  en  tierras  de  Badajoz  y 
de  ValTerde.  S.  M.  ha  mandado  se  les  permita  á  los  por- 
tugueses recoger  sus  panes,  y  si  no  que  se  sieguen  por  ^u 
cuenta,  y  para  esto  han  salido  machos  caballos  é 'infantes 
haciendo  escolta  á  los  segadores.  La  primera  compañía 
de  caballos  filé  de  D.  Juan  de  Meló,  que  está  en  Badajoz; 
encontróse  con  una  tropa  de  portugueses  sobre  Telena,  al- 
dea de  badajoz,  y  se  peleó  valerosamente.  Los  nuestros 
hicieron  retirar  ¿  los  portugueses,  y  en  el  alcance  pren- 
dieron á  algunos  y  mataron  mas  de  20.  Trujióronselss 
prisioneros  á  Badajoz,  y  el  conde  de  Mpnterey ,  que  está 
en  Mérida,  mandó  darles  libertad  y  restituirles  los  caba- 
llos y  armas.  Estos  portugueses  eran  de  Yelves ,  que  es  la 
plaza  de  armss  de  aquella  frontera,  y  adonde  está  el  con- 
de de  Vimioso,  general  de  las  armas,  á  vista  de  Badajoz 
tres  leguas;  de  suerte,  que  de  doce  dias  á  esta  parte  hay 
machas  escaramuzas,  y  siempre  los  nuestros  se  llevan  lo  me- 
jor, porque  la  caballería  es  de  mucha  importancia,  y  el  que 
mas  se  ha  señalado  con  su  compañía  es  D.  Juan  de  Meló. 
Todo  esto  ha  sido  menester  para  restaurar  su  crédito,  porque 
tiene  soldados  muy  licenciosos,  y  él  es  de  muy  mala  condi- 
ción, y  huélgome  mucho  por  lo  que  quiero  y  amo  á  sus  deu* 
dos,  y  en  particular  á  D.  Antonio,  su  hermano,  que  es  fn¡ 
amigo.  Valverde ,  aunque  lugar  peqneño,  tiene  diez  y  seis 
compañías  dé  infantería  y  cuatro  de  á  caballo;  está  una 
legua  de  Olivencia.  Ha  tenido  con  la  gente  de  aquella  vi- 
lla los  mismos  encuentros  y  escaramuzas,  y  siempie  se  lle- 
va lo  mejor. 

La  semana  pasada  hicieron  los  portugueses  una  gran- 
de emboscada  que  no  luvo  efecto,  y  rx)roo  se  permite 
robar  á  los  soldados,  no  hay  quien  los  pueda  corregir, 


3vGoo^^lc 


así  á  los  de  Badaji>z,  como  á  los  de  Valverde.  Toda  la 
gente  que  eeiaba  alojada  viene  bajando  á  Badajoz,  y  la  ar- 
tillería y  demás  municioaes  que  estaban  en  Marida.  Los 
portugueses  do  tienen  ningún  socorro  forastero ,  y  tienen 
mucho  á  qué  acudir,  y  háse  experimentado  qué  no  pelean 
con  el  coraje  que  se  creía. 

A  in^  marqués  do  m  le  ha  dado  la  gente  que  se  le  ha- 
bía prometido,  porque  do  la  hay;  de  sutis'teque  solo  tieae 
los  de  sus  villas  y  algunos  soldados  viejos  entretenidos.  El 
está  eo  el  Fresno,  y  no  en  Baróarrota:  no  faltan  cQídadoB. 

La  villa  de  Barrancos,  que  era  refugio,  y  así  lo  ha 
sido,  de  Portugal  como  de  Castilla,  la  qilemaron  ayer  dtd 
de  San  Pedro  los  miamos  portugueses,  y  despojaron  á  los 
castellanos,  y  ellos  se  entraron  en  un  castillo  que  estaba 
cerca  de  allí  y  se  llama  Xodar,  y  es  fuerte  y  de  itoportan-- 
cía,  porque  eatá  cinco  leguas  de  Xerez  de  loe  Caballeros  y 
dos  de  Oliva,  y  se  puede. hacer  de. allí  mucfao  daño  en  la 
comfarca  á&  Fr^enaU  Este  castillo  se  podo  tomar  á  ids 
priocipioe  coa  facilidad,  y  estuvo  cometida  la  empresa^  ad 
se  ejecutó  por  cierto  descurdo  que  yo  me  té,  y  que  no  se 
puede  decir. 

Escribiendo  esta  caria  me  vinieron  á  decir  que  Oliven- 
cia  se  habia  entregado,  que  si  fuera  verdad  es  de  mucha 
importancia;  diidolo  porque  tiene  3,000  vecioois  y  mas  dd 
1,590  soldados  de  presidio,  y  una  buena  tropa  de  caba— 
Wgtis  y  la  gobierna  Matfasi  de  Albupquerque  Cuello  (Coelbtí) 
gran  caballero  y  sfridade,  qae  conocí  en  Sevilla  coando 
salí  de  cautivo,  y  fui  muchos  días  su  huésped,  y  ebcenqne 
se  ha  entr^ado  á  el  que  gobierna  las  armas  en  Yaiverde. 

Esta  villa  está  de  esta  tres  lM;uas;  hemos  oido  esta  ma- 
ñana mucha  artillería.  ¡Quiera  Dios  sea  verdad  I  Mas  todo 
me  parece  que  son  deseos  de  que  así  suceda.  Lo  cierto  es 
que  hay  en  Olivencia  mny  leales  Tasallos  del  Rey  nuestro 
Señor.  Agora  me  avisó  el  portador,  y  así  escribo  de  priesa, 


;vCooglc 


Después  de  escrita  y  cerrada  esta  carta ,  se  supo  de 
cierto  el  suceso  de  0liv»cia,  que  siempre  lo  dudé.  La  ver- 
dad fué  que  ayer  dotniago,  por  la  madrugada,  salieron  300 
caballos,  corazas  y  una  cnupañía  de  las  guardias  viejas  de 
Castilla,  que  corren  la  tierra  de  Olivencia ,  y  después  de 
haber  cogido  mas  de  2,000  cabezas  de  gaoado  mayor  y 
meiior  que  pastaba  i  legua  y  media  de  aquella  parte, 
salieroD  de  la  dicha  villa  dos  grandes  tropas  de  caballos 
é  infantes,  y  entre  «Uoe  un  clérigo  y  ua  sacristán,  muy 
hampones  y  ricos,  {sic).  Los  nuestros  los  aguardaron  y  es- 
caramucearen tan  á  su  salvo,  que  la  caballería  se  escapó 
por  prácticos  en  la  tierra,  prendiendo  sotos  siete,  entre  los 
onales  fué  el  clérigo,  que  venia  armado  de  punta  en  blan- 
ca. Resistióse  Talerosamentei  y  al  6a  lo  inataron,  porque 
siempre  aclamó  por  .rey  de  Portugal  al  rey  D.  Juan.  De  la 
infantería  mataron  ochenta,  que  ast  consta  por-  las  armas 
y  despojos;  y  entre  ellos  al  satTistan.  Ha  Itecbo  este  suceso 
mucho  ruido,  porque  ha  sido  muy  considerable.  Esta  es  la 
verdad  efectivamente,  &c.=Barcarrota  á  í."  de  Julio  de 
164f  (1). 


(1)  TTnido  á  esta  curia  se  Iialla  nn  papel  de  pnRo  y  lelra  de)  P.  Pereyra 
relativo  al  HospiUl  de  la  Sangre  de  SeTÍlla.  que  dice  asi: 

Desocupase  la  sala  de  los  apestados  del  Hospital  de  la  Sangre,  qoe  ha- 
Ua  cuarenta  ados  qae  estaba  cerrada  con  la  ropa  de  Is  peste.  En  h  coa- 
resma  del  ado  de  1610  sñ  re^olvíA  el  administrador  del  hospital  de  la 
Sangre  á  desoeapar  la  sala,  donde  se  habían  corado  los  apestados  el  a&o 
delGM. 

Había  quedadt)  la  ropa  toda  de  los  apestados  y  se  halüa  estade 
eneerrnda  en  la  dicba  sala  cuarenta  aflos ,  y  tiabiéndase  beche  di- 
ligencias en  tiempo  de  otro  adminíslradar,  Jofre  de  Loaysa,  antecedente; 
en  tiempo  de  muchas  nieves,  y  pedida  licencia  para  sacarla  y  qnemarla 
«1  el  campo,  no  se  le  díd  licencia;  y  este  dicbo  administradoi-  presente, 
Gabriel  Aranday  Vega,  callando,  sin  dar  parte  á  nadie,  con  los  oRcisles 
de  ta  obra,  la  sacó  y-  quemú  y  enterrú  en  la  huerta  del  dicho  hospital;  re- 
galA  á  los  o&cialee  y  se  hi»)  sin  raido;  engalocbáronse  las  paredes; ,  lavdse 
el  saelo,  deshollinóse,  vertióse  macho  vinagre,  y  con  eso  el  verano  de  este 


3vGoo^^lc 


Madrid  y  Julio  1  de  iUi. 

¡Leg.°  suelto,  núm.  1,  KI.1S5  v.°) 

Pax  Chrisü,  &c.  Mi  buen  P.  Rafael:  hace  ya  mas  de 
un  mes  que  tío  escribo  á  V.  R.  por  an  dolor  que  me  c(^ 
lodo  el  brazo  derecho ,  y  me  impide  tomar  la  ptuma.  Ma- 
las nuevas  son  las  de  Cádiz  (1  ]  y  toda  Andalucía ;  y  crea 
V.  R.  que  aquí  no  andamos  mejor.  Todos  se  quejan,  chi- 
cos y  grandes ,  y  nadie  sabe  de  dónde  ha  de  venir  el  re- 
medio. 

Lo  del  pasquin  de  Sevilla  (3)  es  una  verdad,  y  nio  le 
falta  ingenio.  En  Buidos  y  otros  lugares  de  CastiHa  han 
puesto  otros  muy  parecidos. 

Creo  que  el  P.  Sebastian,  que  también  ha  estado  malo 
aunque  ya  convaleciente  á  Dios  gracias ,  escribirá  á  V.  R.  ' 


afio  de  Gil  sirviA  la  dicha  sala  de  enfenceria.  Fué  Dios  servido  que  M 
hiciese  dafio  ninguno  A  nadie. 

La  sala  tiene  cincuenta  y  tres  varas  de  largo  y  doce  de  ancho;  todaellá 
estaba  llena  de  ropa.  La  mas  inmediata  al  suelo,  por  haberse  inundadp'el 
hospital  en  tiempo  de  la  avenida  grande,  estaba  podrida  j  hecha  ceniza;  la 
demás,  mucha  de  ella  gastada  y  comida  de  polilla,  y  otra  muy  boeua.  Qaiso 
Dios  favorecer  esta  causa  piadosa  por  el  buen  celo  del  dicho  adminjatra-- 
dor,  para  tener  mas  lugar  desembarazado  en  que  ourar  enfermos. 

Esto  me  dijo  el  maestro  Joan  de  Segarra,  maestro  mayor  de  l|s  ohias 
de  aquel  hospital,  y  que  él  habla  sido  la  principal  causa  de  que  este  (¿ira. 
se  luciese;  y  por  ser  verdad  lo  Srm^  de  mi  nombre.^^iIUlael  Persyra.; 

(1)  Por  este  tiempo,  ana  armada  de  navios  franceses  y  bolandeaes,  mes- 
ciados  con  algunos  de  Portugal ,  di6  vista  á  Cádiz ,  é  intentó  quemar  noís- 
tra  Dota,  que  se  estaba  aparejando  para  la  Nueva  España. 

{i]  Alnde  sin  duda  i.  uno  qaese  fijú  en  Sevilla  de  una  mujer  con  loa 
pechos  descnbiertos ,  tan  abultados  y  caidos  que  .-oaterialmento  la  ago- 
biaban con  sopeso,  y  una  letra  que  decía:  "¿Por  qué  no  te  mueves?»  y 
la  mujer  respondía :  »BI  peso  de  aquellos  pechos  no  me  dejan  mover.-i  Pues 
lév&ntatfl,  decia  el  pasquin. 


3vGoo(^lc 


<6t' 

esle  correo,  y  ie  dará  las  nuevas  de  la  corte.  Yo  me  voy 
á  preparar  para  ua  sermón  que  predico  mañana.  Nuestro 
Soñor  le  conserve  la  salud  y  le  guarde  como  yo  deseo.  De 
esta  Casa  Profesa  á  7  de  Julio  de  1641. 


ñJadrid  y  A^oito  29  de  iUi. 

(Tom,  90,  f6l.  S40.) 

AL  DUQUE  DE  HEDINA-SIDONIA  (I). 

Señor  mió:  ayer  miércoles  28-  de  este  mea,  recibí  dos 
carias  de  V.  E.  de  loa  23  de  este,  y  esta  mañana,  jue- 
ves 29,  recibí  otra  de  los  24,  en  que.V.  E.  me  avisa  venia 
á  esta  corte  en  la  conformidad  que  S.  M.  habia  ordenado 
á  V.  E. ,  sobre  que  escribí  á  V.  E.,  y  se  sirve  demostrar 

(I)  Para  la  mayorinleligcncia  de  esla  caria  y  la  siguieDte,  creemos 
necesario  advertir,  que  en  la  primavera  de  este  afío  el  duqne  de  Medina- 
sidoDÍa  rué  nombrado  coniandatite  general  de  ks  armds  por  la'  parte  de 
Algarbe.  Desde  Ayamonte,  donde  puso  su  campo,  babía  de  enviar  contra 
Lisboa  doble  expedición :  una  de  10,000  hombres ,  que  súbitamente  y  en 
secreto  atravesase  la  frontera,  y  otra  en  bareos  luengos ,  que  ceñida  á'Iu 
costa,  entrase  en  Lisboa  por  el  Tajo.  Numerosos  conjurados  de  la  nobleía 
de  aquel  rfeino  estaban  ya  dispuestos  á  tomar  las  armas,  y  al  entrar  los 
nuestros  por  la  barra,  atacar  de  improviso  el  palacio  del  de  Braganza,  y 
apoderarse  de  su  persona  vivo  ú  mnerto.  .P^ero  el  intento  se  frustró  por 
haber  el  pOrtugaás  recibida  á  tiempo  noticias  de  lo  que  contra  i\  y  su  reino 
te  tramaba;  presos  loa  mas  de  los  conjurados' fueron  jaigados  y  degollados 
púUicamenle  en  la  plaza  de  Lisboa,  según  ya  se  dijo  en  otro  lugar.  El 
duque  se  disculpó  alegando,  que  la  mar  con  sus  borrascas  ó  alteraciones, 
no  le  permitió  cumplir  coa  sus  órdenes,  si  bien  no  faltó  (según  Vibanco^ 
quien  lo.  achacase  6  falta  de  valor,  ó  á  amor  dé  la  propia  saflgre  ,  sujm- 
niéndose  par  algunos  que  el  duqbc  mismo  habia  rebelado  el  secreto  de  ta 
expedición  i  su  pariente  el  de  Bergan».  Coincidió  con  asio  el  descontento 
general  en  Andalucía ,  la  aparición  en  Cádiz  de  una  armada  enemiga ,  y 

TOMOXTI.  M 


;vC0O(^lc 


menoa  satisfacción  de  mi  caria  de  aqaella  que  yo  he  pro- 
curado siempre  merecer  á  V.  E.  A  lo  que  no  se  me  ofrece 
qué  responder  á  V.  E.  mas  de  que  no  es  posible  que  la  re- 
putación de  V.  E.  padezca  sin  quiebra  de  la  mia,  y  yo  que 
soy  mayor  de  40  y  50  años ,  y  que  estoy  por  eso  obligado 
á  no  errar  los  medios  de  la  mayor  autoridad  de  V.  E.  en  la 
parte  que  yo  puedo  lo  creo  asi;  y  si  como  V.  E.  me  dice,  es 
todo,  no  hay  mas  que  desear ,  no  solo  para  no  perder  repu- 
tación V.  E.,  sino  para  ganar  mucha  y  muchísima.  Despa- 
che V.  E.  para  que  se  sirva  de  avisarme  qué  dia  llegará  á 
Loeches  ó  aquí ,  porque  aunque  sea  á  costa  de  alguna  in- 
comodidad de  V.  E.,  querría  que  se  adelantase  V.  E.  ó  á 
caballo  ó  en  coche ,  de  modo  que  yo  le  pueda  besar  las 
manos  tres  leguas  de  aquí ,  para  que  V.  E.  vea  sí  ha  sido 
quitarle  la  reputación  el  no  tener  por  conveniente  esta 
jornada  á  la  de  V.  E.  y  á  la  disposición  de  V.  E.  juzga  se 
podía  conseguir  por  manos  de  un  oidor,  siendo  conveniente 
que  antes  que  V.  E.  entre  aquí  (adonde  oirá  A  muchos) 


los  papeles  qae  se  fijaron  por  las  froDteras  inoitftDdo  ¿  León  y  Casiilla  á 
qae  se  levantasen  ,  ofreciendo  el  rebelde  de  Portugal  Uberlades  y  fian- 
.  queús,  asi  comtf  exención  de'  tribalos  á  todoa  ios  pueblos  j  villas  que  si- 
gniesen  sa  bandera. 

••Todo  esto  (dice  Víbsnco)  abrió  puerta  al  discurso  de  que  se  habia  fal- 
tado al  secreto  de  ir  contra  el  opresor  y  poner  en  el  gobierno  del  Reino  y 
restituir  á  U  princesa  Margarita,  como  de  anles  lo  eslaba.  Decían  haberse 
hallado  cartas  que  aseguraban  la  comunioacion  y  alianza  del  'de  Medina- 
sidonia  con  el  dnqne  Urano;  quisiéronlo  averiguar  y  dar  al.  castigo  tan 
gravísima  maldad,  y  el  no  haber  tenido  efecto  pronto  el  acomelünieoto  de 
Üsboa,  y  las  otras  sospechas  del  Andalucía  y  armadas  «lemif  as  que-  la 
inundaron.  Llamaron  h  la  curte  al  duque  de  Medinasidonia .  qne  se  dis- 
culpó de  no  poderlo  hacer  por  so  falta  de  salud:  respuesta  que  confirmó 
mncbas  sospechas  y  recelos  en  que  ya  entraba  todo  el  reino.  Llama- 
ron al  marqués  de  Ayamonte,  y  puesto  en  la  obediencia  y  en  el  camino, 
le  prendiefon  en  Górdohb  y  llevaron  i  la  fortaleía  de  Hontanches,  don* 
de  fué  rignroBamente  estrechado  de  guardas  y  otras  jn^ícias ,  y  se  toma- 
ron medidas  púa  haber  á  las  manos  al  duque  con  recelo  dé  alguna  no- 
vedad, y  de  qae  no  la  tentase,  siendo  esto  mas  afectacioD  que  potestad  - 


3vG0i>^ílc 


me  oiga  á  mí,  y  porqiie  no  sé  cuál  es  el  camina,  juzgo  que 
será  á  propósito  un  lugar  que  sea  mUad  del  camino  de  llles-i-' 
cas,  una  legua  mas  al!á  de  Getafe.  Dios  guarde  a  Y.'E.  mu- 
chos años  como  deseo  y  he  menester.  Madrid  09  de  Agos-= 
10  de  i  611. 

Posdata:  Señor  mió;  errar  podré,  pero  mudias  obli- 
gaciones me  corren;  deseara  acertar  cuando  la  reputación 
de  V.  E.  es  también  mia ,  y  yo  soy  ya  viejo  para  no  co- 
nocer lo  que  hago.=-D.  Gaspar  de  Guzman.=Al  duque  de 
Medínasidonia. 

Copia  de  una  carta  del  Sr.  Conde-Duque,  para  el  señor 
duque  de  ifedinasidonia  de  i."  de  Setiembre  de  Í64í. 

(Tom.  90,  fot.  481.)  ^ 

Señor  mió :  boy  domingo  1 .'  de  Setiembre  á  las  9  dé 
la  mañana,  me  llegó  D.  Fernando  de  Gontreras  á  decir  que 
V.  E.  no  Tenía,  mostrándome  una  carta  para  el  Rey  (Dios 


beehí  por  el  ministro  qne  desciende  de  sn  casa ;  porque  no  hay  alguacil 
de  Corte,  el  mas  desventurado,  que  si  se  lo  mandaa,  no  baste  &  prender 
il  mayor  setor  de  Castilla.  Tomise  por  expediente  el  poner  de  secreto  ^ 
.rada  da  millas  en  el  camino  de  AndalncU,  y  se  hizo'eleccion  para  salir  ce» 
el  intento  de  D.  Luis'de  Haro,  hijo  del  raarqnés  del  Carpió,  haciendo  pu- 
bücarqneleenviabaaiona  joniads,  que  si  él  lo  sabia,  leda  la  c4rteeslAba 
igDorante  de  adonde  era.  Quién  decía  qne  á  Aragón,  quién  &  que  Valencia, 
y  para  cosas  de  CatalnCa.  Finalmente,  con  solo  lo  forzoso  pora  sn  persona, 
miércoles  4  de  Setiembre,  partió  i  toda  dUigencia,  y  sin  poder  mas  en- 
CQtirirse  el  secreto ,  ae  divulgd  que  iba  á  Andalucía ,  corriendo  libremente 
lo!  discursos  por  la  corte,  y  de  ella  por  todl  el  reino,  de  qne  iba  i  pren- 
der al  dqqae  de  Medínasidonia,  6  á  matarle  caso  de  que  lo  resistiere. , A  Jo 
que  atento  el  Patriarca  de  las  Indias  (D.  Félix  de  Guiman)  despachó  ¿ 
toda  diligencia  nn  correo  al  duque,  su  sobrino,  dándote  cuenta  del  acci- 
dente qoe  sobre  él  iba,  y  encargfuidole  no  se  detaviese  mus  un  punto.  Pú- 
sose D.  Luis  de  Haro  en  cuarenta  horas  en  Cárdoba,  donde  trabajada  del 
calor,  del  cansancio,  de  la. falta  de  suefio  y  de  la  sed,  por  do  bailar  nie- 
ve, hubo  de  detenerse,  sobre  Indo  habiendo  antes  tenido  avi»o  de  la  par- 
liSa  del  dnqoe.» 


;vC0Ot^lc 


le  guarde).  A.  la  una  me  d\ó  D.  Lorenzo  Dávüa  otra  caria 
de  V.  E.  e»  la  misma  conformidad,  haciendo  V.  E.  gran 
fuerza  en  ta  estampida  de  esta  jornada,  como  si  la  jorna- 
da y  circunslancias  de  ella  no  esluvíeran  diciendo  el  favor 
y  la  gracia  del  Rey  nuestro  señor  que  la  dispuso  y  enca- 
minó para  servicio  suyo  grande,  mayor  bien  y  reputacinn 
de  V.  E.  En  efecto  ,  señor  mió.  A  m(  no.  se  me  ofrece  que 
decir  á  V.  E.  mas  que  enviarle  una  copia  de  la  carta  que 
escribí  á  V.  E.  ayer  por  el  camino  de  Loechea, -haciendo 
á  V.  E.  ya  Ireinla  leguas  de  aquf ,  añadiendo  solamente 
dos  cosas:  La  primera,  que  si  lia  reparado  V.  E.  para  ve- 
nir luego  en  la  aslampida  de  que  se  debe  hacer  tan  poca 
cuenta  ,  cual  seni  la  de  decir  que  auna  orden  tan  favore- 
■  cida  de  S.  M.  como  la  primera,  ha  interpuesto  V.  E.  dila- 
ciones y  réplicas  en  tiempo  que  cada  hora  que  se  dilata  la 
entrada  de  V.  E.  en  Portugal ,  se  pierde  infmito  del  Real 
servicio,  y  mas  ahora  que  con  el  sóeorro  de  Tarragona 
quedan  tanitas  fuerzas  desocupadas  de  gente  vieja. 

La  segunda  ,  que  es  gran  cosa  que  V.  E.  crea  mas  á 
las  estampidas  que  á  un  hombre  que  no  puede  quedar  sin 
honra ,  si  V.  E.  pierde  un  pelo  de  reputación ;  que  me  ha 
dolido  tan  en  lo  vivo  del  alma,  que  dije  á  D.  Lorenzo  y 
al  Patriarca,  que  me  holgara  mas  haber  nacido  hijo  de  un 
sastre.,  que  no  en.casa  donde  se  hace  tan  poca  cuenta  de 
mí.  Quiera  Nuestro  Señor  queV.  E.  lo  acierte,  y  yerre  yo 
con  haber  creido  que  V.  E.  no  lo  habia  de  hacer,  gastando 
el  tiempo  en  persuadirle  á  lo  que  ya  V.  E.  tendrá  ejecuta- 
do. Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años.  Madrid  l.'de  Se- 
tiembre de  1641. 

Posdata:  Señor  mió;  fio  de  Dios  que  V.  E,  me  ha  de 
dar  muchísimas  gracias  de  lo  que  hoy  se  muestra  acongo- 
jado, y  crea  V.  E.  á  quien  no  puede  tener  otro  interés  que 
la  reputación  de  V.  E.,  y  su  bien  y  dignidad  mayor.=Don 
Gaspar  de  Guzman.=Al  señor  duque  de  Medinasidonia.  ■ 


z.cbyCOi)l^lC 


Copia  de  una  carta  de  Londres  de  t5  de  Stíién^re  de  1611: 

(TDm.».  fól.  10S-6.] 

De^ues  de  mis  lÜtímas  cartas  haa  veoido  dos  correos 
de  Escocia  que  haa  causado  mucha  congoja  y  cuidado.  Kn 
Uostandia  (1)  se  ha  tomado  cuidado  de  la  guardia  de  la 
persona  de  S.  M. ,  y  el  Parlaráenlo  aquf  encomendó  la 
guarda  del  Príncipe-al  marqués  de  Hartrort,  mandando  que 
ninguno  quedase  cerca  de  su  persona ,  sino  aquel  por  quien 
el  itaarqués  se  obligaba  á  responder  y  dar  del  cuenta;  df- 
cesc  que  se  toniar;^  semejante  cuidado  de  la  seguridad  de 
la  Reina. 

Un  d<Haingo  llegó  nueva  de  la  revuelta  de  Irlanda;  de 
ella  hay  impresas  tres  relaciones  totalmente  diferentes  entre 
si,  hasta  las  copias  misnlas  de  las  cartasque  en  ellas  se  trasla- 
dan, son  distintas;  doMároDsecon  las  nuevas  tas  guardiasy 
el  cuidado ,  ast  en  el  fiosvel  (S)  como  en  el  Parlamento.  Fué 
llamado  al  Parlamento  el  P.  Felipe  el  lunes  siguiente,  yde' 
allí  enviado  A  la  prisión  llamada  Homiel  (3);  pidiéronle  que 
jurase  de  responden'  la  verdad.  A  cuantas  preguntas  le  hi- 
cieron replicó  que  era  cosa  grande  y  expuesta  á  mucho 
ríe^o  obligarse  é!  con  juramento  á  responder  á  cuanto  le 
preguntasen ,  porque  había  estado  en  muchas  tierras  y  rei- 
nos, y  que  se  habia  hallado  en  muchos  negocios  y  ocasio- 
nes. Dijéronle  que  no  le  preguntaban  sino  dos  cosas  pre- 
sentes,-Vino  en  esto  como  no  fuesen  cosas  de  confesión. 


(1)  Asi  en  la  copia  qne  es  de  un  mal  escribieute;  quizá  íicWiít  éecir 
"S<M)llanrlia  de  Scolland"  que  es  Eseocin. 

(2)  ProbaWemciitc  While-Hall,  pahcio  de  Ins  reyes  de  IngljilciTa;  la 
<^opia  eslá  horril)|i'[iicnU!  mal  usrritn. 

(S)    Dice  Ooricur. 


;vC00glc 


Trujiéronle  una  Biblia;  pidiéronle  que  pusiera  sobre  ella 
I4  .iqano;  no  quiso  alegando  que  aquella  Biblia  era  falsa, 
y  qne  nohabia  dejurar  sobre  ella.  Esto  les  dolió  tanto,  que 
luego  le  mandaron  llevar  á  la  prisión,  siguiéndole  una  mul- 
titud de  muchachos  gritando  y  maldiciendo.  Los  extranje- 
ros aolaron  y  hablaron  de  esto  mny  mal ,  y  á  muchos  mo- 
vió la  loodeetia  del  padre. 

Este  día. por  la  manaba,  tres  ministros  de  justicia  que 
llaman  parsevautes,  con  su  condestable  y  compañía  de  al- 
gunos hombree,  poco  mas  ó  menos,  Vinieron  á  Ja  caáa  del ' 
sgeole  de  Florencia ,  que  viv«  en  la  calle  de  San  Juau ;  die- 
ron tan  grandes  gtripes,  y  fué  tan  desmesurado  el  ruido, 
que  sálié  el  mismo  agente  á  ta  puerta,  y  pidiéndoles  el  po- 
der y  autoridad  coo  que  venian,  sin  mostrarle  poder  qí 
tener  respeto  á  su  agencia,  entraron  á  escudrinar' la  casa. 
Llegando  á  la  capilfa  y  hallando  las  velas  encendidas,  dí- 
joles  que  no  ignoraban  que  era  católico,  y  que  así  no  ex- 
trañasen aquel  lugar  ni  miaísterio.  Dijéronle  que  solo  que- 
riaa  ver  al  sacerdote,  y  no  pareciendo  y  haciéndose  rea- 
cios, quiso  ü  agente  enviar  á  llamar  á  la  justicia  que 
llaman  de  la  pax  (1);  no  se  lo  permitieron,  antes  prendie- 
ron al  que  iba  con  el  recado  que  era  escudero  del  agente. 
Cogieron  una  señora  anciana  que  habia  en  la  misma  ca- 
sa, y  vialióndose  esta  de  la  agenta,  dijo  que  era  compañe- 
ra suya  y  todo  su  consuelo,  y  que  no  la  permitiría  pren- 
der ni  llevarla  á  ninguna  parte  sin  acompañarla ,  y  así  fué 
con  ella  á  la  cárcel  nueva  (2).  Coa  esto  se  coúienzaroo  á 
revolver  los  embajadores,  y  mas  diciéndose  que  habia  or- 
den de  escudríñar  todas  sus  casas.  El  de  Venecia  y  el  de 
España,  enviaron  á  saber  qué  intento  gobernaba  esta  no- 
vedad ,  coa  ocasión  de  lo  que  pasó  con  el  agente  de  Flo- 

(1)    Sin  duda  ud  juei  de  paz. 


3vGoo(^lc 


reócia.  Recibió  Pein  con  graode  respeto  á  los  que  llevaron 
el  recado ,  y  les  avisó  que  cuauto  se  habia  hecho  contra  el 
agente  había'  sido  demasía  de  exceso  de  comisión ,  que  se 
castigaria  severamente,  y  que  todos  ios  embajadores  po- 
dían estar  ciertos  qne  el  Parlamento  popular,  y  que  tampoco 
le  podía  temer.  Dio  su  querella  ei.  agente  de  Florencia; 
mandaron  lu^o  del  Parlamento  lleTasen  á  su  casa  á  su 
mujer  y  á  1.a  otra  señora  anciana;  no  se  procedió  hasta 
ahora  á  mas  satisfacción. 

Lo  que  c<H-re  de  Irlanda  es ,  que  .en  una  parte  de)  rei- 
no tienen  7,000  hombresarmados,  y  en  otra  ^,000;  que 
han  tomado  algunos  castillos  y  fuerzas,  entre  otros  uno  en 
que  estaba  toda  lá  munición  y  pertrechos  que  se  juntaron 
ahora  años  pasados  para  entrar  en  Escocia.  Uno  de  la  ca- 
sa del  señor  conde  de  Essex  me  dijo,  que  á  so  Gracia  (i) 
le  han,  concedido  posesión  que  le  valía  cada  año  mas  de 
ti-es  mil  libras ,  y  de  esta  suerte  se  quejan  otros  muchos 

Hoy  se  han  concedido  todas  las  cartas  de  Irlanda. 

Dícese,  que  el  cargo  que  hay  contra  el  P.  Felipe,  es 
q»e  el  Principe  fué  papista  por  ocho  días ,  y  esto  á  su  per- 
suasión. Londres  15  de  Setiembre. 


Madrid  y  Octubre  20  de  1641. 
[Leg.' suelto,  púiq.  1.  r6[.  (7i.) 

Pax  Christi,  &c.  La  adjunta  es  del  P.  Di^o  Costilla  que 
está  en  Benavenie ,  paia  el  P.  Juan  de  Estrada,  el  de  Mon- 
forte.  Envióle  este  original  á  uno  de  los  nuestros,  y  habién- 
dose comunicado ,  y  viendo  que  tratabtt  algo  de  las  cosas 
de  la  guerra,  hícela  trasladar  por  un  estudiante.  Dice  así: 

(1)    Grace,  Ululo  qoe  se  d>á  los  duques  de  Inglaterra. 


3vGoo(^lc 


«Dtí  partida  estamos  á -Valladolia,  y  aunque  bá  dos 
días  que  libaron  las  muías  del  P.  Provincial,  no  sabré  de- 
cir á  V.  R.  cuándo  saldremos  de  Benavente.  El  P.  Pedro, 
aunque  hace  mucha  falta  en  su  col^io,  mayor  la  hará  si 
falta  de  aquí,  y  mas  ahora  que  se  teme  que  los  portugueses 
irritados  han  de  acometer  con  mayor  rabia,  porque  sin  su 
Reverencia  no  ha  de  hacerse  cosa  de  provecho.  El  conde  (1 ), 
Dios  le  guarde,  para  cosa  ninguna  .es  menos  que  para  lo 
que  tiene  á  su  cargo ;  y  por  otra  parte ,  no  deja  obrar  á  su 
hermano  lo  que  quiere  y  es  conveniente.  Su  memoria  es 
frágil,  y  su  resolución  muy  tardía. 

La  mañana  del  29  del  pasado  llevaron  los  rebeldes  un 
grao  golpe  en  la  Moymenta,  lugar  é  la  raya  de  Galicia,  de 
adonde  hacian  grandes  daños  en  ese  reino.  Era  de  250 
vecinos,  y  teníanle  presidiado  con  500  hombres,  sÍq  los 
moradores.  Ibanle  fortificando  con  muralla  de  piedra  de 
■  quince  pies  de  grueso,  y  en-el  ínterin  le  hablan  ceñido  de 
una  trinchera  de  estado  y  medio  de  alto.  Los  mas  de  los 
vecinos  se  dice  que  eran  judíos,  y  así  habian  traido  todo  el 
trato  y  comercio  de  aquel  país,  y  por  consiguiente  chupa- 
ban toda  ta  hacienda  de  los  tristes  gallegos  y  senabreses  (2) . 
Pareció  al  señor  marqués  de  Viana  que  era  conveniente, 
deshacer  esta  ladronera ,  .y  ordenando  al  capitán  de  caba- 
llos D.  Diego  Fernandez  Pescador,  que  el  martes  por  la 
tarde  24  de  Setiembre  diese  alarma  y  divirtiese  al  ene- 
migo hacia  Berganza,  mandó  juntamente  al  sargento  ma- 
yor Arceniaga,  y  al  capitán  de  caballos  Luís  de  Robles, 
que  con  las  compañías  de  Campos  que  estaban  eu  Armisea- 
da  y  valle  de  Lnbiaii.  diesen  en  la  Moymenta.  Ejecutaron 
estos  la  orden  con  toda  diligencia,  y  al  an^anecer  del  miér- 
coles, nuestra  gente  se  puso  en  escuadra  cerca  de  la  villa, 


'  ¡1)    El  de  Monterrey. 
[i]    Naluralcs  de  lu  Puebla  (ic  Siiniilij  ¡;i 


3vGoo(^lc 


pero  sentidos  dé  una  centinela  qoe  estaba  cerca  de  un  hu- 
milladero, este  disparó  un  arcabnz.  Tocóse  al  arma  en  el 
lugar  y  llenóse  la  trinchera  de  gente.  Acometió  la  nuestra  con 
tanto  coraje,  que  habiendo  recibido  una  carga  y  perdido 
tres  hombres  y  algunos  heridos,  dio  el  enemigo  dos  carcas  y 
le  hizo  desamparar  la  trinchera  con  muerte  de  mas  de  veinte. 
Entrado  el  lugar,  el  enemigo  se  quiso  rehacer ,  pero  corla- 
dos de  los  nuestros  por  una  calle,  fueron  calcados  tan  vi- 
vamente ,  que  de  la  primera  car}5a  derribaron  veintisiete,  J 
los  demás  huyendo,  vinieron  A  las  manos  de  los  capitanes 
D.  Antonio  de  Melgar  y  I).  Juan  de  la  Hinojosa,  que  con 
dos  mangas  de  mosqueteros  les  fueron  ejecutando  (st'c),  y 
si  la  caballerfá  no  se  divirtiera  al  pillaje,  no  quedara  liom- 
bre  á  vida.  Setenta  de  ellos  se  retiraron  &  un  fuerte  que 
teniafi  hecho  en  la  iglesia;  pero  asaltados  de  los  nuestros, 
fueron  los  mas  pasados  á  cuchillo,  y  en  el  ínterin  se  co- 
menzó á  poner  fuego  á  las  casas  adonde  muchos  se  ha- 
cían fuertes.  Abrasáronse  todas,  y  en  ellas  muchos  ino- 
centes; pero  es  tul  la  obcecación  de  estos  rebeldes,  que  no 
s(?  halló  quien  pidiese  misciricordia ,  ni  quien  dijese:  «¡Viva 
el  rey  Felipe!»  sino  sola  tma  vieja:  efectos  de  los  desati- 
nos de  UQ  predicador  qtie  pocos  dias  antes  les  había  pre- 
dicado serian  mártires  si  morían  por  su  rey  D.  Juan  ,  y  del 
cura  del  lugar,  que  continuamente  les  inculcaba  esta  falsa 
doctrina.  Murieron  de  los  enemigos,  así  de  nuestras  balas 
como  del  fuego,  cerca  de  trescientas  personas;  de  los  nues- 
tros cinco ,  y  salieron  doce  heridos.  Entre  los  enemigas 
pareció  muerto  el  corregidor  del  lugar,  pero  escapóse  el 
cura  á  quieu  los  nuestros  deseaban  mucho  coger.  Todavía 
se  le  quemaiou  en  síi  casa  sola  mas  de  cuatrocienlus  cargas, 
de  pan,  y  de  los  bienes  de  los  demás  vecinos  C(«:¡eron  los 
soldados  lo  que  pudieron  escapar  del  fuego. 

lia  puesto  grau  miedo  este  suceso  á  toda  la  liona,  y 
en  particuiur  á  Bergiinza  ,  de  adonde  Itun  sacado  h'is  moii- 


3vGoO(^lc 


jas  y  retirado  las  liacieadas;  y  lo  cierto  es,  que  hoy  fueri 
ya  nuestra  si  tuviéramos  200  caballos  que  S.  M.  ha  prome- 
tido enviar  de  Badajoz  y  nunca  acaban  de  venir. 

Monterey  deja  el  cara;o  de  general  y  vuelve  á  Madrid; 
cárganle  qne  no.  ha  hecho  cosa  de  imporUincia,  que  hizo 
venir  de  Sevilla  una  compañía  de  comediantes  para  entre- 
tenerse ,  y  que  dispuso,  mal  la  interpresa  de  Olivenza.  Él 
se  disculpa  con  que  no  se  le  ha  asistido  como  le  prometie- 
ron ,  DI  le  dieron  orden  de  acometer.  Dicen  que  le  sucede 
en  el  bai^o  el  virey  de  Mallorca  D.  Alonso  de  Cardona. 

Los  recelos  de  los  señoree  de  Andalucía  nacieron  de 
una  carta  de  Richelieu  para  uno  de  los  embajadores  de 
Madrid,  en  que  decia  que  lo  de  Cataluña  andaba  bueno, 
no  obstante  que  nuestra  armada  habia  hecho  retirar  la  su- 
ya; que  Portugal  llevaba  adelante  su  empresa,  y  que  los 
señores  de  Andalucía  no  estaban  de  mal  tinte  (1),  y  espe- 
raban que  los  de  Castilla  mirarían  lo  que  mejor  les  estaba. 


(I)  Vibanco,  al  tratar  del  viaje  de  D.  Luis  deHaro  ¿  Córdoba  (Vtd«  sh- 
pra,  p^.  1G2.  ñola)  dice  lo  signienle:  «DidSdO.  Lais  á  recibir  las  visitas 
y  el  festejo  de  los  caballeros,  títulos  y  parieotes  de  aquella  ciudad  (coioo 
natural  de  ella),  y  lamMen  los  mensajes  que  le  enviaran  los  dnqnes  de 
Lerraa  y  Cardona,  su  cunado  el  de  Arcos  ,  los  marqueses  de  Aguilar  y 
HoDtilla,  donde  pocas  afios  antes  faabia  casado  en  segando  matrimonio  el 
duque  de  Hedinasidonia.  Desde  alli  los  fué  i  visitar  á  sus  casas  donde 
se  confirieron  materias  de  Estado  y  se  babM  de  aquelioa  negocios  dalló 
D.  Luis  en  grande  serenidad  y  4cia  el  ánimo  de  aquellos  por  la  opulen- 
cia y  riqueía  de  sus  cnsas',  grandes  estados  y  familias,  aunque  trabajados 
de  ta  común  insolencia  de  los  pedidos,  donativos  y  otras  sacas,  é  investi- 
gaciones de  tierras  ,  alcabalas  y  otros  derechos,  de  que  eran  asaltados  por 
instantes  de  ios  ministros  de  justicia.  Serenó  en  Córdoba  por  esta  misma 
causa  los  espíritus  de  algunos  caballeros,  que  ya  no  podían  obedecer  ni 
tolerar  mas  semejimles  cosas,  qne  eo  el  concepto  del  poderoso  esiAao  y 
eran  juzgados  6  tenidos  por  rebeldes  y  desobedientes,  y  acusados  por  ^- 
tas  causas  délas  mismas  justicias:- fortuna  de  que  no  solo  estos,  pero  to- 
dos los  demAs  militábamos  y  teníamos  por  común  estimulo  y  espuela  en 
los  corazones.» 


3vGoo(^lc 


Juntase  á  eslo  alguna  tibieza  qoe  acaso  "habrá  habido  en 
las  prevenciones  para  la  guerra,  falta  que  coge  á  muchoa 
de  los  señores  fronteros ,  y  se  puede  bien  dudar  si  nace  la 
culpa  mas  de  Madrid  que  do  de  ellos,  porque  todos  se  que- 
jan de  que  no  son  asistidos  como  han  menealer. 

CoD  todo  eso,  el  .modo  con  que  el  duque  de  Medioa- 
sidonia  está  en  Loecbes  [i],  da  harto  que  pensar  y  que  de- 
cir. Algunos  malician  que  todo  esto  es  trama  del  valido  por 
sus  propios  intereses  en  legitimar  a  su  bastardo  y  deshere- 


(1)  NDM4ro9  lectores  habrán  advertido  que  aoerca  del  ruidiwa  asunto 
det  doqoe  de  Medinasidonia,  ni  ú  P.  SdMgtian  dí  DÍngoDo  de  los  corres- 
ponsales del  jesuíta  sevillano ,  dice  uoa  palabra.  Verdad  ns  que  por  este 
tiempo  debía  andar  enfermo  según  se  deduce  Aü  una  carU  impresa  en  la 
pág.  1S9,  pero  aun  asi  cansa  exlrafleía  cúmo  ni  este  celoso  corresponsal 
ni  otros  tratan  del  asnnto,  \o  que  nos  inclina  i  creer  que  bus  cartas  fue- 
ron Mstraidas  de  la  colección.  Pero  acudamos  á  Yibanco,  quien  en  su  es- 
tilo enigmático  y  cooliiso  nos  hace  una  pintura  mu;  animada  de  los  sen- 
timientos del  Conde-Daqne ;  si  bien  hay  que  tener  presente  que  aunque  por 
.  su  destino  en  Palaeio  el  historiador  estaba  en  posición  de  saber  machos 
secretos,  es  tanta  su  parcialidad,;  tal  la  ojeriza  qoe  al  Conde-Duque  te- 
-  nía,  qoe  no  perdima  ocañon  de  acusarle  y  escarnecerle.  Dice  asi : 

«Uegó  el  duque  de  Hedinasidtmia  por  sus  jomadas  á  Illescas ,  y  alli 
le  sali6  á  recibir  el  Patriarca  de  las  Indias,  su  tio;  hablaron  en  varias  co- 
sas Bobn  la  novedad  y  'ei  accidente,  ambos  llenos  de  dolor  y  da  pena.  Ar- 
rojóse el  Patriaren  á  decirle  al  sobrino  le  dijese  la  verdad,  y  se  declarase 
con  él  para  buscar  el  medio  que  mas  conviniese  al  remedio  de  todo,  á  la 
esperania  y  finneía  de  la  cansa.  Él  le  asegur6  que  en  su  fidelidad  no  ha- 
bía dnda ,  ni  menoe  en  su  proceder ,  ni  en  lo  qoe  el  Bey  le  babia  encar- 
gado: cansa  por  que  no  se  eligió  persona  que  de  ambas  partes  con  arle  y 
cw  prudencia  tratase  qué  entre  él  y  el  ministro  se  obrase  lo  que  á  todos 
convenia  para  que  se  excusasen  cosas  que  sirvieran  mas  de  daGo  que  de  re- 
putación. Hizole  preguntas  á  algunos  acaecimientos,  á  que  él  se  disculpó 
con  dedr  no  había  podido  mas.  ' 

Pasó  adelante,  y  Ueguido  d  la  vista  de  la  corte.  Fué  avisado  pasase  al 
soto  de  Luzon  donde  alli  le  esperaba  el  ministro.  Recibiéronse  ambos  con 
demostraciones  de  amor  y  cortesía ,  si  bien  los  ánimos  de  cada  uno  eran 
diferentes  de  el  semblante.  Entraron  luego  en  la  palestra  de  la  digresión, 
donde  á  los  primeros  lances  le  apretú  y  forzó  con  varios  juros,  que  dijese 
la  verdad  (Dios  sabe  la  que  babia  cu  esto,  y  si  esta  invención  era  su- 


3vGoo(^lc 


dar  á  su  sobrino:  pienso  que  se  lo  levantan,  y  que  son 
nueces  por  el  ruido. 

La  recárnara  del  marqués  de  Tarazúna  ha  pasado  por 
aquf  para  Rioseco.  adonde  há  de  parar ;  á  él  escribe  el  de 
Viana  que  le  aguarda  en  la  Puebla:  no  se  sabe  si  viene 
llamado,  ó  si  ^  lo  deja  después  de  haberlo  perdido.  Con  su 
ausencia  cesará  en  parte  el  rigor  de  que  salgan  los  portu- 
gueses leales  de  ese  reino,  y  mas  tos  que  están  tan  lejos  de 
la  raya  corao  el  P.  Chaves,  y  son  tan  seguros  como  S.  R. 


puesU]  en  ca.inlo  fuese  pregontado,  porque  en  ellft  y  no  en  eira  cosa  oon- 
sistia  )a  conservncion  de  su  vidn ,  honra  y  caso.  Era  eslc  caballero  de  mas 
sangre  que  de  saber,  porque  el  entendimiento  era  corto,  la  sagacidad 
y  la  prudencia  ninguna.  Finalmente  fué  examinado  y  conveneido  de  ma-" 
ñera,  que  cnanto  negó  al  tio ,  refieren  que  le  confesó  at  Conde ,  babientlo 
(te  ser  á  mi  parecer  al  revés,  porque  no  es  justo  hacerse  reo  con  aquel  en 
cuya  mano  está  toda  la  potestad,  sobre  todo  cuando  de  él  se  decía  que  no 
tenia  mayor  enemigo  ni  mayor  émnlo  la  casa  referid  a,  t«fl  ríen  do  que  la  habla 
destrozado  con  les  pedidos  que  le  había  hecho,  y  li  II  i  mámente  con  haberle 
puesto  pleito  á  las  almadrabas,  renta  la  mayor  y  mejor  que  tenía  el  estado  . 
de  Mñdinasídonia,  y  sobre  que  cargaba  su  mayor  lustre  y  grande»;  pero 
viendu  ya  el  gobernador  el  pajaro  metido  en  la  red,  hiio  que  se  fuese  des- 
ahogando. Llamó  ministros  del  Consejo  de  Castilla  y  del  de  Estado,  é  hizo 
que  le  taoiase  la  confesión  D.  Alonso  do  la  Carrera,  del  Consejo  Real,  y 
concluido  esto,  metido  Mo  í  disimulación  y  buen  semblante,  precediendo 
siempre  la  sanidad  á  la  justificaGion  y  al  celo  por  decir  <>somos  de  la  ca- 
sa;" le  bospedó  en  el  Retira  A  su  costa;  pero  la  familia  era  tan  corta  quo 
cualquier  licenciado  lo  podía  hacer,  donde  pens6  quo  los  Cmsejos  le  fue- 
sen i  visitar  conjo  al  duque  de  Medinasidonia,  pariente  del  Rey.  De  alif 
pasó  á  [/>oches ,  desde  donde  venia  de  nocbc  á  Palacio  á  la  presencia  del 
Roy ,  dado  á  la  disimulación ,  con  el  semblante  altare  y  muy  hallado  en 
lodo  como  se  lo  habían  aconsejado ,  no  dejando  de  armarle  laioe  ron  el 
engaño.  Y  discurriendo  el  poderoso  to  qne  se  había  de  hacer  en  tal  caso 
con  él,  y  qué  castigo  se  le  habi.T  de  dar,  se  quiso  antes  lomar  la  confe- 
sión del  ronrqnés  de  Ayamonte,  á  que  pasó  D.  Enrique  deSnlinaí^.  al- 
calde de  Casa  y  C6rte,  y  haciéndole  preguntas  negó  poderosamente.  Ilo- 
convinole  con  la  confesión  del  duque  de  Hedinasidoaia,  •'i  que  dicen  en- 
mudeció y  calló  por  un  breve  rato;  mas  que  después  con  fidla  de  Éinimo 
y  consistencia  do  valor  en  los  lances  de  fortuna,  confesO  y  concedió;  tan 
estrechado  en  la  prisión  que  apenas  le  veia  un  criado.» 


3vGoo(^lc 


473 

Pésame  que  se  haya  ll<^ado  á  los  lérmiaos  que  V.  R. 
me  dice,  y  que  esa  barba  blanca  ó  dé.blanquela  liaya  he- 
cho tan  gran  desatino,  y  mas  estando  su  liermano  del 
P.  Chaves  cu  servicw  del  conde. 

Aquí  tenemos  mas  de  setenta  familias  de  portugueses, 
y  no  nos  da  cnidado:  solo  se  les  ha  ordenado  no  vayan  sin 
pasaporteá  contratar  liAcia  la  raya,  de  adonde  por  la  parte 
de  Alcañices  distamos  no  mas  que  once  leguas,  y  el  abad 
de  los  bernardos  de  Nogales  es  portugués,  y  cstj't  de  la 
raya  doce  leguas,  y  no  se  ha  tratado  de  alejarle  de  allí, 

Al  P.  Texeira  ponerle  juicio,  y  á  Barbas  de  blanqucta 
quitarle  la  vara  para  que  no  haga  alcaldadas. 

Al  P.  Héctor  mis  humildes  saludes;  las  mismas  al  P.  Mi- 
nistro, P.  Chaves  ,  P.  Coronel,  y  P.  Moneada,  y  á  los  her- 
manos Santiago,  Veloso  y  Trigueros,  y  fí  mi  señora  uiadr^ 
Sor  Catalina ,  mi  señora,  beso  los  piéa,  y  ^arde  Dios  A 
V.  R.  como  deseo.  Benavente  y  Octubre  6  de  Í6M.™Die- 
go  Costilla.=AI  P.  Juan  de  Estrada  (1),  de  la  Compañía  de 
Iesús.=Galicia.^Monforte, 

Mañana  me  parece  partimos  á  Valladolid. 

jtfarfná  y  Ocíiifrre  29  </e  ÍOil.     . 

(Tora.  1iB,  rúi.  ion.) 

Pax  Christi,  &c.  Poco  hay  de  que  avisar,  porque  todo 
está  hasta  ahora  en  calma ,  si  bien  hay  buenas  esperanzas 
de  lo  que  toca  al  socorro  del  Rosellon. 

Partió  el.de  Toprecusa  como  tengo  avisado,  y  se  dice 
que  el  de.Mortara  habia  salido  con  la  gente  que  tenia  en 
Rosellon,  y  que  habia  rolo  á  los  franceses,  deseando  tener 

(1)    Este  P.  Estrada,  deqoien  bay  en  el  tomo  dguna  Ciirta  dirigida  al 
f.  Rafael,  le  remitiría  copia  de  esta  carta  de  Diego  Costilla. 


3vGoo(;;lc 


esta  gloría  antes  qne  libase  Torrecusa  con  el  socorro  de 
gente.  Esto  ha  corrido;  como  S.  M.  está  ausente  no  se  sa- 
be lo  cierto. 

Avisan  que  han  llegado  á  Portugal  navios  de  azúcar 
del  Brasil,  y  que  también  habían  llegado  naves  de  la  In- 
dia; esto  tiene  mas  dificultad  que  lo  primero. 

Al  general  D.  Pedro  de  Vega  Bazan ,  que  lo  fué  deA 
Brasil  en  la  armada  que  se  hizo  para  el  socorro  por  parte 
de  Castilla,  tienen  preso  en  la  Alameda  tres  leguas  de  aquí. 
Dicen  cuidaba  mas  de  tratar  que  de  pelear,  con  que  se 
perdieron  ocasiones  importantes. 

Estos  dias  salió  otra  premática  acerca  del  resello  de  los 
cuartos  s^ovianos ,  y  se  publicó.  Dicen  se  ha  suspendido 
por  graves  inconvenientes  que  se  han  reconocido,  y  que 
no  se  ejecutará. 

S.  M.  ha  ido  á  Balsain,  á  la  brama  de  los  venados,  cosió 
acostumbra,  para  hallarse  el  día  de  Todos  Santos  en  el 
Escorial  á  hacer  las  exequias  á  sus  padres;  lu^o  se  ven- 
drá aquí. 

D.  Pedro  Marmolejo,  oidor  del  Consejo  Real,  el  mas 
antiguo ,  está  dada  la  extrema-unción ,  y  dicen  no  pasará 
de  mañana;  bien  Iterado  va  que  cerca  estaba  de  los 
ochenta. 

D.  Francisco  Mexfa  escribe  al  P.  Pedro  González,  que 
por  tres  veces  ha  intentado  pasar  el  Estrecho ,  y  que  el 
viento  ba  sido  tan  contrario  que  Je  ha  vuelto  al  puerto. 
Muestras  da  de  ^lerer  cumplir  coa  sus  obligaciones ,  y  no 
dejará  de  hacerlo  ofreciéndose  para  ello  ocaBioo. 

No  se  ofrece  otra  coBa  de  que  avisar  á  V.  R. ,  sino  de 
que  las  encomiendas  que  Y.  R.  enviá  se  dieron  como  tra- 
go en  otra  avisado.  Guarde  Nuestro  Señor  á  V.  R.,  en  cu^ 
yos  santos  sacrificios ,  &c.  De  Majdrid  y  Octubre  29  de 
16il.=Sebastian  Gonzalez."Al  P.  Rafael  Pereyra,  déla 
Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


3vGooglc 


175 
Madrid  y  Noviembre  5  de  1641. 

(Tom.  1Í9.  fól.  tOOO-J.) 

Pax  Christi,  &c.  Padre  mió:  correo  vino  de  Flandea; 
coD  él  avisan  que  su  Alteza  del  señor  Cardenal  Infante  ha 
■"ecaido  dos  veces  de  sus  tercianas ;  han  sido  cincuenta  las 
que  ha  tenido.  Quedaba  bueno ,  aunque  muy  flaco ,  y  por 
estarlo  tanto  no  se  ha  podido  poner  en  camino  para  Bru- 
selas. En  estando  algo  mas  fuerte  se  irá  á  convalecer  allá. 

Cercaron  los  franceses  á  Bapameo  (1)  en  la  raya  de 
Francia  para  divertirnos  de  Hera(Ayre),  y  la  tomaron -no 
habiéndola  nosotros  socorrido  por  ao  dividir  el  ejército, 
y  poner  á  riesgo  lo  que  parece  está  sin  él.  También  toma- 
ron un  pueblo  abierto  entre  Lila  {Lisie]  y  Hera  (Ayre),  y 
los  nuestros  se  estuvieron  quedos  en  su  sitio,  porque  el  dia 
que  se  tome  Hera ,  es  fuerza  le  desamparen. 

En  Hera ,  además  de  las  fortifícaciones  que  los  nues- 
tros tomaron  del  Francés ,  se  han  hecho  otras  de  nuevo,  y ' 
han  añadido á  ellas  un  foso  muy  hondo  y  capaz,  lleno  dé 
agua,  y  de  la  otra  parte  afuera  del  foso  una  graude  esta- 
cada, que  para  romperla  es  menester  muy  grande  ejército 
y  mejor  tiempo  que  el  que  ahora  hace  por  allá. 

Quisieron  los  de  Hera  capitular ,  y  pedían  por  con- 
dición les  dejasen  sacar  la  artillería  que  hablan  allí  metido 
de  Francia  y  todo  su  bagaje,  y  fuéles  respondido  que  no 
había  lugar ,  que  habían  de  salir  á  discreción  y  sin  ninguna 
arma ,  con  que  cesaron  los  tratos. 

Hubo  en  Lila  una  traición ,  cuyos  autores  eran  los  fran- 
ceses que  en  ella  estaban  avecindados  y  casados  con  gen- 

(1)    Beaapaume. 


;vC00glc 


te  del  país,  y  estiivieron  entre  los  conjurados  de  acuerdo 
de  que  se  avisase  al  Francés  que  se  arrimase  secretaraentfe 
ó  la  ciudad,  y  que  los  de  dentro  pegarían  fuego  en  seis  ó 
mas  partes  de  ta  ciudad  á  media  noclie,  y  que  cuando  la 
gente  (ios  nuestros)  con  el  fracaso  no  pensado  acudiesen  á 
remediar  el  fuego,  abrirían  ellos  las  puertas  y  darian  eatrada 
al  enemigo.  Prendieron  casualmente  ¡i  un  capitán  francés 
mal  herido,  y  le  llevaron  á  curar  á  Lila,  donde  murió. 
Este,  á  la  hora  de  la'  muerte ,  obligado  del  buen  tratamien- 
to que  se  le  hizo,  descubrió  ta  traición  y  los  cómplices  de 
ella ,  dando  por  lista  los  nombres.  Fueron  luego,  presos,  y 
acudió  á  conocer  desta  causa  el  presidente  Rosa,  y  al  prin- 
cipal le  despedazaron  atado  á  cuatro  caballos;  á  otro  cor- 
taron la  cabeza;  veintiséis  quedaban  presos  para 'castigar- 
los conforme  á  la  culpa.  Con  esto  libró  Dios  á  aquella  ciu< 
dad  de  manos  de  franceses. 

Desembarcó  cantidad  de  caballería  y  infantería  cerca 
del  fuerte  de  la  Filipina,  que  no  está  lejos  de  Amberes; 
salió  á  su  opósito  el  conde  de  la  Fontana ,  y  rompiólos  con 
muerte  de  1,500;  los  mas  fueron  de  la  caballería  holan- 
desa. El  cabo  principal  era  el  hijo  mayor  del  príncipe  de 
Orange;  este  huyó  á  uña  de  caballo,  que  si  le  cogieran  hu- 
biera sido  grande  suerte ;  tomaron  algunos  prisioneros;  los 
demás  escaparon  valiéndoles  mas  tos  pies  que  las  manos. 

Créese,  que  según  Hera  estaba  de  apretada,  que  á  15 
del  pasado  se  entregaría,  mas  tiasta  que  venga  avisó  cierto 
no  seda  crédito  á  los  discursos  que  son  falibles. 

El  Emperador  ha  enviado  un  embajador  al  señor  Car- 
denal Infante,  avisándole  como  le  enviará  cantidad  de  ca- 
ballería é  infantería  para  que  este  invierno  entre  en  Fran- 
cia. Veremos  con  el  tiempo  como  esto  se  ejecuta. 

De  Alemania  hay  muy  buenas  nuevas.  Tomaron  los  im- 
periales á  Brethfort ,  ciudad  imperial  muy  fuerte  ,  en  cuyo 
distrito  sustentaban  su  caballería  el  invierno  los  holandeses 


ívGooglc 


por  estor  ■en  confines  deVestfiflíaJ  tierra' rauy  pingflepar^ 
el  efecto,  con  que  quedan' muy 'desacomodados. 

Ukimuneate,  el  archiduque  Leopoldo  y  Ptoc^mini 
^eiion  otra  rOta  al  daqne  de  LuDenbom  (Lunebonrg)  y  al 
ianz^vie  de.He3eo(^HesseD),  oén  qae  viendo^ ^pertMoi 
trató  Luoenburc  de  enviar  á  uno  de  sus  hérrbanos  al  señor 
archiduque  pidiendo  miserjcorty^.  Fué  bien  recibido  y  oi- 
do  de)  arobiduque,  que  remitió  la  res^esta  al  conde  Picd- 
lomini,  al  cual  visitó  d  hermano  del  duque  para  saberdél 
sa  despacbo,  y  fuéle  respondido  que  su  Alteza  haría,  como 
príncipe  tan  benigno  y  liberal,  á  los  coligados  el  trata- 
miento que  de  su  noble  sangre  se  podía  esperar,  si  dentro 
de  dos  dias  le  entregaban  sus  tropas  y  armas ,  y  se  ponían 
en  sos  manos,  y  que  donde  no,  experímeotariau  su  ri^r 
y  Eerian  luego  sobre  ellos.  Coa  esta  reapuesta  se  volvió; 
boy  no  se  sabe  el  acuerdo  que  habrán  tomado. 

De  kido  el  estado  del  lanzgrave ,  y  del  de  Branfuisc 
(Brunswick)  no  queda  hoy  por  ganar  ano  sola  una  ciu- 
dad que  está  sitiada  por  los  imperíale§,  y  se  ven  ya 
coa  el  agua  en  la  boca ,  perdidos  y  sin  esperanza  de  so- 
corro, 

La  dieta  de  Alemania  ha  determinada  no  haya  en  ella 
ningún  señorío  ni  ciudad  que  esté  neutral ,  y  que  todas  se 
declaren  por  el  Emperador ,  y  que  á  quien  no  lo  Hiciere  se 
le  baga  guerra  como  enemigo  del  Im|!erio ,  con  que  se  les 
ataja  los  designios  á  muchos  que  pot*  este  camino  preten- 
dían medrar  con  amigos  yenemígos.     ^ 

Ei'prívadodel  Emperador  escribe' al  marqM¿s  deGfar- 
ua,  eodiajador  qiie^boyreside'aquí  por '£li César >,  uttcapf-- 
toloque  en  sustancia  contiebeilo  que  ^oe;;.  '  ; 

«La.|>feta<se  ha  moatraüo  tan-pn^kia  'aljGésaií^'que 
va acordlsdo  un  deorelo  ea  ,&tvor  de  S..IIt.,  detanUim-f 
pórtancia  que  cien  años  há  no  habrá  tenido  el  Imperio  co- 
sa mas  favorable.  En  satiendo  :avitaré  á  V.  E.  por  <él  gtan- 

TOMO    TTI.  ii 


3vGoo(^lc 


de  guato  que  se  le  ha  de  ¡dar  de  que  rayan  entraado  ea 
aumento  los  negocios  del  César;» 

Ofieeee  por  muy  eiarto,  que  el  de  IngUtem,  Francia, 
y  DinuMftrca  bacaí  %a  para  restituir  al  Pal^ino  en  bu 
estado,, y  qoe  folian  pedido  en  kiBieta,  dando  de  téroii' 
DO  para  acordario  hasta  «I  mes  de  Haya. 

Lm  alenaanee  se  han  prevenido  por  lo  qoe  sacedéi-  pu- 
diere acerca  desla  demanda ,  y  ^ntado  dos  caadalosios  ríos 
qae  cercan  el  PaAatmftcb  -,  coa  que  la  entrada  se  dificDlIaré 
nueho. 

y-a  V.  R.  ílendrá  aviso  de  lá  bula  que  Su  Santidad  faa 
saoadi»;  -contime  dos  puntos ,  uao  que  ha  tenido  npticia  es- 
táa  igravados  Icb  vasallos  de  los  feudos  eclegiáslicos'  con 
VAfios  tributos  y  imposiciones,  f  qae  los  doeños  de  los  ta- 
les Ceadpe  eshibaa  los  títulos  del  fiNid'o ,  y  la  razón  que  han 
tenido  para  odiar  los  didios  tributos.'  Otro,  que  ningún 
odefiiáelico,  pena  de  excomunión,  pagoe  ninguna  gabela, 
ni  forzado  -rí  'volvntanameoite.  Cartas  hay  de  Francia  en 
q«e  idíeeu  que  por  acuerdo  del  Parlaüíento  so  qa6m6  pú~ 
biicameote  por  «lano  del  verdugo  la  dicha  bula.  ítem,  que 
se  pregonó  ninguno  la  obedeciese  pena  de  la  vida.  Si  acá 
se  hiciwa  esta  demostraeioa  tan  indigna,  ¿qué  no  se  dijera 
y  hiciera  contra  noiotrosf  Más  allá  pasará,  y  se  callará  so 
Santidad  sin  hacer  la  demostración  que  pide  unq  demasfa 
come  esta.  '     ■ 

De  iCataluña  soto  hay  que  se' remitieron  los  «nbajado-  - 
res,  y  que  se  hahia  de  entregar  en  trueco  dallos  á  la  du- 
quesa de  Oardwa  y  á  sos  hijos,  coa  que  saldrim  de  la  pri- 
aop  ea  que  han  estado  con  «A  mas  indigno  tratamiento 
posible  personas  tie  su  Daiídad. 

Di'oese  que  a)  «acquís  de  Leonés  le  manikn  vaya  á 
Tarragona  á  gobernar  Jes  armas ;  no  hay  hasta  abora  cosa 
cierta.  - 

De  Portugal  sé  dice  ^e  la  «rmada  que  estaba  junta  de 


3vGoo^^lc 


17» 

holandeses,  franceses  y  portugueses  se  ha  deshecho,,  yén- 
dose los  UHoe  á  Holanda  y  otros  á  Francia  á  invernv ,  y 
que  esto  ha  dado  tanta  pena  al  duque  de  Bei^nza  que  ha 
caído  malo  y  estaba  seis  veces  sangrado:  no  hay  desto  co- 
sa cierta. 

También  dicen  que  nuestros  navios  que  están  cerca  de 
las  Terceras,  habían  tomado  otros  que  venían  de  ta  iaáia; 
tampoco  se  sabeeslo  coa  certeza. 

Lg  (JUe  sf  es  cierto,  es  tjm  a&  hacen  correrías  en  Por- 
tugal de  ana  y  otra  parle  eon  varios  sucesos.  Et  aias  coo- 
siderabte  faé  uno  bacía  Zamora  (1),  éoade  nos  matarGOii  70; 
otros  (ficen  SOff,  y  tomaron  tres  piezas:  De  Bttdajoz  avisaii- 
habiáo  sabido  este  suceso,  y  que  habiaa  hecho  entrstda  en 
Portu^  y  dégírflado  800  portugnesea:  era  persona  digns 
de  crédito  fa  que  did  la  oveva  dei  buen  BbcñBo. 

Dicen  han  enviado  á  llflisar  at  privdpe  Tomás  para  ki 
de  IN3rtagal;  con  eso  cesari  el  decirse'  que  tiene  que  irse 
la  Princesa. 

Adiós,  mi  padre ,  que  guarde  á  V.  B.  y  dé  la  salud  que 
yo  deseo.  Dé  Madrid  yNovíembre  5  de  1641. => 
Gonzalez.t=AI  P.  Rafee!  Ptersyra,  de  la  Compañía  de  ¡ 
en  Senilb.  '    ,      , 


(1)  3«9iu  Seyner.  sucedió  eita.  rota  por  oolpa  del  oon^e  de  Alba  de 
Líale,  que  habiendo  dejado  desabrigadas  y  con  mnnicion  poca,  cinco  com- 
pañías dé  infantería  espaflola,  y  no  acudiendo  k  sn  wwoito,  &  pcaar  de  sa- 
ber esUba  el  enenigo  i  la  ttotti,  tai  oaou  de  qne  los  p(XtaKDe§es,  m  ná^ 
mera  d«  l,5dtt  honbm  hs  ckcum  m  ana  iglesia  y  h»  ñndiesen.  lib.  V, 
cap.  vil,  pág.  178. 


3vGooglc 


Cof^  de  otra  carta  de  Landres  S  de  Novien^rede  16(1.- 

■   (Ton.  90,  MI.  l«:v,*). 

Lo  que  refierea  de  Escocia  personas  que  vieoeD  de 
allá,  es  de  esta  suerte:  Lord  Carde,  el  hijodel  conde  d'Eres- 
bui^di  [i),  estando  encompaSfa  del  marqués  deHamilton, 
te  brindó  al  marqués  por  la  salud  del  Bey.  El  marqués  no  le 
quiso  responder,  y  libaron  á  palabras, de  «lerle  que  casi 
le  dijo  que  era  traidor,  á  el  Bey,  y  al  reinoj  y  que;  cod  su 
sangre  lo  sastentaria.  A  esto  le  dijo  el  marqués  que  toda 
la  habia  menear  verter  .para  satisEacer  á  lo  que  esta- 
ba empeñada  contra  todo  el  bando  contrario.  Pusiéron- 
se de  por  medio,  y  no  obstante  el  Carde  salió  el  dia 
^guíente  á  el  campo,- y  envió  á  decir  al  marqués  como 
le  esperaba,  y  que  el  no  salir  era  declararse  por  trai- 
dor ,  como  lo  era.  Respondióle  que  era  un  atrevido, 
y  que  loe  pares  del  Bey  no  respondian  á  duelos,  y  lue- 
go fingiendo  no  aé  que  exciisa,  pidió  licencia  á  S,  H.  y 
aquella  noche  se  'fué  á  casa  del  conde  de  Ataide  (2). 
Por  la  mañana  sirvió  al  Rey,  pidiéndole  perdón  de  que  no 
asistía  á  su  persona  como  debía,  y  diciendo  que  habia 
muchas  causas  para  retirarse ,  y  que  antes  de  verse  seguro 
y  fuera  de  peligro  S.  M. ,  le  pedia  merced  de  perdonarle 
la  misma  falta,  y  esto  le  dijo  con  un  modo  de  querer  dar 
á  entender  que  el  Rey  determinaba  matarle.  Ofendióse 
mucho  el  Rey,  y  dijo-á  los  que  estaban  presentís,'  que 

[I)  ¿  Heresborough  6  Ailsbury?  no  hallamos  este  tUnlo  entre  loa  pares 
del  reino  unido. 

(3)  Asi  en  ef  qne  nos  sirve  de  original,  que  es  nna  mala  copia  hecba 
por  algún  novicio;  quiíá  diria  Aljardo  por  Argyle.  Alaide  es  el  nondire  de 
una  ramilla  portuguesa. 

D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


aquel  papel  era  del  marqués  de  HamíltoD,  y  que  tenia 
mucho  que  considerar  que  cualquiera  que  le  profesaba 
fidelidad  y  vasallaje  ae  atreviese  á  hacer  semejante  de- 
claracioa.  El  dia  siguiente  fué  al  Parlamento ;  hasta  al- 
guaos  1,000  de  los  nobles  siguieron  el  coche,  de  gala. 
Dijo  el  Rey:  «  yo  he  recibido  una  extraña  carta  del  mar- 
qués Hamilton,  y  me  he  agraviado  mucho  de  que  me 
árva  de  esta  «nerte  persona  á  quién  tanto  he  querido. 
y  á  quien  nunca  jamás  he  n^dp  cosa  que  me  hayft  pe- 
dido. Leyeron  la  carta  dos  veces;  luego  dieron  su  parecer  j 
uDos  dijeron  que  era  traidor,  y  todos  que  debia  ser  casti-^ 
gado,  por  haber' acusado  al  Rey  de  que  queria  por  sama- 
no  matarle. 

Después  do'  haberlosoido  habló  d  Rey  con  grande sen- 
ümiento,  y  dijo  entre  otras  cosas:  « hele  perdonado  la 
traición  que  armaba  contra  mi  corona,  y  cuando  sabia  que 
hacia  un  cuchillo  para  matarme,  no  le  di  mas  prisión  qoe 
mi  retrete,  y  ahora  me  achaca  falsamente  este  jcrfmen.a 

Esto  pasó;  de  las  resultas  se  habla  reciamente;  algu- 
nos dicen  que  el  general  Lesleyo  (1 )  se  encarga  de  la  guar- 
dia de  la  persona  de  S.  M.  y  se  convierte;  otros  dicen  que 
á  muchos  criados  los  han  quitado  del  real  servicio,  y  gene- 
ralmente corre  que  el  Rey  no  está  con  la  absoluta  libertad 
y  poder  que  fuera  conveniente,  ó  ya  porque  ha  querido 
portarse  con  esta  condescendencia,  ó  ya  porque  no  puede 
otra  cosa'. 

Más  ha  de  ocho  dias  que  no  ha  habido  correo  de  Es- 
cocia, aunque  dices  que  la  reina  tuvo  carta  en  que  el  Rey 
se  quejaba  mucho  del  caso  de  Hamilton,  el  cual  dicen  ha 
publicado  un  manifiesto  y  se  defíende  en  sus  tierras.  Di- 
cen que  entre  otras  cosas,  dice  el  manifiesto,  que  el  Bey  es 
papista  de  corazón;  esto  me  parece  Fábula. 


(1)    Lestie. 


Dlgiliz.cbyG0Oglc 


Madrid  y  Nommbre  Ü  de  iUi. 

(Tom.  IM,  rdj.  IDOS.]' 

Pax€hríaiLi,<&c..Ext«aordmario  11^^  Piaades  ü^ 
ó  cuatpo  dias  há,  y  cffli  ^  lo  qos  £B  sabe  es,  que  Hera 
qaedaba  ee  Ip  último,  por  do  iever  los  fraofoses  como 

poderlOBineLer  socorro. 

¡TMotíen  avisen  j|ae  el  ^/merél  ñee  (Becb),.  que  lo.  es 
de  unas  tropas  de  alemanes  que  están  sirviendo  al  aeaor 
Infante,  ct^ió  tma  «epia  y  qnerieodo  por  su  órdea  Los .  sol- 
dados ahorcarla,  dijo  que  no  lo  Elúcia9^Q  sino  que  le  lle- 
vasen al  geoef al.  po.nqoe  Jes  ifpportaba  nijcho-  Su^)eQ4i<^ 
la  ejeeocioo  y  avisado  deeato  Bec(Beck)  («aodá  se  lotra- 
jesen,  y  él«B  víéndúse  8<io«oa^,geeeral.  le  pidióla  vida 
por  merced,  y  en  pago  ofeecia  decirle  dos  «eccetoe  de 
graade  importjtnQia.  CoDcediáU,.y  pidió  na  tx^iedizn  que 
le  diiwoa  luego.  CDD>el  cual  echó  á  ^tíieriori ana  ¿üñoacilo, 
y  deolro  veoia  arrollado  m  pergatnioj)  muy  sutil,  en  que 
se  idftbia  avisoá  ciertos  ooajurados traidores  ^GS^aei  Ooaer, 
nafcópdoles  el  dia  y  hora  qoeiSQniaa  acudidos  y  U  geole 
<|He-sem,  á  fin iquB  para  el  dioboiifafoeetuvieseu prevé- 
nidos  ysehicieselafaccÍOD.Item:que  tenían  contratadoqoe 
p^a .el iBiiarao tiempo  UDoscoo&leQlesde  F^ranciaquema- 
riíii:  Duestna  pólvora  ,(de  h»  qae  tioDOP  sitiada  Á  Hef-^],  y 
acBfdiriaQoa.  gente  el  Frascos  al^coiro.jlágepr<eveQÍdo  lo 
uno  y  Qitro  coe  toda  diligencia ;  coa  el  ordinario  sabremos 
ma^  en  particular.^l  auqeso,  y  los  comprendidoeen  la  coa- 
juracion.  .      '  . 

El  señor  Cardenal  Infante  está  ya  convaleciente  y  con 
mas  fuerzas;  créese  irá  á  acabar  de  convalecer  á  Bruselas. 


3vGoo(^lc 


De  Aleusñia  solo'ae  dice  por  na^or  qtie-  aqttelto  TUi 
prosperfainHi. 

Lo  que  V.  ft:  aviss  d»  Brujas  mi  hay  pw  acá  noticia 
DtD^ae  ni  memoria  de.  tíkt ,  y  sí  huMep»  alguna  do^ 
vedad,  creíble  es-.qoe  se-  hafaiera  ya  avisad»  coa  edle-  cnc- 
traordinarip::  puede  ser  soa  voz  eobadftdetDSi]ue:se'COd-' 
SHelaa  con  deoir  Aal  por  él  seotioiiento  qée  de  &  stí 
recibe. 

De  PoitngBl  la  q\m  }iay  es  ú/ae  et  de'  Valpar^yao  w 
ha  BQcargadú  de  lo  que  tenia  por  su'  eudnla  ef  flnftt|Ué¿ 
de  Tinzow^  y  tieÉe  diebo'  á< Jo»  de  la  PtwblK  de  Sáóa- 
bria  le  avia»  cumdo  bicierea  entrada,  par«  hanteritr  aV 
mismo  tiranfopor  su  ledo;  y  qoe^ú  la  bidñevedehacef, 
les  dará  piiiiiien)  avBO,  paira  qae  T.ayan'»odó9á  una. 

De  Gataloia  k»  qañ  hay  es-  qne.  catalaaes  y  aragonesa» 
eslibaB  para  ribr^  sobre  bo>  restituirleB  losi  eatatenes  loa' 
daúés^é  lesbabiaa  fo9cli(vea  dos  pueblos- de' Araj^,  y 
leoiaB  úfrecido'  dar  setiafaecioa. 

lteiQ:>que  a»  capitán  portn^sédse  hafew  con  algunos 
deli¡8suyo9paEwiii»tá  iDa-catalanes.. 

laúdMen  avisan  qoe  por  índastria  de  an  eabaffero' 
Traacés,  qaeesUi  en  Per^ñan^  ae-ívabia  t'ra»$Oun  ihtry  buen 
otoToy  de  baetiBoalo»  de  FrasKáa,  que  eldineFO  todo  lot 
puede,  y  pasd  por  entre  on  troHo  d&  gente  francesa',  y 
aeyeodo' iba  pava  otra9*tropáa  qoe  estaban  ibas'  adentro,- 
tos  dcjaiToa>  pasar  sia  toc^esem  cosa  a%una,  y  en  lle^ 
giHufo  cerca  de*  Perpi&an  los  salieron  á  recitíir  rea^án-^ ' 
dolo  todo  en  ta  ciudad.  :  ' 

'  Asinnamo  hay  avisq  d&que  los  franceses 'han  bedio  un 
fuerte  en  un  pueblo  quees  paso  para  Francia,  y  séndoles  . 
capitotadeque  el  prendió  habia  de  ser  de  catalanes,  had 
mííidoea  él  fraaceaes,  y  enviadb  enhoraWalaálofr  cata- 
lanes, eo»  que  están  ya'  resabiados ;  sn  duKza  solo  los  re- 
tiene y  hace  pasarpor  estos  y  otros'peores'  tratamientos 


3vGoo(^lc 


184' 
qu@c£wU.did  repiben.y  DO  faltaaaueaazasdeqaeiesihan 
de  quemar  el  libro  becerro  de  sus  antiguos  fueros:    ' 

..  M:de  Llenes  le.  raaodaD  vaya' á'Ser  v^ey  y-icapitan 
general.d&CaUíluaa,  :coa  no  poco 'Senlimíentosayoi  'mas 
seiiále  iuonia  el  iobedecer.  ^Murióse  el  nt^or  de  sos  hijos,, 
que.era  poPi.exU'eíaoStDdo^  de-garrotíDo/yá  quieB.sttpa-' 
di:ey,  ^.|GardeDal,'.8Uiüá,amaban'flfiiy  üernaiheate;  d:Se>- 
gundo  queda  ceu  el  mismo  mal,  aunque  do  le  ha  dado- boa 
tanto  nigor;ial'' mayor,  le^l^evflráa.por.resguanlarie  en  '(tasa 
da.L^.flMrquesade.AitíaDieep-i,  .  '    . '         !    ^ 

,;£l  juqvee:;VÍD4  MU  dxtvaiordiDacio  deBadajoi.  OhI  él 
aivis^n  que  díerOliv.Qilcita,.!EstremoiE  yidtros  cuatira<.6 cisco' 
pillos  ds  habías' jubtadbo  -4,;000  ó  ftias  ibpEolwesideiki- 
ranterffi  y  70D  icabaHos;/  peraidac  ea  iValTerdei,  pndito 
oueslro,  doodehay  alguno^  portogoese^  ^e Jes  teaian  da- 
dos; algi^K», aviaos  muy  Qa:{)articular,  del  pud9lo  •  y  fcatifi- 
cacigoes,  de  Ms.veciaps  ncosí  fue.  Babia. dentro  TO.caba- 
Ifos  y  500  infantes;  estos,  parte  de  ellos  estaban  en  las  for- 
lifiíCaciones,  y  parte  en  el, pueblo.  Venian  á  cosa  hecha, 
por  ser  poca  nuestra  gente  y  tener  enemigos  dentro  dé 
sus  puertas.  Túvose  noticia  de  cómo  venian  los  portugue- 
sas; salió  la  caballería  á  darles  cai>;a  y  ia  infantería  á  sus 
puestos;  dio  la  carga  la  caballería  uueatra,  y  como  eran 
pocos,  fué  tanta  la  lluvia  de  balas  que  dio  sobre  ellos,  que 
se  hubKroa  de  ir  retirando  al  lugGH*.  Acometieron  después 
de  «sto  á  los  de  las  trincheras;  cedieron  á  la  multitudxon 
manos  valor  del  que  convenia.  Viendo  los:de  la  caballería 
que  los  de  la  infantería- habían  flaqueado,  desmontaron  de 
Iw.cabaUos  y  tomaron  cuáles  picas  y  cuáles  mosquetes,  y 
fueron  recogiéndose  hácid  la  plaza  donde  hicieron  cuerpo 
de  ejército  coa  la  ^ntequealUse'  retiraba.  Las  calles  se 
barxearon;  entraron  en  el  pueblo,  los  portugueses,  llegan- 
do hasta  la  plaza,  7  allí  los  noestros  animados  de  sus  ca- 
bos, volvieron  por  su  reputación,  y  los  cañonearon  va^ 


Dg,l,z..byG0O(^lc 


lientemente'y^bartni  del  iMgdr  mal  pareciendo.  Fueron 
de  los  portugueses  muertos  mas  de  1 00  de'  loa  mas  a\en~ 
lados^.y/gente  de  importancia;  tomáronles  dos  banderas; 
los  herídbs  noae  sabei  cdáatos  faeron,  scio  qae  huyeroa 
con  tanta  prisa  que. siguiendo  los  nuestros  el  alcance, 
prendieron  pocos,  porque  corrían  mucho,  y  para  ir  mas 
ligeros  dejaban  pbl*  el  camino  las  picas  y  mosquetes,  que 
de  esto  se  rec(^ió  caotidad  considerable.  Señaláronse  al- 
gunos de  tos  cabos  en  esta  acción,  como  fueron  D.  F.  del 
Pulgar',  Tarrazas  y  otros^  un  clérigo  mató  desde  una  ven- 
tana con  una  escopeta  á  núevé,  y  otro  Con  su  espada  y 
rodda  libertó  á  dos  hombres,  hiriendo  mal  á  los  soldados 
en  cuyo 'poder  iban;  de  ntíestra  parlé,  entre  heridos  y 
muertos,  fueron  S6.  Esto  es  lo  que  escribe  uno  de  los 
D^éstróá.  Fué  BoCórrb  de  Badajoz,  y'  llegó  Cuando  ya  esta- 
ba todo  acabado.  Teniaa  presos  muchos  por  esptas,  que 
serán  bien  castigados. 

Vino  la  princesa  de  Caríñano  tres  días  ha  á  Madrid, 
tan  perseverante  ha  estado  desde  que  de  aquí  salió.  Tomó 
la  mano  en  este  negocio  de  su  vuelta  el  embajador  de 
Aleúaania'y  el  obispo  de  Niza,  que  es  enviado  por  emba- 
jador del  cardenal  de  Saboya,  y  ellos  la  hablaroo  oon  ra- 
zones' taa  eficaces,  que  la  obl^aron  á  volverse  á  su  ante- 
rior morada,  que  es  la  casa  del  Tesoro. 

'  Voz  corre  que  viene  el  príncipe  Tomás  para  lo  de  Por- 
It^;  no  sé  con  cuánto  fundamento. 

Murió  D.  Luis  de  Paredes,  oidor  del  Consejo  Real. 

fil  domingo  por  la  mañana  mtiríó  Cn  la  casa  profesa 
de  esta  corte  el  P.  Puente  Hurlado,  que  habia  dias  estaba 
malo  de  una  perlesía  que  le  dio  estando  en  Valladoltd. 
Enterráronle  sus  dos  parientes  el  conde  de  Lemos ,  y  el 
duque  de  Osuna  con  toda  honra.  Trujeron  para  el  entierro 
y  misa  la  capilla  real  y  acudieron  algunos  señorea  y  mu- 
chos de  este  Col^io  y  del  Noviciado. 


3vGoo(^lc 


No  se.  ofrece  otra  cwa  de  que  avisar  á  V.  R. ,  á  quies 
nuestro  Señor  goarde  y  dé  la  salud  qne  deseo.  De  Itfúirid 
y  Noviembre  i%  de  164t.=>Seba8tiaoGo[Gtele8i— ALpacke 
Ra^  Pérayra,  de  la  Compañia  de  Jetfás,  aa  Sevilla. 


(Toa.  90  fál.  iS6.)  ; 

Las  pro{)ue»tas  nuevas  det  Parlaioeplo,  d^paes  de  las 

revuellaa  de  Irlanda  son :  i  ,         ,         r 

1/  Que  el  convento  decapucbipos  se  desh^a.y  que 
se  vuelva  á  Francia. 

.2.'  Qi^e  fie  dé  una  lista,  ^e  tocios, los  sacerdotes  que 
sirven  á  la  Reina. 

3.*  Que  se  dé  otra  lista  de  todos  loa  criEfdos  que  ei^rven 
á¡!a  Reina  y  ala, Princesa. 

i."  Que  s^  señale  y.poog^ niievo  gobernador  enla. isla 
de.Viget  (Wight).   , 

5,^  Que  sfi  publique  una.  acta  del  Parlaniento, :  pn  qu^ 
se  mande  que  todos  los  extranjei:os  papistas  den  sus  nom- 
bres y  Iggar  donde  residen,  y  que  se  pajrlatt  del  reino 
dentro  de  dos  días  señalados. . 

6.'  Qm  á  todos,  los  papistas  convencidos  é  sospeclfosos 
de  serlo  se  les  ponga  segui:a,  g^arda  mientras  no  dieren 
fiadores  de  estar'4  .dereobo. 

1/  Qué  Á  todos  los  embajadores  se  les  avise  que  lue- 
go entreguen  los  sacerdotes  ingleses  que  estuvieren  en  sus 
casas  contra  el  derecho:  esto  es  lo  que  hay  hasta  el  1 5  de 
Noviembre. 


3vGoo(^lc 


Copia  de  <^n  carta  de  Londres  detiO  de  Novierid>re. 

Mucbo  haa  awtido  los  protestantes  la  segando  )\ia.t^ 
déJ.ParlainHito,  y  hao  publicado  protestación,  [uu'ticular- 
menle  coatra  los  de  la  casa  del  GotnuQ,  á  los  cuales  notaa 
algunos  de  focciosos.  Tiénese  por  cierto  que  todo  el  reino 
'  de  Escocia  está  por  el  Rey,  séase  dicho  que  últíman>eate 
se  ha  tomado  resolución  de  matar  al  marqués  de  Hamil- 
toa  y  á  su  criado;  el  conde  de  Alquile  (ArgyLe),  Alderos- 
tes  (¿Alderscot?)  Loden,  Lesley  y  que  habiei^dq  eutendi- 
do  esta  resolución  el  de  Arguite  y  Rotesse  habían  retirado 
á  sus  tierras,  donde  dicen  se  previenen  para  défendersa 
Algunos  han  dicho  que  esta  ha  sido  invención  y  tramoya 
de  papistas;  pero  generalmente  se  recibe  este  dicho  con 
risa.  Creo  fácilmente  que  pueda  haber  alguna  equivoca- 
ción en  la  materia  y  en  las  personas  dichas,  pero  es  tan 
grande  la"  certeza  de  haberse  retirado  y  hecho  á  parte  algu- 
nos de  ellos,  lo  que  no  ^eja  dud^  de  Tiaber  alg^una  revuel- 
ta. El  ejército  escocés  vuejyeotra  vez  á  juntarse;  no  sa- 
ben á  qué, fin,  y  se  discurre  vanamente,  y  lo  común  es 
decir  que  S.  ML  quiere  con  las  armas-  en  Ja,  mano  compo- 
ner las  .coaag  d^l  Parlamento.  La  Reina  avisó  á  los  seño- 
res católicos,  que  pinguQp  fallase  del  Parlafftento  es,ios 
dias,  porque  habia  particular  ocasión,  la,  cual,  se  supo  pres-  ' 
to,  porque  á  |£^  noches  ae  puso  cerca  de  la  ca^,  ÚQ\)h~ 
das  las  centinelas  coq  grandes  faroles  y  luminarias,  que 
ardian  toda  la  noche;  unos  dicen  que  porque  se:  halló 
gran  cantidad  de  pólvora  uua  media  milla  cerca  de  Lon- 
dres, en  una  casa  particular;  otros  porque  no  viniesen 
de  repente  los  escoceses  Cualquiera  que  haya  sido  la  cau- 
sa, conveniente  fué  el  aviso. 

Vino  aviso  del  Rey  para  la  Reina;  variar  novedades  se 


3vGoo(^lc 


dice  que  trae,  y  muchos  discursos  se  han  hecho,  todos  so- 
bre las  acciones  del  Hamüton  y  de  los  reyes  arriba  refe- 
ridos. No  he  sabido  hasta  ahbra  cosa  de  probabilidad,  si- 
ao  que  se  han  retirado,  que  parece  siatieroa  los  queriao 
despachar.  Entre  otras  (Jarlas '^ue  vidieron  al  Parlamento 
de  Escocia,  vino'üna  sello  grande  y  patente  que  no  era  de 
S.  M.;  entraron  en  la  curiosidad  dé  saber  lo  que  contenia  á 
tos  riegos  que  pueden  seguirse  de  haberle  visto. 

'  Eti  Irlanda  dicen  que  están  resueltos. en  ntí  admitir 
mas  vireyes  sino  que  han  de  ser  gobernados  por  cuatro 
comisarios  electos  por  el  reinó  á  sü  gusto;  pero  no  creí» 
nada  de  esto,  porque  es  nueva  petición.  No  están  bien 
vistos  aquí  tos  portugueses  por  su  mucha  amistad  con 
Holanda. 

Madrid  y  Noviembre  iñ  de  16ií. 

[Tom.  ÍÍ9,  MI.  IDOS.) 

Pax  Christi,  &c.*  Solo  V.  R.  pudiera  obligarme  á  escri- 
bir con  calentura,  ocasionada  de  un  grande  catarro,  qne 
así  no  podré  ser  lar^o,  mas  en  breve  diré  lo  que  hay. 

El  duque  de  Ciudad-Real  escribió  á  S.  H.  habia  pelea- 
do con  los  holandeses  y  que  les  habia  echado  á  pique  tres 
■  liavfos,  y  que  otro  iba  tan  trabajoso  que  tenia  por  cierto 
correrla  la  misma  fortuna  que  los  tres;  que  los  demás  se 
hablan  derrotado  muy  mal  parados  los  vasos,  y  la  gente 
bien  descalabrada;  con  estos  términos  lo  dice. 

fláse  sabido  por  vía  cierta  que  de  Canarias  se  envió  y 
metió  socorro  en  el  fuerte  que  tenemos  ea  las  Tupieras,  de 
víveres  y  municiones. 

Nuestra  gente  de  Aragón  y  Monzón  caminó  la  vuelta 
de  Lérida;  tomaron  dos  pueblos  sin  resistencia,  porque  no 
tenían  fortificaciones  considerables.  En  uno  de  ellos  hay 


3vGoo(^lc 


un  castillo  bueno;  ^e  no  Be  ba  toDoádo  por  no  haber  lie- 
vado  artillería,  ni  eHos  la  tienen  para  ofeaderoos.  Si  se 
toma  queda  Lérida  muy  desabrigada ,  porque  desde  esle 
castillo  la  pueden-  batir.  Nuestro  general  presentó  la  bata- 
lla al  Mr.  de  la  Mota,  general  por  et  Francés;  respondió 
no  le  estaba  á  cuenta  por  ser  los  naestroe  superiores  en 
caballería  é  infantería,  y  hizo  muy  bien,  que  no  es  cordura 
pelear  cuando  el  contrario  quiere,  sino  cuando  á  cada  uno 
le  está  mejor.  Dicen  pi'ocura  juntar  gente  de  i  caballo  y 
de.á  pié  para  verse  con  los  nuestros;  veremos  &i  qué 
para. 

Al  duque  de  Pastrana  hicieron  general  de  la  caballería 
de  Badajoz;  no  quiso  aceptar  el  cargo:  dicen  se  lo  dan,  al 
asistente  de  esa  ciudad ;  no  sé  que  tan  cierto  sea. 

De  Portugal  no  hay  cosa  particular;  voz  corre  que  ha- 
bla respondido  el  duque  de  Bergenza  que  aceptaba  el  desa- 
fío del  duque  de  Medina  (1 ),  con  condición  que  fuesen  en 
su  compañía  doce  señores  que  le  habian  jurado  por  rey  de 
Andalncia,  y  que  sinosabian  quién  eran  él  los  nombraría.' 
Créese  es  dicho  de  algún  maldiciente,  Oque  es  embuste 
para  hacer  sospechosos  á  quien  con  fidelidad  pueden  ser 
ejemplo  á  todos  los  del  mundo,  y  desearán  con  esta  estra- 
tagema que  no  los  empleen. 

El  de  Vimioso  habia  ido  con  400  hombres  á  Yelhes; 
no  entiendo  están  los  pol-tuguesea  tan  pujantes  como  por 
allá  se  ha  dicho. 

(1)  Por  ser  muy  conocido  de  todos  d  papel  de  desaf  i  o  que  el  de  Medi- 
mtidonía  hito  imprimir  por  este  tiempo  relando  al  de  Braguua  y  qila- 
láadole  pira  no  dia  señalado  á  la  frontera,  no  le  ionTtamoi  en  ealelasar. 
A  este  rídlcalo  papel,  que  recuerda  los  tiempos  de  la  andante  eabidleiia 
CMtteslaroD  loa  portugueses  con  otro  inütnlado:  Cartel  ié  detafio  ypnlata- 
dM  tabaOerttta  it  tkn  Qájote  Se  la  Mmieha,  eabaiiero  de  ta  trüle  ligara  «n  ie- 
/muñm  i»  nu  autoUow»;  lu  fecha  en  la  ciudad  del  Toboso  i.  29  de  Octa- 
bre  de  1641.  Imprimiúse  en  Lisboa  por  Domingo  Lopeí  Rosa  á  S3  de  Janio 
de  1643,  y  consta  de  cuatro  bojas  en  i.* 


3vGoo(^lc 


De  Italia  vino  habian  tomado  losnoestros  á  Moncalvo, 
conque  se  impide  el  socorm  del  Casal  y  la  oomumcacion 
de  aquella  ciudad  con  los  franceses.  ítem:  que  el  conde 
de  Sit-ueta  había  vendido  á  Asti  para  dteponer  el  aloja- 
miento en  el  invieráo,  de  nuestro  ejército,  qne  parle  que- 
dará en  aquel  país,  y  otra  parte  se  alojará  en  f¡\  estado  de 
Miian. 

No  se  ofrece  otra  cosa  de  que  avisar  á  V.  R.  á  quien 
nuestro  Señor  guarde  como  deseo.  De  Madrid  y  Noviem- 
bre 18  de  1 6i1  .=Sebastian  Gonzalez.=aAI  P.  Rafael  P&- 
reyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 

Londres  y  Noviembre  2Í  de  1641. 

El  Parlamento  cada  dia  anda  variando  de  parecer  y 
cada  dia  de  mal  ea  peor.  Publica  con  razones  la  vuelU 
del  Rey,  de  Escocia,  y  que  las  diferencias  del  marqués  de 
Hamilton  están  compuestas,  para  poder  de  esta  suerte 
aplacar  al  vulgo  inquieto  ^  porque  los  iateligentes  de  las 
materias  dicen  que  todo  esto  es  falso.  El  Príncipe   está 

'  apretado  de  su  madre  en  Hamplon  (í)  tres  millas  de  Lon- 
dres, con  guardia;  su  madre  también  tiene  guardia,  como 

.  dicen  ios  del  Parlamento,  para  que  esté  libre  de  cualquier 
tumulto  popular,  y  á  lo  que  piensan  otros  por  temor  de 
que  nose  vaya.  Han  echado  en  la  cárcel  al  confesor  de  la 
Reina,  hombre  santo  y  ejemplar,  habiendo  publicado  estas 
maldades  suyas  como  ellos  dicen,  y  que  por  su  autoridad 
ha  maquinado  muchas  cosas  para  pervertir  é  inquietar  los 
subditos  de  Inglaterra.  Lo  %gundo  que  ha  ayudado  á  los 
perturbadores  del  reino.  Lo  tercero  que  et  verano  pasado 
procuró  persuadir  al  Príncipe  doctrinas .  perversas  de  pa- 

(1)    Hampton-Coarl,  palacio  de  los  reyes  de  Inglaterra  i  orillas  úé  Tk- 
mesis. 


3vGoo(;;lc 


494 

platas.  No  sabemos  qué  pretenden  hacer  con  esta  demos- 
tración. Además  á  siete  PP.  capuchinos  que  habían  s^uido 
á  la  Reina,  los  han  mandado  se  portan  á  Francia,  y  á  todos 
los  eipbajadores  de  príncipes  católicos,  que  no  amparen  á 
sacerdote  ninguno  ÍAglés,  ni  le  tengan  en  su  casa ,  y  en 
casa  del  legado  de  Florencia  entraron  de  mano  armada  mi> 
nistros  de  jbsticia  á  bascar  na  sacerdote. 

El  rñno  de  Irlanda  ha  tonúado  Jas  armas  contra  Ingla- 
larra.  Después  de  haba-  ocupado  todos  los  castillos  y  for- 
talezas, ee  foeron  á  la  metropolitana ,  qoe  es  Dnblin,  unos 
30,Ü00  hombres  y  se  apocteraron  -de  ella  de  improviso. 
EiiviaroQ  ddaate  al  báron  Magair  con  algmios  soldados 
disimulados  queeillrároa  pof 'sorpresa  en  el  oasüHo.  No 
surtió  «sto  efecto,  porque  fueron  descubiertos  y  preso  el 
barón,  lo  cual  sabido  del  ejército  se  pusieron  en  marcha  y 
entraron  en  la  ciudad  que  no  pudo  reÑstir  por  serabierta. 
Gobierna  como  general  un  Onel  (O'Neil). 

Ha  publicado  et  parlamento  de  Inglaterra  una  decla- 
ración de  los  oap(talo3  de  este  levantamiento,  para  animar 
á  los  sn^:  El  4 ."  dicen  qoe  es  querer  los  papistas  librar- 
se del  todo  del  yugo  de  los  protestantes.  3.°  Querra-  pre- 
valezca la  religión  oati^icay  sepropague  contra  los  estatu- 
tos de  In^aterra.  $.'  Qne  se  reslitoya  á  los  papistas  en  sus 
empleos  y  (jue  la  iglesia  anglicana  sea  de^)seida  de  ellos. 
4."  Que  et  gobierno  poUticoy  seglar  de  Irlanda  se  vuelva 
i  tos  naturales  y  no  pare  allá  ningún  inglés,  ni  .tengan 
tierras  ni  poseBÍone».  Esto  publica  el  Parlamento;  pero  al- 
gunos conjetaran  qneeste  moránieoto  hs  nacido  del  rey 
para  librarse  del  Parlamenta  y  del  Presidente  de  los  pQ- 
ritanoade  Escocia.  En  Inglaterra  se  hace  gente  para  en- 
riar ú  Dublin,  y  se  toma  la  venganza  de  estos  movimien- 
tos de  los  cat<yico8  ingleses;  amenazan  la  confiscación  de 
bienes  y  hánies  ma&dado  qne  no  traigan  armas  ningunas 
ni  las  tengan  en  sus  casas. 


3vGoo(^lc 


Badajoxy  Dieiem¡rre-S  de  i^H.  ' 

{l^.°  am\to.  núai.  (,  ful.  SO»  i.T      .  ■ 

Dia  de  San  Andrés  saüeroD  oon  el  sileacio  dé  la  noche 
á  las  dos  de  la  mañana,  1,200  caballos  divididos  en- dos 
trapas:  la  una  ^oberbaba  D.  Juan  de<  Garay,  .maesa  de 
Campo  general;  yla  otra  D.  Andrés  Pacheco,,  gobernador 
de  la  caballería.  Horióles  á  ello  d  tener  núticin  que  eo 
Campo  Hayor  se  juntaba  la  gente  del '  enemJgf»  para,  d^ 
sc^re  Villar  del  Rey,  y  así  B.  Juas  deifiaray  fué  &  íavo^ 
recer  aquella  plaza  coa  intento  de  cortar  al.  enemigo,  .si 
saliese,  y  D.  Andrés  Pacheco  siguió  el  <^miao  de^  Campo 
Mayor.  Llegando  cerca  einboscó  antes  del  día  sus  tropas 
en  unos  valles,  á  tiro  de  mosquete  de  las  trincheras  del 
enemigo,  y  él  con.  solo  50  caballos  avanzó  los  batidores. 
Ya  el  dia  claro,  y  viéndolos  el  enemigo,  fué  avanzando 
fuera  de  las  trincheras  la  mosqoeterfa  de  los  vednos  de  la 
villa,  que  como  leones  se  víaieron  dando  cfirgas  á  los  SO 
de  á  caballo,  que  con  destreza  fingieron  huir;  y  asf  los  fne- 
ron  llevando  hasta  que  tos  tuvieron  bien  fuera  de  su 
guarnición,  y  con  una  seña  del  clarín  de  guerra  salierQn 
los  de  la  emboscada  y  cortaron  gran  parte  de  los  enemi* 
gos,  que  murieran  desdichadamente  á  manos  de  nuestra 
caballerfa,  sÍD'escapa[r  nadie  de  los.que  cortaron. : 
'  :Fa«ro!i  de  los  I  porti^oeses  muertos  mas 'de.1ftO,de 
los  nuestros  no  Dliirióinbuüe-iH  hubo  un  solo  becidí^;  soki 
0(^0  caballo»  viniepon  heridos,  áininecibirotro.daBo. Síñri 
tierüu  mucho  los  portugueses/  este  fracaso,  por  ser  todos 
losmuerios  naturales  de  la^QiismaviUa,  y  quedar  á  vista 
de  .eJla  muertos.  Triyeron  los  nuestros  todo  el  ganado  que. 
hallaron  en  circuito  del  lugar,  y  en  especial  ye^íiuas,  caba- 


3vGoo^^lc 


Uos  y  toda  suerte  de  cabalgaduras.  Con  estas  Eacciones  pa- 
rece que  loa  de  Moatemayor  están  mas  recogidos  que  an- 
tes, y  asi  no  salea  á  hacernos  daño,  que  no  ha  sido  poco 
el  qae  hasta  aquí  nos  baa  hecho. 

Doiaingo  priitiero  de  Adviento,  en'  la  noche,  hubo  en 
Yelves  gran  fiesta  de  fuegos  y  luminarias;  disparáronse 
muchas  piezas  y  mosquetes,  celebrando  el  cabo  de  año 
de  su  levantamiento.  ¡Quiera  Dios  que  celebren  el  que 
viene  de  exequias  tristes  de  su  destrucción,  que,  según  se 
dice,  gente  estará  presta  en  esta  frontera  qug  los  sabrá 
muy  bien  castigar. 

Entraron  en  esta  ciudad  dos  recuas  de  mulos  con  1 0 
portugueses  que  las  llevaban  cargadas  de  harina  que  con- 
'  dacian  á  Olivenza  de  los  molinos  de  Guadiana,,  y  Iqs  co- 
gieron los  soldados  de  Valverde  que  baten  la  estrada,  y 
los  trajeron  presea  á  esta  plaza.  Badajoz  y  Diciembre  3 
de  1 641  .^oFray  Juan  Duran,  fraile  mercenario  descalzo. 


Madrid  y,  IHeimUire  M  de  1640. 


El  de  Lorena  eiorríó  con  sus  tropas  la  Alsacia  toda  y 
degolló  una  guamioion  que  mandaban  los  frauceses  á  otra 
parte;  ocupó  con  felicidad  un  puesto,  y  habiéndosele  jun- 
tado Gil  deHais  ( Ayx),  sitió  una  plazst. 

Avisan  de  Hídanda,  hallarse  enfermo  ej.de  Orange, 
mas  de  animó  que  de  cuerpo,  porque  iba  deshaciéndose 
el  casamiento  de  su  hijo  con  la  bija  del  de  Inglaterra ,  asi 
porque  aquelia  Majestad  y  sus  estados  no  le  querían,  co- 
mo porque  loS'holandeses  enljaban  en  celos: 

De  Portugal  se  dice  que  el  duque  de  Berganza  echó  en 
aquellos  rebeldes  eltributo  de  que  cada  uno  le  pagase  cada 

TOKO  XTI.  <3 


3vGoO(^lc 


semana  mi  tinten,  y  i[mm  tos  o«8tillos  de  Lisbox  y  S» 
Oiannudó  ios  presidios  de  natarsles  y  púaolos  de  hoiaR-^ 
descs  y  franceses. 

Ea  Cataluña  es  sola  Barcelona  la  qae¡  oo  quiere  i  S.  M. 
y  enidla  algunos  del  gobicinio.qnelM -demás  tñitt  te  de- 
sean.»^, ¡taaa  Idiaquet  Isasi  (1). 


Mtárid  y  Dkimbn  17  eti  4fri1 . 


Pax  Ohrístj ,  &c.  De  nweTo  'no  hay  cosa  i 
Flandes,  Ah^mimia  y  Italia.  ' 

Tie  'Porlagal  avisa  un  |iedre'que  asiste  en  la  vaya,  «fne 
'en  aqael  reino  ba  mandado  et  doque  de  S^anza  'Se  do^ 
ble  la  moneda,  y  tMabien  pida  le  dédma  parte  de  Jas  ha- 
ciendas de  los  portugueses,  con  que  empiezan  ya  á  estar 
mal  contentos  y  arrepentidos.  Si  es  cierto  que  el  caso  pasa 
así  como  se  reSere,  y  qne  se  cree  y  tiene  por  tal,  no  es 
mal  principio.  Don  Juan  de  Garay  dicen  tomó  anos  desca- 
minos (2)  qne  venian  de  Portugal  coa  mercadarfas  de  im- 
portancia, y  que  valiau  mucha  cantidad  de  dinero. 

Dos  otras  entradas  'ha  heebo  'el  diebo  D.  .Iwao ;  ha  to- 
mado algunos  prísÍOB«Fds  y  msevto  algaHOS  portugueseB: 
del  número  no  se  dice  con  puntualidad. 

Tan  poco  dinero  hay  boy  en  Portugal ,  «fie  se  han  ja- 
sado á  nuestro  ^ejércfflo  mas  'de  600  hcAandeses  y  Erance- 


(t)  Este  D.ibaDero  es  el  mismo  de  quien  ya  se  Iratú  ¿  p&gs.  791  y  103  dd 
tamo  1.*  j  Tat  mae^ro  Sel  principe  ít.  Baltasar.  Son  varias  Iss  cartas  au- 
.yas  qoe  mas  adeUnle  se  insertarla,  dirigidu  en  eh  iiMfor  parte  il  da- 
'^eieCantofia,  bijo  delúUimo  virey  deCatalañ^. 

(8)  Lo  mismo  qae.recoas  á  conductas  que  venian  faera  de  camino  6 
por  atajos:  aunqae  también  puddu  estar  por  Kontrabandos.» 


3vGoi>íílc 


Í95 

sea,  no  pudieado  sufrir  la  cóndicioa  y  mal  Iratamienta 
que  se  tes  hacia,  y  la  principal  causa  es  que  do  les  han  pa- 
gado días  há,  y  es  geote  que  ^a  do  teoieodo  intereses  se 
acomoda  fácilmeote  con  quien  mejor  le  paga. 

Hasta  ahora  no  ha  venido  aviso  del  socorro  dé  Perpi- 
ñaa,  si  bien  se  dice  por  cierto  está  hecho.  Cuentan  unos 
que  sin  resistencia  ninguna  entró ;  otros  que  pelearon ,  y 
que  los  írBBceses  habian  eido  rotos  y  destrozado  aquel 
^érdto,  aunque  con  alguna  pérdida  de  nuestra  gente. 

En  Aragón  eelán  muy  contentos  coa  a«  nuevo  vírey, 
que  es  el  marqués  de  Tabara,  porque  se  ios  ha  ganado  y 
agasajado  mucho.  Arman  apriesa  5,000  hombres  para  la 
defensa  de  sus  fronteras. 

Su  Majestad  (Dios  le  guarde)  estuvo  ayer  indispuesto 
de  un  desconcierto;  no  es  cosa  de  cuidado,  antes  pudiera 
darle  en  que  )a  naturaleza  oo  se  hubiera  aliviado.  Ocasio- 
DÓse  de.  un  almuerzo  ó  comida  de  la  fruta  que  ahora  cor- 
re de.puerco  fresco  y  solomos  cotí  agua  fría;  está  sin  ca- 
lentura. 

Dos  días  há  que  una  nonja  devota  de  un  pOTtugués, 
habiéndole  su  superiora  intimado,  á  insiancía  de  la  mujer 
del  portugués,  no  saliese  á  hablarie  al  locutorio  ni  á  otra 
parte  alguna,  pena  de  excomunión,  ella  picada  del  caso  se 
salió  por  una  veoiana  del  conventoy  con  una  escala  que 
para  el  efecto  tuvo  se  desool^  de  unos  timados  á  la  calle. 
Hasta  ahora.no  se  sabe  de  ella,  y  el  portugués  tampoco 
parece.  Ha  sido  materia  de  grande  escándalo,  y  si  los  co- 
gen se  hará  en  los  delincuentes  un  castigo  ejemplar. 

No  se'  ofrece  otra  cosa  de  que  avisar  á  V.  R.,  á  quien 
nuestro  Señor  dé  tan  alfares  Pascuas  y  entrada»  de  aoM 
como  yo  deseo.  De  Madrid  y  Diciembre  IT  dé  1641.»==Se- 
baslian  Gonzalez.^-Al  f .  Rafael  Pereyra ,  de  la  Compañía 
de  Jesús,  en  Sevilla. 


3vGoOíílc 


496 
ñoma  y  Diáembre  21  de  \ti\. 

(Leg.'  subIIo,  núm.  1,  fól,  S18  v.") 

Pax  Christi,  &c.  Mucho  me  lastiman  las  cosas  de  Espa- 
ña, especialmeate  el  estado  que  tieDen  Cataluña  y  Pcfrlu- 
gal,  y  que  en  las  que  tocan  á  a'tte  último  reino  echen  tan- 
ta culpa  á  los  de  la  Compañía;  pero  quiero  que  V.  R.  sepa, 
y  lo  haga  saber,  que  se  dicen  muchas  ibantiras. 

Al  Brasil  no  ha  ido  provincial  há  mas  de  tres  años;  d 
visilador  que  estaba  allá  volvió  antes  de  la  revuelta  y  re- 
belón. Nuestro  padre  escribe  ahora  uaevas  cartas  que  se 
han  entr^ado  yá  al  embajador,  en  que  manda  lo  que  allá 
se  desea,  no  solo  coa  excomunión,  sino  ordeñando  que. 
si  aoson  profesos  los  culpados,  sean  despedidos  luego  sin 
otro  nuevo  aviso,  y  los  que  lo  son,  si  tienen  oficios, ,  sean 
depuestos,  y  se  avise  acá  para  que  se  vea  lo  que  se  debe 
hacer.  No  se  omite  cosa  de  las  que  se  representan  ser  con- 
venientes at  servicio  de  S.  M.  y  á  los  que  están  aquí,  se 
les  ha  ordenado  seriamente  lo  que  se  debe  de  hacer,  y 
como  he  dicho  se  miente  en  su  daño.— Alvaro  de  Armen- 
ta,  asistente  de  España  en  Roma.=a.\l  P.  Rafael  Pereyra, 
de  la  Compañía  de  Jesús,  eo  Sevilla  (1 }. 


(1)  Inmedíalamenté  dospnes  de  esta  carta,  que  está  copiada  de  letra 
del  P.  Rafael,  aigaen  nnos  versos  en  portagaés,  y  laego  los  célebres  versos 
qne  empiezan: 

Vuestra  Hajestad  despache 
A  mi  hijo  D.  Julián 
Hoy  Enrique  de  Guzman  , 

Ayer  Guzman  de  Alfarache. 


.vGoot^lc 


197 
Kn ei  palacio  de  Lisboa  pusieron  estacopta: 

Qom  Bey  temos 
Boa  Reyna  é  booiis  infanles. 
Mas  ó  Governo 
Piorqae  de  anies. 

En  Madrid  pusieroD  estos: 

Es  esU  casa  se  crian  doncellas 
Para  niños  eipdsilo^ 


Madrid  y  Diciembre  2<  de  1-641. 

(Tom.  90,  ful.. (SI.) 

Pax.  Oiristi.  árc.  Gracias  á  Dios  que  sabemos  de  V.  R.; 
muy  bueaas  Pascuas  te  dé  Dios,  que  muy  buenas  nuevas 
me  escribió  por  acá.  Los  estudiantes  ya  están  quietos,  por- 
qpie  les  han  quitado  el  rotar  las  cátedras  á  los  de  Valla- 
dolid  y  Salamanca  por  los  muchos  ruidos  y  sobornos  que 
ba  habido.  El  Consejo  está  tratando  qué  medio  se  tomará 
para  la  provisión  de  las  cátedras^  que  como  en  todas  han 
experimentado  taatos  inconvenientes,  no  es  fácil  hallar  lo 
que  es  menester  para  cosa  que  tanto  importa. 

El  obispo  de  esta  ciudad  hizo  ayer  á  su  costa  los  bo- 
Dores(l)  al  Infante  Cardenal;  fueron  lucidísimos.  DÍjo>  la 
misa  el  obispo  de  Osma;  predicó  el  de  Valladolid;  asistió 
el  Acuerdo  y  lo  mas  lucido  de  la  ciudad.  Lo  que  restó  de 
la  cera  del  túmulo,  que  era  mucho,  se  dio  de  limosna  á  la 
fábrica.  Paréceme  que  nuestro  colegio  de  Salamanca  trata 
también*  de  hacer  las  honras  como  á  hijo  de  su  fun- 
dador. 


{I|    Honras. 

D¡g,i,z.cbyGoog|c 


<98 

Al  hijo  bastardo  (4)  del  Rey,  c\  de  la  comediaDtst,  se 
dice  han  ordenado  de  secreto  y  que  te  qnieren  dar  lo  de 
Toledo.  El  iofante  dejó  un  hijo  y  una  hija.  La  reina  de 
Francia  envió  por  la  hija  {2),  y  nuestro  Rey  por  el  hijo. 
Adiós,  que  guarde  á  V.  R,  como  yo  deaeo  y  se  lo  suplico. 
De  Valladolid  y  Diciembre  ti  de  16i2.=Alop^  de  Ama- 
ya.=AI  P.  Rafael  Perevra,  de  la  Ck)mpañ(a  de  lesus,  en 
Sevilla  (3). 


Vinaroz  y  Dieienütre  %Í  de  <6H. 

(Leg."  suetto,  núm.  i,  fól.  SH.j 

Víspera  de  Saata  Catalina  salió  de  Tarragona  mi  se- 
ñora la  duquesa  de  .Cardona  coa  los  señores  D.  Pedro  y 
D.  Vicente  ea  una  saetía,  pero  estando  á  la  vista  de)  Coll 
de  S^l^iier  se  movió  upa  tormenta  de  tienUf  tal  que  pen- 
s|roQ  ser  perdidos,  porque  el  mar  estaba  muy  griieso,  y  el 
aire  era  terrible,  Mareóse  macho  mí  seaora  y  todos  loa 
demás  á  no  ser  el  Sr.  D,  Vicente.  &1  dia  de  S(inUi  Catatliofi 


(I)    D.  Joan  de  Austria. 

(S)  Una  bija  del  InbDte  Cardenal,  habida  fnera  de  matrinonio,  pues 
nanea  faé  otado,  aatrú  rdigiou  en  lai  Detealzas  de  Bladrid.  LlKmdae 
DoOa  Haria  de  Austria-  D4I  tqjo  nada  dicen  Dne«ti«s  hi^toña^  ni  twpo* 
CQ  al  P.  Flores  en  sos  {«tiyu  Cáíóliftu, 

(3)  Por  este  liempo  apareció  en  Madrid  nn  pasquín,  pintado  el  rey  Fe- 
lipe IV  Ilftiniñdo  4  las  puertas  del  (Kelo  para  entrar.  Desconociéndole  Ban 
Pcdco,  la  pregUDialM  quién  era.  itef  poRdia  S.  U. ;  xSpy  el  rp;  d«  ¥;pa- 
na,'>  y  San  Pedro  con  admiración  le  decia;  "¿Cómo  puede  «ntrar  en  el 
Cielo  un  reina  en  Flandes;  otro  en  las  Indias,  otro  en  Ilatia,  otro  en  Áfri- 
ca?" y  que  S.  M.  poniéndose  nn  poco  á  pensar,  le  respondía  á  San  Pedre: 
"Señor,  si  por  eso  se  me  niega  la  entrada,  no  )e  dé  cuidado,  que  dentro 
de  un  año  ese  y  esotros  puertos  se  acabaritt.'t  ApMet  originaUt  ifel  Paire 
Peuym. 


