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Full text of "Teatro Mexicano: descripcion breve de los sucesos e jemplares, historicos, politicos, militares y religiosos del Nuevo Mundo Occidental de las Indias"

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üRimci  msTORicA  de  u  iberíá 

4 

TOMO  VII. 


^»^ 


TEATRO  MEXICANO 


Foa 


BB  TRAICUXT. 


TOMO  I. 


•  *    •  •  •      • 


••    •••         •         • 


-   •      •  •       • 

•  •        •    •      • 


é       •         •  • 


MÉXICO 

A  DK  L  aBCALAKTB  T  o 


1870 


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PÜBLIC  LIBRA  ^v 

4.S.SI5Í 


•         • 


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•  • 


NOTICIA 


EL  PADR£  VETANCURT. 


t-^j  Agustín  de  Vetancort  (asíeácribia-él 
.  >:-^ioj,  nació  en  la  ciudad  de  Mézicolpor  v^  t;  < 
-Jx  de  1620,  y  deanes  de  haber  avanza-  /"  '^  *> 

-  :^  at  estadios,  tomó,  jóvea  aón,  el  h&-  '  <3  ^ ' 
-:  ie  :Ma  Frandtoo  en  el  convento  de  la 

'-::a  de  k>s  Angeles.  Ejerció  el  ma^^ísterio 
■-  £  Orden,  y  enseñó  póblicaoaente  la  lengoa 

-  loüia.  Más  de  eoarenta  años  sirvió  elca- 

-  k  San  José,  parroqoia  de  indios,  la  más 
•^  rx  j  célebre  de  Módoo,  y  nraríó  deocheo" 
>  -*¿M  1700.  £1  comisario  general  delndiain 
*  -sUó  cronista  de  la  provinda  del  Santo 

-  -  ¿«lio  de  lléxioo,  y  en  desempeño  delcar- 
'  nar7o\S  eo  efecto  la  oónica  de  la  provin- 
^  ^  dio  ala  prensa  en  1697;  mas  no  como 

1  i&iqwodiente,  sina  como  parte  coarta 
Ttstro  JfexúseatOt  impreso  el  año  siguiente 
£1  J«a*«  eí¿l  dividido  en  cuatro 


IV 


partes.  La  primera  comprende  los  we^os  m 
turak»^  y,  como  lo  indica  su  título,  es  on  bre 
ve  tratado  de  historia  natural  de  México.  El 
la  segunda  parte  habla  de  los  sucesos pcUticoí 
y  es  la.  historia  de  México  desde  los  tiempo 
más  remotos  hasta  la  llegada  de  los  españolea 
inclnyendo  noticias  de  la  cronología,  religión 
ritos,  leyes  y  costambres  de  los  antigaos  m0 
ücanos.  La  tercera  parte,  que  sé  intitula  d 
ibs  "sucesos  mitítares,  émí[)ieza  en  el  descubrí 
mienta  de  la  América  y  aéabér  con  k  l^tna  di 
Mésico  por  Cortés.  La  parte  cuarta,  impresl 
antes  qué  las  otilas,  forma  una  obra  totalmed 
te  8e|>arada,' según  heñios  di6ho,  bi^tí  el  tftall 

de  OrSnica  de  la  Provincia  dd  Santo  Evari 

» 

gelio  de  J^ixico.'X5otDL\tB3A  coh  lá  relación  dti 
Titge  de  los  primeros  misioneros  firaadseanoa 
réñere  el  establecimiento  dé  la  religión  oristia 
na;  enamera  y  describe  las  obras  ^^'lan^oioné 
t(é  fos  frailes;  liabla  del  desa^  ie,  y  á  iméltas  di 
sSgnnas  noticias  qne  solo  interesan  &  snOrden 
inéízclá  otras  mnchas  de  importancia  para  11 
bístoria  genenS.  i^Cr  apén¿Bce  6  e<«nplBmen 
to  de  lá  Crónioa  ai&idió.ñn  MtnÓhgiü  Frari 
mscano  tan  esSeúso  como  la  Crórdcaf  y  en  qni 
escribe  las  vidas  délos  tdigiósos  más  notable 


-^hoTiiiCla*  A  las  obras  meDcionadu  a&- 

-'  •  timnente  anido  Tin  breve  pero  carioso 

^:d'j  d^  la  ciudcid.  cte^  Jlá'éxico  y  las  gran- 

3  fí^  ía  {lustran^  con  nn  catálogo  de  los 

"jes  T  arzobispos,   y   noticias  de  algunos 

"  -a  uTistres.    Al  fin   do  este  tratado  hay 

^  iila  ciudad  de  la  Puebla  de  los  Angeles. 

*■  U»  referido  forma  nn  regalar  tomo  en 

.  y  «  conocido   colectivamente  con  el 

~T^  ¿e  Teatro   Mexicano  de  VetancurU 

'  ^i^.^To  dice  qne  la  parte  de  historia  an- 

r:^  r?.  Vctancnrt  no  es  mas  qae  xm  com- 

■•£o  i^  \a  de  Torquemada,  hecho  de  pn- 

•  j  f-^crho  con  poca  exactitud.  Curioso  seria 

■  ^  Veíanctirt  hubiese  plagiado  á  Torquema- 

—  i  \V:ea  acusa  de  haber  plagiado  al  padre 

^'^i^ta,  lo  cual,  81  bien  no  al  extremo  qae 

"^•^-¿^ie  Vetancnrt,  es  un  hecho  cierto,  como 

•i"^*.:.  ce  probarlo  el  señor  don  Joaquín  Qar- 

'-•  -  :::i:b^lceta,  editor  de  la  obra  de  Mendieta, 

►a  yoT  primera  vez  en  el  presente  año. 

H  en  lo  qae  respecta  i  la  historia  anti- 

'lOnZ  algo  de  TorquemadisL,  no  puede  ne- 

qie  el  libro  de  Vetancurt  contiene  en 

iterias  multitud  de  noticias  que  no  son 

Temada,   Basta  con  saber  oue  escri- 


« 

l^jiS.mas  de  ochent»  años  dea|kae8,.y  ik>Ou  v 
fil  frente  de  la  obra  la  lista  de  los  materíaJ 
. impi^esoe  y  ipannscrítoe  de  que  se.  valid.pa 
escribirla,  algi^)a8  de  los  cacdes  no  jiaQ.Ueg¡ 
do  hasta  nosotros.  .  i 

Además.del  Tecttro  MeríbióVetaBoort  óix 

■  •  - » 

varias  obras,  todas  smaaoaente  raras  hov, 
saber:  jHrKEaoB'.ArtedeLpifftfaMefioa/i 
impreso  en  México,  1673»  en  4? — Mamt^ 
para  admini^ar  los  aacraineniast  <^  ¡o$  i 
dtdtoi  opotíóUcfíS  en  favor  de  hs  indip^  it 
preso  en  México,  1674;  reimpr^  en  168 
laego  en  Sevilla,  1:690,  y  otro  vez  en  Mes 
00, 1.729,  en  4?; — Panegírico  de  Nuestra  JS 
ñora  del  Pilar  de  Zarcigoea,  impreso,  167{ 
en  4?~t^i^  de  San  Antonio  de  Padua,  ic 
preso  en  México,  1682,  reknpreso,.  1728,  t 

co,  1696,  en  4fi — Oracim  primunciada  i 
celebridad  deíá  Byh  de  Inocenm  XXf4  fs 
wr^de  la  Congregación  hospüaiania.dfi  I 
Beilemüas,  impresa  ea  l^éxico;  1^97^  ea  i 
y^Eloffiú  fúnéíre  de  la  reina  doña  Martcm 
de  ÁuOria,  impreso^n  Jtféxico,  1697^  en  ^ 
r-^MAN  uscRjTos:  I^Ketoricanarratio  dé  gloru, 
ns  incrementis  Ptovinam  Sandd  EvfíngeU^ 


adccqriiukim  genérale  rmssa. — Besoluéianes 
murales  titiles  á  hs  párrocos  de  indios.  Del 
origen  de  los  oficios  .divinos.^^Sermones  en 
lengua  mexicana.^-^  Vidas  de  San  José  y  San 
Juan  Bautista  en  mexipano,  j  otros  que  se 
eitrETÍaion. 

RioMoioir  OR  i^  IBEBIA. 

Esta  edición  está  tomada  de  una  hecha  en 
México  el  año  de  16889  y  cuya  portaba  dice 
a^  copiada  á  la  letra: 


TE  A.  T  RO 

MEXICANO 

DESCRIPCIÓN  BREVE  DE  LOS  8VCES80S  EXEMPLARBS, 

HISTÓRICOS*  POUTICOS,  MIUTARES  Y  RELIGIOSOS  DEL 

QOttTo  mando  Oeeidcntal  de  !«•  Indiafi 

DEDICADO 

Al  Fipow  ¿9  la  ^ne  m  d«l  minino  DIOS  R^poia.  Padrv  palatiro  dal 
Hijo.gM.M  Hijo  del  mUmo  DIOS  CHRISTO.  Dios,  y  hombre  ver* 
¿«ücm.  Al  lue  con  el  sudor  de  su  rostro  sustentó  si  qOe  todo  lo  eueteata: 
Ai  que  fné  Aogel  de  Guarda  de  la  Ciudad  de  DIOS,  milagro  de  stt  Om- 

nipotsneia,  y  «bismo  de  U  gracia. 

masía  señora  nuestra. 

Al  glorioso  Patriarca  de  la  casa  de  Dios 
SE90R  S  JOSEPH. 

DISPUESTO 

POB  EL  R.  P.  Pr.  AVGVSTIN  DE  VETANCVRT, 
VeiicsBo,  hito  de  la  mi^ma  Provincia.  Difinidor  actual,  Ei  Lector  de 
Tusolegia,  Predieadnr  Jabilado  General,  y  nu  Chronist'i  Apostólico, 
Vicario,  y  Cura  Miiiistro,  por  sii   MAG PASTAD,  de  U  I^ltiüia  Parro- 
ehial  de  d.  JOSEPU  de  los  Naturales 
de  Moxico. 

eos  UCENCI I  DE  LOS  8ÜPERT0RE8. 
C«  Vence  eer  P^ibi  Jfefúi  ds  Bsiiavtdcf  Vmia  de  /«oii  d§  Ribera.  Añ0 


•  • 


DEDICATORIA. 


•*mmm 


Todos  los  que  esoñbea  tmdoáiti  modos  oómo  am« 
parar  y  defeüdor  de  los  que  ottlam&íaft  sus  esorttos^ 
unos  dedieáudolos  á  reyes  y  moaareas,  parectéttdo- 
les  que  en  esto  estriba  la  defensa;  etros  los  ofreoea 
á  las  personas  á  quienes  se  reconocen  obligados^ 
porque  con  eso  c^een  que  se  desahoga  su  gratitud 
reconocida.  El  dedicar  á  poteiítados  del  mundo,  si 
no  es  ignorancia,  tiene  visos  de  adulación.  Si  las 
dedicaraa  con  el  intento  que  algunos  santos  dedi- 
carón  sus  libros  á  reyos  católicos  y  pilncipes  eole* 
BÍásticos^  que  fué  para  obiigaries  á  leer  lo  que  pa- 
ra BU  salvación  pretendían  enséfiar^  siendo  un  ser- 
món disimulado  la  dedicatoria  ofrecida,  fuera  mirito 
por  lo  que  tiene  de  caritativo;  pero  ofrecer  su  tra- 
bajo con  titulo*  de  protección,  albbando  en  sus  de- 
dicatorias al  que  dídsean  gAtiqear  para  sus  medras, 
cuando  escapa  de  ambición,  tifa  plaxa  de  codicia; 
y  deseando  dclfensa,  dan  de  ojas  en  la  ignorancia^ 


Um^  néío  á  laftcálomnias  qiM  pudieran  eoniñ  esa 
roafaré  levaiitane.  MábIa  toé  él  taberniculo  en  que 
el  Verbo  BterAo  ae  deapoaó  ooa  nueatra  hmiiana 
nataraleaa,  que  «antífioó  el  Altíaime^.y  Joaa  fdé  el 
taberaáealo  de.  ese  tab^mácolo^  el  gué  giiardú  co* 
me  ángel  enatodio.  el  tabernáculo  y  tempb.  de  la 
Trinidad  Sai^da:lnego  quien  procura eontnimttr*- 
muradeiea.  defensa^  á  Mama  ó.  á:  Joan  debe  aoadir 
l^reanroaó:  quien  huye  de  loa  taaldioienteai  venga  á 
JoBB  para  qne  aea  au  nube  qne  le  ampare^  coma  fué 
nube  de  átt  Sapeea,  tafaernácolo  que  le  ésoonda^  co- 
mo fuá  imbernáeolo  que  gnardé  á  Mabía«  Moiaósy 
Aaron  á todo  einrrer  hoyen.  ^Pe  ^ué  buyen  y  adonde 
vanT  £1  texto  lo  deobrai^-^Murmuratit  multítudo 
filiorum  larael,  Moiaes.  et  Anuí  f iigemnt  ad  taber- 
Daealum  foederia.  {Núm.y  cap:  16^  v.  4^.):— ¿T  qué 
lea  sucedió?  Bajó  una  nube  que  los  escondOi  y  la 
gloria. dial  .SéBas  que.  apatede. — Quod  postquam 
ingressi  sunt  operuit  nubes,  et  apparuit  gloria  Do- 
miDi. — ^Tales  amparos  y  defensa  figuras  son  de  lo 
que  hallarán  en  Mabía  y  su  divino  Iglsposo  los  que 
huyendo  de  los  rayos  que  disparan  las  lenguas  mal- 
dicientes^  hallan  nubes  que  amparan  desvalidos. 
¿Quién,  si  teme  murmuradores  y  desea  proteccio- 
uesy  busca  otro  refrigerio  que  el  de  las  plantas  de 
«inella  SeBora,  ni  escoge  otro  patrocinio  que  el  de 
Josa  su  esposo?  ¿No  es  patrón  de  la  Nueva-Espa&a, 
7  aun  nuevamente  jurado  y  electo  por  patrón  de 
toda  EspaSa  por  nuestro  rey  católico  Carlos  II,  y 


tífcolar d«  «sb»  iglm»  parroquial  delosíb^nUA 
pñnm  i{^8ia  que  &  sa  titalo  conngvó  aa  el  mu 
do,  donde  há  taotoe  aSm  que  mrñó  eomo  miiiüiti 
y  asatíió  oooio  párroco?  lAogo  ya  tíene  gruiieu; 
el  dtnoho  da  jiatrau,  y  est¿  oidigado  eo  todaa  L 
aoGMiMB  b1  amparo.  ¡Ua,  Santo  nao,  doeBo  en  eua 
to  mi  voluntad  naoe  y  de  cuanto  de  mi  oOiteente 
dÍBÚeoto  {irooede!  Arebive  leia  del  tei^ateo  de  L 
divinaa  miseríoordiast  Duefioy  esposeil^laqae  a 
lo  Dios  eg  mayflor  q«s  lilla;  rico  y  pvóapfro  os  haU 
réia  entre  los  hombreí  y  atiii  eutr*  loa  lÚHaofl  á 
geles:  [acordaos  d«  Bnastra  fqbram  y  míMiia,  y  < 
mi,  el  ra&B  vil  gosano  de  la  tíeira,  que  Mlioito  vac 
tro  amparo,  bnieftaiado  de  Toeatro  podar  y  lavoi 
cido  de  vuestra  iütareomon.  Aman. 

Vueitro  iadigno  «solave, 

Pb.  AeiMBt  M  Ymabrax. 


UCMCIÁ 

« 

Del  rovenaidimoio  padre  oómkftrio  general  de  toda*  lasprofindai 
de  las  Indiaa  Ocoidentalea  de  toda  la  Orden  de  nnestscr  Padre 
fian  Frandaco. 

.  .  .  r 

Fray  Julián  Ghumillas,  WoAor  juUlado»  eatHComiaaría'geoe« 
ral  de  toda  la  Orden  de  nuestro  8eráSeo  Padre  'San  Frcndaoo 
en  esta  familia  QÍ8montana«  y  aotnal  de  todas  las  provineiaa  de 
las  Indias  Oooidentalea,  J^jiervo.ete.^ 

Por  onanto  habiendo  visto  y  examinado  el  Teatro  Mexiaéinú 
y  Crónica  de  nuestra  Provincia  del  Baóto  Evangelio  de  Ütn-i 
00,  compuesto  por  el  padre  fray  Agustín  de  Vetanourt*  y  ha* 
hiendo  sido  examinado  y  aprobado  de  nuestra  cQmiaion  por 
religiosos  graves  y  doctos  de  esta  sagrada  religión,  y  Juzgan- 
do digno  de  salir  i  luz.  Por  tanto»  en  virtud  de  las  presentes, 
firmadas  de  nuestra  mano  y  nombre,  selladas  con  el  sello  ma- 
yor d6  nuestro  oficio,  y  refrendadas  de  nuestro  prosecretario, 
por  lo  que  á  nosotros  toca  damos  á  dicho  padre  nuestra  licen- 
cia y  J[>endioion  para  que  pueda  dar  á  la  estampa  dicho  Teatro. 
Servaiú  m  ommbut  iervandu.  Dada  en  esto  convento  de  nues- 
tro P.  S.  FraAQÍ8CodéMadiid«i^ail7dd  Abril  del692  años. 

» 

Fray  JyLUN  Chümillas,    * 

Por  maiKlid»  4*  n  ^f^L 

Fbay  Alonso  Jimsinki^ 


V*   * 


UCENCIA 

Del  mny  reverendo  padre  fray  -Manuel  de  Monzabal,  comiiario 
general  de  todas  las  provinoias  de  la  Nueva-EspaUa. 

Fray  Manuel  de  Monzahfd»  de  la  regular  obsQjrvanda  da 
nuestro  Padre  San  Francisco»  lector  jnbilfdoy  padWh.de  la  san-, 
ta  provinda  de  la  Concepción  y  comisario  general  de  todas  las 
provincias  de  Noeva-Espafia  v  FUipinacr,  etc«  Al  may  rev«r 
rendo  padre  fray  Agustín  de  Veiahcurt,  ex^ec^r  de  teolfijgfat 
predicador  genen^  y  cronista  4p  esta  nuestra  Provincia  del 
Santo  Evangelio;  vlcfirio  de  la  capilla  de  sefior  S.  José  de  los 

VavAvcviiT.— Tomo  I^Sl- 


NttQraleB  de  Mta  dudad  da  Médoo,  aaltid  y  pat  en  naai 
Sefior  Jeaaeristo.  Por  chanto  yaestr»  paternidad  noa  ha  f 
aentaiio  la  licencia  que  tiene  de  meetro  reverendísimo  pa 
fray  JaVaa  OhniniHaét  leoter  JtriiOado  j  oomiaarie  general 
Man  lae  Indias,  pam  éar  é  larestampa  d  Tboíto  Mexici 
y  crónica  de  esta  naestra  Provincia  del  Santo  Evangelio,  i 
no  de  salir  á  Inz;  por  tanto,  en  virtud  de  las  presentes,  fin 
di^de  nnestea  mano,  salladas  «mi  el  selle  tnayor  de  anes 
efieio  7  réfiandadas  de  naeelro  proaeerMario»  se  la  oeneedei 
á  vmslim  paternidad  psm  ^ne  saaue  4  h»  diolio  Teatro  y  < 
nica.  $ervatu  t»  ommbui  uwvméu.  Dada  en  este  nueatro  c 
vente  de  nuestro  Pedre  8.  Franeisco^de  M6doo»  en  Teintio 
diaa  del  nM  de  AbrH  de  1696  aftss. 

FSAT  MAKüXL  X>X  M OürZABAl., 

OoadátftogtMnL 

r«raMnSitfo«*V.IC.B.r 

FaAt  MrotrsL  Qokzaliz 


.  SUMA.  DB  LAS  UCENCIAS. 

El  ilnstrfsimo  y  excelentísimo  8r.  D.  Jnan  de. Ortega  }A 
tafias,  obispo  4e  Valladólid^virey.  gobernador  y  capitán  g< 
ral  de  esta  Nneva-EspaSa,  y  presidente  de  la  mi  audiencia. 
Ti8ta*lá  |probaoio¿  del  omy  reverendo  padre  Di€^  Felipe 
Héra,  di  la  sagrada  CompiüKfa  de  Jesús,  concedió  licencia 
fa  \9í  impresión  de  este  Hbro  intitalado  Teatro  Mexicano, 
decreto  de  16  de  Jnnio  de  1696. . 

J>j.  PiMO  Jobs  ds  Büstoi 


El  ilustiísiino  y  reverendísimo  Sr.  Dr.  D«  Francisco 
Agafary  Seyaa,  arzobispo  de  Hético,  del  consejo  de  su  i 
Jeirtad,  eoneediA  en  lieenoia  para  la  Impresión  de  didio  III 
vieto  el  parecer  del  ttray  reverendo  pa&e  fray  Juan  de  A^ 
dst  sagrada  Orden  de  nuestro  Padre  San  IVancisoo»  por  t 
da  18  de  Junio  de  1696. 

J6bb  Rubio, 


M 


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n,      » 


Ai  CURIOSO  LECTOR. 


■    i»rf  '  ■ 


1 

BÍ0R  pi}4iova  o^eusfo:  ú  escribir  fqaaa  y  oi|fl(W,  4e 
68t6  Kaev^^-Mniuio;  puta  da  61|  ;  en.pavtjotUar  de 
la  Núeva^Bnpa^i  batí  ABOfjAQ.wiwM$rwy  gravoi; 
pero  muchas  cosafi  dejaron  algunos  deálfw^aitjetr^s 
«ladifEMí  dignaas  <|aQ  llegaron  á  eabep,  y  los  más 
M Mcribiaron muella^ qUe^lespues Ae  ha» Uegado  á 
descubrir,,  que  e]?  Uempe:  eii  el  ma^  sabio  de  la  oa- 
tttialeM,  y  es,  eottP'díee  Tertuliano^:  el  { que  desevi- 
brsie  eeeondido  y  jevelalo  eeorete^^Tempuk  o«- 
oiaioTeleitc  {¡CítMí  4fm^  wpi^  i.)-r-*rMucba  ee 
sabe  hoy  <|ue  ae.  igporó'  ayerj  y  Tejaos*,  en.  ia^  qa- 
tenlesa  y  aun  eQuoGemoa  daJtos  3tt9!4^qi|e;sá,si^- 
hWi  OMM  :4e  pv^sei^o  que  )o9:iM^igues  Ágooraron 
en  Iw  BM^d^s* ; Machas eos^s  útil9  Ka.dpsiiobriaQ- 
de  k  BWfmm  del  tí^ipoc  una^  d#0ísi»br0  y  o|;Fas 
oonigii  y-lae^  epmipqda^  y  peo  lo  ime  dioe  'fyAdQ: 
^Adno «aidittn.restalífipcpria^  qiuaii(venie^4ia;i 


aii  que  muofao  SB  dMcnbra  j  moefao  mu  te  ha  i 
ir  desenbríflndo,  porqae  no  obsta  lo  qne  M  doM 
toe  de  DiwTo  á  lo  aot^o  qne  ee  sif^  imitsri 
loa  eeerítoies  en  estasmaterias  sacando,  oomo  qn 
ta  eseDÓa,  lo  mu  cierto  de  todos,  ngniendo  k  I 
qoe  Us  TÍeroD  ó  han  estado  en  estas  partes  iufii 
nados:  añadiré  en  los  anügnos  lo  qoe  después  ei 
la  expetieneia  y  'eniiosidad  bkú  ürrestígado  1 
modernos:  seré  mas  lueva  tie  lo  que  la  materia  | 
de,  j  mas  largo  de  lo  qae  mi  asanto  profesa.  A 
prinero  me  eofiraa  d  haber  otMs  enrito  aqnei 
hÍBiwia;  4  Ib  segundo  ne  obliga  el  ser  naddo  < 
4Sta  tasm,  deseando  pagar  lo  que  debo  en  lo  q 
«le  eUa  eaetibe. 

Adriairto  que  no  pw  aer  pattieDlares  a%aiiaB  < 

sas  para  le»  de  una  meioD,  han  de  ser  pera  I 

otras  ineretble^  que  si  leyen  alguno  que  hajr  < 

eeaa  ó  antigttedad  en  una  prenneia,  y  no  la  fanbi 

re  o(do,  no  la  eeanre,  pois  no  todo  le  qne  ha  [ 

sado  saben  todos,  que  «dno  loe  naa  qae  tragiai 

el  lefno  atienden  mas  á  ha  medras  de  sos  negoci 

que  á  lee  «nrkMfdadee  de  la  aatnreleta,  do  eet 

atentos  á  Itf  qne  exuaina'Qtt  eeeritor  eanioeo.  Be' 

se  un  hombre  4ooto  de  otr  deeir  de  un  animal  q 

me' ate  bijt 

ihes,  iftHeo 

áUa  oído  t 


llMbOSM 


tttfán  lo'^pie  le^dy  bíq  mas  razón  de  qóe  bo  lo  tia- 
beo»  y  sin  mas  ñiodaínento  de  qñe  k>  ignoran. 

Sq  algunos  puntos,  ájenos  al  parecer  de  mi  pro- 
fesión, manifestaré  á  veoes  jni  sentir,  siguiendo  en 
esta  parte  al  doeio  Sil veyra,  qne  para  kablár  en  una 
materia  basta  la  experiencia  y  conootmiento  de  ella; 
qae  el  que  con  la  experiencia  ha  llegado-  al  eóao- 
cimielito  de  ío^ individual  de  algunos  puntos,  pud- 
de  sin  temor  hablar  eñ  ellss,  y  mucho  mejor  que 
algunos  que  pretenden  ser  oidos  como  oráoules, 
sin  tener  mas  experiencia  ni  fftsoñ  que  haber  ad- 
quirido, por  fortuna,  ser  tenidos  para  que  nadie  se 
oponga  á  sus  dictámenes,  y  que  solo  la  autoridad 
de  la  dignidad  les  da  apoyo  á  sus  pareceres. 

En  ocasiones  volyeré  per  los  indios,  siguiendo  la 
piedad  y  deseos  de  nuestros  reyes  y  supremo  con- 
sejo de  las  Indias,  que  cada  dia  con  mas  órdenes  so- 
licitan su  biebí^  aumento,  sosiego,  quietud  y  des- 
canso; en  otras  diré  lo  que  sintiere  en  su  contra, 
porque  con  los  muchos  afios  de  administración  he 
llegado  á  experimentar  sus  malicias,  y  que  ya  están 
con  el  trato  de  la  gente  plebeya  que  comunican  muy 
diatíntoe  de  lo  que  estallan  en  la  primitiva'  de  la 
conversión  de  las  Indias. 

El  lenguaje  será  llano  para  «que  me  entiendan  to« 
dos,  que  como  dijo  San  Agustín, — malo  quod  me 
reprehendant  gramatici  qaam  quod  mei  intelligant 
pauci.— Más  quiero  que  me  reprendan  los  elo- 
cuentes, que  noque  me  entiendan  pocos,  6  por  mejor 


ellos.  V)rownr6^9  sea  li^  materu  de  lo  eviiow 
deleiUbley  «D.fMtar  á  lo  6til  y  proimdioao  qae  t 
.debe  prooomr  en  iodo»  Saa Istd^ro^-^ap^d  velera 
•enim  ni^mo  liistoñain  coAeOTtiebat»  aiii  kif  qoi  \ 
terfíiieaetet  c^  qoae  ecribe&da  eeaeoít  vidieaejt»  Hj 
tome  geüÜQitf  lionjauíii  gaete  ad  iestroctíone 
.prae  sentíiiia  hieteñis  i»adiderrtttt*^-rN«  eelia^o  < 
oríbir  aolo  pAn  entretener»  eino  tao^iw  pnrt  api 
veDhwi  y  e«to  coiiB6guir4  el  oeeritofr.si  a^beadlo 
virtiMQo  vUnpecare  b>  uooivo;  y  negoeiorár  pro^ 
ohoa^  8Í  eneefiíindo  con  ptl^brae  refiere  ejempleri 
qtt0  Mn  efioeoee  y  siryen  de  eej^o^a  para  ti  nti^ 
dOy  de  freno  para  la  temeridadi  de  nlíeiitos  ipan 
Oflfwraaaa,  y  de  espejee  para  e)  deeengaflo»  Y 
nianifk  euán  poees  leen  las  cróQÍoas  de  relígioi^ 
por  i^  bastió  que  da  i  los  resfriados  de.atpfañtu 
ver  yidse  de  santos  y  bisteriee  d^religioM»»  gi 
sari  lo  ^e  desea  el.  curios^»:  con  e^peei^.d^  ooc 
eepirltaales  qu6  ap^teoe  el  TirtaosOry.een  orto  h 
ráa  loa  anee  lo  qoie  apateoeii  lee  otros,  y  quis 
liaamrá  k  mo  á  qua  se  lea  lo  ¡mocíp^l  del  «aon 
Miloboe  yofros  irán»  pQaryo  soy  el  dufifia:  piAo  p< 
don  al  sabio  y  miseríoordia  ai  maldí<swta(.  fooi 
^  ieotoi  mis  Aiseoe»  y  disimule  siis  Mt/^.^^YH 


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OATAIé^OQ 


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liA  ooiqpnesto  la  HistorU  del  Teatrp  JCoxioano,  aa^n  el  6r^^ 
de  lof  años  de  Ai  Imprenta.  :.:   .     ' 

,  *  « 

Fernando  Cortés. — Carfont  esoritá^  af  íeffot  éüí- 
perador  Carlos  V  en  CaycacaÉi,  en  15  de  Májró  db 
1522  afios,  firmadas  de  sus  capitanes,  traducida^ 
de  oaatellatio  eif  latín  pci^  el  doctor  l^edro  Sabor- 
gnano,  impresas  en  Roma,  aKó^de  1662;  Oón  tliiáéÉ»- 
te  del  ihi8tt4sime  Zumáirraga  ¡f'otM'dri  Venérhblé 
padre  fray  Martin  deValenda^y  la  rehieion^di-P»- 
jiro  JAmúú  hed^  &  H,  atintidad  d»  Olentote  Tli. 

Gonzalo  FeroAndo  d^  Oyi#So,.*«-Htataria  Use  Irii 
lodÍM,  eit  d4>8  tonto»,  en  SevlUa»  &8o  dia^l^S; 

Don  Bartolomé  de  las  Casas,  olfi$p#  d0  Clúapf* 
— 8a  infimnid  en  caar^.  en  Madrid,  aHo  de  1662. 

Francisce  I^peí?  d^  Gtomara,  presbitero. — En  fií- 
lio>  Zaraf^i^a»  a&o  de  1654. 

Cédalas  por,  Vasco  de  Pogi^  xÁdor  4^  MéxioQ^ 
affa4ei673«         ^.     ■  ■ 

El  tf^B^ásiiDo  ;B9fÍDr  4on  FraiiftisQ^  i9awfiga»'/oii. 
gen  de  la  religión  seráfica  en  Roma,  afio  dt  \^%%* 


tí 

El  padre  José  de  Acosta. — Historia  natural  lal 
tina,  en  cuartOi  en  Salamanca,  año  de  689.  ■ 

Del  mimo  en  caetellano,  en  Madrid,  aBo  de  1610 

El  señor  don  fray  Agustín  do  Avila  y  Padilla.-^ 

Crónica  mexicana  en  folio,  en  Madrid,  año  de  169 

Don  Bernardo  de  Vargas. — ^Descripción  de  1 
Indias  en  coarto,  en  Madrid,  año  de  1699. 
"   £1  padre  fray  Joan  Bautista. — ^Advelrtenciás,  e 
México,  año  de  1600.   El  Adviento,  año  de  1606 

El  padre  fray  Marcelo  de  Riva  de  Neira,  des^ 
calzo. — El  Archipiélago,  Barcelona,  año  de  1601, 
oon  las  vidas  de  los.  santos  mártires  del  Japón,  y 
religiosos, 

Henrioo  Martínez.*— Historia  d^Noeva-Espafia, 
MéxMo,  affo  de  1606. 

£1  pa^ra  fray  Joan  de  Torquemada. — Monar- 
quía .iodíána  en  ttes  tomos,  Sevilla,  año  de  1615. 

'  £1  ^adre  fray  Francisco  Jlmenez.-^Vtrtodes  de 
-k*  plantas,  en  i%  México,  año  de  1616. 

Doctor  Diego  de  Oisneros. — Sitio  de  México  en 
4^^  afio  de  1618; 

4       -      -  I 

El  ireverendo  padre  fray  Antotiio  Remezál. — 
Crónica  dé  Chiapa,  en  folio,  Madrid,  año  de  619. 

Arias  de  Villalobos,  presbítero. — ^Poema  de  las 
giíandezar  dé  México,  en  49,  año  de  623. 

El  reverendo  padre  fray  Joan  de  Ghr\jalvá.^-~ 
Crónica  de  dan  Agostin  de  México,  en  foHo,  oBo 
4e'624Í  '• '      .'   •    i.    ■• .    •• 


0M  ▲fitonid  de  Lebn.-^BlbliotMaf  .O.MÍ4€ii)$aU 
en  49,  Madrid,  aflo  162», 

fil  padre  fray  Esteban  de  Perea.--rItQlácion  del 
NuMo-Mésioe,  impréBa,  añp  deA&SO. 

Beroal  Diáz  dei'Gástállo.-^-^ConqiiÍBta¡  .dé  Miéxif 
C0|  impresa  en  Madrid,  afio  de  1632!;    : 

SlseSaridQD.Beniardino  de.  Oáardenas,  firañcia- 
caao. — Su  lofczolé  del  íPerú,  enjeladrid,  aliO'de 
1634.  :: 

Fny  Arturo  Monaateño^^—Marüfólogío  Sran- 
ciscaoe,  eb  Roma^  afio  da  163^. 

El  padre  fray.  Antonio  Oálaneba.'-^Oroniata  de 
la  provincia  de  San  Agastia  del  Petú»  en  Barcelo- 
na, aSo  dé  1638<.         , 

£1  muy  reirerendo  padre  fray  Buenaventura:  de 
Salina&^rr^a  Manifiesto^  Madrid^  aSo  de?  646. 

Joan .  Diez  de  la  Geále. — ^Noticíaa  «i^fadas  y.  rea- 
les, eo  49,  Madrid,  afio  de  1646. 

Don  Jüa«i  de  Soiór2ano.*~Politiea  indiana,  Ma* 
drid,  afiode  1647.  ^ 

SI  révetéiido  padre -fray  Alonso  d#  la  Bea^ — 
Crónica  de  Michoacan,  ea  4^^'  Méxieo,  áfio  de  16^8^ 

El  bachiller  Miguel  Sánchez.— La  Aparición  de 
Nuestra  Sefiora  de  Guadalupe,  México,  afio  de 
1648. 

El  maestro  Gil  González. — ^^eatro  eclesiástico, 
en  tres  tomos,  en  Madrid,  afio  de  649. 

£1  muy  reverendo  padre  fray  Diego  de  Córdova. — 
Crónica  Franciscana  del  Perú,  en  Lima,  afio  de  651. 


ria^  descalzo  del  Cármen.r^}Dá  sa  Cttmict^  ISsáx 
uSlo  de  16(Ki 

El  muy  rereitbdo  padre  fray. ▲odstfiL^li'CliKai 
lifpéL*<>--<h:óiluia.deIi^prafbdadalosAiig^  ln 
drid»  aBo  de  lOBS.  ^ 

-  E&  liluy  wfoveado  padMfrsy  fiiego  Batttoaqi 
«-^OnfiniM  de  Son  Agis^o^e  Midiéaéaji/MéBi 
afio  de  1678. 

El  BaoMUer  iiiiia^  Béotasta  Ta¿oo.»^Db  Naesl 
Seftora  de  Gaadalapéi  Méxioo,  aflo  de  1^76. 

de  OMoa,  Madrfd,  afio  167^ 

El  reverendo  padre  fray  Baltasar  dé  liedÍM« 
GtÓMná^M^üm  db  Stmlüagoj  Uéxi»^  afio,d0  W 

Obres  miiohoa  dejev  por  éxausmt  profijtdad»  q 
wMi^  lot  iiMis  .wanMS»  eemo  Isítf  4}rAi¡MÍÜe  la  < 
den,  y  en  especial  la  eiiarta  parto  Úé  miesir#  re* 
retado^pvAre  fiay:  AtitoniO'  Sífti%  que  Ira^muel 
vidas  y  singulares  noticias. 

0ML  AútMie  ée  fioUi.»^C>»iiyiiata^  del^ 
ia))f4s*  e«  Mádricly  afto  de^OMv 


/ 

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*  \    ' 


INSTRUMENTOS  MÁN<JSGRITOd. 


Mucho  se  pudiera  pon^r  de  lo  que  los  antiguos 
escribieron  y  en  sus  manusoritos  nos  dejaron,  que 
la  tradición  de  los  mayores  sustituye  evidencia,  y 
siendo  de  siervos  de  Diod  que  lo  palparoui  sirve  dé 
muchos  testigos  un  testigo,  como  lo  son  los  que  se 
siguen.  {S.  Greff.  Seniorutñ  veneraliKum  ¿i  áici, 
quod  narro.) 

'  '•'  J       '    .  >'»  i  .• 

Libreo  de  protinda  y  noviciado,  Rbros  So  d^ta-^ 
to9  particulares,  y  otros  ei^criios^  éin  nombri^i  qaé 
serán  de  los  que  refiere  ¿en  Antonio  de  Lew, 

Vn  libro  de  á  folie  de  postilas,  que  escribid  el 
venerable  padre  fray  Bernardino  de  Sabaguii  c6n 
la  reladott  de  Ift  llegada^  fes  doce  primeros,  y- las 
pláticas  que  hicieron  para  catequiisát,  que  contiene 
cincuenta  y  un  capitules  en  me^cano  y  castellano 
de  materias  llenas  de  espíritu  y  ée  erudición  eris^ 
tiana.  .  ^ 

ítem  un  cuaderna  del  misino  padre  Sábagutf  de 
la  Ccmqtiit&  de  México,  que  es  el  nono  fibro'de 
les  onee  q[ne  ebóHMÓ  dei6os«s  y  (msos^de-eirté  llTue^ 


TO-^Mundo,  los  eaales  remitió  á  Bspafia  el  aeSor  vi 
rey  don  Martin  Enriquez. 

Un  cuaderno  escrito  por  el  reverendo  padre  fra; 
Gerónimo  de  Mendieta,  con  las  fundaciones  de  coii 
ventos,  vidas  de  algunos  varones  ilustres  y  singv 
lares,  cascp^'quesfieediéro&iMn  el  viaje  ^e  iOB  doc 
primeros  padres,  con  dia,  mes  y  afio,  y  lo  que  s 
decretó  acerca  del  mocío  de  administrar  los  Santo 
Sacramentos. 

Un  libro  escrito  en  4^  por  el  reverendo,  padr 
Pedro  de  Oroz^  el  año  de  585^  dedicado  a  la  se 
Sora  doniei  Blanca  Enriquez,  marquesa  de  Villa 
manriqué,  que  está  de  verbo  ad  verbum  en  latiu 
en  lo  que  trae  de  esta  provincia  el  ilustrisimo  God 
zaga. 

Relación  escrita  por  el  padre  fray  Gerónimo  d 
S4nta  Salmerop,'  de  las  jorcadas  que.  hizo  doi 
Franoi^co  Vasquez  Coronado,  y  de  la  de  don  Juai 
de  Ofiate,  á  quien  aconqpaffó  la  tierra  dentro  de 
lluevo-México,  renptida  al  comisario  general,  afi* 
de  1624. 

Un  libro  escrito  de  mano  del  padre  fray  Agastii 
de  Guellar,  y  del  padre  fray  Roque  de  Figoredc| 
de  bs  fi^ndaoionea  del  Nuevo-Móxico  y  vidas  d^ 
varoi^  ilustres  de  aquella  custodim  y  ^^^  martirio 
de  los  padres  fray  Martin  de  Arvide,  y  fray  Frax^i 
eíBoelietimdo^.delaBo  de  24y.29«  .  .  ,  ^  ' 
.  Un  eoaderno  del  reverendo  p^dre  fr^y  Barfcolqj 
i%éfMlí^)»  »n  lus  vidas  de  loa  ^qo/s  i^asf^iji  de  oi| 


zxv 

• 

tas  proirioaÍM  &  MMÜai  esoritas  por  el  piadre  fray 
Manuel  de  Santa  María,  y  sacada?  de  la  or^niaa 
del  padre  fray  Antonio  de  lá.Llaye,  aSo  da  6^1. 

loformaciones  de  las  vidas  de  los  religiosos  que 
bao  muerto  ea  la  Pufebk,  hechas  con  patéate  ^  de 
nuestro  re  verei^do  padre  fray  Francisca  de  Qozman, 
por  el  padre  predicador  fray  Juan  de  Pedraia^  oen 
testigas  de  iod^  «x€epcío%  y  ¿otaria  epoístólioo  fray 
Franctseo  Bodriguez,  á  que  estáá  inaertaa  las  vi- 
das hechas  por  el  padre  íbay  Mároos  de  Agairre 
de  los  qna  ñiirieron  en  la.  Qtemi  en  la  miéma  for* 
ma^  aSo  de  1655. 

Informaciones  de  las  vidas  de  los  que  murieron 
en  Tampieo,  fray  Diego*  Franco  y  fray  Francisco 
Montero^  fN>n  las  fundaciones  de  conventos,  por  d 
padre  fray  Pedro  Mek)  Custodio,  aflo  de  1682. 

loformacionesde  las  vidas  de  religiosaa  del  cob- 
vento  de  Santa  Clara  de  la  Puebla,  por  el  padre 
fray  Bebastian  Velazquez,  a8o  de  1655,  y  otras 
por  el  padre  lector  fray  Pedro  Ortiz,  con  patente 
del  reverendo  padre  fray  Bernabé  de  Yergara,  con 
la  fundación  de  la  Tercera  Orden  y  Ermitas  del 
Calvario,  ano  de  1682. 

InfermacioDes  de  las  vidas  de.  las  religiosas  de 
Saa  Juan  de  la  Peniteh'cia  y  Santa  Isabel  de  Mé* 
¿co,  faeohas  con  ^den  de  nuecítro  reverendo  padre 
fray  Bernabé  de  Yergara,  oon  notario  apostólico 
fray  Alonso  da  Sanimilla,  firmadas  del  dofinitorio  y 
de  Iefigu>sas^aAtiguaíB.:  Las  del  convento  de  Atlix^ 

VtVA]i«imT.— Tomo  I.— 3 


eo,  h«diM  por  el  padre  j^redioadet  fri^  Andrea  Vi 
oei&ieysttnelaTiéfr.  FrajioiMd  Rodrigues,  «&o  1682 
li»m,  Taríea  mapas,  Ubvosó  vetúmeMi  origíoaie 
de  los  antígnoi  mexicaaoe,  y  muohos  «aeritos  d 
don  fienwuMte  de  Alvaiado  Teaozoaioei  de  de 
Jtonando  4e  Alt»,  de  don  Domingo  de  San  Ai 
ton  MalMi  Okinalpaiii,  da  Joan  4o  Saipar,  d 
flidioi  Gbitíafiea  de  Sea^tít  Ol^ni;  del  oidor  AIom 
de  &iritoy^pB  tMíta<Mr¡g¡Dalea^  y  maha  paariíoipf 
do  Mti  eoBÍpafcrioká  y  aadgo  don  Oiriof  da  S^ei 
xa  y  ^léngora,  aoamái^afii  ^.aa  mistad,  oati 
drático  jubilado  de  matomáticas,  y  eapeUan  propi 
del  iieapítal  del  Aaior  da  Dios  de  Méxies^  eaiios 
inMaéigador  da  papdas  antignoa,  y  deaeoao  de  qv 
BB  tL^cttbtaB  y  pablu|aen  las  gmndeaas  de  esl 
Nuesoe-Masido^  como  ya  lo  ha  dicho  a&  varioa  pap< 
lea  y  Ulma  cpM  ha  impnao,  oomo  aom  Primaveí 
Inriiqnat  pasma  teere  de  Maria  Santísima  de  Qm 
dalitpe  da  Méxi»,  1668»  en  8?;  Gloriaa  de  Qaer< 
toaat  a0e  i^  I68(^  ao  4^  Teatro  de  Tirtadea  p< 
liitícss  «tM  comtiUiyea  á  ua  prfadpeí  eto.  168] 
w  iSi  Xrianft»  p^rtémcoi  qm.  en  glorías  da  M^rj 
Santísima  celebró  la  real  Universidad  de  l£ézic< 
1681,  e%;^  Paraisa  occidental,  ó  fundación  d< 
iHAveoté  mal  de  Jesús  Abría  de  Méjucoy  afl 
do  1684;,  atx  4^  labra  astaron^ica  y  fileeófici 
afio  de  169il^  en  4?(  TkqSm  da  la  jostícia  espalo] 
en  el  castigo  4b  laalarasSa  imneesa  en  la  Ida  El 
pafiola^  ktao  da  1608^  mi  4?;  iaSorbum  de  Aloml 


xxvn 

Ramírez^  que  dio  vuelta  al  mundo,  1693^  en  49; 
Mercurio  volante  con  las  noticias  de  la  restauración 
del  Nuevo-MéxicOy  1693|  en  4^  También  tiene 
muchos  libros  escritos  que  aun  no  ha  impreso,  co- 
mo son:  Affo  mexicano;  Fénix  del  Occidente;  Santo 
Thomé  apóstol, .  hallado  entre  las  cenizas  de  anti- 
guas tradiciones,  papeles,  etc. 


TEATRO  MEXICANO. 


;. 


HMTORIA 

DI  LOS  SCCISOI  UKXPURBS  DBL  NVBVO-MUNDO  RN  U  P/CKVA-KSPAll4. 


INTEODUCGIONt 

r 

Quiso  Dios  nuestro  SeBor,  para  mayor  gloría  de 
su  Divina  Providencia,  que  desde  el  primer  escrí* 
tor,  hasta  los  últimos  que  sucediesen  en  sü  iglesia, 
dejasen  escrito^  los  dichos  y  hechos  de  Tos  ilustres 
Tarónos;  para  ejemplares  éstos,  aquellos  para  di^*^ 
portadores,  si^dó  sus  memorias  en  Ids  escritos,  y 
sus  virttídes  en  la  Vida,  los  que  acusen  nuestros  des- 
cuidos, y  las  que  soliolten  su  devoción.  A  ésto  mi- 
raban los  mandatos  de  nuestros  reverendísimos  pa-^ 
tires  fray  José  Jiménez  Zamaniego,  ministro  gene- 
ral de  toda  la  Orden^  y  fray  Juan  Luengo,  comi- 
sario general  de  Indias;  con  cuyas  letras  patentes 
se  juntó  la  provincia  del  Santo  Evangelio,  y  me 
eligió  por  escritor  y  colector  de  ella,  para  que  des* 
de  el  afio  de  1€0O  linsta  el  de  1681,  recogiese  lo 


sucedido  en  orden  á  proseguir  el  libro  del  Uastrifi 
mo  Gonzaga,  arzobispo  de  Mantua,  los  anales  d 
Wadingo  y  el  Martirologio  franciscano,  que  tanl 
gloria  han  dado  á  Dios  nuestro  Sefior  y  lustre 
la  religión  seráfica;  j  aunque  hasta  ahora  much< 
de  esta  Provincia  santa  lo  pudieron  hacer  con  si 
peñeres  Tentajas,  á  mi  me  lo  intimó  la  obedienci 
y  en  término  de  ocho  meses,  en  lenguaje  latin 
escrebi  veintiuna  fundaciones  en  la  Prpvincia,  cini 
de  monasterios  de  religiosas,  doce  de  Tampico, 
treinta  y  seis  de  la  Nuev»-^éxico,  que  hacen  seto 
ta  y  cuatro  fundaciones.  Escrebi  las  vidas  de  V 
roñes  ilustres,  que  son  ochenta  y  siete,  que  junt 
con  las  vidas  de  las  religiosas,  que  con  opinión  < 
santidad  están  pn  los  cinco  conventos  aeipultad^ 
qu/e  son  sesenta  y  tres,  hacen  por  todaS;  ciento 
ciacaenta  vidas  los  frutos  espiñtuiiles  ose  résult 
ea  gloria  de  Dios  nuestro  Sc(Sor  con  las  fufidacj 
neis  4^  la  Xeorceira  Orden  en  tantas  pattesy  y  las  \ 
fradias  tan  diveisaa  de  quo  ha^  menoion  ea  el  | 
gar  de  sus  conventos,  no  le  tiene  el  guariemo  pij 
contarlos.  Mándanme  por  sc^gunda  voz^  viendo  <^ 
la  brevedad  con  qne  puse  por  ^eemcion  el  mane 
to,  que  prosiga  escribiendo:  no  hay  que  admirar 
brevedad,  que  aunque  fué  mándate  de  U»  obedic 
da  que  obUga,  es  de  mi  parte  forzóse  meatran 
agi^decide  á  la  eleooien  cen  que  entoe  otros  nj 
aventajiedos  me  nombra,  y  fnei;»  e)  mtardavse 
ioBIcate,  q^  el^eer  seniaoa  ha^  ^e  lo  qi|B  si 


te  gnoia  se- llame  iogratitad  «-^  iogratum  gratk 
tarda  faeit— dijo  AudeniOy  como  ai  el  detenerse  en 
dv  fuese  delito  ele  no  agradecer.  Breve  fué  lo  es- 
dito  y  pequeflo^  aunque  por  bvlb  mgetos  grande; 
poro  quioB  da  presto  da  dos  vecesy  más  disculpa 
seord  pagar  oon  algo,  que  excusarse  por  uo  pagar 
eoB  poeo,  achaque  iinrentado  por  la  flojedad,  y  dis* ' 
oalpa  nacida  de  la  iogratitud.— ^Ingratus,  qui  non 
i^ddlt,  at  ommúm  ingratisaimus  qui  oUitus  est, 
-HÜjo  •  Cicerón  {apud.  Pluiar.)^  no  querer  pagar 
coa  a\gQ|  es  quet«rlri&  olvidar  del  todo.  Yo^  pa- 
gando eoa  lo  que  -puedo  á  la  obligación  en  que  la 
Praviuoia  me  pono,  aimque  no  alcance  á  lo  que  de- 
bo, espero  ver  chancelada  mi  obligación,  porque  la 
polHreaa  dé  oaudal  goza  ante  Dios  de  privitogios  de 
hiddgaia,  y  hace  montón  la  obra  con  los  deseos. 
Mu<^s  pudieran  haber  ejecutado  este  mandato; 
solo  yo  soy  el  qu^r  de  los  bijc»  de  esti^  Provincia  de- 
biera oallar  hechos  y  virtudes  <le  nuestros  padres  y 
hermanos,  pwque  lo  que  me  duele  más  es  que  ha- 
ble David  conmigo  refiriendo  lo  qué  dice  Dios  á  los 
malos  que  escriben  sus  grandezas:  ¿Cómo  te  atre- 
ves 4  contar  mis  justicias  y  demencias,  y  tomas  en 
boéa  uÁ  Testamento,  en  que  refiero  los  favores  que 
hago  d  mis  quetidos  siervos,  si  eres  díe  los  que  abor- 
reeen  la  virtud  y  menospreciaron  mis  preceptos? — 
Peocatoti  autem  dixit  Deus,  quare  tu  enarras  ius- 
titkis  meas,  et  assumis  Testamentum  meum  per  os 
tuum?  tu  vero  ediati  disoipliBam,  et  proiesiirti  ser* 


mones  meoB  r^trorgum. — ^A  no  ser  mas  vdfiente 
obediencia  que  el  conocimieQto  propio,  «nmüdecí 
ra  811  propia  culpa  en  las  alabaujÉas  de  otros;  pe 
mandóme  la  obediencia  eacFÍbiry  cuando  mi  po 
viitud  y  mucha  ineuficienoia  me  oUigaba  á  oallai^ 
debió,  de  intentar  el  mejorarme/ y  con  las  virtaderi 
de  mia  hermanos  y  padres  corregirme:  iemi  el  cas**! 
tigo  de  Dios  8i  na  eacrelfta^.y  animóme  el  premia 
dal  cielo  si  acertaba.  Cuando  mandó  Dios  á  S,  Juaa 
que  escribiese  en  su  Apocalipto  el  jiescanso  de  loa 
difuntos  bienaventurados -«-'Beati'.portui,  qui  in 
Domino  moriuntar>--*-dice  que  vído  ai  Hijo  de  Dios 
con  una  corona  de  oro  en  la  cabeza  y  con  una  hoz 
de  agudos  filos  en  la  mano.— Bt  vidi  supev  nubem 
sedentem  similem  Filio  hominis  habantém  espite 
6U0  coronam  auream,  et  in  manu  sna  faloem  aou- 
tam.  {AfijMttíp.  14.) — Es  de  reparar  que  en-  otras 
ocasiones,  aunque  le  manda  Dios  que  escriba  obras 
de  los  vivos,  como  en  el  segundo,  y  en  el  tereero 
las  de  los  siete  obispos,  no  le  pone  d  los  ojos  coro- 
na xú  lo  muestra  hoz.  Y  es,  dioe  un  moderno,  por- 
que más  premia  Dios  y  más  castiga  á  los  que  obe* 
decen  y  son  inobedientes  en  eaorebir  las  virtudes  de 
los  difuntos,  queálosque  escriben  ó  huyen  deesore- 
bir  los  hechos  de  los  vivo^  y  en  ser  hoz  la  que  tiene 
en  la  mano  está  mi  mayor  consuelo,  que>  paes  me 
mira  Dios  como  á  yerba,  es  cierto  que  Él  quiere 
producir  todo  el  fruto,  omi  que  realza  más  eü  om- 
nipotencia, viendo  loa  que  me  ooaecen  que  á  gia- 


ma  tan  hamilde  y  jancia  tan  infructífera  hizo  dar 
fratos  la  obediencia.  Suyo  será  el  milagro^  y  esta 
ProYÍnda  Verá  cumplido  su  deseo.  A  todo  me  ex- 
pongo,  fiado  de  los  milagros  que  cada  dia  hace  la 
obediencia,  y  trabajaré  confiado  en  la  intercesión 
de  los  que  ya  gozan  de  Dios  y  han  honrado  mi  es- 
crito, porque  conozco  4  Dios,  que  cumplirá  con  la 
deuda  que  les  prometió  de  eternizarlos,  haciendo 
yo  los  bosquejos  en  borrón  para  que  otro  hijo  de  esta 
Provincia  saque  el  lienzo  con  perfección  de  tal  ar- 
te y  sutileza  de  mejor  pincel.  Dios  nuestro  Sefior 
y  sa  Madre  Santísima  María,  y  su  putativo  Padre 
el  Sr.  S.  José,  y  el  mió  el  Seráfico  Francisco,  me 
darán  auxilio  para  que  se  logren  los  comunes  de- 
seos de  esta  Provincia  y  las  humildes  esperanzas 
de  mi  celo. 


TRATADO  PRIMERO 


^  U  11  ATÜ&ALKA,  TEMPLE,  SITIO,  NOÜBRB,  LOKdtT^D, 

mniAiiST  onus  oaASiutSAS  i>il  Kirsvo-^FirBo. 


CAPITlUiO  I 

De  lo  qn»  «latieron  los  antiguos  de  este  Kaaro-Mftndo, 
7  en  ^  sentido  qae  se  dioe  Mnndo. 

1  <}aimum  fué  de  la  antigua  cosmografía,  oa  sus 
prímerM  tíompos  contra  «rto  Nuevo-Mundo,  Samar 
h  ngiKm  doeiertá^  i nfatígable  y  enemiga  do  la  vida 
buBMEa;  y  cuando  daba  el  mar  del  Sur  ua  abraso 
estrecho  al  Norte  én  sefial  de  pasaje  y  amistad^-  so- 
piaado  To^íprocoa  los  Tiestos  del  «oo  y  otro  piélago, 
y  ooQ  su  rica  y  extendida  lettgua  eutre  sus  náeares 
7  perlas  estaba  dando  besos  en  tas  orillas  del  Nor- 
te, en  coyas  faldas  se  eítáa  Espafía,  no  cesaban  las 
ofensas  4o  ignorantes  ástpóbgos  que  le  Uaniaban 


incógnita^  t<5rrida|  fogosa,  incapaz  de  plantas  y  at 
males;  7  otros  llegaron  á  sumergirla  en  los  abisma 
del  mar;  oprobio  grande  que  solo  pudo  quitar  I 
gloria  militar  á  España,  cuando  el  invictísimo  en 
perador  Carlos  V  mandó  borrar  á  las  columnas  C 
Hércules  el  Non^  dejando  que  se  leyese  el  Plus 
el  Ultray  dando  á  entender  que  á  su  valor  no  pud 
resistir  el  mar  Atlántico  cuando  afectaba  otro  muí 
do  para  imp$rar|  y  reducir  á  venpipi&iento  los  lai 
relés  y  palmas  de  todo  el  inundo^  para  ensancha 
de  su  fama,  pareoiéndole  que  estaba  corta,  y  qi^ 
oprimida  en  los  limites  de  un  mundo  solo  (en  1 
que  estaba  deroubierto) ,  se  angustiaba^  con  mej^ 
motivo,  no  menos  que  Alejandro,  rey  de  Maced^ 
nia,  de  quien  dijo  Ju venal  {7  ad  10)f  que  oyendo 
Anaxarco,  filósofo,  referir  la  autoridad  de  Dem^ 
crito,  que  puso  innumerables  mundos^  lloraba  s 
suerte  miserable  por  no  liaberse  seBpreado  siqui^ 
ra  de  uno  solo^— ünus  Pellae  é  Inveni  non  suÜ 
cit  o(bis  stuat  infelix  angustia  liitfite  jaondi.— ^L 
que  de  Alejandro  se  lloró  desgracia^  w  pu^df»  c^ 
lebrar  dé  nuestro  emperador :  victoria^  octtpan(| 

• 

dos  mundos  donde  aun  los  triunfos'  de  Hércul^ 
afomadgs,  ni  los  trabajos  de  Al^nndro  ea  trofeq 
convertidos,  fuenon  dignos  ejemplares. suy^os;  pu^ 
como  refiere  el  erudito  seBor  Solórzano,^le  viene  ¡ 
su  piedad  y  sólida  virtud,  que  juntó  ooo  la  fortii 
na  á  la  insoripcion  que  á  ^s  bonras:pusieroQ  á  &! 
im&gea  por  epitafio^*-r-D.  Carolu9  V^Imper.  Cae| 


8 

oai  eom  unum  vicisset  mundum  adieotus  est  alter, 
cam  utrumqne  viacit,  unios  que  victorem.  Neo  vir- 
tus  Pías  Ultra  progredi  potuit,  ínter  Caelites  vis- 
cit,  ante  quam  ínter  homínes  es8e  desíneret.  {Tomo 
ly  Ub.  10 f  cap.  4y  n.  4d.)*-De8cabríó  á  la  Iglesia  de 
Dios  un  orbe  nuevo,  entregándolo  a  un  Salomón  de 
Espafia,  á  la  idea  de  emperadores,  tutor  de  la  re- 
ligión cristiana  y  maestro  del  gobierno,  que  lo  in- 
formó y  animó  oon  las  mismas  leyes  de  Castilla,  y 
su  prudencia. 

2.  Llamar  Nuevo-Mundo  á  aquestas  partes,  no 
es  con  el  lenguaje  de  Anagimando  y  Demócrito,  que 
daban  muchos  mundos,  error  que  refutó  Aristóteles 
en  el  libro  de  Ocelo  {cap.  8,  9),y  San  Agustín,  mi 
Padre,  en  el  libro  Contra  Herejes  {de  Rere.  ap.  77)^ 
que  es  de  fe  ser  uno  solo  el  universo,  como  se  ve 
en  las  determinaciones  de  la  Iglesia:  hablaré  con  el 
sentido  que  Isaías  {69^  v.lí)^  cuando  profetizando 
la  conversión  de  los  gentiles  y  repulsión  de  los  ju- 
díos dice: — Ecce  ego  creo  Ocelos  noves  et  terram 
novam, — y  en  el  siguiente  capitulo  66,  anuncian- 
do la  predicación  del  Evangelio: — Mittam  ex  eis, 
qui  salvati  fuerint  ad  gentes  inmare,  in  Africam, 
Italicam,  et  Graeciam,  ad  ínsulas  longo,  ad  eos, 
qui  non  audierunt  de  me,  &g. —  Dice  — -quia  sicut 
Coeli  noví,  et  térra  nova. — San  Pedro  {EpisL  8, 
cap.  5),  por  revelaciones  ó  noticias  del  tiempo  de  la 
ley  antigua,  San  Gerónimo  {lib.  7,  cap.  d,  ad  efes)j 

VBTA«CÜftT.^-T0MO  I  *-4 


Ids  palaintoB  de  •&«  BbíUo  á  1m  efosbs,  osp.  2 
^--r¿Ainbul88tÍ8TOcaaduBi  saeoülaia  Brondi  huius?-^ 
pregunbt  si  bay  otro  mundo.  Y  dice  q^ue  ai^  y  qu 
«es  aquí;  que  San  Olementoy  qae  fué  Papa  TV  dtei 
.pues  de  SÉn  Pedm,  diáe  -que  cae  &  «ata  ^paite  ii 
Ooéano.-^Utrum  tnam^^et  aliud  aaecúldm  sit^  quo 
iron '  pértineat  ad  mandain  ii^tam^  «ed  ád  monde 
aKoé  de  quibiSy  >^  Glemcms  in  Bpktola  ana  8ori| 
sit  ^OooBUiuBi  ^t  mondi  qni  irans  ipsiim  aa'nL  - 
Con  esta  autoridad  se  pudiera  hacer  -olgboion  d 
que  San  Clemente  pone  mundos^yse  debe  entei 
der  por  los  orbes,  y  .partes  de  la  tierra,  que  asi  Ih 
man  los  escritores  ^antiguos  á  las  islas  de  la  tien 
firme  apartadas;  también  se  pueden  llamar  mundo 
tomando  la, parte  por  el  todo  oon  la  Qgura  de  fi 
nécdoque,  que  en  ese  sentido  Uamamosá  las  Indi^ 
^íéevo^Mwidq,  ^sio  es,. parte  nueva  conocida  d 
mundo.  Yo  digo  que  hablaron  en  este  sentido  h 
que  dijeron  muchos  mundos,  porque  hay  razon< 
naturales  para  reducir  ks  cosas  4  un  mundo  sol 
sin  repartirlas  en  tantos  (si  no  es  que  aunque  s 
canzaron  las  razones  se  desvanecieron  ^on  sus  p 
receres),  porque  para  poner  muchos  miuidoe  se  h 
bian  de  dar  razones  de  i  causa  necesaria,  porque 
que  pudo  haber*  en  aquellos  que  fingieron,  hay  ( 
estede  que  gozamos.  El  mundo  os  un  concierto 
trabazón  del  cielo,  tierra  y  elementos;  y  para 
orden  y  concierto  que  pide,  se  debe  reducir  á  i 
gobierno  y  régimen  que  necesita;  y  si  con  esto  1 


!_ 


5 

paiMÍó  eogreadewr  la  magnifieefioiB  áel  Oriador 
para  admirar  su  providencia^  más  engrandeoian  al 
Aator  en  uno  que  gozamos  que  en  muchos  que  fin- 
gieron: no  porque  el  poder  de  Dios,  infinito,  como 
crió  uno  no  podrá  criar  cuantos  su  voluntad  qui- 
siere 7  fuere  servido  de  querer,  sin  que  se  agote  la 
infinidad  de  su  poder;  :pen),  segun  razón,  debemos 
seguir  lo  quería  fe  de  la  Iglesia  nos  enseSa. 


3S; 


CAPITULO  IL 


Del  ñindamento  de  los  antiguos  para  jozgar  por  inhabitable 

aquesta  tierra. 


3,  La  razón  de  juzgar  inhabitable  aquesta  tier^ 
fué  por  el  oalor  que  juzgaron  oomunicaria  dentro  { 
los  trópicos  el  sol  (porque  la  principal  causa  del  q{ 
de  parte  del  cielo  recebimos  es  la  presencia  del  si 
que  nos  comunica  su  calidad  por  medio  del  aire;  i 
suerte  que  tiempo  caluroso  no  es  otra  cosa  que  estj 
cálido  el  aire  que  nos  rodea).  Recibe, pues, el  aire  < 
lor  por  virtud  de  los  rayos  solares,  los  cuales  hací 
en  él  más  ó  menos  impresión,  según  la  disposici< 
del  lugar  en  que  se  hallan,  porque  en  lugares  bají 
donde  los  rayos  solares  reverberan  en  la  tierra, 
calientan  más  que  adonde  pasan  de  soslayo;  y  a^ 
en  las  partes  del  mundo  adonde  el  sol  hiere  á  ll 
tierras  derechamente,  es  la  reverberación  más  fuo 
te  y  el  calor  más  intenso;  pero  donde  pasan  obl 
onos  y  al  soslayo,  no  hay  tanta  reverberación  y  es 
calor  menor.  Siendo,  pues,  estas  tierras  donde  d< 
los  rayos  del  sol  perpendiculares,  y  por  donde  p 


•  im  ntm  il  tBo  por  el  eenit,  6  puato  vertioal 

raifiíMln  Bwstras  cabezas),  el  sol,  jusgaron  los 

i::fiii,  qie  ñ  eo  algases  partes  de  la  Earope, 

:  :4t  d  A)l  Bo  llega  ni  eon  muchos  grados  al  senit 

¿aai  tu  gfiB  calor^  qué  sería  en  las  partes  donde 

**•«  fir  il  teait;  y  sid,  estando  dentro  de  los  ^ró- 

'  ^  hi  ja^garoQ  por  inhabitables,  llamándolas  tór* 

'^■M,  pttfedéadolee  imposible  sufrir  tan  gran 

"«jr^  i$  ^pub  se  había  de  s^uir  por  f uersa  gran 

"^«did  7  dwtemplanBa. 

^  hra  mayor  daridad,  pondré  el  fundamento 

>■  traeíoe  loe  antiguos  para  dejarse  llevar  de 

^  «Kdad  imaginada.  Partieron  la  tierra  en  cin* 

iagiendo  oo  el  cielo  cinco  fajas,  que  Ua- 

eon  que  quisiera  medir  y  regularla: 

^m  Maa,  les  dos  templadas,  y  la  de  en  medio 

Para  aaber  cnálee  son  estsa  cinco  zonas, 

mano  isquierda  jeutre  su  rostro,  y  el  sol 

^^  el   Orieote,  con  la  palma  hacia  el  pecho 

V  Sil  le  ofempliliea  Torquemada,  que  lo  apren- 

4ieliw  aetorm),  y  extendidos  los  dedos  haga 

'^1%  qee  cada  uno  es  una  de  las  dichas  senas:  el 

• '  ye%tr  corresponde  á  la  sona  fingida  del  Ñor- 

por  su  frialdad  le  juzgaron  inhabitable, 

as  lo  es:  el  dedo  Índice  corresponde  á  la 

loaplada,  donde  está  el  trópico  de  Cancro; 

de  en  medio  es  U  tórrida  zona,  llamada 

forqea  juzgaron  que  quemaba  su  calor:  el 

éi  esmon  es  la  otra  sona  templada,  donde 


8 

wü  fl  irópioo  C&piácpraio:  el  dedo  jnwores  i 
otra  eona  fría  de  Ja  tieraa^  que  ^e  al  Bw  á  la  pB\ 
te  del  Aualro,  ó  al  Mediodía,  que  todo  es  ano. 

5.  lia  d¡0taiMW)de  gradea  y  de.legtfetsiqoe  dc| 
á  cada  UQii  deeataa  ^zooae,  a&  diferento  eaoadarcu^ 
ea  Ja  tórrida,: esta  Une^  equio^ocial  [114waae  a^ 
porque  oorriendo  el  sol  por  eata  líoe^»  pm  las  n| 
ohes  iguato  coa  ios  días,  que  eso  qviieYe  deeir  ^qv\ 
noocLo.  iÉsta,  pues,  di¥ide  la  tórrida  «ooa.w  di 
partes  iguales:  una  que  Ikiga.al  trópico  de  Gaoorj 
que  esa  la  parte  del  Norte,.  AquUou  «ó  Sepi^Atrio^ 
otra  que  llegue  al  trópico  de  Capricortoio^  li&oia  1 
parte. del  Sur,  Austro. ó  Mediodía.  Qs^^uua  parí 
tioDO  veintitrés  gvados  y  nvsdio  de  auifliOj  y  amb^ 
partes  que  harten  la  st/m^t  que  es  por  donde  oori 
el  sol  y  lutcoiaú  cuisio  ain  salir  de  oste, céreo  ó  dij 
trito  de  la  zona,  porque  i  eu  rsaliftudo  por  Miarse  ^ 
la  linea  equiooocial,  oqrre  tres  pieses  basta  el  tr< 
pico  de  Cancro  para  el  Norte,  y  de^alli>vq!alve  oti 
ves  á  la  liuea  :en  otros  tres  m^tí^^  y  corre  háiáa  i 
Sur  hasta  el  trópico  de  Capricornio  en  otros  tr^ 
meses;  y  de  allí  vuqlv.e  á  la  Uoea  otros  tres  mese^ 
visitándola  dos  veces  al  a&o,  uaa  por  Marzo  y  oti^ 
por  Setiombre.  Batq,  pues,  cerco,  zoaa  ó)  distrito  p<^ 
donde  corre  el  aol  tiene. de  i^rópico  á  trópico  cufi 
renta  y  siete  grados  juntas  las  dos  mitades  que  hi 
cenen  la  tierra  de  distancia  ochoci^utas  y  veint 
dos/legnasy  medía,  de  laa  ordinarias  castellanas:  ác^ 
dagr^doL»  icorrespwdoin  diez^aiet^vlegufts  j.  medíi 


desde  «i:fcrófÁoo  bueta  él  ckoulo  del  zodiacQ,  y  tie- 
ne enacenta  y  tres  gmdos  c^da.^usil:  lajs  otfas  dos 
fñaa  QQixm  desde  el  polo  del  gi^^i^o  baeta  .el  po- 
lo del  nmndp,  ry  tiene  y^intií^wtro  jicadoe  cada 
una;  y  ooA^do  la  ^istaogia  de  gmdoe  que  hay 
desde. el  polo  del  nmndo  basta  la  li(iea'eq,QÍQOccial, 
800  noventa,  que  aou  la  oiiai:ta  ipo^i^te  de  to^  la  tier- 
ra, de  p^o  á  :P9lo. 

7.  Fqir  e^ta  ]^aiS)o.nipen8Arm  que  los  que  nacieran 
eo  estis^  paites  per  antípod^a  y  aatiotones,  de  los 
que  naoAQ  en  ;£aropa»  serian  :ho]ttbiies  incultos  y 
faboloaos.  Saii  Isidoro. — ^tractfis  ^utem  ¿partes 
OrlHs  qoarta  parstrauB  Qceanum  interior  est  in 
Meridie,  in  coius  fines  ;antipode3  fabulosi  inbabita- 
re  producuntur.  {V.  I^.,  lib.  IV.,  cap.  6*) — Y  aun 
sonaron  mucbos  que  serian  de  otra  naturaleza  y 
condición  inferior  á  la  de  nuestro  padre  Adán,  por- 
que los  abrasa  el  eol,  .infai^iELado  sin  conocer  tan 
nobles  regiones  de  un  mundo  tan  fecundo^  como  lo 
refiere  Maluenda,  y  aun  ahora  porfian  algunos  con- 
tra la  experiencia,  teniendo  por  imposible  que  eean 
verdaderos  hombres  comp  .^los  los  antipodas,  por- 
que lea  parece  que  ios  crió  Dios  en  las  Indias  para 
que  los  trfúesencomo  infeirioresde.bajo.de  los  pies, 
aBadiendo  tales  delirios,  que  parece  pasan  de  jui- 
cio erróneo  ó  voluntad  proterva. 

S.  Piensan  «sitqs  con  Iqs  antjguo^^  á^quienes  cita 
Solórzano,  que  crió  Dios  el  mundo  como  sus  gasas. 


10 

dándoles  el  cielo  por  techo  6  sombrero  de  sus 
hezMf  y  la  tierra  por  escabelo  y  zapatos  de  6 
pies  {Sol.  y  iam.  I,  lib.  Ij  cap.  11  ^  n.  9),  no  aoab 
de  entender  que  la  tierra,  siendo  el  centro  del  m 
do,  es  rotunda;  y  el  cielo,  siendo  esfera,  tiene 
figura  convexa  ó  conglobada  para  oercar  y  rod 
con  igualdad  los  elementos,  fajándonos  á  todos 
mo  á  niffos  oon  las  fajas  de  sus  ricas  zonas;  y  que 
sol,  corriendo  sin  tener  donde  parar,  por  drcal 
eternos  de  oro  y  de  zafiro,  repartrcomo  el  gigan 
de  Homero  con  den  manos,  la  luz  á  las  estrellas  y 
los  orbes;  y  que  cuando  se  ausenta  todas  las  noc 
de  aquel  mundo  y  su  hemisferio,  pasa  y  distinguí 
otros  dias,  otros  tiempos  y  otros  a&osá  los  antipoda 
de  Europa,  y  á  otro  mundo  nuevo  más  grande,  má 
rico,  más  habitable  y  de  mejor  y  más  templado  fac 
misferio,  con  que  los  de  Europa  vienen  también 
ser  antipodas  y  antictones  de  las  Indias.  El  bo! 
dijo  Platón  {lib.  F,  de  RepuhH.)y  aunque  no  es  ir 
menso,  es  como  Dios,  porque  lo  ínira  todo,  lo  suf 
tenta,  lo  informa  y  lo  rodea.  El  sol,  dijo  San  An 
brdsio;  nunca  muere,  porque  siempre  es  Orient 
donde  llega,  y  que  por  eso  va  sin  miedo  y  turbs 
cion  al  Occidente. — Imperturbabilis  quocumqu 
pergit  Oriens  omnino  resolvitur  (Z>.  Amb.y  in  exam 
lib.  /,  cap.  6) y — j  allí  se  viste  de  gala,  borda  k 
nubes,  y  se  deja  ver  y  gozar  de  los  mortales  en  &< 
fial  de  que  amanece  á  otro  hemisferio,  y  dispiert 
y  da  vida  á  otros  antipodas. 


11 

9.  T  81  la  tierra  fuera  toda  de  materia  traspa- 
rente,  diáfana  y  cristalina,  que  nos  -yiéranios  los 
unos  á  los  otros,  como  quien  anda  sobre  una  bola, 
no  se  engañaran  los  antiguos  y  aun  los  cosmógra* 
fos  modernos  afirmando  que  los  de  allá  fijan  los  pies 
sobre  las  cabezas  de  los  que  están  acá;  pues  lla- 
marse antipodas  es  porque  están  pies  con  pies,  y 
no  los  pies  sobre  las  cabezas.  Solo  Dios,  solo  el  sol 
están  sobre  los  hombres,  no  para  hollarlos  y  aba- 
tirlos, sino  para  hacerles  bien  y  levantarlos.  De  Dios, 
dijo  San  Buenaventura,  que  está  de  cuatro  mane- 
ras  en  el  mundo — Supra,  infra,  intra,  et  extra, 
(j91  Bon.y  in  C^mp.,  C.  de  Immenii) : — arriba,  presi- 
diendo como  Señor;  debajo,  sustentando  como  Cria- 
dor; dentro,  informándolo  como  ánima,  y  fuera, 
comprendiéndolo  por  su  inmensidad. 

10.  No  iban  fuera  de  razón  y  camino  los  anti- 
guos en  pensar  que  seria  inhabitable  aquesta  tierra, 
si  la  calidad  y  disposición  de  todas  las  tierras  que 
están  dentro  de  los  trópicos  fuera  según  las  de  Eu- 
ropa; pero  Dios,  con  su  providencia  infinita,  pro  ve* 
yó  de  remedio  conveniente  para  que  se  diese  ha- 
bitación acomodada  y  llenasen  los  hombres  á  la 
tierra, — ^multiplicamini,  et  replete  terram: — dióles 
la  calidad  de  ser  húmedas  y  cavernosas,  proveyó 
qoe  lloviese  en  la  fuerza  mayor  de  los  calores, 
ayudólas  con  el  veloz  curso  de  los  cielos,  á  cuya 
causa  son  menores  los  dias  que  los  de  Europa,  y 
las  noches  mayores  para  poder  con  esto  refrescarse: 


12 

fuera  de  «W,  &  tsechos  dúipuM  Dios  wloanos  ] 
4iierra8  nevadas,  que  purifican  y  refreaoaiiilos  viep 
toa,  y  con  edto,  porque  importa  lauchc  >á  la  |)erfeq 
cioa  del  efecto  la  contiouacion  invariable  de  la  cau 
sa,  no  sob  sen  «habitables  las  üerras  de  la  aona  iót 
rida»  mas  el  temperamento  demuchas es apasibili 
simo,  y  tan  acomodado  pásala  vida  humana,  qu^  i^ 
en  el  invierno  ihacemuohe  frió,  ni  enisl  v^ane  oalo| 
demasiado:  tan  comedido  esel  temí^  qiis«en  niq 
guna  parte  deia  Nueva-Eapa&a  obliga  el  xsalor  i 
que  se  deaée  el  frió,  ni  aprieta  tanto  el  frió  qu| 
obligue  á  catentaraeal  fuego,  to -cual  na  se  halla  e| 
Burqpa,  porque  cada  tiempo  da  qen  iq^or  la  calida^ 
que  tiene,  no  perdonando  el  frió  lo  que  Recata  s^ 
natutideza,  ni  el  calor  lo  que  so  actividad  abrasa 
11 .  De  manera  que  esta  ^i^gum  no  solo  'es  habita 
ble;  pero  de  mucho  número  de  gentes. iiabitadú 
pues  no  ciento  ni  millares,  sino  millones  de  ^perso 
ñus  la  habitan,  pues  es  cosa  cierta  que  los  reinoj 
de  :1a  Nueva-España  y  del  Peri;,  la /mayor, par  t 
déla  Etiopia  y  costa  de  Guinea,  la  ilrabia  Feliz 
la  India  de  Portugal,  gran  :parte  del  jreino  de  l\ 
Persia,  y  la  parte  meridional  de  la  gran  Chiua^  lai 
islas  Molueas,  Filipinas,  las  islas  Marianas  y  Cali 
formas,  y  otras  machas  tierras  fértiles,  y  más  po 
bladse  que  en  la  Europa,  están  en  la  tórrida  zona 
en  muchas  partes  de  la  cual  ^se  goza  del  mas  apaci 
ble  temple  del  mundo  todo. 


CAfitüidTn. 


De  cómo  aon  kabitablea  las  tUr]:aa.qii&  están  debido  da  las 

Eonaa  frígidas. 


12.  Habiendo  tratada  oámo  >  de  aste  Muevo-Mun- 
do ae  habi4A  la  tórrida  zona  en  todos  sus  óuarenta 
y  6ieta  grados,  aSguese,  para  mayor  gloria  &  la  Pro- 
videncia divina,  «1  decir  eómoae  habitan  las  zonas 
frígidas  deltpolo  Ártico  del  Norte. y  el  polo  Antar- 
tico ^del  Sur.  Sdbastilin  Gaboto,  italiano,  siíbió  á 
setenta  .grados  para  el  Sur;  Juan  Sebastian  del 
Cairo,  «a  la  nao  Vitoria,  rodeó  la  tierra  navegan- 
do por  debajo  de  ambos  ipoloe;  y  otros,  que  han 
nav^pido  háeía  el  Antartico,  hallaron. gentes  des- 
Dudaaqoe  había  ,tambi€fn  muy  cercanos  al  i  polo, 
que  asi  como  hay  hiperbóreos,  que  están  junto  al 
eje  y  pok)  del  Norte,  hay  también  ^hipernooios,  que 
ser&Q  j  ad tos  al  Sur.  Habítanse  estas  dos  zonas,  por- 
que asi  como  proveyó  Dios  sierras  y  volcanes  de 
rtievi»,  que  atravieaenlatórrida  zona  y  corren  más 
de  quinientas  leguas  Norte  &  Sur,  templando  el 
frío  la  •  malicia  del  ftiego,  y  mitigando  las  sierras  lo 


14 

encendido  de  la  zona;  asi  proveyó  en  ambos  pol 
de  volcanes  ardientes,  qi)^  calentando  los  aires,  s 
jetasen  los  hielos,  supliendo  el  fuego  las  ausencl 
del  sol  que  carecen.  En  las  tierras  del  Chile,  (] 
se  acercan  al  polo,  el  Guaseo,  el  Guana,  el  Mat^ 
Chivan,  Nauoo,  Anteco  el  de  la  Villa-Rica  y  Pi 
rilla,  en^re  Magallanes  y  el  Estrecho  nuevo 
Maire,  que  llaman  de  San  Vicente,  está  la  isla  i 
Fuego,  llamada  asi  por  los  volcanes  y  fuego  que 
ella  vieron  al  descubrirla,  á  cuya  causa  en  los  i 
tiguos mapas  se  nombra  aquella  parte  Austral:  Ti 
ra  incógnita  y  de  fuego.  En  la  asona  frígida  de  p! 
Artioo  hay  otros  volcanes  que  calientan  lo  helij 
de  aquella  zona.  Gomara  áice  que  en  Groenlaní 
en  setenta  y  tres  grados  están  tres  montes  que  li 
zan  fuego  por  el  pié,  estando  siempre  nevada  la  cií 
bre:  junto  del  uno  de  ellos  llamado  Hecla,  sale 
fuego  que  no  quema  la  estopa  y  arde  sobre  el  a){ 
consumiéndola,  y  que  hay  dos  manantiales:  \ 
que  mana  siempre  un  licor  parecido  á  la  cera  d 
retida,  y  otro  de  agua  hirviendo,  que  convierte 
piedra  lo  que  recibe,  dejándolo  en  su  figura. 
"Tehuacan,  de  donde  se  trae  la  sal,  cuarenta  legí 
de  México  al  Oriente,  es  necesario  mudar  las 
gaderas,  porque  á  dos  aftos'^todo  lo  que  hnmed 
el  agua  de  tierra,  lo  convierte  en  piedra.  En  el  1 
raguay  se  hallan  también  sem€gantes  aguas.  Al 
ham  Ortelio  dice  {Táb.^  ajmd  Calanck.)^  que  i 
Dios  manantiales  de  agua  caliente,  que  cociei 


15 

coa  flUu  las  oasúdáM,  sd  nacEUi  las  l*w>rtft<T  y  6d 
criaa  hermosas  flores  y  abundantes  frutos,  entran 
en  el  mar,  y  hasta  donde  alcanza  la  corriente,  el 
mar  no  se  hiela,  y  al  calor  de  estas  aguas  acuden 
diversos  animales  y  varias  aves.  Está  junto  este 
manantial  un  convento  de  religiosos  de  nuestro  Pa- 
dre Santo  Domingo,  llamado  Santo  Tomás:  asi  lo 
afirma  Maluenda  de  Antexpto  (/i¿.  /,  cap.  J),  á 
quien  cita  el  docto  Calancba;  de  manera  ^ue  de  po: 
lo  á  polo  se  habitan  «estas  tierna  deiNuevo-Mundo 
casi  en  todos  sus  ciento  y  ochenta  grados  de  latitud 
que  hacen  tres  jnil  ciento  y  cincuenta  leguas  de  an- 
cho, y  Maluenday  Ortelio  en  la  tabla  novena  {Qálan,^ 
lA.  I,  eap.  5),  pone  lo  último  de  este  mundo  confi- 
nante con  el  Septentrión,  mas  adelante  del  mar  de 
Groenlandia,  en  ochenta  y  cinco  grados.  Gomara  afir- 
ma que  Groenlandia  está  cincuenta  leguas  de  las  In- 
dias, por  el  cabo  que  llaman  del  Labrador,  median- 
do un  solo  brazo  dejnar,  que  llaman  í)ayiz,  de  me- 
nos de  ocho  leguas  castellanas,  y  otros  ponen  más; 
[•ero  se  mira  como  á  estrecho,  de  que  se  trata  en  el 
capítulo  de  la  longitud  de  la  tierra.^ 


y^TiüMüM.— Tomo  I.— 5 


»*«l 


3a«:±«sfis=aB±aBesaeaBtttfe 


oártímáiiY. 


De  cómo  en  laB  tíerraa  de  la  tórrida  sona,  es  mas  iría  j  ñie 

la  media  ref^  del  aire. 


13.  Para  proceder  con  la  claridad  que  se  reqi 
re  en  lo  que  se  ha  tratado  y  se  tratará  en  adel 
te^  ^.  la  buena  inteligencia  de  lo  que  entenderse 
be,  es  de  advertir  que  el  segundo  elemento,  en  ór 
natural,  es  el  aire,  que  ocupa  todo  el  lugar 
hay  desde  la  superficie  de  mar  y  tierra,  hast 
cóncavo  ó  parte  inferior,  orbe  del  fuego  y  su 
gion.  Dividen  los  filósofps  toda  la  región  del 
en  tres  partes,  según  tres  distintas  calidades 
en  ellas  predominan:  la  parte  suprema  dicen  ser 
lida  y  seca,  asi  por  la  vecindad  del  orbe  del  fui 
coiño  por  causa  del  movimiento  veloz  de  los  oj 
que  en  si  recibe  por  ser  causa  de  calor  elmovimi 
la  parte  ínfima,  que  es  la  que  está  junto  á  la  ti 
dicen  que  es  cálida  y  húmeda;  cálida  por  ca 
la  reverberación  de  los  rayos  del  sol,  y  húmed 
la  humedad  que  recibe  del  mar  y  de  las  aga 
engendran  los  vapores.  La  tercera  región^  que' 


17 

entre  las  dos  ya  dichas,  y  le  llaoiaa  Media,  di- 
cao  que  es  fría  por  dos  causas:  la  una,  por  estar 
distante  de  la  esfera  del  faego  y  hacer  en  ella  po- 
co efecto  el  movimiento  de  los  cielos;  y  la  otra,  por- 
que la  reverberación  de  los  rayos  solares  que  re- 
sultán  y  suben  de  la  tierra,  se  esparce  y  desvane- 
ce antes  de  llegar  á  ella;  de  sfierte,  que  ni  j>or  la 
parte  superior,  ni  por  la  parte  inte^or,  irecibe 
calor  alguno;  y  asi,  por  su.  mucha  frialdad,  se  en- 
gendnm  en  esta  media  región  las  nieves  y  granizos, 
y  se  forman  las  nubes  para  las  lluvias  de  los  vapo- 
res que  suben  de  la  tierra. 

14.  Esto  supuesto,  se  colige,  en  buena  filosofía, 
ser  el  frío  de  la  media  región  del  aire  más  fuerte 
deutro  de  los  trópicos  de  la  tórrida  zona  que  fuera 
de  ellos:  la  causa  de  esto  es;  porque  siendo  causa 
de  calor  el  movimiento,  alli  habrá  más  calor  donde 
más  fuere  el  movimiento,  á  cuya  causa  se  acrecen^ 
ijien  la  tórrida  zona  el  calor  del  fuego,  por  ser  en 
ella  mas  veloz  el  movimiento  de  los  cielos,  como  di- 
<^e  Henríco  Martínez  en  el  Repertorio  de  los  tiem- 
IK)s,  Historia  natural  de  la  Nueva- España,  impre- 
so en  México,  afio  de  606,  en  el  tratado  III,  ca- 
pítulo 6,  página  170,  donde  dice:  Es^  puea,  el  mo- 
vimiento de  los  cielos  mas  veloz  dentro  de  los  trópicos. 
Y  consultado  el  catedrático  de  matemáticas  de  la 
leal  universidad,  don  Carlos  de  Sigüenza,  dijo  ser 
«'^si,  porque  se  multiplican  los  puntos.  De  donde 
proviene  que  en  la  ínfima  región,  que  es  la  super- 


18 

fieie  de  la  tierra,  por  la  mayor  reyerberaoum  de  I 
rayos  solares,  qae  es  laás  intensa  por  mayor  el  ca 
que  se  les  cemanioa,  es  mas  oalorosa  dentro  de  el 
qee  fuera.  Ahora,  pQee,-*--per  antiparistasis — bií 
de  calor  y  frió  calidades  eonfararias,  es  con  mas  fu 
sa  expelido  el  frío  de  la  Ínfima  región  por  el  ca 
de  la  reverberación  de  los  rayos,  y  también  con  n 
violencia  ||[Mitido  de  la  región  suprema  por  el  ca 
que  recibe  del  fuego,  causada  del  velos  movimie] 
de  los  cielos,  como  queda  dicho,  á  cuya  causa 
ha  de  red^ger  y  estrechar  más  el  frío  en  la  regí 
de  en  medio,  huyendo  de  sus  contrario^  y  coi 
la  virtud  unida  sea  mas  faerto,  sigúese  que  la  i 
dia  región  del  aire  será  por  esta  razón  más  un' 
y  más  fuerte  en  las  tierras  de  la  t^krida  sena,  c 
fuera  de  ellas,  y  más  fuerte  en  el  verano  que 
el  invierno,  por  ser  entonces  mayor  la  reverbe 
cion  de  los  rayos  del  sel;  lo  cual  muestra  la  exl 
rienoia  por  las  muohas  sierras  nevadas  que  o 
servan  la  nieve  todo  bV  aSo  por  la  ceroaaia  de 
media  región,  y  también  que  en  tas  costas  del  c 
altas,  y  en  las  tierras  altas,  se  eiente  notabUuiei 
el  fríe,  de  que  se  sigue  la  causa  de  las  lluvias,  y 
ríos  temples. 


••*M«rfi«^ 


•44 


OAPITVIO  V. 


Qr^é  «tt  la  cátiAi  porqué  llueva  en  efitas  p&rtes  en  tiempo  distinto 
del^  oü  Sipalla  Uneve,  y  por  ^é  e^  poooa  distritoa  ee  hallen 
diforantea  templea. 


16.  Sabido  es  en  toda  filosofía,  que  el  sol,  por 
medie  del  calor  que  cau^a,  levanta  vapores  de  la 
tierra,  mar,  ríos- y  lagunas,  los  cuales  sube  á  la  me^ 
día  región  del  sire,  donde,  con  el  frió  de  ella, 
S8  eondenean  contirtíéndose  en  agua,  formándose 
graniza  7  congelándose  nube;  todo  lo  cual,  por  el 
calor  del  sol  deshecho  con  el  peso  natural,  vuel- 
ve &  bajar  en  gotas,  y  si  no  alcanza  la  actividad  á 
deshacer  todo  om  agua,  bajá  adelgazada  la  nube  en 
piedra  euando  Hueve  granizo/ 

16.  Son,  pues,  las  tierras  de  Nueva-E8{>a!(a  muy 
húmedas  y  cavernosas;  de  suerte,  que  los  vapores 
lae  el  sol  levanta,  son  muy  gruesos,  á  cuya  causa, 
ea  tiempo  de  invierno,  como  no  es  la  fuerza  del  sol 
Un  grande,  levanta  pocos  vapores,  y  los  que  levan- 
ta suben  poco;  de  suerte,  que  no  llegan  al  frío  de 
U  media  región  del  aire,  para  convertirse  en  agua, 
V  por  «rta  ratón  no  IHibve  ett  él  invierno,  y  si  llue« 


20 

V6  es  poco^  porque  los  vapores  qoe  puedea  Uegí 
son  los  mas  sutUes  y  limaos,  qae  en  estas  tierri 
son  pocos  los  qne  se  engendran  leves;  pero  en 
verano,  cnando  el  sol  ocapa  los- signos  septentrí 
nales,  que  están  desde  la  linea  para  el  Norte,  i 
pecialmente  el  tiempo  qae  se  detiene  desde  Gémiii 
á  Libra,  como  es  entonces  la  fuerza  de  soa  raye 
puede  levantar  gran  copia  de  vapores,  aunque  p 
sados  por  lo  graeso;  y  subirá  á  la  media  región  c| 
aire,  donde  se  convierten  en  agua;  y  también,  <i 
roo  entonces  es  más  fuerte  y  unida  la  virtud  de 
región  de  esta  tórrida  zona,  por  las  razones  del  ca| 
tuio  pasado,  se  ven  caer  aguficeros  grandes,  tan^ 
que  é  veces  parece  que  llueve  mas  á  cántaros  q| 
á  gotas;  de  modo,  que  para  que  kaya  dentro  de  | 
térrida  zona  lluvias,  es  necesario  que  sea  Ift  fuerj 
del  sol  mucha,  y  la  virtud  de  la  región  grande, 
cual  no  sucede  en  el  invierno  en  estas,  partes, 
asi,  aunque  los  años  suelen  ser  secos,  como  lo  fu 
ron  cinco  a&os,  desde  el  a&o  de  78;  pero  atendie 
do  á  lo  mas  ordinario  que  sucede,  son  mas  cop^ 
sas  las  lluvias  en  estas  partes,  como  se  experime 
tó  el  aflo  de  88  y  el  de  89,  en  que  ^e  inundarj 
los  caminos  de  México  para  el  desagüe,  y  en  Til 
nepantla^hubo  más  de  media  vara  de  agua  en 
huerta  del  convento:  este  es  sentir  de  Hentico  M^ 
tinez,  en  el  capítulo  II,  del  teatado  HI,  y  4e  la  i 
zoo,  porque  como  en  la  Nueva-EspaSa  Jipnlas  ti^ 
ras  cfive^nosas  y  húmedasi  ^  ^evantíSA  va^Misa  m 


21 

gruesos,  j  eu  EspaSa  son  las  tierras  mas  macizas 
y  se  levantan  vapores  mas  livianos* 

17.  De  otro  modo  sucede  én  Eapafia  y  en  otras 
partea,  que  como  la  tierra  es  maciza  y  apretada,  los 
vaporea  que  levanta.el  sol  son  l|v6s  y  sutiFes;  y  co- 
mo ea  el  estio  y  veíano  sea  mucho  el  calor  del  sol, 
antas  de  llegar  á  la  media  región  del  aire  los  con- 
suoiei  y  por  esta  oaosa  podas  veces  llueve  en  el  es- 
tío; pero  en  tiempo  del  invierno,  como  la  fuerza  del 
calor  no  es  tanta  por  la  oblicuidad  de  la  esfera,  no 
tiene  calor  para  consumirlos,  aunque  leves  pueden 
llegar  á  la  media  región  y  convertirse  en  agua;  y 
por  ser  más  leves  los  vapores,'  se  ve  por.  experien- 
cia que  las  lluvias  no  son  tan  gruesas  como  las  de 
la  Nueva^Espafia,  donde  se  levantan  gruesos  los 
vapores;  de  donde  col^o,  contra  los  que  dicen  que 
llueve  fuera  de  tiempo  en  estas  partes,  que  asi  en 
EspaBa  como  aquí,  aunque  en  diferentes  tiempos, 
llueve  naturalmente  y  á  su  tiempo,  porque  son  las  * 
causas  para  llover  naturales  y  el  tiempo  por  la  Pro- 
videncia divina  dispuesto  para  la  habitación  mas 
acomodada  de  la  tierra. 

18.  En  cuanto  á  los  temples  varios  que  se  ex- 
perifiíentan,  viendo  que  dentro  de  pocas  leguas  y 
en  una  misma  elevación  de  polo  y  paralelo  se  ha- 
lla tanta  variedad  de  temples,  que  de  una  tierra 
caliente  se  llega  luego  á  otra  muy  fria^  y  de  ésta 
en  una  jornada  se  pasa  á  otra  templada,  expori- 
meptAnJtoae'^tt. noL.dia  natorai  de.todoa  ténípie% 


loB  pocoB  t<er8aio8  en  las  cftiuaB  notarales  liallai 
ocasión,  sin  fundMnento,  para  iofamaf  4  68ts  re 
gioD  de  iúooBstaivte  y  varia,  síq  advertir  que  todi 
efeeto  natural  depende  de  eaa  oaasas.  Esi  pue^^ 
que  la  (Uerea  del  g^lor  predomina  aobre  la  sopeí 
ficíe  de  la  tierra  por  la  reverberación,  y  el  iatena^ 
frió  de  la  media  reglen  del  aire»  de  que  se  dijo  el 
el  cuarto  oipitulo  pasado;  perqtoe,  por  poco,  que  ei 
aoerque  &  la  vecindad  de  la  regios,  por  lo  alto  ei 
frió  el  temple;  y  siende  baja  la  tierra  donde  rever 
bera  el  sal,'  es  cálida,  y  más  si  son  abrigadas  y  qu^ 
no  les  bate  el  Nerte  (qae  en  esta  Noeva-EspaBs 
es  frío  por  lo  poco  qne  pasa. por  la  zona  tórridaj 
eomo  al  contrario  en  las  tierras  donde  el  Sar  disi 
curre  poco  por  la  zona,  es  fresco  y  el  Norte  cálidd 
y  enfermo),  y  donde  las  tierras  ni  están  muy  bajas j 
ó  no  están  abrigadas.del  Norte,  ni  están  muy  altuaj 
participan  con  igualdad  del  calor  de  la  superficie  y 
'  áel  frío  de  la  región  del  aire,  y  son  templadas. 

19.  En  EspaBa,  y  en  otras  partes  de  la  Europa, 
no  es  tan  notable  la  variedad,  por  no  ser  intenso  y 
riguroso  el  frió  de  la  media  región  del  aire,  la  cual 
se  dilata  6  se  recoge,  según  la  fuerza  ó  flaqueza  del 
calor  que  la  cerca;  y  asi  se  baila  por  experiencia 
que  en  las  tierras  de  sesenta  y  dnco  grades  de  al- 
tura, como  les  fiíltan  los  rayos  solares  en  tiempo 
de  invierno,  no  habiendo  en  aquellas  partes  calor 
sobre  la  superficie  de  la  tierra,  se  dilata  el  frie  de 
lamédia regíoii y  m aeecoa tanta á lo^iafittbi qae 


28 

hMa  él  mar,  y  oaaaa  tan  iaioIeraUe  frío  que  has- 
ta loe  Tinos  hiela^ 

20. .  Más  admiración  pudiera  causar  el  verse  mu- 
dar h»  temperamentos  do  las  tierras  y  las  condicio- 
nea  y  bríoa  de  las  gofiies;  efectos  son  de  la  Prori- 
desoía  divina  ^n  el  gobierno  de  este  mundo,  que 
cnanto  más  se  considera  más  ae  admira.  Con  tal 
armonSa,  con  tal  misterioso  orden  y  concierto  dis- 
puso Dios  las  cosas  naturales^  que  aunque  el  hom- 
bre  BB  fat^a  ao  esoodriBarlas,  parece  imposible  el 
entenderlas:  con  todo  eso,  como  es  semejante  á  Dios 
en  el  eniendimioato,  aunque  limitado  para  compren- 
derle todo,  le  es  oonoedido  al  hombre  posibilidad 
para  entender  lo  grande,  pues  le  es  cojíicedido  el 
cootesiplar  las  divinas  obras  para  alabar  á  Dios  en 
ellaa^  pues  ellas  manifiestan  su  poder  y  saber  tan 
adndrafaJes;  y  puede,  inquiriendo  las  causas,  vánir 
en  eonocináento  de  los  efectos,  y  por  los  efectos 
conocer  ka  causas  naturales,  siguiendo  el  parecer 
de  los  más  doctos  sin  afirmarse  en  el  propio,  que 
será  nota  de  faKa  de  talento  afirmarse  en  la  opi- 
nión propia  sin  admitir  razones  de  la  ajena. 

21,  Hay,  pues»  en  los  movimientos  de  la  región 
celeste  tan  continua  mudanza,  que  nunca,  desde  su 
creación,  ha  estado  dos  veces  de  una  misma  mane* 
xa,  ni  entre  si  ni  respecto  del  mundo.  Las  imágenes 
y  constelaciones  de  las  estrellas  fijas,  cuya  impre- 
6Íon  es  notable  en  Jas  cosas  del  mundo;  los  auges 
de  los  planetas  por  virtud  de  loa  movimientos  de 


24 

la  octava  y  novena  esfera,  se  han  mudado  y  van 
mudando  lugar;  las  estrellas  verticales  y  horizon- 
tales ya  no  pasan  por  los  puntos  verticales  que  so- 
liaui  y  la  declinación  del  sol  al  presente  menos  de 
la  que  solia  ser.  Siendo,  pues,  la  región  celeste 
causa  universal  de  los  efectos  naturales  del  mun- 
do, y  haciendo  en  ella  tanta  variedad  y  mudanza, 
claro  es  que  la  ha  de  haber  eu  estas  cosas  inferiores^ 
pues  el  efecto  sigue  á  la  causa,  de  qué  se  origina 
variarse  los  temperamentos  de  las  tierras,  á  lo  cual 
consiguientemente  se  varian  las  calidades  de  los 
frutos,  de  donde  viene  la  variedad  en  las  com 
plexiones  de  las  gentes,  y  de  aqui  la  mudanza  de 
brío  y  condición,  porque  el  cuerpo  recibe  la  cali 
dad  de  la  tierra  donde  se  crió,  y  el  alma  la  recilH 
en  cuanto  á  la  inclinación  y  prontitud  del  cuerpo 
Por  experiencia  se  ve  que  los  más  firmes  reinos  } 
naciones  se  han  mudado,  y  con  variedad  no  son  la: 
que  fueron  antes.  La  nación  griega  floreció  en  vir 
tud  y  letras  trescientos  años  del  nacimiento  de 
Salvador;  tuvieron  la  monarquía  del  mundo,  y  hoy| 
la  que  fué  madre  de  todaá  las  ciencias,  es  centro  d 
las  ignorancias,  y  los  que  sujetaron  el  mundo,  viveí 
hoy  la  mayor  parte  á  los  turcos  y  otra  menor  á  lo 
venecianos  sujetos  y  abatidos. 


^  ^ 


OAPIIUIOTL 


1a rail  •&  Uaoperftdo  de  k  tierra  y  los 
AeoflU  ea  k  Nnera-E^Miie,  y  por  qaó 
ii^atofl  máf  Tiroe  7  lee  ftierzM  corporaloa 


Lm  Arboles  y  las  plantas  que  la  tierra  pro- 

creeio  y  se  aumentan  por  medio  del  calor  y 

^naedad  que  los  anima,  y  la  frialdad  las  Be- 

porque  la  lírtud  Tegetal  con  el  frío  les  impi- 

t.  fas  donde  el  iaTiemo  fuere  intensamente  frío, 

A  irbol  babia  de  echar  para  arriba  en  ramas 

ara  abajo  en  ratees;  porque  entonces,  huyen- 

.  9I  eüor  de  so  contrarío  el  frio^^se  recoge  debajo 

ts  la  Mtm,  y  Ifauna  y  atrae  á  si  la  virtud  vegetal 

»  ^  nb  j  k  hace  crecer  para  abajo;  pero  después, 

-1  ai  twiWDúf  predooúna  el  calor  sobre  la  tierra;  la 

ngitatiTa  recogida  en  la  rais  por  el  frío  lia- 

W  calor  TueWe  á  snbtr^  brotando  con  pujanza 

bajas  y  fmtosi  trayendo  consigo  aqneUa  sus- 

iicabída  de  la  tierra.  De  aqui  se  sigue  que 

m  k  Moarar-EspsSa  no  hace  tan  intenso  frío 


26 

en  el  invieriío  como  en  otras  partes^  nanoa  m  aco- 
ge todo  el  calor  y  virtud  vegetal  á  la  raiz^  y  no 
habiendo  calor  suficiente  debajo  de  la  tierra  que  la 
llame,  arraigan  poco  y  se  extienden  por  la  super- 
ficie las  raices,  y  de  ahi  viene  el  no  ser  de  tan  buen 
sabor  y  sustancia  tal  como  en  España;  porque  sien- 
do el  fruto  la  sustancia  y  jugo  de  la  tierra,  cuanto 
más  tuviere  el  árbol  6  plalita  mas  hondas  las  rai- 
ces, serán  más  sustanciales  los  frutos;  y  al  contra- 
rio, el  árbol  que  tuviere  las  raices  superfioiales, 
dará  los  frutos  de  poca  sustancia  y  más  livianos: 
y  esto  que  se  dice  de  los  árboles,  se  ve  por  expe- 
riencia en  las  semillas;  porque  en  las  tierras  frías, 
donde  arraigan  mejor,  son  de  más  Sustancia  que 
las  que  se  dan  en  tierras  calientes;  y  asi  el  maiz 
que  se  da  en  el  valle  de  Toluca  es  más  sustancial 
que  el  que  se  da  en  tierra  caliente.  Y  esta  ventaja 
se  halla  también  por  experiencia  en  las  carnes,  por- 
que en  las  tierras  frías,  oomo  la  yerba  echa  mayo- 
res raíces,  saca  mejor  y  más  sustancia  de  la  tleí» 
ra,  y  siempre  son  las  carnes  según  el  pasto  con  que 
se  crian  los  ganados. 

23.  Para  la  viveza  de  iiigenio  concurren  cuatro 
cosas^  porque  en  estas  partes  se  halle  mas  desem- 
barazado cualquiera  entendimiento,  que  son;  tem- 
peramento de  la  tierra^  alimentos  de  la  vida  hu- 
mana, abundancia  en  lo  necesajrioi.y  ejerció  en  las 
obras.  Los  que  viven  en  tierras  frías,  por  razón  de 
la  frialdad  del  lugar,  se  bfu^ea  de  más  iomenso  ca- 


27 

lor  ddl  qae  por  naturaleza  gozan^  el  oaal^  encerrado 
en  las  partea  interiores  del  cuerpo^  enFia  al  celebro 
hamos  y  vatpores  gmesos  que  le  ofnscan  las  operacio- 
Des  del  discarsOy  porque  con  ellos  se  entorpecen  los 
órganos  de  que  se  aprovechó  para  sus  obras.  Y  asi, 
es  cosa  cierta  que  mientras  hubiere  mucho  calor  en 
el  estómago,  le  falta  al  celebro  el  temperamento  ne- 
cesario para  el  buen  discurso:  véase  aquesto  en  los 
yiejOSf  por  experiencia,  que  en  ellos  se  halla  gene- 
ralmente más  prudencia  que  en  los  mozos;  porque, 
como  tienen  poco  calor  en  el  estómago,  suben  á 
perturbar  poAos  vapores  al  celebro;  y  esto  mismo 
sucede  á  los  que  habitan  las  tierras  moderadamente 
calientes,  porque  asi  como  la  frialdad  entorpece  las 
potencias  sensitivas  del  celebro,  por  la  razón  ya  di- 
cha,  el  calor  las  aviva  y  las  despierta.  Siendo,  pues, 
el  temperamento  de  la  Nueva-Espa&a  más  calien- 
te que  frió,  y  donde  no  se  ven  las  calidades  por  ex- 
tremo, será  á  propósito  para  que  no  se  embarace 
con  vapores  por  esta  parte  el  ingenio  y  estén  con 
más  prontitud  las  obras  del  discurso.  En  España 
es  en  extremo  el  temperamento  frió;  pero  á  los  que 
vienen  á  estas  partes,  .con,  el  temperamento  de  la 
tierra,  se  les  aviva  con  muchas  más  ventajas  el  en- 
tendimiento, y  á  ''este  paso  se  minoran  las  fuerzas 
corporales;  porque  allá,  con  el  frió,  se  digieren  me- 
jor los  alimentos,  á  causa  de  que  con  él  se  aumen- 
ta más  el  calor  tnteriei,  y  se  crian  mási  robustos; 


.  <•  «' 


y  acá,  á  poMS  aSos^  raadan  de  fortalM^  ooi  «I  tea 
peraineato  menos  frió  de  la  tiemt. 

24.  La  eeganda  oaaeai  y  no  menos  ¡^neipal,  e 
el  alimento^  que  por  ser  de  menos  sustancia^  mí 
leve  y  de  pooa  gran,  es  más  dig^Btible  y  ptrtarb 
menos  los  órganes  para  el  discurso^  y  por  la  mi 
ma  rasen  ooasiona  más  viveza  y  prontitud  de  ingí 
BÍo,  y  desnüiiáy ense  las  fuerzas  corporales.  De  aqi 
se  signe  que  los  que  vienen  de  otros  ofiípas  ce 
nueves  Minutos,  crian  «leva  sangre;  ésta  prodsi 
nuevo  humor,  el  nuevo  humor  nueva  habilidad 
condición;  y  siendo  aquesto  más  aoAnodado  pa 
buenos  ingenios  favoraUe^  es  claro  que  en  este  n 
no  las  buenas  habiMdades  fora^ras  se  mqoran, 
las  no  tales  se  rayaran,  asi  codk)  las  fuerzas  <Í 
cuerpo  se  desminuyen. 

2Í.  La  teroei¡a  es  la  abundancia  y  ftrtifidad  i 
reino,  porque,  fuera  de  la  rasen  que  se  experim( 
ta  en  los  hunH»  que  levanta  la  plata  y  oro,  pi 
con  la  riqueza  y  abundancia^  algunos  ee  haoen  o 
tesapos  y  elocuentes,  y  con  ella  renuevan  las  ai 
guas  honras  olvidadas  y  las  preeminencifts  de 
ilustre  prosapia  y  descendenda.  Otros  levantai 
cosas  grandes  sus  pensamientos  nobles;  porque 
como  la  sangre  alienta  el  cuerpo  y  alegra  loa  f 
tidos,  asi  la  hacienda  alienta  la  honra  y  haee  | 
empresas  grandes  levantar  los  pensautimites.  Fu 
de  esto,  la  abundancia  del  SMtentb  y  el  no  o«i 
denuuiiado  de  él  (pues  los  pobres  peniD  #»  «so 


» 

prínGÍpal  omdado^  y  esto  \m  divierte  para  no  po- 
nerle en  cosas  de  disoarso),  es  ocasión  para  mejor 
eiapleo;  porque  la  necesidad  y  pobreaa^  no  solo 
desmima  los  homlnres  y  animales^  pero  aun  las 
plantas  man^ita,  y  fait&ndolea  lo  necesario  se  en- 
tristecen, por  lo  cual  al  hombre  hábil  y  pobre  le 
piotan  una  mano  con  alas  levantada  y  otra  con  un 
grave  peso  detenida,  significando  ^ue,  aunque  por 
sa  habilidad  tiene  alas  para  poder  subir,  tiene  po- 
breza que  se  las  hace  bajar.* 

26.  La  enarta  suele  ser  la  experiencia,  que  es 
madre  de  laa  cieiieia^  que  no  se  adquiere  la  habi- 
lidad oon  sola  riqueza  y  natural,  antes  parece  an- 
dan encontradas  la  fortuna  y  la  naturaleza;  que  si 
la  fortuna,  hizo  á  uno  fieo,  la  naturaleza  lo  hace 
top<^  y  si  la  naturaleza  lo  hizo  hábil,  lo  hace  la 
fortoiía  pebre.  Requiérese  también  que  con  la  edad 
coacarra  la  experiencia;  que  aunque  por  leer  y  oir 
se  adquiere  de  muéhfts  cosas  la  noticia,  nii^una  se 
imprime  en  la  memoria  como  la  que  ve  y  experi- 
Qienta.  Be  aquí  es  que  m.  cualquiera  reino  la  gen* 
te  que  habita  marítimo^  puertos  y  ciudades  donde 
de  diversas  naciones  concurren  forasteros,  es  tras- 
cendida y  avisada;  porque  los  unos  de  los  otros 

• 

aprenden  los-  varios  modos  de  proceder  ra  sus  tra- 
tos, por  k>  eual,  como  en  esta  Kueva-^Bspafia  haya 
el  coneur^  de  tan  varias  gentes,  de  aqui  procede 
lue  se  les  aviven  los  genioe,  y  la  necesidad  les  en- 
seüa  mam0  mMto  de*  preceder  eon  tanWsi  eebran* 


80 

^0  eon  el  uno  un  género  de  nuevo  natural  en  e\ 
discurso. 

27.  Estas  son  las  oausas  que  son  de  algunos  aai 
tores  referidas  para  acreditar  la  habilidad  de  loi 
nacidos  en  las  Indias  y  de  los  que  Tienen  de  otraj 
partes  á  vivir  en  ellas;  no  porque  sean  todos  gend 
raímente  sugetos  grandes  que  aventajen  á  los  de 
más  de  otras  tierras,  porque  ¿quién  podrá  negar  el 
todas  ciencias  lo  grande  de  los  sugetos  de  la  Eur4 
pa,  lo  mucho  de  los  sugetos  de  Italia  y  Francia  qu| 
los  escritos  con  lenguas  de  eternos  bronoee  nos  pii 
blican  lo  sólido  y  fundamental  de  nuestra  Espaü^ 
Pero  si  en  lo.  general  se  considera,  son  grandes  l¿ 
habilidades  de  las  Indias;  pero'  duran  pooo  en  i 
trabajo,  y  en  pocos  afios  marchita  sus  verdores,! 
porque  parece  clima  de  la  tierra  la  poca  duraci^ 
én  todas  oosas^  ó  porque  ven  poóo  premiados  si 
estudios,  tan  poca  estimadon  de  las  letras,  d^ 
mayan  eñ  el  trabajo:  todo  ag6nte  trabaja  por  el  fi 
— Omne  agens  agit  propter  fínem.-^Pudiera  t 
que  si  hubiera  prembs  para  todos,  que  la  espera 
za  diera  aliento  al  trabajo..  Estudian  en  los  prin 
ros  aKos  de  la  juventud,  y  en  la  edad  tan  poca  ít 
mira  á  los  doctos  lo  lúcido  de  sus  talentos;  y 
líegfmdo  &  maduros,  desmayan,  cierran  los  libi 
y^olvidan  el  estudio,  y  son  machas  más  las  habí 
dades  que  se  pierden,  que  los  talentos  qu^ae  logri 
Y  asi  el  daoto  Zapata  dic0  {¿íp,,  in  eup.  7,  n.  g)\ 

AQurata.  debet  esse  ueritoroa  impüotíp  w  ij 


SI 

praecípne  novi  orbis  purtibus,  ubi  boo  unum  illiua 
regni  filii  pro  praemio,  et  saarum  litterarum  remu- 
neratío&e  obtinendam  aperante  et  ñeque  fíat  distri- 
butío  á  labore^  et  litterarum  vigilüs  facile  avocan- 
tur.— ^i  en  estas  partes  se  observara  lo  que  en 
otros  reinos,  que  fuesen  patrimoniales  las  dignida- 
des j  beneficios,  como  lo  prometidr  Dios  á  su  pue- 
blo:— Profetam  de  gente  tua,  et  de  fratribus  tuis 
sussit  abo  eis  d^  medio  Fratrum  suorum  similem 
tai  (Deut.y  cap.  18,  i>.  16)  y  la  esperanza  del  pre<* 
mío  diera  alientos  al  trabajo  infatigable  del  estudio; 
pero  gracias  á  Dios  que  su  majestad  y  el  real  con- 
sejo de  las  Indias  no  consienten,  que  los  nacidos  en 
las  Indias  de  padres  españoles  (que  ya  se  llaman 
criollos  porque  se  crian  en  ellas),  sean  herederos 
del  oprobio  y  nota  que  la  incierta  cosmografía  (cie- 
go topo  á  la  luz  de  la  verdad)  dio  á  las  Indias,  juz- 
gándolos por  no  racionales  verdaderos,  ni  permita 
que  pueda  la  emiüaoion  proterva  juzgarlos  por  in- 
méritos de  honras  y  de  premios,  pues  á  tan  á  ma*. 
nos  llenas  se  los  reparte  cada  dia,  descubriendo 
benigno  á  todo  el  orbe  la  estimación  de  sus  letras,^ 
los  quilates  de  sú  valor  y  sangre. 

28.  Sola  una  contradicción  pudiera  haber  contra 
el  asunto  de  la  causa  para  la  habilidad  del  ingenio; 
porque  Á  las  calidades  que  en  este  tratado  se  re- 
fieren, fueran  causas  acomodadas  para  producir  vi- 
veza en  los  ingenios,  los  naiturales  de  este  reino  la 
babian  de  tener  aventqado,  pues  que  ellos  han  go« 


82 

ssado  siempre  de  ellas,  y  loa  negros  y  ellos  haUan 
de  igualar  en  habilidad  á  los  dos  de  EspaBa;  pero 
lo  oontrario  se  ve  por  experiencia,  pues  es  gente 
muy  inferior  á  los  españoles  en  la  viveza  del  dis- 
curso. A  esto  se  responde  que  las  causas  universar 
les  se  varian  y  determinan  según  la  calidad,  y  dis* 
posición  de  la  materia,  haciendo  en  varios  dugetos 
diferentes  efectos:  el  fuego  consume  la  le&á.  seca  y 
también  la  verde;  pero  no  tan  fáeihnente  aqiMsta 
como  aquella.  Muy  diferente  es  la  compleuon  del 
indio  y  del  moreno  de  la  complexión  del  eapnAol, 
por  lo  cual  no  pueden  las  causas  produdr  los  efec- 
tos tan  iguales,  sino  en  cada  cual  según  k  disposi- 
ción de  los  órganos  y  temperamento  del  eelefato,  y 
de  esto  procede  la  diversidad  de  íngeiaos  que  se 
halla  en  diferentes  naciones;  y  si  je  hace  compa- 
ración entre  los  que  son  de  una  nación,  se  hallará 
notable  diferencia.  Verbi  gracia^  si  eomparamoa  los 
morenos  que  se  crian  en  esta  tierra  eon  los  de  Gui- 
nea, exceden  en  habilidad;  y  si  á  estos  con  los  de 
Cuba  y  los  de  la  Española,  los  de  la  Nueva^EspiüEia 
excedieron  en  política  y  on  habilidad  á  loe  ds  su 
misma  nación:  luego  son  acomodadas  las  tf erras 
para  producir  buenos  ingenios^  ó  por  to  menos  para 
más  vivesa  en  el  discurso,  por  el  menos  embaraso 
de  vapores  en  los  órganos  sensitivos  del  celebro* 


•  r 


ÓAPJRFÜLO  TU 

Bel  nombre  verdadero  que  sé  le  da  i  aqnestás  partes.  • 

29.  Todo  ¡o  desout^iertó  del  mundo  ee  divide  en 
cuatro  partes,  que  66  Baman:  Asia,  Guropa,  Áfri- 
ca y  NaoYO  Müado.  Europa  eontieae  grandes  rei- 
nos j  protioeíaBy  como  aon:  España,  Francia,  Ita* 
lia,  Alemania,  Greeia»  Hungria,  Polonia,'  Saecia, 
NcMraega,'  Patria  de  les  Qodos,  Flandes,  Inglaterra, 
aanqtte  ésta  es  isla.  La  Aflia,  celebérrima  porque 
en  ella  fueron  las  pruneraa  monarquías  del  mundo;' 
la  de  los  asirioa,  persas,  médos,  y  porque  en  ella  fué 
criado  por  Dios  et  primer  hombre;  nació  en  ella  y  pa* 
deeió  por  salvarnos  el  Redentor  del  miyid»;  en  ella 
fué  eaerito  el  Nuevo  y  Viejo  Testamento.  Divídese 
en  eineo  partes,  según  los  cinco  ruados  ó  imperios 
que  la  gobiernan:  la  primera,  que  esti  continuada 
QQO  Europs,  es  del  duque  de  Moscovia;  la  sañu- 
da del  Gran  Ginun,  emperador  de  Los  tártaros;  la 
tercera,  oeupa  la  potestad  del  Turco,  y  en  esta  ya- 
oa  ]m  Tíena  Santa}  lacuarta,  la  del  SopU,  ny  de 


S4 

Persia,  que  confína  j)or  la  parte  oooi4pntat  con  las 
del  Turco;  la  quinta,  la  India  oriental  y  la  gran 
China.  La  tercera  parte  del  mundo  se  llama  Áfri- 
ca; divídese  en  cinco  partes,  que  son:  la*  Berbería, 
frontera  de  España,  que  contiene  los  reinos  de  Fez, 
Marruecos,  Túnez  y  Tremecen;  la  segunda,  Numi- 
dia,  poco  habitada  por  sii  ^sterilidad,  por  otro  nom- 
bre, reino  de  las  Támaras,  porque  produce  mucha 
cantidad  de  aquesta  fruta,  que  es  á  manera  de  dá- 
tiles; la  tercera,  Libia,  que  quiere  decir  desierto, 
porque  casi  toda  es  de  grandes  despoblados;  la 
cuarta^  la  tierra  de  los  negros,  que  se  extiende 
por  más  de  mil  leguas  desde  Cabo  Verde  hasta  el 
de  Buena  Esperanza;  la  quinta,  Egipto,  que  aun- 
que  menor,  es  la  mejor-  por  su  fertilidad,  causada 
de  las  inundaciones  del  Nilo;  En  esta  parte  está  la 
ciudad  del  Cairo,  que  se  llamó  Babilonia,  que  es 
de  las  mayoreis  del  mundo:  en  el  medio  casi  de 
África  está  el  reino  de  Nubia,  donde  reside  el  rey 
de  loa  abisinos,  comunmente  llamado  el  Preste 
Juan.  La  cuarta  parte  del  munSo  es  esta  que  se 
dice  NaevQtpMundo;  diridese  en  dos  dilatados  rei- 
nos, que  se  llaman  la  Nueva-Espa&a  y  el  Perú:  la 
más  rica,  y  para  la  vida  humana  más  acomodada 
en  lo  que  está  descubierto,  que  puede  descubrirse 
otra  mejor,  es  la  t|ue  está  dentro  de  los  trópicos, 
muy  contrario  de  lo  que  imaginaron  los  antiguos. 
.  30.  Dqando  las  tres  que  presuponga  á  esta  tier- 
ra^ Uamaron  los  oosmógrafbs  y  j^M^nifiMí  cmrte 


85 

parte  del  mondo  India  Occidental  y  América;  y  por- 
que se  fueron  extendiendo  aquestos  nombres,  se 
continúan  siendo  cada  cual  contrario  á  la  razón  y 
opuesto  á  la  verdad;  porque  lo  primero  no  cabe 
en  buena  rasen,  siendo  esta  parte  Occidente,  que 
asi  la  llamó  Adriano  VI,  en*  la  bula  en  que  con- 
cedió á  los  reyes  de  Castilla  aquestos  reinos,'  se 
haya  de  llamar  cuarta  parte,  solo  porque  se  descu* 
brió  después  de  conocidas  las  tres,  llámese  ó  pri- 
mera ó  segunda  en  orden;  primera,  porque  asi  nos 
eoseSó  Dios  á  contar  las  cuatro  partes  del  mundo, 
donde  en  el  Génesis  el  primer  lugar: — Dilataveris 
ad  Oceidentem,  et  Orientem,  et  Septentrionem,  et 
Meridiem; — asi  lo  enseñó  Dios  á  Moisés  y  Abra- 
ham  en  este  y  otros  lugares,  ó  llámase  segunda 
entre  Us  cuatro,  pues  que  Abraham  Hortelio,  emi- 
nente geógrafo  de  Jos  reyes  de  Castilla,  pone  á  Asía 
por  primera  en  el  Oriente,  y  á  esta  tierra  en  el  Oc- 
cidente por  segunda;  y  más  cuando  el  llamarse 
occidental  fué  por  haberse  convenido  en  Tordesillas 
los  reyes  de  Castilla  y  Portugal, -el  año  de  1493, 
para  excusar  (entiendas  en  sus  conquistas,  que  des- 
de las  islas  de  Azores,  donde  consideraron  el  meri- 
diano fijo,  hasta  la  India  Occidental,  ciento  y  ochen- 
ta grados  de  longitud,  fuese  de  los  reyes  de  Castilla; 
concierto  que  confirmó  el  papa  Alejandro  YI.  Cayó, 
pues,  esta  tierra  á  aquesta  parte,  y  llamóse  Occiden- 
tal; y  escierto,  que  pues  tieneelnombrede  Occidente 
y  pooée  elañen^qTiesin  josUciala  d^an  ala  cnarta« 


SI.  TampooD  le  debe  lUiur  ludií,  ai  á.los  ni 

taralee  qae  la  habitan  iodios,  ooia  de  qa»  loto  lad 

nos  sa  afrentan  macho,  y  llarnáadoloB  aaturatoa  e 

hooran.  India  ae  llama  la  Oriental,  y  indios  Ím  qu 

so  haUaroQ  en  el  Oriente,  por  el  ño  Indo  qae  1( 

lea  Tiene  de  Asia  ypasa  por  Diul,  ciudad  situad 

en  la  primera  entrada  del  rio  Indo,  llamado  aa 

porque  an  bisnieto  de  Noé,  qoo  pobló  y  fondo  aquí 

lia  ciudad)  se  llamaba  Indo;  rio  qne  na?egó  Alcyai 

dro  Magno,  qae  fnera  de  darle  nombre,  haoe  con  a 

corriento  uno '  de  los  ooatro  lados  da  ia  tierra  qu 

propiamente  llaman  India,  tan  aniigaa,  qas  Ov 

dio  hace  raenoioa  de  aquella  tierra— Zita«ua  mil 

misaas  ad  Indiis; — ^pero  aoá,  ni  oonoeonea  al  r¡ 

lado,  ni  oen  tres  mil  leguas  nos  Hega,  nt  menos  d 

ride  eon  alguna  parte  áei  unirerso;  luego  bo  ha 

razón  para  llamar  aquesta  tierra  India:  ftié  porqc 

hacdoado  r^laeñm  al  Papa  Al 

,  habitan  dijo:— Qui  anot  j 

BO  que — Meridie,— 7  de  « 

tmbre  de  naden,  disoorao  4 

rauBrtiza  rooabtós,  primero  i 

lélincuentes. 

origoo  el  llamam  Xndíiu  o 
13  mdiot,  según  Torquonadj 
e  dvB  OristÓbal  Colon,  hsbl 
Btras  de  la  parte  del  Ooéal 
y  Santo  Domit^,  víendd 
«igmsea  haMon  gttBtdo  i 


el  degcnbrimiento  de  lat  Indias  del  Oriente  buando 
Tolvió  4e  su  viaje  &  3BspaHa,  por  ganar  la  gracia 
rdal  7  la  afición  de  iQdos,  decía  haber  descubierto 
otras  Indias  Oocidentales  más  ricas  y  pobladas  que 
las  del  Oriente,  para  que  la  palabra  Indias  se  lle- 
vase ooBsigo  el  crédito  de  opulentas,  que  aunque 
de  nombres  solos  suele  hacer  anzuelos  la  codicia, 
oontinuóse  el  nombre  haciendo  prorerbio:  voy  á  lad 
Indias,  jf  vuelvo  de  Jas  Indias^  y  quedóse  introdu^ 
cido:  véase  qué  fundamento  tan  liviano  para  tan 
asentedo  titulo. 

83.  £1  llamarse  Amériea  es  digno  de  borrarse  de 
las  memorias  y  de  que  se  teste  en  los  escritos  y 
quite  de  los  escritores,  pues  apoyan  un  hurto  y 
conservan  una  injusticia:  algunos  no  tendrán  noti- 
cia del  suceso,  otros  incurren  en  lo  mesme  que  re- 
prenden, pues  sahiendifset  el  titulo  intruso  y  man- 
dado borrar  por  los  fieyes  Católicos,  le  nombran 
Amírka  solo  por  irse  con  el  vulgo  en  su  lenguaje. 
Fué  pues  el  caso,  que  habiendo  hallado  la  Isla  Es- 
pafiela  don  Cristóbal  Colon  (cuyo  sobrenombre  era 
Oolombo,  no  Colon,  que  asi  lo  refiere  Adriano  VI 
en  la  bula  del  afio  de  noventa  y  tres  que  dio  á  los 
reyes  don  Femando  y  doBa  Isabel,  declarando  á  Co- 
loflubo  por  due^e  del^  descubrimiento,  dándole  hon- 
ra» entre  pontificales  alabanzas),  volvió  á  Espafia 
ooo  se»  indios^  que  se  bautizaron  y  Aieron  los  re- 
yes 8BS  padrinos,  conmovióse  España;  y  para  cer- 
\3knmn9  de  te^  ^|tBS  Itobia  enviaren  les  ir^es  al  ea« 


S8 

pitan  á<m  Alonso  de  Ojeda  en  oompattfa  de  Oolon^ 
por  piloto  á  Jnan  de  la  Cosa  (vizcaino),  y  por  mer^ 
cader  (aunque  gran  marinero)  á  un  florentin  lian 
mado  Américo  Vespusio,  diestro  en  el  arta  si  caí 
Tiloso  en  la  intención^  pues  siguiendo  los  rumbos 
y  obrando  conforme  á  los  derroteros  que  le  mostrij 
Colon,  á  Tuelta  de  viaje  en  Cádiz  pintó  un  mapti 
de  aquellas  tierras,  señalando  grados,  sin  que  afii 
diese  cosa  hija  de  su  industria  más  de  lo  que  1^ 
topograña  de  Colon  tenia.  Pintóla  en  pergaminos 
llamándoles'  América:  distribuyóse  por  EspaBa  3 
corrió  por  otros  reinos  la  fama  de  la  tiei^a  con  ej 
nombre  de  América.  Querellóse  CoJoUi  y  con  aai^ 
tencia  del  fiscal  sustanciada  la  causa  del  hurto,  sj 
dio  sentencia  de  vista  y  revista^  imponiendo  penaj 
á  Yespusip  si  usurpara  el  titilo,  y  mandaron  bo^ 
rar  y  testar  el  nombre  de  América  postizo*  Asi  l\ 
testifica  Antonio  de  Herrera  {lib.  IV,  cap.  2),  qu| 
lo  sacó  de  los  archivos  reales.  Sabida  eista  verda(]| 
por  ningún  titulo  se  debe  llamar  América  á  est{ 
tierra,  ni  se  debe  seguir  al  vulgo  continuando  ^ 
uso,  porque  será  caer  en  el  abuso  de  no  bascar  1 
razón  por  atender  la  similitud. 

34.  Muchos  autores  juzgaron  por  i^juaticia  n 
llamar  á  ^ta  tierra  Colonia  ó  Colombania,  aupaes^ 
que  desde  el  principio  del  mundo  tomaron  las  tie^ 
ras  los  nombres  de  los  primeros  quf  las  desoubri^ 
ron  ó  poblaron,  noinbre  de  su  descubridor  l^lt^ 
mq  y  pr^^eta^o  duelbi  pe^o  (Kvno.iCMlQiiiiorUegó 


89» 

esta  Noeyar-Espa&a^  ni  llegó  á  tener  de  ella  noti- 
cia; llamarla  debemos  como  la  llamó  el  Papa  Adria- 
no en  su  bola,  y  otros  yarones  insignes  que  la  in- 
titularon Nuevo-Mundo,  lenguaje  de  que  usó  Isaías 
[cap,  65)  citado  arriba: — ^Ecce  creo  novam  terram. 
—San  Juan,  en  su  Apocalipsis  cap.  1  {cap.  81) ,  la  vi- 
do  en  Patmos;  j  la  intituló  tierra  de  Nuevo-Mun- 
do  San  Clemente  Papa;  San  Gregorio,  sobre  la  Epís- 
tola Ily  ad  Ephesios;  Abraham^  Hortelio,  Zamora- 
co  y  otros  muchos,  y  asi  se  llama  la  parte  principal 
de  aquesta  parte  Nueva-España,  intitulada  por 
Cortés  Guadiana,  Nueva-Vizcaya,  Nueva-Galicia, 
Nuevo  Reino  de  León,  Nuevo-México,  y  otras 
partes,  que  siguiendo  el  nombre  de  Nuevo-Mundo 
se  intitulan  los  mismos  nombres  que  nuestra  Espa- 
rta gosa,  que  pues  g02sa  de  las  nüsmas  leyes,  bien 
^erá  que  goce  de  los  mismos  nombres, 


Vetahoürt.— Tomo  L— 7 


QAPITVLOVIIL 


0e  Ift  longitud  j  latitud  delNnero-lEandO,  tértobiM  t 
núiii«ro  d*  bus  legnok 


35.  Habiendo  visto  varios  autores '  y  relacioi 

de  la  medida  de  este  Nuevo-Maodo,  se  me  ofre 

lo  que  el  Eclesiástico  dice,  y  el  Espirita  Santo  : 

advierte: — Altitudi&em  Coeli  et  latitudinem  ten 

et  profandum  aliíssí  qbis  ditaessus  est? — ¿Qn 

puedo  coD  medida  ajustada  medir  lo  que  bay  de 

ta  tierra  al  cielo,  y  lo  que  tiene  de  latitud  la  1 

ra?  Si  dijera  que  no  so  puede  medir  lo  que  tiert« 

longitud  del  Oriente  al  Occidente,  todos  ense 

que  por  no  haber  punto  fijo  en  el  cielo,  no  es 

cierta  la  medida  como  la  de  Norte  &  Sur,  que 

il  polo  Ártico  la  Estrella  del  Norte    y 

,  y  el  Ant&rtioo  el  crucero  y  las  suyas 

e  es  certísima,  oomo  cada  dia  lo  prael 

;ncia;  y  lo  que  advierto  es  que  de  ésta  I 

iritu  Santo,  pues  dice  que  quién  medí 

de  la  tierra:  y  asi  dejo  á  su  gaarísmo   1  c 

jserve  &8u  aritmética,  oonteotáadomo   q 


41 

que  parece  atreTimiento  se  llame  curíosidadi  ponien- 
do lo  que  otros  han  dicho  en  an  medida  y  contor- 
nOf  por  cnanto  en  todas  estas  tierras  han  plantado 
los  religiotos  do  mi  Padre  San  FranoisiM  la  fe  ca- 
tólica,  no  dejando  rincón  ni  parte^  por  remota  qne 
sea,  ea  qne  para  gloria  de  Dios  nuestro  Sefior  no 
hayan  predicado  con  fecnndisimos  frutos  el  Santo 
Evangelio,  saliendo  de  esta  provincia  santa  al  em- 
pleo del  títttlo  que  gozan  los  hijos  qne  lo  han  di- 
vulgado por  más  de  tres  mil  leguas^  y  aun  por  más 
de  nneve  núl  en  contomo. 

36.  Terminase,  pues,  este  Nuevo-Mnndo,  que 
llaman  eoarta  parte^  al  Oriente,  con  el  Océano  Atlán- 
tico ooddental;  al  Occidente,  con  el  estrecho  de 
Anian,  que  está  en  setenta  y  dos  grados;  al  Sep- 
tentrión con  un  brazo  de  mar  ^íntico  groelándico  al 
polo  .ártico,  y  por  el  Mediodía  hasta  el  estrecho  de. 
Magallanes,  que  está  en  cincuenta  y  dos  grados  y 
medie;  pero  ya  se  saben  cuatro  grados  más  hasta 
el  estrecho  de  San  Vicente,  y  la  tierra  no  ganada, 
que  confina  con  la  Nnera-Guinea  y  con  las  islas 
de  Salomón,  como  lo  refiere  el  padre  Acosta  {Hb. 
I  y  cap.  eYj  de  suerte,  que  de  Norte  á  Sur  ponen 
dos  mü  doscientas  y  setenta  leguas,  y  de  Oriente  á 
Poniente  mil  doscientas  y  setenta  y  siete  leguas  por 
la  mayor  travesía,  que  es  desde  Terra-Nova  al  ca- 
bo Mendosino,  esto  és  según  Henrico  Martínez 
[lib.  lly  cap.  7) .  Pedro  Fernandez  de  Quiroz,  que 
deaoabxié  las  ñlas  de  Salomón,  sin  que  entre  en  la 


demaceadoli  la  NaoTa-GuÍDea  ni  las  ialas  Molacfu 
que  86  llaman  Fhilipioaa;  le  da  tres  mil  y  cnatrc 
cientos  lupias  de  largo;  Francisco  de  Qairoz,  hij 
del  otro  Quiroz  que  se  adelantó  á  su  padre  en  agí 
deza  y  experiencia,  citado  de  Solórztmo,  le  da  tn 
mil  y  novecientas  leguas,  aBadiendo  las  nuevas  ii 
vestígaciones  de  tierra,  aunque  no  alcanzó  lo  qti 
se  ha  descubierto  de  tierra  por  el  NueTO-Méxi< 
adelante;  quinientas  leguas  al  río  del  Tizón,  el  de 
cubrimiento  de  la  provincia  Coabnila  que  se  hii 
.  el  año  de  1677;  por  religiosos  de  nuestro  Pad 
San  .Pranoisoo  que  asisten,  boy  nueve  con  oaat 
cabeceras  de  más  de  seis  mil  cristianos,  con  esp 
ransa  de  redocir  más  de  dos  millones  de  gent 
que  la  habitan. 

37.  De  suerte  que  cuando  el  mundo  todo  tie 

.seis  mil  7  trescientas  leguas  en  opinión  de  tod 

los  aosmf^rafos,  comprendidas  en  trescientos  j  i 

s'enta  grados,  que  teniendo  á  diez  y  siete  le^ae 

media  cada  grado,  montan  las  dichas,  teniendo 

diámetro  esto  es,  desde  la  tierra  que  pisamos,  h: 

ta  nuestros  antípodas,  trescientos  y  nn  sétimo,  <^ 

hacen  dos  mil  y  cuatro  leguas  oastellanas,  con  c 

i, —  j._j_  -1  -^Q  qQp  gg  pigg.  hasta  el  cealaro 

está  el  infíerao  y  el  put^torio, 

ae  aunque  Chavez  dio  diámetro 

ta  leguas  y  inedia,  fué  porque  d 

y  odio  leguas  y  media,  legaa  n 

lo  dan.  Tendrá,  pDw,.sBte  Nuei 


48 

Mondo  setecientas  y  cincuenta  leguas  más  que  el 
otro  medie  mundo;  mayor  que  las  otras  juntas,  Eu- 
ropa, África  y  Asia,  haciendo  capaz  &  esta  tierra 
de  que  habitasen  más  de  ciento  y  setenta  millones 
de  almas  en  tiempo  de  su  barbarismo  y  política 
gentil  de  sus  repúblicas  y  reyes;  y  dándole  de  lar- 
go tanto  como  desde  Madrid  al  mar  Carpió,  caben 
en  ella  nuestro  católico  rey  de  EspaSa  y  sus  Esta- 
dos, el  Pontífice  Bomano,  el  emperador  de  Alema- 
nia, los  reinos  de  Hungría  y  de  Bohemia;  caben  los 
reyes  de  Francia,  Inglaterra,  Dinamarca,  Polonia, 
la  Noruega  y  el  Gran  Duque  de  Moscovia;  cabe  el 
Gran  Turco  con  todo  lo  que  posee,  la  Señoría  de 
Venecia,  la  China,  el  Japón  y  otras  repúblicas  que 
encierran  infinitas  naciones,  hasta  los  tártaros  y 
precopenses. 

38.  Dicha  su  latitud  y  longitud,  resta  saber  lo 
que  tíene  en  redondo  de  circuito.  Nuestro  Torque- 
mada  {Ub.  /,  cap.*  ff),  refiere  setecientas,  y  las  que 
están  á  la  sujeción  de  España,  y  de  cabo  en*  cabo, 
y  de  puerto  á  puerto,  pone  las  leguas  que  hay  de 
parte  á  parte,  y  después  suma  nueve  mil  y  tres- 
cientas leguas  en  lo  que  habia  entonces  descubier- 
to: las  tres  mil.  trescientas  y  cinco  pone  al  lado  del 
Sur,  y  las  cinco  mil  novecientas  y  sesenta,  por  el 
mar  del  Norte;  pero  después  acá,  hallándose  más 
tierras  y  más  dilatados  mares,  descubierto  el  nue- 
vo estrecho  de  Maire,  que  llaman  San  Vicente,  que 
está  ooatro  grados  de  Magallanes,  sin  lo  que  se  pre- 


-1 
u 

samA  de  leguas  en  la  tierra  no  oonc[iüfltada,  oen| 
Dante  con  la  Nueva-Giúnea,  idas'  de  Salomón  i 
otras  de  que  bay  noticia  á  la  parte  del  Norte,  mi 
allá  de  la  Qairtra,  el  Oran  reine  de  Tala,  se  halln 
noere  mil  eeieoientas  y  diez  y  seis  Idgaas,  aegun  c 
libro  de  loa  dos  hermanos  NodaleÍB,  que  lo  hojearoi 
todo,  j  don  Pedro  FeJgeira  sacó  en  talla  el  iSío  i 
1621,  y  BegQD  la  demarcaoioíi  qti»  Vide  m  poder  d 
don  Andrés  de  Medina,  general  de  Fflipinás,  que  fa 
á  desoubiir  el  Austro,  hasta  ochenta  gntdos,  será 
más  leguas  de  la  medida  de  este  Ifnevo^Mntido. 


i**«l 


TRATADO  SEGÜIVDO 


DI  LA  MftTniIl>Al>  t  11IQUB2A  BK  OOMUH  DB  BSTB 


39.  Es  tan  fértil  y  abandante  la  tierra  de  las 
lodiaB  de  plantas  de  árboles,  unos  campesinos  sin 
frutos,  otresfratales  de  regalo,  muchos  extranjeros,  ' 
y  nmchisimos  propios  y  naturales  de  la  tierra,  que 
cuantos  se  traen  de  EspaBa  y  cuantos  se  cogen  en  la 
Europa  por  el  temperamento  de  la  tierra,  unos  en 
tierra  fría,  otros  en  templada,  y  otros  en  caliente, 
se  dan  con  tanta  abundancia  todo  el  año,  que  no 
66  guardan  frutas  secas  porque  sobran  frescas. 
Viendo,  pues,  atitores  antiguos  y  modernos  la  tem- 
plaitta  7  navidad  de  los  aires^  la  frescura  y  verdor 
de  las  arboledas,  la  oortiente  y  dulzura  de  las  aguas, 
la  variedad  de  las  aves,  librea  de.  sus  plumas  y 
armenia  de  sus  voces,  la  disposición  alegre  de  la 
tierra,  tienen  por  eierte  que  está  oculto  y  esoou'- 


dido  el  [Wfatso  terrenal  en  algnna  parte  de  esta  re 
gion;  y  ya  que  no  lo  sea,  aquesta  tierra  goza  4  lo  mé 
DOB  de  propiedades  suyas.  Solórzano  [iom.  I,  cap.  5 
n.  11  et  IS)  dijo  en  latín  de  las  ladias,  construidí 
en  nuestro  idioma,  lo  siguiente:  Considerada  la  tem 
planza  de  las  regiones  de  aqueste  Nuevo-Mundo 
y  la  benignidad  de  su  perpetuo  verano,  se  puede  re 
putu  por  un  pandeo  de  deleites  y  campos  de  Tesalia 
y  si  los  hombres  que  allá  pasan  se  desembarcarar 
y  gozaran  de  su  libertad  sin  hacerse  esolayos  de  U 
plata,  no  hay  duda  sino  que  vivieran  una  vida  ale 
gre  y  bienaventurada,  porque  cuanto  los  poetas  can 
taron  de  sus  campos  Elíseos  y  patses  de  Tesalia,  j 
lo  que  Platón  sofió  6  fingió  de  su  isla  enoantadi 
Atlántica,  todo  lo  hallaiiftn  en  estas  regiones.  1 
aBade  más,  en  sentencia  del  padre  Aoosta  y  Auto 
nio  de  Herrera:  No  hay  duda  aíno  que  «1  Mundo- 
Nuevo  es  superior  al  antiguo  en  la  muchedumbrí 
y  temple  de  tas  aguas,  lagos,  riog  navegables  i 
arroyos,  en  el  regalo  y  abundancia  de  sos  frutos 
plantas  y  animales  de  que  abunda,  y  todas  las  d< 
■p — «.  admira,  y  es  increíble  su  feonndidad  y  her 

üon  toda  propiedad  le  llamunoe  en  el  oapí 
imo  pasado  Nuevo-Mondo;  porque  si  aten 
á  la  fiígnificacion  griega  y  latina  de  est 
,  en  aquella  es  lo  mismo  mundo,  que  el  to 
hermoso  arreo  de  las  majerea,  que  asi  I 
i  Esoritura  sagrada  eq  el  libro  de  Ester 


47 

— Aocípient  muadum  muliebrem  {eap.  S^  v.  5),— 
y  hablando  de  Ester^  á  quien  su  hermosura  le  bas- 
taba, dice: — ^Non  quae  sivit  mundum  muliebrem; 
erat  enim  formosa  valde, — Al  Sileno  de  Alcibia- 
des,  tan  cerrado  y  dif icil  por  de  fuera  como  her- 
inoso  y  lleno  de  riquezas  por  dentro,  llamaron  los 
aotigaos  Mundo-Nuevo,  que  mundo  significa  la 
hermosura  yária  de  las  oosas,  porque  en  si  todas 
las  encierra. 

4L  £1  griego  llamó  al  hombre  microcosmos,  que 
qaieie  decir  mundo  abreviado;  porque  después  de 
criadas  todas  las  cosas,  abrevió  Dios  con  eminen- 
cia todos  sus  grados  y.  perfecciones  en  el  hombre. 
A  este  modo  con  razón  se  llama  aquesta  tierra  abre- 
viado mundo,  porque  no  solo  en  lo  natural  sino  tam* 
bien  en  lo  adquisito  cifra  y  recoge  todo  cuanto  en 
las  demás  partes  se  halla  repartido,  levantándose 
con  el  nombre  de  mundo  abreviado,  donde  se  ha- 
llan todas  las  grandezas  que  en  las  demás  partes 
del  mundo  universo  están  con  ventaja  repartidas. 

42.  Porque  si  Roma  es  la  cabeza  del  mundo,  y 
Castilla  la  de  sus  reinos  y  señoríos,  la  Nueva-Es- 
paSa  y  el  Perú  son  dos  pechos  donde  Boma,  Cas- 
tilla, Italia,  Ñápeles,  Milán,  Flandes,  Alemania, 
China,  etc.,  y  las  demás  provincias  del  mundo  se 
sustentan  de  su  sangre  convertida  en  leche  de  oro 
y  plata;  porque  demás  de  tener  lo  que  tienen  Áfri- 
ca, Asia  y  Europa,  contiene  en  si  sus  mayores  gran- 
dezas y  secretos,  adornándose  esta  hermosa  dama 


"  4 


4« 

de  Ieb  Indias  cottio  el  mundo  iMjeril  en  8ü  átavi 
con  toda  Ih  Tatiedad  de  perlas^  esmeraldas^  zafiro 
erisóUtos  y  topacios  que  saca  como  de  eBcápárates 
guarda-joyas  de  sus  ricas,  minas,  montea  y  core 
lleras  botonadas  de  nieve  y  hielo  más  altas  y  mi 
fecundas  que  los  montes  Pirineos  para  toÉaplar 
calor  de  su  encendida  zona. 

43.  No  tiene  que  envidiar  las  glétíeM  áb  las  ci 
dades  antiguas,  porque  en  este  Nuevo^MuiLdo 
reconoce  la  Rotna  santa  en  los  templos  y  divi 
culto  de  la  Nueva-SspáBa  y  Perú,  en  especial 
la  metrópoli  mexicana.  La  Qénova,  en  el  garbo 
brío  de  los  hombres  y  mujetes  qué  nacen  en  es 
tierra  de  españoles;  Florencia  hermosa,  ^  la  co 
postura  de  sus  calles  y  edificios;  Milán  populoj 
por  el  concurso  de  tantas  genteis  <somó  acttden;  I 
boa,  por  sus  conventos  demobjas,  mútiicas  y  olor 
Venecia  rica,  por  las  riquezas  que  produce  y  p 
diga  reparte  á  todo  el  mundo,  quedándose  tan  t 
como  siempre;  Bolonia  pingfie,  por  lá  alfúndan 
de  sustento;  Balamaüca,  por  las  universidades  t 
ridas,  religiones  sagradas  y  colegios  nobles. 

44.  No  hay  que  buscar  maravillas  en  el  mun 
pues  cuanto  en  él  se  reparte  lo  tiene  epilogad<i 
esta  tierra,  y  lo  que  falta  no  es  menester  que  lo  I 
qué,  que  ello  mismo  se  le  entra  por  las  puertas 
Chite  le  envia  las  sedas  y  la  loza;  la  India  su 
peceria;  España  sus  paños  y  terciopelos^  vino 
aeéites;  Mikm  y  Ñápeles  sus  lamas  y  brocas 


•    49 

láflunms,  7  el  Turco  sus  alfombras^  sin 

parte  ea  el  orbe  que  no  le  convide  á  sus 

^  j  sn  quedar  oorta  en  el  retomo  teniendo 

» Uim  de  oro  y  plata  descoUándose  por  entre 

ymmmkBj  dÍTiaa  propias  y  extranjeras  naves 

:a  «Hf  h  Uanee  espanta  de  sns  olas  anas  á  dar- 

•a  |tt  em  aromai  é9  Páooaja^  incienso  y  gomas 

-  k  india,  olores  de  Tir0|  crisólitos  de  Armenia 

:  pdlmm  de  la  Arabia,  y  abriéndose  las  venas 

'M  friicano  insensible  ofrece  por  muchas  partes 

3  sütiJM,  pues  no  hay  región,  por  remota  que 

*^  I»  ae  «  caliente  de  su  humor  y  beba  de  su 

«sfit  A  dea  earrfllos;  y  quien  le  ve  sudar  gotes  de 

w  7  eie  ja^ga  por  inmortales  sus  tesoros.  T  si  no, 

teaAlar  al  tarooT  ¿quién  haee  parar 

al  desbocado  flandést  ¿quién  pone 

&  Inglaterra?  ¿quién  terror  y  miedo  en 

doade  no  está  segura  la  herejía  como 

il  Aloofaa  y  barbarismo  en  Mauritania? 

Ña  aieate  propias  y  extranjeras  guerras  en  el 

ar  M  Hurto  y  de  Lepante?  El  Nnevo-M undo 

^  yaeva-BspaBa  y  Per6  lo  haee  todo  cuanto 

*  «asIéBMgo  rebasto  por  tontos  hilos  y  arterias 

"Alto  y  aro  reparte  y  deriva  su  sustancia  4  te- 

V  hi  «irwBoa  del  erte. 


CAPITULO  L 


De  la  riqueza  natural  en  nünaa  de  plata  j  oro  deeete  Nnevo 
^ondo,  y  otros  metales,  7  de  la  industrial  de  sus  frutos. 


45.  Compónese  la  riqueza  de  esta  tierra  de  l(j 
que  la  naturaleza  le  dio  graciosamente^  indepenj 
diente  de  la  industria  humana^  y  de  lo  que  el  lioinj 
bre  ha  inventado  para  lograr  la  generosa  virtud  d^ 
sus  tesoros:  &  lo  primero  pertenecen  los  minerales 
de  oro  y  plata^  cobre,  estaño  y  azogue,  y  plomo  d^ 
que  Dios  nuestro  SeSor  la  enriqueció.  Querer  nuj 
merar  los  cerros,  montes,  laderas  y  socavones  douj 
de  en  minas  crian  los  metiJes  plata,  oro,  cobre  ^ 
los  demás,  fuera  imposible;  basta,  para  encarecerj 
lo,  decir  que  corren  las  tierras  y  frontones  de  mi 
nerales  en  esta  Nueva-EspaBa  ioaás  de  dos  mil  le 
guas  en  contorno  desde  Nicaragua  hasta  el  Naevo^ 
México  y  Sonora;  y  en  el  Perú  más  de  dos  mili 
desde  Tucuman  hasta  el  Nuevo  Reino,  donde  ca 
da  dia  se  descubren  nuevas  vetas  que  acredita^ 
eternos  los  tesoros  de  esta  tierra.  Criase  el  oro  ei 
unas  partes  en  minas,  y  en  otras  en  arena  de  lo| 


61 

I 

riotf:  unos  minerales  exceden  á  etres  en  quilates,  y 
muidos  exceden  en  quilates  á  los  metales  que  se 
crían  en  las  tres  del  mondo^  y  otros  en  cantidad  y 
beneficio. 

46.  Del  rio  Fison  dice  el  Génesis  {cap.  g),  que 
lo  cria^  y  el  libro  de  Esdras  {cap.  8)^  que  el  oro  en 
poire  se  engendra  entre  la  arena.  Job  refiere  {cap. 
2S  et  IS),  que  donde  piedras  crian  metales  y  los 
montea  los  parecen  en  cavernas^  y  le  llama  obrizo, 
brillante  purificado  y  rico:  el  de  Jaab,  ya  purifi- 
cado, ya  bruto,  de  que  habla  el  tercero  de  los  Re- 
jes  (eap.  9) :  el  de  Ofir,  de  que  habla  Jeremías 
[cap.  10) :  el  <Nro  Céfaz,  llamado  asi  por  S.  Ambro- 
¿10,  por  ser  siUido  y  endurecido:  el  oro  llamado  Faz 
7  Eten  (algunos  leen  Cheten),  que  es  el  más  subido 
de  quilates,  el  que  admite  mejor  los  esmaltes  y  el 
más  prooioso  en  sujetarse  al  buril  y  al  tomo,  de  que 
habla  Darid  y  alaba  Salomón;  de  todos  estos  hay 
en  este  Nuevo-Mundo,  en  singular  en  los  cerros  del 
Potod  de  la  Nueva-España,  de  donde  se  ha  saca- 
do tanto  y  tan  precioso,  que  pudiera  enriquecer  al 
mondo,  no  solo  en  blasones  y  piedras,  pero  oro  vir- 
gen; y  no  há  muchos  tiempos  que  vide  un  pedazo, 
de  marco  y  medio,  quintado,  que  de  personas  fide- 
dignas se  sabe  que  no  habia  llagado  al  fuego..  £n 
los  demás  reales  de  minas  se  saca  plata  con  mucho 
oro,  como  se  ve  en  el  Apartado,  que  halló  indus- 
tria la  curiosidad  para  apartar  efu  un  horno  con  agua 
faerté  el  oro  de  la  plata*  En  Méxiod  está  junto  á 


la  pftmi^iiiá  iéBháttt  Gatelifift  M&rtlt  Ift  oiM  y  hoi 
nb  (Id  Apartado.  Bn  oints  t>ai^tos  bé  hlk  datado  d 
arenas:  en  efl  püéUó  de  IkliHácáb,  c^rMibo  al  pMt\ 
de  San  Juan  de  Culhua,  cerca  de  Jalapa^  oMbán  ^ 
tinft  mármájita  q^e  vendía  Hn  indio,  dé  ^liéuo  plj 
tero  de  Méi[;ico  sacó  dé  dOs  lil^raé  dé  niarm^ita  ta\ 
dia  dé  oro>  y  fué  el  bailo:  Que  en  xkhh  oatta  que  ri 
eibiá  dé  un  pariente  suyo,  ^igiéso^  reparó  en  I 
Ebármajita.  Pidió  le  énvia^  dé  ella,  y  heoká  la  e] 
periéttcia^  qnérietido  éaber  del  indio  dé  dónde 
fihiAibá^  no  fué  poeible}  eaeo  que  ha  obligado  á  ni 
ehbi^  á  bafliear  la  mina  éon  cuidado.  Stt  Pinihoit 
que  és  de  la  proviüoia  dé  Meehoaoan,  trayendo  i 
ionagre  para  almagrat  la  iglesiav  reparó  nn  min^ 
én  él  género  de  piédn^  y  dé  una  carga  ^üé  lie 
piara  hacer  expértenéia>  sé  safaron  séie  mil  péMs 
oro:  no  filé  t)06iblé  qtte  los  indiéé  desénbriéiién 
parte.  DieíB  y  édié  leguas  de  México,  hioia  «i  | 
ménté>  en  él  puéUé  dé  JiquipUoo,  éedeaoabfió  q 
el  ikíetal  qué  tenían  ^or  oobré  pam  fundir  una  <s$i 
pana>  em  más  ero  que  oébr».  T  im  habido  algu^ 
iftetidéé  én  piedra  dé  qué  saiian  ochenta  maroetj 
un  quütkd,  ia  mitad  de  oro  y  la  mited  de  platai 
oéii  hébtí  ido  un  Mftw  éláor  i  la  busca  de  «ata  i 
iia>  y  qéé  dió  algunos  tomentos  porque  lé  <l«4 
brteéétt,  bé  se  pudo  conseguir  el  saber  de  elku  fiíj 
busca  han  anidado  perdidos  por  tos  montes  miac] 
hombres,  como  también  en  el  voteta  queBstáoi 
IftgiÉl*  al  Orienté  4é  Méxieoí  doude  se  tiémm  t^ 


58 

da  d»  otn  miBa  de  oro  muy  rioa;  y  á  mi  ha  llega- 
do indio  que  me  ha  oonfesado  haber  tapado  la  boca 
de  1»  mina^  y  de  esto  no  se  acusaba,  sído  que  habla 
dejado  dentro  una  imagen  de  pincel  de  media  vara 
de  mwstra  Settora  de  la  Soledad.  Y  por  m&s  que 
le  insté  á  que  descubriese  lo  que  Dios  nuestro  Se- 
Sor  tenia  para  el  adorno  de  sus  templos,  remedio 
de  pobres  y  socorro  de  los  prójimos,  no  voMó  máa 
ni  volverá^  porque  el  abuso  que  tienen  de  que  des- 
oabriendo  cualquiera  mina  (que  son  de  las  que  en 
so  aatigiiedad  fueron  por  elUis  benefieiades),  se  hat 
de  morir  todos  ios  de  aquel  lugar,  jwito  con  el  des* 
amor  que  tienen  los  indios  á  los  espa&oles,  ñendo 
que  sacan  plata  pepreeiéndoles  que  se  la  roban,  pro- 
oormn  ocultarlas;  y  si  saben  que  alguno  trata  de  des- 
oabrir  a^na,  le  quitan  la  vida  6  le  persiguen. 

47.  Fuen  de  otras  muchas  que  no  están  deson- 
biertae,  porque  las  guarda  Dios  para  mejores  tiem- 
pos, se  labran  hoy  en  omrros  que  se  han  descubier- 
to psMbles  y  villas  que  se  lian  formado,  8an  JiUis 
Potosí,  cuyo  cerro  está  pov  infinitas  becas  penetra- 
do, y  les  pilares  que  tiene  (que  según  ante  se  van 
dejando  para  que  no  se  derrumbe),  sen  de  tanta  rí- 
qaeam,  (pie  en  diferentes  juntas  se  ha  tratado  volar 
d  cerro  para  destapar  tanta  riquesa;  pero  oen  los 
ineonvemcfotes  de  los  daüos  que  amenazan,  se  han 
estorbado  les^rovechos  que  se  imaginan.  Las  mir 
ñas  de  Zacatecas,  ouyas  bocas  no  tienen  núsaero, 
por^M  iOB  «udqmera  fiarte  qup  se  luiga  csftase  }ia^ 


54 

Uan  metales^  imoB  de  muoha  y  otros  de  pocfi  le¡ 
48.  Eq  el  Seal  de  Pachaca  se  saca  y  ha  saca^ 
de  las  minas  fina  plata  qae  tiene  el  maadOi  en  pa 
ticnlar  de  la  mina  que  llaman  Capola,  que  habié 
deae  aguado  gastó  el  doefio  gran  cantidad  en  de 
aguarla;  y  en  veinticuatro  horas  sacó  más  de  dd 
cientos  mil  pesos,  restauró  el  gasto  y  le  sobra  caud 
para  muchos  afios.  Porfió  la  codicia  á  desaguar! 
y  por  permisión  divina,  el  metal  que  daba  á  och^ 
ta  marcos  por  quintal,  no  da  hoy  dos  onsás  de  es 
plata.  Hay  tanta  estima  en  Jerusalem,  que  los  ti 
coa  no  recebian  barra  si  no  traia  el  nombré  de  ] 
chuca,  y  corrompiendo  el  nombre  decían  BMshocl 
de  donde  quedó  el  ordinario  refiran.de  decir  al  he) 
bre  rico,  que  tiene  muy  buena  pachodia.  Ouaj 
juato  tiene  más  de  cuarenta  y  ñete  haciendas  p^ 
beneficio  de  las  minas;  entre  todas  hace  raya  la  I 
na  de  Bayas:  todos  los  dias,  dentro  en  las  laboi^ 
le  dan  fuego  con  cien  cargas  de  leSa,  y  se  sacanj 
lo  que  el  fuego  derriba  más  de  den  cargas  de  } 
tal.  £1  ordinario  es  de  azogue,  y  acude  á  cas 
onsas  por  quintal.  El  metal  rico  de  la  veta  d^ 
medio,  que  es  entre  los  demás  conocido  por  el 
lor  y  peso,  acude'  á  cuarenta  máseos  por  quiq 
En  SBmapan,  aunque  se  saca  poca  plad^  es  mc^ 
el  plomo  que  se  saca;  y  de  la  greta  para  las  fa^ 
cienes,  nuevamente  se  ha  descubierto  el  real 
minas  de  Chietla,  á  un  lado  deZacatlan,  de  qui 
espeta  no  aaénes  riqneaa  que.  la  que  ha  dado 


65 

diuca  en  cinco  reales  de  minas  de  que  se  compone. 
Las  minas  de  Escancia,  Zaoualpa  y  Tlalpujagua, 
dan  plata,  aunque  no  en  tanta  cantidad.  Nuevo 
descubrimiento  se  bace  en  la  Sierra  Gorda  y  en 
las  aguas  que  llaman  de  D.  Gerónimo,  jurísdicion 
de  Escancia  y  cerca  de  la  villa  de  Gadereita,  que 
prometen  riqueza  en  sus  metales. 

49.  A  la  parte  meridional  de  México  están  Tla- 
cbco,  Zultepec,  Temascaltepec,  que  bastantemente 
han  dado  y  dan  con  abundancia  plata  y  oro  de  sus 
entraBas,  de  donde,  aunque  hay  minas  de  hierro, 
por  acudir  á  la  plata  y  por  ser  de  menos  costo  el 
que  viene  de  Vizcaya  no  se  labra.  Va  corriendo  la 
sierra,  y  en  las  minas  de  Guadalcázar  ha  dado  la 
plata  de  tanta  ley,  que  siendo  de  ftindicion  da  la 
ley  como  si  la  sacaran  por  azogue.  De  estas  minas 
vide  un  risco  de  piedras  con  los  hilos  de  plata  y  oro 
^^^D)  y  4^0  ^  1a  manera  de  árboles  con  ramas 
estaba  como  una  espesa  cabellera  la  plata  virgen 
en  rizos;  presente  que  el  conde  Salvatierra  hizo  al 
seBor  Filipo  IV.  El  segundo,  oferta  que  los  indios 
ehiohhnecos  del  Rio  Verde  hicieron  al  reverendo 
padre  fray  Buenaventura  de  Salinas,  comisario 
general  de  San  Francisco,  cuando  fué  á  plantar 
diez  conventos  que  fundó  en  aquella  Custodia  tan 
amena. 

60.  En  el  Parral,  San  Francisco  del  Oro,  Som- 
brerete, «Sonora,  San  Juan  Bautista,^  San  Miguel, 
San  Marcial,  Aztitnurii  Naoosarii  Chiameila,  y  el 


56 

Besam  y  las  naeVM  de  O^otiepae,  aa  hay  goaria- 
Bio  para  namarar  aa  riqueza;  plata  j  oro  pioduc^n 
ms  metales;  soa  sin  dada  aquestas  piedras  el  Leo- 
tro  de  quien  dice  Esequiel  {oap.I),  qp^é  vid«  salii 
del  medio  del  fuego  celestial»  de  quiea  dice  Sac 
Gregorio  {ham.  9)^  que  está  de  oro  y  pUt^  mésela* 
do,  esclareciendo  ella  y  entorbiéadose  el  oso.-*— la 
Lectro,  quod  est  metaUum  auro,  et  argento  mlictum 
dom  aurum  miscetur  argento  hoo  ad  elaAtaateoí 
eresit,  aurum  vero  á  suo  fulgore  paUe8cit.-r-Muoba£ 
piedras  habrá  de  aquesta  especie;^  pero  oooie  les  mi 
aeres  no  atienden  á  la  curiosidad  sino  á  la  eoidiiáa. 
echan  d  moaton  cualquier  metal,  y  asi  no  se  yen  loe 
primores  de  estos  meteoros,  auaque  ao  se  piefde  el 
ore  meadado^oa  la  plata,  porque  coa  la  iaireaoioi 
del  apartado  se  logra  su  riqueta.  £u  otras  «ia<Aaf 
partes  se  pudiera  sacar  coa  abmidaacia,  joome  en  o! 
Nueva-México,  de  quiea  dieea  religiosos  de  orédi 
to  que  se  ven  minas  de  plata  vitrea  y  de  ero;  y  l>aj 
relación  que  en  la  tienra  adentro,  en  la  QuJLbiira^  sa 
ean  de  un  rio  á  cargas  el  oro  en  polvo:  tíéael^  I>io| 
guardado  para  mcgor  tiempo.  Un  religiesp,  de  oono 
cúla  virtud,  euyaa  prefecias  se  han  vtlto  enmp^daa 
eiea&o  preguntado  qué  Je  pacewi  de  )e  nuevf  ^lieirn^ 
d^o:  Mucha  osas  riqueaa  tiene  que  la  Nuever-fiBpa 
Ba;  pero  no  la  lograrán  estos  primeros  sino  loa  se 
Ipandos.  Bsto  dijo  el  ,pádre  fray  I)iq;o  l^leroaAo;  ; 
el  padre  fmy  üonse  de  £sosJiena  :liuve  una  viaioi 

en  ^«e  le  flMtBó  Pi(M  em  U  ^iteTs^ejlp^9f:9B 


bal  m  c^ippai^oa  49  ^  V^  PO^  cooquisti^r  fia^tfi- 
b^  jr  QtcM  máa-oosas  que  después  diremos. 

bX.  AntiguQimciQt^  los  indios  se  ocapabaij^  más  $A 
Bf^oar  ^1  oro  que  |a  plata^  porque  gqiuo  qo  teniaa 
el  beaeficio  dql  azogite,  solamente  1^  que  {K)diaa 
fiOp^r  4  íttfiga  l^uiap;  pero  el  pro,  cpq  lavarlo  y  lo 
que  biJIaban  eq  gr^po  I^s  fir^  de  ipénqs  trabajo, 
y  pfxa  su  capaoidi^d  xp&s  fáoU:  1^  abundancia  se 
qu94abi^  mtre  ellps  inismo^,  y  asi,  bollaron  los  es- 
p^^lss  tautip  oro*  A  Cprtés  le  ensió  eu  presente 
Moote^p^j  ejx\fe  Qortínas  y  p^nt»?»  piUQhas  pie- 
2911  de  oro  y  plataj  un  collar  de  pro  que  tenia  más 
d9  c|ea  9ss^rfüidiui  y  riibi^Sj  de  qjoe  pendían  mu- 
diap  oajpitfjwjllas  dp  eco,  ordenadas  á  modo  de  co- 
yoUSf  á  pomo  oapcabelp9  con  perica  ricas;  mucb98 
aomaki P0  de  admii-i^ble  beph.ura  de  orp  macizo,  co- 
mo  rana?  y  pe^alla^  nuobps  granos  de  pro  yirgea 
6aQa4Qa  de  U^  minas,  pppio  garbanzos,  y  mayoree; 
y  lo  qiip  xa$9  adnairé  á  todos,  dos  ruedas  como  de 
oarrej»»  la  upa  dp  orpí  y  e9  ^la  esculpida  la  imá- 
gfin  dpi  sol  con  fjos  lugientea  rayos,  y  ciertos  am- 
imlejpp  ge^aJadpPi  qffe  pesaba  más  de  cien  marcos; 
y  ptra  4?  plaM  .cp;ql  la  ^gur;»  de  la  lui|a,  poijoip  diflP 
lorq^pQ^f^  {la.  IVf  Mp.  171  4  Íi9,  cap,  S6  ft 
47S) .  £9  ptia  pcasiipn,  .áptes  de  llpg«Mr  á  México,  le 
mjñó  de  pi^espnte  ^^tscientos  bombres  de  seryidp, 
lail  ro|?aí»  de  idgpdoííi  y  inil  castella«9B  de  pro  fino, 
comp.  se  ooge  j^ji  ,lfvs  n^nfts  en  ¿rano.  La  capilla 
W?  íi?  Wyi^  ^  9^^^9$  4tt«  ?»  ^  ^^  de  1^ 


58 

cas88  reales  de  ciento  y  omouenta  pies  de  largo,  y 
cincuenta  de  ancho,  tenia  chapada  con  planchas  de 
oro  y  plata,  tan  gruesas  como  un  dedo,  de  piedras 
preciosas,  esmeraldas,  rubíes  y  topacios  adornada. 
{Torq.f  lib.  III,  cap.  iP5,  S24.)  El  tesoro  que  te- 
nia, de  que  fueron  testigos  los  soldados,  y  el  oro 
que  en  la  noche  triste  cargaron  con  las  yeguas,  de 
que  no  se  ha  sabido  hasta  ahora,  aunque  fueron 
grandes,  y  han  sido  las  diligencias  dé  buscarla, 
signos  fueron  de  la  riqueza  de  esta  tierra,  cuando 
el  aKo  de  1533,  dia  de  la  Cruz  de  Mayo,  venció 
al  rey  tirano  Atagualpa  en  el  Perú  el  valeroso 
Francisco  Pizarro.  Daba  por  el  rescate  de  su  per- 
sona, la  pieza  donde  estaba  preso,  que  no  era  pe- 
quefia,  llena  de  preseas  de  oro  y  plata,  fuera  de  diez 
mil  tejos  de  oro  y  otras  muchas  joyas  que  en  albri- 
eias  de  su  libertad  prometía;  y  aunque  fué  acep- 
tada la  oferta  y  cumplió,  según  algunos  dicen,  lo 
que  habia  prometido,  no  consiguió  la  libertad,  por- 
que fué  á  muerte  sentenciado  por  las  traiciones 
que  contra  los  españoles  le  averiguó  que  trazaba, 
y  porque  quiso  Dios  que  pagase  la  muerte  que 
mandó  dar  i  su  hermano  Guazcar,  á  quien  privó 
tiránicameate  del  reino.    Diego  de  Almagro,  para 
hacer  desde  el  Cuzco  la  jornada  al  reino  de  Chile 
{OvaUe,  kist  del  Chile,  lib.  IV,  cap.  16),  fundió  una 
carga  de  anillos  de  oro,  y  pregonada  la  jornada,  man- 
dó sacar  para  repartir  á  los  soldados  ciento  y  ochen- 
ta cargas  de  plata^  y  veinte  de  oro:  era  la  carga  todo 

■ 


69 

lo  que  pedia  llevar  an  hombro  á  oaestaa^  como  lo 
refiere  el  padre  Alonso  de  Ovalle  ea  sa  relación  dd 
reino  del  Chile.  £1  goWnador  Pedro  de  Valdibias, 
cuando  despachó  treinta,  soldados  al  Perú  desde 
la  ciudad  del  Chile,  que  fundó,  y  puso  por  patrón 
al  glorioso  apóstol  Santiago,  hizo  que  llevasen  los 
estribos  de  oro  macizo,  las  hebilletas,  cinchas  y  ca- 
besadas  de  los  caballos  para  señal  de  su  riqueza: 
buenas  muestras  fueron  estas  para  la  suma  de  pla- 
tsr  que  ha  dado  y  dará  este  Nuevo-Mundo,  pues 
h»j  contemplativos  que  computan  que  con  ella  se 
pudiera  haber  hecho,  si  junta  se  hallara,  uña  puen, 
te  de  barras  desde  la  Nueva*-Espaffa  hasta  Madrid* 
y  otra  desde  el  Perú  de  vara  y  media  hasta  la  Coi*te. 
62.  Lábrase  cobre  en  esta  Nueva-Espa&a:  el  me- 
jor es  el  de  Mechoacan,  que  de  las  minas  de  Santa 
Clara  se  saca;  estafio  se  saca  poco,  porque  poco  se 
gasta,  y  es  más  barato  el  del  Perú  y  el  que  viene 
batido  de  nuestra  España;  plomo  se  saca  en  abun- 
dancia, y  es  el  de  Zimapan  el  más  corriente;  azo- 
gue no  se  beneficia,  porque  falta  quien  lo  saque;  y 
aunque  en  Chilapa^  treinta  leguas  de  México  al 
Sur,  hay  minas  ciertas  de  que  han  sacado  azogue 
fino^  que  dicen  ser  de  mejor  ley  que  el  de  Alema** 
nia,  porque  dicen  ser  aquel  de  estaño,  y  éste  de  la 
plata  en  el  color  mas  albo,  con  todo,  han  parado  las 
ninas,  porque  ajustado  el  costo,  dicen  jser  el  que 
viene  de  España  más  barato.   Hierro,  aunque  hay 
•n  nahooi  y  en  otros  minerales  mueho,  no  se  labra, 


60 

póRpae  el  qae  Tiene  de  Yuseaya  ea  bakianto  pira  es* 
te  reino,  y  para  llevar  á  Filipinas. 

63.  Concluyo  con  las  minas  de  Zacatecas,  que 
han  sido  en  la  oontinnacion  y  permanencia  el  pan 
cuotidiano  del  sastento,  en  especial  la  Bemtilla  que 
Uaman,  qne  le  dio  su  descubridor  el  nombre  de 
Benita  á  Bendita,  para  muchos  que  son  cuatro  on- 
zas,  ha  sido  la  que  ha  mantenido  la  riqueza.  A  es* 
ta  ciudad  venia  la  plata  de  Sombrerete  á  marcarse, 
y  este  aflo  de  ochenta  y  uno  se  le  seBalaron  á 
Sombrerete  azogues,  y  en  él  se  puso  caja  real  y 
contador.  De  la  mina  del  Pabellón  há  euatro  afies 
que  se  sacan  á  seis  mil  pesos  cada  dia,  que  no  se 
ha  visto  en  otra  igual  riqueza.  De  la  isla  Espafiola 
se  sacaba  plata  y  cobre;  ya  las  minas  no  se  labran 
porque  son  dé  menos  ley  que  las  de  por  acá.  Tiene 
el  rio  donde  se  lava,  oro;  y  el  primero  que  se  llevó 
de  aquí  á  EspaSa  el  rey  don  Fernando  el  CSatálioo^ 
lo  aplicó  para  la  custodia  de  la  santa  iglesia  de 
Toledo:  dichosa  tierra  que  dio  sus  primicias  á  la 
Iglesia^  y  felia  el  Nuevo-^Mundo  de  las  Indiass 
pues  si  intes  de  descubrirse  eran  todos  de  estallo 
los  e&lices  y  custodias,  y  uno  que  había  de  plata 
era  tan  celebrado  por  6nico,  hoy  ha  llenado  hasta 
ks  lildeas  más  humildes  de  lámparas,  custodias  y 
cálices  dorados,  pues  les  que  se  han  hallado  por 
acá  con  algún  eaudal,  se  han  acocdade  á  lo  catóiioo 
de  la  iglesia  donde  recihíeron  el  bautíamo;  y  no 
se  ^mm  por  hoavadoi  «i  queno  ubvía  su  alhsjita  de 


■fAlm  logir,  ó  qne  Iñm  «npleado  oaadti  en 
: .'.  m  fñadfaX  nwmoTÍa  es  ofrecer  de  la  hacienda 
■■  :.»liUo  á  la  iglesia  que  le  dio  el  ser  de  cris- 
-::  par  k  gracia;  no  oomo  el  otro  caMlero  que 
m  otáÓ  «o  una  venta  dejd  reoU  pora  qae  ae 
■rMmm  la  venta,  padiéndoae  emplear  mejor 
^.£a  nata,  do  para  donde  nadó  para  el  mondo, 
hj  |sa  el  tHD|^o  donde  renaeiiS  ¿  la  gracia. 


I 
,-,    que  e»  *»°»'  .  „„  »tre  M 

5« '"  "<  «.^»-  «"'ni 

^sacan-.í»"»*"",  ¿..««trocí 


— ^ 


63 

res  da  turquesas  fínisimas;  en  tienas  del  Paraguay 
y  el  Brasil  se  engendran  en  cajas  de  pedernal  ama- 
tistas finísimas,  que  la  naturaleza  jaqueló,  como  lo 
hiciera  en  otras  piedras,  laindustria  del  mej  or  platerdV 
Estas,  cuando  están  maduras,  revientan  en  los  centros 
donde  se  crian,  y  abre  roturas  hasta  la  superficie,  dan- 
do tan  gran  trueno,  que  avisa  á  los  que  están  distan- 
tes, y  asi  la  hallan  brillante  con  cada  punta  como  ú 
fuera  estrella:  refiérelo  el  padre  Oalanbha  {Hb.  /, 
cap,  8^  9)  y  y  que  se  cuajan  á  trechos  de  penachos 
que  se  levaptan  entre  las  puntas,  ]siiendo  cada  una 
de  tres  y  cuatro  jaqueles,  y  que  en  su  poder  tenia 
una,  de  quien  sacó  este  retrato,  que  el  largo  por  el 
asiento  tenia  media  vara,  y  formándose  como  un 
pan  de  azúcar,  remataba  en  dos  pezones  como  pe- 
chos con  dos  óvalos  abiertos  por  donde  reventó  al 
despedirse  de  la  tierra.  Piedras  medicinales  cria 
diversas:  para  la  sangre,  de  leche,  para  la  orina  y 
dolor  de  ijada,  que  llaman  hilayotic.  De  éstas  ten- 
go en  mi  poder,  y  la  naturaleza  las  señaló  c^  el 
color  que  tiene  lo  que  sana:  á  la  de  leche,  blanca, 
á  la  de  salare  colorada,  la  de  ijada  es  verde  os- 
curo, con  algunas  pintas  negras.  Entrase  en  agua 
calieate,  y  cuanto  se  pudiere  sufrir  se  pone  sobre 
la  parte  dolorida,  y  al  punto  se  pega  con  tanta 
prontitud,  que  hasta  que  el  dolor  se  mitiga  no  se 
despega,  y  esto  es  sudando  la  piedra.  En  una  ca- 
lle que  va  de  San  Lorenzo  á  Santa  Clara,  en  esta 

ciudad  de  México,  en  una,  esquina  estaba  una  pier 
Ybtavccbt.^Toiio  i.— 9 


tn  forau  d«  ídolo.  ArríméM  á  descí 
n  hombre  que  iba  del  dolor  de  ija 
7  al  ponto  le  le  quitó:  nparó  «d 
i  aviso,  y  saouon  muobas  qoa  ^i 

la  cisdad.  Y  d«  Mta  eqiacie  b 
B,  como  ámbar  do  oaantas,  que  lian 
Ib  oolot  rubio;  otra  Coztioteqiatl  at 
ira  fll  coraEOB;  otm  £BtoopatI,.Toja 
itaa  verdes,  y  de  su  espeoie  otra  llai 
orno  jaspe  vordoso  oon  {ñutas  de  sanj 
aen  loa  flujos  y  cámaras  de.sai^re,  f 
iBecs;  otra,  espeoie  de  jaspe  verde 
lanosa,  que  llamau  IztUayotUqua,  < 

los  ñfioDVS,  disipa  las  aieaas  y  1 
bra  blanca  y  traspareot»  oott  unas  ni 
lúteas  y  verdea,  que  llaman  Ttaou' 
trayéñdola  al  coello  a««cienta  la 
ijeroB^^tray  Teopatli,  medioioa  dal 
rnegro,  que  se  halla  «o  Tlapacoya,  • 
da,  cuxa  el  hígado;  otra,  aogra  y  j 
an  Tlallyaces:  es  oaUente  y  seoa,  i 
tai  ooiQo  de  homo  de  ooote,  que 

—matare  Iny  tanta,  que  afanada: 
México,  «u  ^  cerro  que  llame 
3ioio«  de  Xmhinaálco,  hay  oaa  i 
laa  para  el  qae  qui«Bsaoarlo  y  a 
1.  luM  volcan  que  está  oeroano  á 
«u  la  oonqniíta,  por  rnaadade  de 


6*    • 

té%  troft  SQldadoB^.  «aa&e  ^n  caotidAd  para  la  pol- 
cara. .Piadra  alumbre  ^  sa^a  ep  KbaQdancU  de  la 
aiana  y  jwidiqiotí  de  TalaitUaiocQ;  y  media  iegoa 
d9  México  eetá  «1  Pefiol  de  Saata  MartA  donde  hay 
baaoa  de  aguaoaliebtQi4epiedra-alUmbrey  piedra- 
lápiz  y  otras  muchas  medicinales. 

66»  Hay  jiú^pes^  aslabeAtros».  «aoque  no  tan  finos, 
en  TecaUi,  juridieiom  de  Tepeaoa  y  obispado  de  la 
Puebla*  Labran  loa  indios  coa  arena  yernegalei^ 
MlvJUae,  cofres»  mesas  y  aras  para  los  altares,  de 
una  piedca  muy  alba  y  trasparente^  y  muoba  sacan 
de  eatae  minas  jaspeada  de  verde  y  asijado,  4e  que 
se  hioeron  las  columnas  del  Bi^rario  de  la  Puebla, 
7  laa  del  S^rario  de  la  catedial  de  México,  y  de 
esta  piedra  es  el  palpito  de  nuestro  conrento  de 
México  y  las  pilaa  deagua  bendita,  y  sé  haoan  tar 
aas  Bwy*  hermosas  y  grandes  para  pilas  de  bau- 


57.  L^  piedra  de  las  nairajasi;  como  el  pedernal 
tan  duna,  de  que  hay  oerrca  Henos  (el  de  Tlalchi- 
iiol,  an  la  sieira  de  la  Guaateca,  el  del  camino  de 
Ydiladolid),  6on  negras,  y  las  más  tirana  color  par- 
do, más  relucientes  y  hermosas  que  el  jaspe  y  ala- 
baatro:  de  elliEis  M  hacen  espejos  y  aras:  la  que 
cata  en  la  iglesia:  pacreqnSal  de  San  José,  de  los 
astaralea  de  Méxicoy.ee  de  esta  p»dra.  Sacan  los 
ofidides  de  un  trdao  ^redondo,  de  un  palmo  de  lar- 
go y  grueso,  unm  narajuelas  con  un  palo,  del  grue- 
so de  uaa  laaaa,  qlie  al  ferias  sacar  cansa  admira* 


un  »lt»  ""lo  It*'»''^  !U  ••*'  ^ú,  »1W 


=^f«ikeQnoñdad  ae  atiende  4  Is  eodicia.  Hay 
^aüm  m  loa  airoyoa  que  haoen  las  aTenidas,  gni- 
•:t«  priidei  da  qoe  suelen  empedrar  con  cnñosi- 
*:mfém:  da  laaiásdora  y  bruta  abundan  los 
m  SMtorwi,  y  en  d  atío  de  los  Remedios, 
itcntarSakM  pQaiea 7 basas,  dos  J^oas  de 
■delante  hay  piedra  de  eanteria  dora,  de 

IMaa»  fbara  de  ka  finisioas  que  se  orian 
.  2  Hifgprita»  qne  ja  por  justos  juicios  de  Dios 
la  peaea,  loa  que  piadosamente  conside- 
dioao,  que  porque  bubo  quien  las  es- 
lo  foeae  para  unos  la  riqueza  que 
criado  para  tadoa.  Bo  el  rio  de  la  Ha- 
7  Noeva-Cádiz  se  crian,  y  en  la  Ga- 
eon  abundancia;  si  bien  loaindios, 
wm  riquesay  queman  el  ostión  7 
jSy  eomo  saben  lo  que  ae  estiman  por 
■n  raí  quemarlas;  7  asi,  don  Pe- 
que biao  entradas,  troje  él  y  su  gen- 
y  eso  abundancia  perias  netas,  de  me- 
"ula  y  de  roatro  entero.  Yo  vide  que  las 
á  fibtaa,  y  también  sope  cómo,  por  codicia 
paria  poco  aaeaor  que  una  núes,  sucedió  un 
y  fiaé,  qne  habiendo  recebido  con  alegria  y 
-^  ^  ias  eapaliolea,  tenia  la  seKora  de  ellos,  de  la 
'«  paadáeda,  dicha  perla,  7  babiéodosela  pedido 

rcoaa,ae  excusó  de  darla;  pero  con 
llegó  el  aoldadoi  y  con  violencia 


68 

}e  errancÓ  eoa  k  periala  punta  de  la  nariz  de  don- 
de pendía^  con  harto  doler  déla  india.  Alzó^el  ^• 
tO)  y  alborotados  loa  indios,  rompieron*  la  paz,  y 
quitándole  al  soldado  la  perla,  le  hicieron  pedazos 
en  castigo,  y  no  consintieron  más  &  los  espaftdes 
en  el  reino:  no  se  logró  la  perla,  y  se  perdió  lo  pre- 
cioso de  las  almas,  más  estimadas  por  Dios  que  las 
mismas  perlas.  En  las  islas  del  mar  del  ^ur,  que 
llaman  de  Taarangui,  se  crian  con  abundancia.  Re- 
fiere el  padre  Alonso  de  Oralle  {lii.  ÍV^cap.  10)  ^ 
de  la  compafiia  de  Jesús,  en  la  Historia  del  <])hile, 
que  el  descubrimiento  del  afio  de  1513  que  hizo 
Vasco  Núfiez,  el  rey  de  aquellas  islas,  en  prendas 
de  la  amistad,  les  regaló  con  una  cesta  de  inimtires 
llenas  de  perlas  finas  y  gruesas,  que  pasaron  de 
cien  marcos,  y  que  entre  ellas  renia  una  que  era 
de  veintiséis  quilates,  del  tamaño  de  una  nuez,  y 
otra  como  una  pera  sermefla,  muy  oriental,  de  Un* 
do  color  y  lustre^  que  pesó  diez  tomines:  llegó  la 
primera  de  mano  en  mano  á  la  de  la  emperatriz, 
que  la  estimó  como  merecía  su  valor,  llamándole 
la  Peregrine,  como  lo  refiere  Antonio  de  Herrera: 

no  fué  tan  estimable  el  hallazgo  de  las  perlas,  que 
las  habia  como  garbanzos  y  como  avellanas,  que  las 

presentaron  á  los  soldados,  oomo  la  prdolíosa  Marga* 

rita  de  la  fe,  porque  informado  el  wy  y  los  suyos  de 

nuestra  religión  cristiana,  enftmorado  y  catequizado, 

se  hizo  oristianoéiy  todoslos  suyos,  quearaelpriaei* 

pal  fiík  áque  losoasteUanosenderezabansus  j(»M4efi« 


69 

'1  bk  Bssrm  de  MeztiUai^  en  Tututepec,  en 

-«« mas  qiie  luran  al  Poniente,  se  cuajan  anas 

:já  tn  finas  como  las  de  la  Margarita,  con  unas 

'M  di  toraasol  que  llaman  ojo  de  gato:  son  muy 

'  ::a4u.  Ea  el  NaoTo-Méxioo,  en  el  pueblo  de 

r.pm,  proTiDcia  de  Moqui,  hay  falta  de  lefia, 

'  r.Tf  j¿  Dioe  de  vinas  de  cacbon  de  piedra,  que 

^  '¿ande  y  dora,  aunque  el  humo  sutil  causa  do- 

*^  h  cábese.  £a  le  gran  China,  en  la  parte  del 

"<<t  ha  hay  temhieo,  s^gna  reBere  el  padre  Na- 

"^|i  irai,  J,  cap.  15^  V.  9)^  y  en  Holanda,  se- 

-¿Mfíise,  hey  otae  padres  que  liaeMü  beea- 

^-  eqr  «tMeUei^  qpie  isian  da  loa  vanados  y 

éa  qpw  M  tniaiá  despoea.    * 


CAPITULO  III 


Be  algmifti  sierras  qne  ae  conocen  j  se  pasan  en  lo  qae  se  ba 

descabierto. 


62.  Sobre  la  mar  del  Norte  corren  ana  serranías 
de  más  de  dos  mil  leguas  de  largo  en  lo  que  está 
descubierto,  porque  las  que  corren  al  Septentríoln 
desde  la  Sierra  grande  del  Nueyo-México,  no  se 
sabe  lo  que  corre,  asi  para  el  Poniente  como  para 
el  Norte.  Las  descubiertas,  aunque  por  la  parte  del 
rio  de  Panuco  á  esta  provincia  de  México,  corren 
muy  anchas,  vienen  á  quedar  tan  angostas  en  la 
tierra  del  Nombre  de  Dios  y  Panamá,  que  del  mar 
del  Norte  al  del  Sur  no  hay  mas  que  quince  leguas 
de  atravesia.  Pasiada  esta  angostura,  hacen  estas 
dos  sierras  dos  piernas:  la  una  prosigue  la  costa 
del  mar  del  Norte;  la  otra  va  á  la  vuelta  del  Perfi. 
En  tan  altas  serranías,  que  á  los  Alpes  y  Pirineos 
exceden  en  altura,  son  las  más  ricas  en  oro  y  pla- 
ta y  más  abundantes  de  cuantas  hay  en  el  univer* 
so.  Estas  sierras,  tan  lai^&s  y  en  distancia  tan  in- 
mensa, en  la  cumbre  son  frías  y  algunas  se  cubren 


71 

de  nievej  y  en  todas  las  cumbres  hay  muohedam* 
bre  de  arboledas^  y  como  son  de  diversas  especies 
y  maneras,  las  hacen  muy  agradables  y  vistosas  y 
muy  frescas  las  machas  aguas  que  por  ellas  corren, 
de  que  después  se  dirá.  En  el  medio  son  templadas 
y  se  dan  piñales  muy  altos  y  muy  espesos,  que  dice 
8u  muchedumbre  ser  la  región  templada:  lo  bajo  de 
las  sierras  es  ordinariamente  caliente,  por  la  razón 
de  ser  bajo,  como  se  dice  en  el  capitulo  quinto  pa« 
sado. 

63.  La  diferencia  que  hay  de  las  sierras  que  caen 
á  la  parte  del  Norte  con  las  que  caen  á  la  parte 
del  Sur,  es  grande,  porque  las  que  caen  á  la  costa 
del  Norte  son  muy  frescas,  y  fértiles  más  que  las 
otras  que  miran  al  Sur.  En  las  del  Norte  casi  siem- 
pre está  lloviendo  ó  con  neblina;  pero  á  esta  otra 
parte  del  Sur,  es  tierra  seca,  donde  llueve  al  tiem: 
po  de  agua:  solamente  en  las  tierras  que  llaman  de 
Zaeatlan,  veintiséis  leguas  de  México  al  Norte, 
y  en  las  de  Meztitlan,  que  administran  los  padres 
agoatínos,  casi  siempre  llueve  y  hay  neblina,  y  es 
de  manera  continua  el  agua  (que  llaman  tlapaquia- 
huil)  menuda,  que  el  año  que  falta  á  los  serranos, 
connaturalizados  á  ella,  enferman  con  exceso. 

64.  De  la  parte  que  mira  México  al  Poniente 
hay  unas  sierras  muy  hermosas.  La  sierra  Nevada, 
once  leguas  de  México,  y  el  volcan  (de  que  trata* 
remos  después)  llenas  de  arboledas,  cedros,  hayas, 
pinos,  encinos  y  msdrofiosi  tan  hermosos  y  corpu- 


T2 
lentos  gas  ee  uoan  plaoobae  de  una  Tan  di  anelii 
y  veiota  de  largo,  y  de  tos  que  Uaioas  oyameü^  qm 
BOD  bayos  y  pinaTOtes,  se  hacen  oanoais  de  una  pie 
za,  de  vara  y  cuarta  encoadro,  dea  quioca  varas  li 
largo,  qae  navegaii  en  la  laguna  doloe  de  Méxict 
y  oai^an  de  fasjriaa  y  maíz  treañentas  broIms;  y  h 
visto  canoas  qite  cargan  qniníeiibEis  aiTobasdeazl! 
Mr.  Va  dando  Taetta  aquesta  aietra,  leraatáado! 
ék  trechos  en  unos  penachos  y  cumbres,  todas  ca 
tanta  espesura  y  hermosura  de  árboles  por  la  pa 
te  del  Sur,  que  forman  agradable  vista. 

66.  (ia  sierra  que  llaman  de  llaxcalaa,  tan  c 

lebre  y  abundante  de  ¿rb<^  de  innnnMa^Ues  ( 

pecios  qoe  da  abasto  á  todcs  los  vailes  y  llanos  i 

eameotefras  que  hacen  el  obispado  de  la  Puebla  i 

los  Xngeles  tan  rico,  pues  los  «as  años  llega 

parte  que  al  obispo  toca  á  oerca  de'  oéhenta  i 

peses.  Mirsiwlo  hacia  el  Poniente,  por  el  oanúno  q 

-Cruz  y  puerto  deS.  Juan  de  Oulhi 

L  del  Co&e,  que  los  naturales  IUue 

tli,  que  quiere  dedr  cm^o  Tsoes 

aquel  pronKoitorio  cuatro  veces  ma; 

que  está  en  Xochimileo,  Uansulo  ie 

),  aunque  menor  que  aqueste,  iz 

1  forma,  en  cuya  falda  están  dos  fu 

ilt,  que  quiere  dedr  agua  vnrgonz 

pi  tímida,  y  temazoolatt,  agoa  de 

pié  el  hospital  de  los  bermanoe 

¿Iwez,  qife  iban  con  mtlai  al  pai 


78 

de  la  V^ra-Cros  á  traer  de  limosna  los  pasajeros 
que  Tienen  de  OastiUa  polares  hasta  la  ciudad  de 
México,  obra  de  mucha  piedad.  Hay  en  esta  sierra 
y  las  oonyecinas  varias  plantas  medicinales:  la  pur 
ga  de  Jalapa  celebrada,  sarzaparrilla  y  otras  de  que 
trataremos  después.  Hay  pi&ones,  especialmente  en 
el  cerro  de  Ooatepec  y  en  el  Mal  País  de  Perote, 
por  ke  faldas  de  serranías  que  corren  á  la  sierra 
Nevada  de  Maltrata,  volcan  que  llaman  de  Oriza^ . 
va.  Bstos  piñales  no  dan  toáes  los  afios,  sino  cada/ 
cuatro  6  cada  seis,  conforme  les  acude  el  fruto;  y  t 
el  aSo  que  dan  es  con  abundancia.  Hay  en  ellas,  y  / 
en  las  que  ee  les  siguen,  gran  número  de  venados  / 
pardea,  que  andan  en  manadas  de  veinte  en  veinte,  ^ 
tan  feroces,  que  viendo  al  cazador  hacen  remolino,  ( 
y  adoeados  se  vienen  á  los  caballos  y  4  los  hombres,  \ 
y  8iiele&  hacer  da&o  porque  ae  embravecen  y  tie- ) 
MB  las  aspas  grandes  y  de  muchas  puntas^  Estos  ( 
son  diferentes  .da  los  gamos  y  berrendos  ligeros  que  / 
se  ortau  «n  la  Otomi  y  aus  sierras,  de  que  diremos ' 
después. 

66.  Hay  eitas  sierras  que  llaman  Derrumbadas, 
oen^  de  la  sierra  Nevada  de  Maltrata,  tan  altas, 
que  algunos  hau  intentado  el  subir  arriba,  porque 
tienen  fiuna  de  qm  hay  minerales;  y  como  tanto  se 
deirmniba,  se  han  vuelto  cansados,  sin  efectuar  su 
intento*  Refieren  lo^  naturales  de  por  allí,  y  un  Die-  + 
go  Mufies,  cazador,  en  su  reladon  de  mano  escri- 
t»|  que  de  ueohe  despedían  estas  sierras  grandes 

a*.    V%-     V\Ai#»  V'X»**  V#^    V'A-         i. '«.*■   r-*wfi-Vo>       "^ 


74 

llamaradas  que  hacen  un  resplandor  vistoso;  y  se* 
gun  la  experienoia  de  otras  partes,  son  llamas  cau- 
sadas de  metales  fogosos  que  encierran  en  sus  en- 
trabas: y  asi,  tienen  estos  dos  cerros  altos,  al 
parecer  desde  lejos,  grandes  quemazones,  que  son 
muestras  de  minerales  muy  ricos.  El  año  do  cin- 
cuenta y  seis,  siendo  yo  guardián  de  la  Vera-Cruz, 
yide  un  poco  de  oro  en  polvo,  que  decian  ser  de 
aquestos  cerros,  y  acordéme  de  la  marmajita  de  Iz- 
huacan,  de  que  sacó  el  platero  de  dos  libras  media. 
Alborotóse  alguna  gente,  pero  no  descubrió  nada. 
De  aqui  se  pasa  á  la  sierra  de  Maltrata,  y  va  cor- 
riendo á  Zoncoliahcan^  TuzÜan,  Chinanola,  leuti* 
la  y  otras  muchas  que  forman  rios  y  esteros,  *d6 
que  trataremos  en  su  lugar. 

67.  Corren  por  la  parte  del  Austro  de  México 
sierras  de  árboles  diferentes,  y  plantas  altas  y  es- 
pesas, de  que  sacan  los  naturales  tablas,  alfagias,  le- 
fia y  todo  género  de  maderas,  en  especial  del  cedro 
blanco  que  llaman  Ayacuahuitl;  y  de  encinos  muy 
gruesos  cantidad  de  cascara  que  sirve  para  curtir 
cordobanes  y  suelas,  en  tanta  abundancia,  que  van 
canoaSi  de  porte  llenas  á  la  ciudad  por  la  agua  dul- 
ce. Da  la  vuelta  á  la  sierra  de  Tlalnepantla,  que 
está  al  Poniente  de  México,  de  donde  se  provee 
con  abasto  de  lena  y  carbón;  y- va  corriendo  en  es- 
pesura hasta  la  Otomi  á  la  sierra  de  la  Caza,  don- 
de el  virey  don  Antonio  de  Mendoza  hizo  aquella 
célebre  montería  el  afio  de  1540,  en  unos  campos 


76 

m 

m 

entre  Jilolépeo.  y  Saú  Juan  del  Rió  (llamaron  el 
Cazadero  desde  entonces),  dotide  mató  más  de  seis- 
cientos venados  de  los  que  llaman  berrendos,  según 
el  padre  Torquemada  {lib.  5,  cap.  12) .  De  aquí  cor- 
ren mochas  leguas,  formando  rios  y  corriendo  fuen- 
tes, cercando  valles  fecundos  y  fertilizando  cam- 
pos, sin  faltar  uerras  y  cerros  que  se  coronan  de 
arboleda. 


V»f  Aiiñr«T.— Tojio  I  -  10 


B=C 


*^^a«*F 


OAPUULOXV. 


Dt  1m  ToIoanM  de  ftiego,  y  rierras  de  niere  j  egOA  que  le  han 

descubierto. 


68.  La  etimología  y  derivación  del  nombre  toU 
eaD|  dicen  algunos  que  se  tomó  del  dios  Yuloano, 
que  los  antiguos  fiogian  en  la  gentilidad  por  dios 
del  fuego.  Unos  son  de  fuego  y  otros  de  agua:  á 
estos  llaman  también  volcanes,  por  tener  la  misma 
hechura  y  forma  que  tienen  los  de  fuego.  Hay  de 
unos  y  de  otros  en  estas  partes  de  las  Indias  en 
sierras  eminentes  y  algunas  partes  bajas  como 
apartadas  de  las  demás.  La  sierra  Nevada  de  To- 
luca,  que  está  casi  siempre  coronada  de  nieve,  y 
tiene  en  la  cima  dos  lagunas;  la  sierra  de  Goate- 
mala,  que  reventó  á  los  principios  de  la  conquista, 
y  la  sierra  que  está  al  Oriente  de  México,  que  los 
indios  llaman  Igtaezikuatl,  que  quiere  decir  mujer 
blanca,  con  otras  muchas  sierras  que  en  tiempo  de 
nieve  se  coronan  de  ella,  y  la  que  aumenta  Wk  el 
Nnevo-Méxicó  el  rio  del  Norte^  son  de  agua»  por- 


-T7 

iBd.  Empecemos  )p(ír  el  ratom  40^  Métioo,  q^iie  m 
nny  Iwhiom  y  de  agradaMe  ideka.  Por  la  p«rte 
del  Iftediodia  üo  ae  junta  ícéa  ninguna  etrattíerra 
alta  oomo  S;  antea,  Ixir  isua  fisbldas,  empieza  la  tier- 
la  csalieiite  del  nradle  de  ilas  Amilpaa,  y  poír  la  ^paarte 
del  iíorto  se  airecí&a  con  la  isierra  ^Nevada  que  ^di- 
jimoe.  JUámanle  los  naÉondes  JP^i^watepeti^  ^ue 
%«ieoe  dmr  «en»  qne  homiea.  Tiene  ima  grande 
faaea  en  la  qomia:  echa  por  elk^un  |kenacho  de  hiiHúo 
geaen  y  taa  esposo,  ^é  ee  vh  cte  muohae  ieguas 
Bohir  por  la  ref^en  idel  aira.  A  veoeé  añ^ja  eeniea 
7  Ja  ^ee^aToe  á  loa  nomareanoa  pebábloB,  y  ha  llega- 
do iia8taJa.Bi]eliéa  y  Tiaxoala,yJhBBtaChalao  odio 
l^gMe.de  difitanciB.  líionxQntíoiio  eliiume  visible^ 
fue  eeaa  por  mnohos  elhMs..i!t  afioideSdé  oesó  por 
Oetnkre:  elafio  de  6&3^  á  18  de'0otnilffe,álaB2  de 
la  terde»  leon'  esjbépite  levantó  un  pluma^  de  hitott) 
tan  deoee  qtie  Moianeia  la  legbndel  aina^.  Luego, 
el  «8p  súdente,  ^entinuiado  el  diurno,  ^vSepeK  de 
San  Sebastian  (á  las  once  de  la  nocba),  forla  par- 
^  que  slita  á  la  PneUa,  cayiS  de  Ja  liooa  un  gran 
pedaipo  MQ  tanto  xmde^  qme  se  estremeoió  toda  la 
cudadt  7  ^  rontanaa  y  puertee  «se  abrieren  al 
folpe^  y  eli^eobo déla  escalera  de^westro  oonTen- 
to  ee  Tino  lAi^o  y  las  puertas  de  las  celdas  ee  'abáe- 
xe«,  y  mnoliastde  las  casas  de  la  ciudad.  SBciéronse 
fqgiáKne y  proeeeáo&esde aangre^  pádáeoide á Dios 


4,  djaoM  «i»^ 


79 

OQutos  haj  en  lo  descubierto,  en  lo  espanto89; 
llamáronle  á  los  principios  el  Infierno  de  Nicara- 
gua. Cerca  de  poblado,  y  tres  leguas  de  dos  grandes 
lagunas,  en  una  levantada  sierra,  no  en  muy  dila- 
tada distancia,  está  un  cerro  redondo  todo  en  con- 
tomo, cavernoso:  la  subida  de  la  sierra  es  rasa  y 
no  muy  trabajosa,  porque  se  puede  ir  á  caballo  po- 
co más  de  media  legua  de  camino  que  hay  desde  lo 
llano  á  su  cumbre,  aunque  al  andar  por  ella  retum- 
ba como  si  estuviera  hueca.  La  cumbre  está  abier- 
ta más  de  quinientos  pasos  en  contorno:  en  el  plan 
de  esta  abertura  está  formada  una  plaza,  á  quien 
1m^  el  8ol,~y  es  poco  menos  qué  la  abertura.  Hay 
desde  lo  alto  cerca  de  doscientos  pasos,  muy  llana 
eomc  si  fuera  hecha  á  mano:  no  tiene  yerba,  aun- 
que el  sol  la  baBa,  porque  el  calor  vecino  debe  de 
abrasarla.  En  lo  alto  del  volcan  están  unos  altares 
donde  solian  sacrificar  los  antiguos;  y  cuando  les 
&ltaba  el  agua  para  sus  temporales,  ofrecian  y  des- 
penaban nifios  y  muchachos,  que  llegaban  hechos 
podaros  abajo. 

72.  Está  casi  en  medio  dé  esta  plaza  un  poso 
redondo  que  tiene  treinta  pasos,  ó  casi  un  tiro  de 
ballesta  de  boca,  y  á  lo  que  parece  tendrá  de  hon- 
do hasta  treinta  estados.  En  el  plan  y  hondo  de 
este  poso  se  ve  un  fuego  como  metal  derretido,  con 
un  hervor  que  parece  que  viene  del  profundo,  y  á 
tiempo  de  un  credo  se  levanta  una  oleada  como  una 
tet^i  que  repentinamente  se  deshace  con  tan  gran 


«I 

«abo  aoltineiite.  Jbtre  los. diez  y  flets,  dScejqiie  es 
digno  de  memoña  el  que  reventó  el  aSo  de  ouareuta 
«n  elEstado  del  cacique  Aliaute,  ardiendo  con  tanta 
fuecsA,  que  partiéndose  por  en  medio  el  monee,  ar- 
ribaba de  dentro  peSasoos  encendidos  con  tan  for- 
fliidable  eetniendD,  que  muchas  leguas  de  allí  se 
ok  á  manera  de  impuestas  de  piezas  de  artilleriai 
f  en  todo^aquíd  coniomo,  de  e&panto,  malparaeron 
nudbas  mojearea.   El  primero  ée  llamaba  CopiacQ, 
en  iTeiatiaeis  grados^  en  Jots  oonfínea  de  CbUe  con 
^  Ber^  «el  40  Cequitivo,  en  treinta  grados;  el  de 
Ligua,  tm  treinta  y  uno  y  medio;  el  de  Petoora,  en 
ireinte  y  cinco  grados;  el  de  Qiiilan,  -en  treinta  y 
«BtS|  el  deAntocOy  en  treinta  y  eiete  y  jun  .cuarto; 
el  ide  NoImo,  en  treitvta  y  ocbo  y  medio;  el  de  Vi- 
U»-&kayiaii  treinta  y  nueve  y  trea  cuartos.  Otro  se 
denubr^,  ouyo  BMubve  no  dice  será  el  que  llaman 
Jlaulftó  (iuaace,  enicuasenta  grados;  y  ostros  dos^sin 
noBftbre,  en  euaf  enba  y  euatro:  el  de  San  Clemente 
«&  cuarenta  y  cinco.  Fuera  de  estos,  .hace  relación 
Diego  Ocdc^Zy  de  uno  que.  eatá  junto  alsalto  del  rio, 
an  el  Valle  4e  Coca,  que;tiene  figura  de  un  gran  pan 
d0  azitcar,  y  que  echa  bumo  y  ceniza  tanta  en  el 
inñerne^  que  ea  dos  leguas  no  deja  yerba  porque 
la  abrasa»  Otro  dice  q^e  está  en  la  entrada  de  los 
Zttijos,  juntoalpueblodeMaspa*  Hay  otros  antes  de 
llegar  á  Quito  y  al  Perú,  fuera  de  los  que  han  re- 
ventado, de  que  trataremos  abtgo.  Entre  Magalla- 
y  ^el  9S^echo  nnevo  de  Mairc^  bosta  la  isla  del 


Fu^o,  llamada  ast  por  loa  TOloanaa  y  fíiego  qoe 
00  vieron  en  olla,  od  la  aona  frígida  del  polo  Arti- 
00,  hay  otros  Toloanes  on  sesenta  hasta  oolienta 
grados.  Tres  montes,  dice  Gomara,  que  están  en 
fareinta  y  ñete  grados,  que  lanzan  faego  por  el  pié, 
estando  siempre  noTada  la  cambra:  junto  á  ano  de 
ellos,  llamado  Hecla,  sale  un  faego  qae  no  qnenu 
la  estopa,  y  arde  sobre  el  agaa  y  la  ooaenme  {So- 
SnOf  cap.  15) ,  da  que  ya  dijimos  en  el  capitolo  ter 
oero  pasado,  y  de  él  trata  SoUno  en  sn  PoUstor. 

74.  Lo  mas  admirable  destos  voloanes,  no  ei 

considerar  la  materia,  que  pueda  serlo  de  fnego  tat 

continuo,  porque  ésta  puede  ser  de  las  humedadei 

y  aguas  que  se  encienden,  y  de  las  exhalacionei 

que  traen  juntas  con  el  calor  de  la  piedra-azafra 

sino  el  que  por  venas  de  la  tierra,  asi  oomo  se  oo 

nntfr  en  otra,  y  da  I 

n&a  la  expeTÍemia  ei 

ma  manera  ae  oomuni 

f  otros  graToa  aotore 

llamado  Mongibel,  pe 

I  era  sobrenombre  d 

L  del  TO'bo  latino  Mu 

ndeoer,  porque  el  fai 

con  su  calor  ablandi 

le  deaouella  por  las  < 

ontes  que  tiene  por  t 

on  gran  estrépito  px 

TOCM,  y  &  V%Q»Mf  «4 


í^  abErtsando  por  espacio 
jqBMO  millas  la  (¡erra,  sin  fritarle  en  la 
k  Mft  de  qva  oo  eorona,  pasa  el  fuego  j 
á  ka  ialaa  iraeiBaa  que  están  á  dies  f  i 
líslaHtfwi  ala  que  se  llaoia  Enariái  y  las 
qw  UttnaroQ  YoleaniaSy  cayos  nombres 
-  at  Sriko:  j  San  Isidoro  dice  que  son  nueve,  j 
-¿  t2  si  vokaa  qoa  asta  en  k  provinck  de  Carn- 
uz sea  kgaa  da  Ñapóles,  llamada  Vesubio,  ó 
•^  3BSne^  Yaaabioalea  islas,  y  de  ellas  al  Mon- 
r^;  j  qaa  asto  aea  por  debajo  de  k  mar  no  se 
^  um  wmj  diflolt  pesque  como  debajo  de  k 
la  tiatra,  y  esta  agua  que  k*  cubre,  sea 
«liáBBa  del  abkom,  como  dice  Dayid  ha- 
dsl  aHt  y  dar  ka  aguas,  signase  que  podrá 
ú  fiasgo  par  las  veoaa  de  k  tierra,  como  pe- 
da k  íaaate  Arctka  y  del  rio  Alfeo, 
k  Gracia,  se  pasan  las  aguas  por  mar 
da  k  tierra  y  van  á  salir  juntas  poruña 
da  la  dadad  da  Skacnsa,  en  Sicílk:  en 
paaaB  ka  agoas  per  toda  k  tierra  hasta 
ai  Jstdaa;  luego  to  mismo  podrá  suceder  con 
y  aaaadará  en  catas  partes  de  las  Indias 


tar  loa  voloanea  puede  suceder  en 
ha  aaesdido  á  muchos  en  las  Cante- 
eoatri^  taguas  de  México.  De  Santa 
qaarido  algaaoa  qua  aqueUa  piedra  li* 
da  valaaaeaqae  veveateroni  dando  por 


ÜD  de  hi  Oaavaa,-  iras  laguB  d«  Méxioo  al  Se 
faeae-de  sqnaUos  rokMM  ^]vb  tewBfau-iuiiE  ea 
*&,  {MDOiio  tiMie  cougimwi»  fl»  wrda¿.  i^d»«c 
«ano  dioMBigiiDaBHiáioBñqeB,  qoeMCUuue 
Ifal  Aúi  de  pi^ra  qoenada  de  «n  toIou  qoe  i 
ceji  en  el  «cnta  j  siem  ciznmecma,  cpM  Umi 
XDD  Qattnftnexao,  pórqae  «a  etioiiil»jjU  es  d  «gi 
Ú6  aeaisa  qn  Tiene  de  la  oem.  fia  loi  Ikose  < 
Puote  etiin  «neo  íb^dh  q«*  ttKQaB.AÍBfaBe1 
«■,  y  algtuos  dñeit  4]o»  fu«ien  vsleaMB  qoe  i 
•veelavo»,  da  i}WH  ftraó  et  Mal  Pala  M  3 
Aldo,  qoe  *Mn«  ^wta  Jala;»,  qtra  «á  bauíftaioa 
ipiedaron  aapiellaa  iaganaa:  ée  «ate  awww  n«  ii 
cwtrp,  m  •BOgnwMéa,  ni  men  da  ioi-niki^ 
«tto  puede  «ar  qaa  foeaa  wi. 

7&.  lio  (ñaito  de  Toloanes  rcraitéda^  de  ca 

oetiaia  sao  aa  U  iah  de  San  Wgaéí^  wfm  am  v 

da  laa  j&aana,  al  sBe  de  675,  Deveatf  ^  voh 

4b  ibego,  earri«Bda  mmftM  de  ifiíage  :por  la  tiai 

«ow»  «i  foaimn  -da  ag^a;  «mgó  piedn^páaRx,  y 

liaraa  «i  ^r  ib4b  de  «iao  Uigau,  y  «a  oacoreeid 

diaeon  Ja  eaDu.  Sa  lai^>del  J^  ooafó&mg/a 

*  r  machos  dias^y^  aeSor  Caaaa<diaa  t\ 

Tor  pornáadetteiatftafroyaa.  B  vrnii 

icaí,  •«  el  Perú,  nvaató  el  k5o  de  6i 

laúqgD  de  caaraniia,  j  HaoiS  xam.   q 

i.t«DÍaiii6dialagaadefoBda,j'da|iDao: 

A  vm  flaM:  am^  |»adtu  taa.fiBiii 


85 

oomo  óuátro  bueyes,  gran  malfitad  de  piedras  qne- 
madasy  á  manera  de  metal  de  hierro,  y  ceniza  en 
oantidad;  corrió  legua  y  media  hasta  el  río  de  Pe- 
rimac:  asi  lo  testifica  el  seffor  obispo  Casas,  que 
dice  qne  lo  vio. 

77.  En  Gaauhtemala,  en  23  de  Diciembre  de 
586  aHos,  de  un  tearbtor  de  tierra,  cayó  casi  toda  la 
dudad,  y  murieron  muchas  personas,  y  habia  seis 
meses  que  no  cesaba  el  volcan  que  dijimos  do  echar 
por  lo  alto,  como  vómito,  un  río  de  fuego,  que  ca- 
yendo por  las  faldas,  se  convertía  en  ceniza  ^  can- 
tetk  quemada.  Diego  Ordo&ez  d^  Cotilos  hace 
iBeadien  de  ^xñ  w\wa  «que  t<eveDtó  junto  á  Qrito, 
en  "Ufi  *MfW  qM  llaman  Depinta^,  y  que  dea  leguas 
y  nédia  tido  eenisa  que  Mni)ó  de  i!^  de  «natro 
pakBM  en  «tte  en  los  lej^des.  Ftnslttiente,  el  4b 
Aieqwipa,  ^qué  dqó  sepultadas  las  vUlas,  y  basta 
bey  « >Me  las  nahun  que  dejó  y  loa  daltoe  que  M- 
M,  q«e  «ittelioe  lletran  for  liaber  perdido  4itts  ha- 
cienda^ y  desde -eetómea  eesanron  loa  temblevea 
graede»,  qm  eraii  "Astea  horrendos. 


mt     m  m 


OAJPIXULO  ▼. 

.  Del  mftr,  rioft,  Ugonas  y  faentei  oomonet,  d»  los  manantialat. 

¡ 

78.  Son  taa  iauamerables  las  agoM  á»  rioa 
faMtes  y .  lagu&asy  de  tan  admirable  y  ejitrañ^ 
oompoaioiony  qo^  la  narración  simple  paraeorá  artí 
fioiosa,  y  no  es  podible  en  ésta  referirlo .  todo^  o 
por  m&s  que  se  quien  deoir  se  podrá;  pintar  1 
mnoho  de  tanto  como  se  ha^  llegado  á  deaoabru 
El  mar  del  Sur  que  por  aquella  parte  ciBe  aquet 
ta  tierra  se  llama  mar  Pacifico»  porque  ea  oompt 
ración  del  Océano,  Mediterráneo^  Pérsico,  y  Vei 
mejo,  es  menos,  bravo,  las  tempestades  poqaA^^  U 
escollos  bajos  y  arrecifes  menos;  y  los  que  tien 
ó  no  se  atraviesan,  ó  no  se  conocen.  Mar  de  ei 
briagados  ó  dormidos  suelen  llamarle,  ó  porque  i 
dormido  puede  gobernarle,  ó  porque  muchos  pil 
tos  van  dormidos  cuando  le  gobiernan.  G-obi^ 
nanse  las  naves  por  un  crucero,  que  con  cinco  € 
trollas  forma  una  cruz  hermosa,  pronóstico  dicl 
80,  el  predominar  sobre  este  mar  la  cnu,  oaya 


*  87 

gqift  npliása  4  Dios  «uand^  ilPiá«r  ai3radp,  y  rcitír^i  «I 
d^Biotiio  ottttiílo  m&s  a^iAto}  loa  ^meotoB  se  amai- 
Dan  ai.  la  Cruz  las  mirai  y  todas  las  oiiatosas  aos 
fav4Nraoaa  ai  la  Cme  no^  aeompaüa-  Bb  atíte  mar  y 
fioa  eoatas  Ua  abundase  da  paces,  como  el  mar 
OoéaM:  8ba  ]os  tíoaiastibtos  iauc)i<^$;  uqos  más  sa- 
nos que  otros,  apetitosos  estos,  y  pealados  aque- 
llofic  la  abondaiioia  de  algunos  los  haee  mébos  ea- 
timados,  qne  tma  io  buoiio^  por  imioho,  auole  en- 
vilacei?  la  aptioa^lMn  de  otros:  pospooos  los  haoe 
más.  preoifraos. 

79.  Loa  rips  aoQ  taotos  los  que  araxaii  jr  se  es- 
tretogen  por  loa  aanúooay  qne  unos  despeñá&dose 
de  laa  altana,  se  levaoftaQ  ea  forma  de  penachos; 
otros,  eaoondiéttlose  eomo  liígitivos  por  las  grutas, 
doade  meaos  so  i^sMa,  remanecea  haolondo  espu* 
mas  y  calcado:  4e  eioaroha  las  piedras  por  deu- 
do paaaa:  ubsa  veces  se  esplayan  coa  manseda»- 
bre  por  ka  llanos;  otiias,  apretándose  las  cuchillas, 
se  precipitan,  ya  oulebroando  como  sierpes,  ya  di- 
vidiéndose ea  ramos,  y  todos  buscando  con  presu- 
roso curso  el  centro  de  su  remanso. 

80.  Del  primMro  que  se  hace  mención  en  las 
hiatoiiaa  de  esta  Nueva^EspaSa^  os  el  que  se  llama 
Papideapan,  que  quiere  decir  xio  de  mariposas,  ¿ 
quien  los  eq^olss  llaman  rio  de  Alvarado,  por- 
que cuando  vino  Cortés  á  la  conquistai  don  Pedro 
lie  Alvarado  se  adelantó  y  eatrd  por  este  rio  la 
tierra  adentf  e  om  el  nariQ  qutc  traia,  del  cual  era 

▼■TAVOüiiT.— Tomo  L— 11 


ií8 

oamtáii.  Sa  nacimíidnto  es  de  las  sierras  da  Zonoo 
littbean,  de  una  ñiente  que  se  llama  Atfcpaoi  de  qu< 
diremos  después.  Entran  en  este  rio  otros- muchot 
el  de  Quiotepeo,  el  de  Teyooiyuoan:  en  todos  esto 
*  hay  oro;  pero  el  mas  rico  es  el  de  HuitsUan.  Gad 
uno  de  estos  ríoS)  por  ser  grandes,  se  pasan  co 
barcas,  porque  muy  poco  tiempo  del  afio  se  vadeai 
en  todos  estos  hay  pescado,  y  muy  bueno.  Cruza 
ios  caminos,  y  son  tantos,  que  dioeel  padre  Mot 
iinia,  que  en  inéiips  de  cinco  leguas  pasó  más  ( 
veinte  rios,  unas  veces  los  mismos,  y  otras  difere 
tes.  EiMntraudo  estos  ríes  en  la  Madre,  va  el  rio  \ 
Al  varado  por  una  hermosa  ribera  de  arboleda,  qi 
.pasé  cuando  ful  á  visitar  i  nuestra  Seftora  de  A( 
^  .  samaloapan:  cuando  viene  de  avenida  lurranca  i 
boles,  que  arreja  al  mar  doce  teguas  del  puerto 
la  VeranGraz  b&oiá  el  Mediodía:  antes  de  enti 
en  la  mar,  á  la  resistencia  que  hacen  las  aguas  i 
ladas  á  las  aguas  vivas,  revienta  y  Uena  algui 
esteros  y  lagunas:  cuando  lleva  poca  agua^  se  d 
cubren,  en  la  boca  que  entra  en  la  mar,  tres  oa 
les:*  una  de  piedra,  otra  de  cieno  y  otra  de  are 
81.  Entre  las  lianas  que  llena,  está  una  qut 
padre  Motolinia  pasó  dos  veces,  que  está  entre 
pueblos,  QuauhcúetapaltiÜan,  tierra  de  ignai 
que  son  como  lagartos  pequeBos,  muy  espante 
á  la  vista,  pintadas  de  muchas  colores  de  ouatr 
seis  palmos  de  largo,  que  se  comen  por  peaoad^ 
sen  de  agua  y  de-tí^rra^  y  en  Oattpeohe  ea  eon 


89 

paaní'  loí  de^  alli  regaladit;  y  ^tre  Otlatitlani  pae- 
blos  que  faéros  de  mucha  gente,  y  ríoa,  llaQíiófo 
el  padre  Estanque  de  Dios;  Entró  en  él  cobo  leguas 
adentro,  y  vido  mucho  pescado,  tiburones,  iagai^- 
tos,  buscos,  savalos  como  los  de  ÜspaBa:  el  pescado 
manari,  tan  estimado  y  muy' parecido  al  atuñ  de  las 
Almadrabas,  con  tanta  carne  algunos  como  un  buey, 
y  tiene  la  boca  parecida  al  buey.  Obme  yerba,  y  sa- 
le á  pacer  la  ribera,  aunque  no  saca  todo  el  cuerpo, 
haciendo  fuerza  sobre  los  brazuelos,  que  ios  tie- 
ne cortos  y  anchos,  con  las  uSás  como  de  elefan- 
te. Aéuden  al  estero  dirersidad  dé  aves  muy  her- 
moeas:  tiene  patos,  ánsares,  ánades,  y  otraB  mu- 
chaa,  y  en  el  repecho,  heriínosa  arboleda,  y  caza  de 
venados  y  ^conejos  tan  bello,  que  le  causaba  admi- 
ración y  ocasionaba  á  la  alabanza  de  su  Hacedor. 
82.  El  rio  de  Gotaatia,  que  baja  de  las  sierras 
de  Maltrata,  va  á  enookitrarse  cerca  de  Medellin, 
y  entran  por  una  bo^ca  d<M  rioe^  dé  mojarras  y  roba; 
lo  sbondanteei  En  ÍS  Yera-X^ru^  vieja  se  pasa  otro 
rio  que  vi^e  eon  el  de  San  Juan,  que  bajan  de  las 
sierras  del  Cofre,  y  abundan  de  bobos,  que  dan 
abasto  á  la  Nueva^Espaüa.  Lft  pesca  grande  es 
por  Ootobre:  al  primer  Norte  recio  bajan  en  car- 
dumes por  delante  los  machuelos,  desovan  Itó 
hembras  en  la  boca  del  rio  á  la  mar,  y  de  vuel- 
ta caen  en  las  redes:  otra  pesca,  qtie  suele  ser  ma- 
yor, es  por -Noviembre,  <^rca  del  dia'de  Santa 'Ca- 
talina, que  á  norte  teéia  bagáa  á  dese?ar: 


»,  fll  rw.4»mÍ94«  tM| 
I  salWB  arriliA  |^  «1  «gq 
»,  sin  .^B»  le  riiÁdo  1^ 
gando  lü  p«nóe  d(»ade  q 

9  TOO  por  os  lio  y  otrtj 
St4  íwtiatQ,  B9  billa  qi^ 
.  «j»  la  oabe»,  aa  van  t^ 
;roB  aiv  ^Ja  al  otro  ri^ 
al  raeoDooen  kb  wSge^ 
!t  q««  paw  pOE  I&  Fui| 
gl)a  parte  áe  M  Pooblj 
|bU  legaiv  do  Tlaxoal 

tiemt  do-^uien  dice 
iwa»  ¿«Tardad  que  Z 
Nuu^  {Ideo  el  Uanwrle  i 
I  par  tuh»  «advaqao 
V  iidot(4s  niw  Uanwa.  ji 
19»  y  oono  m  tan  bu< 
de  a^  madre,  ^oe  tt« 
(Atia  au  SQff  tifuaa  k 

10  oBirna,  le  IbMuwi  i 
i  en  aiinatla  eiadad, 
Uauacae  aai,  me  díar 
QBoa  vida  wzaaBoa  ¿  I 
toa  doams  van  4dar| 
«Matiaoi  jr  *  juataik  c 


91 

otiM  q«t  M  fwjPMA  «a  ktft  A«41p«(if  ^tto  el  de 
GoMtepeo,  el  de  74t«otepeO|  lUaliza^aa^  y  cer<m 
del  paerte  de  Acaimloa  haoeo.  el  rio  de  las  Baban, 
el  del  Papegayoi  qué  son  muy  graadea,  y  de  Aoa* 
hoiMila» 

8&  £a  ^  partido  de  Qiuiiehoabuao,  de  las  fuen- 
te» de  Santa  Mada,  qae  llaman  de  les  Aguacates, 
temple  del  paraipo,  donde  ai  aflige  el  caler  ni  se 
aieate  el  frió,  ee  for«M  an  arroyo  de  agua  qo^^sale 
del  pié  de  an  eajniie  tan  grueso,  qae  medido  tie- 
ne enatro  bvaaa  en  eontorno}  y  tiene  aa  pla^  de 
peBa  aqaesta  foeate,  de  deade  aaee  ea  die«  eanaleSi 
salta  á  la  banraasa  de  laa  fuentes  de  Gfaapaltepee, 
se  hvmA  otro  arroye  dos  legaas  de  Qoeobaabaao, 
ea  ti  iageiáa  del  awquós  del  Valle:  de  las  fuen- 
tes de  J^tt^peo  se  forma  ¿  poco,  distrito  otro  rio; 
todet  be^  báola  d  Star  4  desembocar  al  mar  coa 
tantoe  bmasB  y  avenidasi  qae  &  cada  paso  se  ea- 
eaeatra  eoa  eUea« 

8&  Sitie  de  Tolaca.aMe  de  las  faeates  de  Cbioo- 
aatnatenm^  qae  hoy  UaiaaAiSaa  Mateo:  ¥a  per  los 
Uaaoa  de  Istlakaaoái  rio  oaadalosoí  coa  los  bv^os 
qae  se  la  allegao;  entea  ea  la  laguna  de  Cbapala^ 
de  k  proTÍneia  de  XaUsoo^  y  con  tanta  fueraai  que 
se  ee&tk  per  atoichas  leguaael  agua  del  riO|  ea  es- 
pecial euMde  entra  en  tiempo  de  aguas  turbias* 

87.  De  Guapango^  que  es  ea  la  Otoml»  de  uaa 
lagaña  hermosa  aaee  el  rio  que  ?a  á  dar  á  Saa 
Juiadd  Bie>  t«A. caudalosa^  qveá  TCMsla pusaa 


«2 

en  eanott:  está  más  allá  de  Zimapan,  e&  el  tsmno 
que  viene  de  Escanela;  se  encuentra  con  el  rio  de 
Tuh,  y  levanta  ün  penacho  hermoso.  Tiene  este  rio 
tres  pilares  fortfsimos,  que  los  antiguos  hicieron 
para  puente,  dificultando  el  modo  cómo  en  medio 
del  rio  se  pudieron  haber  hecho.  Los  indios  vie- 
jos dicen  que  tienen  noticia  se  hicieron  de  cal,  hue- 
vos y  sangre;  no  sé  qué  verdad  tenga.-  Estos  ríos 
van  «á  encontrar  á  otros  dnco  que  nacoQ  de  las 
sierras  de  Meztitlan,  y  entran  al  mar  Océano  por 
el  rio  de  Panuco,  bien  celebrado,  adonde  entró  con 
•toda  una  flota  doce  íeguas  adentro  D.  Luis  de 
Yelasco,  el  mozo,  cuando  vino  la  primera  ves  por 
virey  á  reconocer  la  tierra.  Rto  es  éste,  que  á  na 
tener  bancos  de  arena,  en  üa  booa  pudiera  servir 
de  puerto:  también,  como  el  rio  de  Qualdalquivir, 
sale  y  se  deseniboca  con  éste.  £1  rio  de  Rosas, 
que  pasa  también  por  cerca  de  Tula  y  el  de  Guaub- 
titlan,  porque  éste  entra  en  el  desagüe  de  Güegtt^ 
toca,  siete  leguas  de-  México,  y  sale  por  la  boca 
que  llaman  de  San  Gi^gorio,  al  de, Tula  referido. 
88.  En  la  tierra  adentro  de  la  provincia  de  ifi- 
choaoan  y  Jalisco,  á  cada  paso,  los  ríos  atraviesan 
los  caminos;  algunos  con  tan  abundantes  corrientes 
en  tiempos  de  las  aguas,  por  las  avenidas  que  se 
agregan,  que  es  necesario  esperáis  ala  orilla  á  que 
bajen  para  vadearlos;  otros  tan  rápidos,  que  aun- 
i^ue  liega  sobre  lá  rodilla  de  la  cabalgadttta  el  agua, 
no  hay  cab^uto  que  no  S0  desvanezoa  al  pasarlos. 


98 

Coir  aer.Bl  camiao  de  NaéTO*-México  tan  dilatado, 
BÍeaipre  llevan  aguajes,  y  para  templar  lo  dilatado 
del  camino,  tiempla  Dios  sus  rigores  con  el  éntrete- 
nímientó  y  diversión  de  tantas ^guas.  £1  rio  délas 
Nazas,  es  rio  grande,  7  el  que  llaman  del  Sacra- 
asento,  de  donde  empieaa  el  gobierno  y  juridicion 
espiritual  y  temporal  de  la  Custodia.  ¡Diohoso  prin- 
mpio,  pues  con  aguas  (materia  del  bautismo)  que 
gozan  nombre  del  Sacramento,  se  puede  prometer 
dic3ioao8  progresos  quien  lo  pasa! 

89..  £1  rio  del  Norte  del  Nuevo-México,  compite 
eon  cualquiera  de  los  tres  celebrados  del  Perfi,  de 
que  diré  algo,  p<»rque  la  grandeza  de  aquellos  cesa, 
que  lá  del  Nuevo^México  en  su  celebrado  rio  nace 
en  las  sierras  y  se  junta  conotros*  muchos  que  de 
las  fuentes  y  nieves  se  componen.  Éste  se  pasa.en 
el  pueblo  de  los  Mansos,  donde  está  el  convento  de 
nuestra  Señora  de  Quádalupe,  llamado  el  Paso:  al 
invierno  se  hiela  por  encima,  y  queda  tan  condenr 
sado  el  hielo,  que  sufre  el  peso  de  los  caminantes 
que  le  paton.  Corre  por  muchas  leguas,  y  no  se  ha 
descubierto  por  dónde  se-  desemboca,  por  ser  tierra 
de  ii|fiéles  y  bárbaros  que  lá  habitan,  tantos,  que 
parecen  hormigas:  sábese  que  al  mar  del  Norte  ca- 
mina. 

90.  Tres  rios  tiene  memorables  el  reino  del  Pe- 
rú: el  de  Orellana,  el  Marañen  y  el  de  la  Plata.  Llá- 
mase Oréllana,  poiíqiíe  el  capitán  Orellana  navegó 
pof  él  y  flaUó  al  Norte:  el  segundo,  porque  el  oapi- 


tan  Mftraltata  lo  tlettoubrió.  Naee  el  Man&fs  on  la 
puiita  de  ViIl»ota^  jnüto  al  Cuzco;  f  oamudo 
aiT(^yttelOy  «otra  m  el  mar^  comando  la  costa  del 
Brasil  coa  ciento  y  cincaeiita  legaas  d^  boca.  £1 
de  Orellana,  regando,  granjea  provii^ciAiy  Uega  á  la 
Nttova^Andalnoia,  y  tiene  más  de  cincuenta  legiiM 
de  l^ooa.  Otros  le  dan  noventa  y  cinco;  otroa^ciiea- 
tai  n^taa  no  es  tan  desbocado*  Lo  ciorto  m^  (|na  dM- 
emboca  al  msx  por  siete  canales  bien  anclMB,  taalo 
que  no  se  ve  tierra  por  sus  ladosi  A  estas  eanaleB 
llaman  en  aquellas  partes  bocaa  de  losdragoa^  y  el 
rio  se  nombra  Ortmo^ue.  £1  rió  da  la  Plata  naoe  a»- 
tre  Cbuquiago  y  Potosi:  llámase  en  Chuqmsaoar^ 
Ciudad  de  Fiata^  el  rio  Pilcomayo;  pasa  saia  legnaa 
de  la  ciudad  y  atraviesa  por  el  l^araguay.  Da  aekoa 
tres  riqs  ponderan  exceianeias  Garmkso  y  otrod,  di- 
ciendo exceden  al  rio  Nilo^  llamado  Rey  de  k»  Bumi 
en  el  onivereo.  Waltero  dioa  que  Cae  en  tierra  de 
laa  Amazonas,  que  está  desde  dos  grados  de  aHa- 
n  hasta  cuatro; .  pera  Zarate  dice  i|ua  es  sa  reifta 
Guaboimilla,  que  en  su  lengua  quiera  da^it  Oíalo 
de  Oro,  por  el  muOho  qUe  alliae  oriav  AJgunoaeon- 
funden  los  tres  rbs,  queriendo  qae  el  da  OreUaiia 
sea  el  Mara&onf  otroa  qua  al  rio  de  la  Plata,  catan- 
do centenarios  de  leguas  distantes  los  unos  da  laa 
otros:  Orellaaa  sale  al  Septentrión  por  junto  á  la 
Nueva^Andalucf a;  Marañen  al  Norte,  desde  la  oos- 
ta  del  Brasil,  que  corre;  el  de  la  Plata  al  Orienta, 
con '  tan  rápida  conñMte)  que  beben  loa  oairegastiiii 


9fi 

agttft  d«lotf  worentaiegttaé  á  kk  nur/cpia  ttiiÉ#  du^ 
ra  la  TioleBcta  de  %n  monatmoao  oaerpo» 

91.  ÜQ  lir  gran  China,  refiere  el  padca  JNavártfi^ 
te,  eatta  siiuáios  rioe  hay  sao  hecho  á  bmdo  gue 
com  doBcientaa  leguas  y  lleg^  ceisca  de  la  oorté,  y 
se  ifi?ide  á  N^erte  y  á  Sur;  otro  que  liaman  Hoang^ 
rio  amarillo  ó  tojo^-  que  corre  desde  aa  DacimteDto^ 
que  es  al  PeaieDie,  más  de  ochociantas  leguas.  Ss 
muy  rápdo,  y  conserva  el  csolc^desapgfe,  sin  perder 
su  cdor,  ea  distancia  de  ta&taa  legnú;  yia  raeon 
es,  porque  la  tierm  péf  donde  pasa  ea  blimda  y  de 
aquel  eolor,  y  como  la  oerriente'  es  rápida  y  hace 
tantos  remolinos,  le  incorpora  on  ai;  por  asta  oansá 
no  puede  beberse  él  agua,  y  los  que  la  nav^aa  Its- 
van  agua  para  beber  prevenida.  Loa  barqueros  ÜSf 
tan  una  tinaja  y  le  echan  alumbre  dentro,  y  le  re* 
friegan  oon  ella,  y  an  dos  horas  reposa  el  agua,  y 
quedando  abajo  la  tierra  queda  tan  dará  y  criabdi* 
na  con  el  beaefido  de  la  piedra*«atiimíbre,  que  exce- 
de &  lasque  llevan  para  aBegoravse  la  ciudad.  La 
anchéis  de  los  cerrientes  do  este  rio  biso  un  muro 
de  más  de  dos  braaas  de  anoho,  muy  albo  y  veinti: 
cnafero  leguas  de  krgo.  Oreoe  á  veces  tanto,  que  se 
acerca  á  su  altura;  y  el  aflo  de  ochei^  y  seis,  que 
Balié  de  madre,  muchos  pueblos  y  trillas  quedaron 
con  sus  eseerlaa  eeputeadoaen  su  areiia  y  ouUertos 
de  su  lodo. 

92.  Lagunas,  cuyaa  riberas  son  fértiles*  y  llenas 
de  amenidad  y  fteaourai.  y  de  pesoado  abuedanies. 


96 

que  ^stran «it  luju^qftiM.dekcwdftdll^ffdms. 
Sdlian  fitav^ar  por  eUa.  bafcoe'  luengos  con  velas, 
y  traían  hZh,  tablas^  hiriDa  y  btraa  cosas.  Llen^ 
de  lamtiSy  y  vuetoo  <|ue  «ra  istayor  el  posto  del  flete 
de  los  barcos,  y  cesaron*  Aqai  J^ao  querido  algunos 
qu0  baya  sumidero  de  aguas  viendo  entrar  tan  gran- 
de golpe  de  corrientesi  asi  de  las  acequias  que  reco- 
gen  las  avenidas  ootnp  ^  lia  laguna  duloe.  Un  rali- 
gioflo  de  la  CpDipaBia  de  Jesús  estuvo  i^ochoa  me- 
ses^ opu  iiüveacian  de  tablas,  cavando  (guiado  de  un 
mapa  de  I09  indios  ant^uo),  y  ca^lPadoiS  d<^roo  ei 
deaagiie^  Lo  que  hombrea  pr4<^tioos  si^ten»  ea:que 
íqI  agua  se  consuipe  eu  la  realidAd;  y  09  a&npan  que 
bea  por  sumidero,  porque  por  p^quelU  que,  fuese  la 
boca,  por  ella  sehubien^  sumida  toda  ln  aguaf  peeo^ 
de  no  baberle,  es  cierto  que  por  los.  pqroa  ^  venas 
de  la  n^ma  tierra  se  consun^e*  El  ^tedrát¥H)  de 
astrología  don  Carlos  do  Sigüwza,  biombre  juioio» 
60  y  curioso  en  investigar  la^  antigüedades  do.  esta 
ttevra^  y  acertado  en  Ijcs  pronósticos^del  eielp^  ha 
ido  vairiaa  veces  eon  canoas  de  porte  y  pequefias 
por  8^  y  cuatro  días  á  «ondear  asta  laguna,  y  á 
ver  si  bay  rastro  de  suipidero  alguno,  y  no  le  ha  en* 
cofitrado  (1).  Ds  laguna  ra6%  q^ie  por  al  rauqho  aa- 

«  • 

(1)  Cnanclp  escribia  eata  resofia,  no  se  habla  descubierto 
el  sumidero  del  Peñol  que  descubrió  Carlos  Paobedo,  natural 
de  México  y  vecino  del  barrio  de  San  Lássaro.  T  se  dice  que 
en  esta  laguna  Istfkbia  tres,  que  en  la  antigüedad  se  abrían  y 
oeirabaa;  y  sejUaoons  quafaeaan  eon  nuqr  buanor.aadivsiii- 


3tBdb  panda  bÍ  !■■••  loto  lu  agUR  mda 
V  MaMM,  pn  Im  TÍnfeiw  tmím  qn*  aopha  m 

H  h  te  CMOal  Beatepae  haj  nna  bgaiia 

'■)Hi4t  Iw  agina  Daradins,  porqoa  ptredó 

"^^f  pMi  inadaaiaBaa  da  Méxioo,  el  que  ae 

«  ■»  «bada  da  Túta  Tiras  de  aoobo  j  aa- 

wr  las  aguaa. 

Irate,  poc  6t- 

le  Méxioo,  al 

vaa,  oomo  ha 

uida  del  paa* 

mus  te  abren 

9s,78aoaoon 

laguna  Taolo 

iro. 

t  media  legaa 
idnloa  j  orta 
irbolee  que  la 
■  dear- 


orta,  hajatan 
lastáemiua 
I  aoidade,  por* 
laZampaago, 

ritBiMtie  Hda- 

poM  i  tedftM 


t  <. 