I 


„Googlc 


19» 
liaron  á  este  lugar^  y  por  ser  )a  marea  grande  solo  des* 
embarcaroQ  á  mi  señora  ia  duquesa,  los  demás  desembar- 
caron el  día  siguij^tte-.  pasaii  á  Villeveal,  y  allí  resolverá 
nú  señora  la  duquesa  adonde  ha  de  hacer  jornada,  aun- 
que insiste  que  ha  de  ser  á  Aodalucta. 

Ayer  llegó  una  galera  de  la  escuadra  de  Genova  que 
enviiüba  D.  lUdcbor  de  Borja  ftara  el  pastqe  de  mi  señora, 
yaaot^e  se  partió  i  Xarrsgone  con  Í&,00^  diicados  para 
socorro  de  aquel  ej^ita  Esta  fué  una  de  las  que  lleva- 
roo  socorro  á  RoeelloB ,  y  sbi  aupo  contó  quedaba  todo 
desei«barcadQs  y  de  dos  naves  flamencas  que  ht^túao  car- 
gado de  trigo,  y  cebada  se  desaparecieron. 

ios.  nuestros  llegaron  á  prender  al  virey  que  d  de 
Francitt  enviaba  á  Barceloaa  „  y  la  aioneda  que  llevaba 
consigo  pstra  el  socorro  de  au  gente;  pero  car^  (anta  ca- 
ballería del  eeenugo  que  se  hubieron  de  retirar  los  nues- 
tros por  sus  pasos,  y  si  la  que  iba  de  acá  estuviera  ea  ór- 
dea  00  Be  escapara  nadie. 

Los  d^  Perpiñan  habían  cogido  veisite  cabaos  y 
2,000  ducados  «a,  dinero  qiie  (Mtsainn  al  ejército  francés. 

Epire  los  prisioneros  que  «o^  ^  de  Agailar  haltaron 
un  fraile,  soldado  de  i  ciúiaUo,  que  con  sos  pistolas  le  pa- 
BearoB  por  Tarra^oa.  y  á  oteo  tienen  preso  allí,  porque 
habiendo  salido  á  otra  raccion,  no  quedando  cteatiro  de 
T%iragQQa  maside  600  bombres»  dijo>  qoe  era  buena  oca- 
sión para  levaottarso  y  de^llaJ-  los  eastellanos. 

Llegó  á  Tarragona  uo  trompeta  de  Barcelona  y  dijo 
cúQiQ,  habían  muy  bi«si  recibido  á  loe  embajadores. 

Dios  guarde  á  V.  E.  tnuehos  años.  De  VÍBaf>oz  á  2S  de 
Diciembre  de  16if  .-"¡Licenciado  Pedro  Juan  de  la  Guar- 
dia.^ Al  duque  (te  Cardona,  mi  8«ior  (4). 

[t]    Es  copia  4e  maao  üef  P.  Pereyr&. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Didemhre  2Í  de  1641. 

(Leg.*  sueBD,  oúim.  I,  tul.  808  v.*) 

Ha  habido  carias  de  ¿aragoza:  los  lugares  iodos  de 
aquella  vecindad  se  entregaron  al  marqués  de  ta  Hinojo- 
sa,  el  cual  se  coüt^tó  con  qné  hicieses  de  nuevo  jura- 
mento de' Sdelidad,  y  los  dejó;  sota  eñ  Cambriles  puso 
gente  y  coH  haber  llegado  ya  la  caballería  qne  pasó  por 
Balaguer,  se  hallaba  S.  E.  con  1,500  caballos. 

De  Portugal  se  sabe '  coD  las  cartas  de  Extremadura 
la  necesidad  grande  que  padecían  los  rebles,  y  que  16 
caballos  suyos  se  paspron  á  mteslra  parte,  y  aguardan  una 
compañ{[);  y  en  Lisboa  habísnechado  voz,  para  quietar  al 
pueblo  que  ya  trataban  de  medios  con  Castilla. 

Reformaron  al  conde  de  Oñate,  y  marqués  de  VillanUe- 
va  de  Bafcarrota ,  y  agregan  sus  distritos  á  D;  Juan  de 
Garay.  Hicieron  lo  mismo  eon  los  de  los  coodes'de  Bena- 
vente,  agregando  aquellos  gobiernos  al  duque  de  Alba  y 
dándole  á  éste  título  de  capitán  generali  que  hasta  ahora 
no  le  tenia,  y  lo  que  estaba  at  mando- del  conde  de  Ayala 
se  le  dio  á  Valparaisp. 

'  Ha  venido:  correo  despachado  del  Papa  por  la  Francia; 
dice  haberse  rendido  Heri  (Ayre);  nada  raas  trae  de  Flao- 
des  ni  de  Alemania,  aunque  á  los  8  de  este  salió  de  Paris. 

Ganó  su  Santidad  el  estado  de  Castro,  y  á  su  sobrino 
D.  Tadeo  envió  con  aquella  gente  hacia  el  Ferrares,  ame- 
nazando invasión  en  el  Parmesano.  Llegó  á  Roma  él  em- 
bajador de  Francia  Fontana.  Bl  obispo  deLamego  ann  es- 
taba en  Civitavieja;  si  le  detienen  mucho  no  hay  cadena 
para  que  mueva,  como  aquel  puerto;  desarmó  el  duque  de 
Medina  de  las  Torres  las  fronteras  del  reino  de  Kápoles  y 


z.cbyCooglc' 


alivió  á  aquellos  vasallos  con  quitarles  uq  tributo  sobre 
los  fu^os,  que  valía  á  S.  M.  700,000  ducados. 

El  príncipe  de  Monaco,  D.  Honorato  Grímaido,  trocó 
el  presidio  españot  en  francés.  Había  cuatro  años  que  traía 
inteligencia  con  aqudla  sirena;  perdió  en  Ñápeles  36,000 
ducados  de  renta,  eñ  Castilla  una  encomienda  de  la  orden 
de  Alcántara,  y  otras  pensiones.  Ofrécele  Francia  30,000 
ducados  cada  año,  y  el  bastón  de  Mariscal  de  Campo  ge- 
neral, y  ha  capitulado  el  que  su  hijo  menor  haya  de  pasar 
á  Paria.  Madrid  y  Diciembre  2i  de  16Í1.—D.  Juan  Idia- 
qaezlsasi,  maestro  del  Príncipe  (1).    - 


Badajoz  y  Diciembre  S5  de  {641. 

(Leg.*  suelto,  núm.  1,  fól.  SOS.) 

Agora  daré  cuenta  de  lo  sucedido  en  esta  plaza.  A  O 
de  este  salió  el  duque  del  Infantado  con  licencia  especial 
del  Consejo,  á  asistir  al  duque  de  Medinasidoaia  al  sitio  de 
Valencia  de  Alcántara  (lugar  que  este  señaló  para  el  de- 
safío). Acompáñanle  O.  Juan  de  Garay,  maestre  de  Campo, 
general  y  gobernador  por  ahora  de  esta  plaza ,  y  D.  An- 
drés Pacheco,  gobernador  de  la  caballería  con  i^OOO  ca- 
ballos. Los  300  salieron  de  esta  plaza  y  los  otros  500.  de 
los  cuarteles  vecinos.  Fué  en  tiempo  de  grandísimas  aguas, 
en  tanto  número  que  estuvieron  á  pique  de  ahogarse  mu- 
chos en  las  grandes  riberas  que  hay  desde,  aquí  á  Valen- 
cia (do  Menho).  Quiso  Dios  no  peligrase  nadie,  solo  un  ca- 


li) E^tá  copiada  entre  otras  de  mano  del  P.  Bafael,  y  por  lo  lanío  es 
de  suponer  irla  dirigida  á  algano  de  los  padrea  del  Colegio  de  Sevilla. ' 
Acerca  de  la  persona  que  soscril»,  véase  lo  dicho  á  p^.  19i. 


3vGoo(^lc 


202 

balk)  cansado  se  ah(^6.  Bsluvo  con  so  ¡«"imo  et  duque, 

haciéodole  visita  tres  dias,  y  se  vino  solo  con  D.  Joan  de 
Oaray,  mandando  que  pasasen  el  río  sotos  30  en  una  bar- 
quilla, y  los  demás  aguardasen  con  la  recámara  á  poderle 
vadear.  £1  intento  de  ir  tanta  caballería,  fué  porque  el 
eDwnigo  hiao  frente  con  la  suya  háoia  aqueUa  parte  áfi 
Valencia,  y  aef  se  juntaron  allí  S,000  oabaltos  eoo  tos  que 
et  de  Medina  tenia. 

Estuvo  20  dias  en  aquella  vt>la  y  salía  cada  dia  al  si- 
tio señalado,  y  se  tomaba  por  fe  y  tesiimonio,  y  el  úllímo 
diasatió  y  viendo  qae  ni  venia  el  de  Berganza,  di  otro  al-' 
guno  á  darle  respuesta ,  entraron  doce  leguas  dentro  en 
Portugal,  y  pasaron  por  muctias  villas  y  lugares,  sin  hacer 
agravio  á  tiombre  nacido,  ni  aun  tonjaroa  socorro  ni  cosa 
alguna  aunque  pudieran  traer  mucho;  mas  guardóse  la  ley 
y  fidelidad  del  desafío. 

Cumpliendo  el  de  Mediua  con  su  obligación ,  se  fué  á 
Cáceres,  donde  está  aguardando  la  orden  de  S.  M.  en  lo 
que  ha  de  hacer,  dejando  guaroedda  la  plaza  de  Valencia 
con  parte  de  su  caballería.  La  infantería  quedó  en  aquella 
plaza,  que  es  mucha  y  buena.  A  SO  de  este,  ó  d  t9  salid 
de  Vatverde  D.  Die^  Gallo,  teoienle  de  maestre  de  Cam- 
po general,  con  300  caballos,  loe  tOO  de  su  plaza  y  ios 
200  de  vecinos  de  Villaaueva  del  Fresno  y  Alooacber,  y 
con  otros  300  mosqueteros,  y  se  entró  por  Portugal  hasta 
tl^ar  á  la  ciudad  deErora,  de  suerte  que  ta  diesen  vista, 
y  saqueó  cuantas  aldeas  y  quintas  había  en  toda  aqueRa 
tierra  matando  infinita  gente,  sin  que  hubiese  quíea  se  lo 
pudiese  impedir,  por  estar  toda  ta  gente  en  la  frontera  de 
Valencia  al  desafío.  Así  trajo  mucha  riqueza  y  el  ganado 
fué  tanto,  que  cubría  los  campos.  Dfcese  por  cosa  cierta 
que  valen  las  cabalgaduras  que  trajo .  cargadas  de  lienzo 
y  ropas,  oro  y  plata,  mas  de  100,000  ducados,  y  el  gana- 
do dos  tantos;  y  lo  buwo  es  que  no  tuvo  encuentro  con 


3vGoo(^le 


quiea  le  pudiese  impedir,  que  scm  dichas  de  S(ridados  y 
venturas  de  hogibrés. 

Tres  dias  há  que  salieran  de  Valverde  á  espiar  á  uo  la-' 
drou  portugués  que  se  había  ido  de  Castilla  y  llevado  con- 
sigo otros  50  ladrones,  guardas  de  montes  y  de  aduanas 
que  son  los  que  han  hecho  los  robos  de  ganados  por  toda 
esta  tierra  y  la  tienen  destruida';  y  fué  á  tan  buena  sazón 
que  los  cogieron  de  \l&ao  eo  upa  emboscada  que  los  nues- 
tros hicieron  de  300  mosqueteros  y  í  00  caballos.  Fuéron- 
le«  picando  á  la  grupa  ymataron  toda  la  cuadrtllasin  que- 
dar nipguQo  vivo,  y  a]  gapitao  le  cortaron  la  cabeza,  y  se 
la  trftjeron  á  D.  Juan  de  Garay,  que  dio  al  soldado  qu«  la 
trajo  de  albricias,  50  escudos,  estando  yo  preaeute. 

En  esta  ciudad  están  el  dia  de  boy  8,000  infantes  y 
70O  caballos,  BÍu  tos  de  los  cuarteles  TeoÍn(^.  Ti^en  de 
niooeda  millón  y  medio  de  la  8%ovÍana  resellada,  mucho 
sustento  de  pan,  carne  y  v¡no,  con  que  apda  la  gente  bien 
pagafja  y  alegre,  lo  que  ro  tienen  los  portugueses,  pues 
inueren  de  hambre  en  todas  es^s  fronteras,  y  así  se  les 
vienen  todos  ]o»  soldados  extranjeros.  Los  que  erarán 
hoy  en  esta  plaza  de  extraujeros  que  se  han  venido  de 
Portugal,  serán  unos  SOO.  y  entre  ellt^  mqohos  de  á  ea-> 
baWo  GOQ  valientes  frisones;  hóceseles  buen  pasaje  y  dáse- 
les ayuda  de  costa,  y  están  cofftentísimo^.  Son  I09  mas 
alemanes,  y  estaban  primero  en  Holanda  y  viéoease  ahQr 
ra  á  la  obediencia  del  rey  de  España.  Habrá  13  días  que 
eutraron  20  de  á  caballo  coq  su  trompeta,  y  ya  hoy  han 
entrado  ocho  y  cada  dia  se  vienen ,  porque  no  hay  qué 
comer  ni  dinero  qué  ga$t«r ,  con  que  pronto  echarán  de 
ver  los  portugueses  su  locura  y  dislate  aforrado  un  su  al- 
tiva soberbia. 

Digo  en  suma  que  nuestra  Extremadura  está  acabada, 
sin  gente,  pues  que  todos  vienen  forzados  á  servir  al  Rey, 
y  cuando  no  los  pueden  prender,  prenden  á  las  mujeres  y 


3vGoo^^lc 


304 
á  los  padres  hasta  que  parezca  el  soldado.  Todo  está  cual 
dejo  dicho,  ¡Dios  !o  remedie !=Badajoz  y  Diciembre  25 
deí6i1. 


Madrii  y  Diciembre  30  de  \ñíi. 
{Toca.  M,  m.  1W.1 

Pax  Christi,  &c.  No  escribí  á  V.  R.  e!  correo  pasado, 
porqua  las  ocupaciones  de  Pascua  no  me  dieron  lugar;  ya 
se  las  tenia  dadas  en  otra  y  ahora  las  vuelvo  á  dar,  y 
muy  buenos  principios  de  año  deseo  tenga  V.  S.  con 
otros  muchos  de  vida. 

Lo  que  hay  de  nuevo  es  que  los  sfndicos  generales  de 
los  condados  de  Ribagorza  en  Aragón,  viendo  las  invasio- 
nes que  los  enemigos  hicieron  estos  días  pasados  en  algu- 
nos lugares  de  sus  fronteras,  acordaron  de  hacer  una 
udion  y  coligación  general  con  todas  las  villas  y  lugares 
de  los  dichos  condados,  que  son  muchos,  y  todas  las  baro- 
nías seglares  y  eclesiásticas  que  hay  en  ellos,  y  para  esto 
se  hizo  una  convocación  y  junta  general  en  la  villa  de  Bo- 
navarre.  donde  asisten  los  dichos  sfndicos,  y  los  que  acu- 
dieron con  poderes  de  las  dichas  villas  y  lugares  y  mu- 
chos señores.  En  le  dicha  junta,  pues,  se,  acordó  que  á 
costa  de  los  dichos  condados  y  sus  universidades  se  le- 
vantasen veinte  compañías  de  infantería  de  á  cien  hom- 
bres cada  una,  con  sus  capitanes  y  demás  cabos,  y  ufi 
raaese  de  Campo,  y  un  sargento  mayor,  y  que  estos  S,000 
hombres  estuviesen  dispuestos  para  e)  servicio  de  S.  Al.  y 
defensa  de  los  dichos  condados ,  de  la  cual  coligación  y 
unión  esperan  su  confirmación  de  S.  M. ,  y  esta  no  entra 
en  la  gente  con  que  los  brazos  del  reino  sirve  á  S.  M. 

Las  mercedes  que  se  han  hecho  á  los  hijos  de  la  ex- 


3vGoi>^ílc 


205 
colealísiina  duquesa'  de  'Cardona,  qae  estuvieron  presos 
en  Barcelona,  son  las  siguientes:  á  D.  Pedro  de  Ai^n 
,  que  fué  marqués  de  Povar  (1),  ha  hecho  S.  M.  merced  de 
título  de  general  del  ejército  que  se  junta  en  Aragoo  ea 
la  parte  de  Monzón,  donde  hay  hoy  de  2,000  á  3,000  ca- 
ballos juntos  y  i.OOO  ducados  situados  en  ciertas  reatas 
reales  por  los  días  de  su  vida  y  3,000 .  ducados  de  ayuda 
de  costa,  y  que  ejerza  la  llave  de  )a  Cámara. 

A  D.  Antonio  de  Aragón  del  Consejo  de  órd^es  y  de 
la  Suprema  Inquisición  se  le  ha  dado  plaza  de  consejero 
de  Estado,  y  un  decreto  de  S.  M.  para  el  dicho  Consejo, 
en  orden  á  que  le  proponga  para  el  primer  capelo  que  su 
Santidad  creare  para  España  ea  la  primera  acción  de  car- 
denales que  se  hiciere.  ítem:  3,000  ducados  de  raita  si- 
tuados luego  en  pensiones,  y  3,000  de  ayuda  de  costa  pa- 
ra qae  vuelva  luego  á  Tarragona. 

.  A  D.  Vicente  de  Aragón,  otro  hermano  de  los  dichos,' 
colegial  que  hoy  es  del  Colegio  Mayor  de  Saa  Bartolo- 
mé (2),  te  haa  dado  un  hábito  militar  y  1,000  ducados  de 
ayuda  de  costa. 

A  la  duquesa ,  madre  de  los  dichos,  se  le  han  dado 
6,000  ducados  de  reata  en  Gerdeaa.  Está  ahora  en  Vilta- 
.  real  cerca  de  Segorbe  y  de  Valencia;-  ahora  mandan  parta 
á  Huesca  con  poderes  muy  amplios  para  componer  las  di- 
ferencias de  Cataluña,  que  hay  buenas  esperanzas. 

Estos  días  ha  corrido  voz  cpie  venia  nuevo  virey,  de 
Francia  .á  Cataluña,  y  que  estaba  en  Canet,  y  que  es  cuña- 
do del  cardenal  Rocheliu;  no  se  ba  verificado  esto,  aunque 
corre  comunmente  por  cierto. 

Miércoles  en  la  noche  lle^  correo  de  Cataluña  en  que 


(1)    Ya  por  esle  tiempo  era  duque  de  Cardona. 
(S)   El  de  San  Bartolomé  en  la  Universidad  de  Salamanca,  llamado  por 
otro  nombre  el  Colegio  viejo. 


3vGoo(^lc 


se  avisaba  que  el  marqués  de  Tortecosa  había  degollado 
1 ,000  franceses  y  catalaaés,  y  500  caballos  que  estaban 
en  ana  emboscada  para  impedir  el  socorro ,  habiéndolos 
cercado  sin  que  ae  pudiesen  escapar  sino  muy  pocos,  que 

,  se  dieron  á  prisión,  y  qne  el  socorro  se  habia  hecho  muy 
bien,  y  qne  se  ponia  sobre  el  castillo  de  Ehia  y  va  con 
ánimo  de  reoqbrarle. 

En  el  campo  de  Tarragona  se  han  reducido  á  la  obe- 
diencia de  S.  M.  cuatro  lugares,  qite  son  lá  villa  de  Reus 
y  otros  tres  circunvecinos,  y  que  el  conde  de  Aguilar  tie- 
ne muy  ganada  la  milicia  y  á  los  del  país,  procediendo 
6on  todos  con  grande  acierto  y  cortesía. 

También  avisan  que  el  conde  de  Aguilar  habia  envia- 
do 40O  daballos  á  Gambrila  y  quemaron  todos  loa  barcos 
qu6  allí  habia  y  en  especial  dos  lanchas  que  hacían  muchos 
daños,  y  reconocieron  que  en  el  lugar  no  habia  gente  de 
guarnición  que  pasase  de  300  hombres,  y  de-  allí  pasaron 
á  Monroy  y  trujeron  350  cabezas  de  ganado  y  un  hato 
de  vacas  y  otro  de  niulas. 

ítem,  avisan  que  con  la  nueva  caballería  que  le  iba  en- 
trando al  conde  de  Agnílar  en  Tarragona  iba  limpiando 
todo  aquel  campo  de  los  enemigos  qne  habia  en  él. 

Después  de  la  'reducción  de  los  cuatro  pueblos  de  Ca- 
tatbñ»  á  Tarragona,  me  parece  qne  los  de  otro  pueblo  allt 
junto  tuvieron  con  los  franceses  disensión  porqne  se  dea- 
mandaban  con  algunas  mujeres.  Parecióles  seria  bien  dar 
una  trasnochada.á  Reus,  que  e6  el  principal.  Los  de  Rens 
avisaron  al  conde  de  Aguilar  los  acudiese  porque  habien 
de  venir  sobre  ellos;  fuéles  respondido  se  pusiesen  en  de- 
fensa ,  que  serian  acudidos  con  toda  puntualidad  y  defen- 
didos con  bastante  número  de  gente.  Ellos,  lo  hicieron  así 
y  se  pusieron  en  defensa.  Mandó  el  de  Aguilar  que  la  ca- 

'  bailería  marchase  y  les  cortase,  y  él  mismo  caminó  con 
un  buen  trozo  de  infantería.  Ya  andaban  revueltos,  y  llegó 


3vGooglc 


807 
tan  á  ponió  oübaUerta  é  iafaa\mía,  qüa  dególbrota  grawie 
«eaticbd  de  fraacbs«s.  Bn  d  aúiuero  se  varía;  uaos  diceb 
«VD  tres  r^imioitos;  otros  2^506;  otros  trefi  compañías 
de  infantería- y  dos  de  cabaiierta.  Qiiedab  biao  ostig^dos. 
PreBdiéronaa  mucbcn  catalanes  y  mididetes,  y  á  todos  les 
dié  iisertad  el  de  Aguílar  para  qa6  se  fueseo  á  Tarragona 
y  é  Barceloaa.  Foé  grande  d  alai-ido  y  victoree  que  tuvo. 
Hetm  pidiendo  tos  pueldos  pusiese  pre»dio  en  eltos,  d 
que  le  pareciese,  les  re^oodió  que  por  ningHB  oa»o  quería 
quitarles  sus  privilegios  ni  inmunidades,  y  que  gozasen 
de  sa  libertad;  con  esto  los  tiene  gustosísiaios  y  muy 
afectos- 
De  Portugal  lo  que  hay  es  qu6  el  día  que  se  (uiuplió 
9I  año  det  levantamiento,  eo  Cauípo  Real  hubo  muchas 
luminarias  y  folíjas.  Fué  avisado  D.  Juan  de  Garay  y 
marchó  Coa  la  cab^dlerfa  á  ayudarles  A  le  fiesta;  mas  ao 
fué  tn  secreto  que  no  tuviereo  aviso.  Salieron  á  pc^erse 
«n  d^Dsa  y  ronpiólos  D.  Juan,  degollando  mas  de  200,  y 
c«giii  wletiiás  loqae  halló  de  ganado,  &c.  conque  U  fiesta 
se  les  volvió  en  llanto. 

Avisao  de  Olívraaa  se  va  deepobl&odo  aquella  villa 
porque  tm  tienen  qué  comer;  y  por  estar  todos  los  cam- 
pos talados. 

Cada  dia  se  pasa  gente  de  la  estranjera  i  nuestro 
«ampo,  por  no  poder  sofrir  á  ios  portugutees  y  por  falta 
de  bastiiaeíAos  y  p^s-  Son  ya  tantos  que  se  ha  lomado 
f>or  acuerdo  se  tes  compren  las  armas  y  se  les  den  seis 
ducados  y  pasaporte  para  que  vayan  cod  seguridad  la  tier- 
ra adentro  donde  les  pareciere,  que  por  venlUfa  no  deben 
de  aaegorarae  parecáéndoles  hario  con  nosotros  lo  que 
-han  hedió  con  les  portugueses,  porqne  es  gent«  que  de 
ordinario  se  acomoda  con  facilidad  donde  mejor  les  está. 
El  príncipe  de  Monaco  ha  renuDciado  la  protección  de 
España ;  echó  el  ^presidio  que  tenia,  sacándole  con  estra- 


3vGoo(^lc 


tagema  de  que  iban  á  hacer  uaa  faccioa,  y  tenia  preveni- 
da gente  que  metió  en  la  plaza  que  hábian  quedado  po- 
cos españoles.  Pusiéronse  los  nuestros  en  defensa;  mas 
siendo  pocos  y  desapercibidos  del  trato,  cedior6n  á  \a 
multitud.  Murieron  seis  de  los  nuestros  y  los  demás  se  re- 
tiraron al  Genovesado.  Dtcese  se  acomodó  con  él  Francés; 
él  le  dará  después  et  pago.  La  ocasión  no  Se  sabe  la  cierta, 
aunque  se  sospecha  que  son  sentimientos  de  que  la  princi- 
pal renta  que  tiene  es  en  Ñapóles  y  Milán,  y  en  juros,  y 
corren  la  misma  fortuna  que  los  de  Kspaña. 

Con  ocasión  de  esta  desgracia  se  ha  reforzado  Niza  de 
gente  y  bastimentos,  y  también  el  Final,  fortificándole  y 
poniendo  buenos  presidios.  Dicen  se  trata  de  abrir  el 
puerto,  aunque  en  esto  se  ajustará  de  calidad  que"  no  que- 
den los  genoveses  resentidos. 

AI  hijo  del  conde  de  Castro,  Don  Fulano  de  Ataide,  le 
ha  dado  S.  M.  una  canongía  y  dignidad  en  Toledo;  es 
hermano  det  obispo  de  Portalegre  que  está  aquí,  y  su'  pa- 
dre tan  fiel  que  hoy  eatá  preso  desde  el  día  de  la  junta, 
por  no  haber  querido  jurar  al  de  Berganza. 

Libaron  á  la  Coruña  tres  fragatas  de  Flandes  con  900 
soldados  viejos,  y  muchos  de  ellos  cabos  de  grande  valor 
y  experiencia:  son  de  todas  naciones. 

De  Granada  escribe  un  hermano  que  la  Inquisición 
habia  preso  el  dia  antes  doce  personas,  por  judíos,  y  en- 
tre  ellos  á  ud  caballero  veinticuatro  llamado  Oie^  de  Se- 
ravia.  Á  este  embargaron,  ségun  dicen,  150,000  docados 
de  hacienda  en  porciones,  oro  y  plata  y  1 0,000  mas  én 
moneda  pichilinga  de  cuartos  por  sellar.  También  han  pre- 
so á  dos  parientes  de  este  dicho  veittticoatro,. cuya  abuela 
quemaron  por  judía  habrá  56  años,  y  la  decían  « la  Gar- 
.    bancera. »  .  .    - 

No  se  ofrece  otra  cosa  de  qué  avisar  á  V.  R. ,  á  quien 
dé  Dios  muy  buenos  principios  de  año  con  otros  machos  de 


3vGoO(^lc 


vida.  De  Madrid  y  Diciembre  31  de  1 641  .—Sebastian 
Gonzalez.=Ai  P.  Rafael  Pereyra,  de  la 'Compañía  de  Je- 
sús, en  Sevilla. 


Madrid  y  Diciembre  31  de  1641-. 

{Leg,*  suelto,  núm.  1,  ful.  8^^.¡ 

Ea  Villareal  dejé  á  mi  señora  la  duquesa  y  á  los  seño- 
res D.  Pedro  y  D.  Vicente  muy  buenos  aunque  con  alguna 
incomodidad,  porque  el  sitio  no  es  á  propósito  para  los 
achaques  de  la  cabeza,  y  allí  le  han  .apretado  mas.  Man- 
dóme venir  á  Madrid,  y  en  el  camino  me  robaron  y  dea- 
balijaron  cinco  gitanos,-  que  después  de  haberme  querido 
matar,  me  dejaron  atado  en  un  monte  lloviendo;  pero  fué 
Dios  servido  de  escaparme  con  la  vida. 

,D¡ró  con  brevedad  loque  hay  de  nuevo.  Las  merce- 
des de  mi  señora  son-,  haberle  situado  los  i,000  ducados 
en  plata,  de  que  le  hizo  S.  M.  merced,  cuando  murió  el  duque 
de  Cardona,  mí  señor,  la  superintendencia  de  todo  lo  que 
obrare  en  el  ejército  que  está  en  la  frontera  de  Aragón  para 
entrar  en  Cataluña,  de  que  han  hecho  genera)  al  Sr.  I).  Pe- 
dro de  Aragón,  con  -la  entrada  de  gentil-hombre  de  la  Cá- 
mara, yta  renta  d§l  tercero  diezmo  de  Morellaen  el  reino 
de  Valencia,  que  valdrá  cerca  de  3,000  ducados  en  plata, 
y  decreto  de  que  se  cubra  por  su  persona  (1 ).  Al  Sr.  don 
Antonio  3,000  ducados  de  renta,  y  que  et  Consejo  de  Es- 
tado le  consulte  en  un  capelo.  Halo  hecho  así,  y  bajado  ia 
consulta  y  mandado  S.  M.'se  le  den  las  cartas  para  su  San- 
tidad y  que  vaya  á  servir  con  las  ocho  galeras,  de  Juane- 


is  decir,  hacerle  grande  de  E^aQa. 
Tomo  XVI, 


3vGooglc 


810 

tin  de  Oria,  el  cual  ha  de  estar  á  sus  órdenes,  y  ha  de 
correr  las  costas  de  Cataluña.  Al  Sr.  D.  Vicente  1 ,000  du- 
cados de  renta,  y  que  asista  cerca  de  ta  persona  del  ae- 
ñor  D.  Pedro(l);  mi  señora  será  su  asistencia  en  Monzpnó 
Balbastro.  El  Sr.  D.  Antonio  'será  despachado,  y  se  irá 
presto  para  Villareal,  y  de  allí  á  Vinaroz,  y  mi  señora  y 
los  señores  á  Aragón. 

Las  mercedes  del  conde  de  Medellín  han  salido;  hale 
dadoS.  M.  título  de  duque  de  Camina,  perpetuo,  y  que 
entre  tanto  que  se  recupera  Portugal,  se  l^e  dea  alimentos 
mas  que  al  que  mas,  y  tos  mayores  que  ae  baá  dado  han 
sido  6,000  reales  al  mes  y  que  asimismo  ofrece  S.  H.  ha- 
cerle muchas  mercedes,  asi  en  Portugal  como  en  Castilla, 
y  que  piensen  de  presente  qué  renombre  le  podrá  dar  á 
la  casa,  para  mayor  lustre  de  ella,  y  recompensa  de  la 
sangre  tan  ñel  derramada  por  el  de  Villareal  y  el  de  Ca- 
mina en  su  servicio. 

El  s^íor  cardenal  Borja  envió  estas  Pascuas  á  la  seño> 
ra  Doña  Juana  de  Velasco  (S)  cuatro  cargas,  de  dolces, 
dos  de  batatas  y  limones,  muchos  pares  de  perdices ,  pa- 
vos y  capones,  una  cesta  de  cuero  de  ámbar  grande 
guarnecida  de  plata,  dentro  de  ella  una  lieca,  una  calde- 
rilla de  plata  dorada  con  unos  óvalos  dorados  por  dentro, 
y  unas  eras  guarneddas  de  oro  con  esmalte  blanco,  un 
estuche  y  cajuela  de  porcdana,  y  otras,  niñerías.  Está  ya 


[)]  Don  Pedro  de  Portocarrero,  octavo  conde  de  HedelUn,  elonalesia- 
baá  la  sazon  casado  con  DoRa  Haría  Beatriz  de  Meneses,  marquesa  de 
Villareal,  hija  del  marqatie  de  Villareal,  gobernador  qne  había  sido  de 
Ceata.  Este  marqués  de  Villareal  fué  degollado  en  Lisboa  este  aflo,  JunU- 
mente  con  so  hijo  primogénito  A  duqoe  de  Caminha  7  otros  nobitá,  fK 
ba)>er  tatentado  restablecer  en  torlugal  la  aatoridad  de  Felipe  IV.  Pan 
recompensar  en  sq  bija  tan  sefiaUdo  servicio,  el  rey  hiu  dnqne  de  Caut- 
fla  ep  Portugal  al  conde  de  Medollin,  que  estaba  casado  con  ella. 

(8)    Hija  del  Condestable  de  Casliila- 


3vGoo(^lc 


hecho  el  borrador  de  las  capitulaciones  del  Sr.  D.  Eorique 
de  Guzman,  cod  sti  Señoría;  déle  el  coode  12,000  ducados 
de  renta;  con  los  dos  lugares  de  que  S.  M.  le  hizo  mer- 
ced cuando  lo  de  Fuenterrabía,  coa  título  de  marqués  de 
Tarasea  (1  ],  y  que  vivan  en  Lóeches,  hasta  que  se  tengan 
amor,  y  además  de  esto ,  una  encomienda  que  no,  sé  la 
caoiidad.  Al  Coodestable  dicen  que  le  perpetúan  en  su 
casa  ei  oficio  de  Montero  mayor.  El  día  de  los  Inocentes 
saliii  et  Sr.  D.  Enrique  galanteando  á  la  señora  Doña  Jua- 
na de  Velasco,  el  coche  pegado  al  suyo,  cosa  que  jamás 
se  ha  visto.  El  primer  iateato  fué  casarte  con  bija  del  con- 
de de  Saldaña,  por  estar  ajustado  el  casamiento  de  la  se- 
ñora Doña  Jnana  con  el  de  Alburquerque,  que  ya  iiabian 
despachado  un  gentil-hombre  por  los  poderes,' y  le  aguar- 
daban por  horas;  pero  la  señora  condesa  de  Olivares,  que 
mas  le  es  madre  que  madrastra,  le  ha  ajustado  así  por  su 
mayor  conveniencia. 

Llevóse  nuestro  Señor  á  la  de  Santistéban ,  la  vieja;  y 
eJ  de  Coruña  ae  parte  á  su  gobierno  de  Navarra ,  después 
de  Beyes. 

El  marqués  de  la  Hin^josa  filé  ocho  dias  há  con  la  ca- 
ballería, y  tres  tercios  de  infantería ,  el  de  el  Conde-Du- 
que, el  de  los  alemanes,  y  el  de  los  italianos,  á  la  villa  de 
Alcover,  y  embistieron  -con  escaias  á  la-  muralla  y  á  la 
puerta  con  no  petardo,  y  entraron  la  villa  y  la  saquearon. 
Estaba  dentro  de  ella  el  tercio  de  la  ciudad  de  Barcelona 
ea  que  había  500  hombres,  y  se  retiró  á  la  iglesia  y'des- 
de  allá  parlamentaron,  y  se  rindieron  con  condicioa, 
que  no  tomarían  las  armas  contra  S.  H.  en  aquella  par- 


tí) Alien  li  copia  (Isl  P.  R«ImI,  pero  no  ae  lialla  MnMJanle  Ululo  en 
■xwstn»  nabiliarios;  eodsta  al  contrario  qne  el  Ututo  qoe  lomú  el  hijo  sdop- 
livodei  Conde-Duqiw,  fui  el  de  marqués  de  UaíreBí,  eemo  puede  verM 
»  Beroé,  niufu  ie  Ca»illa.  píg.  329. 


;vCpOglc 


te  de  Tarragona ;  el  piUaje  fué  de  mucha  consideración. 

Mosiur  de  la  Mota  se  ha  retirado  al  Monblanlh  y  aues- 
tra  caballería  ha  ido  siguiendo  su  retirada,  y  en  una  villa 
'que  se  llama  el  Plá,  pasado  el  Col  de  Cabra,  entraron  los 
dragones  que  iban  de  vanguardia  al  lugar,  y  desbicieron 
dos  compañías  de  franceses- de  á  caballo,  retiraado  á  los 
hombres  y  á  los  caballos.  Tomaron  en  esta  correría  100 
vacas,  4,000  ó  5,000  cabezas  de  ganado,  200  mutas  y  al- 
gunos caballos;  no  quisieron  saquear  el  lugarni  hacer  otro 
daño  que  rendir  los  franceses  que  estaban  allí  de  guarni- 
ción. Kn  Constantf  hay  guarnición  de  catalanes,  el  mar- 
qués fué  allá  y  los  requería  se  le  rindiesen,  y  ellos  respon- 
dieronjjue  tenían. orden  de  pelear  y  defenderse;  pero  que- 
da corlado  con  los  lugares  en  contorno  que  están  ocu- 
pados. 

De  RosellOQ  avisan  que  Torrecusa  había  salido  desde 
Colibre  á  la  montaña  del  Periús,  y  en  el  paso  de  nuestra 
Señora  de  Requesens  habia  teñido  na  encuentro  con  la 
gente  del  cargo  de  D.  Jus^e  de  Costa,  y  la  habia  desba- 
ratado y  degollado  de  400  A  500  hombres,  y  tomado  pri- 
sioneros de  importancia. 

Mañana  á  las  tres,  va  á  besar  la  mano  Á  S.  M.'  el  de 
MedelUn,  por  las  mercedes  que  le  ha  hecho. 

Los  que  consultaron  para  capelo,  son :  el  Sr.  D.  Aato- 
nio  (de  Aragón?)  el  obispo  4Íe  SigUenza,' el  de  Cuenca,  di- 
cen que  el  de  Córdoba  y  D.  Pedro  Pacheco. 

El  conde  de  Linares  (1 )  se  parte  á  gobernar  sus  gale- 
ras de  Sicilia;  ganó  200,000  rs.  de  á  ocho  al  de  Peña- 
fiel  (2),  el  caal  le  envió  á  decir  que  no  se  hallaba  con  di- 


(1)  Este  coode  de  Lioarcs  se  llamaba  D.  Antonio  de  Noroña  y  era  por- 
tagués.  Fué  mas  tarde  creado  duque.  -    . 

(2)  El  marquesado  de  Pefiaüel  pertenece  á  ios  primogétiHos  de  la  casa 
de  Ofima. 


Dg,l,z..byG0O(^lc 


213 
ñeros  para  pagarle;  pero  que  le  haria  uoa  cédula  para  dár- 
selos cuando  se  casase'.  Respondió  el  de  Liuares  que  mas 
quería  tenerle  par  deudor  que  la  cédula;  súpolo  el  de  Osu- 
na, su  padre,  y  envióle  joyas  de  esla  cantidad.' I>e  Madrid 
y  Diciembre  31  de  IQil.^El  licenciado  Pedro  Juan  de 
la  Guardia.™Al  señor  duque  de  Cardona  (1). 


Madrid  y  Diciembre  3<  de  Í6i1. 
[Leg.°  suelto.  Dúm.  t.  ful.  8H  v.°¡ 

De  Tarragona  se  avisa  como  el  de  Hinojosa  habia  sa- 
lido con  tres  tercios  de  infantería  hacia  la  villa  de  Aleo- 
ve?,  y  que  la  habia  tomado,  retirándose  los  catalanes  que 
la  guarneciao  á  la  iglesia,*  donde  se  hicieron  fuertes,  par- 
lamentando desde  allí  y  rindiéndose  á  condición  que  los 
dejase  ir  libres  y  prometiendo  ellos  no  tomar  las  armas 
contra  S.  M.  En  aquella  misma  parte  del  campo  de  Tarra- 
gona las  tropas  del  marqués  saquearon  una  villa  muy  rica, 
)  dicen  que  el  pillaje  fué  de  mucha  coasideracion. 

De  todos  loa  lugares  delcampo  de  Tarragon»  solo  que- 
daban por  rendirse  VaIIs  y  Constanti.  Este  habia  ofrecido 
rendirse  coa  solo  que  le  pusiesen  una  batería;  pero  avisan 
que  el  marqués  no  habia  querido^  sino  que  habia  de  ren- 
diré de  su  voluntad. 

El  barón  de  Bresé,  cuñado  de  Rocheliu ,  que  vino  por 
virey  de  Cataluña,  habia  jurado  en  Junqueras,   una  villa 


[1)  EsLi  cartí  ;  la  siguiente  dirigidas  at  duqoe  de  Cardona  (D.  Lqís) 
hijo  del  difunto  virey  de  Barcelona,  se  hallan  en  un  cuadernillo,  Lodo  de 
letra  del  P.  Pereyra,  en  el  cual  este  diligente  y  laborioso  jesijila  copiaba 
hi  cartas  que  llegaban  á  sus  nianas,  ú  vealau  dirigidas  k  alguno  -  de  los 
padres  del  Colegio  sevillano.  Una  y  otra  parecen  escritas  por  criados  ó 
agenlFs  del  duque. 


3vGoo(^lc 


91i 

del  Ampurdan,  hallándose  presentes  un  canciller  y  un  di- 
putado, y  que  no  qaiso  unir  á  Barcelona  excusándose  con 
que  era  conveniente  asistir  en  Rosellon  para  impedir  el 
socorro  de  Perpiñan,  y  que  hasta  que  hubiese  tomado  es- 
ta plaza,  no  habia  de  sitiar  á  Barcelona;  entiéndese  que 
es  ruido,  y  que  no  se  fía  mucho  de  los  catalanes. 

Díceae  que  habian  vuelto  á  Barcelona  Salas  y  Cervera, 
los  embajadores  que  enviaron  á  Portugal,  y  tan  mal  des- 
pachados que  se  levantó  un  motin  popular  contra  ellos; 
que  estuvieron  muy  cerca  de  matarlos,  porque  les  dieron 
por  respuesta  que  no  era  posible  poderles  prestar  un  real 
porque  el  de  Portugal  lo  habia  bien  menester  para  sí. 

Muy  grandes  movimientos  de  guerra  se  temen  ea  Ita- 
lia, porque  el  Papa- encaminó  su  gente  (después  de  haber- 
se apoderado  de  todo  el  condado  de  Castro)  hacia  Botoaía, 
con  intento  de  quitarle  al  duque  á  Parma  y  á  Placencta, 
como  á  rebelde  de  la  Iglesia,  y  solicita  con  grandes  veras 
que  9-  M.  no  se  lo  impida  ai  favorezca  al  .daqae;  pone 
por  torcedor  admitir  uno  de  los  embajadores  del  de  Por- 
tugal. Eu  verdad  que  se  disponen  bien  las  cosas  para  las 
paces  generales,  que  la  cristiandad  há  menester.  Dios,  &c. 
Madrid  á>  últimos  de  Diciembre  de  16i1.<«Lioenciado 
Juan  de  Cuevas.— A  su  excelencia  el  duque  de  Cardona. 


3vGooglc 


AÑO   DE    1642. 


Madrid  y  Enero  4  de  1642. 


(Tom.  SO,  fól.  t»4.) 


Pax  Christi,  &c.  Muy  buenas  nuevas  dos  ha  enviado 
V.  R.  Dios  se  io  pague,  que  ha  sido  consuelo  de  todos. 
Aqu[  han  sido  las  aguas  tan  crecidas  que  se  pudo  temer 
déla  avenida  del  rio  una  ruina  como  la  pasada,  si  coa 
tiempo  no  se  hubiera  sangrado  á  Esgueva.- Ya  salió  presi- 
dente de  la  Chancillería  D.  Diego  Riaño,  oidor  de  Consejo 
Beal.  Dice  la  cédula  que  venga  á  servir  esta  plaza  en  el 
ínterin  que  se  desocupa  Alonso  de  la  Carrera  de  ios  ne- 
gocios graves  en  que  le  tiene  el  servicio  de  S.  M.  A  don 
Pedro  de  Vega  le  han  dado  la  plaza  de  presidente  de  la 
wmaria  en  Ñapóles  con  retención  de  la  plaza  de  Madrid. 
A  D.  Juan  de  Larrea,  que  era  de  Hacienda,  le  han  hecho 
de  Consejo  Real,  y  á  Mendizabal  que  era  alcalde  de  corte, 


3vGoo(^lc 


tambiep  de  Coasejo  Real.  Los  alcaldes  de  esta  Cbancillería 
leniau  tres  hombres  condenados  á  quemar  por  el  sello  de 
la  moDeda;  escaparon^  de  la  cárcel  estas  Pascuas,  conque 
los  señores  alcaldes  han  quedado  fríos. 

El  de  MedeHin  ha  escrito  a)  P.  Rector  de  este  cofe- 
gio  la  siguiente  carta: 

H  Con  la  certeza  de  la  merced  que  V.  P.  me  ha  hecho 
en  todas  ocasiones,  me  atrevo  á  cansarle  y  hacerle  saber 
lo  que  V.  P.  se  alegrará  de  todos  los  acrecentamientos 
mios,  le  doy  cuenta  que  S.  M.  íne  lia  hecho  heredero  de, 
la  casa  de  Villareal  (1).=>EI  conde  de  MedeHin,  marqués 
duque  de  Camina.» 

Nada  mas  me  ocurre  qué  avisar.  Dios  guarde  á  V.  R. 
como  deseo  y  se  lo  suplico.  De  Valladolid  y  Enero  4  de 
16l2.=AÍonso  de  Amaya.=Al  P.'Rafael  Pereyra. 


Madrid  y  Enero  6  de  16i2. 
(Leg."  suelto,  til.  8i0.) 

Salieron  lasplazas  del  Cousejo  Real,  en  D.  Gregorio  de 
Mendizabal,  D.  Juan  de  la  Rea  (Larrea),  D.  Domingo  Ceba- 
Ilos,  D.  Cristóbal  Moscoso,  D.  Juan  de  SanteliceS,  con  obli- 
gación' que  vaya  á  Milán,  y  D.  Pedro  de  la  Riga,  á  Ñápe- 
les, Presidente  de  Granada,  D.  Domingo  Riaño.  de  Valla- 
dolid que  vaya  sin  réplica,  D.  Alonso  de  la  Carrera. 

A  los  3  de  este  avisan  de  Perpiñan  al  señor  marqués 
de  Torrecusa ,  que  la  oposición  toda  del  enemigo ,  en  el 
socorro  que  habió  de  hacer  á  aquella  plaza,  consistía  en 
un  trincheron  que  tenía  desde  Argeles  á  la  montaña  de 
ocho   reductos,  y  en  cada    uno  una  pieza,    y  que  para 


(1)    Véase  lo  que  queda  dicho  en  la  pág.  209. 


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guarnecerle  y  los  puestos  de  Eloa  y  Cañete,  la  infantería 
francesa  que  tenia  eran  1,800  y  2,000  la  catalana,  de  es- 
tos SllO  caballos,  y  de  aquellos  300,  todos  S  las  órdenes 
del  mariscal  barón  de  Arpoju  (¿Arpajon?),  y  que  él  se 
lialtaba  enfermo  en  Etna  y  que  las  órdenes  que  tenia  eran 
que  á  tres  tiros  de  cañón  saliese  de  EIna  y  Canet  la  mas 
gente  que  pudiese,  y  acudiese  cada  uno  á  los  puestos  que 
se  le  habían  señalado,  y  que  los  domas  cabos  franceses 
no  se  bailaban  allí;  también  avisan  que  después  de  ios  tres 
Uros  tardaron  en  ll^ar  desde  EIria  cuatro  horas  y  desde 
Canet  seis. 

A  los  8  escribió  el  de  Mortara  al  marqués,  que  ha- 
biendo salido  á  los  3  en  busca  de  la  faluca,  que  había  de 
venir  para  llevar  algunos  caballos  y  recorriendo  la  mari- 
na, no  la  hallando,  con  noticia  que  llevó  de  que  en  Ca- 
net habia  300  caballos,  se  emboscó  con  los  suyos,  y  envió 
algunos    pocos   para  obligar  a)   enemigo  saliese    á  se- 


Ejecutaron  los  nuestros  la  órdencon  tan  feliz  suceso  que 
habiendo  recibido  la  primera  car^a,  volvieron  grupa  á  to- 
da rienda,  siguiéndolos  el  enemigo  hasta  la  misma  embos- 
cada, de  donde  salió  el  marqués,  con  que  empezaban  á 
volverse,  perdiendo  en  las  cargas  que  recibían  y  en  la 
vuelta  mas  de  150  entre  muertos  y  prisioneros,  y  entre 
estos  un  capitán  y  dos  tenientes.  Con  esto  volvió  á  Per- 
piñan,  y  con  nueva  que  hubo  de  que  pasaría  la  faluca, 
vino  segunda  vez  á  la  niarina,  y  como  no  la  descubrían 
porque  supo  que  de  Salsns  á  Canet  Iraian  dos  cuartos  de 
cañón  convoyados,  quedándose  en  paraje  que  los  de  la 
plaza  no  pudiesen  socorrerlos  envió  al  de  Avila'  que  los 
atacase  y  que  si  las  fuerzas  fuesen  tan  superiores  que  no 
pudiese  con  ellos,  procurase  entretenerlos,  mientras  llega- 
ban 200  infantes  de  reten.  El  de  Avila  anduvo  tan  bizar- 
ro que  para  cuando  estos  llegaron,  ya  tenia  deshecho  al 


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248 
eoeinigo  y  se  había  apoderado  de  las  piezas  coa  que  toI- 
vieroQ  todos  á  Perpiñan. 

A  los  H  el  marqués  de  Torrecusa  envió  1 ,000  JofaD- 
t^,  para  desalojar  á  otros  tantos  catalanes,  fortificados  en 
una  eminencia, -ejecutáadolo  con  tanta  dicha  que  primero 
estaban  con  ellos  que  los  sintiesea.  Su  maestre  de  Campo 
general,  N.  Boxel,  fué  el  primero  que  empezó  á  huir,  y  los 
nuestros  divertidos  al  pillaje  no  prendieron  ni  d^ollaroo 
los  que  pudieron.  Con  estos  buenos  sucesos  y  mucboa  avi- 
sos nuevos  que  llegaron  de  Perpiñan,  de  que  no  les  habia 
llegado  á  los  enemigos  mas  de  SO  inrantes  de  socorro,  se 
resolvió  el  marqués  á  embestir  al  trincberon  como  lo  bizo, 
tomándole  y  deshaciéndole  coa  estrago  total  del  enemigo, 
con  lo  cual  quedaba  asegurado  el  socorro  para  Perpiñan; 
y  así  en  carta  que  escribió  al  gobernador  de  Rosas,  qoe 
original  se  la  envió  á  S.  M.,  dice :  « las  plazas  puedo  decir 
quedan  socorridas,  el  enemigo,  deshecho,  y  á  mf  tres  ó  cua- 
tro horas  de  tiempo  para  hacer  cuanto  me  falta.» 


Madrid  y  Enero  1  de  Í642. 

(Leg.*  tuelto  oúm.  1. 16\.  iU.) 

Por  acá  las  nuevas  que  han  venido  estos  dias,  son  las 
siguientes:  que  Lérida,  que  es  la. llave  de  Cataluña,  está 
por  S.  M.  El  cómo  fué,  de  esta  suerte  lo  refieren:  que  n)on- 
sitir  de  la  Mota,  general  del  Francés,  que  estaba  en  Léri- 
da, salió  con  un  trozo  de  su  ejército  á  gomponer  los  mi- 
gueletes  (i)  de  una  refriega  que  tuvieron  entre  sí,  en  que 
murieron  300  franceses.  Volviendo  á  Lérida  halló  quita- 

( )) '  Una  ñola  marginal  de  letra  d«t  P.  Rafael  aflade  <«on  bandoléf  m.» 


;vC00i^lc 


«19 

dos  los  puentes  con  una  rociada  de  artillería  y  mosquete- 
ría, conque  hubo  de  retirarse  con  su  gente. 

Demás  sabemos  que  los  catalanes  y  franceses  están 
mal  avenidos,  con  que  esperamos  en  Dios  se  compondrán 
bien  las  cosas  de  aquel  reino  antes  de  mucho. 

Partió  de  aquí  D.  Antonio  de  Aragón,  hijo  del  último 
duque  de  Cardona,  con  muchas  fifmas  eu  blanco,  de  S.  M. 
en  orden  á  componer  las  cosas. 

El  marqués  de  Flojes  de  Avila  envió  un  correo  á  pedir 
socorro  de  dinero,  para  comprar  del  enemigo  víveres.  Con 
el  mismo  le  respondió  Torrecusa  que  para  cierto  dia  le 
enviaría  50,000  ducados  de  oro  y  plata.  Este  correo  co- 
gió el  enemigo,  y  reconociendo  lo  que  contenian  las  car- 
tas, volviéronsélas  al  correo  cerradas,  diciendo  que  por 
ser  catalán,  qoe  lo  era  el  correo,  lo  dejaban  pasar,  que  sí 
otra  vez  volvía  que  lo  habían  de  castigar.  Hubo  traza  de 
avisar  á  Torrecusa  de  lo  que  había  pasado.  Con  todo,  re- 
solvióse Torrecusa  de  enviar  el  socorro,  pero  con  tal  dis- 
posición, que  marcharon  1,000  hombres  de  infontería  y 
400  caballos  emboscados,  aguardando  qiie  saliese  el  ene-  . 
migo  á  coger  la  plata  y  oro.  Llegando  las  cargas  al  átio 
adonde  estaba  el  enemigo  aguardando  con  400  hombres, 
dio  Bobre  ellos  nuestra  gente  con  tanto  valor  que  no  es- 
capó ninguno  de  ellos,  y  pasó  seguro  el  socorro  nuestro  al 
marqués,  de  oro  y  plata  (l).=P.  Pedro  Vitu3(2),  de  la 
Compañía. 


(1)  En  an  apante  de  lelra  del  P.  Bafael,  qae  se  baila  i  fól.  SO?  de 
este  legajo  sDelto,  Be  léelo  signienle:  "A  7  de  Enero  del6iS  salió  de  Se- 
villa UDB  compañía  de  i  caballo,  levantada  á  expensas  de  la  laqnincioD 
de  Sevilla  y  sus  minislios.  Lleva  65  hombres  y  va  por  capitán  D.  Francis- 
co Tello  de  Portugal,  'hiji>de  Jnan  Gotierrez  Tello,  del  híbito  de  Santia- 
go; e)hi}<(  lo  es  del  de  Alcántara.  Va  á  Madrid  ;de  alli  irá  4  Badajoz  ó  í 
Tarragona. " 

(S)    Acerca  del  nombre  di;  este  padre,  véase  lo  que  ya  sedíjo  á  pá|;.  8S. 


3vGoo^^lc 


220 
Madrid  y  Enero  T  de  1642. 

'(Tom.  139,  tá],  813.) 

Fax  Christi,  &c.  Cartas  ha  habido  de  Flandes  de  ha- 
berse readido  Hera  (Ayre)  á  |os  dos  del  pasado;  salie- 
ron loH  franceses  con  dos  piezas,  de  cuarenta  que  trajeron 
para  el  sitio  {i}. 

Dicen  mas  que  de  parís  habia  habido  nuevas  á  los  30 
de  Noviembre  y  que  el  cristianísimo  estaba  muy  peligro- 
so, de  una  postema,  y  el  de  Rocheliu  de  todo  cuidado, 
habiéndosele  inflamado  sil  úlcera;  y  en  la  flaya  el  de 
Oranje  casi  desahuciado. 

Prosiguen  en  Alemania  las  primeras  felicidades ;  pasó 
el  archiduque  Leopírfdo  con  su  ejército,  al  pais  de  Filde- 
sein  (sic),  y  quitóle  el  enemigo  á  su  misma  cara  á  Hothin- 
gue,  plaza  principal  y  fortfsima  de  aquella  provincia  á 
cuyo  socorro  vino  Rosa,  general  sueco,  y  que  gobernaba 
además  tropas  francesas,  auxiliares.  Trajo  consigo  toda  la 
caballería;  atacóle  la  de  su  artillería,  y  rompiólo  entera- 
mente, quedando  en  el  campo  muertos  3,000  caballos  de 
los  mejores,  y  700  prisioneros,  y  de  los  cabos,  los  mas 
perecieron  y  quedaron  presos,  y  de!  mismo  Rosa  no  se 
sabia  si  quedaba  muerto. 

Ha  tenido  cartas  de  Barcelona  D.' Antonio  de  Aragón, 
en  que  le  dicen  desearon  de  acuella  ciudad  echar  de  Mon- 
jui  á  los  franceses;  doblaron  estos  el  presidio,  y  retiráron- 


|l)    Al  margen,  de  letra  del  P.  R^íael.  hallamos  k  siguiente  nota: "La 
piala  qoe  trajo  esta  nao  registrada  y  se  gudo  sacar,  se  trajo  á  la  contra' 
tacion,  los  cajones  de  añil,  y  cDchÍQÍÜa,  so  trajeron  &  la  casa  de  la  lonja 
,  adonde  se  ha  puesto  k  enjugar;  perdió  muoh?  de  su  valor  por  mnjarse-v 


*Dg,l,z..byG0O^^lc 


se  con  los  que  piídíeron;  de  lo  que  entraron  en  tanlo  celo 
l03  naturales,  que  ya  trataban  de  ver  cómo  podían  echar- 
los, y  el  marqués  de  la  Hinojosa,  después  de  haber  sedu- 
cido -todo  el  campo  de  Tarj-a^ona,  pasó  adelante  coii  tan- 
ta felicidad,  que  se  le  entregaron  muchos  pullos;  murie- 
ron los  oidores  D.  Sebastian  Zambrana ,  y  D.  Alonso  de 
la  Cabeza  (1 ),  del  Consejo  de  Castilla.  Madrid  y  Enero  1 
de  Í6Í2.—D.  Juan  Idiaquez  Isasi,  maestro  del  Príncipe 
nuestro  Señor. 


Madrid  y  Enero  13  ,de  i642. 

(Tom.  9tf,  fól,  6!S.)  . 


Copia  de  capítulo  de  carta  de  D.  Francisco  de  Meló, 
escrita  en_Ayre. 

« Sábado  T  de  Setiembre,  conforme  á  las  capitulacio- 
nes de  que  remito  copia ,  salieron  los  franceses  rendidos 
de  la  villa  de  Ayre,  y  por  solemnizar  esté  tan  señalado  dia 
con  la  demostración  del  sentimiento  que  debemos  tener, 
de  que  no  se  riese  aquí  el  señor  Infante ,  dejé  el  ejército 
en  sus  puestos,  ordenando  que  para  mayor  seguridad  pa- 
sasen solamente  por*  medio  de  los  bataitooes  de  los  cuarte- 
les vecinos  sin  señal  de  alegría.  Cumplióse  de  parle  á  parte 
todo  sin  dificultad  alguna.  Volvió  ya  nuestro  convoy  y  los 
carros  que  le  dimos  hasta  Esdin  ( Uesdin),  con  noticias  de 
que  murieron  en  el  camino  cerca  de  100  soldados  france- 
ses, de  dos  mil  que  sacaron  de  la  guarnición,  quedando 
sepultados,  en  la  villa  casi  otros  dos  mil.  Era  buenísima 
la  gente;  yo  la  he  visto  en  dos  escuadrones  fuera,  á  ma- 
lí)   Asi  en  la  mala  copia  qae  tenemos  á  la  tísU.  ¿Será  Carrera  ? 


3vGoo(^lc 


3S8 
nerade  circunvalacioD,  donde  hablé  al  gobernador.  Pagó- 
se á  los  burgueses  lodo  lo  que  fraaóeses  tes  debíaa; 
hice  enti^r  á  tomar  posesión  de  la  villa  al  príncipe  de  Lig- 
ne,  en  demostración  de  lo  biaD  que  habían  servido  en 
esta  ocasión  á  S.  M.  los  estados  de  Flandes  y  la  casa  del 
príncipe,  siendo  grande  de  España  ,  con  otras  circunstan- 
cias que  obligan  á  toda  estimación. . 

■El  domingo  entré  en  la  villa,  que  es  una  plaza  degran 
consideración  y  de  las  de  -  mayor  importancia  de  la  mo- 
narquía. Halláronse  gran  .cantidad  de  municiones  de  guer- 
ra, los  víveres  que  refiere  la  capitulación,  59  piezas  de 
artillería  y  tres  morteros,  que  son  en  todo  62,  en  que  en- 
iran  22  cañones  de  36  y  iO  libras  de  bala,  la  primera  ar- 
tilleríade  Francia,  y  entre  ellas  cuatro  de  suma  estimación 
que  fueron  del  rey  Enrique  II ,  cuya  pérdida  han  sentido 
estremadamenle  ios  franceses.  Estos  cinco  días  se  han  gas- 
tado en  de^acer  nuestras  fortificaciones. 

»Tenemos  una  vara  de  nieve  sobre  la  tierra,  y  hoy  se 
ha  marejado  venciendo  grandes  dificultades.  Las  tropas 
del  Emperador  por  el  costado  derecho,. y  las  nuestras  por 
el  izquierdo,  la  vuelta  de  Douay  y  Tornay ,  para  repartir 
las  guarniciones  sin  que  el  tiempo  óoa  dé  lugar  á  mas  que  á 
retirarnos  muy  apriesa,  y  ver  si  puede  alentarse  este  ejér- 
cito, que  tanto  ha  padecido  en  ana  tan  tai^  y  peligrosa 
campaña.  Acabada  la  marcha  daré  cuenta  del  estado  en 
que  dejé  las  cosas  al  fin  de  ella.a 


z.cbyCOOglc 


Madrid  y  Enero  15  de  164S. . 

(Ug.*  suelto,  «úio.  I,  f6t.  S45.) 

Poco  h^  que  muríd  la  marquesa  de  Povar,  de  repente 
y  sÍD  coofesion;  había  tres  días  que  murió  su  vecina ,  la 
de  Hinojosa,  en  seis  dias;  era  la  mas  hermosa  de  la  corte, 
de  25  años,  y  de  ayer  acá  grande  y  muy  rica:  ayer  mu- 
rió el  confesor  de  la  Reina;  murió  Zambrana,  cüdor  del 
Consejo  real,  y  de  poeos  dias  á  esta  parte  son  cinco  los  de 
este  Gonaejoque  han  muerto- 
Habrá  cuatro  dias  que  están  los  consejeros  del  de  In- 
dias sin  ooneejo;  murióse  allt  Mena,  el  oidor ,  quedaron 
espantados  los  consejeros;  salieron  pidiendo  confesión 
apriesa;  acudieron  frailes  de  varias  religiones  y  clérigos; 
ganóle  por  la  mano'un  roerceuario  que  medio  le  absolvió. 
Esta  noche  murió  otro,  Francisco  Pereyra  Pinto;  sintió 
que  se  moría ,  díó  voces,  acudieron  los  criados ;  '  pero 
ciíando  llegaron,  ya  era  muerto. 
Cueiito  gracioso. 

Un  paacuate  de  un  labrador,  que  en  la  opinión  del 
vulgo  tenia  200,000  ducados,  tuvo  tres  hijas  y  un  hijo  va- 
ron;  el  pobre  quiso  dejar  á  su  hijo  toda  su  hacienda ,  y 
para  eso  hizo  cortar  á  sus  tres  hijas  tres  hábitos  de  mon- 
jas del  convento  que  á  él  le  pareció,  y  la  noche  antes, 
bien  descuidadas  ellas-,  les  dijo  que  el  dia  siguiente  en 
amaneciendo  estuviesen  prontas  para  ir  con  él;  cargó  con 
días  y  las  metió  en  un  monasterio.  Profesan  las  dos  de 
mala  gana;  la  otra  ratifica  sus  votos  á  pocos  dias.  De  allí 
i  poco  pidió  el  hijo  que  queria  ser  religioso  descalzo ,  íd- 
sistió  el  padre  que  no  lo  habia  de  ser;  pagó  Dios  este  buen 
intento  al  mozo,  porque  se  lo  llevó  muy  bien  dispuesto. 


;vCooglc 


2Íi 

El  pobre  padre  vino  de  sus  haciendas  aquí  eo  una  al- 
barda,  y  por  traer  poca  ropa,  con  estos  frios  y  nieves,  se 
ll^nó  el  vienlre  de  viento  y  Ifareió  ai  P;  Gaatrillo,  procura- 
dor de  esta  casa  que  realmente  habla  sospecha,  y  le  dijo 
si  le  quería  dar  alguna  capilla  de  la  iglesia  nueva;  pero  el 
otro,  ni  eso  ni  morir  se  pensaba,  deshauciárole  los  médi- 
cos, y  el  padre  instó  en  que  hiciese  testamento,  pero  no  le 
dejó  nada  al  P.  Castillo,  antes  le  dejó  á  deber  unosp^le- 
jos  y  cosas  de  botica,  porque  este  pobre  ni  un  real  trajo 
consi^.  Dejó  á  su  mujer  los  frutos  de  sus  haciendas  por 
toda  su  vida,  á  sus  hijas  las  monjas  dejópor  herederas,  y 
declaró  que  las  había  metido  por  fuerza  monjas,  y  á  cada 
itém  del  testamento  decia  que  si  Dios  le  daba  vida,  no  pa- 
saba por  aquello,  y  como  no  'pensaba  morirse  se  tiene  por 
cierto  dejó  de  declarar  dónde  dejaba  su  plata,  que  había 
entrado  en  su  poder  en  ranchos  años.  >(adrid  y  Enero  i  5 
de  1642.=P.  Antonio  Ruiz,  de  la  Compañía  {i). 

[\]    Sigaen  A  esla  carta  en  el  coadéroo  de  apuntes  del  P.  Pereyrauna 
relación  de  la  mnerle  del  marqués  de  Zabara,  hijo  del  duqae    de   Arcos, 
■ocurrida  el  26  de  Enero  de  este  año  de  1642.  2.**  Capitulaciones  entre 
Cataluña  y  Francia  qae  se  han  mandado  imprimir  por  todas  las  ciudades 
y  villas  del  Principado.  3.°  Copia  del  papel  que  en  ii  de    Diciembre  de 
1641  el  Conde-Djque  escribió  alseQor  conde  de  Medellio  duque  de  Ca- 
'   miña,  y  por  ultimo  el  siguiente  romance,  intitulado: 
CONSEJO  DE-  LOS  GATOS. 
El  consejo  de  los  gatos 
Dicen  se  junta  en  Madrid, 
Unos  para  gobernar 

Y  otros  para  destruir.- 
Las  armas  para  la  guerra 
Han  mandado  prevenir, 
Kilos  ponen  los  gatillos 

Y  el  sddado  et  esmeril. 

Y  asi  para  Holanda  y  Frauda 
Galillos  serán  al  fin 

Ímí  que  "para  España  son 
Gatazos  de  mil  en  mil. 


;vC00glc 


.825 

Madrid  y  Enero  11  de  1642. 

(Leg.*  mello',  dühi.  \,  í6\.  StS  t.*) 

Hallándose  los  de  Lérida  ofendidos  de  francese»,  dis- 
pusieroa  el  ánimo  del  gobernador  Moa  de  la  Mota  á  que 
saliese  á  castigar  el  desacato  de  algunos  catalanes,  que 


k.  los  soldados  oblipii 

En  la  eampafia  uiiilr, 

Con  escados  de  paciencU 

Has  que  no  del  Potosí , 

T  qae  la  espada  no  enipnfien, 

Porque  empn&ar  y  embeslir 

llfios  abajo  7  arriba 

Lo  resacan  para  si. 

T  ellos  voelven  las  espaldas 

Al  enoDÍgo  pafs, 

Poripie  les  vuelvan  las  nñu 

A  su  sneMo  aei  en  Madrid. 

Y  aunque  á  nfia  de  caballo 
Todos  echan  á  hnir, 

A  ofia  de  consejeros. 

Que  es  lo  mismo,  asi  que  asi. 

I  Desdichado  del  dinero 

Qne  viene  A  dar  en  Madrid ! 

Que  ojos  qne  le  ven  entrar 

No  le  verán  mas  salir.  ' 

T  si  pregunUn  la  oaos* 

Solo  les  sabré  decir, 

Qne  el  Consejo  no  lo  sabe 

Y  que  el  consejero  si. 
Porque  han  dicho  qne  el  dinero 
Que  viene  &  parar  aquí , 

A  consejos  ba  venido 

Y  en  conaqaa  se  ha  de  ir. 
I  Qoé  provecho  nos  ha  dad& 
Aquel  eerro  Potosí, 


3vGoo^^lc 


habían  degollado  mas  de  200  franceses.  Salió  el  goberna- 
dor dejando  en  Lérida  muy  poco  número  de  franceses;  los 
naturales  tocaron  al  9rma  y  los  echaron  fuera,  y  se  pusie- 
ron en  defensa,  y  volviendo  el  gobernador  de  allí  á  dos 
dias,  le  dispararon  el  artillería  y  mataron  alguna  gente,  y 
hay  quien  haya  tenido  carta  de  esto.  Esto  se  ha  dicho;  lo 
que  se  sabe  de  cierto  es  que  este  Mos  de  la  Motatnvo 


Cayo  vientre  ha  saslentado 
Tonto  tiunbricntobahari? 
Porque  se  lo  bebe  Holanda, 
Para  Holanda ,  es  Poto,  g1; 
Porqne  se  lo  lleva  Italia, 
Para  Italia,  es  paVo,  si; 
Porque  en  Francia  desembarca. 
Para  Francia  es  puerto,  si ; 
Porque  lo  padeee  Espafia, 
Para  EapaOa  es  potra,  ai, 
Y  si  algo  nos  b^  qoedado 
£«  aqocl  dorado  Hoajul , 
Es  para  esta  gran  Consejo 
Ctücha  que  se  Uev#  el  mis. 
Todos  se  comen  las  manca. 
Tras  estos  maiavedií, 
Pero  aquesloB  coosejeros  . 
Las  nflas  Iras  un  cenU. 
Solamente  panarisos 
Es  la  enfermedad  de  aquí, 
En  que  «e  madan  las  aftas 
¥a  cansadas  de  servir. 
Filipo,  ai  de  la  Qeíperia 
Te  llaman  sol,  y  es  asi, 
Despierta,  qae.  est¿  almoraado 
¥  aiin  ensillado  el  roció. 
Mncbo  duermes,  y  ya  el  Alba 
Lavada  quiere  salir, 
Por  entre  escoUoSj  cristal. 
Por  entre  espumas,  marfil. 
Espafia,  lu  aurora  bella, 
Querellosa  esU  de  I  i 
Venturoso,  pues  ta  aguarda, 


3vGooglc 


SS7 
palabras  pesadas  coa  oa  caballero  deudo  de  la  dntiaesa 
deHtjar,  llamado  D.  Fulano  Píaos,  yaaa  dicea  le  dio  d 
francés  un  palo  coa  el  bastoa.,  y  se  cree  que  esto  ha  de 
ocaaoaar  allí  atguaa  graa  aovedad,  y  lo  avisó  desde  Za- 
ragoza la  duquesa  de  Hijar. 
,  El  gobernador  de  Salsas  ha  remitido  aquí  una  carta 
qoe  tuvo  ea  el  dicho  Salsas  del  de  Torrecusa,  ea  la  cual 


Ci^o,  pnes  la  dejaa  ir, 

T  tonque  se  queja  no  paede 

Víi  pedos,  si  oro  vestir: 

Perlas  qne  las  h»  perdido. 

Oro  que  le  lo  dio  h  tí. 

La  noclie  nos  cansa  horror; 

Díganlo,  onantos  iqni 

Hay  enantes,  qne  en  ella  suelea 

Vestirse  de  bello ri : 

Tan  amigos  de  1»  noche 
Qae  aiinqu  uU  en  so  leail  < 
Por  ser  Ini  it  jurábalo 
Usan  de  las  del  candil; 
T  si  otros  k  pierna  suelta 
Pesados  snelen  dormir, 
Estos  i  una  suelta  daernten, 
Porqae  es  saoño  mas  sntil ; 
Mas  ja,  aanqne  qaieras ,  no  pm 
Las  tinieblas  oprimir, 
Qna  los  nyos  svn  lagafiu 
¥  sombras  de-  carmeef , 

Y  tan  tibia  nos  alumbras, 
T  le  muestras  al  salir, 
Sol  con  ufias  por'nd>Hna 

Y  aun  con  nfias  de  neblí. 
Punto  aquí  que  viene  el  alba 
Riféndose  par&  mi, 

'  Sin  hacerle  yo  cosquillas: 
Consejeros  á.  huir. 
Eslo  cantaba  una  noche 
En  Ptheio  Juan  Pasquín, 
El  qne  sob  es  conocido 
Por  BU  hablar  y  decir. 


3vGoO(^lc 


el  marqués,  le  pide  un  poco  de  bizcocho  y  una  compañía 
de  caballos  que  allí  hay  de  muy  buena  gente; ,  y  en  esla 
carta  el  marqués  le  dijo  como  el  de  Mortara  y  oiro  cabo 
hábian  cada  uno  en  ocasión  diferente  descalabrado  al 
Francés  y  tomádole  dos  cañones  con  lodo  el  tren  y  mu- 
las,  etc.  Qué  lo  habían  sentido  niucho,  porque  las  habian 
rancho  menester ,  y  dice  el  marqués  que  él  se  encaminaba 
la  vuelta  de  Cadaques ,  y  que  antes  le  pareció  tomar  una 
eminencia  que  el  enemigo  habia  ocupado  y  que  sujetaba 
la  plaza ;  que  una  noche  envió  á  tomarla  1 ,000  infantes 
por  una  sierra  coa  buena  guia ,  los  cuales  se  dieron  tan 
buena  maña  que  antes  del  amanecer  habian  acometido 
el  cuartel  del  enemigo ,  que  atemorizado  del  impensado 
asalto,  se  puso  luego  en  huida,  dejándose  las  armas  y 
cuanto  tenían,  y  que  el  maestre  de  Campo  que  allí  esta- 
ba tuvo  necesidad  de  salir  con  tanta  prisa ,  que  se  fué  ea 
calzones  de  lienzo,  y  aunque  iba  huyendo  á  todo  correr 
iba  dando  voces  á  los  soldados  que  hiciesen  cara;  pero 
ellos  continuaron  su  fuga ,  y  un  soldado  castellano  trajo 
los  calzones  otro  dia  á  vender  al  ejército,  y  por  muy  bor- 
dados y  ricos  que  eran  no  halló  quien  se  los  pagara ,  y 
añade  á  esto  el  marqués :  '<  lo  que  me  queda  que  hacer 
aquí  es  cosa  de  dos  horas.»  Con  que  a(^  tienen  por  cierto 
que  habrá  tomado  oo  solo  á  Cadaques ,  pero  á  Palamós, 
EIna  y  otros  lugares.  El  de  Salsas  dice  que  te  envió  la 
compañía  de  caballos,  y  que  se  volvieron  por  no  haber 
podido  pasar ,  respecto  de  no  ser  añasque  diez,  pereque 
el  bizcocho  pasó.  ' 

Sábese  que  los  condados  de  Fien  (i)  y  Ampurdan  en 
el  Rosellon  no  han  querido  dar  á  los  franceses  un  hombre 
^ára  Ja  posición  de  Torrecusa. 


(í)    Asi  en  el  original  de  letra  del  P.  Pereyr»;  pero  babrA  de  leeiw 

'•CoaOens." 


3vGoo(^lc 


También  se  sabe  que  cuando  la  faccíOD  de  Almena- 
ra (4),  entre  los  catalanes  que  el  Francés  sacó  á  la -oposi- 
ción, mas  de  600  de  ellosl  estaban  determinados,  en  lle- 
gando á  las  manos,  pasarse  con  la  gente  de  Castilla. 

También  se  ha  sabido  que  en  Barcelona  no  han  que- 
rido recibir  al  virey  (2)  que  vino  de  Francia,  que  es  so- 
brino de  Rochelieu,  por  decir  es  contra  los  fueros,  no  ha- 
biendo el  rey  venido  en  persona  á  jurar. 

Que  los'  fraiiceses  se  mantienen  en  el  Monjai  y  que  de 
esto  han  llegado  á  hacer  queja  los  catalanes,  diciendo  que 
aquella  guarnición  se  dehe  mudar  y  poner  naturales;  á 
que  responden  los  franceses  no  tienen  orden  ,  y  con  cslo 
en  Barcelona  crece  el  recelo  y  en  el  Francés  el  cuidado  de 
mantenerse  en  Honjuí. 

De  Lisboa  se  ha  sabido  que  acudiendo  un  ministro 
cobrador  á  cobrar  de  una  vendedora  cierto  tributo  nuevo 
que  les  han  echado,  hubo  entre  los  dos  palabras;  la  ven- 
dedora, á  fuer  de  tal ,  comenzó  á  dar  grandes  voces ,  di- 
ciendo que  los  engañaban,  y  que  les  liabian  dicho  que  les 
habían  de  quitar  todos  los  títulos  y  que  -les  echaban  mu- 
chos mas.  Alborotáronse  todas  las  vendedoras  de  la  plaza, 
dieron  muchas  voces  y  maltrataron  al  gobernador;  acu- 
dieron mas  ministros,  prendieron  á  aquella  y  la  azotaron, 
con  que  se  quietó  el  alboroto;  pero  no  los  ánimos  de  es- 
la  gente.  Madrid  y  Enero  7  de  1642.=AI  duque  de  Car- 
dona. El  liéenciado  Eslaba. 


(1)  Por  Noviembre  de  1611  ana  divbion  del  ejército  real  miento,  aan- 
quB  en  vano,  iorprender  el  castillo  de  Almenara. 

(3)  Urbano  de  Maillé-Brezé  ya  antea  citado,  ol  cual  estuvo  casado  con 
hermana  del  Cudenal. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


Madrid  y  Enero  i1  de  1642. 


Ya  está  resuelto  el  casamiento  (1)  del  hijo  del  Conde- 
Duqae  con  la  hija  dd  Coadestable  de  Castilla;  las.  bodas 
son  el  martes  próximo  dia  de  Saota  Inés,  para  lo  cual  se 
han  hecho  grandes  preparativos.  Con  este  motivo  el  vedi- 
do  ha  escrito  á  los  señores  de  E^aña  y  fqera  de  ella  la 
guíente  carta: 

«Señor  mió:  las  repetidas  instancias  de  la  Condesa, 
mi  mujer ,  con  el  amor,  ansia  y  afecto  eieiaplar  y  gran- 
de de  mi  memoria,  y  de  otros  estrechos  parientea  y  ami- 
gos, y  sobre  todo  la  obediencia  de  los  señores  reyes 
nuestro  señores  (Dios  los  guarde ).que  repetidamente  me 
lo  haa  ordenado,  me  han  obligado  á  deckir-ar  y  poner  en 
estado  de  casamiento ,  con  la  señora  Doña  Juana  Fernan- 
dez de  Velasco,  bija  mayor  del  señor  Condestable  de  Cas- 
tilla (2),  mi  primo,  á  D.  Henríque  Felipez  de  Guzman, 
prenda  de  yerros  pasados,  que  deseo  represente  digna- 
mente la  memoria  de  mi  gran  padre ,  y  disculpe  mis  erro- 
res y  poco  digua  memoria;  y  por  cumplir  coa  la  obliga- 
ción de  la  sangre,  y  con  lo  que  debo  á  la  casa  de  V.  E. 
doy  cuenta  á  V.  E.  de  esta  resolución  y  de  que  cuanto 
hubiere  en  la  mia  estará  siempre  muy  á  disposición  y 
servicio  de  V.  E. 

Dios  guarde  á  V.  E.  como  deseo  y  he  men^ter.'(3) 


(1)  Víase  roas  adelante  la  carta  del  liceDciado  P«dro  de  la  Gnardií,  de 
31  de  Dícieilibre,  describiendo  el  regalo  que  i  la  novia  hizo  d  cardenal  Borja. 

(2)  Don  Iñigo  Melchor  Fernandez  de  Velasco,  noveno  condesUlile  de 
Castilla  y  octavo  dnqne  de  Frias. 

[3]    Viclorío  Siri,  aator  italiano,  fué  ol  primero  qac  pnblicd  esta  etrta  ep 


3vGoO(^lc 


De  Madrid  á  15   de  Enero  de  ISi^.^D.    Gaspar  de 
Guzman.  {1)> 

De  Portugal  y  Cataluña  no  hay  nada  nuevo  por  ahora 
mas  de  lo  que  yí  avisé  á  V.  R.  el  correo  pasado.  Dios  le 
goanjecomo  yo  deseo.  Be  Madrid  á  <l7  de  Enero  de  iGÍ% 


Madrid  y  Enero  18  de  IMS. 

{Tota.  90,  ful.  asi.) 

Pax  Christi,  &c.  Mi  buen  P.  Pereyra:  las  estáfelas  an- 
dan locas  con  las  furiosas  aguas  y  nieves,  que  han  sido  tan- 
tas que  se  temió  que  el  rio  había  de  llevarla  puente;  otras 
ha  llevado  que  resistieron  menos  que  esta.  ■ 


el  segundo  tomo  desuJWrrcuHo.fól.  171,; de  kUI la  tiasladó  Yafiei, quien 
Umbien  la  copia  jt  pi£.  109  de  sos  Memorias,  jimlamente  con  el  billete 
del  Condestable  en  igual  ocasión, 
(t]  Una  nota  dsl  P.  Rafael  aQade  lo  siguiente: 
>  Las  mercedes  heebas  al  Sr.  ü.  Jalian ,  son  las  sigoíenles :  conde  de 
Loecbes,  marqués  de  Araceoa,  gran  chanciller  de  tas  ludias,  tesorero  ge- 
nera! del  reino  de  Aragón,  alcaide  dsl  Retiro;  que  se  le  dé  la  copa  de  oro 
por  la  victoria  de  Fnenterrabla,  8,000  ducados  de  renta  en  Indias,  36,0OA 
ducados  de  renta  do  bienes  libras,  cuarto  ea  el  buen  Retiro. 

A  par  de  esto  aparccíú  en  Hadñd  un  pasqnin  en  ca^a  del  Condestable 
que  decía: 

•  Soy  la  casa  de  Vclasco, 
Que  de  nada  hago  asco.> 

Viule  á  dar  la  norabuena  al  Conde>Dnqne:  de  parte  de  Sevilla  D.  Ber- 
nardo de  Ribera,  D.  Pedro  Haldonado,  y  un  jurado  llamado  Cuellar,  y  va 
también  el  veinticuatro  Alvaro  Gil  de  la  Sierpe  k  su  costa.'<    , 

Esto  se  encnehtra  al  fot.  817  vuelto;  mas  adelante  en  el  818  afiadc: 
"Saliú  después  de  la  carta  qne  esiá  en  la  plana  afitoccdenle ,  esta  copla: 

Esta  comedía  de  Espafia 
De  la  manera  que  todas 
Se  acaba  con  estas  bodas.  <• 


3vGoo^^lc 


231 

Lo  que  hay  de  nuevo  verá  V.  R.  por  la  que  va  con 
esta,  que  fuera  de  ello  no  hay  sino  mil  patrañas  que  se 
cuentan  det  duque  de  Medina  Sidcoia.  Mucho  se  dice  que 
el  de  Ayamonte  murió  en  los  tormentos,  pero  ni  se  confir- 
ma, ni  me  parece  creible ;  porque  está  aquí  la  mujer  de 
la  guarda  mayor  que  lo  hubiera  sabido  de  su  marido  que 
le  asiste ,  y  nos  lo  hubiera  dicho.  Seiscientos  soldados  que 
vioieroa  de  ^Holaadapara  Cataluña,  los  hacen  atojar  en 
esta  tierra  de  Valladolid ,  deteniéndolos  para  la  jornada  de 
Portugal,  que  lo  de  Cataluña  dicen  se  compone  muy 
aprisa. 

El  de  Fernandina,  me  dijo  anoche  uno,  lo  habían  ve- 
nido á  llamar.  Respondió  estaba  malo,  mandáronle  vinie- 
se en  litera  y  coa  la  comodidad  posible,  que  era  mucho 
menester.  Respondió  no  tenia  dineros ;  acomodáfonle  de 
ellos,  y  dicen  se  hizo  á  la  mar ,  porque  ha  sabido  la  tor- 
menta que  le  aguarda  en  Madrid,  porque  no  quiso  aco- 
meter á  la  armada  que  traía  el  de  Burdeos,  teniendo  or- 
den de  S.  M.  y  del  Conde  para  que  lo  acometiese  todo,  y 
no  hacieudo  caso  de  lo  ordenado  dijo:  ¿si  querrá  el  Conde 
otra  cepita  de  oro?  (1)  Zarpa,  zarpa  y  vamonos  de  aquí. 
Hoy  no  ha  habido  carta  de  V.  R. ,  á  quien  nnestro  Señor 
guarde  como  'deseo,  &c.  De  Valladolid  y  Enero  18 
de  16i2.=Alonso  de  Amaya.^Al  P.  Rafael  Pereyra,  en 
Sevilla. 


(l)    Aludiendo  síd  dada  á  la  qae  el  Bey  le  inaiid6  dar  después  de  la 
victoria  de  Faenterrabla.  Véase  la  p&g.  183  del  lomo  xt. 


3vGoO(^lc 


MadrU  y  Enero  20  de  16i2u 

(Tom.  90,  m.  SSt.) 

En  Madrid  hay  muchas  muertes  cada  Doche  y  capea- 
dores 8ÍQ  número;  azotaron  un  dia  de  estos  á  doce  hom- 
bres de  muy  buena  traza  con  galeras  por  postre. 

A  la  de  Cariñano  alcanzaron  en  Carabanchel  inedia 
legua  de  aquí ;  dícese  que  por  evitar  cierto  inconveniente. 

De  D.  Earique  (i)  de  Guzman,  hijo  del  Conde-Duque, 
se  esperan  muy  presto  las  bodas,  con  hija  del  Condesta- 
ble. No  hay  otra  cosa  (fhe  ver  en  Madrid  mas  que  á  este 
señor  con  la  ostentación  que  pasea  y  vire  con  su  coche  de 
cuatro  muías  de  respeto ;  ya  Loeches  es  suya ,  y  le  ha  pa- 
sado el  padre  6,000  ducados,  y  infinitas  cosas  mas  le  pa-r 
sará  cada  dia. 

Nuevas  de  Cataluña,  aunque  no  son  como  deseamos, 
son  como  podiamos  esperar;  peor  se  está  que  estaba;  han 
jlirado  virey  y  tienen  socorro  de  Francia  copioso. 

El  conde  de  Aguilar  con  la  muerte  de  la  de  Hinojo- 
sa  (2)  no  será  mucho  haya  aflojado  algún  tanto;  confirma- 
se el  garrotillo  del  de  Ayamonte,  y  dicen  que  el  de  Medi- 
na Sidonia  está  ya  en  prisión. 

Mercedes  que  hizo  el  Rey  á  los  tres  que  descubrieron 
la  traición  del  de  Medina  Sidonia:  ai  primero  2,000  du- 
cados de  ayuda  de  costa,  un  cai^o  muy  honroso  en  la  ar- 
mada del  mar  Océano,  y  un  escudo  con  cinco  reinos  y 


(1)    La  carta  dice  equivacadamenle  fCáLrlos.' 

(%)  En  caita  del  P.  Anaya,  techa  en  Valladolid  i.  85  de  Enero,  se  dice 
que  iladeHInojosa  murió  en  siete  días  de  tabardillo,  auoquo  síganos 
dicen  fu£  mas  apresurada  la  muerte.» 


3vGooglc 


S3i 
un  hombre  con  la  espada  ea  la  mano;  al  seguado,  una  pla- 
za de  contador  de  resultas  y  hábito ;  al  tercero,  veedor 
general  del  ejército  de  Portugal  y  hábito. 
En  el  Retiro  muchas  fiestas  {i). 

Madrid  y  Enero  21  de  Í6i2. 

(Tara.  91,  MU  901.) 

Avisan  de  Flandes  que  al  marqués  dé  Veladíi  le  han 
hecho  general  de  la  caballería  de  at^uellos  paises  y  esta- 
dos; á  D.  Diego  de  AUamirano,  fiscal  del  Consejo  de  Ha- 
cienda, le  han  dado  la  fiscalía  del  Consejó  Heal  de  Castilla 
qiie  vacó  por  promoción  de  O.  Juim  de  la  Rea  (2). 

Llegó  correo  de  Perpiñan ,  con-  aviso  y  confirmación 
del  encuentro  que  hubo  en  el  condado  de  Rosellon  los  dias 
pasados  entre  Torrecusa  y  los  franceses  y  catalanes,  y 
que  asimismo  habia  entrado  todo  el  socorro,  y  que  de  los 
enemigos  habian  muerto  mas  de  4,000  (3),  y  que  una  ó 
dos  galeras  habían  perecido  por  malos  temporales. 

Muy  amplios  y  grandes,  y  aun  abiertos,  dicen  son  los 
poderes  que  han  enviado  á  la  excelentísima  señora  duque- 
sa de  Cardona  parala  composición  de  Cataluña,  de  que 
hay  grandes  esperanzas.  Murió  de  repente  el  obispo  de 
Oporto,  portugués  de  nación ;  dicen  que  de  haber  comido 
para  cenar  una  olla  podrida. 

S.  Sf.  y  el  Príncipe  nuestro  señor  fueron  el  miércoles 
pasado  todo  el  dia  á  caza,  al  Pardo. 


(1)    No  esti  firmada  la  carta,  ni  se  sabe  á  quién  (né  dirígiila. 

(S)    Otros  escriben  Larrea. 

(3)  B1  socorro  le  conducía  Totrecasa;  Hoftara  se  hallaba  dentro  de 
Perpiñan.  Combinadas  sus  fuerzas  atacaron  k  los  franceses  oblig&oddes 
&  levantar  el  sitio  de  la  plaia. 


3vGoO(^lc 


93S 

Hánse  de^achado  cartas  á  todos  los  eorregidores  del 
Andalucía,  para  que  «n  fin  de  Febrero  tengaa  entre  todos 
200  caballos  preveaidos  eo  Válladolid  para  la  jornada 
de  S.  M.;  UQOS'diCea  que  á  Portugal  j  otros  qne  á  Aragón. 
Por  cartas  venidas  del  campo  de  Tarragona  se  sabe  y  avi- 
san que  estando  junto  á  Valla  el  cunde  de  Aguilar  con  su 
gente  y  Mas  de  la  Forza  á  su  vista,  saqueó  un  gran  lugar, 
dé  donde  trajeron-  muchas  cabezas  de  ganado  y  d^ollaron 
tres  compañías  de  caballos,  de  suerte  que  cada  día  va  e! 
conde  de  Aguilar,  por  fuerza  ó  por  grado,  reduciendo 
lugares  á  la  devoción  de  S.  M.  y  quitándoles  las  fuerzas. 

Después  de  esto  Itié  el  dícbó  conde  á  hacer  otra  fac- 
ción al  lugar  de  Camprodó,  y  fué  tanta  el  agua  que  cayó 
que  se  hubo  de  retirar  con  500  caballos  que  llevaba  sin 
hacer  nada. 

Murió  el  P.  Fray  Di^o  de  San  Joáé,  fl-ancisco  descal- 
zo, confesor  dé  la  Reina^  nii^tra  señora  \  era  un  varón 
apostólico.  I^mbíw  está  acabando  el  doctor  Morales,  mé- 
dico del  Príncipe*  nuestro  señor. 

Muc^o  se  dicequeét  marqués  de  Léganos  tiene  muy 
adelante  su  casamiento  con  la  marquesado  Al  mazan,  y 
que  también  se  casan  los 'hijos  de  dicho  marqués  (:on 
otras  dcg  de  lá  marquesa,  con  que  se  acomodan  estas  dos 
casas. 

A  D.  Francisco  de  Herreros,  fiscal  del  Consejo  de 
Guerra,  le  han  dado  la  fiscialía  del  Consejo  de  Hacienda, 
que  tenia  D.  Di^^  de  Altamtrano. 

Háse  vudto  á  ir  hoy,  y  se  ha<  desaparecido  tá  princesa 
de  Caríñano,  mujer: '  del  príncipe  Tomás ;  dicen  que  han 
enviado  en  su  seguimiento,  y  .por  otra  parte  me  han  di- 
cho que  S.  M.  ha  mandado  que  no  prevengan  los  puertos, 
sino  que  la  den  embarcación,  sj  no  quisiere  volver.  Está  en 
Carabaachel  y  la  asiste  el  conde  del  Real,  mayordomo  de 
la  Reipa. 


3vGoo(^lc 


El  martes  se  capituló  D.  Henrique  de  Guzman,  hijo  del 
conde-duque  de  Olivares,  Coa  doBa  Juana  de  Yelasco,  bija 
del  Condestable.  Hiciérúnle  conde  de  Atcuellar  (1),  mar- 
qués de  Aracena,  una  eucomieada  de  8,000  ducados,  uu 
juro  de  i,000,y  mientras  se  le  da  el  mayora^o,  6,000  de 
alimeotoa.  Ebtá  en  el  Retiro  recibiendo  parabienes,  y  do 
queda  grande,  embajador  ó  cardenal  que  no  le  arroje 
excelencia.  No  hay  escrito  otro  tal  suceso.  Ayádenos 
Dios,  &c.  ■ 


Madrid  y  Forera  8  de  4642. 

(Tora.  (O,  fiS.  ioa  T.*) 

Dícese  que  los  nuevos  gobernadores  de  Flandes  ban 
perdido  cuatro  plazas  de  importancia. 

DeCataloña  que  esta  primavera  saldrá  la  flor  déla 
composición  de  aquel  partido.  Mucba  es  la  gente  de  guer- 
ra que  se  levanta  en  Madrid,  y  Sin  número  la  que  pasa 
de  á  caballo,  que  todos  dan  luego  en  ladrones  por  los  ca- 
minos, aunque  son  bien  pagados  los  soldados,  boy  mejor 
que  nunca,  que  como  á  S.  M.  no  le  ha  de  faltar  para  ad&- 
lante,  por  el  gran  tesoro  que  se  dice  tiene  oculto,  hoy  so- 
borna liberal  y  puntual  los  ánimos  de  los  vasallos. 

A  70  personajes  de  Madrid  ha  pedido  el  Rey  á  40,000 
ducados  de  plata  á  cada  uno;  parece  increible,  imposible 
el  darlos;  podrá  ser,  mas  ello  es  cierto.  El  conde  de 
Montalvo  pierde  en  secreto  el  juicio,  que  en  público  ya  le 


(t)  AzarcoUar  era,  segan  D.  Jnan  YafSef  ( pág.  112)  ano  de  los  If talos 
del  Conde-Daqae;  pero  no  consta  lo  usaae  D.  Enrique  de  Goíman,  que  le 
sucedió  en  alguno  de  bds  estados,  sino  el  de  conde- de  Mairena.  Véase 
lunbien  una  nota  de  la  pág.  231. 


3vGoo(^lc 


S37 
perdió :  es  gran  estadista '  y  por  cumplir  el  orden ,  y  ser 
de  S.  M.  los  dará  alegre,  al  parecer  el  primero.  Bien  pue- 
de este,  que  no  hay  en  Madrid  señor  tan  poderoso.  Otros 
dicen  que  han  de  llamar  á  sus  acredores ,  y  dejándoles  sa 
hacienda,  irse  á  la  cárcel  por  su  pié,  y  ^os  desatinan. 

Al  hijo  del  Cpnde-Dnqne  le  ha  dado  la  de  Olivares 
8,000  ducados,  por  lo  que  le  pueda  suceder  adelante  de 
qaedar  sin  lo  que  tiene.  Dfcese  también,  le  hacen  viray  de 
Nifpoles,  y  aunque  hay  muchos  pretendientes,  el  que  qa&- 
da  dicho  los  vencerá  á  todos. 

Una  espinela  anda  por  el  lugar ,  hecha-  al  hijo  del 
Conde-Duque,  en  forma  de  memorial  á  S.  M.  que  empie- 
za así: 

Vuestra  Majeetad  despache, 
'  A  mi  bijo  Doa  JuUaa 
Hoy  Enrique  do  Goiman 

Y  ayer  Giuman  de  Aifarache. 

Y  porque  ninguno  lache 

A  este  monatmo,  k  este  obristonio 
¥d  le  diri  en  mfttrínonio 
Ia  ieSon  mas  perCecla, 
Qne  no  diga  la  de  Unnela 
Que  fué  obra  del  demonio. 


Madrid  y  Enero  21  da  Í642. 

(Ug.*  suelto,  Dúm.  1,  fOl.  817.) 

Prodigios  en  Madrid. 

Remito  á  V.  R.  este  taBto  de  tos  prodigios  del  año  pa- 
sado de  i  6i1 ,  que  algún  ocioso  observó.  Para  los  (Jue  co- 
nocemos los  sujetos,  tienen  mucha  sal ;  para  los  que  no 
saben  los  misterios,  se  dejarán  como  la  sal  en  el  agua; 
empero  vayan. 


;vCoo(^lc 


Vióse  en  Madríd  al  duque  de  ¡UEsdioa  Sidonia.  Mató 
D.  Diego  Abarca;  á  D.  Luis  Trejo;  eoipreüá  el  conde  de 
Concentaiua;  visitaron  la  piujer  ie  D.  Juan  de  Chaves  y 
sus  nueras.  Dio  un  vestido  el  duque  de  Hijar  á  un  arago- 
nés. Vióse  al  duque  de  Sesa  á  las  ocho  de  la  mañana,  ea 
Palacio;  hubo  dos  banquetes,  y- no  se  halló  en  ellos  Doña 
Juana  de  Bobadilla.  No  porfió  en  una  hora  el  marqués  de 
FromeHta.  Dio  un  banqueta  ei  Patríaroa.al  duqu6t  de  Alie- 
na Sidonia;  Hubo  pendeaoia  en  Madrid,  yno,. se  halló  en 
ella  el  almirante  de  Aragón.  No  ..quiso  servirse. de  mozo 
D.  Jaime  de  Cárdeiías;  dio  una  alhaja. la  prii^cesa  de  He- 
lito  á  la  marquesa  de  San  Román;, No  qaiso  ser  de  semana 
el  marqués  de  Malpica.  No  preguntó  -en  una  hora  la  con- 
desa de  Oropesa  vieja.  Hizo  versos  el  duque  de  Pastrana. 
No  quiso  tener  perros  el  duque  de  Maquede.  El  conde  de 
Montalvo  anduvo  un  rato  despacio,  y  se  levantó  á  las 
diez.  El  conde  de  Monterey  salió  un  dia  á  pié.  El  conde 
de  Castríllo  se  riyó  ima  vez.  La  princesa  dé  Asculi  confe- 
só que  no  veía.  Hubo  quiea  dijese  que  el  marqués  de  Pa- 
lacios pagaba  bien.  D.  Lorenzo  Ramírez  de  Prado  halló 
polvo  en  su  camastro.  Hubo  consejo  de  Guerra,  sin  conse- 
jeros de  Guerra.  Resucitó  D.  Julián  para  hallarse  en  la  se- 
gunda pérdida  de  España.  Madrid  y  Enero  21  de  1542.-^ 
D.  Pedro  Gerónimo  Saltero.— Al  contador  Pedro  de 
Arenas. 


Madrid  y  ^ero  21  de  1642.     . 

(Ug.°  nuUo,  Dúm.  4,  tal  StT.) 

Tres  Doeses  ha  que  llueve  casi  sin  escampar  y  de  nno 
á  esta  parte,  tan  desaforadamente  que  nos  rosos  y  desea- 
mos, y  esto  es  junto  con  grandísimo  frió  y  aires,  heladíai- 


3vGoo^^lc 


mos,  delgados  y  muy  recios,  con  que  anda  la  gQnte  desati* 
nada  y  aun  desesperada,  y  todos  afirman  do  haber  visto 
invierno  tan  descomunal,  después  que  hay  inviernos. 

La  princesa  de  Cariñano  há  cuatro  ^dias  que  se:  volvió 
á  huir  camino  de  Portugal ;  partiéronse  tras  ella  muchos 
ministros  y  el  conde  de  Pere  con  50  archeros  de  su  com- 
pañía á  caballo;  alcanzáronla,  y  sobre  el  detenetla  en 
Carabanchel  hubo  palabras  bien  pesadas  é  indecentes  por 
su  parte,  que  miraban  á  S.  M. ;  y  llegó  la  cosa  A  que  eL 
chiquillo,  su  hijo,  sacóla  espada  contra  el  secretario  Car- 
nero que  de  parte  de  S.  M.  la  fué  á  sosegar  y  reducir  no 
se  la  haya»  traído  aun  á  la  corte. 

De  Portugal  nada  se  sabe  ni  se  habla. 

De  Cataluña  varíamete,  porque  hay  quien  afirma  tu- 
vo aviso  S.  M.  de  que  los  catalanes  con  una  gentil  esU-a- 
tagema  se  apoderaron  úd  fuerte,  que  en  el  Monjtii  habían 
hecho  y  presidiado  los  franceses,  y  que  estos  despechados 
se  ibansaliendopoco  apoco  del  país,  y  los>naturales  domes- 
ticándose, y  asegurándose  cada  día  lüas,  mediante  los 
aprieto^  en  que  se  han  visto,  y  la  blandeza  qoe  :hoy  ven 
en  el  conde  de  Aguilar,  general  de  nuestras  armas.  Otros 
sienten  lo  contrario,  y  que  las  r^ces  de  aquello  están 
muy  hondas,  y  no  asf  fáciles  de  arrancar,  y  ni  la  natura-  • 
leza  de  aquella  genio  tal  que  se  deje  vencer  ni  atraer  de 
demostraciones  de  blandura ,  ni  se  asegura^  de  palabras, 
particalarioenie  cuando  consideren  la  gravedad  del  deli- 
to. Lo  que  yo  creo  es  que  en  cosa  hay  certeza ,  sinp  que 
■  cOn  aqiiel  ejército  allf  se  les  quiere  tener  á  raya,  y  para 
todoacontecimieuto  irlos  gastando  y  consumiendo ,  y  por 
otra  parte  caminando  con  las  inteligencias,  y  que  al  cabo 
será  lo  qoe  Dios  quisiera. 

La  detención  del  duque  de  Medina  ó  en  Castres  ó  en 
el  arroyo  del  Puerto  para  adelante  que  no  se  deben  de 
determinar  á  acabar  de  tomar  resolución  con  él ,  porque 


3vGooglc 


240 
el  caso  es  arduo  á  todas  laces.  Discnrren  en  eso  por  de 
fuera  muy  justamente;  pero  yo  juzgo  aun  no  es  tanto  co- 
mo lo  que  ven  los  qae  miran  la  cosa  por  de  dentro ,  al 
menos  insinuando  las  demostraciones  que  tal  vez  vemos,  y 
bs  misterios  con  que  hablan  y  tratan  la  nlatería  los  mi- 
nistros á  quien  está  cometida. 

Divúlgase  por  aquí  un  cierto  pronóstico  de  los  médi- 
cos de  París  y  de  los  mastres  de  Flandes ,  en  que  visto  lo 
articulado  y  probado  por  una  postema  que  el  cristianismo 
■  tiene,  fallan  por  si  vive  este  mes  de  Enero ,  será  milagro, 
y  á  todo  reventar  le  dan  de  término  mediado  de  Febrero, 
de  que  hay  quien  prometa-grao  mudanza  en  las  cosas,  y 
mejor  fortuna  á  las  nuestras. 


Madrid  y  Enero  Ü  de  1649. 

(Tom.  9C,  ful.  lee-T.) 

Dia  de  Santa  Inés,  nombre  de  la  señora  condesa  de 
Olivares,  duquesa  de  San  Lúcar.  A  las  cuatro  de  la  tarde, 
pasó  el  señor  Conde-Duque  al  aposento  de  su  cuarto, 
adonde  tiene  su  cama,  y  se  puso  en  una  silla  á  la  puerta 
de  la  pieza  siguiente,  donde  á  Ifts  noches  suelen  estar  la 
señora  condesa  su  mujer,  y  otras  señoras.  Estaban  allí  la 
dicha  su  mujer^  el  Condestablo  de  Castilla,  y  el  marqués 
del  Fresno  (1  ],  sp  hermano,  sentados  todos  ea  sitias,  y  á 
la  otra  esquina  de  la  pieza  el  protonotarío  D.  Jerónimo  de  , 
Villanueva  y  el  inquisidor  Francisco  de  Rioja  (2),  senta- 
dos en  taburetes.  El  secretaiio  Antonio  Caraero  en  pié 
leyó  un  papel  que  contenía  lo  que  prometia.el  señOT  Condo- 


lí)   D.  Lnis  Fernandez  de  Velasi». 
{V)   El  poeu  Ifrico. 


z.cbyCoOglc 


941 

Duque  para  que  se  celebrase  ei  casamiento  del  Sr.  D.  En- 
rique Felipez  deGuzman  con  la  Señora  Doña  Juana  de  Ve- 
lasco,  y  lo  qne  el  Coadestable  ofrecía  dar  de  dote  á  dicha 
señora  su  hija ;  y  lo  firiDaroa  habieado  sido  testigos  los 
dichos D.  Jerónimo  y  Francisco  de  Rioja  que  estuvierob  allf 
para  este  efecto. 

Lo  que  se  ha  entendido  contenía  dicbo  papel,  es  que 
d  señor  Conde-Duque  da  á  su  hijo  los  oficios  que  tiene  en 
laSias,  que  son  vendibles,  y  los  oficios  de  Aragón,  que 
^esoü  del  señor  conde  de  Chinchón,  y  oíros  cuatro  oficios 
que  tiene  en  la  ciudad  de  Sevilla,  y  los  2,000  vasallos  de 
que  S.  M.  le  hizo  merced  en  la  villa  de  Aracena  y  otras 
de  su  contorno,  y  4,000  ducados  de  renta  en  un  juro  per- 
petuo sobre  alcabalas  de  la  villa  de  Madrid  y  ua  aüó  de 
alimentos  y  los  demás  de  su  voluntad,  y  otras  cosas. 

El  Condestable  promete  para  dote  á  la  Señora  Doña 
Juana ,  su  hija,  la  encomienda  de  4,000  ducados  de  renta; 
de  que  le  estaba  hecha  merced .  y  otro  juro  de  1 ,500  du- 
cados de  renta  y  otras  cosas. 

El  Sr.  D  Enrique  liabia  estado  en  la  pieza  dicha  de  la 
cama,  detras  de  ella,  oyendo  lo  que  pasaba,  y  salió  en  fir- 
mándose dicho  papel,  y  con  gran  sumisión  pidió  la  mano 
al  Condestable,  y  S.  E.  le  levantó,  y  eii  Ivgar  de  darle  la 
mano  le  abrazó,  con  que  volvió  á  retirarse  el  Sr.  D.  Enri- 
que. Levantóse  la  señora  condesa  de  Olivares,  y  entró  en 
otras  piezas  donde  estaba  la  Señora  Doña  Juana  de  Velas- 
co,  y  sacóla  consigo,  y  el  señor  Conde-Duque ,  se  levanta 
de  su  silla  y  dio  cuatro  pasos  para  recibida,  y  en  estando 
juntos  hincó  casi  la  rodilla  en  tierra  la  Señora  Doña  Juana 
y  pidió  la  mano  á  S.  E.,  que  la  levantó.  A  poco  rato  que 
estuvieron  sentados  dichos  señores  y  señoras,  se  levantó 
la  señora  Condesa,  y  fué  adonde  estaban  SS.  MM.  y  el 
Principe,  nuestro  señor,  y  diciendo  lo  que  habia  pasado 
volvió  acompañando  Á  SS.  MM.  y  A.  que  llegaron  á  la 

Tomo  XTi.  16 


3vGoO(^lc 


Si3 
pieza  del  cuarto  de  S.  A.  que  está  .mas  inmediata  a)  de  la 
aeñora  Condesa,  y  dejándolos  allí  pasó  S.  £.  adonde  que- 
daron ios  dichos  señores  y  señoras,  y  eatrando  también 
el  Sr.  D.  Enrique,  fueron  los  novios  y  sus  padres  y  besa- 
ron la  mano  á  SS.  MM.  y  á  S.  A.,  y  el  Rey,  nuestro  señor, 
se  detuvo  algo  hablando  al  Sr.  D.  Enrique,  y  con  esto  se 
volvieron  anos  y  otros  adonde  estaban  antes. 

La  s^ora  condesa  de  Olivares  dio  luego  á  la  Señora 
Doña  Juana  de  Velasco  un  aderezo  de  diamantes,  banda, 
arracadas ,  brazaletes,  clavel ,  santico  y  broche,  que  todo 
costó  i,100  ducados;  y  entonces  i^alieron  las  señoras  mar- 
quesas del  Carpió  y  de  Alcañices ,  y  la  señora  condesa  de 
■  Mwiterey  y  de  Tarazona. 

Llegó  el  Sr.  D.  Eni-ique,  y  eo  una  salvilla  mtty  curiosa, 
habiendo  antes  hincado  la  rodilla,  dióálaSeñoraDoñaJua- 
na  una  banda  de  diamantes  que  costó  otros  4,700  .ducados, 
y  se  quedó  en  aquella  forma  hablándula  mas  de  media 
hora.  Llegó  á  esta  sazón  D.  Luis  de  Haro ,  que  hizo  grandes 
cortesías  y  demostraciones  de  cariño  con  el  Sr.  D.  Enrique. 
Inmediatainente  después  11^  el  señor  conde  de  Mon- 
lerey,  que  salla  del  Consejo  de  Estado,  é  hizo  también 
muchos  agasajos  al  Sr.  D.  Enrique,  bahlándole  general- 
mente de  Excelencia. 

Habiendo  estado  en  conversación  los  señores  y  seño- 
ras referidos ,  les  trajeron  de  merendar  algo  antes  de  las 
ocho,  y  durando  la  conversación  hasta  las  liueve  se  des- 
pidió el  Sr.  D.  Enrique,  y  los  señores  y  criados  qae  allí  se 
hallaron,  le  acompañaron  al  Buea-Retiro ,  donde  le  estaba 
aderezado  el  cuarto  del  señor  Conde-Duque,  su  padre, 
con  gentiles  hombres  y  pages  y  otros  criados  de  S.  E. 

El  Sr.  D.  Enrique. y  la  Señora  Doña  Juana  y  los  demás 
estuvieron  con  los  mismos  lutos  que  se  traen  por  la  muer- 
te del  señor  Cardenal  Infante.  Et  señor  Condestable  de 
Castilla  escribió  el  miércoles  2S  de  Enero  papeles  en  la 


3vGoo^^lc 


243  . 

Torma  que  se  acostumbra  en  semejantes  caaos,  dando 
cuenta  á  los  sefiores  de  cómo  había  concertado  4e  casar  & 
la  Señora  Doña  Juana,  su  hija,  con  el  Sr.  D.  Enrique. 

El  dicho  miércoles,  á  las  nueve  de  la  mafiana,  envió  la 
señora  condesa  de  Olivares,  al  Sr.  D.  Enrique  un  cofre 
graode  y  muy  curioso  en  el  cual  había  varios  com[>actí^ 
mientos,  y  en  ellos  cosas  de  recámara  y  todas  las  nece- 
sarias para  que  un  señor  con  adorno  se  vistiese.  El  mismo 
dia  fué  el  Príncipe,  nuestro  señor  y  la  señora  condesa  de 
Olivares,  acompañando  á  S.  A.,  á  comer  al  Buen-Retíro. 
Visitaron  aquella  mañana  y  tarde  en  ei  Buen-Hetiro  al  se- 
ñor D.  Enrique  con  gran  coocurso  los  señores  de  la  corte, 
y  estuvo  el  Sr.  D.  Luis  de  Haro  (1 )  recibiéndole  las  visitas, 
y  los  otros  días  también  hubo  contÍDuacioo  de  visitas. 

Poeo  antes  de  las  doce  salió  del  Buen-Retíro  para  Pa~ 
lacio  el  Sr.  D.  Enrique,  acompañado  de  los  señores  que 
habían  ido  á  visitarle ,  y  se  juntaron  mas  de  24  coches  en 
el  acompañamiento ,  y  habiendo  besado  la  mano  á  los  se- 
ñores condes  de  Olivares,  se  volvió  al  Buen-Reiiro  y  tuvo 
convidados  á  comer  muchos  señores.  A  la  tarde,  algo  antes 
de  anochecer,  fué  el  Sr.  D.  Enrique  á  visitar  al  señor 
Presidente  de  Castilla ;  coasigiiientemeute  ha  hecho  otras 
vistas  á  casa  de  su  su^ro,  y  de  las  hermanas  del  señor 
Conde-Duque,  y  yendo  en  compañía  de  muchos  señores, 
le  dejan  solo  en  la  visita  y  esperan  en  la  pieza  antece- 
dente. Comilón  á  mediodía  muchos  señores  con  el  señor 
D.  Enrique  en  el  Buen-Retiro;  por  las  noches  asiste  en 
d  cuarto  de  la  señora  condesa  de  Olivares,  y  está  en  ^con- 
versaeion  con  su  dama,  y  después  cena  con  la  señora  oon- 
desa  en  bufete  bajo,  sentado  en  unas  almohadas. 

El  señor  Conde-Duque  díó  diferentes  memorias  á  los 


|ll    Dice  claramente  <>  Austria-  sin  duda  por  equivocación  del  escri- 
biente. 


3vGooglc 


señores  condes  de  Monlerey,  marqués  de  Léganos,  y  don 
Luis  deHaro,  para  que  de  parte  de  S.  E.  fuese  á  dar 
cuenta  con  recados  muy  cumplidos  á  ios  grandes  y  Conse- 
jeros de  Estado,  y  á  muchos  títulos,  de  cómo  había  casa- 
do á  su  hijo  con  la  señora  Doña  Juana*  de  Velasco.  Dios 
guarde  á  V.  R.  muchos  años.=De  Madrid  á  24  de  Enero. 


Salamanca  y  Enero  S5  de  16i2. 

(Leg.*  suelto  núm.  i,  MI.  SIS.) 

No  sé  si  habrá  de  poder  acabar  el  curso,  no  bien  ya 
por  los  mantenimientos,  que  están  á  precios  excesivos, 
sino  por  las  nuevas  picardías  de  los  estadiantes.  Avisaré 
una  que  han  hecho,  y  fué  que  una  noche  que  nevó  mucho, 
socaron  una  mujer  en  un  borrico,  azotándola  y  tirándola 
pelladas  de  nieve,  y  el  pregón  dicen  decia  así:  «  Esta  mu- 
jer por  apestada  y  vender,  como  vende,  la  carne  podrida, 
mandan  los  estudiantes,  que  ellos  son  los  solos  jueces  eo 
esta  ciudad,  darla  200  azotes  y  apedrearla  con  pellas  de 
nieve.  Quien  tal  hace  &c.  »  y  esto  lo  hicieron  después  de 
haberla  gozado  mas  de  30  que  dicen  eran.  Llegó  á  noticia 
del  juez,  prendió  á  no  sé  cuántos.  Una  noche  fueron  los 
restantes,  y  echan  las  puertas  del  juez  en  el  suelo;  echan 
también  las  de  la  cárcel  del  Estudio  y  sacan  los  estudian^ 
tes.  El  juez  está  sentido  porque  la  mujer  se  murió ,  y  lue- 
go el  atrevimiento  de  echar  las  puertas  en  el  suelo  de  su 
casa;  anda  solícito  por  ver  si  puede  coger  á  alguno ;  cogió 
uno,  y  temeroso  no  le  volviesen  á  derribar  las  puertas  lo 
metió  en  la  torre  de  la  iglesia  mayor,  donde  está;  y  los 
estudiantes  de  la  facción,  así  que  lo  supieron ,  fueron  al 
bedel  de  escuelas  y  le  dieron  de  palos,  y  quitaron  las  lla>- 
ves  y  se  fueron  á  ios  generales  y  se  ensuciaron  en  las  cá- 


3vGoo^^lc 


M6 
tedraa,  cerraron  las  escuelas  y  se  tlevaron  las  llaves,  estu- 
vieran dosdias  cerradas,  y  poaiendo  carteles,  que  las  ha- 
biatt  de  quemar  y  también  la  cárcel,  si  ao  soltaban  al  estu^ 
diante,  deshonrando  al  juez.  Soltólo  el  corregidor,  abriéronse 
las  escuetas,  y  él  anda  en  ellas  procurando  sí  puede  coger 
á  alguno  para  echarlo  en  galeras.  Ha  mandado  ninguno  al- 
quile muías  á  estudiantes,  pena  de  perder  las  muías.  No 
sequé  mas  ha  mandado  el  corregidor;  pero  esto  no  se  eje- 
cuta. Dicen  que  intentó  no  se  diese  pan  ni  carne  á  estu- 
diante ;  por  esto  desafiaron  al  corregidor;  este  se  riyó  y  no 
hizo  caso.  Con  esto  están  todos  los  jueces  y  ciudadanos  al- 
borotados; por  cuatro  pfcai-os  que  hay,  que  hacen  estos 
alborotos,  se  pierden  todos.  Salamanca  y  Enero  25  de 
16i2.—Félix  Carranza. 


Semlla  y  Febrero  í.°  de  1642. 

;Leg.*  suelto,  aúm.  1.  M.  811.) 


¡nundaeion  ád  rio  Guadalquivir  y  cosas  siieedidat  en  Sevilla 
en  el  mes  de  Enero  de  i  Hi  años  [i). 

En  Sevilla,  en  todo  el  mes  de  Enero  hasta  26,  no  cesó 
de  llover  poco  6  macho,  y  ios  diez  dias  últimos,  desde  16 
en  adelante,  fué  cosa  mucha.  Comenzó  ef  rio  á  venir  cre- 
cido y  á  esplayarse  por  la  vega  de  Triana  y  Santiponce, 
de  suerte  que  esto  todo  era  un  mar  hasta  llegar  á  ia  cues- 


(1)  Escrita  esta  relación  de  letra  del  P.  Pereyra,  y  hallándose  entre  Iw 
noticias  locales  de  Sevilla,  que  segnn  ya  varias  veces  dejamos  advertido, 
K  »icnenlrán  ^^  principio  de  cada  tomo,  de  presnuiir  es  qne  la  redacción 
Ha  soya  y  no  da  otro  alguno. 


3vGoO(^lc 


2*6 

ta  de  Camas,  y  la  alameda  llena  de  agua,  y  todos  los 
husillos  Cerrados.  La  causa  de  ser  tan  grande  ésta  avenida 
ha  sido  el  mucho  aire  de  la  mar,  tan  fuerle,  que  no  dejaba 
correr  el  agua  á  la  mar,  y  ha  habido  machas  plegarias  y 
rogativas.  Comenzó  al  8  á  sentirse  la  falta  de  pan  porqae 
regalones  de  Sevilla  se  fneron  á-  !a  Crai  del  Campo,  y  allí 
compraban  el  pan  álos  panaderos,  revendiéndolo  despnes 
en  Sevilla  con  tres  cuertos  mas  la  hogaza,  y  á  tres  reales 
la  carne,  que  tos  carniceros  no  podían  vender.  Los  días 
antecedentes  la  vendian,  siendo  gorda,'  de  puetco,  á  mo- 
gicones.  Salía  la  gente  por  toda  esa  calzada  de  la  Cruz  á 
esperar  el  pan,  y  hubo  falta  por  la  ocasión  dicha.  Nuestro 
pan  de  San  Juan  fué  necesario  que  viniese  un  hermano 
sobre  la  carga  porque  no  so  lo  quitasen.  El  rio  se  esplayó 
toda  Tablada,  Tabladilla  y  el  campo  de  San  Diego,  esto  es 
hasta  20  de  Enero.  Todos  los  días  ha  sido  mayor  el  cre- 
ciente, respecto  del  continuo  llover  y  oo  dar  el  aire  lugar 
á  vaciar  el  agua  del  rio. 

El  tener  Sevilla  tan  cerca  de  si  á  Tagarete  por  una 
parte,  y  á  Asitaña  y  á  Guadaira  por  otra,  como  estos  ve- 
nían tan  crecidos  y  el  rio  les  sobrepujaba  y  no  los  dejaba 
desaguar  en  él,  todo  era  extenderse  mas  y  esplayarsé;  por 
cualquiera  parte  que  se  miraba  todo  era  agua  y  mas  agua. 

Los  barcos  de  la  puente  se  los  trajo,  cinco  á  San  Telmo 
fuera  de  la  madre  del  rio,  cuatro  á  Sao  Diego,-  y  otros 
junto  *á  la  puerta  de  Xerez.  La  causa  de  esto  fué  la  mocha 
corriente  que  dio  con  ellos  en  «eco,  de  suerte  que  costará 
mucho  el  traerlos  á  su  lugar.  Hasta  23  de  este  Enero  fué 
lo  furioso  del  rio,  creciendo  cada  día  y  atemorizando  mas 
á  Sevilla,  temerosa  no  le  sucediese  otra  como  la  del  año 
de  la  avenida  grande  que  por  este  tiempo  y  dias  sucedió 
16  años  há:  yó  lo  vi.' 

El  P.  Prepósito  de  la  casaprofesa  de  Sevilla,  el  Padre 
Francisco  de  .Alemán,  envió  á  la  Vitoria-  de  Triaua  un 


3vGooglc 


quiatal  de  bacallao ,  doa  arrobas  de  vino,  una  de  aoúte,  y 
una  feínega  dq  pao  amasado. 

Este  colegio  de  San  Hermen^ldo  envió  al  dicho  con- 
vento en  21  de  Enero  dos  quintales  de  bacallao,  cuatro 
arrobas  de  vino,  dos  de  aceite,  y  habiéudoseies  de  dar  50 
hogazas,  nobubo  sino  H  que  darles.  Envió  el  corrector 
de  aquel  convenio  un  billete  al  P.  Rector,  Cristóbal  de  la 
Cueva,  con  muchos  agradecimientos.  El  dia  sigtiiente  el 
dicho  P.  Rector  de  este  col^io  fué  á  repartir  á  la  Alame- 
da y  sus  calles  inundadas  en  un  barco  80  hogazas  y  dos 
quintales  de  ba(^ilao  frito. 

El  dia  sámente  fué  el  dicho  P.  Rector  á  Triana  con 
dos  hermanos,  y  6n  un  barco  llevaron  200  hogazas  de 
pan  y  1 0  arrobas  de  bacallao  frito;  salían  lüguaas  mujeres 
con  el  agua  á  los  pechos  á  recibir  la  limosna. 

Este  día  envió  el  dicho  P.  Rector  al  mayordomo  de 
e^  colegio  ea  nombre  de  él  un  papel  á  la  Cartuja ,  con- 
vidando á  aquel  convento  á  que  se  viniese  á  este  colegio, 
que  se  les  acudiría  con  singular  gusto.  Recibieron  el  men- 
saje coa  grande  alaría,  y  el  vicario  (que  no  estaba  el 
prior  en  Sevilla]  i-espondió  en  billete  del  tenor  sigaiente: 

«  Mi  P.  Rector,  Cristóbal  de  la  Cueva: 

»Ha  estimado  en  tanto  esta  comunidad  y  yo  el  favor 
y  merced  que  V.  P.  y  su  santo  colegio  nos  hace  en  acor- 
dvsey  compadecerse  de  nosotros  en  esta  aflicción,  que 
no  lo  puedo  decir,  y  ha  sido  en  ocaaon  qae  mi  P.  Prior 
está  ausente,  que  es  tristeza  sotn'e  tristeza,  y  aunque  auw 
damos  coa  cuidado,  con  todo  estamos  temerosos.  Eeta 
merced  y  caridad  tendremos  todos  en  la-  memoria,  esti- 
mándola como  es  razón,  y  de  nuevo  ofrecemos  todos  ésUt 
casa  al  servicio  deV.  P.,  cuya  persona  guarde  Nuestro  Se- 
ñor. De  esta  Cartuja,  boy  miércoles  22  de  Enero  de  Í6i2. 
=Mny  humilde  hijo  de  V.  P.,  Fray  Juan  Bautista,  o 

Entre  otras  desgracias  qne  han  sucedido,  que  no  las 


3v.Goo(^lc 


9iS 
ftabemos  todas,  por  no  haberse  acabado  el  río  de  rect^er  á 
su  madre,  á  este  colegio  le  ha  cabido  mucha  parte.  Tenía 
en  la  isla  menor  del  rio  todas  sus  yeguas  y  potros,  y  me 
parece  que  todas  han  perecido.  Estimábanse  en  1 0,000 
ducados.  Esperanzas  hay  de  que  se  habtán  escapado  algu- 
nas ,  y  con  el  hierro  se  conocerán.  ¡  Buen  golpe  y  de  gran 
lástima,  sea  Dios  bendito!  En  la  heredad  nuestra  de  San 
fuan  se  llevó  rio  Guadaira  y  la  mucha  agoa  que  llovió 
gran  parte  de  la  cerca  de  dicha  heredad;  anegóse  la  casa 
media  vara  de  agua  y  las  atahonashasta  las  piedras.  Valió 
tener  graa  cantidad  de  harina;  amasó  el  hermano  con 
el  agua  á  las  rodillas ,  y  trajo  él  el  pan,  viniendo  sobre  la 
carga,  porque  no  se  la  quitasen,  como  intentaban;  después 
se  determinó  amasar  en  Madre  de  Dios,  por  estar  mas 
cerca,  y  de  allí  venia  el  pan. 

Es  de  advertir  que  no  tenía  otra  parte  Sevilla  por 
donde  le  entrase  socorro  que  por  la  puerta  de  la  Carne, 
porque  todo  lo  demás  estaba  lleno  de  agua  del  rio  que  se 
entró  por  la  cerca  de  San  Jerónimo.  Hasta  el  hospital  de  lá 
Sangre,  y  de  allí  hasta  la  pua-ta  de  la  Carne,  dando  vuel- 
ta, todo  lo  cogían  Guadalquivir  y  Tagarete ,  dejando  libre 
solamente  el  espacio  que  hay  desde  la  puerta  de  la  Carne 
hasta  la  de  Carmona,  porque  la  calzada  estaba  anegada  con 
Tagarete  hasta  San  Agustín  y  San  Benitp,  desde  la  puer^ 
ta  de  Carmona  hasta  la  de  Córdoba.  Solo  quedó  un  po- 
co de  espacio  entre  las  puertas  del  Sol  y  Córdoba  y  Ma- 
carena, pOT  la  parte  de  fuera  libre,  que  ya  con  Tagarete, 
ó  ya  del  agua  de  las  lagunas  que  tiene  cerca  de  sf  Sevi- 
lla, pegadas  á  losmuros,  todo  estaba  inundado.  Salían  por 
la  de  la  Carne  á  la  cuesta  del  Key  y  á  Santo  Domingo,  y 
de  allf  á  los  Caños  de  Carmona,  y  desde  alU  al  camino  de 
Alcalá,  de  donde  venia  el  pan  y  carne. 

Subió  el  agua  en. Triana  al  altar  de  la  Inqnisícíon,  y 
subieron  los  presos  á  las  torres  (hay  muchos);  á  otros  en- 


3vGoO(^lc 


249 
viaran  en  casas  de  naiaistros.  Hay  gran  temor  que  los  pa- 
peles del  secreto  se  hayan  perdido.  D.  Juan  Fideriqui,  in- 
quisidor que  vive  en  Sevilla ,  envió  á  convidar  á  los  dos 
inquisidores  qae  viven  en  Triana,  D.  Juan  Orliz,  D.  Agus- 
tiu  de  Villavicencio  y  al  fiscal.  No  viaieron  agradeciéndo- 
le macho  la  merced  y  favor;  soto  se  fué  á  ella  D.  Francis- 
co Velasco,  que,  aunque  vivía  en  Sevilla,  viviaá  la  isoca 
de  Caotarraaas,  que  estaba  anegada,  y  por  eso  se  fué  á 
casa  del  dicho  D.  Juan  Fideriqui. 

Desde  el  lunes  21  de  este  se  dice  la  letanía  en  la 
iglesia,  de  noche;  sácase  el  Santísimo  del  Sagrario.  Dejóse 
de  esta  manera  tres  dias;  después  se  mudó  á  mediodía  y 
se  toca  á  plegaría. 

En  la  catedral  y  demás  i^esias  se  ha  tocado  las  cam- 
panas á  plegarias  porque  Nuestro  Señor  se  apiadase  de 
esta  ciudad  por  lo  mucho  que  llovia,  que  no  ha  habido 
día  que  no  Hueva  poco  ó  mucho,  y  et  miércoles  22  de 
este  mes  de  Enero,  autes  de  mediodía,  hubo  una  fuerte 
tormenta  de  truenos,  aunque  duró  poco. 

Ha  v^ido  al  principio  el  pan,  la  hogaza  á  tres  reales; 
después  valió  á  dos ;  el  carnero  á  24  cuartos  y  la  libra  de 
puerco  á  20 ,  y  á  mas,  la  libra  de  carbón  á  seis  marave- 
dí, y  el  arroba  de  aceite  á  3i  rs. 

Los  conventos  inundados  en  Triana  son:  la  Cartuja, 
mas  que  ningún  otro,  por  tener  el  rio  tan  cercano.  No  sa- 
lieron de  él  los  religiosos;  valióles  la  valiente  cerca  que 
tienen.  Los  frailes  vitorios ,  sus  monjas  y  el  convento  de 
los  Remedios ,  de  carmelitas  descalzos.  Estos  estaban  de 
manera  que  solo  se  descubrían  las  coronillas  de  los  na- 
ranjos. Santa  Ana,  parroquia  principal  en  Sevilla;  San 
Diego  de  descalzos  franciscos;  San  Agustín,  descalzos;  San 
Agustín  por  la  Cuesta,  y  ios  Benitos. 

El  conde  de  Salvatierra,  asistente  de  Sevilla,  fué  mu- 
cha la  vigilancia  y  cuidado  que  puso,  quede  día  ni  de  uo- 


3vGoO(^lc 


che  no  cesaba  de  visitar  los  husillos,  y  día  hubo  que  cao- 
só  cuatro  caballos;  no  hay  que  espantar,  por  ser  grande 
la  ciudad  y  las  calles  ioniediatas  á  los  busilios  estar  llenas 
de  agua.  La  vigilancia  de  los  velnücuatros  fué  también  mu- 
cha; púsoles  el  Asistente  pena.de  2,000  ducados: si  oo  asU- 
tian,  con  que  han  acudido  valientemente.  En  ,1a  puerta.del 
Arena)  se  pusieron  cinco  tablones  por  de  fuera  y  cinco  por 
dentro  galafeteados ,  y  bu  medio  terraplenados,  ypor  den- 
tro sus  torqas-puntas;  estaban  como  muraHa. 

Mandó  el  P.  Rector  de  este  cplegjo  á  Iqs  porteros  de 
ambas  puertas  que  á  todos  cuantos  pobres  viniesen  se  les 
diese  pan,  sin  exceptuar  á  ningDoo,  valiendo  á  dos  reales 
la  hogaza. 

En  materia  de  husillos  no  ha  habido  desgracia  con- 
siderable; solo  el  cañón  de  la  casa  de  la  moneda  que  sale 
á  Tagarete  reventó  é  inundó  un  poco ,  añadiendo  mag 
i^a  á  la  plazuela  de  la  Universidad ,  que  desde  el  primer 
dia  no  tienen  estudio.  ¡Vosotros  hemos  tenido  siempre  las 
clases  abiertas  y  lección,  poca  ó  mucha;  y  estudiantes 
pocos  ó  muchos.  Entrósenos  el  agua  por  debajo  de  tierra 
eá  las  bóvedas  debajo  de  las  clases. 

Hoy  S6  de  Eaero  estará  casi  un  estado,  y  ni  inas  ni  me- 
nos ha  sucedido  en  mucüas  casas  de  Sevilla  que^  estando 
á  suso  del  rio  los  pozos ,  han  crecido  ellos  inundando  las 
calles.  Los  prácticos  en  materias  de  medidas  dicen  iiaber 
subido  el  agua  de  esta  avenida  siete  varas  en  alto  de  lo 
que  ordinariamente  trae  el  rio,  que  fué  gran  cosa- 
Ha  sido  tanta  el  agua  en  Triana,  que  se  Mq.  saíSdo 
muchas  casas  á  Castilleja  y  Gamas  y  otros  lugares.  Lo  mas 
que  subió  en  la  parte  de  Sevilla  en  la  puerta  del  AreBal 
fueron  dos  tablones,  poco  mas  ó  menos. 

El  jueves  23  de  este  comeólo  á  men^^iar  conocida-»- 
mente.  El  sábado  23  se  descubrió  tierra  y  todos  los  árbo- 
les, donde  no  se  veian  mas  que.  sus  coronillas. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


Con  ocasión  de  estar  el  alameda  tan  anegada,  y  ll^ar. 
d  agua  á  la  taza  de  la  pila  del  medio,  y  haber  falta  de 
agua  de  la  dicha  fiícate ,  buscaron  traza  (os  agiiadore»  ha- 
ciendo una  balsa,  poniendo  cántaros  vacíos  y  tirando  dé 
ella  por  una  sOga  unos  que  estaban  en  ta  dicha  tasa,  y  lle- 
oándolús  tiraban  los  dé  tierra  y  iraianel  agua,  y  Tendían 
allí  á  dos  cuartos  y  á  tres  cada  cántaro. 

El  número  de  ganado  mayor  y  menor  qne  pereció  en 
las  dos  islas  Mayor  y  Menor  del  rio,  se  considera  que  09 
mucho,  según  se  entiende;  en  descubriéndose  mas  la  tier- 
ra se  sabrá. 

Prevínose  con  tiempo  el  sacar  las  mercaderías  de  la 
Aduana  y  llevarlas  á  la  Lonja. 

La  santa  iglesia  de  Sevilla  ha  repartido  3,K00  ducados 
de  pan  en  Triana  y  San  Bernardo,  San  Roqoe  y  otras  par- 
tes, enviando  sus  prebendados  á  repartirlos. 

El  Audiencia  ha  cesado  ocho  días  de  las-  audiencias, 
declarando  que  por  estos  ocho  dias  no  corrían  los  plazos 
de  pleitos,  y  enviando  á  D.  Miguel  de  Luna,  oidor,  á  dar 
limosnas  á  Triana. 

Han  hecbo  lo -mismo  personas  particulares. 

Viendo  el  cabildo  de  la  santa  iglesia  de  Sevilla  que 
estaba  la  ciudad  en  tan  grande  necesidad,  trataron  dé  en- 
viar  limosnas  á-Tríaaa  y  otras  partes.  Saltó  un  prebenda- 
do diciendo:  «Por  cierto  es  muy  bueno  que  ae  esté  co- 
miendo el  arzobispo  la  renta  y  que  tenga  obligación  de 
dar  limosna  y  no  la  quiera  dar,  teniendo  él  la  obliga- 
ción.» Parecióles  bien  et  dicho ,  y  fuera  de  lo  que  deter- 
minaron de  dar  fuera,  acordaron  que  se  llevasen  limosna 
dentro  de  casa  del  Arzobispo,  y  as(  fué  que  ó  los  presos  y 
demás  gente  se  dio  por  parte  de*  <abiIdo.  ¡  Quiera  bios 
haya  sido  con  estocausaque  se  le  escfiba!  Su  mayor- 
domo viendo  esto  compró  algún  pan ,  y  repariió  á  los 
pobres. 


3vGoo(^lc 


232 

Haa  tenido  su  ganancia  ios  de  la  totre  y  ha  subido 
mucha  gente  á  ver  el  río,  y  cada  uno  á  cuatro  cuartos.  Hu- 
bo con  el  concurso  de  mujeres  y  hombrea  muchos  desór- 
denes. 

A  los  buques  también  les  ha  venido  su  ganancia  por  el  ■ 
mucho  iatwés  de  ir  á  varias  partea. 

El  domingo  26  de  este  comenzaron  á  abrir  algunos 
husillos  y  desaguarse  algunos  barríos. 

El  correo  ordinario  que  habia  de  venir  á  9f  por  las 
muchas  aguas  tardó  hasta  36  de  Enero.  . 

Subiendo  á  la  torre  el  racionero  Armijo  á  i  9  de  Ene- 
ro, á  83  lo  enterraron. 

Cuando  la  puente  se  desasió  de  las  amiirras  del  castillo 
de  Triaila,  dicen  que  todo  el  dicho  castillo  se  eBlremeció 
por  la  gran  violencia  que  hizo;  cada  barco  suele  estar  con 
tres  ó  cuatro  maromas. 

ün  preso  de  las  cárceles  baijas  de  |a  Inquisición  fué 
cosa  de  particular  providencia  el  que  no  se  ahogase,  por- 
que el  alcaide  con  el  agua  á  la  cinta  ó  á  los  pechos  lo  sacó 
de  ella. 

Mojáronse  en  la  Aduana  algunos  fardos  de  lienzos;  que 
yo  vi  enjugarse  en  los  corredores  y  azoteas  altas. 

Domingo  36  tuvimos  nueva  cierta  que  hablan  sacado 
del  rio  30  yeguas. 

Es  de  advertir  que  cuando  valia  la  hogaza  á  tres  reales 
y  á  dos,  estábamos  vendiendo  en  casa  el  trigo  á  16  rs.  la 
fanega.  Desde  el  domingq  36  comenzó  á  serenarse  ^  cielo 
y  el  rio  á  volver  á  su  madre,  aunque  todavía  alto,  y  el 
pan  valia  ya  á  siete  cuartos  yá  menos  la  hogaza;  luego 
martes  28  tomó  á  llover  bien. 

A  30  estaba  el  rio,  aunque  en  so  madre ,  todavía  aito^ 
y  totalmente  falsa  toda  )a  puente,  aun  lo  fijo  de  ella;  tra- 
bajaban los  peones  abriendo  camino  para  ir  echando  los 
barcos  de  la  puente  en  el  rio. 


3vGoo(^.lc 


Otras  cosas  añade  una '  i-elacíoa  impresa  que  está  de- 
hinte ;  allí  se  podrán  ver. 

Después  de  la  inundación,  en  el  sitio  que  hay  desde  la 
Cruz  de  Caravaca  á  la  Cruz  Verde,  en  la  feria ,  tí  que  en 
vaVias  partes  saliao  debajo  de  tierra  muchas  fuentes  de 
agua  clara  que  manaba  debajo  de  la  tierra,  y  de  todas  jan- 
tas  se  hacia  un  razonable  arroyo. 

Puso  la  ciudad  algunas  barcas  que  pasaron  á  toda  la 
gente  y  cabalgaduras ,  é  costa  de  la  misma,  por  seis  días. 
Duró  el  aderezarse  la  puente  hasta  1 2  de  Marzo,  que  se 
acabó  la  media  de  un  lado,  y  se  prosigue  la  otra'  mitad. 

Coa  achaque  de  habérseles  caído  parte  de  la  iglesia  á 
las  monjas  victorias  de  Tríana,  determinaron  mejorarse  de 
iglesia,  y  para  esto  una  noche  rompieron  la  pared  de  su 
casa  y  se  pasaron  á  la  capilla  de  la  Encarnación,  que  está 
en  su  misma  calle,  y  se  comunica  por  las  cuestas,  y 
echaron  fuera  de  ella  al  santero,  y  de  dos  casas  que  esta- 
ban en  medio  de  la  una  iglesia  y  de  la  otra  echaron  fuera 
á  la  gente,  y  á  la  mañana  con  gran  cantidad  de  oficiales 
lenian  acomodada  la  iglesia,  portería,  torno  y  coro,  etc. 
Dieron  aviso  dé  esto  al  Provisor,  que  les  mandó  salir  pena 
de  descomunión;  no  obedecieron,  antes  invocaron  el  auxi- 
lio de  ia  fuerza  en  el  Audiencia,  y  en  ella  declararon  no 
hacia  faerza  el  Provisor.  Estuviéronse  quedas,  no  que- 
riendo obedecer  ni  á  la  segunda  y  tercei  a  descomunión  y 
anatema;  antes  ese  dia  desoabrieron  al  Santísimo  en  su 
nueva  .capilla,  y  hicieron  fiesta. 

Avisaron  de  lodo  los  cofrades  y  clérigos  de  Santa 
Ana,  cuya  capilla  es  anexa  al  Provisor,  el  cual  fué  con  ofi- 
ciales y  notarios,  dándoles  las  instrucciones  que  habiaa  de 
guardar.  Entró  dentro  el  Provisor,  y  cuando  lo  vieron 
dentro  fueron  grandes  las  voces  qoe  dieron  y  las  extre- 
iQuriAsque  hicieron,  echándose  por  el  suelo,  dando  gritos 
y  alaridos,  que  parecía  que  las  daban  de  bofetadas.  De  to- 


;vCooglc 


3üi 
dohiao  .iomar  féy  (eslimoDÍo  el  dicho  Provisor,  y  viendo 
que  no  obedeoiao  á  sos  mandatos,  hizo  que  con  la  mayor 
modestia  y  decencia  del  mundo  las  ciñiesen  en  brazos  y 
las  fuesen  entrando  en  su  casa,  dejando  guardas  para  que 
no  se  volviesen  á  salir  otra  vez.  Ésto  hecho  y  todas  re- 
cogidas, mandó  cerrar  todas  las  puertas  que  ellas  habiao 
abierto,  y  entregó  la  capilla  á  sus  dueños  y  las  casas,  y 
mandó  llamar  á  los  clérigos  de  Sania  A»a,  y  llevó  el  San- 
tísimo á  la  parroquia,  dejando.guardas  aquella  noche  para 
que  no  saliesen  seguuda  vez.  Esto  es  lo  que  pasó:  algunas 
circunstaacias  otras  pasarian  que  no  llegaron  á  mi  noticia, 
y  así  no,  se  pusieron  en  esta  relacioni=^P.'  Rafael  Pereyra. 


Madrid  y  Febrero  1 1  de  1 642. 


Pas  Christi,  &c.  Lo  que  hay  de  nuevo  es  que  «1  de 
Agullar  dio  una  grande  rota  at  enemigo  en  Cataluña,  casi 
sin  pérdida  de  algunos  nuestros,  pocos.  Ha  sido  victoria 
¡asigna.  Es  cierto  que  se  entró  socorro  en  Perpiñan. 

A  Cerdeña  Jlegaron  unos  cuatro  navios  de  holandeses 
que  iban  cargados  de  varias  cosas  á  Francia,  loscaales  no 
podiendo  resistirá  un  fuerte  temporal,  dieron  en  manos 
de  los  nuestros,  que  los  recibieron  con  mucho  gusto,  pren- 
diendo al  principal  de  ellos  y  dando  libertad  á  los  demás, 
para  que  se  vayan  con  el  diablo,  ligeros,  y  sin  tantos  na- 
vios y  carga  como  traian. 

En  Palacio  dicen  se  han  templado  las  quejas  y  senti- 
mientos ,  que  con  ocasión  de  los  levantamientos  pasados 
ha  habido  contra  la  Compañía,  por  haber  sabido  que  nues- 
tro Padre  gcueral,  habia  de  señalar,  ó  señalaba  á  un  quem- 
dam,  que  no  sabemos ,  para  que  castigue  á  los  nuestros 


3vGoo(^lc 


que  ea  dichos  levaotamienlos  baa  délinqaído;  á  los  no 
profesos,  despidiéndolos  de  la  Compañía,  y  á  los  profesos 
privándolos  '  de  activa  y  pasiva  voz,  &c.=D¡ego  de  Sala* 
zar.x-Al  P.  Rafael  Pereyra ,  de  la  Compañía  de¡  Jesús ,  en 
Sevilla. 


Madrid  y  Forero  H  de  4642. 

(Ton.  90.  fól.  1»-S.') 

Señor:  Ahora  vengo  de  ver  al  cardenal  Borja,  y  me  ha 
dicho  que  anoche  se  vio  muy  apretadamente  con  el  duque 
de  Arcos,  para  que  se  prevenga  con  toda  btevedad  para 
ir  &  Valencia,  porque  es  destruir  al  duque  de  Gandía  e) 
tenerle  mas  tiempo  allí,  por  ser  natural ,  y  porque  no  le 
está  bien  administrar  justicia,  porque  es  forzoso  venir  á 
ser  odioso. 

Ya  han  salido  los  repartimientos  para  las  personas  que 
han  de  tomar  juros,  y  de  la  primer  gerarqufa  son  75,  que 
á  estos  les  han  repartido  1 0,000  ducados  en  plata  doble 
que  hacen  750,000  ducados.  Entre  ellos  há  sido  elegido 
también  e!  buen  Jnan  Valero  Diaz,' porque  como  estuvo 
tan  apretado ,  hizo  testamento  y  decfaró  en  éf  que  tenia  en 
depósito  30,000  ducados.  Hay  seganda  gerarqufa  de  á 
ocho,  y  otras  de  á  seis,  de  cnatro,  tres  y  uno,  y  á  cada 
gerarqufa  de  estas  se  les  ha  nombrado  un  presidente  con 
tres  oidores,  para  que  estos  conozcan  y  resuelvan  y  eje- 
cnten  sin  dependencia  de  nadie  lo  que  conviniere ,  y  á 
cada  uno  de  los  que  han  repartido  lestienen  ya  averigua- 
da  la  hacienda,  los  depósitos  y  cuanto  tienen,  de  modo  que 
no  se  puedan  resistir,  y  lo  peor  es  que  han  hecho  ya  con- 
signación á  los  hombres  de  negocios  de  este  dinero. 

Mi  señora  la  condesa  de  Olivares  llevó  á  Loeches.aL 


3vGoo(^lc 


Sf.  D.  Enrique  de  Guzman  para  que  vea  aquella  obra  y  la 
cobre  amor,  como  dueño  que  ba  de  ser  de  ella ,  y  así  me 
diceu  que  se  lo  ha  encargado  mucho,  y  cierto  que  en  todo 
le  hace  obras  de  madre- 
Jueves,  á  las  Ires  de  la  tarde,  llegó  uu  correo  de  Hedí- 
naceli,  y  uu  criado  suyo  le  entregó  un  pli^o  al  Goade 
diciéudole  que  era  de  Rosellon.  Antes  de  abrirlo  le  pre- 
guntó: "  ¿  tenemos  hijo  ó  hija?»  él  respondió  que  no  lo  sa- 
bia, que  el  Duque  le  mandaba  lo  diese  al  punto  en  su  ma- 
no. Abrióle  y  el  gobernador  de  Rosas  le  avisaba  en  una 
carta  como  Torrecusa  (1)  había  socorrido  á  Perpiñan  y 
entrado  todo  el  bastiiueato,  desalojado  al  enemigo  de  Ar- 
gelisa  (Argeles),  rompido  las  fortificaciones,  desbaratado 
su  caballería  y  vueltas  Jas  grupas ,  se  hablan  retirado  ha- 
cia Francia,  habiendo  muerto  mas  de  100,  y  entre  ellos 
dos  coroneles,  huyendo  la  gente  del  somaten  de  Cataluña 
y  la  que  habla  venido  con  ta  bandera  de  Santa  Eulalia,  y 
que  Torrecusa  iba  á  tomar  á  Ganet,  y  para  acabar  de 
echar  á  los  franceses  de  los  condados  solo  le  quedaba  á 
Elna ,  en  donde  se  habian  íbrtifícado.  Luego  envió  esta 
carta  cqu  D.  Fernando  de  Contreras  ó  S.  M.  para  que  la 
leyese.  Dice  el  gobernador  que  Torrecusa  no  irá  hasla  ha- 
ber echado  al  enemigo  de  los  condados.  Esta  es  la  verdad 
y  Qo  hay  otra  cosa  en  esto  de  .que  avisar. 

Al  valido  le  ha  caído  muy  en  gracia  .las  alharacas  que 
han  hecho  los  de  Barcelona  en  haber  hecho  grandes  lumi- 
narias y  cantado  el  Te  Deum  por  haber,  según  dicw,  des- 
baratado el  de  la  Mota  al  de  Hinojosa,  siendo  al  contrario, 
y  habiendo  quedado  muertos  mas  de  400  franceses  en  el 
campo,  como  dije  en  la  pasada,  mientras  que  de  tos  nues- 
tros, como  se  ha  sabido  en  el  segundo  aviso,  no  son  muelos 


(I)    En  la  copia  Toreb«sar,  pero  es  error  evidente.  Véase  lo  que  ya  » 
apantó  á  pág.  é27. 


3vGoo(^lc 


amÓñil.  Coo  estas  toentíras  loa  franceses  entretienen  á 


Ya  besó  el  Sr.  D.'Luis  Ponce  la  mano  á  S.  M.,'  quien 
le  dijo  se  holgaba  de  que  hubiese  veaido  en  tan  buena 
ocasión,  porque  su  persona  le  era  de  mucho  servicio. 
A  la  Coruña  han  llegado  3,000  valones,  y  se  aguardan 
1,000  aletiaáoes'qne  envia  el  Emperador,  que  se  han  le- 
vantado píH*  cuenta  de  S.  M. 

Murió  en  Villareal  doña  María  de  Villaroel  de  dolor 
de  G(»tado;  hasta  aqof  no  se  sabe  á  quién  nombró'  por 
beredero;  solo  qné  testó  mas  de  30,000  ducados ,  y  que  el 
téstamelo  se  lo  enviaron  á  nuestra  señora  (1)  á  Huesca. 

He  tenido  carta  de  S.  E.  de  5  de  este,  de  como  llegó 
á  Huesca,  y  la  ciudad  la  salió  á  recibir  un  gran  pedazo 
fuera  de  los  muros ;  previniéronle  toros,  y  mi  señora  con- 
sintió qne  los  corriesen,  conque  asistiesen  á  ellos  sus  cria- 
dos. Trajéroüle  un  gran  presente  de  azúcar,  cera,  jamones 
y  dulces.  Todos  procuran  asistirla ,  de  lo  que  está  S.  E: 
muy  gastosa;  pero  medice  ai  fin  déla  caria  .que  quedaba 
con  una  poca  calentura  y  dolor  de  costado.  El  Sr.  D.  Pe- 
dro se  partió  de  allí  á  Fraga  con  el  de  Tabara,  y  el  señor 
D.  Vioente  queda  asistiendo  á  S.  E. 

S.  M.  ha  escrito  al  de  Tabara  dándole  las  gracias  de  lo 
bien  que  se  ha  portado  con  el  Sr.  D.  Pedro ;  juntándose 
entrambos  á  todo  lo  que  ha  sido  de  su  mayor  servicio,  y 
el  Sr.  D.  Pedro  dica  en  carta  del  3,  que  el  ejército  estaba 
falto  de  dinero  y  de  otras  cosas  de  que  necesitaba  el  re- 
medio pronto ;  y  de  la  frontera  me  escribe  un  amigo  como 
el  conde  de  Plasencia  salió  con  600  caballos  la  vuelta  de 
Alcaraz,  que  está  dos  leguas  de  Lérida,  y  pidió  á  los  de  la 
villa  con  un  trompeta  si  querian  dejarle  entrar,  y  ellos  le 

[1]  L&  duquesa  de  Cardona,  aegna  se  colige  de  lo  qoe  mas  adalaote 
diri.  .•■■-■ 

Tomo  xti.  17  '  ' 


;vCoOglc 


H8 

respondieron  qae  sf ,  y  él  se  entrd  oon  solos  cuatro  cama- 
radas,  y  le  dieron  de  comer,  y  hubo  grandes  briridlB  á  la 
salud  del  Rey.  Y  teniendo  noticia  el  conde  de  qae  bábian 
salido  de  Lérida  algnnas  compañía^  de  caballos  para  en- 
contrarle, se  salió  de  la  villa  con  mocha  bizarría  á  juntar- 
secón  los  suyos,  y  queriéndole  tirar  los  soldados.  fraDC&- 
sesque  estaban  de  posta  (1)  no  lo  coasintieron  los  catala- 
nes, ni  los  que  vinieron  de  Lérida  te  quisieron  efltbértir,  y 
así  se  retiró  á  Fraga. 

La  jornada  de  S.  M.  para  Aragón  díoen  qoeaerá  ceiv 
tfsitDf  para  Marzo;  hasta  ahora  ao  veo  disposicioa  a^aaa. 
Por  las  machas  aguas  y  falta  de  víveres  se  hubo  d&retirar 
el  de  Hinojosa  á  los  lugares  dd  Campo  de  Tarragona,  y 
creyendo  qae  el  enemigo  se  había  retirado  á  Yalls  salió  á 
peconocer  cierto  puesto  con  poca  gente ,  y  de  improviso  le 
embistió  el  enemigo  con  mas  do  1,000  cabaHos,  y  si  dos 
compañías  de  las  Ordenes*,  dd  tercio  ddOoade-Duque,-  no 
ledetavieran  en  un  "pasó  estrecho,  sin  duda  le  hubiera 
sucedido  uoa  desgracia  al  de  Hinojosa.  Muri^'OQ  «o  este 
encuentro  1 0  de  los  nuestros  y  satieroa  1  ^  heridos,  y  de 
kM  franceses  y  catalanes  quedaron  muertos.  30. 

Ha  venido  un  catalán  de  Barcelona  qoe  se  llama  Tor- 
rae  (2),  el  cual  dice  que  há  un  mes  qae  salió  de  allí;  pero 
C[ue  entonces  hahia  muerto  Acacio  (3);  que  la  ver^iad  es 
que  tuvo  un  disgusto  cdn  los  franceses,  porque  le  dija<on 
desacapara  la  casa  de  V.  E.  (4),  que  la  hahian  nndloester 


(1)    Lo  mismo  qoAo  apostadlos  «A  paMlM  «n  peakñon. 
.   (2)    Lswpia,  hecha  por  algon  esladiaate  ó  novicio,  «lá  tan  sumaiainta 
plagada  de  errores ,  que  ea  de, sospechar  esté  viciado  esle  nombre  y  lea 
demás. 

(3}    En  la  copia,  "babia  muerto  Acassio.» 

[41  De  V.'  dice  la  copia,  qne  podría  interpretarse  Tüia  y  también 
I'.  E. ,  como  está  Impreso.  Esta  úllima  lección  nos  parece  mas  acertadi, 
poeslo  qne  la  carta  va  dirigida  al  dnqne  de  Cardona.  „    ' 


3vGoi>^ílc 


85» 

para  sa  virey,  y  él  dijo  qoe  no  saldría  de  elta  si  no  se  lo  . 
mandaban  los  diputados  y  conselleres,  y  sobre  todo  esto 
hubo  grande  ruido;  pero  los  diputados  le  enviaron  á  decir 
que  se   estuviese  qaedo;  mucho  roe  holgaré   que  esto 
sea  así. 

TainbieB  dice  que  el  dia  qne  mi.  señora  salió  de  Bar- 
celona fué  Mr.  de  Ai^ensoD  á  la  junta  del  general  y  pro^ 
puso  que  no  era  acertado  el  dejar  ir  é  la  duquesa  de  Car- 
i&adi  á  Castilla;  que  venia  á  aer  en  perjuicio  de  la  pro- 
vinciB  y  de  sa  rey»  y  que  la  habinn  de  poner  en  la  ra- 
ya y  á  sos  hijos  mandar  entrar  en  Cataluña ;  porque  a<if 
por  el  interés  que  en  ella  tenian  como  por  hallarse  ofen- 
didos del  trato  qae  lea  batían  hec^o,  hablan  de  procurar 
hacwles  mucho  daño,  y  así  que  convenía  enviar  luego  dos 
compañías  de  caballos  para  que  la  detuviesen.  A  esto  se 
levantó  un  D.  Pedro  Agramonte  ( Agramunt]  y  dijo  que  el 
Principado  y  ta  Ciudad  lo  tenian  así  capitulado ,  y  que 
por  ningún  caso  habian  de  faltar  á  lo  tratado,  ni  se  había 
de  decir  por  ningún  tiempo  que  hablan  faltado  á  su  pala- 
bra. Fueron  muchos  de  su  parecer,  con  qae  Argenson  se 
hubo  de  aquietar.  Qoe  algunos  de  los  embajadores  que  fue- 
ron de  aquí  (1  ]  han  procedido  muy  bien  y  otros  han  anda- 
do desalumbradísimos;  que  decían  algunos  de  los  mas  gra- 
nados de  Barcelona,  qne  si  Rosellwi  se  socorría  eran  per- 
didos,' y '  que  la  mayor  parte  están  mal  con  los  franc^sea,  y 
que  estando  en  una  junta  dijo  Ai^enson:  «  Moaiurea,  ai  las 
rnaacoeas  que  os  propoi^;a  me  las  contradecís,  adver- 
tid qne  no  pasará  por  ^o  el  virey  que  viene,  porque  es 
hombre  de  mucha  resolución;  •  y  que  «no  de  ellos  dijo: 
■  Otro  virey  nos  Vendrá  que  la  tiene  tanta  como  el  que 
viene,  y  pasará  por  todo  lo  que  nosotros  hiciéremos,*  y 


(1)   Es  decir,  Io<  que  m  hallabui  pnos  en  la  cérle  j  faeron  eutgM- 
doi  por  la  daqneta  viuda  de  Caidcaa. 


3vGoo^^lc 


360 

que  esto  locdebraroo  inuchO{  y  que  los 'que  mas  procu- 
raroQ  loa  trueques  de  mí  señora  y  sos  hijos  con  los  eiuba- 
jadores,  se  muestran  abora  estar  arrepentidos,  por  ver 
que  han  tomado  las  armas  contra  ellos. 

Un  capitán  de  micaletes,  que  se  llama  Pomareda,  se 
entró  en  el  castillo  de  Ascon,  .que  está  ea  la  orilla  del 
Ebro,  seis  leguas  de  Torlosa,  y  se  levantó  coa  él,  y  em- 
pezó á  apellidar  i  viva  el  Rey  de  España'! 

Ya  el  de  Ur^a  [1]  ha  dado  cuenta  del  casamiento  dé 
su  bijo  el  de  Peñafíel  con  mi  señora  la  duquesa  de  Uce- 
da.  Ayer  ge  consagró  el  obispo  de  Panamá,  fraile  tri- 
nitario. 

No  se  me  ofrece  otra  cosa  de  que  dar  cuienCa  á  ymd. 
que  guarde  Dios  muchos  años  (2).  Madrid  y  Febr^o  1 1  de 
1642  años. 


[1)  Decia  Baena;  pero  se  ha  corregido  confoime  eeti,  porque  ut  se 
verifica  en  otra  carta  qae  viene  mas  adelanle. 

(S)  En  nna  nota  del'P.  Pereyra,  que  ihs  baila  á  líA.  818  de  este  legajo 
«oello,  8«  léelo  siguiente: 

«Sevilla.— Febrero  10  de  16i2. — Estándose  labrando  en  tacata  de  U 
moneda  de  esta  ciadad,  6  resellando  el  vellón  segoviano,  y  poniéndole  el 
precio  de  12  mrs.  lo  qne  era  i  mrs. ,  y  estando  trabajando  en  ello  (anlos 
oSciales  como  en  la  moneda  antecedente,  se  divDigA  en  Sevilla  qoe  la  mo- 
neda se  bajaba  otra  vez,  con  que  tos  lhi^ueBsubienHL&Id01>oi!lH,  de 
saerle  que  cansó  el  no  qnerer  vender  nadie  sino  may  poco ,  y  qoiiás  fué 
esta  lama  ecbada  por  los  que  tenían  plata,  pan  coii  eso  hacer  crecer  el 
v^or  del  trñeqne.» 

Ma^  adeUqle;  al  161, 819,  se  bdlan  loi  piDUites  versea  qne  imprfaii-' 
moB  ¿  .continuación,  sin  indicar  quién  ,f>ieee  sn  anior,  ni  á  quién  se  en- 
viaron; 

Un  Santo  Padre  alacio  á  mojicones,   .        » 
En  caya  creación  votan  lacayos. 
De  cuyas  ceremonias  los  ensayos 
Causan  espanto  ¿  todas  las  naciones. 
Sin  religión  trescientas  religiones : 
Tres  agujas ,  asoBiteo  de  los  payos, 
Caalto  caballos  qne  los  partan  r^(A,' ' 


3vGoO(^lc 


361 
Madrid,  y  Febrero  M  dei  6tó.     ' 

(Leg/ luetto,  Dún.  4.  fól.  su.) 

Por  correo  despachado  á  S.  H.  se  ha  sabido  que  ba- 
lúendoisaUdo  de  Tarragona,  elmarquésde  Hioojosa  á  di- 
vertir al  eaemigo.,  para  que  do  aoadiese  á  la  parte  de 
Lérida,  y  obrasen  mas  desembarazadamente  las  tropas  qae 
gobieraa  D.  Franásco  ToraUo,:eD  Fraga,  le  acometió  Mo- 
síurde  la  Hotacon  800  caballos  y  3,500  infantes  france- 
ses en  Villaloi^  donde  estaba  alojado,  y  en  otrolugarejo 


Porqae  no  loe  adaren  boj'arroDes; 
Un  coliseo  medy)   derribado ; 
Duques  de  anillo,  condes  palatínos: 
Cortes&nOs  oomldoa  de  carcoma; 
Tres  calles  solas  pir^  el  dewn&do; 
Tontos  y  tontas  todoasns  vecinos, 
Esta  es  en  suitta  la  trinnlaote  Roma. 


Jontó  Naturmlcsaides  vccíaos, 
Jaan  Aiaean  y  Sanctia  U  Fregona; 
El  coa  la  enfermedad  de  la  Pelona, 
Ella  con  revés  por  los  hocicos. 
Tuvieron  nn  mesan  en  Zuapieos,  ' 
Sirvieron  macho  tiempo  en  Escabna. 
Con  un  loco  casa  su  bija  Antena, 
La  cual  parid  dos  frailes  dominicos. 
El  ano  Gil,  el  otro  Bras  nombrados. 
.  EmlMzadw  sen  Jiijos  de^  la  noM, . 
Los  anales  en  creciendo  jantos  van 
Al  monasterio  donde  sDn  Uamados 
El  uno  Hernán  Suero  de  Mendoza , 
T  d  otro  (ray  Fadri([ué  de  Onnoan. 


3vGoo(^lc 


26i 
donde  tenia  cerca  de  3.000  infantes ,  200  de  ellos  natu- 
rales de  Tarragona  con  su  cónsul  y  un  jurado  en  cap ,  y 
otros  tantos  de  los  desmontados  de  las  Ordenes  y  1 ,000 
caballos.  Esperóle,  pelearon  y  venciólos  con  pérdida  de 
mas  de  500,  y  entre  ellos  mas  de  40  cabos,  y  Mosiur  de 
Sariñano  (Sarignan),  segunda  persona  en  aquel  ejército. 
De  los  Bueeiros  bobo  solo  39  moertos  y  50  heridosy  y  ha- 
imndo  el  marqués  reeuperadq'  al  castillo  da  Belmi^,  q«e 
es  fuecte  y  necesita  de  artillería  grvesa  para  ^n*rse,  dio 
la  vuelta  á  Tarragona,  donde  esperó  á  la'  pueria  de 
San  Francisco,  Ilovieado,  madgo  mas  de  tres  cuartos  de 
h(Hv  á  los  naturales,  con  quien  eDtixide  retaguardia,  \)t~ 
vaodo  S.  G.  y  D.  Alval'o  de  Quiñones  en  medio  al  oóqsoI. 

Las  inteligencias  del  marqués  en  el  Principado  son  las 
qu6  pudieran  desear  nuestros  votos,  y  báselas  sabido  gran- 
gear  con  tantas  ventajas,  que  le  llaman  el  Príncipe  de  la 
Paz  y  padre  de  la  nación  catalana,  pidiéndole  bulas  y 
orreciéndoselas  él,  advirtiénidoles' que  lea  aeran  válidas, 
pagando  la  limosna  ordinaria  de  los  dos  reales  que  suelen 
pagar  por  ellas,  y  asegurándoselo,  conque  despacba  para 
Barcelona  la  misma  cantidad  que  se  solia. 

Los  negociados  de  composición  con  el  Príacipado  tie- 
nen ya  mas  los  medios  que  los  principios;  uno  de  los  hijos 
de  la  duquesa  de  Cardona  se  avooó  eon  alanos  de  sus  di- 
putados. 

Salió  el  ejército  de  Aragón  en  campaña  con  D.  Fran- 
cisco Toralto;  lleva  dos  iaterpresas  aseguradas;  pasará  des- 
pués á  Balaguer,  darse  ba  la  mano  con  el  marqués  de  la  Hi- 
nojosa  y  darán  ambos  la  vuelta  á  Lérida,  en  cuya  recu- 
peración será  gobernadora  de  aquellas  armas  la  duquesa 
de  Cardona  por  sus  superíorea  prendas  y  servicios  gran- 
des que  ha  hecho  á  S.  IW.  después  del  levantamiento  de 
Cataluña,  por  ser  vasallas  de  su  casa  los  mas  pueblos  del 
con&a  de  aquella  provincia  «ou  Aragón ,  ooo  tan  singular 


3vGoo^^lc 


S63 

amor  á  S.  E.  que  siempre  la  han  venerado  dueño  y  esti- 
mado madre. 

Llegó  el  correo  de  jtosas  deispachado  dú  gobernador 
de  aquella  plaza;  peleó  él  marques  de  Torrecusa,  antes  de 
pasar  el  río,  á  los  SI  de.  Diciembre;  venció  y  esguazóle; 
rehfzose  el  enemigo  y  aguardóle  á  los  cuatro  de  Enero,  en 
baiflUaí  didaela,  gstnóla  Torrecioaa  y  eocorrió  á  Perpiaan  (1 ) 
y.Babas;  y  poroarlaa  suyas  <p]e  ha¡.  tenido  S.  M.  se  haisst- 
bido  ser  mas  de  2>ú00  k»  franceses  muertos  y  600  los 
tatalanes,  y  que  Cañete  (Gauet),  que  la  habia  8Ítiddoi,^ae- 
daba  párLamentaado. 

Los  coDtinaadoa  avisos  quie  se  lietten  de  Portugal  son 
muy  á  nuestros  deseos:  lo  mucho  que  padecen  constante-* 
loenté,  los  oomercios  impedidos  con  sus  necesidades;  lotA 
coatenios  de  Bérganza  aquellos  'rebeldes  y  j^r  satisfer 
cbos  dó  ■aa  gobierno;  oyéndose  muchas  nochea  vivas  «A 
Rey  nuestro  señor  Felipe  IV  de  B^aña. 

Oyese,  aunque  extrajudioialmente,  se  acerca  le  jcirnada 
óé  S.  U.  para  la  padfícacion  de  Catalu&a,  y  aquella  junta 
grande  que  hubo  habrá.  \&  diaa  de  diferentes  consegeroe^ 
faé'  para  b»  medios  de  flicilitarla.  Hallároni9e  «on  alguob 
oeeesidpd  de  t)lata  por  te  detencioQ  de  la  flota  y  galé(Mesi 
y  para  suplirla  se  escogió  que  los  ministros  y  hombíesEOl» 
coantioaos  de  esta  Corte  y  de  España  sitriesen  hasta,  can- 
tidad de  1.iOO,d0O  dneadosde  plata,  dándoseles  jurw'flB 
al  an-vicio  exlraordinarío  y  ordinario,  ^10  por  1O0  eáda 
año. 

Madrid  y  Febrero  11  de  1648.=D.  Juan  Idia^iltí 
Isassi,  maestro  del  Príncipe  nuestro  señor. 


(1)    Véase  la  p.  SSS. 


Dg,l,z..byG0O(^lc 


Granada  y  Febrero  fS  de  t6i2. 

( Leg."  suelto,  oúm.  I .  fál.  éii.) 

Fax  Ghristi,  &c.  Ayer  víao  á  casa  el  Sf.  arzobi^  deeta 
ciudad  D.  Martin  Carrillo,  y  fué  la  primera  retigion  qaeha 
visitado.  Entró  por  la  iglesia,  dijo  misa  en  el  altar  mayor, 
y  entrando  por  la  sacristía,  que  estaba  bien  &derazada,vió 
lo  mas  precioso  que  hay  en  ella.  Luego  fué  afl  corredoratto, 
y  todo  estaba  colgado  de  terciopelos  y  damascoS'  canne- 
sies,  y  encima  el  certameD  y  poesías,  con  muciía  variedad 
de  pinturas  y  geroglificos.  Llegó  al  aposento  rectoral  ,;qtte 
estaba  muy  bien  aderezado  y  colgado,  y  allí  toinó  un  poco 
de  chocolate  y  otros  dulces;  salió  de  allí  y  entró  en  la 
sala,  que  también  estaba  muy  bien  aderezada,  y.ricammte 
colgada,  y  el  P.  Andrés  Lucas,  maestro  de  escritura,  le 
hizo  una  muy  erudita  lección  de  escritura,  y  esta  acabada, 
se  le  hizo  un  torneo ,  y  con  esto  se  despidió  á  las  12  del 
dia,  y  filé  notablemente  agt-adeeido.  Por  remate  de  la  fie»- 
ta  se  le  presentó  un  libro  manoscñto  de  todas  las  poetes, 
ferrado  en  terciopelo. 

Envió  á  S.  1.  doce  cajas  de  conserva,  treiiíta  perdices, 
veinte  capones,  diez  y  ocho  jamones,  y  treinta  reales  de  á 
ocho  para  compras  de  premios  á  los  hermanos  estudiantes. 

Dios  áfc.  Granada  y  Febrero  15  de  1642.-=4uan  de 
Bilches.™AI  P.  Rafael  Pereyra  '■  de  la  compañía  de  Jesús, 
en  Sevilla. 


3vGoo(^lc 


ihdrid  y  Ftbrero  18  de  1641 

(L^.*rae1to.  oAm.  i,KI.  114.)^  ". 

Por  cartas  qae  Bé  han  tenido  de  la  loquísicion  de  Za- 
ragoza, citando  otras  de  Barcelona,  se  ha  sabido  que  di 
mariscal  de  Brezé  degolló  á  dos  conselleree,  y  un  jurado 
ea  cap,  porque  á  los  4  de  Enero  pasado,  cuando  segunda 
Tez  peleó  con  el  marqués  de  Torrecusa,  se  huyeron  con  Ici 
bandera  de  Santa  Olalla. 

Escribe  el  gobernador  de  Rosas  que  habiéndosele  ren- 
dido Cañete  ai  marqués  de  Torrecuéa,  pasó  á  le  expugna- 
ción de  EIna,  y  que  la  estaba  ya  batiendo. 

Sapo  el  Sr.  marqués  de  la  Hinojosa  la  muerte  dé  la* 
marquesa  su  mujer,  por  cartas  qne  tuVo  de  Valencia,  an- 
tes que  llegasen  las  de  S.  M.  que  enviaba  de  prevención  al 
arzobispo  de  Tarragona.  D.  Alvaro  de  Quiñones,  el  barón 
de  Sebag  y  otros  cabos  fueron  luego  qne  las  recibier&á  verle 
'  todos,  y  halláronle  con  tantos  extremos' de  sentifniénto, 
que  dijo  al  Arzobispo  ser  la  pérdida  que  había  hecho  la  ma- 
yor que  podia  en  lo  temporal,  y  que  no  podía  vivir  s^jnn 
la  sentia,  y  que  así  se  sirviese  confesarle.  Volvióse  á  los 
cabos  y  les  dijo  que  por  esto  no  le  ocultaran  nada  del  servi- 
cio de  S.  M.;  que  esta  era  sii  primera  obligación;  con  que 
enternecidos  todos ,  fué  menester  los  consolase  él  mismo. 

Háse  sabido  por  la  declaración  de  dos  mujeres  caste- 
llanas que  de  Lisboa,  con  pasaporte,  vinieron  á  Ayamonte, 
que  en  Portugal  temian  mucho  los  buenos  sucesos  de  las 
armas  de  S.  M.  en  Cataluña,  y  que  decían  serían  castella- 
nos si  pacificasen  aquella  provincia. 

Que  tres  veces  se  hizo  á  la  vela  ta  armada  que  tenían, 
que  dos  veces  volvió  derrotada  á  Lisboa;  que  salió  tercera» 


3vGoo(^lc 


y  que  entre  los  cabos  tuvo  tan  recios  temporales,  que  la 
capitana  se  fué  á  pique  y  el  general  y  los  que  iban  en 
ella,  yque  de  tas idema»' naos  oo bq  stbift  iiada. 

Avisan  por  Galicia  que  nombró  el  de  Berganza  por  du- 
que de  Camina  á  D;  Gastón  Goutioo,  gobernador  de  aque- 
llas fronteras;  que  la  necesidad  de  diaero  en  el  Reino  era 
extrema^  y  quetñaa  de  nuevo  ligarla  plata  (lae  les  habla 
quedwlo,:y  que  Ias.fuerzas:de  aqueJloB  conñnes estabaii ^ 
poder'd€i:fraoce8es,,tan.neceaita(U«,  que  algimos  aepas^- 
h(ta  ánue^ra  partei,£scr¡b8n  de  Badajoz  que  los  capilar 
Q&s  por^ueses  del  presidio  de  Yelves  convidaron  á  to^ 
de  naciones  que  había  entre  ellos ,  y  que  al  siguiente  dia 
amaneicieroa  todos  muertos. 

.1  Llegó  el  ordinario  de  Flandesi  avisan  haber  hallado  en 
Gras(Ayre)  no  piezas  y  muchas  municiones,  y  que  por 
decUiracipa  de  franceses  y  avisos  de  Papfs  han  sabido  que 
\e&  costó  elganalle  y  sustentalle  4.000,000  de  escudos, 
7.,Q00  naturales,  y  además  1,000  nobles  y  132  señores. 

.De  ^Alemania  vienen  grandes  felicidades.  Supo  el  du- 
qUe  FraQcisfio  Alberto  de  Sajonia  que  el  enemigo  enviaba 
á  StülRbs,  eala  Silesia,  3,000  infantes  y  2,000  caballosi 
cogicdeslas  avenidas;  la  caballería  degplItMa  toda,  de  la.in- 
(fwtería  4,000,  con  que  redujo  á  los  demás  al  servicio  de 
S.  M.  Cesárea  y  echó  de  la  provincia  los  suecos  qae  habia. 

.  Prc)siguen  los  írland^^^  y&  nnidos  ep  lo  que  empeza- 
ron;; nom^H-aron  por  pifíncipe  á  uno  descendiente  de  .los 
señores  de  la  Haltooia,  y  hicierpp  leyes  para  su  conserva- 
ción admirables.  Madrid  y  Febrero  1 8;de  1 6i2.<=' Don  Juan 
Idiaquez Isaast,  o^asstrodel  Principie iiq&^tro8epor.|.  ; 


3vGoo(^lc 


Lo  que  50  ofrece,  de  Portugal  es  qaeJa  soctlo  def  I:! 
deete  llevaban  loa  de-  Cailipoaiayor  algmio&i. ganados  dti 
Aiburqtiteirque.  Saltó  el  ^heroador  désta  oiudad.  -D;  ^6ui^ 
llenmo  dül  Snrgo,  i^ebsiate  on  aquellia  tierra  eomo  toae^ 
tiede  Campo  deella  y  gobernador  en  et  ÍDltoid  i  pt^rqüé 
m  fué  <í  Madrid  el  conde  dé  Ooa(e;  quitólea  k^preea.  pec^ 
d¿eadc>  8  ú  ÁQ  muertos. ;  presos,  y  i^t  'enemigo  nit^oBo. 
Sobre  quién  luhia  de  estsrde  giMiroicioa  eo  ^ünastUlo 
de  dicM  villa  hubo  inqui^ud  entro  vediuN  y  aoI4adoe> 
OieroD  aviso  á  D.  luán  dé  fiaray;  salió  de  Badajoz  con  SOiOi 
ctiballoi,  y  -coGp^iuola  diferennie,  y  votviéodtoé  p(»^  Obettt, 
lagbr  fuerte  y  pequwoir  mttíó-  seis  portuguesesqueestabab 
flwira,  X  habiao demudado  uuas  mujere»quee&taD  lavando 
mfpe.  i^ecOgieodo  dei  caiáiíu  ha^tacteabuéyée.  TacirQD<al 
arma  los  portugueses  y  juntáronse^os  de  Qunpoaiafor,  y 
salieroQ  eti  demanda  de  loa  nuestros,  y  no  ídceazándolos, 
pasaron  á  los  caUípús  de  TaIaveea,,;y.cio«.blgaaftpfesa^dc| 
ganado  se  iban  recogiendo.  Llegó  la  nueva  á  Badajos  á¡i% 
alas  ocho  de  la  noche;  tocaron  rebato;  la  caballería  salió 
toda  .y  Dw  Jh«bí  dé  Garay  e»  husra  del  «nemigo ;  .dieron 
con  ellos,  quitáronles  ia  presa  que  -era  eooaidei^able,  y  30 
y^uas ,  y  les  arcabucearon  siete ,  y  trujeron  cinco  pri- 
Bioneros. 

Dios  fltc.-*Eí  Licenciado  D.  Femando  del  Casto.' 

■  Wgo  brevemente  lo  de  por  acá.  Habrá  cuatro  dias  que 

los  portugueses  se  arrojaion  á  Barcarrota,  á  robar  el  resto 

de!  ganado  que  les  quedaba;  lleváronse  300'vacas,  100 

y^gaas  y  no  sé  cuantos  hatos  de  ov^s;  mataron  tres 


3vGooglc 


hombres  y  mal  hirieron  á  cinco ;  lleváronse  maniatadoe  á 
nueve,  y  á  estos  soltaron  en  libando  á  Olivenza  y  les  di- 
jeron que  dijesen  á  lo6  castellaoos  que  otro  dia  babian  de 
entrar  en  Castilla. 

Los  robos  y  salteos  de  los  nuestros  no  cesan;  por  horas 
nos  refieren  nuevos  casos,  y  acabada  de  escribir  la  pasada 
en  quereferíel  arrebato,  por  habernos  acometídoá  losmo- 
linos  de' ta  ribera,  remaneció  herida  la  ermitíkña  de  &in 
Román  extramuros  desta  villa;  á  cuya  ermita  acometieron 
aqu^la  madrugada  á  robarla  soldados  de  á  caballo,  y  ba-^ 
biéodose  hecho  abrir  por  buenas  palabras,  así  como  toma- 
ron la  luz  para  sacar  lo  que  habia ,  salió  el  santero  de  su 
aposenio  y  les  apagó  la  luz,  y  él  y  su  mujer  y  boa  hija  doñ- 
eóla muy  varonil  los  embistieron,  á  dos  que  fueron  los  que 
se  habían  desmontado  y  entrado  dentro,  los  echaron  de  la 
ermita  y  cerraron  la  puerta  aprisa  y  dieren  tantas  voces 
que  los  soldados  tuvieron  por  bien  de  irse,  quedando  lisia- 
das las  manos  de  la  ermitaña  de  a»r  á  tiento  hts  espadas. 
'  Lo  sucedido  en  Herida  es  bien  raro;  remito  á  vbxI. 
copia  dd  capítulo  de  uoa  carta  del  mejor  autor 'de  los  que 
de  alK  escriben  este  caso. 

Dios  &c.  Zafra  y  Febrero  19  de  16iS.=<Bl  gobernador 
D.  Esteban  deHinojosa.— A  D.  Juan  de  Federigui,  inquisi- 
dor en  Sevilla. 

Reíaehn  del  disfraz  da  Metida  m  prinápio  dette  mes  de  Fe- 
brero.  Caso  feísimo  (i). 

Desnudóse  en  carnes  un  hombre  y  púsose  una  corona 
de  papel  á  la  cabeiia,  y  un  cetro-  ó  basloír  en  la  mano,  y  una 
cadena  como  Jason  al  cuello,  y  su  espada  en  un  tahalí  y  dos 


¡1)    Está  al  fúlio  893  del  legajo  suelto  núm.  1,  eotre  los  apuntes  del  P.  Pe- 
reyra,  y  es  evidentemente  el  miainó  i.  qaa  se  alude  en  la  carta  anterior. 


z.cbyCOi)l^lC 


pagefi  con  hachas  encendidas  delante  y  ^o(ro8  dos  dettras 
para  mejor  ser  visto.  A  las  diez  de  la  noche  saltó  acompa- 
ñado de  otros  pocos  con  gran  .copia  de. chirimías  tocando 
delante  por  las  calles  pnacipales,  ylosqueoian  el  ruido  sa- 
lían á  sus  ventanas ,  entendiendo  que  era  el  Santísimo  Sa* 
cramento  para  adorarle;  y  como  la  figura  veía  lae  mvgeres 
á  las  ventanas,  ■volvíase  á  ellas,  y  así  ^  como  los  acompa- 
ñantes les  decían  mucliae  desvergüenzas;  y  llegando  á  la 
pnerta  déla  señora  Vireína,  como  su  Alteza  es  tan  devota, 
y  sos  damas,  salieron,  con  su  celo  cristiano  con  mucha  prisa 
Á  las  ventanas  á  hacer  la  divina  adoracioa,  y  en  viéndolas 
fueron  sin  cuento  las  desvergüenzas  de  palabras  y  hechos 
que  hicieron  con  ademanesy  meneos. 

Dícese  que  el  desvergonzado  era  un  cochero,  y  que  de 
repente  cayó  .malo,  y  estaba  muy  al  cabo,  y  que  de  los  pa- 
ges  algunos  eran  de  su  Alteza  (1 )  y  que  los  tieneencerra- 
dos  ea  un  aposento,  sin  darles  mas  que  pan  y  agua,  y  que 
están  presos  los  chirimías,  y  que  fué  uno  un  hijo  de  Ter- 
rasas,  comisario  de  la  caballería,  y  algunos  criados  de  un 
caballero  que  eetá  allí  en  las  pruebas  de  un  hábito;  y  los 
murmuradjores  no  perdonan  á  su  merced,  diciendo  que  do 
v^DÍa  lejos ,  y  que  Su  Alteza  está  muy  corrida,  y  ha  dado 
cuenta  á  S.  M. 


Madrid  y  Febrera  %S  de  ^U2. 

(Leg*  suelto,  ndm.  1,  (6\.  SU.) 

Escriben  de  Badajoz  que  algunos  eclesiásticos  de  Al- 
burquerqoe,  confín  de  Portugal,  quisieron  entregar  aquella 


(1)    D.  Juan  de  Avstna  qne  t>or  esle  tiempo  estaba  en.Mérída.  Tenia  k 
'a  sazón  11  años  no  cnni[^dOH,  siendo  n&ofdo  el  7  de  Abril  de  1629. 


3vGoO(^lc 


villa  á  loB  portugnésesí  sobre  que  Sucedió  ün  tan  ^ráode 
alboroto  que  hubo  de  ir  á  apaciguaríe  O.  luaa  de  Garay, 
que  previao  todo  lo  necesario  y  puso  en  un  castillo  ro- 
quero á  !á  misma  rayn  iO  castellanos,  y  trujo  á  los  cléri- 
gos presos. 

Pasftn  cada  dia  á  nuestro  ejército  los  extranjeros  que 
sirven  en  Portugal ;  4  8  vinieron  en  un  dia  de  los  del  pre- 
sidio de  Yelves,  que  asegnraron  te  muerte  de  sus  capita- 
nes, y  !o  mal  contentos  qiie  loa  ddmas  se  hallaban. 

•Habiendo  entrado  eti  Cataluña ,  según  ya  se  ?vis<S ,  el 
^ército  de  Aragón,  dejando  en  un  costado  á  Lérida,  pasó 
tres  leguas  mas  adelante ,  y  seguh  los  avisos  todos  es  para 
juntarse  con  el  marqués  de  ü  Hinojosa. 

'  Oyese  repetidamente  que  pasa  á  Valencia  á  gobernar 
aquel  reino  el  duque  dé  AiroS  (í),  caballero  de  cuyas" 
prendas  son  grandes  nuestras  esperanzas. 

Las  prevención^  para  socorrer  á  Rosellon  (2)  son  po- 
sibles soloá  la  grandeza  del'Rey  N.  S:  Gn  Cádiz,  el  Puerto 
deSanta  María  y  Sanlúcar  hay  prevenidas  8,000  fanegas 
detr^oy  cebada,  que  irán  convoyadas  de  lá  esciladrade 
Galicia,  que  son  ocho  naos  al  gobierno  del  alóiii'ante  Fraii- 
cisco  Feyjo,  séig  de  Dpnkerken  y  otras  dos  mas;  Seguirlas 
han  treinta  que  á  toda  diligencia  están  aprestándose  íil 
gobierno  de  Ciudad-Real,  cuyo  almirante  será  ,  en  Ínterin 
que  llega  D.  Pedro  Arellano,  Sancho  de  Urdanivia  (3),  ge- 
neral de  la  flota  de  Nueva  España,'  caballero  guipuzcoano , 
como  también  lo  es  el  duque  (i),  quien  por  este  año  estará 


|1)    Véase  la  carU  detll. 

[i)    La  copia  dice  RayselloB. 

JS]    Padiera  también  leerse  Uráankta,  pero  no  esU  claro. 

( i)  Es  decir  el  de  Cliudad-Real  d  Civita  Reale,  en  el  reino  de  Ñapóles, 
arriba  nombrada,  cayo  apellido  era  Idiaqoez.  El  primero  de  la  tanulii 
qQe  oblnvo  dicho  tflulo  fué  D.  Atoiue,  bije  da  D.  Jnait  ldi«mai,  minU- 
tro  dé  Felipe  U.  Véase  á  Cabrera,  Rekíeio^ts,  p.:  SÍ7. 


3vGoo(^lc 


^871 
en  lóg'  Mediterráneos  coil  Vi  bajeles  y  l«3^leraa,'eatas:al 
gobierno  de  bus  generales,  aquellos  al  de  otros  tantos  tm* 
pitánes. 

Al  ápTeslb'  degta  ^rniEÍda  s^^irá  Ipego  el  de  otr-a  paca 
los  Océanos,  ál  gobiefno  del  almirante  general  D.  Prao^- 
CISCO  Mexia,  ni*  sabiénd&feébBsl»  sfgora  el  número  de  ba- 
jeles dé'que  hit  de  conslar.-  ■  ■■''  ■.-■-■-'_. 

El  diiqne  de  Maqaedaseestáéüla  Górte  de  espacia  hei< 
hiendo  tomado  casa;  dicese  le  hacen  merced,  pero  no  cuál 
sea.  También  avisan  de  Portugal  haber  los  holandeses  ga- 
nadoá  Malaga  {Malacca),  quemado 4  Saalómé  y  apoderá- 
dose  en  la  tierra  firme  de  Angola,  cuya  fortaleza  San  Pablo 
de  Loanda  estaba  en  póderde  loe  Padres  de  la  Compañía.* 
Es  sensible  esta  pérdida  por  la  mucha  saca  que  habia  de 
negros  en  esta  ciudad,  de  que  .□ecesHan  pneoisamente 
nuestras  Indias,  y  cuya  recuperación  h«brj  de  seguít-  á  la^dt 
Portugal. 

Madrid  yFri)rero%3  de  iei^-iteD.Jtiaaldiaqtr^  Isas^ 
íái  i&aestro  del  Príndpe  nuestro  señor. 


MoHn  de  los  etíudiantet  artistas  del  colegio  de  Córdob(iy,¡a 
que  pasó  en  Febrero  de  1643  (4)-    ; 

Riñó  un  estudiante,  bijo  de  JD.  Martin  de  los  Ríos,  con 
otro  forastero,  ambos  estudiantes'  dd  segundo  aSo  de  ArMfi 
en  el  cdegio  de  Córdoba.  Fué  el  caso  tas  escandaJoWiqti^ 
hecha  consulta  se  tomó  determinación  dedesp^dirial.foraer 
tero,  y  así  se  le  notificó  se  tuviese  por  despedido.  Los  ettu-< 
dientes  insistieron  en  que  no  lo  habían  de  despedir,  ó  qua 


(l]  Inmediatamente  despoea  de  la  carta  anterior^  ál  |ól.  8Si  de  este 
mi^ma  legajo,  SB  halla  la  ánterMr  relision  que  parece  sacada  dé  tügana 
eartade  C^doba, aunque  sin  flnur.  i        ...ij 


3vGoO(^lc 


272 
por  lo  menos  'cursase  baata  qae  avisando  á  su  tierra,  vÍDÍe- 
aen  por  él';  qo  se  les  coDcedió  por  juzgar  no  cooveaia.  Con 
esto  se  amotinaron  y  faeroa  á  San  Pablo,  convento  de  do- 
minicos, y  dijeron  querían  aoudir  á  estudiar  .y  oír  ^  sos 
nuestros;  los  frailes  los  admitieron  con'  condición  que  bi- 
oiesen  juramento  de  no  volver  á  la  Compaña;  ellos  lo  ju- 
raron y  se  quedaron,  El  maestro  quedó  con  los  colegiales 
de  la  Asunción  y  San  Pelayo,  que  serian  unos  doc«. 


Madrid  y  Febrero  ^n  de  \UÍ.    . 

'      '      .  (Toro,  so,  f6l,  41Í0 

Pax  Christi,  &c.  Por  carta  de  Zaragoza  de  1 S  de  Fe- 
iiirero  dé  este  año  dicen  lo  siguiente: 

Aqu(  se  ha  dicho  que  Mortara  está  prisionero;  otros 
diceá  qne  maerto.  Espernan,  el  francés,  qoedó  muy  mal 
herido,  que  estaba  en  unas  triacberas  con  el  tercio  de 
Bearue.  Del  socorro  de  Perpiñan  hay  varias  leccioues; 
lo  cierto  es  que  hay  mucha  gente  muerta  de  una  y  otra 
parte. 

De  lo  que  sí  tenemos  avisos  seguros  es  de  que  el  rey 
de  Francia  viene  á  Tolosa  para  dar  calor  á  lo  del  Rose- 
llon,  y  que  traegraii  esfuerzo;  soló  Paris  dieenqüele  ha 
dade  pagados  4,000  infantes.  Los  catalanes  le  envian  uua 
embajada,  quejándose  d^  que  no  les  cuiiiplé  16  que  habia 
prometido ,  y  él  dice  tuvo  gran  disgasto  de  ^Ibs.  También 
se  dice  que  ha  de  hacer,  retirada  su  ejército  por  dos  par- 
tes, por  Roselltm  y  por  la  Vatl  de  Aran.  £1  arzobispo  de 
Burdeos  es  cierto  que  vuelve  otra  vez  con  su  armada,  que 
la  está  ya  previniendo. 

Don  Pedro  de  Aragón  ha  entrado  con  nuestra  gente 
pe»  aquí,  por  Fraga,  y  ha  pasado  el  S^re,  -tomando  á  Es- 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


273 

carpe,  na  convento  de  bernardos,  que  lo  desampararon, 
y  habíanse  metido  en  él  los  franceses  y  catalanes,  y  lo 
habían  fortificado;  HxCea  que  se  ba  de  juntar  este  ejército 
coo  el  de  Tarragona^  ¡Él  Señor  lo  encamine  y  nos  dé 
victoria ! 

Los  catalanes  están  boy  peor  que  nunca,  porque  con 
temor  de  que  algunos  de  ellos  no  biciesen  tratos  con  la 
duquesa  cíe  Cardona  y  sus  bijos,  han  prohibido  el  trato  y 
comercio  coo  Aragón ,  y  así  no  vienen  ya  los  arrieros  que 
venian  cada  semana  de  Barcelona. 

En  ott'a  carta  de  Badajoz  del  1 Í  de  este  dicbo  mes  de 
Febrero,  se  dicelo  siguiente: 

Que  en  Villaviciosa  los  magistrados  convidaron  á  un 
espléndido  convite  al  maestre  de  Campo  del  tercio  de  los 
holandeses,  que  asiste  en  Portugal  (1),  con  otros  siete  li  ocho 
de  los  cabos  y  capitanes  del  ejército  holandés,  y  que 
aunque  fué  regaladísimo  y  muy  costoso,  que  á  todos  ellos 
les  costó  la  vida  ,  porque  dentro  de  una  bora  todos  mu- 
rieron. Ofendidos  de  esto  los  que  quedaban,  tuvieron  una 
refriega  con  los  portugueses;  pero  en  ella  murieron  hasta 
50  mas  dé  los  holandeses.  Escriben  mas :  qué  estando  una 
armada  aprestada  en  Lisboa,  ya  verga  en  alto ,  pat^a  salir 
á  socorrer  las  'Terceras,  levantóse  una  tempestad  tan  fu- 
rioHa,  que  en  el  niismo  puerto  se  perdiií  el  almiránta  con 
cinco  ó  seis  navios,  sin  poderlos  socorrer.  Iba  por  general 
un  D.  Fulano  de  Mendoza,  y  por  compañero  suyo  un  hijo 
del  virey  dé  la  India,  los  cuales  viendo  él  peligro  de  su 
nao  se  echaron  en  un  esquife  para  salvarse  con  30,000  es- 
cudos. Todos  perecieron  sin  escapar  mas  que  dos  marine- 
roa  (2).  Madrid  y  Febrero  21  de  1 642. 


(1)  Véase  la  caria  del  18,  pág.  S6fi. 

(2)  A  centinuacÍDu  de  esla  ctrla  se  encuentran  unos  apantes  del  Padre 
RaTael,  del  tenor  sigoioate:  •TomóS.  H.  toda  Ift  plata  <]iie  riño  en  la  oa- 

Toao  ivi.  *» 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Marzo  9  de  \H% 

(Tom.  90  ful.  3T6.) 

Ayer  jueves  tuvimos  cartas  del  marqués  de  Torrecu- 
•sa,  que  es  el  general  que  Tué  á  iutroducir  e|  socorro  eu  los 
condados  de  Rosellon,  ea  que  avisa  le  iatrodujo,  aunque 
con  mucha  di&cultad,  porque  había  tenido  mucha  contra- 
dicion;  pero  que  al  cabo  de  seis  reencuentros,  y  una  ba- 
talla campal,  en  que  había  muerto  2,000  franceses  y 
preso  1,000  lo  ejecutó,  con  que  por  seis  meses  está  socor- 
rido aquel  partido.  Ha  tomado  dos  lugares,  y  se  espera 
se  dará  la  mano  por  tierra  con  el  ejército  que  está  á  car- 
go del  marqués  de  la  Hinojosa. 

Este  avisa  como  habiendo  llegado  con.  su  ejército  á 
uti  lugar,  se  le  hizo  fuerte,  resistiéndose  pertinazmente, 
lio  queriéndose  dar  con  condiciones  algunas  á  la  obedien- 
cia de  S.  M.  Mandó  el  marqués  le  aplicasen  un  petardo, 
abrió  brecha,  y  entró  nuestra  gente ,  que  después  de  haber 
saqueado  cuanto  ea  él  había  le  puso  fuego ,  no  de- 
lando piedra  sobre  piedra.  Con  este  ejemplo  escarmenta- 
ron dos  ó  tres  lugares  mas ,  y  se  rindieron  luego.  A  estos 
hizo  muchas  honras  el  marqués  de  Hinojosa  ,  que  así  de 
nuestros  soldados  como  de  los  catalanes  es  muy  querido 
por  su  afabilidad  y  cortesía,  y  por  este  medio  se  espera 
ha  de  hacer  mucho. 


pitaña  de  Nueva  EspaQa,  y  ha  eslado  desde  Noviembre  en  la  Contrición 
laqae  se  sacó,  qoe  serán  890,000  4ucados,  y  paga  el  precia  envetlon  cod 
premio  de  96  por  lOO,  valiendo  en  el  mismo  tiempo  á  125  por  lUO.  Ed  es- 
te mes  de  Febrero  11^  6  valer  el  traeqae  deU  plata  130  por  lOO  depre 
mió,  de  maner»  que  lOO  reales  de  ^ata  valían  S7d  de  vellofl.» 


3vGoo^^lc 


Hoy  ha  venido  cOrreo  en  que  se  avisa  que  el  ejército 
que  estaba  en  la  parte  de  Lérida  se  había  dado  ya  la  ma- 
no con  el  de  Tarragona,  y  que  ha  vuelto  ya  Torrecusa  de 
los  condados  adonde  fué  á  llevar  socorro.  E^ta  es  grande 
nueva;  Dios  lleve  adelante  estos  buenos  sucesos,  que  bien 
SOD  menester,  &c.  Madrid  y  Marzo  2  de  1 642. 

Marzo  (Íe16i2> 

[Leg."  suelto,  núm.  1,  ful.  84B,) 

Cosas  paflicularee  notadas  en  los  japones,  opuestas  lokíimatté 
á  ías  de  España.  refeHdas  por  él  P.  Diego  de  B(Aadiüa, 
proturador  general  de  Ftíipinas  {^). 

Los  guantes  traen  los  españoles  en  las  'manos,  k»  ja- 
pones en  loe  pies.  Los  españoles  se  levantan  cuando  reci-- 
benáuDo;  ellos  se  están  sentados.  Los  españoles  quitad 
la  gorra  por  cortesía;  ellos  ias  chiiMlas.  Los  españoles  se 
visten  de  negro  en  luto;  y  elios  de  blaaoo.  Los  españoles 
eeorihen  comenzando  de  la  mano  i2qiüerda  á  la  derecha; 
ellos  escriben  al  revés  dos  veces,  coniíiebzaii  por  la  derev^ 
cha  y  hacen  Bt  renglón  hacia  abajo,  y  adaben  en  la  iz«- 
qaierda.  Loe  escritorios  y  arcas  de  |oS'  esphñotes  abren  de 
la  izqclerda  i  la  derecha ,  y  ellos  de  lá  derecha  á  la  ia-f 
qnierda.  Los  hombres  españoles  orinan  en  pié  y  las  mu-^ 
jeresde  cuotillas,  y  ^los  drinanen  cuclillas  y  las  inaje-> 
res  en  pié.  Los  españoles  tienen  por  caso  de  poca  corte- 
sía el  regoldar  en  los  convites;  ellos  tienen  pdr  descortés 
tíi  el  no  regoldar  en  ellos,  por  parecerles  son  notados  de 
miserables.  Los  españoles  traen  ¡a  espada  al  lado  derecho, 
yeitos  la  traen  delante  totalmente. 


(1)   Bailase  esla  relación  eD  el  logar  yu  mdicado  entre  las  cartas  d 
*flo 48,  ti  bien  laembajada  japonesa  llegó  A  Bspatta  en  tfi4«v 


3vGoo^^lc 


Madrid  y  Marzo  i  de  i  642. 
(L<<e.°  suelto,  Dúiii.  1,  K1.8SS  V.*] 

La  fuga  de  ios  catalanes  (en  lo  de  Perpiñan)  fué  tan  poco 
esperada,  que  se  ha  sospechado  hubo  trato  en  ella,  y  añade 
el  gobernador  de  Salsas,  que  los  franceses  llevan  tantos 
heridos,  que  no  hay  en  Francia  bastantes  literas  para  re- 
tirarlos. 

Dicen  qae  el  Holandés  entró  como  amigo  con  sus  ar- 
madas en  Goa  y  se  levantó  con  la  ciudad  y  la  dio  asalto,  y 
puso  presidio  por  Holanda,  y  que  fué  el  saco  muy  rico. 

Han  enviado  i  OO.OQO  ducados  para  Rosetlou  y  80,000 
fanecas  de  trigo  y  cebada,  y  trataban  de  proveer  todas 
las  plazas  de  los  condados,  recelándose  de  la  venida  del 
Francés  en  persona  esta  príoiaTera  con  30,000  hombres, 
y  que  se  >quiere  coronar'rey  en  Cataluña. 

El  Holandés,  dicen,  ha  tomado  á  Angola,  que  es- 
taba á  devoción  de  lx)s  portugueses,  los  cuales  les  dijeron 
que  Cómo  haCiao  aquello  debajo  de  la  paz,  qne  tenian  coa 
su  rey  asentada.  Respondieron  que  pondrían  guarnición 
por  entonces,  y  después  se  averiguaría  de  quién  era. 

Cierta  há:SÍdo  la  nueva  que  los  navios  de  Dunqúerque 
cedieron  un  navio  que  venia  de  Holanda ,  con  nueve  fa- 
milias dejadlos,  asegurados  por  et  deBerganza;  traían 
sus  haciendas  que  dicen  era  medio  millón. 

LEi  voa  que  corrió,  de  que  está  ajustado  lo  de  Cataluña 
[díjolo  el  Nuncio  á  la  duquesa  de  Lerma},  se  orígínóde 
haberse  impreso  ciertas  capitulaciones  acfei'ca  de  las  con- 
veniencias que  S.  M.  hace  á  los  catalanes,  que  son  gran- 
des, y  entre  ellas  el  perdonarles  los  quintos;  cubrir  los 
conselleres;  ofrecer  una  copia  de  dinerp  para  que  las  co- 


3vGoo^^lc 


389  de  la  provincia  voelvan  ea  el  estado  que  eslebao  acH  , 

tes;  guardarles  sus  faeros  y  révalidarlea  Iob  que  les  han 
qDebrado.  Estas  capitulaciones  se  imprimieron  en  catalán. 
Creo  que  son  para  enviarlas  y  repartirlas ,  7  que  vengan  á 
noticia  de  todoa,  y  el  Nuncio  se  encaí^  de  enviar  aU 
gunas. 

Lo"  que  capituló  el  de  Monacho  con  ^  rey  de  Francia, 
antes  de  eptregarle  la  piara,  es  lo  siguiente:  S.  M.  Crístia* 
nfsima  le  admite  en  su  protección;  que  defenderá  la  plaza  y 
la  guardará,  y  también  sos  preeminencias  oón  el  juramento 
sayo  y  de  sus  herederos  y  sucesores,  que  le  hace  absoluto 
gobernador  con  la  jurisdicción  real  del  presidio ,  y  que  en 
ras  ausencias  podrá  nombrar  un  teniente,  para  que  sirva 
en  su  lugar.  Que  ha  de  sustentar  el  Rey  500  soldados  en 
ú  presidio,  divididos  en  cuatro  compañías,  como  lo  hacia 
el  rey  de  España,  y  estos  han  de  estar  bien  pagados,  y  que 
pueda  el  de  Monacho  nombrar  doceplazasdeentretenidosá 
su  disposición,  y  roas  1S  artilleros  cob  un  cabo,  y  todos 
los  oficiales,  médico,  barbero  y  capellán,  y  otros  séráe- 
jantes  á  estos.  Que  le  da  un  ducado  én  Francia ,  con  título 
de  duque,  con  gus  tierras,  lugares  y  jurisdicción.  Que  le 
hace  par  de  Franria,  y  además  de  esto  le  da  dos'  títulos 
dé  marqués  y  conde,  y  que  pueda  en  su -vida  dar  á  su  hi- 
jo ó  á  los  que  fneren  sus  sucesores  iino  de  e^os  tftuloí. 
Que  en  feudos  le  daráen  rentEi  hasta  35,000  duca'db»,  la 
mayor  parte  de  ellos  en  la  Provenza,  y  los  demás  en  . 
FraBciav  Que  le  dará  2B,00(>  ducados  por  una  vez  pagados 
en  Marsella,  por  una  ayuda  de  costas;  que  le  dará  et  hábito 
del  Espíritu  Santo  7  San  Miguel,  y  asimismo  á  su  primo- 
gáDÍto;y  que  también  dará  á  este  una  pensión  de  3,00í)du'r 
cados  por  su  vida,  y  ana  compañía  de  hombres  de  armas 
de  las  que  suelen  dar  á  los  príncipes,  qué  valen  4,000'du- 
cados  de  renta.  Que  remunerará  y  hará  merced  á  lodos 
los  vasallos  que  le  ayudasen  á  sacar  de  Monaco  á  loe  esf 


3vGoo(^lc 


%7B 
pañoles;  que  le  matiteBdrá  en  su  libertad  á  él  yiamm- 
ceííorea  y  celado ,  y  guardará  aua  privilegioa  y  exencio- 
oes  que  t^ia  aates  que  entregara  la  plaza  á  Espa&a.  Que 
tendrá  de  ordinario  ea  el  puerto  dos  ó  mas  galeras  á  su 
dlsposicioD ,  y  que  las  soalentará,  y  todo  lo  capitulado 
guardará  fiel  y  verdaderameote. 

.  E^  virey  de  Ñápeles  babiftado  eolendido  las  grandes 
levas  que  hacia  el  Papa,  riecelándúse  oo  fuese  para  inva- 
dir aquel  retno.  arrimó  á  las  fronteras  de  la  Romanía 
basta  *M00  infantes  y  4,00ft  caballos,  y  envió  por  cabo 
é  Carlos  de  la  Gata.  Lo  cual' eateadido' por  el  Papa,  le 
aseguró  al  vírey,  por  medio  de  su  tiBncio ,  que  la  gente  que 
levantaba  era  para  ¡reentra  el  duque'de  Partos,  y  así 
d  virey  retiró  la  gente  á  fe'usa. 

A  IG  de  este  bajó  órdeo  para  que  |a  guanU  mayor 
del  de  Ayamonte  deje  entrar  lin  médico  para  corar  al 
Baaiiquéa;  y  h^d  otra  orden  cerrada  para  la  misma  goarda 
Btayor,  y  al  pié  del  despacho  decía  no  se  abriese  basta 
el  1."  de  Abril. 

El  de  Medina  Sidonia  todavía  de  está  en  Algarrobilla, 
y  trata  de  que  le  den  lioenoia  para  pasar  Á  Zafra ,  logar 
desnsuegro. 

El  marqués  de  la  Puebla  escribe  de  Lisboa  como  el  de 
Qerganza  la  quiere  baratar  por  tñgo  oon  los  moros,  ha- 
biéndoles dado  á  entender  que  sacaran  de  él  gran  rescate. ' 

Avisóse  el  correo  pasado  haber  entrado  el  ejército  de 
Ats^oa  eaCataluüa.  Declarérmse  por  de  S.  M.  cuatro  ú 
einco  lug^r^  graneles  de  los  vasallos  de  la  casa  de  Car- 
dona, y  se  le  juntó  el  señor  marqués  de  la  BÜDqjosa 
con  el'  de  su  cargo ,  y  luego  .ambos  obrarán  de  consuno  en 
las  ocasiones  de  esta  campaña.  Queda  gobernando  á  Fra- 
ga el  maestro,  de  Campo  Domingo  de  Eguia  con  cerca  de 
X<kW  infantes  y  alguna  caballería,  guarneciendo  los  puw- 
los  de  aquel^  frontera. 


3vGoo(^lc 


«9 

Llegó elgeotil liombre  dd  marqués  de  Torrecusa  cod 
cartas  suyas  de  2  del  pasado;  peleó  seis  veces  con  el  ene- 
migo y  venciólo  en  todas;  socorrió  á  Perpiñan  hasta  fines 
de  Mayo;  ganó  á  Santa  María  de  la  Rebua,  á  legua  y  mo^ 
día,  donde  condujo  grande  cantidad  de  víveres;  no  se  le 
rindió  Cañete  (Canet).  Según  los  avisos  que  se  tuvieron 
de  Rosas,  iba  á  pelear  la  sétima  vez,  y  esperaba  tener 
el  misuio  saceso  que  las  pasadas  porque  el  enemigo  aun 
con  los  socorros  que  le  ll^^on  de  Francia,  se  hallaba  con 
solos  1,500  infantes  y  800  caballos,  y  de  3,000  catalanes 
que  hahia  al  principio,  quedaban  sotos  500,  siendo  de  los 
que  faltan  muertos  los  mas.  Oyense  rumores  qu|e  ven- 
ció la  última  vez,  y  aunque  vienen  por  Aragón  á  Valeo- 
cia,  como  muchos  han  salido  inciertas  obligan  á  mayor 
recato. 

Llegó  el  ordiuario  de  Flandes;  hallábase  nuestro  ejéff-* 
cito  en  los  cuarteles  de  invierno.  Laniboy  con  6,000  ale- 
manes de  su  cargo  iba  á  teutu'los  en  los  países  de  Colonia, 
Juliers  y  Bergen.  Avisóle  Alfclt  se  detuviese  basta  que  se 
juntasen  para  echar  al  enemigo  de  los  alojamientos  que 
les  hablan  ocupado;  no  lo  quiso,  y  acometió  sobre  tarde 
coa  la  menos  de  su  gente;  que  fué  luego  rota;  juntóla  y 
asegundó  hierro  ¿  hierro;  venciéronle,  el  capitán  quedó 
preso,  si  Uea  la  pérdida  en  los  nuestrQs  fué  tan  poca,  que 
con  otro  cabo  se  juntaron  luego  5,000 ,  y  como  en  países 
de  amigos  se  hallaban  los  vencedores  como  vencidos  de 
los  nuestros. 

De  París  avisan  que  salió  su  rey  para  León  de  Francia, 
á  95  de  iBnero. 

De  Alemania  escriben  que  ya  estaba  casi  ajustado  el 
duque  de  Luneburg  con  S.  M.  Cesárea,  y  que  había  dado 
el  sí  de  que  pasara  su  hermano  á  Flandes,  de  donde  par- 
tió por  la  posta  D.  Miguel  de  Salamanca  para  que  permi- 
tiese  fuese   para  esta  campaña.  Madrid  y  Marzo  i  de 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


\6i'i.<^B.  JuaQ  de  Idiaqnez  Isassi ,  maestro  del  Príncipe 
Doestro  señor. 


Madrid  y  Marzo  5  de  16i2. 

(Tom.  90,  fdl.  >37.) 

Eotró  la  Cuaresma^  tomando  posesíoa  de  mi  salad  con 
una  muy  buena  jaqueca,  la  cual  me  disculpará  en  la  plu- 
ma ajena ,  que  el  gusto  de  escribir  por  mí  6  por  otro  no 
se  le  tengo  de  rendir. 

Digo,  señor,  que  es  muy  mala  salsa  la  de  Pareja,  y 
que  en  Balcazar  estará  tocada,  suspiro  á  ducado  de  pla- 
ta (I).  Las  novedades  de  esta  estafeta  son  pocas,  y  las  que 
hay  caseras.  El  domingo  gordo  se  celebraron  las  capitula- 
ciones de  los  casamientos  de  la  duquesa  de  Uceda ,  hija 
de  la  duquesa  de  Lerma ,  con  el  marqués  de  Peña6el,  bijo 
mayor  del  duque  (2)  de  Urueña.  Gonourrieron  á  ella  dos 
cardenales:  Espinóla  y  Borja;  nuncio,  obispo  y  todo  el 
resto  de  grandes  y  títulos  de  la  corte  ,  con  tantas  galas 
que  parecía  se  hablan  vestido  en  el  Potosí ,  y  no  se  podia 
vadear  la  calle  (con  ser  una  plaza  bastante  ancha)  de  co- 
ches y  lacayos.  Lo  mas  nuevo  es  lo  que  era  ya  viejo ,  que 
las  faldetas  de  las  ropillas  son  del  tamaño  de  los  braones, 
y  uso  y  terciopelos  perecea  alhajas  de  las  que  le^ó  en  su 
testamento  Ñuño  Rasura. 


[1)    Todo  esle  primer  pánafo  se  halla  tachado  en  el  original. 

(2)'  Dehió  decir  Conde,  no  Duqne  de  ünsa  6  UrvtUa,  pues  este  feado. 
propio  de  tacasa  de  Qeiuia,  fué  siempre  condado.  Eate  marqués  de  PeDa- 
(¡el  se  llamaba  D.  Juan  leWf.i  Giran;  era  bijo  del  tercer  daqne  de  Osuna, 
D.  Pedro.  Casú  con  Doña  babeldoSandoval  y  Roxas  Padilla,  hija  de  don 
Chrístóbal  de  Sandoval,  dDqae  de  Uced».  Véase  [amblen  la  caria  del  11  de 
fOfren,  pAg.  260. 


3vGoo(^lc 


281 

El  Cármea  ya  es  Carmen,  si  hasta  aqaf  to  había  olvi- 
dado. Fué  el  caso  qae  iia  religioso  de  dicha  órdea  quería 
l»ea  á  una  doniiella  por  aaegurar  su  salud,  hija  de  gente 
honrada,  y  pasando  á  una  aldea  á  pedir  limosoa,  la  aacd 
de  en  casa  do  su  padre  y  la  llevó  consigo  para  que  no  le 
fútase  quien  le  llevase  la  alforja  para  la  limosna.  Su  pa- 
dre en  echándola  menps  dio  cuenta  al  alcalde  Quiño* 
ne6,  y  el  alcalde,  sabiendo  donde  Tenía  y  en  la  casa  don- 
de estaba,  le  puso  guardas,  y  él  se  hizo  lugar  para  salir 
matando  á  uno  de  un  pistoletazo,  y  coa  licwcía  del  temor 
se  fué  á  otra  provincia  sin  licencia  dei  general. 

No  bay  otra  cosa.  De  cuarenta  horas,  los  sermones, 
menos  el  de  Aguatin  de  Castro  y  otros  tresea  desiguatgra- 
do,  todos  loe  demás  caben  sus  conceptos  en  medio  casca- 
bel de  perro  de  monja. 

El  sábado,  después  de  haber  predicado,  escribiré  á 
V.  P.  lo  que  hubiere,  que  correo  se  espera,  y  si  mi  ser- 
món ba  pasado  mas  de  medía  cántara.  Las  acostumbradas 
encomiendas  de  todos  los  amigc»,  y  responderá  hasta  que 
me  despida;  que  Dios  guarde  á  V.  P.  como  deseo.  Madrid 
y  Mayo  3  dé  1 6iS.=-EI  liceooiado  Marcos  de  Rivei-a.>-At 
P.  Alonso  de  Amaya. 


Herida  y  Marzo  10  de  1642. 

[Leg.*  suelto,  oúm.  t,  fól.  gS9.) 

Sabrá  vmd.  que  las  Carnestolendas  se  celebraron  en 
Badajoz  con  regocijo  de  máscaras,  siendo  la  mas  ridicula 
la  del  domingo,  en  borricos,  y  porque  no  faese  todo  bur- 
lesco se  dispuso  otra  máscara  para  festejarla  á  las  puertas 
de  Yelves.  Saliendo  de  Badajoz  el  lunes  por  la  mañana 
coa  800  caballos,  llevando  de  respeto  1 ,300  infaotes  y  doe 


3vGoo(^lc 


piezas  pequeñas  de  artillerfa,  que  no  sirvieron  de  nada,  y 
aolo  COD  la  caballería  se  adelantó  D.  Juan  de  Garay  basta 
las  trincheras  dá  úl4imo  olivar,.  d^)ajo  del  artiUerfade 
Yelves,  de  donde  habiendo'  visto  nue&tro  atrevimiento 
echaron  Diera  300  mosqueteros  para  emboecarlos;  los  cua> 
les  &e  desGobRÍeiron.  por  nuestra  caballerta,  yendo  delante 
de  etIaD;  JiiaédieQaray,  el  duque  del  Infantado,  IX  Luis 
de.  Alaiottster,:  gobernador  general  dé  la  caballeráa,  el  vee- 
dor general,  piador  general  y  contador' del  ejército  y 
otras  muchaús  personas  particulares;  y  habiendo  trabado 
la  escaramu^  murieron  mas  de  300  de  la  emboscada  y 
entre  eUos  el  cotregidor  de  Yelves,  y  dos  capitanes  de  in- 
fantería, sin  que  de  nuestra  parte  muriesen  mas  de  dos 
soklados  y  dos  caballos,  y  aunque  cd  enemigo  hizo  demos- 
tración de  cuatro  ó  seis  tropas  de  caballos  y  alguna  infan- 
tería, pegado  alas  mnrallaB,nó  se  determinó  bajar  ni  llano 
donde  ae  Íes  esperó  buen  ralo,  coa  que  nos  retiramos  tra- 
yendo de  camino  basta  400  reses  y  fiOO  cabezas  de  gana- 
do lanar,  recoaociéadoles  muy  bien  las  fortificaciones  noe- 
Vais  y  vi^as,  y  viendo  que  no  es  ei  león  tan  bravo  como 
se  pintaba  y  pensaba.  El  sosto  que  se  les  dio  fuá  muy 
grande,  y  peusaron  sin  duda  que  les  íbamos  á  sitiar  á  Yel- 
ves, de  donde  nos  tiraron  muchas  balas  de  artillerfa,  que 
daban  muy  cerca  y  pasaban  por  alto.  ¡Gloria  á  Dios  no 
peligró  ninguno! 

En  desquite  de  este  acontecimiento  parece  que  el  dia 
que  se  contaron  6  de  este  mes  de  Marzo.dieron  sobre  Vi- 
llar del  Rey  iOO  caballos  del  enemigo,  y  sin  hacer  mas 
efecto  que  robar  los  ganados  de  los  prados,  se  retiraron  á 
mediodía.  Siipolo  D.  Juan  de  Garay  en  Badajoz,  y  resol- 
vióse á  satirles  al  encuentro  á  las  cinoo  de  la  tarde  con 
mas  de  330  caballos  y  personas  particulares,  y  llegaron  á 
Gampomayór  á  tiempo  que  estaban  encerrando  el  ganado, 
COA  cpie  se  voltio. 


3vGoo(^lc 


La  señora  ÍQfbnta  tiene  licencia  para  irse  &  OéaQa; 
aguarda  carruaje  con  que  saldrá  de  aquí  mediada  Goares- 
nra.  Dios,  ftcaLicenciadO  D.  Femáado  del  Casto. 


Madrid  y  Marao ii  de  16l2. 

fTottt.  fin,  «1.  aM-9.] 

Pax  Chrísti,  ¿íc.  Ya  V;  R.  tendrá  noticia  cumplida  de 
la  veaida  de  los  galeones,  cuando  esta  llegue,  f  de  cómo 
se  perdieran  dos  naWos  de=  guerra,  utfo  al  desembocar  de 
la  canal  de  Bahastaj  y  otro  junto  á  la  Bérmuda. 

Lo  que'bay  de  nuevo  que  avisar  á  V.-  R.  es  qué  el 
marqué^  de  Torrecnsa  rompió  sétima  vez  á  los  franceses 
y  catalanes,  con  grande  pérdida  de  los  enemigos ,  y  acabó 
de  meter  el  socorro  de  víveres  en  PerpiSan ,  y  su  gente 
necesita  de  dios  por  no  haber  llegado  unos  navios  de  Cádiz 
que  estaban  aprestados  para  este  efecto,  y  el  socorro  Aiera 
de  poca  importancia  si  sa  gente  se  comiera  con  lo  que  ellos 
(los  sitiados)  se  habían  de  remediar.  Trató  de  buscar  víveres 
en  tierra  de  los  enemigos,  y  sabiendo  qne  en  un  lugar  fuerte 
tenían  hec^  almacén  de  vituallas  y  municiones,  le  tiene  si- 
tiado, y  dice  le  batirá  y  dará  tantos  asaltos  que  en  breve  «e 
le  rendirán.  Halo  empezado  á  hacer  y  espera  mos  le  ha  de 
dar  iHieatro  Señor  tan  buen  saceso  en  esto,  como  en  los 
pasados. 

S.  M.,  atendieudo  á  lo  bien  que  ha  servido  y  sirve  e 
marqués  de  Torrecusa,  le  ha  hecho  grande.  Tres  diás  ha 
partió  el  correo  con  la  nueva;  bien  lo  merece,  y  otras  mu- 
chas mas  mercedes. 

Yendo  Jaanetin  con  la  capitana  de  Genova  á  un  puerto 
nuestro,  con  menos  recato  dd  qne  debiera,  siu  guarda  de 
gente,  se  levantaron  tos  forzados  y  le  llevaron  á  Barcelona, 


3vGoo(^lc 


doade  queda  preso.  Háse  sentido  mucho  esta  desgracia  y 
servirá  de  cautela  para  do  descuidarse  otros  cabos  eb  tales 
ocasiones.  Dlcese  ba  echado  el  Francés  voz  que  dará  liber-» 
tad  á  todos  los  forzados  que  se  amotinaren  y  procuraren 
vengan  nuestras  galeras  á  sus  manos;  por  nuestra  parte 
se  hará  qae  no  It^rea  este  deseo. 

Don  Diego  Altamirano,  fiscal  del  Consejo  Real,  murió 
tres  dias  ha  con  poca  hacienda,  mas  con  grande  reputa- 
ción de  letrado  y  santo.  Quedan  sus  hijos,  que  son  muchos, 
hien  necesitados,  y  hoy  es  mala  sazón. para  pedir ,  cuan- 
do S^H^  [ñdeá  todos. 

'  Dícese  está  ya  para  salir  un  tríbulo  bien  grande,  que 
es  cinco  por  ciento  de  todo  lo  que  se  alquilare  ó  arrenda- 
fe.  La  necesidad  presente  debe  de  obligar  á  cai^e  tan  pe- 
sada. Di<^  nos  dé  paz,  para  que  con  esto  cesen  tantas  mi- 
serias como  cada  dia  vemos. 

'  Ahora  llegó  correo  de  Cataluña ;  con  él  avisan  les  rin- 
dió el  marqués  de  Pobar  á  discreción  Coastáutina ,  en  á 
campo  do  Tarragona,  que  tiene  un  buen  castillo. 

Iten),  que  todos  los  franceses  y  catalanes  que  estaban  en 
Bos^Hon  se  habiau  retirado  y  sejban  á  juntar  con  Mr.  de 
la  Mota,  que  está  en  Lérida. 

Ibem,  que  por  horas  aguardaban  á  Torrecusa,  que  co- 
mo dejaha  ya  libre  todo  lo  de  Rosellon,  se  voWia  á  juntar 
con  los  nuestros  en  Tarragona.  Créese  se  dará  batalla  en 
Ufando t  porque  los  franceses  están  sentidos  de. lo  mal 
que  les  ha  ido  en  Rosetton ,  y  quieren  recuperar  lo  que  se 
ha  perdido  del  campo  de  Tarragona ,  y  es  fuerza  que  los 
nuestros  lo  defiendao. 

Avisan  también  que  los  franceses  están  mal  contentos 
en  Cataluiía,  porque  han  labrado  moneda  muy  bajado  ley 
y  que  no  correrá  en  Francia ,  que  fué  el  hecho  que  los  te- 
nia 000  gusto  por  el  interés  qde  de  allí  podiao  sacar  para 
su  tierra, 


3vGoo(^lc 


m 

CoD  esta  va  la  ¿opía  de  una  carta  que  eSci'ibió  É.  M.á 
D.  FraDcisco  Mexía. 

No  se  ofrece  otra  cosa  de  que  avisar  á  V.  R. ,  y  res* 
ppadiendo  al  no  haber  escrito ,  ya  tengo  dicho  ea  la  del 
correo  pasado  he  estado  casi  lo  mas  de  este  tiempo'  cob' 
calentaras  y  en  la  cama,  y  otra  parte  de  él  asistiendo  & 
uaós  enfermos  de  día  y  de  noche,  deque  creo  me  resultó 
mi  indisposición.  Adiós,  mi  padre,  que  guarde  á  V.  R.  De 
Madrid  y  Marzo  1 1  de  1 642.«SebastiaD  GonzaÍez.=AI  P. 
RaEael  Pereyra,  de  la  Compañía  do  Jesús,  ea  Sevilla.     . 


Carta  dd  Rey  para  D.  Franeitco  Mecoia. 

El  Rey:  D. 'Francisco  Mexía,  de  mi  Consejo  de  Gaerrtí, 
mi  almirante  general  de  mi  armada  del  mar  Océano.  Re<- 
oibíóse  vuestra  carta  de  30  de  Enero,  eú  que  respondieú- 
do  al  despacho  que  se  os  envió  en  el  apresto  de  la  prí-^ 
mera  y  segunda  armada ,  que  ha  de  navegar  este  aíSo  en 
Levante  y  Poniente,  representáis  la  resignación  coéqoe' 
tratáis  siempre  la  obediencia  de  mis  ór^denés,  y'cómo  pói' 
mi  servicio  cederéis  cualquiera  consideraciotí  que  paeda 
tocaros ,  suplicando  que  la  armada  que  vos  aprestáredes 
sea  la  qae  vos  habéis  de  gobernar;  y  dándome  cuenta  de 
haberos  encargado  el  duque  de  Ciudad-Reál  del  apresto 
de  los  30  navios,  he  visto  todo  lo  que  decís  holgando  de 
Mitenderlo,  y  he  querido  agradecéroslo  mucho ,  y  deciros 
que  los  hombres  que  nacieron  con  la  sangre  que  tenéis  ea 
vuestras  venas,  es  menester  qué  eñ  esta  ocasioil  se  entre- 
guen totalmente  y  sacrifiquen  á  mi  servicio  para  salvarme 
de  la  borrasca  grande  en  que  me  hallo,  como  vos  to  ha- 
réis, y  espero  lo  continuareis,  de  que  os  quedaré  infinita- 
mente agradecido. 

y  en  cnanto  al  punto  dellevaí'  vos  la  armada','  Que 


3vGooglc 


aparejáredes,  conozco  tenéis  razQu;  pero  aun  en  esto  mis- 
mo me  habéis  de  sacriñcar,  supuesto  qoe  algunos  pocos 
dias  antes  se  os  dirá  con  la  que  bubléredes  de  ir,  y  asi  en 
ambos  puntos  se  ha  de  proceder  con  muoho.  auidado  y 
átencionj  asistiendo  voso  lo  que  os  tocare  con  tal  aolici- 
tud  que  no  se  pierda  uo  instante,  y  que  86  trabaje  en  to- 
dos tos  bajeles  á  un  mismo  tiempo,  as(  ea  loa  que  queda- 
ten  para  la  segunda  armada ,  como  en  los  de  la  primera. 
£1  gobierno.de  la  gente  del  armada  y  U>da3  tas  demás 
dependencias  de  ella  bao  de  ser  siempre  á  vuestro  cargo, 
sin  que  la.s  órdenes  dadas  alteren  mas  que  el  duque  de 
Ciudad-Real  ha  de  cuidar  y  asistir  que  las  carenas 
de  los  30  bíú^tes  vayaa  como  convieae,  y  se  camine  en 
ello  con  toda  priesa,  y  solo  ha  de  librar  el  duque  las  pagas 
que  se  dieren  á  los  manaeros  que  hiciere  juntar,  park  su- 
plir los  que  taltao  á  la  primera  armada.  De  Madrid  á  1 2  de 
Febrero  de  1648.=Yo  el  Rey.»=Por  mandado  del  Rey 
nuestro  señor.— Pedro  Coloma.  >> 

Con  el  hermano  Jerónimo  de  la  Peaa  enviaré  á  V..  R. 
los  p^pdes  que  le  tengo  ofrecidos,  y  otros  dos  libros  nue- 
vos; uno  de  tortora  y  otro  del  P.  Ensebio,  cayo  título  ea: 
«  Casos  y  remadios  de  los  males  páblicois.»— Vaie. 


Zaragoza  y  Marzo  11.  de  1642. 

¡Ug.'  EMallo,  túm.  i.  fCt.  a»i.) 

Aqu(  han  llegado  hasta  18  reli^osos  de  .v.arias  órde- 
nes, aragoneses  y  navarros,  que  los  han  echado  de  Catalu- 
ña, porque  se  hizo  bando  pena  de  la  vida  saliesen  den- 
tro de  tantos  dias  los  religiosos  extranjeros.  Oeo  han  ex- 
ceptuado al  P.  Cabrera,  criollo,  y  á  un  P,  valenciano,  de 
Ilación,  llamado  Navarro.  Estos,  dicen,  se  hallaron  euBar- 


3vGoo(^lc 


cdooa  cuando  entró  el  virey  francés  mariscal  de  Brezé,  y 
que  ie  hicieron  tales  fiestas,  (jue  no  se  hafn  hecho  jamás  á 
ninguno  de  sus  buenos  reyes  y  sus  autoridades. 

E¡i  Francés  les  entregó  al  punto  que  juró  el  virey  los 
Irenes  qae  les  tenia;  con  todo  están  mal  entre  sí  y  en  to- 
pando un  catalán  á  solas  lo  matan  y  roban  loe  franceses. 
D.  Pedro  de  Aragón  con  el  ejército  de  aqnísejuatóyacon 
los  de  Tarragona;  dicen  que  son  eotre  todos  15,000  y  va 
(alando  los  lugares  que  se  le  resisten.  Dfceseqae  atraviesa 
á  Cataluña  y  se  va  á  juntar  coo  |o3  nuestros  de  Rosellon, 
aunque  hay  para  ello  harta  diScnltad.  No  hay  asomo  de 
paces,  antes  dicen  baja  á  Tolosa  el  rey  de  Francia,  que  par- 
tió ya  de  Leon.=-»P.  Baltasar  Graciano  (1). 


Madrid  y  Marzo  12  (íe.1642. 

(Leg>  auello,  Dúm.  f ,  fiU.  839  v.oj 

Ayer  'vino  correo  de  Tarragona  con  aviso  de  haber 
llegado  á  aquella  ciudad  el  marqués  de  Torrccusa,  que  es 
ya  grande  por  su  persona,  con  1 ,600  infantes  en  las  gale- 
ras de  Elspaña  y  escuadra  de  Genova,  con  cuya  capitana 
se  alzó  la  chusma,  por  estar  desguarnecida,  y  se  llevó  á 
Juanetin  de  Oria,  según  unos  á  Barcelona,  según  otros  Á 
Argel.  Socorrió  á  Perpiñan  y  Salsas  por  diez  meses,  ha- 
biendo peleado  y  vencido  la  sétima  vez  y  dejado  mas  de 
4,000  infante»  y  600  caballos  á  los  cabos  de  aquella 
provincia. 

Salió  en  campaña  el  marqués  de  laHinojosa;  sitió  á 


(1)   Asi  en  ia  copia  de  mano  del  P.  Perejra;  nías  adelaiite  firma  d 
mismo  P.  Gracian. 


3vGoo(^lc 


GoQstantí,  rindióla  á  cinco  días,  y  de  aquí  pasóá  expag* 
Dar  á  Tamarit,  que  es  de  la  marina,  y  á  Torre  de  Basa  en 
el  camino. 

Admitieron  en  Barcelona  por  virey  al  mariscal  de  Bre- 
■  aé ,  que  á  su  entrada  echó  bando  salieran  del  Principado 
todos  los  religiosos  castellanos ,  aragoneses  y  valencianos 
que  hubiese  en  él ,  y  también  los  inquisidores,  y  nombró 
otros  de  bs  naturales  en  su  lugar;  que  no  hubiese  nii^- 
na  correspondencia,  pena  de  la  vida,  con  Aragón  ni  Va- 
ieuoia,  y  que  á  ninguno  que  no  estuviese  en  la  provincia 
se  le  acudiese  con  reconocimiento  y  renta  de  sus  ha-» 
ciendas. 

Cartas  ha  habido  de  Genova  de  á  8  del  pasado;  hallá- 
base en  aquella  ciudad  monseñor  Panciloro  que  viene  por 
nuncio  á  España,  y  pidió  galera  á  la  Señoría  y  no  se  la 
dieron ,  y  se  resolvía  de  pasar  en  navio. 

A  los  1 2  no  hablan  admitido  en  ninguna  representa- 
ción al  obispo  de  Lamego  en  Roma,  y  al  cardenal  Anto- 
nio Barberino,  nepote  de  sa  Santidad,  enviaba  al  rey  crís- 
tianísimo  secretario  asistente,  como  á  prolector  de  Francia. 

La  Gaceta  dé  Müan  del  1 2  avisa ,  que  algunos  solda- 
dos de  los  presidios  de  Trin  y  Pontestura  tuvieron  con 
los  del  Casal  un  encuentro  en  que  ganaron,  habiéndose 
batido  espada  á  espada . 

Que  el  rey  de  Francia  UegÓá  León,  habiendo  dejado  á 
la  Reina  en  Foutenebró  (Fontaiúebleau)  que  cuando  le  vino 
lá  nueva  del  socorro  de  Perpiñan  lo  sintió  extremadamente, 
y  que  algunas  tropas  que  enviaba  hacia  Rosellon  resolvió 
hiciesen  alto  y  mudó  los  intentos  lodosa  Italia,  donde  nom- 
bró general  de  sus  armas  al  duque  de  Bullón,  reformó  al  de 
Lamillere  (1)  que  gobernaba  las  del  opósito  de  Flandes,  y 


(1)    Eoliéndase  Carlos  de  la  Porte ,  daqae  de  La  Heilleraie. 


3vGoo(^lc 


28» 
dióselas  al  duque  de  Arcut  (Harcourt)  coa  el  gobíerao  de 
Picardía  en  íuterín  y  con  el  de  Guiena  en  propiedad,  por 
haber  muerto  el  duque  de  Pernan  (Eperaon).  Madrid  y 
Marzo  12  de  IGiS.^D.  Juaii  de  Idiaquez  Isassi,  maestro 
del  Príncipe  nuestro  seüor.<=^AI  duque  de  Cardona. 


Madrid  y  Marzo  16  de  1642. 
(Leg,°  siiello,  DÚm.  ^,  ful.  831  v,") 

Pax  Cbristi ,  &c.  Estos  días  pude  haber  á  la  mano  co- 
pia de  la  carta  que  S.  M.  {Dios  le  guarde)  ha  hecho  escri-. 
bir  á  los  grandes  de  Castilla.  Dice  así: 

«Habiendo  procurado  por  cuantos  caminos  y  medios 
me  han  sido  posibles  la  reducción  de  las  provincias  y  va- 
sallos que  tan  ciegamente  se  han  desviado  de  mi  obedien- 
cia ea  Cataluña  y  Portugal ,  tanto  por  su  bien  propio  co- 
mo por  lo  que  me  toca ,  y  deseando  que  en  orden  á  con- 
s^ir  este  intento  no  me  quede  por  ejecutar  la  mayor 
demostracioa ,  he  resuelto  acercarme  á  la  corona  de  Ara- 
gón por  mi  persona  misma ,  así  á  dar  gracias  á  aquellos 
reinos ,  porque  al  paáo  del  mal  ejemplo  de  Cataluña  han 
crecido  ea  amor,  lealtad  y  ftneza  en  mi  servicio,  como 
por  ver  si  acercándome  mas,  puedo  abrir  los  ojos  á  los 
vecin(»  catalanes,  teniéndolos  por  hijos,  no  solo  á  los  que 
soD  ñeles,  qne  son  muchos  y  me  consta  de  ello,  sino  á  los 
mas  obstinados  en  su  error.  Con  esta  coasideracioa  be 
querido  avisaros  para  que ,  pues  por  el  estado  eo  que  os 
halláis  no  podréis  seguirme,  os  dispongáis  á  servirme  con 
el  mayor  número  de  gente  ó  dinero  que  sea  posible  para 
esta  jornada,  como  lo  fio  de  vuestra  sangré  y  del  amor  y 
fiaeza  con  que  me  sirvieron  vuestros  pasados;  lo  que  ejecu- 
taré siendo  Dios  servido  á  los  23  de  Abril ;  estando  cierto 

Tomo  xti.  19 


3vGooglc 


290 

que  al  paso  que  obraredes  con  mayor  demostración,  será 
en  tai  la  memoria  para  premiar  tan  señalado  servido. 
Madrid  y  Marzo  <6de  <642.=Yo  el  Rey.  - 

También  me  dio  ayer  un  hermano  de  este  colegio,  los 
adjuDtos  versos  que  corren  por  la  Corte : 

Señora  Castilla,  adiós, 

¥  os  consuele  como  paede, 

Que  segnn  lo  qae  hoy  sucede. 

No  hay  consuelo  para  vos. 

Ya  se  ban  rebelado  dos; 
,Tá  pasó  la  edad  dorada, 

La  plata  estft  desterrada; 

Tenga  buen  ^glo  el  Infiínte , 

Que  para  lo  de  addante 
-  Hay  un  Don  Julián;  no  es  nada. 


En  esta  curte  se  esconde 
Un  conde  Don  Julián 
Que  en  la  burra  de  Balan 
Se  viso  no  sé  por  dónde; 
Dicen  que  es  hijo  del  Conde 
Que  á  lodos  le  hace  amable; 
Pegúsela  al  Condestable 
Vivo  tA  primer  matrimonio, 
Proposición,  que  el  demonio 
La  introdujo  por  prohable(l). 


(1)  Al  fól.  888  de  esta  legajo  suelto,  entre  tos  apuntes  del  P-  PeMyn, 
se  halla  un  edicto  del  visitador  del  Cáimen  para  las  monjas  de  la  Encar- 
nación de  Anlsquera,  reprendiendo  desórdenes  graves  ocurridos  en  aqu«l 
convento,  y  á  conKnuaCion  los  signienlea  versoB  también  relativos  ti  hijo 
adoptivo  del  Conde-Onqne: 

Hijo  de  puta  nacf, 

'  V  como  tal  me  oriann , 

No  sé  si  me  bautitaroB , 

Que  me  confirmaron,  si; 

"'  Toda  la  biblia  aprendí, 

-  De  buensalto  me  escapé, 


3vGoot^lc 


Adiós,  mi  buen  P.  Pereyra,  que  le  guarde  coa  salud 
cofDO  yo  deseo.  De  Madrid  á  18  de  Marzo  de  16iS. 


Madrid  y  Marzo  18  cíe  1642. 

(Tom.  90,  ful.  3B8.; 

Fax  Christi,  &c.  Estos  tres  correos  continuados  he  es- 
crito á  V.  R.  y  me  espanto  no.  haya  V.  R.  recibido  carta 
mía  en  ej  tiempo.  Además  de  las  nuevas  iba  ta  carta  ori-^ 
^al  que  Torrecusa  escribió  á  S.  M.  y  también  una  decla- 
ración de  un  contador  de  S.  M.  que  venia  de  Lisboa ,  del 
estado  de  aquel  reino. 

En  la  segunda  fuera  de  lo  ordinario  iba  una  copia  de 
una  carta  que  S.  M.  escribió  á  D.  Pedro  Mexfa. 

En  esta  tercera  remito  una  copia  de  uno  de  los  nues- 
tros que  reside  en  Badajoz. 

Lo  que  ahora  hay  que  avisar  á  V.  R. ,  es  que  ha  11^- 
do  nuevo  virey  de  Francia  á  Cataluña.  Este  ha  tenido  por 


Cuéme  y  me  dssusé , 
T  ya  me  vuelvo  &  casar; 
Estoy  en  alto  lagar. 
No  Bí  en  Id  qae  pararé. 


Don  Inan  de  la  Calle,  es  quien. 
Gobierna  esta  monarquía, 
'  Él  la  BDStentay  la  gala 
Ed  todo  trance  y  vaivén; 

Y  dijo  an  discreto  bie» , 
Viéndole  con  tal  trabajo. 
Con  razón  ó  sin  raion. 
Que  España  es  un  cagajón 

Y  él  Gs  el  escarabajo. 