I'    V 


mxftk  k  la  dopftn  QáÉbiUÍ  y*  de;  al^tAfáihí  ianí'' 
émáaakáe la ekdMb omifau  08d&  wak iie&e'te  te- 
gaasy  y  crian  algan  pescado,  aunque  peqm&os,  y 
áitrariioKtieae^tulKreBíqde  cKiaiiiyM*bireii«dilBpédb8, 
yíia^i  canuda  patwidv  di wneM  f&^       Ote^hr 
gBa%aiiiiqii0.muébaiiiaiioiv  estíraielaate,  joataal 
desagüe  de  Gíiegttatoeft^  quéies  da  agoaaltervedi- 
flOEuda  QoyeáBptOj  ooa^otncialaiKlatqfMiooiDel  loi* 
patatde.ks.  asreaidasi  saala  moipev^  y*  yÉ>  á  lade 
Zaaqnogo.  Bstae  tees»- laguas' sea' heelna  pata  mi* 
Borar  hB.agoaa  qne¿eatfaB;ea  lalAipiaadi  Snea- 
aa¿  Bi)l&fiÍMnajda  Tbloea^  an^lo^alto^  ei 
gaaastMoy  frtasiy de:iB«lia.aiaaaMad¿  Bael'paa» 
Ua  dai  fian  MatfeaiAtenooiaaiá^ttaa^l^ptttt^qne  m 
Ax»a.áajlas  ÜMateatdeLria^aa^tatpIírla  oindad 
dé  Leroia^.j  eadateda  raeoMMon^yi  dé*doade  Ua* 
wftJoaaatoraáea  &Mé(iáaa^  qaa  eaté^éiieha  legiiasi 
laDaa  y!  pflBoada«aaiHnd*Beia^ 

93 1  £^  las  Uanm  daPavotr eatéa[)0iM04U|gi^ 
qaa  llaBMHLda»TliudttO:y  ActíaM 
quieren  que  hayan  sido  en  otros  tknpaatTrteaaaB 
qfea  iaífa)Biéiéroa  ytqaadaaáiKda  aüoaaitai  lagunas 
ftnaaid8%  ¿  aMdada;caliefa8i  SanidaagpaaalolNra, 
ytauay  davas)  yf  hi|as».apMrtadfca>MMa  de^^traa  á 
á».ji  tDMkgByassañafrim  f  eseadft>— aada  lyJMan- 
00  que  llaman  p^íe^rey.  No  tienen  oorrienies  que 
les  entMB,  porqM^eekfe  en  ráoamltds'aiaeay  lla- 
nos: oreeen  y  menguan  como  ú'mui  y  no  so  les 
halla  fondoi  annqua  sa  han  sondeado  aan  jaucha 


JaliBOOy  tíene  laáa  da  veinte  l^goM  d$  bpj.  Ba  loa 
napas  le  Uaaiaii  Mar€  chapaHomB:  ea  de  agoaadnl- 
MB^jeiámxi  en  eUa  nmolM  maBantíaleadepor  alli 
^n  atroyoB  y  el  ÚQ  geanda  qae  naeeen  AtoiiMf  ea 
Tol&oa,  que  le  haMakgim  de  mocho. foadk).  V<éee 
correr  el  rio  por  muchas  lagañas  come  on  t^ali^e 
le^eiBe»  en  particular  m  el  tiempo  de  las  aguas,  que 
Tan  laa  del  rio  algo  turbias  y  las  de  la  laguna  están 
inuy  clans:  en  ella  sereooge  bagre  y  pescado Irian- 
eo  de  más  de  media  tara)  no  sufre  labsmisea  de 
lae  olas  d  que  nayeguen  caneas*  Válense  ka  natu- 
labs  de  unos  carriaos^  hadándole  en  ladelanbera 
una  como  proa  y  caballeio  en  el  caniae.  •6cai4as 
jaemas  denlto  del  agua  va  el  pnscader  pescando, 
fán  ak^airse  de  la  ribera^  por  jA  riesgo  que  cerra  de 
la  corriente  del  rio,  que  sala  de  la  laguna^  Y^V^ 
cns^egoas  hace  un  salta  y.  catda  de  mudies  estirfosy 
y  .corre  íiasta  entrar. en  el  awr  del  Sor» 
.  lOL  Refiere  el  padre  3V>ii|uemnda  (en  riiShld, 
cap.  S7),  ties  lagunas  de  laspronrincía  de  NÍBaragaa: 
launadp  caarenta  legnas  m  eentorao,  y ^itna en 
qua  desagua  aquella  qua tiene  más  dettea  hgiiaa 
ea  círcBito,  que  desagaa  ea  otra  da  ana  legoa^  y 
ao  ae  les  halla  fondo.  Bala  isla  da^SaataDeadago, 
ana  ea  lo  alte  de  ana  sieHai  quabaoi  9a¡dceo.as« 
tmeadoaoa  las.  agoas.  qua/hiéaa;por  pdnseosi  y 
ilaaiaa  Neibac.  etiaaví  1#  piaiioalá  desJaiagoa,  «a 
la  anama  iski  qne  tiene  qoiaee  legnas  düJama  y 


IM 

-iu»ét,ét  igw  •dtda.tM  Mwfelalki 
U^  J  «  «fc  w  haUM'tibannH  7  ptMidoi  mft- 
■K  IM  «■  kgn»  d>  U  jw:  diiidenli  d«ilh 
«•iaBiiltia,y<ilnjii>g>poiMiui.  Otim 
*t«AHft  A  iqaMta,  7.  n  algo  dnloe,  7  deaagu 
■kpndi:  M  tiua  pMoad».  OtmMtáanatro 
tTH^bMd^  dm  CyanhtBwüaB, aatn .nnai 
^^■ij  hiM<aHi  aaaqae  pa^pulU,  7  de  «Uft 
Bien 
Oria 

«i» 
el» 

".y 


0(n 

[^ 

■  loe 
i.Ee 


■de 
■trie 


titfrtett  tts  tierras  m  arrenidas,  y  Ée  Mitr  paiMdOi 
y  «1  tí^po  áel  verané  y  k  óttaresma  la  desagow 
y  éiéiábi^att  ^Q  élk^ muéftas  sónentenésdé  aiáfaÉ y 
etratt  odsAsw  La  ^tra  és  lá  cétebta  lagüiml'dé  TanA- 
gua,  ^ue  ebtá^  jtoto'  al  paérto  dé  TampioiH;  ^íaüHi^ 
Be  doee  legüád  de  largo  y  otrait'  tiútaai  de  áné&o. 
Éé^  Atty  fdmdftUe,  y  Bace*  de  madunr  y  gíMi^foiírlba 
que  1ía|ftti'  á'  lá  rierrá'  de  Ghiandiinát^^ot  én  eMah- 
güiná  dé  a^guadúlee^ se  coge  gran  cantidad ée riSlia- 
h  y  camarón;  el  mejor  de  toda  la  Nueva^^S^paBa, 
y  sé  pnnreeb  há  áoi  ciudades  de' Mélico  y  FáeMá 
de  ella'  éü  gfáttdó'abanddinciá:  fSeiie  desajgQe  al  lisai 
áéí  Ñ(M6,  y  éi'  nray  celebifada  en'  todií  lá  tieritt: 

]B63.  Bé  liúr fbcentes  e)ít  necesario  hacer  un  Ubro 
entero,  i^(|tte  Éáá  tantas  y  á  cada'  t>ato  loc(  uianasi- 
fitde^  tánf  datoé-,  qae  por  estéril  qué  éeáel  étfmino 
imoea  lé&lta'  el  aSvio  del  aguay  auiiqué' éea  cMrta 
la  jttnadá;  Iblá  ifbérá' de  eaíta  laguna  dielliiátiá  á 
cada  Otiadra  é^  éxMüentran  manantiales  dV  aguas 
saludables^,  tan  clareé'  sus  ojbs^  como  los  djosrde  la 
téxú!.  Bebde^  el  pueblo  de  Ayotsinco,  qué  (|YÉiére 
deeiif  én  ti  principio  de  loa^  manantiaM'  éff^  laa 
égutcsi  ofiF  él  agua',  jfiáíf  el  manantial  áieigpixtí^ 
i6f  itíntfí  é}  prificipio',  y  col-  prépoy etoír  dé  lugar. 
'Bé' éüttfy  pi^i* amené' ritio^*  ^  e^  áf hAfddas 
dé  tmi^siélMr  fréhdiíibrdé  «rV6tédir¿  á  1»  pUñé  dtal 
0iif,  /á'láléégkiá/  déi'  águá  ddndé'éMVél^'piMMé 
^éJíAf  ékMMMMMtdá  difluí  eüMui^dé^ifte 


"M  i  MbxIov  m  nSMIiinBMito'  AMNfciWf 
áa|ta  ét  b  fiMoon  4s  loa  rMIotM 
n.TÍi  h»  MriKitBMs  d«  Iw  BáÍK»i  M  Ut 
'iwfckhgsna,  k&t  /  oarboo  ánmñiiit 
■i^leqa <Uat  Hí  Ubüín  imctM «^Uls- 
kak<tK;<l  qi»  iiMM  Imer  aittiutlli 
A  ■  MlMt  AUh  TaM  «ha  #  <gia  <^i 
i*Mi  uilM  M  M  4«  fi«i«|tel,  qM  «M 
i«dM4iéa  lügAel,  <•  aoM«<*tHM- 
tai  «r  «Mii^  p>te  anieliU'  jiéiMini  qtü 

i» 


M 


IM 

te»  %M  má  IfiM  pftra  el  ragalo  do  lM>hwribm 
y  en  400  8^  nuMstian  cuidados  soberanot  do  ra 
Autor  Etono,  diré  oolanoato  do  alganas  «figo- 
loroi. 

104,  Eu  ol  eoRO|  media  logua  do  la  ciudad,  oo. 
iá  uu  Biaiiaatial  dentro  do  los  janünos  dol  palaoio 
do  los  viroyos,  dondo  so  liospodan  antes  del  xooebi- 
miento  público  á  sus  ^enidasi  cuyas  aguas  vtuí  por 
tugoa  do  cal  y  canto,  y  beben  do  oUas  la  mitad  do 
la  ciudad;  otni  fuente  está  en  Santa  Fe,  tres  leguas 
de  la  ciudad,  y  do  olU  Tienen  las  aguas  por  oróos 
<de  cal  y  oaato  muy  hermosos,  tan  abundastes^  que 
4  TOCOS  so  vierten  do  la  tairjoa  pesque  rebosan. 
Hada  el  Norte,  un  cuarto  do  legua  de  Santia- 
go Tlateluloo,  está  el  mana^tisl  de  Xaneq^inoa, 
que  viene  á  dieho  barrio,  aunque  eoele  fidtar, 
porque  la  taijea  es  del  misqio  sueto^y  90  han  te- 
nido la  curiosidad  de  hacerla  firme  para  qaé  oaté 
perenne:  os  el  agua  aarca  y  muy  delgada,  y  aSl  la 
beben  de  r^pdo  personas  que  se  hallan  nugor  con 
olla  que  no  con  la  do  Santa  Fe,  aunque  oa.may 
buena* 

1Q6.  Ko  08  de  menos  importancia  el  manantial 
^M  está. en  Hiátailopochco,  que  los  ospsAolea  lla- 
man Chwnhuscoy  donde. está  un  convento  y  novi* 
dado  do  los  roügípaoo  doseabsoaide  nuestro  l^dre 
Ssn.FrMdsoo^  ios  leguas  do*  México  al  Sur:  éate 
abrieron,  los  de  Cuyoaean  en.  tiomp»  do  su  gontili- 
ded,  y  fiué^ta^tá  lo  ossiioat^  qust  oetavisron  parm 


•   « 


•m 

tllodi4i'^e''lw«M<  nc^aMofo  HfMymk  Iwoln^ 
li>HiatttiBi>«<ta' *m  k  Pela'  0»lil%  ^arm  ili» 

AgttMáli'  d«M  IH»  Ommíi^  y  OlM«<  ^M'  •«'«kiMiNM 
l^tMMb  riMriM|<y  áMtdiMtfasiNWÉqil^laieMáillili 

lÉim  qutf'^á  CUihiliDtihttábi  EMtfiílMitW  SMbm 
dtF^  TKltetMMf  él  d»*  Ib  líotter  fie  •  Mitoirthi  á^XdAi^ 

del jftteblo'd»  SuilJáf  (í*\A\  e(<t»<8M  ««f^dlítfNAolh 
1^^;  «1  d«<  lIMélttíito'  At'Siní'  P«di^  qM  Mttf 
M^aM  kbjtt'-de'ttMrd'ttktaHtt^ycíti  «I^UHvtwluH 
Itoá  de»li«  M|(eKÍoA»  dbl  sgtt»  4ítto<»'«rtkdM^-«ft>«« 
itatfof«2'gHtod«'de^^ift  dc»'  «ni  pMUa^  51  uta» 

FUiit«0batti  ptolMí  )^'  vidriM^  ]p  06  tM  dfldi  «nri* 
ba  brillar  juntamente  con  las  plantas  qaerMMB'A 
IprflMrft*  de'lOb'pdUueoSiqíM  l«i  iQiMoiii. 
108.'  De  1«  otftt>l«iídtfd«l  8m^  ett^Iii  lidian» 

H«n1»í  lM0^hllttiitaitíifiM<^f^i(tb»!qtt#fofllltt4tR»» 
^  qtte¿c<H<qiiNiefi^rí4)B'.  &tfd«'Sbntfl  Muií^dvWt 
■Aiga«MtW)le|(tffv y médib  d»  Oa«iPiiiRVMa,'iRl«f4 
^é  d^-ttif'SaiMn<i'd»Mb-lfar8ttird»graese^'qi^ 
táí-«&'«D«<lMmraiMi;  fAv  «tto  fikeat^.tOfdMir 

iliú^btíiÉM  á'tnnb^  s»{foHD«<el  (ovoyo^  iriii#id 
(^  ri«|iKtá<MeiuiiV«o«.  Mbttl  Qtteite,vd«i'liguito 
dbli^iol*  |n«Ub/4ií)««w4Iáalad»>OfaiiiaiMp*o$^hajr 


109 

iDgenio  diTS^oéi  dóíTallé,  y  í  poco  ftoofeio  os 
■áB  qms  acrayo.  A  fam  faldas  del  oerro  de  Tepoa- 
(koy  aatá  an  maBantial  taá  oriatalino,  quo  le  Ua- 
fliaa  loB  natuxalm  Ataoatly  que  es  cristal  de  agoa: 
hfa  &  Ziohtepeo,  y  de  ella  entra  en  el  conTento. 
OtMa  fnmtea  estás  al  Qrinle^  de  Xitthtepecii  un 
coarte  de  kgua»  que  manan  al  pié  de  unos  sabinos 
ahee  y  fieondoses»  que  fonnan  un  arroyo  que  riega 
la  caSáda.  Jk^o  otiw  muchas  de^  este  gi^nero,  y 
psao  á  otns  abgalarea  que  muestcan  las  maravi- 
Usa  dt  M  Autw. 


\>  . 


VI    It    . 


•SiMBW^ 


OARTUtA  VL 


De  alganas  aguas  j  manaatialeB  partioalaraa,  en  que  mostró  1* 
FiroTidenoia  Taríaa  marayillai  de  sn  Autor  Eterno. 


109.  No  solo  en  lo  visible  y  dnloe  de  las  agua 
quiso  Dios  nuestro  Se&or  mostrar  lo  liberal  de  sa 
poder  en  oomunioamos  sus  dulauras,  pero  también 
fué  servido  de  que  en  lo  oculto  de  las  entraffas  de 
la  tierra  advirtiéramos  sus  maravillas  y  discurrié- 
ramos sus  secretos.  En  Tehuacan,  cuarenta  leguas 
de  México,  nace  una  fuente  que  no  corre  continua- 
mente,  porque  una  bora  corre  y  otra  se  suspende; 
y  todas  las  veces  que  el  agua  asoma  por  la  boca, 
envia  por  delante  cantidad  de  aire  que  bace  espan- 
toso ruido.  Junto  á  Nejapa  hay  una  fuente  que 
nace  de  un  volcan,  y  corren  sus  i^as  de  noche 
hasta  las  siete  del  dia,  y  luego  para  y  se  sume  el 
arroyuelo.  Junto  al  cerro  de  San  Juan,  en  la  pro- 
vincia de  Ghoroteca,  hay  otro  que  corre  hasta  me- 
dio dia,  y  después  no  parece  una  gota.  En  la  pro- 
vinda  de  Ghiapa  hay  una  que  tres  a&os  continuos 
corre,  y  otros  tres  deseansa,  que  aunque  las  fuen- 


111 

tes  ittmaslUM  se  cansan  de  correr,  j  algunos  no  se 
cansan  de  mandar. 

110«  Eq  Chile  entra  Atacama^y  Copiapo.  Hay 
eu  el  despoblado  un  rio  que  al  punto  que  sale  el 
sol  comienza  á  salir  el  agua,  y  continúa  hasta  que 
el  sol  se  pone  {Calaneba  2,  lib.  /,  cap.  8 y  núm.  6); 
de  tal  manera  se  estanca  la  fuente,  que  ni  una  go- 
ta Tuelve  á  manar  hasta  que  sale  el  sol;  retrato  de 
la  fortuna  y  espejo  del  deleite  humano  que  sale 
con  el  sol  y  acaba  con  la  naohe;  imagen  de  la  li- 
sonja que  acompaSa,  y  celebra  al  sol  que  nace;  y 
al  contrario,  en  un  pueblo  de  la  sierra  llamada  Pi- 
ra, en  la  provincia,  de  Guarías,  hay  un  manan- 
tial que  llaman  Gicchi,  que  quiere  decir  noche  ó 
murciégalo,  porque  al  punto  que  anochece  .se  ^stan« 
ca;  de  suerte  que  parece  no  hay  allí  manantial,  á 
no  estar  alli  el  del  Chile  más  de  trescientas  leguas: 
Je  éste  se  pudiera  pensar  que  era  uno  mismo,  cor* 
riendo  allá  de  dia,  y  acá  de  noche. 

111.  De  una  fuente  que  está  eu  Chile,  en  un  va- 
llo pequeuo,  llamado  Peteguelen,  se  dice  que  cuan- 
tas piedras  cría,  y  cuantas  guijas  sus  aguas  cubren, 
tienen  una  cruz  muy  bien  formada,  del  tamaüo  de 
una  pulgada,  de  color  de  jaspe  unas,  y  de  color  de 
uabastro  otras,  y  de  color  de  ébano  algunas:  y  no  pá- 
1  a  aqai  la  maravilla,  porque  por  cuantas  partes  quie- 
bran sus  piedras  hallan  perfectisimas  cruces,  y, vuel- 
tas á  quebrar  por  cualquier  lado,  se  descubre  la  for- 


112 

ma  soberana  de  la  croas:  aguas  maravillosas,  milagro- 
sas y  dignas  de  que  sean  en  veneración  tenidas. 

112.  T!n  la  Guasteca,  cincuenta  leguas  de  Méxi- 
co háciu  ui  Norte,  adelante  de  Jilitia,  en  la  cumbre 
de  Tamapachi,  esté  una  fuente,  que  con  las  voces  ó 
con  ruido  de  trompetas  ó  clarines,  se  inquieta  y  sale 
con  grande  fuerza,  y  si  multiplican  las  voces  mul- 
tiplica su  furia,  y  en  callando  sosiega:  Otra  como 
ésta  refiere  el  padre  Cnlancha,  que  está  junto  á 
Quito,  en  el  valle  de  Chile,  que  con  estar  baja  más 
deuna  braza,  con  las  voces  y  ruido  se^embraveee,  de 
manera  que  crece  y  sube  hasta  derramarse  y  hace 
espumas  que'^muestra  su  furor;  y  tiene  esta  fuente 
otra  propiedad,  que  si  en  el  hueco  por  donde  sale 
el  ag^a  le  meten  palos  ó  lanzas,  las  admite,  y  ni 
punto  ins  arroja  con  tanta  violencia,  como  si  manoA 
de  hombres  las  despidieran.  Este  es  manantial 
guerrero,  y  otro  que  hay  entre  Quito  y  Sangolqui, 
refiere  este  autor,  que  cuanto  le  echan  en  el  catio 
por  donde  sale  el  agua,  lo  sorbe  hacia  adentro  y  se 
lo  esconde;  y  si  le  ponen  la  mano,  la  tira  con  vio  • 
Icncia  para  adentro:  manantial  codicioso. 

113.  En  Cuauhtinchan,  cuatro  leguas  de  la  Pue- 
blo, hay  unas  aguas  que  sirven  de  regar  la  huerta 
del  convento  nuestro,  porque  para  beber  hay  alji- 
bes donde  se  recogen  llovedizas.  Estas,  pues,  en 
los  catios  de  la  tierra  por  donde  pasan,  por  curso 
de  tiempo,  hacen  costra  como  piedra  blanca  de  cal, 
y  d  veces  se  hallan  piedras  gruesas  en  los  aljibes, 


114 

116.  Bn  Qnancabriioa,  dicen  fttttoffti^^iim  e 
yeinticuatfó  horas  se  oonvierte  en  piedra  la  mad< 
ra  con  la  calidad  de  las  aguas,  y  que  no  hay  sin 
haoer  labores  en  madera,  para  qae  salgui  piedn 
y  que  de  ellas  están  hechas  las  casas.  Bs  engafii 
porque  con  el  tiempo  y  con  al|;anos  aiioB,  ae  hai 
la  trasformacion  junto  al  Cuzco.  Dice  hay  oti 
manantial  que  hace  el  mismo  efecto,  y  el  agua  < 
colorada*  Dos  efectos  advierto  en  estas  aguas:  ui 
que  cubre  de  piedra,  y  otro  que  conyierte  en  pi 
dra:  el  más  eficaz  es  el  que  trasforma;  pero  éste 
de  tierra  6  de  madera  la  materia.  ]0h  hermosur 
de  las  obras  de  Dios,  donde  los  encneiitros  fórmi 
belleza,  y  la  variedad  da  motivo  á  stM  al^banzi 
Bl  padre  Busebio,  en  su  Filosofía,  trae  ^ariasfu^ 
tes  donde  se  encieuden  hachas  y  se  coMorvs  f oej 
el  curioso  podrá  leerlas  mejor  en  él. 


lil'lUh  J.'.iJIMHI  flllli.l  IM  M      II  II  tf,  'Ht 


OAPITVIOTII. 

De  los  bafloA  de  aguas  calientes  de  diversos  géneros. 

116.  ÜOM  la  Nueva-^-España  gran  número  de 
bnSoE  de  agaas  calientes  en  las  más  provincias,  que 
sirven  de  botica  á  varías  enfermedades,  de  diferen- 
tes caKdades,  por  la  diferencia  de  venas  de  donde 
salen.  Unos  naeen  hirviendo  y  se  templan  andando; 
otros  nacen  tan  templados,  que  en  el  mismo  ma- 
nantial sirven  de  regalo  y  causan  la  salud;  otros, 
que  de  una  parte  sale  caliente  y  de  otra  fría,  con 
qno  se  tiemplis.  En  el  Peñol,  dentro  de  la  laguna 
salada  do  México,  están  los  baños  calientes  de 
piedra-alumbre,  donde  la  ciudad  acude  para  dife- 
rentes achaques.  Están  con  sus  aposentos,  y  muy 
acomodados,  en  especial,  el  baño  que  llaman  de  la' 
Marquesa:  causan  sudor  copioso,  y  fortifican  los 
nervios.  En  la  ermita  de  la  milagrosa  imagen  de 
Qnadalupe,  media  legua  de  la  ciudad  al  Norte,  es- 
tá un  po20  de  agua-azufre,  más  tibio  que  caliente, 


<lond«  bu  stMáe  vanos  eaftrWH  par  b,  ihliA  del 

tigiu,  ó  por  bftbvrse  ii[nrecido  ea  aqsd  stio  sa  mt- 
lAgrofft  imagen  y  haber  esUdo  allí  U  mediana  de 
toda  enfennedad,  la  Reina  de  loa  cieloü.  Está  cer- 
cado y  con  BU  techo,  y  alrededor  de  asientos  y  coa 
HU  llave,  de  ocho  raras  de  cir&aíto.  En  la  dadaj 
d«  los  Ángeles  hay  dos  baSos  de  agna  caliente  da 
azufre:  el  uno  estacón  toda  curiosidad  y  preTencion; 
es  ol  regalo  de  aquella  ciudad. 

117.  En  Iztattnlii,  valle  de  Izúoar,  están  otrog 
bnüos  oiilioiitos,  que  juzgan  ser  de  alcaparrosa,  don- 
de HHiuliDS  enfermos  han  sanado,  en  especial  tullí' 
dui.  Kii  ZacBtUn,  veinte  leguas  de  México,  antes 
dt)  lloaiir  al  pueblo,  en  una  aldea  pequeSa,  efitát 
otrus  batios  muy  snludsblosdsalcaparrosa,  porque 
ttt«  uuv  ti»n  v«iiido  stiQOB  de  bafiarw,  la  han  traídt 
ts«H!iiti^i  y  In  ho  vittto;  y  ooogeco  m&s  de  castro  per 
9\m'ts  iiiu>  hiM>  ido  enfermas  y  han  vesido  aanaa 
Ar^t  \W  doli>n>r'  de  piernas,  do  est<Smago  y  otros,  co 
mtt  <A>f  doloren  do  dientes  y  de  lepra.  ■ 

11?'.  Kn  Teootzaotla  esláa  dos  leguRtí  del  pue 
W,«  bttttoB  do  agua  caliente  y  fría.  Tres  partes  difo 
\^\M9  hny  que  llaman  Ion  natnrate»  AUteniloo,  qw 
deoir  aguas  calientes.  En  el  valle  de  lai 
is,  q'uinoo  leguas  de  México,  ocho  l^un 
te  de  Zempoala  y  en  el  valle  de  latloJiuaca 
)S  estos  tres  parajes  hay  aguns  cnlioDtea  ei 
bafiftD.  En  TemdtzcaltziDgo  correa  B&is  < 
ios  de  aguas  calientes,  cuyas  aguas  4esflii 


"4 

•  *  «I 


117 

^nmlmjM^Um  ooo  el  radov: prnateá  enfriar  ol 
r-A«(tdg>d>  y  taiadaMe. 

£a  la  proTincia  de  Micboacan,  en  un  pue- 
«¿tet  de  Valladolid  llamado  ArárOD,  yide  onbs 
:« agua  tan  calleóte»  que  entrando  ana  gallina 
peoaando  pelarla  despaeSi  sin  haber  tar- 
de lo  qae  tardó  la  acción  de  entrarla,  sa* 

-  ^noa  ni  pellejo,  y  la  carne  tan  blanda  y  co- 
*at  aa  £Írrió  para  comerla.  Echa  un  pliMMJe 

■  :¿:j  el  ojo  de  en  medio,  que  sube  mA^idáTa* 
;  ^1  le  azufre.  A  media  cuadra  sale  otra  fuen-. 

.  =Aca  el  agua  cristalina  y  más  que  la  nieve 
'<A  d'.'S  se  juntan  d  trecho  en  un  arroyo. 

-  a«.h<-?  tiene  Michoacan  de  esta  calidad;  pe- 

■  .!  :  >m*}  é^te  en  despoblado  y  sin  curiosidad 

*i.  Del  volcan  de  la  provinoia  de  Izalcos^  en 

saleo  oooe  nananUales  tan  calientes, 

Brota  por  moches  partes  agua  en  ea- 

-  ift  oa  tiro  de  arcabuz,  con  diversos  estruon- 
:  ea  unaa  partes  sale  colorada,  en  otras 

Del  homo  que  sale  de  estas  fuentes  hacen 
uQ  betón  para  pintar,  y  suelen  llevar 
«sA  á  eocerlae  ooo  el  respiradero  de  aquel  ca« 
A  peee  trecho,  eo  otros  respiraderos,  junto  á 
na»  está  ana  piedra  de  cinco  brazas  de  largo  y 
^  Mtho,  hendida  por  medio,  y  por  ella  sale 
laá  de  hoBio  con  estrépito;  y  en  andando  re- 


•«» 


118 

mclto  el  tíempa,  ae  oyen  liramidoB  tnneDdM  d 
la  piedra. 

121.  I^a  la  provincia  de  Jalisco,  siete  leguas  d 
CKiadalajara,  hay  baKos  de  aguas  caUenfces  con  abr 
go;  y  junto,  de  la  laguna  de  Chápala  hay  otros,  aai 
que  no  son  calientes.  £u  Guatemala  hay  dos  ri< 
casi  juntos:  uno  es  de  aguas  f^ias  y  dulces,  y  oti 
de  aguas  calientes  y  salobres.  Secretes  de  Dios, 
quien  debemos  dar  gracias  por  tan  singulares  mj 
ravillas.  I 


CAKTUIO  ▼IIL 

>  ^<w  ftartik  íraAmyymhtm  obrotMi  «miUiw^  legombreí 

y  pUnUs  comestibles. 

-«^  Tieoen  Yariedad  d^  flores  natorales  y  ad« 

-  JMá  €fttM  raíiios:  uiiaa  inyarnisaa  y  otras  de 
^  ;  j  son  tantas  las  diferencias,  que  ni  aun 

-  't  úftoeoy  ea  particolar  muohas  que  se  esti^ 
'-'-  «a  EspaSa,  y  acá  cubren  los  montes  y  her* 
-^  Us  loBias  y  las  vegas.   Con  las  primeras 

'^  farece  que  se  dispone  la  tierra  al  nuevo 
*-¿  j  heraosoia  de  bs  flores.  Por  el  mes  de 
*  dcrcjeozan  las  del  veranOi  de  tantas  especies 
>t,  qoe  parecen  unas  encamadasi  otras  aza- 
ni  aiatrillaSp  pigisas,  moradas,  columbinas; 
•'  u  áirt  colores,  otras  salpicadas  á  la  vista,  que 
ie  pintan  4  so  arbitrio  para  dar  admi* 
ti  to  bemosara.   De  las  que  en  los  buer- 
•e  cultivan  todo  el  a&o  en  macetnsí  bro- 
á  ao  con  abundancia  para  que  sobren, 
'1  para  que  baya  rosas  lo  que  baste.  Cia- 
do Als|andriat  alheliea  de  todos  coloros  y 


120 

tamaffos^  girasoles  y  eliotrópicos,  azacenas,  amapo- 
las, vara  de  San  José,  escobillas,  altramuces,  man- 
dragoras, lirios,  pebetes,  y  maravillas  coloradas, 
blancas  y  otras  de  dos  y  tres  colores,  y  otras  mu- 
chas se  crian  como  en  la  Europa,  y  las  clavellinas 
de  China,  que  son  más  pequeñas  que  los  claveles  y 
menos  delicadas,  porque  se  dan  con  facilidad  y 
abundancia,  y  les  llaman  mirabeles. 

123.  Unas  flores  que  acá  so  estiman  poco,  por 
haber  tantas,  y  que  en»  cualquiera  patio  que  se  plan- 
ta un  ramo  prende  con  faciliJjiJ,  que  llamamos  flo- 
ripundio,  admiró  en  ÉspanA  cuando  del  Perú  se  lle- 
vó al  Aranjuez:  es  fragante  y  dulblsimo  olor;  de 
noche  se  difunde  más;  son  tres  veces  mayores  que 
azucenas,  y  son  del  mismo  color  y  hechura,^  aiuique 
la  azucena  es  matorral  pequeño  y  el  floripundio  es 
árbol  mediano,  aunque  blando,  con  las  hojas  gran- 
des, y  da  las  flores  á  racimos.  Un  árbol  de  estoá 
estaba  en  el  patio  de  la  enfermería  del  convento  de 
MéxicOj^  y  observamos  que  en  estando  el  árbol  cou 
floripundios  habia  difunto  á*  quien  ponerlos. 

124.  El  cinamomo  llaman  los  naturales  moyoxo- 
chitl,  que  quiere  decir  flor  á  manera  de  mosquitos. 
Es  tan  fragante,  que  solía  ponerse  en  el  convento 
de  Jiuhtepec  los  viernes  de  cuaresma  en  la  iglesia, 
y  todo  el  convento  olia  á  ámbar.  Dase  en  árboles 
pequeños:  es  la  hoja  como  1»  del  saúco  y  las  flo- 
rea pequeñas,  pero  en  racimos  muohas:  secas  dan 
una  frutilla  mayor  que  grano  de  mostaza;  la  carne 


121 

ia  7  ékmmi  dése  en  tierras  muy  cnlientes. 
l.x  El  yotoxochitl,  que  quiere  decir  flor  á  Bia* 
-i  Je  eormson,  ne  da  en  un  árbol  grandery  de  ho- 
•  a'i»  crecí  Jts  y  dsperu,  á  modo  de  las  que  da  el 

*  ücoe  uoaa  capas,  una  sobre  otra,  gruesas  y 
'  «^  y  en  medio  á  manera  y  forma  de  un  co- 

\  «aa  yerba  de  muchas  puntillas  amarillas 

:  ..eca,  que  con  facilidad  se  descompone:  es  por 
luik  Setiembre  común  aquesta  flor.  Otra  de  su 
«t  3t,  al  modo  y  tamaBo  de  una  mazorca  de  maiz: 
^  ti  mas  fragante,  y  puesta  en  agua  huele  to- 
!&  eut:  el  árbol  es  mayor  que  el  otro,  pero  no 

'-;^o:  dáose  por  el  mes  de  Marzo. 
1«^.  Otra  flor  se  da  en  tierras  oalientes,  blanca, 
•:  wineiA  y  al  modo  de  la  azucena,  en  árboles 

>ei  que  se  cubren  de  la  flor,  y  llámanla  iaqui- 

..d  &it3t%  f^^on  de  olor  suavísimo,  y  se  guardan 

..  perqué  cooscnran  el  olor,  y  de  ellas,  como  de 
"'  a  de  AkjandHa,  se  hacen  panales  con  azúcar, 
rirjveaote?,  y  algunas  personas  las  mezclan  con 

lae&bts  como  Ingrediente.   Otra  menor  se  da 

aimsui  también  izquitl:  no  es  de  tanto  olor, 

'  'ot  de  la  misma  especie.  Otra  flor  hay  en  tier- 

'  »ate,  al  modo  de  la  calabaza  amarilla,  que 
rüft  teeamaxochitlr^ee  como  un  coco  ó  tecomate 

-»  r^nu,  cafi  del  tamaBo  de  una  cabeza,  y  me- 

'1%  A9  tiene  md^  que  la  tela,  y  dentro  unosTa- 

«   hu«te  muy  poco,  y  es  de  los  naturales  esti* 

-  la.  Diie  en  mata,  al  modo  de  la  hiedra.  Otra  al 


122 

modo  de  ésta,  se  llama  oceloxoohitl/qae  quiere 
decir  la  flor  del  tigre:  es  pintada;  dase  éu  aa  árbol 
pequeño.  Otra  es  de  especie  de  mosqueta  morada, 
como  campanilla:  llámase  huizteconxochitl,  flor  es- 
pinosa á  modo  de  coco  pequeño,  que  eso  significa 
tecontli. 

127.  En  tierra  firme,  lo  mas  estimable  para  los 
naturales  es  el  zempoaxochitl,  que  llaman  clavelli- 
na de  las  Indias:  hay  de  varios  tamaños;  los  mayo- 
res son  como  la  mayor  amapola.   Son  de  muchas 
hojas  pequeñas  que  la  hermosean,  y  las  cuentan 
por  muchos  veintes,  y  asi  les  llaman  zompoaxocAitl, 
flor  que  tiene  por  veinte  flores.  El  olor  es  penetran- 
te, aunque  no  suave:  con  abundancia  se  dan  por  el 
mes  de  Octubre.  Cuidan  de  sembrarlas  en  los  cés- 
pedes que  tienen  sobre  las  aguas,  que  ellos  llaman 
chinampas,  y  les  sirven  casi  todo  el  año:  de  los  me* 
ñores  para  sartas  y  coronas,  asi  para  los  santos,  que 
llenan  de  flores,  como  para  sua  bailes  y  agasajos. 
Siembran  con  ellos  mosquetas,  retama,  espuela  de 
caballero,  claveles  blancos,  salpicados,  y  colorados, 
como  se  hacen  las  sementeras  de  maíz  y  trigo,  por- 
que en  una  chinampa,  que  es  de  céspedes  sobre  el 
agua  y  cieno  de  la  misma  laguna,  para  vender,  de 
que  tiene  su  ganancia  considerable.  Siembran  y  co- 
gen de  estas  flores,  en  particular  en  la  ciudad  de 
Xocfaimilco,  que  quiere  decir  lugar  de  sementera 
de  flores. 

128.  Dase  en  tierras  calientes  la  flor  de  la  gra- 


\ 


V 


128 

^AflidrfBsfiyqai  míe  más  que  todas  las  del  mon* 

eoQ  nsoDy  pues  en  ella  puso 

de  la  pasión  de  Cristo: 

mnj  perfeota,  calla,  sogas  en  las 

por  toda  U  flor  ptntados,  la  corona  en 

n:t%  bs  setenta  y  dos  espinas  que  por  de  foera 

la  esfOfl|a  y  U  lansa  á  los  lados.  De  esta 

admirables  los  autores,  y  refiere 

3MnMMio{lH.I,eap.  U,n.  66).  De  esta 

db  el  froto  de  las  granadillas,  qne  son  mayo* 

es:  dentro  tienen  unas  pepitas  negras  y 

q«o  sahomándose  con  ellas  apfaca  el  do- 

y  Imelen  4  estoraque:  están  entre  la 

t  is  la  gtrnaadilla,  que  se  suerbe  por  ser  muy 

y  dalM  y  frasca:  en  la  cascara  suelen 

j  á  peco  rato  cobra  olor  y  suavidad  que 

le  «— inics    En  madurando  se  ponen 

y  mm  por  de  foarm  muy  lisas  y  tratables. 

se  dm  muy  común  mi  los  jardines,  que  lla- 

qne  pica  como  pimienta  y  hormi^ 

comido,  que  se  enreda  y  tiende,  y 

ella  las  cinco  llagas  y  la  forma  de  la  corona, 

de  la  flor  que  trapa  tienen  al  pié  de  ca* 

osos  bilos  laigos  á  manera  de  sogas, 

se  atan  con  los  árboles  por  don- 

¡Diebosa  tierra  donde  séllales  da  en  sus 

la  la  redeocHm  del  mundo! 

mmiia  Dá  fumimt  natura  dolores. 

Omí  ¿a  mmÜo  ttigmaia  flore  notei. 


U4 

vif  cohmsUot  tí  Bpúua  urta.     I 
no  9uittert  tauffitú  aiett.  \ 

I  ditíu  Cntei*  eut  maguirot.  \ 
tío  tponté  magi^er  agro. 
I  ooQ  un&fl  flores  qu«  en  tm  arfa 
ID  tierras  oalieotes:  la  una  tiene 
anos  y  espinoso,  uo  de  madera 
siemprerira:  echa  una  flor  m 
impuesta,  de  h<gas  pequeñas;  aii 
as  moradas.  A.  la  vista  sen  hero 
íes  soeleu  tsuer  estes  granos  ú  ■ 
1  ouernos  de  toro  por  las  pared 
jnaSo  y  forma  de  Biaravülas,  ai 
a  hoja,  en' un  árbol  mediano,  pol 
>r  suele  ser  de  ooler  diferente, 
rada,  ya  blanca,  ya  la  mitad  dt 
y  la  otra  mitad  de  otro.  Es  n\ 
ie  hacer  cadenas  y  sartas,  d&i 
I  la  natunüeaa  ramilletes  natl 
lase  caoaloxoofaítl,  flor  do  onen 
ua,  yerbabuena,  hinojo,  poleo,  ( 
fonjit,  yerbania,  mastranzo,  trél 
w  Golüvan  en  Europa,  nacen  ei 
;<úo  humano,  con  tanta  abundan 
gas  oontinaadas  de  poleo  y  la  n 
k  tanto,  qoe  pareoe  árbol,  y  en 
como  en  las  que  refiere  el  £irtti 
acres  Coeli  venLont,  et  habiten 


ÍU 

ISL  Kl  tanrilln  j  amyoo  8e  cultiva  m  loe  }ár* 
:ci«  7  de  él  0»  fimnao  varias  figuras  y  tetras  ea 

*  'i^hwa,  otra  yerba  natural  se  da  en  los  oarros, 
.^  l4BM  loa  vmtnnSiM  oeoToehitl.  Es  de  olor  muy 
'^n  y  fcigmutoy  oomo  el  del  albiAaea  y  mejorana. 

-'Mém  yartea  y  la  aalm  silvestre,  de  que  se 
^  k  InHMMea,  I»  hay  en  abondaneia  y  se  trae 

•  vpB  aoBM  al  tróboK  De  estas  yerbas  odorife- 
"^  ;aalH  eoo  loa  chíveles  y  nosqoetasi  se  sacan 
'^m  fsr  alquitara,  <|oo  for  la  saavidad  de  su  fra* 

agva  da  ángeles,  qae  llenan  de  soa- 


a.  De  lea  frutea,  débele  este  tienrn  á  la  Eu- 

Uguetma,  olivos,  maoaanos,  oamue- 

i.  Hlecelooeif  duraanoe,  albérohiges,  nembri^ 

flsoras,  guindas,  alberieoqaes, 
y  ahaaadfoa:  tanta  ba  sido  la  fertilidad  y 
de  eetoa  árboles,  que  suelen  cargar  miúi 
de  hagas;  y  si  no  hay  cuidado  en  des- 
peqoeBa,  ó  en  ponerle  punta- 
oe  pueden  laa  nuaas  sustentar 
■e  deyjan  con  el  peso;  y  exceden 
porque  haciendo  ingertos  unos  de 
otras  frutas  de  regalo.  En  albo- 
i'n  hecho  ingertos  de  duraznos,  y  se 
ingertos  que  Uaman  chabacanos:  los 
se  han  higertado  en  melocotones,  y  han  he- 
^s  en  k  iudueliia  que  se  den  duraanos  de  hueso 
y  etves  eu  priscos  de  las  peras  pardas  que 


126 

trajeron  de  Ua  islas  de  Canaria,  cayo  árliol  primi 
tívo  dura  hoy  yest&  en  S.  Agustía  de  las  Cueva 
en  una  huerta  que  está  enfrente  del  convento,  Trü 
jóle  Alonso  Ramírez  de  Vargas:  de  éstas  se  han  he 
oho  varios  ingertos;  y  viendo  en  los  prinmpios  ta 
estimables  las  peras,  hoy  sobran  tantas,  que  en  k 
hornos  las  hacen  pasas  y  se  venden  por  libras  mi 
chas  cargas,  en  especial  para  Filipinas.  Las  higui 
ras  son  por  acá  árboles  gruesos  y  que  crecen  mi 
cho,  y  casi  todo  el  aSo  dan  fruto.  De  una  higuei 
que  está  en  el  pueblo  de  Quilango,  sujeto  á  Toch 
milco,  se  dice  que  un  familiar  llevó  brevas  madun 
en  invierno  á  Boma.  Las  uvas  se  han  dado  con  abui 
dancia  on  Querétaro  y  Parral,  y  en  el  Pera  se  iM 
cen  vinos  muy  generosos.  ^ 

133.  Fuera  de  estas  frutas,  tiene  la  Nueva 
EspaSa  y  el  Per6,  chirimoyas,  mameyes,  plántanoi 
chicozapotes,  anonas,  aguacates,  piSas,  guayabal 
camotes,  capulines,  tejocotes,  papayas,  tunas,  piti 
hayas,  dátiles,  cocos,  zapotes  blancos  y  negros 
amarillos,  nueces,  pifiones,  casta&as,  madroKos,  gr 
nadillas,  nanwjas,  y  limones,  limas,  cidras  y  torcí 
jas,  y  de  cada  cosa  de  estas  muchas  difereooias. 

134.  Xa  chirimoya  es  del  tamaño  de  una  torof 
ja:  el  ate  es  mayor  y  tiene  muohoa  huesea:  es  c^ 
las  primeras  frutas  que  crió  Dios  en  el  uaiversi 

>4^ndo  está  en  flor  es  tan  olorosa^  que  en  todo  u 
nto  se  difunde  un  olor  de  ámbar  que  despidí 
or,  dulzura  y  olor  no  se  halla  en  otra  firut^ 


127 

7  te  Ummh  «1  mujar^blanoo  de 
•n  tiems  otlientes,  y  en  toda  Má- 
A  j  b  lidia  eelebcmda.   A  loa  mameyes  llaman 
^'jmtmfoÚ^  por  la  asperasa  de  la  cascara.  Délos 
kay  de  doo  maneras:  nnos  llaman  sapa- 
loa  hay  grandes  como  caernos  de  teme- 
sdiaaoa  de  un  palmo»  qne  son  mny  coma* 
•^  T  dma  da  «a  jesM»  qae  llaman  dominicos  por- 
.  -'  d  celer  de  la  cascara  es  negra  y  blanca:  son  los 
tea  plántanos  (qne  dice  el  padre  Na- 
te  htstoria  de  Ghioa)  qae  son  diferentes 
ka  teiy  seteaiente  en  China.  Hay  otros  qne 
may  oteroeos,  y  en  el  corason  pe- 
de Cristo  crncificado:  qaitadas  las 
- -se  sea  may  sanee.  Los  cbicozapotes  son  par- 
«  «a  el  oeter  de  te  cascara  y  acijada;  te  carne  con 

la  y  mny  soave.  Ea  los 
para  Ooi^aca,  y  en  Coiamaloapa  y  en  to- 
*  a  GaertecSp  hay  Tegas  de  árboles  de  media  le- 
-L  j  de  coarto,  y  cinco  leguas  continuadas.  Las 
al  ssedo  de  chirimoyas,  pero  blandas. 
hay  grandes  y  chicos:  tes  grandes,  qae 
fttsi,  tteaea  te  cascara  dura  y  son  algo 
tea  chieoe,  anos  son  negros  y  otros  vor- 

ktl:  los  de  Tecotsaatla  son 

Oaayabas  es  frato  que  no  se  estima,  ó 

ó  por  el  olor  que  algonas  ttenou 

y  dteen  qae  no  se  ha  de  comer  ana  sino 

fm^w$  está  todo  el  dia  aTisando  al  que  la 


ooioe  qoQ  aun  eeiá  «teatro,  oon  repiddo.  Lm  pifiai 
son  oomidft  real,  y  pan  eooserra  ^oaleiiteB,  aan 
que  las  tteneii  por  eolérícae;  y  con  el  tíbo  do  hacsi 
~  escamotes  son  patatu: &oá  hai 
haeen  pan  eo  la  Habana  j  Gam 
os,  y  UaouQ  yaca,  y  so  haoe  d 
Bay  camotea  blaooos,  amarillo 
Ino  o<^r,  qae  de  ellos  toman  lo 
I  para  rigaiSoar  ri  orier  morad 
le  color  de  camote.  Tejoooto  e 
I  oomo  nisperos;  do^lo*  sehí 
«rva  may  buena.  En  el  4rbi 
)S,  porque  todos  se  logran:  so 
8,  que  en'ouRlqQiora  ooiro  se  h) 
papayas  son  frata  rogalada:  ( 
[as  en  ensalada-,  5  para  lo  qc 
coBsorva,  porque  es  apetooibh 
fo:  prende  f&almoDtoea  táerm 
>  froto,  pero  iu>  en  las  ramns  s 

son  de  variae  difaienñas:  nni 
encamadas  y  chicas,  do  que  1 
imeoas:  son  mny  sajmjsas;  y 
ale  la  oTÍna  colorada:  Uámanli 
kin  impedir  el  gobtemo  dol  cae 
«8,  gtandes  y  redondas,  llama 
y  el  f^rio ea  booDo:  nsaa  de  elli 
nosotros  del  agraz,  para  sus  gi 
'an  son  blaocaa,  anuniUas,  mor 


129 

ÚBB,  y  QQas  que  Uaman  meatizm^  porque  tienen  dé 
blanco  y  de  Hnorado,  y  soq  Im  máe  duloes.  En  Espa* 
fia  se  han  dado;  pero  me  certífiopn^  que  por  ser  lá 
tíerta  más  enetanoial,  oñan  mucho  haeso,  y  quien 
comió  de  las  de  allá,  extra&ó  el  que  tuviesen  tan 
poeo  hueso  y  más  carne  las  de  acá. 

136.  Las  pitahayas  son  especie  de  tunas;  pero 
son  mayores,  y  los  que  en  las  tunas  son  huesos,  son 
ea  la  pitahaya  unos  granitos  como  anís  muy  blan- 
dos y  dulces:  unas  son  encarnadas,  otras  cenicien- 
tas, y  ambas  muy  frescas:  dánse  en  los  cerros,  y 
requieren  pedregales. 

137.  Hay  dátiles  y  cocos  grandes:  de  las  palo- 
mas y  coquitos  pequefíos  aceitosos  hay  en  Colima 
coB  abundancia,  y  de  ellas  sacan  el  vino  de  cocos, 
muy  celebrado,  y  de  que  tienen  mucha  granjeria. 
Nueces,  piñones  y  castañas,  aunque  las  hay  en  Es- 
paBa,  las  de  acá  tienen  más  carne,  y  se  saca  la  nu- 
dea  sin  dificultad:  los  piñones,  aunque  los  hay  en 
Perote  y  Tocfai milco,  mayores  que  los  del  Nuevo- 
México,  á  aquellos  Uaman  de  Cambray,  porque  es 
la  cascara  muy  delgada  y  el  sabor  muy  suave:  allá 
se  dan  en  los  montes  y  se  cogen  á  carros. 

138.  Los  zapotes  blancos  son  muy  sanos,  y  los 
hay  como  la  copa  de  un  sombrero,  algo  menores: 
llámanles  dormilones,  porque  la  carne,  que  es  muy 
blanda  y  suave,  como  es  tan  fresca,  provoca  á  sue- 
ño. Los  zapotes  negros  parecen  á  la  vista  xiliplie- 
ga  ó  pulpa  de  caSaf  istola,  y  comidos  son  muy  sua- 


180 

ves  y  sanosi  aunque  algunos  por  no  embadumÍGanie 
no  Io8  comen.  Los  amarillos  son  muy  oalientes  y 
enfermos^  porque  suelen  dar  calenturas:  los  nata- 
rales  los  apetecen  más  que  los  espaÜoles,  que  les 
llaman  borrachos  por  el  olorcillo  de  acedos.  Estos^ 
estofados  en  un  racimo  dot  plántanos,  los  maduran 
en  breve  por  el  calor  que  comunican  y  hacen  su- 
dar á  los  racimos. 

139.  Las  granadillas  se  trujeron  del  Perú,  y  se 
dan  en  el  valle  de  GuQrnavaoa  abundantes.  En  Te- 
huacan  hay  unas  frutillas  á  modo  de  agraz,  que 
llaman  tempezquites:  es  muy  socorrida,  porque  la 
comen  en  ensalada,  cocida,  guisada,  en  torta  y  de 
todas  maneras:  el  agrillo  que  tiene  es  muy  suave. 

láO.  Las  naranjas  dulces  y  agrias  sq  dan  todo 
el  aSo.  Limones  reales,  que  sirven  para  conserva; 
limoncillos,  cuyo  agrio  .es  penetrante,  y  con  ellos 
aderezan  los  bobos  de  limón.  Limas  agrias  y  limas 
dulces  son  muchas:  éstas  las  iogertan  en  cidras  y 
en  toronjas,  y  es.  singular  el  modo  de  ingerir,  por- 
que la  púa  con  su  yema  se  pone  sobre  otra  yema, 
verbi  gracia:  de  la  toronja,  abriéndole  en  modo  de 
tahu  la  cascara,  juntando  las  dos  cascaritas,  yema 
sobre  yema,  y  de  este  ingerto  salen  limas  dulces  del 
tamaño  de  toronjas;  y  he  visto  algunas  poco  meno- 
res que  la  copa  de  un  sombrero,  y  pesamos  una  y 
tenia  dos  libras.  Cidras  y  toronjas  se  dan  en  abun- 
dancia. De  China  se  trujo  la  semilla  de  unas  na- 
ranjas mayores  que  toronjas,  y  solo  sirven  para  la 


ISl 

^jpnmúmrmt,  porqae  la  eásoara  es  may 
r-A  J  fkm  aay  poco  jago.  Hay  también  limo- 
'^  itímí^  noque  pocos,  porque  oon  las  limas  duU 
"^  :o  ba  andado  de  sú  moItípUoo. 
^L  DéMe  á  Espaffa  aquesta  tierra,  de  las  se- 
-  -^  «i  ti^,  la  cebada,  ^1  anis,  «1  culantro,  los 

-  A  gtfbaiiioe,  aUrergas  ó  arvejones,  habas  y 
>  De  lu  plantas,  lechugas,  coles,  vetorradas, 
^«Ktrriaa,  berengeniCS,  espinacas,  acelgas, 
-«ñu,  cilehaaaa  de  Castilla,  melones,  pepinos, 

■  •  -A.  pvejil,  ajos  j  cebollas.  De  todo  se  da  en 

«am.  Trigo  candial  y  pelón,  de  ri^o  y  tem- 

d  Uuiquiilo  7  tremesino,  qne  se  da  en  mé- 

>«pe  y  acode  más.   El  afio  pasado  de  78, 

-  •i  trigo  hlmqiiiUo  su  eontradicion;  depuderon 
1«  etm  eaaoa  de  enfermedades  graves,  y  aun 

él  q[iM  fílese  trigo,  por  lo  cual  se  mandó 

comiesen  los  animales,  y  lo  que 

«  fatfiam  oe  derramase,  y  con  dolor  de  sus 

^  m  ecbó  «sucha  harina  en  los  rios,  y  se  daba 

*  imno9  el  grano.  £1  tiempo  descubrió  la  ino* 

a  M  tvigo,  y  volrióse  otra  vez  á  usar.   De 

■m  ée  Ganaría  se  trujo  poco  há  la  semilla  de 

3«  »  ka  dadc  en  San  Agustín  de  las  Cue- 

j  é  hay  curiosidady  se  darán  en  abundancia. 

%:  FWfcjró  el  Autor  de  la  naturaleza  en  lu. 

aemUlas  el  maíz,  frisólos,  tlalcaca- 

,  chayotes,  calabazas,  talamayotes, 

de  la  tierra,  ailacayotes,  tlalayotes. 


H 


182 

tomates^  chUw,  palmitoBi  taateamoUi  MeomitM  y 
jicamas.  Al  maiz  Uainaa  Üáoli^  y  es  de  varios 
géneros.  En  tierra  caliente  se  da  el  grano  ma- 
yor y  más  fofo;  el  de  tierra  fría  es  de  grano  mena- 
do:  el  de  Gbalco  más  ancho,  y  éste  más  usual  por- 
que al  coeerlo  grece,  y  de  él  se  hacen  tortillas,  que 
es  el  pan  usual.  Hay  maiz  j:remesino,  algo  amari- 
llo, que  en  tres  meses  de  sembrado  viene.  Hay  oa- 
cahuacentli,  que  es  muy  blando  y  muy  blanoo  y 
es  de  regalo,  porque  es  más  acomodado  para  las 

» 

almendradas,  que  llaman  atole. 

143.  A  los  frisóles  llaman  yetl.  Los  hay  blan- 
cos, negros  y  chichimecos,  que  son  los  de  más  can- 
tidad y  hay  grandes^  del  tamaEo  de  una  haba,  mo- 
rados, negros  y  blancos:  otros  frisóles  hay  que  son 
de  árbol,  que  llaman  tzumpantli,  que  eirve  de  cor- 
cho: éstos  son  encarnados  y  algo  grandes,  no  son 
comestibles,  porque  son  venenosos,  aunque  se  aTpli- 
can  como  emplasto  para  tumores,  y  su  sahumerio 
para  frios  y  calenturas:  son  de  mal  olor  quemados; 
y  dados  á  comer  molidos  y  revueltos  con  carne  á 
los  perros,  les  da  grandisima  rabia,  y  á  pooo  espa- 
cio mueren. 

144.  Los  tlalcacahuates,  se  dan  debajo  de  tierra 
como  las  papas.  Tienen  su  vaina  de  dos  en  dos: 
tostados  se  venden  como  los  chochos  en  EspaBa, 
y  acompañan  las  nueces  y  piuones  la  Noche-Bue- 
na: tiénese  por  fruta  seca,  y  son  muy  sabrosos  y 
apetecibles:  son  muy  calientes.   Las  papas  se  lia* 


■^fémmmiM,  poiqíM  tibo  la  gunilla  del  Perú. 

i  -■  «fitas  Mtt  aomo  los  erísos»  en  las  espinas 

I  -~:it:mm  «Hij  nsaales  oomo  calahssas  peqpeBaSi 

I :  ^  pepita  blaaoa  eo  SMdio:  Tendeóse  maohos 

' -.4  SM  ks  patatas. 

.,;.  Cslatssas  hay  de  taños  géneros.  Las  co* 

'  <^  m  kmtAtimMk  en  las  sementenuB  en  tierra  fría. 

'  •tas  fas  Ikaan  tasulayotes:  son  grandes 

na  hstgada,  anijr  esesnadas  por  dentro  y 

-•tisaslsabory  otor.  En  la  pnaresma  abundan 

-t  :aasa  par  partkmlar  regalo.  Otras  hay  peqne- 

'  ie  iM  palas»  oeBidas  por  en  medio,  que  se 

-  aksísrra:  écihaniS  enlaoUa»  porque  son  re- 

<*-A¿ii»  Hay  otras  grandes  y  oon  pintas  gran- 

^  j  HsscnSí  y  algunas  ioda  la  oáscara  blanoa: 

küaeayatlL   Estas  sirven  de  conserva, 

eakeUos  de  ángeles»  porque  todos  son 

per  dentro.  Los  talayotes  son  menores  que 

por  dentro  peludos»  con  unas  pepitas 

di  eUe:  caeidos  y  en  salmuera  son  regalados: 


iil  La  tomata  eon  el  $mn  €$  fid  de  los  guisa- 
^e  4  bs  ladtaa.  Hay  los  diicos  que  llaman  mil- 
perqas  a  dan  e»sementera,  que  a  milli. 
jitoaata»  cuya  hechura  es  á  modo 
UJ  por  eso  le  Uamsn  jilomall:  xiltli  es 
K  eoQ  gnmda»  y  maduros  son  sabrosos 
^  si  «ildo  y  ptpiUf  qut  tienen:  se  hacen  también 
y  ñnren  para  las  ensaladas. 


184 

147.  Los  chiles^  que  llaman  pimieiitoa  en  Eapa^ 
Ha,  y  ea  el  Perú  ají,  unos  aon  ancliosy  de  ua  pal- 
mo dejargo,  que  sirven  de  ingrediente  al  ohocolate; 
otros  llaman  pasilla,  que  á  cargas  se  venden  para 
los  guisos,  de  una  pulgada:  estos  son  de  color  leo« 
nado  y  se  secan.  Otros  llaman  tolnalchile:  se  co« 
men  para  salza  verdes,  y  se  aderezan  en  vinagre: 
son  dol  largd  de  un  dedo  y  algo  gruesos  por  arriba 
y  de  color  amarillos:  hAy  verdes  y  delgados,  que  se 
dan  en  tierra  caliepte:  son  para  los  guisados.  Otros 
hay  muy  amarillos,  que  llaman  cbilcotztlii  acompa- 
ñan el  azafrán.  Otros  como  botones,  que  llaman 
chiltecpin,  porque  pican  demasiado,  y  por  esto  se 
llaman  tecpin,  que  significa  la  pulga:  éstos,  para 
burlas,  se  suelen  confitar. 

148.  Los  palmitos  son  renuevos  de  las  palmáis, 
y  pueden  entrar  en.  el  número  de  las  berzas^  poi:*- 
que  donde  no  hay  verdura,  sirve  para  la  oUa,  y  es 
el  sustento  de  la  tierra  adentro  cooidos  y  en  eoea* 
lada.  El  tzatzamoli,  llaman  cabezas  de  negrito:  son 
raices  de  unas  hojas  anchas  acuátiles^  que  Uaman 
atlatquezona,  que  dan  unas  flores  á  manera  de  ne- 
núfares, que  en  las  boticas  sirven  para  violetas: 
tienen  dentro  una  masa  4^1anca  y  gustosa  para  en- 
gordar el  ganado  de  cerda;  la  suelen  usar  en  Tola* 
ca,  donde  se  da  Qn  abundancia. 

149.  Los  cacomites  son  la  raíz  de  unos  lirios 
encarrujados,  que  echan  una  flor  como  lirio  hermo- 
sa, y  con  pintas,  que  lUman  océloxoohitl:  la  flor 


185 

má^  j  uguft  li8  MlUi  do  Sao  Agostin^  és* 
4i  MT  k  aMüdrágOTa  qiie.apeteoíó  Raqael  y 
M  Lk  por  ella  la  ves  de  Jaoob  ^a  esposo. 
laaM  soa  taoikíoD  raioes  do  tierra,  del  tama- 
ai  nbo  grande,  y  de  su  misma  fonma:  tie- 
»  ttsnas  «MDO  vitelay  que  fáoUmente  se  des- 
Manoa,  bUndui  dulce,  fresca  y 
OD  ruedas,  y  coo  pimienta  y  na- 
Imim  un  plato  regalado:  qnita  la  sed 
^  si  calor. 

.  Ds  otiaa  yerbas,  plantas  y  semillas  goza 

•  Ma,  que  son  wmj  usuales.  £1  yecpactsotli 

-sy  spsisskio  paim  los  guisos  de  diile  y  para 

«,  má  toáio  eooso  deshecho  y  molido  por  en- 

MMi  panili.  La  etimología  quiere  decir 

«MsiA,  que,  compuesto  en  un  vocablo, 

■wdicUiadeettima.*Es  á  moneradel 

1  \  y  aaa  él  mismo  diceu  algunos.   Las  ver- 

A  iataquilttl,  por  parecerse  á  la 

rmm;  Um  romeritos,  que  se  dan  en  tierras 

m^  ssa  muy  sabrosee.  Otro  género,  que  lia- 

ciMhqmlitip  que  es  una  mata  á  manera  de 

^  y  ee  muy  sana  yerba,  y  comida  suave. 

-uosDeti,  que  son  las  que  llaman  acederas, 

loe  guisos  de  verdura:  esta  plm- 

agria  y  pequeSa,  y  las  verdolagas, 

n  especial  para  los  que  padeoeu 


a  iMiilla  usao,  que  asi  los  naturales 


186 

la  apetecen.  La  óbían  [útsj 
latalafaaga,  muy  aeeitoss,  I 
ra  pintftT,  qve  aventaja  al  I 
n  agua  en  grano  ó  moüdaj 
to  se  haoe  babasa,  y  bien  dI 
eben,  y  refresca  todo  el  ca| 
y  sítele  echar  -en  sudor  el  { 
r  á  loa  qne  tienen  cursi 
a,  blanca  y  más  ancha,  h| 
ahuac:  mézclase  con  aquel 

en  tierra  caliente  ó  tem^ 
Q  de  mostaza.  El  haautli 
mjolí:  dase  morada  y  am 
manera  de  arbolillos,  coii 
de  Taca;  da  en  el  pendonj 
nannoQtíij  coteo  un  plunj 
a;  de  ellas  se  faaoen  nnosl 
tzoalesj  que  son  para  los  I 
[ay  otro  género  de  sem 
iantzotzolli,  y  esta  es  la 
icer  alegría,  oooida  con  d 
ida  usanj  que  llaman  cuti 
zorcaa  como  penachos,  \ 
líente  da,  cocidas  á  la  mj 

que  son  mazorcas  en  a^ 
as  como  las  judian  hay,| 
le  nn  árbol  grande  y  del 

tinas  llaman  guamocfaitl 

o  aquel,  y  ambos  son  de  ¡ 


187 

dft  donde  0Mg»a  de  esto  á  les  meroa^ 

-  i  ó  fioH.  Aqoi  puede  teaer  lugar  el  coyoUi  tan 

por  loe  rosarios  que  do  41  se  hacea:  ésfcOi 

kaee  aeabado  de  eortar,  dates  de  secarlo, 

«  adoQtro  mía  masa  de  eooo  aceitoso  de  mucho 

■r  I  pisto.  Bnoe  trieMO  acá  de  los  finos  para 

:.  r»  6  ainrmiOy  porq«e  son  para  los  rosarios  es- 

^:jft.  Bkste  jra  de  lo  oomestibley  y  vamos  á  lo 


*»'    ■  '1  "  I    »  t'  i"*^  w^"    '  '  "    h 


cáPiroLOijc. 


De  algunos  árboles  silvestres  de  las  Indias  qne  sirven 

en  varios  ministerios. 


163.  De  los  árboles  silvestres  hay  unos  fratalee, 
y  otros  do:  de  estos  hay  en  abundaneia,  cedros  que 
hay  en  la  Europa  y  el  Perú,  £n  esta  Nuevar-Es- 
paSa  hay  pinos,  que  llaman  ocotl,  racinos,  ahua- 
cuahuitl,  robles,  xalooaÜ|.«edros,  tlatacan,  madro- 
Bos,  ilitl,  sauces,  huexotl,  cipreses,  taUuÚQ,  pina- 
betes, hayas  y  oyametl:  nacen  en  las  serranias  y 
montes,  en  las  quebradas  y  cordilleras,  muy  creci- 
dos y  gruesos,  de  qilb  hacen  tablas  y  tablones.  De 
los  cedros  he  visto  tablones  en  la  Vera-Craz,  que 
sirven  de  pared  á  bajos  y  altos  de  una  casa»  que 
de  eso  fueron  las  casas  de  la  Vera-Cruz  nueva  en 
sus  principios.  Del  roble  se  sacan,  diez  leguas  de 
México,  tablones  de  á  cinco  varas  de  largo  y  una 
de  ancho.  De  las  hayas,  oyametl  y  pinabetes,  se  sa- 
can tablas  comunes  blancas  de  á  dos  varas  y  de  d 
tres;  y  de  estos,  que  son  á  manera  de  olmos  muy 
crecidos,  y  que  es  de  lo  que  más  abundan  las  sier* 


189 

ras,  se  labran  vigas  para  techar,  y  se^hacen  oanoas 
de  an  palo  de  más  de  vara  de  hueco^  y  doce  de 
largo,  en  que  traen  por  agna  á  la  ciudad  lo  nece- 
sario: y  de  ios  eedros  planchas  muy  olorosos,  y 
cuanto  más  añejo,  más  huele. 

154.  Hay  también  laureles,  arrayanes,  mirtos,  y 
na  árbol  dei  tamafio  del  laurel,  con  hojas  como  de 
naranjo,  muy  suave:  estimase  porque  le  echan  entre 
la  ropa  y  le  da  un  olor  iacomparable.  Traen  cargas 
de  estos  ramos^parala  procesión  del  diade  Corpus, 
y  todos  loB  que  van  en  ella  llevan  de  estos  rwAos  pa- 
ra alivio  del  sol,  y  para  gozar  de  su  olor  y  fresen^ 
ra:  llámase  xoeopaa. 

155.  Hay  sabinos  que  llaman  ahuehueU,  señor 
de  he  aguas,  porque  al  pié  de  ellos  salen  de  ordi- 
nario ka  fuentes,  ó  árbol  de  atambor,  porque  de 
ellos  iiaeian  los  teponatssües,  que  son  tiunboises  de 
palo:  dánse  en  abundancia  porque  en  la  gentilidad 
eran  de  estima  para  los  naturales.  La  ciudad  de 
Teacoeo  tiene,  á  las  tres  bandas  de  Oriente,  Ponien- 
te y  Sur,  una  cerca  espesa  de  sabinos:  sácanse  ta- 
blones para  cajas  y  escritorios.  Hay  tepehuacin, 
que  es  roble  colorado;  d&se  entre  piedras,  y  de 
ellas  parece  que  toma  el  peso  y  la  dureza.  Otro 
llaman  tepefauítztli,  que  es  espino  de  cerro,  más 
duro  y  pesado  que  el  tepeguaje,  de  color  algo  ama- 
rillo, de  que  hacen  bolas  para  los  juegos,  aunque 
son  vidriosas.  Otras  tzoptlo  cuahuitl,  árbol  de  las 
aune,  ^ue  llaman  tzopilotes,  porque  en  estos  des- 


140 

cafisan:  el  Color  del  corazón  es  ao^ado^  7  de  él  se 
labran  camas  muy  curiosas. 

156.  Para  labrar  hay  maderas  eOLCelenies  y  do 
colores.  Tapinzitan,  granadiilo^  nogal  amarillo^  cao- 
ba y  copete,  que  hace  aguas  como  chamelote;  tlv 
cuilolqaauhuitl,  que  es  un  palo  leonado,  de  que  se 
hacen  camas,  cuadros  para'  las  heehuras  de  pitocel, 
molinillos  para  batir  chocolate,  y  otras  cosas  cario- 
sas, como  cajas  de  polvos,  rosarios  peque&os,- cru- 
ces, devanadores,  bolillas  y  pímentieros;  En  Teeou- 
co  hay«otro  palo  de  color  morado  muy  fine,  que 
llaman  camocuahuitl,  palma  y  nm^anjo,  y  ébano 
traido  de  Cuba  fino,  de  que  se  hacen  en  la  sierra 
de  Metztitlan  y  Cuauhchinango,  e&critóríos  rices  y 
escribanías  ricas  y  curiosas.  Hay  también  un  palo 
muy  oloroso,  que  llaman  lignoaloe>  de'  que  se  ha- 
cen rosarios,  cajas  y  baule6,  que  dan  elor  euave  á 
una  pieza  entera,  y  se  trae  parala  preservación  de 
la  peste,  por  el  buen  olor  que  exhala.*  Hsly  otro 
género  de  palo  que  llaitían  brasil,  que  se  da  en 
tierras  calientes,  del  cual  usan*  mucho  los  tintore- 
ros para  teñir,  y  se  vende  por  arrobas. 

157.  De  los  frutales  que  nacen  y  se  criati  sil- 
vestres, son  muchos  y  de  varias  saertes,*  tafttós, 
que  aunque  pudiera  reducirse  á  tres  especies  de 
los  que  se  hallan  en  Europa,  que  son 'avellanos,  pi-* 
nos  y  agarrobos;  con  todo,  ne  tienen  número  cierto 
sus  diferencias.  De  las  que  más  ordinariamente  se 
practican,  pondré  algunas  por  obviar  la  prolijidad 


rita 


141 

Démotlt  al  príoiar  lagar  4  loa  qoa  entre 

..4  m  QeTia  la  palma;  no  solo  por  convenirlos  el 

:  :.te^  sbo  porque  ao  altara  y  abandancia  her- 

i  ^jm  ripiado  frato  les  hace  lugar.  Entre  las 

•t  mk  «áaa  de  las  Indias,  llámanle  los  naturales 

« ^  plstm  sojraqaahuiU,  y  á  los  cocos,  que  es  su 

•>i  üjoU:  crianae  en  partes  cercanas  á  la  mar, 

)  *^wlanfía,  ooine  en  Colima  y  ZacatuUa;  ocn- 

:  mmím  y  quebradas,  tan  espesos,  que  vistos 

-■^  iéfoi  paieoea  almáciga  puesto  4  mano  en  su 

K  Ttfdo  el  tronco  desnudo  hasta  el  cpgoUo, 

la  aatualesa  ea  tal|  qi^e  al  paso  que  se  va 

de  ramos  Doevos,  se  va  despojando  de  los 

.^4»  y  ikeombafanndn  de  las  ramas,  se  ocupa 

i  ea  sbmsntsr  y  vegetar  la  copa;  y  el  palmito 

•'  aam  deotio  de  ella,  sirviéndole  como  de  pira* 

ae  corona  con  la  admirable  rueda  de 

deja  de  laa  ramas  los  troncos  gruesos 

smn  de  escalara  para  alcanzar  su  fruto. 

a.  Site  no  lo  da  sino  4  vista  de  otra  palm«i; 

qve  ai  acontece  nacer  una  sola  sin  com- 

aoa  muy  grande  y  gruesa,  no  llega 

^  a  dai  Inito  mientras  no  nace  otra  junto  4 

^  Im  eaeea,  qoe  son  el  fruto,  son  4  la  manera 

a  mham  de  vn  hombre,  poco  menos,  prolonga- 

eeqotoaa:  cdanse  pegados  4  un  racimo 

máa  de  quinientos,  y  éste  so  engendra 

áa  mm  como  concha  c<irrada|  que  va  ere- 

-¿cj*  %\  námo  hasta  que,  llegando  4  sazón ^ 


142 

engruesa  de  manera  que^  no  eabiendo  dentro  de  an 
claastro^  le  rompe  en  dos  partes,  quedando  eomo 
dos  barcos  hechos  de  la  concha,  de  más  de  vara  y 
medía,  y  el  racimo  amarillo  queda  colgado  con  sus 
cocos,  que,  conforme  van  creciendo,  unos  se  derriban 
á  otros  si& sazón:  los  grandes,  por  conservarse  en  su 
lugar,  derriban  %  los  menores;  que  aun  los  •cocos,  por 
llegar  á  grandes,  derriban  á  los  pequeflos. 

159.  Es  medicinal  y  contra  veneno  el  coco,  y 
asi  la  misma  naturaleza  parece  que  da  á  entender 
lo  precioso  que  tiene  en  la  variedad  de  cubiertas 
con  que  lo  envuelve;  porque  rodea  la  carne  de 
dentro  con  una  cubierta  más  dura  que  la  cascara 
del  almendro,  que  sirven  *de  vasijas  y  llaman  co- 
cos, luego  le  puso  una  gruesa  capa  tejida  como  de 
estambre,  de  color  amarillo  y  Ve^de,  tan  fUerte, 
que  aun  cuando  fresca  difícilmente  se  rompe,  y  el 
coco  que  no  la  despidió  á  su  tiempo,  es  mas  fácil 
quebrarle  que  desnudarle  de  ella. 

160.  Aprovecha  á  muchas  cosas  la  palma,  y  su 
fruto  hiriendo  la  parte  infeccionada  saca  vino:  éste, 
puesto  al  sol,  se  hace  vinagre;  puesto  al  fuego  se 
hace  miel:  espesada  la  miel,  se  hace  azúcar.  De  la 
carne  del  coco,  hervida  en  agua,  se  saoa  aceite.  De 
las  palmas  de  Filipinas  se  hace  una  nave  eatera, 
porque  cuautas  cosas  son  nesesarias,  asi  en  la  jar- 
cia  como  en  la  tablazón  y»  velámw,  de  mástiles, 
vergas,  cables,  sogas,  y  toda  cordonalla  se  hace  de 
las  palmas. 


ISl.  T  lo  m&s  «0,  nw  puesta  w  1»  mtt  U'  oar* 
gan  dé  am  mianm  fc^uítos  de  aceita^  viDogre,  asú* 
car^  firttU  y  agaardtmta.  Ulbimamente,  se  h»Han 
dentro  da  la  madula  onaa  bolillaa  por  la  puata  al- 
go ehataa,  que  son  para  la  orina  y  mal  de  ijaJa. 

162r  Otros  arbolea  silvestres  hay  froctlferos. 
£1  que  Uaman  mizquitl,  algarrobo  de  Aoasia,  que 
nace  en  oualqiiiera  parte,  es  muy  oomuii  eo  la 
Naeva-SapaSa:  árbol  silvestre  y  espinoso.  Tiene 
unas  yainillas,  casi  de  la  ¿orma  de  los  tamarindoa 
(IoIms»  y  Ueoaa  de  granillos  de  que  hacen  los  na- 
tuxahia  «inoar  üoiao  piloncillos  que  les  sirven  de  pan. 
Esia  árbol  es»  segita  Jiménez  {lifii  i,  eap.  24)^  !& 
Acasia  de  les  antígnoa^  y  de  él  se  saca  la  goma 
^ráUgü^  que  por.  d^si^ido  vergonzioso  no  se  saoa, 
y  QBMi'deJatgoma  de  guiados  y  de  ciruelos,  que 
Uaen  de  fimmSay  siendo  la  de  este  árbol  la  verdar 
(lerageoMi  arábiga>  y  I^ace  los  mismos  efectos.  Bn 
Michoacan  hay  otro  mitisquitl,  que  llaman  tzintze- 
quan:  eareoe  de  espinas  y  tiene  lae  hojas  oomolas. 
del  granado,  aunque  algo  más  romas  en  la  punta.  Da 
uxma  vainillas  qoe  tiran  á  color  purpúreo,  con  una 
simiente  negra;  y  aunque  es  de  gusto  y  sabor  la 
frata^.  anele  dejar  mal  olor  de  boca:  nace  en  tierras 
cafientea^  y  su  raíz,  que  es  fría  y  astringente  en  la 
cáaqara,.  es  para  las  cámaras  de  sangre,  y  su  coci- 
miento' para  llagan. 

I6S.'  £1  capolitf,.qtta  lleva  cerezas  de  las  Indias, 
tiene  las  hojas  al  modo  de  almendro;  aunque  pu- 


diera  ponerse'  eatre  los  árboles  de  bner&s  por  1 
estimable  de  su  frota,  es  tan  común  y  dase  en  le 

'  llanos  y  montes  entre  los  silrestreB,  «uya  madera  ( 
de  fortaleza  y  sirve  para  cajas  de  areabaces  y  mo; 
qnetes,  y  para  otros  ministerios  que  requieren  foi 
taleza  en  la  madera:  criase  en  airea  templados, 
d&se  con  ftbundanoia  en  loa  países  dd  Méüco  y  su 
contornoBies  caliente,  y  seca  da  su  fruta.  Mantt 
oimiento  melancólico,  y  pone  los  dientes  de  mi 
olor  á  quien  la  nsa  de  ordinario. 

164.  Otros  muchos  hay  fVutalus,  oomo  el  árbí 
de  las  anonas,  que  llaman  cuauiítupatl  y  otros  II 
man  texalchirímoya.  £1  árbol <'d^ -Baloto  blanc 
que  llaman  ooohitaapotl^  que  signifioa  árbol  sonlf 
To;  el  de  npote  negro,  tliotiatnpetl}  el  qua'Uamfl 
ahuaeahuiU,  cuya  fruta  «s  á  modo  de  hoen,  qi 

-  llaman  aguacates,  unos  negros  por  de  f(Mra^  y  otr< 
Terdes;  el  de  cbieoteapotl,  que  es  lo  nnsnM  que  á 
bol  de  chiotli:  su  madera  es  de  cot<»  leonado,  m 
eÍEa  y  pesada,  y  sirve  para  veojaa  y  para  andas  c 
navio.  Su  ñ-uta  es  redonda  y  de  oelor  leoaadf)  oi 
unas  pepitas  negras  dentre:  la  carne  es  muy  duli 
7  no  muy  blanca,  y  olorosa;  y  según  t^inion  i 
hombres  de  buen  gusto,  w  lamejor  fruta  de  loas 
petes  de  las  Indias:  todos  estos,  y  otms  de'frut 
conocidas,  entran  en  el  tídaaisro  de  süvestcee,  pf 
que  se  dan  en  los  tramóos,  en  montea  v  OMhr&d 
comuDOs  pf 
huertas  los 


OAPITXFLOX. 

De  alganoB  arbolee  proyeohosofl  j  Bingnkres. 

165.  Si  hubiera  de  referir  la  Tariedad  de  árboles 
que  en  montes  umbrosos  y  cuajados  se  crian  útiles 
para  la  vida  humana^  fuera  necesario  un  volumen 
grande;  y  fuera,  según  los  que  se  hallan,  muy  peque- 
Bo,  dejando  la  multitud  de  que  otros  han  esorito  oo* 
mo  particular  nsunto.  Diré  de  los  que  mas  tenemos 
&  la  mano,  que  si  otros  fueron  curiosos  en  descu* 
brir  los  grandes  que  admiramos,  los  que  vivimos 
nos  alegramos  de  saber  las  propiedades  que  leemos. 
Tenga  él  primer  lugar  el  árbol  del  cacao,  que  lla- 
man cacahuaquahttitl:  es  de  la  grandeza  y  hojas 
como  el  naranjo,  aunque  son  algo  mayores  y  más  au: 
chas.  Plántase  en  almác^os  de  su  mismo  fruto,  y 
del  almacigo  se  trasponen  por  hilenis  y  calles  con- 
certadas, junto  de  cada  cual  se  pone  una  estaca  de 
un  .árbol  que  llaman  cacahuanantli,  quiere  decir, 
madre  del  cacao;  y  es  asi,  porque  siendo  de. suyo 
el  árbol  delicado,  la  estaca  echa  hojas  y  recibe  el 


\ 


146 

arbolito  del  cacao  debqo  de  su  sombra.  Da  firuto 
en  unas  mazorcas,  y  sefiala  sus  tajadas  como  me- 
Iones:  son  largas  y' puntiagudas.  Dase  en  tierras 
húmedas  y  calientes:  comienza  á  dar  fruto  á  los 
tres  años  de  su  planta,  y  el  primero  que  dá  es  en 
el  tronco;  el  segundo  más  arriba,  y  después  por  las 
ramas.  Tiene  dos  cosechas:  una  antes  de  Navidad, 
y  otra  pdr  San  Juan,  y  ésta  es  más  copiosa:  en  lle- 
gando á  veinte  años  da  muy  poco  fruto  ó  nada;  y 
asi  cuidan  4e  renovar  las  huertas  y  conservarlas 
Esta  era  la  moneda  antigua  con  que  los  indios  co 
mereiaban.  Ut  oosfu»  neoeiiiiirías finias* ferias^  que 
Uaman  tíangpes,  y  hasta  el  dia  de  hoy  «e  ohaervf 
pan  las  ooaaa  menudas  usar  el  cacao  para  las  oom 
pras.  Siémbrause  4entro  de  las  hueritae  del  caoa<^ 
otros  árboles  que  Uanan  quauhpsiUaditlís  Mn  muj 
altos  y  softtbrios^  cuya  fruta  es  comestiUe,  áaoqu^ 
es  oálida,  y  es  á  la  manera  de  almendras,  wAa  dv¿ 
na  que  la  del  cacao,  y  no  sirve  para  el  i^ocolate 
sirve  para  moneda,  y  de  ésta  ise  da  por  Umosna  i 
los  indios  pobf es  que  piden  de  puerta  en  puerta,  i 
llámase  cacao  patlaahtli. 

166.  El  árbol  del  aehietl,  que  otros  llaman  obaq 
guarioo,  otros  pamactta,  es  del  tamafio  del  naraiyó 
Tiene  las  hojas  como  las  del  olmo:  es  espinoso»  tie 
ne  ha  flores  grandes  á  manera  de  estrellas,  de  oii^ 
co  hojas,  que  tiran  á.rojas:  la  fruta  es  como  la  d< 
erizo,  deltafliafio  de  almendras,  con  euati^esqu] 
nttsB  pequeftal.  Ésta,  madura,  se  abre  y  d^scubrj 


147 

unos  gmnofr  de  color  ñno  de  grana,  de  iá  forma  de 
Ioft.graBÍUo8  de  las  avas,  aunque  más  redondos. 
Echanlos  bien  maduros  en  agua  oaliente^  y  meneán- 
doles á  una  mano  sin  cesar,  los  batefh  hasta  que  de- 
jan en  eliagua  t<Mo  el  color,  dejándola  asentar,  y 
hacen  de  aquella  maea  los  bollos  de  achiote,  que  es 
el  ingrediente  que  se  usa  en  el  chocolate.  Da  color 
á  la  bebida,  ayuda  á  digerir  fácilmente  lo  terrestre 
del  cacao,  refrigera  el  corazón,  provoca  la  orina,  es 
frío  eu  tercer  grado  y  tiene  partes  de  astringente. 
Su  madera  es  útil  para  sacar  fuego  como  de  peder- 
nal, refregasido  im  palo  con  otro:  la  corteza  es  aco- 
modada para  ihaeer  sogas,  tan  f aertes  como  de  cá- 
BaiBo:  de  la  frutilla  usan  los  pintores  para  dar  color 
de  graca^  Sirve  tambieu  el  achiote  para  dar  color 
á  aiguuoa  guisos,  y  rárve  de  aaafrau:  nace  en  laga- 
res oalieutes,  máS' secos  que  húmedos,  como  G-ua- 
jaoa,  Gmizaeualce  y  la  Mizteca. 

167.  1^  xcohiftacaetU,  que  llaman  orejuela,  que 
se  BoUa.eohaar  en  el  chocolate,  y  hoy  lo  echaa  en  el 
de  espana,  por  otro  nombre  huinacaztli,  es  un  ár^^ 
bol  de  pelegrina  ¿gura  que  tiene  las  hojas  largas 
y  angoelar,  4e  verde  oscuro,  pendientes  de  un  pe- 
zonciUo  marchito:  tiene  la  flor  dividida  en  hojas, 
por  la  pwte*  interior  purpúreas,  y  por  la  exterior 
verdea,  que  tianm  propia  figura  de  orejas,  de  muy 
puave  y  aromático  olpr.  Nace  en  tierras  calientes, 
y  no  bMty  otra  cosa  en  los  mercados  de  los  indios 
que  OM»  ordineorio  se  halle  ni  que  mayor  estima 

Vbtaíicoiit.— Tomo  Í— 10 


148 

tenga:  traeiüa  pan  ponerla  en  loa  moBamentoai 
oaareama»  y  pan  reagaardar  de  fiiea  á  las  criaj 
ras  lea  ponen  de  ellas  aartaa  á  laa  gaigantas:  | 
caUente,  y  seA,  en  teroer  grado;  bebida,  resne^ 
las  TentosiiiadeSy  adeligaza  la  ütrna  y  eanforta 
estómago  resfriado,  y  es  útil  para  la  afnui.       | 

168.  £1  tlilxochiil,  que  es  la  vaimlla  por  auto 
masía,  qoe  en  el  choeolate  es  el  ingrediejite  de  alj 
nos  apetecible,  aunque  no  es  árbol,  entrar  puede 
este  lugar  por  la  estima  que  de  ella  se  faaee  en  no 
tra  EspaBa.  Es  una  yerba  voluble:  tiene  las  hq 
oomo  las  del  lantén,  de  verde  osouro,  que  &a< 
del  tallo  por  ambas  partes;  á  trechos  tiene  y  fr 
tiftoa  unas  vainillas  de  cerca  de  usa  cuarta,  red 
das:  verde  oscuras  cuando  verdes,  y  negras  caa^ 
secas.  Nace  en  lagares  calientes  y  hámedos:  a 
por  los  árboles  y  se  abrasa  coa  ellos.  Echa  el 
to  de  sus  vainillas  per  el  verane:  son  aromáti 
huelen  á  bálsamo^  calientes  en  tercer  grado:  m 
ven  la  orina,  y  meacladas  con  el  mecaxoadÜ,  b< 
das,  abrevian  el  parto  á  las  mnjeres,  y  mitigan 
dolores  de  madre:  cuecen  les  humoret^  resuel 
laa  ventosidades,  calientan  el  estóomgo  y  dan  vi 
id  «elehKo. 

1G9.  La  {¿mienta  de  Tabasco,  que  llaman  xc 
xodiitl,  que  quiere  decir  Sor  .«ceda,  es  un  ái 
le:  las  hojas  tiene  oomo^  de  naranjo,  las  fie 
"^njsra  de  granado:  tienen  el  olor  de  azall 
V  red<mda,  pendiente  á  racimos:  al  prii 


^ 


149 

pío  de  color  yedto,  y  secas  tiran  aleonadas.  Sonde 
buen  olor,  caliente,  y  seca  suple  en  las  boticas  por  el 
carpo-bálsamo,  y  sustituye  en  los  guisos  por  la  pi- 
mienta. Quitándole  un  corazoncUlo  que. tiene  blan- 
00^  aiire  las  opilaciones,  provoca  la  orina,  socorre  á 
los  que  padecen  cólico  y  dolor  de  ijada:  nace  en  la 
provincia  de  Tabasco. 

170.  La  canela,  aunque  lo  mas  común  es  traer- 
la de  la  India  Oriental  de  Vindanao,  una  de  las 
islas  Molucas,  y  la  mejor  de  Ceilan.  El  padre  Tor- 
quemada  {lii.  14,  cap.  63)  dice  que  vio  el  padre 
fray  Toribio  en  las  sieiTas  de  Guatemala  árboles 
de  canela  más  blanca  y  más  gruesa  que  la  de  la 
India.  En  Cuba  se  descubrieron  árboles  que  Haman 
canÍDga  y  avicena,  rorfe  aromático,  grandes  y  de 
tronco  que  tiran  á  negro,  cuyas  hojas  son  semejan- 
tes  á  kts  del  árbol  de  la  canela,  que  son  como  las 
hojas  del  laurel  ó  las*  del  cidro,  atravesadas  de  largo 
á  lai^o  con  tres  nerveí^uelosc  la  'fruta  negra,  la  flo>r 
blanca.  Descortezan  el  árbol,  y  dentro  de  tres  íSíqs 
de  la  que  dejan,  vuelto  á  criar  nueva  corteza:  á 
este  modo  pues  en  Cuba.  !Eki  lugares  altos  y  mqn- 
tuosos  se  hallan  estos  árboles,  cuya  cascara  es  más 
gruesa,  caliente  y  se5a,  casi  en  cuarto  grado:  tiene 
el  sabor  agudo  como  el  del  cltvo,  aunque  se  desva- 
nece presto:  de  sus  astillas  se  hacen  palillos  de  dien- 
tes olorosos. 

171.  El  bálsamo  que  los  españoles  llaman  de  las 
Indias,  los  mexicanos  hiiitzxochitl,  y  en  Panuco 


150 

ehute,  es  may  semejante  al  bálsaHo  de  Siiiai  y  e& 
nada  inferior  al  olor  y  facultades:  destila  de  un  ár- 
bol rajado  en  el  tronco  ó  en  la  cascara,  en  especial 
acabadas  las  aguas,  cuyas  flores  son  amarillas,  las 
hojas  mayores  que  las  del  almendro  y  mas  redon- 
das: es  del  tamaBo  del  naranjo,  el  licor  es  rojjo  que 
tira  á  negro,  de  sabor  algo  amargo,  el  olor  Tehe- 
mente  pero  suave:  nace  en  tierras  calientes  en  Pá- 
nuco  y  en  Guatemala.  Otro  bálsamo  se  saca  en  la 
provincia  de  Tolu,  que  es  entre  la  ciudad  del  Nom- 
bre dé  Dios  y  Gartajena.  Dn  el  Perüi^  de  unos  ár- 
boles semejantes  á  los  pinos  en  el  tamaBo,  con  las 
hojas  de  algarrobo,  de  una  corteza  delgada  qo^  sa- 
jada^destila  el  bálsamo,  y  es  tan  medicinal  y  oloro- 
so el  de  la  Nueva^-EspaBa,  y  aun  mas  efíoaa,  Uá 
mase  bálsamo  indiano.  Otro  licor  se  saca  de  una 
mata>  que  aunque  no  es  árbol,  por  servir  de  bálsa- 
mo puede  tener  lugar  aqui*  Llámase  entre  los  ta- 
rascos, en  Miohoacan,  mtaripenda  uaa  mata  que 
tiene  veinte  palmos  de  alto;  los  ramos  tiran  á  ne- 
gro, las  hoji^s  de  hechura  de  hierros  de  buiía, 
gruesas  y  anchas,  que  tiran  á  purpáreas  y  penden 
de  unos  pezoncillos  que  tiran  á  color  r^jo:  el  fruto 
á  racimos  como  racimos  de*  uvas  aunque  no  tan 
justos,  que  al  principio  son  verdes  y  después  rojos. 
Tómanse  los  pimpollos  de  esta  planta  y  alguna  de 
su  fruta,  y  picado  todo  se  cuece  en  agua  hasta  que 
espesa;  déjase  asentar  y  ^ueda  abajo  el  licor,  que 
sirve  para  curar  heridas  y>  otras  cosas.  Pe  lospim- 


151 

pollos  picados  suelen  también  por  alquitara  desti- 
lar 4i(piardiente9  que  es  medicamento  caliente  para 
achaques  de  causa  fría. 

172.  Otro  bálsamo  se  saca  de  las  cortezas  de  un 
árbol  llamado  quaconex,  que  tiene  la  madera  sóli- 
da, las  hojas  pequeBas  como  las  del  granado,  la  flor 
peqaeiia  y  blanca,  la  fruta  como  las  vainas  del  lau- 
rel: cortan  y  pican  la  corteza;  échase  en  agua  dos 
ó  tres  días;  caliéntase  al  sol  sacada  del  agua,  y  con 
prensa  se  saca  un  licor  oloroso  como  bálsamo:  de 
las  hojas,  por  destilación,  se  saca  otro  licor  de  agra- 
dable sabpr  y  medicinal:  los  ramitos  limpian  y  fór- 
tifiean  los  dientes. 

173.  Las  gomas,  que  genéricamente  se  llaman 
Gopaliiy  y  al  árbol  llaman  copalquahuitl,  son  tantas 
y  tan  diferentes,  que  era  necesario  tratado  Iparte, 
A  la  que  por  antonomasia  llaman  copalli,  sacan  de 
un  árbol  cuyas  hojas  son  como  las  del  encino,  aun- 
que más  largas:  unas  veces  el  mismo  árbol  la  des- 
tílsi  y  otras  sale  tajando  el  árbol.  Es  blanca  y  tras- 
paniite:  nace  el  árbol  en  tierras  calientes,  como  en 
Caemavaca,  Copallan  y  Michoacan.  Otro  hay  de 
esta  eapeciequeUaman  copalquahuitl  patlahuac,  por- 
que tiene  las  hojas  mas  anchas,  y  es  parecido  á  lo 
qo6  en  Espaüa  llaman  zumaque,  que  es  planta. 
Tiene  los  racimos  como  de  alas,  y  destila  goma 
blunca:  on  Ouernavaca  se  halla  este  árbol,  dentro 
del  pueblo,  á  cada  paso. 

174.  SI  tepecopali  sale  de  un  árbol  montano  que 


162 

tiene  las  hojas  eomo  las  dei  madreBo.  PiHidiioo  la 
frota  como  las  bdlotas,  que  tieae  aaa  domo  piBea, 
cubierto  con  resina^  y  tiene  dentro  una  pejáta  bboca 
medicinal.  De  este  árbol  destila  et  incimsOy  que, 
según  algunos,  es  el  de  Judea.  En  FiKpiaas  snoe 
en  abundancia:  Uámanle  en  Espa&a  ¿níme  de  las 
Indias.  Conforta  su  sahumerio  todos  las  partes  dei 
ouerpo,  detiene  los  flujos  y  reumas,  consoiae  la  fie- 
ma,  y  qui£a  los  frios  y  calenturas,  restituye  ia  mar 
dre  de  las  mujeres  á  su  lugar. 

175.  £1  xochicopalU  ó  goma  florida,  que  en  Mi- 
choacan  llaman  jarapisca,  ^se  destila  d^  un  árbol 
mediano,  con  las  hojas  como  de.  yerfaabuena:  el  li- 
cor es  leonado,  huele  á  limones  y  es  inoiensa  de^las 
Indias,  que  en  oaffutillos  llevan  cantidad  á  Etpafia, 
y  puéQe  servir  de  almáciga  para  el  agua:  nace  en 
Colima  y  en  Michoacan  con  abundancia. 

176.  El  copal  cuauhxilotí  es  goma  de  un  árbol 
muy  alto  y  liso,  que  se  le  muda  la  cascara  y  que- 
da como  leproso,  de  donde  le  vino  el  nombre  qae- 
xiotl,  es  lepra:  las  hojas  tiene  como  las  de  la  rvda, 
aunque  mayores;  produce  en  racimos  la  fruta,  ca- 
aa  una  pendiente  de  por  si;  destila  gema,  aunque 
poca.  Otro  hay  de  esta  especie,  con  las  hojas  de 
ruda  más  menudas,  puestas  en  orden  por  la  otra 
parte  de  los  ramos,  con  el  fruto^  pequéSto  y  rojo 
como  la  pimienta,  redondo  y  colgado  de  oada  raci- 
mo uno  y  dos  granillos:  es  mediánael  árbol;  desUla 
una  lágrima,  especie  do  incienso,  no  muy  Uaaoo, 


\ 
\ 


152 

68  clorosa,  y  meschida  coa  el  eatiér^l  de  bs  hor- 
migas y  de  los  nifios,  dada  ¿  beber,  pedo  de  una 
onfla,  por  dos  6  tres  veces,  dice  el  padrs  Jimeae^ 
que  sana  á  los  locos  que  no  tienen  calentura t  «nace, 
y  hállase  en  Quaztepso  y  Teputztlan. 
.  177.  £1  cuitlacopalli  és  una  goma  blanca,  oloro- 
sa y  muy  dura.  Sácase  de  un  árbol  mediano  que 
tiene  el  tronco  leproso,  que  llaman  xiocuahuitl:  tie- 
ne las  hojas  casi  redondas  y  pequefias,  con  unos  ra- 
cimos de  unos  granos  que  ouelgan,  á  los  de  la  eüci- 
canta  parecidos;  nace  en  lugares  montuosos  y  pe- 
dregosos, come  en  Yantepec.  Otra  goma  llaman 
ismaoancttitlaoopalli,  goma  de  estiércol  de  murcié- 
galos:  ésta  se  halla  pegada  á  los  ramos  del  árbol 
en  pequ6fia3  laminillas,  puestas  en  órdeb  por  am- 
bas-taandas  del  tallo,  tronco  y  ranK)s:  ésta  llaman 
en  lia  botieas  laca.  Nace  en  Guastepec  y  Cuema- 
Taoa  y  en  tierras  calientes;  nace  en  la  India  otíen-^ 
lal^  y  ^  ella  escriben  autores  yarios:  hácese  de 
esta  goma  y  trementina  elhtci'e  para  cerrar  cartas, 
y  euelenfaBadír  un  poco  de  arena  menuda  y  molida: 
cerne  y  retnpe  el  hierro,  piedras  y  perlas,  como  se 
ha  hecho  la  experiencia  en  China;  En  la  ciudad  de 
Finexe  hay  un  árbol  grande,  copado  y  de  vista 
hermosa,  que  se  da  á  la  margen  de  los  arroyos; 
Hera  una  frutilla  del  tamaño  de  una  avellana^  de' 
flor  verde,  que  ecfha  de  si  una  masa  blanca,  que  en 
medie  descubre  una  pepita  negra:  de  esta  masilla 
blanca,  ^ee  k^  obgen  por  Siciembte,  se  hacen  can- 


155 

179.  El  aziú  es  grosura  de  unos  gusanos  áspe- 
ros 7  rubios  que  se  crian  en  unos  árboles  que  lla- 
man cuapatli^  y  por  la  similitud  los  españoles»  ci- 
ruelos^ de  espeoie  de  los  mirabolanos  arábigos. 
Quitan  de  estos  árboles  los  iodios  estos  gusanos» 
que  son  de  dos  dedos  de  largo  y  un  poco  gruesos; 
cuécenlos  en  agua  hasta  que  se  deshacen»  y  de  la 
grosura  hacen  bollos  como  de  manteca  de  vacas»  en 
que  se  halla  color  y  blandura  de  aceite»  que  es  pa- 
ra muchas  cosas:  mitiga  cualquier  dolor  untado  ea 
la  parte;  molifica  los  nervios  encogidos;  resuelve 
humores  y  apostemas»  y  las  madura;  sana  las  lia- 
gas  y  á  los,  apostemados»  mezclado  éon  trementina 
y  tabaco;  es  muy  útil  para  la  hernia»  porque  re- 
suelve brevisimayAente  cualquiera  humor»  y  en  mi 
lo  oonoci  por  experiencia»  porque  á  un  golpe  que 
me  di»  no  bastaron  medicamentos  de  botica»  y  solo 
el  axin  me  resolvió  el  tumor,  y  me  libró  de  ia 
heraiá. . 

180,  El  liquidámbar,  que  los  indios  llaman  xo* 
chiocotzotl»  y  por  otro  nomhre  quauhxihisitl»  ae 
saca  de  un  árbol  grande  y  hermoso»  que  tiene  las 
hojas  como  la  hiedra:  nace  en  tierras  calientes  y 
templadas»  como  en  Huayaoocotla»  Huaubchioan- 
go;  08  semejante  al  estoraque»  por  la  suavidad  de 
su  olor,  aunque  en  México  tiene  su  reputación  per- 
dida, porque  dicen  ser  su  sahumerio  de  olamapo- 
bre,  7  es  que  las  indias  lo  revuelven  con  la  cáscf^ 
ra  del  árbol  por  alimentarlo»  y  mezclado  lo  venden 


ISB 

M  puM  en^ueltei  oon  ln|iií  gnmdts.  BlMlmiu 
rio  del  orosoa,  mesdado  ó,li(}mdo,  4|aeMfrá  iMjoi 
kaoe  curas  maravillosas:  fiyrtifiea  el  eonuM»;  «litíg 
el  dolor  de  cabeza  que  proviene  de  causa  fria,  y  ( 
contra  el  pasmo:  tomando  el  sdmmerto  en  todo  i 
cuerpo  y  abrigándose,  ee  como  si  se  totnanm  « 
dores:pormodo  de  emplastodeshacelaslñnchaaone 
y  cura  los  empanes,  y  resuelve  las  Teafosidade 
181.  La  sangre  de  drago,  que  los  naturales  11 
nan  ezpahtii,  es  una  goma  que  sacan  de  n»  ¿rb 
que  llaman  escuabuitl.  Sácanlu  «de  dos  aftanera 
rajando  la  cascara  y  poniéndole  una  vasija  don< 
destílOy  y  mattajando  los  manojos  de  pimpollos 
sacan  con  prensa.  Es  el  árbol  gmnde  y  de  bqji 
esquinadas;  sirve  para  medidnaa,  en  espemal  psj 
las  encias  y  dentadura,  y  ps¡ra  las  inflanaeion 
de  los  ojos,  porque  dicen  que  es  astriogente, 
üene  partes  fiias:  hace  el  mismo  efecto  ^que  la  s^ 
gre  de  drago,  que  se  coge  en  las  islas  Canarias  y 
Ckrtajeaa  de  unos  árboles  que  llaman  dragos,  pi 
que  dentro  de  su  ñuto  tiene  «natura  de  drago 
aunque  otros  dicen  que  porque  se  parece  á  la  y 
ba  draeoneio,  y  otros,  poi«que  degollado  un  drag 
se  confecciona  con  esta  goma.  Nace  el  áriiol  c 
abundancia  en  Panuco:  otros  nacen  en  Gueniava^ 
en  los  campos  que  van  á  Tepecualco,  aunque  tM 
las  bojas  muy  redondas  y  1&  raia  nudosa,  la  cía 
ra  amarga  y  astringente:  nace  cerca  de  Iw  a 
y  es  odsrifera.  ^ 


1 


167 

1S2»  fil  ulUn  43ato  como  leehe  Uaaoa  del  nlcaa* 
hoitl  sigado:  cuajada  la  leckOi  quo  es  pegajosa  y 
espesa,  se  cuece  como  agua  j  se  cnaja,  de  qae.kai- 
cen  pelotas.  Con  estas  solian  los  indios  jugar,  por- 
que lalta  más  que  pelota  de  viento:  del  árbol  se  ha- 
llan dos  géneros:  uno  que  tiene  el  tronco  UisOy  leo^ 
nado  j  pajisO)  las  flores  blancas,  las  hojas  grandes 
y  de  ^OT  de  ceniM ^  y  que  tienen  unos  globos  re- 
dondea á  manera  de  estrellas  pegados  al  mismo 
tronco,  llenos  de  ñuto  Uanco,  del  tamaño  de  ave^ 
Ibmas,  oubiertas  con  una  telilla  amarilla,  de  sabor 
amaige;  otro  tíene  las  hojas  como  narai\)o,  aunque 
mayores,  que  se  dan  en  Michoacan,  y  le  llaman  ta^ 
ramtaeuam.  El  primero  nace  en  tierras  calientes,  co- 
mo Ihoalapan  y  MecaÜan:  sácase  del  hule  un  acei- 
te derretido  al  fuego,  que  es  útil  y  medicinal  para 
ablandar  el  pecho  bebido  en  cacao,  y  detieiie  las^ 
maraa  de  sangre:  también  el  hule  mundifica  la  ma- 
dre de  las  mujetes,  y  remedia  la  esterilidad:  de  él 
usan  loa  nuestros  para  encerar:  las  capas  que  resis- 
ten los  aguaceros;  pero  no  para  el  sol,  {K>rque  á  ria 
eúoT  se  derrite.  Las  hojas  del  árbol,  secas  y  moli- 
das y  dadas  en  aigo  comestible,  matan  los  leones 
y  ttgrea  y  desiás  animales  fierps. 

183.  WL  chapopetl,  que  llaman  los  espafioies 
botan  indico,  y  por  otro  nombre,  chicle  prieto,  ^le 
de  unos  manantiales  de*  la  costa  de  Panuco,  y  liqui- 
do entra  en  la  mar  del  Norte,  y  cuájr.8e  en  podases: 
el  negro,  que  tira  á  rubio,  la  resaca  lo  echa  á  las 


\' 


168 

i:  véndese  en  los  mercados,  y  lo  ooínpMii  las 
iniijeres  para  mascar:  limpia  y  conforta  loa  dien- 
tes: BU  olor  es  tan  agudo  y  fétido  como  el  de  la 
rada. 

184.  £1  árbol  del  jabón,  que  en  la  Esoritora  es 
berra  fuUonun  y  de  las  cuentas,  es  muy  común  en 
Gnajaea  y  la  Miateoa  alta,  y  en  las  islas  fispafiolas 
y  Puerto  Rico.  Eeha  una  frvta  como  aveilanas^ 
que  no  es  para  comida,  sino  para'alabansa,  porque 
con  lo  de  afuera  jabonea  la  ri^,  como  se  pudiera 
con  el  m^or  jabón  d^  Castilla:  dentro  se  baila  unf 
cuenta  negra  conu>  garbaneos,  mayores  ó  meoores 
de  que  se  baoen  infinitos  rosarios,  que  llaman  d< 
fratilla,  que  igualan  á  los  de  coyoli:  dentro  de  h 
cuenta  tiene  una  medula  tan  amarga  como  la  d^ 
duraano:  ésta  se  saca,  y  queda  liriana  la  ouenfca  ; 
fuerte,  porque  nunca  se  quiebra,  y  del  tamaflo  qui 
quieren  hacen  las  cuentas  para  rosarios,  tantos,  qu 
pueden  dar  abasto  á  toda  Espafia.* 

185.  £1  coyoli  es  fruta  de  una  palma  que  UeV 
el  tronco  más  delgado  y  corto  que  el  de  la  palm 
de  cocos:  echa  el  fruto  antea  que  la  dimisión  de  U 
hojas;  es  del  tama&o  de  una  pera  peque&a,  cvbio 
to  con  una  corteza  gruesa;  tiene  dentro  el  0OTaa<] 
duro  y  denso,  de  color  ngo  que  tira  á  negro,  m 
uny  pintas  blancas,  astringente  al  gusto  y  corr 
borante  en  la  cualidad*.  Los  naturales  le  traen  4 
la  boca  para  confortar  el  celebro  y  ayudar  á^  la  J 
gestión  del  estómago.    De  éata,  que  llaman  en  Ol 


159 

na  hvíBg^p  y  6b  la  Müera^üiipafta  b(^ali^  de  que 
hay  yaríaa  esp^cied^  80  hacen  los  rosarios  iaii  estír- 
rnado8  de  ooyol. 

186.  £1  yezoU,  que  llaman  palma  montesa^  j 
alguQoa  indios  euauhiepopotlif  escoba  da  piedras^  á 
manera  de  árbol,  prodaoe  de  ana  raiz  dos  ó  .tres 
troneos:  tiene  las  flores  blancas  y  olorosas^  pendwn^ 
tes  á  racimos,  que  eada  u^a  tiene  seis  hojas  peqne- 
SaSy  de  las  cuales  se  engendra  la  fruta  ooikio  pico- 
nes; es  muy  útil  dados  á  beber  los  piBones  tostados 
y  molidos  con  bolo  arménico.  Sana.  las  cámaras  de 
sangre,  detiena  los  vómitos  el  eodimiento  de  sus  ho- 
jas:  la  rais  cura  la.opiasis,  el  abito  y  represión.  De 
las  palmas,  puestas  en  remcgo  comer  el  heno,,  ntugadas 
y  lavadas  la»  veces  que  fuese  necesario,  y  secas,  se 
saca  un  hilo  mejor  que  el  qiíe.seisaea  del  maguey.* 

187.  El  árbol  del  Pera,  qué  los  españoles  llaman  4> 
molle^  y  los  indios  copaleuahuil^  naee  en  eüalquie'- 
ra  parte^  hftela  eu  las  paredea.de  las  cercas  suele 
uñoet  y  abfirlas  con  su  oráis;  destila  unas  lágrimas 
de  goma  de  naturalesa  caliente  y  seca;  es  de  ma-. 
dera  fuerte;  de  su  frutlUai  que  es  como  la  del  len- 
lisoOi  con  una  cascarilla  colorada;  se  hace  miel  para 
echar  en  las  bebidas  de  los  indios,  para  darles  fner* 
za,  y  la  echan  en  el  pulque:  se  hace  vinagre  comes- 
tible, y  también  se  hace  resina,  que  suele  ser  purga 
comola  gomadeshecha  en  agua:  hecha  emplasto  con 
las  hojas  cocidas,  cura  los  empeines,  y  de  las  hojas 
se  hacen  fomeotocioaes  y  kiratorio  saludable.  La  le- 

y  VrASCUET.--^TOMO  I.— 17 


160 

che,  que  heñda  la  oásesra  brota^  éeehaoe  hñ  iiabe 
ds  los  ojos;  608  cogollos  limpian  los  dientes  y  apríe 
tan  las  encías.  Usase  de  todo  el  árbol  como  del  te 
rebinto,  porque  si  no  es  él,  es  muy  semejante,  y 
necesidad  usan  de  su  frutilla  por  el  cardamomo:  prc 
Yoca  la  orinal  resuelve  ventosidadeSi  y  traida  en  I 
boca  fortifica  las  encias  y  cura  las  llagas;  y  fina 
mente,  por  ser  tanprovecbosOí  se  trajo  del  Pot6  doi 
de  es  oelebradOi  y  acá  por  muy  común  no  es  estimt 
do.  Véase  al  padre  Galancba  {¡ib.  I,  cap.  9,  núm.  3 
y  al  padre  Jintenes  {eap.  l¿)y  en  sus  libros. 

188.  La  higuerilladel  infierno,  que  losindios  Ib 
man.tlapail,  no  es  muy  alte  ni  grueso:  tiene  las  b 
jas  anchas  y  de  hechura  de  higuera:  su  fhita  es  un< 
carditlos  redondos,  á  manera  de  racimos  de  uv^ 
espinosos;  su  semilla,  á  manera  de  caBamou:  sácaí 
aceite  medicinjili  y  sirve  para  los  candilee  oomo 
de  la  oliva,  aunque  tiene  mal  olor. 

189.  El  árbol  de  ia  grana,  que  los  indios  llami 
no^izüi,  es  especie  de  tunal,  que  da  unos  gasai 
Uos  en  la  hoja,  que  llaman  nopalli,  por  de  fue 
blancos  y  por  dentro  de  color  carmesí,  qae  ui^ 
veces  nacen  naturalmente,  y  otras  por  indastri 
esparciendo  en  los  árboles  la  seinilk,  que  los  esf 
fióles  llaman  cochinilla,  y  los  indios  nonohitsf 
para  que  de  ella  se  engendren  los  gusaníllon:  qi^ 
re  mucha  limpieza,  y  asi  está  el  suelo  de  las  hu< 
tas  continuamente  barrido.  £1  modo  de  cogerla 
que  en  jssúmdo  ya  los  gusanillos  llenos,  con  una  i 


1«1 

cobilit  blanda  los  ^an  echando  en  i^^  calieniei  y 
^e  tltty  ya  ahogados^  los  ponen  á  seear  al  soU  Esta 
grana  es  de  estima  para  los  tintes,  y  no  há  muchos 
aSosiineera  muy  gruesoet  trato  de  la  grana:  los  indios 
la  benefidaban;  y  viendo  que  los  apuraban  por  ella 
J  se  la  pagaban  á  menos  precio  los  españoles  que 
mandaban,  cortaron  las  nopaleras  en  muchas  partes 
por  quitar  el  ooci}o  de  buscarla  para  los  alcaldes 
mayores.  Tiene  virtud  astringente;  sirve  para  picti- 
mas  al  corazón  y  para  limpiar  la  dentadura.  En  Es- 
paBa  hay  grana,  que  es  éxcrementi^  de  cierto  género 
de  encina,  que  llaman  carrasca,  ocoscaja  llaman  che- 
mes,  y  ekve  para  tefiir  lanas  y  sedas  de  color  rojo. 

190:  El  árbol  que  llaman  xahuáli,  es  de  madera 
pesada,  y  de  él  sacan  astas  largas  de  color  pardo  cla- 
ro que  aon  muynecMarias.  Tiene  las  hojas  comolaiB 
del  fresno,  y  de  una  fruta  que  echa  con  adormideras, 
se  hace  una  agua  con  que  los  indios*  se  lavan  para 
apretar  las  carnes,  y  todo  cuanto  toca  el  agua  se  po- 
ne de  color  negro  muy  fino.  Aunque  de  eeta  agua  se 
pudiera  hacer  tinta  fina,  no  la  usan,  si  no  es  de  unas 
vainillaa  de  un  árbol  que  llaman  huexiachtn. 

191.  El  árbol  de  los  tecomates,  que  se  llama 
higuero,  es  muy  socorrido  de  vasijas  como  cala- 
bacillae,  y  son  de  varias  *e9pecies,  porque  los  de 
Qoakemala  las*  dan  muy  delgadas,  y  son  de  más 
estima  que  los  de  Michoaoan.  Otros  dan  jicaras, 
que  son  vasijas  mayores  que  los  tecomates,  y  muy 
Qsualea  para  el  servicio  de-  casaé  Otros  dan  las 


ie2 

Tas^  graadü  oonb  buehoelaB/  Mmoéá  n^dih 
vOTsaa  partos-  calientes,  y  8oa  de  interés^  {Mivqne 
es  el  servicio  de  toda  la  tierra,  y  asi  prooafaa-qw 
se  proeríen  los  árboles:  timen  la  hoja  como  ,1a  ád, 
moral:  .el  tecomate  ver^e  se  snele  aplkar  '^m  p6* 
cimas,  y  cattento,  piieeto  por  Hiedo  d»  emplasto,  co- 
ra la  herniab  ^ 
. .  ^  ^  ^  < ! .  «L.%.  192,  El  hu83paclim  da  nnaa  Tainillas  de  qne  se 
aprovedian  los  tintoreros  pam  lo  negro,  y  da  cpw 
se  hace,  jantes  coa  alcaparrosa  eohadaa  á. podrir, 
tinte  nray  fina  para  eserebir,  y  ts  osado  eciMurlaa 
en  agna  para  baBoe  de  la  eahesa. 

198.  Entre  estos  árbeks  qae  son  proveohoaoa, 
{Niede  entrar  el  árfaolde  laa  manos,  qúorllatiaii 
■iacpaxochitI:.da  |>er  el  mea  de  Seliembre  y;.0o- 
tabre  una  flor  roja  de  la  fesiM  de  nna  aimno  de 
oriatora,  ten  bien  formada  y  con  tel  piimet  timw 
las  júnioras^  artejos,  dedos  y  palma  ilelamáno, 
que  ni  el  mejor  .esooltor  la  sacara  con  máa  pri- 
mor. Onando  veirde  está  cerrada  «a  forma  é» 
-liigft»  y  ftl  i>w^  poniendo  roja,  se  ra  abriendo,  y 
queda  media  abierte.  Nace  en  tierras  lirias,  como 
en  Tolttca  y  ep  los  cercos  altos  de  Atyoezing^  es 
medianas,  y  tíena  la  hi^a  como  la  ;del  enciao. ..  Y 
con  esto  paso  &  las  plantas  medicinales,  aunque 
se  queden  mnobte  árboles  proyediosos  per. meó- 
nos conocidos.!,  Sa  »l  Per6,  en  Bracaocioroer  bey 
árboles  que  fn^certátideles  laa  ramee  esparcen  jlo- 
i30fi,  de  que  ee  baat-tomado  «anea  testisMnios» 


■;<  r     .i  '    T.c=saegaBaa  ■  .yf   ,"  '  ■  rart 


CAPITULO  ZI. 


De  los  árboIe|i  y  plantai  medioiiialos;  tns  virtndM  y  efectos. 


I9é.  Bl  doctor  Pranoisoo  Herntodeai  protomé- 
diao  de  esta  NaeTe^^Espafia,  por  mendatoi  de  «k 
majestad  escribió  un  libro*  de  las  virtudes  de  ar- 
boles y  ^láatas,  en  latín:  fué  bien  reeebido.  Se  so- 
melid  al  doctor  Nardo  Antonio  Beeeo,  inédico  na- 
poKiano;  moderd  y  aprebó^lTolúmeny  y  aprobado 
por  el  doctor  Valle  pasó  á  esias  partes,  de  cuyo 
origísal  eacribió  y  dispaso  su  libro  de  odraciones 
el  doctor  fray  Agostin  Farfan,  que  tomó  el  hábi- 
to.de  nuestro  Padre  San  Agustín,  cuya  obra  ha  si- 
do nmy  6tíly  y  ha^sido  su  método  muy  obserfado 
por  los  efectos  que  se  han  experimentado  aiaravt- 
liosos»  El  doctor  Jdan  dé  Barrios  hizo  un  tratado 
cnartOy  en  número  de  las  que  ponen  dichos  autores 
con  tus  recetas  para  todas  enfermedades  en  el  libro 
que  imprinñó  en  México^  año  de  1605.  El  padre 
fnqr  Francboo  Jiménez,  que  acudió  primero  en  el 
hoflpkal  de  Huaatepec,  y  ^espms  tomó  el  báUto 


164 

de  nuestro  Padte  Santo  Domingo,  imprioiió  el  ori- 
ginal firmado  del  dogtor  Valleí  en  México,  afio 

de  1615,  dividido  en  cuatro  libros  de  la  naturaleza 

• 

de  árboles,  yerbas,  plantas  y  animales.  De  algunas 
de  ellas  se  valió  el  venerable  padre  Gregorio  Ló- 
pez, que  asistió  en  Guaztepeo,  en  el  libro  que  com- 
puso para  los  que  carecían  de  médico  y  botica, 
que  se  imprimió  el  afio  de  674.  Una  vez  escoliado 
por  el  doctor  Salcedo,  y  otra  por  el  doctor  y  proto- 
médico  José  Díaz  Brizuela,  en  México,  por  Fran- 
cisco Rodríguez  Lupercio.  Por  esto,  y  por  no  ser 
él  astinto  principal  de  mi  obra,  en  bre^ve  iceferiré  so* 
lamente  algunas  de  las  más  usadaa^y  xxmoei&as  da 
loe  médicos*  • 

196.  El  palasanto,  porque  sea  fefiz  el 'prineiptOy 
^ue  llaman- cuyacan,  y  los  indios  4hatlaloudii¿4l,  es 
de  mediana  estatára;  las  lu^as  poco  mayeraai^ue 
las  de  ruda;  las  flores  azules;  la  coiteza  oabioieat^^ 
aunque  la  que  cubre  al  tronco  más  grueso, -es. raja;  el 
palo  amarillo,  y  el  corazón. algo  aÉul.  Otro  bay  de 
la  misma  especie  más  delgado,  y'etpalo  como  eoai* 
dentó  y  algo  oloroso.  El  agua  cocida  de  este  palo 
sana  el  m<U  francés,  los  dolores  de  cabeza,  pecho  y 
estómago,  y  riltones;  corrige  el  aliento  fétido  de  la 
boca:  dicen  que  para  beber  esta  agua  ha  de  preee- 
der  purga,  y  que  en  el  otofio  y  primavera  es  más 
salodahle:  nace  en  tierras  calientes,  en  el  valle  de 
Izúcar  y  Ooernavaca,  en  Santo  Domingo  y  Puerto 
Rico,  de  donde  va  para  la  Europa:  y  débese  esti- 


185  « 

mar  máa  que  á  la  zarzaparrilla  y  al  palcrde  la.Ohina: 
es  en  segunda  grado  caliente. 

.  196.  £1  zaizafrás,  esto  es,  MXuMfrangit^  es  an 
árbol  grande:  las  hojas  divididas  en  tres  parteSi  los 
tronóos  lisos  que  tiran  á  rojos  y  huelen  á  anís.  De 
éste  se  haoe  ooeimiento^  según  la  eomplexíon  y  fuer- 
zas  del  que  padece,  porque  es  caliente*oasi  en  ter- 
cer grado,  y  seoo.  Usase  de  todo  el  palo^  oásoara  y 
raíz:  la  corteza  es  más  eficaz,  socorre  la  cólica,  los 
dolores  de  ijada:  es  para  la  orina,  el  dolor  de  rifio- 
ne^  deshace  la  pkdra  (de  donde  tomó  el  nombre), 
deshace  laa  opilaciones^  resuelve  ventosidades,  y 
cura  todo  achaque  de  causa  tria.  Algunos  usan  de 
su  codmiento  simple  echando  las  astillas  en  el  agua 
para  bebida  ordinaria  para  la  digestión  y  evacua- 
ciones generales  del  cuerpo.  Nace  en  la  Florida  y 
en  Michoaoao:  también  tiene  virtoid  de  convertir  el 
agua  salobre  en  dulce,  como  ha  sucedido  á  algunos 
nay^gantes. 

197.  Los  tamarindos  y  caBafístola  son  célebres. 
Purgan  la  cólera;  y  de  lo  uno  y  de  lo  otro  se  usa 
en  conserva,^y  se  da  fresca  la  fruta.  Las  vainillas 
del  tamarindo  son  encorvsdas;  la  cascara  parda,  de 
un  árbol  grande  por  la  mayor  parte  como  el  nogal: 
las  hqjas  menudas,  más  largas  que  la  ruda.  £1  árbol 
de  la  caSa  fistola  es  grande;  las  hojas  como  de  lau- 
rel; las  flores  amarillas,  como  estrellas,  á  racimos^ 
de  donde  se-  engendran  los  canutos.  Superfino  fuera 
tratar  de  sus  virtudes  cuando  son  tan  conocidas» 


16C 

198.  Lar  habas  pargatiTaa  que  UámaQ  hákíUaa^ 
son  de  ua  árbol  que  llamao  quauhilatlatsiQ,  quie- 
re decir  árbol*  que  estrella,  porque  al  madurar  la 
fruta  (que  es  redonda,  del  tamaSo  de  una  naranja, 
aeanalada  coma  el  melón,  con  muchas  pepitas  don<^ 
tro  menudas  que  son  las  habillas)  rompe,  y  con  ruido 
como  de  arcabua  despide  las  diohas  habillas:  éstas 
soD  purgativas  quitándoles  una  telilla  que  tíenen 
en  medio  que  suele  causar  bascas.  Bvaouan  por  vó- 
mito y  por  abajo  los  humores  oc^éríoosy  flemátiooa: 
nace  el  árbcd  en  tíerras  calientM,  y  ks  hay  en  «1 
patío  de*  la  iglesm  de  Jiutepee,  donde  la»  vi  «¡endo 
guardián  de  aquel  convento. 

190»  Les  piBones  de  purgar  soa  de  un  árbol  ém 
mediana  estatura,  cen  las  hojas  grandes  y  ediuina- 
das.  La  fruta  es  del  tamaBo  de  uñar  naez,  ooa  tres 
piBones  apartados  en  sss  cavidades  debajo  de  una 
tefilla:  suelen  comerse  tres  ó  cinoa  tostados,  y  eva- 
cúan los  humores  crasos  y  lentos.  En  el  patio  del 
convento  de  la  Vera-Cruz  estaban  dos  arbolen,  de 
que  llevaban  á  EspaBa  cantidad  de  pifiones,  y  me 
eertíflcaban  eran  para  quitar  las  jaquecas  y  dolor 
de  oabesa,  y  asi  los  hacia  guardar  todo  ei  tbmpo 
que  fui  indignamente  guardiui  en  el  contettto. 

.  200.  E2  palo  acul,  que  llaman  coatí  y  en  Biq^- 
fia  el  palo  de  los  riBones,  es  como  el  peral,  sin  na- 
des: las  hojas  tiene  como  las  del  garbanzo,  las  ílores 
amarillas,  pequeBas  y  íarguillat,  eompuestáa  en  os- 
piga,  muy  olorosas.  Nnee  en  tierra  modeiedamenie 


Ift 

m  TipntiyÉD  j  eu  •!  Mal  Fak  de 
c  mImuIm  ras  aatiUu  eo  el  agua,  te  Tiiel* 
Babíday  limpia  y  refreaoa  loa  ríSones:  tem- 
pk  k  acaa;  aana  los  dolorea  da  la  odlioa;  cura  laa 
ail  dal  baao  oamo  del  hígado.  Bl  modo 
q«e  Imga  pnraolio  de  tomarlo  es:  hedió  aati- 
ka  patiaaBaa  eeharlo  en  agaa  ea  aaa  tínajnela,  y 
m  fMtá»daaa  el  agua  oAraa  pocas  de  astillas;  por- 
9»  ai  1a  habaa  en  faao,  áloa  quinos  diaa  se  pier- 
ia la  miad  y  do  aproeeoha.  Méaolaaa  el  agaa  eon 
para  ^aiao  lo  osa.  Be  oaliaate»  y  seco»  en  |Hri- 
lo;  hay  taflüÑeo  obre  góaere  de  este  árbol, 
tieae  la  mean»  ▼irind  de  confortar,  y 
la  hidiapeaia;  pero  nd  da  tanto  cokur  al  agtia, 
j  á  aaa  Uaaiao  taiayí  y  es  máa  odíente* 
S9L  El  i|aantwéslslan  oaal  modo  del  safioe  en 
y  lámalo*  Sn  eáaaara  ea  medieinal:  eoael 
de  ella  laradas  las  heridas  y  llagas,  y 
«a  fttwo  (aaoqne  esté  verde)  espolvoreadas,  sanan 
rea  faaiiidad;  echada  en  el  agna  que  ae  bebe»  hm* 
ti  haaa,  aana  km  llagas  y  laa  opüacioaesi  y  ea 
la  para  lee  que  padecen  ohslnicciottes  de 


:¡S88.  B  eeaelmeeall,  qae  qoiere  decir  sogas  de 
pasqae  caá  él  se  fonaan  las  oaaas  de  los  ni- 
y  attda  aerrapte,  poiqno  la  Haamo  cocolmecatl, 
la  tais  gmeaa  y  rqfa:  ceba  naca  tallos  vM- 
colarados  y  nudosos:  tiene  las  hojas  medianas, 
de  bi|o  4  largo  eon  trae  tenas:  la  f 


168 

ta,  es  odiiio  la  del  arrayaiiy  llena^de  semillar  Dase 
en  tierras  oeKéntes  como  Acatlan,  Totolapao,  don- 
de dicen  que  hay  dos  especies:  la  una  iafruotáfera 
y  venenosa;  la  otra,  que  echa  fruta,  se  eiMuma  co- 
mo parra.  De  ella  se  hacen  bordones.  La  rais^  la 
madera  y  las  hojas  hacen  tan  maraTíllosos  efeotos, 
que  restituye  al  mundo  la  Tida  de  los  hombres  oft- 
si  muertos,  y  asi  le  llanmn  el  palo  de  la  vida.  Ss, 
po(r  virtud  oculta,  contraria  á  las  enfermedades  asi 
calientes  como  frias,  ota  sea  aplicada,  ora  bebida. 
Las  hojasy  aplicadas  á  cualquier  dolor  de  dientes, 
cabesa  6  coyuntura,  sana;  y  si  se  pega  4  Is  parte, 
es  oiertá  la  salud.  Bebida  en  vino  resuelve  las  ven- 
tosidades, y  traída  en  las  manos  conforta  á  los 'fla- 
cos y  débiles.  Son  tantas  sus  virtudes,  que  cuando 
no  hubiera  mis  planta  hallada  en  esta  tierra,  bas- 
taba para  que  se  lograse  el- trabajo  de  buscar  las 
otras. 

20S.  Bl  cooomecatl,  que-  otros  llaman  eoeome* 
caxihtdtlj  que  quiere  dadr  médtoina  de  soga  retor- 
cida, es  yerba  que  tiene  las  .hcjas  de  albahaoa,  lle- 
nas de  espinas,  el  tallo  purpúreo  y  retorcido,  las 
flores  pelosas,  que  de .  blancas  se  vuelven  purpú- 
reas. Las  hojas, -majadas  y  bebidas,  sanan  las  cá- 
maras de  sangre:  la  raiz  y  loe  tallos  son  calientes, 
y  secos,  en  cuarto  grado:  sanan  los  empeines,  pro- 
vocan la  orina  j  socorren'  á  las  paridas  en  sus  do- 
lores. 

204.  La  aaraaparrilla,  que  los  naturales  llaman ^ 


/ 

169         ( 

1 
inecapatlii  tí^ne  tres  difeí^ciasi  ana  que  naoe  en 

Santa  Fe,  no  lejos -de  México,  en  la  fuente  del  agua: 
ésta  da  su  frutilla  y  trata  de  ella  Dioscórides:  otra 
llaman  quaubmecatl  ó  cocoztiopaiancapatli:  tiene 
las  raices  surcúlens,  los  tallos  con  espinas,  las  hojas 
eomo  de  albahaca  y  sin  semilla:  la  otra  tiene  las 
hojas  grandes,  de  figura  de  corasson,  y  en  lo  demás 
como  la  otra.  De  ésta  llevan  la  raiz  á  EspaSa.  D&se 
en  Orieava  y  en  Honduras:  todas  tienen  un  mismo 
efeeto  y  curan  el  mal  francés  y  sus  dolores^  y  pro^ 
Toca  á  «udor,  y  para  esto  es  eficaz  el  eumo  de  la 
raiz:  de  ella  se  da  en  polvos  y  hacen  jarabes. 

205.  La  purga  de  Michoacan,  que  los  tarascos 
llaman  taohuache  y  los  mexicanos  tlatlanquaci)iitla« 
pilli,  tiene  tres  especies  solamente  en  el  tamafio  de 
la  laU  y  en  el  suelo  donde  nacen  diferentes^  pero 
en  virtud  iguales  y  en  oUalidades  poco  diferentes, 
porque  todos  convienen  que  es  en  cuarto  grado  ca- 
liente y  seca.  Dase  en  toda  la  Nueva-Espafia;  y 
porque  la  primera  se  halló  en  Michoacan,  se  le  jdió 
ese  nombre.  La  segunda  es  Jalapa;  la  tercera  se 
llama  matlalitztic:  es  una  raiz  gruesa,  que  mana 
leche,  de  la  cual  proceden  unos  tallos  volubles  y 
Jelgados,  con  las  hojas  á  manera  de  corazón;  aun- 
que pequefias;  las  flores  rojas^  que  tiran  á  aznl  os- 
curo; la  fruta  en  forma  de  pepino,  cubierta  con  un 
vello  blanco  y  llena  de  simientes,  blanca,  con  algu- 
nos hilillos.  Usan  de  la  leche  para  purga,  como  de 
los  polvos  de  la  rais,  y  del  zumo  en  lugar  de  esca* 


170 

moM^  algiinos  dkMilfier  lo  mismos  fi^iMe^ftSli* 
ohoacan  y  Goadalig^a  una  tai$*eomo  día,  de  que 
aTtaan  los.ántores  por  «er  venenosa.  Bnkre  toéte, 
el  maÜalitaie .  es  la  mayor:  dase  en  loe  montes  y 
emoB  de  la  Amiipa  y  Ajrotsiogo,  entre  piedrta. 
ESn  Teadmiit&ini0o,:vi8itade  Jiuhtepeé,  yo  hé  vieto 
aoiübada  de  sacar  abrasarse  loe  gatos  amorosamente 
eon  ella.  Ésta  dioeo  que  es  menos  liCuinte,  y  a^* 
nos  la  timen  por  fria;  pero  no  lo  es,  sbo  per*  tener 
menos  remiso  d  ealor  purga  con  menor  violeneia. 
La  de  Mokoaean  es  meaer  qne  ésta:  luego  la  vene^ 
nosa  y  la  más  ohioa  de  todas  es  la  de  Jalapa^  y  ééta 
dicen  qnees  más  lazante,  que  anmqee  sea  una  mis- 
ma, tomará  del  temple  de  la  tierra  su  v^or. 

206.  Bl  tlatlanquaye,  ¡danta. que  dala  primate 
ra,  larga  (por  otro  nombre  aleapatli,  y  en  BiUjánas 
boyo)>  echa  ios  tronóos  f  etoroidos  como  sarmientos; 
las  hojas  largas  y  paotíagodas,  olorosas,  de  sabor 
acre,*  la  frütíUa  como  pimienta,  laiga  y  roUisa^  q«ie 
nai)oa  madura  sino'  que  se  iüetina :á  o<^r  rojo:  la 
raíz,  en  p(dvo^  evaúua  loe  humores  gruesos,  y  el 
huBQor  que  causa  la  bidropesia  eyacua  el  zumo:  su 
cocimiento  resuelve  las  hioohasones,  provoca  sudor 
y  cura  la  perlesía*  Nace  en  lugares  calientes,  y  ea 
caliente,  y  seca,  en  tercer  grado. 

207.  Bl  ruibarbo,  que  llaman  de  frailes,  y  loa 
naturales  amamaxtía,  solo  se  diferoneia  en  las  boT 
jas  del  ruibarbo  de  Alejandcin.  Evacúa  con  felicir 
dad 7  hace. loa.  mesmoa  efectos  que  pudiera  el  de 


171 

Akgmdii&t  et  yirtai  páraicida  á  la  rorntuisa  de  Dios- 
QÓriééBi  naee  ea  GMnúivaoa  y  Yanfatepec,  y  dé  él 
se  ka  Uevudaá  Eapafia,  j  ha  probado  con  felicidad, 
y  80  da  en  hAoB. 

208.  £1  aacachickioí  qoe  quiere  decir  yerba  amar* 
ga,  es  da  iiaa  tercia  de  largo;  vellosa  y  blanquecina, 
Ueoa  deiallosy  con  hojas. peqpe&as  y  flores  chicas, 
casi  redondas,  que  de  blancas  tiran  á  rubias.  Es  en 
México  muy  usada  de  los  naturales,  y  se  dá  cerca 
de  la  ciudad^y  en  Teacueo:  huele  á  manzanilla  loca. 
Usan  del  fumo  para  purgar,  y  evacúa  por  vómito 
cólera  y  flema}  pero  no  la  dan  á  los  que  están  con 
caleotera:  es  oalientOi  y  &eea,  en  terq^r  grado:  cu* 
ra  el  ahito;  despierta  la  gana  de  comer,  y  aprovo" 
cha  á  los  que  se  les  aceda  la  comida.  Usase  de  su 
cocimiento  en  crister  contra  las  ventosidades. 

209.  Cfaiohicpatli,  por  otro  nombre  xochipatli,  es 
de  dea  palmos  de  largo:  las  hojas  como  de  ruda,  las 
floree  rcyjas  y  pequeBas,^  oon  unaa  vainillas  delgadas  1 
Su  raiz  es  fría  y  glutinosa,  y  es  para  evacuar  las 
cámaras  de  sangre:  muy  usada  aplaca  los  dolores 
del  imnsaneío.  Dase  en  tierras  frías:  es  en  Toluca  y 
Chuleo  muy  conocida. 

210.  Ololiuhqui,  que  es  planta  de '  hojas  redon- 
dasy  por  otro  nombre  coaqúhuiÜ  (yerbado  culebras), 
es  retorcida}  laa  hojas  como  do  culantro,  redondas, 
que  de  ahi  die«n  algunos  le  vino  el  nombre  de  do- 
liuhqoi.  Es  caliente:  cura  eLmal  francés;  resuelve 
ventottdadM.  Láaemilla,  con  tremei^tina y  nanhzin 

VetaücorT'.— To«o  I— 18 


|Mirt(  las  cédeíaa de  laaiMytrM.  Dáola>á bab^r^Ar 
n  )M  Algos  d#  sangra  qae  aalaa  á  ia  liaoa:  aa  de 
los  indiob  o^stímada,  porque  los  saoardalaea  de  loa 
idalosia  tomabaii  pan:i6oebirlaa.reepBeaiaada  bus 
diidaa:  ^a  puracida  al  sotapo  mániaaada  Diosoóridaa. 

211.  M  «hapaltapaa^yoAl  es  una  rala  aránátioa 
que  (raen  da  fiaadalió^uray  ^aa  se  da  en  moatea,  y 
en  especial  en  Mao  qoa  Uamaa  Ghapolioas,  qna  aon 
langostas  en  BapaSa,  y  de  aU  Urna  la  daaoDuaa- 
oioA.  Nace  tamlneQ  eo  SoaAbBeDa|e:.es  pavécída  al 
itamo  real}  las  i^igeras  asaa  de  ella  para  evaaaar 
el  mei^jtvtto.  y  as  6til  para  los  daler ea^la  eskSauigo 
y  Tantosidaiss»  .     . 

212.  £1  tlsMiyelopatli  aa  «oélabra  ea  México:  ea 
raíz  que  se  da  ea  tiarosa  calieates,  &  maaava  da  la 
del  lirio.  Sujs  hojascsoa  máa  delgadiw:  eamuy  amar- 
0K  <»UCk  los  •empachos  bebifto  y  deshecha  aa  agua 
calieate:  la  oaatidad.  ha  de  ser  como  im  ^raaa  de 
trigo.  Deshaoe  la  hidropask»  y  para  aa  openMjion 
Ja  meaclsQ  qoiu  hojeada  sea  y  polvos  de  Miohaaeanr 
4  media  oaza  dea  dracoRaa.  Dán^  coma  el  acero^ 
para  las  opilaciones.  Evacúa  al  humor  auolaBodUoo; 
saaa  las  tri^taaas  y  dolores  del  oaiaaon,  qae.  esa  di- 
ce y  sjguififia  au  oomhre  (madíoiim  del  mnmqn  de 
laa.ge9te^);  por  lo  díurétioa  abra  laa  viaa,  pro^ioea 
sudor,  y  «a  muy  aupara  laa ol^atraaaíoiiaa  dal  baso 
y  iMÜlpitacioQes  del  corana.  £1  botíoario  de  aate 
Qoavei^ta^  fray  Fxaaciaoo  de  BsfMna,  aonwlmte  en 


/ 


«I  Utt  opÜMÍaiiMy  jT'qiie  fténsidkainiiitoxiBicdiirj 
«pMlwdo'poF  el  dootor  Oenimmo  Ortiz^^túrotomééí- 
<so «b9uka<y  Mgeto q^e^ie^d la oátedra ^epf tma^.if 
fiíéflíiáB  de  eQareiitaejBiMi«m8ttx).médéeo  y  Ueahe- 
eltor,  y  por  el  doctor  Nioolás  MéaSeek,  tbet-gnunde 
o{míM  for  90  seíanoia  yi^xpámaásc^ 

Mi.  Elyotepatlí,  ejspedé  de  nareiso/ tieae  b^ 
be}M  saeaoMtí  y  másidetgfúiaBtiue  el  Wriby  y  fa»  flo^ 
rea  bkncae  y  pequel»  oomo  AsucenM.de  laiáórral 
Naee  en  tiervM  pedregasa»  ry  ea^nfes:  la  raiába^ 
biéa^  ea*pe<e  demedia  onza/ cura  el  cemnm  ysaa 
irnteaaa  y  ilaa  fiebres^  fia  rpartíoalár  teaiedio  para 

• 

las  heridaB  de  golpe  y  da  azotes:  saDáel  aincope  ^ 
deamaye;^ ca denatanleca  fría  y  kúaiedái^  y  uo  iier 
ne  aloT  oi'Babor.aotalda:  tíeUe  otra  especie  que  llar 
man  pitaalMae,  óáa  ddgada,  que  ée  raijs  de  ona$ 
hcfu  caaaovde  iaotea,  am  tallos^  üor  ai  frato^  y  hái* 
ce  loa  mismos  efectos. 

214.  El  ooaoaoepiUv  V^  quiere  decir  lengua  de 
aar^euAe,  es  éa  des  aunaras:  'uaa^  que  tiene  la.taáa 
blanca;  y  Mia^  quola  tiene  calorada.  Éafca^eaimüis 
actii^:  tíene  loa  taHos  iralQbleé>  ias.hojliacbatD  mét 
dia  kioa»  dücaa/lásiflesaoUIasdevalriM  eéloree.-sii 
THÍz,  qae  ea  del'grae$a'de(UO'dedd  y  ku)ga,/es  co- 
nocida potque  es  dttlc^^  alg4^  plomosa»  ealiente  ym- 
ca  eo  aeguodo  grada:  raf¡)a^  y, bebida  ^n  cooiipienn 
to  (caatídad  d0:4M  4:  tarea  Q)Qaaa)  c»ta  el  ba^e^ 
despierta  el  apetito  al  comer,  resiste  á  los  venauos^ 


m 

pvoicooa  8iid«r,  y  eaelMiOB^to  6iii«» íMimqwvbfo*' 
tWrlas  virgfiéiss.  Alganoa  la  tiM&^ii.la  hobnufaia 
la  contoa  del  t^neiia.  Llétoas  en  watídad>4  Sspa» 
Sa,  donde  la  han  ámeákmtú  ottoBiefaotoa  y  op^ctr 
doMs.iatty  otilas. 

215*  El  toáaiwiltlaxioalii  qge  qniiaia  deair-twpaa 
da  taaa^  i^iie  as  un  amiMlajo  que  aa  aiia  aa  laaaa- 
taraflas  da  la  tierra,  produoa  anoa.talloa/y^an-aUaa 
las  hcjas  coma  da  orégana;  pato  máa  áspasM  y  ra- 
doadasy  y  al  fin  anas  flanaUlaa  Qol0i»daB::la  rafs 
as  á  manera  de  tripas  ravaeltas.  Esta*  {as .  fiia  y 
realringanta»  algo  amarga:  oanfiurta.  al  asfcónMgOi 
taaq^la  sa  aidor,  hace  engordar'á  las  flaooagr  oon* 
sumidos:  desheolia  en  agoa  onta  las  llsfiiaaviMn^ 
sas.  Los  indios  la  suelen  dar  4  las  parídaa  iNia  w* 
taneion  de  confortat  y  porqoe  deéieiieioaifliijaa  del 
vientre  y  oámams  de  sangre.  Nace  en  <2haioo^  Ifsh 
chimiloo  y  otras  partes. 

216.  Cohuaoihttiapatli»  qae  qiiiem  decir  oifidioi- 
na  de  encogiattsnto  de  net  vios,.  adía  las  h«|aada  la 
misma  raU  y  irss  ó  amatare  tallos  redondos^  y  «a  el 
remate  las  fiares»  r^jas:  niaoe  aft  pedragales*  Dicen 
ser  ésta  la  yerba  qn»  llamini  del  Negro.  S«  aooi* 
miento  (tomando  tres  -  manejos  an  trea  fibras  da 
agoa,  eonsnmienda  la  tereem  parte),  bebido  eomo 
el  hnayacan  quita  loa  doleies  de  nervios^  y  es  con- 
tra el  mal  francest  échase  también  en  el  agua  para 
beber. 


m 

217.  %iiilMapailv  que.  i^we  deeit  nmUeiM'df 
orajermí,  prochoíotf  lafi  hojas  IftrgM  y  blaiidM,  8#m6> 
janfeü'á  hi  iíesoidttitícá:  las  OoreB  blancas.  Naee  6ft 
todfis  regiones:  es  se<^  en  tercer  gtado.  El  eoctitiibn- 
ta  és  para  qtie  fácilmente  paran  las  mujere»,  yeso 
con  teinplanasa,  porque  las  indias  suelen  dar  tanta 
á  %eber  (pareciéndoles  qné  en  ese  está  el  parir),  que 
Biielen  enfermar.  Las  hogas,  majadas  y  bebidas  en 
9ÍgQtí  Koer^  aplaca  tes  hlnohsjsones  del  vientre;  cu- 
ra la  hidropesía,  j  Ikcilita  á  las  mujeres  el  mens- 
trno.  Hay  otra,  que  llaman  mayor,  que  nace  en 
tíenras  calientes:  las  flores  rojas  y  los  tallos  muy 
alio9,  con  hojas  como  albahaóa.  Otra  llaman  pitza* 
hiuiy  delgada,  con  las  hojas  como  de  saltia,  glutino^ 
BMy  que  tocadas  sé  pegan:  las  flores  purpúreas  en  los 
extremos.  Ambas  son  calientes  y  secas  en  tercer 
grado,  y  hacen  los  mesinos  efectos;  nacen  en  el  pue- 
ble de  Ayacapitztla. 

218.  Yeopatzotli,  quiere  decir  medicina  buena  y 
de  estima:  yectlipátti  tlatzoti:  Es  caliente  en  tercer 
grado:  suélese  comer  asi  cruda  y  c6mo  salsa.  Cor- 
robora el  pecho  á  tos  asmáticos:  su  cocimiento  ayu* 
da  á  la  digestión  y  deshace  las  opilaciones.  El  bo* 
cimiento  de  la  raíz  detiene  las  cámaras,  expele  las 
ventosidades  y  las  résuelTe;  y  es  contra  las  lombri- 
eea  y  animales  nocivos  del  vientre. 

219.  Meoaxdcbil,  yerba  como  hiloi  Es  de  dos 
palmos  de  largo,  con  las  hojas  grandes  y  gruesas. 
La  fhita  sé  pateco  4  la  pindenta  larga:  eoha  díd  las 


ffclMí  ttiMflf  béfalisr  4(íifvpimi€»n/«Mte#  9#«  en 
<mnbo  güi^  t^iantMí  y  en  ^oeis»:  .89Qop^'jf«lwa 
Mlmrse  eB-el4hoool9te,  y  jAsiiven  ^  U^^|i«u 
4ioliim«ni€(.  'Scba  iBOft  pimiento  lergernace^eii^iennie 
liikaedM  y  tialieiitei^iMQforto  eleoniMfit  df  fí^ior 
tA  ertÓBiago)  dm  b«Ma  lolor  4  la  beo(i$  adMg»ia'lo« 
]i«.«iore6;  es  oontrayMeDeí  apniveeba  6  Ips*  ^%e 
padece)^  oóKoa  y .  dolor  4e  ijndet  proyoMr.ktrMiiim 
abre  la»^  4$i)atíoQee^  y  taeMladX)  ^eo»  i¥aiaíH|is  aiiiie 

« 

á  lasiittjereB  elmetisl^qa  y  Dty«ida  al  ¡M^ltoi  jí  yi^ 
00  ba  visto  eobar  la  oHatora  jui^tas  tod9  ea  .por 

220»  SI  aempoa^oóbicQ^  Uaioado  obMiUina  de  iao 
Xodiad^  aaiMitte  le  oontansos'  eptri»  las  floras^  ^qul 
tienen  Ittgftr  eu9  vtr¿Qde4«:JBI.  ziimo  do  la^flor  {aii«i* 
f  ue  ^a  upa  de  las  siete  difeireRcia»qii9  tioaom  %.iia 
segat^  las  li<gaa  y  tomafio  sea  diferontosí  y  oa  loa 
efectos  semejantes) y  ó  las  mismas  bo^  df.las  fio- 
i^ea  bel)ldae  en  agua^  oi^  vino,  temidan  d  eafeúna* 
go  frió  y  pTovooan  la.  orinni  y  as  .oontra  tf!4&  en- 
fermedad do  oaasa  fría  eYaoa4iidola  poria  odpa  y 
por  .audor:  aplicadas  por' defuera^  ^qqitoB  loaftioB} 
por  modo  de  emplasto  ea  el  ealóaii^o  y  espaldaí  con 
fióte j. arranca  el  Miito;. frito  oa  ao^ito  comnaelAo- 
zmo  anjxide  de  la  misma.¿or  hasta  que  ae  cofiaiMiifii^ 
es  bálsamo  para  beridait;  y  orneado  ooa  oeri^,.  e^ 
usgUepto  para'  llagas  y  almorranas:  y  por  la  vóiud 
diaoQfioria^  si  so  toma  la  bojlt  en  agua  tibia  dee^a  - 
obarf romooa  á  i?4mito>  y  es  ^U  para  hidEÓfio^l* 


17.7 

i^fí-  loff  jar^ia^.y  r M^iatee.  La  fiojf  es  de.  color  afqa- 
V^(h  1 49^  tira-  á ;  rpjo:  \p^r  la  .parte  inferípi*»  tie- 
JBí»  Qp  eal^aoiUo  r/diprclda;,  por  la  supe^of  ,aca>a 
fm  lieite  boj4P;40  l^fi  ci^}e$  Im  d.ea.  exi^^dea  en  graq« 
4bi»»  y  laa  ^fa^afi  4o6  Bieaeree:  |a9  t^res^  qu^  quedffu 
iMocn  ttMS.fiefiale^  r^JAs,  ,á  las  llag^  de  Ci:mtp 
MMfcrQ  S^S^r  MfAejantos;  y  la  «de  en  medio  tiene 
seCalw  á  fm^etft  de  oabezoi;  da, playo;  es  caliente 
y  ieca.eB  trocir.  (g]r4d<>r.  Como  el  mastuerzo  de  Es- 
paffa^  ee  útil  manteniíaiento  para  el,  estómago  frió 
y  4^Ú$  Jf  %§s^  4$  oljü|  e(i  .ensalada:  .majada  y 
itpliciNdi^,.  ^PTOVfpha  &^\f^  t^:  mezclada  cpn  alurpbre 
y  .p99£Bt^  en  loa  djipntes,  qi^ita  el  dolor;  las  hp^^a 
y  lMfr)flQiPea,mpL)i^da3.y  mezQladas  con.  unos  gran^p 
do  alumbre,  y  sacada  el  ^ua  por  alquitira,  es  más 
•fiiDaZ;que.!dl  -agv^luqQinqsai  cura  liis  llagas  inflama- 
daa,  y  reai^v^  cnalqweia  tumpres,  aunque  vengan 
4e>eaii84eáHda^  O^ajsspecie  de  mastuerzos  hay  que 
J^s-iOQeziqanosíllaflQan  mexix({uilitlj  es  muy  seme- 
jante á.éate^  í^lyo  qv^e  tiepe  las  hojas  sutiles  y  me- 
liorf»6  qae  jas  d^l  lipo:  dá^e  en  cualquiera  parte  de 
tierra  fria».4ÍQ  <^ltÍ7Qy  y  es,  ]i)ueno  para  las  enfer- 
madadi9s  jaacídaa  ^e  frío, 

222.  Zo;;pyf^tic,  que  quiere  decir  yerba,  á  la 
pidina  seoi^ft^i^^  los  tarascos  la  llaman  xahuique: 
IM:adace  las  h^aa  coate  la  palma,  pequeña  en  el  ta- 
Up>  ii9»§  üf>m  l^J^ei^j^y.  Pi^rpíirep^  en  forma  de  v»- 


1Y« 

bUIos;  tiene  la  raSr  oofiíM  la*  caben  del  puereo,  ó 
cebolkga:  ñate  donde  quiera.  En  loa  aRoe  de  San- 
ta Fe,  y  en  el  camino  para  Cnernavaca»  deadé  San 
Agaetir>,  í^<í  da  coa  abondancia:  majada' ta  rais  y 
llegada  á  láa  naricea  hace  estoraüdar,  y  ea  aellal  úb 
loa  indica  para  ver  ooál  ha  de  aer  dé  Vida;  y  el 
doctor  Barrica  lo  trae  en  eu  tratado^  euarto.  .  Bala 
raiz^  en  cantidad  de  doa  drádnaa,  provoca  la  oti^ 
na;  sana  laa  cámaraa  de  sangre  mezclada  ó  coó^A 
con  carne  6  con  otra  coaa;  mata  d  loa  i'atbnes;  ire^ 
vuelta  en  aguamiel  atrae  á  laa  moaéaa  ylaama^ 
ta,  porque  el  olor  laa  aturde:  con  au  cocimiento,  la- 
vándose  la  cabeza,  mata  lospiojoa,  aunque  aea  por 
cantidad,  porque  no  haga  dafio.  También  con  eata 
iraiz  y  la  del  cbichicamole,  ae  hace  un  coctmiento 
fuerte  con  que  ae  lavan  laa  junturaa  de  laa  camas 
para  que  no  ae  cfien  chinchea. 

223.  Tlacopatli,  es  una  yerba  que  tiene  laa  ho^ 
jaa  como  figura  de  corazón;  loa  talloa  delgadoe,  tíú^ 
dóaos  y  volublea,  de  donde  le  vino  el  nombre;  la 
fruta  es  algo  larguilla,  del  tamaflo  de  aveHanab;  ia 
raiz,  llena  de  hebraa,  ea  amarga  y  oloroaa,  y  de 
virtud  corroborante,  caliente  en  tercer  grado:  la 
raiz  eura  la  sordera  y  clarifica  la  viata;  hecha  euea- 
taa  ó  rodajaa,  y  oolgadaa  al  cuello  cura  laa  reumaa; 
mezclada  cOn  trementina  deshace  tumores,  conforta 
los  huesos  quebrados  6  desconcertados  y  mitiga  los 
dolores,^  ayudando  á  las  enfermedades  frías:  nace 
en  Maninalcó  y  TUlmalaqa,  y  otras  regiones  calieii- 


ÍÍ9 

tes^.  IiM^ialláB  8MM  vradiii  loa  ináioft-eií  iiiáD<^ofi^ 
7  Jft:lIaaiaofÍlaM|Mtili:  ^stos^  majados  y  tnesólaAos 
OMr.vtto^  puestos)  4  médo*  dé  emplasto  sobre  %b  lo- 
bümUosy :  lo»  ?iioWe^  «namy  y  con  *  facilidad ,  sin  do- 
loiv  6cr:8aoKn  y  cpiedar  la^  carno-  en  su  antígtta  sa^i- 
dad«  Yole  «ido;vsaar  de  ello  al  maestro JVanoiiQo 
dflii  £/aatiH6,'4nnijano  de  nuestro  eoBvento^  y  Gwr6 
DHiohet  lotenilioe  con  éi^o:^e8  para  frios  xfttado  é& 
el  lomo.'. 

224.  ^Knotti  y  s^fialic  son  yerbas  glotínosas  y 
pcfpijosás^  frias/ húmedas  y  restriügentes.  Ei  tzaa- 
tlr.e»  rák  d^'uim- yerba  que  produce  las  hojas  co- 
ma ias^del'  poerro:  los  tallos  ^derechos,  y  ias  flores 
qwi  dA'amaHtia»  tiran  á-rojas^  menores  que  los  li- 
lioe:  nSioet  en  tierras  oaliénted.  De  ésta  se  hacen 
pc^oe  pampegari  yse  gastan  para  las  pastillas  de 
boea  y  de  sahumar:  tomada  y  bebida,  cantidad  de 
OBM/ cura- las  Oámaras  de  sangre  y  aprovecha  á  las 
enftriiiedades  d¿^  flujo*  y  relajación.  El  zazalic  tiene 
loa  tallo»  largos  y  delgados,  las  hojas  laicas,  la.  fra*- 
ta  á  raeimos  en  forlna  de  uvas  silvestres,  con  zar^ 
cíUm  como  parias:  nace  en  pedregales  en  los  altos 
de  México,  su  cocimiento  (digo  la  raiz)  sana  las 
cáaiaras,  y  belñda  en  cantidad  de  una  onza  mitiga 
el  cansando:  dése  á  las^  paridas  ánteS  de  entrar  en 
el  liafío,  para  cof roborar;  repele  las  inflamaeiones  y 
qmta  las  calenturas. 

225.  Qttimiohpatii,  yerba  que  mata  ratones,  y 
loa  eapottoles  oebadilla,  echa  un  tallo  de  tres  pal- 


.Móstfaui  kwgMilsrgaéiy'tligOBtia  3r^Baiiipig»  coaM> 
üébada,  de  irnos  granes  peqaeBes.  Beta  ^eebafitla 
es  eltaiás  fuerte  oáBStioo><tae«éhs  visto  en  plairta; 
obra  lo  miBinio  que  el  rfigaJgar  .6  soUséui;  en  las 
legas  corroe  y  mondifioa  la  oiime  podrida:  Imoe 
dqMser  €00  los  défeames  tk  agoa  dé  lanUn  6 
>esada,  y  poco  á  poco»'  y  ao  es  para  cmr  caAae^ 
sino  pÉte  liJiipiar  selameDto:  mata  loa  'guaamn, 
extingue  el  cáncer,  porque  obra  potoncialmeiitev  lo 
que  padiera  el  eauterio  dé  hierro  ardiendo:  el  €x^ 
eimieiiio  quita  el  dxrior  de  muelos  y  de  dieotea!»  y 
los  afirma  oon  uo  poco  de  alutnbre.  Bd  Bfiohoactin 
ae  hallaa  otros  des  géneros,  qué  solo  se  diferenoMua 
en  que  el^  uno  tiene'  la  raía  como  eeboibH  y  el  otro 
las  hojas  a&ás  aítgostas.  TamUea*  llaman  iaonmpa- 
tli  á  la  yerba  de  la  PueMa»  con  que  malan  perros, 
que  ai  amdo  dé  aoalvaMsoo,  •  cuyaa  iiojaá  ásperas 
son  de  tanto  vigor,  que  mezdadas  con  eame,  ó  tson 
otra  Gosa^  mkta  á  eaalquíer  animfU  que  la  oooM,  y 
asi  para  los  zorros^  lobos  y  perros  se  vender,  el  eo* 
dmieato  de*  ellas  suelen  beber  los.  que  tienen  doto- 
rea  ea  las  coyunturas,  y  -provoca  á  sudor  y  sanan  ^ 
amiquo  lOa  médicos  algnnoa  no  lo  apeuebao. 

23i.  'Xalfomatl^  toomte  arenoso,  es  especie  da 
solano:  tíeoe  la  raíz  como  camotillos,  las  hems  me^ 
ñores  que  las  del  limón:  nacoen  tíerraafriasy  teis- 
piadas,  arenosas:  su  raíz  es  fria  y  seca,  y  de  lan 
mismas  virtudes  que  el  solano;  deshecha  en  agua, 
peao  de  uiia  onsa,  resuelve  ventosidades,  Mmpia  de 


.  181     / 

laa  haoia  3ei(^  jiuigá^  jq[>f oVeelU  á  las  oámiurM  éé 
sangrt,  dAieá  Iob  atabardillo,  y  molidav  dada 
á  beber  en  pul<|ned  aguamiel^  proveoa  sador/y 
echa  faesa'  las  virgüelas^  y  majada,  se  da  en  el 
Agua  ordinaria  en  lagar  de  laótéjas,  y  de  ella-sa 
echan  ayudas  &  meiüudo,  y  se  ban  Tisto  Varias  ^x- 
perieBcias. 

227.  Coooztoi^atl)  per  ottó  Bombre  oecostk  ó 
cocea  ton,  ea  una  mata  velubkl:  las  bojaa  gruesas^ 
diridida&  en  tres  puatas^  Us  fleres'  blancas  y  peque- 
ñas, semejantes  &  las  del  iaquixoehitl,  de  las  caá- 
les  nacen  unos  granes  blanoos;  la  raÍ2  amarilla,  que 
Qo  tiene  olor  ni  saibor  Aotable;  sa  complexión  es 
templada  y  diurétiea:  heeha  polvos  y  tosoada  en 
cualquier  licor,  cantidad  de  media  oaaa^  provooa  la 
orina,  éjqiele  laswreoas,  evacúa  los  humores  flemá- 
ticos qua  inpiden  Ifis  vias;  repiima  las  isa»osida* 
des  que  suelen  nacer  en  ellas.  También,  mezclados 
los  polvos  oon  aeeite  de  almendras  duloss,  ¿  oon 
osa  olaia  de  huevo,  dándole  vaeUas  á  un  hilo  da 
algodón,  y  metido  por  lásvias  de  la  orina,  al  modo 
que  entran  las  oandeliUae^  haoe  efecto  admiraUe: 
suélese  esta  raiz  meaelar  con  medicina  expurgante, 
y  porga  el  vientre.  Hay  otra  yerba  llamada  oozto- 
matt,  que  es  solano  amarillo:  los  tallos  leonados,  la 
finta  onbierta  con  eiestas  vejignlUas;  la  raiz  gruesa 
7  blanca:  nace  en  tierras  templadas  y  húmedas  jco* 
mo  Méxieo:  es'amaiiga  la  raiz,  y  de  oatucaleza  car 
liente;  cara  el  ahito;  resuelve  las  vñtosidades}  qui* 


J 


ilSS 
4É  flLdotobdo  IñnAiir^^ 

fh«  «khlftt  m^urea^  inta  la  kclou:  / ,    j  j  ;k  ^ií  ^' 
;.   22&i .  Tlalay^Üiiqae  ^oropfrdecir  «Jthaasr  tewaa^ 
tre^.^odaoe  ha  Iwjaé  en  famaik  ooiiMb^kli  ta^ 
Udb  «olnblaB;  la  &sxta^  anaa.caUtantas  ccMü9i»bd0da 
pulgar,  Qon  unas  manchilha  camciqataa^^y > .i»^Aqg, 
Uesaa^de  asa.  senMUa  Yettosk^^na^jao^jrc^lnetiea- 
^vae  Tandea  coc»da%  y 'sa^MOiao:  laraiaiBa^rD- 
dai^d»  y  eos  hebras;>  8U8>h<yiB^  paaakaa'j'  sefeega* 
daa  oon  loa  p&vpados^  sanaa  loé  (^>húiohiulQax>la 
raia,  tomada,  pasa  de.  doa  dnacaiaa  eir>agiNiyfiDTga 
por  abajo  los  bamores  gmeio^  ^tpttcadattaaJbma 
da  empieatoi  madora  y  abre  loa  toxnaiea  y  asíoste* 
anas^  aaiMi  adnirableinaote  i  la  go)a,,y»aa  aaaMttwn* 
to  y  laratoñoiiníliga.  8aa>doliirea)  da'^upiW^wato 
wMiohaa  'agprt-hwwiaa* .  Y  otarar^ei  UamM^tUayoUo, 
quiera.daeír  yeitei  paraeUa:aÍ  tlalayotíi,'«UápMiile 
QttiiNilairia'iadí«oa>ó»'V!8ráaioa&  ímm'  iaahq^oiL  re- 
dondas y  peqaaMaSyCOtQpBaátaailetdAa^aKdoa^  en 
iSrden  >poir  ambas  partea;  iaa  tafloa  nralnUea»  y .  la 
friitei  aomo  «alabaoíUaa  q«a  aaiMMMa:iaaafts  alar- 
ga y  aaatq^aai,  qua<  mana  toaba  *«a!a%aiiraiaaaBQr; 
aafob.y  flaoalcatt>|NiiteB)Caiiaiitoi^ieaic€Wra;0l  fir- 
dw'defteart^ebtantf^datiecietefdofp&iiaioi^to  «ateaa^ 
aa8)^ctitfa;el  blpa  aoaoo.la  raiz  delabaj^oté^  prooMoa 
laxmna)  oasa  Isfi.Uagasiy  an^oilaa  d#>laboaa:"iodo 
apio  bebido,,  peao  da.doBdtaamaa(.ai^ee;paim  provD>- 
cary  ^u4wMoalat^  y  8Íekpaiai!tfstiátlír,»eBagwiu 


A/» 
AfflüMirivift^toM  Uñmm  «ImMo  ayotu, 

U  rito.i«daiMky(CM.o(4M^8Íel«  6  más  befan 
4t  «Um  |Mi»4i«iita%t4ae  tínuí  pw  la  fu- 

■«^  wiiiM*»!  Vii^tK^  JtJiiay  imiRfgwc  nacif  «n 
hm alta» da  llásMOt  «0 «la  raiff  eatieiitff  y  seoa^u 

:  pMfMa la  orioa:  JMÑda,#ii  pantídifd 
útmmn,  yiuga  por  «viIm  y  pwr  abuje  ka 

y  pijtaitaao«  .46^0  ^  «^w^  ojm  la 
foya,  á  ouitidad  oíayiNr:  liw  frut«i  qo  wrt a, 

M  j«|a  v«Moa$%^ 

BiapalKi  por  otro  (&o>ibV9  thi^ahuatti», 
EaM»  VIO  dwa  «nMlíoiiia  oalieDta:  Qtrop 
xonaUo»  aauqaHlo.   Eá .  uaa  mata  ¿apa- 
la  y  valloaa:  laa  kajpa:daakawdr9^1aa  troBCoa  pai* 
j  nU(apa:la«floBiaafBariliaaipaf)at&aaalaa 
piapaUapi. 4^-^00  oacin  aofup-  vaüiiUaa  «v* 
llapat.da  giwHaa  r^joa,  maaoiyM  qu9  laatf* 
daalmr  y  aakm  aiMiso:.QKÍ«ii«aaii  jaidifi«A.y 
tíaiBM  lalitutaa  y  ta«p)adakt  aa  oaUaato 
y  aalnagmita;  «ara  kia  kiaaliiioQaa  y  iaa 
al  dabf  dalaa  «i^aa:  iali  b^,  ma- 
aabra  al  oairton^  par  modo  da  ata- 
á  tat  aiBoaqua  vonikan'  la  laaba, 
al  aUla;  y  ualada  iabia  k  lap  m,  qua  Uattaa 
I    yíatl,  y  aabw  Iaa  ampakiai^  loa  aiai^  tonada  aa  00- 

caatadid  da  a»;piiBO|e«iita'laa  liioa. 


J 


1^ 

2dl.  Adtfkpiáii^  por  MtfcHMmlKM  ift)t4«iMUtttl, 
tMiftlMCte,  qm  ilt<»  ttvefaUto  pítti^teÍ9!^teji9«  ¥$• 

éMhé  de  |  n^t-á;  á^jsal^  ftiíMI^i  «hHiMtefí  ol^ftiMilp, 
bebido;  ^x^VoiÉlft^W  diÍD«V^^I^v«€^^  &'b^ 

OtrtillRteÁli  AidxtiMfotL  ^  4é  lalfo»  detg^tfs  y 
con  oquedad)  kd  hojas  ptttitíagWiki^  f  détg&dftS: 
4ada'  M  60omiÍ»iitó  ^on  iiaas  <cúfchli#al«a  de  teiel 
IH^fioia^  patifica  éí  ViBoti  y  {>tovQca  ^ofí  ^fite^éia  la 
'éríiUk,  i)iin¡á  tea  ^püa«itoe$)  y  i^6isi:teW6  titttoskhfdes: 

232.  Yayahuitzin,  qua  llaman  Iparléon! ioa  'fitlioa 
dél^^si  Im  bd)iia  láírgüiHai  y>  pttntitogudaa;^  el 
T«iíiateründ«A3iMÍI}á^aÉiat}Í)ks^lMntidA8  y  iCHK^aB: 
84'^oaiiniaQto/  e»  Uvaiotio,  quiM  ^  dolor  4la  |FÍér- 
lias  f  haca* 9«íd^.'  a^^M^dk  potiiáódé 4%  am^pláato, 
büf  fr  €^  ftlÉiViS  f  ^  Váhé^qúé  Sé  t«¿M  cc^tfforfia  lóH  hér- 
vio9rddM  Olí  loa  attos  d^  Mékieo  con  aUifidluitifl. 
Vtk  oIip4  notübi^  Ilmiito  y^irtíátid:  c9ittMm  éóm  en 
&a%(iitMHo-08pYOvoefaóso.  De^úál^mora^MiutMN»^^ 
aaiü^  d»  alkiy  (»<»vocá[  teiótlatt^'^péle 
«ttértfty  y  4ilioa  teuiv  la  l^laí  ooolérUi;.] 
i|aiUi^  doioi:  :aa':eftb08a;  áprt>¥«¿hi  á 
'UrlSL  ^aér&'ld!ftiidyÓp(ok>d;  beMda  coj 
irftoray  rei^mJaa  Vftiáa^retaRiat  m^i 
Morplli^i  sob^e  laa  hioofaaáoriaa  y 
saelvoi  eoTit'al  akikOy  limpia  4oa^ 
sanadlo)  4iihp6b«ia^  i»méa  oíi  iti 


rt  ^ 


ttffiolM^  {M^^mHm;  la  «ttftletfvfiMM»  paMi  «di- 
1WW  ylBabef  lo  oootto  M  euottoa:  méMiAaft  f  én 

por  el  sttelo:  la^rbia^ee  retorcáda,  quo  de  áhi'it^ra- 
iiii*et MQittretes  BHiy  .ph>?eciió8á  en aytfdfltt'pAra 
lu  ^ftAioáUildes  y  mal  de  ^ada.  Otra  eiTpeoie  hay 
^ue  na^  can  ^sta  <iimy  |>atetida<  aunque  son  las 
hoJAi  BMiyores  y  lüás  vetdea^  que  Hauítin  tíanqniz- 
pepetla^  que  dice  estera  deles  niffbad08,  potque  es 
mov  otdiiiario'na<^r  en  ellos,  y  ei|  el  patio  dé  San 
S^caaeineo  de  México  hay  «aueha. :  Éebí  se  echa  ea 
ooci»i«ito  oon  taia  y  ko^M  para-  laaiaytfdaa  fres- 
ena^My  póis  «oAromede  de  elnf^sto -para!  las  infla* 
taamooMi  del  TientA.   Otra  lespecis  «de  ^t^Hae  nace 
oen  -éstas;  euyoa  tallos  soh  roj^^  y  pai^doa  toban 
Ifeehie'fnQy  blanca;  Ua  hejaiaay.  taeiMia:  ll&mase 
meaieya.  Algaaosf  juzgan  sería  y^gírba  de  la  golon- 
dHoa^qM^laman*  oeltdoniíi^Lpere  ne  e^  ¿Ma>  porque 
la  otra  es  ñata  y  no  rolable:  ésta  ee  airastra;  tie- 
ne «moobaa  virtudes:  dóocr^j  I  ayudas  píwa  detener 
laa cAtta9Mi.de  saegre^  e<Aaf)do  ua  'P<d?ct  da  cangíi 
loD^de^ototvo;  majada  y  puésta-detiéne  ^4ujo  dd 
laa  almorrafias;  es  contraveneno,  penque  los  chicht* 
mecos  la  beben  ^Kmtra  la  ponsoBa  y  cuando  se  sieu^ 
tan  herkk^'de  flechas  venenosaft:  échase  en  el  Bgan 
ovdioaña  para  la  inflamación  dehi^itoy  y  es  fitít  po^ 
iafitio  ygitttkioaMQlitraloaaoltoqaesdAoau^^ 


mmmmttmM  ds  h^iis  tMbMt  y  ok^ide  ddgidtt: 
«  «i  ahmtk  énjü^oi,  péiaiM  y  «rnuo:  gniia.hé 
árf»waMÍdMd»firioi»d€loita^edtiiMy  de^jtlb^ 
ftfVAVMha  á  1m  aíBos  qnt  TOmtteo  Uleohd  j  m 
•kítai:  «I  flUMii  tebida^  ahoe  laa  .opilftGk>DM;.M 
UfiÉtam,  mM  la  pwktfb  y  iivtta  h8  MmíliaMiiM 
<•  tas  finvM:  ^Mite  delNgo.de  krkiiepaa  Imitkir 
Ak,  Umh^  y  ken  desflemu  UjoaheiB. 

ISft.  Teloslu^  ^e  otiM  llemaA  BMeMol  y  4Im 
pMk es  eapewede  eesdone^  lee  toUoe de  higuemí 
amkífjfm  ■ejrnreiq»  leede  fiirce»  hedioadeey  gwiet 
Mi  y  i0Í|Mi^  le  fler  UeMe»  mmo  vmUIo^  q«e  Um 
■M  iiiMehffe  pletni  de  dkeale  dni  «aorde»  esfend* 

^  oea  Metro  eenelea^  y  deirtrotMaee« 

q¡9á  UaflUMkebaMco;  la9. hojee,  momf 

y  oaledee  per^  bpio  ab^,  deede  eloálebvo 

quiera  dar  el  frio^  ¿e  quitae  behtdes 

een^leedoloiee8ae¡dos>del  malfireiit 

ee  adm  ei^giiroi.por  modo  de  empleeto 

ríHo»  la  eioiieafee,  molida  y 

moa .  loa  Iiimbm  qAobrados: 

de  medioi  redoeo  á.ealiiger-ba  ám* 

meeteefiepitaeee  dao  oa  mo  áágnai 

y . adeemeeea  loe  mieaibiM)  .y  ei  e« 

aeiÉtidad,^^  quíe  be  toai»  ^oeda.  vofatíeualni 

y  pan  despertar  eo  le  |4ooi  vina- 

I  é  oeaiea  ea  b  freoftei  [tove  sicmr* 

diiMMB  pamebmpoe  {OU¿t^  üü.  / 


zib: i^fetenóimé  de ksAkeñ  qiieí^Bé taiUos Mstno^ 
hiilleA-  7!  Idí  más  es vcoiáor •  i4e.  - esca^oteea^  ^(obc tboe 
leébéi  éM^j  bebidm,  {lem üeFuiiA  otea?,-  6imouwf«tfl0^ 
ra  y  fl<an8L:.ési algO: dulcen :         ''<  ''^'   -  <{'^'  '  ' 

eliikEatl;!^iehill)Dtií^:e9^  séBséjmite^  il*  «aráóieántoij 
Itr  hcjis  l^gnís  y  ifienicdnípaeeia^  .es^ioúismi  las 
flores  redondas  jr'aakaciUad,  hf  fmUí  lar^^mUa^  uoá- 
Balticta!  y  ¿spera^  Itsdá  ^  BemíUu.iii0n>  .y  ^ei{üefia: 
pam  eálMiéxioíé  y  eob  ^xmtoi^oM.^  liS^eqjke  da  tisia 
(danj^i  túesroladá  c(m  teohe^de "amjer^.^IMPhagraf .pa- 
rido JiijOy  mitiga laainflttauuáanééé^  1q&«|(»  ^¡AÁt 
da  éa  ooathnrta  á*  laa  eaGéntaíraa:' Ja8;-fltiée}  iHP^>^*^ 
das  oo«no'iAD{flaBto^  «^laYpIasamajSu  tefaifníivtQra 
es  ealieiítet'y  seca;  0I  agua^  aaiiadarpovtdqiiikiatá^  y 
muNSÓladia  oóa  lá  ^  tnaaquifoy^sacádia.  ésf  loe  4allo3 
tíárnbsj'  debliace  lasiíutna  ¿e  loa  ojoa,  y'^KoÜKEi  la 
jaciáéca*:  la  feemillav  dada^é  letor;  ftesa^da^daaxkrae- 
niasy  evacúa  Ida  faumof as^  fleqrfiuNiii  ifii^^^aa  las 
(([)yíuitara8t^tí0D0'ei>boiory  sabosirde  tiv  ahü'iMft:  . 

v240:  i^laiibcapatli.huadieeanafeiiiivdafaoBkpo- 
drida^  a?  lOja^  mata  oayhs'hcsasaDafoMMifjüUiiQ- 
qu^iuta/muy  eoitoráhc 'y'aisada-'JSff  Méañto^para 
llagas:  lávwise  con  id' c^cñmieotó; ydespdea,^'  bifaha 
polvos/se  aplica.' fMUeéffmidor  par4i<!^msfiiáMk>s. 
•  24L  Metí,  que  1e€^es^pñftoTei8*Iidinaii'tiiagaey;tie^ 
no  siete  difereocíasí  nfiewstKy  mt^guy «maulla,  Aie- 
íoo  las  QiiHU  ^  ka  his|a8inn;iñHaB7ifiiai 


da  t»4ai¿  0l  oofioiífliiito  dtéito 

ifaifutotn  firU  y  lábqet.  Ofcco 

f^*úp  qu  iiiMa  ú  tQexcaUi  w 

otn  maaDQOotí^  Que  dá  ims  fruta^itdoiir 

WlilMr  áwlfmy  «oída:  otro  UasMBLueQil» 

jr.de  jueL  Tiem  las  1m|^ 
y  lügHtjda  ^ato  hay  atgunaa  aspoaÍMtf  eo- 

oaBá,  xilom^y  otraa^ 
^a  IkNMB  UacaHwtly  especia  de 
jf  ea*  el  411a  da  jnáa  vigor  á  lea 
.  £a  gfawlp  eD  aa  aftkOf 
iMgaa aüP^My «raadea.  Teo^ietl»  laaaaey 
ipMalyaatti^niagufly  da píta^ de  donde ae 
Mb  da  fuá,  haaea  la  rapa»  y  sirve  eeíoe  ^ 
l^alaáBaosac  asaae  en  altara  da  4rb<4«  Otee 
laa^BajT'  apamp  (¿ene  ha  hojas  delga* 
4  f  iii!p%eaa^  y  nás  aagostas  que  faia 
Oaél  sassa  la  pita  prioiar  y del^sda 
Jaé^Oiaaia^plsn,  qaa  astiaia^  kamigeipaB 

■ 

Blla^ea  la^ nabüiiimp  ptagta  eoB4|De.aees- 

anajsypiBtiiyas  da  arta  Nwvo-Muade; 

4au  v^^ladoqpat&.ka  semhrades:  de 

haaaa'^Qia  para  tedios  eoabña  ka  lia- 

iaa  tii|na  aletea  da  vigas,  de  las  puntos  seha- 

ilMaa  y  puaaaaas,  agidas  y  alfilaree,  Hntaa 

iaehaay  saetaa,  y  rantríllos  acomodAdee  pa« 


•  -     « 

ügMy  alpaigatjMii  ooatoles  o^aii^íMdi^acM  i4flD^Dfi^ 
oáSMao  y  lino.  IM^iuno  q^es&sitta^^ipinyvtto 
«Q  abttDÜauoia  -(taoto^*  ^lé  osa^sola  nata  suoU^ili^ 
Ijílar^venite -airdias'  e»  ütoqiod^.fiiia  9k%am}^Mé 
bB0é^  vittagMy  jr  se  haca  viaa  qipe  llamite  pu|qii^i}r 
íigiuiTdíeQte  taa  fumt^com^  e\  d^üntül^  Omán 
Mte  c«QM>  «u  el  faego  osa  haoe  ojal^  y  eiMÍadé  ax4* 
«ar:  y  es,  ao  fin,  el  pakfna  la  m&a  ap^^ibJa  gara 
loé  aatMJraleB^  eoh&adi^«  raioea^piffa.fafi|fl^eQar|a  y 
attbriagaise;  y  «Q|iie.8Í:Í08  peqwa  da  a«T^witeii9, 
dtü^aageaaT^  perdiendo  laraK«Oy.laf|SMi:^ále.b^t 
toa  atiimale»v  9ate  tzoinoy.por  me^aii%  sea  ^ay 
proveehoBo:  pypmoa  la!  oñaa^  p«tfifiab  lósjrSktteai 
^iébrá  las  piedraa  que-eexariaii  da.  hom^r,  lipfta 
¿>qiga|  y  aei  diow  qna  «poG^a.áwigaBta  íchÜm 
ae  hallan  con  mal  de  orioaf  ^ro  ya  barrólo  fiagnoa 
y  de  etrea  colorea,. que  Mma  tasJtiP.oonioi^lio»^  y 
aei  00  wtájQt  la  bebidf  wmd  ^pítr^Jg^imiplexiopide 
la  nataraleza.  Sue  hojas^  asadla  yiSeMídti^jEiMiO} 
paesto,  ^tea  la  parte  pasmad^  lei9iA  vy  ^3.  npcioa 
que  obliga  á  guardarse.^  dol  aif  ^ .  pera  ai  ee  iMba, 
áproTÓcha  al  oiaL  fiMOM^y  eapóemii.aálH^ 
paxa  loda  fipaatema  iatetior;^cpie  lacucpelBhpar  Jaa 
"ñas.  £&  ayudas  air;iFe9  loa  magoayea  ptoquaOofiJU- 
oáadoa  meeoatl;  con  el  oeciañiatoj^l  j>iilqué».para 
tabvirdillea  y  todp  k4mto  4e,  oaiotttora^  Y  ¿a;  ^, 
dl4ds  k4ii9toeaifivjM»«a<teNMvcn 


te  páe^  qtte  bé^stara  ^-pi^bei^se^ícto  4ád  fcd>^!^&)la 
vidtt  totiitoaf' ^eeísftm^^  ^pf^es  vbadtÉl  de  ii|ÍRiíeWl6 
skvéi^<Mdéúd6k^én  lMi«bfteok  debajo  dé  ti0rili;y>4^ 
J4  "hHh^éé  tisbffl^flr  -át  «^oíi  o¿f»fitadd;  >y  liá^óiíttf- 
1«  iiéxi»dli,^y  lo  «uHity  ibnch^  Ja^'daiÁits  7  tiodó^ 
aelo^  dé^viviMtói  Oé  éiMie  sé  iMce'un  «Ind  fúdi^y 
meékmiafl«*qa^  Ha't^ah  «i«scalU^^  q^e^blíHid^  áféÁi- 
gmiosr  tee^hii  pti»«cid4"Vi]»o  YiiBcf  de  ttVás  ha^^  gú§- 
toy  oblot^r*'-'  í^  ^'^"'  »-^-"*í-'    !    "..•.'  ^  ^  í;  í  a 

24S.  8(«lab«f«6,>qiAÍ  tod  mexicanos  IMftim  phfiétf, 
eti  M  SVMtt  I^IM;  éür'Fiun^ilf^  ¿íc^ianá^  lo  litydift't^* 
jas^iÉRyt^ínif^tiiéndreftt  y'pequM^^^ 
tierhuf  dcNldé^  fié.wwJ  l¡^fc\úco6'99WtíAli^)iy^ 
éüM'SálBñ'i^  hij^B;  ^ú'e\  r(ltifafte'*uDii6  floree iitmí- 
tíAM^^lk  úikjxefn  a«  VüSíUob;  dé  queMeitfbb'^nHIiii 
taeinír  qué  lá'  d^  iiloi^lddf  a«;  dé  que^e  déÁl!»#a  él 
tabÉed/®  icfcltóftte  y' áeW  -en  tMter  grftdot  Éátfe,  «i 
se  á^fcrt' JkW  médiciiñíí,  tf prot^hfti  sd  ViíCudj  y'ea 
ásAúM  ii'ñB^^Úiñ^^^  iiéb:  Kefa«cdnoci4Á'«^ 
tá'lá^3cpérii0íiéfa  (ni  t^e'el'mbtiáá;  ^tmiáíío^éh 
hütaky'  bárcíe  eídílpír  y  fetféw  fa  -fteüte^ffroV^tibá'lf  Ib 
asma,  coitíge  c9  aflíiéiito'/ confórtieí  lá^ca^eBa,  j^éV<}- 
ca  áuoSo  y-ébttobóra  éré9ti5t6a¿6:'  á  Ía%'  fe^éíié^ 
que  f!én«ftt  ittai'^e  níadií^  las  tsabñ/  fead<3fr£Vido{ó<^^ 
su  Itign^  léá  quitó' el  déátoáyó',  y  parfecó^que  aVír- 
jMta  la  misma  muerte.  Tomado- bripofítf'J)^'W3 
narices  éana  él  romadizo,  descarga  la  cabeza,  bace 
Bontlr  menos  Tos  trabajos'y  Cuidados  de  esta  vlda^ 


itt2 

ivido  4^  la  íliattltad  hiúmi^I  y  aüeaiUi  delu.  vHal¿  to- 
Im40  tM>r  la  bowi  quita  al  dolor-d^:  ¡lo^  ¿iootes  Jr*  el 
eatómag^»  haoa  á  los  hoiBbi99$  ágU^aíy  tK^Dtpa/ lia- 
ra oualquiar  ^«roioio  caff^oial,  t>riiHHpa}iDwte4>ara 
«1  mea  sanaible  da  festa  vMa  q w  el  el  oiteiaai^  pe- 
ra ai  C0D  ñtremo  se  usa  eA  bCImo  oaAM»  «a  polvo, 
líoittpfedQda  Jk  laágua^^nefay  aeea^  U  boa4  d#* 
aeJ^riída^  la  ganadaoMoerí  mtí^  pe^i  eti  ai  higiado 
un  calor^nooivo^  en  la  cabeza  una  daitUailim  «en- 
tintiai ;tt»  aboguio  decaofMdo  y  tioa  toMcUla  teca 
•iiareme<iiay  y  parjtioalw  41^  HaeQmp|cfii¿edx^ida: 
lii4rdwa^t;eok>y  4i4  Mplr^  y^dM^émpifafeb  to^fto- 
ti^dura^  y  aaanrte  el  vj^«  dolj»r^>d#iia}i0M.or  4»^ 
tod»  «1  at}0Ci)9:'a«ba«tt«a,  y  i  :ir«)«9 .4ilii»ltMMaiLUa- 

IIM«.  £1  aaiRo  d#  la  1m»<^  ?e9d#  yM^i^etobiiWwg, 
la^iUKfnaíeii  da  \%  9ca>  b<iMa(M».i^m»«i  m^  y 
iQAtala^rlwiibffiaep}  y  i{xi^  m9d«.da;€N»plfiataAyu^ 
da/centj^>8.eo.<¡^(ní^%d^¿d%l^^  QWf4l««l>a9 
yjfí^im  |ff%d9«!e6te^^arca:/4»iíé0t(MiM'.«t&KMa 
.laS(a9]lM»i*  .iQjai^sfehki4rai>da:«Ua9(4»tp«r^|i<¿a 

Q^iK))|i|^p]#8l  :|ií«a¿u9ta  de.ii#9l»(^^  fiMi* 
epyíPMí^tHrAfei:  wa  apjB^  vaiiH»  jwraopaa: 

.«ftldíatt^ft  Xi  Aui44»d%:  ay»rig^  tai  :YÍr^adatH  y^Ios 

eí«»t»)i.4Rr)í#.plai»ÍW::^      PMlibp,  tADÍ(mloi4  la 

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7egdH8;«tfd«taory  taitUl^.  B^  Mnrtiv  te<iiib«MBidanMsi», 
coiii!ÉibWlMr%áié<y  dél|a  Btitsfa;^tM  ¡iot»  doflottprt- 

mfttáé  I^IfttwdAs  iM^eiÁáUcfSy  y  fw  e4  ^Imi  y  toé- 
ro  é^  tos  tbi^  tHiüéii  UétlOB'd^  taamotita  ím  6ftiii« 
pos.  Háy^f f^  4§é  IreB  y  ^a<Ih^  légüM  <Afi  v««>i» 

mettt^.  Ai  tkQta4fi'al«tt^nck  d^'éfiriiM,  iqf96  'el 
más  |N>M«  cbmé^téé<yM'efio'Ofthi«ray  y  rintftBplf- 
bey^o«alM-ttaá§<iftfrúe>M{ttf-4dttflnft  b^iiimi(>  4fGh3  M 
más  ttoo  «n  ^{H^a  {mcRIe  ^^ttei)^  ew  air  «íéé.  Faé- 
ra  áe  ^s/b&B  qiie  di^lM^^sllá  tiei^a^á-iio^Árfi  BtfpñlNr 
hay  ftlg«üO0  c(tte  ád  oóDÓc0nxen'lAt^otni¿tKiFÍéd(}el 
mondo,  de  «{tié  tortftró  «cío  btrevMM  es  dais  of- 
pítate.-  ■•    -^  C--     •  •""    •■     .••.•;,•, 


rá  macMnuea  ó  ^dMuraehapa.  £¡8  del  tiuvaSo  d^  un 
perro  pequeBo:  tiene  dos  palmee  de  lai^ge,  j  el  bo- 
ciee  pequeSo.  Be  bermige  y  bfamqaUíoAi  U  cola 
redonda,  de  dos  pelmoSé  Sobre  el  vientf^  y  ea  di- 
YÍsien  aparte^  tiene  una  bolillas  ó  senos  qia  se 
abren  y  oierran^  donde  esconde  ios.l^}08  eemo  en 
2arron:  ta  corríeidn>''«tftf  ItfiiSAíélocidadi  y  sus  hi* 
jos  mamandq.  ¡Adnirable  artificio  de  la  naturale- 
sa^^ut  jsnáAise*^i^.»a«ptoo  .«nJinyi,  ^g^^^H^l^^ba- 
oer  con  astucia  morteéÍBlí  para  escaparse  de  los 
hombrea  o  por  mordw  sobre  aeguro.  La  oola  es 
ntüairftMe.  taft4igM|ei#^b9b4d^i4ai1lgwK<^Vl^tid 

y  l^iieKtii sobi» k9«»eiir«8f ia*  «^ ^iy«ñé9f^fí(^- 

•jr.itgiidé^ (l«:<»4  -Dn-jonM  4eÍ4ri^.^t^  9fr^ 

t&OB  .TÍtleJMW^OOBta»  Jp»  upít  4^  IHfWñ^^S  W«- 

fU^-^NDií»  aaogi#ii«la9.«M«a(4Wigro!  jr.  <|9f^  ¡¡^e 
tel'  «aft^MMR-aos,  neoorsa^^y.  .^ea  4ogt#f,y^  más 

fiújM»  Jft  «ola.. .  QowM  mm¡  T  ■.^mlmA9f^w  v^ 

giUiiidro,:<kg«4lMde^g<4K«N}  ••;    ot.<  '^'    , 

poínos:  «i  k«Éi«»  4«lgM|p»v|a.>«K^  mj^  alp^ft^Áa^* 
00  y  n^proj  moy  hermosa.  Es  muy  diAoBo:4^|giíe<^ 


19S 

li  te  «vü;  tote  ea  Tdsfawidftd^  ea  oria»  y  Mere- 
Msfe  telo  tedor,  qoe  Mdieae atrefe  á  Ueg^r -ni 
b  pMi»  Mfrir.  &i  otcne  conim  lo»  aatmalafl;  y 
éi^ilii»  tec» Meita  va^HSH>i  como  de  1m wriM. 
Hay  «miüUesi  qM  Umud  i«atochtK.  JB8.fMUBo  im 
fmálh^  ledo  eaWerto  de  oeoduui,  al  mede  de  ka 
Me  wtMk  laa  anndaab  Sueleo  ^ti^*»— *tá>*  ChmiM 

gaMaillia  de  tiemb  Lee  polvoe  de  la  cola  fcoee» 
«a  la  «risa,  y  lee  de  la  eoneba  eaoan  laeee|ffDaa« 
tkf  hgartee»  eaiaiaoesi  iguanae  (que  llaaaii  quauh* 
fOMpalte):  habito  en  agua  y  tierra.  Bi  de  la  for* 
m  de  iagpima»  ee  de  doe  y  ties  pelmea:  |a  cola 
i^pi/gmeea^  Cóaieee  por  peeoado.  Tiene  el  ea^ 
te  de  aoM^o^  y  ee  de  mudiee  apetoóble  ansqae 
•i  a^ipics  eepantea*  A  lee  qae  oomeii  de  eUea, 
%  te  teitdo  bate»  lea  teyerdecu.  Hállaae  ea 
de  eeto  ammal  uaa  piedm  que  deahaoe 
de  te  liBonea  bebida  ó  Inydadola  al 


9I1L  Btftee«ihtelefaaaa,eopartieiilareala 
:ff  HAste,  mi  gtete  de  |Nee  que  41amaii  aaoletí? 
ai  éa  «»  pelaei  de  celar  negro;  el  vtete  pallado: 

|dée,  que  temataa  eneaatfo  dede% 

de  la  paoa.  .Ttee  forma  de  begieeilloc 

le^ftee  U  nglercoao  d  te  mqleiee.  Bi 

attoqie  pr e wca  ^  la  li^iMÍa.  IMteá 

Mie<if  y  ee  ha  víalo  qae  aaaaa 


196 

'248.  Hállase  en  los  tios  7  lugunaB,  y  en  am- 
b^  Doares,  el  manati,  una  bestia  en  fonna  de  ter- 
neta.  Hene  dos  brazos  ño  tnas,  como  alones,  á 
modo  de  cnornos  de  cabra,  con  que  ¿áda:  es  de 
ódlór  jiasdo;  y  annqae  es  tettfz  ala  vista,  nunca 
hace  mú. 

249.  Hállanse  con  abundancia  ciervos  como  en 
Espalia,  y  venados  de  diferentes  colores  y  tama- 
fies.  Los  indios  llaman  matzntl.  Hay  berrendos,  ga- 
mos y  alazanes.  Estos  habitan  en  el  Nnevo-Méxi- 
00,  y  son  del  tamafio  de  nn  caballo:  y  de  estoca,  por 
curiosidad;  tnvo  en  Zacateca^  don  Juan  de  Zaldi- 
var,  y  los  llegó  á  amansar  y  tiraban  nn  coche.  Bn 
estos  sé  hallan  las  piedras  bezares,  tan  estímadas, 
sefioras  del  veneno.   En  las  ovejas  del  Perú,  que 
no  tienen  cuecnos,  llamadas  vevinos;  en  las  taru- 
cuas  y  ganacos,  se  suelen  hallar  estas  piedras. 
%i'  los  bueyes  viejos  se  hallan  como  piedras  baza- 
res, como  naranjas;  pero  son  livianas  y  dentro  pe- 
ludas, que  las  de  loa  oiervoi  son  een  sus  capas  co- 
tno  teles  de  cebolla,  pero  maciaas. 

260.  Hay  monos,  que  llaman  uaumatl,  de  dife- 
rentes grandezas  y  colores,  y  estos  los  hay  en  To- 
ln  y  Guatemalac;  .y  hay  de  casta  brava.  Hay  gatoa 
de  Algalia,  que  llaman  pachnles.  Los  monos  se  so- 
corren' unos  á  otros,  y  crian  con  grande  amor  á  sus 
hijos.  Hay  camaleones,  que  llaman  tapayaxrn*. 

261.  Bailase  entre  los  pájaros  y  aves,  que  son 
n  número,  fuera  de  los  zenzontKs,  tigueriUos,  una 


197 

aTedlla  pa4«^í(ft:  ei  pÍMtieae  Mgado)  y  Iargo>  que 
UamaD  knifaBÍtBUiQ.  Su  pluma  es  de  varíes  colores 
7  preoiosai  4e  que  hacen  inigenea  «orno  si  fueran 
de  pinoeL  *De.  ellas  iiay  un  ornan^nto  de  easnllay 
dakiátieas  en  el  convento  de  nuestro  P.  S.  Fmn- 
cisco  de  México.  Mantiénese  esta  avébitla  de  la 
miel^Jogo  y  redía.delae'flores  que  anda  chupando 
con  su  piquilloy  sin  sentarse  en  la  rama  ni  en  la 
flor,  fliiio  volando  de  floor  en  flor  con  gran  veloci- 
dad, y  al  batir  laa  alas  hace  ruido  y  aurabido  con 
ellaa.  Poos  sub:  huevos  un  poco  mayores  que  una 
lantejas  €l«  oído  y  pikjare  es  del  tamaflo  de  medio 
huevo  de  galHaai.  Lo  que  mas  admira  de  este  pa- 
jarilloy  y  le  singular  que  Dios  nuestro  Señor  obra 
en  eít»  pequefiíl  naturaleaa,  es  que  en  secándose 
las  florea^  baéca^  un  lugar  de  espesura  de  árboles 
donde  pueda  estar  escondido,  y  asiéndose  con  los 
pies  de  utta  ramillai  pone  el  pico  debajo  como  pu- 
diera estar  mnerto.^  -  * 

232.  fin  ka  islas  Filipinas  se  crían  los  manuco- 
diataa,  pájaros  eelestjes  6  del  pájaro  Apodas,  que 
carecen  de  piáa^  y  en  su  'lugar  les  dio  Dios  unas 
plumas  delgadas 'de  media  vara,  que  salen  de  me- 
dio del  eHerpoáimanera  de  erínes  gruesas,  y  de  una 
cerda  que  parece  de  arco  y  atraviesa  el  lomo,  que  le 
sirve  de  colgarse  eo  los  •árboles  al  tiempo  que  deja 
de  volar,  porque  no  pneden  sentarse  ni  pararse.  Pa- 
ra criar  sus  hijos  proveyó  naturaleza,  que  el  macho 
tiene  á  manera  de  coeva  una  concavidad  en  las  es- 


1» 

M^MayflftM.  SosténtuD  de  fllgtwM'iDéu|BaiM 
éámué,  Sondri  toiiiiBoéetti^^lgMrill6?etTKoo 
negro^  de  seis  dedes  de  lioge,  f  el  eiieHe  de  un 
pshifo,  tKMÉo  leiMttMiD;  pera  es  la  drenfenMcia  de 
ptuoMS,  qtfs  mm  de  oee  vais^  compüeÉ  oeb  elMs 
«res.  Aiganee  he  teiádií  mi  tni  peder  que  tnee  de 
FHípinss. 

268.  Hay  difitreotes  espemes  de  emas:  osa  que 
Uarnaa  ooxcaqaaQhtIi,  que  tiene  el  |»ee  negro  j  de 
seis  dedos  de  Isigo,  el  eueUo  leonado,  de  un  palmo, 
qoe  se  sastenta  de  carne  morteeína,  katones  y  la- 
gartos, á  numera  de  ágoila,  cenicieida  deplnma  por 
el  pecho:  otra  Uaman  huatapn  y  los  espafielee  qne- 
brantahnesos,  algo  rabia:  etra  que  llaman  tsopi- 
Ictii  como  coorro  aiay  tMigro;  las  piernas  pardas 
y  la  cabesa  sin  phiniss,  y  el  pico  de  Ibima  de  pa- 
psgayo.  Come  caraos  muertas  y  &apia  les  easqios, 
con  tal  olfato,  que  de  muy  lejos  haele.  Vuela  may 
alte  y  con  tanta  serenidad,  qae  abietto  de  ahs  se 
remonta.  Hay  oteas  come  ga#ilanee,  qoe  Mamsii 
tocatl,  aves  de  rapiBa  ehieas  y  grandes,  de  qws  se 
guardan  y  huyen. las  galfinasw  Hay  baleeneet  que 
crian  los  afieionadee  á  la  casa  de  Yoialeiia»  tan 
buenos  como  en  Bnrepa.  Hay  «tro  género  de  evie- 
nes  que  los  msriiieros  Uanaa  rabiahuroado^  y  son 
los  primeros  pojaros  que  ie  yen  de  k  mar  adentro 
cuando  se  Tiene  á  la  Naetra--&paBa.  Hay  terioe 
géneros  de  abluías,  aviqías  i^randes  y  pequelasque 


199 

crian  en  panales  la  miel  viígen;  y  Unos  como  gri- 
llos, que  llaman  xicotli,  que  en  la  tierra  orian  unas 
calabacillas  de  miel  y  cera  muy  negra,  y  asi  llaman 
á  la  cera  xicocuitlatl,  estiércol  de  abcgas,  cuya  pi- 
cada es  venenosa.  Y  con  esto  concluyo  con  esta 
primera  parte  y  sus  tratados,  dando  al  Criador 
omnipotente  las  gracias  de  tantab  maravillas  de  su 
omnipotencia,  y  las  debidas  alabanzas  &  Mabía 
Santísima  y  «su  glorioso  Esposo  seBor  San  Josi. 


PART£  SEGUNDA 


I>E  LOS  SUOBSOa  POLITICOa. 


TRATADO  PRIBlERO. 

DE  UJB  QUK  HABITABON  LA  TIEBBA  DE  LA  NÜEVA-ESPAf^A 

JCnTEB  DBL  DILUVIOi  del  O&iaSN  DE  SUS  NACIONES 

DESPUÉS,  Y  J>E  SUS  PEIMBBOS  POBLADORES. 


1.  Lo  qae  más  oonfusion  causa  en  uoa  répúblicaí 
y  lo  que  trae  sia  concierto  á  los  juicios  de  los  doc- 
tos qué  quieren  escrebir  los  sucesos,  es  la  poca  no- 
ticia de  las  historias.  Grandes  discursos  se  leen 
por  los  historiadores  de  este  Nuevo-Mundo  hechos 
sobre  si  fué  untes  del  diluvio  y  cataclismo  univer- 
sal habitado:  ¿cuáles  fueron  los  primeros  que  des- 
pOM  del  diluvio  le  habitaron?  y  ¿de  cuál  de  los  hi- 
jea de  Noé  tuvieron  su  principio?  Muchos  hablan 
á  ei^gaSy  porque  escribieron  de  lejos:  otros  discur- 
ren, sin  asentar  fundamento,  llamando  conjeturas  lo 
que  wx  premisas  deducen  consecuencias.  Todo  es 


sos 

7  qm  TÍoÍ€roB  de  la  parte  dei  Norte,  j  es 
7  asti  aoiK)iie  sopongo  por  cierta  esta  ve- 
Hlty  ilnpiM  de  tmtar  las  opiniones  del  origen,  en 
fti  paodré  preUen&tieaniente  mi  sentencia,  reía- 
iHé  «a  brtvo  loa  pobladores  (qae  por  diversidad  de 
ee  reoooceen)  de  etta  tierra. 


CAPITUIO  t 


De  lo6  habitadores  qne  hubo  en  esta  Na^va-Espafia  antes 

del  uDiyeraal  diluvio. 


2.  San  Agustín  {lib.  XV  de  Cfiv.f  cap.  8)^  José- 
fo  {Kb.  Ij  cap.  lí  de  antiqmt.) i  y  otros^  dicen  lyie  en 
tiempo  de  Adán  se  dividieron  sos  hijos  por  todaa 
las  partes  del  universo,  para  cumplir  con  lo  que 
mandó  Dios  nuestro  Señor  á  nuestros  primeros  pa- 
dreSy  y  en  ellos  á  t<fdos  sus  descendientes,  que 
fuesen  engendrando  hijos,  y  llenasen  toda  la  tierra 
con  ellos. — Cresoite,  et  multiplicaminiy  et  replete 
terram  {Oénea.  i); — ^y  habiendo  pasado  desde  la 
creación  de  los  hombres  hasta  el  diluvio  mil  seis- 
cientos y  cincuenta  y  seis  aHos,  sobradísimo  tiem- 
po hubo  para  llenar  dos  mundos,  y  más  en  tiempo 
que  era  tan  grande  el  multiplico,  que  vivian  ocho- 
cientos y  más  fl&os  los  hombres,  sin  apocarlos  laa 
pestes,  y  sin  menoscabarlos  las  guerras,  pues  ni 
pestes  ni  guerras  hubo  antes  del  diluvio*,  porque 
en  el  Génesis,  ni  se  refieren  muertes  por  guerras. 


205 

ni  mortandades  por  peste.  Luego  si  manda  Dios 
que  llenen  la  tierra^  7  tayieron  tiempo  para  po- 
blarla,  mnltiplicando  sin  guerras  ni  pestes^  sin  da- 
da poblaron  estas  tierrasi  El  que  quisiere  defender 
que  no  fué  antes  del  diluvio  de  gentes  esta  tierra, 
busque  texto,  revelación  aprobada  ó  antigüedad 
para  probar  su  opinión,  que  arrimo  tiene  en  la  Ee^ 
critura  verdad  tan  Uana.^ 

3.  La  razón  universal  que  apoya  el  haber  esta- 
do este  Nuevo-Mundo  antes  del  diluvio,  porque 
no  hay  otro  memorial  ni  se  halla  evidente  indicio, 
porque  con  los  hombres  anegó  Dios  las  sefiales,  es 
el  haberse  hallado  huesos  de  grandísimos  gigantes. 
¿De  dónde  vinieron  &  esta  tierra  estos  gigantes?  No 
se  sabe;  pero  sabemos  que  la  Escritura  dice  que 
antes  del  diluvio  habia  gigantes  sobre  la  tierra, 
que  nacieron  de  las  hijas  de  los  hombres,  que  Se 
juntaron  con  los  hijos  do  Dios. — Gigantes  autem 
eraat  snper  terram.  {Oéne%.y  cap.  6) — Yo  he  visto 
de  los  que  se  han  sacado  del  desagüe  de  Qüegüe- 
toca,  huesos  disformes  muy  blancos  y  de  que  han 
hecho  jarros  para  beber,  olorosos,  y  llaman  es- 
podio,  y  una  muela  tama&a  como  un  puSo.  En 
el  Perú,  dice  el  padre  Pablo  José,  que  se  han 
hallado  cuerpos  de  seis  varas,  como  los  que  sof 
rian  antes  del  diluvio:  uno  dice  que  está  en  Li- 
ma, traido  de  junto  al  Potosi.  El  padre  Torqua- 
mada  {Uh.  /,  cap.  IS)^  dice  haber  visto  muelas 
y  huesos  grandes.   El  padre  Acosta  dice  que  el 


1^  <to  l$86i^  m  )wüs  cUl  Monte,  imrtd^d  de 
loa  pudjres  de  la  Cpmpafile  de  Je<iu8|  cuatfo  le- 
guas de  Mézicoi  liallaron  un  bomlire  enterrado, 
enya  maela  era  mayor  que  un  pufio  de  un  bou- 
iNrOi  y  á  esta  proporción  en  lo  dem¿s.  liii^go  ha- 
bitüron  á^tea  del  dilavio  gigantes  en  a^meatas 
puTtef., 


rftaaaiqpMi 


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i    ." 


'     o 


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OAPITOLO  II. 


Yariaft  opinionM  aoerea  de  laa  naciones  qne  pudieron  dar  origen 

á  los  de  las  Indias. 


4.  Por  una  de  dos  vías  era  forzoso  qae  los  que 
poUaioD  k  las  Jadías  occidentales  fuesen  á  pro- 
crear y  ser  asoendientes  de  los  que  la  hal^ítan» 
aieodOi  como  es  cierto,  que  procedieron  de  los  hQos 
de  Noéy  ó  por  mar  ó  por  tierra.  Las  opiniones  son 
TáriaSy  por  los  fundamentos  diversos.  Doce  opinia- 
nesy  con  la  suya,  refiere  el  padre  presentado,  fray 
Qer6nÍBio  Oarcia,  en  el  libro  que  imprimió  en  Va- 
laacia,  aSo  de  1606,  intitulado  €  Origen  de  las  In- 
dias del  Nuevo-Mundo,B  en  685  páginas  en  cuar- 
to: trae  erudiciones  admirables,  con  dudas,  obje- 
ciones y  respuestas  adecuadas.  Beferirélas  en  bre- 
TC  para  la  noticia,  por  no  ser  oléete  principal  de 
mi  asunto. 

5.  La  primera  opinión  es,  que  por  mar  se  pudo 
naregar  aquestas  partos,  porque  aunque  no  se  usa- 
ba de  1¿  i¿edra  imán  y  aguja  de  marear,  las  naves 

eogol&ban,  y  Noé  supo  y  enseltó  á  sus  hgos, 

VprTAWCüKT.— Totio  T.— SI 


208 

como  dice  Beroso  fjib.  S)^  la  teología  cosm^gra- 
fa  y  otras  ciencias  humanas:  y  una  de  las  artes 
que  luego  después  del  diluvio  hubo  menester  Noé 
para  pohinr  el  mundo,  fué  la  navegación,  para  lo 
cual  no  hay  duda  que  usó  de  arte  particular  tan 
cierta  como  la  agu^  de  maceaf ,  y  que  ésta  la  en- 
señaría á  sus  hijos,  pues  según  los  hombres  doctos 
anduvo  diez  años  visitando  por  el  mar  á  sus  hijos. 
Y  too  hay  que  deúir  que  seria  Noé  y  sus  hijos  ig- 
norantes en  la  geografía  é  hidrografía  para  engol- 
farse, pues  dice  ^Josefo  de  Seth,  hijo  de  Adán  (Kb. 
lee  aktíqmt'j  ^-  ^))queeoiD^tak  «rédente,  de- 
jó á  aun  hijols  y  aí^toe  bien  ense&adob  én  faie  omab 
oetésteiB^  y  del  muador  y  porqM  no  se  perdiese  la 
boticia  de  lo  i^e  ellos  ]i$biah  hallado,  aablendo 
q«e  Adán  había  profetizado  que  había  de  mr  el 
wttáde  ilestruide  :uná  ?eK  oeo  diluvio  v  otra  oon 
^go, liioieroft  dt8iBoolubnai,üoade.ladrílh^y  otra 
do  piedéá^  dqiñdo  en  ellas  eeerito  lo  q«e  habmñ 
inVentado;  poirqae  el  la  de  ladtlUb  se  bévraie  oon 
el  agua^  quedase  la  de  piedra^  y  de  alK  aj^ttdte- 
a^n  los  hombiw  lo  que  estaba  esoiito.  En  esto  sé 
•fiínda  el  padre  Maluetida  fixk  decir  que  los  hijos 
^  ^Npé  auyie^on  «luy  bien  el.  arte  de  naVegar,  si- 
guiéndose por  estrellas,  como  dice  Florian  de  Oosm* 
]^o  {lA.  i,  cap.  19)^  que  eita  á  los  creáirtiui  de  Es- 
pafla^  que  Tabal>  para  venir  4  S^MBa»  se  goberna- 
ba por  una  ettieUa  llamada  Héspero^  de  quién  tomó 
el  nombro  de  Heapeija  questra  Espafta,  de  q^ue  sin 


ddek  tí66  ^6%  f  iMñ  Bíjós;  y  ¿üátid<)  ¿omié^é  tá 
estrella  del  Nofté  6  Snr,  cotno  ahóirá,  í)ata  poder 
goWfaársé^  puédes'd  ctéef ,  ^egtití  este  éüceso,  ^ué 
para  cada  parte  dfeí  mtirtdo  tendrían  una  estrella 
qüeled  pudiera  ¿bn  seétiiidad  güiáK       *'  '  ^    • 

6/  Un  bónflrmaoíon  dé  eété  parecer; traen  Ids  M- 
vegaciones  qae  reñere  la  Escritura  que  maúdÓ^  tiít- 
cor  Salomón  á  Ophlr  y  &  líársls,  ¿oh  ¡piloto?  y  maes- 
tros, qde  HltaA,-  rey  de  Tircí  y  Sidóri  (áf  2if¿?j?!, 
cap.  ÓO),  !é  envió.  Por  Ophit  énlíóndé'  Joáeftí; 
uoa  régtórt  i}ué  llámaú  Terrina  átirefl/ Chersoneso  dé 
Tolotoeo*  (2  Pdi'ál.y  cap.  8):  ésta,^cKcétt',  se  iníeriJl-e-- 
ta  Zepb&Ia,  6  cotafió  otroá  diceu^  Sofitlá,  región  qtíé 
está  al  Oriéhte  de  ÁfVica.  Dice  Ortfeltó,  tietrá  dé 
muAo  otó,  y  Tútñ&ú  UpM  {in  návíff.  /;írf.),  dicé 
qne  fbs  &ofafóáséa  tiedéíi  eáctíto  éú' sti  lengua,  érá 
libros  de  bu  autí^Qdclad;  f|úe  Salomón  llevaba  dé 
de  allt  oro  dé  tres  á  tfés  áBós,  qué  es  ¿otífofme  á 
lo  qué  lá  Bscritüfa  dice.  Por  Ophir  efatiend^  AnAé»- 
montáiio*  jr  Pineda,  el  Perú.  Genebrardó  léé  ^6r 
Ophtr,  Opbaf,  qué  es  una  fsla  casi  éh  !a  India,  que 
produce  ora.  Otroé  por*  Ophir,  las  islas  de  Baíotoou; 
qae  caen  al  Austro,  qué  descubrió  Alvaro  JUTénda- 
na.  Pinto  dijo  elrafi  las  islas  Molucas,  ()ué  Ilámtin 
Filipinas.  Otros,  lá  isla  Espáfiola,  segiín  U  es^pli^ 
ación  dé  Vatablo,  como  la  interpretan  séguu  Oté- 
sebrardo,  ^or  el  Perfi.  Pot  Társis  entienden  unos 
an  reino  de  África,  que  hoy  es  Túnes^  jr  lo  lüás 
c'jmttú  á  ttírso  de  Cicilift,  de  donde  era' Sab  pablo. 


Segas  esto,  y  oteas  más  ronegioioaM^dOiCSaitegi- 
II0M68  y  fenidoB^  espafialw  y  rorntiH»,  t|«ft  leCép- 
ré  en  sa  logar,  prueba  eata  ojanioii  la  pp^biUdad 
de  haberse  poblado  la  tierra  á^  las  ladiae  por  ma^ 
eon  el  coQooÍHiie»to  de  estoUás  al  modo  que/ee  ta 
ahora  por  ptlotoSi  y  guian  por  altura  de  polo  yeus 
derrotas* 

7.  El  padre  Aoosta  dioe  que  non  creíble,  que 
de  ie tentó  hayan. ppr  mur  venido  los  pobladores^ 
aifio  es  que  aeaso'  ó  por  fuersa  de  torutentw  llega- 
ron á  las  Indias,  porque,  adt  sucedió  «a  el  deseubri- 
miento  de  nuestros  tiempos,  cuusmío  nquol  marine- 
ro,.habiendo,  eon  un  terrible  temporal  rpeoneoido 
este  Nueve-Mundo,  1^  digd  4  Colon  la'ttotioía  de 
estas  tiertaSy  h^sta  entóneos  ignoradas.  ^C^ttién  no 
sabe  que  pmchas  otras  más  regiones^  qoe  se  han 
descubierto  en  estoNuevo-^Mundo,  ha  sido  en  esta 
forma,  debiéndose,  más  el  desoubrimiente  ^  la  vio- 
lenoia  de  los  temporalee  que  se  leviantnon,  que  á 
la  industrio  de  los  que  las  desoubrioront  y  do  esto 
hayvsriosejemplaresquesuoeden  en  el  mar  Ooéáno 
cada  dia,*  En  el  Perú  hay  relación,  como  arriba  tra- 
tamos^ de  unos  gigantes  que  fuego  del  cielo  abra- 
só por  sus  enormes  pecados,  que  vinieron  por  el 
mar,  cuyos  huesos  se  hallan  hoy  dia  cerca  de  Man- 
ta y  de  Puerto  Viejo;  Luego  no  faltando  indicios 
de  que  se  ha  navegado  el  mar,  podríamos  jusigar 
que  se  empezaron  á  poblar  estas  tierras  de  hooii 
bresá  quienes  arrojó  k  fuerza  de  los  viento?. 


211 

&•  Akgo  de  YiMiagaA,  en  el  libro  (f,  eap.^Í0), 
qoe  oomposo  de  la  Diferencia  de  libros^  dice,  que  es 
moy  posible  ee  bayao  poblado  de  oartnginensée, 
fondado  en  la  ankoridad  de  AristóteleSi  en  el  Libro 
de  ka  Maravtllaa  de  la  Naturaieaa,  que  dioe  que 
nnoA  mercitderee  cartaginenses  naregaron  desde 
las  colnmnas  de  Hércules,  que  es  Gibralter  j6  Cá- 
dis,  y  después  de  muchos  dias  de  navegación  ha- 
llaron una  isla  despoblada,  aunque  de. todas  las 
cosas  á  la  humana  vida  necesarias  abundante,  por 
lo  cual  les  pareció  poblarla.  Y  viniendo  al  Senado 
de  loa  cartaginenses  \tak  noticia,  de  la  tierra  y  fama 
de  BU  riqueaa,  temiendo  que  estraSas  naciones,  con 
la  oodioia,  se  hallarían  eon  el  se&orio  del  imperio  y 
padeceria  la  libertad  de  los  cartaginenses  detrimen- 
to^ vedaron  con  rigoroso  edicto  la  navegación,  y 
decretaron  quitar  la  vida  á  los  que  la  poblaron.  De 
eata^palabras,  y  por  las  se&as  que  da  el  Filósofo  de 
U  iala,  dice  que  es  sin  duda  la  isla  Espafiola;  y 
porqne  los  cartaginenses,  en  lugar  de  letras,  usa- 
ban historias  de  pinturas,  y  esto  mismo  se  halló  en 
loe  indios  de  la  Nuevsr-Espafia  como  en  los  del 
Perú,  que  usaban  de  quipos,  que  eran  unos  regis- 
tros de  ramales  con  muchos  nudos  grandes  y  pe- 
qnefios,  de  diversos  colores,  y  con  la  distancia  y 
cantidad  de  los  nudos^  significaban  lo  que  queriao; 
de  modo,  que  asi  como  nosotros,  de  veinticuatro  le- 
tras componiéndolas  en  diversas  maneras,  sacamos 
infinidad  de  vocablos,  asi  de  estos  nudos  y  colores 


iíi    . 

lífán  dlversofs  qtiipüir;  (^tiid  eráti  ahoá  inktkljiík' áiL  ta* 
máled,  (^ué'oftdá  ótTál  isef  rik  d^  Hbto  á  SiféMtiUíá 
óosas.  €oií  ébtfffmñ^rtíerttó,  y  cotí  tleoi^  q\lb  los  car- 
inginensos  sotilaclinádósi  ñiBricar  stratrábs^ra  édlft- 
ciosy  coüio  lo  íñtífetóix  Ibs  mdló^,  pnrécb  que  ísÁVüéBí  al- 
goná Faérsá lii opiMon ,  finó caéf  ufa  los  tncokñrenteiilM 
qiie  86  d!r&tí  dédputíá'  dé  referir  há  opinioties  de  loá 
^ué  sienteü^iié  porr  la  mai*  hi  t^bláéidti  dé  íáHierra. 
'  9.  Qi*áVfes  atttdtes,  BÍguiendó  el  ^arédfer  de  Pla- 
totí,  diceü  qiie  los  primeros  pobladores  d^  láii  ludias 
fueron  dé  la  isla  Atlántíca,  tatr  celebí'ádii^dé  Cri- 
6iáfi^  segan  Platoii,  en  sn  lítñeo.  'Fhtnbisco'Ló^dí 
de  Óotnará  {í^ parte ^  f.  í50),&otalíre  rfootó  y  bui- 
daiíoáo  ÍQVésti^'dbt  de  las  cósabdé  las  Indkfey  dice 
püed,  ((ne  Criéias,  en  lá  traslación  que  Iiiío  Másilio 
Tisino,  hablando  cotí  Sócrates,  Tlmeoy  Hérmóélfetes, 
atenienses/ réfínetido'U  hiétbriá  que' de  su  abuelo 
babia  sabido  {ZútaU^  inprom.)i  tS&bésé  por  tradi- 
ción cierta  ^üe  vuestra  ciudad  resistió  los  tIéMpos 
páisados  á'innumerablé  copia  dé  éttedifgos,  qué  salien- 
do del  knat  Atlfintico,  babián  ocupado  casi  toda  ta 
Europa  y  Asia.  ¿'  ASadé  vtiéii:  qué  era  ibia  de  tanta 
grandeza,  que  era  mayor  que  juntad  Asia  y  AfVica, 
desdé  la  cualhabia  doñleroió  ébn  ottas  islaá, y  deesas 
á  la  tierra  firme,  qire  está  frorttero'del  verdadero  mar. 
Be  esta  isla  dice  qué  fuefon  séHores  los  diez  hfjos 
dé  Net)tun6,  aquellos  qtié  dó  do^  eti  dos  xiKcletón 


( 

tu 

de  6ibcó  paltds  ^«los.  E^á  fÜtaróh  Ids  qué  domi^ 
narotf  éoú  étti  déácdlididttiéir  \m  otrali  islas  que  hoy 
86  llAtnáKi  de  Barlovetato.  Añade  más:  qae  ésta  isla 
se  antgó,  7  que  por  eso  dijo  Aristóteles  no  po- 
día navegaraé^  pot  pdosár  que  tendtia  niuéhos  ba- 
jíos por  la  Í9la  anegada  Ak  que  trata.  Y  tnás  dice 
el  texio  de  Platón,  qud  los  de  la  isla  Atlántica  te- 
nian  grande  Copia  de  navios^  y  aun  puertos  hechos 
¿  mano  párá  la  conservación  de  ellos. 

10.  Dé  donde  se  puede  entender,  que  siendo  tan- 
ta la  gente  que  competía  con  la  Grecia,  las  islas 
donde  comerciaban'  de  Barlovento  tan  cercanos  y 
de  ellas  fa  tierra  firme  tan  vedna,  que  para  ampliar 
sus  reinos  pobUriáú  el  Perfi  y  la  Nueva-EspaBa, 
7  q«e  de  divinan  eta  otrad  tierras  por  no  caber  en 
la  suya;  y  como  los  Reyes  Católicos  de  Espafia  en 
las  Indias  han  dilatado  sus  reinos  cotí  tantas  gen- 
tes como  pasan  á  aquelláá  partes  cada  dia,  lo  ha- 
rían asi  los  atlánticos  también;  y  si  en  tan  pocos 
aSos  se  ha  poblado  él  Nuevo-ídundo  de  tantos  es- 
pa&otes,  que  eonsideradó  bien,  parece  que  si  no  se 
hubiera  descubierto  no  cupieran  los  españoles  en 
EspiAa^  en  tantos  aflos  ¿qué  maravilla  fuera  que  la 
ocaparati  los  atlánticos? 

11«  Nó  ha  fitltado  quien  diga  ser  fábula  de  Pla- 
tón aquesta;  y  para  salvar  la  autoridad  de  tan  grande 
autor  y  la  de  los  que  por  verdad  tienen  el  Decálogo, 
con  lliAeo  alegóricamente  lo  explican.  El  padre 
Acosta  {Hi.  1,  kiét.  c.  80)  lo  tiene  por  disparate,  y 


8U 

^M%  i»n  doiudra-okanM  do  los  ^ae  pw  vertid  lo 
tíonoDi  por  las  qosa^ridÍQalaa  que  cootiene.  juQ^I^*^ 
« i^Q  tiene  por  fabulosa  cosa  elqueNeptano  tiiTiese 
«diez  Uijt^';  ea  GUto,  de  cídcq  partoa  gemelopt ji  Y 
CQmo  esto  ¿acede  eo  .  la  natiiraLejpa  cadfi  dia  (res- 
ponden otroB)«  no  ser4  fábula  el  engendrar  tantos 
hijos.  £1  reducir  la  tierra  L  cinco  orbes  le  pareció 
mentira;  y  no  diciendo  el  cómo  pudiera  jungarse  el 
sacar  de  un  collado  tres  redo^dos  orbes  de  mar  y 
.dos  de  tierra,  tan  iguales  que  parecían  sacados  á 
torno  y  hecbps  á  compás,  por  imposible;  pero  lo 
que  dice,  según  suena  el  latin^  es  muy  posible. — 
Circumscripsit  coUem,  quem  babitabat  apiris  aquao 
ciroumstuis^terrae  que  zonis^ex  quibus  dúo  quidem 
terrae^  tres  vero  xuariSy  fuere  circuitus,  qui  ^luti 
.torno  descripti  parjundique  intervalo  per  inpulam 
med^im  distábante  inaccesibilem  que  homii|ibu8 
ipsum  redebant. — Esto  es  decir  qije  cercó  N^pto- 
fip  con  dos  circuitos  de  ti€trra  y  tres  de  agua^  sa* 
cades  eo  tan  igual,  distancia,  que  parecían  saca* 
dos  &  torno,  y  bacian,  para  que  no  pudiesen  sa- 
bir los  hombres,  inaccesible  el  collado;  no  porque 
Verdaderamente  fuesen  hechos  ¿  torno,  que  tam- 
bién dice  el  padre  Acosta  de  una  laguna  que  está 
cerca  del  Potosí,  en  el  fin  del  valle  de  Tazapaya, 
tan  redonda  que  parece  hecha  por  compás.  Dice 
más:  «  ¿Qué  diremos  del  tenqpilo  de  mil  pasca  de 
«  largo  y  quinientos  de  ancho,  con  paredes  de  pla- 
«  ta  cubiertas  y  Cechds  de  oro,  con  bóvedas  de  mar- 


2]¿ 

«íileiifrsteSidasdealjáftif  {Hi:  S,  kkt.c.  18)  A 
60td  .bien -pudo  ser  el  largo  y  aocho;  pero  la  labor 
del  templo,  no  se  ha  de  entender  que  todo  fae&e 
cubierto  d€f  ^láta  y  oro,  sino  qne  el  ornato  f«eée  de 
esos  naetalee,  como  lo  son  en  este  tiempo  doradoa, 
y  de  ellee  deeimod  es  noa  ascua  de  oto  todo  el  temr 
pío,  A  qu^  no  ee  creíble  fuese  mayor  \A  isla  Atlán- 
tica' que  África  y  Asia:  fie  puede  dedr  que  entonces 
DO  eerian  tan  grandiss  comor  afacnrai  y  ya  que  no  de 
tiarra  seria  de  gente.  A  lo  que  últimamente  dificul- 
ta el  haberse  anegado  la  grandeza  de  esta  isla,  se 
puede  responder  con  las  inundaciones  grandes  que 
en  dhrersoá  tiempos  se  han  visto  y  cotí  las  ciudades 
que  hoy-  cubren  las  olas,  segün  acontedó  en  Pirra 
y  Antisa  en  las  riberas  que  llaman  del  mar  de  La- 
ten; también  Olice  y  Burra,  lugares  de  Grecia;  la 
entrada  de«Merea,  no  li^s  de  CorintQ^  donde  psi- 
recen  hoy  día  debajo  de  ka  aguas  sefiales  de  sus 
edifimoe.  Anegáronse  cerca  de  Cádiz  dos  islas»  en 
una  de  eHait  una  dudad  populosa,  y  otras  junto  ai 
estrecho  de  Qibraltar,  llamadas  las  idas  Afródicas^ 
entre  las  cuales  dicen  algunos  libros  que  se  oontttr 
ba  la  Srítrea,  que  es  la  de  Cádiz,  sin  otras  que 
refiere  Ferian  de  Ocampo.  Luego  no  seria  mqoho 
que  80  anegase  la  Atlá!itica  y  que  quedase  algo  de 
ella,  come  algunos  .dicen,  que  son  las  blas  de  la 
Madera,  las  de  los  Azores  y  las  de  Canaria,  queao 
es  mocho  quedase  de  tan^  dilatada  tierra  alguna 
parte. 


Mbrard^  (¿íi.  2^  ckron.^^  />.  4¿^y 'dioen  ^M  Ih  ]^eit- 
40  dd  Nttetii-EipftBA  y  Perú  tienen  doÓfMt,  hijo 
de  ¥lí«tiin  f  ^éto  d^  Heber.  Bl  AtádáÉnéntd  ({ue 
tieMti  de  eéto^és^  que  ee  llamaron  Perfi^  que  tólrtto 
ül  «6^8  ei  t<^  lüistto  i^^ue  O^i^)  ^i^qtie  eoiáeii- 
MtidodMdd  ¥iái  qae  eh  hebreo  «e  ptéüUtoéift  too- 
no  1^,  y  imsp^üknñ^  b  i,  oiiééii  Ift  O  fiéM  á  de- 
oir  Pira;  y Kut)qa%  «e  pronttúúia:  oó4^:  ti,  filé  ptAqw 
íéBiíkúitíA  b  eonvit<tiét0Gi  eñ  ti^  por  ser  á  b6  pro- 
ituatfiAoii4fií-iíi«8  aoéiiiedAda:  de  donde  de  iditca  qtie 
prededofi  4^  Setn^  que  toVo  hijds,  y  entré  elloa 
ÁplMiMt^  padre  de  Salé)  (j[üe  en¿endh^  á'  Heber; 
Hebier  á  YeetaS)  y  éste  tuVd  trés^iiigefi^  ^  el  trne 
^0  elloB  fué  Opiíir^  y  porque  vnya  de  iioi&bred  dl- 
06D  qae  el  nombre  A%  Yecian,  padre  >de  Opfair  se 
habla  en  la*  Ntteva-^fispáda  eli  TucatanV  P^^'^^^'í^ 
dO'  OampechO)  qae  aunque  parece  m  el  tniemo,  es- 
t&  eoh^mpido  eomo  en  otros  istícedei  ^e  BáeoaBo 
llama  Beada^  y  antígnamefite  B^ata  Civítas.  Litoa, 
eifúdad  del  Perd,  ee  deefa  tUmat;^  que  quiera  deéir 
el  que  babla>  porque  ee  pátticipio  del  VerM  í^t ma- 
ní^ que  ee  hablar;  por  Mo  áebecr  de  eet  Ui  de  Li- 
ma, eu  k  ñMsundia  tan  lecuebefit. 

13¿  Autoriza  eeta  opiAic^n  la  conjetura  de  ia^  sa- 
grada Eseritura,  porque  eu  el  Paralíp^menóU'  {<f,  S) 
sedice  que  el  oto  con  que  Mibrió'Salotnou  el  teto  pío 
fué  de  Pm^ífH^  «eégun  traslada  Tatáblo^  y  efr  lugar 
de — ^Porro  autem  aurum  erat  probatissimuiAi — 


Í17 

Ai-iaémmtimo  to€H^&at  áutem  etc  koo  P^mÉtt: 
la  glom  pltii^  al  márgént^^PermiiÉi  liométi  lodi^^ 
For  té  w6\  les  alitof es  de  satft  oiHtiion  dicen  ^r  et 
oro  de  un  lugar  dea  réees  Pirú,  que  es  ia  Nuevas 
Esj^ila  y  Per6;  ik>rqtae  aquella  termiaaoion  ami  es 
nÚBMro  dual  eo  lá  gt^amátíeá  kebrea,  y  sigaifloá  las 
dos  régieDOS  del  Pera  y  Nueya-Bspafta.  Alode  á 
este  la  trasUidoB  de  los  Setenta^  qae  dioe:-^£t  ati^ 
TOi  aiiri  qaod  est  Pharyatilr^oi)^e  advierte  ei  ps^ 
dre  Malaendá,  qué  aunque  esta  tos  Phar?am  se 
proBUttda  eu  el  hebieo  oda  yaumediil,  esto  eS|  om 
T  ootieotiluite,  tio  hacíMde  oaso  de  los  puntos  que 
pata  haeer  sentido  inventáton  los  gramátioos  h(h 
brees  máieretas,  podremos  {ttonnneiar  Perraiiaeoá 
van  qoieseeñfee,  que  es  nuestra  u  teeal,  y  qnerfi 
decir  oté  iráido  del  uno  y  otro  l^erií. 

14.  Bl  padre  Pineda  djiñjúb.,  Mp.  2á,  p.60O}, 
dice  que  son  muy  ligeras  conjeturas  las  que  trtien 
per  faiiidamento,  diiáendo  ser  Ojphir  to  mismo  que 
Pira,  y  que  es  mny  lere  aquella  afíoidad  de  yeear 
bles  y  t&  dednceion  6  reducción  al  nonlbre  bélbreo^. 
Lo  primeñy,  perqué  los  indios  jümás  oyeron  ni  usá^ 
ron  aquel  apellido  ántofs  de  lá  venena  de  ios  eepá* 
Soles;  el  caso  faé:  qué  por  el  rió  que  se  llama  Berb, 
donde  hallaüdoii unos  indios Pizarro  en  elrta^  fueron 
pr^untádos  de  él»  y  jutgandü  que  les  preguntaban 
por  el  rio,  dieron  Beru;  y  de  ahi  le  puñeron  los  es^ 
pallolen  al  reino  Perfi,  porqué  los  indios  nüaoia  tu- 
Tíenm  nombres  de  las  protincias  y  reinos;  sine  so- 


4re  inaMteoMahtMdii(£Í«  S  de  wU.^  e^p.Bí)  r^fie- 
jre  aquesto  de  oiira  stterte;  perqM  diee  que  Uegan- 
4o  los  es|k^lea  á  la  priinera  tierra  del  Perú,  pie- 
gimtaroa  4  aaoe  indioe  per  el  oroi  ^oíéodoliM;  OrO| 
ofol  Lo»  iadiqs,  no  eatetidieiido  1%  vos  eepiAak  ni 
;UfcbíeDdo  repetir,  deeian  Birú,  Birú,  por  deeLq  eio, 
oro,  y  que  Jvatamefite  laoetrando  ooo  el  de4o  laa 
tierras  ddt  Perú|^  pensaron  los  niies^oe  que  toda 
aquella  tierra  se  llamaba  JPejíL  CQQÚdere  el  f^ 
doso  leotof  e^Bio  .se  compadeee  q^ielos  indios  do 
«n;tendiesea  la  voz  espaSola  oro,  oro,^  y  qge  eone- 
jcieron  qae  les  pregontaban  dónde  babia  el  oro,  pnes 
lea  seBalabaa.<san:el  dedo  b&oia  el  Fer6«  C<>Dcliiye 

#1  padre  Pineda:  m  l^  e^paffolesi  ei^gaSados  Mn  el 
nombre  de  los  indfos  Berú,  tomacon  acción  pax^  lla- 
.mar  ^. toda;  aquella  tíenra  Perú,  jqué  tiene  que  ver 
epo  con  Opbir?  .  . 

1$«  A  lo  qu^i  tiTiep  de  £9«r}t0f&  sagrada  ae  rea- 
pende,  qne  el  oro  bien  p^erop  tcaén^W  ^  Sa- 
lomen d^l  Pe^j  pero  ne  se^ueqiie  fqasen  por 
eso  de^oendi^n^a^Q  Op^r,  y  Pirú .  sea  lo  mis^o 
que  Opbir;  á^ea  si:  se.  prueba  qne  ^taba  ya  la 
^rra  j^blada,  j>ue§ ,  babia.  quien  diese  el  oro  -del 
Perú;  y  si  no  babia  £ente¿  no  seria.de  los  de  Opbir 
poUadaí  sino  de  los  que  iban  en  loa  navioa  de  Sa- 
lomen por  ^  oro:  no  porque  baya  oro  eu  Opbir  (que 
es  la  parte  del  Ajú&  poblada  de  Opbir,  hijo  de  Yec* 
tan),  y  pro.e^  el  Perú  y  I^neva«r£^%Ba  bf^n  4e  ser 


£19 

los  9«^  jp^Umob  é  Uto. y  á..otiráf  pActo  I09  dMtra* 
uieiitea  d4  0f  bí^  povqite;  n»  Tale-  iq  eoqsécaenoía 
en  tu  parte  oHeatAl  hay  ói^^  y  éñ  k  oocüeatal  hay 
oro^  laego  Opliíf».<|u|»  pell»ki'aquella  pUrto,  poMária 
aqueate.  •     .  j 

1^.  Goftzalo  FermnaM  ^  de  Oviedo  (i  /^.  Aif  1 
Ind.yHb,  2^c:  S)  y  d  paáre  niaeaiaro  fray  Toinás 
MalneiHla  (4(í.  ^v  e^  IS)^  dioea  que  de  génteespáSola 
66  paede  ^mw  que  se  poblaron  bus  Islas  de  Barlo- 
vento: como  80B  Paerte-Ríeo,  la  Isk  EspaEola  y 
Cuba;  y  de^  abi  laa  *  Indias^  porque  ébtas  son  las 
que  llaiMar .  Hespérídee,  de  Hesperé  XII,  rey  de 
EspaSas.  Para  pifobar  este  pi^reear,  aprobaodo  la 
&ataaádad  é¡b  Aristételee  aeérea  de  lo  q«ie  refiere 
de  loa  oailfighieaieea,  ttiíe  la  coe(ambre  de  ponerse 
las  proYÍDoiaB  y  reinoe  loe  ^embree  derivados  d^ 
loa  qoií  tetiiati  aoe  .oafnianesi  reyes' y  fundadoreái 
aprovfidliadeee  de  la  que  escribió  S.  Isidoro  {Hb  9^ 
cap.  Stf  <o -em  Btittoleg^s/ que  los  aairtos  bubie- 
lOQ  el  aooltH«$  de  Astir,  Iób  de  Lidia  de  Lido  y  los 
ikebraoa  de  Hebdry  eto.  La  díSoultad  está  en  pro- 
bar qoe  laq  islas  Heépériáee  seaa  bu>  de.BairloveDto; 
porq«a  el  Abaleóse^  en  un  libro :  qm  escribió  eo 
c^stelkiAa  sobre  el  de  Eitaebio  de  PemporHus^  dice 
lue  bobo  trea  Atiantds:  ma  de^Areadía,  otro  de 
Mauritaaai  y  cfua  de  esté  fle¿;áiid6  fué  bermano 
Héspero:  «quenoa  dos  pasaron  á  la 'parte  occiden- 
tnl  de  Xfirica  &  tierra  de  Marruecos:  b\  uno  deellos 
faé  el- Atlafitequetuvoelre&bodeikfrica^  pte  quien 


dieni  «IgaiieBiiQ  HamóJMepAMáütiMMQqtMof  el 
abro<£aé  Qespéroj  qa^  tnv^oiy  pobl<(S>iáá  Islss  Jlfor- 
tttBadM  Qiamdaa^iSeppéridMi'  «No  eliktabté:  faí  mt- 

Oarcia  que  uo  son  HespérídeB,  ni  las  blas  A^Mrtch 
aÉáas^  que  Haman  OaMurias;  pórqw^^éstes  ntiDCa 
tAYÍeroii  iuma  nombrecpie  Afortonadas^-y  CamúriHB 
pQv  ioanniohos  perros  frandea  y  moMtraosoB  qoe 
an  ella  habiaj  ni  tampoco  1m  éa  kys.  Akoras,  ni  Ia6  do 
Gabo  Varete  4&0oygados;  porquo  á  las  fiespéHdéé  sé 
navogaba  al'ooatdaóto  por  osplmo«de^cttkrentádiaA 
desde  las  de  Gafaio  Terde^  oonie  dtoé  PKMto  j^t^.  (7, 
cap.  Sí}  con  autoridad ^drBsbtofoi  Settso;  5^  ^.ée- 
te  pareoer  osOftelto^  contra*  el  padn  ilarfoba! 
luegO'si  Héspero  las  pobló'  y  46itíM6;^^V^B  espA- 
Soles  paedo  oonjetorarse  que  •pobladatiiilad''i^afl 
pasasen  á  poblar  á '  la  tierre  firaie  de  la  NttdvB-- 
Bspafin,  pues  tan  cereana-li^teolátiy  qlMF4íetipo%>« 
bsa  fiínfleíente  para  ello;' p^rc^  Bespero^XH^  1^, 
segttp  Beroso  reiti6  en  fispáAay  en  ttálin' laíl  seis- 
cientos y  cincnenta  y  oaÜo  aB^s-iftates  que'€tritfto 
mteatRy  Rodeotor  na«ieise;  y  éstoe/ joatos  000  mil 
qnmientos  yvointianoy  en  qvegaáároír  Isf  Naeva- 
Bspa&a,  son  :treá  mil  <Mttto  y  «atenta  y  ntíevé  ikfidB^. 
V ' '  1 7.  Pata  eotifirmaden  de  esté  parecer,  pttede 
soTTÍc  lo  qiie  loa  lüstoiiadores  p^^ren  de  BspaBa 
acerca  de  lí^  oostnmbres  y  modo  Tlé'  vivir  que  en 
ia  antígfiedad  tuvieron  ksespaBolee;  que  ertin  sus 
costumbres  gtóseras^  ata  poiieta,  dados*  al 'edito  de 


lo9i4ioUB  y  PDgtdpy  •I:60iuiioi  úp^ÜM  ^ámkcJMv  ¡El 

noida*  «i.  dé  los  indkN^  'páfíqaa  *^  el  *  pádiró  SftlaMr 
(flüiCi  /^  9Ími.s  éap.  'J^ti^a  td^dimnaos  doi^Owl^, 
ratera  4ue^Mtíg^ftfii0fiM''Í2^Mltti^^  BspftSatuFoas 
capA  Mrradu  6  moáé-  ád^puOM^ique  acá  lo  uiHeé- 
tra  'ení.BoiBa la !  esMltüva  daV^ai^tiUñanfa},  dMde 
están  los  'Mpaflol^a  Mir  <Mlf)«oé9.^  >  Boamo  '4tcé  qsé 
io9  loettanoatiáfaii  va^ádM^aabiartos  coa  iiiiaaa»- 
coé  &  la  tnatiai^  da-albam^y  qua  ««D^era^aok 
«^^fM|  j  que  daiMÍaii'/en'waItwian  alio»  sobra,  c»- 
mas  da  fkajat  éatasM^parMün  á  la  aamUaiH'  qtxaláa 
indias  llaman  huapU,  á  manera  ^aios^púbaa  da  h 
antígSadaé  dadlos  aapalldlaa^  isi  biap  qua  asta"  braja 
llega '|fDCO  ma*  abajo  da /la.  vodíUa^*  aiváqara  an  crt 
Per6  aa  oonaarvaii  loa  oapudas^tten  largos  qaa  av- 
TastMH;  y  si  esto*  as  asi^  -Días  ¿uastro  €aBbc;  que 
es  fial  an  stt  justíaia,.  pétunlirt»  qaa  1m  espaflalaa 
entraaaa  en»  la9>Iiidía8>'psTa  dartra^  aoa>  so  libárali- 
dad  aaMtombradpiy  la  'po8aoío&  da  las  gantas  qíia 
eran '€#&  ^ntigfladad:  da  taatos  altos  saya^:  i 

16.  'Aüteras  haf  qaa  >diosq*prooadan\da  Tóma- 
nos auaódo^daiaHDasoá&fispaiIií  y  iodos*  hablaban 
en  latíoriraaa  nlgQnas^vocaslatíafBi.  jr  algunas^  ípo- 
cabios  paraaidos^^coiba^aatalPorÚDMiife^^al  qué  mua- 
ré, mete»»,  qna^aéalqaaaaiaiiviaá  trabajarVdafmVfo 
miHi$.  Sa  Yuaabm  aste;  TOcaUoi^ar  jón  bs  tofconés 
ó  totamacasvque  U«m»bantal'áacarddtoda  los  Ídolos 
p(ip^  oopae  foiaiJejOasaSy  <^po»  da^Gfaiapa  {C.  >  ilSSt) : 


•n  CAikpá^  el  adfSffbiOiMeftfgvb^lo  M0i«ftii|^&ea 
q«ft  wb.  od  iítib;  ipem  eoto  jpiMdto  Árf«ndbiiiiot^^^ 
.odi^idlaMry; ptro .bü  pste lurjieba^^Xio ^w- acta Juice 

4á  CBMíMÍÓ  (|M/eli/d«CtíttQld;tfitto0ll<lft  {i#  «i<tv 

^i^yeiio  .(de.  ll^  Ovámi  tle  Siía  F«MGÍ«(M)^>te)Uroo 
.iuiM;mioidrM^  ^n  «1  .pinar  ^A»  «na  jauuim  um  nonada 
fioiü  JftrifBágttDy  Dombgeida  <lé8flar  Aag  wto^  la^'cval, 
4oa  JtiflAi  Bufo^  af80lMp<MonaMtí«io,  aqvíé  aLawno 
Sbatifioa.  Poresti ixtaMda^wMoatia^ flMfoa á las 
Zodias  loa  i*ofiifiiui8.(  t  ■  t*  • 
• .  JL9« ,  TraoBy  [mrtii^QB^riBaeiw,  que  aíBl;Mnó  los 
^maMfi  tooiaai  ite.  «oilveita  da  doMellaa  í^a  Ua- 
nabaa  ve^taübs^ianal  JPeaix  ianiu  taMaotañés  4e 
doao^Uat-y  araa^dedifeiidaé al «a^á <í(jmn  itaiaÍHi»D 
ia'  dédioaroa  mn^oé  tMtptos.  Tatiiaif  fa»  fdoaoftll«s 
linas  aocéaiiaa  q«0  UátnaiMíip^Mitoof^  anae- 

fiaasa  de  las  deAiás,  om  rentas  ^ara'el?BSMlaiitode 
los  monasterios.  Oada  eual  tec&a  íbú.  gotieraador  lia- 
made  app^/miam^  qiieascogia  las  qualMbián  da  en- 
trar. Éa  láéxicp  habo  támfaíaa  nanastatíó  da  doo- 
cellaaan  teda  «¿«dad:  aatabaaiá  «las  espaldeare  lo^ 
tempiea.  iLlam&bunie.  iboaa»  depetdteamt,  pon)tt« 
tivlaa.ep  cáatidad  y  x^aneam,  dadieiHlasal^lto  de 
lasdfOsaa.  Andkdiali^sqaiUadaay  y.  ooae  dejaban 
^eeeral  HAbeUOihasta  qae  ama  ¡gmi|:deS)  yas^oere 
ouHiia  ^pMiaatte^las'áé observa liaMís elpresente 


i 


kttilotot  j  ipiffit  ü  innotu  d«  algDdM: 

«y»  bÉgM^«0ilH  ctpiliB y.gni4iail« 
Im  MÍiitlHS^t  lwiiiittlÉinwr¿rBiáÉiiiiiorto 
á  Im  mMmm  ém  lot  id(k«>  Iwoieiido  to  mlaiMii 
^pm  foe  qué'  wütMi  dediosdip  ai'bMi|dD 


•  •/> 


itijii»  MU  hiMtlUad  y  iwnto,  msi  p»r^< 
4»  M  «uligo^  qM^n  pfloa  il«  «tuerte  in 
«I  #1  — Ip^do  iiómpÜM,  «MM  porqaa  teaüni'  por 

1m  babian^tt  po^^  lu  oaraM'i^kB 
•Hf  iiilitM  bipufiM.  JAMBOp^ia^Mpoe- 
Ihadaimi  ta—op  á  \m  Tndhii,.    : 
M.  Oiro  AMdMM«teteMQ,y  qiia.MltCoa»bB 
iMMflü  feifliana  aa  B^MBa'wno  aa  Italia.tai 

tr—tt  ottaft  oMtambtM  pifMÍdaa,  »omm 
n  lr«Í0te  y  ieis  tribiui  Im  ónéa- 
y  4  tatot  ie  ff  oéathin  lésoUltoHa  d»  afm», 
teiJBdhwéBMowa  «■paftayféti. 
21.  A«biMBl»y^MdigHqMpl«otdíwdt«M* 
fw  «iiM  tediM:  Im  fitMiinartM  iQii  kdbK  Widk> 
^Mtatéwi  qM  «panoia  lekma  friegMi  Sd 
qM«>uito4La9aM«in0rá,  dmiltiÉ- 
Oa>^  fM  wtá  una  pela  alta  «n  taya  fnate 
feagbaM  «aeolpídM,  áe  vara  y  anédiA 
cvyM  leliae  pofuea  gil«iM.  Ai€lMpa, 


:cotii8d8  pilaoaafiy  y  ea<6lfa>8  tetreto& qjM  pmwoRde 
letM  giiégav  ▲  esto  ayucUi  et  qw  en  «MésioOfiieoB- 
tahnhan  Io8'YJéj<^8x»¡iitac3|i$  liiMtfriasf  w  i|ft^lk»i 
'Bft.nioidpafaíiito.ltt^  y 

ealob  gtíegos;^  Aieaké  á0  jiBade^ei:  1m  uwa^iitígiw 
aaninregaii  y.en  basMr  kiterM^ipiies  MÍMlMroa.á 
>EÉpafiii  nnidtasj  neto,  y  ^.dia^.(|i|0  aUt^^^a^o- 
aairon-iBoa  mpy  som^antOTá irlas  qw,  a4oiaD  las 

-'j22^^  Df'Algaa^  Tdc6B:gn$gad  ao-ti^^t^^  lam- 
bien  la  y.6MlÍMÜdar  éala  opia[HHi.:Bita  fAñhttkmttfHáf 
'SegmOalepiQOí'ea  griega^  yisignífioaflá  naOraó  ama 
•  qoa  cria;  -  y  estat  mismay 'aigol&ea  .aa  al  fibié  .lo  rote- 
ad. £hi  IfiíAbaaaá  llamaos  al  padre  iatm  y  A  la  ma- 
idra*ffiafiftf;.  y  ieii  Guateaorala  .al  padra,  aeSor  i5tiiwa- 
ysar^effjdigoidady.Wíllaaiaa  te#;  y  W  lai^ia^)  a^aifi- 
ei  an  griego.  Los  da  Qhiapa.eotiaaitetraa'iiarsa' 
aaa  de  la  flaattsima  IVínüiadv  y  HaoMibiib  aM^adre 
Byóonoy  qa^'én  'griego  AgaiAoai  iatiágaa:.  loe  mexi- 
eaojoa, eo aa  idunaa^ .muí  da losía^jaagri^oa, y  el 
qvéaigiáfioa  Dios  as  jZb^,  ooib^an  gritga.jTa^f, 
. 4é  qae^ caaipanaa^  coinO'  ea .  fi  griego,  4)>t»^: yaca- 
Uoa  qoé  pávfcéAeae»  á  «w!  cíülbo^.doip%.'^^«)jM^^  el 
qiie^an»rda  las  oasaáaagradaftrai  taiaiplo  )a4H%9ia- 
*ítí»faniean\oB  griágqs;7rmadadas.las  térjEaÍpa^  i^ 
.  'ftM^lbBi ifadiaa^. Laega^fn^amproaadar' de-ignfegós. 