3vGoo^^lc 


39S 
sospechosos  en  orden  á  tratar  de  acuerdos  coa  S.  M.  á  los 
aragoneses  y  valencianos,  y  asf  ha  acordado  coa  los  dipu- 
tados de  Cataluña,  salgan  todos  de  aquel  principado,  lo 
cual  se  ha  ejecutado  sin  distinción  alguna  de  personas,  asi 
religiosas  como  seculares.  Diéronles  v(verea  hasta  la  raya, 
sin  hacerles  otra  vejación;  el  decreto  que  se  sacó  para  la 
expulsión  era  que  pena  de  la  vida,  no  quedasen  en  el 
Principado,  sino  catalanes  y  franceses  y  los  de  otras  na- 
ciones que  tuviesen  especial  licencia. 

Viva  corre  la  voz  de  que  S.  M.  parte  para  Aragón  el 
segundo  dia  de  Pascua  de  Resurrección.  En  orden  á  eslo 
se  ha  mandado  á  todos  los  corregidores  tengan  aprestados 
y  recogidos  víveres  para  cuando  las  alcaldes  de  Corte  Fue- 
ren por  ellos,  j  Dios  sobre  todo ! 

Murió  en  una  de  las  refriegas  de  Perpiñan  el  Sr.  de 
Naval  Moi'cuende,  que  era  atU  caho  de  unas  compañías 
de  caballos,  cabeza  de  los  Avilas.  A  su  hijo  le  han  dado 
en  premio  de  los  servicios  de  su  padre,  título,  que  le  tie- 
ne bien  merecido  aquella  casa  por  muchos  servicios  que 
ha  hecho  á  SS.  MM. 

Un  dia  de  estos  pasados  llamó  el  Sr.  Presidente  de  Cas- 
tilla á  todos  los  superiores  de  las  religiones  para  encalar- 
les hagan  en  sus  casas  oraciones  por  tas  necesidades  pre- 
sentes y  buen  suceso  de  los  intentos  de  S.  M. 

Hoy  vino  correo  con  aviso  de  Vizcaya,  que  por  un  na- 
vio de  Flandes  qae  allí  había  llegado,  sabian  que  los  de 
Arras  se  habían  levantado  contra  el  presidio  que  tenían 
dentro,  de  franceses,  y  que  los  habían  degollado.  Qae  unos 
decían  eran  800,  otros  i,000.  Cierto  es  se  ha  avisado  de 
Vizcaya  to  .dicho  con  diversas  cartas,  mas  no  lo  es  que  ha- 
ya tenido  S.  M.  aviso  de  ningún  ministro  suyo,y  asi  es  ne- 
cesario aguardar  que  venga  el  aviso  de  parte  mas  cierta, 
que  es  tanto  de  bueno,  que  por  serlo  se  dificulta  mas  su 
verdad. 


;vCooglc 


893 

El  marqués  de  Leganéa  parte  muy  en  breve  á  lomar 
ol  cuidado  de  las  armas  de  GataluSa,  que  parece  según 
esto  se  han  desvanecido  las  esperanzas  de  composición; 
Antes  ha  corrido  voz  que  en  Barcelona  habian  ahorcado 
á  dos  de  los  embajadores  que  esiuvieron  aqyí  de  parte  del 
Principado,  y  ee  entiende  debe  de  haber  sido  por  haber 
tratado  de  acordar  al  Principado  con  S.  M.,y  los  franceses 
y  el  pueblo  que  hoy  es  el  que^uede,  no  debeo  de  estar 
de  ese  parecer. 

No  hay  otra  cosa  de  que  poder  avisar  á  V.  R.  En  otras 
dos  tengo  dicho  como  el  no  haber  escrito  ha  sido  por  falta 
de  salud;  y  aun  hoy  dia  estoy  algo  indispuesto.  El  P.  Ber- 
nardo, cómo  huésped,  mas  atiende,  cuando  está  aquí,  á 
sus  negocios,  que  á  saber  de  los  achaques  de  los  mora- 
dores. Déle  V.  R.  mis  saludes  y  mis  estimas  al  P.  Bobadi- 
Ha.  Adiós,  mi  padre,  que  guarde  á  V.  R.  De  Madrid  y  Mar- 
zo 1 8  de  1  649."-Sebaslian  González. 


Copia  de  una  carta  que  etcribió  un  padre  de  los  nuestros 
que  asiste  en  Badajoz  ,  su  fecha  á  fi  de  Marzo.    . 

El  domingo,  al  amanecer,  salieron  i ,300  caballos 
que  teníamos  prevenidos  en  Tetona ,  y  se  vinieron  mar- 
chando hasta  este  lugar,  á  juntarse  con  los  tercios  del  mar- 
qués de  Espinar,  y  de  D.  Francisco  de  Luna,  nuestro  cor- 
regidor, y  el  trozo  de  irlandeses  que  vinieron  esta  última 
vez.  Sacaron  dos  tirulos  de  campaña;  entendióse  que  to- 
maron la  vuelta  del  Campo  Mayor,  y  caminaron  derechos 
hacia  Yelves.  Desde  el  principio  fué  esta  jornada  bien  dis- 
puesta. Salió  D.  Francisco  de  Garay  y  quiso  acompañarle 
el  señor  duque  del  Infantado.  La  infantería  se  quedó  al  pié 
de  los  olivares;  prosiguió  la  caballería  en  el  terreno  que 
cerca  á  Yelves ,  fragoso,  poco  apropósito  para  obrar  nada 


3vGooglc 


á  caballo.  Esto  detenía  al  gobernador;  pero  d  Sr.  D.  luán 
mandó  qoe  sin  réplica  subiese.  Descubriéronse  basta  50 
caballos  del  enemigo;  alai^ronse  hacia  allí  dos  compañías, 
que  llevaban  la  vanguardia ,  y  porque  venia  in&nterfa  si- 
guiendo la  cabaltería  delenem^o, quiso' D.Joan  de  Garay 

.  cortarlos,  para  lo  cual  lomó  la  vuelta  de  un  cerrillo  con  el 
señor  duque  y  sus  camaradas,  y  otros  caballeros  aventure- 
ros, Al  volverse  hallaron  en  una  emboscada  hasta  100  mos- 
queteros yarcabuceros;  dieron  su  carga,  y  luego  avanzaron 
á  ellos.  D.  Diego  de  Lara,  el  tuerto,  que  anduvo  famoso,  fué 
el  primero  que  embistió.  Rindióse  el  capitaaen^nigo,  dego- 
llaron toda  la  gente  sin  escapar  mas  de  cinco,  y  pasando  uo 
soldado  dea  caballo  nuestro,  sio  hacer  mas  avenguacio- 
nes  que  o'eerle  portugués,  le  dieron  un  carabinazo  de  que 
manó  luego :  era  muy  bizarro  mozo.  En  otra  parte  se  pe- 
leaba de  la  misma  manera,  y  se  tiene  á  cosa  de  milagro 
que  granizando  balas  sobre  el  señor  duque  del  Infantado  y 

-  D.  Juan  de  Garay  y  toda  nuestra  gente,  no  murió  un  solo 
hombre.  Ün  caballo  mataron  y  solo  un  soldado  vino  heri- 
do, y  este  hirió  un  soldado  nuestro  que  tirando  á  un  ene- 
migo le  alcanzó  ia  bala  en  una  pierna.  Es  de  las  cosas  ra- 
ras que  se  pueden  contar.  Los  que  mas  atentadamente  ha- 
blan es  que  murieron  de  los  enemigos  hasta  110  infantes 
y  30  caballos,  entre  ellos  tres  capitanea  y  el  corregidor  de 
Yelves  y  el  que  gobernaba  la  caballería.  Ellos  no  echaroo 
mas  de  cuatro  compañías  fuera;  gran  desacierto  y  tos  mas 
no  saben  disparar,  ó  la  turbación  no  les  dejaba  atinar  con 
nada. 

A  la  tarde  sacaron  seis  compañías  de  cabaos,  al  tiem- 
po que  nuestra  gente  estaba  tomando  refresco ,  y  forma- 
ron tres  escuadrones  de  infantería ,  tarde,  mal  y  nunca,  y 
asf  se  les  lograron  porque  no  quisieron  pelear  con  ellos 
por  muchas  y  muy  buenas  razones:  la  principal  que  el  Íd- 
lonto  de  la  salida  h^ia  sido  solamente  á  reconocer  don 


3vGoo^^lc 


995 
Juan  de  Garay,  por  órdenes  apretadas  que  teDÍa  para  ello 
en  el  sttio  de  Yelves,  un  fuerte  que  hacen  de  Santa  Luofa, 
casi  un  cuarto  de  legua,  en  una  altura  que  señorea  la  cío- 
dad  y  las  demás  fortificacioaes ,  y  asimismo  de  hacer  al- 
gún daño  si  se  le  ofreciere  la  ocasión.  Esto  se  había  con- 
seguido felicísimamente  sin  pérdida  de  un  hombre ,  ha- 
biéndole muerto  ios  que  he  dicho.  Quedaba  reconocida  la 
tierra  y  paraje;  el  fuerte  le  pudo  tomar  con  grande  facili- 
dad, por  estar  desprevenido  y  aun  no  acabado;  pero  ao 
quiso  conservarlo.  Las  fnrtiñcacioaes  halló  que  eran  mu- 
chas, pero  mas  multitud  que  fortaleza,  Reconoció  los  áni- 
mos de  los  que  peleaban,  flacos  y  nada  diestros  y  muy  re- 
beldes, que  no  hubo  UAO  solo  que  quisiese  decir,  viva  el 
rey  D.  Felipe,  sino  el  rey  D.  Juan.  Todos  murieron  con  el 
frenesí  en  que  viven,  y  en  siendo  portugueses  todos  soa 
así  (sacados  los  nobles  leales). 

A  la  vuelta  cogieron  sobre  500  vacas  y  1  ,^00  ovejas  y 
lechonesy  carneros,  y  mucho  númerode  cabalgaduras.  Ba- 
bia por  los  campos  gente  que  había  salido  á  folijar  y  diver- 
tirse en  las  caserías.  Del  e;aQado  llegó  á  Badajoz  mucho  me-: 
aos,  particularmente  de  las  yacas,  que  como  andan  mas  se 
trasponen  mejor.  No  sé  si  he  dicho  qye  los  recibieron  dis- 
parando diez  piezas  de  artillería  gruesa.  Nada  ofendió  es- 
ta á  los  que  iban  para  vencer.  Cogióse  un  tambor  dq 
quien  se  supo  que  hafai^  muerto  ej  corregidor,  y.  que  no 
creyeron  los  que  salieron  que  iba  tanta  genle,  que  los  de^ 
mas  bien  entendian  que  el  acercarse  tanto  no  era  sin  bue- 
na prevención.  El  haber  sacado  infantería  fué  apariencia 
para  lo  que  sucediese,  que  no  llevaban  balas  ni  municio- 
nes, aunque  estaban  tan  cerca  y  tan  bien  prevenidos.  Este 
fué  el  caso;  la  caballería  nuestra  se  ha  alojado  en  lugares 
distantes.  Dios  sabe  lo  que  allí  durarán. 

Acabo  de  predicar  y  á  la  mitad  del  sermón  tocaron 
«ponte  á  caballo »  y  me  sacaron  al  duque  y  la  mcijor  par- 


3vGoO(^lc 


te  del  auditorio.  Vino  aviso  que  el  enemigo  se  ha  puesto' 
sobre  Villar  del  Rey,  que  está  al  opósito  de  Campo  Ma- 
yor i  acódese  luego  ai  socorro. 

Madrid  y  Marzo  19  rfe  1642. 

[Tom.  90,  ful.  833.) 

Pax  Chrisli,  &c.  P.  Alonso  de  Araaya:  no  extrañe 
V.  P.  que  en  la  Corte  se  repare  en  estas  repeticiones  de 
les  sucesos,  porque  acá  corre  que  á  medio  decir  se  sepul- 
tan. Holgárame  que  hoy,  dia  de  San  José,  eslaviera  ,V.  P. 
por  acá,  que  ha  parecido  Madrid  dia  de  Corpus,  así  de  las 
galas  como  de  fiestas  en  las  iglesias.  Estuvo  el  Rey  en  la 
Merced;  predicóle  Boil;  pasmó  el  sermón,  porque  cosa 
tan  grande,  dicen,  no  se  ha  oido;  yo  fui  á  oir  al  P.  Estra- 
da á  Santa  Isabel  la  Real,  y  no  me  pesó,  que  predicó  lin- 
damente, y  es  lástima  que  no  lo  pueda  continuar. 

Aquí  anda  impresa  (1)  la  relación  de  la  creación  de 
los  cardenales;  ninguno  es  de  España,  son  .doce  y  todos 
los  apellidos  de  gabachos.  El  Papa,  dicen,  es  muerto;  y 
el  Rey  va  á  la  jornada  á  Cataluña,  y  andan  ya  prevencio- 
nes. Están  presos  mas  de  i  50  hombres,  unos  en  las  cárce- 
les y  otros  con  guardas  en  sus  casas,  por  los  repartimien- 
tos, que  hay  muchos  de  á  Í0,000  ducados  de  plata,  y  es 
imposible  darlos. 

Arras,  en  Flandes ,  es  ya  nuestra ,  conque  el  Francés 
cesará  algo  de  la  pujanza,  porque  los  burgueses,  que  son 


(1)  Hállase  al  ful.  3i6  con  el  signienta  titulo:  Rtíaemn  veriaáera  deloi 
emiMJKisfmoí  y  recerendisimos  cordenoJM  (ue  nuestro  ranliMina  Padr»  Urtam 
OctoK  ertó  ahora  nMvamenie  en  et  Cmsiitorio  secreto,  áHdi  DicienAre,  aHú 
de  muy  seiscientos  y  atarertla  y  uno.  Madrid,  por  Catalina  de  Barrio  Ange- 
lo, 16IS,  fól.  2  hojas. 


3vGoo(^lc 


S«7 
losTednos,  ae  amotinaron  (Kmtra  los  franceses,  por  el  mal 

tratamiento,  y  pasaron  3,000  á  cuchillo  y  quedaron  due- 
ños de  la  plaza  ,  que  es  de  grande  importancia,  por  ser 
cabeza  de  provincia.  El  Francés  tiene  en  Narbona  17,000 
hombres  para  irse  á  coronar  á  Barcelona ,  y  han  echado 
bando  que  todos  los  que  habieren  sos  estados  en  Cataluña 
vayan  á  fines  de  Abril  á  darle  la  obediencia,  y  qiie  de  do 
serán  privados  de  sus  estados.  £1  ducado  de  Cardona  es  ya 
del  delfín  de  Francia,  y  echan  de  todo  ei  reino  así  Irailes 
como  seglares ,  todos  los  que  no  son  nataralee,  aunqae 
sean  aragoneses  y  valencianos.  No  sé  que  haya  otra  cosa; 
ello  es  tarde.  Adiós,  que  guarde  á  V.  P.  Madrid  y  Marzo  <& 
de  1642.=E1  lic8D(ñado ,  Marcos  do  Ribera.— A  todos  los 
amigos  mil  saludes,  y  supla  V.  P.  por  mf  el  «Dios  lo  re- 
metUe. » 


Valiadolid  y  Uarzo  22  de  i  6i2. 

(Tom.  90,  MI.  175.) 

Mi  P.  Peroyra :  aquí  también  está  convocada  la  con- 
gregación, aunque  no  ban  tenido  aviso  de  Roma,  que  ha 
siete  meses  que  no  tienen  cartas.  Mucho  se  dice  se  revisa 
la  moneda,  aunque  las  juntas  Jo  hallan  imposible;  pero 
también  lea  parece  imposible  el  no  hacerlo. 

Del  Rey  se  dice  hará  jornada  á  Aragón ,  que  para 
determinarlo  hubo  junta  de  cuarenta,  y  todos  votaron  que 


Don  Juan  de  Garay  matxí  la  mayor  parte  de  la  caba- 
llería de  Portugal,  donde  dicen  se  han  levantado  tres'ciu- 
dades  contra  el  nuevo  rey ,  y  este  tiene  presos  al  procu- 
rador general  de  aquella  provincia  y  á  su  compañero,  que 
loe  días  pasados  escaparon  de  Madrid  del   colegio  de  la 


3vGoo(^lc 


Gompañfa.  Dicen  lee  ha  dado  tormeDto  por  l^iertos  por 
espíes. 

Torrecusa  y  el  conde  Aguilar  tieaen  buenos  Bubesos  «a 
Galaluia,  do  obslante  qiie  los  de  Bareeloaa  se  resisten 
muqho,  y  DO«sb&n  los  coaoierto&tan  fáciles  0001036^66)3. 

Ite  Inglaterra  se  dice  que  el  rey  hace  juatioiq  ya- raí 
niucbDsdd  Parlamento,  déclaráadose  pOr  los  catóboosty 
asta  «Qfi  graa  ejército. 

ho  que  dice  V.  R.  del  pli^o  del  P.  Prado  -ya  Doiestá 
ea  tai  mano,  porque  se  haceaJos  pliegos  en  San  Ignacio 
y  á  veoea  se  descuidaD.  Adiós,  que  guarde  á  V.  R.  coa>o. 
deseo  y  se  lo  suplico.  De  Vallddolid  y  Man»  22  de  1642.=^» 
Alonso  de  AiQaya.=AI  P.  Ra&tel  Pareyra,  de  ta  Compañía 
de  Jesús,  en  Sevilla.  * 


Sarüúear  y  Marzo  22  de  1642. 

(Ton).  90.  fút.  BU.) 

Pax  Christi ,  &c.  Del  señor  duque  de  Medina  no  hay 
novedad  alguna  mas  de  lo  que  se  sabe. 

Ll^ó  á  este  lugar  D.  Juan  de  la  Calle,  y  la  señora  du- 
quesa mandó  aderezarle  la  posada  donde  snpaque.habia 
de  posar,  <:on  ropa  de  Palacio;  pero  D.  Juan  maridó  des- 
colgar la  pieza  y  dejarla  ooD'el  traje  que  eHa  .de  su  cose*- 
cha  tenia.  Después  fué  á  besar  la  mano  á  S.  E.,  y  le.díjo 
que  los  ne^cios  de)  duque  tenian  mejor  estado,  que  por 
cierto  le  vería  S.  E.  con  mucha  brevedad,  y  que  en  cuan- 
to á  su  comisión  todo  sería  con  atención  á  servirle.  Razo- 
nes fueron  estas  que  sacaron  á  S.  E.  lágrimas  á  los  ojos,  y 
llena  de  sentimiento  le  dijo  que  eo  todo  obrase  según 
ordenaba  S.  M. 

Lo  que  de  presente  pide  D.  luán  son  300  hombres,  que 


3vGoo^lc 


S9ft 
coD  efecto  está  levantando  en  este  lugar  y  1 00,000  duca-^ 
dos  efectivos,  para  lo  que  arbitran  de  varios  modos,  oasi 
imposibles,  segiia  está  el  estado.  Solo  se  cree  tendrá  efec- 
to vender  loa  oficios  de  escribanos. 

Juntamente  tiene  comisión  de  remitir  la  infantería  á 
Cádiz,  que  tÍqo  ea  los  cuatro  navios  que  de  log  galecmes 
llegaHt>n  á  este  puerto,  en  cuya  ejecución  ha  usado  boy  de 
ana  crueldad  que  tiene  di^jostado  este  lugar,  y  fué-iuan- 
dar  dar  garrote  á  un  soldado,  alférez  de  su  compañía,  que 
por  haber  llegado  estropeado  de  coatrtí  años  de  nav^a- 
cion  se  excusaba  de  ir.  No  se  ha  ejecutado  la  silencia, 
porque  el  pueblo,  digo  los  mayores,  han  clamado.  Es  na- 
tarai  de  este  lugar  y  con  familia. 

Lunes  y  martes  fuimos  Á  los  navios.  Coi^esá  la  mayor 
parte  y  comulgaron.  Dióles ,  como  dije,  de  comer  un  día 
la  señora  duquesa ;  otro  dia  un  particular. 

Hoy  ha  llegado  el  hermano  Martin  de  Ort^a  y  de 
mil^o,  segnn  dice;  porque  la  noche  pasada  en  el  tablazo 
de  Tarfia  [i )  se  vieron  en  grande  peligro,  el  barco  ya  Heno 
de  agua.  Dios,  &c.  Saolácar  y  Marzo  23  de  1 642.— Juan 
Noguerol.^-AI  P.  Rafoel  Pereyra ,  de  la  Compañía  de  Je- 
sús, en  Sevilla. 


Madrid  y  Marzo  25  de  1642. 

[Tom.  90.  fCI.  858.) 

Pax  Christi,  &c.  Padre  mió:  lo  que  ahora  está  mas  vá- 
lido es  la  jornada  de  S.  M.  á  Cataluña.  Estaba  echada  para 
Agreda,  que  esraya  de  Castilla  y  de  Aragón,  por  la  conve- 


lí)   Gd  el  orígiait  parece  decir  <J&rfla.> 


3vGoO(^lc 


300 
Diencia  de  correr  allí  el  vellón.  Ahora  se  ha  diapuesto  que  sea 
á  Valencia  porque  S.  M.  quiere  ver  ta  armada,  y  dar  des- 
de  allí  color  á  lo  que  se  hubiere  de  obrar.  Dfcese  irá  des- 
de allí  á  hacer  corles  en  Aragón.  Dios  sobre  lodo. 

También  corre  voz  que  S.  M.  con  ocasión  de  esta  jor- 
nada quiere  reconocer  á  un  hijo  que  tiene,  habido  fuera 
de  matrimonio,  y  que  le  hace  Gran  Prior  de  San  Juan  y 
le  envían  por  cabo  á  Portugal.  Llevará  por  ayudas  a) 
marqués  de  Castañeda  y  al  marqués  de  Este.  Lo  cierto  es 
que  tiene  muy  lindo  natural,  y  es  muy  apacible  y  hábil,  y 
le  ha  criado  muy  bíea  D.  Pedro  do  Yelasco,  caballero  del 
hábito  de  Santiago,  en  cuya  casa  está  hoy. 

El  marqués  de  Torrecusa  entró  aquí  hoy  á  cubrirse;  no 
sé  dónde  le  emplearán.  Ha  sido  muy  bien  recibido  y  con 
grande  aplauso  de  todos  por  su  mucho  valor. 

S.  M.  ha  hecho  del  Consejo  de  Estado  al  marqués  de 
Castañeda  y  al  duque  de  Maqneda ,  y  de  Guerra  á  don 
Pedro  Valle  de  la  Cerda ,  aunque  no  ha  estado  nunca 
en  día. 

Dos  dias  ha  ó  tres  que  se  desposó  por  poderes  don 
Francisco  Mexía,  sobrino  del  P.  Rector,  con  la  marquesa 
de  Taraceaa  y  vizcondesa  de  Centenera ,  hija  del  general 
D.  Carlos  Ibarra  y  de  Doña  Blanca  de  Cardona,  recien 
heredada  por  muerte  de  su  hermano.  Tiene  2i,000  duca- 
dos de  renta ,  y  fuera  de  esto  mucha  riqueza  de  bienes 
libres;  es  de  los  mejores  casamientos  que  hoy  hay.  Ha 
sido  el  que  lo  ha  hecho  et  duque  de  Maqueda,  como  deudo 
del  Sr.  D.  Francisco  y  del  P.  Rector.  El  se  desposó  con  la 
novia  por  poderes  que  tuvo  del  Sr.  D.  Francisco;  tenia  mu- 
chos pretendientes,  y  con  ser  tan  rica  es  lo  de  menos  esti- 
ma el  hacienda,  porque  su  arte,  cordura  y  virtud  merecen 
toda  estimación. 

Ahora  acaba  de  llegar  un  correo  de  Cádiz  enviado  del 
duque  de  Ciudad-Real ,  en  que  avisa  tiene  aprestada  el 


3vGoo(^lc 


301 
armada,  y  que  solo  aguarda  cioco  vasos  que  hap  de  venir 
de  Sevilla  para  darse  á  la  vela. 

Doa  Pedro  deUrsoa  y  D.  Carlos  MeDCOsestán  aquí; de- 
QéDdeose  valientemente  de  lo  que  contra  ellos  se  ha  escrito, 
y  las  razones  tieaen  buenas.  Hoy  dicen  no  servirán,  siendo 
general  el  de  Ciudad-Real. 

Dos  dias  ha  que  sucedió  un  caso  particular,  y  fué  que  el 
embajador  de  Alemania  estaba  indiciado  deque  las  provi- 
siones que  le  venían  á  Madrid  de  regalo  las  llevaban  á  su 
casa,  y  los  oficiales  que  cuidan  de  ellas  las  vendían  i  pre- 
cios excesivos.  Tuvo  aviso  la  sala  de  Gobierno,  y  envióle 
un  recado  suplicando  tomase  lo  necesario  para  su  casa  y 
lo  demás  dejase  se  vendiese  públicamente,  como  se  acos- 
tumbra. No  debió  de  haber  enmienda  en  esto,  y  pusieron  al- 
guaciles en  todas  las  puertas  y  embargaron  cuatro  acémilas 
que  venian  con  escabeche,  que  aquí  hoy  no  lo  hay,  hasta 
que  se  diesecuentaá  la  saja.  Tuvo  aviso  de  esto  el  embaja- 
dor, y  metióse  en  su  coche  con  dos  pistolas,  yllevó  hasta  1 8 
criados  bien  armados  y  con  pistolas.  Fué  á  la  puerta  don- 
de estaban  las  acémilas;  los  alguaciles  que  tuvieron  aviso 
de  cómo  venia,  hurláronle  el  cuerpo,  y  pusiéronse  eo  co- 
bro. Todo  vino  á  parar  sobre  un  escribano  á  quien  de  las 
guedejas  metió  á  puntillazos  coa  el  coche,  y  queriendo  tirar- 
le con  la  pistola  con  grande  humildad  le  pidió  pwdon  y  la 
vida.  Avivaba  el  fuego  et  despensero  dei  embajador,  di-r 
cíendo  aquel  había  sido  parte  para  el  embargo-  Dióle  dos 
heridas  con  el  mocho  de  la  pistola  en  la  cabeza  y  rostro, 
y  muchos  bofetones  y  panadas.  Dieron  esta  peDÍteocia 
hasta  llegar  en  casa  del  embajador,  el  cual  dicen  que  le 
quería  colgar  de  una  reja  de  su  casa.  Contentóse  con  que 
^  y  otros  de  la  familia  repitieron  lo  empezado  de  coces, 
mogicones,  &c.  La  cólera,  dicen,  le  hizo  hablar  con  menos 
decencia  de  la  que  pedia  su  persona ;  el  pueblo  se  alboro- 
tó, y  se  temió  una  grande  desgracia,  y  dióse  parte  al  Coa- 


3vGoo(^lc 


30S 
sejo.  Et  embajador  ha  hecho  un  papet  en  abono  suyo,  si 
bien  DO  niega  el  ma(  tratamiento  del   escribano,  aunque 
en  parte  le  disminuye.  Esto  está  en  este  estado,  y  él  se 
llevó  el  escabeche  y  dos  dejó  sin  él. 

Las  cartas  que  á  Y.  R.  he  dicho  que  he  escrito,  son 
ciertas;  si  no  han  llegado,  temo  no  haya  falta  en  la  proca-^ 
raduría.  Ei  correo  pasado,  receloso  de  esto,  la  df  al  her- 
mano Solano  para  que  las  remitiese  á  un  conocido  suyo, 
que  la  diese  á  V.  R.,  á  quien  Nuestro  Señor  gnarde.  De  Ma- 
drid y  Marzo  25  de  16Í2.-»Sebastian  Gonzalez.=Al  P. 
Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla.=AI 
P.  Bobadilla  mil  saludes. 


Madrid  y  Marzo  25  de  16i2. 
(Leg.°. suelto,  núm.  1,  fúl.ssi  v.") 

Las  prevenciones  para  la  jomada  da  S.  M.  son  cada 
día  mayores,  y  coolinúanse  las  diligencias  para  que  los 
señores,  grandes  y  títulos  de  estos  reinos  vayan  sirvién- 
dole, y  que  el  qae  estuviese  legítimamente  ocupado  ó  im- 
pedido, sirva  con  alguna  gente,  mas  ó  menos  conforme  los  * 
cándales  de  cada  uno. 

Es  veedor  general  dd  ejército  Real  de  su  persona  don 
Nicolás  Cid,  consejero  de  guerra,  que  !e  mandan  parta  á 
reconocer  los  confines  de  Extremadura,  y  siga  después  á 
S.  Iff.:  anditor  generaljosé  González,  del  Consejo  y  Cáma- 
ra de  Castilla;  proveedores  generales,  y  qué  ya  se  previe- 
nen para  partirse:  Bartolomé  Espinóla,  de  los  de  Guerra  y 
Hacienda;  D.  Juan  Chacón,  del  de  Ordenes,  y  D.  Pedro  Va- 
lle de  la  Cerda ,  de  .los  de  Hacienda  y  Crozada,  Contador 
[H'incipal,  D.  Domingo  Centurión,  sobrino  del  marqués  de 


z.cbyCOOl^lC 


HoDaslerio,  y  pagador  general,  D.  Alonso  de  Leiva ,  teso- 
rero general  de  Castilla. 

Juraron  de  consejeros  de  Estado  el  duque  de  Nájera 
y  el  marqués  de  Castañeda,  y  pablicése  solo  el  de  Medina 
de  las  Torres,  con  antigüedad  á  los  dos. 

Escribe  el  marqués  de  Tavara  á  S.  M.  hallarse  los  ara- 
goneses tan  deseosos  de  servirle,  que  le  dice  no  tendrán 
sus  ministros  que  hacer  coa  ellos,  sino  es  darles  gracias 
de  lo  que  quieren  hacer. 

Corre  há  dias  la  muerte  de  Su  Beatitud,  y  aunque  no 
creida  en  esta  corte ,  se  avisa  por  lo  asegurada  que  la  tu- 
vieron los  canónigos  de  Huesca,  pues  como  en  sede  va- 
cante, de  que  tienen  privilegio,  juntos  en  cabildo,  prove- 
yeron una  canongfa  que  estaba  vaca  en  quien  lea  pareció, 
y  le  dieron  la  posesión  y  entradas  para  las  funciones  que 
hacen  loe  que  los  son. 

Según  se  avisó  tomó  la  posesión  de  virey  de  Cataluña, 
á  los  S3  del  pasado,  el  mariscal  de  Brecé  en  la  seo  de 
Barcelona.  Previno  el  obispo  no  hallarse  á  esta  función,  y 
asf  salió  de  la  ciudad  algunos  días  antes. 

-  La  galera  en  que  venia  Juanetin  de  Oria  no  se  perdió 
por  alzarse  la  chusma  en  ella;  hubo  de  dar  á  tierra  por 
no  perderse  entre  Blanes  y  Barcelona.  Habiendo  hecho  estos 
lo  posible  por  tomar  á  Mallorca,  echó  a)  mar  la  arlillerfa» 
desaferró  los  forzados;  hizo  saliesen  estos  primero,  y  él  fué  el 
éltimo,  dejando  barrenada  bu  galera.  Lleváronle  á  Barce^ 
lona,  y  Mr.  deAlaai;tOQ  que  la  gobernaba  le  detuvo*' hasta 
las  tres  en  su  casa.  A  esta  hora  lo  pasaron  Á  la  cárcel  pú- 
blica ,  y  los  genoveses  avecindados  en  aquella  ciudad  pi- 
dieron le  pusiesen  en  un  puesto  debido  á  su  persona.  Jun- 
tóse el  consejo  de  Ciento,  y  se  resolvió  estuviese  en  ella 
como  estuvieron  la  duquesa  de  Cardona  y  sus  hijos.  Quedó 
así,  y  de  alU  ¿  algunos  dias,  á  instancias  de  franceses,  le 
llevaron  á  Francia. 


3vGoo(^lc 


30i 

Llegaron  á  la  GoruñaSOO  alemanes  y  valones,  después 
de  una  larga  y  trabajosa  navegación  desde  Dunquerque. 

Váse  alentando  coa  nuevos  avisos  la  interpresa  de 
Arras,  y  continúan  en  Alemafíia  los  bravos  sucesos  de  las 
armas  imperiales.— Don  Juan  Idiaquez  Isassi ,  maestro  del 
Príncipe  nuestro  señor. 


Madrid  y  Marzo  26  di  1612. 

(Leg*  suelta  cúm.  I,  fól.  833  v>) 

Escribió  S.  M.  al  conde  de  Chinchón  que  le  hacia 
merced  del  título  de  capitán  general  de  Andalucía  y  mar 
Océano,  oficio  que  ha  estado  muchos  años  en  la  casa  de 
Medina  Sidonia,  y  el  conde,  como  discreto ,  se  excusó  con 
buen  modo  diciendo  que  nunca  se  habia  ocupado  en  car- 
gos de  guerra'  y  oficios  militares ,  sino  siempre  en  la  paz, 
en  gobernar  provincias  y  regir  audiencias,  fuera  deque 
sus  años  y  sus  muchos  achaques  do  le  dejarían  acudir  co- 
mo debia  al  ejercicio  de  su  plaza,  con  detrimento  del  ser- 
vicio de  S.  M.,  y  así  por  lo  uno  como  por  io  otro,  le  su- 
plicaba le  excusase  de  este  oficio,  y  lo  diese  á  persona  qtíe 
pudiese  con  mas  salud  y  experiencia  atender  á  él.  Esto 
'  dijo  el  marqués  de  San  Marti»  (1  ]  su  hijo. 

Estos  versos  corren  en  manos  de  los  curiosos : 


InMioe  monarquía,  ¿que  letargo 
Tiene  to  buen  juicio  divertido, 
Pues  como  si  estavieraa  sin  seulido 


(1)    No  se  baila  este  título  entre  los  de  Bemi. 


3vGooglc 


"  Mo-eonsiderái'ái^flnihamfargaS  i,:t'.  •■]i\>  •<]  /  .v'i 
,  ,^irfl,^fii^|,(Lijp¡ti^ns*A*i«mi;o.,,.,.,,¡   y  ,;,ii'i'.¡H( 

Este  reino  ccistÜQo  y  alUgidv;       .  i  |      '.         ., 
'"  No'lD  Oes  deÍ'¡iiipi()CoÁd¿-D[it|ile''  '  '""  '"'''"  '  ■'■  '■ 
■'•'  ÍJuB  iiílenlá.BóiatoetilíM'iribulrái-'''''""  -  '■'■  -í'l" 
..'.(itaAÍ'elriw.jiflyfí^EapiftH  ki  ^v  ■>!.;, ^,',!l  v  'r~  ; 
,  ,^lJn|J^tia¡í|^^ig^phü»^^9(,  ,,j,,|  j.j  ,,^..,  ,;,.,!., i'   ,■ 

'  ■  Por  hijo  desu  pecado  ',    ' ' '        ■■■■■' 

'  fil  60oSe  itué'téi&eampaAa 

Híra,  seOor,  qae  te  engaña, 
;  .y8¡,no^ledM/Cfw|)gO|     i 

A  lao  ciuel  fneOiigo , 
''Presto  iQsreino^  teAdrili '' 
''•■  Lw  (jemptilB  dVJaliStt;:'' 


■i,  !.. 


ii  [.Ll|t:V  ■■(]  .v-yt\tiii>. 


Ved  con  loa  hechos  de  Rodrigo  *  '''■  '"'  '  "'' 

ün  hambre  coa  padres  dos, 

Y^n^t^stvadrastainibiep,  —  ,  ,  ■ . 

Dos  ntnjeres  sin  d^en 

Ano  de  cuareuU  y  doa. 

Esto  QO  lo  ecdenó  Diof,. . ; 

Sido  el  loco  movimiento 

De  aquella  esfera  de  viento 
.;■- ,i  i'   .,«..,1  ..ftiw-.l!», órdenea.tríufraeí^i,'    .,/,  ,\¡^n;\)z,.'\ 

Dejando  la, Eurojuboeca,     .  _^       ,       ..     , 

'    '  '        !'  *  '"  DeliÜniíií'JBBticii'jMslébtií.     *  '""''  *  ''''  '""'  ■  ''" 

■■■'■■"     ■  VaUaJm^  ¿"Üfar^o'i^'áÚ  Í'6lSr  ''"'■■■'"  ''"" 
.;.i  .;■,■.>-'!    f,  ■■)   <,i>;:.-    /   -.Ii-.m.^íi    i.íhmY   :.,i!:^,Í!i^i;-    u-..n 

.-.;..  „l  >-.h  V     .-.i. ■,-■■:■.  ■<:   ■!.í;-:iJ  .;<>■,  r^.l.K/;.!  ,■»  v   -.-ji 

Pax  Christ),  &c.  Aquí  todo  es  repartir  plata,  con^ue4o- 
do3  lloran  la  jornada  de  S.  ,1^1.  por  muy  ci?rta  para.23 

de  AbrÚ. .  ,, ','  ,!, .,!, II  ,,i:.,  1 j-„!,  .„.,  ,1  .r,-,/.,|..'i.'j  i,¡  if,-,,|(,] 

'    Torrécasul  llega  ít')Í^rÍd;')ie9fia^áRaote-é<a<Mta''prief 

sa  para  cfpW'vuplVá  4  sérVf r '  E3  d^sp'acKo  'líte.'lia  '.^íÍÍííKi  % 

ha  cometido  al  de  Leganés  y  á  D.  íul¡íUidi^|Gi4íj(Dap.,„)K,i, 

El  P.  Agustin'de  Castro  predicó' en: laiEfiGérBaáioBi ai 

Tomo  iti.  so 


^yGow^ílc 


346 

Rey ,  y  le  dijo  con  mucha  claridad  su  fiareeer  ea  órdea  a) 
gobierno  y  necesidad  de  su  jornada,  que  se  presumió  te- 
nia  licencia  del  Conde-Duque  6  de  S.  M.  para  arrojarse 
tanto.  Ha  reconocido  el  Rey  por  hijo  suyo  al  de  la  Caldero- 
na  (1  ]  y  héchole  gran  Prior.^La  dispensaoioa  del  pareütesco 
de  D.  Julián  con  la  hija  del  Cónd^table  no'quiere  Su  San- 
tidad despachar,  hasta  yer  el  proceso  de  la  nulidad  del 
malrimonio. 

Mucho  se  habla  de  la  rebajá  de  lá  moneda,  y  se  teme 
mucho;  las  demás  nuevas,  verá  V. /R.  en  la  que  va  con 
esta.  Guarde  nuestro  Señor  á  V.  R.;,  opoia  deseo  y  se  lo 
suplico.  De  Valladolid  y  Sf arzó  ^  de  1'6i2.'=-AloQSO  de 
Aniaya.=AI  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús, 
en  Sevilla.  .    ,■   ,,  ,    V    ; 

Madrid  y  Abril  ^^dé  1^42. 

¡Toiii.'*i,  Kl'tia.i 

Pax  Christi ,  &c.  Hoy  hace  odio  días  fíe  hizo  la  fiesta 
de  Nuestra  Señora  de  lá  AñuQciadá,  en  casa ,  que  es  la 
fiesta  de  los  estudiantes.  A  la  tarde  uuo  de  ellos  recitó 
ana  oración  qija  es  la  que  va  con  esta  (3) ,  y  sucedió  el 
caso  signienté:  Venia  ricamente  vestido  con  excelentes 
joyas ;  traía  sombrero  de  castor  Qon  cintillo  de  diaman- 
tes y  un  broche  con  lazada  de  diamantes ,  y  dos  bellísi- 


"(Ij  Par iDáüVerleBcia y  tnal inducidos  poruña  eipresioo  Íi¡  corres- 
ponsal del  P.  Pereyra,  bemoB  dicho  en  ana  nota  de  la  ptg.-^  que  fa 
ywsDfft;^  des^bitla  OM  «1  tMo  daíAÜezaer^  D.tñn  de  .A«stría< 
.no  M  uno  la  da^Desa  de  Manía»  como  puede ,Tec;e^  PeUifw,i4tit- 
wf,  pág.  919.  El  culpable  de  aquel  reo  atenlado  y  ridicula  lAirla  se  lla- 
maba-D.firegeríO' de  Tapi». 
'.'.i^-  Na,aaiuUa.eK.elMnio>  ..  ,  ■.  ■■^.    .       l.  .  .>        '    ' .  ■': 


3vGoo(^lc 


307 

mas  jbyas  á  los  dos  lados.  Valía  pasados  de  3,000  duca- 
dos ei  sombrero.  Subió  al  pulpito  para  bacer  la  üracion; 
que  se  entra  ea  él  por  dentro  de  casa,  cuya  escalera  ea  tan 
estrecba  que  solo  cabe  por  ella  aoa  persona.  Estaba  con 
él  no  estndíante  grande,  de  epístola,  para  apuntarle,  y  en 
los  escalones  tres  de  casa.  Uno  de  ellos  le  dijo  se  probase 
primera  si:  estaba  ea  buena  disposición  la  peana  para  reci- 
(ar  la  oración,  y  porque  no  reparase  en  estola  Iglesia, 
qtRtóte  el  sombrero,  y  viendo  estaba  baja  la  peana,  y  que 
era  necesario  levaotarlá  mas  con  maderos  que  tenian  pre- 
residos,  le  <fió  el  sombrero  at  estudiante  mientras  la  com- 
pOQia.  CoiApoesta,  salióee  por  la  estrechara  y  sigaióse  la 
oración ,  -y  cuando  él  recitante  quiso  salir  en  público,  que 
!odo>est:o  ^rcedíd  en  msnos  de  medio  cuarto  de  hora,  el 
sombrera  no  pareció.  El  recitante,  cooio  lo  faídña  dado  al 
hermano,  el  P.  que  cuidaba  de  esto  buscó  allí  otro  de 
pre^ ,  de-  los  que'  salian  con  las  hacbas,  y  fué  á  hacer  la 
diligimcia  con  ú  Hermano,  para  averiguat'  si  acaso  le  ha- 
blan 8a(tado;^el-<Hral  respondió  la  verdad,  como  le.  había 
^daat  estudiante  que  estaba  dentro  para  apuntarle  al 
taaOí  Apretado  es^e ,  decia  le  haMa  dado  al  P.  que.  an-- 
áeba  dilígenclarrdo  que  pareciese.  Fué  cosa  particulsr  que 
recitó  se-  oración  con  tener  esta  azar  maravillosprneote  de 
bitn. 

Acabada  la  oración,  el  P.  recogió  al  estudiante  que 
apuntaba,  y. apretóle  valientemeale,  y. la  anduTÓ  bravean-' 
do,  y  aunqaaQlros  padres  hioierón  lo' mismo,  no  -saearati 
unbL  Andaba  &  \Á  niira  un  dlérigo  que  defen;diá'  al  éste- 
diante  eoii  g^asdé 'eficacia,  abainánd(^e;  ere  ^hombre  muy 
hoüradb  y  de  quien'  do  se  podía  tener  tal  sospechay  que  sé 
lebaciagrandeágrarJoJ  Resolvióse  en  caisa  recibiesen  al 
Mo  y  »l  otra,  y  ni  recogidos  se  podo  isahér  nada  déelto^ 
8olo:quejuifto>:álftpaieí1ia  del  pulpito  andaba-  otro  clérigo,' 
que  era  hombre  de  buena  estofa.  Acudieron  áeste  no  dán- 


3vGoO(^lc 


308 
dose  t>or  eateadlilos  de  qoa  debia  tener- piarJeí  el^-cinl  m- 
bieodoloqucá  kts  otr^lesbabiá  sucedido,  y  :qae  esla-^ 
bao  reclatdo3,  dijo  que  le  dejaseu. hacer.  dilígeaDias,  que 
por  viQbtura  hallaría  rastro^  Esto  ütó  el.dia  siguiente;  vol- 
vió dentro  de  madia:hora,:y  dijo!. ya!  toiia  alglibe!□oüeit|■ 
De:alU  á  oaa*  b¿ra.volvió'diciendú  qne  estaba  seguro, qu& 
no  apretasen  ni .^lidesen  :daño!áik>3:  recluidos,  qtie  al'dift 
siguidufe  entregaría  et  soi^brero,  y  que  ;él  seoblí^bia  al 
valor . (leíante  de  cuatro  lestigoB.  É^/ dueño,  que  quería  ^ 
soittbrero,  viendo  que  era  corlo  el 'piazo,  bgBaFdóii;y..al 
tercero, dia  Se  loenti-egó  on  fraile  da  Sanio  übmingolisift 
faltar  eosá  alguns,  con  que  él  dueño  só,alegfó:a^reinaaBra 
yoo  menos  los  de' casa,:  y:  áloe  recluidos!  seJes  dit^.-.libsrr 
Ijad,  6i  bien'  gio  haberla  hecho  la  candad.  Filé  coalra  «L  fir. 
i^eÉide  múcboá,  que  jugaron  debían  corr^ir^oa  earíMi-^ 
biVamente  Cor  algunas  diséiptíñas: ' 

;  Háse!  pregonado  Ique  p^a  23  del^ue,<viaQejestéa^  Ji 
punlto 'los  hijoá  de^  algO'  y. personas, .á  ijuíen.tooá  ,se^ir 
á  5:  M.  Ea  losserúiofaes  le  hanidicl^o  loé  predicadores  nta-i 
tíbas'coBas  may  buenas  bn^  razón  d^^  cuáotd  .importa  ;sa 
presencia  para  alentar  los  sotdadosj  y  para' ver  oóAio.'Vüii 
lafi:niarínfls.'y:3e  edúiiñistra  Ia.ba9ÍeQ^a,!yde.la  poca  [Jon 
sibilidad  qué' hoy  tienenlos  vasallos:  todo'enrrazon:  de 
que  no  se  apriete  mas  de  lo  que  las  fuerzas  alcanzan..  Ha 
predicado. entre!otrói3el'P.  A^ástiaidéCastrd,iy'eti'P..'Pro- 
vincial.no iba  áido inferiora .DÍogonoy dibiendanrudusver- 
dades^  aunqoe  eon  grande^cortésfa.  l}n¡P..  oapuoliino,  qnesb 
dicefráy  FriacisdodeOoaña,diceD  ]ta:hab]ado'cürisatotifinr 
demasiada  daridud;  que.estai  coBaséábiéa  decirlascuan- 
do  es  necesario  y  el  modelas  debe  suaviGc^r.'No  lé  of,  y 
así  no  sé  lo  particular  para  poderlo  escribir,,  como  ni  á  los 
dos  .prímeros,  solo  por  relaeioni  y  por  lo  que  refieren;  es 
machas  veces  bueno  y  bien  á  propósitoi  dé 'loque  es  me- 
nester; ■''■  ■■'■  •  '■■  ■■    ■.  ■  ■ 


3vGoot^lc 


-'DeiCatiiluaa  noi'^  sáttcj^cosa  (tiirtioular  ee  raion 'de  ^ 
loe  fitaboesea'  habiab :  bajado  sobre  Gt^ibne;:  solo  ie^ibea 
qge  el  liemfto'hdBtdo  tan  trabajoso  de  agivas.  quehia-  iíh'- 
pedido  ef  hácerlBera-algilQas  foFtificacioiies';  y  bimbien  á 
tos  franceses  el  v^iir.  Qay  deatró  2,600^-sokIlido^-'  está  [loF 
caboéf  marqués  i  de  Mortara.-  HtrriódeDÜ'o>de:Cci)fbr&don 
Mipe  derGufevara>[4)i  T^a  delcoode  de  'Oñáte;,  de  éáléf^ 
sedad,  ydtr&mfaase  de  Canipol  '  ;>  :  í  i' i.  ^  ;  i '  ^  '  ,:p 
Partió  el  de  Pobar'aon:i3,0D0  dragooies  de  Tarragona ■ 
psra'Roselkmj  créeie'e^tará  ya'  a|lácoa  «ste  áocorro,  y 
también  se  entiende  halará  llégádoel  que  iba  pop  iqar,  qu(] 
atiao  ha  babidoi  Kabiao:  ya 'pasado.     '.  ;    '    :  .  I 

&\  V'.  Jo»é  Martiaez,  qneéstá,  on'la  Pdebla  deSártabría 
conún-lrozo-dél  ejército,  dic^eü  una  Isuyáj  conio'>  e&'Ult 
talle  estrecho,: por  donde %)hosameate  se  ha  de.  entrar  de 
Portugal,  para  Invadir  aquella 'tier^^a, 'dos- leguas  adentro 
de  P(irtHgaK  «n  16  RvaB  estreclio'  del  vialle,  se  ba;  hecHd  un 
filéHe'real  cbtiiud  grande-reduelo  y  tnnohemn^,  donde 
c&beAmas'd^  f.OOO  sOldadt».  Han  sentido  estopeo  Púrto^ 
gal,  y  varias  veces  de  Miranda  y  Borganzaban  itratadods 
impedir  tS'^bhajcoii  'acometiiniéntosr  maSiSleñlpreHañ  lle- 
vado éa  la  catiKza', 'y  el  ñiert^ e&ii: caáíacabádo,  y  se di^ 
ceyv^misa^'hi'í^leítia  que«n:él  sé  há  hecho:  '-'  ■■      ;  •"•'' 

■'■Di'ísn  que  la  reina  dé  Inglallerra  séi  ha  ido  hnyendo'íá 
Holanda,  del  i  Paramentó,  y  queen  aquel  reino  hay'^an- 
deá  dirérebaés  ento-eél  Rey  y  el  Parlamento,  queoo'^bea 
,  en  qiSé  ha  de  pal-ap/ ■       '',■■■''>  i    i; 

'-  C^ldron  Ids  idgléBes  iina  áave  de  Fnaooia,  que'^ceir. 
Bm'^  bo«órró  á^  tos  irlaodeses.i'y  los  tieneá  pr^os'.  •  ■:■■■' 

■iLos  irlandeses,  segun'Ia  famaconstantecorro,  se  dicte 
han  degollado  pasados  de  25,000inglese3j.y  qoeá  íoaqüe 


[1)    Conde  qae  faé  deEscalanle,  aBadePdUcer  fln.  SD{;,^t)íW|!,^g.  $41^ 

D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


310 

teoinD  oficios  reales  los  bao  capado.  Que  siempre,  prates- 
taa  estar  t^dieotes  á  su  rey,  coa  condijcjoa  les  d(gea  li- 
bre eL  uso  déla  rdigion  católica,  y  que  no  entren  extraft- 
j^rosen  el  gobierno,  sino  que  el  Hey  pooga  de  los. natu- 
rales lo«  qaó  fueren  nías  á  su  saüsfaccsbn. 

De  Alemania  hau  venido  cartas.  Avisan  oooio  Picolo- 
mioi  Uene retiradoa á  los  sdeCos  á lo  últiEDode:  Al^numia, 
que  es  la  PomeraDia;  queda^n  \any  sin  fuerza  con  la  rota 
del  socorro  (jue  les  venia  de  Suecifl. 

De  7,000  soldados  qaeteaia  Lamboy  cuando  le'nxB- 
pieron  por  demasiado  confiado  y  potio  [ireveaido ,  se  han 
juntado  ya  eco  el  gobernador  de  Luxémburgd,  qUe  se  Ua-, 
ma  el  barón  de  Bec  (Becq),  6,000  y  cada  día  se  va  jun- 
tando mas  f^nte,  de  suerte  que  el  daño  fué'  menos  de.  lo 
que  ae  temía.  Asi  lo  escribe  el  P.  Vivero ,  que  es  de  esta 
proviocia  y  reside. ea  Bruselas. 

Don  Francisco  de  Meló  está  raoy  bien  recibido  ea 
Flandes;  acude  coi]  grande  vigilaDcia  á  todolo q»e  es  per 
ceearío,  y  trata  con. grande  coctfisiá  y  agradp  ái  lo»  QaioeQr 
eos ,  con  que  dicen  los  tieaeci  muy  gabados. ,-  -, . 

A  Juanetia,  que  avisé  habian  llevado  por  traición  de 
la  chusma  de  sn  galera,  á  Barcelona,  los  «abos  de  FrtiQ-> 
cia  que  alU  reáden  le  bao  enviado  é  Pairja.  .ParéijQme  le 
ha  de  costar  biieo  dinero;  d  t-es^té,  ique  eso  deben  de  ha- 
ber mirado  los  fráncesee  en  «sta  trananúgnacioii.    ,! 

Al  duque  de  Hijar  dicea  han  heoho  general  de  1«9  ar-r 
roas  de  Badajoz,  otros  dicen  que  solo  de.  U  cabaJJfria. . 

Lo  que  se  dijo  de  Arras  ha  sido  f¿ba)a(1)sentbra£ta  de 
franceses  por  damos  ese  alegrón,  y  liao6r  fiesta  decaes 
de  nuestra  fooílidad  en  creer.  Siempre  se  tuvo  por  so^ie- 
chosa  esta  nueva  en  Palacio. 

Adiós,  mi  padre,  que  guarde  á  V.  R.  y  dé  la  salud  que 


(I)    Véuelsptg.'S». 


3vGoo(^lc 


311 

deséoi  DeMitdríd y  AbrU  t:"  de  iéii^St^xUlak/títíaaxK^ 
]ez.<— At  F.  Ráfeél  Pereyra  déla'  Cdnapaota  <de  Jes^,'ed> 

Sa^Ha;::  ■■■■■■:•       .     '  ■      •;  ■    :-!/.    ■]  y-l  .t;--;.? 

■    .      ir;--,.;'.!/'  .M   I/.  .11,1,,,,   ,;\ 

"■  '■    SanfiííBí-^  Mnl  í  de  1612.  '■  :^  ■ 

■■■  ■■'    '•■■■•    JToii,;  *),  f6!.  j-ts:) '  ■'  '^''  ■■■"■  !■'  '  •  ■■";'■; 

Pax  Christi,  &c.  En  dos  días  sacó  D.  Juan  de  la  Calle 
los  300  hombres^  que  dije.^ei).  levas;  d(>  han  cesado  por- 
que ahora  pide  600  por  tódó  el  dstado,  'para  lo  que  ha 
empezado  las  levas  segunda  vez,  y  está  el  lugar  bien  afli- 
gido y  .aun  quejándose  del  duque. 

Un  criado  deS.  E.  llegó  tres  dias  há  de  Garrobillas, 
donde  está  él  diiqué.  Dice  de  nuevo  qué  ¿dd  grandes'  los 
festines  -^  ¿oríejos  que  se  fe  Üafcetíaf  di)í<iúe!poriór'détt  del' 
de  Olivares,  y  que  eslá  muy 'contento,  y*  que'se'ííespachá^" 
rá  con  brevedad.  Ehtre tos  criadoá  que  leasisíííil  (tidíeíóti' 
una  comedia,  y  sé  la  represen  tíiron  éllo^  íi/Isfdtís  r^n  dlróB' 
dellugar,'  eüire  los  ciialésibá  el  alcalde; 'ceíé'bMád  niüblJdl' 

Tres  portugueses  de  los  que  en  los  ^leones' ÍTe^rbrt' 
á  este  puerto  V  líivie'ron  traza  de  Sacar  ca'ntídád  deó}^  lá^' 
hradó,  que  trátári ,:  y  estando  yá  seguros',  trázárón''á$'(i^ 
á  Portugal,  para  !ó  diial  ftdtaroii  uü  b'áréb  'cott '  tbdb  ¿¿tfrtii* 
lo  en^O  i's.  dé  á  ocbd.  Tónió  el  i)áí-(lúet^o'SO''éil  señal',!  jf' 
sabida  la  hora  y  parte  donde  sé  haDÍ'aii'''dé  ecrlbartiiit'^tá^- 
Dochesiguleate  avisó  á  la  Justicia;  cc^iérónlóíl.'^f  lésqui- 
tarón  buena  Cantidad  de  "oró  y  ItJS  tíéaen''présbs'.'  '  '  'i'!' 
'  De, la  cápitatía  qae  se  perdió'  en  iá  báír'á;  íiSb  sacáflí' 
estos  días  veíate  planébás  de  plata  de  la  que  dicen  traía' 
por  lastre;  denles  la  tercia  parte  á  los  bazos,  coQ-que^stán 
alentados  muchos  á  probar  ventura.  . .     ..  ^      ,.    ^    ., 

Reparte  D.  Juaade  la  Calle  á  If^s.vecinoa.ide  ,esfe  ^- 


3vGoo(^lc 


tic 

gar;ntílihtidáá!^^iDerbi9i  á  badi  imtvsegbnisil/osudid,  V' 
dioe  ^>ie3'!pai«'TcqQdú(ÍD  Üa^Dle  qa^dei&ttactf  á/Cata-' 
laña.  El  P.  Alonso  Enriquez  está  hoy  mejor;  estos  diatípe>^ 
sados  con  trabajo  y  dolor  de  su  achaque  los  ha  pasado  en 
la  cama.  Al  P.  Alvaro  mis  saludes,  y  que  he  sentido  su 
poca  salud;  losdfppíis.estamDSi.'bu^i^B  ,y  servitor.  Madrid 
y  Abril  2  de  1612.— Juan  Noguerol.=Pposiguen  sacando 
plata  y  han  sacado  iiO^QOO.  ^  de  iá  ocho  mas  de  lo  di- 
.cho;  han  topado  con  la  artillerfa,  y  esperan  sacarla  toda. 
••'U-.-'  >i  -I»  ¡if-Ml    'I  i...'  ■■''.,     li  i.'l    ■  Á   i)-ii.'.i  /,■! 

{lúeg.'satí\o,,ii^m.li,ftóÍ.S«^.)  ^       __      _     ' 

^,,!  EBtá..^itiada,¿o^b;r^;,tÍeQQ  á  yis^as  de  ,^,OpO  á'f ^,0.(|() 
lf)pq[i^írp8,,,ppi:3ue,4í^:ft^8T;03i^''Í¿ad.  á  ntr[|,  yacían  ,;ÍoSj 
aí)tí»(¥^r-.íía,fri|icho-cij¡(Í3^P,,  y,'J'.''P'i  queajrriba  (f )  sé  ti^ 
Híi,pqr;peí-(i^dfl,;qaé,l3l  prpypncloií  debia  O^o,  ténep^ ^(S  tan 
íipr3^íjUL^e^Í^,4¥iestíi:;,e9.^e  las  cpaas  que  mas.^uidadp, 
hfiq(Í3(:)Q,e9,,es^.,l¡e(ííp!^.Míi^d9ron  ,se  fuese^Iuego  alií,.^_ 
if}3Tqujépde  Legaj)és.,;y.^,yQ\vie^^  ¡^orrequsai.y.olras.co- 
sii^ij  jflaa  Ipí^fí-i^íq  qs.^^<?/ip,-í^<f  (j^e  ,£if,f«e/;a.  d^ ,  iÍE(i,iíortan^_ 
cja,ps,(l^iUeg^^  áp.  |¿9ft.fla;p^gifJ^.,Jpupqi^eíiqup.,,^éto8,j3¡^' 
diJ9,l|abisn:lli^4P,;iffl3^,P9,§é,,q4f)?^fl,ci¡!i;to/Per^^ 
t9  plflisa,,apí\b^ntpfJD,^qu^jlQ  ji,p^rqiíe  g^ie,cl¡a'  cer;qadp.  el 
s¿c<^ÍQ,)^[Perpi^i^,y,;!o|de.nia?j,,  -^  ,...^  |  ,,  ,..^_  ,  ^,,  ^,  •  .„_ 
_j,,par^  ia  ippaí^a:,s¡e,h^e^^^£iij^^  pyeveijciooe?;  fór- 
mase un  bat;a|lon,;íí^-líi|  nqfjí^za^^e jjn(|,pspO[;oíieJ,^|  Prf^-. 
Cffi^.(¡i);,mie¡  qS|Una|de,l^stre3  cosas  gra|idps,que,§e,jppn- 
(Jpr^p  ,h}i^^r8e.  jj^qho ,en  este  ÍÍenjpo,:,,^py9l^^uque.d^  B^: 


-S 


''b6bB¿IUMt,Carlos4neilAÍ«a2bir''¿i)nUl(i!Ula(([k  ^ 


3vGooglc 


3<3 

g«|Z8;  *1  Veyi.^'f^abtíd  «eñt:/»  eBiItaF«lrioiN^;:ial  PKñcspf^ 

CmMt>"'->    ■-^■'  '■':    M-l,    ,    .,,1,.;..  .,i,  „.|.,;;,;I,    lJ(")J   (ktvI. 

'>"B6D-pÍ8ii(líilos>c«Ml^jS&luefatradIc¿botloiien4irpl^caí1 

iM'OAdaiiés  óotlftTleyiDfíii  OTéja, -oo^aiwufldi '*fiatfai'Hs  iwm> 
dtfgráiiliBtitnsjtytao'lufdHadb^qQietiihBble.'eki^íeiseQt 
timiento  délos  dueños  y  el  desairei'de>ír''eD  ukn  'cabaUo. 
désorejádti',  '!dond"|K»n^  'dJet[ll«B<4ittrattflF  tosmaUmos 
adimale*.-'!  ■'■''  '■■■■■■'i  '■■'•  .li^-'.^t  :" '.  .■>!.;. -i.-  ■>■-[.  .1  :  ■)!  ■!. 
Llamó  el  Conde  á  tódMÍbs'éoldildtÁ  qmJestáá  enilá  oúnt 
te^ipai^a^que^rueraú!  i  le<  jorbaéa.  oód'4u  sueldo-;  y:qú¿  de 
totfis'¿e>rbvid«i9e^D>'tareib'dQi(|4iaeérfá  máestre'de  CAaiti 
pO'i3a''hij(l;  7lq«e'8ii«st¿i  nio'tes'dohlenltatidj  'eligHÜsM  <d¿ 
eittPéisí'uA  Boldadó'dé  «bfUiqa^lo^-qtfa'hB'TeáBefeolinolsift 
ffibe,  p^fque  W dieivk tielDpo!para>ello',  y'paiB'^Iralarkr 

eStl^'SÍ.  '■i'-iir^  I  -li  ■-.    'ii--:  ■'  .•■■■í::ri,  :;  ..||  I.,-^),.,;-,  „,,  ,.■ 

"''fil'du(}ae<d^  ñijarníia-'d  gobetfiiírf' lab  errabas) ide<>'A^ui 
:    Al'diitjue  (]e'M«dfda  3idottift','d¡6eB  il^nandaniIevanM 

t»í-M,OlOO'eabBrlfcs;-VÍl   !■'  í.'i,.l>.)|,   ,:.,;.,-■  ;nr:i,,-;:   -:.■,;;    ; 

'^^  Dte^D'qiM  tecatf'Cf^d'  M  niiH<!i&'  (m^Ffiari»,  'yEq^.sei 
fiirflia  Dtr&'^á«tqit^dé,'^^¿nbrdlsé'#'eéfáimiti)leti'bá>d«it^,' 
[Wrqtiei'eT'rM«&tó"«i  ébbáh  biiai^d&^MV  «¿d!3» 'Ic<sli»ui«^ 
mW'ji&t^i'íJde  lithquédtí  'liottibt«';  y-A'oeáa,ii'^*o('mal.íumt' 
á\íá(j,'  q^tte  'Uiil^iiQó  ide'  toír  que-  fcéí-ew  'va)viéri;i-V^  s&i^é  el 
e^d'éto  'queqíie4»^Aí|R''|)erré  Bb  baUfralés'^  f 'éóipódeb 
ñk  'é^iraQ^r-bí'-^'pbtniígueses;  iTémeácf'qiie  i^véñtefato 
mude  todo  de  forma,  y  aun  pc^'nedeadfld^lp' |)areé8lf)aiif 
qlie-liay*'póblad¿i'ela.''''-' '*:'■■'■■■''■■'■'"!■  iip  "■■'■" 

■  DiHéé'  qSéifeí'frSfíícSS'dytidaiHt  deBergaozSvyteinp-' 
ta  para  que  bagE^'é^ír^d^  tu*  Cüaiilla  ^rtl  ^tertñr:,  ijl  <iub 
él  se  hall^,  desembarazado  ~ppr  ht  parte  de  Cataluña. 
, ,.,,  ¿ppíóÍíB6i|\}íphíje!|,iÍ()'Qáüvó  á  'tft^^  c6'|nf(|^en 

jaro,.,,y(soki)ai>^UÍDti'4a.  áxi»  M  :liabÍ<i'oi.'«osMV  B^^tújul^f^ 


3vGoo^^lc 


qoe  á  D.  Dieso  AllaoAfraDo,  &aoal  áá  G^Ddejfr&dsd,  lapi- 
dieron  7,000  ducados  de  plata,  y  dijo  no  los  teaJít;  que 
la  apretfi  muoboél  Preaideole  y  dospues  el  Coode.  y  este 
último  nprieto  debió  de  ser  talque  deade^  aUl  ae  fué  á-su 
casBu,  dende  Te  dio  itn  tabar(lillo>  de  qae  murió,:  malogi^a-r 
dose  bDO^eloamejdres  Bojelba  deie9ta,tieiDpo;:Aeato  di-n 
i;6' yo  no  le  matiS  erito.  ; 

Uoiamíbo.  aueaAtó -á  Di  k4é  4Jb3;N¿^l«»(1},  d«l€oiuejo 
de  Italia,  que  amaneció  muerto.  La  plaza  del  fiscal  oedíÓ 
á)D.  lüao  Moralesj  alcttlde  de  Górte.       :  ; ' 

''  Domingo!  en  laitarde,  ée  H«v<ó,j1  Palacio  un '  cocha ;q)ie 
báidiasáe  está  haciende, de  qite:li«;BÍdo  coniwrip  D^Cb^ 
dto  Valle  dé  la  Cerda,  idelCoosE^  de  HacieM|da,  d^  aaEme- 
s(  bordado  rde  plata  pasada,  y  tod*  lA  divimu  y  herraje^ 
irisno6;lasH«ntasy  clavo»  de  ellaí,  de  plata  maciza , 'Con 
gran  cantidad  de  florones,  y  remales  de  lo  mismo,  cosa,  de 
admíradoo,  por  del  dentro  y  ruera^  seU  br,a¥Qs ;  Caballos 
jóvenes,  con  guarDicioaes  bordadas,  cocheros  vestidos  do 
Ub«ea>btteTa;  QHaOro  Ó  ¡sejscabaUos  opilados  bravqs,  y 
con  ricas  guarnicioaes ,  dos  para  el  Rey,  dn^. paro. Ja  Beh 
na ;  todos  coa  (dtíoes  lar^oa  de  bisicado  -,  y  ereo  que;  los 
otrod  dospaüa  elPrfaoip&Este^rittofo  M  á  jPala^io  por  |a 
caUe  Mayor,  y  Jo  mae.públioodQl  lugap,  p«ra  foosueJo  dalos 
quehaDioootribuida  Es  cosa  de  maa  dG<.3Qi000  di)padoa< 

Del  donativo,  nadie  ae  escapa;al  juez  llanfó^^M  conde 
de  Castñllo,  y  le  apvetó  tanto,  que  hubi»  de  dar  ^00  da- 
eadosde  plata,  y  esta  Tué  la  menor  peaBdumb^S)  'B^pui  .la 
que  debió  de  pasat-  sobre  ello.    ;  -  ;   . '    ,      .  - 

Dícese  que  ponen  casa  á  un  hijo  déla  CalderQDp,.,.Ia 
represeataatai  que  se  llama  D.  J^ian de  ^ustriar  que. ten- 
drá l^.años  (Si),  y:que  le  eovian  á  Bada^?. 

,,  (1)    Duque  de  Campo- Vela,  Btfs\xa  Pellicer,:  jlnti»,  ^ig.  Sil.     , 

(i)  Léase  13  j  no  11,  pnea  nació  éaTi¿  Ahñl'ié'isn.  Véaie  ans 
iióta  «e  l«  pig.  S6»,  en' que  por  eqnfvbcMMt  dijInioiitpiAlmlvll'Bltw. 


3vGoO(^lc 


«5 
Hele  IiegaDéssev»yaet  sábatdo^  Gat«lafia,  y  el  d» 

H«queda  ei  sábado  Santo  á  su  srmwiB/    '  J     i 

Boy  luheá'l»{)o 'una  cora  de  rías  á  te'  puerta' ée*  Puta-*' 
cío.  Parece  ser  que  el  marqués  de  Ladrada  había  maltra- 
tado á  UD  cochero  sayo,  y  que  él  para  librarse  había 
puesto  maDoá  la  dftga,  ó  ^cád^la^  QueiidHóse  el  marqués 
y  bteole  azotar  y  avergonzar.  Paea  estaudo  él  en  Palacio, 
y  el  coche  á  la  puerta,. yíao  el  cophero  y  coa  favor  de 
otros  como  ét  hartó  las  malas  del  coche ,  y  las  asombra- 
r9D  dc;  maotir^  ,q)¡ie  no  pareceo;  el  cpcbe^e.le^medio.Tol- 
caron,  eai  fua^  íetrípa„queesvá.aIILjun^  á^^l^cipuSecbs,-. 
^odeiilro  ^  ^qp«  de  ^  qae  fué  veng^in^a  d^Jiisa^y  maf, 
quesiei^o  4'Qi^Íodíft..pu9EQdo  hay  allí  inLta)(i^9.,tinrÍci->, 
rp][i.i)emp9:,p3ra,(ísio.  ¡'  ,  .  ,.¡    -  _-, .,  ,,,,■,  ,;i;  -^ 

^omaq  loa.  pabajíp^  ide  los.  co^hfs  par»  U.-giietra^nq: 
g^oaraiment^ ,  mao.lQs.q^  le»parecep;  np  sé  «í  Jos.  pig^m 
6  la  orden ,q«9  hay  ^a  .esto;;  basta  ahqra'  lo„<ji^  .ti¥^><e8| 
Duiodar  Ipsreg^^reniy  bácenlo  todos>  ■  ,,< 

:  (Marte¿,'se  ha  dÍQho,qi*eI(t.de  Cqlíbrt,  estó  pa^or/por-í, 
que  ha  h^liijdc!  avísp-que  P-  PtjdrqMde  AragpfV  09iii'9i9')f}, 
caballos  y  1 ,000  dragones  bAip^aado^ya:  al^,  ¡y(.q^^t>{^ 
ya  habiendo  pasado  todos  los  malos  pasos,  de  manera  que 
ya  estaba  don4e  do  le  podían  embarazar. 

Grande  aprieto  para  que  toda  la  nobleza  salga  con 
S.  M.  sin  exceptuar  oóupácíonn!  éhfeniíédad.  El  domin- 
go 39  hubo  bando  para  que  dentro  de  ocho  días  se  regis- 
trasen todos,  aunque' ló  estuviesen' aqof  ó  en  otras  partes, 
y  que  los  que  estuviesen  enfermos  por  sus  parientes  den 
confídenies  ab  las  peuEH  de  los'^aé  désatApahan  k  sil  rey  y 
no  le  sigaen  en  las  ocasitmefl  de  tíecesidad;  ■ea  fin,  <gratidef 
aprieto  sobria  esto,  y  las  demás  penas  al  arbitrio*  de  S;iM.- 
^to  s& puso  asl^'yse'han  fijado' papeldneseif  taipartieft  pú.^ 
hlicas  diciendo  qu&  es  d  iSIttaBo  íénamo  '^  convóoMíon.,  'y 
todavía  hay  muchos  de  parecer  de  qtié  Bi>ika  debaber  oí: 


3vGoo(^lc 


pOeáe  bac«c8e:ieiirQada  ^y'dicBDlqlte'Jo8ó-Gcln^l«fe^ll|^¡:(tpD- 
t^aí^¡cejustaIneIlte  y;((«&est4;e9cribiead0.ert  déredio  stí- 
breiqoe  lioiC9nvieQi9  hficerlo.  Madrid  .y  AJ^ilS  :deifi€i2. 


■ ''  ÉíádHi  y  Ahrüliile'iñ^^^ 


'"Pflx'ChHMi;  &(:.'  M¡  í*^.  Péreyra;  'ao  -Üay  inas'  n'ireíW 
qow  grandes 'ptwedciOnés  én'estó  ciudddpara'ía  jói'ríadá' 
de'S.  W.':  tfqu'r  se  jíreTienéti  9,00(1  cÉibíílIos  y  iib  iJuéJrf 
(íaliall¿r<í^fle  bÍo  sti|)reVenga^tí  ármsís  y  galas,  que  todóá' 
se  alientan  con  la  jornada  de  S.  M.,  "y  Vs'comaVók'  óirücé 
3;0(>0  itifáotésí.  El'aeBenaVecít¿  é^tá  tnu^  sefitldtíi'tíoí'que 
IK'qáitaídn  elgóblei'no  de'tá  íróéiéra''  dé'Portiigál"  A^úí 
tfehetníis  gtífti'  bdifaeríj  'de' soltfáííos -de  FlárilJtó  -bizíiri^óai' 
mucho  se  teme  la  rebaja  deíá'niotieda'J'Ailiós',  qnd' güstr-' 
dé'SIV.'R'.'bomo  de&'éo  y  sijpllco.  7)é  Vatladoli'd  y  Abril  3 
de''fé4í:=^A16n9ode  Aiila'ya.=-ÁÍ  P.:Raraél  Pereyra¡-tíé  )a 
Cóáípáñla 'de  íe3Ú3,eW Sevilla'.'  .    ;i    ■■    -!   < -■ 


■'■■:■,:■•  ■.,■.(.>  ■■■.   í^¥-'í«'^t»."5"<!'i'',."'^:"'-l':'i  ¡.  .-.■!-  ■■/,  '..' 

■  A  31  áeiJAmoida  i6i2.yioieroia  scáire^  Aropbe  2,Q0O, 
pórtaguesQS  y-otfod  extrQpjdrosBPSsIiadQEI.irajavimucbag 
GdfrstasicoQ.)e£lu  pary.quefuar.  upe lio tención  qi)«!«l)iuvw^ 
loí^vsBo  ei^TtentOibáoja  ,ei  'pueblo  y  coa.  eao'  btcí«ae|) 
m^t.  au  heúbo.  Ga  áirwtiei  Lvgqri  iiiuiiado.;^*»'  m  Ctfltillo^  !]l 
pueatolen  iln:fdU)y  QifisQhDioa  querMD'porti^ués'  viDO'fil 


3vGoo(^lc 


817 
diá'^atüeaiy  avisó «irelfuiéblo  ^tai  vefaida  del  «nbmigiH 
eoo-que  él  Ibgaf  wpreviao.'"  '■><"•''■■-.[  .■,!,!:■.((  1. 1  i.-| 
''  Estaba  eAs  Cuaresma  predicaDáO'  do.  fraHc;  frAocJacq 
en  lucho  tugai:,  qoeilós  animó  y  les  dijO)no  MVieranifwtni 
que' él  iquéria  sar  BU  capital,  .f  <|ue'i¿0!'hicisben!|iinA tfqe 
lo  qiké  éf  dijese'i'ff  Ho(dispat^s«i  ;mosq«iete;<liailaÍ!tiub'él 
BMitdase  beariElsi^rtipaQásj'Ll^arbn  los  :pertugue8és>«jj 
em  eV  aví^'d)¿hoeBíHbaH'PFCfveüidDs;<;pmetiziTi)D<'á'ticfti; 
ks'^togoeses  al  lugaP^raDcaqiidad  debataadeUQosqbeU 
y  areabuGesj^d  hacér'otro  idaaO'áiaa<qae:  ien  laateÍMi  jf 
ea'uoa'Vi^'^uaiitiatl»^ ,  ¡y  á  liaiÉiiácbaofav  ^sUave^artm 
tm'bta20'eoH')a:bitp:de«QiarcabuB.iDaiióiesUbatén«9Mp 
hbrás/yifll  oqbo-deellas  naoliló.él'frailadarSantialBO  ¡i:li4 
rbV,  f '  fbepon /mucbos^laB  pbrtai^Bases  y !  eraliisfijéras  MDévtoMi 
DesfMes'coifaesizfllnNi!  A^tóoAr  UuibamtilKiaa'y  indanmo^ 
oesidcile^rla  (joa'einnuevpiBocoifróiqaé'les  biA>ia[  vbmdó 
d«'4a>BÍerrq'de  AraceDa.cobiqde  el!elrieiii^oi:se'iietÍPÓ;ldeK> 
vando  los  mBeKosiporfliqdéieiiiy',  dejando  ios  xliitFBDfMov 
enielIcamfMi,  dtsníidos^'y;eaBolo  ;Da:moalton:lhaUák[oh-jé)l 
de  «stoa:  sui' oU-(»  qiid  f  efaiábkd  ieaparcklog.  taa  louajatak  nars 
gabán  los  arcabuces,  y  los  mudidehori  cÍKHiBkM'bfiWiqDq 
msfiiJrapóB^iqofe  >Aieroi>>tD«has.  0:  dia- aigiñeotaiSS  les 
Uegó  !€l  >9Eiciorro  delá'siertrá  de  ftú4  bbmfabesi .  if>ya -eli  eiic4 
migo  fiéibstHa4(l(^'4Uospdiieoe  voqiad  áieosd hedila.i  Aft 
de  Abril  de  16kSlMMDoaifilslébtín'dei  Híwojosb^  gofaér^a-M 
doniAeZwfi»--' "1  .-I.-  ■     in    ',.;.  -^,'  '.;^^  ,.|  ■-■,  ..,-,■; 

si;!:-,-.,     ^,1-  .    ni.;.,;',      ■::.;:     .■/.    .-■.,■.:.,.,    .^-1    -I,    ,Mi,ií<,; 
"',','  ■  ■'  .   '   (tom^SÍ,  fúL  sifs.)     '  ''  '■  '''■'■'  '   '  *'  '■ 

Pá^  Ghristii  £fo.Poi}o  tei^deíqaéaTiipr  áV.  RJy-qoK 

siera" faera'<ki'ñ)«B^^8to.'  'AyéF  vi^artío^^áio  él  de  (^ 
bar,  que  Iba  coni2)300'<!at)allos,  y  400'  itHwqDetero»,  bap 


3vGoi>^ílc 


348 
bÍB)«td»JX)U'edel  oaMibiK  Bsto'avisá  «iloD»d6deiAgiiiltt: 

por  la  noticia  que  tuvo  de  algonbs  pqcos  que  babiaa  lesoa- 
pacto  del  p^igro.  Fué:elcaM>,  que  el  marqués  iuvoórdea  de 
ir  eoD'aquÍBlla  gmlfi  i  socorrer  á  Golíbce ,  y  -á  teíífnAr  eA 
ej^ilo.que  -hajn  éa  JlosefloB,  «leade  Tarragooa  hasta  dopr 
de  hqbia  b^r  seguro  ¡por  estar  tíbedieete  á  S.  M.  H^bia 
por  lo'  iQSDoeidiea  ó;  doce  tdarchas ;  toda  tierra  de  eiteQ»' 
gmiciiD^^járctte.aprMl&dOi.paaoB  algosos  dificultoaos y  es- 
Ufeoifosi.otrba-Dhuf'-dgt-ieb'qtie  eoo  muy  poca  gaota  poc^taH 
baeer  nenstenotaiiüinidioa  é'  impedirlea  ib):  paso;., Propaso 
CBto  por.ires  iréúes^  vi&iéle  respiHtdid»  iejeootafíe  el.  órdaí 
qaelenia^  i^  la  cuarta  cartti  aun. ■aáapreft«dft>«OQ<()ue,et 
boea  cgduillero  sd.Tki  obligaldof  á'  sacriBtarraa  Tida  á.  lii 
ofadéieBciB'd^ipiieiile  «nriaha.  el.  óndoD.-y  servido  deS.  M. 
Gaañoái  no  sé  4iatefoii  díasi,  y  íuó '  aieoineUdo  doa  veces  de 
Ur;ide  tai' Mota,  al  oaal.te  rompió^ambas,  y  el  de  la  Meta 
seiíetinVbáeia  Baroeloaa  -dq^de  tuvo  ootíciai  que  autítirb 
geit0  eatfdie  «■  «vÍTiMei  y.  nwlidos  de  loa  doa^eocueiAraB! 
qikB'habiaalheoho'eoiiseio  y  resuello^olirerse  báeia  Turran 
gsBi  4  Ailagaa^  pac  ia  inposihmdad  de  )o8i  bastüaieatofi  y 
pOTqMJ'pbr«¿¡aBí'.de  baiultrA.  ■■   >■■'   [        .  ¡.i  ■■,:,     .  -..i.  . 

■\  iGon  <ealia  :resaiHci¿á  .eadúuron>todb  la;  nadie,  teaftn 
brÍeatiasif-;caQBadós,:fatigado¿  del  sueño;  Biguiótos  d  Fmih 
ééá,  radtmádss  SIS  traipas,  y  alo^aBádo»kis<  rikapió,  <  que 
éiqnieÁ  ibailai)  otól  parado.noifoé  idueha    : 

Esto  68  lo  que  hasta  ahora  se  sabe ;  lo  especial  a«ji  ao 
hay  noticia  de  ello,  si  el  de  Pobar  fué  .muerto  ó  preso,  del 
número  !de  loa  muertos,  &c.  Háae  sentido  esta  pérdida 
mnchlsÜQO.  Dios'lo'  demedie  que  es  solo  el  que  puede. 

Foéle  luego  correo  al  de  Pobar,  reconocidas  mas  las 
dificultades,  de  que  no  partiese,  y  llegó  algunos  días  des- 
pués .de.  haber. partido.  ¡EMo^sloquAiba  dicbo  Un  h\}D  de 
wrr^ote  deAragoo; dicen taataafiU^la&Aoiiiuna'Verdad, 
que  AUKpweatQ:  lo  «s  en:  la  .aMUmoia,^  la^  ciftfttnataincias 


3vGooglc 


8)S 

sdQ  moy  TsriBé,  y  a^.^nhayisino  agoardaf  «l>aiefopiu 
'  '  ftimctdi;estr£|o¿diiiarii»ide8»Saidi4ad  hailégado4<iiDq 
de-«i«stroft  puei'tos;  a^rdin^ote  ettáDr't'OBen  poi"  cieMd 
9e'queilapá:por:or(liiiarid<oino  sselé  sisiupre  eiicGderr"B| 

qob hoy  loleshft  prdetidifto  moy  biéaiy  con  .^luleisatm 
bccionde  todosi  iiO'Uegará  Sa.Sahtidad  :d&^raaaí^rltí  sos 
«BÍ-vieiMi  •     ■'■-■■■■'■     "í;i  n  -.J  .-.  ■  -  ■■.  '.:■'-■'  ■■.'i 

.  >  DaPftrthgal  «vísaalpí  dé  Baflajai/  qbel  hiaeron  :100 
«billobAkü<Bupslroi  nat  entrada^  co^wod  4 ^fiOd-co» 
brau da gaÉe(ikl láeoqr,. y  efufi  vioieddo ioóti  éüa» stEeroB 
afiOcalMttvsidela  fn^iitefa  de  PontDgal^  .aM>!  mo^qüetOM 
F08¿qrie«sf;aranui^aroalgt-«Ddd;rBtOjy  iés.  quitaron  kipvssq 
áilús^aésUf»;,  dnnque  filé  con  fiáf^idád^  iO  daik^deá 
ectballüiyidéial^adf  So&hteéy  cob  muCTte'de'sisteidp  lop 
BBostfd9.fiu'dific(ilted  Üebe  eite'avite,  y  asi  >iM>:wMi3De 
por  may  cierto.  Adiós,  mi  padre,  qoeigsíBnde  áV/H/yfdé 
la  salud  que  deseo.  De  Madrid  y  Abril  7  de  ^  6í2.— Sebas- 
tian GoDzalez.— Al  P.  Rabd  Pereyra,  de  la  Compaaiade 
Jesús,  en  Sevilla.   .  ■    -  ■  ■;   .;.  ií  ,  _ -..r. 


Madrid  y  Abril  8(íe16ÍS. 

~<.,í\!  ■:,:,' .-: ;.  .■.■.ijim.iu, m-iiU)  i-  '.-'.-.r,  :.;.■.  i-,i;,:i  i-.n 

:  Pftx  Gbrbti>i&Q'  Bi^iaoto  atmtirá  de  ¡dar  :á|  Vj  IL^Im 
buedasíLRasciiaSiiii^xleBQD  bB¡teiigaí'tanIaiegr^tBMM«Bt^ 
aiiiñein|osbilati'ldaTáraieai})rei  De  bmvo-m)  lUj^noiilaí^e 
daeaUi'  s^da  iGÚfOftsAlm:^  Príocifls  rCLiyos  capUénesaa* 
seoores  de  título.  Teniente  el  Conde-Düque;  sargento  ma- 
yor D.  tais  Ponce.  A  estos  señores  se  han  arrimado  algu- 
noscapítanes  y  ofleial^  refbíTnaÜbs,  asentándose  por  sol- 
dados. Oíros  mnchos  liay  en  ésta  c^i'Wi  qup  pl  ^uá;  e^i^í 
han  querido  hacer,  pareciéndoles  poco  lo  que^  m  les<  pren 


3vGoo(^lc 


8S0 

oñ^iyiitilacfadjtoiiqaenbn  /Inábafaáft:  ^cbaqoe  da^geote 
pooO'Oiib8Í!Mrad8li^:^Mira,ieKi4ailiieóf!Bidád>  presM^<{iuá&  les 
hftbia<de'p)(nier;la.(ntrnil.  ^.l(J)I]ld(^K)^->q^«^'^'latofie9eis 
|}t'opids',-'gr¡iDas]auáDd(t la  rey jesUtcoAmusetfasidb  .que- 
FerjBe^>iulealldillo:'tado!e^lestha^ftda.jQiba'•lo'^e■lle(^; 
■-:■■:  DéspaeBi^^'la  botá'de^uésfra:icibaUer£Rl  'qufj/auíiqíKl 
fué  -cierta,  del  daño  no  se  sabe  puntualmente,  soloischa 
dlchoiocMkOibl'^Pc^V'qt'iddba.preBe.'y  iddeTbratto  y 
otro9<tnlk]isv^6BiBarc^oiia..Todii>eB  trabqosi^^  ^ .GiMibm 
seitiaUa  mtfl,  dñoiéiidoseió  4B^G6t^iperdidal,>(é<ea':lbéiiii-M 
Bogdiqí'fieiidAtiáé.  A^iyalii')liS'dDsa8;iiDti!}siJo'>ta]e)6r¿f y'M 
pesi^t*  que  naa]^>adéQ(iwiiea4Í8fiei:ikaA '9101  *e.paedq<Fe'H 
oelflb.  Adioi)  ^\  fia{UeJ<qvf  guardé  áiiyuJt  ydd'teirsaltld- 
qob'fiuoteiry'^'dfseoj  Do'Afad«idiáiu)8deiáii(!Í[<Aevt6tfijM* 
SebáBtisD  <Qonzalez.<r*AI/ P:  Bafacé 'Pet«yha,:i  de  i  iht  .GoApa+t 

ñíavd^iJerflííiflhietevHH'  ''-'It'!  i.U  .-nil.V.  .„;.  .,■.  nu.^  -ii.; 
->,,.:.:-  .l:¡>'i.,l,  r  ti-h'/.  V  \,hU;\f  i,í|  .u■.>-^^  -ir;.  I>.,1,;..  ;■! 
■,ll    wvv\vyv•^   l;I    ;ill   .in/-Vi-/l   |-H;1i.íI   .'I  !/     -.V;Ii,-Jí..1  ím,:1 

Marzo  n  de  \^hi{\).   -Wu'''  iv.  -iV.! 

,(Leg.*Bueltu,  [ól.  SSI.) 
Muí  ■,■'.  í<  '.'iW.  \i  VivV'iU 
Tres  años  ha  que  fuf  enviado  en  compañía  del  P.  Gas- 
par Cujia  á  la  misión  dei  rio  Maroaon,  ó  rio  de  las  Ama- 
zonas ,  300  leguas  distaotes  de  Quito.  Llegamos  á  él  y 
hiég(iim4  puso'ba-dañinoíía  «ierrsiadeiinio.^l]éei;i^'á'<una 
provincia  deiloAi:Juv6n)9^  qod  «metbeiñ^eroD  'otín-ilmen 
a^si^o  y, 'cteoMStracianeél  de  «lineaai-inUuathd';  npnoduré 
«gFegartosiytraeriosdfi  sos  iatdzaóksi  distaiités^niíe  st 


jX)  l^v:^w>  Uleet^de  e^|cai;tiH^§cfit«en;fll  Rio  Maifflop,.  w  ^ 
ftfio  IGlO.'háUase  colocada  en  los  ájanles  del  P.  Pare^frá,  en  37, de  Mario 
dé  '1 6ía,'  'día  6n  ipie  se  recibiría  én'  Sfevilla  6  vendHa  cuando  ¿siios  i  tóí- 


.vGoot^lc 


3« 

muchas  l^uas,  y  aunque  con  grandes  d¡6cu1tades  se-  re- 
áaiéroa  en  poblacioa,  y  está  hoy  hecha  una  reducción  ó 
doctrina  que  doy  gracias  á  Nuestro  Señor  de  verla,  y  mas 
cuando  considero  los  azares  y  sobresaltos  de  muerte,  su- 
dores, trabajos  y  hambres  tan  grandes,  que  de  esta  últi- 
ma plaga  estuve  ya  á  punto  de  desfallecer ,  y  para  repa- 
rar el  lance  me  hube  de  valer  de  viandas  bien  horrorosas 
i  la  naturaleza ,  como  son  monos,  ratones,  lagartos  y  otras 
inmundicias,  á  quienes  lia  hambre  daba  sabor.  Todo  se  da 
por  bien  empleado,  y  quisiera  padecer  muchísimo  mas,  ó 
lograr  una  buena  lanzada  ó  macanazo  en  defensa  de 
la  Fé. 

Viendo  el  baen  spceso  de  los  indios  jnveros  en  su  po- 
blacioa ,  y  buena  voluntad  en  recibir  el  bautismo,  y  la 
buena  disposición  de  otras  naciones  circunvecinas,  se  de- 
terjninó  el  P.  Gaspar  Gojia  á  llamarme  para  que  saliese  á 
Quito,  y  qoe  proponiendo  el  buen  estado  llevase  nuevos 
compañeros.  Salí  al  cabo  dos  años;  no  conseguí  el  fin  por*- 
qna  no  hubo  uit  solo  sujeto  que  dar^  volvfme  solo  y  estar- 
lo hé  hasta  qué  Nuestro  Señor  nos  énvie  compañeros 
para  estas  mieses,  que  son  abundantísimas  en  este  rio  del 
Marañen  y  en  los  muchos  que  en  él  entran.  Marañen  y 
Noviembre  I .°  de  16Í0.—P.  Lúeas  de  la  Cueva. 


.    MadridyAbrü  8  deiUi. 

(Tom.  90,  fól,  SSe.) 

Pax  Chrísti,  &c.  Estos  dias  han  hecho  en  el  Retiro 
muchas  juntas ,  así  del  Consejo  de  Bstado,  como  de  mé- 
dicos y  otras  personas,  para  apoyar  que  no  conviene  que 
aalga  el  Rey.  Ayer  topó  S.  M.  al  Protonotarío,  que  traia  una 
consulta  en  la  mano  y  le  preguntó:  «¿Qué  es  eso?»  Dijo: 

Tomo  xti.  2< 


3vGoO(^lc 


m 

«  Una  coDSoita.»  Tomóla  el  Rey,  y  síu  verla  la  hizo  peda- 
zos, y  dijo:  «No  mebagaoooQsultas  para  QO  ir  4  Cataluña, 
sino  vayanse  disponiendo  para  la  ida.  »  Así  es  qae  todo 
es  ya  preparativos  y  ir  llamando,  auna  la  gente  que  do 
es  conocida,  y  aacaitos  por  fuerza  ó  de  grado.  Madrid  y 
Abril  $  de  16iSl.-'Antonio''Serr«Do. 


iíadrid  y  Abrü  H  de -*6^  ii). 

lTüii.M,«l,M(.) 

OoQ  Juliao,  d  hqo  del  Goode^DaqBe^  que  le  han  hecho 
oafHtan.Bon  otros,  y  levanta  atfuf' U  gente,  D.  lulian  di4 
muestra  ú  S  da  Abril ,  yendo  S.  M.  á  la  i^esia :  de  San 
Francisco  de  Pat^a;  víle  y  iba.  muy  bizarro  dé  galas  y 
JMena>  geabe ,  müdtas  trcMupetas  f.  atabalea ;  fué  muy  so- 
leiBpe  dia. 

.  .1^09  demás  capitanee' son  e)  miarqués  de  Salinas,  don 
Diomio^ode  Toledo,  y  D.  Oi^ode  Guardiúla,  y  taanbieD 
fviéSia  muesitra  bis&rra. 

I)<a  jornada  de  S.  M-  anda  tauy  devisa ,  auacfue  el 
marqués  de  Tonrecitía  es  dd  parecer  que'  no  la  baga,  por- 
que si  hubiese  mal  suceso ,  sería  grande  desaire  hallarse 
cerca  de  S.  M.;  pero  con  todo  se  le  va  juntando  grandí- 
simo ejército.  Madrid  y  Abril  S  de  'l&48.=Dr.  Francisco 
de  Espinosa  y  Guzman. 


{1}  Esla  caria  y  1»  anterior  se  encuealiaa  de  Utra  del  P.  Peceyra  en- 
tre los  apuntes  que  él  hacia  para  su  uso ,  y  en  que  iba  copiando  u  e>- 
tractandb  ta  correspondencia  recibi<i&  en  Sevilla  por  otros  PP.  de  sa 
caLsgio. 


3vGoo(^lc 


Madrid  9  Abril  16  ¿e  16&2. 

(Toin.íO.  ra' í**.)  '     • 

De  nuevo  se  dice  que  el  de  Toralto  y  el  de  Pobar  (1) 
son  prisioneros  de  loa  catalanes,  y  qué  se  piensa  los  en-' 
viarán  á  París ,  donde  está  ya  Jiianetin  Doria'  (3)  á  quien . 
cocieron  este  invierno  por  la  traición  dS  lÓs  forzados. 

En  Perpíñan  se  padece  mucha  necesidad ; '  sábese  por 
cartas  del  confesor'del  marqués  de  Flores  de  Avila.  Háse 
dicho  que  á  Colibre  le  habian  ganado  los  franceses;  parece 
muy  verosímil,  pero  no  se  sabe  de  cierto  (S)l 

Al  P.  Provincial  le  he  oido  que  !e  contó  el  -prior  de 
Santo  Domingo  de  Plasencia  que  en  aquella  ciudad  temen 
qae  los  portugueses  no  la  entren  á  saco ;  los  fundamentos 
son  el  haber  allí  avecindados  muchos  portugueses ,  el  dis- 
tar la  ciudad  de  la  raya,  aaoque  por  caminos  muy  difí- 
ciles, 1  i  leguas;  el  que  iban  entrando  muchos  portugueses 
con  disimnto  como  á  la  deshilada.  Lo  que  han  obrado  es- 
tos fundamentos  es  que  el  cabildo  de  la  catedral  bn  puesto 
en  cobro  la  plata  de  la  iglesia ,  y  qne  todos  vivan  con  mas 


[1)  Don  Pedro  de  Aragón  reeibiú  Arden  de  aworrer  i  Perpiftan  eon 
1,000  infantes  j  2,000  caballos.  PactiA  de  la  fronlera  de  Aragón  í  pri- 
meras de  Marzo  ,  ;,  IlegA  á  Tarragona  donde  competencias  coa  el  de  Hi- 
nojoM'sabre  el  mando  iú  ejército,  \o  deinvieron  hasta  él  38.  Derrotado 
<n  el  Valles  por  Mr.  de  La  Holha,  ki  faé  segunda  vej  en  «1  collado  dr 
Stata  Cristina,  el.  día  30  de  dicho  mes,  quedando  friiionero  eo  manitf 
M  esemígo,  jaalamenle  con  el  marqués  de  Toralto.       , 

(S)  loanetin  Doña  fué  becho  prisionero  en  7  dé  Febrero  con  toda  la 
BMb  de  sn  galera,  por  haber  esta  encallado  en  la  Tontera,  eerea  de  Sla- 
oes.  Véase  lo  qae  ya  se  dijo  4  p4g.  287. 

[31  Eatregóseen  efecloel  día  It  de  Abril.  Era  gobernador  el  marqués 
*•  Horttr». 


3vGoO(^lc 


381 
recelo  y  cnidado.  Predicó  exhortanj^o-  á  esto  y  amenazaDdo 
si  DO  se  cautelaban,  con  algún  suceso  de^raciado,  el  guar- 
dián de  los  fraacificos  deftcalzoáj  esh>  óí- decir  al  P.  Pro- 
vincial. 

En  Roma  el  dia  de  la  Purificación  hacia  fiesta  á  Nnes- 
Ira  Señora  de  Monserrate  su  hospital  de  la  Corona  de  Ara- 
gón; pusierqn  [los.leales:  á  la;  puerta  las  ariHas  de  .nn^tro 
rey,  tos  rebeldes  catalanes  á  la  noche  tas'q^ítaron  y-pu-r 
áeron  las  de  Fraoota.  Qtiibo  á  la  mauEtna  pesadumbre, 
porfiando  cada  uñadle  las  partes  por  llevar  au  intento  ade- 
lante. Maodti  el  Papa  que' se  suspendiese  la  fiet^ta,  yque 
aquel  dia  no  se  dijese  misa  en  aquella;  iglesia;  bálq  coota< 
do. así  el  P.  Artieda,  qoe  ahora  ha  venidq  de  Roma.  Ma-* 
drid  y  Abril  i6  de  1  fiiS.^Miguel  González. 


.    .     :         Madrid  y  Abril  48  de  1612. 

.     (Leg.*  inettoj  DAm,  4,  ful.  Sil);     |,  '  .'     ' 

La  jomada  deS.  M.  como  debe  ser  laoroe^  le»  biie- 
nos,  y  corao  nos  ha  sido  tantas  veces  dicha,  n(?  1»  cree- 
Di,os;  que  fuera  necesarísima  lo-  conocemos ,  como  de  sol- 
dado, no  como  de  rey,  habiendo  hallado  en  el  vilaozo(l) 
hecho  del  gasto  de  su  casa ,  que  necesita  para  cuatro  me- 
ses un  millón  trescientosl  y  tantos  mil  ducados  de  plata, 
cantidad  sobre  toda  fe  grande;  además  délas  coD^giaa-: 
cienes  de  sumas  increibles  para  los  ejército?.  Así  el  mar- 
qués de  Torrecusa  juzgaba  por  de  conveniencia  i  que  S.  H.- 
se  estuviera  quedo,  y  que  este  gasto  se  hi¿ierá  én  un  ejér- 
cito volante  de  1 0,000  infantes  y  3,000  caballos,,  con  qoe 
se  oUigaba  á  ipenetrar  en  el  Principado.  Pero  en  ^  juntar 

[1)    Es  pslsbra  italiana  y  ulá  por  •  balance.» 


D¡g,l,z.cbyC00gl^' 


esta  geate  cdnsistk  la  mayor  díñcultad,  y,  así  se  resolvió 
salieae  S.  M.  aporque  aolo  coa  su  persooa  .  podía  ^Uegarsa 
este  ndmero,  viéndose  ser  así  que.  ea  una  baOdeta  déla 
compañía  del  SrJ  D^  Earique  Felipez  de  GozmaH;  corone- 
tía  de  S.  A.,  desde:  el  domiogo  acá  no  bay  alisUidos  sino 
ií  hombres.  Si  S.  M.  lleva  ejército. y  qo  Cortes,.  todjOS 
jo^D  aalga;  que  haya  de  ser  á  los  23  deeste  parece  iaí~ 
po^ble,  y  sádeiQir  auaquela  muestra  délas  compañía^de 
la  nobleza  que:  había  de  ser  aiafiaaa,  y  que^  deciaa  imv^ 
chabaa  á  los  15,  se  ha  suspendido.  Lo  cierto  es,  que  este 
fracaso  de  D.  Pedro  de  Aragón  mudará  designios ;  pero  en 
caso  de  salir  con  S.  M. ,  los  do  impedidos  ú  ocupados  de 
los  señorea  de  ésta  Corte,  todos  han  ofrecido  servirle.  Ma- 
drid á  18  de  Abril  de  ÍQÍÍ.-=Í).  Juan  de  Idiaquez  Isassi, 
maestro  del  Príncipe. 


■^^MadridyAbrü^Sde  1612. 


.  Los  2,000  caballos  y  100  dragones  del  cargo  del  ser^ 
ñor  D.  Pedro  de  Aragón ,  llegaron  con  felicidad  mas  allá 
de  Martorell ,  habiendo  ea  dos  ocasiones  abiértose  paso 
con  las  a  rmas  y  degollado  en  las  primeras  al  eneoúgo  iOO 
hombr^ Halláronle  fortificado  al  paso  del  Llobregat,  y, aun- 
que D.  Pedr?  ioteotó  por  dos  veces  rechazarle,  iio  pudo,  con 
que  hubo  deretirarse.  Había  en  el  camióo  un  lugar  de  su 
hermano,  en  que  quiso  guarecerse;  en  él  le  detuvieron,  ya 
pidiendo  estas,  ya  aquellas  condiciones,  hasta  que  supie- 
ron se  habiao  jUntado  con  Mr.  de  la  Mota  las  tropas  que 
de  Barcelona  habián  salido  al  socorro.  Tuvó  de  esto  n6ti- 
cia  D.  Pedro,  y  empezó  á  encaminarse  hacia  Tarragona  y 
al  llegar  á  Yillafranca  de  PanadéS.,  9Íete>legua8  desaquella 


3vGoo^^lc 


816 
cindad,  le  aguarda  el  enemigo  ea  batalla;  obtigtUe  á  qse 
peleara,  y  por  IdO  hombres  que  tiegaroi»  á  Tarragoaa  ae 
Mbe'  le  hablan  deshecho. 

Esto  trae  el  pHmer  correo  sin  mas  distíndoa  de  avi- 
806,  Y  aguárdase  el  segundo;  creyendo  los  pMtícos  que  en 
iaquet  paraje ,  por  ser  campaña  rasa ,  no  podrá  ser  la  pér- 
dida tan  lOtat  como  ee  llora,  y  por  ser  nosotros  superiores 
ál  enemigo  en  caballer4'a  {i ).  Madrid  y  Abril  1 8  de  1 6iS.=« 
D:  Juaa  de  Idiaquee  Isassi ,  maestro  del  Príncipe  (3). 


Madrid  y  Abrü  ^0  de  iU%. 


Copia  de  una  carta  que  escribió  un  cortesano  de  Madrid 
á  un  lüulo  de  Ándatúciü,  en  20  dé  Abril  de  1 6i2. 

Descrédito  de  una  monarquía  son  defectos  de  un  va- 
lido; spntillos  y  no  publicallos  sería  temor,  pero  no  viftud 
del  ánimo.  Téngase  V.  S.  por  venturoso  cuándo  no  los 
oyere,  y  pOr  cuerdo  cuando  no  los  temiere,  y  de  lo  ono  y 
de  lo  otro  se  te  dé  poco ,  cuando  á  su  autor  se  le  ha  dado 
menos.  Dudo  !o  que  escribo  no  Ib  que  siento;  y  aotepo- 
biendp  al  atrevimietito  la  verdad,  me  entrego  á  la  pluma 
celosa  de  la  tinta,  que  por  ser  negra  sale  en  blanco,  y  s¡ 
bien  los  juicios  del  héroe  ó  Heredes  han  dado  en  este  ar- 


(1)    V0aM  lo  ([a«  7*  se  dqo  an  la  cact>  del  1  de  Abril. 

;{S]  Eata  caita  y,U¡  anterior  es  Un  copiadas  cnlre  los.apnntea  delP- 
Pereyra,  qpien  omitiú  decirnos  i.  quién  iban  dirigidas.  De  pcesoiair  u  lo 
hesen  k  algún  caballero  i  eclesiástico  residente  en  Sevilla,  qnieo  Itsto- 
ÉtvBlepriaogndaelDso  joaila.      '  ..'.'. 


3vGoot^lc 


3*7 
miño,  no  a^á  tan  «tichoBO  el  pape) ,  que  Qo  se  baya  ibao- 
cbado  perdiendo  .el  miedo  á  los  cazadores. 

Tengo  dadia  á  V,  S.  Dotrciá  de  los  suoieeos  de  esta  cor* 
te,  nuevas  que  merecen: el  ramo  de  una  olivay  cuantío  ji 
naas  de  u*  laurel,  y  estamos  reducidos  todos  loa  morda- 
ces á  roer  las  entraSas  de  una  aceituoa,  aunque  con  su 
dureza  se  dos  quiebren  toa  drestes.  Perdóneselo  Dios,  si 
bailare  ppr  dónde,  á:S.,E.  el  señor  Conde-Duque  que  tales 
postres  nos  da;  pero  Quuca  de  sus  principios  se  aguardan 
mejores  fines. 

A  dihivios  nos  vienen  tas  nuevas;  exteriormente  se  ca- 
llan, interiormeote  se  publican.  Todos  andamos  retirados 
desde' la  hpra  qoe  se  hizo  el  Retiro,  y  es  justo  oír  nueVaS 
bocinas,  embajadores  de  postas,  que  scm  tantas  las  que 
fatigan  Los  oídos  de  S.  E.,  que  me  admiro  de  cómo  no  se 
ba  caido'  muerto,  porque  todos  son  postas  de  la'  maerte. 

Andamos  por  léaltar  á  Cataluña,  y  no  ra  posible  me- 
terle la  lealtad  en  el  cuerpo;  defiéndese  con  una  ayuda 
francesa  y  con  ella  ayuda  á  purgar  los  bumores  de  Gatítilla 
si  acaso  le  han  quedado  algunos ,  porque  con  los  grandes 
fríos  y  hielos  de  este  invierno,  echó  de  sí  cosa  de  6.000 
caslellaúosapesGados.  No  fftera  ma)  arbitrio  dar  con  ellos 
en  el  hospital  del  Retiro,  para  que  S:  G. ,  como  elnfermo 
mayor,'tralased&CQrarlosi^  de  matarlos,  que  una  peste 
saca  otra. 

Ya'  no  se  trata  del  señor  marqués  de  los  Velez,  porque 
veló  tanto  los  difUutos  de  sii  ejército,  que  no  merece 
nombre  de  velada  sino  de  oleada;  ¿qué  mucho  que  todos 
le  estemos,  teniendo  tanto  «Mió? 

Ba  parecido  ó  todos  bien  el  orden  de  guerra  que  se 
ha  tomado,  publicando  saspensíon  de  nc^leza  á  todo 
caballero  que  se  excusase  de  ir  á  ella  á  probar  balas  y 
tragar  mtmciones.  Acuden  á  la  baniderá,  pero  no  sB' 
alistan ,  diciendo  que  el  señor  marqués  de  los  Velez  dio 


3vGoo(^lc 


tan  Í>ueoa  cueota  de  los  prímeros,  que  no  se  atreven 
á  ir  los  Blandos,  aia  que  vaya  S.  M.  en  petsoaa,-y  cuan- 
do al  Conato  no  te  parezca  bien  esta  materia  de  estado, 
que  por  lo  mas  ó  por  lu  menos ,  que  vaya  S.  E.  el  señor 
conde  de  Olivares  con  pacto  :hecho  qae  no  ba  de  volver 
sin  tomar  á  Cataluña,'  en  falta  qae  Cataluña  le  tome  á  él; 
y  bien  me  puedo  engañar,  pero  digo-que  S.  E.  es  tan  cuer- 
do, que  primero  se  meterá  en  la  tumba,  que  vaya  á  li- 
diaf  con  catalanes  y  franceses. 

No  sé  si  habremos  de  tener  buen  San  Juan  eate  año;  á 
trueque  de  tener  buen  Santiago,'  trocaremos  añ  santo  por 
otro.  Todo  el  poder  del  mundo,  Ine  dijo  hoy  un  señor  de 
título,  iba  á  la  guerra  este  verano,  y  yo  ie  re^ndf  que 
por  mi  parte  aguardaba  al  inviernos  y  que  gustaria  mucho 
que  el  miindoñoae  nosquedaaeaJIá,  por  no  morirsin  man- 
do. Yo  00  sé  qué  simpatía  tengo  con  el  Conde,  que  me  pesa 
su  nombre  tanto  que  doy  con  él  de  ojos  en  el  instante 
que  cargo  la  fantasía  de  sus  dolores.  Válgate  Dios  por  señor, 
y  qué  desgraciado  diablo  eres ;  unos  te  llaman  el  conde 
D.  Jnliao  y  otros  el  conde  D.  Balan;  otros  el  duqae  de  la 
Tumba,  y  otros  el  señor  de  la  Gatatumba;  y  averiguada 
la  verdad ,  crea  V.  S.  que  ninguno  le  acierta  con  el  nom- 
bre. Todos  pretenden  acreditar  su  mentira  con  su  fortuna; 
si  ella  es  mala,  culpen  bus  Cobras,  pero  no  sos  efectos. 
Baeno  es  que  por  un  millón  de  juros  se  alborote  una  pe- 
queña provincia;  ¿qué  hizo  d  señor  Conde-Duque  para  tan- 
to alboroto?  cargar  á  los  catalanes  de  tributo,  oprimirlos, 
matarles  soldados,  sacarle^  dineros,  romperles  los  privile- 
gios y  otras  infinitas  injurias  de  eslaforma;  pues  mas  aun 
hizo  Nerón;  quemó  á  Roma ,  y  Se  esCaba  riendo  como  un 
descosido,  y  sin  embaído  no  murió  sino  de  394  puñaladas^ 
Diga  Cataluña  que  tuvo  gana  de  levantar  cabeza  en  tanto 
que  el  Conde  bajaba  la  suya;  y  oo  diga  que  el  mal  gobier- 
no de. España  fttécausa  desu  rebelión.     '      : 


3vGooglc 


Del  suevo  rey  de  Portugal  tenemra  las  ordinarias  úo»^ 

vas.  ¡  Mal  año  para  los  róiítam» ,  cuaodo  estabad '  eb  sos 
prosperidades !  Di^  á  Y.  S.  que  tiemblo  de  hablar  de  este 
reino,  por  treb  razoaes :  la  primera,  por  tener  réypoct»" 
gués;  la  s^uoda,  por, lo. que  les  importa  el  (tefeoderüe,  'y 
la  tercera  porque,  no  se  nos  eatrea  por  Castilla,  que  síq 
duda  lo  harin^  si  ^osvamrá  á  eitamorar  la  dama  de  Cata- 
luña, de  qnieD  me  dicen  están  celosos  muchos  reyes.  Noá 
han  o^ido  entre  puertas ;  de  una  mar  á^  otra  nos  úmeá 
cercados;  mire  V.  S.'.c(^o  nos  socorrerá  el  Imperio  m~ 
lando  tanta  laguna  por  medio. 

■■'  Aquí  se  nos  haa  venido  un  coode  de  Taroca  (i),  y 
iln  fulano  Bart'abás  y  otros  locos,  lunares  de.  sí  mismoSi' 
S.  M.,los  ha  recibido  bien  por  gusto  del  Conde,  y  si  fvtera 
por  ^  mió,,  ya  ellos  estuvieran  ahorcados  por  leales  y 
traidores,  y  murieran  don  un  título  más.  Gran  fuerza  tiene  lo 
que  ha  de  ser;  siempre  dije  que  no  se  había  de  lograi^ 
este  grande  ingenio  del  Conde,  pues  siendo  el  mismfsimo 
político  de  España,. quiso  hacer  provincia  un  reiuO  tan 
antigiio,  como  ú  fuera  tan  fácil  domar  un  monle  como.pa- 
sear  :ún  valle.  Los  castellanos  decimos  no  iremos  'á  .esta 
conquista,  aubqne  nos  yaya  a2Dtandó  las  espaldas.;el  Cond&i 
Duquej:  puc'í  que  ú  vahíos  coa  algunos  LbaliítQos.deesta 
guardia,  adtés  reveotareolos  que  allá  dos  veamos: 

Estítmos  aguardando  la  flota  bomo  algttnos:  al  Mesias, 
y  tiene  tantos  enamorados  esta  doncella',  que  tea)emo« 
mucho  au  virginidad,  y  si  ellfl  no  viene  intacta  ndS'bao 
de  poner'  en  los  colmillos  de  la  Lana. :  Bien  sé  yo  '  que 
cuando  ella  venga  han  de  dar  tantos  én  ella  que  nó  hh  de 
quedar  de  provecho  sino  para  ios  geddveses.  j  Pobres  de 
nosotros  que  estamos  hoy  pendientes  de  la  vudta  de  un 


;1)    Sin  dqia.Taroaw  que  es  lllalo  portagqés.. 


3vGoO(^lc 


dado,  pnes  oo  es  macho  que  lo  esté  qaien  do  se  contentó 
eoD  lo  dado,  sino  coa  lo  tomado! 

Nuevas  tenemos  del  Perú ,  si  no  son  buenas,  serda 
malas.  Quizá  S.  E.  meterá  allí  el  papd  sellado,  y  et  pueldo 
abriendo  la  nema  á  la  obediencia,  quiso  dar  et  sello  á  Pi- 
jasu,  al  Berotaimu,  hasta  las  mismas  minas.  No  sé  qué  me 
huele  á  profecía;  en  estas  Indias  temo'  los  anzuelos  dd 
Norte,  y  temo  que  si  no  se  nos  muere  el  Conde,  que  las 
hemos  de  perder  de  esta.  Déle  Dio»  á  S.  E.  la  vida  que 
España ie  desea,  para  que  do  se  pierdan  lo9  arbitrios,  km 
Relii-os,  las  comedias,  los  toroá,  los  títulos,  los  almirantaz- 
gp)s,  el  uno  por  ciento,  las  medias  anatas,  el  njedio  dozavo 
y  otras  sabandijas  de  esta  data  hijas  de  tal. padre,  y  él 
padre  de  tales  hijas. 

Hemos  hecho  alianza  con  el  de  Dinamarca  y  tememos 
mucho  que  el  embajador  de  Portugal  dos  haya  ganado'  pae 
la  mano,  y  no  habrá  duda;  que  si  el  rey  de  Dibamarca 
acordó,  nosotros  estamos  desacordados,  ademis  que  cuan- 
do el  pacto  quede  por  nosotros ,  yo  siempre  tendré  á  Di- 
namarca por  digna  corla :  esto  sin  pecados  sellados  ó 
marcados,  hecho  cuartos,  &c.  ¿Quién  no  dice  mil  bienes 
públicos  y  secretos  del  Conde-Daque,  pues  ha  dado  tan- 
tos asuntos  de  marca  á  sus  servidores?  Dfgolo  porque  el 
año  de  638  bajó  los  cuartos  y  ahora  los  reselló  y  rnaro^ 
y  como  ha  dado  en  resellar  y  niarcar,  no  es  mucho  que 
se  le  haya  metido  IHnamarca  en  el  afma,  para  que  cuando 
vaya  de  esta  vida,  lleve  la  digna  marca  con  sus  obras.  Al 
cielo  no  querrá  ir  S.  E;  porque,  como  allá  no  hay  qne  in- 
troducir tiranías,  dejará  cst*  logar  por  el  infierno,  á 
trueque  de  darse  d¿  las  astas  con  Tárqdino  y  coa  todo  el 
Imperio  romano ,  principalmente  con  Nerón,  á  quien  desea 
sumamente  ver  para  decirle,  si  oo  lo  sabe,  que  lodos  na- 
cieron en  una  guardia ,  y  para  enseñarle  á  quemar  mo- 
narquías siu  fuego;  que  esto  de  quemar  á  Roma  y  r^rse 


3vGoo^^lc 


es  acto, de  lóeos.  Perder  á  Portugal  y  á  Gataliüa  y  á  Ior 
démas  que  veodráq  después,  esqaemarcon  buen  título,  y 
puede  decir  el  Conde  de  España,  ló  inisdio  que  dijo  un 
verdugo  á  ua  delinouéate ,  queriéndole  echar  de  laborea 
díjole:  «  hermano,  acomódese  lo  m&jor  que  pueda,  parb 
que  coando  caiga  c^iga  coa  algún  descaaso.»  Lo  mismo 
puede  decir  S.  E.  á  España:  «  hermana,  acomódese  lo  me- 
jor que  poedti.á'  llevar  mia  tiranías,  para  que  cuando  yo 
caiga  de  iá  horca  del  mai  gobierno,  caiga  con  algún  des- 
cansa. *  ■  ■ 

Del  reinó  de  Murcia  tenemos  aviso  de  un  pasquín 
que  se  batió  eñ  la,  fVonte  de  una  casa.  Es  el  caso  que 
S.  G.  enrió  cierto,  y  no  cierto  juez  de  comisión  sobre 
loa  morales  de  la  seda,  y  el  pueblo  quisó  aterrar  este  gu- 
sano de  comistoQ  en  el  mal  gobierno,  diciendo  á  voces 
qae  viviese  S:  M.  y  muriese  el  m^  gobierno.  Bien  pudiera 
el  Conde  considerar  que  su  jurisdicción  noseextendia  ea 
los  morales  sino  en  los  olivares ;  perb  como  tiene  imposi- 
ción infusa,  no  sebe  dónde  dar  oon  ella.  No  le  basta  al 
giKano  de  la  seda  labrar  con  su  propia  boca  su  sepulcro, 
sino  que  venga  la  oliva  con  sus  manos  de  aceite  á  man- 
char so  mausoleo.  Sin  duda  que  el  Conde  lleva  esto  por 
Estado,  que  quiere  acabar  con  todos  los  gusanos  del  mun-; 
do,  porque  no  haya  otro  sino  él;  pero  conauólome,  con  que 
no  se  podrá  librar  de  tos  dé  la  sepultara. 

A  Tarragona  se  han  retirado  cinco  ó  seis  inil  soldados 
hnyeqdo  del  r^or  del  plomo;  no <^  yo  si  podrán  librarse 
del  rigor  deí  hambre;  ¡bella  retirada  ha  sido  esta;  mucbo 
debemos  al  Retiro  i  es  obra  det  Cmide,  y  todo  lo  debemos 
imitar  de  hoy  por  delante  ó  por  detrás,  cuando  se  entrare 
en  la  guerra,  bien.será  decir,  en  lugar  de  Santiago:  |  Be- 
tiro  t  pues  tanto  dos  favorece  este  nombre.  Quemados  vea 
yo  cuantos  retiros  y  gallineros  introdujo  la  igoorancia ,  y 
Ka  leña  de  oliva  para  que  arda  'mejor.  Mire  V.  S.  si  ^ 


z.cbyCooglc 


diablo  le  pudiera  dar  dos  nombres  mejoFes,  d' primero 
Gallinero,  el  abundo  Retiro.  QuisierA  preguntar  al  Conde 
qné  se  espera  de  an  hombre  gallina ,  dino  retirarse.  A  oii 
parecer ,  salvo  el  mejor  juicio,  sei^  bien  qiie  estos  solda- 
dos queden  por  huevos,,  y  que  el  Conde  con  algún  calor 
impolítico  loa  saque  gallos,  para  que  ¡uerdan  el  nombre  de 
galliaas.     ' 

Estamos  fortificando  el  castUlo  dePampldna;  sin  du- 
da lo  fortificaremos  para  los  fraucesied..  Laipíirte  que  me 
toca  yo  se  la  doy  desde  luego,  y  si  el  Conde  no  la  quiere 
dar ,  rqéguele  á  Dios  por  la  vida ,  que'  con  ella  todo  se  al- 
canzará, y  con  sa  muerte  también;  que  es  persona  coa 
qni^  no  sé  vaáperdec  ni  en  vida  ni  en  mueríe. 

Nbevas  de  Italia  es  haberse  retirddo  muobos.  acedados 
y  muchos  navios;  no  todas,  porque  siete  tomaron  lo&  fran- 
ceses, y  es  de  advertir,  que. siendo  lositafianos  tan  am^os 
de  tomaf;  pues  toman  á  Lucifer  por  presa,  esta  vez  3e 
hayan  dejado  tomar  de  los  ft-aoceses.  Por  lo  sucedido  no 
hay  que  llorar  esta  pérdida,  sino  reirse  de  esta  ruina ;  que 
cuando  la  fortuna  quiere  desautorizar  utia'monlirquíat  pie-, 
za  á  pieza  la  va  quitando  lo  que  ella  quitií  á  otros,  como 
se  vio  en  el  imperio  romano,  y  ea.  otros  sin  romana,  pues 
murieron  sin  peso  ni  idedida.       '.   ^      ' 

Los  países  de  Flandes  se  van  mudando  cada  hora;  no 
digo  de  asiento ,  sino  de  dueñ6'.  Llamamos  á  los  holande- 
ses' dé  herejes,  y  ■  ellos  nos  llaman  papistas  á  nosotros. 
Yo  temo  son  al  revés  estos  dos  títulos;  pues  elloia  se  papan 
las  plazas  'y  nosotros  las  herejías  del  mal  gotñetrno.  No  A 
bueno  que  yo,  sin,  ser  profeta ,  dije  cuando  ^  acabaroh 
las  treguas'de  Holanda ,  y  el  señor  dé  1os<01lvós  declaró 
la  guerra,  que  aquel' dia  había!  acabado.Españaá' Flandes. 
Flandes,  no  hay  tal  Flandes  como  haber  beoido  un  Qaode- 
Duque  para  su  regalb.  Mas  debes  á  este.prfocipe  con  la 
inuletaí'qué  al  duque  deíAlba  dob  la:espStdat'el^uilo  .(e 


3vGoo^^lc 


tím  la  barba  á  pelo,  y  el  otro  á  cnetiitlo.  La  Holanda  se 
Dps  ha  hecbo  mala  de  [»ño  ¡gordo.  ¿QniéD  dijera  que  uaa 
tela  de  paño  laa  delgado  habia  de  haber  tomado  taato; 
cnerpo;  pá-o  todos  16  dijeros,  si  el  Goade  I»  lejía. 

Detreiiid  dé  Ar^o  teikemois  satisfacción;  ^tvo  Anto- 
&Íoi  Pérez.  Allá  teneboB  5,000  soldados:  6  aneldos.  Debe 
mocho  este  reioo  al  señor  Protoqotaríp ,  estadista  ateistav 
domado  en  la  caballeriEa  del  Conde.  -  ií 

No  ha  sidO' mal  arbitrio,  quitarle  á  esteTeino  cierta' 
carga  que  tenia,  que:ooino  eitá  jaqto :  con  Cataluña  i^le 
dan  los  aires  alterado»,  lo  estaré  pceslo;  'y  asmo  Arqgon^ 
tiene  poca  fi^rzano  hará'  mucho  en  caer,  que  en  tales: 
ocasiones  el  caer  es  levantarse,  y  el  no  levantarse  caer.    '- 

Andatocía  no  puede  andar,  que  tiene  necesidad  de  le- 
vantarse también  como  sus  vecinos,  y  hablando  moral- 
mente,  no  todas  lasi  Lucías  sé  dejan  sacar  los  ojos.  Esta 
aunque  los  tieneápuro  deshechos  tuertos,  en  fin  tiene  ojos 
y  ve  cuando  quiere,  y  sabrá  moñr  mártir  á  ojos  cerrados 
por  su  libertad  y  virginidad  primera,  y  aunque  está  raano- 
seadia,  está  sino  al  bajada  shñada  {1).  Pues  V.  S.  está  con  esa 
dmeélla,  déle  mis  encomiendas,  y  no  dé  Santiago,  qtiebá 
dias  que  nos  ha  dejado  este  santo.  ... 

.'  Castilla  la  Vieja  está  muy  vkja,  y  si  do  se  pone  dn  el 
valle  de  Josafat,  no  tendrá  brioS  en  su  vida.  Fuerailneñi 
que  el  Conde  buscara  un  .arbitríOj  para  tráet-  el  Jordab,  pori 
Yailadaííd,  en  tanto  que  vieaét  el  4ia  del  juicio,,  al  bien, 
todos  Jos  dias; lo  Son  paiía ¡España  y  no  le  v^;  Sí  V.^S.. 
qQÍsieremledadesváyqse  á  Castilla  la  Viega,  y  allí  las>ha- 
llará  mejores  que  las  de  D.  Lui&  deGóngora.  ; . 

.  Tenemos  grandes  soldados  en  Galicia,  gailosioo  lejo^ 


(1)   En  la  eopÍB  del  P:  Fereyi'&  dice '  <  i'ajadfe  alMada  si  ■•  lo  eoiíl  tío 
««fitúnde.  ■      'i  '■  '.■  \       _':  •  ■    ■'    .'■ 


3vGoo(^lc 


si  bien  algunoi  han  profesado  de  no  ser  gMiie.  Sa  Exce- 
lencia eoiQo  es  galkgo.  los  tiene  por  algo,  yo  por  nada  y 
por  menos  que  nada.  Si  es  rerdad  qtié  eo  la  Corana  hubo 
un  espejo  adonde  se  vefan  las  naos'al  salií*  da  Inglaterra, 
disoiilpo  á  quien  le  hizo ,  y  alabo  á  quien  lé  deshizo ,  que 
sin  duda  conoció  bien  el  humor  de  los  gallegos,  porque 
ellos  tenian  aquel  espejo  para  huir  30  años'  antes  de  ver 
al  enemigo,  y  ahora  como  no  letienén,  huyen  antes  y  des- 
pués. Miré  V.  S.  qué  buena  muralla  tenemos  contra  Por- 
ti^l.  Dios  nos  la  dó  para  defendernos  de  la  oliva,  un 
tiempo  anancío  de  paz  y  ahora  dé  guerra,  hambre  y  pes-< 
le.  Guarde  Dios  á  V.  S.  cúmo  deseo.  Madrid  y  Abril  30' 
de  1642. 


tíadrid  y  Abril  S3  de  1613. 
(Tan.  8ftf«.4«.l  - 

Dilátase  la  salida  de  S.  M.  hasta'  el  36,  á  eontempla^ 
(ñon  de  la  Reina;  dudan  muohos  de  la  jomada,  aun  viendo 
disposiciones  tan  últimas.  ,'..■':;..- 

Han  desterrado  estos  dias  alguna»  peií$oiia8#  porque  ha- 
biendo prometido  de  salir  con  S.  M.  se  excusan  de  la 
jomada.  Háse  dicho  que  el  Cónfasor  y  la  condesa  de  Oli- 
vares han  procsrado  désnadir  el  viajé,  y  que  ^  Bey  ha 
respondido  que  si  el  Conde  no  qitlere  salir,  que  se  quede. 

Hay  variedad  en  la  causa  de  la  prisión  det  de  Fernán- 
dina,  que  está  preso  en  Dénia,  puerto  de  Valencia :  el  co- 
man sentir  es  que  es  por  no  haber  v^do  a)  llamamiento 
del  Rey,  y  que  al  Conde  le  respondió,  dicen,  en  una  suya: 
en  lo  que  toca  á  ir  yo  allá,  no  hay  para  qué,  ni  porqué,  ni 
con  qué.  Ahora  dicen  le  embairán  todo  su  estado. 

Cada  dia  se  culpa  mas  la  empresa  del  de  Pobar,  por 


3vGoo(^lc 


33S 
CHjV  refcata,  el  deTot^to  y  otros,  pideD  700,000  dticadoe. 
Dfcese  que  hacia  Navarra  asomaron  alguoaB  compañfAs 


Entró  aquí  el  nuncio  nuevo  (1 )  el  dia  primero  de  Pas- 
coa;  vino  también  el  P.  AcaSa,  qae  cuenta  de  Italia  larga- 
méate.  Entre  otrai  cosas  dice  qile  el  de  Pama  está  des^ 
covulgado,  y  que  ha  echado  de  sus  estados  todos  loe  sábdír 
tOB  en  lo  temporal  idel  Papa,  sino  es  á  ios  de .  la  CompaSfaj 
es  confesor  suyo  uootdeella;  Caentan  también  que  Jos  mi- 
laneses,  ayudados  del  &vor  del' de  Siruela,  no  qiúerea  Ad- 
mitir on  provincial  genovés  (llámase  Oliverio  Penaa)  que 
nuestro  P.  les  ha  señaladlo,  alegando  qae  no  es  afbcto.  6 
E^ñe,  aunque  el  P,  Acuña  le  defiende  mucho  en  esta  parte. 
También  que  el  de  Monaco ,  detraes  del  trato  aleve  con 
Francia,  con  que  echó  dias  h¿  lá  guarnición  española,  oo- 
vió  al: de  Siruela  el  bastón,  excusándose  de  haber  wtrei- 
gado  la  plaza  y  schanclo  la  culpa  á  los  ministros  del  Aey. 

De  Madrid  y  Abril  S3  de -1 641  .  .    i. 


Ciutiad~Bodrigo  y  AbrÜ^I  df  1642. 


Copia  de  una  carta  del  Dr.  D.  Bernardo  López  Abarca^ 
auditor  generd  dei  ejército  de  Ciudad-Rodrigo. 

No  todo  lo  que  se  escribe  ha  de  ser  negocios,  y ,  mas 
cuando  la  ocasión  de  cosas  de  guerra  pide  otras  noticias, 
de  que  se  puede  dar  cuenta  á  esos  caballeros.  Es  el  caso, 
que  el  Jueves  Santo  entró  el  portugués  por  Valverde,  y  las 
Ei^es,  nueve  leguas  de  Ciudad-Rodrigo,  y  saqueó  cuatro 


(1)    Ulmwe  Hons^OT  PaDcirolo. 


3vGoO(^lc 


336 

caaas,'dos  en  Valverde,  y  estas  de  ieales,  y  \añ  que  dejó 
fuetvHi  deiraídores  qae serán  castigados.  Tomó  e|  castUtó 
de  las  Bi^es,  y  se  hizo  fuerte  eo  él  (1). 

Y  es  de  advertir  que  los  castillos  de  las  Erges  y  Val- 
verde  no  BOD  del  gobieroo  del  DuqUe,  sino  del  conde  de 
Oñate,  por  s^-del  orden  de  Alcántara.  Allí  estovo  el  ene- 
migo cinco  días,  en  tos  cuales  fué  sitiai^  el  castillo,  qoe 
tenia  dentro  iOO  ^rtugueses,  y  le  dáb&n  bjatería  coa^o 
cotnpajQfas;  la  una  de  D.  Antonio  Córbalan^  la  otra  de  d(»i 
Cristóbal  Oaltego;  calKillerbs  deCiudad-iRodt'igo,  y  le  ma- 
tftron  gente,  y  ono  de  importancia  y  dé  gobierap,:  porque 
para  llevarle  á  Lisboa  se  le  hizo  atand. 

E^miércoles  pasado  el  peatO' del  ejército  del'  enemigó 
socorrió  el  castillo,  y  nnestras  compañías  se  retiraron  á 
San  Martin  de  Trevcjo',  adonde  gabérhaba  |as  armas  don 
Nicolás  Ornalte,  maestre  de  Campó  de  un  tercio,  y  élvier< 
D^  siguiente  salió  el  portugués  con  resolución  de  toibsr 
á  S.  Martin  de  Trevejo,  con '9,800  infentea  y  1 50  calwlllos, 
puestos  en  orden  en  tres  puestos.  Embistió  las  trincheras 
de  los  naestros.  y  con  gran  valor  y  resolución  se  'empezó 
la  batalla  á  las  9  de  la  túadána.  D.  Nicolás  de  Ornalte  te- 
nia 500  mosqueteros,  y  100  picas,  y  en  hora  y  media  ni 
de  ana  ni  otra  parte  Ise  hizo  nada ;  pero  como  los  caste- 
llanos iban  perdiendo  ol  miedo ,  las  balas  qoe  tiraban  no 
iban  en  balde.  Duró  la  batalla  hasta  las  T,  de  la  noche^  y 
á  esta  hora  se  retiró  el  portugués  al  castillo  de  las  L^ges, 
con  buena  orden ,  que  está  alH  media  leguí^ ,  habiéndole 
herido  y  muerto  mas  de  300  hombres,  y  de  acá  solo  mn- 


. .  (I )  Celebraron  mncho  los  portogoeseB  estt  entrada,  pablicáQdpse  en  Us- 
bofl  por  Antonio  Alvarez  una  relación  en  i.*  c^n  el  siguiente  titula'  Reía!- 
(áináo  iueaoqát  úve'FmuuaTtl(e»de  Metieses,  general  ¿i  prottMii  dá  Btin 
na  Umaia  da  fortaleza  áe  Elget  com  sm  villa  i(  á  tilla  de  Vatveri»  no  r«yM 
dt  CaUella  conforme  ao  autia  qve  veio  á  Sva  MagesUida  if  carias  que  da  qti- 
¡Uu  parUt  tt.tt 


3vGoo(^lc 


rió  uno  por  yerro,  que  era  de  esta  ciudad;  et  cual  llegán- 
dose á  nuestras  trincheraa,  desconociéndole  le  dieron  an 
picazo;  heridos  fueron  tres,  y  á  D.  Antonio  de  Corbalan  le 
llevó  una  bala  los  brahones  de  la  ropilla,  y  é  nuestro  so- 
bnao  D.  Juan  de  Sierra  los  cabos  de  un  pañuelo,  que  traía 
al  cuello.  Fué  la  prisa  de  la  retirada  tanta  que  al  general 
portugués,  D.  Nicolás  deJMeaeses,  (1 )  se  le  olvidó  en  S.  Fran- 
cisco de  S.  Martin,  donde  estaba  dando  las  órdenes,  el . 
bastón  qae  era  de  una  caña  de  la  India  claveteado  de  plata, 
que  después  vído  á  manos  del  Duque. 

El  viernes  pasado,  en  la  noche,  tocaron  al  arma,  en 
el  castillOj  y  fué  falsa,  porque  al  amanecer  no  quedó  nin- 
gún portugués;  todos  se  hablan  entrado  en  Portugal.  Solo 
se  vio  mucho  humo  en  el  castillo,  y  fué  que  quemaron 
las  obras  muertas  y  dejaron  allí  mucha  harina,  trigo  y  to- 
cino, palas,  azadones  y  otras  armas.  El  motivo  de  la  fuga 
fué  el  saber  habia  partido  de  Ciudad-Rodrigo  D.  Barto- 
lomé Arti£^a,  gobernador  de  la  artillería,  con  dos  piezas, 
balas,  bombas  y  mucha  munición. 

En  este  tiempo  entraron  á  ver  al  Duque  en  mí  presen- 
cia cinco  alemanes,  que  siwdo  prisioneros  en  Holanda  con 
otros,  que  de  allá  le  remitieron  al  portugués  los  holande- 
ses, viendo  la  ocasión  se  vinieron  á  nosotros  y  dijeron  á 
S.  E.  que  la  gente  que  traía  el  Portugués  eran  labradores 
mal  industriados,  y  solo  300  soldados  viejos,  y  que  la  ca- 
ballería constaba  de  muías,  machos  y  yeguas  y  algunos  50 
caballos.  D.  Guillermo  del  Bui^o,  del  hábito  de  Santiago, 
ffluy  amigo  mió ,  aunque  no  traia  bastante  munición ,  se 
puso  en  orden  d?  pelear,  de  manera  que  juzgó  el  enemigo 
qae  le  iba  á  cortar  el  paso  y  le  ocasionó  la  retirada. 

Cuéatanse  mil  cosas  de  donaire,  y  es  una  que  el  que 


(1)   Eq  la  relación  arriba  citada  se  le  llama  Fernán  Telles  de  Heneses,  y 
Mdiceqne  tkabia  servido  muchos  años  en  Flandes. 

To«o  XTi.  22 


3vGooglc 


gotiemaba las  anuas,  se  llamaba  en  ans  órdenes  marquéfi 
de  Coria,  y  olTkUodos^e  el  bastón,  hizo  s^'^ades  ofred- 
mienlos  á  k»  fraües  de  S.  Fraocisco  de  los  despojos  que 
pensó  sacar  deS.  Martin  de  Trev^.  Eaterranou  allí  mu 
persooa  de  puesto,  veMido  y  calzado,  y  luego  que  se  re- 
tiró el  i^ieinigo,  los  soldados  le  itese^erraron  y  desaado 
le  af  rimaron  á  un  castaño.  Otro  {wrtflgoés  quitó  á  an  fraile 
la  capilla,  pósdsela,  y  peleando  le  mataron  con  ella. 

Ed  la  Aibei^ueria,  donde  hay  un  oastillo  del  marqués 
de  Zerralbo,  entraron  la  semana  pasada  seis  portc^jHeses,  á 
bartar  ganado;  llevaron  alguno,  saliéronles  ad  eocuantro 
los  batidores  de  la  estrada;  quitárcmleB  el  ganado ,  y  -  tra- 
yéndokts  presos,  ee  resistieron.  Hataroo  al  uno;  al  otro  le 
dejaron  medio  mnerto,  y  á  los  cuatro  trajeroo  al  lugar,  y 
dijeron  al  cura  qne  fuese  á  confesar  al  herido.  Fué  yéi  quiso 
antes  morir  que  confesarse  con  castexao,  y  oorao  lo  dijo 
se  cuapiió.  No  lo  dirán  así  mas  de  30  que  tengo  presos  y 
tomadas  las  confeúooes ;  ya  voy  lulminai>do  sos  causas,  y 
esta  noche  me  dijo  el  Duque  que  acabase  con  ellos  (1). 

De  lo  que  hubiere  de  nnevo  avisará ,  f  pienso  habrá 
bien  de  qi^ ,  porque  él  Dizque  ha  sentido  d  atrevimiento 


[I)    Aqai  en  este  lagar  (fól.  S35t.*]  debe  teat?  caUdann  apunte  de  le- 
tra del  f.  Pereyra,  qne  diee: 

En  Sevilla  ri  Jaeves  SaiKo  en  la  larde,  hut(o  un  alboroto  en  la  muí» 
iglesia,  y  fué  la  causa  que  das  mozaelw  estaban  viendo  las  coiradias ;  dis- 
putaron entre  si ,  si  unas  personas  penitentes  eran  mnjeres  ó  hombres,  7 
sobre  esto  sacaron  las  espadas.  Alborotironse  las  mujeres,  y  eorrid  voi 
diciendo  <4m  porlagaoBesse  alian,"  7  en  on  instaotado  l&nute  qne  bi- 
bia  en  la  iglesia  y  gradas  sacaron  las  espadas,  qne  faerou  mas  de  60,  mi- 
rándose anos  &  otros  sin  hacer  nada  porqne  en  verdad  no  había  nada.  Las 
.  mujeres  se  alborotaron  y  buyeron  machas  al  coro,  y  se  subieron  A  las  si. 
lias  de  los  canónigos  ,y  A  la  capilla,  y  k  otras  capillas,  cn&l  sin  chapines, 
cuáles  descompuestas.  Dnrfi  este  rumor  mucho  tiempo:  sosegóse,  solieron 
muchos  can¿nigoi  6  componer  el  ^Í)orote;  en  eondsñon  eUo  ae  quielA  f 
no  hubo  cosa  de  considerMíon  sobra  qne  cayese. 


3vGoo^^lc 


339 
de  los  portugueses,  6  intenta  entrar  en  Portugal.  Cindad- 
Rodrigo  y  Abril  29  de  1642. 


Bruselas  2*7  de  Abril  de  16i3. 

(L^.*  íuelto,  Dúm.  t:I6\.  88S  *.*) 

Há  muchos  años  que  Donca  ha -salido  á  campear  e) 
ejército  nuestro  tan  (eiDf)raao  como  este  año.  A  5  de  Abril 
se  did  érden  que  se  sacasen  las  guarnicíofies  con  seis  tre- 
nes de  artillería,  sacados  de  Malinas,  hacia  el  Artois.  A  7 
S.  E.  del  Sr.  D.  Francisco  de  Meto  salió  de  Ambers  para 
apresurar  coa  sn  presencia  las  marchas.  El  llamamiento  era 
para  Duay  á  43,  y  á  i  *.  Pasó  muestra  elgeneral  de  24,000 
hombreB  efectivos,  á  quienra  lu^io  se  dio  una  paga,  con 
que  todos  estábamos  esperando  sobre  qoé  parte  habia  de 
cargar  este  poder.  El  frió  y  las  Hovias  continuas  dañaron 
no  poco  á  los  intentos,  y  mucho  al  cuerpo  dd  ejército,  y 
entretanto  tos  discursos  eran  rarios:  unos  que  se  acometía 
fi  Landresi,  otros  que  á  Cambresi ;  otros  que  se  cercana  á 
Arras;  que  en  todas  estas  parles  daban  vista  y  corría  núes* 
tra  caballera  con  varias  tr(^s.  El  mismo  cuerpo  del  ejér- 
cito andaba  inquieto,  óeada  á  entender  varios  designios, 
hasta  que  últimamente,'  'é  H,  doe  regimientos  de  españo- 
les, dos  de  valones ,  uno  de  italianos  y  otro  de  iHandeses, 
con  competente  nátnero  de  caballos  y  un  tren  de  artillería, 
planierroQ  batería  sobre  Lette.  D.  Francisco  ctm  el  resto  guar- 
daba ef  pafs ,  entre  la  plaza  y  Arras,  para  estorbar  et  so- 
corro. El  logar  no  estaba  maH  íurtificado,  muy  biea  preve- 
nido y  con  fuerte  guarnidon,  de  mí»  de  800.  Con  todo  ba- 
tióse con  tal  valor  y  resolución,  que  dentro  de  24  horas 
se  rindió.  De  los  nuestros,  los  muertos  y  heridos  llegaron  á 
409;  el  Francés  perdió  100  personas,  y  entre  eltas  el  go- 


z.cbyCooglc 


3iO 
bernador ;  los  700  restantes  salieron  con  coadiciones  ho- 
nestas y  fueron  conducidos  á  Galez  (Calais)  el  1 9. 

.  Luego,  sin  perder  tiempo,  caminó  la  caballería  sobre 
Basea  (La  Bassée),  y  asf  siguiendo  con  todo  el  ejército ,  se 
comenzó  el  sitio  con  mucha  prosperidad ,  y  á  un  mismo 
tiempo  los  peones  y  gente  de  á  pié  han' fortificado  y  atrin- 
cherado y  hecho  los  aproches  contra  el  lugar. 

Esta  mañana  hemos  tenido  cartas  del  campo,  del  33, 
donde  dicen  que  los  aproches  han  llegado  á  la  primera 
contraescarpa ,  que  se  han  levantado  cuatro  baterías ,  y 
en  cada  una  1 0  pie2as  de  artillería.  Los  españoles  han 
hecho  un  aproche;  los  valones  ocho ;  las  naciones  otro.  To- 
dos los  capitanes  y  soldados  que  se  señalaron  en  Leus,  que 
fueron  muchos,  han  sido  premiados ,  con  que  están  nota- 
blemente animados.  El  general  db  la  artillería,  D.  Andrea 
Gantelmo  ha  ganado  sobre  la  que  ya  tenia  mucha  reputa- 
ción. La  caballería  padece  mudio  por  falta  del  forraje,  ó 
causa  de  no  haber  naci3o  todavía  la  yerba.  Para  prevenir 
esto  al  principio  se  aprovisionó  al  ejército  de  cebada  y 
heno  para  2Í  dias,  y  después  do  solo  Lila,  sino  también 
Flandes  han  enviado  cantidad  de  forrajes.  Es  increíble  lo 
que  padecen  y  han  padecido  nuestros  PP.  estos  dias  en 
el  campo;  confesando  desde  las  cuatro  basta  la  noche  sin 
comer.  Tres  de  ellos  velaban  todas  las  noches  eu  las  trin- 
dieras,  mientras  otros  cuidaban  de' los  heridos  y  enfermos. 

A  24  se  mostró  el  enemigo  sobre  Basea  (La  Bassée)  aco- 
metió con  1 ,600  de  á  pié  y  dos  compañías  de  á  caballo,  car- 
garon bizarramente  sobre  el  cuartel  délos  italianos,  donde 
fueron  rechazados  con  no  menos  valor ,  con  pérdida  de 
ambas  partea,  pero  mayor  de  los  enemigos.  El  conde  de  la 
Torre,  capitán  de  los  nuestros,  no  ha  parecido,  coa  que  se 
tiene  por  cierto  que  murió  ó  le  llevaron  preso. 

Prosigue  el  cerco  con  buenas  esperanzas  nuestras.  K 
Francés  está  bien  apercibido,  y  ha  tenido  tiempo  y  avisos 


3vGoo^^lc 


311 
para  ello:  El  conde  de  Harcourt  que  gobernaba  laa  armas 
en  Italia  y  el  general  de  mayor  reputación  que  hay  en  Fran- 
cia, está  á  nuestro  opósito;  tiene  su  ejército  cerca  de  Pe- 
rona  y  Arras.  Hasta  agora  no  hay  que  hacer  casodól,  por- 
que no  tiene  mas  fuerza  que  1 2,000  hombres  y  los  demás 
habrá  de  traerlos  de  hacia  Cataluña. 

En  la  Germania  alta,  los  imperiales  han  estado  bd  sos 
cuarteles  sobreseí  rio  Sala  ;  los  suecos  cerca  de  Brunsvic. 
El  archiduque  Leopoldo  está  en  Vienaj,  donde  se  consulta 
su  venida  á  estos  Estados.  Níiu;uno  piensa  que  v^drá  este 
verano,  y  algunos  juzgan  que  nunca  vendrá,  porque  las 
condiciones  ofrecidas  no  agradan ,  y  se  entiende  no  se  las 
ofrecerán  mejores,  en  especial  si  D.  Francisco  de  Meló  tiene 
algún  buen  suceso  y  nos  podemos  poner  en  estado  de  no 
haber  menester  socorros  de  Alemania. 

El  tratado  del  Palatino  duerme  en  Viena,  y  no  se  ca- 
mina en  él  mientras  duran  las  diferencias  de  Inglaterra. 
El  duquR  de  Neoburg,  el  mozo,  se  ha  casado  con  la  her- 
mana del  rey  de  Polonia. 

Las  últimas  treguas  con  el  Turco  se  han  prolongado  por 
otros  20  años  en  Hungría,  porque  á  aquellos  bárbaros  les 
sabe  bien  la  paz. 

En  la  diócesis  de  Colonia  hasta  agora  hemos  tenido 
mas  miedo  á  los  hasios  {i)  det  que  nos  van  dando.  Fáltales 
gente  de  á  pié,  con  que  no  han  puesto  cerco  á  ningún  lugar 
de  importancia.  Mostráronse  una  vüz  sobre  Aquisgran  y 
retiráronse  con  pérdida |;  agora  cercan  á  Leckenetz,  no  le- 
'  jos  de  Duren,  donde  han  hallado  buena  resistencia.  Los  so- 
corros de  Baviera  caminan  muy  pesados  y  de  espacio 
agora  llegan  á  Fulda,  y  buscan  achaques  de  detención  en 
falta  de  pagas  y  dinero. 


(1)    Los  habilaoleB  de  )a  Hessia  ó  Hesso,  nombre  do  tres  estados  sobe- 
ranos de  la  moderaa  confederación  germánica. 


3vGoO(^lc 


fil  Loreoés  (1)  se  ha  juntado  con  Baafelt ;  pero  todavía 
uú  están  para  campear.  De  las  reliquias  de  Lámboye  {%)  se 
haa  juntado  á  D.  Fraoctsco  ele  Mdo  cerca  de  i.OOO.  Úilj- 
nmmente  está  en  libertad  Juan  de  Bert  (Weerdt);  trocáronle 
por  Gustavo  de  Horne,  que  la  estrecheza  de  la  [fisión  re- 
dujo áesto  á  Gustavo,  aanqne  siempre  antes  lo  rebufó, 
alegando  que  él  era  príncipe  eoberaoo,  y  el  otro  un  pobre 
soldado.  Ofreoieron  los  enemigos  por  este  respeto  otros 
prisiooeroe'y  sobre  ellos  diaero  por  el  Bert.  Ha  estado  eg 
Monachio  (Munich}  con  el  de  Baviera  y  baja  á  Colonia. 

Madrid  y  Abril  29  de  Í642. 

lLeg.°  sueíto,  aúm.  i .  ÍÓ\.  8U.) 

Sábado  26  de  este  .>*alió  S.  M.  para  Cataluña .  lleván- 
dose consigo  los  corazones  U)dos ,  y  en  los  deseos  de  to- 
dos las  felicidades  debidas  á  demostración  de  tanto  amor. 
Aquel  día  IIe^  á  Barajas,  el  siguiente  á  Alcalá;  boy  vuel- 
ve á  Loecbes,  donde  se  detendrá  mañana,  y  le  verán  la 
Reina  nuestra  señora,  y  S.  A.  Pasará  el  jueves  á  Aranjuez 
y  bcaña  á  verse  coa  la,  s^ora  princesa  Margarita,  su  pri- 
ma, y  se  encaminará  á  jornadEis  lentas  para  Valencia, 
aguardando  los  que  le  ban  de  seguir.  Deseante  aquel  reino 
y  el  de  Aragón,  como  que  esperan  lá  salud  en  su  persona, 
para  servirle  con  fineza  Igual  á  la  que  siempre  ban  tenido 
á  sus  reyes;  ofrece  Valencia  6,000  bombres,  Arpgon. 
4,000  y  600  caballos,  y  el  condado  de  Ribagorza  2,000 
,  sin  los  voluntarios  y  la  nobleza,  de  manera  que  será  muy 


(1)    El  duque  de  Lorena. 

(S)    Lu  del  ejércílg  del  toada  de  Lambo;,  Heríoiaio  en  Kemper  vide 
supra  pág.  S79. 


3vGoo(^lc 


3i3 
ootsiderable ,  en  núnevo  el  ejército  real,  y  el  mayor 
que  se  habrá  visto  en  estos  reinos,  por  los  muchos  que  de 
tuda  Cabilla  se  encamina»,  moviéndose  los  hidalgos  y  la 
nobleza,  y  sirrieiido  eoo  anulación  las  ciudades,  siendo 
Toledo  y  Málaga  de  las  primeras  que  han  enviado  á  cada 
400  homivesv  y  ereyéadose  que  con  tos  que  hay  en  Tar- 
rs^na  y  Fraga,  junta  S.  M.  an- CMerpo  de  30,060  in&mtes 
y  nns  de  6,000  caballos:  oúmero  sapecior  á  la  vistia  de 
8»  rey  para  Buyores  ^presaa 

Bl  Fmoés  oi^lloso  con  el  infeliz  sueeso  de  la  caba- 
llería del  cai^o  de  D.  Pedro  de  Ar£^n ,  y  con  haberse 
rendido  Coltbre ,  habiéndole  defendido  el  marqués  de 
Morlara  lo  posible,  y  héchole  mortal  estreno,  pasando  de 
cuatro  ó  cinco  mil  personas  las  qne  ha  perdido  solo  en 
aquel  sitio,  se  puso  en  marcha  con  2,000  caballos  y  4,000 
infantes.  Pasó  el  Coil  deBal^uer,  y  el  Ebro  cerca  de 
Tortosa ,  y  á  cuatro  leguas  hacia  Valencia  ocupó  á  Ulde- 
cona  con  iotento  de  embarazar  los  socorros  qoe  se  man- 
dan á  Tortosa,  donde  se  halla  gobernando  el  maestre  de 
Campo  Bartotomé  Medina ,  con  su  tercio  de  ?00  hombres, 
parte  montados,  parte  de  los  bo  montados  de  las  Ordenes. 
Está  aquella  ciudad  ceñida  de  murallas;  la  mitad  de  ellas 
baña  el  fibro,  lai  otra  no  tiene  fosos ,  y  en  una  omiaencia- 
que  la  sujeta,  tiene  un  castillo,  aunque  ^rica  anti^a, 
fuerte  y  con  algusas  defensas,  como  también  la  ciudad,  á 
loi  moderuo. 

Viernes  pasado  besó  la  mano  á  S.  M.  el  Sr.  D.  Juau  de 
Austria,  y  se  volvió  luego  á  la  Zarzuela,  donde  ahora  se 
está.  La  cortesía  que  le  dan  es  serenidad;  la  que  ét  da  á 
los  grandes  señoría ,  á  sus  primogénitos  y  á  los  títulos  de 
merced;  á  los  demás  trata  de  él  y  de  vos.  Pénenle  casa  en 
todo  real  y  pasará  en  breve,  dicen,  á  Extremadura,  á  go- 
bernar aquellas  armas;  pero  no  sé  que  se  extienda  su  man- 
do á  todas  las  de  la  frontera.  Allá  le  forman  un  consejo, 


3vGoo(^lc 


3i4 
eD  que  presidirá  Castañeda  y  asistirá  por  alguD  tiempo 
D.  Nicolás  Cid. 

La  coroDeUa  de  S.  A.  consta  de  quince  compañías; 
váse  ya  llenando  y  será  lucidísima  por  los  muchos  uncia- 
les reales  de  que  consta. 

Un  O.  Francisco  Mascareñas,  consejero  de  Estado  de 
Portugal,  y  otro  llamado  D.  Juan  Tello  de  Menases  (1 )  de 
gran  calidad  en  la  sangre,  hicieron  fuga  para  Portugal 
esta  noche  pasada.  Siguiéronlos,  y  á  tres  leguas  los  w^ie- 
roh  y  los  trajeron  con  otros  siete  presos.  Están  eo  la  cár- 
cel de  córte.«»D.  Juan  Idiaquez  Isassi  (ft). 


Madrid  y  Abñl  29  de  1642. 


Puga  de  lot  señoret  portugueses  de  Madrid. 

Salió  en  fin  S.  M.  á  26  de  este ,  después  de  haber  vi- 
sitado todos  los  santuarios  de  esta  corte  con  rancha  de- 
voción, y  edificación  de  toda  ella;  pasó  por  Alcalá  adonde 
visitó 4a3  Santas  Formas  de  nuestro  santo  colegio,  y  el 
cuerpo  de  San  Diego. 

Por  acá  se  dice  que  excusa  S.  M.  la  salida  de  los  no- 
bles de  Sevilla,  Cádi^  y  Jerez  por  ser  fronteras,  y  juzgar 


(1)  Los  nombres  de  eslos  caballeros  portugueses  se  bailaban  en  blan- 
co por  ignorarlos  el  qae  escribíA  esla  caria,  pero  como  la  noticia  se  baila 
también  en  los  Aviioi  de  Pellicer ,  pág.  250,  nos  ba  sido  fiicil  soplirlos. 
Dicho  escrilor  nombra  también  entre  los  fugitivos  ¿  Cid  de  Almeyda, 
Antonio  de  Magallaes,  Alvaro  de  Carvallo  y  otros. 

tí]  Sigue  una  ñola  da  letra  del  P,  Rafael  que  dice:  >  El  trneqae  de 
plata  valia  á  11  de  Hayo  i  S10.de  premio,  de  manera  qae  100  rs. 
en  plata  valen  310  rs* 


ívGoot^lc 


34S 

necesaria  su  aasteúcía  allí ,  por  los  mochos  portugueses 
que  viven  en  aquellas  ciudades. 

Si  fué  gracioso  el  cuento  de  los  portugueses  el  Ji>eves 
Santo,  en  esa  ciudad ,  no  lo  fué  menos  lo  que  sucedió  ano- 
che con  12  de  los  que  bufan  á  Portugal,  y  entre  ellos  dos 
oidores.  Al  pasar  por  el  Pardo,  fueron  descubiertos  de  las 
guardas,  porque  un  esclavo  que  iba  en  su  muía ,  cargada 
de  maletas,  de  mucho  valor  por  el  oro  y  joyas  que  lle- 
vaban dentro ,  tropezó  y  cayó  en  un  lodazal  con  muía  y 
todo.  Acudieron  las  guardas  á  ayudarle  á  levantar  )a  mola, 
y  repararon  que  pesaban  mucho  las  maletas,  y  que  era 
esclavo  quien  las  llevaba.  Preguntáronle  adonde  iba,  y  qué 
llevaba;  respoadió  temblando  que  sus  amos  iban  delante, 
y  que  no  sabia  adonde  iban.'  Hfzoles  rearar  la  recuestar 
fueron  en  seguimiento  de  los  amos,  dejando  al  esclavo  y 
á  las  maletas  á  buen  recaudo  en  el  Pardo.  Los  portugue- 
ses reconociendo  la  tropa  ,  comenzaron  i  huir;  las  guardas 
á  seguirioa  hasta  que  los  acorralaron  en  el  Pardo,  adonde 
los  encerraron  y  dieron  aviso  á  la  Justicia.  Hoy  salió  un 
alcalde  de  Górte  con  30  alguaciles  á  traerlo». 

CoUbre  se  entregó  por  falta  de  víveres,  por  capitula- 
ciones, y  una  entre  ellas  que  el  marqi^  de  Mortara  no 
tomaría  más  las  armas  contra  el  rey  de  Francia  en  Cata-, 
luna,  con  que  viene  marchando  con  su  gente  la  vuelta  de 
Fuenterrahía. 

Dicen  está  Tortosá  cercada;  esto  no  se  sabe  de  cierto. 

La  Reina,  nuestra  señora,  queda  por  gobernadora  sola 
con  cuatro  que  la  asisten:  el  cardenal  Borja ,  el  presidente 
de  Castilla,  el  marqués  de  Santa  Cruz,  y  D.  Cristóbal  de 
Benavente. 

Aquí  ha  levantado  la  villa  un  raimiento  de  seis  com- 
pañfas  para  servir  á  S.  M.  á  su  costa. 

Dicen  que  van  dos  oidores  á  Sevilla,  Cádiz  y  Jerez,  á 
cobrar  de  cada  caballero  y  hidalgo  que  no  sale,  125  du- 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


cados  en  plata,  para  un  soldado  montado  en  su  higar.  Ma- 
drid y  Abril  29  de  16i3.-«P.  Pedro  Vilne  (1). 


Madrii  y  Mtuyo  6  de  IfiiS- 
(Ug.*  medio,  aúm.  1.  túL  8MJ 

La  Reina,  nuestra  añora,  tuvo  un  achaque  qae  oUigó 
al  Re;  á  volver  Á  Madrid,  por  cortas  bsras,  pues  entró  á  bs 
nneve  de  la  mañana  y  salió  i  las  seis  de  la  tarde. 

No  .sé  sí  de  esta  venida  resalló  ta  mudanza  de  ta  jor- 
nada, pnes  no  la  hace  ya  S-  H.  á  ValeDeie,  ano  á  Cuen>- 
ca,  Si  tdguas  distante  de  Madrid,  para  doede  allí  estar  al 
frente  de  Castilla  y  raya  de  Valencia  y  Apagón.  GomO'  son 
los  motivos  grandes,  dejan  al  ^scorso  en<  vuelos  y  viajes; 
Tense  las  apariencias  y  adóraase  los  misterios. 

Las  leVas  -vaa  ai  paso  de  España  tandas  j  pera  de- 
piles;  no  porque  ^  enemigo-  ocje  en  sus  mTasionesv  qae: 
cada  dia  se  flcvea  con  nuestra  flaqueza  ó  pereza. 

I«s  razones  qoe  Sevilla  al^a  sin  toda  mxoB,  pienso  que 
las  obedocerá  la  necesidad,  aanqiu  no  las  necesitaba  el 
.aprieto;  finalmente,  en  estos  partteulares  se  adelantan  los 


{l\  Al  ÍSl.  %iS  dfl  este  legaja  snello,  se  halla  con  hcbía  3  da  Bfayo,  y 
entre  los  Bpnntes  qoe  para  la  hisloria  de  Sevilla  reania  BÍn  dada  d 
P.  Rafael,  eÍBÍguiente  relato: 

'•SDOeeo  eo  SaviUa.  Sste  dia  S  de  Hayo  «dieroD  ema  de  80  gaKoles 
de  la  cárcel  de  Sevilla  en  unoa  oaEíos ,  parte  de  «IIob  delincBeolas  en  la 
moneda  resellada,  y  parle  por  otros  delilos.  Junto  ¿  Hayrena  salieron  (fi 
hombres  de  á  caballo ,  unoa  con  garrochas  y  otros  con  eseopetas  y  otras 
amas;  iban  á  ealteeaear  á  leiA'á  oaho  deeelos  no  mae.  Visado  Ibs  otros 
que  entresacaban  k  ms  comiia&arog  y  los  dejaban  ft  ellos,  OOnoDzaron  & 
Horar  y  6  hacer  lástimas,  y  movidos  de  compasión  los  libertadores  dije- 
ron: «pues  vayan  todos"  y  asi  los  soltaron  á  todos  y  se  faeron.  Ellos 
ibau  rapados  como  galiotea;  serio  oonoñdos  ú  se  esoon<lerán.> 


3vGoO(^lc 


347 
riesgos  á  los  socorros ;  sábese  que  topa  en  onlpas  y  que 
las  quiere  compensar  la  Justicia  (1). 

DoD  Francisco  de  Mdo  escribe  á  S.  M.  qae  estaba 
para  entrar  cúd  10,000  caballos  y  1 4,000  iuEantea  abra- 
sando y  talaodo  lá  Picardía ,  para  hacer  reclamo  a)  rey 
de  Francia.  Escribe  como  bravo  portugnés;  coaffaae  que 
hará  á  los  franceses  volver  loa  frenos ,  y  añade  en  la  car- 
ta del  Bey:  «confíe  V.  M.  en  Dios  que  cuando  vuelva  el 
rey  de  Francia  á  Paria  oo  ha  de  hallar  palacio  ni  oaaa 
donde  meterse. »  Esta  es  dichosa  nueva ,  y  te  piensa  cor- 


(I)  Esle  párrafo  bastante  oscaro  por  cierto ,  podri  aclararse  algan 
tanto  con  el  siguiente  apante  del  P.  Rafael  qoe  se  halla  en  otro  lugar. 

•En  SevUla  faobo  prtgvn  á  fi  de  Ahríl  de  esta  alio  de  KI3  cooto- 
cando  k  lodos  Iob  oaballeroi  j  hijosdalgo  para  qaa  saliesen  í  aoompaGai: 
á  S.  M.  síd  exceplDar  &  nadie. 

La  ciadad  propneo  6  S.  H.  el  inconveniente  de  dejar  esta  población 
desamparada  en  manos  de  tantos  portngoeses,  franceses  j  otros  extiauje- 
les  como  hay  ea  eU«,  j  qne  ssiliendo  la  geilQ  er«  Aierw  l^nurse  ua 
grande  motio  ft  alboroto,  6  que  se  quisiesen  levantar  co«  la  «indad  y  ar-. 
minarla,  robarla  y  destruirla,  porque  era  frontera,  y  si  acasQ  venia  ei  efte- 
migo  h  C&dÍE  ú  Saulúcar,  no  baber  quien  la  defendiese,  qne  se  vela  de 
poco  tíenpo  ae&  acometida  por  varias  partea  de  portufaeses  19  legnai 
4?  S^viUk,  y  porqne  no  tenia  armas.»    - 

Has  adelante  ^1  f6l.  8i7  del  mismo  legajo  suelto,  continua  el  P.  Perey- 
ra  en  estos  términos : 

«Lft  cuidad  de  Sevilla  viudo  qoe  i  tantas  cartas  como  eecribia  ft 
S.  H.  no  tenia  respuesta,  y  qne  á  ceüs  ningona  !•  r^o«ilian  k  propó- 
sito, determina  enviar  diputados  áS.  H.  qqe  le  hablasen  ¿  boca  y  le  dia* 
sen  caenta  de  lo  qae  habían  escrito,  y  como  no  habían  tenido  respuesta  y 
el  estado  dé  la  ciudad,  y  las  necesidades  de  rila  y  de  toda  la  tierta.  Qae 
rapresentasev  í  S.  H.  como  saliendo  ie  la  cindad  la  gente  y  DoUeía,  la 
d^aban  desamparada  llena d^portogneseij  y  otras  naciones,  el  enemigo 
invadiendo  su  tierra  á  ocho  y  diez  y  seis  leguas  de  la  ciadad,  y  como  en 
principios  de  Hayo  hnbo  una  inquietad  de  nocbe  en  los  cuatro  oantiUos 
de  la  calla  de  la  puerta  4e  Macarena,  aa  qna  junta  mucba  gente  de  no- 
che iban  diciendo:  \  Viva  el  rey  D.  Juan  I  y  que  qoilanoi  una  cruz  de  una 
pared,  y  la  pusieron  en  un  asía  larga,  y  con  ella  iban  diciendo  estas  qosas 
y  cantando  leíanlas,  y  que  el  teniente  Pedro  de  Soria  biso  información  para 
remitirá!  Consejo.» 


;vC00glc 


3i8 
re  ya  las  campañaaá  fuego  y  sangre,  síd  detenerse  al  ase- 
dio de  ninguna  plaza. 

Sin  duda  están  ya  efectuadas  las  tr^uás  por  tres  años 
coa  Holanda,  que  es  otro  reparo  de  confianza.  Pidiólasvu 
temor  en  los  crecimientos  del  Francés ,  y  en  el  recelo  de 
que  Orange  tiraba  para  rey  con  el  nuevo  casañiieoto  de  sn 
hijo  con  la  infanta  de  Inglaterra;  y  el  asentarlas  con  nos- 
otros es  romperlas  con  Francia,  siendo  como  fué  lo  capi- 
tulado con  ella,  que  no  se  habían  de  pactar  con  España. 
No  es  mala,  zorrería  esta  para  el  tono  de  los  gallos,  que  si 
los  recela  el  león ,  los  encoje  y  desbarata  una  zorra. 

El  Emperador  se  habla  que  mete  por  Francia  otro  tro- 
zo de  10,000  caballos  y  ejército  volante.  Mire  V.  R.  si  los 
esptañoles  no  hicieran  la  hostilidad  que  hacen,  si  pudieran 
desplumarla  sin  dejarla  canon;  pero  di  daño  es  que  nos 
matamos  con  nuestras  mismas  armas. 

Al  portugués  dio  rota  D.  Juan  de  Meneses,  junto  á 
Valverde;  matóles  400,  desalojólos  del  castillo,  que  nos 
habian  ocupado;  tomóles  muchos  víveres,  cuatro  piezas, 
las  asoldadas  y  el  bastón  del  general ,  que  se  le  sacó  de 
la  mano  et  miedo  ó  alguna  bala.  E^an  ellos  3,000  inbntes 
y  400  caballos:  nosotrosen  elnúmero  y  en  el  manejo  mili- 
tar muy  inferiores,  porque  se  hizo  este  triunfo  con  los  de  la 
sierra  de  Gata,  gente  bisoña,  aunque  valiente  y  agraviada- 

El  marqués  de  Pobar,  corre  por  cierto  que  está  en 
Francia  y  bien  agasajado;  acá  se  ha  dado  su  puesto  de 
capitán  de  la  guarda,  al  marqués  de  Malpica. 

Corre  también  que  el  duque  de  Fernandina  se  pasó 
allá;  no  se  tiene  por  cierto,  aunque  lo  menudea  la  voz  de 
la  plebe.  A  Vinaroz  tomó  el  enemigo,  y  corre  sus  cam- 
pos; harálo  sin  duda  cuando  le  falta  la  resistencia. 

Mucho  corazón  se  pone  en  el  armada  de  Cádiz;  tarda 
en  los  deseos  porque  van  embarcadas  en  ella  las  confian- 
zas de  España. 


;vCooglc 


Si9 

Anoche  dos  enviaroa  al  P.  jesuíta  que  ^taba  preso 
en  oasa  del  señor  cárdena)  Espinóla;  salió  tan  iaoeenle 
como  entró. 

Madrid  está  lleno  de  bolas  y  capas  coloradas;  las  ca- 
lles bermejean  como  eras  de  pimientos;  si  galas  y  plumas 
matan,  no  nos  quedará  que  hacer  en  Francia  y  en  Cata- 
luña este  año  (1). 

El  señor  duque  de  Medina  va  al  consejo  de  Canta- 
bria, que  es  bien  que  los  príncipes  hablen  algarabía: 
todo  es  andar  al  uso.  Los  portugueses  se  han  metido  á 
cosarios  de  tierra,  y  dan  acciones  al  ganado,  raptos  de 
noche  y  también  de  dia;  pelea  por  dos  el  que  pelea  por  lo 
común  y  por  e(  hambre.  Hasta  cerca  de  Fregen^l  dicen 
que  han  llegado  á  barrer  los  campos,. debe  de  haber  por- 
cos  que  les  pongan  los  guantes  de  Góogora.  Madrid  y  Mayo 
6  de  4642.=P.  Lúeas  Rangel,  de  la  Compañía. 


Madrid  y  Mayo  %  de  ^6i%. 

( Leg.*  suelto,  ful.  8ÍS  v-l 

La  armada  de  Cádiz,  sobré  toda  fé  poderosa  y  grande 
en  calidad  y  ndmero,  llevando  en  sí  6,000  infantes,'  sin 
la  marinería,  se  cree  habrá  ya  salido  ó  saldrá  á  mas  tardar 
á  los  8  ó  los  1 0  de  este,  y  consta  de  30  bajeles ,  todos  de 
superioi^  fuerzas,  y  van  en  ellos  para  los  ejércitos  de  Ca- 
taluña, ÍOO.OOO  fanegas  de  trigo,  y  otras  tantas  de  cebada, 
y  además  se  previenen  otros  30  bajeles  menores ,  que  ya 


(1)  AI  fól.  816  se  halla  DDa  copia  de  la  carta  qae  el  Rey  escribid  en  S 
de  Hayo  al  marqaés  de  Bardales,  anancíándole  su  salida  6  Aragón ,  y 
maBdAndoie  ettar  allí  para  el  dia  de  gu  llegada. 


;vC00glc 


35» 
están  fletados,  para  que  Ueven  otro  increíble  námero  de 
basthneatos  para  la  provisioo  de  los  ejércitos,  que  han  de 
.  campear  este  año  en  Cataluña. 

Gspéraiise  de  Flaodes  20  urcas  mas  con  toda  lá  tripu- 
lación Decesaría  para  agregarse  A  la  armada  naval  del 
cárt;o  del  duque  de  Ciudad-Real ,  y  cróese  vendrán  en 
ellas  además  cuatro  rogimientos  que  se  levantaban  moy 
aprima  para  la  campafia. 

La  armada  de  Ñapóles  en  niimero  de  44  bajeles  y  9Í. 
galeras  faa  de  juntarse  también  con  esta ,  y  espéranse  eo 
ella  y  en  otros  vasos  fletados  á  intento  5,000  infantes  y 
cerca  de  2,000  caballofi  para  olwar  en  tierra ;  y  siendo  éfr- 
tas  fuerzas  y  aguardándose  también  Gospiter  doa  las 
que  hoy  se  halla,  tan  superiores  que  harán  en  los  üifediteí^ 
ráneos  indisputable  el  imperto  de  la  ntar,  con  qae  ae  ase- 
gura el  de  la  tierra. 

Hallábase  en  Valencia  el  marqués  de  Leganés,  previ- 
niendo lo  posible  la  defensa  de  aquel  reino,  y  en  Tarra- 
gona, el  marqués  de  la  Hinojos*  con  7,000  inl^ntes  y  mas' 
de  1,000  caballos,  teniendo  con  ellos'  á  aquella  ciudad  y 
campo  seguros  y  tan  proveídos ,  que  pudo  sin  recelo  so- 
correr por  dos  veces  á  Tortosa  con  artillería ,  municiones, 
bastimentos  y  alguna  gente.  Hallábase  el  enemigo  á  su 
vista,  corriendo  con  su  ca^balierfa  basta  el  rio  Cinca,  y 
-  dejándose  ver  en  Vinaroz,  S.  M.  ha  resuelto  hacer  plazas 
de  armas  en  que  se  junte  el  ejército  real  de  su  persona,  á 
Cuenca  y  Mora,  confines  de  Valencia,  donde  se  detendrá 
algunos  dias,  así  por  esta  razón  como  por  la  comodidad  del 
vellón,  valiéndose  de  él  en  estos  parajes,  y  reservando  la 
plata  para  su  entrada,  siendo  mas  considerables  los  socor- 
ros que  le  hacen,  Sevilla  de  200,000  ducados  y  Madrid 
de  100,000,  además  de  un  regimiento  con  que  sirven  ca- 
da una. 

El  del  Príncipe,  nuestro  s^or,  líéne  ya  muchas  coid- 


3vGoi>^ílc 


pañfas  llenas  que  haa  dado  hoy  muestra,  y  se  cree  empe- 
zarán proDto  á  marchar. 

Correo  eslraordinarío  ha  venido  de  Flandes.  Salió  en 
campaña  D.  FraDcísco  de  Meló ;  ocupó  á  Lens,  y  para  los 
6  del  pasado,  de  cuyas  fechas  son  las  cartas,  se  hallaba 
sobre  Arras,  que  la  Sitiaba  con  un  ejército  de  20,000  in- 
fentes  y  de  «,000  á  i  0,000  caballos,  queriendo  en  la  re- 
cuperBiáon  de  esta  plaza ,  haltar  la  ocupación  posible  á  su 
diligencia,  no  pudiendo  entrar  en  Francia  hasta  que  las 
campiñas  tengan  forrajes  por  la  comodidad  de  la  caballe- 
ría, pudiéndose  esperar  asegura'dameaté  muy  buen  suceso, 
y  siendo  ^al  la  aceptación  con  que  1^  naciones  todas  se 
hallaa  de  este  señor,  que  ba acertado  ásuplir  en  aquellas 
partes  eon  todos  lo  que  nuestros  votos  podrán  desear. 

Los  trabajos  de  Inglaterra  crecen  mas  cada  dia,  ha- 
biendo el  Parlamento  Qegndo  la  obediencia  á  su  rey  {i).= 
D.  Juaz  Idiaquez  Isassi,  maestro  dd  Prfnpe. 


(1)  Inmedialamenle  después  de  esta  carU  del  6  de  Mayo,  que  ae  hnlla 
copiada  de  letra  del  P.  Rafael  y  entre  sus  apuntes,  liay  uno  del'lenor  ai- 
guienle.  Regitlro  ie  armas.  »Et  regente  Juan  de  Sanlelices,  en  11  de  Hayo 
manJó  llamar  25  veÍQliettatros,y  JtS  jut^doe  yi3  escribanoB  que  fuesen 
cada  tres  &  cada  parroqnia,  por  tadat  las  catas  lomando  los  nombres  de 
los  vecinos  que  había,  qué  hijod  y  qué  armas  tenían,  y  que  las  tuviesen  en 
depósito  liasla  que  S.  H.  rnaadase  btrA  «osa.  Registráronse  ledas  las  ar- 
mas y  el  tenor  del  mandamiento  está  á  tras  liojas  mas  ade1ante.> 

Conclaido  el  aponte,  signen  de  la  misma  letra  algunas  poesías  epi- 
gramáticas referentes  á  sucesos  y  pWMMjeq  da  época  anterior,  qoe  lie' 
garian  i  oidosdel  P.  Pereyra,  7  oon  na  escrapnlotldad  habitual,  quiso 
ponerlas  por  escrito  para  que  no  *e  le  olvidasen.  Algunas  de  ellas  son  co- 
nocidas como  obra  del  de^Cüciado  oonde  de  VÍUsnediana;  otras  no  se 
saben  sus  autores. 

Al  coitde  de  Solazar. 

Don  Manr  de  Ugafia 
A  su  mujer  le  deoia; 
Sed  mora ,  iéOoramia 
Para  qoe  os  eebede  SspaAa. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Mayo  6  de  ^  642. 

(Toca.  90,  tul.  4<S.) 

Mi  buen  P.  Pereyra.  Lo  que  hoy  ee  ofrece  «b  mandar 
á  Y.  R.  copia  de  dos  cartas  recibidas  en  este  colegio. 

YiUame£ana  <á  de  Salamr. 

Al  de  S>l«zar  ayer 
..      Con  QD  espejo  le  TÍ, 

'  Qneperdiael  miedoi  Bl      , 
Para  mirar  sn  mujer. 

Tienen  ios  qne  pobres  son     - 
La  ventura  del  eabrilo,  : 

ó  morir  coando  chiquito 
ó  H^ar  i  ser  cabrón. 

Ái  eouáe  ie  Fitntra,  ñtgo. 

Sin  duda  qne  el  cielo  qaiso 
De  cortés  y  prevenido. 
Hacer  al  Conde  Cupido, 
Porque  no  fiíeie  Narciso. 


Vuestra  doitadara  poca 
Hueetra  vneslra  mucha  edad , 
¥  esta  es  la  primer  verdad 
Que  ha,  salido  de  esa  boea. 

A.  Mea/tóMS. 

ISiSa  del  color  quebrado, 
La  de  ta  rosa  en  el  pico, 
Para  vehir  en  boniéo , 
ViuierwooD  to  cufiado. 


3vGooglc 


Copia  de  nna  carta  (jae  eicrt6úf  el  P.  FraneisO)  Antonio 
Camasa,  confesor  del  marqués  de  Leganés,  al  P.  Pedro 
Gonsales  de  Mendosa. 

Mi  P.  Rector:  escribí  á  V.  R.  la  semana  pasada,  como 
habíamos  llegado  á  Valencia.  La  desgracia  de  la  caballe- 
ría del  de  Pobar  nos  ba  puesto  por  afaora  muy  mal ;  el 
enemigo  goza  de  la  ocasión.  Esta  maiíana ,  acabando  de 
comer  en  casa  del  virey,  ha  llegado  aviso  como  el  enemi- 
go bajaba  hacia  Tortosa  y  habia  echado  hacia  adelante 
unas  tropas  de  caballería.  Dicen  serán  cerca  de  1,000  ca- 
ballos, y  que  parte  de  ellos  habiao  cargado  dos  compañías 
nuestras  hasta  Uldecona.  Este  reino,  fuera  de  enviar  gente 
á  los  confines,  cosa  que  se'  niegan  á  hacer,  sirve  bastante 
bien,  y  el  señor  marqués  ha  enviado  algunos  cabos  á  Tor- 
tosa y  iO,000  escudos. 

El  conde  de  Aguilar  avisa  que  quiere  dejar  Í.OOO  hom- 
bres en  Tarragona,  y  con  el  resto  de  la  gente  partirse  á 
Toriosa.  Si  ha  llegado  estará  Tortosa  segura;  sin  esto  tiene 
2,000 hombres  de  guarnición.  En  este  instante  envia  el  se- 
ñor marqués  á  D.  Antonio  de  Saavedra  á  asistir  en  Vinaroz 
para  sustentar  aquello ,  y  si  puede  entrar  en  Tortosa  irá 
allá.  Iba  con  órdenes  de  mando  para  todo  lo  que  pudiere 
suceder.  Si  el  enemigo  quiere  sitiar  á  Tortosa,  tiene  mucha 


Á  la  kiítoria  dt  JUatai-cn. 

Aquí  M  vende,  leolor. 
Labisloria  deTerrenate, 
Qne  la  compuso  el  Rector, 
Él  biio  nn  gran  ditparste 
Til,  si  li  Mirapras,  mayor. 


3vGoo(^lc 


3B4 
dificultad  en  hacerlo,  porque  no  teniendo  la  mar  y  uñ  río 
grande  y  pafs  espeso,  no  veo  cómo  podrá  sustentarse. 
Venga  presto  la  gente  con  S.  M.  que  Dios  guarde,  y 
echen  luego  adelante  la  caballería,  qne  iremos  á  ver  al 
enemigo.  Estos  primeros  dias  antes  que  nos  juntemos,  pa- 
saremos algún  trabajo ;  después  espero  en  la  miseriíKirdia 
de  Dios  que  hemos  de  darle  al  eaemi^o  en  qué  pensar. 
Los  cabos  nuestros  de  la  caballería,  j)resosi,  dioea  que  los 
trataa  con  mucha  cortesía.  EL  Sr.  D.  Antonio  de  Aragón 
esta  mañana  ha  recibido  aquí,  en  casa  del  seagr  arzobis- 
po, el  primer  orden  sacro,  mañana  el  otro,  y  el  domipgo 
de  Cuasimodo  se  ordenará  de  misa.  Por  acá, no  hay  ¡Oiss 
qu0  avisar  á  V.  R.,  &c.  Valencia  gl  de  Abril  de  1 6Í2. 


Copia  tfe  «írtí  caria  del  didtó  P.  par'a  el  iP.  Pedfo  GOrSÍí- 
Uz  t/e  í^ndbza. 


Qe  escrito  á  V.  R.  dos  veces,  y  á  buena  cuenta  esta 
es  la  tercera.  El  señor  marqués  se  h^  retirado  4e  la  casa 
del  señor  arzobispo  á  esta  casa  fuera  de  la,  ciudad ;  pero 
como  está  apartada  .pienso^ue  volverá  á  otra  casa  cerca 
de  la  Real ,  por  la  comodidad  de  tratar.  Ayer  vino  aviso 
de  Vinaroz  de  cómo  el  enemigo,  había'  tomado  un  puesto 
con  infantería  cerca  de  la  ciudad  de  Tortosa,  de  esta  par- 
te del  rio ,  y  qae  aguardaban  á  Mr.  de  la  Mota  con  grueso 
de  caballería  y  infantería.  Nuestro  socorro  do  puede  pa- 
sar. Si  este  reino  juntase  un  grueso  de  caballería  y  infan- 
tería, podria  pasar,  que  como  el  enemigo  no  tiene  mas 
de  2,000  hombres  de  esta  parte  del  rio,  de  la  otra  parte 
del  rio  los  de  Tortosa  vendrán  á  recibirlo.  Si  nuestra  ar- 
mada estuviese  ahora  en  los  Alfaques  no  habia  dificultad. 

En  Tortosa  están  bravamente  armados  todos;  las  mis- 


3vGooglc 


mas  majeres  trabajan  eo  la  fürtiñcacioa ;  espérase  que  ha 
de  acreditar  el  nombre  que  lleva  (1).  ■ 

Aquí  di  señor  obispo  leaombram  ou^strede  Gaiepo ,  y 
tiene  armados  todos  ios  clérigos  y  religiosos.  EstainaaaDa 
han  pasado  300  ailae  para  los  caballos  de  Vinar oz.  En  Vinar 
roz  has  tomado  las  armas  800  personas  y  hay  mas  de  &00 
HapditafiOB  que  babieu  venido  de  Zaragoza  para  pasar  á 
Xórlosa,  y  mas  1 30  cabailc»  qtte'«e  baiiian  salido  de  Tor- 
losa  para  juetarse  ávlacilitar  ei  «ooorro.  El  señor  marqaée 
aprieta  á  este  señor  virey  y  á  este  reino  á  qu^  vayaa  coa 
esfuerzo;  Iraíao  y  vaa  eo  todo  despacio;  no  saben  que  es  ar- 
ma viva.  Este  ireino  habia  de  sustentar  por  su  frODtera  -i 
Tontosa,  iporqitó  con  esto  tienen  la  fuerza  d«  su  reino  y 
-demás  :Con£LQesiCubiert06,  y  ain  Los  traftkajos  de  los  sol- 
dados. 

Los  catalanes  discurren  como  una  bestia,  porque  las 
armas  de  Francia  las  habían  de  tener  como  ¡auxiliares  para 
hacer  mejor  su  negocio;  pero  lee  dejan  ganar  plazas,  y 
poco  á  poco  ae  meterán  en  Barcelona,  y  ellos  quedarán 
esclavos  de  franceses  y  coa  la  guerra  de  nuestro  ney,  que 
Qo  ha  de  dejar  de  conquistar  los  i-ebeldes.  La  política  ;fu&- 
ra  vdveree  ahor»  ^e  el  Francés  la  éa  conquistado  para 
á:  V.  B.  me  tiene  cono  siempre  á  su  servicio,  &c.  Velim- 
üa  iá  S8  de  AJaril. » 

Si  duqne  de  AJba  eseribió  á  un  padre  de  casa  Canto 
loe  porliogueseshabianenlrado  por  los  confines  de  aquel 
-diairiío,  y  saqaeado  un  pueblecillo  abierto ,  que  se  Uama 
Valverde ,  junto  al  cual  había  un  castillejo.  Disen  qae  ise 


(1]  Alude  sin  duda  el  autor  al  dicUdo  de  •Odelisima'  qoeen  16il  le 
íaé  concedido  por  haberse  nuDlenido  tal  en  las  alteraciones  de  Catalana: 
TortiKa  lideliáma  y  exemplar.  Molivot  <¡ae  el  Hey  D.  Feíipe  IV  ha  Iñudo  para 
OMóederla  eiW  gloriosot  lUuto,  m  prenuo  de  ta  lealiaiijue  ha  mútbrado  en  Im 
oittraoumt  de  Caüdvña,  por  B.  Yiceitu  Mirgbail  y  FortaMl.  Madrid:  im- 
prenta del  Reino,  á  costa  de  Tomás  Alfay,  1641.— -i.° 


3vGoo(^lc 


3S6 
puede  forliScar  bien;  haltáronle  sin  alma  vivieote,  tea 

desapercibido  estaba  todo.  Trataroa  los  portugueses  de 
fortificar,  y  alzáronse  hasta  3,000  eo  Valverde  y  allí  cer- 
ca. Sabido  esto  por  uqo  de  los  cabos  del  Duque ,  y  jun- 
tando^ alguna  gente  de  milicia  con  otros  muchos  volaota- 
rioB  de  Coria  y  sierra  de  Gala,  dieron  sobre  los  portugue- 
ses de  Valverde  y  del  castillo;  desalojáronlos,  tomaron  el 
castillo  y  degollaron  pasaílos  de  300,  tomándoles  dos  pie- 
zas de  artilterta  y  cantidad  de  zapas,  espuertas  y  otros 
instrumentos  de  fortiñcaciones,  las  tiendas  y  lo  que  eo  ellas 
habia,  y  Don  Fulano  (1)  de  Meueses,  que  venia  por  cabo 
de  la  gente,  por  huir  mas  á  la  ligera ,  dejó  el  bastón  de 
maestre  de  Campo.  Si  le  hubiwan  cogido  fuera  buena 
suerte. '  Escribe  el  Duque  está  muy  animado  porque  los 
soldados  bisoñes  babian  peleado  coa  grande  valor. 

Estos  díaa  se  pusieron  en  huida  cuatro  portugue- 
ses gente  de  importancia:  et  uno  Don  Fulano  Masca- 
reñas,  que  estando '  señalado  por  virey  de  la  hidia  y 
habiendo  salido  para  allá  por  haber  arribado  se  volvió; 
ha  sido  del  consejo  de  Portugal  y  de  Estado.  Otro  Don 
Fulano  Caraballo,  y  otro  Meneses,  et  quinto  do  sé  có- 
mo se  llama  (3);  iban  con  siete  criados  por  parecerías 
qae  con  la  ausencia  de  S.  M.  habría  menos  reparo  en  la 
suya.  Luego  que  salieron  corrió  la  voz  o^o  se  habias 
huido,  aunque  no  dónde  estuvi^en.  Llegaron  á  sestear 
tres  leguas  de  aquí,  á  una  granja  de  frailes  Jerónimos. 
Viéndose  tejos  al  parecer  de  Madrid,  empezaron  á  preve- 
nir la  comida,  y  al  ruido  y  gira  que  tenian,  como  cosa 
extraordinaria,  ordenó  al  fraile  á  un  criado  que  fuese  y 
viese  lo  que  era.  Volvió  diciendo  que  unos  hombres  de 


|l)    Llamábase  Fernán  Túleí  de  Ueneies.  Véase  pág.  336. 
(8)    Eq  cuanlo  h  las  nombres  de  estos  caballeros  Véase  lo  qae  v 
dijo  á  pág.  3Íi. 


"vGoot^lc 


387 
buen  porte  Be  habían  apeado  á  sestear  y  trataban  de  ade- 
rezar de  comer,  haciendo  tiempo  que  llegas^  un  esclavo 
qae  venia  en  una  acémila.  Estaba  con  el  fraile  el  cortesa- 
no que  había  poco  rato  que  venia  de  Madrid,  y  dfjole  al 
padre:  «Nosea,  padre,  que  estos  sean  unos  portugueses  que 
se  han  huido  esta  mañana  de  Madrid,  y  hay  grandes 
averigoacíones  para  saber  por  dónde  van.  El  fraile  coa 
este  recelo  salió  de  la  casa  y  llegándose  á  ellos  les  ofreció 
hospedaje.  Respondieron  no  hablan  menester  nada .  sino 
que  les  aderezasen  la  comida.  Ofreciólo  de  buenfsima  vo- 
luntad y  hizo  se  llevase  á  la  casa  para  disponerla.  En  et 
iDlerin  envió  un  mozo  á  avisar  al  Prior  de  Madrid ,  refi- 
riéndole el  caso.  El  mozo  con  codicia  de  algunas  albricias 
buenas  se  fué  al  Presidente,  primero  que  al  Prior.  Dio  avi- 
so el  Presidente  al  Conde  de  que  unas  compañías  de  ca- 
ballos estaba  haciendo  reseña ,  y  mandóles  que  al  punto 
partiesen  y  ios  trujesen.  Fueron  y  sin  resistencia  los  pren- 
dieron á  todos.  Los  soldados  desbalijaron  las  maletas  y 
tuvieron  bien  de  qué  echar  mano.  Cogieron  dos  cajonci- 
lios  medianos  con  cubiertas  enceradas ,  do  se  sabe  lo  que 
hay  dentro.  Trujáronlos  á  la  cárcel  de  Corte  donde  hoy 
están ,  con  mas  ruido  de  lo  que  el  caso  pedia ;  vere- 
mos ea  qué  paran;  al  mozo  del  aviso  le  dieron  500  reales 
por  él. 

S.  M.  partió  de  aquí,  este  sábado  hizo  ocho  días;  dur^. 
mió  en  Barajas,  de  alK  pasó  á  Alcalá,  visitó  los  Santos 
Jaste  y  Pastor,  estuvo  en  San  Diego  y  fué  también  á  visi- 
tar las  Santas  Formas  á  nuestra  casa.  Salióle  á  recibir  el 
P.  Provincial  que  habia  ido  allí  para  este  efecto.  De  Al- 
calá fué  á  Loecbes,  de  allí  á  Aranjuez.  Tuvo  aviso  como 
la  Reina,  nuestra  señora ,  estaba  indispuesta  y  vinoá  ver- 
la, y  salió  luego  por  la  tarde  á  Aranjuez.  Dicen  va  de  pri- 
mera instancia  á  Cuenca  y  que  junta  la  gente  irá  á  Va- 
lencia ó  Aragón.  ¡Dios  sobre  lodo!  . 


3vGoo(^lc 


El  señor  Conde-Duqae  no  ha  partido  hasta  ahora;  no 
le  deben  de  dar  lugar  los  negocios. 

Un  padre  que  estaba  preso,  aragonés,  qne  en  el  cami- 
no de  Lérida  prendieron  los  soldados  con  recelo  no  fuese 
espía,  le  trujeron  aquf;  ba  estado  seis  meses  y  mas  recogi- 
do en  casa  del  señor  cardenal  Espinóla,  y  habiendo  averi- 
guado está  sin  culpa  le  han  remitido  á  casa ,  donde  hoy 
está:  creo  se  irá  presto  á  su  provincia,  paes  tan  manifíes' 
ta  ha  sido  su  inoceDcía. 

No  se  ofrece  otra  cosa  de  qué  avisar  á  V.  R. ;  lo  cierto 
es  que  las  cartas  no  han  tenido  algunas  veces  tan  buen 
apresto  en  remitirlas  como  se  acostumbra;  veremos  cómo 
lo  hace  el  P.  Fonseca.  Guarde  nuestro  Señor  á  V.  R.  ochoo 
deseo.  De  Madrid  y  Hayo  6  de  1642.— Sebastian  GoDza- 
lez.«Al  P.  Rafóel  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesds,  en 
Sevilla. 


Madrid  y  Mayo  6  de  16i2. 

(tom.  90,  fdl.  *ao.) 

Pax  Christi,  &c.  Ya  avisé  á  V.  R.  en  el  correo  pasado 
como  los  franceses  tenian  sitiada  á  Tortosa  por  algunas 
parles,  y  por  otras  mas  de  cerca.  Por  estas  hicieron  minas 
ft  la  ciudad,  y  abrier(m  dos  brechas;  parecióles  estaban 
en  disposición  de  dar  asalto  á  la  ciudad,  y  para  este  efec- 
to Mr.  de  fa  Mota  escogió  de  toda  su  gente  la  de  mas 
cuenta  y  al  intento  (serian,  según  se  afirma,  mas  de  iOO 
por  lo  menos,  de  los  mas  principales )  para  que  abriendo 
estos  camino  hiciesen  paso  franco  á  los  demás.  Dieron 
dos  asaltos  y  fueron  tan  bien  recibidos  de  los  ciudadanos 
y  presidio,  que  la  primera  vez  apenas  quedóalguno  que 
otro  de  los  valentones  que  no  fuese  muerto,  y  otros  mu- 


3vGoo^^lc 


clioa  que  á  estos  siguieroQ.  En  el  segundo  les  fué  aua  peor 
q«e  ea  el  prinoero-  Estaban  faltos  de  víveres, y  mal  des- 
calabrados, y  muertos  muchos.  Coa  tanto  alzaron  el  silio. 
y  d^íiron  libre  la  ciudad.  Los  de  dentro  vieodo  se  relira- 
bap,  salieron  en  su  s^uimíeato,  en  el  cual  mataran  mu- 
chos de  los  contrarios  y  otro^  muchos  se  ahogaron  al  pa- 
sar et  rio.  Quien  mas  moderadamente  habla  dice  sei^. 
3,000  los  muertos.  A  Dios  se  debe  la  gloria  de  este  becUo, 
como  V.  R.  verá  y  ó  su  Madre. 

Tjwen  en  Tortosa  uncíngulo(l}que  fué  de  Nuestra  Ser 
ñ(M-a,  y  una. imagen  de  much?  devoción.  El  arzobispo,  que 
es  el  general  que  fué  de  San  Francisco ,  la  topaó  por  par- 
troDa,  y  hizo  se  pusiesen  muchas  imágenes  eif  el  muro,  (fe 
pincel,  con  el  cfogulo  pintado  en  ellas,  y  á  todos  los ^1- 
.  dados  se  las  dieron  de  papel ,  con  tas  cuales  les  parecía 
tenían  en  sus  pechos  bastante  seguridad  en  cualquiera 
laace  que  se  ofreciese.  Armó  toda  la  clerecía  y  religíoif^ 
y  todos  acudieron  á  cumplir  cop  su  obligación.  Esconda- 
mente  bizo  se  biciesen  oracjqnes  y  rogativas ,  y  peleando 
con  «rmas. espirituales  y  corporales  se  consigtiió  esta.vic- 
toría  por  la  intercesión  de  la  Yfi^en ;  y  no  es  de  qienor 
reparo  que  de  los  nuestros  solo  murió  uno  y  quien  mas  se 
alalia  dice  llegaron  á  cuatro  ,  que  solo  interviniendo  tal 
favor  en  materia  de  tanto  riesgo,  pudiera  as^urarla  para 
sercreido;  mas  todo  lo  dicho  es  ciertísímo,  y  sin  que 
haya  rastro  alguno  de  d^^a- 

pegpu^  acá  ha  corrido  voz  ( no  sé  que  tenga  mucho 
fundamento  sino  el  del  discurso  de  alguno)  que  cuando 


(1)  ?or  otro  nombre  la  cinta.  PrñtctscvHartorel  y  ile  Luoa,  nabml 
de  esta  ciqdad  pablicú  en  1026  wo  biitpri.a  09  despnacivbla  co|i  el  ttlulq 
de:  Bittúria  de  la  Santa  Cinta  eoa  que  la  Madre  de  Dios  honró  la  ealedral  y 
ciudad  d«  Turlúsa;  Ati  mío,  nombre,  antigüedad,  obispado  y  cosas  noticies  de 
etta,  eoa  variedad  de  Historia  y  mn  ááterípeion  de  Cataluña  y  $u  fidelidad. 
Tortosa.  por  Gerónimo  Gil.  MDXXVI.— 8.* 


3vGoo(^lc 


360 
los  franceses  se  retiraban ,  salieron  de  Tarragona  cantidad 
de  caballería  y  infantería  y  que  les  habían  cortado  el  paso 
y  muerto  y  preso  á  niucbos,  y  tomado  cantidad  de  caba- 
llería. Puede  ser  haya  sucedido  esto;  mas  basta  ahora  no 
ha  venido  aviso  á  S.  M.  de  ello,  y  así  no  se  da  crédito. 

Ahora  ha  corrido  voz  de  que  los  portugueses  han  cer- 
cedo  á  Aroche  (1),  cerca  de  Sevilla,  lugar  de  1 ,500  veci- 
nos con  2,000  caballos  y  6,000  infantes.  Si  esto' es  cierto 
V.  R.  sabrá  mejor  lo  que  hay,  y  avisará  mas  en  particular 
de  lo  que  haya  sucedido ,  y  de  los  aprestos  que  para  so- 
correrle se  hacen,  y  con  esto  dejarán  ta  gente  de  Sevilla 
que  bien  habrá  que  hacer  por  allá.  V.  R.  avise  de  esto  muy 
en  particular. 

De  Flandes  no  se  sabe  cosa  cierta ,  mas  de  lo  que  se 
dice  al  vuelo,  y  es  que  trataban  de  suspensión  de  armas 
por  tres  años.  Kem,  que  los  holandeses  en  1 5  meses  no 
han  pagado  su  infantería  ni  caballería;  que  el  Archiduque 
pasaba  á  gobernar  los  Estados  con  poderes  muy  amplios, 
porque  le  han  concedido  cuanto  ha  pedido  en  razón  de  la 
disposición  de  (a  guerra ,  y  en  cuanto  á  no  depender  de 
acá  en  algunas  cosas ,  á  que  se  ha  atribuido  las  dilaciones 
y  los  ruines  sucesos  que  estos  años  ha  habido.  Que  los 
vaimareses  que  están  en  la  Afsacia,  pedían  socorro  á 
Holanda ,  y  que  se  lo  han  negado  como  también  á  los  por- 
tugueses, por  no  haberles  enviado  dineros  de  contado, 
que  deben  de  estar  tan  faltos  como  por  acá,  si  no  es  que 
lo  están  mas.  El  correo  se  aguarda;  con  ^  se  sabrá  lo 
puntual. 

Adjunta  es  copia  de  ana  carta  que  el  duque  de  Alba 
escribió  á  su  agente  en  esta  corte:  su  fecha  en  Ciudad- 
Rodrigo  á  8  de  Mayo.  Diómela  á  copiar  un  pariente 
de  este: 


(1]    Véase  la  pAg.  349. 


3vGooglc 


3«f 

•  Al  ayudante  D.  Pedro  de  Meaeses  envió  con  este 
despacho;  vos  solicitareis  la  respuesta,  y  le  diréis  que  lie- . 
ve  él  los  plises  de  el  Rey  y  de  el  Conde ,  y  vos  daréis 
los  demás.  Con  esta  va  la  memoria  de  los  lugares  vencidos 
y  saqueados  y  quemados.  Háse  degollado  mucha  gente  y 
hecho  presa  considerable  de  ganador. 

Los  lagares  vencidos,  quemados  y  saqueados,  son: 
'  La  villa  de  Aldea  de  Aprende  (sic)  de  300  vecinos  for- 
tificados- 

Villafermosa,  de  1 00  vecánofl. 

Porobello,  de  50  vecinos. 

La  Fragosa,  de  1 00  vecinos. 

Los  Fainos,  de  160  vecinos. 

Los  Forcaltos,  de  80  vecinos. 

Aidea  del  Obispo,  de  \  50  vecÍQOs. 

Aldeabella,  de  200  vecinos. 

La  Fresneda,  de  30  vecinos. 

Nava  de  Yelde,  de  300  vecinos.» 

£V  correo  que  trajo  ^te  despacho  llegó  aqa(  domingo 
pw  la  mañana  y  pasó  luego  á  Aranjuez  donde  está  al  pre- 
sente S.  M.  Después  se  sabrán  mas  ea  particular  las  cosas 
-  que  en  esta  facción  sucedieron. 

S.  M.  se  está  en  Aranjuez  aguardando  al  señor  Conde- 
Duqae  que  debe  de  detenerse  para  que  la  gente  se  vaya 
juntando.  Dicen  sale  de  aquí  el  domingo.  Dios  le  lleve 
con  bien.yguardeá  V.  B.  DeMadrid  yMayo  6de  16l2.-~ 
Sebastian  GoDzalez.=>Al  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  Compa- 
ñía de  Jesús,  en  Sevilla. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Mayo  20  de  16iS. 
(Ton.  M,  ful.  US.) 

Fax  Cbristi .  6ic.  A  V.  R.  ^mito  copia  de  ana  (»rta 
que  de  Badajoz  escribió  uno  de  los  nuestros  á  un  Padre 
dé  este  colegio,  con  fecha  del  10. 

Antes  de  ayer  hubo  aviso  falso  de  que  el  eaenoigo  de 
Campo-Mayor  se  llevaba  unos  carros  de)  Bey.  Salió  la  ca- 
ballería y  dio  la  vista  al  lugar;  los  portugueses  salieron  y 
formaron  escuadrones  debajo  de  las  furtifícaciomee,  pero 
no  quisieron  pelear.  Trajeron  poco  gáaado  '■  y  cs^iága- 
duras. 

Anocbe  vino  correo.  Dice  que  los  rumores  y  gente 
que  se  esperaba  por  EncÍnaso4a  salieroa  ciertos^  Tíao  el 
enemigo  cou  6,000  infantes  y  5{)0  caballos.  Habla  «stado 
en  el  lugar  et  gobernador  de  nuestra  cabalferfa  c«b  800 
caballos  y  1 ,000  mosqueteros  y  arcabuceros ,  y  creyendo 
que' el  enemigo  estaría  por  otra  parte,  se  retiró.  Los  de 
Encinasolá ,  que  es  un  lo^arejo  harto  pequeñb,  -sou  valen- 
tísimos; retiráronse,  viendo  el' gruesu  de  lai  gente,  á  Ip 
iglesia  que  está  eti  alto,  y  la  han  forliBcado.  Empezó  á  sa- 
quear el  enemigo  y  ellos  á  cargarte,  de  manera  que  solas 
las  primeras  seis  ú  ocho  casas  por  una  parle  saqueó  y  Rue- 
rno. Matáronle  70  hombres,  cuyos  cuerpos  quedaron  aW, 
otros  se  llevaron  y  otros  muchos  heridos.  En  esto  llegó  un 
criado  del  gobernador  de  nuestra  caballería ,  portagués,  y 
les  dijoque  su  amo  venia  sobre  ellos  y  para  dar  en  Motod; 
oido  lo  cual  y  á  toda  priesa  se  retiraron.  Habían  hecho 
ahumadas  y  acudido  á  ellas  nuestra  gente.  Solas  dos  com- 
pañías de  caballos  que  se  habían  adelantado,  alcanzaron 
su  retaguardia  y  se  la  iban  picando  cuando  se  despachó 


3vGooglc 


363 

Ayer  Ví  un  cast^Iaao  que  se  veoia  de  Lisboa ,  mena 
de  muy  buena  razón  ,  .y  examinándote,  dice  que  les 
ha  fettado  el  pan  en  Portugal  y  por  eso  echan  lá  gente. 
Que  el  de  Berganza  está  flaco ,  y  que  inclina  á  cruel ;  que 
lo9  tiene  medrosos  la  mar;  que  todavía  ae  conservan  mu- 
dt09  leales  en  Lisboa ,  y  que  con  ocasión  de  uttos  navios 
que  habisn  dado  vista  á  la  ciudad ,  corrió  la  voz  que  eran 
de  la  escuadra  de  Dunquerque  y  como  portugueses  luego 
levantaron  voz :  j  Viva  el  rey  D.  Felipe!  y  otros:  ¡Vivaiel 
rey  D.  Juan !  y  que  se  mataron  muchos ,  y  con  esta  oca- 
sión degoHaron  de  nuevo  otro  Ktulo  por  traidor.  Qire  el 
dñiero  les  Taita  totalmente ,  tanto  que  habiéndoles  vatido 
800  holandeses  y  pedido  luego  dos  pagas ,  no  ae  las  hi- 
cieron y  se  volvieron  sin  poderlos  detener.  Que  el  modo 
de  pagar  alguna  poca  gente  que  tienen  en  Lisboa ,  es  en 
toa  bodegones  y  hosterías  tener  orden  para  que  les  den  de 
comer,  como  se  da  el  pan  de  munición ,  y  que  esto  ya  tes 
falta  porque  no  quieren  darlo.  Que  en  todo  el  reino  no 
hay  gente  de^errs,  tanto  que  en  Evora  hay  solo  una 
CompaSfa  que  está  siempre  de  guarda.  Toda  la  que  tenían 
han  echado  acá,  así  para  que  se  sustenten,  como  porque 
saben  allá  cuanta  acá  pasa,  y  que  hay  orden  para  bacer 
guerra  defensiva  no  mas,  y  ellos  la  tienen  dada  de  qne 
bagan  entradas  y  daños  por  cuantas  partes  pudieren ,  y 
así  lo  van  ejecutando.  ;  Quiera  Dios  que  no  sea  con  mejo- 
res sucesos  que  hasta  ahora ,  qué  no  es  el  mayor  daño  el 
nuestro  sitio  el  suyo,  en  la  gente  que  pierden,  que  es  mu- 
cha ,  aunque  pocos  á  pocos  I  Guarde  Dios  á  V.  R. » 

Hasta  aquí  la  carta  de  Badajoz.  Este  correo  pasado 
tuvo  uno  de  oasa  aviso  del  duque  de  Alba ,  como  estaba 
con  frió  y  calentura,  y  que  temían  no  foeeen  tercianas. 
Falta  hará  por  la  asistencia  y  cuidado  que  pide  el  puesto 
que  tiene. 

El  señor  Conde-Duque  partió  hoy  de  aquí  para  Aran- 


Dg,l,z..byG0O(^lc 


364 

juez  donde  está  S.  H.  No  se  debe  de  haber  podido  desem- 
barazar antes,  y  aun  se  cree  que  se  apresuró  su  viajé 
con  ocasioQ  de  un  billete  que  tuvo  de  SS.  MM.  ¡  Quiera 
Dios  que  con  esto  se  prosiga  la  jomada  1 

Muchas  compañías  de  caballería  y  de  iafanterfa  han 
pasado  estos  días  para  Cataluña.  Si  no  tienen-quiéii  los 
aliente  se  puede  temer  no  hagan  muchos  lo  que  otrOs,  que 
es  volverse  á  sus  casas,  y  la  presencia  de  S.  M.  bastará 
solo  para  detenerlos  con  gusto  y  contento. 

Al  conde  de  Gastrillo  le  han  dado  en  esta  aasencía  la 
superintendencia  de  muchas  cosas  pertenecientes  á  la  Ha- 
cienda real ,  con  que  el  gobernador  del  Consejo  queda,  ooo 
muy  limitada  mano,  porque  el  de  Gastrillo  ha  de  asistir  A, 
los  asientos  de  dinero,  provisiones,  y  dar  libramientos  pa- 
ra las  pagas,  &c. 

Han  hecho  al  Di^  Paino  magistral  de  la  iglesia  de 
Caenca,  obispo  de  Lugo;  y  al  prior  del  Escorial  fray  Juan 
de  la  Serena,  obispo  de  Orense. 

Estos  dias  tuvieron  los  Jerónimos  su  capítulo ,  y  saca- 
ron por  general  al  P.  fray  Luis  de  Aguilar,  hermano  del 
marqués  de  Aguilar,  persona  muy  religiosa  y  cuerda. 

Tres  dias  há,  llegó  aviso  de  Roma  ai  señor  Nuncio  de 
cómo  Su  Santidad  habia  hecho  la  gracia,  dispensando  en 
el  parentesco  que  tiene  D.  Enrique  de  Guzman  con  la  bija 
del  condestable  de  Castilla ,  con  lo  cual  se  efectuará  luego 
el  matrimonio. 

Voz  ha  corrido  estos  dias,  no  sé  coa  cuánto  funda- 
mento, que  D.  Francisco  de  Meb  habia  cercado  á  Arras. 
Con  el  correo  sabremos  lo  que  hubiere  en  este  particular. 

Las  cosas  de  Inglaterra,  dicen ,  andan  muy  trabajosas 
y  que  el  Parlamento  quiere  privar  al  Rey  del  reino,  y  ju- 
rar á  su  hijo,  de  muy  poca  edad  para  ello,  á  fin  de  po- 
der ellos,  mientras  la  tiene ,  gobernar,  que  cuando  llegue 
el  caso  no  les  faltará  ocasión  para  descartarse  también  de  él. 


3vGoo(^lc 


S65 

El  Rey  se  ha  retirado  á  Jorque  (York);  ha  dado  qoejae 
á  los  principales  del  Parlamento  de  la  tiranta  que  con  él 
Qsao;  y  avisan  que  los  principales  de  aquella  provincia 
habia  escrito  por  via  de  comunidad  al  Parlamento,  dicién- 
dole  tratasen  al  Rey  con  la  estioiacion  y  decencia  que  era 
justo;  que  le  volviesen  la  autoridad  que  le  tenian  quitada, 
que  donde  no,  allí  tenian  Í0  millones  coa  que  harian 
de  suerte  que  su  rey  fuese  obedecido  y  estimado  como 
merece  su  persona. 

Muchos  de  los  del  Parlamento  mayor. y  menor  se  han 
retirado  á  «us  casas ,  viendo  cuan  sin  orden  oí  concierto 
se  gobiernan  on  las  juntas,  estimando  mas  la  quietud  que 
la  autoridad  y  el  mando,  y  recelosos  del  fin  que  esto  ha 
de  venir  á  tener. 

El  príncipe  de  Óranje  dicen  iba  á  Inglaterra  á  tratar 
de  acomodar  y  ajustar  al  Rey  con  los  del  Parlamento;  no 
será  poco  si  lo  consigue;  y  de  los  Estados  no  se  cree  le  di- 
ficulten la  salida,  porque  tienen  ya  celos  de  él  con  este  ca- 
samiento que  ha  hecho  de  su  hijo  mayor  con  la  hija  del 
rey  de  Ipglaierra,  y  temen  por  este  camino  no  tes  venga 
algún  trabajo,  volviendo  á  estar  sujetos  á  un  señor  parti- 
caláF  los  que  lo  estaban  á  un  rey  como  el  nuestro. 

No  se  ofrece  otra  cosa  de  qué  avisar  á  V.  R. ,  á  quien 
i^radezcoel  favor  que  me  hace,  como  es  razón.  Guarde 
nuestro  Señor  á  V.  R.  y  dé  ia  salud  que  deseo.  De  Madrid 
y  Mayo  20  de  16iS.-^hastían  González.— Al  P.  Rafael 
Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesds,  en  Sevilla. 

El  duque  del  Infantado  ha  venido  de  Badajoz  antes  de 
ayer,  y  pasó  á  Guadalajara  á  disponer  sus  cosas  para 
acompañar  á  S.  H.  donde  fuere. 


3vGoo(^lc 


SHceso  «n  Córela  «n  Hayo  de  1642,  en/re  ha  ¡nquiímo^ 
y  un  caballero. 

(L«|.°  sieUo.  tAta.i.  Kt.  SU.)' 

En  la  ciuelad  de  Cérdoí&i  D.  Luis  Maórique,  por  esLw 
muy  achacosa  su  mujer,  determinó  mudar tiabitecioB  y  ir 
&  vivir  á  un  lugar  cercaoo;  arreado  unas  casas  principa- 
les suyas  en  la  plazuela  de  D.  IMego  Paez.  Babia  hablado 
el  inquisidor  D.  Juan  de  Rivera  sobne  pasare»  á  íaá  mis- 
mas casas,  sin  baber  eteetuado  ali|iiiliér  ai  -coDcierlio;  eotire 
tanto  con  una  ausencia  que  hizo  de  Córdoba  alquiló,  lais 
mismas  casas  á  un  hijo  de  D.  PedtY>  die  Cárdenas,  vñiti- 
ouatro  de  ta  misma  ciudad,  y  efectivamente  se  pa»5  d 
ellas  á  vivir  en  tiooipo  que  el  dicho  íaquisJdor  habia  ya 
vuelto  de  Mui-cia ,  y  eovióselo  á  decir  al  caballerb  qoe  9i 
sabia  como  el  inquisidor  tenia  apftlabrídes  aquellas  casas. 
Dfjole  el  cabattero  como  do  lo  habia  sabido,  y  que  á  «e 
estar  mudado  él  y  toda  su  fatailia  ías  dejaría;  ásegundóse- 
le  otro  recado  para  que  las  'dejaae,  respondió  resuella- 
mente  que  ya  estiba  mudado  y  (}ue  no  las  hobia  de'dejar. 
Sintieron  esto  mocho  en  el  Tribunal ,  é  qat^  se  -gvMjó  el 
inquisidor,  y  mandó  que  tercera  vez  se  le  notificase  al  ca- 
ballero dejase  las  casas,  y  caso  que  ^o  obedeciese  le  saca- 
seo  luego  prendas.  Hfzose  asi;  el  caballero  avisó  á  todos 
608  parientes  y  á  los  demás  caballeros,  los  cuales ,  sabido 
el  caso,  se  resolvieron  en  mantenerle  por  fuwza  si  fo^a 
menester.  Cundió  el  caso  por  la  ciudad,  y  haUóse  el  Tri- 
bunal empeñado  en  proseguir  con  lo  que  habia  comen- 
zado. Viendo  que  no  habia  otro  remedio  sino  la  violencia, 
juntaron  las  dos  compañías  de  soldados  que  tenian  en  el 
alcázar,  y  determinaron  ir  y  echar  al  caballero  por  fuerza 


z.cbyCooi^lc 


367 

de  la  poseaioii  que  teaia.  A  este  iieropo  «cudiertHi  todos 
fo9  caballeros  armados  y  resueltos  á  baiter  oposioion  á  los 
soldados,  y  al  efecto  ocuparon  la  dicfaa  plaiuelB  de  D.  Pe- 
dro (1 )  Paez.  Sabiendo  ^  alboroto  el  Corregidor  se  fiaó  ál 
Tribunal,  y  despies  de  haber  protestado  qoe  les  dijo  eo 
cualquiera  cosa  que  tocase  ea  reputación  de  la  Inquisición 
seria  ^  primero  que  arrimase  la  capa  y  tomase  la  espada, 
pero  que  como  lúinistro  de  &  M.  tes  protestaba  los  daños 
que  se  bebían  d^  seguir  de  entrar  los  soldados  en  la  ciudad, 
y  que  por  vida  del  Rey  que  al  soldado  que  se  atreviese  4 
addairtarse  lo  colgaría  de  las  rejas;  que  mirasen  sus  seño- 
rías qrue  ao  bakua  de  servir  mas  que  de  alborotar  la  du- 
dad y  exponer  aqdellos  pobres  honafare?  miliciaDos  'del 
X dbuDfll  á  Ib  furia  de  los  cabuleros,  que  los  esperaban  to- 
dds  irritados  y  armados.  Con  esto  amainaron  ks  señores 
y  mandaron  que  ios  soldados  se  retirasen  i  sas  casas. 

Yti  e»  este  tiempo  babia  ido  el  negocáo  A  S.  M .  y  man- 
eta 'el  Qonscjo  Eleal  que  fuesed  caballero  defendido  ea  sn 
posesión ,  y  -que  se  le  restituyeran  las  premias,  y  que  pro- 
siguiese la  parle  so  juSticÍA.  Háse'dicbo  que  el  Consejo  su- 
premo de  la  Inquisioioo  ba  enviado^  láecir  á  los  inquisi- 
dores no  cediesen  im  punto  ni  iremitieseii  «de  sa  derecho, 
.  sino  qne  por  «ualesqiñera  medios  echasen  <al  cid)aliea'0  de 
la  Casa. 

Zaragosa  y  Mayo  1 3  (íe  1 642. 

[Leg.*  siiello,  fúL  850  v.") 

Pax  Christi,  &c.  Nuestra  congregación  es  el  domingo 
que  viene;  no  vienen  los  catalanes,  que  temen  á  los  de  acá 

(I)    Dice  rlaramente  D.  Pedio,  habiendo  dicho  anles  D.  Diego. 


3vGoo(^lc 


y  á  los  de  allá; -solo  llegó  el  Rector  de  TarragODa;  cuenta 
grandes  casos  de-hambre,  &c. 

Uno  de  los  casoa  raras  (1)  es  que  como  les  daban  cada 
día  un  puñado  de  trigo  y  alguuos  estaban  debilitados ,  lo 
echaban  cooio  lo  coroian,  y  algunt^  iban  recogiendo  los 
escremeotos  y  entresacando  granos.  Con  todo  dice  que 
nnnca  dejó  de  dar  la  olla  á  los  pobres  en  la  portería,'  y 
en  orden  á  esto  refiere  cosas  raras.  Agora  están  muy 
abundantes,  porque  llegaron  cuatro  navios  grandes  de 
trigo. 

Sacaron  S.OOO  soldados  para  sooorrer  áTortosa,  que 
vinieron  con  los  galeones  de  Dunquerque,  avisaron  que- 
dan  allf  4,000  y  mas  caballos;  cada  día  se  fortifican. 

Monsiur  de  la  Mola  levantó  el  cerco  de  Tortosa  coa 
pérdida  de  2,000  hombres ,  allí  y  en  la  toma  de!  fortín 
del  coli.  de  Balaguer. 

Este  mismo  se  defiende  valerosamente:  hay  6,000 
aragoneses  en  la  frontera.  Acometió  el  eoem^  por  Riba- 
gorza  y  les  matarou  mucha  gente,  con  qae  no  se  borlan 
con  nosotros.  Si  S.  M.  viene  (Dios  te  traiga),  saldrán  de 
todo  este  reino  20,000  hombres  sin  qué  hagan  falta. 

El  rey  de  Francia  curó  en  Garcasona  ó  tocó  (2)  la 
Pascua.  Algunos  de  ellos  dicen  que  hizo  diez  milagros 
aquel  dia ;  no  son  de  fé.  Zaragoza  y  Mayo  1 3  de  1 6i2.— 
P.  Benito  Gracia,  de  la  Compañía. 


(]]  No  dice  dúnde  si  en  Perpifian  ó  en  Torlosa,  á  la  sazón  sitiadas  de 
franceses,  ó  si  so  reflere  A  los  silios  anteriores  de  Colibre  6  Montón. 

(&)  Alude  k  la  gracia  ó  virtud  que  se  supone  tenían  los  reyes  de 
Francia  pera  curar  lamparones.  Véase  el  Marte  FraMét  y  otros  tratados 
politieog  de  esta  época. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Mm/o  11  de  16i2. 
(Tom.  so.  tói.  m.) 

Ya  se  lia  cantado  un  Te  Deum  laudamtis^  y  una  misa 
en  acción  de  gracias  del  buen  suceso  de  Tortosa,  en  que 
habiendo  muerto  los  de  dentro  mas  de  1,000  franceses  y 
catalanes  hicieron  huirá  tos  cercadores,  dejando  todo  su 
bagaje  y  artillería  [i ). 

A  H  de  este  llegó  un  correo  del  de  Alba  desde  Ciu- 
dad-Rodrigo, avisando  que  entraron  en  Portugal  algunas 
tropas  de  su  ejército ,  las  cuales  saquearon  once  lugares, 
y  entre  ellos  dos  algo  fuertes,  cada  ano  de  á  500  vecinos. 
Hubo  gran  presa,  en  especial  de  ganado;  todo  se  reparte 
entre  los  soldados,  con  que  están  engolosinados  y  con  de- 
seo de  proseguir.  Enrase ,  y  así  dice  el  Duque ,  que  si 
lee  ayudan  de  Madrid,  escribirá  otras  mejores  nuevas.  Ha 
corrido  voz  de  que  los  portugueses  muertos  en  esta  fac- 
ción soD  3,000,  y  las  cabezas  de  ganado  que  «^eron 
40,000. 

La  Beina  salió  hoy  á  las  diez  de  Madrid  á  ver  al  Rey 
á  Getafe ,  aunque  dicen  que  disimulado  ha  estado  aquí  al- 
gunos de  estos  días  pasados. 

Ha  echado  su  jornada  para  Cuenca ,  movido  del  gasto 
de  vellón,  de  la  poca  seguridad  de  la  ciudad  de  Valencia 
por  ahora  y  de  que  pase  el  ejército  delante. 

Las  entradas  que  han  hecho  en  Francia  el  archiduque 


(t)  Véase  lo  qfle-ya  sedijo  i  p&g-  3ItS,  SI  Dr.  D.  Eraiuiaco  Einlw  y 
Varan»  escribió  loa  SUCMQ3  deeslesilio  en  dos  relaciones,  de<  Iota  cuales 
la  primera  impresaá  )3  de  Hayo ,  se  inlitala:  Defama  del  tiiio.  it  Torlaia. 
Madñd:-  por  Catalina  de  Barrio' j  Ángulo.  Año'MDCXLfl,  fÚl.  ¥  la  segUD- 
da  [á  IS  del  miaiu»}:  RüoMon  mas  eopiota  de  la  dift*sa  y  ailio  de  Torlou, 
t<m  tMicia  mat  parlieviar  it  la  wlori».  Ib. 

ToM  ivi.  «4 


3vGooglc 


370 
Leopoldo,  por  la  Alsacia,  y  D,  Francisco  de  Meló,  gober- 
nador de  Flaodes,  por  la  Picardía,  se  confirman.  Añaden 
ahora  que  el  rey  de  Francia ,  cuidadoso  del  caso,  salió 
luego  de  Narbona,  adonde  están  á  juntar  gente.  De  la 
composición  con  holandeses  se  ha  hablado  con  variedad. 
Ahora  se  dice  qué  el  Emperador  ha  intervenido,  el  cual 
tiene  concluidas  las  paces  entre  Holanda  y  el  Imperio,  ha- 
ciendo al  de  Orange  potentado  suyo  y  al  presente  general 
de  su  ejército  imperial ,  desea  concluirlas  con  España, 
quedando  república  Holanda.  La  Petra  scandali,  dicen  es 
elBrasil.  Madrid  U  de  Mayo  de  16i2  [i). 

Madrid  y  Mayo  t\  de,  16Í& 

(Leg.°  suelto,  Dúm.  I.fól.  8S1.) 

'  Los  Reryee  naeslros  seaores  y  S.  A.  se  vieron  abunda 
ytt  e)  domingo  pasado  tres^  leguas  de  esta  Corte,  donde  se 
despidieron,  S.  M;  para  Aranjnez,  y  la  Reina  nuestra  se- 
ñora y  S.  A.  á  Palacio. 

Hoy  ha  salido  el  Conde-'Duque  á  encontrar  á  S,  M  b&- 
biéndose  detenido  el  domingo  por  razón  de  unos  awintos 
deplslta,  y  s^an  se  cree  sef^á  la. jomada  en  derechura  d 
Valencia. 


[1)  Seguidos  á  Bata  aarta  se  tMllnn  los  siguientes  ajH^Qles  de  inano  del 
P.  Pertyra:  "  El  domingo  18  de  Mayo  de  este  íf\d  de  4S,  salió  la  famosa 
armada  de  Cádiz  para  l.évánCe.  para  socorrer  las  «oslas  de  Catalana  le- 
vantada. Iba  por  general  el  duqae  de  Ciadad-Keal,  gobernador  de  Cidii. 
Iban  mas  de  40  navios,  sin  mas  de  30  barcos  laengos  de  iO  remoe.  Estos 
iban  embanderados  con  las  armas  del  Rey  en  la  popa.» 

<  Este  mismo  dia  hubo  procesión  general  en  Sevilla,  de  las  religiones 
y  ambos  cabildos,  t  Santiago  d  V<«jo,  adonde  bioimos  eataeion  y  dasdt 
aHl  vinieron  á  la  iglesia  Mayor,  donde  ae  dijo  la  misa  ttm/ort  bettí,  y  pre- 
éicd  Fray  Jnan  Crisóstomo,  basilio,  nay  doctrinaimente.  Acabóse  toda  des- 
pués de  las  doce  del  dia.  To  eatnvepr«ente.> 


3vGoo(^lc 


VÍDode  Ciudad-Rodrigo  el  de  Alba  por  la  posta,  y  fué 
á  Aranjuez.  Llegó  á  la  una  de  la  noche.  Quiso  hablar  A 
S.  M.;  dijéronle  los  guardias  que  estaba  durtniendo.  Res- 
poodió,  que  imporlaba  hablarle.  Los  guardias  le  rechaza- 
bao;  él  se  resolvió  á  que  le  despertasen.  Eq  fio  entró  y  es- 
tuvo con  S.  M.  desde  aquella  hora  hasta  las  ocho  del  dia, 
y  en  esa  hora  se  volvió  otra  vez  á  marchar  por  la  posta. 
No  se  sabe  á  qué. 

El  marqués  de  la  Hioojosa,  habiéndose  mejorado  de 
Cambriles  á  Balaguer,  degolló  al  enemigo  60(y  hombres,  y 
se  apoderó  de  aquellas  emíoeocias,  habiendo  antes  cogido 
tres  convoyes  y  cun  ellos  600  acémilas.  Madrid  á  21  de 
Mayo  de  1642,»Jaan  Fdiaqoez  Isassi,  maestro  del  Príncipe. 

Málaga  y  Mayo  22  de  1642. 

(Leg.°  fuello,  núm.  i,  M.  83*  v,°) 

El  duque  de  Ciudad  Real  salfó  de  Cádiz  á  18  de  Mayo, 
ai  amanecer,  con  sd  armada  que  consta  de  86  naos  de 
alto  bordo  y  6  de  fuego,  y  36  barcos  luengos  y  tartanas, 
cosa  nueva  y  muy  imporCante,  asf  para  que  no  tengan 
efecto  el  quemarnos  el  enemigo  los  naos,  como  para  socor- 
rer cualquiera  de  ellas  que  lo  haya  menester  y  remol- 
carlas en  tiempo  de  calmas.  Tomamos  el  rumbo  hasta  el 
Estrecho,  que  con  tiempo  hecho  aquella  misma  noche  lo 
pasamos,  y  al  desembocar  á  las  1 1  de  la  noche  se  descu- 
brieron tres  naos  de  Olanda  que  venían  de  Venecia,  y  les 
dieron  caza  una  urca  de  Dunkerke  y  una  nao  española  nom- 
brada ñegla,  que  la  gobierna  un  caballero  portugués  lla- 
mado Diego  Mnñiz.  Pelearon  hasta  el  dia  qtte  perdieron 
las  esperanzas  porque  les  hizo  calma,  con  que  no  pudie- 
ron huir,  y  conocida  la  ventaja  se  rindieron  las  dos;  que 
)a  otra  que  nos  habia  quedado  al  barlovento  á  media  no- 
che, la  habia  rendido  una  urca  nombrada  la  Gata.  Son 


3vGoo(^lc 


372 
naos  que  venían  internadas  en  casi  un  tdíIIod,  con  mer- 
cadería que  llevabao,  de  sedas,  damasco  y  medias,  vidrios, 
matalotajes  y  otras  cosas.  Costó  dos  hombres  que  nos  ma- 
taron en  la  de  Dunkerken  y  seis  heridos,  y  dieron  á  )a  urca 
dos  balazos,  uno  entre  dos  aguas  y  e!  otro  á  ia  lengua  del 
agua;  los  prisioneros  se  han  repartido  entre  las  naos,  en  cual 
cuatro,  en  cual  seis,  para  marineros. 

Con  este  buen  suceso  llegamos  á  esta  ciudad  de  Má- 
laga el  martes,  á  las  cuatro  de  la  tarde ,  que  se  contaron 
SO,  adonde  de  los  navios  que  atrás  quedaban  supimos  como 
habian  tomado  otro  con  algunos  moros  y  holandeses,  que 
lo  habian  pillado  los  mismos  tres  que  hablamos  rendido 
y  echádole  su  gente  dentro,  y  metido  los  moros  debajo  de 
la  escotilla. 

Tuvimos  asimismo  nueva  comohabiasido  ciertohaber 
pasado  30  velas  del  enemigo,  que  venían  de  Poniente,  y 
aun  se  dice  que  nos  aguardan  en  cabo  de  Gata;  si  no  son 
mas,  llevarán. 

El  Duque  (1)  se  detendrá  aquf,  basta  el  sábado,  porque 
trata  de  llevar  estas  tres  naos,  y  les  mete  bastimento,  y  ha- 
brá de  tripularlas  con  la  gente  que  convenga.  Dfcesenoses- 
peran  las  galeras  en  Gartegena  de  Levante,  que  han  de 
ser  casi  cuarenta,  aunque  allí  no  se  díce  hay  mas  de  %S,  y 
1 8  naos  de  Ñápeles,  que  sí  todo  esto  se  junta  con  nosotros, 
juntamente  coa  las  demas.galeras  que  desde  allí  á  los  Al- 
faques no  pueden  faltar,  y  seis  naos  de  Cuspitor  (2)  dúo- 


|1)    EldeCiDdad-Real. 

(2)  Asi  dice  claramente  en  otros  lugares  Jospiter  ó  JospiCer.  Su  verda- 
dero nombre  era  Jadocns  Peeters  qne  se  pronuncia  Ptlers,  de  donde  loB 
nuestros  hartan  Cospiter.  En  una  relación  impreea  del  afio  il  ea  dice  de 
él:  oResolvió  el  general  ludoco  Pitiers,  gran  soldado,  de  tantos  méritos 
como  canas,  y  qne  ha  servido  i  las  arm&s  espaflolas  loda  sn  vida,  y  de  ca- 
pitán de  la  mar  16  anos  &.<• 

La  expresada  relacioD  lleva  por  titulo:  Copia  ie  corla  que  ttcrmi  w  (»• 


3vGooglc 


373 

querquesas,  con  mas  1 S  berganliaes  mallorquines  de  don 
Pedro  de  Santa  Cicília,  podemos  esperar  victoria ,  aunque 
el  enemigo  junte  sus  dos  armadas,  si  bien  me  recelo  no  nos 
cojan  antes  de  juntarlo  todo.  Sí  la  prevención  por  tierra  ha 
sido  como  la  de  la  mar  y  juntamente  el  bastimento,  pagarán 
los  catalanes  el  cuidado  que  nos  han  dado.  D.  Juan  de 
Saavedra  (1).        . 

Madrid  y  Mayo  H  de  1642. 

(Leg.*  suelto  núm.  (,  MI.  85i.) 

Al  fin  salió  ya  S.  M.  de  Aranjuez  p^ra  Cuenca,  y  el 
Conde-Duque  pensó  detenerle ,  y  por  eso  se  dejó  aquí  á 
José  González  y  sus  cooBdentes.  No  pudo  conseguirlo  por  el 
molin  que  hubo  en  Valencia  sobre  el  entenderse  allá  que 
no  iba  el  Rey ,  que  desean  tanto  que  vaya,  que  se  amo- 


valtero  de  Cádií  á  otro  amigo  suyo  enqwse  dá  cvMta  del  feliz  taeeao  que  At- 
vtfnm  cinco  «tnios  de  Dwaquerqve  contra  46  de  Portugal  y  Fraaeia.  Sueedido 
m  II  ¡f  13  de  Setiembre  de  1641.  Cádiz,  por  Feraando  Bey.  AQo  de  16i1, 
'  lát.  S  boj. 

(1)  Entre  doscirtaB  del  SI  y^fcde  Mayóse  halla  el  siguiente  apunte  de 
letra  del  P.  Pereyra:  El  conde  de  Ganliliana  hizo  bechar  un  bando  en  Sevilla 
ipe  todos  los  caballeros  qae  no  tuviesen  con  qué  ic  k  Madrid,  qae  él  los 
nevaría  á  su  cosía.  Gimieron  esto  los  caballeros  por  las  excusa!)  que  ban 
dado  de  qae  no  tienen  con  qué  ir.  Un  caballero  de  Sevilla,  1).  Francisco  de 
Vallejo ,  se  fué  adonde  posaba  el  dicbo  conde,  llevando  consiga  á  algunos 
acompañados,  y  bablándole  le  preguntó  el  Conde  que  qué  mandaba.  Rcspon- 
dié"vengo  á  decir  &V.S.  como  yo  mando  echar  un  bando,  que  llevaré  kiai 
costa  todos  los  títulos  que  hubiere  ep  Seíilla,  y  no  tuvieren  con  qué,"  Res- 
pondía el  Conde,  qne  cómo  podía  hacer  aquello,  que  era  menester  mucho 
gasto.  Pnes  respondió  el  caballero:  fcomo  V.  S.  podrá  llevar  á  toda  la  no- 
bleza í  su  costa."  Respondió  el  conde:  '-tengo  30,000  ducados  de  renta  y  lo 
podré  hacer."  Respondió  el  caballero:  '<no  hay  para  rábanos  para  desde 
aqal  á  Saotiponce.»  Comenzándose  á  trabar  los  dos,  se  pasieron  de  por- 
nB^o  uaos  caballeros  y  se  dqjó  la  plática. 


3vGoo(^lc 


37i 
tino  la  ciudad,  y  fué  necesario  que  el  virey  y  el  marqués 
de  Leganés,  j  duque  de  Gaadfa  les  aseguCaaeD ,  cod  sns 
cabezas  que  iria.  Al  fio  cuatro  días  después  partieron  de 
aquí  José  González,  y  los  demás  oidores. 

La  armada  que  salió  de  Fraucia  encontró  los  seis  na- 
vios de  Dunquerqne,  y  haciendo  poCo  caso  de  ellos  los  cer- 
caron. Dejándose  cercar  sin  disparar  un  .arcabuz,  laégo  oo- 
menzaron  á  disparar  tan  valienlemente,  que  les  echaron  á 
fondo  algunos.=Hermano  Antonio  Serrano,  de  la  Compañía. 

Madrid  y  Mayo  27  de  1642. 

(Leg.°  siiello,  núm.  i.  ful.  855  v°) 

Pax  Ghristi  &c.  Mi  buen  P.  Pereyra :  Después  de  escrita 
la  pasada  un  P.  de  este  colegio  me  dio  á  leer  la  carta  que 
escribe  un  caballero  que  aaanpañ»  al  de  Mortara,  dando 
cuenta  de  lo  ocurrido  en  sa  viaje  por  Francia,  desde  Co- 
libre á  Irun.  Hállela  curiosa,  y  luego  la  mandé  copiar  para 
que  V.  R,  y  demás  PP.  de  ese  colegio  se  entreten|i;an. 
Dice  así : 

Remito  esta  carta  para  que  por  ella  se  conozca  lo  que 
pasamos.  Estuvimos  sitiados  y  oo  ha  sido  poco  habernos 
escapado,  pues  era  tan  sin  número  el  artitterfa,  mosquetería 
y  bombas  que  se  nos  tiraban  al  castillo,  y  él  era  tal  y 
tan  ruin,  que  ha  sido  espanto  haber  resistido  tantos  golpes 
y  tanto  tiempo. 

Llegó  el  enemigo  á  los  1 6  de  Marzo  á  tomar  los  pues- 
tos, y  con  tanta  fuerza  que  le  parecía  poco  el  mundo  para 
conquistarle.  Defendiéronsele  algún  rato ;  mas  como  traía 
tanto  mayor  número  que  nosotros  nos  fué  fuerza  el  ceder, 
lo  que  sustentábamos.  En  un  mal  reductillo  le  entretuvimos 
1 4  dias  y  6  dias  mas,  habiéndole  hecho  muchas  salidas  im- 
portantes, pues  en  una  le  clavamos  cuatro  cañonea  groe- 


3vGoo^^lc 


375 
SOS,  y  le  matamos  cerca  de  100  hombres;  á  ¡eaie  ipaio  le 
bemoa  degollado  en  uo  mee,  que  nos  duró  el  siiio,  Dtasde 
3,000  hombres,  y' el  marqués  de  Mortara  Bé  portó  con 
tanio  valoc  y  experienda  y  se  défeadió  tari  bÍeo  hiisla  lo 
último  que  con  tenernos  abiertas  dos  míoas  reales  y  dos 
bonúllós,  anD  estábamos  rehaciós;  y  ano  habernos  Italledo 
8ÍD  agua,  qoé  el  dia  que  se  capituló  no  teníamos  egoa  mas 
que  para.aquel  dia,  y  tal  y  tan  tasada  que  d  que  mas.  taniá 
era  uo  ccartillo  de  a^ua  óaieno,  tan  hédñ;>ndo  queno^ld 
pódian  Sufrir  tis  narioes,  aunque  la  pedia  el  duerpo;  cooh- 
aideratido  todo  esto  se  capituló  muy  «n  duestro  tavor,  :' 

Salimofi'paei  coa  armas,  bagajes,  bala  en. boca, .cuerda 
encendida,  dos  fúezas.  de  artilleríia  y  la  condicáon  de  pasar 
por  Francia  á  costa  del  Rey  orisLianistEoo,  y  con  la  misma 
tasa  y  sustento  que  pasan  sus  tropas,  yquelos  «ifermosse 
habían  de  embarcar  en  bajeles  noeatros  y  ir  á  Tarragona. 

Con  esto  empezamos  nuestra  marcha,  habiendo  sido' 
todos  muy  agasajados  en  Francia.  Llegamos  áNaiix»]a,'juer 
ves  Santo,  en  ocasión  que  vimos  la  ceremonia  que  llama» 
en  Francia  de  larar  el  Rey  los  pies  á  los  pobres.  Hicié- 
TOUDOs  entrar  Á  hodos  ios  españoles  que  Íbamos  -  con  el 
marqués:  gran  llaneza  en  Francia.  El  Bey  .lo  parece,  maB 
no  lo  es.  Los  señores  may  lucidos,  mas  viven  con  las  mis- 
mas envidias  que  en  otros  reinos:  grail  pueblo,  áiuchos 
bastimentos,  mes  p»r  un  real  en  plata  venderán  á  su  rey. 
No  86  ve  en  Francia  moneda  de  la  tierra;  toda  es, de  Es- 
paña, y  boy  la  pesan  con  tanta  puntualidad,  que  si  le  falta 
uu  grano  no  la  toman :  esto  desdé  e\  rea)  hasta  el  doblón. 
Hannos  hecho  grandes  agasajos,  mas  pot  desear  la  paz'qiie 
por  devoción  que  nos  tengan;  y  es  la  verdad  que  en  toda 
la  marcha  no  hubo  género  de  desorden,  debido  todo  al 
buen  méritodel  marqués,  que, como  en  todas  partes,  deja 
en  Francia  muchos  apasionados,  y  hemos  descubierto  mu- 
chos qufe  lo  son  de  nuestro  rey. 