2S5 

foQÚ|ÍMM%  fui^di^ps  ep  1^  avtbi;ida,d  jdeAristó^t^le^, 
en  el  l\)9(í  de  .Caa^fiMari^villos^  (cap.  83)  ¡^  que  dice 
qual<i9  Spyai^^;nav€|garG|i;i  l^ácíe)  el  Qocidente.  Fún- 
dasa^l^.V/a4»eg(»»q¡|e,4€i3cubiefta  unaisl^^  los  fe- 
BHHIinQe/Bo.posf^&rian  bASlta.dar  con  la  Dominica, 
MataÜAO^jr  la  D.eseildf^j  4^  alli  Mst^  la  tierra  ñr- 
iDe,qae.po.era;CQ3aaae.YA;P&f^.^]los  el  usar  tierras 
Quetas,  pn^B  consta  ^e  las  historias^  que  vioieroq  4 
£spaSa^  aSp  de  ^14:^  después  d^  la  ^reacioa  del 
rnuodo,  y  jileyarop  el  oro  y  plata  que^  había  der- 
retido coa  el  ioeeodio,  de  los  montes  Piriueos,  A&o 
de  3149t  vi^vioFo^  at;ra.  vez  ¿  EspaSa,  argumento 
para  ]^F9^  c6n^  andaban  bü^cando^  Quevas  tier- 
ras; y.fi^^B^.Qvando^jaegundo.  Flinio,  los  fenicianos 
ia?eotiar9A  f  1  art^  denotar  Jas  estrellas,  para  la  na- 
Yegaoia».,  ..  _•;..,    '  -.;;     ...... 

24»  AlguQoa  ftindan^to^.  l^y  para  decir  que 
prooedieron  d.e,  chinos  esr^s.  indios  de  Nueva-£s- 
paSa..  Eil^pruA^o  es  Jia  ppca^  distancia  que  hay 
desde  ^I  r^i^o  de  la  pbi^a  ^  Ja  primera  tierra  fir- 
me de  Nii^ya-:£spaSfiVrel.i;eino  de  Anian  y  la  Qui- 
vira.  .Er^^g^ndo^CA  la  idolatría,  porque  adoran 
iofiflitas  Qosas  I09  chinos  como  los  indios.  Lo  ter- 
cero  ^, que  ciienta^  Ipe  meses  por  las  lunas  como 
los  4^  la  NnevarEspa^a*  Lo  cuar.to,  usan  de  cor- 
delm.y  xafpa^<;9  COA- nudos  en  lugar  de  letras,  co- 
mo los  del  Fc|tO¿ y- ' u^aii  de,  caracteres  de  pintura 
oomo  .1^  d^  MJ^m\  a|.  enterjar^os  les  ponen  ,al^- 


¿att  i¿áM|A  4'é  Q(im«ir  y  al^as  t^itéd^i  afeado 
qué  en  la  otoL  Tida  téií  fak  de  aprot^éébÉt  ¡MA  t^B 
tie^eádi»des  de  eQá,  y  eatd  mfMnd  fadcM  en  ta 
Küévá-E  !  nffia  y' él  Perfi.  Bfi  OhiM  too  ketéttan 
l68  faijte  &  1Ó6  ladres,  éinoies  ee%Hk«9  4«  d^tea- 
na;  y  'ht  Ta2oÜ  4^é  Üátf  es,  ^tte  tío  U&ñeií  ttíñlbiki 
détiUe  ¿orí  ciertos;  potqcto  no -tlenÍBlD  íbájArds  MfÜa- 
kdas,  y  edto  se  obáervaeñ  lá  Ntiévk^Bst>áBA  y  «n 
el  Nuevo  Beiúo  de  (Jtranadá:  y  aflade  GoMftt^a 
(l^p(»r¿.y/o^4/)y  que  no  habiendo  sábrtodá^  Üere- 
dáb&n  hermanos,  y  líos  de  la  isla  Eirpíalola  lé  éh- 
servaban  siix  &)ta,  áüni|ue  és  yetdád  qtté  lob  <M- 
úos  fberon  dadM  i  las  letras,  tfottio  to  dióen  IÓ9  li- 
bros del  Cenfttdo.  iTátnbita  hay  en  CMte  gMte 
dé  pocas  barUs  y  que  ábortrefcen  \tí&  tetras,  ¿  loa 
indios  parecidos.  La  ai%aedad  del  retáo  de  €il4- 
na  es  de  72  a&os  despaes  del  diluvio,  y  otros  ^cen 
que  11^  años  despuéii,  en  que  jZoroasti^,  pftáoipe 
d0  los  bacrianóB,  que  dio  j^riocipio  á  la  inagia'an 
él  Orientó,  ñindó  ht  Chiáa  edn  Mperstícüones:  fié- 
te  Zoroastro  fiíé  Camf  hijo  de  Koé,  como  ^árám  Be- 
roso  el  burgense  y  San  Hdoh>.  Zeroaetrd  tatécMió 
séiddentos  afios  k  Moisés,  s^n  Oói^Hdio  Áláf^de, 
ciUdo  del  padre  Navarreto  (If.  I,  t;^.  1^,  i^.  3^ . 
25.  Otros  lleyan  que  désbiendéñ  de  tartárea  uo- 
lamente,  y  excluyen  á  los  jodio»  y  canabéta  y  & 
todas  ks  deni&s  naciones.  Sn  prueba  ds  hfllAñ^ae 
"  ós  indios' con  las  mismas  i^sfümbrós  ^deite  tár- 
taros, ébtao  dijimos  í&h  ^í  capitulo  cúaitó,  y  ser 


227 

tan  Oonfíguá  fá'^Ttsrea'  CDflos^Tfeiñorttirls 
Tira.  T  dioe  el  padre  Oalancha  {lib.  1,  cap.  7,  nú- 
fMr$  S)y  que  tiene  -por  muy  cierto  que  pasado  el 
diluvio^  jr  Tuéltoa^  &  su  eárcel  el  mar^  y  á  sus 
sótafios  el  agaa^  era  todo  tierra  continuada  de  Es- 
paSa  y  África.  Lo  prueba  Erotóstenes  (lib.  1  de 
Situ  orití)  en  Bstrabon,  y  Séneca  de  Chipre  y  Su- 
ria,  lo  afirma  el  pté^^SÁiib-^lcap.  S8,  v.  i3),  so- 
bre los  Actos  Apostólicos;  y  la  prueba  que  más  ha 
convendido  á  muchos  autores  á  confesar  esta  ver* 
dad/ es  ver  tantos  aniqíalep,  @u  ^stás  partes',  de  na- 
turaleza feroces;  porque  aunque  en  navios  se  pudie- 
ron traer  ovejas,  toros,  cabras  y  caballos,  no  era  po-* 
siUe^tieíiadaiié^  oi  eana^ies^  paeas^Blo^tlB,  tl^es, 
leones,  lebotf  y  siofrraAi;  y  ^^tr^/fetto^^e^  ^hlmalíB» 
que  no  ha  nrane^r  la  eotttodíded  bmaaoav  I^n^gp 
hemos  de  Qftirfeflár  querpor! tierra  Scnie,  y  ésta:qae 
la  bal»á  ¿ntds  qoo^Qbr^vtmes9ft'  1  til^.  inundacie nea 
qoe  deepues  ilel  dihivitir  se>  kan  visto.  Testi^9s  mVi 
las  islas  que  se  lianr;iintga4^,  igr-^4diiídes:qii^^ 
Océatior  eojbre  ee»  loa  idíQci^í  que  4e^^  4el  agua 
se  deieqbreo.  ,Bt  jp^^ar  fer  .tierra  j^waif^  }í^:mm%' 
les,  le  afirflfft  elque  eplte  islas  de  Sai^to^mimbiiga, 
Cuba  y  Jmmáoa,  no  aie  tollaH  ^Á^^  oses  Btiew^. 
Luego  ee  i^videiile  que  view^n  4e  t&rtaros  ¡Ooii^  ,^ 
tan  i^ads  tetiíjs  indiofi,     •  i»  %;.  ^ 


A  •  . 


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ñ'O  ,«J  «!>  ?  i'ii'ii    '  !':.:*  ,.'-  h  "»»j 


1 1 


• 


£a  qno  &•  deoUra  la  opinión  problemática,  qae  te  acomoda 
'       '    •      ♦  al  parecer  di  todos.  " '        •  '^    "- 


íjj!   iv      u 


36.  -Todelo  <|ii6  MBemo8,-8egÉn'<MdMAN8:orÍ8- 
ÜKOOB  y  getttíleB/ei»  por  uMdtf  cuatro  viarrfr  mo- 
dos qn%  nosenis^bitii  Por  ciencia, 'por  o^díoDi  fe 
divina  y  fe  fatMñanar^  Lo  que  sabemoa  por  ci«iioia 
*0B  cierto  y  evideote;  porque,  ootno  dioii  AriatlSto- 
les  {If^ort.f  enp:1B)y  to  's^rtiemoft  por  cao0a;'y  por 
demostración  «dqjmido^  lo^qo^  por  opinioa  m  du- 
doso, porqne  prooede  'de^fíHidaMentos  probnbies 
qtié  pueden  sor  y  no  ssr'WWdaderos:  /ftst^  cada 
emi'égM  la  opinión  «(áe'iépafsqe,  segoñ  iea  fbn- 
dameatA en ' qoesé fañdá  y  mames >qne 4e  ádé- 
imán:  Lo  >q«R9  sabemoa  por  fe  diiriha'  es  cierto  y 
Tordadero;  porque  el  medio  por  dobde^  lo  saiienios 
es  b  autoridad  de  la  Iglesia  católica,  á  quien  Dios 
nuestro  SeSor  lo. reveló,  que  es  la  primera  verdad, 
que  ni  puede  engallarse  ni  enga&amos.  Lo  que 


EBhmxm^portB  hmiiaiía,  nb  ttelM  más  ftmdsiíiebto 
qae  la  autoridad  de  quien  lo  dijo:  de  suerte  que  á 
69  de  autorídadi  y  dtt  otras  oesas  fidedigno^  se  eree; 
y  si  no,  se  duda,  qUe  el  creer  en  lo  Tinmatio  es  com 

tesía.  -  '      :: 

27.  Supuestos  esfcnl  phncipiós  generales,  pode- 
mos averiguar  el  cómo  se  podrft  saber  del  origen 
de  los  natui^les  dé  esta  tierra.   No  por  ciencfa, 
porque  úo  hay  demostración  que  en  nuestrb  eñten^ 
dimiento  haga  conocimiento  verdadero  y  evidente) 
del  origen  de  ellos: '  ns>  por  fe  divina,  porque  no 
hay  revelación  ni  escritura  sagriida  que  lo  diga, 
que  aunque  de  ésta  sabemos  que  de  Adán  y  Eva 
salimoá,  y  que  después  del  diluvio,  de  tos  tres  hijos 
de  Noé  procedemos^  no  nos  dice  de  cuál  de  estos 
procedieron  los  indios.  TaínpocQ  lo  sabeimos  porfW 
hum&na,  porque  hasta  que  por  Qélon,  Oortés  y  Pi^ 
zarro  se  descubrieron  y  se  conquistaron,  se  tenia 
por  inhabitable  aquesta  tierra;  ni  los  indios,  pot 
r^reoer  de  letras,  tu vierou  memoria  cierta' de^  su 
urigen  y  principio.    ¥  aunque  ios  mexicanos,  eoo 
;  intutad,  y  lóa4él  ^^érú  con  ramalea  de  nudos  de 
olores  ^versos,  refierefn  algo  de  bu  origen,-  es  Ifono 
le  fábulas  y  disparates  lo  que  refieren.  Luego  por 
ndicoion  á  saficsente  numero  de  ios  modo^-  de  ea- 
'er,  solo  resta  el  que»  ^or^"  opinión  ioaepaipoe. '  La 
na  estuve  determinado  de  no  póneria/  p^que^ha- 
¡endo  referido  pareceres  de  hombres  Um  doctos^ 
le  juagaba  indigno  de  poner  el  mip  eotre  ellesy'  y 


^mJbnn^Rdj)  que.  9dh»  d^  aa^bidv  pot  «ploiam  llbva- 
^  d»^  todaar'Ci|ifimbMS;r       ;.   ^^ 

28.  Digo,  que  los  qoe  poblaron  el  Nuevo-MtH^ 

jBMio^y^fípa.dQ^maflM^.  .Üi^  yirá^rpo  por  mar,  i 
jf4k  bu^can^pjaitiejrfa^  4  ja  ^efi:o(;adp(^.  4e  Jxu;oiop- 
J^  .^n^l6i^mrHM249^.por  tieri»!  oticopiSÍo  boseariai 
ima:traa  4Q.U'ciiRa,,par&,60inW|.  i^ntrej^BitidoB.  Y 
ponform^o^qqí^e  QQQ  itodas  9|ámoii^  4ÍK9i»^^.F^' 
oed)^:.  unos  4e  ;1«!^  JndiM^  y  |^mq4o  «e^  ^e  Caesea 
4^  lae  di^/tri^^  yjbrqs.  .d^^  can^HiiepS}  otcojí  de  qar- 
J^gi^e^sf ^  otrpa  df^  h  •  isli^  AUáoU^  oftiroa « di» 
Opbir;,  9lVo»,d^  los  espa&oles;;  .^Mro»  4e  •  r<nii9'QW; 
de  ieaifiVMi  óteos,,  y  de^fios  y  tár(ai|op;.p€7o.^»ko 
cfft  diy^r^a  üefo^po^.  Elr  faadaiQMtq  que « jl>gUq 
pliFft  f9itQ^  ea,4l  haUaiee  eo  eetiitf tuaeio^hea  co»- 
limlwetf,  ritod,  berem^viü^  ireje»,  bMgUife  .tuD  ¥á- 
ráuH  quei  dleeii  mu  v¿Fta9'4aa '  qaoÍM|9ar  de^  dp^^o 
to¥Í^oa  ete  pariiuH()ior  ¿y  baVándds^  de  t^KlMila« 

#  * 

r4f(Mrtdita  muolida  ee^ae.  de  y^fMUíUylijesi  ríioay 
oeetWttbreadeitcidatf,  od^haydiiKUi  que  tefifdñfHíi  so 

r,;29j  PrfM^ba  61  ál  «9Mn^itqii4  y^mos  patfi  la 
yetdad.q»e;digxi...  Sri  oufetrarBsliAS^  hay  el  diá 
de:h0iyi  wjctaira^'der  tedaft  lia  líaetott^  «qoie  ¿  ella 
ImhI  vdntdo^  de-  que  sai  testígoa  mwlwA  tOütílMM 
T  ceatombtea  otea  'peraeimiiiti   Y  -tí  éa<H6'^So6 


2S1 

itiJüiAM,  ingHatm^  gáegii^  Angroai.  moriaoM,  ioúi^ 
y  gttiA03  oiio<lbm(Q8>  qtié  mucho  ^jue  ea  tantos 
aBosvkuArfiü  i  «Mw .parteS)  ó. por  fracaaaá  do  pro- 
póáta^da  todas  eatat  aaoioiiefi  do  4áé' prpeedei^ 
estos  indios. 

30.  El  quo  atentamonte  advirtiere  en  esta  Nue- 
va-España, verá  que  son  muchas  las  lenguas  y  va- 
rios los  naturales  7  ánimos  de  los  indios.  Los  cbi« 
chimeoos  es  gente  bárbara,  no  solo  sin  política  y 
gobtemo,  pero  en  comer  carne  humana,  en  no  te- 
ner más  que  las  serranías  por  morada,  buscando 
como  los  brutos  la  comida,  ya  de  raices  de  árboles, 
ya  de  frutas  silvestres,  ya  de  la  caza,  en  que  es 
todo  su  fin  y  deleite  el  ocuparse:  estos  son  ^in  du- 
da cananeos,  que  experimentan  la  maldición  de  su 
prosapia,  el  vocablo  mexicano  lo  dice:  chichime  lla- 
man á  los  perros,  y  chichimeca  es  el  chichimetla- 
ca,  gente  perra:  asi  llamó  Cristo  nuestro  Señor  4 
la  Cananea,  que  le  pidió  salud  para  su  hija. — Non 
est  mittendus  pañis  fíliorum  cnnibus. — Otros  hay» 
aunque  más  políticos,  son  de  ánimo  tan  soez  y 
tan  viles  en  el  tratamiento  de  sus  personas,  que 
según  la  lengua  que  hablan,  pronunciándola  ya 
con  las  narices,  ya  con  la  garganta^  ya  con  los 
labios,  parece  que  fué  inventada  de  aquellos  ju- 
díos á  quienes  echaron  cortadas  las  lenguas,  por- 

VcTAHcimT.— Tomo  I.— 83 


SS2 


iMgiia^  Otros  haj  de  ftauDos  altírM  7  gMirMbos 
qod  parece  que  prooedietxm  de  loe  romaiioe  y  t4r- 
tBXOBy  fetiícioa  y  gattaginenfles  :y  demás  naeiooes 
qoe  con  ks  armas  ganaron  modios  reinos,  y  aon 
,leyee  poliiioas  goberpectm  sos  provimüuy  como  se 
verá  en  lo  de  adelante. 


4Í 


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Bt  los  i^ue  poblaron  U  Nueva-Esp^Aa  desp^oa  del 

imiTersál  diluvio. 


SI.  DespMs.de  tantas  opiiiioMa;aceroa  dal  6ri- 
gen,  que  se  naotivaton  por  -razctnes  q«0  cada  dual 
fragaa  para  investigar  so  inteDto;  habiiftdo  caitae^ 
teres  y  tradiciones  de  los  pobladores  de  esta  Nue- 
va-EspafiaV  doade  no  se  atiende  al  ingenio  sino  i 
la  narración,  en  suposición  4116  son  ciertas,  y  que 
fio  hay  eontradtcion  para  qne  no  seao  .posibles;  con 
todo,  hay  variedad  en  los  autores  acerca  de-  ios 
qnefiíeroQ  primeros.  Blpadrepresentado^Gancia^ 
jrHsnrico  Martínez  (iom.  8^-  cap,  10) y  ponto  por 
primeros  pobladores  á:  loa  abidümecas»  que  vinie- 
ion  en  pos  de  la  caza,  y  ^qae  no  >o0ntradijeroii  el 
poUar  los  llanosi  per.  Át  su  liabita^ion  en  los  mOD^ 
tes,  desnudos^  y  sin  eonociibiento  d^  Pies,  ley  ni 
rey,  y  sin  género  de  rito  ó  rbligipn.. 

32.  £1  padre  Torqttemada.(/¿¿.  i»  eap.  i^),  dice 
que  después  de  los  gantes  qne  poblaron  .estas 
partes  de^la  Nuéva^E^Miila,  antea  d^l  diluvia»  los 


m 

qQiM^Q,mHclia.feiKl#r  ^  4^  hoBil^reB  4)QiiiOod#^ff  u- 

tzttmik  TbiMtoiiiy  ^b«pti*iw  O^kQiitsQ^,  'Qiigmc- 
«cimatí,  Tl^[MiljnetaotBÍfi  y  M^t^oteia:  asitos  f aeron 
deatonadoB  de  su  patria  por  ser  moch^  en  s^ioft- 
jQÍQii;  trv^eroa  in«Í2,  algodón  y  domas  aamiUaB^  pie- 
dras preciosas  y  otras  pariosidades  de  oro  y  plata: 
y  esto  oonsta  de  sus  pintoras. 

8S/^Saliefen^4o  fiiKdMie<ialpeíi,..i;^*aii  M^üa- 
imdMi  b»  cpaÉfisi^^l  «80  q^e  .ettMfUaoi9fepii;fe.*ec- 
patty  y  atfdNiVieroo  vagwattdahaiiáa  qneili^aMP  & 
H^iMmcoi,  cto«4e  M^tiPO»  lutt  édiÁ^i.qfie'eüa 
liSt.aKoSy  disqae  itfliwon  ^de«  mk tieriaft^pasirap >¿e 
aHt  y  foiKlaren  ^á  Tettas»  y  ea:  este  Jugar  «tnsserea 
el  ptimer  r^>i  que  se*  Uanó  TkÜoliivlitlaaeMn^  y 
empea^  á  gebemar  ei  aüb  de  óUeeneacatt}  galier- 
jaafeeii^  tíkm,  que  era  :para  ettee  'Uaa  edfed^  ^pe 
Hamabaa  xiuktlalpiUi.  SímlfilUéwm^mm^thny, 
gebernalia  ta  iep4Miear  liaste  c«iiqdir>lefi  6&dte$ 
y  ana^ue  vfiiera  el  rey^. eaftaraba<  elU|B«moeaer« 
M  segando  se  Ifoniá  AÍKÜteoetbaiMiBa:  eiiteBseco, 
BñMaio:  el  enarfe»  l^otepeo:  el  qaiato^  lieaacaBoo: 
el  sexiOi  MiÜ,  qaií  edifled-líeaiplo'áladiMa  Bana: 
el  b6AtM  flké  ooa  aiuJM  liaaMida  XíohtKdtii&,  4ae 
gebeittóeiiátro aüos^y-  les deaiis  la  sepáUicar  el 
eoSmíy  l^^^iuiealleÍQi  per- petatee  Tepfltaar».  eo 


m 

cuyo  tfempe  se  ^éflpttrderoh  Aoñ-  telteéas^  ^fo  é^6 

66  quééftTDfl  en  Acu)fáiá€áti^  ^  que  ft wémoe  ^ies- 
poee*  ineiiittirícH  foé  tóMeoa^  eeüpntoli-'ebtlBis  pm^o- 
ciaa  4e  te  ^  ITüe^á-Eápafiá  por  iñéiápéf  dé'  máá  úb 
qttfoieiito»  ftfios^  y  ac^aviéroQ  va^éatíS^  y  pebtttii^ 
do^defitó  youátré  aSes',  y  iiünc^é  hby  qvi^  ^ga 
que  loe  ^ibhlñiecas  estaban  yM  póbkdds  eii  los 
tmates^  té  oésfe  de  sus  oáraetérés:  quizás  tto^  tu- 
Tienm  pót  pobladores* &  los  ebfohitneoas  pof  no^te- 
ner  easM  ni  asiento  éb  logar-áetennniado.  Este 
nomhté't^kea  quiere  4éeir  el  que  kbra  jpledras,  y 
asi^  emn  peoe  béfíéosés,  porque  erali  Aadds  al  afte; 
peve  ao  per  ofieiales^Iesnainariaiir  tolteoas/ cttAodo 
es  nombre  ée  iMáon  qiüá  se  especifica  las  fMás  fe- 
ees  de  las  vegienés  ili&s  que  de  loa'  oficios,  que^l 
de  la  Tegftft  ó  él  del  dapitan  que  guia  eoavieaé  á 
todos,  y  el  del  oficio  á  posos,  y  no  tod^^  habtaín  de 
asir  UH  solo  ofioio  ptra  q\ie  fuese  general  el  Dom- 
bve.  fWüsfi  quieta  ttedr  pobla^D-  d»  géates,  te. 
modo  lar  metáfora  del  tuto,  que  donde  se  «rib  se  da 
eos  abu»4aniii«;  y  asi  eomo  dedmos,  paA  sigéift- 
car  multitud^  ianniitoraUe  como  arenas  deiBAr, 
dieen  lee  oatoralee  oemo  tule,  y  el  voeaUo  etoftá  - 
e<m  que  Uamaa  á  la  eiudad  da  Toliau  los  otoimtes, 
08  momA^fii,  que  i^fiifiea  poUazon  de  gentes;  de  v 
donde  et^jo  que  estos  vinieron  del  reino  de  ToK 
hn,  que  esíá  más  allá  del  Nae?o-Méxieo  seiscien- 
tas legttas^  de  que  hay  ya  noticie;  y  la  venei^sible 


>• 


• 


Roque  de  IS^raiit)'  haqe  ctel  m^íam0c<bHi»>0oH 
don  Juatf.de  O&Éto,  6d0  legm»  si  Jítirtoj  kálk^ 
moa  qae.diecty  %ii0  babiéodofél^  ptitlído.tiiiaMlM. 
t»atf,  buacándolaa  el  lie  de  Tison  ar»ib%y  enoMtti^ 

m 

ron  les  moisoB  ^UQ  Judio  q«e  lea  bftbló:^ii/ taragna 
m^xioana:  que  |>regUDtado  de  d^tode  «fra^.d^i^aer 
del  releo  adeptro;  de  aUi^  por,  boborlea  fiíltado^lee 
badtimesto?,  y  ba^r  .en^rpMida  algqoíQ^  430ld«4^3, 
86  yolvÍ6iroD:  qfue  to4o  ptiieba  oon  ^yiAwcm^íf  e» 
muy  pPBfaroae  &  la  ra^on,  que  Uanarae  \ioti^Bfmñ',^y 
ppner  á  la  primera  iáodad  que  (ya^HTMulíoíJUíik^ 
seria  per  venir  del  reino  de  ToUffa^  que  eM^^Hí  las 
proYÍDcias  del  Norte^  donde  pe  Jbfabbi  ^i^a^len* 
gua  mexicana,,  oayo  es  Vjoeablq,  y  los'ikfl^vde»  sus 
capitanes  y  reyes  qqe  tu.viero!(i;  -    .   ^    ^ 

34.  La  destruieion  y  causa  de  poblar,  esl^  tjler- 
rus  fué,  porque,  viéndose  a4igídosd|B4of.miilfB^m^ 
porale^  y  falta  de  manteniniiep^j  .í^pniyúdee  de 
oiprto  rey  bicierpn  junta  en  Teotibuaosib^  que  eae 
Beí^  l^uas  4^;  México  a|[- Norte,  ^oqde .  fcsnian,  el 
templo  dedicado  á  sus  dioses  (algunos  dicen  que. 
adorabais  al  sol),  y  juotos  een  ionunj^r^blo;  gente 
que  acudió  á  la  voz  de  los  print^ipes  y  sacerdotes 
que  cpny^oaron  á  desenojar  los  dioses^  estando  en 
sus  baile^,  se  les  apatació  el  demonio  en  forma  de 
fiñ|pv^>  .y  fofiforme  los  iba^abrajsandq^  leq  iba  quir 


m 

taado  b  vid»,  y  fué  notetlt  M  «strtgo  quéiiuso  con 
aqpMito'  inmite.  M  otro  día^  iMmtí&imíido  ays  fies- 
taB|)vítthm,eBLUB  ceno  Alto»  en  forma  de  m&Q  t^lanco 
y  hetmoBOy  el  demonio,  eonla  cabesa  ppdridaj  cqá 
co|ra.liiedÍQQQtdfl(z  maiieroD  m^ohoo.  Pr^ourarOD  el^ 
goite  oeo  Tiolen^ia  Uevarle  &  ta  laguna,  y  ea  bmit 
die  de  éeta  vieroo  ae  let  apereoió  el  destonío^  des- 
e|MimBÍeiido  el  iiiflo,  y  les  dijo  que  en  todo  caeo 
lea  ooOTeaia  deeamparar  aqueftas^  tierras,  porquo 
lea  ameBaflaban  peligroi,  y  calamidades  de  muerte, 
y-q^le  eigaieran,  que  los  lie  varia  &  partes  donde 
goz<^8€m.d«^  tQdo.di»eaaQ4P  y  J^/Pc^se^D  coa  qutetud. 
Tuiñerpapeír  hw^  loe  tolteeas.d^  seguirle;  y  ux)pp 
al  Oriento  y  ótxw  al  NorJt^,  «^onfoi^iiie  Ija  visioq  q,iie 
i  cada  utto  le^  Mbia.  iao^rado,..de8aDgipar.aron  \^ 
tierra  y  pami^oo  4  po^blar.  4  Cfui^che,  y  Ouatei4a- 
la.  CloligMa  aqiiesto  d(9  loa  qai^actéres  y  figuras  (¡o^ 
que  los  satúrale;?  oaa^aMan  sws  liistorias,,  y  estas 
fueron  halladla. em  iM.que  so.  quedaron  ep  AcuL- 
ha%im,  wmr  se  ver4!«ix,l.Q.sigiiiente. 


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üáíttmot. 


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Dé  los  tegandot  qué  vinkron  4  estas  partes  4b  la  IToeva 
•  Sspai».- 


35.  I>eBpoblatia  pMr  loft  toltoeas  lá  iiénrá  én  la 
ciudad  de  Amaquemetasia,  en  laa  pfotiiieiaB  del 
Nettó  múú6  Tlámácataio/ray  de  loa  éhléhiaiócas, 
{gente  deentida  de  ropat;  veatída  de  pilóles  de  ani^ 
maloa^  feroces  en  el  aspecto  y  alados  á  hi  gaerra, 
que  tienen  afeo  y  flechas  por  armas,  y  tu  caza  de 
animales  píor  ordinario  sustento:  U6manSé  ditehhné- 
cas^  porqué  (como  dice  el  padre  Torqaemadn)  chupa; 
ban  k  sangre  de  br  unimálesy  de  hi'catBe-crtida 
como  quien  mama;  que  ohichimeca  tanto  quiere 
decir  como  chupador.  Puede  ser  qne  esta  deriva- 
ción cuadre;  pero,  según  lo  que  me  parece,  chichi- 
meca  quiere  decir  gente^^rra:  ohichimetlaoa,  y  es- 
ta es  legitima,  y  según  buena  regla^  la  derivación 
de  chichimeca.  No  es  nuevo  llamarse  perros  las 
gentes,  que  eso  quiere  decir  cananeos;  y  la  mesma 
verdad,  Cristo,  le  acordó  á  la  Cananea  ser  perra. 
A  estos^  puesy  gobernaba  Tlacamataini  que  mnerto 


8^ 
seguido,  mMtM^doBt»  4»  uq  golMrriw^f »  If9rg»e 

todoa  }oeá«  sq  reioó^.ai^Itit^PQi  y  ^^zims^  y  oon  4I 
prfte;Kto  4e  vengar  ta^iqjaríM  hechad^  üifs  ^bn^lw 
da  \w  c^  JkMilbitabfiQ  ¡«a  f«ttw  4el  Sun  y  Medk>4l«, 
Tianil^  qiM  (ckW  e^t^Hen  aalmfi  jf  qpiif uac^  ail  wqío, 

habieo^o  Uftgado.baa^t^  la  N«eya^VÍ90f^a,  sma  jt^^y 
u9i  a^l]iMiifi>.«»4s  de  tr^aei^ntá^  Ifgiuum^yjaFO^  j(«^ 
<id  4)d«^mB  ]í  lt;tiMi^d40Í.ari»i  y  vo^taa.diar<Ha:Q^- 
iiauw¿  ^i^^jqiM  ^í  ^  á  wm-  mMÜ^a  pam  4Q6  4«^^ 
tro^  4i^  jepk  «IMM*  M  j9^imbÍ9aaii.  para  el  ^Í9J^f  de 
.%r«ia|i  y  Io.ii9eaAwrÍQ,MSaiaiidQ'l«^r  dóodía  había 
d^  )iíl0er  la  juato.  AH^graajrtcábí^rao  eata  im^Yai.y 
UepafW^al  itMifi^  MliáiSk^  dejando  á  iwliacmaM, 
coa.  I9  euntédad  da  gaRte.qM^aa  ?eri  da&fMMi  ta]»toi 
qo^ia^gm^ia  iifiMMiia...paaa]ban  de  quíníeot^fl  mil. 

^.  4^1  aSo  de  la  jwaada  Uegftr^n  ó  un  hxgar  que 
lUnMroQiC/bffcalaQyiii^r  de  Itanito;  deaiU  á  CofauaU 
IcaiM^  y.  dA  eiU  á  llSa^enently.qttetiepe  ba^lioy 
el  iii)Qt)>re^'y.4Q  aUi.^  HoUaHi  deAde;se  alegrarofi 
viendo  tMneasifl  y  fpwaft  4^  edÁfi^ioa  que  o^strar 
baa  im^.má^  Mbíte^is  de  otras  g^ptefi.  Pa^acop 
á  MMqaiyehfialM))  y  aíp  parar  \wo  alW  ea  ua  lar 

e^i^m^  l»ep  paMmrie  ««^or^le  11»»^  d»  w  9Q»- 
bre  ¡Mtiti,  4M$^  hM^  b07  4e  mwerv«i  y  de  alU 
despachó  á  bu  hQo  J9«||*ltot^:íiiie  M^vwyw    ^«TP;» 


240 

éñiniérioque  9  busMlbapor  AnTáoottodí^ 
Llegó  al  eerro  de  Ctenipoaláin  y  áTepepoIbo;  TolTifee 
á  Xolótl  Nopi^ltein;  paedá  una  siem  que  está  janto 
áTezcueo,  vido  la  tieifra  de  llanos  que  demostraban 
haber  sido  sembradas,  y  de  alli  pasó  á  las  sierras  del 
volcan,  de  donde  divisó  liáoia  Ouyaacan  y  Ohapolte- 
pec  algunos  humós/y  akpavte,<dÍ80QrrieQdo  seria  al- 
guna gente,  partió  á  dar  notída  á  su  padre.  Bd  este 
intexíii  salieren  p&t  otra  parte  Sflgunea  eapUanes;  y 
viendáel  cerro  deTenayocan;  queestá  Adós  leguasde 
México  y  pareciéudoles  mejor  sitio,  TolTieroná  darle 
aídso;  y  hecha  conBttlta^détBMfíiiiarBm,.  «o»  parecer 
de^Kopalzin^  si  Beriaiaefer  4egiir  el  puestodeiSdotl 
y  pasar  A'Tetmj^oan;  y  irtus^d^eu  qȎ  se^aoereaseti 
á  la  parts'  de  donde  di  ]romo  .paMda,  quise  q%»  se 
contase  k  gente  que  ireuia;  y  asisitadft  su  oersida 
SB-lo'ea'veraoso  del  monte  qualeün^dtópafUrMipar 
tir  ks  ÍMiflias  de  seitf  reyes  que  iwnlnii  con  ét,  vein- 
te mil  capitaMfify  que  caéa  oual  gobernaba  mil  hom- 
bres, Uso  que  cada  oual  fiíese  pasáudo  y  pouítado 
una  piedra  en  diferentes  lugarto^  y  de:  las  piedras 
se  hieieron  dooe  cerros  pequísttos,  que  hoyf  penwne- 
000,  y  de  este^  sstéeso  se  le  puso  al  lugar- por  «om- 
bre  Ntpodleoj  que  quiere  deoif  GoatiMlere;  Al  pa- 
recer de  algunos,  j^zgaiu,  según  las  ptsdiwUks^'  se- 
ria cerca  de  un  mollon  de  personas.  ¥  ^ti^iéndoce^ 
mo  Títiau  taates  altos»,  y  procreando  y  multiplisaado 
como  loa  indios  nraltíplman,^eelftoiltde  oruer  el  if6- 
m«o  aunque  pttmMa>i9XoiifTá  ' . 


•         •       r         i     •     1 


,  V    _   .,>  ./^j 


OAPtXOlO  YI. 


De  cbtíkú  haOarbn  alguno»  tolte'ou,  y  del  fepartimMto 


S7.  Aunqoe  Xololl  hábia  mostrado  gusto  en  la 
posesioii  del  sitio' que  habia  hallado  para  8u  mora^ 
da^  Tivia  teeeloso  6  á  lo  inétiOB  oon  sobresalto  de  no 
gosarle  si  acaso  habia  otros  poseedores  que  pudie- 
ran oponerse.  Deseoso  de  asegurarse^  despachó'^  oou 
geate  de  arma  á  Aeatometl,  uno  de  los  seis  soTidres 
que  con  él  vinieron;  y  llevando  la  noticia  del  lugar 
donde  Nopaltrin  haMa  divisado  humo,  Hegó  á  Oha^ 
poltepecy  donde  halló  untolteca  llamado  Ecitlin, 
con  su  mujer  Axodiiatl  y  un  hijo  que  tenian.  Di6« 
le  razón  de  cdmo  se  habia  quedado  escondido. por  no 
ir  cm  loa  suyos,  que  habian  desamparado  la  tierra, 
y  que  tenia  noticia  de  otros  que  á  las  riberas  de  la 
lugui»  estaban.  Pasó  al  lugar  que  hoy  llaman  Col- 
huaean,  y  halló  otros  despeen  sus  hijos  y  mujeres, 
Xiuhtematl  con  su  mi:ger  Oceloxochitl,  OozauhtU 
con  Yfaiaxochitl  y  sus  hijos  Coiqtl  Acxoquauhtii: 
C3to6  vivian  en  la  humedad  de  las  tierras  por  la  se* 


V 


*/ 


242 

^  oh: que  tantos «fios  padecieron;  Dio  yueitá  á  tfl:  la- 

gana,  y  en  sus  riberas  halló  alganos  aunque  pocos. 
Pasó  el  volcan;  y  en  un  lugar  que  se  llama  hoy  Te- 
pexoxomay  halló  otro .  con  sus  hijos  y  mujer:  éste 

V  le  dio  noticia  que  en  Chololan  estaban  dos  sacer- 

dotes de  los  ídolos.  De  allí  volvió  á  la  presencia 
de  Xolotl  y  le  conté  liQ  ^Wf^ti^.  Viéndose  Xolotl 
sefior  tan  á  poca  costa  de  tantas  tierras^  repartió 
sitios,  ay^ptajandQ  á  Ic^  i&ájs  princijuiliss.  Dividió 
su  gente,  hacia*  la  pacte  dkL  jKatte  unos,  distancia 
^  de  más  de  treinta  leguas:  Zaoatlan,  Quaubcbinan- 
/x>|,  Tototapeo  y  Ato^nilpf),  iqi»^. Imatf^i^yfe  i^wa 

V  (7hicbii9ecatlaU;  otros  seij^^p^midir^  p«^  loa  Uapoa, 
en  las  ribc^SiS  de  lo^  jias;  y  ^e  i^ta  au«^  sa  q^e- 

V  dó  eo  TeoayocaA  asefitada^  au^  ^^ft^»  <^uqq^^  na  eu 
cAitw  formabas»  y  en  sitios  cav.0ri)opoay  en  bujlos, 
á  la  usanza  d^  su.  na^áon.  Anduvo  oon  la  gente  que 
|e  quedó  por  aquellos  moo^,  ^n  ^xtkx  ni  serrar, 
cacando  ciervos,  CK>i»eJQf,  \\^\^mñ  y  culebras,  dtes;  y 
siete  aflos,  y  á  los  diez  y  ocb^  se  pífsó.al  lug^r  que 
su  hijo  habia  demaroajjo,  y  fundó  U^^iudad  de  Tez 
cuco,  por  tepi^r  sierran  y  <  montes  jiara  I»  cua,  y 
cerca  la  laguna  para  la  pesca. 


V 


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39w  A.kia«^:a{k»4«J«>T(»wdaidt9:X»l^'p0|s 

'^^  kw  4MHWÍtiffltB  -TttinÉfl   V  /OMDMMOM  dA.'Xolotl 

seU  M&ofefts  jf  awQiade  ^U^jíoMi}  W^gW^jX  JWf 

m^e«B9ir  dela^tñirra^  «itíosi^  qfiodai^dOipop.irUHitaf i(^ 
sayos  y.  ^.0a.moi)a(i;aa  Te9oa9QÍdo  3^1pU.  Llainá' 

Hoihiíatsiiii:  Tepoaítit^ottfij  Yzteamottaai:  de  eato», 
se  d^  |»e8RiBÍ9  fuerm  ios  otoioitoa,  tiax<Hd49<^9 
mixtocas  j  papotiioasi  q,iiABOD  loB.qo^  h9y  di^araa* 
ciaa  MI  las  lenguas.  Estos  nombres  serian  impoesr 
toa  por  los  gne  estala  e«&x  ^^o  idioma  ^era  el  que 
hoy  68  leogoa  ip^xioa^;  y  esto  .seacredita  ooa  yei; 
hoy  que  en  Tescuco  y  Teoayocaa  se  conserva  y  ea 
la  mas  elegante  U  tezouoa^i  oomp  1^  castellana  en 
Toledo.     * 

ITBTAiiciniT.— Tomo  I.— S4 


» •  •       •  I  • , 


\/ 


1M4 

Sd.  A  Im  euarÓBta  y  siete  afiee  de  ía  ¥¿nida  de 
Xeloil,  tüftieraii  d»  1m  noeíaas  faitee  tres  eettorae 
coa  tfiole  de  reyee^  oeo  graBde  igéretlo^e  gmte 
ereeida  y  ^'en  dispQeetá.  A  estos;  per  Uanmrse  ea 
Ifrmcipal  eaudtUe  Ae<4htta,  lee  llamaroii  aceHraas: 
eran  del  linaje  de  Gttiii,  qoe  faé  eotve  elloe  a^ble  y 
antigua  casa^  eomeíéíftiMiÉI'tíiaiáoes  loa  OésMea  y 
Pompeyos.  Fueron  ^e  Xolotl  bien  reoebídesy  j  de 
Kepilltai&iieB^edadea:  PidiÓHMile  4  Siálett*4w^i8- 
ae  aitios,  qne  te  redonoberiat»  per  to  monarca,  aun- 
qne  ellos  eran  conocidos  por  reyes.  Trató  no  solo 
<«^dáHk^lís,  pérotcoa^do^  (}«e^nk  eft9&  á 

ÜÉM^iMt  (Ai(iMWiaali/0l  aot^der6cM*<^^ 
BMMto  %YiÉmft/t  elésMoMd«^AtM»pof  aaM«;  *al  ae- 

lé  MÉálé^ei'séfSóifítytle  Odbti^ 
Téisetíée.  Ge}éWáf<>n^  Iki^In^  p6r  ekrp^^  de  se- 
tenta idRas  A  M'tisafiaa,  f^  pifobandé  filéraaa  ttnoe 
eMi  o(fb»vya^jtigaafdo  y'üdftiUdti^  ügfes  yhftiMilto 
ftMfees,  en  qaeihiofrthS^pallaftt  htiMlearffá  ftañ^ 
tátvWle'ftUs füeráaa:  •  »'  -•-  »  '-^'.^  •*'  ■  "  •»-  »•' 
^ 'áO:  €éísátdiis^ Ii^; déletttiné^ttí} Wúth^^ ke- 
rédQ^l!le)^tÉfartowaae.eiilád<i;  y  lÁnlwC^  ñdüciR 
dé  ttíM  nlBa  iqtaí6  Uabía  quedado  deta^nheien  üolté^ 
toyljQii^ei  píKneipsf  Pa^éhotl  yirfétíidél^ylitíhia- 
do  Topiltein,  estaba  en  Tlazimaieian,  treinta  legaaa 


«i  oiiiikSMlHtMliniefittMA^ttliáMiiitor  1^ 

MBI^ittilndÉS^dMiAM  áiflHMlM  dÉtltfl.DÉtHMMá 

fM  «tt  Xolotl,  á  qoimes  dio  ka  gobenuMñaiMí 

á  A»tQMl>  que  «m  do  los  mM  qawi- 
7  mtmktá  fur  •B|rionidor^(ooiiio  se  ha  di» 
Ai^  ái  la  cMdad  jr  ¡ifoinMia  de  Oohaakapeo,  dio  i 
OikBttllBBBl  fai  dd  iftlil^hl^llM1^^  á  CSoMftooMihÜi 
I  MOfiteo;  á  YiUoaiiti»  qno  er»  oí  ayo  qoo 
wmin  áNopahiP)  la  do  TopoiaoaOy  qm  oa  iMiy 
i  ToofVy^^MaoquavliUi  la  proTio- 
4m  Moaahwafíio!  todos  ootabaa  oa  poblado  go- 
da vooiadad*  Loa  aoia  aolaroa  quo  notoroa 
4  laa  aaha  aloa,  y  loa  troa  aoolhoas  qae  víniaroa 
á  tea  anaiaaU  y  MlOt  oon  aiiya  noaibra  so  llamó 

aqaalla  tiorra  (dioon  algaaos),  paro  loa 

CfBmawm,  qaa  qaioie  daoir  la  tiorra 

y  aoaaoa  osa  parto  so  hallaroB  loa 

»  qoo  por  sorlo  los  Uamabaa  To- 

uasstros  antepasados.  Puado  sor  qao  do 

CoUitiaoaD,  y  aiáa  hahiéoddo 


v' 


•  ti 


«  ':/.i  •.^-"  ;.\  .'íi    !?<'*•>    ^  í)i'ir    -v  vi:  r.':.  ftí  u^í.íí'  • 

■  f 

'     ÍC)«'ÍCflí  )>HmÍSroé  emperadores  U'ooftitiiedaeeaceéol'eé  de  ^ ' 

42.  Luego  iqttñ  XiAútí  Hé^i'  Tdbayéé&ü  ádét- 
dó'de  la  éáfortAeddd;  y  ¿(modéüdó  ^m  A^ínarkí 
(oltidadtrdel  M^j(ófifé6f;MiA  cófiiM  lob  üraídoréá), 
hiflbllamar  á^Mi  hffb  íf  á'sü  yera^  Aoóllitta^  y  á  Énn 
dos  Ujas,  7'  eittre^él  péMtAe  ñn  flh  y  «t  gtosto  de 
haber  fisto  tan  tíitfltíp'Hcád^ft  tos  gé&téá;  tiü'^k- 
tendidos  sus  pueblos  y  dilátadito  «üa  j^rotiücias  en 
tan  IftTga  edad;  púés  teuitt'pooó  méties  de  dosfcieft- 
tos  aflos,  deiiio  y  trece^de  maB^TOft*:  á  Icüs  óiénto  y 
TeintídM  dé  la  destraicton  dé  lof  tolteeasi  marió 
en  presencia  de  sus  deudos  y  parientes.  Luego  qué 
rnnrió  le  sentaron'  en  una  silla  y  trono  real,  doáde 
los  tenían  dñco  dias  én  ínterin  qué  acudían  bñ  prin- 
cípalefl  y  aeHoires;  ál'fít>'  dé  é&tos  lé  poniaú  en  otra 
alia  de  incienso,  cloren  y  perfbmés,  plumas  de  va- 
ríos  céleres,  y  adornado  de  vé^idúras  reales  y  de 
piedras  ricas  al  cüollo,  le  llevaban  á  ana  hoguera 
donde  ae  ^consiuniá  aV^soMpáa  dé  UÉn(os:  veeogidas 


•'i  V 


» 


V 


248 

las  cenizas;  iósftuilas  en  ara  <3i4kí&  pieltra  y  6)- 
niaslas  oaarenta  diasen  luia  sala,  y  i¿  fia  lo  Ufllra- 
roQ  «n  cenúas  oonyertido,  con  vmtíÍM  aoompaftit- 
IDÍ91U01  á  uaa  caeva,  doade  á  la  despedida  «oa  ma- 
chas lágrimas  le  dejaron  desfcituido.dQ  la  oempitBU 
de  los  hombres.  Volvieron  aoompaSaiMlo  al  «toávo 
emperador,  que  jt:^f^  ^  ^q%<Mf » celebrando^oa- 
renta  dias  con  fiestas  y  regeoyos  la  jara,  y-  acaba' 
das  ,|íis,,%stw.8,^  yoixwfosi  o«da,o^)l  4  IMi«í|>Í¡^o. 
43.  ToUzin,  por  oUa.  «ombre  Pochotí^  h^í^  ^^ 
Nopal,  habido  en  la  Tolteoa,  quedó  por  rey  de 
ümít^.  4f  ».MÍoiP4g|4ndA<A<Ui^|4«|i»«9i  le  Jiizo 
SA%fifi  d»  Za^^fWi  ,y  «iib^^orA>riyilPM¿ft  PpB«««>9» 

s«|S(>K>  di*  aPQft»wUó<4tt(í.^i%!íMw#Bos.ii|sap»aj^^ 

.1 .44». ,^*k^aSa(S#lwífl,<ffl:i:e*aáf(|flap  diffpow^^ 
gebecoando  Ift  raoDarqiila>  ^opalt^ún j  y  al  segi»iM)o 
i^e^fftT^  4;Teso.>W9»  ípit^o,!»  -esUiyik  «í*»  «I  Ihíp  y 

liP^d^  M  rey«tlMp^pi^ef}  ^i^.aaWw»  «B  ^u^xw».^, 
l^.jTaé  {pX99^qv^v^t^:é^.Tfif^f^y,^f^f^r<9fVU>  efi;^4a 

imWí^.  M.  hí^jia ,  rebflí a4»i .  W  ote»'  ^ri^vipjww. 
^«é^a^r^ai^,  y  f^^  ¿  |o«l.ffmoMna4$is}  aptí^  á 
SR  hijo^Q^  ot4ro:eiiércitQ,á  qfie  pacá^oase  laa^«i|(ás. 
:SB,eL.fiuar,(o  aÓí^ae,  sn  ifnp^rio,,  )e  .j>ai^^.4  8a 

<«tfM<>  •^«i^tMM^  9<^-  4a>  ÁtFO«9»IMl40a  qM<i9^ 


pip^MBi»  de  Mtttea  piuihkb»*  tl^Mo 

k^4«kk6iw  d»  Orihoatte,  mft^loMt 
^'Mtaí  d«  QothiiMni^  á  qoimí  Mm 

*y  MtidtaMtigiS'hayovMt  á 
,  il«ad«  ttiiifi0fM«  CMtte  «» la  tel 
4M  Mrte  (iMlieMloa  d«  Im  untlgoas 

My»*y^«  fiwtahiy  y  J^le  tdhü 


.1 


Q9  Mi  €MS9  pw  1%  TKÜt  n  Vmoft  HflMMin^ 

4Í  MMtof»  JMiliqM  oiMMdo*  el  núoiéM 
I  ét-Mshni^  1Mb.*  Sopo  «ft-M»* 
^MalMBMde4)MiihtepM^  llteAit  iXhl»- 
pan|i»  ém  de^lM  MfaMiur  ufl- 
M  ptliUM  é$  Mthlmr  y  ^Mger^  m  hália 
b^él  V0pwtb  á  Im  de  sanaotra,  qn«  b 
«iflftiMd»  que  era  nás  proMohdM  y 
I     aásMiMe-qiia  fe  Mm,  de  qot  m  Mánleiifeii,  et< 

I 


UfáM;  «l-algodoolatiUFO'dedo  <tpM  qu«d¿i«aitfMn 
nw  MHi«dÚ7'««UeDti«8,'7'  lasítaimbu  laañmav  : 
"41/  l^wtMsiiU,  impam  ds;  véiatÍ8ÍatcfiA»  da 
sti^gobiitiio,  «tnooiwado'  ktniartéhsavD^igcava 

Tezauco;  flu<li^Oi'y  á'l«i<otrat-d<Miawi(va»€DkiiÍi> 

j«8  hooM^  qiiMiuiMaT'wtítriafaeriaAaai^  obn- 
MKH  de  gMtft  toas  iMÍilft  M  i«|i0^,  náy-^aiiiaat 
uwíi^oa  imt  nmiiMS  cwwwíbuh  ip»  ájupááte, 
<)«on4r><Sol*,  y  lu-M&itát  ««eae^áw^  fio:ia  ka 
onuttti^dfu^  laa^ejaMit  «n  ;tnia  a^-4»^'**»«' 

Mft-¿OT«n,''«te.'-'   '      :-i-i-¡-..-  ^    -■•■>:    U  ..i.ij  ,;....     ,'-■ 

< '  47.'  Juntron-fll  ny  daXwiiiM»  HoHab;:  ^as 
JP'úekD^i'p^  «s^MwtetevMfO,  ael^a^Hrioaetlaa 

,l4adel4«fideHiM- 
»8,  datavo  &.  sus  .doa 
DiáBjdaiJaa  aSo4tt  aa 
mfiMitaa  tíjo  'QnÍDa* 
úbñoDOisa  SkemAm  aa* 


!  ayttdiéle'  ¿  esto  ptoi- 
B>Tiata<r^  yk  iiliMi- 
nastsiMiHbáon'  da-.tof 
ka  aafiar^:  ffeooButB- 
[éaipn>  de  «Hos  aa  .pa- 
(tonksideai 


251 

oladndo.   Sléiñl tboaqms  .yi  ibmiila».í^it.qtt0  loa 
<fntMtBiiiii|. y jiáfliar qaewiigeQto ali »iBiir<»Ufl»  emav* 

esto  puó  treinta  y  MÍa.  aBoabaú  cd  ^g«ibiraí^  mmda 
aLfi^jcbaáfoitatiMuiiiiiidad  QOJM>alprhKatlio«^  Dio- 

le  iBa'éxifaiMaáM<4P^'lo  ^'^  <u^^.  Bi 
el  (KiBniw>  de^aUbs  iliiiweriwi;  loa  gtaaáaa.cUligaQíááa 
gnuriaftpafca  ¿iaai^ta)  Llantf^álsey  da^Tázaaao^ 
sii]i0ied0r4Í9  ym  ¡rnaantisAatlaa  aéSaraájoki  BMj^Qr 
oiiaiilay;y«  da  «tt^faijae,  la>0BfiargtS  fl -sayor^da «ua 

cieíoii  laa'  aerattMUiiáÉ  á  ^an  josaiisa  aaoatniaÉMrada^ 
qM,aa  l^fliekrm  atMr'aftBEbiyela^y  €»a^aa  |Hdara.  >íJ:> 

4&  JoéadMalatarkéaaiinmdOffai^ 
2Ubáflft0«a)i  ai^aodalanaami  Baíoamtttidaa.hícía^ 
ra  mi  ^mJj^omn^iúom^  laa-^daifaeiaafcapaBadoaj^a^ 
no  qoa  ordeoó  quateda  iai  gante  faesf  4  S^aooao^ 
y  oaoMKla  pabrfá  cdA'raiaar>8a  ftabia  pitaatcoiás 
m  jmatoi  na  ^uiao^tnitarv  con  b  aoaafin>'8Íaó  «da»- 
ItntMM  á  lanñogiilarj'  Eiaoaá  «Harar  ^en  unas  án^* 
daa fioa'y OMiáfaMenta  pac^lal tolteaaa labrada^ 
Bobie  iaa  boaibroa  de/  aoatra  aafióxiea  de  aqueHot 
que ■■(  lamaa ^tíjttdó > da r  reya^  con r  «n  paüoqaa 
caMa  aa  aabaBa^i  ányaa  ívarás  Uevahan  ooatso  .ira* 
ye^'j^onoJba  faanenda  pesadas^  qid  iban  madaq** 
do  losprittcipaleá a»  éargar  'laaandas^  y  los  wym^ 
en  Uavar'ia8:>?arak  Sakéiaié  d  pnmaio  que  )»>hi« 


v/ 


v 


ÍM»vMes  ^a9>Alía«  ¥.  ilflí'8^  tem  lamd^kQMte 
m9f  qwÍM49mk$  tf^vkmnt*  .liigóiá  ToMfo  de 
Mta  JbOMte»  ^dpndft  'Mvoalebniroo  iw.^MlMéiflu 
jdra^  yidttrnwniatetitfap»  y»Ía8idtortMiip»Hri«i, 
y-Mtt  9DtaDiii4od^8bgalftr.<i-  *  «-.  .^  : ».'  (/  - 

49.  O^asó  b^  omtW  á  ODéiqwo^  «d.ftelMdMrw 
<«rii[^p«Q>«q«nilogJhr^  tosió.  tp»n|iir4«mk;70iito  de 
ú  'do0>rty«0  {Midei080d:i  dl^miiéila  Hauotíai;  oír  ker* 
asDO Ibtiiii^.y' d  ofarodé  QMttiekiii^ fiíjrtuay  de 
qfQMfpédia.iralaraeipáraslaagimi'iHr  Dk^jeaJIe* 
sayeian  por  ^go|inisdoriá.>ttf  uhammoo  dre^aaiaa^ 
di»  Teaanawfttoin/áBi  <tto¿í.  Bn-wte  tmmptí  Vtriffttm 
ím  uMBÍmiM  á  eBta\Nn»vn  iBnpilhyy  éda  iiié'el 
qne  Iw'ttiió^lMmiiiá  ylM;t«lM  á^^lupoto^ 
wi  OMrrito  tfim^^k^bk  OMWidaegtoiffliidiMi-.da  Méxi- 
^  idottde  llégat»  tes  TÍra9r«fc^&v<da^Q|tr.iliLiÉttDÍ' 
11^  611  OQ'  palacio  quajMiA  dnpiie8ko*áfitM:deltieoí- 
ktauuNito  y  paatBien . <bl g oMtem», \ »  .  <l  •  up 
,  ^  60.  Muriiát  &  loa  aeientai  aftéa  dé^^gabmny  y 
paca  toé  osiAaMaias  <  de  qner  Mhliai^  nía  .aaaanuí:  los 
iirfcoafcmoa^  y  atnáándola  éa  IttiaiUa  MaiJa  pvaiérM 
iiaéégiriU  ñwtionte  mügrale* 

toa  á  tea  eapaldai^.^Brftzaoi  y  fleahai.4aaülaa>  uuum, 
pamudar  á aniander lainvéDoilite' deíaoipadav  y  lo 
gnenav»  do  a»  aaiural^  oorattioiiia.€oa  Uoro  wm  hméau 
qiiénárofiié^y  jsiuaoéaiaaasd'piiaiaióBtéii  tttt;aapiidhn*o 
quo^tebrÓ  en  aba  oueva»  .y  íué.ol'pránaiO'ttiM  bi« 
Eo*.  aRpolora  datisyea,  dahda  ólroa  fa.oatercaroa. . 


.268 

SL.  Por  mvíeriedeTiatooatdñ;  (i&Uu  Qukui^^f 
eiitié  en  mx  logar  l^ohotlalatzio,  «i  kijo,  coya  ja- 
ra 80  hilo  en  Toscuco,  7  fué  solemnizada  de  todos, 
antteBlAiidow  el  regoeijo  con  «1  casamiento  que 
hiao  eon  TlozooentKÍDy  prima  hermana  au ja,  bija 
del  rey  de  CohnatkiAhdtt^  ^ásatám\%iM  y  de  Ziqoa- 
tcotmn,  hermana  de  «a  madre. 

62.  Viendo  pacificado  el  reino,  dividió  este  em- 
perador én  cuatro  nacioneá  sus  tas^llosi  en  acpl- 
boas,  metaotecae  (quesonloachicbimiecas),  tecpane- 
cas  y  coihuas:  ordenó  feintíseis  provincias  en  reinos 
prinotpales,  para  que  siendo  reyes  le  ayudasen  en 
el  goMemo  y  defebdiésétf «!  Im^rtcf^  'dií^éo  trein- 
ta y  ttsete  provitióias,  eé  l^tie  fruM  MBoretr/  qiré 
jnntiB  eoír  lás^Aéft^et^és,  Moii^roá  íifhtíiér&^éé'^é' 
tezfl*  y'  dhce;  cn^w  reyM  y  'üaiB^ta^' Yééditóoiii& 
al  efapéraídof  ^hótkláftMfi:  uiíd  (Í(á'btra'#)  tít^ívm 
EÍMá  que^  prudente 'tetodaj  iqné  Áié ' repartir  én 
pareisAidades  de  gentes  (a-  tierra,  de  suerte^ ^^'irti 
en.  un  poebkptoopaBeoa '  hftbia  seis'tni)  «véeíaos/  ñtt* 
cfíbh  hññoé  mS'y  les  palnthá  al  pueblo  deilé^bM- 
efaimeeair,  y  -de  ^tb^saealMi  étreé^  ^fs  üAi  psLtátl 
de  TeepaiÉm^  de  dttbde  letr  otrM  doe^mU  ísiMá  sa^ 
cade;  Brto^^  mismo  hi«úr  oMk  las  tféiÉfei  ikaci^nM» 
sacatidoen  fos^pííeU^'^fí  "erah  ^{M^  ¿1  ^üinCe^; 
mMciando  iHiés  <^n  oti^s  las '  úiWñéHi  )^o¥qm  si 
qoisieien  h>a  dé  utsa  familia  téfb^rsé,  n&háWé^h 
á  loa  otros  p<KrbraleS  para  uíiit^e.     ^      '  ' 


t    .      ;  I  •       .'■  i    i. 


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I 


Pft  U  BAllda  ^ii«  hipUroD  de  U  provincia  de  Axtlan  á  las  d«  Aná- 
haao  las  naciones  que  después  fnndaroo,  *éon  lo6  que  ñ  natns- 
-  ron  inMftoanos  €A  k  Nueva-Espafia. 

.53.  (El  n«tivr9  |N^»fmpc««4w  w.  ^9  ,Uf  jffO' 
Ujo  1m  azfescw  i«d  ^^piaada  d0,^..pra«yuájBs  d* 

faé.el  Multa  de  uq  pi^aif^^  ^unrap^tii^  ti/m¡  tíkui, 
qo^  quiaro  deoír  vaaioa,  v%mo»:  «ésfa^  (eiji&  y  x^v^ 
en  el  HuiUsítofiy  :uno  d^iloa  m^s  ^nteAdidoü»  quo 
tpoia  aqubl  lÍMj^  Qomxm^ñfi  ]^an>  oi»^  ^^icpü- 
t;«ÍD;  yi  U&ta,|HidQ  la  [MMrswBioip  40  ^tofi  dos,  .y  al 
Qapto.i«bulo60,.que  parMudMrpaiAl  Bttnfmao.pae- 
l)W  d0  i^  flxAec^s  al  qiia4<9^8eo>ai:i||gartéf  su  iwr 
cuniantor  y  fAragrÍMsea  iaQ.defEVUKla.4a  lo  qi|0.1e5 
proAK^atícaba  Aqual  canto»  qipa  ^aiw .  pfur  falis  pía* 
noi^  d(9  sa  fartiiiD^.  tialiaron,  ipagB*  .aigmias, 
cuatro  familias,  las  qua  d^poas  ^ia:.|lamaro&  mazi* 
cana,  tlacochalca,  cbalmaoa  y  calpilco.   Otras  afir- 


2S5 

man  9ie.fiiérobrBiiété.ltt8Blotflia8^  lari  qod  désqpoés 
96  llsmaroDy  según  la  poblazon  ó  lugar  donde  po« 
blaroD,  ohalaa,  matlatzinoa>  tecfiaheM,  iüalinalca, 
xoohiflHloa,  eqitlahuaefi^  efaichimeoa^  mixquiea  y 
teaoehcay  qne  aunque  tedoseran  de  un  linaje  y  na- 
cioDy  salmos  en  familias  distintas  divididas. 

§4.  Salierpn  guiados  de  Teepatsia  y  Huitsiton 
los  asteeas  en  el  primer  i^  de  su  siglo  primero,  que 
eegun  la  cuenta  que  el  padre  Terquemada  (Jü.  3, 
cap.  4,  Ub.  S,  cap.  ££;  Ub.  Sj  cap.  ÍS),  hace  de  a9os 
82yqttega8taron  en  llegar  áOhapuáte'pec,  17  endidio 
Chapsltepeci  52  en  la  laguna  de  Tízapan,  como  refie» 
re  eu  el  Kb.  H>eap*  4:  etroe^ottatró  tardaron  en  bus** 
car  ú  lugar  de  T<bodititíaii  (porque  .66  diee  andiA^ 
viemn  4  las  riberas  d^l  agua,  intes  de  bailar  el  dtto 
del  UtíMiy  eomo  se  lee  efi  el  lib.  III,  oáp.  XXII): 
hallado  el  tunal  27,  sin  reyes,  según  el  cap.  XII 
del  1^0  II,  y  162  aBos  que  se  gobernaron  por  re^ 
yes:  se#ia  la  salida  de  estas  familias  el  alio  de  1184 
de  la  Eioaffiaeien  de  Oristo.  Verdad  es  que  dice 
que  el  afta  de  760,  y  Henríeo  Martínez  que  el  afte 
de  800  viniesoB  4  ^blinr  esta  tierra;  pero  bfiblan 
de  loa  primeros,  asi  toHeoas  eomo>  los  dem&s,  no 
de  tes  ipre  se  Uaatafon  mexicanes  ó  tonoohoa. 

i&«  Salieron,  pues,  los  aisteoes  guiados  de  Hui* 
Uiton  y  Xee|iataio,  y  en  espacio  de  un  aBo  llegaron 
a  HneliMdhuacui,  donde  estuvieron  tres,  y  allí  se 
les  afareoi4  el  demonio;  cargaron  al  ídolo  Haitzi^ 
loposMii.  4  cuyes  ministres  llamaron  teotlamaca* 

TuTAWCimT.— Tomo  L— 9( 


.   .66.  De  a^QÍ  mAKbnvoB  amjF-giM^M»  d»  tener 
vcli^^qf^e  li)^  giwMivy:;8Ílle|^ial  pié  .de  im  árbol 
gri^ego  /|uo..ei9babft  «ea  iel  eitío.  de»  C^icprnostoc, 
que  quiere  deeír  eaJu. Siete  Cáeme, . pneieroo  en 
un  Altav.pgqneBo  al  idole  por  .á(dea  .del  demonio; 
.y  eetondo  oomiendo  á  la aoabm ^el  árbel^ -coa  es- 
.truendo  grande  ee  quebró  .por  opedio.  Con  el  caso 
eqMU^ao^.  los  ceodUloa  ooñ^ultaron  &  sa  dios^  y 
ajkaxtando.  la.  fanúliaide  .loaqueabom  son  mexi- 
«anos  y  tlatil^Jeas^  les  ^ord^uó  .quA  despidieren  á 
laa  demás  ñtrnilias,  que.  proaiguiesea  su  vi^e,  y 
q/iB  elloa  se  quedasiia  ooa  él  eo  aquel  aitío. .  Despe- 
di^a^  Jíay  d€ia3(6^  familias,  .q49..PFo§igmeroa  en  ca- 
mía{»i  e^tavieroa  en  f^l  ^típide  O^icamoatoo  por 
xua9ve.^o9uaUi  fué  doi^dci  le?  puao.el  Qombre  de 
mexicfinos,  segim^  aJguooa  dipen»  y  qfi^.el  ponerles 
mexioa  fué  pprque  el  .idofo.  SP  Humaba  HuiieilcH 
pocbUi  jf  rMexUU.  Otros. dan.pti»  i»3on,  y  ea^.qae 
<»iaud<i^  ef tuvieron  en  la  lagiaaa  ftaa  pohrea  comían 
nna  jierl^  UavaadaimexipiquUiUv  y  por  oprobie  de 
la eomidaque  usaron ^nsa  pobreza ItsJialdimarDn 
con  la  comida  mesiz..£n  au.selntbia>*  como  aiser- 
dándoles  con  el  nmnbxe  de.m^iica  tao  vileaa,  y 
ellos  Jo  ¿tuvieran  por  Uasen;  .Todoi^udo  aer^  ó  algo 
de  acuesto.   Trocóles  el  nombre,  el  Ídolo;  ¡^«oles 
'JBOatro  suaefialy  y  09  las  orejee  un  emplasto 
utíQa.eea  plumaa;  diales  un  arco  y  fleoliaa 


%1 

7  Mft  Nd^qw  llttttwoa  eytitilÍ4 '  Bb  Itr  fleolM^ 

did  á  MlMidar  qoe  babum  de  ser  guerreros,  y  que 
kilíM  4r  fMter  anebesramesy  proviiieuM:  en  le 
mif  qo*  halÑM^  de  eer  peeobderee  ed  el  ritto  áé  te 
hg— 1^  doode  lurimiu  de'  eetf  eeileree;  y  eon  eeto 
|neÉ%>ietüB  en  thj/b  ^mieeledos. 

§7.  Usgeroo  d«t  legnr  de  Ita  Siete  doévee  á 
eCr»  q«»  Bimett  GetMetifeeaiec,  boca  deeulebre, 
devie  eetaf  ierott  iree  eSee:  aqu!  oeó  el  denonie 
■a  ea«0  que  toé  de  eoatíenda  y  di  vieieo  de  bandee, 
des  ettTdteries  peqoeflos,  y  al  llegar  % 
el  primero»  ballaioo  una  tiea  y  pttAh 
m  piedra  como  esmemlda;  lesplandeeient^:  todos 

á  qae-  les  perteneda  &  todos,  y  diri* 
¿ea-bandoi,  peleaban  sobre  cuál  había  de 
la  piedra.  HéittlIoQy  que  vtó  la  oontieads^ 
d^  é  loa  que  ao  la  tonian  que  deaenvolvienra  al 
iYoMesioqaeá  ellos  perteneoia.  Halbiron  dos 
y  estto  Dorehloiao,  qaerieodo  yolver  4  la 
if  Ida  «osegó  oda  deeir  qde  pam  ki  viaje 
el  isoreto  qoe  les  paltHos  teaián. 
^  p«s^  4  fioitnton,  dWrea  4  los  qae 
tlatUolois,  la  piedra,  y  4  los 
aierioenee,  6  feenoelraas,  les  pa- 
UNa;  y  pssqas  eataseea^el  aíéereto  y  quedasea  sa 
I,  leseé  los  palilloe  y  sacó  fosgo  seo  ellos, 
naeió,  neado  el  ssorsto,  qos  loe  de  la  pie* 
Ar*  qvedaasa  oAvMIoeea  y  omI  oonteatos;  y  dMde 
U  asmq^e  Ttaieroa  y  vitieren  juntos,  qae* 


V 


V 


dar  iMureiftlfií.  'De  a^  püftirta^'áittti  Ittgir  <|tfeitto 
8e  nombra^  donde  eetaníettHk^tMiillds;  y^-i^tiii 
ú  MatiidralMSftlsB, dohde^otttvierim^tréstfea^  3^ 
/  .  «Hi  4  AfMiBeQ^  4hmde  deteawNffoñ  oitteoj  ii.qi¿  Ia- 
liaroii  fKritlazon  de  gMfo  que  iMqiiisitroto'WriBttr, 
7  el  detaooio  tes  ayudó  ocm  «haeer  erét»  las  agoaa 
de  «n  arroyo,  que  lea  obligó  ájh>s  momdorta  i  dea- 
aiapanír  el  {meato  y  aun  á  Teñirse  á  eatas  tierfaa: 
movidoa  de  nn^  oiráculo  diábóHeo,  quedaron  VbtéB 
do 'la  resiateneia/j  Qnltaiton  les  d^o^odmo  en  dioa 
enviaba  por  dektnbeaqiieUaa  ge«tea  para  qoe  diapu* 
aiesen  láa  tienraa  ^de  ka  laguna.     * 

'  46;  Do  aqui  pasaron,  por  orden  delidtdo»  á  Obi- 
makd^  donde  eatinriefon  aeia  attoe:  aeíaíbMuron  j^o^ 
gÍQfon>  y  anoedidba  la*  ítUaito  de  nna  nnyetiM-» 
ehieei»  Uamada  Qealaatlí,  qne^á'^oanapitameatoe 
iee  aipareóíó>en.fimnaideágiiib,tyalqiierer'tíricfa( 

ka.faaUitt,  y  quedaron  ooraidoa  y  alkeatadoa:éaá^p4 
¿Fipieloonño^jdon  Ce  eatavitren  troa  aAosc^y  de  aqi«i 
4/Sottaa,ifcttn  oerroqQo  ae^Uama  Cdbnafefpne,  al 
.oqare{de.laa  enlebraa.  Dben  que-^pl  domoni»]aa 
mandó  atajar  eliSo,  y  qué  áquaHoa  oaaipoa:»ae  Ua* 
naren  ido  agua,  ae  heraeaaañHi  de<oaai»ñlba  y4a<» 
reatea/eoa^variaa  sfea^  para  qae.Mpieaan  que  aq«a« 
Ha  era  la  aeoMglQAaa  de  fa  pronetídátiettai  OM  jim* 
oía*  y  eapadaflla»  y  abandasieiade  péeoeéoi  ave^taa^ 
paAoadifareDtes:  ealo afliMa el  padMr T»-- 
la  por  toldad;  Deco'los  iiáatieien  me  ealo 


fué  m  MpeiaeiitMidniíingÍBatíá  éaldeniomo,  y  que 
Tienda  qM-lo  delehiíUfrdol  {Mprsj&Ies  Biovia  i  que- 
daiw,  inanM  qnttiflr  las  preste,  y  áei^dvienmá  m 
setígno  eér-'los  campas,  yt^riVfio  4s«  onj^naria  oor- 
riente».  SD'Iob  maprneeSerti  pintado}  pevo' por  éeo 
¿seiá  Mrdad  qua^asl  en  latealidad  sueBdiese  el  oa« 
so,  fliao  que  fuese  eá  tepnsentaoioa  fiogide?  •  > 

60.  De  aqai^  desfünerque  eetu vievon  nueve  a8os, 
saltevon,  aunque  de  oala  gana  y  sola  temerosos  diel 
castigo,  porque  habiendo  mandado  que  prosiguiesen 
el  iddOy  iiigttnoi  se  resbtieren,  y  una  nodie  oyeron 
rniday  hallaren  ^elos  que  moYÍeTon  la  conjuración 
de  quedarse,  cataban  muertos  y  abiertos  por  los  pé- 
choB,sacadesloscorMoaesiy  al  ídolo  con  el  rostro es- 
paoteso  y  «Audo^  que  les  causó  temor.  Gonsultm^on 
al  ideio,  y  mandóles  qi»  marchasen  ce»  el  estilo  qu^ 
de  ánte6>  y  pasaron  áAtKÜalaaian^  quehoydiom  Ati« 
taliaqula,  donde  estuvieron  dos  áfilos  aguarda»dajsl 
órdeudelOráculo^y  iUTiérontode  pasará  Atotonileo, 
donde  estUTiefOftotro  «tto^  yde  allí  la  tuvieron  de  pa* 
sar  &¥epeS!ÍeyddiiAMstuTÍeron  cinco,  amparados  de 
los monutoreede^M:  dto allí á  Apascoydondeestu vie- 
ron tres mBo^  y  de  aHl  áTzumpanoo,  donde  estu- 
vieren  sietoi  donde  viendo  el  s^or  de  Taumpanco, 
llamado  Toehptneeatl,  el  proceder  de  lee  mexicanos, 
les  pldié.una  donoella  para  que  casase  con  su  hijo, 
llamado  Ylhuicatl:  diéronte  ó  Tíacapantatn,  y.de  ahí 
les  resultó  el  regalarlos  con  maíz,  metates,  olfais.y 
otraa  oosas  de  regalo  para  su  servicio.  • 


'  6d.iiOMa|ilidM  los  Blata  oAm,  Tnan^áJe»  mi  dios 
qne ,-pefsaaaa  adebwíto>  ^jbíiI  WrdanB&ttbBdeci^roii- 
'Ik  padiénoalvakMBfir.do  ^umpaMo  la» dÍBBa>¿  su 
k^o  <|iM  JftajMoiopaBaBe^  y^CMM]ediiii),>U<^gaFon  ú 
.ÜSzi^Acaí^  .donde  parió  la  'mujar  ^da  V^gni^fti  dd 
li^  4<;uMDJI«kaanD  HailnUhMtt^fiítjronBaMiieii- 
to  fué  da ioK  nexicaBot  {estqada::«atiiin*rairi«qBÍ 
BD  aSíE),  ;.  dieras  otra  dmnenlla,  Axotlutetii»  «1  se- 
fibc  dB' CoHshtklaa.  Ii>eTúajooaft,pasarQni¿,Tea- 
tepeo^  donde eBtavÍQTODnBa&o;'deaUi-é'3Mpetíao, 
á  OhinMdfian,  laego  ¿  6(4iiatíÜiH),.  k  Hoandhtí- 
.üan,  á  TeopHyooRo,  ¿Tepe^no,  qae  ee  hoy  fia&da- 
bipe,  y  dé  atliá  Panfcitfao^igaitaadaflw.MiaBaieta 
BWDsioneB  vetDÍe  afiofifydealMj'BaUésdides.ai  en- 
laumtraelgobflnindórdairMHyeoaDiTaiiaaCReaUnD, 
por  orden  del  enperadec  OBÍDaisin/ par<«toaii)om- 
fan  Tliüteeatain,  loa  aniaoHiúien'>el.«erro;de-<3ha- 
poUepeo,  después  de  haberigastade-ootmAa.y  dos 
afiea  cm  oaininAs  y  -oMosioaea  -de  «ÜfeMAtee.fKiites. 
61.  JSn:OfaapoU»pao-bMÍenmL>ittatD«upapxas; 

II A  Ku  4ias^.  jr.  reaponéié  líua  BHíy,  oar- 

legaiHi,.  éateba  iclaitio  pcenetido; 
de'  hábitarie>'  teBdrán  leeottandas 
n  oemBraanaa.  QaeAaToO"  algo  te- 
ie  en  la  prétoooton  da  án  (dios  ood- 
oraestra  áp  tm  capitanes  ftmo- 
y  fueron  «^alai^  veiate,iqiie  por 
r  vejez  oran  tos  náfi  aeflaladas,  y 
'Vo   oMtaTOD  etúre  loa  Teinto  á 


261 

Yi  el  {Miv  al'def  iT^uMpüMO  ^iai^  Iñjo  HílbaicaU^ 
eená  ]pam  *ffm  ios  ^oapftmense;  ccMMfiki  bizd  des- 
poMi^l  Í19Ó t[«i»  nacid^n  Ti|»yocafi^'  HuttztiUnxití. 
Lm  noiikbves  «de^  los^  capita»ie6  fu^rom  Axoibhuáy 
NáiuuMitaiky  QMtítsHtii<fllaliila/T«dafe)iyácnttb^  1!ü£' 
pan,  Tepiípa^^  QoítíHf  Xiahqltci^  Avohiiaftt,  Ocelopafi, 
übnoeh^  Jkatítj  AokitoiMcatl^  Ahnexi^tl,  Xwiimttl, 
AiuimtK^(E0sMío&yaotlj  Mimiolii  D»»m.  fid  el  d^emonío 
tan-aorigedeiBíiitará'Diofií;  ooim  Momo  da  sais  ac- 
oioiwsy  qoe  al  mod^  de  los '  eacesos^  dci-  pueble  de 
Israel  quiso  ímitarie.  Si  Dios  hi^o  sinagogas  y  igle- 
sias donde,  €oa  alabaimis  dlrioaa,  le  glorifiquen  y 
alaben,  ai  demonio  tiene  su  iglesia,  de  quien  dice 
David -M3(fivt  Bedesianí  maltgnantium.-^Dos  capi- 
tanes sacaron  al  pueblo  de  Egipto,  y  dos  sacaron  á 
este  puebiOé  En  cuarenta  y  dos  mansiones  gastaron 
muchos  aüoe;  y  estos  en  ochenta  y  dos  ?inieron  por 
mansioBes.  Murieron  Ifoisés  y  Aarpn  á  vista  de  la 
tierra  prometida  {Dmder.^^ap.  34);  murieron  Hui- 
tzítoa  y  Teopatzin  á  vista  de  la  tierra  prometida. 
Si  allá  en  el  monta  Nebo,  acá  en  el  de  Chapoltepec: 
á  Moisés  daba  Dios  tos  avisos;  á  Hoitaiton  el  demo- 
nio loa  mandatos:  Josué  fué  el  conduotxnr  del  pue- 
blo de  Dios;  Huitaililbuitl  (de  quien  procedieron 
los  fojes)*  De  eske  pueblo  dos  fueron  los  explora- 
dores de  la  tierra  que  hallaron  y  trujeroa  el  raci* 
mo,  Finw  y  Oaleb  {eap.  SI);  dos  fueron  los  expío* 
radores  de  México  tiue  hallaren  el  tunal,  Axolobua 


iS62 

y  Qttwbaóft}.  Templos  fabríoiuróii  á  Dtog  loa  reyes 
de  larael,  y  Salomón  el  más  suntuoso  del  mando; 
estos  le  fabriearon  di  verses  al  demonio^  y  Ahm- 
tnotl  el  suntuoso  templo  mejicano.  Alli  fueron  22 
mil  bueyes^  i^  mil  ovejas  las  que  Salomón  (Cre- 
ció en  la  dedbaoion  del  templo  (^yi  Sf  cap.  8),  y 
aqui  74  mil  y  80.  persMíé  de.  los  Atutivosid^las 
guerras  los  que  saoriftcó  Ahuitaotl;  y  sr  se  advier- 
te en  otras. eosas  y.  sucesos  de  meaos  Maperteneia^ 
se  hallará  el  cuidado  que  tuvo  el  demonio  en  reme- 
dar á  Dios  en  sus  mandatos»  y  en  los  ministroe  que 
ordenó  pata  su  cultor     i. 


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Dé  lo» trabajos  qoepAdeoieron  los  mexicanos,  jr  yárions  orsos 
b|ft»  luaiar  el  flIttQ  de  ía  «ivéid; 


62.  Aunque  en  el  eajyitttlo  puado  no  se  áijo  el 
DÚmero  de  leguas  ^que  aaduTO  este  pueMo,  ni  ellos 
tampoeo  las  pudieron  saber,  es  cierto,  según  las 
noticias  que  después  aeá  se  han  descubierto  en 
nuestros  tiempos,  que  fueron  cerca  de  mi  leguas 
las  que  anduvieren  vagueando  estas  naoíooes. 
£1  fundameato  que  tei^o  para  afirmar  aquesto,  es 
sacado  de  la  relación  qne^hase  del  viaje  que  biso  con 
(ion  Juan  de  OBate  el  padre  fraj  Francisco  de  fisco- 
bar,  custodio  de  la  Nueva-México,  el  año  de  1606, 
habiendo  salido  á  7  de  Octubre  del  aSo  anteceden^ 
te  con  treinta  soldados  y  un  re)igio$o  lego  llamado 
fray  Juan  de  San  Buenaventura.  Dice,  pues,  que 
hallaron  algunos  ediñcios  arruinados,  y  preguntan- 
do, decían  que  eran  de  unas  naciones  que  habían 
pasado  á  poblar  aquestas  partes.  Llegften  después 
ie  haber  pasado  por  varias  naciones,  buscando  el 
mar,  4  un  rio  oray  grande  que  le  llamaron  de  Buena 


/ 


I 
/ 


a,  ypor  otro  DombrftQalTi&B,  porque  vian 
I  h^HtabftB  .sos  eríllas  oon  on  tizoB:.  De 
)flt  ea{ñtRti  OwóniBtoM^rqueK^CQD'OiDCo 
á  desoubrft"  tos  Amacabuas,  donde  halla- 
idio  que  hablaba.  «•  MaxíoanD;  y  pr^un- 
lánde  era,  dgo  mr  d«  la  ttcrra'  adoutra  de 
'da  CopaHa,  )á(Bida  estaban  tnunaerables 
Del  padrt  fray  Franmioo  Velawo  se  Bupo 
T&}OTDada,  eafcande  ooo  los  iodioB  «rusa- 
asi  lea  Ihunabaa,  perqaaea  vhmdo  espa- 
)onen  en  la  frente  una  orus),  se  lea  per- 
as cabalgadura^  4alieran'4  boscarias,  y 
«upar  asila*  ét-va  iadio  qva  iba  d»  maa- 
0,'  al  paieoBT  oasunante,  y  rabpandió  en 
,  desque  noiptfGQ  se  al^Ó  uD-machaeho 
que  IbiTsbaa  dos  soldados;  y  poniéndeoe 
,  tapo  o&oaoaera  da  la  iisrra  adentro,  y 
,  inmiimrableB .  gstttes,  dándela  luea  de 
9' jecnadas-  «daUurte  á  la^otra  b4nd*  del 
M  estaba  el reiao;  deisMerteqoe-desda  la 
^ioo  alño'ypnwto  dé  mar,  qoe^Uaoia- 
>  de  la  Ce&Tsrsioaíde  Sao  Pabbí  doixde 
-JnaD.de.OHste  poseúmen-notebrede  bu 
de  aquel  iqar,  y  kdidalpadrefrayFran- 
Sseobar  j^ara  la  admÍBÍatraMoa,  l^cual 
in  en  mi  poder,  hay  eeraa^de  qtpoientas 
Mk  Iflr  Nueva-Espalla  hasta  la  Ntteva— 
ly  eatírooieDtfM;  luego  oeraa  de  mil  an- 
kesmoKioaneB  so  los  eobMta  y  do^  aBoe 


265 

de  ta  viaj0  hasta  Ifogaír  á  OfaapoltepM,  donde  faé 
la  fliaiMñen  ttltima  de  su- peregiiaacioa  j  donde  hi- 
cieron oasae  'pajizas,  que  llamaban  jaoales^  para 

^.  Aqni  faerofii  perMgttidosr  d^  los  oemaroanos 
veoíoos,  en  particular  de  los  de  Xflíltocaiii'  que  Jes 
hadas  gnérva  y  cada  dia  los  cantívaban^y  lie?aban 
por  -esobiyos;  y  estando  tan  pobres  da  jnaotrai- 
miento  y  tan  deanndoe  de  ropas^.eredan  y  semnl- 
tiplieaban  opanto  más  los  oprimían^  coniorlos  israe- 
litas en  Sl^to.  (JSáTocí.^  cap.  i.) — ^Qaanto  magis 
compvimebaat  eos,  tanto  magia  mnlüplicsbantar. 
Trataron  por  estas  razonea  de  bnacar  sitio  qne.  á 
poea  costa  loa  defendiese  y  que  con  sns  frutos  ios 
snatentase,  y  entráronse  en  la  lagnna^  á, un  sitio 
qQ#  80  llamó  Aooeolco,  donde  de  las  yerbaa  y;:raí- 
ees  que  criaba  se  •  sustentaban,  y  coa  unas  itojas 
que  «e  llamaban  amoxUi  se  vestiaUiPor.  esta  cau- 
sa de  pobreaa,  sabiendo  les-  dem&s  puelftos  que 
había  sidb  el  pobre  vsiistento  suyo  una  yerba  lla- 
mada mexiaqnilitl,  del  mexia*  dioen  les  baldmiaron 
con  llamarles  mexica^  hombrea  que  üe  sustentaxon 
en  nn  tiempo  oon  mesia,  Aquí  e8tu7Íffl*on  oinouanta 
y  dos  afiosy  fuera  de  loa  diez  y  siete  que  pasaron  en 
Chapoltepee.   De  aquí  ks  de  Golhnaoan,  ofreoién- 
dolea  que  les  dama  aitio,  los  nevaron  á  otro  lugar 
que  se  llamó  Tizapan;  y  lacf  o  que  en  su  poder  los 
vieron,  los  caativaron  y  hicieron  esclavos,  saorifi^ 
cando  a^ios  de  ellos^  Fué  Huüziüttaitl,  el  que 


396 

lAdé  w  el  oa&tíQO  éu  Tieaydcan,  nieto  del  aeBor 
áe  Tzumpanoú,  preso,  y  una  hermaM  my$^  llamada 
OhimaUxodhitl»  que  adivinando  lo  por  venir  les 
dijo:  Esta  es,  por  ahora,  nuestra  suerte;  pero  ven- 
drá tiempo  eú  que  á  pocos  a&oe  noe  veogoemos  de 
lús  agravios  presentes. 

•  64.  No  pasó  mucho  tiempo^  cuando.  4  pocos  dias 
los  xodiimíloas  tuvieron  guerras  con  los  dé  Colhua- 
ean;  y  viéndose  perdido»  He  aoordurón  de  loa  mexi- 
canos y  los  llamaron  en  su  ayuda,  6  porque  nece- 
sitaron do  ella,  6  porque  viendo  que  eñ  batalla  mo- 
rían los  oolhuas,  muriesen  tunbien  los  mexicanos; 
porque  pidiendo  armas  al  capitán  que  los  Uaonaba; 
les  dijo  que  peleasen  sin  armas,  pnes  ie  preciaban 
de  valientes,  6  buscasen  armas  coa  que  pudieran 
ofender  y  defenderse.  Aparecióselee  entonces  Hui- 
tzitopocbtli  y  animándolos  les  dyo  qiie  de  aquella 
kasaüa  cobraría  su  nombre  fama;  que  kiciesea  de 
oaBas  ftias  rodelas,  y  eon  unas  astas  saliesen  á  la 
batalla,  que  ál  les  daría  ayuda.  Se  hidéron  del 
oonciei^o  de  cortar  una  oreja  á  los  vencidos  y  guar- 
darla. Trabóse  la  batalla,  y  fué  tanta  la^pujansa  de 
los  mexicanos,  que  venciendo  xodumilcas  y  oortan- 
do  orejasi  siguieron  el  alcance  basta  apoderarse  del 
pueblo  y  cantar  la  victoria; 

65.  Vuelto  con  los  cautivos  los  eolhuas,  hicie- 
ron llamar  á  los  mexicanos,  y  como  los  viesen  ve- 
nir sin  traer  algún  preso  ó  cautivado  de  su  mano, 
les  pregnntaffOQ  con  risa  y  con  escwraie  por  la  pre« 


\ 
\ 


267 

sa,  j  elloB  don  osadía  respondiorbo:  Todos  esos  cau- 
tivos .quedaron  por  nuestras  manos  vencidos;  y  ^ 
no,  veis  aqui  las  orejas  que  traen  cortadas^  y  como 
tavimos  poder  para  cortárselas,  también  pudimos 
tener  iogar  para  matarlos;  pero  por  no  ocuparnos 
en  eso,  y  que  tuviésedes  cautivos  que  traer,  les 
dejamos  de  matar;  y  pues  primero  cayeron  en  núes- 
tras  manos  que  en  las  vuestras,  más  es  gloria  núes- 
tra  que  vuestra  aquesa  presa:  lo  que  ahora  os  pe- 
dimos, 68  qué  nos  ayudéis  á  dar  las  gracias  á  nués« 
tro  dios  Huitzilopbchtli,  á  quien  se  debe  esta  vic- 
toria, y  para  celebrarla  os  convidamos  á  qiíe,  en- 
viándoie  alguna  ofrenda,  la  solemnicéis  con  vuestra 
asistencia. 

66.  Quedaron  de  lo  pasado  los  oolhuas  ternero-* 
¿os;  y  temiendo  su  astucia  y  valentía,  les  manda- 
ron, de  parte  del  consejo,  se  fuesen  á  otvo  lugar, 
dándolos  por  libres  de  la  sujeqjon  que  tenían,  que 
era  lo  que  ellos  deseaban.  Pasáronse  á  Acatzinti- 
tlao,  que  dista  media  legua,  que  hoy  se  llama  Mexi- 
cutzineo;  de  allí  les  masul^^iasar  el  ídolo  á  Nextic- 
pac,  otra  media  legua;  de  bilí  á  Izacacalco,  donde 
efitüvieron  dos  aSos:  allí  volvieron  á  celebrar  con 
cánticos  la  victoria  que  contra  los  xochinülcas  al- 
canzaron; pasaron  á  otro  lugar,  y  parió  la  hermana 
deHuitzililbuitl,  Chimalaxochitl,  y  llamóse  el  lugar 
Míxichcan  (el  pandero);  de  allí  á  otro  lugar,  don- 
de baSaron  la  parida,  y  le  llamaron  Temazcaltitlan 
{el  bafio).  De  aqui  enviaron  los  dos  exploradores, 

ITsTAiicintT  —Tomo  I  —26 


1 


268 
ohu^  j  Quau^oi^buaU,  6  basoftr  eí  ^o,  y  j»a 
1,^1  tuQAl  d«  pi«drfi  ofin  liguas  Tardos  >de9- 
lo..  Axolohuasn  oompaBwo.volvid&dftr  ra- 
j  ^  (looo  rata  vino  y  dijo  «ómo  Xialoo,  «eSor 
tíerm,  W  dijo;  S^  bi^nvetiido  mi  hijo^ui- 
joalitti  oon  su  piwbl»:  decidlas  que  esta  «s  ^ 
'  dondo  bao  de  p(>b{ar  y-haser  la  cftbeaai'de  au 
'io,  y  <iue  aqai  verún  sus  gap^rAotoDoa  OBsal- 
].  LlegaroQ  al  tugar;  limptuon  4l  siUo  dftl  Ui- 
e  ensnDcharop'Oon  céspede^í  pasioron  á  su  dios 
■i  y  empezaroD  á  faacer  (te  pi^a  y  «anüzw  «us 
[]as.,  Pe^^raos  formando  á  ^oa  mexioaDas  su 
idf  y  voh'itinos  ;á  ver  eD.quéparó  «lini^i^rioi 
iiitÓDces  florecin,  y  la  eleooíOD  da  r^yfW  cine 
ron,  en  coyo  ttenpo  se  ir¿  daodp  ootioi»  bre- 
)  lo  que  en  sna  gobiernoa  snoedia. 


•'•  : 


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uX 


^v  J&ftiidada  la  candad^  que  (segan  doa  Garlos 

diB  8ígfJ0BM)  ísá^  «p  tal  oBo  dá  1327^  y  ségun  Ja        v 

cuesto  dél  {^drttcTérqaraiadiA  el  do  IBél^  y  según 

Hoaiiept  el  ée  1j367>|  &  k»  aKos  trece  qae  astavíeron      /  s' 

jutttoe  #6  dAtidteroa  leu*  tlatelolcaa  háoíá  la  parto 

del  NpctOi  donde  hioieron  una  plaaa  para  sus  tner^ 

cades,  que  era  codraa  á  unos  y  á  otros,  pcfoiendo 

pueekos  paca  Vender^  íquer  llaman  tlatell),  y  de  aiii         ^ 

sellaiBÓ  el  barrio  Tlatelolco  (lugar  do  loatiatefis^. 

puehtoB  de  venid»).  Otros  han  dicho  que  en  él  ee 

quemaban  loa  difuntos,  y  por  eso  le  llaquatoa  Tía* 

tilobcQ  pero  mas  propio  eslefiíte  dejos  puestos*   A 

los  .Teintíslete  a&os  *  de  la  fundación,  viendo  tan 

(mosdo  él  pueblo,  divididos  ya  los  tlateloloas,  tu^ 

vieMD  por  rey-  á  Acamapiob,  que  se  interpreta  el 

que  tiene  oaBas  en  Ja  Bumo.  Púé  hijo  de  Huitailrl^ 

huiÜ  el  viejo,  que  nacié  en  el  camino  de  Tízayoopini, 

nieto^  deli  iw  Me  il^uimpiinoo  y  de  una  ssfiioíu  de 


y 


270 

ColhuacáQ^  aunque  oü'aa  dicen  ser  nieto  del  rey  de 
Oolhuaean  porque  una  hija  suya  casó  eea  wk  ^priii- 
oipal  mexioano;  Luego  que  entré  á  reinar,  k  S  de 
Mayo  de  1361  (y  eeguQ  otra  cuenta  el  de  68);  pi- 
dieron mujer  para  ennoblecer,  al  rey  de  Tacaba  y 
la  negój  al  rey  de  Atzcapotzalco,  y  no  la  üéi  al 
rey  de  Tezcooo,  y  ^le6  dierotila  mistaa  respuesta; 
hicieron  embajada  al  de  Ooatlichan,  y  envióte  ooa 
de  raa  hijas  llamada  Illanooeitl>  cuy»  Uegada  fné 
muy  festejada  con  acompaBamiento  y  bailee»  y  o<m 
gran  solemnidad  á  su  marido  entregada. 
^  68.  Hi2o;  vida- con  esta  iseieni  algilms  lAoo;  y 
viéndola  estéril,  deseosos  de  que  toviesie  sueedon, 
le  buscaron  otra  mujer,  y  ftié  lahijit  del  rey  de 
Tetepanoo,  Tescatlamiafauaftl  per  notÉbre,  que  al 
primer  afio  vino  parida  de  HuitsUilhuitif,  y  por  otro 
nombre  Tlatolsaca  (que  quiere  decir  el  que' trae 
nuevas).  Crió  la  seiora  esb^l  lUaneueitt  &  eate 
hijo  como  propio;  tuvo  deapiies  &  OliinalpopMtt  y 
á  IsBdoatL  Vivió  en  pas  y  sosiego  esto  rey^  aunque 
no  absoluto,  porque  ^era  tributario  dei  rey  de  Ate- 
capotsaloo,  á  quien  parteneoia  el  sitio  que  tsaian 
los  mezioanos  y .  tlalteblcas.  ^n  empemdw  en 
lescuico  Teohotlala,  que  tuvo  y  goBÓeopaa  tu 
imperio.  A  los  veiutiun  aBos  de  .su  reinado  stamó. 
DdL  Garlos  dice  que  á  los  ouarentay  dos,  á  •&  de 
Biciembre  de  1403;  Heurim  le  ida  de  gobtoi^lor  40 
y  que  nmtió  el  aBo  de  1474. 
:  &d«.Iios.tIaltelofea0>imjifio.detpqw.q^^ 


271 

roailaBiaitadMiiMTejí^  (auii^iie  hay  opÍDÍ¿B'de>qa¿ 
oa  afioáfltesX . fueren  mI  t»j  á^  AimMfoiasálcú;  h 
qnisQ  trib\it8bai^  «á  pedir  Jes  Oieée  tiá^  h^oiBuyo 
que iíiese' { w  rey  y^les  gebemase^y  dióbsiia&e* 
zoHioUin .  BD.  hijo  suy o,  llaaiadoi  -  QnM^uauhftttaii* 
hnao^  el  enal  irojeroD  éoa  grande»  fieaiaa  y  xége^ 
cijos  y  lo  ee&taroDteii  la  flilla,  y  8Ír.yierM  ooisioá 
ialrey;.y  de  aqui  oemeoj^  la  tioUeza'de:lo8  iial^  X  «^ 
telolcas,  qoey  aonqoe  ^^  qq  linaje  «on  loé  metxiiea- 
neOy.  se  preéíaban  más:  de  la  sangra  te{MÚieoa  que  v 
de  la  prosapia  «léxiofina* 

7&.  Viendo,  puee,  el  rey  de  Atzoapotzalco  qoé 
tenían  rey  los  iiie»oano8y  les  dobló,  el  tributep  y 
para  nayw  sojecton  les  mamáé  que  ile  fnesea  á 
sembrar  saúoes  y  sabinos  á  sa  ciudad,  y  que  le 
llevasen  en  bateas  movedizas  sementeras  de  mais,  (X .  i 
chile  y  lo  demás  que  sembraban  de  calabazas, 
abaauhtli  (que  es  como  bledos) ,  chian.  Afligidos 
los  mexioauos  se  fueron  á  su  dios  HuitzilopocbUi, 
y  por  medio  de  sus  ministros  los  consoló  y  mandó 
que  fuesen  á  plantar  los  sa&ces,  y  dio  traza  para 
sembrar  en  balsas  movedizas  las  semillas,  y  á  su 
tiempo  las  llevaron  á  la  presencia  del  rey  de  Atz- 
eapotzalco.  Admiróse  de  ver  por  ejecución  puesto 
lo  que  le  babia  parecido  dificultoso,  y  para  más 
oprimirlos  les  mandó  que  el  aSo  siguiente  entre  lo 
sembrado  en  las  balsas  le  Itavaseo  un  pato  y  una 
gana  echados  sobre  los  huevos;  y  que  habian  de 
ser  tan  ajustados  los  dias,  que  el  dia  que  se  los 


t  *  • 


r2T2     , 

Da'sadies,p«r  meda*Wsa**iiiAiioB, 
diéla  traza,  y-  aéSiaió  áíMi-y  •d-|iib- 
EOieawo.BQ>  ejvontó- 1*  «{uadeibaiha, 
s  qofr  DDQoa  «dmtndo  del  •oeeao. 
9k  alkK  fignéurt»  itm  ciem  nvo,  ft>- 
)6mUe  al  que  lopadieSeo-lub^rf  por 
laA  dirtriUks  nsntM  donde,  bb  otíu: 
IB  tJioB  esta  patócion»  Us.jdQ^BÓ  an 
igOBs  -de:  k:  (ÍBdad:at  Medwdia,  «i 
>uebto  HuitmloiMikM  M  XatappUeo, 
t  flan  íIr^  CharutanMii  lleváranle, 
•tft  fiueeio.  «liiay  udiBBs^er'  T  eilo* 
!<)■  géairo  d»liríbuto  cmoaenteailM, 


•T    .      'I    ■• 


i'i  "'  j  ;    .:...•»  V  n  * 


CAFITOIAXtL 


■         '  .  «  r  «1 

-  I  •      í  » 


sácelos  de  su  tiempo. 


f--. 


,  ,  ....  i'    ' . 


71.  Por mtietl^  ^  AatBM4>ioh  crtle^did  ^  ^ 
renof  HuittüittMrf tty  qM  quiere  decir  pajarit<^de 
ptiMátfttt,^  liijo  de  ÁGamapíelí^  4»  IPesdatanria^ 
hittly  ibtja  del  rey  de  T^tejpaneOy  qae  nació  dee 
poes'qae  su  padre  fué  rey:  era  dd  diez  y  odttú 
a&08.  Fueron  loe  setteres  p^  él^  que  éi^t^ilia  etitf e 
sus  pavientor.  pusiéronle  ee  el  troné  real  cob  la 
corona,  y  le  aclaraarotí  ú  voees:  untáronle  todo  d 
coerpo  oen  la  oiioíon  que  después^  aceshimbraróú, 
que  era  )a  nriama  con  que  ungían  ¿  su  dios,  de 
coofiMMiion  de  olores,  y  poniéndole  las  vestiduras 
reales,  uno  dé  los  más  viejos  le  hacia  una  hneve 
pláiioa,  mimándole  al  gobierno,  y  encargándote  él 
culto  de  su  dios  y  el  amparar  á  la  repáblica,  vene- 
ración 4ie  los  viejos  y  aocorro  á  los  desvalides  y 
miserafUes.  Fué  kv  unción  á  dies  y  e«eve  de  A%iil 
de  má  ouatrocientos  tres,  segttn  ^igttenaa,  y  Mgun 
He»p«i  A^  de  ooatroeiantos  veinticuatro; 


/ 


274 

loB  ejércitos  Atl^oohc^oatl  (áliafi  Toatequihoa), 
en  QaaahÜecoatzin^  hermano  suyo:  no  se  le  dio  ofi- 
cio á  ChiiDolpopocay  por  ser  niBo.  Tavootro  herma- 
no, llamado  Ucobuatl,  que  lo  tuvo  su  padre  en  una 
iQujer  hermosa  y  pi^écip^K  ; 

73.  Pidiéndole  al  rey  de  Atzcapotealco  una  bi- 
ja para  mujer  del  nuevo  rey,  dtó  á  Ayauboibuati, 
que  con  grandes  fiestas  y  bailes  fué  llevada  á  Mé- 
xico, y  atándole  las  extremidades  de  las  ropas, 
se  la  entregaron  para  la  consumación  del  matrí- 
'monio^  Pfregftpi^iu  q]w  absenraban  en  «efial  ái  l&a- 
triiponio.  Tuyo  un  h^oalafio  AcolvfahtoaÜ,  de.  que 
recibieran  sn^p  go^P/los  mex^icanos,  por  je^^^eitrel 

que  s^  les .  aliviase  el  tributo,  ooai^  aueeidió,  i{ue- 

» 

4aQdo  eq  solo '  rctoopqeipniento  quejiaoian^  dando 

d^.lo  fm»  ep  la  laguna  peaoaban  y  .tenjbift<  i 
74.  No  sfí  contenUiron  con  que  empaMutase  con 

:^.r|dy'd.9  ^t^kcapotaalce^pareiáéndoles  que.empa- 
rentando  con  muchos  rey^,  qaedabfl(  .aa  re^  en- 
grandecido, y  pidiéronle  al  rey  de  Qfiaahnahuac, 
Te^cacohuat^iu,  una  Jb\}f^  para  miger  salida  del 

'le^,  proponiéndole  ^dmo  eirá  casado  con  b^  del 
rey  de  AtiscapotzaloQ,  y  diólea  4  Miabttazodtiiti, 
i|ae  fué  no  con  rnéno^  fiestas  que  la:  primera  traída 
y  e^ttegada.  Esta  tuvo  por  b^o  &  ModteesiiluiaiDa, 

,  por  otro  nombre  Ilhuicamina^  que  flLié  desptata  rey 
oabio  y , valeroso  guerrero.  De  este  easamieako  les 
resultó^  ip¿  rmexicafnos  el  ten§r  aigo49%' qpe  se 


^^T'*,  **•'•''*'•'•  "•«1»»  'ié'il'fnnitu 

Ate^J¿**  ««IwMiiotU,  bijo  M  re>'«i 

«         /PmiMtt  <l<  OalkliiKai.,  «i  ■miamm 
_  _    ™^  *  i»i«iM»i«»  balllok 


,M,_  «  bBlliokw»,  (!  ttmietido 

•  ■«  irtrL  '*"''°'"'  "  i**^».  «WiMÍ» 
IMi.  ¿^'  *"**  I"'''i'«  boredar  el  rsino  de  su 
•»7,¿.'**"**  1°'*"  '  «o  mujer  Ajr.obdbuall, 
^j^^^"**  *  Ataeapolulco,  jante  con  líganos 
jílil^j*  '"^.  biáéwlole  el  orgo  lie  que  le 
»»-        *"  ^•••"i»,  de  liwle  muerte;  y  oon  la 

lei^l^.  ^■•»«i«M»«OB:  pero  traaó  el  cómo 
fc^j,''**  *  Aootaabaaoetl  de  secreto,  hijo 
*»¿|"""'  r  de  HaUvUlbniU,  con»  iW  pues- 
i^^VJ  *^'  ^  qw  el  rey  Teaosofflootli,  sa 
^fcj^*'''".  «lo  por  pareen  y  traía  JM  so- 

^,1^  ■■  lÜM  alM  del  reitado  de  este  rey 
>*t¿^*«I>lí  Oaw|uauhpiluliaa«,  rey  de  Tla- 
ado  treinta  y  cinco 
eateotl.  A  loe  troce 
y  dos  del  siglo  quo 
jra  memoria  bsciao 
I  el  corro  de  latapa- 
,  y  á  los  veintidós 
la,  de  SB  Minado,  y 


2T8 

los  escritores  no  se  conformáD^ '  Hehfico  '4fee^ue 
de  diez  a&oa  e&iró  en  el  f  einiMio,  y*  ^  Iu€^  lo 
mataron  en  ea  palacio,  y  consta  de  las  hiltorias 
lo  eofitrario. .  Eki  este  tiempo  vinlerofi  los  oto mites^ 
a&o  de  oKiqoaoeiiteopal,  qnsfué  «I'  dé  1S81:  qoe* 
daron  en  Xaltooabri     ^  ^ 

7B.  En  tiwnpo  de  este  rey  nmrió-el  ifuhito  em- 

\/  perador  teaoocano  Techotlala,  de  que  trataaáoi  eu 
el  oapitttlo  segQQÍdo^  aquel  que  dicen  que  gobernó 
104  años,  que  á  algunos  ha  hecho  dtftoultoso  tan- 
to  tiempo.  Dejó  á  Ixtlilxochitl^  su  hijo,  poü*  here- 
dérot'ésiM'habia>'oa8fltd«  een  utfá  KMÍfrvitiJiéexioRDa 
Uamadft :  MalAaleihufttaín,  bija  de  SaiiúliihMtl/  se- 
gunde rey  d^-  México,  y  de'  títa^  tenia  tiM  fefl)09: 
el  rna^e^)  NtfiísAiMiléoyotl/  boteiM  de  OhiiMtpo^ 
pbifa  f  ée  Iseohúati,  batié  la^  oeKstotf  -fe^ioaokiMotií j 
rey  >de  Át«iapotzalco,  que  %ra'  amWdMe  ^  astoto, 
y  vitedese  anciano,  le  pesaba  verso  iíxfetior Ato*  l^ 
tlilxechitt^  raasio;  y  acabadas  las  exequias  det  éíftai- 
to,  per  ne  asistir  á  la  jura*  del  nluív««ttpat«4er; 

\  se  salió  de  Tezceco^  y  fué-'á^  sta  eiadaé'dc'  AtMa^ 
potaaiooj  de  dende  envió' átIlá)feB«irá'>io»t«ye3  ^ht^^ 
malpopooa  y  Haeateotle,  da^latel^feo/y  Mfr<«lea- 
cía  lee  animó  á  que  gozasen  de  libertad;  ififi^et  va- 
sallaje  del  imperio;  que  no  coasliitieseni  eif  la  jura; 
que- te  ayudasen  á  su  intento  y  formasen  camp^;  que 
él  tenia*  moofaós  defieres  de  su  pirrte,  y  empe^een 
este  á  tratar  de  usurparse,  á  título  de  deséendieMe 

v*       de  Xolotl^  ^  imperio  teaottcaao  4t^lor  áedlNRii^. 


;«  por  M  iMD|Ndbdo.   I>a8afi4  á  TasoMiMo  y 
iMpiépu  lift  Mttpo»  d#  QMoiitMtii  la  batalla. 
ManM  il  i^énÜD  Itsaacané  al  eampo  -«élaladbf  y 
^ti^iwrfu  ilgtws  do  loa  pnehloa  tepaneóos  rpjni 
HMlnka  tnwigog»  Doré  trea  aftM  la  goerra,  f 
t«  «It  Ikmfo  laalir»»  al  MBór  do  Istapalapan, 
«Md«  Qiaahaikyll.   Oansadoa,  se  apartaron  los 
f^cttai  aott  pM  fingida;  rébeliroase  las  pro- 
f^dv  da  Otempaa  al  da  Taaoooo,  y  odtíó  á  aa 
'Mm  Myo»  HaaMdo  CilMuumooaeiiotcin  4  Otom- 
•1  ÜHipo  qM  loa  topaMoaa  de  Atscapotsalco, 
ídariftiOQaMdo  da Tmomihoo,  y  ño  dar  rw-^ 
f^irtai li  ofcb^jada  dal  tanoeaM,  la  mataron  al 
(•Wia  ianriado.  Goa  aola  oaaaton  ralkSaa  da  loa  da 
"«iapüi  y  do  loa  Aaleaa  al  tirano,  dando  traca 
'-  fü  ÜMnéatolo,  ó  basaándola,  la  qaitaaan  la  vi- 
latlMPaa»  paa^  á  daa  aapitanaa  da  Chaloo  y 
4pi  oaa  aailgawrta»  y  llamando  á  IstSUo- 
d,  foo  andÉha  roUaado  oon  0m  soldadoa  on  d 
«va»  yliüfaMlolo  on  aaerato,  fingia&do  nagooio 
f  iipvlMKÍa»  da^etridado  da  la  tratoioa,  aa  apar- 
^lüa^fao»  y  á  pooo  trocho, á Vtcta  da  aa  b^ 

y  aaa  aoUadoa,  diaion  non  él  en 


m: 

^.  ^.  .A^Yf  8í^(^  ^MtalijiíiK  Ion  .5M&iwpos,''iUftklol' 
ws  J  ^eiwijoc^s.  del  (lia,  de  U  «lwoíürviy  apres- 
ifi^Qh  pai:%Ja  s^grieota  giierca  lya^  biflí^iSMyjteO' 
laet^^adpi  &í  las  piudadesod^  T^Maoo»  Oobuali- 
cl^aOs.  Huej;otla,  Utapalapiin  y  Gobttatop90yi  por- 
que 4  breve  tíeuipo  corrija  la  Ru^Ta^erravia  aoercA 
i^  emperador,  j  de^mparaq^Q  l^a  pueblo*  ee  fue- 
ipfji  á  iunparar  de  los  haQX(x1;9Íqf9ai^,.y.  .ttla^calteca» 
loe  eaidos.  Queiparoq  i^l  pi^^pp  del^.ewpmrador, 
aupque  no^  coa  )a  solpmpidadi  Vffi  Á  \v  Í9Sfi(^^^ 
q^a^  asi  como  no,  tja.yQ  venti^ra  jr.  iwn¿e9ta,d  ^n  vi- 
^^., tampoco,  ja jilcauaó ^9  ff^upr^^  Qobpnidi  alóte 
a^oa  ca^>  aia  saber  quoi  (^f^  empera4pi^  .P^  la  coa- 

81.  pon  e§t4^,viatqíU  eatróíel,tif?uio  T^í^ 
V  ^u  el  imperio  do  Te^cppf^  j^ocu^  p^mand^.fubli- 
ca;  por  emporador»,  j  pregoj^ai?  fer^^n.  gwwral  d 
^u;i  i^ontrarios  para  que  segara  y  .paolií9c§ii49nte  s» 
Yolyi^en  á  aua  ca^aa,  y^para,/93ffi<)onvqp<^  ^rtodos 
li^rejres  y  ^iLoref  d^  ja  kie?ra.  4  bí»  oÍudftd.M«P^- 
ri^l  fie  ^Te^ooco,  ^V^9  aQvidior9Q,Alg)2ae8  eu^Hi^ier- 
^9a  y  dJ3fra;u^do3  par  vor  elfín  de  aquoHaace^:  j^aua- 
lalcoyotl  entre  ellos,  e((u.  J{ui|4Síitaú.l,t^^  aagpranüe 


la  MtnM  Máiliíiit^  tolteea,  llanmdo  I2t»ft)iiili;9'4)fed  ^ 
para  4lt  nsiñoii  éhichiméca.  llaníRdo  TtatotpoU,  y  ,eh  ,  ^ 
todas  las  ciodade^^liezcocánas  puso  goWchadíor, 
queduado.  ^  reoonooido  por  emperador  y  señor  der 
imperio,  con  órdeo  áe .  bne  á  el  acddiesea  con  l'oá 
negofpos  ^nves  ^ue  se  ofrcicie^sen,  y  tnnutps  y  pe- 
chos que  pagaban!  lotizóse  repartimiento  iteJo^ 
tres  rmños.  de  Tezcoqb,  Hi^exotla  y  Cohuatlichan. 
El  de  Teaoooo-  dio  al  rey  dB  México,  porque  Té  ?<■ 

había  ayudado;  el  de  Huexotljst,  al  rey  de  1^1afcélo|[- 
co,  y  el  de  Oohuattichan  se  Iq  adjudicó  pí^ra  sí. 
y  de  nb^  vina  él  i;econocímientó  que  taro  Tezcbco 
de^pagar  tributo  ü.  M^éf  ico,  aunque  en  el  recbnocr- 
miento  ál  e^peiidor!tí|¡*an<)/    ,*- 

82.  V!Ténd9se*^los  reyes  y  señores  despojados  de) 
reinó,  y'teinerbsós  de  ía  guerra,  se  jiintarbti  en  í^a- 
palotia  las  cbatrb  cabezas  dé  Tezcoco,'  Cóbuáfir- 
chan,  Huexolla  j  CoEúátépec,*  y'  d^bermínarbn  ir 
á  darla  obediencia.  A  Tezozompc,  'CliiinaTpopoca  y 
Tla(»teotl '  por  haliía^e  imposibilitados' S  fesfíftirla. 
A  está  ocasión,  un  capitán  de  los  mexicanos,  quizá 
poT  drden  del  tey  de  México,  se  subió  al  tempro      ^ 
iU  lortoHeicaft  y  ^pe»^  á!jvoc8ttrá':d«üifH  AiHrer- 
tíd  todéáj  ftCultniaii/tlepfíiieeHt^  y  bhtchteeoas,  cpse  . 
nadie  WjAtiv^  á  ofeitQ«lr  á'lfetzaibiuatobyotVf  iiveg- 
tro  isQb,  M'permitaiia  qMf'nadie.Wófrads/  porque 
Mr  á  <swtígi|dcB  cóD  r%or.    6oq'  «stir,^3rxon  quadar 
su  ^^i)hhinSpe9M¿'  pbr  «eflhor  dé  Teodoedptpxodó 


-í 


V 


83.  Pasados  nueve  anos  de  emperador,  tenido 
y  servido  como  tal,  y  de  su  remado  ciento  sesenta, 
aunque  otros  anadeo  veinte  más,  muño  de  viejo  v 
flaco^  tanto,  que  algunos  años  antes  cíe  su  muer- 
te,  estaba  en  una  cuna  de  mimbres  entre  algodones^ 
haniendo  soñado  que  Netzáliualcoyótl,  Acolmtztlt 
por  otro  nombre,  le  quitana  el  imperio.  Mjorió,  y  le 
quemaron  y  enterraron  las  cenizas  con  la  sólemni- 
dad  acostumbra^.  .Súpolo  ei;i  Tezcoco Netzahual- 
cóyotl, y  vino  á  Átzcapotzaleo'  k  asistir:  estando 
ya  en  la  sala  sentado  el  rey  de  México,  el  de  Tía- 
teloIcO;  Tecuhtzintli,  hijo  del  difunto^  Tayatzin^  y 
en  el  mj^or  lugar  Maxtla,  fué  saludándolos  á  cada 
uno  de  por  sí,  y  ofreciendo  su  presente  y  flores  c|ue 
llevaba,  se  sentó  iunto  al  de  México,  su  ti6  Chi- 
malpopocaí  Y  otro  señor  que  Ija  acompañaba;  Tzon- 
tecüicliatizin  hizo  lo  mismo,'  y  se  sentó  con  él:  y 
aunque  trató  á  su  hermano  Má;&t)a,  Tecuhtzintli, 
la  muerte  de  l^tézahualcoyotl^  lo  dejó  nárá  mejor 
ocasión.  ^ 

.  84.'v  'BBató'MaxtíadéqiietoijumaBii'pot  MBpem- 
d«r,.  oa.httcieiida  eaM^do  Tayatrin,  sa^hemano 
mBym,  j  loí  nosis^lfi;  *  Salii ;  para  /Méack»  Tfeyu- 
tíoLÚ  v«riá;Gliimalpopoc8,  á  qutai^lMdbia  Tbftoio- 
•moc^  sw  phúvm^r-éBúoíÉéniAéo  ie*.  amimiMe  éa  U 
bef^^d^gobnmii  y  ^ijolftiq¡nelaLiiiqovilntta 


i 

MiiHi  al  iitfMHli».y  aUi  iiriÉ  Winil»  ijk^iirtn 
«  fi  isfttfo;  qM  él  •nkóocM  le  ampararia  ap.  b 
pMafíoa.  Oj^  QO'ertado  qué.iTaoiacon  Tajrát^ 
ti  caag^o^  y  fué  &  darla  aviao-  4  Haxtlái  y  taégo 
ú  paalD  llano  á  aua  gaatea  y  les  dijo  que  aquél 
pkóo  era  de  ea  lienbaao  Tayatak;  porque  4  él 
•  hi  haiiia  dijada  aa  padre;  que  él  necesitaba  de 
lai,  y  ep  dieai  diaa  liiao  an  palamo  pa^taof  y 
Mfidndo  á  arodies  ae&oree  y  &  su.  hennanOy 
^m  úú  aiffertír  la  traioion,  ái  saltar  si  éí  enano 
pt  kabia  llevado  á  Méaitto  le  habia  diobo  A  coa- 
a)Q  M  rey  amcieane»  asiatíó»  y  en  medio  del  re- 
¡KQo  taíro  preTeiúd&  geote  que  lo  matase.  Albo- 
mém  el  pueblo,  y  él,  oentando  lá  traición  que 
utaha  Taymiiiny  y  e&no  de  lo  mismo  ae  babm 
«líidoy  «oeegó  el  alboroU. 

ií  No  paré  la  aoberhia  de  MnxUa;  sentido  del 
•ianje  que  habla  dado'  Ohimalpopoca  4  Teymiain, 
«  banaaao^  y  bosc^ndj  oeaaiones  de  vengarse/ 
üUfrarie  el  tributo  qu«  daban  en  reeonocimienib 

de  peecaco»  ranea  y  legumbres,  el 

IniepU  y  uaaa  enaguaa  toscas  dé 

dat  i|ae  la»  pñifeipaloa  queda- 

frsi  JBUkalopaohtfi,  au-dioe^ao 

i  iar  aak*  Jaada  AoB  tenaa 


■r^  ptgm  .QOB  kanrédaa^  y  leí 
tetan»  dal  tribute.   Tena  aha< 


i 


éés^í^coa  lofitiiiM.  VpéfidoseObima^iA^Dint&eQ- 
Mo^y  d^aéáJbit'  iómiir  vengatiM^*  je  no  ce  nMri^mmfof 
#1  pMÍM'y  álmoin»  qoe<fO«Bi)QÍft^{mj]ínte;  yisibieiido 

«és^mfttiaf,'  morir)  <)0itf0^aigMK>6''(Ü»is«8^tala{Hi8&^ 

áoBy en'ifaciiñoÍQ¿á au  dios  "trt  Aklanb|ttiIao«. j  or* 

deii6:iaai  baHei  con  üigutn»  -BiSoTeB  .qvBigurttroo 

OOB  éi  Bet  sacrificados  áiD-ttsftoUv   Sopo  Uballft 

lo.qiM^  intentaba  i  dvknalpo^'ca^  y  ráiodáo&iSgBn* 

iéa^iicfitandoi^bailftiido  ricaB^Dfea.^aiiidOy  Aú  iáio 

Mtebatap  ¡f  41s\'ttr  é'^su  ^praiexíinat  iWKipfvüííroip  k)9 

«fKÍeaa«8 sdefendtrle,  pof  e0tair0ÍDip>atfeMÍo»'del 

Msai  fiietiévonle<én'«na  jjaola  de&wtoa  mááaroa 

fabricada.  -   ;;    I'v;:'í.-    ••  ! 

•M  86^.  pposp  .QbímalpoiMea^.eniríd  ávil^aiar  á:Ne- 

jk8a])uB«lo6>»tí:do«dé.t|mem  qfsm  io^UiUáaanv  ftiügÍM* 

.  éeia^BaPÍOi<jiio¿^tbB|)(|gtahB»fy (falsaria A 

Luego  al  punto  se  embarcó  HíatadiiiaiflDjKitl/jd  Fué 

á  desalnbacoárae  ea  Tk^:)^loa;(aldjJlvifaT^ile:tta^lan 

Geotk}.  y  sa  foé  á  caaajdtfnQt^anflaoa  JuAigorrCaii- 

idRiiqattÜ^:d0iqaÍ9n^^8ap«!qt«>er»i(L  UaaMda. |para 

^«lalaib;  jñ  diÓ  aráo  deirái'traioi<maB  y  ambioioiies. 

BeoD'oaa éedo^  oomo  «eta^deiáoiíaa'eiBfimqda;  Ne- 

:  tsÉahUftteoyoll  detacmiiió  x  L  air franaci%*  y  da  ca- 

aáiáo  le  foé  áxism  deíoQ  atoiana  pdirado^a  Jfastla^ 

ümmmká  €kacluWiiv  ^  oún^oei .  letjtaoMalboto. 


«0: 

■mM  ¿■■OMaMÍ|i>yin>.<á  4i«y^qwB!ifc>ntTlM> 
MUt  4M  4M-40V4M9  7  itoitMB»  IfL  ÑdM-.  fh^ 

fllB  MÜtU,  «gniuduida  la  opMMH;  ftp-ff WW 1^^ 
r  4paA»  qa*  w  tío  o*  «n  atmto;  qna  pnio  le 
Hm  fiv  jaitM  oansts.  PidiiSle  lioeneia  para  y«i« , 
V  «MOidadMla.  Fd4  i  vnitar  al  ^reao,  donda  sapo 
!•  ^w  «tffKba  éa  tfrdea  4  sn  acriñoion.  AocoMJ^ 
fü— ImuMHH  sa  gnardase,  que  eo  U-  sata  donde 
WUmí  de  neabir  &  k»  tepaaeeaa  toTtaa*  un  agn- 
jtm  per  doade  padiaa»  «soaparM  d«  nw  auuMn. 
Uiqídién  de  ¿1-  oen-gi—i  iereum,  eomo  qoieolm' 
hÁde  Meñr,  eataigaudean^Taa»  á  los  maxioaeea. 
DEA»  ■!>  bmeto  4«  «ra  y  anas  oróarasj  y  otrtori- 
oa  |áeaai  qae  halñao  lido  de  sn  hermano  el  fagan- 
4«  ttj,-y  i  a«  eavpafter»  otras  jeya^  y  de  alH,  lin 
Haxtía.  M  partió  á  Tlatelolee  4  toda 
iria^  donde-ia  enbaroA,  feaiyando  do  la  ■nerta 

en  la  o&roel,  dondeie 
'  teaiíande  le  saesMo  & 
le  ahoroó  á  li  miamo, 
e  que  podiaa  darie  mi 
Mebir  de  ras  oneaiigo». 
tMon:  wmñó  4  81  de 
ipo  Iwrmoied  la  andad 


pttr  fll'lMdio  Rgajeradft  para  los  aaorífidos,  jorque  ' 
eotrÍMe  al 'medio  Ifi  sangre  de  loa  cnérpos.  Púsola 
én  elbnnindeTlaleocomaeo;  qneesliojen  Is  Cruz 
Vidriada  de  tvs  caSob,  jante  ál  hospMo  de  BeUn,  : 
que  lUifaiQ  Gnasango. 


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Hl  miüi 


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V 


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ointoio  xt?. 


IM  OTvtD  ny  ■MxioHMv  /  d«  ko  mordido  m  m  tta^fOk. 


L  ftibida  Ia  moerte  dé  so  rey,  al  Uroero  dia 
loa  mexiaanoa  al  nnero  rey  Izcohoát!,  (jue 
imn  4%mr  culebra  de  mm^.  Hijo  de  Acatnapioh; 
T  )«•  ara  eapiten  general  de  los  ejércitos  qiia  llama- 
^sm  tbeatoeeatl,  tlacochcalmiily  fué  con  aceptacioa 
*•  tado«.  Era  hombre  de^áa  de  cuarenta  j  ñéte 
tiH,  y  luego  al  punto  puso  en  buen  punto  las  oo^ 
ise  4#  la  guerra  para  hacerla  á  %f  axÜa  y  sus  se^ 
-laeea  mn  la  msjor  oportunidad  que  pudiese.  Deje^ 
aoe  á  laoohuatly  y  ?eamos  en  qué  para  la  tiradiá 
itXuLtla. 

89.  Bo  este  tiempo,  yiendo  que  el  rey  mexicano  ^ 
i  qoaa  tenia  por  su  enemigo  ^era  ya  muertO|  y  que 
i  SeCsahoaleoyotl  no  podía  por  engattos  y  tralcio* 
:ci  fluitarlo,  determinó  que  eu  público  6  en  secreto 
«  matasen;  y  ennando  con  este  Orden  á  cuatro  ca* 
ptaaas  con  algunos  de  los  más  esforzados  soldados 
i  Ttaeooo,  Uegaron  en  ocasión  que  con  Ocelotí  es- 


JttS 


ban  embajadores  de  Maxtla^  saliA'á  MeeMrkie  ^eon 
toda  re-TOTettcia;  y  eotrándoloe  e»  Ui  sala  dé.^rece- 
bimieoio, iike  que  les  lamjesen  de  oet^er.  V^é&'iq&e 
ea  lo  bajo  cpie  baUaban  formaban  alguDai^  fraioioii. 
Llamé,  á  Oodiotl  y  dijole  que  le  tapafie  la  vista;  y 
haoieado  que  de  1^  ^i^a^sf  ^Haba  alguaos  hilos, 
i0D  el  inteTin  4sa  escapó  de  la  sala  Netzahualcóyotl 
per  un  agujero  que  tenia  hecho,  por  consejo  de 
GhirteapDpóea.  ••  '  -  •'-  x  ••  -"♦  *  '  '*^"  -•-' 
00.  Salió  de  allí  con  los  oapitunes,  avisando  por 

el  c^^if^lV^.^.^^t^^^?  7  ^IM.^Pf^P  ^fi^ ^^^apereibie- 
^«m  deL.giiiMrr^,.baji^.ll4giur  á  ApftA|,.4o|i09.  ^UiConT 

tf^  li(^,meiis^Qro9ry  «^b<jiit(|pr«^4e  QhQ^fl^qBe 

;ir9P^t#.  en.  Calpulalpí^,  peswrQso  ,dei|p,a  {KN|eí^  l|qg«f 
«H Seipsopi^ 4  .agtAdeoer  ¿los  «eftQr^;4e  QtiQlf iau  I 
}|l  .merqe^.  Partíii  pvca  Hae^t^meo,  d^de  ta«i^  ^ 
iUtrj0^,p;pr.f|e«i4^<^^y^:<^  de  4i0^e  ef^^  eou 

9rá9.  «eénfaSaoiieiite  -ipara  TlM^call^í  4^<l^.  fn^ 
euQ  nO^ifstjMjl  de- aquellos  se^ot;^^  ^fr!^)Á^f  í  bq«^ 
podado.  Aquella  noche  trataron  de  lagy^^,,3r 
pa^;p«K)h«i.i!ki60|[wW  44,1o  qut:e^n^^  l&tegó 
4(Jalpi4al|>ai  4^de  halló  4  áxí^JIbl^^  nm  fvB& 
4^sp«Q^- rey  4e  Móxioo;  901^  yeoandoy  ofofta  dje 
,b«phsatU  Sapst'«!(^  4  HuiteUilbidtil,  priva^.aa- 
yo,  le^  bwA>|au^pr9sgl  y  pprqw  descubriese  su  j^^ 
i^l^:  faftlúisn  ^U^  t^rneutos  y  41^  ba^jA  moerCa 
«^  fUj^  iioA^  bt: ^opbe  «t. Ifi  M  OA  4f^iiribQir  ^Q- 


CktewMivtla  á  TelpoUin,  uso  de  Iob  8oUMo%  y. 
ilwáiMla.4  ÜMumíMUf^k  maim  pMO  MnstU  por 

TlMinim»  hmumú .  iMjrw  de  NetiA- 

poteín  yJ»  .tnoeroaáMr 

ir  fen»  A»  ke  mt»iitfunH  y ^«JbiáodQla  9»^ 
l«k9»lMty«ll^  delMuM  derir  pifamro^eyadM  A 
ÍMehwtt.t«  Éitin^^mMir  AifWAmViíDM  ^^ 
Mü  fopq«iMMili  WiiilBMi  4itdp7U  etedieami  y 
li^fcifcii  H^rlwii»  M^iüMm  ea  iMeeieg  4al  rei^ 
M.  0«|etán>ie  ioe%h<wiiit»ieeii»>y  4e  I»  oto»  twaní 
dt  eMbiieo  |w  ZeHiyMM  iidtr  kgiitf^ 
lié  é  Háffwo.  fMiiwnBMta«.X>i4ie  U  bateUa;.y  aiuh 

y»«MxioMKM  y  emqM  le«lip|bMi|i 
ii^  fl#'PifeU«i)oe,  ia)ifmd«e4«  Mn" 

ly/MüfiM  .irioURi*!  úmnvr 


sigmeTen  los  wKieuoB el'itainión  hmt^'káHMlpM 

iM  MIIm  do  AtoM{MftMli5l:  BofiBOil  ktt  oíkMido* 

res,  y^vittmMáé  &  Miarthi-to  ¿mttw  eioéadit» 

V        á  pudraáMy  i^M*  áfirMtoflMÉliiÉii  la  viér  >j  «á 

f  8.  Vdlvifemft  á  íáéxiw  TÍéUtioMf^  diliidtt:  fVte« 
rdft  eon  grftiidM  fMtqw  lieoebiios.  Im  tBpsiiMto^ 
tléndoM M  losntotiied^  hamhñMtos j efl(mn»do8, 
é»tertnÍMtoh  éokrogane  por  viuiaUot  ai  rof '  mexi- 
cano; y  vím  con  la  ambajada  TésBoaooobitafai,  fí0om^ 
pallado'  de  loa  nobles.  'D^joím  iaoóhuail^  qua  si 
hablan  perdido  rey,  én  él  bállarian  rey  y  podre, 
que  fuesen  flekrd  y  oo  voítarios;  qoe  en  lo  uno 
tendrían  el  premio,  y  -ett'  lo'etro  el  castiga.' 

'94.  Luego  que  se  vido  rey  IaoeliiNi*l/de  Mé»- 
'  00  2  Ateeapoteaidby  dAndele  triboto  los  qoe  tan- 
tos ales  lo  IhiHíM  eobriidb  de  41,  tmló  de  poner 
en  poseíaos  4  m  esbrib^. '  ieM6  eoi  41  pM  lei  liar- 
nos de  Santa  Marta  hiéia  Iháeeee;'  eiqetó¿4ea 
dé  Rnejotla/  qne  éstabáA  rébsiadtts;  enMMiMk» 
MótcfoahranMft  eon  en  osptttta  gbnetel,  llaiftade 
Rtiiteñáhaal,  tíiatóle  y  ¿aiitd  la  vietotia.  IbAr  el  go- 
bétnadór  de  Tlac6páta,  llot^uiküatteln»  el  ou*;!  no 
salid  á  la  l>atá1Ia  p«r  eM&r  toal  eon  Maztta  sü  tfe, 
sintSóÉdi9  Btts  tirantas,  y  entraron  én  Tetcoeo'  J«n- 
tós,  &  Ouya  presbneiií  tedoH  los  comatroanM'eitm- 
Yoti  coiíi  sártttri  dé  oré  y  t^tAlá  y  olMÉ  tMte^  ^er. 


4i|ftUMQlUbfliwÉ^fMl  láM» 

u  9  taAriido  ftff^tiftiriartfji  iwifitliübní 
iklM  I  tlMLÉdtodia  j^.ímémUbummi- 

hHtl  por  rey  rapreiaD  dal  imperkr  tepatrt0f(i»  i4i       v 
«r  friftMn  ^fm  Nttsahoftlooyotl,  y  éste  por  rejr 
áéimwmákimá^  y  el  de  TeouliA  le  kioíeroa  rey  de 

4e  MewilwMHw  y  de  las  vertieotee,  que       v 
«hieUMeoM,  que  son  loe  otomítesy  y  hU 
y  MMÍeiCo  iAe  ayudwae  ea  todo,  oomo 
krtta  I»  venida  de  loa  eepalU^ea  á 


*  r\%  t 


86.  Al  mwil»  aftoi  ya  oiáa  fertaleeido  Iseo* 
kaati,  aalióaoalr^loa'dbtJuyóaoaa  UiiitaUopoeKoe 
T  áHtoÉUmay aa^  y  loa.ai^tó,  hoyando  el  rey  de 
'"■——a  á  Tlaohaa.  Hiao  guem,  aea  ayuda  de 
y  Tlaeopen»  á  loa  aoehiaiiieaa  y  lea  auje* 
xÁám  efcedlenria  J[>ofd  eaoe  diaa  la  batalla.  Kl. 

per  agoa  aa  oaaoaa,  á  Guitlahoaot 
eiala  diaa»  Pidió  el  roy  de  Xioktepeo 
taa  al  da  Qaeahaelnno,  y  faeron  da  par* 
*ée  do  lea  trea  layea  de  Mdxioo»  Teaoooo  y  Tlaoo- 
oaal  por  dífefente  entrada»  y  loe  ron- 
▼iao  do  estaa  notorias^  y  ea  baoimieoto 
ie  flmoMi  Wao  el  taa|rio  de  HaitaitopoobtU»  ano*  •"  ^ 
laa  do  piía,  y  ofaro  al  Ídolo  Ziboaeahaatl,  qne  ea 


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fingár  bolBbxkk  Fié  ^^onkrii  loft  4«  Qwplitifita  y 
Toltitlaiiyy  108  sujetó,' qmdaada  itts  trijbutaxios. 
Sitando^  ya  A  reina  fiíeadoanoiáxkucididoy  orarlo  á 
*  trwe  de  Agosta  de  mil  caatfocimtoe  cuarenta^  ha* 
tteiido  gobeiiíado  treoeafios  segan  los  máa  autores, 
aanque  Hettrioo  diseque  goMnódoce  y  que  mu- 
ri^  el  de^  tijsintajr  nueve.     •  ^ 


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QálJXUM  XV. 


y  lo 


W.  TmfedM  iMgo  de  ongif  al  rey  Moteoohmna; 
fm  qmmm  ieeir  eéBer  eon  s^o,  per  etro  nombre 
OfaneettiBa  (qae  tife  ni  eielo  fleehas),  eaiiítiiii'  ge^- 
Mil  4e  les.ejéMltoe.  Braliíje  de  ^uitatilheilir  el 
«pede  rej,  y  de  Ifiabuexoekitl,  bija  ^1  rey  de 
QwikBali«a«  TeaMaeeb«ateiii:  fué  á^  die»  y  nuere 
de  AfHto  del  nisMi  aBo.  Ba  las  prhnerae  oosa^eá 
fm  ee  oevpó  fué  mí  baeer  ua  templo  á  eaadioBee, 
•t  aa  kger  y  banAo  llanado  Haitanahaao.  T  per- 
nee era  eoetuartape  qae  pera  oelebrar  la  eoronaeíon 
hit»  kaMetedO'  ganado  algaoa  tíerta*por  arofeae, 
iaMeeaaion  de  gaert*  eoátrajea  de  ChálM,  me* 
vtda  de  aa  agrario  heebo  al  rey  de  Teacooo  Netaa^ 
kuleoyotl  y  á  ade  fasallos,  y  fué  el  caso:  que  sa- 
cado i  catar  por  las  serraotas  dos  hijos  de  Netea« 
kuleoyotl  coa  uoos  caballeros  mexicanos,  dieron  en 
Urnas  de  Ckaleo  llerados  del  cebo  de  la  casa.  •  Pne«^ 
tva  tMoa^  y  por- mandado  del  rey  fueron  presos  y 


á  80  preMio&i  ilerados/  IfimdAd  á  iodos: 

dos' hijos  dol  rej  de  Teeooeo  y  tres  priocípalMiiie' 
zieaeos.  A  los  dos  hijos  hizo  enjugar  y  seoar  los 
ottorpos^  y  aál  ei^ufcos  1«  serrían  de  noohe.decae* 
deleros .  donde  se  (HHiian  las  luees  que  le  alBmhra* 
bao  en  la  sala»  (Oaso  atroa  y  nueva  triste  que  sin* 
tío  el  teocoeano  y  Moteouhzumal  para  lo  eoal  se 
previno  *un  castigo'^qur  fuese  desquite  de^semqjan* 
te  agravio. 

97^:  fiíiéneetoeiieedid  el  oase^  aélebie  da  Axo- 
quentain,  un  hgo  del  rey  Netznhualooyotl,  de  dies 
y  Mis  aftas.  DispuAsti  ek>^Ó8oite>idd  coy  meadoa* 
«p,  y  del  >  jNy  Xoto^iUinetaia  .do  TüUnáníj  por  sg^ 
^  QMMs^  abrieiMlo  <  {míso  peii  fiut^boáo  para  la 
iagtaat  Aotoe^y  el  cjéreito'  toMOtaiio  f^  ti«rsa  fi? • 
i»e^  ypado  ^  isaaidiUas  y  fittiAtanes  4os  «fatuos*  de 
KetaahualooyoUü  lobmthMiahtteiaiti  y  el  eA|l>  Ze« 
ohimequeteaUdii.  Copenaftreiisa  iM  (^emss;  salió 
el  ley.dAX^alOQ^quo  era  ya  aneiúo  y  yh^o  en  «aa 
s^la,  que  puesto  ot.Qiadio  alenitvi^lia  ársua  acidados 
^^MOEau  h^«iOscB>:  y  estando  uiw,fi«qfSaaa  para^al^ 
nwHmr  Ws-  capitanes,  Uegó  e)  hemaiip  meoer  Axo* 
q^a^nteíory  eenvidado}  y  eai»^  üia  árakcgivi  el 
bnpOk  le  detuvo  su  hensano  mnyw*  dieiénd<i^e:  £1 
que  quisiere  oomei  oon  eapitaaesi  ha  sen  habiendo 
hecho  obras  de  saldado:  élitro  eoiesosfíéreitoada 
)o8  chalcaa  valieotes  y  ajpreada,  coma  nosotroa  he* 
mps; hecho»  paia. merecer  aaei^  jcampalUa.  Axo* 
qi)í^t»io«  cocfidv,;  se  Iit4  ¡6  ht  t|(in4^  y  ar^piíisode 


1M6 

cam^  de  Usp  eUnfaamsf  y.  Bntránflose  jbqid  iMOf 

7ué  inttoiido4ilgoQi¿8;  y  al  alboroto  saltó  CoiitMftt^ 

el  (^piteageiiéfalrdelófi  ó&akA«>  jTÍéodto^^ 

:'ias  de  eaplta&9  pon  tania' ralead jrüAreriq.acc^ 

:iietióy  ffmé  derribándda eatierra^coaiitsa naae ié 

iba  partios  oakéilosarcastrafido  gr.  eon/otm  naíba 

varonihneiitjf  defendietado;  Saiiarba  los  ^at'oami» 

íq  TeaoDce-  4  fistToréoark»;  y  viéadóse  acnaotriir 

Contecatl^  se .  dí6  /  jxir  ¿ii  caat¿Y^ :  y  sü  Ikerflttiüo 

maycffv  ^uitándoaa  laigafroalda^.qifie^  traia^  la  pM 

sobre  la.  eabeaá  del  (ináaeebo;  -  y  imbáindase  la  Ai•^ 

Ula^fiaereoí  veabidoslosfOhakady.pa'MO  9I  vay^.^pie 

lleTade  41a.pi}eséncki  daloé  trae  rayas  mé^iaatooi 

tezcooaao  y  tUÑuipiíB,  f ué  «aabigado  .pcfr  aba  aojaldür 

des.  Laa  dudeas'  ae^tativarm  i  ilQa.Mtoa:  viua^ 

rey  de.XeMocoLy  eLda'.TlaGo|)a%  jlaixia^adQ'MQr 

letnihflHiaa  .(que  en  pe«aaaa  jiftbiiúck  aali4o  á  la  kwr 

taüa)^y  ae  Tepartiero*  loa.  diaflpojoq^  k^iiadandD  4 

lofl  trae  reyeeaújetóaiioa  vanfádos;!  y  Aüítiaa  pftMAo 

gobamadof ^;  paiváiukd^.'sdír  vey,;  qji^^aiida  AM%- 

cuhattma^vengado.de.  la  .Qm0rte^lii%  «vMKadQ.W  %^ 

vo  fna^  d  Irey  deOhalo^iiítwtafba.  darlü  4  lii^  ^ 

cuerpoa  eeaoa  qoa  Mrviaft  deraat^ajc^roai  y  .q^ie- 

máqdolM»  les  bieí^roQ  las  hoaraa  que  aciastawbrg- 

baa  4  loa  muer  toa.  :  -V  > 

d8,  DíMi>  qiae  en  esta  ocasioui  esUa^o  ^  say 

Je  Xeaoec^  ea  aaa  ja^tdine»  de  Teacutzia  pon.^^qa 

^pílaiiM  da  Sil  cMHieitoi  aqa^Ua  naoh^  4niUi3  i^difr 


^   L 


886 

Ma  'de  'venoer  los  dudcas^  «anióles  prtaétot ^kasta 
aftber  Iff  tardad^  y  üVbtio  dia  le /vino  4a.  !i»ü¥a\4t 
lo  Bceedidfo^.y  les  pceinié.  No  qtedwoniYtfiíeíd^s 
y  atijetosioB  ^baldas  totalmente;  porqne,  eomo-bé- 
llooaoflEy  ae  alearon  y  mataron  bs^eoldaéoe  dé  ios 
presidies;  y  annque  tuYieron  ouieháa!  gueit aa  que 
dataron  por  m&a  de  treinta  aües^füereft^cofaio 
despvea.  veremos^  sujetos  ial' imperio  níaxioaitto.  - 

99.  No  eesó  con  esta  TÍotQr|a  lá* tristeza-de  Ne- 
tsiAualooyotl;  y  sabiendo  de  iiaa  doáoéila  /{aete* 
nía  un  eaballero  aol^rinó  de  Moteéuhznma,  llamado 
Teimiotzini  en  su  easa  de  Tlatélolco^  de.  afreto  le 
avisd  cómo  qvena  ir  á  su  casa  &  dífettitse^  don- 
de vido  la  hQrniosii]*a  de  'MatlalsiUciatly  li^a  del 
irey  de  Tacnba,  Tetoqnftttatatnt  sap¿  eiaia  ¡desde 
edad  de  siete  áfios  la  tenia  én  na  eoapáEtib  Te- 
miotsin  para  qoe  fuese-  su  mu}er^  y  qost  en  don- 
cella todavía.  VolviilSse  boiK  brevedad  '.i  Teaeoco, 
donde  envió  &  llamar  á  se  ámí^  'Ibiaiotaw^  y  en- 
cargándole que  fuese  "ár  redédr  uiia  proViina.  re- 
belada^ encareeiéodolc  la  coi^añsa  que'liacísí>de 
iM  persona,  dio  Orden  l^paéíesen  eYi  el  peligro;  ma- 
yor, donde  muriese/  oéíncr  hizo  ]>avid  con  V^ias. 
Ejeeatóse  y  cóttsigioífóse  el  inteató>  yluegb  envió 
embajadores  al  rey  de  Tlacopan  ^idiéndelii'  j^or  «au- 
Jer,  y  simínlando  la  traición  Mn  mapn  deí  remediar 
H  la  que  por  su  causa  habla  perdido  al  que  &ibia 
de  sct  sú  esposo.  Todos  vinieron  eael  earamiénto; 


MiiH^iit  bodií  y  fiMÉUftOiio  diinuKui  Goateo 

Bmimn,  H<i#jrteopaa, .  con  agUtoocia  dq  to^lof  los 
é^m  rao#»  <M>Q  ga«Jto6.exMaivoflc'renD^5  b  fiesta 
Mtt  w  MQvitt  general,  én  que  reimitó  coq  o¿ntí- 
eM  tristes  ia  soteinDidad  de  ía '^alegría.  .üo.aQo 
éaipisa  MCtó  de  esta  seSora  Nesabualpilli,  que 

míMÓ  eo  el  reinado  da  Tezcoco. 

•         •  • 

100.  Va^lto^.  4e  U  fies^.  murió  Tlateotl,  sa- 
lvado rey  de  Tlatelolco^  después  de  m&s  de  trcin« 
U  ilos  de  gobierno;  entró  en  .su  lugar  Quaubtta- 
Ultoa,  que  unos  dicen  era  de  Atzcapotzalco,  otros 
foe  de  los  oaeidos  en  Tlatelólco,  que  es  lo  uios 
úsrto.  Bra  de  ánimo  inquieto^  y  ^upó  Motecub* 
nsM  qii#  enviaba  embajadores  secretos  á  oCros 
itSoies»  pidiendo  ayi^da  para  destruir  los  mexic^- 
•SI;  y  enejado,  le  bizo  guerra^  y  le  mató  en  el^. 
Ctmie»,  eeo  la  muerte  de  Quaubtlatobua  los  ban- 
dos; pero  ao  los  rencores.  Entró  Moquiquix  en  el 
nmido  ó  seBofio  de  Tlatelolcó. 

101.  DeapMS  de  la  guerra  de  Tlateloloo»  por 
úkm  Dnierlo  á  cSérios  mexicanos  que  iban  á  su 

My  aal^  Moteeobsums  contra  los  oohuixoaéi 
qaeaalfcaoaa»  icboateopan»  tepxa* 
y  peotapaeasi  y  les  biso  sus  tril>.utsjri9f . 
P^  4  TMm9  y  TlaAMnleq»  y  fué  extendiendo  su 
De  foelt»  de  e^  nct^rias  junplió  y 


V 


'  102.  A  los  hiieve  á&os  dé  su  reináaój  hábiénQo- 
66  ctetendíilo  y  vencícTb  á  ^ntóé^'coñtrários/iió  pu- 
ao  dei(eDdérs6  de  uiiáinuiQaGioh.que  liñegó.Ia  ciu- 
dadi  Vajiíióse  dé  iíetzahualcoyotí,  que  ííi4  él  que 
mintí  se  mostró  ifavorable;  couvocó  4  Tótoquiliua- 
tzin,  re^  f}e  TlacopaD;  ¿  Hxílómát^in, '  senór  de 
Culhuacán;  Üüíttáhúatzín,  deTztapaíapau,  y  Ghi- 
malpoppca^  de  Tenayocap^  ctue  juntos;  cou  sus 
obreros,  hicieron  la  '^Ibarradá  vieja  de  más  de 
cuatro  varas  de  ancho,  y  de  más. de  tres  leguas  de 
lai^o^  para  que  no  se  comunicaran  las  aguas  salo- 
bres con  las'  dulóes.  Kstacáronta  primero,  qiie  fue- 
ron del  cuidado  del  de  Coyohuacan  y  ^ochía\¡Ico 
las  estacas  gruesas,  y  cota  esfó  quedó  pot  entonces 
ia  ciudad  algó^e{)ara(ia.  . .  \ 

103 .  Los  de  Cbakc^  que  jusgarou^í  lo^  mexicanos 

en  la  inundación  n^uy  ocppsdQS^  se  ^^I^eJaron  aquel 

gfio:  fué  contra  pellos  Motecuhaunoia,  y  If  s  yenció, 

aunqua  de .  los  tezcpcaoos  y  mexicaapa  capitanes 

murieron ^  1JgUQ9a.de  cuenta,   j  .;      ,  ^     '^ 

1&4.  Dos  aSoÉ  ¿espaes  de  la .  in^adaiiiao^  .hubo 

V         tteé  allos^  de  hambre:  ^n  el  prittvt)*  sq  belanti  las 

'eetlíeñteriis;  y  en  loe  dos  ¡Mato seca;  y .«sáqüaifartiS 

%\k  grátterers  M^oo^umá^  ao  bastea  á  sé^  Ja 


!/•'        ' 


299 

i-ÍMkidB:  ntaHefkm  á  lÉiltttM  8*^«tt  fféf^ 
fattitnMimliIoir;  yvkiÉé^lk  antrCMóídüa;  iMrdiii 
ti  Tsf  pim  4tie  «MliMeiy  &  buMaf  ínMlMt 
aÜBron  modios;  qhm  m  morían  tu  'ti  ettitpo;  «Irab 
11  qatdtMO  para  no  irdttr.  En  lit  proViMlás  tie 
TofeoMoapto  (<iiit  aon  Itt  tftnrat  pHittM^que  tééir 
Hmt  á  Gortés,  ctroMM  al  mar)  htt%o  Aab,  y  loa 
Mnoanoa  iban  á  compraHo,  y  dalmii  ta  prétlo  da 
Üiwm  Idgoa»  porqat  no  toniau  otra  oosa  dt  mát 
nbr  tas  qwm  ftaeatarlo. 

103.  El  aBo  siguiente,  quinto  después  dé  la 
::iQidac¡on,  fué  el  aBo  del  fuego  nuevo,  que  llama- 
ka  Toxiohmolpia,  que  Tenia  á  caer  de  52  á  52 
thf,  faé  dt  mutilas  aguas,  y  smoedió,  que  sio  sem- 
brtr,  por  loa  oampos,  po?  los  montes»  se*  dio  maia^ 
l^aahtKy  diian  y  frgel.  Ellos  lo  atribuyeron  á  las 
tfipHcaa  qat  hicieron  á  su  dios,  y  no  pudo  ser  sin^ 
\n  el  demonio  lo  sembrase,  porqut  dicep  las  bis- 
uñes,  que  at  dieron  las  semillas  hasta  en  los  va- 
««ct  dtodt  minea  st  ttmbraron. 

106.  Beto  afio  fÜrtil,  ti  sttor  Oohdxttakuáoaiyv 
?.iaMlt  Atotaltsin,  no  podiendo  Ittvar  las  tfoto- 
'M  ipit  oia  dt  los  ntxtiianoSy  viéddtst  seBor  dt 
£3chas  gtnttSi  no  diñaba  pasar  á  \m  diexicanos 
yr  mm  titiras}  y  si  sabia  dt  algoao,  It  hatia  ti 
nsl  qot  podia,  á  fth  dt  trabar  ]^utrra  ota  su  rey. 
Catiélt  M tlstuhstima  ttn  m  regalo  ota  tabí^ 
it;  f  ü,  no  qotritvdo  rtttbñrlt,  lé  tnfvid  4  dtttr 


900 

la  primera  y^  \^  fqá,mal|  y  se  xetiraroo*'  £}  ^Bo 
8ÍgQÍfi^te,  sa)ter0n,  los  tres  i:0y6^  da  TaMQ^,  >Ié- 
'XÍe9  y.  TlacqpaDy  coa  otros  alisaos»  a(repta4os  de 
w^ .  babor  vonoijdo .  la  ^ok  prin^era.  Lli^  &  noti- 
Oia .  (Ja  . Atf}Aaltoin3  y  pidió  ayuda^  á  loa  tlaxcal- 
tecas y  iiuexofaziiioaBy  y-  do  camino  dieron  ^obre 
los.  da  Tlach(|uiqtfauhco,.  que  estaban  alli  corcii 
y  eran  de  .parte  ..d^  los  mexioanoa.  f!o4  avisa- 
do Motecuhzuma  de  Malinaltzip^.  se&or  de  Tía- 
chquiauboo,  y  sirvió  el  sentimiento  para  avivar  la 
venganza:  trabóse  la  batalla,  y  no  les  valió  la  ayu- 
áñ,  porque  fué  vencido  AtonalbKiny  y  de  camiuo 
quedaron  sujetos  los  cobuaixtlahuacas  y  los  de 
Tochtepec,  Tzapotla,  Tototian;  Tlataltetelco,  Cbi- 
Dantla  y  Quauhnocboo.  Los  de  CobuaixtlabuacaD. 
viéndose  perdidos/ se  amotinaroR  det^pues  que  so 
liabian  venido  los  ejércitos  con  los  cautivos  para 
sacriñoar,'  y  dieron  muerte  á  TonaUzin  y  á  todos 
los  tlaxcaltecas  y  büexotzincas  qaó  habían  queda- 
do^  y  se  vinieron  á  México  á  ofrecerse  de  nucv^ 
por  tributarios  de  Moteouhzunm,  contando. lo  que 
les  había  sujcedido^  ofendidos  de  la  inq^ietud  que 
Atonaltain  les  habia  causado^ 
.  107.  ^laSo  siguiente  d^  esta  victoria^  se  rebe- 
laron los.  chalcaSi  y  se  dieran  }os:  tf^s  reyoa  por 
desentendidos,  por  el  poco  provecbo  qua.tenian. 
aguardando  mejor  oeasioo»  porque  Ifs  llamaba  h 
jornada  á.  Cuettaxac,  proviooía  ríoa;  y  .de  ucucha 


geotr,  qm  está  orneo  Iq^nu  ád  piidrfo'cle  la  Viafá-      \/ 
Cms^  oerca  de  Mttddllio.  Jaatófle  un  cgéroito  ftn 
que. fueron  losdeBoüee  y  capitanea  do  máe  ouenta: 
Axayacatl,  capitán  general;  sus  hermanos  Tízoc 
y  Alinizetiyí  q«e  todos  tres  fueron  deepúes  reyes 
mexicaoos;  el  sefior  de  Tlatélolcó^iMoquibuixtli;  el 
de  Tenayaoan^  Obinalpopoca)  y  el  dé  Culhuacan, 
XilemantEÍ0,  y  otros*  de  gtah  valor  y  {ama/iqeYÍ- 
do8  de  latine  tenia  CuetlaxUan.    Quedárobse  les 
reyes  por  parecer  bastaban  los  qu^  ibaó>  too : vale- 
rosos capitanes:  los .  espias  que  babia  ea  Méxioo 
avisaron  de  la  jomi^dii,  y  como  los  tlaxcaltecae-  te-      ^^ 
nim  pneblps  tributaríop  en  Onetlaxtla,  se  confede- 
raron con.  loÉ  boeüsotsiíioas  y  chololtecás;  éstos  lle- 
varon á  su  dios  Quetzalcobuatly  baoiéndole  por  el 
camiBO  maebas  ^fiestas.    Oomenaó  á  marchar  el 
ejéreito  mexicano  sin  noticia  de  la  conjuración;  pe- 
ro después  que  los  tres  reyes  supieron  la  ali/msia» 
despacharon  correos  para  que  se  volvieran:  unos 
deoianque  se  obedeciese;  otros,,  que  era  cobardía 
notoria-    MoqnihuixtU^  seBor  de  Tlatelolco,  que 
era  de  parecer  que  acometieran,  dijo:  Vuelvan  los 
inexicaüos,  que  y o^  con  solos  mis  tlatelolca^)  be  de 
acometer  y  vencer  á  todos.  Eué  eficaz  esta  deter- 
minación, y  á  naa  vos /dijeron  que  era  mejor  aco- 
meter,  que  no '  podian  bailar '  mejor  ocasión   de 
una  bnena  presa.    Palearon  con  tanto  esfuerzo, 
que  vencieronT  mataron  ¡much^^S!  de.  los  tloxcal- 
tecaity  fauexotztncas  y  cboIoHeoaSt  que  nq  les  va- 


v 


V       de  I»  oaiiu  quo  Hmmuw  IfMmp^Mii --  ftamm^Mmi* 

10&  >  BMfidrofW  algttQW  ditk^úüf^fffmÜB^  y  .^  el 
iiiteríd,  1mwQki^  elvvgh^  deL  seüdr^  ila;-3]ksi3ékk« 

ttoeo'da  ofvsktie  ocm'  lína  heí«iansi«d9.  áámymotátíSi 
(^^  dMpUda  ftiitey),  Iil^de  XMóeoiqtartliy'de.fai 
Mingre  •  0e«i  dé  MptaoofamiiBá.  T oó'itMiLd»  poa  to» 
da  po^pa  y  iiiajéste4'  á  80  casa^  dióiaÉ  (drreydt 
Méxred  ntfpariás  tierras:  ev  Ifi- pairtiEÍ.  dé  MéamB^Í9 
A^'ácako^-  que  sale  «r  liasqaé  .da  'Qba^cfttegeqoe, 
que  hoy  es  el  püehlo^de  Safa  ObísüóM.i  Gn.eato 
tiempo  odometteronhiB  é^  Ghol^^^^lüe  ^foér<m  mt- 
deratíemeate-  vMoidM^  y.  fiíecón  pdv  bs  «mitos 
éspavoídos  y.  por  ba>  sierra»  «eúopdidáa:  «fwafoa 
el  palacks  dende  kattaraa  ^  ToKiuhilfoaitaía^  ihga 
de  Netaáiíaákjoyoti,  qpe  Becfyomrvíaideieaádtt^i^^ 
teteotfsiDj  tlefárouU  los  teaeocaiioii'y.4oHBiitarwna 
cen  hur  cet^emonias  Mostudilimdaa  ;á«IIbs  téjosa  y 
s^or^í.     •  •.  i   '      •     • 

1^9.  Heobo  el  aaeoí  se  «ech^  por  loa-tma  reyes 
bando  (¿w  volimeen  los  eipareidos:  de  elked  vqwr^ 
tieroii  6í  TlaknaiuUcOy  4  AanqiiMieoaiii .  Teoanoo, 
ChitliáltaiacSíQ  y  Matnalhuancáoj  repartí^onse  las 
tierras  de  labot  dé  aqtiella  p'roviaota)  q«e  w^ix  fáo-. 
^ites^  entren  méxicMOd,  tazKSoeanos  y  tepáneoas»^^  tp- 
ttiaídb  tos  teye^  patb  siy  y  repavtiendo  laé  demás 

I  .    I     '  ,      ^      »  ^       <•    ^    -    ^*  ^^ 


•  I 


i 


j  wú,  hwU  liojr,  ioMlío#:piift- 
MéxioQ  y  TlaitelolM,  libna  tiemuí  de 
ywviMU»  ^wttiiéM  de  eus  antepuadost 
de*  le  lepertieieii  de  esta  goerra  también  ee 
q«e  eekoe  dhaloea  fberoD  i plantát  lesea- 
á  Tsaeoeoí  en  eelal  de  esta  notoria,  deade 
ú  tty  tenia  sa  palacio,  y  ftié  la  oerai  paia  su  jar- 
iim^  dende  entraba  an  arroyo  de  aguas  que  lo  rega- 
Wa.  Lee  de  Tlateloleo  bicieron  una  sanja  para  di* 
tifiíne,  y  neUeron  el  sgua  en  la  plaza,  ayudan- 
¿9  lee  nMztcaoos,  porque  era  la  plaza  común  pa* 
re  tedoe,  jionde  Tendían  y  compraban  y  tenian  sus 
yeseles,  qoe  llaman  tietellí  los  unos  y  los  otros,  y 
bey  es  acequia  que  diride  los  tlateloloas  de  los  me- 
zieaaoSy  aunque  es  todo' tina  ciudad. 

lio.  Bn  este  alo  se  rebelaron  los  de  Tepeaca,  y 
fei  el  ^féretto  de  los  reyes  y  los  redujo  al  imperio 
msxieaao:  hicieron  guerra  á  las  provincias  de  Quex- 
tha,  TUiuitolan,  CozoliUan,  Tamazolan,  Acalla, 
Pbytlaa  y  XHotepec:  fueron  yencidos  y 


111.  Llegó,  en  fin,  el  tiempo  en  que  reconoció 
Midecnhiums  la  muerte,  y  llamando  á'  loiMe  su 
propuso  para  sucetlerle  en  el  reinado  á  Ti- 
Azayacatl  y  4  Abuizotl,  bijos  de  Tezozomoc, 
tu  tío,  y  dijo,  que  aunque  era  Tízoc  el  mayor,  le 
que  Axayacatl,  que  era  capitán  general  y 
Tersado  en  las  armas,  sería  más  conveniente. 
A  en  Ujo  que  tenia^  lo  dejó  á  sus  tíos  encargado 

TaT4eeosT  — Tono  I. 


04 

uñó  &  doi  da  Novtwoübre 
oltoa  lesontft  y  oofao.  Hen- 
il OMinaeQtM'Hkenta  j^ 
ir«  aSn:  otrai;  dieaa  qae 
ntitrn^  y  feratÓBo  d«l  tma- 


'. 


•*RP^ü|"i|i^W!F""W** 


«      ♦ 
I  •  *  .  '•    I 


•  •    *, 


T  aánfMasYi; 


ttompo  racudiendo. 


Ul«  Jk|ntáado8Q  al  i^aMcerdel  ny  iiiunt^  st 
dípiáAsajTMftU»  hijo  d#  TmosoiiooUí,  pasandodi 

lo  tÍM0bM<mt\p  qo#  evm  €a¡»Un  gttnt^ 
I  rigr»  wtrapdo  m  la  aaya  Tboo,  tu  hws 
ir:  aran  Ilijoa  4#  Matlalalitoui,  bija  úü 
bwbbaU.  Faé  msida  á  21  da  Novia» 
irt  M  flitaoio  aBo  da  46&.  Axayaoatsm  sa  iotar* 
jmá^  aata  d#.  agpa.  Loago  al  puato,  «iando  009- 
taskfa  ao  aoiomraa  kisU  vanoar  algana  WUIk^ 
¡anida  Sahoaotapaat  cianto  y  traiota  Uguaaai 
raíanla  da  Uésñao,  y  daatrayó  al  Uanplo  y  oiu- 
cadt  jr  MhA  «aa  gran  maUaaa  en  un  ajéraita  pada-. 
vaaaiór  y  oaativói  noalioa^  y  da  alH  #aa6 
puarta  dal  niardal  Sur,  donda  sa  Jlalló 
ori0  qua  llaman  da  Quatulco,  y  f|aa 
diaaa  ftié  puaato  por  al  apó^l  Baato  To« 
y  ataaa  qua  miaatra  fray  Martía  'da  Vahii* 
aél^lKwlaa^apao  ib^nhamaraa  fam 


v 


I 


/; 


V 


806 

RttpTfiM,  qué  ffo  Idvtt  efétítd;  pófISJSfse  loSlií- 
vioa  mal  parados  sin  poder  hacer  Tiaje,  como  6e 
dirá  en  su  vida. 

113.  Vueltos  de  esta  guerra,  se  coronó,  y  aquel 
ftffo  se  eclipsó  el  sol.  Murió  el  rey  de  Tiácopan 
Totoquihuatztn,  qué  ayadó  cett  tanto  valórala 
extensión  del  reino  mexicano,  y  quedó  en  su  lugar 
nn  hijo  suyo  llamado  Chimalpopoca,  mancebo  de 
valor  y  esfuerzo. 

114.  Al  quinto  nffo  del  reinado  de  Axayacatl, 
fbbrieó  un  templo  que  se  llamó  Cohuatlan,  y  lo  dio 
á  los  huexotSBincds^que  lo  cuidasen.  Moquihutx, 
•eftor  de  TUiti»loteo,  cufiado  de  éste  rey,  hiso  en  su 
oposición  <^tro  templo  que  se  Itaf&íó  Cohoaxototl,  y 
á«  aqui  empeaiaton  los  dii^rtos,  á  que  se  juiitó 
el  maltratamiento  que  <el  de  Itateloleé  hacia*  á  su 
mfi;ger,  iiermana  de  Axayaéatf,''S}d  atobfder  al  ns- 
peto  del  roy  su  hermano.* 

115.  Al  sexto  dfa  del  réinadd  de  Axayácátl, 
«ddleciÓ  Netzahualcóyotl,  rey  de  l^coco,  y  Ha- 
¿Mindo  á'sn  presencia  á  sus  hijos,  hi^o  electíon  de 
sucesor  ep  NeMbualpilli^  hijo  de  la  seffoni  der  Ta* 
Cttba^  y  llamando  á  Aeapipiól,  qtfe  era  el  mayor  de 
les  ÍBQfitfitdsy  esperaba  la  debláíi'acion  de  su  {ladre, 
le  htsfO  notoi*»a  Su  elección,  y  obedeclefrdb  trl'  hijo 
mayor  &  Netzahunlpilli,  lo  sacó  á  Itii  corredbt^s,  y 
tomándole  pw  el  braeo',  dijo  á  todos  los 'del  Consejo 
que  esperaban  hi  delaracion,  enfftltatozr  Nobleza  tez- 
eaewa,  veis€iqui4vueiltro'rey  NtzabiialpUli,á<}uíen 


i 

iiero  y  sucesor  del  reino^iOkandale.obeálMCMsrteaio 
asa  .misma  persona.  Oyendo  esto^  aunque  algunos 
siatieron  mal  de  la  elecoian,  por  ser  da  pooa.'e(bidy 
66  le?aDtaron  en  pié  todoa^y  le  aclanbar^ndánd^e 
uno  por  uno  la  eb^dienota,  eou  lu  voz  de*  (viva  idl 
rey  Ne^ahualpilU!  ^  .  ,    »      . 

116.  Hecha  )a  jura,  etrtrarea  i  dar  aviso  de  la 
hecho  á  su  padre,  y  él  mandó  que  encubriesen' sní 
muerte  dieiéndo^  que  eva  ido  á  tien-aa-secretas,  y  len-  \^ 
cargando  no  se  hiciese  sentimiento,  ni  oelebraseii 
exequias,  porque  con  aquesta-  duda,  Jusgaádo  qué 
estaba  vivo,  teádriau  fireno  para  no  faltar  á  la  obe^ 
diencia.  Murió  lu^o  á  la  maBaoa;  y  aunque  cor^ 

rió  la  nueva,  y  algunos  venian  á  dar  el  pésame^  9» 
les  negó  diciendo  que  era  ido  &  partea  donde  noisq 
sabia  de  su  peío^oha:  con  Cbta,  algunos  dijeron  y ^  lln» 
garon  á  entender  entre  la  gente  popular  que  había 
6Ído  trasladado  entre  los  diome^  y  más  se  movieroo  v 
á  crearlo  con  las  fiestas  que  sefaioieroRá  la  elección 
del  nuevo  rey;,  en  lugar  de  exequias  funerales^' 

117.  Dlcese  desato  rey  Netzahualcóyotl,  que 
fué  en  las  cosas  morales  entendido:  decía  muchas 
veces  que* los  dbse^'  no.  lo-^^erah,  sino  maderos^  y       v 
que  era  cosa  de  risa  adorarloB;  y  asi,  acensuaba  á 

sus  hijos  que  no  idolatrasen:  tenia  al  sol  por  padre 
y  á  la  tiarra  por  madre:  nunca  mandó  que  se  sacrifr» 
casen  hombres,  porque  tenia  por  brutalidad 'd  derr 
laoiar  sangre  humapa.  Luego  que  entró, en. el  go^ 


v/ 


«M6 

Mtriío  d»^  kg' ticidtéiiMá«7t»i^  lilMit  jtttttaiá? 
r«pl»tt6  por  eMj^s'los  i3^w  M  ttbiiy  iM^fhítecos; 
en;otra,*  ios;  pintores^  etff;- Puso  léj^s  «mi:8att»<fi« 
gbv¿  al  traidor  le  despedmaban  ^  le  eortabu  bis 
cdytinttinift:  ai  qiia  alteraba  iMT^Btnos,  atedoá  an 
taoino,  lo  \abrasabao'  vivo:  del  péeftde  «idfaiido,  al 
agente,  enterraban  en  ceniza  y  U  daban  fuego,  y 
al  paciento  lo  knismo;  pero*  ájitea^  le  eaüaVán  lai  en« 
trafias  por  el  sexo  qab  habiá  peauio:  al  adúltero, 
le  .dejaban  caer  una  Ion  aóbte  lacabeaa  <|M  le 
liaola  ¿altar  los  aesos:  al  matador  lo  degoUábaa:  al 
ladrón  lo  arrastraban  y  ahorcaban;  :á  la  ÍK>rra«li8r% 
oaatígabá  tonforne  la  calidad  del  a«i^to}  «i  era  ca« 
ballero^  ala  primem  ve%  la  ahordaliá^  f  luego  era 
80  cnerpo  por  laé  calles  arrastrado  y  eebadoa  dcs- 
paes  en  nn^rio^^para:  este  efecto  dedieado;  alple^ 
bey  o,  por  la-  primera  vea  era  vendido^  por  la  segnn- 
dáialK)rcado.  Y  con  tanta  {nurturdidad  se  gaardafaan 
•ua  mandatos,  que  teniendo  puesta  ley  qao'no  se 
pasase  de  cs^to  término,  al  tAoñte-^por  lefia,  una 
vez  qne  aalíd  á  eaisar  coa  oteo:, 'el  rey^  durfmmdo, 
en^ntró  .é'  un  niffo  que-  andaba  en  la  falda  del 
monte  Tooogiendo  varillas:  dQde  qoe- mitrase  aden* 
tro,  y  el  siSo  teplieójqtté  el  rey  toriia  miodftdeqne 
Bo  s^  pasase  de  aquel  terminas  tnstindole  por  va* 
riüs  veoes  y  con  razones^  lei  t^spóndió  el  mucha- 
dio:  Vosotros  debéis  dn-eer  eiiemi^  de  mi  podre, 
y  queréis  vengares  de  él  por  ajqtiestevBibdo.    Que- 
dó con  aqueste  cayo  dertoí  de  qii»emteted«cid«s  y 


m 

eo^  au»;pefMo<H«íetitoi  ele ;  m^ooff  ¿i  muiyari  porq[QA 
desdi  lugo  ^e'JbSr.pi^xuM^BOB  y.teecooanop  vao^ 
cieroa.á  Ma^lkiy  hija  dol  üri^Do  Tezoáomoi^  que  so 
lovaató  ooo  ^1  imperto^  partíei^oo.  la  tierra  entra  ú 
y  G^tülajraa  que  :eíi  las  batallas  .á  que  loa  tras 
rejoa  coácwniema  pactieseQ  loa  tribatM  con  quii 
se  SKiStrabiiil  vasallos;>  pero  qiia  las  que  cada  «rey 
hioiasa'iK^rsiy  fiíesw. da* 'aquel  solo  rey  aquellas 
gentes»  Capole  de  parte  á  México  toda  aquella  iqna 
mira  dead»  SQ  andad  al  Oriente  y  vuelta  del  Me- 
diodia^hipta  c^  al  Poniente:  al.  de  Te^coeo»  deedj9 
lo  qua^nñra  sttoiodad.  ai  Norte,  basta  el  Oriente,; 
&1  da  TlaeopsA|:dasda.al  Poniente  de  su  ciudad  i4 
Norte*  y  d#  fsJUt  sucürte,  aunque  todos  tres  yen<^WK, 
no  tftám  tres  se  Uaútobsa  sejOorés  de  aq.ueJla.$QQt 
qiáska9.síno*8olp:iuitteUa  quien  le  babia  cabido  pov 
Bueita  ttqooUa  fái^tai  y^  estos  tributoa  se  repartlait^ 
«uaq«e  £pma  nao  ^1  ,que .  se.  conociá  por  rey^  oomo 
sacedMS  én  Chalón^,  que  entre  Méjdoo  y  Tezcpco  sq 
repartíuon  los  tributos,  por  haberlois  ambos  sigetsr 
do^  y  al  de 'Mé»oa..rfiiCO necia  por  jey.  T  estodiirj6 
hasta^  Ja^.TMíida.de  las.  espaSoies,  que  tenia  T^ssco- 
eo  qniofa  pcaviaeias  y  en  cada  una  muchas  ciuda* 
des,  ytllsfl.y.  áidessc  solo  én  jel  servicio  ^al  palafáo 
se  eeopalMatreinta  pueblQ^  les  quince  servias  me* 
dta  «S%  qÉe  -an  uaastra.  oaaiita  MU  seis  loeses  y  eo 


y 


v^ 


■vy 


v^ 


( 


t 


ciudad;,  el  oteo  medio  aSo»  de  Teoühoacan.y  Otam* 
ha  fara  el  Norte.  Era  Jtan  exceaivo  el  gasto^  quo 
BO  es  hojvM'eiblé  loL^quedon  ABtaoio  Pimeatel,  quo 
faé  hijo.de  Iveteahualpilli  y,ao  Uabtíaó»  d^  escri- 
to; porque. sob  de.mai^  cada  aBo  eran  novecientas 
ínil  fanogas:  .de  galiinae  y  gallos  de  la  tiemii  pa- 
saban  de  ocho  mil;  y  de  solo  ohile^  tres  mil  fanegas, 
y  asi  de  lo  demás,  sin  lo  que,  le  traían  do  la  eaza 
de .veliados  y  conejos  de  la  tierra deQuaubobiflan- 
ee  y  Tolatzinco  y  otrosí  pueblos  grandes,  qoe  todos 
eran  do  su  reino. 

119.  Prosiguió  la  liga  de  los  tres  reyes  ooaNe< 
tsahualpillii  y  Cbimalpopoca  de  Tlaoopa/al  tíempo 
que  el  de  Tlalteloloo  (Moquihuix)  trató  ra  secreto 
de  darle  guerra  &  Axayaeatl,  su  cunado*  Bnvió  con 
dones  y  regalos  á  pedir  ayuda  ales  de  Cbaleo^  Xilo- 
topeo,  Tultitiau,  Tenay^tcan,  Mexicatzineo,  Xecbi* 
fiíilco^  Culbuacan,  Cuitlaliuac y.iMizquio, leseaales 
quedaron  de  ayudarle.  Su  mujer^  heriaiuuia  de  Aza- 
yaeatl)  aunque  tenia  cuatro  l)ijós  de  él,  como  estaba 
sentida  del  .maltrato  t[iie  le  h^cia,  avitó  ¿  su  her- 
mano. Salióse  de  Tlalteloloo  con  sus  faijoa  y  eintróse 
por  las  puertas  del  rey  de  México. 

120.  Ofrecióle  en  esta  ocasión  úoa  fiesta  que  loá 
mexicanos  celebraban,  y  á  ella  venían  tesoocanos 
con  aderezo,  y  los  tlalteloloas  los  mataron  ¿  pues- 
tas del  sol;  y  á^^e^  pUnto' s«ílieron  cuatra  niujeres 
hecbieeras/que  llamaban  zibuatetehuitl,  opa  unas 


Bft(»í1iftii..8áttgi^,  &  TUAnBrfi  díé  penitoticiR)  011  el  tem- 
plo de 'Httitz{Io{>oGhtU;  y  pasando  pOF.ks  |)uortiís 
deloameiciéanoBy  quendaroD  las  esdobas  en  siguifi* 
cacion  que  bafbian  de  sev  quemados  otro  dia.  Sbilié- 
ron  cuatro  ibtijeTes  de  amores  dando  vooesf  y  dioieii- 
do:  |MexibaM8|  no  ha  de  quedar  de  Vosotros  oosa, 
porque  ántés  do  comer,  nuestro  rey  os  ha  de  des- 
truñr!'  Gallaban  los  mexicanos,  y  saluendo  los  tlal- 
telotoaaque  el  de  Culhuacán  estaba  en  Aoachinan- 
titlan,  ilM  es  en  el  chnuno  (|ue  Va  de  San  Pablo  á 
Iztacalco  por  agua  (sin  guardar  el  orden  que  había 
pensado  el  de  Colháacan-,  que  era  embestir  éi  y  re* 
tiraree- Itiégó,:  para  qtie  lostlalteldlcas  se  entrasen 
con  faeilidad  en  Méjico) ,  se' alborotaron  y  ompez»^ 
ron  4  esbaramnsary  ádar  la  batalla.  Súpolo  el  de 
Colhuaean  y  retiróse  enojado^  mandando  cerrar  las 
acequias  para-  que  no  entrasen  socorro  en  las  canoas; 
y  AxByficaU  las  hisMí  abrir^  y  entraron  los  de  la  Re- 
donda á  ayudarle,  que  entonces  se  llamaba  Quepo- 
pan.  Fué-aqnel  dia  muy  reBida  la^bntalLn,  y  losila- 
telolcas  eacrífioaron  aquella  noche  veinte  nraxicanea 
que  délos  barrios^  cercanos  cautivaron.  ^  ,     : 

121.  A  tá'maBana,  con  el  socom  que  tuvieron 
los  mexicanoB  éi  sus  comarcanos  pnoblos,  ordenad 
ron  poner  en  las  oalzadas  gente  para  quo  no  les  eu^ 
traseu  los  enemigos^á  gauarla  ciudad»  que  qoedav 
ba  sola.  Puso  iAxayacatl  gente  en  la  puqtade  la 
albartadaf  y!á  un  oaptt&ndé  vider^  llamado  Aleat- 


V 


^iiidi«V'<9<aiiáéimdtMB  Ja  '  gesto  :tfík^.poéáá  por 
«quallai^axté  loootnr  ú  áior;  MeclrMá.TkUMbko. 
1a  calzada«d6  Qaadalupe  entregó  al  cargo  de  Cn- 
bnalUin;  jJátJa^ptynie  dm  OMpopan^  á'Sii  kaitéaDo 
Aháttzotl  y  á  otros r; capitanas  de  Talar  «moeído. 
OeoieoBÓ  con  este  liuavn  orden  ^ooe.ian  gvao:  inpe- 
Uíy  qoenaéndede  los  tlalteloícas  aprotedoa,  jd^sma- 
yaton^  sin  qnebastiisrarlas  vooes  de  MbqnUmx  s» 
Irey,  que  estaba  en.lo  alta  del  templo ^biido  £  sus 
soldados  á  Yoees  elesfoepzoi  Acdmetieron  los  me- 
Kioasos  al  lugar  donde  gritaba  ^  y  rom^ieiido  por  la 
escolta  subieron  á  lo  alto,  y  nn  oapita»  siasieaiio, 
llamado  QuetealhacS)  lo  arrojó  de  las  gradas  abajo, 
7  casi  muerto  del  golpese  lo  llevaron  d  Axayacntl; 
*el  e^al^  en  el  bairid  de  Oopéldoí,  que  hoy  es  el  úe 
lá  fi^edoada^  leiabrió  el  pécbo/  y  saoándíDle  tito  el 
•oorsaoo^  aunque  estaba. casi- muerto^^  Bo  esta  oca- 
non  llegaban*  loe  xodrimiteaa,  los  de  Otátisfattac, 
Miaqmc^  Huitzilopocbco  y  MoKicatalnoo  4  dai\ 
eemo  habian  prometido,  ádestlatololoasalsooorro, 
y:  sabiendo  eómo  quedsban  venmdos^  se  vétirarori 
iiaiaerasss.  Muríeróa  ouatDeoientos  y  seaettta  tia- 
telolcasy  y  mexioanos  muehes^^icese  que  de  temor 
se  entraron  machM  doitro  deles  eanísalesJoÉ  tía 
^eMeaSy  y.  se  pu8ieran>  en  traje  de!  unes  pá|aros  lia- 
«Mides  yacacin,  y  de^mes,  sacándob»  del  Agua,  por 
burlarse  de  ellosyles  fanoian  lea-mexieanoa  graacaT 
joosííe  aquellos  pájaro^vy  despii  uacióqni»  hasta  ho) 
•kaltamiía  yer  «ssasnio  josMOsesi  y^lios  lo^ftisiicn 


4aCliUltEÍ- 


IM*«fitM*l* 


ifai4  •!]■«• 


It.l*  Wl4id 
myo.Aigpua 

•  XoobiatilM 

k  OOBTÑlÉnMl 

ihaUtuMalé 


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tigado  y  d  i&MLteiino»T0iigad(Rpj  «to(  eari»*l9  üe- 
neii  por  traición  los  ée  Tepeteedii  en  o^üa  napas 
•pistado.      .•^'  -i '  •'•  -^^  •-*  'i  ' 

124,  Proatgaió  8tta;gi]arraa>oaa:lfi  liga  lie  loa  tres 
ttayasi  cebadora  laa  viotoriai|.  Jhifrtal  de'Tasooco 
Mii?idádo'¿'la«{itP8fia  do  iaa  oaaaa^y  |MJaoHi  que 
hito,  qm  iiby  ost&  anmaado^ijiioto  é  AíiMinroou- 
iPMtoj  pero  iio'dé^a  do  moatnuraa.:la  gModaaa  del 
^tfina  y  la  traea  tan^^tmorduiaria^l  (>alaaio.  De 
allfc^  fáé  óontra  los  inatIalt2iiioaa.de  Xa&aMaotepeu, 
ylM  i^Éi^^  y  dé  toar aautivoa  aa  kwoijal^paalik)  de 
Xalatlauhco.  Al  sexto  aBo  do  «a  raioadoctembló 
la  tierra'  ocm»  tanta  ftiaraa^  q«e  <laa  laMlea  tó  des- 
kieiéMta  y  idnioron  ^m  ^  di varsaa  f  artas;  y  á  osU 
oMatta  Vaooié  i  loaula  Oaaila^  Mata«atapao  y.  Coa- 
tapeo;  vino  por  Xiqaifileo^  oiiyo  adlor  .4»  Jlanm- 
ktt  Tlil^uotsapaliU  '  (lagtirtíja  negra),  yqneiiauilü 
AistlQraeatl  seBalbursa  on  la  batalla^  "por  sor  Im^  oto- 
fn&es  de  esta  provincia,  íl  quienes  liatiiaban  teioain- 
qnane  per  valientes  (qQe  q«iere  Asak^eene  pmrros), 
le  iixsometd  TliiciietzpAlttl  y  le  hirió  an;4iD  musió; 
y  Tiendo^aido  les*nie];^aaoaáaii  rey,  odoao  rabio- 
sos leoiies  aeomotietpoa»  para  Hbaarle  de  lanuert^. 
Venció;  cantivó  de  loa  iciqnifHloaS'OttaefBsl  y  se- 
setitR,  y  murieron  de'  kia  aisorioanos  ciento  y  se¡5. 
Fuese  &  curar/  y  despubn'  de  sano  hiao  d  los  do 
Tlacopan  y  Tezcooa  un  convite,  .y  fueron  muerto!) 
TlileuetspiiUtl  y  todos  ilos  cautivos  á  vlata  ée  eu^ 


816 

fio^  quedó  Anjacatí  desde^  entÓBoes  cojo. . 

125.  Un  aEo  dfApijes  se  eclipsó  el  sol,  y  ese  aSo 
volvieron  á  salir  á  dar  guerra  &  los  matUltzincas» 
á  Toleean  jr  Tlaootepec,  donde  murieron  muchos 
mexioAOos:  jirendió  por  su  persona  Axaoail  dos 
valereeoe  soldado^  e^n  W3  bijc^  y  mujeres;  hizo 
sofior  de  XalaUauhco  á  Mozauhqui^  pagándole  los 
senriciee  que  habia  hecho  en  la  guerra.  A  este 
tiempb  itRctaroii  los  de  Tobhpán' á  cierta  mercade- 
res tesoooftnos,  y  fuá  contra  ellos.  Tuvo  nueva  que 
ios  deX^W^ttíM^lHaB  ir^bel^do  y  muerto  á  iinos 
mexieaAo^  fetttíé^^entm'  tHoe»  y  yepcidios,  6  todos 
(sia  á^^viogvm  cofk  yida))  1^  d^ó  li^  muerte;  j  fi.t 
udmente»  Ikigó  h  ja^a,  y  sia  valerle  •tantas.c^pre' 
sa8  d»  vMoedor^i  habiendo  pueatie  j&  los  suyos  fren<^ 
y  á  loe  esctraSoattfmor,  Mi^bó  con:  te  vida,  habiep; 
ilo  rriaftdo/ccNnedioea  todos»  trece  aSoa,  *á  21  d% 
Octubre  4e  1481  afioe.  Heorieo.  te  dá  once  a&os 
Je  gobjerno,  y  pone  primero  á  Tisoo^su  hermano^ 
y  eseoolra  las  historias  pintadas.  £1  a&o  en  qu^ 
mQTÍé>Axayaoatl,dio6  hiiber  HMierto  TizoCí  y  en  el 
Je  noiiei^ta  y  doé  peúe  la  d4  este  rey;  sigue  al  pa- 
ire Atofta;  que '  escribió  poi' una  relación  que  á  los 
principios  de  la  conquista  se  hizp  de  prisa  sin  re- 
parar lea  los  aftoe  y  les.diiisi 


S        I 


VKTAiiroiiT— T.»MO  1—30 


* 


ü(^W^  KeteabuÉlpiltr^e  1?e^^^      ttktttrotvlM 

mañoát  mayorei^y  de  mafoir  á  NebSAhoalptlU/ Viiétt^ 
dolé  gobernar  tím  úio^o^.  SU'pof  Ih  cúíqwi^^n^  j«(a^ 
tó  ejéfcito  poderoso;  y  potqít^  supo,  qti^'  liaeián 
inqnifiFtcioD  secmtia  ée  U  insignia!  qoé  ftét^tb^^^l 
dia  éei  ta^  bi^taHa;  ^temando  á  im^/mpitao  ítoo6  ár/ 
mas  MD  él;  y  af  dntee  íá  gueitra,  todost^n  ímpetu 
furíoBto  áceffiéftieron  al  cupitan,  juzgnndo  s^r  ol  i^yy 
y  lotkkieroD  peda^os^.'  El  díafiíaáudp  freyj  que  -de»^ 
seaba  -oMskm-de  aoometer  á  'Ht^Mtzinqall,  ^y^ 
aunqfró'  hítíél^ii' '  r^tír^r  i&é  dé  B^íisMcibítzifioO'  4 
los  tozdoéatfo^/  poí'  pfensftf  erasti  r^y  niuertoj,  se 
quedó  árenla  ^otí  >sío  ed^níigd;  dk)  oon  'lMel%^. 
tzincatl  eaelBaelo,  y  vie^o  ^NeiMliu^piUv  ^qtie 
veniah'  coA  Ía9  maca^ntia  !¿Vfintá^a#  para  'Ñt^íei 
levaafe#  el  <5uerpa  dé-  sa-  contrario,  pOiriéiU}oá0  do- 
bíij(y  paira  'qtro  le*  diesen  los  golpesí '  A  osW  «aífoft- 
los  teiscoeaixosí»  co!íétJÍond*o  que  ^ra  6b  royél  qiiO' 
peligraba,  irolvieratt  ^sóí^e  sU8  ODeniigoB,  faaoiéoidio^ 
los  hortr,  y  ebrf  esta  hyudsv  pud6  Volvétf  &  obgárlo 
<!ebajo  y  le  cortó  la  eabeza,  si  bien  q^^edó^  miiy 
mnl  kerido  de  titefi'fiéraa.  De^h1npa^*aroy^  el  bádipo 
los  de' Hírexótítñéo,  y  entrando  lo«  fe^ooeanos  ea- 
1h  cííidiid,  *Í9aqtí4éfí¡Dtaj  matatiott*  y  •prendfei'On*  á 
maches  <te  Ibs  ^üe  eh'  elfci  estaban; 'y  de  ostia '^fe-^ 
loria  se  hWiéfon  flestas.  /''  '  *  '  .y  . . 
138.  X)é9pUe.^  d^  estti  vfütdna  'prdió  Nét^áhimU 


s/ 


/^ 


/ 


V 


tu 

N^íor  delta  oasás^^b  jlttepM,  y  Mlkni^ iútej 
ttexieátto-Tisso^.  CdebrároBsé  las  bodas  ccoi^lo  m&s 
lucido  de  h>8  tres  reinos  México,  Tlacopaa  y  Tez- 
cood..  IVujo  en  su.  compara  la  desposada  á  una 
hermatia  suya  Uamda  Xocotzindatúo,  muy  hor* 
iBOSA:  piditUa  el  tey  para  isu  mujer  y  se  la  dieron, 
y.  fueron!  mas  celebradas  estas  boda^¿  Entraron  es- 
taa  dos  liermanas  eu  el  DÚm^ro*  de  otrass  miíoh&s 
mujeres  queíteuia.  La  mayor  parió  6  Caoama,  <][ue 
heredó'  el  reinof  y  fué  á  quien  Cortés  did  garrote 
en  el  palacio  de  Motecubaumn:  «le  XocotdncatziD 
tuvo  &  Huexotzincatzin,  y  luogo  ottatro  b^as»  y 
después  Cobuana  Ootzin,  que  entró  por  rey  on  lu- 
gar  do  Cacama,  y  fué  el  que  mand^ ahorcar  €or 
tés  cett  Quaubteiíioo,  roy  de  Mérico,  yendo  á  la 
conquista  de  las  Hibu^ras,  por  la.conjuracioiit^ue 
intentaron  contra  él.  El  segundo  fué  Iztlixocbitl, 
que  entró  en  el  gobierno  después  del  ahorcado.  Éste 
se  bautizó  y  fué  de  parte  de  Cortés»  y  se  llamó  dou 
Antonio  Pímentel.  Cou  estos  dos  casamientos  vivia 
Netzahualpilli  contento^gi^hernando  (de  todos  que 
rldo)  con  prudencia. 

129..  En  esta  sazon^  que  vi;(MADles  de  Tefcoco 
Qontentos,  estaban  loa  me^ipanos  disguatados  con 
Tízoc  por  verle  .tan  pacifico;  y  Techotlala,'8eSor  do 
Iztapalapan»  envió  con  se  veto  al  da  Tlazoo,  llama- 
do Maxtlato,  que  está  á  veinticinco  {aguas,  que  lo 
enviaje  unas  hechiceras  para  matar  al  mezicaao  do 
«eveto^- Juq^e  que  vjaieton  Ia9.  heehioei^.laeen- 


1*    • 


II» 

y  idM6  á  lo  p«1mU  eobftftdo  lugre  pok 
y  aivíó  laago.  Ia  tapAblioa  hiM  pesqttiM 
Itl  600^  y  dMOobrieion  1m  mujorM  U  tmidon;  y 
o  el  Cft80|  fatron.tod#B  ,p6blioamente. 
Da  4Mte8e  Baligt.i)o«,  aunque  podo 
•ff  per  al  dkgoste  que  teman  les  mexicaoee,  per 
'ím  teanda  aquesta  aoerte,  el  oemoD  ao  vendría' 
u  tsadria  parte,  poes  castigó  la  maldad.  Amstíe* 
-«  al  eaat%o  y  al  entierro  solemne  loa  reyes  Ne* 
mk^lplti  da  1>poopo.  y  Obími^paíQa  4e  ?Si|co- 
)fA4mma|)ías.^M9staiBibfafla««  Deji)  tna* 
Xíaaa  pwa.si  t|B|npío  de  Hmtfíl^poc^lv  y 
.:  d«d  aa«|WiMo*.Hnii6^  «Bn  de  im,  á  1?  d« 
íM^  asaqae  fianico  Jáertioea  lo  pone  el  d^e.  81^ 

e  oarofi  jje  onatro  aBoo-  . 


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■'líé.-'A'twiW*'  AM  ÍWÜIW'  4I1  «ISWWto- 

y  amigo  Je  Ütüef  MiW ü  <eai*."^<M!Mtt'«l'iKn'l 
bre  de  un  animal  acaiti).  Lnego  qae  entr6  pufO' 
esfuerzo  enncabnr  el  templo  i^e  «a  herraaoo  Iuibi& 


aoodiérótk  t^oitf  los  {^ilfn^^íes^  gOibeirDadíore»  su^ 
jetoB  á'lo9  íféB  ieyés,  ñ&hé*  ármár^  y  cié  Olrlm- 
te  A  Poirimtej  y  á  fa  üé<ti(^aoion  de  k  casa  diabó^ 
iicii  ptilBieroii'  A  lob  toutívos  .en  ifiíiglera/  y  <A)giaA 
de^é  et  ritto  d^rf  tbthpl^^  ftnsrta  eí  ffb  dé  bis  casa?, 
por  la  entrador  de  ^aii'  Atiton,  dé  dónde  tuvo  na 
barrio  q^é  ed  hery  de^  la  C^adeiaría,  vista  de  Ban 
Joséf  el  tíforiibiV'dfé  MftlctiitFaí)ilfeo,  ¿^úe' quiere  de- 
cir eabd  de  loü  cáutlfoá,  que  tóalH  ea  el  cautivo". 
SactífiéÚriMef  setehtá*  y  dos  ihi!  trescientos  y  cúa»- 
rerttá  y  curflíia:'  feoprin  !a  sangre  por  gradas  abajo 
contd  árfby'ds'de  agua.  Duró  la  fiesta  éuatro  dia^^ 
y  eti-  eflb^  dí<5  mtiéhas'  preséiis  de  valor  Ahuizotl 
á  htB  ijuid.iislátferoii  á  su  corte,  y  acabada  la  dedi* 
cacieti  Éé  vtílviei^ón,  cdyi¿  g'raudeza  veremos  en  cd 
capítulo' qUé' fuere  en  la-  relación  de  la  ciudad  me'^ 
xicana^  que  tuvo  antes  de  la  venida  de  los  espaSo^ 
les,  por- pértenecerlé  la  del  t^oíplo.  • 

182,  l^tíé  f^d  dedicó  Mogauhqui,  seSor  de  Xa- 
lullauheo,  otro  teiñpío,  y.  sacrificó  muchos  cautivos 
de  hs  qu^  Híifeinu  cautivado  eñ  las  guerras,  á  que 
flsíitió  eon  los  ihexicaríós.' 

15^;  Ai  uftíatto  iLfio  dé*  su  reinado,  tembló  re- 
ciaííieíité  la  tierra," y  apareció  uüa'  fantaáma,  que 
llamaron  Moyohüalytoliua':  fué  anuncio  para  el  tos 
de  algutmk  iiluértesV  y  a'si'fuéy  pbrque  habiendo  ido 
el  r^de  ílfféópnti,  Chimalpopocatzm,  contra  los  de 
Huáiettaii',  i&ejó^jf¿ti^*t6&  áIgiíñ:os  c(tpitanea  de  fu- 


^-7 


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m 

-h  ma.  l?9m á  Ch¡iuuiÍla:coi^  ¿«Ipiar del  19#Kte.  y 
los  v^odó,  y  4o  vuelta  mwi4»  y  ea  ^u  lugar  entró 
T^t9<tQÍUiuatainy  seggBclo  an  a^tft  nombre^  que  ;aai 
sa  llair.cS  >u  abuelo.  Muríevi^n  h)$aefiorea  c|6'(T<^yo* 
huacati»  Isiu^alapan  y  TuU,,y  fuerpn  por  Ui^  p^* 
xioanos  nombrados,  y  .en  AtacapotaaloQ  fué  puesto 
Teoocoaioctlí  con  titule  4e  gaberoad^r* . 

134.  Al  quinto  aSo  fu^  á  CuaciiquauhjtenAngOj 
^     y  los  yencúS:  paaó  á  ^  CuesalcoiUapiJpan  y  no  pudo 

triunfar  de  ellos^  aunque  .oegió  algunos  cautivos. 
Fué  contra,  loa  de  Quaubtla,:  en^Ja,|^viqeia  de 
QuexUan,  donda  Motecbuzumay  capjtam  giie  fué  su 
aucesor,  hizo  grandes  hazaBas.  Eo^e^ta  ti^po 
iban  contra  los  de  Atlixco,  y  tuvieron  noticia  qua 
Ips  do  Huexotcinco  iban  contra  los  df  Quanhq^e- 
cbolan,  y  repartidos,  en  tres  tropaSi.  unos  á  defen- 
der 4  Quahquecholau,  otros  ^á  AUi^op^  otros^  loa 
más  valientes,  metiéndose  por  .el  valle  de  Xonaca- 
tepec^  les  cogieron  el  paso  &  los  de  H^¡axotz¡aco.y 
tuvieron  cruel  batalla,  y  los  vencieron.  SeBalóse 
en  ella  Tezcatzin,  hyo  de  Axayficatl|  sobrino  del 
rey,  hermano  menor.  dO;  Moteca^zuma^  y  TUltotl, 
que  fué  después  capitán  general  dejes  cgéro^s 
mexicanos:  de  vuelta  celebmon.  .la  y ictoriay  y  i^a- 
cnifícaron  los  l^uexotzinca3  cau^ivos^  y  los  de  Quauli- 
ila  y  Quextlan  qqe  tenian  enjaulados.   ,  ^      . 

135.  Fué  á  Quimichtlao  y  I^ljquUUan,  y  los 
vencié:  de  vuelta  dedicó  un  templo,  de  Tlac^i^eco. 
'"-^^  fie^tas^y  á  es^  tiempo  .trvd^roulpe, de  Topea*; 


8Í8 

<A  mM .  doscÍMtóa'  vetóte  oauUvot  de  las  guerms 
}»•  toTieroo  eD  deiRiffo  oón  ice  de  Chololáo  y'  los 
St  IGqautUD,  y  éstos  ses^^crifií^fon  &  Us  fiesta. 
Eb  teid  tíempo  se  tes  quein^  el  templó  'del'lMirrio 
ie  TüIUd,  kácie  San  Sebastian,  qqe  l<ls  oautd  mu- 
Am  temores.  -       é    ' '  . 

1S6.  A  los  doce  lüios  de  su  reinado  ftté  otra  ves 
:u3tra  los  de  Atllzoo.  Repeutioamente  avisaroii  á 
bs  de  HnexotarinoOy  que  eran  los  seHores  dé  aque^ 

1  üerrai  y  tuTO  aviso  de  esto  un  espitan  valeroso^ 
¡•.-r  aosibre  ToHecaU,  que  estaba  jugando  &  la  pe- 
.u  cou  otros  seBoree  de  Huexotsifioo.  Dejd  el 
^  .ego,  y  á  toda  prisa,  mn  armas,  fdé  á  socorrer  A 
:n  ém  Atlixoo:  eomenaó  sin  ellas  á  destrosar  eúe- 
rigost  y  MD  ^  de  sus  contrarios  se  arm^  y'defoff- 
:^  á  loe  de  Atlixeo:  Toh'tó  ^  Huexotsiubo  con  ub 
.lotÍTo  tíyo  y  mandólo  desollar,  y  vestido  de  su 
jrikjo  Tolrió  álapeleaiireneió,  y>  por  sus  hasaBas, 
.'  lerantaron  por  seBof,  y  al  segundo  hBo  de  su 
r.lMTDO,  tuvieron  guerras  civiles  los  ciudadanos 
oo  loe  ministros  del  dios  Caniaxtle,  que  se  eqtra^ 
un  99  lee  casas  y  quitaban  el  maix,  y  gallinas,  y 
.if  ropes  A  las  mujeres  que  se  baflnWn.  Quiso  re- 
:.ediarlo  Tultecátl,  y  un  ministro,  que  capitaneaba 

s  demás,  biso  ciertos  hechisoB,  y  con  palabras  del 
itmeuio  hice  salir  fuego  de  nna  calabaza  que  lia- 
Ottia  tecoeíate,  y  atemorizados  los  capitanes,  se 
^esren  á  TleloiaDaleo  y  al  pueblo  de  Amequemecat>. 
FaéMÜeíedo  AheicoÜ  de  su  venida^  y  por  vengarse 


t/ 


^ 


yd.^  Tteobpliii;  la8iiiiiiidar<Ml*i&aifcr,  y  <|ii6  llevaran 

1S7;  Al  4iSo  siguitote  Itterou  las  aguas  que  Ito 
vieron  tftntad»  qae  se  aae^  Méxi6(^,  ;y^  andüban  eu 
canoas,  pidiéifdo  socorro  al  de  Tezcoco^y  de  Ha- 
"oopa)!,  y  con  innt^iBeraUe  gente  &  (oda  i^sa  tmje- 
iroA  madera  y  ptedriat^:  y  eatacándocsft,  w  hiao  ia  al- 
bamdii  que  divide  la  laguna  salobre  4e)a  dulce, 
para  ^ue  no  l^ntiesea  laa  ola^  ^n  Ine  casaa:  &  este 
anegattiieoioee' siguió  la  hombro,  y  b  atribayeron 
A  i(n  eelipae  de  sol  qlie  se  vio  aquel  aSo^  .  Al  otro 
e'Ko^  sin  aoordfiírse  de  las  oalauiidade%  síe  metió  la 
tierra.tdentro  de  Gttat0iDat1ay  riodió-á  T0|ioanbepec 
y  palMS  et  ejéreítotreeeientaa  legilas  ton  ra  geDeral 
Ualtoíotl^  quei.votvid;  de  la  guerra  een  poder  y  pu- 
janza VÍotOfio^O.  }'  *         . 

'  lft8. '  A  los  quioo^alSoe,.  no  coatoBtearCOn  el  agua 
dieObapultepeo^q^iisoiraerlade  HaitzikpoekoO)  quo 
4ee  leguas  de  la  citidad  al  Mediodía,  diatn,,  qv^eeiu 
Ift  que  servia  á  los  de  CoyobuaoKa,  y  llamado  elgo 
beruador  Tzut^umaltzio;  del  pueblo  de  Hiút9Uopoc 
eo,  TOpUeó  dieiendo:  que  eolia  caer  taat^»  (\nQ  seríu 
'póeible  allegar  la  eindad;  eaoj*óse>el  rey  y  le'eohó  de 
jMfcpreseoeifi^.  Otro  djaeiaviópor  él  pai*a  traAarde  la 
ej^oiteioa,  y  los  laaiaistros  le  baüarou  ^a'fiorom  J^' 
águila,  y  ^otra  vez  en  foiriKa  i)e  tigroy  y  tercera  V02 
eitt  forma  de  «íer{lieute,  porque  etii  beohioei;!»:  enoja 


I      »  » 


)«i,  j  «I  dk  qiw  tng«r«»  0I  «gna^  fué.ooQ  MlM» 
wfifitiíJQOMy  j  MorUhMHlb  oodi»ni«e0|  uotebtalft 
tujit  m» w  «ligw^f aattiBOil  to^  WDistnMi  A^  Chai- 
•MidlManae»  ^pM  tta  íá  éibfla  éal  agua,  TMtidoa 
4i  m  Mpft  4  riMtirk  y  darle  la  hiep vraidm  A 
pi»  tiaaqM  ftié  taoabttndanta«la;areoiwtadali|gaai 
^  aifendo  al  ray  AluiiftaoU  aa  un  apaawfal  mp» 
«tsó  da  npaota  tm  falpb  d^  aguá;'y  par  UlmPraa 
«  dio  «B  galpa  aft  al  oetullro»  da  qua  lapioirHiP 
■aiafarmadad  da  qaa  mudó  do  alU  á  tias^aftw- 
^Mm  éít  farar  da  NataakaalpjUi,  qya/  vhi»  aa 
fnmikr  y  Un  tapar  al  raánaatial»  y  caa6  la  aba- 
sida qum  anagaba  la  ciadad.^  JEa  aata  aMsiao  lavan* 
t¿  «a  la  otra  baada  del  Toleaa,  ao  laa  TerUeatea  de 
Hoexotsínoo  entre  la  sierra  nevada  y  al  volcan»  un 
^  qoe  eobrapv^a  al  de  Atoyao,  que  va  por  Cholo- 
-u,  y  mIíó  pescado  grueso.  £1  padre  fray  Toribio 
Mofolioia  afirma  que  en  tiempo  de  los  espafiales 
KlfkS  á  reventar  otra  ves,  y  que  ha  estado  en  aque* 
4  parte;  y  asi  lo  refiere  ^orquemada  {Hb.  S,  cap. 
•i.foL  Sfl)j  y  dice  que  en  la  primera  ves  fué  en 
^tft  oeasioD  veíate  afioa  antea  que  vinieran  los  es- 
;tleles,  da  donde  so  oolige,  que  de  este  rio  soter- 
riaeo  dinanan  los  ojos  de  agua  que  por  toda  la 
•foma  doloa  se  conocen,  que  no  son  pocos.  ^ 

139.  Enjutas  laa  calles,  descubrió  el  rey  las  can- 
ma  da  teaontlí,  que  parece  laa  puso  Dtoa  carca» 


/Seo  t 


MU  i  México  pánk:tDs^^oio8  deVéuw,  pot 
tad  Utíhm  lii^¿d«a  y  ol  sa0lo:Ua:MB8go80f:y-jcpB 
Ja  feate  'sacó  cantidad^ cén  qae solo  de  oaltjr 4HuitQ 
hito  ^1  patio  y  ttfmplo  de  HmtsUopocklliy  y  con  oUa 
fortificó  fiU'palaeiá?; y4o8  de  la  eiadad  snaeaaM. 

140.  No  so  olvidaba  do  la  fnerra,  |MiM|iié.lo0 
tres  reyes  fueroá  ooiitraioado.Tlftcuiloyfm,  que  ae 
fobehrroRy  y  triqeron.aiil  dbseíoQtoá  caiitÍTOot|ue 
eaoriíkfar:  y  á  orto:  tiempo  adoledó  gravomoiito  del 
golpe  que  $o  .dio  oo  oi  oelebio,  y  nuirié  á  9  do  Se^ 
tíeitabite'del  afto  de  1502,  habiendo  ¿obena'do  IS 
álfoe.  Torquemada  dieo  que  fooros  ift,.y  Henri- 
00  12,  y  ^áico  quo^  murió  el  dé  604«  ;Pbda  oa^  k  di- 
ferencia, y  *  é$t»  oaoo*  do  ^do  eatondorae'  por  laa:  pío- 
tttrae' loe  aBoe  con  fljoia.  : 


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Üfl  noveno  rej  mexicanO)  y. lo  sucedido  e^  su  tiempo. 


'  ♦  •   I 


•    • 


141. :  ÉL  los  qtÚMO  éiwiácl  «Mvdií  ftetttmlim 4e 
mil  ^uiittwloB  éoéJawifmó  ¿csmr  Meiwttlisaiiiau 
hijo  á»Ájnffp$iaál^mty'MmMm^y  de  JLocbiaoeitly 
prínoMade  Tazoocix  LkmdM  MotocBíkzomaJjQfii»^ 
yotziiiy  á  diBtñicioB'dd  fiasadO)  <|M  ee  liiimó  Bhui-> 
camiim.  Gogíi&b  i&  mueifte  de  eo  antoeeaor  ee  To-  ^^ 
locaDy  y  ai  p«nio  ee  vito  «1  eQÜérro^  y  xle  nlli  lo 
llevanm  al  brasero  del  templo  á  que  ioeensaeé.  loa 
diosea  y  i  ofpecer  eaíopifieio^  Baoándoae  eangre  de 
las  ofqaSy  flooUtdM  y  eapiuillaa,  que  eran  la$  «a- 
remoiuM  inexoasafalee.  Posó  de  alJi  al  puificiOy  y 
sentado  oyó  lea  paxabtenes  del  rey  de  Texoeoo  y 
de  Tlaoopatti  y  de  loa  deoiée,  á  que  conreapODdié 
coD  gravedad  de  palabsaa  y  humildad  xlé  iad^iti* 
dad  qna  reeenoeía  ea  sji  pevaoiia. 

142.  Antea  de  aa  oofoaaoipn  ealió,  oohip  era  coa-       "^ 
tumlnv,  á  la  goerra^  y  faó  contra  loa  de  Jitíixto^ 
rebe^adee.  JUevd  coaaigo  ionatro  bflyRiaiBoa  aayoa, 

▼nueoaT.'-Toao  I.— si 


/? 


m 

Cuitlfthuatsfn  (40  sq^l  cldsci0](d9&  IoBifei&nd3), 
que  fué  d^spuea  su.  aurnaai ;  Matlatsiaw,  Pínahui- 
tzin  y  OacQiMiAicatl»  hijos  do  Ax^yacatl^  aonqtie  ito 
de  una  DiHílre.  Uw6  do3  sobrinos  suyos,  bfjos  de 
TÍ20C  su  hermauo^  llamados  Imao^laoiiiGataia  y  Te- 
¡M^uat^iDí  doBdi  hizo  ha^fias  dignas  de  su  perso- 
ga, y  volvió  Gon  imá  i^u  presa>victorio8o»  aunque 
,        él  perdió  algimos  de  los  capitanes  de  nombre. 

143.^  A  la  vuelta  se  coronó.  Hiciéronse  las  fies- 

*         *  •  •  I  .  , 

tas^  y  empezó  á  descubrir  sus  altivos  pensamientos; 
y  lo  primero  que  ordenó  f«&  que  ningún  plebeyo 
ekvtefi0ien«tt  pdaiáe  ^ittiineiajikjoiQoi^         ytaan- 

r        %ne]xe|^U0aiK)n  si^noe  .AB«uaoe^  fae  jgMiilJó.jb 
^n*  fiizo  mettedea  á/Ioa 40Ua4te  qu^iuAíú «er- 
videñá»  Iliiuichitl.  le  lüeoiseloi  daJ^aohaoeo^^.y  A 
oteos'qne  puse  en  ofidos  hontosos  de  sitwrté* 
.  144.  Al  segonéo  afiodasaneinádose  eottpsóvel 

v/  sol  y  { murió  el  séiter*  de  finitailapDebQO  HuitaUatl. 
Eñiáó  á  la  previndía  de..TlaehqttiaakQ0  4  Mnlin^I^ 
wSor  de:eUa,  un  buen  pceaente;  y  pidiéndole  para 
aua  Jardine»  un  árbol  dé  iaqutxoebitl,^  floree  olo^ 
sosas  que  deseó  tener,  en .  sus  .huecta%  fueron  mal 
despaehados  los  embajadoiWi  asilen  la  respuesta 
que  Maünallea  dio  cerneen  las  flere^,  qna  lea  negó. 
Enojado  Motecuhzuma^envió.eontia  él¿$u  ^éijcito.: 
venciólQ  y  quedó  muerte;  y  no  «sola  fué  scfier  do 
la»  flores^  sino  de  leí  paeMoa  due&e.  Yinieron  á  las 
gentee  de.  Acfaietla,  y  les  venoíeron  de  caioieot  y 
viot(ffio6oa<togi(ron.|pnan  j^rasa  de  oautiveSi  y  pQ* 


.».' 


8S9 

niendoíá  piedra  ád  los  «acñficiOQ  en  ttias  ftllb  lií- 
gafi  biTO nti  éolemtie  BaoHfido  I9q  «1^  iemple^  que 
estatiaeii  tfB']ttgar qúelbiAiillMiti  ZonmoHi.    ; 

1:4&.  AI  tetee^  fiflo  de' dupéiDádo  se  disgustaron 
lo8  de  Htiexotiñnoo  eon  los'de  'itiaxoalla^  y  Müdté- 
ron  á  loa  de  Mej¿i<50  pot  sóooirró;  y  cómo  ora'  tan 
antigua  lé  enemistad  de  loar  mexicanos  ddn  los  tla^ 
caltecás  desde  Izeoatl^  púr  folaas  infotmaciones  cot^ 
traiós^tláxeaKecas,'  dieiendb^  qnerse  querían  apb^- 
derar  i&  las  próvindiae  de^  Cfempoaíllan,  -  Tabásco  y 
CftmpecKe,  y  las  iriatítímftsVpoir  la  éuál  tifátáron  ^ 
defenderte  recOgi¿ndé6é^e¥  sus  tíei*raá*y»  pfévWifts 
sin  fetíeri^btrátaéion  óoh  tes  demá^/tan  eeroác^ 
que  en  más  de^set^íta'  sOfos  no  túviei-oñ' algodón, 
ni  plumas,  ni  sal  que'  eodiér^  reeébiüná  lo^  de  las 
profioeia^  que  rbon  ^á^  6ns<)ar  ^  amparó;  y  asi  se 
fueron  á  ettM  los  liailobameeak  db  Xaltocan  y  otros 
útomies^  y  Iñuíehdtí  dé  los  de  Cháloo  que  huian  db 
la  tiranía  dé  }(m$  mexicanos;  Éstos  no  pagaban  4tí*- 
buto/porque  solo  estaban' pafá^defeuder  las  tierraa 
coQ  las  iirmaa:  no  obstántéi  tos^  noble;}  teXOtfoános 
Y  mexinanos  enviaban  á  los  de  la  república  de  Tlax- 
calla  prasentee  <de  algodón  y  ^al  y  otras  óosas  de  aú 
uso,  guardándose  con  mucho  vecato  el  decoro  que 
lod  unos  á  los  otros  se  debia.* 

146.  En  estose  oonsérraronloetlaxcalteca&basf' 
ta  que  Motecufasumif^  queriendo  que  se  le  snjdtasen, 
ochó  bando  que  todos  los  .sujetos  á  México  les  die- 
ran guerra.  Loft  ^e-Huexotrinoo^  que  eran  unos  eon 


V 


• 


^,4a  ^9jiWI»4ñNBe  y  ^IjIíIoHi»  %»>  no  |i<#l¡^tf»r 

ékmmw^  jti9^v^  Xu4mMw»  #lipn|«na(íBr  ^ 

flBii«r»li  S¡iilMnn4d»H«ft6«QMitopor;la(part»daTe- 
t«lfty.T<Nihimü(N>;^<nvo<m0Nill<iédBlatta«ii>  €!lúe- 
41a  y  ^iMMaIlqoeoli«Ia.u.  Luego  'ttEvidron-Aotífii&  ios 
fi«aoves  de  TlaxoalUiaj  «lié  «m.ile  bsibontl»  oar 
Wtti  qm  Jtoy  diute:  dt  la  ««beea  de  Qcottltftco, 
M*]tif^|iip)  «1 4e  Ttaftlifa^  SíooteQtMtlI;  eUe^l^a- 
»<itir>ly  ISodilttaiyBQftiíUfl,  ^  ti  <d»  Sepetloiittb/Xler 


m 

l§ttm»  i«»i«ÜitM  m.lMMna,  y  ••• 

lifl  ÜMíAiiJi  «matnáÉt  MQtMMtbMm  oontn 
BiBflBlA.  -4  Tmnihéii    fhianhnliiB    TtmiiiiÉnliiilna 

fllt|ll,  XolMidkiMMt   TeMflM^  fi««»9UÍM»  y 

ChiMlwi  f  4MQM  f>é>tiu>«r»o4»  «I  n^oan»»  fué 

4«^  y  por  «te  vieloKW  fiíerou  \m  otqmiefl.MtioM- 

QM*  «ra  «|$r«ifc  y;  «e  r^fpmtroA  «qp  UMp 
far  m  •lí,nmMnii1»r  MptamiliaaBui  vobrio- 

te  4il  wptn»  1m  owdrti.á  If»  M)oaj  y  «ijnqiie  f  1 

MfllM  M^AiMSl  AhM  Á  Jm  tisnu  ODA  íUiÚf 


BU  bs  ^itíi&ds,  y  <At»*^  sé'  i^M¿u^  tatn  4é  m 
pátrifl.  En  edte  tiempo  de  liudbro  dejó  de  httHMMt 
d  volcan  ]^f  Téinté>  düllr;  f  ptMMke»^  o»  eeto 
qoe  haliía  de  wt  graAde  le  íeodecha  4tf:  Wniii,  iibiiie 
ediáncedid;  peft  mejoi^se  tmJü^w'^lPdtttfWidiúreA 
e(|\»eroederde'hitiiio,  <^e  hAbift-dé-eeier  el  húie 
mferual^  yqué  liaMa  de  8€¥  k  eeefefaU'^éel  iRmxh 
gelío  copiosa.  •'  •*  ''  --^  ■         :   .  .  i  • 

160.  V  lendo  lá  taita  de  isosecW,  edSoó^lfote- 
culíEuma  urt  templóla  la  dibini  06icétt(eedMttÍly  pet 
^tro  nombre  Ceateotl,  tíbogMü^etttseoseéhüei' co- 
mo la  diosa  iJéres,  y  aafiettm  centra  l¿ie  diM^Mut- 
htielhaatlaD)  paara  bttya  jornada,  dié^^atf  y -topas 
nueves^  &  los  soldadoe)  y  TÍnielx>ii'^tü(lcÑrieeos  «oa 
mnclios  cautivos  qoe  flácrifloarótt  ii  M  dédieadon 
de  este  templo;  coyas  fieétae  fbetroH  aray  '4oele- 
bra'das  por  éátai'  con  la  nienidria*  de-^lá  'paiwda 
hambre.  .    .         i         i      ^ 

1 51 .  Al  quinte  afie,  áo^é  el  eidte  MutigáOi;  iiwc 
una  taijea  nueva, 'fortificando la  calcada  püMk^^ke 
quedase  la  citadad  abasteddá  düagua;  y  tstatüidtf  la 
ciudad  con  esta  obra,  que  hasta  hoy  düra-e)  eaSo 
que  viene  de  Chapultepcc,  cayó  lin^ray^  s<lfbi^  el 
templo  ZonmoUi  que  lo  abraisó,  y  al  faegé,  fmljjiai- 
do  los  tlaltelolcas  ser  eneihi¿os,  ttMdáfon^'las^ÉñiMs 
alborotados,  aclamando  gaéíia.  -Sabtettdit  IftMMtfIr- 
zuma  el  hecho,  los  reprendió,  y  teaieMM  qMMKi 
sémqlante  isáao  tendrían^  edárito  ^áe  'diNtM  gttlinm. 


loa  4Wipo|ó/d0  toa  oAoi<i9  prinaipales  que  ea  su         u- 
palacio  teaiaii)^  aanqae  de6pu0&.  y^dvierou .  4  su 

1&2«  £l-afio  6«&to*f oeroD  contra  los  iztecas  y  loe 
de  JbcuÍDt9p0O,  jr  los  asoiiuíoa.  á  aaogro  y  fue^p,  y 
volvietoa eopuoai^o ¿)re9a.  Saórificaroii aiguaoa 
á  la  fid9t|,  y  eáf^6ii{t  dé  uoaísala  grande  que.  lia  toa-  *^ 
bau  (DalpoUí,  llagar  jdondo  tenían  oosartadas  las  oa.- 
lavaifas  de  loa  sacrífíoados,  r  llamaron  ¿  la  sala 
Tzampantití* .  Fueron  á  Teon topeo,  de  dónde  troje- 
ron  tAsMiKk  grande.deeaatt VOS  que  saorificaxon  á 
la  fieaba.  .grande;  del  ifuege  naevo  en  el  cerro  de 
Iistagal^pani  940  llawaa^HnixacteoaU.  Celebsábar  i 

S6  e|ta  fiítaA^  dxi  cmauenta  y  dos  á  cineiienta  y  dqs 
^09|(.  porq«9  tepian  oreido  ¡npud.  solos  cincuenta  y  y 
dos  aftos.leeopa^édian  los  dioses  de  vida,  y  Ueg^* 
do  el  óltimo^  aejiriik  posible .  aca.barse  el  mundo,  en 
cuya  m^noria^  con  Ic^  ceremonia  de  sacar  fyodg^ 
nuevo,  renovaban^  el  pacto  con  el  demonio  de  aer^ 
virle  otro  tant^  Ueppo,  Ciipole  al  emperador  Mo- 
teciÜMau0Ui' esta  fiesta,  y  la  celebró  con  grandeza 
por  el  naos,  de  Diciembre*  A  pocos  dias  se  eclip- 
só el'sol^  y  lo  tuvieron  por  infausto  pronóstico  de 
que  se  eclipsabft  isu  grandeza j  y  asi  fué,  pues  á  los 
trece  años  después  se  vio  el  pronóstico  cumplido. 

Id3.  A>1  fiétimo  año,  desembarazado  de  la  fiesta, 
fué  CQirtr^  loa  de  Zollan  y  Mictlan,  que  huyendo  se 
fueron  á  la  sierra  y  desampararon  las  casas:  vol- 
vierais per  tfi  yp:o viñcia  de^i^aquecbolan,  y  vencí- 


y 


«donde  ihÍM-  Iwaa&ui.  vdlecm»£rai|bümiWii^  Jier- 
soano  del  emperador  Moteoobsama»  ai  hipib  9lKld% 
iflli(GÍiiMi:apitáMa  iim4»im3  flos^cmithieAfa^Mtf  sh- 
9i?ftcadoa,  4  h^  de^fioaeimí  del  temph»  4^  9oMdíoUi^ 
qae  fté  raed^od  4e6paeB4^CMmPL<fiLra0f)ft  ae.qii0«i6. 

¿l&í.t  41  J(>otaTO  jaBO'Mxri^  ^éaretto  isqptn  Hue^ 
xotEtüoe^  po£  el  poeo  reai^iquft.laVjüaiw»:^!  ti» 
pío  de  Qaeteakoátl  de  XJbeloUtii,  ^«0leia/d#f Jb^s- 
TO^oion  de  Iba  re joa,^.oaati vanan  setenti^Aiá^dbDP 
ejésoito.  craAra  Iqa  da  Aoiatto^  y  i|ii;pli4iial^  ti¡t 
Yievon  una  tempeatad'da  ,tomriMi>qi^:wgH|iig»tft  U» 
áibdes^  jr  de  jiiave.qaejíUurieiWwftlgQttM^  4i« 
^piedftEtm  faaaronaLvp¿gdft>Aiipftthnjrrtl  foguee- 
^  molieron modids,  j^éÁHoUimvm  fOf99i^yi^Mat 
q^^no.  fiíeoon  «entridoá,  iaesen  loa  i^uftitrM  miépi»a, 
de  que  quedó  ol  rey  deaoonacdado:  eatíi^rióapio  t^Q 
ae^a^areoió  en^el  aire  ana  aolamna»  da;fa4fa  QQft  na- 
cía del  Oriente  y  llegaba  haata  la  mitad.  4í9l7GÍel<^ 
y  caai»do  aalia  el  aal  d^sAp^raiáa»  de  .qaeiae.tn^ta* 
rá  en  loa  pronóatieea  infaustoa. 

155.  Este  ano  niismo»  con  oqaaion  de*ia  .eiwiñ- 
don  de  la  cplnmna,  envió  recaiMlo  .el  .eibp^rador 
Motecülu&uma  á  Net^ahualpUü^  rey  de:  Teisooco,  > 
luego  se  vino  á  México  para  tratar,  4e  la  inteipre- 
tacion  del  resplandor.  Dijo.N^ybsahualpilliqciO  Aque- 
lla aefial  pronosticaba  la  venida  de  otras  gff^^  por 
el  Oriente^  yi  que  les  Rabian  de  .qiútar  aoa  míhoSi 
y  que  paiaqiie.víaaaJdU;lo.queMliifil^  o, 


\  .^ . 


,  r' .,  •;    t      .  M  > 


r'j  í  ^ 


^ani^fifi?  l^Wfi^fMT  f^lialte  yMdad  j  ^por  (ytf  mié 
podJMrigiimrraLntaQ  ^  obstaste }q«e  .oonoeia^que 
era.fi«lmlil]ii^»iU  aatrálogb)v  aoeptó  dl^  {nctído  7 
fa6mi|0a  ai^  juago  de  ht  |letd^  qtie  Hanmbán  Tltt- 
ám^  >y  wd#'«0ll0r  #d  ^pteo-  &  dtt  patte  *ti(m  IM  fltt^ 

yoa.  Bijttégo^bii&treara7»9,porqta6tat(}abftiiikiti'- 
cho  M  gMMlr  4lMir  tkyti  iganá^ 'emperador  'Mo<^'- 
oalaiiiM«do!Brya5ra#'8égui<iii9^  y  diñóle  á  NetzáhikáK 
piliír'  PlLféédtBé^  tíeübt,  q^e  me  veo  ya  tan  éeSoreií'- 
do  d#liWjiMdhttaso<Mo  deles  taidxfeánós.  Ilespoi^^ 
dióW  lltisalluátt)iHI:  pttréoeme'y  líettor/^tie  acaba  én 
?og  él  ttítíé  diexleaiie,  perqué  veiiStt&íi  ofros  ^ue  Jl 
V08  jéiaA^i ntí¿ Uniteú  MBéBorfo.- Pt^sigüiéron  cea 
el  }«^y  7- ganó' tédátfto  tiréis  Myas  el'  teizeooano^ 
de  q«é  i|mdé  Hointemettlé  tHste'el'  melfoatio/  Sena^ 
roa  láániüaiéas  &  su  usabüa/  y  todos  dieron  él  para- 
bién'al  áé  fFeiseobo,  y  ^1  d^t>  á  Motecubfinima:  Se^ 
fior^  -pésafto  d¿  nb  haber  perdido  én  está  ocasión  el 
reino,  que* fuéta  éntranddeé  vos  gíinarlo.  Comie* 
ron^  y  loe  dos  fk  eneórraron  solos,  de  que  nació  una 
fábula  ^flé  ijüe  bifabian  sido  lie  vatios  ál  reinó  del  gran 
Xolotí,  primeí  emperador.'  Wtzo  diligencia  el  em- 
perador Motécahéuma  con  otrb  hechicero  db  averi; 
guar  -el  pronifetído,  y  les  dijo  lo  mesmo  quQ  él  tez- 
cocano,  y  mandóle  echar  la  casa  encima. 

156:  '-Al  íBo  noveno  dé  strHmperio  fué  e\  ejérci- 
to mozicafio  'á  stijétítr  áloá  yépatepécas,  y  trujeron 
tres  nül  odwdentos  tsáutltosi  y  de  Malinaltepéé 


M6 

iMoanranoer,  irplviavoB'Mbfe  H.«i»X0tBátioo  AivÜt^ 
4e>ÍM  t^sñocaoos,  y  le8iiMitiviing|.tlgoiimgcalte. 
^^    Por  «té  iMrfipatíeirtto . Apande  Biíayao 

jkvá3:caiSKdoa.46  hoaoaJLoB  y.  40  ijiitavm^faíe.  d^ 
jf^rvi^io;  «por  4o  catU^  wnacid.BdqtQit^9fi['<lM  M»teh^  i 
fl^ii.Mlbffioá.^S/mozSoaiWi  qaofuj^miL .potril  tov  i 
boto.  Jas  ^itai9ii  la^  vidasi  ü^  Iw  .aaatpgA  kMgi 
)tuu|ta  Vfeír  ,ea  qu4^  paroha,  aa  pnosdatm^^  ^atlÍMdi)  , 
el  WDttvq  qtt^  -tavíaroii  4pr%  jv^Iai»e,iifi#«  a{b  . 
teuú^  íbü  tpanra,  apfU3aai4uOi|iégaro4  lao^i^^       , 
koúp  torcas  ^n  qabaaa  da  faapbca*  Ski  ^mfcoyao  , 
qcigí^q.á'im  animal  fi^m^^aiinaa  irhtka»  ^p^h  tra- 
jeron al  r^y,  J^  al  palacio;  da  Taaogooisa^ttfcró  aa^  { 
rieiido  uoa  tiabra  liasi^  U  iBJkmoa^  y /iniBpd^  .JSTatea-  ^ 
htia^li  .qaa.Do  li^^  aiatii«aDyf<|iftB  ajt^.^A.^alfioa* 
oioade  laa  ^gratea  qaa  laabab^n^D^aattafl  porl|K8 . 
jpnarias.  Gaydastaaao.uqa  colwpwdapií^dn  jan-/ 
ta.al.tamplo>aiii  aabtf  dadóadar.an^lp&roaee^híe  tu* 
t  z^wieaaa  anaína  fMrovinaía  quaaati  ai  fa«r  dal 
Norte:  salió  el  ejército  Qontrala  provincia  da  JSjfh. 
dútepac^  y  los  v^najeroi). . 

1Ñ..Ú  afiQ.déoimp»  pareoiéndol^ iina  davaoo^a* 
ña  á  ana. diosas»  hiaa  al  amparador  Ji^<>^qt}h>gipa 
V      W}  adifioíojgiaadf  en  al  |;^plio  f^ayorf  .a^Sf^'VAt^.^ 


m 

su&dgrofts>y.salM^  ¿liui04>tvo8  lamploi  moa^fi^y 
paTodéodole  peqneSa  la  piedra  vde  ,W.4acrifi9¥>a»/y 
haUandouna  eH  Teriaatitíaii,  j^ato  á  CoyohuacsfMi, 
labrada  y  oatallaéa,  )a  tmjeron.eoo«igrai^o  jfego» 
jom<K»8áodo]a.¿ldgó  albiiiriáátde]Sfltooo  (qnb  boy 
esel  Basfaro^)  y.liabióttdola.4^  (laaaír  potal  ¡méiito 
que  hoy  68  la  de  San  A&toov  m  deehi90.  la  «piedla 
y  sellavé  oonsigo  al  miatstro  qua  Ja '  véala  ineea* 
sando  y  A  otros  machos^  que  Uegaroa  mps  pr^^ste 
al  infierno  q«e(  la  ^iedm  al  een tro.  *  Sai)áropla  oea 
harto  trabajo^  y  dedicada  al  templo  de  Huitzilo*- 
pochtli,  ee  ooBToearon  todoa  los  seHores  del  reino 
y  se  lueieron  fiestasj  estrenando  en  ella  el  sacrificio 
de  doce  mil  doscientos  cautivos,  porque  juntamen'- 
te  en  el  templo  de  Tkmatzinoo  y  la  casa  de  Quaub- 
xicalH,  que  fué  una  grande  fábricaí  y  dio  á  todos 
los  reyes  y  seflores  preseas/ é  biso  muchas  merce* 
des  á  la  fiesta. 

158.  Al  onceno  se  reblaron  los  yopitzincas,  por 
haber  muerto  ¿loamericanos  que  estaban  degoar- 
cicion  en  Tlaootepec.  Salieron  contra  ellos  y  los 
vencieron,  cautivando  doscientos.  Fueron  contra 
los  de  Nopallan;  y  aunque  murieron  muchos  mexi^ 
caooSi  quedaron  vencidos  é  hicieron  ciento  cuarenta 
cautivos.-  * 

159.  Al  afio  duodécimo  salieron  contra  los  obi-  '^ 
t^himecos  dé  la  Huasteca,  y  cautivaron  ciento  trein- 

ui,  quedando  muertos  cuarenta  y  cinco  mexicanos; 
y  al  siguiente  a&o  salieron  contra  los  de  Cihuapo* 


iiiAtl(>yattV  y  )98  «icilaroti>&«angfe  ¡f  niego.  ▲!  o& 
toreMé  finflterotí  tontra  i^s  de  dte&coiniffxilabiia- 
4ai),  y  M  les  liuy-er^Q»  meftttíll&odo6#  eü  un  cerro 
que  Itanian  Qu6t2altepe(0;  y  eieado  éstos  eajetos  al 
tey  dte  Tesoaeo/  mvíó  él  afio  siguieivto  un  «géícito 
ebpidsK)  y  lo9  teMiet'tfD;  y^sigiéarofi  á  ioe4e  Iktac- 
ttalMtiD.  Eb  ésta  g«eiina  se  seftakS  eb  vaktn^a  iel  se* 
%ót  de  1?latéb(co,'  Qnaalitémoo^  e¿  servioio  del  tez- 
eocaop/  que  era  t0áávia;i^el&or  cfMiido  los-espafioleí 
¿anatotí  á  M(!^zioO|  y  velicierofi'^  Tittfloloo. 


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Di  Ift  ma^rU  d«  Kttiahiulpilli,  rej  de  Tasoooo,  j  de  I<m  toMfOfl 

qna  proaÍga«h. 


160.  £1  affo  quinoe  del  reinado  del  emperador 
Moteoühzamay  ee  retiró  Neteahualpilli  á  iob  jardtme 
de  Tetacatzioco  con  su  mujer  Xoeotaih,  óon  -tres  6 
coafaro  müjéree  para  sa  eervkioy  habiendo  llamado 
á  loe  de  mia  eaMta  de  su  reioe^  y  nombrando  dqa 
eSotea  que  gobernaaen  por  él|  periiaUarae  nejo  y 
cansado,  qne  ba6ia'  gobernado  ooarenta  y  treaa&éa. 
Mandó  k  sm  hijos  no  ealieeen  de  la  oiuídad.  A;  los 
seis  meada  q[ae  oetuvo  en  los  jardines,  yá  saliendo 
i  la  caaa,  ya  oMnanieando  oon  sus  ^astról^ügos  (por- 
que effft  ioeKBádé  á  expeenlar  loa  movimieo^  de 
lo6 akroa),  ae  vino  á la  cáuifiad: matado  áeu'mqer 
Be  relime  á  aó^pafacioa  d«TecpUpan  con  ms  hi« 
sos,  y  ^  se  filé  >á  aa  paiáoksr  donrdo  se  ocottó  de  tal 
«uetU,  que  afqiyqne  pregantabán  por  tí.  no'  lo  ida 
nadie.  Basados  algunos  dias^  sus  hijos  hioieron  ins- 
tancias píér  York),  y  dos  viejos  que  coa  él  és  kabian 
q^Mdado  égwóii  en  yar  muetto^  y  que  lea^Uabia 

Vrr*iir9«T.'— Tomo  I  —39 


V 


v 


840 

mapdado  no  só  dmil^ÍK  w^muar 
figura  en  e)  trono,  que  sin  pomgf^  quemaron^  j  se 
qnem^  tan  fáGilmento  comO;  si  fuera  de  trapos;  y 
da  aqvi  n»ció  la  bárbara  opinión  de  que  no  hab¡¿v 
muerto^  siiko  que  ha^ia  sido  trasladado  á  ios  reinos 
oentrionales  á  gobefuafiAft.    .  .; 

16L  Luego  que  quemaron  au  figura^  se  junta- 
ron á  la  elección  de  rey.  Llamaron  dios  tres  hijos. 
1^  l&acama.  Coanaobtzin  é  IxtUxoebitI«  Propuso  el 
mas  anciano,  y  primer  votO|  el  que  Cacama  entrase 
en  el  gobierno,  y  al  punto  el  hijo  menor  Ixtlixo 

fdüÜ^(qi»etaidel9jaSoi)i >s^íi;i  agaardai*:4  q99 otro 
áM^Uaa^^.»  larYhntó  .en  j)ié  y.d^:.£]i  TOy.AÍi^f1re 
oíe^dejó  dedatiida  ^9a't%uAa  ceiK^a.d^l  ;g^i^o;  y 
vá^DdotaasahíOjíSvhabiaraAU/^riQ^.le  mm^(^^'$ } 

i^ienda  no  .hay.rafiqnipamjim«lmii^,TJi«)$>^.q}iii4iTo 
Mgan  liB  Conatos  t  gobernando  ibMii  sati^jM»  ^^^ 
oérl&diémbre  suinijueribK  y.dado  ti9^,(^  Bpr Iffajor 

.4e¿edad.l9  vimette  i,  Gaj(^a^a>  <S.4fiuJb^i;iD^^  Coa 
oa|^Bt]i,l^/valor  .da  personas,  m^  vvjm^  .9}  )reino. 

^poa^^piSiaíiinqne  Mb  irlayoces,  iúqgttii9)4ff  IWtA^^  ^^ 

•i^mBBi  Miüiant4}i fuera  dl9jq]ie;lCb«aJtia  n  íms^f^^^ 
ifieniídorv  (Moftqéi^sáni^  wi  tíbr^qnieriSle'  fK^isq^  lo 

l.'hdU  Ctán  de .  oeray 'q;aeji«i{(^  U  Sii  ^^ra. 