;vCooglc 


Hoy  estamos  una  legua  de  Fuentarrabía,  disponiendo  la 
marcha  la  vuelta  de  Molina  de  Aragón, ys^un  la  poca  con- 
aderacion  destos  señores  que  gobiernan,  ó  cr&sxi  que  estos 
soldados  son  de  hierro  ó  quieren  ellos  errarlo  todo,  pues 
después  de  tan  largo  padecer  en  sitios,  socorros  y  lat^a 
marcha,  hallándose  desnudos,  descalzos  y  sínnn  real,  man- 
dan marchen  luego,  y  con  dos  reales  de  cuartos,  que  es 
lo  mismo  que  nada.  Bien  se  le  luce  á  nuestra  España  para 
las  buenas  disposiciones,  y  esto  sucede  en  ocasioo  que  vie- 
nen enseñados  á  Francia,  donde  lodos  losdías  se  les  daba 
1 6  onzas  de  carbe  fresca,  94  de  pan,  media  azumbre  de 
vino.  Guando  creian  llegar  al  descanso  hallan  un  ministro 
muy  engolillado  que  les  dice:  «no  tengoórden,  ni  puedo  ar- 
bitrar en  cosa  alguna,»  y  ei  soldado  en  el  ínterin  pierde  lo 
reparado  en  Francia.  ¡Dios  mueve  las  cosas! 

Nosotros  marchamos  de  aqutel  lunes  á  19,  con  orden 
de  entrar  en  Aragón  por  Molina ;  creo  hallaremos  allí  á 
S.  M.  si  no  es  que  se  han  mudado  los  intentos  como  en 
las  demás  cosas  buenas. 

Mucho  me  he  engolfado;  perdón  merece  un  soldado  y 
tan  bien  premiado  como  yo.  E!  consuelo  que  tengo  es  que 
Dios  me  saque  de  tantos  peligros  y  me  dé  salud  para  su- 
frir tantos  trabajos.  Irúa  y  Mayo  16  de  1642,=Frey  Dio- 
nisio deValenzuela  y  Mendoza. 

Nada  mas  ocurre  de  nuevo  por  agora.  El  próximo  cor- 
reo nos  traerá  nuevas  de  Cataluña  y  Portugal.  Dios  guarde 
á  V.  H.  como  yo  deseo.  Madrid  y  Mayo  27  de  1642.=« 
Sebastian  Gonzalez.=At  P.  Rafael  Pereyra,  de  la  compañía 
de  Jesús,  en  San  Hermenegildo  d^  Sevilla. 


3vGoo(^lc 


Stemorial  <}ue  se  diwdgÓ  en  Madrid  para  S.  M. ,  en  qtu  es- 
ta vüla  y  corte  advierte  muchtu  cosas;  es  bien  picante  y 
salado  (1). 

(Leg."  suelto  núm.  l,  fdl.  S6S.)    - 

Señor:  La  villa  de  Madrid,  eomo  madre  de  )ob  que  ta 
bacea  corte,  viendo  que  V.  M.  (Dios  le  guarde]  hace  jor- 
nada á  la  defensa  desús  reíaos,  porque  sepa  en  lo  que 
los  puede  ocupar,  ó  le  airvao  mas  bien ,  y  para  qué  son  ' 
á  prop(5sito  los  cabaUeros  que  le  sigan  en  los  encuentros 
que  tuviere  con  el  enemigo ,  hace  las  advertencias  si- 
guientes : 

Lo  primero  ooofia  eu  Dios  que  V.  M.  hará  la  jomada 
que  convieoe ,  y  que  no  será  á  Cuenca ,  porqué  ahí  no  ha 
de  venir  el  Francés.  A.  D.  Francisco  Lozon  fué  buen 
acuerdo  hacerle  maestre  deCaiüpo,  que  para  el  Francés 
basta  un  escarabajo,  y  con  su  sargento  mayor  Bernardo 
de  Satas  deja  la  villa  que  por  cautelas  y  trampas  no  se  lo 
llevará  el  enemigo. 

La  Villa ,  como  siempre,  por  lo  menos,  ^i've  á  Y.  M. 
con  2,000  homlffes  que  hau  repartido  entre  sí  los  regido- 
res, y  serán  may  grandes  soldados  para  cualquiera  empre- 
sa, por  lo  experimentados  que  son  en  saquear  lugares ,  y 
desbaUjar  vecinos;  y  Á  estas  desgracias  en  que  nos!  vemos 
las  causan,  como  dicen,  nuestros  pecados,  ya  cesarán  los 
castigos ,  pues  V.  M.  y  el  señor  Coode-Duque  con  tanta 


(1)  Hállase  entre  los  apanles  del  P.  Pereyra ,  entre  dos  cartas  del  16 
de  Hayo  y  5  de  Janio,  por  coya  laion  hemos  creído  deberle  colocar  ea 
este  lagar. 


3vGoO(^lc 


cristiandad  han  confesado  sus  dos  hijos  (1).  Los  vasallos 
ya  están  contentos,  pues' ni  tienen  mas  que  dar  ni  V.  M. 
mas  que  pedir.  Ellos  si  que  sod  temerarios,  porque  se 
quejaban  de  que  les  quitaban  los  fueros;  ya  no  se  1ob> qui- 
tan ;  ya  ae  los  d^n  por  fuerza ,  y  no  IdsqHieren. 

V,  M,  volverá  victorioso ,  porque  Dios,  nuestro  Señor, 
es  enemigo  de  grandes,  y  amigo  de  pobres,  y  en  España 
ya  no  hay  ni  grandes,  ni  chicos,  ai  ricos. 

Los  regidores  son  unos  apóstoles,  porque  sí  aquellos 
por  seguir  á  su  maestro  dejaron  »is  'redes,  dios  hacen 
mas  que  las  llevan  tendidas,  y  van  pescando  y  le  sigoen; 
y  si  bienaventurados  son  k»  qae  no  víenm  y  creyeron, 
todos  los  somos,  que  creemos  que  hay  ejércitos  y  no  los 
vemos. 

Los  soldados  españoles  que  van  desesperados  (claro 
está)  pelearán  muy  arriscados,  porque  qo  tienen  quó  per- 
der. La  coronelía  del  Principo,  nuestro  <Beñor,  se  puede 
aumentar,  haciendo  capitanes  á  los  meniíibs  de  la  Reina 
nuestra  señora,  que  ya  mtirió  Heredes  el  que  mataba  ino- 
centes, y  fué  lindo  arbitrio  bajar  Jos  maeses  de  Campo 
para  sobir  la  moneda. 

Para  cuando  se  hubieren  de  orde&ar  los  escuadrones 
se  hagan  las  prevenciones  siguientes:   . 

Al  conde  de  Castrillo  lo  pongan  eo.  la  frente  del  es- 
cuadrón, que  si  es  para  resistir  al  enemigo,  aioguno  lo 
hará  mejor,  pues  tiene  espíritu  de  contradiocton  aan  con 
V.  M. ;  y  si  V.  M.  quiere  esconderse  donde  no  le  veao,  ár- 
mese de  él  que  ninguno  le  podrá  ver. 

A  Malpica  se  le  mande  entrar  de  semana  en  cua^uie- 
ra  plaía,  que  con  eso  do  se  perderá.    - 


(l)    Dw  Juui  de  Aaslria,  el  hijo  de  la  Calderona,  y  D.  J^an  Vakir- 
cel,  por  oiro  nombre  D.  Enrique  Kelipez  de  Gniman. 


3vGooglc 


379 

A  Fromista  se  le  encargue  otra ,  que  por  mucho  que 
d  Francés  porfié  no  le  vencerá. 

Todas  las  órdenes  qae  no  quiaeren  que  se  sepan ,  se 
las  den  á  Palacios,  y  las  dirá  al  revés  como  no  so  en- 
tiendan. 

Para  sitiar  plazas  Ladrada,  que  si  se  Haa  de  coger  por 
hambre,  ningUDO  les  dará  tanta'como' éli 

Hacer  que  el  almirante  de  Aragón  se  pase  á  Francia 
para  alborotarla;  ninguno  mas  á  propósito. 

Para  entrar  en  las  plazas  del  eaemtgo  se  tome  parecer 
de  D.  Nicolás  Cid ,  que  él  dirá  cómo  se  entró  en  las  qne 
tiene,  sin  que  sepamos  cómo.     • 

Búsquense  diez  Canencias,  y  que  vaya  en  cada  tercio 
uno,  que  con  eso  no  perderá  V.  M.  nada  en  su  derecho, 
y  el  enemigo  perderá  la  hacienda  y  la  paciencia,  si  le  trata. 

H^a  reductos  Maqueda ,  que  como  sean  de  su  grosu- 
ra serán  bien  gruesos.  Sirvan  de  troneras  Lemos  y  Lo- 
dosa. Sirva  de  trompeta  Pedro  de  Arce,  que  en  oyéndole 
el  enemigo  huirá  de  él. 

DéQse  en  rehenes  al  Francés,  si  los  quiere,  á  Suarez  y 
á  la  duquesa  de  Mantua,  que  si  los  admiten  ellos  los  per- 
derán como  á  nosotros. 

Para  clavar  la  artillería  á  Palacios,  Luzon,  Ulloa ,  que 
se  la  clavarán  al  m£^  amigo. 

A  D.  Pedro  Valle  (de  la  Cerda)  por  e^fa,  que  si  como 
sabe  6u  negodo  entiende  los  ajenos,  no  se  le  esconde- 
rá cosa. 

Por  capitanes  generales  de  la  caballerf»  vayan  á  pié 
el  conde  de  MontalVo  y  el  Protooolarjo,  que  aunqoe  mas 
corran  yo  aseguro  que  no  se  quedarán  atrás  é  irán  siem- 
pre delante. 

Eucárgnese  el  bagaje  á  Monterey,  que  está  hecho  á  ca- 
minar  con  todo  el  de  su  casa  y  comer  del  ejército. 

Para  callos  de  herraduras,  fagina,  trabucos  y  otras 


3vGoo(^lc 


raunicioaes ,  que  siempre  hagan  mal ,  ae  apliquen  todos 
los  portugaeses  que  están  aquf  y  se  han  venido,  los  ofi- 
ciales de  las  secretarías,  y  si  apurase  la  necesidad,  los  se- 
(a^taríos  también ,  y  vaya  por  su  capitán  D.  Pedro  de 
Aragón  {i)  que  con  eso  se  los  entregará  al  enemigo  y  nos 
veremos  libres  de  ellos. 

Por  general  de  la  artillerfa  vaya  el  señor  Presidente 
de  Castilla,  que  nadie  disparará  mas  aprisa. 

Hágase  plaza  de  armas  con  el  Sr.  Camporredondo, 
con  eso  et  enemigo  pensará  qae  es  redondo  siendo  cor- 
cobado. 

£1  doqne  de  Sesa  por  centinela  perdida ,  que  solo  él 
ve  de  noche.  ^ 

Lleven  pintado  en  el  estandarte  real  al  conde  de  Pe- 
ñaranda, que  con  eso  irá  vistoso,  y  desotro  lado  D.  Lo- 
renzo Ramírez  de  P^ado,  desnudo,  que  así  está  carioso. 

Las  compañías  de  á  caballo  se  monten  de  títulos  nue-  ' 
voe  y  señorías  postizas,  que  con  esto  sobrarán  bestias  que 
lleven  cai^s  y  las  sufran. 

Et  duque  de  Osuna  recoja  en  la  campaña  tos  que  mue- 
ren, que  asi  ninguno  morirá  sin  cruz. 

Vayan  á  la  jornada,  por  si  fuere  menester  maña,  Don 
Bartolomé  Morquecbo,  y  por  sí  fuerza  Santelices. 

Hágase  una  junta  por  si  faltase  dinero  y  no  lo  hubie- 
re, de  Luzon,  D.  Jerónimo  de  Ulfoa  y  D.  Bernardo  de 
Salas,  que  ellos  dirán  cómo  viven  tan  lucidamente  no  te- 
niendo nada. 

Si  fuere  menester  trapos  viejos,  vayan  Borja  y  Oñate, 
aunque  basta  Barajas  y  sus  hijos,  si  los  levan. 

Si  esto  se  dispone  así,  y  el  Francés  cree  á  D.  Cosme 
de  Méiticis  y  en  la  señal  de  D.  Francés  Beamonte,  y  en 


{t)    Elnurqaós  de  PobardeirotadoenCatalafla. 


3vGoO(^lc 


38« 
la  santidad  de  Villafranca,  crea  V.  M.  tendremos  victoria, 
y  en  todo  caso  V.  M.  en  ia  campaña  "y  el  señor  Conde- 
Duque  sobre  todo. 

Adiciones  ed  memori<ü  antecedente. 


Los  chuzos  se  hagan  de  D.  Rodrigo  Jurado,  que  es  un 
lindo  chuzón  y  es  un  Rodrigo  de  Vivar  en  las  leyes;  pe- 
ro no ,  quédese  qae  entrará  con  mal  pié  en  cualquiera 
cosa. 

El  condestable  de  Castilla  vaya  por  cabo,  de  Villaher- 
mosa  y  Castrofuerte  y  Orgaz ,  que  con  eso  irá  á  su  gusto, 
pues  por  cualquiera  de  estos  alza  figura. 

Vaya  V.  M.  en  compañía  de  sus  Consejos  y  será  rico. 

Al  marqués  del  Carpió,  Zapatilla  y  Cantillana  se  les  dé 
mosquetes,  que  aun  tienen  las  cuerdas  encendidas. 

Entregúese  la  pólvora  á  Valero  Diazqne  con  poco  que 
gaste  de  su  condición'  no  hay  quien  le  llegue. 

Bien  está  Hijar  en  Ayamonte,  que  nadie  regateará  mas 
los  pasajes,  y  como  haga  las  entradas  en  Portugal  su  bolsa 
nadie  sabrá  de  ella. 

También  do  está  mal  el  duque  del  Infantado  en  Ba- 
dajoz, que  es  buena  lanza  para  tirar  por  elevación. 

El  conde  de  Lana  y  el  de  la  Puebla  de  Llereoa,'  Diego 
Gómez  Salinas,  San  Román,  Falces,  Veraguas  y  Ariscot  va- 
yan montados,  qne  son  caballos  de  casta. 

Al  marqués  de  Leganés  se  le  dé  título  de  duque  de 
Tarragona  y  conde  de  Barcelona ,  que  ñendo  cosas  suyas 
as^ro  que  no  las  perderá. 

Don  Juan  de  Vaieocia ,  el  pagador ,  digo  el  toreador, 
vaya  por  picador  del  Infante ,  porque  tenga  este  Valencia 
algo-deinrante. 


3vGoo^^lc 


Madrid  y  Mayo  28  de  1642. 

(Leg.*  suelto,  Dúm.  1,  Í6\.  SSl.j  ' 

El  marqués  de  Áytona  se  casa  con  Dqña  Ana  de  Silva, 
hija  de  los  marqueses  do  Orani. 

£1  señor  cardenal  Boga  ofrece  á  su  sobrina  para  el 
casamieato  con  el  duqae.de  Ariscot  S0,000  ducados  de 
plata ,  y  30,000  en  vellón ,  á  ciertos  plazos ,  y  su  mesa  el 
tiempo  que  estuviere  en  esta  corte. 

Queda  el  conde  de  Caslrillo  coo  la  superintendencia  de 
los  asientos,  teniéndolos  ya  ajustados  para  la^  ejércitos 
de  Cataluña,  á  razón  de  á  14,000  rs.  de  plata  al  dia, 
para  lo  cual  se  Uan  enviado  ya,2l0  cargas  de  plata  y  10 
de  oro. 

La.  Reioa  nuestra  señora j  con  su  hijo,  ha  vuelto  hoy 
segunda  vez,  y  s^uo  lo  hizo  el  martes,  pasado,  á  pasar 
por  los  cuerpos  de  guardia  de  la  coronelía  de  S.  A. ,  fa- 
voreciendo á  loa  capitanes  con  hablarles,  y  obligándolos 
coQ  esta  honra  á  que  se  den  la  priesa  posible  para  lle- 
nar sos  compañías  y  marchar  con  cJIas. 

El  Rey  nuestro  señor,  que  habia  4e  entrar  hoy  en 
Cuenca,  se  detiene  ^  suplicación  de  aquella  ciudad  dos 
dias,  porque  siendo  de  voto  en  Cortes,  y  la  primera  vez 
que  va  á  ella ,  quieren  que  las  demoatracioaes  sean  igua- 
les á  sus  deseos. 

Jospitec  (i),  general  dunquerques,  con  su  escuadra  se 
libró  primero  de   la  armada  enemiga ,  peleando  casi  un 


(1)    Véase  lo  que  acerca  de  este  o&cíal  se  dijo    ya  en  una  nota  de  la 
pig.  37S,  nota. 


3vGoo(^lc 


dia ;  ganóles  el  barlOTento,  y  porque  la  capitana  francesa 
era  la  que  mas  se  le  acercaba ,  vino  sobre  ella  con  las  de* 
mas,  dándola  tales  caicas  de  artillería ,  que  la  desaparejó 
de  todo,  y  faubiérala  ediado  á  pique,  si  no  la  sooorrieran 
las  otras,  aunque  bay  cartas  de  que  se  anegó  después,  y 
él  coa  sus  naos  tomó  puerto  en  Deoia,  de  donde  envió 
cartas. 

Avisan  de-  Pa'piñan  que  el  enemigo  se  halla  con  solos 
2,000  estallos  y  6,000  infantes,  aunque  con  resolución  de 
batir  uno  de  los  balaartes  del  castillo  y  asallarle  por  él. 
Pareciendo  temerario  este  pensamiento  Á  loa  partidos 
fraoceees  y  catalanes,  torieroD  en  Barcelona  un  encuea^ 
tro  mny  grande,  sobre  querer  los  primeros  ajusticiar  á 
N.  Carmena,  por  confidente  del  Rey  uneetro  señúr,  dán- 
dole-solas  tres  horas  de  vida,  y  decir  los  otros  que  era 
contra  sus  fueros;  sobre  lo  que  se  encendieron  tanto  que 
habiendo  avisado  Brezé  á  su  rey  lo  que  pasaba,  y  no  te- 
niéndose por  seguro ,  le  llamó  con  pretexto  de  que  le  que- 
ría para  la  empresa  de  Perpiñan,  siendo  ya  la  desconfian- 
za tanta  que  franceses  no  quieren  para  ninguna  ocasión 
catalanes,  dé  lo  que  estos  se  hallan  sentidos,  y  también 
de  que  para  forrajes  les  cortan  los  panes. 


Zafra  y  Mayo  28   de  iU%. 

(Leg.*  Euelto,aúm.  1,  MI.  8SI  v.°) 

En  algunos  pueblos  en  que  entró  e]  de  Alba  en  Portu- 
gal, lo  recibieron  con  folijas. 

Salieron  de  Lisboa  dos  capitanes  con  pasaporte;  van  á 
Madrid  con  avisos  para  S.  M. 

Publicó  ei  rey  D.  Juan  un  bando  que  todo  castellano 
que  se  qniisiess  salir  dentro  de  20  dias  saliese  pena  de 


3vGoo(^lc 


381 
la  vida.  Aqoeila  fruta  se  está  cayeado  de  madura ,  y  con 
poca  gente  se  hacia  mucho  por  haber  muchos  malcon- 
tentos. 

Cuentan  estos  dos  capitanes  un  caso  ridículo.  Pusié- 
ronle en  la  mesa  al  rey  D.  luán  un  plato  que  llaman  cója- 
lo real,  que  es  comida  preciosa.  Dijo  que  él  no  comía 
manjares  de  aquella  calidad,  que  le  trajesen  un  graa  pialo 
de  feÍjoes('t;}  trajéaselo  con  una  cachara  de  plata,  dijo 
que  le  trajesen  una  de  pao  (2);  ctuniólos  coa  ella,  y  dijo 
luego  que  sa  plato  fuese  siempre  aemejaute  á  aquel,  y  que 
á  sás  vasallos  y  á  los  que  le  gobiernan  se  les  tomasen  sus 
rentas  y  sosteatasen  lo  que  hablan  hecho.  Con  esto  dice  el 
pueblo  que  es  buen  rey.  A  28  de  Mayo  de  1 6iS.— B.  Es- 
teban de  Hinojosa ,  gobernador  de  Zafra. 

Madrid  y  Mayo  29  de  i  612. 

(Tom.  90,  íúl.  iWi 

Pax  Ghristi ,  &c.  Haya  V.  R.  llegado  á  ese  su  celtio 
con  la  salud  que  estos  sus  humildes  discípulos  deseamos; 
los  cuales  quedamos  con  las  memorias  que  es  debido.  En 
confirmación  de  lo  cual  quiero  comenzar  á  ejecutar  sos 
órdenes  de  V.  R.  para  dar  á  entender  están  muy  frescas  y 
estarán,  escribiéndole  las  nuevas  que  el  hermano  Fresne- 
da me  ha  comunicado,  que  son  las  siguientes: 

Traslado  de  otra  del  P.  Miguel  González  Villacastia,  su 
fecha  en  Madrid  á  22  de  este. 

La  Reina  fué  el  domingo  á  Vacia-Madrid  á  ver  al  Rey. 
Fué  la  última  despedida,  y  se  dice  que  la  Reina  exhortó 


ID    Lo  mismo  que  freijoles. 
(2)   PtlD,nadwa. 


3vGooglc 


3S5 

al  Rey  á  qae  se  partiese  loeso.  El  Coad»-Daqae  se  dice 
recibió  aqaella  noche  ud  papel  del  Rey  qq  que  le  decia  se 
partiese  loego,  y  que  si  el  martes  no  estaba  en  Aranjaez 
no  le  aguardaría.  Salió  de  Madnd  el  martes  por  la  maña- 
na; acompañóle  naestroP!  Provinoial.  El  martes  por  la 
tarde  fueron  la  Reina  y  Príncipe  á  Atocha ;  la  Reina  iba  á 
mano  derecha  y  la  condesa  de  Olivares  iba  en  la' proa  del 
mismo  coche.  Coeotan  algunos  ele  casa,  que  se  detenía  en 
los  cuerpos  de  guardia  de  las  compañías  y  hablaba  con 
mucha  familiaridad  con  los  capitanes,  animándolos  á  so^ 
vir  al  Rey. 

La  armada  salió  para  el  Mediterráneo  á  19  de  este; 
tendrá  con  los  que  se  bao  de  juntar  104  vasos,  y  de  estds 
solos  los  42  galeones,  los  demás  galeras  y  bergantines  y 
ocho  navios  de  fuego;  es  materia  de  grande  esperanza. 
De  Cádiz  ha  venido  carta  al  P.  Rector,  en  qae  se  con6rma 
lo  que  dije  en  la  pasada ,  de  haber  pasado  el  Estrechó 
20O  {1 )  navios  franceses.  El  P.  Estrada  contó  anoGhe  ha- 
berle dicho  persona  de  autoridad  por  cosa  cierta,  que 
juQto  á  Alicante  se  aparecieron  hasta  50  vasos  de  Francia, 
y  que  cuatro  nuestros  que  estaban  allí ,  pensando  ser  de 
nuestra  armada,  se  fueron  acercando.  Desengañados  se 
hallaron  en  lance  forzoso  de  pelear ,  y  fué  tan  felizmente 
que  desarbolaron  la  capitana  del  enemigo,  y  se  retiraron 
sin  daño  considerable.  Pasaron  los  vasos  franceses  á  Vi- 
naroz  adonde  estaba  Fayjo  (2)  coa  los  de  Dunqnerque, 
que  luego  que  los  sintieron  dieron  ea  ellos  con  tanto  valor 
que  le  echaron  cuatro  á  fondo  al  enemigo.  Solo  añaden 
que  Fayjo,  general  de  aquella  escuadra,  quedó  mal  herido 
de  la  refriega.  .  ,    ,        .     ■ 


(I)    En  el  original  1,000,  lo  cnil  nos  parece  harta  exagerasion. 
[i)    Feixo,  Faiso  ó  Peijoo  que.  de  est^s  trsi  nianeraa  se.  Ifiilla  esoriío 
Míe  nombra  en  carta.1  anlerÍDres. 

Tomo  xti  S5 


3vGoO(^lc 


-A  Bu  MtlfHtiÜK  l[)iM  hay  .toipilesa-'del  levanldniteiito  áA 
ceroo  de'3'(H'tpsaj.se''di(ielqtie{<^  de  A^uilar;  4)1'  reiirarse 
JosicaioAaDes  ieb^biio.  «iiobo  ,daEio,.  y  1^  iomó  t,000  oa- 
bafloe:  HaBaiiidoiuDi:nlaiiifid3tó  d^  la  de  Cardona,  defoa- 
dieadp4sa  hijo: D.  Pedro. da  A-tagpB,  mapquós  de  Pobar 
Elaátrntóffif^rofa^  qáe  hi^ó  SÉqüelia  ;iñf&tii¡  jotnada  con 
óitdaa;^l,IRe¡'j:noáto,dÍceb,  .aquella  Ql^ásula  de  la  caria 
ála9:ciu(&(te6,'qpe  dice,  j^ae  la.'e]aftpeadlii  ?tii  órd«a  oi 
oontrabrdni,  ^y^átán^éos-Cardetaa  teftlídos;coD  D-.Gas- 
par-ide'iBoácamónle  que.fuéet^alitiOTdB^teiQdr^.  ^ 

También  se  dice  que  el  de  Medina  Sidonia.  hq;sac4^ 
itt-.jnflfaiidstik.opnú^Hilb'  1«  (iié,\íáfOfí\.á9^0':Ee.f>bra 
dei-P.'Aa^gelitiunSndiaaQ  (i1).,Elfdd<F«ro0^diaa.pa3ót(.1S 
[le:HestéiporiB^l[ii(Mite,'pr9SQ.  Dúdase  sillo  C6tá'«|D.0dDii  6 
an íGhinphoBJ    .  ■.    ■  :.  ! 

i.  :.!Ha.dispeaBfKk>el  :P»pa;á().  Eimique;  íh^iitikeL  Conde^ 
Doque-flada  qile -oaee  ooia.la  tújadell  CondeAlabtft.:. 

.  A  iSaataader,  ifidila  BÍ«r.ecqt(rÍQ^ .  Imn ;  hfobp ,  pnedicwtfH- 
fkel  Refr  Díeosei  ser  |iitedk>  panente  ido-  líiauQ  preteodió 
s^  DAifier  'de  D,  .E^i^se ,  y  que, este  fraile  |^  ha  sosega- 
dp  y  .perswuíido  <^p  sp  ynelv?  A  cas^'r,  &p. 
...    IIq,  p(M{uü)otJarga,f^  gido  la  ca^l^;  pero  e^fij), y. xouclio 


.:  (I>  En  I  Hit  ge  iioprimid:  en  Aéiefier*  «Rr^Amílopio  ^MvcxitlitlTil» 
in^itulAdo:  Ji(sti/ici(tiiM  moral  en'cJ  fvtro  da ía  contiencif  ie  la  farticviar  ba- 
talla qM  el  Exento,  iaqne  M  Mtdiua  Stíonia  ofTceió  al  ^  fué  áe  Berganna. 
Eserita  á  la  Exéma.  señora  itiqMia  i»  lU»£iat-Si3MÍa,  ^c,  Aélaaúao  con- 
ffesÁaiiiarFtf.  M^TgmisBortul*.  dblw  cléítfM  )iieMrQS,.<^tcdrUka 
(J^fniúf  enlA'ílDivarojdvd  de  Serijla,  Golpgip  mayor  deMaese-Rodrígo. 
Dabfl,  poes,  ser -diferente  dal  qua  a.|uj  se  cila.  P^r  esle  tiempo,  se.  imprí- 
raiú  en  e^eclo  ud  niahifiesto  d^l  duque,  sui  fecha  en  Toledo  k  39  de  Se- 
tiembre de  16il,  qaa  etnpieía:  "Digo  que  como  es  manitesto  al  mundo  la 
ifúoien  deJoan  de  Berganza,  le  sea  lambiea  la  detestable  intención  con 
que  ha  querido  manchar  la  fldeltsima  casa  de  Guzman,  ele."  Este  li  otro 
de  los  pApftleü que  salieron  en  nombre  dél'Duque  debe  ser  el  que  aquí  » 
atribuye  á  la  pluma  del  P.  Rangel  [¿C^^nciMso?]  jeeoita  portugnéi,  i 
quien  por  haber  residido  en  Ib  India  Oriental,  llama  el  uior  indiano. 


3vGoo^^lc 


387 
iDBis  debemos  todos  á  V.  R.,  á  qulea  guarde  naestro  Señor 
como  deseo,  no  olvidándose  de  mandaraos  por  acá  muchas 
coaas.  Valladolid  y  Mayo  29  de  1642. 

Va  eo  .forma  de  carta,  y  asf  vá  con  todos  estos  sacra- 
mentos; las  demás  irán  como  V.  B.  me  tiene  mandado.^- 
Marün  Moataro.^'AI  P.  Aloaso  de  Amaya  det  Colegio  de 
la  Compañía  de  Jesús,  en  Soria  (1  ]. 


Madrid  y  Junio  3  de  1642. 

(Leg*  suelto  aúm.  i.  fÚl.  gB6.) 

A  .29  del  pasado  llegó  S.  M.  á  Cuenca ,  y  según  los 
que  le  siguen,  se  detendrá  en  aquella  ciudad  algunos  dias, 
aguardando  á  que  se  haga  cuerpo  de  la  gente  que  va  en- 
caminándose por  todas  partes. 

El  de  Leganés  se  halla  en  Vinaroz,  habiendo  enviado 
tres  tercios  á  Tortpsa,  y  puesto  la  defensa  posible  en  los 
lugares  de  su  comarca;  va  agregándosele  gente  y  en  bre- 
ve se  mejorará  hacia  Cataluña. 

El  marqués  de  la  Hinojosa  ganó  á  Vendrell  en  el  cam- 
po de  Tarragona,  y  pr^ió  en  él  á  D.  Jaime  de, Eríl, 
maestre,4e  Campo  do, la  Diputación  de  Barcelona. 

Hosiiir  de  la  l^ota  á  la  parte  de  Léi^ida  quemó  mas  de 
SO  lugares  hacia  Monzón  en  Aragón.     , 

Ganóse £asea  (La  Bassóe)  porjualto,  plaza  de  muyap- 
periores  convenieocias  y  igqal  en  todo,  á  Hera  ( Ayré)  por 


(1)  SegQn  se  ve,  la  carta  no  fué  dirigida  al  P.  Pereyra:  mandarían  sel  a 
iSqviUa  dasdeSorjad  P.  Aa)a7a,'0oa  qaiuipareoe  babn  estado  en  iaü- 
nta  correspondencia. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


ser  denlro  de  !a  proviacia  de  Flaades,  con  que  qneda  m 
enemigos  la  Ghalelania  (1)  de  Lila  toda. 

Don  Francisco  de  Meló  con  su  caballería,  recuperada 
Basea,  ocupó  dos  puestos  entre  Arras  y  Francia ,  para  íd- 
comodalle  mas  los  víveres,  habiéndole  talado  la  campaña 
y  echando  voz  dejaba  para  la  vuelta  de  su  entrada  en  la 
Picardía  aquella  empresa. 

Había  en  Holanda  alguna  deserción ,  inclinándose  mu- 
chos á  la  paz  con  España;  otros  á  la  guerra,  y  algunos  de 
la  parcialidad  jje  Orange  á  que  socorrieran  al  rey  de  lo- 
glaterra,  que  se  hallaba  en  las  últimas  desdichas ,  negada 
la  obediencia  por  el  Parlamento  y  sin  haber  querido  ser 
admitido  por  el  que  gobierna  á  Dunas,  poniéndose  este  en 
defensa  para  embarazárselo,  y  habiéndole  respondido  el 
Parlamento  á  quejas  que  envió  de  esto,  que  no  anduvo 
aquél  gobierno  según  debía,  y  en  este  ínterin  los  irlande- 
ses habían  echado  de!  todo  á  los  ingleses,  y  de  Londres 
salieron  los  mercadantes  á  Holanda  y  Francia. 


Málaga  y  Junio  3  de'ithf. 


Aquí  sucedió  el  otro  día  an  caso  notable  entre  los 
frailes  victorios.  Fué,  pues,  que  uno  de  ellos  estando  en- 
fermo, se  ñó  de  un  amigo  suyo  también  fraile ,  á  quien  le 
encargó  que  sí  muriese  dispusiese  de  ciertos  patacones  y 
doblones  que  tenia  en  tal  parte ,  dándote  la  mitad  á  una 
mujer  con  quien  trataba  el  eafermo,  y  la  otra  tomándola 
para  sí.  Parece  ser  que  trataba  también  con  dicha  mujer  et 


(1)    Como  si  dijora  el  dñlrilo  6  (errilório  de  Lille,  euyo  gobeniiilor 
tenú  el  lllolo  de  duOtiai*. 


3vGoO(^lc 


389 
fraile  á  quiea  el  enfermo  eacomendó  la  repartición  de  sus 
bleoes,.  el  cual  se  le  descubrió  al  enfermo  (1  ].  Dio  esleaviso 
al  saperior  del  cODVeoto,  el  cual  echando  una  noche  menos 
al  fraile  amigo  del  enfermo,  fué  por  su  consejo  en  casa 
de  la  dicha  mujer,  hallóle  allí,  trujóle  al  convento,  donde 
¡atentó  matar  al  fraile  enfermo  sospechando  que  él  le  lia- 
bia  descubierto,  para  lo  cual  una  noche,  á  horas  excusa- 
das, llegó  á  su  celda,.  Rehusó  abrirle  el  enfermo;  pero  veo- 
cido  de  su  importunidad  y  ignorante  de  sus  intentos,  le 
abrió  y  al  punto  le  dio  una  herida  con  una  almarada,  con 
lo  cual  el  florido  se  retiró  á  su  cama,  y  el  agresor  adonde 
le  pareció  estar  mas  seguro.  Han  cogido  á  este,  y  el  herido 
murió  luego.  Espérase  le  castigarán  severamente,  aunque 
diligencian  no  le  quiten  la  vida.  Esto  hay  por  acá  ~de  nue- 
vo, aunque  no  es  muy  público,  y  los  mas  lo  ignoran,  pero 
súpelo  de  buen  original.  Málaga  y  Junio  3  de  16i2.=-Pa-  ' 
dre  Juan  de  los  Reyes,  de  la  Compañía. 


Madñd  y  Junio  4  de  i  6iS. 


El  jueves  pasado  casóD.  Enrique  (Felipez  deGruzman) 
que  volvió  á  eso  desde  Uclés.  La  Reina  y  el  Príncipe  ñie^ 
ron  sus  padrinos;  la  marquesa  comió  con  la  Reina,  y  D.  En- 
rique con  el  marqués  de  Santa  Cruz.  Diéronlesli  platos  de 
carne,  1  4  de  huevos,  i  4  de  pescado  y  1 4  de  postres;  y  la 
Reina  la  cama  ea  que  parió  al  Príncipe,  que  dicen  vale 
20,000  ducados. 


(I)    Asi  dice  el  origiDal  ¿e  -  lelra  del   P.  fiabiel;  pero  debe  de  haber 
error  ú  omisioa. 


3vGoO(^lc 


390 
Los  JFhínceses  andan  soberbios  en  GatalAfia;  han  sa- 
queado M  lugares  en  Aragón  ,  y  quemádolra.  El  Rey  di- 
cen pasa  á  Moyo.  Gaenca  está  muy  falta  de  mantenimien- 
tos. La  Reina  despacha  mucha  gente ,  y  hoy  sale  y  poiíe 
sus  banderas;  da  á  cada  soldado  1,000  rs.,  y  ocho  cada 
dia  para  su  sustento.  Mata'n  á  muchos  en  esta  corte,  y 
hay  muchos  robos.  A  Cortizos(l)  le  dieron  nna  noche  de 
^tas  garrote  á  las  rejas  de  su  casa ,  con  traza  de  andar 
un  coche  toda  la  noche  calle  abajo  y  callé  arriba ,  y  le 
sacaron  cincuenta  y  tantos  mil  reales  de  plata.  Madrid  y 
Junio  4  dé  16i2.=f=H.°  Antonio  Serrano. 


Madni  y  Junio  10  rfe  1642. 

{Leg.°  suelto  oúm.  i.  ful.  857  v.'.) 

Sábese  que  nuestra  armada  recibió  én  Cai-tagena  de 
Levante  500  quintales  de  pólvora  y  algunos  bastimentos, 
y  que  se  le  agregaron  ocho'galéras,  y  en  Dénia,  donde  se 
dice  llegó,  otras  dos  de  Cerdeña. 

De  la  de  Francia  se  ha  entendido  por  lo  que  han  es- 
crito de  Tarragona ,  que  maltratada  de  temporales  se  faa- 
bia  retirado. 

Cartas  ha  habido,  fresquísimas  de  Perpiñan.  Quiso  el 
Francés  sitiar  aquella  plaza»  y  el  Cristianísimo  viene  eo 
persona  á  querer  ver  el  terreno  y  el  designio  de  la  circun- 


(l)  El  joevea ,  dia  de  la  Ascénsiflfi;  {dice  PelHcer)  robaron  á  Manoel 
Cortiios,  conlador  mayor  de  SeDlas,  receptor  del  cuHEqo  de  Hacienda  y 
escribano  mayor  del  Reino,  70,000  rs.  de  plata,  y  mas  40,000  decuaitos. 
HIzose  el  burto  cod  mucba  geute;  dando  garrote  k  ana  reja  que  estaba  en 
la  calle  con  mucho  ruido  de  jácaras,  y  nn  coche  de  seis  mnlas:  síganos 
dic«n  ha  sido  mentira.  Has  ít  otro  dia  le  mandaron  pagar  BO.OOU  dacados 
del  Rey.  Pág.  S68. 


3vGooglc 


valacion.  Ll^ó  á  uaa  legua  de  aqu^la  ciudad,  donde  le 
envió  á  visitar  el  marqués  de  Flores  de  Avila ,  y  con  ha- 
berle cargado  la  .gola  y.r^qaido  de.terciaiías,  se  retiró  á 
Narboaa ,  con  que  cesó  el  sitio. 

Avisan  también  que  el  cardenal  de  Rocheliu,  en  la 
misma  parte ,  quedaba  desahuciado,  y  ayer  y  hoy  se  ha 
dicho  con  alguna  certeza  que  habia  muerto. 

El  nfarqués  de  ToFrebusa  vuelve  dégabdalves^ó^sotiar- 
rer  aqneUas  plaáas ,  yconlal  canutan  aúnBedada^deliMr-. 
ceso;  (pie  se  desea.     ■    ■    ■       ■:!;■.■■■■;  ;■■,!■: 

'  'Su  :Viaarou  sb  -hallaba  el  marqués  <  de  -  Légaoési  coui 
8,000  iorániés,'y'  M^^O  caballos^  spgnd.  'avñsa&y  ea'calneá' 
<íe  31  del  pasado.  •  ;   ;  ;  i :     :    .■'■<■-... 

' 'hoé  Talenoiános^  se  prevetüan,  perq  dftcüiD  .nó  saldríad. 
aia  que  S.  M:  entrase  eb  utw  de  las  dos  coronas.  Eos  {ara- 
goneses' se  bao;  jnraiu^ntadó  cob  pleitd  homenaje  contra 
CntáhiDíi,  por  las  ioboleaojas  grandes  que' haa  tmidód  las 
v^od^dés  de  Monzdn.  Mposiilr  áb  ib  'Mptal  saqueó  la  vilia.r 
DdfeDdlaSb  él  bastilló  -SDcorTÍdo;  y  cayo  gobdraadoi  Doii 
Juan  (!l)'Azlot',  lársrigoaés,  hÍzo'aiiA'6atida'.t«3Í¡<^izBi:iaque> 
gah6 él  ebeoñso  doH  piea8s,.ci:^'a%Diiab  biJma¿,:y"le  ide4> 
golló  600  bombres,  «oo'qué  sb  cree'  podr&  aguarfiar  el: 
socorro  qáe  se  le  ba  enviadi:»  de  Kara^Ea'  .y'-Cbeobaj  ttó 
donde  parte  &«  M<.:BMiy  <«tt  ibre¥e  i|)a[ia'9loHiia,;9egiiii  ilft 
avisad  ^lodoslobdei  sb'eórte.'yi  que. poriaijuidla' ;pahft/£u~ 
tráráf'en Aragée;  i  ■■!:'!:■;■■  . .  i    ■■   -.i,    ■/;..•. 

'Ya  han  empezado  á  marokar  Iik oom^antas  dei  ^la  -bo^. 
rónelfa-  dé  S.  A;  \  lañes  ^  domingo  ■saüaemí  á  .dos  cadaldíaii 

Quemó  el  portugués  un  lugarejo  alto  eonBnes  de  Ciu- 
dad-Rodrigo, y  j¡)rev¡éne9e  el  duque  d,e,.  Alba  para  e|ntr,gj-, 
según  av.isaQ.-»]uaa  Idiaqoez  Isaasi,:ntít$$tro  del  Principe, 
nuestro  señor.  .      ,   ■ 

(1}    Pellicer  le  llama  D.  Hlrlio;  pág.  «67.  ..      I 

D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


Madrid  y  Junio  U  de  16i3. 

|Lee.*su>;1lo,  núm.  I,  fdl.  BSS.)  ^ 

Recuperada^  la  Basea ,  coa  designios  de  superiores 
eeapresas^  se  levanta  el  Sr.  D.  Francisco  de  Meló,  de  las 
fortiñcaciones  que  tenia  hecbas  en  su  circuQTalacion  y  ae 
eacaminó  hacia  Francia.  Goo  noticias  de  que  marchaba 
desde  Xampaña  (Champagne}  el  marisca!  de  Guiche,  go- 
bernador de  aquella  provincia,  á  juntarse  con  el  conde  de 
Ancout  (Harcourt)  qae  se  hallaba  con  igual  número,  y  de- 
seando D.  Fraocisco  embarazar  el  que  se  uniesen  estas 
tropas,  cogiólos  á  tos  28  de  Mayo,  por  la  mañana,  acome- 
tiéndolos en  la  misma  parte  en  que  estaban  acuartelados, 
junto  á  Jatelet  (1),  y  biü)iendo  superado  un  tornabeqtie  (S), 
alganas  medias  lunas  y  la  trinchera ,  degolló  4,000. hom- 
bres, hizo  prisionfflYK  3,000,  y  se  apoderó  de  10  piezas 
de  (irtillerfa,  del  bagaje  todo,  y  de  500  carras  y  tanto  di- 
nero, qoe  quedaron  los  soldados  ricos  con.  el  botín.  Foé 
del  todo  deshecho  d  regimiento  de  caballería  del  Ddfin,  y 
s&  cogió  el  estandarte  de  aa  misma  compañía. 

.  Al  duque  de  Alburquepqneeooau'iepdaletooóelpdear 
con  el  de  Piamonte;  deshízole  completamente  y  apoderó- 
se de  sei^  piezas  de  las  diez  que  se  tomaron.  Señaláronse 
mucho  en  esta  ocasioa  el  marqués  de  Velada  y  el  Beche  (3) 


(I)    jQDto  i  la  abadía  de  Honaecoarl,  scgtin  los  autores  franceses. 
jBlelet  qae  otros  esCFíben  Xatelet ;  es  Chatellet  hoy  Le  Calelet,  en  al 
departamento  del  Aisne  jnnto  á  San  Quintin. 
(S)    Asi  en  el  original;  pero  debió  decir  i.hT)raabeqne.° 
(3)    Asi  se  lee  de  letra  del  P.  Pcreyra;  es  probable  quiso  decir  el  ba- 
rón de  Bec  6  Becq,  genera)  del  Qjércite  del  Arlois. 


3vGooglc 


393 

maeMre  de  Campo  general  de  nuestras  armas,  y  qn^ 
guiaba.  La  foccionqúe  se  babia  retirado  á  un  alto  quedaba 
capitulando,  y  el  Sr.  B.  Francisco  coa  nuevos  intentos  de 
iguales  empresas. 

La  armada  del  de  diudad-Real  llegó  yá  á*  Vinaroz. 

AuD  se  defendia  ei  castillo  de  Moozoo  con  raiicho 
daño  del  enemigo.  El  agua  daba  á  los  defensores  algún 
cuidado,  pbr  no  tenerla  sino  de  cisterna,  y  esta  que  se 
rezumaba  a^,  si  bien  lo  raucho  que  habia  llovido  sufría 
esta  necesidad  en  parte.  £1  marqués  de  Tabara,  virey  de 
Aragón,  se  hallaba  en  Balbastro  con  número  considerable 
de  gente  y  1,500  caballos,  habiendo  llegado  los  800  qoe 
guiaba  el  Condestable,  y  mil  mas,  con  &,O00  infantes  que 
nos  aseguran  envió  desde  Vinaroz,  el  marqués  de  Léga- 
nos á  juntarse  en  Fraga  adonde  habia  de  venir -Sabara  y 
marchaba  también  Mcu-tara,  con  la  gente  que  sacó  de  Co- 
libre, porque  no  pudiendo  pasarse  el  Cinca,  es  preciso  dar 
eete  rodeo,  y  si  él  no  se  detiene  se  duda  quede  el  castdla- 
no(1)  socorrido.-=*Jaaii4diaqüez  Isassi. 


VtUiadoUd  y  Junio  M  de  ^H% 

(Tom.  9»,  ta.  478.) 

Pan  Christi ,  &c.  Lo  que  se  dice  de  nuevo  es:  en  carta 
de  11  de  Madrid  que  la  enfermedad  de  Rocheliu  fué  una 
postema  en  un  brazo  que  se  le  subió  á  la  garganta  de  que 
murió,  si  bien  no  es  auo  totalmente  cierta  Su  muerte.  Dí- 
cese  que  antes  de  morir  vió  al  lado  del  Rey  otro  mas  pri- 


(1)    Entiéndaee  el  gobernador  de  Monzón. 


3vGoo(^lc 


89i 
vwlo,:  á  quiea  llaman  :Nr.  de  Hoafí  (1),  y  que  faabienido  el 
Bey  deteriúinada  que  en  toldas  las  juntas  pi-efiidiesé  el 
Cardenal,  revocó  este  decreto  estos  ültimós  me«és.  ■ 

De  Perpiñan  hay  nueva,  que  no  está  muyi  apretada, 
y  que  el  da  Florea  Dávila  te  Iha'  l)Oí'tadó  niuy  á  lo.  ¿or- 
(ebano  oon^  el  rey  de  Francia,;  qué  dieéniatt  'está  en  Nar- 
bocúai:  ■    ■■■■',  '.  ^  . .,      .:í   .'■  .     ;.■■■■.! 

I..  'H^se  echado  un  bandolpena  de  la  vidal.coa^a, loe  bál- 
date qlie. désaiaparen  ;Ias  handf^rasi  y!  contratos  capila-^ 
des  qué  Jos  lícéocíea.  Salía  .elidDíuÍDgolaineiaaá  la  puerta 
de'  Aldáláj  donde,. éa  un.  nepechó,  en  el  icóche  vio;  pasat' 
unas.compafiíab  de  la  :Goroiie(fa  deL:PrfncÍ{»é  qnevan  la 
via  de  Aragón.  De  esta  eorotíéJía.hail  faltado  en-el.ebpa' 
&io  da  10  disB!que  há  qae^&ehizo  la  üjesefia,  340  hombres. 
.  Sn  ,<;arta3  de  Zaragoza  to  escribe  que  la.  mitfid  da) 
Monzón  está  por  nosotros ,  que  es  la  parte. que  desde  el 
Cintillo  se  puede  defeader,  y  qué  seis  aoloa  d«ilos  nuet^ 
t<n>3  defeindiferon  la'  iglesia  que  baq  ea  la  r^on  'que  los 
enemigos  han  ocupado.  Bn  ¿íiuragtiza  ad  echÓtmado  ob'sa^ 
Hese  mas  genteá  defender  la  frontera;  temieron  no  suce-  " 
diese  alguna  desgracia  por  haber  muchos  franceses  en 
aquella  ciudad.  ,  '  i   .  ; 

Carta  he  leido  de  Alicaote  dé  2  de  este,  en  que  se  di- 
ce habia  entrado  nuestra  armada  dicho  dia  en  aquella 
playa.  Cuenta  los  vasos  que  vart  por  este  orden:  10  ga- 
leras, 36  galeones  de  guerra,  ocho  navios  de  fuego',  39 
barcos  longos,  seianavivs.  de.^upquerquQ.,  -Eisto^,  vasos 
solos  Ciuentia  el  autor  ^Q"la  carta.  .De  i^ipaqt6:di'n«i^  que 

.(í|  ABÍ.'diaei(t  (Ri^BÍilde.k«lre.'dBl  t.'HedterD,:))iidieDiló  BoapcebuH 
qoiíD  decir  iKinuinir,  ^oe  «s  b]  [finio  del.diffue  de  Urlefta^i  i  ^^mw»  da 
Luis  XIH.  Porque  ni  Gmq-Maft,  k.  quien  cuadra  mejor  U  calificación  de 
privado  qne  aqal  se  le  da,  ni  ManaTiñ  qae  sucediú  á  Bicheliu  en  el  favor 
del  Rey,  son  nombres  que  hayan  podido  fócílmente  por  mala  lectura  tmní- 
Tormarse  en  Mot^.  ■ 


3vGooglc 


398 
la  armada  eaemiga  tieoe  90  navios  y  SO  galeras,  y  que 
estaba  sobre  Peñfscola.  y  que  qo  rehusaría  la  pelea,  antes 
la  buscaba.  Tiénese'pOr  eréiblé  que  ya  se  habrán   encon- 
trado. ¡Dios  nos  dé  victoria ! 

La  ptaza  que  después  de  la  toma  de  Leus  y  Baséa  se 
cercó,  llamada  Bapon  (Bapaume),  en  el  condado  de  Artms, 
corre  que  la  ha  ganado  ya  Meló. 

De  Cuenca  se  ha  escrito  que  ban  cogido  una  espía  en 
aquella  ciudad,  que  procaraba  entoxigar  los  codies;  asi'  le 
eacribeo  y  parece  mentira.  '-'.'. 

■El  Gonde-Diique  y  el  de  Oropesa  han  tenido  alguno? 
disgustos  en  Huesca;  comenzaron  aiquí. 

Aquí'^  acabati  Itis  Huevas,  y  mi  caita  con  ellas,  si 
bien  noel  obedecerá  V.  R.'eo'  todo'  lo  que  me  quisiere 
thaúdEfr'.  Gdarde  Dios  á  V.  A.  mochos  áñÓB.  Yallad^iiid  y 
Wtíio  14  dé  1642. 

Estitho  sobre  mis  OjOS'  fas  memorias  que  V.  R.  tiene 
dé  nú(,  aun  cnando  está  entronizado,  y  parece  se  había  de 
acordar  de  sus  siervos;  de  píirltí  éé  V.  R.  me  tas  dio  él 
P.  Bertao.^-Marlift  Monlerb.^Al  P.  Alonso  deí  Amaya, 
pricír  deí  Colegio  de  Iti  Goüipañía  de  Jesús,  en  Soria. 


3vGoo(^lc 


.  Madrid  y  Junio  15  de  16i2. 

Ihario  de  h  que  hiso  D.  Francitco  de  Meló  desde  que 
salió-hatta  ganar  la  Bastea  (1). 

Miércoles  10  de  Abril,  aatimos  de  Bruselas  á  campaña, 
y  faimosáCondé  y  á  Valeacianas  adondeestabao  las  com- 
pañías del  tercio,  y  otras  que  estaban  ea  Gambray  (3)  se 
juntaron  en  un  villaje  juntoáDoay  y  Valendanas,  que  lla- 
man Marten.  De  aquí  marchó  todo  el  tercio  junto,  martes 
de  Abril ,  para  un  cuarto  de  legua  poco  mas  adelante  de 
Doay ,  donde  se  hizo  plaza  de  armas,  y  se  juntó  todo  el 
ejército ,  asf  caballería  como  infantería,  y  se  pasíeroo  en 
escuadrones,  y  el  señor  D.  Francisco  de  Meló  ] dio  una 
vista  por  todo.  Fué  esto  á  las  nueve  de  la  mañana. 

A  medio  dia  se  comenzó  á  mardhar  la  vuelta  de  la  In- 
clusa,  y  se  'hizo  alto  junto  á  ella  media  legua.  Marchóse 
esta  tarde  tres  l^uas,  y  se  durmió  en  campaña  rasa,  y 
con  no  poco  frioí  la  corte  (3)  estovo  alojada  en  villa,  (i) 

Miércoles  1 7  de  Abril,  se  marchó  legua  y  media  hasta 
el  villaje  de  Judemoó  (Chidemont).  La  córte  se  alojó  den- 
tro (6)  de  San  Quintin. 

Jueves  1 8  se  mandó  la  vuelta  de  Henci,  dondese  hizo 
plaza  de  armas  junto  á  la  Inclusa,  desde  donde  marchó  el 


(1)  HAIlasA  entre  los  papeles  del  P.  Pereyra  con  un  epígrafe  poesto  de 
SQ  lelra,  y  la  nota  oes  curiosa.*  Pero  desgraciadamente,  el  quefauo  la  copia 
no  entendió  el  original  qne  tenia  delante,  ;  asi  es  que  est&  plagado  de 
erratas. 

(9}    En  la  copia  Cawhia. 

(3)    Cúr[e  es  lo  que  hoy  dia  llamamos  «cdartel  general." 

(i)    Probablemente  en  tille,  es  decir,  en  poblado  ú  denlro  de  las  casas. 

(5)    ••En  eco  de  S.  Quinlin»,  dice  la  copia. 


3vGoo(^lc 


397 
general  qoe  lo  es 'de  la  artillería  y  gobernador  de  Brujas, 
don  Andrea  Gantelmo,  con  on  trozo  del  ejército  en  qoe 
llevaba  cinco  tercios,  que  son  e!  de  D.  Antonio  de  Velan- 
día,  de  españoles,  otro  de  D.  Joi^  CasteWi,  de  cerdeñoe, 
que  aquí  llaman  seudo8(1);  los  otros  tres  eran  italianos,  ir- 
landeses, y  valones.  Fueron  á  sitiar  la  ovilla  de  Lena,  sobre 
la  cual  se  pusieron  Jueves  Santo  al  anochecer,  y  la  resta 
de  la  armada  (2)  marchó  para  el  villaje  de  Vimi  (Vimay), 
mas  de  media  legua  de  Lens,  para  dar  calor  y  guardarles 
las  e^aldaa  del  enemigo,'por  tener  á  ellas  á  Allay,  qñe 
estaba  á  la  vista  como  dos  l^uas,  y  á  una  Mons.  de  San* 
teloy. 

Aquella  noche  se  les  comenzó  á  abrír  trinchera,  y  el 
Viernes  Santo  llegamos  á  la  estrada  encubierta  y  inedias 
lunas,  y  se  desembocó  al  foso. 

Sábado,  alas  aleluyas,  hicieron  llamada  y  se  rindieron, 
y  salieron  el  primer  dia  de  Pascua  á  las  diez  de  la  mañana 
580  hombres  con  armas  y  bagaje,  cuerda  encendida,  bala 
en  boca,  banderas  desplegadas,  y  al  son  de  las  cajas.  Hi- 
rieron muy  mal  á  un  capitán  del  tercio  de  los  sardos, 
que  se  llama  D.  Pedro  de  Morales,  y  i  otros  dos  de  dicho 
tercio.  Costarianos  además  50  hombre^  poco  mas  6  menos 
entre  miiertos  y  heridos,  y  toa  muerte^  nO'  fueron  20.  Al 
enemigo  le  costana  otro  tanto.  Hallóse  dentro  mucha  cnerda 
y  60  granadas,  dos  piezas  de  artillería  de  hierro  pequeñas, 
y  1 00  barriles  de  pólvora,  y  cantidad  de  balas.  Rindiéronse 
infamemente,  porque  estaban  muy  bien  fortificados.  (3) 
De  aquí  pasamos  para  la  villa  de  Labase  (La  Bassé),  y 


(l)    Asi  sele«;  parece  debió  dlcer  asardoai 
.  (2)    Galicismo  muy  frecnente  en  naostros  tiempos  por  ••el  reelo  del 
ejército." 

(3)    B  gobernador  llamado  D'AnÍBj  foé  senlencüdo  h  muerte  y  ii  perpe- 
tua iafamia  él  y  sa  descendencia  por  no  haberse  deféndid»  con  mas  vigcó-- 


3vGÓO(^lc 


se  tnarohó  el  idiebo  dia  privoro  de.^áseoai  un  «t  cu^l  ^ 
poso  el  sitio  á  las  qíqco  y  media  de  la  tarde;.  La.  Ctjrjte  e^ 
aki^a  dondeiestá  el  villaje  que  sq  llan^  OIvJp.  (Qoapjiíi) 
ponqué  el  presente  iodo  e8itá'!queniftdo.(-l).  Tenemos.  la  mf^;^ 
guardia  en '.  mi  tercio  por  haberla  Iraido  todo  aij'iel  día. 

Luoes  :S1^  se  .cosieo^ó  á  abrir  d  qordoQ,  el  cuaj  iii^#^ 
iegua  y  medía  de  cÁrcvofer^eia,  y  qoinc^.  p4^  de  pucbpt 
ydefondottené  siete.  ,  ;;    ;   ' 

'  Martes  32  de  Abril,  Dkarchó  mi  t^rqioal.anQc^c^írp^r^a 
aibrir  trÍDchera  6  la  ,vi|la,  la  cual  seoomeazí^  á  l^s.  diez  .d« 
la  noche,  y  iparaisllo  llevamos  cadti  soldado. .^v  fggíqaiQQde 
de  una  legua  para  cubrirse  mas  presto.  A  esta  hora  .vj^o 
los'ítalianofl;y  valobes  á  hacer  JotOismo  y  49  e^CfHít^'aron 
sitílooaocerfie,  Tooaroualarioa,  entendiendo  «'ft^ea^migo; 
cada  uno  al  otro  se  dieron  una  $arga  dflique  resull;ó,ba^r 
algunos  hevidos.  y. acntiroQseleneraig0., el  Cfial  too<S  alarma 
'alipunto,'iBa6\no.se.átr&V!Íi5  á  barer nii^tiaa  i^lidat  y-np 
hiz6  mas  que  disparar  alguaos  cuantos  eañonaiip^iCi^n  ^ 
artillería.,    .     ;  ■.,■.,, 


(1)  El  píirrafa  que  lermiDS  aqui.  está  escrito  al  margen  como  si  faera 
nota  ó  adición.'       '    .  ■ 

Del  sitio  y  toma  de  la  Ba«é,:agí  4)4iim  do  I»  eatre4a'de  [HWHlro  rj^r- 
4]^  en  FFancia;Se  imprimieron  varias  vtilacipass  pnlre  {a^  .cuales,  bemos 
logrado  ver  las  dos  signienles :   ..'.., 

Btlacion  verdadera  de  Itu  fantósas  mcioriat  qiu  ha*  tehtíb/  Iw  txir6to$  de 
5.  Jf;  á  ear^  ieh*  Exen/a.^  Sru.  tt.  ProMitet^ikMilo  jr  UV.  AñirM  Ctn- 
lelmfi  M.  Ict  Eitvíos-  4f  fln»lie9,  ti^a  fu  .«nnaf  it .  FroMÍa  fft.  file  f^ 
it  Hii.  Dase  nunla  asimiímo  detestado  áe  la  gverra  eñ  Italia,  Alnumiai 
Dinamarca,  ínglaíerra,  é  Ttlanda.  Sevilla,  Joan  Gómez  'Át¡  ¿las'.  \Íi%  i.* 
doshoj. 

ñelamm  wrdaiera  ieloqw  tntedió  en  la  mnqnitta  de  la  villa  de  Baeté,  y 
mniicvmee  tonque  le  entregó  olEicmo.  Sr.  D.  francisco  de  tíelo,,c<fit^  de 
Amunar, ,  Gtalilhojabrt  de  ta  Cámarft  de  S.  M.  C.  a  ^  s«  consejo  de  E»U¡do,  ¿u- 
garteninte  g  Capüan  general  de  tos  Paites  Baxoe  de  Flaniei,  Borgotía„armada 
de  Aleacia,  f  «mioatufor  twtT0orimatw  dflSafTo  lytperio  de  ^ínmviM.,  Ma- 
drid, por  Fcanoiico  Mkroto  1612,  lól.  dos  boj. 


3vGoo(^lc 


399 
Cometteiiseá  abriHa  trinchare  xomo' 300' pfjsos  de  k 
vilia,-poct>  n>a9;ó  meaos,  cod  tres  ataques;  los  Cualese^ 
detl  la  manólos  uoosAlba  otros  oomumcándose.  Los  dichos' 
espaooles' llefriD  el  ouénao  derecho  árrinÍBdoS'á  un  dique: 
en  medio  van  los  vtilpnes,  y  el  cuerno  izqai^do  ilalianoB: 
Hace  cada  nación  lo  que  puede:  flor  alcanzar  é  la  otra ,:  y 
llegar  ánt«g  á  desémfaocar^al  foso;  ina»  eiemprenosdtros 
vamosmas  ardnzados.aunqu&nonoe saleen:  balde  ttoeetro 
peligro.  Aquella  boche  m  e)  diá  aiguleate  :no  pvdíoios  mai 
qbc'uad  que.bbataroD  de  un  cañoaanÍL  -    -  !   -  ;::'ir 

MÍércole3.23,  eatróiá  las  ti^achéraBiáiDmdak-nbaelIjédt^: 
efo'de  D.  Alonigo>de-Avila',^' ávanBói'aqaellíi  Bócbe,-oias 
de  treiota  pasos/'^ el  bnemigo-hÍKO  riña  BaUfla!á:.uqedift  noit' 
che  para  ésAorbariel  trabajo,  j^qtie  noae  abriétoo  la!v  trie- 
cheras;  recbazósele  y  matáaels  algunos,  y  ál'á:BosotroB,.y 
hirió  mÁñ  de  90y  «ntre  ellas. un  oabaltero  de  Burgos,,  caí 
pitan  reformado,'  que  sa  ftama  D; -Juan-  de: RÍaño> atravesánri 
dóleel'bram'dMwbe' de  parte  :á  parle;  mas  ét-se  abraza 
de  uno  de  étios',  y  ambos  cayeron  en  una  ribera,  donde 
qiiedó  el  francas,  por  ir  Inat  hedido, -aÜf^adoi,  y  !este  otro 
fué  nnmilbgro  queealiese  y  sf  {ludiese  retinar.  Otéronle  ¿ 
otro  tfia  UUa  Compa&fo  detsaitend  tercio,, qud  era  d6  Juaa 
Adames  (1)  Vela,  y  también  hirieron  áolra capitán  re&w:- 
mado  pofii^ués,  que  se  llamaba.  Falano  RiOiaies. .  £ste  dia 
se  hícieroin  prisioneros  cinco'  capitanes  Irance&ea:  que  :ye- 
aítfa  de'Arrasá  entrarse  en'la  villa;  dCoo^e  teniao  swguar- 
niíJíoo  j  compañía.  ;  : 

.  Heve»  ii  entró'  D.  Jorge  Caslqlvf,*  íj  Itis  .trinebiera9,-á 
sacará  D.  Alfonso 'de  Avila,'yavaQz4:UDibien  aquella  pa- 
cho Diros  veinte  pases,  y  bioieron  lcie.eafenúgos,otra  salida, 
y  énoedíótéH  como  la  pasada,  rechazápdolés  y  matáadoJ«8 


(1)    AbI  en  el  origmal. 


3vGoO(^lc 


algunos;  de  los  naeatros  mataron  siete  y  hirieron  algunos 
quince.  Por  la  mañanu  salieron  algunas  tropas  á  escarama- 
cear  con  otras  nuestras,  en  que  hubo  algunos  seis  heridos, 
y  nos  mataron  un  capitán  de  caballos  de  naciones.  Tam- 
bién de  un  cañonazo  le  llevaron  al  capitán  Suarez  una  paa- 
torrílla  sin  quebrarle  el  hueso. 

Viemee  25,  entró  á  mudar  á  D.  Alonso  D/  Antonio 
Velandia,  el  cual  ayancó  oomo  los  denuts.  E^o  dia  mataron 
de  nn  cañonazo  al  conde  de  LaaouF(3Íc),  boi^oSoa;  era  ca- 
pitán de  caballos,  y  dieron  su  compañía  á  O.  Rodrigo  de 
Rojas,  caballero  del  hábito  de  Al^utara. 

Sábado  26  se  apareció  el-  enemigo  á  las  ocho  de  la 
mañana,  por  la  parte  de  Lens  con  ocho  batallones  de  inran- 
terfa  y  caballería,  que  en  todo  traeria  como  hasta  15,500 
hombres,  aunque  la  verdad  dicen  no  serían  mas  de12,000. 
Traia  sus  escuadrones  muy  laicos  de  frente,  y  de  fondo 
muy  cortos,  pues  no  venían  mas  que  cinco  por  hilera;  ve- 
nían con  determinación  de  atacarnos ,  pof  hab^  tenido 
aviso  que  nos  estábamos  acabando  de  fortificar,  y*  mas  por 
la  parte  donde  venian,  y  que  no  teníamos  artíllerfa.  Todo 
lo  mas  de  esto  era  verdad;  pero  al  mismo  punto  que  el 
enemigo  se  iba  acercando  llegaron  ocho  piezas  nuestras,  y 
no  hicimos  mas  de  plantarlas  y  saludar  con  ellas,  que  d^ 
primer  tiro  se  llevó -unos  cinco  caballos,  y  otra  un  calle- 
jón bien  ancho,  con  lo  coal  hicieron  alto,  y  á  eso  de  medio- 
día volvieron  grupa  la  vuelta  de  Cambe,  y  hicieron  'ptmta 
á  Avenas :  dicen  se  ha  metido  el  enemigo  hacia  Bapama 
(Bapaume).  Anda  por  aquella  parte  el  barón  de  Beque  (Becq) 
con  unos. 5,000  hombres,  yel  conde  de  Bucquoy  con  ta 
caballería  de  las  bandas  (1),  qiie  serán  otros  3,000  para 
inquietarle,  y  no  dejarle  se-  nos  lleve  de  rondón  alguna 
plaza.  Diceo  que  para  esto  ha  sacado  las  guarniciones  de 

(I)    Voluntarios  borgonoDus  que  no  servían  mas  que  contra  Francia. 

D¡g,l,z.cbyG0Oglc 


Arras  y  de  ota-as  ivillas,  dejándolas  <3otaii]eDte  con  aquello 
que  era  sQficiente.  Era  el  cabo  dello  Jácia  y  el  conde  de 
Arcnr  (1). 

Sábacb  36,  se  eslavo  D.  Antonio  de  Velaadia  en  (as 
trinchera^,  que  no  le  mndaron  por  estar  el  oaemigo  tan 
cerca  y  por  la  falta  tan  grande  que  podían  hacer  nnoa 
5,000  hombres  que  había  en  los  dos  tercios,  en  el  que  ha- 
bía de  ir  y  en  el  que  habia  de  venir,  y  ser  fuerza  en  et  (nte^ 
rio  dejar  descubierto  aqnel  puesto  qne  ocupaba  el  tercio 
ád  duqoe  de  Albnrquerque,  que  era  el  que  se  s^;uía. 

Domingo  por  la  mañana,  al  amaDe(%r,  bizo  el  enemigo 
wia  salida  al  ataque  de  los  italianos,  á  los  cuales  se  le^ 
entraban' €91  sas  trincheras  si  no  salieran  en  su  ayuda  los  es- 
pañoles. Estos  hicieron 'retirar  y  mataron  á  un  capitán  de 
caballos,  y  'á  nn  teniente  coronel  de  los  esgUfzaros  y  á  otros 
mochos  franceses;  mas  no  nos  salió  en  balde  á  nosotros, 
porque  nos  mataron  á  un  capitán  que  se  llamaba  D.  Basco 
Gallego,  y  á  un  alférez  que  se  llamaba  Simón  González,  y 
al  capitán  D.  Antonio  Matuyana,  (stc)  le  hirieron  muy  mal 
y  á  mas  de  300  soldados.  Sirviónos  esta  salida  del  enemigo 
de  qne  nos  acabásemos  de  fort¡6car,  y  para  acabar  mas 
presto  se  nos  trajesen  villanos  que  nos  ayudasehí  ya  está 
todo  aéabadó,  y  estamos  bien  fuertes. 

Domingo  27  entró  el  duque  á  mudar  á  D.  Antonio  Va- 
landia,  que  habia  venido  el  dia  antes  de  Bruselas,  qne  por 
estar  convaleciente  se  habia  tardado,  y  no  avanzó  nada 
aquella  noche,  porque  se  trabajó  en  ensanchar  y  acomodar 
todos  tos  ramales  de  las  trincheras  (2). 

(1)  En  nota:  El  conde  de  Arcv  es  hermano  de)  duqne  de  Bailón  qne 
está  en  Brosselu,  y  el  Rey  le  da  grandes  gages  como  k  la  duqneaa  de  Re- 
bioso  (Chcvroso?  Chetrense), 

(S|  Aquí  hay  ü  mAtgen,  aanqnesin  la  correspondiente  llamada  qae  in- 
dique el  losar  de  ella,  ana  nota  del  tenor  sígnienle : 

«Esta  noche  se  le  pusieron  dos  balerías,  qne  hasta  este  dia  no  se  ha- 
ToMO  íTi.  36 


3vGoo(^lc 


toe 
Lunes  >S8  entró  im  ttfoio,  qde  es  del  <ionde  IViHaUn,  i 
mudar  al  ohiqae.  Llevó  drdeb  de  gana-  qm  cortadsra  qne 

el  enemigo  teoia  en  el  dique,  y  de  avanzar  el  raoial  de  trio- 
cbera  hafta  elM,  que  habrá  Una  de  S9  paMs,  l>  cual  ee* 
hizo  gajoáodose  al  eoeoNgo  otra  mas .  de  la  coal  se  meo- 
daron  despaes  retirar  al  capitán  La  Sarta,  porque  no  ae  po- 
día  sustentar,  »  él  enemigo  cargase.  Mas  él  sé  estuvo  p&- 
leaudo  con  el  enemigo  casi  \rei  horas  ó  poco  menos,  de 
pica  á  pioa,  y  espada  á  espada.  HatárooooB  odio  y  birié' 
ronuoa  á61,  y  ontreelkis  á  dos  capitanes  vivoeqte  se  fi»- 
raabau  D.  BeroardioQ  de  Castro,  y  el  otro  Lasaría;  y  á 
D.:  Jerónimo  Váidas,  capitán  .r^ix-madOi  sobrino  áéL  lioeo- 
dado  D.  Juan  de  Valdés,  le  dítraxt  un  pitazo  en  la  cabeza, 
mas  fué  poco;  también  hirieron  á-  otros  mudiiosi  aüéntxit 
y  aai^Dtos  Firmados.  Del  Franoéshiibo  también  nniokis 
beFKdos^l). 

Martes  29  entró  D.  Alonso  de  Avila;,  ganó  otra  cortar 
dura  en  el  mismo  diqvie,  y  eigaió  á  los  francesa  hasta  me' 
torios  en  la  estrada  encubierta.  Mataron  y  hirieron  ubos 
130,  Días  los  mas  Fueron  heridos,  que  los  muertos  faeroo 
bien  pocos.  No  he  sabido  los  particulares;  pondrélos  á  la 
margen  en  sabiéndolos. 

Miércoles  30  entró  O.  José;  Gastelvi  y  les  ganó fU 


bian  pneslo,  con  que  los  soldados  estaban  desconsolados,  y  el  Francés  may 
ktegrt,  liaaiendo  mil  salidas  oaiJa  iií  y  mncbo  mal  eon  piezas  que  tenia, ; 
^de  qife  sa  pasía[;qn  n»  ba  «alido  ni  saldrá,  porque  mies  desenoabalgí  latp 
la  artillería.  Hacíanos  macho  maj.  Plantamos  en  «1  alaque  de  los  espafiolu 
diez,  y  OQce  en  el  de  los'valones.  Mañana  dicen  ponen  oties  tantas;  en  el 
deloa  italianos  ya  se  pusieron,  y  lloviónos  toda  la  santa  nei:be ;  y  por  lo 
bi«a  qaa  Id  bizo  el  tercio  nos  libró  D.  FraucisDO  de  Helo  1,040  floretes, 
que  son  i,009  rs,>r 

[1)  Hay  al  jm&rgen  otra  nota  que  dice  asi :  'iLos  franceses  nos  dibw 
baya  desde  bhs  cortadsna;  como  sabían  no  teniuniii  artillecia,  «os  deciu 
que  la  leniamos  empeñada  en  el  lombarda  por  el  pan  de  musieion." 


3vGoo(^lc 


casa  fuerte  y  otra  .cortadura,  y  avanzó  otros  20  pasos  y  de- 
golló 30  franceses  que  estaban  en  ella.  Hizo  prísioDeros  á 
cinco  y  entre  ellos  á  uo' alférez,  y  un  soldado  gallego.  No 
nos  mataron  mas  que  uno,  y  hiñeron  á  cinco. 

Jueves,  primerdia  de  Mayo,  entró  D.  Antonio  de  Velan.  . 
dia,  y  les  ganó  otra  cortadura,  y  avanzó  otros  SO  pasqs,  y 
hizo  prisioneros  á  seis  franceses,  y  entre  ^loa  á  un  capitán 
yá  otro  soldado  andaluz;  paréceme  que  estos  dos  espafioles 
los  colgaran.  De  nuestra  parte  hirieron  á  15  y  mataron  al 
alférez  del  capitán  Basco,  qae  mono  en  la  refriega  pasada. 
Ha  muerto  de  esta  compañía  capitaD,  alférez  y  sargento.. 

Viernes,  segundo  dia  de  Mayo,  entró  e)  duqne  de  Al- 
burquerque,  cegó  coa  fbgina  an  foso  que  tiene  ta  villa 
antes  de  la  contraescarpa  y  abrió  un  ramal  de  trinchera 
hacia  la  mano  izqoíerda,  que  es  por  do  van  los  valones, 
porque  á  la  derecha  qne  es  por  do  iba  nuestro  ataque  arri-r 
■nado  al  dique ,  se  ha  encontrado  con  mocha  agua  y  noa- 
recaies  (i).  Hirieron  á  tres  y  mataron  á  uno. 

Sábado  3  de  Mayo,  entró  el  conde  de  Yiltalha,  el  cna 
hizo  lo  mismo,  porqae  c^ó  otro  foso  ma->,  y  mas  grande, 
que  tenia  también  antes  de  la  contraescarpa,  y  abrió  otro 
ramal.  Hubo  ana  de^racia  que  fué,  que  disparando  ana  ba- 
tería al  enemigo,  se  llevó  de  caite  la  cabeza  de  un  soldado. 
Lo  mismo  sucedió  á  los  italianos.  Lloviónos  toda  aquella  no- 
che, y  el  enemigo  por  esto  hizo  una  salida,  y  fué  la  mayor 
que  ha  hecho  en  todo  el  sitio.  Fué  á  las  cinco  de  la  tarde, 
cuando  se  querían  mudar  las  guardas.  Acometió  con  250 
hombres  al  ataque  de  los  valones,  los  cuales  estuvieron 
firmes  como  unos  Roldanes,  y  rechazaron  al  enemigo  y  le 
mataron  cinco,  que  se  atrevieron  á  avanzarse  dentro  de  sus 
trincheras,  y  hirieron  á  muchos,  quedando  algunos  en  la 

(1)    Como  se  dijent  «oíaii^M  ¿  terreooB  panUnósos^' 


3vGoo(^lc 


campaña;  de  los  valones  bubo  dos  muertos  y  tres  heridos. 
Luego  se  fueroa  cargando  á  la  parte  de  los  italiaaos,  que 
era  al  cuerno  izquierdo  hacia  la.  parle  de  Ierre  (1 ).  Hicie- 
ron alto,  porque  vieron  que  venia  la  caballería,  que  tardó, 
que  á  veoir  con  mas  brevedad  se  les  pudiera  cortar.  Duró  esta 
escaramuza  poce  mas  de  media  bora.  Nuestra  artillería 
jugó  muy  bien,  y  se  llevó  algunos  de  calle.  En  el  (ateriii, 
desde  la  muralla  y  estacada  dieron  bravas  cargas  á  todas 
las  trincheraa,  y  Bardello  {%)  coronó  lo  uno  y  lo  otro  de  la 
mejor  gente  y  mas  lucida^que  tenia,  ylo. misino  fueron  los 
que  bitieron  la  salida.  Además  por  las  trincheras  -todas  ae 
\eá  hizo  aaiijáo  Con  lo  mismo,  y  de  mas  á  mas  con  ,1a  arti- 
llería y  algunas  balas  que  se  les  tiró.  Hiriéronnos  á  un  ca- 
pitán de:  caballos  de  naciones  que  se  llama  Guater  (3). 
'  . Domingo  &  de  Mayo,  entró  D.  Alonso  de  Avila;  hízole 
también  mal  .tiempo,  porque  llovió  como,  el  día  pasado. 
Acabóse  de  06^r  bien  los  iósos  con  faginas,  y  -ensanebar 
mas  los  ramalea  de  trincheras.  Hiriéronle  á  cuatrp,  y  uno 
mataron.  Este  dia  murió  de  un  balazo  un  capi.tan  de  ca- 
ballos que  se  llama  fulano  de  Tateta  [stc).  , 

Lunes  5  de  Majo,  entró  D.  Jorge  de  Castelví  y  ecbó 
'  unos  pontones  á  tos  fosos  que  se  babian  cegado  Josdosdias 
anted,  sobre  lo  cual  hubo  algunas  escaramuzas,  ep.  las  cua- 
les hirieron  á  ^ete  y  al  entrar  la  guardia  le  mataron  dos 
soldados; 

Martes  6  entró  D-  Antpnio  Velandia.  Este  día  llegó  el 
conde  Buquey  (4)  con  diez  compañías  de  caballos  de  los 

(1)  Aelen  el  original,  aunqae  can  letra  laiiiúscula. 

(2)  En  oira  pane  Pardello.  Debe  ser  corrapcion  de  Bonrdon,  como 
parece  se  llamaba  el  gobernador  francés  de  la  villa. 

(3)  Gualter,  Walter. 

(i)  Decía  Daqney,  pero  se  ha  corregido  conforme  esti,  medíanle  iqaeeo 
una  nota  del  mArgen  se  lee:  El  conde  Boquie  es  general  de  cslacaballt' 
ria  y  gobernador  del  país  de  Naseo  (Benao).  Eicnsado  parece  afiadír  que 
este  Buque;  á  Boquie  no  es  otro  que  el  conde  Bucquoy. 


3vGoo^^lc 


se  llaman  de  las  bandas.  Traerá  8,000  hombres,  y  e) 
harón  de  Beque  (Becq)  está  aquí  cerca  con  4,000  hombres^ 
que  ha  juntado  de  los  que  derrotaran  á  Lamboy  á  la  en- 
.  trada  deste  invierno  pdsádo,  y  otros  6,000  mas  que  ha  jun- 
tado y  levantado:  D.  Carlos  de  Padilla  con  su  regimieutoy 
alguna  infantería  anda  á  la  vista  del  enemigo,  .para  en 
viendo  quiere  dar  sobre  algiraa  ptai^  meterse  dentro  oou 
9ii  gent«.  También  está  en  Duay  el  barón  de  Jiiquefort  {!), 
sargento  general  de  batella  del  Emperador.  Tendrá  cerca 
dé'ttno3.3,000hombre5;  y  cada  día  se  le  vanallegandomas 
alemanes ,  que  estos  solo  son  del  Emperador. 

■  D.  Antonio  de  Velandia  ganó  al  enemigo  aquesta  noche 
la  estrada  encubierta,  y  juntamente  entraron  en  ella  los  v»^ 
ibnés  y  italianos,  sobre  lo  que  hubo  una  escaramuza,  muy 
féñida'qné  duró'  casi  doa  horas.  Habia  orden  que  dé  tbdds 
los  tres  ataques  (2)  se  acometiese  á  ganalia  en  disparando 
una  bomba  y  22  piezas,  yque  primero  para  divertir  al  ene- 
migo, i  50  mosqueteros  del  tercio  del  conde  de  Villalva  (de 
uuos  500  que  estaban  de  reten)  y  dos  compañías  de  Caba- 
Hoe,  en  oyendo  la  seña,  que  fué  á  media  noche,  se  pusie- 
sen á  tiro  de  mo»]uete  bacía  la  puerta  de  tierra,  donde  él 
enemigo  tiene  una  media  luna  muy  fuerte  y  sus  ntayor^e 
rortiñcaciones,  por  temerse  siempre,  de  aquella  parte,  yque 
tocasen  üu  ármá  muy  viva  sñi  tratar  cb  avanzar;  que  ai 
para  ello  tienen  (írdCin  se  )a  llevan  sin  falta,  porque  la  halJaí- 
ron  casi  sin  gente'.  Al  fin  ello  se  tocó  alarma,  y  con  muéba 
vocería  y  ruido  de  cajas  y  Claritfesicon  lo  que  el  enemigo 
juzgó  tífué  de  i'eras  le  iban  á  atacar  por  aquélla  parte,  adOBde 
acudió  con  la  mas  gente  que  pudo,  y  en  el  ínterin  los  ter- 
cios de  españoles  y  valones  y  italianos  cerraron  con  ellos 


{1)    Henquefort  6  Eachefort  seguo  el  parle  que  mas  adelanté  se  citara 
de  b.  Fraacigco  de  Helo. 
[i]    La  copia  dice  «Ires  hasta  que.- 


3vGoo(^lc 


y  les  ganaron'  la  estrada  eDcufaierta  coa  facilidad,  porque  la 
desampararon  presto,  por  apretarles  mucho  los  anestros,  y 
hiciéronlos  encerrar  en  la  villa.  Murieron  en  esta  eBoara- 
muza  unos  SO'italianos,  y  heridos  hubo  de  ellos  60,  de  loa 
españoles  cinco  muertos  y  unos  25  heridos,  y  entre  eUoe 
dos  alféreces  lerormados.de  la  compañía  do  D.  Cristóbal 
Conté  y  Fieso  (1),  y  otro  sargento  del  capitán  D^  JuimPor- 
cel,  y  otro  del  capitán  D.  Antonio  de  León.  No  hubo  mas 
particulares;  de  los  valones  también  hubo  bus  heridos,  ma£ 
á  toe  franceses  oo  les  salió  de  balde  la  fiesta,  porque  per- 
dieron machísimos,  y  les  ciñeren  algunas  granadas  y  tres 
barriles  de  pólvora  que  los  sacaron  de  ana  mina  que  iban 
haciendo  por  otra  parte. 

El  miércoles  7  por  la  mañana,  de  una  granada  que  liró 
desde  ia  muralla  el  enemigo,  hirieron  en  un  muslo  al  oonde 
de  Gravendom. 

Miércoles  en  la  tarde  entró  el  duque  de  Alburquerque, 
no  hizo  mas  que  irse  cubriendo  muy  bien  y  arrímándoseá 
la  estacada  con  ramaÍMdecnnegea(nc)qae  seiba  abriendo 
á  la  parte  de  los  valones,  por  huir  de  unos  marayos(8]  y 
damos  la  mano  con  ellos.  Mataron  al  capitán  Juan  Belarte, 
que  lo  era  de  los  artilleros  de  Dunquerque  y.  muy  valiente. 
que  se  hizo  en  él  una  gran  pérdida.  Iba  á  entrar  en  noa 
barca  con  unos  minadores,  que  habian  de  pasar  al  foso 
para  minar  la  muralla,  y  así  como  entró  en  ella,  á  él  y  áiu 
soldado  los  atravesaron  y  los  dejaron  allí  muertos,  con  lo 
cual  los  demás  se  retiraron,  y  no  se  atrevieron  á  pasar 
adddnte.  No  hubo  otras  de^raciaa,  aunque  hubo  alguooB 
heridos. 


[1]  Asi  dice  claro  en  la  copia  que  es  ya  4e  otra  mano;  qoiiádebíAdear 
CddU  y  Fiesco. 

(2)  Asi  en  la  copia:  está  sin  duda  por  naraga  ó  mareoaga,  qae  vale  lanío 
como  pantanos  ó  lagaña*» 


3vGoo(^lc 


M7 
Jueyes  8  entró  el  coade  de  Villalba,  y  acabó  de  albrir 
la  trincheraqueclduque.d^ó«o[Beaz&da'y-6eav«atóáuM¡ 
batería  y  detras  de  eHa  sb  abrió  otra  trinchera  para  ase- 
gurar á  la  del  enemigo ,  y  el  viernes  por  la  mañana  A 
corló, un  puente  que  el  eeemigo  tenia  eit  et  foso  para  pa- 
sdr  á  la  estriada  encubierta.  No  se  ce^  el  foso,  por  do  ha- 
ber hartas ¿tgúas.  Aquella  aoehe,  al  medio  de  ella,  cua- 
tro soldados  deU  cojupaufade  D.  Juan  Barboa  j  de  1b' 
del  oapiiao,  ( f )  pasbroo  á  nadó  el  foso  y  lútuarou  ál  pié  de 
la:  muralla  db  modo  que  se  pudiesen  cubrir  en  el  hoyo  otros 
cuatro  minadores  trabajando;  y  luego  se  volvieron.  A  la 
ida  y  venida  ka  tiraron  muchos  mosqu^n»,  granabas  y 
piedras,  m^  ánioguno  biríerod,  y  D.  Andrés  Caht^mo' 
en  aoDibre  así.  Sr.  D.  Francisco  de  Meló  los  him  Á  todos 
aargeDt«6.  Lue^  quiaerou  pssar  los  tres  lüinadoi^;  pero 
aaí  Doaioel  primeco  de  ellos  puso  los  pLés  en  la  barca,  le 
pasaron  por  la  barriga  y  le  salió  la  bala  por  las  nalgas, 
coo  lo  <fual  te  volvieron  loe  demás  y.  no  .^ict^on  nada. 
Acabóse  esta  tarde  de  desembocar  al  foso  por  tres  par- 
tes de  nuestro  ataque ,  y  llevároose  mas  de  cÍDOwenta  tor^ 
neles' de  tierra  para  eegado.  Los  demás  aUqoes  deaea^bo- 
caroc  el  mismo  dia.  > 

'  '  Ayer  jueves  UqgÓ  el  1^  Veque.(Becq}  jsolaJBQBDte,cou 
su  peroooaiy  Carlos  Guaseo,  genial  de  k  artillería  dala 

AISBCia.    '•■:-.■ 

.Llevóle  D.  Frmcieco  de  Helo  á  que  viese  los  ata- 
ques, y  nb  quiso  entrar  d«itro  porque  dijo  lo  veiau 
muy*  bien  .deade  afuera ,  y  que  el  bagre  que  los  habia  di- 
señado lanía  la  ciilpa  de  tantos  hombres  Qomo  había» 
muerto  y  herido  á  Sw  U.,  y  que  el  que  los  oomenzó  que  los 
aoabaae. 


(1)    Btf  w  Uaoco  «o  ta  «vú. 


3vGoO(^lc 


i08 
'   A  otro  día  se  volvió  á  sa  oEurriel ,   que  será  l^a  y 
media  de  aqaf  poco  mas  ó  menos. 

Viernes  9  entró  D.  AloiBo  de  Avila  y  cegó  el  toso. 
Matáronle  á  an  alférez  reformado. 

El  1 0  entró  D.  Jorge  Castelvi,  y  este  dia  hubo  nueva  qae 
el  enemigo  estabaeo  Corbecur  (¿Gorbecoart?),  dos  leguas  de 
Ganvia  (¿Gambe?);  acabó  de  cegar  el  foso  y  atojó  gente  en 
la-  cortina  y  cabalWo  del  enemigo,  y  asimismo  acabó  el  do- 
mingo «guieate  las  minas.  Este  dia  se  alojaron  á  la  misma 
muralla  y  en  otro  caballero  los  italianos  y  valones;  por  la 
mañana  á  las  ocho  les  envió  D.'  Francisco  de  Meló  un  trom- 
peta-para queso  rindiesen  y  no  aguardasen  asalto,  porque 
los  soldados  estaban  deseotos  de  ello,  y  sería  imposible  de- 
tenerlos si  una  vez  comenzaban  á  subir  y  á  avanzarse  den- 
tro, y  que  los  degollarían  á  todos,  que  su  socorro  no  había 
nuevas  de  que  viniese.  Ellos  respondieron,  que  tenían  ni^ 
vas  que  estaría  aquí  para  1 5  de  este,  y  que  si  para  entoa- 
sesno  hubiese  venido  que  tratarían  de  acuerdos.  A  lo  que 
se  1^  respondió  con  que  si  jurasen  que  era  cierto  espera- 
ban socorro  y  que  estos  atacarían  nuestras  fortiñcaciones 
seles  daría  on  mes  de  término.  De  una  á  una  y  medía  hicie- 
ron llamada  tres  veces  con  un  tambor.  De  nuestra  parte  do 
se  entendió  lo  era,  aunque  looian,  y  dei^ues  (A  gobernador 
envió  un  trompea  á  D^  Francisco  de  Meló  á  decirle  en- 
viase dos  capitanes  para  tratar' cosas  tocantes  á  las  coro- 
nas del  Rey  de  España  y  Francia ,  y  que  se.  hiciesen  tre- 
guas. Al  fin  se  hicieron  los  conciertos  aquella  tarde,  y 
primero  bajó  un  fraile  capuchino  á  ver  y  'reéonocér  las 
tres  minas  que  teníamos  hechas  al  caballero,  en  las'  cua- 
les habia  S3  barriles  de  pólvora  en  cada  una.  Al  iiacer 
estas  DOS  mataron  y  hirieron  alguna  gente;  de  los  cañó- 
les fueron  cinco ,  y  doce  heridos. 

Lunes  1 5  entró  el  duque  de  Alburquerque  en  tas  trin- 
cheras, y  el  enemigo  entregó  una  puerta  de  la  villa.  Aun 


3v.Goo(^lc 


soldado  (le  mi  compañía,  estando  trabajaDdo  en  las  minas 
y  cobríéndonos  con  faginas  por  un  lado  del  foso,  nuestra 
artillerfa  le  llevó  la  cabeza. 

Martes  17  salieron  de  la  villa,  á  las  doce  de  la  ma- 
ñana-SiSOOfranceses,  muy  lucida  gente,  por  ser  de  la  me-r 
jor  y  mas  vieja  de  Francia.  Los  terfitos  que  se  hallaran  den* 
tro  fueron  el  de  Marina  (1 ),  y  el  tercio  del  de  Guisa  (Gui- 
che)  y  las  guardas  del  rey  de  Francia.  Diérónlesque  ^lie- 
seii  cOd  armas  y  bbgaje  (y  para  él  les  dieron  150  cairos), 
banderas  drapl^adas,  y  al  soa  de  dos  cajas,  y  dos  piezas 
de  artSleKa  y  cargas  para  ellas ,'  para  tirar  seis  tiros  en  el 
oimiDO.  Envfanlos  á  Cichén  (jio).  Son  mas  de  600  losmueiv 
tos  y  herido?  que  han  tenido,  habiéndose  defendido  bieo 
mal,  que  si-  lo  hubieran  hecho  como  soldados,  con  las 
cortaduras  que  tenían  hechas  y' mala  disposición  del  ata- 
qne  de  los  españoles  bastaba  para^  derrengar  la  mitad  de 
]a>annada.  De  AtemaDÍa  se  espera  un  gran  socorro,  por- 
qae  vienen  ^{000  infantes- y' otros,  tantoa  caballos,  y  el 
pr^cipíe  de  Omnge  se  ha  retirfido  á  Bnedá,.  porque  se  que- 
ría alzar  con  los  estados  de  Holabda ;  pero  ha  sido  desoo^ 
bieriic^,  's^un  dice».  Hasta  hoy  no  se  ha  comenaado  la 
gHerrá  coa  elloeestQ  campaña,  yaunse.diceqiM.  tenemos 
heobo^trc^BS  con  elkw  por  seis  meses,  que  si  asf  fuese  no 
serta' míiloJ  i 

' '  Ayer  lunes  14  marchó  el  Végaet  (Becq)  hacia  Cam- 
ht&y,  que' ds  por  donde"  anda  el  enemigo,  y  nosotros  \<t 
haremos  en  deíAiaciendo  las  ttiocheras,  yej  cordón;  el 
gobernador  se  llamaba  Mr.  Cardona  (2). 


(1)-    Atáea  U  eopia,  qoiU  debió  decir  •'H&rigoan.» 
.  {%)    Aquí  debe  haber  error  ea  la  capia,  puea  m  nombra,  segoo  fiafoi, 
( Amii^oaí,  parte  VI,  pig.  3S1)  ef»  Bourdon:  qmii  el  mismo  i  qaim  en 
Aln  parte  (pig.  iAI)  «AUama,  Sardello4  Pabilo.  D«Jki4  fio  embargo 
haber  otro  jefe  saperior  en  laBassée,  pnei  en  las  capilulaoioQW  impTOBas 


3vGoO(^lc 


410 
Despaee  dé  habernos  rendido  Id'  [daHedeJa 'Villa  (de 
Baeseé)  á  los  1 1  de  Máyoi  babíeocto  el  Sr.  D.  FráDtíeco 
despedido  algunas  tropas  de  eaballerfd  é  iitfadterJa'eDO 
las  personas  del  ocmde  de  Foiltaba,  maestRe^  de  .Campo 
general,  y  la  del  Sr.  D.  Atidrés  Cantetmo  <  gfinerál  de. la 
artiDerffi,  para  irse  á  juatar  la  vuelta  de  Holanda ,  para 
hacer  cara  con  la  demás  gente  que  aDa  va  :á'  tos  intentos 
de  aquel  enemigo,  y  después  de  habernos  entreteaido  m- 
reparar  dicha  plaza  hasta  el  23  de  dicho  mes,  es  este  dia 
salió  el  Sr.  D.  Frandsco  con  su  armada  á  jnntftrse  can  d 
trozo  de  gente  con  qne  el  barón  de  Yegne  (Beoq)  nos 
aguardaba  á  tres  horas  de  allí,  bácieiulo  nuestra  aiare^ 
la  vudta  de  Arras,  poraviso  que  el  conde  de  Fuensalda- 
ña  habia  enviado  de  Cambray  de  qne  el  coada  de  Guisa 
(Goiche)  se  hallaba  con  "7,000  infaoles  y  a,000  caballos,  la 
DlejOr  gente  que  habi4  en  sus  ejércitos,  y  que  sí  btea  el 
conde  Arcurt  (Harcourt)  se  haUabe  coo  otro'  grueso  de' 
óh'a  tanta  gtote,  era  muy:  adentro  de  su  país,  tenieado 
por  frente  á  Bdia  (Hesdin);  y  después  de,  haber  beet^  dos 
dias  niaroha  con  gran  trabajo  p<}r  llovemos  en  todos  elkís 
(y  el  uno  fué  tan  recia  el  agua  que  no  se.  ha  visto  .tal  en 
Flandes),  d  tercer  dia  de  la  ra«rcb«i  que  era  lunes  96  de 
Mayo,  habiendo  wviado  algunas  tropas  de  «abaHerfa  á 
reconocer,  volvieron  á  avisar  que  dicho  conde  ;de. CrUJsa 
(Guiohe)  se'ballaba  en  el.  mifemo  puestoi ! muy.. fortificado 
por  el  costado  derecho  y  por  el  izquierdo  con  un  bosqu»-' 
cillDf  V  otro  por  la  frente,  y:  que  púr  retagniardiu  l^bJe  to- 


en Madrid  por  Francisco  Uaroto  1648,  fól-,  se  expresa  claramente  qae  el 
gobernador  de  aqaelU  faenn  se  llanMbk Baycne.  -has  ooBdícioaw  qoeet 
Sr.D.  Prani»8co  4t  Helo  cmicediúi  Hr.  de  BsTons.  gobernad v' de  esta 
plaia.  b1  salir  de  a\k,  fneroii  lu  signientee,  e;e.>  'Que  el  dlelio  goberna- 
dor Hr.  de  Bayone  dqe  en  relieiiM  dos  «apiUMs  y  otros  oQciatea  huU 
v^er  á  enviar  los  carros  y  eonvo).» 


3vGoO(^lc 


'  mado  la  ribera  del  Escalda  (1 )  y  ocupado  ana  casa  faerle 
al  costado  izquierdo,  que  est^  en  ud  casar  dicho  Oocur  (2). 
De  esta  suerte  nos  aguardaba  el  enemigo,  cuando  á 
ooaa  de  las  xmeve  de  la  mañana  o(mos  tres  cañonazos 
que  después  supüQos  haber  tirado  el  enemigo  para  reco- 
ger sU  gente  dentro  de  sus  fortificaciones,  por  haber  des- 
cubierto nuestras  tropas.  Con  este  aviso  nos  fuinios  mar- 
chando, aceroándonos  á  él  con  muy  buena  orden,  y  antes 
de^Ueg&r  á  la  vista  con  hora  y  media,  habiéndose  envia- 
do i  reconocer  atgnnas  personas,  particulares  del  ejército, 
vinieron  á  avisar  que  el  enemigo  se  retiraba  la  vuelta  de 
Jatelété  (Catelet)  qoe  estaba  poco  mas  de  una  legua, 
cosa  que  sintieron  noeslros  cabos  por  los  muchos  deseos 
qnetenian  de  pr()bar  la  fortuna  de  aquel  dia.  Viendo  esto 
d  conde  de  Villalba,  que  en  este  tiempo  se  hallaba  junto 
á  la  persona  del  Sr.  D.  Francisco,  sin  pedir  licencia,  te- 
miendo no  ae  la  diesen,  se  fué  soto  á  reconocer  las  fortiú- 
caciones  del  enemigo  al  calor  de  algonas  tropas  croatas 
que  andaban  ya  escaramuzando,  y  volvió  asegurando  que 
no  solo  no  se  retiraban  sino  que  puestos  en  batallones  nos 
agoardabao,  como  se  vio.  Apresuramos  el  paso  y  dos  ha- 


.(l).'lAC<ipú'diMi*«MiDWFda>;pero(tetiiá.dflc^&jiu!((b  6  Eualda, ui 
.latín  Sttiáa,  m  flamenc»  Schtiág,  en  francés  ¿intuí,  rio  qne  bafía  pro- 
TÍDcias  de  Francik,  Bílgica  7  Holanda,  y  piua  fot  Le  Catelet,  cerca  del 
mal  M  dl6  eaU  balRlh.  En  et  parle  original  de  eata  &ecÍon  étét  por  don 
f  ruiciiao  áe  Helo,  y  que  ae  inipr.titii6  en  ciIb  corta  por  Di^o  Diai  it  la 
.Carera,  con  el  tttidúde  Copia  d»  carta  ie  D.  FroHciico  ü  fíelo,  cmde  it 
Arañar,  tte.  en  jae  da  nimia  á  S.  M.át  la  imigne  vietoria  qw  IHos,  «veilro 
Selior,  te  ha  siftíio  ¿ar  álK  real  ejéreilo  en  la  frontera  de  f  raneta,  jmto  á 
Jl^Uifti  fetife  Jftya  «b  ciH  Mo^  IftiS.  leanuKtiIUiolTiite  el.  enenigci 
'áecf>enmosfocttfii»do  cerca  &U<diadla|de  HoDoecoari]  con  unlwi- 
qns  al  oostado  derecbo,  trincberas  por  lodos  lados,  an  pnente  sobre  la  Es- 
qoelclá  para  sa  retirada,  3,000  calñllos,  7,000  inrantes  7  10  piezas  deer- 
tilleri»  dentro  de  saa  lineas.  • 
(S)  '  Léase  floncoat  6  Honneconrt. 


3vGoo(^lc 


llamos  á  cosa  de  las  tres  de  la  tarde  á  vista  del  enemigo  ' 
ea  éalA  forma :  D.  Alonso  de  Avila  ál  cuerno  detwiho, 
que  tocó  la  vanguardia  aqáel  dia  á  sa  tercio.  Luego  le  se- 
guía el  duque  de  Alburquerque  y  el  Sr.  D.  Joi^  Cflstelví 
con  los  de  Cerdeña.  Luego  D.  Antonio  Velandia ,  y  al 
cuerno  izquierdo  d&  estos  cinco  tercios  (fe  españoles  el 
conde  de  Villalba  con  el  Suyo.  Luego  seguían  de  italianos 
el  de  D.  Alonso  Estrosi  (Stroezi)  y  él  de  Juan  de  Léponti 
(Liponti),  y  á  estos  los  valones,  el  del  prlüCipe  de  Leiíi 
(Ligue)  y  el  del  conde  de  Grabendo  {GrraTendoni)j  y  el 
de  Mr.  dé  la  GraSa  (I),  y  al  cuerno  izquierdo  de 'todos  el 
de  los  irlandeses  de  D.  Eugenio  de  Neli.  {O'néíl],  dejando 
de  socorro  algunos  raimientos  de  alemanes  dé  las:tr(^9 
del  barón  de  Vequé  (Becq).  El  marqués  de'  .Velad»,  ■  gene- 
ral de  la  caballería,  iba  al  cuerno  derecho  con'  ta  'mayor 
,  parte  de  la  caballería ,  y  al  izquierdo  algunos  regimientos 
de  ella,  que  por  ser  de  gente  bisoña  nos  piidieroii  des- 
pués hacer  mucho  daño  con  la  tibieza  que  tuvieron  en  su 
embestida ;  y  habiéndonos  acercado  en  la  forma  dicha  y 
reconocido  el  barón  dé  Veque  (^ecq)  todo  lo  necesario, 
habiendo  empeñado  para  ello  su  persona  y  puéstola :  muy 
al  peligro,  y  habiendo  la  artillería  de  una  y  otra  parte 
comenzado  á  jugar,  y  viendo  lo  que  importaba  mover  al 
enemigo  del  lado  izquierdo  para  conseguir  él  quitarle  to- 
dos los  demás  puntos,  mandó  á  D.'  Antoíiio  Velandia 
echar.  ISO  tiradores  para  trabar  la  escaramuza,,  lo  que. ^ 
hizo  luego  Con  los  capitanes  D.  Antonio  Mexia  y  D.  Ro^ 
mualdo  de  Acuña,  y  que  el  conde  de  Yillalba  echase  pk)r'sá 
parle  otros  tantos,  quesalieron  con  los  capitanes  D.  Juan 
Barbón,  que  aquel  dia  le  tocó  la  vaaguardiai  y  el  capitán 
Juan  de  Flores;  y  habiendo  los  de  D.  Antonio  de  Velandia 
trabado  la  escaramuza  dicha,  el  capitán  D.  Juan  Barbón 

(1)    ProbablemeDle  «La  GrangcoEo  el  despacha,  yacido  de  D.  Frao- 
ciaco  de  Helo,  se'le  llama  Ht.  de  la  Granche.  Mandaba  los  valones. 


3vGoi>^ílc 


il3 
cemS  con  SQ  geste  oon  ^el  eaemigo,  echáodole  coMecur- 
t«v«medie'Ia^Dte  de  tres  puestos  que  tenia  deJatite  dA 
bosque,  7  junto  con  eso  se  metid  dentro  de^,huyeD(k>d 
eneqiigo  y  dejando  las  armas. 

A  este  tiempo  había  nuestra  caballería  de  las  bandaa 
empezado  la  escaramuza  con  poco  proTecfao  nuestro,  y 
viendo  eato  el  conde  de  Viltalba ,  y  to  que  importaba  eí 
ganar  el  dicho  bosque,  cerró,  siguiéndole' su  tetcio,^  ,por  uH 
costado  de  él,  rechazando  algunas  tropas  de  cab&Ilerfa 
eoemiga  qoe.vinieron  á  embe^irle,  y  aumeolando  con  el 
sayo  ^  valor  de  SD  gejnte.de  quién  todos  confiesan  ser 
los  .principales  á  quien  se  debe  la  victoría.  Habiéndole 
despees  segiüdo  los  terciósdé  italianos  y  valoaes,  y  el  de 
iriande^,  )a  caballería  nuestra  rechazada  %e  metid  con 
loé  italianos  (1)  y  fué  causa  de  que  pudiese  la  del  enemigo 
hacerles  macho  daño,  d^olliándole  sietfe  capitanea  y  otra 
geflite  particular.  También  vi^>do  lo-  bien  que  el  conde  da 
VillaUaa  se  tenia  ,  embistió  por  eat^  parte^  el  duque  de  Al- 
bUrquerque  y  demás  españoles ,  con  tanto  valor  todos  que 
rompieron  cuanto  se  tes  puao  d^ante.  '        . 

A  este  tiempo  el  capitán  D.  Joan  Barbón  con  alguna 
mosquetería  que  llevaba  babia  pasado  por  el  bosque  y 
cerrado  con  algunos  ¿nemigos  que  guardaban  dos  piezas 
de  artillería,  metiéndolos  en  fuga  y  apoderándose  de  ellas; 
y  habiendo  el  conde  de  Villalba  echado  al  enemigo  de  to- 
do cuanto  tenia  y  desalojádolo  de  su  bosque,  salió;. de  él 
con  su  tercio  para  hacer  cara  ^  una  tropa  de  caballería 
qué  bajaba  cortando  el  puesto  donde  se  hallaba  D.  Juan 
Barbón,  y  otras  muchas.  Embistió  el  enepiigo,  pero  dando 
en  las  picas  de  su  tercio  fué  rechazado  su  ataque  sin  asis- 
tencia de  caballería.  En  este  tiempo  la  infantería  enemi- 
ga empezó  á  huir,  muy  al  contrario  de  su  caballería  que 

(1)    Dd  tercio  de  D.  Juan  lipontí. 


3vGoO(^lc 


*** 

peleaba  aun  oon. valor.  Siempre  fué  bien  importante  una 
embestida  que  á  esta  sazón  hizo  D.  Qárlos  de  Padilla  por 
el  cuamo  ízquimlo  coa  parte  de  su  r^mieoto  de  cabti- 
llerfa ,  pues  hasta  eotoaces  por  aqael  puesto  bien  poca 
resiM«Qcia  se  le  había  hecho  con  la  ndeelra  al  oiemigo, 
mas  por  el  costado  derecho  el  marqués  de  Velada  babia 
hecho  milagros  con  la  suya ;  y  líliimamente  á  wOl  hora, 
qne  mr'Mn  las  cinco  de  Ea  tarde,  se  conoció  la  victoria  y 
cantada  coatra  el  enemigo,  empezó  esteá  hacer  su  retiraib 
haciendo  siempre  cara  su  caballería,  Pero  la  prudencia  de 
nuestros  generales  había  puesto  al  teniente  de  maestre 
de  Campo  general  D.  Baltasar  Mercader  con  i  ,000  moft- 
qoeteros  españoles  en  silio  bien  d  prbpósito  para  oortairle, 
como  lo  hizo.  Luego  cargó  toda  noestra  caballería,  de  forma 
qne  acabaron  de  sacar  de  todo  punto  al  eneíAígo,  habiendo 
degollado  mas  de  i,060  hombres  y  otros  tantos  piisioner- 
ros,  no  escapándose  otro  qne  elconde  de  Giiísa  (Guícbe), 
sn  general,  Coo  una  tropa  de  caballería,  habí^ulde  tenido 
primero  prisionero.  También  dejtaran  15  piezas,  y  de 
los  mas  ricos  despojos  que  basta  hoy  se  han  vi^o,  c<m  lo 
que  estáa  locos  todos  nneslros  soldados,  habiendo  asistido 
á  esto  el  Sr.  D.  Francisco  de  Meló  y  el  boron  de  Veqne 
(Becq)  en  los  mayores  riesgos.  Pen!ieroa  asimismo  todas 
sna  banderas  y  estandartes.  Una  cogió  con  su  dueño,  á 
quien  hizo  prisionero,  jfosó  García,  alférez  que  íaá  de  Don 
Antonio  de  León. 

No  serian  dos  horas  cabales  las  qne  duró  esta  didmea 
batalla ,  que  lo  fué  mucho  por  haber  embestido  á  un  ejér- 
cito fortificado  y  muy  fuerte,  y  mas  no  hallándose  sobre 
plaza  nuestra,  que  lodo  esto  es  para  que  mejor  conozca  el 
mando  el  valor  de  ios  españoles.  A  otro  dia  nos  retiramos 
á'  ana  legua  antes  de  Cambray ,  adonde  estamos  hasta  hoy 
último  de  mes  con  esperanzas  de  mayores  efectos.  A  los 
capitanes  de  caballos  les  ha  Valido  el  desojo  de  esta  rota 


3vGoo^^lc 


á  ma3tle4&,00d,'  yé  soldados  pobres  á  mas  de  1,000  y 
á  9.000  dobloBCB,  yáesteteoor  á  muchos,  y  á  otros  á 
lúida.  Las  prisioaeros  soin  tos  mas  stores  may  grandes, 
otM'onelea,  maestree  de  Campo,  capitanes  de  caballos  y  de 
infaatería  y  otros  muchos  unciales  que,  por  do  teoer  los 
nombres  mas  que  el  Sr.  D.  Francisco  de  Meló,  no  van  de- 
clarados aquí.  Iríín  áotro  correo,  si  Dios  quiere. 

Los  muertos  nuestros  fueron  3,000  hombres  y  los  he- 
ridos 400.  El  conde  de  Guisa  (Guiche),  que  era  elgene- 
ral,  escapó  con  300  caballos;  en  todo  nosotros  teníamos 
4i,000  infantes  y  5,0fta<»balUM. 


,  Satúúcar  y  Junio  21  rfe  1642. 

(Ug.*  tueUo,  Dúm.  1,  fó\.  8SS.] 

Lo  qué  por  aiiá  hay  de  nuevo  es  la  venida  del  duque 
de  Medina  Sidonia,  tan  de  repente  que  ni  aun  un  crjado 
envió  á. dar  et  aviso.  Su  Exceleocia  ll^ó  aquí  el  jueves 
en  la  Dochet.á  las  dos  de  la  madrugada,  muy  oansadodel 
cafHino,  á  la  posta.  Salió  luego  por  la  mañana,  el  viernes 
bien  temprano,  para  oír  el  sermón  ,  y  al  salir  del  Palacio 
le  estaba  aguardando  un  innumerable  número  de  perso- 
nas pora  besarle  la  mana  Era  de  ver  el  agasajo  y  amor 
coa  que  los  recjibia  y  abrazaba.  Llegó  ^  la  iglesia,  asistió 
hasta  tas  doce  en  tos  oficios  divinos,  y  luego  á  la  tarde, 
desde  las  dos  hasta  las  cinco ,  asistió  coo  gran  devoción 
derodillaá  delante  del  Santísimo.  Fué  luego  á  Palacio,  y 
ya  le  tenia  la  ciudad  prevenido  un  enb'^nimiento  para 
festejarlo  lo  mas  presto  que  piídiese.  Lidiaron  cinco  toros 
y  á  la  noche  sacaron  uno  ens(^uetado.  Préviénense  otras 
mayores. 


3vGoo(^lc 


Ed  cuanto  á  su  quedada  lüU  iuerunt,  atU  Aégañt. 

Vínose  sin  licencia;  la  caoba  gié  que  redimió  en  el  Ca- 
mino ana  caria  sin  fírma  ea  que.  le  deciao:  «Y.  E.  donde 
va  mire  que  va  á  monr, »  con  qoé  sé  vÍD0:°=Crist<3MÜ  de 
Meneos. 

(ton.  90,  rái  t04.)  ;  . 

Estos  dias  be  estado  fuetea  de  Zaragoza, '  y  por  6so'  ni 
he  escñto  agradeciendo  á  V.  R.  la  caridad,  las  nuevas  y 
noticias  que  dos  ha  enviado ,  que  bien  han  sido  menester 
para  consuela  de  tantos  trabajos  como  aquí  tenemos,  si 
puede  ser  consuelo  un  buen  suceso  ausente  (1)  y  tan  lejos 
para  tantos  males  presentes. 

Ya  V.  R.  sabrá  cómo  se  rindió  el  castillo  de  Monzón, 
qoe  era  inexpugnable,  y  la  llave  de  este  reino;  queda 
ahora  la  puerta  franca  al  enemigo;'  dentro  hajiia  150 
quintales  de  pólvora,:  1, 000  ,dR  cuerda,  ocho  piezaside  ar^ 
tillerfa,  muchas  bombas  que  el  enemigo  do.  tenia  ningima, 
100  cahices  de  harina,  muc^o  bizcocho,'  carnes  saladas, 
1 ,000  cahices  de  legumbres.  Fué  por  falta  de  agua ,  que 
perecieron  muchos  de  sed.  No  había  ya  sino  parados  días 
cuando  el  enemigo  hizo  llamada  ofrecienido  muc^.  Pú- 
sose á  consejo;  pareció  que  era  mejor  rendirlo  j  llamando 
él,  que  00  dentro  de  dosdias'  rendirse  á  discreción.;.  He- 
chos ya  los  tratos  llovió  aquella  misma  tarde,  que  era  do- 
mingo 14,  y  se  recitó  agua  para  tres  dias;  pert)  domó 
estaban  ya  hechos  los  conciertos  él  Gonsesjo  de  Guerra, 
aunque  hubo  diversos  pareceres,  resolvió  sé  éntr^ase. 

(1)    Alude  sin  dnda  á  los  de  Flaúdes  de  qae  acaba  de  hacebe  re- 


D.,i,z..b,GoO(^lc 


447 

Hizo  tamtáea  el  enemigo  ana  graa  (nioa;  pero  esto  do 
faera  bastante  para  contrastar  el  áaimo  de  sus  defenso- 
res; antes  cuando  se  dijo  queria  pegarle  fuego  se  confesa- 
ron y  pusieron  á  punto  para  defender  la  brecha ,  y  ei  go- 
beraador,  D.  Martia  de  Azlor  el  primero  coa  su  pica.  A 
este  le  culpan  y  bay  varios  dichos,  unos  en  bien  de  él, 
otros  calcándole.  Lo  cierto  es,  que  es  muy  alentado  y 
experimentado ,  y  también  lo  es  que  habia  dentro  tanta 
geate  inútil,  cerca  de  mil  mujeres  y  niños  que  daban 
gran  pena  cob  la  sed  qae  padecían.  Habia  en  el  castillo 
mas  de  3,000  personas,  y  ese  pobre  caballero  de  com- 
pasión no  las  quiso  echar:  rigor  que  pudo  ejercer  á  los 
principios,  pero  do  fué  ya  posible  después,  pasando  gran- 
des trabajos  aun  los  mas  dídos  y  mas  hechos  á  su  regalo, 
al  paso  que  todos  han  peleado  bieo,  pues  la  primera 
surtida  que  hicieron  desalojaron  ql  enemigo  de  San 
Juan,  una  de  las  fortificaciones.  Aquí  estaba  La  Mota, 
y  huyendo  rodó  y  dicen  se  descoyuntó  un  brazo  ó  que- 
bró las  costillas,  de  que  está  sangrado  cuatro  veces  y  al- 
gunos valones  que  se  han  pasado  A  nuestra  parte,  dicen 
es  muerto.  Su  cuerpo  tiene  mucha  caballería,  aunque 
dicen  qne  ha  partido  un  mariscal  con  parte  de  ella  por 
aqní  por  Francia,  por  la  Valí  de  Aran  á  lo  de  Rosellon 
y  de  allí  han  ido  otros  á  lo  de  Picardía. 

Ha  lomado  ya  el  «lemigo  hasta  200  lagares,  y  casi 
todos  los  ha  quemado  y  saqueado;  todo  lo  tala;  tres  igle- 
sias colegiales  ha  derruido  y  mudtos  conventos:  el  daño 
se  aprecia  en  mas  de  un  millón;  toda  la  ropa  la  han  acar- 
reado á  Lérida.  Háme  dicho  on  canónigo  <te  allí  de  Mon- 
zón, que  salía  con  las  monjas  del  castillo  y  traía  la  aba- 
desa del  brazo,  que  li^ó  un  mariscal  de  parte  de  La  Mota, 
y  le  di)o  á  la  abadesa  se  quedase  en  su  convento ;  qne  lo 
reedificarian  y  harían 'bnen  pasaje,  &c.  Esto  con  grande 
instancia,  y  que  viendo  no  .quería  le  dijo  al  canónigo  cfw 

Tomo  iti.  87 


3vGoo(^lc 


ptíiUs:  él  responeHó  Ceu^agaatam;  y  dando  an»  risada  ti 
mariscal,  aaadió  statim  ibi  ibimut,  y  su  iatento  y  su  lett- 
geáje  eB  este,  si  Dios  no  nos  «yuda.  Convidó  La  Mota  á 
todos  los  de  Monzón  con  sus  casasy  raices, &c.;  pe)^  á 
eondioionde  qvehalúan  de  hacer  hbmeDaje  al  piadosf^- 
mo  (1).  'EHo9«n  oyendo  ert(>  damaron  que  no,  que  mas 
querian  tiJorir  pidiendo  .limosna,  vasallos  de  so  R^  y  sei- 
ñor,  y  con  esto  se  han  venido.  Todos  iban  pidiendo  H- 
mosna :  pejFsonas  ayer  may  ricas  de  á  mas  de  á  1 ,000  y 
áS,i0O9  ducados  de  renta.  El  Reino  trata  de  ampar«'lo6 
á  todos,  y  las  catedrales -han  oicogido  los  biérígos'  y  ks 
sustentan.  Todo  es  venir  >gente  huyendo  á .  Zarbgoza,  qoe 
se  va  Iteaaado.  Hoy  vino  tía  con^i^nto  de  «loojas  beroar- 
das  descaleas;  ayer  entró  otro  de  franoisoas:  es.  cosa  las- 
timosa. 