^  débáamoe  aepvdal»)oa^  que  áofi^sdie.  jb  .^^quo 
él  cgeaaiey.daiéya;  y  será  muy  .pwJUe  que^^^'^ 
á  loé  deiáásyuea  baga  á.  nosotros  Jiiistrji^tiui^.  ^ 

>  ^saUéndosaipoi^  effto:dd(l&i|ala»  sojCoéjji  dlirl^P^i'^ 


—  *    4         »         'I     — 


\ 


CaMw»  paitifS.liiogP  i  MéxííJO,  vi»n40  qBP  JfP  i8ft- 

q^.B^  iROTtar^ban^i  IxjtliȒQ|iltl  ^f^tflflsos,  ^$^1^ 
el  ii^%qc#Q  40  Tefzcoco  ¡yiendo  cpp  Cacaqaf^,  9U  hfát, 
laanQi  .ge  .l^abfa-ido  á  :I4^^«<P,  ^y  fyé^e  .^  jl^^atí^^ 
que:98  la,fi^p^,41tfl,  ÍQn4e.yÍTíwpl5lSAyp»  fli>^lp 
habi0ii  Qiiiiao.  4íVÍs^  algjíj^  Jor^4fiaJiptre!3;  f,^ 
lierop  á  n^ebnlo  c{>n  l^iiíl^ft  y  ÍQstejpa,  ¿sif viéa4^9 
coma  jwQpio;  Propwp.jíl  t^sQ,  y  Ai;fe»o  juií.tii.ifl^ 
mil  boffibroí  4e  guerra  pa];«  la^eo^pf^s^r  9PP):ll^ 
rio  di6  ^el^emp^riftdor  MoteqRl^ii^ma  gpi^te,  djd  ^t^- 
ridad  y  4^  giiorra  para  q^^.fucsBO'^  ja  ja^a  dj^Hgi- 
no:  a^ompt^ólecC/KÍjtJiahuaey  bqlipr  4q  l2tj{^(ilapiG^p.y 
bermaiio  del . 9mpersdQr MQ^iltuBuna^,  y,á  poco¡^ 
<liaa  lkg/^.mQ(f(^  -cóflio  .wnift  Ij;klü?pcbKtI,  cpp  P94«t- 
roso  «géroiio/  Sd  T0pepa}oo.  fpé  biqn  r9$6^|doJ^Q)- 
xoobiüj  y  al  qwi:er  Jlejiar  ¡&  Otumlia  iíi\yíi&  9»sü{I(^- 
jeroa  que  le.i^ecibie^eti  p^r  rc^y,  ,y  el.Í03  r^po^fl|Q- 
roD  iqu^  DO  cw^iao  mas  qui8  á.P.Cf'^Aina  ppr  ft^jV^j^; 
y  saliendo .  loo  oWrtí pan w?^ij  4p?Bfld9r«p7 .  maft*lí}P 
al  se0pr  :de;aqiteUa  i^pvifipi^,  ,y ,  ^UoB  $e:  retbrfron 
cobardea  y  aeti^i>Qd8ró  I]^Ui«QQbi)4  ^  Jí%qíu4ja^.  , 

aqoekta  nx^m,  CiQtín%  .prpcitf ó  g^^faopPF^  .4^ 
gentil,  ijittéaixde^iine.lf  #»tratwv;  6  PÍ^BÍ^r;  *f  r^í^- 

tlixoohiU^  qtie.Ad.iiá  ^«fiares  tpd93|aciwll^{{H[9- 
viomas  ^y  A»  Ja  .^  rOtomi^,)  poso-.  pmídf)ai 


».    —    ■ 


'  /    '  .  V*, 


V 


por  dóodtf  iM^e  ÜMcooof  y  Blá^tíeo  k»  piitlmD 

l»<»r ¿•mbate.  La«go,la» pro^nolaB «•Tbjicallí. 

<aol<«M,  IiMtá  laa  matrftíBRa,  le  eíavMiroa  á  ofrr 

wayttdáj  por ^«btarflé^del  poder  del  etgpendor 

^OttlwtoMi.  El  aceptó  «I  favor  y  reepeadió  qa« 

awarift  siendo  iBe0e8ter:  aa  iatéato  oe  fué  el  hieer 

*•!,  i»orqtíe  á  los  teaeooatíos qóe wnialí  áfilos 

woehSa  y  regalaba,  y.  de  aquí  reettltd  ^lue  Cacam'. 

dotennwd  eteviar  á  unos  aeflores  deudos  royos,  y  á 

««ioii  litlíxoehitl  re8petalía,envi6iídole  4<le<ar  qu8 

»  qneria  quedara»  con  Jas  provitioias  de  I»  síerr» 

lo  hiciese,  que  él  se  contentaba  eta  las  pieñocia» 

que  le  quedaban  é  Tesoooo  íiqebw,  y^imieak  de 

tornaüadode  partir  ¿oa  su  bfenhaBo-  Ooa»a«HaÍB 

te  tereíA  parte  de  sus  rentas.^  'Él'Wüpondiééloe  se 

fioreá:  Hagan  lo  qw  quisiímnimi*  betmanos,  que 

mi  intento  no  ha'sidoéllwoerlés  mal, na^Mprímir 

el^ue  les  podía  teñir.  DeBpidiéron8e.los  seQores,  v 

se  ooAservó  liüixochití  «o-  aquel  goWenio  basú 

<ine  los  eápaKolea  enferarot»  dn  la  tie^a. 

168.  DícesedelreyN&tekbuaIpiUi>(p¿rqtt»dig8 
mos  algo  de  su  rida  otfarido  eriite«<Jé  de  «u  moarte), 
que eradotedo  de  gallardo  éotóndimietite, y oen él 
aapo  ^obeitaar  y  ser  seSor  de  los  «emaonas  de»  sus 
▼átólds-y  aun  dolos  r^yes  extraSos;  fíoiáuOt^ por 
eíwantedí^  porqué  en  aun¡fiealaaa«m8qaeile:Bria 
.•«aBÜ  Tíria  enrola  cana,  ya  én%uiia.de  Ifo»,  j»  de 


de  los  Mtroá,  y  á  iódoi  h»  qtto  stljifl^'der  orto  I04 
traía  á  su  oMte.  En  d  paltcío  qu0  &izo  {mts  «i  luego 
que  etttró  an  el  reino  (que  hoy  eitá  eetba  «dd  ooti^ 
reato  da  lb¿ooco);  hizo  un  lügar'enohna  loNi  hs^^^V- 
teas  de  cuatro  paredes  de  útm  vara  deíalto  en  que 
cabitf  un  cuerpo  acostado,  y  en  cada/ e^uhiá 'mía 
asta  dé  donde  pendía  un  dele,  d¿nde  idb  iba  odh 
ios  astrólogos  á  contemplarlas  éetrellás:  el 'cielo  era 
de  algodón.  Cuéntase  también  que  decía  ser  detes- 
table la  idoktriai  porqué  eran  maderos  solamente 
lus  dioses  que  adoraban,  y  en  especial  abominaba 
el  saorifiear  hombres^  doctrina  que  aprendió  de  su 
padre  Netcahnalooyotl,  y  por  razón  de  Estado  lo 
permitía,  aunque  todo  lo  posible  lo  excusaba.  Tenia 
un  comdor  oon  celosías  de  manera  que  pudiese  ver 
y  no  ser  visto,  y  de  allí  vin  los  pobres;  y  en  viendo 
í  una  mujer  rota  con  sus  hijuelos,  ia  mandaba  Ha* 
luar  y  la  vestía  á  ella  y  á  sus  hijuelos,  y  conforme 
SQ  necesidad  la  sustoataba.  Mandó  que  todos  los 
huérfanos,  viejos  y  enfermos,  acudiesen  á  su  pala- 
cio á  reeebir  cada  dia  el  sustento,  y  á  sus  necesida- 
des el  socorro.  A.  tos  soldados  que  en  las  guerras 
habían  quedado  baldados  les  daba  ración,  según  la 
calidad  de  cada  uno,  y  entre  a&o  los  vestía  y  man- 
daba dar  lo  necesario;  y  porque  no  tuviesen  los  per- 
booas  que  tenia  diputadas  para  esto  algún  descui- 
do, U  en  persona  con  vigilancia  y  cuidado  los  visi- 
taba, para  saber  ái  algo  de  lo  necosarío  lea  faltaba. 


m 

éH'  J  p^r.^l  reiifPj  cm^  i&  UD'h^o  Qo/v,  ,«1  mpti 
,lUÓiidp  Hue;u>tsiac(itzÍD,  iqta«  «ni  9^P>t^  S^^^'^ 
de  lofs  ^ércittfs,  .le  mapdó  quitar  la  nda  poTt^M  w 
Stl^ffi^itciff.h  düo^UDa,iq,q}er  cenoQbinavajrft  algi-| 
j^  Umii4A(les,  .acfisado  ia  la  daeEla  q,u«  cuiila^ 
j^ffllli^:  y.^úfaé  poifm»  ]a  ^ QÍiia  «p  madn,  ai  ia 
i|)^[o«sipp  fie  lo^  gr&D4ep,  pai^i  que  no  sa  dejase 
4e  CU'fiV^r  la'f^yj.íiuDQQe  lo  wiú^  t:U>to^  ^9  ést^- 
.VOiQi^arentadias  epcerrado,.y  sía  cofo^t  cosa  de  ia- 
jfortane^a,  .lú»i*Ddo  la.fnii«rtja  .del  hijo  ^oe  tanw 
aunaba,  .pudjeado  coo  él  más  la  Qb^j^acjp  de  U 
ley^  fine  elat^qr  j^tenul  de  jÁdre- 


»•       f       •«  I 


•    'I    ■■•       •,..     !li'  ..      . 


PA?ímp 


/'• 


,  ..  MotoohhzuiBa. 


^n.'ti   41 


W^  MW?rto  líftta^^H^^^      <l.uedj5  el  concierto 
de  a^i^^ajTse  ^  ^8.i^3r«3,99Ufp4e>at^^ 
m^i.qitie  ,ep^ó  ep  el  ire^no  de  ,Te7.coco  con  jf\  embe- 
ra4sr  :||p^9]i^^ij^D^  y  ,Totoquüiuatein,  rey       TÍft- 

^MP»  J4i#i^49'^  «^^^!^^iS^  4^^  Ua,^aban  teoopH- 
cas,  aa^^lVi,  |;e^jQ0.9anoa  j  ^pai)eG9,s  de  Tlaoppan. 
£8tQ8|  p!;^9y.;^aJi)áaa  w.tf/ldo  eo  ^e^te  tiempo  pillas 
proTÍadu  Ae  Ouatemfda.  y  ide  aÜi  &  las  áe  Nica- 
ragjtf^^QO^qtti&tando  aguollas  tierras,  ricas  de  oro^ 
caeao,,jplunia.s  y.erflqs,  bálsaoio  y  otros  licores  y  re- 
ói^  que  ,8pD^(M^ra  ;KSj  naturales,  y  auQ  para  todos^ 
4e,f»tig^:  unoa  S)B  ¿abw^ite^^ 
j^r.^íe^^Si  4€(9.t7j^^;^9s^£|Q  rendia^n:  siolamente  loa 
d%^ifiaíí^gíj¡ajBi9p¿rar^^  rcai^tenoia;  y  en  la  batalla, 
como  il^  9i|iy|^()q^,49l  QllpigOty  eiQiermos  muqhos^ 


%,' 


A, 

t 


US 

drian  ocmia  le»  diesm  bombees  de  «ar^.  DMcobIsb 
dos  iml  cargadores  y  ya-qm  liAbián'  Iw  ttoot  wIk 
do,  dieíoD  órdto  dáraóomdter/y  c<^éttdolore^^ 
dio  los  veiiotoroo,  y  fueron  de  ell(m  los  nraertoKiiia' 
choe.  PdSBtoñ  hasta  la  Verapaz,  dejando  más  de 
ctiatrocientas  legóas  sujetad  al  imperio  de  Motecah- 
suma,  cuyo  nombre  era  en  todo  el  Naevo  Mundo 
tetoida,  y  entraton-'ricOB  y  victofioibS)^ ypenileion 
los  tres  reyes  de  los  espolies. 

166.  £1  afto  quince  vinieron  los  buexotñncas  á 

pedir  treguas  y  favof  &  los  tréS  téyetf^  oon^l  qué  los 

dejasen  tratar  y  cotitratar;  y  que  faesen  ñé  ptesi- 

dioWxicanos,  aculhuás  y  tepánecaé"  á fardarlas 

tierras  y  laderas  del  tolóan.*^  SáfMend6  los  tlaxcal* 

tecas  de  éste  presidio  qué  se'pdtiia  en  8ns'ñk>ntéras, 

le  salieron  al  encuentro  y  tuvieron  una  batálk  nsny 

reüida  en  que  murieron  niúotios  de  dnn'y^^trapa^ 

te;  y  fué  muy  idefebrada  gucfñ'av  P^  ^^^  ^tre  hora* 

l^rés  de  valor.^  En  esta  guerra/un señor  deBftiéko- 

tzinco,  llamado  Ttachpanqtiizqui;  'que- Habia^  eoáie- 

tido  adulterio  con  dos  mujeres  de^ otros  doi}  séBeiréi^^ 

y  iabfa  sido  acusado  par&'qüé  lo  instigase  el  éfií^je^ 

rádór  MotecübsTuma,  porqué  pténdió  i?*tm  taleroso 

capitán  tIa¿caltoca  que^h&clk  faázattafs*ftittl6sás'eeii^ 

tra  rbs'nlekiiíanos,  füé^pérdtíftadó'tfé'tó  Cülpí»:;.  ' 

'  ^66.^  ttfíiío  d^ezyseis  ytitso  eHj^eito  meckine 

vtctoHoso  déhiS'proviiiciáiae'ZeriítsriWte^^^ 

de  tí^ajer^n  (dejáñlcritsolM^  ní^mQ 


V 


ffcmnáé  4e  tMttiH?^  j  ^^nUtniÉd»  *  iéáét  mu  poder  )oñ 

doadt-aiaoliiía  úé  lol  oonf^demdod  mumroft,  y  de 
loa  mñcieáiiM'tres  m\  iM(ÁWit»syy  mire  ^llofi  ^ooo 
capii¿b#0'd^  valor,  >  se^  r^irat^Q: '  £1  ^e-diea  y  dt0te 
fiter^B'fos  (Mb 'reyes  á  bs  pronutiláa  de  •cUoKime- 
cae  de  Mantzintlft  y  Zacatepée,  y  los^^véfMrieroiiy 
trtQMtiQ  ri<Hi  j)i^a  y  batitív^.  Los^hoexoUuicA^ 
preadierotí  á  útí  oapitatí  tkxóalWa  Uamado  TliU- 
huieole,  tafl  valiente,  que  en  oyendo  loa  euetnigoa 
su  aomteer  IkufaB  de  eavalor^  porque  era  de  tan 
grasidM  fnerwa  qcie  k  «lacaBa  eoo  q«e  él  peleatm 
no  pedia  el  botabroide  ma»  faenad  levantarla  del 
suelo.'  MeMérooleo^n  un  logar  eenegoso,  dtftíde,  atas* 
mi%  no^pndt  near  de  eua  Aieraas;  y  -á  todadiE- 
ge^^b- to^fttavoa^  y*eB  utía jaula  lo  tro|eroD  ¿  Mfxi* 
co  y  se  lo  preeentaron  al  emperador  Motecuhwma, 
quioQ^  sabiendo  quién  era,  lo  puso  en  libertad  y  dio 
permiao  para  qué  se  volviese  á  su  tierra,  con  nier* 
oedes  que  fe  hizo.  No  quiso  aceptar  la  merced  que 
le  ha/Ú9kp  ¿fites^  ^on  instancia,  le  pidió  le  sacrifícase 
á  loa  dioses.  Montecubzuoia,  qme  estimaba  por  su 
valor  sa  vida,  le  hÍ2o  capitán  general  de  un  ejérci- 
to que  envió»  4  Maravatio,  á  Acámbaro  y  Tzinapi- 
coaro.  Mostróse  valeroso  y  trujo  mucbo  oro  y  plata 
7  cautivos  tarai^OS,  de  que  quedaron  alegres  los 
mexieanos^  Agradeeido  el  emperador  Motecubzama 
le  volvió  &  ofrecer  el  que  se  fuese  libre,  dándole 
muehoa  dcniea^  6  que  se  quedase  ea  su  corto  por  su 


i' 


aaiae  qtttdí& joqiv^  cp^tiyo^  ^i^iuiqo^ # ^^BWil^oi^ 
167.  M  A%Q  die«  y  jci9)i9  periQitkS  ^  )ofl  4fi  Híh^o- 

.«ü^]i6fnmroj9i^qe9Ívo.  El 4^. 4i#P y Itw^d «iititf^ron 

ikMs  .«^fiQl#«y  y  koffiATM  M9;gfi«n)i9>y  iSoqmw»  «^ 

ymUmmiB  isoi^m^tM^ffí»  ttu^i^t  iT v4»i9fl  tendrá 


4  * 


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OAmono  xtEi. 

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1A8.  MaelM)^liaQli^ta(k^iagvaQdésadet0iÉB 
emperaádr^  ouyii  sobert^a  eonparra  cotila  dvMá- 
buoodonüttHr;  yia«D(i]ie*ao  se  biM  adoraír  oopooflioiy 
comerlo  iiMO'^qwlv  fti^á  tal  la^aiioMekmjqiio  krü- 
bao,uq|M  tftt"  áe  «ua' liWiÍM«i^adlo8iéOyfiiiáafM 
hunmoo.  Trató  de  ésto  él  pádra  fmy  iBetoaidíno 
de  Saliague  «fi  los  láanascrítos  %ue  tengOi  da  don- 
de copiái^n  los  padres  Torqoéoutda  y  fray.  Ctordm- 
mo  de  Meadíeta;  pevo  fo  inais  eaoipto  y  ckoánskaa* 
cías  espédalea  está  en  tas  relaciones  .qsieel  miisto 
Femando  Oer t^s  hko  lar  étnpetador-O^TleéY/ im- 
presas en  latín  el  láto  de  §32  (en  OoloiiiaiinpiidáMv) , 
de  qae  hay  muy  poeas  efr  el  wlno,  y  las  tongérian 
mi  poder,  y  de  eúas  copió  Antonio  Herrena  (i^catf. 
^,  2tE}.  7^:cap.  7)  en  su  iHirStoi^ia  iGeneval. 

1€9«  Qoieábase  en  la'ooema  decaanto'se  vendia 
en  la  plaaa,  síit  lo  que  tratan  los  casadoc^s  y  )»bn- 
tario^  ^de  éavoe  y^db  faaoada.  Antea^de^ntatBO  á 


•60 

lalmia,  vasmo  veioie 'muJerS''^ 
aantábftw  despaes  á  U  mesai  qm  ora  oim  alnobs* 
da  é  dos  cueros  de  colores:  U  sUU  era  un  baiiqvi* 
11o  bqo  (qoe  llaman  y^palli),  con  sa  espalda,  ha* 
eho  de  una  pieza,  cayado  el  asiento,  7  el  respaldo 
labrado  de  talla,  7  driaotono  iwtado:  los  nantelea 
nnas  toallas  de  a^g^en  J|ui  faaa  como  la  bretalla, 
7  blancas  como  la  nieye.  Las  toallas  qae  ana  ▼•■ 
fiejTTiai^.oo  servían  otra,  por^oe  por  lia|l>er  ssi f l<to 
á  la  mesa  del  emperador,  qnedabav  para  los  oficia* 
les  de  boca  7  caballeros.   Traian  á  una  sala  la  oo* 

dalsaüa  4.eeiwr'la'irl«iidm  san^tina  vam.  s^miiiba 
deia^qae  la  había*  da  der,*:^  l^f^p  le  potUai^da- 
U^M  bflsseM  4w  l^rni^  <44jfiiMstrábale«(M.(io 

OíifMoioiía  Ift  paMoM»  I0  «oñ^w  df.  o^of .  j^  .«a- 

él  ka  piJMrykM  a(U  a«Mi|dp«  d«  gajM49.,||P%,tf- 
as;«D  iMipitM^'jr  •,titL-4iilo..8i)  i|49iiaÍRtn4)in  .trfs 

40  fBQ  itwiht  y.MM»4t.0fíámiria.-  9en^  jAf^- 
7  t>áo— «ii— ahn  nihilicbw  A»iaU»a  eannoa/  Ipilut- 


qu»'noiitnm^á  láe  oiáúB  áé  Hdá  prlampos.  Imb  e» 
oudiUw  mt:  qi»  cottia  eváv  di  banro}  y  oq.  4¡«a|M» 
(le  fiÍM  iten  oon  onofi  hcoMñtoi  dcíb^  onn  lou« 
bre:  f.'üe  m  airvift  al  «m{i0nidor  mal»  qm  una  vm 
coa^ellM^  {porqi}^  ianían  por  lii^esa  la  eootÍBiiiifiioJí 
del  agrfido  de  ^uoa  vaaga;  y  asi  la  Ueruban  al  teoit 
pío  pus  fea  «aeraos  y  fiaetaa  da  loa  diosaa^.y 
parteada  ella  n  daba  á  los  aaSorcsj  y  auaqaa  to* 
nía  gum.  vajilla  da  oro  y  plata  con  di  varáis  figuras 
de  Mímalaa^  Qsiúm  pooo  de  ella.  £U  maestresala^  de 
rodilba  yi  sta  ^apatos^  líe  administraba  la  copa,  para 
bebsTi'qiie  unas  veees  era  una  jicara  y  otras  ua 
caraesi,  otaeaa  de.oonoha^  y  algimas  de  oro  y  pUta. 
Levsiiladas  ios  manteles^  llegaban  las  veiote  mejof 
res  y  le  éabeai  agoamanos^ .  y  todoasin  levantar  el 
rostni  ni: mirarla  ¿ría  cara»  y  coa  esto  se  ibsa  todol 
á  cotaer.  Qoedábase'  algano  de  4os  seUece&i  ai  le 
llamaba^  pava  oonversar;  y  si  le  parecía.  repesidM 
un  poeoy  si*  el  tiempo  lo  pedia,^  arrimado  al  é^psldar 
del  bo^aiUo,  qae  eea  áoemodado  para  tomar  el 

sueio*  :, '    • 

170^.  Hespoes  daba  aadiencia  eon  mueha  afabi- 
iidad^  llamando  para  esto  á  los  secretarios^  por 
quienes  deeretaba*  Los  qae  entraban  á  negooiar 
«intrataos  fñA  áapatotf,  que  los  dejaban  afaer^  ó  los 
lievaban  en  la  eiata  debajo  do  la  tilma.  Niogone, 
si  no  efa  perinnie  4el  fmperador,  entraba  con  tilma 
de  gala:  eebábanseuaa  «grosera  sobre  ella,  porque 
deob  erah^tebitif  eolataír  delante  de  los  emp^sde- 

▼sTAHCimT.— Tomo  t.~88 


jM  muy  ftfaiBM.  Ha^iftii  itod00  «I  •otriv.ilM  im^ 
nmmSj  y  habbbtft  «én  Ja.  caben  b^y  lM.4gM 
en  alrae^  eta  mirarle  ni  roetvo^taii  bigo  qmiapé- 
JDU  80  eatAndia;  y  sialgoae  m  turbabí^  loremitáe 
á.Bu  eeoretaiie  par^  <)oe  la  oyese.  Por  eate  tfUcar 
Sáxea  mocho  el  ver  cómo  baUabaaiSi^n  Cortee,  mi^ 
(ápdole  ¿  la  cara  y  reeiOi  porque  deoiaa  ser  feSal 
de  poca  revofeBoia,  Respondía  á  to(^a  eeo  fioan 
semblante  halagtteffo,  y  en  pocas  palabima;  y  sieo- 
do  despedidos^  se  volvían  á  salir  de  la  sab^  eim  vel* 
ver  las  espaldas,  con  la  nuema  revereñiña  eotí  qae 
entraron. 

171.  Acabada  la.  aadieaciay  entraban  4  aeoo^- 
fiarle  los  seBores,*  si  ios  Uaraabay  y  mandabar  se  bi- 
eíese  el  entretenimiento  que  gastaba  á  qne  oantsMa 
las  grand^^as  y  haxafie»  de  ens  aAtepásade&.  Los 
instrumentos  eran  unes  átabaleB  chicos  y  oteagraa- 
deqoe  llaman  teponaztli,  de  na  palo  de  aaa.pieaa 
hueco, -con  un  pellejo  de  venado  mqy  estrado,  de 
vara  y  medía  de  alto^  que  se  toea  cctt  iiaos.  pales 
como  de  utambor,  con  los  extremos  de  cosa  Manda. 
La  másica  era  sinárte^.  que  después  «piéliditnni  el 
capto  y  la  música}  y  el  primero  qné  ka  anseSó  foé 
aquel  insigne  varen  fmy  Pedro  de  CUinté,  que  en- 
eé&ó  todos  los  oficios^  porque  le  dio  Dios  eÍMciiide 
los  artes  liberales.  Otras  veces  bailaban  al  aón  Al 
teponaslli  (y  esto  era  en.  la&  fiestas)  cop  un  nmi- 
Uete  do  floree  en  las  nianps  y  u  n.  tecomate  ctejrade, 
con  píedMoilli^  deotte^  da  que  pande  un  paUUo:  á 


el  tojNDÉsiU.  Para  mto  '«•"▼^iim  rioaiiiftnteí  *  y  fie 
poaitfi;  tfoitB  Mbecas  ido  águila^  otros  ^e  diveraos 
animabSi  etroi  ob  hi  otnlura  óna  figura  de  pid^ 
^argiftdoi  (|(ue''pareoia  oárgar  á  eiiestas  otro  ol  qaé 
baikki:  jaotálMiñile  seis  y  ocho  mil  daneantes,  ijne 
llanmben  nitol»,  qué  eo  bileraade  ochoy.de  diei 
en  eíráóto  bailaDdo;  y  solían  estar  bailando  cuatré 
¿oras^  potqne  eoxaüsáiidose  se  ealian  á  tómav  re^ 
fresco  slgiMielí^  sia  que  se  pudiesen  echar- uénoyi 
Sato 'AteertFMi  boy  en  lis  fiesfes,  ú  bien  son  pooos 
lo8  que  bailan- 

172.  Gttbtaba  tamlim  del  juego  de  nuUaohinesi 
qae  em  subtrM  uno  enoiina  de  ofero,  y  sobre  esbob 
dansebí^  ono  oott'ligerem.  Otiras  veces  gustaba  de 
^er  los  jugadores-de  pies,  que  acostados  }uegau>coti 
los  ptée  UD  palo  grueso  y  rollieo  de  tres  várala  con 
notable^  YV^tas  que  le  dan/  y  hoy  lo  usan.  A  este 
palo  jufpaban  al  trepar,  porque  puesto  en  los  homí* 
bros  de  dos  hotnfbres/  conJigereza  se  trepaba  unó^ 
imcimdOy  como  en  1&'  maroma,  diversas  suertes;    * 
ITS*.  Jugaba  con  los  sefiores  &  la  pelota,  y  gus^ 
taba  de  ver  jugara  El 4ugar  donde  se  jugaba  llama* 
r/an  ttaehui ^que  es  lo  mismo  que  en  EspáSa  trin- 
quete). Bra  una  sala  baja,  larga  y  estrecha,  y  alta, 
raas  anclMi  de  arriba  qu^  de  abajo,  y  más  alta  á  los 
'idos  que  á  las  fronteras^,  muy  encalada  y  lisa-  en 
'as  paredesi  y  en  el  «uele  poñian  en  ella  dos  6g«« 
las  de  Motofi  al  ^9  ^  la  pelota  y  al.del:juego. 


ÍS4 

IhmimkUf  áúB  kdm  dós^pitfdfái  WM^^iftW- 
tto^/dgo  9Mmb¡  fcon  íte-  agojwo  m  vuei^^  i^  Wpé- 
OES  caUn  la  peiotii:  el  ((ueicdtba  par  el  iigc^tfM  la 
pelota^  gñnttba  el  juego,  y^  era  vara  victefia  y  be- 
leteada^  y  la^  tesiiaiKpar  diehose  y  deeian  qua^^no- 
filia  presta.  Sean  las  capas  de  tedoeloe  qae-ae¡8- 
tiaft  aojas;  y  bú^  en  eblaado^  la  pelote,  ^ámkBn 
iodos  á.  huir  por  l&mrlas.  El  liqpur  lo  dednslMB 
en  nn.  día  de  buen-  agao.  ocm  oiertas oerenunaías 

«oouetroe  á  bendedHo.  Beoii  oittUe  ptüalmiá  y 
eohaba  la  pelota  cuatro  veces  por  el  juegOi  y-oOn 
^§to  j^ediaa  jugar.  Beto  se  taisia  eon  teda  autori- 
dad, porque  decían  que  aquel  juego  efa  att¥to  de 
lee  cosasHmes.  La  pelota  0ra>d»  uUiui  quees  rüBfea 
de «m  pdo, amfisada/qpe  salta  más  quelaapdo- 
isa  de  YteuU^  tanto,  que  pareíóe  oeiBa^ta,  y.vñn 
á  tantas  rayas:  de  ordinario  era  jk  Ütm^  Jugaban 
tantos  á  tantos;  y  no  al  a^ur,  sino  á  vencer  y  á 
defendte  la  pared  que  le  tocaba.  La  gala  era  fuce- 
birla  en  las  nalgas;  y  para  esto  se  ponian  unos  ene- 
roa  crudios  para  que- ee  altase,  y  en  tocándole  en 
otra  parte  perdia  la  raya:  y  era  el  juego  como  quien 
juega  á  la  hueca  que  llaman  én  Empatia,  fil  seftor 
de  la  casa  del  juego  de  la  pelota  no  jugaba  si  no  era 
haciendo  cierto  sacrificio  á  los  dioses.  A  este  juego 
llevaba  el  emperador  Motecnhzuma  á  los  castella- 
nos^ y  gustaba  de  verlos  jugar  á  los  naipes  y  dados, 
y  les  daba  para  que  jugasen.  Algunas  vocee  jfq;aba 


t  Cortés  j  Pedn  da  Alrirado;  fú 
,  dabk  on  taJMlo  di  ora  que  ▼>&  finoaeata 
I,  j  Alnndo  pagaba  ooo  una  piedra  da  ebal- 
.  Una  tarde  perdió  más  de  ottareota  tejoa, 
j  li>mbeaa  de  perder  por  tener  ooaalon  de  dar. 

17^  Otrojnagoliabin,  al  modo  de  tablas  reales, 
^M  Ikmaban  patulü.  JugAbaoa  coa  habas  ó  M- 
Ȏm,  hechos  nnoe  pantos  en  ellas  4  manera  de  da- 
dea.  Eehiheplsi  ooo  dos  manos  sobre  ana  esUis, 
j  esBCsme  el  pnnto,  iban  qnitando  piedras  y  po- 
BÉMda  piedras  de  eolsres  diferentes  sobre  unas  ra- 
yM  &  BaMift  de  —pal,  afenvesando  utas  y  itn- 
chM«tni»  Mjelwd»  «1  ponto  qoe  eajd.  De  i«fa>9 
y  látm  nlnlMÚnÓAi^  gastaba,  y  oen  tanta  gnu- 
éMa  «■  «1  nttíitf  mt»  «latre  xeeas  al  dia  sa  vestía 
■to.Baala,  /  n*  le  serna  la  que  una  Tea  s« 
L,  y  Astas  deUas  servíao  i  los  oriadoa,  y  de 
Ral« 


'        CAFl¥üIO  XXIIf. 

t  •  '  ■ 

■ 

Dtf  kw  ptladotV  casas  reales  qne  tenia  el  empéfiíadrlfólemto 

'  ittA  ett  Játele0  y  ftifau* 


176,  Machoa  mm  loii  pftÜMtes  y  wmb  ^v»  tei 
reyes  y  eeBotee  ijüe  ásistíatt'  en  liteiQoí-lwbiui 
edificado  para  sn  tiTienda;  "pero,  enlfli  todMV  ^ 
palado  en  que  villa  €l  émp&náúf  MetienliiwM 
admiró  á  los  casteílaiioB  porstt  gnmdésai.  Uassátaieo 
l^cpan,  qtie  qaiére  decir  ^laoio  éMSft  teal.  >Ctaia 
veinte  paertas,  que  unos  saliftn  á  leí  fiMtf  y  ofen% 
por  su  orden,  á  diversas  calles.  IVes  patíos  grmdes^ 
y  en  el  uno  una  fuente  del  agua  que  venia  de  Oka* 
pultepeo.  Había  muchas  salas  (que  Hamabaa  cal- 
poUi) :  cien  aposentos  t)e  -reinticinco  varaa  en  largo 
y  otras  tantas  de  ancho,  y^cten  b^os  en  ellos.  Las 
paredes  de  cal  y  canto,  de  piedras  de  mármol, 
pórfido  y  jaspe,  y  de  una  piedra  negra  á  modo  de 
azabacbi,  y  mucha  piedra  blanca  trasparente  qve 
llaman  tecali:  los  techos  de  cedros,  eipreses  y  pi- 
,no8y  hechas  en  ellos  algunas  figuras  de  animales. 
Las  cámaras  pintadas  y  esteradas^  teplaadeade 


•67 

nkoMoto  no  oorreapODdiaa  al  wietnQ,  p^r* 
q«*  ««B  do  mantas  sobre  estarasi  oiiaa  y  ofaraa  »o* 
hra  Imso:  las  mas  delgadas  puestas  sobre  las  mas 
y  aoo  ahora,  aui^que  estio  rióos,  reparan 
•1  adersso  de  la  eama*  Asistían  mil  mi;\|e- 
rea  aa  al  pakoio  en  al  servioio  del  emperador,  y 
kay  qnian  diga  que  tres  mil,  entre  ellas  sefloras 
1^  aabaUeros)  muy  bien  tratadas,  en  que  es- 
a  graa  amperadi>r  Moteciibauma  para  ten- 

Letras  Jas  daba  á  los  prinoipales  por 
kaa  tenían  mncbas  viqjas  por  guardas, 
id^phaa  ni  aon  que  los  hombres  las  mirasen, 
asi  «ata  emperador  oomo  los  demás  reyes, 
qae  se  guardase  la  honestidad  en  su  psr 
y  era  pana  de  muerte  cualquiera  liviandad, 
auehea  veces,  porque  era  el  emperador 
ia  líaipíaaa»  Antor  hay  que  dice  q^e  á  un 
Msgó  4  tener  oiento  y  oioouenta  pre&adas 
ellas,  per  tentación  del  demonio, 
abortar,  por  estar  aptas  y  desembara- 
al  servicio  de  su  emperador,  y  tamtáeo 
hendiÜMm  el  imoerio  los  aie  no  eran 


126.  Tenía,  en  ana  de  estas  salas  reales,  uv 
donde  enfraba  á  hao^r  sus  idoULtrícas 
y  á  enaq>Ur  sos  votos.    Era  de  ciento  y 
|4éa  de  Jaqgo  y  eínouenta  de  ancho:  es- 
leda  ahasmia  aon  nlaimhas  de  aro  v  nlatai 


dtjftB  :miiy  precioBCí».  Bata  dioea  qw  na  lee  mtstoó 
&  los  eep^BoIeBí  tooMftda  no  se  U  codiwiseD^  aau* 
qué  no  faltM  q«áefi  fó  vienu  Cuando  la  oMqoistoy 
dicea  qu»  toda  esto  riq wsa,  con  el  oro  y  .plata  qae 
tenm,  la  -efibairon  al  agua^  y  este  ea.  el  tesom-qoe 
tanto  86  ba  eolioitado  bueoar  en  m«ehaa  oéasieoes. 
'  177.  Otra  palacio  tenia,  que  fué  de.aa  padre 
Azayacatl,  en  i|ue  hospedd  á  Cortés,  tan  espaoio- 
80,  que  en  él  eupieron  loa  espaB<des  y  des  mH  ia* 
dios  tíaxoalteoos  que  oen  él  vinieron.  C^rca  da  és- 
te tenia  otras  casas  y  salafs  para  s«s  Comm|o8,  y 
cuartos  en  que  hospedaba  fí  les  fli€fiores  forasteros 
y  embajadores  que  venían,  donde,  oemd  á  sa  real 
persona,  oran  SMvidos, 

ITS-.  Tenia,  para  mayor  grandeaa,  otra,  easa 
que  llamaban  la  Casa  do  las  Aves,  con  sus  eot- 
redores  fundados  sobre  pilares  da  Jaspe;  y  mu- 
chos de  una  piedra  sola.  Caían;  estos  corredores 
á  una  huerta  de  flores  diversas  y  de  árbolMoIo- 
rosos,^ plantas  medicinales  de  que  mandábaá sos 
médicos  hacer  experieneiasi  para  curar  ana  na- 
turales. Había,  á  trechos. en  esta  huerta^  figu- 
ras de  hojas  y  de  flores  que  la  adornaban.  Ko 
¿busenüaque  en  ésltá  hubiese  hortaliza  ni.  fruta, 
didendo  que  no  era  de  emperadoties  teiwP|(raa- 
jertas  en  ló  que  está  para  deleite  solanaate. 
Aqui  tenia  dios  6  doce  tmiquesde  agua  4ulce 
que:sarvianvá  Jas  aves  ai^oátüesi  eqaforme  Jbia  que 


é^  n^m  ••  erUyNin:  Mlatai  ^üélúptt  ftm- 

por  Ur  plmim  qua  iM^iUban  álkaftfw.  Afh 

daWa  eo  Mtai  «ta  tanta  diriPtriMad  de  aTM,  y  de 

tea  tariM  ecriorea,  que  ^Odd  á  unestnfa  espaloltB 

méammwni  al  verlas;  porqve  de  (odas  cuantas  ee- 

tettm  krtierra,  de  tantas  ebire  eltás  se  haHa^ 

Dábase  á  eadn  especie  la  comida  conforme  4 

b  ^e  comían  en  los  camposi  donde  naturalmente 

se  «Muí:  á  las  que  con  grano,  se  les  daba  gmno; 

4  las  q«e  con  fruta»  Aruta;  y  4  las  que  con  moscas, 

y  4  las  que  pescado,  pescado  se  les  daba. 

tveeeientas  personas  ocupadas:  unos  eñ 

U  comida;  otros  en  U  pesca;  otros  en  pelar* 

las  4  stt  tiempo,  que  este  em  el  fin  del  culdacb  por 

la  plumerfa  de  que  se  bacian  cosas  mny  vistosas; 

elne  q«e  coídabatt  de  los  huevos  para  que  los  en»* 

pettasen  y  sa«*sen  aves  de  su  mesma  espede.   Bo 

«sis  bttia,  dice  el  padre  TorqueoMula  (Kb.  5,  cap. 

ü,  /WL  SSS)f  que  est4  hoy  el  convento  de  N.  P.  8. 

ftaaeiscc  de  Biéxiw^  convento  de  aves  racionales, 

asi  povqoe  en  él  alaban  4  Días  coa  su  canto,  eemo 

psique  de  alK  votaron  como  aves  4  pregonar  his 

'■hliiM'^*  4  so  santo  nombre. 

in.  Tbttia  otra  casa  de  animales  con  cuartos 
ba§eo  y  altos:  ea  los  bajos  bahía  jaulas  de  vigas 
donde  estaban  leeoes,  Ugres,  lobos,  y  de 
de  animales  feroces  do  la  tierra.  Los 
lie  loa  leenea,  loa  aullidos  y  silbos  d#^laa 
shspss  al  peáis  d#  oeaser,  oaasarea  4  suesta 


<m 

|Mpál<49i  gnttd»  é«p«tat(H  htíbm  4e  «fv^M  Moodri- 

4^  figOBy  y  áe  otig^,  pequeBos  oomestiblesi  qaé  Ü»- 
ano  ig»aMa>  todo  eh  apoMotos  distintos.  Haliia 
umui  tim^aagraados^  tifias  llenaa  de  agm  y  ofeiNts 
d>^'  tievrai  d&nde  teaian  culebras  y  l4lK>ra8  de  todos 
génerok^  y  leli  dabao  la  carne  y  sangre  dé  los  que 
iaerificaban,  y  asS  se  criaban  disformes.  En  láa  sa- 
las altad  estaban  aves  generosas»  como  ¿gitttai^  hal- 
coses,  aáores»  milanos,  fauitres  y  gavilanes:  sobre  w- 
taft  salas  habla  otras  mimsiones  y  aposentos^  donde 
tenia  albifioé,  enanos  y  corcovados  (como  en  otros 
tiempos  tuvieron  los  principes  eunacos),  ios  qne- 
bf  ados  solían  ser  do  proposito  contrabechos.  Por- 
qoe  las  tnadrssj»  caaodo  niBos,  los  qüebraliati  para  d 
servicio  de  la  casa  real:  todo  era  para  meostrar  stt 
poder;  y^  por  esto,  en  una  oéasioft  qite  Ttdp  un  gt&vi- 
jan  (estando  en  so  presencia  unos  espaSolés),  mao- 
dó  quo'U  cogiesen;  y  fiíeroD  tantos  losóme  salieron 
¿  cogerlo,  qoe  á  poco  tiempo  al  gavilán  altanero  »r 
lo^prnieron  en  sa  presencia  eomo  dem^ica  paloma. 
'  l€0;  Tenia  casa  y  almacenes  donde  tener  elgra- 
no,  la  pluma  y  mantas  de  «tributos;  Bo  las  casas  v> 
vían  los  mayordomos^  tesoreros  y  contadores,  y  to> 
4o8  los  ofimales  que  servían  á  la  biciolMla  real.  ITo» 
Ma  muchas  casas  diputadas  para  hs  aknms,  que 
eran  maelmsj  y  tecviao  pan  la  guerní,  oooeo  avte% 
fleohas,  lonsas,  dardto,  poifraa,  broqueles^  y^  bedMas 
•mas  gitanas  que  faeites,  casóos^  hUsoeléies,  m  do 


m 

poimo  (attiú|u0  d»  .fsliQ  Ao  Mik  tasto  oóiQo  4o  lo  4#r 
m&s):  sas  eopadfts  er$n  d^  palo  reqiOi  y  {«ostado  oa 
la  pimtay  y  á  trecbos  pedernales  agadoa^  ó  huesov 
del  pea  Ubica,  eogerianlo^  por  los  filos  y  biea-e^'r 
corados^  los  eogradaban  con  oierto  eagrttdo<iue.ba- 
ciaa  de  una  raías  %ae  llaman  ^oootli,  y  da  una  Ar^** 
na  faerte  qae  llamao^  teoxalli^  que  amaaiado  to^a 
con  saogre  de  murcié^Oi  y  otras  aves,  quedaba^ 
los  pedernales  tan  fijoSi  que  primero  se'  quebrairia 
la  espada  que  faltarle  el  engrudo:  estas  espadaicor-^ 
taban  lansasi  y  si  di^bau  en  el  hierro  hacian  mM^ 
pero  se  les  qoebrbbael  filo  por  ser  piedra. 

181.  Tenia  en  todas,  estas  casas  oratorios  y  er- 
mitas á  ioa  dioses  de  oada  cosa  dedioados^  y  w  las 
puertas  escudos  diferentes..  £n  lasj^oertas  d4  w. 
palaeto  tenia  |ina  igaila  abatida  á  un  tigre;  las  «la- 
nos  y  uSas  levantadas,  cerno  para  hacer  presa^  y  eala 
era  la  iosigiiia  que  traía  ea  sus  banderas.  Otrosdi* 
cen  q«e  eragrifo  y  no  águUareitos  afirman  .que 
los  hube  en  bis  sierras  da  Tebuacau,  y  que  daspor 
blaron  el  Talle  de  á.huaoatlan  comiendo  á  sus  ^mo- 
radores;  y  en  ceafinqaeion  de  esto,  se  llamaba,  siev- 
ra  CiatlanbtepeÜ,  de  Ciutlaiditli,  qne  signifioa  gri« 
fo:  piatábánie  .cojo  tmatro  pies  oon  pico  y  con  ttlas 
con  pelo,  y  naplomai  que  tiraba  á  león,  y  pareQia 
águüa.  Decían  que  con  el  pico  y  los  dieataf- que- 
braba huesos:  otros  sofiores  traían  en  sus  r.odeUs 
estegrifO'  oon  un  éiervo  «a  las  utUuTi  y  basta  ihoy 


\/ 


m 

loa  piofou  4é  esta  aotríe*  CbülMWft/e^kft^fíOipm 
(Km  k  4e  PKbio  j^  to««aton|IMaiH  Á  IhM  Iq  üfitm 
por  fábula  y  ac&  no  tm  ha  riato  por  loa  «apafioja» 
moguQOi  de  doada  se  inflare  vpxB  «oteo  iaa  forfiaá 
en  que  el  denioaio  aa  apareaia,  aaría  ana  la  4ai  gti* 
fo  qae  tpaia  en  el.  esoa^o  da  laa  arjpaa  da  au  ppW 
cié  el  gran  emperador  Motaouhzuim:  en  'laa  pMr* 
tas  de  Ia8  casas  doude  ae  tecogiaB  loa  giraaoa,  taaia 
un  conejoí  y  en  las  do  las  arinaSf  tloa  fla^iia  y  ud 
arco  con  aljabas. 

1S2.  Tenia  faerá  de.  la  ciudad  otros  jardinea  de 
todas  flores  y  árboles  oloroaoai  q«e  pudierah  «•  ^ 
imperio  bailarse^  y  en  ellos  casas  donde  puabaivcav 
fuentes  y  tanques  tan  limpios  como  si  de  coatiauo 
las  morara/  porque  babia  gente  para  eato4ipiitaídsi: 
tenia  bosquea.  de  diversos  géneros  de  animalea,  j 
se  iba  con  los  seflorea  á  casar.  Rodeaban  ciaoo  le* 
guas  oü  eontoVoo  el  bqsqoa,  y  él  en  aus  andaa  yaSa 
tomo  cazaban  los  v^iados^  come  peWabaí»  coa  laa 
flearaSy  teniendo  é  sa  lado  muchoa  fleoberoa^ueda' 
fendian  su  persona  pura  que  ^i^g^na fiera  ronapiase 
por  donde  estaba.  Esto  hiao  D,  Antonio.de  Men- 
dosa en  una  ocasión  en  im  paraje  que  está  liActa 
8$0D  Joan  del  Bio^  que  iioy  llaman  por  aato  el  Oa- 
aaderoy  donde  en  nn  día  m|taroE  más  de  aaiacian' 
tos  yeaados.  De  estos  entreieiiMaieoioa  asaba,  x  ^' 
tas  gmndeasaa  tapia  nunca  bastantemente  aMara- 
eidas. 
.   ISS.  FiqatnMnte,  en  tiempo  dejaste  aoqparadar 


■  lapr.  HvíA  (d  4e  b  ptinda^  q*«  le  (li«rM  Im 

4t IM wpkBDlM)  álO  dd  Jalio  de  1620.  Bnb^Mi 
N  h^,  viTMénAiM  el  goMetno  del  iiiipÁrio,  CvA- 
tltkittafD,  b«mioo  d«l  etnparniior  lfot«cahiutna, 
q>e  aanó  ét  rinnlaa  poco  despeas,  y  entró  Qunuh- 
traWf  qne  aigalfieA  igoflii  qoe  baja  (hijo  de  Abai- 
tx-'il).  Féléó  to  b  cotH]aist)i;  fué  preso  por  Onrefn 
it  H*lgmD  &  13  de  Agoeto  de  1621,  día  en  que  m 
pm6  HéJCÍM.  6et«  marié  atronado,  por  maBdado 
*t  Onrlée,  á  S6  de  Febrero  •)  aflo  de  525,  yendo 
i  ki  ffibmras,  y  aqnf  m  eemlayó  hi  monariuia 
lieea»,  eooM  todo  «e  acaba. 

164.  Delasáoeami^deseeiidonciadee&tegraD* 
4t  «aparador  oeeribeoles  autores  con  Tarífldadpor 
liUida  T«rdad«m  ttotioias;  paro  liu  indubitables  ¡w 
mtíaMB  «n  nasuMiitoa  A»  den  Domingo  da  Bao 
Altas,  HiifiM,  Cbimalpaia,  que  con  otros  muchos 
tMoa  M  n  aelédlaima  librerta  dan  CáHoi  de  9í- 
gfteata  j  Oóngora.   Por  ellos  oonsta  haber  tenido 
nrtM  fa«i««  7  hi}U  en  dinrsae  sallonu;  pero  U 
priMÍpd ,  j  cayo*  b^oo  heredaban,  faé  Mlyrfiaaxo- 
<^Ú  (qtw  dipaei  de  bautiuda  ae  Hamo  doBa  Ifa- 
tW),  h^  da  iztUlAaaehahitao,  Mior  de  Tula,  hijo 
i«Mtaabieatefb(B(ot( 
AxiyicakiiB  y  da  Hiiquí 
('  irtorio  de  Tak  da  am 
Maatt«ataroal«aho 


4m  jiqadrQ^  lültieoipo  de  )a  prisión  de  Mateoohgoma 
y  reyo^ttf  deM^xioo»  hizoesoondecoo  TepozoUan 
6  en.au  eiiidad  de  Tula,  y  de  donde  después  de  la 
conquista  fué  taraido  y  bautizado  por  los  frailes  de 
^M  Franols^o:  m  Uamó  don  Pedro. 

lcS&.  Pué  ^tOy  con  otros  maehos  seKorias  y  ead- 
q^es,  aoorapaSasdo  ¿  Hernando  Cortés  cuando  el 
aSo  de  1^27  pasó  á  ver  al  eaiperador  Oárlos  Y ,  y 
muchos  aStos  después  de  su  ruelta  á  ¡México  dicen 
.que  por  cédula  ^ue  vino  al  marqués  de  Falces^  que 
era  virey,  fué  llamado  á  QspaBa,  con  promefla  de 
cien  pnil  ducados  de  reata,  títaU)  da  gmnde  y  llave 
de  gentilhombre,  como  so  refiere  en  un  meiñeríal 
qiie  laccodesa  dfifia  GeruSnima  dio  á  su  majmtad, 
ep  e)  cual  se  ^d ice  también  hallarse,  dicha» promesa 
en  el  arqhivo  da  Simancas.  Algunas  ^afirman,  que 
per  eiiferm^dad  y  .vejez  no  pasó  enténcea  don  Pe- 
dro 4.  JESepafim;  ot^ee,  dicen  lo  coatrarib,  y  que  so* 
bre.x>tra  que  ya  teniai  con  merced  de  tres  mil  pe- 
sos de  oro  de  mina^  cada  aBo  en  las  reales  cajas, 
jK>r  vinculo  de  mayorazgo  perp^o,  truje  una  cé- 
dula .y*  privilegio  en  que  le  ooncede.su  majestad 
armas  muy  honrosas,  la  cual  ye  he,  visto,  y  ee  fe- 
idiaen  11  de  Setiembre  de. Ié70,  firmada  del  sefiLor 
don  Felipas  II  y  refrendada  dé  Antonio  da  Etaeo. 
, :  1.S&.  Tuvo,  doa  Pedroi  Tlacahuepantzin  por/liijo 
4.  d<^n  Biegor  latís  Ihciitltemocüsia,  quien  fué  á 
'SlspaSa  en  oeaaion  qiie  se  iba  á  ella  d  segundo 


I  MfVdl*  dM  Uwéütí  Q«ft<fl,  fton4«,  «n 
MarM  tfMft,  qm  fiem  éb  k  oftmió  ¿  sn  padN, 
cHf  nn  driU  Fnnofaca  da  la  Omn,  m  qoien  M- 
T*  á  itn  Ptodra  Tntfea  MotMnliziia*  d«  1«  Onera 

IB7.  Bita  don  Fbdro  Tenfon  tuvo  por  Ujo  i  deb 
DhgB  LoM,  flagaodo  da  aita  nombro,  qoa  faé  ma- 
ata»  da  la  retaa,  y  auA  ood  doBa  LoÍBa  filaria  Jo- 
lia  Iioain  y  Oanülo,  hija  del  ooDda  del  Arco,  y 
tara  por  b|)a  i  doVa  OorÓaima  Marta,  que  oaaÓ 
eo*  al  salar  don  J«eé  Sarmiento  de  Valladaree  del 
Oréee  de  SanÜRgo  (bannaBo  legando  del  eeflor 
«arqaéB  de  Valladares  Heha  y  Camoa),  qae  es 
boy  Tiray  de  la  Nnara-BspaBa,  de  ooyo  matrimonio 
fíNraa  froto  doBa  Fánsta  Denriniaa  y  do8a  Mal- 
cWrm,  qaa  pasaroa  een  n  padre  á  México.  La  as- 
iera deéa  Fanta  muñó  de  viraalaa  á  16  de  Jolio 
U  mr,  y  sa  aalerrd  -ea  la  eapilla  de  sa  ooarto 
k^oale  don  PMre  MoCaeiihtaaR,  que  aeti  en'ta 
i|(aaU  da  Santo  Daatnga  ooa  eata  notable  insorip-. 
ñm:  m  Capilla  da-doa  Pedro  Motaoobiama,  priañ- 
*  pa  baradBra  del  gran  Motéo^Aaama,  saBor  qne 
4  faé  4a  la  majTor  parte  desata  NaerBr-KBpi^  y 
( da  sos  batadoToa. » 

U8.  BKe*da  asta  iaasr 
tíaSB  ioalraaMDtoB  qaa  ti* 
cabnaa^  dadaiada  por  ti 
naVBBlad»  aen  ooasioa 
teda»  Isa  tdMM^aaoa, 


aiead^Miaa^oral/  enfn^xmeiiii^  del  ábttítá  9^  wáé- 
^  aéata  y  aS^  4é  f adtnie,  y  Iw  tfiUba  da  Mu- 
^'«deí  Haiit€íeaht¿BMi  y  de  Tbb^  j  ^ttaondaft  ée 
BifóaD/inmanes  de  pagar  las  ladEás  que  pagfeo  to- 
dos lo» -dé  <Jasti{Í8;  y  qaé  oaaata  m  hubiare  oófira- 
éepat  unay  atraraaitiy  M  le  raititayáyéoikiDiBe 
há  cgéootade.  Y  qee  loa  deq»ttihoa  de  esta  casase 
hagan  de  ttfi^  sin  Ueva^  derechos,  ea  tedóa  Irá 
tribanaUa  de  SspaSa  y  de  las  Indias,  págande  ea 
aiÉjesteil  de  sus  reales  sagas  {emsí  singakr)  los  que 
por  arancel  se  delñersn;  mandando  asináamo  qfiiéiio 
se  eelMreñ  del  diaere  qué  foeceí  á  Espajb,  iádnitoa 
xA  teparttmiento^  de  atinadaa  qne  es  hicieren  por  so 
ásden  ea  el  censnlado  de  Sevilla:  y  que  todo  el 
d^eolaie,  cacao  y  otros  géneros  que  faeren  de  ea^ 
ta  casa^  pasen  firansós  por  todas  lea  ádnanis,  ain 
pagar  derechos  algonosj  síoimIo  eláosnla  esÜnáibl* 
lislma  y  stngnlar  de  todas  estas  códolasi  d  que  ea 
toa  priTilegioay  y  otros  snichos  concedidos  á  sata 
real  casa,  no  pnedan  ssrrir  de  ejscnplar  ni  hacer 
cenaeeoencia  á  otara  algona,  por  no  teaerie  tan  grao 
servicio  como  ü  de  bshisriaeorpcfrado  en  la  real 
corona  un  reino  tan  rico  y  dilatada  cense  este  qoe 
el  emperador  Meteeahanma  V,  aba^  de  U  con- 
desa doBa  M elehorfl,  oedid  al  seBor  emperador  Car- 
los ¥;  y  en  fin,  está  esoeptaada  de  todas  taa  cm^ 
gaa  obmuais  de  las  encomiandaa  y  reatas  qaepaga. 
i  ISOk  Ihtopoco  füo  aqcd-faetdioboydui  sida  por 


S67 

rtmitiéndoiiie  &  la  qiM  may  difuMaiétl- 
u  j  MD  gimviaünu  prueban  Uene  eaerito,  afios  há, 
BU  boen  amigo  y  oompatrioU  doo  Cirl<ft8  de  Sigtten- 
m  eo  la  Qenealogia  de  loe  Emperadores  Mexloanoe, 
doade  ae  Terá  la  antigüedad  Teoerable  de  esta  easa^ 
poea  por  parte  de  Atotoatli»  madre  del  primer  rey  de 
Meneo,  Aeamapioliy  expresa  ouriosameote  la  seiie 
de  sos  ascendieotesy  qoe  fueron  los  seBoree  de  Oul- 
knacaa,  deede  eau  el  aBo  de  700  después  de  Cristo; 
y  per  U  de  OpoohtU,  marido  de  Atotoatli  y  eaba- 
Uere  muj  prinoipal  entre  los  aateoas  6  tenoohcasi 
foe  deanes  se  llamaron  mexioanos  ó  culhuas,  re- 
fiere so  oomun  desoendenoia  de  rey  en  rey  desde 
áalea  del  aBo  de  ISOO  liaste  la  seBora  eondesa  de 
Meateeuhauma  y  Tula,  visoondesa  de  Iluoan  y.  se- 
isn  de  Menterosano  y  la  Pesa,  la  eeBora  doBa 
Meldiora  de  Monfeseulisuma  y  Sarmiento,  que 
key  me. 


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TRATADO  8B6UNDO. 


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•a  «OBonuío  roLfrioo  y  oomí stico  di  lm  hátüeali 


OAPITULO  L 


1.  DtspoM  (tol  rsy  que  iMTtdftba,  oomo  M  ha  vis* 
^t  ti^témáo  •!  orden  de  k  dMOtadeooU  da  kt  «m- 
pt  iwl,  ImIm  «i  vtrey  qoe  lUmAbeii  cibuacohoaU, 
1«  il  ley  pfoveU  y  em  ea  eagwida  persooa  eo  el 
phiwaoy  de  oajra  Mntenoia  no  había  apelación  4 
^tro.  Tan  absolata  era  la  antoridad  qoe  le  daba, 
yw  fmrf  nado  el  rey  en  ai  la  autoridad  real»  eraeo 
l(  jodioitam  IgoaL  Doepaee  de  éste  había  otro  joei, 
ihinde  tbcatooatl,  qoe  oonocaa  de  eansee  oivilea 
7  «Úneles.  Ésto  tenia  dea  noompaflados:  el  nao 


870 

Hám^ó  qüaühiioohtlL  y  el'otrd  tlalitottao:' ^tés 
todos  loa  dias^  á  mafiana  y  á  tardo^  Tattidoa  4e 
mantas  ricas  y  de  «ñas  como  túnicas,  qve  eran  sos 
togas,  a.s¡Ftian  en  una  sala  particular  que  llamaban 
tlatzontecoyai»:  tenían  sus  ministros  y  tenientes:  te- 
nían dos  géneros  de  eárceies,  la  una  llamaban  tel- 
pilolian,  donde  estaban  los  presos:  la  otra  cárcel  era 
una.  casa  oscura  coa  una  puerta  pequeña  como  de 
palomar:  ea^(^4'ñbía,JéiilMB  d^  laÚimfts  y  de  ma- 
deros gruesos  que  llamaban  quauhcalco:  cerraban 
las  puertas  arrimándoles  piedras  grandes^  y  tenían 
guardas  con  xigíl^^ncia  porque  no  hukese  fuga.  De 
^sta8  á  poco  tiempo  salian  flacos  y  macilentos,  asi 
por  la  poca  comida  come-forla  cmeldad  de  la  cár- 
cel.  Oían  las  causas  estos  jueces  con  autoridad, 
mesura  y  silencio:  la  sentei)cia  salia  en,  nombre  del 
Tlaoateeal,  y  solo,  tenia  apetadon  al  vtsey^  ^ue  era 
la  persona  del  Oibuacoimatlr  sn  ejeeüdon  conía 
por  el  quauhuochtli,  que  hacia  oficio  de  alguacil 
xxuiyoiiy  ^  la  «gecaiaha  paraos  propias  sn^ofu  Ma* 
mfastáhase.y  éédaiábáaa la arateneía poffjDtiofue 
llafiíabaa  tecipayoil^:i%üe  quiere  decís  peegeoiaHí;  y 
na  en  oficio  Yfly  sino  de  madiaestimMioii,  per  teaa* 
te  deéiaáaba  la  cíooluntad  del  tey,  jrsos  nüniateoÉy  y 
aiáila  era  ui)  hloiabie:noblb. 
.:  2i.  jPata  «I  JMMn-detpaeho^  de « lo^  xfí%akítL  de  la^ 
ccBle^;  bfiliísi  vaiiosi  óftá^es,  na  Inayoqiens  mayor, 
qfD8dlamabiiviiudyoalpix<|ui,  ceiLJDÉndr.aiiiierfeade 
cada  {mi«íidfdsd}rio0ajR»4Í  Estos  osfarabaor  leaíkobn* 


«haditM  .«Mnn«a  lnwm»  y  aaftbftüpD  «o 
«AiltU  9M«nDilel  {mUo»:  «raa  tbovroctdúB  iMr 
h  cwnldad-  «on  ^m  «obrab*»,  y  ait*  hallaba  «o 
•Uta  ■ala.imMta  tufa»  pana  d«  awarto  «n  «aét 
imíaUdwl.  que  Uamaban  «f|p<m  y  abdra  tU:dla- 
mUL  h*Uk  voa  eama  ragMor  ^a  lüuMban  toubtii: 
¿rtoa  aaiatian  á  pabolo  («das  lq«  diasAnbertoque 
•1  MyordMM  ka  ordiMüw:  éstas  «ntn»  ú  olegian 
afe  «Bo  4aa  aa  lugar  da  akaldas,  que  Itamaban 
üayaeaiMiBa  y  taqntlafeaqaa,  fw  i^autabaa  lo  qaa 
r»  lia  tanhltaa  u  ka  mandaba;  j  pva  ^atores 
tmiM  «MM  «iBitaaika  qua  boy  lia«att  tepila,  pavqtw 
inaa  «w«a  y  aarta—  no  iaa  tnUnr  <|u«  aauKan 
Im  iMikAtH  pan  baopaaa  BMVnalBt  qaa  te  afiraowe 


3.  Tadaa  «mi  tñbataiioa,  ponina  Uta  eabaUaroa 
feiMabaa  md  k  «aistaaoia  da  tat  panaaaa,  aiá  a* 
ia  fHida  dal  paJanio  aoaa  an  las  paenm  aa  q«» 
wk  ■ajw  «I  gMto  por  Joa  qa*  la  acampanaba» 
iaiaaaaiiB>hapaBharnaai«»eBtra»n»DéráB;aBaa 
fM  aateha*  dadúadaí  para  lai  fübriaaa  d»  omm» 
va  «ras  d»lat  waa  ^oawaaaa-  puabtoit  aato»  towM 
•Uifiaia*  da  k  bapiaw  y  palióla  daL  potMÍa  y 
óadad,  y  na  daba»  Mbatot.  otna  k  bMian  da  pNr 
nm  da  UBa  y  «arbon  para  I 


-/      ♦ 


m 

íh»)  y  ^erttá  iM  tÜMTMS'MKiVM  lÉUléfM: 

tfeSoteSy  qwlkutoiton  pUláli;  tidHwt^  de 
füM  fjor  n^leasa  dé  «a  Wbgtbi  ettos  po- 

tas  «0  «a^títaten  y.M  daban  trífcviio  at  l^:<^tr(m 
4ridalg08  d#^iiiér<ied,t4cie  pof  MrrieiM  eir  la  gudita 
emn  ipaballera»  pardoi»  y  8<iU8d«bati  tierras:  éstas 
310  las  pódiaii  yend^ry  pena  de  que  ({ttadabaü  para 
al  fsy^  y  si'tnoria  sin  itai«d$ro/ qMdab«(iS  ármenta 
del  barría  para  d'atr  de  riles  el  tribute  de  lú  que  oo- 
Vjb         gtany  que-era  da  tres  fkiie^  unn. 

4.  Otras  tierr^eraa  de  la  teeáotiara  del  ray:  les 
que  la  labraban  se  llatnabap  teopantíaea,  gaaie  de 
paUmo:  EsjboatomanabligaelaadeiidparaT las  casas 
.«ales*  y  limpiar  los^dinsís,  da' aeampaSar  al  i^y 
cuando  salia,  y  era  gante  de  estimaoionr  oo  daban 
wasi'tribate^  que  rantilletos  y  pdjaves  con/que  lesa- 
Aadaban:  otras  Boepf  tes  de  tierra  enm  pana  el  biaco- 
^K^  da  las  guerras,  qMíiIbiinaban  tmlebimaUit  de 
éÉbas  serrian  para  el 'grano  tostado  con  que  hMian 
/cierta  baUtda,  y  la  llaaiabaat  caealoimtpáQ^'  Todas 
.astas  tierras  teaian  en  sd  snapa  pintadas^  y  paia 
esottsár  oonfosieni  las  tíetrasde  lee4mrrios  estaban 
pintadas  :de  color  «manilo  dato:  Ins  de  loa  princi- 
psles^-de  eocMnadO)  y  las  del  rey;  de  carmín  eMeo- 
dido/    •  .     I  •  .      . 

&;  i^nafanenta;  tan  cnjetos*  >taiia  el  emperador 
If btecnbeDina:.4'  sue  viwNillos,  y  tan-^ avasallados  á 
los'  qw*  adjetaba^  qto  sdL  resÉareea  ifBu^  iabmfasni  tíer- 


m 


damag  porque  do  piyin  1m  nodlM),  I»  At&n 
i$  1*  c|»e  MgWD  de  tBU-fimgu  U  aun,  y  da  tado 
W  ^M  0riabBB<de  tn*  uno,  é«  prifoi,  »VM  y  pwiM, 
fMOMtndoSfiM  Tandiaii  pus  oimer.  Yfaan-d*! 
aifcato,  atrñaa  oon  nu  ptnonu  toda»  tas-  ivaa 
fM  A  k  gMmt  y  can  «nn  neeanrÍMf  y  teBUiam 
pÍMlm  «D  i|Ba.  muktr  si  nsU,  na»  olla  mtqma  oootr 
nchH  psn  osaer,  y  vtm  otters  en  q«e  d<mnir. 
Lm  — fasdiw  qne  ««ndisa  ssl,  cmso  y  etna.«h 
máf  daban  «1  tribato  oomo  los  otros,  y  lo  dabaa  «fe- 
da  ■•■  y  mfo  alo;  tas  «priatdos,  qnt  «  oomiau 
n  hatvo  tai  piwiis  qva  d  ny  les.  hada  nereed, 
pnqaa  fasta  da  «to  tas  tasstaui  lo  qae  IiabiaB  da 
■BBsr,  y  lo  dsstáaaa  ta  quitaban.  Bstas  opravonso 
Us  psvaota  str  Mosiarias  por  tsaaios  eon  a^otioa 
■gao  anu  sas  inflÜBasMoas  matas.  Ahora  qao  os- 
láa  dah^  de  ta  eonma  de  Doeatra  EspaBason  tan 
litaaa,  qae  as  tntan  loa  laej  pobns  sMgor  qae  «d- 
Üsiss  tas  naanobta^  porque  «s  tan  pooo:)o  qoa 
tittalaii,  j  tantas  Isa  granjerfas  y  ofltñet  en  qoa 
■a  aprovaohadoB,  qae  a  no  faman  tan  haigacaosB 
y  listona  «d  bonaebaras  to  qas  bmatn, -ftisvaa 
■07  fieos,  y  vimiaa  mis  que  tas  espoletas-  éss- 
<«aados.  Pemite  IMos  el  qae  isan  pebres  pai^ 
<iat  esté*  fanmildea,  perqoe  en  t 
■■  aHiveí;  y  70  conoet  en  Xiir 
im  qae  ea  «as  tabraasas  balita 
\,  y  Étaiéadel»  que  ostsM 


\ 


íwr4 

TOiitm  I9S  alcaldes  iM.yore0  y  mÍDÍfltnMi:  ^  tmiip^ 
dMá  4  9&ite»der  ^ne  e»  p^Msorio  péiMKe«dttd<^  ea 
%li6  4i»*a6áQ  ton  «IIítm^  cpi»MtiM  iae  |urtM¡w  ios 
apfmttw  tentoi  «1  raa  soltaadé  mocdi^.  '•  La  foten- 
Man  da  sa  ma^aatad  aa  ampanrlaB  *aa  ^an» j  baana, 
pavaqad  oono^oa»  la  d.ifareEmAeola««fftrtdad  que 
hay  dal  tíempe  de  la  idoiairfn  ai- tiempo  da  la  gm- 
eiaj'pafa  también  aa  ha  da  advertir  que  m  maüciH 
aa  imioba;    •      ,•.••«  '^    - 

'6:  La  gaarda  ^üénteiiia  en  so  palaéiaafndainái 
de  seiscientos  prineipabes;  qae  abo  aus  aroiaa'laasis* 
íiñu,  y  de  tres  otiil  gohernaddres  deTagasras  dSaren- 
tes:  éstos  tratáa  á  tres  y  6  euatref  eriádoá,  y  yanian 
ár  ser  por  todos  máa  de  tréa  mit;  y  otras  dieatt  qu^ 
pasaban  de  cinco  miL  Loa  caballerea  sabiair  arrí- 
ba  á  las  salas^  los  criados  se  quedaban  abajo,  y  con 
ser  tan  espaoioees  los  patioa  loa  llenaban  todo,  co- 
Diian  de  lo  qae  sobraba  en  el  palacio  (cooio  tango 
dicho):  los  señores  tonian  casas  propias  en  la  ciu> 
dad,  y  &  ellas  venian  loa  de  aquella  prdnama  á  pa- 
yar con.  lo»  tributos,  y  da  esta  pneite  ai  algo  ara  ne- 
oaaaríe  los  UaaiabtQ  para  loa  negocios  de  aquel  hi 
par|e.  Kinguno  se  iba  ski  lioanota  dM  rey,  y  deja- 
ba  an  su  lugar.un  hijo,  6  hermano,  ó  persona  gran- 
de ea  su  lugar,  por  seguridad  de  que  no  aa  alsaria. 
Da  aquí  ae  originó  bi  costumbre  que  haato  hoy  du- 
m^e  temer  pada  gobernación  casa  decomuuidad  eu 


\ 


875 

teqftíeimi^  cnando  vieMn  á  algunos  b^cím  á  la 
carta»  .  • 

7.  TtoWta  fué  pradaato  pravideaoia  d^  loSriM* 
2¡mM8  el  tesar  aaBalada  la  ciudad  de  Culhuacaut 
que  está,  des  l^uaa  de  Méueo  4  las  oriUaa  de  la 
laguaa  duUe  parante. su aUa^si  recogiesen  loa  vie« 
jos  y  U»  impedidos  que  habian  en  la  guerra  servi- 
do, iDon  érdan  para  que  allí  fuesen  servidos  y  rega* 
iados;  por  esta  razón  dicen  algunos  que  so  llamó 
Culhuacao,  lugar  de  los  abuelos;  que  coltzin  quie- 
re dedr  abuelo.  £n  este  pueblo  está  boy  un  con- 
veoto  de  N.  P,  Sv  Ag^stiQ|  cuyos  religiosos  cuidan 
de  aquf^la.dpcj^ina»  y  pe^r  el  retiro  que  üene  lo  kf^v^ 
propínate  p^raconvfintp  de  recolección,  por  pareces 
por  la.  otro%nifi  «oompdado,  y  por  el  retiro.  C0Ave4 

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.    D«  loii  embaidores  t  oorreotk  v  el  m949. 4^^  t^^üan  •& 

*        etnViyadas  j  miftiones. 

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' 

*'&'. '^  hobdr  jattrád  Aabioíi^  por  ^Hbtt»  qué 
c|Qé  lio  conddete  hi*  he<)é8MU-d6  «¿Aparadores  |mi- 
tt  tMtÉr  COY  otrá^  naciones  los  wgoeioSy  y  (|o»  es* 
te  eürgo  trirfa  «coneigo  el  «egttvó  tie  la  vváa  y-  la  1i* 
bertad  de  la  persona;  y  para  qne  loa  eaabajaéores 
fueran  conocidos  y  qoe  no  afecbaaen  ignoFaneia  los 
que  les  pretendtfui  ofender  maliciosos,  traían  seBji-^ 
les  qae  demostraban  sas  embajadas.  Varias  faeron 
ks  insignias  de  qne  usaron  las  naciones.  Los  gen- 
tHes  deeian  que  Mereúño  era  embajador  de  loa  dio* 
sos;  y  esto  refiere  Virgilio  cuando  dioe  que  Júpiter 
le  eUTÍó  á  requerir  ¿  Eneas  que  saliese  de  Cartago 
y  pasase  adelante  en  persecución  de  su  jomada. 
La  insignia  que  dicen  que  llevaba  era  una  vara  en 
la  mano  para  denotar  que  asi  como  la  vara  puesta 
entve  dos  cesas  las  diferencia,  aái  un  embigador 
^nede  poner  pas  y  quitar  laa  diferencias.  Loa  egip. 


« 


».  :    '.    * 


«TI 

m9,  W  Iiiiiwei^  UflTi|biu{  Sa^m^  ¡fí 

atadas  por  la  colas,  y  por  arriba  juntas  Iss.sabeits} 
y  ^^ta  Sté  p^T^i^ ámmA  qtt»  ytado.Merourto.don 
una  Mij^f^adafpoór  J4  provinoie  cto  Júritmdia^  suoodíó 
iue  (}o^iciil0bráfi  éstAbaol  entob  M  p^legoido;  yáAi^ 
i^xm^éi^pontír  pa^,  f^rq}i6#bJBifiidÍQ€l0al}fis  la  mrsy 
y  QsiéoáQtíi.áñ  allá.cas^ki  eo)iti0nda  wtitelasioiiltb 
bras^  l^r  :1o  enajl '^ra  «qu#Ua  íoüi^iado  pA^rttl^^ter^ 
io8€<Mi(]tfida,yM%i9árodla<Midao^,  ^  ^emh^  poéi 

que  «Ayo  M  Wa  OQ^fT»  Im^^pp  iP^J^bW^}  i^  lOUfW» 

y  asi  4  1m  «mlMJadoraisi  lUm9k?Qj»  ]íQ9  grio0te.oi|(ian 

üDzat»  y  .fionisHa.ltttdi^Oirai.pa^i  y.QogiiflDnV  ti^ 
<  uaudo.  üe^tlMr  a0g(Stfli^.^'  »r«n¡a9^  \khrabaii<  doiT 
abjas^ea )«  w»M  baaUí»  4efMr^^9Í9yQ«  ^  1«» 
*uern^  ]í:ftb  tRttebftid^  pi^  mh  9it4.  los  m^lw 
ie  la  ¡Mitw  JDp  M|$^:  4»bMli<9^  496^  yiQOd»  (^0Í99te 
Mu9i».ya*jKfr  ligMlk>;^.lo»to^  4 

.'uerrft  da  CartajgA^*  q1  atat^lÓ^S  C»rtiag^«ew!0  1%| 

'ijo; '  Gs^ayedf  i9nati49reu4l4^«o0taA  d^^  (aJ[>ldir 

Oá.  7  C«9*t^9  HWJPM  kU^  0l  ]K)«í^Pp»i  dijo:  V<h 

lü.  Ik»  Mrá»  Uavabao< lavi^D<»<kl.a  loa^o  ¿«cóohftea 
cual  qswr^JH»!:  mu§l\%  «apa»  babiaa  :.da afirmar  lo 
ue  pr9«0(»ÍMh  (l4oap'iWto«»:Ilí9^aba&^i)^ti^a)a04a 
f'  yailÉir«l«K<lasaá»^M  jpartftda¿M)i%il^tfba*.y  tíoDO 


STB 
h  wéAmoA^ix^úk  Awotíxíiúj'  psM  aagvridtduli^  tus 

twian  fiitií«inttt}ádores^  y  wméú  toit^M  á  4%y68, 
^nr  4e  lo»  ¿ftt  oobtes.  >  Lasiiuigiiiu  4le'^qm  ikan 
YMttdos  etin  ím  del*  mlMib  rey  ^ae  *te  kllfiftbi^  ooo 
una  vestidum  v^rde;  á  mattem  <lé:  dalaátíoaÉy  ood 
unki^bMto  4e  eitftS  píeAdUntes.  IdMutín  plateas 
rMai  don  VMts  bortats^  4e  colore»:  eoíoima  de  te  ves- 
ttdara  «^verdto  una  manta  iaiiydelgad»:toretda  de 
pQñta  á  pQütáíy  revuelta  al  «nerpo  eondoa  nudosa 
loe  liomteos:  otra  tnanta^  aiatf  gruesa^  doblada,  qu« 
Mt^  uo  peqÚ€lk>  cordel  pendía^  d«  loa- hombcorfiobre 
ai  pecho:  en  la  maoo  dereeha  lleyaba>  una.  flech» 
porlapüDtflíi  y  las  plulma»  háitai  arribar  ea>  H  ú 
^uierda*  lina  pe(|ue&a  rodda  y  aaa  red  ea  que  lie- 
Taba  la  comida:  coando  ontraba  Í9ú  tieitaa  da  eue- 
migoeno  ealian  del  eamino  dereebo,  pmade  perder 
el  privilegie  do  embajador.  ^i^raembiQádor  Je 
ley^^r  laa  inaiguias  conocido^  ea  llegando  ai  pur* 
ble  pdraba,  y  los  oficiales  del  se&or  á  qaiev  iba  íí 
visitar  lo  aalian  &  reoebir:  llevábanle  &  In  casa  á^ 
posadas  dispuesta  (que  llamaban  ca(pia€a)i  doodtj 
le  thataban  conformo  á  la  oalídadde la  persona  qu^ 
le  enviaba;   Avisado  el  *  señor ^  en  cesspaftia  de  h  s 
princípalea  de  casa^  con  rosas  én.  las -manos -que  U 
daba&i  compuesto  y  oállado/recoirieado loque  b-i- 
bia  de:de(iir^  letotraban^n  taisak^  dóndo'liftilHb i 
8entado^Él*4mSlor{  i  y  JNiSMndo  tui'pi^^     ««caUr 


pantomUts^  wmo  dicea  en  pluqiaíUaej  y  mtígiái 
la  fflá&te  d«%ftda  de  cpie  entraba  vastidp, aechaseis 
Sal  en  Toa  ÍMi9«i;y/eloeiieate  {perene  eiiaa.loi(  áiaii 
elocuentes  los  Moogidoe  para  eet»  iaoeioD),  prop^ 
Dia  BH^Bibf^adak  Oiaole^  loe  ptíadpál^s;  en  «as  háw 
quilla»^  (<iiie  üamalmn  y^paUi)/oada  4tiál  sentardoi 
Acabada  la  embcgada,  le  ?<^mQ  ÜJapoeadánnóih 
tras  se  juntaban  para  la  respuesta;  y  «a  dándosela; 
le  poMm  tfa  la  redestUa  algo  <ine  por  el  óamino  tof 
mesBf  y  aeoib]pii9á(ulole^  liasta  la  salida  del  pueblo^ 

como  lo  hicieren  ala  entrada,  le  daban  algCtttoA 

preseiteSy  losouales  reéebiá  A  ^eran  amigos;  p^ro  si 

eran  conlrarids  no  los  reéebia  siniicencfta  de  isa  sé^ 

Sor,  qáe  por  eso  Iteraba  el  áiáen  ()Ue  le  daba^  'y  etl 

todo  MBe^  si^a  éon  oortésia  despadhado/^por^ü^  era 

ielito  grare,  de. que  se  tomaba  vengaoBa/el'no 

Luardatte  los  fhétoá  de  éntbi^ador^  -oomo  lo  lúzo 

I^arid,  que  enviando  sas'^biijadoresál  rey  Antfon^ 

le  los  amesiitu  á  darte  el  péMitite  d^' Ih  muerte^ 

u  padn  l^as,  y  el  pafóibien'do  su  teinadb;  los>err^ 

*ió  afipsntadois;  y  ettojado'David,  tomó  venganza  de 

los,  castigando  ST:ttnlto  tan  infame.     -    -      • 

10:  Los  correos  pasaban  tan  bien  seígilrod  ^ 

ualqméra  parte'/ poiqué  era  paraiellos  un^saovilé- 

;io  maltratarlos.   Psira  der  conocidos  llevaban  in- 

'^nias,  cobfbnne  al  negocio  que  Iletaban.  Antes 

le  romper  la  batalla  llevaban  el  'tiuelio  ^oit  iltfs! 

mta  de  eolór  atado^  y  tiua  manta  al  euellocí^idi^y. 


/ 


I 


ék¡  Jhtm  ibaá' iülqiv  ^Mib*  Iím  léinbagidlQMliifi  «r 
d»' alguna  pi^imiíeí»,^  4{éi^  «u^tn  é.  «iiirie^ftQi^^ii 
dad  p»f  a  que  eo^Miis  «fieii0MWcoú%iiMeeIii 
teqto.  3i  ék  mgim»  da'  lee^éoriMS  peto^^^ 
prisa,  teniahv  •á:ii«f9liQp  ida^  oa4kro-4(  «mJflg^fl 
tmas  torré6ÍlÍR»^^n  -  gtnitaB,  tpio  Jl«ttrii|0  Í6«lúa- 
toyéa  (lugar  ddnile  se  ^narÁt) » y  iM  e)  «éiBkó,  qu( 
IkitaaAao' ititknq^  ó  ppifi^  diaba^^  <^^  «liiMadoA 
y  «oniaodo^  Tasitide  de:  la  «üÚMlra^qiite  lal  fiiiiero|l 
piuiaba;n}  tegiitíd0  ;f  léito*  afi  ti»»Mt<^^;.y  >a|{v2a8  def. 
»/^  y  de  0s^i  spertpj  (et^íepc^  fWi #?^  í»«|*^'*' 
tfQ  é  cinco  tagttí^^  ^J,egii]]|fkn  ;C^  jpp^^t^d^'  i. jloa  cur- 
r^OGi.  iuexi<)an08|  9úmp  acay  -^p  to^m^W^^S"^^ 
^onte^ó  m^oMa  v^»^  al  iim^ra(arl»S}'jP<tf9a8 1^' 
9i6;s:ictMí)pa  eran,,  cfafiíio  '£9{k&,  joop^tm  t/fá^iB^  j  i^^^'^ 
oopltra  ellos».  .  , ,,  v   , 

^..  ija  41ciga^o  á  \^  ciad^i-aif^^el  «i^^aBO  d 
1a  gij^^ra  malo,  el  aoi^eo  eutr^  par  k«  .«^41^  d^ 
grefiado^rpl  <jal>pllp.4;eiidí4p  piuc  jel.rpstrp,  y  «n  1^- 
b)%r:Con {^r^ona fvlgunft ^'ibapalp y  tijiat|B.  ^s q^^^ 
l(e^  veían  cpqten^uiba?  á  jiamcmtB^:  nnp^  p<Mr  i^  bi 
jos,  otros  por  sus  deu^ps.  I^a^^,  á  loa  pi^  di 
aeSor,  ^^^b^  cazón,  y  aa>  ponía  Uiego  r^^<|io  cou 
fpTt99  el.daño;,  .pero  ^  ^x^'^fiÑ^n^Ap  vnitoria  j 
iHie^aa  nuevas,  eñtifaba  irequjadp  el  qabfjilpy  ceri 
do  un  lifinao  .blf^noo^  en  la  mano  sinieatra.  ana  rodé 
la  y  en  La  djBrec)i8(  uoa  tnacana,  haciendo  ganülezn 
J«gw4py.Q«©rÍ!PÍeii.clocpn#Ha.  JBp  yiéíí(3l<»lo  ¿acia 


asi 

licio  pura  saber  la  bama  nitevia.  Dábala  al  feftor, 
;  luega  se  publicaba:  mandaba  áwU  de  veatír  y 
baciale  algattaa  niereedes^  porque  ^mprejüra  bpm^ 
bre  de  aateridad  ó  eapitao  el  que  venia;  f  cen  te^ 
do,  mandábale  detener  en  el  palacio  baf^ta  certifir 
carse  con  segundo  pytPi^  ^^^nueyas.  Debia  de 
5Qeeder  entóneos  lo  que  ahora  con  las  nuevas  acón* 
:ece^  qoe  suejie  á  If^  primi^ras  nuevas  decirse  jx^ás 
!e  la  <|ae  vieae»  y  se  aSad^  mi»  Á,  h.  verdadivqut 
sucede;  y  si  acaso  meotia,  lo  mandaba  el  seKor  ma^ 
•*r  pox  Ja  ww.tva.  SoUfr»  teW  cpnsígp,  p^jra  majror 
.Í6aoii^>lgufi^iQaiití^O}.y.aí:€ii^  ^  Íps.oontrarÍ9^fl5* 
itaoy  je  bfi«pa4abaa  y  r9gal(i|]^&Q  :^P^9^  ^^j:S 
'  lego  :I»  fiaeiiifi^ciaban  i  rl^P  .euai;eata  dia^.  ^fif^.t 
-35  las  repectían  i^  Iqs  ,f  chores,  .qu^ .  las  receif^iao 
•  omoi^sajo,  y  Ee!t9niahan  al  señor  (;on  pluj^usk^ 
!ata^  /Oto  ¿r  püedi;as  ,4^  wtípípipa*  «i  iigr^deci- 
z^ieoto  del  ^p<ígfilo. . 


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J\'\h'l..,;HflV^iUH,\lh_,',  .);.,.;    l^lilMl-.:    I--  -JiiLi. 


'  OAPICTÍOIII. 

Détl'irden  y  modo  ooü  qae  movíu  Im  dntdrBlM  do  Mtá  ItOeva- 

'12.  Cúabdolos  m6icioatíoa,'1oa'temObftteoi('i(  de 
Tlaed^iñi  ((^be eran  loB're7«B<iti«tilib^sln  oaétiio^ 
iisdós  para  las' guerras)  tratabáQ  dftdkf  ga«n»4 
láft  ittras  Qsoioiras  y  proviaetasj  eiivi«tft&  ehiAiiiia- 

ObfiMnM  á  Ih  ^ita 
«,  «IHM  Mto¿-trM 
go  dicho,  aai  como 
U  el  Papa  Atcjan- 
al,  le  toTieses  por 
lodoU  como  á  rey. 
>  poderse  d^oder, 
ñas  y  presentes  de 
recebir  td  Ídolo,  le 
proTiada,  y  oiitír- 
70a  qae  en  paz  y  de 
gaena,  tribotaban, 


«88 

los j^bDitttiiíir  oomammlgog  7  no  eoiod  &  vásaHot,  y 
no  tuian  asas. que  enviar  en  beoonooimmto  «IgUt- 
nos  presentes^  quedando  ^delrájo  4^  ^  proteeoiooL 
13.  Si  acaso  «emstiam  6  si  aeaso  habiain  muerio 
6  omltratado  álos  embajadores,  á  /lósobriíeos  ó^ 
los  «mroaderea  que  leDfcrabafn  ^  á.  comerciat  en  súl  v^ 
tierras  peiieár  el  oonteatoiiatutalí' congregábanse 
los  del  gobierno,  Uamatam^á  los  viejos  y  á  las  vi^  "^ 
jas  de  UrepáUioa  (<le  aqvsituto  dihigen  el  que  tiasf 
ta  boy  1m  vicrjasp  que  limaví  te^kanteín/tengaá  vei- 
to  en  l98  déierminacionee  de' la  república^  y  tanto4ié 
^tiemlft^é  fo  <qiie  dicen  lad><v46jae  y  los'viéjos)^ 'Ha^ 
isabáá  &  la  g^té  4e  giierva,  que  metafórioaweeté 
les  deoian  qttanbtli  ^i^ilas,  oceiotl,  tigres);  nóm^ 
bre  qtie'ee'les4ipfdpíaban  por»  excelenda  ser  por  se- 
Saladla: en '  ii^uevra:  á;eebos  preponian  lai  detei'aii- 
oacteií  d#  beeer  i^oeira  d  tal  gente  ó  á  tal  pcotin^ 
ciü,  ecMi  lá  canea  qne  él  eeftOr  ó  en  en  kigar  ptapb- 
Qíaei  CN^pitan  general^y  siendo  jns(»  la  causa,  per 
una  dé  laa  Mféridas  determinaban^  «erjuetíficadi) 
el  murerla  guwrá.  Pe^o«nO  siendo  jástíñcade^'pct 
repetidas  reit^ee  deoian  'pregont^hdó:  ¿porqué  has 
ile  baber  gneitaíoOmo  qnien-dlce  que  nóem  sufí> 
( ienta  Úbúo.  Sstandoy  pues,  determinado  que  sé 
hiciese  guerra»,  enriaba»  i  lós^  que  ífaá>bian'  desafia^ 
io  algunas  rodelas  y  algnnas^  mantas,  dáudoleí' avi- 
so de  la  determinacioB  qu€í  teni^n  de  iuncerla  y  laá 
causea*  pMfá  ella.  En  Ínterin,  enriaban  espiae  disi^ 
nmladaai  q«e  e^wstiafei  al  modo4e'«loe^oiKiráfios 


4^  todo  krqin  fitMba^  eLnáaeio  de  ík  gwlt  y  la 
JbmiMBa  40'^b^^iM>i^  y<  dfspaBÍfí<ur:xl«  It  (ierrA. 
«ArtBtos  IkónbaBí ntoaésj  y  si'OtndiygMeia y  fi* 
déiická fitokbtti^ ejUMprntsamip^ ^xm  oa» pidát» de 
.taenra* pBsaqm  el  eqáíi  «oHihvMe^ 3^ 'ÁptigHio de 

pÉg&adale  U  fráicíoii.  ^  Pora  «t  kB  .oMtréiiM  b  lle- 
fibftn  i  feaber,  ^oia*  ¡i^iTa  dbj  ooribúrlff/e»  publico 
Jm  lalám  1q  {nimdra  y  .Iiugt)  la»  onx^  pif  Ua  mu 

yeflemi^.lO'  repavtiftQ  f#i^  losiiutíca^-y á  li^Bf^iea* 
ím  de  prifllMT  grado  y. iks  qi# Méin l;<ilddd  no- 
tMÍ8¿  do^  la  (jeairiob  ka.  hAiém  lOltdÉjirM^:  *  / 

14.  r  AdinUidA  la^gtierrii^  M&iklNW.  t^ut 9to  ps^'' 
k:bfttoUa,iqtt0  lk.«abaayaaIiUflti^i^  011  JliglftAdo 
MájttatdrJon  oso^d»  dj^m jtn»  mputoMigrite* 

ptolM.  Iio:ppÍ9i9r<i  em  diiHPMar  pMffM  Wü  hpndaí 
yi^dafdos;.á  estoB  f^goMn.  hsi  d»  Aw  piaeniMii»  q^^^ 
da^idv.  ▼ii0l(A:áofapá^;yA  M^bUtiMdot,:^  t^^Iiiw^^^' 
lM^9fitldi3^-UfeaÍMia  4.1^  bümaí^  7>  i^indofl  ¿^ 

dQlM.400  «od«lftS'bamft4  wMlih^d^  gep 

te'ísiHiKii  (Jue  ouiíJaJlMk  de  <^f  nr  ü  kt  bftii^^^  > 


^mtMtu¡  qM  i#  mmMmhi  Mr  rt  8aél<>  7 

*  Mrpam  ^ue,  dweitidaídwM»«l«liaMe,  éttsM 
«•  «UM  d«  ki  MOoadiéMt  Mgoiso  la^ifloríalH» 
ti  fw  ka  «tttNiHo»  iMÜMm  4aiide  M  fartüwr. 
Mwifcaa  ▼•oes,  TÍéodose  TenoidoSy  m  Bw^Mmupn 
ydí  n-  mIm  ibo  qieria  M|0tttrse,<«UM 
l#  dafeftt  Is  mtMtte.  por  no  iw  qqMifdat 

y  ^dMtraiéM  fus  fqeHot. 
■1  fM  MMkñraba-  y'  Itotabii  ttvot  dgwM 
(fM^pCrs  Mío  iMliMoaMbM  éMgamter) 
000  datio  TOrtUiim  de«ipiiáOy  yiétf- 
ii M iMMott  oloibillot  ét  a%iuio  m1hi)>%«oI  orut 

^iío^Oy  ol  qM  IoiImIim  pTM^-MiqOOMUábft  M 
iMte»  y  lo  üMllmlió  MOM  lodiM*  Si  ám  á  nü 

^,  y  ol  piimoM  quO'lMikM  Ueguk>  M.load^ 
Culo»  TmIw  OMiite  MB  km  oMtivao,  y.joo  JAiUo* 
it  lOÉJofoo  Im  oomimInio  y  Im*  foai^a  ^aido^  j 
9  «l^no  gMí4a  no'Mitireffiibo  ol  cauthno  porqüam 
it  hoUo  oooofodo»  p^gofcoMO  m^  loogor  oookamjr 
Mi  mgpk  4^  ttMtlo  ti  dbeooido.  Tooia  pem  do 
ol  qtto  ftfOvUlNt  olatevfo  do  gnorm,  y  Mto 
om  o^oMtivo  porfoo  om  di  m  ooplHi  laífkl- 

ll  do  fMrtM»  do  fM  M  MMM  IM  lo  fMKO.   Lo 


miaña  .paóa  imát^  4Málqmevá4^ii6f4Wf^INBi$ii¿yiití<}o 
toa  SnsigliiK  den  f egires .  ó  •  fl^or^  ^xta  *n%íítmm  pro* 
pi»,  por  simuluioft  ciuefingisa^  &ÍJHhfPmOiBBn* 
éo.oarUleco/iS  tftpiten  so  eeoapa^^dfr  la  priéoa  y 
Yoliria^i;  tBQi  tierra^  loa  mismos  dgfm  pt^^ríA  Ja  i}ui* 
iaUaa  la  viáa;  ^porque  d^(ñaQ  qoef^üaqae^iofoépa* 
aa  pranderá'ofToaoomo  váUont^i  aM|or  le  astaba 
«Kurir  cimtivot  en* ¿ci^ifieio  da  los  ldokís,-qiie  yoI* 
Tar$e ,  cou  el  t6in<»r  de  la '  mbortO|.  á  vi Wr  «frao tad  o 
entre  los  suyos*       '      . 

é  .16.  Si  acaso  el  rey .  cautivaba  á  tdgunp  por  su 
finopia  persona  en  lar  guerra^  si  &ra  la  priQíeira  ve2 
luego  despachaba  &qup  le  tri^^seu  de  aa  oasa  las 
xnejorés  joyas  y  vestidos,  que*  tenia;  opxnponian  al 
cautivo  '6  dautívos  muy  gttlaueSy  y  ea  uaaa  andus 
la  llevaban  por  delante;  veniaA  los  de  laguarra  muy 
gozosos,  porque  estimsiban  éu  'mucho  que  au  rey  ó 
seSor' fuese  vaUente>- pues  con  tíl  esfuerao  y  ánimo 
del  capitán  suele  altíanaarse  la  victoria  de  la  bata- 
lla perdida.  Coma  la  fiEima^  y  de  los  puablosi  y  ciu- 
dad salian  don  trompetas^  bules  y  cantoa  á  rece- 
birie^  y  á.veoes  con  oleante  del  «m^ibo  sitcoao  qut; 
pasaba*  Al  primero  que  saludaban  era  al  cautivo^ 
que  lo  teiiian  por  hijo  del  seKon  Yenian  de  las  pro- 
vincias á  dar  el  pláceme:  determinábase  el  dia  dt ! 
sacrificio^  y  en  ínterin  el  ray  ayuuaba  algunos  di -^ 
y  hacia  otras  demostraciones  y  oei^émoniaa  de  cul- 
to á  los  ídolos.  Clegado  el  dia  de  sacrificarle  le  ve^ 
tián  con  las  insignias  «del  dba  Ifcostojihqpi^  que  ek 


m 

t\  niiüatr»  mas  piiiieí^  le  ««qrifioalM^ 
#l.#onMtt|  y  ooüM  tociaba  á  todas  eoar 
pMi^Sí  Ikiiahii  «n  vasa  de  la  sangre  /  enviaba^ 
il  fleior,  j  laegp  mandaiMt  roeifir  ooo  ella  á  loe 
lea  dal  fefiiiple«  Gaia  por  ks  gibadas  mbi^e  el 
dBfiuitoi  y  allí  le  oortabaa  la  cabeaa  y  la 
•o  UD  palo  ea  alto  ee  el  templo  por  trofeo: 
ie»llábaDlOt  y  Ileoo  de  pi^  y  algodón  lo  colgaban. 


•    I 


.« .  ■ 


y  Í9é9e99W '^Tmto  r«»36 


\j      ■        ■.jr,  ■.'   !*'^  ■  M"'f  /!  ftmtrjiw^ypffli  y=A 


■rr?' 


GA^ITVLO  ÍV. 


De  los  oficio»  mecáaicoB  que  usaban  en  su  gentilidad. 

17,  Aunque  carecian  de  acero  y  d»  hierro  p^^r. 
instrumentos,  usabaOv  varios  oficios^  labraban  <i 
piedra  figuras  de  hombres  con  pedernales  con  tu 

^to  primor  como  si  fuera  con  picos  acerados.  L. 
carpinteros  usaban  de  hachuelas  y  de  instrument 
de  cobre  fino,  quehastg.  Ijojt.  duran  algunas*  Labí 
ban  lazos  y  animales  tan  cariosos,  que  causar 
admiración  á  los  primeros  españoles;  y  hoy,  por 
flema  con  que  trabajan  y  con  los  instrumentos  "^ 
fioientes,  hay  entalladores  y  escultores  primoros 
de  tanta  curiosidad,  que  á  EspaSla  se  llevan  algu 
esculturas  de  imágenes,  en  particular  las  de  Xch  ' 
milco,  cuatro  leguas  de  México,  y  de  Iffichor/ 
santos  Crucifijos  ligeros  de  pasta  de  cafia* 

18.  Lo  que  mas  admiración  causa,  es  ^  arl^- 
Librar  de  plumas,  con  sus  mismos  colores  natur . 
como  las  crian  las  aves:  de  ellas  se  aprovecbn* , 
en  particular  de  un  pajarillo  que  llaman  (^opaflc 


—  t   <      -  . '  • 


«8 

que  eá  Mí  UÚoaift  u%  Ikm^  Wteitzill^  faaoen  i 
geowde  ialatog,  tuantas^  y  en  alias  diversas  avesy 
dDÍmalM.  E!  ooDTliDto^  de  nuestro  Padre  Sao  Fran^ 
cieco  de  MéxiM  tiem  uh  ortiaineQto^de  casulla  y 
datmátíeas  eo^  \m  eem&s^  de  plumas^  y  es;  deinov 
tar  ri  pri«or  ood  que  obran  eeta  sotUeapa,  {«ira  np^ 
BotroB  muy  taueva^  qué  ñ  s^nrdiealosoficiUes^qve 
han  de  bae^^r  «jm  ioiá^ii^  la  dividen' ^ntre  «i  .^por 
partes  y  Mdn  cual  lleva  &  sa  casa  la  párke  qmké 
toca,  siW  ver  lo  ^ue  how  el  otro,  y^  aoabadaÁ  se 
ruelvéft  á  jÍMitar>  y  oopfifuestas  en  una  quedB*  ta^ 
:^jostado^i>  cuadro  y  om  twiita  profporoloíi^  que  pá*' 
reoe  ñ^é^  Mti  mano  lo  qpa  fai  {mht  diversas  niaz- 
os matisad^t  .•  i  .«•'••= ;       '  .•  .  \   ■  . 

1&.  BMe  tetÉMorhácen  ^tros  eñoialeí^  aubque 
<isto0$  á^  b^as  áé'itúrw;  Itootatido  |ma  iinágift 

bre^  mmfnMf  |ísgatide  de¿  caries  eolgawT'te^hejáÉ 

ie  Im  re^as^  tqw»  ItasfüAH  Xoelripetlatl  {estera  dé 

^ores).   De  estosy  lé»  dia^'del  patrono  ^^ov  San 

osé  y  40  nuet^ro  Badro  S^iti  ^ranciseOí  Hevan  t<it 

.wordotnos'idé  los  santos  A  ^oólgar  Ha  igl^iade 

tn  jMé/^  M  los  IMmí  dt^  Oerpue^Cbrasti  lo  tMifia 

s  de  f  lialtaak  pMi^potier  m  los  kmoeL  ^ 

20.  Hube  platel^oe  qiie,  (blt&ttdolésr  Iwifeistvi^ 

^ntoe  pa»tt  laterar  dé  aaaftilto,  sobré  ümá  pledfti^ 

nde  ^tt^  0^  'formatea  «ut  plato  y  ueafiíeotev 

nqoé  9M  teoy  ttgetti^  ifi  ^rfeotai'  fini  b  que  toca 

Tundilñ»!^:  dtt'MO  y  dé  ptáfta,  bááptíwcott  ^tasdé 

imor  eiwlqM^»|>y»^4BttCTbateik^ 


o 


M'le  andaba  la  oalMaa  jr  ae  la  moMába  fe  langiia; 
atms,  la^aital  de  ora  y  la  mifed  da  {dataj-nar  fes 
aoii  ana  aaoBina  de  ovo  y  otearda  plata*  De  falei 
afioialaayaiioeeliaUaii.  De^lae  piesaa  taagoáaim 
padea  oaaa  periÜM^dejdalArliaeoaa.y'aaÉfiQdiadaa) 
qaa  wteapeireoeD  batonaaqua  mkiwMá  pamoor* 
danés  jdedalmátieas;jr  áo  Cmcí&joi  de  la  cnu  :de 
aato  pamH|Qia  de  San  José,  vaciada,  qae.peaeadr 
aeineíeof  á*oaalq«ec  pistero;  con  okoa  aanfea^de 
saédia  taQa  peqoellos  *q«a  la  adovdaa,  lAbrrtaa 
piedras  praatosas^  j  ea  lagar  de  teaíl  asaban  de 
aíerta  arana  eoa  que  Jsatofeeelnhan,  y  laa^üigesiai 
baa  ea  oroieome  ka  jojias^y  deiettas  haoiw  ^/m, 
alas  y  picos  para  U»  animalejos  qoe  TSHJaban  •  > 
. .  21. .  De  tota)  arena  asan  Jiey  «fara  lefo^t  lea  pie- 
dras de  jai4»9  qoe  .Uamaa  UcaUf  kaei^o  pofinaí- 
Uos,.  tintoMs,  aiaa^  saiviUs8>  piteisa  de<egaa  baadi* 
ta  y  .oteas  tnMhaa  coiosídadMi  de^pieda  qaa  Ue- 
mn  á  ESspaSa,  y  de  esta  ;piadra  es .  oLpúlpifta  de 
jSanJVsnctsóo  de  Méñéo,  y  his.pttaade^qpuhbeii- 
dita.qiie  están  en  las  puertas^  y  lel  de*  la.íOakedfal 
(qoe  estrena  predioandenneetco  ref  etendo  pedee 
provincial  fcay  Franoisoovde  Xrila,  día  de*  la  Asan- 
aían  de  amostra  SeBom,  titular  d»  la  diobe.qiite^al, 
aBoda  1983..  Son  tambiea  de  eata  piedla^  «aoqae 
náa  jaspeada,  las  oolaanaaadel  aMar  pñooípalde  ia 
eabednd^  f  laá  del  refeablp.dala<e8tadiBl  de  fe^ftie* 
bfe^da lea ii(üagrifísy  labsadb  eoQfi^aay.sa)eaa:aoa 
fe  fleraLif»  losdndidaaaoefaQptawL    ^ : 


891 

224:  Había  píiitorts  qii0|«lleiiipb:QfliL  ganas  db 
los  áibolea  y  ooloDes .finas,  aLYÍuo.|ABtabautaaÍDW^ 
les  j  {llantas,  y  pintaban  en<  unos  ^[)ap!eléa  da>:ipk 
tierra  qne  dan  ios  árboles,  psgados  «nos.  oon  oto» 
eoQ  eiigrnidw>  que  llamaban  texemátiy  snabistoñás  y 
batallas:  los  sostros  ^de  Uus.  peraoaas  no  jacérbaroír  á 
piataop  con  pirimor,  basta  qne  iisaro&<de  ia  enouaia* 
cion  qae  ios  esíMifiales  imsm. .  Pintabssn  en .  ouerm 
curtidas  de  aainiale8;.)porqtte,raaaqne  tenisa  tantas 
mantaó^  Ao  «sabaii  apalrefatlaa,  y  después  que  apréo: 
dieron  Apiatar  es  liensos  aparejados^  oon  ¿leoj(qne 
&ucan  hoff  y  es  lo  mas  ordinario,  de  una  semilla  p& 
{jejBa  qoe.IIaiBto  dhian,  mas  sutil  :qu& el  de  linaaa), 
se  han  dado 'id  aírte^dela  pintaíaoon  yentaja*  .   f* 

23.  Había  ofieiates  doibacer  dlaa  de  barro,  Jar^ 
:os^  tínicas  yasBadiUaa,  pintadas  y. galanas::  no  w«* 
jíiQ  d  viáBériaS) hasta'  (jaeios  aiqia£bles  les  eas^ 
laron^y  hi^  hacen  banra  da  diferentes  formas,  mu^> 
íorosos:  loa  eel^adoa  son:  der^Quadalajara,  y  loe 
a  Qoanhtillan,  oiooo  iegnas'de  Méxieo,  y  los^qué 
'Knaa  da  aióotasa  qué  baseoiea  México^  por  lo  dei^ 
^do  y  iólorosa  apetecibles*  ' 

24.  Había  oficiales  de  labrar:  vasos jque  llaman 
.ioalU;y  taoomaÜ,r<|iie.son  de lünós  árboles  qu^' se 

Q  ea  tieiras  caüeBies,  de  taodaá  formas*  y  tamafiós, 

.Igadea  y:graQ60S,  rédondps  unos  cómo  cubi^etes^ 

ros  Isa  jicama  paquellas  y  grandes  como  fuent^sí 

'  éslaa  las  dan  naibarnia,  cbn  flores/y  aDimalea  de 

ivsrasa  eolorsrhamaasadesyquéjiía  saquita^ni  se 


m 

deapiírta  a^nqu»  esté  ^  ni;  tigit»  isockié- dia&  U^ 
perfilan  ú»  ^OFÓ.ypkitárj  gqu  mB^fetreroa  féia  «líos. 
qíio  «stít  tira;  pdnnatiente' ootnoél barQÍ% alUiqve s9 
bagan  pedá2S08  kisvtifiiíjas.   :. 
■   25.  l^hian  ioAfualeé  de  Islirar  DftTa}«%  »0ftd»i9 
de  una  piedra  mas  rehicieott  qoa  d  jaspe  dqeolor 
negro;  y  cáueaRdmirasíon  el  iHloda|r' facilidad  con- 
qixe  las  aacan^  parque  toman  an-|)eda8a^d0«ta  pi^* 
dra,  roUizo.y  redondo,  d^  napAlntio  peoojtiáaJargo, 
y*  jantando  los  piás  aprieten  la  piedrti  eorna  m-h^n 
eo9  tena^HB)  y  .oon  tm  palo^lgríieeodaiiiiáiaDZA, 
de'dbs  Ó  tras  codos  da  iargo^  y  oti'e  trp^aaié  d«  un 
pültto  que  hwoB:^9tay  |r  poniendo. ai- paloeda  soerte 
qne  bese  'al  canto.da  la  frentelde  la  piadtf^  ia^ntetia 
háeia  el  peebayiéaltaiuúi 'navaja  oán  doé4ffic>a6otno 
sí  la  fbraiaseb  de  acérd^y  algáaás  aeieii  aq^i^  panti 
aguaadaj  y  'dé  epta  aaerke;,  en  aiéttoá  é^tan  éaarto 
de  iiora,  saús^  man  db  ^iñta  lÉirajaa  algb;oervas: 
eob  ellas  ra|)án  el  cabello  ooifao  ^sfefaera  eos  aavAJ'v 
de  ,aeeto^  si  faian  ¿  dbs  voeltaa  piárden^él-  filo  y  sos 
necesarias  oteas.  A3  prinexpib  da^aaonquisUi  «aaroii 
los  españoles  de  elias^  hasta  qaii  httba'deJaa  otni' 
narajab  fthaodaaciai   .^  .  ;         I  'j'*    :    .  *'f 

26.  Hul^  tejedores  y  pnebloa.deáilEadpá  pnr^ 
tejer  las^pas  dér  loé  feyaii^iieíaaaitas^maaBS  \ 
delgadas  de  algodón^  pelo  de  canigo  antreU^idn.^. 
que  sarmn  para  les  frins^  thuy  «aavas.  Hadlanla' 
Uaneas  y  de  varios  odores^  niátíaadhiá  da  ítorB^  > 
aaiinaiéaw  <>traaK]flda|aailiaflian  esiefaay  cptaHesDa*. 


S98 

petate»,  'í\  pihsárññ  vnkm  ccAarés,  j^de  tule,  que 
Ilamiui  ea  EapaSUi  eneai  qw  i^rvian  para  las  oamas^ 
el  suelo  y  las  paredes»  Otros  oficios  liabia  como  cur- 
tir cueros  de  venados  y  otros  aniniales.  tan  suaves 
que  de  ellos  so  vestían  y  sacaban  ^sorreas.  I^abia 
otros  oficiales  que  hfn^^ifúzA^o  eomun,  que  eran 
sandalms  de  cáSamo  de  maguey;  para  los  señores 
eran  alpargates  de  algodón  y  cánamo,  muy  coriosos, 
pintados  y  dorados;  ,y  de  esto  habia  primorosos  oíGl- 
cíales.  El  dia  de  boy  no  hay  oficio  que  no  aprendan, 
coQ  tanta  codicia,  que  en  los  primeros  autos  del  Santo 
O  fí  CÍO  de  la  Itoqtiisicioki  vie^roii'que  los  ptoitenciados 
traían  sitmbenitos,  y  jüi^átidolod  por  traje  nuevo  d^ 
que  ttsaiHSan  todod^  como  si  fuera  gala,  hicieron  isam*- 
benitoa  y  f(>é  isaóaron  &  vénd^^:  Tslú  hábiles  son^  f 
es  tal  ln  codicia  qoe  tíenen  dé  aprender,  que  Ibí 
primero»  qfih  badián  y  tejian  sayal  para  vestirse  los 
religioeod  que  vinieron  de  Sspáña,  Uev&íban  tres  )^ 
'OH  de  pláta)((or'úna  varaj'y  viniisndo  de  Tecama** 
v^^halco.años  Indios  {)er  sayal,  Atendieron  á  los  dete^ 
ros  y  €l  medí)  de  tejer  y  de  hacé^  laa  mezclas,  y  n 
'u  tíerm  empetoron  á  tej^r  tan  bien  sayal  oonióloa 
e^pafioles^  con  qde  aliviaron  á^los  religiosos  en  ¿I 
irecia  dácoebiVD  qtie  los  ótroá  llevaban,  (^mo  hoy 
\!iviatt  é  la  tspúíilica^  potque  loír  indios  en  su&  obras 
iue  fiíbrieaii  con  poca  ^naocia  áe  contentan.        ^ 


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üAftímÁv. 

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De  la  cuenta  y.  cómputo  del  tiempo  qne  usabaii  loa  oatoralaa  de 

'  '  '  esta  KtieTa-Esj^fUL 

,...!.  •  •  ■      '  •  Á   .   i'   -     i     •     . 

t       .  ;  .■'•1  •'        •  *  .  ..•:•• 

^:  .^7.  £1  ÜBmffi,  ^gf^t(..fl  41d?ofo|  os  ]fí  inedhia 
^l  QiQxio^leDto  QODtippo.dj^J^  fisf^n.  JEicán^U 
i^g  Qi\a  ci^oia  coQ.quer  ^  di^ipgue  y  ^certifica,  al 
tiepipo .  4cüt  :prQgrBsa  y  mokvani^qtp,  del  ,i^l  y  de  Ja 
Jmitt  piy.ídeí»^]i.ttetppp>,gflguu^l  c4wBPt9>  í^afios, 
pf 9e^  ^emf^Qas  y  dii^,,hoi;^  j.iqi^urt^iUk.  M  a&o  ae 
4i^e  }^,quAiiti4ad  ó  e^papíp  d¿  üw^po  9p  909  el  sol 
yon  mpyioiieato,  p};opio^  I^^e  jSi)  .^^^;  pcff  el  aediar 

le  á  s», .primer  .pufttP.do  .dojpdQ  salió.  CoiltiftEi^  (s#- 
gonb  correccion.del  XiJaleiíHl^tiQ  iUtwaoft.  de  ^4nM^ 
Pompiüo»  ^oi)a  por:i]mQdAdo  y  ^xpwia^  d^  JuIm» 
Cédar  Q^diante  «i  ^bidio  do  8pfigoiu|ft:'y)F|aYÍa 
£fñ va)  troacieoto^  soflo&tay  oioco  dúu^  y  «(W  JMcm- 
Llámase  ooittue  di  qM#.  tii^tie  tiioífcwiMm  sMMit%  y 
nueve  dias^  que  sucede  cada  cuatro  a&os^  a&adiéa* 
dolo  un  dia  en  el  mes  de^ebrero^  por  las  sais  horas 
que  tiene  de  más^  que  hacen  cada  cuatro  afioa  uo 


W5 

Sigob  opiídoñ  del  rej  D«  Alfooao  le 
Uíam  wl  aBo  dooo  ainatos,  qae  es  la  quinta  parte 
ié  laa  kasa,  da  aiado  que  aa  eiaoo  afios  tieua  de 
arfaaa  «aa  hora,  y  en  dentó  veinte  afios  un  dia  na- 
toal  da  TMtieaatro  horasj  porque  eoaska  de  aa- 
«■la  ■riantaa  eada  Jm».  Por  lo  cual  se  reformá.y 
evrigió  el  tiempo  per  auindado  de-Gregorio  XIII 
d  alo  de  682,  y  se  adelantó  dies  .días,  que  aieodo 
Saeta  Teresa 45  de  Octabce,a»oontóá  16i  filaSo 
»  diñde^  aeganjos  ouatro  pontos  de  la  esfera  (que 
Ma  éoa  eqainooeioa  y  dos  selstieios)  en  ooatro  par- 
les: Teimae,  Batió,  Otoffo  y  iTieroo.   Gada  parte 

eses:  cada  mee  b  dividea  los  Uüoeaeo 
Obleadas,  Idus  y  Noaae.  Los  meses  ea 
ea  pasando  dos.de  &  cuatro  semanas,  ea* 
fea  aa  asea  de  á  elaco.  Ji^as  seibanAS  eoa  de  á  alela 
ttss^  ealrattdd  el  aépUmcí  per  ia  y  principio,  qM 
tstesigBillea  septímana,  siete  maBanaa.  Bl  día  o6aa- 
ladeveialíeaatro  horas:  tíené  cuatro  principios.  Los 
lo  priacipiaa,  desde:  el  principio  de  la  MeBe 
el  eiro  db  qM  ae  'pone  el  aol,  aegun'el  Qé- 
FaeÉm»  nt  vmpir$j  $t  mne  dié9  urna.  Loa 
emptesan  el  dia  deade  la  ttédia  aedie,  y 
ssl  le  eúntaoMe  todea  para  gnardarle  y  para  el  eyu- 
se,  peiqee  ea  aquella  hera  nació  el  verdadMo  Sol, 
Grislft'mteifero  SeBbr.  Loa  mateaiáticoa  le  CMÉtan 
dssée  el  oMdio  dia  para  contar  los  diaa  de  laiuna, 
4e  Ihram  q/m  el  aáhado  después  de  medio  dia  ya 
poral  deldagp.  Imn  eeleaiágtjaos  lo.  pri» 


w«86 

ítík  SI  tíraqia  88  dÍTÍde  en  edeAtS)  oacb  éind 

MotMBt  M9i  tres  wl  iAm;  fai  fiad  m  «iglM^  <loe 

cada  siglo cotasta 46  obn  sfiM;  él sigto.anindlaM- 

i*é¿y  otjpQi'eSifetrio  iotí  qoinM  aSp^  lai  «m^focíoD 

.4b  *tf68  lattrM:  ééhi  ge  Uattialwi,  po*-efaoiiniMhw , 

'iiiirM  OmarU:  tos  «letelM  delCéeár^yeftdarfi|«&- 

:<iC(4lM  sa  YeeogiaD.  B|  luitro  tmiala  da^i^-átea: 

lléinaBa  loalra,  po^m-cadá  «ihcoi adtoa  oofr^asáá* 

loa  da  oeira  atemb^baa  á  bs  qMi  vaaiM  da  las 

ifwriaviáa  4o«  él  t»ibittot.del' César;  SÜ  ali^  w^  da- 

ae<«Ma»8^  yalnaa-an  oifÉltfa8eiiiaéiad.:'Jyii:8afliftP^ 

aft  asHa  dkst  afr  dia  éa  védatiaaatiiO'lioMB,  -^-«n 

^fMtra  auadiatataa  d»  á  aals  hona:  cada  Wra  ieatta- 

tíiida' oaatro  pantosi^da  puttfeaéa  ^Ua»awftan«a6: 

aada  moaaenita  ao^  éora^  mknitai:  .eadaí  Ukbuia»  %n 

vWotíoelia  itaaios.   BataiKvlakiii  ia^vnM  Dioiiiato 

Aaaaaw),  abad  da  Sait  Baaito^  pmt  k  catebmbiaQ 

dá  lá  Pa8aiia<<MüÉipiaa  Uaaiahan  al  tíaaipo  d#^  aiai- 

ti*  alaa.  Unas  >dieaii  que  ¡i^  at  na&M  Oknipiiií  lo 

cierta  aa  que  SáibolaaiafaDtdlaa  jaagoa  Oiiai{4a9^ 

£et.  Sttí.  ifa  ;Afi#>  á  aa  aoaao««a  Falopa^  aa  \m  aia- 

,ted*Oiinit>iay  qae  ea  ahem  la^  Marea.  SMea  juagas 

aa  iMNÉia  eatié  Aeaya  y  Maeadeaib«A^)a  falda  •  del 

noaÁa  OKaipe,  ^2mii«  A9^^ /pi?.  M,  qiia<  e*  tifíiago 

'Qtdete  deóímiMte  aillo;  Ttaiviámi  arfg«n:elafla:ée 

-BTlt  d^h^awMiéiattdél  OMMiia^  áit»:  Ja  1»  dea- 


1nf%.  OhlMroii4#^  f  despiMide  406 
m  fMotamk  m  üetaipo  dé  Como,  wf'é^'Má- 
rmimiñf  TTOéBm  Antot  de  U  BttCMMcion.  l)MAe 
tq«i  euMeuJÓ  la  oMtiU  da  1m  OHMpiadtti  únrito 
rey  Ittioo  AmvHo  6Uf  o;  ét  Merte  ({«e  ellmpiida 
Mo  ctt^tfodentot  aBo9« 
L  Aoerot  dt  Ita  siete  edadefl  del  mundo,  Imy 
opíttioaee,  que  lá  qae  máa  ei  lai  del  rey 
D.  Alono,  que  le  de  heeta  b  edad  eb  que  GMélo 
eaertre  Sefloreoearnó,  6484;  y  la  que  laéMe  de 
Ikaleeder  fiofaui,  '3ft56:  pen  la  lAas  couiotí  que  ú- 
lee  moderaos  eon  muchos  santos,  son  SéOO,  y 
deesta  manera:  Decide  la  ereáeion  del  muft- 
4e  hasta  el  dHuTio,  1660  aBos.  La  keganda,  Hasta 
que  Dioe  llamó  i  Abraliam  y  le  hito  la  primera 
prsoMM»  siendo  de  70  aflos,  te  das  862:  La  ttoree* 
m  kasta  que  él  pueblo  de  Israel  saiM  de  figiple, 
436.  La  ouarkSy  hasta  que  se  eomensó  el  Templo 
de  Sdottion,  480.  La  quinta,  hasta  la  trasmigra- 
dea  éé  Babilonia,  480.  La  sexta,  hssta  la  8nei#- 
aadeo  del  Yerbo  Birino,  697:  que  somadss  hacen 
he  disfcos  M60  aBos,  De  suerte  que  laséptims,  se- 
rá haslm  el  día  ibál;  y  juntas  con  16M  que  llera- 
mi%  soa  66W  ales. 

8*.  W  dia  flaal,  y  los  atesado  la  duraeiea  del 
muado,  ea  elertu  que  ne  se  puede  saber  éen  eetll- 
damhre  cuál  sea;  pera  sqgun  algunos  oómpntM  un 
parlaohir»  hi  cUéata délos  Ravineaque Hamna Cá- 
Isla,  y  Its  máé  eefcbraiai  de  Isa  tsea  ^.ItáAah 


m 

.(r^s:  j^imatr^i  Notar itzoa  y  Tan^uiiü.  Seg/an  U  01 
iüatría,  ouaiido  de  la  I^tra  y  V09  hebrea  (según  el 
. numero  qoe  las  letras  significao),  se  saca  álgun  mis- 

^terlo.  Con  esta  Rabihillelí  ó  filias,  easeKó  qu^  el 

• 

mando  duraría  sqís  rail  aSos;  {K)rqtte  en  el  ir^Jrsp 
j^iimero,, del  cap.  V  del, Qén., donde  se  escríbela 
creación  del  cielo  y.  tierra,  tiene  seis  veCes.la  }i^tra 
,  Aleph,  que  cnda  una  dignifica  mil:  y  en.  la.Esprituica, 
.á  cada  paso  por  uno^  se  interpreta  iml>  Una  dies 
tanquamniilh  anni. ,  7  á  este-computo  bficen  los 
feis'dtaa^  de  la  jcreacion  los  s^is  afios  que  (^e  sfim- 
irabai. la ^ tierra,  Uf  ^eis ^|^W .del  trono  4e  Salo- 
.moni  los.  seis  dias^que  pasi^roif  para  ta  gloria;  del  Ta- 
llar, de  que  jirata,el ,  R.  P,  ^,r.  lijí artin  del .  Castillo^ 
9on  su  é^udieíoa  acostumbrada,  en  ^  arte  blbfí<^o  en 
f\  fol.  73)  donde  ;lo  puede  ver  el  OMrioso.  r 
.,  3^1.  Ot^o,  QÓmputo  del  breve  tiempo  que  fal^^  se 
puede  hacei;  por  los  sumos  Pontífices.  Han  sido 
basta  Clemente  ^^  doscientos,  cincifentfi  y  uno.  El 
santo  Malachlas,  contemporáneo  cié  ^an  Bernardo^ 
el  afío  1140|  Aumeró.  los  que  serian:  ^  según  §u 
cuenta,  faltaii  yeintíseis, desde ¡Clpmente  X.  exolu- 
sive;  y  después  de  Inocencio  Xtid  que  boy  gol)ier- 
l9{ty  ypintioaittro.  iHágaselaciieiita.qa^sfigu^fste 
^qtor,,  que  basta  el.  4^0  de  7&  yan  -pasf^os  66t4j 
que^ef'án  los  que  fiEtltenj^arA-seis,  mil.  .^  ,;  ,  . 
^..  E^a  co^Rta^pq  es  justo ^qu^  s^/cr^  por  íd* 
fa\ibl^;  j^tQ  Qo  se;  ba4^)iaoer  p<^o  oasojáe  ellay  co- 


m 

k  tíüam  tiUd  4«1  naQ^o,  qm  os  de  fe.  que  no  hii 
4«  p0Mr  Mta  edad  «ia  que  socida  el  d&a  fioel.  Le 
i^pado^  perqM  debemes  fijar  en  ouestra  memoria 
mmj  braiji  piiestro  jaido  partíoolar  para  la  c^en^ 
y  ú  ¿iiicae  ^niveraal  piMra .  temorlos.  Dios  ni^estrf 
Sáim^gost  m  miMñoordiai  aoa  mire  coa  ojos  d^  pie- 
dad como  Padre»  jr  no  noa  castigue  oomo  Jues. 

S3^  L^e  oaUuiales  de,  esjta  Nueva-Espa&a  con: 
ukm  «Q  aíglo  da  ciento  cuatro  aftos,  que  llamaban 
ttkmkmHIUUi  Una  vejei^  medio  siglo,  de  ciuouen; 
u  j  doe  afií^qve  llamaban  iaJMtAmo/jpkii  quaquie* 
le  decir  Uetaduia  de  nuestros  afios.  E^te  era  el 
úempo  de  su  júbilo  j  fiesta  de  fuego  nuevo  (cómo 
iiréflM^  después)..  £l#So  era  de  360  dias,  y  cipco 
iÍAS  %iie  tenuin  por  baldios,  que  Uaiuaban  ntínoñU* 
n,  iMcian  los  365  dias}  y  aunque  no  alcansaron  el 
Vuiert^  eon  todoiOn  trece  diaa  que  gastaban  e»ali- 
¿ar  las  easas  /  en  iJisponer  la  .fiesta  del  faqgo  nue- 
>^,  oorriyí  trece  bisiestos  que  haj  en, cincuenta  jf 
¿^  afioe.  Tenían  18  meses  de  &  veinte  diaa,  que 
¡I amaban  wuímíIí^  semana  de  cinco  días,  y  bast«^ 
sbora  lee  dura  esta  semana  de  cinco  dias,  porque  en 
machos  paebloe  hacen  su  feria  ó  tiangues  cada  cio- 
codias. 

31.  El  cuoulo  de  los  cincuenta  y  dos  aBos  con* 
Ubaa  por  una  rueda  que  bacian  cou  cuatro  figuráis 
6  ñgoos^  contando  cada  figura  trece  veces»  y  era  de 
mta  roerte:  Ponkn  b&cia  el  Mediodía  un.  coneio. 

T«T%«Cürr.— Tono  I.— 37 


íéBp<khHtúítAía:%\  Póríuwte  ttiÍA^duA>^%  QftiiHlo 
a«ífa'ále8.  ifakUt  tfoOr,  otaittio'««itefr,  y  ))toaMg<ñaa 

'i  *  ' 

acafl^  ^ei$  cftfiaa:  tihieoMe  ifo^jotí^,  iSiéte'^ertfales! 
^kiguei  eaUiy  ooho  casas:  eAíoMoitoí  técKlU^  imeye 
etoejo¿:  'maílaáíUaeaü,  die^'teSas:  MatüreiU'yñítém 
Cj$iécpátl^  oúc^'peñénñ\éB:Mctlla(Hóéme'iks^  Hoce 
tíaaals:  imÜaetlúméiHaéldH^  treeo  conejos.  De  sncfr- 
té  qud  en^í  signo  primoro  que  éropetiS  retmitaba  el 
nfimerd  13,  y  para  fai  aegüttda  iiidtocioii  cottmza^ 
bao  pot  el  segundo- 8^0  á  ¿ontar,  (|ue  e6  Oa^  ce 
úeaüi  y  ^n  él  terminaba  ol  n6faiefrb  '13.  tT  'pakA  la 
térceta  en  ¿I  oftitmcfro  ierOerd,  y  t^tíiataba^n  él;  y 
en  la  cuarta,  éa  til  Cfiarlo  signó,  y  iDítilii)^)ie&iídtfse 
edtoa  oti^tro  númetosde  á  IB,  "i^eniab  á  hktet  los 
oindüenta  ^  dos  aSós.  £1  áttc  se  éñlpei2¿aba  per  Fe- 
brero, qne  asi  ló  áiente  el  P.  Pr..  Maí^tin  de  Léoo 
én  su  Catecismo,  y  el  *P,  Torqueentada;  ^á)qtie  Bay 
aT¿ano¿  que  dicen  ethpezaba  por  fineta,  üt?6d  que 
por  Marzo.  Lo  tnas  ajustado  'me'pareéb  iét  por^e- 
brero,  según  las  figuras  de  á  cuatro  sigpc^  c^ü  t|Qe 
contabín  los  fcKo?,  que  éstas  párense  que  hacen  re- 
Idbi'óh  "d/las  cuatro  partes ^n  que  se  dfMde  ef^áBo: 
Veraiiov  Estío,  etc.  Por  Febrero^ettipieiiaálBaKrel 
peiillb'doia  gráúiay  reverdecen  los  árbdíéa' én  las 


*  •  # 


4M. 

il  Brtio  li^  ealbis  de  náfc^  y  le-apHoAO  esta  r^a* 
dn  al  aaguido  signo.  Bu  el  OtoBo  se  seca  todo  y 
ia  aBÉnnoa,  y  huM  ralamn  al  pedernal.  Ba  al 
Ifiania  aa  al  (Ho  granda,  y  los  aireoiilos  sutiles,  que 
ak%Ba  á  raCuarsa  M  iiMf^^d^a^las  casas.  TWaiUea 
Si  afcaarraeion  da  los  natarales,  qu^ha  quedado  ea 
hm  labradorsay  qiia  al  primer  sigtio,  que  as  el  oona^ 
yi,  üiiola  agttts  iatnpfnttmtf;  eon'eoyo  Aego  srffeM 
foMo  y  luiy  aboadaooia  de  conejos.  El  de  la  oaBa 
iaoata  akondaneia  da  sementem  de  mafs»  qoe  se 
4a  «¿-ariBae:  M  4ü  p^dM^M  4^aia  «099.  M  de 
k  mmh  4ti0o  tantoM  y  imím  tflmpomlas»  A  ouyo 

■i  ■■■i>liwi%  y  «rttf  «kfl^mft'biMtii  «hoy»,  «ive 

>  ñmlm$t  jri  n»  0«iin  l«»  .lii^rD9  ilf  9ti»  ibw- 
f  pura fAbftrfl^U  7iW>««  7 {tomwi  j«imW  A 

J«  aw  mw  fcwWnn  npfwito^  y  1a  dw^bcU  4el  ««qo 

te  ii^vtminiíitím  mm^  «fHiqwi  <i*  l««  «wr- 

awMtmiin  99  99^m  ttvwKDir  intMdiu  ootMtas, 


•  •  Ir     ♦ 


*•! 


I  í  •  -..:./ 


r  •     .«'    i     'I.     "  I,     '        »     '■     '    •     •     • 


t 


CAMtOIO  TI 


«  •       *    ■    # » 


•a  etimología. 


S5.  I>e  diez  jr  ochomMes  qcie  tenían  de  4tebU 
diasy  «e  oompofiim  ^)  afia,  qfcie  haooa  M%  jrtoi  cin- 
co, áías  baldioB  queilamabaoiMMfifeMií;  El  primer 
mM  ^tto  empaMba,  aegitfii  to  mae  eíKtoj  ae  .llama- 
l)a  atléahaaloo^  (^  qtiiwe  dedr  €ua^a  fMiu  l&^ 
aguas.  Llamátmnle  tambiaa  quahuilchua,  que  es 
cuando  ratoBaa  los  arbolea.  Loa  tlaxcaltecM  la  ib 
maban  xiiomatihuitsstlif  afhaíiimiaikto  de  maosercas, 
porque  entonces  oomenzabau  á  aeitíbmf '  laa  taerra^ 
altaa^  y  pava  buen  temporal  ofiíecian  laAiionsas,  quc 
^a$l  liamah  á  las  inatoreaa  en  ^no;  «ünqoeel  vo 
cabio  propiamente  sigdiflea  iMi^orca  en  ledie. 
'   36i  'lElseganaó  mes  llamaban  lo»  fnexicanoB  tls 
caxipehualiztli>'(j[taé'qbiéfre^deTr  deBoHamianlo  il 
""V  hombres,  porque  en  celebración  del  mentido  dios  d 
^^lateros,  que  llamaban  JTtjpe^  y  por  otronovnbr. 
/  ^  desollaban  ftlgcraesmutivos  moa  jae  ponía: 

f  ^    ^^  Mos,  inhamanoa  como  birbaroa:  daaoUábau 


4M 

ki  fcr  MM^rittkr  lot  ladroMs  dé  eóaasde  plalAjr  v 
m%  fonpm  «nt  la  peu  deetto  delito.  Lat  íIsxmI- 
tsAf  b  Iknaabw  wylhoitl)  que  dioe  fletta  genenl, 
pm^^  M  «ito  QMS  battan  grandes  flestss  los  stHo- 
fcs  da  \mil0B  j  eoaddes,  repertian  dones  y  sosas 
pMMsssy  prDemaadogiaajenr  anigos  j  gratífiear 
Wasicioj.  Bo  estas  fiestas  componian  Taraos  an 
fas  ■aaifeatallan  sos  haaaBaSi  sentándolas  eb  las 
pistes  j  templos. 

S7.  B  tareero  aaes  le  llamaban  loe  mexioaBee 
teesatsnfli,  psqueBa  Tigifiai  porque  eete.mes  Téla- 
les mintstNs  del  templo  ^qne  llamaban  tiama- 
mfmmhtmp  y  Talaban  maobae  bogueras  de 
imga,  leeaalolmiaaayooemoe  ea  -  demoetsaoion 
de  la  •aata'^H'M  haeian'  per  les  'baeaes  tempérales 
feael^esÉbaa»pet^e.aaempesaba  4  sembrar  es- 

Wk  S  mmrib  mes  se  llamaba  baeyteeostlí^  tk 
gBa  fsaaie,  pevqaa  ao  eolaamnte  los  mbistios  del 
Imipla  TlamssaeqaiySiBo  teda  el  paeblo»  haoiaTa- 
Im  y  fiatitaMÍBik  y.'dJDÍeadasosettlpasdekate  de 
dtas  aeaia  «eamdbade  lae  ooafesíones  segredas  y 
psaiteaeme  da  eaassema. 

SA.  Bl  i|aiatD  mss  llaambaa  tlozeatli  qaa  qalsK 
re  de^  reebshdero»  porque  entanees  saele  belar  jr 
m  disisa el üMipo,  áaaya caasa  ofireoiaB* grandes 


.  .  I 


40.  Bl  wxto  BMft  ttMOfttea  eliMiaiilhtlJ 


Ata 

jñí:«tiAi  iegumlifW  qü0  4dfmftb  A  ttatwiíi  jÍ»'|oJfap»j 
Im.  8n  é!  tiiitniíio  ircrbafaíDii  \w  iqub  M^M^Ito^o, 
y  lo  sttftuA  ctttt  ppdfiícia^'iwtfedpeliyr'ÁI^^ 

fiesta  menor  de  los  seftores,  porqm  im  Wtif  wwlM 
maMmy  soidados  m  ejercitaban  «a  kB  ttniMte  ea 
«iavbiito;  les  plf  bejfos  Ihi^  ¿la^OMit  «al  d«  v^a* 
tevteiooaib  deiínonl^.  ^ .  :  i  f:  •  :  •  - :  n^  * 
' :  ¿S;  J^  dctavomeaUáotiatNiíi .  Imliy  't9MJ9l^«fcl» 
qiia  oáiaraa  Joaioy  ffooaii^  WfieMalpiaaAa.df^Jbw 
ádSerea*  CeMaráliasa  bar  Mala ITIiMfr-AipAlilí^áai 
pai^HoidartQ  laa  lem^aéeggrayda^:  Jba<tott>i»%<i»- 
tes  y  convites  en  las  plazas;  dahaa  da  beber  á^ttd^^^ 
«fhci  dsa^  iN[>ntMUQe'tbiait  y  piml^,  bebida' fiíii^^iios 
«ili  f«gA(Q;*  d^ni»  oaolíá  olroe  piufi^iyfdMre- 
«08  i^iiioi^;.  liaotabia  ana  hanfiláa^y!  aaoaban.eii  0W 
fsrtm^  mt  bk^aoes;  l^  Aiqere(B  d«Mabain  ^m  ea^ 
l^^bta  fjiiltoe^divla  puaataafdal^aol^iarta*  iasghie' 
ve  an  baile  que  llamaban  cnaoiMobtlH  i|itaH»m  (iuae* 
^t  ice  Ipr^tofi.an  loa  KombHostla  otroa  potí  mHéas- 
-|iMMIidadfla  Uaao.  .'../«-: 

'48«  61  QMO  niM  Ikiaabán  t)aieéi3Uinifei  ^Hie 
quiere  decir  án  el  que  se  dan  las  flores,  {KM^|tvi  ae 
4»bi|KÍM^.&  HuitfO^pfKfttU.  JiOe!ibiK0iftt«<Ma  le 


T 

/ 

toj  JlfipuifaH^^.  xoQojLllifHetzi^  ,q qe^  fl^i^r^  <ie,9ir  caa»(io 

porque  ep  mis  m^j|9  i^x)Mpab«D  en  ilaotos,  .Se  )¡e- 
&iaii  loft  Aa«rp49  j^:  jCHurae  de  po^^i^  Mg^P»  y  r^tqs 
seSeii^ieA.  diAiQ^f  Jii^e^i»  4»$gie9  jr  Jps  colocf.!^ 

46.  .^  oii^en^  in<ef  UiuQ^t^aa  oQkj^m^Üif^  gup 
empewbft  á  ^4  4e  Afl99to,  p9r<iae  todof  j^e  Qc^s^'' 
Hn  «I  >«riet  )ft%pl^Jm4y.QAUe»,  aderezar  pueptes 

templos  y  eaeudiao  ceo  toda  y^Merftoion  ÜP^M^f^i- 

40.  SI  do(^f^.  liMs^Uun^^a  te(^U9Qo,  üü  >Ueg44^ 

de  Ipa  4i9aw..  ®JWW»fr*H  Hw  iW^P^  y  t^ww^jáV 
da$,  y  U«geji>»  «9  WWj?eJ^o,  valíVíJ^Q  qi*e  representa- 
ba el^4S^jll$tgaVi  y.  l^  aaijjciQpAba^  c'^i)  ^tiM^ijSff- 
la  de  los  fiu)nt«93fA|i49j|}Ql9dmba  i  .3  /ji^  O^t^ibre. 
Lgs  .iMsmM»<^.  l(í  JJ»fl»fcwj.  Kívefet?áí4Üi  {de  j^ach- 
tU),  q9^  Qe.elvb^nq  ^  cvelgOi  d,f;  i<>s  ^cboleie;.  1^- 
m6bi»kíA^P«kiFa'deGiQtaf  irl  tiempo  «ec^f  q  ^9i>f^ 
deeqndw  Jio«  arbolo*:  ji^  M W  QdQr.pivb9^,q9n  «^a 
yerba  loa  altares  y  hacían  sacrificiQ^. :,;  ,, ,  ^  ^r   .. 

4%.  SI  «^rwm  iR«a.MfW^^       Pl^xíeanoa 


w-' 


(^QHiiap  uñón  fa)IkB lié j«áfet  tn^nMM^mt^  Mi|4w 
jfr:«ivái  lagumfarW  qiit  oflfimm  á  Airanii^f^l^ib^ 

y  lo  ftttfriaA  tan  {Édft%cte/f0t  yM9^lÉir4'}#«'ii{i«Mr 
trojidel  deníomo^iwpAisioft  p$(tm  I#8' i|^;t#fi«wf 
811  p¿M  loff  iBtiíbtr(Nr^  (EHo8MyMnrí»ftpw^'aV«M# 

iIb  Magnor.  •  ••       .  .-    .  f  te   "!«     ♦••.••P.  ••  i 

fiesta  menor  de  los  sefiores^  porque  M  eib|  woitliMí 
»aUar  y  fioidadee  m  cgercitaben  en  Itf  anoMeti 
«taibates;  lee  plfbesfos  tlMiir  é1e'i(M(i  «ai  d«  i^Iat 

tevtoicomb  de  mon|i^ . .  r 


>         ilfr 


que  etéreo  Janie,  .fiudiiice  USeiftatiMá»  4%Jto 
4d8ereftr  CeMdráhase  bBrt^daijtlftifii^iBevaflmAi 
perHcnlw  en  biéíOÍiMhideKgft^deq:  jMwteíb^»'!»» 
tes  y  convites  en  las  plazas;  daban  d^  beber  i^ltd^^ 
«fhQ  dtM  .wntiotioafebmñ  y-  pineie,  beindtt  jyim^^lk^ 
ét  fecft}^(' d^naft  wiri'i  otre^  plaftt»iÍ«kiy«diMr9- 
eosfieo^;.  daotebi»  aoe  fajitA£(i6|  y:  »Mbilujéii:i^ 
itftiMí  ««i;  bbi^eoeii  larf  «mjerep  dMMbftov  ím  «a>- 
MIm  f^ltee^de^le  pueataa  'del^eolJsirtarf  lesme- 
ve  an  baile  que  llamaban  cnaraeúbtii^  i^iie^em  i^uea- 
Iqi  Ío|  i|r^8  to  lo«  bembüot-de  otrea  poti  mHdea- 
|i«D(Mlidiidfie  lieM.  .  f!  ,  ,♦ 

quiere  decir  én  el  que  se  dan  las  flores».  {KM|liie  ae 
ilftbiitt  flMw  &  fiuifcsOepiHAtli.  Ji<MiljiK«(Ít«<»e  le 


ti^  Mtmtm  jjoonyJhmBUty,9ne,(yifln8  djej^ir  cm^d» 

lhttiiL>MMMBÉaocMoii  jcmide  ¿a  lú&difuataa. 
M  Mt«  mtt.f»  foti^biui  «n  llaoto».  S«  ^• 

j  m\nám9  i^M4ift<t«r  «««  cafas:  HiiipiAbay  .«us 

wwidim  oaa  toda  yaueraoúm  los  xora- 


•  < 


4ft  ios  idÍMM*  fiMftiiBÜi4n  L018  ciLBiiiMA  V  •Dcmciui- 


U  de  Iú6  iiu»nt9«^  Q«t»  fHHyenU  4  3  4^  O^tubrt. 
Ui>tl(|»fllM#PW.l».Ai»ii^^  K^^d^i^iÜi  (fie  jpnch* 
ttí)«  qM  et  el  hvM  VM  €9«1ki^  U«  ips  árkoUs;  IW* 
aákMlt.«|ip»m  deiitUr  0I  Ueopo  seoa  eo  ^««e 

yeihe  lee  elteres  y  haeian  eecrífiotoi.  . 
4^  B  eetetMBD  mee  ilmiefaeii  lee  wiAgt^i^nAa 


406 

llaman  francolin  éfiammea^  porque  en  eaWtfMB^ 
TÍéo>íi'fi  eétáe  partes  ysén  jMra  'éfltoe  de  eslinia. 
Én  eale  me^  fcíacíáii  flechas  para  Ifr  ^eMi.  Cosein- 
'eó  'jRaa  qoe  duraba  la  fiértá,  loa  eásádéa  im  éstos 
'dias  npkrtabán  catta  y  ño  belmln' tffto  por  peiiiteB- 
eia:^  Eh'esrtenies  ifeináttifeMalMU  Iiis^^t^ 
lUicfté  y'debhoáestíús^  7  al^aé  M  óMdkWaI  w- 
errfiéio:  éstas  eran  \m  qM  Áato'  fi'ks'lNiláteá  ^eon 
los  soldados,  y  las  llamaban  maqn!,  que  quiere 
dedr  entremetidas,  porque  se  arlt>jaban  á  las  bata- 
llas, y  muchas  moriaflí  en  ellas:  manifestátianae  los 
hombres  afeminados  en  traje  de  mujeres,  tenidos 
por  infames;  estos  se  rayaban  y  lavaban  las  eataes, 
y  solo  itataban  con  mujeres. 

49.  El  quinoeno  mes  llamaban  panquetaaltatti, 
que  quiete  dedr  en  árboles  banderas,  asi  porque 
cogidas  laa  cosechas  empezaban*  las  guerras;  como 
porqué  celebraban  fiesta  al  dios  de  las  bataÜaa  Hui- 
tsilopoehüi  con  bailes  y  sacrificios  de  gente^  pin- 
tándolos de  xolores,  con  cantos  que  guiaban  una 
mujer  y  un  hombre:  ofrecían  armas  á  Huifesilopoch- 
tK  y  á  Camaxtli,  pidiéndole»  favor ^ 

50.  El  decimosexto  llamaban  atemcfttlique,  que 
quiere  decir  bajada  de  aguas,  porque eneste  tiem- 
po', pot  Brciembrd,  suele  haber  algunas  hulnédades: 
los  cuatro  dias  últimos  no  llegaban  á  sus  miQeres 
ni  bebian  vino. 

01.  Bl  débithoséi^mo  mes  Ilimábim*  tí¿otl,  quo 


40T 


fArt  déalr  tienpa  apvetadpj  p<»qM  tos  d^l|&  ti 


GS»  SI  déeuiálUYO  mes,  y  último^  llamaliM 
umIU,  qiM  qvUre  dew  renrreooUii,  porque  re* 
iMteba  el  odor,  que  enpenbft  á  12  de  Bowo»  y 
iwfcedo  el  omíí  y  eBe  eoguimn  los  eieeo  dias  baldies 
^M  llefiíbeii  neaonleroqa  y  por  este  tiempo  biso- 
foeeUui  y  reDovabsii  sos  edifloios  y  cmm  asi  eo 
eosM  peifiealAres  para  empesar  otro  aBo.  . 


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■  ■•       * , 

..í  /      .  ; 

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I . 


CIL 


63,  A  cada  oiocueata  v  do«  Atu.  -» 
haba  la  ona»f.  j    i        ^  °^  »*»,  eo  qwseaca- 

Maqueaban  sua  teZo»  v  T  '"  """"^^^ 

demonio,  envidioso  j!n-    ^         "*"^'  ^^^  ^1 

ia  mas  solemne  ce..„.o„ia  e«  1  oí  I  f„lí^^^' ' 
que  hadan  en  esta  forma.  ^  '"'*'^' 

\  "*•  I»»  víspera  de  la  fia^fn  »i 


ri  Ai'fM  «in  wb»  wffJMgBtrtal ! AI  ano- 

<•  INiiMí  WPM  ^  OqUnmmuii  pig«Q»i«l 
pMbla  4e  fatepAVipii,  i|Im  llurnao.  HQtnd¡iCeeatl> 
«M  giafiiai  y  mlweia;  éwmpalüdw  de  giftaflii 
«vMim^  IbéMboi  4<Mfo  udar  tMoaMmi;  imé»- 
dtaaw.  Upwdba  «ai  'laoaff ¿rto  A  ^uím  •'Id* 
^  l^gb  1MMD  1m  ioitoiiiieiitH  mi  las 
qta  aa  Uaoáo  tlatltaanv  ^*  patrattiiulp 
faa  aiMJs*%l  4baga,  qya  anttéaa  ^NÜiloa^wi^wi- 
la  «M  aábva'atm  y  -raiVagáadoíloa  ton  fiíaraa  lÉMh 
Wina  aMMda,  y  •con  al  narimiantia  aa^i»- 
•Iba  '«aa^aioaa  para  aaaar  al  faago 


6§.  Lea  qua qMdabaaaa  la ckkÉadaatahaiiíaao. 
gna  «anar  da  lo  >iMa  yo<tU  atizador,  pair<;qa  aiaim 
qaa paaaaatfdtf  ftiaga aa  aaabaría^l  áMMifo *y  q|Wi 
i^aaHa  aaa|a  itria  parpétaa  poiqTia^oaaaldria^iiáa 
ti  lat  par  ^  Oriailtay  qoa fMidtiM  otioa daamñaa 
taniUaB  qae  aa  aottMriati  lagantai  ifM  ittantai 
I  y  ár^atla  aauaa  tadaa  aa  adbwi'&^af 
áluMimi^aww  piaBadaa Jaa mkmumkmkmü 
bt  iNfaa  da  mala  y  laa  cnimab  loanpaatroaaaii  paa^ 
««davagaay,  poiqaadaaiaai^aa  •o^oaaadiáadaaa 
d  fa^go  aa  valvartan  iaaioialaf  teaaaa  qoa  sao» 
lin  la  gast^  4  loa  níBoa  laá  oabmofal  iraabro  to» 
Bo  á  laa  nojaraa  y  no  loa  dejaban  donair  ana  :par. 
dsia,  paltjwindaka,  fMvqna'daoUniqaa  Bi^domua 

i  IJ  -I  '      4'       •       •! 


4tÚ 

aUbáa  al  imDio  de  m^h  noob^  &  qda  Ito  pleyii4aa, 
qua  llmnamos  etfaüllás,  tetoyaeien  «a  lMdi0  dét  eie- 
lo,  y  aácfificáádo  on  cautivo,  lo  libnaii  el  jm)h6.aar 
iiduiüdole  él  ooaamn,  y  sobre  la  míama  hori4a  aae^baa 
él  &ego.  IittegQ  qne  aalia  d^ban  grandoa  vqeoa  y  Bla-- 
ridoa  rep^jftdéa,  como  haciaQdo  gradas  del  booefi- 
do.  Hadan  una  grata<ib  hoguera  doodoeoqiienaha  el 
ttcñfioado:  luego  qoe  Telan  Jk  hoguera  ioa  q«ia  bar 
Man  \»ddo.dé  laspreviooiae^  enoendiaii  miM  haohas 
de^a,  y;  á  todo  o<ilrrer,  teniendo  peataa  4  tredioe^ 
eaigahan  con  al  faejgfo^  Loego  q«e  Uegabaa  á  Méxi* 
^  iban  eofr  él  al  ieia|i^  maytor  da.HnitailiQípo^itli^ 
y  sobre  un  altar  de  cal  y  canto,  preparado»  anoea- 
diaa  una  hogaara  y  Uévaban  fa^o  á  loa  .templos 
aiepofea^  4 loa  banrÍ9S^:y  ^^ran  taiit^a  la^  j^ooiÍDa* 
fiaia  de  á<|^l  fuego^  qu<i  la  noche  paraoia  raerían* 
dadente  dio.  Al  i^maneeer  so  poniaa  i^atídoa  quo* 
Toa{  aadh  OMal  reaovfba  # pie  i^hajai^  aaUaa  las  m«7 
j^rea  preBadaa;  aobaban  mudio  indenao  en  el  foagy 
jr  aáhnniabaa  á  todaa  fArtee:  laiogdno  bAbM^agva^ 
beata  medio  dia^qae^eapejfabaa.á.aaotificar  oaoU- 
Tosjl  eoBiian  taobaalli,  q<iooa  «onáda.de.  lo  quo  Ua- 
asamos  Uedoa,  gr  ouek  d. aiiaal  4>^  umía  algitfia 
cñaifeam,,ie  poniaki  par  Aombie,  d  era  varoi^  MoU 
püli  (qne  quiera;  jdedr.  atadura);,  dara^.^aftibra» 

Xmbiiraetl,;  c^atiira  del  ^o..  .  ,  .    , 

.  67;  Xll.afSatda.l&07,;attrid.aatMo>aflo  ^^I.^Ot 
bierno  de  Moteoohauroa,  yifVPli^ri^  jeatfi  ^|A¡^n 


411 

gnm  vtBt■gf^  noriBcudo,  para  aacar  el  f uago,  á  ua 
Tili— la  aapítaii  da  Hoazotainoo,  llamado  Xitüitla* 
nta,  qoa  oavtiTÓ  un  soldado  de  Tlatelolco  llamado 
Itxeuio,  qoe  le  llamaron  despoes  XíuhÜaminmaD, 
qae  qaiara  decir  el  que  prendió  £  XiuhUamiD,  en 
caro  paebo  se  sacó  el  fuego  nuevo.  Celebuaban  esta 
&«eUy  que  era  en  la  que  pensaban  que  sedimian  vida 
}  üempo,  y  para  volver  á  U  cuenta  de  otros  oin* 
cotota  y  doa  a&os  ¿  los  trece  bisiestos  de  los  cin- 
ensata  y  dos}  porque  el  demonio,  que  los  goberné* 
U>  lea  gnialia  la  cuenta,  como  que  los  enga&aba  en 
«US  promesas. 

5S.  El  afio  de  1684,  según  don  Carlos  de  Si- 
füenaa  y  Odogora^  catedrático  de  matemáticas  en 
jk  real  Vuiversidai^  én  su  Repertorio  (en  el  calen- 
4uio  de  los  indios] f  es  el  cbiooabui  acntl^  noveno 
Jf  Is  segunda  indicción ,  o  tria  de  cateridad  del  tn*' 
dios  acatl;  /  es  cierto,  porque  habiéndose  valido  de 
la  sttlem&üca  en  los  eclipses  de  la  anti|^fiedad,  y 
Jel  estudio  singular  con  qus  ha  investigado  curioso 
Htas  anügüedades  de  que  está  formando  un  eru- 
Jito  calendariOi  es  la  cueuta  infalible. 

Los  nombres  de  los  veinte  dias  de  cada  mes  les 
Mrviao  para  sus -pronósticos  en  los  nacimientos  de 
Ui  eriatiuraa.  Segon^  la  propiedad  de  la  figura,  rer- 
Ugrsda:  si  nacía  en  el  día  que  se  llamaba  rosa^ 
')oe  aaria  da  complexión  delicada,  amigo  de  floren 
V  eleraa,  y  que  en  el  *Est£o  tendría  eofertoedades, 

0 

VrrAM*«»t«— T«iio  I 


j  tm^)^  cono  Uijm&t  «arJbb.iHikij  y  im»  mi  ff- 
i)4»tífi9v  de  .dúfwatea  Utnos^  a»  ktiirato^  jr  «olo 
B990«i  100  iMHniÍHt«9,(  qu«.£»&  loa  sigiiMAeat 

'1.     CSpacüi.....'"..:  tiburón. 

'       •       1'  Ehecatt ..:.'  Aire.       ' 

/S.  '€atlí... ...Casa. 

4."' Cuolzpalli......  Lagartija.' 

5.  Cohuatt Culebra. 

6.  Míquiztli Muerte.' 

.     '  7.     MazatT.... i.....  llenado. 

'         8.     Tochtli..., ;....'.   Conejo. 
.9.     Atl Agua. 

10.  Itzcuintlt...*....  Perro.. 

« 

11.  Ozomatl Mono. 

12.  Minalli.. Esparto. 

18.  Acatl CaSa: 

14.  Ocelotl Tigie. 

16.  Quauhtlu Águila. 

16.  Coscaquauhtlí..  Águila  xoiel. 

17.  •  Olin..... Movimiento. 

18.  Tecpatl Pedernal. 

19.  Quiahuitl Lluvia. 

'      20.     Xoc^iitl... ílor. 

^9.  De  BU0rt0  que^  para  Uénar  les  veíate  dias 
del  mea  ó  la  luna,  contaban  les  odatro  sigses  del 
áSlo  entremetiéndolos  en  las  diez  y  seis  figarns 
pttéstaSi  y  daodo  la  vuelta  á  estas  veinte^  eonta- 
ban  hasta  acabar  el  afio;  y.  no  qpntando  los  cinco 

\ 
•  \ 

\ 

V 


41S 

ém  Wldiót^  qoe  llamalmii  neinontemii  hacían  loa 
tfianiiiitrti  seMota  y  ciaoo  dina  del  a&o.  Si  aoaao 
«da  ai  priwsipiar  el  aVo  tm  misino  nombre  eon  <1 
ngno  conejo^  en  el  signo  conejo  del  día  1#  tomab 
for  daplícadamenta*felia.  En  tode  lo  demás  erré- 
kiB;  porqae  si  loa  astrólogos,  que  se  fondan  en  lae 
kiflneQciaa  de  los  astros  y  eonstelaeiones  de  los  pía- 
if:laa,  apenas  aoíertan  &  proaostioMr  le  cierta,  ¿co- 
bo podrán  los  indios  (fiados  en  sus  caprichos)  de^ 
jv  da  «rrar  á  eada  paso  en  «u  prendskioof  Hssa 
fQSsto  por  referir  lo  siicedidOi  no  porque  se  tenga 
por  iafÜible,  cuando  estaban  por  el  demonio  enr 


4 


CALSHDABIO  BS  LOS  AflOS 

la  «««Bife  d*  lot  in«lamnt,  n»  Indkcloaw  6  trU  de 
meda  áei  m«di9  alelo  d«  cincatnte  y  dos  mHm. 


166$  1  Conejo  . .  Tocbtli. 

1664  2  Gaña. . . .  Aoatl. 

1665  3  Pedernid.  Tepactl. 

1666  4  Gasa....  Galll. 


1  Pedernal 
^  Gasa 

3  Conejo  . . 

4  Gaña.  . . . 


Tecpatl. 
GailL 
TpcbtU. 
Acati. 


1667  5  Conejo  . .  Toohtli. 

1668  6  Caña....  Acatl. 

1669  7  Pedernal  Tecpatl. 
167<>  8  Gasa....  OallL  . 


6  Pedernal.  TecpfttL 

6  Casa ....  Caín 

7  Conejo  . .  Tochtli. 

8  Oafiar..,.  Aeatí. 


1671    9  Coijejo.-  Tocbtli 
1G72  10  Gaña.:..  Acatl. 

1673  11  Pedernal.  Tecpatl 

1674  12  Casa....  Calli. 


9k  Pe^mal. 

10  Casa.... 

11  Conejo  . . 

12  Gaña 


Tec|>atl. 
Galll.* 
TofihttL 
Aoatl. 


1675  13  Conejo..  Tochlli. 


1676 
1677 
1678 
1679 


13  Pedernal.   Tecpatl. 


1  Gaña...  Acatl. 

2  Pedernal.  TeOpatl  | 

3  Caaa....  CallL . 

4  Conejo . .  Toohtii. 


16S0 
1681 
1682 
1683 


5  Gaña. . . .  Acatl. 

6  Pedernal.  Tecpatl 

7  Gasa Galli 

8  Conejo  . .  Tochtli 


1  Cñst....   GalH. 

2  Con^o  . .  Tocbtli 
8  Gaña ....  Acatl. 

4  Pedetnal.  Tecpatl. 


5  Casa OalH. 

6  Conejo  . .  Tocbtli. 

7  Gaña....  Acatl. 

8  Pedernal.  Tecpatl 


1684  9  Caña....  Acatl. 

1685  10  Pedtfnal  Tecpatl 

1686  11  Gasa CalIL 

1687  12  Conejo..  Tochtli. 


9  Gasa....   CalH. 

10  Conujo  . .  ToolHli. 

11  Caña... .  Acatl. 

12  Pedernal..  Tecp«tl. 


1688  13  Oafis Acatl.    í  13  Cana....  CalU. 


TIUTADO  TER€ERO. 


hm  LOa  «OMSRBS  01  LOS  FALaoa  DI08I8, 

TIHRjOt,   aiETISHTM  T  RITOS  eiNTÍUOOS  M  LOS 

9ATUAALIS  DI  LAB  INDIAS. 


1.  BMñto  tenia  el  tratado  de  los  dioaes  falsos  de 
b  gewtiiidad  de  eata  NueTa-Espaffa,  cou  el  culto, 
csfeaeníaa  y  fleetas  qae  lea  haeian;  pero,  por  coa- 
flsge  de  heaibres  doctos  y  con  la  experiencia  de  que 
9m  laa  JnaKnadoB  á  la  idelatriA,  determiDé  ao  dar- 
le á  la  eetsDpa,  perqoe  los  más  saben  leer,  y  viea* 
de  ha  eeiMBoaias  gentiliea^  escritas,  las  apetecedio 
qsaatidss?  poodriase  ooa  la  semiejanca  de  los  an- 
tigiioe  careados.  IVataré  de  los  templos,  de  su  or- 
aato^  digmdadea  y  sirvientes;  de  los  ritos,  en  que 
el  taaonio  remedaba  loe  ritos  de  la  Iglasia,  pafa 
qaa  ae  amosca  la  tardad  de  nuestra  fe  cntólics,  y 
titiflnaMiita,  de  ka  leyes  de  su  república  gentil  pa- 
ta f«a  m  tea  4|iie  no  eraa  4i«i  b&rbaros  oomo  alga- 


fiAPOüIO  L 

JH  lof  nombro»  j  lemcjEnEás  de  los  üosob  meatifiánét  ooa  lo«  de 

*  la  gentiUd$4  uit¡|(iifi. 


'  .  ■  . 


2.  Todas  lan  napiotoes  d«l  úAiiHióy  por  liárbarafi 

• 

que  soan,  conocen  naturalmente  por  la  raxoD,  aun- 
que con  conocimiento  confuso^  el  que  hay  Dtos^  por* 
que  la'raMn  dicta  qM  fany  «Igwi  aupetior  que 
puedA  nuplir  loa  di^^M^tos,  y  eoeorrer  Iw  ÍMMaid»- 
de»  de  la  vida  de  ice  iMmlMrfa;  que  w  padeomi-cQ* 
mo  son:  falta  de  bastí «lento^  de  salud  y  otras  eoM»^ 
eateneia  de  bijoa  y  aobrir  de4rab»J08,' éomo 
Safi  Oregcrto  Kaftianeeno  (Aí#.  ^  OrdmtkJU^ 
aio  (lí».  ;t,  /w.  ÍO),  y  CmtKfñ  («i. »,  á$^$9k  Ao)^ 
y  esta  ee  la  causa  de  iadinafse  los  houibMi  á  ufra*^ 
etrle  sacríficiea,  que  nib^ou  hdmlira)  porenrude 
que  sea,  adora  y  erreos  sliie  á  qpsie»  u^uift  p«r 
Dios  y  tieae  pot  superior.  Gen  Mo^  unR.puvIOD 
siguieren  ^ilgunds  el  oMoCiiiiiiMrte  de  un  uda  Dio% 
oomo  debiiin>  y  potesa»)lstadba'i|*'aaeíivsT  y.dw- 
Heía;  amoiltofiarbti  fnAatdád'dA  die0esihliMy4i9^ 
ron  en  errados  disparates. 


417 

9w  flrts  IgQoniíts  dositinOi  tjiM  rsAit^  8;  A^tfi* 
tía,  ÜM  fea  OTBpMÓ  árnÚB  el  tiéaipa  da  Niao^  ny 
¿0  1m  Mtriosy  que  eole  en  tierm  oottakaii  trtmU 
m1  dMMi.-^DMakNi«ai  ter  detiee.  millia  tellee 
biWhit  fleieJMie  4  1«  cegMrt;  de  loe  mextear 
•m^  q«e  adermbeo  gran  nfimero  dé  dioies^  aatri 
eila  mattitad  haba  dioaaa  %w  Uaauron  eelectoa» 
qaa  aegua  Haroo  Bama  fueron  loe  dioses  doee  y 
ím  diaaaa  aflhot  SatMtno^  Jaao»  Jfipitar,.  Qenie^ 
Meiasria»  Apola,  Neptaao,  Martes  Vulcano»  Solí 
Oíae  y  Baoo;  lee  dtoé&s:  ISerra,  q«^  Uaaiaron  TW 
i■^  Jnao,  Cévea,  Laoa^Diaaa»  Miaerra,  Véimay 
Vasla,  y  a^gHaaatoaydetaaseiiagálaseainiiaae» 

4.  Uq  fiífcaaeaer  yelfo  el  da  Ja  §nüMBÍ  al  dar 
BM^M  ém  dioaea  á  laa.lioiab0ea  qne  iaventaroa  al 
ese dasrfgsMiaiieaa 6tí^  erigíABdalee  leniplos  y  W 
fae  aiáa  ahaesina  Saa  Qaegorie  fii6  el  dar  táont 
sisa  4  las  iwmheaa  AMasaseoOf  atoa  «oeMcidae  f«r 
sai  fiaiaa  i|Ba  par  aaa  jiefldbiei.-«^^riun  e»ia^ 
asa  aaaft  aaÉMna'anMÍa  attans  eafaiai  Botaine  —  w 
el  dsriea  aaianÉO'  en  iea  oieloe,  y  nombrea  de  astiHr 
Mm»  deHle  advierte  Saa.  Agartm  .fa#  6elaMka<k>le 
estasUaé  YéuoBf  ak^er  laaoívaí  eeaie eUos  io  ee«r 
iseaa»  ia»  1»  Aeaga  Miaerra  (diosa  de  la  eiaaeia  y 
di  leeas^s»  f&f.ok^  nooibee  Palae),  qiia  las  \wp 
esa  intiéna  deeelea  fwadae  ottMa  tienen  aeUvIK 
eíaite'éa  vida  liaeaoíeea  y  «al  rsfida.  . 

i.  |E|la«ldaiO0a■laa,atttoMefMrticlllac^e«n^ 
fia  ea  aalaiar  qoiéa  ef%  el  ferdedera  Dioi*.:Ti4^: 


41fr 

Miiesia.jm»  Btt  mi  «la»  é  eÉtondunienfo  qÚB  de  U 
•£«a*«igeadzétedttlaBjooB8s^  pftredéodok  q^eñn 
httflieda4  nopoáia «DgéndraiM  Obufees^^iM  eam 
t\  aiffe,  4mr(Háé«áol»  qm  sk  loifinir  niiigiiiio  podia 
vivir.  lEsiratton  dijo  set;  la  tiatónlMa  ^lobñpo  el 
{Mgo.  MaxmbiD  el.  sol  y  las  isatedlat.  Otnw  dige- 
ran^  qae  elámmo  del  Iwoibre  mra  Dinay  y  tqne  loa 
efectos  y  faenas  eran  dioses:  ai  era  activo.  lorUi 
han  con  nombre  maseolioo  dioa,  y  si  em  pasivo 
sa.  Al  rigor  Uaaian  Marte:  ií  aui!er»per<yié.elaliiia 
desea  lo  que  «ama,  Oniñdo^  Ala  poteMiagjraeimtí- 
va|  como  vena  de  la  goawtaaioii^  Yenes;  y  asi  de  ins 
danés  que  en  sus^f&balas  ae  derivan  de  loa  efeetM. 
Jios  que  dijeron  ^ue  el  eiel»  ^y  la  tiwrra  fiaero^  el 
ot%;M  de  lo  criadOi  lo  tomaron  de  lo  qneid^n  Moi- 
aés:— ^In  principio  ereaviiDett  coelnm  et  tenam — 
al  cielo  le  llamaron  Uram  y  á  la  .tierm.  Titea^  por* 
quaatii  eomo  el  oido  engendra  InnaliiDal  dea  sn 
inftieneía»  aegon  Aristútdea  {L.  Mekm.y  C  t)y  mai 
qnisierott  qve «ieloy  tierra  fueran  padtas  de  loe  dio- 
aee^  y  sa'mnjer  Aiesia,  que  aign^ea  tierra. .     . 

6*  San  Qregorio  Nasianaeno  {Orat;  i,  comtm  JmL) 
dijo  que  la  mncia  ndtoldgiea  fué.  en  mñobas  fi&ba- 
las  tomada  de  la  Escritara  8agiftda.-«^Qgiptof«m 
et  Cheeomm  eitiffitioaetn  nostra»  oafe^Lo  qne  fara- 
lá Ov»3io'del  caoe-^-teriraqne  «des^^-^ftiMe  la  Es- 
critara.-~!Eeria  antem  erat  inania  et  vaaia^*-^Lns 
bananas  de  Héreolea  (segnn  Su  Agnótin)  de  San* 
aony  los  eabaHei  de  sd  del  rapto  de  BUae/aegon 


41» 

fittttk  ¿0  Mñbi,  hyi  de  TM»b  «t  Bedtonto,  ooo* 
mlMk  en  piedm  de  U  mujer  de  Leii  el  rekeKon  de 
im  Gi^ntee  eootm  Júpiter:  delreMíen  ;de  Nom« 
hmfc  eo  U  edttoeeioii  de  la  Torre  de  BiUbel,  y  otmi 
que  4  eeda  peee  le  Ten  en  sos  fábnhuí  mito- 


f .  J6píter  ee  eieeNga  á  Teeoelieoiie*  .Seo  Agüe- 
til  {M.  4^  é$  OhL,  eap.  11),  dioe  que  le  llatnabea 
ímm»  det  «raedOy  no  anime  oome  otree  dijeroo; 
pttqtte  Sen  Iiidero  pone  bdifiMreDeta  que  liay  en- 
ue  áenne  aeeonltne,  entre  ánima;  y  eepirita  per  el 
ciel  feepínunee.  Llámeae  Jápiter,  dice  el  Seoio, 
•&n  Üptfer.  Ai}«  á$  Diftr.  tMri.)--««^tte8Í  jutrena  Fe* 

qae  nyitdn;  ano  y  otro  e^nifioa  Ten- 
el  qne  á  todoe  reeneitn,  qoe  eomeiiendo 
■nelefti  W  Uamea  tencnli.  Lo  teoien  por  euperior  á 
ledoe*  Uámeole  el  oieneebo  Telpoohtli^  represen- 
undn  elntñlrole  de  no  eeTqecerse,  y  le  toninn  non 
•lUe  donde  nndie  be  eenteba  y  ee  confenhnn  crin*^ 
im  enyee  Tiy tleoehaa^  y  ee  lee  apnreein  con  ropa  -. 
]«,  áendo  nn  rntemo  demonio  el  antígno  Júpiter  co- 
se el  Jáfiler  mezioano. 

8.  A  Nepinno  Tenemlmn  por  dioe  de  lee  egnea^ 
7  le  posten  el  tridente  de  tree  pnokas  por  loa  iree 
Aelee deaeteoroe qne  resnltae:  loe  teporee,  me* 
Imía  de  lee  llnviee:  eachnlneionee  de  qoe  ee  eogen- 


4M 

■na  Ikasdfc  SbImía,  qi»  es  la  ota  qó»  4m  el 
9I  DMT  M  -)»  «reoa,  y  «tra  Vesnlia,  qov  «a 
riKlTfl  adentro  A  dieponerU  ottsqaaTWBC, 
lao  AgaMin  {íih.  7,  dé  Ohit.,  eap.  ffiQ. 
Tlakc  Tonaraban  toB  maxioanos  pinr  dios 
.gwK,  y  le  poDÍaa  «o  hi  mua  'derada  va» 
oro  batido,  volteada^  qae  remataba  ett  trea 
figara  d«I  tridente:  d&baale  pwt  m^vt  Ba- 
bakfaibútl.  Y  coala  d«l  MOeUñi  de  efaal- 
I,  perqoa  era  de  oolor  venia,  j  aaitl  ooawel 
» la  piedra  ealchibaiti,  en  aigniAbacdaD  d«  los 
il  agoa  del  mar  dm^te  ola«<(«e'sabaa  y 
laio  Balaoia  y  Vesolia. 
K  NeptoDO-dabaa  Hs  antiguos  per  aaospa- 
08  vientos^  y  Tritones,  porque  oüSíwnis- 
ántai  de  UOTer  oamienca'  á  vetitear,  y  los 
iw  le  daban  pot  ailifai^ader  al  dioe  da  los 
llamado-  qoetzaloontlí. 

kíarta  cm  tenido  por  dio»  de  Ub  batallas, 
eegnn  las  f&bnlRS,  )adi6  J&{ñter  hu  aiitorí' 
■H  q«e  arome*  las  guerras  d6ndele  armas. 
nUe  Marte,  porque  de  ellas-seooasicmalKt  la 
y  asi  los  ateDÍensaa  le  tenían  pof  presidien- 
ireópago  de  doce  jaeeea,  donde  ee  senten- 
niterte.  Los  mexteanos  teaian  &  HultaHo- 
por  dina  de  laaibatallast  qtia  lea  áí6  armas 
ns:  iá  ¿pta  eframaa  leaisuertoa  qne  aaeriB- 
Hiittsoe  «a  las  gnanaa.   lAanábenla  Hatt- 


411 

riUpwhHi,  poffin  M  lii  MiM  UQttieidA  .41119  8ÍgftU 
tm  pMhttt»  taiiia  Um  j^qjmí  del  p^ratoUitUi,  <iu* 
lliiiot  diiVftr-ÍM:e««  IiOs  antigiM)»^  lo  (UIim  k 
Maito  por  «Mipaftara  &  1»  dÍMft  Jona^  <|«i«  Umm- 
bM  Bel— Hy  pori^  d«iíiui  que  le  dispenía  tes.eiir 
Uttee  Mferee  peí»  le  goemL  Loe  mexioenos  deben 
por  eeapeBere  el  diee  peyeel»  qae  quiere  decir  Iw 
pr9^  y  eoi  ea  reooeedende  duda  en  In  vietariay  ie 
<aeihea  en  eodee  á  todp  oorrer»  0endo  en  h  eerre- 
s^  lee  deria  viotorie  ee  lee  vueltas  que  deben. 

13»  Jone  entre  loe  entíguos  feé  U  dioee  de  lee 
vieetoe  per  le  veoinded  que  el  eice  Ueno»  el  meló 
dooéo  reine  J6pitor,  eu  hemeno.  Atribáyeae  á  mu* 
jor  (dice  Cicerón)  por  le  blendura  y  suavidad  mu* 
Í«dL  Lee  nexicenos  tuvieron  á  un  hombre  que  vi- 
no por  la  parte  del  Norte,  blanco^  con  el  cabello 
UrgDy  ojoe  glandes  y  la  barba  redonda:  vestido  has» 
U  loe  piée  eon  una  manta  sembrada  de  cruces  co« 
Ivndes:  de  condición  sonve,  ingeniero,  que  les  en- 
it86  á  fundir  pleta  y  oro,  á  labrar  piedras  preció- 
os. UamAronlo  Quetaalcoatl,  que  quiere  decir  el 
Miiio  dtdioiOi  ó  coate  de  piedra  precióse:  que  coatí 
^liaaa  4  melliioa,  y  quetaalH  d  la  piedra  preciosa. 
Era  caeto,  en  el  comer  muy  templado.  Salid  de  Tu- 
la, perqué  dijo  que  le  eeperaben  ees  hermanos;  y 
<««a  de  TlalnepeatU,  acompalede  db  múeiene  y 
Asatu  ettampé  lee  osanoe  en  uaa  -piedra  y  le  Ue* 
al  lagjKt  Temeepidco,  logar*  de*  peíame  de  laa 
de  piedra*  Dsgólee  lee  inetnáne^toeeen  qae 


selló  á  bacer  cosas  curiosiu»)  yMoffipsfiaÜo  d^cua- 
tro  mafícebbs  pasó  á  Tatmsco  y  de  ftlK  4  TUdrtaii, 
donde  le  yeoerai^on  por  áion  y  le  Haitiaroo 'Ktikul- 
can.  Y  dioen  que  de  alK,  eehando  la  eapa  M-^  toar, 
se  fné  en  elln,  y  desapareiñó  con  seathhiento  myo. 
Dejó  pronosticado  qué  vendrían  de  donde  aale  el  sol 
hombres  blancos  qae  serian  duéffos  dbia  üerim,  y 
él  con  ellos.  Y  asi,  cuando  vino  Cortés,  deoiaa-que 
eta  Quetsalcoatl:  pagáronle  con  el  üpeteMft  é^  ve- 
nerarlo por  dios  y  ediflmrle  temptos  en'^ala;  en 
Oholula  un  suntuosa,  y  en  Mékioo  uáa  wpflbi,  y 
en  Ynoatan  y  otras  partes.  ^    ' 

13.  Al  sol  llamaron  los  antiguos  Febo^  y  Apolo, 
Cojazoü  del  Cielo.  Adoráronle  por  dios,  y  le  da- 
ban por  hijas  á  las  horas,  y  le  sacriñcaban  el  gallo, 
porque  con  su  canto  avisa  3u  venida.  Los  mexica- 
nos le  llamaron  Touatiuh  y  le  adoraron  por  dios. 
Llamároule  Ipalneraoani,  que  quiere  decir  por  quien 
se  vivo:  ediñcáronle  templos,  y  el  mássuntuoap  fué 
en  Teotihuacan,  adonde  venian  de  las  provincias  á 
cumplir  sus  promesas,  y  creían  que  las  mujeres  que 
morian  de  parto  le  iban  á  acompasar. 

14.  A  Vulcatto  tuvieron  pernios  del  fuege  los 
antiguos,  qu€r,  según  San  Isidoro  {Jii,  8)^  sifnificA 
— volans  candor-*— candor  volante:  es  el  díM  de  los 
oaldéos~>ur  oaldeorum.< — Los  mexieanos,  Xiub- 
tenbUi,  sellor  4el  Tilego;  Huéhneteotl,  dids  auti- 


ta»  IW^  á  iPHtIir  Ja.|y«wi>»«to,  mr  otro  ^Boynbni 

^laa  ^BM|M|a  DAn  ■•*  Qa^nAttA   An  la    mano.    ■goniM 

Cd».  ^ A'..X3^)  lÜe  lo» nfxúnuuM  «m  XjfMtr 
tinhill  aMaaABkiiluuiL  al  da  naxú  toartti.  /m»t«<li» 

«I  1m  oaaiioM:lo  •firMUa  om  pi^idni»  CK)iii(| 
I«  ^alipiM  á  Merovip. 

IS.  CéiM^  qM  qaiera  dwm,  segon  San  Isidoro 
tf«  $  fiiÍ0u>l.)^^uui  crMnft  km,— esa  U  dioaa 
4ft  1m  MQiUIas,  porqua  foé  la  que  iaventó  al  pan 
tU  trigo:  lláinanla  otroa  laia,  hija  da  Gamo  j  da 
B«a»  iMtfvana  da  OalrU:  dican  qua  an  laa  lK>daa  da 
U  taraam  Cibalaa^  qoa  caaó  oon  Laaio,  hijo  da  Júr 
{rttor  Conoto  {Pinada,  Ub.  1.  e.  3,  O.  £),  hiao  al 
jtimmi  pan  qua.  aa  comió  d^  trigo,  qua  halló  Céraa 
«  Sicilia»  donda  sa  daba  coa  abundancia  campas* 
triaa;  loa  «axtcanos  adoraban  por  diosa  A  CantaoU^ 
|M4ama4o  dpaaottii  qwaalgniflga  la  nmaorcada 
fm*m  á$m  J)ia84a  Jai  inaaorca^  por  otra 
bi»  XUcüa,  dal  nMnbra  JCUoU»  ^a  m,  la  «a- 


17*  Vénw:  traa  «an  laa  qf^^.^m^an  iofi,i^tícH(tf; 


m 

dó  á^Merourb  ^e  k^lle^rase  ik  iiffierao  enattérido. 
Jáereurío  ttt^f^ ^eir  e)I» costra tnftficeboB, qoe  sella- 
nxaron  DiDamis^Ttcbe^^^Bros  y  Anaroe/  qtie  «gDÍ- 
floftn  fuerza,  fl^ribM^  amor  y^Míecesiddd:  á  Mtos, 
f(a  gaétém  d«iá8  0iM8B8  y  de  lod"  bombres^  dedica- 
Bdh  te^ipld  M  Hema^y  lee  colgaban  insaújáB  boks 
átfitaa^  c«MtBta8*peinBODri8'teüia  laeftéat  of retían  las 
TOiiUas^é  l(iai)iflp8-caa(nde^jftlmiiü»  taaetBla^: 
.leáBCÚdados  aI'YotVerde.la'giserra,  ftlge-dé  lasar- 
jiíae  por  haberlos  yúettorá  am:i:iMs^  celebraban  h 
tfievta^eá  laá  eBoñidijadáe  y  ilnttiábade  Oempitalla: 
Jlámanee  penates; qnié  quiere  decír-f^paBnenos  na- 
ti:frr41aBi&baQlBagéAÍoÉ^  que  es*anairir6ad  qüeín 
oUna  á  ob<ar  íUeüó  &  obrár*  mal;  y^deeian  q«e  á 
4BadA  bombre  Ee^le  daba  un  genio  paca  aa  anoparo, 
4iiae8te  etáá^  los  Larea.  Estegenío'  para  nuestro 
.asipera,  dioe- el  padre  Fraj^  Baltas&f  de  Víctorin 
(S^at  ei-j  Ubi  Vy  eáp:7)^sáe\  T^atto  de  Iba  dioses, 
ümabro  .ángel-  que  nos  iDoliBa  á  bien-x^brar^  y 
^  que  >  á  mal  >  obrar,  -  el  eoem^o   áégisl   perou- 

:  21¿'  Los  niasioanoa  lea  llamaban  Tepitotonv  dio- 
^jitijS  jDhieQay  y.  los  poniaa  pior  goátda  de  laa^caéas  y 
barvios^  oawaos  y  ecKHrboijadás,  donde*  les'e6lebf&- 
;ban,fie«tlií  eik  loa  palacios  aeis^  dñ  liisr  casas  de  los 
oaballei9a;:euKtro>  y  los' plebeyos  dtra  eá  ^ca^  bar 
íÚQ-Ñon  ^ito  emitas'^  en  laS  ^«ei^jadas;  por  lo 
.ett#lJÍQa>IirtQfitíHsv'lQligipMs  {msierof^  ^ n.  las  enera* 


á29 

cijudaftL  mumr$  mi  a^.  barrí»  iHmkas^ocMk^d^ 

do  las,bo(iá8,Jcaya  fig|2ra}aaiatía'á4UoP^  f  Knftrah 
ciaa^^el  pm^oBn  toiga;y.«L:friv^l7'.boeadó. .  Tmimii 
ua  d|«  41110. llamaban  {Mie^autra|itilí,s4fO€Mdel^ifl^ 
¿ei3io^4^9^  QapiUajQBtaba  «n/i^l  tttB^^oioifiyw,  U»- 
mada  TlataioQ^m fljomfaUgo  tde  Jaittevm}  j.riiim 
bianf  i»0ff%ii^eB Jüedá»  deila  tiefsaebtáiel  aUaoBiy 
lugar  do  loavcondáaaáaa;  Ixis  plstáiños  «tónUm  .á  ila 
dios  llamado  Xipaj  i^pid^sa  derita{dali  verba  xipekMí, 
por  desollar,  porque  la'  pena  del  Indron  de  oro  ó 
plata,  era  desollarle  vivo.  Otros  muchos  nenian  de 
ofídoa  tastos,  que,  según  Antonio  de  Herrera, 
era&  mas  de  dos  mil  los  que  estaban  en  el  templo 
mexieaof»,  y  estos  servían  de  lo  que  dice  su  fábu- 
la, que  la  madre  de  los  dioses  arrojó  del  délo  ua 
pedernal,  y  que  al  golpe  salieron  tres  mil  dioses 
que  les  envió  para'su'ainparo.    . 

23.  La  figur^  de  los  templos  ordinariamente 
era  cuadrada:  al  sol,  por  el  circulo  que  da,  le  ba- 
cian  redondo,  como  lo  tenían  en  Teotihuacan  siete 
leguas  de  M^ico:  los  lugares  en  los  antiguos  eran 
á  NeptuQO,  dios  de  las  aguas>  en  las  riberas  y  pla- 
yas del  mar,  para  tenerle  cerca  &  sos  peligros: 
8i  fuera  dios  no  era  menester  ponerle  cerca,  que 
para  nuestro  verdadero  Dios  no  hay  cerca,  ni  le- 
jos, porque  todo  <^n  su  inmensidad  Jo  llena.  Los 
mexicanos  hacian  lo  mismo  en  las.  mllas  de  los 


AS 

templos  segan  km  cosm  qoa  iBeaikribÉHB; .  jr  ¿  los 
{náucipales  tía  úmánúm,  cóné  ios  ániíglids  &  Jú- 
yUtor,  &  Jano,  á  Yésta,  peiqwi  ios  t^wiim  por  tu* 
toras  de  la  ciadad,  y  faetón  tantos  loa^^e  los  me- 
xioanós  téniaá,  <|im  dke  él  P.  Turqbeinads,  qiu 
^  oaatrecietitas  légvmm  ¿éu.áfol  á  Nicaragaa^  sr&fi 
anas  de  emireata  «U  teüiplos^  y  aolsmento  éa  iíé- 
%Í9^  fásabaa  da  iiesóíedtoi»:  él  atas  emtwno  fa¿ 
al  de  wa  dio»  Marte  Huitzik|pMhUi|  da  que  áaxi 
Ja  noticia  en  el ;  eapftñle  sigaicyite. 


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X)«l  inaginnoo  templo  mexicano  álSiiitcfiopoéhtii 


ii- 


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.24.  Gkista  q1  revereoáo  p^^ár»  Torc^aeiiiftdii  M¡p 
XNy^ikiles  refrendo  lit3g(andesas  de  ^sto  teny^lo^ 
y  pouaoadA  uao  de  las  menore^por  M  oambMi  gr 
1m  ^pUIaJ^  y  :teUs  jetnlqs  dioses  á  qaienes  t^  ;d0- 
diMbftn;  {pero  bomo  ¡f  a  M  sabaifita  nada  de  lo  qtie 
refiere^  en  breve  sama  diré  lo  que  contieae.  .  Foi 
dtee'VMeeítbdificado:  k  prim^rai  al  púneipio  de  la 
faadlMáea  de  lia  ofaidié;>feé^mener;  peroerecíoAde 
la  nOüanittifi  de  lee  mef  ioanes,  coa  la  eaotuosidad 
del  edifiek)  q«ñei)^BO0  darieQtaadtolaefaerMsdé 
iu  |mm(mí4.  Oftibdes  e«eareteiiaieetoa  son  los  ^iie 
dri^eitplo  ide  Juno  d^o  Valerio  Máísimo:  aqoelj 
ñMiAkdejMi  k  «Gináad  Sacra  (qne  ise  llamaba  Edé^ 
sa)». Sonde  múÉiba  Afaagatot,  qne  escribió  á  Cristo^ 
SsB^c  .nneSÉvo^  uma .  oaírka  y  meredó  respuesta  de 
^1^  y  en  oreteato:  i  d.  de  EfesO),  dedicado  á  Diana; 
y  >d  deBkisiris^  que  dieen  bogtfaba  mil  y  sekeieotos 
y  Jioínlieáha^.pdsM.  El  mtaioaBe  bogeaba  kea  mfl 


que  incluía  su  hui^co  todo  ^  sudla  911  qi|e  ajiora 
está  edificada  la  ^lesáa  wyca^;  ^as  del. marqués 
dj^lValle  y ,  arzpbÍ3pi^^es,  con.  much%  paite  de  lo 
que  í|hora.  es  pkza,  que  el  que  Ip  JbubieEe  f ieto 
puede  ponderar  la  distancia  del  ^itie.  Sra  todo 
cercado  de  piedr%  il%  jatnQByteria»  de^  eetada  y 
medio  de  alto,  con  almenas  blanqueadas;  el  suele 
era^  to^q  d,9  losa^  despiedra  lisas.  D^  esi^  patio  aa- 
lian  cuatro  puertas  que  saíian  á  cuatro  callea  j^u- 
cipales:  lastres^  que  vienen  por  sus  tres  calzadas, 
f  oif  dónd^  te  entiíi  eA  Ja  ciudad  <iuo  hoy  M  llaman 
Mlfiááa  de  Smí  Antooi  4$a]fi5a<fai4e'9^óttte  y  pate»* 
da  ^é  Duestra  SéSora  de  Ghiadkln'Fte;  i^  etFAi  qu6 
l()f  ctiia  &  las  «¿paldaí^  <ia0't4i  á-  liat  i  la  laguna 
^^'T^zcooo/  oon  úiui'  calle  )}ena  de  citJ  j^'piadva 

.A  ^. /:^n  mqdio  de  e¿t«  cuadro  estaba  di  lom^ 

fj^/'á  manerik  d^  torre  cuaitrada.  De  esquina  4 

^j^ieÚM  tonta  treBcienrtoft  y  aei^ebtá  ^S^.  Bttg  de 

4ieehura  {xiradudal,  porqué  conforma  de  tbft  att- 

^i^udo,  so;iba  eatvecbandeo:  el  edificio^  hacieiido  ¿ 

^treqbos  retejes  que  le  lierinosMiban;  'Por; la. parto 

del  Oriento  tenia  un/i  plaaa  de  éesétnta  fiéa^  éMde 

elt4ibfii  dos  altareB:d^á  cinco  palims  de  álta,Bn 

oóadá  e&quina^  con  ub  espado  en  que  eatúa  un Jibn- 

\sx%  poir  doAde  se  pudiera  andar,  can  stt  «apil]a;de 

^niadcim;  laUrada:  sobre  éstas  btrop  toes  ^¿bad^x»- 

pilifts,  tocfa|i(laB  de  madera  labrada,  y  las  :pa08de9 


V 


\ 


m 

cada- ^nutl  podía  ser  un  edificio  suiítircmo.  .  * .  4 
Sifr. .  Por  la  pártetdélt  Occidente  not  tema  relejpaf 
sin0  ciento  y  trece  gradan  de  piedra  muy  bien  Í9^ 
brada,  de  más  de  tercia  cada  grada.  Desde  la  líV 
tiiM  g^áida  tema  vín  buétí  espacio  de  suelo;  dóiide 
los  ¿atrapad'  eJerbitáBáih'  sus 'bftcibá  Aé  sacriñéar? 
Por  ésbi  parte  ténián  dos'  alttfre^  con  sbs*  cáípfllai 
labradla,  donde  estaW  laiigtii^  diií'diOs'Hiriteitó^ 
poolítHí  étt  una,  dedicada  á  él  y  á  istis  dos  cómpa-' 
iSerbs  ifióse's'déia  guerra^'  y  en  la  otta/  sur  figtíraí 
de)  tñbnióí.  hecha  de  Qitdrsa^  ^mifM  amasada^ 
con  íá  sangre  de  los  niiíba  feaci*ffitíad6á  7  devlrgé-' 
nea'BatHfi^ckdás:  éste'efa  liviano/  Antonio  de flef^ 
rem-éice- c(bá  efn'  éste  altkr  de  mano  ií'quíetdá  es-  • 
thbél  Te¿cdicópb/4^e  él  templo  tenik  á  estos  die- 
ses coino  hermanos/  aunque  en  la  advocación  difé" 
rentó»;  pofi^üe  Tezcálicópa  (q\xé  etn  e!  dios  Júpiter) 
era  fel  ú\és  dfe  la  l^ítrvíJencia;  y  Huitzilopochtli"  ef 
de  la  Gue^íA;  Péf ó  et  {ladre  Sahagan/qué*  vio,  y 
hÍ2o  pintar  este  templo  pai^  enviarle  á  España,  le  ^ 
hace  dedicado  ¿  solp  Huitzilopochtli,  que  por  o.trcj 
nombre  llamaban  Mexitli,  de  dptide  scj  denon^inó 
lí^xico  la  ciudad:  Esto  importa  jíoco,  que  otra 
capUla  le  dah  á  Tei^calipoca,  de  .espejo^  tdda  fabri-. 
cftday  muy  vistosa,  que  llamaron  tezcacani(casade 
68p€|os).  Tenían  etros  tres  altos  de  capillas  sobre, 
si  á'cuestas,  y  'vatias  salas  y  aposentos,  que  ser^ 
Tiaü  nmi  catiio  4e  sagrístSa^).  o|ra^;de  tboradasd^ 


tal;  tMiAisitei^^  ^tMt^aar  >  Mi&o^aMdvMi».  <if 
los  Ídolos;  porqué  aqui,  dost^tíek  deíln  |pNiélfts^^lMt4 
Uft^piidrtMül^aM  s^Ur  éí^  telas  y.  toébrá*  debute 
templo*    >  ■••  • 

^,  27.  Había,  en  el  pirquito  de  est^  templo  ma^or, 
otros  cuarenta  templos  ipen^res  en  lamismn  heohu* 
^  y  forma  que.  el  mayor>  oon  fi|U9.  cubiertas  4^>  di- 
yersas  formas:  unas  redondaii  otras  onadr^^fia  gue 
h/acia^, vistosa  labor»  con  trescientas  y  sesenta  tor- 
re^  que  hadan  el,  nún^ero  d^.los  .^ia^s.delj^o,  que 
^niau  eu  oadf  uno  de  l(^s  .tpmplos^  uih^  de.  sus  dio-, 
Sf(s,  entP9  los,pU|ale8.uno,eQ  forana. ^do^nda»  4.9  ^^' 
cf.  d|9.  fl^erpíente,  coj^  .ojos  x^^^l^iV^^^  espantosos. 
i^tps  templos  D^eqores  9^  difer«¡nciaba]^,  del  ;ms^or 
en  que  np  tenían  la  entrada  al  PQuiente.  sÍAO  i}nos 
a^Priente^,  ojtros  al  Norte,j  otros  ftl^difjdíaj  y 
en  todos  se  hacían  saoriñcios .  de  hombres,  y  eatu* 
ban  regados  de  sangre  humana,  oscuros  y  hedioQ- 
dós(  que,  quien  obra  nial,  aborrece  la  luz. 

*  '  '  »  *  * 

;'  28.  ^1  pié  del  templo  maiyor^  Juiito  6  lai  esoa- 
lems  é  gradas>  habia  dM  nVtatiss  éetoegk,  áciMd» 
éedia'ydé  neoha  avdiá^^  que  el  déüma  quiso 
íMitar'áquel  fuego  perpetuo  del  LétiAWf  eap.4¡2« 
eU  ^lie  éU6d  ofrecían  inoiensii  todass  las  ttaBimasj 
y^^tmeaban  todo  el  dia.  ^Bran  los^  brasereis^  yat' 
tñJtéB  cfué  aoemp'alftban''á  éstoaMsn^eltcoDtorniiÉ^el 
patiay'ttús  de  «^meatM)  dd  ktftfitatura  detiQ  faom^ 
bMv  ^aya^tihff'y 'ksahMM^ara  coÉKi>toa'Joáti^ 


j 


q8e«h0ii-«blébw&ní«)  7  ewtíoAo  toteé  *ciÍt2B^^ 

29.  Habia  fiolffe  al  .plan^  éüfreate  d«  la  eapilM 
maTolr,  muy  «arca  de  las  grádAfi,  una  piedla  da  ana 
braza  da*latgb  y  tbédta  Vara  de  ancho,  y  de'graeda 
una  terciáy  más  pántiagticYa  qué  llana)  donde  ísádn^ 
ficabnb  í  los  bomVteÚ  y  leu  sacaban  el  odrázott,  éú 
la  fórnia  que  después  ditíémod.  Habla  en  tóédi(jM%) 
patio  otra  piedra  redonda,  de  una  vara  de  alto 'y 
dos  db  largo/ redondea  al  modo  de  piedra >de  molino; 
con  un  áj^ujeró  en  medio:  en  ella  'selian  poner  tín 
eautiVd  dé  (ós'  mád  'Válíe'ntéS;  atábanle  él  níedfM^ 
del  eíaerpo  ctítt  ühá^  tío^l  y  'entrando  las  puntad  pót 
el  agüjeirp  lé  dejaban  aiadbj  de  fuerte  qué  pudiéSV 
andaf  pci  lá'  piédM.'  Bábable  un  pedasso  dé  pAnt)  1^ 
piedra;  salia  luego  un  soldado  con  su  ttiafilatati  Apé^ 
!ear  eM 'éT,  y 'éHi  dé  ver  lák  a^tíT^sfes  y'eáUtelaS  éod 
que  sé  tt^feúdta/pbrqué  d&biá  lé  hábifein  dé  áaícrifi^ 
car  y  (^eáár'iin>ida:'éran  fa4rtés:r<rt5  gó^ 
que  deibiidia  i\x  múérlie.  El  "soldado j  como  sé' Via  & 
vista  cM  í^uéfato,  hktíik  e^uetaé  ^ra  Mi^fé^il 
manob  dJé  'vít  .cnntítté  áflBíiri'ado  la  l^idá,  ^qfi^ 
hubo  cautivo  que  venció  á  tres  sotdádbs^  e^»l^dé¿ 
hitado;  i^nalikkénté.  coiiio  el  éstár  üiádo'no  4e  áába 
lugar  "6  daírida  saltos  iguales,  al  prhh»  g^lpé'ceiy 
liie  h)  Tatáfd^  óilérrilfoba^  Sé  altaba  dm  "gtátíS^ 
:loría 'd^l  véihñmiefrto' y  ál  puüto  HeVábafral  cau^ 
vivo,  y  'en  ía  piedra  áe^  Ibs  ^sacrifteioá  lésaéilbail  é¥ 
corafldfi-^Va.  ^t¿  pMffa  ésttnroi  en'él  «eménSério^ 


murquésy  y  en  tiempo  del  doqaa  ipj}  4llMiQiqix4in.H^ 
jie quité. [Mira/eiBiieotott. r      :,.  .        ,   ^.^  : 

•*:  3Q<  £[^a  doft  f tt0fitf»8¿  uiia^dal  agi^a  de-G^iapal; 
tf^eo»  doD^6;lo6  «¿trapM*i»e  lafi^a^*d9  Jftf.tUijNBS  y 
qítiiYV.  qKi0  U^^iabaa  TaxpalaM,  qp0  era  maaafitial 
de  ,agt)a -muy,  dará  de  que  bebii^  todoa,  y  lal^aian 
.  ^  .ffm/ifi  v^xktftmoni  y.  :per  eetai^  49i^<#w*  al  tam- 
I^lo ll^iMda.TlaoeoaleQ»  era. 4  c^t^  tompi^i 4^dica- 
dei;.ée^t|i.  fie  <9eg<S  (ni«Ade  ^e  f epló  »el  (emple»  q^u 
9tra^  alberQa$;  y  e)  iiKq  da$S2|  pa^vftpde  ejp  k^.i^a*. 
wela  djil  J&(rarqa4^,  s#  di»icubri4.,eBte  niftiHi^tial: 
inrvió  cinqo  aflpa,  y  al  de  %7h<^^gi^of^,ot^  v.«f:.el 
«MliiiVfO  fif^  íignora^ .  que  el  pad^e :  .Tarqueni^da  ^/¿¿.^  8 y 
^api  S^^'dice  qi^e  earia  per  ser.reliq^ia^  dc^  lo^  j^a-. 
9adQB  :íd%ti:aQ. 

.  ^1.  A  qa^a  pueril,  de.  U4  i^uatre  fK>rfefip<)aflia 
aM.9alay  con  otroe  aposeatos  que  estaVaí)  ^Isuo^^ 
d^  ^rm^j.porque  lo»  ^ij^plos,  figiorn  do  ^er  ^laa  de 
ador^ok)»!  eran  fortale)»8  piltra, /la  defepw^ 
^VkkA  qu9  las  paredea  del  ^l9aou>lo  .^erc^aii,  fi^raa 
«orialea  de.galliDasy  y  Jardioesf  ;0e  ;yer{ia«,y;ilarea 
pera,  loa  altares,  .    i 

^  32.  Lo  q^e  oíaa^miró  i  Auestrcis  i^^p^eleí^  fué 
\^  osario  6  templo  de  caUverf^s,  .qu^,  Uamfbau 
QuauhxicaJicp^  )mxkxk  de  cal  jr  coAtp,^,  más  largo;  %uo 
aDeh(x^.€#,  qo^^  Qst^bau  ingertas  eaitre  piedra  ,c%la« 
^era^  oou  los  di^^  h4qiaía^xa«:41  pif  ¿el  teatfo 
Ijabia dpa  ^ry€|8y  ^evhas  d^,«^l  y,  de  4^>9Z||8^  oue 


V 

\ 


iBtttote.tBD^la^o'liakiia'ftiáB  jteiiéffM  mgnih^ 
Bññ  de  pidoiíslMagiludM.dfmdeMtab»u  íuBftrk^^ 
cabwhttr  por 'IkB  eieiMif'y  éíAatf  e#aa  d^  aLu4Íyjo0 
saorificádM ;  -  tABtek^  qor  >«MiaNtaa^  |i6¥  nitaetnif 
espaSble^^  diée  H«Émn«;  %u«  jmafhaii:  de  diei)t6  jr 
tráiiibi  mMi  7'teniato  pérsesaa  di[Hita4fts  papa  qm^ 
8i  ilgonaa  ira-teián^laa  Vcdvidara^  poner.  '{Piáéuüfr 
cosa  fueni  (Hkaiarlaa' dende*  faemii  viakae  para  f|Mr 
leTSDiamn  el  espirita  á  la  consideración  de  la  muer- 
te^ pero  era  para  dar  á  entender  las  victorias  de  sus 
batallas  y  el  trofeo  de  sus  victorias!  Otra  capilla 
tenían  grande,  donde  echaban  las  cabezas  secas  de 
aquellos  que  voluntariamente  se  sacrificaban  ^  como 
osario  sacro.  Allí  se  ola  á  deshora  una  bocina,  que 
decían  ellos  que  la  tocaba  el  dios  Tiztlacafatian  (Jú- 
piter)^ j  luego  entraba  dentro  el  sacerdote  dedicado 
al  caito  de  aquel  logar,  que  llamaban  Yo  poehtli;  y 
poniendo  incienso  en  el  brasero  incensaba  el  lugar. 
Otra  sala  llamaban  Tzuinpantli,  donde  tenían  ta^ 
bezas  de  los  sacrificados  al  templo  mayor  de  su  prin^ 
cipal  dios,  por  ser  de  hombres  en  sacrificio  muertos, 
y  creían  que  iban  á  hacerle  compalRa. 

ZS.  No  solo  este  templo  era,  porque  en  la  ciudad, 
en  cada  encrucijada  de  las  cabeceras  que  tenia  en 
cuadro  la  ciudad,  había  templos  grandes  y  chicos 
en  los  barrios  á  modo  de  ermitas.  El  padre  Tor- 
quemada  refiere  cuarenta  con  sus  torres,  y  asi  dice 

VtTAirr««t— To»o  T— 40 


486 

pérador  Garios  Y.^Sant  eo  in  cucaito  quadragio- 
ta  tarrea  altissimae,  et  bene  consirootae^  et  mioor 
Ínter  eas  cst  tantae  prooeritatia  qnmtae  es  turrís 
Catbedralis  Ecclesiae  EQspaleii8Ui.---Faera  de  éatas^ 
en  cada  calsada  al  remete  de  ellas,  fuera  de  la  du- 
dad, habia  un  templcj^  y -al  romate  de  la  calaada  que 
llaman  de  San  Antón  estaba  á  Haitñlopoofatli  de- 
dicado) razón  por  qué  se  llamó  Huibrilopoohtli  el 
pueblo  que  boy  llaman  San  Mateo  Cburubasco. 


r  I  iiiMi 


»  -'TI 


■■  n 


QAYITVIAIIL 


OoQldentaI«ft. 


S4«  Tmuui  w  Im  ciadiidas  y  pueUoe  de  laNoe va 
«•rtM  tíema  y  poebloB  dadieados,  aayos 
NMM  YiMlloa  7  tamtfgfMros  da  los  templos, 
tritetoibsa  vestidos^  onameotos,  nais,  riño  de  ma* 
gssjt  gallinas  y  todo  lo  neoasario  que  habían  aaenes- 
lar  lea  ■iaistioa  del  demonio;  y  para  los  templos 
isria—o,  qoe  UasMilian  oopalli,  toda  la  leBa  y  oar- 
ha  pan  loa  braseros.  En  Tescooo  eran  qaiaee  ca- 
hsawaa  y  otros  qunos  pnebloSi  qne  sets^neses  unos 
•aodiaa  al  templo  y  otros  al  palsoío;  y  solo  de  le* 
is  eatnlmi  más  de  mutrooientss  osrgas,  ftiers  da 
iss  ssmeatssas  que  haoísn  los  pueblos  reales,  por- 
qae  ftisaan  oon  abondaneia  máa  qne  al  palaéioabaa- 
tssidea.  Vk  templé  mayor  de  Méidao  traia  ai4s  de 
Mee  flttl  hombrea  que  le  aaisUaOi  y  en  ellos  babi- 
tabsa  y  dormían  en  las  sslas  para  solicitar  y  toa* 
iasb  la  aeoeaario.  Cnando  eato  oooaidero,  y  veo 
|aa  aiaa  tantea  loa.qoa  aa  oonjadam  en  el  aervioio 


\' 


».  ♦  - 


*     V  .  .      *.*■♦. 


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"^Id déaicMíoiod,  étniM)  f  tS^tt«á  4»1oft  lMfkléttt#«9oO0 

<&•  te.  Inditf. . . 

píos  loB  dedieabé.  con-  áioMdM  d^^BiiiaiKltt^.aDaw 
16  refieren  en  ms  dedmudoiM  6íoímii  ypQiiiiiti- 
UftQo:  La  Sserítura  Sagrada  refiere  que  á  la  dedi- 
cación del  Templo  de  Safomotí  «mríeroa  vebtidoB 
mil  vacas  y  noviltoB,  ciento  veinte  mil  utefaa  y  car 
neroB,  y  lo  mismo  hadan  coando  traiafr  el  AiKia  del 
Testamento: 

40.  Siendo,  pues,  esto  coman  en  ta  aatigiledad, 
no  se  contentó  el  demonio  cen  que  ñieseft  solee  mi* 
males,  sino  qne  quiso  que  fneeen  faomlMS»y  qtfe^wn 
sangre  húmica  celebrasen  las  fiestas  inferaaléi  y  tas 
sacrilegas  dedicaciones,  sin  que  apagase  een  eHa  la 
sed  que  tiene  de  la  perdición  del  linaje  huaaítte, 
que  por  ella  bebe  los  vientos:  llamábase  entr^cdlos 
la  dedicación  ó  estrena  del  templo,  TeyeballisiU. 
En  la  del  templo  mexicano,  como  ^jittm  en  loa  he- 
chos del  rey  Ahuitzotl,  sacrificaron  eeáeota  mil 


r 


. 


441 

nal  de  loi  demonios. 

41.  AdoniA)»n  y  enramaban  los  altare»,  y  paer- 
tas  eon  ramea  y  florea,  hacieudo  muchas  labores  de 
808  hojas)  esto  mismo  se  continúa  en  el  cristianis- 
mo» qae  admira  ver  el  ouidado  y  curiosidad  oon 
que  en  las  fiestas  adonvoi  Ite.  iglesias.   En  cuanto 
á  la  riqueaa  de  los  templos,  por  la  abundancia  de 
oro^y/ld^ta  4^e  loa  baoiir  grandes,  aqnque.de)  ^m- 
pío  de  Diana  en  Efeeoí  4el  de  Juno  en  Síriai  del 
templo  de  Júpiter,  que  refiere  Titolibio  por  el  mas 
adanado^  por  estar  ;€Oin  plancbas  de  oro  forrado^ 
aa  ka  diflbo .tanto  por  ana  autores  los  del  Occiden- 
te,, cansa  ladjaitama  y  Jes  ¿parece  .hipérbole  enca- 
recida áJod  que  lo  (leen,  como  causó  espanto  y 
mnohe^  mas  alegria  é  loe  que.  lo  palptrpn.    En  el 
Per6  fo^  msjjror  la  riqueza  de;  loa  templos;  el  ,de 
Tacnn^a,  adelante  <le. Quito,  tenia  planchas  de  ojro 
con  que  estaba  forrado,  y  en  ellas  muchas  ^guri^ 
dajM^jaa»  cofderos  ry r  otrpa  animales  en^botidoy;  y 
ebpo  ^ue  eetaba  pasada  la  provincia  del  P^sto^  de 
qne^se  lEén  ka  iH;ÍDasi,y,de  las  planchas  de  .oro 
laa  <aeBaieeMmiciie  maa  preciodas  las  planchas  de 
los  famfriíps  que  las  láminas  del  templa  do  JC^iter^ 
qpa4i^  Tite;  parque  aquellas  eran  hqaa  delgadas 
qse>  pesaban  -  dloa  oaatellanos;  en  las  portadas^  te- 
man, figwar  de  >plata  y  oro,  y  para  el  sej:TÍoio  del 
tem{rio  Unaja^'de  oro  de  diversas  hechura^. 
.:4!2.^Q¿jBuiy  notable.el  ide  Faobacaaqpt,  por   ser 


¿442 
de  tresdiexktas  leguas:  éste,  fUérü)^  lfdo»Érar^^e 

dáprfioi^.--'  •  •'•■  •^■  '  •■••''  *«*^  ^  !'Oi.  .^'  ' 
^  il^  la  dé  (DMiblAMxAm)  dopd«-^eHV(¿&'^ittto»  y 
«ohidniias  áudonsM'eén  lfi8TpSMdw<<fti}fi«rMB  de 
aM/ftgüra9,  vasea^y  tiaqa».  SI^deiiBiUiaá,  dónie 
éBtttba  k  %prtk  éáímá  y^il0B«iÍHi<M4»  tovNyas, 
^«e^ern  UDápiodva  de  anee  ptés  de  tai^ó  y-'«ete 
d^añclio;  (ftibierta<de'Qray  {áeéras^  preeiesÉi»  pa- 
ta eay^  jsiiiifda*^halñi  amenta  fiortenHi^  jr^pára  el 
aemcio*  del  i^o^le»  ylqa  pahMioa»  énaraplií  nal 

44. '  fil  templó  dé  Tambo  eb  >el  talle  da' Y«eay, 
donde  per  lo  ataetxx'y  frésoo  del  Valle  y  le  apa- 
<üble  del  oielOj  -fissiatteiii  lo  «naa  dd  «í&o  loe  reyee, 
ciíatro  leguai  déi  Geíeeo/  doade  aatalMiQttiBis'eepeii- 
tábles  piedras  de- vbiíito  piéé  de  laigoytleee  de 
ancbo,  que  en  lagar  diá  betuo  6  ai^zela,  tefiSa^we 
deYjretido,  fué  de  loe  de  nmoha  ^bina  J$r  riqíma 
por ih  a^leteáoia  de  Ips  myes^  y' lo inanífieathii  los 
rastros  de  'sas  paredes.  •       .  .  . 

45P  £1  tnmplo  real 'Ae  laKoiodad -^b  GuSíc^  ca- 


4tt 

4t  «qpwl  mop>  que  trato  tnnoUimnm  loa 
hmko^  do  so  misiao  polooioi  do  dondo  os- 
toado  prooo  AUkalibo,  porqoo  le  concediosen  la 
lída  llon6  do  euo  toooreo  uno  oalo  que  toaia  roia* 
úoiaoo  fiéñ  do  bfgo  y  qiiinoo  do  ancho^  qiiodaodo 
el  aoBton  nos  alto  qoo  nti  oetodo,  oíaiidó  que  so 
Uflíoni  o«  la  plaaa  un  ooreoda  qoo  Itooó  do  tina* 
jao»  cAataroo  y  vasoo;  quo  iodo  lo  lloraroa  de  aqooh 
A  aa  aov  oota  tardad  tan  repetida  do  loa  aotoros 
y  do  laotoo  toatigoa  verificada,  pareciera  dé  la 
wogpaaoioa  Angída  ó  do  la  fimtaaia  sellada:  do  lo 
|aa.ja«OK|MmaN*fta  oa  le  pmsiata»  so  poodo  dar 
«sédífto  Alo  iMOdo;  porque  oí  oaoiaato  oíaoite^Éa 
slaa  oabOMio  la  oaaMi  gmndo  do  oro  y  {>iata  quo 
hk  dada  aqpel  Mao,  oa  qniajonfcqs  attoa^  lo  qao  oo 
rsoopm«da  tMMNH  antéaeos  lodo  ao  qoodAba  dea» 
tm  y  ahora  oala  paia  fbesaj  do  todo  osaa  eoBoiao 
Isa  psajiss»  y  oiíaia  aon  éaeSoa  loe  o&tnajoffos,  y 
da  k  piala  y  oro  .do  oetoe  roiooo  ha  oariqaaeMo 
to4oaÍ 


I 


.t 


OAPITDLO  V. 


D%  lo§  minuiros  y  dignidadaa  de  los  teñólos  de  loe  idtlñXfji^ 

•        •  •  ■ 

46.  M oobd"  ooiivienéti  los  mextcarids  idiSbi6'ad 
MU  los  antiguos^  romanos  en  pohér  ministros  al  ser- 
vicio de  sus  templos  gentilicotí,  porque  sr  hubo 
«««--P^iim  flattiniS|«'*-qvie  eran  oóino  patriarcas,  ar- 
diifiaoiiQeá  oomo  árMlrfcrpos,  y  Flamines  nomo  obis- 
pas y  oaoerdotes  oomtmei;  tjne  teman  ttn  áüperior 
qne^^ra  oonv»  pontifioe:  los  indios  tenian  hunyteo* 
pixqnis,  y  ono*  oomo  pontffipe'  gentih  babia  séfs 
prlncipaies  sacerdotes  en  algunas  proriáciad  con 
su'cabeeft:  en  México  había  mas  de  cuarenta,  por- 
que ac(i  como  Numa  Pompilio  ordenó  que,  según 
refiere  San  Agustin  {IH.  2  de  Oívtí.,  cap.  Iff),  ins- 
tituyó á  cada  uno  de  los  dioses  un  sacerdote  de 
los  que  de  llamaban  flamines,  con  el  noñmbre  del 
dios  á  quien  sertian,  como  á  Júpiter  Flanundial, 
á  Marte  Marcial,  á  Yulcano  Vulcanal,  &  la  diosa 
del  fttror  Furina,  Furinal,  á  RómuFo,  que  llamaron 
Quifineo,  Qutrinal;  asi  estos  gentiles,  al  sacerdote 


446 

qtie  ^Oleaba  dfit  dies  dídlvino  TMcatzoiíiátlometó- 
obüi^  y  asi  de  loa  demás. 

47.  Había  dignidades  segUQ  la  distribución  de 
loa  oficios  pop  fuera  del  que  hacia  oficio  de  sumo 
sacerdote  (qué  en  seflal  de  serlo,  traía  una  borla 
de  algodón  colgada  al  pecho) :  llamaban  i  uno  Tia* 
quimilotlteuhtli,  el  selior  de  la  hacienda  del  tem- 
plo, á  quien  perteneoia  la  guarda  de  los  vasos  y 
tesoro  y  bastimentos,  y  de  proveer  lo  necesario  al 
altar,  que  era  como  tesorero:  otro  Tliláncatl,  que 
guardaba  como  sacristán  los  ornamentos,  y  presi^ 
dia  y  mandaba  á  los  mancebos  sacristanes  llama* 
dos  Teotlamacazque:  habla  otro  comp  chantre,  que 
cuidaba  de  lo  que  se  '  habia  do  cantar;  entonaba 
los  cántícoa  y  llevaba  el  compás,  que  llamaban 
Tlapixcutain:  tenia  sochantre  para  su  auseMia, 
que  llamaban  Tzapotlateohützin;  otro  á  quien  lla« 
mabañ  Tlamazcateótl,  que  era  cotno  maestre-escue^ 
la,  cuyo  oficie  era  enmendar  á  los  que  erraban  en 
el  coro:  otare  llamaban  Teohuatzin,  que  era  como 
vicario  general,  que  presidia  en  los  colegios  'Como 
prelado  general  de  las  congregaciones,  aunque  te^ 
nian  sus  ministros  particulares;  por  orden  de  és^ 
te  se  hacian  las  informaciones  de  los  que-OA' 
traban  en  los  colegios,  y  se  hacían  nombramien* 
tos  para  cualquiera  oficio  eclesiástico,:  6  de  re^ 
pública  para  los  colegiales:  tenia  jurisdiceion  so- 
bre loa  cnr&s  y  sátrapas  de  los  demás  templos 
de  la  ciudad,  y  los  visitaba:  ts&ia  un  vioattr 


«4» 

Unwidb  IfaiÉiiwhlflinhiiihln^Miv  »lf  iijlM  mt 

.  VM68.  i'.  Uii. 

y  oiratos  £«nrftilaa  ée- 9fMl««:aiiCoéél4i.qMiii 
ttnDaba  OmélMlijUb^steB  Mrmai.nl  ái^iééLpA' 

toeiitHi  ífoíé  qttie».dwtriomtoMMA»B  Mn^w:jm 
érm  InotM  lob  iMtiidotM  del  4fMiiiiilHá%qaM»fe4 

q«e  fe  sirvm  los  qw  fiifeikiMíbi^iMgtiAft'.^ 

de  TehiAMeii  y^  Oaxem^<teQÍlia«wfla#.MKMdQte  ipor 
elMeioQ  y  per  Yidac  ea  innrienjie  ,4ino^  Jie^hM  fae 
exéqeÍAii,  for  TotM  «legión.  4i(f¡i»y  y  jo  wbíimíi  oea 
bufe»  qm^es reeiM de^ ^áf M» eepfe4eiw^%«^9ti 
aaiigre  de  h»  láfiei  .^ee  eewíftofilifM^;  fMirta  la  «o* 
oíeA  «obre  4a  eabese^  y  eeii  iiplMue  y  jrpfaiv«eía 
le  feitlvete»:.  tosieii:aa;f4iiiere  de  e^UamfiM,  41» 
enm  ceHM>  •moiigci^  effiaiaido»  ^  hl9  dmi4%  «oe 
iMÜae  feímoe  de  ^«irreey  oíff»  aiHJM^:!!»^ 
tuiíiea  eaman  ímim»  y  vH!iíaii»«ui()r  ¿eaetoej  mefti- 
fioadee,  aMíanee  y  «rádes,  «qjua. «Mbtrkp  #qo  «ele* 
giea  oteo  de  lee>qae  aMtm  que  «ivii»  medertoe: 
evaa  dedtttdoe  á  la  dioea  Géiee*  VB  Uanaban 
QenkéeU^  paM:4iie4NieMfw  leabnaMe  tonupera- 
lee:  á  artas  ieeaseltaiía  el^aaiap  Marídale  ea  anga* 
«NI»  4iidtte8,  y  "ei  alguüa  faieeafc  afligida  ivaida»  lee 
eMMilpiba  <8U:l^ÍBeiea^  f  ídloSi.oea  Jm  íé»  tü  .al 


««I 

•i  OiiiBiau  tatiiiit  úüátm  caMrilaiiaAi  ^**^*  ttutnK 

«Iqip  l|0,^IIM|UI  DM  VM  Wm  YW  tldil^'H)» 

•1  m1»  j  era  la  comida  una  tartUli^^iai^a; 
<•  dta  oiina,  y  nm\  tiM de  a^la;  jdpnman  an  el 
Mila  coa  la  enbeea  eelmr  uae  ^dvs;  le  na»  del 
tiempo  Yelabetti  porq^^  lea  dea  de.  elloe  telaba». 
tada  la  noche,*  ak|enib(ideBe  ep.  el  íssIm^  y  ae 
otepaWa  eo  echer  iooiefiea  en  loa  kra^eroe  y  & 
aasgre  de  wa  cnerpe;  los  diae  {estivos  cemian 
de  la  ordíMñe;  cada  Toiote  diaa  hacíeo  peni* 
hotftdáodeee  lea  engw,  y  pesaban  calaa  por 
tüs^  detu  tben  gnacdande,  porque  eimpUepido  loe 
ceetra  afioe  lea  qiMaabee  oen  asia^odade  loa  aa* 
wrdetee^  y  eolka  eer  mea  d#  cwtreeiejitoa:  ai  aea« 
^  «IgiMe  neria  .en  eeU  pjsníteBoiai  tenienle  por 
•fBare  y  proadetíoe  4e  mortandad,  ó  de  nonrU 
4t  alpn  prfaeipet  y  p^men  otro:  4  eakos  beblaba 
ti  demonio  y  4  eetea  tañan  por  orAsnloe:  4  ono 
^  eslee»*8e  diee  en  la  TÍda  del  renerable  padre, 
Ft,  Jinn.de  9^  Fnncíscoi  <ine  fué  el  qoe  baiiti- 
si  á  loe  de  Tebnacaní  qoe  ée  le  apareció  el  denio* . 
ftio:  TifVm  eato^  ipiur.  ca^itoe^  porque  ei  se  aimi* 

TrTAacffaT.«-Toif«»  I.— 41 


44« 

del  damottiOjihíbátí  notiteift'áltfsré^^/^A  ^fti-> 
(ittlEdi''At  néxfeiéfaé^'  pórtitttf^litf  Mnkián  por  'gHi-^r- 

'  pímoá  de  cotii«r'  7^  ¿áda  xaffó  iiiiik'  mknW 'Sé  ÍIgo- 
doq;  7  ütíoEf'lmQóS  mmoféi,  «fjué'ér&lo'q'tle  v«i¿|iat) 
dáda^fio  tíólatáeété. '  ^-  . !  ,  v  ,  .  !;;  .  < ' 
'  ^;  Idirénlió  ^at^^gé^ídad  ünos,siiic»rdi»Urá  que 
tenían  oatdadó'd^!  <kiiBvidSi'r&  las  'fiestas;'  éQ  te 
otnléd  todo 'él  Sn  e^  coMeir  jt  b^berrtil'  tnávó»  éi^ 

t  ■        ^  •  f 

la  venida  dé  Wdío«esr,  'fWqtíé 'fiWg^tt^^  eaoja- 

do8;*seibñn,  y  "p^a  aí^facrfiíos  cargaban  é' 'tes  ni- 
Bósde'prtiiy  iigüáy  poique  tfóman^'qüeí^iBo'^tnO' 
céDte«;  Ids  apUcáWü:'dttra{>a  la  ftfóf^-;^^ 
día '^omidáV,-  ttíuy  'páreeiiáos  á'loá  éacetábtéá  anti- 
gtl03*-cpííl6¿féy  i^^é 'CüMaban  dé  Tas  cenas  y  convi- 
tes* c^é  hkéian  eft'  hdnra  dé^Jfrpitef;  Apolo  y  In 
Totía,  d<i  'aü0  trata' San'  A'gilütiít  (/».  5  de  Olv., 
cápi  SO) , '  r^ü^  ttmartfn  píriilcipto  -áe  tííia  ptóte^ué 
hxr^ió  en  Kottia,  y'  fitilfci'on^  el  'tentétlR)'  tíé-  hstcét 
oehó  ^fá^  eenvités;  p(^r  f ¿ 'hdé  daéU^una  dé  1^  si- 
bihU  M  süíHn^  que  Bé'^élña  á  eiátos  dioáé!¿  haoer 
cífñasj'péro  Tos  qaé  maér-bdbkiti-y  cofñfefi''dJrKn  l«s 
satrerdiiteé,  áÜntj[üof'érra  para  «ihigoi^'y  étréaüjib^  el- 
cooYSte.'    •     •'■••■'•  ■■•'•  '"'■  •      ••   ■   '•'•••■'  ■• 
'5^:  Todiiys-'iJAtbsi  detestableít  mi niái'bé^  ¿Jabalí 


449 

tadudft  vray  nchi  y  a^g^nu  tocos  tron* 
tnK|iio  jtmifl  80  k  poinaban:  tisnábanso  li^ 
«m  y  algOBU  tocos  d#  choros:  tratan  una  manta 
do  4co  Tuimo  en  cuadro  negras:  afectaban  sovori- 
Jad  y  «lortiAcacion)  y  bajaban  los  ojos  al  Tor  las 
Mgffw:  niinüa  boMan  vtoo,  pcrqao  los  ora  prohi- 
Wo  oooM  á  los  nofarosos;  mostrábanso  mesura- 
im  4  coala  do  doecortosos,  y  mostraban  majestad 
n  \m  rooteosi  por  lo  cual  $o  los  daba  .crj(^<pto  ^  lo 
<|oo  dodafl:  por  dios  so  gobernaba  la  tierra  por 
los  oté— ios  y  respuestas  que  el  demonio  los  daba: 

«Miiiifiwtaban  é  lo»  n^yos}.y  saf,-al.d«tor- 

álgii  oit  «Ütidad  4o'la  rop6bUoa|i  lOo  cansiil- 
telMy  jr  para  justüBavJbi  guerra:  haoin», lo  que 
ssIstaooiis^ahaPtTat  modcido>Wft«atos,  to«iau- 
4o  ú  tmmhmé^U  Vo  (|u»^  loa  romimoo  ta|»aii|  cu- 
yaaslMidMl  or^qmoiol  puebla  Mmano  á  aiigjiaa 
cíadad  hHMsa'is^utta.guotrt}  y  si  alguna  protio- 
da  00  dooooiqMia»  cístoa  iban  &  rodudrlai  y  4e 
ao  hafiarfei  la  desafiaban,  y  por  la  nandato  lea 
ksiia al aosíado  gtorra  y  »  movía  &  laofonsa.  To- 
dos ostoa  ftoftiaD  «n«  sumo  sacerdote  qfuo.  llamaban 
ItoMtIi,  ooBéf  dé  loa  diosos»  y  üotlquo  ao  tava* 
tea  del  iiaao  on^laa  alboreas  que  toaian  panic.aoo, 
rifps  andaban  auciod  y  foca)  tan  abomhiaUtt 
diosaa  odo  aovtria». 


«  •  »iii  ■•< 


til 


':.  :i,   r.'  •;   :!->•)    ;  -  !»•  !•»•;  :•*'  .-r   "  .     .'"il-\'íi;    f.    -* 

(Mrg6' db'bflmíi*  f  r6igfti^/*y  (|^ 

omito:: tefllM  etitr«  ú^^'^^tíAímáM y'^^^u'-^^ 
oadt^  chiveo  áttos'sobian^tiél,  mx^íntí^^^^  áfveiilft- 

trinad^itt  porSef  qtté  faáoia  dfi^éft  HMWttfoíiiiiwlj; 

Milq«iei^:lif^úídftd;'y  atV  tejuba»  U^  '«jw  w 

bÁÉ'CrtiMOiíiaíiH^be0'>b<y|i>l«8^oquc^  eran  x^úm^p^ 
cionistas  en  compa&iaé^lM-colqgifldae^'.deliHÉMe- 
ro  que  vivían  dentro  del  templo,  hasta  que  ae  po- 
nían en  estado,  que  er^i  &  b  mas  de  veinte  aBos: 
otros  habla  que  eran  hijos  de  mercaderes  y  de 


4M 

od¿K>  tráet  ta&iHmplcm  ÜMUsarcft/tcRif  i^ 
eniá^ii&r/  tmevi  i  9sph4ui'  d«  Miíiigaey  para  •  las  ^«li- 
tetadas^. áooafktafaál»^  3P<.bodinaB«:£li]]fOiÍQrída«jdp- 
(licar^é!  cVáilaegá)  que' empegaban  á  adáar,  yi¿^- 
áo  ékjpéekí»  léttitrafaui;Ui9  xna3re»ali.t»«iplQvy'ip6 
saoirdoti^.laBofrraan/áfloa  éitísea^.f  eni  temebSo 
6dai¿r9^^idnb^o'seÍ8  á  áuevptafioiÉ^  loa  entrabaii 
ea^ei  colbgiq,  csm  áayluá  íteríiaá  se  attatjé&tábaa^^loe 
noUwiJtbmair'á  BbomaMfcreesiCiM^ay  ^sas  ¿eil  .el 
ImBglaméBÍaaiM^iorésrlqs  jQOíhufies.ausí  a^oaeotoB 
y.vufMtaMP qmb Ihmabm  Telpockllato^  el  qoe Jift- 
bl&'y^go^iebnaSírida  mancabod:  emákg^uuiá  ai  táam- 
podé'tftte^y.'péSiMí  bus  pariast»  lioantía  pava 
eUa^  jtíai  jefaotomeei  Sos  deiípedian  ióoá  ana  pUitim 
dexoaaiB^r.aBliHiablBsis  aimataose'  fiTataba.BidíÜT 
c6ii£la;de.iii»:re€^(Mrf  aiia  ígEávernaatefcaatiginiat^  ;Bn 
lüaxealaj'  8Í'a^iltaáárba.^'itíbuipd  da  iba  veíate a^, 
óito^aiia  ksabaroa^  Jó*  tresqúilabaí»  y.pdkfáMaiéd 
la.-  aoii}|Hdiiac'eatb99€fniiiiiíih  lai  repúfbUaa  iéaspufa^dp 
csMÚémfWKtmuB  ertiináoion<  mirados J  :  i '  a .  /^ í 
^i^Ba/la'ptav3MÍa'de*<riaxeaIa  ae  áodstuiabtvi' 
ba  ¿[iiemmlguboida.estoa.reatbtía  ei  oasoreey  amn 
tta8^ij|ad(|8  <toD.affeatá  7  loaí^achafcáR  de  ia(.*foinH 
pafiia  ídé  lol^^  das^s  ^nanoeUoi^  y .  aaí^  pedii^a'  ii- 
ceaaia  {laiia  ella^^i^  de^ns)  rpedirb^j  ara»  trigttroad' 
'Hifiite*  tftatigadbst'>caaiid%tae  idespedktnjaa  toé- 
ciaB  <  ilaaiflátidaíiiáioiiitariii'  da*  cjue  !Do  altidaaan 
ea  MMpmsiM  hafcifinivéaseftflfdoji  .yorqoe:  .vUi^iaa 


1^ 

«n  hr  trida. <li^^tKr«(r.  ^Mb^'llé^Uaii 

qflie  TÍviiD'eii  can  d*  sos  podies  6 parieatois^ilá- 
ttlfibasa  esta  damo  religioQ;  ^péoÜilitti^/^qae 
quiero  d^^jo^®^^  ^i^dáfaui  úitá&mmmstiét 
iSdos,  y  las  doticeilaB  eoh  camisas  7  «Aagiiat 
¿alanas:  ooilábahse  pordelafite  laHVmto 
orejas  U  cabello  y  fo  de  aMs  fargoi  peidkftpé  sav- 
cilios  eü-bs  orejas  y  be^eteen'la  ^QMt*'^iiiai|^«i 
rector  de  to  mas  nobles  ^ol^  -bis  gwKrdába  y  ^{HMl- 
dia  en  las  juatas:  éñtiA  enmea  mu  cnl^^iie  té- 
niim  sefialadi^  en  coda  lianriü;  adonde  ^at'lkmeiw  él 
9olj  así  mánoebos  cenia  doaerfUedj  sé  jvatatea  á 
cántaf  y  á  bailar,  ásidw  de  fasumnlée'boii  !éb  dcm- 
ebllas,  y  estaban  hast» «erca  dé  insriBa*neoiie^e»«flla 
ceremonia,  con  asistencia  dri  qne  prosfüa  y  dé  mus 
nm|eres'  qae  llamaban.  Ich|MohtiatDqHe:  éstas  «riin 
«awtrafeque  •nséSábanyeoid*^  WKH.eBt¡d«d, 
porque  hábhley  inTÍolableyqiBesi  cémsliai|  oóBtn 
lá  castidad  algnn  yerro,  ambossinékfl«ssf<tisqiMi>  per 
ello:  al  dedicar  los  pridres  id  niSb>  é  ámoáh.  {«ra 
esta  religión,  éonvidábmi  áeemerjil^éeteír  y^j^las 
mujeres;  y  si  ^a  ratoti/el '  reclerv  ^desyae»  é^  t  ep> 
mer,  le  tomaba  en  fafasos  y  TevaMste  dd  smIs, 
badeñdo  en  ofrecíAiienlerdel'  diés'^'BeMalies^  y 
las  BiDJeres  si  era  miysr;  y  desde  emhiacee^  ^ye 
era  &  Iss  cinco  ó  seis  de  la  maüana,  lalpmaba  ¿aa 
caigo,  /aunque  st^pre  ián&  y  se  snátevtaha  ea 


s. 


Im  vMts  1^  «ifef  dios  «» las  iMnífMtalM, 
«ft  «ft  figwm  4t  nuHMebcb  curioso  7 


56«  O^rwiBMiMbMydwpell^a  bahía  quoviriaii 
m  ««gmgMMMi  M  el  templo^  dedioaüoa  al  dÍQ8 
QftalUiiliMitL  Satos  «ivfaii  vida  más  estreoba: 
koMatiíanta  veaüdoa,  cod  el  cabellp  lar 
da  haicary  de  estar  eaniando^  y  derra- 
qae  ae  sacaban  con  las  puntas  de 
4e  divenaa  partes  de  sa  eaerpo:  baKábaii- 
M  A  aiódia  Mcboi  ain  fiiltar  Jamás  &  esta  ceremo- 
feina«Oiettatceh«at^  ¿quien  ser  vian,  era  tra^ 
«0  fiútó  de  haSarse  áesbaa  borne:  tentaa 
da  ameba  ettkotidad,  moy  nuatera  y  que 
¡sUaba^  aiiie  aolo  al  rey»  ea  aignifioaciea 
del  üet  %«e  M|iraseat«ba»  y  Uainábase  del  propio 


•  Faaii  .dedioar  ios  .lufiea  y  dooc^lUa  á  eate 
dissi  aweataii  ioa  padcee  al  rector,  y  eeBalado  el 
lea'padma  wm  ooaTite;  enviebaa  perso- 
qM.W  tnílieofay  y  eo  el  templo  ofreoiaal  dios 
QistaaleehwatK  Si  eva  da  máa  de  dos  aftas,  le  bacía 
ea  el  paeho  mialierida  sutil;  y  ai  era  de  tierna  edad, 
ia  pemm  wm  eoUiur  al  onello»  basta  qoe  complidoa 
Wasícala4  taftiaba  el  mBo  en  el  colegio,  y  si  era 
wieraiMfa.  • 


I  é 


<«ií/.*c:'í?n/»fi¡  i  :i  n?  ^ 


tf#»'i)in     ui  j   "'  o?  í;* 


« 

'   .    ••  ,   .  .       ..  vestales d^.loiJlfttigiffvi.  ,..  ..  ,  :  nR.  -. 

*  '  • 

•o^tiifsuBGiBt^arliabiáiicdfiratimBytakét  «ÉnotjiaañB 
tafios^  íá  iáéenáe  ,de  diÁB  ^«idare4aá.:£Uáá^éiita- 

gre  nublo:  do  habia  de  tener  falta  oorponli: 
4lfftamiula^ '^or&a,.  iBMoa  ^•fC49tt«;UíutQl^ai*tfata 
teíAcbá  $»sBtou\  J}0/katii%:ÁfDWtiMÍ oflflribii  iwitpiíbn 
iwnajnoa^  que  haJaando'jgMiertttlttMfiKrfigaÉpyéiNI» 
di|b  Octamoa  ^ugUsto:  lOfa.aí  t4víew.yoralwBa 
Ainikl)ijak^ta  ^üa  ^aatrasaUíiifQttdaftüiaLLiteé  9I 
dodtoíirki  Tpmoa practicar  aataaiiilQigaa^i^^teiafi 
4d  li^McyocDioa,  f^oa^in  Ifeomite  uan  pmIm  una 
li^úéi'fa.^  irAi uilgat^  di4£»cio  aAfMnl^  ii  aptfiam  al 
monas  lorio»  y  al  hijo  más  tanto  paa^iARifikia'lM 
veslalc:»  vestían  muy  honesto  traje:  «a  Uanoo, 
porque  no  ocasionasen  poca  honeatidad  loa  colores: 


tQckáOysiiiift,  tuMi  banda  <Kii^ai.f(!d»t9ti  eíliifMlo-jwtt 
cmta^  ^rida^Q,ilJti9  espaldas' isnaltp;  jm  podtiift 
Bfeit^]«9,  ai  ad^raiuuí^  élx<a«trO|  pi^irafiií  fl0re84it 
otr^s  (Uj«fr  y*  la6(dvo8  a(ler#a<^  eje  tu  pía  para  ihuí^ 
tva3rffügjjosas../;f>  í-,  ;..   -.  •-.■.•:.  •,    .-iu;- 

,^ft. .  Efl  9fimq  de/6a}|M^.Tlrgafte9  Y^talea^ni;eoai 
.servar  el  fii^ega  warpy  ;qw  4  prímefo-  de'iSansorBrt 
eiMfWilla'iO^^  iU>!9speja^ielriatalinof  daikí<)  4fi  él  laa[ 
rayos  deUojy  traspaleaban  el  cridtal^^.daíba»  en  un^ar 
pal^M^  atf  (#  Qifte  incendian .  Éata  4e.  ponía  do  ^I  «1-; 
tar;  dnrablí  todo  el  áfio^  y  el  apagarse  era  seBai  dar 
algii])Ar.iM%teidad  ^y.  presagio^  de^dieodiohafa^f  pdiOlo 
cual  Ia''v||ga8í>>»va6tal '  qaé  ae  déseiádabárS^D^  ^' 
tanii>k4}w^lo  01^^»,  ai*  iigoéósámente  .aabtoidiAüDesk 
poftM  tai¿atfiM»ift  da^  asités^.  por  eaalqmérá  U5riaDfi 
dad^  %y.  '^Ilte  dei  iM^r i^  ai .  4S6  jantftbán :  daskteaatiíy 
moDle  '4mti  aulguii  '•  homtíirei  La  eet aipofaia •  ate :  Ha*> 
varia- 4iildilda<^iéa  y'tmmoa'^iraD'ataúdcsbiertb^i 
coQ^^umtofUftániiaato  tt^ndíOf  ^  fuaestoy  y/afa  linalÜH; 
Ye4^  qü6i estaba  .áwta^üoBta  aol<H)íia^  pbBiáki  iioá. 
ca^a  y  iuia?iralá  ardiefado^  jhlIi,  agiui  y  aceita,.  ^- 
en  UegandO'A  la -bóveda^  Id  desataban  ioasáoer4oi< 
tes>  y  aacáaáofcii  at  ^oiltiftetf^  det  afaúd  hacki  cM^ 
taa  ida{NMi!0atioBaa,r«oii  laa^  laiaiQs,  al  cielo  levanta^* » 
daa,  y  aor  M-iistériU/  «oii  iiBfi  aBcaleraJeradiiMty'la  j 
bs3alMiii")oa}aa€Mdot6a;  i)r  eBÍ(|aitaodé  la  !B8aaléra,7 
todeH^abáttilievra^y  piadra^díi|ándoáa;8ototrá«L«  ' 


48é 

tilH%<irai4«lo«tiiiu  itar^Mféio  y  «^  iíBfdñslKiéj  Ufa* 
gimo  80  a&revia  á  entrar  eo  el  oocbe^  éttlifo  ümi, 
pMqim4Mfaív{iMa>dé  *  Muerta;  >y^  al  llevatrla  *Íi  en- 
terrir^  «edo«  loa^et^)  MtieiW«cé«i|M%(kb&ii*lós 
pi^^eleaiéei  Scnmdo^^  IMbaa  ^«Iteü;  y^efá^teíi&í 
Mi«MitoriMkid,  q{ib  lat  paOM  6  tMdertos  qne*  im 
podim  lo8  fletadores,  loe  componiaa  las  tftfjene» 

'.«i61w  AI(  medeF^'jBstas  «irg«iieiB  ümMeelNiMla  éo 
la*  líasfa-rBB{ÉiSa  dbnoeHaa  al  eerfioío  «de  -loé  láó- 
loa^  dedkadaey  i{iie  iririw  en  lae  ealM  y  af4Mii<»9 
qiieim  liéxieoieeMiim^áila»  e^fMildas  del^  Mmpto. 
Bl?BMéeiwb:!á*io0(OiiRrenia  dtaede^náeidtfHe^aHa 
su  inadre  á  la.fresenDia  de  Ida  aátrapas  co«  Qtra^es- 
coUte  'ett  ( la:  imino;  y  eeoi  ineíeoeé  i0&^>«Bltal  éo  que 
heiiaídeibarrer  yaoidaridM'eabttiifetio'd^losteiti- 
plMi  ;Déed9  eete  día  qimdirtiitflaiinadré'eMfgada  & 
llegar  cada:  qoinee  dúqs  .idaiefúsef^y^eortesaa  de  ér- 
bdtov  olareetsi  para*  el  braaenn  •  Ba«  ttegandfr*  A  i  a 
edad  «de  aeis '  4'  die¿.  aftes/llevátíaiilá-  4ñ  ÍBo«ipafl(a  - 
deilas  >dafliáo^'>obQñiUMn95*!ir  'iiiia  laaata  qua  elJEre* 
ciáaal  dios^iqaela^dadieaban^'Bligereieio  eri!,  le- 
vankaraepor  éboMü^^las  dies 7  taidia tfo la n«fohe 
y  aliaaiaaeoBrv&*éélÁr«nel  bmeeraJaoíení)ó^.»I^ 
coai4iBa!d8i  iaaiivAqaa^jvc^raaiqifa^laaMdoisfiriaa 


MI 

loé  (Alégitlffs;  kv^  Mida  Mblasi^ 
dos  receta  aMiá.  Loft  dí^  ftstítc»  M-lea  per*^ 
cámw  Mm^y  h$MAtn  j^  0A«|libaD»  fttott^iüH 
baldía.  Bn  1m  déíoéa  áSaé^é'tralN^^^  autfqtt^ayut' 
stkaa,  tijiáiiiy^lab^bait  ntentas  i^iéñf  él M^lteHla 
rat  áioaéa.  IMm  W  dita;  oíay  da  tfalkifia;  p^** 
bas  algo  mmy  MÜanté  ^  )<^  UevabáiVtit  dtairtá^Áo^* 
""ofa^  pM^tao  daéfan  quó  léO'dbaaa  raoébiaa  el-Mua* 
Ja  la  ootaiida,  la  aiiat«a  aha'oraataMi  Im  aMardotaa" 


t  * 


62.  Si  eottiotiio  algüa  daaautdo  on  oatoa  agovai«^ 
empatan  {Mr  lia  ¥k$aa  attrtiga^  y  ai  era  delito 
da  paid#r-ia  ñtfpbitéi,  hsoiaii  pánitaiicla^  porqiía' 
taaíao  ataido  <|M  ae  lea  liaMali  do  podHv.  Ika  'oaraoa/  • 
Sí  al  doKtD  am  pikKliopy  aa  avorigcHkfaii^  tanii'^ 
:  a  da  aavovto»  al  modo  da  laa  yiígoMa  toÉláloa^ 
^padiaadaa, 

6S.  Ett  Uceando  la  edad  de  oaaarae»  conaarkado 
t&tio  laa  parioatoa  ol^aaaaaiiepto,  podían  Itdeacia  al 
«Urapai  y  aaSalaban  día  para  aaaarla.  Llofaban  loa 
Fuíaataa  una  oomida  adaraaadaí  y  inoionao^  y  aa- 
li  U  danoallai  bien  vea&da/ y  dolante  del  idolo  á 
•'uaa  ota  dodioada  tendía  ana  manta  grande,  y 
coa  gnuí  raveffonoía  ponía  enoima  de  la  manta,  en 
plataa  da  madera  piatadoa,  la  ofrenda:  en  ano  de 
'•'!oa  tina  taaudea  (qae  aon  hoUoa  do  maia  ooeido), 
y  aa  oíooo  oaoadUIaa  de  barro  do  traa  píéa,  que  lia- 
Mhaa  oMdoigotea»  eama  do  patoa  y  da  otaraa  atea 


cortaban  el  cabello  al  entrar,  en  8Ígnifica«igp  da 

l|fb  oiáa  paTí»».  :?;«4i«^od<n'pwí.v:«*WM»  B>e  más 
h9ni«tid%4i  > ;  pw, ;  «star  ^«  «{^iia  .^  liefvmtt^f  m  i 
otinaLt.  el  ^trafl^ffo.:  «1  .di%  de^  bor )»  asa«  por  «Ipünir 


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oéntmj^im 


y  rito»  <!»•  m^btnJp»  MM 


(^  ftf)t  y  okcM  «pii  06  par0O9Q  á  U  ley  tfva^géli- 
c%  4t  GiiilD*  faoíliUW  U  «Mi^timon  efe  los  mtU- 
nkt  MB  iMbttc  introducido  el  demonio  eoias  qne 
kat^  im  iipee4n  ley  eveag^ea^  eomo^stt  nodo  de 
\üf  Aode  de  bMtíaaio,  de  oovfesion  y  edo* 
que  4  peiiM  deleof  migo  $ir?ievoa  pee»  que 
lié  neJWiHtt  Mea  eale  veided  loe  que  lee  hubM 
rtéhídeea  k  meolim*  Eo  todo  eaWee  Dios  mareti- 
Osee  f  eeM>  VMeoQ  enemiamee  «mee  vence  al  ñá- 
Tmari»  y  eon  en  eepeda  le  degfleMe, 

66.  Loe  mexieenoe  (iefap  ei  pedí» Aooeta),  á  loa 
aOee  teoíen  eaeídee  de  reyea  y  eeBorea»  lea  pica- 
Wia  lea  oiqaa  y  miembro  viril^  en  qoe  remedaban 
iaátopMÍaiende  loe  jndioa;  pero  lo  mee  oeaMín  eta 
lea  dea  laratorioe:  el  primero  era  taege  que  aaoia 
«k  iH*^  Cfvtado  el  omUige  y  «ntwindo^  b  pai^ 


460 

faflsTa%ft  0n(»>béiidáiidble  á  f altíon  dcÁ  agoá,  Ih- 
mada  ChatehihiiitlycDe  (alias  Ghalohihiiitlatoiíac). 
Tomaba^  deepaes  de  lavado,  agaa  en  la  mano  de- 
recha, y  soplándola  se  la  ponía  en  la  boca,  pecho  y 
cabeza,  con  una  deprecación  á  los  dioBee  fingidos, 
qne  creian  ser  los  qne  le  criaron,  llamados  Ome- 
tenhtli  y  Omezihitatl.  Dábale  "^ft^nes  á  la  madre 
para  qne  le  diese  de  mamar;  y  antes  del  segando 
laMlOfio^  ifM emcottio  banttsmo,  el tsvrarto  din  del 
nacimiento,  llamaban  los  padres  tin  astrólogo  de 
adivinos  qne  tenian,  y  dieiéndoles  la  hora  en  que 
había  naélduí,  sacaban  site  íün^  y  fainas,  y  si  era 
bénéTolo  lei^  proino^éabanf  m  fisliMdad;  y  d'nads 
en  nial  sfgño^  le  potfiítn  y  pintaban  sn  nmla'&rta- 
Dit,  y^rdaba  el  ))adre  lá  figura,  turraban  estos, 
como  también  á  VeMs  los  nuestros,  aunque  los 
nuéstíroi»  se  fatldan  tan  bien  en  el  mo^ihiento  de 
las  estrellas  y^n  lá  influencia' de  los  ssti^os,  -que  es 
fundamento  mas  cierto;  pero  los  indios,  «ü  les  ca- 
rstttéres  y  figqra».  ^  firán  por  éirta  ciencia  4e^  todos 
estimados;  ¡f^  comd  eriin'  pó^oo«  y'  les  nochnientos 
muchos^  tenian  t  en  ijue  ganar  la  vidií^  y  ¿onftrme 
los  caudales  denlos  paáres  érala  piif;a,  atíhqueera 
cesa  de  baria -Oüantp  iproMstícabaü. 

.674  lilegado  el  cuarto  día,  ó^eVqtie  Ufbégbi6í^ 
go»  sefialabany  preparado  ^con^ife/.  según  el  cau- 
dal del  iMKdMrya)nvÍdado^,  ániil^osj  parientes  j^  ñio^ 
chaches^ ^ne¿idfiba  mñihaa  téais^  y  d^jiMüri  ddW 
lid»  <«l^spl  .^qfÚM  iüii  leliiítto  coli  ágüa  «n  tuMIs  del 


Ny 


i 


ban  en  la*  booa^'^béM  ypéif^o^ioftfw^dole  á  los 
dio0^jf  fhvMtíLuMé  ^ácto  ft¥fibi^  ííd^  b*  t>fireoiára 
míh^z  esterera ;dlmi&Í8tro df4iii¿no.  lilpadreÁeoi- 
ta  4ic0vi|ai«i  tif)0'de4od  soeérdotés,  y ;Mto''iií0tra  eti 
]oa}áyate^ios.4e'|^te  prhibipfil  y  tUm,  la  ofaeieii 
dopMOUtoria-era  iwátr  á  faisrftngidiM  dioses  leiim- 
piaran i^ laasóciedádas deV <iQ6rpo  y  dte las  eolpní^ 
d^-ras  p«l»9  ^Á-al  áUiia^uAo  poníaé  tuviaroD  «o- 
aocimieDto  de  que  el  agua  limpiaba  las  totpesad^ 
porque^  bien  se  coneee  qw  ^se  es  '€il  efeotb  que  4olo 
aoempaSádb^dela  victad  dinna  s»  oonoede  al  agak 
del  saiito  bantisoio.  de  la  ley  evangélica»  ^no*  qiie 
era  epinixb  eutre  los  gentiles,  que  asi^eemo  sé  lata 
de  la  sseíedad  del  ^ueqK),  se  purifioab»  de  iá^  itf- 
muadieias  del  ainu^  (y  4M»ts  érnor  fué  entre  Ibs  an- 
tiguos ^SMÍdo)«  Ss^un  refiere  el  Abulense  (^.  ^;  w 
cap,  ílI)éwUr.)'j'BéemMBj'qne  por  el  ijfrí^  y  Li- 
bia hiao  tantos  ^tragoSytéBaontró;eon<  una  fuente 
ei|  que  se  lavó^'  pttrebiéodole  que-  oon^^sto  quol- 
daba  libre  de  toddsisotí  exoesüs^  Teseo»  contem* 
poráiieo.de  Hércotes,  did  á  e^tesder  que  en  ana 
faente  de  su  tierr«  se  purificaban  los  vicios.  Faraón 
en  B|^pli>  se  litefiabn  en  t\  Nilo^  y  la  princesa  su 
hija,  con  sus  doneetlab,  coande  encentrii  «on  la 
eestiUa  de  Moisés.^  En  BotiHa,  eefm^de  la  puerta 
Oapena,  ^ue  ahora  se  llamüt  Apía,  estaba  una  al- 
beroa^  Uamaéa  de  Meveum»^  adüoode  el  pr ^blo  i  rq- 


j^ri^.<^iH»i^vi(|ní^.  MiHW  JM»qniti&  tiaiiea^fMM 
X  «ItotiBui^'  dítoyelidií  ipnb  m»  tqiMt  lamtorié  aiüittr 

4»w  do  IM  Molo»  liiejdmao»»:  qn^  <  #ftM:  te  ^^riibnr 
cÍQb  4&fliiaí8a«6fiGÍélB«í  kvilw[i  lfe8TMHi«li4ia 
'^  dos  do  Mcket'ioot  royos  so  baSsksa  Imy  á  vw- 
Ando^oómo  k  luM^aíMo^ofldJisjiian^  |wi%  praiosr 

:  684  Sodu^i  ipoos^col flairaitovio  dol  uBo^miimn 
¿otttiiclMwbos  ooa  grsttfos^iio.dítíáiidóloignndoB 
sddboníHis^  poniéndolo  ^a !  Is  i  amnol  «mI  Mdda  ps* 
4u4iS»  jK.  utts  'fioohA}  jF  ¿iiOBi)  flu^or,  iinr^hiioQ  ¿  ms- 
•kicsto,  j  sdliot!otiAos4o.t^íflr.jMiiiiiodsite 
-na  odiid¿  Si^ása  padntofioísI^slgMOiB  imslsnmon- 
«tosvd^. oioio.^.D&bsso fia  oomida^ 7.|o$ «MchsAos 
hk  wntínÚimDiy  «cfihábMOiolílaír ataño  .óitettis- 
0ir  idoláimM>t><ini&idiofe  JMN|^  ia*oiiataia)  oon- 
ferjpaaj44ai€b<MiAstanoia:dfil<día  ^4o'la'propísdad 
M  ñgoQv^al  quo  i  ano  paáns¡  paroiua...I«araia- 
joresquo  ibao.psrída9;al  oopvito»  sft  ro&ogabon  las 
jodiUás  OQB  ooaiisai  f  }M>rodttlaad.d4^iúSoe,;pot- 
que  d«aiaa  q|ae<;C9A  .o«oí  teaidiiaii^^M  saa  iMOiiibr^ 
;o6a  filaraa  loo  oriataxas;  y  todM  Icsroaatio  ó  m^s 
jdias'4i^&  dotiawtotío;^ttmba.  elfiíi^  tMtítiaua- 
do  fiu  la.Qom»  sin  ooaaiatír  quo  la;aaoaran  afnora, 
-poi^aod^oiaatq^  o^aiiaqayiabob  do.-wiiliima.é  fa 


40A 
remn  mnla;'  6oBR.áiia6  7^!otra9finiptT8Íi6feaeá>de 

.  do  íteban  ftbafil)!»  ^dd  bebw  á  ko  .qué  hstiain'  queds- 
do  a^nifttiidos'^^  ki;  poté,  «é  acababa  la  fieeta^  ^y 
le  llamaban  Apehualco,  que  quiere  decir  despedi- 

:Wl^AqaS.ii0ne  8ú  Uigai:  Jaf<»*taDMtB^ 
qiiAeaioa^ékitor'idólldortts  otialMn'á  raahlJM^  Ixl 
auatefkrmlidret:  iea  daUáde  Bkainar)'0m  que  les  áíá-^ 
Mtt  ejkcw  mijares^  Aunque!  fueaed  reibaa  ienian  por 
twm  iodígiiará^lá :  natuialeai^.  qóe  la  itinjer  ^ue  dtó 
TÍdariiLmHo  oon  eo  éangre  iUy.  le  conozca  parliaua- 
tebfcaile  coa  ait  ptopia  leefaeí  que  lo  apartada  si 
OQiEK>  «oLinAo  él  qae  tnYoan^auvienkecomoi  pro- 
pio^ iquélo  B&tregoe  ^^ke  qiie  no lesdolid  el <]^atir- 
lOyoqno  fliiéwiB  lea  dolerá'  el  oriarlo;  barlanido  la 
na4iiii8lcaa:iqaa  raii  Ms-  h^  dado  hijos  quercfngendrad, 
iea^  leche  para. qne  los  crieú^  pues  aquel  indus- 
trioo  ofioialdbB  Sa  sangre  qae  se  oeitpó  en  al  TÍenlre 
para  anaUatarlo^  ^eMenado^  después  del  parto  ae 
Ikgaiit.ka  peehds  y  en  leche  se* convierte ^pam 
criaiio^Báetdo:  ¥at6  á  ¡veces  más  para  las  buenas 
ó  sníliis  oostámbtba '  la  leche  que.se  mama,  qua  el 
sénah natuTal  con  que  so  engendran.  ¿Qué  pueden 
ensilar  lasesolavaS)  hephas  á  malas  mafias^  á  las 
ntllaa  qoa  BBamant«n%  ¿Qué  costumbres:  sacaré  el 
iHflb«i|ue manioc  laa*  costumbres  nudas  ^n  la  le<die 
que  tiene. ya^ en  soetanciá^ con vertiiM  Porexpe- 
ñfocMTTse  halla,  que-  si  Ío¿  eordertUei  ^ ^  ^ 


ingertos  y  riégó.de  loB.foboIat  3r{»lMta8  losihslbi- 

70.  A  los  tres  años,  pooo  más  ó  menos  deftoto- 
ban^eAnñefiteayi  ^oonVftoi  á  los  «íBm. -'  Ooorierri* 
Utnlea  Ids^caboiKtaB  Sol  eeteÜMy  qv^ñtammm  w^ 
jojí^  y  ]0  formaban  nna  colUli  qa»  IhuiMMmfiaflbi 
y  asi  lo  acosfombvaü  el  diadéhoy.  ím  madMÜa, 
la  ausjbetfdad'  y  ^cmjhado  eovfiw^riiibiio  |iaéo  wpm 
ka  f^f^bücas  pkiusíUe:  no  >  tea  em^satían -é^ttair 
'SIDO  en  dura  éama^  y  áieaaptB  ka  ionian  ^ootapaéos 
porqfBenosa aodstambvaran  á  sarflofoa.ile&aflM 
amka  enihtban  los  hijos  dálosaeHaTaaeniBloflegío, 
.  donde,  vmán  reoo^dtís  ora  miMstñ)  qméhm  mmeSbh 
ba  iHienas  oostumbrea,  oaupándillMi  aDfal86ri!iaoia>de 
los  dioiaes^  y  las  ñiflas  era-Ib  nifUio  («orno*  y&'iaaga 
^bo):  á  los  manooboaliendian  ¿kgiiidinr»  y4to 
montoaáéaaar.  finóla  patte  deaéa  aa  triafaaní  todoo- 
celias  nahoa  entraba  varón»,  ni  elláa  saltaé,  ¿«aéMs 
que  eon  atgmias  viejaa  aoempaBadas;  y  «i  tal  itaaa* 
liaacdo,  lepioaban  bis  piantaskla  lee  pies  oonpfiaade 
magney,  y  les  daban  otros^saatígost^tínfinaaeilaxal* 
pá.  En  Texoooo aooedié qnil  mu  raaneebn  sállelas 
I  patedea  del  jardín,  y  pof49é;  salió  áliabbir^ian^i 
woa.hqa  del  rey  Keaahisalpillt, .  faé  aonaada^á  sa 
padffo,  y'  luego  la  tnáadé  aboroar;  •  «in  que  fnesas 
pod«nMe  lasiraégea  de  loa  stileres  bi^kaaiéri«|ii9 


06 

iiGbMl  qgVMi^  ytroiiMn  fspánir.U  1^ 
4e kuidvMeUá» sMBnñow  ^^r^ff^frunfaii 
Mipié  tMtafiA  ▼«rd«d;y  ti  alguÁ  em  ñ* 
Im  aratíiM'lo  MuabiD  on  labia  dle  oar« 
«iba»  «m  faoos  7  ail  aoMa  mantiao. 
n.  Bato»  dM»  aigOBoa:  ai  an  tíaeipo  da  la|p»- 
Mlian,  ¡¡o6mo  an>  tíampo  dal  eriatiaiiia* 
%uáo  qw  tpiofia  aoaocan  la  variad! 
j  l»»Binao  aa  ¡mada  daair  dal  babér  y  dal 
y  taipattda  la  qaa  el  (ladia  Fr.  Toríbio  Ma* 
ffaapnnda;  ffM  oan.Ia  aatrada  da  los  WftJh- 
faaüá  al'iigar  al  castiga,  y  UJosKma  la.pall- 
gaasdabaa-  tütdtaa  á  los  iadioa  la  ju^ 
¡aa  áataa  tenían,  y  asi»  la  üiibi  i  la  gante 
alAaoa  daloa  Tiaiaayaarrió  tras  da  te 
sar;  powina  oama  ka  aspaüolas  no 
qna  4  sarviíaa  da  aUoa^  ao  praaoran 
fiaglibia;  par  aaiasgair  sn  prsaaaho  osan  da  te- 
Iganate,  y  asi  aa  doaanfiransn  an  las  yícíob  aama 
•  (basan  da  ana  atitepaaadoa  haradadaa  laa  aoatam- 
teas:  tay  daL  qna  (bara  eansa  qna  an  al  aatedo 
aia^géttsa  no  guardan  las  cosbimbraa  momias  aivui- 
dasrtetíanas,  qna  obasmnn  sus  antepasados  cnaa- 
da  gsotiteB  {nrf.f  tom.  S,  fol.  606). 

n.  Bato  y  sMMtba  mas  aseribiaron  aqnaUoa  va- 
isaaa  apaaldüaos  al  padra  Fr.  Andrés  da  Olmoa, 
tf.  Toribia  y  Fr.  Bamardino  Sahagun,  da  la  orlan* 
a  da  loa  aiBoa:  ann  loa  plabayos  loa  anaaKaban 
tas  aAsia%  los  Uavabaa  álaa  templos  te^ 


4ftsf S^iHcrtt;a|a«  4M^iintpr&tM8a¿4ft  hM&n  .fédicet 
«bvidáBibpíMe  nehvo:  fiad  doifc6Ílás^%db.Hau^ 
HÍBKMteBtM/iqhe  ÍBo/le!írafatalNm  ioifjQ^oéi^el  sísalo  m 
-Ttiiñin^  airad  dtroBteb^im  dbjBfaatLdK  liibigar  oii 
punto,  UegaroiLtit^aioaimciqulhieqr  }m9Ífitn  «i  iie- 
^BOininJíi  ibioena  ictoótiiiia^' fbrfáaise.  apiBiiáíi  en 
*éttti  iúdhr  fáoilidi^d'  Í€  qw^m jmMÍá^iyfifwn  Imárstux 
^4Btfc  •  oMitória,  disóolo  qaé  jéias'  PíúsíitfKir '  iFosMnlta: 

Hiá  ^tesí*id¿latrii8(M  pwmiAeiíiñidim  tieiutii  en 
gnaiidiir  waileywy^M'ípireoiaiq»  á^mpriáogeBSÚB 

*l¿iédpdiÜéV8¿iah4'lo8Í¿dMiAs.iodiab  aprend^- 
'Mtt:á|K)áef4nÍ€9éoocion  laséostainlvéB'hcinefllB&en 
'Ikí  crian2«:def  4itt8  faijwy 'qoe  •!  i  Bi^iimta  Batato  i^pUm 
«ni  ^qii¿í un  ^ertá  edad*  8Íg|M(v)a:iti«ted^MdÍQÍ0ftfte: 

'Oáigk  Ml^e<B¿3ieMflto4d  3rága'4bda  vtftedl^-^áBhM. 

••<sa]t>;'*.)''^í'''  -  »»  M  ,-:•/'.•?••!.  -:  :  .  •;  ,pKjí-, 


^  « 


S>%  ¡m  maíidga  j  Mpfimt*  V*  pmUd  lo*  UmUo*. 

Mi.lBaoaf¡NioB«,nniNlB,ttá*«)>|>*drsd9U  rntot*- 
a  H  iMOMMaUt  4o  vtr(l«4i'  fin  «1  P;bi6  «ra  MBBr< 
ta^  foftiu  aMfH|M4*4M  y  tMl)«^«»  y»w4n .  por. 
W|»njnn  j  mí,  fcwf«.¿o  Im s«ertfiQÍQ9  ;qu«  too 
HM  pii»  apUtar  «B  n  footir.  «1  ooojo  «lo  lo*  d»-. 
MO,  TOOolaMÉo  ooKfooibM  nu  4ol|MB,  y  Moioa. 
ptn  ttí»  iÍi|Wto«loa  «onfesons  MotM^es  y  laaiyono» 
fot  gnoniaboo  «oeroto!  y  toaian  jtor  gravo  aaerh 
Ugi»  *|  eneubiji  algui  iremlo,  lo  cual  avoriguaba» 
pul  iMctoa  ó  «kM4o  1«  HBadiva  de  algaa  aotaalí 
j  ñ  loo  parotia  quo  lo  Inbva  ocultado,  á  goliioo 
lat  h  liako  o«  lao  oapaldiU  ooa  «aa  piodn  loa  hMr 
cift  doairio  todo,  y  loo  dabao-  ponitoaeio  do  aaoci^ 
Seioo;  loo  pocadoo  etah  actoa  oxtohoroo  da  bartoo, 
hiwoiJwa  y  adtiltorioa,  baoo: 
Mr  maí  doJ  £fli|wrador  y 
nocía  de  lot  dMoaa,  y  do  eit 
■ayait»  rooorfada,  ^tio  onn 


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porpoa  7  lá  oomi^iion  que  nsa  la  I^l£BÍ%. 


*  7&..lfil  p;án<Hp^  |d^  4os  hijo»  4d  la.  auTidi4^  qpm 
jateadlo  de^  Dios  U  sMJejansa,  no  st  le  luMa  de 
Bf^r  par  jaita  remedar,  de  Píos  la  mayor  grande- 
za. Por.  el  ms  de^Mi^ypi^  qvie  «a^rp^^ude  al  WU- 
to  mes  a^ioanoy  oa  uqa  de  las  m^.  p^pmpe^es 
salas  del  teviploj' formfilMMi  de  varias  aemUlas.f^ot 
B^stible^  de  taobuf^)^, .  que  sea  bledos^  de  maia 
t^^ido,  ^  y  otras  ui^a  estatua  del  tamaSo  ^  i4  oa 
hoiid>re,  amassda^  900  saogre  de.m!los9  para  aot^ 
eo  sa^ia,oceii4^^  4^  dios  que  la  Sgpra  x^g^f^- 
ü|ba$y  ooq%  iEÚel;(cQmo  dicoA  esto  «sottsa, 

yffQirmabaa  las  virg^nes.  del  templO;  á  la  madjda 

d4  t^b  *  B^ñtail^^^^H^tli:  perfaeeippada  la.  e9i¡íi- 

* 

tua.J^  saoabau  ea  psJUn^  los.  si^oerdot^fí  al  aUsr* 
OQA  fl^nde  reverepc^ecm  aei^teaeia  de  todoarlo^ 
BSMserdo^tes  y  al  epn.  de:4i|s^meataa  j  trompstss» 
coa  baUes  que  ibaa  por  delante;  y  esto  ^i^  fd  po<» 
nersq^}  sol,  y  4  )a  msIf^iH^  ibaa  Uta  imp^twt  y 


'*.*       -.       •    -f    Tí  f-^  I    ^^T^      f    •    ■  ■'  •  ^         T-    .-  •  *     Vj 

-  •  4 

•  I 


»  -v-:  . 


coa.:|ft«o»f99iou^irem9daüj(io  «lepadle  dp  la  )Q«Diiíf. 

ra  iw  asMi^meato^^  4^ :  yerdudi  £p  f  1  P^jrá  «ra  .adeob 

tado.fae;kA;eiifefffD^4id0fl  y.  trabajoü»  y^aían  por. 

loa  |PC|k}os{  ^.  9¿BÍ^  fu^tv  4«í  lea  «dorifiqÍQ^  tq^  Veh 

uiao  fftksaup^ar  eo  aumniir»  «1  enojo  do  loa  dia4 

sea,  :YooftliMnio.  oonfoeabaii  «ua^r^colpas,  y^&wuL 

para  esto  difiutadoo  cónfeaves  moBores  y  maiyoi^ 

que  goardalma/aecreiigíy  tofiian  por  grave  aaiori* 

legio.ol  eocubrjf  tilguik  p^ado»  lo  cuidftvorig^abait 

por  afor|»».ii  mirando  .l«  aradura  do  al^n  animal} 

y  si  lo#  pai'eoíti  quo  lo  habían  lociiltfido,  á  giAf^ñ 

qae  lo  (Ubal  en  (as  OQpaldiis  :0Oq  nn^  piedra  leaba^: 

cia  decirlo  tede,  y  Ips*  dabaa^  peníWiieia; .  de  saorin 

ficios:  loa  pegados  erah  actod  exteriorea  do.  burtos, 

homieidios  y  adulterios,,  baoer  mal  con  bebediaos, 

decir  nai  'del  En^perador.  y  4iesoaido.  en. la  reye- 

rancia  de  sod  dioses^  y  d^  asioa  babia  pecado  6  loa 

maycroa  resanado»  que  Man  loa  que  fie  «emaÜan 


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Oorpoa  7  la  comisión  ^ne  nsa  la  I^aia. 

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*  75;  .^  pvin<Hp/9  }Í9  4<M(  hyo»  de.  la.  euñdU,  qoe 
pc0teadió  de.  Du>s  U  senjeíaiu^ji  hq  se  le  hfi^  de 
pf^KirpQvp^Uaremedw. de  pipila  meyo?  grande* 
za.  FoT;  el  mee  de^Hayp^  que  coirr^ppnde  ^l  f^- 

Sfldae  del  t«ijaplO|.  focm^iM^i  de  varias  eemiUee  •  cor 
mestibl09^  da  Uobufil^,  .que  laon  bled69,  de  maix 
t$^t4tdO) ;  y  otraa  una  ^tafaua  del  teiQíijlQ ,  é4  ua 
hoio^re,  ami^SiadaGpQsaogre  de.iuSos,  para;  Bot(iT 
00  au^.iiiocenc^a  Jk^  del  dios  que  la  figpra  i'^^^pifsen- 

t^ha^  y<  901a  miel ,  (09 m» ,  4íce  A<^<>*^)  ^^  faoUaa» 
yfflp^mabaa  las  vSrg^nes  de}  teinplO;  i  la  miodida 
d|il  Idok) .  HMitzilapocbtli:  perfao^pada  4a  ^tá- 
tua.J|ft  fiaoabafi  en..  p4m%^  loa.  ei^cerdoteii  al  altar 
(K)»  glande  reverenc^^  ;eaa  afi^^acía  de  todos»  I04 
Ba^jrdQtes  y  al  fioa .  de;  «astroroentag  y  treíopetos, 
c^a  ba^ea  que  ibaa  por  delante;  y  eato  arji  id  po« 
nei:sq  ^)  mÜ  y  4  |a  ma;9<W<^  Uk»  l^e  VM!)49tiW(  y 


471 

mno  vÉsonílotr  á  /la  bándiúioá  y  ooiÍBiígracioáatfy 
(si  9á  qoe  puede  tlamarBé  asi  lo  qae  no  era) :  aou* 
dia  todo  ol  pueblo  ymad»  gente  de  faera  á-ver 
las  cereáiomás  tíopentidoúLs  que  liaciao^  y  pal^* 
bns  idolátricas  que  decian. 

76;  Hecha  la  fingida  consagracioQ)  llegaban  to- 
dos con  gran  levérencia  á  tocarle  y  besar  como 
é  ou^po:8ant0  (nsndo  figura  del  «deiüomó),  y  le 
posooi  en  la  masa  fresca  ipiedras  preciosas  y  joyas 
de  valor,  cada  cual  según  era  su  caudal,  porqué 
juigábMi  coa  aquella  ofrenda  aloánsar  de  sus  cul- 
pas él  penkp:  pasado  el  diade  la^onsagrstcion,  en 
que  nadie  podía  entrar  en  la  capilla  sino  solo  el 
sacerdote  'que  Telaba  y  asistía  toda  la  noche  con 
los  djSSiási  á  la  maSana  bajaban  al  Ídolo  del  dios 
Pkynaiton»  y  puestos  én  orden  para  la  procesión, 
iba  por  deluts  una'  cufolnra  tortuosa  levantada  en 
alto,  si  med^  qne  ss'  lleva  la  Santa  Cruz  en  la¿ 
procésicmeSy'y  él  sácetdote,  qué  representaba :  al 
dios  QuetBsico&naily  llevaba  en  bracos  á  Paynai- 
ton^  y  la  figura  Ab  nasa  ricfimente  y*  con  muchas 
flores  aderezada,  en  hombros  de  sacerdotes  iba  en 
la  procesionv'  cAya  primera  estación  era  á  la  ekipi- 
lla  .debde  ilé  formabrtí^  llamada  Teotlaohce: :  allí 
saofificabfcU:  les  cautivos  y  algunos  muchacho*:  de 
alli.á  PcposÜaa,  á  Ghapultepec  y  á  Tlacoloayan 
quellanlan  Tamibajray  de  donde  volvían  ala 'ciu^ 
dad  y  ht^cian  ssteoion  en  el  harrb  dé  Tépetóca^  -á 
la  eutnide  de  dft;>oiui3a^!  enxtedsfl  ilaarrMtalniás 

VBTAiiecsT.— Tomo  I.->-43 


.hdbÍEmNáftn*s/  da  'iitaiMetty.bfiítalia^ide  afas, 
4|»ft  todo^ito  mMoIó  el  drauMüé  ndoit  cMfidadi 
fieobalft  j^roéesíon^  inoekmbavelitfejr.^áiku 
¡mefta  en.óUditaír  de»  ftoiiBéj  »«wppfio»lMm'«tw-g>mti' 
TOS,  y  los  que  estabaD.en  «fco»  gBm-a^)ttaUiLft«ita 
¡NreparkdoB^  ramatoba-en  >baUm.|r  etadÜM  qiAT. ha- 
ttatk^cm  ctfntos.ymijsieaBide  iastramBtoac  Ymlwk- 
4an  todo»4oa  isaoardotw  do»  igra&)  (HÚdaedo  aquella 
noótiey  ocofiáDd^ae  éa  *ÍQMBsavy'<caiitor  aaaaUi* 

77.  Oito dkála iftaSaM /ba|a)M«f Ui eeWfeMi  j 
entrábanla  en  ana  oáptthy^deáde'cp:  yÉeaofióia  éel 
tej  j  de  algoáb^  8e&eres:y  sacwdaílesy'  el  qoe  ha- 
bía lieVaéo  á  Pi^aáten  que  répimeatoba  á  Qnai^ 
aákohuaU;^dn  .lia  dhrdo  leudaba  m  .1^»:  yabhna, 
dieiendo  qaé  laofia.  HuitzilopoobUi;  ¡lai»  qoe  co- 
miaran  sa'oaerpe^.aaS&'hi/ebiataay  yilnégb  iaao  de 
loé  osacardótea  sacáibá  el  óomzmij  qiie  le  'habiaa 
poed»  y  dállasela  al  rey  i  lo.deinásvhaeia&  peda- 
lea, jr  de  eliaa  oómidgaüaB  todii^Meiiioéa  y^g«a0dee^ 
hombres  y.  majetesy  qiie  le  reedbiaiL  jóob  grande 
reyeréncib  ^  iágridas,  y  eraipreoejkta^qaé  ai  ^pia 
se  habla :  de  bebér^  xa  •  comer  eqsa  aigoaa  ihaata  qae 
pasasa-el medio  diá: daban ianitad  ¿loa-de  QNa- 
tblolocvqtie  lo  daban' ¿  üdgajAa,  y  )}éi^  las  óaaibre 
.eabeebraa  deMézico/qíiellaiaabaiFjItoo^iiy  Atea- 
edaleé,Jdapttay  Qnepopan^qye^aonlioy  4^0*3*018, 
iSaa  Pablo,  San  Sebaétían  y  Santa  MaiiasUamalbA 
féíaBiaJeemadioft  ffiaeenlo^  dioa^qab  eb  ebaHí# 


I" 


47S 

te  cofllttfifM  Mflntof^i  Mora  uno 
49  !••  MQMrdolM  á  prtdtcar  y  exhortar  á  la  de?o- 
lo  qao  habían  comulgado:  juntamente  (oo- 
éi^  en  U  fiesta  del  quinto  mee)  traían  los  ni* 
á  ks  sacerdotes  y  á  las  nÜtas  para  que  las 
Abábanles  con  una  figadura  sutil 
les  pMiMe  4  uno^  y  4  pM^  ^d  las  muBecas,  á 
stiu»  «n  lea  brasosi  sellalándolos  |Nira  el  servido 
del, d^monip^  como  mandaba  Dios  que  los  de  su 
fchuBo  los  sellalaseo  en  les  pechos  y  ñreate  con 
el  0laa  santo,  y  la  eras  de  su  pasión,  y  crisma 
i¿  qne^pta  es  la  se^al  cpn  que  Dios  ecoplnm* 
ilakr  k  sos  eaofcidos;  que  por  esto  dya  ^ 
A  lea  premuraoras^  i{iuc  se  detuviesen  hasta 
lea  nierroa  de  Dios  en  las  frentes:  quiso 
«rto  remudar  el  demonio  al  Criador  y  el  sacre- 
de  eenflrmMtoa  df  la  Iglesia  ssnta. 


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^  ,81-^  H!)^»  ba  tetfitAoidl  tttonéo'  iGimipn^: '411»  oa  ^ 
caiafle  y  celebra  íbo»  malrimoiúos  ^eétr  natatmles 
licMiftratós  y  epreóioniM,  qtte  laaiiUleitea 'fat  ▼afam- 
iad  4e  los  doptrAjeptesc  uMmw^^eniktí  béheteeos 
oabrír  al  varón  eod  su  eHpii  á  ia  imijér, '.  «&  «»Bal 
que  k  «dmítáa  íTbo  aoiparo,  imMi  i|iiMéi6  é  fiAth 
óon  Booa:  tattbieQ  fiftéceaiuiiibM  éaoraé  iás^umos 
0B  «dual  de  unUrn,  comb  w  lee  de  TeMa*^  ^pit  4ÍiaD- 
do  Raquel  pot  esposa  é  sa  Idija'  Sáray"^  k»'  dié  ias 
manos  bei^didiéiidoiosr  &  estás  w  bantfladMtM oteas 
xdiabdUoas  eatre  geiktiies^  loottd  ^0 'ies  ^  roaliltei; 
que  no  se  hacia  sin  oonsulta  de  falsos  díMétr^nfltor 
lo  cual  en  el  mes  de  Mayo  ninguno  se  casaba,  por- 
que lo  tenían  por  agüero;  de  donde  -  nació  tener 
dioses  abogados  de  las  bodas,  que  era  Himeneo, 
Yénus  adulta,  Jfi  pitor  >  adnltn,  T>epos,  que  era  U 
diosa  que  persuadía,  y  Diana;  y  por  ser  cinco  los 
dioses,  para  invocarlos  ponian  cinco  cirios  eneen- 
didos  en  el  templo. 


476 

'de^üe  iaeleii  usar  para' ver  vxsioneBV  düyo  efecto 
es  privar  el  juicio:  con  esta  unción  hablaban  al 
demonio^  y  como  en  suefios  les  manifestaba  sua 
locaras,  embijados  perdian  el  temor  para  ir  solos 
y  de  neche  á  los  montes,  porque  tenian  creido  que 
los  leones  y  fieras  huian  por  virtud  de  aquel  be- 
tún maligno,  cobrébati*  eandiii-y  espíritu  de  cruel- 
dad para  sacrificar  los  hombres. 

SO.  TamWenrérte  bét«n  servia  pa;va  médfeina 
de  los  enfermos:  y  para  ungir  los  niBos  acudian 
de  dii»rpasí  partesjl  loa  saeerdi^s,  que /í lea  apli- 
easea  aqi:iella  Aiédioiía,  Jiue  llamaban  divina;  y 
wúto  sdntífla .  ftlivÍQ^  que  debia  de  proceder  rde-  la 
virtud  del  t&ibaeo  y  oleliubqui}  que  implicado  deipor 
si  amortigua  lae  eaities,  lo  atribuirían  ár  virtud^  di« 
vina,  y  las  superstietones  jcon  que  los  áátrapas.  up- 
giaa  y  itaSan  :eBgáfiBdo8  conia.ü  ignioraates'.  de 
esta  unción  yJSé  ^beUdae  de  raices,  uasíni.algpiies 
heohiceíos  eidiá  de^hoy,  enoerráB^oae  y  peiídien- 
do:  el  jnioio  pamiadivioav,  y  en  particukr  .vicgos  y 
vújJMi  00  quienes  íA  demonio  baila  facilidad  para 


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418 


IHittilJbáote  «rntiinr  días;  líAl  sidit  tttB'iltte  á  UtTne- 

•  üoiivUládoB  á  Ter  loft  bailes'  y  4é8lM§d:' 

8>3.  !Somb)re6 gtaVas  han^heelK)  Ibr|;airélMÍoiieB, 

yit^roonciUos  proviníSal^s  ivá^  ttiaiMtedo  tfOMOriliaA 

paratí^aesb  fin.  Pikitiottídqmer  «rtdéaiiD  pmáB  mt- 

W  estiv  Boticia*  para  4árgviMfías&  Dios  noefffeM  Se- 

"fiór  dé  habernos  briad^  en  tt&a  leyitatt-  Unípia  y  pro- 

'  V6(dio8a,  que  sé  canoce  su  lim^iéaa  cota^^éóflfiüs 

leyes  ¿e  Satanás  en  que  haá  Vi  victo  aiiaestos  4w* 

dtefaades.  'Puede  servir  para  coaoieerlos.eogklios 

oea  quid  los  tenia  el  démoiUe'  <»Mitvres,  poe»  por 

ana  partfi  qüéria  reuíedar  á'M  satiU  ley  come -en* 

iridióse;  y  por  otra  parte  jnétehibft  < tantas  enuMht- 

•des  y  BQtiedádés,«om¿  cníel  y  ttioio,  quetieM  per 

t)fioio  estragar  y  itonromp^r  le-buane.  Fkafanrate, 

demos  gracias  á  Dioé  por  los  qlfe  ha  Háiiiado:á  la 

admirable  lu«  del  Bvairgelfii,  iSüHiidolié^díi  las  tí- 

nieblas  de  la  gentilidad,  pidiéBdélail«s«d<íamrT«  en 

el  yéVdadéro  0(^iie<átaiento/y^MM'cíbrfaiel  Sadie 

de  he  misericordias  ^ue  á  tantee  r¿ilflOb^qa|ft4Máii 

por  conquistar  les  descúbralos  tesoros  dé  JéMiOi^ 

'  ta  ¡f  4os  Waigtká  la  ti«hk  de  la  gtiUHÉ.       *' 


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M.  Lm  pHndpei  y  fledorés  dé  cotüqaiera  t^fñ^ 
golianmrla  justemente  deb^n,  póf  con* 
y  proMUr  todos  los  pecados  j  y\eíon  quo 
itoifofti  ptted«n  ooitieter;  pero  es  necesario  qiia 
íi  il|pitios  pecados  se  haya  de  disimular,  porqué 
la  kff  hunatiá  debo  quHar^lá  caosi  dé  los  majrdrés 
múm  y  la  ocasión  de  los  escándalos;  y  si  quisiera 
preMMi'  todos  tes  pecados,  por  evitar  uü^s  se  si' 
gvieran  otroé  mayores,  como  si  con  rigorosas  penas 
praMMti'a  lailtaipté  ftñHiteacion,  serian  tos  hombreé 
adilteroa  y  se  toatafliin  unos  á  Otaros;  qae  es  eima- 
yor  escándalo,  como  dice  San  Agustín.  De  doade 
se  sigae,  que  cuando  por  alguna  ley  6  se  hftpidé  la 
«laMad  de  la  repfibNoa  y  ae  perturba  el  estado  pa«' 
éÜM  de  ella,  no  es  juota,  pues  el  fin  de  ordenarla 
faé  para  provecho  y  no  pata  daMdal  oomna  de  I* 
repéUieai  y  antes  ie  dobe  tener  por  oorriplela,  WP 
m$b  tei  AgiÉtiii'lMl  «1  pvlMMrlMMo  a»^  UlMp 


480 

¿VbRrlo7Dé' dófi3d ~8é^ É^efque  & tárprS^eoMt  de 
cualquier  prinoipe  pertenece  per  ras  leyes  permitir 
y  disimülrir  pecados;  esto  es,  no  castigar  á  los  que 
los  cometen^  ni  tampoco  favorecerlos^  que  nunca 
es  licito,  porque  sería  estimar  el  mal,  sino  disima- 
lar  cuando-  por  ellos  no  se  perturba  la  repúbli<»i 
si  no  es  que  se/itKK  MeAil4ato  con  la  perseve- 
rancia. 

^  .85.  Perm^^ti^n  Ipa  m^icicam^s,,  tnijQfCQ?.  que  gana- 
sen con  sus  cuerpos/  aüuqoe  no  tenian  lagares  se* 
ffalados:  los  mancebos  antes  de  casarse  tenian  sos 
SMjKM^J^  7  «^ian  {ludidas;  &  lai^ipfid^rflB;  y:era 
QMtaqijbre^  qiie:  si:  ts^  h\)o4»4am  Qaal|[«iem« 
luege  1j03  podares  1«  r-eqiferi^ii  19  t^tüb^a^pof  hhi* 
jer  ^,  h  dejai^a,  poifqjae  da^iMMfiF  ^  WperllQM  eri 
afseat»  grap^Q  ^vir  /MMtt9ol|ft<}48c  j|aia^b«M  lia- 
ebi^a<huílU|  iin^  qn^^^jde  4^K«i.ein:<ig^vi» 
^  iMtriiaQnb^:^  Atf^^wioiii  de  la 4i^.8fi 'pedia  pa- 
rfv  vuxjeriá  .qiiiea  UamaujoibofithuitMy  ibv^  ygdi- 
^.y  UqiíieBO(9m;p«iUd4pa9fc4<0lu?)f^'^j^^ 

IhwMban  ttfaie0i»li^  >Si  U  m^s^i^ív  mijM 
téJMM  J«s  iparíeste»  4  «ftlftlirKr;  Jas  4ip4aa;  jr  la  la 
ál^lÚHíf  tíü  la  llevaban  ios  padmiro  <  ^ 
^ .  Sfií..  Oitra  í^pecie  de  an^n^elM  liabii^  que<  cnm  la 
l^raft'4eJit  a&«pnr'#e^iaatabl|i*  y  «^í  tratitbadi  de 
Msaf )  cr>Mhaa:s|is  ^)erenw»«ks^  qued^lmii  e«aiul»S) 
«OH  ¿aj^iílafy;  i)i|iiíta,4e.  pariwt^s  é  ésta  IkmabaQ 
HflcikdMkli.  Qtrpr  esp<»eie  MjieiiQitía  0n^9S4tlÍ»i>ee 
qilfUMní»P4iyW(n|bii»Ni,  ^V^mM^^Hg^  í^m  wa 


iBQJiMs^:á  ^iMwft  UaawlNHi  dhdafíiUi^  .lli  .«dkúqa 
pof  flál^eprlégiitilili.  c  f  .^  .^n  ..  .. 

.OTES '¿£  ioé  ME^CANCfg.  .■'..;'..,. 

87;  £1  qiie!«e:|aot«VA:  0011 0U  tpa^iw^.4i6i?fit»iij9^ 
coaraegm.^  coi^  <«dtMi»dfk  {Somier  3>  f^l^.S^  c,  jr. 
T^.^^ep.^  iik/lZ^:  eqf^^  4;dy^,  por  M  decfttÍT 
ciá  fue  ae.d«lM^  á:  la.  0«miiia:  de.  la  baogre^  y  ^n 
ser  isráti9i9»)e80;qila  «n  misino  boHibrA:  ti|yi0fl«  A<h 
Q680  4)0B  Aaip-etoeaoM  ft^oatei,  morían  ahonofidofi; 
y  8i  era  con  voluntad  de.ia.  aiq)«r:^<moriaa.ambofi 
€oa  oof  iBÍ9Ma28ega^  Leyes  que  de  igeoéráciotí  /he- 
redwfo^  Awhas  wo;  eoneóje,  y  que  a0.^8taiD-al 
oap&tiile  Veiatiiuil»  4^1  Leviticó^  ealrd  eoB  kftisittr 
Badas;  {loiqoiB  ai  pm  liio^  y  dejaba  kQos^el  bra^ 
mano  mayor  quedaba  con  la  viuda  y  la  reeebkiper 
mu jei}  gr.  efito.nei^óUigafta^  ootto  en  la Jey :del  Beu- 
te^oaeinie^ivetBSoineai  ;iw  harfi(&;:la  eerecooiM 
ooaod<f  Daqoeríáa^  de.  desealBatse»  ¿l'^patay^de 
escupir  en  la  éan^  oomo  eotre  li>fi;3udio8,iaiho:qiie 
erael  éasaiuiettlo'VohRitam..      .   «.  ^       '.    ^  i; 

8&  AJM  adl^teréa.  aptfdfealmD,  y  era  am^diM 
miup^e^  é  fofiiéiidolnk;  laí dabéasí  fi6bre  mia^piéénii 
ydábdflesieQii  qtrá)  é  apteh8áiidoié8ianehos.!8i'era 
&oUey.p9r  compiíflíbnv  ^le  dabak  ^asfote  y  dtapaes 
le  tiiabaD  piedras^  y  esto  babia  de  ser  cüt  lestf  {(e^ 


IHM'IIO  IWIstflUHI  Ift  MttniiiihMii  flnt  MiiídítJlTfMttiJWIIl 

eonfmion  de  ios  aonudos,  y  no  tniá  j|AiiB9pd9  jfmr 
misión  para  matarla,  porque  tenia  pena  de  nmerte 
(aunque  loa  hallara  juntos  en  el  adulterio)  ai  la 
mataba,  (]^ue  era  raso  á  los  jumos  r^rvado^jDODh 
brados  para  d  coiáetitinñdito  de  las  oáaaie  da  ma- 
trimonio, porque  decian  que  era  usurpar  la  jnrís- 
dícbidft  real  y  á  los  jneeés  ^^itarlen  ^1  defeeüio. 
Sn*  el  ptielifo  ántígWoi  de  4bs  bebt^oa,  colttft  ebasta 
del  quinta  de  lei3 .  Números,  la  llevaban  al  ^dodo 
saoei^dotey  y  hacia  la  prueba- con  ri  agua.  <|fif  Ua- 
nAbs»  dé  k  aelotipia,  lo  eoai .  se  permitió  •elgan 
tiempo  en  la  primitiva  Igl^siay  y  ideapotoa  «a- pro- 
hibid por 'raaoneá  justan*  '      '  '     u 

<89,  A  loa  t)ttá  meptía^en  oenalafet  lM4iíeaiian 
los  Iabi09  ooQ  iu(a  púa. de  maguey}  y  á  lof^^aa  en 
oesa  grave,  ios  eortaban  lin  pedaaa  de  loa  labios: 
hoy  hubiera  muahps  sin  laibio8¿  por  Xo^nufi^  que 
mientan.  .^ 

'  90.  El  que  ee  ^Mstia  d^  mojer,  ó  la^  migar  en 
trqe  de  hombre,  ie  áhoj^eabaa;  Esta .  fijé  lisy  4ei 
▼bii^tidos delDeuten>namio,^y  esta nmn: fhr.ar* 
oosar  ios  aotos  iradiuosos  vqfoe  pn^an'  empubniae. 

91.  Alqueoometiaeiprisadenefindo^xélamn- 
jeií  que  eon  (^ariiíaMgeii  tenia  delaetaeioaaa  anides, 
que  lUimabnu  ^tkehniMtxbay  Ieajabm|oábM9  jf,por 
nian  |;mn  cuidado  <en  effHer  éste  ipeeade^¿yta|^^ 
saocpnMte,  lo  qpmmaimb.pafraaaÍ»rf¡^iaiOTH|^ 
de^j^eoád»;^  1  «<'.  «i    :''    .  •>-  >  vfe.ViLi<k4-4ii 


«88 

r:  'A'M-  ákiábuétits  «üoftWn'á  ^ü  't>htks,V  «ii 
pálülcfor  leé  quemaban  MbstábéDas  háéta  qué  llega- 
ba Á  Id  TtV6  ton  téás  qtié  fláüMH^an  ofcbte,  y  les  utí* 
tabátf  la  eabéía  bt>a  de¿Í2a  csifí^nte^é!  ocote;  y  ¿i 
era  pwsona  de  supoBicion  á  (|uiéñ  servían  Sé  terce- 
ra; lirts  áfia^ttümáá  l^eíiaÉiai  dfVúo.    *  ' 

9S:  Airéat^t^opié  qtíé  tiallhbánic^tTti^rentlidcíéti 
dedlkmiédtldád/lS  kf'háHában  cotí  algunn  mujer;  fé 
ptv^aliátí  d6  ofició  y  era  dertctrádo.  *' 

94.  Si  alguno  tenia  acceso  con  alguna  edchrvía 
ajena  j^  iábúñ  'eétandd  'preBadh^  hacían  enclava  al 
qut  éc^fiiéfiá  k  ciAph;  f  si  |yatia,  se"  llétrába  lá  cfía 
y  lalifAte^Ae^tibettattcon  preció.    *  -     ' 

96.'^^  léé-'  littriés,  érn^'léy  general  qué  áienda* 
ci^a^é  valor  tenían -pena  dé'hiuerte;  y  él  ía  toarte* 
8e  eOQvénia) -pagaba  en  mantas  la  cantidad  aldué-^ 
ño,  f  othi  itíííB  pafa*  el  fisco  -i^ftl:  &  0slb  acudiAn 
los  parieatés/y  por  la  ciilpa' quedada  esclavo;  y  si 
lo  bkbia  Ipistadó  y  ho  tenia '  con  tjtíé,  pagaba  'Con 
la'vlíh. ^''  •'  ••^'■•■^  í  «'i**  *'-•••! .  ''.' í'*-   •!'  ■        ■'■"    •• 

96:  fil  qde'hüAabii  én  la  plaza w^  feria,  q\ie1Iá^^ 
maban  tianquisoo,  luego  era  alli  muerto  á  palbs, 
por  ser^  en  el  lagar  p^Keó  b!  atrevimienf o. 

97.  ISI  qikb  %ui^Cabá  cantídhd  'db  jhárorcas  de' 
n)aií2;#arrtoMlíba'  canlidaé  dé  iiAtas,  tenia  péná  . 
de  mnerte;  pero  le  era  permitido  ef  que  tomara  al- 
gunas parít'cdBter.  "  "^  ''  !  ^    • 

9t.  I%'tflga»€i'v¿ndik'pbt'' esclavo' algún  mito 
perdiéb'/qaédMii^^eeelefvo/y  to  'vbndiáA  k' kaeiéín-J 

VBTAiir0irr.— Tomo  1—44 


99.  Al  que  hurt«dba  pi^ta.^  9f^Jq4mf^\mt  yi- 

miento  de  otroaj  po^  «aar^  el  d^IHia.o<H|^^4¥» 

pi|ra  l)^<)V^-:á<  loa  -^¡^  ;M«a«^wa.4«}}wM»*  Im 
oastígiiban  con  moei^..;^  #^  q«#t  }iM|a(i|d8i|i,4^o 

ai#tyip^qtof  d«L  tí^fDiip,:^..i^,,«9Wrtf^M^td9  le 

ba]íi|^r^^44t1>i^N^9'»'^'Ms<m  |feii4<Hprt^.d«g9M»- 
doj^ty^i  Qgél»^,  Ip  pcfpa(.,6.qft^tiyi»niMt9i>r  «o 

los  secfetos  de  guerra,  le  hacían  pedazos,  enm  fOÑ 

102.  E|  ,9i|f>  e%  g««i:i^r  hVñ^  ^  jSfi*|%,8Ma|i|» !«« 
ÍQ^glM«e.4,i^lga||^  f«|#l.  4>iM:|Rm!4P  ']ÍÑf  líjr«^4e 
Afi^Qy  Tezqi)ff»:i]r  1^o«]^  J^nia>|m«•r«j4#  i«i>«(te . 

103.  Loa  jueoes  ó  relatores  qa«t>Aim»ft)(Í^m* 


m 

la  justicia  p^nii^.  eu  ti^rraf  y  jhfreda^e^  te&in  p0M 

iia.vMcri^Btip  ^.y  jabÍQrtPt et  peehot  y  ^<'<}a^  o^joí  be*, 
b^aos  imtAibay  era  alipiroa^Ow  ^  .'        ; 

107.  J<lliqHe.siep()9  p^A^bQ  h^ji^ifli  vino^^aj}^ 
siwia,  loile?e]>an  i  ^  p4r^)y  yialliy  &  goip96»il0i 
qui|l|b(^l,  la.,TÍd|i:r¡á  4«»  ii!^uJQ(reA«qu9  MQf^brfagpL^ 

tabaael^^i^i^  y  qvedjiii)%  i^enMo;  .Ai^r plebe- 
yo* \fa  qni^i)*a..el  ff^bijUi^,  y .  jen ,  (Jfpjilíísbwi  ím 
<»UH^W  ifi2p:V'TeaoeQjp  j  at  nobl^  io»  abQrpf^fv  y  lojef  b%i 
b^a  ^  eV  riOi  para,  (jttp  s^.  bffrtajie  áe  ag^^^at  ;^l.  <WFi 
po  que  en . vida  bejbdó  ti^tip  .yi^o:  al  ^^beyo^c^yi^ 
diijíi  por  alg^ttosiaHo^,  y  ¿i-^  tercera  vf^  le  a^r-: 


cftfoan^  :   .  t     t 


/     •••         './.  '         *'}",•        ..»•;-•.  >     '  . 


>      j 


14)8^  El  e^Uiyo  >q)iie;  Bfliit.  .4e  }a  pí;i?í,<Kn:y,  ^ 
eatraba,  9A  el  palacio»!  qu^f^tia  sia  eacl;^vU.ijid^.¿l^, 
UbreMto  iaa^p^Ms  wv  que  estaba, c^di^f^oj,  jpar-, 
qae  era  coina  iugar  4e  iiefogio  el  realpa^oi^t. 

109^  Otras:  muchas  ^ye^ei^fir^vf^gautes  qMP.car^ 
el  in^iutQ  natural,  cop  .padura  oonscyo^confícm^ 
ron  y  ^oe  iovioWbt^meate;  gear^abjan,.  tanjea^le^ 
mfzioiWM^.y  4os  (levGuatJÍmala^:a^p)p  f(l  de  4.€f p^ 
iier,«l,rey  .í^,i^flta,  y  icqnwaoi  de.>.99b)^z%  y.  ^> 


biHitén  )4iñ  pú^tíM  pffh  el^  <ó^dtíMiento  de  i{tte^^  no 

110.  En  tres  delitos  en  que  eran  en  Éú^^^ñtíR- 
á$a  <^^%  $($é^!r¡gdt''oetotigadb6/t^r4Gd  e&lóniseóco- 
iR>6hm  «et^ñ^uentbs;  batóh^lioy  los  nateMl^'ootí 
disolución  perdidos^  que  Aoiái  el  adidtérltf/lit  ém- 
Ittk^títz  y  el  hurtdj^V^^  xsomb^soii  dé'tal  iiata* 
tul,  qtíeébn  mas  Ueritílds  pói^  *1  Hgóry  miédo/qíie 
ptt'lá'Tázon  y  isiuttvfdad»;  con -ia  tílemetaéitf  de  la 
l^día  y  isü  ley  dé^grátila  hnii  soltado  iaítr^ififtildafl 
de^su  iíK^iá^oidtí  dépráTd^á.  ]Désdii^aída  gente, 
qtseid  ^üé^  nó  sé  ^ies  (^Wéttiitia  Ctfaúda  genfHés  se 
lear  toleré  siendd  crísfSátfó'i)!  7odo3'&la  erabtii^uez 
tan- indinados;  qtíe  porqué  tes  conviden  á  p&Iqne^ 
convidan  y  entregan  sus  tnistnas  mujeres  para  la 
lüjtrria:  coineten  incestos  en  fá  efmbriagueZ;  para 
decir  que  estaban  embriagados,  siendo  la  disculpa 
su  misma  culpU.  Trabajan  máspór  lo  que  húi-tau; 
qué  por  lo  que  gananfy  asi  ^n  menester  ibuchoa 
ojos,  porqué  (o  qué  afus  ojbs  ven,  sus  manos  águi- 
las  son.  Pues  él  mentir:  én  cualquier  informe^  lo 
primero  que  dicen  es  una  mentira  si  le  sirve  des- 
pués para  su  defensa;  ^  lo  que  es  para  llorar 
es  ló  qué  en  las  confesibnés  mienten^  pensatftdó  en- 
gallar, y  én  su  datlo  se  engaBan  á  si  úAoÜ^^^ 
ky  que  son  puntuales  eSy^iké.a|»éli&8' 


487 

üof  ai^áqüe,  tfuáádo  llaniáb  al  ministra;  oa  fáñtd 
por  8tt  bidn  cuanto  por  darle  quehaaer,  y  á  ymcís 
se  TaUa  de  que  los  aacraaientíen  para  escaparse 
por  enfermos  ó  para  que  ios  yisitea  con  agasajos. 
Ya  ha  sucedido  llamar  á  las  nueve  de  la  oocbe  & 
los  Sacramentos^  y  á  la  mañana  verlos  levantados; 
y  averiguado  el  eás6^  fué  tiorqii^  habiéndole  reñi- 
do el  marido,  fingió  achaque^  se  hizo  sacramentar 
por  ha0er4aapaee8^:yi  beabas  se  (fu4  á  vendoír  &  la 
mafiana  sus  maritatas  á  la  plaza.  Esto  es  de  más 
de  cincuenta  a&os  de  ezperienoíay  y  cada  dia  van 
d  peor;  porque  antes  erlin  los  negros  y  mulatos  sus 
eneoúgosy  y  tson  bel)er  juntes  se  hav  hecho  ^amá^ 
radas,  d^  quienes  aprenden  otras  mttBaí^.  "Ditíii 
nueátró  Sedor  les  alutúbre  los  eutendilnienicsr  pa-' 
ra  qué  oónüzeaú  la  obligación  *^U6  tienen  de  -ci^isr 
tianos'.'    •'■■'/.''  ''i         ' '        '•  »  '''•    ^ 

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••     '       "  '      ■  '      •  •■-      "  .        ■      ;    -■'  '':/••  j' 

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»-XT-X¡-'  -■■.;;■  tro-.:' 

.11].'  lAwtqq»  en  7anii«,fwtH4»LTwtl)»:M»»r 
Imóob  [MXÍo(tQQ8>-me  h«  pwfK!Í<l«ii  pw.flnid#  Mti^ 

otna  qiM  huí  dejsds  da  poner,  m^ud  U  iiarwá9S   i 
aeganá*  que  hiso  don  Fernando  Cortés  {n«rrai^    ' 
/oí.  J??)  al  s^or  eiqperador,  qao  eo  latín  traduci- 
da fo¿  impresa  en  Golmia,  aüo  de  632,  esmita  V   \ 
Cortés  «a  Cu 
112.  Fué  I 
pues  que  los  I 
dosuásdacii 
en  el  sitio  qi 
nneTO  famili: 
bru  en  sus  p 
pedes  hadan 
Fué  creoiend 


i  wtil  OHM,  y  U*  edifioWB  da  Um  &oU«a  «w 
<!•  altva,  7  «diAciw  ■nutnoaot.  Torquemada  dÑa 
tMJ*  «Mal»  vaioU  mil  oaoai,-  y  en  cada  oaiü  baa* 
'•a  días  vMÍBoa»  qtnB  n  «oolaban  o»  ctunto  y  daa^ 
t laa «rdisaHiu  de  adoba,  ooaaM 


VM&  qpH  Uanaeait  loa  ^ua  todud,  porque  en  «•■ 
u*  dioa  oiatu>ih>e  m  «librar  kasta  atisat  i  km 
iaaéaata^  j  aafoani.i  ilÍBtiaoÍaa.4e  biicaabde 
«MhiaB«  ^ae^nitii  ka  .yortaiUa  gmaám  tam 
^tm  y  b»$im  y.  wta—i.  grandaa»  <|M.  bada -la* 
|iaMka  aA»Éirt»->twau  veatawllwa  da  iMla  \m^ 
aa«a—  aharalaa.aaan..- 

lis.  -I^fe  aalla»«nA<*  kr«a  — nwi  aMatoai 
k  aM^aw-va  al  Mbdia>y  ¿  toa  Mae  de  !•■  pwalM 
ailadafuii  loa  aitia  faÉüaiif  7  la.  teeqaia  pam 
i*  hagiae  <e  lai  «anaa^  f  «atas  ana  ka  aaUas  da 
'm  yiinaipalBa  ad  Madia-dela  oiodad,  ceaW'  ha|^ 
i^  la  «alWde  k  Ai:iqtiia.i|He-faia  pac. el  Falacia 
Bidí  OtKt»,  Uéai  da  agaa,  <|a«  aamapaadlaai^ 
■  da 


'  -  *  •    .-*  '^      •      »;.       *        1.^      ■**'■'    •    '    •».•   ,    :    •    «t'vliif     • 
'/     if    !.'*  ¿    '.'  :     »;>;.»;  i)     W    \\tt':¡  ..." 

•  '".;  >.'  -•;  -.  ••  •■-  •'•:.'•:,  ». ;  V  í .  ••  i  zjifli  tíi»í -. 

I 

<m9  Iq^.atttprei  qtoe  4»  elt»»  tcafa^^huft^mmljp  j 
otras  qoa  han  dqado  de  penery  segiui  la  Qarfitfá^B 
segunda  que  hi20  don  Femaado  CorjtiÓB  {n^ur/it.^ 
foL  S7)  al  seBor  emperador^  qoe  ea  latín  traduci- 
da fué  impresa  en  Colenia,  a&o  de  6S2,  escrita  por 
Cortés  en  Cuyoaoan  en  15  de  Mayo  del  afio  da  622. 

112.  Fué  fondada Ift^mdadjdel^nOobtitlsAd^* 
pues  que  los  mexioanos  viníeroü  áestss  partes,  pas^ 
dos  más  de  cinoneata  afios  {Herrara ^  Déc.  j9,4.  13)  ^ 
en  el  sitio  que  hoy  tiene,  sobre  ana  It^aa^  ;por 
nueve  familias  {Tarq.^  Jü.  S^  cap.  SU)  ti|%.  po- 
brea  en  sos  {nineipios,  que  sobre  tecrapleA;da4)és- 
pedes  hacían  sus  oasillas  de  oaffas  y  de,  {m^as. 
Fué  oreciendo  la  población  {Torq.^  $afu^S)^á» 


489 

mA  MiM^  y  \m  edifioioo  de  Um  boUM  ttao 
d0  akea^  y  «Ufloioa  svatooaoa.  Torquemada  dÍM 
tMift  «mi»  v#íoto  mil  omm/  y  en  oada  oQfü  bai* 
u  diit  vMwotí  tpm  90  MoUban  nu  enento  j  dM- 
omIm  mU:  «mi  Ufl  •rdiaMÍtai  d«  «dobe»  cobim 
*i«fidM  7  iwifciM»  f  moémmnmMMs:  natwuB 
db  ■idtw»  porque  serviaft  da  puartai  «na 
.^  paÉrfM  MU  mM  ti^aa  qM  hMiu  raidí» 
ftfa  qM  ilMMien  Iw  qu«  t«DÍan,  porque  em  e»- 
trt  elloe  eeetttMhte  no  ebfartr  kasta  avisw  i  loa 
^  y  eaketara  é  dialáaoíoQ  de  iaaícaaaia  de 
ft  ique^laiiiia  iaa .  portaáaa  gimndae  oa» 
ritife 7  Níoe y-  «eo4aeaa(  gmndeai.  qiae>  faui  de^be 
fhkaBae  MÍifliiÉiita*lttHa&  walaftillaa  da  una  Ittfr^ 
da  aane' aiwB'laa.  Man.tt 

lis.  -Id*  oaHaaiannea  kraa  aftaaeraat  MaaFoeii 
Iaaaaqaía>^aaeiai9díey  Aloaladaede  laapaaalae 
«badaftfk  loa  que  iMÉaban»  j  la.  aeaqaia  pam 
d  tiagiM4le-laa  aanaa^  y-  eaias  esa»  Ua  eallaa  día 
\m  pánápÉiau  eH  «Mdia«de.la  oíiidad,  ceae  1m^ 
«Ü la aattedelít  Acbqnía.que faaa poe.el  Pkdaaío 
laft  Otoa%  tedaedeasoa»  qae  eeneapeadlaft^ 
haaipaidaa  de  iai^  aaaa%  con  aoa  eáauneaea  de 
üiBadadde  aaafeaahaní  qáe  MaaMua  chiianpae& 
faiétfae  •e-eeipedift  paaar  4  ^o*  era  ea  laaneaeiiá 
Mha^aia»  puertea  fclaat  pameá  aanricio-  maiaal 
Al  m^  ^iM     Olaaa  eaUaa  j^hiar  i'ndea  da  teflan 


•         •  • 

'f'»*  •■    ^••-        *  ♦-    '«j     •,'  -       r":  .olí».  B  n  •. 

otras  qott  han  dejado  de  pener,  según  U  nar^MS^^ 
aegatida  que  hiso  don  Femando  CorJtés  {n^uvat^ 
foL  27)  al  seüor  emperador^  qne  en  latín  tradaci- 
da  faé  impresa  en  Coleaia,  aüo  de  IS2,  escirita  Jfon 
Cortés  en  Cayoaean  en  15  de  Majro  del  aSo  de  622. 
112.  Fué  foadadalfMwdaddeTenOolititlAii  des- 
pués qne  los  mexioanos  Ytaieron  áestas  pactes,  pasa* 
dos  más  de  cincuenta  a&os  (Herrem^  Dée.  S,  e.  IS)^ 
en  el  sitio  que  hoy  tiene,  sobre  ana  l#gaea>  por 
nueve  familias  {Tarq^^  Üb^  S,  cap.  SIS)  ta%.  po* 
brea  en  sos  principios,  que  sobre  terraplén  de  cés* 
pedes  hacían  sos  casillas  de  oaBas  y  de,  pqas. 
Fué  creciendo  la  pobbcion  {Tcrq.^  cag.JiS)^á^ 


inil  mm^  y  lotedifioÍM  de  1m  ftoUaseiM 
dft  altM»  y  ^íAcím  auntooMa.  Torqueinaála  dÍM 
tari»  cíeila.weÍDto  mal  oaaaa/  y  en  oada  ouiü  baa* 
ta  diM  vMtaoa»  qma  ae  aontel»aQ  aA  cuento  y  dee^ 
wk  eiw laft et diaetiui  de  ndobe»  oosaae 
y  aaita>%  jr.  jiiiMÍMi«Malada( 
de  aedeaa»  porque  aervko  de  piiertna  « 
.ú  peli^aa  te»  janee  U¡/tm  %>e  heciee  ihmU 
qm  Memeean  loe  que  T«ten,  porque  ere  eah 
Ue  elloe  oeetuinhto  no  ebtamr  kaate  eiriaev  i  loe 

y  eako:em4  ilíatÉ*oieii.ée<leeícelaiede 
f^  iqee^RÍia.  lee  pecftedae  gmndee  ;qb» 
rilaÉ  jr  b^oiáyi  wee>eeea<  gmadea^  q^e*  lee  desloe 
lleMUe  eefcaiÉiile  taiíen  vniteaUlaa  de  tuto  tte^ 

iHi  eeiMe  ebeni-lee-eaeoat 

« 

US.  «Lefe  oeHteienneee  fcrae  eiaeereet  aMOíeaii 
k  eaeqflk^ee  el  ariBKÜe.y  4  loe  ledae  de  lea  famtoe 
mkmám^uk  lee  que  iMiÉabee,  j  le.  eeeqeie  gen 
«I taagíM^lelee eenaea;  jreelee  eie» lee eellee de 
ka  pifaápÉlaBeA  aaeaio.4le.le  oioded,  ceeie  he^ 
aaüle  eettedo'la  Acfeqtiíe.qiie-paae  (mr.el  Pkleeío 
Beéi  Otoeabtaéeedeegoe»  qee  eeneepeadiee/ii 
kaeapeMee  áú'bá^  oeaee,  coa  eee  eemefleeae  de 
ttami  deride'  eeaihaebeiii  qiie  HeeMia  «UeeBipee& 
paa éMee tteeetpedíft peatr  m nü eirn ee  laeneees.'á 
•*m  eeáen  püattae  ftlaaa  peraeá  aerrioto  meMelí 
éa  cede  d^e.  Oteee  eellea  liebie  todee  de  teaaeq 
únü*  Mee,  lea  eeMateai  enie  aiiéeaeL 


pato  por  doii4e  0o^r&bftii  y^saUaor,  y  4oiiio  por  I» 
ógú^s-ei^^  ^%i(y  disptteiíiO''  pata '  <ií]ali|t)íenivpian- 

sftbÍBd^ }  muy;  %\tmf '  ¡eiptotés  <eop44o»7  ^  ptantM^  d8 
flove9s<^raé«a^l6gnm%Mi  paiA^vtetfdkir  y  m>mfíg  de 
eUásy'que  faodo  paffeeia.ttn^  par4i#»^<^tabki;  y*oo* 
IM  ea  b)0)Ái:bole«  anidalM»^  p^arM;  he  arialiat}  y 
eúúfoeíAaiM^swdQ  q«o  ^  osaima^^ioii  9^m¡tiuat,  por- 
cp»  «erau  diesteos  9Q  tirar^y  hoy  periMiifiNSQn  los 
jardinis:  ^ky  nefiotas  te&iaü  »6(i9  járdiMs.    • 

'  114;  Bntraba  en'la  oradad.^potttiía  «thijeade 
cal  y  i»ntD,  :Utt  caBo  graesoda^  t^a;da  la  fowte 
do'  CUnpultepeque,  o^e  i^oy  ponBaae$0:> repartíase 
par^fiüos  dor  {¿iodra  á  la0  ioa^aa-do  loa  aeBo#es» 
qup  tenían  sus  estañóos  deí^agiift  con  iqae  r^^abau 
'suaj^dicied^y^^ii  que  eiiabaii'  pwos:  d».:ena  be- 
b)alD4o9  ^dé'lá  oittdády  pocqué^la  4»iaB  aoaqmas 
ofr  groosE)  y-dcóde^iK»  fdaaoMlia  Ja-  llevfkbaa  eu 
eánoa/qmo  41anian  aoalos,  «[iva  iségoú  ▲atoniode 
Haiir«ra  ^fol.  846)  y  andaban  ea  la  oiodad  su|S  de 
eibcttonta  mil:sm  las  que  vc|nian  ito  a&lera  de  Jos 
píuabioa  eomarcanos/ que*  eraa 'au  mayor  «ahtidad. 
'. '  ll&v  Tenia  machas  plazas  da¿do  so  Yeaitía  y 
cofiqpflrabár  lo'  necesario?  ^na  gaseial,  dos  voces 
flUayor^^^co' Cortés)  que  la:da  Salamanca,  rodea- 
daf'do^.povtalids;  dond^^se  veiáñ  mas  de  sesenta  mil 
peíaonaS'  que/^  Vendían  y  compraban:  cada  cosa  se 
teftdío^  aparto -en  ios  prestos  b|^ii  ordenadla  con 


dSaftfe.^fioak  mIo  oÍpo  y  {)4átof^  de^  ])loiti<>  y-cóbvé, 
piedla»  pawons^  aom}bM/o<)r«t^d  dé  -liechiita  db 
plttiBa,  que  traian  de  Miohoacan,  de  pájaros^  ^ 
laboiBBroHiry .  ifHiiNiás;  |)i«dtia;'  cfffl»  vifvii;  nnadeiraa 
labrada^  jiporiila^an^hflbili  puesto  de  "ñiVes^,  ga^ 
ilioas^^^perdieea  y  oodorniceH;  ¡patos^  tc/rdo^,  '{>ale^ 
BOM^  garibusiea^  halconea,  ágdlad  y  pfipagay  os  Viv¿é. 
En  titra.  rae  ^vendían  ooiiejos^MiebréSy  tétíados  y^ 
perros  oastradoaíiqíié  cHabarf  pn!r<i  comer/ y  eran. 
p€mm^w  ík^\9M^n''\MYfit.  *  Ba  otráá  partes  to-^ 
daf*7^^**'^^°^^^'^^B  cotí 'que  ^  cdrttbab'/ ■cotnc^^ 
hoy  Be.tMatofttilñrü.  ^•'"  ^''     ^-í'*"  ''!■  ^   -^^  '■"'•'  ''  '■' 
116;  Y  teniau  gomas  y^ei^jdtí^d^á^deqtiehM^tt 
empladtost'fhíábia'cái^déff^á  ^y^gHi^^páned-  p&i^' Ae- 
vatlo^ueee  cMnpráfba 'IMgái^dolée:'  tenian  iirftí-' 
da»  4e>barbenia,  ifue  eúft  natája  dé  piedra  dé  dea' 
filoa/teo  andáis  tidinü'ái' fueran  dé  aoero,  rapaban 
léÉ  OftbifiM?  i;totfd«d  de  bodegones  dóti'dé  9i\dh  dé 
coiMrf -o^asde  éílc^  g^hiid'ea  de  atole  y  ma2&íxior': 
ra  ptí^'-ht^héi;  y^ealty  'nó  ^lo^n^iáe "p^azfás,  sino 
eñiaa  fifeqninae'eé  yetíd}an'cbh  tamalee,  emno  h\>y 
lo  oooehimbtan.  .      •    ^  .        f  » 

117/  Sil  el  máníenímient*'  ae  adtoifáron  los  és- 
pifMáa  «e  vW»  lo  qtfé'ífe  conaiúmiá,'  yló^c^e  siéíb- 
pre  adlnruba  d«  tBfúe  de  áttrníÉtle^  n^f  mber^os  co' 
ISO  "^voa,  llorqü^  niti|gmv  abfttaál  dejaban  de  oomér* 
coMortittMeMto/tiiKáflf,  euleb^s;  lom^ces,  horini*' 


/ 


4m 

agiHt,  «9paur^oIM«.  |a;Ji90Mi;«MUi>  qjim^^l^mm'nD 

dí^reaiwade  opIotm  quei Vetdisa^  liiMbas  dethig 
do;  árboloa^y  rde  hc^  de  ü&tm^  nicM  jrn 
pajci^j  Iw  fíntores}  y  del  .nimW  -dü^  eyan^ 
UM.  wfiiiUa.  001110 :  mMtMa^  qm.  kvytért^  á  tos 
plutor^s  qiqjor  qw.elrftioHo  d#;iMtt»ta;  y  ^Ikwl» 

pm^  qu,9,no  1^  dapii^.al^agMtiiMtenttbte.*  Mfú 
86  vendía  miel  de  abejas,  miel  .dft^  ^QIViMjr,  y  éei 
iMkgyi^..y4paXidw3p8«t%  .m,.(  »..     •: »  m  ";    ..  -  ? 

,U9y.  HabU  p)4fca4eiw:/la-.  vopa  q<i%  .Muffin 
hivsileff  da  todwg^MV^^.Wiaiitaa  dt  >iilg^itti. 
\mi^  mH^:á^\ipiá^s^qM^,otTñ%^  b^eM  y  de«ailD«M 
ya^iqe;  ,i;(fcnu».  labr^aa  d#  .paloa*do^  QMfiJo*  y.  die  |dttr. 
mas  d»  «ves:  may  moAii^;  <Hi?raa!  hf^ia^  tiéat  d^ 
pl^maa  I^lai^oas^  y  preaairYaikdd  .fña^cpiw  ¿Iís^iím»- 
t^sj;  y  I  joatoniaif te  JijUbdo9v .  ¡d^  P^Iq  de  :afti^a  da 
algodqa^d»  Tarip^  Qolpf^  que.  llamao^Mlioailtev 
madejas  blancas  y  de  colores.  ...    *  .^<«   . ..:    * 

4?ÍK  ;V^íanpe.e^raa.TÍH«riW;ty.  fiaiía  y 'd« 
cí>)ores^  ^ue  sojrvian.de  alfombras  d^  lasque  Amm 

tql9  y  da.pfMmSie»  4Qa.  Ihmmn  pflat#»: ;  menuí  d^ 
vaD^doa^  oraidQQjyreimtídoc^  «9»  pele  3r  sio  éá:y 
ciieFm,de.V)|f^P  «qimí^  j^ves^^ 


j 


m 

hpB  del  fMgo  U  MhaA  cal  ^pipa  qqft  «se  .iibl)H»day 
jr  mtm  IUomui  iiaj^tikMK:^  Ima  y  to^o  g$9«ro  de 
Wne  fieo^  cae  dif^fwoia  <to  vfi9qa«  vidrUdM  y 
pit  n4ñeií«. 

AU*.  yietliwnto;  da  todg  lo.^ea  feedia»  (qMr 
¿awledea  ka  eosaaaaria  eefeci  ámbar)  dakae 
w  tiibate^el  aaSer  de  todo^  A  maRMMtda  akaMli, 
y  aedefcee  por i  la  plaaaf  aiaiepre  neo»  aomo  algoar 
cSaa  qee  loa  ItbrabaD  de  ladroneai  y  eras  loai  qpe 
cakMheOviMA  el  palaaíp  4il  Iribota;  y  de.  todO'  lo 
^^li^aaittla  jéiafca»  aeawi  oooídimi  jpara  si  y  p«ra» 
laadeviMereaL  .; 

122*..C«rae  da  leplasa  aatoibae  o»  pea'  aalíiído* 
ce  hoüfcgaa/amrimaa  coa»  Mi  eediaeoía^  Ubrando 
iMtea  enlie  Iqa  .qoatoataetaa*  La  eooipra  y  T«pia 
pw  giMeo  aok  traca«fia  «no.  por  o^o»*  y  pot  ma^ 
aede  ew.  rnaao,  que  lov^  ao  moaade  uffval,  y  lea 
iamlMiU.lu>y¿  bvWa'illmudqa  da  oaBe  aoo:  «¡ea 
«a  ■alia»  y<oOrdalaa  :paaa  eiadirMfia [logar  da  imm 
m  biea«K-  y  caatigahan  '«amp  á  ladrón  al  qea  Cil- 
•aahe  laa  «i«dídaa:á  loa  mavcedaiaa  foraaUroetcíN 
tahae  ean  oariBe,  y  eo  Dado  hebiai  taota  caadla  y  i 
raaae,  qee  ee^aatorb^ba  la  moaba  geqte  para  par- 
Valeria» 

12S.  Laqva  aMf  i  le  yi^U  barmoaaabe  U  ci^ 
daé|  tmm.  anaraotetooraa  ^m  taaia,  qee  la  meiMir, 
tía lae gnude-^wm».  le  Qifalde  ii%  8A¥iDe:  Mfb»« 


1^ 


4M 

t«t  Mé  est  tantas  ptoeeritatÍB  qmtBtaA'  'Mt  *  t«Miiá 
CktlKiárftUs  JBbcIesifte'  BÉispiileiifiís»  ét  tMi  líMie 
cóDt^itietke  e&'bi;pidibvi8/politifl  quatt  ex  Kgoiá'tit 
eis  Politores  fiíerí  non  posaent  ant  fabFta|n4.--^BB- 
Mi  erafik^  tiía  de  t^UAr^nto  4étrtpM  grmééé  qué  He- 
nki¿  éf)  U' oittdfidf  fa«ra  dé  iM  tBem?6i'éMi#i'éir^ 
mttoa^ ^ua' llegUrbM  ¿  igbalar  \im  dkádtil  áiM,  y 
8i  la^  benor  érá  «te  tátttn^  altiHii)'  ifi  dat  télB^  «Mi- 
yor^ 4]^4  tal  BéHa? '  -      .í    •    .  . 

'124.  Et^siüé  que  «ébia  éiUfaftea  ai*  Mh0*lM^, 
y  ti  íBuele  adbHe  que  aa  ftrtiéd  4a  'oi«ad>*toe  és^vi 
que  ahora  tiene,  porque  trataron^ tfé'  liMi^«l  ag^vs* 
y  Éúh^é  el  pAtÉíér  ^MlAir  de  tá^tf  lilád'  n^^eaiado*  au- 
Ih¿  et  agua,  aitti^tfdo -el  oMiiiaitiÉl  qiia-if<ftiii-4ét^ 
ojé^e  ChürafcnsoQ^,  y  eréeftfMii'>ta«to  üé^lfigumis» 
qne^  6baio^.dJte)iK^  es,  ea  t^eadiae^ctod^  tanAév^qfiie* 
se  éubi^  tin'e^der  del  prttt%r'aaéle'da  laeMMéy' 
y  B4liéii4os9e^  canoRe/dieik>tt^^ett9''Mtila  afll<- 
dn^'del  tey  d«'Téxcoto  y  «eirlléa  éé  ^Síoéúmákit^  y 
la  ecFifiarea,'  dé  hiieer  atbarm4iR03  la '  oálaádá  díe 
Me3tiúalfe¿ÍDco  y  U  állparradá '  de  9tm '  Lásiyo  ^eo- 
mo  digo  eu'oU^-  parte)  telvieroo  á^immphiiÉi^él 
ojo  de  dgua,  y  él  réyentó  paria  parte  áe  Ift'sMn* 
que  mira  al  Oriente:  en  las  Tertientes  de  SxtéÉJi^ ' 
cinco  fialüfih  per  la  A(]^  t^eices  ta^a  g^faudea  eeáo 
utm  pierna,  oon  adkraMÜos  Üé  'les  luA«mdei». '  0b«* 
c«di6  Veinte-  aftos  á0tíf»ki|HM  vinieaaorlbatftsíj^AlrtaA; ' 


lo  ém  fMM  M  alto:  deapiHis  noá  06  ba  tevasteib 


125.  Ea  1m  oMtMMf  de  1»  oi«daa  tta  tod* 

Ugaaa  por  donde  eomeíoQ  Im  beignHtíoM  en  k 

t— %mi«Uj  M  partioolar  la  {«? to  del  Poniente  de 

Tlallitolee  kute  «I  pueUe  de  Sea  Miguel»  donde 

li^  aa»  aiemWao  bigos  j  nuda;  y  al  Norte  á  M 

larta  4a  laa  saUnaa»  aunque  en  tieapo  de  aguaa 

a|a|  «nala  hakef  alguna^  laago  ae  tara:  la  raaoa 

qae  da  Eavoo  Ifartíaea  eo,  porque  bigan  de  le 

ftlta  koMa  €fúé  le  han  jévaatade,  y  piaan  el  auab. 

Naüaa  -que  áatea  too  kabia;  peno  la  eauea  lia  aída 

ti  dumrtír  laa  oonieotea  mm  llenahan  eataa  par^ 

ti%  f  kaberlae  encaroelade  en  la  lagaoa  de  fian 

Ct«|dkali  por  esooaar  la  ioundaeiea  ¿  la  dudad. 

Eito  aa  aevm  de  te  que  era  México  TenoehtiÜaQ;* 

ooi^bm  de  eita  ondad  que  se  apMciaba  eatóoeea 

Ma  del  iMHKbce  de  ToneohtiUan,  llamada  ati  por  * 

ti  primar  otío  que  Ansololiua  y  Qualíooatl  haHa- 

roa  donde  eaUba  el  TenechUi»  Tuaal  de  piedra» 

dtada  loa  mandó  faadar  Tialoe,  que  es  donde  hoy 

tila  la  i|Ma  Catadial  aiexioaae.  (TVrf .,  t^i  M 

m.) 

ISUs  Pora  despaea  que  entró  la  fo  es  mas  eo* 
notida  la  oiudad  por  el  nombro  Mézioo  (ora  sea 
porque  Haitailopoditli,  su  dios,  se  llamaba  Mexit- 

TarA«cnrr.-*Tniio  I. 


496 

se  yestían  de  hojás  graades  do  k  lipona  llamadas 
Mexitl^  ó  porque  quiero  decir  maBantial^  como  al- 
v'  j^nos  f  ionsftíi,  siendo  muy  di^intool  vocablo  me- 
yally,  que  es  manantial,  de  mexitl,  qae  es  la  hoja 
andia^da  la^Iaguna:  con  raeon  se  debe  preciar  mas 
este  nombre  México^  de  donde  ha  salido  la  reden- 
cien  do  tantas  almas,  donde  tanto  ae  ha  ensalmado 
ernotnbl^  dé  CristOi  nnestro.Itedentóry  M^sfas; 
porque^  cómo  dice  el  R.  P.  Fn  Martin  del  Castillo 
en  la  explicación  del  acto  capitular  que  twtto  en 
Toledo^  impresa  alio  d^  1667.  México  en  hebreo, 
caldeo  y  siró,  es  lo  ntismo  qiiio  de  mi  mesiaa  {Me- 
xkohehraieBy  ehawUe^  siricae  et  puhice  ntenoé  tnsi 
ñamen  et  S.  gmas  inemm)\  y  si  el  Mesías  le  dt<S  el 
noml»«  coma  de  su  linaje  — Genus  memn — hon- 
rando k  México  con  el  apellido  de  su  real  persona, 
y  mesias^o  fué  por  feliz  pronóstico  de  lo  que  en 

«      ■ 

él  60  habiá  de  ensalzar*  la  rerdadera  religión  del 
Mesias;  y  asi,'  viene  á  ser  .éste  su  mas  honroso  tí- 
*  tulo:  si  aquel  fué  én  su  antigua  gentilidad  su  mas 
apreciado  nombre,  .sea  en  gloría  de  Dios  y  honor 
de  María  Santísima  su  Madre;  'en  culto  y  alaban* 
z^  del  seSor  San. José,  su  patrón,  y  de  mi  seráfi- 
co padre  Siin  ^anciscio,  cuyos  hijos  dieron  ventu- 
roso principio  á  conversión  tan  dilatada,  como  pri- 
meros obreros  apostólicos  do  esta  nueva  Iglesia! 


I . 


HAHIFirnTO 

XM  49l#  d«  na  rtUgio0o  mloutrad*  loa  oAtonJtt,  acero*  dei  «t • 
fado  da  la  repábllca  de  loa  indios  con  el  palque  que  beben, 
j  la  perdidcm  que  tleneiu 


S  se  contldera  y  compara  lo  que  en  la  gentíli- 
dad  pasaba  con  los  indios  acerca  de  la  bebida  del 
]NiIqttey  con  lo  qoe  sucede  siendo  ya  orístíanos^ 
no  pueden  dejaf  de  sentir  so  perdición  los  que  tie- 
seo  celo  de  cristianos,  j  pecbos  católicos  de  fieles 
rerdaderos.  Bn  la  gentilidad  vitoperabaif  el  vicio 
del  beber,  y  castigaban  con  leyes  rigorosas  la  em- 
briaguex:  él  aso  que  tenian  de  beber  su  vino  que 
erm  el  pulque,  qoe  asi  se  llaom  hoy,  era  ooit  Hcen* 
da  de  tos  scBóreS:  los  viejos  y  viejas  que  pasaban 
de  ctocuenta  aBos,  dos  ó  tres  t&aas  pequeBas,  que 
eran  jicarillaa:  en  las  bodas  se  permitia,  sin  que 
Segase  á  demasia:  la  gente  plebeya  al  tiempo  de 
trabajar;  las  paridas  los  primeros  dins  por  necesi- 
dad, y  esto  en  tsfos  muy  pequefios  que  denota* 
bao  la  poquedad,'  los  cuales  bá  pocos  aBos  tjue  los 
digaron  de  usar  y  se  introdujeron  vásoe  grandes 
pira  la  demasin:  lo^  principales  no  4a  bebian,  por- 


498 

^tté^SYft  fmi  Iblf&dó  ti  ffOÍJb'lú  IMM^t  bfHuí 

pioolli  y  otras  bebidas  de  semillas:  la  pena  tfae 
tenian  por  sus  leyes  los  qae  se  embriagaban  y  aun 
los  que  daban  Toces  con  el  calor  del  vino^  era  tres- 
quilarlos  afrentosamente  en  la  'plaza;  por  la  sepuH 
da  vez  les  derribaban  la  casa  en  que  yivian,  dando 
á  entender  qaQ  no  mereoúk  vivir  entre  gentes  quien 
perdiendo  el  jaido  procedía  en  el  beber  oomo  hesr 
tia»  y'  era  privada  de  todo  oficio  honroso:  si  no  se 
enmendaba  lo  condenaban  á  muerte  y  sasrificio, 
quedando  toda  su  familia  deshonrada.    Bn  Taxeo* 
ep  tenia  el  plebeyo  por  la  primera  vea  pena  de  aer 
vaodido  por  esclavo,  la  a^g^nda  abojrcade;  el  neble 
4  la  primera  vea  le  aboccaban»  y  su  caerpo  le 
edmban  al  rio,  para  que  se  bastase  de  agua  en 
nuerbs  el  enarpo  que  ae  babia  demasiado  de  beber 
on  vida:  4  las  miserea  las  apedreaban  como  adúl- 
teras, con  tanto  rigor,  que  un  rey  ejecutó  la  pena 
en  bu  misma  mujer^  sin  atender  al  carício  de  es- 
posa  y  sin  reparar  que  era  del  rey  de  México  so* 
brilla:  á  una  tía  suya  yendo  NeaabAalcpyotl,  rey 
•de  TexcooOf  por  el  pneblo  de  Atzumba,  que  está 
en  la  falda  del  voloao,  le  mandó  matar  porque 
oriaba  magueyes  y  vendía,  pulque. 

Después  de  la  conquista  enipezarou  los  indios, 
asi  principales  como  plebeyos,  á  beber,  porque  la 
codicia  de  venderles  el  vino  de  Castilla  y  la  incli- 
naoioa  que  tieoon  á  l^el^r  y  á  la  embriaguez,  dio 
fátíl  centrada  á.  que  bebieran  basta  caer.  A  los 


i:  «L  pttlqM  M  Vdodía  M  f  uMto.  ^oooido 
tu  U  iiláMi:  d^garott'  el  vino  de 
fSMiilhi,  y  peaeron  k  beber  el  ñno  de  b  iiem  per 
banto»  y  did  ep  eBtmr  taaU  oeotidad  en  esta  di^- 
dai  4m  Iféxieo»  que  bey  eiitnte  ceda  día  ^mae  de 
itiX  Mtebaa,  7  en  |Mirtíeakf  loe  martes  j  los 
efe  Ad  exoeeo  grándisi^Oi  que  segoa  ooen- 
piÉto  •ftlrariii  estos  dias  mas  de  quioce  mil  arto- 
y  lattles  sea  lee  pMstos  donde  pikUieameiita 
mbria§aO|  qoe  no  bey  barrio  ni  oalle  que  no 
taberna  p6blioat  donde  ie  vende  con  mteica 
de  gpitaiMS^  arpee  y  #tree  ¡netnunentos»  oon  ape- 
deade  as  juhlan  negfes,  y  molatos,  y  mes- 
7  maolise  espaBelee:  loe  indios  que  eraa.  de 
Wi  a«§RM  eaem^gos»  se  baa  beobo  een  la  bebida 

eoa  taata  imauaidad  de  igleilai  perqué 
míalstM  real  puede  entrar  4  aprebender 
ni  4  aaisr  da  la  pulquería  deliaeuente  (que  een  es 
mm  de  lae  eendiaieBee  del  aseaUsta),  y  si  se  atre* 
ve  4  Mtoar^  ssstigsn  loe  nqoislree  superiores  el 
miaiilfa  iafbiier:  aboia  ee  verifican  las  palabras 
de  IKea  per  el  rey  David:— Odiri  Eodeeiam  ma- 

'iPdnde  ee  ba  %isto  entre  católicos  que 

inaraaidad  de  iglena  una  sinagoga  de  vaga- 

y  borraebes?  coa  taata  conveniencia  que 

dia  de  cernee  de  balde  á  loe  que  tan  caro  lee  cues- 

la  la  bebida  eelo  por  atraer  marchentee  que  lo 

7  pera  n»  adeieaerioe  ponen  per  eilaú- 


doo 

niiitradoms y  venjedorts  lutnas'^liinÉotaé  jp&n- 
pitti  que  sirven  4e  enaaeiar  U^  almas  y*  «mam- 
oiu;  y  aunque  na  quisiera  ofender  loa  oartM  «idos 
de  les  virtaosos,  es  forzase  decir,  qB»  se  tuvo  por 
eierto  que  para  atraer  eompraderea  4;eQÍau  pvMeD- 
cien  de  sugetos  de  todos  .sexos,  pata  la  torpaxa: 
tanto  ha  subido  el  precio  de  estapúMiea  diaeiii- 
oiou,  que  los  asentistas  han  llegado  á  dar -«éimata 
mil  pesos  cada  aBo  mn  lo  que  ganan  pám  4i,  j 
distribuyen  en  tantas  guaneas  que  ra^binia  las 
entradas.  '  •    -  í   •  . -    - 

Este,  pues,  pecado  tan  eootiiiiiov  es  la^^rdisfon 
tQtal  de  los  oatoimles  en  sus  >YÍdas;^'  eii^«oavIia«ian- 
das  y.  en  sus  almas^  Eaisus-  ttdai,  fftMpque  eslaado 
bortaelias^  con  el  furor  49eimata0  unos  fceftcofr^  y  á 
sus  mujeres  con  ocasión  Any  letrey-pUMentieisvios 
(entre  mil  y  doscientos  difuatos  ^eje  nmaeraa  en 
los  Ubro9  para  la  rebfl|ade;IoeiXibiites)  se  Ulann 
setenta  y  seis  muevtot  «n  paiqueiilis:  apéass-bay 
dia  en  que  no  sucedan  de9giraeia»de  teiiéas  y  muer- 
tes; j  si  esto  es  lo  qj^e  se  manifiesta,  ¿üaáatas^e- 
rán  las  que  se  ocultan?  Y  no>^pn  peéee  los  que  del 
malbratamiento  y  del  mucho  pulque 'qüeiiebeneo- 
ferman,  pues  son  los  que.  mueren  aiachei;  Me  es 
menos  en  sus  haciendas  la  perdición, -puee^dqs» de 
trabajar  lo  más  de  la  semana,  por  acudir  á  Ja  em- 
briagues; y  como  tienen  en  la  pulquería  la  comida, 
con  lo  poco  que  ganan  se  contentan;  y  si  tfoirabajm, 
no  les'falta  la  bebida,  porque uuoe* A  o^rón^fioa- 


aoi 

y  •!  iimbigo  d«  toda  ttM  MmoMi' 86  gtisUen 
bon,  dqtndo  á sos «iiíjeres  jásus Itijitos  m 
;  y  d»  oampasioo  rwAm  tan  deinudMi  ^a 
^oa  vaalir,  parque  todo  lo  gaaUa  aa  bebar. 
aa  oontni  aoa  alnasi  porqaa»  fuera  da  ser 
nottal  la  aaibriagoaz  iataotada;  da  alia  aa 
Mguan  iMfttaMiaUaa  ofbnsas  oonim  IMont  da  aqai 

haata  can  nm  mimuis  fnatlres,  y  esto  á 
porqne  para  tener  dtaaolpay  ai  los  ao> 
gaot  tMaaú  par  oapa  al  beber,  para  decir  que  es- 
laka»  borraolMW,  sieodo  la  miama  oalpa  ao  dtaoal- 
pa:  tnaa'á  aiaoa  se  traeaao  lat  mijerOB;  y  porqae 
loí  aaaaida  i  la  bartaobavm,  la  oonvida  toa  au 
la  hjttria?  da  aqat  loa  roboa:  da  aqni 
laa  boaiiaidiaa,  lea  haUao  y  •opaiatícíonM,  idaia- 
HaMÉodola  agaa  da  Dioa  al  polqae^  oaoio  ai 
btadi>ii  7  lo  qaa  mas  ea  de  Uorar,  qoe  eon 
palaata  aata  inaolaaaia  y  de  todoa  sabida, 
y  qfoa  aada  día  va  «taeiaado  la  BMldad,  no  bay  as- 
paaaon  da  la  aaasiandaí  porque  no  ee  pooe  rene- 
diat  y  «noque  eada  dia  se  predioa,  es  predicar  eu 
daMTta,  IMtqM  parsoe  que  lo  eat&  este  reino  de 
aala  y  joatisia. 

ModÉaneeasitaha  México  de  que  oon  penas  gran* 
dea  da  aiaUa  y  de  aároel  se  reprimiara  la  disolución 
da  aalá  Beata  (que  aa  tal,  qna  no  ae  emniendasino 
al  rigor  dsloaatigo).  Pediera  ser  qoe  con  esto 
tantea  daloa,  poes  de  la  embriagues 
)migKmm^ám  laa  aosaa da  Dioa,  porque  no 


•  B02 

m  pláticas,  ni  se  eoofietaa^  cáasá  phm  que  t^  im 
kórre  k  fe  y  seati  peores  qoo  geiitílek  .BnN>  omh> 
nosélimí  ñé  qechtsi^  los  maaiató^  que  «n^ms 
ordenanuá  $e  eohaii  &  la&  espdldad^  70  qttieiéilmd* 
iperlás  |»Dr.  ito  Ter  en.  esta  oíiubid  del  tf  émoe'  tast» 
.petdkñoD^  'Aqui  es  h  mayor,  iafm  «a  los  poaUos 
.pequeBos  donde  no  hay  joeoes  de 'pulque' üttereeft- 
doS)  tienen  i  lasijustíciaB  y  á  los  ntigiosofccmkd»- 
-tros  más  temor  y  reverencia;  pero^-^aqui.á  osdii  pa* 
áo  pierden  á'  eos  mimstros  el'  deooiío;  y^  ton»  sn 
primer  cuidado  es  tener  á  hotnfcres  pedehwos  y  «fi- 
dales  dé  justicia  por  oompadret,  á  qntenee  vegahn 
con  cosas  de  poca  montad  (dar  que  haioen  bp  .'onsa- 
dres*  mucho' aprecio),  se  fian  di  que  tienen. pana  eon 
los  mÍDistrosdefensofes.  iLastímósb  -eatadñ, 
qne  no  sé  si  se  puede  Hamar  estado- lo  qoe 
té  estabilidad  tan  poca,  y  áménsaa  eaíd|i 
table!'  Dios  nuestro  Seftor  to  remedie,  y  la  ^iie 
con  ojos  de  ptedadi  y  atienda  á  -taiitee  eeme  en 
ella  lé  sirren  virtuosos. 

No  hay  verdad  que  no  tenga  enias  Lettsa  aagra* 
^  das  el  apoyo.  En  el  capitulo  31  del  Oénesia'se'lia* 
lia  la  casa  de  Labafa,  ¿iitee  prospera,  rká  y  Vena 
de  gente^  pobre  y  sola,  |K)rqiie  Jacob  se  llevó  los 
bienes  y  la  gente;  y  si  buscamos  la  eausaj  Judiaré- 
moslft  éo  el  mismo  te^to,  muy  al  i^ivo  pahí  lo  que 
sucede  en  este  reino  semqante.  La  éesriamn  de 
la  casa  ^q  Laban  fué  en  ocasión  qm  él  y  lori  sayos 


m 

hal^  ^0  &  taMqttUai;  ka  9T#J9i|;-r-:So  >jn|^n%. 
ierut  ;Iialia}i.ad  tondendi^^  oy^j-r-y  oaa9(lt>  él  es- 
taba ocupado  0Q  «tO|  estiaha  Jiao0b;(por  mandadi^ 
de  Dios)  dospojáüdole  de .  Ift  oa^a  y  lleváados^  Ifk 
geote.  .1^0,  es  mucho  que  Dio3  haga  lo  mismos 
este  remo,  quitando  la  gente;  tmes  los  qua  habiaa 
de  cuidar  de  su  atimeQto/se  oeupan  e^  trasquilar 
estas  (Kobres  ovejf^,  sia  dejarles  pelo  que  I93  eabra... 
¿Dóftda  oetáa  tantos  iniíiisUros  con  haberes  de  ai4 
ougestad  asalariados?  ¿dónde  son  idos?-r«-Ad  toii'^ 
dendaa  aves.— A  trasqiitlar  los  indios^  haoióndolea 
gastar  ^en  polque  sus  caudales,  dej[áfidolod  sin  6a^ 
pa,  Bill  .DBHmta  que  los  cubra,  debajo  de.  la  capa  del 
cielo  solraaente,  {mes  It^s  más  por  beber  andan  sia 
capa,  daskiiidas  y  trapientos;  y  sá  en  aiquelia  4ca^ 
sion  Lía  y  Baqoel,  con  deseo  de  q^e  las  llevase 
Jacob  con  consentimiento,  dedan  de  Laban: — Qua** 
si  alienas,  t eputavit  nos,  et  vendidit,  comedit  que 
praetiam  nostr uni;-Hao&  ha  tratado  como*  á  extra- 
ñas y  no  con»)  ¿h^as,  y  nos  ha  vendido  y  comido 
nuestro  pre<^;  esta  misma  qoeiía  pudiéramos  dar 
en  nombra  de  estas  pobnes  almas:  no  las  tratan  00- 
nio  .á  kv"^  d^  ^ú)8  y  de  la  Iglesia,  reengendradas 
en  las  aj^aa  del  bautismo,  ñno  como  á  extrañas  j 
gentiles,  pues  las  dejan  perder  eon  la  borraohom 
como  á  infieles:  no  como  á  propias,  pues  las  tratan 
y  tienen  por  ajenas  del  reine  de  la  gloria,  i^or  co^ 
mer  del  precio  de  sus  alafias. — Comedit  praetium 
QosbruBk^^Todies  tomemos  deji  sudor  de  Ips  indios: 


fi04 
el  biímio  Mpx- la  ^l«ta  cfad  íaIníba  l«r~>liulfo8j 
■l&bradar  eoge  lo-qne  6l  íuiSio  nm  j  eultívá}^  tx 
'j.xMmstro,  d«l' medio  real  que  dá  el  iadÑ  se  bi 
teotR^el  gobemsdec,  y  todosvpoTque  de-leque 
-klAiOj^iÜi  ee.  sustentan  j  turnea  todos;  pero  et  q 
flQñqaede  acra  la^^eob  del  pel^e,  eome'ei  preí 
de  iM-airaas  qne.se  condenaK,  ¡Oh  dee^cba!  I 
demás  si'  oomeo  el  sudor  det  indio,  es  d^&ndi 
para  qae  coma,  y  es  gananoia  para  el  iodip  y  f% 
elqoe  Ib  oeupay  dejándote  s^nta  |>an  «pie  es  oobi 
pero  OOB  el  pnlque  á  pédaae«  Je.il^n  síd  espain 
obo  se  debe  teqer  por  eetD.|arperdiflñD.de.lsB( 
4e.  Pempcenostioar  el  pro&ta,  Abdits  k.péidids  ( 
MÍito  úe  Israel,  rompió  U  «apaxpn  ^ue  w  eabí 
«a dieapeéazo^  dende  ee  de- notar qve  Abdbw, i 
pm  Baa  CterÓDimo,  qvtere  deeir  «fligido,  p«s  es 
mismo  qae  esta  palabra  ktu,  que  sigoñflcs  toislie 
y  aflioeion.  Pues  si  la  capa  del  aiigido  veta  en  di 
pactes,  fué  pTOoitstieO'áerbode  U  p^tidtda  delr 
no  de  Israel,  ¿qué  dic6raos-  ñeadó.  las  maotas  i 
tentos  pobres  iadjos  eo  tantos  partes  di  vididí 
que  no  ^méndolae  pot  la  embríagaez^  ha  side  pt 
que  oada  oaal  de  los  -que  tratAD  eo  el  pvlque 
Itofa  so  pedazot  iGo  qué  ha  de  >pat97  esto,  sism 
preoto  de  almas  le  que  adqBJeren? 
-  Sobre  los  peligros '  que  aaienazan  raforíde^  n 
Hama  la  oblq^aoion  de  aura  y  áv  ministro,  á  mar 
festar-el  estorbo  ^ue  haiee  la  embriagoes  á  la  gun 
da  de'ls  Jajr  ditina  y  á  la  iiMdtoeeioa  evwqgélio 


605  I 

El  corriente  oriliilario  desda  la  ebnqimta  lia  eido^ 
que  para  qUe  vefigao  á  oir  misa  los  doiDxiig^s  y 
d  las  de  obligación  los  indios/ ae  mómíí^  que  los 
ministroa  los  coxnpelany'SjMqüen  d&  sds  cádaa/por- 
ojito'lnnr^aquenos  que  tnandó  et  padre  de  familias 
que  lo6  trigesen  á  empellones. — ^Compelle  eos  in- 
trare. — Y  siendo  esteet  medio  para  qtie  neadan'á 
su -obligación/ tienen  las  pulquerías  privilegio  paira 
que  ningon  ministro;  bajo  de  graves  penas,  pue- 
da entrar  á  sacar  indio  de  los  que  van  á  beber. 
Con  este  privilegio,  mal  xx)ncedido9  apenas  amane- 
ce el  domingo,  cuando  las  pulquerias  (qué  las  tie- 
nen más  limpias  y  barridas  que  la  iglesia)  se  Uenañ 
de  indios  y.  de  indias,  asi  para  beber  como  pai^a  ex- 
cusarse de  ofr  misa,  uó  perdonando  esta  perdicioi! 
en  tiempo  de  cuaresma  y  de  Semana  Santa:  I<^s  co- 
medias en  la  cuaresma  cesan,  y  aun  por  el  Jubileo 
de  las  misiones  cesnroh  por  veinte  dias,  porque  no^ 
se  divierta  alguna  gente  en  oir  cotnedias  cuando  se^ 
frecuentan  predicaciones  evangélicas,  y  las  pulque» 
rias  en  ningún  tiempo  cesan;,  y  es  tanta  la  gente 
que  hay  etí  las  pulquerias-  los  domingos,  que  más 
auditorio  úe  halla  en  una  pulquería  que  en  la  igle* 
sia,  porque  más  gustan  de  asistir  ala  pulqueria  que 
vende,  que  de  oír  al  padre  que  predica.  Impuléos 
he  tenido  de  ir  á  predicar  á  las  pulquerias;  pero 
he  considerado  que  no  podrá  reoebÍTse  la  ley  divi* 
na  en  aquel  Egipto -de  maldades:  no^dió  Dios  núes- 
tro  BeBor  la^Iey  cuando  estaban- los  israelitas  en 


606. 
Ejgipto,  'EÍDo  desptf es  quE)  ^'i^nm  tMn,  «n  al  me 
i»  SÍDaij  y  f^é-  porque  en  G^pto  «stab^a  eo  m 
dade&  ep^retenídos,  y  estorban  á  la  dUposicion 
recebtr  la  ley.  |C(Sino  ea  posible  que  estos  la  Ati< 
dsD  en  una  ocfipaowi  pésima  de  la  embriaguez  t 
tretenidos.  Ea  sentir  de  hombrea  doctos  y  eapi 
taalesj  ha  sido  la  borrachera  por  el  deownio  pi 
carada;  porque  sentido  de  que.  saliesen  de  la  gt 
tUidad  tantas  almas,  1>uscó  camino  por  donde  1 
varm  las  almas  al  infierno  y  medio  de  estorbar 
fruto  de  la  predicfiñon  del  Srangelio.  Faraón  y  1 
de  su  conejo  escogieroa  por  acertado  el  ocupar 
los. hijos  de  Israel  en  obra  de  trabajo  para  que  : 
diesen  crédito  L  las  palabras  de  Aaron  y  de  M' 
ees. — Oprimatur  operíbus,  ut  non  aquiosoant  vi 
bis  mendacibue. — Esto  mismo  hace  el  demonio  < 
Farapya  figurado.  Si  aquellos  no  daban  oídos  á 
palabra  de  Dios  por  ocupados  eu  obras  de  trabaj 
¿qaé  har&n  los  indios,  eatretenidoa  eu  obras  de 
gusto?Les  indios  no  tieaeQ  m¿a  eatetidimieuto  qi 
loa  ojos;  crees  más  por  lo  que  ven  que  por  lo  qi 
entienden.  Por  eso  ae  introdujeron  represeotacioni 
á  la  vista,  que  llaman  nezcuitUes:  moere  más 
vista  que  la  palabra.  ¿Cótao,  pue?,  creerán  que  : 
van  al  infierno  por  la  borrachera,  si  ven  que  ee  i: 
tantos  anparada?  Antes  que  Cristo  nuestro  SeQi 
dt}eae:~Li(zaro,  veai  CoroH, — mandó  que  le  qi 
tasan  la  piedra,  que  le  ifnpedia  la  vis^, — Tolli 
]jB^ide8i.-r-T]ÍA.gl9sa;— T<U)it«  ^uritiaiq  iwrdis.r 


501  V  • 

^.-.— ;í::S;':"^--' 
,;,„„d.lP"^"•;''°"'Xl^ued«al«».«-- 
^  „  tó i»t«'"  ■í'  ^  ''"ai„  Yo  digo  V"  """' 
.,  J  .Mere.  ,ue  .1  «;;*J„^,,=o  a.on.r.a  «m. 

■-.•.rorcy,'"""'"""''.  dtaoro.  A,-' »''"" 
,ae..W'  r*'"  ^  Lcídutaf»'»'.'»'"' 
:t„,F-.V,^U.dou«-''-'j„„,„„e„W.. 

■,^  U  con."''''"''"  "° ''^  lo  h"»^  J»"'""' 
:Z.  .odo  .u  Pf -r ':a.c-..  qn.  -«  ■"'' 


60$ 
vMáM^ft-liriBiJmaa,  y^ui  (éíMfstaros  apreoian  n 
el  éáütn  del  polque»  dejaréüotter  lae  Mgñmfts,  1 
ré  la  exeltunaciori  qne^hace  en  üao  de  sus  opfiscn 
^  dofltor  Fioráfieo  Baq  Biien8t«Dtára: — Qaúá  m 
det  itt  ctim  Mardookeo  iod^tns  saoco  quotidie  p 
rem,  éfc  nlQlém  ad  fbreB  Palati!?- quia  si  ille  \ 
temporali  morte  JadeoruiH  tantatn  tristitÍKiD  pri 
tehdebát,  qaoraode  ego  miBér  laobtimÍB  impono 
sem:  qui  taniam  atraen  aDÍRiaTum  video?— Si  [ 
la  pérdida  dealgunas  almas,  sin  poder  cemediarh 
se  llamaba  desdichado  el  gtorioao  doctor^  ¡olí  q 
infelicidad  la  de  los  religiosos  minlatroa  que  es) 
mes  en  la  ciudad  de  México,  poes  ít  vista  de  1 
ojos  para  la  bormcheni  vetóos  caminar  al  infier: 
inunmerablea  almas  sin  remedio! 

Bato  08  aoeroa  de  los  daBos  que  resultaa  á  I 
que  beben;  pero  si  atendemos  al  dafio  que  se  hace 
los  que  veadeD,  hallaremos  que  pecaa  mortalment 
porque,  eegUD  la  doctrina  de  los  sagrados  'doctore 
OMlquíera  que  veode  vino  á  persona  tiotada  de  ei 
briaguez,  peca  mortalmeate,  porque  da  la  osusa 
materia  at  pecado. — Qui  oausam  damni  dat,  itc- 
Y  siendo  los  indios  notablemente  dados  á  la  borr 
chera,  'f  en  ellos  tan  cierta,  sin  duda  que  qtuenli 
Tonde  pulqae  es  causa  y  oómplioe  en  aquel  pecad 
j  demás  oonsecaeocias  pervwsas  que  de  la  embríi 
gaez  se  eiguen;  -y  de  esta  reidad  se  signe  ser  1 
opinión  del  rererendo  padre  maestro  fray  Díeg 
Gaoaalai,  de  i»  Ceden  4a  la  Mnvftd,  infalftte,^ 


S06 

Qtíú  dioa  que  po  pnqdea  aer  ftbaiiritoi  Baowrtneétiit' 
mtiite  los  qaé  Im  yeBden;  yQvqiao  annqiE^  Be^úedQB 
vender  las  cosas  indiferentes  al  bien  y  al  mal,  "«ráio 
se  venden  licitameoto  arpaas,  qae  paedeti  qnitarte 
vida  ^}ena  y  defender  la  propia,  UdtaineDte  vende 
el  betíoario  cA  rejalgar,'  porque  Dios  nuestro  Sefior 
cri|5  todaa  las  cosas  para  el  bien,  oooio  dice:  dd  vi^ 
no  él  Eolesiástído  (caqp.  31)— ^Vinum  iu!  jvenndita^ 
tMA  ereafom  est,  et  neia  in  ebrietatetn  ab  initio^ 
--^Y  estando  todas  indiferentes,  porque  puedsn  ser 
malas  y  buenas,  respecto  del  buen  6  mal  uso  de  los 
hombres,  aqnella  cosa  será  mala  que  se  abuse,  eo- 
me  dioB  Santo  Tomás^^Non  est  inalum  sed  in  usu 
pecsoitíum.^ — Es  cierto  que  us^ido  el  pulque  ps,ra  l{i 
embris^^ues  ya  no  es  indiferente  sino  mftlo,  porque 
ya  as  determind  con  él  un  extremo,  que  ñA  se 
quitau  las  indiferencias;  luego  no  se  puede  vender 
sin  culpa  mortal,  porque  por  obligación  natural  no 
se  puede  vender  al  préjimo  materia  para  que  mor- 
taloiente  peque,  pues  peca  mortalmente  quien  la 
vende.  Si  el  boticario  supiera  que  el  veneno  era 
paia  n^atar  una  persona^  pecaría  mortalmente  si  lo 
diera^  y  el  es|)adero  si  snpiera  que  era  la  espada 
para  quitar  una  vida;  de  donde  se  forma  uu  argu- 
mento que  en  toda  raaon  teológica  moral  concluye: 
ttiugiuio  que  está  en  ocasión  próxima  de  pecar  vo- 
Imiteriamente  puede  ser  absuelto;  todos  los  que 
venden  pulque  están  eu  ocasión  voluntaria  próxi- 
de  pecado  BUhrtal;  hiégo  ttinguno  puede  aer  ab- 


610 
wMoiMaMnmtalneDie.  THiaiwpadi«B.aIUi 
ae  loB  sagndtn  eánonoe^ceD  qut  1m  qoe  se 
0(^11  con  coatinuBoioD  seao  privados  de  la 
unión  eaonuiMiital:  loe  qae  Tendea  el  pulque  > 
:  mnteria  para  la  tmbiiagnez  coutÍDiu;  loQgo 
.  causa  de  que  se  pñven  de  íanto  Inen  oamo 
icebir  ri  Saorameato  del  Altai.  Paaa  adelaot 
ice,  que  atinqne  hay  opinión  probable  que  se  p 
}  mnder  alguna  908a  de  qoe  resalte  utilidad  ó  lu 
dad  propia,  «orno  el  qne  tiene  un  barril  de  tí 
na  es  todo  bu  cai^al  y  se  le  vn  corrompiendo,  p 
B  veoderio  aunqoe  sepa  qae  es  para  laembríagn 
DI  la  tieceaidad  7  propia  utilidad;  no  corre  en 
Dique  el  caso,  porque  ni  es  útil  para  la  repáblí 
MB  la  pulquería  es  naa  sinagoga  de  TÍeioB,.DÍ ; 
^  d  indio,  que  queda  desnudo,  oi  país  su  maj 
vi,  pues  aus  anteoasoreB  antepusieron  el  aerñ 
B  Dios  h  las  utilidadaSf-Oomo  el  no  permitir  '. 
idios  en  EspaBa,  que  tantos  toibutos  ofreoian, 
>  expulsión  de  los  moriscos,  que  eran  para  las 
mozas  tan  (itiles.  Estas  rasoaes,  tan  politícas 
listíanas,  pone  con  términos  taaeraditos  que  er 
astantas  raeones  p^ra  que  se  quitara  y  remedií 
va  pemldosa  venta. 

Prueba  no  ser  connatural  ¿  los  indios  la  beb» 
o'eonaerraoioD,  pues  estando  en  su  gentilidad  pi 
ibida,  er 
»,  ysegE 
ientoB.  1 


r 


6tl 

y  otros  raioo» dooét  no  M.wuk  el  iMik|TO,  iri  han 
nioltífplioftdo,  yoáqni  ie  uiiioraD;  y  la  orasá  os  ibe- 
bor  0011  oxooso  tma  bebida  qae  para  fortificarla^  ki 
mostían  con  ratees  y  frailías  faotrteSi  y  es  cierto 
que  luo^  que  la  sacan  de  los  magueyes  }e  ochan 
raiB  do- tapopoto^  qvoes  ona  escolia  silYi9B|re  faert 
te^  lo  adc^iaD  con  eal  Ttva  y  oteas  imnandicias  qub 
dafian  ios  onorpos  y  diAán  las  dmas,  porque  es  ori- 
gen de  )a  idolatria,  porque  al  sembrar  los  magra- 
yes  y  al  podarlos  osan  do  saperstioioaes;  al  estre- 
nar el  pulque  nuevoi  ele  la  idolatría  formal,  porque 
juntos  en  couyito  ofrecen  al  dios  Teacatsonoatly  que 
es  Baco,  el  primer  cantarillo.  Levántase  uno  de  loa 
TÍejaS|  da  de  vueltas  al  fuego,  y  en  él,  con  palabras 
que  saben,  echa  aquel  nuevo  pulque;  y  luego  los 
demás,  antes  de  beber,  echan  un  poco  de  lo  que 
han  de  beber,  en  sacrificio  al  fuego. 

Pondera,  finalmente,  que  entré  católicos  se  pier- 
dan como  bárbaros,  y  entiende  la  semilla  que  se  su- 
focó nacida  entre  espinas  sin  dar  el  fruto  la  fe,  que 
se  pierde  entre  las  púas  del  maguey  y  sus  espinas, 
y  concluye  lastimándose  de  que  se  pierdan  estas 
oTojas,  porque  al  ladrido  del  perro  y  voz  del  pas- 
tor teme  el  lobo,  y  vemos  que  los  predicadores  no 
ladran,  que  los  obispos  no  dan  voces,  y  asi  se  va 
llevando  el  lobo  las  ovejas.  Mejor  suertetiene  el 
mercenario  que  huye,  que  el  pastor  que  ve;  que 
quien  ve  consiente,  y  quien  consiente  peca:  y  si 
por  vasallos  de  su  majestad  consienten,  el  mejor 


raiatto  auéM  ^!K9-imk»v9iaotlmíbmwñbia,  toIi 

•atftd  el  qiM  ao  ae  |ñordhn  sda  teibatirioB  y  va 
ld%  fl«á  más  l«al  d  'qn*  1»  pnpDtiara  dtiai 
Estas  j  oteas  aún  laaoÉeB  tna  atí  «i  «ata  pa] 
lamo  eqdÁeiBaciaL)rBkwiHMptro  Safioraftak 
la  qaa  oéaaiga»ugitaotttt'pptfaaaparapt>»ioÍDi 
ra^  y  am-aan  oioa  <ia ' mioirfa)8r¿ia -Aiaq— te  r 
10,  á  yiiaB  áohJiami^iete  saxftradd  Ja  gaa  eea 
u  oeañoaaB  ooatíiiiKs-  dfc  pasar  «mura  sa  di  vi 
t^satodr  por^oa  il«  b«  Hritar  aaañeadft  sa  pu» 
aiMT  r^;«poao  oastigB. 


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■fital 

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nj» 
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Oftpftnlo  y. — Qué  bw  U  canga  porqoe  Ihwn  c& 
Mtaa  partea  en  tiempo  "dutinto  del  qoe  »  fia- 
pafia  llnere,  j  por  qué  eo  pocos  distritos  se 

'    hallen  diferentes  templos 

Capitulo  Vr  — Por  qaé  los  Arboles  teng&n  la  rali 
en  la  superficie  de  la  tierra,  y  los  frutos  sean 
da  m^DOB  sustancia  en  la  Nnera-Bapnlla,  j  por 
qué  sean  los  entendróiientós  mas  títos  y  las 
fberras  corporales  m¿no« 

Capftnlti  VIL— Del  nombre  verdadero  qne  se  le 
da  á  aquestas  partes 

Cftpitulo  VIII.— De  la  longitud  y  latitud  del 

'  KueTo^uadOjtérminosynúmerodesustegBM. 
TRATIDO  BSeUKDO. 

De  la  fertilidad  ;  riqaesa  en  común  de  este  Mue- 
vo-Mundo 

CapftuTó  I.-^De  la  riqueta  natural  en  minas  de 

■  plata  y  oro  de  cate  Nuevo-Mundo,  j  otros  me- 
't&les,  y  de  laíndastríal  de  suafVutos 

Capitulo  II- — De  las  piedras  pracioaas,  medidna- 
lee  y  comunes,  7  de  las  perlaa  que  se  orian  en 
eete  ITuevó-Mundo ,.... 

Capítulo  III.-^De  algunas  «TerTas  que  ee  conoGOn 
y  scptttan  en  lo  qae  te  ha  descubierto. 

Capítulo  TV. — De  loe  volcanes  de  fa^o  y  sier- 
ras de  nieve  y  agua  qae  se  ban  descubierta.... 

Capftuh)  'V.-^Del  mar,  ríos,  lagañas  y  fodntes 
comunes,  d«  los  manantiales .^.... 

Capitnk)  VI. — De  algunas  aguas'y  manaotiftles 
particulares,  en  que  mostré  la  Provídenoi»  va- 
rias maravillhs  d«  ea  Autor  Eterno. 

Capitulo  VII.— De  los  b^os.de  «gnu  Mliratee 
de  divwsoB.  g^nenJB ^ » 


m 

Ca|>itiilo  VIII.T-D«  algunaa  fl(Mres,  fraUs  y  yer- 
bas oloroaas,  fKsnUkB^  logvmbrea  y  phntas  co- . . 
mestibles » 119 

CapSlalo  IX, — De  algunos  árboles  silvestres  de 

las  lodias,  que  sirren  en  yarios  ministerios....       1S8 

Capítulo  X. — De  algunos  árboles  provechosos  j 

singulares r 145 

Capitulo  XI. — De  los  árboles  y  plantas  medici- 
nales; sus  virtudes  y  efectos.. ./      163 

Capítulo  XXL — De  algunos  animales,  aves  y  pe-  » 

ees  particulares  del  Nuevo-Mundo ^ 198 

PARn  SEGUNDA. — D8  LOS  SUCESOS  PÓLITIOOS^ 

TRATADO   PRIMERO. 

De  los  que  habitaron  la  tierra  de  Jk  Nueva-Espa- 
fia  antes  del  diluvio;  del  origen  desús  naciones 
después,  y  de  sus  primeros  pobladores 201 

Capítulo  I. — De  los  habitadores  que  hubo  en  esta 
Nueva-Espafia  antes  del  universal  diluvio 204 

Capítulo  II. — Varias  opiniones  acerca  de  las  na- 
ciones quepudieron  dar  origen  á  los  de  las  Indias .       207 

Capitulo  III.— Bn  que  se  declalra  la  opinión  pro- 
blemática, que  se  acomoda  al  parecer  de  todos.       228 

Capítulo  IV. — De  los  que  poblaren  la  Nueva-Es-    ' 
paña  d^pues  del  universal  diluTio 283 

Capitulo  V.-'-De  ios  segtmdos  que  vinieron  4  es- 
tas partes  de  la  Nueva-Espafia...., * 238 

Capítulo  VL-*-De  cómo  hallaron  algunos  toltecas, 

ydel  repartimiento  desitios  que  hizo  ásus  gentes      241 

Capítulo  VII. — De  la  venida  de  otras  naciones 
y  sefiores  de  la  parte  que  llaman  Anáhuac,  y 
repartimiento  de  señorías....... '.*••       243 

Capitulo  Vm.— Do  los  primeros  emperadores 
leoclúineea8BaceaoresdeXok»t;l««:«..v,.»....^...;      247 


CApítald  IXir-Ds  la  ulila  qoe  hieiiBroa  >4e'  I* 
proTÍBoia  de  A«t)ui  i  lu  de  Abümm  Iu  nfti'' 
«íoiiefl  qae  deepaea  fnndaron  oon  los  qae  m  ÍW 
marón  mMÚeaMU  en  la  Naa?aiSspslla 

Capitulo  X.-'^Delaa  trab^Ds  que  padeewon  loe 
mexicanos,  y  varios  caso»  liaeta  hallsc  el  sitio 
de  la  ciudad 

Capitulo  XI.-~Da.la  eleccíen  de  loe  reyes  nexi- 
OBDoSy  división  de  los  tlnteble» 

Capítulo  Xn.— De  la  saeeaioa  del  -Begunáo  rey 
aexioaiuS  7  losanoesos  de  bd  tienipo / 

Capitvio  Xm. — ^Pel  tereero  ny  de  lea  neñOa-    . 
nos,  y  de  algunas  cosas  que  fueron  ensn  tiem- 
po suoediflndo.. 

Capítulo  XIV, — Del  cuarto  rej  mexicano,  y  de 
lo  sucedido  en  su  tiempo 

Capítulo  Xy. — 'Del  quinto  rey  mexiaano,  y  lo 
que  psad  eti  au  tiempo 

Capitulo  XVI. — Del  sexto  rey.  mexicsno,  y  de 
las  cosas  qae  fueron  ea  su  tiempo  sacedieado.. 

Capitulo  XVIL — Del  stfptlmo  rey  mezioaao,  y 
BDCesoa  de  B«,-ti«mpo 

CapHnlo  XVUX. — Del  ootavo  rey  mexioano,  y 
■ttceáos  de  sn  tiempo „.. 

Capítulo  XIX. — Dri  novwD  zey  mexieaiio,  y  lo 
sucedido  en  bu  tiempo..... 

Capítulo  XX.— De  k  mnecte  de  Netiálwsipilli, 
rey  de  Texcooo,  y  de  loswioesos  que  i^osigara. 

Capítulo  XXL — En  que  prosiguen  les  stceaoa 
del  tienipo  d^  graa  emperador  Motecuhzoma. 

C^itulo  XXU. — De  I»  gTa&4eM  oon  que  el  em- 
perador Motepulizaaa  se  trataba,  y  del  modo 

.  «OD  qoii  aa.goíifltnftii»;../;.,... w^ 


SKoy  fb«« 

TBATADO  tamnoL 


7«« 

!«•  «  t«,g«itUidft¿— Cafftttlo  I.— D*  1m  ofr 
•»!«■  jl*  !•  r«p4btÍM  j  ooru  naxicsom,  j  d< 

U  gmairát  q««  taaia  •!  p«laaio  tmi 

púaW  n. — D«  Im  «■tejadcTM  j  eomo»,  j  «I 
•Mo  ^B*  iMwa  «•  Mt  «ilMJMUa  j  nicioiwa. 
pitáis  III.— DaltfrdmjaadoMD^MiMviu 

jimio  ^m%  •>  «Um  m  ^mm  oob  1<m  toldado». . . . 

tflbüa  IV. — Ú%  Im  oftotM  ■■■áiiif  III  q«*  «••■ 

Wa«a«g«Balid«d 

k^nü*  V.— Dt  la«Mntoy«Iap«Hdtltt«apo 
^B*  «wb—  )m  iMlanlw  d*  tfta  Nwn-Ea- 
P»fc- 

«f  UbIo  VL-^D*  k  «MMU  7  iMBbrt  d«  loa  ■•- 
««•  d«l  Mlwrlrio  BtzieMKs  5  >■  mímoI^b... 

«pitáis  VII. — U»  h  «mMb  d«l  aMdio  aiglo  ^« 
MkisB  kM  MftxiflMKM  otda  eiaoMBU  j  <!•• 
aflea,  7  ka  oanaawa  dt  M<ar  al  faafo  aaavo.. 

TUTAfiO  tncXRO. 

>t  loa  aonbna  d«  hw  falw»  diotaa,  tonploa,  «ir- 
Tio«t«  y  ritm  gantflicot  de  loa  Batvralea  di 
kilndiaa 

'ipitalo  I. — Da  ha  nonbraa  j  tenejantaa  da  loi 
dioaw ■ttfcaiwa con  loadahigmtilidtdaBtigaa 

'tétala  n.— Dal  magaMeo  templo  naxkaiw  i 
Haitailopoabtll  dadieado 

^apftalo  m.— Da  laa  nnii*,  ftbriaa  j  aaniaia 
dtlHta^lMdclaiIadiaaOooidMtala 


CapttolQ  IV.^^De  la  dedicación,  on)»to  7  ríqüe- 
z«  de  loa  templos  gentiliooa  delM  Iiidiu...-<-        ' 

Capitulo  V. — De  los  ministroa  j  digoidadea  de 
loa  t«mploB  de  tos  idólEtraa '■ 

Capítolo  VX.-— De  los  Baneebos  ^oe  servían  «n 
el  tempk)  mozioaae,  y  los  deu&a  de  Nuerm- 
EapaSa ;....' „....;.....,.        4 

Capitulo  VII.~-De  laa  doncellaa  recogidas  ea  el 
templo  al  modo  de-las  vírgenea  veatales  de  los 
antiguoB 4 

Capítulo  VIII.— D«  algnnaa  oeremoniaB  j  rítoa 
que  «nban  loa  indiea  en  aancyania  da  loa  luwa-   . 

■  tros... 4 

Capítulo  IX. — De  la  cvif'Bsiou  j  confesores  ipe 
usaban  los  indios 4 

Capitulo  X.— Dol  modo  c^mo  proearó  el  ilemooio 
remedar  la  procesión  db\  Corpus  y  la  eomonioa 
que  usa  la  Iglesia v> 4' 

Capitulo  Xí. — De  ht  muáon  abomÍBabie  de  qne 
osaron  los  mexicanos,  qae«l  demonio  r«med<[..      4' 

Capítalo  XIL — Da  las  caemoaias  j  modo  de  los 
matrimonios  mexicanos 4' 

Capitulo  XUX. — De  les  leyes  oon  «)u«  los  mexi- 
canos gobernaban  en  tranquilidad  su  república       41 

Leyes  da  los  mexicanos 4f 

Capitulo  XIV. — De  cómo  estaba  en  tiedipo  de 
su  gentilidad  la  ciudad  de  México  Tenochtitlan.      4Í 

Manifieíto  del  celo  de  na  religóse  ministro  de  los 
Oaturales,  acerca  del  estado  de  la  república  de 
los  indios  oon  el  patque  que  beben,  y  1%  perdi- 
úon  que  tienen ■ 49 


IIBUOTECA  HISTÓRICA  DE 

TOMO  VIII. 

TEATRO  MEXH 


tt.  tunta  DI  miio 


TOMO  II. 


MCMCO 

l^iPEUTA  01  L  tBCJLLAtil 


/.  .1. 


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1 


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«  • 


.  índHI 


TERCERA  PARTE  DEL  TE; 

«BXICAIfO. 

TRATADO  PRIMERO. 

D*  LOI  IDCBloe  HILITAIKS  DI   tAI 


OAPITÜIO  I 


1.  Hntrt  lM*raltMMontM)d*liiMl 

fndtt  eontur  la  túm  oooidraUI  dt  Im  In 
(O*  «I  fknon  don  CHtt^bnl  Colomlm,  á  q 
;vopM>id  d«  tu  proBonoÍMifMi  MpaBoli 
loo,  d«  mogn  ^dOTomdeocú  ilustra  deG 
lañándose  «o  la  isla  de  Madora  por  ta 
]0«  tmia  á  navegar,  tutrÓlogo  iniigne,  et 
BWffid  Alonso  Sancbei  de  Hoelva,  ó  oon 
mtñ  Bájala  (como  dice  ol  padra  Alonsa 
•n  la  Balaeioa  d«  Chile,  «ap.  4),  qoe  le 


4 

oda  el  apüuUmieato  que  teñía  3e  los  n 
ientoB  por  donde  había  vuelto  de  laa  islas 
nto,  adonde  aportó  en  una  ocasión  que 
furioso  dio  con  él  {Pñud.,  de  Rthu.  8aio 
tp.  16)  al  Occidente.  Con  esta  noticia  cié 
minó  á  buscar  la  que  tantos  afioa  estavo 
\%  ignorada;  y  á  Salomón  no  se  le  fué  ocal 
ibéea  vmí<»  autoreb^  (que'  per  Ofir  jazgac 
rio»  ^«i/.),y.Vatíültlo  (5,  fi«y.,  5,  cap. 
en.la  isla  EspaBola,  y  de  que  tuvieron 
;  noüoia  oon  nombre  de  Isla  Platónica. 
ite  pQAs  Colon,  deapuee-qua  f«é  á  Qcéxm 
I  armasen,  donde  fué  despedido  (porque 
i  á  cosa  de  sueKo,  &  f*ortugaV  dohfte  sa 
ibrimiento,  Q«tetrardo,  Gotevino),  habü 
ido  á  su  hermano  Bartolomé  Colon  á  Fn 
,  esta  pretensión,  viendo  que  tardaba,  < 
de  ir  &  Iii^Aten«;  y  tvataodo  el  negot 
«dre  fray  Juan  Pérez  de  Marohena,  gai 
la  B&vida,  á  quien  habia  d^ado  á  so  b 
e  iasté  ^ae  fuese  ¿  vec.¿  los  lUyes.Oal 
t  Feíriuuado  y  do&a  laatiel,  qae  eatahaa 
I.  Yendo  en  peTBOna;¿  hablar  i  t&  reina, 
ibta  oonfcoado,  tntóae  el  aegeoio}  y  aaoq 
I  ^vte  de  loa  ptfotos  dificultad,  á  íostanc 
«nal  don  Pedro  Gk>nsalaa  de  MeudoUfd 
ray  Joan  Peree,.  Alonso  de  QuinteBiUa 
igel,  qne  se  ofreoió.  á  prestar  paca  ri  viif 
y.  {Strtvr^,  diC.  l^m.  t,M-  J*),:!»  T' 


^OTOD'i^lfaMqar^  yijsalid'iiff  alguaoil^r  lá  posta, 
qo0'lo.'dwnirió<dofa  iigm»  de  firanaday  ata:  laipaente 
d^Pfaiok  J'oéreotbiéf  «I  Santa  Fey^do&deyaato al 
MorattiTio  Juaiidie  (MwíA,  (aiilTdeAbiil  del49B), 
aa  hioieiiaiihls.aapitalaittiaabfl^  (|oe  la  haoíap  almi- 
rnfta*  dé  t¿daii  aiiaéUas'lsl^  y  tiévras  qua  ilaaúo- 
brieia  yigaiiasé^  tün  Id»  piitálegida  Aél  almkanfte 
daGáMUla  prúra  él;  y  bus  defleandieotas;  viaoi^y  y 
gabe^aadoTiígaiiaral^  y  <|uapuada  poner  pata  cada 
aAdio-aurtaatánta;  y  qua  ha^hofií  los  gMtoÁ^  da;  ^ 
qoa  <|uadi8a  jüA  oro,  joyas  <ó .  aiial<|ii¿0!ra  oiaroadii- 
ría  que  sa  .granjease,  le  ttiotan  dodaoioa  de  ii^  dé* 
cinta  tmft^  .y  qua  pudiese  ser  juei^  en  los  plditas 
da  h¿  ÉMtóadteia^  con  ;advarteücia'qtté  no  llegs:$e 
á  la  mina  de  Guinea  ni  4  iM  eonquistas  de  Porta- 
9»!^  jQíiín- 01011  lagttas^ 

S;  Haabaa  abtaaimpitalboi^iiesi  oonua  ouento  de 
iBaravadia:qua'sal6i  d¿S  prestado  por  lAiis^Dgel,  que 
na  quisa  rai^elnr  i  en. prendas  las  joyas  4e  la  mM^a, 
p«rti&;á>12  deMayo^dcgando  á  sus  b^oa  astadían- 
do  an'Oór^bayiaoacartss  para  todas  loareyaaque 
le  lúeiasen  teett  (>s6i^  y  coe  ^dea  pf^ra  que  en 
la  TÜla  da  Celasf  ^lesa  Jdes  caralislas,  eoa  que  eq- 
t^Mi  obligada  á  aervbr  á^la^  oalHHia.  Armó  otra  aa* 
ye»  que  llamó  @aata  Maiia;  la  segunda  se  dijo  Ca- 
pitiúsa^  en  que  ^  p^r  oaiátait  Martin  Alonso  Piar 
ten^  que  ayudaron  al  úeapaohe,  porque  eran  de  los 
máa  ricos  y  principales. 

4.  iPreyeidaa  laa  aatias.ooa  medio  ofiente  de  ma- 


I(^  qo»  ptuo  tMI"  OOtáTB  (MtrttffMrMriIII 
apitalamoneB  qtie  poittM^  laodtwra  ^«rte 

U  ocUTa  parte  d«  lo  (|m  nnRuft  d«  p( 
sooados  los  gaatotk  .Aabannuido  nowDta  li 
que  animó  el  padre  Cray  Jnao  Par»  da  I 
a  eoD  BQ  ejemplo, 'salió  al-afte  ds  492,  á  í 
ito,  idéAia  hora  áátas  da  salir  el  sol,  dia  ^  i 
que  hasta  eotóocee  amanado  á  )o8  atttipc 
Tienta,  TÍárn»,  día  M  qoe  OristD  murió  ] 
pí^nimoB  en  la  gimbia.  De  la  bana  da  Sal 
is{  M  llMia  «1  ríe  de  Palos,  dejaade  á  las 
Ls  la»  maree  Héroniés,  con.  quien  haee  des 
D  Fias-Ultra  de  bus  colamnaa,  arribó  i 
rías,  de  donde  bMíó  á  Í^  d«  SeptiMriire 
montos  para  un  alto: 

Después  de  haber  naregado  mathos-diaB, 
9  hallaban  deb^ode  la  tónidm  mioa,  los 
a,  tnípaaieotes  de  lo  que  pasaban  «>  tan  < 
9  cIíebr,  eomennreo  á  antrar  «n  desomflai 
alando  pfinaero  entre  dieoteiS' 7  después  u 
,  te  llegsroQ  6.  dedr  que  pAsftbe-diJ  pei'fia  ^ 
M  «D  temerídnd  et  pnSKr  Adelaati,  lo  que 

eobstanoia;  porque  Iban  tos  baétíÉienteB  á  1 
el  ttenipo  sedllatafcH^et  vÍeBl»«sotseai  si 
1  las  calmas,  la  tierra  ao  -parece,  al  pdigro 
t,'y  si  no  mit^mos  por  las  vídas^  quedarér 
scamio  del  mande  y  dé  nosotroa  misiaos 
las. 

A  todo  esto,  el  siQg«tav  sulrriaBiéDto  de  * 


ua  fSaé  ungular,  paes 

>aT    deseateodido,  á  i 

;^?r«cÍA,  y  A  tiKlos  coa 

io  4  deshon  sale  una 

r«lmj«a  por  el  Oríent 

otros  Bi«rru  tajadas, 

por  BB  poM  de  tiflDipi 

tierr«  verdadera  sígu 

dimm  tratabao  de  echn 

&or   fué  aervido  de  c 

aiMM  dicen  que  vieron 

aaoque  da  espino,  taé 

«Q  aquella  arca:  apan 

Tuta  por  ta  proa  emn 

uarmradu  de  renta  qui 

primero  deccubrieM  ti 

7.  Ud  día,  doB  hon 

^«ficubrió  el  almirant 

cmpitanea  y  aoldadoa, 

Tió  que  de  ana  parte  i 

tico  de  luB  espiritual 

A  aqueltu  nuñonei  qt 

MI  geotilidid,  el  síndé 

braaa  media  muerta  ei 

do  ea  la  noche  proTuní 

Uo4  bárbaro!,  clamaba  ■ 

dirioo,  que  por  medio  c 

enoeodieae  para  alumbí 

toe  ejglos  había  estado 


w  tierra/diez 'mil-  maravedís  de'rénfcáj'y:8iiiique 

un  nairinéffo;  iiataraljde  !Ije{)ity  «llaibédi^  JEodítígo 

iúe  Tmrmáoí  horas'  detpneade  ¡mediaí^oolM  tío 

qáe  lai;  alteicüas  tocabaival  ataanranto»! por  iuÉbar 

.sido  él  príider6:qae  vi^ia;li|z;  yfaBii  se  la  Manda- 
ron pagar  los'réyes^  y>  loa  oal^ró  todos  los -aBoa  en 
las  carBtoetiaa  de  fioitiUatiel  :tziarmeroi«  deseepera- 

'  da/  so  pasótá  África/  y  nuirid  renegador  tüale  pro- 
nóstico el  haber  renegadoiAl  primero*  i|ue  «atas 
tierras  vW.*  .     -•.  .  ^ 

9.  A  onOe  de  Ootat^re^Jaévea^aa  ivid  U  Icui  dos 

>  horas  dotes  de  la  laeáia  niiiolie^**yf*ent  saiattfoiéDdo 

iiod^s  ia  Vieron^  y  enhrlidiani^a  el  fistaodarta  nal 
y  los  demás  capitanes  saa  taadMafai  qab  por  dm- 
sa  Uevahan  una  drus  verde  coronada  y  por  friso 
Ids  nombres  de  loa.  católicos  reyad  (signifioáséo-k 

«esfielrapza  que!  tuvieron  de  poaér  á  los  piéa  da  Oria- 
to  crucificado  las  eoroüaa  de  ^a  reyes  de  éste- 

.  üue vo-Mundo  ootno  ellos  tetíianlaa^ayab).  Saltó 
el  almirante  con  sus  oompaSeros'  ¡Baüertii,  y  be- 
sándola una  y  obra  vea,  levantalidd  al  dalo,  los 
ojos  en  lágrimas  bañados,  le  dio  muchaa  gracias 
por  el  beneficio;  y  en  sefial  de  la  poaeaíon  que  to- 
maba en  su  nombre,  le  puso  á  aquélla  ptámera- isla 
San  Salvador,  y  lerantó  una  hermosa  orur,  que 

-fué  como  intimar  las  proTisiones  tñúméú  Ssprs- 
mo  Bayí  de;  cíelo  y  tierriál  infierno  todo^*  para  que 


10.  .DadaagTacia^^.se  kívaiiti^  eLpiínkafiU^  f 

todQ9  con  r^ftidaQ  i^l^iasi0.trtíaii  eo;  bra^i^B» 

en  se&al  ^lel  UíudCo  de  kan  f^pdejiazafia;  lUi|g<H 

al  piixitoy  OQu  k  ^elepoídad  y  palabrea  neoeeari^ 

topi|ó  la  p9s«8k)fii  eji  aoiiibreile  loaftey^  CatdUcMi 

ante  Bodrigo  4^  E^obar».  eaoRibaao  r^l:  i^3  Qa^t^ 

tellanos  le  juraron  obediencia  compra  yixi^Y  y.  8^^ 

beraadpr^  .^oqMX;(lttMin  repirei^oA^it^  la  pe^^sqna  rpal, 

pidiéndole. p€ir4on  de. lo§  df^gnajtoB  por  yn;  flaqa9E4 

cansados. que  le  habian.  dado  en  el  discurso  ¡d^  sh 

vlajer  llamábale  la  isla  Guaafiban,  j  de  quipcp  lo: 

guas  de  krgo,  qpe  de^pue»  fué  de  Ips  Incffyoa:  no* 

veci^ntas  y  cincuenta  l^uas  de  las  Can^ciaS;  Unna 

y  con  muchos  árboies^  ide  bu|epas  agpa^  y  o^ 

uaa  laguna  dulee  (W  medio^  poblada. da  muebag^: 

te^  que  luctgo  ll^adron  6  ver  los  caatoUiuio^^  y  vién^ 

dolos  el  almirante  tau  ^knmisQsy  amorosos,  los  re^ 

galo  oon  cfoeutas  de  vidrio  y  bonetes  ool^rado^,  que 

estimaron  en  mucho:  hizole  el  cacique  retorno  oo- 

sas  de  comida»  frutas  de  la  tí^rra  y  algún  o^o: 

embarcóse  liiago,  y  al  otro,  dia  sábado,  en,  una  en^. 

ramada  que  hicieron,  tomó  presión  po?  el  Papa 

el  I^.  Fr.  Jiuan  Pérez  de  Marciana,  franoiscano; 

dijo  misa,  y  puso  el  Santisimo  Sacramento,  que. 

todos  adoraron,  y  le  hicieron  salva,  y  fué  aquella 

la  primera  iglesia  da  las  Indias,  oomo  dice  el  R. 

P.  Fr.  ]>iogo  de  Cócdoha  on  la  Crónica  del  Perú, 


«n  U  pt^oa  i,  qna  <]it&  vmoa  iLaUieé  4m  pfnt 
á  Gtomara,  Enrique,  Sedalio,  Gomales,  Das*  {i 
e,  e.Syf:  11),  Plati  {de  Bono  aiat,Kb.  S,  e.  3) 
QoDEaga  '{4  f.  fbl.  ISdS),  y  á  Bnriqne  Wia 
aoadÍBD  equ^nod  diu  á  las  nares  los  incKoa  o 
algodón  y  atíhB  oosa«  oOmestíbles,  amqae  con  | 
os  «r«,  &1  resgate  de  las'ooBati  de  Buropa,  con  fa 
*tia  estínaéion'^  q«0  tos  'platos  quebrados  reoogi 
por  lo  ridriado.  '    ' 

11.  BetKwooiendo  el  almínnto  que  halña  otr 
islas,  salid  á  14  de  Octubre,  y  el  día  mgnien 
halló  una  de  siete  leguas,  que  ttanid  Santa  Mar 
de  la  GoncepoioD,  y  reoonocida  le  reolbíeroD  oc 
amor:  didles  de  lo  qoá  trata  y  pasó  adelante, 
halló  otra  de  didz  y  ocho  leguas,  á  quien  llamó  : 
FbrDandtna,  por  el  rey  D.  Fernando:  pasó  6.  oti 
ida  quele  llamó  la  Isabela;  y  en  S7  de  Ootubi 
descubrió  4  Cuba,  y  la  llamó'  Juana:  envió  qui« 
Is  descubriese,  y  hallaron  los  botdadoa  buen  agí 
sajo  y  ser  tierra  dilatada,  por  lo  onal  |azgaba  se 
tierra  firme:  y  sabiendo  de  los  indios  que  1a  is) 
doáde  se  co^a  el  oro  estaba  á  la  parte  del  austr 
de- la  punta  oriental  de  Cuba,  que  fué  registrando 
salió  en  busca  de  Ib  íbIr  del  oro,  y  encontró  dle 
leguas  antes  con  ana  que  llamó  la  Tortuga:  lleg< 
&  ella,  dónde  por  ser  dia  do  }a  CoDcepeion  &fl«( 
las  banderas  y  se  hizo  salva:  salió  i  tíerr^  "^ — 
brió  ser  mejor  y.  de  mas  longitud  y  gente 
razón  que  los  demás,  porque  el  cacique  y 


11 

eikivle,  7  hablénd<^0  dado  de  eomér  y  regalado,  lé 
hizo  retorno  con  un  cinto  de  oro,  máscaras  de  uro 
y  granos:  continuó  las  visitas  y  los  regalos:  peso* 
le  unos  borceguíes  á  Qucanagarí  (que  asi  se  lla- 
maba el  cacique) :  puso  pbr  nombre  á  la  isla  por 
toner  árboles  y  pescados  como  en  EspaBa,  la  Es* 
paSoIa;  y  viendo  que  de  esto  descubierto  podía 
dar  entera  satisfacción,  hace  nn  castillo  de  madera, 
trata  de  volver  á  Castilla,  y  deja  cuarenta  hom** 
brea  en  la  EspaBola. 

12»     Sale  del  puerto  de  la  Navidad,  que  asi 

llamó  al  puerto,  en  4  de  Enero  de  1493,  con  los 

indios,  y  pájaros  y  cosas  de  las  Indias,  y  después 

de  lai*go  viaje  habiendo  arribado  á  Portugal,  entró 

en  Palos  en  13  de  Marzo:  dio  aviso  á  los  reyes, 

que  se  hallaban  en  Barcelona,  donde  llegó  á  me* 

diado  Abril:  por  los  caminos  salia  la  gente  á  ver 

los  indios  y  los  pájaros,  nunca  en  EspaSa  vistos. 

Fué  reoebido  de  grande  acompaffamiento  de  caba- 

lieroB,  y^  sabida'  su  relación,  dieron  los  Reyes  Cató« 

lieos  gracias  á  Dios  con — Te  Deum  laudamus — 

postrados  en  tierra:  confirmáronle  los  pilvilegios  y 

diéronle  armas  en  28  de  Mayo,  y  á  su  hermano 

D.  Bartolomé  le  hicieron  adelantado:  salia  con  eV 

rey  llevándole  á  sd  lado:  el  cardenal  D.  Fr.  Pedro 

Qo&zalez  de  Mendoza  le  llevó  á  comer  á  su  casa: 

dieron  aviso  á  Su  Santidad  del  nuevo  desCubti* 

miento:  fué  gran  nueva  para  el  colegio  sacro  y  pa* 

Hi  eí  Papa  Alejando  VI;  y  de  consejo  de  los  car- 


austro  d^  Mayo  de  1493  atloa^  Mt  qoa  eoa  Imhk^ 
xifiGaa  c^áttsalas,  sdjadioó  lo  dottmbíonto  y  lo  do- 
pasque.  S9  ooBiiaistase  á  los  Beyos  CMóttoas  do 
GaetUla  y  X^mb^  y  i  todos  los  soeesoiM  ea  los 
reinos. 

IS.  Con  1«8  liólas  a|KWi6Ueas  quioduoii  los  ro- 
yos soo  legítimo  dMoeho,  y^cirdoiiaron  so  teotísa- 
sen  los  indios  que  estaban  ya  oi|t¡9qwBodw,  y  fos- 
fon  los  padrifüM  el  rey  y  ^  |pr|Mipo  9.  ^qan, 
ofreoisttdo  á  ^ios  Nuestro  S^B^r  estas  priwHMS 
do  la  gentílided  de  Ise  lodÚMU.  VoIvwhmi  i  de^ü- 
ohar  al  almírantOi  y  coa-  él  4  B!r.  Buii,  ffióle  be* 
nito  oatalaa^  coa  autoridad  apost^pa,  y  á  «txKM 
religiosos;  y  dándolos  froamentosi  en  pvrtíoalor 
la  reina  dio  uao  muy  rioo  do  su  eapíUa.   Bn  dios 
y  siete  navios  embaroados  mas  do  inil  hpmbcBS 
que  se  juntfuron  á  la  uov^d  de  la  ñ%aeM|  pro- 
veídos de  vituallas  y  munioion^i,  4K)o  aitíU^rSa»  se- 
millas, caballosi  yeguas,  Jierramioiitc^.  para  4as  ntt* 
ñas  y  moroad«rias  p^ra  tronar:  el  mismo  aito^  «Cer- 
cólos á  15  4e  Setiembre,  antes  ^ue  el  aol  aaliese, 
levantaron  velas  y  pslieron  do  Cádia  para  su  viaje: 
llegaron  á&  de  Oetubre  ¿'la;  Oomenii  donde  se 
proveyeron  de  oabrsa,  ovejas  y  vátui  puoscas  qos 
prooroaron  el  ganado  de  oarda  ^uo  hay  oa  las  In* 
diaft,  árboles  frutees  y  hortati^a:  y  oamiaaado  la 
parte;del,attsti;e  deseubrienm  1^  Poainiea^  é  Ma* 


n 

4ay  San  Martuii  lás^  Vivgenwi  y  Paérto-Rioo,  que 
le  poso  8a&  Jima|  y  á  27  de  Nofiesibre,  diiérM^ 
1m^  flurgiertai  en  el  pierio  de  NavMed,  seltó  ^a 
tieoNi  el  dia  siguieiite:  halló  por  relación;  de  Gea** 
canagari  la  mmrté  de  coatenta  eñéfianbAí  anos  da 
enfenáedad  y  otroa  que  ée  f aeren  á  la  tienradi^l 
oaoiqíie  Oatanabo^  y  fueron  |K)r  &  niuertos,y  otros 
qué  peMOieiton  ea  la  faersa  queásée  rqumnó,.  qds 
fueron  ainisoJqua  -habían  quedado  con  el  capitán 
Diego  de  Arana,  de  que  raeibió  -  peaat,  y  enferaaié; 
14.  Dasfiacbó  &  Alehao  de  Qíeda  la  tíei^ga  adeo> 
tro^'j  á  disayócho  legoM  dtodábrió  rioi  de  oro^ 
y  salió  eo  pensona  é  1^  Vega  Beai,  donde  en  oua-; 
tro  rioa  se  liaUanMi  granos  •  de  oro  fino:  v<dvi¿  :á 
despachar  pava  Castilla  á  Antonio  de  Torres^  y  fiié 
muy  buena  la  iwieir4.de  iae  imnaa.  Partió  á  ata-. 
cubrir  hioia  el  Poaiteitev  .y  deseubrió  i  Jamaica  y 
otros  cabed,  dejatde  pmr ,  ptesidente  6  su  herniano 
D.  Dieg^»  y  á  Pr.  BuU  per  consejero,  y  á  Pedro 
MargjaTite,  cabalan,  per  capitán  y  alcalde  mayor: 
desottbrió  4  r  Jamaica  y  a)  Jardín  de  la  R^ds  y 
otras  islas:  volvió  ¿  la  Si)paB<^:  turo  guerra  coa 
los  de  Libae:  si^tótos:  hizo  que  pagasen  tributo 
un  cascabel  llMo  de  oro  cada  tres  taeses,  y  el  r%y 
Mafíicab»  cada  m^i  media'  dalabliza:  puso  en  el 
tributo  de  oro  su  .  cuidado,  pai*MLéDdole  qae  con 
eso  aseguraba  su  conservación  en  la  -gta^áa  de  los 
reyMy.y..erael  Bsenor^fttoourtttt  la  ,coii?arsion  tde 

VBTASCftJHT.— Tomo  IL— S 


MvdMMMD  del^fívtagtfio:'  d«  aquí 
^didft  de  mDcKo»'  indioe,  que  «ntr 
lontsfl  de^roú  de  sAnbrar,  y  ea  s 
ítivos  ootí  raiofli;  de  Arbolea,  j  mu 
iiUhirs8:áti  bsotísDK, :  de  que  se 
MóDtwegn  (^:^,  awj  10,  fol  £i 
úenonrcade  Teiuto  iniUoDebdsg 
lft'7  tas  denlas  Ulas  'der.Baj'lftTei 
•qaienfBe . si^icMe  áapvqideE  Ja  1 
ilioar  loa  imñtetios  de  la'.&aatótj 
u  impertftQite;  ..■■■''    :-. 

ui  puerta»  y  -fiMa'de.  basti»Htos,iq 
ffr;  Bttil'qnB  sfr'leB  4ieBe¿  tos  eu' 
Se  hwUiaeBt«8i>8m{niareq  tu  disc 
Boomam^Des,  y:90M«  tei^  matorid 
ib«  tDtr«díelio'7'«n«CÍDn  de  las  .< 
/  TWakñóao'Á  emkarosrsa  eon  D.  ] 
«para  Obs^IIs;' dónde  desKoreditó 
aelj  y'  oodi«ioeot  y:  descdidadb  en 
9-1m  indiotTentóm'on  á-Jaao  de  Agí 
Tent^  ws  embarró  psra  Empalia:  < 
í'los'MyeB  y  ve.lr1<í  con  teroer  via 
Santa  Usti»,  U  Uargarlte,  Peitore 
it*9  ielNB,  y  velfúí  á  bi.'&Bpafio1a:  fi 
aeja8,-y  tés' Reyes  CatóKéos'enviar 
tsB^báidtila'iMr jtfMi  ^esqaMdor, 
ih-MuoB;  pamla-qnese  'oñ?*ciese 
le'iíeyesü-  u 

1'^iHÍ  Hsgó  Fraaoiss»  de  BoMil 


^16 

18.  Llegó  á  ttipAsk  Oólbti/y  en  I»,  ^pnéeaéí^ 
dt  Im  reyei  ftkeroo  teiitas  las  lágrinma  y  saHéttM, 
•qu»  en  gntft  roto^M  pudo  ptonvneiar  palabm.  IKó 
naott  del  celo  coii  qoe  hábia  (írooAdide  eo  mi  rMl 
•ervtdo;  y  «verígaiindo  la  verdad,  rnaadaroft  se  le 
tohiem  todo  io  Miifftioado  y  se  le  goaftfaaen^  mis 
l^riiñlagios;  y  volvió  et  alo  de  16§S  otm  Ve»  al 
¿esoabriiuiealo  andios  db  Nfo^ieabre,  aii  <}ae  4ea- 
€utefó;4'Batita  Marte,  la  Mai^garita  y  otaui  »te: 
llegó  eeftt  del  pottvto  tfe  KaviUud,  y  aabiendo  sa- 
lía kt  flota  paf*á  BspafSap  en.  ijue  iba  FraniwMo  de 
Bobadiffar  y  FmnebaD  Boldaoy  qna  era  á  quien 
per  aisakla  »habia  qwfrtdío  caattgw,  *  avia^  que  Aen- 
troMe  oche,  diaa  aaiwaeaba  una  ¿mu  tenaéu^  en 
la  íánr,  que  lu»  ealioffeu  tan  préeto;  y  itaeiéndo  po* 
00  eam  del  aviso  del  alAiranto^  ae  bieietoii  ala  ve- 
la, y  cenie  él  lo  pronoiíticó,  se  perdieron  todas  las 
naóSy  y  so 'ahogaron  Bobadilla  y  Roldan,  sus  ene- 
migoa  (que  también  tiene  Dios  jueces  quecaetígan 
«das  inlénetonotí);  y  salvóse  sola  ima  carabela  en 
que  iba  e^  resto  de  lo  q«é  hábtaa  quitado  al  atei- 
rante  y  á  -su  hermano.' 

19.  Ultímanioiite^  oa  esto  «uarto  viiúe,  dando 
vfelte  1^  algunas  de  las  ttercaj&  que  primero  ha- 
bía descubierto,  como  quien  se  despedía,  llegó  & 
BspaSa  para  dar  asiento  á  las  oqsas  dei  seevtcoi 
de  ñm  Majestad.  Bo  este  viaje;  estando  en  Janai- 
oa  ooa  falta  de  bastimentos  que  ho  «lueifiaa  lea  ia* 


lU 


17 

dioB  darlos^  conoció  que  aquella  noche  ar  salir  de 
la  luna  había  eclipse^  y  dijo  á  los  indios  que  la  lu- 
na estaba  enojada  porque  no  le  daban  lo  necesario, 
que  en  saliendo  se  lo  conocerían  en  el  rostro.    Sa- 
lió, y  empezó  el  eclipse:  juzgaron  verdad  lo  que 
les  había  dichoj  y  fueron  temerosos  á  que  le  roga- 
se que  se  desenojara,  que  ellos  acudirían:  lo  que 
duró  el  eclipse  estuvo  encerrado,  y  en  viendo  que 
era  hora,  salió  á  hacer  que  le  rogaba  se  le  quitase 
el  enojo,  y  fué  aclatiindb:  Con  qué  tuvo  ¿danto  qui- 
so de  vitualla  para  su  viaje.    Llegó  á  EspaBa:  fué 
ala  corte  de  ValIadoKd  bten  triste  pw  li  niúérte 
lie  IK  reina  qtte  to  favoreeiá;  y  ardnque  eiítró  i»lgtt- 
¿a»  pétf cíoAes,  m  le  tesf^dndierM^  ettfbrtiMi;  y  d 
20  de  Majfo,  día  de  W  Ascensión  dé  Ori^,  élaáo 
de  506,  nrarióeft  Vallaáolidc  Wándó  q^e  enniu 
ataúd  pusiesen  losgi^illos  qué'  te  pusieton:  Uevá- 
re»le  á  kn  cuevas  de  tos  cartujos  de'SevHla  á' 'en- 
terrar {fferr.f  Pee.  l^tih  ^i  cap.  1B)\  j  de  rili  pa- 
sarM 4o8  huesos  ¿la  ciudad  de  Santt) Dbmiago de 
la  Isla  EspaBola,  donde  testan  en  la  capilla  diarfor 
dé  la  igleria  catedr&l,  donde  esperan  la  t^seurrec- 
ciott  uní vetsat  de  ;la  carne. 


«    fc     '    ;  . »        .    •      '     •      '  " " 


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•  1 


.  .  I>el(Md«MabriinÍei>U»,delANii4*t-B*]Ntfa. 

20.  FrABoiacD  fieimandbiJ  de  Cdtdoba,' 0011 ' 
fiftifioB.  de  buep  porte  y  un  bfttod,  «alió  d«  C 
ooD  oleDfcey.diea' cbiBp^ero»;  ^a  S  d«  Abril 
.1507.  Da3Ciibrió^eB.4d9Mtir0«.e4  Oübo  de  C( 
«he,  que  le'Uaawroi}  :ftfli;  porque<  ainop  canoas 
indios  que  «alieroa  les  deeíaBi-^Coaesootoch: 
que  qiÜBre  deúír:, Andad  aoi  4  nueettafi  oawH:  a: 
que  Jos,  espaQoLes  ie  pq^ieron  el  Oíaa  Ckino,M¡ 
feo  4  tierm  oeu  eus  axmais,'}:  apopo-  treofaí  el 
oiq,ue  qoe  los  guiaba  einfietó  4  darveoe^,  y  Al 
roDrese^adfMtea  con  -ffsebas  y  dai^os-...  pelearon  I 
ospaBoles;  y  aunque  saliefioDrq^inee  Mridosi.l 
mataron  quince  indios  y  cogieron  doe  indios  vil- 
que después  se  bautizaron,  y  llamóse  el  uno  Mi 
ohor  y  el  otro  Julián:  nn  clérigo  que  llevabnn,  < 
Ínterin  de  In  refriegflT^hnBniJo  Alonso  OoDule 
de  UDA  ermita  que  tenían  donde  había  Ídolos,  eac 
una  arquilla  de  madera  con  unas  panetitlas  de  oi 


1» 

I  ptttjpatH,  trw  díMlMMi  y  ofcrM  pisiM 

I  4«  pMOftdos  y  otroa  «iiiiuile&  Y  BiUieroii 

L  ti  pnato,  alflgráodose  de  verlas  por  la  séBiil 

^¡mm  hallmn,  y  proiiguieodo  naregaruii  algunos 

dia»  y  d«uabrwroa  iL  C&mpeobt;  y  dejaodo  los 

I  á  osa  iflgiu  (le  tierra,  foaron  con  el  baroo 

i;  jr  ya  ({ue.taaiaD  las  pipts  llenaa,  vioierou 

k  iodioa  cacique*  y  pregnatAluu:  iCasti- 

lUaT    T  DO  loa  «ateodieroo  tos  aapaSulos  por  on- 

'  MOTÍdáioolos  4  que  fueran  ooo  elloi,  y 

do  «ohra  ariso,  por  excusar  otra  refriega,  ae 

;  PitilradM,  y  í  poco  tiwnpo  tuvieron 

a  qaa-les  obligó  A^vaiane  de  ana  ensanaJa. 

21.  Vieron  UD  paeblo,  y  necesitados  de  agua  sa- 

baroD  á  tierra  i  buscarla,  cuando  se  las  aparecie- 

roa  loa  de  Pootoohan  ó  Champoton,  escuadronea 

^aa  la*  praguntaban  de  dónde  venían;  y  pudiéndo- 

n  asbarear  por  temar  el  riesgo,  se  quedarotí  eo 

tiarrm,  y  al  anuuooor  dieron  sobre  los  españolo? 

eOB  tanta  fuena,  que  los   m¿s  salieron  heriduf- 

nataroo  «inouenta  y  cinco,  y  prendieron  dos  vÍvo9¡ 

y  a  no  M  embarcaran,  unos  &  nado  y  otroi  en  ol 

hi^,  perecieran  todos.    Kl  piloto,  por  remediar 

la  Md.  auo  ora  mocha,  paaó  á  la  Florida,  donde 

}0;  y 
I  quq 
ioruu 
9  do 
idios: 


i^ 


•20 

phú  6&KéV6tf  A  fóíi'é&i^Ua  f^Ms^,  :jr«n«r«  ellos 
el  piloto'  Anibb  dé  Alaminoa;  y  áL  aoldiUlo  «6t>(&, 
tjúé  erk  él  qué  bolamente  fanblft  qadduAé  fchi  herida 
en  Por.l<i^BfiD^Heia  Hévkrdta  Vitro«  Bébiérim  ag^u, 
y  pasárou  u  laHabsira,  que  éé  Ibimáfba  Patrio  de 
Carenas;  dé  Sondé  dieiróh  «iviéó>4  dM  Diego  Vé- 
la2qne¿  de  lo  desoübieifto;  y  FmUi^iMc)  He¥WaideK 
¿e  fué  por  tierm  á  la  villa  dé  Snneti  8j^itfWi!»íy  dúü' 
de  iénm  sü  endbmiénda,  y  fi  peéois  éiad^  uíurió  4e 
las  liétidns;  (^ué,  asaque  dejó  au  nombre  bsorito  en 
los  anales  dé  Ikfatná;  perdióla  vida  y  aeabó  faea  la 
inuért»!  Báütltaitori  los  dóft  indioe  Méloker  y  Jiariütii, 
que  van  hrriba  toétiéfoiñrftdoe.         *  ' 


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!■  ^Ti 


OAfBVIO  IIL 


SS.  No  Mffá  (kera  dé  prbpMto  loowr,  uiDqtte  lié 
pMé|  m%«i  dé  léB  détettbrioiiMtéé  dé  1m  ladiéé,  ó 
pUB  ^oé  M  té  éohé  üCéOé  él  éorioio,  ó  ftum  qpkt 
«é  éBiiéédé  él  óvdéQ  dé  léé  tiéüpot  één  qUé  éé  aob* 
m  «Qér  ha  Mrruéiéééé.  KléSo  dé  601  dééééMÓ 
•loii  Griil6M  Coleé  i  PértéTélé,  y  él  «lé  &10  lo  po: 
Uaimi  Ido  éépélolés,  daÉpvoé  dé  fandado  él  Danéo^ 
lét  UaMTOé  SooU  MtrU  la  Antígoa*  Bl  aBo  do 
J»1S»  per  él  IM8  dé  Séptiéaibré,  déaouhríó  Vaaou 
N6lM  dé  Balkoa  la  tierra  del  mar  del  Sur,  hé.sta 
ii^l»  4  la  Mar.  El  aBo  do  616  déaeobrió  él  nodo 
ia  Piala  Joaa  Diaa  dé  Séliiy  do  qoé  toto  qu^aa  ol 
rtj  dé  P^fta^fat»  y  lo  hmo6  para  oaatigarlé.  Bl  alo 
da  616.  ol  Kééooiado  Baploolay  tonloolo  do  Podro 
Ariaa»  foadó  laéiwtad  dé  PaMOftá,  pMrko  del  aür 
M  Sor  y  gargaata  doailé  ha  paaado  la  ríqMéa  dal 
Ptai^  qoé  él  aBo  dé  6B2  éonquialó  don  Franoiaoo 
Piaufé*  ttftio  dé  51»  doéé«M4  Héraaado  do 


22 

Magallanes  el  Estrecho»  y  dio  vista  al  reino  de 
Chile;  historias  que,  por  no  ser  de  este  lagar,  paso 
á  lo  que  es  más  del  asunto  de  mi  historia. 

23.  Viendo,  pues^  Diego  Velazquez,  gobernadui 
de  Cuba,  la  relación  de  Francisco  Hernández,  or 
denó  enviar  una  armada  con  los  dos  navios  que 
habían  ido,  y  otroiá  dor  qtie  >eompró,  y  dispuso  lo 
necesario.  SeBaló  á  Juan  de  Grijalva,  deudo  suyo, 
por  cabo,  y  capitán,  y  por  capitanea  de^  los  otro> 
tres  navios  á  Pedro  de  Alvarado,  Francisco  de 
Montejo  y  Alonso  de  Avila,  quo  tenian  enconaien- 
das/ con- ios  indios 'bautizad<>s  (\M  stírviesen  de  in- 
térpretes; y  por  capellán  al  padre  fra;^  JFoao  Díaz, 
y  por  piH)toa'Anít<in  de  Alaminos,  CaAiiMih^  y^  JUati 
Alvarez  el  maiiquiU0,''><Km  'dos<oie)atos  y*  ciiaTentn 
hombres; Sé bioieroif á la vtsin  á 5d^ AbrildéBlS: 
pasaron-por  el  piQorio'de'M^taiissas,'  d^nde  áe  pro- 
veyeron de  mis  dar  he,  y  .6  los  oche  días  llegaron 
áCosumél,  dood^  habla  estado  Fmncfisco  Hernán 
des;i  y  habiéndose  ausentado  los  htdids,  fi»  en- 
vió 4  llamar  Grijalvaioón^uA»  india  de  Jamaica  qu» 
halló,  y  no 'quisieron  venir;  y  pasaron,  lleván- 
dose la  índtn,quq  pidió  la  llevasen,  porque  faabin 
dos  aSlos  qiiie  la  tenian  como  cautiva.    Pasaron  á 
Chatnpontony  donde,  'potloÍ3U<:íed{db  el  aflo  átite^. 
saHeroU'  cotí  ni^is  prevencioh;  Tuvieron  batalla  con 
Ids  indios]  morieron  tres  soldados^  y  salieron  sesen- 
ta herídoá:  á  Grtjalva  le  dieron  tres  flechazos  y  te 
quebmren  los  dienítes,  ^  ^:  fin  venfoteroW  los  lespa- 


S8 

• 

fíoles;  Huyeron  lo?  indios,  j  quedaran  tres  presos, 
que  eran  principales.  Entraron  ea  rt  pueblo,  donde 
no  hallaron  hacienda  ni  persona.  Hiso  el  capitana 
los  tres  prisioneros  baen  pasaje,  á  que  se  mostra- 
ron agradecidos;  y  dándoles  algunas  cuentas,  los 
soltó.  Mandóles  llamasen  de  paz  aloadique;  y  vien- 
do que  no  volvían^  á  los  tres  dias  se  hideron  á  la 
vela,  j  encontraron  con  una  boca  como  de  rio,  que 
era  una  islets  qtie  pattia  términos^  con  la  tierras,  y 
asi  le  llamsiroii  Boea  de  Términos,  donde  mataron 
diez  yenades  j*  muchos  oonejos,  y  hondeada  se  em-' 
barearon  para  INMiieqte* 

24.  Navegando*  costa  á  *  oostfi,  con  cuidado  "de 
noche  por  Uis  báJQS,  i  los  tresdias^dieron  en  el ^ib 
de  Tabasbo,  llamada  asi  fiqubUa  provincia,  porque 
Tabaaoo:  se  llamaba  'Ol:  cacique  prindpal,  que^hoy 
se  Ifauna  rio  de  Orijalva^  su  primer  descubrider. 
Vieroa  gente  de  guerra,  y. en  una  punta  d^pa)me- 
ras,  inedia^  legua  del  pueblo,  d^enibarcaroo,  adon- 
de vieron  unOs  cincuenta  tndioe  armados.  Llamó** 
rontos'de  pass  cbn  los  indios  Melohoír  y  Julián/ 
mostrándoles  cuentas  aáulesv  yi  llegaron  «aunque 
con  temor,  porque  decian  que  ya 'sabían  cómo  en 
Pontoehan  habkn- •  muerto  más  de  dueíentos;  y 
quitándoles  el  temor  cotí  dádivas -y  abraisos^  les 
pidieron- bastimento  qué  trocar,  y  ique  avisasen  á 
8u  cacique  viniese  sin  recelo:  y  dentro  de^pbco 
tiempo  trajeron' péscadb  asado,  gaUinas,  fhxtuy 
pan  de  mais,^  y  puestas  epas  estere»  ^  él  sutftei  y. 


«üMriQMiiaa  «abte  tíÜM,  .oftjéoiefosl  «aaa  jtt^belM  át 
oro  4fi  l^tma  <!•  lagarta  y^pttiilb9|  iuítlA.vidor  de 
4oMÍettto6  peeod:  jw  1m  retomó  qod  cbooUt^  y  al 
pvttko  M  embarearoiiy  por  aer  irayosfak  aou  temor 
do  Norte,  .      .      , 

2b.  Bigvdmdo  ol  i^^o»  {mmmb  i  lo  viste^  par 
loe.AgMlalboa  y  ol.  rio  do  SaiK  Afitoii> 4ÍTÍaiuoii 
iittaa  altea  MorrMy  qlio  Uamoimí  do  fitm*  Kartuí 
por  Uomarto  Hariiri  ol  quo  primoto  lois  dteoobríé. 
Ll^^troii  al  gran  rió  dé  Pa|>al^tetty  yiAAtu&áo 
fio  ofifcró  por  éki  baate  «nribatiooooiitié  aa»  iod»6 
pescadores  de  TlacoUalpain>.()tió  laíflioroii  peaoado: 
loa  tíñú  oaviae  osftovaroii  ofl  U  Iratea^  j^.  Ifciibáto  de 
Ahtaradoi 'desden  antóooos.  £t  caplten.  14  rof  raddió 
por  haboffio  ádetf ntiidof .  |>ásaroti  o^  ifio»<jdoa4o  vio- 
roa  uadios  oao  ba«deras,  y  {ior  jateioattsa^lo  paaie^ 
roníAl  "rio  db  Banderas.  Hktiorob  soBaa»  Uaamlday 
porque  MotoeiUizuma^  ^ue  tevo  üotíoiii  do  loa  del 
afto  pasado  y  é^  las  .oDOotos  verdes^  loa  tnaodó 
tfooaéen  por  mo  aquettas  cooiktos^  y  fué  aoordada 
faoseii  veiatioiiiitro  aoidadoa  ooa  ErwcisooMoate- 
jo^  ooA  esoopetaJB  y  baUtetea,  y  afiaasoa  A  orao  da 
paa  ó  i^evra^^  y  hallairott  króa  eaoiquoo  y  un  gober- 
nador»  q^eitenm  i,  la  sombra?  da  luiort  arbolea  ge- 
Uittaa  4o  lá  tierra,  firote  de  piftM»  anaíiiie^os  ;y  otras 
de  la  tíorfa)  y  por  aoSaa*  ofmoiótidoloi  loa:  bioioroQ 
sonteri  Aimado  el  caffitei^  asiHoroa:  todoa^y  roco- 
nooiaado  loa  íadíoa  al  eapitfta^  lo-  híaíaffM  oarioias 
y/firiaton  ioayondo  oro  pata  olirr^soajbaí  44  k)  qoe 


jt 


f  íM  W'Méirott  m᧠ ú%  i|«liMt  fioil  ^üm 

d«  M  flHJMted,  y  dMpOM  dé  MÍ9  dlti  M 

y  M  iadb  M  Alé  ooB  los  MpalolM, 
otíndo  M  llamó  FrwMitoo.  De  aIK  á  trti 
mi&nm  om  kla  qM,  por  lo  qnt  ptteeia,  lo 
ik  Bluoo)  7  á  logM  y  media  salte- 
«aa  ala  Miyor,  ^ao  porqao  vlenm  on  ama 
on^M  iadioa  •oamrMIoadotf^  pasSoroa 
Oawltiioi,  y  hoy  m  pudiera  Haaiar  arf, 
aa  olla  la¥o  Lorooio  Jáoooio  ol  aflo  doéM 
óala  piMoaovas  eopalolos»  éatre  otloo 
faUloo  ftaaoiaooi  y  oferoa-laatoa  do  8aato 
Haarfagny  §mi  Agoatto  y  k  Oompafk,  eoa  oaeo 
aliHipa,  y  aiaat»  "foioto  aograo  y  nalatoo,  doado 
al  aÉhado  Stáo  Mayo  iMota  ol^láaoo  80,  qaoiVio- 
aoa^Mo  díaii  parooloodo  ilo  iiaaibro. 

M.  Da  illl>  por  aMtyor  éeguifdad,  oargioroa  oa 
la  Ma  da  Saa  Joan  da  UMa,  que  por  babor  llaga- 
da Aa  do  0aa  Jaaa  Baattata  y  HaoHtrso  GríjalTa 
Jaaa»  y  poiqao  oyoroa  déolr  oor  ol  ooBor  do  aM  ol 

ilkaa,  lo  poiioroa  oslo  nombra.  AUi 
lodiaa,OQ  qao  oo  raooataroa  algaaao 
joyaalaoi  y  doopacharon  oa  ri  aaflo  llaaiado  8aa 

ftdro  do  Alfarado  pata  Oaba,  daado 
í  aaaodido,  ooalo  ol  o«o  qaa  oa  kabk 
a  loa  oalbraioo  (qao  orna  ya  dioa  loo 
MOito  do  laa  borldao).  Oada  oaal  oo» 
oriMdia^oo  la  paiaéld  ootPiaateaÉo,  qaadAadoao 


SB 


l^^ifte  ,<íon/mt»í^Wiáfi  poUár,  lo  cmalf  anqiie 
Qryailyi^  lo  de^wba,  los  demás»-  mblonáo  qoé  er 
ÜWTA  fírniG  y  las. mochas  ciadadot  (|ao.lMbit,fu^ 
roxk  de  etico  ¿.Irado  pim^r. 
.  97,  Pq  e$to  tíemp^,  Dtfgo  Velaaques,  ouidadu^ 
8P  de  lpB<  Sttoeeof  do  ia  uroiáda»  vi^nd^  q«e  lardAfai 
lÍMpafibá  <9R  ttea^arab^IaápristáiM)  d^OKllí-qoecen 
fiB  l(i9mperal  tqIfIó.  4.  firríbar  &  Cuba^pu^odo  Uegi^P^ 
dro  de^^v^r^dQ»  da<reUcioQ  de  lo  enoedido  y  iieticU 
d%la  TV)ii«9a  con  la  4ue  lleva  ,por  te$%o.  Alhevoté^ 
sede  alegría  Ii^  i^hi  diecongraoiafiáDiofl;  yaguoi 
eaSM»  y  no  bapíeA.siqp  dado  KbiMea  4  AJwadu. 
b4elé94ale:9K9g!Ants^.  ^í,p9Ato  deepaidid  á  Casti 
Uia  áfBeoito  ^j^^rt^i^a,  bu  oape^n^  ooa  c«rtM  ptm 
dor>  Junp  {Ipdrigpt^^o  iFoAMQa,¡i>bU(ip  de  Bfii|Oft. 
gobernador  de  Btfpafla^i^yi  paca  eA...liceiiOiadQ- Laia 
Zl^pej^  y  fjl  fiepfeta^rio  Lope  CtOoebiljyQti;  oaviándo- 
iQsjQyoekaa,  4e  prp  y  i!eía)oÍ9B  .de  lo  deaoulMttfto, 
pidiefidQ  Uce.¿QÍai  par^k  pobbur  1«  4eS00(bíert0|  jr>es* 
oatwr»:  y  tUaJp^  dei  adelAotlul^  de,  Qi»bar  d¡|tigeD0ÍBs 
que  hiziQ.  perquie  otro,  m  le  gtiivMra'  les  Tolbrioiafl, 
aUgaqdOile  bebiaaoatadP,eldepQQbFÍ«¡OQto  mvidÉA 

QantidAd.deipe$ee..    *    

^  :2i$.  SaJi^  Olrijalm  dOiJ3atf.  Juan  despoes  que 

ddsp«ichó  eí  .De-^io,  leoateaiidQ  lAjref  dosoobiit  tier- 

raa  iiuevn,3«  Piviearon,  las.  atierras  de  Tuxpa;  Uega* 

+  roa  fi(l,;i;io  ¡de.  P&qqoe>.ídonde  selrarpiirdii^'y  aeia 

«uMM'.deápdioii.y^  qw^erpa  Uejirar,  el  qaTÍo\iaáa 


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47 

(>eqitcBb  db  AhMib  de  ÁvlUí^  qW  .eilitot&ílÍEi^lieff- 
ra  ofátf'iMñMuitf*  BiefeiuliéA)iiA6j  jfnérdmé-wti  péfi- 
dida  de  alguno»  muertos  Jes  indios^  B¿  alA,  póif  las 
conrieutesy  vítar^u  ooa^detenniBácíbii'Jde  voHrer  á 
Cuba,  y  á  pocos  kiias  dieiiM  en  €ha|ixacu¿loQ!  pa- 
saron ni  fio  de  Teualái  qne  Itfuiiáfon^  San  Antoi, 
por  dafiearena  á^  ua  navio  i|tte  hacia  agua;  de  allí 
ssguiv»s«i  derrota.  Vtnieron'^e  ToaaNi^  ^oe  e$Cá  ima 
leguay  los  iodioB  (esiaode  adereflando  el  návéo);tld- 
2ol!Bs  41  oapiiaú  algunos  baiagos;  trajeron  algunas 
Joyuelas»  qUe:i98oataron,'iy«JUBm  haolinélafl  que, 
pénáandó  loé ^speificdes  ser  de  ot'o  bajoy  ártóda  di- 
HguMÍa^eu  tres  días  resoataron  más  depeiseientau}, 
porque  Uegó  á  Ouaaáoualoó  y  &  los  domie  pullos  ia 
notida:  solé  un  marinero^  de  seoretq,  habí»  vemuh 
tado  siete;  y  sabido  por  el  oa^itai^,  mandó  que^lap 
diese»  peía  isaoar  el  quinto.  Alli  fiíé- donde  Barto- 
lomé Pardo/ u¡l>oIdadOy  halló:  qn  una  evmitá  de  Ído- 
los de  diVemsUgoraSy  y  en  tiqa  arquilla  diademas 
y  collares  dé  Ídolos^  euchUlos  :de  pedemsten^una 
cima  de  una  sierra.  Vino  ni  capitán,  y  dióle  el  in- 
cienso y  los  Ídolos,  y  ocultó  el  oro,  que  seria  bas- 
ta ochenta  pesos  de  ynlor.  No  lo  supo  ocultar,  y  se 
lo  mandó  el  capitán  enteegar^  3rTogaron  por  él  que 
sacado  el  quinto  se  le  quedase.    Allí  sembró  Ber- 
nal  Díaz  del  Castillo  unas  pepitas  de  naranja  en 
un  adoratorio,  donde  se  fuera  &  dormir  por  los  mos- 
quitos. Cuidaron  los  indios  de  los  árboles,  que  des- 
pués dice  gozó  de  las  naranjas,  después  de  conquis- 


e  alzará  coo  la  armada,  que  ea  g 
sas.  Dljose  que  le  habi&o  pag 
,  aunqoe  no  valieron  loa  diligem 
»s  de  Diego  Velazqaez  haoUn  p 
ÍDteDOiOD  por  eutóncee. 
3e  la  partida;  dióse  Cortés  toda ' 
is  amigos,  y  ya  díspaesto  todo, 
le  Diego  Veiazquez  con  el  secn 
y  otros  amigos  qae  le  acompaflat 
aioa.  ffizose  &  la  vela  para  la  'i 
)gó  á  poeos  días;  saoó  tas-bande 
lie  faabis  hetjho  oon  las  armas  rea 
&da  pitrtfl,  y  un  nStalo'en  lalin  f 
B  la  aatittt  d^Ü,  que  «m  «lia  v 
ároBse  i^  don  Aloñto'£UriianG 
rimo  dial  conde  dift  MedelKD,Oi 
il,  «Iguaoil' Oíaydr,' Podro  d«  AI' 
I  hermanos,  Oonznló  Jorge,  y  Jn 
)lid ,  Alonad  de  Avila  y  otrOs  v 
a  valor:  ordend  que  losque  qnÍR 
leraíi  &  lá  HabaM,  y  qa¿  M  \\t\ 

por  iSerra.  Bstaodri  dÉ  esto.  Ué 
n  UD  na<tie  cargad»  de  indinos 

de !  la  Habana  &  vtfnd'ertos  ú  I 
pM'el>iiaVf4''y  todo  ¿I  bastimeot 
Mmp'aSfa,  'ood  que  fuerza  dhce  1 

qiA  aalió  tíortée  dé  Cuba,  un  Viej 
eftrtüs  ana  ]>8ifetit48,deud4i9d«l)ia{ 


SI 

▼«luqvMy  le  tomrcá  i  mal  qoé  d%ÍMt  A  Cortés 
poraipiUOy  y  aconsejaros  que  fuese  Vasco  por 
Cako;  y  al  ponto  despachó  á  Fraoctseo  Verdugo, 
ra  oaBado,  alcalde  mayor  de  la  Trioidad,  proTision 
para  qne  detovieee  á  Cortés  j  le  notiflcaae  no  era 
ya  capitán  ñoo  Porcalle:  sabido  por  Cortés,  por 
carta  de  on  padre  mercenario  que  dtó  aviso  de  ello 
i  FV.  Bartolomé  de  Olmedo,  disposo  á  sus  amigos 
y  eaballeros;  y  Diego  de  Ordaa,  á  quien  haUa  es- 
crito Diego  Velasqoes,  foé  el  primero  qoe  disua- 
di6  á  Francisoo  Verdugo  qoe  pusiese  en  ejecución 
d  mandato,  porque  todos  estaban  de  parte  de  Cor- 
tés, con  taota  ftnemí,  qoe  perderían  las  vidas,  por- 
qoe  ss  babia  mostrado  para  ooo  todos  liberal,  pues 
lee  aviaba,  y  A  Alonso  Hemandes  Portocarrero  le 
babia  comprado  oaa  yegua,  y  Joan  Velasqoes  de 
Lsoa  era  de  so  parte:  el  mensajero  qoe  llevé  la 
provisioo,  llamado  Pedro  Laso,  se  quedó  ooa  Cor- 
té^ y  diese  respoesta  al  gobernador  Diego  Velas- 
qoes cooio  no  eonrenia,  y  del  alboroto  qoe  causa- 
ria  la  novedad:  Cortés  cod  palabras  corteses  escri- 
híé.  De  alK  salió  la  armada  pata  la  Habana,  para 
proveer  de  matalotaje  bastante:  despacbó  &  la  ban- 
da del  Norte  i  Joan  de  Escalante  en  un  navio 
para  que  se  juntasen  en  la  Habana;  y  aunque  Ito- 
garoB  los  navios  y  los  caballos,  la  Capitana,  donde 
estaba  Cortés,  tardaba;  y  en  este  tiempo,  juzgán- 
dola perdida,  Diego  de  Ordas  trataba  de  avisar 
para  qoe  le  bicieran  capitán  A  los  cinco  días  de  la 


h&ja  mar ,7  para  salir  algaroD  en  el  batel  descargái 
doloi,^  lu^o  que  salió  d^l  bajo  la  yolvieroD  á  ca 
gait  Sp]\6  en  tierra  Qortés  con  alegría  Í9  todo 
fué  apoÁeuuttlo  en  cfisa,  de  Pedro  Barba,  teníeol 
de  aquella  villa:  ^oÓ  todos  sus  estaB^artea  en  a 
l^sftdii:  n^ot^ódar  prQgooe»;  «ligio  iqfuestr^i^ 
J.aaa  de  Guzman,  camftreFo,  fy  Kodrígo  R^ige 
ma^ordenao  á  Juan  de  paseros:  empezó  ¿  tratara 
como  señor:  filU  se  le  jujataroa  otroa  cabaUwoa  h 
dalgps,  cbm4  Francisco  d^  Mon^j^o,  que  deepuc 
de  ;giW{idQ.  3Ié:ücio  fué  adeUptado  y  gobernado 
4o  YucataDi  Diego  <l4  Suto,  qifé  fi^^  ep  Méxic 
W  majTordiOmoi  msjyori  y,  9(1:911  pmchos.  De  allí  aa 
.!i4  otrp,.Juaa  Codeñe,  Fbcío,  qi^^  Il^vó  qqa.^egu 
|¡a&j.i&a,q)ie,pari^  eQ,el,  ofirlo,  y.w\  oogro  qae  lU 
QÓ'de  'V)ritelas,4  los  indio^r . 

^3.  Eit^pd,9  eú  la  I^f,4iui  <><>Ó  ^da>  ostafi  pre 
Tejf^ci^DOSj  viu^  ¡de  pf^rte  de  Diego.  y;e^qaez  otr 
proyisi$p.á  ]^^i^ro,B^;^baparague  de^qviese  á^Coi 
(és,,7  trujo  Fr^iioísco  ^é  Qiffxiias  c^tas  á  Pí^i 
Ye^jipej^  d^  M9Pl  y  ^  ^i^  da.  Qf4*fi  V^  en 
sjQ  may^r^fiifiQ, .  pai^,  que  ejecutase  1^  Órdejí;  7  s 
f^t  la  Trinidad  .  §9 ,  disimaló  y  se^  la  rfisp^ndió,  ei 
la  H^ba^^  no  se  hiizn  caso,  porque  al  puoto  qw 
^?a  Cortés  noticia,  despacbd  á  Pedio  de  Airara 
do  al  cabo  de  San  Anton^  con  orden  ^Qe  todos  lie 
^isen  &  Cozpmel,  donde  8oJ|iaria  a|arde  de  los  ul 
dados  y  muestra  de  la  geot?:  e0<;^bió  i  Diego,  Ve 


y  de  Bu  MajevU^^  qui^  |4  otro  <}ia  w  t^i%  ái  U 

veli\»  y  qpe  saria  muy  su  servidor  4oik}|9  quiera* 

Pedro.  Parbí^  escribió  qiie  po  pe  atrevió  A  Jtes^ 

de  ppue^  en  qjecQcioq  el  manilato,  porque  teda  la 

amm^^  lo  Qoutradeoia,   Y  asi,  en»  10  de  Febrero 

de  Sl^^-si^^eroa  á.la  ve^,  y  fiigjaij^ro.n  .6  Gp^^umel 

la  deiTot^;  qo  balkiido  eo  .el  ceba  4e  3w  'Aatop  ¿ 

Pedrp  d^e  A|y{^r«^dp,  foael  navio-  pasfiS  adejantey 

le  ha)Vi  (iff  Co^ttiDi^ly  q.ae  h%}Ao.  Uftg^^o  tres  4Í94 

ánte^;  tnaudó  poner  en  prisión  al  piloto  Camtobo» 

y  eabie^da  que  babian   lo^.  indios  d^i^igiparfi^o 

el  pu^blp,  ^nj^  Peijro  daAAvarAío.y  les  towíi  g»f 

lliaaa  y  ptra^  cqaas,!  y.  unf^  in4ia  que,  bailó  re^íMüi 

peai^  y  reprendió  ¿  ^.Iv^ra^o,  dioieada?  qoe  e| 

conqpi^r  \$fi  jsilwap  ^q  egr^  quit^edoleí»  SP  ;lia«wnr 

da.   £oY^  4  U  india  oon  algf^nas  .cuentas  &  qUé 

llaQiase  .6. los  indios»  y  venic^p  el;  captque  oo»  alga? 

DOS,  Ijop  T9fS^6  é  biao  que  se  pagasen  las  gfilliiíasy 

con  lo  cual  tpd/^  viaiefQn,  y  andaban  ont^f^  los  es^ 

pafloU^  muy  oootentoil.    Ooiv^sta  com^wapia^ 

tuvo  n/i^tÍQMI  de  i^tnoa.f^fCiqpes  qpe  qonieiDiaban  en 

Cotoche,  que  babia  algunos  espafioles  cautivo^,  y 

al  p^nte  Iw.rogó  P$8m«a  1M: ^ifat^Ro Jegui^  d<9:lTa- 

y^  ^n  ^v»  C9ff ofu;  ^p  un  papol:  en  ^e  \^  qvi^at 

ba  viniASí^n,  y  ^rescato,  paw  qua  los  trujeseq:  díó 

orden  4  IKoga.dA  Ordaa  qu^  fuese  4  la  Punta  4. 

e^rar.  la  respui^sta  desloa  ea^quea  que.  iti»Q  4  1a 

diligenofa-  .:  ¿•..•.■i  .  -•  '^    ••         '•..■- 


84 

M.  A  tos  urea  diat  d«  ItegadM,'  eií  'iftté  ébse 
Barón  M  oainino  y  tomaron  refVeaoo,  bizo  ais 
de  1m  sold8<ki8,  y  halló  quinientos  y  ocho,  y-cie 
y  nneve  pilotos  y  marineros:  de  ellos  eran  treiot 
«Q  bfttlasteroa  y  tréoe  déeai^ipeta,  coiídíez  y  f 
yegoas  y  ¡cabáltos,  bnatro  falcobetea,  mocha  pól 
irn  y  balas.  Maiid4  á  Jaan  de  Meza,  artülero  t 
yot,  B0  li«[^MeD,  y  á  Pedro  de  áuviim  y  Jt 
Bdnitez  «derviur  taa  batlentas,'  poniendo  en  U 
la  TigiMncia  ileceBaña;  y  tiomo  Diego  de  Ord 
qué  habia  ido  per  loaéspaSole!*,  rfao  siti  ellos,  t 
tánm  de  prédicariea  á  loa  indios  por  medio  de  tá 
ctetrillo,  y'íaa.ttáé'Q&tiés,  viéndolos  con  algt 
detooion,  de  tfderesar  con  cfal'nu  altar  muy  li 
irio/de  donde  quitólos ideíes  y  los  tricé  p«dxz 
y  ett  8a  logar  poso  una  cra^  y  nna  imagen  de 
Vtrgen,  y -ordena  á  tos  oaci^ues  la  toTieran  ( 
reTerencia,  d&ndoleU '£  entender  la  "rediancibn  q 
«n  la  OoB  se  halÑa  obrado.y  quUo  era  la  Vfrgí 
por  medio  del  intérprete:  hteiéroni»  hie^  á  la ' 
la,  y  atiD  quiso  Ir  á  Ohampoten  A  castigar  á  1 
indios;  el  plUíto^'ftaé  de  pareiiier^ w  fnéseU  á  1 
basco.  ^'  _■  ■■',■'■      ■  i'  ■ 

35.'  En  eete  tiempo  iQtkUó  OerSnimó  de  Ag 
lar  el  papel  iiue  loa  de  Oozumel  lleVaron  á  Co 
éite:  BD  amo  retiibid'  el  rescate  ydi^o  por  lí)» 
ftié  ÍBégo  á  bbSoar  á  M  compaHero  6feli:tálo  Gu< 
Fero,  que  no  ^aiao  wnir  con  él,  póilqae  d^o  (]' 
tenia  las  orcgaa  horadadas  y  rayada  la  cara,  y  : 


u 

t 

sado/eon  hijon,  y  efa  Mpitan  d«  gixeitai  eüiM'lde 
indios,  y  había  dádole  gaerra  á  Fraooisoo  Heriiiiiv 
des;  y  ^dnqoe  lé  povo  delante  la  salvamon*  del  al- 
ma j  el  $er  oristíaoo^  no  ^udo  moverle;  aif ,'  eé 
vino  á  la  Piíota/y  dónde,  como  no  vido  elnáviiqva 
le  dijofon  le  esperaba^  á  toda  diligencia  biKic((  cá'* 
noa,  y  pagóle  Dtoe  la  diligénoia>  en  qae'^tardd  do 
ver  8i' pedia  traer  á  so  oompaBero,  porque  á  pooas 
legues  dieron  tocos,  y  al  eco  do  oHas  vid  Otirtée 
qao  el  navip  do  Juan  do  Bscalante  donde- ▼onlA>  el 
caeabe  y  lo  deinás  arribatta:  sopo  que  se  iba  4  pl^ 
qoe^  y  TolvioroD  ^todos,  oomo  ái  las  dios,  á  artibat 
á  Oosonelc  sacaron»  k  toda  priesa  la  carga  y  so  ptt<* 
sieron  á  soeof  ror  al  navior  foé  á  vor  la  imagen,  y 
hallóla  con  decencia,  barrida  y  regada  la  ermita; 
de  qeo  so  alegró,  cuando  ya  tardo  llega  la  canoa 
do  lii  poeta  de  Gotocbo,  máode^  Oortés  á  Aadr4s 
de  Tapia  la  reconozca,  y  aunque  los  iedib»  do  elta' 
do  temor  no  quelrian  desembarcar,  los  animó  Agoi- 
lar:  peestm  en  tierra  empesó  á  decir  con  tomuza 
al  ver  los  espaffolos?:«Dios^^Saati^  María,  Seífilla;» 
y  los  fttó  á  abrnsat;  y  ál  punto*  faé  avisado  Cor^s 
que  lo  salió  á  reeibirr  prfgnntaban  todos  por  (\  ee^ 
paSol,  que  ooMúada  se  diferenciaba  de  ios-iédioa 
por  estar  prieto  y  trasquilador  preguntado  por  Cor* 
tés  cuál  era  el  espaHol,  sentóse  en  cuclilhis  y^  rosK 
pendió?  yo ;  soy;  U&momo  Oerónin^odc  AguUar, 
natwarde  Bcija^  que '  pesando  del  Dañen  á  San- 


«I 

ydifenUfMM  <l»l  rajTf  «on  w.fiiiiHMotde 
9[sito«tl«  Yaaw  Ni69air  .l«s  )QOrnea4«».P9s  ««I 
ron  h1  flabo  do  OittosjMv  'doada  Ua.oMiques  n 
Uevuan;  U»'-  «»<  Íbotoa:  gvotfiMdos,  y  «usq 
4K0d4<O*iual*  QiMrrwoí  oamMro,  «M  yh  tm: 
d«;  y 'yi»i  qOa  wy:  4)Q  Bvao^elid  «vdwadOf  ]»  qi 
éíitífifér in  aiia0TÍao»i)iÜé[  Señóte  ^pftCB  ;vent] 
fnfls^rá  oeqnftQiffi' fin  «rtaa  Itorurjind  ifé  ii 
Monpa^ádo, .  Ia  piKKnwiA»  veaanMDdHfUe  á 
K>iilB»rM«jwted:  finigttitdle  jCdrtéa  ,pw  ia  Je< 
dotdÍQÍ«»14e>«r}iiftlaB9  iTüt.jiiaé'  dift  sé  iialUl 
y:  i^éh  eom/ií  le  ,b«»:in¿tidfllb<  vestir,  y  abra»! 
QM  oari{Io>  dAulo  :gf(iiB^afi  &)1>ionibta(>  qMk«  pi 
dioaae.  fes  la  ianguA,  «Me«  WBAU»,:iiilas  .indipa, 
lasiancBü^aB»  Ud«vjo«im¿la  8M*te 'Cnu  yé 
imígau.de.Nuestm  SieSora:qiM4eA,fbajftbft:  los  ii 
dkM  i^galaron  & ' A^lar  p.9r'  lo. qt)e  ios  predioó, 
tAbWada  proatfgwf  auviajai 

.^,  Kfií  ottatCQ  de  MbcMi  «q»^  bi)tt»r»tm0a  ( 
U«¥ai  mt^rprata,  JO  hmwM  ála'rala  fum »í  r 
de  l^abtBoot'PMquak  suplas  qwiMtCQH^  ts  ioa 
tígM-  á  iH  da  ChaUfmton,  Ío»  piloto»^  W-  dúvadií 
ras:  par  las  oornaotea, -4  fopaa  lejisaa,  eoQ  un  tai 
pot«i:s»«bpavci«fab  lae«t(TÍaa;  y  wwia»  al  ob 
día .aa  TplTienm  á  Justar,*!  iiaTÍoeir<^e  tte  Jm 
Talaaqiaai.  da  Laon  por 
piloto  qv^  ^uinii  «stftH» 
o»  |toAo;«ta&t,  y  iíaatoi 


n 

esoritoí  pafca  4116  8apiérá0  .si: le  teUüi  énoo«thulp« 
Dond^idijo  él  fdletoliftluiUaña:  meliidáy  y  votvie-^ 
r OA  r4  «a  / Yia)«::eii  Hagaoidi^,  ir ^érmmwj  uú^htáhxí- 
do  á  Etfióbav^  manda ifknrléi  éaliéaMi  mu  al  b^tol, 
y  IfpJkuroD  -  árboles  érntorU^náún  j  un  papel  en  qaé 
do^  que  e»  poert»  ée  wuoha  eaM;  Y  cmío  b«- 
bnKi  halliido  álK  «tía  ]mm  tobrela  que  ee  kMm 
qaedade  el  «So  a&tec#ii»tev  qae  aai  que  vid  toa 
eapailelfá^eáliiS  haeiéiNlolesf  fiesta^  y  que  la  Ueva* 
ban  ea  ei^  oavi^:^  paaafeo  á  vifta»  de  kU  BÍerraa  de 
Sati  Márlia:  y  loé  d^óiád  p«elülea  de  C^ueeacoalee, 
Ohaaip(>teB,  haeta  elvie  de  Onijalva  que  eelá  en 
Ibbaseov  doade  toi^ierea  loa  aavioa  en  doce  de, 
MasBo  dd  aMsno/.a&e  de  diea  j  aueve. 

37;  Oome  el  aateeedeiilé  lea  de  Obampotea  ba- 
biaii  tMiertóá dboueata  eapafiólea^'y  loa  de  Ta« 
basad  kA  bkbiaii  iécebfdo  de  pea,  lea  mcilejaroii  da 
Gofaeadefc  y  aaf,  bte^  que  dÍTÍaareD  nevioa,  ae  pu- 
sieron'los  ide  Tabibeo  degeeriHi  y  á  uapa  que  iban 
en  aas  eaiMuB  luddé  Aguüar  Uainándoies  de  paa, 
y  el|M  reapoadietóo^  que  no  entrasen  en  su  pueblo 
poique  todoi^  haMan  de  norir.  Saltaron  en  la  pun- 
ta de  PnlHaver.  ordené  (que  en,  todo  era  Cortés 
prawaído  y  ouídadoao)  que  se  pusieran  trea  tiro< 
en  cada  batel  y:ae  repartieaen  loa  bayesteroa»  y 
que  Alenqo  de»  Avila  oon  dea  aoldadoa,  que  otra 
yea  am^mnécon»  ti  •  eaanvio  angeito  que  ta 'd^sde 

▼iTAiíCüRT.— Tomo  II.— 4 


n 

aa,  y  vipíAnia  ^  avigfttf  o£iBb(a8Íh»biaD'  ido.  j 
lAbMer ;  u^snéii  -o^Bá  y'ea  'jKtDfwoNiD,  ji  «oai< 
iwt'biea  arMad>QB:áotuiÜQar>!-eaa>«iu'lMtelaB 
i.flileiltro,  y  lo» «tnw pm  tM^ra:  lMiJBiida«.ui qi 
1  indios  guerKRW  «tenKiLÍ  bantftttooB,  .e>i{i 
i<t)t);á.too&v¡Buaiwi^ilolH'yia.(abftléKi,  uiAadó  Ce 
uve  soeofaaei^  y^^Dt^pDUgo  do  Ooéioy,  Morib 
<  j»ali  por  DM^  da.AgAilar  Iw  nijaiñó )^  tr 
IC4B  Us  dejasootDpuztoBBTagifaiy  tntarlaa  o 
8  úe  SÜM  :y  d«  ^.Mq^stAd»  y'SÍDnapaiidffr  á  1 
>labra3, ;^é  la  re^úBstft  cixi.ksiflefcbas,  y  de 
irto  dp  lofi  espafifles  coq  I»b  tiros.:  R«tir»d»a  i 
I  empezaros, ¿wltai;  es  tierray  y  mmu  era  ora 
il;  uaQB;a»ii»a  ivkqtft'  Ucúta  y-^tro&.nléaoR: 
)rt^  se  Í9  qi|e<tÓ3Ui^»pate,.y  dwoalgo  .peleab 
tíeoi{io  4)u«i  UOgl^iie  refraacq. Alomo 'd«  Avilit, 
raáuclQlo3<pQr,4Da  nlle-anriba  del  pualílO)  éntr 

0  .en,ua -patio  fr*i^*  y  «<^Mriai  donde  fasbii 
cogido  alisas  alh^aa. y  teais&aiu  Ídolos.  Tai 
tftós  ^.reoogei'vy  nUÍ^  en  jtombre  de  ^a.Mqe 
d,.tQ)!íió,p09«»too,  aunque  lo9  de  JMego  Vela 

Hfcse  roían  de ** —     -  — *-'  '    " 

sq*ot^pud«.8&i 

1  los  TniiJes  gen 
mingo,  lieeooii 
urque  iate»^b& 


4»  «KM»  <li|it,M  MBln  J*  8*  ilinHM .  ^ 
>iilWa  aijw  pani«o-MM  dal-  ñonbaíwütatoim 
Vll»ll|illi,  qM  MaqM  kOfe  doputed»  á>  Baf» 
U  4  BmMo  MartisM,  M  eap«U«o,  qa*  teidüiM 
iMMrift.pam  dMMbrjr»  fWMlv  y  ptUar:  «oMda 
(MMa  mM  »  Mte  nuito  lnlioMMi^  ^m*  Wm 
n(>  qw  Id  iMkiM  pMliiio. 

W.  AqMlk  wxka  M  ntiniw  ti  «Matnoii' 
dM«  y  tftivfiHl  MpUtt  A  ta-aalam  ordea4  qM 
bw  üaMkwiUi  (i  qin<iilHn«H«ii«mJKli|IUIs) 
•m  fnméK»  <!•  Li^  y  ám  MlikdM/  jriMi* 
d>A>*Wtt4*  iMTOlTO'lad»  «snélnift  fliéflUHfaim 
qM  ImImMmii  depM^y  bDid^wW*  kfrfkiwiiv 
ihWm  eolgidn '«  laM)*!,  pnqa»!  pntoM 
i  te- añit  i  ta  ibdiwi  jr  A  4mMm  qite  kñMM 
gMm  tilMnfaMwqnb  «RB  pacta' dn4<  Uag* 
n  lala  aaao aa  di^  á  aannr  la  (looa  llIiHIHat 
•ItlaaMiaa  aoWfayla  «aahá  a»aiiiiaUi>'aaa 
ka  «apiBalaa,  paaa  iagmlo  i  Días  y  A  laa  bavVraa 
i^  al  Man  qaa  taaia  f  tai  i  qaa  la  qaUatan'  la 
fMa,  pvaf ,  coBa  Jeapaat  m  aopa,  por  al  nal  aoor 
«ja  la  aaorifloaraB  al  danonio.  Baljaraa  4áa  daa 
H<aadraiiaa,  j  í  peoaa  horas  aaeontid  VhiMlaeo 
M  Lago  caá  aaiaadiuii  4a  gnonaroo  taatoa,'  qaa  la 

MímA  A  »«•  AOmnAUmin-   lU&A  L  llM    Mroa    iMfO 

^ialdadaa 
linea  Wioa; 


Mit.aajan- 


«o 

lof-cáatirá8<E3orté¿  á  Ibiáati^s  de  pfi9>  .»o'*wlvíé- 
roftv  bisé  siícar»  los  oabattosylá  aFfiltefiá^  y  pw 
•átav  ios  0al)al}ot|  lailtottiidosi '  lod  hizH' lO^ttéL  dk 
{«Réatixi^spóW'Ocm  Im»  d«  Meaá  ln  ^tlll«ftíiy  y 
todos  bien  dispuestos  dia'de  ln:  SbM^iMoiiM,  eaHó 
IftfaiflBiiitoiAi  ál  M«ipeid!0  €Hatfo,  de^e^  •  0NC0Btre* 
rof  oe»  Io«>c6nt»fvms  <c[ue  de^etbatf  y»  li^^b^tgHi: 
fafiílairáfrtegR  tán*i.8M0rieqta,  qttieí<&  bi  ^rinem 
m.y4tinjae«ie>  8áliáaiR^,;tuV  «;^dád(»I>d#^tm'ifleohiao 
«iftl^jofée:  altoáboidt  «áaiibem»  liego  te -ciAiillafía 
|idr .  \bmí  Mpáldéfl^  que  tár<tó:  )«rqtte  *  )aé  ^  aáttjas-^de 
ioÉ  oáoaih;uiit»le9  iÍ98.!iffíipedMin:eI  paao^'y  dMbsm- 
tedofl:  qbedqroi»  ib»  é6fkii|olM>  >  victoiA<Jeei¿  y  pttiíé» 
v^bí  pbr  üombra  iSaisb  Mari»  idé  faf  ¥iet¿iiai  *  Tm- 
leiioii.  tíáee  prinpipáles  p»ea8|\  ^üe  rfei.{)Miara]i  á 
Curtes Jek  diese  iibertadfara^tMtar»  d»  las  paisM. 
BaUeroé  «emento  héii(ÍDs  y.  tres  «ot^niiee  mqevtes, 
0bhiO^eabíai^a  heri^oSy  y  ¿incoaabatt^oe/qüe  \nñ' 
gan^mirÁvon^y  oen  eajimdia  dto  m  i^dto;  muerto 
M  caballee^  quedanáo  mas  »dei  mil  ifidios  «auartoe. 

:3ft<  Al  otro.diaenvtarónqiiiooé  indÍMcai|^ 
o0i»igal^oafl>  pescado  aMdo  y  pe»  de  naaiz;  y  üvh 
sat^qiietVendriaQ  lpe!caeí<|tteB,  qveeetaban  jiuh 
iabdoiei  presente  ^e  traer /en  eeBal  de  paa.  Cor- 
tea idispusóc  que  rtrujeseii .  la  yegaa*  parida  y  que 
trmarraeeni  algunos  !cabaUo8  en  el  porta) ,  y  que  faa- 
biéldela «ol£d^  if  fiHetiiHiBQiyor.  su  aatai.^inaiid^.qutf 


mí  oligÍMiiiiiMiífiMliidiéJBitiUeKfaii^ 
ImIb)  atdidMHée^gaesra^  qi^^mnañu-^ái}  m^/külwm 
la  !fifUaAÍBÍtii  Qitetf O) .  y  avisadq^  vioieMii  ..toínte 
iiidioé  á  fMdív!  iMboña  (paiatMdtenftr  iki8  «inQer()08| 
coDttm  ásgala  dt  faUíiiM*;^  Ikilja;.  )tk:4}iiA  iliab 
paradlo  pi)«a  <|«e  Tkdeaedips  ptriac^idds^ii jtafatef 
de  pidBá^  diélá  Oortéi;  x  P«  «ddtti;de¡A^ibr  W 
hablé  dek  srirnoitt  dM  nj!  y*i2éaM  de  .lá^fi^  7  ítra^ 
aimáfíim  ae  14  g«ei)pa,  lofatmo^  npieren  ját  >^o$  ,eaUaUM 
weUmÜMÍ^  ygde^dattdeipifadaB  niratlaiiij^áoífi  ritoi 
iet'dijd  eétao' pitaba»' «DojadM  imt.  la^gaertaf-^ua 
iiabjbn:4eaide  %  qQa>l»«rlíllarftld«rtat>ar)iM*fafiai^ 
f  á  larte  tírimiwírktaof  la  adía  .y  ae  lUspafé^lspfeait 
Qfkym^n  kn»  tndioii  mti  hreMbd,  .^  foaiaá.  i  kablat 
eaá«l(  oabetto/^  les  ii nJer^D  «laatef»  -én '^qpe  dái 
aooBtasen.  A  otro  dia  TÍnieron  muchos  owoifneÉ 
cbo  Máliláa«rfeaé>fédteddo*:peMeii,  ^liqabí  IúaI  de 
Poatoiettaa  teivkiiiíta)euApg><qfQeio8  /tfráiit.por  00* 
bav^eit'  tn^0ii*  preadnte  d^:oiie^  euainpb  diadeaieaj 
Bvflab  y  alguaza'  ágwrae  i  de  lagatibijpá  í  y  perrülal 
der'peieo'Vdloi^y  y  win te  aidjafeB,! centre  elbfe'.árMar 
ri&a,  ^*e  y^  abrila^baeb  pareoerwtoeMilia  edtre 
todaa  ^RfpáfM6b04^trd  b8H»|MtaiieBr'fviaad(}«€éí> 
táe  q«fo«  ^blasfii^:  el:'puefaÍQ,vy:aL.pimto'  bioíérda 
•Btrar  á  lee  v.eiñÉira^-y  éetaa^oJoátpaleaUTaa.iía^ 
eer*|»létíe(i  ^dei  d€|^ea«  kid;  i3oloa*or:  qiie*;ioéáeh 
oiiekMiiieeealbritréiée^Qte  iiáágeá'  denN^eatta  iSé- 
Skiva*y^k3ei»Mttfaa&<q  á  ki óeiafeneiea 

del Boottage AelBafane^i mifimñiBer:t9Mtá  la- rnieai 


42 

wiuio  dfl>iMBftüiii(>]r;l»biéii4o  ti^mpámiofiL  las 
milita jmigei^B;  861  lwittifaren.>Pt»éeroii  p«r  nom* 
¿ré  Maitim^^  1«  que  Ileiniiroii>Malinrt¡»By!qiie  le 
OupO'á'D.  Alonso  PottoeaíVnini^  iMnaan^  del  o>n- 
§6  de  M9d6Íiiny^y'd^spin8>bi4€gd«4i.O0ité8  «lian- 
do túé  ú  Ola8|;iU«V'0e^qbieir  isro  rnif  faífq,  ■  qae  se 
llamó  B.  Idwtcñ  Oirtési  j  fu^  oáMléro  dal  Ikábi- 
to  fle*  Sáiitiágof  Fwé  Marifim  dé  Baml»  adloni  de 
v«BalIo9,  f'  gvftni'seBora  oeho  legoaa  dé  ftiiMaoeil- 
oej'y  |X>rq[ue'i&ii£aii«de'fMidf  1»  dieron 

á;  los  de  Xjcalango  siendo  Atfte/porqwi  ño  holdese 
eetbrbo  '4  ^ufa^  elvtro«  3i«redaeei^.  y  eékMee  Cnea 
de\qi|eéra  oiiiérbí:  bada-.  Xieeláng^ií'bi! díaiüB  á 
loa  -dé  1abaaeo^.de.doAde  la-tebieñN»  leseepiákiks, 
de  ^pedeapüea^se^  ttatuá  etf  k,áda..íá'  lluifii* 

4^.1  Heeha^a.fleéteiTy  ftftoiM|deetoa  «tiiiee  á  U 
santas  im&gm  y  á  la  oraay  pttQfifteitieMiirfreeellir  ia  fe 
j  ser  fvMaUoa ,  de  su:  majestedi:  Se  eeiéaecarottv  fMia 
la  NaoMa-Bspafla^y  cen  buea  it£»m{Ni»  pteaade^or 
Almadd  y  irio  de  Bas^detas^  líierofi  la*  Jela«de  Sa- 
erifieioByf-  y  aitfrgieroB  eq  el  pdearko  de  Sap  Jifiao  de 
Vlúáv'^kleedersaeai'OQ-el.fiistaedmrMTMd^iy^l  ^nto 
viniereá  mexiqaáos veosi»  qaaeas^^eonio^^o  ln^bmi 
hechor  óéih  Gñjalfsj)  pat  ei  re^oaée^  y  para  avisar 
á  MoteouhKmiia;  Pintai^oat  >kiS'hiavi(^  y'S^^^  y 
dierofn^ifio  de'eUo».'AI  Mrofdia,  Ytériie&  Snio, 
desenMMrcarbn  la  artíllerfa^' lesGftUáilés  y  i<(de9» y 
por  estal  caaaa  le  ptwsi  por  QewbrálatVei^oviuu  AH' 


téeoIuiinMp  d0  Tabaacoi  ksbia  enviado  oíaoo  indios 
priboipalaa  á^qno.  le  visitasen^  jiogando  aer  Qucr- 
taaIoeatl>  foe  babia  dioko  volvería  á  Torios;  y  U»^ 
gaMloldsi^bajiidoreiiálá  Oapilaiia»  Cortés  se  por 
90  mü  nh  tféno  muy  átaiiado}'  ^loa,  oomo  á  deidad, 
H^gareo^oen  *toda  reveveneiay  y  le  vistieren  con  laa 
TeaiidiimseaéevdoteAea^^oomo  áQuetaalcoaÜ,  con  lui 
penaobo  de  pbHaas,  casitiiete  de  (ñedraa  preciosas 
y  oio^  «na  oeíaiséta  sin^^  mangas  y  ooUar  de  piedrais. 
Maádó  Uerarloa  al  aastíUei  de  proo  y  qoe  los  rega* 
laaen:  dúraiieión  alli,  admirados  de  ver  b  que  no 
habían  Tsetojy;  á  k  mafiana^  para  ponerles  miedo^ 
de  ñápente.  Jes  pnsieroa  grillos  y  dispararon  los 
tiroa^  con  tal  asonsbro^  qoe  se  :d esmayaron,  y  00* 
giésAolos  en  Joa  brasas,  lea  dieron  ^na  con  que 
volvieron  del  susto»  .Quitáronles  las  prisiones  y 
desafiáronlos  á  Inobar;  ellos  no  se  atrevieron.  Llun 
mólpe  .dertés;  á'  su  presemña,  y  despidióies,  dicien- 
do qne  se  vería  icon  sa  seSoi.  Y  á  toda  priesa  se 
velvíeíoa^  totmiesos  y  sia  pam,  á  dar  cuenta  ile 
lo  Booedtdo*    . 

41.  Acotnodftdos  los  soldados  en  cbosaa  de  en- 
ramadas,  la  aartállériii .y  loa  cabaUoa segaros,  el  Sá- 
badiO'  Sante  vino  Cuitlalpícoc  {&:  quien  llaoiaroii  V 
Ovandilló),.  coi);  gallinae,  fruta  y  tortilla$.  Resoa- 
taroaeott  piteeo^a  de  oro  géneros  de  Castilla,,  y 
Qyadwon:á'COiitpotoei  las  cbozasi  Bl.dia;  de.  Pasooa 
vinix  Taabtlíle,  f^bemadM  que*  en  aquella  previo* 


CpttéB'liiih.  r«aalñda."J¡ata»UBtMi)ai¿á4d  «laltta- 

«ÍllD-cl«JlG<f|lÍáanU[U^^'jrtÍIWDIlÍ8Mf  d)9i)|Bft.M 

lea  fradiuHaéuiaodáq.dfl  liÍVp*^ira'MMñla>bi^ 

biod  op^buUcse  csdusbid»,  jFikétaUaKropB'iini 

tlil9/'f  'á  ttodii'pnebaiMilpeFÍtta«  te:Uan6&  skum- 
9<lF,idej)iinb>-'á|OM4at{i^áttiooa!  drdetk'^ve  amidi*- 

««lá'loiiiBo^Beirioi  7<nqmltM:dtaeiiI«9Íiniii-i4gaiHH 
ii]dr|}s.A(9e$Dato^Id0^u«'ipu£nMrB«in!UlB  ÓB  íüsf^ 
Síqlasqvfla,:^  09Tié«  cUjb  qv»  •#»'cfe  ^»ca  -Mario 
^ii8'i<t3  Ka)ditát)3'rkeaíabtf,  qub^tdgíaiBe'babUidt 

diftitalírlAr;    ■■   ■■'-   ■■'      '■    ■  -     ■■■■      .■■:■     mI    ;:  ^.4  ..■,;;■■;  .. 

■  ^ah  At  pbetonte  que'TedrUilA'trtijty'MtMiióv 
dkS-Cdtftésif^i^^inKittilla  [ñatitdftdiaMsIiUHfooa 
«kiidladwii6;  tosas  pledir  M  ^e-iaai;gKñta'«oji  teMM, 
envueltas  en  algodón,  y  almizcle;  un  aartát^Bidil^ 
OMDttUes  t»ráidMr'<^^É!^*^*'d»oá,nbMÍyyui)átaH- 
ádHit  d«  úvtf  tMD'ikb  Bm)' J<>cgai:á!<otabatlb.:gdn.aH 


4* 

ppchtK  («aL4ÍM*Marl»);  y  dióaefeGérkéB»  ai^ieodcM 
que  p^ra  8ii)Hnr.«i  el^oeói  dejicá^ra^omo/el  de  Q^w^ 
tilUí  99  Ip  trHJese  iNr  granos  de  oh);     ^    ^       u  t  • 
4^.  A*tadii.{rti#Ba  llégi^éliligideá'Motéotthia^ 
laai  y  Ji,  pifttarav  ^  C^uitó  -  á  <8íiia  4tosM;  y  W  fué 
respondido  qoe^no!  le  dejám  wMt^  y  ad  hk^ese  te- 
da djligfliQoiii pam que 80 fiieeeadeif  tiérm Lde^ee'' 
paiU>ki9}  y  pain^  oaM<i*teiito  deteriatiiiA  iMoertena' 
buen: rogalo.   Bo  Ínterin  C?oriéa,  quesera  en^tode 
prev4DÍdo^  jdeipMhó  idee  nayiee'tlnelvaeoaabbbaeii) 
pa^M^  y  i^iofra  mejor^  por'*09tar  enheeqaLcyisoB: 
moaqnílas  qiue^tQoleetabaQ.  Llegaitdn  .ha^  'Büam*^ 
coy  y  do  Tueltft  víoroa  A  QnmuhmatW/y.uDdpiiB^' 

ta  qinB  lo  'Jlamaron  i  Betna^y  V^llP')  '^9^.'^^"^ 

cgro  alto,  y  atúique  don  fíe)igxro>  petque^toyidren^ 

Norte^  llogaron/  eoB  -U  nftYOy  rli^gA  otcá  ven  Tenkií 

tule,  y  an  embajador  parecido  en  ^1  onerpe  y  tvásai 

á  Ooft^B^  qoe.  UHfoarotí  jos  soldado»  Cor tésT.  Ti^e- 

roa  do  retomo  eiea  íAdb:)»  oaimdoa;  «ña.modA;  oe-t^ 

nio  de  jGiirretai  wa  la^  figura  del*  aol^  de  oiro,  qáiT' 

pesó  .n4s^^  oinoaetíti»  manóos,  del:!gfiibso  donn:, 

lealide.á  cuatro;. oj^ro  a)ay^,  desplata, -otei! la ^fi|^^' 

ra  de  la  luna,  qae  so  apreoittonr  ^  'tefe»^0'totbfce'> 

mil  peso?;  un  oaoQO  UoeO:de. graneado» on9vqu^f«dh/ 

miró  á  todi48^ .  parque  era^oGoaosallaide  iad  atinas^ 

qo^  dfrnotaba  riquoiía  gr^ofie;  .mo.0ba8)figuvaa«w-;^ 

ciadas  de  oro;  de  patoa,  perrillos  y  .raonoe,  ^  admit  j 

rabie  heobura^  diofl  ¡sólbiroí^  die  obra  prima^  ouñiro^ 


4» 

gídm  palmes -de  oto,  vftciadfts;  aTéntftdorde  áe  ptn- 
tay'  oro|  un  oreo  cae  doea  flecAms^  y  treinta  cargas 
de  mantas  de  varios  oolores^  enirete^idaa  de  plañía. 
Bstd^viVi^'él  deseo  de  Ooirtés  y  de  Ic^  sbldados  para 
▼ai'  1«¿  trerra,  oóatido  Moteoalirunia  deseaba  qoe  se 
fueran  "póv  lo  querías  oráculos' le  decían;  y  asi,  el 
recado  foéiqtiene  tratase  de  subir  A  verlo,  por 
mudibe  ineoBvieaietytes  qae  babia.  Cortés,  eoii  ros- 
tro  alegre,  diólas  gracias;  y  respondió,  qoe  babien- 
do  venidodeian  1^08,110  seria  bien  dijar  dé  decir- 
le cosas  que  le  importaban  suncho,  qde  á  visfais  ^e 
dedan  mejor.  Díó  á  cadn  gobernador  doi  camisas 
d»  iiolandilla,  cuentas  asúlea  y  otras^cíosas;  y  retor- 
nó al  seBoreoBiina  co|ia  de'Vidrtode  Yénedü  la- 
brada y  dorada,  eon  artioledaS)  y  tres  camisas  de 
belaada,  y  lo  tn6a/4^e  pudo  ik  ^ras  cosas,  y  des- 
pachó los  mensajeros; :      • 

44.'  Oon  la  inetanfcia  qué  les  oráculos  hacían  de 
q«e  no  permitiesen  entrar  á't^s  espaffoles,  Mat6 
culiaumtt,  cbn  el  temor  que  cobró  á  los  c^paBoIes, 
junto  con  las  nuevas  que  habla  tenido  de  lo  suce- 
dide>balJabaseoybomo  el  que  teme^uncá  vive  des 
cuidado,  tdvió  fr  remitir  á  TeuhtR le  y  otros  cnci- 
ques^  decir,  que  pues  bttbian  venido  á  rescatar  oro, 
que  allf  le  enViabanna  ctfrga  y  unas  piednis  verdea 
que  eran  para  ellos  de  más  estitnacion,  que  llama- 
ban chalchihuites,  y  que  le  daria  bastimentos  pam 
su'Viage.   Ck^rtéa^  i  oon^  la  felicidad*  de  su  ingenio, 


m 

mixióy  ooot^lvDf  (npttáiMa  4|^6ibnAjdel8ttf9|^im«D,' 

TenhÜite't  qiié  óltm^eraba  ivwkb  'S¡;to»40ipea>Qii'*^ 
tes,.  k|CátoD  ¿  la  onoicín»  y*aft  hÍMftiKmidcr'i1>4il;ÍM; 
todos  á  wntfAM^i»  Máriüi  .<)e  (j^iid  «HMifine^iftrim 
admimilosf  y  viea4»  la  0Q«8Íilii|rtoci  qii6;'in«dl»i^* 
te  Iqñ  ibSérftofaM^  lee  predimravii  imf^lío  i)w^i}ii: 
pruieifml  ymidaffini  {Mi(ftÍMttriurlo0.i9a  la.  &»;  y  4110. 
no  9fidii^Qaa«»  ;lkoiKi)>TM  m  «dofftMQt  idoU9>'  Llevn; 
ba  iói4eo  T^phitUlat^O  tetir^rel  fl«ry}q)Q  {y>n9.4iM:-; 
lea  lo  M/9m9km^ di  ja^itf^raq  de  úrse^  ^n»a,á:JMiiei-. 
uaQaM>.yi^^qiiíe:bHt<iejatoi9b.8o)pfiÍ4  .      .   .v 

4^:.  C<»ii  :0$»rio|[i  .d«  «8ie.  4e0iM«ei|r9í  ma|i4¿  Cw- 
tés  fíie8e.;p«jLrft>  ^^^iff^^Q  ,f^  ciep  9«ld»4o4  4 
bascar  faMtioi^iifcof} /y  ll^g^á  Qo0¡t%tI«p^,^doadeJia-.  -f^ 
lió  alg^nod  MÍ9$j  a»9  lo^dcmAs  se  babian  hui^o.^ 
halló  ^aJUnaB.y  maS2s>  4iae  irujei^oQ:  eq  49i.band^noia. 
Marmoraron  loa  de  parte  de  Diego  Velazques  el 
que.  Cortés  dejaba  á  los  soldados  rescatar  oro,  y 
que  de  eso  no  le  estaba  bien  á  Diego  Velazquez, 
y  que  en  aquel  paraje  eran  machos  los  mosquitos 
y  calor.  Maodó  eobar  bando  que  ninguno  rescata- 
se más  oro,  y  hizo  elecQvon*tle  Gonzalo  Mejia  para 
tesorero  del  quinto  de  su  majestad:  ordenó  quQ  los 
navios  fuesen  al  puerto  que  habia  visto  Antón  de 
Alaminos;  y  como  se  ponia  por  obra,  fueron  á  re- 
querir á  Cortés  los  aliados  de  Diego  Velazquez  se 
volviese  á  Cuba  á  darle  cuenta  de  la  cantidad  del 


m|ej^  vmpmifmlA  wéwpwUmyd  pgpdiBiÉmÉi 


t^r  iádbr  ipnrerlis  iyntívjroH^^pfeeaCMlilflAb  4»  'frita- 

CMÍ¡mil9|fMf«rti>.Íi||Íl«|f|M^  1^ 

qúVtí  hü^  ^éilüfr '  ím  €iiImbí'  bli&  i^w  ^tt'  j^ne, 
qae  atra  vez  qoiaá^^i»  lüil  éB|rtiiMf  tatéiiiiikflWtf t 

real,  hHifé'dié  )ieUMi^  <¿)d  láe  tMéáM^ias  oéoMtrÍH». 

;      •.-r;»\.  '•    /   •♦    -,/  i  •  •    •;  .'     •,    ,       -^  • 

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Qjil  9rl[ao|pjp  <le«i^  i>Q)d«oi<Hi  dp  1$  l^fi^^vinaiai^rfUL 


ea  los  ,yeM0rf>f[  prj9V9»i4o»  «D  lua  4etoriiiÍMWiMS 
resuodto,  y  ei»  Id9  jr«i|olMíi)iiie9  ^fiou,  fundó  la  Yi^ 
lia  Rioa  4^:  U  Yfirainc^m^  octríígwUírM,  y  por  alMl-; 
dea  á  AloMO  l'^rxmode^  iPor^aciHIvero  y  4  FmfMW* 
co  d£  l^DJtfeyio;  paria  ¡tw  /BOt;r«^iM  á  Fq«ÍF9.(Í«  Í^V 
varado^  m^fiBe  ,de  ica^poj  Cria^bai  fl9  QUd;  i^^^Ha" 
eil  may^r  4  Jiiau.do  JS^^ala))^;  t«9«r^6i4  QoamIo 
Mejip;  x^oiitador  á  Alfa^o  ^jd  Xvíla;  »lféf 99  r^  á 
Corral;  iJ^iMiGUef  (^ei  r^ftli  ^  QQhpft^y  4If^M0  fio- 
miero.  ]9«o}ia  y  fvnda^  la  ryÁU^i  9acó  1(M9  i^d^iD^a 
de  Dbgo  Velsiaqu^flf  y  el pr^^gQ»  qoe  aa dio anCu- 
ba,  y  losqve  ^raUi  ^  ^  padr^gevóúnotí  y  4itB0 
autéatiqi  xa^oiiciaoÍpA  4.e  ajyii>a  ant^  al  aambanoy 
loa  fi^gidorji9  y  ^h^l^^s,  y  qtfe  nooibraaaa  capitán 
y  jaatiifiia  m^w»  y  ^eo  pmimía  da  qaa  aaoada  al 
^uint^  djd  8u  ipigaaMrl^  lMi(Wii^4Maoúm  dalquin-^ 
^  ^  1<»  ftH»  í^e.igiMiMtf  pwflto  ><i/M  Mma  'tiárn 

ViTAvcoBT  — Tomo  ifé— 5 


50 

Düeva  no  llegaba  á  ella  la  jurisdiocion  de  loa  so* 
bredichos,  todos  le  nombraron,  por  capitán  y  jasti 
cia  mayor.  Aceptó^  y  hizo  el  juramento;  y  todo  se 
insertó  p*  ra  dar  noticia  á  su  majestad,  y  luego 
mandó  poner  en  la  plaza  de  la  villa  que  se  funda* 
se  horca  y  pico  para  el  castigo  necesario. 

47.  Vjendo,  pues^  los  aliados  de  Dieg^  Yelaz- 
quez  la  elección ,  se  ""atnotin^roti;  y  puestos  en  pri- 
sión Juan  Velazquez,  Diego  de  Ordaz  y  Sscobar 
el  paje/y  Petf ro  dé  Éscudeto,  Ibs  llerafon  oón  ca- 
denas á  los  navios;  pero  como  Cortés  fundaba  su 

iBMAo^ttiis'^or^QIftyioiaB  y^raz^ne^  qué* por  r^res, 

*  ,      .  •  •  • 

pr6i$úvÓ4itraerios  á«u  amistad  teón  ^akfbiíáá  de  amor, 
yi^i  pooos  dkts-loé  sacó  dé^lá^lsibn  y  los  lavo  por 
aíerigos.  Deter  minando  ir  al-  pueblo  dotode  estaba  el 
pueftO)  vii^iQroAmttooiodfoé  de  Zetílpoak  á  dar  em- 
bajada*, con  présente'dé^onrid^  dé  parte  de  su  ca- 
crquié;  y  áabieiido  que  de  «llliéstaba'Qttiahmztlan 
cératt)  éñvió  á  avi^f  al  oiBtd(][uid  oétáá  iba  4' Verle: 
&  tosr  bávios  mandó  que  lleva^aii  al  diclio  puerto, 
y  todo  ^1  ejército^ con  la  arfñlíéria  salió  por  tierra. 
lUegárop  á -la  Verficruz  vieja,  donde  no  hallaron 
indios^  porque  j^zgar^ñ  lóá  iba«í  á  eastigar:  halla 
vím  isaprifioios  y  satigre  dérratáada^ Ídolos  y  sabti- 
mevio/  ypooo  que  cenar.  Pasaron  el  rio  en  canca:^ 
y  bateas  con  ayuda  4e  los  dé  Zempoala;  pasaron 
k  sábana  gt^dé,  dotide- vi<9f to  veHádoT);  entraron 
alli^oii  doee  indios  osi^d^  .dei^Uinus  y  tortillas* 
eaviáidoa  ÚM  Mt^qué^de  22empóallky  y  durmieron  en 


-  -I 


«1 

lados.  Ayudaron  los  indios  á  tiraír  delá  artiUefíi, 
y  entibia  árisar  Oortésbótno  iba.:  Antes- de  Ifegar, 
coiiib  !bánpo)r  delante  covj^ores:  (jtie  diema  aviú, 
poiv'^  aoaso^-ihabiera  ^boscada,  el  uno  dei»Hó6 
divisó  las  pat^e^- del  ^  téinpto  de  Zempoala/que 
eran  de  yésól>rufiido;  y  "á  toda  prieM' velTió  al  ejé^- 
cite  &'dar  nueva  -  que>  había  visto  'las  paredes  de 
plafa/*dé  (jue  bobé  jgran  rito;  {Tanto  puede  el  de- 
seo de- la  riq\iesa,  qUe  el  yeso  Is- pareció  ai  sofaoU- 

daplaiAl  ■■  ♦  '  •     -'•:.-:  /  \-. . '  :  ;  .  ,.-^ 

'  4^;  ^^ittMÑ>n  &  recebtttos  veinte  iadio9  cenfloiirt 
yjpeWatéy  je  rosas^  dtcimdo  qneaú  paoique^>!por 
seir  muy  gVcfeso»  no  salía  eti ipérsohal  »Lne^.q«e 
vietióil  la  hwdiosttva  delptieUo  y  su  &éscuiia/  djon- 
de  ébda  eindH  ivtAú  'SU  huerta' eon' aguará  la  nianb, 
y  piírecia  ü^  a^tfetie  páraisitt;  uboá.le  ilanmvon.Vt- 
Ha  Viéie8a>  eibro»  Setiiía) 'que  lioy  (iF  presente  no 
tiene  casas'  y  sir^e  4é'astaflMiia;de  ganado  mayor. 
Fáeroo  apoiiéfitadoaea^ltBlD^lo'raaydt^  qpe  tenia 
otros  ménorM,  en  ^eyas  saÍ4W  pupietqn  tode^^  JBl 
eaeique  gordo  fué  &  visitat:  ¿  (Sórté»,  y  dé  ék  bien 
recébido^  con  4trw' prí iieípales^  osando  balando  .en 
esto  llegarob  cinco  'caradores  d»  tá-ibutos*  i»:Mo' 
tecahzumá/y  dejatído  ^'Cortéb^  sa)iéren  á  dárlns 
posada,  como  á  la  mlsMa  petrsock  del  empe»tdoe. 
A  la  mafiaM-sáií^i^n^paWuti^  p'uebto^  méd¡á[  legoa 
de  Quiáhui^tlan,  con ^cúatt^iehti^  átidios  44  carga 
qu9  díó  e!  dé  ZMipoala,  potiíw^yéii4(>de  pas^íara 


A  los  joaminaiitet; .  .  i 

40.  Al  4itro  .dia»  atlas  diM^  Uegainm  i  Qol^vís- 
tíao;  y  por  toinor  áa  alguna  raaiatenoia,  ^  nmod^ 
forran  todos  en  ócdendo  gaoiM;  y.^q^u^e  AIopso 
4e  YiUammrá  aalió dol 49d^  AlaaaodeXrHat  ca- 
pitiain^  lé  dad  un  jH>to  de  lanaia  ea  el  hrago  y.  quedó 
maneo.  No  hallamn  iodiba  ea  laa  'OMf^,  porque  d« 
ndedo  se  iiabian  B^usentede;  qiainee  da  eUos  .esta- 
htak  oon  braseros;  satieroifc  áfecelñr  &  0o44fl|  qw 
eon  oaricias  les  habló,  y  rogó  que  volviesen  4  p^ 
-Mar  nsos  <ca8a8.  Oon  la  víMa  de  loa  eaigadovep  de 
2lempoaIa  y  las  raaones  /áé  Cortéei  aquelb  .noche 
(90.  vioieroD  todos  á  lasi  oaaas,  y  á  la  nafiaafi:  fiíé  el 
«acique  4  disealpavsii^de  qué,  dio  ealñendo,si  Hovn- 
na  bien  Moteonhauma-iel  reori)irles,  is  habian  aa* 
éetitado;  y  oon.  lagrimea  én  los  tc^  ooBMitfó  6  refe- 
i«r  sn  tíranitt,  eóaio^  f  pera  de  los  tmbutM,  l^a  qui- 
taba á  sus  h^s  para  saorífioar,  y  oiucboe  de  loa 
auyós:  plática  queeláe  Zempoala  babia  tenid^.coa 
.Oortés,de  que  no  pees  se  alegnó,  porque  tenia  ene- 
jnigob.  Respondió  lo  qoe  al  otro  áaoíque,  que  veaia 
de  parie  de  sn  ney  ¿  ileskaoar.  agravies,  y  á  que  no 
se  fiaeri&easen  bombres;  oua^o  en  esto  Uega  eo  sus 
andflís  el  oadqne  de.  Zempoala,  quejándose  de  los 
mdxioanoa^  que  los  imbian  reprendido  por  el  aga- 
sajo; y  que  les  pedían. yeiotísiete  indios  qne  sacri- 
£oar  pira  aplacar  .4. «na  dioses,  y  que  ya  bgbm 
isntradie  4)QaiatmiftllaA(^,U)iiníaeíkft.  Ifoadó  Cortés 


los  iiiiaTri»^]»  en  ^üos  madeiíos,  3^^  4  udo  que  sa 
resitfttii  }d  dierw  AiUi^os  palés/  <|tté  ai»  indio  OM^ 
tra  otr^  {ayudado)  es  el  peot  •  eMmigO'. .  Oespidió» 
los,  prometíeiido  libertorióé,  y  dijolos-  niu^has  oosm 
de  l^lef  evM^ficá  y  ^r^gíODí  eristiana. 

^Or  A'iÁ  médii  noche  'biz<y  traer  eñ  secreto  á 
dos  Aeioft  presos,  y  dándose  per  éesefiteadido^se 
conpáéedó  4e^IlóS;  y  parque  ño  corriesen  peligne 
naiiKid  qüo^^efl  oh  batet  loe  abasen  &  otro  parat)*', 
entiaBdO'^n  eltos  recado  4  Motéoohfiama^  que  'SO: 
piese^que^  émeo  servidor  y  libr¿ria  á  los  otroe  tres 
eríadc9  #ayos.  A  la  mafiana  biso  que  sentía  el  qaé 

• 

te  bnbieisefi  escapado!  los  dos,  y  dijo  qQ€í  él  góar- 
daria'.á  loé  tres; '  y  't)orqne  sapo  que  los  querían  sa- 
crificar, los  UevíS  *á  los  navios,  de  donde  los  reqtf- 
tío  'Ooáioé  IÓ8  otros»  Gon  agvadeeimientoí  de  que 
babia  iibrádotos^  envió  Moteoubziuna  las  graoiaa, 
y  üa  regalo;  á  dos  sobrinos >süy os  bon  cuatro  indios 
pikictpales.  Hecibidlos' con  caricia^  y  biso  quoe»- 
caramuabseu  sus  sokiadéSi  y  dándoles  de  lo  qao 
tebia,  iosdeqyidió  contontos.  Viendo  los  totonacaii 
•I  prbsente  y  ombajada,  vinieron  admirados  do  que 
enviase  preseote  ctMindo  esperaban  guerra,  y  dijo- 
Íes  Oortis,  que  advirtieren  cómo  era  verdad  lo  que 
decíai  pues  porque  ellos  los  defendían  no  se  atre- 
va lfoteo«h2uttia  á  éarles  guerra  ni  peswdaoibre; 
y  ooriió  hi  roz  por  todos  ios  totooacas,  y  con  eUa 
"^náá  la '  DiHOjIon  •  de  In(  iesDafiotaa. 


I  •  < 


.:  &L.  :M»iii4  OÁrjiéR  kacectiana  fo«rWk  «a  ViHit  Ri 
M  para  defénsa^.y  fué ^l  primeo  qu^alMri^.eiviien 
t99f  4qad  ajru^ron  los  indios;  y  viepdo  lo«.dft  Die- 
go Velaiquo^i  que  el  intopto  era.  poblar,  llegaron 
siete  Baldados  &  pedir  licenciai  como  se  la  había 
prometido  eo  ei  ajreQal4  para  volverse  á  Cuba.  Y 
dijoles:  qw  nunqae  desamparaban  la  bandera  y  ¿ 
£11.  óápltao  df^abaq  solo,,  que  se  embarcaaon.  Y 
joaiidó  darles  una  botija  de  aceite  y  del  baatímento 
.que  iMbia*  Marou  caminó  sil  eabaUn  ft  Jaaa  Bttaoo; 
y  yaque  se  qaeriao  it,  faerou  los  alcaldes  y  regí- 
dotes  á  reqüftiHr  &  Cortés  qtie  no.díeset  4  qinguno 
^lioenoiai  por  ser  contra  el  servido  do  IKos  y  de  su 
majestad^  y  pusieron  ¡iena' de  maer te  al  que  salie- 
se de  la  tierra,  y  quedóse  el  caballo  vendido  y  ellos 
buriados.  • 

.52.  Los  indios. de  Zempoala  Tiaieron  á  pedir 
fiívor  á  Cortés,  diciende  que  en  Tsfimpaotaincu 
unos  soldados  de  MoteouhzUma  loé  bebían  albo 
rotado  para  -hacerles  guerra.  BattS  Cortés  cod 
cuatrocientos  soldados  y  tteoe  de  á  t^alM^Ho^  y  cus- 
trocieutos  indios  dé  Zempoala^  úargadoreé  y  dos 
mil  de  guerra;  y  &ntea  de  lUgar '  salierea  adn»  in- 
dios principales  llorando  porque  quería  dealruirlos 
cuando  ¿'  bs  demás  amparaba;  que  Jiabiao  estado 
alli  comO'SoUaxi  mejicanos  de  guamiciou  qme  se 
habiin  ido,  y  que  los  de  Zempoala  erao  -siaLene- 
«níigos  por  antiguas  enemistades^  y  que  se  querían 
vengar.  Cortés  mandé  ¿«Pedro  de  Alvárado  ^detu* 


:65 

loa  is^io»  44  JSempoa^a  en  el  c^mpo,  y  halla- 
roaloe  rol^ai^do  á  las  estancias^  de  que  recibió  Cor- 
tés enojo.  Llamó  ú  los  capitanes  indios,  y  maadó 
qaa  se  yfllviese  todo  lo  robado  y  se  entregase  á 
BUS  dqeSos»  y  mandólos  salir  ¿  dormir  al ,  campo. 
AqíseUa  ,i|oohe  fperon  regalados,  y  predicóseles  la 
fe;  y  Biandó  que  no  sacrifioasea  hombres.  *A  la  ma- 
üana  Uamó  4  los  de  Zempoala y  hizo  lis  amistades 
oou  ellos;  y  porque  el  soldado  Mora  tomó  dos  ga- 
lliiiaa^ .  le  mandó  ahorcar,  y  estando  ya  con  la  soga, 
Peéfo  de  Al  varado  le  cortó  con  la  espada  la  soga 
eetendo  jaiit0;de  Cortés,,  y  aunque  quedó  vivo,  es- 
tuvo  .dd  la  gargenta  lastíAmdo. 