El  Condestable  y  marqués  de  Tabora ,  el  día  qóe  se 
entregó  el  castillo,  fueron  á  Fraga  «en»  hasta  1,600  caba- 
llos y  alguna  infantería ,  y  dieron  una  vista  al  eJiemjgo,  y 
viénd(rie  tan'Stíperíor  de  caballería ,  y  ^e  -era  ponerse  en 
evidente  riesgo,  se  retiraron.  Aqsí  no  hay  «pttiafi'ea  el 
reipo,  aunque  ya  van  viniendo:  la  artíltería  parte  hoy  de 
TudelB  paM  MÁ,  33  piezas,  qoe  aquf  nb  hay  una  ni-en  todo 
el  ^ino,  siÁo'bien  pocas  eli  Fre^a;  Lagentédednarquósde 
Leganés  dicen  cada  dia  viene,  pero  onbca llega;  son  S^09 
caballos  y  3;000  itifantea,  soldadoH  Viejos.  Gl  eoeQu^io  ha 
enviado  un  trompeta  á  Bárbastre,  dioievdoque  pongan  en 
cobro  las  iglesias,  poFqoe^pasadoSaniEadn'eslará'allf;  otros 
dioen  se  encamina'á  sitiar  á  Fraga.  Tddoies  fortriecerta  y 
llevar  víveres;  hasta  los  tablones  páranlos  rastrük»  los  lle- 
varon solos  cuatro  dias  há ,  adonde  éí  enemigo  euvió  na 
tambor  diciendo  se  rindiesen.  Una  pieza  grande  qoe  haHó 
en  Monzón  de  las  de  Foentorrabía  la  ha  retirado  i  Lérida. 

(1)    Aquí  babri  tía  dudado  entenderse  -el  cristianismo.* 


3vGoo^^lc 


Lai  duquesa)  de  CanJona  oon  au^,do9;biJ9s>Jp^,,yj¡p6o,t,« 
yB.;Paaeuat,  Degá  á  ettacimM.rde/QpíiSflSL,.  anteare 
«yoridotniago^  poc  m  haJUirae  allí  «egura,  ^^í  quq  todo  e? 
ponerse  en  cobro,  y  retiraras,  euleotro^  dQ,  ^l^peña;,  y  gl 
eoémlgO'caiuiaar;.  Ha  quitado  el  Qomltra.  4  Hootoq  y  le 
llaiBa  ViHaÜranca  de  la  Mota,  porque,  te  .lia  wstado  tan 
poco,  y  vieoéaquf  eotre  ellos  un  pab|?,:que  le' llaman  el 
Tizcondede  Hoselioo,  y  áBspi^WQ  han  dado  á  Canet. 

ElBto  «8,  mi  padrea  lo  que  bay,  y  el  nombrado  Modtpq, 
emporio  de  lafiíoórtds  de  Aragón,  Valgnpia  y  CalaJuña, 
oficina  de  tantas  leyesy  paces,  en  ip9ij^  cM  .eawtjgo. 
[  Quién  ae  lo  dijera  al  rey  D-  Jaime  de  Aragón,  á  al  rey 
oatólioo  D.  Fernando!  Zaragoza  y  Junio  2i  de  1 6i2.— Pa- 
dre Bidtaaar  Graoian,  de  la  C^mpañfa.  ; 


YaUadotíd  y  Jumo  25  de  46i2. 

(Tom.  se,  fú<.  tSS.) 

' ..  pax  ^rieli',  éca.  En  carta  de  Sñ  de  },nn)o  escribeQ  de 
Madrid  que  habia  aviao  de  Cuenca,  como.aftMv)*  «e(e,dw 
el  Rey  para  Holioa.  Dioeo  i|«e  por  la  difi^ultAd  de  \m  ca- 
nino^para  los-opcfaes  Tolrerá  á&aadal^jaqft. 

Moneon  ea  oierto  que  ae  ha  entr^ado.  Las  condición 
de  esta  iMftrega  no  ae  lian  diobo:  solo  ae'sabe.  que  lea 
obligó  á  loS  ceróados  la  falta  de  agua.  Tarntaeo  ha  corrJdn 
^e  B^bastro  fioiTÍd.la  misma  fortuna;  pero  báae  averi- 
guado set*  falso. 

El  no  haber  socoirido  á  Monzón  dicen  que  fué,  por- 
que luego  que  el  enemigo  se  apoderó  del  lugar  y  saqueó 
los  pueblos  circunvecinos,  levantaron  los  nuestros 'los 
puentes  de  loa  rios,  porque  la  tala  de  los  franceses'  no  lle- 
gase á  lo  interior  de  Aragón ,  por  ser  todas  las  poblacio- 


3vGoo(^lc 


430 

Des  abiertas.  Acudieron  6,000  hombres,  todos  aragoneses,  á 

quienes'  embarazó  lo  mismo  que  los  defendía;  pero  la  reao- 
luciOQ  de  aliar  los  puentes  se  tiene  (aun  después  de  la  pér- 
dida de  Honzon)  por  acertada. 

De  Cnenca  escriben  también  que  murió  d  de  Pobar, 
TÍO  dicen  dónde.  Cada  día  se  cnentan  maravillas  del  mar- 
que [^)de  Aguilar.  Ahora  nuevamente  se  dice  que  junto  á 
Valles,  que  cae  bácia  Lérida,  tenia  el  enemigo  en  uaa  em- 
boscada 500  caballos  (en  carta  del  marquesa  un  pariente 
suyo  se  dice  eran  800);  descubriólos  nuestra  gente,  por 
haber  cogido  soldados  suyos  que  dados  tormentos  confe- 
saron de  plano,  dónde  tenia  él  enemigo  sus  tropas;  dio  el 
marqués  en  ellos  de  repente,  cogió  vivos  400  caballos,  se- 
gún una  versión,  y  según  otra  del  mismo  marqués  600  y 
muchos  prisioneros  y  dineros,  habiendo  de  nuestra  parte 
muerto  solos  dos  soldados. 

A  las  tres  de  la  mañana  el  día  de  San  Juan  dieron  de 
puñaladas  á  un  hijo  del  oidor  Solorzano ,  en  la  calle  del 
Prado. 

Dícese  que  dan  el  arzobispado  de  Toledo  al  de  Saboya, 
con  que  haya  de  acudir  á  los  hijos  del  príncipe  Tomás 
'■don  50,000  dacados. 

Dícese-que  á  Meló  le  hacen  grande  y  á  lin  hijo  suyo,  y 
aun  que  le  dan  el  ducado  de  Bet^anza  para  cuando  Dios 
quiera.  Esto  es  lo  que  por  acá  hay  de  nuevo ;  vea  V.  R. 
si  me  manda  alguna  otra  cosa  de  su  servicio,  áqui^  nues- 
tro Señor  guarde  como  deseo.  Valladolíd  y  Junio  25  de 
46i3.=-MartiD  Monta^o.—Al  P.  Alonso  deAmaya,  Prior 
del  colegio  de  Soria. 


(1)    En  otras  partes  te  le  titula  conite,  como  en  efecto  lo  era.  Llamóse 
D.  Joan  Bamireí  de  Arellano. 


;vC00glc 


■'■'   Madrid  y  Julio  i."  de  *6W.      ■ 
(Le|.*>nelto,  Díin.  t,  101.  sn.) 

Segtrn  las  jOToadds  á  qae  camina  S.  M.,  boy  bal»a  de 
ll^r  á  Motina,  donde  se  dice  se  detendria  solo  el  tiem-: 
po  que  fuere  preciso  pare  pasar  adelailte. 

Las  compañías  todas  de  la  coroaelfa  de  S.  A.  estáo 
fiíera  de  la  cóiíe,  sino  ea  dos:-  la  que  llaman  Coronela  y. la 
del  conde  de  Lona,  que  con  bravo  ejemplo  sirve  á  S.  H. 
con  800  hombres,  entre  infantes  y  caballos  de  los  estados 
de  su  padre. 

Saleesta  tarde. la  Reina,  nuestra  señora,  al  santuario 
de  Atocha,  y  c^ntiouarlo  ha  todos  loe  martes,  y  el  tiempo 
que  B.  M.  estuviere  ausente- 

A  D.  Francisco  de  Me|o  ha  hecho  S.  M.  merced  de  tí- 
tulo de  marqués  de  Tordelagona,  con  10,000  ducados  de 
T^ita,  y  hanle  escrito  adeo^  la  Reina  y  el  Príncipe. 

Perdido  el  castillo  de  Monzón,  quiso  el  enemigo,  se-; 
gun  escriben,  apoderarse  de  Estadilla,  lugar  del  marqués 
de  Aytona.  Prevínole  Tabara,  y  metió  en  él  1 00  mosque- 
teros además  de  la  gente  que  antes  tenia,  y  buho  de  re- 
tirarse por  aquella  vez  el  enemigo,  si  otra  no  lo  intenta. 

Defendió  et  puente  de  Monzón  el  conde  de  Plasencia 
con  500  dragones,  y  el  Condestable  de  Castilla  los  esf 
guazos  (1)  del  Zioca  desde  Villatba  á  Alcolea  con  800  ca- 
ballos y  cerca  de  1 ,600  infantes,  y  va  ya  acercándosele 

(1)    Lo  mÍBOio  que  >*ados.» 


3vGoo(^lc 


49« 
Mortara  con  so  gente.  Hallábase  en  Fraga  Tabara,  donde 
hacia  plaza  de  armas  y  almacén  de  provisiones  para  cam- 
paña. Esto  es  cuanto  escriben  y  se  ba  podido  averígoar 
de  Aragón,  y  que  3,000  caballos, 'q|ie  eunn  los  que  tenia 
La  Mota,  los  había  enviado  hacia  Cataluña,  con  orden  que 
hubo  de  sa  rey. 

Aun  se  estaba  en  Yínaroz  el  marqués  de  Luanes;  ha- 
bía enviado  para  Fraga  con  el  comisario  general  de  la  ca- 
ballería de  las  órdenes,  D.  Rodrigo  de  Herrera,  i  ,000  ca- 
ballos^ 4,1000  ioraotes,  dos  pi^as  groesan,  otrasdosde 
campaña  y  un  trabuco. 

La  armada  á  los  15  efitaba  en  aquel  puerto,  aguar- 
dándolas galeras,  que Jiabian  ido  é  Tarragoaa  á  traer 
1,600  bfentes,  que  han  deembarcarse  ea  ella. 

&I  inarqués  de  la  HlnojOBa  A  una  legua  pequeña  de 
Tarragona,  ganó  por  interpresa  el  castillo  de  Tamañt,  que 
es  n^y  ftiérte  y  esté  en  puerto  ^  de  donde  los  corsarios 
Catalanes  apresaban  los  barcos  que  de  Valenoia  enviaban 
á  los  nuestros;  ganó  también  alié  cwca  la  torte  de  Bm- 
báiTÁ  de  igual  fortaleza,  y  por  suisitio  de  nma  eaaye- 
niencia: '  ■  :    :      ' 

Htt  Tiendo  el  otrdinariti  tt»  Flandes,  y  cnw  las  oartas 
qu&  ti^  de  I  jf  5  dd  posado  sesabe  qne  D.'  Francisco 
dé  lílélo  se  enCEHuinftba  ás^iai^  á  landrasi,  ptaza  que  nos 
ganó  éT  Francés  lo9  anos  pasados,  y  de  llevarse  de  cami- 
no áChafbó  (I)**  Cambrési;  cofi  que  quedaran  Kbres 
de  etiíemrgos  asl'en  Campea  como  «1  país  de  Henao. 

De  íaris  los  avisos  que  trae  con  la  aroencia  dd  Rey  no 
son  los  que  aolian.  Arisan  que  él 'Grístianf^ffiO  se  ha(l«ba 
en  Narbofia,  y  el  cardenal  en  Bí9ier3(Be!riers),  taü.fatigado 
con  sos  litóles ,  que  habia  dias  no  trataba  de  negocios,  y 


(I)    Asi  en  la  copia  del  P.  Ralaet:  sin  dudaCbatcau. 


3vGooglc 


i23' 
que  Míos  acoi^eoLes  habiai»  atrasado  los  desigaioa  en  Ho-, 
selioa',  .pues  contra  Perpioan  no  habla  á  k)s  38  de  Hayo 
fortiñcacioD  ningana.  Madrid  á  i."'  de  Julio  de  1649.» 
0.  Juaq  Idíaquez  Isaaei  (1). 


He  ^ ffior  M¿re  fiareeíoiia  á  kcto  JitÜ»  de  464S:  Doria  d» 
'.   D.  Bodrigo  de  CoiUrerat  si  canónigo  D.  JfelcAor  de  Con- 
Ireroj,  su  AépmaHD,  canónigo  de  Córdoba. 

(l^ag.°  iubUo,  Búm.  I ,  MI.  86t  V.') 

Qerinapo  niio:  de  toi^^s  las  partes  de  donde  he  podi- 
do l^pgo  escrito  á  ymd.  y  agora,  señor,  por  si  tuviesep 
dicha  estoa  renglones,  ayiao  á  vmd.  del  suceso  qtte  hasta 
hoy  benaos  t«nído  coa  la  armada  del  enemigo,  nosotros, 
juntos  p  con,  ]^a  ^is  qno^.de  Dimquerque,  que  en  tpdas 


'(1)    Alf6l.^59  de  esle  legajo  se  ball&  la  sifpiienle  nolioia  entre  los 
gantes  det?.  Pereyra: 

•^cwosíe^wpyi». ■  A  ín  de Ímo ílHifepníQ i qd lipiqbee que  se «■- 
li6.de  U  eATcel  ybizo  iosnltoS: 

ítem,  en  3  de  iulio  ahorcaron  á  ^tro  por  tres  muertes  y  otras  níRerias; 
quitáronlo  antes  de  (iempo.y  segunda  vei  b  guindaron eon  nna  cadena. 
U«m  matíeiwi'dol  e»  la  cspíOa  por  haber  ipiitado  loa  galeote»  c4rca  de 
Harrena.  ... 

En  i  de  Julio  entró  poi  asistenle  el  conde  de  Puebla. 

Había  aquí  un  mozo  qoe  contrahacía  las  firmas  de  D.  Juan  de  Góngo- 
m  k  este  «eomp&ftaban  otros  dos  y  k  tedos  etloi  andaba  la  jUBtüria  por 
pFmder:  Iffvo  noticia  estfijiitn  p9  la  iilel^^  b)^  al|i  Ja  jBstÍGJa;  lf)t^econ  rf>- 
sistencia  y  viendo  gnc  no  podian  í^ifarse  de  ell^  vestidos  se  arrojaron  al 
rio  y  alH  murieron  ahogados ;  al  malhechor  sacaron  medio  ahogado,  y 
dado  tormento  confesó  de  plano. 

En  fin  de  Junio  amanecieron  algunos  rotulones  en  la  parroquia  de  la 
Magdalena  en  que  decian  j  viva  el  rey  D.  Juan  y  muera  el  rey  D.  Feli- 
pe IV  y  el  mal  gobierno!         '  '     ■  ■ 
''  Ható'de  ana  eoz  una  mitla'A  D.  Pedro  de  Vaiigaí,  Uildole  eH  la  imin. 
lUdrídyJDUol.'demfi. 


3vGoO(^lc 


i2i 
eraa  iS  de  gnerra;  y  al  parecer  es  madio  por  la  felta  de 
gente  de  mar  y  artilleros,  y  las  enfermedades  qae  ha  habi- 
do y  hay,  que  es  lástima  cómo  estamos. 

Al  ña,  señor,  llegamos  á  Tarragona  á  23  del  pasado, 
adonde  nos  dieron  S,000  infantes  para  tripular  las  galeras 
y  naos  de  Dunquerque.  Allí  dio  noticia  el  conde  de  Agni- 
ter  al  daque  de  Cindad-Real,  como  el  enem%o  estaba  en 
Barcelona,  que  viene  á  ser  16' leguas  de  aqaí.  Llamó  el 
duque  á  consejo  y  se  resolvió  pelear  cod.óI:  dado  fondo 
y  yéndolo  á  hacer  aquella  noche ,  veDt<i  tanto  el  Levante 
(que  no  lo  hablamos  tenido  desde  que  salimos  de  Cádiz)  que 
cuatro  dias  fuimos  corriendo,  y  las  galeras  pasándolo  muy 
mal.  Estuvimos  al  abrigo  de  la  tierra  de  Mallorca ,  y  así 
como  abonanzó  fuimos  la  vuelta  de  Barcelona,  y  ya  el 
enemigo  en  este  tiempo  nos  habia  salido  á  buscar,,  lle- 
gando á  Tarragona  y  á  Vinaroz  adonde  fué  fuerza  que  á 
las  piezas  que  hablamos  cogido  de  los  holandeses,  les  dié- 
semos fuego.  Los  nuestros  iban  con  intento  de  cogerlos  (1). 
El  enemigo  vínose  luego  sobre  Barcelona,  donde  le  en- 
contramos un  día  después  de  San  Pedro.'  Hallándonos  de 
barlovento  y  él  por  ganarlo,  nos  entretuvimos  á  la  vela 
bástalas  seis  de  la  tarde  que  se  comenzó  la  bataHa,  du- 
rando hasta  la  noche.  Aquel  dia  traia  el  enemigo  41  na- 
vios de  guerra,  13  de  fu^^,  16  galeras  y  todos  sns  na- 
vios de  fuerza,  que  no  creímos  jamás  fueran  de  la  calidad 
que  son. 

No  barloó  (2)  aquel  dia,  porque  sa  intento  era  el  aco- 
meter con  los  barcos  de  fu^o,  pues  si  se  hiciera  nos  que- 
maran á  todos  puestos  en  esta  orden,  aunque  ellos  mí^ 
mos  se  perdiesen;  y  échase  muy  bien  de  ver  que  no  qoi" 


(1)    Asi  en  la  copik  qne  ei  da  letra  del  P.  Rafael. 
(8)    Barlotr  aqnl  y  «d  otroi  lugares  ett4  por  gaitir  a)  enonigo  et  bu- 
Itmnto. 


;vC00glc 


sieron,  paes  noeetra  capitana  real  intentó  barloar  tres 
veces  á  la  suya  el  primer  dia  y  se  huyó. 

Aqueste  dia  perdimos  una  nao  que  juzgo  íaltó  la  ca- 
beza de  ella,  qoe  era  no  caballero  de  muchas  obligaciones 
hermano  de  D.  Juan  de  Qiayarri,  y  se  entr^ó  al  enemigo 
sin  disparar  pieza ,  llevando  dentro  30O  españoles;  cosa 
qoe  ha  cassado  desconsoelo  general.  Esto  fué  el  pri- 
mer dia. 

El  Blando  dia  se  comenzó  á  pelear  á  las  tres,  de  la  tar- 
de; era  pues  el  barlovento  de  nosotros,  y  así  intentando  de 
barloarlos  á  ellos,  no  había  remedio  sino  solo  tirar  á  dea> 
aparejar.  De  los  suyos  maltratamos  cuatro  naos  el  primer 
dia,  el  segando  á  muchas  mas,  y  nosotros  recibimos  el 
mismo  daño.  Esta  última  tarde  se  embarrancó  con  la  Ca- 
pitana de  Guisa ,  que  era  en  la  que  navegaba  el  arzobispo 
de  Burdeos,  la  Madalena  nuestra,  y  estando  barloados 
los  socorrí  yo  con  grande  riesgo,  así  como  á  la  Almiranta 
Real  nuestra  que  aunque  se  libró  del  por  diligencia  de  mi 
lancba  y  de  un  barco  luengo  qué  yo  traia ,  vino  á  dar  por 
la  parte  de  la  Capitana  del  enemigo,  quemándose  ella  y  la 
Magdalena.  Yo  me  desembarqué  y  socorrí  después  mas 
de  1 00  hombres  que  se  echaron  al  agua. 

Después  de  esto  se  dieron  muchas  cargas  por  toda  )a 
armada,  no  consintiendo  llegar  navio  de  fuego.  Al  terce- 
ro dia  dimos  temprano  tras  del  enemigo,  y  fuéroose  reti- 
rando ,  de  manera  que  no  se  pudo  pelear  este  dia,  si  bien 
del  número  de  las  naos  que  tenía  le  faltaron  al  enemigo 
diez,  no  habiendo  gastado  mas  de  dos  de  fuego ,  qoe  se 
considera  (1)  por  lo  que  se  ha  dicho.  Por  los  prisioneros 
de  la  Capitana  que  se  quemó  se  sabe  que  las  galeras  las 
van  llevando  á  Barcelona ,  que  estaremos  á  estas  horas  1 2 
leguas  de  ella. 

(1)    Asi  enUet^u. 


3vGoO(^lc 


'  Esta  Éilima  nodie  se  retiró  el  eneiBtgo  tan  mfainemeD'- 
le  que  no  eacendió  faroles,  y  asi  el  Duqoe  y  hombres. de 
puesto  de  esta  armada  fueron  ayer  de  parecer  de  ir  á 
Barcebna  á  bicelle  todo  el  daüo  que  se  potete,  pues  ae 
conñgue  con  esto  de  nuestra  parte  la  reeolack»!  búana 
qne  tieae  el  Duque;  y  si  dos  agoardase  dando  foodo  hará 
recooócida  la  Tictoría  por  nuestra  parte;  imb  elloa  sal-" 
drán  fuera  á  rematar  este  suceso. 

No  quedan  ya  mas  de  tres  navioa  defbego  de  seis 
que  traíamos,  qne  se  em{dearoD  sin  proreobo  al  pri-^ 
mer  dia,  porque  era  mudia  la  oonfoaion  de  bala»  de 
aquel  dia. 

Esto  ha  sucedido  hasta  hoy  i  dd  oorrieote  Julio.  Mu- 
rió Feijó.  y  ha  sido  muy  geueral  el  sentimiento  de  la  ar- 
mada por  su  pérdí(k.  Loa  franceses  han  sentido  mucho  la 
quema  del  gálraa  de  Guisa.  Han  sido  muchos  mas^  loa  he- 
ridos que  loa  muertos,  y  fué  muy  buen  acuerdó  del  Du- 
que de  ir  ¿  buscar  al  eoemlgo  á  Baroekma,  pu^  había  &■ 
cho  á  los  catalanes  mil  embistas  de  que  :nos  dcijaban  per- 
didos, y  á  los  nniw  y  á  los  otros  lies  ha  de  causar  inuy  graa 
novedad.  De  lo  que  sucediere  daré  aviso  á  vmd.  Hoy  4 
de  Julio  de  1642.=-D.  Rodrigo  de  Cootreraa. . 

Ju¡io5d£  t6ii. 

íTom.  90,  ful.  *8e.) 

Pax  Christi,  flic.  Quiero  comenzar  por  la  mas  alegre 
nueva  de  todas,  y  es  que  hoy  pasó  por  aquf  un  mensaje- 
ro á  la  posta ,  por  medio  del  cual  hacia  S.  H.  sabedor  al 
de  Valparaíso  (que  partió  de  esta  ciudad  (1)  dos  ó  tres 


(1)  Llegó  á  Molina  de  Aragón,  dondu  estaba  i  la  sazón  el  Rey.  dod- 
dvciendo  mil  dragones  levantados  en 'el  reino  de  Galicia,'  de  qne  hábil 
sido  gobernador.  SncediAle  en  el  ca^o  D.  Juan  Redin.  Prior  da  Navaira- 


3vGoot^lc 


días  ha ),  de  cómo  nneslra  armada,  habiéodose  encontra- 
do con  la  del  enemigo,  la  babia  abrasado  en  parte,  y  par- 
te cogido,  sin  qae  escapase  ningan  navio  de  toda  ella ;  y 
por  ser  tan  fresca  esta  nuera,  y  haber  Tenido  por  la 
posta,  no  ha  habido  lugar- para  poder  venir  por  las  es- 
tafbtBH. 

También  eiacriben  de  Madrid,  qae  el  Rey  entró  en  Mo- 
lina, día  de  San  Pedro.  Caminó  aquel  día  11  teguas  por 
no  haberse  hallado  en  todo  aquel  distrito  donde  hacerle 
aposento. 

Háse  dicho  que  el  de  Flores-Dávila  salió  de  Perpiñan 
etm  algunas  tropas,  y  volvió  con  víveres,  que  quitó  ai 
enemigo'  para  mas  de  euatro  meses.  No  obstante  esto  lo 
que  se  tiene  por  mas  derto  es  ^le  aquella  plaza  está  muy 
apretada.  También  ha  corrido  qne  aquel  reino  pide  al  rey 
que  castigue  á  D.  Martin  Azior ,  porque  entr^ó  á  Mon- 
zón :  el  de  Francia  se  ha  retirado  y  lleva  tres  regimientos 
de  la  gente  que  hay  en  Monzón ,  dicen  que  para  el  con- 
dado y  para  sacar  de  allí  algunas  tropas  para  Picardía. 

La  marquesa  de  la  Puebla  habia  concertado  con  el  Rey 
qoe  k)s  porlagueses  le  restituyesen  sn  marido  (1),  y  que 
el  B«y  lee. enviaría  allá  á  LuDena-,  hijo  de  Francisco  de 
Lveena,  afretarlo  de  Estado  en  el  Couaejo  de  Portugal, 
cuando  aquí  ^bia  Gottsejo  y  qoe  ahora  eemuy  favoreci- 
do del  de  Beiiganza;'pero  dícese  por  muy  cierto  que  el  de 
LuG^na,' que  BEAásqnf,  no  quiere  volver  allá. 

El  confesor  del  embajador  de  Alemania ,  ha  dicho  '<jae 
á  instancia  del  embajador  en  corte  romana  del  Empera- 
det,  ha  declarado  la  junta  de  los  cardenales  que  estaban 
señalados ,  que  el  duque  de  Berganza  es  tirano.  Las  com- 
pañías qne  faltan  por  salir  de'  Madrid  son  la  del  conde  de 
Lana,  qae  en  nüm^  y  en  todas  las  démas  circunstan- 

(1)    Estaba  aan  pre»o  en  Lisboa  desde  ddia  del  alzanúentg.  ~ 


3vGoO(^lc 


cías  exoede  á  todas  tas:.deioaa,  y  la  de.  D.  Rodrigo  Pi- 


La  Reioa  sate  muy  á  menudo  í  ver  las  compaDÍas  de 
soldados,  y  habla  mucho  con  k»  capitanes,  «ixborlándoloB 
al  servicio  de  su  Rey.  Dijo.  los  días  pasados,  que  por  qué 
Qo  se  despachaban  alguaas  compañías,  y  díciéndola.  coDOO 
DO  babia  é^^ro,  replic(^  que  ae  gastase  lo  que  ea.  tal  parte 
estaba,  y  luego  si  fuese  necesario,  se  vendiesen  sus  joyas. 

Estas  Son  las  nuevas  que  por  aqu(  corren.  Guarde 
Oíos  á  V.  R.  Valladolid  y  Julio  5  de  Í6i2. 

El  P.  Henao  dice  que  no  puede  escribir  á  V.  R.,  porque 
al  tiempo  qjie  estaba  para  ello'  le  sacó  ftiera  el  P.  Pareja. 
Dice  que  prosiga  V.  R.  en  escribirle  á  VaUado|id.=Martia 
Montero.=3Al  P.  Alonso  de  Amaya,  Prior  del  Colegio  de 
Soria. 

Madrid  y  Jtdio  8  de  16iSí. 


Envió  el  marqués  de  Leganés  desde  Vinaroz,  nuevos  re- 
fuerzos á  D.  Rodrigo  de  Herrera  y  á  los  demás  <^b03de  los 
que  iban  á  recuperar  la  castellaofa  de  Amposta,  y  opa 
este  socorro  rechazaron  al  enemigo  de  mochos  puestos 
obligándole  á  retirarse  A  dos  ó  tres  qoe  les  quedaban,  sor 
los  y  con  mayores  fuerzas ,  habiéndoseles  unido  mil  arago- 
nesa que  con  la  seguridad  de  entrar  S.  M.  en  aquel  reino 
han  empezado  ya  á  obrar  ofensivamente  contra  Cataluña. 

Retiróse  Mr.  de  La  Mota  á  Lérida,  dejando  en  el  cas- 
tillo de  Monzón  600  hombres ,  obligándole  á  esto  el  grue- 
so del  ejército  que  se  forma  en  Fraga,  adonde  pasaron 
desde  el  Cinca  el  Condestable  de  Castilla  y  el  conde  de 
Plasencia  con  sus  gentes,  dejando  fortificado  el  puente  do 
Monzón. 


3vGoo(^lc 


i39 

El  Frs^  la  plaza  de  armas  para  la  entrada  de  Cata- 
lana y  adoade  avisan  jasará  muy  en  breve  el  marqués 
'de  Leganéa ,  á  encargarse  de  la  gente  que  hay  en  ella  y 
de  la  que  se  fuere  juntando;  y  con  la  que  sirven  Aragón  y 
Valencia  pasará  á  la  expugnación  de  Lérida ,  entregando 
primero  el  marqués  de  Torrecosa,  que  ya  está  en  Vinaroz 
1 0,000  inmutes  y  2,000  caballos ,  con  que  ha  de  atravesar 
él  Principado  para  el  socorro  de  Rosellon ,  signCéndote  por 
segunda  persona  el  de  la  Hinojosa  para  sacederle  en  cual- 
'  quier  accideale.  Lleva  d  marqués  de  Leganés  titulo  de 
capitán  general  de  este  ejército  y  de  los  Condados. 

Cartas  ha  habido  ñ-eaquísimas  de  Perpiñan.  Créese  con 
probable  ^rteza  qae  por  dinero  se  ha  socorrido  por  al- 
gún tiempo  aquella  plaza ,  y  que  sus  defensores  se  hallan 
sin  enemigo  á  la  vista ,  y  que  Salsas  es  la  asediada  con 
6,000  hombres  solos,  cuyo  gobernador,  D.  Benito  de  Qui- 
■m^,  cc^ó  al  Francés  en  una  salida  iSO  caballos. 

El  Cristianfsimo  se  hallaba  '  en  Narbona.  El  cardenal 
Rochelia  se  hizo  llevar  á  Visiere  (Bezíers) ,  en  sa  misma 
cama,  y  de  allá  á  nn  lugar  mas  tierra  adentro,  y  de  don- 
de se  tiene  aviso  cierto  (venido  á  un  príncipe  en  esta 
corte)  que  había  dias  que  como  á  desahuciado  no  le  apli- 
caban ya  remedio  los  médicos,  y  que  el  sujeto  se  hallar 
ba  postrado  á  tan  reñidos  males  en  los  últimos  hilos  de  la 
vida.  Madrid  8  de  Jolio  de  i642c»D.  Juan  Idiaquez  Isassi. 


Madrid  y  Julio  18  de  1642. 

(Tom.  90,  raí.  6S9.) 

Pax  Christi,  &c.  De  Madrid  se  avisa ,  haber  llegado  ya 
lo  cierto  de  la  armada;  y  es  que  pelearon  por  espacio  de 
dos  dias;  y  que  les  hicimos  poco  daño,  á  no  ser  quemarles 


3vGoo(^lc 


430 

la  Capitana  enemiga  y  otro  ;Dav(o..AlguBOfl'diceD  que  tes 
qaenaanios  cinco  navios,  amqoe  no  pon  mucho  faldamento, 
étios  nos  quemaroo  la  Magdalena  de  1,000  toneladas  y  GO 
tiros.  Lleváronnos  el  galeón  Santo  Tonié  con  todo  coaolo 
tenia,  él -cual  se  apartó  taóto  qae  no  pudo  ser  favorecido; 
otro  que  peleó  y  fué  entrado:  muría  Feijo  y  el  conde  Tir- 
cooel,  irlandée.  ■       ■      ■■..-:  .i  ■ . 

Dicen  que  la  armada  enemiga  apagó  loa  fdrí;^,  señcd 
dé  huir  ó  retirarse  aprisa.  Otros  dicen  que  fué  la  nuestra 
la  qae  bizoesia  dtlü;eneia.  Nuestra  amiada  está  eaMahoo- 
•  esperándola  de  Ñapóles  para  volver  á  pelear. 

D.  Ennqae  (Felipez  á&  Guzmea)  salió  de  Molina,  á  Da- 
roca;  la  villa  le  cerró  sus  puertas  por  sus  fueros;  abriéron- 
las al  Protouolarío,  con  «egnro  de  qtle  solo  s^apOT  aquella 
vez  (1). 

El  Hoy  pasa  á  Caspe  el  sábado  por  Zaragoza, 

Dícese  ffaé  el  de  Bergaaza  está  poco  seguro  de  ios  na- 
turales, y  que  en  casa  aada|  con  dos  lebreles  de  Irlanda. 

Bl  Domiago  depositaron  al  de  Nodiera  (S),  en  oueatro 
colegio  Impenal  de  M{Hlríd,.et  cual,  airtes  deTecibif.  el 
Santísimo,  dijo  al  cura,  que  se  le  Ileviaba,d>}e9e:ieE  Múerat 
mei,  y  mientras  tanto  se  estuvo  incorporado  «t  ia  oama 
con  las  espaldas  desnpdasdicipIinándose,dúieodi>  después 
¿qníén  me  dijera  i  mí  que  cün.  estas  dtciplínas  que- me  dio 
Doña  Marina  de  Esiiobar,'  con  las  ouakshizepeaiteDciadQQ 
Rodrigo  (Calderón),  la  había  yo  de  hacer  de  mis  pecados? 
Protestó  después  de  eslo  de  no  haber  cometido  culpa  ve- 


(1)  Véaselo  qnesobre  esto  dice  Pellicar  en  gas  AvtMup.  i  tomo  XXXII 
del  Semanario  trudilo. 

(2)  D,  Francisco  María  Carrafa  Castriolo  y  Goniaga,  daqne  de  Nochera, 
principe  de  Scila,  cai)allero  del  TaitiOD,  virey  qoe  había  lida  tle  Axagoa. 
Manó  ¿  12  ó  t3  de  Julio  en  la  fortaieía  de  Pinto,  donde  se  hallaba  preso 
de  resDllas  del  proceso  qae  se  le  mandó  formar  después  del  descalabro  (le 
Valla  en  Agosto  de  1641. 


3vGoo(^lc 


nialcontta  el  Key,  d  cual  dio '  liceBcia  {tara  qn6  le  enler- 
raaeu  oomo  coáVenia'á  su^persona.  Llevároole  azay  á  lo 
soldado,  bBodaj  coja  con'ipmitas  de  oro,  plumas  pardas, 
guantes  blantos»  con  bastón  de  general,  y  toisón. 

Por  Cimdted'Bodrtgo  se  dicehaa  cogido  los  portugueses 
2f  .lugares,  y  jIOs  npestros  han  desMDparado  además  tres. 
Díce&e  que  han  padeoido  deiiduflo  1.000,000  y  que  está 
todo  miiy.liabí^osa.  Esto  es  16  que  por  fdiora  se  me  <^ruce. 
Guarde  N.:S.*í  V.  IL  VáliaddKd  y  JoÜo  18de  <BA2.«Mar- 
tib  MOntero.*=>AIP.  Alonaó.de  Amaya,  prior  del  óol^iode 
la  Compeñfa  >Gfi  Sería. 


:  Madrid  y  Julio  24  de  1642. 

(Tom.  M,  m.  iVl.) 

■  Pax  Ghristi,  &o.  El  duque  de  Nochera,  halláadose  in- 
dispuesto en  Pinto,  donde  estaba  preso,  ^ivió  á  pedir  al 
P.  Rector  de  e^lecol^io  de  Madrid,  le  enriase  anp.  docto 
para  que  lo  confeseae.  Fné«l  P.  Antonio  dé  la. Serna;  con- 
fesóle y  dispúsole  bien  para  recibir  el  Viático.  Llevároasele 
á  laa  cuatro  de  la  mañana,  y  habiéndole  hecho  el  cura  las 
pnegantas  ordinarias  ¿cree  V.  E.  toda,  -&c.?  pespondid  con 
gran  fervor^  «si  creo  lo  que  me  pr^iunta,  y  creo  firme  y  . 
verdaderamente  todo  lo  que  cree  y  confiesa  la  Santa  Ma-j- 
dte  Iglesia,  y' así  como  estoy,  matara.  A  'Cuchilladas  con  mi 
espada  á  quien  dijera  lo  contrario;"  y  después'  añadió: 
«bien  sabes  tos,  señor,  que  tu  aon  -vénialmente  he  ofen- 
dido á  mi  Rey,  y  ojalá  os  hubiera  servido  como  á  él,  y  que 
en  lo  que  me  han  imputado  no  tengo  culpa  alguna,  y  si 
esto  no  es  así,  permitid  que  me  trague  y  abrase  la  tierra.  No 
pido  justicia  porque  no  es  bien  á  un  vasallo  la  pida  contra 
su  Rey;  antes  os  suplico  le  deis  en  todo  muy  favorables 


3vGoo(^lc 


sucesos.»  Laego  dijo  al  P.'que  dijera  el  salmo  d^Mierere 
mei,  y  empezáadoíe  á  decirse  puso  de  rodillas  eo  la  cama, 
y  desnudo  de  la  ctsta  para  arriba,  y  con  uaa  diciplina  de 
alambre  comenzó  á  azotarse  con  tan  grande  fuerza  y  fer- 
vor, qoe  se  bizo  sangre,  y  no  le  pudieron  detener  basta 
acabar  el  Salmo.  Recibió  el  Viático,  y  ep  saliendo  el  San- 
tísimo, dijo  en  alta  voz  delante  de  mucha  gente;  <yo  hago 
TOto  de  entrar  en  reUgion,  si  Dios  me  diere  salud  y  alcan- 
zare de  vida  á  la  Princesa  mí  mujer,  ó  me  diere  licencia, 
en  una  de  cuatro  religiones,  primero  en  la  Compañía  de 
Jesús,  ó  en  la  Camándula,  óenS.  Benito  ó  en  la  Cartuja;»  y 
volviéndose  al  compañero  del  P.  Serna  que  estaba  junto 
á  el,  le  dijo:  «V.  R.  me  dijera  á  mí  que  me  babia  de  azotar 
en  esta  ocasión  con  la  diciplina  con  que  se  azotaba  D.  Ro- 
drigo Calderón  en  su  prisión,  que  me  la  d¡ó  en  Valladolid 
aquella  santa  Doña  Marina  de  Escobar.» 

Murió  tres  dias  después  de  recibido  el  Viático.  Fué  por 
el  cuerpo  á  Pinto  el  duque  de  Hijar  y  le  trajo  á  mas  de  las 
M  de  la  noche  á  esta  iglesia.  Metieron  la  caja  en  que  ve- 
nia muchos  señores,  y  se  depositó  en  la  bóveda  de  casa, 
porque  él  lo  pidió  así.  Hallóse  á  su  entierro  la  capilla  Real 
por  orden  de  S.  M.,  y  aastií^  mucba  gente. 

Hablase  otra  vez  de  bajar  la  moneda;  pero  se  ba  dicho 
con  tanta  frecuencia  y  en  ocasiones  que  no  ha  sucedido  nada, 
.  que  es  de  esperar  pase  también  esta  tempestad  como  han 
pasado  otras  (1). 

Lo  siguiente  vino  por  nueva  cierta  é  esta  eórte  á  20 
de  Julio  de  iU%. 

Pasando  en  Medina  el  conde  de  Salinas  mueatra  de  su 


(1)  Tenemos  &  la  vista  una  consulta  original  sobre  est&asiiDto  fecba  i 
9S  de  Julio  y  firmada  por  el  coode  da  Castrillo,  D.  Francisco  Antonio  de 
AlarcoD,  el  marqués  de  Monesterio,  0.  Antooio  Campocedondo,  D.  Anlo- 
nio  4e  Contrer^  y  D.  Pedro  Pacheco. 


3vGoO(^lc 


439 

gente,  en  presencia  del  Conde-Duque,  como  iban  pasando 
las  hileras  y  disparando  la)  vez,  no  se  sabe  si  con  malicia  ó 
sin  ella,  disparó  un  soldado  un  mosqoete  que  tenia  ana 
bala,  y  fué  á  dar  al  coche  del  Conde-Duque,  donde  saltó 
«na  raja  hiriendo  al  secretario  Carnero,  y  ,al  enano  que 
llaman  Primo,  que  iba  haciéndole  aire  al  Conde.  Prendié- 
ronse dos  hileras  de  las  ma^  cercanas  al  coche ,  dícese  se 
sabe  quien  fué  el  inocente  6  malicioso ;  no  se  sabe  qué 
hai4adeél(l). 

Las  honras  del  duque  de  Nochera  hizo  este  Colegio 
Imperial  lunes  21  de  este.  Asistieron  hasta  18  títulos,  que 
hay  en  esta  Corte,  y  entre  ellos  el  Patriarca;  dijo  la  misa 
el  Sr.  Obispo  de  Ciria,  fraile  francisco;  predicó  insignemente 
el  P.  Angeí  de  Castro,  quien  con  gran  prudencia  supojun- 
tar  lo  graúde  de  la  alabanza  que  merecieron  las  proezas 
y  virtudes  del  duque  con  el  crédito  y  decoro  del  Rey  en 
tenerle  al  parecer  aherrojado,  con  que,  sin  dar  ocasión  de 
queja  á  la  una  parte,  sublimó  con  comanes  aplausc»  de 
todos  gloriosamente  ala  otra.     . 

Ayer  S2  de  este,  fué  tanto  el  desenfrenamiento  de 
una  compañía  de  soldados  forasteros  con  otra  de  la  villa, 
qae  llegaron  no  solo  á  medir  las  espadas,  sino  que  se  arca- 
bucearon también  con  tanto  desalmamiento  como  si  fue- 
ran campos  enemigos;  hubo  entre  varios  heridos  tres 
muertos.  Madrid  y  Julio  2i  de  1 642. 


(] )  Un  breve  agpnte  del  P.  Pereyra  ál  fó).  861  vto.  dice  asi :  AraÜMnaí» 
TU*  Itraron  al  Ccmáe-Dvqae  m'Miítna.  Entrando  la  fnardia  y  haciendo  salva 
al  t»cbe  det  GrDDda-Doqtifi,  y  disparando,  llegó  al  coohe  una  biüa,  y  did  en 
Dn  pilar  de  ál;  lastimó  k  wa  enano  y  al  secretario  Carnero.  Háse  torbado 
macho,  y  sos  validos  han  propuesto  que  S.  H.  dé  la  vuelta  ¿  Madrid,  pero 
no  les  ha  valido. 

Segnn  Pellicer  en  sos  Av'ain,  p.  %,  sncedió  jonlo  al  HamiHadero  eilrtmii- 
nw  de  M«1ÍM. 

Tono  xvr-  88 


3vGooi^lc 


Los  siguientes  versot  dicen  compuso  D.  Amonio  de  Mendoaa 
á  la  bola  que  le  tiraron  al  Conde-Duque  (1). 

Qae  tu  vids  esclarecida 
Corre  por  cuenta  del  cielo, 
No  se  faa  negado  &  tu  celo 
Ni  k  tn  nombre,  ni  k  tu  vida. 

Qae  en  la  bala  ilesp«diAa 
De  un  rayo,  que  no  infiel. 
Te  puso  en  riesgo,  ann  con  él 
Qoedó  de  paz  coronada 
Tn  frente  no  destinada 
Al  plomo,  sino  al  laurel- 

En  la  turbación  y  clraiedo 
De  lodos,  todo  por  ti 
Se  alteró;  que  solo  ülli 
Tu  semblante  estuvo  quedo; 
Que  en  la  bizarro  denuedo 
Ni  le  asustas,  ni  le  espantas. 
Qae  si  en  providencias  santas 
Tanto  con  gloría  advertida 
Hir6  Dios  por  una  vida, 
¿Que  será  por  la  que  es  tantas? 


Lo  que  pas&  en  Méjico  dejando  de  ser  virey  el  marqués  dt 
Yillena  y  entrando  Palafooo  en  un  Ínterin. 


Fax  Christí  &c.  Tuve  á  las  maDos  un  papel  del  Sr.  don 
Juan  de  Palafos  cod  un  tanto  de  1«  cédula  Real,  ea  que  se 
le  ordenaba  al  marqués  d^ae  el  cargo  de  virey  y  que 


(^.    Na  se  hallan  estos  versos  en  las  obras  de  D.  Antonio  Hnrtado  ie 
Mendoza,  impresas  par  la  vez  primera  en  Lisboa  1690,  por  Higuil  Muks- 


3vGoo(^lc 


i35 
en  so  lugar  eDlraria,en  foterin  qne  venia  nuevo  virey,  el 
Sr.  obispo  (lela  Puebla, D.  Juan  de  Palafox.  Era  !a  cédula 
tonradísima;  losefectos  no  tanto  aunque  de  parte  del  mar- 
qués caliScadfsima  la  acción,  y  tal  cual  para  mostrar  la 
fineza  de  su  fidelidad  se  podía  desear;  que  estos  señores 
los  tiene  Dios  criados  y  dispuestos  para  que  ¡en  tales  oca- 
siones muestren  su  valor;  y  no  acaban  los  oidores  y  alcal- 
des de  Corte  que  llevaron  !a  cédula  Real  á  notificarla,  de 
decir  mil  cosas  del  señor  marqués,  y  de  alabar  la  sustan- 
cia y  el  modo  con  que  la  obedeció,  y  es  cierto  que  con  lágri- 
mas en  los  ojos  me  referían  el  acto. 

Salióse  en  una  carroza  con  un  pagecito  solo  (aunque  le 
ofreció  su  guardia  el  Sr.  virey  nuevo),  teniéndose  por  muy 
seguro  con  sola  la  compañía  de  un  niño.  Fuese  dos  leguas 
de  aquf  á  un  convento  de  frailes  franciscanos  descalzos. 
Allí  le  fuf  yo  á  ver,  y  era  cierto  [de  ver  sin  quejarse  de 
nadie;  solo  decía  que  en  el  caso  presente  no  había  de  recur- 
rir al  tribunal  de  Dios  hombre  mas  que  á  pedir  perdón  de 
sus  pecados ;  sino  al  '^tribunal  de  Dios  en  cuanto  es  prin- 
cipio de  la  verdad,  á  pedirle  de  justicia  manifieste  la  que 
hay  en  el  caso  presente.  Está  retirado  agora  1 5  l^;uas  de 
aquí  en  otro  convento  de  frailes  franciscos  descalzos,  y  allf 
le  jenvio  |de  |cuando  en  cuando  algan  padre  para  que  le 
consuele,  que  así  me  lo  ha  pedido. 

Va  prosiguiendo  su  residencia;  están  presos  muchos 
criados  suyoS;  al  principio  con  mas  aprieto,  y  poco  á  poco 
con  menos.  No  se  tratan  casi  mas  de  dos  puntos:  ó  si  al- 
gunos dieron  por  oficios  dineros,  Ó  si  [se  hicieron  présta- 
mos al  marqués.  No  hay  capítulos  ni  hombre  que  venga 
á  quejarse,  porque  antes  causó  grande  sentimiento  en  todo 
estado  de  gente,  y  no  habia  hecho  mal  á  nadie,  ni  tiene 
alma  que  pueda  hacerlo  á  nadie.  Confieso  á  V.  R.  que  casi 
se  me  saltan  las  lágrimas  cuando  escribo  esto,  mas  que  en 
todo  lo  escrito  hasta  aquf:  tan  cortés  con  todos,  tancome- 


;vCooglc 


436. 
dido;  tan  honrador,  tan  bieahechor  de.  pobres,  de  conven- 
tos de  rdigiones  y  religiosos,  de  encarcelados  y  detenidos 
por  deudas;  tan  pió  y  reverenciador  de  las  cosas  y  perso- 
nas Sagradas.  Méjico  y  Julio  20  de  1642.=LuÍ3  de  Boni- 
Taz,  provincial  de  Méjico,  de  la  Compañía  de  Jesús. 

Madrid  y  Julio  30  de  1643. 
(Tom.  iOt.  fdl.  M  v.°) 

Mándame  V.  P.  que  con  muchas  veras  le  refiera  el  es- 
tado de  nuestra  monarquía  para  encomendarla  á  Dios,  como 
al  mayor  de  los  reyes  y  verdadero  remediador  de  lodos 
Yo  se  lo  pido,  y  ruego  á  V.  P.  que  con  grande  prisa  lo  haga, 
antes  que  el  cielo  tenga  embajador  de  Portugal  que  lo  es^ 
torbe  (1 ). 

Los  milaneses  avisan  que  les  empieza  á  oler  el  marón 
(tizón)  de  Francia,  y  aun  sospechan  que  el  Papa  le  ha  so- 
plado las  cenizas.     • 

A  Ñapóles  le  aprietan  sus  antiguos  dolores,  y  hay  fama 
que  para  abortar  un  nuevo  príncipe  se  va  acercando  el 
parto. 

Saboya,  ni  sabe  defenderse  ni  rendirse;  al  fin  se  mnere 
con  España  en  la  boca  y  el  corazón  en  Francia. 

La  Holanda  metida  entre  dos  imperios  igualmente  pe- 
ligra, más  con  las  prosperidades  del  que  sirve  que  con  las 
ruinas  del  que  ofende. 

Nuestros  países  no  acaban  de  unirse  á  los  rebeldes  por 
cortesía  de  la  religión.  No  hallando  medio  para  conservar 
el  Dios  dé  España  con  la  libertad  de  Holanda. 


{í]    fiállasa  esla  caria  entre  las  copiadas  por  elp.  Rafael,  advirtiendo 
qiUiitaD^iie  ti0üe  la  fecha  de  Madrid,  se  eicríbiá  al  parecer  en  Lisbo». 


3v,Goi>^ílc 


,     437 

Lo8  Dunkerkeses  haa  quedado  en  ta  treaa  desta  vez, 
pues  hasta  de  su  tierra  sus  vecinos  ao  los  han  dejado  salir, 

El  Imp>erio,  aunque  flaco,  sin  laasisleDcia  de  Felipe, 
ni  se  halla  temeroso  ni  temido,  porque  los  confinantes  fó- 
cilmente  dejarán  á  quien  no  aspira  á  creber. 

Suecia,  con  ser  mujer,  aspira  á  mayores  imperios,  pues 
le  ha  sobrado  el  brío  en  la  toma  de  dos  plazas  al  Empera- 
dor, con  no  pequeña  ignominia  suya.  Todo  se  cree  en  odio 
de  España. 

Los  catalanes  mas  dichosos  en  la  calpa  que  en  la  fide- 
lidad, si  hasta  agora  sustentaron  nuestro  imperio  con  sus 
vidas,  hoy  defienden  su  libertad  á  costa  de  las  nuestras. 

Aragón,  si  bien  como  de  casa,  está  sirviendo  á  Castilla; 
ni  le  desea  la  paz  ni  la  victoria:  entre  sí  mismo  disfraza  su 
persona,  porque  para  vasallo  no  tiene  sufrimiento ,  ni  para 
enemigo  fuerzas. 

Portugal  para  libertarse  halló  muy  corto  tiempo  en  60 
años  y  hale  sobrado  un  dia.  Hombres  que  obran  desespe- 
rados, fáltales  acabar  de  enloquecer  para  ser  suyo  todo 
el  mundo.  , 

El  Cristianísimo  se  acerca  á  nuestras  fronteras  con  25,000 
infantes  con  qne  piensa  pisar  toda  Castilla;  poca  gente 
aun  cuando  viniera  á  castigar,  cnanto  y  mas  á'vencer;  mas 
como  trae  la  fortuna  á  su  sneldo,  cada  soldado  tiene  dos 
corazones,  pues  sí  se  ven  apoderados  de  Perpiñan  no  que-  ' 
dará  almena  en  Castilla  que  en  breve  no  sea  suya ,  como 
ha  menos  de  dos  años  se  ha  visto  en  Portugal. 

Los  nuestros  paraninfos  que  han  enviado  á  Roma  no 
han  surtido  basta  agora  efecto ,  ni  se  cree  que  surtirán, 
pues  basta  el.Pontífice  quiere  ser  portugués. 

Agora  me  deje  V.  P.  reir  un  rato  de  las  necedades  ó 
letargo  de  nuestro  gran  valido;  quizá  despertará  á  estas 
carcajadas.  ' 

El  Sr.  D.  Gaspar  de  Uuzman  se  disculpa  con  los  por- ' 


3vGoo(^lc 


438 
tDgueees  dicieodo  que  si  les  hizo  demasiadas  cargas,  les 
hizo  demasiadas  honras  tambiea ,  y  apunta  doce  condes 
que  ha  hecho  en  Portugal;  sin  duda  entendió  que  era  obli- 
gación de  quien  ha  vendido  d  reino  mostrar  los  títulos. 
Agora  ha  dado  hábitos  de  Cristo  á  muchos  de  elkis,  y  á 
los  d^nasse  las  promete,  porque  tiene  gana  de  crucificar- 
los á  todos.  A  los  caballeros  va  follando  con  la  radOD,  y 
^los  por  mostrarse  leales,  besan  ta  mano  á  S.  M.  y  mu- 
chos piensan  que  lo  hacen  porque  no  tienen  otra  cosa 
que  llevar  Á  la  boca. 

También  dicen  que  ha  llamado  á  fdgnnos  portogueses 
de  su  facción,  para  que  con  .venenos  y  otras  cosas  obren 
diversas  enfermedades  en  Portugal.  Afirman  qne  el  secre- 
tario Suarez  está  ya  consultado  en  tabardillo,  y  el  'Doctor 
Guedilla  tuvo  1 4  votos  para  peste. 

También  tentó  enviar  un  caballero  portugués  por  maes- 
tre de  Campo  á  una  frontera;  pero  él  se  excusó  por  no  es- 
tar de  provecho,  diciendo  que  había  servido  seis  meses  á 
una  dama  de  Palacio,  y  que  de  hacer  mesuras  se  quedó 
corcobado. 

Sabrá  V.'  P.  que  [su  sobrino  D.  Joseph  llegó  á  ver  e' 
sitio  de  Tarragona,  adonde  le  tuvieron  tan  apretado  los 
monsiures  que  prometió  á  la  Virgen  de  Atocha  colgar  un 
francés  de  cera  en  so  capilla,  si  escapaba  desta. 

El  alférez  Medrano  también  vino  de  Cataluña  lastimoso, 
con  an'  brazo  y  una  pierna  menos  y  medio  muslo  fuera;  y 
viéndolo  una  dama  dijo  que  parecía  retrato  por  acabar. 

Ha  llegado  á  Cádiz  la  primera  parte  de  la  Sota ;  lo  res- 
tante en  medio  de  tantos  enemigos  ae  manda  nav^r  en 
,  fragatas  y  navios  ligeros,  que  ya  no  puede  usarse  nuestra 
-plata  sino  en  calzas  y  jubón. 

No  se  sabe  por  acá  del  estado  de  las*  cosas  de  la  India 
de  Portugal,  que  ya  no  es  de  nuestra  corona,  de  que  orn- 
cho  me  huelgo,  pues  el  Conde-Duque,  por'  mas  estratage- 


3vGob(^lc 


439 
mas  y  embelecos  que  htio,  dudcb  las  pudo  unir,  para  que 
ea  seis  días  viese  peqiieño  al  que  quiso  se  llamase  grande. 

Aquí  se  festejó  mucho  el  decirse  que  un  las  borrascas 
pasadas  se  deirotaron  1 2  galeras  de  Francia.  Aveiiguóse 
después  que  eran  las  nuestras;  que  no  sabemos  alegrarnos 
SIDO  es  por  yerro,  y  aadainos  tan  tarbados  que  vestimos  al  , 
revés  desdichas;  mas  aunque  mude  la  letra  la  fortuna,  ya 
se  sabe  que  todas  las  desgracias  traen  el  sobre  escrito  para 
España.  Que  Dios  guarde  á  V.  P.  tantos  años  como  yo  de- 
seo. De  Madrid  á  30  de  Julio  de  1642.=E1  teniente,  don 
Juan  de  Quiñones.«Al  P.  Fray  Domingo  de  los  Reyes,  en 
Sevilla. 

Em  Lisboa,  con  decreto  de  ana  Magestade ,  año  de 
I6i3(1). 


Soria  y  AgoOo  Z  de  1642. 
(Tom.  9«,  Í(A.  4W.) 

Pax  Cliristi,  fic.  Bl  dia  de  San  Ignacio  dijo  el  obispo 
la  misa  de  Poatifícal  en  casa,  por  ser  la  primera  vez  que 
viene  á  esta  ciudad.  Hubo  á  la  tarde  au  poco  de  coloquio 
y  buena  fiesta.  El  Rey  ha  salido  ya  de  Zaragoza  (3),  no  se 
sabe  hasta  ahora  cosa  pai'ticular,  mas  de  que  el  ejército 
es  muy  grande;  Lo  que  hay  de  otras  partes  va  con  esta. 

Ya  está  aquf  el  P.  Luis  de  Eraso.  Guarde  nuestro  Se- 
ñor *■  V.  R.  como  se  lo  suplico.  De  Soria  y  Agosto  2 
de  16i3.=-Alonso  de  Amaya. 


(1)  Un*  nota  del  P.  Pereyn  aftMfe:  traslatUee  M  inpreM  en  tS  de 
Octobro  de  lUS. 

fS)  Asi  se  lee  m  U  raiU  qne  eB  original  y  da  letr*  del  P.  Alonso  de 
Anuya;  pero  debe  de  habei  error,  pues  d  Rey  enü4  en  dioba  ciudad  átl 
de  Julio  y  no  consta  lalieee  de  elb  «u  «atos  diu. 


3vGoO(^lc 


Ya  salió  el  Rey  de  Zaragoza;  partió  el  socorro  de  Per- 
p|ñan  COD  muy  buenas  esperanzas  de  buen  suceso ,  por- 
que los  franceses  del  sitio  son  pocos  y  han  enviado  ya  sa 
ropa  á  Francia.  El  recibo  de  S.  M.  en  Zaragoza  fué  mny 
lucido.  Salieron  1 00  coches  de  á  seis  molas  de  Zaragoza 
á  recibirle.  El  aprieto  contra  los  hidalgos  que  no  salen,  es 
extraordinario- 

Sardúcar  y  Agosto  3  de  i  642. 

(le%.'  suelto,  núm.  4,  fd.  sei.j 

Después  de  haber  escrito  á  V.  R.  llegó  á  esta  ciudad 
Santelices  (1 )  y  D.  Juan  de  Góngora.  La  causa  de  su  veni- 
da nos  ha  lastimado  á  lodos,  y  está  este  lugar  con  gran- 
de sentimiento  (2).  Pasó  el  caso  de  la  suerte  que  diré.  A 


(1)  El  original  parece  decir  Smfdites,  pero  sospechamos  que  d^nó  de- 
cir Santelices  6  Santellices,  apellida  de  D.  Juan  de  Sanldtices  y  Guevara, 
alcalde  de  casa  y  corle,  ¿  coya  esposa,  llamada  afilia  Catalioa  Teresc  ~ 
dora  de  Layóla,  dedícú  Hateo  de  la  Bastida,  mercader  de  libros,  la  edi' 
clon  del  Quijote  que  Í.no  en  Madrid  en  I66S.  Asi  la  hallamos  tamíii 
«rito  por  el  P.  Rafael,  en  sns  ¿punbí/annqne  otros  eicríbeD  San  Felicea. 
Uno  y  otro  apellido  tiened  sin  «mbsrgo  el  tnismo  origen,  pues  Saoleli ees 
no  es  mas  que  una  corrupción  de  Saúl  Felices,  mudada  la^en  A  Sant 
Hélices. 

(2)  De  letra  del  P.  Pereyra  hay  escrito  lo  signiente :  ' 

••  SaUda  del  regente  D.  Jnan  de  Santelices  á  1  .*  da  Agosto.  &  J-*  de 
Agosto,  en  la  tarde,  salió  D.  Juan  ée-Santelicos,  gobernador  de  e^  Au- 
diencia, con  grande  acompañamiento  dficocbes  y  muías,  y  no  había  otra 
cosa  sino  que  iba  á  Sanlúcar  á  lomar  posesión  por  S.  H.  de  la  dicha  ciu- 
dad de  Sanlúcar  de  Barrameda,  y  que  jonlamente  le  qnitaban  h  HueWa  y 
i.  San  Jnan  del  Puerto  y  al  de  Ayamonte  su  lugar. 

Oíros  decun  qne  no  iba  stoo  i  embargarle  las  rentas  pan  pagar  los  núl 
caballos  que  prometió  á  S.  M- 

El  día  sigmente  s^ieron  oíros  coches  y  muías  de  vacio  y  oorriú  vi»' 
qneorapara  llevar  la  duquesa  de  Medina  a  UonlUla.  con  su  padre  al 
marqués  de  Priego,  el  modo.  Sanlúcar  y  Agosto  3.» 


D¡g,l,z.cbyC00glt' 


las  ocho  de  la  maóaaa  llegó  Saatelices  á  la  casa  de  Santo 
Domingo  á  aposentarse,  sin  mas  prevención  que  la  de  un 
cuarto  dé  hora  qae  avisó  con  an  criado  al  superior  de 
aquel  convento.  Llegó  y  supo  luego  como  no  era  el  Prior 
de  3anto  Domingo  el  confesor  de  la  duquesa.  El  enten- 
dwlo  así  le  habia  llevado  allá.  Dijóronle  qae  era  el  ¡tector 
de  la  Compañía,  y  dijo:  « vamos  allá  que  he  sido  engaña- 
do,» y  lo  empezó  á  ejecutar.  El  Prior  y  otros  que  babian 
ya  llegado,  le  pidieron  se  quedase  allí,  que  el  P.  Rector  lo 
tendría  por  bien;  quedóse  y  se  hizo  recaudo  al  P.  Rector. 
Fué  luego  allá,  y  después  de  decirle  que  iba  derecho  á 
posar  á  su  casa,  y  por  engaño  habia  parado  allí,  le  dijo 
que  sú  negocio  habia  de  correr  por  su  mano  como  confe- 
sor de  la  duquesa ;  que  venia  con  orden  de  S.  M.  para 
que  la  señora  duquesa  saliese  .luego  de  Sanlúcar  y  esco- 
giese el  lugar  que  mas  le  agradase  en  Castilla  la  Vieja,  y 
que  hubiese  carruajes  de  literas  y  coches  porque  no  faltase 
nada  y  fuese  S.  E.  con  toda  comodidad.  Dijo  á  la  duquesa 
y  á  los  hijos  del  duque  legítimos.  Esta  fué  la  pildora  si  bien 
la  doraron  bien.  Fué  el  P.  Rector  á  Palacio  y  D.  Juan  de 
Liévana;  dieron  la  nueva  á  S.  E.  que  la  recibió  cual  pue- 
de V.  R.  considerar.  Todo  Palacio  es  lágrimas  y  todo  con- 
fusión, y  lo  que  mas  sienten  es  la  consecuencia  que  se  si- 
gue en  lo  demás,  si  bien  dice  Saotelices  qne  ha -de  quedar 
el  lugar  coQ  el  gi^ierno  del  Duque  y  como  de  antes,  sin 
que  en  esto  haya  otra  cosa.  Todo  lo  infirió  la  Duquesa, 
y  sos  lágrimas  nos  han  enternecido  á  todos.  Diré  en  otra 
lo  que  fuere  sucediendo. 


3vGoo(^lc 


Carta  de  una  criada  del  Duque  de   Medma,  (U  '  P.  Rector 
Crisióbal  de  Cabrera. 

Domingo ,  dia  de  la  fecha ,  qoiso  nuestro  señor  eo- 
víar  un  casL^  á  ta  casa  del  Duque,  mí  señor,  y  á  'mi 
señora,  hijos  y  criados,  qae  pm*  otandado  de  S.  H.  salie- 
se luego  al  puDto  de  sus  estados  y  de  toda  la  Andalucía  y 
600  hombres  soldados  y  ministros  para  todo  el  estado 
de.S,  £.  que  se  gobernaran  por  S.  H. ,  qiie  tal  puede 
vmd.  considerar  este  dolor;  no  sé.  si  es  verdad  esta  nueva 
de  los  hombres.  A  ta  oración,  cuando  esta  se  escribe,  no 
sabemos  aun  á  qué  tierraha  de  ir  á  pargr,  porque  todavia 
se  está  el  juez  con  S.  E.  cu  secreto.  SanlúGar  á  3  de 
Agosto.—D.*  Mariana  de  Godoy. 


Caria  dri  secretario  de  la  marquesa  de  VilUimanrique  de 
SaiUúcár  á  3  de  Agosto,  al  alcalde  mayor  de  Y^aman- 
riqae ,  el  licenciado  Beinoso. 

Hallámonos,  señor  mÍo,  en  el  trabajo  temido.  Esta 
madrugada  entraron  los  Sres.  D.  Juan  de  Santelicee  y 
B.  Juan  de  Llanos  y  Valdés,  y  D.  Juan  de  Géogora  y  lae- 
^  trataron  de  qae  mi  señora  la  Duquesa  saliese  de  aquí 
y  no  parase  en  lugar  ninguno  de  la  Andalucía,  por  orden 
especial  que  traen  del  Rey  para  ello.  Eétá  la  pobre  señora 
tan  desconsolada,  y  todo  el  lugar  tan  afligido,  que  no 
hay  quien  no  tenga  el  corazón  en  los  ojos  deshecho  en 
dolor  y  lágrimas.  Las  de  mi  señora  son  increíbles ,  y  tie- 
.  ne  ademas  el  sentimiento  de  no  haberse  ido  á  Villaman- 
rique,  teniendo  tantos  presagios  de  este  mal.  Dfcese  que 
luego  se  tomará  posesión  de  esta  ciudad  por  el  Rey.  ¡Quie- 


re byCooglc 


443 

ra  Dios  que  pare  en  eso !  No  ptfedo  decir  á  vmd.  mas,  ni 
todo  Jo  que  se  dice ,  que  tengo  el  corazón  entre  dos  pie- 
dras. No  baga  pública  esta  noticia,  que  podrá  ser  meaor 
el  rayo  que  el  trueno.— Diego  de  Sepúlveda. 

SarUúcar  y  Agosto  6  de  16i2. 

(Leg.°  suelto,  aúm.  t.  Iá\.  Hl  t.*]' 

Carta  dd  secrelario  de  la  marqueta  de  Villamanrique  (1). 

Señor  mió:  del  extraño  accidente  en  que  estos  seño- 
res se  baliaa ,  do  ha  resultado  hasta  agora  otro  efecto  qae 
el  de  la  salida  de  mi  señora  la  duquesa ;  para  mañana  en 
la  tarde  está  prevenida ,  y  dicen  caminará  hasta  la  puente 
de  D.  Gonzalo,  lugar  de  su  padre,  donde  en  compaqfa  de 
su  hermano  el  marqués  de  Montalban,  aguardará  aviso 
del  Rey  y  de  su  marido ,  para  continuar  su  viaje  y  para 
saber  á  qué  lugar  de  Castilla  ha  de  encaminarse.  De  su 
Excelencia  hubo  hoy  buenas  nuevas  de  qae  babia  pasado 
por  Burgos,  muy  festejado  y  aplaudido  y  con  grande  sé- 
quito de  caballeros  y  gente  de  lustre  que  le  acompañaba, 
con  que  se  han  templado  algo  las  malas  presunciones  del 
vulgo.  Coa  todo  se  aguarda  con  cuidado  la  resulla  de  ha- 
ber salido  mi  señora  la  Duquesa  y  de  lo  que  estos  señores 
jueces  obraron  entonces.  ¡Quiera  Dios  que  toda  la  tor- 
menta se  reduzca  á  solo  sacar  esta  señora  de  aquí!  y  á  fe 
que  no  le  toca  la  suerte  como  á  Jonás,  porque  es  de  vida 
inculpable. 

Mi  señora  la  marquesa,  está  tan  en  vísperas  también 


(1)    De  leln  del  P.  Pweyra,  qiitea  la  cosaria  para  sds  apDBtea. 


;vCoOglc 


4ii 

de  su  partida,  qvie  á  mi  ver  estará  eo  toda  la  semana  que 
viene  en  YiUamaDriqae;  yo  le  avisaré  á  vrod.  tnuy  á  tiem- 
po para  que  eg  baile  aiU  y  el  camino  que  S.  S.  hubiere  de 
llevar,  y  quédese  vmd.  adiós,  que  tengo  el  corazón  aho- 
gadísimo y  DO  puedo  alargarme  mas.  Saaliicar  6  de  Agos- 
to de  1642.=Diego  de  Sepálveda  {\). 


Videncia  y  Agosto  Í3  de  i  642  (2). 
ÍTom.iai.Ml.íSSv*) 

Después  de  la  victoria  que  Mortara  tuvo,  sucedió  lo 
siguiente.  Vino  el  enemigo  sobre  Tarragona ,  acompaña- 
do de  catalanes;  bánles  muerto  de  las  trincheras  nuestras 
y  del  muro  con  el  artillería  mucha  gente,  que  por  no  sa- 
ber el  número  no  lo  pongo  aquí,  y  así  fué  fuerza  al  ene- 
migo retirarse.  Nuestro  ejército,  dicen,  va  á  sitiar  á  Léri- 
da, por  hallarse  muy  numeroso  de  caballería  é  infantería- 
Aguárdase  de  Ñapóles  al  de  Torrecusa  con  25  galeras  y  22 
galeones  de  guerra,  donde  trae  6,000  infantes  y  1,500  ca- 
f;>allos,  que  los  aguardan  por  horas. 

La  isla  de  Cerdeña  envió  100  caballos  muy  buenos  y 
que  ya  pasaron  de  aquí  á  Aragón,  montados  de  2,S00  va- 
lones ,  que  llegaron  los  días  pasados  á  Vinaroz,  de  Sicilia. 

Tuvo  también  et  dia  de  Santiago  D.  Djego  Caballero, 
gobernador  de  Rosas,  una  muy  reñida  batalla  con  un 
monsiur  francés,  y  fué  que  el  tal  monsiur  vino  coa  200 


(1)  Continúa  deapaca  el  P.  Rafael  de  ea  letra:  »Víbo  D.  Joan  de  San* 
telices  h  Savilla  á  9  de  Agosto,  ;  qaedó  alli  D.  Joaa  de  GúDgora,  el  oidor, 
que  también  se  vino  y  el  alcalde. 

(3)  Esta  caria,  copiada  de  mimo  dd  P.  Pereyra,  se  halla  &  la  vuelta  de 
otra  del  P.  González,  del  85  de  Agosto. 


3vGoo(^lc 


caballos  y  300  infaules  mosqueteros  acercándose  á  Rosas 
Á  hacer  cocos  al  castillo.  Viendo  esto  D.  Diego  Caballero, 
salió  coa  300  caballos  y  200  infantes ,  y-dió  sobre  ellos  y 
los  cautivó  á  todos  caballería  é  infantería ,  sin  perder  un 
hombre,  sino  dos  muertos  en  la  pelea.  Esta  nueva  envió 
el  dicbo  D.  Diego  al  virey  duque  de  Arcos. 

En  Cataluña  hay  mucha  falta  de  bastimentos.  Los  ca- 
talanes están  tos  mas  reducidos,  según  diceu ,  pero  alegan 
no  son  dueños  de  sus  acciones  por  estar  el  Francés  dueño 
de  las  armas.  Valencia  y  Agosto  13  de  16Í3.^D.  Luis  do 
Estrada. 

Genova  y  Ag<^o  H  de  1642. 

(Leg.*  luello,  uúm.  1,  Tul.  S87.) 

La  primera  noche  que  dormí  en  la  nao,  que  fué  la 
primera  de  Agosto,  se  me  reventó  una  postema,  y  conti- 
nuó el  salir  podre  por  diez  ú  once  días,  y  se  me  fueron  las 
ganas  de  comer  en  saltando  en  tierra  y  no  me  mareé  en 
el  viaje ,  y  llegué  á  Genova  donde  quedo,  habiendo  il^a- 
doá  1S  de  Agosto  alamanecer. 

Duró  diez  días  la  navegación:  el  primer  dia  tuvimos 
buen  viento  y  dimos  vista  á  Ibíza;  mas  luego  torcióse  por 
la  proa  y  doró  casi  tres  dias.  Al  amanecer,  del  miércoles 
entre  Ibiza  y  Mallorca ,  descubrimos  de  30  á  40  velas  del 
armada  francesa  que  nos  siguieron  púr>dos  ó  tres  horas, 
hasta  uñe  su  capitana  hizo  señal  de  recogerse  con  una 
pieza  y  se  despariecíeron  y  nos  dejaron.  Con  el  viento  de 
aquel  dia  pasamos  las  islas  de  Mallorca  y  Menorca  y  en- 
tramos en  el  golfo  de  León,  el  cual  sin  respeto  al  estío, 
con  un  nordeste  ó  maestral  que  se  volvió  á  la  tarde,  se 
enfureció  de  manera  que  á  la  media  noche  las  olas  subian 
dos  picas  en  alto  y  pasaban  por  cima  de  la  popa,  y  con 


3vGoo(^lc 


ii6 

los  golpes  y  ruido  del  mar  y  vaivenes  de  la  nao  tave  mala 
noche  aunque  sin  miedo,  que  á  otros  no  lés  faltó  harto. 
Con  el  día  se  sosegó,  la  mar,  y  el  viento  que  aquella  noche 
DOS  favoreció  con  su  fuña ,  haciéndonos  andar  mas  de  60 
teguas,  amansó  y  con  alguna  calma  que  comenzó  jueves 
en  la  larde  y  continuó  hasta  viernes  á  las  cuatro  de  la 
tarde.  A  esta  hora  nos  favoreció  San  Ignacio,  nuestro  pa- 
dre; en  su  octava  tuvimos  viento  en  popa  con  que  el  sá- 
bado nos  acercamos  á  cuatro  leguas  de  Córcega  y  anduvi- 
mos á  su  vista  todo  el  domingo,  día  en  que  unas  ballenas 
y  gran  número  de  delfiíles  nos  hicieron  fiesta  jugando  en 
la  mar  cerca  de  los  bordes  de  nuestro  navio;  y  de  una 
gran  manada  de  puercos  marinos  pescaron  uno  los  ma- 
rineros, que  holgué  mucho  de  ver,  porque  su  tamaño  era 
de  uno  de  tierra  de  50  á  60  libras,  su  figura  y  disposi- 
ción de  cuerpo  interior  y  exleriormente  en  todo  como  el  de 
tierra,  menos  la  cola  y  los  plés  y  la  geta  que  no  tenia. 

Lunes  quedamos  á  vista  de  Génava  como  cinco  ó  seis 
l^uas,  y  poco  á  poco  aquella  noche  nos  llegamos  al  pueho 
donde  el  martes  entramos  con  alegría  en  esta  ciudad  de 
Genova,  hermosa  maravilla  por  sus  palacios,  jardines, 
multitud  de  gente ,  comercio ,  abujidancia ,  &c.  Yo  quedo 
muy  regalado  de  estos  Padres,  disponiendo  mí  viaje,  y  al 
principio  de  Setiembre  partiré  á  Milán ,  y  si  la  guerra  de 
Parma  me  da  lugar,  á  fin  de  Setiembre  trataré  de  ir  á  Ro- 
ma por  lo  recto. 

Hallé  aquí  malas  nuevas  de  la  salud  de  nuestro  P.,  que 
padecía  no  sé  que  ^lla  de  fuerzas,  y  esta  posta  las  trujo 
de  su  mejoría.,  Genova  y  Agosto  1 7  de  1 6iS.— P.  Hernan- 
do de  MéiMkaa. 


^vCgoí^Ic 


Copia  de  caria  que  el  duque  de  Alba  escrSñó  al  Conde- 
Duque  en  30  de  Agosto  de  1642. 

(Tom.  10),  fól.*  V.*) 

Señor  tnio :  háme  maravillado  mucho  el  modo  de  cor- 
respondencia que  V.  E.  ha  tomado  conmigo,  no  respon- 
diendo jamás  á  mis  sentimientos,  siendo  taa  justificados, 
y  así  es  fuerza  que  pasen  á  ser  quejas  públicas;  y  no  sé 
que  tan  buena  materia  de  Estado  sea  para  el  servicio  de 
S.  M.  ejecutoriar  que  los  que  servimos  con  descomodida- 
des y  galantería,  seamos  los  desvalidos  y  olvidados,  y  que 
solo  Degocien  los  que  corlejaa  (1)  y  se  venden  caros. 

Cuando  se  publicó  la  desigualdad  del  cargo  del  señor 
conde  de  Monte-Rey,  lo  represeaté  á  V.  E,  (no  obstante 
que  conocí  no  hay  igualdad  con  los  que  tocan  á  V.  E.) ,  por 
entender  convenia  así  al  servicio  de  S.  M. ,  y  agora  que 
veo  que  para  obligar  al  señor  Condestable  de  Castilla  á 
que  salga  de  ahí,  le  han  pagadocuanto  ledebiaa  de  suel- 
dos, y  señaládole  1,000  escudos  al  mes,  ya  ve  si  me 
hará  novedad ,  como  á  todos.  A  que  se  añade  el  ver  que 
no  siendo  estos  señores,  dÍ  el  almirante  príncipe  de  Botera 
y  marqués  de  los  Velez  mas  soldados  que  yo,  ni  visto  mas 
mundo,  ni  manejado  mas  negocios,  no  se  les  haya.dado  go- 
bernador de  las  armas  (S)  como  á  mí,  desaire  que  solo  por 


(1)  DecU  •piulijan»  pero  teniendo  á  la  vista  otra  copia  mis  moderna, 
iMinos  corregido  algano  qne  otro  errOT  qne  &  no  dudarlo  tiene  lo  que  hí- 
Eo  el  P.  Rahd. 

[i]  Ueraba  el  daque  &  sos  órdenes  por  gobernador  de  )as  armas  un 
antiguo  maeee  de  Campo,  que  se  había  distinguido  mncho  en  las  campaíias 
d«  Italia  7  Flandes.] 


3vGoO(^lc 


mano  de  Y.  E.  le  pnedo  esperar;  y  cosa  que  solo  se  acos- 
tumbra hacer  donde  hay  incapaces,  niños  ó  mujeres. 

Lo  desproveido  y  mal  asistido  qae  está  mi  distrícto  lo 
sebe  V.  E.  y  todos,  y  si  ppr  no  ser  rnolesto,  ni  tener  hoy 
deudos,  teatinos  ni  agentes  he  de  perderme,  bien  sabré  lo 
que  he  de  hacer ,  según  este  ejemplar;  pero  no  he  de  to- 
mar tan  de  veras  la  comisión  por  indecente ,  haciendo 
negocio  propio  lo  que  es  tan  del  servicio  def  Rey  y  de  V.  E. 
Y  sepa  V.  E.  que  los  intereses  civiles  de  conveniencias  los 
soltaré  fácilmente;  pero  los  que  tocan  en  reputación  de  mi 
casa  y  persona  no  tienen  medio:  ó  satisfacérmelos  ha  con 
particularísima  atención,  ó  darme  licencia  para  que  me 
vaya  á  mi  casa;  queme  pongo  colorado  para  decirlo. 

No  sé  yo  que  pueda  haber  honra,  utilidad  ni  favor  que 
venga  sobrada  á  las  razones  que  se  complican  en  mí. 
Vuestra  excelencia  se  sirva  de  responderme  con  resolu- 
ción, que  de  no  tomarla  con  brevedad ,  no  ta  esperaré 
aquí,  y  brea  V.  E.  que  ya  que  no  pueda  dejar  á  mis  hijos 
acrecentamientos  de  hacienda,  ni  los  puestos  que  solían 
mis  abuelos,  lo  que  es  el  punto  y  conservación  escrupu- 
losa de  la  autoridad,  será  por  encima  de  loa  penachos  mas 
altos ,  sin  que  el  ruin  uso  y  gobierno  del  tiempo  ni  los 
ejemplares  me  muevan  para  mas  que  desestimarlos.  Mi  se- 
ñor guarde  á  V.  E.  muchos  años  como  deseo.  Ciudad- 
Rodrigo  á  30  de  Agosto  de  16i2.=El  Duque  de  Alba  (1). 


(1)  Véase  la  carta  del  21  de  VLa-jo.  p.  3T1,  donde  ie  refiere  la  venida  dd 
daque  de  Alba  í>  esta  corte  y  la  audiencia  qa;  tuvo  de  S.  M.  Poco  después 
fué  reemplazado  en  el  cargo  de  capitán  general  de  la  frontera  de  Porta- 
gal  por  el  conde  de  Santisteban.  Esta  carta,  segna  la  copia  mas  moderna 
ya  en  otro  lugar  citada,  la  trajo  4  Madrid  el  provincial  de  los  descalzos. 
Otra  hemos  visto  qne  en  13  de  Noviembre  de  il  escribid  desde  Sevilla  al 
duque  de  Huesear,  primogénito  del  de  Alba,  al  seoretaño  Antonia  de  Alo- 
sa Rodarle;  dice  asf :  •  Desde  que  he  leido  tres  6  coetro  cartas  de  vmd.. 
de  estampa,  sobre  las  obligaciones  que  me  corren  de  servir  al  Reyi  no 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


Madrid  y  S^n^re  5  de  1 642. 
(Tom.  101,  W.  S8.) 

Pax  Chrísti ,  &c.  Mi  buen  P.  Pereyra :  un  hermano 
de  este  colegio  ha  recibido  de  Lisboa  la  adjunta  relación 
del  lastimoso  suceso  de  las  Terceras,  donde  después  de 
un  larguísimo  cerco  que  ha  durado  mas  de  un  año ,  nos 
han  tomado  el  castillo  de  San  Felipe.  La  relación  es  he- 
cha por  un  portugués,  y  así  no  extrañará  V.  R.  los  térmi- 
nos de  ella.  Dice  así : 

«En  27  de  Marzo  de  16U,  con  general  aplauso,  fué 
el  rey  nuestro  señor,  D.  Juan  el  IV  de  este  nombre,  acla- 
mado en  la  ciudad  de  Angra,  habiéndolo  pocos  días  antes 
sido  en  la  villa  y  distrito  de  la  Playa  de  la  misma  isla, 
adonde  desde  Lisboa  fué  enviado  Francisco  Domellas  de 
la  Cámara,  capitán  mayor  de  la  villa  y  distrito  de  la  Playa, 
para  ver  si  por  arte  pedia  hacer  su  sorpresa  en  el  casti- 
llo; y  porque  Juan  Espinóla  y  otros  á  quienes  comunicó 
el  negocio,  por  ser  parientes  suyos,  dieron  aviso  á  D.  Al- 
varo de  Vivero,  gobernador  del  castillo,  no  se  efectuó  lo 
intentado,  antes  se  previno  de  mantenimientos  y  cosas 
necesarias.  Viendo,  pues,  la  gente  de  la  isla,  y  sabiendo  de 
cierto  no  solo  por  Francisco  Domellas,  mas  por  otras  vias. 


extraSo  qne  las  reprensiones  también  le  sean,  y  mas  cuando  vienen  tan 
&  propósito  como  ahora,  que  pudiera  estar  mas  qoe  quejoso  de  do  haberse 
respondido  ¿  mis  cartas.  De  las  obligaciones  de  mi  sangre  afis&n  las  cróni- 
cas; délas  de  mi  casa  las  experiencias,  y  de  las  de  mi  hacienda  (qne  es 
lo  irregular)  tengo  dado  coenta  á  la  Janta.  Sírvase  vmd.  de  leerlo  y  res- 
ponder á  propósito,  (¡oeyo  estoy  pronto  á  satisfacer.  Dios  gnarde  ¿  vmd. 
mnchos  años.  Sevilla  á  13  de  Noviembre  de  1641. — El  marqués  dnqne  de 
llnesoar." 

Tomo  xvt.  29 


3vGoO(^lc 


450 
lo  que  pasaba  en  este  reino,  se  resolvieron  en  aclamar  al 
Rey  y  expeler  de  «f  el  pesado  yugo  que  lenian  de  los  cas- 
tellanos y  castillo,  lo  cual  hicieron,  en  el  díclio  dia  2*7  de 
Marzo  y  ocuparon  la  fortaleza  de  San  Sebastian,  que  tam- 
bién estaba  á  la  orden  de  los  castellanos.  A  los  de  la  for- 
taleza de  San  Felipe  sitiaron  en  la  noche  de  tos  Tí,  y  fue- 
rsQ  ordenando  el  cerco  eo  tal  forma ,  que  nunca  mas  pu- 
dieron salir  ni  á  los  campos,  ni  á  la  ciadad  que  queda  á 
tiro  de  artillería,  la  cua)  por  muchos  tiempos  dio  grandes 
baterías  á  ia  población,  y  fueron  muy  continuos  y  de  mu- 
chos millones  de  balas  de  iO  libras  de  peso,  por  ser  mu- 
cha y  muy  fuerte  la  artillería  de  aquel  castillo.  No  obró 
con  todo  cosa  de  consideración,  porque  sucedieron  muchos 
y  muy  notables  milagros ,  queriendo  Dios  defender  la  ciu- 
dad y  gente. 

Ordenadas  las  trincheras  y  reductos  y  plantada  el  ar- 
tillería en  varios  puestos  émineoteB ,  tauíbien  los  portu- 
gueses dieron  baterías  al  castillo,  y  asi  con  el  artillerfa 
que  quedó  en  el  castillo  de  Sao  Sebastian  enclavada,  sien- 
do desenclavada  por  los  nuestros ,  como  con  otra  que  fué 
déoste  reino  y  con  la  mosquetería,  hicieron  grande  daño 
en  las  casas  y  lugares  eminentes  del  castillo ,  y  también 
mataroQ  gente.  Después  tomaron  los  nuestros  una  no- 
che un  redacto  que  los  castellanos  habían  hecho,  adonde 
estahfi  una  fuente  y  estanque,  porque  como  los  de  la  ciu- 
dpd  les  quebraron  ios  acueductos  que  encaminaban  allí 
el  agua,  hicieron  el  reducto  para  defender,  algunas  huer- 
tas; mas  hasta  aun  de  esto  quedaron  faltos  y  de  todo  pun- 
to cercados  y  encerrados  de  \ós  muros  adentro  de  aquella 
grande  y  espaciosa  fortaleza,  que  tiene  en  circuito  casi  una 
legua,  tan  inexpugnable  por  mar  y  tierra,  así  por  razón  del 
sitio,  como  por  las  notables  fortificaciones ,  que  solamente 
por  hambre  se  puede  rendir,  como  lo  fué  por  los  portu- 
gueses, tomándoles  varios  socorros  que  de  Castilla  les  en- 


3vGoi>^ílc 


viabaa,  y  hasta  un  barco  que  hicieron  dentro  y  echaron 
at  mar  por  la  parte  qae  llaman  del  Zimbrein  ,  -rompiendo 
fuera  de  eso  la  muralla  del  mar,  y  con  ser  de  noche  do  se 
escapó  la  gente  ni  el  barco  que  llevaba  el  aviso  á  Castilla. 

Llegó  el  aprieto  de  los  cercados  Á  tanto,  que  echaron 
fuera  gente  inútil  para  la  guerra,  como  mujeres,  niños 
y  viejos;  mas  á  la  mas  de  ella  les  hicieron  los  nuestros  re- 
coger para  que  ayudasen  á  gastar  los  mantenimientos  y 
quedasen  con  mayor  falta  de  ellos,  y  de  esto  se  tuvo  noti- 
cia por  gente  que  en  el  reducto  de  la  fuente  prendieron 
los  portugueses'  y  por  óleos.  Alvaro  de  Vivero,  cuando  su- 
po que  en  uno  de  los  socorros  que  los  ^  nuestros  tomaron 
coa  los  navios  que  traían  de  escolta  del  mar,  estaba  pri- 
sionero su  hermano,  que  traía  el  socorro  de  300  hombres, 
mantenimientos  y  muchas  municiones  en  tres  naos  inglesas 
desmayó  mucho:  con  todo  nunca  se  quiso  rendir  hasta  que 
se  vio  en  el  mayor  aprieto  posible,  y  en  tan  miserable  esta- 
do, que  de  1 ,000  personas  que  se  retiraron  de  los  cuarteles 
y  estaban  en  el  castillo,  murieron  mas  de  400,  dde  nues- 
tras balas  ó  de  hambre. 

En  30  de  Enero  de  este  corriente  año  el  P.  Francisco 
Cabrai ,  de  la  Compañía  de  Jesús  (á  quien  S.  M.  envió  en 
Mayo  pasado  á  la  isla  á  ofrecer  mercedes  y  conciertos  si 
se  entregase  la  fortaleza]  ^crihiÓ  á  D.  Alvaro  que  de- 
jase la  fortaleza,  porque  sabia  muy  bien  cuan  falto  es- 
taba de  mantenimientos  y  gente,  y  que  lo  hiciese  antes  de 
venir  de  Lisboa  la  armada  que  se  esperaba  y  de  cpie  ya 
tenia  aviso  (aunque  de  ella  siendo  1  i  las  naos  que  salie- 
ron, sc^as  dos  llegaron  allá,  por  haber  arribado  las  demás 
con  tormentas)  porque  viniendo  el  armada,  no  le  seria  tan 
fácil  la  salida  con  vida ,  pues  no  le  podía  entrar  socorro 
y  lo  apretarían  mas  con  baterías.  Respondió  el  castella- 
no que  quería  hablar  con  el  Padre,  y  dados  rehenes  fiíé 
el  Padre  á  tratar  de  las  capitniaeiones  qne  el  castdlano 


;vCooglc 


i5S 
Tiié  dilatando  por  ver  si  le  venia  socorro .  y  finalmente, 
se  concluyeron  en  los  primeros  de  Marzo  de  este  año  de 
1 642,  después  de  haber  ido  el  Padre  tres  veces  al  castillo 
y  venir  castellanos  á  la  ciudad. 

Las  condiciones  fueron:  que  saldría  D.  Alvaro  con  su 
gente  de  guerra  y  bagaje ;  la  de  guerra  con  sus  armas  al 
hombro,  mechas  caladas,  balas  en  boca,  bandera  tendida, 
caja  y  pífano  tocados ,  y  ea  esta  forma  se  guardarían  eo 
mar  y  tierra. 

3.*  Que  sacarían  del  castillo  dos  piezas  de  artitlerfa 
para  su  resguardo;  seis  quintales  de  pólvora,  seis  de 
cuerda,  bastante  námero  de  balas  asf  de  mosquete  como 
de  arcabuz ,  y  veinte  balas  para  cada  pieza  de  las  dos  de 
artillería  de  campaña. 

3.*  Que  se  les  darían  oavfos  que  los  llevasen  á  un 
puerto  de  Castilla,  mas  do  serian  ni  de  holandeses,  ni  de 
francesa. 

i.*  Que  se  les  entregarían  todos  los  prisioneros  que 
en  ratas  islas  les  teníamos  cogido,  y  que  ellos  nos  diesen 
á  nosotros  algunos  que  nos  cogieron. 

3.*  Que  Á  los  naturales  de  la  tierra  que  en  el  castillo 
tuviese  plaza  asentada  los  volverían  sus 'haciendas. 

6.'  Que  se  pagarían  de  parte  á  parte ,  portugués 
y  castellano,  las 'deudas  que  tos  unos  debieren  á  los 
otros. 

7.*  Que  á  Juan  Espinóla  se  le  entr^aría  la  hacienda 
y  se  pondría  perpetuo  silencio  en  lo  pasado.  Esta  condi- 
ción no  querían  nuestros  portugueses  aceptar ,  porque  el 
dicho  había  sido  el  que  había  descubierto  á  D.  Alvaro  el 
secreto  que  el  capitán  mayor  Francisco  Domellas  de  Cá- 
mara le  había  comunicado  sobre  el  modo  con  que  se  pedia 
tomar  el  castillo  por  traza  é  interpresa;  mas  húbose  de 
aceptar  por  excusar  mas  inconvenientes  y  no  arrie^ar  el 
que  viniese  socorro  y  mudarse  los  términos  del  negocio, 


3vGoo^^lc 


el  cual  concluido  y  firmadas  las  capitulaciones ,  se  hizp  la 
entrega  del  castillo. 

A  los  6  de  Marzo  vioieroD  lasconipaaías  defuera,  y  en 
órdeo  con  las  de  la  Ciudad  y  gente  de  sueldo  que  hicieron 
en  todo  7,000  hombres^  se  pusieron  en  hileras  desde  el 
cuartel  adonde  los  castellanos  hablan  de  ser  alojados  (que 
es  sóbrela  Roca)  hasta  el  castillo,  y  comenzaron  á  salir 
los  cercados  ya  rendidos.'  Delante  venían  cosa  de  90'  per- 
sonas, cuales  en  mutas,  caales  en  carros  y  sillas  que  fue- 
ron' de  la  ciudad,  tocados  muchos  del  mal  de  Loanda  que 
llaman,  y  todos  mas  cadáveres  ó  cuerpos  muertos  que 
hombres  y  mujeres  vivos.  Seguían  D.  Alvaro  de  Vivero,  go- 
bernador del  Castillo,  el  cual  de  sentimiento  no  podía  mirar 
á  la  gente,  levantendo  muchas  veces  los  ojos  al  cíelo;  se- 
guíanlo 215  hombres  de  guerra  por  dentro  de  nuestras 
hileras,  de  partea  parte,  con  sus  arcabuces  á  los  hombros, 
balas  en  la  boca,  mechas  encendidas,  bandera  tendida,  y 
caja  y  pífano.  La  retaguardia  de  esta  gente  y  vanguardia 
de!  bagaje  hacía  Juan  Hernández  Herrera,  teniente  del 
castillo,  á  quien  acompañaban  carros  de  hato ,  mujeres  y 
niños  coa  las  dos  piezas  de  campaña,  y  en  esta  forma  los 
acuartelaron  en  el  lugar  señalado.  Entraron  los  portugue-  - 
ses  y  tomaron  posesión  del  castillo  y  fuerza  con  mil  vivas  al 
Rey  nuestro  señor,  siendo  los  primeros  los  capitanes  ma- 
yores Francisco  Ooraellas  de  la  Cámara,  Juan  de  Betanzos 
el  proveedor  de  la  Hacienda  real  y  los  religiosos  déla  Com- 
pañía. Arboláronse  las  banderas  portuguesas  y  aclamóse 
al' rey  portugués,  y  toda  la  gente  con  millares  de  vivas, 
quiso  que  se  pusiese  al  castillo  el  nombre  de  San  Juan  en 
memoria  del  Rey  nuestro  señor  D.  Juan  el  lY,  y  no  se  lla- 
mase mas  castillo  de  San  Felipe,  que  por  razón  de  los  re- 
yes de  Castilla  tenia  tal  nombre. 

A  los  1  de  Marzo  hubo  procesión  muy  solemne  desde 
la  iglesia  mayor  al    caslilio,  en  que  llevaron  al  Santt- 


3vGoO(^lc 


simo  Sacrameuto,  acompañado  del  Cabildo,  clero  y  re- 
tígiones-  de  Saa  Francisco  y  San  Agustín  que  bay  es  la 
tierra  y  deraas  religiosos  de  la  Compañía,  en  la  forma  que 
acostumbran,  toda  la  nobleza  é  inñnito  pueblo.  Predicó  el 
P.  Fraacisco  Cabral,  visitador  de  los  de  la  Compañía,  y 
hubo  salva  real  de  toda  la  artillería.  A  los  9  futí  la  her- 
mandad de  la  Santa  Misericordia  también  con  su  proce- 
sión en  que  llevaban  el  Sanio  Crucifijo,  acompañáadcrfo 
los  mas  nobles  de  la  ciudad  y  pueblo  lodo. 

El  aprieto  de  los  cercados  fué  tal  como  se-  verá  en  la 
memoria  y  relación  de  lo  que  valían  las  cosas  entre  ellos, 
y  hombre  hubo  que  estuvo  deliberando  de  comer  un  hijo 
propio. 

A  los  1 '7  partió  para  esta  ciudad  el  capitán  mayor 
Francisco  Dornellas  de  Cámara  en  una  nao  de  guerra  de 
tas  de  la  armada,  que  fueron  allá  á  la  isla,  y  á  los 
8  de  este,  mes  de  Abril  por  la  mañana  entró  por  la  barra, 
y  fué  al  Pálacio'á  dar  la  nueva  á  S.  M.  que  lo  festejó  mu- 
cho, y  S.  M.  se  puso  de  gala  y  con  la  nobleza  de  la  corte  fué 
á  la  capilla  real  á  dar  gracias  con  el  Te  Deum  laudamuSf 
y  misa  cantada.  Después  le  besaron  la  mano  los  hidalgos, 
porque  Portugal  no  tenia  ya  plaza  ninguna  en  que  estuviesen 
castellanos  dominándola,  siendo  esta  de  tanta  importan- 
cia ,  y  habiendo  durado  el  cerco  un  año  menos  21  dias. 
Comió  S.  M.  este  dia  en  público,  y  de  su  mesa  real  envió 
un  plato  al  capitán  mayor  Francisco  Dornellas,  y  en  breve 
le  hará  muchas  mercedes ,  así  como  á  los  que  mas  se  seña- 
laron on  defender  la  ciudad  de  Angra,  y  á  ofender  á  los 
enemigos,  que  quedaban  en  la  isla  esperando  navios  para 
pasar  á  Castilla. 

Y  para  que  digamos  por  mayor  lodo  lo  que  pasó  en  el 
tiempo  que  duró  el  cerco,  nos  mataron  así  de  balas  grue- 
sas, como  en  las  trincheras  y  otras  partes  con  la  mosquete- 
lia,  1 40  hombres,  porque  los  nuestros  no  estimaban  en  nada 


3vGoo^^lc 


455 
el  descubi'irse  sobre  las  trinclieras,  y  pasar  pov  cualquiera' 
parte  sin  temor  alguno. 

A  tos  1 5  del  mes  de  Marzo,  ocho  dias  después  de  en- 
tregada y  entrada  la  fuerza  y  castillo,  se  inquietó  el  pue- 
blo de  la  ciudad,  diciendo  que  estaban  tos  castellanos  con 
arpas  y  podian  de  noche  romper  las  guardas  y  hacer  al- 
guna cosa,  ó  viniendo  el  socorro  de  Castilla  que  se  espera- 
ba, apoderarse  de  nuevo  de  la  isla,  y  que  era  bien  que 
les  quitasen  las  armas,  como  con  efecto  se  hizo,  y  les  di- 
jeron at  quitárselas  que  se  las  volverian  á  entregar  al 
tiempo  de  su  partida ,  porque  no  hubiese  algún  motín  é 
inquietud.  Sintió  mucho  el  gobernador  D.  Alvaro  de  Vi- 
vero esta  resolución;  mas  hubo  de  venir  en  ella  por  no 
arriciarse  á  mayor  peligro;  empero,  dicen  que  se  repelaba 
las  barbas  y  se  mordía  las  manos  de  rabia  de  verse  del  lo- 
do quebrantados  los  bríos  y  mucho  mas  lo  quedarla  cuan- 
do llegase  Antonio  de  Saldaña  con  el  socorro  que  desde 
Lisboa  llevó  de  350  hombres,  seis  velas  bien  guarnecidas, 
y  artillería  y  pertrechos  de  guerra  de  mucha  consideracioD. 
Habia  dicho  capitán  partido  de  Lisboa  á  los  1 5  de  Marzo 
.  de  este  presente  ano  de  i  642 ,  y  confiamos  en  Dios  que  el 
socorro  que  de  Castilla  habia  de  salir  por  fin  del  Mismo 
mes  de  marzo,  nos  venga  á  caer  en  las  manos  y  lo  tome- 
mos, como  á  todos  los  que  de  Castilla  han"  venido  hasta 
aquí  para  el  castillo  de  la  isla.'i^íntj:  laus  Deo,  Jesu  meo.»  , 

De  aquf  nada  tengo  que  avisar,  sino  desear  á  V.  R.  las 
saludes  de  siempre.  Madrid  y  Setiembre  6  de  1642.— Se- 
bastian GonzaIez."=Al  P.  Rafael  Pereyra  ,  de  la  Compañía 
de  Jesús,  en  Sevilla. 


3vGoo(^lc 


Madrid  y  Setiembre  9  de  1 612. 


Por  acá  vivimos  con  buenas  esperanzas  y  breves  de 
algún  bueu  suceso,  porque  el  de  Torreeusa  y  Mortara  sa- 
lieron con  el  socorro  de  15,000  infantes  y  5,000  caballos, 
gente  toda  escogida,  ylEevan  2,000  migueleteS  que  son 
como  bandoleros  de  Cataluña,  gente  principal,  y  que  se  ba 
escogido  al  servicio  de  su  Rey,  para  servirle  y  guiar  la 
gente,  de  que  pienso  han  dado  seguridad.  Háse  cogido  un 
correo  que  despachaba  Mr.  de  La  Mota  al  rey  de  Francia, 
significándole  la  fuerza  de  nuestro  socorro,  y  su  determi- 
nación, y  lo  inreríor  de  la  suya,  que  no  pasado  5,000  io- 
fentes  y  4,000  caballos,  para  cuyo  esfuerzo  dice  ha  envia- 
do á  que  de  la  gente  que  tiene  sitiada  á  Perpiñan,  le  en- 
vien  2,000  infantes,  pues  aunque  le  acaban  de  llegar 
4,000  catalanes,  es  gente  bisoña  y  de  quien  tiene  poca  se- 
guridad. Con  cuyas  dudas  lo  está  de  si  aguardará  sus  so- 
corros en  los  puertos  por  donde  ha  de  pasar  y  que  tiene 
fortificados,  ó  si  andará  picándoles  la  retaguardia  y  costa- 
dos; de  suerte  que  ha  sido  buena  suerte  sabersus  fuerzas 
é  instrucciones ,  que  según  el  tiempo  que  de  acá  han  salido 
los  nuestros,  se  entiende  habrán  llegado  ya  á  las  manos. 

Para  hoy  martes  se  dice  ha  de  salir  el  ejército  que  ha 
de  sitiar  áLérida,  que  es  de  20,000  infantes  y  4,000  ca- 
ballos y  mucha  artillería,  para  cuyo  tren  ofreció  el  Rey  las 
muías  de  sus  coches  y  servicio,  y  á  su  imitación  hicieron 
todos  los  que  le  acompañan  y  asisten. 

Nuestra  armada  anda  por  todas  aquellas  costas,  á 
quien  se  les  ha  juntado  el  hermano  del  gran  duque  de 
Florencia,  generalísimo  de  la  mar ,  con  21  galeras,  y  por 


3vGoo(^lc 


horas  se  agaardao  las  de  Ñapóles,  aunque  hoy  se  entien- 
de no  hacen  falla  porqne  el  armada  francesa  no  parece. 
Unos  dicen ,  que  después  que  peleó  se  metió  en  BarcelO' 
na  de  donde  no  ha  salido  por  lo  mal  parada  que  fué;  otros 
que  fué  así ,  pero  que  dejando  allí  la  gente,  se  ha  retirado 
á  sus  puertos. 

A!  de  Rosas  ha  llevado  nuestra  armada  muchos  bas- 
timentos para  que  cuando  llegue  allí  el  socorro  de  la  gen- 
te, se  metan  en  Perpiñan.  HáceDse  muchas  plegarias  y  ora- 
ciones.  Guarde  Dios  á  vmd.  como  yo  deseo.  Madrid  á  9 
de  Setiembre  de  1 612.«=D.  Gaspar  de  Aybar.  =A  D.  Bar- 
tolomé Maldouado, 


Madrid  y  Setiembre  12  de  16Í3. 

(Leg.°  suelta  núm.  i,  ful,  86>.) 

Pax  Christi,  &c.  Adjuata  remito  copia  de  la  carta  que 
uo  caballero  residente  en  Roma  ha  escrito  á  un  señor  de 
título  de  Madrid,  dándole  cuenta  del  escandaloso  suceso 
allí  ocurrido  entre  nuestro  embajador,  marqués  de  los  Ve- 
lez ,  y  et  obispo  de  Lamego,  portugués. 

a  Ayer,  á  las  Avemarias,  salió  una  emboscada  de  por- 
tugueses y  franceses  de  mas  de  100  hombres,  que  acom- 
pañaban al  obispo  de  Lamego  (1),  y  favorecidos  y  ampa- 
rados de  todos  los  esbirros  de  Roma  (son  estos  como  nues- 
tros corchetes)  encontraron  al  señor  marqués  de  los  Velez, 
y  así  como  le  descubrieron  á  tiro,  te  dieron  una  carga  de 
carabinazos  que  le  mataron  los  caballos  de  la  carroza. 
Iban  en  ella  mi  hermano  y  otros  seis  caballeros.  Comen- 

(1)    D.  Higoel  4e  Porlngal,  bijo  del  conde  de  Vinúeso. 


3vGoO(^lc 


zai-OD  los  criados  üeS.  E.  la  batalla,  y  como  iban  sia  pre> 
vencioD  y  los  otros  la  traiao  tan  ^aodo,  fué  milagro  no 
matarlos  á  todos,  porque  en  la  carroza  dieron  mas  de  20 
mosquetazos,  y  particularmente  aaestabaü  al  marqués  y  á 
sus  compañeros ;  pero  solo  hubo  muertos,  de  los  del  mar- 
qués UQ  alférez,  que  vino  de  Ñapóles,  llamado  D.  Diego 
de  Vainas,  y  un  camarero  de  S.  E. ,  aunque  están  heridos 
cuatro  ó  seis  mas.  De  los  enemigos  son  siete  los  muertos, 
y  muchos  los  heridos,  franceses  y  portugueaes. 

A  la  uoche,  retirado  ya  S.  G.  á  sa  casa,  los  señores 
cardenales  Albornoz,  Cueva  y  Montalbo,  y  todoa  los  espa- 
ñoles, le  asistimos  ea  su  palacio,  adonde  luego  tído  la  in- 
fanterfa  y  caballería  que  hay  en  Roma,  y  dos  sitiaron  la 
casa,  sin  consentir  que  criado  ni  persona  saliese  ni  entra- 
se ni  aun  para  curar  los  heridos.  A  media  noche  los  se- 
ñores cardenales  quisieron  saber  si  los  dejarían  pasar,  por 
no  empeñarse  á  un  desaire  en  la  calle,  y  les  fué  respondi- 
do del  señor  cardenal  Barberíno  Antonio,  que  estaba  á  ca- 
ballo como  capitán  general,  qi^e  tuviesen  paciencia,  que 
sin  orden  de  Su  Santidad  do  se  habia  de  inovar  cosa ,  y 
que  él  no  dormía.  S.  E.  les  respondió  qiie  rey  tenian  que 
les  vendría  á  sacar  de  la  prisión. 

De  esta  manera,  dos  horas  después  de  media  noche, 
trató  S.  E.  de  darnos  de  cenar  á  todos,  y  cerca  de  la  ma- 
ñana, cuando  los  señores  cardenales  se  querían  ir  á  acos- 
tar en  las  camas,  que  malamente  se  forjaron,  vino  orden 
de  que  pudiésemos  salir.  Viuímonos  á  casa,  y  todo  hoy  se 
ha  asistido  á  S.  E. ,  y  creo  que  ha  tomado  resolución  con 
todos  estos  señores  cardenales  de  salir  de  Roma,  pues  Su 
Santidad  permite  tanta  sin  razón. 

Esta  mañana  despachó  correo  el  señor  duque  de  Me- 
dina de  tas  Torres,  y  lo  cierto  es  que  esta  enfermedad 
no  se  curará  sino  con  las  medicinas  que  de  allí  pueden 
venir.  V.  S.  píHidere  el  hecho ,  y  que  Lamego  (embajador 


3vGoo^^lc 


4&9 
qae  pretende  ser  de  Portugal)  se  está  en  su  casa,  asistido 
de  las  compañías  de  su  Beatitud ,  y  están  haciendo  pro- 
ceso. Será  acaso  para  castigarnos. 

Yo  no  estoy  para  ponderar  eslos  sucesos,  pues  ha  si- 
do acción  esta  ni  leída  ni  vista  en  cuantos  anales  nos  ha 
dejado  la  antigüedad.  No  sé  si  á  nosotros  nos  mandarán 
salir;  según  las  órdenes  que  nos  dieren,  ya  avisaré  ií  su 
tiempo  á  V.  S. ,  no  obstante  que  creo  que  esta  semana 
saldrán  el    marqués    y  los  cardenales.    Roma   á  ¿1   de 


Hasta  aquí  la  carta  de  Roma.  De  Caller,  que  es  la  ciu- 
dad principal  de  Cerdeña,  avisan  que  á  H  de  Setiembre 
llegó  á  ella  un  clérigo ,  que  salió  de  Ñapóles  á  30  de 
Agosto  pasado,  y  dijo  que  habian  salido  de  aquel  puerto 
siete  navios  para  traer  la  ropa  del  embajador  y  cardena- 
les ,  y  que  el  Papa  había  mandado  no  les  diesen  acogida 
•ni  embarcación  en  alguno  de  sus  puertos ,  y  que  se  decia 
era  esto  coa  ánimo  de  componer  las  cosas. 

A  la  carroza  del  marqués  se  arrojaron  S40  hombres 
portugueses,  franceses  y  catalanes,  con  arcabuces;  dispará- 
ronlos todos;  entraron  mas  de  100  balas  eo  la  carroza  de 
S.  E.  el  señor  marqués  de  los  Velez;  mataron  un  capitán  y 
un  camarero  de  nuestra  parte  y  los  caballos  todos  de  la 
carroza.  Está  además  herido  el  mayordomo,  dos  lacayos  y 
el  cochero.  De  la  contraria  mataron  los  lacayos  del  mar- 
qués y  sus  criados  ocho,  y  heridos  catorce.  Llevaba  S.  E. 
10  lacayos.  Este  es  en  breve  el  suceso;  los  que  amenazan 
son  mayores,  pues  no  ha  visto  Roma  semejante  traición. 

Tiene  grande  alboroto  Roma  y  suspensión  de  negocios 
con  la  partida  de  nuestro  embajador  y  cardenales  Cneva, 
Albornoz  y  Montalbo,  y  del  embajador  del  Emperador. 

El  marqués  de  los  Velez  me  dijo  al  partirse  que  la 
satisfacción  era  ahorcar  al  obispo  de  Lamego  ¡  yo  no  veo 
eo  estos  negocios  traza  de  darla.  Roma  y  Agosto  30  de 


;vCoi)i^lc 


1642.=P.  Diego  (<).»  Guarde  Diosa  V.  R.  como  yo  deseo. 
Madrid  y  Setiembre  S  de  1 6ÍS. 


Madrid  y  Setiembre  14  de  16iS. 

(Leg.*dueUo,  Dúm.  1,  Kí.  Sil.) 

Pax  Christi,  &c.  Padre  mío:  otra  caria  se  ha  recibido 
de  Roma  en  que  se  reñerea  los  particulares  de  )a  discor- 
dia ocurrida  entre  nuestro  embajador  y  el  de  Portugal; 
dice  así: 

Habiéndose  becho  varias  cougr^aciones  de  Estado 
por  orden  de  Su  Santidad,  en  que  entraban  los  cardena- 
les que  habían  sido  nuncios,  y  ofdose  to  que  el  embajador 
de  España  por  su  Rey,  y  Lamego  por  Bei^anza,  alegaban; 
parece  que  este  era  Tavorecido,  porque  poco  á  poco  le 
concedían  á  instancia  de  Francia  muchas  mercedes:  prime- 
ro de  tener  palacio  público  y  tomar  el  lüejorque  había  en 
Roma  y  babia  sido  del  embajador  del  Emperador;  después 
de  poder  parecer  por  las  calles  en  carroza,  aunque  sin  la  in- 
signia que  traen  los  caballos  de  los  embajadores  El  mar- 
quí's  de  los  Velez,  viendo  tenia  esta  licencia,  y  temiendo 
no  le  fallase  á  la  cortesía,  encontrándole,  y  pasase  sin  pa- 
rar á  S.  E.  ta  carroza,  dobló  los  lacayos,  y  salió  con  40 
coQ  la  misma  librea  de  damasco  negro,  espadas  y  dagas 
doradas,  y  acrecentó  otra  carroza  en  sa  acompañamieuto 
de  sus  capitanes  y  alféreces  que  habían  venido  de  N^ápo- 
les,  personas  de  valor.  Con  esta  prevención  prudente  salió 
el  marqués,  sin  buscarle  jamás,  desde  el  martes  1S  de 
Agosto. 


(1)    Signé  on  nombre  qae  no  se  puede  leer,  y  que  parece  HadíciDo  ú 
HAdrefio. 


3vGoO(^lc 


4Í1 

El  miércoles  de  la  mañana  siguiente,  día  de  San  Ber- 
nardo, habiendo  visitado  á  un  cardenal,  quiso  pasar  á  San 
Bernardo,  y  porque  las  espías  hablan  avisado  que  estaba 
fuera  Lamego,  llamó  el  marqués  al  decano  de  los  lacayos, 
que  así  se  lo  oí  decir  á  S.  E. ,  á  cuyo  palacio  he  asistido 
todos  los  dias  desde  que  sucedió  el  caso ,  y  le  dijo :  n  Si 
encuentras  á  Lamego,  ó  va  tiradas  las  cortinas  y  encu- 
bierto, ó  va  en  público  y  manifiesto;  si  es  del  primer  mo- 
do, déjalo  pasar;  si  va  descubierto,  mira  primero  si  para 
su  carroza  á  la  mia;  sioo  la  para,  detenta  por  fuerza.» 

Atravesando,  pues,  el  Corso  el  marqués,  en  una  calle 
angosta  estaban  en  emboscada  en  varias  casas  portugue- 
ses, catalanes  y  franceses,  en  mucho  mayor  número  que 
los  nuestros,  con  pistolas  y  arcabuces  largos,  y  disparan- 
do uno  que  era  señal,  salieron  á  la  carroza  del  marqués  y 
le  dijeron:  « párese. »  S.  E.  con  voz  alta  mandó  caminar 
al  cochero,  y  al  punto  entraron  en  la  carroza  mas  de  cien 
balas,  que  por  altas  no  hicieron  mas  daño  que  llevarse  el 
sonabrero,  y  quemar  los  cabellos  de  un  hijo  del  marqués 
de  Tarsis  (1).  Fueron  muertos  de  la  familia  de  S.  E.,  un 
capitán  y  otro  camarero,  heridos  el  mayordomo  y  un 
gentil-hombre  y  el  cochero  y  cuatit)  lacayos;  muertos  los 
caballos  que  eran  hermosísimos,  con  mas  de  30  balas, 
porque  levantándose  en  alto,  recibieron  el  mayor  golpe  y 
dieron  la  vida  al  marqués  y  á  los  que  estaban  con  S.  E. 
De  la  parte  contraria  mataron  los  nuestros  ocho  con  las 
espadase  hirieron  catorce.  La  carroza  del  de  Lamego  estaba 
allí  cerca,  y  sintiendo  ta  batalla  salió  de  ella  y  se  metió 
en  una  cocina,  y  después  se  fué  á  casa  del  embajador  de 


|1)  Asi  parece  decir  el  original,  annqne  no  eslá  mny  claro.  Bafioe,  an- 
sn /'(wiijStaf,  tib.VI,  pág.  261.  dice  que  iban  en  la  carroza  además  del  de 
los  Velez,  el  marqaés  de  Tanis  con  sus  dos  hijos,  y  D.  Alonso  de  Albor 
noz,  sobrino  del  cardenal. 


3vGoo(^lc 


Francia,  y  nuestro  marqués  ú  casa  del  cardcDal  Albornoz; 
esto  seria  cerca  de  la  oración. 

Aquella  noche  ee  puso  en  armas  toda  la  ciudad,  y  es- 
tuvo á  grandísimo  riesgo  de  un  saco. 

Esta  traición  impensada  para  el  marqués ,  se  presume 
)a  supo  la  justicia  pública  de  esbirros ,  que  estaban  en 
buen  número  convocados  para  -el  sitio  de  la  tragedia  una 
hora  antes,  y  au»  entre  los  despojos  que  cogieron  los 
nuestros,  hay  tres  pistolas  ^ue  dice  el  marqués  tiene  guar- 
dadas con  las  armas  del  cardenal  Nepote  grabadas .  que 
es  la  insignia  de  ministros  de  justicia,  como  allá  tas  varas 
de  alguaciles.  Pusieron  grande  guardia  aquella  noche  á 
los  tres  palacios  de  España,  Francia  y  Lamego;  de  nuestra 
parte  se  hicieron  consultas  con  los  cardenales  nacionales, 
MontaUo  y  el  marques.  A  Ñapóles  se  despacharon  varios 
propios;  investígase  la  voluntad  de  Palacio,  donde  se  ha- 
cían por  orden  de  Su  Santidad  congregaciones  de  Estado, 
sin  verse  jamás  señal  de  proceder  contra  Lam^o,  que 
habia  sido  el  agresor,  pues  no  estando  admitido  por  em- 
bajador y  siendo  obispo,  era  digno  de  castigo.  Viendo  la 
lentitud  con  que  se  procedía,  y  el  poco  afecto  que  se  mos- 
traba á  satisfacer  un  agravio  tal,  á  24  deste  publicó  el 
marqués  jornada  para  Águila ,  ciudad  del  reino  de  Ñapó- 
les y  vistióse  luego  toda  su  familia  de  campaña;  pero  á 
ruegos  de  Palacio  la  diñrió  hasta  el  28.  Pidiéndole  Su  San- 
tidad se  despidiese,  fuéeste  dia  el  marqués,  á  las  nueve 
de  la  mañana,  vestido  de  color,  y  con  pocas  y  cutidas 
palabras,  dijo  el  afrenta  é  injuria  que  habia  Fecibido  su 
rey  y  su  persona;  que  en  la  instrucción  tenia  orden  de 
partirse  en  casos  tales,  y  mas  viendo  no  se  le  daba  satis- 
facción.  Duró  la  visita  un  cuarto  de  hora  solo,  y  besando 
el  pié  se  salió  sin  hacer  esta  ceremonia  los  deraas  de  su 
familia,  según  usan  hacerlo  en  otras  ocasiones  cuando  par- 
ten, yendo  en  gracia. 


;vCooglc 


463 
Aquel  (lia,  á  las  tres  de  la  tarde,  parlió  el  marquiés 
acompañado  de  la  nobleza  dfí  Roma.  Partieron  con  S.  E. 
para  no  volver,  el  embajador  del  Emperador,  el  señor  car- 
denal Albornoz  y  Moatalto  ,  y  mañana  sale  Cueva,  y  los 
auditores  de  Rota  españoles;  quedamos  aguardando  como 
siente  el  caso  S.  M.  y  con  qué  satisfacción  se  contenta  en 
negocio  lal,  que  jamás  se  ha  hecho  á  embajador  afrenta 
semejante,  ni  se  vio  en  historias. 

A  mí  me  vino  monseñor  Faquinettí,  el  nuncio  que 
era  de  España,  á  rogar  que  hiciese  visita  al  marqués  en 
su  Qombre;  que  él,  como  ministro  de  Su  Santidad,  do  se 
atrevia  á  parecer.  Hízolo,  y  S.  E.  se  mostró  agradecido; 
pero  díjome  que  le  diese  á  entender  que  él  no  tenia  la 
eaemiga  con  Su  Santidad,  y  así  que  no  tenian  para  qué 
recatarse  tanto  los  ministros.  Oí  mi  respuesta  el  dia  si- 
guiente, y  pr^untóme  el  monseñor  que  por  qué  se  iba  el 
marqués.  Respondíte  que  estaban  tan  provocados  los  áni- 
raos  de  los  vasallos  del  Rey,  que  son  mas  de  20,000,  coa 
tal  afrenta,  que  temia  lomasen  venganza  y  hiciesen  al- 
gún desafuero,  y  así  quería  dejarle  su  ciudad  quieta. 