5&.  /Volviéronse  á  Zempoala  por  otro  camioo^  y 
en  dos  pueblos  fueron  bien  recebidos.  El  cacique 
de  Zeiiq>oala  salió  á  recebirlos  con  comida,  agrá- 
deddo;  y  todos  loa  caciques  llevaron  &  los  capita- 
nes 4  6tts  casas.  Al  otro  dia  llevaron  ocho  donce- 
llas, la  una  hija  del  cacique:  agradeciólo  Cortés  y 
d^o  qne  primero  hablan  de  quitar  los  ídolos  y 
aquellas  snoiedadés  de  sacrificios,  y  recebir  la  fe 
de  Jesaerísto  y  las  sodomías;  porque  t^nian_varo- 
ngft  ea  traje yde  mujeres^  de  que  se  servían.  Súpolo 
deéit  DoBa  Marina  con  tanta  eficacia,  que  dijeron 
qne  hitiec^n  lo  que  quisiesen,. que  ellos  no  se  atre- 
viaii  &  Uegar  á  sus  dioses;  pero  que  harían  lo  que 
(K>nvenia.  Al  puntó  mandó  Cortés  hacer  pedazos 
loe  Ídolos;  y  aunqu^  sus  fingidos  sacerdotes  Hora- 
Wi  y  st  tapaban  los  ojos,  estuvieron  sosegados  los 


/ 


"56 

á^titksí  Wsó  que  sé  li'iSipiaseh^l  teWtilof^dé  Uí'mai' 
gre;  y  al  olró  diti  Be  encaló  y  btáa^tt^:  ^fúKose  tea 
erais^  una  imSgeú  (1«  Maestra  SeCote:  áldssÉieer' 
dotes  t(5¿  Mzb  cortar  las  metenas  y  afeitar^  y  po- 
nerles mulitas  blkncaSy  que  ks  traiaa  negras 'y  ton 
^capiliais.  Cánt<5se  \rñá  orisáy  y  encargó  el  •^fóed  de 
bari'er  á  un  vrejoy  éspftSbl,  toertóv  «Hattmdo  Suau 
de  Toi*res^  y  cntequifeada^  laé  ddnoelltie  se  tm«tisa- 
ron:  á  la  deí  cacique  fe  pnsierolfi  Gátafritia,  y  á  Cftra 
hermosa,  que' dio  á  Portocarrero,  Franci)3óa:  repar* 
tiéfon^o  entre  loa  capitanes  bien  vesiiSn:  ateazó 
á  todas  Cortéd,  y  dijo  los  tendría' por' Üertnaíiies, 
pues  ya  daban  muestras  dé  cristifttiúi^. .  Fttéronae  á 
Víllaricípii  y  quedaron  todos  contentos'  por  ver  ^ue 
llevaban  con  estimación  á  sus  líijas.  >' 

"  54.  Hi^lláron  que  ácpiel  ^ia  Ükbia'^ihigadá'  un 
navio  do  €uba:  poK^  ióapitan  Franóiaed  «de  fiaitoai6, 
natural  de  Medina  3e*  Rio  Secby  á.qmenilaiiiaroii 
el  Pulido,  porgue  se  vestía  rüuy  jgáJaac^tráiirua 
caballa  y  Luie  Martin  una  •jre^uapcdtt.'ditt'^da- 
dos.  TrujerOñ  nuevas  oóma  á  Difegó  VefecqftM  k 
vi tío^  titu lo  d e  iüd ela'ntado  y  licailiciA  <pán  ^Uaf , 
y  cómo  h  estaban  tomdndo  :i^sidettbia' del-  «fteio 
de  g(^beniador  por'elliceiftoiadá  Sqejbó/íMí'  étiria 
de  los  padres -gerónimos  Fr.  Lois*  de  EígüétUisFr. 
'Alonso  de  f^anto  Domingo  3^  Er:  StnatÜibe^de 
Marízanedoy  gobérñadorba 'de  Stuito  Domkigo*-' 

&5.  Determinó  Cortos  despachar  prooiMdapeb 
i&  Su  'M)ii}estad}  y  faedha  relación:  de  Motl^sobmiicí, 


5t* 


giéfopiMí  los  q9iuito%  y  &  qada  aold^dq,  ¡pw  s«ir.#l  pp-r 

cil  quinli^i^pi#tl«i{iromdtier<io:  piip^ibr^roiuíepipii^ro: 

cwimdoiiM  4 -D»  AloDBo  P<H[:tQCfinr«iro  y  ¿PrapcUo^ 

de  MqüI^^  DíéroABele  ttes  mil  c^sit^lljuws  do.o^. 

pam;9)i  «a^tt»;  y  con  ^l  ai^qi:  aívÍ9¡^,  G^i^qe .  í¡a^\T. 

»0vps.y  «i  {¿l^to.AploD  rde,  Alaii^pqs^  ea^ipron  4 

la  vela;  y  aanq«0  do  lUnri^biii^  órdep  de  gi^i^i  qp  «99. 

tpCMe  «a  CpN>  á  perraawtipQ»  de  Montfjja  Ungiii 

ron  á  «a  astaiKáap  que  eistán,  aa  MAii^n,  a«9  ^In 

tttlo  da  Jbaoer  oarpe.  Da^paob^  >ffln4ejd. cartas  4 

Diego  Valaa<|aea  4a  ofime  íbay  l(v  eiujti^M  qM[ 

Uevabao;  y  awqae  apraatiS  doa  .na9li>s  pam  idAt^t 

ner  al  qne .iba/  ye  babie  doaamboa^do,  p^ii^r^eisa:*^ 

nal  de  BabaMay  que  fué  lel  pñmaro  qup  Jm^I^  .i»p% 

vU^e.  SaU4  6e:26  daiJulia  el  aSo.  4»^  5^9;  U^l^a- 

r09  eoQ  ibiep;  ^peroMCoa  el  obiapo  de  Bargoa,  p.; 

Joan  Rodijguaa  4e  FoMaioa  que.  gobarnaba  4  £^t; 

palla  les  fa4  ^mal,  penque  Benito  MaiTU»r  .capejUaQ 

de  Velajsqu^^  que  se  bailaba  presei^,  le  inlbroió 

que  se  M»iap  ühuí^o  y  que^^aQ  ^AÍd9|F^..  JMfiodó 

que  se  laa  ambarga^  Iq  qae41ewbaD^  quiiólas.Iaa 

cavias  y  .echó  ea  la  oárcal  á  D.  Alonso  Portoc^r- 

lerp,  por  depir  aa  babif^  llevado  á  ;^Da  mpjqr  >&  las. 

ludiaa  tros,  afloe  bebía.  EacríbiiS  vi  ol)ii3)a  á.  Sju^ 

Ifajeatad  costra  Cortés  y  Ips  ^pyea».  y  rejnilá^  el 

aro  fLr»m^  «o  ^do.  ^t»rCqj?tí^Pí^dro;doíl9r- 


5» 

do  dé  lád  éárM3  donde  ilki  otra>  UMlaona!  7  ood  io 
que  jmdiettm  é8Cftpftr^%6^íVieroQá*lVMide8fl)l»i  don- 
de las  dtéróTt  d  'eDip^rader,  q«e.  vietide'  too  oon- 
tirárió  el  informe;  y  el  d^o  q«ie  habiá  fiíMado,  y  con 
)á  iáVuda-d^  lósíüfbt^Més  áef  t»brw  ófíbnltefXMí  que 
efitübhn  mát  6én  el  obisp6  por  k  deberUa-eoo  qoe 
. gbbétPnafilfti  y  silbido  el  trato  x^on  que  le-oottlaiiioA- 
ba  Velbcqnev,  ikf6  bn'^deegraeia:  escrüñdle  ana 
éatta  bíbil  áR^pera,  asi  por  la  priskrn  dé  los  proca- 
rádbi^á,  .éomo  pw  no  haber  remíttdor  ln  rda«áott  d« 
lii  Cartas  y*  üir^'tnória  de  joyas;  y  mas  por4a  fulbi 
de  'ks'  que  Bé  le^  iiabián  quedado.  Celebróse  entre 
íos^eB^es  ttt  válentia  de  Ootiési  el  hallazgo  dé 
tierra  tfiírxioa  cómo  ló  manifbetabe  k  experieaeifl, 
yi  salieron  en  todo  y  por  todo'  con.  btt^ti  despacho 
y  óbü  btiéna  (opinión  de  servidores  ddSHMajestiid. 

66.  Lííego  que  en  Cuba  ishupo  de  lo  sucedtdo  Ve- 
Ittsqúea;  trató  de  hacer  nna  armada  eontra  Cortés, 
ainenazándók  cdn>  el  castiga.  '  Bavió  A-  los  padres 
gérónimos  é  dar  lá  queja;  y¿  cuando  entendió-  bn- 
llar  en  ellos  at^d^idá,  encontró  con. la  repulsa,  por- 
que^  le  enviaron  á  decir  que  Oortéd  obraba  como 
Taéallo  delrey  y  buen  soldado»  ^on  licencia  que 
tenia  suya. ^  Envióse  al  licenciado  Llícasde  Ayllon 
para  que  fuede  con  la  armada  y  reconociese  como 
oidor' de  Sd  Majestad;  la  verdád^^dé  lo  qué  Gtfrtéñ 
obraba  en  servicio  dé  du  Majestad ;  ' 

^T.  A  Ibs  €ttáttrb  diás  qéé  Diflitf  el  navio  ^arn 


\    1 


¿9.    _ 

JSsfi^a)  leáerCoa  homlbréd  de  la  mar  qüá  ílámájbál/ 
los  ][>eíiátefií  (&  quienes  én'  Oozümel  hizo  ákótíit^ 
Cortéspérque  hwtáton  algunos  tocitioB),  con  Pedro* 
de  £8oüdero,'Ju¿n  Cern^Ü^o;  Oonzafó  de  ümbria/ 
piloto,  Bernardino  de  Óbría  ^  'él  padre  Juan  dé'  . 
Me^Ry  aóordáfbii  de*  huirse  e¿  bt  navio  ligero;  ^a- 
ra  avisar  á  Diego' YeTaz'^ae^  que  cogiese  6l  avisó 
ddspiíchad'o;  y  ya  que  iban  á  émbaycat'sé  dfó  aVifiío^ 
Cdlia  á  Cdffés,  y  á  media  no'<íhe,4i<5Ta  en  ^que-tü-' 
y  ó  el  avisó,  fué  al  navio,  prendiólos,  quitó' ettimón^ 
y  sacó  las  vel&8;'y  hecha  la  causa,'  confesada 'la 
verdad  I  marida  ahorcar  á' Escudero,  que  fué  61  ál-'* 
guad!  que  prendió  en  Cuba  á  Cortés  antes  dé  óa- 
sarae:  y  ñó  le  valióel 'sei*  su  cónipadre^  y  con  éta' 
Juan  Cermetió.  ;(JortárónleHlpilotóíóst)iés;  y  die- 
ron doscientos  azotea  á  los  penates;  y  aunque  pareció' 
rigor,  Aveces  imporU.utí  castigó ejeínptár dé  líbos 
para  la  enmienda  de  Ids  otros.      *  *'      '     '     '•  ^   • 
58.  Pata  mayor  seguridad,  estando  par¿  elvia-' 
je  &  México,  eh  Zempoahí  avisó  Juan  de  Escalan-' 
te,  de  la  Villa  Rica,  que  ün  navio  habla  surgidoü 
la  boca  áe  un  rio  tres  leguas,  y  Cortés  ón  persona  •+• 
salió  con  soldados^  encontró  con  cuatro'  espánokd 
y  Guillen  de  la; £ba  entré,  ellos,  que  veniar  por 
maiiáadó  de  su  capitán  Alofiso  Alvárez  Pineda  á 
tomar  poáfesion:  prendiólos,  y ' Jiorque  *áaítasétí'  oiró^ 
en  tierra,  hizo  trocar  vestidos  á  sus  soldados  ^ "es- 
tuvo escondido  en  los  Médanos:  llamaron  al  navio 
y  saltaron  dos  marineros;  y  conociendo  los  del  ha- 


t«J  ^nji  4o1di4oi  d^9  Cortés,  ^fÜfráM^yf.  ^ 
Í9  Fnnciaop  de  Q^n^jr,  <}ue  «s^Wto  Jue^qíc*.,  y 
haUa  enviado  á  P¿du(^  al  dicha  Pised*»  y  ^m^  tto 
60  t(^)^D  coa  Cortea,  )viy6fo^,_y  ^ejaroo  loa  eei^ 
4(ie,se^ref|arQD  á  Cortés,     ; 

69,  Aeordó  como' valeroso,  aiipguo  svaj  .oonSiá- 
40|  c|ui|Ur  Uif  oo»«ioo^  .d^,.  (figh  7  ^^  oon.  loa 
[i.il()^a<^9  l&  djjwop  fiómoJos  oftvfoB  na  estaban 
d^.p^Tjeotio:  IiifED  que  le  penalta  msclio,  x  píd/<f 
^00^0  ^- todita,  ^q»  dijeron  seria  mejor  ^ti«  se 
ech^jn  al  travos  j>an  .apfpvepbfir  Ifm.  ve^ia  y  fa 
juoia  y  Bo  perderlo  todo;  y.qn^  la  i^'ito  ^0  nw 
aypdar^  <i  la  fábrioft  de  la  fuerzan  asi  «e  lo  mimdA 
í^  Joaa  do  Escalante^  qpe  lo  j>usq  ^lor  ejiéoucíonf  d«- 
í^ndo.dos  pb^achorroa  para  pencar:  ayunos  dícea 
^(lede  hecho, )liizq  dar  barreaos  á  los  n^ÍQis;  pudo 
ser  ^)ieparaquohií:¡eaQnag^ade  secreto  lo  ordenas», 
porque  QO  eá  de  creer  _que  aíq  parficer  Ú9  todos  se 
e^ecnta^,  I}°^9^^  ^  totdos:  pertenecía^  asi  el  teget 
nav^a  «eme  ¡qI  valpr  de  ellos.  Víap  Éacalftinte  eoo 
tpa  oapit^i^^  de  t^s  de  la  qiar^  qae  al(;HD99  ,de  ellos 
«liaron  ^ueaoa  soldados,  y.  eocfuaeodado  6  los  ^- 
ci<;;ueB,  lamápdole  por  ^  maoo  dyo^que  er»  a^wl 
qoe  c^uedaba  eo  uo  lugar  f.Bu^^^naapf»^  j  |li^      I 
le  s^uinftroQ,  coiQo  dándole  la,  obpdieiicia,  .^  ae. 


I 


<  I 


-      .,::. 


CÉíeMíáirt 


]>é  ihfontúáá  ^n€r  httb  Óortéb  ^ara  TlAxoak,  y  ló  qti«  pasó 
'  .<   h^ata^ qué «ttlráan  alta; 

60.  ^ien  éattsl^rada  y  dnp^esta  la  joraads, 
fü«ñN>tf  4^  ¡Hirauer  tosí  eamqae»  ié  Zempoala  qvttí 
taéÉÜá  ^(>r  Tíáf^^ala  pó)r  éer  sus  amigos  y  de  k>s 
itiexicanof  éiieé^igos.  Salid/ pu^eB,  en  16  de  Agón- 
to  del  ASé  519,  babiénd^se^encid^mMdakl^á  la  Vir- 
gen j  eotf  cMttMie&tos'  soldados  de  á  ^  y  dies  y 
seta  Á  ea%a)4i>>  y  seis  pléítasf  de  aftUIeila,  con  400 
indiee  esfrgadoiPest  Bcompaftárofile  los  {Hrinoipailés 
hMtét  la  t^rhfittr  jonaáat  al  dti^o  ditk  ilegatóB  Á  Ja- 
hkpav  doitdef  tvteMtk  bien  reenebiéei^  y  éé  alli  á  d'tro 
piieMo  pe^tteBo;  y  de  alli  &  Teitotkí/y  eh  cada 
pttéMo  les  predicttbt(a  y  poi^iaii  crciocfí^.^  Bátotf  loa 
fücftlercm 'con"  regaltt,  pM'  ééi<  dé  lós'  cá[nfedemd<(»« 
00»^  Zkibpdala:  aquí,  eütvé  ani^s^  Véoadbs,  S^^Oédó 
uiy  petrilb,  qtié  dei$t)iMs  do^  a&o*  y  iihiidiio>  k>  itdh^ 
ron  grande:  ettlfWtín^  pasáí^'  Ik  &ríeih^>  en  el  Hm^ 
poblade,  dotid^'isititteroiá  etfMo'y  léií  Aú^d. 

.  11%  PiíMretf  d'&^éo^/pM^ 

▼■TAVCUirr.^ToMO  II.— 6 


tB'ttnl~Tassltbs  BDÓstos  á~tMxí^,'~i|iní^%idK  fncfl 
templos,  y  donde  teois  el  mexicano  otnoo  mil  in- 
dios de  guerra,  qne  era  costumbre  tener  en  los 
pnebloR  crandes  guerreros  porqne  no  se  alsasra: 
luego  que  \  ieron  las  asoteas  blanquear,  dgo  mi 
portugués  que  se  pareeia  á  CastaluoTO.  Salió  el 
cacique,  llamado  01i|it^-B^>- grueso,  con  dos  in- 
dios que  te  serrian  de  lloTarle  loo  braaoa:  tenía 
treinta  .majaes  j  mas  de  mil  criados:  i|i^  ^a  Ofimfr, 
aunque  no  con  abundaBoiai^a. pática  fn¿  de  la 
grandeza  de  su  aeñor;  y  aunque  á  alganes  ate- 
n^0TÍi4'Bii  poder,  6-  Qot^,1b.4í<S  alffgcia» ,  yiéadole 
Cortés  a^ble»  t|at4,de:lB^^Qoeiia.49(^C4.y.,Hin- 
que  quvEo,  p^sr  oruE,~eL  padre  Ojm^dp  le  .diñada 
dloieu4<>  que  p^diaa  usar  «igaa  :4eBBcato,  Sn» 
al)i;Io^  aacrifioiioi;  oontinnoB,  y.d^jeklq?^  babiama* 
dis^  calaverai;:  Ips  indios -de-  ZnfniíaiU  «ontaBon 
lespreseiit^B  qqe  ha^a.becho-JU[9^uhBinpa,;y.asi 
|e  pT^síintaron'  cuatro '«aclavttB  y  dos  ooU^iisds 
orQ  bajo  que  agrade«í^  Cortés  para  que  mdúflan, 
y  n^tprjit^  oos  f^tgiíiMa  eolwa-  <  Admúró  ¿[Iqa^indiw 
el,;r«r.á  ait.lfl1«rel,^q9e,  l^s  parejo  I40D,  y  laadi- 
Í«¡fogqU¥  baoi»^ped««»;¿;qni0P:)«slyipia^al  i 
suBjaBlo^;.;  quo'lav^UwU  matebari^w-^M  14 
9(tflvias^  ylpStOa^aUpB  lea  pppifko  tcjooc»  y  J9%;a- 
rott)  al.[tri»iñpiy9  oer.t^da;  niu^  el,.«a?tfi|M«r#  y-tijam 


i«8 

msm*  AlkmMml9L  wv^^fi  d6.yTIaauMl%:y  jira- 
4iiron^4/^CM«iB¡ías>Ñ«^  fué  de^pac^eride/rt- 

pweo0r  iC]^.  9»  l^i^^yuM  áí4«eir  que  .serian  bien 
xiííttílMiisíf  y  qtt^juotomd»t9;mUe86  ZtetfteiioaUÁl 
<nffN^#:^qQ9.i&ia  ^)^itaiv  i^fta  los  otomiteai  y  j()jii<^.bi- 
«¡aa^tfp^Pfútíeiiqji^  de.ao  valpr,  porque- ai.  vejaciei^ 
iEQ04apa,)ADep6bUcaooi^ perpótmifEMPuii y  si fkieae 
.V6a^Q«9  eabatiatia  <^lp{|.á  loa^otomites,  ^099- á 
bácl^roii  y  a^revidea.  Pey^^hapoii  &  doa  de.  ZeiB- 
ppalacpa  Ii^;bii0qia..re8pufiataj  y  4 loa.  etroa  4^ta- 
TÍeiea  om  iofceoip  de  si^csificarlos.  r     -: 

63.  Pafliadoa  oobox  dias^  eo  -  que  aguaT4ó  á  Icís 
inmeajarM^  trató  de*  e«ifiÍDar:  encentra  coa. juna 
carea  de  pieidra  aiaiotaela,  de  estado  y  medie  de 
alto  y  veinte  piéui,  de  apobPt  qu^  atravesaiba,  el  va- 
Ue  de  una  sierra  á  otra,  qijie.uQ  teoii^  ,iDa8.de.uRa 
entrada  d^a  .d¡e;i  pies:  los  solda4oa  meí^ca()0/i,  da 
ZoootU.y  otros  1. puebla  .quo  le  aq^mpafiíib^Ar  1^ 
aeoasejaban  que  fuerza  ^ntipo.der,.Cbpl^laiu-y:q4e 
uo  entrase  ea  Xlazoala  porq^^:  j^rvian  np.  ee:  oqu- 
federara- eon  loa  de  Tlax^eala]  peiio  sig^i^.el  $ee- 
sejo  de  los  de  <2iempealA>  y  eptró  por  i«j  o^ircft.  ,.£1 
capitán  I(sta0mixtidaa  M;despidiój  4^4iijdojle  tre^- 
Qientoa  gu^veras^.  pevi  .nfi  oav.ep  l9|,in4^&^iOP 


• 


éméiii^flÉá»  pK  eutov  muiIím  i  ■  iiü  tiHM^  tmjw» 
OainíaáM«  trMitegdu'iMiK  tMitr  «ililirj^'iipMv 
«bidn eos  OMmÜniec por MiaitttiylMiAie¿d»>-«i- 

vuelto^  'ino8:qátt-'fiMMBi|iiWf«B  koniteOM^'y  oMi 
4HÍMM»adm«  los>t<wte  ateAaa  pifcM«»0ti^«r«gf « 

A  todw  y  88  itfeyawkfl-  d«  gÉWrt^  mmi»  *a  ot», 
'los  que  4e<tiiyi  eoimde^M  d#riMrM  s«lBÍtt4iÍM  ilftta 
UuoMlos  oorñdroD:-«loafi*6MtilM«otFlde  aalMPü, 

iMlles:  auiM  Oei^  qtift  los  íáwvumii  y'^íMft» 
^»M|W  apaMoa  un  eMOulmo  d«  «iat»  M3"ÍhM)«, 

-  7  mattés  mttcbM  íÉéíM,  m  tdttnmoj'  bI>  <iiBJtf4u 
«spafiolu  raeibténu^tdfo^'l^wili'etirMMMilttü 

'64.  Al  04ro  áift  ¥ÍDÍenm  tbenai^oa^lftMMh 
tÁoAeentídb  y  teoado  de  qae  les  peuAft  ^«!^tflr«rfc- 
Bai«iita  que  {ntbkn  tañido  los  ^ta«fte^  qqe  rf  ^- 
Tian-pagdrfan  toa  oíAMltoa.  OwtéslesdM^MtM 

«oombdude,  do&d»  eeNroo  d«  unes 

lAURTtm,  7^b  'un  ind 

liMS  heridas.    A  H  mé 

yeñdó  (MtBÚBfto^ó  «qc 

que  te&drmn  -Mis  raít 

tres  priñeBeres  ^8e  ( 


<jr  flft.MpiM»^  (¡ór^lei  las  mftoea  ó  aooa  y  loa  djB- 
I do& jftriHoaa^ y  tfivklea . á  deoir  que  aai  loa  había 
da  pomv  i  tedoa;  }^  ée^raúna  ir  can  au  eJér/cUo 
ladoodé wtahafi)*  y  c|Qa  Be/f^uaieaeQ  ca^oabalea  ¿ 
la»  €ailaIloa:  y  eataúdo  Jos  aapiaa  dando  razón  de 
ie«qM  Jta  faáMaauoadidOi  cargüdt  repente  Cortea, 
y/Miical'ffiiato  defAiaratadoa  huyen  álos  montea,  y- 
ha]mr''iiñ»tttmgo  en  ellos  loa  eaaleUanos. 

'  ST*:  GoA  eate  attoeao  y  experieniáa  de  qoe  eran 
taa  >#aliéiiAéade  dia  eomo  de  4Q0che,  determinaron 
laa  paeea/ £1  c^BQ^erador  Moteeuhanma,  que  ya  te- 
nia nétieiájde  las  tfidoñaa,  envia  un  regalo  de  mil 
peaoa  de  oro  y  mnehaa  mantas,  temevoao  de  que  no 
ae  confederaran  con  sus  enemigos:  envian  á  decir 
que  va  ya  á*  México.  Sn  presencia  de  los  mexica- 
noa  vienen  les  de  Tlaxeala,  guiados  de  Xicotencátl 
el  mozo,  en  nombre  de  la  República,  á  rogarle  que 
admHiese  so  amistad,  porque  temieron  se  uniese  con . 
loa  mexicanos.  Respondió  Cortés,  que  aunque  le 
habían  dado  guerra  de.  día  y  de  noche,  se  los  per- 
donaba  porque  ya  no  tenia  remedio;  pero  que  mi- 
ren que  las  paces  han  de  ser  firmes,  porque  si  no 
loa  habia  de  destruir;  que  por  entonces  estaba  pur- 
gado (porque  le  dieron  calenturas,  y  á  fray  Barto- 
tolomé  de  Olmedo) ,  no  determinaba  su  ida;  que  iria 
á  su  ciudad.  Despidiéronse,  y  los  cinco  principales 
mexicanos  avisan  á  Motecuhznma  cómo  determi- 
naba entrar  en  Tlaxcala^  y  de  las  paces  hechas;  y 


MliaM>^4«4o»:daiGMé»k>  .pu>;n  .«>aa*to, 
'y:^  HtlagMyMh.-Mr  iiaéUM  la^tpttnñatij  «etér 

iKwii  XÍMtaaoaU  «füiiKpr  ,ioitigú9Mt  «I  alMl' 
ob  pa«:  «star  MtuMMi-  ■yi<¿fcief»a..iyntwwinB,  ; 
^M^  luliat  nii»li)  4.iiii;iMMt4>,7  kaatM-itol  4> 

IWillM  li«»tÍ»>«»i;ljl»ialwÍ»W»iA  I»  tnttgMI») cw 

dtJHaa  411»  l>i>«t«iiii«««««liWl»<MB(.fMii6i*nM, 
pe»  de  u>«ha,(iiMMhto  aM>,  aUw  4lvMnii.4iSi' 
«teiMiiUi  ji^átwpüm^jiMtUí  A»  ^riitt  im>  de 

J)Oeb«,  ,  I...  -i   '    ,      ,,-   .,>  -,  I  i;-;    ■.     V     ,.     . 

.  «&.  So  iotoHi)  41M  KjanMMiit  udumiin  la 

dieren  v0iub»iDdia»y'.*iféaA4D4M.rjadif«i  ^Girtéi 

Iw  «(Meié  y  regaU;  jr  eMHM'  tiMMtÁ  iMuM»- 

rd  á  dftrnotieisiiirefeirw.Ui*'  ne<h»4  w.j)J«n 

.vwdtd,  jiiMae  «Mbta.atenibMM,  Im>  Maelí 

jKHSiie  oep»»  tii|>iii  injuy  «m.»ii  lo  Unw.raiüt' 

ix>9  ae(|Milw;,aaw|iM  jMtmoii  i,iv>i4«i4«Jili*- 

:i>e«l»j 

-tenaini 

íJíjiKe 

«Mtnfil 

evbie^ 


:  .  :  i'M: 


•        «  *  ■      t 


'     í« 


J0lMiildiMÍQ1i«b«^  j!»l(^  qM«úol9éé  )^  para    v 

lB8.'  ibnqoe  loBoiétoUiiiioa^  viéndose  hetidos  y 

qiMh  de  hbridoB iháUaq^  efeitévto  y.eetenriid#)|'l« 
peniHuUflU^ 4 Ooftéaqo^  a^Lieoháenu}  á  Yittá'Rída 
7  4' 6«b^ ¿ qua^MBpondM^  f uetná^  vUi% moértal 
honradamente  que  vilmente  retitadóe,  ^és  lee  totth 
dñan 'pos<s^bM4eB^  ^>  i|aeiliewindo  Iamum  de  Dios 
y  4el  fey,  serian  dé  Béea  (eefaioi  basta  «eaténoes)  fiir 
voffMÍé(»^ie  delamiaé  &  paear  ádehutte.  LlsgafoÁ' 
en  8D» andas* loe 'eaqíqihei  ¥iéjoí9^  oen  mtícbo aecMN 
pttlbuuieifta.  Ssli4  OWrtée^  «ittf(|üe  según Ad  dib  d(^' 
porga;  á  i^oekirloirlaegb  ^¿^tej^ersA  ütlubtioátahr, 
Xieoteneeil  el  Tieje,  Tlekoéx^letÉlii  y  Obiohimeoa^ 
teatit,  le  In^ictfon  tre»  reMJtrettQks^  toeatid^-  Gí«n  la' 
mano  el  snelo  y  Itosánckla;  y  ^nt&píA  le  sahnniih^ 
too;  y  haUá  2¿teo(eaealt,  «eiéndolé:  Mtefbílidni 
nevfeve  .%ae  le  {msiersvi '  4  Osrfiéli  pev  MMiaa'  qaé 
le  awipiiKsht  stempr»  otfttM  itiiié»'ptot#^ne  iM«^ 


70 

mofllá  ccili^állo  las  guerras  que  los  otooiiias  como 
bárbaros,  jnsgando  quo  eras  confedMade  coa  M o- 
tecdbzoma,  te  hieieron;  y  asi^  te  suplicamoate  ven- 
gas á  nuestra  cindad,  donde  te  servirémoe.  Bes- 
pondióy  con  al^e  semblante^  que  todo  lo  creía,  j 
agradecía  la  oferta;  que  ya  se  hul»wa  ido,  ai  ha* 
biera  tenido  quien  }arlleimsmlardaje  y  artíUeria. 
Y  al  punto  mandaron  á  quinientos  indios  ayudasen; 
y  ^lió.para  IJai^i^iJia^SlL^SS^to 
le  recibieron  con  floresy  sahumerios,  y  jauto  cod 
los  de  Zempoala  se  aposentaron  los  soldadoa,  4qníe- 
Bes  ónfai|;ó^lá.vela  y.  apeveéhímíeuto^  y.Mli  Cortés 
lee.  mexieanoa.'  íProTOÍdoá  fuwoa^le^áe  ngaio; 
y.  sjntíéndose  del  ouiMb  q«é  había  án  las  «mas, 
diyO'O^rtés^  que  erti/4ey  y.  w  tos.4HigteHaíioa  oes- 
twsubn:^  y.  ^despaohé  <  i^  Uá  iiaqxMBUii  /oon»  Nosdo 
q«A  iriá  á'lféxite^ :   -i  y.  s'  ''«•  •'  - '.  f'  ->    >• 

V  69.  Al  oteo  dia;  amidót^oytéff'pQaerjeliiltar  y 
que  /  dijese  msa  ♦I!  padire;Jaeti  IMaa^  porque;  él  pa 
dw  diá.  la  Mei!f4d  -estabA  .^MSmwK  Tragaron  un 
pv^eatef  da  iiMotaa  bordear  ládieado.  pttdon  de 
qite>no  tenían  eroi^í  joyaa)^  valia  sfaAsta  iFeinte  pe- 
Vfdj.  .C^ftás  )m  raparla^  49a.  maalm  labradas  de 
Mésáeok  tTtujevcA  H^fo-  áim  aloco  d<iooeUaa  henno- 
sas„ynO0rt:iis.4ijO;  qo«  h¥^Mffmá^éái  pero  que  he 
t«¥Íe9^.  00  jSMB,5$aaai»  liasita  quejoreyeaen  k  fe  de 
JeawiA^to.  fiobo .  ooision  .{lará  que  per  la  hsgaa 
de  jM^Mlaai  qwi^a^ml«ba,díeB|^  se  lea  digeseqae 
d^JMoaiJo» i4^ir  «Ma^QMff' ettot^'a^oaiMÍo- 


Airando,  de  quien  tawo  an  Jujof  .d«{>  jP9<kQ)  y^^inA 
h^»,^1f».hwfí1fl^Jff»JvA.m9^^f  4*d,0flk  Franópoo 
de  la  0»»!fa,  p»BW¡4«l:*l<!af  .íe-4ibpw«}ei!9«*» 
del  hUájUtJn^  i^ntji»go^,y  4tp^^nrafl«r,q!ie  fué  d«r 
Qaaj!0ipi^  Ja,  l|yf  da  ]^^|^li4(l{  Uaraadi^  d^fia' 
Eljriin,.!^  di^.á.  jTopí^  Ve)|isq9*e:  4  éstos  por  se* 
Bon9.re8ila|MÍ>f  las  qlnK^  M}ap.4o  pñ9<4l>i^^  did 
á  Oristóbal  de  .01j4|  4  QpaMlo,de,^qdoTal,.yJA 

otn:4;A^|9a&  4^  Avila. 

70.  Elqdiefty 4Í0te.dia8.q9e.astavieroqea Tiaz- 
caUi  se  isformóf  Qoctés  de  México  y  sii  sitio,  y  d« 
la  foadasÍQa  de  Iíla;p;«Bla).qae.  la  lubitojiMiD  g^a^ 
tes,  y  1«  farHÍBcoó  Ii^mboí  ^e  eavió  á  Espatta^  de 
U<prof66Ía7<|M^tADÍRii  4^  QD  idflp,  que  reodriaii 
hooibres  de  4oad0  .sale  el  mi  que  habían  de.  wr 
seffores  d«  l^r  tjierra;  y  qae  teoiaa  ppv  cierto  .ae^. 
riaafoB;^a8teUaoo3^.  pprqu^  luego  que  se  e^uiio  .au. 
Uegfiida^^el  y^Uiaii'  amgaba  loqeho.  foego:  y  JMegoi 
de  Ór^m  f»di4  UMQoia  para,  ir  i  yerloi  ÜOi^  ;c^, 
do8;«Adi^cio8ty;  aJIgunea  pi^ápalM^e  Jbi«j¿jkaÍB« 


tf 

eidl^'á  <M  iMarán;  )>>»  «aKMMlMiilWNta 
pt>rltt4u  Mánid  M'á  CjisHay. 'telgifti TOüttil- 

Mérilmr  Mam»  níllwy'!gtfai8lm;'y'i!lMl-tiittiWW« 
«>ilTen<M>'á'lln  Mft>Mi  <U«M'.c)Mm!Cllds  «arte- 
les y  inirin''M  pnine:  'BStMWUIí'»  OhMtAíttlta- 
«iJwwipluK^m'ráimU  í  «tiTniMtedlitMtJlgfáu 
«4»» ^IbÍB *!*»!•»».■  "  ''■"'.)  --"'I  i'  ■  ■  ■ 
'"  'Txv  '*EíI  niifMnAvflU>VMninBliiHt 'ffli  iiiinnB'OWk~ 

jiís(menimr«íi  HMlíf«)/v'''i)W''«tíi  ptodAM^ilm 
dolvtf  oíAtar  ll  lAi-óMMHhcfí;  j»  itei'  dea^eHVIsikM- 

yas  de'dHrCfnii*  A^uitM  ^  ^tf  ¿Mr¿((4'  ^  ihMtas 

tantos  dias  entre  geota  pobre- éÁ  TÍasMhi,- cftatitfo 
le  ¿sper&ba  p^ára  sCrrtfrle.  éstatldo'M  i^te  hi^tia- 
Anentú,  vliriisraa  <m  -fcasiiiaetA^'dW-CAi^K^  tna 
etmtró  Indfos  j^beyoé,  dé'  ij[rfe  fe  &VÍ«iM^ti'toil  dl^ 
n^zoalfti  /deterraftiip  Ir  í  IH&kíft;  ]^íf'  ChoDrilif. 
Ix>B'deTltu¿ealh  \t  n^vnm,  dl«i)»tidty  ri^Mii^Maí- 
dorea,  y  que  se  goAtde'  dU'  poder  'tnutiMHOj'  f 
<fxa  séHs  Heb  n«Tár  dtte  CmH  gMmMft  qtHi'ls 
dftedn:  <7ort46  i 
bao  los  itasteHiino 
^ftd^  'qiltf  Tdlti 


éB  IM^  «%bid  iiu  itík0tAOiy  áú%§£i»  aálir  rtpBr- 
tió  &  IM  ctoi(|tte«  (t«  flaMRltt  iAmlwl  mftfitaü  taf 

T2.  8dü4  e<>fi  ¿rdtit  ni  «¡jéüolio  para  GholaU  oita 
mÉ&AM^  y  htoidtótt  oMiie  á  la  (klda  del  rtO|  ílonde 
h^y  0$tá  la  t>tÍB]ito  de  piedta^  dooddi  faofon  regata- 
dMs  pidterM  áCoIrtésqaa  ida  ¿aerrérofs  tlaxcaltoMs, 
por  aar  bqs  eaamigos^  oo  enlrasoQ  oti  Cholula;  y  ílíó 
órdmor  á  Cnstébaí  de  Olid  qm  las  dijese  esperasen 
ett  el  campo  para  oiiando  fuesen  atisados,  y  á  Tbtx< 
oala  eikTió  á  decir  le  tuviesen  ios  demás  preveoidod, 
Deepues  qoe  fiiet;oa  con  Sttá  eereoiooiaA  recebidoSi 
y  jnlos  les  de  Ze«ipeala  y  los  tlaxesl tecos  de  mt- 
ga  áf^eutados^  á  peces  días  dijetoa  c[ae  no  teoian 
qué  dables  de  oomjsr;  y  vinieron  de  México  mensa- 
jeros &  déeiri  4  Cortee  que  m  ftietó  á  México,  per- 
qiie*Qtis  vasallos  estaban  arelados  para  no  reeebir- 
lo.  Gojtée  -enrió  i  deeir  que  se  admiraba  que  ua 
tangirán  seflor  uo  tuViesO  psilabra,  ni  poder  para 
goberoiar  eüs  vasalloSt  Los  da  Zempoala  desoubrie- 
reo  edmo  ett  las  calles  habián  hecho  hoyos  con  es- 
tateB)  y  per  eaeimá  tierra  falsa  para  que  los  ea- 
bailes  eayesed.  Lkmd  Cortee  á  des  sacerdotes,  y 
sapo  de  ellbs  que  habla  reinte  mil  guerreros  para 
que  al  aallr  de  Ghelahi  les  dieaea  guerra;  y  á  Ma« 
riua  te  avieéí  ¿na  riega  dtf  la  trateión,  que  dompa- 
deóda  le  rogaba  se  Aiese  cen  ella  para  que  se  h^ 
brase.  A  toda  diligeiKlta  disfmso,  oefr  eeereto  Oor« 
tésy  el  darles  el  castiga.  ArM  illoa  q[M  éstÉha» 

VtTAirco«T.— Tomo  IL— 7 


v 


peita  entriM^eode  gaemii  fiDíeg<)  y  sangw.  fiiw  que 
se  despedía  para^W*  viaj9{  pufo  biea  lai^rtiUeria»  y 
avi^6¿Ia«  da  Choltila  viiiie8eti:&  va  patio  grande 
para  despeUiíse  de  eiloB,  eon  órdea^  á  loa  oaat^a- 
nos  que  en  disparando,  ia  espopeta,  á  fuego  y  san- 
gre diesen  batalla.   Jiwtoa  aa  el  patío,  pteguató 
por  loa  B&cerdotea  queje  dieron  el  aviao}  y  porque 
na  peligraran /Jes  mandó  que  se  fuesen  á  sos  eaaas, 
que  allí  no  eran  menester.;  Dispáraaeja  eaoopeta, 
y  dióles  un  SaMii^  que  oerriaa  ios  arroyos  de 
sangre  hiusta  parar  én  los  hoyos  que  Habían  heoho. 
Aibparáronse  muchos  del  torraan\dal  templo  ffwa* 
de;  y  poniéndole  fuego,  unos  se  arrojaban,  áatros 
cogía  debajo;,  cuál  cae  de  oabesa;  cuál  ae  qmebra 
las  piernas.  Los  tlaxcaltecas  entraton  haoia&da  car- 
nioeria  y  matanza:  toqueósa  la  ciudad;  temaron  los 
castellanos  el  oro,  aunque  se  halló  poco;  la  pluma, 
ropa  y  sal  los  de  Tl^xcala.  Cbrrió  la  nne va  á  l!la4c- 
eala  y  vino  con  veinte  mil  perreros  tlaxealtetas 
Xicoteneatl:  agifadeció  Cortés  el  sooótro>  y  repar- 
tió con  ellos  el  despojo^  que  llevaron  &  Tlaxeaia. 
Viendo  los  tlaxcaltecas  tan*  riea  su  ciudad,  cele' 
braron  la  victoria:  los  que  avisaron  &  Cortés,  y  á 
los  'cuales  puso  ,ea  salvo,  rogitron  cesase  tanta  mor- 
tandad. Mandó  que  se  poblase  la  ciudad,  promol* 
gando  perdón,  y  en  breve*  i^olvieron  á  sus  «asas. 
Hiae  las  amistades  con  Ibs.  de  Tlaxcala  y  Gholula: 
floctió'  la  «neva,  y  los  .de  Huexotzinco  vinieron  á 


I  • 


7fi 

JarU  b  otedienoiai  y  los  de  Tepeaoft;  y  el  einpe- 
rador  MotoeQhmma  envió  regulo  de  dies  mil  pesos 
de  oro,  nachas  umidUs  y  conidA,  y  que  la  gaarni- 
cioQ  que  habia  enviado  era  de  Aoatxinco  para  qoe 
le  guiase,  y  qoe  fuese  á  Méxioo  en  haena  hora, 
']u«  U  esperaba.  Cortés  mandó  luego  quebrar  las 
raféeles  en  Cholula,  como  lo  hiso  en  Tlaxcals;  liber- 
tó á  los  que  tenista  para  saorílter,  abominando  los 
Mcrifletos;  mandó  li^npiar  un  templo,  en  que  puso 
Qua  eras  y  que  ee  eelebrase,  y  les  hcbló'aeerfta  de 
la  fe:  gastó  en  esto  catoroe  dias.  En  Ínterin  el  em* 
perador  Motecubsuma  se  retiró  A  sus  ayunos  y  sa* 
crMcioe;  y  perqué  se  sepan  los  motivos  de  sus  te- 
oiafM,  será  béen  referir  k»  presagies  que  tuvo  de 
in  raima  y  destraooioo  de  su  reinado,  Antes  de  pro- 
foguir  eoa  el  viaje. 


Mil      I       ■■    ..  ■        ■¿■'  ■  ■■     ■ 


oAfTfma  ?ziL 


!>•  kiiigtttbt  j  pronMlM*  dé  la  rain  M  imptrio 

tnezicaiiQ. 


78«  Fennífe  Dios  «lueskie  Se&ot,  p»r  sua  }«iito¿ 
juiciot^  que  haya  aeftalM  ea  los  elacMatoa  y  en  el 
oíalo  qao  proaostioaa  las  Irainos  de  la  tierra,  ó  ^ 
Th  que  los  hombres  se  red  asgan  arrepeatídoa»  ó  pa- 
ra que  estén  do  su  castigo  avisados;  porque,  de  or- 
dinario, el'  aviso  del  daño  que  da  Dios  para  sa  pro- 
vecho lo  convierten  en  menosprecio.  Josefo  {M.  7, 
de  bel.  iud^  cap.  18)  refiere  las  seBales  y  pronósti 
eos  de  la  destrucción  de  la  ciudad  de  Jerusalem: 
un  cometa  que  apareció  en  el  cielo,  con  figura  de 
espada,  que  vibhiba  fuego;  una  claridad  como  de 
sol,  que  al  octavo  dia  de  Abril,  estando  los  sacer- 
dotes ofreciendo  los  asimos,  salió  del  lütar,  y  una 
vaca,  que  ese  dia  llevaban  á  sacrificar,  que  parió 
un  cordero:  la  puerta  interior  del  templo,  que  por 
sor  de  hierro  tan  pesada  no  podian  moverla  veinte 
hombres,  ella  misma,  sin  movimiento  de  persona,  so 


abrió  oon»iriohiic3á;  Deitpiíefi^  421  idoMayo,M*vié« 
roD,  antes  de  apoohecwy  grandee  6^rato8  en  eláir 
re,  eairof.  de  soldados  y  teopas  de  enemigos  que  la 
ciadad  cargaban.  Bl  dia  qoe  eiitrárón  &  oelebrar  el 
PenteooBtés  oyeron  gr^Mles  voceB,  y  una  que  deok: 
Váaionoa  de  aqui,  como  nanifestande  desamparar 
aquel  lirgar  del  templo,  i^ue,  segoa  liirá^  fué  la  voz 
dai  á«gel  onatodio  deaqu^l  Ingiav.  Un  mancebo^llar 
mado  Jesuv,  hirja  de  up  hombre  plebeyo,  Anano, 
anduvo  dando  voces  cuatro  aAos  antes,  diciendo: 
¡Aj  dviÜ,  JeiQBsaleai!  y  aunque  por  varias  veces 
fué  cruelmente  azotado  para  que  dijese  el  motíraó 
ealkme  en  su  lamento,  sufrifi  el  caitig»  y  ño  cesaba 
en  SO:  perfa,  hasta  qué  en  el  combate  do  Tito  y 
▼espasiatto  perdió  lá  vida,  porque»  dando  vuoes 
per  dma  4el  muro  ¡Ay  da  ti^  Jeruaalemt  le  ateaiv- 
2Ó  u»  tilo  del  enemi|^  que  le^  desribó  del  muro. 

• 

74;  LaaiRoBaa  que  en  Méitieo  preeedierod  fue* 
rou  grandes,  porque^  lo9  vie^'deomn  4  su»  hijos; 
cuatro  gweracionee'  antes,  eómo  habian  de  venir 
del  Oriente  mucbim  hombres  barbudos  que  habian 
de  poseer  ei  reino  y  pereeerian  sus  dioses.  Bl  afio 
de  ft^Shobo  gmuder  hambre,  y  en  eété  tiempo  los 
cascdevea  le  trujere»  á  Motecuhzuma  una  ave  co- 
mo grulla,  qué  téUia  una.diad#nla  como  espejo;  denu- 
de, siendo  de  dia,  vio  las  eistvétlaa,.  y. volviéndola  á 
ver  segunda  vez,  vio  hombres  de  guerra  armados. 
Eael  palacio  que  Ihimaban  TUlancalmécatí;  sala 
tetuda^  de  tinta,  llamó  á  s«s  hechteere»  para  qne>ia 


dadMaseii  ^aeliptoiióstiqi»,  ^  miéiifaka  Immiíi  sás 
jm(&08  de6á{Niréoié  la  gniU». 
. ;  75v  Et  iaSo  de'  510  b%  6bom4íó  el'  templo  de 
HQitsilopgohtíi,  «I  najipr  (}ue'teDÍ&R;  salian  bs 
brasas  d0  las  enlraBas  da  las  TÍgas,  y  por  más 
agua  que  les  echaban  fireoia  más  eb  fuego.  El  tem- 
plo de  XÍQhteóatK,  dios  del  fnego;  que  estaba  en 
elibanriode-Tzamotco;  qoees  hoy-San  Sebaatmo, 
se  encendió  áin  rayo,  adnqoe  lloviaoaba,  ysecoa- 
séanó  toda  la  madera. 

76.fil  ano  de  601  aparederdn  <»q  bi  Uro  hofti- 
bres  armados  que  peleaban: 'apareció  un  oometa, 
q^e.  cayó  h&ch  la  tierra»* que  tmiia  tros  eahMas  y 
una  coku  Uevaron  unos  bomhrea  uniría  en  no 
cuerpo,  y  otros  con  cuerpos  de  doa  eabesas  á  la  safe 
de  Ih  tinta  negra^  que  era  la  sakt  ée  los  i^gfieros. 
Dos  affos  átítes  de  la  llegada  de  los  espdlolM,  se 
ola  de  noche  una  yaz  continua  de  mujer  qué  con 
grandes  gritos  decía  afligida:  {H\jos  mios^ya  Tuestri 
destrucción  se  bailado!  ¿adonde  os* llevaré  para 
que  no  os  acabbis  de  perder?.  Doró  esta  voa  dte  aüos 

* 

contíuuos,  y  á  e&te  mismo*  tiempo  salia  á  la  atedia 
nocbe  por  el  Oriente  fina  llama  ¿e  fuego  «pbraaMdal, 
echando  centrilas,  que  se'  Iba  moviendo  éon  el  meri* 
miento  del  cieio  háciá  lá  parte  del  Poniente,  y  al 
amanecer  el  sol  llegaba  al  zenit  de  México  y  perdía 
su  luz  haf^ta  que  la  noche  siguiente  votaSa  á.apai 
cer.  Duró  por  ua  aflo  entisro  eata 
daban  toc^s  al  Terla^  shlv:  dábanse 


79 

hoomf.y  OM  el  temor  de  algún  mal  sue^ao  multi* 
pUcabao  «sacrífieios;  y  &  este  tiempo  ae  acordaban 
de  que  In  laguna  .d.e  México  el  afio  de  14ft9  babui 
hervido  con  tal  extremo^  .que  muohas  casas  se  inun- 
darOB  y  golpeadas  de  las  olas,  cayeron.  Juntaron 
aete  agüero  coa  aquel  que  les  causal^a  espanto;  y 
el  aSo  de  19)  cuando  llegaron  los  espaBoles,  apa- 
réelo ua  cemeta  en  el  aire  con  gran,  resplandor, 
que  fije  no  se  ttoviaj  y  doró  par  muchos  diaa. 

77:.  SU  mas  eicaz  aviso  qife  tuvo  este  rey  enUe 
los  d^fuási  ne  fué  tanto  .el  que  varias  veces  le  dio 
Nemhualpiltsintli,  rey  de  Texcuco,  ¿quien  su  pa- 
diíe.Nekabttalaeyotl  liabia  dicho  que  los  ídolos  no 
eraft  dio^a^'y  que  el  saoriftear  hombres  no  lo  con- 
sintiere :rque  hablan  de  venii*  hombres  ciue  dorai- 
naróui  la  tierra;  y,  que  uno  y  otro  proHibirian  por 
male^  eomo  el  que  tuvo  de  una  hermana  suya^  lla- 
mada Papan:  esta  casó  con  el  rey  de  Tlatilulco, 
eiiVHidé>  y  algunos  afios.áutes  de  *ia  conquista  mu- 
rió: esisjüieroa  4  su  entierro  los  reyes  y  señores,  y 

fué  en,  una  eomo  bóvoda  enterrada  que  cubrieron  ' 

* 

con  'wa  losa;,  y  al  segundo  dia  halláronla  en  el 
jardín -40040  estaba  el  sepulcíto:  envió  ¿  Hamar  á 
su.tíe  ri  rey.  de  X^acuco  NezahualpiUi  y  á  siji  he^^ 
mano  Moteeuhziumay  y  con  grande  admiración  fue- 
ron Á  ver  la  que  antea  habian  enterrado:  luego  que 
todos  llegaron,  en  voz  alta  y  sosegada  les  dijor  sa- 
bed que  fui  llevada  á  un. campo  grande,  donde  vi 
un  lio  que  comande/  aguas,  y  .que  i  allí  se  me 


«o 

reeid^^  un  UMbc^  M$ptanQeoMnte '  cüfts  el  ^mA  J 
á%  gallardo  talley  <qoé  lléváDdoBl#^po^  la  nitto  fue 
dijo!  Biéi^  á  quien  no  ooboeef,  qviore  qoé  smitio 
maoras.  ff^ra  que  ikTigei^  d  loa  tbyoi^  lo  qne  vieras. 
Vide  á  Un  lado  muelios  hoegpoi»  y  niidiaa  «hms 
gimiendo  en'  penas;  y  di}^:  eatoe  son  tM  «fitepasn^ 
dbS)  que  pelmn  por  no  haber  tenida  fe;  y  luego 

Vide  muchos  navios  en  &ae  'Tenian  kevibMs   mas 

•      •  • 

blancóS'  que  nosotros,  ée  diferenles  trajesy  y^  ine 
cKjo^  etrtes  han  de  puUkar  Ui  <rerdadefti  fo  y  al 
verdadero  Dios:  ha  de  haber  faittehas  gmrrac}  y 
aquellee  que  tos  coü  ouemoa^y  lian  fimi^y  iibgtoB, 
pré]^ran  aquéllas  eaaaa  donde  himk  4«  penar  los 
que  murlerdn:  después-  de  aipaelgaada  }a  gumrta 
éstos  (biíAfiteros  teinaván  y  puMiearin  «n  4ayiito> 
rio;  y  t6  haz  de  eér  la  qae  loaaaiflii'  pám  ^#  lo 
reciban:  viielve  a!  Aunde  y  da  avieos  d#  lo  quti-hftx 
tíMo  para  que  sé  iredusgan  aviÉados. 

78.  Con  atención  y-  siléneio  oyá  MoteeitliMina 
á  su  hermana;  pero  átribuyéndélo  &  Unrátñ  y  fan* 
tasia,  lo  redujo  á  despreoio,  que  tanto  puede  iá 
ceguedad  obstinada.  Beta  sefiora  fíié  bautisada,  j 
se  llamó  Doflá  Maria  Papan,  á  quien  ka  primiti' 
vos  padres  éomunioáron  y  d^-qiiién  suíieron  el 
suceso:  vivió  como  cristiana,  y  mntió  cea  fama  de 
buena  vida. 

79.  Estaa  son  las  setales  y  avisos  del  eieto  con 
que  pudo  disponerse  á  mejor  vida  este  mouairoa  y 
kié  sfiybé^  y  kuñ  no  faltó>  may  de  cerca  *eifo  aviso, 


81 

pofqw «OMido  ycnláá  yá  paira  Ittxtoo  toséspáSo- 

iriMda  qiM  luibui  Mmodeoido  el  Ídolo  que  le 
reepueetu,  determiiió  meríficat  quinientoe 
eaotivoe»  y  ofrecer  qumientoa  coraaones, 
y  mmtn  elloa  eataba  ua  tlaxedteco,  que  al  llevarle 
al  «Mriflflío  d^:  Dice,  qne  én  el  cielo  Tivea,  y 
de  loe  que  has  vectdo»  si  tienea  poder  lil»ra- 
de  aqueeta  nuerte:  *  el  aátrapa  que  lo  oyó  le 
ñi§m:  ao  hay  mtm  poder  que  el  del  dios  á  quien  te 
iBeo:  volvió  el  cautivo  á  repetir  su  fuego,  y  al 
apareció  un  paraninfo,  A  cuya  presencia  to* 
lyeieii  per  el  aaelo  atónitee,  y  m  líkró  el  eauti- 
V»  da  lá  BMerie,  yéndoea  é  loe  o spalelea  á  iMeeat 
Is  YÍda;  y  deapues,  ewuido  loe  iadiea  vieron  lee 
pinladee»  deetan  que  A  eUoa  ee  parecía  el 
libeó  al  cavUve.  Tree^eal»  eaeeée  Arlan  de  Vi- 
lUabea  (/W.  »8\  que  cita  á  OoMra  y  á  otvea. 
8ahidea  loe  HMtivee  de. tener  de  MoteeoliaunHi^ 

eu  f  1  viaje  de  Cortés. 


IÍ1»I       ■! 


■I  ■  ..  .\i 


«  . 


»J. 


cÁmüióix. 


I)e  la  jornada  ^ue  hizo  Cortés  de  Cholola  para  Hézí«o. 

•  t  ,  • 

« 

9 

SO.  Dispuestají  las  paees  de  tlaxealteens  y  <le 
OboMa,  tratd  de  proseguid  su  T^ije,  y  los  de  Zem 
ponía  le  pidiefbh  licencia  para  volverse  de  alli: 
dióies  mantas  y  en  vio' algunas  ricas  ¿  ios  caciques. 
y  escribió  &  Escalante,  y  salió  en  forma  de  escua- 
dren con  corredores  de  campe  por  delante;  y  aun 
que  los  tlaxcaltecas  le  daban  diez  mil  guerrero^ 
qué  llevase,  agradeció  la  oferta  y .  pidió  mil  pnin 
llevar  la  artillería,  que  luego  se  los  dieron  con  otro^ 
de  Zompoala  que  le  seguían.-  Llegaron  &  los  rau- 
chos  de  Iscalpan,  cuatro  leguas  de  Gholula,  pobla- 
ción que  [^rtenecia  á  Huexotzinco:  alli  vinieron 
los  caciques  de  Huexotoinco  y  de  otros  pueblos: 
trujeron  bastimentos  y  algunas  joyuelas  que  le  pre- 
sentaron: diéronle  aviso  de  que  subido  aquel  puer- 
to habia  dos  caminos,  el  uno  muy  limpio  y  barri- 
do: en  éste  habia  un  mal  paso  donde  pudiesen  pe- 
ligrar: el  otro  entre  los  dos  volcanes,  que  con  ir- 


bdtositeiiUdM  JlaMan  tefMido:  ignáMÍd  el  udMi 
j  ai  «Cw  dk  haUarai  Iw  ouninot  oomo  le  dyerai! 
auHltf  deeeo^snuMr  el  que  está  de  árboles  cubíer- 
toy  y  mM6  per  ál  eeire  1m  dos  metras  oevidas 
ámadm  lee  «oldsdos  sintíereo  elgun  frió:  pereroe  en 
\f  heepedi^  de  Mereederes»  quelelbiM- 
lUnnloo^  que  teniM  ub  pelto  greide  y  uaa 
piMHi  eamMdadii  pere  seis  mil  indios  qve  Ibin^ 
tl^onlleoR%  de  Obolnln,  Zemponln  y  HoezetMi- 
^  qoe  pem  distingnirse  de  lee  mezknnoe  trainn 
goiraeldn  de  esperto,  j-  entraben  j  enlina  en 
•I  rsnl  eeaM  eirtientee  y  emigoe. 

SI.  Deede  nqaelbi  enabre  diviseieo  á  Mirieo 
y  be  cindedee:  lee  soldedee  y  slgnÉoe  teasreeee 
ienina  á  deeespsmeioa  entrene  entre  tente  gente 
el  peligro:  etne  ee  nlegmbnn.  de  qne  ftieee  ten  na- 
nmane  U  tiena.  Oorlée  lee  consoló  oon  ánimo,  y 
per  lee  reeelee  pase  nne  goerdia  qae  ?eleee:  omm- 
dá  á  lee  indine  que  ninguno  Uegise  el  eaerpo  de 
ganidia  de  aoehe  poique  había  de  ser  muerto,  y 
sel.  elgunee  de  lee  mexieenee  que  Uegnron  á  reeo- 
oeesr,  smeneeieron  muertos.  Corlas,  que  Tuleba, 
foé  á  reeonoeer  la  poete,  que  le  cnbia  entdaeee  á 
Mnrtin  Lapes,  y  si  no  bebía  ten  presto  lo  mate: 
qnsdsson  eon  esto  los  propios  avisados,  y  loo  de 


A  eete  tiempo  envió  el 
cubsnsm  un  ptineipel  de  su  eorte,  q 


•4 

¡ndlftdd  dii^MKvi98  qée  MhsMé  Ik  ^nás-^líw  hm  4A, 
pm  faácQtr  «xperittteia  m  im  pvwdiftfiíl  ]e  ttelid« 
eomd  á  «ujró|  cofa  «o  ¡Hrwettto  de  iuj^ottiiáGtt:  eer< 
rió  ki  V(n&  qa»  ibaá  eae^niíárle  el  r«[y€  i^ne  oui< 
duele  Chnrt^S'tn  mcebivle,  y  ncr  faU6'  qme»-  en  se- 
ereto  le  att9a0o  dé  te  áoeiofa.  Reeibidleite  tanta 
certéitie  y  eome  ae  creta  ser  el<  rey^  duAosei  Yei- 
vié  á  lea  cafñianea  Uaxeaiteaea  á  lingMtar  ai  era 
aqml'jaiéttkperaflor  MetecüilixMíd:  dijeran  te  Ter- 
ded^  5'  een  aign»  se»tiBE&eQte  eorteaftao  te  di¿  á  eo- 
Umém  ei  ngmño  de  quertete  ei)|^ffah  agímieeió 
el  presente,  y  el  cafittán  ae  vehrié  algo  eorrido,  y 
entiáM  á  deoif  qae  el  éeaee  dé  eonoeér  tan  l^rau 
aeitor  le  UetalM^  que  pr^aie  ae  veríasé 

88«  fi^lfai  dvaMi  elejéroíke  pura  jMie^uénNéaDi 
piieUo  gMffdto^fiide  faéron  bien  reoeUdoa  y  r#- 
guiado».  liw  de  Tlakoaiteteo  vlnteroa  &  irerie»  y 
todoi  dier<m  qui^oe  dé  lea  <  reeavdaderea  que  oa- 
btahitiiy  de  <ténie  tea  Quitaban  laa  lii|aa  y  padeateo 
extofsfdnes  y  tirantea:  pt'ovteMtea  aa  tea  hacia  jus* 
tícte)  y  quedaron  eonfedet «dea:  en  *  aa  «mtetad:  es- 
t^ttoteaUi  doa  días  por  el  bnen  heapedajr  qae  le 


84i  GuiUakaataib  y  etroe  muebea  aeftotea'  eiaa 

paveeer  qte  ée  lea  eatecboaé.    Caoaiaai  rey  de 

Texouooi  fué  de  parecer  que  enteMae,  paea  era  eia- 

bi^dor;  y  qae  ai  aéaso  fateiese  algana  efdnaa,  ca- 

baUeroá  gaerreroa  había  para  vengarte:  aigaió  el 

^tet-  Motéeabadma'  el  .pareeer^  y  w4^aé  qttb  m* 


96 

k  AjroUíttMt' y  á  Ift  náfiaim»  ^  Atendí  v|n»rti  mUiv 
riño  CfMnuí)  i4y:de.  Tmob^^i  mu  grai» .  ruMinf^ 

ihrmmoBiy  regalóla  ^qMHm  de  dianiaiiifli  U^i^ 

008  y  Htktim^  y  :(ves  pitdra»  ii  iMirg^iUm,  que  d« 

varies  imleroe  relMdMriéaii»  keoliae  4e :  «aigi^tey 

y  dándole  reeluide  de  parte  del  eu*  ikio  ee  ideepidM^ 

y  el  ^énifso^  aefoé  ó  TlaluiaíC  por  um^ ifilMda;.lii* 

gar  qii#.  fier  eatikr  eb.  ei  aguit  le  Haaaafcoii  VentettOf 

la.  Bl.»esok{tiej€0  Mgaló  y  qaed^  con  eUes  coofeí 

dendó:  díóle  t»ytim  de)*.tm»ÍDO;  y  aíUDqne  detor* 

miné  ir  enoaana^^le  furepióídeaptiea  teajoír  ii  por 

üenp%  por'ba  eabáUc^siy  artHkrkitkBaadó  qu*  dtii^ 

gaa  iadüoíw  btorpelaiie  ni  faéde  ente*  leeaaUedoe 

ni  eabafloiy  perqué  do* eatbrbaee«  ei  áíúw  mHíUúr; 

fuAae  &  látapalanteucoy  doade  hoy  está  la.Vfutii 

Nueva.  .  ^'  .  ..  ' .     -  -  •]  -^ 

h%.  iiLÜixbeUiei^  bgo  de)  Neteliualpíaiy  r«|y  4e 

Toaetebi  ^  q^en  au. padre  ¿abia  4ejáAe  periJmre- 

<tere  del  ipy^:y'faie»  pív*  iiid>ef  enfemlo  an  él  €«- 

cama  por  |p»l6  éel  aritor  MotaCoixBüina  ae  había 

reinado  &  QNniinb»«en  sil  ejétoito^  viendlo  qne.ne 

^Diaper'^C.apulai^  aéL'viaé.á«agQardavle4l^)ef^ 

^^  y  teméantat  potioia  tm .  iiaaiefthof i  wmmm »  €Qfi- 

VVrAHCURT.— Tono  II.--8 


86 

lecebirlo  y  á  darle  nneTm  de  la  vAñte  Me  il^ee- 
pefieleii,  y  que  eti  liértiNUio*ChiontofakUaiáo4^9D- 
otfMMvIé,  y  eoiif4deradM,  hetsbas  lae  ptM«^(deqiM 
reeibtógitfU.Moteoshafiíttá  ooaodo  lo  enfíá),  ^ 
tñéfon  á  ImeeaT  á  Oortée',  y  legua  y  tnediade  tés- 
cuco  (qaé' seria  eB'.e8té'[kraje)'ettcontrBÍkNMMMi  4á. 
Alborot4}Be  Cortés  'vléftdo  gente  de  guerra^  y  púso- 
se eá  arma;  pero  saM^i^o  qw  voiiian.4d  pas  r 
quiénes  érao»  lalié'  á  reoebtrlos  oon  ale^^.  IxUi- 
M^\A  se  M  para  é(  con  ¿raade^gozo,  y^eon  gnii* 
des  0|flieÍRiOBÍacr  oorteeaoas  i|b  4ialiidatMt  ttnüan  rí* 
oatuente  kderecadoq,  y  admiraron  los  eepalbttes  ei 
TW'4  TeoooolteiD^  a»  indio  ¿apiten^  mas  b^aiop  que 
los  espafioles.  Comiaron  ide  le.  que  ^tiigeMtt  coa 
^bundaMia^  y  lo^go  entraroh  en  Iteonóo:  M  gente 
se  arrodálalMi  al  pasary  porque^  los  jtenian  por  kijis 
delsol.  AposeatávoMe  en  «1  palatío  real  da  Tbom- 
00|  atalnqoe  Bemal  IKaa  no  lo'p«8o  en  so-  kistortt: 
Helnremy»Térqnemada  lo^traeír,  y  de  lo  sacedído 
dbspttes'se  Mlige.  Den  Fernando  do\álTay  aásto 
de  IzÜixuohily  en^  su  manuscrito  dioe  que  Mitéo 
oes  le^  d^;á  Cortés.  IxtlíxuchiQ'oámo  aá  padre 
Nesahualpilli  .no  tenia  por  dioses  á  loa  idaiee;  r  , 
que  abemiáaado  •  el  sacri^io^  miando  que  no  m 
aaorifiearan  *  hombres, '  y  que  so  lea  d^  di^ 
que  yendrian  del*  Oriento  unes  hombrea  UanM 
qtte< les  darían  .iiotioif  del  verdadeip.Dios^  y  que 
ín0truidios.en^  loa^misteños  de  nueatara  santo  fe 


87 

él  y  doscientos  caballeros  tezcucanos«eIiabiaD  bau- 
tizado. Podo  ser,  aanque  á  don  Fernando  le  He- 
varia  el  ser  descendiente  para  añadir  esta  excelen- 
cia; lo  cierto  es  que  Ixtlixuchitl  estuvo  con  Cortés 
y  le  dio  la  queja  de  que  le  habian  estorbado  el 
reinar  por  gusto  de  su  tío  Motecuhzuma^  que  se 
inclinó  á  Cacama,  y  que  le :  iMM>metió  se-  le  baria 
justicia^  como  adelante  se  verá  que  lo  cumplió  Cor- 
tés como  h)^  prometió* 

87.  De  Tezcuco  satieron  para  Itztapalapan, 
adoiTde  le  instaba  Cacama  que  fuese,  que  ser  instan- 
cia ¿uya,  dicen '  todM/ y  aunque  nó  exjjresan  el 
motivo,  8eiM>Iige  de  qpe- Cacama  le'cfáeria^stéfbi^ 
la  entrada*  de  Tezeuca  y  élgerse  oóu  su  bermafio. 
Admtraron'^1  palacioídd  Itsstapalapao,  lalifíertaíde 
tanta  fruta  y  hortaliza;  él  estaíio^  de  cttatrpc{e»t¿s 
pies  por  cada  lado  de' pescado  y' volateria^  de  patos 
y  de  garzas:  acudió  alK  el^sefior  de  Cuyoacati y 
de  Colhuacñii,  el  dé  Iztapalapan:  Cuithuátzin/  sé- 
brino  de  l¡[otecdb¿uma)  le  presentó  esélüyas  para 
Beirvir,  topa  y  amílpas  en  6ro;  y  ooMidemndo' aqué- 
lla grandeva/  dio  ¿taimó  á  «ua  sildadeé  que  iM'-sé- 

rian  premiados  sus  trabajéis/   '      •  •       < 

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De  la  entridA  de  loe  eepallolee  m»  Ifteiéo^  léoelimlMfiÉ  / 

S8.  Si  ooIm  de  Noviembiié  d«l  «8o  de  1519, 
ilMAMMlo:ii]M*.<it^  litepiilaBa^.tettdidM;  las.  banda- 
SMiMtftrBHi.de  Moip^oD^  him  ^soiíMiftftAiB  ks 
lliliTM^  %\m  nwMpritír  foé  aii  kilm^tee  nbgiiiL  iá- 
4ii^*)r  ptt»  elcMebrto  fuetod  dtl^bte  «IgiiuM  ca- 
^«|i«Q0.  qM  dfMpaJMoü  kt  ttludA.  Km  aaoMroso  ti 
cMjBttTHo  i|oe  en  \m  «atoa*:  y  ácbteas  saliao  4  vtr 
k  notedadi  de  I09  reeíéii  veddM:  al  U^gar  á  \k  61- 
tma  poeáW  dMde^  1k>x  está  1»  iglesia  de  &a  Ai- 
tea  .Abad,  eiUieiKm  inneh^»  eac^K^nee  con  rtcaa  Tt»- 
üd«itia  A>dat  k. bieamftida:  teoabaiib  een  k  nano 
en  el  snelo  y  besaban  rk  Aaio  rqpetdoó  á  k  tíem, 
con  otras  ceremonias  de  paz  y  cortesías.  Detfitose 
en  este  algnn  rato  porque  iban  pasando  por  sn  ¿r- 
den^  y  en  el  Ínterin  Cacama,  et  rey  de  Tezcuco^  y 
loB  aeflores  de  IztapálXf^ftd^,  Tacuba  y  Cuyoacan;  se 
adekntaron  á  recebir  á  su  monarca  que  venia  con 

TOS  sefforea  acompaBado^  con  anas  ricas  andas 


<t9 

nvcbtfoft  8eiq»idi4e  luttiéBa^.y  ¿ehájo^i^Q  ntt  ti- 
00  palio  dd'pla|pa9''^«ardea'0on:>laborés  úb  pto-ostn 
mucha  argeiiteiin  dt  ps^^uéas  piedras  y  periaé  que 
colgábm  jda  nuas  que/  eniu  Q9aso  beniAQuras^  oin 
btaaoft  da  aw  das  aobríaéB  /á'  loa  ladoa,  qile  vahiaoi 
aoik  riocíarveakidaa'difareDtea'delos^w  saoaároq^  pai- 
ra réáikir  á  Cidiiésj^  ^uofaosaefloras  harneado  al 
aoelia  por  dondeibaBiadef  pasar^  y  poniendo  «tara- 
taa  pMqoe  ao  pfaato)el  séoIo^  «od  .  grao  HM^ntaá 
riaaiüaiite  i  veattdo  >  y.  bon  ua  calsadot  al  idedD^  Ao  00- 
taraa.  ó  alpaxfaleaide.oit)  y^  lácaa  piedr^i  lok/  quB 
le  acompañaban  venían  descalzos,  y  tddaa^lasc^aB 
iM^isintaÉvarltí'ár  lajeara^iSalaaufñte  Joa^bracMros, 
i|Bé  amat}i»^ea;  alaaiMm  los  ojm^  amqaa  wnian 
daMilisOapor  delaDJ:e  y  por^  dab^áalo^  pñnoipalea. 
Al  líiibto.  aaiapeó  Oatté^.  y  deíade.  hoy  ^stá  A  bos- 
pital  jdoilát  Cdaeapcion^  qne  le  llaanaa  da  Jeana  Na- 
aMNWV  ^  anaóntiarotí  vcxm.  oeremoüiaa^  coitaaes^  y 
yéAdola  i^  abrazar  Ckiff tés^  le .  datavÜBcoq  el  braao 
loa  qfM  la  ao^mpaSaba»,  potfqne.  tapian;  poniíida- 
aaoaúl  q/a»  letnoaaoi  al  tDdnaroaj.y  al  aiitob.tieni- 
po  €orté8«to  ech^ail  curilounar  sarta;  de  oapDtas 
de :  Msiott  ealcMre8>  que ,  estabaa  enaartaidbu»  •  «n ;  hilo 
ddsr  oro-  con  atanlacle^. que  ki  estimó  .ú*  ompetedor 
Mateatthairam  poriottoisai  vista:  ibale:Martiia  (qne 
en stí  Ibogiia' )a  dabael agvadaeimienio  y* pláebmé 
da  pasrt»  de  au  capitán)  á/laff  la.maaOy  y.el  'sefior 
AMe4oÍiteiD&»sí»  U^Sü  &  Citf  té^T(fifadáiaM«^ba4o 


90 

su  fttssonateiento,  .df^iulda^>  rey  de  TooiiQo  y  Cu 
yoocan  que>je'  Mom^inses*  y ^  guia^eow  «i  pubci 
d0' su  padre  Axáyaoatl^' donde  agnárdd;  y  iiieg 
que  Uégd;  CariéR  ie[  eclié||oi|  ekdéna'de  camarones 
de  .ero  al  éaello  muy  liea,  y  Uevándole  por  la  nv. 
JQO  le  eatró  eD^vña  sala  ^é  su  iisaBsá  Ueii  «loraadtt 
hospedáronse  :los  soldados  y  l;odos  los^ -indios  ami 
gos/ porque  era  .tan  capaz,  q»o  pndi^^án  mi  éí  hos 
podarse  otros  tantos:  oou  ser  los  indios  amigoo  pa- 
¡sabaó-de  ouatro  nil  y  los  'soldados  espaffoloB  do 
pasaíbaü  de  eaatiroeieotos  y  ciacusmta:  el  baotimerh 
to  sobraba;  ihs' camas  en  tarinías  bigas  éou  su  e^ 
tera-y  maóttf.  <^ 

88.  Despidióse. el  em{»rmdóv  dicienio:  capitán, 
en  vuestra  casa  estiais:  desoafisaft  con  vuestros  faer- 
roanos;  y  fuese  á  ^u'palacio,  qae- no  'os^ba  ii^os 
Al  punto  dispusieronr  la  artitleria^  disparándola  sic 
bala  por  nalva^  y  practicado  el  ^rdeft  militar  esta- 
ban con  prevención  cautelosa,  viéndose  eatretant» 
gentb;  y  por  lo  que  baHian  sabido  que  el  idoloMes 
habia  dicho  que  los  .dejasen  enti^r,  que  dentro  con 
facilidad  los  podriaa- matar,  por  esta  causa  los  ex- 
tranjeros dicen  que  fueron  imprudentes  y  porfia- 
dos; pero;  no  fueron  sino  valerosos  y  oonfiádoB:  h 
confianza  eñ  Dios  de  oatólioos  y  el  deseo  de  gasar 
fama,  les  éinpefió  eñ  continuar  H  empresa,  y  la 
oodiciátdel  iíiteres  les  animó  pam  ño  temer  el  riesgo. 

90.  Al  otro  dia^  después  de  [comer  y  qile  «upo 
4«^  iuBAMao  odmido^  Vino*  á  visitifc  á  Oortái  eUlfior 


»1 

MetseuhsDDiía  oM  mu^os  prmélpalefi.  dsKó  ala 
eMai^ráv¿  récefajirlo  boa  itts*  capitanea  Cortés;  ^ 
aenUulod  loa  doa  eti  áussillas,  dándote  el  }add  de- 
rédio  á  Coriééi  fi(m  pujabas  poiiderabUs  dijo:  que 
diaft-liabiá  tenia  eabidOiqde  habián  do  venir;  y  que 
aunque  les  habían  dicho  que  tenia  muebas  rique- 
zas^ que  no  tenia  inád  quejas  heredadas  de  ai» 
aotépasádos;  que  dA  ¿staa  partiría  con  los  españo- 
les y  enviaría  al  gran  rey  de  quien  desdejoegó  se 
dabía^por^vaiNillo.  £ato  dijo;  con  otras  oosas  que 
eallOy.^rque  ya  por  los  oráculos  el  demonio  le  ha- 
bmrdich^  loque^habia  de  suceder  con  el  reino  y  sus 
dioses  con  los  que  habián  dé  venir  del  Oríente  &  do- 
minadlos y  destruir  su  idolatría. 

9h  Mees  nuevo  quQ  los  demonioSi  siglos  antea 
prooostiqueii  cosas  de  nuestra  santa  fe,  y  la  des- 
trucoión  de  los  retaos  dos  mil  cuatrocientos  veinti- 
siete aflos^.  que  seria  éL  año  de  dos  mil  setecientos 
setenta  y'  años  de  la  creación  del  mundo  (porque 
el  nacimiento  de  Crísto,  según  la  Iglesia^  fué  á  los 
o'móo  mil  ciénid  noventa  y  nueve)^  año  en  que/se- 
gttft  nuestro  Pineda  en  su  Monarquía  {lib.^  S^  c,  S, 
p. ;?),  era  jueis  del  pueblo  de  los  hebreos  Atiyalpn, 
del  puebtp  de  Sabulon,  y  Gargocis.    Maliconia  en 
EspaÜay  consultando  á  Fiiuno,  que  reinaba  en  Ita- 
lia, qué  set^  más  acepto  á  sus  dioses  en  hacimienr- 
to  de  gracias^  respondió  el  oráculo  Deifico:  que 
edificiise  uo  templo  á  una  Virgen  Sántisima,  Mar 
diedel  DiQ0^tefDO|  limpia^  sinr.  la  culpa  origiiial^ 


(|ae  >»:  los  ««ni^oM» !  tiraipM.  teftdiéi  pMl  mjwi  #1 
m.undp.  Nuestro  PelbartQ  cUce,  %ti0.GK>t*iéMíiUks- 
gMajiO,  pocoa  afios  áutQs.qufi>Cri8t^aaittds»yíMi^ 

yia  «R:  el  iiiiporió?  Y  i^piMAdiá;  .qw*dMÍQiM  un 
templo  6.  un  Hyo  d#;  pioa  que»  «leí waieoto  mre, 
jWgebdra'do'  sia  tiankpg^.qqd  deatm  d%  paoop  «Sob 
nacem  al  muiid<^  de.  una  VlrgfeDf  Madf e^  Hm^  de 
eolpay  pceaervadíGL  de  toda  mamba.  (Doooimíob  á 
loa  ouacenta  y  dos  anoa  de  su  tmpet&o^  qnieMiBfals 
que  jos  mismoB  demonios  coafi^aaa  i0p'  afgiAdaB 
fflkterioa  de  nuestra  aaota  fe  y  ftMfaü^i/iMií  wr- 
dadea  que  (cobiq  dioe  Sbu: Pablo  í,s¿nmút^S), 
importa  á  nuestra  saati  fe  que  publi%uea  4taJWfl- 
terios  dé  la  graoia  lee  eztcluidoa,  de  lft^kMCÍa;.|me9 
tal  voK  {ciega  locaral  puede  rnáaiOon  mfpeiitiLInia 
Tardad  diobapoTeldemoniOy  4ttaaa4EÍiciilo.da& 
rapeüdo^r  la  Iglesia^   Y  asto  soelof  pcoaeetmar, 
p<^que^  oomo  tan  graa  filósofo^  euek  fieles. de  lo 
que  va  presente  I0  que  podrá  auceder  en  lofiítaro. 
92.  Y  prosiguiendo  la  historia:  Gfiortéa  agradeois 
la  oferta,  y  dijes  que  tenía  muohas  cfosaajqoa.daoir- 
le;  que  él  principal  iatcrntodesu'  veoída.  era  poique 
fuesen  cristianos  y  BalVasen*  aUs  alma6|  qm  ded|»a- 
eia  le  diría  el  eóme».  Y  lepartidos  algUMa  qgifciíyíia» 
BMfiídió  á los  Bttyós  <|ué  uo  faltaeeiOMtla;  ti  l^a^^ 
mente;  y  al  salir  fueron  tode^  4  d^sl^lo  ha^  U 
^eiülc. y  le hioieronla  salva.  Otro dia* fué jCerlél:toe  * 
,éMÍ^LGa{[Ltancá  jiiaiiiM»  nlfl^doaá  jM^til4:;rwt|. 


m 

SaUó^lM#qii)iiisn»  d  rMeWi^e^;]r  (mMw,  pwr  los 

GrepMMMi»4eÍ  mando  y  4e4fi:te4ei»GÍ0Dt:4«€lr)rt0 
nu09^a  9e&or>  y  qui»  4  uáotiYO  dB^^véuíVievaiiléis 
por%8Q  A)vA89n.  0M  iabmd  ^oe/por  sos  riqfuomff'. 
A  qHf-rfíHM^ti^)  ^ue;  y«  ^nia  noticia' d«^U  4)rm 
oion  A»l'  mundo;  :p«w  'sus.  autopi^sadoB  le  Jkabmn 
dejado  aquellos  dioses,  que  los  habian  favnebidp; 
que^  los  soye a jerian.  btionea,  pei)o  qaoiél  no  eái^ba 
6D  deterniíiatñoQ  de  dejAr  les  n»y oa^'  \  Hue  asear 
algmilia  ieyá'8  que^  did  á  Cortea,  y  doa  ooHates  á 
capilaiii  y  diea  oargaáde  ropai  que  le^mrtieaén;,  ¥ 
se  ^ehitetoó  áíéa  hospedaje^  adaitñutoadetsa  Irbet 
raKdady^raodefe».        ;; 

98.  Dentropdéreeisdias^Gortiés  le  envíóiápedír 
lioeii0a  pet^  ver  el  pieinoado  y  Umplo^  y  le  fué  wh^ 
cedida;.  y:acotnpaSándole'  MótecuihfloiiiQ,  isubieroa 
á  lo  Att0,  d^  dende  se  TeiaD  todos  los  pueblos  y  oa* 
mÍA08«.Pidí^  teifüOBtnise  aua  dioses;  y  al  mestr&r' 
aelet  te  dij«  Cortés^  que  se  adaiíraba  que  un  vey 
tan  eakio  i»viéer*por  diesee  equelUts  liguriÍ9i  Bl 
empemdbrMótecuhzvÍBia  le  respondió:  igpeal'div- 
ber  el  dee^HMÍo  que  haMv^  do  se  l4«  hubiera  üi^S' 
treid(K  líiieddte^a  el  teaipfo  y  despidió  &  Odiiéer 
éste  qoieo  poter  uotí  oru^v  y  ^^  p^p^d  y  mSnietiM 
diaikilieo^  se  lo  contradQeron.  A  otro  dÍA-ettvi<$re«> 
oade  «on  loe  iDtérprete»;  que  Te  diesea  Ifeeucía  <le 
poDefuna^ittíágen'ea  et'temple,  port^úe  en^  sá  "pk- 
lacio  de<A  «i*  ^"^^  *^í  ^taKiuKÍ-tóeg^^le 


hiotese  mk  btt|ílU{i,  ifM  ^n  'd^s  dS^s  titfHMÉlíS;-y  en 
«ItoP  ootéeairotí  (éotí  pi^oeMion)  íñé  liáigm  tfi^ties- 
4hi;^IIéTa>3^  iintt>éritfe/'éoAtíe  stf-cantdlKi'^níAAi,  y- 
ailt  se  di$i3  busta  que  faltó  e^tinO;  y  eoti  esta  ec»- 
caenr^Oortétf  toa  Iriso  6  toaaeldaáos  oM*  plátIHa,  ét 
que  dkseti'^lbitefi^  ejemt>lo  á  los  géá«tleBí»TÍTÍ«do 
oTÍstíapafDents  para  que  'Dios  iiiMBtro  ^Saitor  les 
ayudaae.   : 

94.  Sealidoa  quenlareiD  los^  papas  Tiende  en  su 
teniple  el  ált«r  (aanqoe  de  étPM  nadeaea  Imbla  en 
él  aigOQOSr  dioses,  rason.  pava  haiier AMmceiido  el 
sey.MotéeQheama  la  liceiicla),  y  boeeaxido  nodo 
paM  quei6e<qiHtá8e,  se  ftierqn  lía  dia  á  Cortéd  di* 
ciendo  que  el  no  llover  era  por  el'énqede  sus  dio* 
869^  y  itevátonle  las  oaBaa.  de  íinaia  seeto  y  las  ma- 
a(Hroa1i  éa  iagoa  chupadas.  No  pareoe  qae  entf&oes 
seria  tiempo  en. iqne.httbiehí  cáBaa  de  itiáia  ;^  nin* 
morcas;  pero  no  obstante^  |mdo  se^  qtke  de  tierra 
oaUente.trajer^n  las  caBas  y  balotes,  qne^los  bay 
tempranea^  Cortes,  ooq  esfArita  católico  ceafisdo, 
les  d^c  ikjidiid^  que  para  que  i^eais^  que  nuestro 
Dios  es  j^deroso,  maBana  UoYérá.^  Uamdaos  sol* 
dades,  y  dijo  ea  el  empoBo  en  que  eatabaf  que  se 
oenf^fl[aran  ytque  eomu]g«jran  &Qtn>dia,  yfueroa  i 
meay  y  oon  toraura  oomulgattdo  le  faiao  oradoo  i 
Ic^i  Virgen;  y  al  punto  empeaó  á  llover  tanto,  que 
con  dificultad  ^nasaroU:  á  8^  akjamieato.  De  aqai 
empeisó,  la  dovoctou  que  hasta  hoy  dura  en  la  oia* 
d^  de Méxíooi 4%  {«edjjr.  agua 4 la  YligQnde los 


95 

imagen  qoe  colocaron  en  el  templo;  ocasión  para 
jontar  á  todos  los  p  apas^  presente  el  emperador^  y« 
decirles  la  verdad  y  poder  de  nuestro  Dios,  y  con 
razones  tan  eficaces  abominó  el  sacrificar  hombres 
y  la  adoración  de  tantos  dioses,  á  qne  Motecnhzu- 
ma  respondió,  eran  ciisa^iiffi  altas,  que  necesitaban 
de  mucho  espacio  para  poderlas  determinar:  man- 

doy  contpdp,  4»l9?jnÍQÍ^^<>9  ^P^  deinonio  que,  no 
sacrifioaaeo  htaibres,  cosa  para  ellos  duri^  de  lle- 
var, porque  en  eso  los  sátrapas  teoian  sus  intere- 
ses y  conireMraeias.i  <T 


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'       ♦  .  I       * 


* 

&5.  Alborotados  los  sAoerdotm  igMitüm  p«r  fai 
autoridad  y  conveniencias  que  perdían;  rabiosos  los 
demonios  por  la  conversión  de  algunos,  aunque  pa- 
cos, que  se  bautizaban;  no  pudiendo  sufnr  el  odio 
que  á  los  castellanos  tenian  viéndolos  haoer  oración 
%n  su  templó,  incitaron  á  la  gente  noble  para  qoe 
volviese  por  la  injusticia  que  á  sus  dioses  se  le  ha- 
cia,  y  trataron  de  quit^jg^^las  vidas  á  los  espaBo- 
les.  Los  de  Tlaxcala  dieron  aviso  á  los  capitanes; 
y  hallando  por  remedio  el  traer  la  persona  del  em- 
perador Motecuhzuma  á  su  alojamiento,  aoonseja- 
ron  á  Cortés  que  le  prendiese,  y  mandó  se  enco 
mondase  á  Dios:  y  estando  una  noche  paseándose 
por  una  sala,  pensando  en  negocio  tan  importante, 
Alonso  TaBez,  que  era  albaftil^  le  dió  noticia  que  ha* 
bia  allí  una  puerta  recien  cerrada,  y  mandó  Cortés 
que  al  punto  se  abriese  de  secreto  para  conocer  el 
intento  de  haberla  tapado.  Entró  por  ella  á  muchos 


que  fBjra  9I  ife^ovo  dial  empec^i^  AwyiM^f^Ui  iia4i*e 
de  Motfi09.]wii«ia:  entipftrQn  los  soMa^Ods  á  ver  aque- 
lla. ri|qiufz|^:  vwoí^6  Tolvi^mn  á  cf^rrar  la»  pufirbt;  y 
a«Qi|m  miM^k^^  j%w  iiQ.  se  lleipiae  hkm9fi^  iio  di(|a* 
ria»  4«  4u^ar  ai^rov^ilclQs^  :qua  laiH)«8t<Na  ae  1m 
había  r^iíiido  |^ara  ^mpUip  ao  4aae0:  y  «at{9facéF  á 
BU  QAO«9Í4ad. 

96.  4^1  ^ü.dia  le  vú^ier^n^qartaa  9(^0  cea  i»ea- 
aion  €|9  i^at  a^^lJMia  loa  de^  ZMapoaJaje)  trilHita» 
el  aeñor  de  Nautla  coa  loa  aoldadea  n^Xioanoa  qtie 
eeti^b^.QU  T$MB<^a  9a  ^  b^iíadar  49l  VM  del  Ñor- 
te^  nol^l^ba^  4  toa  .piiif  bloa  fiaígoat  y  que  Jaaq  ,do  liSr 
calwi^  IM  iMLbia  queáft^o  «P  ViUa  Rica^  a4lii6 
con,:  (qparaDta  apldadoa  y .  vfÁX  igdíoe  tetonacaa»  y 
vi^^o  a^e  era,^  $0|]Í€U4p«>  :l«a^iiM«Íioa4o8  dejaroo 
4  lof  eapaSolaa  f  ol0Ji:..]reLtiin(Sa4a  .^ma  de  Saoalanie 
á  quiea  1^.  oíatairou  el  .oaballa  myl  tierido»  y  á  {lo- 
COA  d^a9  mmió  él  y  trea  «old^4oa:.  eog^ron  á  Arr 
gUelJjf ,  ^oa^uíaj  4»:l4W^  y^l  W  habar  aoabado  cki# 
todoa^|osj9«ipalli>l9^,  foé  porque  .upa/  ae^prra  con  9a 
bi  jp  í^^  loatbcaaoa  jeoia.  delante,  de  elloa  y  penifi 
á  iosL  iQi^j^ipa^os  jkeqtQi  y.4b>^  cafl^ellano^eafuerao 
(cx>mo Ja  TefioTiO  ^eraf^l  Pia^J :  fv4  920ÍÍ vo  afica;^  ea- 
Ui  DQ^la  Bpeva  para  jaatar  IqMgo  á  los  capitanea  y 
proponerlea  ai  aeria  cotnyenieute  el  pender,  al  em- 
perador Motecuhsuqaa;  ,al^i[i,09  díjeiron  que  $em 
mojqr?ati(^  §J^  ^^\f»y  >qiM  pu^  lea  ofrecía  di* 

VBrAiiruAT--'roMo  II»— O 


aWafl^urilqtié  tio'^átrittlán;léfl  dáriá  »iAí9br'')ptfa 
^ué  Befaéran^  y  cdtaesfa  sé  etciféaiiia  ^I  naoiftls- 
to  riesgo:  t>tlr08  doróte  que  sAlieliad  oomo  fugiti 
ybi  setmn  ñé  los  demás  en  poco  esfímadM;  que 
*t>ara  naj^er  sogtíro  so  trajera  la  peyseiift*^  reAl,  que 
eíacosa  afi^et&tesa  perder  la  oeaeioD  en  ^oe  Dios 
'lee^a%iár  pneftto  pira  serfido  Mjo  apOdeHaidose 
«de  MétÍo<>;  qae  eadedteáüo  t)fon  seria  f&cil  el  su- 
jetar el  imperio:  este  parecer  de  los  ims  Bigai¿ 
Getüés,^  y  «Mindó  se  pf^etiteiesen  de  goenra,  difi- 
^endo  en^  plarteé^difereátes  loé  eoldftdoft>  y  qae  ta- 
^vi«rftn  «e&feniaidoslos-cálMÉóto/ 
^  97  El  dia  Mgui¿i^>  á  la  horaíqttéBtfUair  á  yi- 
Bitar^al  rejr/littó  iéoiáp^l^^  ¿apitanee 

yUte  it^tlS^prétes.  ReiÁbifile'elgrán  Moteotidhsiima 
ttiuy  degi^  ofreoMle  ü&as  jo'yi^'y  dábale  dba  hi- 
ja s\3r}Áa  níüy  ^i^osa  para  iq(áe  caá  ella  ád  ei^sase: 
ugradéeiii  }a  tfféírWi  y  éicodsóái»  ^  eí  casaníiieotó, 
pQírque:  dijo  sttr  ¿á^db^  y 'qiiO'  sb  set"  ¿tistuiíiá  j 
de  sü  loy  no  )|>u3férí¿^cafi[arsei  aúiiqüO  no  lo  Yuen, 
flfo  era  la  dádiva  paira*  ^tie*  Oorlés' ejeoutáiíe  la  pri* 
tiion;  pero  nó  Válen'dénes  d6hdé  I6s  qué  reciben 
"66  tecelan  de  isiaydres  ikalés.  IMjólé  qüé'á'lo  qoe 
iba  era  á  darle  enénta'  oSéao^é)  de- Nadfaib lé  ha- 
Ma^  dentro  d^  ámistadj  tMiéMó  á- óldho  oástenaiios, 
que  se  babia  de  aTériguW  éste  déUto;  kl  pütíto  sa- 
66  eí  bello  y  lé  ijíií'ff  Ibs  prtnbi^palés'pa^  qü'édes- 
^ácbaseft'  para  traer  á'QÍiaQÍip6)3ooá' y  stísliijos,  y 
4$jo)eque'tQyÍ€»«6^ábiMi  déf  írdé  i^ifél  miéniras 


quttarlte  tu  VtdflV,  y  que  érhaKá  de  listar  cernios 
eMtellmDOff  partí  nsegartrlss:  r^tcó  MotMahautna 
is  salida;  pero  Aiéron  tantas  las  instánsias  y  las 
ioi€fiates  qVis  le  hicieron  de  ir  preso  ó  qoedat  idU 
&  puftatadas  nnierto/qiie  se  fué  en  tmas  andas  eon 
ellos,  j  por  apaciguar  á  los  snyos  dijo  que  gusta- 
ba de  estar  entre  aquellos  hombres,  para  qneVié* 
seo  qué  era  fiiiéédad  el  qoe'  hul)iés«  mandado  á 
Qoaubpopoca  hacer  delito  tan  áttioz;  y  taé  á'  nna 
&alá  qoe  se  aderezA'cemo  páfa  monarca*  pusiéron- 
le guardas,  y  ordenó  que  con  toda  rererencia  se 
le  traíase,  como  él  lo  hacia;  y  |>orque'tin  soldadb 
le  respondió  desabrido,  lo  sentenció  Cortas  i  hor- 
ca, y  por  mego  del  softor  Motecuhzuma;  le  pen)o« 
LÓ  la  vida  y  le  hito  dar  doscientos  azotea. 

98.  Ko  se  descuidó  Cortés  de  pre?encíones:  hi- 
lo  dos  bergantines  fuertes,  en  que  cabían  doscien- 
t^  hombres,  para  poder  saltr  por  agoa,  y  los  teoia 
con  guardas;  y^porque  conoció  la  inquietud  de  los 
mexicanos  puso  guardas  en  las'  azoteas  V  detrás 
Je  la  casa:  envió  luego  á  ^lla  ftíca  á  Alonso  de 
Orados  por  teniente,  y  porque  supo  qW  trataba 
mal  á  los  soldados,  enrió  por  ét  y  envió  á  Oonza- 
lo  de  Sandof  af;  y  porque  Viese  el  emperador  que 
se  castigaba  lo  pu$o  en  prisión,  y  queriéndolo  cas- 
tigar rogi}  por  él. 

99.  Animismo  lus  principales  &  su  rey  acudían, 
y  aunque  stf  mostraban  desconsolados,  coa  roktro 


S  ^  1  .i  I 


jnÍ)«ijÍÍ|I):  }ilm^^  f^<>os,  4eflp«dialvk  aagoci<y  el 
MTTioji^  ;yjM^a,ípomo<d«.  priodpe:  üdia  «1  tstn- 
flp  á  l«f  fi^^  aoonpfAMp  |d«  la  (i^irdU  4e  los 
«líiqpaflol^  j  aiwqvft  vi^ríiifl .^T9Qe9.  kt  ng^^GqTÜa 

W«  1«.  .*?í».»  P»Wr*»MÍ»  9«íwii  P«rao?  í«a», 

^ft4í»E9 1^  WM)«ni  (le,j(i);Íof)^  y,^  ^i^r  giuiífis  iban 
>^  fcku;í;fintiiiea  /  c«;Eioá^.  en^.^ve  eal»an  aétonts 
^{)4lí)|lNWa<spQ.8wariB««:  oirás  yjfo^&caw  noq- 
^^%  il^tt  BfiMp^ftifiR  «JB  ftt  spit^a  y.  doft  inil  tiax- 
«»]it9<Wf{  bA«ii^  |^ip9te8  y  mefoftdee,  y  i]|Q  m  pasó 
día  60  quft  n«  repai;iie^a  doQss  &  los-espi^tsi^  que 
U  agn^b^it:  ^8^^  ^^  yer  l^fijar  ^.subif  coa  li- 
^ireza  á  P«&a»  ^  le  daba,  en  recompensa  joyas. 
AloD9Q  A9  Ojedi^  traía  Vfil^  bolea  plegada  con  bol- 
Bicofl^  laí)i|iiia  d9  sedaí  y  ouadrdle  al  gran  Motecnh- 
aranifi,:  ^i^elas^  y  al  punto  le  di^^doa  indias  ber- 
^  ^08^9^  WJ*?!^*?  laantas/f^  y  al|«na8  joyas  y  ca- 
QAO>  ^Q^  iralia  mas  do  «¡en  vecee  de  lo  que  podia 
yalet  la  ból^a;  jugaba  al  bodoque  coa  Cortés  y^e- 
dro  ^Of  Al  varado,  y  si  perdían  los  espa^ol^  le  pa- 
gabaQ  4K)n  .piedras  de  cbalchibui tea  ó  cuentas,  J 

'•*  fa  •• 

si  el  sefior  Motecubauma  perdía, '  pagaba  con  un 
tejuelo  de  oro  de  á  50  ducados^  y  se  boIgaiNv  per* 
dór  por  tener  ocasión  de  áat:  .viéndolo  tan  fiberal 

y  fin    íi«    '     ,-•         ;  '.lío  '■■  :•    í'  .    J»í>      :"    »j  ,      >    » 


m 

HM9.9fí^  mM*^^^^  m.^pw^tfi.  m.^ 

ria  yoliféii,  j^.v^pai^é}  onwno.  no  t9ii»fn^,  1»  5lílfií«- 
rif  jr,ia9;{jclQ)li!B,.9i^.son4elq8  ^iose^^.JtiopieiD;  wap 
.si  Iq  nj^liMeo.  P^  ff^f  ftfopentoj^  aaoaip^Gr  al  pa- 
tíq  idKi  ^,tii\\,f»T(gn»dp  roipa  ep.  «naa  enja^/tap 

gi^Hi^f :qp<» «í».Í^<hJ>Hu>i4^ll>^  swalíjíOian 4os 
hfumbref,  y  ,q]ij^ni(n4p  p,Qr<i(^  qije  |i|8  voívtcirap  ^ 
entrar,  dijo  Motect^^wna .q^ Jo,  que  ^unf^.y^^.Ai^- 
b%flo,3f^}ri%  A  WiOíbir,  y  «e  xepar^  entre  U^dos: 
o<^)i,i9|st(^;o(psu)jpi  ,lfl8  e8(i«;ii|it«9  lúcierop  nn.r«1tiiQ,ííie 
c»<^  fX  UV^^4>P^'^»  Jfi  J^biéndolo  Cortas  Ihjeo 
»Wd'»F 4.1^3 qW,l»l>W[sWOi y.wtre  eÜQsá  Pe- 
^1^  ,4f^p(4<^.|9Btf|jii^4gná9^mo  .Moteoulusnmat  y  .^^^ 
l«|.4:C|«>i;t4f(  |tie  j^iii(|9  «xa,  nada,  ü^eUMi  mandase 

9aglif<^P!Pr  e3ta8..ratfffÍM,  {¡ioo  por  violencias  y  4e9- 

a«;itQ^-,c|^e.^  l^,qnf|. quedaba  tppMeninaAsi  V> 

^  qiípTÍaí56.y  yjep^o.llhrft  á  Pellft,  le.Wjso  loariqi^  y 

Iq.  avui4^3'>i^.  n9  j^  balitase  de  i^u  JÍ^do,  y  a^^  jse  jo 

«í4oi¡Á,Cpf;^  y  á„Orjfcí|gi^üa nwad4  q^e íomf- 

.  t4f»íWflaíqtte><??m9  ^t^dian  >  l^DfUí^  fflé  de  impojr- 
t«j^ fjf'i^iatewQJa.  ,,,,„;       .  .     ,i_    ; 

,  1,00.  .Viendo  Üori^aol  ACecto,:,qt;.e  tenia,  trotó 

z^VS^*  bíw.  jwtar  á,  lee  pdndgaiea^ '  y  después  de 
laqEf^ipji^tíc'^  .%M^  9®  lecfJbU^o  ep  fay^i;  de  la  «^nta 


%  ^é  ia i»nia la  fa  catóKcá'eútrada;  Bafiem te 
dils^éh  procesión  ebii  uü'  crucifijo  al  templo,  (a^ 
taádóíloa  que' tobian  TTé  Doum  LaudaÉnn,  y  ¿' 
x'dSilIfts  Corttl^;  con  l&ghmás  de  ^sto,  ^gnm' 
y  VlábaVizáí  fi  Dios  Nufestío'Befiór  en  presonc»  - 
téBos-^tío  ee  qfecütó  el  bautismo,  porque  4i6  p* 
mohes  6l'Ere&ór'Mot6culizúm&  que  desáiiipinmL 
la  diadííd!,  y  que  eligiendo  t)tn)  eír  eti  li^sr»  1«  á" 
riáif  guériá  y  petecfetián 't<W3OT^^ 

*  101."  I)e9püeá  de  veinte  diás  ¿li  qué  tíelfaÉ  «ft: 
'pbsábán,  y  éu  qué  Irnucf&ói  IseKoréb' 'ácí  le  1»i¿^ 
'  ófi^ecido  dé  pa2  &  W^set^icio/  iñ^'bspeeiél  los  i^ 

Viérra  ciilíenle,  iidoiide  háTJia  *  entiildb  s^günosa 
pitanés  mexiicanofi  ábüscaf^^Véír-lÉéiilhiá»  deott. 

*  frujéró'n  &  QuáuhpopócaVi  ^*»8  üljbsy  fi  tos*e6m^^ 
en  fá  miieflie  de  lóá  caslélianós  dé  "^Ihi  Rlcs:  w? 
ti61<5¡s  á  Cortés  el  isellór  Motecühzumk;  y-  B'echa  1. 

'  informabíori  y  confesión,  fué  ^*  decir  á^Mdtecufcrt'' 
uiá'lo  declarado;  y  corta  los*  ndbia  sbñteaotáaáo  ^ 

*  qué  muriesténquiemádois.  fin  ftítííriií  dé'ia  qe^ 
clon  de  )a  señtett^ia  ief  echi^  \ihoÁ  grillos^  que  ^^ 

'  dóse  con  ellos  hizo  s'éntitnierittr;  ;^  *st<«*' prÍBcipal^^^ 

le  besaban  los  grillos  llorando  y  íe  pbniáií  matit.^- 

boT^que  nó  féillogaseü  &h¥  Cútú¿^:   Saliéion  ¿^ 

¿uerrá  los  españoles  &  éjéotftaV'lafieiítenciá,  y  ^^ 

"  mó  iéhábia -visto  una  sülaflénti  dé  saeta?,  artt^' 

'  y  todela^,  hl¿o  qüé'síHrefecn  de'TélIa 'pánríqtetnar 

'^  loi- cúlí)ádyá:  A  la'tbifó  fué  corf'^gtSn  -cárfffoíí 


\ 


I'  Mtl^f^wd  «tt^qiie  por  la  coüftiliM  d«  lo»  inii6i*tos 
.;  B  digiíó  do  pena,  por  ol  Amor  quo  le  tenia  y  por^ 
le  do  tab  gran  prineipo  no  cr&ia  oosá  mal  hecha, 
r^  ^  qditaba  Iob  grillos.  Alogróse  el  emperador  Mo- 
y  icu&Eiitña  y  abirasó  muohas  voces  á  Cor  l;és;  hizo 
grandes  iaOh^des  á  los  espafioles  y  álos  soy  os  j  y 
ODqM  lo  rogó  Oorté^'qué  se  fdeeo  á  su  palacio, 
'  i)o  qtio  por  entÓHoes  no  le  convenia  á  Cortés,  que 
«taba  allí  máaoóbtento  que  en  euí  palacio  anticuo; 
f  despídiéndOsO*  Cortés  para  su  aposento,  le  siilíó 
lOompMlando,-  y  no*  consintiéndQlo,  fueron  con  él 
mncfhos  pHtlOipíiles;mo2ioahos  tan  contentos  como 
^  no  Imbierá  pasado  lo  sucedido.  Diéle  entdñíoés 
Cortés' 1(>M  éfriado'  á  Orteguillá,  de  que  se  alegró 
Moteeuhébittá.  Bttl^é  las  dádivas  ñieron  dos  indias 
hermosas  que  díó,  y  por  sorlO,  una  de  ellas  concer- 
tó (por  Bor  hij)9i  áA  tatí  gran  soBbr)  de  casarla  c^in 
Cristóbal 'de  Olid,  y  luego  le  envió  joyas  rióos  y  le 
trataba  eomo  á  deudo.  Bautísárobse  estas  señoras 
y  trMólé  Cortés^se  bautizase,  y  dicen  qtn»  vibo  en 
ello  y  M  d^jó  para  la  Pascua  para  haoerio  con  la 
grMéteé  y  ^najestad  que  pedia. 

102.  Caeama>  rey  de>9Dezcuco^  con  el  odio  que 
á  los  casiéllÁBoá  tenia,  trató  de  poner  á  su  tib^n 
libertad.  :Habló'4lo>8  meüoanbb,  que  se  ofrecieron, 
y -ftféi^  á'  Teacuco;  á  disponer  It^  guerra.  Llegó  k 
noticia  de  Cortés,  y;  lo  envió  recado  solicitando  la 
paz;  y  le  fíJé  n^artespotidido.  Envióle  á  llamar  su 
tío,  y  fué  káis  á^A'lái^puostft;  entonces^  trató  de 


■ 

i 


m 

c|Ud  «Qttwdtf  «a,  el  faÍMio.áa  TMQom  lq<tH»I^ 
Jío.  lo  (¡¡lian  i-ijt:8ftM»,:íteitop»>i>ií'í  CqiMlKl»!"" 

is)lgti4  re««ki^>BI!WBÍ4i<i»irM<il!M.f<l«K>P  mi- 

Mkütfi  ttmmsiMni»,  ,.i ,  i ,  -  ,'         ;  ._ , 

daban,  y  QohaTl9,grillf}9i.;«4at^aWI^  ^V^'^'A^f^ 

,t4W;s«.pc<«eMiai  nwtw  fi  r^in,I«im>m3  tf- 

.  d0Dte{.^tcaS'áya)oi;i;de:'lmiáNÍBi«a  :^«í^U4o  cga  t& 

confianza  criatiaaA:'ñao9i^e^f9tlktM9ífffl>tío^ 

f  B^posuioa  de  la  ProVíd*acifyi«teinm'j49e  4iui  aer 

.:««!;:  á'vuñu.d^  ateoicavataait  ktfti&dioa  ¿l<4  ^ 

i^pafiales.  Baoag^.DiAs  j&«atQs.bAttltre»!para,^l1Bi- 
u  tosí  jurtieiit;  y!  si  leaidlBo»l[i».e^liW  «Iwindii 
£i]liliaa  ruaon  ds  £steíd 

L  il}á,«Rl|ttgO  ^ifuwfiido, 


106 

dio86S,  porcia  óbsíinabion  dé  no  áfénder  ^  tá  \íficá- 
cia  do  las  razones  para  recebír  el  bautismo,  á  los 
que  Dios  tenia  avisados  oon  tantos  pronósticos  de 
su  misericordia.  Escogió  Dios  á  los  mosquitos  pa- 
ra convencer  la  dureza  de  los  egipcios;  y  escoge  á  La- 
mee^  que  quiere  decir  el  humilde  y  pobre,  para  dar  • 
muerte  á  Caín;  quetpfl^rala  sjoti^rbia  de  tanto  idó- 
latra le  basta  á  Dios  pocos  soldados  y  espatloles  ca- 
tólioQS;  :<^4pim  .DÍQ9  *u  péirdifla  p<ír  ^nt<J»C99i  fin 
que  tratasen  de^la^ofénea.  ^ 


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•  ■  ■'.:  ,1  /I  '    ■ 

«ipnbisxit 

3Dd  feíbonto  d»loé  mcntietaofl  j- de  k  legada  dt'Pinfio  ^ 
Nm-tuz,  7  lo  rMidiao  «««Ite.  ■• 

104.  Hallóbue  Oortés  ood  folii  finiona  m  U» 
auttesoB  y  con  abnndanoia  de  riqoezM:  trató  de  qoe 
Bfl  reoogiera  todo  el  oro  pasa  ttoar  los  quistos  de 
sa  mAJestad  y  Tenitíólas;  eoasion  en  qoe  Ooosslo 
Mejia,  qae  era  el  tesorero,  tpTO  disgasto  oon  Jtun 
Telazquez  de  Leoa  sohxa  qae  qo  manifestaba  lu 
joyas  qae  babis  mandado  hscer  á  los  (dateros  de 
Atzcnputzaloo,  y  salieodo  ambos  heridos,  los  poso 
Cortés  en  prisión  con  dos  cadenas  diridides.  Súpo- 
lo el  emperador,  y  sabiendo  de  OrtegoilU  qae  era 
por  falta  de  oro  por  f""-  irj..«na«  i*  <».»  í 
Cbolola  &  qae  te  diesi 
rado,  por  satisfacer  al 
se  diese  algnn  tribato 
llamó  &  janta,  y  les  hi 
.  llaje,  sanqae  alganos  I 
siderando,  aanque  ge 
al  de  Tesoaco  á  buen 


107 

Ma  'aftl6Yto''el  teiMrd):  insta^M  del'40Ái<miO|  que 
sentía  la  orattfnMtt  de  algoiiotry*  ei  <sú]b^  de  Dios 
nuestro  SeHor  lút?óántido;  jnntercm  oién  mil  ¡guer- 
reros con  intento  de  (|be  si  no  qnerisn^irse  de  gra- 
cia, ecbairlos  de  la  eiudiid  con  Violenoia,  Llamó  á 
Cortés  el  empéra^r  Motecuhaubá  7  le  dijo  con 
sentimiento  lo  que  pasaba.  Oortésí  que  égperaba 
socorro  dé  EspaSá,  pensando  que  con  más  geofte  j 
amnmon,  y  los  qué  le  faubian  of^oido,  acerado 
déla  petseniídel  empéirádor,  con  facilidad  s^§eta- 
ria  el  impeiña,  oonteetór  ^ue  le  faltaban  nairie^  que 
ie  diese  quisn  le  .certera;  madera»  para  hacérios,  j 
despsíohd  luego  ¡á  Martín  Lopes  que  fiíbrioase'oai- 
baraa(Mtt«8  y  soaegáse  el  alborea.  -^  >      i 

106.  A  fmM  dtas  llegó  la  naeva  al  empevadot 
Moteenlunimit  de  que  haUnn  Usgado  unos  navios, 
que  li»  lle^aidu  ^ntados^  y  dio  noiioiá  á  Qorfés, 
que  juagó  serian  de  Bspaffa  y  alegróse;  pera  kiógb 
tii9<f  carte  deí  Sandoval^de  domo  venia  Panfilo  de 
Narvaea  4  prendeUo  de  parte  de  J>iego  Yelaaqves, 
adelantada  de  Cuba.  Tres  soldados  de  los  que  lia« 
bien  ido  á  buscar  las  minas  de  oro^  Oervantesy  Es- 
cftloDa y  Alioñso  Hernandeií^  fueron  luego  á  los  na<- 
vios  y  dijeTt>n  grandes  amales  de  tüortési  dieron  no* 
tícia  cómo  en  Tilla  Rtosi  éfitabaSanéoVal  por  te- 
niente; y '  Itfego  dtede  la  Veracrus,' donde  paró, 
de^aébó  al  dérijgo  Oudvára,  Al  esóríbano  Vergara 
y  A  su  teniente' Amaya^  y  otros  testigos/ á  que  no- 
tificasen sus  t)i^ovÍ6Íones  'y  diese^'ia  obediencia;  y 


HiqiiidbsRi^lAjiininitú^  «00,  pe^rp  de  A^llft  4  Ué»- 
c«.i  7  sabMRchj^Oontés  ¡qitQ  veafut»  «ATH}:4t>»«e- 
birlosoQjDf  gahrigadnrat  Mggtoa :  jiiw»  tosytjb^ 
41éi6^ojraa,  4a  drb,  y  ÍM¡  ««lyii}:  á:liI»ryM«,e«i) 
b«8feÍD^«(»  y  xBgft^^'fx^^'^mÚ^--^^!*'^"^  ^ 
K«cT««^7  I4tt,9dd«da8  M«ilw0]rúQ  v^xtttypttmtr 

VttB^Ms  ^iAy|]i>ii  y  &  «13  maga»,  j/.^piwká  *i 

compusieBe  el  qus  no  M  MteibMtiU)  eis^Md^fM 
lai^Merna  airÜM,  síüq  ique  ««.proueftíMe  Mtei- 
,vúAo  áe  I^s  W9  pMfia,.ycQgifk  bftmmMif  h»aén- 
fi6tQ-pftrtidoa:de:qafi  fiHw  i  otnw  pn)wiMÍM.7  «^ 
d^adft d«;a^b(írQt(i^.     .     <:    .  ■  ' :-   1 

:  106.  Coa  Iw  «itÍA«.y  eLioCa^DMi  M  «K'V* 
.Ow«»rik«  fvi4  ittatyor  el.  ftiror.tto  N«ifiM»%  jSI«í- 
áat  .lé&Q»i  YtKVpv»  de  Aj^Um,  qu«,lwibM  iita  i 
Qüh^^.aeAi8i9B,t  ¿  J>Í9ea  V#lMawM.rle  pwt8i4« 

1*.8ÍB  i4|J!UJ99i  y  ■(1«9  ÍW.fl 

qoes  degwJki  oftv'iAr  muw 
IWjcR  estorbar. *ib«r»íí»,  Jp 
ek  medio  de  H  paz  7  mim 
eervieio  de  Dios  y  d^  r^y 
GltuH  ja  .lukUó,  'c<^  W2«nfj 


10» 

ni  eLinfoiitef  éri  úHjitigo  Juan  BoísddiOiifvBrapjf ; 

que  MotMtihiitima<  te  había  feaviáia^  y,  iáróarta; 
qii#  faoribid.dteieQtlQ  ique*  venía  á  desagrtuiiátle,^ 
que  .66rtéB  estáVa.  sinlJMbBáhijdelTefy,  «to  habiar 
raapB  que  lé<  laovieaé;  imkes^ini»  eróBarear  al  ot^*' 
ddr  y  á  to  eeoribaüo  eá  unía  eambeia  y  Feá4ee{HÍ^ 
oUó  éi  Smto  BóimogO)  coa  titula  de  qúe^  harta  firt^i  . 
ta-^A  iwa  >piaa&>  por .  haberle  uotíAcado  jpéuaí^^d^ 
muerte*  ]F  perdioBiestor.  de  bteneik  qmiab'^aaasé'-ip 
Méxlee^  poeiq  Cbrtéertéáin  pacHtóadahí  tierra/ '^^ 
Beiéardtte  dh:  Sauta  Gfará^  poc  üombro'^  de  víiiw^' 
y  que  en  nombre^ del;  ejercita 7  á»]ós  'mftft^otdfií* ' 
dea  le  aotíficabáy  ve  ee  atre^!á'caetigat^<yMl^{ 
quiflion^  y  atínqiie'quíso'prandefati  padre  ft^ay  Bki^: 
toldmé^ -por  haberle  dtoho  el  capitán  SaWatierrdí  (áu' 
anúgo).  que)  andaba  oon  dádivai  ypremedas  9ott^^^ 
taiido  lávolua^d  de  los  ea{$íÍ4iae9>«í¿seJobo9il»ia^í 
tid  Andiés:  dp  Dufióro^  per  ser  enviado  áe^CotíJ^? 
Sacd iaeflpada  con  un! sebriáe^riuyo de'su nombl^' 
pero  no  <ee  >  atrevió  >&  AMgaxt^f  múo  -  qóe  lo  vol v16^ 
áidespaohar  aio  chepnla^ta^á  OorÜr de  la'  eárta'j  qifiét 
á  la  dedos  íSoFdadraTuspaodió:'  ' 

.  lATu/ffcniohlb  qáel<pasalMi  snpo^'énlttésíico  Obr- 
tós;;7'deB  conanUadé  rásflbldkdt»  d^tmi^onn^ 
préi^w  áoNar^piaa;  Déspacihá  &  ^billa;>  que  ^w 

ilietffcro^ea^gRTlanea:/  que 'ie^ tedíese' de  GMáatte  i- 


lio 

^  ti»  ^amdfi  6iMní  Bsrrieitoft)  trésdt^ 

¿aSj  7  i|att  les  pisdtfieii  un  rérjoii  '«d  Mdm  cábú^  j 
qntle  «q^efsse  ^oco  legan  de  Z^mpoalay  dona» 
y«  eetaiiá  Alocado  Narvaés  icoeí  so  cyénáto  y.baUs 
nelificsdo  «i  caaiqae  que  aqfda  de  las'  mantw  f  ro- 
pa jque  tenia  dé  Cortés  ieridie8e:¿0oa2ak>  dé^Sao- 
doval.le  afia6  Je.  sdiese^  ooá  lessiddados  que  p]^ 
diese^  al  «amino,  eomo  lo  iiiaO|  di^nde  &  Pedn»  de 
Iceío/ea  su  lugar  en  ULúa^  Aqtes  de.  partir.  kabl6 
lü  emperador  Meteouhsmiiay  ^rd^qle  qi^e  iiía  áxe- 
eebir  4  Pásfilo  de  Narmez  pata  aisoiQpaBarle  & 
MéxioO)  porque  Yeñia  á^TÍaitacIo  de  parte  del  rejr 
de  CastUla,  y  Tolvetae  después  ooa  ellos  á  etaber- 
oaiB^quadiJabaíáPedrode  Alvarsdi}  ansa  lagar^ 
la  serviría  con  tedo  irespeto  á  m  altesa}  que  le  so* 
ptictiba  lo  aiñpipasey  y  que  no  se.leíaiiicxese  daSo, 
Bacarg6  la  veaecaolqn  á  la  imágea  de  muestra  Se* 
£(om  y  la  eras^^.y  digauda  oshenta  soldáis  y  si 
padre.  Juau  Dka  ooa  AlTorado,  saliá  oóu  el  esípe^ 
radar  MotecubsurnaaGompaBado^  auqttalarseisti^ 
GotíéBy  hasta  Ja  cahuvia  d^  I&kapidapan,  oeu  todos 
los  prinoipales;  y  aunque  le  daba  seos  mi  saldados, 
Bo  Jk>s  admitió.  Selieroajoonél:QBefaee;  peco  seibsa 
volviendo,  porque  no  as  atreváeffoa  á  ir  taalé}es. 
:  loa.  laegó  Cortés  A  Cbf^ial*,  deuda  fo^Usa 
raoébido;  de.  Xlaxeala.  le  váitiui  y.saoa  «sttpkM» 
no*  porque  los  ueoesitaba,  sioo  porquaao^^j^^* 
nade  quelle?aba  fueras?»  y  á  pooos  «^ 
rou  Tol  viendo  y  los  despida^  qiiadaQdi 


1AM  l»€aTgiBL  HalfiS^  á.fDAfllsi'CaDbi^lkú- 
zaSy  y  bém^qu»  leii  'soldados- se  ádieétreti^  iyü  po- 
eo6^di|ifr  éníifontraron  «u  él  camioo.á  Abnfio  fto  Ma- 
ta^y  qtiistrWift;  tiD  traslado  de  la  provisioft  d&NaNnéi: 
ooa^  ottiós  tres  testigos  para  «otífioarla.  Hioiéfi*oYvia1- 
tb;  y' Corteé,  djenódado^le  dijo*  que  antea  de ieér 
le  moabasé  eHftulo  dé  escribano  de  sa  majestad, 
potqo¿  sabin  qaé  no  k  era;  y  que  denotoiostrávlb, 
no. ^queHtK^rcosn^ 'Respondió  que  era  traslado,  do 
k  proVféibn  «qoe  iDiego  Velazqnez  había  dado:  vé\' 
irió^lA'égnnítar^  eraalgttb  recado  de  sa  majestai), 
^tfe  alptriflo  lo  obedeeeriA;  pero  que  Diego  Yelaá- 
qttttí  ürá  g^dbeYnador  de  €afca,  no  de  la  Nuera-^Ea- 
ftBai  palto  ^üeteh  rfla'ise'otedezcan  s«  proyisieMs. 
AcárMdlo,  -y  'de^ftnsa^on  y  foevon  taiúy  tfé  fiarte 
de  tia''rtutt)n  dé  ^a^^i^^'ounnd'o  Teman  dé  parte  olp 

109!  désf^tieá  Uég^  9And<3rval  ¿on  s^sMta^^<4da- 
dos,  que'*faé  bien'koebMo  dei  efército:  di<V  noticia 
odbie  tráia  N ftrviíira  nA\  y  otiatroeientoe  íembtM, 
oótiéAta  cábailos,  veinte-tiros;  setenta  estcot^etus  y 
dnottéfata  Vá)Í0stóros/XM)tí''ibtroha  pdivora  y  nnnl- 
eíones;  y  ¿óftío'  dos  soldados,  en  traje  de  ^indine, 
hábiaii  ido  'á  Tondeí*  oirúeias)  y  hablan-  oido  y  vis- 
to lúB  iiravatas'de'  Nalrváez^  Sblvalterra  au  amigo 
obiitrá  Cortés;  qttti  Uitf  tnaH^aron  ñetar  yerba  ^'les 
dieron'  onéntfiS'  de  vléi-io,  y  cóino  se  habián  lIjBi^ado 
dos  MhMfm,  que^di^ba  en  I^paiotla  oon  loa  solda- 
doa'MieiiteBí  yin^o  eodai^oíBaD  aelda^takiga^ 


Il£ 

u  110.  LtMgoqoa  M  filé  Alan»  ¿«  láate>]r  sopo 
Sand^yal  la  ñotmai  segianda  yw  .wóé  fX  (ladre 
fragr  Barkdomé  can  Mfta  qitfta  OMiy'.imglía  liMra 
NatnraUyen^Die  le  requoria  íde  ^rt^  .dal  ray  ia 
paa^  y  que  si  qoeiia  ir  ¿  otoaa  ]Hntarria4iap  ia  iqr«- 
daria;  jp-tat  quería  juntaraa  «in  albaretoy'aa  haiif^-al 
Sipiicto  á  DioB  y  4  sa  sn^tltd^  y  4ra%Qidrárlaq9a 
aloroi  Biaafaa  y  laa  i&diaa  éqii6(h«biaoí|toltedo  ad 
€ao¡q«a  áB  Zi^DapoalAi  laa  .Tolvito«í  y.il«A  de^M 
kaoar  lo  que  leaupli^aba^  ^xcueinda  taS'if^bW'qaa 
kaoUnaua  aaldadoa^  eaoia  oapiiMí ^mml  j ísati* 
oía  «Miyor  elaato  en  ooaikra  da)iMi«a)aeM»4^%|aa 
le  babia  .dada  notioiai  qoe  la  j^widariacfftii.lío^P 
poadrm  eJl  ramadía  4Qonraal»a<^  Süto  ai^rapuiF- 
dó  el  padre  Olmedo  á  darla  delante  de  loe  p^  de 
aa^éveíto  imia  Moeria  no^ia;;  y.^A  ^Ite  l«>H|u»a 
oaiigo;  dál  daiaeafio  que  tni^  4^  prendar. 4. ui^  oí* 
y.  iftatertaHa^  Ottando  irania  da.ptrt^  d^  UjAi^- 
da  que  resialté  i  el  qaa  44id]^  df  DüINro 
ftfaaa  á  yarea^oon  Cartóa^  .fK»iqiia  i Agiuetít  .Smo^^ 
dM^.el  oléiiipo  Joan  4e  L^oa  y  9l.o(iw44éfiga0«a- 
vára^  y  ttadi06»iiaMiJNoi9a  faf9rd0:Oafijt4a<'IVi# 
.Siiavo'bíeii  .téeabide  da  Oorléa»  q«e>daaaate  ^vsrlo; 
.yiel  intento  fuá,  fiQTqfaa  oanio  tefptaloaM^  Qmt^ 
qiia!pár<árta<toA  4\  y>  oQa  Amador  daüiuroR^^iie 
ahí.  ya  dififtoto^  ^trifOto  qtt4:Jtakiaaqi9«ti^  ia  oa- 
.f9eii&»alj4na!yiQJai»üa^^^  0'jiii»Ji«t(M«- 


ctoMto^  Tte»  A  wtoriveÉMo,  Mte9Í5«4u^  úmfxAM^ 
qmt  foé  ^to  do  l%»mía  dt  fispitíto  ^ta:  ^maá^ 
ron  ^átM  y  ^Mdó  t^oMertado  lo  qaa  8&  liabia'^ 

lU;  Luogo-qtttr  AadiéB  do  Bmvottlió;  llMé6 

OoitéB  i6  J^oii' Tel$ttqQo«  do  Leoo;  {Maioite^  Ao 

üiir^aofe  y  doBíoga  Vola»q|ti«t/y  lod^o  qw^doN 

MPabiíft  vorl^  qoio  OfrgOM  «ttn  m  oro/ Joya*  y  o»- 

'diOÉao'y  fboio^á'yor  4  NarviioSy  y  41^  1Iowm4 

Jiíaií  dol  •it)ío»'porino8o  4o  oo^aolao,  7  io  pteitf^qi 

^^tra  tn^a.  *No  q«ñw  lio var iuoto^  poro  Uto  Ib 

quo  kr  ibaáM  OoHéOi   SaM  Nm^oa  A  U  otüaA 

fdiYanflo^tttfy-'gosBdso;  poro  doogo'^tio  «oiiipoa&iá 

lialilar  imd  do  flottéo^-  lo  fué  4  la  manot*  :iii90  aiot^ 

do  de  *oit  igoáto  7  pasd  wiiOBtiéí  ont  m  pfeioMia  y 

la  dd<»padni^^fi«í7  ^avloloaléy  Jvandjal  Bio;  <}oia- 

^dAoo  'k  «(flÉeví  y  oatMidó  ea  ia  mesa,  "Hir  oobtioD 

do<foaii<Tfriaa4ifao«í  iió  fieoOi  (}ooMkwiiftiooa'Kiur- 

wea;  d^  ^qb  «temo  aoiafaoo*  7  apeUido  do  Qiogo 

Vlekifi0O8^^  d9&  iqvoiGcirdés  y  .todos  lot  i(|M  te 

aoottipidÍalkaii>  otan  tráldoros»  Nó  podo  ol  4i(».i»fifivir 

ta  jSotnaota;  «aodfliKoaimda,  y  á  <do>  ostbcbar  lá;  fií- 

fia  toé  ^Éfo^aiiatian,  f iio#a  nrt  «oafrilo)  omaogrctite* 

do.  Luego  al  punto  leo  mandaron  salir  á  ^i  4roíf, 

dii$oadoiKacTa«aiqi»mád'ifRÚíbrti«i;M  ahí  húlfiéraa 

iAoi»flHdna(ABr80#ié'posadibmbrM.M  i'i  -'  /  :  .1  . 

'  llS;*  Ai.laa  doo'hotfao'qao  ;Ch>i'.t6av  doofi^- 

ttttio'A  Jiiam  ¥oláaq»oz  toAii  kftento  did^ontr^^ 


jtftc^íwHai^aowtntw  y  huerta  hwibMi^  eite  m- 
-^ezBttHi  áo  '4u0íB«tJe>foai  la.«rlsó  qqe  ie^veúa  i 
áoontsar-eon  Am  Má\  ínámñ 4t-^a0n*  i»  Citatat- 
tkt  con  aua  lanzas  y  flaohiis;  y  oiuodo  enlnadHi 
■'Cbrtés  quB.  Jmd  V-ela^ufiS  a*i;eatabB'áoa-Gii.  pa- 
«iesÉft  Kanr»6s  holgaad*  mo^  áeatttím,  emavtní 
aonel  ejéroito  «o  bk  V-^apwiB.  jfiqa^  .  CoKtd  1d^  ■■• 
oedid», 3^ fn.yBartaibaaA Ja i^iwbM  puaib^  m- 
jMsaBdo  •!  ^ue  Sklratitrrft  m  i8.habiA  beolw  an 
-paístBte  pntqott  le  hiÓMa  8tt  hwwhedni.  T<JU«««ió 
Ooitéé  «M.ta  jarMdKiUsgami.  ¿:,1m.x\o^^9^  nii 
■¿■ttcdi  £ettpeala;  ^i»<r«afci«C!ecM»}>ibiHeuoii 
irado  yse  iidMgacoBMos'jioldai^iii  .^'tonukjBRtni 
taráio*  lepMÉidDs.  loa  iioldvlsB'i,  i:  tn^  ^«e  le-^w- 
"¿«EMW  dq  bi  artÍllróa„pBFfc::^ie/BMáiÍ9«M.ddlo; 
éí  otro  tcráio,<á-iJuati'd*-L«oa4)aia.'q«ff'piBtidieiB 
á;  Diego  V^8zqu«z:  dio:  Mandanianto,  GimuSa  de 
■a  mane  y  reíVeodado  dé  Pedro  HeTn&adwm  a»- 
-  Ontario,  á  Sftndovtd  oott^BlgoaoU;  «agror  (faiiaqae 
-prendiese  &  Narroezvbizo  asa  bnro  oláticaAiw 
'wAdñ.áoBr  y  áoo 
capitán  y  jostit 
tod,-de  qae  est 
Iftrbsptmta; 

US.Baee^ 
Taez  y  le  dijo 
q[tfe  OoiíSb  vtA 
-4oa<niil  indios  i 
-'«^Ío0Ó'alftinni 


116       - 

metió  dos  mil  pesos  al  que  prendiese  á  Cortés  ó  á 
Sandoval:  viendo  los  soldados  que  Uovia  agua  mo- 
nada y  que  era  mucho  esperar  y  que  iba  anoche- 
ciendOy  aconsejáronle  que  fuese  &  sus  aposentos, 
que  pusiese  espías  al  paso  del  rio  y  algunos  hom- 
bres de  á  caballo,  <iue  pam  cpatro  gatos  que  podia 
traer  Cortés,  bo  era  necesaria  tanta  prevención  de 
guerai*  Sisólo  asi^  y  maiid^  que  en  su  aposento 
darmiesen:  eoldados  y  en  el  de  Salvatierra;  seftaló 
á  Gonzalo  Carrasco  y  á  Hurtado  que  fuesen  al  pa- 
86*éel4fio  y  oiros  de  á  cabello  correderos,  4ij&ipor 
BoiDÉkrís  Seofea  Maria,  y  Oor^t!&  ios  suyos  dí^  por 
Bomkre.al  Bepiritu,  Santo;  bien  amparad(»  quedan 
con.  OMi^otee  nomtoee^  veamos  lo  que  &  <»ul|i 
ooal  i»  sueede  en  la  refiriega.  : 


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irrviAXxii. 


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Dé  la  piWon  éb  Kar^a^z,  y  de  lo  qué  da^ptlM  d»  «Ba  m 


I, 


méBté  inéteee  a)a!bá9¿iir^  én  kd  Miprtaa*  diñoUes 
MiélA  *8ef  foHtittft  lH'  tMdlueioii  gaiÜMrdu.  ^liMgo 
«viaó'con'  uü  cri«d<y  My&iqQé  ItaBiitlMín  él€Mlegvi* 
lio  á  Cortés  el  eontadwAüéiés  deíBwrOi  y  oen 
el  aviflo  determinó  dar  el  adulto  á  la  media  noche: 
comenssaron  á  disponer  sus  tropas,  pusiéronse  una 
sacos  de  algodón  que  se  llaman  ichoaliaipileay  asi 
para  resistir  el  agua,  como  para  conocerse  por  lo 
blanco  en  la  oscuridad  de  la  noche:  dio  orden  al 
•f  atambor  Canillas  que  no  tocase  basta  que  ae  lo 
mandasen;  y  camtnamb^oenüosiego  los  corredores 
encontraron  con  Gonzalo  Carrasco  y  Hurtado 
prendieron  á  Carrasco  y  Hurtado  se  escapó:  ern 
compadre  de  Cortés,  y  le  dQo:  ¿cómo  cafsteie?  de 
cidme,  ¿cóino  está  el  ejército  de  Narvaea?  Mirad 
que  no  os  ha  de  valer  el  éer  compadre,  porque  os 
he  de  guindar  si  no  me  lo  \decis  como  aiii%o.  Res- 


Coitífisno  vbíbüB^bí  pQtqa^' «;  .mach$;  )si  ftierm 
de  N^r?Mz;  mirad  que  ^  k>  t-u^o,  porque;  $i  «q; 
habéis  4e  morir;  y  no  lo  4^0  &  ssordo^  ¡p^rqiterlaa 
soldados  enlfedo^pioas  Iq  guin^rQD,  y  ¡^  Rodri*! 
go  Raogel  P$^<  W$  echara  e}  ^abaUo»  espiraira^  pqrc^ 
estovo  mas  de  oitrca  dia^sÍQ  pfider  tragar;  bpoadq^.. 
Hartad^  Ihgá  al  real  de  Narvaeai  daado  vMoaal 
arnu^  gue^i^iQP^  Cortea;  y  algoQoa»  que  ae  lotvb 
vleroj^  mas  á  jm^éo  que  ék  verdad»  lo  bioieroa  i9a? 
llar  y  lo  reoogi^on.   V    . 

116..  4f^wirÓM  Corlea^  y  Uogwdo,  Auna  otfuja 
qoe  ^iiabia  mao^ada  poMr»  todos  la  Morarotis  y 
al  doMiibrii:  lar<Mií^:  .dpado  astabsi  Narf aaai  oíato, 
(dijo  0(Nrfeéa),.{q9aJa  limbre  Ma  alu  ihk  d^ 

j  aroo .  é^  aaia^loffi  y  Daa&dal)  t^oar  al  iir om;?  y  awan 
que'aft{a|Adefavpúsl«aga;do  k  artilUria,r  diapaiíii^ 
ron  i^spMioaürDS,  quaiaaroii  4doa  eoldad^a  de.iCari^ 
tés^  el^^férejí:  aali^ .  d^frAdiaudo  au  btiodera^  qna 
unotrdieai^efal^iego  da  Biolaa^  y  (aier^os  Fatulas j 
fué  aa^aiido  pov  las  esoalar^s  y  di^iaudo  iválganeía 
Nuaatara^^lelti^l  y  Cortés  U  ra^ondíi&c  a)lait0TM« 
ga>  y/astof bé  ^.  qisa*  aío  la^aoabaaa»  damatat^.é  uh 
Degro>4tt9  sacó.jB«a^  baaha  alicaodáda^£a<la  ^apaga*» 
roBif  ^pagá«ldolefla^l1Wic(|al;uMiiillsa<i^.^SAlldoyal 
en  el  aposento  da  NarvaaZi  le  requirió  muchas  t^ 
cea:  piteaba  dMAoadeatnií. 7' caiDp  iaSiUn^MiLde 
Cortés  ara»  da^fS^  paUooa»  íaioaaaabap  f&.hewi 
A[artlii:Ji^?t,{iog(;tfa0gftiitp¿  dAlfuara^^JÜéroula 


lié 

á*  Mtfhrtfess*  en  hb  ^6¡  y  \kf«tñ^  *etk  él*  «líeto»  itferró 
e&a  él'  Pedro  Ssbcbes'Fatfiín  y  8ii&dcmi)y  y  ume- 
trándolé  por  las  ¡gridaft  le  prendSétoD.  Cortés  m 
este'ic(téñtiiioadi«  éon  ligerem  á  todas' partes^  yn 
baoietidb  ifodár  la  artíllerfay  ya  anioiaiíAo  é  ras 
aoldíidoB.  Loégo  que  faé  preso  Narrües  ^viaroii 
la  victoria  dicioBdo:  mnerto  es  Nártaeie  Tictorii: 
▼ivia  el  rey  y  viva  Cortés.  Sali^tíem  fingiS  dolor 
de  estómago»  en  «loe  dio  á  eirtender'  qaé  skHido 
taii  haMador/erai  solameste  ImoMIter  de  estÓBiege: 
proBdidlo  Joan  Velazques  y  á  Diego  ^V^eMcqoes: 
todos  leilalbftn  tsBmkNios,  y^j^t^néóqm  ení  iiu* 
moroso  el  ef  éiknto  dé  Cortés^  unos  se  kioievott  sor- 
dos y  otros 'doraiides;  y'aimqBe  quéiiati  Beodir, 
lea  tmian  ei^idar  las*  pcrntos  de  •  ios  tras  aloja- 
BñeBtos^  y  ooem ttbiUetíeapar de ÍAWkmMB.  Lie- 
gi^ Cortés éonúti  teataB  á^NürVaM^y^ 'd^ole  Nsr- 
▼BOB:  sefioi^FerBando  Oortéi,  tened*  éB  nuoko  la 
Tontusa  de  haber  prese  á  mi  persoM;  y  résj^ndió 
Cortés:  lo  ménofir  que  yo  be*  heolio  ee  ^  estii  tíem 
es  eso:  mandé  qtie  le  pusieeen  ^tlloB;  y  deUadaa 
gioardas/y  que  Inego  le  ourasén,  y*á  lort>tMiidos, 
SalTatlerrBy'VsiaBqiieB^á'iiuBB  M)Mle.  -Faerofl 
lee  mvortoB  de  |iiarte  «de  0<h^-  eiiBtre(  y  ^etütf • 
TBOB  onooi  j  madies  loe  lurídeede  límiMba 

parte.  '  '  *-'-'^4|M|^|> 

llfi,  Laegd  que  ceai^  la  resiA»^  i 

pregonar  por  eapiteu  general  y  Jui 
qíie  Beiid¿eia  todob  ^íliMyAe  poMH^ 


llf 

vida:  aoíidienAi  tbdoÉ  &él^  y  entMgáttdola  lÍHilar'^ 
maá,  dentado  an  una  aiUa^  I9  juraroóraotos  trefi«Mta^ 
tos  soldados  sor  hábiaii  bocho  /taartaa  «n  un  a^o^ 
sei&to,  iquiéaes  Canasoo  aoossejába  ^uo  aalio^^ 
porqoe  los  soidadps  de  Cortés  andittMia  divertidos 
en  éi  despojo;  pero  no  se  4iivevioroii,  y  a^uárdf^n 
el  dial :  Ordenó  á  Diego  de  Ordaa  f  á  Gristd^al  dei 
Olid  tque  en  <los  caballos  de  los  de  Narvaee  foeseá 
¿  Ihttar  &  doce  eorredores  que  hablan  ido  por- gen- 
tiles al  rio,  entre  los  cuales  estaba  Andrés  de  Doe-^ 
ro  y  Aufüétíii  Bérnardes,  que  al  punto  vinieron, 
aunque  llegaren' ya  de  día,  (Maindo  tos  atalnbotes 
y  pifiEUios  le  cantaban  Tiotoría^ieiendt):  VÍTa/  vi?a^ 
la  gala  de  los  i^omanós:  álos  que  estaban  encerra- 
dos réquitieren  pot  tres  vectos,  y  viendo  iqiv^'  no 
saliatt,  les  dispaMiroii  dos  tiros  qiie  ftiátaron  'á  dos, 
y  eon  eso  se  dieron;  pero  viéndtof  nque  tan  poces  sol- 
dados^ se  hallaban  vietérioddí'' dé  tantos;  estebim 
los  ife  Narvaes  cerridos^'y  dectan  lamentáúdOBe/ 
¡que  cuatro  asldadod  stn^  áratas,  con  ana  albardíttas 
(que  asi  llaman  los  hitífñlesde  algodón)  nos  hayan 

117.  Bstatido  en  esta  celebnteion  Usígó  Barrién*  ] 
tos  con  dos  mil  indios  de  Ghinantla  con  sus  tennd,  ^ 
con  flautas  y  cairaeeles;  y  como  iban  en  hileras,  pa* ) 
recia  un.cgéreito,  dé  que  se  ategr6  Cortés^  porque 
conociéfaa  coma  le  obedeeipn:  hlioles  agasajb  y* 
los  rnand^  hospedar:  el  caeiqw,  ausque^estaba  Imk' 
ride^  pa^oe  aquella  noche  de^  teviiar  ¡se  fqó"  4  ddr^ 


ímgB^^  filé  4at  Aon»  y  gbinftsfalMáiCbr  <«1  ptraUcm 
á  O0]:tóS|.y  mtod^le^  qnM  píniatid  «I  sudeso  de  la 
yktoñik  como  «^Um,.  lo  d^ftpsehase  aI.  ott^jmdor 

MtA»  otígié  el  .bospedamo  eo  caM.de^  yati  ihdta 
piliiiQipali  4M  It  primera  ives»  ck  las  doM'  qiw  les 
dievoii,  la  habti^  cabidio  én  pttta  y  ae  había.  bAiti- 
sado,  llaiaada  4(^8*  Gatabaa^  chode^lo^gA  Wpuaie- 

11S«  Pceao  NarvaM  y  Salfatkrrra^  laa  raimtió 
4' Villa  ICioa  para  qua.aUi.eatuvierai^dan  g«Mda^: 
4a4paob^  M  puerta  á.FffiyrieÍBoo^  de  L^SHií  ean  otro» 
seUade^  4  UftiMc  á  loa  siaeatra»  y  pilotoai  y  wt^n- 
44  <|«e«  Im  dilataran  Mlas^  agujas  ry  jtini^eA^  y  ea^ 
yió  pQT  SafidiA  da  Baraeiiai  4.%MiUt|a  j  teaia  pyeao 
NaiTfaea  ea  toa  navioa:  ;|odea  vbteffia  .a&  aa  pce- 
QeaoMbf  repdidos:  a^i^br^iaa-por  akair^a^  ¿  Pedro 
QaballaYo^y  di<Uaa  4rdeii  <|i|a  si»  a^giuiaa-  natvios 
Uagahant  potqaa  tavo5:iiojtftcia  de>^JM^^a.$e  aprtea- 
tobwí  qii^  iMgo^laB' 6ta})arga4^  )ft9(  yelaa,  agujad 
y  timones:  ordenó  dos  compaffias,  ana  pftSM*  Joan 
^  YebuBqiMív  de  Le0<^^  fiea  doa-aavloa^  qve  ftí^w  & 
■  Páftoa*  4  deaoubm^  la  coata;  4  J)iG^  da  ;OodAz 
oen  otsae  dos  naytosy .  pat a^  Qjiáaaoaaico,  dx»  áMi20 
eailai(Qfmfia8(ia)t  loaefaadeb^deNaimaaaiy'nreihte 
de  Ipairayost.teaa^ÓTapfettar  UD'  bwHLiiMié'.que 
fuese  &'J«maiQaA^tFaef  «abaUos^  }^w^^m¡^f^y 
galBnéQ&p'ar^cpaMw  lattíatiai^  V9ítik:^U^vpi&p§f¡^ 


m 

sano  dar  libertad  á  los  capitanes  preeps,  y  voi?er 
las  armas  á  los  soldados.  Mucho  siotieroD  los  sol- 
dados de  Cortés  el  que  se  les  mandara  volver  las 
armas  que  se  habia  apropiado  cada  cttal,  porque  se 
hallaban  acomodados  de  caballos  ensillados  y  ar- 
mas suficientes;  y  aunque  se  ejecutó^  no  dejaron 
de  quedar  majorattfsi^      ^^^i'íhj 

119.  Trató  con  sagacidad  Cortés  de  acariciar  á 
loa^ei^tues  fowsterory ^pattit^ ei^néUoar^le' algu- 
nas piececilhtÉí  ^é  óri)^  y  otftifé  foptíé  qué  le  ofrecían, 
y  mormuráronle  los  suyos,  á  que  les  satisfizo  con 
páldlM^(t«M»rU»íl  li(«''d«Ua?yíilWl^^ 
TM^h!  tmrléf :qu«  le^  hi^ia'  ¿aMdU^eá «  iíéj)áíi4éléii 
que^«b  Mélico  ^  inibiít  hécihct,  f  BbÉifbfó^  éiA  ddí 
los  áiá¿  p¥{)li3ÍpiBtto«  Vécfo««qti#'>f««¿^  ií  llcíitiié 
eon  pddttrtdii'libdM)^  dóüéé'lé  tonirf  tés^i^doY  Éá 
está^alt«i|iM|c^T«iá  Qpftéli  fdbgrei'  puitiidb'  íé  Itogtt 

lA  naifi^iiMe^éótty^quedaba'Alviti^^  «érdfd^v 
y  qiiestlMisiMaBÍtfaüosliai^  qc^fiíÁlA  \^  -tíst^Éi 
tines/qiü-diyéretf  MácicoV  y  eófto  h&Uaiki'  tñniáiA 
á  <htegÉii)llH<  el  pó^  /lei  emperador  MotwuiísAi^ 
y  qmit»  ttabían  piies*»  -í^m^  &' iÉs^)$asá6,'ií>^ab 
tocfao. tavisToó  pesar  y^  <«iui^  patk <(a>  bo> iMÍtitD^ 
sear  l^p  jwtiádftg' i' Hn«^^^ 

tfli89^ eto/todá lorien  paira  ^  sobev^        /  :..;:<w^ 

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Vbtavcvbt.— Tomo  IL^U 


1-1 


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CAPITULO  XIVi . 

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qpdj^f^)|W  H^r  Qaeft.de:  Al^l,  en  .q«#  paliaa  al 
Vftileo)98^{^ñcqajcpñilotpf^  Umboú 

4:^€4m  4e  A^Yi^a^^  q«ei08tia)i^  9a  logigr  4e  Cw- 
t4f I  y.  te  4i6  o«Q  omd4«i<A  da.  qi^^  fiWkUftaaa  aiii  ju- 
w§fk.  Mo  albUió  qoian  dat^ios^y  daioa^papaB  aiiÉar 
aa  an  aacratoiiq^^  estaba  eoMflírtadi>  ea  aeabando 
la  li^it»  dar  etlpfe  loa  a^aftalaa  y  tlaMaltaéas  qm 
iMtbian  qgadado..yMBaeri6mTÍa8»  y  i^jft  Uul  aanaa 
artabaa  ea  al  tamtoa  iaaiplo  paca  etiiitÉnto  gtar- 
de^aA;  y  pndiaedd  caoeideiir.qiie aanatlratf madiof 
Bit  piído  &tt8líi!ar  Ja  mak  iatanoiaii  da  ka  sieKioa- 
WM;PQ94>p9dieBm-:6alur  dO'  Móxiaa'lifaBaBy*aao* 
modados,  pueaipudiarMiMUr  may  rioMjyfjdaapQos 
darles  el  castígOi  determinaron  ir  al  patio,  donde 
bailabaní  ce¡;caron  las.  jaf^taSi  y  estando  baflando 
desonidados  porque  juzgaron  qae  iban  k  divertir 
y  no  hacer  mal|  empíesan  á  dar  sobra  loa  que  ve- 


>a4  A^"..»       t¿  ^\  4 


^8? 

liados  j  djQt  F^^H'PF^^^^'  y^^*  niQ<^Qs,4w^a 

que  pQir  GD^Q^4q  aróse  h\z(hl^::je^í^9^^»íh 
p^&alf^e  fetiraTQn  .^  tod^r prienu  49í  ^Qi.tiity^ 

121 .  l4k9i  981^9^  |K)t  %u#  >  se ,  altprftroft  .vñieroa 
maohip3|  por  lo  quí|  eicribli^  l^aryi^^  poi^qpe  veiir 
do  la  6ea^»en  qmo  1)9ijip^2^  log  rfj^es»:  quisieron 
que  epUa^  á  au  se&Qr  yji^o  .}o/iepq^U6^,Al^aní*T 
Jo;  po^  ocopM  eisOjTQ  y  plifa^rift  que  ^oe^cjie^Uftr 
no8  tepj|a.%jqy4,ÍBipartaba  'füAs  de  peteoientp^  /mil 
pesp^  y  poique  Yeiap  allí  4  \^  ;tIa9M)^íteoa8»;;ai^S 
eaenwjgQsjy  Jo  pri|»ípí»l,j,Rprqtta^el  ,dámoq|oü^& 
instaba  viendo  destruidos  sus  ídolos  y  qQ/e:jl«k^]in 
gioa  cnatlaua  ae  inkriodqí^,.  ♦.  ,  ;     ^        »    :'  'j  r 

122.  Camioaba  Cortés^Á  la  ligera,  babi^ido  des- 
pachado  á  ^v^n  Márquez  y  á  Alonso  de  ,Qj^a4i 
T]Axei»la  qua  trujeseu.  bastimentos  y  itoaa^ieiiTaa^ 
le  lo  qua^rv, México. pftBj^b^.;.  Salival  oaeiqüQ  die 
Zempo^la  una  j(»gyi^  6  dejaj  á  Cortés  y  los  devi^Q 
ooQ  ba8tiaa9ei^to%..  E|i  el  Pioal  encontró  coa^  Pjeda 
que  llavaba  4a  Tflft^caía  ;iGpU:.y,  dflseientpa  bonr- 
bres  f^jrgadQa  dp  agjua,,,  pao  ygaJÜDAB:  ,o^euiSie 
pa9«Be  eí^latttfl  áf^couw.á  Ips-qye  üyeoiaQ  ápié 
que.ep  TlaxfKrla  aguardaba^r  F.ué  for.^^e.li^WT 
no  4a^49;ltfmf*íOfciW«i/»é^^^^ 


MlMi:  Mtt'*Éitiá^  *a«^  'g«álj^  fWBé  iMl  y 
tldMiétilor  %ottbr«é'  j  iñM  cáM^:  efhÑüirdtte 

«ÉAUitliftli  ^  fiííékjé:  Ltegó  á  TéMMi  x  I^  ^''^ 
«ift igéilb«4|M IfM'ikiitá «itsfiAá  ein  líétito:  la^*^ 
lUé^hktttf  lütééMó  á«  tánXá  gáüá.  Ufes^^^dií  «i 
una  canoa  Pedro  Honiandes  y  8áMít»^(AitMi,  j^tf»> 
fWa-Msdft'de-Mtf  c«fitÉ<tf(i9  ItatartiÉ  y  oiMko  Iw^- 
U»  fdlMa^  «I  i^{ttt,  >  oftVatidd  haHatoA'  égOk  M- 

dOiq^haik  íM  «lU»,  ífirloa  'inéioé'td  I«s  poghtea 

«IhMikte,  y  ^  tkiiiiii  í»i¿tí6  '^hi  MéÉkh  y  fVié  i 

éMndrtfá^rtf  dcHBte'áaait  á  ly^éa^iflá^  tféa  li»y 

128.  Día  do  San  JoáBhMEiíitt^  eortéi  00  tUtíoo, 
ytá  pMMir  atia  patiite^  «1^  ealfallo  d«r  Strfia  -rnéUA 
hM  )pfé»lurt  por  la»- vigas  y  tíé  toiixo  tMébMMtlRW- 
oatdd  'O^eda  iodfos  ^e  W  llevtddtt  hn'  «argas,  ha- 
IkrMittttO  alM»^íadód«ttTiá.vigft,- y'mTMdío  pan  y 
guNlDias  toio  persona  «(aO  fes  j^oMrdase;  y  aooqife  fo 
ttvÍMotf  por  agfloro,  CorilB>d^^  qóe  túhta  por  Saa 
Jttaii,  {Moé^pam  todo  el  aíto:  Vülo  qtw'tf»  panob 
gebte  per  las  oailes  {qué  asi  lo  habían  tHtfado  los 
moxfcatfds  que  entrasMi  fóé*  espaSotéá  delitoo-tf^la 
oísídad,  pbwto*o  SO'  vafteséa  dk  ^^««Mr,  y  dMiro 
makrtilil»«'Bto3MI|||iipéa''fMM^^ 


t#!|MÍQí0l4  áioy  tel>  IMgó^  j^  há&diOMnaiw  klipft^ 

lA  ^»  Mil  %  i^pwtlDfc  guinm^^  fwés  4b  cé^o^^m 

gmiu  tffiMm«*^e^  9od¿  ftiodaiaMtoi    '*     '^   '  < 

1S4.  8ilM^.^DQJMÍ0^  ^  m  quitoo  VMU(r  al  eili- 
peMdéi^  y*atiri<|iie  fuetea  toáf  dapiteMs  ái  rogarte 
qué  iRieM/ Indignado  ^ptfmpí&eii  opMbioa^-  y^iW' 
ptie»  k  pebé*  de  do  iiAb€frI«  "^sitada  ouando  ^do^ 
cid  táotM  trabajos:  (Saetígé  Dios  oon  ellos  la  alti- 
yec^^tie  tuTOy  fiado  OB  que^lMtt  ai^Ms  y  soldados^ 
que  no  Itay  c(üo  £íar  en  prospiÉridadOT  BtundaMsi 
enTióIeá  deoirqüO  dkse^dOD  que  hmliieÉe  láianr* 
cado  para  eoaiprar  k)  neceearioí  porqae  oos  láa 
goOTTM  habia  fkltado.  Supo^ol  emperador  Ueto^ 
cttitetima  lo  qtie  Gertés  babia  dMio  oonti^  él  y  re^ 
cibid  pesar:  reepoedió^  que  él  estaba  preso  y  les 
prtncípálesy  qoe  enviase  bbo  ^de  ellos  á  negociaTlO; 
EdtIó  al  rey  de  latapalapa  OoUlabuatzb^  qtie  lue- 
go íe  éli^ron  por  su  eaudillo/y  suéedíóen  et  lm« 
períé  y  murió  de  viruelias. - 

12&:  Deolardse'  la  guerra»  porque*  envíaiídt»' tt 
ABtonid  Aei  BXo  á  'Zémpd&k  4  que  viiiiese  la  de^ 
más  goatéí  pasando  por  la  plaza  de  Tbitilulob  fué 
tairtAla  gMite  ctttO|ü"8alid>4fWI  Itt  btotswn'VotMT. 


f&Énkñfy  fadiavcqi  (aa».>pveMe9!qttttiilA?  f  wúmoí 
JiOO  bañares  i  tü^sM^r.  di9  oooter  y  &  TMiIo-qa^  p^^ 

tmuhw  lííifiMÍoM09iy,í9i¡^Wf^n  heridQS  algonM  cas- 
tellanos.   El  di«.9Ígiu0at0  de  las.ia^etow  tkabiui 
pÍ9dila3,'iyj6a;biendio  411^  de  n^ite '^^^im  aooine- 
t#r»  ^ez  {jualor^ii  jguavdts;  tereera  vea,  yelvier»^  eon 
i|«it>eti;^.y  yíeiido  j[|Vie,  «9a  mx,  áf^stn^ipnlA  batería 
dáJiyi  Azuímb^  M^  Auatre  >  idpjgómos.  4  n^Q^^  de 
torreflí  eo»  tabla»  grbe^d  fa^iqadQS^  «eut?^  p^r  la 
oalle  de  l^aceiftda  toi^e^de^  oaTnic^a,  y  ^agaroo 
baetol.Taotibi^  delude'  {wdierón  ba$e^e/  foeiitea  y 
BalxaP;la  ríqueaar volvi^en  ikisualojiiiiiieiito  ><^eoD 
gran  tra^jo  yolvíerop^  pprqae  m  pediani  ^aprove- 
(jiar.1o9  caballos^  y  á.,  pedradas  bicieroit;  Mdazes 
los  iiigeeio»:;cogiiMen.¿  aa  oaetellaao^tquitf. luego 
le  sacrificaron  yiv^,  y  dos  piekMy  que  eoba^a  en 
la^aceni^r  0uia^  v^z.e^abaiieala^altp-^^iii' 
pio'muphoá  pr¡ni}ít)álés  y  efi  el  patu>  niii$l|gi^giier- 
reroibqne  l0s  ba«ien  gran  dallo  deatr^í^  Al¡A|||l^~ 
miento,  que  eran  tantas  li^  eafltas  ly  r]]#|g|^M,  1 
mbfiPí:<ltt«i  bftbp  dia  (^ejq^ewti^  .sfie^       r 

reta4a8i>«4!ft^  Coít^  4.;.Ea^b|E^  [ 

Jsje  íff09>fi[tiiíeiítdn  40a vtí|spo99  y^  f  f 


•187 
una?  n)d^Ia:^t«4»  al>  braz^tOW^qi;».  ;^tM>a  bwiáo  .^ 

más^  dif6  c9^4rqBoisn|^ai)j  que  .de^ltO|;jpqvqa«(lA£94 

y  ^GíB.la  AiewB  que»  ^^ia.los  d«^pefl6:y  »Uq9í  jtI» 
mismo  sucediera  con  Ojeda  si  no  le  sooonieicaJLi^t 
c«8  QiWÍwe?.;,:  ^.    ,^  .  :,!■',    VM 

I2,&./£1^  BÍjguiepte  día,  cou  lia  ii)uefrte  d^^^ 

pcin^ipalw  (q^q  los  tlaxcaltecas  comieron  jr  e^  4^0; 

rosi  i^na: panzada;  dd  oarne  haimaDa)^  embraYeqi^Cfs 

juntaron  de  ,^  loqqaaxca  cantidad  de.soldados.guerr 

rero9,yr,0ipoia  aojare  el.alojanuento  de  loa^pa^ 

les.  J^:  pfttio  dfil  te^aplg^^con  sergrandOi  estaba  Uér 

na  4^  in^ios}  ipeipo  por:  estar  eclipsada  no  podian.le^ 

calMcUi99  bacer:da&o:^  la  artillería  bacía  grande^Sr 

tr^o^  y  4  ^A  mayor  peee^dadtiinpi  pieza  grande 

qo/O  el  artillero  >  había  cateado  basta  la  baca,  sin 

darle  fuego^.  se  disparó  con  grande  estruendo  y  ea- 

tr^g^^qu^  los  liizp  retirar.  Pcgaaron  fuego  a|  aiqlsr 

mittpdtp,^  y  :d(srribi|nda  un.paderoa  se.  apag^y  .fortf- 

fica^i^  de  «rtxUerU  el  portillo.   Cortés  peleaba  an 

la  calzada  de.  ^Iztapalapa:  s;upo  que^  &  IH^go  de  Qr; 

daz  lo  ibapi  i:efirap^o  por.  la  calle  de  Tacaba;  a^u- 

dió^  Qon  If  rienda  ata^a  al  brazo  por  la  berida.de 

la  ff)^i)0|  alance^  á  jnucbos  y  lop  bizp  hqir  á  tq498$ 

volyi^:  do^dei  b&bia  jleja^o  setenta  de  .f^  caballa  y 

dosqfolV^.ipfiBknte^s.yt  viendo  que. Jo9«l}eyiaba^49 

X®iW¿bt¿i4l09»,VM:^  na§9ntífiBQ^  a!>#!il9éQMlr 


dte  !otr  liaybfr  «(Mrdtt  lb«gr  á'l^ 

ál  AéeAbfloJo  "^tdipó,  y  rttiradbs  ité^  U  ^gmfí^áé 
^i(fiViik:'   ''  ^  '  íi  ^    -'^^  -••     '^  -^  ''    '--• 

127.  Otro  dia,  porque  de  una  ton^'^éaiá tfttl 
empefáio^  Ikfotecttl^aratta  les  hadan' |Hii^dftlfo>taé 
cdi  tfoáíbientoflf  aoldados,  y  eon  arífojiür  d^  Ü' iért4 
ttlad^/qtie  8é  ileyaríardtae  bdtiflíreh^  MdtféttiAÉii 
dd^^itta  sin  Iiáeeír^añó.  Gatídkltoí^e;  tnát5  Í1«á 
qée  la  defenéian;  etitM  ¿for  la  eÚdi^  qttéokd'tlia 
é&  mil  t^^as;  ganó"  ftlete  páeñ  tos;  átátó '  indioa  ^ 
ttfimero;  llegó  uno  é%  tf  itobaUo'  ditiiéndé  ^óii  KM 
Be&dres  meskAkños  pcídiioMí  pacéfi/  dejd  dn  ¿da»^  de 
lá8>lentes  á  PédH  de  Altatadd  y  SaádoVal^  IM 
á*  los  méxteanés^^  y  eálciáófos  alegire,  j^íidaíidíé  fM 
se  acabase  laguerhi  y  éé  hi<máe  iafiai»;  DíjeMáe 
léii  i^dios^nqne  po^  ^é  no  se  iba  te^M^  ttairtM; 
y  plattcándi)  en  eéto;  ílega  aVísd  qne  ^eMb  t^tféiMSi 
Fué  &  ^OGíofrerloi^:  bálíd  muerto  £  ^f la  jr  bmidos 
(nticó  babállis;  péléó o<yn  valor;  restátifd  la^pnentes 
paira  que  pndiesen  pásátj^bdbrdlós  blibá'Rés^  y  eon 
sóU  sü  persona*  la  vida  d^iátrii&os.  Bá  t^dú^eétañ 
UMíxn  hrfoúdld  l>!oü  en  éste^ckpítkb^el'rúM: y 
fbrtáles^'dé  ñtt  Samson;  y,  »¿gündécÜiW^  iMiMív 
b^Kéran  iieabado  eon  los  espaBól«í^i¿i  üo^'fyMiMt  por 
HHí^sdldttSU)  ék  ub  eabfcao  «bnétf  >^iyiéá-d4ttiMli  y 


129 

deÉtraia,  sin  poderle  hacer  daño  á  él  ni  á  su  caba- 
lio,  que  oon  boca  y  manos  los  mataba,  que  es  de 
creer  seria  el  apóstol  Santiago,  á  quien  invocan  los 
españoles  y  en  sus  batallas  hallan  favorable.  Tam- 
bién le  ayudaba  una  señora  en  el  aire  que  con  tier- 
ra los  cegaba,  que  era  la  Madre  de  Dios,  y  .débese 
creer  de  su  piedadv  JBjfté  üiétíUi^  sucedió  en  Chile, 
donde  la  Virgen,  á  puños  de  tierra  vencia  á  los 
aratroanvs.  Ba  Gomo,  ^ü^  fpégattde 'fíiego  al  tem- 
plo de  pnjk,  dbúdé  estabáif  dbscientoiaF  dastellanos, 
se  apareció  visible  la  Virgen  Santísima  á  quien 
Itáina'baii',  y  ^Héatidó'de  mk  ^al't^ -íí rott^  apeaba 
con  8ü*8adr(iín^1^  boca  las  liamasVy  6rfojá1>á  péSftsl 
detiieve  ton  que  ápa|a%á  éí*  bcfétídib,^  y  ¿tá\»«o' 
con  píedrái^  cott  qütívélvierbtf  (SegW  y  4eretlpa¥tft4' 
conftisoi9,  sin  qtté  se  qú)»niai3é  ^übcí  >ijá  ití  pei^^í^ 
ninguü  tioldádó;  y  donde  fatoéh^á  VéccfS  los  fliftJ^éí^ 
ció  San tí^RgO:  ptóteccJbfi  del  cielo  paria  que  riuSstl^* 
espáfioíeá  gártáseli  iMta^erió;  ^       •  '    ^   '' 

.  .  ,  •  •  • 

'  ■  •       .       -  -  ..  .|  ^       . ,    ^       . 

.•,.'.     '•.'    í    /.:•..:•."»'- f,     ♦•••■•■•:■-  .«T     ,    .'. 


/..'«. 


'     i.      ''    •      l.'M»      7 


i\-'.  !  •>  ;.  •  j^'í".*;-;  }V.  . 


1 '  .  — 


I>afalinMtt*Al«tBpa«datlíatKnbinn»,  «■lid»  ¿a  tUxioo. 
..  ,,      '  dwgrtolMjbsUÜu.hw^  Ilegal  i 'Hkzada^ 

,  128.  AniKiue  eo>tp<]a9  es^tuNfrüg^seraelr»- 
kur  de  CoitéB  7  jBtiB,  BflldadOK  sin  .segundo,  bi«D  el 
tCHOii  de  In  pelea. .(pq^o^  «atr«  loa  m^3Úcmaos«ni 
uwuuft  00  palear  da  iifwttei:y()ue  habiendo  paÍML- 
de  «oatxv  diu  oesaba  ja.  guerra),  Aqui  salieroD  de 
en  eosbmabre,  .y  qi^e.ao.  hab^  que  9ppier  .má?  qoe 
d«ee^g»noa  de  ofaSt  d^jaciftn  y  (iqca  e)  agua:  h» 
aoldadoa,  muchos  heTiií)sy:.^o■^c^s'JpneTtosf  cer- 
cados por  todas  partes  con  tanta  multitud,  que  pía 
leoia  qae  por  cada  indio  que  mataban  se  aparecían 
siete.  Determinó  desamparar  á  México  y  amparar 
sus  vidas:  envió  con  Manna  á  preguntar  al  seBor 
Moteoufazuma  si  había,  otro  re^,  y  respondió:  que 
estando  él  vivo,  do  creta ~Vübi69én  hecho  elección 
de  otro;  que  si  le  narecia.  saldría  al  baleo»  ¿  sa- 
berlo, y  &  que 
y  fué  á  verle; 
d«  TestidnraB 


para  wb0r  Jo  999  dafiia^  bisQ.  8^!M{>>)»ftl4  e&^t^ 
Y02:  jr  totUercHík  at^ttOioD.  Pljlqlea  ^n^  91  polatbfm 
por  «tt  UWtad  lo  9gradQ9Íe;  ^juj^  habíft  e&teodidf^ 
que  liabiaii^  baoho  rey,  que  po.tíreia  d)e|}ii^mi ^  8A 
rey  aateifali  pteque  008  dióses'ioe  4»8tigariai  qa» 
él  estaba  libre^  qM  saldría  de  aUi,^  que  ceaMeaaiie 
amaba»,  y  que  el  lep  iaDojebaii  Ioe<  eepaSblea  que  se. 
irían.  Ap6kafi.babk&,  cuando  re8pi>ndie£ou  eoa  vi^^ 
tuperioe  y.emfiiezetoo  á  tirarle  piedras  y  flaataa; 
una  le  dié  en  Ja  cabesa  y  otraenuDa  pierna,  ^y^ta 
fleohaao;.eii;^l  braao:  asistió  á  la  pl&tícaüo  bernia- 
no  el  de  JatupiiUipa  y  ,«il4e  Texcaco:  ¡raro  casal  qae, 
á  quimil  si  Icí  miraba  iügiino.4  la  cara  era  tonidQ  poc 
atrevido,  apadre^odo^  la j^erawf^  reajl  Intraten  sos. 
misnois  vaeiilJios  coalo.á;^9cltl¥ol        .    u        :  > 

129. .  Sapo  Ooirtésia  desgjfaoia  y  fiié  &  visitarlo: 
hAlIólo  mis. sentido  del  d^a^ato  ^v^  de  la  berida< 
Reconvínole  con  el  afecto  que  le  tenia:  encaif;61e! 
castigase  aquella  injuria.,  y  eiMDomend^le  ajnpsiraseí 
á  sus  bijofv  C^|é$,, enternecido,  l^ii^roaieti^  bo 
faltar  en  cosa,  alguna*  Rogóle  qi)e  se  dejase  curar,' 
porque  uadi^  pevmitiav,  Dííego  MüuBoz  Camaigo^  dÍQe> 
que  ae  bantisó;  Qomara.  .áip^  que  por  Carneatoldnr 
dad  pidió  el  b^tiU^^o  y  que  lo  4^aron  t)ttra.laJPas- 
cua  fK>r  bacer  con.todf^  soirainidad  baatiaftio  de^ 
tal  peraopa,  y  que  con^  la. .venida:  de  Nartiaes  ae; 
estorbó.  .•'•■:•  '  « .'-.M,     i  ^-í-    .  V   •.Lfí-.j 

130..  Muerto  esta; graifida  y*  magnáoiino> etepetiH 
dof  IfqtecúbMnw"  liéndMifi  cero^dM,  Híb  ibsÉ^ 


á'défjicr'á  MiS^iii^.  I&lgttfibs  >YopúA«íéii  cft 'fidlt^ 
é#  4^  quitiidaífr  l&tr  pMVted.|mdiérftd  tod^4^«'-^ 

embasto  A»  i^MMá  NJirt«m  fai(4^(«jéi,d^maaip- 
M Verdad),  i^ qMisalie&dodé^^éíarfttrvcévifM 
(iMy«:y  q«e  Milteüdoá  la^m^^di*  noidia  efloapatriftü  k» 
ndAfjdíet^mUmú  ktaúit  de  MtíiáJ99Llnf^méh%& 
éatretuVieMtt^ism  Im  eké^ks:  lo»  ÍMitÍ«4iftÍ6,-  ^á- 
vifttotl  cori  ifo  'i^ápaí  líti'  rMád(H  éé  <9iiii/  éetfKtb^flé^ 
oehcy  díaü^'  Mñt}  ^ví^  oeéá^'  ta'^^énifc^  -^u^  su- 
piesen cómo  ellos  habia»  Wfté¥t^  6  stt  rSjr;  {^W#ni»' 
qiA&ieriia  eeki,  y  tM{)!MdietK)tt' áp&ot«¿í;|  qit44es 

toé  d0má9  y  toeiterleí}  miéde^  l€fe*  ^títm  finóte  í 
tos  ^itítf  teritad  prese»,  eotí^  «ttés  el  My  de-TlMt-' 
Ideó,  IteOttAUfaítzk};  iiti^líjiát<^  <tdS  «ubrpM'  ú  Uf  u- 
tayey  que  ^^iefe  d^ii"  iOgai  dcí'^lá'tottaga  de  pie- 
dftt:  E^'iiiéiíie  efij(;ÍérM  to¿  eSpttBisM  para  cMi({w 
á  tosv1(iiei^n6s;&  teidW'vkt^^  t^ 

yes  y  &i  Sfitretéueries  e&'  laft  ejiN^as  para'  peder 
salir.  1/ltftiMroQ  )dsíeawpes/>ttl  de  MotteeÉMMaral 
liq^  UiBiádd  Oopatoóy^doflde  le  qtfeomreíif  A  te 
usanza»  y  al  de  Tlatüulco  los  tlatilulcas.  ifate  Ao 
t«fe>;e)  niasítemide  i^y  f«e,tifftordi  los  mexk»- 


ñe0  n^)Qwoa  de  sii. tiempo,  oi^mas  liberal  setter  de 
loe  eeftoree^  ejeíriplo  de  la  fortuna  variable  y  de 
las  miemad  de  ia  naturales^  humada,  sujeta  4  los 
vaivenes  del'tieoipo.  ^ . 

181.  Coa  Mi<Q>.  ednociendo  el  riesgo  en  f{ue  es^ 
taba^  eoA  l^^  reá^peratiza  deléu^  propb.  valor.se  arma- 
roB.  Ma&d<S.  Portea  é  su  oamarero  Ou^man,  que 
abrieee  la.  saltk  dQQde  estaba  el  tesoro  de  piedras^ 
oro^  repa  y  plono^rfa:  saoáronlo  todo  los  tlaxealte* 
caSy  5  á  ios  ofipiales.  reales  mdndó  que  tomasen  el 
quinto.de.Su:  Majestad»  y  les  dij5  una  yegua  en 
que  Jo  Uevaseui  y  en  ella  pusieron  Jos '  libros  de 
cuentas  y  relaciones  de  lo  qu0.se  babia  espirito. 
Desde  que  c^mpe^W^on  la  jornada,  .mandó  publicar 
que  todos  regiesen  -4  su  voluntad  lo  que  quisiesen: 
loa  de  Narvaea  fueran  los  que  mas  oto  cargaron^ 
7  aat|  fueron  loe  que  oon  difieultad  se  escaparon» 
y  los  que  por  cargar  con  la  riquessa  perdieron  en 
el  pd^gro  la  vida:  pidió  testimonio  al  escribano  có- 
mo naippdia  cargar  con  todo»  porque  quedó  miicho 
en  mpntones  de  barras;  y  dispuesta  una  pueAte, 
que  se  le  encargó  á  MagariSio^  para  pasar  la  aoe* 
qniá,  que  mejor  fueran  tres  para  las  tres  acequias 
que  babia  por  el  camino  de  Taouba^  por  donde  de* 
terminaron  salir^  por  ser  monos  los  cjos,  que  por  la 
calzada  de  Istapalapa  eran  siete  y  por  la  de  Guar 
dalupe  mas. 

» 

132.  Salieron  de  México  con  silencia  &  la  H^e- 

dia  noche:  llevaban  u^  bgp  do  Motecubauína  h^e- 

« 

Vrtahcurt.^Tomo  U.^H 


dero^  y  otro  hermano  con  lios  hijas  sayas,  y  *a^[Q- 
nos  sefiores  quo  tenían  presos:  dio  fat  mangoaidis 
á  (Gonzalo  de  Sandoval  con  doscientos  hombres;  en 
medio,  \m  indias  molenderas,  la  artílleria  y  el  far- 
daje; la  reU^tiardiá  á  Pedro  de  Alvaraday  á  Joan 
Yelasques  de  León,  y  él  con  ^en  sirfdados  eseogi- 
dos  para  las-tiecesidades.-  Pnesta  lá  puente  en  el 
primet  ojO)  qne  se  llamaba  Teopantadnoo,  pesaron 
los  mas  con  los  en  remóse  á  las  anjeas  de  los  caba- 
llos, cuando  una  vieja  que-  iba  por  agua  los  \i6  y 
empesó  á  dar^  voces:  vinieron  en  un<  momento  tan- 
tos indios,  qeeno  pedieron  pasarl  la  puente  al  se- 
gundo ojo  Uaihado  Tojteoacaloco,  donde  no  había 
Biaa  que  una  viga  angest».-  Cortea  halló  para  los 
caballos  paso,  poi^el  agtía  hasta  la  sffla,  volvió  á 
la  vi{^,  donde  peleando  ii«&  lugar  ¿  que  paaann 
algunos,  y  fueron  tantos  los  énetntgós,  que  aunque 
á  todas  partes  acudía^  no  pudo'oon  la  confusión  de 
la  noche  cerno  qufsiei^áravisáronle'queen  et  tercer 
ojo  estaba  el  peligro;  y  fué^é  dar  ánimo  éJes  sol- 
dados: encontró  con  Alvarado,  que  le  dijo  eómo 
aunque  quedaban  .muehos  muertos^  habían  ya  pa- 
sado adelante  loia  vivos;  tantos,  qtie  llenándose  la 
acequia,  pasaban- por  los  cuer{ios  muertos.  -  Alva- 
rado arrimimdo  la  lanza  salvó  la  acequia,  que  aan- 
que  era  grueso^  el  aHidto  le  dió  fúttnm  á  su  valor, 
y  hasta  hoy  se  llama  el  lugar  el  Salto  de  Alvaysdo, 
aunque^  Bernal'Diaz  lo  tiene  por  cuento. 
18». 


185 

tristtfi  que  foéá  dieai  de  Jalio  dol  ñüoáéMXk  l03 
qae  iban  paieoiendo,  unos  decían  socorro,  compafie- 
ros;  loa  que  ae  aliogaban^  que  mb  ahogo>  loa  pre* 
sos^  que  me  llevan;  loa  qoe  morian,  Jesús  sea  con- 
migo^ nüserieordia,  y.  todos,  «Virgen  Saiitisiinía  Ma- 
ría; loa  eueoñgos  mueran^  mueran;  y  todo  era  gri- 
ta, oonfuaiei^.heridaSy  prisioñea  y  muchas-  angué- 
tiaa  ygemidoer^marierou  150  :soldados  y  cuatro 
mil  tlaxaklteoaa;  cuarenta  soldados  fueron  preacis 
y  aacriftcadMy  y  maa  de  ciento  4|tte  ae  volvieron 
al  alífMBieiito,  á  los  tres  Üiaa  se  dieron  y  fueron 
8aerifioado8¿  murió  en  la  refriega*  Juan  Velaacfuéz 
de  León  y  Francisoo  de  Salcedo,  Mota,  y  Larel, 
que  eran  buenos  ginetos  y  aoldadoe;  el  hi}o  del  ae- 
fior  Moteeuhzuiaa,  heredero,  Cácama,  rey  de  ^Ee^- 
cuco,  oon  otros  prtnoipalea  que  iban  presos^  y  Bo- 
tello,  el  astsólogo,  que :  no  le  valió  su  astrolegiá. 
Befia  Blvira^  la  hija  de  XicoÉpncatl^  con  los  maa 
de  Narvaea,  que  por  ir  calcados  de  oro  no  pudie- 
ren escapar  las  vidas:  aquí  se  mostró  dofia  Mária 
Estrada  valerosa,  que  olvidada  de  ser  mujer^  peleó 
come  amasona  varonil,  que  después^  casó  con  Pe^ 
dro  Sabúhea  Farfan,  y  tuvo  la  encomienda  de  Te- 
tela  del  Volcan.  Juan  Tirado  después  de  ia  con- 
quista hixo  en  taquel  lugar  una  ermita  que   le 
intitttlótde  loa  Mártires,  de  que  boy  no  hay  me- 
moria, pesque  matJe  vina  el  ti  talo  de  mártires  á 
los  que  por.  la  codicia  &ltaron  al  valor. 
IM.  Llegaron  al  romper  á  Popotla^  oo^certmí- 


,1» 

In  húieron  1*8  de  Tactaba  te^aüean»  pasque' ti»- 
vabao  tan  sin  érden  el  ejérsito.  Volvió  háaia  n^ré» 
CoriM  para  ámparnr  á  los  que  Ais  no  paüan,  j 
pensando,  la  laegniriiui  el  aloaace^^nooMtré  coa  nu 
•oUa^  qa«  Uenba  lies. mil  (Mbos  de  oro,  y  le  di- 
je: aadad  y  dodul  dia1>lo,eI  onb.ai.óa  ha  de  oostar 
:1a  lida.  Sata  nof^e,  salianda  de  M^sioo  ñnoman- 
bleajndiea  de  guerra  para  segair<«l  aleuioa^  el 
.apÓetel  fiastiago  lee  detuvo  oomo  Boüa;  j  ariy  eo 
mendriadeesta  aparidoiif  estaba, «n  ia^oidla  de 
.'Taoi^  >nna  imagen  paquaifa-da  {ñedra  eoo  San- 
.tiaga  á.oalMmo:  Beraal  Dias  di»  que  oomo  en  pe- 
oadoF  DO  lo  vido:  mal  podía  verlo  «  iba  i  teda 
pftMporHbvar.la  vida,  y;efciKÍagso  sttoadtd  en 
-Méxioe  esaado  élibapara  Taouln:  eato  doapoeo 
lo  deolanroD  loa  nismos  :  indios,  y  ianbieo  el  qoe 
iioa  imagen  da  MiM#ra  Sefiors  Jes^  eduba  tierra 
M  leí  t^Hf  y  ea  tradidaiv  oonstaate.  . 
■-  1^5;  .Pasaron  por  una  qoeteada  c«iV'dg«aB<:ie- 
■ittonfíia  da  lea  de  Asoapozaloo,  j^wt-  fluroa  aviea- 
dQB>  pero  ne  fué  de  «onaideniflioD:  llegamt'iá  Oteo- 
oalpoke,  logar  de  otonitn,  qae  «s  hoy  el  «H»  de 
Noeatra  S^nra-de  loa.  Bemedios,  donde  estd» 
lina  'torra.  d«l 
Loa  que  Yeniai 
'YOQ'iui.teballi 
estaban  cérea 
ltBítivii«ron  u 


NttMim  8elora4é  la  Victorib,  pwfoé  dábatigneíts 
á  Dioa  dfr  qna  hubiesen  aquellos  poeoa  escapado 
del  peKgrd,  y  boy  es  Nuestra  Seft ora  de  los  Reme- 
dios ToltotepeCi  4erro  de  pájaros. 

136.  Pudiera  IMos  Nuestro  SeKor  haber  libra- 
do dia  la  ttuerte  á. tanto» oomo  libró  milagrovamen- 
te  4  pMoa^  ^  pudiera,  por  los  pecados,  haberlos 
couBttttido  á  todos;  pero  permitió  su  demesiciá  que 
se  quedasen  Ips  mexioauoa  entreteiiidos  en  loé  de¿* 
pojos  y  sacar  los  muertes,  porque  tonta  ordMado 
que  por  medio  de  ^sdtoe  pocos  cristianos  se  dilarta- 
se  la  fe  e&tóKea  entre  gentiles,  siendo  igual  su  jus- 
ticia en  cbstígar  i  unos  para  que  otros  quedasen 
escarmentados,  y  en  perseverar  á- estos  su  provi- 
dencia  para  que  de  esta  clemencia  que  usó  con  los 
"espafioles,  procediese  su  misericordia  de  convertir 
&  loft  idólatras. 

137. '  Pasaba  á  la  media  noche  con  440  soldados 
y  29  caballos,  con  OdO^^faxcaitecas:  ordené  su  Jor- 
nada ilcvandó  eu  medio  •  los  heridos^  dándole  la 
manguardia  &  Qrdaa;  él  tomó  la  retaguardia?  fue- 
ron  4  Tecflediuacan  donde  estaba  un  templo  con  su 
torro!  en  d  camino  fueron  peIea|ído  oe«i  algunos 
que  se  juntaban,  ansados  de' México.  Alli  repo- 
saron algo  del  dia,  y^  pasaron  á  Tepotsetlan  donde 
algunos  huyeron  y  otroa  los  reóíbieran^  y  aquí 
«e  quedó  el  hijo  de  Motecnhauma  escondido,' el 
que  después  sé  bautizó  en  ^  México  en  el  barrio 
de  San  fiiptiitd,  cuyeipadriho  fuá  Rodrigo  de 


1«6 

Pu^  ,7  M  aberró  en  h  capUk  d«  8»- José. 
13S.  De  «Uí  pwarou.  &  CÍtl^9p«o, .  oanúoo  de 
UazcalA,  y  todos  desampararon  el  pueblo  de  »qai 
,  &  Zoyotl,  cuyos,  moradores  bicierQa  lo  núsmo:  oU^ 
din  llegaron  &  ua  monto  que  a^  llama  Aataqueote- 
oan,  y  en  la  falda  de  ¿1,  en  un  pueblo  que-fle  Uanu 
Zaoamelcho,  bieieron  noche:  salian  áÍDqwetírl«e 
•por  Us  eaminoa  algunos  escuadronea,  y  eo  uaa  que- 
brada.deabuatarou  á  los  qjjra  ios-  agaardaban.  Un 
úaabeHano  baubríenlo  le^eomió  los  higades  aun 
-diftiiíto,  y  1»  mandaba  ahorcar  .Cortés  sL  no  ftien 
ppr  los  ruegos  dé  muchos.  AKeraabdo  Alonso, 
que  se  apartó  ¿  oomer  unas  ««reikas,- la  tiró  Atoo- 
so  de  Avila  Qna  lausada  y  le  hirió  el  twaao:  todo 
ora  necoBario  par&  consorvarse  -y  porque  oa  apar 
tándoM  los  prendiaiD.  A  ud  Uauo  ¿otea  de  tte^ 
al  monto,  salió  an  indio  de  gran  cuerpo  lady.  ga- 
lán, &  desafiar  d  loa  qu0  iban  eamibatido,  y  no 
aguardó,  porque  w  retkó  -con  intento  d«  «mbraear 
á  ios  qué  oaliaseD.  En  la  gtit*  que  Ibs  dahha  les 
deoian-que  llegaréis  adonde  todoa  habíñde  mo- 
rir: no  Aabiendo  la  emboseada  quft  arteabao,  d&bar 
les  odidado  si  seria  Tlfxoala  pi^m  dondeEeatmnaban. 
189.  Llegaran  &  uunioato llamndA  Aat4U|iieiDe- 
can,  Üi  no  p 
bit  y  en  li 
■mexieanoa 
mña  al  Po 
UQ  bgén  ti 


y  oumoIm,  IiUgv-qM  vio  CwrUiU  niqniat  qn* 
cmriVU»  da  gante,  biio  á  ba  soMulos  ana  brava 
axlurteoio»,  y  enaoBuiidándosa  ¿  Dios  y  i  la  Vlc- 
gan  diapaao  aa  ^¿rcito.  Cercáronla  por  todas  par- 
taa;  y  fué  tao  omal  1*  batalla,  que  «mpexaroo  &  ma- 
Ur  iadioa  omm  auMoas,  taoto,  qua  los  que  lo  r»- 
fiarak  dioeo  qua  ibaa  más  da  doBOÍeatos  mil.  Loa 
tkxMltaoaa  palead  eon  ralor:  dofia  María  de  Bq- 
ivad»*  i  «aballo  y  oon  usa  laosa,  sa  olvidó  que  am 
mÜar.  Dajd  Cortea  «1  «aballo,  que  estaba  herido  au 
Ua  aitaa  y  bo«a,  y  a^bió  ou  otro;  y  viéoJoao  aual- 
te»  á.oeaeay  bocados  peleaba,  y  hacia  notable  ea- 
tn(«|,  y  lo  hubieron  de  retirar  porque  no  lo  mata- 
iaa.  Deapuea  da  cioco  horas,  viendo  que  coa  td 
valor  y  aoaliaua  pelea  se  desmayabao  loa  soldados, 
■iiattdo  k  todas  partas  divisó  &  uuo  que  estaba  eu 
waa  andaa  rioameate  reülido,  con  una  ruilela  do- 
rada y  una  bamlera  que  le  salía  por  las  espaldea, 
^a««|«.ana  red  de  oro  de  diez  palmos,  y  apelli- 
dandoá  SaoÜago,  düo:  ¡Sigame  quien  pudiere!  y 
partiendo  por  medio  de  loa  enemigos,  derribando  á 
UMtaoii  loe  estribos  y  atropoUando  ¿  otros,  llegó 
al  ttpitaa  Ahuacatzio  y  le  dió  ua  bote  que  lo  der- 
ribó «o  el  auelo;  y  Juao  Salamanca,  que  le  siguió 
•K  «na  yagua  ovara,  apeóse  y  !e  cortó  la  cabeaa, 
)  el  penaobo  de  plucuy  oro  que  llevaba, 
asistiao.  Cesaron 
no  denuedo  que 
inyenu.   Siguior 


-140 
Ti)&  é\  Blc&DCd  bKTfl  espado  f  qneduroñ  m&s  d« 
^-«l^te  mil  muertos:  el  desptóo  fué  de  ^aua  d»  oro 
y  plnmerta,  y  ^issa,  (^ne  se  repartieroa-  despttes 
eo  Tlaxrnln.fte^aláDdose  eo  ve^r  un  eapiten  d« 
Maxizeatziii,  que  después  se  Hamd  don  Antonio 
Cálmeoahna,  j  vivió  ciento  y  treiuta  bBob,  <ino  dn- 
1)aTaz<on  de  lo  soce<fídor. 

l40i  Aunque  cansados  y  hambríeatos,  É>tegr»« 
y"VÍ(ít0rioB0á  se  fueron'á  unn  oaaa  grande-qn»  di- 
Tisaron,  donde  pasaron  la  neobe,  dando  ^ratáaa  4 
t)it>8  de  que  k&lifirsse.  Aqni  dice  BemáJ  Diu  qee 
Santiago  fué  visiblemente  viíto  por  los  enemigos, 
ayudando  &  los  esjáfloles  (como  después  lo  úmím- 
Taron  muchos  de  los*  que  en  esta  batalla  se  h'^laron, 
que  despoja  se  bautizaron,  y  en  Ir  pntara  que  hi- 
cieron de  este  suceso  lo  'pusieron),  stríbuyendo m 
foga  á  este  favor  del  glorioso  Apóstol  y  al  >eBtn^ 
qué  en  ellos  haoia  sin  resteteuña. 

141.  A  lü  maEtana  caminaron  pertienM  lima;  y 
al  subir  nn  cerro  hallaron  una  fuente,  donáo  todos 
se  refrescaron  y  lavaron,  y  de  alli  á  HoeyotHpA, 
liígar  de  Tlaxoala,  donde  h  la  tarde  bajó  Hndiea- 
tzin  y  el  seifor  de  Huexotzitiofr  con  refrCsbe.  Dié- 
Ydnle  el  pésame  de  áus 
viclorias:  Consoláronle 
valor,  ellos  le  a^údari 
tjue  ee  mostró  Cortés 
'oro  que  ganó  'en  la  bf 
«Átain,  y  loa  capitanes 


141 
9y  '4!t  P^  8ér~tnoalo  Bopn  ros  oMXnsiiMMtnBS^ 
<»«»  amdw.  Petól*  AHuúioalriD  de  U  muerte  de 
<  aa^ua  Vetuqnei  de  León  y  de  U  sa  bijn  Klfim  á 
l^iú^n  la  bftlm  dado,  y  consolóle  coa  doflji  Luiu, 
jiB*  loa  Üaxealteoai  eooaparon  en  lu  puentes,  qae 
vT^  La  do  Pedro  de  AJvanulo,  y  dióle  el  plioame  á 
^Sjktíoa  de  au  escape.  Despidióle,  por  ir  &  preTenir 
el  ■•oabiaiiento  á  Cortea,  COR  aiDor  y  urbanidedco- 
UAO  lo  acobtumbraba. 


V   ■  riip'f jt 


ass 


«M««to 


f  .i.^^.m'í 


•^ 


CAPITULO  XVT 


De  la  llegada  á  Haxoala,  y  de  lo  qae  paa^  en  ella  baetA  «üír  i 

las  biitallas. 


142.  A  16  de  Jolio,  por  oarnrae  del  golpe  qoe 
traia  en  la  cabeza  y  la  herida  en  el  braso,  salió 
Oortés  con  su  ejército  para  entrar  en  Tlaxeala,  de 
donde  Balieron  los  seBores  con  cien  mil  indios  á 
recebirle:  hospedóse  en  las  casas  de  MaxijBcatsio, 
donde,  aunque  estaba  muy*  malo  de  la  herida,  qne 
se  aporismó,  sanó  con  los  medicamentos.  Halló  4 
Juan  Pérez  con  ochenta  soldados,  á  quien  daba 
Maxizcatzin  cien  mil  guerreros  para  qne  fiíeea  a 
México  á  socorrer  á  Cortés,  y  que  se  habia  excu- 
sado por  aguardar  el  orden;  y  riffóle,  llamándole 
de  cobarde,  que  en  peligros  semejantes  no  se  ha  de 
atender  á  la  cartilla  del  orden,  sino  acudir  á  la  ma- 
yor necesidad,  acrecentándose  el  pesar  con  saber 
que  á  Luzte,  que  iba  con  su  recámara  con  odienU 
soldados  y  nn  hijo  de  Maxizcatzin  le  babian  muerto 
los  mexicanos  doce  dias  habia,  y  asi  apareció  en 
una  corteza  de  árbol  escrito:  sPor  aquí  pasó  el  dea- 


148 

gradado  Luzte^  que  por  unas  pooas  áé  tortítláe  dio 
una  barra  de  oro  que  valia  cuai^enta  ducados.»  T 
entrando  á  visiforle  las  viudas  dé  los  que  habiau 
TQuerto,  y  las  parientas,  llorando  lo  "pedían  que 
vengase  aquellas  muertes.  ConsobSlas  eon  lágrimas 
de  ternura  y  promesas  de  vefigansa.  Preguntó  si 
halrian  venido  por  el  oro  de  Costaríca,  y  diéronto  su 
carta  y  razón  de  que  lo  habían  llevado  Jüto  de  A^ 
varado  y  dds  vecinos^  pero  después  se  sapo  e4mo 
los  de  ^atepelc  lo»  habían  muerfib  y  quitado  el  oro/ 

143.  Cofi  el  diaeeo  de  saber  de  los  de  Costarica 
despMÉó  tres  tlaxcaltecas  con  cartas:  tuvo  la  nue- 
va de  que  tto  había  libado  Alcántara,  y  la  relación 
que  habiau  tetiido  de  sus  batallas,  que  la  dio  áloe 
espatloles  el  de  iZ^mpoala:  hizose  la  cuenta,  y  ha- 
lló que  ceite  de  cuatrocientos  y  cuarenta  soldados 
le  habiaa  quedado  vifos,  y  los  mád  estaban  heri-^ 
dos;  que  de  ellos  murieron  ochó  en  Tlaxcaki,  y  no 
había  más  quo  veinte  caballos,  doce  ballestas  y 
siete  eíscopetas,' sin  pólvora:  hizoles  una  plátiea  de 
que  diesen  gradas  á  Dios  de  haber  quedado  con 
vida,  y  les  maAdó  y  rogé  no  hiciesen  mal  ni  agrá* 

■ 

vio  á  los  ttaxóálteCBS,  j^ues  tanto  bien  de  ellos  fe- 
cebian. 

144.  En  éste  Ibterin  los  mexicanos  hicieron  fies- 
tas  por  la  libertad,  y  no  les  faltó  pesát,  porque  de 
un  negro  que  trujo  Nárvaez,  que  murió  de  vifueías, 
tuvieron  peíate  de  ellas,'  que  comenzó  en  Chatco,  y 
^u  México  murieron  muchos,  y  entré  ellos  Ouitla-t' 


JkMtfláOi  ;iiiie.  juMÍi<i  al  emperador  M^d^Mn^, 
iey  (l^*iatopaiiN^i^  y  auoedíó  QpauliIdjnM»  mm- 
Mbo  4d  Y0iottcioco  afto«)  porque  ^asá  con  uaii  liqt 
.de  Míoteoi^^ama  muy  hermoM.  Eii:Tia|cc«Mi  m 
partieron  loa  ded^^JQs^  y  djió  Cvtéa  4  Jqau  4^  8a* 
laiQa^oa  ^Ijpeuaolio  qua  qpit^.al  oaiitoDi  y  damiM» 
el  apiMHr^^of  lo.  biflo  ponar.  pois^trefeo  mtk  laa.amM 
que  Jíe  áü^é. 

. .  145v  J«pama4^Í€iuiaB,<aAi^qua|;»atwaayiiod^ftnw 
d^asitav'teiMroaQfi  aal^eodo  qoe  h^biraiaido  los  ae- 
paítete^  de  loa  tlaxcaltaaa^  rreod^dctti  y  de«|MMba* 
roa  caatra  efiabajadQraa  4  la.SaBotf&a  dft  "BHijifariaj 
pidi^AdpUs  qMe  kioieaeD  liga  ooa  elloa.y  q^e^taha* 
sea  da  8ua  t^rxaa  á  loa  €iia(allai|oa^.qao  goMriaii  da 
lo  que  t^uiaa  Gpp  amiat&d  a»  m  uKpeHo.  JTáD^uroa- 
aa.loa  de  Ti««A}alai  como  aooa^üiiibiftlHiai  4  .tnatiur 
de  la  reapveata; .  Majcizoateio  dyo  qap  au  pareper 
era  ..conaer varee  ^n  :lfk  aDftistad  da, loa  esp^fioAe^i, 
porque  da^piias  que  aUps  habiff^  venido  ae  *v^jya  U 
BepúMica  rica  do  oro»  plomería^  ropa  y  otras  4iiu- 
Ghas.ooaa8|.y  que  ya  coqooiaa  aran  aua  «loaugua 
los  meaioaDo$;  que  ea  ooaaiguieiido  lo  qaa  pedían, 
faltariaq  ¿  la  palabra  y  seria  omo  Antea,  y  ana 
peor,  la  enemiga.  Xicotencatl  el  mozo,  con  el  odio 
que  tapia  4  los  caateU^np^^  fué  dp/ionUario  pare* 
oar,  y  dijo:  qu«  loa  matanan  y  saoriftoaran  4  todos. 
Enojado  Maxia^ataio,»  ^:4i^  un-  pf^ntapió  y  le  arro- 
ja por  la  escollera  abajo,  y,  lo  bteo  popar  ea  priaion 
pqrqpo;  a^ipo  qW;  #ndaba  Hwiepdo 


acasMwEi  d«  ngFayjyo.^r    ..  :  .    :.  '  ^     : 

ol  agradeqioiient^y.ji^n^fMQt^  á.of^:^^!»^  al  ^ff- 

vicio  d«i  ia  ^epáJblica;  dÜ9  qve ^|t|4^  estaba»  ^gvsk- 

viad^  d^  los  de  Tepeaca  y  '917  jvrisdiccioo;  que 

les  hn^D  jxHiortp  ciertpar  t{a:>^(^lto9afi;  que  se  b.l- 

cioac^  cfmciéj^)  dé  qu^  le  ayudaseo;,  qife  de  ^odo^ 

gaosdo.  i^arjticia  qQH/ta  ^e^oria»  reduciendQ  &  la 

ubedMnqk  .de  3^  Mi\)e^t^d  por  yf^$al{lQS  &  loa  eoer 

Iuiga^.p^^9veUo9  sedabaci  por  itai^llos  de  Su  M^; 

jestad  ^  ([l^«|^tf|^  ^r  orküafoos;  qu^  Je«  Jiamy  0(1 

nof^bre.,d/&>Sp  M^j#^tad# eafíritur»  de.ooMoryf^i^lo^. 

^n  au9  ^iw?ra^  yjgQ)()ífri;ie:  .vin^ioTOp^n  ojio,  y  ^lojr 

tienen  en  su  arcbijíp.giMFdado*el  p^pel  iSroiado  de. 

Cortés^  queipuafldo.^alla  do  &55\qníaa  el  seflor 

duq^JW,  de;  A^bijrqftfiíqw  ^aci^r  A  Scwwn^njUa,  .qu,o 

le&  \o9Bí^M\l^^^  S(^.MH9!itad,  p.  Jnan  de;jio3  3a%; 

tos,  ,goJ»prfl^d(«^.  fiovk  SU3:  alcjijldei^  i^i no .  ^  M^éxig^ 

coa  fil  ipf(trufpe;9fto  ypon;^  i^diui^  del  aeSof  .^^ 

per#4pr  qvu9  .itif  Uj^n  .a%rA4ft  ei^  t^^Up»  V^'\9 
coQfifsn{^,.y,d»4o»  privUegM^aque  g(aan«  ,  , . 
147.  («ío^jnas  j>riiifiip9^1;fa4'pl4)^  &e  b^ko^ieaiea 
loa  onnjtrp^Bp/a»:  Ma:||^M^QftUw>  iu)Btbr6  do  don  Lor 
lanzo;  ^co  tqnoat}^  doii  Yíc9ivte;^lel»a«a^oleUin|  d^n 
Qoniaíjp;  CiJblalpqi».ci^,,don  :^í^ító 


BtteBtoo  eón?eiito  pifttadé,  j  lo  Teftdve'  Diego  Mu 
flet  Gamat^Oy  natural  de  Tlaxcalai  liistonador  de 
áqaéllos  tíémfioB,  á  ^uielí  dta  él  padre  Torqnama 
da.  Del  padce  Juan  Díaz  unos  dióea  qoe  se  voV 
ttó  á  Bspaua,  otróSy  que  imlrid  én  Tlaxeala  y  quf 

m 

ebtá  enterrado  en  la  ermita  de  San  Batean  que 
se  lii2o  en  la  sala  de  MaxicaUiSy  que  &oy  está  hh- 
oia  el  Oriente  de  Tlaxóala  en  una  ladera  en  el  ch- 
leinó  de  Altyhuetztañ  {Tbrq.j  9  f.,  cap.  X7^  fol 
96y^  lo  mas  oiertd  es  que  en  las  guerras  de  Que* 
cholan  Ibs  indios  lo  mataron  y  á  otros  cuatro  solda- 
dos, y  eeguh  tradición,  está  alli  enterrado  en  nii 
lugar  alto  detrás  del  eonvento.  Gtt  Qonsales  en 
su  Teatro  dice  estar  enterrado  ^  la  PaeblSy  y  co 
sé  cuándo  pudó  set^  porque  ínurió  catorce  afios 
ántés  de  la  fundación  de  la  ^Fue^lá,  y  después  no 
éofasta  haber  trasladado  'sus  huesos.  - 

148.  Preg<icó^lB  gtíér^  contra  los  de  Tepeaca. 
ftuuque  estiíba  teas  para  curarse^  de  la  herida  de 
lH*  cfabétá;  quepata-  saUr  á'  campáffa^  his  sóida- 
do6,^  én  particular  los-  de'  Nárvaeifc.  lé  licteron 
reqüefímientosr  con'  éémbanb,  y  le'  pedían  licen- 
cia para  volversef  rióse éitaspeírÓ  por Id^é,  ))brque 
consideraba  el  riesgo'  én  que  'bocoa''d(a8  'hábia 
se  había  visto;  pcii^of  con  discretds  pálabraií  respon- 
día y  con  ábimo  valeroso  \éi  animnbk  que  siendo 
servido  dé  Dios  y  de  Sü  Majestad,  teniendo  tsnt/i 
ayuda  de  los  dé  T||txealáy  pudiera  ser  qué  perdien- 
do la  obaamá  qttd' tenia  *preB0.iit¿í  to'  pudier»  Uo- 


14T 
1  ar  ^espp^  p^r^ida:  pTome^ó  dar  lioQ^ek^  y  con» 

-  •    «  •  ^ 

149.  Salió  con  420  figMadoa^lT  ball9stos  y.^ 

copetaa  y  cmf^q  mil. valiente^  tlaxoaltocaa,  á  qdo- 
^ttifitar  4. Tep^fifa;  y  trasiégalas  dar^Ui  fmroa  IL 
hacec  ocibhe^  donde. baUaran  aeis  iodioa  i^ueeayia' 
roD  4.  Jos  da  ^Tepeaca  á  xeqoeñr  vioieaea  4e  paa  y 
le3  perdonarían  la  muerte  de  los  espafiolea' y- nia- 
les qaa  habían  liecho.j&  los  de  l)axeala;  f  eio  como 
estaban  p|^i^9&idps  con  las  gitarniciones  la^xic^- 
uas,  reapondieroA  que  do  pfisaaen  adalaiite,  qUI  \^ 
irla  p0Qr  qqe  en  México  y  en^  Otumba:  hizoae  a«- 
lo  de  darlfts  por  ^solavosi  y  volvió  Cprt^a  eon  dos 
mexicaaoay  seis  d^  Tepeaca  á  requerirlos;  y  ywit' 
do  que  e9tf^M  eq  suif  trepe^  díó^e  i|k  batalla  ei%tre 
unos  maíi^lles/  y  desbarf^tadoa  Iva  ite;^oanos>  y  ce- 
giÍToi^aebi^aQhpa  eyfda^yqsi  lasf  de  los  .de  .Tfpeaoa 
como  de  Iqacbítlcas.,  T  viendo  loa  principales  ifi 
mina,  dieron  Ift  obe<lienoia  y  entraron  en.Tepef^oa 
victoiioaoa.^  De  jalli  pasaren  á  ÍLcat£Ínoo  .y  4  Que- 
chula,  y  sa  8iqe1iaix>n>  Fundóee  ,ep  .Xepeaoa  la  ^ir 
lia  intitulada,  de^  S^gut^  de  la  FcoQtera;.  lOpodi^ri- 
roQB9  alQíiM^  y  regidoi^^;  diÓB^  órden^iftf»  de^ial^ 
se  sajelasen  Jos  demá^rpueblos^  y  se  hieo^iun  biM- 
ro  pafa  befrar  los  .esclavos,  q^a  fué  una  G^  qqe 
quiere  decir  guerra:  envió  Cortés  al  eapitoo  Fmot- 
cifioodet  Salcedo  á  Tecamaobalco  con.  ocbenta  aol* 
daéosy  ^  aiaoedaóle  mal^  poique  por.  deacuid07.1o0 

n^wW;  jr  jraiñó.á  Giiitébal  da  i)lU.<wn..tUma)- 


148 

tepeOy  7  á  los  que  salían  á  robar  á  algonoi  esp 
Ml4s  m  él  ééspoMado  deifts  ta^&iitó  ée  ik  m 
fMi  qua  loa  ongórdaban,  j  aesnudos'éii  acA  patk 
loa  l^arrbchenbaiiy  y  uuertoa  con  asta  croéis 
o*ttka:  prendMroB  hasta  oaarenta,  que  ^  la  ms* 
tná  auerta  fooron  oaatigadoa^  y  tíoti  esto  cessrosf 
loa  roboa.  *  ' 

150?  Eé  esta  tíam]^  so  daséamaba  Oértáa  por 
^tr^  lado,  porque  el  jsellor  de  Qaabquefllolaii,  quei 
ea  Méxiee  «o  tiempo  da  *M otoctifiattma  habia  da- 
llo la  obediencia  4'Stt  Majéatnii,  y  GoHéa  la  arí- 
aó  otfflBo  QttahtetnoCy  qne  em  electo  emperador  por 
iMMrrte  de  CintlabuatiAn,  que  liabía  ninetto  de  tí- 
riMlas,  le  enviaba  un  ^érctte  de  meneismes  pan 
que  no  1^  conatatieBe  apoderarse  de  aq^IIos  po^ 
blos/  por  haber  sabido  la  TióMfa  de  Tepé^(te•''0>^ 
tés  wiióÍL  Diego  dé  Ordaá  y  á  Aloüsd  db  ArHa 
pttl^'que'€bolnta  y  Hua^otzingo  llegaton  gentes 
lié  4Íriaa»,'y^ófreeiéroi>se  tantea,  que  juígáróh  fbe- 
se  hí  qui^'trakalMm^  h^aieldn  coMrrv^os  e^sBoles  y 
iktmlteoaa.' 'Remitiémn  á  s«is  prinoipale&é  Te^ 
pbneii,  AMideÓÉtaba  i0orté6,  y  áTetig«Nldé  «ef  leal^ 
twl^  fsAié^ú  pertoM. '^7ttbt(feé  ikm^'llM^^b  uná^, 
^t»  4i^'basiá  cim  mil  indíbaánH^^  éeét««  vein- 
i«^  vñl  »bx1«ftk>í^  (iftte  e$tébmi*  M  ^aliqtietbHltai 
tioa  «áxái^  WiMÉi^M  y  móAilj ÜoHob^  que 

twM&Ue 


«149 

4uedi^ñm  miiá&o»  muerta/ y  de  iM  <q[cié^  Bé^kík- 
roti4*  tefortaleift^de  uií  <  temtiIcS'  timow  pt^^n 

o!iolft  én-  leoofto^  que  Iliñnta  Iii4¿firy  entuban  oéhfo 
nil  itiexiM^oS)  pftttíó  fr  .fi«^etertoií/y'áiifiq^0  faií- 
yeiDfi  qfwídárdn  iMtiahos  moertoer  pregonó =per¿($tl, 
y  pablaron  á  los  pueblos,  prometiendo  obediencia: 
voItI5  á  Qaahqueoholany  donde  faltando  el  sefior 
por  haber  muerto,  puso  á  un  hijo  suyo  de  ocho 
afios,  y  por  no  tener  edad,  en  ínterin  dio  .el  go- 
bierno á  un  hermano  suyo,  que  por  hijo  de  es- 
clava 10  era  legitimo  heredero:  llevóse  á  Tepea- 
ca  al  nSo,  donde  fué  por  un  religioso  que  vino 
en  aqud  tiempo,  llamado  Fr.  Pedro  Melgarejo,  fué 
catequisado  y  bautizado,  y  viéndose  cristiano  se 
entristeció  y  preguntó  al  padre  que  cuándo  le  ha- 
bia  di  sacrificar,  á  q«e4e  -Mtisfizo  el  religioso  y 
BU  paóríno  Pedro  de  Al  varado. 

151.  Luego  que  volvió  k  Tepeaca  supo  de  Ma- 
rina qU)  en  su  ausencia  algunos  intentaban  trai- 
ción, y  castígólos.    Vino  Barrientes  de  la  Villa 
Rica  y  thinantla,  á  quien  los  indios  amaban:  lle- 
gó CristAal  de  Sandoval,  que  habia  ido  4  casti- 
gar les  é  Xalantzinco  y  Zacamilpan,  donde  ha- 
lló vestido  de  espafioles,  armas  y  frenos,  y  dos 
sillas  que  habían  á  sus  ídolos  ofrecido:  pacificó 
toda  aqueU  tierra:  trajeron  gran  presa  de  esola- 
vo^  deebaiitó  ^  loa  mexicanos  y  loa  obligó  á  que 


vJüweB  ¿  dar  J«i  obeáieomj^  CoiHétt  jr.ow  «ate 
qWBplw  aeHJiajatda  rama  ptfrtu  twn  'b«a  pleitos 
y  caoidMgoa  &:C(>rtéa  «orno  i  «eSar: -luao  Saud» 
val  p^aqúiaadaLoro  tiB«  les  kálÑaa  quitada  á  loa  8» 
paBoles  de  Villa  KicA,  y.<dUerQD«óno  bq  lo-batÑai 
Uevaáo  á  Héxioo  «1  anpcjñidor:  faé  bm  lecdiiio 
de  Cortea  y  M  todoa  loa.de  la  TÜla  de  Xaf^aea 


[ 


r" 


BBsaataaBÉaoBBssBsasspaiaBrH^Ri 


i'. 


«ACUOSO  9  v^ 

De  Qib&o  8é  ptrtUfon  loi  d«tpojo«  7  «Mlaro»,  7  d*  la  UagitdA 

de  alfunos  navios. 

162.  Pai^ifieftdoa  ya  los  lugares,  qoeen  toda  aque* 
Ua  proNriocia  U«giil»Q  haáta.m&s  de  cien  leguas/  y 
sBJetoa  á  8tt  majestad;  eabiende  que  entre  los  j^ot^ 
dados  eoa  la  ocasión  d^l  juego  había  tejos  de  .oro 
y  joyasv^obd  Conten  batido  para  que  todos  otam- 
festasen  el  ero  para  sadarle  ei  'quinto  de  su  majes- 
tad. ÜQ  hi|bQ.q)ií9ftiQaaife^tara  por  entonces,  ypoc 
muefaii»  vamnes  permitía  el  qué  00 sa llevase  áde^ 
Uda  tjemcioii.  Juntároase  lo^a  despeas  y  sacóse  el 
qniíto.  de  su  majestad;  y  despuee  etro.quint0tl^ra 
Corté»  aue  jalgusfos  Uevaron.á  lóaL  Apartóee  la 
part^  que  le  tiowiNi  á  la  Bep^blica.  de  Ilaxoala  y 
fle.Iaeíiiió;  Éoeia&i.qiie  todos  agradecáeroja,  y* por 
dflíiide:ialtó  la  fid^idad.de  los  espe&les  aoreditaT 
^:  ló  fiamas .  se x  re|)artfó  eoitre  los  soldados;:  las 
pltttlaa  %  mantas  á  1^  indios :  amigos  qjie  habiau 
ayadadd  á  la  gimara.      .^   ^ 

lak  Sniatd  tíampo  Ikg^  illjnattePedsoéarl^a^ 


162 

eSmí^^e  Diego  Vélízqüeí^WíiüiXKVlo  OUCO.  S5& 
lió  Pedro  del  Castillo  en  su  batel;  y  como  eíItMidi^ 
que  traía  cartas  á  Narvaez,  juzgándole  por  doeñ* 
de  la  Nueva-Espafick,  con  cautela  preguntó  por  Die- 
go Velazquez.  Dijo  que  Cortés  andaba  huyendo  eco 
sus  compa&erosy  que  Nárvaez  estaba  poderoso  y 
obedecido.  I^a  caut^á|luáo^.iabiAf.kigar9  porqu%bieL 
sabia  Pedro  Barba  que  Castillo  era  de  los  8oldado¿ 
deiKarvaeZy  y  asI  fué  ja  relaeíea  ojmbl*^  DyÁl»  que 
cerca  estaba  un  pueblo  donde  podia  ir  á  deacaasar 
sacóle  del  navio,  y  en  llegando  á  tierra»  le  dijo. 
¡XHos  por  pt^so  por  4rdie&^  d«  JP^nMfdto  CoisU*  mi 
eíapitá^  Dióle  >  noticia  de  lo  modldoi  y  iategtóee 
Pedro  Barba,  pon  ser  IniioiO  amigo^é^  OortéiiMmA- 
do  fd¿  teniente' de  I4  Ilábtin«v 'Dié  dotida  4)daio 
eetaba  para  dalir  otrQ  nav^'  oómoú  loa  ooko  diss 
llágd  Rodrigo^ Mor0jéii  d^  Let^em»  y  M>n  bI  námno 
entiló  y  cabala  I04  «ipte^  y  tittítíá  &  ÜüípM^a^ó 
bdmbr^Ay  dbs>6B^ll0Q  y  «M^yagM.  fiílB0la»<3«?téa 
iiieri^osy.  y  ^títídariKS  todos  gtt»t(ko8y'«(»KitDto& 
•  lié*  Obror ttef^^nsvioB Hc^gilmitda ^^any^  Uno 
eñ^ue  vi»b  áiPáiuioo  l>ie|¿o^^€Mguiig^^3í^  mi  ios 
á$)WUdMánfievmodi\&^t£  á  (Goétmca  y^f  lAi  á 
ll^é^oav  y  ^)tiM  ■  ^mi«vo»  porrtiinMiuÉ  ^4*Hka- 

]tíÁ i^iaroff^ 4mnttV8ds' pcnria' DMer^rt|és 44  <lí¿ 
á  84i¡eaciq||e  va  Mé&foaJLua|^  partió  MigKaDiaB 
de  Aqzaraganes,  que  venia  á  daT^flOMérb  &  ffaia* 
00,  ewíadoi^»Q<¿yi  ^,ÍM\MfAmiUitíBmiáuJUtol' 


U9 

soldados 'y  difit  caMtlo^  y  y^ms^,  de^^i^rtaq^ 
se  haUw^us) wM9  Q|di»tf  y  veinte  «oM^doa  y  ^w 
y  Bi»te  ofthallwí,      :  ■ . 

156i'  XavQ  jnoUoíA  Corbéa  eóip^  loe.de  Xalaiir 
tzimg9i  f  6tr<m  piliebloii  «aUw  il  tos  oamioo^  4  rati^kr» 
y  cómo  h«bi«tf  iiiMwt4>  ldgool^9«^pafiole|94e  los,  que 
veaiaii^  pié|  y  ^M  JbakiM  4'pbftdo  el  Qrp  q[ue  les 
capa  á  loé  4íi  ViUadri<^  qM^  4o  qoitaro^á  jTu^Qiile 
AloántMa;  y  /etvvió  á  Saadaval,  gue  los  iMitig^}  jr 
qQodd^toáa  la  tieri^ i Jiaata  TtüxealaDJh^dioot^.^ 
Cortés^  d«  tal  tsuacte,  quf  de  aiii^af  partas  aou* 

diaB:á«0ii|p^€ir4»qapl9MM.,  '         ¡  .;      .  ,. 

166L  JSi^áiidose  ton  4M)ldado/i  y  pafiifico.eja  ,1» 
Villa  49 :  Soffum  de  ría  J^oo^t^Fa,  y  if  oufedoradp  «pn 
TUgM^da^  Jbizp,  pt«gofifr  qgg  ti .  que  .qu^ieriq;  rol- 
verse^.qpie^a.  ^ba.  lúíepcía;  ^y  \nQff>  pl  (SflíJtad^r 
Aodi^detDiiero  y  «^gwtii^  Bermud.^r^oii  oti:os, 
8a«ar09a<6i|  lk«iiiMM^<¿l6f,6M<>^iP!E^a  o|^^ 
al  .pilíoto  X^daoa^  ti^^i^ntjoaip^a^^  pop.^r  i;a9^r 

do,  J^mW-^^i  mlaáet^0a^lin(^.4uw«¿,  y  ^u 

oia¿r>d%ipaojÍ^  Miitro .pa^q>pi^'i^J¡sy;x9$^ 
d<^<0»^»^  el  oftpÍ!l»a  qwiaíií¿4.íd7plwíl>'^4^^^^^ 

de,^f^d((^,  íJ,  P^SV^*d{ii)^o .fflf^tq,  A^n  tojpfi^r 
tady  qae  fueron  mal  recebidos  de  do%^Jjf;^Q,i|.Q^ri- 
ffiM  de  FoDseca^  arzobispo  de  Burgos,  porque  era 
en  faTor  de  Di^;o  Veiazqudz.  Con  el  dnplioado 


164 

^oe  MartiQ  Covtés  (SQ>idrffd»CortéÉ)  leUefóii 
emperador  iitteá  qae  ae  embatoáse  pum  Fludaí^ 
tarieron  traen  oegoofo,  y  á  Ditogo  át  Oidu  1«  iü 
tina  en'oomieoda  de- Santiago  y  puM  ob  bu  araws 
el  Toloan.  Diów  por  mal  servido  de)  ariDliMpo  di 
Búrgog,  porque  faltaron  mboliM  oosm  del  dóplúi- 
do  en  )s  memoria  do  las  que  Oortée  envió  &  «q  ■>- 
jestad  j  aun  de  la  relación  que  hacia. 

167.  Ddspachó  tatnbien  otros  dos  navioBf  moa 
Santo  Domingo  á  dat  parte  &  la  real  andiaDoia  y  i 
tOB  padrea  gerónlmos  qne  goberneban  y  oon  cojni 
lI<$encÍB  había  ido  á  la  oonqaista,  otro  k  Jflmtia 
con  Alonso  de  ^tÍU  y  Fraaciseo  Heraándex  por 
y^aas  y  caballos.  Pragaatado  por  qoé^  dtapneba- 
baen'  ocasión '.qoé,  necesitaba  do'  scMadoaj  ^: 
(jBe  mqor  ektábati  éolos  que  dial  aaonuMiMdM. 

159.  Trattfiííog» 
óes'para  dar  ;^int:i; 
envfá  fi'-Sl8rtÍT)"Lfi[ 
Ifegó  avi«$  íJtítaió '1 
fúéel  padre  ftifty: 
ifáñó  co)¿o-  caüflib 
iatraíe'  aifa%6'  miyi/, 
dnSáye  i^mf  «ntr 
A^ét^,'  cotÍHJ'Iod'éj  Jm 
iin  Hjfo  diiyo/  «oitra 
oíoD  de  todM. 


•'  I 


I  f  ^in  ■■fc  BPi  i>,i  .tí    f^M.  M>,',  i*ii,L..i  ..r    f     f'.';.:i 


5'  • 


I    • 


OAHIVIO  XTUt 


t    » •« 


»•. 


De  la  «ntrada  de  Oortés  en  Tlaxoals  j  de  Is  dispoaioioii  parK 

''  k  ccQqttista  d^  México^. 


169.  Heohó  el  despacho^  dfegandoal  oapitah  Fran^ 
cisco  de  Orossco  eti  la  Villa  dé  Se^tittt  Í6  la  Frontera 
^on  veinte  soldados  de  los  que  estaban  dolientes^ 
marohd  con  sti  éjdtoijbó  4  l?lazbáia:'  los  tlaxoaltebas 
coQ  SQ8  despojos  y  esolavós  por  dé)íint0^  y  b9  es- 
paBolés  atfás.  Iba  bon  luto  él  'capitán^  Cortés  y 
los  demás  capitanes  y  muchos  'de  li¡k  saldados  eñ 
sefial  de  sentimiento  de  la  muerte  de  Malikcatzln. 
Salió  iíoda  la  República  á  receñirlos,  y  lá  defiória 
con  júbilo:  unos  á  6trbs  ée  abn^zfaron.  üfidotencátt 
^l  viejo,  al  otro  día,  bízo  jünta/y  dé  ella  iáalt6  que 
en  todo  Í6  qué  tocaba  á 'la  ¿üérra  ayudasen  á  Cói'- 
'¿s;.el  ¿apitan  de  ellos,  elváletóso  Chichi  niéoa  tez-' 
tl¡,  filé  el  que  potdn  más  calor  en  la'biatériá.      • 

160.  Con  este  büeti  principio  despechó  íuégo 
Cortesa  la  Villa  Ríca  por  todo  el  fierro^  clavazón, 
jarda  y  telas  dé  fós  navios^  que  trujeroá  mil' indios 
da  los  dé  'á^il^'{»Q(9blúB|  y  utrna 'calderas  rá  ^tia 


166 

tzinoo.  Envió  por  dos  herreros  que  estaban  en  Vi- 
lla Rica,  y  un  carpintero  que  ayudase,  y  cortadas 
las  maderas  hay  quien  diga  que  en  Tlaxcala  hizo 
armar  uno  de  los  bergantines  para  que  se  aniiDaa«i 
los  de  Tlaxcala  á  la  batalla,  y  que  lo  echarcm  eo 
el  rio  para  la  pri^e^h^  -JI^.^  jQf  \pioues  acerca  del 
sitio  donde  se  habian  de  armar  para  echarlos  al 
agua.  Unos  de^oi^n  que  en  Ayot^inqo,  cerca  de  ^bal- 
00  había  buenas  OjO^illiuy  aifliB0SJÍ9)«ñ  para  el  intento: 
oíros,  quejante  á  Texouco,  por  estar  cercanaá  Mé- 

p^^  j¡>trft  ft|v^í^,|»#,J^i¡(j¿ipfi,4ttÍqej.)5^^ 

161. ,  I5aíjím^.^4l»f  #9IM^í5»ft'»w*Mf«í  4  Vi- 

ll^fLi,qa|iiV9J^yj^^d;p>,las^^M  ^  QasamfSim  yeoia 
4e  íiwíiiya  Aoi^.^u(j^á^  jl^^lÍQjsJtas,  '««oopetAS^  )|Uo.d« 
l¿»íl«)f¿|^»,ipj51yw?k.y  qtriw.ftrflías;  ,J\ia.n  4»^^os 
ppr  wj4^io:y  Foujfiií^.  M,09\  ppr  iQ^esti^,  con 
tre»í9»^Dlo8  y  treq9.^old«djOi» .1^9 va  qw  #iwr<S  4 
I09  f»íjp!rtlÍ9j)e8.,|iwá(S  Gprtéa,^  jp.uptí()  á«Qf(^r  to- 
^a^ff^a.mpcwdjar^  y  tfíá^  )m  ««pvMe?  fjúoie- 
ío»i^\X|í»í^(»ÍV  ,y  >ivjwt9,')r,eí|.i«>iJo  JI9  q\jí^'j\|ía.p«- 
e^ift^l^ ;  qe .  fií^o/m^  íjuft ,  m  ;♦*  ^r yw^  áfi-]^ 

l^J^aj^ijy^  ,fiÚ\á  CfítU^  4jpe|Íij»|^.^..í^i(]MmhiMe 
Tepp^.par^  phoJlv^  4qi¿Jjb  hjm  li»4^^ftra<;Í9a» 
3f,!98^w,49^,ília3»  y.,(j^,ajl|.4  m^^.^(p^e -(jia- 
ntiso  1b&  üoaM  xloi  ia.üttétm  en  üuiniKi  idÍASti '    1 


TRATADO  SlBaUNDO. 


OB  LAS  BATAlXAi  T  OOHQUISTAS  Qül  HHO  U  VÍBORO 

T  SÜS'OOHtÓ&VOS. 


•  » 


1.  JBxGUftdo  podi«m  «er  eato  tintado,  oos^dla 
4«  tut^i  /  tan  gra#df(i  aaoritorM  |ia.  ti^o  raferídoa 
y  ahom  Qttavamente  Jia  salado  1#  Conqoiata  da  ^ 
NjMf»-EfpaIU  por  don  Antonio  da  SoUa,  ^o  bíao 
tMfB^K^  qua  pndiara  quitar  i  ooalqoiara  loa  alieu- 
tpa  da  aaor^birla.  Con  todo^  por  la  intKgpdad  da 
s^  /tyiota,  M  puado  d^ar  da  trata^(f^  aará  da  lo 
mía  fatídico  jr  aiicinto,  aio  rapKoar  ni  argttír  A  lof 
%af  da  alia  k^f^  tratado,  ponina  nada,  opal  abunda 
aa  ao  aautido. 


i*"** 


. '  f 


yíwtáMcmtt^^tamo  111^14 


('<•'•  •    ?  •       .>! 


^■^P"»— ^M^— »«^—*» 


CAFITULO  ¿ 


D«  la,i9)idii  de  Xla^pal*  }>fi4:ft  dar  pripcápio  t  \%  fijg^qjglfU  de 

México. 


2.  Porque  no  se  entibiasen  los  ánimos  de  los 
iiáxbáítéoas  y  alentarlos  m¿s  con  él  ejemplo,  lue- 
go qué  *^a86  éf  primer  3ia  dé  Pascua  de  Navidad, 
ét  diá  siguiente^  j^xie  fbé  diiércoles  26  de  Diciem- 
bre/ híiíq '  muestra  dé  aii  ejército  en  alaarde  bien 
óompuésto  con  cuarentia  cal)aIloBy  qve  dividió  en 
cuatro  escuadras,  ({uitiiéátós  y  cincuentas  soMa- 
dbjB  en  ñüe vé  compáSHas^  ochenta  ballestas' y  seis 
piezas  de  artillería  chlcaj^.  Saliéronlos  ballesteros 
éñ  ¿iíéra,  y'  én  llegando  á  !á  mltttd  'del  [)Ue8to,  cod 
destreza  armaron  y  dispararon  oon  igualdad  sus 
ballestas,  y  haciendo  reverencia  pasaron  adelante: 
los  rodeleros,  con  gran  órdeñ,  echaron  mano  y  hi- 
cieron el  acometimiento,  y  envainando  hicieron  L<i 
jeverencia  y  pasaron:  los  piqueros  hicieron  la  de- 


18d 

mostraciób;  y  168  titimbs,  los  aráabtioéró0/B»6!oü^ 
do  hk  salvft  morí  arcábales  y  ártülerfa/ateÉnóHía- 
ron  á  los  indios.  Salieron  los  de  á  caballo  con  léín^ 
zas  y  adargas  y  Cortés  con  ellos;  ocfrrieron  parejas 
y  escaramuzas,  eb  que-  alegraron  á  todos  con  la 
destreza:  y  acabada  la  muestra  babló  Oortés  con 
el  ejército,  proponiendo  el  servicio  de  Dios  y  á^ 
BU  majestad,  animaúdo  á  todos  con  palabras  efica* 
ees,  de  que  quedaron  los  Indios  gustosos. 

3.  Al  otro  día  pasaron  muestra  hasta  ciento  y 
diez  mil  tialsícaltecns,  en  ésta  forma.  Iban  delante 
tocando  bocinas,  caracoles  y  varios  instrumentos^ 
luego  los  cuatto  seSdres  de  las  cabeceras^  con  ro^ 
délas  y  macanas,  con  ricos  plumajes  que  les  salfaa 
de  las  espaldas,  y  niuy'  ricas  piedras  en  I6s  agujé* 
ros  denlas  orejas  y  en  los  bezotéis  de  los  labios;  ol 
cabello  trenzado  con  tína  banda  de  oro,  y  ricas  cd^ 
taras  en  los  pies:  detrás  cuatro  éstandattes  labra- 
dos de  plumas,  co^  las  armas  de  cada  oüaf,  yxúit'^ 
tro  alférez  ál  lado  dd  cadar  estáildaf  te  en  su  gú'ár^ 
da:  de  veinte  en  veinte  iban  los  flecbefros,  sésetit^ 
mil,  y  &  Un  trecho  el  éstahdarte  dé  cada  capitán  y 
compaBia:  en  pasando' por  dónde  estaba  Cortés  los 
inclinaban  y  disparaban  las  flechas  al  airef,  yCóf- 
téá  les  hactaia  cortesía:  pá^arbh'  cuarenta  mfll^- 
deleros,  y  despues'diez  ntil  piqueros  eñ  lá  nrisma 
forma;  y  acabada  la  muestra,  qué  duró  tres  botas, 
Xitíotencatl,' qué  era  el  general,  avis<i  qué  aí  otro 
día  hablan  de  salit^  contra  bsmbxicanbd,  y  ¿n  tina 


m 

i. .  V  f)vs%  qtt«  a)ipi«4eiD  qna  Iga  oaf t^lUpí»  rima 
99a  r«gU  Í9  «mM^oSf.la^Q  Cortés  iwhíS  baads 

wa^a,  fiie. jüqgyno  rUliae  «fw  <^o  ni  eebas*-  bhdq 
ábd.aFnm^  qnQ  ««dis  jag9fl«Br(aa|.iS  ctluUoB,  4]m 
DÍngano  forzfWvnMJWjipuij^iiigflaP  (l«itaBe  np»  i 
Qt^  ni  9MtictVsa  íq^ÍP  iV>ia  no  fowa  «9|d»vo,  que 
9tQKfUK>  OMiM^U«  oí  fiA^o^Hn  ño  UotMlia,  y  ^M 

no  f»  trftt»»:  moJL  4  los  ip4ios  Amigas»  F  put^^ 
RWW  oproYiaubwa  4«a  leyqa  s^  no  fn  c«4tigu  tru- 
gTf^en^jíWitaddiuwA^t  & -nu  sol^adA  po'Vtw^ 
ntú  If^  oiga.  d«  ojb»;  Abonó:. 4)  <Jo8  p«sn)««u7M 
pDT^w  qt^rcfp  j&  Mn  fu4tp  4pa  tnaatap  y  au^  ^ 
lJÍn«;  faiz9  i\frflqt^r  d  qtro  qne49qBM^*>f>  Vb<^y 
at^i^  ^JKUrpat.  4  Ptro  quft  h^ifi  qiiiM?  ana  g^ti^ 
]ia¿  ^  .a«ii4U9  ¡{tor  éí,rf)g«^;pn.  los  «^Ufuu«^  bn^  M 
BKstp  loedip  l»^e^tip,■  y  (jpn  «ato  faoroq.  bÍ9a-ebwr> 
T^das.  Ita  ordea^pzM.   .    ;  . 

.5.  M  <ttro  dJ4,  TÍérii«^  di»  de  Lm  laM^tM, 
bablaiidff.Qido  uú»  7  «opooMadádose  al  l^i^cUu 

Mli«rúii  coQ.,ói4eQ  t 
OQQ  ^onso  do  Qjw} 
nLegiwa  co»  «)»«  m^ 

l^^dicla^  i  viatft;4? 


m 

bue^  b«8pe4»J6,  ^  .a6|>ado  ^^M^rop:  ua  paer^,  ¿#- 
püM  é9(  üt»  Ugí^BfihMt^,  X9f  i^iwJ;»rei  donde  se  piarte 
la  jwfiKdiooipq  d^  Texo^co^  y  aus^ue  les  huso  tan- 
to f^rWü  qi&di^s  io.teinplsjmi.  Bl  (lomipgQ  fue* 
r<m  con  les  oonredi>f9s,  pof  dpl^qt^j  con  el  órdefi 
Qíecitlrai»te«d9K  y  dieran,  en,  un  piñal  espeso,  pon 

áerli0ls»^fttnlveaMl()e  y  re^ictq  ooüWpPi  que  lee 
eansí^  ^mer  ei*  acayo  dabpin  oon.  4Ugana  embosM* 
daj^iM^jO.  Gf>Hfe>')A^  que  lo.supo^  epn  mil  indíoA 
deaeiabara9Ó4l.eaa)ina.pftra  qu^- fuesen  pas«n(lP' 
y  foé  dMbn  el  noJr.par  el  otro  oaqiine  que  hoy  se 
wUiy  poi^e.en^  táuian  beohop  fosos  eubiertoe 
con  estacas  puntiagudas,  y  gente  de  gijerr^k  que 
eepewlM;  fue.  moque  el  mal  de  la$  virueca  tenia 
murtkbe  geni^  iii^di4s>  ^ansa  que  admiraba  ¿  \o^ 
indípe.  ¥er  que.  4  iee  ce^tellauos  no.  lüó  U  pesrte, 
pfieeumíeiidp  que  er^  ftlgunf^  deidad  que  lesi  rar 

.  6.  Pef^.  las  lacera?,  habiendo  saUdo  de  la  ax- 
boMe,  di,i[isai;an  <4  :Mézieo  y  scie  lagunas,  acor- 
dándose. de  la.  triste  lioplie  de  XQ  de  Julio  en  que 
perecieKui^  tantee  espaSoIee  y  tlaa^caltaces,  y  allí 
jiiMrOQ  ir^gav  sfi  agra^rio*  pia  séBaUdo  fué,  en  las 
8agiades,X<etn8^  porque,  6 .10. de  Jolio  fabricaron 
k$  iacMlta^  jidót%tfraft  ^  Becerro,  como  dice  e| 
TminmPÜ^  {fmMo.&Sj  vai.  if4,  /i¿.  i),  Nabaaar- 
daoy.  dqteu .  de :  Nl^)»(eP^p8<»rr.  ^^ftpu^p .  de  .^9%- 


16Í 

fué  esta  dengracik  A  10  dé  Jotio  ^Boflio  la  dioe  J^ 
nísAAñ  {úap.  5). — Méháe  ántekn  Quinto  deoiitia  die 
nidn8Ís:-^Ios  hebrees  ém'pézabátt  á  contar  por  Mar* 
zo/que  llamaban  Mísáh^  y  por  oso  los  ronátioa, 
ánteá  que  Julio  Césat:  le  pomei^'  su  nombre^  le 
llamaban  quintüüf^  él  qdinto  "mea. 

7.  Lüegó  ^üé  divteardn  lod  nieüoaitoií  el  cgéra- 
to^  pusieron  bnmos  paí^  éonrócárae;  A  toda  dlK- 
gencia  Cortee  bajó  á  lo  Ikno;  y  atiíciae  eanaados, 
htoieron  noche  en  Oeatepec,  dobtándb  las  goaidaa. 
No  dejaron  de  probar  á:  los  caateltanoa  otéate  y 
Cuarenta  mil  mexicanos^  pert)  fueron  t^Mtíasadoa 
y  murieron  muchos  de  eÜóS!  los  espafiole»  «ale- 
braron sü  vietoria.^  * 

8.  !iánea>  víspera 'de  aKo  niuévo/  yende^  en  ca- 
mino para  Tezcuco;  salieron  -  cuatro  indios  princi- 
pales con  una  bandera  de  oro  en  ünii  barra,  biao 
alto  Cortés;  y  llegando  á  él  con  grande  rev^A^en* 
cia,  le  dieron  de  parte  de  Coanacotain,  su  se&ef^la 
bienvenida,  y  qué- le  suplioaba  no  lesliiéieá»  dafio, 
que  en  todo  estaría  á  su  Servicio.' MostróiEto  Cortea 
agradecido/ aunque  le  pareció  fingida  )a  eidbi^ada, 
y  acordóles' la  muerte  de  cuarenta  y  cieoo  castalia- 
nos,  cinco  caballos  y  máb  de  trescientos  ttaKoalte* 
eos  á  quienes  quitaron  el'  oro  qbe'  llevaban.  'Rea- 
poddieroo  que  por  mandado  d^  señor  de  México 
sé  había  hecho,  y  que^el  oro  y  joyas  se  haMatt  lle- 
vado los  meltiCfindsí  que  proctirariaii  reatítolrle.* 


íes 

O.'LIoearoü'á  O^atliohan  j  SmxQi&,  li%trM 
cermnoa  á  Tescaoo;  y  viendo  qoa  no  parecía  gen- 
te pet  las  calieBy  aonque  pudieran  quedarae,  por- 
que  á  eso  la  penuadian  los  embajadores,  pa8¿  i 
Tesscoco,  hospedas  en  el  p^lacío^  dpsde  donde  di- 
visaron que  á  toda  priesa  se  embarcaban  mujeres, 
hdmKres  y  niSos  para  México  con  todos  sud  secua- 
ces: al  punto  envió  por  IztlixcohiU  á  Tiaxcala,  que 
ya  le  faabia  bautisado  y  se  llamaba  don  Femando» 
y  mi  cinco  días  fueron  y  vinieron,  y  poniéndole 
por  rey,  todos  le  recibieron  muy  alegres  y  con 
gran  fostcgér  los  que  se  habían  ausentado  volvie- 
ron á  sus  cttssp,  y  este  rey  ñié  el  que  ayudó  con 
sü  píamona  y  sus  vasallos  en  la  conquista  y  en  la 
edificación  do  México,  después  de  conquistada  co* 
me  fiel  vasallo,  y  fué  el  primero  que  en  público 
en  Tez<tuco  se  casó  y  veló^  sirviéndole  de.  padrino 
Cortés  oon  toda  pompa. 

10.  Sn  este  ínterin  en>  que,  estuvo  Cortés  ocho 
dias'^n  ToMtico'  fortificándose  y  dando  t¡em|>d  á 
que.áeÍ3cansara  la  gente  y  sé  acabaran  los  bérgan* 
tines,  acudierpn  á  los  tres  días  los  seSorés  de  CoatH 
chan  y  fluexotla  pidiendo  perdón  de  haberse  au- 
sentado temerosos,  y  le  trajeron  unos  mensajeros^ 
de  México,  qtt^  enviados  del  mexicano  ks  persua- 
dían &  qne  no.  bíóiesen  paces  con  los  castellanos: 
los  méxicanes  negaron,  diciendo  que  antes  venían 
¿  rogar  á  aquellos  se&orés  fueran  medianeros  con 
Cestési  pasa  las  opacos  oota  Méxíoo::  la  /precaiicÍ8)L 


164 

ria  caétígo»'  kiUlacfn  ingGuwjo,  Búltéiéá,  y  Imh^qo 
qtt«  fvHtten  á  folíoítor  b)  pu  :«oa  kto  najdoHVos; 
didlefi  líiIgnnM'  iQOfiillaai  y  elloft  pmiM<a««i  vol- 
ver po»  la  jraüpueeUy  poro  no  o«*iplÍM6B  «n  ita- 
lalnna.  ^  ' 

.  11«  £a  esta  intorin,  viendQ  AotoiiM  kIo  Ydb* 
faBa  algttiMs  ai^Uiádoa  deaionteatos,  tnttótqob^dlM 
en  saeretd  que  dieeett  raaerteiá  Corfcds,  -f  qoií  ea 
aa  lugar  se  puaieae  á  Franoisoa.Vmdbga^  iaaaqae 
no  .qaiaiaiii^  que. era  e<»fiado  de  Diagj».  Veltiqaei 
y  hombre  da  aotaridad:  Udo  da  loaot»«|Madttay:dd- 
mudflLdo  el  eolor  .y  Umetoao,  dio  ..paito  é  Clftislóe 
de  la  GOQJurafían,  y  al  paoto  mandd  i  Q^ASfiW  do 
SandoYal  que  le  prondiead  y  qUo  4tf.  toüniM^^iMí  pit* 
peí  qao  traia  en  el  pecho  donde:  teioai  la*  mojlioriA 
do  1Ó8  conjurados;  .poro  fM  .pri^ha  qM  oa  úiá  8a»* 
doval,  ya  tenia  YUlafaBa  al. papel. ipmk  IragMlo» 
apretók  la  gafgaata^  y!loiaaü4  ud  podatti  doibde 
astada  )catóroá  hoasibreí^  diéronla  iar«ieBto%<  y 
enfrié  ictft^o  sin  csoéonar  4  nioguao^t  dadafeaado 
que  aqneUoe  qae-faldMá.  eaeritoieira  para  'OolioitaF' 
loa  sin  ijüe  eUba.  ló : aippíé&aaí :  antes:  .jio.  lé  peaé  4 
Oortéa  de  que  negase^  y  afci,  aboooótir  ViBafiMS» 
eoloy  y  dflispuos  hiao  á  todos  una  pl^tieai  y  )^^ó 
que  si  jOa  algo  ierraso  la  |a?ieMrttfi»  y  :8lalgiúia  as* 
taba  qocgoao  ae  lo  d^ase»  que  él-daria  aatfafiíoomi 
4^todo:  noiábró  dooa  rsoldadoa  ^mra  gfiardft  do^sa 
yMgaaa^  f alséndaéa  jjá  eaka)Q0K8Íq&  mbo.  pntHsto 


SQft 

paca  finkraáiíek  4Má  éaUmSdsarlúoqm^fy^  ^aFüán 
no»«i  aatérídadv  -}  ;  i  '^i .,-   .  •  r: .  ;•/ 

IS.  HecitavvitüáUa  jrr  jaatd '  lááis  y  aira»  oostK 
do .  tuai^teiiiiméiito;  i^tondo  ^que  Iob  enemi^s  no  ^v 
lian,  'saiM  cm  2fá&  infaütasi  l&  oábaUcis  y  iciiafarí^ 
mil  ilhxcatteóa&  á  labáfiíitipac^Jio  j^o  «Btjtaá  iMk 
secreto  que  no  lo  alcanzaran  á  aaber  los ..derl^ta'- 
palapa,  y  ealieron  al  ODCuentro;  pero  desbaratados 
huyeron  en  canoas:  quemáronles  algunas  casas  y 
saqueáronlas,  y  estando  con  la  victoria  soltaron 
la  presa  de  la  laguna,  y  á  toda  priesa  salió  Cortés 
con  el  ejército:  perdióse  mucho  del  despojo  y  al- 
gunos  tlaxcaltecas  se  ahogaron,  que  á  estar  mas 
tiempo  no  quedara  ninguno:  un  espaHol  herido 
murió  y  fué  el  primero,  y  lo  irujeron  á  Tezouco 
donde  los  enemigos  no  le  viesen:  halló  indios  de 
O  tumba  suplicándole  lea  ■admitiese  en  su  gracia  y 
perdonase.  Concedió  el  perdón  con  tal  que  le  pren- 
diesen todos  los  mexicanos  que  hallasen. 

13.  Envió  á  Cristóbal  de  Sandoval  que  pasase 
á  loa  tlaxcaltecas  que  iban  con  algunos  despojos,  y 
á  dar  priesa  á  los  bergantines,  con  orden  que  vol- 
viese por  Chalco  y  les  diese  ayuda  para  que  le  vi- 
niesen á  ver,  que  por  temor  de  algunas  escuadras 
mexicanas  no  se  atrevieron  á  pasar:  los  tlaxcalte- 
cas diepon  con  una  emboscada  de  mexicanos  que 
les  quitaron  los  despojos,  y  á  la  gritería  acudió 
Sandoval  y  dióies  socorro:  quitóles  el  despojo  y 
algo  mas,  y  fuéronse  á  su  tierra  alegres:  de  vuelta, 


isa 

antes  d0  Ohalao j:  ea>  aa  llano  tHd  ocm  dooe  mSí 
xicanos^  peleó  oeroa  de  tres  homa  jr.loa  i7«Bé¿.i 
Salieron  lea  de  Ohalirt)  á  reeebirle^  y  fbéronse  los 
hijos  de  lea  seBores  eon  presento  da  oro  j  otrsa 
eosaa  á  ver  á  Oortés,  qna  le  deseabaii  oonooer  j 
dar  la  obediencia,  oobmh  ;toa|l»eti  lo  hieiaroo  los  de 
Mesqnio. 


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QkTSXUÍja  IL 


JDe  ftigOQM  o^Q^iUstaQ  que  hicieron  loa  espafloles  desde 

Tezonco. 


*    ) 


14.  Después  de  haber  estado  con  la  repúbíica 
de  phaleo,  j  repartido  entre  los  dóé  hermanos  el 
seBorio,  dando  ál  mayor  i  bhalco  con  sus  puébfts 
á  él  sujetos,  y  al  menor  Tlamanaloo,  Chimalbua* 
can  y  Ayotzmoo,  los  envió  cóü  Sandoyal  y  su  ejér- 
cito, con  ySrden  que  los  dejase  en 'salvo,  y  fuese  de 
alli  á  Tlaxoala  para  conducir  los  bergantines,  y  dé 
camino  castigase  á  un  pueblo  donde  se  tenia  notí- 
ciahabian  muerto  á  cuarenta  éspafiole?,  cinco  ca- 
bailes  y  trescientos  tlaxcaltecas  cuando  estaba  Cot- 
tés  en  elípotin  de  México:  cuando  venian  de  Ttax- 
cala  á  socorrer  á  Al  varado,  castigólos  ly  prendió  á 
muchos,  y  b^lló  en  una  pared  escrito  aquí  estuvo 
el  desdicl^ado  Juan  Xuzte,  que  fué  donde  los  tu^ 
vieron  presos/  y  de  allí  los  llevaron  á  sacrificar  á 
Tezouco,  dónde  se  hallaron  loa  cuerpos  de  los  ca- 
ballos curtidos,  frenos  y  sillas,  y  vestidos  de  es- 
^paBoles'  &  los  Ídolos  ofreddos.  '  ' 


168 


tigado  TultepeOy  á  quien  Uamaroo  pueblo  morisco^ 
cinco  leguas  de  Tezcuco,  á  la  bajada  de  la  marra 
para  entrar  en  C^ulalpa:  llevaba  quince  caballos 
y  doscientos  infantes:  á  la  primera  jornada  de 
Tlaxcala  encontró  con  la  tablazón,  y  tendidas  las 
banderas  se  recibieron  con  alegría:  venian  ocho 
mil  que  cargaban  y^óti-bs  áiet  mil  &  loa  lados  de 
guerra»  cod  Ayotecatl  y  Teutepil^  principales  y 
seBores  cada  cual»  y  Chichimécáteúhtl!  por  capí- 
tan  general,  con  otros,  tres  mil  por  delante.  Laego 

P^9<JoYi>l  (M^min^r  c<tn  ^o^o  ^Síp^pn:,  mánd<Vq^  » 
m>»rM9sea  los  paballos  gor  befante  y  á  ^os  lados, 
y.  qM  él  C|iichi)necateabth  fuese  atros^  de  jque  bl- 
gft  ^enjiíp^ntq^'pgr^ue  su  Wíi^r  y  da  Jos,;  suyos 
p^^pjipf e  b»Z9  6  íps  eiiemj^os  fostró:  satisfizo  con 
jrazi^nes  dé  que  t^Ul  era  ;i)ecesaria  la,  defensa  por 
9«?.4^Wííre  dí^n  ep  ójjfárif^f,  Caminarpnj^^  ai 
cuarto. dia  entraron  con  penachos:  salió  CcfTtéBY 
los  demás  á  recebirlos:  tardaron  seis,  ñoras  en  na- 
sar.  y  dióles  las  gracias  con  hnspedaje  que  les  tu- 
vo.  V  yigtores  que  daban,  unos ,  viotor  Castilla.,  y 
ptew  yictpr  TUxQa^. ,  .^  _\ ,       _    . 

,.  J.6.  rGn  ocasioi^  de  que  áe  lograba  el  trabajo  de 
los  b^KgaotiQes.  uno  .ge  s\is.  cnados  por  descamino, 
s\n  ,qge  Ifj  p^aie^n  ^ncpntiar  euetreros  mexióa- 

bian  lUgftdo  treá  nayif)^:.dip^,  g%nj<)  Dp^pinjpjjon 


dafideiio»  s^tdado»  y  odMaka  oabsUos»  armú  y 
ffiímíoieiies,  e¿  que  vemar  Jolian  üé  Alden^,  qan 
fué  el  |>timf  r  téBortrai  j  un  criigíoflO  dt  Stn  Firail^ 
cíaoo,  Ikondo.Fr.  P«dro  Melgarejo  da  Utros^  y 
siencto  Doero  pata  todos  de  gran  consuelo^  dieron, 
gracias  á  Dios,  fiste  reiigioBO  loé  esviado  de  Cori 
tés  despMS  de  la  ei«H|aÍ8ta  ebn  Juao  de  Ri verai 
su  seoretaiíioi  ooa  poderse  para  sus  n^ocioSi  y  ^i^ 
su  negociación  alcanzó,  no  solo  el  titulo  de  capitán 
general  y  góbei^nadilt,  que  le  dieron  á  10  de  Odtu- 
brd  4»y6&2^  sioo  el  de  adelantado  de  laNueva-Esu 
pafla^  y  las  amas  que  le  dieron,  y  el  emperador 
lo  kúto  sb  {frqdioadtfi^  y  que  ee  pudiese  npmbhir 
dd  eOAsqo  de  Indias^  oemo  dice  .Antonio  de  Her- 
rera {éieada  5»  fal  $7»^  cap^.  4). 

17.  ün  ínterin  qae  los  bergantines  se  acababan 
y  se  haeia  la  aai^  p^ra  echarles  al  agua,  en  que 
trabi|areii  ocho  mi)  indios  te/ionoanos,  oon  ocasión 
de  qmlos  tlaxi^tocas  les  pidieron  que  les  dejara 
salir  4  alguna  empresa^  salió  Cortés  con  doscientos. 
y  cineuenta  soldados  y  treinta  caballos,  con  trein  • 
ta  Bifl  tlaxcaltecas,  d^gaíodo  &  Sandoval  y  á  ctros 
que  guardasoft  l4s  bergantines,  que  varias  veces 
habían  intentado  les  mexicanos  el  quemarlos:  á  le-^ 
gua  y  media  eneontró  con  guarniciones  mejicanas, 
y  los  desbarataron,  y  muertos  algunos>  los  demás 
huyeron  á  les  montes:  llegaron  &  Xaltocan,  qtae 
estaban  prevenidos  oon  zsigas  y  acequias  para  que 
^^  pndieaeP:  eAtratles  en  el  pneMov  Les  de  Teeon^ 


\ 


170 

Qo  büMaroo  vmi^  y  amiqae  eos  agua  pa^na  los 
eafafiolea  pot  dalaate,  aonqQa  haridos,  j  mg^aSmr 
do  los  tlaxcaltecas  b»  apodenumi  del  pyeUo,  por- 
que  á  toda  pricaa^ae  f aeroa ioa mas ea cattoaa.  Te- 
Tieron  de  ropa,  sal»  oro  y  a1god<m  Imenaa  ééapo- 
jee»  Y  éaolaToa  cautÍTOB,  y  cea  todo  ñiéroQ  A  Cor* 
tea  qoe  habia  <)aedad0  con  parte  ctel  cgAmto  y  ca- 
balioB  al  resguardo:  pasaren  4  def  mir  i:  vams  os- 
serias. 

18«  Al  otro  dia  fíieron  á  Qoanlitiilaii,,  qn»  le 
hallaron  despoblado:  pasaron  4  Tbenaynca  qa»  los 
recibieron,  aunque  pocos,  sin  resiateacía,  y  de  elli 
4  Aacapuaalco,  y  llegaron  4  Tkcubá^'d(»ide  iuAa- 
ron  las  acequias  maa  anchas  y  al  pueblo  puaale  ea 
defensa:  no  les  valió;  porque  yencieronv  Baqtáearon 
y  quemaron  algunas  casas:  -deluviérsnse  alli  seis 
dias  en  qae  hubo  en  Méxioc  algnoMis  eacaraasasas 
y  desafios  de  mexicanos  con  tlaxcaltecas:  ^  an 
encuentro  usaron  de  ardid  los  mexicanoa, '  porque 
por  la  calaada  se  fuei^oii  retirHndo  como  -fp»  iban 
de  vencida,  y  pasada  una  puente  saliepon  een  Ím- 
petu y  de  golpe  tal,  que  el  alférez  Joan  Volante 
cayó  do  la  puente  al  agua  con  su  bandera,  y  4  no 
defenderlo  se  lo  llevarioi  los  mexicsinoa:  mufieroo 
cinco  soldados  en  esta  tefKega  peHgresa;  y  por  no 
ponerse  en  otra  mandó  que  por  el  mismo  camÍBo 
volviesen  4  Teecuco,  y  antes  de  salir  un<indio  cor- 
pulento salió  de  las  canoas  4 desafiar ilos tlaxcal- 
tecas: salió  un  soldado  y  4  estocadas  to  filé  «iguiett- 


ÍTÍ 

da,  y  úÁó  to  <Km)>lkii  eñ  la  mMrié  d6  att^itiiíeipai 
lod' mexicuos;  édtuTo  en  peligra  de  qué  se  lo  ne- 
varan y/iVó.   •  • 

19.  Llegaron  &  Acalman,  dDñdé  sé  quedó  des- 
oaQMndó»<do8  diad  Oortéfií:  los  tlaxcaltecas  Tiéádo- 
se  ríeos  pidieron  licencia  para  irse  «ígtinos  &  dejar 
los  despegos:  Cortés  la  dio,  y  dijo  á  Ojeda  y  &  otros 
capitanes  que  tes  quitaran  del  oro  que  teriian;  y 
por  esto  al  amanecer  se  halló  que  faltaba  el  terció 
de  la  gente  y  al  otro  dia  la  mitad;  por  lo  cual  or* 
denó  que  bada  de  despojo  se  les  quitara  en  ade- 
lante. '  ^  ' 

20. '  Luego  que  Cortés  llegó  á  Tescuco  fueron  á 
pedirle  socorro  los  de  Chaíco;  y  como  es  provincia 
que  abunda  de  maÍB>  y  leSa  y  otras  legui¿brei^, 
importaba  eennervarla;  y  asi,  dtapacbó  á  Saadó- 
val)  que  salió  con  doscientos  soldados  y  veinte  de 
á  caballo,  con  una  compaBia  de  tlaxcaltecas  y  otra 
de  Tezcaeo:'eD  12  dé  Marzo  fué  &  dormir  d  una 
casería  de  Cbalco,  y  allf  se^  le  juntaron  hasta'  cua- 
renta mil  de  Huexotsñnco  y  Qiiauhqilechuln;  de 
alli  fueron  á  Chimalhuacan,  sujeto'  á  Ohalco/  ddn^ 
de  las  esptas  dieren  notioia  cómo '  aguardaban  eñ 
el  campo  los  mexicanos^  al  otro  día,  yendo  en-ór- 
deO)  salieron  al  camino  y  dándoles  un  Santiago  4os 
desbarataron:  llegaron  &  Guastepec»  donde  estaba 
ana  huerta,  y  entre  batallas  que  tuvieron  bien  re- 
BidaSy  porqt^  hiríeron  muchos  soldados  y  cinco 
caballos,  y  Qonzala  Domínguez  cayó  con  el  caba* 


m 

presa  de  mantas  j  algodón:  estando  oomimd^r^fj. 

qaipn^iM  ooQtedore»  4e  4  «iMl^  4111  ««iu»&  loa 

* 

iii^:itiflanos:  L  toda  diU^^naía  les  sattennal^eMMB* 
tM.y  los  dú^  Dios  ^otorHu 
.,t\.  Al  ftm^dia  envió  SandOTii  á  Usnar  ^  kn 
^ciqqe^  y  arlos*  de  JaoaiMllay  qusí  ooft  desMoie* 
dMsiento  fAspon^eroi^  Hubo,  dad*  j  oei»idta  si 
b^Jbif^n  de  aqometeri  mí  por  estar  aq^mní  heiMeSi 
como  por  la.  diÁcnltad  de  b  entrada^  que  ^mtabs 
como  del  Peftol,  difionltoso:  determin&roase  y  aua- 

qne  900,  alean,  peligro^  yenda  per  delsütia  Saado- 
yal^  aunque  descalabsade,  y  otrea  eapitanas:  mi* 
dM»a  finarop  maertos.  y  4espfi8a#esr  7  ^^^  ^  aio- 
gr%  q^ie  n;»  arroyo  que  eonw  4el.  Ingar  por  grande 
rato icorrió teJSido;  VolviénHiBO^de^aUi oenloB des^ 
j^%  á  T^oui}0|  y  .ap&ms  babia :  Uegiadp  esmdo 
vienen  Jos, de  Cbiteo  á  pediraooorro.  Cansó  4  CSor* 
t¿a  deaa^rimieoko^  juagando:  que  er<L  oqusUhi  da 
SandoFd^  y  con  alguna  pesadumbre  Ja  bizo  volver: 
cuando  ;U!í|gó.\b^6.  que  se  babtIHV  valido  los  de 
Ohake  de^los^de  Huexotaineo,.  que  •  esteban  oérca 
aquella  noobci  y  que  veumdos  los.  mexicanos  y 
muertos  ipuchos,  estaban  vii^riosoa:  Uevé  los  can* 
.tivQB  á  TeacucOj*y  sabida  por  Cortés  la.  relación 
de  lo  pasado^  le  di6  las  gracias  agradeddo* 

,  22.  Ei  Sábado  Sant^»  á  fin  de  MamO|  vinieren 
1^8  do  i^biM^^o  4  ppdiii  sM^Nrreí  y.  p«v  spr  la  pnmn* 


mm^áb  mtfa/.tafb>y>  hutümeiitM^ ^t  por  Mtw mn9i^ 
oamifii»fára!TliuLOi¡lft^  se  dÍ0|wíBo4'8fdÑr  •«;  peiwr 

jia  á  &dQTÍcblr*t,  viéIrnes.desptM  d«  h  ^mwíw»' 
oionpcmi  trtnoÍMtos  aoMi^dw  ;y-to€&nt«  d^  á:  «i^ 

bailo,  veinte  escopeteros  y  quttice  bUlefiteiroeiiifliiv 
chos  tlaxcaltecas  y  tezcucanos:  con  él  salió  Ju- 
lián de  Alderete  y  el  padre  Fr.  Pedro  Melgarejo: 
dejd  á  Sandoval  con  muy  buena  copia  de  soldados 
y  caballos,  eq  guarda  de  los  bergantines.    Fué  á 
Obaloo  y  Tlalmanalco  donde  hicieron  noche:  pre- 
yinolos  para  la  conquista  de  México:  pasó  á  Chi- 
malhuacanohalco,  donde  se  le  juntaron  mas  de 
veinte  mil  aventureros  de  Huexotainco^  Tlalma- 
nalco  y  otaros  pueblos  por  el  pillaje:  tuvieron  noti< 
cia  cómo  aguardaban  gnarnieiones  de  mexicanos: 
fueron  con  orden,  y  pasando  por  medio  de  unas 
Bierras,  les  daban  grita  de  arriba:  llegados  á  un  pe- 
fid  ordenó  á  Pedro  Barba,  capitán  de  ballesteros, 
y  £  Cristóbal  del  Corral,  alférez,  procurasen  subir, 
y  fueron  tantas  las  galgas,  que  viendo   hablan 
muerto  tres  soldados,  les  hizo  sefiss  que  bajasen, 
y  desde  otro  peftol  con  los  arcabuces  mataron  al- 
gunos indios  y  determinaron  pedir  paz;  bajaron  y 
se  rindieron.  Envió  al  capitán  Pedro  de  Ircio  y  & 
otros  á  que  viesen  lo  que  habia,  y  por  no  faltar  al 
orden  no  cargaron  con  algunas  ropas  que  habia 
buMas.  Sápolo  Cortés,  y  dijo:  ¿pues  para  qué  os  en- 
viaba yo  sino  para  que  os  aprovechásedes  vosotrosl 


174 

28:  thro8Íg«t6toa  &  QuMtepeo  y  salietoii*^  en- 
OQgiitro  los  mexioanos,  que  desbamttdof  Imje- 
ron  á  los  montee:  hospedáronse  en  la;  Imerta  de 
Guastopoc,  y  estondo.  eomiendo  vinieron  los  ene- 
migos;  pero  á  toda  dítigéneia  se  pusieron  en  drdeD 
y  fueron  desbaratados. 


*  • 


1 1 


'  t 


iN-»ti 


I  I  '     ■     II     '!      Ii      81,',      ■  J 


OAPITÜIO  III 


De  la  conquista  da  Coemay&oa  (áliaa)  Quanhiiahiiao. 


24.  SalbroB  por  Yautepeo,  donde  lo  hallaron 
desierto:  mandó  que  quemaran  algunas  casas,  y 
vinieron  rendidos.  En  otros  pueblos  fueron  reoe* 
bidos:  llegaron  á  Cuernavacay  donde  estaban  pre- 
venidos; y  estando  una  barranca  de  por  medio, 
peleaban  con  valor;  pero  buscando  paso,  lo  halla* 
ron  por  un  río  que  está  á  la  parte  del  ingenio  de 
Amanalco;  siguieron  á  los  de  á  caballo  muchos-in- 
dios, y  viéndose  por  |as  espaldas  cogidos  los  de 
Gttema?aca,  huyeron  con  alguna  mortandad.  Hu- 
bo buenos  despojos  de  ropa  flna,  y  vinieron  de  paz 
rendidos.  Estuvo  alli  Cortés  tres  ^ias,  y  asentado 
el  vasallaje^  salió  para  Xoohimilco. 

25.  Hay  de  Xochimilco  á  Cuernavaca  una  cues- 
ta y  bajada  de  ocho  leguas,  sin  agua,  donde  pade- 
cieron los  soldados  sed;  y  en  llegando  al  primer 
pueblo,  que  seria  el  que  hoy  llaman  San  Miguel 
Topilejo,  quedó  su  neoesidad  satisfecha^,  y  desean- 


á  la  mañana  bajaron  d  Xochimilco  y  htllanm  pn- 
veDÍdos  de  goerra  á  loa  del  pueblo  y  quitadas  las 
puentes,  nrrojáronse  por  la  acequia,  y  retindos  y 
TODCÍdos  los  oaemigos,  tuvieroo  aquel  día  buenos 
despojos,  en  particular  eu  unas  casas  graades,  don- 
de  hallaron  algunas,  joyas  y .  npa:  aquella  noche 
pusieron  guardas  porque  supieron  que  venia  aooor- 
ro  de  México^  y  llegando  en  oanoaa  los  retAaiarMí 
y  fueron  á  otra  parte  k  desembarcar.  AI  otro  día 
fué  la  batalla  muy  reBída,  porque  por  tíem  y  por 
o^p«9  vÍQÍecoQ  los  oexicaaos  con.Iw  Bigidn.de 
loS:«Bp^le4  qaequ^duiOB  nuertos  la  oo«b«  tm- 
t^j  cop  t^zas  y  flechaa:  ccigieron  eu  nedío  al 
t^^\tfti:y  Coiié|k,.acu4iendia.;^^d«8  partes^  fon 
el  joabalto  reudido,  se  ^TX9Í^  á  pi4  y  estuT«  M 
peligro  que  le  cogiera^ '  los  «osn^w  á  qo  aoudir 
CrÍ9t<}bAl  de  Olii  y  otrps  sqUkíqs  qu^  1».  seoBr- 
i?9Epq,  y  salió  heiido  eu  I9  qabeza,  y  CdatóJM) 
da  0)id  y  los  dea)ás  oapitanea.  Vióudom  heridos 
tr^tarunide  rearara»  4  lo  alto  d«  ua  moute.pftyte- 
S»,  donde  piídieroH  de  taotoa  ds^twd^na'ji.ofeii* 
derloe.  Fnerou  rottr¿Adiwe  hastaDegl^r  á.fSagwt- 
can,  que  lo  hallaron  despoblado,  dwd*  oOb  karto 
ñoBgo  hicieron  oootta,  d«ralo  graoiM  &  Úw  d^iift- 
b«T  escapado  del  peligro,  1 
heridos,  y  00a  la  peaa  de  < 
cuatro  soidadw  titos,  que^ 
Jm  «tíM  gtaudia  ím  Mgiw 


ITT 

Sfi^  4^  la  IMAvagiid»  prpmffáraii  salir  ^mffit*^ 
oulWi  oon  las  banderas  tendidasc  os  «i  oatéiBO*  icu- 
viafOR  saott^otTM ;  Qob  aiguáot  esooadioMS  maxi- 
oaoaa  qoa  Isa  aalian  al  caiaiiia;  en  uno  de  oUor.sé* 
apartó  Cirtás  ma  diaa  de  á  «Jiatla  á  naa  úeiaéa 
da  xse^MfiaQaii  qm^  dando  aohra  ellos,  liiriaron  daá 
oabaUss  y  oogieroA  dos  mraoa*  da  espuelas  dé  Oor^ 
tés  qsbe.sadeeían  f  ráooiaco  Martio  y  Pedro  fialie^ 
gos^.y»fea  lloMfrws  á  México  y  tson  los  cuatro  sol- 
dados los  Jüctifioaroo  vivos.' Los  espa&olos,  viendo 
qooiardabk  Cortés^'Safieroni;a%oaoa.ea{)itaiie8á 
encontrarle^  y  le  hallaron  triste  por  la  deigitarar 
de  sus  dos  criados^  sobre  la  pérdida  de  ^  siete  sol- 
dados. 

27.  £n  Tacaba  estuvieron  descansando,  y  su- 
biéndose al  cu  desde  allí  divisaron  la  ciudad  de 
México,  y  acord&ndosb  Cortés  de  los  que  habiau 
quedado  muertos  la  noche  triste,  con  el  sentimien- 
to presente  se  entristeció  y  dio  tiernos  suspiros. 
£1  padre  fray  Pedro  Melgarejo  le  consoló  con  ra- 
zones, y  el  contador  Julián  de  Alderete  le  procuró 
alentar,  trayendo  á  la  memoria  casos  de  guerras  y 
victorias  alcanzadas.  Viendo  que  se  les  habia  aca- 
bado la  pólvora  y  gastado  las  flechas,  y  que  estan- 
do ó  México  cercanos  podian  peligrar,  salieron  á 
Atscaputzalco  lloviendo,  y  de  alli  á  Tenayuca  y 
Qnaohtitlan,  que  aunque  los  hallaron  despoblados 
de  gente,  se  favorecían  del  aguacero  en  las  casas: 
de  allí  fueron,  aunque  con  lodo,  por  las  muchas 


ITI 
agaaBf  hadk  Aoolnua,  pasblo  si^Mé-á  féfloiúo, 
donde  duoansKOD. 

28.  LmgoqiiedonFaruDdoIsldizoolütí,Te)'de 
Tmnm,  cupo  la  Ikgsds,  fué  á  du  la  Uenronida 
ooD  nfrasco,  y  GodhIo  d«  Sandoviil  conloa  sóida- 
d«6  fueron  á  Tezoaoo,  donde  foeron  de  todos  Meo 
leeebidoa.  Bn  esta  ooasioD  y  tiempo,  dioe  Beraal 
Sias  qw  finé  la  oonjoraeioa  de  VillafiAa,  como  se 
reñere  en  el  capitalo  primero  antecedente,  núnero 
11,  y  desde  eat<Saoeft  seSaló  doce  soldados  de  guar- 
dia á  sn  porama,  qoe  ya  le  eohsba  ménoe  tn  an- 


'  OáíTtUUO  IV. 
De  las  diipotioionet  para  el  cerco  j  conquista  de  MMoo. 

20.  Tft  estaban  Iob  bergantioes  en  diaposioim  de 
botttrioe  al  ag«a  y  el  eanal  oooUoapaqKitad  neoeeana 
á  recebirioe:  ibaiise  adelantando  las  pTevendonea. 
Mandó  Cortés  á  los  pnebloa  de  Tezonoo  hacer  cas- 
quillos  y  saetas,  dándoles  la  muestra;  y  se  bioieron 
cincuenta  mil  casquillos,  mejores  que  los  de  Cas- 
tilla/y  saetas  emplumadas  con  engrudo  de  la  tier- 
ra, que  llaman  tzauhtli.  Registraron  las  municio- 
nee;  requirióse  la  artillería;  hizo  que  se  herrasen 
los  caballos;  dio  hile  de  Castilla  para  que  tuviesen 
dobladas  cuerdas  los  ballesteros^  y  nueces  dobladas, 
y  á  Pedro  Barba,  capitán  de  ballesteros,  cometió  la 
distribución  de  lo  que  le  tocaba.  Personalmente 
asistía  Cortés  á  todas  estas  operaciones  militares, 
cuyo  peligro  procede  de  faltas  ligeras,  por  lo  cual 
pide  prolijidades  la  providencia. 

80.  Avisó  con  Alonso  de  Ojeda  á  Tlaxcala  cómo 
trataba  de  empezar  el  cerco  d^  México^  y  en  el  in- 


tbTta~qii$^M^a^1SaD  Toa  ej^ífeg,  éS  tlMB  i 
al  agua  los  bergaotÍDes;  obra  que  se  oooeignió  con 
felicidad,  debiéndose  también  á  la  indastría  de Har- 
ttD  López  como  última  perfección  de  la  fábrica.  Df- 
jose  antes  misa  al  Espirito  Santo,  y  en  ella  comul- 
gó Cortés  con  todos  loa  espaBolea.  Beodijo  el  sacer- 
dote los  buques;  diósf  4  eMte.ltAf  su  uombre  eegan 
el  estilo  maritimo:  oo  se  sabui  loa  nombreB,  si  Iwn 
presumió  alguno  que  serian  los  de  \oB  santos  após- 
toles, púfqueCortfs  fué  ibu/ devoto  d¿l[nfi^dpe  de 
los  apóstoles  San  Pedro  y  de  Santiago. 

SI.  AplieiS  Clor&éa  Áim^tbnliutia  doúíssUs- 
des  ••»  utt  iCápitano}"d«ee  r«««tes«  hm  ptw  tavda, 
qn*  bjuñao  veitttit)iiMo>«BpiiBbtei,  y  una  piéak  dear- 
tUleria.  Loa  «pi4a'ne^fiw<M:  Bedrb  BnbAt  de  fie 
Tilla;  Q»rofa'HdeoÍDt  «k  C6dani{  Juaa  Portítto; 
Joat)  BodrigMi  de  VUtafueiM^  ido  MedelUa;  Jwa 
Janumlloide.Sftkaiiemí;  Migaei  Diai  d«  Aucaiit- 
gaB^,.Franoiaoe'Redri^ez  Mágaríne,  deMóridai 
Cristóbal  I'Iwe$,  de  Vuldnciii;  doA  Jm*  de  Cva- 
bi^l,  de  Zapioca;  Gerónino  B«is  d^.  la  .Mota,  de 
BürgoBí  Pedro  de  Bfiqnes^deSalfiBWDe^}  Kodrifo 
MaKQ}«a,  de  Leberai  Aatoaio  Seteco,  de  2«aioni, 
dándoles  la  pólvora  neoeiAria,  coa  sos  baUestnsj 
demás  Instranientea  militares.   '       ' 

.82.  Bntre 
tes  que  daba 
velas  y  hmái 


181 

IiOBiferasy  }n  'íáinto  y  ntfVontB  y  cnatni  oon  srcs* 
booes  y  ballestas,  los  demás  con  espadas,  rodelas 
y  lanzas;  ochenta  y  seis  oaballos  y  diez  y  ocho  pie- 
zas de  artillería,  las  tres  de  hierro,  gruesas,  y  los 
quince  falconetes  de  bronce,  con  suficiente  pólvora 
y  balas:  esto  fué  á  20  de  Mayo^  segundo  dia  de 
Pascua  de  Espíritu  vSatfto. 

33.  £1  dia  siguiente  salió  Cortés  oon  sus  oapita* 
nm  4  los  tlaxeaiteoas,  que  Uceaban  un  euarto  de 
l^ua  de  Tezcuco,  á  reaebirlos.  Venian  con  grande 
orden  y  muy  lucidos:  cada  capitán  de  por  si  y  con 
s«8  banderas  tendidas,  oon  la  ata  blanca  que  tiene 
por  annaa,  oon  penaehos,  áreos,  flechas,  lanzas  y 
oMoanas*  Abrazó  Cortés  á  les  capitanes,  y  fué  á 
darles  alojamiento:  el  númisro  ata  da  oasi  s^aaata 
mil  soldados.  Vinieron  por  el  otro  caonno  lo»  de 
Huexotainco,  Ohalco,  Tlalmanaleo  y  Cbolula,  aun* 
que.  el  niímero  era  menor,  hasta  tveinta  mil:  loa 
traía  la  libertad  que  deseaban  y  los  despojos  con- 
sidecables  que  esperaban.  Hizo  á  tedos,  por  medio 
de  los  intérpretes,  una  breve  plática,  y  mandó  que 
doacaneasen  aquel  dia,  deseoso  de  empesar  el  cer* 
co  que  selidtaba. 


.•»^»«MI*#«» 


VsTAHCüST.— Tomo  O.— 16 


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í/-  .  '.      .  •» 


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OAPnULO  V. 


i  * 


D«l  C6M0  que  M  hflao  á  México,  7  el  principio  do  Ie  oosqmsU 

de  I«  ciudad. 


34.  Dispuesta  la  entrada  por  la  lagom,  deter- 
minó (oon  parecer  de  seis  capitanes  de  quienes  to- 
láaba^  consejo)  ocupar  á  un  mismo  tiempo  las  tres 
calzadas  de  Iztapalapa/Taouba  y  Goyoacan^  y  di- 
vidió en  tres  partes  el  ejército.  La  de  Iztapalapft 
encargó  á  Gonzalo  de  Sandoval,  con  ciento  y  cin- 
cuenta españoles  á  cargo  de  los  capitanes  Luis  Ma- 
rín y  Pedro  de  Ircio^  dos  piezas  de  artílieria  y  24 
caballos^  y. toda  la  gente  de  Huexctzinco,  Cbaicú 
y  Cbolnla,  que  serian  cerca  de  cuarenta  mil:  á  Pe- 
dro de  Alvar{ido  la  de  Tacuba,  como  cabo  principal; 
con  ciento  y  cincuenta  soldados  en  tres  oompaBi^ 
á  cargo  de  los  capitanes  Jorge  de  Alvamdo,  Gu- 
tiérrez de  Badajoz  y  Andrés  de  Monjaraz,  con  dos 
piezas  de  artillería,  30  caballos  y  treinta  mil  tlax- 
caltecas: el  ataque  de  Gnyoaoan  llevó  á  su  cargo 
Cristóbal  de  Olid,  maestre  de  campo,  con  ciento  y 
sesenta  soldados  en  tres  compafiias  á  cargo  deFran- 


189 

dfloo  Verdugo,  Andrés  de  Tapia  y  IVineisoa  LugOi 
coD  80  eabáUoB^  doe  piesaa  de  artülóriay  oeroade 
tr^ta  mil  tlaxcaltecas  y  confederados.  *  j:  ' 

55.  Salieron  juntos  Cristóbal  de  Olid  y  Pedr« 
de  AIyarado  á  doriñir  á  un  pueblo  de  Aculnmn; 
de  la  jurisdiceion  de  Texcuco;  y  habiendo  ociipa^ 
do  Pedro  de  Alvarado  con  sus  soldados  las  casas 
con  ramos  verdes  en  las  azoteas  sellaladas,  bobo 
peeadumbre  entre  los  soldados  por  el  hospedaje  de 
parte  de  Cristóbal  de  Olid»  y  llegando  á  noticia  de 
Cortés  les  envió  reprensión  sobre  el  caso. 

56.  Ofrecióse  otro  embaraso»  porque  Xiootencatl, 
á  cuyo  cargo  estaban  las  primeras  tropas  de  Tlax: 
calai  se  determinó  á  desamparar  el  ejéreito,  convo- 
cando algunas  compaltias»  que  ásu  instancia  se  ofre- 
cieron &  asistirle,  y  valióse  delanocbe  para  volverse. 
Unos  dicen  que  con  intención  de  alzarse  con  el  ca- 
cicazgo de  Chichimecateuhtli,  capitán  que  vino  con 
los  de  su  nación:  otros,  que  por  una  descalabradura 
que  hicieron  los  espaBoles  á  Pilteohtli  su  primo,  á 
quien  dieron  licencia  para  que  se  volviese  4  curar 
porque  no  lo  supiese  Cortés,  que  castigaría  á  los  es- 
paBoles por  ella,  según  era  puntual  en  la  justicia: 
otros,  que  por  amores  de  una  dama;  pero  lo  más 
cierto  fué,  que  le  duraba  todavía  el  odio  á  los  es- 
paSoles  y  el  parecer  que  dio  de  hacer  las  paces  con 
los  mexicanos.  Despachó  Alvarado  la  noticia  á  Cor- 
tés, porque  le^opo  en  su  ejército,  y  al  punto  envió 
toes  ofmpaftias  de  espatlcdeB  con  tezcuoanos  y  chai* 


/ 


/ 


184 

Mo^  j teJMirtóée  al  akoccmfo.  AbdftbMUprti^daii- 
cia  de  Cortéfttu  adeUaitada,  qra^pnYltié  wta  kíMa 
]r^i|>al%ioipó  á  TiaXeala  lá  iiotí<da  de  oiii&  ^m1  hlAda- 
ha  d«  la  feoflion^  dMacniditawioia  etftprtaa»  y  fil  Sé- 
nadodelUuIUipáblioa  jrMpwdió:  ^oa  él  d^to4eaiiul* 
tfaiar  loa  ejéf  eítoa  «ra  dig^yda'iDneitáy  y  qMí  smndo 
Daoa$ario  jolacmlara  6d  cualquieTa  el  oaatíga,  mw^o 
aHod  lo  «^laMtlirian.  estando  presaatee;  y  aaf  no  Ito* 
bo  q¡üe^  de  aa  lauerteri^l.ttaQ  de  iti  taianio  padre 
don  Lorenao  de  Vakgas,  qaeaai  se  {kaiió  ¡{Uéotea* 
catl  el  vk^eí. 

37.  Llegan  Críetóbal  de  Otid  y  Pedit»  de  Alva* 
»do  por  leaayuean  y  Aiaeaputaaleo  ¿TaDaba,  que 
despoblada  sia^  rett^teaeia  la  ooaparoni  éetde  tie- 
nen neticia  que  ke  ^ratoe  ttiesLioanda  Mnpamban 
loa  oondaotoa  de  la  agna  de  Gbapnltq^eo.  Salieron 
eontra  elio»;  y  annqnei  hiüierm  reeiateneiai  ganaron 
el  puerto  y  quebraron  los  espal&olee  por  ooatre  par- 
tes loe  Gondttctos:  fuéae  de  alli  Grísfeóbal  da  OIU  á 
Gttyoacan  á  ooupar  el  puesto. 

38.  Tomó  á  sn  cargo  OiMiés  k  entrada  por  la 
laguna  en  los  berganttneSy  dando  tiempo  á  qoe  Séui- 
doval  llegase  á  Ilbtapalapa,  y  dejando  ea  Teaeaeo 
bastante  námero  de  gente  para  amparar  laplaaa  de 
armas.  Embarcado  con  latUxoobitl^  rey  de  Uaaoo- 
cOy  salft6  á  se&orearse  de  la.  laguna;  y  eneontnside 
con  un  monteeiJlo  Uamado  Tepepel^  que  <eqté  en 
medio  de  la  bgana  en  ima  isM^eoAfiBlaiiiie  les 


diite  gritei  mAtó  «n*  tíetea  con  <Íí6dIo  yi níttDwbta^ 
soldadMj  j  i  poeo  tiráipo^  castigó  el  desac^cV  ioa^' 
Uatip  áittobos  y  pwrdonandt)  á  otros  por  m  eBSun^n 
grétüM  én  los  tendidos  loa  aceros.   :  • 

89.  Eogmda  ¿ata  viira  empresa^  'dascabri^  griu 
núiMro  dé  oanoáa  que  salían  á  {)elear 'Ooq  los  bar-, 
gatttttiea  eviaadaa  de  loe  hiuaos  que  hacían  loa  del 
eerrillo:  iban  por  dalante' más  de  quinientas;  yi 
poco  rato  faioieron  alto  y  se  juntaron  mas  de  ountro 
mil.  Diapuso  CoHéa  en  forma  dé  media  jtona  síoá 
bergaé^nea»  y  á  vista  de  los  enemigos  hiao  alto 
para  entrar  en  lá  batalla  con  toda  la  respiración  dé 
loa  romeros,  porque  hacia  calma,  que  dejaba  todo 
el  moirimiento  á  la  fueraa  de  los  brazos;  pero  la 
ProTidencta  divina,  que  se  declaraba  por  los  espa« 
fióles,  dispuso  un  viento  favorable  por  la  popa,  y 
alentados  con.  él  cerraron  á  vela  y  remo,  llevando* 
se  cuanto  encontraban,  porque  peleaba  el  viento 
dándoles  con  el  humo  en  los  ojos;  los  arcabuces  y 
artillería  sin  pehier  tiro:  los  bergantines  echando 
á  pique  con  las  proas  á  las  canoas  menores,  perdie- 
ron los  enemigos  la  mayor  parte  de  su  gente  y  les 
obligaron  á  retirarse  á  las  acequias  de  la  ciudad : 
victoria  en  que  cobraron  crédito  de  incontrastables 
los  bergantines,  <|uedandet  por.  los  espaSoles  el  do- 
minio de  la  laguna. 

éO.  Retirado  á  un  puesto  que  fie  llama  Acaobi^ 
naoQO,  envió  á  llamar  Cortea  á  los  mexicanos  y  dio 
la  ttatoádeaqtteUágnerraijttQmetidiii»!^  yellea 


lio  Ift  qoitieroi  afliDÍtir.   A :  la  MulUna,  al  yiMM 
Xtmv  ot  mmbD  para  Istapakpa,  m  desoubrió  otn 
grana  armada  de  oacoas  que  naregabaa  &  Csjoar 
cao:  llegó  Cortés  á  üampo  qué  Cristóbal  á»  OUd 
peleaba  en  la  casada;  paro  al  desoabrirlos  ber- 
gaatines  bayeron  Iks  canoas  amedrentadM.   ffis« 
Cortés  abrir  una  puente,  y  al  otro  di&  halñenm 
de  pasar  ooatro  bergantioaa  y  loa  enMBtgoB  M  re- 
tiraron ni  último  raparof  y  dando  la  vuelta  pMa 
Iitapalapa,  halló  que  contra  Sandovnl  peleabao  laa 
canoas  por  agua,  y  desbaratadas  huyeron,  quedso- 
do  algunos  prisioneros  y  bastante  despojo,  do  tanto 
por  la  riqueza  como  por  la  reoreaoioa  de  los  solda- 
dos, COR  que.  salió  SaodoTsl  del  oonflieto;  porque 
habiendo  desbaratado  algunos  socorros  de  mexica- 
nos y  quemado  algunas  oanoaa,  pasó  á  ooupar  una 
casa  grande  qae  distaba  poco  de  la  tierra,  fitcili- 
tando  el  paso  con  algunas  faginas,  y  apenas  lo  oon- 
sigmeroi)  cuando  a?&nzftron  las  canoas  qne  estaban 
en  oelsda  y  se  bailó  con  el  paso  deshecho  y  ofta- 
dido  de  Ins  oasas 
que  se  libró  con  le 
41.  A  la  mafian 
bailó  que  Cristóba 
mer  foso   (porque 
puentes,  babia  á  ti 
tria  para  so  defeni 
ro  de  los  mexicant 
fl«,  y.nO'pudíeiHki 


187 

bera^.y  ooa  algunos  soldados  hizo  que  se  retirasen 
los  enemigos  á  un  adoratorio  poco  distante  de  la 
ciadad,  en  cayas  torres,  gradas  y  cerca  se  desca- 
bria gran  número  de  gente  con  vocerías,  muchas 
armas  y  plumas:  hizo  sacar  Cortés  dos  ó  tres  pie- 
zas de  artillería,  y  bajando  el  punto  á  la  batería 
hizo  gran  daño,  y  con  ella^  ganó  sin  contradic- 
ción el  puerto  que  hoy  es  el  matadero,  que  se  lla- 
ma Xqloc;  .pasó  á  otro  cercano  que  se  llama  Huit- 
zUan,  donde  está  hoy  el  hospital  de  Jesús  Naza- 
reno, y  le  ganó:  quiso  ocuparle,  y  con  consejo  de 
los  €iipitaMi9  le  dejó  por  entonces:  hallóse  Sando- 
val  en  esta  batalla,  y  salió  eá  una  pierna  herido 

de  una  flecha,  y  en  el  camino  ganó  un  pueblo  cer- 
cano á  México. 

42.  Tuvo  noticia  Cortés  de  Pedro  de  Alvarado, 

que  po^  Ja  calzada  de  Tepeaquilla,  que  hoy  es  Quar 

dalupe^  entraban  socorros,  y  envió  á  Sandoval  4 

que  la  ocupara,  que  hallándola  despoblada  fué  fá; 

cil  ocuparla.  Iban  por  las  dos  calzadas  batiendo 

reparos  y  cegando  fosos  para  facilitar  la  entrada. 

Pedro  de  Alvaradu  por  la  parte  de  Tacuba  llegó  á 

poner  fuego  á  las  primeras  casas  de  México,  y 

cuando  llegó  Cortés  á  reconocerlo,  halló  que  le 

habían  muerto  ocho  soldados,  pérdida  en  que  se 

mezcló  el  sentimiento  con  los  aplausos  de  su  valor. 


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OAñTUtd  VI 


De  yáriod  ardides  que  los  mexicanos  usaroh  pésrú  ñeüiátk 

'   '    delaeladad. 


43.  Obraba  en  los  mexiGaaos  el  vabr '  ooa  qae 
se  habiaa  criado  ea  la  idiMciai  y  pasaban  da  va- 
lientes á  disearsivoB:  hallaron  indosttia  para  for- 
tificar sus  calzadas,  habiendo  limpiado  los  fosos 
que  iban  cegando  los  caístellanos^  en  que  lograron 
algunos  golpeSi  j  fué  ardid  que  ocasionó  mudias 
pérdidas  en  los  espáBoles:  de  noche  haciañ  algunas 
salidas  con  el  fin  de  inquietar  los  cuarteles,  para  fa- 
tigar con  la  falta  de  sueño  á  los  enemigos  y  espe- 
rarlos  después  con  tropas  de  refresco. 

44.  En  nada  se  conoció  su  habilidad  como  en 

♦    ■  * 

hacer  treinta  embarcaciones  de  piraguas  empavesa- 
das con  tablones:  fijaron  gruesas  estacas  en  el  agun^ 
para  que  dando  en  ellas  los  bergantines,  se  maltra- 
tasen. Salieronmna  noche  á  ocupar  emboscadas  en 
unos  carrizales;  á  la  maBana  echaron  unas  canoas, 
para  que  dejándose  ver  aa  «retirasen  á  la  embosca- 
da. Vieron  los  dos  bergantines  de  Pedro  Barba  j 


189 

J^jttíaer4é  BortíHd^  arrojáronse  ira»  de  la  presa,  que 
3  uzg^aron  iban  cargados  de  bastimento,  y  dieron  en 
el  lado  de  la  estacada  oculta,  y  á  un  mismo  tiempo 
salieron  las  piraguas,  y  aunque  se  defendieron  los 
bergantines,  y  con  nadadores  procuraron  quitar  el 
embarazo  de  las  estacas,  salieron  los  bergantines 
maltratados  y  heridos'loe.espafltilis;  iJturió  Juan  del 
Portillo  peleando,  el  capitán  Pedro  Barba  con  he- 
ridaptpeaetraate» que, dentro  de  tres  días  lo  aca- 
baron. 

45.  Tardó  poco  la  venganza,  porque  volvieron 
los  fbesiealioe  &  osar  ée  la  cRnboamda;  tiivo  «leti- 
cia Cortés,  y  ordenó  que  fuesen  los  bergantines  á 
embososTse;  y  usando  de  la  mima  estratsjema,  al 
salir  las  piraguas  ádar  Blca<nce  al  bergantín,  que 
ya  juzgaban  preso  por  fiítígád»,  salieron  al  encuen- 
tro los  bergantines,  que  disparando  la  artillería  se 
llaró  gran  parte  de  las  piraguas,  dejando  &  las  de« 
más  en  estado  que  ni  el  temor  encontraba  con  la 
fuga,  ni  la  turbación  las  apartaba  del  peligro.  Fue 4 
ron  prisioneros  lUgunos  nobles:  con  ellos  envió  á 
convidar  eon  la  paz;  y  aunque  los  ministros  la  pe- 
dina,  los  sacenlotes  sátrapas,  fingiendo  respuestas 
de  los  Ídolos  que  aseguraban  la  vietorta,  la  contra* 
d^on,  y  ae  determinó  continuar  la  guerra. 


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eánroioTii 


De  1m  ñSg^^Mkmu  dé  Hernando  OdrtétiNM  k  eott^oiH» 

delfjfoieo. 


46.  CSonodefó  Oortés  qu^  » iba  Mdaaí«Bdo  «i 
ñtio  da  Mézíoo  4  ratindw  y  awotofTiíaimtos: 
guerra  en  que  /se  gastaban  las  dtas  y  m  «vratan- 
ba  la  gente  sin  ganancia  ni  preyeae,  con  loa  feeoc 
y  reparos  que  fortílieaban  los  nexioanoa  oada  dis 
en  las  oalaadas,  y  que  el  número  exoestro  de  es* 
noas  cargaba  á  la  parte  que  desabrigaban  loa  ber« 
gantines,  y  mandó  qoe  de  Texoaee  y  Okaloo  se 
trajesen  canoas:  juntó  hasta  tres  mil  embarcado- 
nes;  dividiólas  en  trea  cuerpos;  nombró  oajpítanes 
de  la  nación  que  las  gobernasen  por  eaonadna,  y 
con  este  .refuerao  envió  cuatro  beigantines  á  Is 
parte  de  Sandoval,  á  la  albarrada  de  San  Lásaro 
que  es  hoy;  á  Pedro  de  Al  varado  otros  cuatro  %d 
NonoalcOy  donde  está  hoy  la  ermita  de  San  Miguel, 
y  los  cinco  que  quedaron  á  la  oalaada  principal 
oon  Cristóbal  de  Olid»  con  orden  qoe  corriesen  el 
disonido  da  laa  calcadas  y  acequias  para  impedir 


mi 

1  a  entfifiá  ^e'^bfistímiiiitoB;  como  se  ooii8Íg»Jó  eo* 
giendo  tm|9tíiti6iito&  y  b^rrifes  de  •  agaa  repetidas 
veced,  owqae  se  puso  en  apriete  el  ejército  ^ra^ 
migo,  y  B^  tin^o  notioia  de  la  .earestia  en  qoe  es-^ 
taban.  *■  . 

47.  Fdoilltáronse  las  entradas  porqne  faltaron 
las  ofensas,  y  al  mismo  tiempo  ordenó  que  por  las 
tres  partes  se  entrase  en  la  ciudad:  halló  Cristóbal 
de  Olid  un  gran  foso  en  la  última  puente  pero  los 
cinco  bergantinea  rompieron  la  trinchera,  y  cegan* 
do  el  foso  pasó  el  ejército:  hallaron  una  fortifica^ 
clon  de  madera  con  tres  órdenes  de  troneras  y  gen* 
te  innumerable  para  su  defensa;  pero  á  los  prime- 
ros golpes  de  la  batería  cayó  en  tierra  y  con  gran 
pérdida  de  gente:  los  enemigos  se  recogieron  á  la 
ciudad  sin  ^volver  el  rostro.  Al  punto  dispuso  Cor* 
tés  tftíe  ocupasen  el  puesto  los  españoles,  y  con 
tres  piezas  de  artillería  se  siguió  el  alcance  en  iu- 
torio  que  á  piedra  y  lodo  cegaron  el  foso  con  ochen* 
ta  mil  indios  amigos,  en  que  se  señaló  Diego  Fer- 
nandez, acertador,  de  tantas  fuerzas,  que  cuando 
tiraba  una  naranja,  hacia  el  daño  que  podía  una 
pieza  de  artillería. 

48.  Ganaron  los  castellanos  otra  albarrada  que 
estaba  en  la  calle  mas  ancha  y  principal  de  la  ciU' 
dad,  que  se  hizo  con  facilidad  por  estar  sin  agna: 
pasaron  adelante  donde  había  de  adobes  una  for- 
tifioacion,  y  se  peleó  por  mas  de  dos  horas;  y  por 
el  daSo  que  haeian  de  las  azoteas,  viendo  que 


1M> 

k  batería  á  las;  calas  di»  tfotaoobamiia;  qn*  ae  Ua- 
laabaQ  QQáóbqiiiiakwc,  U  Gasa  4«  la  -^Ms^H^  m 
Fetíraron  al  Mil>  .qoa  aataba  eaXrfotí*  que  m 
abora  el  matadero,  donde  después  labró  casas  Al* 
Tandoi  qoa  boj  si^ve  de  nasfaro,  donde  est4  el 
abasto  de  carnef  o. 

49«  Coa  la  felioidaid  del  «aoeeo  aiguler^ii  el  al- 
sanee,  y  en  aquella  ocaoon  salieron  de  Jaf  oasas 
de  la  Águila;  y  un  soldada  que  se  empeBó  con  el 
caballo  y  lanea  lo  bicáer^a  pedazoa:  pasó  adelanta 
el  ejército  porque  se  cegó  la  pueñie,  y  llegaron  i 
otr&  que  no  estaba  levantada,  porque  no  peosaroa 
los  mexicanas  que  llegaran  ó  ella  hts  castellanos: 
dieron  vista  4  la  plasa,  y  viendo  que  ya  todo  era 
tierra  firme,  mandó  Cortés  disparar  ana  |Heaa  de 
artilleria  4  la  plaza,  que  estaba  llena  de  gente, 
qué  les  obligó  á  los  mexicanos  k  retirarse  al  cir« 
coito  del  templo,  porque  Cortés,  apellidando  4 
Santiago,  acometió  el  primero.    No  se  atrevieron 
los  castellanos  á  ocupar  la  plasa,  por  el  daBo  que 
podian  recelñr  de  los  altos  del  templo;  pero  eooo- 
ciendo  los  mexicanos  que  no  habia  caballos,  aco- 
metieron con  tanta  furia,  que  los  hicieron  retirar, 
y  perdieron  los  eastollaoos  el  tiro  grueso  que  ba- 
bian  trazado  para  combatir.  Eetiráronre  á  Zoloc, 
y  en  esta  ocaaon  vino  socorro  de  Tescooo;  y  coa« 
siderando  IiBtlixocbitl  que  de  laeacetoas  era  gran- 
de el  4IéB0|  aoaiiiejó  á  CoriiésqM  ae  |«ai9se  fue- 


198 

S^9  7  aquélla  noefce  queiÉurotí  mas  dt  qutsiMitea 

60i  BbpsrtiéroiiM  loa  teaoaoanoa  y  Algarada, 
que  á  mi  uhbido  tiempo  ibaa  oada  oaied  por  Tiouba 
y  Quadaliipe  haciendo  lo  itatamo,  y  con  loa  indiep 
amigos  eegftban  las  aeeqatas:  ¿alpabbn  ft  Oattés 
de  laa  retiradas  qae  hacia  á  Xoloc  ilo  ocupando^io 
qu»  ganaba  dentro  do  la  ciudad;  poro  con  mas  pra- 
deneiá  obraba^  porque  en  la  ciudad  no  pedia  reais- 
tir  la  bátéria  ni  sustentar  el  descanso^  y  porqae 
d  3sde  Xoloc  hnpedia  la  entrada  do  bastimentos. 

51.  Al  oiM  dta  ganó  él  puesto  db)  patio  hasta 
llegar  k  la  calle  que  iba  á  Gi^cabá  para  oomunieat- 
so  con  AlYaradot  los  melicanos^  que  toaiieroB  el 
estraga. del  fuego,  sopásaroá  con  sus  hacieiidas  á 
Tlatílolco,  donde/  aunque  habían  sido  enemigos, 
f aeren. feeebidds:  tos  de  la  laguna  da  Xochimilco 
Mizquic  ie  ¥Ínieron.á  ofreter  á  Cortés  y  los  ad- 
mitid é  hifto  que  en  la  ealaada  labteriiB  cuarteles 
donde  cupiétoa  los  espaflolea^  ytloi  indios  tráian 
Tituallas  y  frutas  do  sus  tierras,  capúlinefr  oráio 
oereaasí.  ^ 

52.  Pedro  de  Alvarado,  vteddo  qua  la  resisten- 
cia (aunque  á  laa  primeraboaMas  habla  paestb-f as- 
go) era  grando,  porque  efn  ihis  bataliaa  nó  habían 
los  tlatilulcas  pslrdldo  tierra  poVquo  tos  había  nmer- 
to  á  machos,  determinó  ir  por  agua  eon-  losí  bor- 
gaatinés  y  por  tierra  <jon  los  Uaxeriteeaq  y  jua- 
gando qué  há  aaldriau  ai  isualmntro^  halló  qua  Éd 

ViTáscoirr^— Tomo  IL— If        \ 


194 

'  oÉtitaD  jG[iMdoB^  y  A  mkk  qeásmi  saliA  pb  'iiidk) 
agigantado,  qoe  tirando  una  piedra  derribó  á  va 
sokladOy  y  daoda  oon.>6tm  en  el  bei^gaidáb  lo  I1Í20 
.'  tembhr:  ^obbard&ionae  loa  iodibB<anHg08tooá  aqnel 
cgigante,  y  •  ti:üiendo  de  laembeioacta  sin  órden^  pr^- 
dieron  loa  tlatüiilcaa.  mochos  indioa^  y  eatre  ellos 
.Cuatro  «aatellanoa^  que  en  preaenoia  tiel  1  ejéreito 
loa  sacrificaron:  murieton  :con  palatoaa  mmj  cris- 
tUoiaa.  Sintió  Oortéa  la  desgrmiai  porque  los  me- 
xicanos haciendo,  mofa  de  ellos,  deciaa  hoy,  fianta 
María,  manda  capitán,  daoa  Bapato& 

58  i  En  eata  ocasión  los  de  Xoehimiloo  y  lis- 
huao  que  ayndaban  á  los  mexicanos,  robaban  las 
casas,  y  á  los  que  se  defendían  los  mataban:  des- 
cobrióse  &  las  voces  latmioioo,  y.  prendieron  álos 
amigos  fingidos,  y  Ueva^on^eT  rey.  Quavhtemoc, 
qne  estaba  en  unas  casad  donde  hoy  es  la  enmta 
de  Santa  Ana  y  enel  4}irrio  de  Yocaeolco,  y  con 
él  estaba  elBeBor  de  Goitlalvuac.  Mandároniss  sa- 
crificar aliidoloi  mayor  Haitsilopochlli,  que  lo  ha- 
shiaD  Uevaiik!  eonsigo,  y  puesto  en  nti  temf^  qoe 
llamaban  Tepultlacali,  en  el  barrio  de  Anaxao, 
-donde  ahora/ está:  la-ermitade  Santa  Lbcia. 

64.  Gonaalo  d&:SandoTal  por  la  parte  4e  Goa- 
dalofje  proeorabaí  adeisaAar  los  ataques,  y  en  Co- 
yonacaaoov  q«e  es  á  la  salida  de  la  calzada,  tovie- 
roÉ  his  espaffdsa  una  esearanrasa  cm  que  murieron 
algunos  iiklÍM  amigos,  y  Rodrigó  de  CastaBeda  es- 
tiuro  on  ^g|o;ÉLofaMi.hefga]itíii.ns  to  hidiieraCí* 


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)  .—,,4    i   •.—.}..  «rt     .  t 


196 

alférez  el  estandarte  real  de  la  mano»  y  sin  poder 
recuperarle  se  fué  oon  él,  ocasión  en  que  acome- 
tieron con  valor  los  enemigos  y  prendieron  muchos 
tlaxcaltecas,  texcucanos  y  de  Chalo»,  por  ser  cos- 
tumbre entre  ellos  el  darse  ^or  vencido  el  ejército 
Á  quien  le  quitaban  el  estandarte.  Lleváronlos,  y 
repartidos  en  varias  templos  fueron  sacrificados, 
con  cuatro  caballos  que  se  llevaron:  aquí,  dicen 
algunos,  que  fueron  diez  y  ocho  los  espa&oles  pre- 
sos, que  despojados  de  las  armas  sacrificairon. 


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OÉSwsya  viu. 

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De  la  eptrada  general  eu  Xlatilulco,  peligro  de  Cortés  J  pérdil» 

de  60pallole9. 

65.  No  sufriendo  Oortéa  la  diiaoion  de  Is  guer- 
ra á  los  combates  particulares,  juntó  á  ios  capita- 
nes^ y  determinaron  que  se  hiciese  una  entni^^ 
general  con  todas  fuerzas:  llegaron  despaea  de  oir 
misa,  dia  de  Santiago,  á  principiar  la  entrada,  y 
hallando  un  foso  grande  hecho  á  una  fortificacioD 
de  tablazón,  y  con  la  batería  cayó  en  tienrai  y  de- 
jando  libre  la  ribera  se  retiraron  huyendo,  J  J^ot 
ganar  tiempo  ordenó  qn»  pasasen  con  las  canoas  y 
bergantines  las  naciones  y  las  piezas  de  artillería) 
y  antes  de  cerrar  con  el  enemigo  encargó  al  teso- 
rero Julián  de  Alderete  el  que  cegase  aquel  foso, 
y  parecióle,  viendo  la  primera  escaramuza,  que  no 
sería  necesario  el  cegar  un  foso  y  mas  6tU  el  po- 
lear  cuando  sus  compafieros  estaban  ya  peleando, 
cometiendo  á  otro  de  su  compaBia  este  cotdadO/  y 
siguióle  toda  la  gente  de  su  cargo,  sin  hacer  caso 
de  su  encomienda. 


m 

-     66.  H^é  ValeVOM  la  redktM<oik  4^  loa^  flii«xiiBa- 
nos  al  principio;  pero  artificiosamente  se  xetívavM. 
Tavo  Corteé  por  Bodpeéhoso  al  movimidDto,  y  por- 
qtie  Sé  limitaba  el  tiempo  mabdó  qué  sé  derribatién 
á%QtiOB  edificioB  7  se  quemasen,  retirándose.  Ape- 
nas sé  dio  principio  á  la  márcba,  cuando  se  oyó 
nn  instníméntd  raeiahcólicO;  queí  era  la  bocina,  qüo 
la  tocaban  los  sacerdotes  solos,  j  á  su  sonido  salió 
multitud  de  nié&icánbs  que  con  su  ejército  cayó 
sobre  la  retaguardia:  biso  frente  Cortés  con  tos  ca- 
ballos; y  como  las  naciones  enemigas  tenían  ^rden 
y  encontró' con  él  fbso,  muchos  pasaban  en  luis  ca- 
noas, siendo  mas  los  que  se  árrcjarori  á  el  agua, 
tlonde  encontrabaól  trepsis  de  enemigos  que  los  he- 
rían. Quedó'  Sélo  Cortés  con  algunos  de  los  stiyos 
fi  tesTStir  elcombáte:  matárorrle  él  caballo,  y.  apeán- 
dose á  sóeénertó  conr  el  suyo  el  capitán  Ftaneisco 
de  Ghi¿man,  le  bibiet^on  prisionero;  y  á  Cristóbal  de 
Olea,' que  cortó' el  braso  á  uno  que  ya^  lo  tenía  asi- 
do, por  defender  á  Cortés,  le  quitaron  la  vida:  tle« 
gó  D.  Fernando  IztI$%tacfaitl«)r'>lo  defendió  de  una 
india  que  lo  quería  abogar,  y  con  los  qtie  a^oudie- 
ron  pudo  escapar  en  un  caballb  que  le  trujo  Anto- 
nio de  QuiHooes,  su  capitán  de  la  guardia.  Sacó 
tres  heridas,  en  el  muslo,  en  el  brazo  y  en  la  ca- 
beza: pasaron  de  cuarenta  espaSoles  los  que  lleva- 
rán vivos  y  eef cá  de  veinte  muertes,  y  mas  dé  niil 
tlazcidtecas  qué  muriérotí:  pérdida  grande  qüecó- 
nooiaO&Hils^iiegbndo'al  ScMblatitclloqueJ  «Mftía 


«1  Qsimnii.  fAte»  .B4  l^^  qjám-  bo  atüem  msi- 
;tnUdo.  ; 

'.  67.  Parft  til  oQDBndo  de«ttelan»  tnlMgsflo, 
dtHobnó  U  PfOTtdMáft  Divioq.  L  na  atAándo,  Ua- 
modo  Joaa  Gatalna  {aao^oa  «bros  dmn  qae  ^n 
.Isabel  BoUriguet),  f)we  («n  solo  ajuit»  y  ijgvnaa 

-  beodioiones  curaba  por  «nsalmas  sea  al  qiN  faere 
el  médiso,  que  siendo  «ánÍa  la  obra,  importa  poeo 
á  la  verdad  la  diferenoia  del  fiogato. 

fiS.  Los  mexiiHUioaBolesiDixaron  8Q  viotoriaooD 
bogueriA  que  daban  taota  luí,  quo  se  pareoi»  el 
cilicio  y  tatita  algasara,  que;  99  ofan  |as  Toeas, 
tan  sensible  para  Corté^  que  no  podo  reprimir  las 
lágrimas.  Eldia  aiguente:Qi^aahteiBoolii«oU8TW 
cabezas  d«  españoles  ¿  ba  ancioaiea  ctmareaoi^ 
echó  Toz  qae  su  idalo  deeia  que  deotto  de  e^o 
días  pereoeñan  .t«dofi,  y  taro  ardid  para -que  pn 
tos  cuarteles  se  pablicase.  Medrosos  fw  Xaexos  ahu' 
yeoluado,  y  Cortés  oéó  de 
cabos  á  deoirlea  que  espenu 

.  Booerian  la -falsedad)  y  pe 
ovartetea:  duró  seis  días  la 
ria,  con  qiie  pudo  babdi  üei 
69.  No  d«smay(S  el  ánii 
preTÍDO  ooD  los  bei^gantines 
la  que  perdieron  eo  esta  qoí 
aquella  noohQ  fuarov  d«s.hc 

Á  los  cQar.WeB,  oon  áaimo 


199 

aitouMáft-^  loa.  boÜQSOBMldsffiírtiíakdo  su  atravi* 
miento. 

60.  Despachó  4  Tiaxcala  por  bastimento  y  gen- 
te^ y  á  Tezqaoo:  encontraron  en  el  camino  dos  mil 
indios  tlaxcalteoasr,  y  fuevon  tantos  los  que  se  agre- 
garon, que  se  halló  con  cerca  de  doscientos  mil  alia- 
dos, y  con  el  refaerzp  de  .pólvora,  ballestas  y  ai- 
gana  gente  que  en  esta  ocasión  (dice  Torquemada) 
vino  en  el  navio  de  Luis  Ponce,  recien  llegado. 

61.  No  estuvieron  ociosos  los  mexicanos  en  esta 

suspensión,  porque  salían  á  reconocer  los  cuarteles, 

pero  siempre  eran  i^ecbazados.  No>  permitió  Cortés 

la  guerra  ofensiva,  para  que  cobraran  aliento  los 

suyos;  pero  sabiendo  por  algunos  prisioneros  el 

grande  aprieto  en  que  se  hallaba  la  ciudad  con  la 

falta  de  bastimento,  y  que  enfermaban  por  beber 

agua  salitrosa  de  los  pozos,  juntó  á  sus  capitanes 

y  86  resolvió  que,  pues  babia  crecido  el  ejército, 

se  aeometiese  de«  una  ves  por  todas  tres  calzadas 

y  tomar  puesto  dentro  de  la  ciudad,  procurando 

cada  €ual  avanzar  hasta  llegar  á  la  plaza  de  Tlati- 

Ittlco,  donde  se  unirían  las  fuerzas  para  obrar  lo 

que  dictase  la  ocasión.   Esta  resolución  pareció 

bien,  y  se  hubiera  acertado  desde  el  principio,  pero 

mochas  veces  necesita  la  humana  providencia  la 

cotrecdon  de  sus  errores. 


•«•M 


Kp  nr^Jlixii 


t 
I 


'JN. 


OAPITÜLÓ  IX,    ' 

Bel  efecto  de  las  entradas  de  l'íáltirulco,  retiró  de  Qaaahtem 

f  eafiíerxo  dé  lo0  mexioanós. 


62.  Prevenidos  los  bienes,  el  agua  jr  lo  más  ne- 
cesario para  mantener  la  gente  én  la  ciudad,  llega- 
ron los  capitanes,  llevando  bergantines  eada  oaal 

'por  los  costádos/y  formar  por  tas  calles  ar  binad  as, 
cegando  fosos  y  acequias,  fortificando  cada  trozo  su 
cbarlel.  Hizo  novedad  á  los  enemigos  y  causó  temor; 
hubo  pareceres^  y  detefmínaron  aplicar  todas  l&s 
fuerzas  para  desalojar  á'  los*  españoles;  y  á  la  ma 
Sana  salieron  con  sus  tropas,  y  empezando  la  ba- 

"  tería  juagaron  por  ilnposiblo  la  empresa,  y  fueron- 
se  retirando  y  volviendo  las  espaldas.  Llegaron  ios 
espaBoles  á  ofender  con  las  armas,  quedando  los 
mexicanos  derrotados  y  los  españoles  mejorados 
de  puesto,  y  por  no  verse  en  otra,  iban  arruinando 
edifícios,  cegando  las  aberturas  de  las  calles,  y  en 
menos  de  cuatro  dias  se^  hallaron  á  vista  de  la  pla- 
za do  Tlatilulco  los  tres  capitanes  por  lineas  dife- 
rentes,  dejando  aseguradas  las  espaldas. 


SOI 

puÉ»  Ibé  ]^6s  dsiitra  dá  la'|S|l8Íiá  dé  TIiiiifelo6,  y  al 
pvilBéir  «toiñftát^r  loé  Bfoo'r&tSinr;  y  ádVirtiéndo  Qite 
eatefef«ri6éfcá  tin  ádcrrktórío;  ¿nyás  giradas  y  totr«a 
o«tti)(ibÉí'eI"«&iaittigo,  «DVió  algüdaíi  <»6mt>áfiia8  que 
aitt  dtfloaKiid  los  riatilráTán.  Redujo  A  on  esotiadfMx 

I  * 

1;odti  !á  ^títe  üén  prevención  de  ddfetnsa^  Meo  htf- 
moíl  ctesde  él  adonttorio  paira  dar  aviso  á  loa  denbfts 
oapItaÁei^  dét  paraje  éü  qué  se  hallabad;  y  á  poeo 
tiempo  désembüteó  la  geaté  -  mexicana  que  reíita 
liuyendc.del  trozo  de  Óortés/ que,  con  la  que  réti- 
raba  fiatidoval  áe  su  di^rito,  Vefiia  &  ampararse. 
Aqai  fué  la  majror  pérdida  de  mexicanos,  qué  dt^ 
ce  el  padre  Sa&agun  qae  fué  miércolea  (á  7  de 
Agesto/ áfttéa  de  sur  Yictória),>y  que  pasáTOn  de 
caareota  i^il:  fué  tfieoesfeer  deséiübiii&mr  la  plása 
de  caááTeres;  echándolos  en  )as  acequias,  siendo 
tal  la  multitud,  que  por  teaerpos  muertos  podían 
pasar  á  la  otra  banda. 

64.  Aquella  nocfbe  vinieron  á  guardar  la  péi^- 
sona  dé  su  rey,  por  io  que  se  pudieron  alojar  los 
espáfioleS  sin  oposición,  aunque  Cinftéa  aplicó  al- 
guna gente  &  ladefóñsa  de  hs. callos  por  a^égtl- 
rar  las  espaldas,  y  dispuso  que '  los  bergantines 
feeorriesen  el  distrito  dé  las  ttes  caladaSi  Aque- 
lla noche  vinieron  algunos  del  ejército  d^  los  me- 
xicanos^ V^^  meaos  que'  diña  utos,  &  dar  sn  H- 
beftftd  por  el  snsteoitio'.  €adsóá  todos!  compasión, 
y  MttiéS <%#b^  ^iM^'M  N  d^  fttgi^^  MfroBCO'y 


202 

h^^  4^a6D  «alii;  f u^ra  ¿le  la  .fpa4ii4  &h«wng  n  vidí 

W!9:(ipaQM  <qi%fj  i^rab^ja^nN^n  algosM .  fartifieicio 
ne^  .para  asfigarár  sia  retirada:  q1  dUtritp  que  ocu- 
paban era  a)go  espacioso,  cuya  majrw  partease 
guraba  la  loguoiii  que  eijBk  entonces  todo  lagsaa  k 
^uehoy  eatá  tierra  firmen  por  la  parte  q«ie  mina 
Atzoaputf alpp .  y  TeuayuQa;  .por  la  otra. parto  del 
.  Oriente,  que  distaba  poco  de  la  pla^  de  Tlatilni- 
oo^.tenian  un  foso  grande  de. agua  que  iibrieron  k 
mano,  dando  corriente  f.  ^  avenidas,  y  con  udü 
muralla  4^  vigas  y  tablazón^  Llegó  Cortés  á  vist^^ 
de  esta  forti^oacipn^.y  vio  que  bajaban  y  rendían 
las  armas  con  seBaies  de  pas;  y  pam  que  conocie- 
sen qijie  no  era^su  intento  destruirlos^  envió  algunos 
prisioneros  ¿  preponer  la  suspenaipn  da  la  gaerni. 
66.  En  el  interior  se  esforzaban  en  ooultar  bu 
neoesidad;  «poníanse  á  comer  en  p4blioo. sobre  los 
terradoSi  y  arrojaban '  tortillas  al  pueblo  pam  que 
ereyesen  que  les  sobraba  el  bastimento  y  para  que 
conociesen  les  dmaba  el  valor.  Uno  de  loa  mexi 
qpnos  se  acercó  al  alojamiento  de  Certas»  muj  ador- 
nado de  pluntas.y  vestido  con  espada  y  rodela  de 
las  que  fueron  de  los  saorificados^  4  desafiar  á  Cor- 
tés.  Dijole  que  trii^ese  obros  diee  y  con  todos jun- 
tos  pelearía  su.j)aje,  que  se  llamaba  Juan  MuSoz 
Mercado,  que  erai&oxo  de  die3  y  siete  aBos*  Le- 
vantóse.el.  peje  con  disimulo^  pasó  el  foso,  y  wr- 

ran^  eoa  él»  nc^^  el  prm^.fpíi^gn  laüidelA 


208 

y  le  xtiOnná'^s^ádá'qüele d^iñuérto ara piés: 
trujóle  á  Cortés  los  despojos  del  vencido;  abrazóle^ 
y  quedó  con  aplausos  de  valiente  entre  todos^  y 
con  premio  de  su  duefio. 

67.  Al  mensaje  de  los  prisioneros  juntó  Quauh- 
temoo  los  votos  para  la  paz,  y  hubo  diversos  pare- 
ceres y  salió  resuelta  iagverrt;  y  á  un  mismo  tiem- 
po mandó  estuviesen  todas  las  canoas  prevenidas 
en  la  e^senadi^  para  baoer  la  retirftdiLy  de  puya  no- 
vedad dier4vn  aviso  á  Cortés  les  bergantines,  y 
nombró  á  Sandoval  por  general.  Encargóle  el  cui- 
dado de  io^que  pudiera  saoeder;  y  tviendó  que  se 
movían  al  combato  con  vpeeria  y  orgullo^  aoeroóse 
con  an  ^roito  y  &  breva  rsjx)  de  batería^  experí- 
mestar4>n.el  déstroiso  de  aqu)slla  frágil  nafalla/ 
Avisaron  á;  QuaobtemoOf' y  al  ponto  mandó  que 
con  lienzos  blancos .  Ilamaaen,  repitiendo  á  voces 
¡paz!  Ptaaron'ottatrb  principales  ei  foso,  y  con  las 
ceramonras.  que  stcejitun^braban  dijeron  cómo  ne- 
nian, á  tratar^  de  paces.-  Respondió  Cortés  que  ^on 
su  rey  las  trataría,  que  eso  descalcan.  Llevaron  el 
recado;  y  á:  la  tarde  volvienon  á  decir  que  4  la  ma-^ 
Sana  vendría  en  personavque  sin  falta  I&e8f>era8q. 
Previttom  Cortés  de  aparato  para  su  recebimiento; 
pero  volvieron  á  decir  que  por  un  accidente  de  ajus- 
te no  había  podido  venir,  que  le  aguardase  á  otro 
dia.  Pas&ron8e'dos,y  oca  lo  que  pasaba  en  la  lagu- 
na tnvo  la  dilación,  por  sospechosa  y.  quedé  inte- 
rioiaenteaYergÉn^Mlo  por..Jnber;jido  engjAftaido. 


D» U  ]»Ma  4«-1h  eftiioU  |t«r*  fllcIHtar  d  «M^»  M-My, 
dd  an  pH9Ío~n:  /  Hotwrlt  de  Oortte. 

68^  TpBKBTon  Im  OMXÍctBoB  at-  «oi|>b>ta  won  loa 
bérgantineB  jf  1«  baiailn  por  tiem,|«n  tjuediTcr- 
tido  fil  engmigD  ae  Dudima  éseapar  so  téy  ««n  al- 
gÜQpa'BoIblsB;  y  oiHHpdo.  Sandavat  bd  lo  mt»  igrio 
4a  la  polaa/  adrirtló  qticL  saia  otnoas  huiao  á  todo 
tMoada^  /  mihidó  á  Oanta 
'ras  da  iB'barBMittD)  qae 
8  &  darla  oaaa.  Poao  tanto 
l«s<H^  por  la  ptoa.  Fil- 
ia loa  raoiM,  y  &  Taeu  te 
y  qna  íta  ea  alias  «1  raj,  7 
bi^araa  laasnau  «on  d«- 
«.  Ai»ard¿  el  WgMBtiD,  y 
Aaiando:   Yo  soy  tu  pri- 
udaa  ■&  mi  aaposa  y  i  sus 
isa'  ey  el:  bergantia,  y  dio 
t  qna.  Mtrasb}  y  viéndole 
HuiMa,.'i»-:  dije  -lAa'  üann 


m 

piiodiM.  Despachó  oon  sa  aviso  á  «m  mam  A  k 
qa«  4m$  «viso  A  Oortés» 

M.  Losgo  qtts  Im  qué  por  lalsgooá  ibu  NpM. 
l&priskNi  da  MfOyt  volmrón  km  soptIéM'do* 
jMidp  k  polas,  Díé  ovím  éa  paa#  i  SssídoTal  y 
yossig^H  ^  viaja.  Lwgo  qua  Cortés  sopo  la  áiM* 
^M,  lovaaló  Im  ojm  al  oíalo  omdo  qoÍM  lawBOOía 
al  avilan  da  m  Misidad.  Blando  ir  dMoooifatM 
al  amffdara  paM  qM,  sin  kaoorla  daüo,  Magwia> 
aOQ  la  paswoa  dol  voy »  y  á  Im  MbM  drl  w  qao  M 
«MlaidoM»  á  vista  da  Im  IbvtMoaidMaa. 

70.  Saltóla  á  roeobir  Mrca  do  su  alijjaalaiito  Mtt 
granda  urbaaidad  y  rovoronMa,  on  qua  olitaroír  aiAs 
quo  las  palabras  Isa  sélat  oitériorM.  Bn  llegando  i 
Ift  puorta,  dando  oí  acompaBamiento  M  dotavo,  M* 
molo  ontrar  pómoro  con  sv  MpOM:  sontdso;  j  al 
tosnr  Corl^  su  aconto,  m  volvM  i  levantar. 
Raaipió  la  plAticaí  diciendo:  qne  le  qoHaso  con  el 
pulal  la  vida,  ya  quo  no  la  haMa  perdido  por  su 
palrii^  que  á  dicha  Undria  el  morir  é  sué  mauM. 
Qaisa  iiroasgtthr,  y  la  datavó  al  llanto.  Cortés  lo 
foapMMÓ  coaaolAÍidolo,  quo  oro  prlslaaaro  no  so^ 
yo,  ahia  da  un  ssanarM  m  ooya  olewonda  podia 
esperar  no  MlasMnto  la  libertad,  poro  su  reina 
mejarada;  y  oobm  supe  qM  su  mujer  ora  hija  dol 
emporudor  Maleoahmmá,  m  le  oAaoló  obligado, 
petqM  lo  estahai  i  la  mamaria  d»M  Üa,  y  laei^ 


VevMBwv^tMe  lUi4S 


m 

fidoétria  éh  «x  ^e¥M¿á  lás  obligaciotieé  que  díebió  á 

tÁni  grfiH^  ttiofiárea.  '  ' 

71.  T  teniéndolo  coidedoso  el  ejércnto,  le  iridió 
líceiMñft, 'T  ánte^  deipBrtirie4>idió  qoe  no  ae  inal- 
tratase  á  mnn  vbsallesi  puea  fanataba  pant  rendirse 
la  Botióta  dasa^sieb;  y  disfaiao  qaé  foaae^uno 
de;Iosic[0^  leaoompafifiban  ooa  Oortéa  y  Im  laan- 
dase  que.  obed^iaaeo  aasiórdeneSi  paes  iiQ.era.jas- 
to:  pr«VQear  á  qúien^íla  tenia  ón  :8il  peder.  Ik^á  á 
Sandoval  0a  gD&rda  iCon  aofioienie  prevenciúiH  y 
•ntcaiido  .delante.  a1  mloíiafero  de  Qaauhtemoc»  ape- 
nas intimó  la  orden  coaado  ae  aoomodaaron  á  lo^  que 
d^aeaban..- ,.  /     ..;.»  ... 

• ;  72.  Ajif^tóse  pon^  el  miniatrp  que  salieren  des- 
arenados y  sia  carga,  lo^cpal  ae  ejecutó.  Y  diee  Ber 
0^1  DiR|i,que  tres  diji^  eatuvieron*  3C^Í€fndo  por  la*? 
tres  calzadas,  indios,  indias  y  nijtoa  flacos  y  be 
diopdps/y  anduvo  el  ejército  por  aqqaUas  parte-^ 
á  los  despojx^s  áe  guerra,  y  ball;iron  tantos  caer 
pos. muertos,  qye  no.podian  sufrir  el  mal  olor. 

■ 

Volvió  portéS|  y.. por  asegurar  los  tres  reyef  pri- 
8Íoperos/el  de  TesQouop  (Coanacetzin),  el  de  Tacú* 
fc^  (.TheUepan) .  y  jQuetsalta&í^,  jlod.  ^n  vio  eti  lee  ber- 
g(iQtin^d  á  A^aofaiut^noo  con  Jas  ae&oras  para  lea jvr 
aeguro;     .■ '•.••.?      •"••'- 

..73;.tA^  la  imiBana,  puesto  el  ejéffpito  e&  dea  bi- 
lerBB¿.f<ker6n  al  barrio,  de . A.'ü^txaoe  i  unas  easa< 
gramdes.qiiQi  había,  dwde  eftá  b^y  la»  eroúta  tie 
Santa  Lucia,  por  no  haber (bteas^  caparea,  qie  las 


damfo'i^bflm  tLefltfmdas^  y*  colgadas  ooiá  doselas 
bien  'te}ido8^  debajo  de  uú  .^doset  ee  sentó  Coptés^y 
á  0U:ládo  deréehb  Qaaahtemoc^  aso  iaqúierdd  los 
otros  rayes;  y  presentes  mpohos  priooipalss  hizo, 
por*  medio  «de  Marina,  u&a  breve  i^tiea^  en  que  tes 
huso' jarar  por -sü^  rey  al  «inpetador;  Fididelaró 
que  dejaron  la  noche- triste;  tro^ronle  alguna  pam  « 
tidad^  y  párboi»hdo  .pooo,  los  mexiéanós  sádisébU 
palMSD496n  los  de  7?latíla}co,  qae  en  canoas  lo  habian 
robado,  y  los  de  Tlftttlulco  con  los  msari^anoe.  Tra- 
tase^ de  les^ítributos,  y  señalaron  á*iiin  prtneipslv 
que  se  iínniiiba»  Ahuditooa,  que  después  se  Hamo 
don  {Fuen  >p6r  seüer  de  aquella  parte,  para  feco- 
gerlos^  y  á' Quaubtemoo  y  -á  los  demasió  qu^  les 

tocaba*'  •  * 

74.  Fué  está  iictoria  máttés  13  de  Agosto^  día 
de  Sao  Hipólito/ aiaaque  hay  quien  diga  qu«  la  pri- 
sión fué  &  12  sobre  tarde  y  la  publicación  de  Iss  pa- 
ces d  19,  srflio  de  621.  Sueron  de  allt  oada  cuhI  á 
BUS  cuartetes  de  hs  calzadas  por  asegurar  la  -victo-  > 
ria.  Sfmdgrál  ¿  Tepeaqúilla,  Alvarado  á  Tacubay 
Cortés  i>eta  sus  prisioueros  se  retiiüó  á  Cuy  osean. 
Msndl}  ponera  luminaiias,  y  fueron  á  dar  gracias 
con  misa  y  procesión.  Dispuso  un  convite  para^to^ 
dos  los  capitanes;  y*  con  el  vino  qué  había  traído 
el  navio  y  algún  'ganado*  de  ^nia^  cíe  éelebró  ta 
victoria  con  darisía^,  másdiras  y  ijuegos,  f  despidió 
&  los  aliados,  (^üe  Se'  fueíoh  contetitos  asi  por  la 
ropa  y  maAtás^  i^mo^  poi<^Sír  üvl^t^maiLicMiOS -vau- 


eíAoB/  Viniwta  &  la  obedifinik  f  Im  teBMidtea^ 
tmió  dé  eftmr  prooofadores  á  BitpiSn  f  4  dar  U 
notida  al  BiáaaiBQ  eraparadot  Cárloa  V,  á  quMii 
dio  Cortas  no  niénos  que  otra  OMrona  digoa  dm  -muM 
rtaios  ttOMo,  wá  imiierio  eon  oovilre  de  lá  Niwvm 
BqMiSa^  oon  qma  ae  dobo  dar  ¿  Dios  nuosIrD  Mbr 
las  gradas,  y  á  sii  Madre  flatttfsimfc  Maria»  y  «1 
aoBor  San  José,  en  fisfioso  y  patran  del  roine. 

75.  Aeabdae  la  «M^arqniá  ml^xioaMi  haokando 
Dios  qve  paoaao  á  oteo  máíB  digno  aifloTí  noaalro 
oatdlieo  'moaarau  ottmtriiéroose  los  nSkm  que  las 
áotrdiogos  l^van  .perió^oM,  ó  oofao  los  llanaó 
Pkfaoa,'  núiairo  ¡araiónioo,  que  eS'  al  aif  «a  que  ae 
lauda»  iKs  Jftoatrqsáas  ^  po9  kiflaaatisi^*  loa  eie- 
los  ó  porque  es  la  voluntad  de  Dios;  que  lea  ?poM 
t^miao  ftf  me  Jui^  íeieieai  rl«¿  aioM:iqiite  de 
les  persas  4ttró  ^{wtooeieAt^aiiiYeiit^jy  tan  affos, 
la  de  les  aairies  q^odf  iepioi  ufoioAidos,  Ja  de  los  ate- 
aieuses  iHiatrooíwteS'eoVDtit.  f  ooeve»  ht  de  los 
laoedemomee.qiimeBtos  triíata  y  aiefeií  la  de  Bo- 
ma, por  cónevlas^  eiiatr(M^ntoa.9ee0iitA'j.iiM^  per 
eiaperadoreei  qaioiea^os  dos:  tík  <de  CaitagOt  nete- 
dMitoe:  I»  4elrPef6y  qni^ieiitesj  yr4a  mearieami 
oieoto eeeenta, .enopee etopejradoves^  d^de  el  aSo 
de  361:19^  que  fiié  e)eo(o  m  p^ioiar'  W>Qfurea  Ao^- 
mtífití^  basta:  el,  de  621  ee  que  l^  gau^  Femeodo 
Geil^  en  los  eepeOolM  ha  dtirado  pieato  aeieats 
y.  9i»(et4)»8ta.  «frt»  4e  iiSA. :  Slioft  naestn  .S«&Qr  h 


00» 

qtiiáka;'péto)n&8  M  deberáf  la  dispodoion  dtriM^ 
pat« q^  6n  estaír  tíeitfts  seintrodujwe rla^fe 0Kt6- 
lioa,  p«i66  tiaHlie*«ftbe  si  sm  «nocbtradoe  6  oonaeí- 
cuentes  los  medíoB  de  icwPno^TÍdenem;  qae  á 'no  ser 
asiy'  á  pttfios  do  tietrá  'pndiemn  Acabar  €od  lo»  ea- 
paSoles.  t^ios  los  acébardóotitónces  para  que  f m^ 
aett  eristíaaes:  ahora  pues,  i  no  haberaido  mikigroi 
no  hiAi^ratt^oS' odpatoles  oobqaistado;  y  so  ^rof^ 
bu  cea  ;\ñff  veces  qoe  la  'Vit{^  ^niísksá  ka  áyvtr 
ú6  en  soa^otiflictos^  j  laa  que  Santiago^  •wapanwíó 
en  las  batallas.  '  -  •    '  V  -     ' 

7-7.  Ay«id4teaDioa  enijéocea-oon  aiÚLtíba  favo- 
rables} pero  mstigiálea  tlespües  con  auoéeosieJM»- 
plan»,  y  inaoUniató  su'  indignaoiott^can  ana  tristes 
fínea,  porquanb  leganabaná  Du>É:^)a  piadaS  eaa 
loa  rolN>8,  koiiioidtoay  laoodiokquaMístm  tú^ 
las  <mieldada8  qné  ^oométieroQ^  tpáhn  las  iqénftsk 
leer  (sr  no  eé  que  na  se  quiam  afli^r),  las  |bidt 
var  del  sefior  don  firay  Bartdlomé  dé  fetaOasak-ad 
el  mebfórial  qü^  tatitakS  Ruina  ra  las  Ii«)iiai 
SmpéBftroír  T^^  desgraidias  en  €|1  primer  «tariaérov 
natnMl  da'  Lépa/'qiio  deae«ibri6  'tíerraf  yendo  con 

que  QO  le  premifitron^  m  pasó  á  Barderfat  y  mmné 
renegado;  al  '^Bor^  alttirai^te  Cokin  Ite varan  ieon 
gtiHos  pred^  á  BfcpÉtlat )6o  el  Pérúfuei^  gaandas 
lA8/mjsariMB  y  desgracias^  Al  OMrqaés  doii.£iifLi^ 
eÍ9ea(KsayM^  m  ^swtmBa»  palaoái^  diáúé  poifl^ 


m 

pOBú'  un  jergeiTy  ^  úo  podiendo  o$rgArl6|  lo  Uevó 
árrafit^rbttdo  por  la  calle,  qM  r6gó  oon  su  sangre,  y 
lo  arrojó  «ü  un  boyo  donde  se  haoita  adobes,  sin 
oampaña  m  ooretrioqia  $ol&sí¿3tica:  al  almirante 
Diego  de  Almagro,  Gooisalo  Ptsarro  lo  <1hS  garrote 
en  .venganza  de  esa  muerte:  á  Qonsalo  Ifisarro  y  á 
Carabigal  los .  biasd  degollar  .Pedro  do  QaMs,  pi^r 
qno^rse  alsa^:  á  Balboa,  qoo  fué  el  qiio  descubrió 
á  PanaiD&,  lo  degolló au  mismo  saegroi^in  qae  ba¿- 
tasen  ruegos  de  su  b\)a;  y  4o  todos  no  ba  quedadu 
casa  ni  descendiente  en  el  reino. 
v7£.  £n  la  Nueva-^E^aüa/á  Cristóbal  de  Olid. 
oaostre  de  campo  de  Cortés,  por  baborse  alsado  de 
la  obedtOBoia  de  su  capitán  géoMtel,  Franoiseode 
las  Casas  y  Gil  Qontalea.'lo  degollaron  en  la  plaza 
pública  de  Naco  {Bérfkü  JHa»^  eap.  174,  foL  93): 
&  Pbdro  de  Alvarado,  en  las.  obtohimetaidy  maió  un 
cabalo  que  pasó  rodandp  sobre  él  y  lo  biao  bacina 
los  biiosos,  y  á  su  miyor  la  abogó  ol-VQlcan  de.agua 
en  Quatemala  y  quedó  su  casa  destruida:  &  Qodzjí- 
lo  á0  Sandovali  aquel  valeroso  capitán,  digno  por 
sus  basaHas  de  eterno  nombro»  estandd  oofeama  en 
Palos  en  un  moson,  le  robarotí  los  oiesoueros  el  or« 
y  mnrió  en  al  mesón:  los  más. han  qnodado  sin  su- 
oesion^  onr  sus  casas.  Los  iqtfo  l^n  qu^dad^  los  «e- 
fíala  encielo  con  el  dedo,  poniéndolds  en«la  ü\tirna 
pobreza;  y  áunqne  su.  majestad  ba  proot)Ts4opre- 
nuav;  ftlos  coniyáista^ofoe  que^tsA  xwi  #4i79  i^ 


211 

g%««ieii,fIHm  l^s^.casl^  por  ftlguaQ»  de^aftictMy 

y  M  JQO  están  premiados  eon  deaoupso,  Ho  nMe  del 

rey  qí  de  süs  oiimstros;  si|u>  dft  oielai<  porque  $i 

ha  resoltaciO' en  si)  servJGÁo  la  conquista^  oobr&u 

sus  bgos  los  desafueras  de.sua  pMres»  y  se: ves 

los  oietos  pagando  los  delitos  da  9ua  abuelos:  ooor 

tént^nae  oou  blftsonar  ser  bijo»  de  cooquistadoreei 

ti  talo  que  no  remedia  la  necesidad,  pues  la  nobte^ 

za  en  10%  pobres  es  martírio  en  la  houra»  y  Como 

81  fuer)!  ápMíQ  la  nobleaa,  los  sentenuia  la  |K)breaa 

á  qt^  tengan  la  casa  por.  oárcelí  y  destierro  4^  lá 

plaza  á  enantes  lee  impQrtara  -siendo  pobres  eatftir 

8Ía  Aobie^a,  .qt|e  vivir  en  miseria  donde  las  obligar 

cianea  no  permitan  servir  y  condenan  á  oo  conMr^ 

diobosoa  los  :que  conquistan'  almas  para  Píos,  que 

ai  der ran>An  su  sangre  son  mártires,  y  si  ganan  ñU 

guna  json  grandes  en  el  cielo. 

79.  Loa  que  mas  han  lucido  en  elireáno  son  ai* 
guBoa  pobladores  .q,ue  viven  con  iustre  y  estimar 
cion.oonservando  la  nobleza  de  sus  aoliguos  con 
rentas  y  ov^yorazgos,»  porque  á  loa  principios  pa; 
8a?oo^  y:  vien^.  .hoy  caballeros  de  loa  mas  ilus- 
tres d^  laa*familias.espa!9olas;  de  donde  se  infiere 
y  eonoee.  que  pni^s.  Iqa  demé^  no  ^eean  de  la  tier- 
rales poique  por  stts|ii3tosjuÍQÍoalOscaBtigael  cielo, 

80.  £1  invicto  y  valeroilo.  marques  del  Válle^  D. 
Eeirnando  Cortas/ tuvo  muchos  pleitos  á  los  prin>- 
cipioSy  pc!rq«0  á  sus  primaros  procuradores  Moí»- 
80  Hernasdej;  .^or^9^rero^  F4ran9Uflo  de  Montfgo 


Obtttbre,  tes  etal^Birgaroüi "el  ¿tiv(o:y  todo  loque 
Ueri^lNiti^  por  queñUa^éé  Benito  Martiti,  por  parte 
de  Diego  Vel&EqueÉ^i  pot  ót  «eSor  Jaa» 'Bódrigoi&z 
dia  FoDÉíieeaj  árstobiSpo  de  Bcrrgos;  y  atinque  fae* 
tm  en  busce  del  Étí^6v  emperador  á  Bátéeloaa,  Be 
haW  partido  &,  S^liitiides^  y  «e  y(]/lvieroB  á  Méde- 
Hin  coQ  Martin  Cortés.  ' 
-  81.  A  los  segundee  dei^^^iUee*  de  la  eoáquieta 
Diego  4e  Ordfiss  y  Alone»  de  M^afáofla^  al  padre 
Fr.  l^edto^  Mélgeréjo  de  Urrbav  de  (a  6rdé&  ele  49an 
Ff!ancÍ8oo,  tes  embargaron  en  Setitki  tx^  lo  qise 
traían;  y  esoapaton  laá  persótme':  fiíeroa  á  Mede- 
Ilti^V  d^  dondé^  (foÁ  la  noticia  de  qtie  estaba  el  em- 
parador  ^n  'l}ordecil}ás<  ñieton  á  veirle,  y  porque 

llegaron  á  un  tiempo  el  tributo  y  los*  iadioa  que 

» 

llevaban  despachados  de  SevilU,  iiubo  'Ocadotí  de 
*  oírlos:  biso 'él  aeSor^mperador  varias  prógucCas- 
renñtiól06^=  por  ¿aber  recusado  ál  nr^obisp^  de  Bor^ 
gos,  nl'cardenat  Adriflfno^  que  era  gcíberhador,  y 
pidiendo  los;  «autos  del  arzobispo  de  Burgos  se  ha- 
liaron. tan  confusos,  que  se  remitió  á'es^aien  y 
pregmitet«,  y  asistfendoí^  una  y  entramparte  y  An- 
drés Due^-o  qu^lse  háUó  eíi  él  étíM/bn.  iDetemíinó 
el  C2>rdenal  oon  los  de  1$  junt^,  que  fiMrott  ^  gran 
dáncilleV  de  Atkf^oñ^'  MeMário  de-  OaÚñfura,  her- 
mano de  Yega/el  'doctor  don  Loreóao  (J^alindes, 
el  doctor  Frandsoq  de  Bet^as,  y  Mundveide  de 
Bdtta^  ilattieooo^  tque  sa  debi»  á  Córtéü  iaewqiíb> 


ta  y  á^fjH  capitknodi  deAtaíátodol» /por  Ua^v(M«U^/ 
y  q!ie>ie  d^bU^  «lantentr  :6n  0I  gobieriio  de  1m  ^^^ 
noas;  y  ea. cuanto  á  k>3  miirav6ili9€tey  que  (^ariÍM€^ 
X>i6go  V^lnoques  ahto  riuien  mejoc  le  caiivtDi^se:» 
^1  padre  Fi;^  Pedro  d'eUrrea  le  hieiexoa  pr^iqiir> 
ilor  del! rey;  como  diee  Herrera.^ 

82..  Pasó  ettta.coDBQ^ta  el  seBop?  emperadoiv  y* 
lu^  le  Ww  gobdmador  y  oapitau  gmerel  da  vím 
y  ti4rrá  de  Ifi  Nueva^ISspa&a^  en  interlu/que  se  ^ 
cían  otras  mereedes  &  él  y  &  suB.oapii;eit9S'>'£i3c^iS 
bi<5}6  earta  con  muobas  bomvw»  ofreoi^vdole  mefoon 
dea;  ;y  mandó  qw  se  le  ayiida80  coi): armada:  el  tí- 
tulo<6e  dióee  VaUadoHd»  en  22  de  Optnbmi! .  a&o 
522:  -mandó  ee  notificase  á  Diego  YelAiquea  pot 
11er  aUenoio  eo  bm:  prete^aiori  de  apropiarse- bezajiae 
ajeiMiSy  y?repren$iop  per  baber.  e&viado  arioeda 
coQítra  Cortés,  atoopellátitlo  el  maodatp  *de  loa  go- 
beraadores  de  Santo  Damiogo  y  de  la.roal  audien* 
cía,  y  á  FraitcÍ9<A)  de  Oaray  probibiendolas  entra^ 
das  en  ia  Nueva- EspaSn.  .       , 

8S.  Con  este  despacbo  oobrd  nuevo  aliento  Cor^ 
tea  4  éiia  emi^resas:  fué  &  las  Uíbaetaa^  donde. pa^ 
deció  hambres  y  trabajos  en  la  .csoa^uistfi;  y  whu^ 
do  esto  pasaba  en  bia  Sibu^a^)  publicaren  los  go- 
bernadores que  dejió  ei>  México  come  eia:  muerto, 
y  celetoaodo  ene  exeqiiies  le  embargaron.  su9  bieí 
nes  y  le  aboroaiion  á,S<adrige  de  .Pax.  qne:  babia 
dejado  en  sfá  eeea^  Volvió  6  México  doivdo  fué  re^ 
oebida  de  loe  hvifoá  ainq^e  bailó  tantos  alborotos] 


tí* 

etopeiM^yr' Mm  rMebiéo:  Msole  inwead  de>tt0M> 
quM  del  Valle  de  Ho&xada,  y  didle-Krram:  en  el 
e«ettd<i  de  la  mamó  derecha  de  la  parte  de « arriba, 
viúñ  ágdila  negra  de  dos  oabeaa»  en  eaanpe  ttlaeoo, 
y  abajo  un  león  con  canif>o  oolorado:  á  el"  lado  is- 
quierdo  trts .  eolronaa  de  oto  en  catnpo  negro,  en 
eeSal  de  loa  tres  reyes  qoe  prendió,  y  absge  la  (du- 
dad de  Méxioo  en  v\  agua,  por  haberla  eonq«»tar 
do;  yon  el  eeroo  del  escndd  siete  cabeaaa  eh  nna 
cadena  en  campo > amarillo,  por  ñete  sefforMqoe 
yeneió,  y  un  morrión '  eeitsdo  por  remate.  GasA 
eondoBa  Juana  de  Zfiffiga,  sobrina  del  duque  de 
Béjar,  y.  ^^irio  á  tomar  posesión  con  regoego  de'  to^ 
da  la  Ntieva-Bspafla  el  rSo  de  630  con  la  real  au- 
dieeoia^  oomo  se  dice  eh  el  tratado  twcéro,  nfkoe- 
ro  2h:  tuvo  sueerion,  un  hijo  llamado  don  Pedro; 
tres  hijas,  doBa  Marf a,  doBa  GataHna  y  doBa  Jas- 
na:  hiaonarios  y  pasó  ó  la  mar  del  Sor.  Estuvo 
en  la  California,  y  no  conociendo  loe'  rombos  para 
el  riiqé  de  lasf  Islas  Filipinas,  por  los  temporales 
y  4nfbrn)tedadts''8e 'volvió- sin  cumplir  loa^deseos 
de  mayor  o^nM^iñsta.  ,       * 

84.  Tuvo  con  don  Antonio  de  Mendoaa  rasones 
sobre  nombrar  el'  descubrimiento  de  la  tieftH  de 
IWS^Kria^^qH^  cómo  capitán  general  querfa  oem- 
bt^rr  Retiróse  Á  Cíuerliavaoa,  y^con^  la  notioia  que 
tevo  de  la  oétítradiceion  qué  le  hacia  el  doctet  Vi» 
llnlotyos^  Mseál  d'el-  cees^  ée*  Indias^  acerca  del 


ajni^' del  ñúnietó  de  0!»'  Vásáltoií/y 'á'li!i  tesidén^ 
oia  qué  ie  había  tomkdo  IftiBo  de  Q^matt^^sé  fué 
segimda  vez  á  Siíp^tta  el  'áBo  dé  540  eon  su  tí¡ol 
heredeiro,  para  daéarlé,  y  con  drdeD  que  dej^^  Ue* 
vftsen  á  809  hijas  para  el' nlfeme  intento:  en  Bspa* 
iia  ñe'hálld.  sus  teosas  como  quisieta:  fué  el  úíHo  de 
41  á  la -amada  sobre  Atgel  oon  el  aefler  empera- 
dor/donde' se  ofreoió  ganat  la  plaza,  y  uo  fué  ad^ 
mitídó  su  parecer  de  dar  la  guerra;  y  en  el  tem* 
poral  que  dfé  á  liáis  galeraá  ¿scapd'  en  la  lladiadá 
Esperanza;  pero  perdió  laé  ciübo  esnieráldas  rloátr 
que  taüán  cien  mil  doeatlos,  porque  se  las  ató  allá 
en  hí  eitítora  con  un  piÁo,  y  con  la  tormenta,  por 
salir  de  los  lodos^  seie  cayeroi):  togrÓ  el  casar  & 
su  hijo  con  doSa  Ana  de  Aréltanó,  prima  suya, 
hija  del  conde  Aguilar,  don  Pedro  Ramirez  de 
Arellano.  - 

85.  Viendo  que  sus  negocios  eñ  el  consejo  iban 

muy  despacio,  y  quejes  trabajos  de  pleitos  iban 

en  "iSreeimiento,  porque  le  demandaban  de  parte  de 

Veiazquez  loa  gastos  de  la  mujer  de  Panfilo,  loi^ 

gastos  y  el  ojo  de  su  marido;  de  los  soldados  can- 

tidad  de  oro  que  tio  habia  repartido  en  la  conquis- 

ta;  Juan  Juárez,-  'su  cuflado,  !a  muerte  de  Catalina 

Juárez,  su primera  inujer,  se  determinó  á* que  ie 

cseuéhase.el  r^y;  y  vietídó'  su^ (^terminación  el  M-^ 

bio  Salomón  de  España,  Felípo  Segtindó,'  lo  hizci 

despadlkar  sin^que  se  'Vieran  las  ^d^mandfts  lü  scí 

át«id4We^áíáf  téfeidínoiá;'-*  '•  ''  '  W  ^''''    '"''  ■■  ^  > 


CMtilUja,  la  oiiosto.  cerw  i  de  ^vills,  le  M^qé  la 
eeferMedad  los  p48|is:  hise  su  teetameoto  fi6bade 
á.  8  ^  jDÍQiembret  del  aj&o  4«  ¿f?»  anW  M^lAh^r 
d».  Povisa»  escvibaiu)  púUice  de  Seyilla  y  el  len^eo- 
J^uregiú:  &wron.  teefcigoa  el  lioeociado  Infanta  Mal- 
(ker  de  Mpj(tica  004 dpe^ rúbñoas»-  laaonea  jdipen 
el  Margues»  y  le.6Uiiivi{  e^  q^uxiuea  del  Valle:  man- 
d4^  entRe  Atrae  d^ttauHasi,  ee  >  hiQÍeae  iwi.  colegie  y 
«D  lM>&pital  BU'  UésiQPt  MI  ^:s9lar  de  JuoW  ^aa^oe- 
<}#»;. y  ^ci;oe{iV0BW  de.aioi^^de  la  Concepoioa 

en  €uyea9MQ,:  qon^wop  mi  ^wo^  %m  tepivi 

•  .  •  ^^ 

ka  Meas  de  la  oalle .  de  /Xaoaba  y  ^aq  Jranctsiio; 

m 

el  eekgiQ.pafa  Ipajrt^osea  de  39»  franepaeo  á  día- 
pefiifiM<^id0  :su  beradero(^  qeei  iMcíese  GoaatitvfiioMe 

y  la  fundación  á  su  arbitrio. 
.  87<  l^  Fddro^  Corj^  sa  hije^  det^rq^ 
eleonyefl^  de:inerQaad/e  Cify^aeaii  ee  liicieee  to- 
de  juiítQ  aa  Méxfoo  d^ode  se.  fundaba* el  ^ififfpj 
hospitaL  Hizo  estatufcoa  para.el  eplegip^^me  fuese 
con  veinte  y  cuatrer  oelcigialea  religieeqa  de  San 
Fraoeiseo,.  de  teolpgjia^  c^n  dea  leet^pea;  7  dpee  de 
artes  ^n  dos  lectorea  de  laagua  mexicaga  y  ptemi, 
y: qi^fgas^u  cuatro  QQl^ia^  de  IaadeiQ¿a  gravin- 
cías,  y  Jas  demás  dfelI^all^  JSvangeUo^.y  qim  liu- 
hi^sB  un  xeeter  ^e  fuese  callan  fnay^  y  otros 
rfiiligío6oa,6aM|0idotes  y  Iñigos  hastfi  euareetf:  0900- 
a  del  traslado  que  está  autáutífo  en  el  ar^uw^dc* 


düétóB,  ifüé^iHó  él  SV.'©.  '^¿áro'Cbrtéb  á  t>étícibh 
del  fé^éféüao'  ¿adr^  ft-iy •  Juan  I3pe¿,  |jroVifac1al, 
sacft^'én  íá^aeblá  én  17  de  Ma^o  del  aád  6ÍB. 
Hi^Me  M  edffiéh)  diatéi^ihl:  én  él  s6  curah  ál^hós 
enféhnds;  y  icón  oc^^ión  dé  una  fúilílj^eíí  áh  Jesús 
NaÜréilO,  lUftagtóiááy  qúo  le  aplicd  don  Juan H^a- 
uuél  dé  SótótiíayoTy  ise  cubrió  }a  iglesléi  dé  madera 
á  diligéta\^á  ddl  ve&erable  Ahtotrio  Caldérbb,  ptes^ 
blteiró  tirttioso;  y  hoy,  el  celó  del  sefior  rfon  Júáfa 
de  Artdmga,  la  ha  hiécho  cúbm  de  bóvedas,  y^H¿ 
pueatb  ¿ran  óuicíádo  én  la  caridad  de  ios  enferint>s. 
h^a  bixé^on  def  m'ai'qaés,  que  quedaron  depositado^ 
eú'él  ootieif'ro  derdbqütí  de  Medinasidoniá,  un  re^ 
ligiódO  lodtftijd  &  Tezcuco,  <!lé  dióilde  al  entierro  deí 
marqués  su  nieto  se  trajeron  y  se  colocaron  ambos 
en  el  lado  del  Evangelio  en  la  iglesia  de  nuestro 
Padre  San  Frangiscó  de  México,  don.dé  están  en 
un  cofre,  y  su  eiigie  y  sus  ámma  en  su  dosel.  Des- 
gracia ha  sido  que  no  se  haya  cumplido  con  la  cláu- 
sula y  deseo  de  ambos  en  poner  religiosos  en  el  co- 
legio, y  monjas  dé  la  Concepción  en  su  hospital. 

8^.  Fué  el  lÁárqués  Hernando  Cortés  de  buena 
estatura  y  de  gran  pecho^  de  fuerzas  robustas,  de 
ánimo  y  destreza  en  las  armas;  él  color  ceniciento, 
la  barba  clara  y  el, oabellp  largo,  Cuando  mozo  fué 
travieso  y  dado  al  juego  y  á  mujeros,  y  asi  tuvo 
un  hijo  llamado  don  Martin  Cortés  en  doBa  Mari- 
na la  intérprete,  que  fué  del  hábito  de  Santiago; 

VcTiMcoaT.— Tomo  11.^19 


%18 

9tr09  dqu  LdÍ0,  en  upi»  espafiola,  y-tifs^hijas  fifk  tros 
ip(Uft9  príüoipHl«iB,  eadii  opal  de  diferoiiite  medre. 
Fué  Qn  el  comer  abundante  y  en  el  bejber  templado: 
Qjk  loa  fe^tejos^  güeros  y-  no^^nes  likeral:  tmtíUia- 
se  C911  grn  V  V  J  nd  y  oBtenti).cioii/y.  f ué^deapues  de  sas 
mocedades  cuerdo,  y  sufrido  en  el  servicio  de  su 
c^a^,  y  m  grifados  oate&Uvo;  muy  devoto  jr  rasa- 
dor; £^i^  oradones .  y  salmos  de  memoria.  Fué 
gran  lifnospero:  daba  á  pobr^  mil  ducados  cada 
aSo,  y  (^gunas  veces  tQmó  i  cambio  diovo  (¡ara 
dar  Jimosna»  porque  decia  que  con  eso  reetauraba 
sus  pecados:  puQo  en  i^us  reposteros — Inditíum 
Domini  aprebendit  eos  fortítudo  qúa  corrobpravit 
braquium  meum^-^dándole.á  Dios  la  gloria  de  sus 
hazaüas,  de  quien  dijoXope  de  Vega  Carpió  en  esta 

OCTAVA. 


íS 


*'í- 


Cortés  soy,  el  que  venciera 
Por  tierra  y  por  mar  profundo 
Con  esta  espada  otro  mundo, 
dx  otro  mundo  entonces  viera. 

Di  á  Bspana  triunfos  y  palmas 
Con  felices^  santas^  guerras: 
Al  rey  infinita^  tierras, 
Y  á  t)ios  infinitas  almas. 


■•  ♦ 


FIN  DS  L09  SÜCESOa  I^ILITABSS.         '  '  ^ 


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3. 


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I.    » 


TRATADO 


DI 


LA  CIUDAD  DE  MÉXICO 

r  LA8  amAKDBZAS  QUE  LA  ILUSTRAN 
DBTSPUVS  QUB  LA  FOKPAROX   LOS  BSPAftOLSS. 


í  •  f 


CAPITULO  L 


De  la  íUi^laoIoB,  sitio  y  mo^fulore^. 


»  i 


1.  Aunque  ha^^nido  grande» 'escírítores  qaelft 
hma  honrado  con  sus  pluioias,  el  pAd^e  TorquMii^ 
da  {Hi:  S^tap.26)  oon  singulares  elógios^-Henri*- 
co  Martínez  (/r.  S) ,  el  dootor  don  Diego  do^  Oisúer' 
re^,  Arias  de;  Y iUalolIós  en  sü  Mercurio,  y  otros 
coa  erúdíiñon  f  evHoBas  erudiciimes.  de  su  opúlem 
cia,  el  reveri^do  padre  fray  Baltasar  ^d^^Me4itta 
{foLSSO,  Teaty  1  p.,fóL  2),  en  la  €rómca  erudi- 
ta de  la  Proviuoiíi  de 'San  Diego;  con- todo,  ponfH> 
firiiw4k  i&t^griiáttd^de4a  kisteriai  eraie  otiaEnth 


220 

recogeré  Algutiofl  eafrigfts  de  Un  t\66s  aatúf^fi  pan 
elogiarlft. 

2.  Después  de  la  cooquUta  del  aGo  de  521,  no^r- 
tes  13  de  Agosto  (aunque  no  faltan  muchos  qiie  di- 
gan fué  á  12  de  Agosto,  día  de  Saeta  Clara,  que  por 
DO  estar  eo  el  calendnrio  eligieron  á  San  Hipólito 
mártir  que  se  seguía), «jOre^OirináCayoacan,  don- 
de, tratando  de  edifioar  ciudad,  por  hallarse  Méxi- 
co con  las  acequias  como  con  muros  goarneoida,  ea 
deteirailnaTáq  (tie  él'd  «i^iáo:  sitie  déla  eiuéad 
destruida  Be'eflifioase'lá  nifevn.  SeGfitaroa  sitios; 
tiraroa  los  cánteles.  La  planta  m  «u&drada,  con 
tal  <Srd*fi  y  eenoietto,  c|«q  todas  las  oall«B;qiiedarDn 
parejas,  anchas  de  á  catorce  varss,  y  tan  iguales 
que  por  cualquiera  calle  se  ven  los  conflues  do  eUa. 
Quedó  de  acequias  emiaadro  oercada,  con  otras  tres 
que  atraviesan  de  Oriente  á  Poniente  la  ciudad  para 
lacomunícaeioD  del  bastfmeoloqM  élitro  poroanoaa: 
los  barrios  y  arrabales  de  ella  quedaron  para  la  vi- 
,vB^ad8'li)3*adios^GODÓall^ooi^aDgD9tos)'  btter- 
twiUos  44  cftdteiloABseflft  acequias,  codm  bn  tfaaÍH 
4»  at.guitiJiAad^  ileod»  aienbiwL  flonet  y  plMtta 
«la  arbóladaa»  ''.  , 

r  Si  IioaedüeiilB 
«w  bfJcoB«l  y  ven 
roJaibcHdw  coa  ¡tr 
4}iiidAdi«n  iguat  pa 
m  KafaB^etlaindD 


sirveí»  de  (mdao^r/y  ensa^BohándolÓB  daif i^n  para 
qae'qvMta'Oaa  más  foviateea  la/tapfique  oaigorál 
eiiificio.  En  laiglesiacatedralliiowro&iiná'Cidp^  eií- 
temi'aobráftdole  ouatra  varaa  ]ie  oimiBato  pbr  cada 
lad(H  <K>&  '<r^  ^6  afiatoó'  Já'máquítva  tieii^imu)  nú- 
^es  á6  ^que  oonata^'^Bio  ique  hinyatiesntentído/ap 
-pelo.-    '-'    'C  •'  'i  ^  '  '\  "i   /.'     •       •'■.'...;-. 
é.  Entiase  en  lá  oiudad  por  sais,  calzadas^:  iáe 
trM»  aoiigAasy  de  Quadaiápé  al  Norte;  de  Taé»ba, 
al  Poniente,  *f  1%  de  Bao  Abton^  al  Mediodía;  y 
po^  otras  tres  que' htoíero^  los  españoles/ por  la 
do  H  Piedad,  pos  la  de  Chapultepec  y  la  de  San- 
tiago .háfia  ei  Poaiente;  y  por  las  oalles  donde  hay 
acequias  iitoe  pueiáea  deeal^y  /canto  fu^ertea  para 
4»uuíf,  disl  ancho  de  la:  oatlé,' siendo  las  niásempe- 
dú&daí^  y  >eaá  ser^qa^  ea  todo  oliiafio  oo  ^eáañ  las 
empedradores  d&.áderessarlasy  esf  tanto  el  concurso 
dailai  carroaaS)  qoeno  acaban  decomponelplás;'  ; 
é.  Tiene  tres  plazas^  dondb.no'  césla  el  contrMo 
asi  dé  ksicbssí^'detoeaieroio  de  ropas^comodebas- 
tiaientpaydo  eomidas.  «La  priacípal  y  niayoir^  él 
Peaíeotedel  pfstlacb::  la  del  Volador^  qole  eslá  de 
las  Eáeoislas,  y  la  del  Marqués.  Otras  o^iiohas  tie- 
.nék^doodfe  álos^prinoipioserantoscontratos^  Laplaxsa 
deSan  Juiib^  doadeera  coatinuo  el  mercado  y. la 
Tontaide  la  iqpa^de  la  tierra;  la  úh  San  Hipólito^ 
éilido  nuécooles  y  jueves  sobve  t^a  «ém  .^  cosí* 

iHBiaagmad*-  pai^  tM.j»i0M  d«ibaatinipn^i.y  íla 


d^  ToiÉatían,  donde  m  baQÍa«l  ÉMig«lll9,'q«e-ko- 
do  aeihaieduoida'  áJapkaa  majror;  y^aUQqae^ae 
ha  mandado  poblar  y  voador  ootae  «te  ántw,  ao  te 
ha  p(^ido  couBOgoir. 

d.  Tiena  de  dosipartea  agoa  oob  que  M  aaoteii- 
ta:  uaá  que  nue  en  Chapaltapeo  y  viene  por  Ur- 
jeadacRlycanio,  bien  BÍta^ydel  Salto  del  Agua  k 
reparto  ¿  media  ciudad;  la  otra  naoe  eo  el  pueUo 
de  Santa  Fe,  dos  leguas  dé  México^  en  una  qae- 
b^ada,Ly  viooe  del  Poniente  en  noa  taqea.- hasta 
Chapultepéc,  y  del  bosque  en  un^  arqueria  de  más 
do  Doveoientos  arcos,  que  cada  coal  es  da  oofao  Ta- 
ras, seis  de  elto  y  una  vara  y  tres  Quartas  de  grae- 
8D,'.de  hueco  de  taijea  tres  oaartas,  y  dápratll  na- 
diai  vara  por  cada  lado:  entrao  por  'ol  «amiiio  de 
Tacaba  hnsta  la  esquina  del  ooavenle  de  Saata 
Ifóbel,  rematando  eu  una oaja^real,  dedondeatlra 
los  tres  ramos  printHptIea  para  la  otra  mitad  de  la 
ciudad.  Estes  arcos  famosos  empezóel da Bfeatee- 
ctüros'  y  acabó  el- de 
de  ciento  y  oiiM;uen 
dad  con  eoipeKo  de 
rediluaindo:  basta  a¡ 
pagan  cada  aBo  á  U 
de  los  Ríos,  o^aoga 
para'TlatiluloounTG 
tnrjea,  y  «irveles  el 
ne  usa  albeiVA  háoi 
culnwioy  -que  Haauu 


! 


828 

«Q  México,  qQ0  63t&  una  i^gua  l«rga  de  la  ciudad 
hám  «I  Mediodb>  y  haUósQ  estar  el  agua  mas  ba- 
ja que  la  atarjea,  con  qoe  no  tavo  efeoto*el  oondo- 
cirla. 

■ 

7.  'Bese  mii^  alameda  alegre  y  Tistosa,  que  fun- 
46  el  virey  dob  Luis  de  Yelasco,  el  aegundo,  la 
primera  yes  que  gobernó,  para  recreación  de  la 
okniady  coB  sus  calles  de  álamos  y  sauces  muy^ 
icomlosoSy  con  una  pila  de  agua  en-  medio,  cerrada 
de-acéqoiasi  con  cuatro  puertas  grandes  álos  cua- 
tea  Tieiites  cor  respondientes,  teniendo  al  Poniente 
el  convento  de  San  Diego  de  descalzos  de  Nuestro 
Padre  San  Francisco,  cuya  tista  le  hermosea  epn 
la^plaea  de  San  Hipólito  que  media,  y  la  cruz  ver- 
de de  «1  Sonto  Tribunal  en  ella  que  le  adorna:  .es 
alcaide. uno  de  los  regidores,  nombrado  &  dos.  de 
Enera,  odn  doscientoa  jpesos  de  salario. 
:  8w  fistá  fundada;  en  medio  de  un  valle  que  tiene 
de  largo  catoroeKiBgttaa  y  siete  de  ancho,  y  de  cir- 
owifereáeia  cuarenta,  ceSida  de  setenta  Imitas  d^ 
serrafiiae  en  la.  laguna^  como  Venecia  en  Italia:  bü 
todo  aqueste  valle  son  'muchas  las  granjas  y  berA- 
dútAt%  M  que  se  cogen  comidas*  de  diferentes  gra- 
nos de  flmk,  frijol  y  exeelente  trigo,  y  por  9Us  se- 
alentaras  y  lagunas  ^  oapiosa  de  yerba,  que  her- 
mosea les  campos  y  maritiene  bestias.  Todo  lo  mea 
de  la  eemarca  eñ  cinoe  legua^  on  contorno,  ,est& 
poblada  de- buertasí  jartlin^s  y  olivares,. con  .oasaa 
da  emiio -que  ba;  riooa.dp  \^  doiiad  JuK  «4%wdP 


r 


L 


234 

rgís»  oootitental;  dmá«  wwQpiWo  ñaigMtM-«x- 
Msivosi  los  diMBos  de  las  :hasf4M  ¿  ottal  umut  oq- 
rio^a  la  tico,  con  iovencioiraa  de  agaaque  contis- 
Q^D,  donde  ta  Péjifl-Pobre  ooH'forio*  é*BiiB  aguas 
-ábasteee  lA  huerta  del  teiottfv  d«ia  Oau  ^  h 
'Mo{ieda:<hafe  salird?  saB:~oa8UIa8  pan  veris'-áaii 
■&  los  maá  serios:  Ouyoaéan,  Mixooae  y  l^olnya, 
dond«el'01iv«r  del  conde  de  Santiago,  aDoqne'oeti 
los  aoéituDOs  y  olÍTares,"todo  es  odo»  pfeeod«  ¿io- 
dos tos  olivares  como  srio;  tas  Iobm  y  qveWadas 
eA  tieibpó  de  Temnío  son  ristosas,  eón  arrayoa  de 
a^uAS  tan  sonoros  y  florestas  de  flores  cañ^jaaJjtii 
'9.  Cod  esto,  de  lo  qpe  por  tiernitfn  Aitdaa,  por 
agM  en  caaoas  le  tributa,  es  tiin  Abundante  bb  ib- 
16  de>Io  que  pide  la  Qeooudad  siéa  el  -Bsgmb:  Im 
moDtes,  sierras,  campos  y  lagunas;  léei^tusfims  y 
hs  huertas  envían  cono 'al  0SDtrDÍ&' -tú  nhandaote 
plasn  lo  que  oriau;  ÍM  mentes,  dríulsSa ywkde- 
i<As;'l^  sierras  de  pieldras  .difarenteai  4»' Ante 
Mart«  pi6dra"lÍTÍBub,'>oona''pieihla  pones;  hta  de 
loa  lUnredios  de  cánterfa;.  taS'dtt'i'I^ÍIUc«aNi«:pa- 
-rA'{}asíie,  la'hlai:]kift  para  comisas  y  capiWlts^jRC»- 
-palalpaí  pledras'de  jaspe  ateneo -yd*  ahkutt^ke 
C8tnl}09'frut06desusgrá9os:-ias  laomiás.ienHÉkMs: 
'Ia«  htiertfts  hortdKn;  los  *bi 
'tteíra  y  'dé  Castilla;  <en  vélt 
•gaUaietaa,  eodornicog;  hM^l 
•iL^idrM  yak  JOtttJUa^i  qot 


i26 

r«fei6ki^<d0  JQ^igroo  y  d«i'  rerá^o^  -siempre'  Mt»ÍEt^  y 
nuum  fáli«^  «lendd  uda  de  toB  oümriHiD  que  gotiH 
esta  eittdad  m  todo  el  0rt>e)  pon)ae  aunque  haya 
alguna  tiiD  abundante  d^  frutad^  es  é^eif  tiem^ 
pem  jófllatédo  el  ano  esfci  «obrada  d)»  iae  ttvejeveii 
de  Castilla  y  de  las  que  lleva  la  tíerrav  pah{ti6  le 
acuden,  no  solo  de  las  huertas  de  su  eoutornO,  si- 

'  - 1        '  '  ' 

jio  de  los  pueblos,  templados  y  calientes,  de  tan 
maravilloso  temple,  que  se  ven  á  los  árboles  todo 
el  ABo  producir  dus  {Vutais  sin  cesar  én  invienio  y 
en  teraM,  teniendo  uües  tfiidnios  ái^bolésy  iftatas 
capolib;  flor,  fimta  veiviei  y  maduraí  á  ün  mieüié 
tietüpú;  y  así  se  ven  veinte  y  treinta  diferemnad 
de  ñrtttaa  en  la' plaza,  y  tío  eoW  legumbres  la  coa- 
r eeiitíi,  pero  pera  todo  ¿1  afio  étí  todo '  tiempo . 

10:  'Hay  médoties  y  hospitales  pata  caballerfrá  y 
plebvfyos^  Bodegonea  donde  ^tnetí;  garitalí^  en  las 
placas;  déiide  hay  qui^ii  bata  chocolate  y  cocine- 
ras que  venden  süs^güi&d os;  y  está  dé  todo  al  güs^- 
to^  apistito  y  n^c^i^idád  tan  abundante,  ^ke  &  las 
seis  de  la  tarde  hay  átnt<)^  de  bastimente  coüiío'  á 
las  Éttete  del  dia  puede  hallarse.  < 

11.  Y  si  h  Hermoso:  de  la  ciodad  está  en  loa 
qué  la  babrtan,  por  la  gala  y  aseo  que  los  adorna, 
pasan  de  oisho^  mil  loe  espaüoieís  vecinos  y  de  veifi-* 
te  inil  las  mujeres,  de  qa«  ábñnda  de  t^dos  esta^ 
do6,  Solide  sobra  él  aseo  y  eiLcede  Ja  gallardiA,  y 
la  mas  pdbre'  tiettó' stts  pertasy  jdyas  ({ue  te  ooai^ 
pone»!  pof  4flftlüi*8«  tíén4i;la!(l¿e^ii(^4A0n¿^  de  loro 


aa  joyuela  9»rtti  los  4ÍM  üüáffM,  fi^pm  pocM  h» 
easasdond^jioiMiy  algo  de  vajilla  de  plato  que  á 
la  Dieea  sirva.  Hay  nuUarea  de  iiegroai  nuilatos, 
nieetiloft,  iadUm  y  otras  ibezelaa  que  las  eallea  Ue- 
naxi;  nraobo  gontiode  plebe,  y  ooaio  diee Ariaa de 
Villalobos  ei|  en 


Tanlo  de  esclavos  número  moreno, 

Cuento  de  cuentos  y  ninguno  bueno. 

- .   . 

12.  Hay  tres  estancos;  uno  dis  loa  naif^ea,  qme 
dejan  Us  boleas  4  la  lona  en  oasas.alganas  oomu- 
nes,  opa  licencia,  y  -en  partioalAves,  donde  por  di- 
versión se  juega;  otro  de  cordobanes  y  vaquetas, 
y  otro  de  solimán  Idl^rado  para  las  caras  de  lae  da- 
mas. Un  oolisí^o  famoso, ep  ed  Hospital  Beal  de  les 
indies,con  otras  dos  casas  en  d^&centes  banios, 
donde  T09  oficiales  del. eonteotO; representan. eoine' 
diag, . algunas  priollas,  de  la.  tierní^  y  Uv»  ma^  de 
Espafia,  eogendradas  allá  y  acá  paridas. 

1$.  {^  jsalay  ^l  lustre  es  grande,  el  aa^o  y 
adorno  en  ricos  y  QfiQiale^^.lpS/^de  n^iaqr  euantia 
hasta  oficiales  gastan  golillas  y  capa  negca»  findan 
en  carroaa  y ^^n, caballos:  grandeza.  09;  peim  quien 
viere  á  todos  en  un  concsurso^  fio  diferenciáiidose 
el  caballero  rico  6  mayoraago  del  ofipial  mep&eieo, 
le  parecerá  poca  politica;  pero  es  biaarria  4e  la 
tierra  que  inflige  seiterío  .y  engrabdeoe  hmvldes 
oorassones  aniquilando  cuitadas,  oopdicioaea. 
. .  14.<  El.  QfttiVAl  4d  l»igeiMi9  OQQmomwte  eaiMa- 


m 

oi^e;  d;)wgiuij4,  de.lo  mas  fMedpio  que  ,|»ufd#[de^ 
s0lLrQe;  lo3:^baltotoa  y  DpUes  aon  miudkof,  '>qoiiip 
ri^oiaa  4í9  lomas  ilustare  da  Espafiarr  muchos  hay 
d^  érdaD0(i  militavea  de  Santiago».  Calatrava  y  ^Al- 
oántora^  y  apenas  hay  calle  de  ba  pripeipales  don- 
de DO  vivan  muchos  caballeros. 

16.  Los. que  nacen  acá  son  agudos  y  profundos 
en  todo  géqero  de  cieneias,  aunque  á  los  cuarenta 
afies  los  mas  desmayan  en  el  eatudioi  y  solo.  en.  la 
ji^ventud  trabajan,  porque  los  varios  entreteuimieii: 
tos  1m  divierten»  y  <)omo  no  hay  4  todas  veoes  pa- 
ra tantos  premio,  los  desabre;  y  lo  que  mas  admi- 
ra á  Jos  discretos  es»  que  tan  temprano  amaneeca 
el  .uso  de  lá  razian  á  les  niKos»  y  que  todos  sean 
ea  general  de  tan  levMtados.  ánimos»  que  son  pe- 
cotf  los  que  ae  inclinan  ¿  las  artes  y  á  los  oficios 
tteo&aices  que  : sus  padrea  ejercitsA;  y. es  que  el 
clima»  la  abuudandia  y  riquesia  de 'la  iñerra  les  le- 
vanta los  ánimos  y  ennebleoe^.los  pensamientos. 

16.  No  tiene  *México  que  envidiar  las  glorias 
de  las  ciudades  antiguas  en  la  dqueza:  si  el  aBo 
de  seÍMientes  y.  siente  se  repropió; en  veinte  millones» 
y  el  afia  de  treioto  y  siete  en  eincueftta» :  después 
Ada»,  que  Jiabrá  ereoido  en  valov  evi  cincuenta  aiios 
maaen  que  se  hatf  labrado  «es  ú^  .^einto  temples 
BUtoosDs  y  miUare#  de  edificios»  qm  apenas  hay 
oaUe  do0de  no  se  labren  ó  se  aderecen  casas»  & 
muchas  de  nuedtta  Buropa  iguala  y  pocas  le  exoe- 
ámu  Ariá8:4*^¥i^al0lMl8l<M>^)  labfMse;  «ptre 


(ieinQiieA,  40^  éoii  i^riMufins  y  M|iá6  Mgraflv  y  P^m 
k  tnáHft^il  dé  oA«ides  M  tóidN^  jgétféfo,  í^  íIIAi- 
bien  66  hallaa  en  Gil«it}«biéa. 

17.  Lo  mM^ngubir  ^ue  pMéff  atobattaeBS  la 
fr«eQ«iitaoion  á  Í08  Moto*  8a<u»iMiitM,  la  ddrockm 
A  lo  d<rvincrv  y  la  osteiitaetotí  4«  teotas  flttsteff,  y  ia 
IJíbéMlidad  á«  tod  álúhnofr  ik)  sb  oMCNsD^éiiiri  ttMiii* 
do  erudad  dbnde  áe  repurtan  cádn  aBn  tantiB  K- 
moétta^Mf  ini$as^y  dotes  dei  hftélrraiiaB^  hotpÜdeS) 
T6tg0fiMt)teB,  mendigos^  eofhídiat  y  oiMivecítoec  m 
tietie  DÚméro  6)  ^artsmo  ¡Mira  eootarUb.  La  Mra 
c)«ie>tie  g^8ta  en^  éestaa^  éii4teit<i8  y  ptoMBiMts, 
exoede  ooq  a1)utdaBofai¿  liiáa  Oéira  se-  ginrtiv  «n*  Mé* 
xioo  en  uít  0WB,  qU9  eü  Ika  -  grande  dftdlMiM^  de 
Suifo^a'  en  todci  titi  alfe«  Oto  coirUlmdíad  quiáo  eaber 
el  eeBor  dufjiie  de  Albut^nerque,  'rienda'  Í0-q«é 
eti  4e^  monuftie&teB  y  proceeitooese  gaatabaí  6hi- 
zo  peequisft  d€í  l6  ^qué  toe  evMMe  MUm  Tcmlido 
en  Ift  ooáníáttiti  edlatiténtei  y  tf iroqde  veitde»  para 
iM  pttdbloe-dél'^roobiBpadó;  bdld  -qti^M  ibaUaU 
vendido  eirea  ddoehetttn  tnil  fieeod  dé  oém. :  Aiá- 
bebo  M)Siiioo  d^  la  cMad  %ttA8  düvotaa  y  ümosami 
qué  tiene  la  evittiMdadí  pob'  qtrietiflia.  Yieto-IMito 
niunero  de  flefetáB*  oefaaváfioe/  pteoosiottev  y  ottlte, 
podrá  ereofb)  y>  ei  atendevios  á*to<>edlteMMuf/(y 
4!)éttiplii4qá6^4é;  daiMá()o:«br*  A  vÉltá^ 


ralMÍn^ial  <i#  alta  tien»^  wd  tanltif IkaAaa  :;Im 
ftestaa  qtie  lu^A,.  cofiradiaa  qao  kienén  y !  Us  iüá». 
genes  aagradas  que  veneran^  poiea  eu  cualquiera: 
preceeÍQP  de  Letaaias  y  Corpus  tardan  en  l^aaar 
doe  horas  lae  imágenes  y  estandartes  dales  indios. 

18|.  Otras  oQsas  le  puedan  aoróditer  da  gvande,i 
contó  lo  que  S4  gasta  de  bastimente,  cáento  y  se- 
tenta ffúl  oarneros  en  Rastro  y  carntGerias^  doce 
mil  eabezaa  da  ganado  mayor,  y  de  cerda  ináa  de 
treinta  mil:  en  la  Alh^ndif^  y  Po9Íto>  eerea  4a 
dosoíaptan^  veinte  oúl  fanegaS;  de  mais::  de  harina, 
más  4e  oiento  ochenta  mil  fanegas,  eomo  investí* 
gó  cpp  o^rraa^ad  al  reverand<^  padre  firay  Balfea^ar 
de  Medina  {foi.  ^^)f  gasto  4e  esid^  a9o  soletee- 
te.  l^  que  más  ilustra  la  ciudad  es  la  asietee^ja 
del  vitey  ooa  toda  majeatadi  h  autoridad  de)  ar* 
zobispo,  de  la  chancilleria  real,  la  de  tantos  il)is-. 
tres  toibunales,  conventos,  monasterios,  colegios, 
congragaciones,  á  que  pasaré  eoma  forma  pri^^i* 
pal  de  esta  materia. 

\d.  ExtraSíará  cualquiera  al  que  ee  los  ca^tu- 
los  primeros  no  haya  tratado  da  laa  estrellas  ver^ 
ticalas,  signo  ascendant^  y  phmeta  predominante, 
y  luc^o  del  temple  coneíaoutivamente,  siande  k 
primero  que  se  relata,  y  digo;  Qua  eo;  babie  de 
d^ar  lo  cierto  por  lo  4^80^  ni  e^ipeaer  por  W 
malo  cuando  tiene  la  ciuda4  tanto  da*  bueno.  ]>> 
dudoso  es  el  signo  y  las  est^rc^las;  porque  aimque 
Hearico  llfor  tín^í  (/W,.  4^  y  J^  KÜftr  aaJwr  M^^ 

VcTAVCimT.— Tomo  II.<-4I0 


280 

00  eudiéfl  j:  nueve  grados  y  qámoe  tomutos  casi 
al  fin  del  primero  cUma  eeptentiiom^  tiene  por 
signo  ¿  CapríoorDÍo  por  asoendente  y  4  Véaus  por 
planeta  predominante.  Signos  vertícaloB  Tauro,  ea- 
sa  de  yénu«>  y  LeoD,  casa  de  Sol  y  la  eonstoUcion 
que  pasa  por  los  signos  yertioales  la  imágan  del  Ca- 
bailo  Pegazo,  qne  se  oompono  de  veinte.  Estrellas 
(aquel  qae  dice  ó  vido  en  su  metamorfoseoa,  que 
euando  Perseo  cortó  la  cabeza  de  Medusa^  de  1& 
sangre  que  cayó  en  tierra  nació  con  alas  y  caernos. 
y  los  pies  de  hierro^  y  que  luego  qne  nació  roló  al 
monte  Parnaso,  donde  las  Musas  babitan,  y  que 
de  una  patada  que  dio  salió  la  fuente  Catalia^  cq- 
yas  aguas,  bebidas,  tienen  virtud  de  haoer  sabios 
y  poetas);  con  todo,  no  lo  pone  por  cierto,  j  la  r» 
zon  con  que  lo  apoya  lo  hace  más  dudoso^  porque 
se  funda  que  al  tiempo  de  la  creación  del  munJu 
se  hallaron  sobre  el  meridiano  de  Móxico  estas  es* 
trollas;  y  estando  en  opiniones  de  los  Santos  Padres, 
unos  que  fué  la  creación  del  mundo  por  Marxo, 
otros  que  por  Septiembre^  no  es  evidente  sino  du- 
doso el  cómputo,  como  lo  prueba  el  doctor  Diego 
jde  Cisneros  {eap.  16) ,  si  dijera  que  fué  por  Sep 
tiembre,  que  es  la  que  más  se  sigue,  tuviera  mía 
apariencia  de  verdad.  Él  mismo  dice  que  halló  otro 
fundamento,  y  asi  le  pareció  seguir  esta  rasen,  si- 
guiendo al  doctor  Francisco  Justino,  que  lleva  que 
el  ascendente  del  Campo  Damasceno  es  Aries^  por- 
que se  halló  sobre  él  en  el  horiaonte  aqueste  aignc 


281 

y  estaos  lo  mismo  de  ló9  que  dioeu  que  aquel eig- 
Do  que  sube  el  liomonte  al  tiempo  de  poner  la  pri- 
mera {>iedra  al  fabricar  uuá  ciudad  es  el  que  tiene 
domhHo  sobre  ella;  &  que  dice  Heurioo  que  do  es 
evidente,  pero  por  no  hallar  otra  razón  se  admite. 
20.  No  empezar  por  el  temple,  fué  porque  aun- 
que  no  es  tanto  el  calor  que  enfade,  ni  el  frió  que 
aflija,  no  es  el  temple  de  la  tierra  (aunque  el  cielo 
es  alegre)  lo  mejor  que  tiene,  porque  es  húmedo  y 
con  poco  calor  es  á  la  salud  nocivo,  según  el  axio* 
ma  de  Aristóteles:*— Galidum,  et  humidum  sunt 
principia  corruptionis.— ^Y  asi  se  ve  con  experien^ 
cia  que  por  los  meses  de  Abril  y  Mayo  si  hace  ca« 
lor  por  la  falta  de  aguas,  hay  erisipehts^  esquiten- 
cias,  sarampión,  viruelas,  que  en  los  naturales  ohi- 
quitos  son  de  muerte,  y  calenturas;  tantos,  acha- 
ques, que  coa  haber  tantos  médicos  y  barberos, 
andan  todos  á  todo  paso  para  acudir  á  los  enfer- 
mos; y  en  lloviendo  d.os  aguaceros  grandes  cesan 
los  achaques,  porque  si  el  agua  es  .poca  levanta 
más  vapores.  A  la  mudanza  de  tiempo  hay  desti- 
laciones catarrales,  y  algunas  se  hacen  tabardillos 
y  calenturas  podridas  y  ñebres  malignas  que  en  el 
oto8o  son  difíciles  de  curar,  según  Hipócrates. — 
Morbi  autumnales  difícile  corripiuntur. — La  gene- 
ral enfermedad  son  disenterias,  diarreas  que  lla- 
man seguidillas,  que  han  muerto  4  muchos.  La 
causa  que  dan  es:  unos,  que  la  humedad  del  sue- 
lo; otros,  que  la  agua  que  viene  por  plomo;  otros. 


qwél  MÜire,  porque  levantáü  lotlonJiBaés  tf  «^ 
litre  (que  «bttiidft  en  soe  oontornoe,  de  que  w  hai» 
BÚ  para  el  abasto),  y  lo  eehan  en  las  aguaa  qn» 
corren  y  bebidas  cansan  enfermedad  tui  pemaa. 
Pero  con  todo  esto  y  m&s  enfermedades  que  ka.* 
biera,  la  habitan  gustosos  sin  envidiar  otraa  da- 
dados,  porque  en  ella  se  reoonoee  la  Roma  santas 
en  sus  templos  y  jubileos,  la  QénoTa  soberbin  ea 
el  garbo  y  brío  de  los  que  en  ella  nacen;  Flerenoía 
hermosa,  por  lo  deleitable  de  sus  florestas;  Win 
populosa,  por  el  concurso  de  tantas  gentes;  Yeae- 
da  rica,  por  las  riqnesas  que  produee  y  libetal  re* 
parte  á  todo  el  orbe;  Bolonia  pingüe,  por  la  aiwuir 
dancia  del  sustento;  Salamanca,  por  m  florida  uni- 
versidad de  oienoias,  y  Lisboa,  poraug  oAnast^ries 
y  conventos,  música,  oleres  y  sagrado  flolti».     ^. 


>#< 


OAPITOIO  It. 

■ 

De  lo»  goberiuulor«»  j  virejes  de  la  ciudad  de  México. 

21.  La  muy  noble^  insígDe  y  mny  leal  ciudad  de 
Méxieo  TenochtiUan  tavo  por  primer  gobernador^ 
JQstícia  mayor^  descabridor  y  conquistador,  al  in- 
▼kto  y  exoelentiaimo  marqués  del  Valle  de  Huaxaoa 
don  Fernando  Oortéi^  cuyo  valor,  cual  otro  Mata?* 
tías,  vedó  la  falsa  adoración  de  los  ídolos  en  estos 
reinos;  destruyó  las  aras;  edificó  templos  al  verda* 
derp  Dios,  y  en  ellos  colocó  el  estandarte  de  la 
santa  cruz,  la  imagen  de  nuestra  Sefiora  y  de  los 
santos;  ganó  la  ciudad  á  fuego  y  sangre,  y  el  9&9 
de  521  la  volvió  á  edificar  de  nuevo  en  mejor  f«rr 
ma,  en  el  mismo  sitio  que  fué  cabeza  en  su  genti- 
lidad del  imperio  mexicano;  porque  la  que  fué 
maestra  de  los  gentílicos  errores,  fuese  cabeza  de 
las  católicas  verdades;  y  donde  al  demonio  se  le 
hablan  hecho  sacrilegos  sacrificios,  se  diesen  al 
Dios  verdadero  sagrados  cultos. 

2á.  La  nuyestad  del  sefior  emperador  Oárioa  V> 


/ 
/ 

¿ 


2d4 

por  provisión  del  áSb  día  S28|  lé  eoneédfd  odfto  & 
cabeza  y  corte  de  la  Nueva-BspaBa  usase  de  las 
armas  compuestas  de  las  que  tenia  en  tiempo  de 
BU  gentilidad,  de  un  escudo  con  un  castillo  de  tres 
torres,  un  águila  sobre  un  tunal  con  una  ^olebra 
en  la  boca,  al  pié  del  tunal  las  aguas,  &  loa  des 
lados  del  escudo  (afuera)  dos  leones,  y  ana  corona 
imperial  por  su  remate.  El  mismo  a&o  de  23,  &  4 
de  Julio,  le  concedió  por  armas  un  escudo  azul  de 
color  de  agua  en  seBal  de  la  laguna,  un  castillo  do- 
rado en  medio,  y  tres  puentes  de  piedra  de  cante- 
ria  que  van  á  dar  al  castillo:  las  dos  de  los  lados 
sin  llegar  &  él,  y  en  *  cada  uúa  de  ellas  un  león  le* 
vantado  que  tenga  los*  pies  en  la  puente  y  en  el 
castillo  las  manos,  en'sefial  de  la  victoria  dé-ioi 
espa&oles;  y  dentro  de  la  orla  del  escudo  die^ -ho- 
jas de  tuna  verdes,  don  abrojos,  en  campo  dorado 
y  con  la  corona^por  remate.  El  aB6  de  6&0  le  con- 
cedió que  gozase  de  los  mismos  privilegies  que  tie- 
ne la  ciudad  de  Burgos,  cabeza  de  las  dos  Castiltiis; 
y  el  a&o  de  548,  en  4  dé  Julio 'el  titulo  de  muy  no- 
ble, insigne  y  muy  leal  ciudad  (JET^r.,  dée.  8^  /.  130) . 
23.  £1  año  dé  626,  en  que  vino  de  las  Hibueras 
don  FernandoOortés,  donde  pasó  innuraerablefl  tra- 
bajos por  dilatar  la  fe  y  ensanchar  el  reino,  fuécou 
alegría  de  todos  recebido,  por  las  disoordias  y  favo- 
luciones  que  Méxióo  babia  padecido  en  su  auMOOta 
con  el  gobierno  de  Qonzalo  de  Salazar  y  F^^nni* 
neS|  que  luego  fueron <  presos.  El  dia  de  Sñía  JttaUi 


S85. 

eitattdo  «31  la  fiepto  de  toros  que  á  su  Yonida  eale- 
brabap^  yÍQÍer<m  cariota  de  dop  Luis  de  Leooi  que 
Tenía  por  gobernador  y  justicia  mayor  y  juez  de  su 
residencia:  despachó  al  punto  dos  criados  que  le 
vinieron  conduciendo,  y  rogando  le  avisase  por  qué 
camino  determinaba  entrar  para  salir  á  reoebirle. 
Távoee  &  mali(»a  cautelosa  esta  prevención  urbana 
de  CortéSi  en  que  se  mostraba  correspondiente  al 
Bobrenombre  que  tenia;  y  asi,  instado  de  algunos 
tomó  postas  y  en  cinco  dias  se  puso  en  Ixtapalapa^ 
donde  pudo  Cortés  hacerle  una  comida.  Comieron 
todos  con  abundancia,  bebieron  frió,  y  con  éL  can- 
sancio se  les  originó  á  algunos  darles  cursos,  que 
atribuyeron  á  veneno.  Bntró  &  dos  de  Julio  á  la 
madrugada  por  excusar  el  recebimiento:  al  otro  dia 
tomó  posesión  juntos  los  regidores^  y  le  dio  Cortés 
la  vara:  ¿  pocos  dias  creció  el  achaque,  juntó  al 
cabildo,  y  sustituyó  el  gobierno  en  el  licenciado 
Máreop  de  Ágiiilar,  letrado  que  habia  traído  con- 
sigo;, murió,  y  enterráronle  en  la  iglesia  de  San  Jo- 
sé, parroquia  única,  qué  era  de  espa&oles  y  natu- 
rales, en  el  altar  mayor.  A  los  dos  meses  enfermó 
de  muerte  Marcos  de  Aguilar,  y  sustituyó  el  go- 
Merao  en  el  tesorero  Alonso  de  Estrada.  Hubo 
contiendas  después  de  muerto,  sobre  si  pedia  sus- 
tituir ó  no,  y  con  instar  el  regimiento  á  Cortés  que 
entrase  en  él,  no  lo  quiso  admitir:  concertáronse 
con  que  Estrada  fuese  jueticia  mayor  y  Cortés 
quedase  con  el  gobierno  de  los  indios  y  con  armas, 


ett  ia  goÚetto^  Gésé  la  rMÍdencia  dradt  wrHo  A 
Sq  Majestad:  visto  oonftrmado  BBtMda,  y  ilir<%((M 
todo  al  gobier&o  aolo:  saaó  de  la  priñM  á  Ghmsria 
de  fialaearj  y  di6  lieeoek  á  Pelarmiaes  satfeae  de 
lá  igleeiii  donde  ertaba  tetraido;  y  prosignié  <m  go- 
Vttrffid  tan  apa^ionade^  que  Habiendo  ol  aefbr  dea 
Jhr.  J^iftian  €(aree8|  obispo  primero  de  fla<ealay  q«€ 
á  «n  orlado  de  €k)ttée  le  habían  eortado  la  oaatto, 
y  otros  desaires  de  qne  resaltaban  alborotoOi  noo 
á  México  en"  persona  á  sosegar  los  disttivbíoa  y  á 
haoér  las  amistades. 

84i  Bl  aBo  de  627  vino  la  piteara  aiidieiieía^ 
los  lieencfados  Martin  Ortia  de  Matienao,  Aleoso 
de  Parada/  Diego  í)eIgadino  y  FraavsGo  Maído- 
nado,  y  por  presidente  NuBo  de  Guassan^  que  ea* 
taba  en  P¿mico,  natoral  de  Goadalajara;  y  aiiii(|iie 
el  orden  fué  qtré  viniesen  á  Pánaoo  para  q«ie  vi* 
niese  el  presidente  con  ellos,  lleganm  6  la  Vera- 
croa  y  dé  dli  á  México,  de  dónde  dieron  atiso  á 
Ñafio  de  Gkitman.  Marie#on  á  pocos  días  lea  dos 
oidores  Alonso  de  Parada  y  Maldwade:  andaban 
todos  con  Yaras  como  joatieias  mayores.  {Sil  Om- 
tal.,  fol  S(f) .  Yino  el  obispo,  el  UostrisiSM»  ssffor 
don  Fr.  Juan  de  Zamétraga,  con  aafcotidad  de  prs- 
te<H;or  de  los  indios:  censuróle  el  seBor  don  Fr« 
Julián  Garces  en  9  de  Diciembre  del  mismo  aBo. 
Trajeron  ¿tden  de  totpar  la  residw^da  á  Cortés,  y 
que*  diese  lagar  en  sus  casas  donde  se  podiese  jiui** 


t«i  6l^tñbtfml>  y  bééálá  para  '({ue'  se^loéHe  á  Ba- 
paftft)  Mtto  la  Cumplió  cod  rebdida  obediencia,  i 
26.  Nüfio  de  <}usinaD  y  Im  oidoras  ViéBdotei 
abMhitoa^  doctlos,  no  ejocotaFOfi  las  ordenanza» 
raaleí  4e  la^  libertad  de  los  indiee;  antes  tos  hec ra- 
bui  temo  á  eselavos  y  daban  á  sas  allegados  lOn» 
OMQiendaa:  qu^ábanse  todos  de  las  vcgacionee,  y 
6B  espeeíal  tuvieron  igrandes  eontroveisias  coa  el 
seflor  obii^  sobre  la  protección  de  los  naturales; 
y  porque  no  se  supiese  eu  Espafia  su  gobierno,  re- 
gistraban las  cartas,  y  á  ios  que  Mcribiiui  mal  cas« 
ligaban  con  rigor,  basta  que  ei  seftor  obispo  en^el 
pacho  de  un  santo  crucifijo,  por  mano  de  un  criado, 
suyo  di¿  aviso  de  las  extorsiones  y  mal  gobierno.  > 
NuBe  de  C^usman  dio  orden  que  se  hiciesen  entra*, 
das  para  la  conquista,  y  salió  en  persona  por  vor- 
se  Kbre  de  los  eompaSeros,  y  ellos  por  quedar  so^ 
los  léaierenr  en  ello*  Pasó  á  Michoacan,  donde  bi- 
so algunas  extorsiones  por  buscar  oro.  {Torq.y  Hb. 
5,  <r,  4Sy  pU  Sfl) .  A  Cazentsin,  rey  de  Michoacao^ 
que  dio  la  obediencia  á  Su  Majestad  y  se  bautizó,: 
le  dio  tormentos  porque  diera  el  oro  que  tenia,  y 
porque  no  tuvo  mas  de  lo  que  le  dio,  lo  seateooió 
á  muerte,  sin  que  bastaran  los  ruegos  de  los  reli-: 
giodost  Pasó  á  Ouadalajara  y  fundó  la  ciudad  cen- 
este  nombre,  por  ser  natural  de  ella  en  EspuBa: 
puso  el  reino  de  la  Nueva  Gidicia  de  Jalisco,  y  po- 
bló A  Oompo^tela  y  otras  villas  el  affode531,coa20& 
oabattoiry40O  kifautesque  llevó,  loe  mas  forzades* 


288 

26.  81  á8a  deSO an reoibíMdo  laséBon empe- 
ratriz las  cartas  del  V.  P;  obispo^  no  poéo  eeote* 
ner  las  lágrimas,  y  ¿  todo  cnidado  maidó^al  obte- 
po  do  Badajozi  protideiite  do  la  aadioocia  de  Via« 
lladolid,  bascaso  atigetos  para  enviar  por  oMIóres; 
y  aeltaló  al  aeSor  Basoo  de  Qairoga^  que  el  aHo  ée 
37  ñté  electo  oti  obispo  primero  de  Micboaean, 
fondador  del  colegio  de  Santa  Fe^  que  Mtá  tres 
leguas  de  México,  donde  murió  el  V.  Ghregorie  Ló^ 
pez,  y  en  28  aSos  que  lo  goaó  aquella  iglesia  fon* 
dó  colegios,  conventos,  hospitales;  y  biso  heróteas 
obras  con  su  sanio  celo,  y  murió  con  opinión  gran- 
de de  santidad.    El  licenciado  Alonso  Maldonado, 
el  licenciado  Francisco  do  Saynos,  •  y  el  licenciado 
Juan  de  Salmerón,  y  por  presidente  á  don  Sobas- 
táan  Ramírez  de  Fuenioal,  que  estaba  en  la  isla  de 
Santo  Domingo.  SaUeron  los  oidores  en  16  de  Se- 
tiembre de  Espafia,  con  orden  de  pasar  y  traer  de 
Santo  Domingo  al  presidente,  y  no  pmiieiido  tomar 
puerto,  entraron  en  México  con  el  sello  real:  hizo- 
se  la  jura  del  principe,  y  empezaron  con  toda  jus- 
ticia á  gobernar:  á  pocos  dias^  oon  la  carta  que  re- 
cibió don  Sebastian  Ramirez,  toda  de  su  letra  de 
la  se&ora  emperatriz,  fino  al  gobierno,  reoebidode 
todos  con  sumo  gusto:  fué  prudente  y  santo  gober- 
nador: reformó  los  excesos  de  los  juegos^  UasfbtDias 
y  amancebamientos;  edificó  templos,  instituyó  oo- 
fradias;  oomerizóse  á  vivir  con  orden,  y  quietud  y 
temor  de  Dio^  puso  ouidado  jOo  q«ke,  tíab^ea  tos 


m 

indips,  porque  iestabaa  halgaaaBes;  líi20  Ubrodoo* 
de  se  asentasen  los  reales  tributos;  no  se  oonsintie- 
ron  repartimientos  ni  derramas;  r^rené  la  auda-^ 
cia  de  las  justicias;  ejecutó  el  arancel  de  escribanos 
y  relatores;  redujo  á  la»corona  real  las  enconiien- 
das  mal  dadas;  puso  tasación  de  lo  que  debian  co- 
brar los  encomenderos;  puso  ordenanzas  á  los  rea- 
les de  minas;  cuidó  de  la  conversión  de  los  natura- 
les; puso  calor  en  la  fábrica  de  la  iglesia  mayor; 
hizo  muchas  puentes  de  piedra  en  la  ciudad;  abrió 
caminos  é  hizo  fundar  la  ciudad  de  (os  Angeles  de 
la  Puebla;  hizo  plaza;  condujo  la  agua  y  la  dio  á 
los  eonventos;  fundó  el  Hospital  Real  y  muchas 
Iglesias;  cuidó  de  que  se  hiciesen  muchas  labran- 
zas de  trigo  y  de  maiz  y  estancias  de  ganado,  y  á 
loa  ttee  aKos  fué  promovido  en  obispo  de  Santo 
I^otoing'o,  y  de  alli  &  Cuenca,  donde  acabó  con 
loable  celo  de  prelado  sahto. 

27^  El  marques  del  Valle  vino  en  esta  ocasión 
con  los  oidores,  y  detúvose  en  Tezcuoo  hasta  que 
entrasen:  fué  la  alegría  universal  su  venida,  y  ex- 
perimentaron el  provecho,  porque  el  presidente  en 
todo  se  aconsejaba  de  la  experiencia  del  marques, 
con  quien  tuvo  gran  conformidad  y  con  cuyo  pa- 
recer redujo  á  política  y  cristiandad  los  abusos  in- 
troducidos de  la  tierra. 

FRIMEB  VmET. 

28.  Don  Antonio  de  Mendoza,  hijo  segundo  del 
marques  de  Mondejar  y  conde  de  Tendillai  nom* 


bmio  4<wd?  úVb$0  de  SO,  tiao  oon  tíMé  de  Tif»y 
y  MpUeQ  geoetal  el  atto  de  534^  coa  eoyo  goUer- 
ue  fiíeroa  de  bien  á  mejor  los  sacesoB,  qoe  ei  «o 
aetoeesor  bebie  sido  cttetdo,  prudente,  criekiaáo  j 
coidefdoso,'  éste  ooa  suma  sagaeídadi  dírcrecioo  y 
orietisAdad,  prosiguió  ett  las  oosas  de  la  tíena  y 
poUaeíOii  de  día. 

:,29.  £u  su  tiempo  se  hicieron  des  armadas  pw 
el  mar,  una  para  Filipiaas  ea  que  ayudó  don  Fe- 
df o  de.  AlvaradOy  donde  fué  por  general  Buis  JA- 
]Mz  de  Villalobos:  fué  desgraciada  porque  deiiro- 
tada  se  perdieron  algunos  navios  y  otros  dieran  en 
la  India  de  Portugal,  donde  fueron  presos  el  p^iie 
Fr.  Andrés  de  Urdaneta,  religioso  de  San  Agortin, 
y  otros.  De  vuelta  sueltos  huido  de  Labaofuree^  i^ 
GÓ  de  allá  el  jengibre,  que  sembrd  en  Cnernaweee» 
y  de  allí  en  les  islas  de  Barlovento:  la  otra  wma- 
da  fué  pafa  las  Califoruias^  y  por  general  Franeis- 
00  de  Alaroon,  que  trujo  la  relación  de  todo;  y  por 
tierra  al  mismo  tiempo  Fraociseo  Vasques  Oone-. 
nado,  que  dio  la  vuelta  por  el  Nuevo*Méxioo  y  lia- 
nos  de  Gibóla. 

90.  Descubrióse  en  sn  tiempo  la  navegación  al 
Perú,  con  navios  que  se  hieieron  en  Tehuattt^pecy 
y  ííieron  al  callao  de  Lima  á  costa  de  Diego  de 
Ooaropo,  natural  de  Cáceres.  El  lioeaoiade  ^toea 
envió  á  pedir  socorro  del  Perú,  y  le  enviaba  seis- 
cientos hombres,  y  por  general  ásuhqo  don  Fran- 

ci«9o  de  Mep^one;  y  y^>  q^e  marel^^u  vinp  nae- 


2éi 

va  %q  serian  ^neoQiáruNi.  Tiritó  la  trarra/ y  wi  el 
CaanMkro  tuvo  nim  eaza  ée  nóirtéiia  iihgular;  bi' 
zo  poblar  haoieadas :  de-  ^nado^  y  otlras  obráB  de 
importaBoia:  hizo  bfttír  moneda  de  oobte;  y  no 
cuadrando  la  moneda,  la  hizo  batir  de  plata  en 
la  forma  que  ahora  se  bate.  Fué  el  fundador 
del  colegio  de  Santa  Cruz  de  Tlatilulco  y  otros 
templos^ 

31.  £1  año  de  44  vino  don  Francisco  Telló  de 
Sandoval  por  visitador,  y  fué  el  primero,  con  ób- 
den  dé  quitar  las  encomiendas;  y  por  el  alboroto 
que  causó|  to  hizé  suspender  eh  Ínterin  que  los  tres 
protiüciales  de  nuestro  Padre  Santo  l^omiogo,  San 
Francisco  y  San  Agustin  ñxeron  á  Espafia  y  nego- 
ciaron con  el  séBor  emperador:  liegociaríon  on  Ale- 
mania ios  despachos;  y  en  el  a&o  dé  45,  cuando 
sucedió  la  peste  entre  los  naturales,  puso  todo  cui- 
dado  en  su  curación  y  regalo,  como  en  todo  lo  de- 
más del  ^aumento  y  conservación  de  la  monarquía, 
que  gobernó  diez  y  siete  aftos  en  paz  y  justicia^ 
conlo  gobernador  celoso  y  prudente;  motivo  al  sen- 
timiento que  tuvo  de  su  promoción  la  Nueva-Es- 
pafta. 

32.  Un  mes  anteé  que  saliese  del  gobierno^  lle- 
gó en  un  navio  el  licenciado  Vena,  que  fingió  ser 
visitador;  y  sin  presentar  sus  despachos,  porqué 
dijo  los  traia  don  Luís  de  Yélascb,  16  sentaton  en 
estrados  y  le  oiTrecieron  algunos  ngaóajoá.   Deácn- 


hn&BB  el  MgáBo^.pórqve  salió  iboyond*,  y.  le  pren. 
dieron  en  Cholnlr.  diésenle  cuatrocientos  ttsetsa  y 
foé  destorrftdo  de  estos  reinos;  y  á  una  noQW  qm 
trajo  d^  Sevilla  por  mojér  fingida^  la  hicieron  voi* 
ver  á.Bu  tierra^  donde  era  casada. 

SSQCNDO. 

33.  El  aBo  de  550|  aunque  otros  dicen  que  el 
de  5I9  entró  don  Luis  de  Yelasco,  de  la  casi^  del 
Condestable  de  Castilla.  Salió  don  Antonio  de 
Mendoza  á  verse  con  él^  y  entrególo  el  gobierno  á 
la  ciudad  de  Cholula  y  de  allí  se  partió  para  el  Pe- 
rú por  virey,  donde  á  los  dos  a&os  murió  de  enfer- 
medad, causada  de  su  austeridad  y  abstinenciai  oo- 
mo  buen  cristiano:  fué  enterrado  ep  la  catedral  de 
Lima,  y  ese  dia,  en  el  mismo  lugar,  se  colocaron  loa 
huesos  del  marqués  de  los  Charcas^  don  Frandsco 
PLsarrOy  conquistedor  de  aquel  reino. 

34.  Entró  don  Luis  de  Velasco^  para  dipha  y  fe- 
licidad de  la  Nueva-Espafia^  en  México,  en  25  de 

•  •       •  • 

Noviembre;  puso  por  ejecución  las  ordenansas^ 
atendiendo  más  al  servicio  de  Dios  y  de  su  rey, 
que  á  dar  gusto  á  los  que  solicitaban  su  interés: 
quitó  los  servicios  personales  de  los  indios,  que- 
dando del  todo  sin  esclavitud  y  molestia;  y  auoqae 
el  aSo  de  53'  hubo  inundación^  la  remedió,,  hacien- 
do la  albarrada  como  vigilante  principe.  Este  año 
se  perdió,  á  viste  de  la  Florida,,  la  flota,  en  que 
murieron  muchos  y  se  perdió  cantidad  de  hacien* 


a«8 

da;*9«lviadift86-  solamente  ¡el^ná^o'dellOtfiteo'áé  Se- 
villa^ que  partia  con  nuestro  Padre  San  Franoisco 
de  las  ganancias,  y  otros  dios  navios.  ^1  de  66  Hé^ 
g& 'don  Loia  de  VeláBciO;  hijo  pii^géDito  áet  virey, 
que-  se^abia  quedado  en  España  y  casó  con  ddBa 
Maria  de  Ircio^  hija  de  Martin  Ircio  y  de  dofia  Ma- 
ría de  Mendoza,  hermana  de  don  Antonio  de  Men- 
doza sd  antecesor,  y  otra  hija  llamada  doBa  Ana 
de  Castilla,  qoe  casó  con  Diego  de  Ibarra,  caballe- 
ro del  hábito  de  Santiago. 

.  35.  Poblóse  en  este  tiempo  la  Nueva- Vizcaya 
de  Ghiametla,  Santa  Bárbara,  Guadiana,  Sombre 
rete,  Chalchihuites  y  Mazapil,  ampliándose  los  reí- 
níol  El  afio  de  59  se  hizo  armada  para  la  Florida^ 
y  fué  por  general  don  Tristan  dé  Luna  y  Arellano, 
que  no  tuvo  logro,  y  después  de  ella  AngeVde  Vi* 
llafafia,  que  les  fué  de  importancia  para  salvar  la 
gente  que  se  hallaba  sin  bastimentos,  y  don  Tris- 
tan seYué  de  allí  á  los  reinos  de  Castilla.  Otra  ar- 
mada se  hizo  para  las  islas  de  la  Especeria,  á  i^ns- 
tancia  de  don  Andrés  dé  Urdaneta,  én  que  fué  por 
general  don  Miguel  López  de  Legaspi,  que  se  lo* 
gró,  y  consiguióse  el  deseo  de  la  población  de  las 
Islas  Filipinas,  donde  tantas  almas  se  convirtieron, 
y  la  contratación  que  permanece  de  tantos  géneros, 
siendo  paso  para  el  Japón  y  la  Gran  China,  donde 
tantos  mártires  han  ilustrado  la  Iglesia. y  tantas 
almas  se  han  conseguido  para  el  cielo. 

86.  El  ailo  de  662  vino  de  Espáfiá  don  Martin 


AroUano^  l^Ja  del  marqués  de  Agoilflf^átgottf  ^ 
8tt  Estado»  7  el  «So  de  68  Tino  por  naibador  ^el  H» 
«colada  Bi^derrama,  oidor  del  oeMOfo^  ^fte 
ofliat4  loa  triluuios  de  aa  majestad  en  hm 
aio  qoe  pudiese  el  Tírey  remediarle. 

87.  El  aBo  de  64  murió  den  Luis  d#  Velí 
Fué,  oon  sentimiento  general,  en  d  oonviOBte  áe 
de  Santo  Domingo  enterrado:  entró  la  an&Mía 
en  el  gobierno^  Prosiguió  y  aoabó  Baldemoia  su 
visita,  y  en  este  tiempo  naeieron  dos  kgoa  de  «i 
vientre  al  marqués  del  Valle;  y  las  fiestas  quft  ee 
hioiereu  de  baiies  y  simu»,  oon  un  pasadise  4  la 
catedral,  naoié  la  eeepecha  (por  ponerles  guimd- 
das  y  eorenas  de  laurel,  y  de  salTttks  éB  plat»  y 
de  alfe&íque,  dioiendo  que  les  estaban  bien  lás  ^ise* 
rotas):  prendievon  al  marqués  en  elaanevio^  k'wxn- 
ebos  oaballeroe  y  Al  deán  don  Joan  Óbice  H^  Mo- 
lina,, y  á  don  Alonso  de  Ávila  y  á  su  bermaooCHl 
GonsBalea  de  Añh^  A  estes  dos,  por  billetes  que 
les  bailaron,  los  sidnteneiaifon :  4  degollar,  y  sa  la 
plaia  se  «Jecuto;  y  poniendo  en  las  ^Mas- del  oa* 
bíldo  de  la  ciudad  las  oalmBas,  no  lo>  eeasinüeion, 
y  las  pasaron  á  la  plana. 

« 

VKBCSRO. 

38.  Bt  afio  da  666  vino  don  OmIoíb  4e  Penllh, 
ipftF9ié»4l^  JHimt  wrjkejí  mPt^.dfk  X9i  d«)po- 


Bspfiflft,  e«  foirma,  d«  prcv909>  al  miirqués  del  Vallen 
á  BU  hermano  don  LuU,.  ^  deán:  y  á  un  religioso 
de  San  Eranoisoo.  Escribieron  los  oidores  qne  im« 
pedia  la  justima  y  00  Ixabia  hecho  parcial»  empa- 
taÍ3do!  liÉ  oansia  del  tnárquéa;  y  loego  rMnitíeron 
tres  jueces  pesqiüsid^res:  Jamba»  que  murió  eq  el 
miir;  Mn&oft  y  Carillo^  <|ae  llegaron  el  áBo  de  68» 
á  8  deMarjBO.  jotraron  en  c^l  gobierno»  notifteando  al 
maiquée  se  voilvi^e  á  .E«|)aBa.  £mpexó  MuflOis  á 
pteod^er  oabaUeroe;  hi^  ^la^boj^Oft  fuertes;  ahorcó 
muohos  de  loa  oriados  del  marqués;  desterró  á 
etroa»  y  dio  tormentos  á  don*  Martin  Cortés»  caba* 
Uero  del  h4bito  de  Santiago»  hijo  de  Fernando 
ClMiié«  y  de  Mftrina.  Llegarop  presto  al  Consejo  las 
Umeptahles  voces  de  tan  ínhl^ano  jues»  y  yiap 
oédulft  para  que  d/ontro  de  tees  boras  le  quitasen 
el  gQ}>ierbo  y  remitiesen  á  EspaSa.   Netificósele 
miércoles  santp,  estando  « retirado  en  el  conveato 
seal  de^  Santa  Pomii^O)  y  al  punto»  al  que  tantos 
d0  temv  venerabe^Q»  ninguno  de  amor  le  acompa- 
sé: tabs^lp.  y  detfayoreqido»  que  coq  dificultad 
l^allépara  la.  Vesa-Cru«  ^vio  para  embarcarse, 
Fuecofteo  wa  flota  juntos  el  masques,  de  Falces 
y  Mufioz:  dio  el  marqués  su  satisfacción^  que  fué 
bien  recebida:  entró  Mu&oís  d  ver  al  rey;  y  ^0  ad- 
mitíeodo  sus  disculpas»  le  dijo:  Yo  os  envié  4  las 
Indias  6  giobetnárlaa»  no  á  destruirlas^  Salió  para 
su  qwai^.y  pensa|id<>  ea  la  repransjíoi^.  tan  sfiTeca^ 


86  quedó  sentado  te  utift  sflbi  tmifirtoy^qiie  iiái  0e 
pagan  laa  citieldades  do  este  'nitndo.  Goberóó  U 
audiencia  cerca  de  dos  iAob. 

CUARTO. 

39.  £1  atto  de  568  llegó  don  Martia  Eoriquez 
por  virey;  y  bailando  á  Juan  Aquines  Ade,  in- 
glés, apoderado  de  la  Isla  de  San  Joan  de  Üi6a, 
,que  había  entrado  á  15  de  Septiembre,  lo  desba* 
rato  y  echó  de  la  isla  eon  trece  navios  de  flota  del 
cargó  de  don  Francisco  Logan,  i^neraL  Eotró  en 
México  á  5  de  Noviembre.  Bn  su  tiempo  se  fun- 
dó la  villa  de  San  Felipe,  en  los  despoblados  de 
San  Luis  Potosi;  y  al  alzamiento  de  los  ohicbíeM* 
cas,'  salió  en  persona  y  apacigüé  la  tierra.  El  afio 
de  71,  en  su  tiempo,  llegó  el  Santo  Oficio,  en  qne 
fué  primer  inquisidor  don  Pedro  Moya  de  Centre- 
ras,  araobispo  que  fué  después  de  México  y  pre- 
sidente del  Consejo  real  de  Indias.  - 

40.  Introdujo  la  alcabala  real,  aunque  Imbo  al* 
guoa  resistencia:  impuso  el  repartimiento  de  indios 
para  las  minas,  que  con  la  prudencia  y  setfeñdad 
que  tuvo  éñ  él  oficio*  lo  pudo  conseguir,  y  eon  la 
obediencia  rendida  de  la  Nueva^Bapaffa,  pofque  ea 
el  Perú  aunque  lo  IntMtó  no  pudo  conseguirlos  £1 
alto  de  76  hnbb  gran  peste  en  los  naturales,  y  ten* 
tiéron  cerca  de  dos  millones,  &  qué  acudió  eofkgtaa 
vigilanéia)  ticómpaflamlo  en  el  cuidado  et  seCSer  don 
Pedre'MóyadeOontrehiSi  que  era  ya  toftelr^. 


247 

Gobernó  ha^  tí  aBo  úéñO,  enque  fué  promovió 
dcy  al  Perú,  donde  murió  virey,  pM  Matzo  del  aBo 
de  83,  y  se  enterró  en  el  convento  de  N.  P.  S. 
Francisco,  de  Lima.  Era  hermano  del  marques  de 
Cailete. 

41.  Don  Lorenzo  Juárez  de  Mendoca,  óonde  de 
GomSa,  entró  en  el^obierno  el  aBo  de  80,  á  4  de 
Ootubre:  era  viudo  como  so  antecesor  don  Martin. 
ErcL  hombre  anciano,  discreto  y  afable  en  su  trato: 
muñó  en  19  de  JuKo  del  aBo  de  82:  enterróse  con 
oatentaeton  en  el  convento  de  Ñ.  P.  S.  Francisco 
de  México.  Entró  la  audiencia  en  el  gobierno:  pre- 
sidente el  doctor  Villanueva. 

SEXTO. 

42.  El  ilustristmo  seBor  don  Pedro  Moya  de 
Contreras  entró  por  visitador  el  aBo  de  83,  y  lue- 
go, el  de  84,  en  27  de  Setiembre,  por  virey.  En 
811  visita  se  castigaron  oficiales  reales  por  poca  fi- 
driidad;  privó  y  suspendió  oidores.  El  aBo  de  85 
celebró  concilio  con  asistencia  de  seis  obispos;  y  lo 
que  en  él  se  decretó  se  confirmó  por  el  Santo  Con- 
cilio de  Trénto,  y  se  imprimió  por  mandado  de  Su 
M<^estad,.y  se  mandó  observar.  Después  de  tan- 
tas obras  de  su  prudencia,  de  inquisidor  apostóli- 
co y  de  arzobispo,  gobemador  y  capitán  genera), 
y  visilader  del  reino i  se  qeufirmaron  todos  sus  de 


•     ■ 


.99  pi«|i|^te  de  ladtas:  mxáé 


SBtlMO. 

43.  Don  Alvaro  Manrique  de  ZáBiga,  marques 
de  Yillamanríqne,  entpd  por  virey  a&o  de  85^  en 
IS  de  OptplK^,  0^1)  BU  mujep  doB^  31a|ic%  ^miqoez 
dje  y^lafieo  y  %v{  h^a  do8a  Frat^i^oa^  MosttíSee 
vmy  >deyot;o.de.Jat  relígioa,  porque,  euu  abuelo  el 
Qond^  de  BeJM«4^T  fuó  reli^09<^  lego,  qu/^  t0m6 
e¡\  báln^  eur  Santa  María  de  loa  Augetes^  y  ae  Ha- 
qMS  Fr.  Alonso  de  JtaCruz;  y  peo;  babor  tenido  á  sn 
tío  el  Y.  P,  Fx.  Juan  de  h  Puebla,  reUgioep  qyDie 
fué  fundador  de  la  reofolepaon  de.  la  provio^ia  de 
los  Angeles  y  otras  sefioras  monjas  de  Santa  Ola* 
ra;  y  á  su  padre,  fundador  de  el  convente  de  Be- 
laloieiur,  den  Fr«^oisoe.4e  Záfii^. y  S«jtpoi«iyon 
duqiie  de  Béjar. 

44.  M  aSo  de  587,  el  ia|^4^  que  {>ae4  la  jaar 
del  Sur,  robó  en  la  CaliSoraía.  á  la  nao  de  FiHpi- 
naa»  llamada  Santa  Ana:  pérdida  graode,  porque 
nenia  n^uy  iDtel«8adtfü^ y. aunque  salió  armada  d^ 
Aeapuloe,  no  pude  dar.  een  el  corsario;  tuvo  OMir 
;petenoia  de  juriedtcóion  ee»  la  audieneia  de.  Ctuar 
dakkjara,  y  llegaron  á  las  manos  de  una  y: otra  {mr- 
te,  siojtivo  para  que  se  esoribieee  que  eKmiMjee^ 
taba  .alborotado}  y  aeii  deapa^cbaroa  poir-  vk^  i 
4aaXuid  de  ^YeteeoQ»  que  s^ibaMaiídP'ea  el  Wio 


qntf  «8teiBo8wYtwy.  ,Tn«<  te  ir«dd¿taaítt>  i»  Ooní  Sie- 
go RpM^,  obispo  de  la'  PodU^v  y  fueron  laadei. 
mandM  iaiesy  que  se  le  eml>acgaron  sus  bkneb  3/; 
60  fuéá  Sepafia  muy  pobre  y  sin  la  hfja  que  tra^ 
30,  perqué  amrid  en  México  9Í6Ddo  virby ,  y  sé  4^a- 
teraó'ett  el  convento  de  N.  P»  S.  Eraooisco* 

00ÍA?O. 

4&.  Dún  Luis  de  VeUsco,  el  segdndo,  que  ha* 
bía  estado  ea  México  mae  de  50  aRee  y  se  habia 
ocupado  en  algunos  oficios,  y  fué  corregidor  de 
Zempofata  y  em  actual  regidor  de  México^  pasé  á 
loa  reinos  de  Castilla  el  aSe^e  8&:  hiciéronle  etn- 
bajador  de  Ploreaoia,  y  de-  vuelta,  con-  oeasioir  de 
la  guerra  de  Guadalajara,  ftié  nombrado  por  vkey 
de  la  Htievá-'Espana)  porque  como  práctico  proeu- 
raae  la  pae;  con  orden  de  que  llegase  á  Panuco, 
pon]o«  peusáton  estaría  San  Joan  de  Utúa  alzado. 
Llegé  por  el  mes  de  Diciembre  at!o  de  89  á  Tan- 
miaga,  y  sabiendo  estaba  todo  en  paz,  se  fué  á  la 
Yeraerue.   Entró  ^  el  oficio  de  virey  en  26  de 
Ettero  de  590,  con  grande  aplauso  de  toda  la  ciu- 
dad. Era  rittdo,^  en  México  habia  dejado  á  sus 
hijos  don  Prancfsco  de  Veliisoo,  el  mayorazgo,  d*n 
Antonio,  don  Luis,  don  Martin,  y  una  hga  casada 
con  don'  Juan  Altamirano,  y  dos  religiosaa  eh  et 
convento  de  Regina:  con  la  encomienda  que  tenia 
y  «asas  en  Tultitlan^  trujo  orden  de  enviar  &  £s- 
pkBa  á  den  SVanciseo,  como  luego  lo  debpachÓ  al 
setmio  4e  6u  inqeátád. 


46.  €((^tii£  Mm  mádaiáE;  Iúbo  mWr  los  ofcn< 
jes  áa  paSos  y  sajates;  Vino  cédala  psra  qa»  £eH 
oada  tribatano,  como  por  emprésUto,  coateo  ret- 
1m  nut^  y  porque  oonveaia  qce  los  isdios-  cnaaa 
giültma  de-Osfitilla,  que  diese  oada  c^l  «ietom- 
les  en  plata  y  una  gallina  para  obUgsrIee  i  eñtr- 
las,  y  éstas  se  repartÍHo  &  real  entre  loa  seSoree  j 
oonveatos  para  su  gasto,  ooQ  mayor  ooata  pan  los 
indioB,  porque  á  ellos  se  le  recebiao  ¿  real  y  les 
costaba  oada  gallina  tres. 

47.  Kq  su  tiempo,  paca  el  reparo  de  chicbÚM- 
cas,  so  sacaron  de  Tlaxoala-ma»  de  caatrooieota 
indios  casados  con  ayuda  del  padre  Fr.  OecdiáiBg 
de  Meadieta,  que  era  guardián  de  aquella  «ndad, 
y  los  llevó,  d  costa  de  su  n^jastad,  Fr,  Ü4i^au> 
de  Zarate,  á  poblar  á  San  Luis  Potosí  y  4.  Stn 
Miguel  Mesquitio,  tres  leguas  adelante,  y  á  Colo- 
tlan,  16  leguas  de  Zacatecas;  y  allí  han.  poUado 
los  ohiobiiBeoaa  coa  los  tlazcaltocaa  aanqoe'  tw  ca- 
san con  ellos.  Nombró  por  cédula  <^b  teoia,  vtii' 
tador  para  Filipinas  á  Ueber  del  CarraL  hiie  ar- 
mada para  «i  Nuevo  México,  y  dio  el  cai^  dege- 
neiral  ádoa  Juan  OSate,  Jion  cuatro  mil  pesos  de  ayo- 
d^  de  costa  y  seis  prestados,  aunque  do  hizo  el  des- 
pacho porque  te  vino  sucesor  estando  tratando  de  él: 
i^Ho  de  95  fu ' 

nion  de  juez  i 
jestad;  y  elaJ 
viéáMéxioo  i 


251 

•  .  I   •  «  ' 

iíoBra 

48 V  Do»  Gaspar  d^  ZúEiiga  y  Acevedo,  oonde 
de  MoDter^y,  entró  en  el  gobierno  a&o  de  595,  4 
5  da  Noviembre:  fué  liberal  en  los  despacho»  con 
deseo  de  acertar  en  sus  designiov:  despachó  á.don 
Juan  de  OBate  luego  que  llegó  para  el  Nuevo-Mé- 
xioo,  que  Be  legró  con  tantas  almas  que  se  gana- 
ron. Despachó  á  Sebastian  Yisscaino  á  las  Califor- 
uiMy  aunque  no  tuvo  tanto  logro  como  la  entrada 
de  don  Juan  d^.Oftatei  con  relicposos  de  San  Fran* 
oisco  nuestro  padre,  que  fueron  en  ambas  misiones. 
49.  Aunque  su  deseo  fiié  bueno,  y  su  intención 
el  acertar,  puso  por  ejecución  las  congregaciones  de 
los^  pueblos  que  con  tantos  pareceres  de  inconve- 
nieoftes  se  luü^ian  repugnado  en  tiempo  de  su  an- 
teoetor;  y  como  era  liberal  en  los  gastos  de  la  ca- 
ja real,  por  dejar  á  todos  contentos  fueron  hechas  á 
mucha  costa,  porque  solo  para  r^istrar  los  puestos 
de  mas  cenveniencia  para  los  poblados,  señalaron 
cien  comisarios  á  mil  pesos  cada  cual,  y  &  otros 
dos  escribanos,  y  aeompañando  otros  mil,  con  que 
dos  mil  pesos  se  pagaron  de  antemano:  llevaron 
orden  que .  los  beneficiados  y  religiosos  ministros 
diesen  su  parecer  para  seBalar  los  sitios  convenien- 
tee;  pero  fué  en  vano,  porque  ppr  acomodar  estan- 
cias de  labor ^  despoblaban  los  mejores  y  dejaban 
para  pueblos  loa  peor0s;  y  si  los  ministroa  replica* 


bany  no  eran  oidoB,  porque  como  faeron  Iob  que 
tanto  oontradijeron  laa  /BongregaciopeB,  tenían  á 
sus  verdades  l^itimas  por  mentiras  sospechosas. 

60;  Bl  kitento  de  Su  Majestad  een^  informe 
<)ae  le  bleieron  de  que  iñrnn  dispersos  y  sin  poli- 
tke^;  fué  de  que  viviesen  éú  puetilos  formado^  y  se 
interpretó  tan  ma!^  -que  i  la  ejeoaOfon  si  hairia:  al- 
guna (^sa  qtie  salía  aftieiü  la  derribaban  y  sé  ia 
baeiaii  volrer  &  edificar.  Ck>Digregaban  eoatro  ó  cin- 
co aldeas  pequeBas^  y  las  agregaban  á  una  aun- 
que fuera  distante.  Lloraban  y  se  lamentaban  de- 
jando su  patrio  9uelO|  y  sus  árboles,  y  las  casas 
derribadas,  siotieado  babet^  d^  edificar  otras  m 
pueblo  ajeno,  de  que  resultaron  mortandades  como 
caia  en  peohos  miserables.    VolTteron  mucbos  á 
habitar  en  paredófies;  y  aunqne  la  eéduk  de  su 
majestad  mandaba  no  se  enajenasen  las  tíertus, 
por  entonces  se  observó/  pero  después  se  enajeca- 
ron  &  espailoles  para  haciendas.  V  ino  cédula  para 
que  cesaseh  las  congregaciones,  y  se  pregonó,  eon 
que  algunos  se  volvieron  i  sus  antiguos  pueblos  y 
otros  quedaron  despoblados. 

51.  Fué  el  conde  de  Monterey  de  grande  cjem- 
pie  y  conocida  virtud,  devoto  y  recogido;  y  si  no 
hubiera  ejecutado  las  congregaciones,  fuera  el  más 
aplaudido  por  su  gtan  gobierno:  Fué  promovido  al 
f^rá,  dond6  el  alio  de  606  murió  pbr  el  mes  dé 
Marzo,  y'se  depositó  su  cuerpo  en  el  colegio  de 
San  Fábh>  de'  la  Compaltta; de  J^wa 


,0:1^1 


52;  D6Q  Juáá  de  l^éndoiisk  y  XatiV  ttlaínitieé 

de  Mobtoi^eláifos,  eQtftf  t>oi^  viny  él  átio  de  603, 
en  87  'de  tUctebre;  habiendo  estado  6i[^o  ditiá 
M  Otainba  con  ¿u  atiteí^oór:  tí^üjó%''£ra  inójér^^O' 
fia  Ana  de  Mendéta.  Eibpezólas  ateos  para  lía 
concfQckxon  del  agiiá^  y  por  la  inubdacíon  del  iaftó 
de  cuajtrir  aderezó ')h  albartadát  hizo  las  ealzadaá 
de  Guadalupe  y  San  Cristóbal,  y  áAefeióMréé 
San  Antón,  con  asistencia  y  disposición  de  los  pa* 
dres  Fr.  Juan  de  Torquemada  y  Fr.  Gerónimo  de 
Z&rdte;  con  4né  tuvo  remédK)  la4nnfndáeÍ0Í)^  y  aun- 
que se  trató  en  su  tiempo  del  desagüe*  geiierál>  no 
se  pu0o  por  ejecución  porincoi>re&fM^^ue  m^ 
t&tkoes  pafeeléron  de  impoHÉrMid;  pero  lilnptl&rs^sé 
las  acequias;  bideton  én  Mé¿ioalti2inco  dos  ooni<^ 
puertas  para  cerrar  y  abrir  el  ¿gua  cuando  'eM^ 
v«üga.  •  •    ''  :■•'■'' 

13.  &  su  tiempo  se  bizo  la  juMt  dél  f^tieipi,  y 
hubo  regocijadas  fit^tas,  porque  el  marques  er4 
alegre  y  aoñgo  de  festejoa:  hizo  mtehas  obras  per- 
liticsís,  bomo  baoet  empedrar  las  calles^  y  alzar  ati- 
gróiit;  ayüd^yea  nombre  de  su  majestad ,  coa  eüa^ 
tro  mil  y  ocdiocievtos  pesos  á  ia  ftbrioa  de  laigle-^ 
8ia  de  *^atilttIco.  -  Fué  condenado  por  tos  jueces  de 
resÜeBfcia  el  conde  de  M ontérey  en  doádentoi^  mtt 
pesos  por4(^  igastos  é»  íñ^  cohgregt&cionési  y  fué 
reremda' j^  MfliUiperiel^was^^A^HligttiéiaH^ 

ViTAiíCURT.— Tomo  II,— 9S 


ASA 

SI  aBo  de  607  vino  por  visitador  Landeras  de  Ve- 
lasco,  y  el  seBor  man|KeB:  {^roveido  al  Perú,  con 
ÍS^^fOfL  iffiB X^m ffi^^  i|a8ta.eDibajrfaT8e>  y 

(^.  intenji  gobemasa  li^  audlepcja.  -  iM^  al  ffBxÁ, 
ásm¡i^  ,hv^  U3  oasas^da  cabildo,  la;  puente  nueva 
j.fOtraA  wenovaai  1%  alameda»  y  fbqd^  fJt  trümnal 
dfBl.  Considadi»;  .y  idespoea  de  pcbe  aBos  de  gol^ei^ 
w  pa«<i  4  6spaB§  donde  fué  del  ooqsfgo  de  ;XeU* 
4cf.y.j9¥®rr«i  inro^idenie  <del  de  i^Hgpm .  por  sos 
tniema  pc^oe^imientoi^ 


•1  '  .     * 
« ■  .  •     « « 


í 

ONCE. 


.  54,  Pon  Lojm-^'  V^lase4|  Mf«nda:Ves  el  aBo 
de  ^Q7j'ib«b»4ndefle.iM»rado.al  pueblo  de  Toltitlan 
de  sn  eneonwenda«;do«de  fabñoüSoasa  paranierar, 
estando  en:  AUeapnioMoele;  viftoi  c6iu¡»  úe  viiey: 
paoos  días  .ántoa^  ^áMs  dé  P^aleuii  de  Eepiíito 
SantOyOii  14  de^FuniO;i0tttre  nubes  espesas -se  ^4 
sobre  el  patio  do  su  casa  una  estrella  como  oeme* 
ta,  y^sobroiAitscapUtaitloo  «trae  ido»  ^rtcellaastan  les. 
plandeoientesy  que:pattsaron:«iM«d<»^  yaigoneade 
asa  criados  .pfonwtícároiiiáef  álgun  «eaigo  honteso 
parajn  ame^liEntiró  desde  IktUiiloe,  donde  4ialmi 
estado:  recibiendo  parableoeéi.en'  eoni|MUa  de  los 
religiosos,  como  bioAb'eehor  de  afuel  obnvento.  Bn 
%,  de  Julia  en tr^  oon  €»süiro  aplauso;  lutbiendo^viBÍ* 
fado  piámeFOr^l  niar%iies^*<|ue  testaba  en  Xttehkul* 
cQjep  prQ8^0l|cien  de  sn  viiye  para  el  Berú.     ^ 

/  ^  A  {u%ttW^Mí|Mj:Mttlaa»p^^ 


966 
la  fsifjñf^á ;  mni^d^,  y.  á  t^a.  diligwoia'  feíttifioó 

güe  de  iEpeh^BjtocBy  y;el  afto  de  609  ñké^l  p^rikEM»* 

ro  que  con  la  azada  enipeeó  Ifik  obra^   fisto  .«itsme 

afia  yinQ.cédulc^.par^  qpe  Laodevtis  deV^aeOQ  se 

fue^,4,S!sp^j  y  ejatr^gAra  la  viaiMtal  ptiádeá- 

ieá^,  Qofidalajaiia^  'Yvif>  «itHulb  de  marques  de 

Saltpi^  ¿4o&fJLuiP)  de  Y^I^mqí  y  esté.átlo'  hnbe 

jcrnoor  que.  los  ?;k^fm  jMjil^a  .^  día;  de  Reyes  ell- 

gierúD  JTfff  y  dieron  t^tii|l<fa  de )  du^uee  y  isondes  & 

otros:  fkzotaroa  y  casMgaroQ  4<9»|9¿hos.! 

.  .5^,  ]^1  afio  d.e  611,  por  \^  l^ieiia  f^piaíon  de  ea 

gobierna) 40: ^i^o  oédula^ para  pife^ente  delCoB^ 

8ejp4e  Indias,  y;>qu9  f^ieae^-gobeffisdpdp  basth  sibi- 

barears^  Jistoafi^,  4.1Q  de  Juaioi.  fué' el  eclipse 

de.  sol  toUl  qqe  duró  ^toda  )f|  tardio^  y  se  vtereibes^ 

trelias* y.;;iada b^gente  se. fi^¿ las. iglesias  áasis^ 

tir  alSantUiínq  S^rainentp^  ^qué  cóiAaBol  Terda* 

dero  dof  Ju^tioiÁ  se  desopbríó  para  alcanaar  miae- 

ricordia  cuando  el  material  se  (inotthre.  Por. el  mes 

de  Agoi^tp  Jieipbld.la  tierra  y  aitrttinó  .algtiM^  edi* 

ficios.  Salió  la  flota  por  el  mes  do  Junio,  donde  se 

fué  el  marques  de  Salinái»;  dejando  á  todos  dedcon* 

solados ^OA^sft  ^seacia^M        '  * 


1X)CE. 


I 


67'.  Bl  ilustííeimo  «oflor  dou  BV.  García  Guerra, 
déi  órd«n  de  Ni  !P.  áántó  Ddiüiñgoí, '  alrísoljispo'  de 
Sfédoo,  entré  ofi- 19  de  JttOiii^de}  aSo  de  611,  y 


•M 

éniMr«tatHa«f:ldiarin4a¿B,;;'Á-A>ae  "Mlídró  (Se 
«12  pasd  á  «Mjor  vida  'foiwlMqu*  íe  ápoHiétAa  en 
«i  tí§tí3x¡vfáé  moa  bitanúeion  de  rir^  en  la  cst«- 
4x*i  aepottado,  d<Hidé  yAoe.  ' 
-  6S.  fiatrfgietienMiMto  U  audíencíft  ^oa  Pedro 
de  Oteiqra,  praiidente- bI  Falacia  Real^  y  lii^g¡b  oe 
fItseubrM  la  «bDJaraeiftD  qtle'loB  negros  teñían  Iie- 
«4a»  j  >bioMrQii6&  ootapafiio^  de  'doIdfttfo8,y  Itian- 
dloron  qué  no  babiéTarpretiteiobeB  de  bangre;  y  el 
Juévea  Sapto,  i[a»  era  el  ídíb  efa  qué  b4  stlpo  esta- 
ba echada  Is  oonjvráclon  eft  Méxióo  f  Ift  Pa^a, 
ae  pbaiBMtt  ;gaanHe'  em  lad  igteJsíu.  'Sucedió  ^na 
aqnilIa'nodia'ráBda.tftfa^iiiiaoada'de'  cMhinóff'pOT 
IssolMdk,  y  a(  rttMa!o»li«l  teiedo  corrió  Voz '^tie 
•Dtcabata  toii'nagne,  y  ta  ¿ludadm  ülWroftf,  ft&ta 
<)se  vieren  q^taaran  |)íieFC6^  los  que  pea^Wn*  bst 
aéfpn:  pi«ti4lónKiSQ'  n^GhosV  y  ^éajme  Úd  pulisna, 
eata  «üb'^e  >Í2,  shtvcaMH'  ti^fntti  y'tres,  Teinte  y 
ütieae -vanmee  y  tas  ^míii  cnu^erts,  en  ta  plaza, 
yfdadai'iD  en  las  kwcás  qne  puaieróti  las  cabeÉas, 
que  pee  el'  nal  élor  &  pwsü  tiempo  ikñ  quitAroi). 

...  :  ^. ..  .MWS.'  .  ;-■ 

69.  Don  Diego  Fernanda!  ^-OMoM^'iriiHrqties     | 
de  Guadalcázar,  ei 
28  de  Octubre.    G 
hixo  acabar  loa  ai 
de  provacbo  .á  la  n 


A  ^ 


OATORCB. 


qoea  de  Gelbes,  entró  ej;i:9l.£9b^rAa.  f^iiej^Sí}, 
eo  21  de  Setiembre:  fué  gran  soldado  y  recto  juez. 
Sucedió  el  motín  de  15  de.Bneroelafiode  24  por 

^W  rJW^to.  BW^rd^,  ^  don.  Mfklhja  ¡3^9 .  Bailes, 
retiTfiijdír.ga  .^h  oonire» to.  íd^;  ¡tí.  J?. :  Santo  jy^^go^. 
^i^.  .^S99fHWiÍ9P  S!  .a^^i:,(\T;5ijbi«eo  <iw,  J[u^iV;|^fk- 
re3  de  JftrSieroí^í.y.  spbre  ^'j^  .s/a,.  4^ita99  ift  iÍMfia- 
flauBÍpn,l,e  jpj^ii^ó  ei^v^íijejir  fionci^rta,  y  sotep  ca?>¿ 
pena  de  eztrafio  de  los  reinos,  y  le  sacaj^qp . j(^9- 
terrado»  Llegó  á  Teotihuacan^  donde  se  abrazó 
con  el  Santísimo  Sátoraibénley  firmó  entredicho,  y 
la  gutit^  «Ap»laj  <M;«!QO(ip4|<V9p(r^  til  x«M«ue6^  di- 
Qien«(fl^j.vüra.3el  rey  y  fnn^^.jel  i»l  got^njt^l fQite^ 
atacM^  j%:Céir«el,  bttboi  «tjUQb^s^  :)iiuértes^  y  el  vswi- 
qq^a  SQ. «s^oapó  0nU»  la Igwt^JfiMH'^tt}^ .  ¿Olí  jWíií- 

ymAo  de.i£lr'P^  SamFrwaoiíiQOf  .;<jlofid0  sjE»  |)uaÍ9]:4» 
gwrdAB.  (^iscdd^dos  yjtoiibu^  deaoomutiipB^  por 
alias  Q^dbo por.ls^ ot^r^i.  ^dv.f^oásf^ áai  la  aüidiMf 
<á«€ti  gpfeíemo  eevoa  de^dMüines^*:  l    ^ 

.  .  *     ,        QUINCU. 

tñl.  Don  Rodrigo  Pacheco  Qsofio,  marqueb  de 
Ottmlvóy  entró ^n' el  gojbmrtiQ:  íSo.»  624^  en  S.da 


258 

llanuÉiAft  dollft  ínés  -Pftokeóo  d^  la  Odevaí  i^jlu  na- 
rió  ea  México  el  aBo  de  31.  Gobernó  con  todn  bm* 
jestad  político  y  eotendido,  dando  raalew  de  so- 
berania  al  oftcio  y  eetimaciones  á  sa  persona:  en 
sa  tiempo,  ano  de  29,  se  ftiuodó  México  y  acudió 
^   á  M  reparo  con  vrgtlaQciá. 

62.  Voú  Lope  Diaz  de  Armehdari^,  nmrques  de 
Cadereita/  entró  en  16  de  Sétiémbife  del  aBo  de 
635:  gobernó  pacifico  y  á  gusto  de  todoáf,*  tfonqne 
poír  la  ¡videncia  nó  faltáton  algunos  disgustos.  ¥i- 
nb  su  donsorte,  dejando  i  su  bija  dotla  Jilaifii  en 
BspaHlr.         ^  * 

« 

'  69.  Don  Diego  Lopes  Pacheco  GabMta  y  Boba- 
dina/dtfqfaé  de  Btoaióna  y  inárqués  de  ViUctnai  en- 
tró con  grandes  festejos  de  rogotfijo  por  graádede 
Oastitla}  eü  28^dt»  AgosUio  del  «Bo  de  40,  en  el  go- 
Memo,  habiendo  Hegadó  dia  de  San  Juan  al  ]Hier- 
to;  por  lo  4ue  en  ef  caaiioo  le  dotovi^ron  oon  las 
fiestas,  ^ibo  en  la*  misoia  flota  el  sdBor  lion  Jum 
de  Palafox,  obispo^ 'de^l»Pu6Msí  y  visitedor  gene* 
ral|  á  quien  dio  el  auxilio  para  que  despojase  de 
las  doctrinas  á  los  religiosos  del  obispado;  y  en  10 

m 

de  Junio  del  atto  de  42'  fué  despojado  del  gobier- 
nOy  embaiígáronse  sus  bíenesy  ^rn  públin  almoaeds 
80  Teudiero|i  Aus.albi^s.  Betí^ósaaL  opoveafadé 


f    , 


259 

descaljEos  de  imesC'ro  Padrd  San  IPranoisco  de  Glíu- 
rabnscOy  legua  y  media  de  la  ciudad,  y  de  álli  se 
pasó  al  de  San  Martin ,  siete  leguas  antes  de  la 
Puebla.  La  eáusa  fueron  algunos  indicios  leyes  y 
eBerupulosas  sospechas  que  suelen,  por  la  gravedad 
de  fa  materia)  causar  recelo.  Ofrécióie  don  Pedro 
de  Cástilltt  un  caballo,  y  otro  don  Cristóbal  de  Por- 
tagal.  Paso  por  ca9tellano  en  San  Juan  de  ülfiá 
«fficabalíero  portugués:  Escríbidse  á  BspaHaen 
tiempo  que  se  habia  levantado  Portugal;  y  como  d 
aTieo  priiáéro  que  despachó  fué  á  dar  á  Portugal^ 

«  •  « 

les  obligó' &  enviar  cédula  dé  Virey  á  don  Juande 
PHláfiHc;  que  juntando  una  no^ihe' los  of dotes,  con 
«Oenieio'f^é  reoébido  y  A  la  mafiana  hicieron  reti* 
rár  al  duque.  AI  aflo  fué  á  Espatla,  donde  dio  sa** 
tisfaoci<m  ^e  su  persona,  y  tuvo  negociado  el  vol* 
ver  por  vrrey;  pero  por  razón  de  Estado  se  conmutó 
en  el  vireinato  de  Sicilia  para  integrar  su  crédito. 

DIEZ  y  OCHÓ. 

04.  Don  Juan  de  Palafox  y  Mendosai  obispo 
de  la  Puebla,  entró  en  el  gobierno  en  10  de  Jupúo 
deLaño  de  642.  Juntáronse  en  un  sugeto  cuatro 
oficios  los  mayores  de)  reino,  de  virey,  arzobispo 
electQ  ^  México  (que  no  admitió) ,  obispo  de  4a 
Puebla  y  visitador.  En  la  visita  suspendió  tres 
oidores  de  sus  piazas;  hizo  ordenanzas  para  los 
oficialeéi  de  la  audiencia  y  estatutos  para  la  uni* 
fíMdad  que  hoy  se  observan.  í\ié  Uamado  por  tía 


^j     ,        .     "■  ^    prez  T  NUBVI^. 

j(^  d«..í^l*!i*ji^iTft,  watré/^D  «Hpüf»^  #•>!»  ¥«r*- 
é^im  4flíf  dq  Q^»*fe, j  6*  #lgoy»rno;^  aSp  As  42 
jíH'^^ílpJl^jrMPliibro:  t^do  oa^fi^ila,  y,gpl»f!Va¿  pió  y 

."       .  '■'•  .'"wmas. '•'^  »'•'•■•■•• '■  "•  ■•' 

67.  DoD  Marcos  d¡¡^  To^Xr^j  Rueda,  obispo  de 
Yucatán,  entró  con  soío  titulo  de  gobernador  á  13 
de  Mayó  det  aKo-  dé  64:8:  gobern¿''hástíi  ^'de 
Abrñ  del  afió  dé  49,'  en  que  aiurió;  ytá^  enterra- 
dó  'eTi  el  convetito  dé  San  Agustín;  donde  v&ée  en 
pazi  TSn\¡t6  la  aüdíeDCÍa^én  el  gobierbó,  y  don  Má- 
tfas  dé  Tetaltá,  presidehle,  bh  el>álaóio*réar/''    ' 

VEINTIUNO.  r     ^^>.r 

.:;^.,;l)a8  Ií»ií  ^fiñ(i«67:4^C^)i^na%l,owMtt 


m 

uno  de  Ipp  y^qÍR09.4.e  f^:  fué.  pKo»^lñ4o»iil.íí*?^^ 
de  donde  ae  fué  á  Espafia  acabado  sa  gobierno. 
^ino  don  Pedro  de  GjMyws  jior  visitador  en  esta 

dO.'Dotai  FvaMfieó  Eetnandez  de  lá  Chiiva,  d¿' 
que  dtt. >A)buyqu)»t*^e/Ytao  ooo  ^  Mpoeá  dóffa 
Juana  de  AflrmmdaiiS)  marqneiea  dé X)aderevtií;  iy 
una  iftirá:ie«iAr6  en  el  gd^rM  oaIS  de  Agéntoid^ 
653.  Fué  goberna4i^r  iiiiif.r puntual  en  los  despa- 
chos. ^egQ  i^e  U^g^  h|2f9  UA  oq^v(Lr^9,^e  fíe^ftas 
á  la  Conipé^oipn  ^e  nae9Í7{t  ^Sorarei^;el  fiony^tf) 
de  nuestro,  p^j^ro  3w  FTi^n9Íj^09^,en:<i»ie.bÍ9Í(prpn 
el  voto  de  defender,  su  pujrefsa  Ijodos  jos  tri)>^i^,le^; 
puso  calor  en  la  fábrica  de  la  santa  iglesia  catedral^ 
dando  premios  á  los  máestrod  'cada  vez  que  se  aoa- 
b»bfi^algqoíivbévecUrhÍ0o  iraer  las  'oUgoíretk  Campa- 
nas del  rekio  y*  las  ooiooó  én  so  Corre:  dedica  coti 
soiemniifcd  U  iglesia,  con  ^eaivtro  «risi^  ^HUAtteda•  m 
un  altar  4^  uá  4airaio4i#tnpo. .  ^     •  *         '     >    ^. : 

7Qi  fin  ¡el  tiempo  4^  su  geUorao  ise  deácu^oe*^ 
ro&  salteantes, vqua?  96  ajudtioiaran  en  un  dia;¿qae^ 
nai on  otra '  trepa  de  sometióos,  y  •  celebróse  auto 
geúenii  éel  Sai>to  Oficio  ^o  tóda-^oUmuidady  0k 
qveaMátió  ipi^eÚtendo,  Como  col  todos  losaetea,* 
asi  /deIjfittstas'U}0W9'  (}Oi^potttíea:iíem  gl  priiáeffq 
que  asistía,  armó  un  tercio  de  soldadwí4)ára^aH 


máfoii  fld  rétaáÜói  kuMué  «Meé'  ftiítotiBI¿¿iÍ!»ite 
pereeieiron  «íé  áátuóft  del  étiébi^l  'k^Abadb'áii  go* 

71.  Don  Juan  de  Leiba  y  de  la  Cerda,  conétf  úe 
Safios,  vino  casado  y  eoñ^tt^prímpgéDito  don  Pe* 
4rQ  4e  Iieiba)  entü^^  el  gobmrboiieiL  16iide«aep- 
tieinbi^e,  i^fie  ^  660.  Fné  4^i4Pf  i  lo  ivkgffada  y 
tpaotUe  en  ^Lggbíefpe^  aui%i|ae  .ciMmroa^-algaBaa 
iiiqiiiik|i49B  ;U&  nMoe4adM  4eli  aefior  doA  f^ro* 

^  '    ^       •  TBÍOTtCOATRÓ.  ' 

•'   72'.  Dott  Ciego  Okorfó'dtf' EBCoW'ytíaniaay 
bbisiio  de  la'  Púbbla,  entr^^o  iil^^oliilérno  eD'29 
de  Jumo  dél''aflo'áfé-64;  kienéfiíí' gobernador  del' 
arasoDispado^  aunque  duro  muy  poco. 

^        ..   .    ..V.;     i...VBmTICIÍ(C0.    ,,    ..;,,.,  _      . 

j  .73.  ]>ra  3^fiteiiio  Seba8tíáii4hi.Tbfedopiilan)«¿s 
de  Matloeí»i,^\ii»0  eafiftíéo^sea  doSn  Leo&órOaáreto, 
b^a.del  ixier(|i^de'^i»Msiaci*eQfcró.ett eC 
15  de  Octubre  de  64..  üplué  gobevMdor  ^loütioQ  y 
BflgsAt^lpasieteafie^^.actJbade  attigobieiúio,  vol- 
YÍa  ;á  Bli|)aSa  coaMSiieaposa^  jr  :eiK  Ts^mab^  aeis 
legnaa  de  la.  Puebla,  paaé  la  lieBofa.  dofia  líeoiiec 
Aa  esta  vida:  quedó,  en  el  convento  dé  ttHedbnrB»» 
dre'  fian'  Fraáeiaco.  depositada.  0aiMi4 ^fl  kéámmm^ 
ptaion  pérdida  4ax»laatiipoaa|  qMfaóeaSÜdei^btik 


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^osáelt^-^['J.  ■■■■■■■■  í--''  y«!WBW?v-  ..     't 

w  «sttfcv'  D«n  Péá?6  ^Nufio'  €ofótt;  ílü^ue  díi  "V^ra^ 
,"  VüR>  VlMój  y  dejofido  al  nátiyotaizgo  éa  £is* 
'"^®¿  fcAqo  ébhsigd  ál  hijo  ségÉibdO.  Bfa  oaHItero 
Xe/Í3/¿?Mao¿  yí-gpt^n-séldttdo:  Ebferó  cOn  él  dea^  de 
a/ifí.^^reoer  á  los  pobres  en  la  carestía  del  daoao  y  báá^ 
e/^Tkentos:  en  8  de  P^efailure  de  73  y  á  los  trece 
•úé  k.  mismo  mes,  murió  con  aceleración.  Depositóse 
3Li7;í>^ilf&iiébré'^t)iti^á  en lááranCá  iglesia  catedral  en 
íMví  capiSSÉL  del"  Santo  Cristo/  y  i^en  llevados  dé^-i 
fes  fiús  Hueétfs'ásü  entierro.  *'  * 


'<     • 


ikr  ,  .  r         .     \  . .  TOINXISIETB.  .  .  ,  > 

•  i  76u-^I>in  fray  Payo  de  Riwra  Enriques,  ariso;^ 
:>ispov«ke,MéxlÍ9o^ipor  cédula  de : su  meqbsiad  diri-^ 
jida  al  Sánft»  Oficio  (por  ^enir  el* duque  tan.enfer* 
Odoy,  Isueddfó  y  entró  en  el  gobierna  él  niismb'  dia 
13éeDícíem>bi^  de  73.  Fué  modesto^'.  graV«  y/3«s^ 
iatereéadó:  aderezó  el  pakíeio  real;  biso ' puestea ly 
calraflas,  y  pose  'mi'  cuidado  en  la- que  va^nbanu'^ 
toavio  «dd'^Gkiadaiape^  .y  metió  el  agua  eu*  él  aun-* 
que  no  taro  pendanenóia.Faé  vigilante  joa'  los  so^^ 
corros  ^ue. remitió  á  su  majesiáij::.  hizo  minuta  da 
lad  réota^'TCiaitfay  aus  gdstos,  y  otras  oUras  .püw 
de:limeanas>doniAdtrablesr  renunció  é*  inano9*^d)e 
su  Santidad  el  arTObispado;  y  euaiido  lo  eiperabiñT 
con  maíy orea  puestos  eti  Sspatia,  renuncian^iel 
o.bi0pad{)  de^  Cbeboa  dM4e^  Ciudad  íRmI,  tomiiól 


9H  I 

OTÚdo  M  faé  al  oonvento  de  nooleooion  de  Sants 
Maria  del  Risco,  de  ni  Orden  de  San  Agnaün  es 
el  objap^do.de  i^yíla»  ño  Utgar^ilit  fwrt^  doide. 
mdaoide  al  ^^Mft  T9l<09W>  l&o«b(}  «cp»  ^uietu^  j 
ejainpio  d9l:trJM  1)1  morM  lyitía;  «B^ftB4p  «a  él 
^'  IjO  de  Mayo  M-$S9,  adonde  m  wuu^á  pfuf  dk»- 
ñr.c»6Í.d40^Boa.  ; 

VKIHTIOCHO. 

,    ?!&.  Pao  T(un<M  Att^oi?  4^  l^^'.f^^wd*,  Q^rioéa 
de  ia  Ai«»iA9,  o«$t^  de  Pai«d«8*  ni)|tn$  JW  «J  go- 
bierno en  30  de  NoviefMf'f>>  ^^  4?>^Q(  WÑ^  cm 
su  eeposa  doBa  Maria  Luisa  Manrique  de  L&ra  j 
Gonzaga,  condesa.  Luego  qire  llegó  vinú  la  Doeva 
del  .nbeiiqa  4ál  KuAvOi-Mézioo:  aeodidalteaedio 
eonfi«kbidp&  y  liai^ada  de  «a  mageaUi),  énoque 
00  Be  ha  (todido  tetMumr,  y  et^e  de  SS,  «n  17 
de  'Mayo,  .entró  ea  la  'Yera-Ginu  y  jeucediú  «I  aaoo 
datNíoslao.  ¿tgnmoa  y.  Loteóse  Já«oma;>y  wm- 
qua  seproeará  «1  aooMrzo,  per  lo  djlatadbid^  ee- 
mino  llc^  tarde,  y  mí  ao.aurtió  efao^ia-'^gn- 
eia;  (}fibero6coQ  efuaeia  6  lo  ^|Miooa&-t»'j(taTo* 
to  y  4  Le  poÜüoo:  ooosg 
MtiHiini  eoit  él  netei]lBÍ«pil 
•¿,  ^  6  dé  Julio  del  tAo 
eélelnmdo-  ün.eatoii^  v 
vides,  que  b«  tíWió  ota 
Éaaeáar  dé  campo:  áiá  á 


id5 

bdhfido  Mf  todo  fiuitufia,  lo  tboroaron,  y  Itaoifr 
Mttio  ol  tapido. 


77.  Don  Melchor  Portoearroro  Laso  de  U  Vega, 
conde  de  la  MoDclova^  tIdo  oon  su  esposa  doBa  An- 
tonU  de  ürrea.  Dejó  en  EspaBa  algunos  hijos,  y 
tnijo  al  seBor  don  Antonio  el  mayor  y  otro  menor 
con  dos  hijas:  gobernó  recto  y  puntual,  y  en  la  ha- 
denda  real  muy  vigilante.  Dios  nuestro  Señor  le 
dé  felis  acierto  en  el  gobierno,  en  que  entró  el  aQu 
do  86,  en  80  de  NoTÍembre.  Con  la  conducción  del 
agua,  que  á  so  costa  ha  hecho,  para  el  convento  de 
San  Juan,  de  la  Penitencia  para  aquellas  pobres 
religiosas  y  los  del  barrio  que  carecían  de  ella,  ha 
llevado  mil  bendiciones.  Fué  promovido  virey  del 
Per6  en  15  de  Octubre  de  688,  donde  Dios  nues- 
tro SeBor  le  dé  muy  felices  sucesos.    Sucedióle 

lumA. 

78.  DoD  Oáspar  do  Sandoval  Cerda  Silva  y 
Moadoaa,  conde  de  Chüve,  que  entró  en  17  de 
Sotievbre  de  88,  con  su  esposa  doBa  Elvira  de 
Toledo.  Bn  so  tiempo,  por  la  falta  de  mais,  á  8 
de  Junio  del  alo  de  92,  cerca  de  Im  oraciones  hu- 
eedió  la  ioblevacioD,  que  le  cogió  en  el  convento  de 
oMstro  Padre  San  Francisco,  donde  se  quedó  con 
su  esposa  aquella  noche.  Quemáronle  el  palacio  real 
y  laa  esMs  de  cabildo  de  la  ciudad;  robaron  la  ro- 
ft^é^lM  «^Me  y  loe  quemaron.  Ajostidanm  ocho, 

VavMteav^— Toa»  IL-SS 


qpqdenados  á  muartOi  y. se  asotaion  madiMS  qui- 
tóse el  pulque,  y  se  pregonó  se  quitasen  loa  iadios 
loa  capotes  y  meloDaSi  usando  del  traje  de  su  cs- 
cion  como  es  ordenanza;  ma(idó  se  fueran  á  TL?ir 
á  sus  barriu  -,  y  ejecutóse  por  provisión  real  come- 
tida al  ministro  de  la  iglesia  parroquial  de  San  Jo- 
sé; y  este  ha  sido  el  más  acertado  acuerdo,  asi  pa- 
ra sal)er  si  son  cristianos  y  se  confiesen,  como  para 
qve  paguen  ^  á  su  majestad  el  tributo;  porque  es- 
tando en  los  corrales  de  las  casas  de  la  ciudad  es- 
condidos, sin  que  justicia  secular  ni  eclesiástioa  los 
conozcan,  amparados  de  los  düefios  de  las  casas  que 
no  consienten  que  se  entre  por  ningún  modo  en  los 
corrales,  viven  como  moros  sin  señor,  y  elsto  se  ex- 
perimentó porque  se  halló  que  más  de  setecientos 
en  seis  afios  y  más  ni  hablan  cumplido  con  la  igle- 
sia ni  pagado  tributo.  iSucedióle 

TREINTA  Y  UNO. 

79.  El  seBor  don  Juan  de  Ortega  Montañez, 
obispo  de  Michoacan,  que  entró  en  el  gobierno  en 
27  de  Febrero  de  96  años,  en  cuyo  tiempo,  á  30 
de  Agosto,  vino  la  Virgen  de  los  Remedios  porque 
librase  la  flota  del  enemigo,  que  la  esperaba  á  vista 
de  la  Habana,  y  después  vino  nueva  que  ese  mismo 
dia  hahia  desembocado  el  enemigo  y  dejadoiibre  la 
entradt^.  Sucedióle 

ZR£INTA  Y  nos* 

80.  El  excelentisimo  seSor  don  José  Sur' 
Valladar^  caballero  del.  Orden  de  Santiago^ 


>  t 


lar  de  U  Villa  de  Montorroeano  y  de  U  Pesa,  del 
Consejo  de  sa  majestad,  alguacil  mayor  propietario 
de  la  loqoisioion  mexicaDs,  su  virey  gobernador  y 
eapítaa  general  de  la  Nueva-EspaBa,  y  presidente 
de  la  real  aadiencia  y  ehancilleria  que  en  ella  re- 
side: llegó  á  8  de  Octubre  de  696  al  puerto  de  la 
Vera^-OniSy  y  en  2  de  Febrero  de  97  biso  su  eo« 
irada  p6blioa.  Vino  eon  so  esposa  doBa  María  An* 
drea  de  Gusman  y  Manrique,  oon  dos  bijas*  de  la 
condesa  Montesuma  de  Tula,  con  otra  de  la  seBo- 
la  doBa  Andrea.  Oobierna  con  deseo  de  acertar  y 
pena  todo  cuidado,  á  quien  Dios  le  dé  la  felicidad 
qoe  todo  el  reino  desea,  y  le  guarde. 


!í>f5<»«WlF^ 


eásnmúiit 


th  k  i^étU  oatedn],  eábttdo  eolesiistieo  j  mexob^p^  de  U 

dodid  de  México* 


^  81.  Realza  las  grandezas  de  la  ciudad  mexicana 
BQ  insigne  catedral,  fundada  con  bula  del  seBorCte- 
mente  VII^  su  data  á  9  de  Setiembre,  aSo  de  1534, 
como  timbre  de  sus  mayores  glorías,  y  corona  su 
historia  lo  noble  de  su  cabildo,  que  le  ennoble  con 
los  prelados  tan  doctos  y  santos  que  le  ilustran, 
porque  siendo  el  corazón  de  quien  recibe  vida  su 
república,  es  esta  la  parte  mas  principal,  6  por  me- 
jor decir,  el  todo,  por  ser  el — ^ultimum  quod  sic — 
de  sus  grandezas  y  el — non  plus  ultra — de  sus 
excelencias. 

82.  Fué  la  iglesia  fundada  en  su  primer  origen 
del  señor  excelentísimo  marqués  del  Valle  don  Fer- 
nando Cortés,  bajo  el  titulo  de  nuestra  SeBora  de 
la  Asunción,  en  el  mismo  sitio  del  templo  ma- 
yor del  gentilismo,  donde  ofrecían  sacrilegos  cal- 
tos  á  Huitzilopochtli,  principal  ídolo  de  loa  mexi- 
canos,  lugar  que  fué  primero  para  convento  de  los 


869 

relij^Mofl  éé  na6dtro  ^adré  Sftti  Fránciflói»,  qué  ófré* 
oiéndolo  con  liberalidad  para  catedral,  para  mejor 
derecho  por  escritura  lo  compraron  al  sindioo;  Pú- 
siéronle  los  citnieútos,  haeiéndóse  una  cepa  para 
máá  fijeza  con  los  ídolos  de  piedra,  como  quebran- 
tándoles lasi  cabezas,  y  sujetando  al  verdadero 
Dios  los  dioses  fingidos  que  adoraban. 

83/  La  fábrica  ti^ne  cinco  naves  en  más  de  tres- 
eieiMos  pies  de  longitud,  y  ciento  noventa  y  dos  de 
latitud,  que  hacen  setenta  y  cuatro  varas.  Tod&la 
obra  es  de  orden  jónico,  y  las  bóvedas  de  crucería 
fuerte  y  vistosa.  Tiene  en  sus  naves  y  capillas  cien- 
to y  setenta  y  cuatro  ventanas  que  alegran  con 
abundante  luz  la  grandeza  de  su  templo,  cuya  lon- 
gitud corre  de  Norte  á  Sur,  baBándole  por  sus  ven- 
tanas los  rayos  del  sol  todo  lo  más  del  dia.  La  fron- 
tera cae  á  la  plaza  mayor,  hacia  el  Mediodía,  con 
tres  pfíéf^tas  principales  labradas  con  primor,  de 
piedra  blanca,  con  la  imagen  de  ta  Asunción  en  el 
lugar  principal,  de  relieve,  con  columnas,  lazos, 
imágenes  de  talla  entera  en  sps  nichos  que  la  ador- 
nan. Bn  la  testera  tiene  dos  puertas  al  Norte,  y  en 
cada  lado  una,  que  sale  á  la  plaza  del  Marqués,  y 
otra  al  palacio  arzobispal.  A  los  dos  lados  delante- 
ros dos  torres:  en  la-  que  está  acabada  hay  finísi^- 
mas  campanas  que  hacen  un  alegre  y  armonioso  re- 
pique. Las  capillas,  aunque  todas  en  el  adorno  de 
retablos  dorados,  imágenes  y  pinceles  son  iguales, 
al  rer  á  cada  cual  de  per  sí,  parece  que  lleva  aque- 


d70 
lia  ,i  todas  la  priu^oU  en  el  Rdoroo,,  porqaa  oada 
oofradW  ógnmia  que  i»,  gpxa,  éa  camptteacia  re- 
ligiosa ae  aventaja. 

84.  £t  Bolto  divino,  el  adorno  da  la  igieáa,  «1 
caro  ÍDdispeasableiieBte  tan  ooiitioao,  losoroamoD- 
toB  tan  ricos,  la  riqoeaa  de  plata  y  ot^  con  que  se 
sirven  los  altares,  la  miúestad  coa  iiue  se  oolebntn 
loa  ofioios  divinos  y  se  predica  el  Evangelio,  la  pun- 
taalidad  y  sefiorfo  de  los  prebenda4os,  baoe  raya 
y  puede  oompetir  y  dar  envidia  á  las  mayores  ¡gre- 
ñas da  la  criBtiaiidad. 

85.  •  Si  laa-  albAJas  sagradas  con  quo  al  divino 
oolto  se  administra  se  hubieran  de-eaorebtr,  ann- 
que  fuera  en  inventarío  de  una  nKBnria  aenoilla, 
serian  necesarias  muchas  hojas  de  papel  ea  que 
asentarlas;  paro  no  se  pueden  pasar  en  siteacio  al- 
gunas, en  especial  las  dos  riquísimas  prasaas  de 
dos  iuEiágenes  de  María  Santísima  que  diehoaamen> 
te  goza  aquesta  iglesia:  la  una,  de  ceroa  de-una  va- 
ra, de  oro  fínisimo  que  pesa  eeia  mil  noveoientos  y 
ochenta  y  cuatro  castellanos,  con  pied^'ss  finísimos 
que  la  adornan,  de  ta  Asuifijion  de  nuestra  SeBora; 
la  otra,  de  más  de  vara,  que  pesa  oiento  y  treinta 
y  ooho  marcos,  de  la  Concepción  purísima,  que  U 
devota  platería  de  Méxioo  daáioó,  que  tiene  su  al- 
tar y  ca|  

don  SQ 


271 

Que  en  plata  retrate  A  quien 
.  $d  más  para  que  la  plata. 
.  86.  Xo;s  blaudones,  eaudeleroay  lámparAa^  peaan 
machos  marcos;  las  alhajas  son  todas  singulares  en 
la  .curiosidad  y  hechura;  un  tenebrario  que  el  señor 
deán  don  l)iego  de  Malpartida  dispuso  de  ébano, 
marfil  y  plata,  costó  seis  mil  y  quinientos  pesos. 
Una  pila  de  plaJA  en  la  sacristía,  que  '  llega  á  mas 
de  ciiKo  mil  pesos. 

S7.  Lo  que  se  ha  gastado  en  la  fábrica  del  tem- 
plo hasta  el  dia  22  de  Diciembre  de  667  en  que 
fué  la  llUtima  dedicación  consagrada  al  natal  de  la 
reina  nuestra  sefiora  doña  Mariana  de  Austria  por 
el  BeSor  marques  de  Mancera,  monta  uu  millón  y 
cincuenta  y  dos  mil  pesos,  y  con  lo  que  falta  por 
acabar  de  portadas  y  to^re,  llegará  á  mas  de  tres 
millones.  La  primera  dedicación  fué  eu  tiempo  del 
sefior  duque  de  Alburquerque,  afio  de  1655,  que 
acabadas  las  bóvedas  (en  que  anduvo  muy  solicito 
el  sefior  virey),  se  hizo  con  cuatro  misas  que  á  un 
mismo  tiempo  se  cantaron  en  un  altar,  cada  cual 
por  su  ladOi  habiendo  precedido  la  tarde  antes  la 
procesión  solemne,  con  altares  costosos^  colgadu- 
ras ricas  que  adornaron  sus  calles  y  ventanas. 

88.  Siendo  esto  grande^  lo  que  mucho  mas  le 
engraqdege  es  no  solo  los  prelados  que  la  Divina 
Majestad  le  ha  dado,  sino  también  los  varones  ilus- 
tres con  que  se  ha  enriquecido  su  cabildo,  que  so 
compone  de  cinco  dignidades:  deán,  arcediano^  ohan- 


272 

tr«,  maestra-éisóaela  y  tesorera,  diez  éanongias,  las 
cuatro  de  oposidon,  doctoral,  tnágiatrai,  lectoial  y 
penHenciario.    Seis  radonefos,  seia  medioíB,  eihco 

« 

curas  rectores,  capellanes,  y  muiohos  ministros  pit- 
ra su  decoro  y  seryieio.  Erigióse  por  el  ilastrfsimo 
seBor  don  Fr.  Juan  de  Zum&rraga. 


VARONES  ILUSTRES. 

89:  Muchos  ha  tenido  esta  santa  iglesia  en  san- 
tidad, letras  y  gobierno,  en  supremo  grado.  Fun* 
dadores  de  obras  pias  dedicadas  á  la  grandeza  ^el 
culto  y  aseo  de  los  altares,  oñredendo  sus  haden- 
das  para  fiestas  y  aniversarios;  aquellas,  que  mi- 
ran la  grandeza  de  los  santos,  y  éstos  al  descansó 
de  las  almas:  remito  al  ctffioso  al  Teatro  del  maes- 
tro Gil' González .  {foL  17)  ^  que  vea'á  mejpr  luz 
los  trece  obispos  y  doce  varones  que  en  su  l\9atro 
refiere,  y  los  que  escribid  el  R.  P^  Fr.  Baltasar  de 
Medina  [fol,  SSÓ)  en  su  docta  Crónica,  dohde  trae 
treinta  y  cinco  obispos  naturales  de  la  ciudad  me- 
xicana: de  tantos  entresacaré  algunos  quefioredc^ 
ron  después  en  nuestros  tiempos,  que  para  nom- 
brarlos necesitaba  de  mas  elocuencia,  palabra^  mas 
vivas  y  mejor  pluma  que  la  mía. 

90.  El  ilustrisimo  señor  don  Alonso  ie  Ctxtfas 
DávaloR,  mexicano,  canónigo  magistral,  tesoíte 
arcediano  de  la  Puebla,  arcediano  y  deán  de 
^ico,  obis^  dé  Nicaragua,  que  no  aceptó;  tie 


Í7S 

obii^or  áti  Oaa^ácir^  y  atatobispo  dé'  México,  so  pa- 
tria/ddfadé  mxxñé  afio  de  605}.  en  2  de  Setiembre; 
enya  admirable  y  prodigiosa  vida  teldri  á  iuz  por 
el  licenciado  don  Garlos  de  Sigüenzía  y  GMngora; 
catedrátiéo  propietarit)  de  matemáticas,  que  le  da- 
rá los.realcefs  con  sa  erudición  acostumbrada. 

91.  £1  señor  don  Pedro  Barrientes  Lomelin^  na- 
tural de  México,  tesorero  y  chantre,  gobernador, 
jaez  provisor  y  vi<^lnrío  general  del  arzobispado;  co- 
misario de  la  Santa  Cruzada,  y  obispo  de  Guadia- 
na, que  murió  áfio  de  658  en  19  de  Octubre. 

92.  El  seBor  don  Juan  de  Agnirre,  canóoigd  de 
la  santa  iglesia  mexicana,  obispo  de  Oundiiana,  con-' 
sumado  canonista,  que  murió  en  21  de  Setiembre 
afio  de  671. 

93.  El  seSor  doctor  don  STicoIás  del  Puerto^  co- 
legial de  Santos  y  su  rector,'  catedrático  de  retó-' 
rica  y  de  prima  de  cánones,  jubilado,  canónigo  de 
la  Santa  Iglesia  mexicana,  juez  provisor  y  vicario 
general,  comisttrio  de  la  Santa  Cruzada,  y  obispo 
de  Oaxaca  su  patria,  cuyas  letrat  fueron  en  la 
América  y  Europa  celebradas. 

94.  El  seHor  doctor  don  Juan  Cano  Sandovai, 
natural  de  México,  canónigo  maestre-escuela  y 
ju6¿  provisor  del  arzobispado,  y  obispo  de  Yuca- 
tan,  cuyas  letras  fueron  conocid^p. 

96.  El  señor  doctor  don  Isidro  de  SaríSana  y 
Cuenca,  natural  de  México,  cara  de  la  santa  igle- 
sia Catedral,  canónigo  lectoral,  calificador  del  Ban^ 


974 

to  Oficio,  »ciktadr&lioo  en  propiedad  4e  eoeribín, 
chantre,  avoedianoi  y  deepues  olóspo  d^  Q«jica. 
Estos  soB  lo§  qae  en  br^ve  tiempo  han  salido  de 
esta  san|;a  iglesia  para  ponerlos  en  el  candelero  ce- 
rno luces,  no  siendo  menos  los  que  en. ella  se  que- 
daron á  ilostrarlm  rennnciando  las  mítraa  que  les 
dieron.    - 

96.  El  seffor  dpn  García  de  Legaspi  j  Velasco, 
obispo  de  Guadiana,  que  hoy  vive. 

97.  £1  ilustre  seBor  don  Juan  de  Pohlete,  na- 
tnnd  de  Méxioo,  aura  de  Santa  Catarina,  canóni- 
go magistral  por  oposición  de  Miohoaoan  y  de  allí 
chantre,  arcediano  y  deán  de  México;  renunció  la 
mitra  de  la  Nueva  Segovia  y  la  del  arzobispado  de 
Manila:  tan  estudioso,  que  tenia  al  Maestro  de  las 
sentencias  en  los  márgenes  con  singulares  anata- 
ciernes  de  su  letra;  tan  asistente  al  coro,  que  mas 
parecia  vivir  en  la  igleeia  que  en  su  casa^  donde 
como  religioso,  abstinente  en  el  comer,  modesto  en 
el  vestir,  era  ejemplar  en  sus  virtudes:  la  renta 
que  tenia  la  repartia  á  pobres,  con  tal  secreto,  que 
solo  él  y  el  que  recibia  la  limosna  lo  saUan;  y  asi 
murió  pobre  de  bienes  temporales  y  rico  de  virtu* 
des  en  8  de  Julio  de  680  afios.  Mandóse  enterrar 
en  el  Colegio  de  las  NiBas,  donde  espera  la  .resur- 
rección universal.  Tuvo  por  hermano  al  i^/atíSsi- 
mo  se&or  don  Miguel  de  Poblete,  arzobi|pf|Mkla« 
nila;  4  un  sobrino,  don  José  Milán,  qui^  j|m¿^WA 
en  el  arsobispado,  y  á  don  Cristóbal  íjjjt 


^*i 


2U 

beadado  de  la  santa  iglesia  de  Méxi<w,,.  su  herma^ 
DO,  y  ana  matrona  hermana^  doBa  María  Pol^^te, 
viada  del  seoretario  J^ap  de  Rivera,  que:  le  asis- 
tió ii\uchos  aHoSy  y  que  ea  su  casa,  sacaba  jos  pa* 
necitos  d^  Santa  Teresa  miiagrosauíente  en  el  agua 
formadoa,  maravilla  que  celebró  México  por  sin- 
gula.r  y  se  «leclaró  por  tal,  cuya  relacioa  es  forz^osa. 
98.  Enfermó  el  marido  de  dofta  Maria  Pobliete 
y  deseosa  de  la  salud  de  su  esposo,  echó  en  un  jar- 
ro de  agua  unos  polvos  de  los  panecitos  de  Santa 
Teresa,  que  se  hacían  en  el  convento  de  Regina: 
no  faltó  quien  viéndolos  echar,  pensase  que  era 
maleficio  para  el  enfermo,  y  con  una  puchara  de 
plata,  por  ver  si  era  cosa  venenosa,  fué  á  trnsegar 
el  agua,  y  eqcontró  con  un  panecito  formado  en 
ella  oon  la  imagen  de  la  santa:  admiró  el  caso,  y 
dando  parte  á  la  que  babia  echado  los  polvos  ex- 
tra&ó  el  panecito.  El  seüor  deán,  ad  virtiendo  que 
se  |>odia  averiguar  con  repetir  la  acción,  hizo  que 
80  hermana  moliese  otro  panecito;  y  en  su  presen- 
cia, registrando  el  jarro  y  mudando  el  agua  echase 
otra  vez  los  polvos:  á  poco  tiempo  registró  por  su 
mano  los  polvos,  y  halló  el  panecito  formado:  re- 
pitióse por  varias  veces  y  se  continuaba*  la  mara- 
villa, y  aunque  procuraron  ocultarla,  Dios  Nuestro 
Sefior  la  manifestó  par^  su  alabanza:  acudían  reli- 
giosos, prebendados,  sefiores,  virey es,  grandes  y 
chicos;  y  para  todos  daba  Dios  por  intercesión  de 
la  santt^.y  mano  de  aquélla  señora,  panecitos. i^ila-. 


27» 

grasód  otío  aM^éác^,  tAntoá,  que  pMr  fltíIlittM  m 
oóntabab. 

99.  E)  aBo  d«  653  taé  el  M.  R.  F.  Fr.  Bovna- 
vesturu  de  Salioaa,  cbmÍ3&rio  geoenl»  y  otros  ma- 
chos Mligionos  oon  ¿1  i  la  casa  del  deán  eos  dos 
eicribaLOB  reales,  qpe  registraiido  ei  jarro  ditron 
fe  del'  Agua  que  se'  le  echaba  y  del  paasdto  qaoso 
molía,  j  habiendo'  echado  la  seSora  eo  presencia 
de  todoB  eo  pofvos  el  paneclto  molido,  eemroQ  los 
escribanos  oon  qd  pliego  de  pepeí  «1  jarh)  y  con 
oblea^lo  aellaron,  y  á  poco  rato  de  media  hora  abrío- 
roD  e!  jatro  y  eo  el  i^oa  halInroQ'  formado  et  pa- 
neoito  oomo  estaba  áotes  de  molido,  y  eon  aaero 
mibigro,  porque  oo  la  esUmpa  dotide  se  habia  vis- 
to un  Jesús  sobre  la  cttbézS  de  la  santa,  siendo  k 
17  de  Setiembre,  día  de  Íq^  Llngnfl  de  N.  P.  S. 
Francisco,  snoó  el  paneeito  ea  el  iu^r  del  Jesos 
las  cinco  llagas  de  aquél  ^s:  éste  eon  su  testimo- 
nio se  envió  á  Lima,  donde  se  venera;  y  él  seKor 
don  J«en  de  Palafox  y  otros,  han  remitido  muchos 

,  6  Espalfíi  fíoa  testimonio. 

100.  La&  experiencias  que  hioierOD  algunos  du- 
dosos acrediturdn  la  maravilla,  porque  abonos  por 
detríis  del  panecito  te  hacina  rúbricas,  le  poiiian 
firmas,  echábanlos  en  el  almirez  peqtíefio  donde  so 
molia  por  su  n 

seSfls  después 
iluminabati  de 
-tó,  tóolido  sal 


Ue§»tido  ei  BÍH>de.O6ta^r0^  ta  ^e'isii»  celeUr»  Ik 
fiesta  de  kí  0iiatfi>  todo^  WKaton  m  «diotem  nlto¿ 
fonnaiof;  y  aoontocíó  im  a&o  qvM^  aié|id«^  diípdb 
las  once  &iU  ^SrgeoiéB,  éohamn  ^  su  ubúsix^é^ 'tín 
panooito^  y  de  mío !  salieron  fotáiadda^*¿QOé;     ' 

101.  Otra  Qiavavíllaí aeéxpCfrilheAtó rnMkdi i<a^ 
ees,  que  si  el  panecito  de  los  )|«it»:bnMnti  salMíl  f  Jn« 
madbsóiilafróáiaieate^se  baein^  pedazoé^  áütique 
fiméuí  mmuébBf  eon  eehatle  en  el  ji^rro  dcd :  agttá 
sm  nboierki  4Ril}a  reintegrado*  y  fSWM  iíniáHmíiBv9i 
y «na^ vesi oa Teligiosd jlel  Carmen  érojoisina' dei loe 
panéoites  milagrbsoB;  en  ti^s^  |>Qdiissos  dítrídvdb/y 
^iáadoeelo  &*la  refiera  paifa  <taé' toebBase  en  el  jait 
ro;  UevándoU>  at  oratetioj  al  querer  embaírlo  sáfaiM- 
sneate  se  halld»en  las'  i*nno8r  de  kt  devota  séflova 
reintegrado:  maravíHa'  qne^  adtmrailiosf  loe  que  14) 
vtmoa,^  y  eUigó  á  que  le  tesémnio»  (aufiqaé  Ib  vé- 
imitaba)  las  nuÉu^.  ^ 

102.  El  séfior  don  Fr.  Payo  de  Hívera,  áiae»- 
hispo,  iFÍreyí,  que  mucbívB  Teces^  babia  sido  testigo 
de  esta  maravUla  en^moübda  paaleoitatf  >  qw  babia 
visto  formar,  deéeese  ite  qideODíoe  Kfitsttre  Seifir 
descubriese  cdn  soberskia  U»  estp  pi^digíqi^  (fde 
para  liéesr  demsBÓtvoá-  ignéradsee  ^sv  ^4wrilía  bacaf , 
lo  emeomendó  á  pereonae  religiosásiy  mpíi^itiiiiTea, 
aplieando  esfísniafea  oraiBÍmieé;/y '¿vipc|tiistéé<^idel 
omtvMb» denti^MBoá  ée Ntiestea' SiAfra^dél '€áq[- 
Bienjde:esto{siiida¿,  Uséi  and^é^fUr^acmáw^ 

Vbtavcitrt.^-Toiio  II.— 24 


«T8 
WMa4oiesti(osybtGÍ«ndajiiiitad»lioidtaM  doc- 
tos de  todas  f&OBltsdes,  para  «[oe  oada  eaal,  laidos 
los.  autos  dieae  sa  pareoer  y  se  dismnriesa  el  csso: 
Jieohb  raqurimiaQto  al  ¡nomotor  fiscal  pora  que 
d^ese  ai  tei.la  algo  en  ooDtra  deloaotoAdo.y  délo 
disoamdo,  habiendo  pedido  ;¿  Dios  Nuestro.  Se&or 
su  ayuda  púa  el aúerto  ea  la. materia}  promolgó 
el  anto  q«ie  «a  sigae:    ; 

lOa.  So  el  ikombre  de  la  Sastiaitta  Trñddad, 
tees  penonas  dÍE^iotas  y  tttt:salo  Oioa  Terdadvo, 
f  miraude'  4ntcannnte  surfaenta  .y  gloria,  y  da  sa 
Madre  flantíaima,  y  de  la  gloiiosa  Saeta  Toesa 
de  J«e\u;  y  e«  virtud  que  para  ello  dos  da  el  San- 
to CoQoiHo  i!Eride&táiM,  doolaramoe:  que  et  referido 
heobb,  cwo  y  aiioeKf  de  }a- reintegración  de  loe  pa- 
fiedtos  de  Santa  Tbresa¡<|Be  por  muohoa  afios  se 
liaexperÍnteiitBdo>y  «xperiiBeBta-fin  esta  ciudad 
de  México,  en  la  nú^a  y  easa  del  muy  Teoem- 
ble  seBor  doctor  don  Juan  de.Poblete,  deán  dala 
«anta  igleaíai,  varoo  dfi  qemplltr  vida  y  por  foda 
ella  irreprenaiUe  .y  bien  fundada  en  au  notoria  y 
experioiBDtada  hamildad,  oooriene  i  aabn-,  qae 
flwUdoa  loa  panedtos  dlohos  y.eobados  en  ou  jairo 
ád  agá%  todo  por  natío  de  dtdla. María  Poblóte, 

,íet6C(naido  6am> r~^— — ="*-    *■ j- j:j.. 

ise&or  deas*  ni  bn 
laqnetíM:  poiviiB,  V 
pauetútos  que  teai 
ay  la  1 


•2X9 

mewforiila/fQbcoiíJkeoliob  y  fieUados^  «b  y  ha: silo 
Bobrenattiml  y  milagrato;  y  permitiiaM  y'tlaiBDs 
lioenciA  que  como  milagro  se  pnedfe  publicar  y  pro- 
dicar,  para  que  Dios  Nwatro  Seffor.  aea  también 
por  edta  eausfi  glorlfieaddi  y  ci^iMsa  en  los  fiélps  la 
devoción  y  culto  de  su:  gloriosa  Santa  Teresa  de 
Jesús:  y  mandamos  qbe  ésba  declaraetoo  se-ponga 
en  Jos  autos  y  se/Ie.faaga  notoria  al  &.  P^:prior  y 
conventq  de  Nuestra;  SeBorá  det  Cátmen^  y  ae^  lo 
dé  testimonio  á  lá  letra  de  ella  si  le  pidi€(re^  Bn 
teatimonid  de  lo  enardamos  el  prbsento,. firmado  de 
Nos,  sellado  con  Nuestro  sello  y  refrendado  de 
Nuestro  infrascrito  seeretarib  ób  la  oiudad  de  Mé* 
xioó,  en. nueve  dias  del  tnes  de  Octu&re  de  1677 
aSos.  ¥r.  Payo,  arzobispo  de  Méjiioo.  Por  man- 
dado del  IlustrisiAio  y  Excelentísimo  Sefior  Arzo- 
bispOy  virey,  mi  seBbr»  Santiage  ¿ubricaldáy^  se- 
cretario. '  •-..*'      -í  . 