Esta  es  la  razón  que  corre  en  publico;  pero  lo  que  el 
marqués  dice  es  un  dilema  que  hace  fuerza:  « ó  cooperó, 
dioe,  Su  Santidad ,  ó  no  cooperó;  de  satisfacción  ó  castigo 
he  estado  ocho  días,  y  no  veo  principio  de  eso;  si  la  diere 
á  guato  de  mi  Rey  volveré. »  No  se  puede  decir  todo  lo 
que  se  habla.  De  Roma  á  1 ."  de  Setiembre  de  1 642.» 

•  Hasta  aquí  la  carta  de  Roma,,  donde  todos  acuerdan 
en  decir  andan  las  cosas  muy  mal  paradas.  Guárdenos 
Dios  y  á  V.  R.  como  yo  deseo  y  habemos  menester.  De 
Madrid  á  H  de  Setiembre  de  1 642. 


3vGoo(^lc 


Bruselas  y  Setiembre  12  de  1642. 

(Tom.  401.  I6\.  SIS] 

Fueron  llegando  nuevas  de  Alemania  después  del  su- 
ceso de  Leisig  que  nos  sacaron  del  cuidado  á  que  obliga- 
ba la  rota  del  ejército-  imperial ,  porque  ios  suecos  sobre 
aquella  plaza  se  deshicieron  y  perdieron  la  infantería  que 
les  habia  quedado,  viéndose  obligados  á  levantar  el  sitio. 
Gptre  tanto,  el  señor  archiduque  en  la  Bohemia,  recodó 
la  gente  fugitiva,  y  tuvo  tiempo  de  que  llegase  el  conde 
Atzfels,  (Hatzfelt),  conque  ya  han  vuelto  aquellas  cosas  al 
pleito  ordinario,  y  se  hallan  con  igualdad  de  fuerzas  los 
unos  y  los  otros. 

Descaasaa  en  sus  cuarteles  los  ejércitos  de  los  Estados 
sin  que  en  ellos  haya  otra  novedad. 

Por  la  mar  se  prosiguió  la  guerra.  Luego  que  las  fra- 
gatas se  vieron  libres  de  los  bajeles  de  Holanda  que  las 
sitiaban  en  el  puerto,  salieron  á  esperar  las  flotas  que  ve- 
nían de  Moscovia  y  de  Francia,  y  derrotando  á  entrambas, 
entraron  con  mas  de  20  bajeles  de  presa,  en  aquel  puerto, 
sin  los  que  les  echaran  á  Fondo. 

Cuando  el  cardenal  Richelieu  buscaba  buenos  médi- 
cos con  quien  consultar  su  salud ,  la  acabó  en  cinco  dias 
un  accidente  que  le  sobrevino.  Murió  á  4  de  Setiembre  á 
medio  dia;  hallóse  el  rey  de  Francia  á  su  muerte,  y  des- 
pués de  ella  confirmó  los  mismos  ministros ,  de  que  se 
servia  el  Cardenal  para  los  negocios  del  reino.  Dejóle  Ri- 
chelieu por  heredero  de  su  palacio ,  y  de  las  riquezas  que 
le  adornaban;  dióle  500,000  ducados  en  dinero,  y  ia  de- 
más hacienda  y  estados  repartió  casi  igualmente  entre 
sus  tres  sobrinos.  Antes  de  morir  acabó  de  tomar  la  ven- 


3vGoO(^lc 


i65 
gaaza  tan  deseada  del  duque  de  Orleans,  haciéndole  de- 
clarar por  íahábil  para  la  sucesión  y  para  el  gobierno  y 
manejo  del  reino.  Ha  sido  Dios  servido  que  falte  este  ins- 
trumento que  embarazaba  la  quietud  y  paz  de  Europa. 
Bruselas  1S  de  Setiembre  de  1648. 


Soria  y  Setiembre  ^0  de  16*2. 


Pax  Christi ,  &c.  Aquí  ba  sido  muy  bien  recibida  la 
rebaja  de  la  moneda,  porque  era  tanta  la  carestía  de  los 
precios  que  no  se  podia  vivir;  han  abaratado  mucho  las 
cosas,  y  algunas  de  ellas  una  mitad.  Una  vieja  tenia  tres 
tainos  de  á  1 ,000  rs.  cada  uno  llenos  de  ochavos ,  pare- 
ciéodole  qne  estos  no  eran  capaoes  de  rebaja;  quedóse 
muy  fría  y  desconsolada,  viendo  sus  ochavos  vueltos  en 
blancas.  Otros  hablan  ahuchado  de  los  cuartos  antiguos 
de  las  calderillas,  y  quedaron  mes  burlados  que  los  de^ 
mis.  A  DD  caballero  de  humor,  de  la  ciudad,  que  fué  cor- 
regidor de  Carmoaa,  le  oogió  la  baja  con  100,000  rs.,  y 
luego  que  llegó'  tomó  una  gnitarra  y  se  puso  á  daazar 
con  sus  criados. 

El  Rey  se  está. en  Zaragoza;  háse  confirmado  qoe  Per- 
piñan  se  entregó  al  enemigo.  El  P.  Castro  no  escribe,  por- 
que está  ansente. 

No  se  olvide  V.  R.  de  .las  aceitunas  i^e  le  encaigué 
en  la  pasada.  Guarde  Dios  á  V.  R.  como  se  lo  suplico.  So- 
ria y  Setiembre  SO  de  16i2.»Alonso  de  Amaya.'-'AI  P. 
RaEael  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús,  ea  Sevilla. 


3vGooglc 


Roma  y  Setmnhre  %!  ie  1648. 

(Ug.*  «Mllo,  Dúcn.  4,  MI.  87).) 

Ha  muchos  meses  que  qo  tenemos  cartas  de  esas  pro- 
vincias. 

Aquí  estamos  con  gran  miedo  de  un  saco.  Bstos  seño- 
res han  llamado  la  guerra  á  su  casa;  pensaron  poner  mie- 
do al  duque  de  Parma,  pero  les  ha  salido  al  contrario^  qne 
él  ha  salido  en  campaña.  Botró  en  el  Boloñéa  (donde  pu- 
so gnn  miedo  y  hizo  algait  daño);  ya.  ha  pasado  por  la 
Romana,  y  agora  dicen  está  en  un  lugE^r  del  gran  Duque 
cinco  millas  de  Castro,  Ha  puesto  gran  leh'or  aquí,  de  ma- 
nera que  el  Papa  se  ha  pasado  á  San.  Pedro,  donde  do  so- 
lía ir  hasta  lia  primara  dominica  de  AdvieMo,  y  en  San- 
taegel  8&  mete^  gr-aodísima  pt-ovision ,  así  de  ^errá .  como 
de  comer,  como  si  hiibtése  de  estar  cercado  por  áñoa.  Coa 
esboel  pueUo  se  ha  inquietado  ibas^y  todo^  traído  dee»- 
eonder' argentería ,  &c. ,  y  moohos  se^  partdn.  El  Duque 
publica  por  donde  pasa  que  él.es  hrjo  fidetísÍDao  de  esta 
Santa  Sede,  y  que  no  quiere  sino  recuperar  lo  suyOj  y  b 
que  le  han  usurpado  los  hermanos  BarberinosJ  ■'  ■ 

Aquí  se  hace  mecha  gente  y  cadadia  viene  de  fuera,  que 
es  bonísima,  y  toda  ■aá  encamina  á  Vhecbó  y  Castro;  pfflti 
como noes  ejercitada,  unodelosdelDuquevalepor  diezde 
estos.  Si  dicho  djuque  se  coDleatase  con  tomará  Castro,  &c. 
todos  gustarían:  prestóse  verá  dóndedárá. el  nublado.  Aquí 
se  está  con  tanta  vigUanciá,  cotno  si  Id  tuviecaa  á  las  puer- 
tas; pero  hay  que  temer,  si  viniese,  qile  tos  meamos  deJa 
ciudad  serian  los  primeros  á  darel  saco.  De  Roma  á  S'^de 
Setiembre  de  1643.-=H.*  Antonio  de  Robles,  de  la  Com- 
pañía. 


3vGoO(^lc 


Gdrta  4e  un  religioso  francisco,  escrita  á  tu  general  y  ^ue 
este  remitió  á  la  marquesa  de  VUlanuinriqueen  que  te.da 
cuenta  de  cómo  etíá  el  duque  de  Medina,  su  cuñado,  fe- 
cha en  Coca  27  de  SetieriAre  de  164S¡ 

[Leg.°  auello,  núm.  1,  ful.  872  V.?) 

A  i  9  de  este,  Padre  nuestro,  fui  á  Coca,  y  á  20  ha- 
}]Íeildo  vencido  todas  las  dificultades  que  el  alcalde  de 
círíe,.guarda  laayor,  me  propuso  {que  no  fueron  pocas),  á 
lae.ti^  deja  tarde  visité  al  Duque  de  parte  de  V.  R.  sig- 
ifificá^d^lie  el  sentimienLo  y  pena  de  V.  R.  y  de  toda  la  re- 
iigioa  por  sii|.trabsgo.. Estimólo  mucho,  y  me  pidió  diese  á 
,y.  R.  de  su  parte,  mil  agradecimientos,  y  que  si  el  suceso 
fi}e@e  cual  deseaba,  mostraría  su  reconocimiento  para  con 
:todft,l8^  li^igton  y  para  las  fundaciones  de  Sanlúcar, 

Enderezóse  la  plática  lo  que  dnró  la  visita  (que  fué 
■mais  'de  unahora)  j^.cj^aengaños  de  esta  vida,  cosas  de  la 
región,  y  descalzos  de  gran  virtud  en  ella,  y  algunas  di- 
gresiones de  trabajos  comunes  presentes,  del  suyo,  su  fa- 
milia, señora  duquesa,'  estado  de  Sanlácar,  criados  que  te- 
nia. De  él  nada,  porque,  el  alcalde  estuvo  siempre  delante, 
que  de  otra  suerte  me  volviera  sin  verle,  aunque  descu- 
brió cuanto  gustara  hablar  á  solas,  y  por  dos  ó  tres  veces 
se  enterneció  mufil^P  iCpumigo. 

No  le  ha  visto  nadie  sino  yo.  Apretado, eptá:  castillo 
fuerte,  cuarto  yermo,  spósento  desnudo,  camilla  estrecha, 
rejas  nuevas  y  fortfsimas,  guardas  i&  de  dia  y  de  noche 
ala  puerta  del  aposento  donde  duerme,.  4,500  ducados 
de  costa  cada  mes  ellas  y  el  alcalde;  cuatro' criados  allí 
presos,  en  Segovia  el  camarero  y  apretados  en  Vitoria 
otros,  dolor  de  lo  que  deslruyea  sus  estados,  de  lo  que 
pasa  la  Duquoja^^todo  ,Iq  tiepe  descolorido,  jnsqmni ,  ¿ui- 


D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


i68 

dadoso.  Es  para  acabar  al  mas  fuerte;  temerse  puede  ce- 
da en  breve,  y  et  consuelo  es  que  está  muy  bieo  dispuesto. 
Coca  y  Setiembre  S7  de  1642. 

Zaragoza  y  Octubre  i  de  1642. 

(Leg.*  tucItODÚm.  i,  M.  870.) 

Al  fío  se  perdió  Perpiñaa.  Queda  aquí  D.  Diego  Caba- 
llero que  estaba  dentro;  trujo  el  tanto  de  tas  capitulacio- 
nes con  que  se  entregó  la  plaza,  con  lo  que  llanameote  se 
empieza  agora  la  conquista  de  Cataluña  habiéndose  perdido 
tiempo  y  gente,  cosas  imposibles  de  restaurar.  Refiere 
grandes  lástimas  de  lo  que  padecierou  en  el  sitio ,  siendo 
cierto  baber  comido  carne  humana  y  muchossoldados  sus 
propios  excrementos.  El  regalo  para  los  enfermos  era  san- 
grar tos  caballos  para  darles  la  sangre  frita;  otros  comian 
á  cuatro  onzas  de  cuero  de  buey:  cosas  inauditas  por  cier- 
to y  con' que  se  descubre  no  haber  podido  la  guarnicioa 
hacer  maB.='El  marqués  de  Algava. 

No  sé  si  en  Madrid  ó  aquf  han  hecho  el  siguiente  so- 
neto al  conde  de  Monterey : 

Entró  el  de  Honlerey  en  Aragón 
Como  en  ConsUntinopla  Solimán; 
Pensá  la  gente  que  era  úgan  jayán, 
T  el  puto  de  eite  monte  foé  nn  ralm  (1). 

Hliole  grande  flesla  Galabn 
T  envióle  á  viülar  el  preste  Juan 
Qne  hiciera  maa,  si  entrara  en  Perpiflan,     . 
Pancada  soldado  nn  perdigón.  , 

OinMM  de  La  Hola  {i]  bu  clarín. 
Desde  el  Pertgs  hasta  Honíiel 
T  dijo:  qué  donoso  matachin. 

Cnando  S.  H.  envíe  por  ¿1 
Le  he  de  cerñr  á  fuer  de  paladín, 
¥  ka  de  Iterar  por  fonda  un  cagcabel- 

1 1)    Era  de  peqnella  eslatara. 

(3)    Mr.  de  La  Holbe  Hondaneonrt,  general  de  la»  ttopaS' 


3vGoo^^lc 


Madrid  y  OUubre  1  de  1 642. 
{Ful.  sas.) 

No  faltarán  caatores  para  la  capilla  Real,  pues  los  se- 
ñores de  título  qde  fueron  con  S.  M.  á  Zaragoza  están  con 
el  beaeScio  del  Sr.  Florian  (1).  Sus  mercedes  tienen  renta 
y  asf  querrá  S.  M.  ahorrar  la  que  habia  de  gastar  con  los 
canlores  en  la  capilla.  Ellos  comienzan  á  pagar  la  pena  de 
su  pecado.  Los  señalados  son  el  de  Veraguas,  Ariscot  y  el 
de  Oropesa;  bien  empleado  les  está,  y  escriben  algauos  ci- 
rujanos que  les  va  muy  bien  en  aquella  tierra,  pues  todos 
están  perdidos  de  mugercillas.  ¡  Miren  qué  modo  de  apla- 
car á  Dios,  y  luego  nos  escriben  que  nos  azotemos!  De  Ma- 
drid á  "7  de  Octubre  de  1 642.— Hermauo  Diego  de  Echa  ve. 

Cartagena  de  Indiat  y  Octubre  7  de  1642. 

(TQm.  en,  ful.  SBI.) 

Tax  Chrisli  &c. :  Con  muy  gran  cuidado  hemos  estado 
todos  los  de  esta  casa  de  su  viaje  de  V.  R.;  deseamos 
que  haya  sido  con  mucha  felicidad.  En  esta  le  pondré  á 
V.  R.  una  breve  relación  de  los  sucesos  tan  varios  que  ha 
habido  en  estaciudaddespuesde  la  partida  de  ella  de  V.R., 
y  empezando  por  el  gobernador  que  ha  sido  el  principal 
papel  de  la  comedia,  digo  que  luego  que  V.  R.  se  fué,  vino 
el  oidor  D.  Bernardino  á  tomarle  cuenta  de  los  excesos 
qae  las  cédulas  de  S.  M.  referían,  por  inducción  del  presi- 


(1)  Asi  parece  leerse  en  k  copia  qnede  lelra  del  P.  Pereyra  se  halla 
entre  sus  apuDles,  pero  pudiera  leerse:  Fleüan.  La  alasíoo  nn  embarga 
MÍA  bastaóle  clara  por  lo  que  mas  abajo  se  dirá. 


3vGoo(^lc 


dente  de  Santa  Fe.  Venia  con  muy  gran  deseo  de  favore- 
cerle cuanto  pudiese,  y  así  trató  luego  de  empezar  sa  co- 
misión por  los  oficiales  reales,  por  la  residencia  de  Marga, 
y  por  otras  cosas  (|ue  traia  á  su  cargo  para  darle  un  año 
de  tiempo  al  gobernador  en  que  pudiese  componer  sus 
cosas  con  las  parles,  hacer  las  amistades  con  lodos,  y  que- 
darse riyendo  de  lo  que  habia  hecho  ha$ta  alh';  pero  do  lo 
permitió  Dios,  porque  enviándole  el  oidor  ¿  comunican  ^te 
su  intento,  él  con  su  acostumbrada  soberbia  y  arrogancia 
le  respondió  que  empegase  por  sos.causas,  que  esa  era  la 
mayor  merced  que  le  podía  hacer,  y  luego  dijo  á  otros 
que  el  oidor  traia  papeles,  y  no  cédulas  de  el  Rey ,  y  que 
entraba  ya  rifándole  y  temiéndole,  conque  el  oidpr  se  ir~ 
rito  y  empezó  por  él, su  comisión ,  cop  tanta  máquina  de 
capítulos,  <]ue  luego  pusierpn  cpntra  él  sus  eaeiaisos,.que 
fué  fuerza  el  mandarle  Eialiese,  de  la  dudad  y  fuese  Á 
Folu.  Esto  se  moderó  después,  y  últimamente  con  grandes 
repugnancias  le  hizo  salir  á  lo  de  Matute;  pero  ni  allí  se 
sosegó,  sino  que  con  achaques  de  que  había  recibido  cédu^ 
las  de  S.  M.  se  volvió  á  meter  en'  la  ciudad  y  puso  gran 
terror  y  miedo  al  oidor  y  á  los  vecinos,  haciendo  un  razo- 
namiento de  los  que  él  suele  á  los  del  Cabildo,  caque 
eotre  otras  cosas  les  dijo,  que  sino  le  estaban  sujetos  y 
obedecian  á  él,  y  no  al  oidor,  les  habla  de  hacer  derribar 
las  casas  con  la  artillería,  que  hizo  cargar  la  de  la  media 
luna  y  Santa  Catalina,  y  abocarlas  contra  la  ciudad;  pero 
el  oidor  mostrando  muy  buen  brío,  juntamente  con  el  ge- 
'  neral  Pimienta  y  el  general  portugués  y  muchos  del  Cabildo 
y  otros  caballeros  'en  carrozas,  se  fueron  un  dia  desde 
nuestra  plazuela  á  la  píaza  grande  enfrente  de  sus  casas,  y 
allí  le  hizo  pregonar  y  notificar  por  suspenso  en  lel  oficio^ 
j  que  se  diese  por  preso.  Aquí  hubo  toros  ycañas;  él  hahia 
fortificado  so  casa  para  esta  ocasión  y  puesto  puertas  de  ras- 
trillo en  las  escaleras,  y  metido  una  manga  de  soldados  con 


3vGoo^^lc 


BUS  mosqoete»;  pero  nai^  le  valió,  pdrqu6  mientras  le  hacían 
la  Dodfieaciofl  y  la  pregooabán  (era  uamuado  degtíBteiel 
que  había  ea  la  plaza)  él  no  bacía  síáo  dar  gritos  que  d.is- 
parasen  los  mosqaetes  y  caatasen  al  oidor,  y  los  soldados 
Be  haoiao  de  los  turbados  y 'que  do  acertabaa  á  disparar, 
ooaque  se  enfureció  como  un  león,  y  dijo  mil  disparates  al 
oidor  y  á  loB  qtie  estaban  cela  él;  y  embrazando  aoa  latfza 
bajó  abajos  y  por  entre  las  r^as  de  la  puerta  del  rastrillo 
que  había  hecho  poner,  le  tiró  al  oidor  dos  botes  de  lauza, 
k|ue  sino  seaparta  con  destreza  y  cod  miedo,  que  fué  el 
que  lé  dio  bríos,  lo  pasa'  de  parte  á  parte.  Últimamente  él 
quedó  por  suspenso,  y  puesta  pena  de  la  vida  q^e  do  le 
obedeciesea  capitanes  y  soldados,  conque  luego  se  retiró  ' 
el  cuerpo  de^uardia,  y  siguió  al  sargcioto  mayor,  y  ^  W 
quedó  solo'  con  los  soldados  que.  tenia  dentro  encarados, 
y  fué'cósa  graciosa,  cuando  daba  gritos  que  disparasen, el 
vulgo  y  los  muchachos  le  álbabao,  y  él  decía  entonces  qile 
le  fuesen  («BtigOB  com6elpneblole:aclamaba.  Últimamente, 
él  sé  quedó  altf  encerrado,  hecho  un  tigre,  y  el  pueblo  y  le 
milicia  reconoció  por  gobernador  al  sargento  mayor.  Aque- 
lla noiche  les  hizo  una  plática  á  lossoldados  que  lenta  den'- 
tro,  en'que  les  ponderó  el  amor  grande  con  que  había  gor 
bernado  y  :1a  obligación  en  que  estaban'  de  defenderla; 
..  ellos  se  quitaron  de  ruido ,  y  habiaido  cenado  y  bebido 
muy  bien  á  costa  del  gobernador,  á  medía  aocbe,  de  uqo 
en  lioo  se  fueron  saliendo  por  una  Ventanilla  sacando  su 
bandera,  y  salieüdo  muy  airosos  con  hatierle  dejado  tolo 
con  unos  pocos  de  sus  íntimos  amigos. 

De  allí  á  pocos  días  hizo  fiiga  en  hábito  de  negro  co- 
chero, y  tomó  el  camino  de  Santa  Marta,  y  habiendo  en^ 
viado  tras  él  ie  alcanzaron  allf  metido  ya  en  un  aviso  para 
irse  á  España.  Prendiéronle,  y  fingiéndose  malo,  usó  de  una 
estratagema  notable  con  que  engañó  á  los  guardas ,  y  fué 
que  al  descuido  metió  un  frailé  en  la  cama  para  que  hiciese 


3vGoo(^lc 


472 
el  bulto,  y  su  'mismo  hgo  le  estaba  haciendo  aire  con  d 
abanico  para  qoe  los  soldados  de  posta  pensasen  qoe  era 
él,  y  entre  tanto  se  vistió  anas  naguas  de  una.  negra,  y  te- 
ñida la  cara,  con  un  canasto  en  la  cabeza,  salió  por  unos 
trascorrales  para  huirse  y  esconderse.  Ll^  un  soldado  y 
reconoció  la  cama  y  el  enfermo ,  y  bailando  que  era  un 
fraile,  diógñlos  y  dijo  que^  habia  huido  el  'Sr.  Goberna- 
dor. Salieron  tras  él  y  tuvo  tiempo  para  meterse  en  Sap 
Francisco,  t»)n  que  se  llamó  á  iglesia;  pero  de  ella  le  saca- 
ron y  le  trajeron  á  esta  ciudad,  donde  le  llevaron  preso  al 
castillo  grande,  y  allí  lo  ha  estado  con  dos  mil  embustes 
hasta  que  ahora  cuatro  ó  seis  dias  le  restituyeron  á  la  igle- 
sia, y  ahora  se  está  en  San  Francisco,  en  la  misma  parte 
donde  estaba  Cuadrado;  dicen  saldrá  presto  la  sentencia,  y 
que  será  conforme  á  sus  méritos.  El  Sr.  Inquisidor  le  favo- 
rece, y  algunos  otros  amigos  que  se  ha  ganado  en  el  tiempo 
de  sus  trabajos,  y  él  se  está  tan  soberbio  como  siempre. 

El  general  Pimienta  tuvo  muy  buen  suceso  en  lo  de 
Santa  GatalÍDa;  rindió  aquella  isla  con  pérdida  de  tres  ó 
cuatro  soldados  solamente.  Está  ya  fortificada  por  los  nues- 
tros, y  dicen  que  es  un  paraiso  y  de  tanta  importancia 
como  ladronera,  que  los  holandeses  los  daban  á  los  ingleses 
400,000  ducados  por  ella.  El  pillaje  fué  de  importancia, 
aunque  hahia  pocos  dias  que  hablan  remitido  á  Inglaterra 
las  perlas  y  las  tintas  que  aquel  año  habian  robado.  Allí 
intentaron  algunos  portugueses  matar  al  general  Pimienta 
y  á  SQ  general  de  ellos,  y  irse  á  Portugal,  descubrióse  la 
traición  y  escopetearon  las  cabezas,  con  que  se  remedió 
por  entonces. 

En  esta  ciudad,  mientras  Pimienta  fué  por  la  plata  á 
Puerto  belo,  (Portovelo)  intentó  el'conde  de  Castelmayor  (í) 


(1)    Auoqae  dice  Caitelmayor  segan  est¿  impreso,  debe  ser  Gaslelnilhor 
Utnlo  porUgoés. 


3vGoO(^lc 


473 
y  otros  de  los  portugueses  enseñorearse  de  Fesamamani  y 
de  los  fuertes  de  la  media  luna,  con  intento  de  llevarse  los 
navios  que  habían  quedado  aquí,  á  Portugal,  ó  con  mayores 
intentos  aun  de  saquear  la  ciudad.  Esta  traición  descubrió 
un  capitán  portugués,  caballero  del  hábito  de  Cristo;  pú- 
sose la  ciudad  en  arma;  prendieron  al  G>nde  y  á  muchos 
cómplices.  A  casi  todos  ellos  se  ha  disimulado;  pero  la  sen- 
tencia del  Conde  salió  ayer  en  que  le  dan  por  traidor  y  le 
condenan  á  muerte,  y  á  perdimiento  de  todos  sus  bienes 
y  honras,  y  que  le  den  tormento  para  que  descubra  los 
cómplices.  Esto  último  es  bien  superfino,  porque  es  cosa 
tan  pública  que  no  puede  ser  mas  quienes  fueron  sus  cóm- 
plices, y  ahora  sea  razón  de  estado,  ahora  piedad,  ha  ha- 
bido mucho  disimulo  con  ellos. 

Lo  de  nuestra  casa  se  ba  mejorado  algo  este  año;  lo 
temporal  porque  con  el  buen  cuidado  del  hermano  Fran- 
cisco Riberos  y  con  una  ayuda  de  costa  qae  nos  dio  el ' 
P.  Morillo,  hemos  acrecentado  lo  de  Matuna,  en  18  piezas 
de  esclavos,  y  dentro  de  un  mes  meteremos  otros  ocho  ó 
diez  con  que  aquella  hacienda  será  de  importancia. 

El  P.  Gabriel  de  la  Puebla,  que  venia  por  visitador  de 
la  provincia  del  Perú,  se  lo  llevó  N.  S.  en  Puerto  Velo, 
(Portobelo)  luego  que  llegó.  Su  compañía  se  vuelve  en  esta 
ocasión  á  España.  El  P.  Benito  Diaz  murió  en  Tuoja ,  y  el 
hermano  Antonio  Alvarez  en  Pamplona. 

Esto  es  lo  que  por  acá  hay  que  avisar  á  V.  R-,  á  quien 
suplico  se  sirva  de  encomendamos  á  N.  S.  y  mandamos 
lo  que  fuere  de  su  gusto,  que  no  estorbará  todo  el  mar 
Océano  para  que  yo  no  acuda  á  ello  con  mucha  voluntad. 
El  aljibe  ha  empezado  ya  á  coger  agua;  ha  salido  muy 
lindo  y  seguro;  todos  le  echan  mil  bendiciones  á  V.  R.,  á 
quien  guarde  N.  S.  Cartagena  y  Octubre  7  de  4642. 

Ya  ha  salido  la  sentencia  del  gobernador  que  en  sus- 
tancia viene  á  ser  mulla  y  costas  de  mas  de  50,000  pa- 


3vGoo(^lc 


taoones;  privado  áe  sa  oñcio  y  de  oficio  ^eal  para  todos 
los  dias  de  su  vida,  y  desterrajdo  de  ias  Indias  para  siem- 
pre. Hijo  y  siervo  de  V.  R,«Jiieii  de  Toro  (1 ). 


Madrid  y  Octubre_  1 5  de  Í6i3. 


C6d  el  correo  de  Flandes  se  supo  que  el  Emperador 
ha  recobrado  á  Silesia  y  Moravia  y  desbaratado  al  Sueco, 
haciendo  huir  á  su  general  Dorstonso  (2)  coq  solo  la  caba- 
llería, cogiéndole  la  infantería,  municiones  &c. 

En  Fríincía  degollaron  al  marqués  de  San  Marcos  [3) 
hijo  del  presidente  de  Hacienda,  porque  habló  contra  el 
valido,  y  se  interpretó  traición  al  Rey. 


(1)  A  d  m^gen  de  esU  carta  te  hall&  la  ooU  qae  ligue  dé  letra  del 
P,  Pereyra. 

Acerca  de  esta  carta  hay  otras  círcuastancias  particnlares  de  esta 
gobernador;  lo  primero  que  éa  el  aavfo  de  aviso  que  dice  que  cataba  em- 
barcado para  España  de  donde  lo  sacaron,  esta  aTíu)  cogió  Diego  el  ma- 
lalo,.oricJlQ  cristJuic.  cosario  y  almirante  de  holaodeaes,  y  matú  í  un  canú- 
nigo  qae  iba  en  él.  ítem:  d^pues  de  depaclidos  los  galeones  salió  con  iu)a 
fragalilia  á  alcanzar  los  galeones  eri  la  Habauei  y  tardú  36  días,  siendo  Viaje 
de  18,  y  los  demás  basta  36  estovo,  y  iba  padeciendo  por-  Taita  de  man- 
tenimiento.' Llegú  á  la  Habana  «donde  tenie^e  fletado  pasaje  en  la  almi- 
raota,  se  desooncerló  eq  ella,  y  Detó  otro  navio  de  los  13  que  se  perdie- 
ron, y  pndeciú  mil  miserias,  y  últimaiñenle  llegó  i  Espafia  de  donde  I^ 
envian  preso  á  Madrid,  por  Hayo  de  16i3.  Esto  me  dijo  el  P.  Procnrader 
general  de  Chile,  qae  vino  en  dicfaus  galeones.- 

(8)    Tortenwi. 

[3)  Henri  Coafierde  Rasé,  marqnésdeCinq-Hars,  favorito  de  Luis  XIII. 
el  cual  faé  degollado  el  S2  de  Setiembre,  juntamente  con  Mr.  de  Tbose  y 
otros  cómplices  por  baber  secretamente  atentado  contra  la  vida  delCar^- 
deaal.  Ea  cnanto  al  duque  de  Bonillon,  preso  también  por  la  misioa  cansa, 
no  salvó  su  vida  sino  á  costa  del  principado  independiente  de  Sedan,  que 
bnbo  de  entregar  á  la  corona  por  mediación  de  Haxarino  en  Setiembre  de 


3vGqo(;;Ic 


Al  duqae  de  BuIIod,  seotenciado  á  d^c^lar,  oñ^éranle 
la  vida  si  entregaba  á  Sedan;  no  admitió  el  partido,  porque 
desea  Aas  dejar  á  sos  hijos  aqaella  plaza. 

Rochiliu  está  mny  peligroso  del  cáncer  en  brazo  y 
pierna,  y  ha  hecho  ya  testamento. 

En  Inglaterra  han  saqueado  todas  las  casas  de  tos  ca-r 
tólicos.  La  cond^a  de  ios  Ríos  que  lo  escribe  alP.  Tomás, 
dice  qne  ha  perdido  200,000  ducados.  Pide  el  Rey  conve- 
niencias el  Parlamento,  y  este  le  responde  <|oe  abata  el 
estandarte  Real  y  los  declare  por  leales,  y  que  después 
trataran  de  ellas. 

Escribe  S,  M.  al  de  los  Velez,  que  si  el  Papa  no  echa 
de  Roma  á  Lamego,  ó  hace  una  grande  demostración  con 
él,  que  no  vuelvaj  y  que  no  irá  otro  en  su  lugar,  con  que 
se  piensa  echar  de  España  al  Nuncio.  Este  quiso  ir  á  Za~ 
ragoza  á  verse  con  S.  M.,  y  temiendo  le  negase  la  entrada 
despachó  con  un  criado  los  papeles  que  Su  Santidad  le 
envió  con  el  extraordinario. 

Pidió  el  Papa  á  los  cardenales  asistentes  en  Roma  que 
señalasen  por  sucesor  suyo  al  Nepote  y  que, él  renunciarla 
en  él  su  dignidad.  A  lo  que  respondieron  que  renunciase 
primero  Su  Santidad  para  que  ellos  legítimamente  pudiesen 
el^ir  el  que  mas  conviniese. 

Nuestro  Borja  pide  licencia  para  irse  á  esa  ciudad, 
piénsase  que  sentido  de  que  no  le  dená  Toledo,  ni  se  haga 
la  estimación  de  su  persona  que  solian. 

Trátase  de  casar  el  conde  de  Niebla  con  hija  del  Con- 
destable, con  lo  que  se  compondrán  las  Cosas  del  de  Me- 
dinasidonia. 

El  de  Ayamonte  y  Fernandina  van  de  espacio  en  sus 
prisiones.  De  este  creen  muchos  que  entra  de  noche  en 
esta  Corte:  ninguno  dice  haberlo  visto. 

La  hambre  que  se  padeció  en  Perpiñan  ha  sido  mate- 
ria de  muchas  cartas.  Una  fidedigna  he  visto,  que  dice  llegó 


3vGoi>^ílc 


476 
la  fanega  de  tr^o  á  110  pesos;  la  libra  de  caballo  de  M 
ODzas  á  SO  rs. :  mataron  sus  hijos  las  madres  para  comer 
y  desenterraron  60  cuerpos  muertos,  no  obstante  rigorosos 
castigos  de  muerte  que  para  estoiiiarlo  se  egecutaroo;  co- 
mieron otros  los  vómitos  y  excrementos  de  los  enfermos 
del  Hospital;  estremo  tal  que  movió  á  los  mismos  enemigos 
á  socorrerlos  con  iOO  panes  y  algún  vino;  diciendo  que 
soldados  que  tanto  padecían  por  su  Rey  merecían  de  jus- 
ticia ser  remediados.  Madrid  á  1 5  de  Octubre  de  1 642. 


Madrid  y  Octubre  25  de  1 642. 

.  ¡Tom.    SO.  ful.  7SI.) 

Llegó  el  embajador  de  Alemania  de  Zaragoza,  adonde  ha 
estado  hasta  ahora,  asistiendo  á  S.  M.  Al  duque  de  Mon- 
talvo  le  ha  hecho  S.  M.  merced  de  la  llave  dorada  con  ejer- 
cicio y  otras  mercedes,'y  vendrá  presto  á  casarse  con  la 
Moneada,  hermana  del  marqués  de  Aytona;  ha  estado  en 
Zaragoza  desde  que  vino  de  Italia  con  el  príncipe  de  la 
Mar  (1). 

Por  muy  cierto  se  tiene  que  el  'conde  de  Monlerey 
vendrá  presto  á  Madrid,  con  título  de  vicario  general  del, 
para  montar  4,000  caballos,  y  sacar  la  nobleza  .que  se  ha- 
'   liare  en  esta  villa. 

Aunque  se  habia  dicho  que  Torrecusa  se  habia  metido 
capucbiao,  porque  le  quitaron  el  bastón  de  general,  no  fué 
mas  de  estarse  aUí  retirado  hasta  que  se  ajustase  por  qué 
causa  se  le  hablan  quitado,  y  ahora  nuevamente  le  van 
dando  un  trozo  de  ejército  de  6,000  infantes  y  3,000  ca- 


(I)   TLIdIo  equivalente  al  de  generalísimo  que  se  diA  ilde  Mídiees.se- 
gon  se  dijo  en  otro  lagar. 


3vGoO(^lc 


ballos  para  que  dicho  Torrecusa  campee  y  no  tenga  depen- 
deacia  de  Leganés,  sino  cpie  vaya  obrando  conforme  viere 
que  conviene. 

Ha  llegado  aviso  en  que  dicen  se  está  batiendo  á  Lé- 
rida, y  que  Leganés  fué  en  busca  de  Mons.  de  la  Mota,  y 
se  aguarda  el  suceso  que  babrá  tenido. 

Casó  et  conde  de  Cantillana  (1)  en  Zara^;oza  coa  la 
condesa  de  Eril,  señora  catalana,  hija  del  conde  de  Eril  y 
dama  que  fué  de  la  Reina  nuestra  señora. 

Dicen  que  se  piden  á  los  reinos  de  castilla  6.000,000 
liaicamente,  y  que  estos  sean  en  plata ,  para  la  Campaña 
que  viene. 

Mucho  se  ha  dicho  que  su  Santidad  ha  mandado  salir 
de  Roma  al  Obispo  de  Lamego  y  otros.  También  se  ha 
diobo  por  muy  cierto  que  el  duque  de  Parma  tenia  sitiada 
á  Bolonia,  ó  estaba  sobre  ella,  y  que  le  ofrecian,  porque 
no  la  saqueara  200,000  .ducados,  y  que  tenia  1 2,000  in- 
fantes y  i.OOO  caballos  en  aquellos  contornos,  con  los  qae 
los  potentados  de  Ualia  se  ayudaban  porque  todos  desean 
que  se  vuelva  á  restituir  al  dicho  duque  el  estado  de  Cas- 
tro ,  que  le  ti^ie  Su  Santidad  lomado,  y  que  no  apapUe 
masan  jurisdioton. 

Que  Su  Santidad  tiene  20,000  infantes  y  3,000  caballos 
en  campaña  para  su  defensa.  Esto  se  ha  sabido  por  cartas 
que  han  venido  de  Italia,  aunque  se  dificulta  mocho  lo  re- 
ferido ea  estos  dos  capítulos. 

Jueves  por  la  mañana  hubo  en  Palacio  una  grande  jupta 
de  los  consejeros  de  Estado  y  Guerra  en  que  se  halló  la 
Reina  nuestra  señora  y  presidió  en  etla. 
.  También  se  ha  dicho  que  ei  príncipe  Tomas  estaba 
sobre  Novara,  cindad  del  estado  de  Milán,  ó  la  estaba  si- 
tiando; por  to  cual  dicen  que  mandan  que  L^nós  muy 


(1)    Ptr«ee  qae  debió  decir  narqrUs  y  no  enSe. 


3vGooglc 


aprisa  pase  á  Milán,  y  así  han  maqdado  prevenir  las^- 
leras  de  España  para  que  lleven  gente  de  csmioo. 

Estónse  acabando  de  juntar  400,000  ducados  para  en- 
viar á  S.  M.  á  Zaragoza,  para  que  se  pague  á  el  ejército, 
que  se  ha  hecho  nn  grande  esfuerzo  para  jaatarlos. 

Avisan  de  Fiandes  que  D.  Francisco  de  Meló  escribió  á 
las  once  proyiucias  obedientes  de  aquellos  países  y  Elsta- 
dos,  representándoles  las  apretaras  ea  que  S.  M.  se  hallaba> 
y  como  todos  sus  vasallos  y  la  nobleza  de  todos  estos  Rei- 
nos habían  saltdoá  campaña,  acudiendo,á  la  obligación  y 
lealtad  de  tan  ñele»  vasallos  en  las  presentes  guerras  que 
se  le  hablan  ofrecido  en  Cataluña,  y,que  ellos  no  eran  me- 
nos vasallos  de  S.  M.  ni  de  menos  calidad,  lealtad  ai  fide- 
lidad, ni  de  menos  estimación,  y  qué  asf  para  la  campaña 
que  viene  les  pedia  eb  su  nombre  que  todos  los  caballe- 
ros y  noblee  que  pudiesen  y  se  bailasen  con  fuerzas,  acu- 
diesen por  sus  personas  y  sils  armas  y  oabaltos  á  ayudarle. 
Y  le  respondieron-  las  ocho  provincias  uniform^nenie 
que  todos  estaban  prontos  y  aparejados  para  servir  áS.  M. 
y  que  proeorarian  acudirle  con  muchas  veras;  con  quese 
espera  que  para  la  campaña  que  viene,  ha  de  juntar  don 
Francisco  de  Meló  un  grandísimo  ejército  'cota  mticba  etr- 
balleí^a. 

>  Asimismo  tuvo  la  Reina  nue^ra  señora  el  jueves  por 
la  tarde  otra  jnnta,  en  que  también  asistió  y  presidió,  y 
dicen  que  habló  en  las  juntas  con  la  mayor  cordura  áei 
mundo. 

Para  15  del  raesqoeviene^  dícenqueS.  M.  ha  de  hsh- 
cer  jomada  y  se  entiende  será  á  ValeDcia.      ;  > . 

Háse  hecho  merced  al  conde  d&Oropesa  devirey  de 
Navarra,  y  dicen  que  serán  ciertas,  las  asisteacias  y  enfer- 
medades del  Almirante :  el  príncipe  de  Paterno  «i  él  go- 
bierno de  Sicilia.  La  oración  vemat  y  rece«enÍoí.=Madr¡d 
35  de  Octubre  de  164S. 


3vGoo(^lc 


Zaragoza  y  Oett^e  SS  de  4643. 


(Leg.*  saello,  núm.  i,  íó\.  Me.) 


Carta  de  D.  Luis  Portee,  hermano  del  duque  de  Arcos  en 
Zaragoza,  á  28  de  Octubre  de  16Í2. 

{'aréoeme  qne  vmd.  me  pregunta  cómq  estoy  ocioso,  y 
yo  Iq  recado  que  estoy  mucho  mejor  que  mal  ocupado, 
pues  Dunca  puede  ser  bien  eo  los  puestos  de  estos  ejérci- 
tosi  porque  do  ^  posible  acertar  cuando  no  se  le  da  á  la 
guerra  loqoe  pide.  Andando  todas  las  cosas  fuera  del 
orden  natural,  es  imposible  que  loa  efectos  sean  igua~ 
leS',  como  se  vio  á  1  de  este,  que  peleó  nuestro  ejérci- 
to con  el  del  enemigo  taQ  impensadamente ,  que  aun  no 
le  teáfamos  reconocido,  y  despuiea  de  haberle  quitadotrra 
{Mezas  de  artillerfa  y  tomado  un  puiesto,  yi  comenzado  4 
roipper,  fué  tal  la  mala  disposicioa  que  Hev^^mos  que 
por'la  separación  de  las  tropas  no  pudimos  segoir  nuestra 
buena  fortuna,  ni  hubo  quien  las  mandase;  sin  ser  esto  calpA 
(te  quieft  la  pudiera  tener,  pues  nnnca  lo  ha  visto  ni  lo  ha 
hecho-ptrareK,  si60  délos  que  porfían  á  quesea  maestro  de; 
Campo  general  el  marqués  de  la  Hioojosa,  cuando  está 
diciendo  el  marque  de  Torrecusa  queno  se  ha  visto  en 
aliModonaUít-al  tan  distante  al  de  soldado.  Vea  vmd. 
amo  esidicfaa  dejarse  de  hallar  en  estas  conccnrrencias  de 
oficiales ,  cuando  quitan  este  puesto  st  imrqués  de  Tor- 
recusa con  sentimiento  general  del  ejército ,  para  que  el 
marqués  deja  Hinojosa  le  tenga  sin  experiencia  y  contra 
gusto  de  cuantos'  le  han  de  obedecer. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


Aqu(  se  halla  el  marqués  de  Torrecusa  (1 )  en  mi  compa- 
ñía, qae  somos  los  arrimados  por  hombres  que  dicen  son 
dificultosos  de  manejar,  porque  no  Desajustamos  á  que  dos 
eogañea  el  eotendimieato,  aunque  lo  estemos  en  las  con- 
Teniencias.  Pudiera  ser  que  si  me  hubieran  creido  á  mí, 
fuéramos  hoy  dueños  de  toda  Cataluña ,  pues  cuando  in- 
tentaron aquel  imposible  socorro  de  PerpiñAn,  por  sa- 
tisfacer al  mundo  solamente,  se  hubiera  lomado  á  Lérida, 
el  campo  de  Urgel,  Cervera,  Balaguer,  y  puesto  á  Barce- 
lona, la  armada  y  el  ejército  en  sumo  aprieto,  y  hoy  dos 
hallamos  sÍq  nada;  que  aunque  tienen  por  asentado  el  to- 
mar á  Lérida,  yo  me  rio  del  caso,  porque  es  impoñble 
por  este  año,  y  alguna  vez  suelen  acertar  mis  pro- 
nósticos. 

Estamos  esperando  aquí  al  príncipe  Juan  Carlos ,  ge- 
neral  de  la  mar,  hermano  tercero  del  duque  de  Florencia. 
No  me  parece  que  los  grandes  gastan  de  llamarle  Alteza, 
aunque  loa  ministros  lo  desean  por  agasajalle.  Volveráse 
luego  á. invernar  con  las  galeras  para  venir  temprano  á  la 
primavera,  y  el  Rey  creo  que  se  irá  á  Madrid,  pm-que  todos 
lo  desean  infinito,  aunque  la  Reina,  medicui  ba  escrito  que 
ella  se  vendrá  con  su  hijo  aquí  y  con  poca  gente ,  porque 
no  desampare  el  Rey  estos  reinos,  que  tan  peligrosos  han 
de  quedar  coD.su  ausencia.  . 

De  Italia  nos  escriben  la  liga  de  venecianos,  Florencia 
y  M<idena  contra  ^os  aquellos  que  inqaietaren  la  paz  de 
Italia.  Consta  de  (2,000  infóntes  y  i,000  caballos;  la  mi- 
tad de  todo  el  gasto,  gente  y  caballería  paga  Venecia;  las 
tres  partes  de  la  otra  mUad  Florencia ,  y  la  otra  coarta 
parte  Módeoa,  que  es  la  tabla  donde  se  puede  salvar  y  oo 
penlerde  el  estado  de  Milán  este  año;  aunque  el  príncipe 

(I)    Aqal  ri  P.  Pereyra  eseríbe  BÍetnpre  Tomaao  y  no  Tomeuu  como 
otnu  Tec«s.  Véue  Mbñ  esto  Iq  qoe  .dijimos  ya  en  la  litlrodneeioa. 

D¡g,l,z.cbyG0O(^lc 


-Tomas  es  grande  enemigo,  y  las  cortas  asistencias  de  gente 
y  dinero  que  enviamos,  no  bastan  á  sastentar  aquello.  Za- 
ragoza á  28  de  Octubre  de  1 6iS.«D.  Luis  de  Guzman  Pon- 
ce  de  León. 


Salamanca  y  Noviembre  3  de  16i2. 

(Leg.*  suelto,  núm.  i,  fól.  SO.) 

Pax  Christi,  &c.  Mr.  Faguineti,  nuncio  en  esta  corte, 
tuTO  UD  secretario  despedido  del  por  revoltoso;  fuese  á 
Italia,  y  decía  que  mataría  al  Papa,  sí  se  ofreciese  oca- 
sión. Cogiéronle  en  semejantes  pláticas ;  prendióle  el  de 
las  Torres,  y  enviósele  á  Su  Santidad,  escribiéndole  que 
-en  España,  todos  y  él  por  su  parte,  solo  se  trataba  de  po- 
nerse á  sus  pies  los  que  le  servían.  Este  hombre  fué 
ahorcado. 

Espérase  por  Lérida  aviso  del  marquésde  Legaoés  (1 )  á 
qnien  se  envió  patente  de  virey  de  Cataluña.  Torrecnsa  entra 
por  otra  parte,  porquetas  demasías  catalanas  han  irritado 
mucho,  tanto  que  por  decreto  del  Consejo  de  Inquisición 
el  domingo  se  les  prohibió  y  quemó  en  público  un  libro  6 
manifiesto  en  que  culpan  en  todas  ocasiones  la  inocencia 
del  Conde-Duque,  y  ser  causa  de  muchos  daños,  y  así 
mismo  al  Protonotarío,  siendo  tan  al  coatrarío. 

En  Portugal  sucedió,  que  yéndose  á  bañar  dos  sobri- 
nos del  inquisidor  general  de  allí  con  un  músico,  este  ba- 


(1)    Áonque  el  original  de  maDo  del  P.  Saareí  AK^warqvé»  de  los  Ytíez 

nobemos  vacilado  en  corregir  Legmiás,  siendo  este  y  no  aquel  el  que  in- 

lenl6,  Bunqne  en  vano,  socorrer  k  Lénda  en  esta  ocasión,  habiendo  sido 

nombrado  virey  de  CatalaDa  en  3S  de  Agosto  de  este  año.  - ' 

Tobo  iti.  31 


3vGooglc 


'482 
ño,  y  en  entrando  en  el  rio  dio  voces  qué  se  ahogaba. 
Entró  el  otro  á  ayudarle  y  dio  laa  mismas.  Arrojóse  el 
tercero  en  au' ayuda  y  todos  tres  se  quedaron,  y  para  que 
fuese  el  caso  mas  trágico  no  estaba  lejos  la  mujer  de  este 
último. 

Los  escoceses,  que  son  casi  todos  puritanos ,  tienen 
apretadísimo  al  de  Inglaterra,  porque  después  de  haberse 
libertado  toda  Escocia  de  presidios,  han  tomado  el  puesto 
de  Neucatel  (Newcastle);  y  aunque  el  Rey  tenia  60,000 
hombres,  los  mas  son  puritanos  como  ambos  reinos;  y  es- 
taba poco  seguro,  porque  aquella  gente,  junto  con  perse- 
guir á  los  católicosypedir  que  no  se  admita  tantoá  loses- 
pañoles,  se  cree  aspiran  á  la  libertad  que  ven  ya  alcan- 
zando 6  tienen  alcanzada  sus  vecinos  los  holandeses  y 
gelandeses.  Aludiendo  á  esto  en  Inglaterra,  se  halló  en 
un  papel  ésto:  Gerninis  et  Libra  acaban  á  Inglaterra,  alo- 
diendo  con  Libra  á  Malvezzi,  por  su  libro  intitulado  ¿iftro, 
y  con  Geminis  al  de  Velada,  embajador  extraordinario  y  á 
D.  Alonso  de  Cárdenas,  ordinario. 

Últimamente,  escriben  de  Madrid  que  habia  habido 
aviso  que  habían  llegado  tas  galeras  de  Ñapóles ,  y  que 
habian  cogido  cuatro  navios, de  la  armada  francesa  que 
estaba  aprestada  para  el  socorro  de  Cataluña ,  y  que  con 
esto  estaban  temerosos  los  franceses  y  catalanes.  ¡Plega 
al  Señor  que  nos  dé  paz,  y  se  componga  todo  á  mejor 
servicio  y  gloría  suya,  y  ét  me  guarde  á  V.  R.  como  de- 
seo y  suplico^  y  todo  este  su  colegio  se  le  encomienda 
mucho -asi  maestros  como  discípulos,  y  agradecen  novis~ 
simé  las  grandes  nuevas  de  hoy,  y  en  cumplimiento  de 
ellas  envió  á  ValladoHd  las  de  Alemania,  y  pido  que  lue- 
go se  las  tornen  á  V.  R. ,  que  es  razón  dalle  gusto.  Sala- 
manca y  Noviembre  3. 

Esta  sébiana  parte  de  aquí  el  batallón  que  son  dos  ó 
tres  capitanes  con  500  hombres,  y  todo,  es  lágrimas  de 


3vGoi>^ílc 


las  pobres  mujeres,  que  quiebra  e)  corazón  vello  y  oilto.— 
Gaspar  Suarez  de  Toledo. 


Madrid  y  Novienére  4  de  1643. 

(Ug.°  suelto,  Dúm.  t,  fól.  Stt  r.*) 

He  tenido  cartas  de  Roma,  de  fecha  de  30  de  Noviem- 
bre, en  que  me  dicen  macho  en  razón  de  la  confusión  y  al- 
boroto en  que  la  ciudad  está.  El  príncipe  de  Farma  agravia- 
,  do  del  Papa,  va  á  ponerla  saco  con  él  ejército  que  tiene  de 
mas  de  20,000  hombres,  y  3,000  caballos,  y  la  verdad  es 
que  con  la  fama  del  saco  se  engrosará  mucho  mas,  como 
le  sucedió  á  Borbon,  pues  salió  de  Pavia  solamente  con 
5,000  hombres,  y  llegó  á  Roma  con  40,000. 

Es  el  caso,  por  sí  vmd.  no  lo  sabe,  que  se  ha  hecho 
liga  raitre  los  potentados  de  Italia,  en  que  entran  Vene-  , 
cía,-  Florencia,  Módena  y  Parma  y  Genova,  y  el  pretexto 
es  por  la  paz  de  Italia  con  participación  de  acá ,  que  así 
se  tiene  por  cierto.  Han  nombrado  capitán  general  de  la 
Liga  at  de  Parma,  el  cual  se  siente  muy  i^aviado  del 
Papa  porque  le  ha  quitado  el  principado  de  Castro  qoe  te- 
nia en  elEslado  déla  Iglesia,  y  también  el  palacio  de  Roma 
de  los  Fameses,  que  ya  se  acordará  V.  R.  de  é\,  que  es  el 
mayor  que  hay,  y  esto  por  confiscación  de  la  Cámara,  por 
unas  pretensiones  de  upos  feudos  recaídos.  En  venganza  de 
esto,  lo  primero  que  ha  hecho  ha  sido  acercarse  á  Bolonia,  y 
por  no  entrar  en  ella  y  saquearla,  se  compuso  con  300,000 
escudos  de  croque  le  dieron,  y  ha  ido  pasando  adelante,  y 
en  otras  ciudades  ha  hecho'to  mismo  de  irse  componien- 
do. Estaba  ya,  según  avisan,  40  millas  de  Roma,  y  el  Papa 
temeroso  de  lo  que  puede  suceder  se  ha  recogido  á  San 
Pedro,  y  mandado  poner  en  orden  la  habitación  del  castillo 


3vGooglc 


484 
Sant  Ang^o ,  para  irse  á  él ,  y  kxla  Roma  está  en  armtu 
con  grande  prevención  de  gente.  También  están  en 
campaña  con  ejércitos  muy  grandes  el  duque  de  Floren- 
cia, que  se  encamina  á  Urbino,  el  cual  pretende  aq&el  es- 
tado por  pertenecería;  el  de  Módena,  ayudado  de  los  ve- 
necianos, pretende  cobrar  á  Ferrara,  que  es  suya ,  que  la 
quitó  á  3u  padre  el  Papa  Clemente  VIH.  También  el  virey 
de  Ñapóles  «on  ejército  grande  se  va  acercando  á  Roma 
por  el  Abruzo. 

Estos  son  los  avisos  que  hay,  con  que  el  Papa  se  halla- 
rá en  grande  trabajo  y  debe  ser  por  misión  de  Dios,  por 
haber  dejado  correr  las  cosas  al  estado  que  hoy '  tienen 
entre  Francia  y  España ,  .  habiéndolo  podido  remediar 
desde  el  principio.  No  dejarán  de  padecerlo  los  negocios, 
que  todo'  camina  mal.  De  lo  que  se  fuere  sabiendo  avisa- 
ré á  vmd.,  á  quien  Dios  guarde,  &c.=Pedro  Marzal. 


Madrid  y  NovtenUire  iS  de  1642. 

El  Nuncio  se  partió  á  Zart^za,  donde  está,  y  creo  que 
pide  ayuda,  según  lo  que  se  dice.  No  sé  si  será  á  tíem' 
po,  porque  las  cosas  están  ya  muy  adelante,  y  muy  irri- 
tados los  ánimos  de  todos  contra  el  Papa,  por  ser  la  causa 
de  tantas  desdichas  como  han  sucedido  y  suceden  en  el 
mundo,  por  no  haber  querido  poner  la  mano  á  remediar- 
lo pudiendo,  como  padre.  Bien  creo  que  estas  cosas  cau- 
sarán en  Roma  algana  suspensión  en  los  negocios,  princi- 
palmente en  los  de  calidad.  Tod<»  estamos  con  harto  cui- 
dado de  saber  lo  que  pasa  allá,  y  se  están  aguardando 
cada  día  cartas.c=Madrid  á  Í8  de  Noviembre  1642.—Pe- 
idro  Marzal. - 


3vGoo(^lc 


Sumario  [i] del  viaje  que  hizo  el  sereniñmo  de  Parma  desde 
los  c«R/ín«s  de  Módena  por  la  Romanía. 

(Tom.  1lH,pág.i4)[.) 

Partió  á  los  13  días  de  Setiembre  de  16i2,  sábado  de 
San  Cesáreo,  al  amanecer,  después  de  uoa  grandísima  llu- 
via y  apartado  una  milla  del  faerte  Urbano,  vino  á  Plu- 
mazo, lugar  fortificado  por  su  sitio. 

De  Plumazo,  que  está  cerca  de  la  colina,  volvió  hacia 
el  camino  Romeo,  y  pasando  por  Samogia,  dejando  atrás 
el  faerte  Urbano,  llegó  al  puente  del  Reno,  distante  de 
Bolonia  tres  millas  pequeñas.  Guando  hubo  S.  A.  juntado 
toda  su  gente,  euvió  un  trompeta  al  señor  Cardenal  Du- 
razo,  legado  de  Bolonia,  pidiéndole  le  dejase  pasar,  por- 
que él  no  venia  para  invadir  aquel  pafs,  sino  para  pasar 
adelante  á  recuperar  el  suyo.  Y  porque  tenia  á  las  espal- 
das diversos  cuarteles  de  las  armas  eclesiásticas,  esto  es, 
del  fuerte  Urbano ,  del  castillo  de  San  Ju.**,  Crebalcore 
y  Cento,  dudó  S.  A.  de  ser  asaltado  aquella  noche ,  espe- 
cialmente con  el  favor  de  la  ciudad;  el  recelo  de  lo  cuál 
pedia  particular  diligencia.  Por  lo  cual  S.  A.  anduvo  dan- 
do vuelta  casi  toda  la  noche,  y  por  sí  mismo  visitó  las 
guardas  que  habia  hecho  poner  de  una  y  otra  parte 
del  puente,  hasta  que  los  combatientes  arribaron  casi  á 
las  puertas  de  Bolonia;  lo  cual  obligó  á  la  ciudad  á  estar 
alerta  casi, toda  la  noche;  mas  el  miedo  que  D.  Tadeo  y 


(1)  Hemosle  colocado  en  este  logar  por  hallarle  enire  los  papeles  del 
P.  Rafael,  y  haberse  escrito  eo  Octabre  de  16i2.  Refiérese  en  él  la  expedi- 
ción qne  emprendió  el  de  Parma  para  recuperar  el  ducado  de  Castro. 
Véase  tas  p^.  166  y  111. 


3vGoO(^lc 


4B6 
loa  otros  cabos  coacibieroa  fué  lal ,  que  do  les  dio  logar 
de  dar  rebato  alguno  al  ejérciio  de  S.  A.,  el  cual  al  ama- 
necer el  día  partió,  y  por  su  miama  persona  bizo  pasar  la 
vanguardia  hacia  laCorliaela,  juato  at  camÍQo  que  pasa 
por  detrás  de  Bolonia  á  Ferrara,  y  dando  vuelta  á  la 
ciudad  arribó  al  camino  Romeo  para  encaminarse  á 
Immola. 

Estaba  S.  A.  en  la  vanguardia  para  regular  mejor  la 
marcha  del  ^ército,  el  cual  debia  ahilar  por  sitios  estre- 
chísimos y  necesitaba  de  particular  orden.  Apenas  llegó  al 
camino  cuando  tuvo  aviso  de  sus  espías  de  que  venían  de 
Immola  algunas  tropas  de  infantería  enviada  para  Bolonia, 
y  acompañadas  de  200'  caballos.  A  tal  av  íao  dio  orden  S.  A. 
que  li»  atacasen,  disponiendo  fiíese  delante  la '  compaña 
de  corazas  del  conde  Cabra,  siguiendo  S.  A.  misma  en  la 
frente  de  otra  compañía  también  de  corazas,  habiendo 
dado  órdeD  al  caballero  de  la  Geta,  corooel  del  regimiento 
de  dragones  de  su  guardia,  de  hacer  pasar  algunos  mos- 
queteros al  uno  y  otro  lado  del  camino;  mas  á  los  prime- 
ros mosquetazos  se  retiraron  las  tropas  enemigas,  y  la  in- 
fantería se  salvó  en  la  colina,  y  la  caballería  la  vuelta  de 
Immola,  quedando  solos  dos  capitanes  de  infantería ,  uno 
de  Immola  y  otro  del  castillo  Bolcmés  y  seis  caballos  que 
cayeron  'en  mano  de  los  espías.  Entre  tanto  continuó  S.  A. 
el  marchar,  y  llegó  aquel  mismo  dia  junto  al  castillo  de 
San  Pedro,  distante  de  Bolonia  13  millas,  y  lo  salvó  del 
saco  solamente  pidiéndole  víveres. 

El  lunes,  que  fué  á  los  1 5,  partió  S.  A. ,  y  á  ia  mañana 
cerca  do  las  catorce  horas  se  presentó  delante  de  Immola, 
donde  la  noche  antes  había  llegado  el  señor  cardenal  Fra- 
necoto,  legado  de  la  Romanía.  Hizo  S.  A.  darle  aviso;  mas 
porque  halló  las  puertas  terraplenadas  le  fué  negado  eljiaso. 
Habiendo  después  hecho  avanzar  algunas  tropas  de  mos- 
queteros del  regimiento  de  franceses  conducido  del  conde 


3vGoo(^lc 


de  BraDcabia(4),  aucoronel,  hizo  plantar  el'petardo,  por  lo 
cual  le  abrieroa  laspaertas,  y  porque  loa  soldados'  do  sa- 
queaeeala  ciudad,  dio  S.  A.  buen  órdea,  y  la  comunidad 
le  quiso  traer  las  llaves,  las  cuales  rehusó  coa  decir  que 
no  había  venido  para  invadir  aquel  país,  lóas  solo  quería 
el  paso  y  víveres.  . 

A  los  16  partió  S.  A.  y  á  la  madaná  se  presentó 
delante  de  Faeoza,  coa  la  cuai  se  hizo  lo  mismo. 

Apenas  hubo  salido  de  Faenzá  S.  A.  cuando  viotí  ana 
lluvia  grandísima:  encaminóse  hacia  ForlÍ,éhizodar  ati^ 
como  arriba.  Mas  porque  la  ciudad  haíbia  tenido  sdgan 
,  tiempo  terraplenó  la  pu^ta  y  tuzo  xesiaténcia,  mamlamio 
fuese  nn  capuchino  placentero  (3)  áofi'ecerle  el  paso  porfhe- 
ra  de  los  muros;  y  porque  á  esto  no  quiso'  atender  S;  A.  el 
gobernador  por  tener  mas  tiempo  envió  de  nuevo  al  obis- 
po á  tratar.  Mas  porque  la  lluvia  era  ccuélísima  y  el  ejér- 
cito deS.  A.  padecía,  no  quiso  mas  tratos^  sino  que  dispuso 
delante  algunas  tropas  de  mosqueteros,  con  qíie  fué  com- 
pelido  de  los  priores  y  ancianos  de  la  ciudad  f  le  fueron 
abiertas  las  puertas,  y  para  que  no  se  siguiese  algunia  tur- 
bación por  la  ciudad,  por  ser  de  noche,  S.  A.  mismo ,  no 
obstante  la  lluvia  ,  atendió  hasta  tres  horas  de  nOiJhe  á 
meter  la  guardia  á  todas  las  cabezas  de  caUe,  y  por:  eso 
pasó  todo  con  mucha  quietud. 

De  Forli  á  Arrezo. 

A  loe  18  partió  de  Forli  y  la  mañana  misma  qUe  partió 
S.  A.  de  la  ciudad,  á  las  diez  y  siete  hofas  los  de  Cesse- 
na  le  enviaron  á  ofrecer  las  llaves;  mas  porque  no  qiiiso 
tomar  aquel  camino,  se  lo  agradeció  y  tomó  el  de  Meldola, 
dudando  fuese  el  mejor  y  mas  breve. 


[t)    i  Será  Brancacho7 

(S)    As(  en  el  origioal;  quizi  debió  decir  plaeeiUmo  6  natural  de  fla- 
cencia.  ^ 


3vGoo(^lc 


488 
f  Arribó  S.  Á.  á  Meldola  á  las  veinte  horas,  distante  seis 
millas  de  Forli,  donde  fué  recibido  con  increible  aplanso. 

El  dia  signiente  que  fué  á  los  1 9  partió  S.  Á.  y  arribó 
á  Civitella,  distante  de  Meldola  tO  millas,  camino  todo 
montuoso  donde  50  mosqueteros  harían  volver  atrás  á 
10,000  soldados;  mas  al  parecer  S.  A.  se  retiraron. 

Partió  S.  A.  de  Civitella  á  los  21 ,  y  caminó  á  San  Pe- 
dro en  Baño,  estado  del  serenísimo  gran  Duque,  pasando 
por  Geleata  y  Santa  Sofía,  y  arribó  á  las  23  horas  á  San 
Pedro,  país  agrio  de  muchas  cuestas;  y  S.  A.  por  dar 
ejemplo  á  sas  soldados,  se  apeó  y  tomó  por  las  riendas  el 
caballo,  como  hicieron  después  todos  y  pasaron  felizmen- 
te los  Alpes.  El  dia  siguiente  que  fué  á  los  2i,  partió  y 
vino  á  Arrezo,  distante  ^  5  millas  de  Bibiene. 

A  los  25  de  Setiembre  basta  los  1 0  de  Octubre  S.  A. 
anduvo  con  su  ejército  discurriendo  á'  una  y  otra  parte 
hacia  el  monte  Fiascone  y  Perugia ,  haciéndose  dar  víve- 
res y  contribuciones,  y  trayendo  macho  grano  y  ganados» 
con  gran  daño  del  estado  eclesiástico,  en  particular  de  la 
ciudad  de  la  Plebe  y  Castellón  del  Lago,  cercano  á 
Perugia. 

A  los  1 1  S.  A.  halñendo  dejado  la  ciudad  de  la  Plebe 
y  Castellón  del  Lago,  partió  á  Acuapendente,  y  por  esto  el 
maese  de  Campo  del  ejército  pontificio  Fanfanellí,  con 
3,000  infantes  y  1 ,000  caballos  y  dos  piezas  avanzó  de 
Monte  Fiascone,  donde  estaba  el  grueso  del  ejército  ponti- 
ficio á  la  vuelta  de  Bolzena,  para  impedirle  el  poder  hacer 
correrías  y  obligarle  á  v^iir  á  batalla. 


3vGoo(^lc 


Al^O  DE   1643. 


Madrid  y  Enero  6  de  1643. 


(Tom.  iiH.rúi.  iai.) 

Pax  Cbrísti,  &o.  Padre  mío  (1)  buenas  Pascuas  de 
Reyes  tenga  V.  R.  coa  la  salud  que  deseo.  Lo  que  hay  de 
Qoevoce  que  habrá  cuatro  días  se  publicó  el  aombramieo- 
to  que  S.  M.  ha  hecho  eo  la  Cámara,  de  arzobispo  de  To- 
ledo eo  d  seoor  cardenal  Borja.  Luego  que  fué  aTÍsado, 
besó  la  manca  S.  M.  Esto  es  sia  duda;  sin  «mba^o  hay 
quien  la  tenga  de  que  esto  ha  de  Ile^r  á  cu^ar.  La  ra- 
zón en  contra  es  que  antes  que  esto  saliese  á  luz ,  el  Nun- 
cio, como  quien  también  debe  de  saber  el  templo  de  Su 
Santidad,  dijo  al  señor  cardeoat  Borja  un  día:  a  He  oído 


(1)  lomMfiatamente  antes  de  esta  carta,  d  fál.  S19,  hay  en  el  tomo  nn 
diilogoen  latín  intitnmo  StMM,nH«mwt^AwatorMn:ilrwiiai)(MMi)iiift-. 
Intarlocn toros:  Vino,  Ágna,  Sed,  Tabaco,  Chocolale.  Sohre  las  áos  U 
de  la  palabra  Bibiu  están  puestas  otras  dos  cd,  formando  asi  un  juego  de 
pd&bras  entre  bébei  y  mO.  Es  an  juguete  lilerarío  de  loe  machos  á  que 
s(díaa  eotregarM  por  Navidad  loa  FP.  jesailas. 


3vGoO(^lc 


490 
que  á  vuestra  Eminencia  le  dan  lo  de  Toledo ;  mire  vues- 
tra Eminencia  que  coaviene  en  todas  maneras,  antes  de 
aceptar  el  nombramiento,  ajustarlo  con  Roma. »  No  creo 
se  ha  embarazado  con  el  consejo,  pues  sin  atender  á  él, 
ha  aceptado.  Después  veremos  lo  que  sucederá;  hasta 
ahora  no  hay  mas  provisiones;  que  si  esta  tiene  efecto,  síd 
duda  habrá  otras  muct)^  que  dependeo  de  este  suceso. 

La  señora  duquesa  de  Mantua  sin  pensar,  se  vino  de 
Ocaña  á  Madrid.  Está  aposentada  en  un  cuarto  de  la  En- 
carnación, con  guarda  á  la  puerta,  como  persona  real.  La 
causaba  sido  porque  realmente  padecía,  según  se  dice, 
grande  necesidad,  y  no  se  la  proveía,  ni  á  S.  A.  ni  Tamilia 
de  diaero  para  el  sustento,  con  que  estaba  alcanzadísi- 
ma; y  viendo  su  aprieto  y  que  otros  medios  no  habian 
tenido  el  efecto  que  deseaba,  tomó  este  por  mas  conve- 
niente, que  estando  mas  cerca  de  SS.  MM.  será  fuerza  se 
la  acuda  con  mas  puntualidad  y  brevedad. 

Tres  dias  há  que  entró  una  persona  principal  en  una 
casa  de  mucho  porte;  llamó  y  preguntó  por  la  señora  de 
casa,  y  dijéronle  qué  'la'  quería.  Diga  vmd.  que  un  cabalte-' 
ro  lá  quiere  besar  la  mano.  Salió  la  señora,  y  despbes  de 
!as  salutaciones  ordinarias,  la  representó  su  necesidad,  y 
qub  estaba  en  unos  negocios  dé  grande  importancia  para 
coyo  despacho  había  menester  cantidad  de  dinero;  que  se 
había  valido  de  su  favor,  esperando  que -con  él  saldría 
deste  empeño. 

Extrañó  la  señora  la  plática^  y  respondióle  qae  ella  se 
holgara  estar  en  tiempo  que  pudiese  acudir  á  su  necesi- 
dad, mas  que  al  presente  no  babia  en  bu  casa  cosa  con  que 
pudiese  sacarle  de  ella;  que  estimara  hallarse  con  posibi- 
lidad para  lo  poder  hacer.  Él  replicó  qofi  pues  le  despedía 
sin  darle  nada,  se  sirviese  entregarle  la  llave  del  escritorio 
de  las  joyas  (ya  estaban  ea  esta  ocasión  otros  cuatro  ha- 
ciéndole espaldas  á  la  puerta  de  la  sala),  y  d^olo  con  tal 


3vGooglc 


modo,  qae  la  señora  echó  mano  al  llavero,  y  le  dio  la  llave 
de  UD  escritorio,  de  doode  sacó  algunas  joyas,  con  tanto 
descaro  como  si  faera  dueño  y  sabedor  de  cuanto  babia 
en  la  casa;  y  sacadas  estas  dijo :  « ¿y  las  demás,  dónde  es- 
tán?* Ella  dijo:  «esas  joyas  son  las  que  tengo,  ¿qué  otras 
quiere  vmd.  que  tei^a?»  a  Una  ha  de  haber  de  diamantes 
que  costó  1 1,000  rs. ,  y  otra  desta  hechura,  y  otra  desta;» 
y  así  fué  nombrando  acunas  otras.  Ella,  con  buma  gra- 
cia te  dijo:  «muy  buena  relación  trae  vmd.  de  cuanto  en 
mi  casa  hay;  bien  conocida  la  debe  de  tener  qoíen  la  há 
dado.  »  Él  con  el  mismo  descaro  le  dijo:  «vmd.  abrevie 
y  las  dé,  y  no  me  ponga  en  ocasión  que  la  pérdida  sea  de 
mas  importancia.»  Eatrególe  las  joyas,  y  él  sacó  un  liana» 
de  la  faltriquera;  echólas  en  él  bien  de  priesa,  y  quitándo- 
se el  sombrero  se  fué,  á  quien  siguieron  los  compimeros. 
Cerró  una  criada  la  puerta ,  y  la  buena  señora,  per*^ 
dida  del  susto,  no  acababa  de  creer  se  habían  ido.  Admi-f 
rada  del  suceso  empezó  á  lamentarse  del  atrevimiento  y 
bellaquería  del  contenido,  y  la  criada,  viendo  un  papel' 
en  el  suelo  jnnto  al  escritorio,  dijo :  «¿qué  papel  es  este?» 
El  ama  tomóle  y  leyóle,  y  era  una  cédula  de  S.  >lil.  en  que 
hacia  merced  de  un  hábito  á  aquel  caballero.  Guardóle  y 
mandó  le  pusiesen  la  silla,  y  fuese  en  casa  de  un  grande 
ministro,  de  los  mayores  que  hoy  S.  M.  tiene.  Avisó  de- 
quién  era,  y  al  punto  la  mandó  entrar.  Hizo  relación  del 
suceso,  y  como  al  caballero,  al  sacar  el  pañuelo,  se  le  ha- 
bla caído  la  cédula  que  tenia  de  la  merced  del  hábito, 
que  S.  E.  hiciese  diligencia ,  que  sin  duda  parecería  el 
que  le  había  llevado  tanta  cantidad  de  joyas.  Avisaron  al 
secretario  de  Ordenes  de  parte  de  este  ministro  para  que. 
buscase  al  caballero,  y  le  ordenase  se  viese  con  tal  ministro 
de  S.  M.  Al  puato  fué  y  le  dieron,  en  avisando,  entrada  al. 
ministro,  el  cual  le  dijo  tenia  muCba  noticia  de  su  persona  y! 
servíaos  hedios  á  S.  M.  por  los  cuales  merecía  se  le  hicie-- 


;vCoo(^lc 


408 
seo  mercedes;  que  estaba  con  deseo  de  ayudarle  en  todas 
las  ocasiones  qoe  se  le  ofreciesea  de  su  aumeoto,  yqae  ex- 
trañaba ver  ana  persona  de  su  calidad  sin  hábito;  quequeria 
dar  camino  por  esta  merced  á  cosas  mayores.  Respoadió  el 
caballero  que  ya  tenia  hecha  merced,  y  la  cédula  traia  con- 
sigo. «Pues  g;ustaré  de  verlas  dijo  el  ministro.  Echó  mano 
á  la  faltriquera  y  turbóse  ud  paco;  requirióle  s^unda.  vez 
y  tercera,  y  do  hallándola  se  alteró  masj  y  dijo:  «señor, 
Juro  á  tal  que  aquí  la  tenia  y  se  me  debe  de  haber  caido,« 
Entonces,  echando  la  mano  al  pecho,  el  ministro  sacó  la 
cédula  y  le  dijo :  « Mire  vmd.  si  acaso  es  esta. »  Viola,  re- 
conocióla y  dijo:  « Sí,  señor,  esta  es,  que  á  mí  se  me  ha- 
bla cai'do,  y  estimo  haya  venido  á  tan  buenas  manos. » 

Con  esto  tomó  ocasión  el  ministro  de  hablar  de  lo  que 
á  las  del  caballero  había  llegado  contra  la  que  debia  á  su 
sangre  y  persona.  Confesó  convencido  de  plano;  y  ofreció 
antes  de  salir  de  allí  hacer  se  trajesen  todas  las  joyas  co- 
mo se  trujerOD.  Preguntado  por  los  cómplices,  no  hubo 
remedio  quisiese  decir  quién  eran,  solo  qtie  á  ellos  y  á  él 
la  necesidad  los  había  obligado  á  hacer  esta  vileza.  Dlóle 
una  muy  buena  reprensión  afeándole  el  caso ,  como  me- 
recía, y  entrególe  la  cédula,  y  despidióle  coa  grandes 
cumplimientos  por  disimular  mejor  el  caso,  por  ser  per- 
sema  de  reputación,  y  las  joyas  se  dieron  á  su  dueño  que 
también  lo  era.  De  estas  tramoyas  hay  cada  dia  muchas. 

Mr.  de  La  Mota  tuvo  noticia  de  que  los  nuestros  que- 
rían cercar  el  castillo  de  Monzón,  y  él  con  grande  breve- 
dad le  metió  socorro  de  gente  y  de  víveres,  de  suerte  que 
el  socorrO' entró  primero  que  los  nuestros  pensasen  salir; 
así  van  las  cosas. 

Murió  estos  dias  un  eclesiástico  bien  conocido  en  Ma- 
drid, y  creo  en  muchas  partes  del  reino.  Llamábase  Don 
Juan  de  Espina;  tenia  cerca  de  5,000  ducadosdereniaecle- 
'  siáatica,  y  casi  toda  esta  renta  la  gastaba  en  cosas  peregri- 


3vGoo(^lc 


i93 
ñas  de  pintoras,  escritorios,  instrumentos  mtisicos  y  de 
matemáticas,  &c. ,  con  que  tenia  su  casa  con  las  mayores 
y  mas  exqnisitas  curiosidades  que  se  conocian,  no  solo  en 
la  corte  sino  en  Europa.  Era  humor  peregrino,  y  sa  casa 
parecia  encantada;  no  tenia  quien  )e  sirviese,  dábanle  la 
comida  por  un  torno;  para  ver  de  entrar  en  sn  casa  era 
menester  grande  favor,  y  no  todos  lo  conseguían.  Pare- 
cíale no  había  en  el  mundo  hombre  qne  HUpiese  las  cieii- 
'  cias  con  la  perfección  que  él,  ^  el  que  iba  á  ver  sos  curio- 
sidades que,  como  he  dicho  eran  en  diversos  géneros 
muy  ricas  y  exquisitas,  había  de  ver  y  callar ,  que  si  ha- 
bía de  hablar  habia  de  ser  con  adíniraciones  y  alabanzas. 
En  fin,  un  día  se  fué  á  San  Martín,  que  es  una  de  las  par- 
roquias de  esta  villa,  y  pidió  le  diesen  el  Viático,  y  dado 
avisó  al  cura  que  dentro  de  dos  horas  le  llevasen  la  Ex- 
tremaunción. Lleváronsela;  avisó  dónde  dejaba  su  testa- 
mento y  dende  á  pocas  horas  murió. 

Algunos  conocidos  suyce  le  asistieron  y  dieron  al  punto 
aviso  de  sa  muerte,  y  acudiendo  allá  y  abriendo  el  teUa- 
meoto,  dicen  se  manda  enterrar  en  su  parroquia;  que  la 
sepultura  tenga  de  ancho  cinco  varas,  y  se 'les  dé  á  los  se- 
pultureros por  el  trabajo  iOO  rs. ,  y  si  tuviese  cuatro  de- 
dos menos,  no  mas  de  ciento.  Que  á.  S.  M.  se  le  den  24 
instrumentos  músicos  exquisitos  que  tiene,  y  el  cuchillo  y 
venda  con  que  degollaron  á  D.  Rodrigo  Calderón,  y  que  le 
advirtiesen,  cuando  tomase  el  cuchillo,  fuese  por  tal  parte, 
porque  siendo  por  otra  amenazaba  fatal  ruina  á  una  grande 
cabeza  de  España.  Ítem:  manda  á  S.  M.  una  villa  (1)  que 
él  llamaba  Angélica,  que  dicen  la  apreciaba  en  mas  de 
30,000  escudos,  porque  tenia  en  ella  cosas  riquísimas  y 
de  grande  curiosidad.  Otras  mandas  hace  á  otras  perso- 


(1)   Otünta  6  casa  de  campo. 


3vGooglc 


491 

nás;  ]o  demás  de  sus  bienes,  qae  son  machos,  deja  é  po- 
bres. Ordena  se  veoda  su  casa,  coa  condicioD  que 
quien  la  comfH-aré  compre  cuanto  en  ella  hay,  y  que  desla 
suerte  se  le  dé  y  node  otra  manera.  Manda  que  si  murie- 
re vestido  le  metan  en  un  ataúd  sin  bayeta  dentro  ni  nia- 
ra, y  si  en  la  cama  le  envuelvan  en  las  sábanas  eo  que  fa- 
lleciere en  el  dicho  atand;  que  solo  vayan  coatro  clérigos 
á  sú  entierro  con  la  cruz  y  no  lleve  ninguno  capa;  que  sn 
cuerpo  lo  tteveo  cuatro  pobfes  y  otros  cuatro  con  hachas, 
y  ru^  y  pide  á  sus  amigas  que  ninguno  le  acompañe,  y 
que  no  se  le  diga  misa  de  cuerpo  presente,  sino  2,000  mi- 
sas t^das  por  sn  alma.  Para  cumplimiento  de  este  testa- 
mento deja  por  su  testamentario  al  señor  Conde-Duque,  y 
que  por  sus  ocupaciones  nombre  siete. 

Fué  peregrino  este  caballero  en  vida  y  en  muerte,  y 
todo  ha  dado  ocasión  para  que  se  hable  de  sus  acciones  con 
variedad.  Dios  le  haya  perdonado  y  á  V.  Rr  guarde.  Con 
esta  va  la  premática  qoe  á  V.  R.  <^recf ;  ya  tengo  avisado 
como  en  tres  estafetas  iio  tuve  carta  de  V.  R.  y  de  que  no 
he  recibido  lo  que  V.  R.  dice  venia  en  ellas.  V.  R.  por 
allá  haga  diligencias  y  me  avise.  De  Madrid  y  Enero  6  de 
l6i3.«SebastiaQ  6onzalez.<->AlP.  Rafael  Pereyra,  déla 
Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


Madrid  y  Enero  1 9  de  1 643. 

(Tom.  101,  fól.  3U.) 

Pax  Chrisli,  &o.  E)  estar  de  priesa  para  ir  á  un  minis- 
terio, me  obhga  á  ser  breve;  én  otra  ocasión  me  podré 
alargar  mas. 

Digo,  mi  padre,  que  el  otro  día  estuvo  un  padre  de 


3vGoogíc 


casa  con  uno  del  Consejo,  y  le  pr^untó  ^  hi^ia  atgnñá 
novedad  acerca  del  duque  de  Medinasidoiiia,  y  le  respon- 
dió: «Lo  que  hay  es,  que  está  mandado  sé  embarguen 
sus  estados  y  rentas  y  que  se  pongan  en  administración, 
la  cual  se  manda  dar  á  la  Duquesa  con  calidad  que  dó 
fianza  á  satisfaccioa.»  Esto  no  se  entieade  de  Sdniúcarj 
que  á  Sanlúcar  va  por  gobernador  de  aquel  lugar  y  ge- 
neral ,  áic,  ano  del  Consejo  de  Gaerra.  No  dijo  el  nombre 
de!  que  había  de  ir,  y  por  cuya  cuenta  ha'  de  correr  loque 
toca  á  la  guerra,  que  se  tiene  por  cierto,  dándole  las  ar- 
mas, que  es  lo  mas,  se  le  dará  la  disposición  de  lo  qee 
fuere  necesario  dentro  de  Sanlúcar,  en  cuanto  al  gobier- 
no, ítem:  que  mandaban  se  sacasen  al  Duque  i,000  dtica- 
dos  para  las  costas  de  unas  diligencias,  y  otros  i,00O  al 
marqués  de  Ayamonte,  y  que  si  este  no  tuviese  de  pre- 
sente dineros,  los  dé  el  Duque,  y  el  de  Ayamonte  quede 
con  obligación  de  satisfacerlos  al  dicho  Duque:  esto  es  ío 
que  hasta  ahora  se  sabe. 

Moneda  dicen  se  labra  de  plata:  cuartos,  cwartos,  me- 
dios pesos,  y  34  mrs. ,  reales  y  dos  reales.  Na  he  visto 
basta  ahora  ninguna;  si  llega  á  mis  manos  la  remitiré  á  las 
de  V.  R.  antes  que  se  publique. 

Hoy  se  ha  pr^onado  otra  premática  én  que  mandan 
valga  el  doblón  de  á  dos  36  rg.  vellón ,  y  así  en  propor- 
ción los  demás;  el  correo  que  viene  la  remitiré. 

'  Háse  verificado  la  muerte  de  Rocheliu  ocasionada  de 
haber  visto  una'comedia,  y  salido  muy  encendido  de  elia. 
Estuvo  seis  días  malo ,  y  visitóle  el  Rey  otras  tantas  ve- 
ces. Hubo  muchas  consultas ,  á  las  cuales  asistió  el  Rey. 
Diólepor  válido  al  cardenal  Mazarino  italiano;  para  las  ar- 
mas, al  señor  mariscal  de  Bresé;  para  lo  político  otro  mon- 
siür ,  cuyo  nombre  no  me  acuerdo.  Viendo  que  se  iba 
apriese  acabando,  le  aconsejó  al  Rey  que  si  queria  que  él 
fuese  el  privado  de  mayor  nombre  que  hubiese  habido 


*Goo(^lc 


496 

hiciese  peces,  que  coa  eso  le  a  tríBuirían  á  ét  los  buenos 
aucesos  que  habia  tenido  la  Francia;  y  si  quería  ser  el 
rey  mas  glorioso  que  se  hubiese  conocido  continuase  la 
guerra,  que  los  baeoos  sucesos  de  ella  se  llevaría  la  gloría 
de  lo  pasado  y  de  lo  que  esperaba  habia  de  ganar,  y 
qae  todo  se  le  atribuiría  á  su  buena  industría  y  disposi- 
ción, y  DO  á  él.  DiÓle  un  escrítorio  coa  5()0,000  escudos 
en  oro,  y  Mzole  donación  de  una  casa  de  placer.  Los  de- 
mas  bienes  repartió  entre  tres  sobrinos  suyos.  Olvidába- 
seme  decir  que  la  guerra  que  le  aconsejaba  hiciese  era 
especialmente  á  España  y  que  la  continuase  hasta  acabar 
coa  ella. 

De  Flandes  vino  correo  y  lo  particular  que  trajo  va 
ea  eaa  relación. 

Padre  mio:  ya  hablé  al  P.  Rector  sobre  aquel  punto, 
y  me  parece  es  mejor  dejarlo ,  porque  si  el  procurador  de 
allá  dice  los  remitió,  y  el  de  aquí  no  los  recibió,  no  hay 
mas  razón  para  que  se  dé  crédito  al  uno  que  al  otro,  pues 
todos  se  tienen  por  hombres  de  bien  y  religiosos,  y  uno 
dice  sí  y  otro  no.  Yo  estimo  el  favor,  como  si  le  hubiera 
recibido,  y  solo  siento  la  pesadumbre  dé  V.  R. ,  y  para  mi 
no  son  de  menor  estima  los  de  algodón  que  los  de  seda  (1 ) 
que  estos  son  de  menos  [Ht)vecho  para  el  efecto  que  los 
quieren  que  esotros.  V.  R.  viva  mil  años  y  le  pague  nups- 
ro  señor  tanta  caridad  como  me  hace.  De  Madríd  y  Ene- 
ro 1 3  de  1 6(3  —Sebastian  Gronzalez.-°AI  P.  Rafael  Perey- 
ra  de  la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 

(1)    Gaanlea. 


:vCqo¿;Ic 


Madrid  y  Enero  "H  á-^  16l3. 
[Toin.  101,  ful.  Ui.) 

'  Digo  que  há  seis  ú  ocho  días  que  el  Conde-'Duque 
eátá  dSscompUesto  boa  S.  M.,  y  ^16  siu  falta  mañana  de 
Madrid,  si  desprirado  ó  no,  no  se  sabe  de  cierto.  Lo  que 
ha  pasado  es  qUe  la  duquesa  de  Máutaa  vino  á  Madrid, 
sin  orden  de  S.  M.  y  faltándola  sustento  para  sí  y  sus 
criados,  sé  fué  á  haWar  sentida  al  Conde.  El  se  lo  negó,  y 
luego  se  entró  á  hablar  al  Rey,  con  quien  estuvo  lai^o 
rato.  Salióse  la  Duquesa,  y  el  Rey  topó  al  marqués  de  Ay- 
tona,  que  era  de  guarda,  y  eg  recien  renido  de  Zaragoza, 
y  le  preguntó  lo  que  habia  de  Aragón  y  Portugal,  &c.,  á 
ló  qilé  el  marqués  respondió  claro  lo  que  sentía.  Fuese  el 
Rey  ai  cuarto  del  Conde-Duque,  y  le  dijo:  «¿No  me  di- 
jtetó'  esto  y  esto  ?  o  Respondió  asiiítieado  el  Conde;  y  luego 
añadió  elUey:  «¿Pues  cómo  el  de  Aytona  me  ha  dicho  lo 
conlfílHó?  •  Quiso  HamaHe  el  Conde,  á  lo  cual  no  dio  lugar 
eIRey,'  y  le  dijo  que  ae  retirase  á  su  quietud,  y  le  diese 
la'  HSivfr  de  dos  vueltas  y  le  dejó. 

El  confesor  del  Rey  dijo  que  el  Conde  pidió  licencia 
para  irse  á  ^  estado  de  Saolúcar ,  y  respondió  el  Rey: 
«■Tai  lejos,' no,' Condoi  mas  terca  sf,»  y  así  se  iráá  Loe- 
ches.  Está  estos  días  dando  los-' pajiles  á  su  sobrino  don 
Luis  de  Haroi'que  dicen  quedará  en  la  privanza.  De  esto 
y  de  ottós  cosas  que  dicen  habladores  de  Madrid  no  hay 
que  tomar  cosa  cierta  btMtsi  que  el  tiempo  lo  descubra,  tá 
verdad  es  que  él  se  vá,  si  en  gracia  ó  desgracia  conocidja, 
no  spisialie. 

Toio  iTi.  -  32 


3vGoo^^lc 


Gl  de  MedínasidoDÍa  (1  ]  está  condenado  por  traidor  y  á 
muerte.  El  Ducpie  dijo  á  la  tercera  confesión  que  habia 
siempre  obrado  por  órdenes  del  Conde-Duque ,  que  tenia 
en  su  poder,  y  no  daria  sino  al  Rey. 

El  príncipe  Tomas  dicen  que  está  en  un  castillo  pre- 
so por  Torrecusa ,  y  á  la  Princesa  que  está  en  Carabao- 
chel,  media  legua  de  la  corte,  la  ban  estrechado  Jaguar- 
da  y  libertad. 

Uea  gran  facción  dicen  se  ha  hecho  por  los  nmestros  en 
Aragón,  d|B  la  toma  de  un  lugar  de  importancia;  olvidí^ 
sema  el  nombre. 

El  Francés  ha  metido  en  Mondón  S.Opo  hombre^  de 
socorro. 

El  rey  de  Francjíi  corre  voaigue  muriá;  es  mentir^,  y 
verdad  que  ha, estado  y  está  muy  malo. 

El  embajador  de  Alemania  que  se  vino  de  Zarffgoza  @a-. 
cOQtrado  con  el  Coiule-Daque.  escribió  al  Emperador  su  pa- 
recer,yesteleescribióáS.  M.quec»nveniaapar|tar  d^  s£al 
Conde,  to  cu^  dicen  ha  moyido  mupho  al  Rey  á  le  resuelto. 
I  Doce  hombres  enrafiscar^doe  eutraroi^  de  tropel  en 
casa  del  corregidor  en  Servia,  y  le  dijeron  se , partiese 
!uego  á;  Madrid,  y  diese  á  S.  M.el  memorial  que  le  die- 
ron, el  cual  contenía  uoa  «úplica  de.  1^  doce  ciudades  de 
Castijla  .que  tiieqen  voto  en  Cortes  para  quie  S.  M.  manda- 
se mudar  gobierno,  donde  no  ellas  Jo  harian.  Epto  cwre 
por  la  corte. 

El  prfnei|>e  de;  Pateroó,  dpque  de  Uontalto,  entr^  ma- 
ñaní^  en  Madrid  á  caear  con,  la  de  Momeada,  dama  d/s  la 
R^a,  y  berníftna  de}  da  Ayton^;  ihácítte  et  Rey,ipuch^ 
mercedpsk  Tq  pienso  me  iré  cofi  él  á Sicilia;  de  estfi  ayirr 
aafé.AdiQ9i:qve  estoy -icon.  poco  tieii^ii  Madrid  y,  Enero 
Sil  ,de¡1M9H=r*eri^fidodeMp(kwMit. ':.  -       ■  ; 

(I]    Asi  en  el  ori^nal,  pero  lo  oreemos  iin  lapiw  ea}ami.  El  que  fiíé  sen- 
tenciado imnertey  sníriólañlliraa  pena,  foé  el  marqués  de  Ayámoiité.  '' 


3vGoo^^lc 


Madrid^  Enet-0  ii  de  1643. 


Pax  Christi,  &c.  Un  hermanro  me  dio  ayer  copia  del 
decreto  de  S.  M.  separando  deán  persona  al  Conde-Du- 
que, y:  aotmcianóotá  iniMdon  de  tooiar  ím  sus  manos  la 
gcrfiepoflcioo  de  estos  t-eidos.-  ¥a  dirigido  al  Consejo  de  \á 
Cámara,!  y  tengo  entendido  que  otros  iguales  se  han  reci- 
bido en  el  de  Cruzada  y  dn  otros.  Pftr  sino  se  ha  recibido 
aun  en  esa ,  he  mandado  que-  se  copie,  y  allá  ié  reínítp 
conforme  me  le  dieron.  Dice  así:  ■  !■  "-  ' 

«Días  ha  que  me faa(%  instancia»  continúas  el  Cüíide- 
Daqae  para  que  le  dé  licencia  de'retirarse,  por  hallarse' 
oon  gran  falta  de  salud  y  jo^ar  que  no  podrá  satisfacei* 
conforma  sus  deseos  á  la  obligación  de  los  ü^ofeios  qué  Ié 
he  encomendado.  Yo  lo  he  ido  dilatando  cuanto  he  podido 
por  la  satisfacción  grande  qne  tengo  de  «u  persona,  y  lá 
conSanzá  que  tan  justamente  hac(a  de  éls  liacidá  áe'\á8 
experiencias  continuas  que  tengo  del  celo,  amor  y  limpieza  é' 
inceeanle  trabajo  oon  que  me  ha  servido  tantos  años!  pero 
viendo  el  aprieto  con  qi»  estos  últimos  días  me  ha  heclió 
nuevas  y  vivas  instanísias  por  esta  licencia  ;  he  venido  en 
dársela',  dejando  á  su  alvedrio  cnando  quisiere  'u^r.dé' 
ella.  ÉA  ha  partido  ya  i  apretado  de  sus  achaques,  y  yd 
quedo  don. esperanzas  dé  que  oon  (|a  qui«tud  yrepoto  Co- 
brará salud  para  vttlvería  á  emplear  enlo  que 'Conviniere 
á  mi^vicioj  ■        '  ' 

; '  Con  esta  ocasión  I  «e  bá  phrecidtf  advertir  al  Consejo 
que  la  falta  de  tan  buen  ministro  no  la  ha  de  suplir  otro' 
sino  yo  mismloí'pues  los  aprietos  en  que  nos' hallamos,  pi- 
deTl'toda>nirper$ona  paré  su  remedio,  y  con  este  ,fin  he" 


3vGooglc 


suplicado  á  Nuestro  Señor  que  me  alumbre  y  ayude  con 
sos  auxilios  para  satisfacer  á  taa  grande  obligacioa  y  cum- 
plir eoterameate  con  su  santa  voluntad  y  servicio,  pues 
sabe  que  es  este  mi  deseo  único. 

Juntamente  ordeno  y  mando  expresamente  á  ese  Con- 
sejo que  en  lo  que  está  de  su  parte  me  ayude  á  llevar 
esta  carga  como  lo  espero  de  au  celo  y  ateuctoa,  y  te  en- 
cai^  en  primer  lugar  el  cuidado  y  vigilancia  en  escusar 
ofensas  de  Dios  y  ea  que^  se  guarde  firmlsmeate  su  san- 
ta ley,  sin  que  por  niogúa  cjlso  de  la  tierra  se  di^nse 
esto  en  la  mas  mínima  parte;  pues  mas  quiero  perder  lo- 
dos.qija  reinos  juntos.guardándola,  que  .cobrar  cuanto 
está  perdido,  S|í  ha  de  ser  coa  riesgo  de  pasar  la  raya  de 
los  divinos  preceptos. 

.  En  segundo  lugar  oe  ordeno  que  pongáis  gran  aten- 
cioQ  en  la  administración  de  la  justicia,  síd  mirar  á  res- 
peto humano  ninguno,  ai  dejar  d^  ejecutarlo  por  fines 
particulares;  pues  si  $a  esto  hubiese  alguo  descuido,  ade- 
m([fS|  de  la  cuenta  estrecha  qué  habéis  de  dar  á  Dba,  os  la 
topi^ré  yo  también,  y  castigaré  coa  gran  rigor  A  cualquie- 
ra que  wtendiere  que  ao  cumple  con  lo  que  debe  á  Dios 
y  á  su  ley.  ,  .    ■ 

.,  En  tercer  lugar  os  mando  «OD  toda  predsktD  qne 
siempre  me  tratéis  verdad  lisamente,  aunque  os  parezca 
sQa  en  cosas  contra  mi  gasto;  y  aunque  estoy  cierto  qoe 
si  Dios  no  me  deja  de  su  mano,  yo  no  lo  tendré  en  nada 
qu^  sea  contra  lo  que  os  digo;  como  hombre  aun  puede 
ser  que  falte  eu  algo,  y  para  en  este  c«so  es  cuando  mas 
he  menester  que  mis  mioisíros  me.  hablen  claro  y  oo  me 
dejen  errar.  Y  mirad  que  os  pediré  estrecha  cuenta  á  to- 
dqs,  si  habiendo  yo  declarado  de  esta  forma  mi  volontad, 
vopotros  np  cumplís  con  ella. 

,  Tambieq  manido  que  se  tenga  gran  cuidado  en  el  se- 
creto,, porque  si«  él,  nadaise  puede' gobernar  comoae  de- 


3vGoot^lc 


501 
be,  y  creo  qae  ba  babido  poco  cuidado  én  esto ,  y  que  se 
habla  faera  de  los  tribunales  ea  los  negocios  mas  de  lo 
que  es  razón.  '       ■ 

Fío  de  ese  Consejo  que  atendí  con  todo  cuidado  á 
ejBcutór  inviolablemente  lo  que  le  ordeno,  que  'con  el 
amor  que  me  tenéis  y  celo  de  mi  servicio,  obrará  de  modo 
en  mi  ayuda ,  que  yo  y  vosotros  descarguemos  nuestras 
coaciencias,  y  se  abra  puerta  al  b'en  y  quietud  de  esta 
monarquía. 

Espero  en  Nuestro  Señor  que  ha  de  usar  de  miseri- 
cordia con  nosotros  y  que  á  mí  me  ha  dé  dar  luz  para 
acertar  á  ejecutar  mis  deaeoi  y  á  vosotros  para  acoo^ejar- 
me  lo  mejor  y  para  cumplir  enteramente  con  vuestras 
obligaciones.  Madrid  á  24  de  Enero  de  i643.  '"--4I  Con- 
sejo de  mi  real  cámara. 

También  corre  por  manos  de  personas  autorizadas  y 
de  respeto  la  siguiente  carta  que  dicen  ha  escrito  S.  M. 
de  su  propio  puño  á  D.  Francisco  de  Meló: 

>  « Marqués  {i ) :  dias  ha  que  continuamente  me  ha  he* 
dio  instancia  el  Conde-Duque  pare  que  le  dé  licencia  de 
retirarse  y'deseansar  de  tanto  como  ha  trabajado  en  mi 
servicio  y  tan  á  mi  satisfacción,  por  hallarse  cansado  y 
con  falta, de  salud  que  le  impide  el'  poder  trabajar  con  la 
aetívidad  y  vivera  que  lo  ha  hecho  hasta  aquí.  Yo  he  idb 
dilatando  esta  licencia  por  la  feUa  que  itie  ha  de  hacer  su 
persona,  y  por  la  soledad  que  me  ha 'de  causar  su  ausen- 
cia; pero  háme  apretado  tanto  estos  dias  en  que  le  conce- 
da esto  permisión,  qué  he  vbnído  en  eDo,  dejando  á'  sn 
arbitrio  el  usar  de  esta  licencia  -cuaiido  quisiere,  ¿  el 


|1]  D.  Francisco  de  Meló,  conde  de  Asumar,  había  sido  creado  grande 
de  España  y  marqués  de  Torrelaguiu  (véase  la  pág.  iSI),  pero  esta  mis. 
ma  carta  hemos  hallado  en  otro  lagar  dirigida  al  marqués  de  Torrecbiuso 
6  Torrecosa,  gobernador  del  «slado  de  Milán. 


3vGoo(^lc 


iW2 

'  aprieto  des»  salud  le  diere  li^r^y  porqoe  juz^qoeima 
cosa  como  esta  correrá  por  todas  partes,  y  unos  la  conta- 
rán  de  ua  modo,  y  otros  de  otro ,  me  ha  parecido  escri- 
biros de  mi  tQano  lo  que  ba  pasado  ea  esto,  y  deciros 
Juntanieate  que  vos  babeia  sido  mi  hechura  por  mano  del 
Conde-Duque,  y  que  auaque  él  se  aparte,  mieatraa  durare 
sa  cura,  quedo  yo  aquí  para  favoreceros  y  honraros  como 
siempre,  y  haoeros^  espaldas  en  cuanto  hubieredes  menes- 
ter, pues  espero  i]ue  el  gobierno  y  la  dirección  de  los 
negocios  ha  de  correr  mas  lomediataoienie  por  mi  perso- 
na, que  faltándome  el.  Coade-D^que  no  me  atreveré  á 
fiar  de  nadie  io  que  de  él;  y  así  podéis  estar  de  buen  Ani- 
mo y  continuar,  sin  hacer  ninguna  mudanza,  en  lo  que 
está  á  vuestra  cuenta.  Yo  oe  acudiré  con  cuanto  humana- 
mente pueda,  que  ya  se  ban  acabado  de  ajustar  los  acen- 
tos en  que  ha  habido  bien  que  h«cer,  por  la  apretura  en 
que  todo  está,  como  vos  lo  sabéis  mejor  que  nadie.  Procu- 
raré enviaros  muyapriesa  las  letras,  y  esto  es  ciertfsimo 
y  da  vuestro  i  celo  y,  valor  qt^  madrugareis  bien,  y  haréis 
tal  esfuerzo  por  esa  parte  que  qq  cat^ue  la  borrasca  toda 
sobre  nosotTQSt  como  Ip  hicisteis  et  año  pasado. 

No  hay  síqo  buen  ánimo  marqués;  yo  tomo  el  remo, ; 
Qlpero  que  en  Jo  que  04  tocare,  me  le  ayudareis  á  llevar 
de  modo  que  sea^s  uno  cte  los  instrumentos  de  mi  descan- 
so y  dgl  bien  y  quietud  de  toda  mi  monarquía.  De  Madrid 
áao  de  Enero  de  1643.» 

No  me  ocurre  nada  mas  de  que  avisar  á  V.  R.,  cuya 
vida  guarde  Dios  como  yo  deseo.  DeMadrídá  24  de  Ene- 
ro de  1613.  Sebastian  Gimzalez.— Al  P.  Kafoel  Pereyra,  de 
la  Compañía  de  Jesús,  en  Sevilla. 


3vGoO(^lc 


Madrid  y  Enero  i1  di}  íei3. 


(Tum.  <DI,  rd!.  S»9.) 


Pax  Christi ,  &o.  Eo  coQsecueocía  de  lo  que  á  V.  B'. 
avisé  an  la  pasada,  digo,  padre  inio^  que  S.  M.  (Dios  le 
gvarde]  sefué  el  miércbles á  caza,  hacia  el  Elscorial.  Dej6 
ónien  que  el  seoor  Coade-Doque  para  cuando  volviese 
erituviese  ya  fuera  de  Palacio.  Volvió  S.  M.  jueves  ep  la 
DOcfae.  Al  camino  le  salieron  á  recibir  cuatro  carrozas  de. 
gnandea;  eaias  dos  primeras  iban  él  duque  de  Bijar  y  el 
coade  de  Leíaos;  en;  las  otras  dbs  el  de  Osuna  y  el  del  In- 
Eaaudoj  Los  doa  primeros  seh!abian  adelantado  algún  tre- 
cho, porque  los  dúqnes  habían  comido  tarde.  Ya  que  vie- 
ron el. coche  del  Rey,  deliberaron  sobre  el  modo  como 
ha^iao  de  haberse  oon  S.  M.  porque  hablarle  desde  los 
ooches  parecía  demasía;  cerrar  las  cortinas  era  no  conse- 
guir él  fio  á  que  hsbian  salido.  Resolviéronse  que  cada 
carroza  fuese  por  su  lado. y  en  «stando  cerca  se  apeasen 
y  .hiciesen  reverencia  á  S.  M.  y  luego  fuesen  detrás  acom* 
pañándolti.  Así  sé  hizo  cuando  S.  M.  llegó,  y  al  hacer  la 
reverencia  sacó  la  cabeza  al  un  lado  del  estribo  y  al  otro 
dUQ  imuéstras  de  agcado  grande.  En  e^  ocasión  descubrió 
S.  M.  las  carrozas  del  duque  del  Infantado  y  del  deOsuna 
que  venían  á  mas  correr,  y  mandó  á  un  escodéis  de  á 
pié  supiese  cuyas  eran  y  á  qué  venían.  El  lo  hizo,  y  los 


3vGoO(^lc 


504 
duques  le  respondieFoa  que  á  anticipar  el  gusto  que  ten- 
drían coD  saber  S.  M.  venia  con  salud,  y  acompañarle. 
Con  esto  hicieroo  lo  mismo  que  íes  primeros,  y  S.  M.  de- 
mostró con  el  agasajo  que  les  hizo,  el  gusto  que  tenia  de 
que  le  hubiesen  salido  á  recibir.  Llegaron  de  esta  suerte 
á  Palacio,  y  ya  tenia  aviso  del  suceso  el  señor  Conde-Du- 
que, que  no  faltó  na  albacea  que  se  lo  fué  á  coatar.  Su- 
bió un  billete  á  S.  M.  excusándose  de  que  no  había  parti- 
do por  hallarse  indispuesto  de  un  dolor  de  espaldas.  Di- 
cen le  leyó  S.  M.,  y  mostró  poco  gusto  y  aun  algún  desa- 
brimiento con  él.  Dicea  decia  también  saldria  de  Palacio 
el  viernes  mientras  la  6e&ta,  por  obviar  algunos  inconve- 
nientes,  á  que  respondió  S.  M.  fuese  sin  lalta. 

Viendo  estaba  cerrado  el  camino  para  detenerse  mas 
tiempo,  ordenó  al  conde  de  Grajal  le  diese,  el  cual  comu- 
nicándolo con  S.  M. ,  y  preguntando  si  habia  de  s&r  con- 
forme á  oficio  de  caballerizo  mayor,  le  fué  respondido 
que  s(;  esto  es,  un  coche  de  seis  muías,  un  carro  largo, 
dos  hacas  y  una  muía  de  regalo.  Estuvo  todo  esto  muy  con 
tiempo  al  dia  s^uiente  en  la  Priora ,  y  no  pocos  á  vierle 
salir.  Comió  á  las  once  con  dos  personas  sola¿  que  le  asis- 
tieron, con  profunda  melanooUa,  sin  hablar  palabra.  Es- 
tos fueron  Hioja  y  el  contralor  de  la  Reina,  que  habia  si- 
do criado  suyo.  Apenas  -comió  un  bocado  de  tos  platos  qkie 
te  pusieron,  cuando  avisó  al  de  Grajal  estuviese  con  su 
coche  y  con  el  P.  Juan  Martínez  de  Rípalda  á  una  de  las 
puertas  de  Palacio.  A  la  una  y  media  bajó  por  una  esca^ 
lera  secreta  en  una  silla,  y  metiéndose  en  el  coche,  corri-< 
das  las  cortinas,  picó  al  cochero.  Los  coches  de  la  Priora 
salieron  algo  mas  tai'de,  y  los  que  estaban  coa  deseo  de 
verle  partir,  se  quedaron  burlados,  porque  el  coche  don- 
de S.  E.  habia  de  ir,  iba  vacfOj  abiertas  las  cortiaas.  Den- 
tro de  dos  ísoras  se  su^  sa  todo  Madrid,  as(  como  la  es- 
tratagema de  la  salida. 


D¡g,l,z.cbyC00glc 


505 

Dos  veces  qneS.  H.  Uh salido,  luia  á  la  fiacarnacioa 
y  otra  á  las  Descalzas  Reales,  ha  sido  grande  el  aplauso 
y  Voces  del  pueblo,  alabando  ésta  resolucioa  ;de  S.  M. 

S.  M.  el  sábado  jubtó  «I  Consejo  de  Estado  y  habló 
en  él  por  mas  de  una  hora  con  tan  grande  acierto  y  cor- 
dura que  ({oedaroo  todos  admirados  de  su  prudencia, 
comp(«B»óa  y  bueú.  juicio;  La  plática  se  ordenó  en  8us> 
taacia  á  dar  las  razones  que  le  habían  movido  para  darle 
liceocíad  señor  Coode-fDuqae^para  retirarse.  Ha  hablado 
de  él  siempre' 000  macba  decencia,  y  haciendo  estimación 
de  ios  bueDé9  deseos  quede  servirle  había  tenido;  mas  dijo 
que  vieado'los  del.  pueblo  qilerian  que  loa  gobernase  por 
sí,  lo  quería  hacer  y  que^opensaba  teol»  privado  nin- 
guno, mas  que  t«dos  le;  ayudasen  y  animasen  a>n  su  con- 
sejo, diciéndole  libremente  lo  que  sintiesen  con  llano»  y 
verdad^qne  ii  tos'  Iq^se  as(  lo^hicleseo  estilnarLa  y  acre- 
cebtwia,  cómo  Teríffli''por  Tas  obras,  y  por  el  contrario  en 
quien  no  hallase  ^a 'que  deseaba  adeúiás  de  privarlos 
déisa  servioib  y'de  los  puestos  que  tuviese,'  servirla  dé 
escanniento'á'olfcisi  aSokten  una  ^oosa,  dijo,  os  advierto 
oo  me  vais  á  la  ihanoi-iy  es  es'que  estoy  em  res<riucioD 
de  salir  á  campaña  y  ser  el  primero  en  los  peligros,  arries- 
gado mí  sangre  y  Vida  por  «1  bien;  de  mis  vasallos,  re- 
sucitando ^eti  ellos  su  antiguo' valor  que  está  muy  caído 
con  Jos  sucesoside  estos  años.»  :  ; 

:  Otro  día  habló  al  €on8e)o  Real  énla  conformidad  de 
arriba,  y  al  de  Hacienda  para  íp 'disponiendo  lo  necjssa- 
rio  para  la  primavera.  Ha  mandado  se  le  dé  un  ajusta^ 
miento  de  todas  isud  rentas  ^'que  se  les  tomen  cuentas  á 
las  personas  por  cuyas 'manos  han 'pasado  eslos'años.' 
'  '  Dicen  por  cierto  que  ha'^lido  decreto<  de  S.  M.  en 
que  maúdA  que  el -n^arqués^ide  Luanes  dé  «uentas  de 
3:600,000  ducadosque  le  entre^roo  para  la  guerra  de 
Itdlia.  Serán  t«g  del  Gran  CapUad,  que  nunca  «sto  se  pne* 


3vGoi>^ílc 


S06 
de  averiguar,  de  «lerte  que  hayft  mudto  que  s»  pueda 

deavanecer. 

Dicese  por  cierto  que  (oda  la  plata  labradUi  que  habia 
ea  «T  Baen  Retiróse  ba  llevado  á  la'  casa  de  la  moneda 
para  deshacerla.'  . 

Estas  dias  ban  preso. á  tres  franceses'  porque  bacian 
reatesdeá  ocho  falsos.  El  maestro' de eata  obra  tendrá 
cooüo  23  años;  tiieroo  tan  para  poco  que  sin  lormfflito 
ooorésaron-  de  plaao  y  Ee  ratiBdáFoú  deoiro  del  téruioo 
de  la<ley,  con  queén  breve  se  condvirá  su  causa. 
.  '  De  Cataluña  lo  que  hoy  so'sabe  es  quoloe  nueslroe 
bao  tomado  la  mayor  parte  de  la  castellanfa  de  Amposta. 
SoD  los'  mss  pii^)o6 'abiertos;  dos  ó  tres  son  razonables  y 
iwdíaoamente  fuertes;  importa  para  'ser  dueños  de  la 
campaña.    ■  ■  '.  - 

.  El  rey  de  Fraucia  adjodioó  el  coodadd  de  RoséUon'  á 
la  provincia  de^Narboaa.  .Hánio  sentido  gnandemente  los 
ttataiane^,  y  se  dicb  que:baii!tom^do  las  armds  ea  Rosé- 
Uon^ y. qae  los  francés^  se  babiaa'  retirado  al  castillo 
diondéJos  de>  tá' ciudad  los  teniancercados;  quedelcasliUo 
habiab  jugado  la  artilleí^  leontra.  la  loiudad  y  becbo  gran- 
de esU'a^o  ea' l^^casseí  , 

'.  Taiíibíen  sé  dice  qiffiitbs* franceses  habían  querida  to~ 
cAárá  Monjui, que..e8  elipadrastro  que  tiene  Barcéloaa,  y 
siendo  dueños  de  este,  lo  son  de  la  ciudad,  porque  desde 
Q6t6c6rroila  poedén  batir  coa  grande  fóoilidad;  que  los 
ciadadanos  ibaiñan  resistidoi  y  queibabiaA  eitvibdo  enibo- 
jadoree  al  rey ;  de '.  Franda  i  acetcaí  de  eate/  pudlo.  ;3i&a  salen 
coBSu  ppeteniioti.fadbfá  grandes  oovedades,  qae  !ya  seles 
va  haeiendo  muy  pesada  )a  earga  de  Francia. 
-  .Ueni:  que  dentro  deBarcelooa  habia  unos  bandos 
muy  antiguos  m\x%  dos.faoiilias  nobles,  y  que  bebían  con 
oeaaio»  de  lo  que  boy  allí  corre  tornada  á  resucitar;  los 
uoo^  a^uea  la  bccioii  de  Francia;  oth»  la  nuostra.<Oue 


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había  habido  algunas  muertes  de  una  y  olra  parte,  y  que 
ei  fu^o  se  iba  enceodieudo  mucho.  Dios  ]o  i-emedie,  que 
la  experieocia  les  enseñará  cuan  errados  han  andado. 

Este  correo  no' he  tenido  carta  deV.  R.  Abrióse  el 
pliego  estando  yo  presente ,  y  uo  vino  ninguna  para  mf. 
Como  el  pasado  escribió  V.  R.  de  mano  agena,  recelo  no 
sea  Taita  de  salad;  désela  Dios  á  V.  R.  tan  cumplida  como 
yo  dtfseo.  De  Madridiy  Quero  ^  de'  16i3,-7>Seba$tian 
GjsnafilefcpMH'-'  Rafa*^  Pere^,a,  de  la  C<MDpañí^^  de- Je-; 
8ÚS,. on Sevilla, .     <  ■■    ,:     ,. 


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Méjico  y  Eneró  Z&  da  V&Í».   ■■  • 

.       .  .  .     CTora:.4Pi;  fiJL86».J,  .       -  .  .1 

Pax  Chrisli  &c. :  Mi  P.  maestro:  no  pieose  V.  -R. 
que  iXm  volver  laS'  espaldas  á  Gispána  me  Olvide  de  las 
obligaciones  en  que  V.  R.  me  ha  puesto;  no  es  así,  mi 
Padre,  que  estarán  siempre  muy  prefereates  en  mi  memo- 
ria, y  yo  muy  reconocido  y  deseoso  de  que  se  ofrezcan 
ocasionen  en  que  mostrar  este  mí  debido  reconocimiento. 

Ya  sabrá  V,  R.  de  nuestra  larga  y  peligrosa  navega- 
ción, de  que  fué  el  Señor  servido  sacarnos,  trayéndonos 
con  salud  á  este  puerto  deseado.  Hallamos  la  Nueva  Es- 
paña muy  pacífica,  y  sin  las  inquietudes  que  se  temia  hu- 
biese ocasionado  el  marqués  de  Villena,  primo  hermano 
(lol  de  Berganza  (1).  Con  lodo  eso,  por  no  sé  qué  ói^eoesi 
ó  cédulas  del  Rey  le  habian  quitado  el  vireinato,  y  había 
entrado  en  su  lugar  elSr.  D.  Juan  de  Palafox,  obispo  de 
la  Puebla,  que  luego  que  llegó  el  Sr.  conde  de  Salvatierra, 
dejó  el  gobierno  y  se  lo  entregó. 

El  marqués  de  Viriena  queda  en  un  conventito  hecho 
un  santo,  que  no  le  falló  mas  que  dejar  el  traje  de  seglar 
y  vestir  el  hábito  para  que  le  tengan  por  un  muy  ajustado 
religioso.  El  golpe  fué  sensible  y  la  nota  mayor;  y  así  no 
me  admiro  que  se  haya  visto  obligado  á  hacer  este  retiro 
ad  tempus  y  mudar  de  vida.  Obligarle  á  que  vaya  á  Es- 


(I)  D.  Joan  Fernandez  Pacheco,  qninto  marqaés  de  Villena,  y  padre 
de  D.  Diego  López  Pacheco,  Cabrera  y  Bobadilla,  sexlo  marqués  y  virey 
de  Méjico,  estuvo  casado  con  D*  Estefanía  (otros  la  llaman  Serena]  de 
Bcrgania  hija  del  duque  D.  Jaan. 


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paña  en  la  flota,  y  se  habrá  de  ejecutar,  si  en  el  navfn  do 
aviso  que  esperamos  no  le  viene  algún  nuevo  orden. 

Estábamos  todos  con  gran  cuidado  de  las  Filipinas, 
que  casi  las  daban  por  perdidas;  pero  fué  N.  S.  servido  de 
quitarnos  estos  temores  y  traernos  las  naos  que  de  aití 
vienen  todos  los  años,  y  con  ellas  la  relación  de  los  casos 
de  por  allá,  que  para  cumplir  con  lo  concertado  remito  con 
esta  á  V.  R.,  á  quien  pido  no  me  olvide  para  con  N.  S,  que 
guarde  á  V.  R.  &c.  Méjico  30  de  Enero  de  i  6Í3.=D¡ego 
de  Saiazar.  Al  P.Rafael  Pereyra,  de  la  Compañía  de  Jesús, 
en  Sevilla. 

La  que  va  con  esta  se  sirva  V.  R.  .hacerla  llevar  por 
algún  niño  á  mi  hermano  ó  sobrinos  que  viven  en  Triana, 
en  la  orilla  del  río,  algunas  casas  antes  de  llegar  at  Espí- 
ritu Santo. 


PIN    DEL  TOMO  XVI, 


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