104.  Repicóse  én  toda  la  ;oiudadv  y  celebi*ós6 
con  fiestas  de  misaa  y  «sermones  el  milagro  en  la 
Catedral,  &n  el  convento  del  Carmen  yén  Santa 
Teresa:  predicaron  con  toda  erudición  el  seBor  doc- 
tor Isidro  de  SariBana,  chantre  y  ahora  obispo  de 
Oaxaca;  el  sefior'don  Diego  de  Malpartida^  deán, 
y  el  R.  Pi  Antonio  Nú&ez;  y  lo. que  mas  admiró 
fué,  que  luego  que  sé  declaró  milagro  el^suoeso,  si 
antes  se  formaba  de  la  masa  de  los  polvos  él  pane- 
citOi  quedando,  el  agua  sin  masa^  después  se  for- 
suiha  el  páoecito,  y^  ea  el  jarro  se  qt^daiía  la  i^asa 


i»0 

dri«tfonMtfm^*>Miwlipff^  hálbAMi;  «tira- 

timados  y  6ii>oi  foqdo  4a  nma  do  1m  r  polvos,  y 
mUto  al  prrtu^b  MO  tA  jarra,  que  m  goawoció 
Aa^Uta  '^  luAflorsa.  dividido  y  qita  quodaba  ia 
mifakéípara^fMrnoiMqtifbMsey  deapaes  poma  dos 
7  ti^s  janraía  Ja^  tnOava  dondp  saliaa  pattooitos,  ood 
'tal  árdeii,  .qtaé  si  an  ai  jaorto*  prtnaípal  (qaa  .Uaná- 
bas  la  OapüiinA)'ati  kadaiaáa  tambíeb;  paaoei'no 
düha^püi  Ja  Gajpdtaaia^  les  deáiáa  ^rros  -na  'id  da- 
bn9  lMNBÍa,^^ol!(|ifio''4eiM7 'K^    laarilcm  y 
aeaá  lá  «MiraTitlay  que*  pamcás' da  oaarsata  aSas 
fai  abntiüoada*.  Eoéi  ^eatervada  par  el  oabfldo  de 
la  santa  igiesisf.  coa  tadai  pompa  aav  ia^oapiMa'de 
dan  Félipo' da  Vfasna^  patrón  da.Mé|a)»o^>coa«spe« 
ranaas^  firáiea  ée  qve  goaa  qi  «Hua  da  glofía/  *. 

IQS.  MTdoolor  don  FtaueisoadalaBaBi^^iado- 
ñero.  Démostenos  de  aquellos  tiempos,  Cioevon  de 
la  «looiseripia  oásiellana:  no  sa  tenia  p<Mr  fiesta-gran- 
de dondsno;  prediaaba  al<  racionare:  im  aiiafesoias 
predicaba' todos  lOs  dias-  oa  d4veraas  >pá»tee;^*Ios 
viernes  y  domiogícMs  pot  la  uiaBana  y  tard^  y  eon 
ser  tan  ootidiano  afB:8Íenipve  al  osnourso  natnero- 
ao^por  ooya  causa  tantos  samonea,  ;par  Jo* que 
¡tmiaa  de  d&dlyas^  quidiraataron  eata  paBá!  en  cu 
. enferoiedad  para  que  conecierani su  flt maaaprofe- 
aó  en  la  religión  de  San  Franoisoo,  qaadande  p«ÍA 
pobre,  la  qfne  con  la  riquesa  -de  sus  aguaa  bebís 
Kagado.ka.  aimaa:  ^é.^  traído  >á.4a.a»£éQiiarisÍ4liI 


oottitift  to  gaande, '  é^ndé  miwA  <1  iio;da<646:.6B- 
tonáiviAeeu  el  alten ihayfr/oóir  aaisteBiii&  d^I  ve- 
nM«iblQ*eaUl(lo  y ,coobiRiso:  dé;  tbda  la  oiadjid^  .ifae 
U^abtrln  pérdida,  dé  la  datzaní  .pcoveobúte  dfli  su 

106.  fit  ilostra  sefipri  úóus  Simom  Esteban  .de 
Akuite^  DMiiteifao,  íMe&tre-eseuQla,  oi|tedrátie^  e^ 
propiedad  de  esoriiura,  arzobiofo  elacbo  de  Mani- 
la,  merced  que  leilegó  después  de  muerto,  cuyas 
letras. fueron  desde  sus  principios  celebradas^  pues 
siendo  -bachiller  en  artes  solamente,  en  oposición 
de  otros  doctores  sacó  la  cátedra  de  filosofía  tem- 
poral: dejó  memorias  con  su  hacienda  asi  en  su 
iglesia  como  en  la  Real  Universidad,  procurando 
con  lo  temporal  granjear  lo  eterno. 

107.  El  ilustre  seBor  don  Francisco  de  Siles, 
colegial  de  Santos,  canónigo  de  la  santa  iglesia  lee- 
toral  y  catedrático  de  vísperas  de  teología  en  pro- 
piedad, arzobispo  electo  db  Manila,  que  como  el 
Real  del  Monte  de  Pachuca,  su  patria,  da  plata 
para  enriquecer  la  Nueva-España,  dio  este  talento 
de  plata  rica  para  ilustrar  su  Iglesia. 

108.  El  seftor  doctor  don  Juan  de  la  PeBa  Bu- 
trón Moxica,  natural  de  México,  canónigo  tesore- 
re,  y  arcediano,  y  catedrático  de  prima  de  teología 
en  posesión  y  no  en  propiedad,  idea  perfecta 
de  sacerdotes  conforme  al  corazón  de  Dips,  co- 
mo David  en  su  humildad  profunda,  con  tan- 
ta obediencia  á  sus  padres,  que  no  obraba  co- 


aa,  üi  MU  *l  oeAoTt  ñn  qxw  ae  lo  i 

100.  ÜBtoa  MB.I0B  ^«  ÜKMroajan  eritoa  Imk- 
pQB  d«spueB  qué  Qit  .Geniales  paae  .éa  sa  Taatn 
tiww  obispoB  y  docs  pcebaudados:  los  qüa  rmo 
son  antorchas  Inoieotes  del  cielo  de  eeta  ^wa, 
-  eajhB  TÍrUides  ae  omítoB  per  qo  agraTiv  sa  mo- 
4eetíA,  y  'por  el  cona^d  dal  Bspirita  Santo:— 
Lauda  poet  mort*«t. 


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* 


OAPimLO  IV. 


Prosiguen  Im  gloriai.d^.la  oiadod  49  México  en  los  '^rel^ua 

arzobispos  que  ha  gozado. 


110»  Las  tíeroiui  mettiaiiiía  á^.  Jloi  UustrbHQfis 
prelados  de  nuestra  ciudad  m^^sieaofi,  cuyas  :he« 
róicaB.  yirtttdis  y  oiérítos  eaiyientes  sooi  las  pren- 
dida rnáaisublÍQies  ^qui^  ^^  engrao^ecen,  seljiau  lo 
grande  deeste  ^asoato  y  dap  lastre  á,  la  materia 
de  este  argumento,  ¡Feliz  edad  $ uand^o  vemos  eu 
uuoa  mismos  sugetos  la  eleocióA  en  lo  ;dichoso  y  la 
felioidad  conseguidla  en  |{ia  alabans^^  de  lo  obrado^ 
pues  estos  prelados  fuecoq  antorchas! ;  en  el  luci- 
miento y  acireditaron  sus  virtudes  y  doctrina  eu 
las  obras,  con  valor  oatólicol  » 

111,  Erigióse  en.  iglesia  (arzobispal. esta  silla  de 
México,  &  súplica  de}  seBor  don  Carlos  V^  por  Pau- 
lo III,  el  aKo  4e  545.  Tendrá  de  Norte  á  Sur  cien- 
to y  cincumta  legjiia^,  y»de  Oriente,  4  jPoniente  más 
de  treinta.  ISene  por  suf)r(^áne<^^diez  obispos:  Pue- 
bla de  loa  angelas, '  Miohpacau,  Qazjaca,  Nueya- 
Q^ali(¿a  de  .(}»ia4alaf4ra9  l{|;icivar!y^ci^a,.de  Qua- 


284 

diana^  Yucatán,  Chuttemala  y  VerapM  qué  «e  le 
uniói  Chiapa  y  HoAduras.  Omoedióle  el  a^or 
Gárloa  V  los  dieamba  que  su  Santidad  le  conoedi^S 
el  alto  de  529:  monta  noventa  mil  peaoa  la  meaa 
de  todos  ellos,  más  6  menos  oonforme  laa  cosadlas 
y  valor  de  las  semillas.  Un  aüo  con  otro  tiene  el 
arzobispo  hasta  véifitíóliát^o  mil  pesos,  y  lo  de^ás 
se  comparte  en  su  majestad,  fábrica  y  eapUolares: 
el  (Téan  cómo  q^aÍDce;  liis  dignidades  ^omó  9oóe;lo8 
canónigos  como  diez,  y  los  racioneros  cerno  siete; 
los  medios  tres  y  medio,  según  la  cuenta  y  mapa 
itílliresá^  €IÍns¡falo  ÚB^^TNaí^  owitattov^que'fbé  de 

112: '  Bn  esté  aniíUspaao  se  lM^éeléfoa4e4i«s 

dlnedetf.  Bn  MéjdM^MBl^jirimttre^  attttdeSS&per 

-el^enlerabte  '^ádte'firáy  Jkfartki  de  ^*V^leÉcia^  eemo 

*delifgadb  dé  stf  ÉNúitidaá;  á  qne  siíiitti»e*  mico 

cíéri^MÍ,  diez  y  tüev^'Mlifeiiosas^selsMfiMiol»^ 

V^pibin'D.Feniatidb'ÜorlAs;  Ea  ét  déefbtaiWaetf  im 

d«  la  admiúitfÍMcfe»  d»  tes  '8&tttM'Saftiiin^ 

da  el  órd^n y  modo  qiierhoy  se  ebriente'  y-se'llaeb- 

servado  en  la  administfacteñ'y^^ectriBii/aál  ^eaes- 

'  tas  parte»  coiáo  en  el  reitíé  del  Fn*6  ea  todob  los 

doéttineros  y  ministroé,  como  'se  pttede  vw-^n  la 

ciíarta  parte  de  este  ^Teatro  dé  lós^Sucéaos  -Seü 

giósos,  tratado^ primero,  capitule  cuarto,  aAm.  12. 

*     113.  ÉVségündd  ceifciliá  hizo  el  se&er  do»ftay 

Aiohso  de  Afontúflir,  «Bo  de  6A6|  «itKaeísteiteiade 

'tres  o^iepes^  tmaMediano^  que  fi|Mmi4^»ttosM- 


406 
mmofi^MÜMeá^  á¿ú4t«^  Uamñ^áé  Ski^tet^  <^- 

dB  hn  dectétoft  écmio  qtnéiv  etoMt»a^'triii  eiit'{)eHá  en 

la  adinimstraoioD  en  esta  Provincia  del  Santo  Éráií^ 

g^ioy  donde  fué  religiosaib  San  Francisco  y  gran 

ministro;  don  Ya^oo  de  Quíroga,  de  Michoacan;  don 

Juan  Lóp^zidB  S^órate^idirQfXfm;;  el  arcediano 

de  Guatemala  don  Diego  de  Carabajal,  en  nombre 

y  con  poder  de  ^on  FrttncisctrMarroqain,  su  obispo. 

414.'  Bi' tó^ee^O'  ftié^  alkr'tfe  584  y  8^^  M^ue 

pMüidié  43)(8iAo)<  árz\[>bi9pó  den  PeÁ^é^Moy9í40  Goñ- 

tntM;  don  a^tencia  de  ñeñe  obispos  sufVágáneoil:  AM 

Br^go  Roteaño,  de  la  Pnebta;  don  f^ay  Jmn^e  Me^ 

d(na  BStíMú'y  aguBtino^,^  Mióbdaéaa;  doi^fray  &o^ 

mee  Vénnlüieií  ée  €órdüva>  gerónimo,  de  GttatMm- 

YsLi'^dúá  fihiy  3>6tn§tígd^  Átasela,  domlvico^  de^  Ouadií'- 

laxara;  doá  fhty  Gregorio  Móntalvo/doniinlcé,  de 

Yucatán;' don  f)raiy  Bartolo  mé4e^Ledezma>  dominico^ 

de  Oajflaea»  Fi^é  Mcretario^de  mi»  ooncAio  y  ordenó 

núB  ie&n^M^  el  enid4t<>  varoá^  den  Jban  de  Sakedo, 

oaft#d?átko^  de  priuui  de«  c&oones^  Jubilado,  decano 

de'fii  Pa^uHaá/  oonmHor  del  Sdnte  Ofteio  y  deait 

de  MéxIeO)  ^[úiq  í&ííxíó  éú  4  de  Abtil,  sábado  de 

Radioav  aSIo  de  62J3.  OonftrméBe  et  concilip  méxi- 

oa»^  por  el  concilio  Trideintiño^  dándole  á  sue  de^ 

cvetos  la  mismafaensa^y  TÍgev  que  &  loe  decretos 

delaficde  589,  como  consta  del  testimonie  dado 

en  27  da  Octub^^  que  está  al  fin  del  concilio  Mexi'> 

cano.  Mandó  su  majestad  imptinüixy  gai^darle  pef 


Gédul&4fr#  ¿4  lebreni  y  1^  f^  Abril  de  621,  y  «I 
eigniente  afio«l«  22  faéitopra»  ep  filózioQ  por 
lardeo  d^.sflItQr,.<len  Jau , P6r«z  d«  Ii^  Seras,  su 


ARZOBISPOS  DE  HÉXIOO. 

PBUKBO. 

114-  Bl  íliistrUimoeeQor  doafray  JiiADdeZa- 
iqánitgat  flBifeUEat  de  la  tUU  d»  Daruga  (y  a«gnB 
el  oronistA  de  la  provÍDou.  de  Cttotabiia,  do  Ja-tí- 
Hade  ZoLCiárcaga),  raligioso  d»  nuestro  Padre  Srb 
Framüseo,  que  toioó .  el  UbiW  en  el  oonyettty  ds 
nuestra  SeKora  d»  Ai'ftuaBÜ  cuando  era  de  la  fta- 
vÍQoia  de  la  Conoepotop.  £'ué  BJagj^Ur  en  eantütad  y 
virtud;  guardián  de  muchos  conveoto^  y  del  Abro- 
jo, eetnioario  áa  rarodes  aar^tos,  «aya  vida  tengo 
eaoritaen  el  Menologio^dt  la  Provi^^a  del  Santa 
Evangelio,  en  14id4  Junio  (día  «n  que  pa«t  &  me- 
jor vida,  domingo  &.  laA  n«eve  áa  la  mallanat  ín- 
ffaootava.de  Corpus,  MU)  do  b4A):  f ué  septtiflido 
eo  la  catedral,  aunqufe  pidió  «pteTrarBeon-flltioit- 
vottto,  ptiT  primer  <»bi^o  en  «1  altar  majror  de  I» 
iglesia  vieja,  y  di 
de  los  ReyQD,  al  I 
de  la  pared,  dend 
ilBstirÍBÍmo8  arzobi 
fk»^  el  mas. de  Ufl 


»       t 

i      < 


116.  £1  ilastrisimo  MXor -dmi  fray  Alonso  Mon- 
t6far,  imtoral  de  la  ciadad  de  Loja,  que  tomó  el 
hábito  de  nuestro  Padre  Santo  Domingo,  de  quin- 
ce afios,  en  el  convento  de  Santa  Cruz  de  Grana- 
da;  calificador  del  Santo  Oficio,  qué' siendo  segunda 
ves  prior  del  convento  de  Granada,  taé  presentado 
por  el  sefior  Carlos  Y  el  afio  de  551:  obró  cosas 
grandes  asi  en  fábricas  materiales  como  espiritua- 
les; hizo  imprimir  la  Suma  del  ilustrisimo  don  fray 
Bailtolomé  de  Ledezma:  después  de  dieasysiete  aBos 
de  goMemo  pasó  al  SeSor  en  7  de  Marzo  de  569  y 
ochenta  de  su  edad.  Fué  sepultado  en  el  convento 
real  de  nuestro  Padre  Santo  Domingo  de  México. 

piacBBo. 

117.  £1  ilustrisimo  sefior  don  Pedro  Moya  de 
Contreras,  natural  de  Córdoba,  doctor  en  cánones 
de  Sf^lamanea,  maestre-escuela  de  la  iglesia  de  Ca- 
naria, inquisidor  de  Murcia  y  el  primero  de  Méxi- 
co, que  celebró  el  auto  de  fe  primero  que  hizo. e^- 
ta  inquisición.  me:ticíana,  fué  electo  arzobispo  en  15 
de  Juniode  1573:  consagróle  en  léxico  d&n  An- 
tonio de  Morales,  obispp  de  la  Puebla,  en  21  de 
Noviembre,  afio  de  74.  .Visitó  gran  parte  de  su 
arzobispado:  fué  visitador  general;  luego  virey  por 
muerte  del  oonde  de  la  Cortina:  celebró  concilio^ 

.  aüa  de  85^;  con  asistencia  .de  seis  obUpos;  pasó  4 


EspaSa  á  dar  ca«iita  de  su  viúU»  y  fué  preaidaii- 
t«  del  CoDsejo  real  de' lrr¿  Itidiai,  y  á  pocos  waemes 
matiá  (pof  DieúmkPe,  itBe  de  &á^:  «4li  adfíulU- 
do  «u  Uj'parroqkiHi  do  SuitiRgo  de  Bfadtid. 

CDiBTO. 

:  118,  IillLlustrt4nM)sa^r4oaAloiise£'6nuu3ds« 
de  BoaUla,  natiual  de  Córdoba,  fiscal  de  la  ioqul- 
sicioii;(a«;xus,iw  y  so,  uqusi^or  (aAa  de  5% ) ,  daao 
de  la  santa  iglesia^  obieita  úb  la  í^uevfc-GaUciv  y 
do  allí  fué  por  vii^Ador  de  b  jBal.bacUBda  d«  Li- 
ma al  Perú,  y  estando  en  ella,  fué  proaeotado  parí 
armbigfu  de.  Méxicp  po  15  da  Ustzq  de  592^  Con- 
sagróse ea  LÍBift]  y  aunque  deseó  venir  ¿  au  igleaia, 
Is  ditaitaroii  «i  ¥iaje  taA-cojuisioae;  do-Buw^9sUdf 
que  le  ordend  fuese  á  Quito  ¿  pnciScar  el  alboroto      i 
que  por  laa  alcabala»»  lertintó  (oomo  lo  htso),  y      i 
e)  aSlo  diO  &8l6  vurió,  y  está  eo  Limaen  )ip  oaitedral      | 
sentado. 

114.  £1  üaatrisia»  MKdr  dOiy  fray  Qvafe  de 
Baota  Harta,  natural  de  Alcalá  de  Edsrw,  diflOi^ 
déQ  de  9an  Ovfóoíbm^  géaeri^  d*  au  OrdaBy  prior 
det  EsboríiU  y  (eatanasEftario  d«l  soBor  Feüpti^ 

.preáentólQ'  por  ik-mI 
de<U)0:  tardeces  aoe 
fué  «ompelido.  Cota 
de  Rojas,  arzobispo 

"  ée^^«o<!Coi».eu4«  «al; 


de  €06,  y  fué  sepultado  en  la  «atedj(iüldA-M4j^^» 
donde  yace.  .    .  ^  .. 

SEXTO. 


t  i 


12p.  El  ilustrisi^pao  se^or  ^qn  fray:  l^arpin  Gu^r- 
r a,  na^tural  a^  la  villa  de  Forpást^^  (iQ^ninicano»  que 
tomó  ^1  habito  en  ^ao  Pablo  de  Yalla^olid,  maes- 
tro  y  prior  de  ^u  casa:'  fvié  eleeto.  arzobispo  en^  ?^ 
de  Octubre  de  6Q7.  F^éeA  su  |;obÍ9rnp  aQerta4^i 
asi  en:8u  iglesia  como  hiendo  yirey^  que.  lo  fué  e.p,^ 
12  de^ppio  de  6^,  hasta  32  áe  Febrero  (íe..6l¿ 
en  que  pi^só  de  esta  vida>  y  fué  sepultado  coma 
virey  y  arzobispo  <^otíuaI  en  la  catedral  de  México.^ 

''  '    ■'    ekímáú.  ••  •     '      "   ♦    ' '  '-•. 

121.  El  ilustrisimo  sefior  don  Juan  Pérez  de  h 
Sema,  natural  de  Cervera  en  el  obispado  de  <^iien-^ 
ca,  cplejgial  de  Sigüenzá  y  Santa  Cruz  de  Yftlta^o- 
lidy  catedrático  de  Durando  y  cai^ónigó  magistral 
de  Zamora.  Fué  electo  arzobispo  en  18  ie  E^ero 
de6l3:  Tisitó  su  arzobispado:  cumpíió  con' el  qBoio 
de  buen  pastor^  dandp  muchas  limosnas  ^  los  po- 
bres:  trasladó  el  cuerpo  del  venerable  Gregorio  X^ó- 

pez,  de  Santa  Fe  al  convento  de  San  José  de  des- 

'  •  •        •      t* 

calzas  del  Carmen:  predicó  en  la  canonización  dé 
Santa  Teresa;  y  por  las  contiendas  que  tuvo  con 
el  taiftrqaés  da  Gelves,  de  que  se  or^ind  el  ok^tin 
debí^  plebe :én.l&jie  finco  del BBe  dé  (Mtt,  Mfi^ 

ViTA]icaRT.->Toiio  IÍ.—85 


A  Btpafla,  d*«de  (M  ohisfé  de  Zamora,  donde  nv- 
rió  «1  8  de  Agoste  el  aBe  dé  6S1  y'fué  Mpoltado  \ 
en  sa  oatodnl.  ' 

OOTATO.  ■   ■ 

122.  £1  UuBtrisimo'sefior  don  FraDcísoo  Hanzo 
y  Zúfllga,  natural  de  Caffas  en  el  obispado  de  Ca- 
lahorra, colegial  de  Valladolid,  óatedrático  de  vis- 
peras  de  c&DúDes,  rector  ;  cancelaño  de  la  iglesia 
de  Calahorra,  arcediano  y  oidor  de  Granada,  y  del 
Consejo  de  la  Contadaria  real,  y  de  alli  del  Con- 
sejo real  de  ludias,  abad  de  San  Adrián  en  Logro- 
So,  arohipreste  de  Arrioja  y  de  Camero  viejo  y  de 
Ribera;  electo  arzobispo  en  12  de  Abríl  de  629, 
oonsagriSIe  don.  Fray  Alonso  de  Armendaris,  obis- 
po de  Miohoaoan  en  los  Remedios,  dos  leguae  de 
México,  con  asistencia  de  tos  señores  don  Lope 
Altamirano  y  don  Diego  de  Quevara,  arcediano,  el 
afio  29.  En  la  inandacion  socorrió  á  sus  feligreses, 
saliendo  en  persona  en  una  canoa  á  repartir  el  sae- 
tento:  en  la  peste  puso 
de  los  indios:  reparó  la 
ella  hizo  casas  de  nove 
Sefiora  de  Balvanera: 
vido  á  Cartajena,  y  de 
gos,  donde  murió. 

1^.  SI  ÜDatrisimo 
$i,  nttttlftl  dift  í]ariaoD 


291 

ta  oolegial  dd  Santa  Maiia  de  Jesús,  catedrátieo 
de  prima  de  o&nones,  inquisidor  de  Lima,  obispo 
de  Guamanga;'  electo  arzobispo  de  México  en  18  de 
Noviembre  de  632,  murió  sin  ver  su  iglesia^  en  6  de 
Agosto  de  636  7  ochenta  años  de  edad.  Fue  ver* 
dadero  padre,  porque  todo  lo  que  tuvo  lo  empleó 
en  limosnas  y  adorno  de  sus  iglesias,  por  lo  oual 
no  hizo  testamento  porque  no  tuvo  de  qué:  fué  se- 
pultado con  asistencia  de  muchos  y  lágrimas  de 
todoa. 

*  DÉCIMO. 

124.  El  ilustrisimo  señor  don  Feliciano  de  la 
Vega,  natural  de  Lima,  catedrático  jubilado '  de 
prima  de  cánones,  canónigo,  chantre,  provisor, 
juez  de  apelaciones  de  los  sufragáneos,  á  quien, 
de  más  de  cuatro  mil  sentencias  que  dio,  ninguna 
se  le  revocó;  ordinario  del  Santo  Oficio,  obispo  de 
Popayan  j  Yerapaz,  de  allí  electo  arzobispo  de 
México  en  9  de  Marzo  de  638.  Remitió  poder  al 
seBor  don  Diego  de  Guevara,  y  tomó  posesión  en 
su  nombre.  Dejó  memorias  grandes  con  que  eternizó 
su  nombre:  tres  capellanías  de  á  trescientos  pesos 
de  renta  para  tres  capellanes  que  asisten  en  el  co- 
ro de  Xima:  dos  con  renta  de  mil  y  quinientos  ca- 
da aBo  en  el  convento  de  nuestro  Padre  Santo  Do- 
mingo por  sus  padres  y  deudos:  dotó  la  fiesta  de 
San  Feliciano  y  dos  huérfanas  de  á  cuatrocientos  y 
omoaenta  p^aos  de  dote  en;  la  catedral. de  Xima: 


dbfei  UM  cateará  <de  m^tú  §n\»  uip&T#Etid«á  oql 
aeiseientM  J^daisdo nmto Q»da alb.  Da  dfrtM que 
dio  ¿  fiU0  piarfAoteS)  i  iiM9  {Mura  i^fioDJaa,  6  0tr«i 
pata  oaaadfta^'  mcm^aron  é  ociieAta  mü  pMM»  siu 
bft  limoísnas  ftaoMtas  (que  fnevoD  muchafl).  Faéec 
Btt  fiMaUadi  de  Aqudilo»  tiempos  •eelebmdo:  imprí- 
.váé  uiiM  resolaaíwta,  y  Uegarcm  á  citorle  en  lo^ 
estrados  viviendo.  Murió  lea  el  oenueo,  por  fines 
de  Dioiembr^e  del  edo  de  640|  ea  Mezetlan,  á  30 
leguas  de  Acapulco:  depositóse  en  Tixtla,  y  des- 
pués de  veinte  meses  fu^  llevado  an  cuerpo,  incor- 
rupto á  México,  donde  fué  sepultado  con  asisten- 
4ña  del  virey  y  aadienda  y  tribunales  Tace  ai  kdo 
del  Eyattgelio,  ^n  el  altar  de  los  Reyes,  mm  ei  Jiue 
co  de  la  paned  cea  les  demás.  Xra&a  en  <m>  coando 
vino  á  su  arsobispado,  para  obras  pías,  eiohoeíaatos 
mil  pesos,  que  por  ignorarse  los  fines  por  üo  ¿abei 
hecho  testamento,  no  se  pusieron  en  cjjeoaeieD,  \ 
oon  la  acelerada  muerte  de  su  duefio  desaparecí' 
el  oro  muy  s.prisa. 

ONCJB. 

125.  £1  il«0trisimo  sefior  don  Joan  de  Palafox 
y  Meodeza,  obispo  de  k  Puebla,  fué  electo  arzo 
bispo  de  México,  m&o  de  B42,  y  se  excusó  reaon- 
ctando^  por  el  empeSo  en  que  estaba  de  la  fábrica 
de  SH  iglesia. 

DOCB. 

126.  m  UustriniBd  seftbr  don  Juan  de  Mafios 


Qñj  áatorü  jdflí  JMaitq«na^*eft  ^iaoayf,  crióae  en 


\ 


^8 

jMKéxico^fiüMsáidaPeároF  de  Mafiküóay  sa  tía.  Pa- 
só 4  «tttdiar  «n  .fiftlsmáDea,  donde  filé  odiegiaLde 
San  JE^toljomé  y  Ikeaoiado  jenoánonasc  íaé  príiotr 
ÍQ%uiaídw  40  OoiiajMUi,  y  ddáQi  i&qmñdordeli- 
m»}  y  Itt^gD  pisó  Á  k  fiupmoML,  affo  de  42^  fué 
pneídente  «de  la  .cbauoUlerf»  de  Omnkét^  y  mttn- 
bispo  electo  de  Méxioo  en  14  de  Jonio  de  643. 
Consagróle  el  eeftor  don  Joao  4e  Palefox  m  la 
oatedra^  49  México,  en  24 .  de  Felurerp  del  aSo  4e 
45;  salid  lue^  6  la  visita,  y  hasta  el  ^o  A0  48 
confirmé  n^áe  de  setenta  mil  peraooae^  de  quB  le 
envié  su  majestad  gracias.  Fué  piadoso  y  pacifipo 
prelado,  y  de  todos  los  estados  muy  amado:  de- 
fensor de  la  fe^  y  caritativo  con  sus  ovejas.  Marié 
el  áüo  de  53|  y  está  en  la  iglesia  catedral  sepul- 
tado con  los  demás. 

TRSCS. 

127.  Bl  ilustrisimo  seftor  don  Marcelo  h6^^4^ 
Azcona,  vino  electo  arzobispo  de  México^  de  abad 
de  BoncesvalleSi  el  aKo  654.  Hombre  docto  y  ce- 
loso del  bien  de  las  almas,  con  las  enfermedades  de 
la  navegación  del  mar  se  jante  lo  ardiente  de  su 
celo  y  á  pocos  meses  de  Uegado,  mar  y  celo  dieron 
fin  á  la  vida  de  Maroelo:  enterróse  en  la  catedral  de 
México,  donde  yaee. 

186.  fll  ilubtrisimo  sefior  don  Mateo  Zaga  de 
Bngneiro/ natml  de  iVmtov^dr»  en  el  peino  de 


2d4 

Galíoiai  canÓDÍgo  de  la^mnia  iglesia  de  Toledo, 
dootor  en  óánonea  y  ea  letras  celebradOi  llegó  el 
aSo  de  656  á  México,  donde  se  consagró  bI  día  de 
Santiago  apóstol.  Fué  llamado  del  CSonsejo  real  para 
servicio  de  sa  mi^estad,  y  el  año  de  61  paaó  á  Es- 
paüa,  donde  fué  obispo  dé  Oartajena,  donde  ouirió. 

QUmCE. 

129.  £i  ilustrlsimo  seBor  don  Diego  Osorío  Es- 
cebar  y  Llamas,  obispo  de  la  Puebla,  fué  el  a&o  de 
63  electo  arzobispo  de  México:  gobernó  el  arzo- 
bispado poco  tiempo,  y  por  el  amor  de  sus  ovejas 
se  excusó  renunciando. 

DIEZ  Y  SKIS. 

130.  El  ilustrisimo  seBor  don  Alonso  de  Cuevas 
y  Davales,  natural  de  México,  canóniga  magistral, 
tesorero  y  arcediano  de  la  Puebla,  arcediano  y  deán 
de  México,  obispo  de  Nicaragua  (que  renunció)  y 
obispo  de  Oaxaca,  adonde  pasó,  fué  electo  arsobis- 
pe  de  México  el  aBo  de  664,  adonde  vino;  y  antes 
de  llegarle  el  palie,  en  2  de  Septiembre  de  65  pasó 
al  SeBor,  y  está  enterrado  en  la.  catedral,  donde  fué 
bautizado.  Fué  varen  de  heroicas  virtudes  y  fama 
de  santidad,  cuya  vida  se  espera  sacará  á  luz  el  li- 
cenciado don  Oárlos  de  Sigüenza  y  Qóngora,  cate- 
drático de  matemáticas,  con  la  erudición  que  suele. 

DIEZ  T  SIBIS. 

131.  El  ilnstrisimo  seBor  áón  Fr.  Marcos  Ka- 
mirez  de  Prado,  aatuml  de  Madrid,  del  óiídea  de 


2dá 

K.  P.  San  FranoiscOy  que  tomó  el  hábito  dé  Jtrecd 
afios  en  el  conyento  d«>  Salamanca;  fué  secretario 
de  h  provincia  de  Santñigo;  incorporóse  ea]a>pro- 
YÍndade  Griaaiada,  adonde  segunda  vez  fué  secre- 
tario ly  goatdibn.de  LiK>ena>  convento  que  teedift- 
eó,  y  guardián  de  Granada»  y  &  loa  cuarenta  aSLos 
obispo  de  Ctdapa:  consagróle  en  las  Descalzas  de 
Madrid  íbI  obispo  de  Tturragona:  fué  de  Chiapa  pro- 
netvido  á;  Miohoaeaní  aKo  de639y  en  13  de  Marzo^ 
dond0  luegQ  dio  principio  al  edificio  de  su  ígle* 
aia:  reedificó  pl  convento  de  religiosas  de  Vallado- 
.  lid,,  y  á  todos  los  oónveotps  favoreció  coi^  limosnas 
y  á  aoa  pobres  y  4  todas  horas  cpn  socorros.  Dejó 
dotadas  ooho  capillas  y;  altares  con  fiestas  y  .ani- 
versarios, en  particular  una  de  la  Presentación  de 
Nuestra  SeSora:  en  su  iglesia,  que  llegó  á  mas  de 
diez  mil  pesos  su  fabrica,  y  quedó  dotada  con  una 
misa  todos  los  dias  y  fiesta  cada  aSo  con  huérfana 
y  sermón  y  aniversario  de  difuntos:  dotó  muchas 
lámparas  asi  eit  í^s  Indias  como  en  EspaBa,  y  las 
envió  de  ac&  de  plata,  con  tantas  obras  pías,  que 
parecía  dar  mas  de  loique  tenia:  fué  visitador  del 
tribunal  -de  Oruza,da  aSo  de  47:  fué  promovido  á  la 
sília  arzobispal  año  de  666:  enióró ¿gobernarla oon 
alegría  de  todos;  y  cuando  esperaban  con  tal  prin- 
cipé el  consuelo  que  habia  dada  á  las  ovejas  de  su 
reímSo,  antes  que  le  viniese  eí  palio,  afio  da  67, 
pasd  de  esta  vida:  fuésepuitado  en  la  catedral  con 
flantiiniento  á»  .t<^oé*  :i 


m 


»i 


mÉt  romo. 

182.  SI  Uwitrisiiio  «Sot  4m  BV.  ¥mfp  JBvi* 
qott  de  Riven,  Mtiiral  4%^  Softlfe^  4e  1»  «^tsa  ^e 

-▲gostiOy  q«o  loiiíi4  e(  hábito  es  Sui  BU^,  d« 

y  fmi  prior  d^mqml  eem«ata»  y  átppgea  t— tor  ^ 
pttBa  Mftria  de  Aragón,  4e&iiidiDr  y  capeador  ¿«I 
BiBMrte  Ofieioy  ^eieoto  ebiepe*^  Ouatemok  «B^  de 
^7,  donde  se  wopó*eQ  obtáalievéicaa^n  anmesto 
de  ^u  eibÍ8paído:Vf«é  Ml^gieeo  per  eztMtti*  BNdMto 

9  • 

y  ttuy  ^tsereto  y  ^gíkñ  Imwñ^té:  impranió  m  M- 
1^0  4e  k  Cmeep^im  ée  N«éttra  fieSera,  oeo^n- 
teridades  grandes  de  los  ^fitoe  Padree  y  Mitovea 
"clásicos  en  favor  del  misterio,  en  qne  ae  ooaeaíé 

00  talento. 

183.  Fué  pramovido  al  aradiiispado  «de  Mésáco^ 

idonde  ilegfá  el  año  ¿0.668,  víspera  de  kaaafradoB 
Bdástolaa  Saa  Pedro  y  San  PaUe,  atoule  ia  vii^g^s 
ée  los  Remedios  en  laicai^dral  enaaJiofMiiaiiejdi. 
idbeso  4in«ncio<de  fiemedio  que  en  «na  necesídadae  ab- 
peraba«DiMÍn8D.  üM  !ritey  y  oapitanKenexaleiilS 
de  Bimembre  del  año  die  73,  por  miiette  deLaeBor  4«- 
^e  de  Yeragiiás:  eon&wó  fétsv^fgtkmm^  desñtte- 
rissade,  úfii  y  paQiSeo,  y  por  les  ofeeídea  aocema 
ique  hizo  á  ea  miQOsted  en  ios  eaékm  haatavl  «lo 
de  SOy  y  se  hubiera  oontínuade  por  teda  aa  idimé 


xiq'  h»bM  rftniio^ado  mb  inetaiioui  m  mfiiM  á^  6^ 
n^eatad  ti  vimBiatd,  y  w  máMfSfd^Su  3wtídB4 
el  ar(Ks^bi4>Aéos  ae^ptóronto  lu  rmmmemi  paaó  i 
Kapagaag»  de  81>  y  cuando  la  «guardaba  la  mUn 
de  uno  dt»  lo^  oaatr0  obispados  |;raMlaa  y  la  preal^ 
deaemda  Jodias,  aio ll^gi^r  á la  corto aa fii4 deada 
Giadad  Boal  dosfiiedida  da  todoa  ood  do0  cfríados 
Boliiiaaota  y  tía  pefaoaa  al  ooii vento  de  Nuastna  Sa>^ 
S&era  da  los  DekNroa  dol  Básoa,  donde  reuiíicádo  4 
rel%íoao  aniítoro  y  á  vida  ejempler,  aoabó  coi  ia 
jnertalefi|o4e24,  ooaodifij»aoion  dri  otbo.  Ceia^ 
bváretBecruakoiiras  anla  oatadral  doMéxiooeoa 
aateaidAd  y  asístoaoia  de  |;odo8  Jes  itibnnadas»  é 
qne  pradioó  ol  s6Ko9  deeboír  don  Isidro  da  SetiBe^- 
nOi  obispo  de  Oaxaea^  eü  que-  fluudfeatd  la$  pren* 
das  do  prinetpo  tac  aofaoraaoc  noniitdnoto  al  libra  dai 
HoaMíádo  José  de  r  Avilas^  da  su  vida,  imprasoaSo 
de  84. 

»•■■'• 

134.  El  ilastrisimo  seBor  don  Francisco  de  Agaiar 
y  SaixaSy  natural  de  Batanzos  en  Oalieia,  eale- 
gial  del  cMilegio  de  Gnenca  en  Salamanca^  en  San- 
tiago de  Galioia^  canóniga  da  AstioglEí;  y  eaqánigo 
penitenciario  de  Santiago  de  Oalieia,  obispo  da  Mi- 
choaean,  y  promovide  por  renunóia  del  safior  don 
Vr.  Aiyo  á  k  ailla  de  México,  donde  entró  al  rafio 
de  81.  Prelado  piadoso  y  vigilante,  que  oonio  Elaá- 
aeran  da  división  de  la  típnr&dapvoqinoni^i^e  ^ 


298 

¡6  parte  qae  le  ampo  en  soerto  quena  midiese  & 
palmos;  asi  esbe"  principe  np  ha  dejado  rineoa  que 
6U  misma  persona  no  visite^  arríe^ndo  la  Tida  por 
stMi  ovejas  por  altas  sierras,  por  tierras  destempla 
das,  por  montes  y  quebradas;  oonfirmando  inou- 
merables  almas,  con  tanta  caridad ,  que  aunque  sea 
á  cualquier  hora  y  uno  solo,  lo  confirma  con  vo- 
luntad apacible;  predicando  la  doctrina  evangélica 
sin  cesai^  gobierna  hoy;  con  los  pobres  Unsesnero. 
en  la  igleáa  devéto,  vigilante  en  la  reformaeion  de 
las  costumbres,  suave  pata  todos  y  solo  para  ai  se- 
vero y  rigoroso,  que  eon  su  misma  vida  predieacdo 
ensef&a,  y  obra  efectos^prodigiosoa  en  utilidad  de 
su  rebane;  tan  devoto  de  N%  P.  S.  Francisco,  que 
profesó  en  la  Tercera  (^den  en  manea  del  R.  P. 
guardián,  Fr.  Antonio  de  Escaray,  alio  de  04,  y  el 
de  99  fué  ^electo  en  hermano  mayor,  que  ac^pt^ 
con  suma  devoción.  iTo,  por  seguir  el  consejo  del 
Espíritu  Santo: — Lauda  post  mortem, — dejo  la 
pluma  para  los  que  "&  su  tiempo  merecieren  cano- 
nizar sus  virtudes.  * 

'  135.  Estés  eon  y  han  sido  los  prelados  de  h 
iglesia  cütedral  mexicana,  metropolitana  de  la  Nae- 
varEspaBa:  iiusttisimos  por  la  dignidad,  y  mucho 
mas  por  sus\exeeleatea  atributos  y  virtudes,  que 
con  mi  corto  caudal  he  sacude:  como  de  mina  riquí- 
sima de  lo  que  ella  misma  me  ha  ofracido,  petsue- 
dtdo  que  es  io  que  mas  enriqueoe  esta  ciudad  in- 
mgaep:  y:in  {áedf  asi  maaf  redoma  de  att.oorona  que 


299 

mas  la  adotnaa  y  ennobteoeDi  eon  cujm  virtudM 
y  excelencias  es  Dios  NuesbroSefior gloriflcadc ea 
sus  ñervos. 

136.  Na  es  rnenc^  la  gloría  que  goza  con  haber 
reengendrado  eo  él  bautismo  al  santo  Felipe  de  Je- 
scuiy  6Q'  patrón^  y  al  invicto  mártir  Fr.  Bartolomé 
Gutierres,  del  orden  de  San  Agustín,  que  padeció 
en  el  Japón:  nació  en  la  calle  de  Santo  Domingo^ 
y  fué  bautizado  en  esta  catedral  en  4  de  Setiem- 
bre de  1580  aftes.  per  el  V.  P.  cura  Francisco  de 
Loza,  compafieró  del  Y.  P,  Gregorio  López,  cuyas 
reliquias  y  huesos  están  en  la  sacrístla:  y  estiman* 
se  como  de  yaron  ilustre  cuya  beatificación  se  so* 
licita. 

137.  También  puede  gloriarse  del  hermano  Die« 
go  de  Montalvan,  de  la  Compafiia  de  Jesús,  que 
el  aBo  de  612  en  14  dé  Diciembre  padeció  por  la 
fe  en  loe  reinos  del  Chile,  que  siendo  mexicano  se 
bautínría  en  la  catedral:  hace  memoria  de  sumar^ 
tirio  el  P.  Alonso  de  Otalle  en  su  Historia  del 
Chile  {lib.  7/e.  6,  fol.  228). 

138.  El  y.  sacerdote  Juan  González,  canónigo 
de  ésta  iaaata  iglesia,  natural  de  Valencia  de  Mom^ 
buey,  obispado  de  Badajoz,  es  uno  de  los  li)ceros 
de  este  cielo:  vino  lie  edad  de  pocos  afto9  en  busca 
de  su  pariente  Qonzalez:  estudió  en  México  lati^ 
niHad,  y  fbé  de  los  primeros  estudiantefií:  ordenóle 
de  epístola  y  eyangelia  el  seBor  don  Fr.  Julián 
QaiceBí  y  de  sacerdote  el  fttor  Zumámiga:  reiiÁnr 


eiá  Ja  étnaatiai  faén  á  nflüJinr  t  Mbnniftnur  1m 
arates  «ÉoiévmiitM  ^iRN^fn  M*  #i  <?-  J(#)8  «slpvo 
en  Xoohimiloo  o^n  los  padres;  de  allí»  koasmida  Ja 
saiadad  por  hakatae  ¿ido  á  k  (waeitQ.y  «o^^bi- 

aita  da  Hue^atlsi»  doada  astobf^  ál^  fiMiaMia  4al 
pa4re.f«aiidiaD; d« idU pasó a^ipiMldo  ^^Ja  1^« 
teiíén  4a  Saiala  laidMá»  Msaaao  é  k  amata  da 
Nnastea  fibOosada  ^Quadahipa,  (daada  pafepa  de  al- 
hiyas  ^ua  repaHaó  eatra  Iba  pabras^  aoii  mía  aoter 
aa  jgniaaa  da  hhakl  j  mas  Maiaüaa  da  smko  ara* 
do,  aé  wjetó.al  daetar  dan  Aiwm  da  ÍBaníUa,  ia- 
qoiaídor  y  dasa  daspoaii,  aaa  Iw  pwitaal  obadiaa- 
da,  qae  nada  hacia  sin  sa  liceaoiay  ni  aun  lo  auij 
IknitOy  ni  IsaoiabadaaMS  nahasariaai  témú  oobdan- 
la  peaitanaia  iqua  llaf&  k^  natí^  á  aa  MgiaM  y 
despai^hó  ist  M|fiar  ffsUpo  II  oédukal  ^say^  4|iia 
iniMsa  maeba  Manta  can  la jpAraaaardnL  padw 
JiMí  Ooñaalaa*  Mond  da  oms  da  nó^iata  aftaaaa 
aasa  dal  solor  deán,  aa  Wanbaokar^  ^al  primar  día 
de  Enero  de  1591,  y  ooa  ia  faina,  da  taaitfdad  se 
eoMKMriaioa  kidos  loa  Iribanalas  y  religiaiías;  y  en 
viriad  de  la  oddtdafqié^al  aatmaro  de  iaate  osten> 
tseiaiiy  aao«palainianto,otíiao,piidiarasar«ldeHa 
piinaipe:  aatonése  en  k  oatadrali  en  el  ingar  da 
lea  caaónigBS,  poA|ne  k  f«é. 

188.  £1  Y.  P«  FianaiaMdatLoca^  eom  qüaOé 
da  k  aaoto  aatodisdr  d«  gsw  «aMad  pata  aan  les 
pi^ÍMna»  |MN«iAidP  MMNMw.  ^ 


801 

Has  para  sasneodendatles,  inuy  dádó  á  la  ótacioii, 
y  sobre  ser  compaHero  del  venerable  padre  Grego- 
rio Iiópe2y  se  puede  considerar  cuál  seria  la  santi* 
dad  y  virtades  que  le  adornaron. — Cum  sancto, 
sanotns  eris.— Está  sepultado  en  el  convento  de 
San  José  de  Carmelitas  descalzas^  donde  estaban 
los  huesos  de  su  compañero^  que  como  en  vida 
tanto  se  quisieron,  én  muerte  se  juntaron. 

140.  Otros  muchos  varones  ha  tenido  esta  san- 
ta iglesia,  aunque  én  oficio  menores,  en  virtud  y 
letras  grandes.  El  padre  fray  Juan  Mesa,  natural 
de  Utrera,  4m  pasa  mozo  á  está  ciudad,  criéée  en 
en  :1a  Huasteea  Qcai>  ua  tic  stiyoiencofiaendere;  y 
apliodse  al  estade  eeÍ8fli&stioo(  y  como  era  gma 
lengua,  como  apostólioo  varen  andaba  de  pueblo 
en  pueblo  de  ohichiiDécto  predicaxido  á  pié  y  bo- 
bre.  Hiso  gran  frato;  y  habiendo  heredado  á  su 
tio,  r^[mrtió  á  pebres  y  casó  huéffaaitó;  y  era  taci- 
ta so  caridad^  que  se  le  conocía:  traia  en  su  cora- 
zea  á  Dios  tan  aseado,  que  en  los  alteres  y  codas 
divina»  0tH  admii^on  su  limpieza.   í'né  muy  da- 
do ¿  la  oracioav  y  ya  anciano  w  retiró  á  Panu- 
co á  tratad  de  su  muerte:  fué  ton  honesto  y  reca- 
tado; huyendo  de  la  oon versación  de  las  mujeres 
que  murió,  al  juicio  de  su  eoofesor  *y  religiosos, 
virgen,  enya  vida  más  á  k)  largo  trae  el  padre 
Torqnemada  edn  la  del  padre  Urbato,  presbítero, 
muy  i  )a  del  padre  Meta  semejante^  de  que  ée  de-' 
bená^oftnoe6ttoS«Borlfl9'g#ftdÚ.         ^ 

ViTAVcimT.— Tomo  1I.--S6 


CAPITULO  V. 

De  lo*  tribniuleB  qne  «nnobleua  U  olndaid  de  UizioQ. 

141.  Per  el  orden  dé  bqb  utígBedftdes,  segiiii 
el  tiempo  de  bu  fandacios,  seBfthiré  con  brevedad 
los  tríbunales,  aunqae  alganos  posteriores  bob  de 
más  digotdad  que  otros  primeros. 

142.  Et  tríbanal  y  oabildo  de  la  (^dad  es  de 
giaade  autoridad  y  taa  antigoo  como  ella  en  sn 
fondacioD.  Hade  tener  doce  redores,  sagoa  lee 
cédalas  de  sannjestad.  Bljgense  cada  aSo  dos  al- 
caldes erdinarioa-á  primero  de  Eteero,  y  ¿dos  ofi- 
ciales y  dftmás  mioistros:  alguacil  nfayorooa. auto- 
ridad de  nombrar  toMeote;  depoñtario  genenl:  al- 
calde de  la  hermandad  con  su  alguacil:  proonador 
mayor  (que  lo  es  ni 

ptiblico  y  mayor  del 
to  en  cabildo:  otro  i 
esoribanos  de^ntraí 
taoioa  y  Bel  ejecntd 
tad,  y  se  beuefifjijMii 


sos 

d«  108  regidores,  ^^onforúé  le  cabe  él  tunó,  fiácaél 
estandarte  real  el  dia  y  TÍspera  de  San  Hipólito 
mártir:  el  correo  mayor  tiene  voto  y  asiento  de 
regidor^  y  un  capellán  qae  nombra  la  ciudad.  Tíe^ 
ne  por  patrón  á  San  Felipe  de  Jesos^  mártir  fran- 
ciscano del  Japón)  por  nacido  en  la  ciudad/ y  le 
celebra  su  fiesta  en  el  convento  de  nuestro  Padre 
San  Francisco.  Es  patrona  de  la  ermita  nuestra 
Se&ora  de  los  Remedios,  y  tiene  su  cofiradia  en 
aquel  santuario,  con  autoridad  de  nombrar  cape- 
llán, de  que  nuevamente,  en  virtud  de  cédula  de 
su  majestad/ tomó  posesión  el  ano  de  683  por  ha- 
bónele  restituido. 

143.  £n  18  de  Enero  de  611  se  concedió  para 
propios  de  la  ciudad  el  ¡Riesto  de  la  plaza,  don- 
de se  ponen  cajones  y  mesillas,  de  que  hace  los 
gastos  de  la  procesión  de  Corpus,  de  arcos  y  dan- 
zas.. El  aSo  de  43  se  proveyó  en  Pedro  de  Navia 
el  ofieioi  de  fiscal  de  la  justicia  ordinaria,  como  en 
Castilla,  y  lo  tomó  en  si  la  ciudad.  El  afio  de  45, 
dando  siete*  mil  pesos,  tiene  fiel  de  pesos  y  medi- 
das, mojoneria,  pregonería,  porteros  de  cabildo  y 
cárcel  y  otros  oficios  menores  que  provee  á  su  ar- 
bitrio para  autoridad  del  tribunal:  sus  armas  que- 
dw  referidas  en  el  cap.  20  de  los  gobernadores  y 

vireyes. 

144;  El  tribunal  de  jueces,  oficiales  reales  de  la 
ciudad'  real,  donde  se  recoge  la  hacienda  de  su  ma- 
estad,  ía<^dd  el  seftor  don  Fernando  Cortés,  y  es 


IM 

faBantigmiowie  l»<tf«jM,.4M«ftiMMft<te  «& 
«osted«T,  «  ñwtfw  j  DD  lescnsro. 

146.  La  Budienv»  ae  fandó  ri  »flo  d»  537  «m 
omtri)  údorefl  y  preaidcotei  hoy  tiew  acli9  oU«- 
103,  ciuko  aloiJdfla  de  W  Sala  éol  GxbWD  y  dw 
SffNilWi  w^  d«  lo  civit  y  otro  del  criiaen.  ]fo  t»- 
04Ddo  1a  ^«ga  de  lo  oivil,  posa  &  sarviiila  el  qa*  1« 
es  del  «rimen;  y,  atando  solo»  eotrambee,  vigmi 
la*  erdenaosiaa  del  aüo  6S3,  y  oada  fi«oaL  tt«M  ob 
agente  Mtieitftdor  oen  salaño  ea  peB«a  de  oámu». 
Cuatro  raUtores  de  lo  eirti  y  dos  del  oriaiea:  oaa* 
tro  porteros  de  lo  útU  y.  ttes  del  orineeo,  ocu  ae- 
laño  cada  onal  en  gastos  de  juatioi».  Ilatosoftene 
de  reUtorea  y  porteros  oómbia  el  pTOsédente  ■eel 
y  eapruno  Consejo  de  In£as,  fitaiaaéo  sds  tUidM, 
y  ta  majeitad  eoa  él. 

146.  Focra  de  estos  aficñes  tteae,  otree  qne  se 
haD  benefieiádo.  por  diferaqtee  etrntiduáes,  aen^- 
me  el  oÉcio  y  sos  preemipenwas.  Algaaotl  mayor 
de  óorte  oea  Bsieato]  oerreo  tDayor  oea  asiente  en 
la  ciudad:  obaDoilto,  ^e  provee  ü  okattoilltt  4e 
las  Indias  por  gracñ.  de  su  máeeUd»  owMedüa  por 
oódala  de  27  da  Jolio  del  afU  4e  688:  UKNpler 
general  de  púas  de  e&mara,  eetMdoa  y  gutotde 
justióa;  de»  escribanos  dB  oánera  de  lo  «tUi  des 
oscribaDoa  may 
nata  de  la  Sal 
un.  oQDtador  dfl 
todes  «w  &gp1 


<0d 

eaiad9r.j'$Qlml4d9t:  ittm^  vMnticmitro  recepto- 
Te9  7  ^004  psocuribclpr^a^  coyas  preemineqoias  00- 
táO'Op  Im  c^i^liis  del  lafio  de  938  y  41,  y  9}  ofi- 
cío  de.  Tepartidor  de  nagpoiQs,  qin  otroe  mucbos 
meqoriee  que  ee  *  agregan»  que  oeupan  las  salas  y 
covrídoveflb  <M)B  sa  ap^Bente  oada  eual  para  guarda 
de  ley  iiapekee  en  palaeio. 

147»  Ül  triliQQal  de  la  santa  Inqoisioion  (alcá- 
zar fuerte  y  tnonte  de  JSioa),  4e  fandó  en  esta  m- 
dad  ;d0j(éxicOy  aSo  de  671.  Fué  so  primer  inqaU 
ador  el  sellar  dod  Pedro  Moya  de  Contreras:  el « 
licenciado  Cervantesi  que  murié  en  el  viaje:  el  li- 
€«n<9edo  dea  AIoqbo  Fernandas  de  Bonilla,  deán 
de  MóxMo,  stt  primer  fiscal.  Coasta  de  tres  iaqui- 
sidérea  apostóUcos;  unfiscal,  con  tres  mil  pesos  de 
sa^ríoy  cadaiuno  de  los  tercies  adelantado;  un  al* 
g¡9M¡L  mayor;  un  depositario  y  un  receptor;,  tres 
secretaáes;  muobos  consultores  y  calificadores  y 
familiares  seculares*   Está  bi^o  la  protección  de 
San  Pedro  mártúr^  cea  una  célebre  cofradía  que 
oeltbra  su  fiesta,  para  cuyo  efecto  se  nombra  un 
hermano  mayor.  Han  celerado  autos  generales  y 
partictllaree  de  fe  con  notable  grandeza  de  autori- 
dad  y  concurso^  quedando  en  todos  la  fe  católica  y 
su  Tardad  con  TÍctorias<  Para  los  salarios  se  ha  se- 
fiaiado  una  caDongia  en  cada  iglesia  catedral  de  su 
distrito»  con  cédula  de  su  majestad  del  afio  de  629, 

diqpAcbada.  en  oee&rmldftd  de  la  «o^oesioii  qoe  le 


hizd  I»  uotidod  d«  UrlADÓ^yiSI  pKM  Mito  ef«Bto. 
Su  faodaaoa  faé  siendo  PdntífiDe  San  Pb  -V,  rajr 
de  las  EBpaOss  Felipe  II  {fftnrief,  fot  Mff),  f  íd- 
quisidor  general  «I  ilMstfÍBiino  y  rererotidisttttt  ae- 
Sor  don  Diego  de  fispiaofia,  (ardenal  de  Is  sanfa 
iglesia  y  presidente  de  GutUla.  OEtntó»  en  4  de 
Noviembre  del  nisratf  aSo  la  mifia  ea  la  sonta  «t- 
tedral  panL  la  celebración,  á  que  aaistierúm  toda» 
los  tribunales,  preoedíeadó  la  prooenon  oon  el  ea- 
ta&darte  de  la  fe  y  el — Te  Deum  Uadamas,— dan- 
do gr&cias  de  haber  enteudo  en  este  Nnevo-Mnado 
el  orísol  de  nuestra  santa  fe,  In  Itu  de  la  Iglesis  y 
complenjento  d^  ETangelio. 

148.  El  tribunal  del  Santo  O&do  e«  el  jejrelde 
la  Santisinia  Trinidad,  árbol  qaei^antd'Dios  para 
qoe  cada  rama,  extendida  pot  la  cristiandad,  ftaeee 
la  vara  de  justicia  oon  flores  de  faiserioordia  y  fru- 
tos de  esoanoiaoto.  Bl  primero  qaeejercád^ateefi- 
oio  fué  el  mismo  Dios  cuando  al  primer  hereje,  que 
faé  Caio,  como  dice  la  traslaraon  oaldaioa,  donde  se 
dioe  que  mató  á  su  hermano  Abel  porque  le  oontra- 
dijo  sus  herejías,  que  deoia  no  haber  jnea,  ni  jus- 
ticia, ni  otro  siglo,  ni  premio  para  los  boenoe  y  pe- 
na para  los  matos  (como  dice  Siúi  Qeróiiiaio,'^. 
ffebr.  tJ 
denándi 
como  hi 
tencid  e 
quieren 


8or 

de  tin  keriesinroa  le  bástanla  IHoá  minifitros  humiU 
des  y  Baoerdote?  pobres  que  defiendan  su  honra. 
149.  El  primer  ihquisidor  que  sustituyó  t>or 
Dioa  foé  Moisés,  que  oondenó  á  muerte  en  un  dia 
veinte  y  tres  mil  herejes  apóstatas  que  adoraron  el 
becerro*  que  deshizo,  y  dtó  á  beber  en  agua  sus 
cenizas.  {Exod.,  S2.)  El  segundo  fué  Elias,  que 
valiéndose  del  auxiHó  real  que  el  rey  Acab  le  dio, 
pasó  á  cuchillo  todos  los  herejes  de  Samaría,  ha- 
ciendo auto  de  la  fe  en  el  torrente  Cifon.  Elias  fué 
el  primero  á  quien  Dios  subdelegó  el  quemar  6  los 
apóstatas  con  fuego  {Reg,  S,  cap.  18)  ^  como  se  vio 
en  dos  veóes  eú  que  el  rey  Ocosiás  le  envió  á  pren- 
der, que  ea  cada  una  quemó  cincuenta  soldados 
con  BU  capitán  {4  Reg.,  cap.  i),  sentenciándolo 
Elias,  y  al  pronunciarlo  se  ejecutaba  por  los  án- 
geles (qú%  á  este  santo  tribunal  le  siifven  ánge- 
les y  le  obedece  el  cielo):  en  él  se  vio  la  misericor- 
dia como  la  justicia,  pues  el  tercer  capitán  que  la 
pidió  le  perdonó,  que  mas  tardan  en  pedir  miseri- 
cordia los  reos  que  en  concedérsela  los  ministros. 
150.  La  penitencia  de  los  sambenitos  usó  la  pri- 
mitiva iglesia  de  muoÜos  lugares  de  la  Escritura,  en 
especial  del  capitulo  3  de  Jonás,  donde  se  dice  que 
los  de  Ninive  se  vistieron  de  sacos  haciendo  peni- 
tencia. £1  tribunal  supremo  de  Roma,  que  en  tiem- 
po de  Paulo  Tercero  se  fundó  el  afio  de  1640  {ffer* 
r&r.f  Martínez^  fol  268)  y  renovó  esta  penitencia; 
y  oaaá'bendeekui  IO0  aacús  se  llamaron  sacos  bañ* 


808, 

ditos^  y  corro])[^]}i9n4f  f^l  nombre  se  lUMMren  mdi- 
benitoB. 

151.  Muoho  06  pudiera  decir  de  esta  eanfto  tri- 
bunali  pero  dejólo  á  mcgor  pluma  que  la  mía,  y  bo 
será  contra  iul  asuqtOj  porque  si  traite  4e  loe  au* 
mentes  de  la  fe  en  la  Nueva^EspaBa,  qo  dacé  le- 
gítimos pasos  si  w  los  registro  ea  tribunal  qiw  tan- 
to lo  defiende,  para  que  asi  entren  atas  bonrados 
los  que  de  mi  religión  hemos  servida  A  este  tribu- 
nal de  ministros  en  diferentes  tíeppoe,  wl  da  co- 
misarios como  de  calificadoreSi  pMraa  de  ^ue 
de  este  tribueal. 

152.  SI  a{to  de  537  se  e^vid  eoaúsarie  gtMrsl 
de  cruzada  delegado  del  de  Espa^Ai  qcie.le  ee  neo 
de  los  prebendadoe  de  la  iglesia  mexicana.  Tiene 
asesor,  que  lo  ee  une  de  loe  seSores  oidores,  te- 
sorero geQoral,  que  por  cédula  del  allome  ^11  ae 
mandó  tuviese  voz  y  voto  ep  di  oabilde  de  la  ciu- 
dad  y  en  los-  deipás  actos  como  loe  de  la  real  ha- 
cienda; qontador,  con  mil  diicados  de  aalario;  egen- 
te  en  la  corte,  y  todos  con  titulo  de  su  majestad; 
y  fuera  de  estos  en  cada  iglesia  catedral  de  las  Id- 
dies  hay  coipisarios,  cantadores  y  tesoreros  eubde* 
legados,  con  otros  ministros  inferiores  para  la  co- 
branza. 

153.  Tres  contadores  qi|ie  conocen  de  la  real 
hacienda  con  autoridad  en  todos  los  oficiales  rea- 
les  del  reino,  hacen  tribunal  y  desj^han  por  el 
revt  úénUaM  #&  loa  actos  p(íl»lÍQM  «a  «Um  W»  li» 


real  é«^Mift^  ymkin^  bÜH»»!;  gbwi  ¿e j3elb(H!ia^* 
ol  dia  da  hoy  se  ban  aoiabii^dd  porqué  Uégan  á 
doae  OQoiadores,  qoe  nbn  mpernamevatios.  Tiene 
esoribaao  real,  que  w  proveyó  por  el  rey  el  aBo  de 
1628^  portero  «^eottiior  y  ofioial  mayor  del  tribu- 
naly  con  salarios;  dos  contadores  de  resultas^  qUe 
hoy  aon  seis^  y  dos  ocultadores  ordenadores,  que  se 
praveyero(n  alto  do  29,  que  hoy  son  cuatro. 

164.  Tres  oficíale*  de  la  real  (uga,  que  son  con* 

tador,  tesorero  y  factor,  y  ésto  ea  el  Teodor  y  provee* 

dor;  coa  bres  oficiales  mayores  de  estos  oficiales 

reales,  con  salario  de  su  majestad,  como  pareos  por 

cédttia.de  10  de  Julio  de  641  (auaque  el  mayor 

eatá  hoy  con  salario  y  les  demás  sin  él,  porque  el 

se&or  don  Qmiaalo  Suarez,  visttador  de  las  oqas 

d«  Méxide^  b  quitó,  y  solamente  lo  goza  el  oficial 

mayor),  eaeribano  real  de  la  caja  y  mayor  de  mi* 

nas,  y  rcigislaros  que  se  benefició  por  su  majestad 

ea  Teinte  mil  pesos  el  afio  d^  645,  con  cédula  de 

24t  de  Marzo,  y  un  ejecutor  de  la  real  hacienda 

con  treaeieutos  pesca  de  salario,  ain  otros  menores 

que  á  ella  pwtenecen. 

155.  El  oficio  de  contador  de  tributos  y  azogues 
se  proveyó  por  su  majestad  e)  aSo  de  61Í1,  que 
hasta  entonces  era  elección  de  los  vireyes.  Tiene 
su  oficial  mayor  y  oficiales,  y  es  de  grande  autori- 
dad:: despacha  desde  su  csaa  coa  billete,,  y  de  to- 
dos tos  oficios  que  cobran  tributos  recibe  fiadores, 
y  jiara  k  eobranaa  despacha  por  ai  eJMniorea  oon 


salario  i  «oat»  de  iM-parUs:  tune  oiÉeainKu  «m- 
ca  de  la  distribaotondfrlosaEogoes^dtf  aSEodeOOG. 
166.  SI  ooDtador  de  -aleábalas  se  prorey^S  da 
nasTo  el  aSo  de  40  pon  un  tuto  por  eieate  de  sa- 
lario: provee  in  nsiested  la  propiedad  7  el  virey 
elinteríD. 

157.  SI  tríbanal  y  joagado  "de  IneDea  da  difiui- 
tos  se  fondo  afio  de  660,  para  recaer  los  bieoes 
de  los  que  mueren  ab  iotostato:  consta  de  un  asilor 
oidor,  que  entra  por  tamo,  un  esorífaano,  doa  de- 
feneores,  un  contador  y  an  alguacil,  onyaa  leyes 
están  en  la  Beoopilacion,  foUo  151. 

158.  Erígi<Íse  eUribuaal  del  Consulado  übi  681, 
y  diáae  forma  año  de  92  y  93,  oon  no  prior  y  dos 
cónsules  diputados  oon  juea  de  aUa&u  y  apela«BO- 
nes,  que  es  no  seilor  oidor  por  turno:  tiaoe  eacri- 
buio,  oontador,  selicitador  de  negooios,  alguacil 
^eoutor,  procurador,  abogado,  oon  bu  portero  de 
la  sala  de  andienda  que  tienen  en  el  pf^aeio,  dos 
comisarios  que  cobran  la  averia,  uno  en  ta  Vera- 
cruz  y  otro  en  Aeapuloo,  y  un  procurador  en  la 
corte  de  Madrid,  todos  oon  sus  süarioa  1 


169.  Fundóse  oon  titulode  Universidad  de  Mor 
oaderes  de  todf 
Ynoatan,  y  los  < 
la  advoeaciou  di 
y  N.  P.  Í9an  Pr 
qoele  sínren  i 


811 

fttpo  Tercero  en  lá  ordeBmsa  primera  del  Ooiibii^ 
lado  y  cédula  de  29*  de  Julio  de  1603  en  Vallado- 
lid  y  otras  muchas.  Concedióseles  para  los  salarios 
y  gastos  el  eobrar  á  cuatro  al  millar  de  la  averia 
en  la  Veracruz  y  Acapulco;  y  por  cédala  del  aBo 
de  46  uno  mas  sobre  los  cuatro  referidos  de  las 
mercaderías  que  llegan  á  dichos  puertos;  y  sobre 
loa  salarios  hay  cédula  real  de  6  de  Julio  de  1608: 
esta  ayeria  se  cobra  ya  en  México  uno  menos. 

160,  Elígese  prior  y  Cónsul,  quedando  el  menos 
antiguo  otro  a&o:  dia  de  Reyes  antecede  el  seBa- 
lar  los  electores,  y  estando  los  de  flota  son  la  mi-^ 
tad  de  los  cargadores  de  Espafia,  y  la  otra  mitad 
de  México:  dicese  misa  rezada  en  el  convento  de 
San  Fraacisco  en  su  capilla:  h&ceseles  una  breve 
plática  acerca  de  la  elección,  y  de  alli  van  á  la  sa- 
la de  audiencia  á  la  elección  y  vuelven  electos  á 
dar  gracias.  Celebran  caatro  fiestas  con  ostenta- 
ción cada  afio:  el  di^  de  la  Purísima  Concepción, 
á  qué  asisten  y  sacan  dos  huérfanas  que  dotan  á 
500  pesos,  en  los  domingos  infraoctavos  la  del  San- 
tísimo Sacramento;  la  de  N.  P.  S.  Francisco,  y  la 
Conmemoración  de  los  difuntos.  Tienen  capilla  y 
entierro  en  bóveda  muy  adornada,  cuya  puerta  sa- 
le á  la  capilla  mayor  de  la  iglesia  al  lado  del  evan* 
gelio,  donde  hay  sagrario  con  lámpara  encendida 
que  costea  el  Consulado,  con  otras  limosnas  que 
hace  al  convento,  á  que  corresponde  con  la  obliga- 
ción, de  cargar  religiosos  los  cuerpos  de  los  príorea 


su 

y>«<tfaalM.  Hay  otfMdfa  i»  it  •Oiuwyoiúa,  don 
iatUAsenÓM  (MOeáidaifl  por  «IomBw  FMle  Y^  'eo 
qiM  le  asifiatan  todotf  Icn  fieles  dé  uiboi-  boxm, 
Dajó  la  capilla  y  «ctíeno  d  oapiUa  Cñatótal  de 
Zttleta. 

lai.  Por  o4d«lA  d«  ra  w^tad  del  alio  de 
1691  «ti  9  d«  Abñt,  iaiproM  «1  afio  aügoiéiite  de 
02,  el  mBot  v'my  don  Lnñ  da  Velaaeo,  el  medio 
real  qvA  paffaoadi»  Indiada  la  NMra^Ealwfia  cada 
a&e  peta  los  gasboa  de  ^ditos  y  penenáa  qne  los 
defieodea  oob  oalidad  q«e  ao  hayan  de  Uevar  d«- 
reohoe  nisgunoi  i  loa  indios.  Dmiso  de  Mlaiiee  al 
Aseior  del  vifey  1400  p«so«;  al  l«^»d»  mil  daoa- 
dos  al  aSo;  á  loi  eseñbanos  de  la  gobarnaláeD  des 
mil  pesoa,  á  loa  de  oiaisra  oieDto  vaiato,  á  d4s  oa- 
cñbaboedel  tirkoeD  ciento  diea  á  «ada  ano,  á  tos 
proouradores  á  «uatroeientoü,  el  relatwr  tiene  dos- 
cientos, el  alguacil  doscientos  oinouenta,  reoeptor, 
aolieibidor  j  el  intérprete  tresoientoB  <ada  uno.  SI 
esoribano  ouatrooientoa;  el  registre  de  lea  prísioBes 
ciento  TÚQte,  eA  ouioiller  oi«tto  ítaiata  y  cinw. 
Con  estos  ealavios  se  jo2g6  tendrían  los  índüa  des- 
ahogo en  sus  pleitos,  y  ha  «do  para  oUos  de  na- 
y»  oosgo,  porque  eieodo  aomhmáoe-y  fonooes,  Um 
han  de  tener  eonteotos  paira  que  ootraA  los  deapa- 
ohofl,  poraue  son  tantea  sos  jnwKOM'Qvía  ata  ofaa 
audienoii 

16».  : 
ñnáo  vi 


ais 

t«iof ero  00»  gicmáM  peewánmfÁw. :  1^  vaodido 
el  ^ñtíio  pot  m  m^e$M  «1  iiSo  áfi  1&07  en  oí#ato 
y  oittQiieota  mU  p#s«0;  Ictg  ttes.  dft  fwdidori  easar 
y  ador  y  imr«ador^  du  .e^lilO  jT)  aesefita  mi),  perpe- 
tuo. Sb  d9  faadldor  et  del  4^0 Amato  de  dacmejitiaa 
del  Desierto  db  Méiuoo»  aprobado  for  m^iQf^estad 
por  cédala  dtf  jiEto  jíe  üil^  y  oam^^ra  persona  que 
paga  por  el  torció  cincuenta  y  cioco  mil  pctfofiy 
aunque  ja  se  ha  compuesto  el  que  sea  perpetuo. 
Hay  tallador,  balanzario,  guarda  mayor;  todos 
comprados  en  diferentes  cantidades.  Los  acuña- 
dores son  de  la  elección  del  tesorero^  y  dos  alcal- 
des que  nombra  su  excelencia  con  salario  á  su  ar- 
bitrio. Bátese  oro  desde  el  año  de  675,  con  cédu- 
la de  su  majestod,  que  ejecutó  el  seSor  don  fray 
Payo  de  Ribera,  arzobispo  y  vifey;  y  en  cada  aSp, 
de  plata  y  oro,,  llegan  á^bafírse  cerca  de  cinco  mi- 
llones. 

163.  Lasreales  alcabalas  han  sido  administradas 
por  la  ciudad  algunas  veces,  y  por  el  consulado  otras 
por  cabezones  de  á  9  atlos  cada  uno.  De  diez  afios 
acá  ha  nombrado  su  majeetod  juez  privativo,  que 
asiste  en  la  aduana  á  la  cobranza  de  la  frasteria  y 
vecindad  y  admito  los  asientos  de  los  ramos  dife- 
rentes á  los  asentistas.  Tiene  escribano  contodor 
por  su  majestod,  un  visto  para  el  registro  fiel  eje- 
cutor, un  guarda  mayor,  y  para  todas  las  calzadas 
guardas  que  asiston  y  conducen  las  mercadurías  á 

VtTáiicDRT.— Tomo  IL— 27 


laBdaampafatl  ngiob».  Bsod  rM^oamuy  «m- 
stdenbte  pan  la  hacienda  real,  j  el  cuidado  de  los 
nñQÍBtrofl  pnnteal  j  trabajoso;  esto  es  lo  snñato 
que  puede  decirse;  quien  quisiere  por  extenso  cé- 
dulas, mW  los  f  eveeoiones,  lea  el  Memorial  de  las 
Notíoias  Sawas  y  reales,  esorito  por  don  Juan  Diei 
de  la  Calle,  impreso  el  aBe  de  1646,  desde  el  folio 
41  ba^ta  el  68. 


^t^SS^SSSS^LmJ^m^m^i^SSSSKtSSMSStSWfStlfSBmtStBKBilí/fSHT  t     mmT, 


CAPITUIíO  VL 

p 

ContinúaiiBe  las  excelencias  de  la  ciudad  de  México  en  las 
grandexas  de  1»  real  anWenidAd  y  sua  colegios. 

164.  La  florentisima  academia  mexicana^  depó** 
sito  de  la  erodicion  y  fuente  inagotable  de  las  oieti- 
cias,  se  fandó  el  aHo  de  551^  en  22  de  Septiembre, 
con  los  estatutoSi  privilegios  y  preeminencias  de 
Salamanca^  siendo  Pontífice  k  santidad  de  Julio  III. 
Los  primeros  fundadores  fueron  los  reverendos  pa- 
dres fray  Pedro  de  la  PeSa^  dominico,  cátedra tioo 
de  prima;  fray  Alonso  de  la  Veracrüz,  de  escritu- 
ra; fray  Pedro  Jiménez,  de  vísperas;  ambos  del 
Orden  de  nuestro  Padre  San  Agustín,  que  oomo 
sol  de  la  Iglesia  di<5  estos  primeros  luceros  para  el 
cielo  de  esta  universidad.  Perfeccionóse  y  se  dio 
principio  el  aBo  de  552,  día  dé  lá  Conversión  de 
San  Pablo,  en  las  casas  que  habían  sido  de  doña 
Catalina  del  Moñtejo,  cercanas  al  palacio  real,  con 
su  plazuela.  Nombráronse  para  las  demás  cátedras 
hombres  doctos,  con  que  qued4  con  grandes  espe* 
ranzaft  de  loB  oreoidos  aúmentod  dé  que  goú^Ce- 


8ia 

por  patrón  7  abogado. 

165.  Consta  d«  un  rector  con  jarísdioeioD  sobre 
loB  doctores,  maestros  y  estudiantes  dentro  de  las 
escuelas  en  los  casos  á  los  estudios  conoernieBtes. 
Hay  coDsiliaríos,  y  siDdioo  y  secretario  por  so  ma- 
jestad, bedeles  y  denr&s  mlnistKifl.  CoQsUte,  eo  me- 
dio de  lo  secular  7  eclesiástico,  como  el  corazón  en 
el  cuerpo*  que  reparte  so  aliento  y  espiritas  vita- 
les á  toéaft  partea;  y  coiw  Bioe  eoBoane  cod  el 
cielo,  produdendo  en  este  reino  minas  de  plata  y 
oto  preeios^  y  margaritas  inestimabWs,  cria  Um- 
bien  TÍvisimos  ingenios  y  Üorídos  talentos;  y  como 
da  karraa  p^a  eoríqueoer  al  mundo,  puede  esta 
universidad  enriquecer  á  muchos  reinos  de  sogetos 
iluatras  en  rirtades,  claros  en  nobleza  y  oelebnUoi 
en  labras. 

166.  Ti^ne  veintitrés  eátedros:  pnma  y  vioperas 
da  teología.  Sagrad^  EBcritura;  prima  y  viaperu 
de  cánones}  príms  y  vísperas  de  leyes,  decreto, 
clementiaa,  iostituta;  prima  y  vísperas  de  medici- 
na, método,  uaíomia  y  cirugía;  prima  y  vísperas 
de .  filosofía,  astrologta,  retórico;  dos  d?  lengoa, 
mexicana  y  otomi;  o&tedra  de  Santo  Tomási,  que 
lee  nn  religioso  de  nuestro  Padre  Santo  Downge, 
y  otra  del  t 

de  nueatro 
i^e  se  ^. 


81T 

en  tX  coldgíb  máximo  da  San  Padvo  y  Sw  Pablo. 

1^7.  Aondon  á  olv  4  loa  oatodráticos  grau  uút»- 
ro  de  wttt^BBtes  y  los  qno  cursan,  colegíale»  del 
oolegb.ttBtígtto  de  nueatra  Sefiora  de  Todos  Satitos^ 
q«e  faadó  ei  seBoc  doctor  Bodrigaea  Santos,  teso^ 
rero  de  la  santa  i^^ia.de  j&féxico,  el  ;b£o  de  673». 
en  tiempo  de  don  Martin  Enriquecí  cuyas  becas 
BOA  por  oposidion  y-  con  informaciones  de  nobloM, 
do  donde  kan  safido  obispos  y  varones  insignes  pa* 
ra  prebenda^  y  cátedras. 

16ft.  £1  colegio  real  de. San  Ildefonso^  cuyas  be- 
cas reales  seSala  su  excelencia,  que  está  en  el  semir 
nario  de  colegialea  á  cargo  y  administración  de  la 
CompaBia  de  Jesús. 

169.  Bl  Colegio  de  GristOi  que  es  colegio  real  y 
lo  administra  un  presbítero  rector,  y  el  de  San  Ra- 
món de  religiosos  y  seculares,  á  cargo  de  los  neli-* 
giosot  de  nuestra  SeSora  de  la  Merced,  acuden 
también  reUgioeos  á  oir  al  catedrático  de  su  hábi- 
to con  los  estudiantes  seculares,  de  donde  salen 
para  bonroaos  puestos,  porque  todo  lo  que  hace  la 
unifwsidad  es  autorijiado  y  estén tatiyo.  Loa  demás 
cole^^osde  Portar-Gceli  de  nuestro  Padre  Santo  Do- 
mingo, San  Buenaventura  de  Tlatilulco,  de  nuestro 
Padre  San  Francisco,  San  PaUo  de  San  Agustín ^ 
en  Sus. conventos  leen  y  tienen  sus  actos  literarios, 
de^  que  se  tratará  en  su  lugar. 

170.  Ha  dado  esta  universidad  arsobispos,  obis- 
pos,; inqiaisidoíes^  pidoreii,:  alo^^fi^  jd.^  corte^  tgrau 


í 


81 

número  de  dignidadeB,  ca 
copia  no  ee  puede  delinea 
roe;  remltomé  al  Teatro  < 
Qil  González^  al  Memorf 
dre  fray  Buenaventura 
'  lio  107  empieza  á  non: 
universidad;  é  la  Bib? 
nelo;  á  la  Hispana,  ia> 
eolao  Antonio;  á  la  Bi 
tal  del  licenciado  don 
real  Consejó  de  Indir 
de  629,  'donde  entre 
ne,  que  han  tratado 
las  Indias,  pone  mu< 
pana  pone  diez  y  n 
que  hace  el  reveren 
na  (folio  239),  eru 
de  México  (su  pa 
co  arzobispos  y  ob 
tlustri^mo  don  fi 
acá  sino  en  Eispr 
ner  el  seBor  do 
dor  que  fué  do 
Evangelio  y  ot 
jubilado,  oalifi^ 
Nicaragua,  nai 
la  copia,  sienc' 
letras  tan  me 
*    171.  Bíom 


819: 

doQ  C^lotf  de  Sigttwzá  y  G^ngora,  ca- 
tedritíoo  propietario  de  matemátieas/ imprimió  en 
México  año  de  683^  nunca  bastantemente  apiau-' 
dido  de  los  doctos^  donde  pone  los  nombres  de  los 
varones  ilastres^  arzobispos  y  obispos,  togados  y 
catedráticos  insignes^  cuyos  retratos  ilustran  las 
paredes  de  la  aula  principal,  que  aunque  son  trein- 
ta y  seis  en  número  los  que  registra  la  vista^  son 
xauchos  mas  los  que  han:  ocultado  las  cenizas  del 
olvido,  pues  que  muchos  de  los  que  hemos  oonbci* 
do  faltan  entre  los-  retratados.    £1  seSor  don  Juan 
Martínez  de  Zepeda,  catedrático  de  decreto  y  obis< 
po  de  Cibá;  el  seBor  don  Simón  Esteban  de  Ai^a- 
te^  maestre-escuela  y  catedrático  jubilado  de  escri- 
tura, arzobispo  electo  de  Manila,  que  eternizó  su 
memoria  ddtando  ia  tiesta  del  lánes  consecutívo  de 
la  Concepción,  dejándola  á  cargo  de  la  doctísima 
y  venerabílisima  familia  de  San  Agustín;  el  sefior 
don  Francisco  Siles,  catedrático  de  vísperas  de  teo- 
logía, canónigo  de  la  santa  iglesia  y  arzobispo  eiec^ 
to  de  Manila,  á  quien  siendo  colegial  por  dicha  mia 
me  cupo  argüir  en  los  quodlibetos  para  su  docto- 
rado, sobre  si  se  puede  ver  una  persona  divina  sin 
otra^  en  la  materia  de  visione,  exponiendo  el  texto: 
— Ostende  nobis  Patrero,  et  sufícit  nobis,— ^n  cu- 
yo encomio,  hablando  en  mi  resunta  con  la  univer- 
sidad le  dije: — Ostende  nobis  Siles  et  suficit  nobis, 
— en  crédito  de  sus  letras;  el  señor  don  Eugenio 
de  OlmoBi  racionero  de  la  santa  iglesia  y  cátedra- 


Uco  de  pmte  da  leyas,  y  «tíos  sm^hos,  «*yofe  nal- 
£adoK  méritoa  &m  soiwrwws  estudÍM  j  lanimiiÉitiw 
ílaatraroa  te  Uaivurudad  7  bd  patria;  j  d  ^wfcor 
Olnos  coo  su  cBodal  de  otr«B  nil  paiúa  dcyó  dot»* 
da  te'fiestR  üol  móiieB,  á  cafgs  de  la  pEVÍaÍB«  7 
qcmptar  religión  de  te  CempaStta  de  Jama,  «•■ 
qne  aunque  se  U^gd  ia  moerte^  ceb  aaU  <A»  «tw- 
nÍBÓ  BU  vida. 

172.  Dichosa  ouna  de  tan  iloatrea  Varones^  pav- 
te  daloiñraa  de  tei  proTinoas  da  la  Naera-EspaÜa, 
ieUg/r  de  letras  y  madre  feeonda  de  muaewBoa  hi^ 
jos,  donde  te  misma  DátuiAlaza  qneda  nnoida  pac 
el  primor  del  arte,  ovaado  vemoi  que  ana  eaoaalaa 
7  eDioñanu  oMcedtQ  es  brerea  afiea  á  loa  Ujaa 
que  cría,  lo  qne  spéDaa  la  natoraleu  eon  prolya 
ateDcioD  alcanza,  7  que  soa  aluioso»  lo  pcofiado 
de  laa  cienuas  en  juveoileeiJtoB^oensigvtsii  oob  ate- 
IwBia.  Déae  á  Dios  la  qáe  se  ^be»  7  á  Marte  Sao- 
tíain»  como  ¿  protectora  que  favorece  7  nadra  qne 
mega. 


OAPITÜIO  VII. 


De  los  oiMiventoi  de  las  religiones  tsgradas  qn*  g02a  !&  ciudai 

4e  Méxieo.    • 


173.  Para  la  edificación  de  la  Bueva  Iglesia  de 
la  Noeva-Efipa&a  fueron  necesaríag  las  oc^mmiaB 
firmes  sobre  que  estriba  el  espiritual  ed^eio  para 
el  consnalo  espiritual  de  los  fieles,  ya  con  lae  mi* 
sas  eik  lo»  altares,  con  la  sagrada  penitencia  sacra- 
menial  en  los  confesonarios^  con  la  predicaron  del 
evangelio  en  los  palpitos,  y  eon  la  oonversion  de 
las  alttBis  en  tanto  número  de  gentiles. 

174.  Llegó  la  religión  ilustre  de  predicadoires 
el  afta  de  526,  vispera  del  precursor  de  Cristo:  no 
fué  sorda  aquesta  voz  para  los  advertidos,  pues 
quiso  Bies  qi»e  los  que  venian  á  predicar  ai  desier- 
to de  las  Indiae,  llegasen  &  México  la  vitara  del 
que  fué  veo^  en  el  desierto.  Fueron  eaviadee  del 
doctísimo  padre  niaeetro  Fr.  Fran^áseo  Silvestre 
de  Ferrara,  general  de  su  érden,  el  que  ingenioso 
expuso  el  Ubro  del  angélico  doctor  Santo  Tomas, 
intitalado:  Ccmlara. Gentiles;  que  si:V<enian:á  axraiir 


X 


822 

car  la  gentiliía  idolatría,  bien  vino  enviarlos  el  que 
expaso  el  libro  contra  gentiles.  Oobo  que  vinieron 
de  España,  cinco  de  la  provincia  de  GastillA,  que 
fueron  el  P.  Fr.  Tomas  Ortiz,  que  vino  por  vica- 
rio; Fr.  Vicente  de  Santa  Ana,  Fr.  Diego  do  Soto- 
mayor,  Fr.  Pedro  de  Santa  Maria,  y  Fr.  Justo  de 
Santo  Domingo.  De  la  provincia  de  Andalucía  Fr. 
Pedro  Sambrano,  Fr.  Gonzalo  Lucero,  diácono,  j 
Fr.  Bartolomé  de  SiJeedilla,  lego.   Llegaron  á  la 
Isla  Espatiola,  de  donde  con  la  licencia  del  gene- 
,ral  sacaron  otros  cuatro:  al  V.  P.  Fr.  Domingo  de 
Betanzós,  Fr.  Diego  Ramirez,  Fr.  Alonso  ds  Ias 
Vírgenes,  y  Fr.  Vicente  de  las  Casas,  novicio;  ccrt 
que  se  ajustó  el  número  de  doce  apostóKoos  varo- 
nes:  llegados  á  México  y  recibidos  del  invioto  Cor- 
tés con  toda  reverencia,  se  hospedaron  en  el  cod- 
vento  de  K.  P.  San  Francisco,  donde  -  estuvieron 
ti'es  meses:  dieseles  el  sitio  que  hoy  goza  la  Inqui- 
sición, y  después  el  que  hoy  tiene  el  convento  real, 
cabeza  de  la  provincia  de  Santiago. 

175.  Tiene  hoy  en  México  «1  convento  priadp^l 
con  estudios  y  noviciado,  de  donde  han  salido  gran* 
des  sugetos  en  letras  y  virtud;  un  general  de  la 
orden,  arzobispos,  catedrátíoos  y  prelados;  el  cole- 
gio de  Portacoeli  á  la  Universidad  vecino  y  semi- 
nario.de  doctos;  extramuros  de  la  ciudad  adelante 
de  San  Cosme,  un  hespido  para  los  misioneros  de 
Filipinas;  laedia  legua  de  la  oiudad  el  religioso  eoc- 
v^nto  de  Nuestra  Sefiora  de  la  Piedadi  donde  los 


\ 


sábados  da  oaaresmft  es^  grande  el  cónonrso  de  la 
ciudad  qae  va  á  yisitar  á  su  devota**  imagen  mila- 
grosa; 

176.  La  religión  esclarecida  de  N.  P.  San  Agos- 
tin  amaneció  en  la  Nneva-Espa&a  como  sol,  tra- 
yendo la  saiad  en  las  alas  de  siete  religiosos:  el  Y. 
P.  Fr.  Francisco  de  la  Craz,  que  vino  por  prelado 
electo  por  tal  el  affo  de  633  en  Toledo  de  los  mis- 
mos religiosos;  los  venerables  padres  Fr.  Gerónimo 
de  San  Esteban,  alias  Jiménez,  Fr.  Juan  de  San 
Román,  Fr.  Agustín  de  la  Coru&a,  alias  de  Gor- 
maSy  que  fué  obispo  de  Popayan  después,  Fr.  Juan 
de  Oseguera,  Fr.  Jorge  de  Avila,  y  Fr.  Alonso  de 
Boija.  Entraron  en  México  en  7  de  Junio  de  533 
{OryahUy  lj€.6):  fueron  hospedados  en  el  convento 
de  N.  P.  8.  Domingo,  donde  estuvieron  cuarenta  dias, 
hasta  que  la  audiencia  real  que  gobernaba,  les  sefialó 
el  sitio  donde  hoy  está  el  convento:  llamábase  de  los 
indios — ^Zoquipan, — en  el  lodo,  porque  por  causa 
de  un  ojo  de  agua,  manantial  pequefio,  estaba  aquel 
lugar  siempre  cenagoso.    Tienen  en  la  ciudad  tres 
conveatos,  un  colegio  y  hospicio  extramuros.     El 
templo  del  convento  grande  se  empezó  el  aBo  de 
541,  y  dio  su  majestad  ciento  y  setentn  y  dos  mil 
y  cuatrocientos  pesos,  según  Gil  González  {Teatr. 
fo¡.  S4);  el  colegio  de  San  Pablo,  erario  de  letras, 
que  es  juntamente  doctrina,  que  aplicó  su  majes- 
tad para  ayuda  al  sustento;  San  Sebastian  y  San- 
to Crsoif  que  son  doctrinas^  y  un  hospicio  adelan- 


/ 


/ 


te  da  StB  CofliBfl  paní  los  misúuteíog  de  FiUphuw, 
c«t  título  d»  S»ttU)  ToBo&s  de  VUlaniieTa. 

177.  La  sagrada  religión  de  la  CompaSía  d«  J»- 
Bot  «fttró  ea  Méxieo  «o  %i  de  Junia  d»l  aBo  da 
570,  .«Bviadoa  de  San  Fraiwisco  de  Boij»  q»»  en 
enbSttces  general  d«  EspalUí  y  laa  Indias  («qbo  di- 
oa  el  P.  Kieolao  Orlandino  eia  k  hÍ8t«TÍa  UtÍDs  de 
la  OompaHia,  Ub.  6,  o.  2.)  Viuenm  doo«,  que  ba- 
cen  Damero  apoatiilJeo,  cono  deoe  piedns  fnnda- 
Mftotnles  del  edificio  eelsaiástioo.  H  P<  doctor  P»- 
dro  Satekes,  provinetal^  y  los  padiea  Diego  I^ífae, 
Siego  de  Fenseea,  Pedro  Dks,  Beoan,  Oamargo  y 
oého  bermaoos. 

178.  Tiene  a)  colegio  de  Sao  Pedre  y  Saa  Pa- 
blo que  faadó  AIoqm  de  Vülaaiioa,  es  cay»  gnti- 
tod  todofl  loa  afiee  víapeva  d*  la  Viaitoekm  de  Nm»- 
Ira  Sriteta,  hay  eo  la  iglena  na  paMgirie  Utiao  ' 
eon  toda  eatentacioD,  4  que  asiste  el  virey  y  U 
eittdad.  Aqui  se  l«e  gramática  &  la  javentud,  se 
leen  tres  cursoa  de  artes  y  teo^^a,  y  se  eriao  se- 
glares y  Dotcgii^e^  vid  fiuetlCara  que  e^ttiande 
tas  Barmieotos  desde  las  lodiaa  ¿  las  dein4s  pro- 
Tinoiscs,  flormuendo  su»  ramas  ooa  letras  celebra- 
das ea  la  Europa.  IHene  la  Casa  Profse»,  de  90- 
getos  doetos  y  f  «oembles,  qoe  e8t4D  en  el  «oaT»- 


isas 

€^reítolÍiyV'e¿ttt^Wpkl  Qdto^io  M«ri€ub9:d0nde  hay 
pteá{bátilo»:{tMzi(uhM|  };tl4nrtt^dfQBos;MDdbb«h^8«^ 

príífdpalé^  A'léetY^  ^iSfki\Ah;y  cMitár^t^^  donde 
haá  BáM^  phx^  íiiiiéíés  ptíeUbs  milestiroty  i»rgaaxS- 
taff  y  0i¿diiiQfÉ;-dÍbitt68Í  'Bí'8«i¿»iftrib  y  ob^gbraal 

páÍíLte,'o^ad¿Sy  0h!batjéátfo  púl^toi^odeJa^laa^ 

ir  .     '  *  .j 

GrégoHé,' Báíu^ai^  (fe  Hitiój^^  MÜgMci  lé^^  ob- 
sérvente^ dér  \f3L  ñi^úéiA'  á^  L^^ 
eelóAe  Iás-alí)fiá^^  ¡|u@-  bttMtaü^aír  ]iaál8la»ide:Sa- 

pdBta;  aféaitsó  bttíl'd^iáaltor  J?apa  OtrégenaiMSíf 
€édiilaí^  fhtél^áblí^á  do  !Fali{te  II  paro  .OQbduiQÍr::^^ 
)iglé&^  y^et^^a  de  "i^C  .condii^^  cRoe  .y»iÉcár.raE- 
giobod'Bárfítóf^y  docrtoi  do  lá'K-ovíticíá  áb  éan  Jo- 
sé: los  ñiúü  téráfi  ddMdi^  y  loa^  ^otroBraqs  da:dí- 
fer^&fioé  jypovineiad  ob¿€a«Vi^Íi»,  aii.  elia  interpon 
doQ.sLhgtátíü  á  Sevilla/  donde  1 6oit)i¿  ;lk  dr4«ii 
quVpaídáse  ootl*  la  misiotí  á  Filipjífíae^  idel  ^om¿Jo 
real  y  do  loa  ptétadbs  al  iewtMáó  pbdfo  fcay 
Juáfi  de  la  Oixii^  gdardilifi  Üel  oobv$ti£b  do  SeyUU» 
que  ioá  cóngrega¿é  eá^tüitfritteáte  para  que  eligie»- 
seii  prelado  qW  cotilo  custodio  y  ^é^pwmtioial 
los  goWDake;  y  jüfitoev  á  d^voeiotí  del  v^eraüte 
padre  fray  AüWio  d«  San  Gregorio^  en  la  bapttia 
dé  Sfti!i^'Aiit<mio>  ai  priméi"  ¿Beirut 
Téoe^áliíe  pM^f^y  Fledf o  iUfbrOi*  c^ao  «dÉ«|dé  hi* 

VVTAVCUET.— Tono  IL— 88  • 


as0 

4*  rMumoMioB.  QV.M  la!4«ÜB«mt  admtir:  4eott 
qM  doDd*  ika  d  YemnAh-  padre  firay  Pedn  de 
Jnefc  (qaaMI»*  flido  do«  woea  provinoiai  ea  U 
fnmitcU  de  Sul  Jmié)>  m  bnUab»  iodigno.   Loe 
OCTigragadaB,  dñe  el  padre  fVay  Bleg»  de  Cordera, 
qaa  Toanat  vwKÜmwej  el  j^venndo  padz9  Medüa 
qveláiáUo)!  foéjliB  yfin^;:peirpL]^qp«  acá  )le- 
garoB  fueron  nueve,  por  la  peste  qi/»  p^aoienn  en 
•l^aaat^,  4oaA»  en  «i  navio,  qai^ó  fOHfib&^gante. 
<  ISO.  Uce»n)«  el  iMlo  de.<S7Q  4  Méxú»,  y  m 
iiai(Mdatoa<an  el  cosvei^4e  flue^ko  Padre  San 
E^raBcisoo.  £Üyc«9rab)e!padro,&ay  4jnto|iia  «olnó 
de  M  4.fi8(wBa;  y  aonquejeran  v^yelea  qneea- 
^ban  pasa  tan  o^tamiakñiv  deaeoaoA  d^  aoos- 
pafiadioa  Aieom  )mi  dft  eata  FrovlpeÍ4  del  Sante 
Brai^ie,  sabrogados.  y  Itog^  al\e$uaMT9  da  qain- 
<¡ó:  Beta  db  la  -Proviitoia  de  San  José,  tree  de  dife- 
rentoB  pvoñBoias  ea  ell»<ÍQQorptrado4|  :qae  sod  los 
Hgoieates:  el  veaerable:  padre,  &ay  Pedjr?  de  Alia- 
re, de  Ik  Pnviacia  de  SaaUago,  doode  fué  gaar- 
diaa,  y  se  ineorperó  ea  la  de  San  José,  donde,  faé 
maeattio  de  iK^vioios^  dioato,  «mt»  y  prudente  varón; 
los  {Mdrea  fny  Jaan  Bautista  Pizfrro,  que  había 
-eidí»  «onveatual;  fray  Se'     "     ""    "     *       """ 
4e  JeBHfi;  fny  Jütg»  de. 
Medina,  sacerdotes,  y  fi 
lego;  jtodos  apestóUcofl  ví 
iSaa-Jítaé.  Fr^  Juan  de. 
de  íkplM9*i.(tl^y  Agnatii 


827 

^mehc  del  kt:  OóneepoioBy  incorporados  ^n  ht'daSati 
Juñé; '  frfty  Jkén  do  Aj^orai  qñB  •  ronutítíó  tíAim^'  y 
provinoictlftlOy  dé  la  ProTiooiá  do  looi^jígeles;  ímút^ 
poradcí  en  la  d^l  Santo  EtralogioUo  de  Méxioó;  fray 
Pedro  Mánriqao  y  iray  Esteban  Ortte  do^Yaloii- 
cia,  inoorporados  oa  la  de^  Santo  Evangelio,  y- í^ay 
Jmn^(^metite9  do  la  de  Bárgoo  y  el  gtanto  ^ái^ 
gelio,  oú^aib  vidas  tongo  éeoritad  en  élMonologioi 
Consta  del  M.  3  del  padre  fray  Manual  doBanta 
Maria^  sacado  de  la  Crónica  del  rei^ondo  |>adf  o 
fray  Atitonio  de  la  Elaytf,*  Triettd j  4ap/ 1  y^Sj  y 
Trleiio  S?  cap.  7,  que  tíiíujü  el  reveretido  padrefráty 
Bartolomé  de  Letona^  y  está  fii?mádo  dé  uAíbéir. 

181/  De  lá  misión  del  aSo  do  589<y^e  otraAse 
bim  la  Gttfftodia  de  San  Diogo^  haáta  qué  el  áftd 
de<59d  se  erigió  en  provincia  con  %iíla  de  Olomoín 
te  TIII,  su  data  en  16  »de'  Setiembre j- cuyo  prim- 
cipal' convento  es  ei  de  San  Diego,  qué  ilustra  ía 
ciudad  ^0  México  con  su  singóla):  éjeniphir  y  con 
el  beneficio  de  los  confesores  y  lo' docto  do  tantos 
predicadores  ^ que  acreditan  bonr' su  énseSánza'ei 
Santo  Evangelio  que'profesan.'    -:^^    v- 

18¿.  Lob  religiosos  de  úneátta^Sefibrá  do  la^ 
Mereed,  ^déncion  de  Oautívos,'eoá  oCashkide 
enviar  de  Guatemala  estudiantes  ^ue  cursaran  la 
universidad;  vinieron  á  Méiíco  el  afio  de  582'.  se- 
ñalaron el  sitio  en  el  luga^  éoade  se  guardaban  ias 
canoas,  y  el  año  dé  61&se erigió en'Previncia  con 
titulode  \A  Vísitacion'de Ntr a.  Séffómi  «Tienen  ti^s^ 


t»8 

eMioAiila  y  ^m  colegio  m  wttkfAaáiiv él  coar— to 
grMd^  )M  }m\  mMfitroft  y  (Mtedrátíept  In^tlfiBes 
qiM:Jia  da(|^/doadA>h*ii  1«u»I4p  solare  el  oánd^aro 
4Bh;igtofi^ií.  stig^lM.giraAdea  4d  qp^^  »  padíera 
Íift0ftí;  UA:  0i6ioff^  namecQsfl;  pan  üi  bastan  los 
w^iribif/i^faAtM  maeetMs  fVaj  Juan  da  Herrara 
y  fvayToBláeGaao^  mia  oa^atros.  ea  la  «niTwai- 
dad  y  det  quien  raoebl  el  grado  de  baobiHer  en  sr- 
tea.  Tíeoa  el  eetivjeato  deBeieD,  el  áfb  fe  dmoep- 
oten  ea  laa  Jbaettaay  ea  éxxyn  dedloadon  prediqíié 
4  iastadoia.dol  temxiedído  (MtídlrQ  fray  Ftan^oo  de 
ho¡(^J  el  col^io  de  Saii  I(iamaii»  que^  de'coleí^. 
lW;4eg}araB  y  i^tgio^oia  a»  compeae. 
V.  1^,  I^osi,  mMgieapa.die  «neatra  Seft^ta  dd  Gár- 
me»  Uegarqn:al  piie^  d»  la  Veaa^^M  «i  élsiaa 
de  Septíembirg:  d^^  alio  de  &85  cé*  él  seBéi^  fliar* 
q«i4s  de  VillfMMWÍqAe^ 'q^eivema  per  virb)r,  Vi- 
DJereQ  paocf  rieligi^os;  cfaieo  jsaoerdiotea,  trae  bar- 
mapos  «eíríatas  y  trep  legoa^  qu»  fueron  el  Vt&De- 
rablíQ^  padre  Juaa!  deJ.a  Madre  d^  Die$»  prelado; 
fray  P^ire.  de.  I09  Apóstplfi^; .  fray  Pedro  de  San 
Hilarión;  fray  Ignaoju)  de  Jesús;  fray  Ftaneisco 
BaubUtax  loa  heFmaaes  aoristas»  fray  José  de  Je- 
sús. María»  fray  Juande  Jesús  Maria>  fray  fiila- 
rioa  da  Jesús:,  legoa^  fVay  Arsenio  de  Saa  Ildefon- 
so,  varoa  religioso  y  da  gran  orédito  da  santidad; 
fray  Gabriel,  de  la  Madr^  de  Dios>  y  fray  Anaeta* 
sÍq  .de  laj  Aladre  d$  I>iesv  ]@seegi9n)9  el  sitio  de  la 

erffiitift..4eí  SaM^,39<aAstlaniL  dPAde;  admíníielrafcwt  ja- 


paes  \^  ^eigm  W  W  <le^  Boeco  ,49l  affto  de  ^,  y 
ei^.^S.  del  gl»lpo^^)c\s..^0Pi  PTooe8pi<m  j^otem^^  y 
a^teMia.d^lsidQori  ai^atxi«po  doÁ  P«di*<>  Moj^d^de 
G<Ni^tj6erM>  y  w  cabildo)  traelf^darpí^  deltCoxitveiQW 
de  xHieair^  Fadiie  Sienta  I^^^mjbgo  el;  ^fintíaiin^^Sa* 
qrav«ptQ. {Q'óimca M Gátmm^lib^  7,  wf.  ^  %'5\ 
£9|KM9;^efQ9  |w  j^itdj|.ni9otole9  pcúiQipÍM  dplqoQT 
TíQfljtfP^  ^a  Aí|tiVW»dp  de^Ja  «ii^riW  dei3M¿wcQ.<|^^ 
iliMtqif  y  df^.l9.;PjreY)90Í9,que  k^  elpatffQcm»)  de 
3aA  j^lberte  i^W  4Et ;  ll«e¥firrApaBaí  á  (inieR  per 
ri  tratt  0s^?itaA),:Jaifprud«Acia  y  ^itra»  de  wa  ip0^ 
Ug|iea0s tenwa.     ;  •;,  :'  ■ 

X8ii;  La  tfeligiea  4titíffHA.  d^  glc^rk^p; patriarca 
San  Benito,  pfii^lWiteedAWeoTtejAMwapa.paaó 
á  las  ladiaav  y  tiene  na  ^ic|mAó  dedimd'O  i  aues- 
tra  SeBoiade  Mbáaenjate:  fqndáeé  el.afio  .de*5dO 
ea  tta  eíítiD  ^ue.  se.  bil)ta^  (reparado  n&a  casa  pava 
teooginuaito  de  mi^Cjfi  liolürés,  pdrCíptiano  de 
AiGBvedo  y  QvaUe^  epvipafiéro,  del  veoerabie  Bto- 
neisdiilo  de  ^Ivevez^  í¡uliidadov.d^^l«  becinaBdad  de 
la  Gatidadyeomo  advierte  ^Isefior  dootord^^a  J^aa 
Díaz  de  Arce  en  la  peÍAieila  parte  del  pr^xiitia. 
Evangelio,  folio^  79.  . 

186i.  Lareligtoo  d0  Sa^J^i^a  de  Dios»,  apro- 
bada pPi  e}  aeftor  Pauio  V,  aAo  de  1611,  ealió 
para  las  Indias  el  a&o  de  602;  y  de  die^  y  seis  re- 
l^^HMqi^o  sftlifa^q; e»tit«oi)i oiMtro  ea  México, 


'680 

út>n  8u  prafatdo  ftfáy  Qe^ímó'dtf  Séqtt^.'VHÁie 
TOií  doD  lieénda  doi  Nttnoitf  AposióBoéi  y  d«  Fel- 
pe tñ,  y  el  kÁo  de  404;  día  de  San  Matías,  t- 
mareo  poseñon  del  dtíe'on  qb^iestá  lioy,  qoe^yra 
antigua  Aibónd^  adencíe  ee  pesabas  lae  intims, 
y  doDde^hieier^n  una  emita  coq  titulo  detiuestra 
SeüM'a  de  Ids  Desamparados)  pcíriiabd^  püeetótor* 
no  para  los  niios  expuestos,  fin  este  Bitio  Mtá  ftin- 
dada  la  oofradia  de  ntíestra*  S«fftota  del  IVáfinto, 
que  don  t)aritativo  oélo  lre<k^  y  eétié^ra  los  onar- 
tós  de  los  ajostieiiadfos;  que  ttaen^príiftero  ál  con* 
tMto  dér  nnestro  í^^d^é  San  FiM<^ó6y  de  dofide 
deapoes  del  tormon  qtté  altl  se  prédica  á  kie  tres 
de  la  tarde,  dioho  su  responsOí  la  parroquia  los  Ue- 
ira  á  entermt  &  la  dicha  eapUlas  y  loslierttiaaosha- 
oen  á  su  Msta'  el  funeral  y  éiítien'O. 

186:  Fundó  el  «hofiq^^ital  el*  seBot  4oetoT  dbn  Pe- 
dro Ldpes,  n)(édÍGo;:y  suhyoy  el  Uachiller  Jóaé  Lo- 
pes, presbítero,  dejé  al  xey  él  patronato  de  él.  Este 
mismo  doctor  fundó  el  liospitai  de  San  Lásaro:  el 
primer  prelado  que  recibió  la  posesión  dsi  hospital, 
que  eran  dos  saláis  malti^tadas  (y  de  ropahasta  dos- 
cientos pesos)  9  fué^el  padre  fray  Bruno  de' Avila  oon 
ocho  religiosos  que  Tluíeron  de  tierra  firme^  que, 
aunque  tuvieron  cédula  de  su  itiajestad  de  U  de 
Agpsto.de  608  para  que  se  les.entregaee  el  Hospi- 
tal Real  de  los  indios^  lio  tuvo  éffeéto  por  algunas 
contradicciones. 

187.  De  grande  utHidbé^u^On&ia  oiuéad  ^* 


«di 

caridad  cuidaron  dé  tos '  enfer ái^;  ^  P^oVe jró  Dioa 
de  on  bienheohoFy  llamado  FraiMÁbcfó  Sád2^  q[ieié  éo^ 
mo  lioiostiero^  éva^éíico  nú  tjuido  '4^e  lo  qtie  Ba- 
cía h¿  tDMo  derecha  la  supie&o  la  iaquierdií*  y  pit 
mi^o  deMícetioiada  Ga1>ml  de  Sotitt  ccm'^ecfreto 
los' biio< 'templo  oorioaaoiofito  adornado,  qfüé-so  d^s^ 
dioó'^1  a^ó  do  47:  dos  dalas  mtty  capétooSi  nñi'al^ 
ta'  para  Io8^  hombros  enforn^o^,  j  Otra  baja  p^ár^nítU 
jefes,  donde  tienen  cáiooonta  oamas  obn  enferttios', 
coivtoda  limpieza  y  abundancia/'  médioés,  cirujsk^ 
nes;  y  enfer botosa  y  otra  salaí  píúra  saoérdotoB  di^ 
vidida,  ^qiiO'acáden;tQasd Oí  veinte  roiigiosbá  coú 
caridad  ardiente.  ;>     ^  ' 

18&:  La  religión  de  lo6  >betlémitas/que  él  V; 
hermano  Pedro  do  San  José  Vetancurt,  natural  dé 
Chaema  en  Tenerifoi  do  la  tercera:  órdefi  de  hábito 
desottlHerto  de  N.  P;  San  Franoiseo,  futido  én'GM^ 
témala  coníel  instituto  de  cuidar  los  hospitales  ^* 
ra  aoQT^eoientes:  fué  aprobada  por  la  santidad  do 
Cimento  Décimo/aHo  do  674,  y  cédula  de  éúma^ 
jestad  sujeta  al  ordinario,  con  profesión  dé  votóá 
simples,  tino  duran  mientras  viven  en  dicha  her^ 
mandad  y  cofradía:  &  los  tres  afios  pueden  hacer 
voto  de  "persevetar,  audqne  no  les  obliga  como  fi 
las  dem&s  «eligiónos,  por  eer  simple. 

189.  Entraron  en  México  los .  hermáxios  Fran-^ 
cisca  dal  Rosario,  prefeoto,  Francisco  de  San  M^ 
gviel  y^CPabriél  doSantaOnur^spedáronee  éü  el 


81^ 

^oq^tfil  ^  Amv  49  Vi»  bwtf  kfSkx  iáUoi  pan 
tnui&t  f  4  vvtajBiñA  ^\  mSm'Mix  Ir.  P&jro.  <le 
'Skt^im  Ift  «sifr«^  «i«  jSm  Jr»ii0i;»  i#i, «» la  Senta 

0fljfíc^  offHía  )ial>ia  aictoim«4^  el  lúMp^íAd»  'Griírtt^ 
W  Yicl^^^  y  fj)^  coa  «liligiiaíoA  féÍ9  o^^^lmiv  k  Sm- 
tjfr  4a  ,$aD  iV^BC^iiloa  Jaxi««.  51  0fto  de  977^  etl  3á 
^^HÍAsm^  M  n9JiciB.dei:9eSQr  doa  <jKaMde.IVdl>kr- 
tK^  4fMjPr  d^  ln  fi^ikt^  igieeifii  Jb^icíerw  el  vi^  algar 
IM)&  I)i^roiMC!6$  y  e^l  d^b  a¡|(«fefi(e  {«^{4^  del  ooi^eii^ 
t9.di»N.  Fw  gfkik  FraMMyace  eoft  p^^  eoleoM» 
j. «sift^noñi. del n^iiviiaejfi ^^iidmieia(  j> religa- 
neSi  el  Santísimo  Sacramento,  queJw'celiicó.éDdi* 
c|io¿  boepjitaii,  4PAde*tfe  iwegen:  omiwleciéntes  qne 
tr^ea  los  hQr-«^a«im^tk8LÍiies{)itfd6^^^  eü  hhi  dUa: 

^n  lww^dq/b\eiibMbai^%  q»a  daü  diía  pasM-oada 
^.  qfi,l)^pdqlw/uf^.dia^  seBakdin  han;  ilnatrado  Jos 
c^if^tico^  pon  ilÍAPfS9A^  edificada  ^¡im.  ñuAflras^  |wa 
los(  c^nv^jacieQtes^  y  QcJ^  irara  ea.  «arada,  igle* 
W9kAfi  lv^Y^ft9iW9y;<^a» j}  coiiosamaaté lateada, 
c^n  su.  GiQcOx  de,ui9a''li9)f0iana  enantíoda^iM  ka  dtffó 
\^i)  bíenhepbpr.  Tign^a  .beollsip  aidae  nue via>.  aaa- 
|U(3|ja<;>.8j»  lifs^u  ea^eQa(io$Mtodo  en, tan  bsqve.  tíennf 
poy  que  causa  ^df^itac^oii  q1  veidot  edificado  ¿omo 
aÁ  ffiera  el  deoiji  y  i^c^rifu  ojbrav.  I^ediodie  la  igle- 
^  a^e  d^;  687  oo^  Iw^diM  %(ivto9:  en  el  práe^ 
r9  $41^  jftls^de.fonti^calr^  ee%ar  don:  Ftaaéaip 


9S& 

dfir  A#Mii3f  j^  Bdká^  sriolmpé^^  él  wgutido^'  ¿áviÁi 
pot  gúmtú:  éérlk  edDgvegfK»oi|  ^0  Smil^dr^el 
teñera  {iof  la  tínioó  de  Ehn  Feli^  Neti.  . 

19J(h  :i¡8te  mi&B^  «£to  twfieipoii  carita  tótko  ra 
Sanidad  aj^roM  por  :r«figieii'  la  oowptfSk;'  y*  qué 
en  inanosde  «q  cardenal  e¿  1^  de  Mayo,  btíiúH  bé^ 
cho  pvofóstoii  soleiztne  de  los  tres  vetos^  y  el  enar- 
ta  dé  UéspitaUdad  el  berinaad  Eodrigoi  de  kií  CktAt 
y  w  ooaipafierd^  y  ^aeteaiam-faoúltácbíMura' elegir 
general  dé ERiiórdeB.     -v  •..(.'  5  j-      ^ 

191.  No  puedo  de^ar  de  hacer  un  eaenwlade 
los  pbgrééos  de^  esta  coihpaiiáa  betlémitlóa,  *éi¿por 
ser  ft^  f>riiíiera  réKgien'  en  la  AsiéJriea  fúndadflíy  co^ 
mor  por.  éoF  efl  V.  ñnodadot  el  bermané  Péd#a  dé 
Bam  Jasé  Yefaáoprt^  d«  lo  iMgoit  d4il  mi' wii]g^^  bi^ 
ja^eiUDf  prifudo  hertaanode  tni  padre^  FtMditSs^ea» 
ta  QbmpáSili  ep  la  ciudad  de  Ouatemaiá  el  aBo  de 
658^  ón^imk  ealsa  pequéBa  ignorada^  y  Jeeierta 
pbi;i|ée  eátabb  rodealla  de  ortígala^  de  dofla  Marfa 
dé  JBfl^tvtelv  4^  el^.  bei^iaaiio  la  (iompró  al  cuvá 
de  loa  Semeéioren  4&.  peses  que  te  dieron  bteabé- 
ohorM  y  ali^vieron  f>ara  el  eátietro  de  1^  doefie. 
Sn  eHa  juntó  doce  heroMinioa  que  se  ejereitaban  en 
la  oaHdad  eáidi^o  de  los  convaleoieiitea,  y  ett  él 
ejereiclo  día  la 'Oración  y  mortílS^acioiieai  imitando 
á  su  'fintdadot  q^e  fialleeió  en  26  de  Abril  de  16&7 
afloBt  está  du  Ctteíppo  en  la  capilla  de  M  Tersara 
órdea>  cfomo  beram«te^  delbábito  descubijorto.  • 
192.  'D  ajó  peí*  stoparier  al  hennatao  EoArig^  de 


4a.  Oruz^  tnaturai  de  la  oiudaá  da  Marbéliat  V^^ 
tiendo  gjDbetñadór  y  capitán  úa  Qóstá  Bioa  lo- dejó 
todo  y  entró. en  la  oampafila^r  del  ¥.i  Pedro  eaire 
Iqs  dcoe^  y  -keohas  conetituiáones  ocdl  oótiaiilla  de 
la  real:  ai^ieneta  y  lioemsadel  ee&oxdocí  Fr«  Payo 
de  Rivera»  obisipo  entonces  dó  Guatemala»  se  hizo 
la  primera,  eleeeion  en  26  de  Enero  de  68,  en  que 
f aé  eleista.  por  pve&eto  el  dtclio  heirmaiio  Rodrigo, 
que  aleanipd  bula  de  Clemente  X  el  a&o  de  72  que 
confirmó  la  fundación,  la  forma  de  hábito  y  oons- 

títucioMev  •        • 

1  1B3.  Pasó  á  Roma  dicho  hermano  Rodrigo,  y 
el  all(>  de  74  obtuvo  del  seSlof  Clemente  Décimo 
trea  bulas:  la  una  éi3  que  ootafirma  «egunda  ves,  y 
la  exención  de  derechos  ¡Arjcoquialesen  los  que 
se  wtierran  en  sus  hospitales;  la  s^unday  en  pri- 
mero de  Diciembre  en*  que  nombríi  protector  de  la 
oompafiía  bdtlemitíca  al  señor  don  Lab  Manuel 
Portocarrero,  cardenal  y  ár^ibis^ .  de  Toledo;  la 
tercera  en  6  de  Diciembre,  para  poder  tener  igle- 
sias, sagrarios  y  celebrar  fiestas  que  se  pasaron  por 
el  real  consejo.  De  aJÜii  pasó  al  Perú,  &  Qaatemala 
y  Á  México,  donde  fundó  casas,  y  por  algunas  ood- 
tróversias  de  México  pasó  é  Roma^  donde  el  a&o 
de  82  en  15  de  Octubre  alcanzó  decreto  del  eefior 
Inocencio  Undécimo  para  juntas  y  congregaciones 
acerca  de  que  fuese  religión^  y  después  de  varías 
juntas  expidió  du  Santidad  decreto  en  29  de  Fe- 
brero; del  efio  de  9:7^  cQnfii:niÁiMU>la  ]>ot  religión,  y 


■m 

d«s7.5l9ÍIu;<>  pE^ÍSeiiUron.  «alMU^i&mte  w  mafias 
del  se&or  car^ií^'Clarpelüi^  vioaricf  de  Su  Santi- 
dadi  jLo^  C9glf^  de.  SL  i^gusUa  loaJtormaoos  Fr.  Eo- 
drigp  dj^lfir.jOua  y  íFf.  GcWt^bal.  de  la  Asuncioxi; 
y  ,09  ^6  de  May9  iCQOoedió  todaa  las  prer9g9>tWM 
que^filili  lo3  r^ioseH' de;S.  Agustín;  y  ett:14 
dQi^miia'-d^  mifmo.a&ofde  87,  eon  bula  especial 
ji9Bi^r^r3a,;SaD,tidad  al  hejiqaaiQ  Fx.  Ilodi^igode 
1(1  lCra9.w;prefectftg09€|ral  eon  t^di»  ]a  autoridad 
de  :«a{Añp];t.el  cqal  pasó  á  EspaBa;  y  en  diee  y 
siete  de  M^yo  de  ],6&6y.0Qn.aBÍs(eneia  de  au  ifj^ 
jeat^d  ,Be  pasaron  las  bialas  en  el  consejo  real'  de 
Jj^dias^y  89  9pnatii^y<^  P9ÍK<)p.de.la  religieír  can 
sa  esposa  }ft.  reina.;  auesi^ra  sefia^^>  con  esei^iara 
eutrA  sus.  msíssMea  y  el  prefee);o  general. 

:194..iE^a8d.4Méxic0i  y  presentadjss  las  balas  se 
pu^roó  lia  \mh  de  releen,  con  precesión  solev&ae, 
asistencia  del  virey,  audiencia  y  religiones,  sábado 
9  de  Febrero  de  97,  y  el  domingo  10  se ,  leyó  an- 
tes del  sermen  en  la  catedral  mejicana,  y  después 
per  siete  dias  continuos  en  su  iglesia:  todas  las  re* 
ligÁpneS  celebraron  la  publicación  de  la  bula  con 
misa  y  sermón,  en  que  cada  cual  se  adelantó  en 
los  discursos^  sÍ€tndQ  yo  el  menor  de  todos  á  quien 
cupo  el  sermón  del  tercero  dia,  que  celebró  mi  re- 
ligiiPtt/qM9  se  imprimirá  con  los  demé«i.    ■    ,  ■ ' 

.19&.  Q^i€»  hubiere  laido  la  fundación  de  iN.  P. 
S.  ^8a»fl}8oo.  'OPA  1q0  .  4o,ee  compafi^ro^v .  efti  k  «M» 


m 

«Hj  nti  Mtl'  tWtMd»  «til  M  Mli^iH'áalteta'h 
hndlicloli  ^e  !■  MÚ|>slIk  taObMlÍBii, 

19tí'.  Psr«  n«  brty  qttti  EkdiáiMr,  teiuido  «a  ikiw- 
dft^  fl^fcarA  en  él'  ¿0DV«fatd4tf-  QUatoáálk  e»  k 
advoaok»  d«  sa  tlv^l  V.  I>.  F>.  LAia  Í«  Telui- 
nirt,  qae  viM  odn  llMEItr  uséiti»  U  0«tuni  J 
eUsaia  su  deiia«  toai  et  iMMto,  f  1 4<^  «I  Hat- 
tH^Wd  wtor 'do6  9^.  AlobM  BraTO'énMh^jeer- 
iMM  l«  hubiall  qtiítllld  a  Mbit«  i-iieaut)»  (Kir  l« 
emut  áotát  virttidw,  d»  quite  a^aiMiariü  el  V. 
iMf  nMitf^edrod^  VdtBttoatt  1«  ntiltSdíiá.- ' 

1«*.'  EbM  «u  Méxie»  lik  r<Hgie»de'SlIá  >lik<» 
(ia>  dinoalt)!)  e4'  silo  'de'  I406:<  doM  i«14$ióiiM|'  Mu- 
ra umaMotm  ;  mt'  legM,  4*»  ñvrai  UV.  Pt, 
Aiidre»dei8é«  Nimia»,  ^MltMi  tés^iMdlM  Fí.'MI' 
g««l  4»  SaiiK»  Marte,  Fr:  Oeútotti»  ta  OóM,  Fr. 
Ttén'aska  Fulgmoio,  IV,  Dngo  it«  (b'-Ammi- 
oímIm,  Fr.  Bádrigo  deS.  Miguel,  Br,  Rodi^ 
BniíSttá,  ir.  FnoielM»  áf  It  Btdlll  de'  «ü^s,  Flr. 
Andr^'del  Bepltito  SebtO)  l«B  t9g«e>Fr.  fiidioa  de 
B.  José,  Fr.  Joan  de  GoiMeytifd,  y  Fr.  deftelue 
de  la  liadre  de  Díea.  Tuvieron  su  kúiptole  tflS' el 
batTl*.de'Tlatilaloo,  jmt»  «  Suta  iinai,  ;  deaUi 
m  pasareo  i  lé  clodad.á  aaa  oascPcpia  lea  dej^  no 

tioeneiado  ppa^Hevn   nartoloi^A  twtnae  mi  faútnba. 
ohor  jr  devoto,  i 
3.  Kiooílaad*  ü 
Fillpléaav»os« 


to>  p«r  la'fe^'><mydifoU<»an  tito  éi  tíu^it^jQilQaü- 
zaIs¿.«aBuTe&tro(.ddvidás;foI.^9.:r  .        . 

19&  -M.  venerable  Bétaurdia»  XlvArecSi' matii» 
ral  de^^UtraVa>>éobl6  énsaágre^  y  ^a  oarid^d.y  en  • 
vlrtaided  ilüfitre^  coa'  la  «^perienoia  que  |  tuyo  eL 
tiempo*  qi|e  esta  vt)  eá  ^1  hospitial'  delmalrciuéQ  iél 
Valtode  nimikra  Señqra  db  la  Co&cepotoo  (que'boy . 
se  oboope  ipof  de  <  Josits  Nazaronó)  y  jüdcpnooió  loí 
da&osl en  lp9  oodTaleeieiitefi.quo  por  falta  día  r^ar. 
la  y  reoogimieiili»  voLmsiá  «recaer;  y.  viendo  las 
diferencias  de  enfermos,  unos  por  V^Si-  ot):o6  pet  * 
lacutay  túitó  de  fkmda^  uhihospital  g^úerat  de  Oon- 
vaie<^enfce8.  Hilóle  donácioíi  Mignel  d6  DueB^  y  { 
sa  mu|ar  I^faíel  de  O j6d«  ,(<tite  Antoje  Afonao, « 
esovlbazio.'p&lílieo)^  de  tta*  sitio;  qjiá  oorria  desde  1% 

ptiei;ta  del  eonventof  do'^axi  9e?Qardo.haP!ta  la  vuelr 
ta  dé  la  calle  enfrente  delQolü^io.d^  iPorta-^CJoali; . 
y  otito^o  lifieatía-pana  sA  fQttdaoion  del  leefior  don 
fray  Aionao  Man  tufar  el  f^ftoi;  de  €96  isn  9  de  Abril; 
pero,  pareciendo  oórt4;  sitio,  le  deparó  Dios  el  sitio 
de  la  ermita  de  San  Hipólito.  Obtuvo  Uoencia  d^l 
seSot  den  Martin  Enriquecí  y  del  seSor  arzobiepo, 
y  et  eBo  de  67  siguiente  gastó  su  caudal  en  lo  vpa^ 
terial  dé  las  salas  y  oficinas;  compró  algunos  sola- 
res paTaamplíar  el  bospita}^  y  el  sitio  de  1^  ciudad 
lo  vendióla  Dionisio  de>  Citóla,  en  que  edificó  ca- 
sas para  el  convento  de  Jesús  María,  que  aun  en 
esto  busoaha.  el  bien  denlos  prójimos  con  e)  est&mu* 
lo.de  iirasidad.. que  le  aqpmpaftaba. 

Vbtarcobt.— Tomo  IL-^89 


888 

199.  Ayudado  de  algam»  hombres  de  boéiíaTi- 
da  y  de  algunos  aaoerdotes,  halláodose  eoa  akga* 
mientos  para  que  ^ae  pudiesea  los  pobres  albaiigar, 
empekd  4  recoger  oonraieoientes  y  hombres  anda- 
nos  que  poi*  IkU  puertas  busoaban  el  sostentOy  y  i 
los  inooeiites  locos;  á  estos  quiso  recoger  para  que, 
viendo  á  estos  inocentes  los  que  se  tienen  por  ouer- 
dos,  se  enseSea  &  ser  mk%  cnerdos  con  el  ejecorao 
de  las  virtndes,  que  es  la  mbyor  cordura,  que  el  más 
loco  puede  aprovechar  ál  cuerdo  si  qniere  Aprove- 
charse de  su  juicio. 

200.  *Trató  luego,  para  la  permanencia  de  1&  her- 
mandad, de  hacer  constituciones;  ajustó  reinas  para 
que  sé  aumentase  el  fruto  de  la  caridad  cqn  las  vir- 
tudes; púsose  &  si  y  &  los  compaBeros  tüulo  de  her- 
manos, y  que  fuesen  regidos  por  un  hmrmano  mayor: 
el  modo  de  vivir  religtoso  y  sus  eonstitubíones,  for- 
ma de  hábito  que  hablan  de  faraer,  despachó  á^ Be* 
ma,  y  la  santidad  de  Gregorio  XIII  las  aprobó,  y 
su  majestad,  con  cédula  del  aHo  de  89,  eneaiiga  en 
todo  lo  favoreacán. 

201.  Aprobada  la  rel^on  y  hermandad  de  la 
Caridad,  que  está  al  ordinario  sujeta,  puso  Ber- 
nardino  los  ojos  de  su  eoófiansa  en  una  imagen  de 
un  Santo  Ecce  Homo,  como  imagen  éel  que  había 
sido  ejemplor  de  paciencia  y  de  pobreaa,  y  ponién- 
dola á  la  entrada  del  hospital  con  un  rétele  que  dc- 
cia  Dios  pbovb&rí — ^Bohiinus  prov^detH^'  "era  co- 
mo escritura  de  obKgaciOin  y  patronasge  teft  q^ 


«4      «   ••<' 


pretendía  tener  obligado  al  Rey  de  reyes,  Jeiiu- 
criato,  al  stistento  de  aqnel  hospital  y  de  sus  po- 
bres, dando  á  entender  que  el  (Sustento  no  habla 
de  correr  tanto  por  rentas  temporales  como  por  la 
ProTÍdencia  Divina:  asi  se  ha  experimentado,  pues 
cada  día  de  fiesta  no  faltan  bienhechores  qiie  so- 
corrieran á  los  inocentes,  y  ahora  nuevamente,  por 
mano  del  reverendo  padre  Antooio  NúBez  de  la 
Compaflia  de  Jesús,  dejó  el  capitán  Juan  de  Oha- 
varria  para  la  comida  y  cea&  cuotidiana,  con  que 
ya  «lénos  tienen  de  que  cuidar  los  hetmanes  y  les 
queda*  solo  el  hospedaje  de  los  recien  venidos  dé 
EspáBa,  que  de  la  Vera-Cruz  conducen  en  la  re- 
cua de  los'pobres  q«e  está  é  su  cuidado  y  elcpen- 
8aSy  que  es  una  obra  de  caridad  á  Dios  nuestro 
Selkir  muy  acepta. 

202«  Tienen -otro  hospital  dentro  de  la  ciudad 
con  el  título  del  Espiritu  Santo,  que  Alonso  Rb- 
dríguez  del  Vado  y  dofia  Ana  de  Zaldivar  so  mu- 
jer fundaron.  Su  primer  intención  fué  el  que  fuese 
cole|;io  de  estudiantes  religiosos  de  San  Francisco; 
y  comd  era  forzosa  licencia^y  dispensa  de  su  San- 
tidad, lo  entregaron  á  la  religión  de  los  hermanos 
de  San  Hipólito,  coú  casas  que  rentan  para  su  sus- 
tento. El  aBo  de  1612  y  el  de  16S4  quedaron  por 
patrones  los  dichos  religiosos,  donde,  por  haberse 
meneseabado  la^  rentas,  son  muy  pocos,  y  hoy  tie- 
ne más  de  sesenta.  Celebran  la  fiesta  áb\  Santísimo 
Saorunénto;  la  del  Espirita  Santo  y  Santa  Ana 


can  4Ada>gMiid#ffaj^  7 1<»  ñéwMft^desittMeittft^u^ 
seroioa  eq.d  pfttl^^.etii  oiqn)  olauatM: etiái «Q»nde- 
Yoto  imágw.  dor  ont  CfUDifíja,  y  1m  drt  Eopiste 
SsDta  68  el  coMWia.  nuiOMom  de  loa  dev^feoBqiM 
aottdeo. 

SQfii  BMMevá  Mi*  ir  en.  nu. lugar  la  xi0Uc^l0iiifie- 
r&fii9a|. «Mda  al  prínM  oao.vwto«q«i0^dkS  prind^o 
á  loa  danáa^  el  que  Uaatró  Ifi  eiodaid  oexioaiMy  y 
parfioeiVar.el!ediftei<^e6piritoal  dataatas  ralipe- 
nas  d^(^  paca  el  fia  al  immerar  bm  oaavankoa*  ISaae 
ouaitico  oaa?eatos.yi  qaa  asis^^Acia^extaraiiiiinMi^  que 
lailoalmo..  £l.ixNivMto  gratide^  oan  saoaaa.  de>aa- 
tttdioflí  y  nayioiadot  e(  de^Saathga  Tlatifadoa»  daa- 
daea^.el  aolfig|o4f  Saa.Biieaava&taf% d^MÜgio** 
ees  estodiatttea  tei^ogoa  y  artieUie,  dMda>yiaM&  á 
estadiar  de  otras  proYÍnoias  alguooa^a^gpte»)  -j>e»- 
que  sieodo  en  él  ^íaclpalasi,  aoreditenatdeiMho 
pam  eer  eo'  sus.  provineiaa  maestreas  el^  eimvaaito 
de  reo^leceíoD' de  nueeita  Settora.de  Go&aekMHaa^ 
de  San  Cosfae^  oon  aovieiada  Mtce  las  buertae»  m* 
mo  huerlo  oeroado  de  las  fieras  da  victodea  y  fira^ 
to.4a  santidad:  el  can  venta  denueatoa  SaSevarde 
la  Redonda». oasa  de  deetñaa;  j.laasisteaeia^  de 
San  Antonio  da  lae.HoertaS)  oarcaaaal  eonMate 
de  San  Cosme,  oon:  doótrina. 

204.  Estas  son  las  famUias  y  patriarofa  aaates 
que  tiene  México  para  so aUmentoespiritaal /p^eo 
dafen8a:«daaerson  las  fiunUiaSi  iti  trftints  jgWiiiiii 
En.  al  nún»raide.dqQe,  spaoo^a 


i 


841 

le  corañanrjnueva  Jerusaíem  con  dbce  puertas  pkfa 
entrar  por  ellas  á  la  Jerusalem  triunfante!  ¡doce 
piedras  sobre  que  carga  el  peso  firme  de  la  Iglesia! 
¡doce  tribus  de  Israel^  que  han  pasado  mares  y 
tierras  á  dar  evangélicos  pastos^  anunciando  los 
frates  de  la  tierra  de  promisión,  y  las  doce  pal- 
mas  al  margen  de'  las*  doce  fuente  de  su  ensefian- 
2a!  Estas  son  las  colmenas  de  Dios,  que  han  dado 
dulcísiiiiosi  palíales  I  á  la):I^8ÍRs>  deta^uicsaUoron 
los  que  se  vistieron  dé'  Oríítto  para  predicar  por 
las  Indias  el  Evangelio,  los  que  brillaron  como 
eBftreHn«.«i^iii  ooÉonHi  dé- la?  Hujier  deiJ^jio^al^iite; 
son  losi  muros  que  t  defienden v  xxoMishi  chubidi tU  v 
Méxicoi  dallos!  tiros  fuectesvdérkáivi  d^:']>ÍQ9(rlo»f 
qtt6>arb«jgan&>he6bos  lengua^  6a^iúaMlro(^fayorí.ciiiiBi% 
do  p«rTm(eEitm»;eDl{>a8f  enmudooea  loa  inueaivaf^i 
En'áiasidfi'mU  y^  dos^etntbs^  r0tigio6M:>quef  lufhar  ^ 
bitaay.QO  es  menár  la  dicha  que  tiene  pi^Flos  víi^ 
vos^  aiisé  atiende  á>los  difuatos;  que  si  lo0;v¿vw: 
roegáii^  láfi/almas.  detantofivarondt»  ilufttrdí^yima- 
tranaaiasigneftqueeíiellayaoeQ,  también  ppr  iacar 
ridad)  iotereeden^  que  come  dija  W\^&títvXm  {Bpi^k 
adAhdméy.T^B^^  perfecto  sunt  p^pulí^  qai«eiitnjt 
bonos  viroa  mía  esse  monitnei^^  quorum  in  .«id  ¿a* 
ciunt  i  mofinuiienia « 


;•.  : 


OAPIIULO  VIIL 


Daloiin/qAirtttioftdejráMgiQÉtts  qa«  tUne  1a  dadad 


206.  iDiohosá  dudad,  donde  las  otaMOBM  de 
yirgenes  prudentes  y  espoeas  de  Jeeue  repartidas 
en  ooiiventos  son  ejércttos  de  ángeles  bien  orde* 
nados  de  coros  terribles  para  el  infierna  y  iiermo- 
sos  para  el  cielo,  que  en  ios  adnrentoede  mmgas 
ha  pTOsto  Dios  sos  preñdios y eá  eltosforma ^r- 
cites  que  se  oponen  á  los  rigores  de  Dios,  aplacan 
con  BUS  ruegos  y  rinden  ¿  la  divina  justieía  cen 
sus  oraciones,  obligándole  á  repartir  miserícordtts; 
son  afrenta  á  los  enemigos  infernales  y  ignomíaia 
de  sus  astucias,  porque  es  donaire  del  valor  divi- 
no vencer  con  azucenas  y  triunfar  con  rosas,  siqe- 
lando  á  elefantes  demomos  con  mujeres  palomas! 
No  hay  palabras  con  que  ponderar  la*  majestad  non 
que  en  ellos  se  celebra  el  divino  culto,  la  música, 
los  olores,  la  grandeza  de  eos  templos,  limpieza  de 
altares  y  asistencia  en  sus  coros. 

206.  El  primer  monasterio  fué  el 


I 


848 

cicyn^Parifitmk  de  Nuéstta  SéñoVá^  que  tuvo  prin- 
cipio de  cuatro  doncellas  virtuosas,  que  recogidas 
en  la  casa  de  Andrés  de  Tapia,  capitán  conquista- 
dor;^ quieü  le  cupo  este  sitio,  hicieron  en  manos 
del  sefior  ilnstrisimo  Zumárraga  los  votos  el  affo 
de  &30:  el  P.  Fr.  Antonio  de  la  Cruz,  del  orden 
de  N.  ^.  San  Francisco,  trajo  tres  religiosas  de  la  ' 
Concepción  del  conv^ito  de  Santa  Isabel,  de  Sala- 
müDca,  que  según  está  en  el  libró  de  archivo  del 
conv^^to,  fueron  las  madres  Paula  de  Santa  Ana, 
Ijuisa  de  San  Francisco  y  Francisca  Evangelista. 
!E1  maestro  Qil  González  dice  foeron  tres,  y  nó  men- 
cionando  los  nombres  de  las  dos,  dice  que  vino  por 
cabeza  de  ellas  Elena  de  Mediano:  fué  brectendo 
el  núniero  de  religiosas  por  acudir  á  lá  administra-  [ 
cion  é^  los  oonventos,  donde  por  la  buérté  de  mu- 
obos  necesitaban  de  sugetos  (causa  de  dejar  aigú-' 
noB):ofitróenlá  administración  del  ordinario.    • 

207.  Este  es  el  primer  monasterio  en  tiemj^o  y 
entre  loa  insignes  de  la  Nueva-Espafia  famoso  de  ^ 
esta  sagrada  casa,  paraíso  occidental,  han  salido  re- 
ligiosas para  asentar  loa  otros  grandes  conventos, 
matronas  ilustres  que  con  ventajas  adelantaron  la 
fama  de  su  religiosa  vida.  Hizoles  iglesia  de  bóve- 
das suntuosa  Simón  de  Haro,  su  patrón,  noble  re-  - 
pubUttaoo,  que  se  dedicó  el  aSo  dé^^  657  con  octava  > 
festivat  ana  torre  hermosa  y  domitorio  muy  capaz, 
dejándoles  para  sus  feetividádés  y  sustento ^de  re- 
isonsidetebietf  Wiitaís:-  (Ti^nef  lioy  de  níí^ 


Baa4^  Telo  cjAqto  y,4t^D^(  <w.iv:iiMe  ^.x>to<#itaB- 
tas  nUIjU, ;  mQ^a^  d^.SfryÍQo,  £M*  e»  Jit  pnnwa 
pl^t^,q,u9  hizoia^religioLq  d?  San  £Vama«oo  ep  '« 
Kapya-E^paS^:  a,l,,i)u9  pjiaata..iMi9<  pi^PK^r  dftvCffjofi 
sm^eqtos  búhAOfiQ.  otras  vi^a^,,»;  lft4«b9>_«ai*o 
á  pfifn^im  caiua,  J^.fao»ra  4Q.a)f^fmtf>s.'  N«6i  fdu- 
t<í  d^spuea,  del  diluvio  1»  pri^Ea  svrfr.  7tJ9 'tQ- 
Tíeront  por  dios  los  .geotila»,  áiqiijeA^^afW,  Jww, 
q^  .q^ian  decir  diviqo>,  of|r<tciéod<4«,  ^«íffitufmw- 
te  .pá^paoDi^  y  raoinias:  b^q49  ^:  (W)V^t«  de- la 
CoQc^pcioD/de  Méxi<^ ,  la  fértil'  pacm  (^¡t^^  plmUS 
la  religión  fraiuiiscaA&i»,  qu^'^^apdo  raciwoa  -dAiJÓei- 
va?  de  D;o^  y  vSjifeiiw  d^  U^Igl^i^.rfip^^]!^ car- 
miento^  fepuDdoa  .1  todf^  I«,^tu,T^-Ssp^&,qi)ftfi«- 
lieri^  á,plaütar  ni^vvoa^Tid^^o^,  qi^  flratítoffo  m 
lea  d^ber¿  áias  cp^ap^af  qif^ae.e^fmwQwt^fi  4« 
flobeíanps  Q^quUoui^,.  aciert^r^B  epiaKtileuid».«t 
beneficio  si  weif(ija.0^,mtiif\d.,&.;pgir^§»,-4»síH^ 
lavanidsd- 

20Q,  mo<^Teiiitgd»B;4güw<Qo^qMi«US«ile 
65S(  s«  fundó  dAFe)j^9«aA  qi;f»«a^Í9J»«)d0l>:e9«TU- 
to  de  la.Cppcepc4ai),.cay&iglssÍA..Be)  djBdicé  ü^ftSh 
de.&d6,  y  faltapd?  li^oapUla  i^^yorkiUt'.pedooauíó- 
Melcfapr  d^:Terrwi^-  hormaita  raavar.  ati*  fd^iáa 
la  TerceTa  orden,  ti 
piedioó  el.  Fv  JWA^ 
Sia,de.J8fi,a8,,oon<Bl, 
diiMia  ibpaia  MI  medio 

209.,i%qonFWto 


á  migodaobmide  Pedro:  Tomter)  BénUy  Oregoiio 
de  Pettia6raetfl¡K8<  08880  de  Diego  Ariabf  8iMo, 
en  laesquraa  de  la*  parroquia' de  la 'Sarita  VeracrnEy 
adoBdé  fueron  dei  coñvéeito  de  U  OonbepoioD  nue- 
ve reii^osa»  pair>  f andadoras^'  aflo  de*  580,  á.20  de 
Febrevorde^alliel  affo'de  82^.per  decreto  del  se* 
ñor  ilustriskno  dbn  Pedro  Mdjra  de :  Contrerae;  de 
lldeSetieBDÍbreyá' las  casas  que  labró  el  doctor 
Váedo  dé'Pugay  fuenm  de  Lorenao  Porcallo  de 
la  Gerda^  se  pasó  el  ceaT ento^  donde  hoy  perma- 
nece  con  grande  luatre.  Sli  maje^tlad  el  eeflor  Fi- 
lipa  Éegufado,  por  cédula  que^  euvid  de  cuatro  de 
Febrero  dei  :aÍo^  de  83^  las  recibió  debajo  de  su  pa- 
tronato  real^  eefiíilando  setenta  mil  ducado^  de  las 
encomiendas;  Vaca  por  veinte  afioB;  Lo  q«e>  renta» 
ran^lesidieB  aflk)8,  parale) edificio^  y  Icque  lea  otros 
die»,  pata  que  quisdaeea  á'  renta^  co»  obiíghciou  dé 
nembra!rras  capellanas,  lea  quO'ála  real'  audien- 
cia y  araoUspo  pareciera':  quien  quisiere  ver  las 
gvaadesas  de  este  coofvento^  las  virtudes 'y  vidas 
de  ¡tantas  que- en  él  han  florecido  virgenes^  vea, 
para  alabar  á-  Dioe  Nuestro  SeSor,  el  libro  Parai^ 
80  ooeíde»tal|  dispueáio  por  !>.'  Carlos  de^  Siguen- 
za  y:Góogalpay  mexicano^  impreso  el  aSo.  de  1684 
por  Juan  de  Bi vera,  en  Mókíco. 

210.  El  convento  de  la  Encarnación,  donde  el 
aBo  de;  SM  fundaron  las  religiosas  de  laOoncep- 
ciOBy'  c»ya  *  i^esia  de  bévedaa  y  fábrica  suntíiosa 
costeó' Alvape»  dé  Loeenaana  roon^  asas  4e  den/ mil 


dwMidos,  cii;&  dedioMaoii  u  oalabró  al  alio  4»M6. 

211.  Bl  ooBTento  de  Naestni  Selora  4a  Baln- 
un,  coya  igleña  se  hizo  de  bóradas  aai^  tiiewn 
poi  mano  del  bachiller  Joaé  de  Lombanm:  £6  pan 
so  fábñca  sin  que  lo  saínese  la  nw 
como  limoBDera  evuigética,  dofla  Leanor  de  1 
da,  iBDJer  que  fué  del  apartador  de  oro. 

212.  M  mooaaterío  de  Sui  Omimma^  da  on 
núma  regla,  para  ouya  iglesia  dio  el  regidor  I<iiis 
Maldonado  del  Corral  treiata  mil  peaoa,  que  as  de- 
dicó en  30  de  Octubre  de  1623. 

213.  El  monasterio  de  San  Lorenzo  fundwrr 
religíosaá  de  8aa  GerÓDimo:  íué  fkbrieado  por  el 
doctor  Santiago  del  Biego,  fecunda  aeraenteEai^  de 
cayo  principio  pasó  el  hacer  Is  ig^eda  á  doSa  M^ 
ria  de  EioErio,  que  le  cogió  la  muerta  en  tea  sante 
obra,  y  dejó  por  patrón  y  heredwo  al  oapitan  d«n 
Joan  de  Chavacria,  catnilero  del  hábito  de  Santia- 
go, qne  4  lo  qtM<  Santí^go  del  Rio  principió,  y  á  lo 
que  Riofric  plantó  dio  tanto  crecimiento,  que  aca- 
bó- la  iglesia  á  muavUta,  de  oro  y  aial,  tan  viato- 
sa,  que  toda  ella  esrrelíoarío  de  santos  de  talla  por 
las  paredes  en  sub  niohos  y  bellas  imágenes  de  pin- 
cel, conQD  oomolgatono  de  planohas  de  plata  so- 
bredoradas y  piedras  preciosas  engastadas,  que  ae 

.apreció  en  mntdios  dacac 
csDventd  como  padre  ds 
da  TÍrgina],  hizo  dormita 
de  ovejas  para  el  socorn 


847 

214. '  SI  mrámileno  de  Santa  Inés, :  que  coMta 
de  treiota  y  tres  oapellanas,  que  fundó  Diego  Cft- 
bellero,  en  cuya  cláusula  entraron  del  verjel  del 
convento  de  la  Goncepaion  en  12  de  Setiembre  del 
aBo  de  1600  por  falta  de  cualquiera  del  número: 
hace  el  nombramienibo  el  patrón^  que  poseyó  don 
Pedro  Yelázquez  de  la  Cadena,  aeoretaiio  mayor 
de  gobierno,  que  Dios  haya. 

215.  El  convento  de  San  José  de  Gracia  fuere- 
oogimiento  de  mujeres  primero,  y  el  aSo  de  1010, 
en  12  de  ^Octubre,  entraron  cuatro  profesas  del 
convento  de  la  Concepción  y  doce  novicias,  á  ex- 
pensas de  don  Femando  de  Villegas;  y  habiendo 
e^do  con  su  división  en  un  monasterio,  que  pri- 
mero se  llamé  JBanta  Mónica,  luego  Santa  Marria 
de^  Gracia,  mujeres  y  religiosas,  las  mujeres  coi^ 
su  tribuna  á  la  iglesia  y  en  cuartos  separados:  vien^. 
do  que  no  había  sino  pocas  mujeres,  no  sufriendo 
las  religiosas  vírgenes  la  vecindad  de  casada9,'ae 
entraron  &  los  cuartos  y  lo  hicieron  de  clausura  de 
religiosas  todo.  Fabricó  la  iglesia  Juan 'Navarro 
Pastrana,  que  habiasido  hermano  mayor  de  la  Ter- 
cera orden;  devoto  republicano,  cuyo  lugar  de  pa- 
trón sucedió  en  su  sobrino. 

216.  El  monasterio  de  San  Bernardo^  aunque 
último  en  tiempo,  no  ha  sido  de  loe  últimos  en'  la 
observaMÍa,  para  cáya  fábrica  de  iglesia  dejó  el 
oa|»itan  José  de  Retís,  y  por  mano  del  bachiller 
José  de  Lombeira  se  está  fabrioando  de  bóvedae, 


848' 
y  éB-éi  H  prootat  enmo^d^  iteHos  demtf  la*  iU- 
tu'fíiiBctár'LaB'pruHirea;  ¡  ■ 

217.  El  (fotivento  (1«  Seta.  Jb&é  de  ownieUtu 
dedialuai  que  fundó  «I  dodtor  doD  Joftn  Qa«sa4t 
ds  FigtMffob,  aJSo  d«  1616|  ouya  fundación  lee  húo 
CMtlaí-reli^oaafi  que  saiie^oadsliwnnftba  real  de 
Jewu  María,  1«  V.  }A.  loéa  d«  la  Qras  y  la  V.  M. 
María  Ana  de  la  Enoarnaaiai^  que  gon  Ua  h&bitos 
dri  C¿tQidD  Al  (|udiiAidairo»'el  de  Ia  .  Cqocepoíop, 
d^trw  «iqael  j»idÍD  4«  virtud^.  Qiaa  1a  iglesia» 
dedicada  á  Nuestra  Sefíi^a  de  la  ÁfitigvA,  &tébaB 
dQ  MbUna  Moaqu^a;  mero(Mlw  de  ptatai  y  ea  da- 
^tó  en  10  de  Setóembra  de  I6&4  ¿^b: 

.%}.%.  El  itoBaBtwip  da  religiaaaa :d9  $aiita  Cla- 
rai  '(Apuobipia  de  la'  pj'istera  T^|a>  qaa  TinieroA-  al. 
da  la  OonéepcioB'á  hospedaiKe,  y  de  aUÍ  Í'Qb.Mb-' 
veolo, .cuyo'titalai  as  de  San  F^i^e'-do  Jeaua^aár- 
tiry.-pfttron  de  Mésieo,  au  patria^  Fué  todo  ¿cos- 
taría Ids  IñeDei  db  StmoB  da  Han>,  nuroaédr  de 
platas  qua  en  au  teaCanwnto  dajt^  eata  buana  ota»- 
Después  que  hizo  la  flíbijo^  innif^e  del  oooveato 
dala  C(mcepe)on,.BU  is^>^  dormitorio  nuevo  y 
pwteriaf  de  donde  es  paUcm  üIUdm^d  «Bteoonfesto 
en  la  edad,  pero  antiguo  ei 

219.  Todos -«Btosdoee 
el  oiúto  diñiid,  «droa  da 
t¿D  ¿  la  admlnbtrftoiott 
de  ICéxiiio,:  yenaUas-pa 
loftÜBaMiOk-    I        ... 


320.  limé  U  religión  do  N.  P.  &oto  Domii^o 
•n  m  •dministraoioD  el  d«  SuU  Ottaliu  do  Son«, 
con  DO  niéooi  lutra  quo  loi  denit,  y  tos  nligio- 
■M  de  S.  Fruoioeo  otroi  tnt,  el  de  SaoU  Cleni, 
«I  de  8.  Jaén  do  te  PeoitoDcie  y  SaoU  Isabel,  cu* 
jm  fandedoD  7  gnndoses  vea  en  la  coarte  parte 
de  este  Tottro  cono  parteoeoientei  á  la  Crónice 
de  la  FroTÍnoia  del  Santo  ETangolío  00  et  Tratado 
Coarto,  qae  de  etlos  trata,  y  en  el  Henologio  Us 
▼idas  de  mas  de  sesenta  reÑgfosas  de  rlVtad  y  fa- 
me  de  santidad  oelebradu. 


OAFirnLO  IX. . 

D^fi/tn»  i^wlu  qu«  gou  U  ciudad  d«  Uteioo. 

221.  No  «a  lo  menos  to  qne  engrandeoe  te  do- 
dad,  ■ino  lo  ñas  necesario  en  onatro  parroqoias 
de  eapaffoles  qne  con  puntualidad  administran  los 
santos  saoramdntOB.  La  Catedral,  Santa  Catañoa 
Mártir,  y  la  Santa  V-eraonis  y  San  Miguel.  De  na- 
turales la  iglesia  parroquial  de  San  José,  Santiago 
Tlatílnloo  y  Santa  Maria  la  Redonda,  donde  le 
administran  religiosos  de  N.  P.  San  Francisoo^  San 
Pablo,  San  Sebastian  y-  Santa  Grúa,  donde  admi- 
nistran religiosos  de  San  Agastin,  cada  ooal  con 
su  ministro  por  instituoion  oanónioa  colado:  en  el 
conTento  do  N.  P.  Santo  Domingthestá  la  capilla 
de  Nuestra  SeHora  del  Rosario,  donde  por  oéduU 
de  sn  majestad  se  administra  á  los  mixteaos  y  za- 
potecos vag) 
la  misma  ór 
nica  colado 
oesario,  no  < 


851 

da,  que  cuida  de  la  admimstraoion  de  ios  iales  ex- 
travagantes  que  pidieroo  religioeó  de  N.  P4  Santo 
Domiogo^  á  quienes  períeoeoé  la  mixteca^  para  ser 
administrados  eñ  su  idioma  y  lengua^  á  qaó  se 
obligaron  los  religiosos  sin.  derechos  parroquiaies, 
motivos. del  despacho  de  su  majestad  por  su  buen 
celo. 

2^2.  Tiene  México  Ja  iglesia  de  la  Santísima 
Trinidad^  fundación  de  su  ilustré  cofradía^  donde 
está  la  congregación  de  San  Pedro,  cuya  iglesia 
corrió  por  su  diligencia  y  sirve  á  la  congregación 
y  cofradía:  tiene  sala  de  enferméis  sacerdotes,  que 
ptt86  e)  setíor  dontor  don  Manuel  de  Escalante. 

22S.  Tiene  dos  céleles,  «uno  de  niBos  de  San 
Juan  de  Letran,  donde  se  crian  con  renta  de  su 
majestad  y  se  les  enseSa  á  leer,  escribir  y  contar, 
aaífiten  á  los  entierros,  tienen  su  rector  y  maestro 
que  los  enseSa.  Otro  colegio  de  nifias  doncellas, 
que  está  á  cai^o  de  la  cofradía  del  Santísimo,  que 
las  cria  por  huérfanas  y  alimenta,  dándoles  el  dote 
para  que  se  casen:  han  de  ser  hijíEis  Intimas  y  sin 
padre::  este  colegio  fué  en  su  .fundación  de  las  se* 
Boras  mestizas,  y  asi  las  llama  su  majestad;  pero 
ya  se  ha  reducido  á  veinte  y  cuatro  «spafiolas  con 
dote  de  quinientos  pesoss  la  iglesia  es  á  la  Visita- 
cien  de  Nuestra  Señora  dedicada. 

224.  Hay  reeogimiento  para  mujeres  profanas, 
que  ae  iqtitula  de  Santa  María  Magdalena,  que 
antes  era  hostiital  de  la  Misericordia,  y  na*  ha  per- 


éíde  ^ta  la  Tolgur  ^  ttomVr^;  y  por  Mber  üdtséo 
lia  rentas  «e  ácsbd  ei  bMpitel  y  otrctrMogittiéBto 
de  moíeres  jauto  á  San  Atábú. 

226.  Hay  ob  bu0to  feco^mtmto  de  riiti]M^es 
qoe  ae  retirtn  á  Vwú'  TVf  ir,  que  se  intitak  de  Bé- 
le»3  es  de  todos  estados.  SljerdtaMe  eo  cMatiiii^- 
nes  y  oraciones  y  en  obras  de  sus  manos:  sosten- 
tanse  de  liokosnae  de  bienhechores,  que  un  presbf* 
toro  Virtaoso,  el  lieenciado  Barcia  solioíta,  y  el  se- 
flor  ilustrisímo  ayudan  dase  á  pobres  oaiv  y^otraa 
legnibris  qae  reparten  eaila  setnana,  obra  eoQsi- 
éeraUe  para  los  pobres; '     • 

226.  Hay  nn  orátoño  der  la  Uiifoit  de  San  SMi- 
pe  Neriy  cuya  iglesia- se  dediodsl  lAo <de SS,  en 
que  viren  algunos  sacerdotes  que. con  eele  criifia* 
DO  eeofiesan  al  pnebley  y  consta  de  preéioadMM 
que  todo  ei  afto  expUeatt  )a  dootñna  eristiana  y  se 
ocupan  en  obras  de  caridad  del  ph^itM,  cotn0  ^i 
juntar  limosna  para  snfragies  á  los  ajustiokdos, 
que  entrega 'á  }a  real  sala:  otra  unten  hay  detgle- 
rióse  San  Miguel^  en  la  Enearüaomn)  qm  tiene  su 
prefecto  y  oficíales:  recogen  Umomas  parax^igio* 
ese  poibres  y  otras  necesidades  del  pr^ime*' 

£27.  La  cavidad  se  ejeonta  cómalos  enfermes  en 
nueve  bo&pitales:  eli  el  del  Amor  de  Dioii^  nadado 
por  el  señor  ilustrisioio  Zumárraga,  donde  oen  asee 
y  tode  regalo  se  oaran  las  bubas;*  en  el  Hostal 
Real  de  lee  Indios,  fondado  por  su  oiajestod  en 
tiempe  de  don  Martín  Endqueide  Alm^aa,  ^^^y^ 


&58 

c<m  máfi^téio»  f  dos  oapeHaÓM^  qw  pa||^dod;or 
7  dn^itiio.  Tiese!  en  la  caja  rentaaen  casas  y  del 
GolisMéofideJas  comedias  se  repres^tan,  que  dütt- 
pa  todo  el  claustro  pnücipal  del  hospitaL  -  Fuera 
de  la  Iglesia  dotide  se  celebta^  tieim  otra  en  el  caei'- 
po  santoí^  que  hÍ20  dou  Andrés  del  Rosal,  para  ea« 
ttorro  de  los  que  mueret),  y  en  ella  se  canta  ht  tni^ 
8a  dé  fas  ámeMts. 

!228v  Tiene  el  hospital  de  San  Juan*  de  Dios  cob 
sala  de  hOfiíbres  arriba^  y  ába)o  sala  de  mujeres^ 
donde  eon  tedo  cuidado  se  <^ra^  tóáe  género  de 
gentes. 

239.  El  lióspital  de  Saii  Hipólito^  donde  están 
los  inocentes,  qué  cuidan  los^Mmianos'  dé  bt  cari- 
dad>  y  el  hospifal  del  S^iritu  Shnt%  que  héy  tíe- 
ne  muchos  éufibr mes. 

230;  El  hospital  de  San  Antón,  donde  asHte 
abad  y  ootopaftéroe  religiosos  de  Se&or  San  Antón, 
y  el  de- San  ládato,  qné  están  en  los  confines  ^de 
la  ciudad^  fundado^  per  Peáro  liópez^  médico. 

231.  El  hospital  de  OoíiTaledientés,  ftindacioñ 
nueva  de  que  ya  se  trató  en  su  lugar:  en  él  conva- 
lecen los  enfermos  que  traen  los  hermanos  de  los 
otros  hospitales:  es  el  aseo  y  regalo  singular,  con 
diez  pesos  que  de  varios  devotos  se  recogen  para 
cada  dia,  aunque  hay  dias  que  concurren  dos  li- 
mosnas. La  iglesia  es  á  Nuestra  Señora  de  Belén 
dedicada,  y  la  casa  está  con  curiosidad  fabricada: 
véase  el  número  188. 


238.  Lm  liotaanos  y  imigéMs  nUigrosas,  do- 
tMÍonas,  cofradÍaB>  ermitas  por  k«  barrios  qae  h 
iloitraot  DO  tiene  námero,  y  d^U  pora  otra  [da- 
ma de  mejor  esUlo  y  etadidon,  qoe  seria  huwt  nn 
libro  de  volúmoi  grande  en  referirlas,  y  oonohijro 
ooB  la  gloria  que  goza  en  las  religniaa  del  V.  Gre- 
gorio Lópec,  que.  estáa  en  la  sacñstia  de  la  aaaU 
iglesia  catedral,  gloria  que  gozan  moobaa  igledas 
de  Méxioo  en  tonUra  vatMies  iluAtres  en  santidad 
y  letras:  querer  aajgalaTizar  las  grandeíaa  de  Me- 
neo era  qutf  er  bAOtw  tomos  enteros,  porque  exce- 
de á  maohss  de  la  cristiandad  y  se  pone  hombro  á 
henbro  ooQ  1%^  muer  del  mundo.  Bs  de  las  gran- 
des ciudades  qoe  tiene  su  wqestad  en  su  oorona, 
pnes  im  ma^ifioas  d^  Sspafia  si  tienen  mejor  tal 
cosa  esta  las  tiene  juntas,  y  si  en  173  i^k»  es  lo 
que  ae  ve  ereciendo  tanto  en  todo  cada  dia,  ¿qué 
será  fi  Dios  ia  guarda?  9ea  en  gloría  de  Dios  Nuea- 
tro  SeUpr,  de  )a  Virgen  Santísima  María,  Qonoe- 
bida  sin  pecado  orígíDei,  su  fispoeo  el  8r.  San  Jo- 
sé y  de  N.  P.  San  Franóaoo.  « 


TRATADO 


H  u  cnuD 


DE  LA  PUEBLA  DE  LOS  ÁNGELES 


aBANDBZAS  QUE  LA  ILUSTRÁIS. 


Jnato  será  que  después  de  las  excelencias  de 
México  Be  traten  las  de  ciudad  tan  celebrada  co- 
mo Puebla^  pues  es  la  que  obtiene  el  primer  lu- 
gar después  de  México  entre  las  demás  ciudadesi 
y  en  mi  viene  á  ser  deuda  publicar  sus  alabanzas, 
por  ser  donde  tuve  el  ser  de  religioso,  profesando 
en  el  convento  de  nuestro  Padre  S.  Francisco,  qué  le 
engrandece.  Por  esta  razón,  aunque  en  ella  no  na- 
cido á  la  vida  temporal,  puedo  llamarla  patria  per 
haber  en  ella  renacido  á  la  vida,  religiosa:  luego 
siendo  patria,  seguros  van  de  la  calumnia  los  elo- 
gios, y  no  me  culparán  que  pague  algo  en  lo  poco 
que  escribo  de  lo  mucho  que  deb9.        -fV 


D«  U  ftmdaoioa  de  U  FnebU  Ciudad  da  los  Angeles,  bq  ñtio, 
fertiUdad,  tmto  j  flioM]oi«é. 

1.  La  ftmdaoioQ  se  determinó  á  petícion  de  Iob 
TeligioBOB  de  Dóestra  Padre  San  Ü^nciscü,  que 
Tiendo  qae  crecía  el  número  de  la  gente  espaSols 
y  que  no  teniendo  maé  población  que  la  de  Méxi- 
co, qae  no  pedia  abarcar  tantas  Eamilías,  peligra- 
rían por  la  nmltítad  en  la  o^neádad  (qw  es  madre 
délos  Ticios):  para  qae  no  ae  perdiese  la  mioion 
castellana  por  holgarana  y  ragununda,  coasnltaron 
al  eelior  presidente  don  Sebastian  Banñres  de 
Faensatida  y  á  la  andienoia  real,  que  ssrí&  nopor- 
tante  se  fundase  usa  ciudad  para  eípafiolee  que  se 
aplicasen  al  egarcíoie  de  lalñ^naa  j  oilltura  de  las 
tierras,  y  con  erto  eesañan  las  pretoúsioBas  de  las 
emomieDdaa  y  repartimiento  de  iadios  i  que  atfp- 
rabati.  Cometiú  4  lo 
y  habiendo  exnainat 
fué  elegido,  de  coma 
bailado  per  el  padn 


867 

eLdtm^iaáúyfOf  latf  oifecuilBtariMMS  y  «aUdadw  de 
coAvaDienoia  qtie  en  él  Qóúouttw. 

2.  Hecha  la  elección  y  tos  despachos  necesarios, 
cometiese  la  nueva  fundación  al  oidor  dea  Juan  de 
Salmerón  y  el  padre  Toríbio,  nno  de  ios  doce  pri- 
meros. Tirárotise  los  cordeles;  trazáronse  ka  vir 
viendas;.  repartiéronse  los  solares  á  cnarenta  mo- 
radores y  pobladores} .  eonvocárobse  oficíales  para 
laír  téJbnwf  de  lotf  pueblos  eemaroanos-  Da  Tlax- 
cala  vinieron  oého  vbSÍ  indios,  de  Huexofesingo  y 
de  Tepeaoa  otros  tamtos  para  hsoet  la  ptánta  déla 
nueva  población  (que  desde  luego  la  intttnIaVQB  de 
loe  Xngetes);  Venían  con  tal  regoc^o  y  goso  de  la 
naevá'  planta-  católica  con  diveriiidad  de  instru» 
meotos  de  músjtca  bailabdo  y  cantando,  que  pare- 
cía hMef  eco  la  armenia  de  su  placer  á  la  alegría 
que.tieBen  les  ángeles  en  el  cielo  á  lá  conversión 
de  na  pecsdor  penitente»  pamcnendo  en  aquellos 
placetes  y  alegrías  con  qne  se  principii^  la  nueva 
planta»  que  áe  desterraba  de  aquel  lugar  el  prínci- 
pe de  las  tínieUas^queen^i  tuvo  0u  aquel  tíempé 
la  adoración  y  engáfioeo  culto,  y  Mado  del  cristia- 
nisBio  desterrade,  entrando  en  su  lugar  la  fe  de 
Cristo  triubfknte»  encomendando  aquel  sitio  á  los 
santos  ángeles  como  tan  fíeles  amigos  de  los  bom- 
bees.. 

8.  Dispuestas  las  moradas  y  juntos  los  peones, 
para  quaifuese.el  príneipio  dichoso,  en  16  de  Abril 
dei;a&f>  de  530,  en  lá  infffioc^ia  de  la  Besurrec* 


I 


oion  de  Cristo,  T6ii*nula  d«  los  angele»  én  d  w- 
pulcro,  dia  de  Santo  Toribio,  obi^x»  de  Aatorga, 
dijo  el  venerable  padre'  Toribio  Mdtetinia  la  prí- 
maraiiiiBa,  y  en  uaa  semasa  <taedó  de  casas  {moa- 
qoe  de  paja  y  adobes  la  fábrica)  beoha  la  plaats 
oon  naosiooes  bastaotos  y  neoesurtas  para  ana  mo- 
radwee.  Pueroit  las  aguas  (|ne  llovieron'  aqnel  aSo 
tantas,  que  quedaron  eneenegados  etob  moradoies 
yeBtmieroafarRidesMttpanireksttie^^rú  abH^ 
do  zaojasí  quedaron  las  caH«8  eajatat,  ^e  afido- 
nados  á  ia  poblaaiim  á  pooo  tiempo  crecM  la  cíd- 
dad  y  se  aamastd  la  gente.      ^ . .     . 

4,  B»tá  situada  en  uaa  gran  vega,  nide»da4e 
grandes  Uanadasípsaaipar  ella,  ala  parte  del  po- 
uiente,  el  rio  Hatuado  de  Atoyao^  que  en  ínexioaBo 
suena  TÍO  de  guijarros,  qué  mana  al  [aé  de  laaíM^ 
ra,  y  aaee  dicho  rio  de  dos  Fneotes  da  qoe  ae  osa- 
pone  come  el  rio  Jordán;  y  fuera  de  esta  es  oon  Us 
oalidadca  de  aguas,  montea  y  paattis  que  neeeáta 
uu  sitio  para  ser  bueao.  Bs  «n  aguas  tcm  abimdan- 
te,  que  pasa  per.  la  ciudad  ifa  ari'eyo,^  oon  «oya 
agua  muelen  owebaa  paradas  rde  moliao.  Tiene  od 
su  contorno  t^oa  deag/OA  diiloe,.y  miwantialaa  ds 
aguas  eali^tes  de'  azufre,  dwade  hay ^fios  salu- 
dables. Tiene  oercanoa  los  matoiiale8.pua.6U8 edi- 
ficios: una  legua  de  alli,  la  sierra  de  üaxoala  púa 
lefia  y  madere 
dad,  que  está 
de  que  saoui  I 


I"*' 


•8fi9 

la  eal  para  Ieb  fábrieas.  Está  de  diidades  populo* 
aas  rodeada:  ouatro  legoae^  Tíazcala  al  Norte}  m», 
Tepeaca  al  Oñefite;  doaleguas^  OholufaL^  y  tresade* 
ImitOiHoexotziDgo;  el  valle  de  Atlixco  y  aa  villa 
fértil  de  trigoBy  sin  otros  muchos  pueblos  en  saco- 
marea,  que  acuden  como. al  oen tro  á  sus  tratos. 

^5• .  Tíeue  dentro  4e  la  ciudad  y  en  el  cirquito, 
Imertás  de  fruidas  regaladas  asi  de  la  tierra  como 
de  las  de  España;  hortaliza  que  sobra  en  tan  fér- 
til tierra,  que  en  el  sitio  que  osiá  boy  el  contento 
de  ñttestro  Padre  San  Francisco,  4ícq  el  padre.fray 
Toribio:quei3embró  una  fanega  de  trigo  y  seo^ 
gierou  ciento.  No  faé-máa  fértil  la  Palestina,  tan 
alarbildfr  en  las  'sagradas  Letras,  donde  Isaac  cogía 
ciento  por  uno;  y  asi  se  ve  boy  que  en  las  huertas 
4e' alfalfa  y  alcacer  que.  siembran,  tienen  al  aKo 
tres  jcosfiiohas.  Abunda  de  todo  génercf  de  ^basti- 
meutos  y  regalo,  iisi  para  b  necesidad  como  para 
el  deleite»  l^orque. las  cosechas  de  trigo  y  maiz  son 
las  mas  copiosas  de  )a  Nueva-EspaBa  y  que  dan 
abasijo' A  toda  la  tierra,  y  pasan  mares:  las  carnes 
sot,"por  los  muchos  pastos,  las  mejores:  el  pesca* 
do,  como  está  mas  ^cercÁna  á  la  mar  que  México, 
es  masibarato  y  abundante:  el  bobo;  con  limón  y 
asado,  esordinario  para  todos,  asi  pobres  como  ricos. 
£n  México,  4.oino  es  corte  y  va  de  mas  lejos,  es 
mas  cairo  y  se  comunica  ménos^  que  como  son  tan- 
tos los  ricoe  y  sefiores  ellos  lo  gozan,  y  el  pobre  no 
1^  alcanza^  Aves,  pavés  y  de  todoi  género  xle  caza 


4 

I 


ntnuK  fúU,  y  todo  ú  itíbh  mat  ksr£«  qq»  •■  1* 
(andad  de  México;,  porqa*  mm  Uézioo:du.trflra 
tertaa  poT  ná  teal,  en  Ib  -Pnebla  aeie;  y  ñ  asa  <^ 
pan  bazo  se  dao  onbe,  y  asi  de  todo  le  déuáa  ám 
bastimento,  ooa  qae  los  pebres  paedad  oeitMr  A 
doi  oanilhu.  fia  el  reí  agio  de  las  flotas  de  OUH- 
11a,  porqae  de  esta  oindad  se  llera  «1  biaeoiho  y  I» 
oeeraa  y  jauoDes,  qwe  en  todo  lo  queioea^á  8^*^ 
do  de  owda  y  &  la  earne  poraqay  de  s^aio  á  to- 
das los  oiüdades  se  areptaja. 

6.  Sata  «n  diez-  y  naoro  gcades  y  velntíoioao 
■iimtoe.  lU  teidple  es' sano,  porque  el  swlo  ea  ■•- 
00  y  toa  fijo,  qoef»  bao  edífloado  temploa  ém  bó- 
vedas smtnoBos  eia  tráwr  de  qo^s  falten  las  ttím- 
oas  ni 'falseen  las  paredes.  Los  edifiños  son  d«  al- 
tes y  Im^b,  muy  fuertes,  atinqoe  raás  se  aeomtfdaa 
4  labratr  las  casas  bajos,  ^or  el  tuolo  sst»  y  per 
hacer  más  sspaeiosai  las  aaoradas.  De  M  banda 
del  río,  donde  Uamaa  Anal»  del  Alto  de  8.'FhuI' 
oiseo,  para  allá  se  Tan  edificabdo  maóhas  eaaas,  y 
segonas  1&  ptüitacion,  &  pooos-  afieblia  do'lutber 
más  gente  que  la  ciudad  oeapa.  - .'. 

7.  HayjDOToadeiíes  y  trataatea  así  de  eosa»  y 
ropa  de  Oa 

tíenen  en  t 
chas.  Hay 
DOS,  cansa 
bla:  del  bH 
y  entntíai 


881 

componen  repfibKca;  y  eá  Id£ii,.vidriotf',  cuchillos  y 
jabón  hacen  raya  en  la  Noeva-Bspatla.  La  losa  es 
uias  fina  que  la  de  l\daf  era,  y.  puede  competir  óon 
la  de  China  en  sn  fineza.  Loe  iridrios,  aunque  no 
tan  Unos,  se  parecen  4  los  de  Yenecia*  El  temple 
lia  loe  cuchillos  y  tijeras  excede  á  los  demás,  co- 
mo las  hojas  dé  Toledo.  El  jabón,  por  el  mejor  cor- 
re por  toda  la  tierra,  y  en  México  el  jabón  de  la 
Poebhi  eantas  gastable. 

8.  Lo's  que  nacen  en  esta  dudad  son  de  ánimos 
rcsnélioe,  de  natural  nielóte  y  constantes,  inclina- 
Joe  á  las  armas,  á  correr  Uefrasy  navegar  mares. 
Los  que  se  apHcan  al  estudio  son  agudos,  y  con 
emulación  loable  saleti  estudiosos  y  aplicados.  Ha- 
bitanla  muchos  caballeros  ¿e  conocida  nobleaa,  y 
algunos  de  hábitos  en  los  pechos.  Hay  coches  y 
caballos  para  recreo,  y  menos  lo  que  dice  Corte 
son  de  gala  y  asco:  asi  los  hombres  como  tas  mu* 
jeree  cortesanos. 

9.  Finalmente,  para  dar  fin  á  la  ciudad  y  sitio, 
vu  la  gentilidad  estuvo  poblado,  y  con  las  guerras 
en  aquel  tiempo  quedó  de  indios  despoblado.  Lia* 
máhase  Cultlaxtoapan  en  idioma  mexicaoo:  unos 
dicen  que  quiere  decir  tugar  donde  arrojaban  las 
tripas  de  los  sacrtQcados,  porque  cuitlaxcollí  sig- 
niflca  las  tripas.  No  es  propio,  porque  en  la  com- 
poaifion  mexicana  pierde  solamente  su  final  el 
1    ^Are,  y  había  de  decir  perdiendo  el  H  cmUaxeo- 

■í  otros  dioen  que  se  compone  de  cueiUchtíi 

1 


jEwr  el  lobo,  cootf  la  cplsbn,  y  aptm  da  aíl  por  el 
ngaa,  y  la  preposUñon  pa»  de  lugar,  qoe  quiere  de- 
cir en  el  ño  de  las  culebras  lobioas  6  eerpentiiuiE, 
porqae  nlU'se  criaban  aotiguamente.  Esta  etimolo- 
gia  tiene  alguna  similitnd,  y  fuera  genuina  m  se 
prohondars  ood  eh  como  se  pronoDraa  ood  z;  y  asi 
se  podrí»  decir  que  es  eompneato  de  eváuUaxUi  por 
la  piel,  eoeU  por  1»  wlebra,  y  opan.en  el  rio,  y  di- 
rá: en  el  rio  de  laa  culebras  con  pell^o,  porqae 
acaso  alli  debía  de  haber  pieles  de  las  que  madan 
laa  culebras,  y  por  ana  que  Tieso  el  que  ^e  pueo 
nombre  quedaria  para  les  demáq  sabido;  pero  eo 
esto  DO  hay  que  reparar,  sea  la  que  fuere  la  etimo- 
logía aotigna  entre  los  íodios^,  que  otros  te  llaman 
Huitzitapan,  que  la  que  mas  le  engrwdeoe  ea  1^  de 
loa  Xngelea,  que  le  amparan. 

10.  Aunque  eo  los  principios  no  se  habló  de  íd- 
dies,  después  se  «groaron  A  los  espaSples  tantos^ 
que  han  cercado  por  todas  partes  la  ciudad  con  sus 
vivienda»,  y  son  en  dos  parroquia?  administrados, 
tle'que  se  dará  razón  en  su  lugar. 

11.  En  ^ta  ciudad  caiui  muchos  rayos;  y  vieo' 
do  el  daSo  que  hacian  y  el  tempr  que  oauBaban,  eli' 
gieron  por  patrón  de  aquella  ciudad  y  defensor  de 
las  inclemenéi; 

so  patriarca  si 
reoe  que  ha  sii 
tigar  aqoel  fu 
moradores. 


^  <!■■■■  1^1^  nn  i  i'  lii  i  -  ■■—  I II  til  I  I."    ¡r.^ipi.,,,  1,1,  !■    «^iirss 


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I>«  lod  ^ninlitroft  del ^tadó  Meülar  qne  ¿¿A  IrohidAdda  FiMbla 

j  su  república. 

12.  :^  nay  i^oble  j  leal  ciudad  de  la  Puebla^  ée 
]o8  Ángeles^  dioé  ^1  maisiro  €f  il  Qóbzalez  en  su  lléa* 
trO)  queiáetie  por  artnat  tío  esciido  de  ^¿cty  torrea, 
rompienda^  la  de  én  medio  ütt<>atidalo8o  rio^  por 
orla  él  secando  verso  del  Psalmo  XG-^Aogelia  aaia 
mandavít  d«te,  tit  custodian^  te:-^á  los  hidós  del 
escudo  dos  ángeles  sustentando  una  eoróná  impe* 
nal,  con  dos  letras  en  las  manos  K  y  Y,  gracia  que 
concedió  en  20  de  Marzo  de  1582,  dándole  el  titu- 
lo de  ciudad  señalada  de  cinco  consejeros. 

13.  Juan  Diez  de  la  Calle,  en  el  libro  de  Noti- 
cias Sagradas  y  Reales^d^^loa  Imperios,  impreso  en 
folio  en  Madrid  el  afio  de  654,  donde  trae  las  es- 
tampas de  todas  las  armas  á  las  Indias  concedidas, 
dice  que  la  muy  noble  y  muy  leal  ciudad  de  la  Pue- 
bla de  los  Angeles  tiene  por  armas  un  escudo,  y  en 
él  una  ciudad  con  cinco  torres  de  oro,  asentadas  so- 
bre un  campo  verde,  y  dos  ángeles  uno  á  cada  la- 


864 

do  dentro  det  escudo,  coir  el  ropajB  blancb  retoca- 
dos de  oro  y  púrpura,  arrimados  á  la  ciudad,  y  en- 
cima de  la  mano  derecha  de  cada  uno  una  K  y  en 
la  siniestra  una  Y,  que  declaran  el  nombe  de  Car- 
los quinto,  y  en  la  parte  inferior  un  rio,  y  sus  aguas 
de  color  de  cielo.  Dióselas  el  señor  emperador  por 
privilegio  que  le  c(Jncedi$eft  Madrid  en  30  deJu* 
lio  de  1538  afios,  con  que  son  duplicadas  las  armas 
como  las  tiene  Méxiqo;  exceleneiaí  de  que  fmede 
blasonar. 

14.  Provee  el  seBor  virey  de  alcalde  mayor  con 
ssferid  de  odattoDiantós  pebest  'bay  dow  regidores 
que  eo  cabildo  eti^tel  di»  de  afio üaevd  dos  al- 
Qaldes:orditorL^S|] alguacil  mayor  y  aKétéz  mayor 
y  depositario  geoerali  con  dos  ^cribatao^  bq^  de 
regisbr^s  y  otra  d$  entradas,  de  ^rsel;:  todos  dfidos 
vebdiblesl,  con  otros  DMiM^Jtros  de  ^usti^  quenom* 
ponen  la  rep^btioa..    t  h. 


t 


•  •  'i 


»      1      '•  .  '  ; 


CAPlrruLo  III. 


'•    I 


IM  U*  glorlÉtf  ^Iteíigoca  la  Cindad  de  loe  Aagelee  e?  en  Uostre 

oatednd  y  obiepado. 


15.  Brigiófife  ela&ade  626^  táendo  Pontifica  ro- 
maoo  la  santidad  <le  Clenidote  YJI,  en  la  oiqdad  dd 
Tlaíxoalaf*  donde  é9tavo  la  sillai  hasta  el  íiSjo  de  550 
eo  qae  ise.  ttaeladó  á  la  Puebla,  que  eatá;  &  einco. 
legaaa,  á  la  igieáia  dcfode  estuvieron  tres  años  los 
relígíosoa  de  San  FraüdBeo;  de  suerte  que  ba .  sido 
felieidáé  y  gloria  tle  la  Provincia  del  Santo  Evan- 
gelio baber  oeupado  los  dos  sitios  de  la  catedral 
mekioana  y  dé  la  Poebla.  Es  dedicada  á  la  Con* 
cepeion  PoHsim^  de  nuestra  Señora^  nombre:  que 
le  dio  su  primer  prelado.  £1  templo  es  de  einco 
naves  de  bóvedas,  tan  suntuoso,  que  poOos  le  igua- 
lan en  la  Europa^  y  puede  competir  con  los  mayo- 
res. En  el  aseo,  |^?andeza.de  retablos  y  hermosura 
de  capUha  es  excelente. 

16.  Compónese  su  venerable  y  docto  cabildo  de 
deán  y  ouatm  dignidades,  diez  canongfas:  las  cua- 
tro dé  opomñaiki  m»  vagones  enteKda  y  0eie  medias» 


\ 


8M 

catorea  capeUaaee,  día  j  aeii  ■ama  4»  tm 
reijit«  mÍDÍstroi  púa  sa  mj«r  ■eiikia. 

17.  y«l«  U  gruesa  de  siu  diataas  ^w  »  a 
gen  eo  cien  leguas  de  Uigo  jr  aoaenta  da  ^■fay  * 
aflatos  mil  pesos  al  afio.  Dirideae  cm  fies  j  a 
partes  ó  ooTeaos:  Us  cuatro  y  ne( 
olñspo,  las  dos  á  BU  majestad;  la  tereetm  | 
ra  la  fábrica,  y  la  otra  media  para  d  1 
laa  ocbcymediarestaQtaaálaiMaacapítalBCr^a 
coDsta  de  Teíntistete  prebendados  (oon  la  caBaagú 
qae  está  aplicada  al  Sonto  Ofido):  al  ómm  paa 
como  quince,  las  dígoídades  coma  daoe,  ios  cawS- 
oigos  como  diez,  loe  rwáoDeros  como  ñata  y  ks 
medios  eomo  tres  y  medio.'  La  dignidad  epiaei^l 
no  baja  de  treíota  y  oídco  mil,  y  soata  llapr  A  oa- 
cuenta  mñ  pesos:  el  deao  no  baja  deaeás  uil  paaos: 
las  digaídades  de  oinoo  mil:  laa  eanoDgSas  da  eoa- 
tro  mil:  los  Tadoneros  de  tres  mil,  y  los  madioade 
mil  y  qniaieotos:  )a  fábrica  espiritaal  doea  mol  y  d 
hospital  seis  mil.  Los  reates  noTOoos  los  adniñatra 
UQ  juez  por  su  majestad,  á  treoé  por  danto,  y  ae 
se  sabe  lo  quo  vale  al  aBo. 

18.  LafonDadeadmioistrar  y  cobrar  laatwitas 
es  recoger  las  semillas  que  se  diesmas  en  las  cor- 
dilleras cercanas  por  daco  ooleotorescn  sus  reouas, 
60  cÍQoo  trojes:  una  en  la  dudad,  «tra  en  AtUzM, 
otra  en  01 

Nopalaoa. 
na  por-el  o 


867 

y  1%A  qfie  4  eada>i;oo46  loa  interesados  p^rtene^eo, 
s^un  la  ouepta  del  cuadv&ute;  y  dja  alli  cada  oual 
las.. dispone  piira  su  sOQprro:  laa  demás  ^ista^tes 
con  todas  sus  especies  se  rematan  ea  atmaneda  jpü- 
bliDaeB  dos  iQir|Dtef|i8:  unas  eok  bi:ttto  á  lo  que  hu- 
biera al  mayer  paaedor,  kaya  pocos  ó  muchos  fru-: 
toa^  <^o^  e^critudra  y  fiadores:.  oitM  cordilleras  se 
rematau  eu  pc«Q¡i>  det^vipinad^  de  cada  fanega  de 
semilla,  y  ^ys  especieo;  y  todas  las  escrituras  se  en? 

« 

tregan  >1  mayj^^dpmo  gCAeral  para  cobrarlas^  y 
eiempresoipasfit^  tres  anos  primero  que  de  ellas 
se  pagan  loa.  ItbrainientoSf  dándoles  este,  tiempo 
para  bensfieÍAr  y  cobrar  los  die^mQs* 


<.  t ' 


Dll  La  <4ÜB  PROVEE  BL  OBISPO  SQEO 

"  '  ^í'OMí.BüdAHttDO.  '  ■• 


(  .  >  • 


19*  Pwvéeel  seftor  obiapo  el  oficio  de  provisor 
y  viearto' generali  notario  público;  y  nombra  nota^ 
rios^  rectores,  un  promotor  £scal  eclesiástico  y  otro 
secular,  y  uh  intérprete,  rector  del  colegio  de  San 
Juaneen  400  pesos  y  lo  necesario^  para  su  isueten* 
to;  presenta  doce  vacas  de  su  erección  con  otras 
seis  que  añadió  el  señor  don  Juan  de  Palafox  (boy 
llegan  á  25),  las  vecaa  azules  y  ol  manto  .pardo, 
qué  tienen  estudios' menores  y  mayores  en  el  cole- 
gio, de  comer,  ropa  limpia,  médico^  cirtijano,^  boti- 
ca y  eapellanias  para  qne  sp  indenen^  eon  obliga . 


868 

oion  de  aeudir'  á  U  igléái^  IO0 
vispetaSy  ooa  dobrej^UiíseB  á 
ofiotos  diviifOB  donde  ue  lee  Ir 
900  péUús  de  salario. 

20.  Elige  feotof  del  hespid 
con  rectora,  portera;  y  torne 
legxo  de  inSas  dencellas.   £ 
80&  de  salario,  y  adañtiiattiB 
de  9an  Cristóbal  con  otros 
00  y  betioa:  rector  de  la  T 
sos:  provee  ciado  vicurioa 
de  monjas,  y  einco  capelo 
mes  que  acuden  á  la  cob 

21.  El  obispo,  deán  y 
de  coro  que  es  apuntadc 
de  «apilla  etm.  BQO  peac 
con  300  pesos;  saeria^r 
ganista  con  400;  pertig 
ilaaea  09arl2&  cada  a 

&  quieaet  se  les  da  el 
críbiry  cantar;  Teinti 
300  pesos  y  mas,  coa 
dea  eantadores^  el  m 
remata,  con  dos  mil 
pesos,  y  dos  ofidaleí 

22.  Proveen  el  01 
tas  de  la  iglesia,  coi 
brica  y  kospi*»!,  co 
rentas  es^cson  tres  r 


8dd 

ram^ERi  larMmilkíd^  á  800  péóoé  carfá  tho;  ^a¿átí 
lasirtraan  tai'qoe  ¿el  oobdtééehi  oóbraSóírefe  de  ca- 
pellahias  yitiwtedote*  dé  Vtó  cordilleras/  qtíe  ajas^ 
tfm  Jba  d^ezáici^  'j  otrbs  oficios  (ióifao  éatópaiieros, 
xek^éroy  bi|>Hot8Carid'y  úttás  pWa  él  servicio  de 
la  iglediaj^icoti'Slilarids  oowj^tentéé;  tín  cdlecttn:  ge- 
neral para  la  cuarta  de  las  misas  con  200  pesos; 
en  cuyo  poder  al  año  suelen  entrar  quince  mil  pe- 
Bosj  el  oficio  de  rector  del  hospital  de  San  Pedro 
con  300  pesos  de  salario^  con  casa  y  lo  necesario 
para  si  y  sus  criados:  tiene  obligación  de  adminis- 
trar los  sacramentos/y  hacer  los  entierros,  y  cui- 
dar de  la  cura  y  regalo  de  los  enfermos;  nombran- 
se  médico,  cirujano,  barbero,  boticario  y  enferme- 
ros con  salarios;  y  cada  semana  entran  por  sus  tur- 
nos dos  prebendados  que  visitan  y  reconocen  la 
puntualidad  con  que  se  acude;  y  en  este  hospital 
está  la  Congregación  dfuSañ  Pedro,  de  sacerdotes, 
que  hacen  maravilloso  fruto  con  su  ejemplo. 

23.  En  la  provisión  de  los  curatos  y  beneficios, 
después  del  examen  propone  el  sefior  obispo  al  vi- 
rey  como  á  patrón  tres  sugetos,  y  al  que  se&ala 
por  real  provisión  le  da  la  canónica,  institución  y 
colación,  y  son  ciento  y  diez  y  seis  curas  en  la  ciu- 
dad y  noventa  y  tres  en  los  pueblos. 

24.  Provee  quince  prefecturas  ó  vicarios  en  los 
partidos  que  hay  número  de  eclesiásticos,  y  para 
los  beneficios  ayudantes,  donde  la  necesidad  lo  pi- 
de para  la  puntualidad  del  ministerio,  y  en  las  ciu 


870 

dsdes  saoriatanes  y  otros  ofieiotí,.  eon  butMiiei 
emolumentos  para  su  «ustontp:  todos  eatoa  partidos 
están  en  cien  leguas  dp  largo  y  otras  tantas  de  an- 
cho por  la  costa  del  mar  del  Norte  y  20  por  la  dei 
Sur,  y  tiene  mas  de  200  cabeceras,  y  (Misaii  de  mil 
los  pueblos  &.  ellas  sujetos,  con  joas  de  26^000 
indios. 


f. 


•  *'   ' 


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7 


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1. 


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'     i.  í 


CAFITüLQIV. 


ProsiguenM  las  glorUs  qne  la  dudad  de  Iob  Angeles  gosea  en  loi 
ilnstríalmóa  prelados  que  ha  teñido. 


PRIMERO. 

■     .  ,       '.  "    '■■  "■'  .(  :•       •    ••      • 

25.  Don  Fr.  Julián  Garpes»  v^Ugios?  dq  N.  P. 
Santo  Domingo,  que  tomó  el  hábito  en  la  ciudad 
de  Zaragoza;  hijo  de  padrea  nobles  del  reino  de 
Aragón,  predicador,  niaeatro  p^;  ^  Orden,  gran 
latino,:  de  qnien  dijo  Antonio  de  .Nebrija  qu^^  le 
conTedia  estudiac  paxa  igualarla;  iiTontQadf  teólo- 
go 7  eaerituriata  eos^nept^,  muy.  versado  en  las 
obras  de  San  Agustín,  de  quien  fué  muy  devoto; 
prediiSaba  con  maravilloso  espíritu  y  elocuencia  de- 
leitable. Fué  electo  en  el  aSo  de  527  por  obispo, 
de  Tlaxcala,  siendo  de.70  »tKH  d^  eda4:  vino  con- 
sagrado y  fué  maestro  y  pastor,  amante  de  los  in- 
dio», que  c<>n  la  luz  de  sú  doctrina  y  santidad,  los 
encaminaba  á<  la  vida  ejierna.  Dejó  seis  capellanías 
pitra  que  &  titulo  de  ellas  .se  ordenasen  sjsis  cape- 
llanes, y  habiendo  vivido  como,  religioso  en  su  re- 
^sogimiésto  Y  limosnero,  QQ  hieo  te^tamonto  poTqoe 


|l 


872- 
no  tuvo  de  qué.  Huno  el  año  de  542,  y  está  ei- 
terrado  (do  eo  el  conveato  de  Santo  Domingo,  com. 
quería),  sino  ea  la  Catedral  á  la  parta  del  evange- 
lio, donde  se  perpetúa  la  memoria  de  su  buena  vida 


26.  Don  Pablo  de  llalareTa,  nataral  de  la  villa 
de  Navalmorquen,  del  obispado  de  Avila,  oolegial 
de  Santa  Crii2^eyáUadoliil,  dónde  leyó  dos  iiHos. 
Fué  electo  ea  29  de  Agosto  a&o  de  648:  consagró- 
le el  obispo  de  Cuenca,  don  Sebastian  Ramírez,  en 
la  capilla  del  colegio:  'pas¿  &'bu  obispado  y  &  pocos 
dras'mnridj'tífib  ffe  8?5;  '  '■   i  :   '■-   .     ■  . 


27.  Dott^rótltt  Sarniento  OjwetistrQ,  natoral 
patria  suya  en  el  übíeplultf  de>  Gatakcnm,  «liglow 
dé  N'.  F.  San  FraDCÍso«>,  de'  1s:  previilela  de  bar- 
gó8  en  Síin  Bémátdíoode  ladtotra:  estudió  tti  Vs- 
lládoIfd:fuéTÍcaHo  de  coro,4«  soñera  voz,  diesb-o 
en  el  ó^hüo  f  ¿auto:  pasó  á  la  I^vindia  del  San- 
to Evangelio  de  MéxíoOf  »Bo  de  63S.    Volvió  ea 
oompaBÍa  del  Y.  P;  Fr.  IMego  de  ITnters,  Oontodie, 
al  Capitulo  Oetietal  de  Mantua:  tüo  él  «n  legan- 
do lú^ 
afios. 
acepta 
por  so 
Nafoc 


:873       . 

porque  en  la  obligación  de  prelado  fué  vigilante, 
en  el  predicar  eñcaz,  eu  j^minifitrar  todos  los  sa- 
cramentoa  cgnatantOi^^n  dar  limosi^as.  el  ejemplo 
de  la,JN^(ieya-Espaj^a>-  amante  de  s\f^  ovejas^  y  en 
predicar  y..etn.8e{&ai:|es  maestro .  verdadero:  pasíS^o 
ea  su  ti^empo  la  ^üUl  á  l^a  eiii^ad  de  h  ^^^,^a,  ^  Ce- 
lebróse en  su  tiempo  el  segunda  .Concilio  mexipanp, 
y  era  tanta  la  satisfacción  de  sus  letras,  que  los 
padres  de  él  le  cometieron  el  ordenar  sus  decretos, 
V  .^,8Uyeaintidadri  oae  la. ciudad  Kkr  Módico  pidió 
al  w9or  emperador  á  la  muerte  del  venerable  y 
iltt^trisimo  Zumárraga  se  lo  enviase  por  pastor.  • 

98.  Finalmente»  cogióle  visitando  á  sus  ovejas 
el  mal  de  que  murió,  porque  estando  coiifírmando 
en  San;FeUpey  le  dio  el  dolor  ile  eoatado,  y  «dijo  á 
su  eomp^iMOSo Ya  es  llega4a;la  hpra,  vamos  ai  con- 
vento de  la  Puebla  á. hacer  la  voluntad  de  Dios. 
Saliendo  de  camino  vio  ^que  habia  á  quien  confir- 
mar, y  con  el  dolor  ios  confirmó,  que  la  caridad 
del  prójimo  da  alientos  que  vencen  las  enfermeda- 
des. Bteoibió  en  el  convento  de  la  Puebla  los  i^an- 
to4  84(ffftQ(iento8,  y.pidíó  por  amor  de  Dios  una 
i^f^taja»  opma  lo  tQOStiun})ra  la  humildad  religiosa, 
y  pi^,  á^  gfssar  del  premio  de  .eua  trabajos  en  80 
de4gos^  d!0  165S  a&os^  Quyo  jcuerpo  está  en  la 
Catedral  .9&tre  los  demás.  iJSacribió  su  vida.el  iius- 
triñf&o  ^Oonsaga,  el  p^dre ,  Torquemada,  y  ertá  en 
ol^Msviplogio  eu  30  de  Agosto. 


.      •*.      .  ': 


VvrAvcvRT.— Tomo  11.^33 


874 


CÜAETO. 

2d.  Don  Bernardo  de  Yillagomez  fué  presenta- 
do en  10  de  Febrero  de  1559  a&oe,  y  eon  sentí 
miento  de  todóSi  por  ser  prelado  de  grandes  pren- 
das; murió  el  afto  de  570  en  3  de  Diciembre,  y  fué 
en  su  iglesia  sepultado. 

QUINTO. 

30.  Don  Antonio  Ruis  de  Morales  y  Medina, 
natural  de  Córdoba,  donde  fué  chantre,  del  orden 
militar  de  Santiago,  visitador  de  la  Universidad 
de  Osuna  y  gran  predicador^  obispo  de  Michoacaa 
el  aBo  de  566,  y  de  allí  promovido  á  la  Puebla  de 
los  Angeles  aBo  de  73,  donde  entró  ¿  priaiero  de 
Noviembre;  fué  gran  prelado  y  Umosaero,  mun¿, 
y  está  en  su  iglesia  sepultado. 

SEXTO. 

31.  Don  Diego  Romano,  natural  de  Valladolid, 
donde  pasó  sus  estudios;  fué  doctor  en  Salamanca; 
colegial  mayor  de  Granada,  canónigo  de  su  iglesia, 
y  provisor,  inquisidor  y  visitador  de  la  inquisición 
de  Llerena,  Barcelona  y  Granada.  Fué  presentado 
el  afio  de  577:  consagróle  en  Madrid  el  cardenal 
don  Diego  de  Espinosai  Vino  á  su  iglesia,  y  jan* 
tamente  con  la  visita  del  titey  d^n  Alvaro  Manri- 
que y  visitador  de  la  audiencia  de  Ouadalaxaia  y 
oficiales  reales  de  la  Nueva-EspaBa.  Srigió  la  par- 


,  • 


v8T6 

ri>qnia? dé  Bi^a  José  y  jqu  dolegio  dd  «donéellas  nu- 
blos eti  Ift*  Paebla/  Fundó  en  ValladolM  un  ookigio 
de  la  OómpAÜiía  de  Jesustcou  titulo  de  San  Am- 
lirósio.  Asistid  al  CoBoiíio  mexicano  del  afio  ¿e  85. 
¿82.  Finalmente,  llena  de  afios  y  ciego,  murió  el 
aflo'de*1607  en  12  de  Abril,  y  en  sa  catedral  se- 
pultado. Aunque  dejó  en  bu  testaknenta  se  traslade 

al  oolegio  de  Yalladolid,  no  se  ha  ejecutado. 

'.  .  ■  .  •      • 

83.  Don  Alonso  de  la  Mota,  natural  de  la  eiu- 
dad  de  México,  cura  beneficiado  de  'Chiapa,'que 
le-  dio'  el  nombre  de  Ghiapa  de  Mota,  deán  de  la 
santa  iglesia  de  Michoacan,  Tlaxcala  y  Mélico. 
Fué  promovido  al  obispado  de  Guadalaxara  el  aBo 
de  1697,  donde  siguió  los  pasos  de  virtud  con  ma- 
ravilloso ejemplo,  acreditado  con  la  intima  amistad 
del  venerable  Gregorio  López.  El  afio  de  601,  con 
amor  de  padte  y  obligación  de  pastor,  redujo  á  los 
cfaicbimecos  alzados  de  la  serrania  de  Topia,  en- 
viándoles  en  señal  de  paz  su  mitra  y  anillo.  Bau- 
tizó á  muchos,  y  entre  ellos  6  cuatro  caciques,  de 
que  dio  gracias  á  Nuestro  Sefior  en  una  procesión 
solemne,  predicando  en  mexicano,  exhortándoles 
á  la  obediencia  de  la  Iglesia  y  su  majestad.  De  alli 
el  afio  de  60&,  fué  promovido  para  auxiliar  del  se- 
Sor  obispó  don  Diego  Komanp,  por  estar  ciego,  y 
gobernó  la  iglesia  27  afios:  hizo  grandes  obras,  y 
dejé  líbicas  memorias:  en  Michoacan  fundó  el 


.8T6 
li09i)ÍUl4tf  Sólito  £fll(bl  JU9,:«I  hoi^ltaludftfiátc- 
outnro.  y  «iMlfigio  de,  Sata  KíqoUb  *»  Yriliwhtirf^'j 

.  3«.  Bu  \^  Puebla  fuadó  el  oojji^  4o'Saa  JQd^ 
fmso  de  la  CompaSla  4e  JeMis,,y  dejó  dotad»  la 
fieeU;  el  cwv^ito  de  reli^ions  de:  la  SAotiña» 
Trinidad;  ea  la  Ciledral  Ue  galvee^  loe  B&lMd«s 
y  algiuuu  cftpellaniae,  y  rento  pina  faoérfiu«^  A 
la  saoristia  de  ornameatos,  y  plato  dio  mas  de  dn- 
cueoto  mil  pesos,  y  todo  Uy  que  íqto  lo  gasté  en 
Att  okiapado  en  limosnas  y  memorias,  ceatentáado* 
se  coa  el  sustento,  modenulo.  Munió«on<iip»ioai.de. 
•anudad,  y  la  prer«gativa.de  vii^n  enl&de  Mu- 
z<f  de  1625:  díasele  sepultara  en  el  ot^egia  de  Su 
Ildefonso,  donde  permanece  so  memeri*  en«Bepi- 
tofio  latino  sobre  su  eepulcro. 

OCTAVO. 

86.  Sou  QuUerre  Bernarfo  de  Qú»z,  naiarai 
de  la  viUa  de  Xineo,  en  las  moatalUs  de  Oráde, 
seflor  de  la  casa  de  Tineo,  de  Barcena  y  las  Mor- 
teías,  oelegial  de  Salamanea  del  colegio  de  San 
Felayo,  y  de  allí  en  el  colegio  de  San  Salvador  de 
Oviedo,4aHdeleyóan8u  Univeiñdad.  Tavo.tUalo 
de  inquisidor  de  Méxioo,  y  lo  fUé  de  Tel«do,;d<Hi- 
de  fué  presentado  para. obispo  de  laPBetda4.aBo 
de  ft26:  oonsagrólf 
Meroed,  don-  Joa 
xioOj  y  pasd  &  su 


377 

-¿  prtmtoroidor  Noviembre:  goterdóoon  toda  pa»  on- 
^"iftcB;  déj¿  dotada  en  su  i^eaia  oaa  obra  pia  de 
qumoe.'  úál  •péscis^tf  otra  en  la  parroquia  de  San 
José^pafá  que  <^ada.  tóiies  se  cante  una  misa  al 
'sanfeO'.' '  ' 

46i  Bn>Tineod»j4  situados  óaarenta^r  tres  mil 
pesoetpara  socorro  de  hijoitdalgaique  pasen  de  oin- 
oivMrka'aüosi  con:  dos  reales  cada  dia  y  ciento  cada 
«Bo  para  teetíitoe;  cuatraciento»  dncados  para  que 
deud09  suyos  estudien  mr  Salamanca,  y  otros'  tan- 
toa  para  huérfanas  de  su  linaje,  y  de  no  haber, 
trescientos  para^hijasdalgo  y  cincuenta  para  otras. 
Fundó  un  colegio  de  Santa  Clara  en  Tineo,  dedi- 
cado á  la  Purisima  Concepción,  y  lo  demás  &  su 
iglesia. 

S7.  Murió  con  general  aclamaeion  de  gran  pe- 
lado y  virgen:  depositóse  en  la  Catedral  para  lle- 
vadlo á  EspaBa  al  convento  de  N.  P.  San  Francis. 
00  de  Tioeo,  entierro  de  sus  antepasados,  en  siete 
de  Febrero  de  1638  afios. 

r 

-     NOVSNO.  .    ^ 

38.  Don  Juan  de  Palafox  y  Mendoza,  natural 
de  Ariaa,  en  el  reino  de  Aragón,  tesorero  de  ia  san- 
ta iglesia  de  Tarazona,  aibad  de  Cintra,  fiscal  del 
consejo  de  guerra  y  de  las  Indias  y  su  consejero, 
limoénero  de  la  emperatiiz  doBa  Mariana  y  su  ca- 
pellán mayor:  vuelto  de  Alemania  fué  presentedo 
para  obispo  de  la  Puebla,  afio  039.  Consagróle 


878 

don  Aguatín  de  Espinóla»  oardiaoil' x  ^^^^'^'^^  ^^ 
Santiago:  {>a8Ó  á  laft.Indiasi  afta 'dé  AQ|i  por  .wttü* 
dor  general  y  oon  la  reaidéncía  de  ka  ábBoBea  aMir- 
qnea  de  Cerndvo  y  Oade«eita,i  y  ooi|i  lar  oomm^n 
del  comercio  del  Perú  y  Filipinas.  Entoó*en  su 
iglesia  en  22*  de  Jaiio,  y  ál  |>Utfto.  visitó,  la  f&hrica 
de  la  iglesi|ty  y  recogió  ^n  ^atro  afios  UoMsiiafl 
consideráblea,  dando  qmnee  mil  pesos; yeii  entro 
aBos  se  gastaron  oíento  y  cineneota  mil;  y  dedieó 
sn  iglesia  oon  festíra  pompa^  en  qne  predicó  ^  M. 
.  B.  P.  Fr.  Buenaventura  de  Salinas  y  Córdova,  co- 
misario general  dé  San  SVanoisco. 

S9.  £1  año  de  cuarenta  y  dos  fué  virey  por  de- 
posición del  sefior  doq«e  da  Escalena»  y  le  vino  la 
mitra  de  arzobispo»  que  renunció  por  el  aouñr  que 
á  su; iglesia  tenia  y  él  que  sus  oys|as  le  manifesta- 
ban: visitó  su  obispado,  y  en  dos  visitas  confirmó 
cerca  de  cien  mil  peroonas:  celebraba  de  pontifical 
los  dias  que  el  conciliar  manda»  y  hacia  órdenes  en 
los  tiempos  que  se  manda»  sin  faltar  ra  esta  oUi- 
gacion. 

40.  Fundó  el  aBo  de  46  el  colegio  de  San  Pe- 
dro oon  limosnas  del  cabildo»  y  sus  beneficiados» 
con  sa  librería  y  adornos»  en  que  se  gastaron  diez 
mil  pesos;  y  en  la  sala  del  cabildo  puso  los  retra- 
tos de  sus  antecesores»  con  otras  obras  pias  que 
hizo  de  casar  hoér&nas  y  limosnas  que  dio»  en  que 
cumplió  con  la  obligación  de  paator. 

41.  EsorUbió  cuatro  eattaa  partoiisles  á  diremos 


.ST9 

e8tadp/B(t>  lo8  S|i09r4oteft,  4  ios  di¿cq[iiod  y  eolasU»- 
tí<H>9i  A  .r^ljgiesaa  y  aeoalareB;  eu  todas  exhprtfm- 
cío  á  la  yida  ospiritaal  y  buepas  oostambr^:  un  li- 

bca  Íptibt^la^O  VAIUSIN.  DB  DSSJSOS;  OtrOy  HISTORU  JB8AL 

Yj  a40«ii4)fA;  o\¡tOy  0Bi.iaAcipNS&  del  perfecto  gbistu- 
im;  otro,  el  pastob  de  .noc9e  buena;  otro  coa  el  tí- 
tulo de  ABECEDARIO,  sacado  del  Minorita  Osanna,  y 
otro  de  las  injusticias  qá'e  se  hicieron  en  la  muer- 
te do.Ofia^HQiBskoSQ&ori  y  de  tal  modo  ocupaba 
ei  tiempoy<)ue  tema  .para  todo  bien  las  horas  repar- 
tídas* 

42.  .Y  finalmente,  babiendo  aderezado  la  casa  pa- 
ra los  obispos,  que  la  dejó  gravea  en  mil  pesos  que 
paga  de  renta  cada  afio,  legando  una  librería  en  ella 
de  cuatro  mil  .cuerpos  de  libros,  se  fiíéá  España, 
Uamado.de  su  majestad  el  aBo  de  60^  donde  fué 
obispo  dcOsma  y  donde  ^asó  de  esta  vida  á  la 
otra* 

DÉCIMO. 

43»  Don  Diego  de  Osorio  de  Escobar  y  Llamas, 
natural  de  la  Coru&a  en  el  reino  de  Galicia,  canónigo 
de  la  santa  iglesia  de  Toledo,  pasó  el  afio  de  666  por 
obispo  de  la  Puebla  de  los  Angeles:  consagróse  en 
su. iglesia  y  gobernóla  muchos  años.  El  aBo  de  63 
pasó  á  México  á  gobernar  el  arzobispado,  y  renun- 
ció la  mitra  arapbispal:  el  siguiente  aBo  de  64,  en 
29  de  Junio>  entró  en  el  gobierno  del  vireináte  con 
titule  de  gobernador  y  presidente  de  4a  real  aur 
diepo\%  dqnde  Mtove  hMta:16  d^  -Qc^^re  ea  que 


uso 

:Qilnífjpti4^6,  dotiae'  le  teoiMéMn  coiinlsgtlti  «uf^dte- 

'  tíBoB&  pudrér llegó  el  tíempo  4éeMilflído,-y  ydiÍ6-én 
rá  isleña  catedral,  donde  eÁpeya- Ib"  ^lÜffenriF^re- 
forréedon  de  sdestra  barde; 


••. .  1  ^ 


i    ,  • , 


44.  Dm  MáiiuM  Kertsattdi»  de^Sáta^ 
ttrnl  do  P¿toiiebi)  oole^al  «0  ^^láiMtteii,  «tol  éole- 
gio  de  Ouenca^  y  doctor  de  aquella  uAiversidad^n- 
sigtto,  c¿&d&{go  cdagiBtrkl  4e  Segotky  ol)ispo  de 
<]!)iaim'  y '  GuadalaXfitra,  y  por  las  {mnéin  de  ea 
'"nrtud' y  latios  ][)roinotido  á  la  aáinta^efiíia  de  la 
Pueina;  araiol^ispo  eleeto  de  México  ^  •  ifif^y  de  la 
Ifuova^Bspafta/qiie  aálbáa  cosas  TOmnibió' per  00 
desamparar  dns  ófojas/como  pastMatiíaato  qoe 
oample  con  la  obligación  de  obispo  en  socorrOi^lia 
y  la  de  padre  en  ampatíirlád;  ba  ejecutado  obras  del 
4i6rricie  de  Dios,  'asi  en  los  lugares  de  l^'ibis^ado 
(que  por  su  pr<ipia '  perdóiia  ha*  visitado),  coibo  en 
las  ciudades,  fin  la  Puebla,  un  cloiitento  de  roKgio- 
eás  intitulado  Santa  clónica:  tros  casas,  donde  mu- 
joros  pobres  y  Tirtuosas  60  ban  toeogido  á  vitir 
ajustadas  y  petiitéhtos:  en  Tláxcala  otro  reoogi- 
mioáfo  de  donéolI&É(  y  mvjek^s  qué  sonreí  ejemplo 
y  OStMBJo  dóla'^lda  idristiána,  sin  oleras  mti'cfaas obras 
que  ptt  Su  laodostia  no  se  dicen;  pero  no  puede 
tiojar  dO'^voedfit  la  ^na  en  que  itíesti^  Id  ¥Miille- 


Wl 

eigi  laa ,  ^f^adas  ^üf^t^as  y  la  iÍQtol|g«^.  4ff  la 
ISaocitji^i^  ^  libro  ^<to  i^s ,  AQtil^qtt)?^. ,  J^ja  para 
^QA^ÍPT  .pluioa  8i(s  ^Ipgioa»  que.  eatoa^^^i  solmuidiite 
r^9>glo}te9  tmev^ade  lo.  loéaoa,;  aips^o^w  lo  quaoo 
se  esoríbe  máB,  y  más  se  espera  en  el  progreso  de 

su  irida  que¡  prpBpQjre  el-pi^o. 

46*  Jp!«(kpa  8pA  y  bHn;si4o  Iqü  Uuatrisímos  *  y 
yeueHr494Í9Íwos  PT^If^4«6  4e  esta  iglesia,  (Cógeles, 
que;:COii|a  iiijteligeuc^s  motrices .  han  goberpudo 
iiqueíaítei  oMo!  Las  «sJ^reUas  4e/iri(aera  y  segwida 
QiagiBkítud  de  ¡pu  firmamento  i)o  pueden  á  número 
reducirae: — Numera  stellas  si  potes.?— £1  maeafafo 
QUGottaalea»  9Q  su  Teatro  (fo^io  102)  trae  siele 
obispos  que  han  salido  álaoir  á  difer^^tes  iglesiaSi 
y  veintilires  vibrónos :  ilustres  que  la  han  ilustrado 
oon  sus  letras. 

46.  Después  de  los  que  refiere  el  maestro  Qil 
Goazalez^  dieron  nuevo  lustre  6  su  iglesia  el  doctor 
don  Juan  Qaroia  de  Palaoios,  natural  de  México, 
canónigo  dootorali  provisor  y  vicario  general»  comi- 
sario del  Santo  Oficio. y  de  la^^anta  Cruaada,  que 
fué  obispo  de  la  Habana  y  iM>nsagrado  por  el  se&or 
don  Manuel  Feraandea  .4e  Santa  C¡ru2y  cuyi^  muer- 
te faé  de  gran  sentimiento  por  laa  muobas  prendas 
de  su  persona. 

47.  Don  José  de  Goitia  Oyangnren»  natural  de 
la  Faebla  de  los  Angeles,  canónigo  de  su  iglesia 
eatedral,  que  en  la  censura  de  la  vida  de  la  vene- 
rable madre  Maria  de  Jesús  del  convento  de  la 


882 

Conoi^pdon  dé  la  mísiim  eáidád^  ptométe  diear  á 
laz  la  memoria  de  los  varonil  ilustreé  j  iMtronas 
que  han  fltNreeido  eo  letras  y  virtud  deaquella^dia- 
dad  q9e  con  sii  muerte  quedaron  en  las  cenizas  del 
olvidov  .  - 

48.  Don  Lorenzo  de  Salazar  Bataona  Mulletó* 
neS|  colegial  del  Colegio  de  Santos,  y  su  reotor  be- 
neficiado de  Tlachichiico,  canónigo  doetofral  de  Mi- 
ohoacan,  y  de  alli»  por  opomáot,  canónigo  magis- 
tral de  la  tenta  iglesia  dd  la  Puebla,  comisario  .4el 
Santo  Oficio  y  de  la  Santa  Orozada,  y  después  te- 
sorero y  visitadoií  del  Colegio  de  San  Jtsan,  natu- 
ral de  México/  predicador  insigne,  que  con  setiti- 
miento  universal  se  apagó  aquel  lucert)-  con  su 
muerte  en  22  de  Mayo  de  1677,  dejando  algunos 
sermones  impresos,  en  que  se  manifieMan  las  luces 
dé  su  doctrina. 

49.  Estos  son  los  sugétos  quo  con  las  hices  que 
repartieron  en  Vida  lucirán  como  estrellaiB  en  el  cie- 
lo en  perpetuas  eternidades — Fulgebant  sicut  stel- 
lae  in  perpetuas  ^eternitates^-^-^sontíuuándose  en 
los  que  'lioy  viven,  dejando  para  después  de  la 
jnuerte.á  mejor  ploma  de  loe  que  mereoiereu  el 
referir  sus  elegios. 


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»  ;^' 


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I     •     ■ 

D«  los  oonventos  d«  religiosos  qae  üastran  á  la  Puebla 

delosAngelea. . 


60.  Colamnas  firmes  sobre  que  estriba  el  edifi- 
cio espirítaal  de  la  iglesia  son  las  sagradas  religio- 
nes^ pues  á  sas  religiosos  halláadolos  fieles  en  el 
altar,  pulpito  y  confesonario,  con  el  manjar  del 
alma  en  el  sacrificio,  con  la  predicación  del  Evan- 
gelio en  la  ense&anza,  y  con  el  consuelo  y  libertad 
del  alma  ea  la  penitencia  sacramental;  todo  entre- 
ce  graves  conventos  qne  goza  administrada. 

61.  La  religión  de  Ntro.  P.  Sto.  Domingo  tiene 
tres  conventos:  el  grande,  que  es  casa  de  es^idios  y 
de  noviciado  como  cabeza  de  la  Provincia;  el  otro, 
el  colegio  insigne  de  San  Luis,  que  fundó  Luis  d^ 
León  (de  nación  romanó)  e\  a2o  de  558  para  los 
religiosos  de  San  Francisco,  al  modo  y  traza  del 
colegio  de  Valladolid.  Aquellos  primitivos  padres, 
por  voto  del  venerable  padre  firay  Juan  de  Rivas, 
uno  de  los  primeros,  lo  renunciaron,  y  el  fundador 
hizo  la  donación  á  los  reverendos  padres  de  Santo 


884 

Dommgo;  y  como  dice  que  á  la  Provincia  de 
Santiago  de  México^  hoy  la  posee:  el  otro  es  de  la 
fiBCOUSCCiON  DE  BAJN  PABLO;  en  todos  hay  varones 
grandes  que  loa  habitan. 

52.  La  religión  de  nuestro' Padre  San  Francis- 
co tiene  un  convento  de  la  observancia  con  estu- 
dios y  noviciado,  doi^de  vwei)  de  ordinario  más  de 
sesenta  religiosos.  Ha  sido  seminario  y  almacigo 
de  fi^tps  vajcooeSi  cpmo  lonia^ifies^  la  maravilla 
de  die2s  y  ocho  cuer]^.  enteros,  ó  y^  porque  en  lo 
natural  el  temple  de  la  tierra  los  conservó  incor- 
irnp^s,  iói  ya  porque  virtud  s)iperior  por  loa  mérí- 
.ta4;de  «UB.  almas  loa  preservó  Ue9<^,  qne  la  uno  ó 
Iq  QtifOj pudo  sf r.  £n  él  yape. ^1.  venerable, padre 
fray  Sebastian  de  Aparicio,  patrón .  electo  de  U 
ciudad,  cuya  b0i^ftcaoÍQn  se  jqlioita,  y  de  otros 
muohos  quealU  dea^ansan  pu^ien  solioitarse.  Las 
gcandexae  que  tiene  pueden  verseen  la  CiriSnica,  4^ 
parte  de  este  T€íatro,  en  el  tratado  2^  número  95. 

-53.  .El  ceevento  de  les  descalaos  de  nuestro  Pa- 
dre S^n  Francisco  goza  el  titulo  de  Santa  Bárbara, 
que  es  patrona  de  la  ciudad  por  los  rayos.  Tteoe 
noviciado  y  estudio  de  fiiesoña,  y  le  habitan  de 
ordinario  cieeuenta . religiosos,  de  dQude. han. sali- 
do varones  ilustrea  en  letras  y  virtudes,  y  donde 
viven,  para  gloria  de  Dioe  y. honra  de  la  Ciudad  de 
los  Angeles^  religiosos  que  por  sus  singulares,  vi- 
das oorren  plaaas  de  ángeles  en  la  tierra,t  partici- 
pando de  les  9^&tiales  e^piíritps  sjus^eoetumbres. 


886 
8««lo .4e, 4ltiA T»da,, 49  iíu«  traite. »l ^. P- :Mf^  BíÍt 

T^;lfi^.}^  va9-\m^i^y  Bo«Afi>mnv99lof'teB^aifHi 

cfí{n«/é0^  ^aft.j»si  -«rÜm  amo  «I|ra.9tiH>i»  msl  49 

qu^^.^n  i^ii^i;^  d^..q4á4la.4Ql«l(pr  M)if»  ^iel  aSp 

lie^jddip^,,  eu^X'P  té^la  giis^  por*  au  hnmanídAd 
es.religí.oap  y!^i:G^p(J0  d><9  ln -^euidad :  nadft  fmid, 

por  l^i;eUq|UÍ{M /){!#.  gp^a  se  pj9  .t^pp  ij^pr  r  di* 
choísp»  |afiia>d9^^M:i9»i«<^bM.dp  jiíviefips;  d«  8«bt(p9  y 
otrjagqne  to4iiM^rá9b tteop^iiMosú^ulariéma^que 

jq^ó <k^: :lágríQi^  de  Ij^!  piisipii (dé  ^  qupríd^  Ü^P: 
¿qué  perlas  pueden  ser  mas  ricae  ^ue  ilas 'qu»  ided- 
tilj5.  Ja  aMor^odivIpa^p^i^fiíUs  pjm?  .fistajceliquia, 
PQi^.í}jgi  :t6AtimQr^>p^JI(p8  eoidoii^  >tiu. cabMler^j^atiMTal 
4p  ^Wfgr^  y  p;iUe)ia  )»I  p^ri^  r£r.>  iFsavcisofk  .de 

Vbtaiicoiit.— Tomo  II.— 33 


^ 


886 

nüm.  9>  ser'vérdadén,  pot  Ih  oMt  «ilM  qM^«6tá 
como  está,  «ortááa  de{)aiita'á  pafita  al  eMgcr,  <|ixe 
se  halté  W  G^aiia»a^«l  aBo  dé  S&fi,  étí  la  torre  i& 
habitable,  donde  «aTaiidocinife«to9fií»^k*Iltf  im  ar- 
ca  *peqtieñil  nle -plomo  éoñ  %eUm,'  j  déétro  esttaba 
éi^^agrad^  íibAzo'  de  qué  Mdia  utf  olor'  del  eielo, 
y  tlnÜiMbd/y  qdíí  eaerittira  en  peiigattin6/ y  ai^re 
éBta^ti  letígüa'áÁrabe  tíü  'dotteato,  y  id  p^  de  él 
uÉá  r^táciM  éa  llltfii  bMlia^pdr  Pátriiikf,  íaoerdete, 
qú^  dbcé  ser  la  é6dritiiM  ttb&f^oiMti^e  tkñ  Joan 
B<raY^elifiÍáj  'A  lieaM,  la  mitati  del '  paSo  oob  ^e 
Nuestite  BéBbra  é^jt^Ü  mb  U^titeií:  Ü  hoéto,  de 
San  Esteban/  y  tedo  firteádo^al  ípM^l'peiguiino 
etef  Ite  éá  árabe;  y  en  románéd  dlée^  Gébiilo,  obis- 
po de  Gi^nadár:  para  ^oMfirttiaeiéA  dé  tata^^lrdad 
tree^el^iaetSan  fficñpote^,  discípido  de  SánPablo, 
d  pÉBaf  i^ti  'Ceéüi6'  por  Atébtiá,  te  dio-  este  relí- 
qvAflt  ^para  qtté  oomse  losójoS'^iié'UeVabae&fwiiios; 
y  paí^a  iH  tniiad  que  está  enUa  Pu^bla/trae  el  qae 
San  Hiétoteó  fiíéébiapo  deS^ovia  en^EspaSa,  ea- 
ya  cabeea  se haHóén'an laonaatenode  GÍBtefy  jau- 
to ^á  León,  y  qtié^  estat  santo  dejatíaisfsla  mitad  que 
paearia^  da  mattoí  ei^  mame»  íiasta  lá'  de  tin  üiqnifiidor 
d^froi«doi  de^quiénUaheiredó^^dto  <^3íalIéro  que 
kdió'aloónTeirto.  ''^     1 

«  56i  Oirá  santa  reliquia  de  Ik  úruz  de  Griaio  tíe- 
nesky  que  *  eohándola  ear  ¿1  agua  echó  un  rayo  de 
¿angre  qae  la  cTnsaogrfnté  'toda,  y  se  valieron  de 
ella  para  la  ^sakid  de  "tnaohM  cmfenfeíoe^  y 'sanaron. 


•« ..'» —  I 


887 

Brtáa  w  Vito  oMTwto  iniKdM>8  awrpos  lie  varo* 
Des  en  aantidad  famoaosi  oayas  Tirtades  refiere  su 
croniita. 

67.  El  oonTeato  de  Nuestra  Seftora  de  U  Mer- 
ced  es  de  comanidad  moy  grave  y  docta:  la  iglesia 
os  de  lae  mejores  fábricaa  de  la  ciudad,  con  haber 
moehas.  v    j  -    ,. 

58.  La  CompaBia  de  Jesús  tiene  tres  colegios 
io^guet:  el  del  Esplritu^Saoto,  dond»  se  cursan  es- 
tudios de  gramátiea;'6l  de  fias  Ildefonso,  funda- 
ción del  seBor  don  Alonso  de  la  Mota  y  Escobar, 

p9i  9«  Siifi.  J/iaii  <|e  pies  hsy  convento  y.  hos- 
pitsl,  4Qode,siis  hijoii,^!^  la  cai:i^a4  h9iredaiU4e 
aa  padr4,  cuidan  fiados  dolientes*  ^ 


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CAflTOIO  VI.  •    ♦  • 

hubiese  vírgenes,  de  quienes  tfijb^'^Sábf  Axhbtosfo 
iftíé'  eb  ^á:^bt  m  MoHá'ié'ká'Vfi^éd  ^ye  ik  vic- 
tóVíáí  Yiíim^'W  liíf^  fti^p^-ltói^A^  éifcoí  vi. 
ven  sin  carne  y  las  i^(i^g4éé''p49leáW  f  trihMaá  de 
si  mismas,  causándoles  admiración  que  lo  que  de 
pureza  tienen  los  espíritus  sin  carne,  lo  tengan  ios 
vírgenes  en  cuerpo. 

61.  Tiene  la  ciudad  de  ia  Puebla  siete  conven- 
tos de  religiosas:  la  Trinidad,  la  Concepción,  San 
Gerónimo,  Santa  Inés,  ^anta  CataUna,  Santa  Te- 
resa y  el  de  Santa  Mónica,  que  el  señor  ilustrísi- 
mo  don  Manuel  de  Santa  Cruz,  dignísimo  prelado, 
ha  solicitado,  quedando  el  recogimiento  de  muje- 
res en  el  mismo  convento  con  división  de  las  reli- 
giosas. El  de  Santa  Clara  es  octavo,  como  octava 
maravilla,  que  está  á  la  obediencia  de  los  religio- 
sos prelados  de  la  Provincia  del  Santo  Evangelio. 


889 

cepcititií.  'Bl^¿é)o  iil  ts^t  obispó,  &  cüjá'  vigtlaíi- 
cia  dét)e  la'íÍéi()fi6ÍÍéa  xrnxáió  Iñétíe,  hk'l&hrúá'ó  y  . 
dót(^d'i»-é¿  fééo^oñéntos  dé  (najdreé:  i^l  dé  S«n 
Joé&tii  Orada,  Ssétái  Gefrtrádb'y  Siú  Fránci^ó 
dé  Safes,  coa- más;  tina  ^tt  Tlbxéála  y  ótrtf  éit 'Atlii- 
co  y  otro  en  Izúcar,  que  éñ  éitóYbár  árDíoá'Í7aog'- 
ttif  Beñbr  'ó^tsttk  ^  en"  'buscar  ínodí^é  i  ^  ^aKto 
éervftio  éaíiáüy-ctílOTÓv"  '■ '"  ''••"-  ••  • '  -á^'-' 
^'6^v- íie¿6'ká  iÍaVi'(/^táá  db  la<^stedf¿I,  Bái^9d: 
ééi  dan  SetmstiaiiTátntíagb  y  él  AngéF/coii 'uti  cü^ 
iniivd  asiste  «n'eimfó ^ríi  híaé  t)toi^tá'>adúritiÍÜ^ 
tñuiión;  ^  Vá^  dos  ^át^^fké'  d^  'ihú  Múirúíés:'  ' ' 
'«S.  íiété  "élcólé^p  dé  iSatí^Jüáo'y  ád  ^óPi- 
div,  cúybi''i>átfb8  ^e  ^¿üliitíáíiV'ófi  Wva6  dé  íéé 
{(ifaínátíca/y  éí  ú^o  íeif  dé'éslüdüos'm'iybré's.-d'b^^ 
de  no  echan  méSis  éiiii  c&iedtW  á  lo»  ^atedffitfóds 
más  aoétb'saé  la  Eñtbpá,' béinliíanb "de  letras  y  ^ios 
dé  ágüa's'értótáJiñás  de  sABidtirtií.'  •     •■••'••: 

64.  fhi  lb3-hdkpVtalels,'(:6n  b>d«í  aMo^  ¿iédád'  sé 
ejercita  ta^áridád]  cóh  at>ühdát(6ilsi  y  regalo:  en 'ét 
fú'signe  ¿fe  Sah'ífedró,  dühde  está '  ía '  ilustre  xoú- 
gVegadiaii  ^de  feú*iioiiíWé;  el  a¿  SaA  '^Jüan  'dé  Üiófe, 
y  el  de  San  Roque,  de  la  hermandad  de  Vík  dáridád 
con  el  de  los  betlemitas  de  oonvalecientes,  donde 
con  todo  cuidado  asisten,  y  tienen  la  disposición 
de  pilas  de  agu^qtttifa.taicasai  9irven  para  el  ser- 
vicio y  á  los  convalecientes  de  recreo,  y  otro  para 
curar  el  humor  gálico. 


m 

,  |^,^B^y.4^pe9fi,iglpñ\%%;  Ift.dQ  San  Cp9ti6bal, ^oa- 
sad^nde.sf^ci^a&fOiBQs  esEp^sitos,  coyotepiplo  se 
Ib  ú^áiGÓ  el  aKo  4e  87  49  de^Dioi^izaVí^á  la  Can- 
cepcioi)  i^ü  lHM^\ipjík  Seflora  qqu  el  tltala  ¡de  Pori- 
^ijQa,:0^ado  á  m^rf^yiii^.coa  limosimad^  jxartioa- 
Ifire^  d^y^toe;  la  de  Saif  Már^oSi.qoDJaiijta  ái  bi  del 
col^o  de  Saíi7l4«fQiV?9... ;  i       , 

r  J§6.  .I>()8  je^r^itf^,.  de  ^nn  JaajQ  .Ba^jbiatfi  j.  ^an 
Die¿0|  en  dos  cerrillos  ávii^ti^.^  laci^9d,.dQode 
qQpcjarire¡^jdtt^dtea,sa$./Jli^^  de  la  Viar Gra- 
cia fi^Lp^lyado/  que  sqü  ia.j^ma.  SaptaM.las  jp* 
W?!??*^  y  ®P  líOP  ^ii^pw  pp^íqaos,  capilla^  3(  «Iteres 
costospp,  el  fl.qn  piu^.  ultfra^^^W^o  ^  ¿01^9^^^?^*  9P*" 
tiap{^  $eq4j^.^n^CQi(iC)iFS<)  t^a,]ittipe|refQ.a\;  ejenylar 
(^  l^i;^er¿  Of^n,¡4ja^NvPti  S^  F^anpi^o,  gue 
f^^^ne5^e\sarJLQ  f maodaf  qqO)  4  la.  ^afifiim  acudao  las 

,67..  En  e8.^,togaT,parecjd  qiie  pedriau.. referirse 
las  fundaciones  d^^oM^^i  ciudades  grf^ndes .  del  ar- 

de  eptftjlefttro,  aup-por^, estar,  eu  pÚa,  cpi^ ventóos  de 
K.  P.  ,San ;  Francisco,,  »perteneOfB».áj9^re)^qÍQn:  de 
su  ;Qr^fÍ9fi.y  á  la  ÍD,t;fl|g|cid^4  d^.Us,  excedencias  de 
s,u$  •oo.nv^n  jj)^,.  .,;,.,....,.•....•;,;-...     .;,.,,- 

i:  »h     ••■('•    •  >      .»     .t    .      .,  j     .      • ,     ,     ' ;  ', '         '    .  r    .  •    . 

»       1.  .  .»    ftHBKLIPMlOBBWWIID.'         ' 


í'  •'  ••■tí-     { 


I  f 


lNUC£. 

TKliCB&A  PAI^TK  J>Bt  TIATRO  M&XIOaNv. 
TEATADO  WUI»»0. 

Dt  lo«  «i*«o«  nufitarcé  de  tó  'mmiéJ— Capitu- 
lo L— Dtl  aencttbrhDtfrtto  áeUs  tttdíM 8 

Cipfialo  II.— De  be  deecnbfíttltirtoe  de  ln  Vm^^ 

EepmB»../. • •     • '•-••;         ^* 

Ctpitalo  in.— De  otros  descabrlmicntoe  qife  hi- 

cíeroD  los  cepaflolee  en  líS  Indie» *" 

Capítulo  IV.— Del  deeoobrtoiento  de  Fcromodo 

Cort¿«,  y  de  9U  mrtAftdii *-^ 

CmpUulo  V.— Del  principio  fle  \¿  poblactwi  de h 

NaeYft-E^paltft *'^ 

OepUoIo  VL— De  U  jorntda  que  hiio  Cort#«  pmrm 

Tlaxcalftt  y  lo  que  pm^^  liMia  que  entró  en  ^11%,  t>l 
Capítulo  VIL— De  la  iAm  á  TltxcaU,  y  lo  quo 

Miee<ie  hasta  la  oalida  para  Mi^xtco *'«^ 

Capítulo  VllL— De  las  Fcfialts  y  |,run/.'»iJCo«  .!»• 

la  ruiua  iii\  imperio  Kntxicano *^ 

Capitulo  IX,— Dti  la  jorn»vla  que  hito  C^rt^l  de 

Cholula  para  México ^2 

Capitulo  X.— De  la  eniraU  de  \ú%  etpaColae  tu 

México,  recebimieuio  y  boip'-dajc  que  Ici  hi- 


<^5 


cieroD ** 

Capitulo  XI.— De  la  priüon  ¿A  erainrador  Mo- 
teouhxumai  eeotencia  de  Quauhpt^uca  y  otm 
«osaa  uotablea  de  aquel  tiempo.** t*a 


u 

Capítulo  XII. — ^Del  alboroto  de  los  mezieanos  y 
la  llegada  de  Panfilo  de  Naryaei,  y  lo  sncedi- 
do  ea  ella 106 

Capítulo  Xni. — De  la  prJálén  de  Narvaez,  y  de 
lo  qae  designes  de  ella  se  ordenó 116 

Capítulo  XIV. — De  la  alteración  de  México  con- 
tra  Alvaradoy  él  socorro  ié  tTortes  y  las  1)¿ta- 
Has  que  tuvieron... ^.V..;.\.f.^.;-.v.i 122 

Capítulo  <^y>-TrI>«|  ja,  ^uert^dde^^  . 

. '   tecubaumi^: ¡fMJ^*  df  ^ézi<^^.  desgracias: jpfs^^i 
talliMi;^M^,jlftgfkr 4 ;PJ^p9.1fi.,>.. . ;...{. ., .-.;  ^.       180 

'Capitula  Xyi--r:Pe  la  llegada  á  Tlaxcala,  y  de 

lo  que  pa94  pn  ^lla.)i;EiAt<^  b^^ít,  &  la^  bataU|ta. . .   *    142 

Capítulo  Xyil. — ^De  có^o. se.  partieron  Ipa  des- 
pojo? }y  ^jescli^vos,  y  'd^  ,|a.  Hígada  .d^  algpnos. 

.    navios (.«..^...•••••.•^•< Í¿1 

Capítulo  XY^L-7rDe  )t^  :^ntrada- de  Qertésr  en 
Tlaxcala  y  de  la  disposición  parala  conquisa 
deMéxicOf-*** ;.....« ,..< M'f*      155 

t)e  las  batallas  y  oonquistas  que.Kizo  el  ejéréito 
de  españoles  y  "tlfllxoaTtecas  én  México  y 'sus 
contornos.*., , ....:...       157 

Capítulo  1.— De  la  satiía  de  Tlá^Cala'párá  dar 
principió  á  la  conquista  dé  México...... /..I...."     168 

Capítulo  íl.-^pe  alonas  ciánq^lsfás  áiiéTlícié- 
ron  los"  españoles  desde  líiezWco..:.. .:'.......'..'..?      167 

Capituló  UI.— Dé  la  dpñquistá  de  CuéYnttvack 

(aüas)^uíiuhnáhuaÍ5!:...:;.'..;.'.L.:.:..,:: -..::.:.* *  ns 

Capítufo' n^.^Üe  íli¿' -(GóiJol^icíoA^^ 
y  conquista  de MS*í*íl:::.;.:::;;;\..:.::;.';;^^:;j.. '     179 


in 

» 

CapftiiiO'iV;¿ftrBd:cd>oo  <|ttv7te  biso  úM4±kéj  y  '>=i 

'«1  prinoipiajdbb'cottqkitftad#'la«ñKlad»;....i«' '  182 
Gapitiib  Vli^^é  f Amft  ardidaa  q«ald&iá4xíca-:' 

'nos  Qsaronpara  cLefeHBBdé'la:eihdfekd:;..J..^;.'.      188 

Capitulo  Vl[.*«-9ec. Ji^  ¡diiqíMiioioiiM  áé  H^rnkn^  \]  ' 

ido  Cortés  para  la. conquista  de  Méxieo.. .«.!..•:  •  190 
Capitulo  Vni. — De  la  entrada  general  en  Tlati- 

lulco,  béii^t'o  (Í'0'Cói*t¿^  y^^ráiaá  áe  e¡pafidle8,  196 
Oapíti^tX.'-^b'éí  ¿f%cro  da  ias  en tíadw  áé  Tlal 

tilul<ro,;yiiekp:.dftAiW^lM;wofl  y  :«afíwe^^  ••'.' 

Qjíj)ítul9  X,'— Pq  la  pel^a  d^,  las. canoas. p?Mr.a.  fa-r     . 
cuitar  M  yi0cap9;del  xnjk  d#:sa;ipwioa'y .?i<lto- .,    '    r 

.    tia  de. Cwftílr«»i«*»-'^«>''í'íí.*í«*ó^j>*i»«-»» '•••'♦•••  •    j204 

Tja^TADO  DÉLA  CIUDAD  !)£  MBXigO 

T  LAS  QBAKD9ZAS  QüÉ  ¿A  ÍLÍ7StRAN  DESPUÉS  QUB  LA 

FUNDARON  LOS  ESPANOLKS. 

Capítulo  X-rPo  la  fui>,dacvon,  pjJiia  y  moradores*      219 
Capitulo  IX— Xfe  los  ifoberniidor^?  y  virey^  de  la 

ciudad  de  México ..> 233 

Capítulo  III.— De  la  iglesia  catedr*'»  (sabildo  ecle- 
siástico y  arzobispos  de  la  ciudad.de  México....       268 

Varones  ilustres : *.,....... .,..^...       272 

Capítulo  iV. — Brosieuen  las  glorias  de  la  ciudad 
de  México  en  los  prelados  arzobispos  que  na 

gozado 283 

Arzobispos  de  México 286 

Capitulo  V. — De  los  tribunales  que  ennoblecen  la 

ciudad  de  México.... Trt^rtr... 802 

Capítulo  VI. — Continúanse  las  excelencias  de  la 
eiudad  de  México  en  las  grandezas  de  la  real 
universidad  y  sus  colegios 315 


•IV 

Capitalo  VIL-^Ik» los  eoiiYVBtos'de  lMfe>élif|ídnfia 
^agradaa  qiwgMa.l»ieittdad;de  Máxióo..., 821 

Capítulo  yiII.f-<^Do;laa  mónasliriot  dereligioBas 
que  tiene  Ja  ciudad  de  iMSxtoo......^..!...^..^-...  >    842 

Oapítttiat  IX*-^Do  etrai  igkpáe  qae:>gotalá  cia*  * 
-dad  deMézte0./..i..>l>..;.á...t.4;i.«.*.^...»^ 850 


»         M 


,<    >    - 


TRATADO  pE  XA  CIUDAD  DS.LA  PUEBLA 
DE  LOg  JCnGELES  y  GRANDEZAS  QV%  hA  HJOB^áJ^. 

Oapítabl-^De  iá  fondáOiOUdé'ltt  PuÁIaCiodad 
de  los  Aageles,-  su  silio^  fertilidad,  irato  y  tiKK  ' 

radoréÍÉ... «.:...:::....:...;^..;;..j..a.^;. .:.'.....<;.  A       856 

Capítulo  II.-<J>e  tos  ífoiiiisiAros  dél^  ehad6  seciilat- 
^^ue  goaa  laoiadadde*Puebla-ysu  repliblíea...       868 
De  lo  que  provee  el  ^obispo  solo  ;  con  su  cabildo.       867 
Capítulo  III.--*-De  las^lorias  qiie¿osaIa  Ciudad 
de  los  Anzeles '  eu  sii  ilustre  catedral  y  obis- 

pftdo ,....:;........;....,......,.;...,. ..,.,    aes 

tíapítuló  IV.— P^Bfg|uenfi'e  las  gloHás  (^^  . 

dad  de  los  Angeíeé  goza  én  los  ilfüsirísÍDQToB'pre- 

lados  q lié  ha fénido'.'....!.. '.*..".... .••.-••••••••••••••       871 

Capitule  y!—P¿  los  cónyentbá  de  reTigiósos  quie 

ilustran  &  la'lPueblá'de  los  Angelies 883 

Capítulo  VI. — De  los  conventos  de  retigiojips, 

iglesia^  j  hospitales  de  la  l^úebfá  dé  los  Án- 

geieá.. ...... i : •. •..:.'..: .':...     iss 


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